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Guión para Vía Crucis Viviente

Lector: El equipo de Apoyo Pastoral de la I.E. Ntra. Sra. de Fátima, quiere que
juntos meditemos el Vía Crucis. La Pasión y Muerte de Jesús. Pedimos que todos
nos acompañen en cada una de las estaciones orando, cantando, caminando, y
haciendo silencia cuando tengamos que hacerlo.

Narrador: hermanos, no queremos que interpreten este vía crucis como un simple
teatro. No es para detallar la vestimenta, las expresiones, el escenario, sino para que
en nuestro interior, meditemos seriamente sobre nuestro compromiso, con la Iglesia, el
Cristo Salvador. Y nuestros propios hermanos, que muchos de ellos viven la repetición
del camino de la cruz y dejamos que pasen ante nuestros ojos sin querer darnos cuenta.

ARRESTO DE JESÚS
Narrador: Aún estaba Jesús hablando cuando llegó una multitud, los jefes de los
sacerdotes, soldados romanos y con ellos, uno de los doce llamado Judas que se acercó
a Jesús y le dijo:
Judas: ¿Maestro! Y lo besó.
Narrador: Jesús le dijo:
Jesús: Judas, ¿Con un beso traicionas al hijo del hombre?
Narrador: Ellos se abalanzaron contra él y lo arrestaron, pues esa había sido la señal,
¿a quién yo bese? Ese es.

Lector: La respuesta de Jesús ante el beso injusto mantiene la última posibilidad de la


mano tendida, el gesto cálido, el posible retorno al camino de la libertad, por eso le dice
a Judas “Amigo”
A cada oración respondemos: “Perdónanos Señor”
*Por los que traicionamos...
*Por los que no sabemos ser amigos...
*Por los que besamos sin sentido...

Jesús comparece ante el Sanedrín

Narrador: Quienes habían arrestado a Jesús le lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote
Judío Caifás, donde comenzaron a reunirse los escribas y los ancianos convocados para
una reunión extraordinaria con carácter de urgencia.
Era la madrugada del viernes y los sumos sacerdotes y todo el consejo trataban de
revestir de legalidad, el proceso de juicio más injusto y sin oportunidad para Jesús ya
que la sentencia estaba dada, antes de haber comenzado a juzgarlo.
Pedro, que iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote, entró en el
patio, se sentó con los sirvientes para saber el final
Los jefes de los sacerdotes, andaban buscando alguna declaración falsa en contra de
Jesús para condenarlo a muerte, y aunque no se presentaron muchos testigos falsos, no
lo hallaban. Un testigo falso declaró:
Testigo: “Este hombre dijo: Yo puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en
tres días”
Narrador: Por eso poniéndose de pie el sumo sacerdote preguntó a Jesús:
Sumo sacerdote: ¿no tienes nada qué responder? ¿Qué es esto que declaran en contra
tuya?
Narrador: Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo:
Sumo sacerdote: “En nombre de Dios vivo, te mando que nos contestes: ¿eres tu el
Cristo, el Hijo de Dios?”
Narrador: Jesús le respondió:
Jesús: Así es, como acabas de decir
Narrador: Entonces el sumo sacerdote rasgó sus ropas diciendo:
Sumo sacerdote: Ha blasfemado, ¿para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos
han escuchado estas palabras escandalosas ¿Qué les parece?
Narrador: Ellos contestaron
Pueblo: Merece la muerte
Narrador: Comenzaron luego a golpearle la cara los soldados y el pueblo

NEGACIÓN DE PEDRO

Narrador: Mientras tanto, Pedro estaba sentado en el patio, y acercándose una


muchachita le dijo
Muchachita: Tú también seguías a Jesús de Galilea
Narrador: Pero él lo negó delante de todos diciendo
Pedro: No entiendo lo que dices.
Narrador: Y como Pedro se dirigiera hacia la salida lo vio otra sirvienta que dijo a los
presentes
Sirvienta: Este estaba con Jesús de Nazareth
Narrador: Pedro negó por segunda vez jurando.
Pedro: No conozco a ese hombre
Narrador: Poco después se le acercaron los que estaban allí y le dijeron
Gente: No puedes negar que eres uno de los galileos; se nota en tu modo de hablar.
Narrador: Entonces Pedro volvió a negarlo y al momento cantó el gallo. Y recordó
Pedro las palabras que Jesús le había dicho: “Antes del canto del gallo me negarás tres
veces” Y saliendo afuera lloró amargamente.
Canto: Pedro te negó tres veces

JESÚS ANTE PILATOS

Lector: -Jerusalén comenzaba a despertarse lentamente en la mañana de ese día viernes,


ignorando aun lo que había ocurrido en la casa del sumo sacerdote aquella madrugada
donde Jesús fue condenado injustamente.
Narrador: Para poder aplicarle la pena de muerte que querían para Jesús, lo llevaron
rápidamente ante el gobernador romano, Poncio Pilatos para que firme la
sentencia.Pilato salió hacia donde ellos estaban y les preguntó
Pilato: De qué acusan a este hombre?
Narrador: Ellos le contestaron
Autoridades: Si no fuera un criminal no te lo hubiéramos traído
Narrador: Pilato les dijo
Pilato: Llévenlo y júzguenlo según su ley
Narrador: Los judíos dijeron
Autoridades Nosotros no estamos autorizados para condenar a muerte a nadie
Narrador: Pilato volvió a entrar a su palacio, llamó a Jesús y l interrogó
Pilato: Eres tú el rey de los judíos?
Narrador: Jesús respondió
Jesús: así es como tú lo dices.
Narrador: Pero como los jefes de los judíos acusaban a Jesús de muchas cosas. Pilato
volvió a preguntarle
Pilato: ¿no contestas nada?.Mira de cuantas cosas te acusan
Narrador: Pero Jesús ya no contestó más, de manera que Pilato no sabía que pensar.
Pilato salió de nuevo y dijo a los judíos
Pilato: Yo no encuentro delito alguno en este hombre. Pero como ustedes tienen
derecho a que les ponga en libertad un prisionero durante la fiesta de pascua ¿Quieren
que deje en libertad al rey de los judíos?
Narrador: Pero ello gritaban:
Judíos: ¡No a ese no! ¡Deja en libertad a Barrabás!
Narrador: Entonces, Pilato ordenó que lo azotaran. Los soldados prepararon una
corona de espinas y se la pusieron el la cabeza. También colocaron sobre sus hombros
un manto rojo. Y se acercaban a él diciendo
Soldados: Salve rey de los judíos,
Narrador: Pilato salió una vez más y les dijo
Pilato: Miren, lo traigo de nuevo para que quede bien claro que yo no encuentro delito
alguno en este hombre.
Narrador: Salió pues Jesús afuera .Pilato lo presentó con estas palabras
Pilato: ¡Este es el hombre1
Narrador: Los jefes de los sacerdotes y los guardias al verlo comenzaron a gritar.
Jefes: ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Narrador: Pilato les dijo
Pilato: Llévenselo ustedes y crucifíquenlo porque yo no encuentro delito alguno en el.
Narrador: Los judíos insistieron
Judíos: Nosotros tenemos una ley, y según ella, debe morir porque se ha presentado si
mismo como Hijo de Dios
Narrador: Al oír esto Pilato sintió aún más miedo. Entró de nuevo en el palacio y dijo
a Jesús.
Pilato: ¿de dónde eres?
Narrador: Pero Jesús no le contestó. Pilato le dijo.
Pilato. ¿Te niegas a contestarme? ¿es que no sabes que yo tengo autoridad tanto para
dejarte en libertad como para ordenar que te crucifiquen?
Narrador: Jesús le respondió
Jesús: No tendrías autoridad alguna sobre mí si no te la hubiera dado de lo alto; por eso,
el que me entregó a ti tiene más culpa que tú
Narrador: Desde ese momento Pilato intentaba ponerlo en libertad pero los judíos le
gritaban.
Judíos: Si pones en libertad a este hombre no eres amigo del césar.
Narrador: El gobernador volvió a preguntarles
Pilato: ¿A quién de los dos quieren que les suelte?
Narrador: Respondieron ellos
Judíos: A Barrabás.
Narrador: Pilato preguntó de nuevo
Pilato: ¿Y qué hago entonces con Jesús, el llamado mesías?
Narrador: Respondieron todos
Pueblo: ¡Crucifícalo!
Narrador: Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que la gente se amotinaba cada
vez más, tomó agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo:
Pilato: No me hago responsable de esta muerte, allá ustedes. Todo el pueblo respondió
Pueblo: ¡Nosotros y nuestros hijos nos hacemos responsables de esta muerte!
Narrador: Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús para que lo crucifiquen.

Lector: la invitación claramente resonó en la boca de Jesús: “Quién quiera venir


conmigo, que cargue su cruz y me siga”.
Pero la carga de la cruz se hace más liviana si la llevamos entre todos; y en nuestra I.E.
hay tantas formas de hacerlo, ayudando a llevar buenas noticias si queremos participar
como mensajeros conociendo mejor a nuestros propios compañeros, acercándonos en el
abrazo fraterno.
Todos estamos invitados, estudiantes, docentes, padres, directivos a ser parte de la
Civilización del Amor, de nuestra decisión depende.

CAMINO AL CALVARIO

Lector: Jesús cae, el peso de la cruz es demasiado para él, pero se levanta. Se levanta y
sigue adelante, no se deja vencer fácilmente, ¡qué fuerza la de Jesús! Pero esa fuerza de
cumplir la voluntad de Dios para salvarnos. Acompañemos el suplicio de Jesús, en
completo silencio.

Estación 1: Jesús cae por primera vez

Lector: Jesús cae, el peso de la cruz es demasiado para él, pero se levanta. Se levanta y
sigue adelante, no se deja vencer fácilmente, ¡qué fuerza la de Jesús! Pero esa fuerza de
cumplir la voluntad de Dios para salvarnos.

Lector: acompañemos el suplicio de Jesús, en completo silencio. Meditando esta escena


del Via Crucis (se retoma la marcha. Los soldados que acompañan a Jesús lo levantan a
pinta de espadas)

Estación 2: Segunda caída

Lector: Jesús cae por segunda vez. Esta caída no debe tomarse como un fracaso, sinó
como el paso del triunfo de la vida sobre la muerte, en acto de verdadero amor hacia el
prójimo, de entrega total a tal punto de entregar su propia vida por sus hermanos.

Estación 3: El encuentro con la Verónica

(Se aproxima una chica con un lienzo para limpiar el rostro de Jesús)

Lector: una de las mujeres quiere ayudar a Jesús, por más pequeña que sea, y se
encuentra con el rostro sufriente de Jesús. (Se retoma la marcha)
Hoy hay hombres que alegremente llevan su cruz por ellos y por tantos otros, oremos. Y
a cada intención respondemos “escúchanos Señor”

*Por los hombres que entregan su vida en silencio cada día. Oremos
* Por los obreros, los empleados, los profesionales, las enfermeras, las maestras, las
amas de casa. Oremos

Estación 4: Las mujeres de Jerusalén

Lector: Seguían a Jesús muchos vecinos del pueblo y buen número de mujeres con sus
hijos, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.
Pero Jesús, dirigiéndose a ellas, les dijo.

Jesús: - Hijas de Jerusalén no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y sus hijos.
Porque llegará el día en que se dirá. Felices los hombres y las mujeres sin hijos, las que
no dieron a luz ni amamantaron; entonces se dirá ¡ojalá los cerros y las lomas caigan
sobre nosotros y nos oculten porque si hacen esto con el árbol verde ¡que harán con el
seco! (retoman la marcha)

Lector: Acompañemos también a la Madre de Jesús, que siempre estuvo junto a su hijo
sufriendo terriblemente de forma inexplicable. A ella que aún hoy sigue con el llanto
sostenido. Digámosle: “Dios te salve María”

Estación 5: Tercera caída

(Cae y queda en el piso mientras se lee con la cara en el suelo y totalmente tendido)

Lector: Jesús cae por tercera vez. Sus fuerzas físicas no le permiten seguir cargando
con el pesado madero. Señor perdónanos por hacer con nuestros pecados más pesada
aún tu carga. (Se levanta y buscan a Simón de Cirene).

Lector: Cuando lo llevaban a crucificar; detuvieron a un tal Simón de Cirene, que


regresaba del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.
(Retomando la marcha, el Cireneo lleva la cruz y Jesús camina),

Lector: Cada vez que alguien se hace presente acompañando, consolando, participando,
entonces ayuda a llevar la cruz.
A cada oración respondemos: “Escúchanos Señor”
*Por los enfermos y moribundos...
*Por los que sufren tensiones familiares o sociales...
*Por los que ayudan a llevar la cruz de sus hermanos...

CRUCIFIXIÓN Y MUERTE

Narrador: Cuando llegaron al lugar llamado la calavera, crucificaron allí a Jesús y


también a los malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Jesús decía
Jesús: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
Narrador: Pilato mandó escribir y poner en la cruz un letrero que decía “Jesús de
Nazareth, el rey de los judíos” El ladrón de la izquierda, gritaba a Jesús que se salve a si
mismo y los salve a ellos. El ladrón bueno en cambio dijo
Ladrón: no blasfemes, que lo de nosotros si es justo pero él no ha hecho nada.
Narrador: Y dirigiéndose a Jesús le dijo
Ladrón: señor, acuérdate de mi cuando estés en tu reino
Jesús dijo al ladrón arrepentido: Desde hoy estarás conmigo en el paraíso
Narrador: Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, María magdalena y el discípulo a
quien tanto amaba, dijo a su madre
Jesús: Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Narrador: Después dijo al discípulo
Jesús: Ahí tienes a tu madre
Narrador: Al llegar el medio día, toda la región quedó a oscuras hasta las tres de la
tarde. A esa hora Jesús gritó con fuerte voz
Jesús: Dios Mío, Dios Mío ¿Por qué me has abandonado?
Narrador: Después, sabiendo que todo se había cumplido, dijo
Jesús: Tengo sed
Narrador: Había allí una jarra de vinagre. Los soldados colocaron en la punta de la
caña una esponja y se la empaparon con vinagre y se alcanzaron a la boca. Jesús probó
el vinagre y dijo
Jesús: todo está cumplido
Narrador: E inclinando la cabeza, entregó su espíritu

Q: Te adoramos, Jesús y te bendecimos


T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Personajes que aparecen en esta recopilación:

Jesús:....................................................................................................................................
...................
María:...................................................................................................................................
...................
Pedro:...................................................................................................................................
...................
ladrones:...............................................................................................................................
...................
Juan:.....................................................................................................................................
...................
Poncio
Pilatos:.................................................................................................................................
.......
Sumo Sacerdote
Caifás:..........................................................................................................................
Judas:...................................................................................................................................
...................
Judíos (cantidad
necesaria):....................................................................................................................
Soldados (cantidad
necesaria):...............................................................................................................
Simón de
Cirene:.................................................................................................................................
...
Mujeres (cantidad
necesaria)..................................................................................................................
Muchachita:
...........................................................................................................................................
Sirvienta:
.............................................................................................................................................
.
La
verónica:..............................................................................................................................
..............
Pueblo (cantidad
necesaria):...................................................................................................................
Lector:
.............................................................................................................................................
.....
Narrador:..............................................................................................................................
..................

Guión para Vía Crucis Viviente

Lector: El equipo de pastoral de la I.E. Ntra. Sra. de Fátima, busca que juntos
meditemos el Vía Crucis. La Pasión y Muerte de Jesús. Pedimos que todos nos
acompañen en cada una de las estaciones haciendo silencio para meditar el significado
que nos trasmite. Hermanos, meditemos en nuestro interior sobre nuestro compromiso
cada una de las estaciones que comprende el Vía Crucis
Pedimos la ubicación de los personajes

ARRESTO DE JESÚS
Narrador: Jesús estaba orando en el monte de los Olivos, junto a Pedro, Santiago y
Juan. Aún estaba Jesús hablando cuando llegó una multitud, los jefes de los sacerdotes,
soldados romanos y con ellos, uno de los doce llamado Judas que se acercó a Jesús con
paso firme y le dijo:
Judas: ¿Maestro! Y lo besó.
Narrador: Jesús mirándolo fijamente, le dijo:
Jesús: Judas, ¿Con un beso traicionas al hijo del hombre?
Narrador: Los soldados se abalanzaron contra Jesús y lo arrestaron, pues esa había
sido la señal, ¿a quién yo bese? Ese es.

Lector: La respuesta de Jesús ante el beso injusto mantiene la última posibilidad de la


mano tendida, el gesto cálido, el posible retorno al camino de la libertad, por eso le dice
a Judas “Amigo”

Jesús comparece ante el Sanedrín


Narrador: Quienes habían arrestado a Jesús lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote
Judío Caifás, Allí comenzaron a reunirse los escribas y los ancianos convocados para
una reunión extraordinaria con carácter de urgencia.
Era la madrugada del viernes y los sumos sacerdotes y todo el consejo trataban de
revestir de legalidad, el proceso de juicio más injusto y sin oportunidad para Jesús ya
que la sentencia estaba dada, antes de haber comenzado a juzgarlo.

Pedro, que iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote, entró en el
patio, se sentó con los sirvientes para saber el final.(debes esperar que Pedro y la
sirvientas ocupen su escenario)

Los jefes de los sacerdotes, andaban buscando alguna declaración falsa en contra de
Jesús para condenarlo a muerte, y aunque no se presentaron muchos testigos falsos,uno
declaró diciendo:
Testigo: “Este hombre dijo: Yo puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en
tres días”
Narrador: Por eso poniéndose de pie el sumo sacerdote preguntó a Jesús:
Sumo sacerdote: ¿no tienes nada qué responder? ¿Qué es esto que declaran en contra
tuya?
Narrador: Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo:
Sumo sacerdote: “En nombre de Dios vivo, te mando que nos contestes: ¿eres tú el
Cristo, el Hijo de Dios?”
Narrador: Jesús le respondió:
Jesús: Así es, como acabas de decir
Narrador: Entonces el sumo sacerdote rasgó sus ropas diciendo:
Sumo sacerdote: Ha blasfemado, ¿para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos
han escuchado estas palabras escandalosas ¿Qué les parece?
Narrador: Ellos contestaron (esperar que respondan)
Pueblo: Merece la muerte.
Narrador: Los soldados y algunos del pueblo comenzaron luego a golpearle.

NEGACIÓN DE PEDRO

Narrador: Mientras tanto, Pedro estaba sentado en el patio, y acercándose una


muchachita le dijo
Muchachita: Tú también seguías a Jesús de Galilea
Narrador: Pero él lo negó delante de todos diciendo
Pedro: No entiendo lo que dices.( esperar que se pare)
Narrador: Y como Pedro se dirigiera hacia la salida lo vio otra sirvienta que dijo a los
presentes
Sirvienta: Este estaba con Jesús de Nazareth
Narrador: Pedro negó por segunda vez jurando.
Pedro: No conozco a este hombre
Narrador: Poco después se le acercaron los que estaban allí y le dijeron
Gente: No puedes negar que eres uno de los galileos; se nota en tu modo de hablar.
Narrador: Entonces Pedro volvió a negarlo y al momento cantó el gallo. Y recordó
Pedro las palabras que Jesús le había dicho: “Antes del canto del gallo me negarás tres
veces” Y saliendo afuera lloró amargamente.
Canto: Pedro te negó tres veces
JESÚS ANTE PILATOS

Lector: -Jerusalén comenzaba a despertarse lentamente en la mañana de ese día viernes,


ignorando aun lo que había ocurrido en la casa del sumo sacerdote aquella madrugada
donde Jesús fue condenado injustamente.
Narrador: Para poder aplicarle la pena de muerte que querían para Jesús, lo llevaron
rápidamente ante el gobernador romano, Poncio Pilatos para que firme la sentencia.
Pilato salió hacia donde ellos estaban y les preguntó
Pilato: De qué acusan a este hombre?
Narrador: Los sumos sacerdotes respondieron
Autoridades: Si no fuera un criminal no te lo hubiéramos traído
Narrador: Pilato les dijo
Pilato: Llévenlo y júzguenlo según su ley
Narrador: Las autoridades dijeron
Autoridades Nosotros no estamos autorizados para condenar a muerte a nadie
Narrador: Pilato volvió a entrar a su palacio, Dijo a los soldados que le trajeran a Jesús
y le interrogó así:
Pilato: Eres tú el rey de los judíos?
Narrador: Jesús respondió
Jesús: así es como tú lo dices.
Narrador: Pero como los jefes de los judíos acusaban a Jesús de muchas cosas. Pilato
volvió a preguntarle
Pilato: ¿no contestas nada?. Mira de cuantas cosas te acusan
Narrador: Pero Jesús ya no contestó más, de manera que Pilato no sabía que pensar.
Pilato salió de nuevo con Jesús y dijo a los judíos
Pilato: Yo no encuentro delito alguno en este hombre. Pero como ustedes tienen
derecho a que les ponga en libertad un prisionero durante la fiesta de pascua, mandó a
traer a Barrabás, se los mostró y dijo: ¿Quieren que deje en libertad al rey de los judíos?
O a este hombre llamado Barrabás
Narrador: Pero ellos gritaban:
Judíos: ¡No a ese no! ¡Deja en libertad a Barrabás!
Narrador: Entonces, Pilato ordenó que azotaran a Jesús. Los soldados prepararon una
corona de espinas y se la pusieron en la cabeza. También colocaron sobre sus hombros
un manto rojo. Y se acercaban a él diciéndole
Soldados: Salve rey de los judíos,
Narrador: Pilato salió una vez más mostrándoles a Jesús que estaba ya muy maltratado
por los azotes y les dijo
Pilato: Miren, lo traigo de nuevo para que quede bien claro que yo no encuentro delito
alguno en este hombre.
Narrador: Los jefes de los sacerdotes y los guardias al verlo comenzaron a gritar.
Jefes: ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Narrador: Pilato les dijo
Pilato: Llévenselo ustedes y crucifíquenlo porque yo no encuentro delito alguno en él.
Narrador: Los judíos insistieron
Judíos: Nosotros tenemos una ley, y según ella, debe morir porque se ha presentado a sí
mismo como Hijo de Dios
Narrador: Al oír esto Pilato sintió aún más miedo. Entró de nuevo en el palacio y dijo
a Jesús.
Pilato: ¿de dónde eres?
Narrador: Pero Jesús no le contestó. Pilato le dijo.
Pilato. ¿Te niegas a contestarme? ¿Es que no sabes que yo tengo autoridad tanto para
dejarte en libertad como para ordenar que te crucifiquen?
Narrador: Jesús le respondió
Jesús: No tendrías autoridad alguna sobre mí si no te la hubiera dado de lo alto; por eso,
el que me entregó a ti tiene más culpa que tú
Narrador: Desde ese momento Pilato intentaba ponerlo en libertad pero los judíos le
gritaban.
Judíos: Si pones en libertad a este hombre no eres amigo del césar.
Narrador: El gobernador volvió a preguntarles
Pilato: ¿A quién de los dos quieren que les suelte?
Narrador: Respondieron ellos
Judíos: A Barrabás.
Narrador: Pilato preguntó de nuevo
Pilato: ¿Y qué hago entonces con Jesús, el llamado mesías?
Narrador: Respondieron todos
Pueblo: ¡Crucifícalo!
Narrador: Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que la gente se amotinaba cada
vez más, tomó agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo:
Pilato: No me hago responsable de esta muerte, allá ustedes. Todo el pueblo respondió
Pueblo: ¡Nosotros y nuestros hijos nos hacemos responsables de esta muerte!
Narrador: Entonces le soltó a Barrabás; y les entregó a Jesús para que lo crucifiquen.

Lector: la invitación claramente resonó en la boca de Jesús: “Quién quiera venir


conmigo, que cargue su cruz y me siga”.
Todos estamos invitados, estudiantes, docentes, padres, directivos a ser parte de la
Civilización del Amor, de nuestra decisión depende.

CAMINO AL CALVARIO

Estación 1: Jesús cae por primera vez

Lector: Jesús cae, el peso de la cruz es demasiado para él, pero se levanta. Se levanta y
sigue adelante, no se deja vencer fácilmente, ¡qué fuerza la de Jesús! Pero esa fuerza de
cumplir la voluntad de Dios para salvarnos. Acompañemos el suplicio de Jesús, en
completo silencio. Meditando esta escena del Via Crucis (se retoma la marcha. Los
soldados que acompañan a Jesús lo levantan a pinta de espadas)

Estación 2: Segunda caída

Lector: Jesús cae por segunda vez. Esta caída no debe tomarse como un fracaso, sino
como el paso del triunfo de la vida sobre la muerte, en acto de verdadero amor hacia el
prójimo, de entrega total a tal punto de entregar su propia vida por sus hermanos.

Estación 3: El encuentro con la Verónica


(Se aproxima una chica con un lienzo para limpiar el rostro de Jesús)

Lector: una de las mujeres quiere ayudar a Jesús, por más pequeña que sea, y se
encuentra con el rostro sufriente de Jesús. Se acerca y le limpia con ternura su rostro.
Ella es llamada hasta hoy: La verónica (Se retoma la marcha)
Hoy hay hombres que alegremente llevan su cruz por ellos y por tantos otros, oremos. Y
a cada intención respondemos “escúchanos Señor”

Estación 4: Las mujeres de Jerusalén

Lector: Seguían a Jesús muchos vecinos del pueblo y buen número de mujeres con sus
hijos, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.
Pero Jesús, dirigiéndose a ellas, les dijo.

Jesús: - Hijas de Jerusalén no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y sus hijos.
Porque llegará el día en que se dirá. Felices los hombres y las mujeres sin hijos, las que
no dieron a luz ni amamantaron; entonces se dirá ¡ojalá los cerros y las lomas caigan
sobre nosotros y nos oculten porque si hacen esto con el árbol verde ¡que harán con el
seco! (retoman la marcha)

Lector: Acompañemos también a la Madre de Jesús, que siempre estuvo junto a su hijo
sufriendo terriblemente de forma inexplicable. A ella que aún hoy sigue con el llanto
sostenido.

Estación 5: Tercera caída

(Cae y queda en el piso mientras se lee con la cara en el suelo y totalmente tendido)

Lector: Jesús cae por tercera vez. (Cae y queda en el piso) Sus fuerzas físicas no le
permiten seguir cargando con el pesado madero. Señor perdónanos por hacer con
nuestros pecados más pesada aún tu carga. (Se levanta y buscan a Simón de Cirene).

Lector: Cuando lo llevaban a crucificar; detuvieron a un tal Simón de Cirene, que


regresaba del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.
(Retomando la marcha, el Cireneo lleva la cruz y Jesús camina).
Jesús retoma la cruz y avanza lentamente.

CRUCIFIXIÓN Y MUERTE

Narrador: Cuando llegaron al lugar llamado la calavera, crucificaron allí a Jesús y


también a los malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Jesús decía
Jesús: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
Narrador: Pilato mandó escribir y poner en la cruz un letrero que decía “Jesús de
Nazareth, el rey de los judíos” . Uno de los soldados lo coloca en la cruz.
Narrador: El ladrón de la izquierda, gritaba a Jesús:
Ladrón: Si eres Dios, sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros.
Narrador: El ladrón bueno en cambio dijo
Ladrón: no blasfemes, que lo de nosotros si es justo pero él no ha hecho nada.
Narrador: Y dirigiéndose a Jesús dijo el ladrón bueno
Ladrón: señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino
Narrador: Jesús dijo al ladrón arrepentido:
Jesús: Desde hoy estarás conmigo en el paraíso
Narrador: Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, María Magdalena y el discípulo a
quien tanto amaba, Jesús dijo a su madre
Jesús: Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Narrador: Después, Jesús dijo al discípulo
Jesús: Ahí tienes a tu madre
Narrador: Al llegar el medio día, toda la región quedó a oscuras hasta las tres de la
tarde. A esa hora Jesús gritó con fuerte voz
Jesús: Dios Mío, Dios Mío ¿Por qué me has abandonado?
Narrador: Después, sabiendo que todo se había cumplido, dijo
Jesús: Tengo sed
Narrador: Había allí una jarra de vinagre. Los soldados colocaron en la punta de la
caña una esponja y se la empaparon con vinagre y se alcanzaron a la boca. Jesús probó
el vinagre y dijo
Jesús: todo está cumplido
Narrador: E inclinando la cabeza, entregó su espíritu

Q: Te adoramos, Jesús y te bendecimos


T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

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