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Tipos de Consejería Cristiana

Como ya hemos visto, no existe una fórmula para dar consejería, existen diferentes tipos y
diversas técnicas que se pueden utilizar según la persona y la situación, a continuación veremos
algunos de los tipos de consejería más comunes.

Consejería de apoyo
Los líderes de la iglesia con frecuencia tienen la oportunidad de brindar apoyo y estímulo, tanto en
tiempos de crisis como de necesidad. En muchas comunidades los más dados a ofrecer ayuda y
consuelo a los que están experimentando la muerte de un ser querido, enfermedades graves,
problemas financieros o de otro tipo son los vecinos, amigos o miembros de la familia, otro lugar
muy importante para brindar este apoyo es la iglesia.

En la consejería de apoyo, la meta no es estimular a los aconsejados a desarrollar una


dependencia infantil e inmadura del consejero. Al contrario, el consejero debe dar al aconsejado
ayuda y guía temporales mientras logra encontrar la forma de manejar las situaciones de la vida
con más eficacia.

Para poder lograr esto, el aconsejado debe ser animado a hablar acerca de sus sentimientos y
frustraciones. El consejero debe estimular a evitar las respuestas poco saludables como: negar el
problema, tratar de evadir el problema a través de fantasías, el alcohol, el uso de drogas u otras
adicciones. Tampoco es saludable negarse a recibir ayuda, negar la existencia de pensamientos
“negativos” como ira, ansiedad, o culpa, o negándose a considerar alternativas realistas para la
situación presente, o alejarse de familiares y amigos.

Lo saludable es que el aconsejado reciba la ayuda que le enseñe a afrontar el problema de una
forma más real e intente entender, expresar y discutir sus propios resentimientos, culpas o
sentimientos. También es provechoso que acepte su responsabilidad en manejar el problema, que
explore distintas formas de enfrentar la situación, reconocer y aceptar el hecho de que algunas
cosas no se pueden cambiar (como la muerte) (Mt. 11:28-30, 1 Tes. 5:11, Heb. 3:13 y 10:25).

Consejería usando la confrontación


Muy frecuentemente Jesús confrontó con sus pecados a las personas que llegaban a él. Confrontó
al joven rico con su énfasis exagerado en las riquezas (Lc. 18:22), a la mujer samaritana con su
inmoralidad (Jn. 4:17-18), a los discípulos con su escasa fe (Mt. 8:26 y 14:31) y a los líderes
religiosos con su pecado (Mt. 12:34; 15:7-8; 23:23-33).

Es importante reconocer que el consejero cristiano, como ser humano imperfecto, no pretende
juzgar a otros (Mt. 7:1-2), condenar o criticar. Con su espíritu de amor y amabilidad debe animar a
las personas a afrontar sus pecados, fallas o acciones egoístas. Esconder la propia inmoralidad o
acciones poco inteligentes solamente creará sentimientos de culpa, frustración y ansiedad. Por lo
tanto, el consejero debe ayudar al aconsejado a afrontar sus pecados, a confesarlos a Dios y en
algunas ocasiones también a otros, así como hacer algo para cambiar su conducta y actitudes.

Es muy importante comprender que la confrontación no está limitada a la discusión de la conducta


pecaminosa. Esta también ayuda al aconsejado a ganar nuevas perspectivas acerca de su actuar,
lo obliga a escuchar cosas que probablemente no desea y hacer cosas a las que probablemente
se ha estado resistiendo. Frecuentemente, el confrontar requiere de coraje porque el aconsejado
puede responder con enojo o resistencia. Sin embargo, cuando se da en pequeñas dosis, con
sincero interés y dejando lugar para que el aconsejado responda, puede ser una de las partes del
proceso de consejería más significativas y gratificantes.

Consejería educativa
La mayor parte de las conductas humanas son aprendidas: hablar, pensar, vestirnos y
comportarnos en situaciones sociales aceptables en nuestra cultura. Cuando los problemas vienen
a nuestra vida, nos volvemos al pasado en busca de una solución o evadimos estos usando
alguna técnica aprendida que nos ayude a escapar. Cualquier conducta, aunque no sea usual
pero que ha tenido éxito en el pasado para reducir la ansiedad, puede seguirse utilizando en el
futuro.

Si la mayoría de las conductas han sido aprendidas, parecerá razonable concluir que la consejería
debiera consistir principalmente en la educación, en la cual la conducta ineficaz se lleva al punto
de la extinción y el aconsejado aprende formas de actuar nuevas y apropiadas. Este enfoque
asume que el consejero realmente es un maestro y que la consejería cristiana es una forma
especializada de educación cristiana.

Consejería espiritual
En cierto sentido, toda la consejería cristiana es consejería espiritual. Algunas veces el consejero
tiene la oportunidad de llevar a otros a Cristo o de animar a las personas a comprometer sus vidas
bajo Su señorío. Sin embargo, debe reconocerse que lo que aparenta ser un asunto religioso
puede ser frecuentemente una máscara que esconde un profundo problema psicológico –
espiritual. En contraste, también es cierto que algunas personas desarrollan problemas personales
que esconden sus necesidades espirituales y conflictos.

Consejería de grupo
Los consejeros cristianos pueden utilizar esta valiosa herramienta con mucho éxito. Al reunirse
con varios aconsejados a la vez, el líder de un grupo puede proveer un lugar donde una cantidad
de personas pueden trabajar juntas para compartir sus sentimientos de una forma honesta.
También pueden descubrir nuevas situaciones acerca de ellos mismos, animarse y consolarse los
unos a los otros, confrontarse en amor y ayudarse mutuamente con sus problemas.
Aquí la tarea del consejero es la de estimular la discusión y, en determinados momentos, la de
resumir lo que está surgiendo en el grupo. También puede ofrecer estímulo y dirección a la
discusión. Otra manera será la de mantener a los participantes dentro del tema que se discute.

Consejería preventiva
El único propósito de la consejería no es el de consolar a la persona que sufre o el de ayudar al
oprimido a salir de sus problemas. En algunas ocasiones la meta de la consejería es anticiparse a
los problemas antes que estos aparezcan, o manejar los que están empezando a desarrollarse
antes de que se vuelvan más grandes (ej. Consejería prematrimonial).

Una de las mejores formas de hacer consejería preventiva es por medio de charlas acerca de
áreas problemáticas, ya que las personas prefieren escuchar cuando las sugerencias son
presentadas en forma general.

¿Con cuál de los tipos de consejería se siente identificada(o)?

¿Ha practicado los diferentes tipos?

TECNICAS DE LA CONSEJERÍA CRISTIANA


Existe un sin número de técnicas de consejería, sin embargo, la Biblia nos brinda los
métodos básicos y eficaces. La Palabra es nuestra guía, es como una lámpara que alumbra
nuestro camino y nos muestra cómo llegar al final (Sal. 119:105). Collins señala el ejemplo de Job
en el Antiguo Testamento y el ejemplo de Jesús en el Nuevo Testamento:1

1
Ibid., 39-42
1. El ejemplo de Job. En medio de sus grandes dificultades, tres consejeros intentaron ayudar
a Job, pero no tuvieron éxito. Entonces apareció un hombre llamado Eliú (Job 32). Eliú
había estado evitando hablar porque era más joven que los otros pero finalmente lo hizo,
aconsejó a Job:
a. Eliú escuchó (Job 32:11). Debemos escuchar cuidadosamente lo que se nos está
diciendo e intentar de ocultar si lo que nos dice nos impresiona. Un movimiento de
cabeza ocasional, una sonrisa o hacer preguntas generales (como: “luego, ¿qué
pasó?”, o “¿cómo se sintió acerca de eso?”) pueden ayudar al aconsejado a
continuar hablando acerca del problema.
b. Eliú entendió (Job 32:12). Trate de ver los problemas desde el punto de vista de su
aconsejado para poder entender, lo cual es una parte muy importante.
c. Eliú dio seguridad (Job 33:6-7). Es importante darle seguridad al aconsejado
haciéndole sentir que es amado y aceptado aun cuando tenga problemas o hubiere
pecado.
d. Eliú confrontó (Job 33:12). La responsabilidad del consejero no es la de juzgar,
condenar o culpar, sino que debe señalar cosas que el aconsejado probablemente
no ha visto o no ha querido ver.
e. Eliú enseñó (Job 33:33). En algunas ocasiones podemos hablar y dar información,
en otras podemos hacer sugerencias acerca de cosas que los aconsejados pueden
cambiar y, con frecuencia, les enseñamos con al ejemplo.
f. Eliú dirigió su atención a Dios (Job 34). Empezando en el capítulo 34 Eliú mostró a
Job cómo es Dios y le invitó a obedecerle. Es importante hacer notar que esto
sucedió al final del proceso de consejería, después de que Eliú escuchó y
estableció una relación amistosa con Job.
2. El ejemplo de Jesús. En Lucas 24 se nos narra la historia de Jesús hablando con los dos
hombres que iban en el camino a Emaús. Esto sucedió el primer domingo de resurrección,
Jesús había resucitado pero estos dos hombres estaban confundidos acerca delos eventos
de esa mañana. Mientras caminaban, Jesús se les acercó y les dio consejería en medio de
su angustia.
a. Jesús caminó al lado de los dos hombres (Lucas 24:15). La consejería puede darse
en cualquier lugar: en una oficina, en el hogar, en un cuarto de hospital, en una
iglesia, un restaurante, o aún en la calle como el ejemplo de Jesús.
b. Jesús hizo preguntas (Lucas 24:17-19). Debemos hacer preguntas cuidadosas, las
cuales no deben ser demasiadas. Existen dos tipos de preguntas: 1. Preguntas
cerradas: sirven para obtener información específica y, 2. Preguntas abiertas: sirven
para estimular al aconsejado a hablar y al consejero escuchar.

c. Jesús escuchó. La Biblia no afirma esto de una forma específica, pero está
implícito, ya que Jesús habló poco durante la larga caminata.
d. Jesús aceptó a los aconsejados. Es también una característica implícita. Jesús no
condenó a los hombres a pesar de que por sus mentes se cruzaron algunas ideas
erróneas.
e. Jesús confrontó (Lucas 24:25-26). Al igual que Eliú confrontó a Job, el Señor Jesús
les hizo notar a los dos hombres que habían hecho conclusiones falsas.
f. Jesús enseñó (Lucas 24:27).
g. Jesús se arriesgó a involucrarse (Lucas 28:29). Después de la larga caminata a
Emaús, los dos hombres invitaron a Jesús a quedarse con ellos y Él aceptó.
h. Jesús los estimuló a ser independientes (Lucas 24:31). Los dos hombres ya no
necesitaron depender del consejero, sino que fueron capaces de movilizar sus
recursos, basados en lo que habían aprendido.

MODELO DE CÓMO ACONSEJAR


Existe un sin número de técnicas de consejería, sin embargo, la Biblia nos brinda los
métodos básicos y eficaces para desarrollarlo, basados en el modelo mismo de nuestro Señor
Jesucristo. Un ejemplo claro lo vemos en Lucas 24:13-31.

MODELO

1. Establecer el vínculo empático.

Las personas que vienen en búsqueda de asesoramiento pastoral tienen que sentir el
interés del consejero hacia ellos. Este interés se demuestra con actitudes de simpatía,
aceptación y comprensión hacia el que acude en búsqueda de ayuda.

2 Preguntar sobre los motivos que le han traído para hablar con el consejero.

El propósito de esta sección es descubrir las necesidades desde la perspectiva del


aconsejado. El consejero trabajará con aquellas necesidades que el aconsejado le permita
intervenir.

3 Escuchar atentamente.

El propósito de escuchar es entender los factores presentes que están reduciendo la


humanidad desde la perspectiva del aconsejado.

4 Clarificar dudas sobre lo compartido.

La clarificación es el proceso donde el consejero procura que las personas asuman


responsabilidad de su propio proceso de restauración. Además la clarificación nos ayuda a
dirigir la atención del aconsejado hacia las cosas que son importantes, en contraste a
aquellas cosa que no son importante. El propósito es hacer la transición hacia la visión
bíblico -teológica.

5 Uso de las Sagradas Escrituras y los recursos de la tradición cristiana como


referencial para tratar el problema.

Dada que las Escrituras contienen Palabra inspirada de Dios, el propósito es utilizarla
como referencial para tratar conflictos, problemas, cargas las cuales afectan la vida de
aconsejado. Es importante hacer uso de los recursos de la oración, y la adoración como
poder generador de cambios en el aconsejado. Existe diferencia entre usar las Escrituras y
el poder que Dios da y asumir una postura autoritaria.
6 Establecimiento de resoluciones a corto y largo plazo.

Establecimiento de resoluciones a corto y largo plazo. Es necesario establecer un plan de


acción y un proceso práctico para resolver la situación que le afecta al aconsejado.

7 Dar seguimiento a las resoluciones.

Dar seguimiento a las resoluciones. Evaluación periódica del plan de acción y como se está
cumpliendo.

8 Cierre terapéutico.

Terminar la relación de consejería alentando al aconsejado a proseguir su proceso de


cambio aplicándolo aprendido. Si la situación amerita más de tres (3) sesiones es preferible
referir al aconsejado a otro profesional.

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