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pendiente?
Fernando Fantova (www.fantova.net)
Presentación
¿Qué supone gestionar los servicios sociales? ¿Qué peculiaridades de los servicios
sociales han de ser tomadas en cuenta para su gestión? ¿Cuáles son los conceptos y
herramientas de gestión que se están construyendo o proponiendo, hoy y aquí, en los
servicios sociales? ¿Por dónde van o pueden ir las mejores prácticas de gestión en el
sector? ¿Nos encontramos ante una asignatura pendiente? En este artículo voy a
intentar aportar alguna respuesta a estas preguntas, basándome en trabajos previos
(fundamentalmente Fantova, 2001 y 2005a), en una revisión de bibliografía reciente
(que se recoge al final del artículo) y en mi experiencia directa.
mejora de su gestión. Por ello hago, con ilusión, esta modesta aportación al
correspondiente debate.
Quien lea estas páginas puede estar más o menos de acuerdo con la caracterización
que, telegráficamente, he presentado. Sin embargo, espero que, al menos, concuerde
en que la caracterización que hagamos de los servicios sociales va a ser
enormemente relevante a la hora de hablar, posteriormente, de su gestión.
Retengamos, por tanto, estos rasgos definitorios primeros y pasemos, a continuación,
a proponer unas notas, sintéticas también, sobre nuestro concepto y modelo de
gestión.
entorno
actividades
(operativas, de
gestión…)
recursos efectos
infraestructura
estructura
superestructura
(conocimiento, clima
y cultura)
1. Planificación.
2. Interlocución.
3. Evaluación.
4. Gestión de recursos humanos.
5. Gestión económico-financiera.
6. Gestión de la información.
7. Gestión de recursos materiales.
8. Gestión de las relaciones.
9. Gestión de la estructuración.
10. Gestión del aprendizaje.
aprendizaje (en relación con conocimiento, clima y cultura). Vemos, también, que cada
proceso se rige por la misma dinámica cíclica: planificación-ejecución-evaluación.
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No es posible extenderse acá en una explicación mayor sobre lo que se quiere decir
con cada una de las expresiones precedentes pero sí quiero subrayar que, cuando
hablamos de gestión, estamos aspirando a construir un conocimiento que tenga una
cierta validez universal, con independencia del ámbito en el que se realice la gestión.
Diríamos que es fundamental mantener la tensión dialéctica entre el conocimiento
sobre gestión ubicado (en nuestro caso en los servicios sociales) y el conocimiento
general sobre gestión.
Entiendo que cada ámbito en el que se realiza gestión (la empresa textil, el
ayuntamiento, la organización no gubernamental de desarrollo…) puede ser un
gestionar los servicios sociales: ¿una asignatura pendiente? / 7
Actividades de gobierno
Actividades de gestión
Ahora bien, ningún sistema o red, ninguna organización o unidad puede funcionar si
sólo tienen lugar esas actividades características o idiosincrásicas (en el caso de los
servicios sociales, el acompañamiento social). Podríamos decir que esas actividades
constituyen la base fundamental de sus procesos operativos pero, necesariamente,
han de combinarse y articularse con otras. Entre ellas proponemos distinguir las
siguientes:
Hay que retener, por otro lado, que existe una gran variedad en lo relativo a las
metodologías utilizables en las operaciones a realizar en los servicios sociales. Por
gestionar los servicios sociales: ¿una asignatura pendiente? / 9
ejemplo, Demetrio Casado, cuando habla de los saberes prácticos en el ámbito del
bienestar social, propone ocho pares de términos en los que sintetiza las opciones que
cabe plantearse (Casado, 2005: 31-40):
Sea como fuere, con mimbres como los que se acaban de colocar sobre la mesa se
construiría, por tanto, el mapa de procesos de una unidad, organización, sistema o red
de servicios sociales. Y para su gestión resulta capital, a mi juicio, comprender,
diferenciar y articular adecuadamente esos diferentes tipos de procesos y actividades
y, sobre todo, retener la centralidad del acompañamiento social, pues es la actividad
que, según el planteamiento propuesto, dota de identidad a los servicios sociales.
Entornos familiares
comunitarios y
sociales
Destinatarias y
destinatarios
Prescriptoras y
Personal prescriptores
Clientes
Socias y Proveedoras y proveedores
socios
Por otra parte, se han de considerar otras características que tienen que ver, más
bien, con el modo de producción y de estructuración de los servicios sociales en
nuestro contexto y en este momento histórico. Nos referimos al pluralismo o la mixtura
que caracteriza, en todo caso, a nuestros servicios sociales, que supone diferentes
formas y tipos de interacción entre administraciones públicas, empresas con ánimo de
lucro, organizaciones voluntarias y comunidad. Sea cual sea el nivel de los servicios
sociales en el que nos situemos, nos vamos a encontrar en el seno de una compleja
red de agentes con expectativas y propuestas diversas que nos colocan a menudo en
situaciones paradójicas, fenómeno catalizado, ciertamente, por la insuficiencia y
ambigüedad con la que los servicios sociales están definidos y reconocidos
socialmente.
gestionar los servicios sociales: ¿una asignatura pendiente? / 11
Por otra parte, existe una amplia coincidencia entre las estudiosas y estudiosos de los
servicios sociales en nuestro contexto (español, europeo, occidental) a la hora de
subrayar el impacto que en ellos están teniendo los denominados nuevos riesgos
sociales (Taylor-Gooby, 2004), vinculados a fenómenos como la transformación de los
roles de las mujeres y de los modelos familiares, el envejecimiento de la población o la
reestructuración de los mercados laborales y de los sistemas de bienestar (por citar
tan sólo algunos). Estos y otros fenómenos pueden operar como amenazas y
oportunidades para los servicios sociales pero, en todo caso, los someten a fuertes
tensiones, especialmente notables en las fronteras entre los servicios sociales y otras
ramas, singularmente la sanitaria.
Las organizaciones dedicadas a los servicios sociales, por tanto, han de ser capaces
de desempeñar nuevos roles y utilizar diferentes códigos, sin perder, en todo caso, sus
señas de identidad. ¿Colaborar? ¿Construir políticas públicas? ¿Competir?
¿Fusionarse? ¿Diversificar? ¿Invertir? ¿Orientarse a las y los clientes?
¿Subcontratar? ¿Innovar? ¿Generar capital social?... Preguntas como éstas y muchas
otras están en la agenda de las organizaciones de servicios sociales y les reclaman,
muchas veces con urgencia, algún tipo de respuesta.
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a diagnóstico social gestión de la atención (care
gestión de caso management)
planificación centrada en la persona sistemas de acreditación
b gestión de proyectos EFQM
herramientas de calidad nueva gestión pública
rediseño de procesos cuadro de mando integral
Así, nos encontramos, en primer lugar, con propuestas y herramientas de gestión más
pegadas a las actividades operativas y desarrolladas, más bien, desde dentro del
sector. Como ejemplos citaríamos las propuestas del diagnóstico social (planteadas
fundamentalmente desde el campo del trabajo social), los modelos de gerencia o
gestión de caso (como fórmula de coordinación de todas las intervenciones que
afectan a la misma destinataria o destinatario) o la planificación centrada en la persona
(vinculada en gran medida al concepto de calidad de vida y poniendo el énfasis en la
consecución por parte de la persona de logros personales deseados por ella).
Hoy por hoy, en los servicios sociales, la gestión se hace en muchos casos sin
especial referencia a propuesta alguna ni dinámica de mejora perceptible. En otros
casos se adopta una referencia como si fuera la única existente. Es mucho el camino
que tenemos por delante si queremos constituirnos como una verdadera comunidad
gestionar los servicios sociales: ¿una asignatura pendiente? / 14
Yo diría que el primer y principal reto al que tiene que responder, hoy y aquí, la gestión
de servicios sociales es el reto del respeto a la dignidad y la promoción de la
autonomía y el ejercicio de los derechos de sus destinatarias y destinatarios. Y es que,
en muchas ocasiones, la introducción de la lógica y los instrumentos de la gestión en
los servicios sociales ha sido y es percibida, más bien, como una amenaza para esa
dignidad, esa autonomía y esos derechos de las personas destinatarias de los
servicios, en la medida en que se asocia la palabra gestión con una aproximación
economicista a los servicios sociales.
de sus resultados y de su impacto. Creo que muchas veces nuestro propio discurso, el
discurso de las personas que trabajamos en los servicios sociales nos desacredita
socialmente en la medida en que no somos capaces de mostrar y demostrar la utilidad
de los servicios, para qué sirven.
Para ello es fundamental una gestión que recuerde el carácter relacional e interactivo
de la intervención social y que, por tanto, relativice (sin desconocer) la importancia de
la estandarización de procesos y ponga el énfasis en las dinámicas participativas de
gestión del conocimiento en las que se combinen estrategias de aprendizaje desde la
práctica, de gestión de la información, de capacitación y de investigación, desarrollo e
innovación. Teniendo siempre en la mira el conocimiento para la relación de ayuda
(básicamente práctico y muchas veces tácito) que es más relevante en los servicios
sociales.
entorno. A la vez, creo que hemos identificado suficientes retos, tanto de los servicios
sociales como de su gestión, como para considerar que estamos ante una asignatura
a la que tenemos que dedicar bastante atención. Una asignatura necesaria,
apasionante, valiosa que no podemos dejar pendiente…
Bibliografía
Recogemos, tan sólo, bibliografía reciente que hemos revisado para la elaboración de
este artículo. Para más referencias remitimos, fundamentalmente, a nuestros textos
recientes y a la página web www.fantova.net.
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