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El Profesor EUGENIO RAÚL ZAFFARONI, para explicitar cuál es el contenido de nuestra materia, afirma
que, el Derecho Penal, Parte General, es una exposición teórica que tiene que responder a tres grandes
interrogantes:
1. ¿Qué es el Derecho Penal? Esto da lugar a la teoría del saber del Derecho Penal.
2. ¿Qué es el delito? Se estudia la Teoría del Delito.
3. ¿Cuáles son las consecuencias penales del delito? Se estudia la Teoría de la Coerción Penal o
Consecuencias Penales Del Delito.
Nuestra materia, entonces, va a ser una exposición teórica que va a tratar de responder a estos tres
grandes interrogantes.
La respuesta al primer interrogante da lugar a la TEORÍA DEL SABER, DEL DERECHO PENAL, el estudio
corresponde a la primera parte de la materia. Cuando terminemos de hacerlo, vamos a estar en
condiciones de saber qué es el Derecho Penal.
La segunda parte de esta exposición teórica se llama Teoría del Delito y en esta segunda parte vamos
a tratar de dar respuesta al segundo interrogante ¿qué es el delito?
En la tercera y última parte de la materia, en esta exposición teórica, a través del desarrollo de la
teoría de las consecuencias penales del delito o teoría de la coerción penal, vamos a tratar de dar
respuesta al último interrogante ¿de cuáles son las consecuencias penales del delito?
Normativamente nuestra materia está contenida en el Código Penal, artículos 1° al 78°. Es el LIBRO
PRIMERO, que consta de 78 artículos. En esta parte está todo el contenido normativo de la materia,
toda la parte legislativa de la materia.
Todos los conceptos teóricos, que vayamos extrayendo y explicando, a partir del contenido normativo de
nuestra materia, del artículo 1 al 78, es aplicable por igual a todos los delitos contemplados en el
mismo Código Penal, Libro Segundo, o en leyes penales especiales.
DEFINICIÓN APROXIMADA DEL DERECHO PENAL
El Derecho Penal está formado por un conjunto de normas jurídicas que definen qué conductas son
delitos y que establecen, como consecuencia, penas o medidas de seguridad para aquellos que las
realicen.
La expresión DERECHO PENAL, puede ser entendida en dos sentidos. El primer sentido de la expresión
Derecho Penal, es aquél que lo mencionamos en la definición: “Conjunto de normas jurídicas”. Entonces,
el primer sentido del Derecho Penal va a ser entendido como legislación vigente, como Derecho
Positivo.
Pero la expresión DERECHO PENAL puede ser entendida con otro sentido: como aquélla disciplina o
como aquélla ciencia que tiene por objeto el estudio de la legislación penal vigente.
Entonces, en el primer sentido Derecho Penal, es Legislación; en el segundo sentido, el Derecho Penal
es ciencia. Por eso, cuando uno habla del derecho penal puede estar hablando o de la legislación
vigente o de la ciencia del Derecho Penal.
Esto no es una particularidad que sólo se le presenta al Derecho Penal, respecto de las otras ramas
también podemos estar hablando en estos dos sentidos. De lo que está vigente como legislación o, de
aquélla disciplina, o ciencia, que tiene como objeto de estudio, precisamente, a la legislación vigente.
Entonces, como dice el Profesor de filosofía del derecho, SANTIAGO NINO, dice que con la expresión
Derecho Penal se presenta la siguiente paradoja, que la misma expresión está significando dos cosas a la
vez: El objeto de estudio de la disciplina, que es la legislación vigente; y la disciplina que está estudiando
ese objeto, que es la ciencia del Derecho Penal.
Nosotros vamos a utilizar en esta primera parte de la materia a la expresión Derecho Penal, como
ciencia. Precisamente vamos a desarrollar en esta primera parte ciertos conceptos que tienen que ver
con el contenido de la ciencia del Derecho Penal.
Nuestro objeto de estudio va a ser la legislación penal vigente, artículo 1° al 78°.
Fíjense, que la nota característica y a su vez diferenciadora del Derecho Penal, respecto de otras ramas
del derecho, es una expresión que forma parte de lo que conocemos como Derecho Penal, es la
expresión: “PENA”. Lo que caracteriza al Derecho Penal es, precisamente, la específica forma de
sanción que tiene, frente a la realización de determinados comportamientos delictivos por parte de
los sujetos. Esa especial sanción que contiene el Derecho Penal se llama: PENA.
El Derecho Penal se asemeja a otras ramas del derecho, sólo en que, junto con las otras ramas del
derecho, intentan proveer a la seguridad jurídica.
¿Cómo provee a la seguridad jurídica el Derecho Penal?
Lo que sucede es que el Derecho Penal lo hace de una manera totalmente distinta a las otras ramas del
derecho, en cuanto a la especial forma de sanción; que es la nota identificatoria del derecho penal y
esa sanción se llama PENA, que es lo que lo distingue y lo caracteriza al Derecho Penal.
El Derecho Penal a través de la pena intenta proveer a la seguridad jurídica. Pero de una forma muy
peculiar, porque lo hace a través de una sanción sumamente grave. La más grave que se conoce en el
ordenamiento jurídico: LA PENA.
Con la pena intenta que no se cometan delitos como forma de proteger ciertos intereses que son muy
importantes para la convivencia social. Y esos intereses que son muy importantes para la convivencia
social se llaman, en el Derecho Penal: BIENES JURÍDICOS o BIENES JURÍDICOS PENALMENTE
TUTELADOS.
Entonces, el Derecho Penal, a través de la pena, intenta prevenir la comisión de delitos como forma de
proteger ciertos intereses vitales para la convivencia social; y esos intereses sociales se llaman: BIENES
JURÍDICOS. La vida, la libertad, la intimidad, el honor, etc.
Ahora bien, la Ley Penal sigue un sistema que se llama de DOBLE VÍA.
Significa que, la realización de un comportamiento antijurídico, delictivo, puede traer aparejado como
consecuencia, la especial sanción, de la que estamos hablando, que se llama: PENA; pero también, en
determinadas ocasiones, puede traer como consecuencia, una MEDIDA DE SEGURIDAD.
Tanto la PENA como la MEDIDA DE SEGURIDAD, tienen como presupuesto la realización de un hecho
antijurídico, por parte de un sujeto.
Para que se pueda aplicar una PENA, el autor del hecho antijurídico, tiene que ser CULPABLE. Es decir
que, la aplicación de la PENA, al AUTOR de un hecho antijurídico solo es posible en la medida en que
ese sujeto sea CAPAZ DE CULPABILIDAD. Eso significa que, para aplicar la pena el sujeto haya tenido la
posibilidad de comprender la criminalidad de sus actos.
En cambio, para aplicar la medida de seguridad, basta con que el sujeto lleve a cabo el daño, nada más,
porque el presupuesto de la medida de seguridad no es la culpabilidad; no se basa en que el sujeto sea
capaz de culpabilidad; al contrario, debe tratarse de un sujeto incapaz de culpabilidad. Entonces, EL
PRESUPUESTO DE LA MEDIDA DE SEGURIDAD ES LA PELIGROSIDAD: Se aplican a los sujetos que no son
capaces de culpabilidad.
Ejemplo: Un sujeto que lesiona gravemente a otro: Es capaz de culpabilidad. Lo hizo porque le tenía
bronca al otro. Un sujeto que comprendía la criminalidad de sus actos. Entonces, le corresponde una
PENA.
En el mismo caso, un sujeto que lesiona gravemente a otro, pero que tiene las facultades mentales
alteradas; y le pega a otro porque sólo en su imaginación cree que le persigue para darle muerte.
Entonces, estamos ante un sujeto que no es capaz de comprender la criminalidad de sus actos,
producto de la alteración mental que está teniendo. A este sujeto no lo podemos aplicar una pena,
porque el presupuesto de la pena, es que haya comprendido la criminalidad de sus actos; pero sí le
podemos aplicar una MEDIDA DE SEGURIDAD.
La medida de seguridad puede ser ASEGURATIVA; puede ser TERAPÉUTICA.
Si es una cierta alteración mental reversible, entonces, la medida de seguridad consistirá en el
alejamiento del sujeto, en el encierro del sujeto y en ese caso la medida de seguridad sería
ASEGURATIVA.
Entonces, si se comprobó la realización de un hecho antijurídico y el sujeto es incapaz de culpabilidad,
se le aplica una medida de seguridad. El presupuesto es la peligrosidad, en la medida en que el sujeto
revele en los hechos cierta peligrosidad; porque si no manifiesta peligrosidad, tampoco es posible la
medida de seguridad.
ES UN SISTEMA DE DOBLE VÍA PORQUE:
Pena: Culpable. El presupuesto es la
culpabilidad.
La realización de un hecho antijurídico trae aparejado
Medida de seguridad (sólo un hecho
antijurídico) El presupuesto es la
peligrosidad.
La medida puede ser: Asegurativa o
terapéutica.
¿QUÉ SIGNIFICA EL SISTEMA DE DOBLE VÍA?
Nuestro sistema de Derecho Penal vigente, adopta este sistema de doble vía. El sistema de doble vía
significa que, verificado un hecho antijurídico y es culpable el sujeto, es posible la aplicación de una
pena o de una medida de seguridad, si no es capaz de culpabilidad y en la medida en que el sujeto
revele peligrosidad.
Yo les decía en la definición que: el derecho penal es un conjunto de normas jurídicas que define
determinado comportamiento como delito y establece, como consecuencia, pena o medida de
seguridad, para aquéllos que la realicen.
CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO PENAL
1. Es esencialmente sancionador y, excepcionalmente, constitutivo de la ilicitud:
Esto quiere decir que el Derecho Penal no crea el comportamiento antijurídico; lo que el
Derecho Penal hace es adosar una especial y peculiar forma de sanción ante la realización del
delito. Por eso es esencialmente sancionador. Porque si no estuviere tipificado en el Código
Penal, igualmente es antijurídico para la legislación civil. Como dice ZAFFARONI, si hoy se
suspendiera el Código Penal, o no existiera, la mayoría de las conductas que están tipificadas
como delitos en el Código Penal, seguirían siendo antijurídicas, en la legislación civil. O sea que
no estamos constituyendo la ilicitud, porque la ilicitud ya está vigente en otra rama del derecho,
en el ordenamiento jurídico. Entonces es ESENCIALMENTE SANCIONADOR. Lo que hace es
establecer la especial forma de reacción que tiene el derecho Penal, a determinadas formas de
comportamientos que ya son antijurídicos para el resto del ordenamiento jurídico. El homicidio
ya es antijurídico para el derecho civil. Lo que sucede es que, como protege un bien jurídico tan
importante, que hace a la propia existencia social, el Derecho Penal ingresa, con esa
característica sancionadora que tiene, en una forma de proteger, más enérgicamente a ese bien
jurídico que se llama VIDA. Pero ese bien jurídico ya está protegido también por el derecho civil,
y por eso es esencialmente sancionador y excepcionalmente constitutivo; es decir, a veces el
Derecho Penal crea la ilicitud, a veces. Ejemplo: el artículo 108° del Código Penal, castiga la
“Omisión de Auxilio”, ahí está creando la ilicitud porque la omisión de auxilio no está prevista
en otra rama del derecho o del ordenamiento jurídico; entonces ahí está creando,
constituyendo la ilicitud, no solo sancionando. También cuando castiga el “Intento de…” por
ejemplo el intento de homicidio, a través del artículo 42 del Código Penal. El intento de
homicidio no está previsto en la legislación Civil; sí el homicidio consumado. Pero el Derecho
Penal a través de esta herramienta, que se encuentra en el artículo 42, que consagra la
tentativa; lo que está haciendo es constituir la ilicitud; está creando la ilicitud, no sólo
sancionando.
2. Es Fragmentario: Todo delito importa un hecho antijurídico; pero no todo hecho antijurídico
es delito. ¿Qué significa esto? Significa que, sólo van a alcanzar la categoría de delito, aquéllos
hechos antijurídicos que fueron descriptos en la legislación penal. Pero esto significa también,
otra cosa más, el hecho que el Derecho Penal es fragmentario: Significa que, si ese hecho
antijurídico, no está descripto en la legislación penal como delito, no puede caer nunca sobre
ese hecho antijurídico la sanción penal.
El Derecho Penal es un sistema discontinuo de ilicitudes. Sólo es delito lo que está
expresamente previsto en un dispositivo que se llama TIPO PENAL, está dentro del Código
Penal. Todo lo que no está adentro de cada uno de esos tipos, cae en el ámbito de la libertad.
Si no está prohibido en el tipo penal, queda en el ámbito de la libertad. Por eso el Derecho
Penal es un sistema discontinuo de ilicitudes: lo que no está expresamente previsto en el tipo
penal, cae en el ámbito de libertad. O, será antijurídico, pero para otra rama del derecho, pero
no para el Derecho Penal.
Esto significa también que en el Derecho Penal NO HAY LAGUNAS. En el ámbito del Derecho Civil, sí. En
el Derecho Penal no se recurre a la analogía; si hubiere lagunas no se puede cubrir, queda en el ámbito
de la libertad (Art. 19 C.N.)
Por eso es FRAGMENTARIO Y DISCONTINUO DE ILICITUDES.
Fragmentario porque de los innumerables hechos ilícitos toma algunos nomás, toma fragmentos de la
enorme cantidad de comportamientos antijurídicos que hay en todo el ordenamiento jurídico.
3. Debe ser EL ÚLTIMO RECURSO a que debe apelar el Estado como forma de proveer a la seguridad
jurídica. ¿Pero por qué es el último recurso? Porque significa una enérgica intromisión, a través de la
pena, a los bienes jurídicos del destinatario, que sería el autor del hecho. Es una intromisión muy
enérgica, la más violenta que posee el Estado, para proveer a la seguridad jurídica.
Entonces, si el Estado cuenta con otro recurso, antes que el Derecho Penal, para proveer a la
seguridad jurídica, para solucionar determinados conflictos, debe acudir, en primer lugar, a aquéllos
otros mecanismos, que sean menos invasivos, menos perjudiciales, para el destinatario de la sanción.
El Estado debe recurrir, en primer lugar, a medios no sancionadores, por ejemplo, apelar a una
adecuada política social, para solucionar determinados conflictos. Si eso no fuera suficiente apelar a
medios sancionatorios, pero, en primer lugar, que no tengan un carácter penal. Por ejemplo, acudir
a la legislación administrativa, en materia contractual, para conseguir lo que ha sido habido, por
ejemplo, de manera ilícita o sin causa. En el ámbito administrativo, la inhabilitación de determinado
comercio. Si de esta manera tampoco se puede resolver el conflicto, ahí sí se puede recurrir al
Derecho Penal. Por eso es el último recurso al que debe apelar el Estado, para cumplir con su
finalidad de proveer a la seguridad jurídica.
Además, con esta consecuencia que trae en sí el Derecho Penal, hay una intromisión a bienes
jurídicos muy importantes del destinatario. La libertad, fundamentalmente; determinados derechos y
también en su patrimonio. Estoy hablando de la pena de prisión, inhabilitación y a la pena de multa.
Entonces, el Estado tiene que tratar de proveer a la seguridad jurídica o sea, resolver los conflictos,
pacificar la sociedad, a través del recurso a otros medios, antes que el derecho penal. El derecho
penal es la última instancia a la que debe recurrir el Estado para cumplir con su finalidad: proveer a la
seguridad jurídica.
Esto lo vamos a encontrar en el libro del Dr. Zaffaroni.
MECANISMO DE CONTROL SOCIAL
El Derecho Penal es un mecanismo de control social. Al igual que el Derecho Civil, que el Derecho
comercial, Administrativo, son todos mecanismos de control social. Lo que sucede es que son
mecanismos de control social altamente formalizados. El Derecho Penal, cuando describe dentro de su
normativa un comportamiento como delito, está intentando una suerte de control social de un
comportamiento. ¿De qué manera? Que la sociedad no realice esos comportamientos descriptos.
Es un mecanismo de control social ALTAMENTE FORMALIZADO ¿Qué significa? que para poder
reaccionar y aplicar la sanción para aquéllos que hicieron los comportamientos que no debían hacer, el
comportamiento delictivo, hay que recorrer previamente todo un proceso, con determinadas garantías.
Si el sujeto tiene que ser sometido a un proceso penal, existe la garantía del juez natural, del derecho
de defensa, del debido proceso; de la posibilidad de una doble instancia, etc. Cuando el tribunal esté
convencido, tenga la certeza de que el sujeto a llevado a cabo ese comportamiento, que no debía llevar
a cabo, que estaba tipificado adecuadamente, como delito en la legislación penal. Por eso es altamente
formalizado, como mecanismo de control social.
No es que el sujeto llevó a cabo el hecho y ya se le aplica una sanción, no, hay todo un proceso para que
se declare la culpabilidad del sujeto y sobrevenga la sanción. Por eso es altamente formalizado.
En cambio, hay otros mecanismos de control social que son informales, porque la reacción de esos
mecanismos, es espontánea: Ejemplo: la religión en donde inmediatamente, sin proceso previo, se
establece la sanción. En la universidad cuando se trate de la vestimenta, en que cuando algunos
rompen con la pauta, por ejemplo, un profesor o un alumno que va a rendir, viene con un traje rojo, es
como que está quebrando con la pauta estética y recibe inmediatamente la sanción por parte del grupo
social. Le harán sentir RIDÍCULO. O cuando se trata de pautas morales o religiosas, cuando el sujeto
peca, se confiesa e inmediatamente recibe la sanción.
En toda sociedad hay mecanismos de control social. Algunos altamente formalizados y otros no.
El Derecho Penal, es un mecanismo de control social altamente formalizado; con la tipificación de
determinados comportamientos, lo que quiere el Derecho Penal es controlar que determinados
comportamientos no se realicen. Desde ese punto de vista, el Derecho Penal, está controlando el
comportamiento dentro de la sociedad.
La realización de ese comportamiento que, a través de la tipificación penal, el Derecho Penal está
controlando, no trae aparejado una consecuencia inmediata y espontánea, arbitraria. NO. Porque es un
mecanismo de control altamente formalizado; debe transcurrir todo un proceso penal con todas las
garantías constitucionales del caso.
Entonces, todo el ordenamiento jurídico tiende a brindar seguridad jurídica, para favorecer la
convivencia social, para que la gente pueda vivir en paz. Todas las ramas del derecho tienden a que la
convivencia sea pacífica, tratando de dar seguridad jurídica.
Pero para proveer a la seguridad jurídica, sucede que las ramas del derecho lo hacen de distintas
maneras: El Derecho Penal lo hace, tratando de que no se cometan delitos, trata de prevenir la
comisión de delitos, a través de la PENA y como forma de proteger los intereses vitales para la
sociedad que se llaman BIENES JURÍDICOS. Lo hace desde una posición, si se quiere, diferente a las
otras ramas del derecho.
El Derecho Civil lo hace con esa finalidad que es fundamentalmente REPARADORA. Ante determinado
episodio que alteró la convivencia social y que implicó la afectación a un bien jurídico a través de un
daño material, el derecho civil lo que intenta es, en lo posible, la restitución de la cosa a su estado
anterior, buscando así, proveer a la seguridad jurídica.
En cambio, el Derecho Penal lo hace de otra manera. Lo hace a través de una sanción muy compleja,
específica y enérgica; la más fuerte que se conoce en todo el ordenamiento jurídico que es,
precisamente, la PENA. Es un mecanismo de control social al que se debe recurrir en última instancia.
Con la característica que es sancionador, a veces es constitutivo de ilicitud y, que es fragmentario.
FUENTES DEL DERECHO PENAL
El Derecho Penal, en el sentido de la expresión DERECHO PENAL, en el sentido de Legislación Penal,
tiene fuentes, que pueden ser:
1. De Producción: del Derecho Penal entendido como legislación. ¿Cuál es la fuente de producción
por excelencia del derecho Penal entendido como legislación? Es el Congreso de la Nación,
(ley). Es el único autorizado por la C.N. Es el único que produce el Derecho Penal. La legislación
provincial también, en el ámbito competencial del Estado, puede crear legislación penal; pero
sólo en la medida en que haya facultades que no han sido delegadas al Congreso de la Nación.
Por ejemplo, si se tuviera que tipificar delitos de imprenta; están expresamente excluidas de la
competencia del Congreso de la Nación y atribuidas, reservadas a la competencia de las
legislaturas provinciales, por la C.N. Entonces, la fuente de producción, en el ámbito de su
competencia, es el Congreso de la Nación; las legislaturas provinciales, con la aclaración hecha.
No confundir de que las legislaturas provinciales pueden crear delitos, de ninguna manera; el
Congreso Nacional es el único que produce delitos, el código penal; en el ámbito de su
competencia, las legislaturas provinciales pueden crear delitos de imprenta, porque en la
Constitución Nacional está establecida esa facultad reservada para las provincias. También en
materia penal pueden legislar las legislaturas provinciales, lo que tiene que ver con las
denominadas CONTRAVENCIONES, que tiene naturaleza penal, como fuente del derecho.
Entonces, la FUENTE DE PRODUCCIÓN, del Derecho Penal, entendido como legislación, como
Derecho Positivo, es por excelencia, el Congreso de la Nación. Es el que produce, de acuerdo a
un sistema preestablecido, en la misma constitución, que es el capítulo correspondiente a la
Formación y Sanción de las leyes, que fija todo un procedimiento que debe seguir el Congreso
de la Nación.
2. De Conocimiento: Del Derecho Penal entendido como legislación. Si uno quisiera saber si
determinado comportamiento es delito o no, debe recurrir a la ley penal, es la única fuente de
conocimiento, por imperio constitucional; artículo 18. Y la ley debe ser escrita, estricta, cierta,
previa. De manera tal, que la única forma de saber si un comportamiento es delito, es
verificando en la ley, en la fuente de conocimiento. Se excluye, por definición, a la costumbre, la
jurisprudencia; los usos. Y fuente de conocimiento, en el ámbito del Derecho Penal, entendido
como legislación, no puede ser la costumbre, porque la costumbre no crea el delito. No puede
ser la jurisprudencia, no puede ser los usos. LA ÚNICA FUENTE DE CONOCIMIENTO DEL
DERECHO PENAL ES LA LEY PENAL. Y todo esto por imperio constitucional, porque el artículo 18
de la C.N. que prevé el principio de legalidad, establece que los delitos deben estar
expresamente previstos en un dispositivo que se llama: LEY. Debe estar tipificado, escrito, con
toda precisión posible y debe ser previa al hecho. El carácter previo tiene que ver con lo que se
refiere a los ámbitos de validez de la ley penal, que es el ámbito temporal de validez de la
misma.
La ciencia del Derecho Penal tiene como objeto de estudio la ley penal. Es decir, lo que el legislador
estableció como conducta delictiva. Ese es el objeto de estudio de la Ciencia del Derecho Penal, de la
Dogmática Penal.
¿Por qué se dan esas conductas? ¿Por qué se da ese fenómeno criminal? Es algo que a la Ciencia del
Derecho Penal, normativa, no le interesa. ¿Porqué se dan esas conductas o por qué existe el fenómeno
criminal? es el objeto de estudio de la Criminología. Es el que estudia las causas del fenómeno criminal,
por qué se dan determinados delitos, por qué se dan determinados comportamientos criminales; ese es
el objeto de estudio de la criminología.
La Ciencia del Derecho Penal estudia al delito pero como legislación vigente, lo que está previsto en la
ley. Ahora, por qué se da eso, por qué hay conductas delictivas, eso ya no le interesa a la Ciencia del
Derecho Penal, no forma parte de su objeto; corresponde a la CRIMINOLOGÍA.
La Criminología con la ayuda de la sociología, de la psicología, de la biología, de la medicina, etc., de
todas estas disciplinas auxiliares, tratará de investigar y determinar cuáles son las causas del fenómeno
criminal del delito. De eso se ocupa, fundamentalmente, la Criminología, de explicar, cuáles son las
causas posibles del fenómeno criminal.
Históricamente, al inicio de la criminología, hace más de 200 años, en Europa, se estudiaba el fenómeno
criminal, la conducta criminal, como un síntoma, fundamentalmente, de una personalidad enferma.
Como síntoma de un organismo que ya estaba predeterminado a realizar esos determinados
comportamientos. Es lo que se conoce como la criminología positivista. Que nació, según un sector
muy importante de la doctrina, en Italia, en un pueblo muy chiquito del centro de Italia, donde vivía
CESARE LOMBROSO, que fue el autor de un famoso libro que se llamó “El Hombre Delincuente”.
Lo que explicaba este médico, allá al inicio de 1800, fue lo que revolucionó, si se quiere, todo el Derecho
Penal de la época. Era lo relacionado a ciertos datos del organismo del cuerpo del delincuente, que lo
predeterminaba a cometer delitos. Lo que decía era que el delincuente, había quedado en un estadio
anterior a la evolución total, según la teoría de Darwin, en un estadio anterior al homo-sapiens. Era una
persona que no había alcanzado todo el proceso de evolución. Tenía determinadas características físicas,
anatómicas, digamos, que lo caracterizaba, lo individualizaba como un hombre delincuente. En su libro,
realizaba fabulosas descripciones de lo que él entendía que era el hombre delincuente. El delincuente,
para él, tenía determinadas características anatomo-patológicas: mentón ancho, el cráneo más grande
que lo normal, entre otras, que hacían que el sujeto se encuentre ya predeterminado a cometer delitos.
Esta teoría de Lombroso, revolucionó todo el ámbito del sistema penal de la época y estuvo vigente por
mucho tiempo, incluso se trasladó a la Argentina. Pero obviamente, hoy no tiene mayor peso, dentro de
la Ciencia del Derecho Penal, ya casi nadie sostiene hoy esos postulados; por la sencilla razón que no
está científicamente comprobado que una persona con determinadas características físicas, de por sí,
esté ya de por sí físicamente predeterminado a cometer delitos.
Frente a esta teoría de Lombroso, la Criminología Positivista, de LOMBROSO, se encuentra otra posición
denominada CRIMINOLOGÍA CRÍTICA, que intenta explicar el fenómeno criminal a partir de la
incidencia que tiene el sistema penal, frente al sujeto criminalizado. Lo que sostienen los partidarios
de la Criminología Crítica, es que, en realidad, el que criminaliza, el que genera el fenómeno criminal
es el sistema penal.
Son las dos corrientes que se han dado en grandes rasgos dentro de las ciencias criminológicas, para
tratar de explicar cuál es la causa del comportamiento criminal.
Entonces, la Criminología se ocupa del fenómeno criminal, de determinar cuáles son las causas del
fenómeno criminal.
La Ciencia del Derecho Penal tiene como objeto de estudio la legislación vigente, desentendiéndose de
cuál es la causa, el origen, etc., del fenómeno criminal.
LA POLÍTICA CRIMINAL, con la ayuda que le da, o la explicación que le puede dar la Criminología, intenta
influir en cambios en la legislación vigente. Como forma de combatir el fenómeno criminal. La Política
Criminal, como parte de la política del Estado, con la ayuda de la explicación que le da la Criminología,
de cuáles son las causas del fenómeno criminal, intenta influir, en cambios en la legislación como forma
de prevenir la comisión de delitos. Esta es la tarea fundamental de la Política Criminal.
La Ciencia del Derecho Penal, entendida como dogmática penal, lo que vamos a ver en el curso de esta
primera parte, su OBJETO DE ESTUDIO es la ley. El científico del Derecho Penal no puede alterar ese
objeto, porque si no, estará investigando otra cosa; es decir, lo tiene que tomar como un dogma
(Dogmática Penal) es algo que está ahí y no lo puede modificar. El científico no puede alterar el objeto
de estudio, tiene que tomar el objeto tal cual está; tiene que tomar la ley penal tal cual es.
¿Cuál es la tarea del científico del Derecho Penal?
La tarea del científico del Derecho Penal, del dogmático penal es, a partir de ese objeto, extraer los
principios, postulados, conceptos, que sirvan como herramientas para que la aplicación de la ley penal
sea más justa y racional.
Trata de establecer el científico del Derecho Penal ciertas herramientas conceptuales para que, cuando
estemos operando sobre esa ley penal, la apliquen más racionalmente. Las teorías, los sistemas, los
conceptos que se deducen de la ley penal, entendida como dogma y que permite a los distintos
operadores del derecho penal, una aplicación más justa, más racional del derecho. Entonces, el
científico del Derecho Penal puede establecer ciertos conceptos, a través de un método, esos conceptos
forman parte de un sistema teórico, que sirve como herramienta para poder aplicar más racionalmente
el derecho. Es como si se tuviera una vía, lo más segura posible para poder aplicar el Derecho Penal. Si
no existieran conceptos, principios, etc., la aplicación del Derecho Penal podría ser muy arbitraria e
irracional.
FINALIDAD DE LA PENA Y FUNCIÓN DEL DERECHO PENAL
La función del Derecho Penal es hoy, mayoritariamente la doctrina se expresa en ese sentido,
básicamente, la de prevención, es decir la de prevenir la futura comisión del delito, como forma de
proteger bienes jurídicos, y lo hace a través de LA PENA. El Derecho Penal se interesa por tutelar bienes
jurídicos, tratando de prevenir aquéllos comportamientos delictivos, que afectan a esos bienes jurídicos.
Es decir que, en definitiva, la finalidad de la pena, que es la consecuencia esencial de la comisión de un
delito, podemos decir hoy, y mayoritariamente se comparte, que es la de prevención.
Pero no siempre fue así. No siempre se le dio a la pena o al Derecho Penal, la función de PREVENCIÓN.
La función que se le da al Derecho Penal está íntimamente ligada a la finalidad que se le atribuye a la
pena; es el recurso con que cuenta el Derecho Penal, como forma de proveer a la seguridad jurídica.
Históricamente no fue siempre así, de que el Derecho Penal tienda a prevenir la comisión de delitos o
que la finalidad de la pena sea la de prevención, esto no fue siempre así. Históricamente han habido,
digamos, dos grupos antagónicos de teorías que trataban de explicar cuál es la finalidad de la pena y,
consecuentemente la función del Derecho Penal. Esos dos grandes grupos de teorías que intentaban
explicar la finalidad de la pena y, consecuentemente, la función del Derecho Penal, se dividieron en:
TEORÍAS ABSOLUTAS Y TEORÍAS RELATIVAS.
Cuando hablamos de TEORÍAS ABSOLUTAS estamos hablando de la Teoría de la Retribución. Cuando
hablamos de TEORÍAS RELATIVAS estamos hablando de Teorías de la Prevención.
Antes de meternos, digamos así, en el panorama teórico, con el grupo de teorías que intentan definir o
explicar, cuál es la finalidad que debe perseguir la pena y, consecuentemente, cuál debería ser la función
del Derecho Penal, es importante tener en claro dos cosas: En primer lugar, el que detenta el monopolio
del recurso a la pena, el que detenta el “ius puniendi” es el Estado. Eso es indelegable. No lo detenta
una fuerza privada. El único que puede hacer uso de la pena es el ESTADO, PORQUE TIENE EL
MONOPOLIO DE LA FUERZA. Entonces, no vamos a discutir ahora, si está bien o está mal, que el Estado
tenga el monopolio del uso de la fuerza, es decir, el recurso a la pena. En todo caso esto es, digamos así,
una discusión que debiera darse en el ámbito de la filosofía política. Pero no en el ámbito del Derecho
Penal.
Dejemos de lado esta discusión y veamos previamente cuáles son las finalidades que se le han atribuido
a la pena y ¿qué es la pena? Consecuentemente, cuál es la función que le tiene que caber al Derecho
Penal.
¿QUÉ ES LA PENA?
En su materialidad la pena es un mal, es un castigo, es un mal. Es un mal que aplica el Estado de
manera querida y consciente. ¿Y por qué es un mal? Porque implica, concretamente, la afectación de
determinados bienes jurídicos del destinatario de ese mal. Implica el cercenamiento de su libertad,
implica la restricción de determinados derechos o se lo priva de parte de su patrimonio; por ejemplo,
cuando se le aplica la sanción de multa.
Entonces, podemos observar que, materialmente la pena es un castigo, es un mal. Además, como dice el
profesor García de la Universidad de Rosario, es un mal que aplica el Estado de manera querida y
consciente. Sabe que está aplicando un castigo, que implica el cercenamiento de determinados
derechos, es un castigo. Y esto da igual para aquéllos partidarios de la teoría de la retribución o de la
prevención. LA PENA MATERIALMENTE ES UN MAL. Y esto, como dice SANTIAGO NINO, con
independencia de que el destinatario de la pena la vivencie como un mal. Es totalmente
independiente; lo importante es que, simbólicamente, el recurso de la pena se vivencie como un mal.
Necesariamente ante la realización de un hecho, socialmente disvalioso, recibe una consecuencia
jurídica por la realización de ese hecho, que simbólicamente representa un mal, con independencia de
que el sujeto la vivencie como tal, aún así seguirá siendo un mal. Está claro, entonces, que la pena es un
mal.
DISTINTOS FINES QUE SE LE ATRIBUYEN A LA PENA
Ahora sí, vamos a ver cuáles son los distintos fines que se le han atribuido a la pena. Entonces ahí
aparecen estos dos grupos que sostienen teorías antagónicas, no enfrentadas, pero sostienen puntos de
vista distintos, porque tienen presupuestos distintos a partir del cual construyen sus postulados.
Las teorías absolutas o de la Retribución: concretamente sostienen que se debe aplicar la pena como
forma de retribuir al sujeto la cantidad de mal que ha causado. Con la pena se le retribuye al sujeto la
cantidad de mal que ha causado, pero por expresa razón de ese mal. Y se le retribuye tanto mal como ha
causado, por razones de justicia. Es decir, para asegurar el valor justicia. Ahora, si con eso se previene
la futura comisión de delitos ya es harina de otro costal. Porque la única finalidad que tiene la pena, a
partir de la retribución de la misma cantidad de mal que el sujeto ha causado, es la realización de un
valor supremo que es un fin en sí mismo. Ese valor supremo es el valor justicia.
Se remonta esta teoría a esa vieja formulación que decía: “ojo por ojo, diente por diente” “Te devuelvo
tanto mal, como mal has causado”, pero por razones de justicia, para que se realice el valor justicia.
Esto desprendido de cualquier otra finalidad. El máximo exponente de la Teoría de la Retribución,
desde el punto de vista de la filosofía, fue el profesor Emanuel Kant. Decía que la pena debía aplicarse
para la realización del valor justicia y no se podía aplicar una pena al sujeto para conseguir una
finalidad ulterior, como por ejemplo, que se aplique la pena para que todos sepan que si el sujeto
realiza determinado comportamiento va a tener esta sanción y de esa manera prevenir la comisión de
delitos, evitar la comisión de delitos. Eso sería utilizar al ser humano, al hombre que, es un fin en sí
mismo, como medio para la realización de otros fines. Entonces, las teorías absolutas, se desprendían
de esa finalidad ulterior, y perseguían la realización de un valor que es el valor justicia. Se le aplica por
razones de justicia y punto. Se le retribuye este mal, por el mal que ha causado y que constituye el
delito, para que además que el sujeto sepa lo que sus actos valen.
Del otro lado están las denominadas TEORÍAS RELATIVAS O TEORÍAS DE LA PREVENCIÓN: Las teorías de
la Prevención son aquellas, como la palabra lo indica, son teorías que miran hacia el futuro y tienen la
finalidad claramente utilitaria. Como la palabra lo indica, la teoría de la prevención, intentan prevenir,
que en el futuro, se cometan delitos. Todas las distintas variables que existen dentro de las teorías
relativas o de la prevención, miran hacia el futuro; y todas son utilitarias. Es decir, intentan, a través del
recurso de la pena, que en el futuro no se cometan nuevos delitos. Entonces, todas las teorías de la
prevención, tienen en común que miran hacia el futuro y son teorías utilitarias.
Lo que sucede, es que lo van a hacer de distintas maneras. Esa tarea de prevenir la futura comisión de
delitos lo hace de distintas variables, de distintas formas.
Y Ahí, entonces, aparece la TEORÍA DE LA PREVENCIÓN GENERAL y LA TEORÍA DE LA PREVENCIÓN
ESPECIAL.
LA TEORÍA DE LA PREVENCIÓN GENERAL: intenta prevenir la comisión de delitos, tratando de incidir en
la generalidad del que no ha delinquido todavía.
En cambio, LA TEORÍA DE LA PREVENCIÓN ESPECIAL O SINGULAR, intenta prevenir la futura comisión
de delitos por parte del sujeto concreto que ya ha delinquido. La finalidad de la pena para la teoría de
la Prevención Especial, es que este sujeto que cometió el delito, no reincida.
En cambio LA TEORÍA DE LA PREVENCIÓN GENERAL, lo que intenta es que aquél que todavía no ha
cometido delito, no lo haga.
Sucede que la Teoría de la Prevención general tiene, a su vez, una variable que es la Teoría de la
Prevención General Negativa y La Teoría de La Prevención General Positiva.
La teoría de la prevención general negativa, también llamada teoría de la coacción psicológica sostiene
que la pena tenía la finalidad de evitar que el que no cometió delito, no lo haga, pero a través de la
intimidación, a través de la coacción psicológica. ¿De qué manera se lograba eso? Se lograba a través de
la coordinación abstracta de la pena con el Código Penal, con el catálogo penal: “al que haga tal cosa, le
va a corresponder esta pena”. Entonces, la manera de prevenir la comisión de delitos era a través de la
intimidación, con la pena. A través de la abstracta combinación se nombraba a todos aquéllos que,
(nombraba simbólicamente) no han delinquido en la sociedad, y que si realizaban tal conducta iban a ser
objeto de tal sanción.
Antiguamente, esa forma de coacción se lograba a través de la ejemplaridad y de la crueldad en la
ejecución de las penas. Ejemplo: al infractor se lo llevaba a la plaza pública y se lo colgaba o se lo
quemaba. Y todos sabían que si llevaban a cabo tal conducta le sucedería lo mismo. Era propia de la
inquisición, la finalidad de la coacción psicológica, la intimidación. Todos debían saber de antemano
cuál era la sanción para el que cometía delitos. Era una manera de intimar para que no realicen delitos.
Por supuesto que, esto tenía sentido si luego de cometido el hecho, la sanción respectiva se aplicaba. La
manera de fortalecer esa coacción psicológica era a través de la aplicación de la pena en el caso
concreto, porque si no, quedaba como una mera amenaza, vacía de contenido.
Entonces, la Teoría de la Coacción General Negativa, intenta evitar que se cometan delitos, pero que no
cometan aquellos que aún no lo han cometido. ¿De qué manera? A través de la intimidación, a través
de la coacción psicológica.
La Teoría de la Prevención General Positiva, intenta también influir en la generalidad de la sociedad
pero no a través de la intimidación. Sino a través de lograr la convicción de la generalidad de que las
normas jurídicas son valiosas y hay que respetarlas para una adecuada convivencia social. Es decir, a
través del convencimiento de que las normas valen y al sistema jurídico hay que respetarle.
Frente a la Teoría de la Prevención General, está la denominada teoría de la prevención especial. La
Teoría de la PREVENCIÓN ESPECIAL NEGATIVA, comento simplemente pero no tiene ninguna
posibilidad de ser aplicada esta teoría. Recuerden que esta teoría pretende evitar que el sujeto que ha
delinquido en el futuro no reincida. Lo que sucede es que la teoría de la prevención especial negativa lo
hace a través de la supresión física del sujeto. Claro, no va a cometer más delitos porque si comete
delitos logra la muerte, a través de la mutilación, brazos, piernas, etc.
Frente a esta Teoría aparece la teoría de la prevención especial positiva. Esta teoría sostiene que se
debe evitar que el sujeto concreto que ha delinquido, vuelva a delinquir en el futuro, trabajando sobre
él en la etapa, fundamentalmente, de ejecución de la pena, a través de ciertos instrumentos
comunicativos que le permitan su readaptación social. Es decir, sobre toda la etapa de ejecución, la
pena tiene que perseguir la finalidad de resocialización, de readaptación, como forma de evitar que
este sujeto concreto vuelva a reincidir en la comisión de delitos.
Negativas
2. Teoría de la Prevención Especial: Que también se divide en
Positivas: Busca la readaptación social
como forma de evitar que el sujeto
reincida.
Recurso a la Pena = IUS PUNIENDI.
ESTUDIAR PARA LA PRÓXIMA EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD (Art. 18) Y EL PRINCIPIO DE RESERVA (Art. 19)
ÁMBITO DE VALIDEZ DE LA LEY PENAL: RETROACTIVIDAD E IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL, QUE
ESTÁ ÍNTIMAMENTE VINCULADO AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
diferente diferente
Yo tengo un caso acá, y tengo otro caso acá. Cuando yo tengo que encuentro que este caso que tengo
que juzgar, tiene similitudes con esto, sobre un tercer elemento; yo encuentro que acá hay diferencia,
que acá hay diferencia, pero acá hay elementos comunes; ese es el tercero de comparación.
Esos elementos comunes que presentan los dos casos, eso es analogía. El procedimiento del derecho
anglosajón es un procedimiento para la analogía.
En materia penal nosotros regidos por el principio de legalidad, no podemos hacer eso, aunque el juez
encontrase similitudes con un caso regulado, no puedo aplicar la misma regla o ley, a un caso no
regulado.
Por ejemplo, el agravante del homicidio por el vínculo, el llamado parricidio, está previsto para el
ascendiente, descendiente y el cónyuge. No está previsto el hermano, por ejemplo, como agravante.
Ahora uno puede decir, si en realidad lo que fundamenta el agravante es el parentesco, por qué no está
incluido el hermano. Sería razonable que aquél que mata a su hermano tenga una pena más grave del
que mata a cualquier otro, y, sin embargo, el código no lo prevé.
También ocurre con el concubino en que no rige la regla del agravante. Tiene todos los componentes del
matrimonio, excepto que no se compromete oficialmente.
Lo que se quiere decir es que, uno puede encontrar en un caso regulado y otro caso no regulado,
similitudes. Uno puede decir, bueno, si el hermano que mata a otro hermano, está incluido dentro del
parentesco, matando a un pariente, entonces, es un agravante. Lo mismo del concubino. Pero no están
previstos en el Código Penal que estos casos sean agravantes. Si, por ejemplo, el juez entiende que estas
situaciones son agravantes y trata como homicidio agravado; ahí funciona el principio de legalidad
porque el juez no puede hacer eso. No puede llenar el vacío de la ley, o esa imprevisión del legislador,
por comparación con un caso regulado. Está prohibido. El juez está obligado a ceñirse a la ley. Es el
mandato de certeza, debe regirse por LA LEY ESTRICTA.
Estas son las consecuencias del principio de legalidad.
La otra garantía importante es la que surge del ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITUCIÓN. La exigencia de que
el legislador no avance sobre las conductas privadas.
La Corte Suprema se ha pronunciado, sentando precedente, sobre el derecho a la privacidad. En
BALBÍN, sobre un problema de injerencia en la intimidad de la persona, un paparazzi había sacado una
foto al extinto líder radical, estando enfermo, entubado, en el lecho de donde estaba internado. La
Corte le reconoció a la viuda de Balbín el derecho al respeto de la privacidad, la intimidad, a no ser
sometido a injerencias arbitrarias. En este caso era por actos particulares.
Pero, la Corte se pronunció muy fuerte, en otro caso en donde también sentó precedente, en el caso
Basterrica y que tenía que ver con la prohibición del uso de estupefacientes para el uso personal. En el
caso Arriola, la Corte también reconoce el Derecho a la intimidad y, consecuentemente, no se puede
castigar la auto-lesión del que se daña a sí mismo. Y esto por invocación del artículo 19 de la
Constitución, que dice que, las acciones privadas de los hombres, que no ofendan al orden ni a la
moral pública, o a terceros, están reservadas a Dios y exentas de la autoridad.
Esta es una garantía importantísima y viene de la tradición liberal. Existe una noción básica que
proviene de KANT. Sostenía que la moral es autónoma, en materia moral cada ciudadano se erige en su
propio legislador. En cambio el derecho es heterónomo, porque el derecho le es impuesto al sujeto
desde afuera. ¿Pero cuando el derecho le impone restricciones al individuo? Cuando está en juego la
moral pública, la ética colectiva; cuando está en juego la interacción con el otro. En la interacción con
el otro el Estado debe regular y puede imponerle deberes al ciudadano. Pero en el ámbito moral no, el
Estado no puede perseguir la perfección individual de los seres humanos. No puede imponer reglas de
vida: Ud., tiene que ser sano, fuerte, limpio, no debe fumar, debe bañarse todos los días, etc., el Estado
no puede imponer. Por supuesto siempre en la medida en que no dañe a otro.
Y esto que no perjudica a un tercero tiene que ver con la lógica utilitarista, con el utilitarismo moral.
¿Por qué se le ejecuta la pena por la utilidad? La pena solo se le ejecuta en la medida en que yo he
dañado a un tercero. Pero si yo decido dañarme a mí mismo, es una decisión libre que no puede ser
coactivamente impuesta, porque corresponde a mi ámbito moral, particular.
Lo único que cabe en el ámbito moral, es recurrir a la persuasión. Hay que enseñarle, convencerle a la
persona de que este es el camino correcto.
Entonces, en al ámbito moral, cada uno tiene que elegir su propio modo de vida y en un Estado liberal
no lo puedo imponer al individuo una determinada forma de vida.
Sobre ese argumento es que no se le puede castigar al que consume o al que lo tiene para su consumo
personal, porque con eso, sólo se causa daño a sí mismo. Sólo de manera muy remota y potencial
puede causar daño a terceros.
Ahora el que trafica con estupefacientes, ese sí está causando daño a terceros porque pone en peligro la
salud pública o la seguridad social.
EN LA EUTANASIA, por ejemplo, es algo que corresponde a la órbita moral del individuo. Es el derecho a
la buena muerte y tiene que ver con la vida digna. Si hay una persona en estado terminal, que sufra, que
no se pueda revertir ese cuadro, si decide no seguir viviendo, esa decisión hay que respetarlo. Pero ojo,
porque la eutanasia es un homicidio, porque el enfermo, el sujeto, no puede matarse a sí mismo.
Entonces, pide ayude para que otro lo mate. Entonces, al pedir ayuda a un tercero, ese sujeto está
tomando injerencia sobre la vida de una persona; por eso es que el Estado, en ese punto tiene que tener
mucho cuidado con lo que va a regular, porque más allá del derecho que tenga una persona a optar por
no vivir, indirectamente es un derecho que le da al otro a matarlo. Entonces, lo que está en cuestión
aquí es ¿En qué casos el Estado puede otorgar un derecho a matar?
El derecho a matar es una cosa, distinta al derecho que uno se pueda morir. Abría que definir, primero,
cuáles son los casos de homicidios y los casos de suicidios.
Hay un autor que hace una descripción básica, entre auto-lesión y hétero-lesión. Auto-lesión significa
cuando yo me lesiono a mí mismo; hétero-lesión, porque la lesión ocasiona un tercero.
LOS CASOS DE AUTO-LESIÓN no tendrían que ser definidos en función de quién materialmente
efectúe el acto; sino sobre quién tiene competencia para decidir sobre la situación. A ver, si se trata de
un enfermo terminal, que está viviendo por un respirador artificial y él no puede desconectar el
respirador artificial, pero manifiesta, por la manera que fuera, en forma expresa, que él quiere que se le
saque el respirador artificial; el médico que realizare esa actividad estaría cometiendo un suicidio u
homicidio, si uno definiese la cuestión, en función de quién materialmente realiza el acto. En este caso,
el médico que desconectó. Ahora, si la auto-lesión o la hétero-lesión no se define en función del sujeto
que materialmente realiza el acto, sino en función de quién es el competente para la decisión, esa
decisión es propia del enfermo, por lo tanto, no es una decisión del médico y, si uno tiene que respetar
la decisión del enfermo, eso es una auto-lesión, ayudada por un tercero, pero se define como una auto-
lesión; consecuentemente, eso es un suicidio ayudado y no es un homicidio.
Bien, esto tiene que ver con el alcance del artículo 19 de la Constitución, en relación con el Derecho
Penal, y en que es muy importante para el ciudadano que el Estado no lo imponga ideales de vida. Si
una conducta ha de producir auto-lesión, eso no puede ser materia de injerencia del Estado. El Estado
no puede obligarme a no auto-lesionarme, puede persuadirme de que no es bueno para mí que me
auto-lesione. Puede hacer campaña a favor de la vida, campañas para que uno no se droga, eso es
absolutamente legítimo. Pero si uno lo hace, ha interpretado la Corte, forma parte de una libre
decisión de la persona. En la medida en que no insista y que consuman los demás, no lo haga
extensible y público y, obviamente no dañe a terceros. Si uno daña a un tercero ya el Estado está
legítimamente legitimado a intervenir y obligar al sujeto a que cese esa conducta.
La otra cuestión, que dice el artículo 19, sobre las conductas que dañan a terceros y que el Estado puede
legítimamente castigar. Si el Estado puede castigar delitos de peligro abstracto, esa era la otra
cuestión, digamos, trató en el Fallo Basterrica, entonces, de peligro abstracto son aquellos delitos
donde la ley no castiga que alguien, efectivamente, haya corrido un peligro, sino que se trata del
castigo de conductas en sí mismas peligrosas, que conforme a una regla de experiencia general,
causan daños a terceros.
Por ejemplo: es sabido que las drogas causan daños a la salud. Si se castiga un delito como de peligro
abstracto, eso significa que, no interesa que alguien, efectivamente, haya sido dañado en su salud;
basta con que exista el peligro potencial de que alguien se dañe.
Entonces, desde este punto de vista se dice, cuando alguien tiene estupefacientes para su consumo
personal, habría que demostrar todavía que existiría un peligro para la salud de la colectividad,
independientemente del daño que se pueda ocasionarse el consumidor a sí mismo; y sólo en este
caso, sólo en caso de que ocurriese un daño para la colectividad, es que el Estado puede intervenir a los
efectos.
O sea, peligros potenciales no podrían ser objeto de sanción, de lo contrarío esto implicaría el castigo
no por lo que el sujeto hace, sino por lo que el sujeto es. El castigo por conductas peligrosas en
abstracto, termina conduciendo a castigar dos veces y no como uno ha actuado. Hay que saber que el
Derecho Penal, es un Derecho Penal de acto y no de autor. No se castiga a la persona por lo que es,
sino por lo que hace. Pero si lo que hace no daña a terceros sino que simplemente pone en peligro
abstracto a un tercero, entonces, no se está castigando verdaderamente a la conducta sino que se está
castigando a la persona por su peligrosidad.
El riesgo de caer en esto, el castigo a la persona por su peligrosidad, es lo que ha llevado a sostener, y
ese es uno de los fundamentos del fallo BASTERRICA, la ilegitimidad de todo castigo mediante la figura
de peligro abstracto.
Bien, la Constitución, además, se refiere a OTRAS CUESTIONES EN MATERIAS DE PENAS, además de
estos dos principios que hemos visto, contiene otras disposiciones sobre la pena. Por ejemplo, hay
penas que están prohibidas constitucionalmente, como el caso de la pena de muerte. Literalmente la
Constitución dice por causas políticas; lo que haría entender que, a contrario sensu, por causas no
políticas no estaría vedado constitucionalmente. Sin embargo, la pena de muerte por causas no-
políticas, sería inconstitucional, por una interpretación progresiva de la constitución, interpretación
dinámica de la constitución que indica claramente que LA PENA DE MUERTE ES UNA PENA CRUEL, por
la forma que se cumple y se ejecuta. De modo que, ya estaría implícitamente prohibida, porque la
constitución prohíbe toda pena cruel.
Derivado a la existencia de que está prohibida la pena cruel, está prohibida también la aplicación de
tormentos, torturas; por lo tanto la aplicación de tormentos es una pena ilícita. Esto conduciría
también a que, cuando haya que graduar la pena de una persona, si fue sometida a tortura durante el
proceso de un funcionario judicial, ese anticipo de pena ilícita, pero pena al fin, tendría que
descontársele, en el supuesto, de la pena que ha recibido; sin perjuicio de la responsabilidad que le
depara al funcionario.
LA CONSTITUCIÓN TAMBIÉN PROHÍBE LA CONFISCACIÓN DE LOS BIENES; que no es la pena de
decomiso. El decomiso es una pena que consiste en la pérdida de los instrumentos utilizados para la
comisión del delito o la pérdida de algunos elementos obtenidos ilícitamente.
La confiscación es otra cosa. Es la pérdida de la totalidad del patrimonio de un sujeto. Era una pena
aplicada durante la dictadura del gobierno de Rosas, entonces, la Constitución quiso poner
expresamente esta prohibición, en una cláusula constitucional.
TAMBIÉN ESTÁ PROHIBIDA TODA PENA QUE TRASCIENDA A LA PERSONA DEL DELINCUENTE, que
fundamenta la responsabilidad individual y no colectiva y que debe ser tenida en cuenta
particularmente en la ejecución de la pena privativa de la libertad.
Es de vital importancia que cuando el juez dispone la pena tenga en consideración la trascendencia que
la pena ha de tener fundamentalmente sobre la familia del condenado. Por ejemplo, cuando el juez
podría aplicar la condenación condicional, una de las cuestiones a tener en cuenta es si la pena efectiva
de privación de la libertad de corta duración, una pena de tres años, le ha de significar, por ejemplo, la
pérdida del ingreso familiar al condenado. Si la pena es larga, necesariamente, la consecuencia sobre la
familia del condenado ya está implícita de manera indirecta. PERO ALLÍ DONDE LA PENA ES CORTA,
PRODUCE MÁS DAÑO EL ENCIERRO QUE LA LIBERTAD. Y si, además, en el caso concreto, el encierro del
condenado le va a significar una pérdida de ingreso, como una pena adicional a la familia, el juez debe
tener en cuenta eso, al aplicar la pena de manera efectiva, porque podría lesionar a terceros.
TAMBIÉN EN LAS MULTAS, DE CARÁCTER SOLIDARIO, del Derecho Penal Económico, cobra importancia
la trascendencia de la pena a aplicar. Por ejemplo, en el ámbito del Derecho Aduanero, que hay una
multa solidaria que hace responsable a los directores de las empresas por las multas que tengan que
cargar la persona jurídica. Por ejemplo, en caso de contrabando hay una multa solidaria que, en
representación de la persona jurídica, tiene que ser pagado por los directores de la misma. Bien, la
aplicación de esa multa solidaria, va a lesionar el principio de intrascendencia de la pena, si se aplica a
directores que no han tomado parte en la toma de decisión, por ejemplo, si existe un director que no
estuvo en la reunión en que se decidió incorporar mercancía sin control aduanero, o se decide retener
una suma que corresponde al fisco y, de esa manera, se configura una evasión tributaria. Entonces, si un
directivo no participó en la toma de decisión, la aplicación a ese directivo de la multa solidaria, implica
una trascendencia de la pena a un tercero que no debe responder.
En materia penal, cada uno debe correr con sus propias culpas y no existe el cumplimiento de la pena
por mandato. No hay mandato penal para cumplir la pena.
Bien saben ustedes que, además de las normas constitucionales a que hice mención, que sin duda
alguna consagran un principio de humanidad de las penas, cuando establece que están prohibidas las
penas crueles, inhumanas y degradantes, cuando establece que las cárceles serán sanas en sí mismas,
para seguridad y no para castigo de los reos, incumplido permanentemente, todo esto consagra,
sumado a la visión liberal a que hicimos referencia, UN PRINCIPIO DE HUMANIDAD DE LAS PENAS. El
Derecho Penal moderno, el Derecho Penal de la Modernidad, es un Derecho Penal humanitario,
porque consagra principios humanitarios.
De manera que, los tratados internacionales, que luego suscribió la Constitución, como la Convención
Americana de Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
contra el Genocidio; la Convención contra la Tortura; la Convención contra tratos Inhumanos; todos
estos convenios internacionales, no vienen a incorporar nada nuevo a lo que la Constitución ya lo
preveía. Lo que hacen es explicitar un derecho que, según la propia doctrina de la Corte Suprema de la
Nación y los tratadistas, estaban implícitas en ella. Nuestra Constitución es de corte liberal y que pone
a la persona en el centro de la regulación normativa; de manera que estos derechos vienen a explicitar
lo que la constitución ya consideraba.
La función que tienen estos tratados es explicitar aquellas garantías que ya estaban implícitas, en alguna
medida.
En el Pacto de San José de Costa Rica, por ejemplo, llevó a rango constitucional el derecho a ser
juzgado por la ley más benigna; el principio de intrascendencia de la pena. Dejó en claro, por ejemplo,
que la finalidad de la pena es la resocialización del condenado. Aclara que no es posible establecer la
pena de muerte. No se puede establecer la pena de muerte en los países que la han abolido, como es el
caso nuestro. Y todas esas garantías aparecen consagradas en el Pacto de San José de Costa Rica.
También aparece consagrado el derecho a ser juzgado en un plazo razonable. También el último
tratado llevado al rango de tratado constitucionalizado, establece la imprescriptibilidad de los
crímenes de lesa humanidad. Es decir que este principio que ya aparecía en el derecho
consuetudinario, ahora tiene consagración expresa en la constitución.
Entonces yo les decía, desde que se comete un hecho, hasta que la persona es juzgada, se pueden dar
diferentes situaciones, en esta sucesión o cambio de las leyes; y en estas diferentes situaciones las leyes
van a ir operando de manera diversa.
Vamos a analizar para hacer una especie de línea temporal, para demostrar cómo pueden operar las
leyes.
2005 2010
2000
A B C
En el año 2000, sucede el hecho. En el año 2010, se dicta la sentencia. Vamos a suponer que, en el
momento de la comisión del hecho estaba en vigencia la ley A. Al momento del dictado de la sentencia,
se dicta la ley B.
Si la ley B, es más favorable, más benigna a la situación del imputado, el juez deberá aplicar la ley B.
En este caso ¿Cómo opera la ley más benigna? ¿Retroactiva, irretroactiva o ultraactivamente? La ley B,
opera retroactivamente.
Entonces, hay que tener en cuenta que pueden darse tres situaciones. La ley puede operar retroactiva;
irretroactiva o ultraactivamente.
Si la ley vigente, al momento de dictarse sentencia, es más benigna, más favorable al imputado, opera
retroactivamente; porque se aplica a hechos cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia.
Ahora, si la ley B, fuera más gravosa, o más incriminante que la anterior, entonces, sería irretroactiva.
Pero, puede ocurrir que, entre la comisión del hecho y el momento de dictarse sentencia, se dicte otra
ley, en el medio, vamos a suponer, en el año 2005, esa ley es conocida como ley intermedia. Y si la ley
intermedia fuera más favorable a la situación del imputado, si es más grave ni lo analizo porque no lo
aplico, veo cuál es la más favorable, si la intermedia es más grave, yo busco entre la comisión del hecho
y la sentencia, y ahí determino cuál se aplica y cómo opera.
Si la ley intermedia resulta más favorable que la ley vigente en el momento del hecho y que la ley
vigente en el momento de la sentencia ¿cuál voy a aplicar? Voy a aplicar la ley intermedia porque es
más favorable.
¿Y cómo opera la ley intermedia? Siempre que sea más benigna, la ley intermedia siempre tiene esta
particularidad, opera retroactiva y ultraactivamente al mismo tiempo.
Es retroactiva porque se aplica a hechos cometidos con anterioridad a su entrada en vigencia; y es
ultraactiva, porque luego de haber sido derogada, porque reemplaza a la anterior, continúa
aplicándose.
Entonces, la ley intermedia cuando es más favorable, siempre va a tener este doble carácter:
Retroactiva porque se aplica a hechos pasados y ultraactiva, porque luego de su derogación, continúa
aplicándose.
En los supuestos de ultraactividad, lo que se dice es que la ley derogada resucita. Pese a estar
derogada, sigue teniendo efectos, se sigue aplicando.
Pero esta línea temporal, o esta posibilidad que se sucedan las leyes penales, se va más allá del
momento de la sentencia e, incluso, luego del agotamiento de la pena. Por qué digo esto. Porque en
todo este lapso, se deberá aplicar siempre la ley más favorable al imputado, mientras dure los efectos
de la condena.
Mientras dure los efectos de la condena significa que, aún después que se dicte la sentencia, los efectos
de la condena perdura. Ahí no se agota la cosa. Incluso puede ocurrir que la pena privativa de la
libertad, esté totalmente agotada y los efectos de la condena pueden continuar.
Vamos a suponer que a una persona se lo dicta sentencia y se lo condena a 4 años –acá en todo este
tiempo, también se le aplica la ley penal más benigna a los fines de ejecución de la pena- pero aún
después que se agota la pena o se ejecuta o se cumple totalmente la pena, la condena puede seguir
teniendo efecto. Por eso es que en esta sucesión, mientras duren los efectos de la condena impuesta,
siempre se opta por la ley penal más benigna.
Eso es así porque puede ocurrir que a una persona se le aplique una condena a 4 años de prisión e
inhabilitación por el doble de tiempo. Entonces, hace todo el cumplimiento de la condena y por 4 años
más, el sujeto sigue inhabilitado; porque el doble de tiempo son 8 años. Entonces, los efectos de la
condena perduran.
Pero, va mucho más allá de eso, porque la condena puede seguir teniendo efecto en el ámbito
administrativo o en el ámbito laboral. Por ejemplo, a los fines de la declaración de reincidencia.
Vamos a suponer que una persona, es condenada, al momento en que se dicte sentencia, POR EL
DELITO DE DUELO O POR EL DELITO DE ADULTERIO, o algún delito que luego es derogado. Si esta
persona tuvo una condena por un hecho que después es derogado, o ya no se considera delictivo; si
vuelve a cometer un hecho, no puede ser declarado reincidente porque los efectos de la condena
anterior tendrían que borrarse o desaparecer.
ENTONCES, LA DETERMINACIÓN DE LA LEY MÁS BENIGNA VA MUCHO MÁS ALLÁ DEL MOMENTO DE
LA SENTENCIA. Siempre cuando digo efectos, me refiero a cualquier efecto, a los fines de la absolución,
del cómputo, de la prisión preventiva, etc., como ahora vamos a ver cómo se determina la ley más
benigna.
Entonces, mientras duren los efectos de la condena, en esta sucesión temporal, siempre va a tener que
regir la ley que sea más favorable al imputado.
Ahora, ¿qué debe entenderse por ley?
Cuando se habla de ley, no sólo estamos hablando de la ley penal o del tipo penal, SINO QUE
ESTAMOS HABLANDO, DE LA LEY PENAL PERO TAMBIÉN DEL COMPLEMENTO NORMATIVO DE LA LEY
PENAL. Esto es así porque muchas veces, para interpretar la ley penal debemos remitirnos a otra parte
del ordenamiento jurídico.
Ejemplo: Hay ciertos delitos de naturaleza patrimonial que se agravan cuando interviene un menor, o
ciertos tipos penales de estafa que, como complemento normativo, para entender o interpretar la ley
dice que, se considera como una modalidad de estafa, el engaño a un menor de edad, o abusar de un
menor de edad para sacar una ventaja o provecho patrimonial.
En estos casos para saber qué se entiende por menor de edad tendremos que recurrir a la ley civil;
entonces, si se realiza una modificación en la ley civil, que actúa como complemento normativo de
interpretación de esta ley penal o de este tipo penal; tendremos que recurrir a la ley penal. Vamos a
suponer que mientras se juzga un hecho, o una persona comete un hecho de estafa y, después se
modifica la ley civil, tal cual se modificó la mayoría de edad, esa modificación tiene que ser captada,
porque hay una franja de quienes están entre los 18 y los 21 años, que dejan de ser considerados
menores de edad; entonces, a los fines de la interpretación de este complemento normativo
tendremos que recurrir o echar mano a una ley que no es estrictamente penal sino que es una ley de
naturaleza civil.
Lo mismo puede pasar con una ley de contenido administrativo, por ejemplo, si uno tiene que recurrir
a las normas administrativas para ver qué se entiende por funcionario público, aunque el código lo
define en el artículo 77°.
Pero, no es sólo la ley penal, sino que tenemos que interpretar, a veces también, teniendo en cuenta
los complementos normativos, que remite la ley penal para su interpretación y aplicación.
Más allá de eso nos podemos encontrar con otra cuestión que es determinar ¿cuál es la ley más
benigna? Que no siempre es fácil.
Si miramos la línea temporal que está más arriba, tenemos tres leyes: La ley A; la ley intermedia, B y la
ley C. En esta sucesión, vamos a tener que determinar cuál es la ley más benigna. Y acá es fácil si la ley
A, castiga con 2 años; la ley B, con 3 y la C, con 4. Está clarísimo que la A, es la más benigna, la más
favorable al imputado. Entonces, cuando lo pena es menor, no hay ninguna dificultad para determinar
cuál es la ley penal más benigna.
Pero hay que considerar que el concepto de ley penal más benigna, va mucho más allá del monto de la
pena. Una ley penal más benigna va a ser, por ejemplo, una ley que crea una nueva causa de
justificación, una ley que excluya la punibilidad de un delito, una ley que trate como partícipe al que
antes trataba como autor; una ley que castiga al delito consumado como si fuera un delito tentado,
una ley que vuelve atípico un comportamiento, una ley que baje la edad de imputabilidad. O sea,
cualquier disposición que de alguna manera sea más favorable a la situación del imputado, va a ser una
ley penal más benigna.
O sea, que no es ÚNICAMENTE la que tiene una pena menor. Es cualquier disposición que coloca en
mejor situación al imputado.
Por eso, decía Soler, que para determinar la ley penal más benigna, el intérprete, el juez, tendrá que
elaborar tantas sentencias como leyes haya; y la que en su totalidad, en su conjunto sea más
favorable al imputado, va a ser la más benigna y la que resulta aplicable.
Entonces, en el caso de la línea de tiempo, tendremos que imaginar, 3 sentencias y la más favorable al
imputado va a ser la que resulta aplicable.
Vamos a suponer que hicimos las 3 sentencias y resulta que la C, es más favorable al imputado, por qué,
porque lo considera inimputable, directamente es menor de edad. Pero después veo que la A, también
tiene una causa de justificación que yo le pondría aplicar. Lo que tenemos que hacer es ver la que
íntegramente sea la más favorable y aplicar la ley elegida de manera exclusiva. La ley elegida se aplica
íntegramente, no podemos combinar una parte de la A, con otra de la B. La ley elegida se aplica
íntegramente. Si aplicamos una parte de cada ley, no aplicamos ni la A, ni la B, sino una ley que
armamos nosotros, una ley nueva y nos estamos convirtiendo en legisladores.
Pero, en ciertos supuestos se puede aplicar más de una ley a un mismo caso: Sólo cuando haya más de
un imputado y una ley resulte más favorable para uno y más favorable para otro, se le puede aplicar
íntegramente una ley a uno; e íntegramente otra ley a otro. Por ejemplo, que una ley le considera
inimputable a uno y otra ley, le crea una causa de justificación. En estos supuestos sí.
Entonces, la ley elegida se aplica íntegramente esa es la regla. La excepción la establece EL ARTÍCULO
3° DEL CÓDIGO PENAL, QUE DICE: EN EL CÓMPUTO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA SE OBSERVARA
SEPARADAMENTE LA LEY MÁS FAVORABLE AL PROCESADO.
¿Qué significa esto? La única excepción - y es una excepción legal, entonces el juez no se está
convirtiendo en legislador porque el artículo 3° le da la posibilidad - se da en el cómputo de la prisión
preventiva.
¿Qué es la prisión preventiva?
Es una medida cautelar porque antes del dictado de la sentencia, el juez puede disponer que la
persona acusada o imputada sea sometida a la prisión preventiva, o sea que sea privada de su libertad.
Esto quiere decir que un imputado en prisión preventiva es una persona que está siendo acusada pero
que todavía no fue condenada.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, ENTONCES, EN SENTIDO ESTRICTO NO ES CUMPLIMIENTO DE CONDENA, por
eso es una medida cautelar, es una medida previa al dictado de una condena, donde, para asegurar
los fines del proceso el juez dispone o decide privar la libertad de una persona. Entonces, mientras se
sustancia el juicio la persona es privada de su libertad.
Pero qué pasa; el juicio puede durar, 1, 2, o 3 años, la persona está en prisión preventiva 3 años y
cuando se dicte la condena se tiene que compensar el tiempo efectivo de la prisión preventiva con lo
que va a ser luego, el cumplimiento de la condena. Es decir, que se tiene que hacer valer el tiempo
que estuvo el acusado privado de su libertad en prisión preventiva.
Por eso la ley dice: en el cómputo de la prisión preventiva. Porque esa prisión preventiva, se compensa
o se computa como cumplimiento de pena.
Entonces, en el cómputo de la prisión preventiva se observará separadamente la ley más favorable al
imputado.
Quiere decir, recuerden que el 2 por 1, fue derogado. Pero vamos a suponer que de nuevo viene el 2 por
1 y dice. Un día de prisión preventiva equivale a 2 días de prisión; o cualquier ley que favorezca, de
alguna manera, el cómputo de la prisión preventiva al imputado.
Quiere decir que, desde que se cometió el hecho hasta que se dicte la sentencia, en algún punto,
aparece de nuevo el 2 por 1, pero después se deroga, al momento de dictarse la sentencia, el juez tiene
la posibilidad de aplicar, vamos a suponer que la ley intermedia incorpore el 2 X 1, pero después, es
más grave en otras cosas y no le conviene aplicar la ley intermedia. Entonces, qué puede hacer el juez,
puede aplicar la ley C, para todo, para la sentencia, y en el cómputo de la prisión preventiva puede
aplicar la ley B, porque el artículo 3° dice que en el cómputo de la prisión preventiva se observará
separadamente la ley más favorable al imputado. Es el único supuesto en donde el juez puede tomar
la fracción de una ley y otra fracción de otra ley.
Ahora bien. El Código Civil dice lo siguiente:
Art. 1° Las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la República, sean ciudadanos o extranjeros,
domiciliados o transeúntes.
Art. 2° Las leyes no son obligatorias sino después de su publicación y desde el día que determinen. Si no designan tiempo,
serán obligatorias después de los ocho días siguientes al de su publicación oficial.
(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 16.504 B.O. 27/10/1964.)
Artículo 3°, A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplicarán aún a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes. No tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, salvo disposición en contrario. La
retroactividad establecida por la ley en ningún caso podrá afectar derechos amparados por garantías constitucionales.
A los contratos en curso de ejecución no son aplicables las nuevas leyes supletorias.
(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)
La exigencia de la publicidad por 8 días para la obligatoriedad de la ley, es la regla siempre en todos
los procesos legislativos, pero, en este caso, después de que la ley fue promulgada, uno, si ya está en
conocimiento de que la ley ya fue promulgada, podría pedir la aplicación de la ley, sin esperar a que
transcurran los 8 días de la publicación. Eso es así porque el fin de la publicación es asegurar el
conocimiento, para la obligatoriedad; pero si yo estoy pidiendo que la apliquen es porque ya lo
conozco.
Esto quiere decir que, para aplicar la ley más favorable no hace falta, una vez que uno sabe que
ingresó a un proceso legislativo y que está aprobada y promulgada, es suficiente con que haya sido
promulgada y no hace falta esperar los 8 días de la publicación para que la ley sea obligatoria. Porque
el conocimiento, que es el efecto, ya está asegurado con el pedido.
Otra cosa que tiene que ver con la elección de la ley penal más benigna, porque no siempre es fácil
elegir cuál de todas las leyes es la más benigna; porque eso va a depender muchas veces de cada
imputado. Porque uno podría decir: “yo, 10 días en prisión no” y otro “Yo, 200 mil de multa no”,
Porque el que tiene dinero pagaría sin problemas; no así el que no tiene.
Cuando las penas son de la misma especie, siempre es fácil porque se ve cuantitativamente cuál es la
menor y, se elige. Pero cuando las penas son de distintas naturalezas, es difícil determinar cuál es la ley
penal más benigna.
Nuestro código no tiene una disposición similar como el que tiene el código Penal español que dice:
cuando se trate de penas de distintas naturalezas, siempre se tendrá que escuchar al reo.
Entonces, tendrá que preguntarse al reo lo que prefiere. Si una prisión de 15 días o una inhabilitación
de 2 meses. Nuestro código no tiene una disposición así, pero bueno, la doctrina, obviamente, dice, en
el caso de Zaffaroni, que: Cuando las penas son de distintas naturalezas habrá que escuchar al
imputado y ver qué opción realiza.
Porque para alguien que tenga pretensiones de ocupar un cargo público, una inhabilitación para
ocupar un cargo público va a ser más gravosa que una multa o incluso que una prisión. Porque en el
arreglo tenemos que presumir que la privación de la libertad es la más grave y después vendrán las
penas de otra naturaleza. Pero, no siempre sucede de esta manera.
LEYES TEMPORALES Y LEYES TRANSITORIAS
¿Cómo opera la exigencia de la ley penal más benigna?
En la sucesión de leyes penales también nos podemos encontrar con leyes temporales y leyes
transitorias. Y lo que tendríamos que determinar es cómo opera la exigencia de la retroactividad de la
ley penal más benigna, en esos supuestos particulares.
Porque hasta acá, estábamos refiriendo a leyes comunes, es decir, una ley, sancionada en una situación
normal por el Congreso, una ley común, reemplazada por otra ley común.
Pero puede suceder que una ley común sea reemplazada por otra ley, pero que sea temporaria o
transitoria, no común. Y son leyes excepcionales porque tienen un fundamento de política criminal de
fondo.
LAS LEYES TEMPORALES son aquellas que, de ante mano establecen el tiempo de su vigencia o
duración. Por eso algunos autores hablan de leyes a plazo fijo, porque está establecido de ante mano el
tiempo de su vigencia.
Por ejemplo, una ley que diga: “desde el 10 de mayo hasta el 30 de septiembre está prohibido realizar
tal actividad”, es una ley temporaria.
También están LAS LEYES TRANSITORIAS, que Bacigalupo las llama temporales en sentido estricto, son
aquellas cuya vigencia o duración, está sometida al mantenimiento de cierta circunstancia. Ejemplo:
No se podrá circular después de las 10 de la noche, mientras dure el estado de sitio. Es decir que, hay
ciertas circunstancias que me circunscribe o me delimitan la aplicación de la ley. Por eso estas leyes
están sometidas a la duración de ciertas circunstancias.
Fíjense que en ambos casos se trata de circunstancias excepcionales, entonces estas leyes tienen un
fundamento de política criminal en el fondo, porque lo que busca es disuadir determinado
comportamiento.
Entonces, respecto a este tema; en qué pasa cuando una ley común es reemplazada por otra temporaria
o transitoria; es decir, este cambio de una ley por otra, hay tres posiciones distintas.
Hay que determinar: Qué pasa si una ley común fue reemplazada por una ley temporaria o transitoria.
Por ejemplo, desde el momento del hecho, hasta el momento de la sentencia y, se dicta una ley
temporaria o transitoria, en su intermedio.
Hay tres posiciones distintas:
1. Una posición que podemos llamar “gramatical”, que es la posición de Zaffaroni.
2. Una posición teleológica que es la de Bacigalupo.
3. Una posición “diferenciadora”, que es la posición de Jesús María Silva Sanchez.
Vamos a suponer en el caso de HURTO, que siempre está reprimido, que es el apoderamiento ilegítimo
de una cosa. Se dicta una ley transitoria que dice: “durante el estado de sitio, el hurto a
supermercados la pena se aumenta al doble.” Aumenta la pena del hurto a los supermercados,
porque es una situación de crisis y, justamente, se quiere disuadir ese comportamiento. Es decir que
tiene un fin político criminal que es disuadir determinado comportamiento; entonces, durante el
estado de sitio el hurto a supermercados tiene una pena mayor.
Claramente el hurto ya estaba prohibido, pero por una ley temporaria o transitoria, se agrava la pena.
Qué pasa entonces si una persona está siendo sometida a proceso por el hurto a un supermercado,
agravado, porque cometió el hecho durante la vigencia de una ley temporaria o transitoria, que después
es dejada sin efecto. Se deroga esa ley temporaria o transitoria y yo me quedo con la ley que estaba
vigente antes del hecho; es decir con la ley que sanciona el hurto y la ley vuelve a decir que se
sanciona con dos años y no con cuatro, que era la pena que establecía la ley temporaria o transitoria.
O sea, que en el momento de la sentencia, se modifica la ley y vuelve a la ley anterior que es la más
benigna.
Para ver cómo operan las diferentes posiciones:
EN LA POSICIÓN DE BACIGALUPO, que tiene una posición teleológica, dice que siempre, cuando se
trate de un hecho cometido bajo la vigencia de una ley temporaria o transitoria, deberán aplicarse
estas leyes, o sea la temporaria o transitoria, para no anular sus efectos, o las finalidades de política
criminal considerada por el legislador al momento de su sanción. Dice Bacigalupo, la regla es que la ley
más benigna siempre actúa retroactivamente; pero para Bacigalupo, las leyes temporarias o
transitorias son la excepción de la retroactividad de la ley penal más benigna. Entonces, la ley más
benigna actúa siempre retroactivamente, salvo que exista una ley temporaria o transitoria, porque si
no, anula los efectos o la finalidad de política criminal, que se tuvo en mira al momento de dictarse la
ley.
ZAFFARONI TIENE OTRA POSICIÓN. Dice: señores, esto se podía sostener antes de la reforma, pero
hoy, después de la reforma del 94, ni el artículo 9°, ni el artículo 15°, contienen excepciones, así que, al
ser este un principio de jerarquía constitucional, una ley común, como la ley temporaria o transitoria,
no puede dejar sin efecto un principio que tiene jerarquía constitucional. En conclusión dice que
siempre se aplica la ley más benigna, no interesa si hay una ley temporaria o transitoria en el medio.
Entonces, con Bacigalupo, voy a juzgar con la ley penal temporaria o transitoria.
Con Zaffaroni, lo voy a juzgar con la ley penal más benigna. ¿Por qué? Porque Zaffaroni dice, la
obligatoriedad de aplicar retroactivamente la ley penal más benigna, no contempla ninguna excepción.
Para Zaffaroni, solo pueden ser juzgados por una ley temporaria o transitoria, los hechos que hayan
sido cometidos y sancionados, durante la vigencia de esta ley.
Si la ley estaba vigente cuando el sujeto cometió el hecho, entonces es la ley vigente al momento del
hecho y si sigue vigente al momento de la sentencia, entonces, aplico la ley temporaria o transitoria;
pero si ya se modificó por otra más benigna, aplico la más benigna.
Entonces, con la posición de ZAFFARONI, solo se aplicará la ley temporaria o transitoria cuando se trate
de hechos cometidos y sancionados durante la vigencia de esta ley. Pero si hay una modificación que de
alguna manera favorece al imputado, tendré que aplicar la ley más benigna.
HAY UNA TERCERA POSICIÓN que introduce ciertos matices en el análisis de la cuestión y por eso se la
llama posición diferenciadora.
Esta posición diferenciadora dice que hay que atender a los motivos de la modificación legal, es decir
que, hay que analizar cuáles fueron las razones que llevaron a la modificación o al dictado de una ley
temporaria o transitoria.
Si la modificación obedece a cuestiones valorativas, modificando lo nuclear, o esencial, de un
comportamiento criminal, ejemplo, está sancionado la tenencia de estupefaciente para consumo
personal, más allá de que la Corte lo haya declarado inconstitucional, sigue siendo un delito,
entonces, si un día se deroga o se deja sin efecto la tenencia o el consumo de estupefacientes, ahí hay
una modificación axiológica de fondo, PORQUE EL LEGISLADOR MODIFICÓ LAS CUESTIONES
VALORATIVAS DE UN COMPORTAMIENTO CRIMINAL, POR RAZONES DE POLÍTICA CRIMINAL. Es decir
si el legislador, en lo que hace al punto medular o axiológico de un comportamiento, está
demostrando que la consideración social de un hecho se modificó y esta es una modificación esencial.
Entonces, cuando se trate de una modificación esencial, ahí siempre debe aplicarse la ley penal más
benigna.
Si estaba vigente una ley que penaba la tenencia para el consumo personal y después se modifica y no
se prohíbe la tenencia para el consumo personal, bueno, esto está demostrando un cambio de criterio
valorativo o axiológico. Es decir, una modificación de fondo que obedece a razones de política criminal.
Ahí sí, está claro, que hay un criterio desecriminante, entonces eso hace que se aplique siempre la ley
penal más benigna; porque la voluntad del legislador es no continuar castigando ese comportamiento.
ACÁ VAMOS A TENER QUE ANALIZAR EL MOTIVO DE LA MODIFICACIÓN LEGISLATIVA.
Ahora, si el motivo de la modificación legislativa obedece sólo a cuestiones de forma y no a cuestiones
de fondo, por ejemplo, cuando no se cambia lo nuclear o medular del comportamiento y solo se
cambia una cuestión de horario, por ejemplo, o una denominación, entonces, solo cambia la forma, ahí
sí que el comportamiento sigue siendo un comportamiento delictivo.
Ejemplo: la falsificación de moneda de curso legal es delito; vamos a suponer que el sujeto cuando
cometió el hecho estaba vigente el Austral, pero después, se cambia el Austral, deja de estar vigente
como moneda legal, y reemplaza el Austral por el Peso. ENTONCES, el sujeto no puede decir, que se le
aplique la ley más benigna porque no adulteró Pesos sino que adulteró Australes; entonces él no
puede pretender que sea atípico el falsificar Australes porque la moneda vigente de curso legal sea el
Peso. Esta modificación, es meramente denominativa o formal, pero no nuclear, porque sigue siendo
ilícito adulterar moneda de curso legal.
Entonces, cuando se trata de una modificación meramente formal, yo no voy a tener en cuenta las
modificaciones introducidas. Ahora, si la modificación es de fondo, ya me estaría indicando que el
legislador cambió la consideración respecto a un comportamiento, entonces, ahí sí, tendremos que
analizar cuáles fueron las razones de la modificación, por eso se llama CRITERIO DIFERENCIADOR.
DEJA UN FALLO DEL FRIGORÍFICO YAGUANÉ, donde se advertirán las distintas posibilidades, cambio de
horarios, que es un cambio formal. Pero hay que analizar por qué se cambia el horario, también.
Entonces, en esta sucesión de leyes penales, cuando una ley común es reemplazada por una ley
temporaria o por una ley transitoria, tendremos tres criterios diferentes para determinar cuál va a ser la
ley penal aplicable.
Entonces, para ZAFFARONI, siempre se debe aplicar la ley penal más benigna, con la excepción que
realiza. Para BACIGALUPPO, habrá que observar cuál es el fin que tuvo en cuenta el legislador y que la
regla de la retroactividad de la ley más benigna, tiene estas excepciones, que son las dos leyes,
temporarias y transitorias.
Y para el CRITERIO DIFERENCIADOR tendremos que analizar cuáles son las causales de la modificación.
Si es una modificación meramente formal sigue siendo delictivo el comportamiento, entonces, aplicaré
esta ley. Ahora si es de fondo la modificación, que ya me está diciendo que el comportamiento dejó de
ser delictivo, entonces tiene otra explicación la reforma de fondo.
ANÁLISIS DE CASOS
El señor X fue condenado por el delito de tenencia de armas de guerra a la pena de 5 años de prisión,
accesorias legales, costas, más una inhabilitación especial de 10 años. Después de transcurrido…
Si puede el señor X invocar la retroactividad de la ley penal más benigna. Porque la inhabilitación es de
10 y la ley nueva establece que tiene que ser de 4 años.
Ya pasó un año de haber cumplido la pena, pero le restaba 4 años, aún para cumplir con la
inhabilitación; pero aún generaba efectos, en consecuencia, se aplica la ley retroactivamente.
Este artículo tiene una regla y una excepción. La regla es que Ningún senador o diputado, desde el día de su
elección hasta el de su cese, puede ser arrestado, es decir, privado de su libertad, no puede ser restringida su
libertad.
A menos que, y ahí aparece la exención, en caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que
merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva.
Entonces, desde su elección, hasta su cese, no puede ser privado de su libertad; y esto va para los
diputados constituyentes. Salvo, dice, en que sea sorprendido in fraganti. ¿Qué significa sorprendido in
fraganti? In fraganti es esto, en el momento en que intenta, pero, ¿Cómo definimos el inicio de ese
momento? Lo definimos conforme al código Penal, que establece la tentativa. Tít. VI – Tentativa. Art. 42.- El
que con el fin de cometer un delito determinado comienza su ejecución, PERO NO LO CONSUMA POR CIRCUNSTANCIAS
AJENAS A SU VOLUNTAD, sufrirá las penas determinadas en el artículo 44.
Cuando comienza la ejecución es cuando está con las manos en la masa, está tomando la cosa; cuando
está disparando el arma de fuego, etc., ahí comienza el terreno de la flagrancia y puede ser
aprehendido. También puede ser aprehendido inmediatamente después de haberlo cometido
mientras se da a la fuga, mientras sigue poseyendo algún rastro que lo sindique como partícipe en
sentido amplio, del hecho delictuoso.
Obviamente que, una vez que es aprehendido el diputado o senador, se pone a conocimiento de la
cámara respectiva, como dice el artículo 69 C.N.
Ahora el artículo utiliza la expresión in fraganti en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte,
infamante, u otra aflictiva.
Cuando habla de crimen, en realidad está hablando como sinónimo de “delito”. No hay diferencia en
nuestro país entre crímenes, delitos y contravenciones, como ocurre en otros países. En nuestra
legislación existen los delitos, por un lado, y las contravenciones, por otro, que, como sabemos, la
diferencia entre delitos y contravenciones es meramente cuantitativa no cualitativa,
mayoritariamente se entiende eso.
Entonces, cuando habla la Constitución de crímenes, está hablando de delitos. Ahora, respecto a
delitos que merezcan pena de muerte, infamante u otra aflictiva, si uno se pone a pensar ¿es posible
encontrar en el Código Penal delitos que merezcan estas penas? No. No lo vamos a encontrar porque
esas penas están proscriptas de la Constitución Nacional. Y esto es así a partir de la incorporación de
los pactos de derechos humanos a nuestra C.N., en el artículo 75, inciso 22; fundamentalmente del
Pacto de San José de Costa Rica, que prohíbe la pena de muerte. Obviamente también que en virtud de
estos pactos, está proscripta también las penas infamantes o aflictivas.
Entonces, ¿a qué se refería el constituyente del 53, teniendo en cuenta que estas cláusulas no fueron
modificadas? A qué se refería cuando estableció ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que
merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva. Fundamentalmente, como decía el profesor GERMÁN JOSÉ
BIDART CAMPOS, SE REFERÍAN A DELITOS DE UNA GRAVEDAD IMPORTANTE; es decir, se está
refiriendo a delitos que tengan una escala penal de mediana a larga duración.
Por lo tanto, estamos descartando la posibilidad de que el diputado o senador, sea aprehendido,
digamos así, en la comisión, o cuando comete un delito que esté reprimido con una escala penal leve.
Por ejemplo, Hurto, que tiene una escala penal de 1 mes a 2 años; o lesiones; no así cuando comete un
homicidio o una violación.
Entonces, la interpretación que debiera hacerse es que, esos delitos merezcan una pena grave, atento
a que no vamos a encontrar en nuestra legislación delitos que tengan las penas mencionadas en el
artículo 69 de la C.N.
Ejemplo:
Supongamos que un legislador a quién se le encargó la administración de cierta cantidad de fondos
públicos. Luego de una auditoría se descubre que el legislador se quedó con parte de ese fondo,
cometiendo una sustracción de caudales.
En consecuencia, comienza el proceso penal. Ahí vamos a ver que comienza a funcionar el segundo
supuesto que vamos a ver. Se promueve la denuncia penal contra el legislador y, a partir de ahí se inicia
un proceso judicial.
El único momento en el que hay que pedir el desafuero del diputado o senador, es el momento en
que sea necesario, digámoslo así, para continuar con el proceso penal, restringido de su libertad,
porque de lo contrario está, con la regla que está prevista en el artículo 69.
Con esto quiero decir que el ante juicio o juicio político, funciona, como una condición o impedimento
que, de alguna manera, posterga, la prosecución del proceso penal, no el inicio, en aquéllos casos en
que sea necesario restringir la libertad del diputado o senador.
¿Por qué esto? Porque el legislador goza de inmunidad de arresto, de manera que, si en algún
momento del proceso penal, se le invita al legislador a concurrir en calidad de imputado a que declare y
no quiere concurrir; como el juez no puede ejercer la facultad coercitiva que podría ejercer con el resto
de los mortales, es decir, traerle a los estrados judiciales para que preste declaración y se haga ese acto
fundamental del proceso, y no lo puede hacer con el diputado o senador, porque tiene el amparo del
artículo 69, entonces, sí, para poder continuar con el proceso penal debe solicitar que le saquen los
fueros, es decir, que deje de tener inmunidad, para poder continuar. Y porque fundamentalmente en
nuestro sistema penal, no es posible condenar a un sujeto en rebeldía, es necesario, por imperio
constitucional, escucharlo. Se podrá decir que el legislador o la persona, no quiere ser escuchada.
Bueno, no importa, el juez tiene la obligación que el imputado esté en su presencia para hacerle saber
las cosas; independiente después, que él decida declarar o no. Pero ese acto formal, debe hacerse en el
proceso penal.
Entonces, como al legislador no lo puede hacer traer por la fuerza, el juez de la causa tiene que
solicitar el desafuero.
Por eso el ante-juicio opera como un impedimento que posterga la prosecución del proceso, no el
inicio, porque lo puede iniciar, cuando es necesario llevar a cabo un acto que pueda restringir la libertad,
del diputado o senador.
Si no prosperara el ante-juicio, entonces sí, el juez tendrá que esperar a que termine su mandato, para
continuar. Si prospera, sí podrá hacerlo concurrir, lo que no quiere decir que tenga que quedar
detenido. Pero, si el legislador concurriese voluntariamente, el juez le toma indagatoria y el proceso
continúa, pudiendo llegar hasta la sentencia. Ahora, bien, si la sentencia es condenatoria, y tiene una
pena de prisión en efectivo, además, no podrá traerlo para que cumpla la condena, en virtud de que
rige el artículo 69 de la C.N.
Hay que tener presente que aunque el delito sea leve, el proceso se puede iniciar, a menos que se
trate de un delito que dependa de instancia privada, injuria, calumnia, etc., donde es necesario que el
particular ofendido haga la denuncia o formule la querella, pero en el resto de los casos, en los delitos
perseguibles de oficio, ocurrido el hecho, se inicia el proceso penal y prosigue. ¿Hasta qué momento?
Bueno, hasta el momento en que, por alguna razón sea necesario restringir la libertad del diputado o
senador.
OJO que, ínterin, la causa, no prescribe.
Está vigente la ley 25320, que se titula nuevo régimen de inmunidades para legisladores, funcionarios
y magistrados.
Precisamente esta ley regula todo esto que estamos planteando. Pero ¿Qué pasaba antes de la
denominada ley Carrió? Pasaba que el diputado o senador era denunciado por un delito X. Robo, hurto,
estafa, etc., se iniciaba el proceso penal; y había opiniones variadas sobre la cuestión de qué actos del
proceso penal podía restringir la libertad del diputado o senador. Si el mero hecho del juez de ya
dictar el Decreto de indagatoria ya era un acto que implicaba restringir la libertad latu sensu, o sea en
sentido amplio, o podía dictarle y no materializar el acto. O que la restricción implicaba ya cuando la
autoridad iba a buscar al diputado o senador. Había interpretaciones encontradas en cuanto a qué actos
del proceso implicaba restringir la libertad del legislador.
Pero, para echar blanco sobre negro, se dicta la ley 25320, para aclarar, en el artículo 4° que, “cuando por
parte de un juez nacional, provincial o de la ciudad autónoma de Buenos Aires, se abra una causa penal en la que se impute
la comisión de un delito a un legislador, funcionario o magistrado, sujeto a desafuero, remoción o juicio político, el tribunal
competente seguirá adelante con el procedimiento judicial, hasta su total conclusión. El llamado a indagatoria no se
considerará medida restrictiva de la libertad, pero en el caso en que el legislador, funcionario o magistrado no concurriera a
prestarla, el tribunal deberá solicitar su desafuero, remoción o juicio político. En cualquier caso, regirá la suspensión del curso
de la prescripción prevista en el artículo 67 del Código Penal.”
El artículo 67 del Código Penal dice: La prescripción se suspende en los casos de los delitos para cuyo juzgamiento sea
necesaria la resolución de cuestiones previas o prejudiciales, que deban ser resueltas en otro juicio. Terminada la causa de la
suspensión, la prescripción sigue su curso.
La prescripción también se suspende en los casos de delitos previstos en los capítulos 6, 7, 8, 9, 9 bis y 10 del título XI, libro 2 de
este código, mientras cualquiera de los que hayan participado se encuentre desempeñando un cargo público.
El curso de la prescripción de la acción penal correspondiente a los delitos previstos en los artículos 226 y 227 bis, se
suspenderá hasta el restablecimiento del orden constitucional.
La prescripción se interrumpe por la Comisión de otro delito o por la secuela del juicio.
La prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para cada uno de los partícipes del delito.
BUSCAR UN CÓDIGO ACTUALIZADO NO SÉ SI ÉSTE ESTA, AVÍSENME POR FAVOR (YOCITO)
¿Qué pasa con los agentes diplomáticos que representan a su país en el nuestro y cometen un delito
en la Argentina? ¿Cómo juega la ley penal con respecto a estas personas?
Es decir, nos referimos a los embajadores, cónsules y agentes diplomáticos. Al respecto rige el artículo
116 de la C.N. y, fundamentalmente, la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas, el
tratado de los tratados, así se conoce y que es ley incorporada a nuestra legislación por medio de un
Decreto Ley del año 64 y está vigente.
Se aplica fundamentalmente el Tratado, que dispone la inmunidad de jurisdicción de los embajadores
y los cónsules, por hechos que cometan en el país receptor. Nosotros seríamos un país receptor; el
país al que pertenecen sería el país acreditante.
Entonces, por hechos que cometan embajadores o cónsules en el país receptor o en el nuestro, tienen
inmunidad de jurisdicción. Eso significa que no se lo puede someter a un proceso penal en esta
jurisdicción; entonces, nuestro país lo que puede hacer es devolverle las credenciales diplomáticas, lo
pone en un avión y lo declara como persona no grata. A menos que el país acreditante renuncie a ese
privilegio que tiene, en ese caso el país receptor lo puede juzgar, por hechos cometidos por el
diplomático, agente, cónsul, etc. en este país.
CONSTITUCIÓN NACIONAL: Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el
conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación,
con la reserva hecha en el inciso 12 del artículo 75; y por los tratados con las naciones extranjeras; de las causas concernientes
a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos
en que la Nación sea parte; de las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra;
entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.
Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que
prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que
alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.
En la primera parte del 2311 dice “un objeto material” y, la señal no es un objeto material.
Tiene un valor pero ese valor está en referencia a un objeto, pero ese objeto tiene que ser
material, dice la norma. La señal claro que tiene un valor, el problema es si es un objeto
material. Vamos a ver qué dice el segundo párrafo del 2311.
“las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales
susceptibles de apropiación.”
Ahora bien, teniendo en cuenta este párrafo: la señal ¿es energía? Como no somos técnicos,
digamos que tiene energía, para allanar el camino, entonces, se nos va aclarando el
panorama. Pero ¿qué dice el segundo párrafo? Dice “las disposiciones referentes a las cosas,
son aplicables a la energía…”
Entonces, estamos aplicando las disposiciones de las cosas muebles a algo que no sabemos si
es o no cosa mueble. Ahora si nosotros decimos que la señal también es cosa mueble
entonces le podemos aplicar las disposiciones referentes a las cosas muebles. Pero no
sabemos. Si no es una cosa mueble, le estamos APLICANDO las disposiciones de la cosa
mueble.
Y ¿Qué dice el 162 del Código Penal?
Art. 162.- Será reprimido con prisión de un mes a dos años, el que se apoderare ilegítimamente de una cosa
mueble, total o parcialmente ajena.
Nota: texto originario conforme a la ley N. 23077.
El 162 habla de “cosa mueble”. Entonces, lo que quiero demostrar con esto, y esto es lo que se
discute también con el tema de la energía, que la energía no es “cosa” en el sentido del 2311,
primer párrafo. No es un “objeto material”, dice que “se le aplican las disposiciones de las cosas
muebles”, eso lo dice el segundo párrafo.
Entonces, si no es una cosa mueble, la señal, en caso de que sea energía, sino que sólo se le está
aplicando las disposiciones de las cosas muebles; y yo le estoy considerando como cosa mueble
a los efectos del 162, ¿qué estoy haciendo? Estoy haciendo ANALOGÍA, y, además, en “malam
parte”. ¿Se entiende el razonamiento? El segundo párrafo del 2311 dice, “las disposiciones de
las cosas muebles”, está demostrando que la energía no es cosa mueble, sino que se le está
aplicando las disposiciones de las cosas muebles y se les va a aplicar a la energía y a las fuerzas
naturales susceptibles de apropiación.
Entonces, si esto es así, nosotros estamos aplicando el concepto de “cosa mueble” a algo que
parece una cosa mueble pero que no es una cosa mueble. ¿Por qué parece una cosa mueble?
Porque el legislador civilista dice que se van a aplicar, “las disposiciones de la cosas muebles”, a
la energía.
Por eso, fíjense Ud., que en el caso de las conexiones clandestinas, más allá de que hayan
tribunales que con criterio errado, a mi modo de ver, encuadran esta situación como hurto de
energía, lo tipifican como hurto; pero, en realidad, si uno se poner a analizar, esto es una
analogía. Por eso es que otros tribunales están encuadrando esta situación, también, como
configurativa de estafa. Como el despliegue de una ardid, para generar algún tipo de error y
provocar un perjuicio patrimonial, digamos así, en este caso, al propietario de la empresa
distribuidora de electricidad (dijo, pero es señal televisiva).
Uno si razona de esta manera, como lo estoy mostrando, la señal, por más que tenga energía no
es una cosa mueble, sino que la legislación le está aplicando las disposiciones de las cosas
muebles, y como si fueran; entonces, yo no puede considerar que eso sea cosa mueble a los
fines del 162. Porque estoy haciendo ANALOGÍA, estoy aplicando una disposición que está
prevista para una situación a otra, que es análoga, pero no es la misma.
Hay que tener en claro que el recurso a la analogía, es perfectamente aplicable en la legislación
civil, no en la penal, a menos que sea in bonam parte. En derecho privado la analogía es un
recurso que se debe aplicar; el artículo 16 del código civil lo dice. Cuando una situación no se
pueda resolver, sea oscura, digamos, entonces no se puede resolver por la literalidad de la
letra de la ley, se debe recurrir a los principios generales del derecho, a los principios de las
leyes análogas. Así debe resolver el juez el conflicto o el problema civil, porque en la legislación
civil se entiende que no debe haber lagunas.
En el Derecho Penal no, porque rige el principio de Legalidad, artículo 18 C.N. Nullum crimen,
nulla poena sine lege. De allí surgen 4 requisitos. Ley escrita, previa, estricta y cierta. Y del
CARÁCTER ESTRICTO DE LA LEY, SURGE LA PROHIBICIÓN DE APLICACIÓN ANALÓGICA. A menos
que esa analogía sea para favorecer al imputado, no para perjudicarlo.
En el caso que estamos viendo, pareciera que habría una aplicación analógica.
Las inmunidades parlamentarias se pueden llamar también inmunidades funcionales porque vamos a
ver que no se aplican solo a los legisladores sino que también, a otros funcionarios. Decía que la
finalidad de estas inmunidades es garantizar el buen funcionamiento de las cámaras legislativas, es
decir, no obstaculizar, por ejemplo, que hay quórum, porque si un legislador de un partido minoritario
puede ser denunciado por cualquier ilícito y es privada de su libertad y se le impide que vaya a la cámara
y no asiste a una discusión o a un debate parlamentario se está obstaculizando el normal
funcionamiento de una cámara legislativa. Entonces, el fondo de esto es garantizar el funcionamiento y
la libertad de discusión.
Pero vamos a ver que nos encontramos con INMUNIDADES, por un lado, e INDEMNIDADES, por otro
lado. Inmunidad de arresto (NO DE PROCESO) e INDEMNIDAD DE OPINIÓN.
Y acá tenemos al artículo 68 y 69 de la C.N.
¿Qué quiere decir esto?
Artículo 68.- Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado
por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador.
El artículo 68°, tiene que ver con la indemnidad de opinión. A los fines de garantizar la libertad de la
discusión, hay que asegurarles a los legisladores que, nada de lo que digan en el ámbito del ejercicio
funcional, podrá luego tener consecuencias jurídicas o delictivas.
Quiere decir que, si en el ámbito del debate legislativo, porque en el uso de la palabra pueden
cometerse varios ilícitos: calumnias, injurias, instigación a cometer delitos, apología del delito, etc., es
decir, si se está tratando un proyecto de ley, discutiendo en ese ámbito en el recinto o en una comisión
del P.L., algún legislador comete un ilícito a través de la palabra, este hecho no será alcanzado por el
derecho penal.
Lo que se quiere decir es que no se podrá iniciar ninguna causa penal, ni realizar ninguna denuncia, ni
querella, contra las manifestaciones de un funcionario legislativo, ni durante, ni después que cesa su
mandato, no se podrá iniciar ninguna causa.
ZAFFARONI cuando explica la naturaleza jurídica de los hechos cometidos a través de la palabra, por
los legisladores, directamente dice que son hechos ATÍPICOS, porque no son ilícitos aún luego que
cese sus mandatos.
A lo sumo lo que puede ocurrir, si alguno comete algún exceso, es que las cámaras ejerzan el poder
disciplinario, poder dado por la Constitución, por supuesto. Podrán llamar la atención o aplicar una
sanción o lo que fuera, pero no podrá iniciarse una causa penal, porque tienen indemnidad de opinión.
Se discute la amplitud de ¿Quiénes son los funcionarios alcanzados por esta indemnidad de opinión? Eso
veremos en el fallo CAVALLO, que nos dejó. Ahí terminaremos de comprender el alcance de la
indemnidad de opinión.
También tenemos que saber que no todos los actos están amparados por la indemnidad de opinión,
sino estrictamente, aquellos actos que tengan vinculación con el ejercicio de la función.
Esto quiere decir que, si un legislador es interpelado por la prensa, después de que sale de un debate
parlamentario, y repite las mismas versiones que expresó en el recinto y, luego en un programa de
televisión, vuelve a hablar de lo mismo, está amparado por la indemnidad de opinión. Pero, si el
legislador, hablando como docente sigue injuriando, en campaña política, sigue injuriando, esos actos
ya no tienen una vinculación funcional.
Es decir que tenemos que encontrar la vinculación funcional, para que esté amparado por la indemnidad
de opinión. No están amparados, entonces, por la indemnidad de opinión, los improperios o hechos
delictivos cometidos por un legislador, en campaña política, en su actividad docente o cualquier otra
actividad que no tenga nada que ver con su función de legislador.
Eso por un lado. Después con la guía, tendremos que ver si se extiende la inmunidad de opinión a otros
funcionarios.
¿POR QUÉ CUANDO HABLAMOS DE LA INMUNIDAD DE OPINIÓN?
Porque cuando hablamos de la inmunidad de arresto, ésta sí se extiende a otros funcionarios.
¿Qué es la inmunidad de arresto?
Yo les decía inmunidad de arresto y no inmunidad de proceso. ¿Por qué? Porque se puede iniciar un
proceso penal contra un legislador pero lo que no se puede hacer es compelerlo físicamente, es decir,
ejercer actos de coerción física y ningún otro acto que físicamente le impida a él, comparecer a realizar
su actividad de legislador. Por eso decía, inmunidad de arresto y no de proceso. El proceso penal se
puede iniciar, incluso se puede lo llamar a indagatoria, se puede dictar su procesamiento; lo que no se
puede es dictar su prisión preventiva; porque se entiende que es un acto de coerción física que
impediría el normal ejercicio de sus funciones.
Todo esto podemos encontrar en la Ley Carrió.
En los supuestos en que el legislador es hallado en infraganti delito, o en cualquier otro supuesto, se
puede iniciar el juicio de desafuero. La cámara de Diputados actúa como Cámara acusadora y la
cámara de Senadores, como juzgadora, y se decide desaforar al funcionario para someterlo a la
justicia ordinaria.
La inmunidad de arresto no solo se aplica a los parlamentarios, sino que también se aplica al
Presidente, al Vicepresidente, Presidente de La Corte Suprema, Jefe de Gabinete y ministros,
Procurador oficial de la Nación, todos tienen inmunidad de arresto, no de proceso.
Ahora, jurisprudencialmente, a ciertos fiscales se les dio también indemnidad de opinión, si vemos en el
Fallo que nos deja, vamos a tener que tratar de determinar el alcance de la indemnidad de opinión. Es
decir qué funcionarios tienen indemnidad de opinión.
Entonces, una cosa es la inmunidad de arresto y otra cosa es la indemnidad de opinión.
En caso de indemnidad de opinión, aún cuando el funcionario cese en sus funciones no puede ser
penalmente perseguido.
Pero la inmunidad de arresto es estando en el ejercicio de sus funciones, cesa y el ejercicio penal podrá
avanzar.
El Fallo Cavallo es para examinar la INDEMNIDAD DE OPINIÓN.
Para el caso de la interpretación jurisprudencial del tribunal que después cambia: RESPUESTA: La
jurisprudencia no es fuente de derecho penal, ni los usos, ni la costumbre. La jurisprudencia es la
interpretación de la ley penal.
Acá no hubo cambio de leyes, siempre la ley fue la misma. Lo que se aplica retroactivamente es la ley
penal más benigna, cuando surge el cambio de una ley por otra. Entonces, la fuente del Derecho Penal
es la ley penal, no la jurisprudencia. La interpretación o la modificación en la jurisprudencia, no va a dar
lugar a una lesión a la exigencia de aplicar retroactivamente la ley penal más benigna.
Caso 2 del dictado por la profesora:
Los actos del legislador tanto en el recinto, en el reportaje y en la T.V., son atípicos, no así el último acto
desarrollado en el restaurant, entonces, sí puede por el último supuesto exclusivamente.