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Localización
Especialización y género
En efecto, los hombres al no participar junto a sus mujeres se dedican más bien a
las labores agrícolas fundamentalmente. Es importante señalar que la alfarería,
antes de la introducción de objetos de aluminio, se distribuía a nivel de toda la
región, y así eran frecuentes los viajes de las ceramistas a diversos pueblos donde
los vendían o intercambiaban con productos alimenticios. Modernamente, algunas
organizaciones no gubernamentales desarrollan sus actividades en el pueblo y han
instruido otras técnicas para la elaboración de los objetos con la finalidad de
hacerlos más comerciales orientados al turismo. Pese a ello, todavía se observa en
el mercado de la ciudad de Chachapoyas y en el mismo pueblo de Huancas la venta
y el uso de las vasijas tradicionales (Ugas, 200; Chirinos y otros, 2005).
La importancia de la producción alfarera de los Huancas de Chachapoyas
fue señalada por algunos autores, entre los cuales destaca la del arqueólogo
francés Henri Reichlen, quien hacia el año 1950 exploró la cuenca superior del valle
del Utucubamba y dejó importantes informaciones sobre la historia regional. Con
respecto a los Huancas expresó: “Todas las ollas utilizadas en el Utcubamba
provienen del pueblo de Wankas, instalado en un lugar precolombino, a varios
kilómetros de la ciudad de Chachapoyas. Esta industria constituye casi la única
ocupación de los habitantes del pueblo que aparecen como los más auténticos
descendientes de los antiguos “Chachapuya”. Es interesante notar que las ollas de
Wankas no tienen decoraciones de pintura ni las formas de la cerámica prehispánica
de la región de Luya, sino que fabrican vasijas utilitarias, adornadas bastante
groseramente de incisiones y piezas modeladas a mano y añadidas. Todo esto
queda en la tradición de la antigua cerámica de los pueblos semifortificados de la
cordillera de Puma-Urko y de la primera época de Kuélap” (Reichlen, 1950: 222).
Dato interesante pues Reichlen estudió por primera vez la alfarería procedente de
excavaciones que hizo en el sitio arqueológico de Kuélap y varios sitios de
Amazonas.
Hasta hace unos quince años, todas las mujeres de Huancas se dedicaban a la
confección de vajilla doméstica pero actualmente solo se dedican un 40%. Este
fenómeno se debe a que ya no existe mucha demanda de los objetos de barro en
la región, lo que ocasiona un disminuido interés por parte de las mujeres jóvenes en
destinar su tiempo a dicha artesanía.
El año 2002 a través del Fondo Italo Peruano, la ONG Promartur fundó un centro
artesanal para la elaboración de objetos de cerámica decorativos. Dieron a ese
centro el nombre de “Cusana” en alusión a los hornos que cada una de las
comuneras instala en sus patios un espacio para la quema de los objetos cerámicos.
La presencia de esta ONG ha influido para que actualmente no solo fabriquen vajilla
sino también muchos objetos de adorno para satisfacer la demanda turística