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1- EL ESQUEMA CIRCULATORIO: LOS FLUJOS REALES

El diagrama representa mediante rectángulos, ubicados en los extremos derecho e


izquierdo, a los dos agentes económicos fundamentales: Familias (consumidores) y
Empresas (productores). Las flechas más oscuras indican los desplazamientos de
mercancías y servicios que ocurren entre estos agentes, dichas corrientes se denominan
flujos reales1, y la dirección de las flechas indica su sentido.

El flujo inferior, que va de las familias a las empresas, comprende los servicios productivos o
factores de producción que las primeras suministran a las segundas y que son
indispensables para la producción. El flujo superior que va de las empresas a las familias
está constituido por las mercancías y servicios de consumo que las primeras entregan a las
segundas para que satisfagan sus necesidades de consumo. Este flujo real puede ser
sintetizado del siguiente modo: las empresas emplean a los factores de producción que
ofrecen las familias, y a cambio de sus servicios les pagan en especie, en forma de bienes
de consumo.

Este esquema o modelo que sólo incluye los flujos reales presenta demasiadas
simplificaciones, supone una economía cerrada (sin intercambios con el exterior) y sin sector
público, supone además que toda la producción de las empresas se dirige hacia las familias.
Aquí las familias representan aquél extremo que tiene como función consumir dicha
producción. La realidad es más complicada, ya que una parte de la producción son bienes
de capital cuyos usuarios son las mismas empresas. El flujo real está pues constituido por la
oferta de servicios productivos, que va al mercado de factores, y por la oferta de bienes
(mercancías y servicios), que va a los mercados de bienes de consumo y de capital.

2- EL ESQUEMA CIRCULATORIO EN UNA ECONOMÍA MONETARIA

Si bien es posible imaginar el funcionamiento de una economía como si estuviera


compuesta sólo por flujos reales, a través del trueque o intercambio de bienes por bienes,
sabemos que la vida económica moderna ha evolucionado hasta un punto que exige el
empleo generalizado del dinero.

La división del trabajo y la especialización de las actividades presuponen necesariamente el


intercambio, este intercambio estaría muy limitado si se realizase en base al trueque, ya que
este requiere la doble coincidencia de necesidades entre quienes lo practican: el mecanismo
del trueque supone que toda persona que desee cambiar un bien X que ha producido en
exceso por otro bien Y que le hace falta, ha de encontrar a alguien que por coincidencia
tenga interés en adquirir X y a su vez posea Y en exceso.

A medida que la economía se desarrolla, y la división del trabajo aumenta, los intercambios
ya no pueden seguir siendo bilaterales; se vuelven multilaterales y exigen la intervención de
un medio que facilite los intercambios, que evite la doble coincidencia de necesidades y
sirva de intermediario: el dinero.

Dicho brevemente, el dinero facilita los intercambios porque cumple tres funciones
principales: 1) es un instrumento que sirve para medir el valor de los diferentes bienes; 2) es
un medio de pago aceptado por toda la comunidad; 3) puede desempeñar el papel de
reserva de valor (como nuestras compras no se realizan rápida y simultáneamente a medida
que se van percibiendo los ingresos, estos son ahorrados o conservados como saldos con
miras a una utilización posterior.)

Pasar de un modelo de economía no monetaria a un modelo de economía que utiliza dinero


provoca al menos tres consecuencias: a) los flujos reales constituidos por mercancías y
1 El concepto flujo se opone al de stock: el stock representa lo que existe en un momento dado, mientras que
flujo representa lo que circula durante cierto espacio de tiempo.
servicios se valoran en moneda; b) además de los flujos reales tenemos también los flujos
nominales; c) la posibilidad de que algunos agentes gasten por debajo de sus ingresos
(ahorrando) y otros gasten por encima de sus ingresos (endeudándose).

El flujo nominal está constituido por los ingresos monetarios (salarios, rentas, intereses y
beneficios) que reciben las familias a cambio de los servicios productivos que prestan a las
empresas. Esta suma es posteriormente gastada por los hogares en la compra de bienes de
consumo y por las empresas en la compra de bienes de capital.

Los flujos reales, que aparecen bajo la forma de las flechas más oscuras, figuran en la parte
más externa del diagrama, y los flujos monetarios están indicados por las flechas más claras
e interiores. Ahora podemos destacar cuatro flujos que constituyen el esquema circulatorio
simple:

- Flujos reales: a) El flujo que representa los servicios productivos vendidos por las familias a
las empresas (factores de producción). b) El flujo que corresponde al valor total de los
bienes finales producidos denominado Producto (Producto Bruto Interno o PBI acf)2,
constituido por la oferta de bienes de consumo y de capital.
- Flujos nominales o monetarios: a) Ingreso (Y), es el flujo constituido por el valor total de los
ingresos percibidos por los propietarios de factores en retribución al aporte de sus servicios
productivos; b) El valor total de los gastos de los hogares y empresas en la adquisición de
bienes de consumo y de capital (Inversión), este flujo es Gasto final o Demanda final (D).
Aquéllos gastan el Ingreso (Y) para comprar el Producto Bruto Interno (PBI).

Como se sabe los grandes agregados económicos que figuran en este circuito simplificado
(PBI, Y, D), que representa a una economía cerrada y sin sector público, no son
dimensiones económicas cuyos montos difieran los unos de los otros. En realidad,
representan el mismo flujo circular observado desde tres puntos de vista diferentes: del
producto, del ingreso y del gasto. Podemos decir entonces que:
PBI = Y = D

Dicho de otro modo y siguiendo la dirección del flujo monetario, se trata de un mismo flujo
circular tomado en diferentes etapas de la circulación. Cuando sale del polo constituido por
las empresas, el flujo se llama Ingreso; al dirigirse hacia arriba el flujo nominal se trasforma
en Gasto; finalmente, cuando el flujo Gasto penetra en el polo de las empresas, representa
exactamente contrapartida monetaria del Producto (PBI).

Al analizar el esquema circulatorio descubrimos que hay una total interdependencia entre
estos cuatro flujos. Observamos además que para que el modelo esté equilibrado y que el
circuito cierre con exactitud, debe existir una vía a través de la cual se canalice el ahorro de
las familias hacia la inversión.

3- OPERACIONES DE AHORRO E INVERSIÓN

Si en este esquema circulatorio simplificado ignorásemos los mercados financieros, el


mercado de dinero y el mercado de capitales, nuestro modelo tendría una falencia
importantísima. El mercado de capitales es esencial para el crecimiento económico ya que
conduce a la formación de bienes de capital (maquinarias, equipos, edificios, etc.). Ahora
bien, la creación de estos bienes exige, en toda economía, dos tipos de decisiones: las de
ahorro y las de inversión.

A) Las decisiones de ahorro En el esquema precedente si suponemos que la totalidad de los


ingresos (salarios rentas, etc.) se destinan al consumo, y si llamamos Y al Ingreso y C al
consumo total, el circuito permitiría la siguiente igualdad: Y = C. Sin embargo, la realidad

2 PBI acf es el Producto Bruto Interno a costo de factores, es igual al valor de la remuneración pagada a los
factores, no incluye impuestos indirectos netos de subsidios, porque en este esquema no se incluye al sector
público ni al sector externo.
2
económica nos muestra que una parte de los ingresos no es destinada al consumo presente
sino que se ahorra para hacer frente a un mayor consumo futuro. Por esto el ahorro puede
definirse como una abstención al consumo presente. Si tomamos en cuenta el fenómeno del
ahorro (S), la identidad anterior queda modificada del siguiente modo:
Y=C+S

B) Las decisiones de inversión Si suponemos que dentro de nuestro esquema tanto la


producción como el gasto sólo consisten en bienes de consumo, y si llamamos D al gasto
final y C al consumo, el circuito inicial nos lleva a la igualdad: D = C. Al ubicarnos en el punto
de vista del “producto”, no en el del “gasto”, la identidad se convierte en: PBI = C. En otras
palabras, el PBI estaría destinado únicamente al consumo. Pero en los hechos el gasto final
tiene dos aplicaciones:
- a) Por una parte está constituido por las compras que tienen como destino la satisfacción
de las necesidades corrientes de las familias, es lo que se llama consumo (C);
- b) Por otra parte, está constituido por las compras destinadas a la formación de bienes de
capital, tales compras son las decisiones de inversión hechas por las empresas. La inversión
(I) puede ser definida como la compra de bienes de capital.
La demanda global se convierte entonces en: D = C + I. Considerando que el Ingreso puede
tener dos destinos (consumo y ahorro), tenemos que:
Y=D
C+S = C+I
S=I

Es decir, para que el esquema circulatorio cierre y todo lo que se produce en el país sea
comprado, el ahorro debe ser igual a la inversión. Quienes permiten que se concrete esta
igualdad son las instituciones del sistema financiero.

4- EL SISTEMA FINANCIERO Y EL CRECIMIENTO

En el diagrama observamos que el mercado de bienes tiene dos grandes componentes: el


mercado de bienes de consumo (donde van a comprar las familias) y el mercado de bienes
de capital (donde las empresas van a invertir, es decir adquirir bienes destinados a producir
otros bienes o a su almacenamiento.)

La adquisición de los bienes de capital (bienes destinados a nuevas producciones) exige


analizar el proceso de su financiación, en el que son indispensables los intermediarios
financieros. Surgen así los mercados financieros, que tienen dos componentes:

1) Mercado de capitales, también conocidos como mercado de valores, funcionan


habitualmente en las instituciones denominadas bolsas de comercio. Allí confluyen los
ahorros a largo plazo de las familias y donde las empresas pueden obtener financiación
mediante la venta de acciones (valores que representan una parte proporcional de la
propiedad de la empresa, y su posesión da derecho a participar en el reparto de beneficios).

Otros préstamos a largo plazo son las obligaciones, que proveen una rentabilidad fija, y
permiten financiar a grandes empresas privadas y al sector público (bonos y letras del
tesoro). Otros inversores institucionales, en nuestro país, son los fondos comunes de
inversión, los fondos de pensión y las compañías de seguros.

2) Mercado de dinero, incluye el conjunto de intermediarios financieros (principalmente


bancos) que reciben dinero de las familias bajo la forma de depósitos a diferentes plazos
(pagándoles cierta tasa de interés) y prestan ese ahorro a las empresas (a tasas de interés
superiores). Estos intermediarios pueden crear dinero (depósitos), es decir pueden modificar
el volumen de uno de los principales flujos financieros y de manera indirecta el de todos los
demás. Esta posibilidad si bien es útil también puede ser peligrosa, por lo que debe ser
controlada de manera eficaz. Quien se encarga de lograr este objetivo es el Banco Central a
través de la política monetaria.

3
En el diagrama observamos que cuando se considera la posibilidad de que las familias no
gasten todo sus ingresos en consumo, y dediquen una parte de los mismos para satisfacer
necesidades futuras (para tener mayores ingresos, atender gastos imprevistos, etc.), es
posible que parte de este monto se atesore (se lo guarde en casa) y ya no esté disponible
para financiar la compra de máquinas, equipos, etc. Esto último significa que parte del
ingreso no vuelve al circuito bajo la forma de gasto, es decir el gasto final será insuficiente
para adquirir todo lo producido, la oferta será superior a la demanda y la economía en su
conjunto se deprimirá, reduciendo la producción y el empleo.3

Como vemos no es suficiente abstenerse de consumir, el ahorro debe ingresar al sistema


financiero, para ser canalizado hacia la inversión, bien suscribiendo acciones u
obligaciones, bien depositándolo en los bancos.

También puede ocurrir que las familias inviertan directamente los ingresos provenientes de
sus recursos productivos (es muy común en las pequeñas y medianas empresas). También
constituyen inversiones directas en empresas aquellas que proceden de los beneficios no
distribuidos de las sociedades, que en vez de distribuirle como dividendos se destinan a la
reposición o ampliación del capital existente.

A estas alturas ya podemos comprender la importancia del sistema financiero y las


funciones que debe cumplir el Banco Central como autoridad rectora del mismo. Hemos
mencionado que Banco Central tiene el importante rol de dirigir la política monetaria, ya que
no sólo monopoliza la emisión de billetes y monedas sino que debe encargarse de la
estabilidad monetaria, controlando la cantidad de dinero que pueden crear lo bancos o su
precio (tasa de interés), para que las transacciones se realicen de manera fluida, pero en su
justa medida ya que un exceso de dinero podría provocar inflación y redistribuir el ingreso en
perjuicio de los más pobres.

Vemos que el Banco Central debe tomar medidas para asegurar que el sistema financiero
fomente el ahorro, sin el cual no habría crédito, ni inversiones ni crecimiento económico.
Para esto el sistema financiero debe funcionar eficietemente, con bajos costos de
intermediación, para no desalentar ni el ahorro ni la inversión. Por último debe asegurarse
que el ahorro, siendo un bien escaso, se distribuya de manera que garantice financiación
suficiente a sectores susceptibles de crear más riqueza, más empleos, o que gocen de
alguna prioridad social.

Si el Banco Central cumple con estos objetivos, la elevación de las tasas de ahorro e
inversión permitirán una rápida acumulación de capital, que elevarán la productividad y los
niveles de ingreso, lo que a su vez permitirá elevar aún más los niveles de ahorro e
inversión.

5- EL SISTEMA FINANCIERO Y EL SECTOR PÚBLICO

Ahora incluiremos en nuestro modelo a otro agente económico de gran importancia: el


Estado. Este se ocupa de suministrar bienes públicos, de ejercer un papel rector en la
actividad económica y de redistribuir el ingreso, claro está que con mayor o menor
intensidad dentro de cada país. En el diagrama vemos cómo su desenvolvimiento modifica
el flujo nominal. Las familias al recibir sus ingresos ya no sólo los utilizan para consumir
bienes y servicios, para ahorrar a través de los mercados financieros sino que ahora tienen
pagar impuestos. Las empresas utilizan sus ingresos (obtenidos por la venta de bienes y

3En el diagrama estos flujos financieros figuran en la parte central, y para no complicar su interpretación sólo se
han representado las corrientes monetarias, que procediendo del ahorro se dirigen a la inversión, eliminando sus
contrapartidas físicas (acciones, certificados de depósitos, etc.)

4
servicios) para pagar los factores de la producción4. El gobierno que recibe ingresos
derivados de los impuestos los utiliza para pagar el gasto público (consumo e inversión
pública) y, si gasta más de lo que recibe, obtiene préstamos en los mercados financieros
para cubrir su déficit. Nótese que cuanto mayor sea el déficit fiscal menos ahorro privado
quedará para financiar la inversión privada. Por otro lado, si el gobierno aumenta los
impuestos reducirá el ingreso disponible de los particulares y probablemente reduzca tanto
el consumo como el ahorro privado.

En este esquema hay varias simplificaciones, entre ellas no figuran las transferencias a
particulares (asistencia social, pago a jubilados y pensionados, subsidios, etc.) que son lo
opuesto a los impuestos y tienen el efecto de aumentan el ingreso disponible. Por esta
razón, si el gasto público es igual a los impuestos menos las transferencias, entonces el
Estado tiene un presupuesto equilibrado; de lo contrario incurrirá en déficit y se verá
obligado a endeudarse vendiendo títulos públicos (bonos y letras del tesoro) en el mercado
financiero. También puede pedir adelantos transitorios al Banco Central (y así no presionar
con su demanda de crédito al mercado financiero) o endeudarse en el exterior (se omitieron
estos flujos para no complicar la exposición).

6- EL SISTEMA FINANCIERO Y EL SECTOR EXTERNO

Las relaciones con el exterior, particularmente las transacciones económicas que se


registran en el Balance de Pagos alteran los flujos hasta ahora considerados. Una parte de
los bienes y servicios generados dentro del país se venden a mercados del exterior bajo la
forma de exportaciones. Del exterior proviene, pues, una demanda adicional que
complementa y refuerza la demanda interior5. A la vez cuando nuestro país necesita algunos
bienes (mercancías y servicios) producidos en el extranjero, parte de los ingresos generados
dentro del país se desvían hacia el exterior para constituir la demanda de productos
extranjeros (de consumo o de capital); estas son las importaciones.6

4 Para simplificar suponemos que todos los impuestos son pagados en última instancia por las familias por eso
en el esquema no figuran los impuestos que pagan las empresas.
5 La Demanda Global en una economía abierta está formada por el consumo (C), la inversión (I) y las

exportaciones de bienes y servicios (X): D = C + I + X.


6 La Oferta global queda así conformada por el Producto Bruto Interno PBI más las importaciones de bienes y

servicios (M): PBI +M. De este modo PBI = C + I + (X-M), donde X-M es el saldo en la Cuenta Corriente del
Balance de pagos. Si X-M > 0 significa que el país está financiando al exterior; si X-M < 0 hay un déficit en la
5
A estos flujos reales de entradas y salidas de bienes y servicios, se contraponen sus
respectivos pagos o flujos nominales. Estos flujos monetarios son:
- a) Salidas de divisas (moneda extranjera) para pagar: las importaciones de bienes y
servicios, los intereses y beneficios adeudados, el envío de transferencias corrientes. (A
esta demanda de divisas llamaremos Z1)
- b) Entradas de divisas que proceden del cobro de las exportaciones de bienes y servicios,
intereses y beneficios ganados, y el ingreso de transferencias corrientes. (A esta oferta de
divisas llamaremos Z2)

A la par de estas corrientes monetarias en divisas, aparecen otras entradas y salidas de


divisas procedentes de transacciones de capital financiero. Pueden ser:
- a) ingresos de capitales a corto y largo plazo, con destino a su inversión en empresas
nacionales (inversiones directas o de riesgo) o para aprovechar diferencias en las tasas de
interés nacionales (préstamos al gobierno o a particulares), a esta oferta de divisas
llamaremos Q2).
- b) En sentido contrario, la salida de capitales nacionales para ser invertidos en el exterior
constituye una demanda de divisas, que llamaremos Q1.

En forma sintética la demanda de divisas es la suma de Z1+ Q1 y la oferta de divisas e la


suma de Z2 + Q2 7., ambos flujos monetarios conforman el mercado de divisas, que se
concentra en el mercado financiero, fundamentalmente en los bancos. En este mercado se
forma el tipo de cambio (precio en moneda nacional de cada moneda extranjera). Dentro de
este mercado, el Banco Central cumple un importante papel ya que puede influir en el tipo de
cambio comprando y vendiendo divisas. Pero como sus compras las realiza emitiendo
moneda nacional altera la cantidad de dinero en circulación y como consecuencia a los
restantes flujos del sistema. Del mismo modo, cuando el Banco Central vende sus reservas
de divisas, por ejemplo para cubrir un déficit en la cuenta corriente (Z1 + Z2) que no pudo
ser cubierto con la entrada de capitales del exterior en la Cuenta Capital y Financiera (Q1 +
Q2), reduce la circulación de dinero, pudiendo contraer la demanda de bienes, la producción
y el empleo.

Cuenta Corriente, esto significa que el país está recurriendo a ahorros del exterior para financiar su exceso de
gastos, se está endeudando con el exterior.
7 Siendo el saldo de la Cuenta Corriente del balance de pagos Z1 + Z2 y el saldo de la Cuenta Capital y
Financiera Q1 + Q2, entonces el resultado del Balance de Pagos será la Variación de Reservas Internacionales:
(BP). = (Z1 + Z2) + Q1 + Q2. Como se ve la oferta y demanda de divisas deben estar en equilibrio, de lo
contrario cualquier diferencia entre ellas da lugar a una presión obre el tipo de cambio.

6
LOS MERCADOS CAMBIARIOS Y EL TIPO DE CAMBIO
Es normal que en las operaciones económicas realizadas dentro de las fronteras de un país
la gente utilice, para efectuar sus pagos y cobros, la moneda que posee curso legal en el
mismo. Pero, cuando las transacciones son efectuadas por personas que no conviven en un
mismo país la cosa se complica ya que, en este caso, para poder determinar los precios a
los cuales se realizarán los intercambios hay que convenir, previamente, la relación
cuantitativa existente entre las respectivas monedas nacionales y dicho objetivo se cumple
en los denominados mercados de divisas o mercados cambiarios.
Precisamente, es en dichos ámbitos donde es posible comprar y vender las monedas de
diferentes países y en ellos se determina el tipo o tasa de cambio8, es decir el precio en
moneda nacional de una unidad de moneda extranjera9, el cual tiene una singular
importancia para cualquier economía ya que su nivel influye tanto sobre el volumen de la
actividad productiva interna como en la cuantía que puede llegar a alcanzar, por ejemplo, el
comercio internacional.

En los mercados cambiarios la demanda de divisas está generada por las personas que
necesitan la moneda extranjera para el financiamiento de diversos objetivos como pueden
ser los casos de la importación de mercancías y servicios reales, los gastos realizados por
los residentes nacionales en sus viajes turísticos al exterior, los pagos por servicios de
factores productivos del resto del mundo, los préstamos a residentes extranjeros y,
finalmente, para las inversiones directas que se efectúan fuera de las fronteras.

Por su parte, la oferta de divisas está constituida, especialmente, por las ventas de
moneda extranjera que realizan los exportadores de mercancías y servicios reales, los
ingresos resultantes de los gastos de los turistas extranjeros, los cobros por servicios de
factores productivos prestados al resto del mundo y por la incorporación de capitales desde
el exterior ya sea en concepto de préstamos o de inversiones directas.

8En todo el artículo serán utilizados como sinónimos las expresiones “tasa de cambio” y “tipo de cambio”.
9La metodología para establecer la tasa de cambio varía entre los diferentes países, por ejemplo en la Argentina
expresan la cantidad de moneda nacional que se debe entregar a cambio de una unidad de moneda extranjera
mientras que en otros lugares del mundo se considera la cantidad de moneda extranjera que puede comprarse
con una unidad de la moneda nacional.
7
Por último, es de fundamental importancia considerar que, tanto por el lado de la demanda
como de la oferta, hay que incluir a los especuladores, que pretenden obtener ganancias
mediante la mera compra y venta de divisas, y a las autoridades monetarias del país que
intervienen en función del cumplimiento de los objetivos de la política económica.

Los sistemas utilizados para determinar el tipo de cambio

En todos los países se establecen un conjunto de reglas que rigen el funcionamiento de los
mercados cambiarios y determinan el papel que deben desempeñar las autoridades
monetarias nacionales y la mayor o menor libertad con la que los particulares pueden
participar de las transacciones que se efectúan en los mismos.

Desde el punto de vista teórico, los sistemas que pueden ser utilizados para la
determinación del tipo de cambio son tres, los de tipo de cambio fijo, los de tipo de
cambio flexible y el control de cambios. En los dos primeros no se aplican limitaciones a
las transacciones con divisas mientras que, en el tercero la participación se encuentra
restringida al cumplimiento del conjunto de las reglamentaciones establecidas por el estado.

En realidad los tres sistemas representan situaciones extremas por lo que, en la práctica es
posible observar una gran variedad de posiciones intermedias como son los casos del tipo
de cambio ajustable, el tipo de cambio que se devalúa en forma gradual, las bandas de
flotación, la flotación controlada, etc.

Durante la vigencia de un sistema de tasas de cambio fijas, las mismas se mantienen


constantes y eso ocurre ya que las autoridades monetarias deben estar dispuestas a
comprar y vender divisas libremente a un precio predeterminado en la moneda
nacional.

En la última parte del Siglo XIX y hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, este
sistema adoptó la forma del denominado patrón oro internacional y, durante la vigencia del
mismo cada país procedió a ligar su moneda nacional al metal precioso comprometiéndose
a mantener la convertibilidad de la misma ya que las autoridades monetarias se obligaban
a comprar o vender el oro sin limitaciones a un precio fijo en términos de la moneda
doméstica y también a permitir su importación y exportación sin imponer ningún tipo de
restricción.

Si se decide aplicar el denominado sistema de tasas de cambio flexibles, el tipo de


cambio es determinado por la interacción de la oferta y de la demanda.

La principal ventaja que presenta un sistema de estas características es que la tasa de


cambio vigente siempre es la que permite el equilibrio en el mercado de divisas y, por tanto,
las autoridades monetarias no necesitan planear sus políticas económicas con el objetivo de
equilibrar sus intercambios internacionales ya que esto se logra de manera automática.

Por último, el sistema de control de cambios ha sido utilizado durante períodos


prolongados por muchos países de bajo y mediano nivel de desarrollo en las décadas que
siguieron a la finalización de la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo al mismo, el
equilibrio en el mercado cambiario se logra obligándose a coincidir a la oferta y la
demanda de divisas en el precio fijado por la autoridad monetaria, el cual debe
alcanzar un nivel teóricamente compatible con los objetivos de la política económica
general, e impidiéndose, por otro lado, la libertad en las transacciones con divisas
que pretenden realizar los particulares.

La característica básica del sistema de control de cambios consiste en que están prohibidas
las transacciones con divisas entre particulares, ya que existe un organismo oficial que está
encargado de la administración del mercado cambiario al cual deben recurrir tanto las
personas que ingresan, por cualquier motivo, divisas al país para entregárselas a cambio de
una suma equivalente de la moneda nacional, como las que las necesitan para realizar

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transacciones económicas internacionales para adquirirlas, por lo que siempre es necesario
contar con un conjunto de criterios destinados a la asignación de las normalmente escasas
divisas disponibles, es decir, debe reglamentarse la manera en que se deben liquidar las
sumas ingresadas y las condiciones que tienen que cumplirse para obtener las divisas que
se precisan.

Las variaciones de los tipos de cambio

Es común que sean utilizados como sinónimos los términos depreciación y devaluación por
un lado, y apreciación y revaluación por el otro, para mostrar la evolución del valor
internacional de una determinada moneda. Sin embargo, en cada caso nos referimos a
distintas situaciones aunque, en realidad, no se presenten significativas diferencias en las
consecuencias económicas de las mismas.

Cuando los cambios en el precio internacional de la moneda se producen dentro de un


sistema de tasas de cambio flexibles, se denominan depreciación o apreciación. Una
moneda se deprecia cuando, por efecto de los cambios producidos en la oferta o la
demanda de divisas se abarata en relación con las monedas extranjeras de manera que hay
que entregar más unidades de la moneda nacional por la misma cantidad de divisas y, se
aprecia en la situación contraria, es decir cuando disminuye la tasa de cambio con respecto
a las monedas de otros países.

Por otro lado, tiene lugar una devaluación cuando en un país que adopta el régimen de
tasas de cambio fijas o en el que existe control de cambios por una decisión de las
autoridades monetarias se produce un incremento en el precio oficial de las monedas
extranjeras, en este caso, los extranjeros tienen que pagar menos por la moneda devaluada
mientras que los residentes del país que devalúa pagan más para obtener la misma
cantidad de monedas extranjeras. La situación opuesta a una devaluación de la moneda de
un país se denomina revaluación, es decir cuando disminuye el precio de las monedas
extranjeras en términos de la moneda nacional.

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