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MENINGITIS

MENINGOCÓCICA
La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean
el cerebro y la médula espinal. Puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el
50% de los casos no tratados.
Hay diferentes bacterias causantes de meningitis. Neisseria meningitidis es una de ellas, y
puede causar grandes epidemias. Se han identificado 12 serogrupos de Neisseria meningitidis,
seis de los cuales (A, B, C, W, X e Y) pueden causar epidemias. La distribución geográfica y el
potencial epidémico varían según el serogrupo.

Nombres alternativos

Meningitis meningocócica; Meningitis por gramnegativos - meningococo

Causas
La meningitis meningocócica es causada por la bacteria Neisseria meningitidis (también
conocida como meningococo). El meningococo es la causa más común de meningitis bacteriana
en niños y en adolescentes. Es una causa importante de meningitis bacteriana en adultos.

La infección ocurre con mayor frecuencia en invierno y primavera. Puede ocasionar epidemias
locales en internados, residencias universitarias o bases militares. Entre los factores de riesgo se
pueden considerar la exposición reciente a alguien con meningitis meningocócica y una infección
reciente de las vías respiratorias superiores

Transmisión
La bacteria se transmite de persona a persona a través de gotículas de las secreciones
respiratorias o de la garganta. La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto
estrecho y prolongado (besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos
compartidos) con una persona infectada. El periodo de incubación medio es de 4 días, pero
puede oscilar entre 2 y 10 días.

Neisseria meningitidis solo infecta al ser humano; no hay reservorios animales. Hay personas
que son portadoras faríngeas de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente
esclarecidas, puede superar las defensas del organismo y propagarse al cerebro a través del
torrente sanguíneo. Se cree que un 10 a 20% de la población es portadora de Neisseria
meningitidis, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones epidémicas.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión,
cefalea y vómitos. Incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado,
un 5 a 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la
aparición de los síntomas. La meningitis bacteriana puede producir daños cerebrales, sordera o
discapacidad de aprendizaje en un 10 a 20% de los supervivientes. Una forma menos frecuente
pero aún más grave de enfermedad meningocócica es la septicemia meningocócica, que se
caracteriza por una erupción cutánea hemorrágica y colapso circulatorio rápido.

Diagnóstico
El diagnóstico inicial de la meningitis meningocócica puede establecerse a partir de la
exploración física, seguida de una punción lumbar que muestra un líquido cefalorraquídeo (LCR)
purulento. A veces se puede observar la bacteria en el examen microscópico del LCR. El
diagnóstico es respaldado o confirmado por el cultivo positivo de la sangre o del LCR, las pruebas
de aglutinación o la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La identificación de los
serogrupos y el antibiótico son importantes para definir las medidas de control.

Pruebas y exámenes
El proveedor de atención médica hará un examen físico. Las preguntas se centrarán en los
síntomas y en la posible exposición a alguien podría haber tenido los mismos síntomas como
rigidez en el cuello y fiebre.

Si el proveedor piensa que la meningitis es posible, se debe llevar a cabo una punción lumbar
(punción raquídea) para extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo (LCR) para su análisis.

Los exámenes que se pueden hacer abarcan:

 Hemocultivo
 Radiografía de tórax
 Tomografía computarizada de la cabeza
 Conteo de glóbulos blancos (GB)
 Tinción de Gram u otras tinciones especiales

Tratamiento
La enfermedad meningocócica puede ser mortal y debe considerarse siempre como una urgencia
médica. Hay que ingresar al paciente en un hospital o centro de salud, aunque no es necesario
aislarlo. El tratamiento antibiótico apropiado debe comenzar lo antes posible, de preferencia
después de la punción lumbar, siempre que esta se pueda practicar inmediatamente. El inicio del
tratamiento antes de la punción puede dificultar el crecimiento de la bacteria en el cultivo de
LCR y la confirmación del diagnóstico.
Se pueden utilizar diferentes antibióticos, como la penicilina, ampicilina, cloranfenicol y
ceftriaxona. En condiciones epidémicas en zonas de África con escasos recursos o infraestructura
sanitaria deficiente, el fármaco de elección es la ceftriaxona.

En MÉXICO, contamos con la vacuna conjugada monovalente del serogrupo C, que es el


causante principal de enfermedad en nuestra población.

Se aplican 2 dosis, intramusculares, con diferencia de 2 meses, en menores de un año. Los


mayores de 1 año reciben únicamente una dosis.

También tenemos la vacuna de polisacáridos teravalente (serotipos A,C,Y,W135) conjugada con


Toxoide Diftérico, que tiene una cobertura más amplia y se usa, preferentemente, en Estados
Unidos y algunos países Europeos, Africanos y Asiaticos. .

Esta vacuna está indicada en niños de 9 a 23 meses, 2 dosis con intervalo de 3 meses. En niños
de 2 años hasta adultos de 55 años se indica una sola dosis.

CONTRAINDICACIONES: Personas con alergia grave a algún componente de la vacuna.


Personas con enfermedad febril.
EFECTOS SECUNDARIOS:
-Pueden aparecer reacciones locales generalmente leves (dolor, eritema e induración), 24-
48 horas después, en el 2% de los casos.
-Reacciones sistémicas moderadas (escalofríos, irritabilidad, fiebre) en el 10% de los
vacunados.

Complicaciones y mortalidad
La enfermedad meningocócica invasiva puede ser sumamente grave. La meningitis
meningocócica, la forma más común de la enfermedad meningocócica “siempre debe verse
como una emergencia médica” y requiere de hospitalización inmediata, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud.

En Estados Unidos, cada año se presentan entre 1,400 y 2,800 casos de enfermedad
meningocócica. La enfermedad meningocócica invasiva puede ser fatal, aun con tratamiento de
antibióticos, la tasa de mortalidad se encuentra entre el 9 y 12%; hasta un 20% de los
sobrevivientes de la enfermedad meningocócica invasiva tienen lesiones permanentes que
incluyen daño cerebral, pérdida de la audición o de una extremidad.

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