Sie sind auf Seite 1von 2

ECUADOR: ¡CUANDO EL SILENCIO DE TU AMIGO

TE CONDENA…!

Las dos semanas de este abril 2018 y que han terminado, son las más funestas que ha soportado la nación.
Los muertos que lloramos, la crisis que enfrentamos, la violencia que vivimos, son hechos que se han visto
agudizados por las palabras, frases, dichos y afirmaciones del presidente de Ecuador, Lenín Moreno Garcés,
que deben ser asumidas como resultado del conflicto que entre todos sobrellevamos. Sin embargo, no pueden
pasar mucho tiempo sin que sean obligadamente explicadas por los co-responsables y que lo sean en el foro
adecuado, porque de lo contrario se acumula en la infamia del silencio y se convierte en una burda acusación,
que es sostenida una y otra vez por unos con la complicidad de otros, haciendo de esta una vida invivible para
la nación.

Es evidente que la crisis de frontera que hoy soporta Ecuador ha desnudado las fallas severas en comunicación que tiene
el gobierno de Moreno Garcés, sea porque es un fenómeno nuevo o al menos considerado lejano, que nunca lo asumimos;
o quizás, porque el régimen y la sociedad en su conjunto nos sentimos golpeados por la tragedia que ha tocado a las puertas.
Acostumbrados como somos los seres humanos cuando nos ocurre algo duro de aceptar, solemos buscar culpables y, claro
muchas veces las palabras suelen brotar irreverentes, lanzando acusaciones o afirmaciones muchas veces falsas y otras
injuriosas, como una forma de catarsis para zanjar el dolor y frustración y comunicar aquello ha sido la falla evidente.
Desde hace unos días atrás, a medida que avanzaban las horas de la crisis, la nación miró una y otra vez al palacio de
Carondelet, o a la figura del presidente Lenín Moreno, para clamar por su mensaje que explique lo que estamos viviendo.
El tiempo transcurrido entre el secuestro y el anuncio de la muerte de los 7 ecuatorianos por los ataques de frontera, fueron
de un silencio insondable. Más, una vez que le correspondió exponer condolido al mandatario el trágico desenlace,
comenzaron a surgir de su parte una serie de frases que buscaron dirigir las culpas al pasado. A su pasado y el de otros,
como queriendo encontrar en ellas justificación no justificable. Lo grave ha sido encontrar en dichas frases acusaciones e
insinuaciones carentes de verdad, y que golpean directamente a su entorno, sean por la gravedad de estas o la culpabilidad
de su entorno del equipo presidencial de ministros y secretarios.

Enfrentados a la realidad del secuestro de los 3 periodistas del diario El Comercio, el pasado 28 de marzo, en el marco
del Consejo de Seguridad que analizó la crisis, el presidente Moreno lanzó el aserto acusatorio: "El desmantelamiento de
nuestras Fuerzas Armadas y la Policía, la merma en la moral, en la ética, pero sobre todo la permisibilidad extrema ha
permitido que esto ocurra". Lo contundente de lo dicho se sumó a la versión en televisión surgida de mandos militares
que se negaban a usar los 10 mil fusiles donados por china, por falta de parque, clamando porque se compren nuevas
armas, lo que fue respondido por el mandatario con un anuncio solemne de dotar de nuevo armamento y equipo militar, que
frecuentemente es muy costoso, ya que se entra en una carrera armamentista de muerte. La acusación fue directa con el
gobierno de su mentor, Rafael Correa, y su política pública de manejo de fuerzas armadas ecuatorianas, que estaban cuasi
destruidas a criterio del mandatario ecuatoriano.
Pues bien, si esto lo denuncia el presidente Moreno sus razones o informaciones tendrá. Sin embargo, lo grave ha sido
que a continuación de lo expuesto se cuente con el irónico silencio de quienes tuvieron en sus manos el manejo de la defensa
nacional. Justamente María Fernanda Espinosa, actual canciller fue ministra de Defensa; Miguel Carvajal actual secretario
de la Política también Ministro de Defensa. No se entiende como ellos, que son acusados por el presidente de ser parte de
ese desmantelamiento de fuerzas armadas, se callen. Y digo, deben hablar para explicarnos ¿Cómo y por qué le hicieron
eso a Ecuador? El haber silenciado sus voces se convirtió en una aceptación tácita de la acusación presidencial. Y, si es
falso lo dicho, entonces, con mayor razón debieron haberse explicado: primero al mandatario, y luego a la nación, de la
equivocación del presidente. Sumen la gravedad del hecho que los inculpa ya que esta semi destrucción de fuerzas armadas
debió ser auditada y juzgada, así como sancionada penalmente, porque es un acto indebido contra la integridad de la nación.
Y, póngale al hecho político contradictorio que es el que el presidente Moreno los mantiene a su lado, como sus
colaboradores directos, pese a esa grave irresponsabilidad denunciada. ¿Cómo pudieron aceptar esta grave acusación sus
ministros co-responsables y no dirán nada con esto?

El pasado 11 de abril de 2018, en una cita ante embajadores acreditados en el Ecuador, el mandatario Lenin Moreno
expuso la crisis de la nación con una frase dura, durísima: “Teníamos paz, porque dejamos pasar la droga”. El duro
contenido de esta acusación – también dirigida contra el gobierno anterior de Rafael Correa- echo por los suelos la lucha
que han llevado adelante la policía ecuatoriana y una parte de sus militares, mas los organismos de seguridad, que muy por
el contrario a este desprestigio del presidente son reconocidas mundialmente como líder en captura de inmensas toneladas
de narcóticos, en una lucha con pérdida de vidas y riesgos durísimos que fue sostenida en forma institucional efectiva justo
en la década pasada. Y con la acusación surge de nuevo el silencio, silencio inexplicable del ministro del Interior César
Navas, quien fuera ministro Coordinador de Seguridad, o al actual Lady Zúñiga, Secretaria Técnica de Lucha contra las
Drogas (SETED) que se desempeñó como ministra de Justicia en los días pasados del régimen de Correa Delgado. Ellos
callan como aceptando complicidades, o si no, guardan silencio aceptando acciones deshonestas de permisividad acusada
con la frase presidencial. No, ninguno habla, nadie responde cuando lo justo es que alguien, alguno de ellos responda ¿Por
qué dejamos pasar tanta droga solo para tener paz? No se entiende tan bochornoso silencio sin que no se haya sancionado
a responsables de esto.

Fue un acto criticable mirar la entrevista con medios como la CNN o NTN24 el pasado 18 de abril, como el mandatario
cayó en una criticable contradicción víctima de sus propias palabras, al mostrar una foto del puente sobre el rio Mataje,
como la de una carretera en la zona fronteriza de San Lorenzo, todas como obras inexplicables que buscaron beneficiar al
narcotráfico "Nosotros construimos una carretera con un puente que no va a ninguna parte. Saque usted sus propias
conclusiones” Por demás esta señalar que el mandatario mostró un amplio desconocimiento de sus propias frases, palabras
y promesas ya que el pasado 18 de febrero, en el gabinete binacional con Colombia, su equipo gubernamental exaltó
justamente ese tema: la carretera, el puente, la presencia del estado en San Lorenzo y la obra cumplida hasta aquí por
Ecuador, recibiendo -una vez más- la promesa incumplida del presidente Santos que pronto se unirán los puentes con la vía
La Espriella-Mataje, lo que hasta ahora no se produce ni se producirá a corto plazo y que se suma a la actitud mitómana y
falsaria de Juan santos, que nuevamente calla e incumple. Por eso, el silencio del ministro de Obras Públicas Paúl Granda
sobre este tema es preocupante, sea porque en sus propios balances de gestión el destaque esas obras, como consta en sus
paginas webs. O, que se haya agravado el asunto al mal informar al presidente sobre el tema, al punto del ridículo hecho
por el mandatario ante la prensa internacional con esas afirmaciones. El silencio en ese caso es una inconsecuencia de su
ministro con su presidente.
Realmente preocupa que las contradicciones ganen a la realidad del discurso presidencial, tanto como para volverse
acusaciones en su contra. Uno siente vergüenza ajena al mirar como Fernando del Rincón buscó en la entrevista de CNN,
el pasado 18 de abril, presentar el video un supuesto informante de las FARC que acusaba a Rafael Correa de recibir dinero
de esa guerrilla para sus campañas electorales, y nunca haberle preguntado o anotar siquiera si ¿No fué Lenín Moreno
candidato en el 2006 o el 2009, parte de esa campaña electoral, presuntamente beneficiado por esos dineros? No. El
periodista calló en la relación y su silencio con el presidente lo enrostró a una falla de elemental rigor periodístico. Es más,
la decisión del mandatario ante el video del periodista para investigar sobre esta denuncia ha ganado el silencio de tantos
mas que en ocasiones anteriores clamaban al cielo por la negativa en el tema, callan, unos y otros callan y el propio
mandatario no admite que esa revisión lo implica por ser binomio de Rafael Correa, lo que no puede cambiar en toda su
historia. Debe pensar el propio mandatario que debe investigar el silencio de su colaborador cercano Gustavo Larrea,
insistentemente señalado por diversos dedos como el mas relacionado al tema. Callar es en este caso no es ético ni valido.

Aplicando un grado de empatía con el presidente Lenin Moreno Garcés, uno debe entender la grave situación que esta
atravesando el mandatario como el País. Él enfrenta una situación de alta presión, que anímicamente debe afectarle
seriamente y, por ello en esas palabras dichas uno debe entender que el presidente está buscando una especie de válvula de
escape con sus expresiones. Así trato al menos yo de entender lo dicho por Lenin Moreno en el acto de inauguración de la
Cumbre de Justicia Iberoamericana al revelar que tuvo una llamada – no se sabe si con el Guacho o su grupo- donde
defendió el concepto de revolucionario. La frase, censurada del discurso oficial por la SECOM que no quiso publicarla,
como otras tantas mas de las expresiones del presidente, y que fue eliminada del noticiero de la noche en la televisión
ecuatoriana, abrió un interrogante perverso: ¿Habló el presidente con los secuestradores y asesinos de los 3 periodistas? El
tema ha saltado las alarmas de los distintos sectores de opinión pública sobre el manejo de la crisis, con un sinfín de datos no
explicados. Por ello, en este caso que tiene tantas dudas debe convocar a la reflexión y el conocimiento nacional, para que
no siga siendo pasto de las especulaciones que alimentan el poder del terrorismo en una población desinformada.
El presidente debe explicar y, está en capacidad de pedir voluntariamente a la Asamblea Nacional su concurrencia
voluntaria para romper su silencio frente a estos datos sospechosos que le están envolviendo en una especie de sombra
de duda que crece cada día con el reclamo del “No hicieron nada” que está extendiéndose en la población nacional.
Hablar, decir la verdad, satisfacer el reclamo del país al presidente Lenin Moreno es urgente y necesario.
Todo esto se enmarca en una crisis de palabras, dichos y expresiones que se han lanzado con todo el odio posible, como
para hacer daño al otro, como acusando del pasado en el cual intervienen actores y actrices de la tragedia, y lo peor que
hacen es pasarse al lado de los espectadores. Deben hablar y defender la verdad, no callar y no permitir que le acusen al otro
injustamente convirtiendo a esa conducta en una villanía, porque de lo contrario la frase cruel les marca
señaladamente: “Cuando tu enemigo te culpa, el silencio de tu amigo te condena” (FHA)

Das könnte Ihnen auch gefallen