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México, ¿qué necesitas de nosotros?

Por: Miguel A. Casillas


Consultor Ejecutivo & Coach Organizacional

“Si estás pasando por un infierno, sigue avanzando”


Winston Churchill

Indudablemente el año 2018 representa para México un importante momento consistente al


tema electoral (Presidente de la República, Diputados, Senadores, etc.), ya que el próximo 1º
de julio, los mexicanos tenemos la posibilidad de asistir a las urnas para expresar nuestro
voto, por aquella propuesta política, económica, social, educativa y contra la delincuencia,
que más nos haya convencido.

También deseo destacar, que los tiempos por los que atraviesa México, son de mucha
incertidumbre, incluso me atrevería a decir que, de caos, en lo particular refiriéndome a
aquellas entidades con índices de extrema violencia.

Es por lo anterior, que el objetivo del presente artículo es mencionar dos importantes
conceptos –en desuso nacional, si alguna vez existieron- y que nos permitiría salir
lentamente, pero de manera segura de la coyuntura en la que nos encontramos sumergidos en
diversos temas de la agenda nacional y que por desgracia han sido y son cartas de
presentación con carácter negativo en el ámbito internacional.

Me refiero básicamente a la Educación y a la Disciplina1. Y empiezo a referirme al segundo,


dado que considero de manera muy particular que la Disciplina es la base estructural de lo
que suelo llamar ‘Tiempo de Vida’, ya que representa la vía y camino para el logro de metas
y objetivos. No puedo imaginar que, por ejemplo, uno de los muchos ganadores Olímpicos o
algún cantante con trayectoria de gran éxito o un equipo de soccer ganador de la Copa del
Mundo, o una copa Europea o la llamada Copa América, SIN disciplina; simple y
sencillamente no lo puedo imaginar, y es más me resultaría prácticamente imposible que
cualquiera de los ejemplos citados se logre sin este importante concepto.

                                                            
1
La palabra disciplina etimológicamente proviene del latín “discipulus” y significa imponer un orden necesario
para poder llevar a cabo un aprendizaje. Del mismo origen es discípulo que es quien se somete a la disciplina
para logar capacitarse.
De ahí que si México, sus ciudadanos, sus estudiantes, sus empresarios, etc., deseamos tener
el país que queremos en cada uno de los rubros que involucra nuestra vida diaria, tenemos
que trabajar intensamente en manifestar una DISCIPLINA2 bien estructurada en todo aquello
que realizamos día a día.

En los últimos cinco años he venido impartiendo una Conferencia llamada “Virtudes &
Valores de Emprendedores y Empresarios” y he de mencionar que uno de los principales
Valores en los que coincidimos los participantes y un servidor es el de la Disciplina,
precisamente.

En la vida empresarial u organizacional, es una realidad que se utiliza de manera discriminada


la disciplina, pensando que sólo se trata en hacer lo encomendado por un jefe o un directivo,
incluso se asimila al respeto que debe existir en las diferentes líneas jerárquicas dentro de
toda empresa; lo anterior es un gran error pensar de esa manera con respecto a la disciplina,
ya que va mucho más allá de lo simple y vago con lo que se llega asimilar.

Es de ahí que la Disciplina debe ser vista y ligada a la Responsabilidad Personal y en donde
no tiene relación alguna con temas de obediencia y/o desobediencia, de hecho, debe verse
como elemento de Desarrollo y Crecimiento Humano, ya que tiene relación con una
interioridad humana equilibrada, con su Ser que lo conducirá a su progreso, implicará acción
rigurosa, pues toda intención que no se exprese por actos y acciones, será una intención
infructuosa y vana; es la acción la que nos conduce a la intención –meta, propósito y objetivo-
y establece la voluntad.

Entonces, ¿por qué la mayoría de nosotros (como empresarios, emprendedores, políticos,


estudiantes, ciudadanos, etc.) no logramos alcanzar nuestros objetivos? ¿por qué a pesar de
todo lo que sabemos y a pesar de nuestras experiencias colectivas vagamos sin rumbo y nos
conformamos con una vida de sólo existencia social, política educativa, etc., en lugar de una
vida de sustancia? Mi respuesta, la falta de Disciplina Constante.

“De nada le sirve al hombre lamentarse por los tiempos en que vive. Lo único bueno
que puede hacer es intentar mejorarlos.”
Thomas Carlyle - Historiador, crítico social y ensayista británico.

Consecuente, la Educación3 viene hacer la segunda pieza fundamental para mitigar y/o evitar
muchos de los problemas coyunturales que presenta nuestro país, y más aún en la propia con-
vivencia y vida social.

                                                            
2
Qué significa disciplina; de una forma amplia y genérica: la coordinación y orden de unas actitudes con las
cuales se instruye para desarrollar unas habilidades con el fin de conseguir un determinado tipo de conducta.
 
3
La Educación entendida, desde la impartida en el aula, cómo la impartida en el hogar; sin olvidar, lo que se
denomina como Educación Cívica.
Desde luego, quiero decir que la ‘realidad es neutra’. La valoración de la misma depende
directamente de cada uno de nosotros. Que al valorar dicha realidad con nuestros propios
colores y matices nos convertimos en juzgadores, y esto nos lleva al tipo de observador que
cada cual es.

Expreso lo anterior, ya que dependiendo del observador que seamos, según nuestros juicios
emitidos y vinculados con aquellos asuntos que, en mi creencia, son problemáticas nacionales
y sobre las cuales debemos tomar consciencia y en consecuencia acción, y de ello dependerá
el tipo de educación que nos exijamos, en cualquier nivel y en cualquier circunstancia. Si
tomamos en cuenta, que de la calidad de Educación que recibamos desde las aulas y en el
hogar dependerá la forma sistemática de convivir y exigir en contraparte como ciudadanos a
las instituciones correspondientes.

Ahora bien, esa Educación procurada para uno mismo y para los nuestros –insisto en
cualquiera de sus niveles y dimensiones- debe seguirse mediante una Disciplina Constante.

Y me estoy refiriendo primordialmente, a la reestructura del sistema educativo desde los


niveles de básicos hasta los niveles de superiores y postgrado, donde el alumno y/o
participante sea el objetivo principal y no la materia en sí, es decir, en el que se desarrolle y
expanda su creatividad, su pensamiento crítico y analítico, su talento –en cualquiera de sus
dimensiones y habilidades personales-, su inteligencia emocional, la forma de resolver
conflictos, la comunicación asertiva, entre otros importantes temas que hoy nuestros jóvenes,
nuestros empleados, nuestros empresarios y por supuesto nuestros políticos, requerimos de
manera urgente y, con eficacia y eficiencia.

También me refiero a un magisterio reconocido y capacitado constantemente, por


especialistas de diversas áreas, dado que ellos no son todólogos y se requiere la conjunción
de esfuerzos de muchos profesionales. Sobra decir, que debiera ser uno de los trabajos –el de
maestros y profesorados en cualquiera de sus niveles-, excelentemente mejor pagados, dados
que en ellos se deposita la instrucción y catedra de temas que en algún momento serán las
respuestas a nuestras diversas problemáticas como país y sociedad, sin olvidar que son pieza
fundamental en la formación y forjamiento de personas que serán los responsables del futuro
de la nación.

Lo que pretendo decir, es que, como humanos racionales y ciudadanos de un país con muchos
temas pendientes por resolver, la Educación representará la base de crecimiento y
convivencia social, política y económica, ya que dicha educación debe ser impartida a todos
los niveles sociales, misma que permitirá el cambio en el Observador que juzga una realidad
externa a él.
Esta Educación también debe ser vista, como aquella que se instruye uno mismo, la que de
manera voluntaria se decide a ampliar su libertad intelectual, misma que conlleva a cuestionar
los aspectos y decisiones que desde su realidad son opuestos y detrimento de su realidad
objetiva.

Es cierto también, que afortunadamente hoy y a diferencia del pasado, las diversas
tecnologías digitales permiten estar en constante estudio y actualización, lo cual no será más
que la Disciplina de cada uno y su deseo por aportar y mejorar a los múltiples retos que
tenemos como sociedad, soluciones, alternativas y mecanismos creativos y, de resultado
mediado, incluso en algunos casos inmediato.

Todo lo anterior, apoya incluso a tener conversaciones asertivas, comunicaciones más


productivas incluso a la gestión de acuerdos y peticiones en los niveles educativos, sociales
y empresariales.

Finalmente, debemos de romper el paradigma que por mucho tiempo ha imperado nuestra
vida como país y también como sociedad: “Prohibido Pensar, Obligado a Creer”.

Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar… La educación es fundamental


para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el
engrandecimiento de los pueblos. – Benito Juárez

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