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SÓCRATES

Sócrates había nacido el año 469 antes de Cristo; su padre era escultor; su madre cuidaba
de los enfermos con solicitud. La condición modesta de la familia no impidió al joven
ateniense frecuentar las escuelas por las cuales era famosa su ciudad natal.- Al llegar a
adulto, su inteligencia, su carácter, y la gran misión para la cual se sentía destinado, lo
llevaron a ser uno de los personajes más notables de su querida ciudad.

Sócrates interrogaba al que encontraba, al artesano, al político, al sacerdote y a todos les


demostraba que eran incapaces de definir el objeto de su saber. Sócrates se incluiría entre
los sofistas al limitar su búsqueda al único objeto que podemos conocer, el hombre. Para
él, el sustituto de la prueba metafísica es la experiencia y la analogía, el diálogo. En
realidad, es casi seguro que fuera el creador de la dialéctica.

La dialéctica destroza los discursos largos, procede a base de preguntas cortas, se dirige
al intelecto y su finalidad es convencer. Su ironía es burlona, porque la dialéctica se
prepara para demostrar al otro que, en realidad, ignora lo que alardea de saber. Para
Sócrates el concepto es innato y universal. El pensamiento de Sócrates no fue Dios ni el
Cosmos: es cualquiera, el artesano, el artista, el político. A cada uno le interesa lo útil,
pero no con carácter universal, sino por un beneficio inmediato. Su análisis de lo útil
desemboca en el concepto de bien.

Sócrates impartía sus enseñanzas en los gimnasios, en las plazas, a todo aquel que se le
acercaba, sin percibir ningún tipo de honorarios. Superó a la sofística, con su falsa
pretensión de saberlo todo. Era un interrogador implacable, él que precisamente
confesaba que nada sabía. Esta contradictoria superioridad molestaba al sentimiento
democrático, que al final le acusó de que introducía nuevos dioses y pervertía a la
juventud.

Fue condenado a muerte. Aunque lo consideró injusto, no quiso escapar cuando sus
alumnos le prepararon la huida y bebió la cicuta, demostrando una gran serenidad y
poniendo en práctica su teoría de que el primer deber del ciudadano es la obediencia de
la ley, aunque sea injusta. El porqué de esta condena ha sido motivo de discusiones
frecuentes, sin haberse llegado a una conclusión definitiva.
PLATÓN

VIDA:

LA JUSTICIA:

LA REPÍBLICA PLATÓNICA:

SOBERANÍA DE LAS LEYES:

LEY COMO INSTRUMENTO ÉTICO:


ARISTÓTELES

VIDA:

TEORÍA DE LA JUSTICIA:

LAS DIVERSAS CLASES DE JUSTICIA:

LA EQUIDAD:

LAS LEYES Y EL ESTADO:

EL VALOR DE LA LEY:

DERECHO Y NATURALEZA:
SAN AGUSTÍN

El trabajo de San Agustín (334-430) proporciona unos (le los mejores ejemplos de cómo
los teólogos cristianos utilizaron la cultura pagana para servir al cristianismo. Agustín
nació en el norte de África; su madre, Lina ardiente cristiana, lo crió.

A la larga, Agustín se convirtió en maestro de retórica en Milán en el año 384. Pero, dos
años más tarde, después de experimentar una profunda y conmovedora experiencia
religiosa, Agustín renunció a su cargo de maestro y regresó al norte de África, donde se
desempeño como obispo de Hipona desde el 396 hasta su muerte, acaecida en el -año 430.
Sus dos obras más famosas son las Confesiones y La Ciudad de Dios. Escritas en el año
397, las Confesiones constituyeron un autorretrato, pero no de las actividades mundanas
de Agustín, sino de “la historia de un corazón”, un relato de sus experiencias personales
escritas con el propósito cíe ayudar a otros en su búsqueda: Agustín describe la forma en
que batalló en sus primeros años de vida para encontrar a Dios, hasta que experimenté
una conversión milagrosa, cuando tenía treinta y dos años.

La ciudad de Dios, la otra obra máxima de Agustín, fue una profunda expresión de la
filosofía cristiana sobre el gobierno y la historia. Se escribió como respuesta a una línea
de argumentación que surgió poco después del saqueo de Roma, en el año 410. Algunos
filósofos paganos afirmaron que las dificultades de Roma se derivaban del
reconocimiento oficial del cristianismo por parte del estado romano, y a causa del
abandono de los antiguos y tradicionales dioses. Agustín argumenté que los problemas de
Roma comenzaron mucho antes de que el cristianismo surgiera en el imperio. En La
ciudad de Dios, Agustín teorizó sobre las relaciones ideales entre dos tipos de sociedades
que han existido a través del tiempo: la Ciudad de Dios y la Ciudad del mundo.

Para quienes amen a Dios, la principal lealtad debería ser para con la Ciudad de Dios,
cuya ubicación final está en el reino celestial. La sociedad terrenal siempre será insegura
y sujeta a cambios, debido a la naturaleza degradada del ser humano y su inclinación al
pecado.

Sin embargo, la Ciudad del mundo aún era necesaria, dado que era obligación de los
gobernantes frenar los instintos depravados de los humanos pecadores, así como mantener
la paz, la cual los cristianos necesitaban para vivir en el mundo. Por lo tanto, Agustín dio
por sentado que el gobierno y la autoridad secular eran necesarios para la búsqueda de la
verdadera vida cristiana sobre la Tierra; al plantear esto, proveyó una justificación para
la autoridad política secular, la cual desempeñaría un importante papel en el pensamiento
medieval.
Agustín fue también decisivo para establecer los puntos de vista de la iglesia cristiana
respecto al deseo sexual. Gran parte de los primeros cristianos concebía el celibato o la
absoluta abstinencia de toda actividad sexual como el camino más seguro a la santidad.
Agustín también pensaba quelos cristianos deberían repudiar el sexo; pero mantenía que
muchos cristianos eran incapaces de hacerlo. Para ellos, el matrimonio era una adecuada
alternativa, pero bajo el supuesto de que el sexo entre un hombre y una mujer, incluso
dentro del matrimonio, debía servir a un propósito: la procreaciòn de hijos. Se reservaba
a la clerecía la defensa del ideal supremo del celibato.

SANTO TOMÁS

Tomás de Aquino nació en el año 1225 en Roccasecca. Hijo de una noble familia estudió
en el monasterio de Montecasino y después en la Universidad de Nápoles. En el año 1243
entra en la orden dominica y toma los hábitos, entablando relación con Alberto Magno,
con quien estudiará en Colonia. En 1252 ejerce como maestro de teología en la
Universidad de París, y en otras ciudades europeas, como Roma, Bolonia y Nápoles.
Muere el 17 de marzo de 1274 en Fossanova, camino del segundo concilio de Lyon.
Podemos distinguir dos periodos en el pensamiento de Tomás de Aquino: el primero se
desarrolla entre los años 1245 y 1259 y está marcado por el predominio de las influencias
aristotélicas (Avicena y Alberto Magno) y las neoplatónicas (San Agustín y el pseudo
Dionisio).

Entre las obras más importantes de esta etapa destacan los Comentarios a las Sentencias
de Pedro Lombardo, el opúsculo titulado De ente et essentia y el libro primero de
la Summa contra gentiles. La función de esta obra era servir de apoyo a los predicadores
que tenían que discutir con judíos y musulmanes, valiéndose de argumentos racionales y
filosóficos sin tener que recurrir a los puramente teológicos.

El segundo periodo abarca aproximadamente los años 1259 a 1273, época de gran
inestabilidad debido a las controversias mantenidas entre los franciscanos (de orientación
agustiniana) y los dominicos (aristotélicos>. Tomás de Aquino desarrolla en esta fase una
síntesis de los problemas filosóficos más relevantes y ampliamente discutidos en este
momento: la relación entre la fe y la razón, la cuestión de la creación, etc.

Además de finalizar la Summa contra gentiles, pueden mencionarse entre las obras de
este momento; Quaestiones disputatae, De malo y De anima; opúsculos contra los
averroístas como De aeternitate mundi y De unitate intellectus. De este periodo data la
obra más importante de Tomás de Aquino: la Summa theologica, en la que logra una
armoniosa síntesis entre teología y filosofía.

Tomás de Aquino es principalmente un teólogo, y su filosofía está al servicio de la


religión, es decir, no cabe la posibilidad de que una verdad racional contradiga o refute
una verdad revelada. Filosofía y teología, representantes de dos ámbitos de conocimiento
heterogéneos e independientes entre sí <razón y fe>, no se contradicen mutuamente,
porque ambas tienen el mismo objeto material (lo real), pero no el mismo objeto formal:
la filosofía ha de partir de los datos empíricos, utilizando la mera luz de la razón para
conocer lo real. La teología estudia lo real apoyándose en las verdades de la Revelación,
accesibles únicamente a través de la fe. La filosofía opera de abajo hacia arriba; la
teología, de arriba abajo.

El cometido fundamental de la filosofía es el de ayudar a la teología utilizando a razón


como instrumento para demostrar rigurosamente algunas de las verdades reveladas: los
preámbulos de la fe, zona de confluencia entre los misterios que sobrepasan nuestro
conocimiento (artículos de la fe) y las verdades racionales comunes a todos los hombres.

HOBBES

El pensamiento político y visión del mundo de Thomas Hobbes (1588-1679) es


sorprendentemente original y sigue siendo notable en la política contemporánea. Su
principal inquietud es el problema del orden social y político: cómo los seres humanos
pueden vivir juntos en paz y evitar el peligro y temor de un conflicto civil. Plantea una
alternativa como dar nuestra obediencia a un soberano irresponsable (una persona o grupo
facultado para decidir cada tema social y político). De lo contrario, lo que nos espera es
un «estado de naturaleza» que se asemeja mucho a la guerra civil. Una situación de
inseguridad universal, donde todos tienen motivos para temer la muerte y donde la
recompensa de la cooperación humana es casi imposible.

Una controversia ha dominado las interpretaciones de Hobbes. ¿Ve a los seres


humanos como puramente egoístas? Varios pasajes apoyan tal lectura, llevando a algunos
a pensar que sus conclusiones políticas pueden ser evitadas si adoptamos un cuadro más
realista de la naturaleza humana. Sin embargo, la mayoría de los eruditos ahora aceptan
que el propio Hobbes tenía una visión mucho más compleja de la motivación humana.
Un tema importante a continuación será el por qué los problemas que plantea no pueden
evitarse simplemente tomando una visión menos «egoísta» de la naturaleza humana.

Hobbes es el padre fundador de la filosofía política moderna. Directa o


indirectamente, ha fijado los términos del debate sobre los fundamentos de la vida política
en nuestros tiempos. Pocos han querido su tesis, sobre los problemas que la vida política
significan bajo un soberano irresponsable como su única autoridad política. Sin embargo,
todavía vivimos en el mundo donde la autoridad humana es algo que requiere
justificación, y es aceptada automáticamente por pocos; un mundo donde la desigualdad
social y política también parece cuestionable; y un mundo donde la autoridad religiosa
enfrenta una disputa significativa. Podemos plantear la cuestión en términos de la
preocupación por la igualdad y los derechos que el pensamiento de Hobbes anunció:
vivimos en un mundo donde todos los seres humanos se supone que tienen derechos, es
decir, las reivindicaciones morales que protegen sus intereses básicos. Pero, ¿qué o quién
determina cuáles son esos derechos? ¿Y quién los hará cumplir? En otras palabras, ¿quién
ejercerá los poderes políticos más importantes, cuando la suposición básica es que todos
compartimos los mismos derechos?
Podemos ver la importancia de Hobbes si lo comparamos brevemente con los
pensadores políticos más famosos antes y después de él. Un siglo antes, Nicolás
Maquiavelo había hecho hincapié en las duras realidades del poder, así como en recordar
las antiguas experiencias romanas de libertad política. Maquiavelo aparece como el
primer pensador político moderno, porque como Hobbes, ya no estaba preparado para
hablar de política en términos establecidos por la fe religiosa (de hecho, era aún más
ofensivo que Hobbes para muchos creyentes ortodoxos) una disciplina secular divorciada
de la teología. Pero a diferencia de Hobbes, Maquiavelo no nos ofrece una filosofía
comprensiva: tenemos que reconstruir sus puntos de vista sobre la importancia y la
naturaleza de la libertad; sigue siendo incierto que, los principios Machiavelli se basa en
su aparente alabanza de la política de poder amoral.

Escribiendo algunos años después de Hobbes, John Locke había aceptado


definitivamente los términos del debate que Hobbes había establecido: ¿cómo pueden los
seres humanos vivir juntos, cuando las justificaciones religiosas o tradicionales de la
autoridad ya no son eficaces o convincentes? ¿Cómo se justifica la autoridad política y
hasta qué punto se extiende? En particular, ¿son nuestros gobernantes políticos
propiamente como ilimitados en sus poderes como Hobbes había sugerido? Y si no lo
son, ¿qué sistema de política asegurará que no sobrepasen la marca, no transgredan los
derechos de sus súbditos?

Por lo tanto, al evaluar la filosofía política de Hobbes, nuestras preguntas guías


pueden ser: ¿Qué escribió Hobbes tan importante? ¿Cómo fue capaz de establecer una
manera de pensar sobre la política y el poder que sigue siendo decisiva casi cuatro siglos
después

Sin lugar a dudas, Hobbes piensa que se puede esperar poca felicidad de nuestras vidas.
Lo mejor que podemos esperar es una vida pacífica bajo un soberano autoritario. Lo peor,
según cuenta Hobbes, es lo que él llama la «condición natural de la humanidad», un estado
de violencia, inseguridad y amenaza constante. En líneas generales, el argumento de
Hobbes es que la alternativa al gobierno es una situación que nadie podría razonablemente
desear y que cualquier intento de hacer que el gobierno rinda cuentas al pueblo debe
socavarlo, lo que amenaza la situación no gubernamental que todos debemos evitar.
Nuestra única opción razonable, por lo tanto, es una autoridad «soberana» que es
totalmente inexplicable para sus súbditos.

GROCIO
Hugo Grocio (1583-1645), fue un jurista holandés a quien se le atribuye la paternidad de
la sistematización de la ciencia del derecho internancional público, disciplina fundada
siglos antes por Francisco de Vitoria. Su mayor renombre se debe a su obra jurídica,
especialmente al tratado, escrito en latín, Del Derecho de la Guerra y de la Paz.

su producción más divulgada es aquella que trata de la teoría del derecho internacional,
él estudió también la teoría de la soberanía y del derecho natural, porque, como dice
Theimer “sin la existencia del derecho natural, le hubiera sido difícil dar vida a su derecho
internacional”.
Grocio expuso la teoría de un derecho natural puramente secular, basado en la doctrina
de los estóicos y libre de la autoridad eclesiástica. Consiguió así separar la ley natural de
sus bases teológica y cristiana, tal como se había comprendido en la Edad Media. Solo
así pudo situar al derecho al margen de los conflictos imperantes en materia de religión.
Grocio retornó a la base común y racional de todo el derecho, la que fue generalmente
reconocida por los humanistas cuando redescubrieron a los estóicos. Sobre esa visión de
conjunto fundó su tratamiento del derecho internacional, entendiéndolo y formulándolo
como aque al cual los soberanos deben sujetarse por la razón.

Para Grocio, el hombre no es un ser social a consecuencia de su propio egoísmo


individual, sino porque estaba dotado de instintos innatos de sociabilidad. La capacidad
de obrar con fines sociales y altruistas es algo dominado (imperado) por la biología,
constituyéndose por ello en fundamento biológico y a la vez explicación racional del
derecho natural

MAQUIAVELO

Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el 3 de marzo de 1469, en el seno de una


familia de la pequeña burguesía. De su niñez y juventud apenas tenemos más
información que recibió una educación humanista.

Maquiavelo sigue un método llamado empirismo o naturalismo político para definir su


pensamiento. De acuerdo con esta forma de análisis, no realiza una construcción
sistemática de un Estado ideal. Al contrario, analiza los hechos políticos, situaciones
determinadas, como parte de la “realidad natural” política, y trata de descubrir su
dinámica y sus reglas.

El recurso a la fuerza.

La fortuna es la causa de la inestabilidad y de la variación imprevisible de las situaciones


vitales del hombre. Maquiavelo vivió una época de extraordinaria inestabilidad política,
lo que le llevó a orientar su pensamiento al triunfo del gobernante en tan compleja
situación.

El pensador cree que la causa de esta inestabilidad es la violencia, ya que siempre se


recurre a ella para la solución de los conflictos políticos. Esta se reviste de distintas
formas, tanto individuales como colectivas: batallas, encarcelamientos, destierros,
secuestros, asesinatos… Por ello, Maquiavelo concibe la política como un asunto de
fuerza, como un combate continuo, que no es un fin, sino un medio para conquistar el
poder y defenderlo.
Partiendo de este supuesto de la violencia política, para Maquiavelo, el instrumento más
importante del poder es la fuerza de las armas, por lo que el ejército es la institución
central del Estado y la primera preocupación del gobernante. Para el pensador florentino,
ni las ideas ni el derecho sirven sin el apoyo del recurso a la fuerza.

l Príncipe es la obra más conocida de Maquiavelo. Se trata de una composición poco


organizada, lejos de la estructura típica de los tratados políticos. Fue escrito en 1513
con la intención de congraciarse con los Medici. Pertenece al género literario “espejo
de príncipes”, muy típico en el pensamiento político florentino de la época (podemos
encontrar obras de este género de autores como Coluccio Salutati, Girolamo
Savonarola, Marsilio Ficino, Giovanni Pontano, Bartolomeo Sacchi, Francesco
Patrizi o Diomede Carafa).

En El Príncipe, Maquiavelo estudia el gobierno personal, monárquico, concentrado y


absoluto, que, en su opinión, era la única forma política que podría servir para
conseguir la unidad de Italia. En cambio, en los Discursos, analiza la república, el
gobierno popular y democrático.

ROUSSEAU

Rousseau defiende que el hombre es bueno por naturaleza. O, para ser más exactos,
que no es ni bueno ni malo, ya que la moral es un producto social, no natural. Pero el
hombre se vuelve malo, se llena de vicios, con la creación de las sociedades
humanas, convirtiéndose, entonces, tal como decía Hobbes, en un lobo para el
hombre.
¿Qué hace a los seres humanos abandonar el estado de naturaleza y organizarse en
sociedades con la creación final de Estados, gobiernos y leyes? Rousseau explica el
proceso del siguiente modo:

 En un primer momento los hombres pudieron descubrir que su unión les


proporcionaba ciertas ventajas para defender mejor sus intereses. La costumbre de
vivir unidos hizo que se desarrollasen ciertos lazos afectivos y pasiones antes
desconocidos: el amor conyugal y paterno, la amistad, los celos, la comparación
entre unos y otros, las preferencias, el orgullo, etc.
 En un segundo momento apareció la propiedad privada, que trajo consigo el trabajo
forzado, la rivalidad y los intereses opuestos, la inseguridad, etc., y se convirtió en
origen de una desigualdad creciente.
 Fue entonces cuando los hombres instituyeron gobiernos y leyes, dando origen a la
sociedad política o Estado. Pero los Estados así instituidos solo sirvieron para
consolidar la situación de desigualdad e injusticia a la que se había llegado, al mismo
tiempo que las leyes se convertían en nuevas cadenas que impedían la libertad
humana.
Por eso Rousseau propone reformar las sociedades actuales con el objeto de crear un
modo de organización política que permita mantener las ventajas de vivir en sociedad,
pero que sea acorde con la naturaleza humana (esto es, que permita conservar la
libertad e igualdad de las que gozaba el hombre natural). Para llevar a cabo esta reforma
es necesario encontrar un modo de organización en la que el individuo se someta a la
ley sin perder su libertad anterior. Este problema se resuelve con el contrato social.

El contrato social consistirá, para Rousseau, en un acuerdo mediante el cual cada


contratante se somete enteramente a la voluntad general, a condición de que cada uno
de los demás asociados haga lo mismo.

JOHN LOCKE

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