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EL VALOR DE LA ÉTICA EN LA EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE

Jorge Hernández Chávez.


Profesor del CIIDET.
Resumen.
El sistema educativo pregona trabajar por una mejor sociedad y ésta busca
perfeccionarse a través de la escuela.
Escuela, hombre y sociedad se complementan y corresponden;
Lo que le ocurra a uno repercute en los demás.
En los criterios que se adoptan para evaluar el aprendizaje descansa la posibilidad
de construir una relación más gentil entre los hombres que genera la escuela y los
que requiere la sociedad para su óptimo desarrollo.
Este trabajo refiere mis experiencias como instructor del curso de evaluación del
aprendizaje en el medio de la educación superior tecnológica, en el marco de la
propuesta para humanizar la educación que presentara en este mismo foro en
1998. Los sistemas educativos y sus órganos de decisión se mantienen pendiente
del diseño curricular, las formas y los calendarios, pero poco observan de cerca la
aventura del aula en donde efectivamente se perfilan los destinos de la sociedad
mediante una calificación al alumno que, sin que lo hayan discernido del todo, se
extiende al profesor y habla de la salud del sistema escolar.
Más allá de teorías, corrientes o técnicas particulares de evaluación, interesa
analizar cómo vive el alumno la evaluación del aprendizaje desde el punto de vista
ético. Porque una vez cubiertos los mecanismos didácticos o los formalismos
institucionales, queda el recurso –o el arma, según se aproveche- de la actitud.
En el valor de la ética, entendido y aplicado en su estricto sentido, cabe conceder
que el alumno se desarrolle a plenitud, o propiciar una lucha de fuerzas en donde
éste casi siempre pierde.
Para respaldar este discurso, se aprovechó el análisis escrito de mis alumnos y se
aplicó una encuesta elemental sobre evaluación del aprendizaje a cien alumnos
del Instituto Tecnológico de Querétaro. La postura teórica implícita se sustenta en
la consulta de fuentes de autores reconocidos y en mi firme convicción de que, por
ahora, la evaluación del aprendizaje inhibe los alcances de la educación formal y
es preciso deliberar para hallar la manera de reorientar sus intenciones.
I. INTRODUCCIÓN
a) Antecedentes.
Después de ejercer la docencia por espacio de once años consecutivos y de hacer
una pausa de cinco años para dedicarme a otras cosas, me vi impartiendo el curso
de evaluación del aprendizaje ante profesores de institutos tecnológicos. Todo
hubiera transcurrido como siempre a no ser por dos hallazgos que me
sorprendieron, no sé si debido a mi ausencia de las aulas o porque no había
meditado antes sobre la importancia de este momento del proceso educativo. El
caso es que. mi material de trabajo explicaba cómo hacer exámenes y cómo
comprobar estadísticamente la confiabilidad de los reactivos, mientras que los
profesores (alumnos) a mi cargo eran todo un mosaico de perfiles profesionales,
estilos didácticos y criterios de evaluación. Dos cosas evidentemente distintas que
me llevaron a repensar cómo aprovechar ese material y a la vez sensibilizar al
grupo sobre la importancia de asumir un criterio mesurado al decidir la suerte de
los alumnos a través de una calificación.
La reflexión y la búsqueda me llevaron a participar, en 1998, en el Sexto
Congreso Internacional de Investigación y Desarrollo Educativo en Educación
Superior Tecnológica con la ponencia “Para humanizar la educación...evaluación
del aprendizaje”. La inquietud no cesa; hoy día tengo el preliminar de un libro de
texto que complementa mi propuesta con una “batería” de herramientas para
hacer más noble el papel del profesor y recién infiero que lo más importante para
evaluar el aprendizaje de los alumnos es el concepto que prevalezca en la
comunidad educativa sobre el tema, y las actitudes de quienes intervienen en el
proceso educativo, que bien pueden conceptuarse bajo el esquema de la ética.
Mientras el proceso educativo asuma rasgos autoritarios en alguno de sus agentes
(profesor, alumno, plan de estudios, ambiente escolar) no se estará a salvo de que
los antivalores perviertan el verdadero sentido de la educación. A esto se orientan
las siguientes líneas
b) Planteamiento del problema:
El asunto de la evaluación del aprendizaje tiene más importancia de la que suele
asignársele dentro de los componentes del proceso educativo. El problema se
aprecia desde que se supone que el ser docente (aun de manera accidental)
entraña la capacidad y el criterio necesario para asignar calificaciones a los
alumnos. De acuerdo a lo que he observado en mi papel de instructor:
§ para los profesores en general es suficiente calificar aunque no discriminen
entre los conceptos de medición y evaluación;
§ consideran también que su cátedra es impecable y su dominio de los
contenidos absoluto, por consiguiente, los fracasos de los alumnos sólo son
imputables a ellos mismos; y
§ docentes y alumnos se refugian en actitudes poco éticas cuando necesitan
justificar sus excesos o sus debilidades, respectivamente.
c) Justificación.
Tal parece que la educación es un acto de inercia donde todos hacemos lo que
siempre se ha hecho asumiendo que todo está bien, desde el tipo de relación
pedagógica que se vive en el aula hasta los criterios de evaluación a que se nos
somete (a docentes y alumnos), pasando por el contenido de los programas. Pero
si así fuera, no estaría el ambiente escolar enmarcado en una serie de reglas y
formulismos que fuerzan el proceso de enseñanza aprendizaje y ahogan las
posibilidades de una convivencia natural entre los protagonistas de la educación.
Como una realidad inamovible, el trabajo de las autoridades educativas se centra
en homogeneizar objetivos, contenidos y exámenes como si todos los alumnos
fueran iguales mientras los profesores actúan como técnicos que sólo siguen un
manual operativo sobre cómo conducir el trabajo de grupo y decidir, con el aval de
la sociedad, el futuro de los alumnos a través de las formas de evaluación que
elijan. Éstos por su parte buscan la manera más cómoda de adecuarse al juego
educativo en los términos de causa efecto (si va a haber examen, entonces
estudio, si no, no), o mediante estrategias que idean para salir del paso.
En términos tradicionales, el enfoque de la evaluación generalmente se orienta a
descubrir cuánta información maneja el alumno, sin penetrar en el proceso que
vive para lograrla, en un medio educativo donde:
*Los contenidos son impuestos, abstractos y ajenos al entorno,
*La clase se desenvuelve en una relación de poder,
*El profesor manda pero no convence,
*El alumno obedece pero no se compromete,
*La escuela no produce la calidad de ciudadanos que pregona, y
*La sociedad no tiene la calidad de escuela que necesita
De ahí que sean tan limitados los alcances en eso de la “formación integral del
individuo” que presumiblemente debería lograr la educación, según los preceptos
institucionales y los discursos oficiales que se refieren al caso. Y es que más allá
de las políticas de evaluación que se asumen en el contexto de la educación
superior tecnológica, algunas vivencias de los alumnos en torno a la evaluación
del aprendizaje hablan de un proceso educativo pervertido por criterios
“académicos” que ofenden la verdadera misión de la educación. Como parte del
seguimiento a mi primera intervención en este congreso, expongo esa realidad
mediante testimonios vivos y aporto un camino viable –de los tantos- para acercar
más a docentes y alumnos en la espera de que poco a poco se vean unos y otros
como ganadores en el trabajo educativo que deben seguir los pueblos en pos de
su trascendencia.
d) Objetivo.
§ Exponer las vivencias de los alumnos en torno a la evaluación del
aprendizaje para analizarlas en el contexto de la ética.
§ Plantear una alternativa tendiente a revertir los criterios de evaluación
arbitrarios o poco éticos, toda vez que se basan en un concepto de autoritarismo
por parte del profesor.
II FUNDAMENTOS
a) Marco conceptual
Si la escuela desea efectivamente formar personas integrales debe propiciar que
el educando no sea visto como un elemento pasivo del proceso de enseñanza
aprendizaje, sino como una persona con experiencias, capacidad de
autoaprendizaje y motivaciones propias que puede aportar, enriquecer el proceso
convirtiéndose en un elemento crítico analítico. Debe hablarse de una educación
abocada a formar individuos capaces de formar sus propios juicios, modelos y
futuro como hombres y mujeres de una sociedad más justa, igualitaria y libre.
Se dice fácil. Pero para llevar el dicho al hecho hace falta acciones contundentes
para reorientar los procedimientos educativos vigentes que de modo somero
pueden describirse cómo sigue:
En lo institucional se establecen programas únicos a nivel nacional, planes de
estudio ambiciosos en función de calendarios cortos, profesores improvisados,
estándares de eficiencia que muchos alumnos no pueden alcanzar, y decisiones
autocráticas;.
Los planes de estudio no contemplan que los alumnos tienen marcadas
diferencias en cuanto a posición económica, antecedentes académicos,
habilidades para el manejo del lenguaje e inquietudes por la investigación que
necesariamente inciden en su eficiencia. Respecto a sus actitudes son estudiantes
de reflejo, actúan hasta que se los piden, no por iniciativa, practican la ley del
menor esfuerzo y tienden a celebrar que no haya clase. Ante todo este panorama
es explicable que asuman una actitud pasiva o rebelde o de supervivencia ante las
decisiones de los profesores.
Además, la naturalidad con que se acepta socialmente que los alumnos deban ser
calificados en su desempeño como tales, ha pasado por alto el análisis minucioso
del procedimiento que se utiliza para definir con un número la «calidad de
estudiante» dentro de un grupo determinado, y que se centra en dos criterios:
La MEDICIÓN, en donde se asigna una cifra numérica para indicar que el alumno
domina cierta CANTIDAD de información; y la EVALUACIÓN, en donde
intervienen valoraciones sobre la CALIDAD con que es dominada dicha
información, para asignar también una calificación.
La revisión de diversos trabajos sobre el tema (Díaz Barriga, Morán Oviedo,
Ganem Alarcón, Inda Cuningam, Taba, por citar algunos), así como el trato con los
profesores que se atiende en los cursos de evaluación del aprendizaje permite
aventurar que los profesores muy arraigados en su trabajo o aquellos que no
cuentan con una formación pedagógica elemental, se concretan a enseñar y
aplicar exámenes en forma lineal; esto es, sin detenerse a hacer un diagnóstico o
“regresarse” al tema que, de acuerdo a los resultados del examen, no fue
comprendido por la mayoría de los alumnos.
Todo lo anterior desemboca en una velada presión entre todos los agentes del
proceso educativo evidente a la hora en que las autoridades exigen programas
cumplidos y calificaciones a tiempo; los profesores conducen el aprendizaje sobre
la base del poder que les confiere su puesto y aplican los recursos de evaluación
con frialdad para cubrir el procedimiento; y la respuesta del alumno se debe más
al temor a lo institucional que al afán de conocimiento. Como resultado de la
jerarquía que asume el profesor en el salón de clase, se vive una tensión
permanente que se trata de resolver bajo la presión de las calificaciones; esto, en
un círculo vicioso.
b) Procedimiento.
*Investigación documental sobre textos relacionados con educación humanista y
alternativas de evaluación del aprendizaje.
*Recopilación de ensayos producto de mis cursos de evaluación del aprendizaje
ante profesores de institutos tecnológicos para redondear el análisis.
*Aplicación de una encuesta a cien alumnos del Instituto Tecnológico de Querétaro
y sesenta y cuatro profesores del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos
sobre sus experiencias en torno a la evaluación del aprendizaje (para este trabajo
sólo se considera la encuesta realizada a los alumnos).
*Cruce de información, elaboración de un esquema, redacción preliminar y escrito
final.
RESULTADOS
a) Testimonio del alumno:
Los resultados de la dinámica anterior pueden verse en esta muestra de los
conceptos que vertieron cien alumnos del Instituto Tecnológico de Querétaro sobre
la evaluación del aprendizaje, según encuesta aplicada en el espacio de la
biblioteca de ese centro.
§ Una maestra según ella por faltas me mandó a repetición porque no quiso
corregir su error para que ella no tuviera mala imagen y puntuación en Dirección.
§ Muchas veces no quieren aceptar que uno está bien y ellos mal, y que su
manera de pensar no es la única existente en el universo.
§ Hay muchos profesores que año con año y semestre con semestre realizan
el mismo examen o trabajo a los alumnos y eso no permite que el alumno se
desarrolle adecuadamente, pues se dedica a copiar exámenes y a conseguir
trabajos ya realizados.
§ Todo el trabajo del semestre fue evaluado no por exámenes, ni trabajos o
asistencia, sino por qué tanto el profesor recordaba tu cara o nombre.
§ El maestro de Informática I, por no haber querido desfilar el 20 de
noviembre en el final me reprobó.
§ Hay maestros que faltan, que no explican bien, que dejan mucho material a
investigar y que a fin de semestre quieren acabar el programa a como dé lugar.
§ A un profesor no le gustó mi forma de factorizar una expresión algebraica,
por lo tanto no tenía igual mi resultado con el que tenía en su libreta(aunque era
equivalente). Me puso cero aunque traté de explicarle como había yo factorizado
me dijo que me apartara de su vista porque yo no sabía álgebra.
§ Piden un trabajo que te lleva cuatro días enteros sin dormir y cuando te
califican sólo dicen “está más o menos” sin fijarse en los detalles.
§ El maestro se portó muy sangrón con todos al momento de calificar las
prácticas, ya que era muy rabo verde con las chavas, y cuando le entregabas las
prácticas te las regresaba porque los dibujos estaban mal por un milímetro, y es
que además nos tenía formados desde las 3 de la tarde hasta las 9 de la noche,
así duramos una semana.
el profesor, después de un año de exponer su asunto con claridad, de darnos
tarea para hacer en casa y dejarnos, en general, convencidos de que estábamos
estupendamente preparados, se presentó en el examen, puso tres problemas que
todos creíamos poder resolver y de 97 que éramos, reprobó a 94. No fue ninguna
sorpresa, porque así pasaba cada año...” (Ibargüengoitia, 263).
Los alumnos interesados en aprender la materia que enseñaba el profesor, que de
cien eran seis, se sentaban alrededor de su escritorio a beberle las palabras. Los
demás aprovechábamos el rato para ir a desayunar en Sanborns. Entrábamos al
final de la clase a pasar lista. Esto lo hacíamos confortados con la experiencia de
muchas generaciones que sabían que ese maestro se distinguía, además de por
la sordera, por la costumbre de recoger las hojas del examen, salir a la calle
llevándolas bajo el brazo y arrojarlas en un bote de basura que estaba en la
esquina de Tacuba y el callejón de La Condesa. Nunca reprobó a nadie. (Id. 263).
§ Un maestro me reprobó por creer que lo estaba insultando, pero yo no
escuchaba lo que me decía, pensó que lo estaba alburiando (sic).
§ En una ocasión en el bachillerato me hicieron comprar un bote de pintura
para pasar la materia.
§ En una materia ninguno aprobó los exámenes normales; sí se exigía mucho
en el examen, pero lo enseñado no era compatible. Habría que revisar qué es más
importante: aprender o aprobar, según el maestro.
§ Que de 100 problemas que hiciste el 101 vino en el examen y repruebas.
Como puede verse, prevalece en estas experiencias el signo de la anarquía de
profesores que excedemos con mucho las atribuciones que se nos confieren, al
añadir elementos de castigo al alumno que de suyo siente que la escuela y su
sistema son agresivos. Haría falta que el docente fuera más sensible ante sus
alumnos y más honesto consigo mismo para reconocer sus límites, en lo humano
y en lo profesional, para que dé el justo sentido a la misión que se le encomienda
sin incurrir en decisiones y actitudes carentes de la más elemental ética.
b) Perspectiva del docente.
Sobre la evaluación (...) los mismos problemas, las mismas cuestiones que
estamos planteando hoy viene haciéndolo desde que la escuela surge como
institución. Cambian tal vez las palabras, cambian las formas de expresar las
ideas, pero los hechos tozudos están ahí (...) si lo deseamos, también podemos
hacerla de otro modo, (re)crearla y (re)pensarla de nuevo, pues tenemos suficiente
experiencia acumulada para concluir que como está “no funciona”, o al menos no
funciona para satisfacer unos objetivos educativos que estén al servicio de todos
los ciudadanos que la habitan. Y de eso tenemos evidencias a lo largo de la
historia y continuamente estamos conociendo los resultados y las consecuencias
que produce (Álvarez, 1995)
Realidades como las citadas arriba son cotidianas en el ámbito de la educación
formal. Los profesores que acuden a mi curso se reconocen como alumnos que
las enfrentaron y como docentes que las provocan. En ese sentido, después del
análisis sustentado en el material que se les presenta, elaboran un ensayo con
ideas tendientes a revertir esa especie de cultura de acoso al alumno a través de
la evaluación del aprendizaje. De ellas se ofrece el siguiente extracto:
§ Mediante la evaluación se aprecia y juzga cualitativa y cuantitativamente,
pero ¿cómo entendemos los educadores este proceso?; ¿bajo qué criterios
evaluamos?, ¿por qué consideramos únicamente el aspecto cognoscitivo?, ¿por
qué no evaluamos actitudes, habilidades, destrezas, hábitos y valores?
§ Hay varios aspectos que influyen en el aprovechamiento de las materias
impartidas. El docente es uno de ellos. El profesor suele ser el espejo de los
alumnos; la mediocridad o la brillantez de uno marca la pauta para el ser de los
otros.
§ Se trata de ir difuminando la idea de que el proceso educativo es un
proceso doloroso, en el cual existen dos partes antagónicas: el docente y el
alumno, cuya lucha de poder consiste en que el primero desea reprobar al
segundo y a éste sólo le interesa acreditar una materia más que entenderla o
dominarla. Esta transformación debe ser integral tomando en cuenta una
diversidad de factores que hagan de la evaluación una convivencia basada en la
buena voluntad para actuar en forma sincera, plasmando un valor a su actuación
como alumno-persona más que como alumno-producto.
§ El abuso de poder es tan malo como no ser libres. De aquí podemos elegir
entre explotar nuestra autoridad en contra de nuestros educandos o auxiliarlos
para que nos demuestren sus capacidades. No somos perfectos, de modo que no
debemos esperar que nuestros alumnos salgan perfectos.
§ Nuestra función no consiste en quitarles los obstáculos, sino en ayudarlos a
pasarlos con amabilidad y respeto, pues con demasiada frecuencia olvidamos lo
mucho que puede valer una palabra de aliento y motivación. Nuestro compromiso
será entregar capacidad y esfuerzo sin esperar que los alumnos respondan “como
yo quiero”, sino que vayamos en la misma dirección, al ritmo y al compás que de
común acuerdo ambos marquemos. Educar no es reproducir, sino transformar.
§ Lo anterior no significa no fijar objetivos, ni mucho menos dejar de
cumplirlos, sino buscar medios motivacionales, prácticos y humanos para que no
sólo unos cuantos alcancen la meta, sino que todos logremos llegar a ella.
Nosotros como docentes podemos hacer de un alumno malo un excelente
administrador, con el solo hecho de poder impulsarlo a que sea creativo. Siendo el
significado de creativo no hacer siempre cosas nuevas, sino hacer mejor las
mismas cosas.
§ Para hacer cosas mejores tal vez se requiera un mayor grado de
inteligencia o habilidad, pero invariablemente se necesita un mayor grado de
entrega personal. Siendo la entrega personal lo único que por entero se encuentra
en nuestras manos. Si demostramos a los alumnos que nos importan, que los
valoramos, que nos interesamos en ellos y que tenemos una actitud de entrega
personal para con ellos, cumplimos la regla de oro: trata a los demás como
quieres que te traten.
§ El profesor debe para servir como un facilitador del aprendizaje. Debe ser
visto por el alumno como una persona confiable para auxiliarlo en aquellos
momentos de lucha en que no puede entender una materia. Debe predicar con el
ejemplo y generar cambios positivos en su persona de modo que sea un ejemplo a
seguir.
§ Muchas veces los estudiantes cuestionan a sus profesores sobre los temas
que incluirá el examen; lo que no viene simplemente no habrá que estudiarlo.
Debemos promover que los estudiantes vean a la evaluación como una forma de
desarrollar sus potencialidades, probar sus ideas, ampliar la información sobre los
temas que le son atractivos y entrar en contacto con una diversidad de puntos de
vista, no importando las características propias del examen.
§ La deficiencia en los conocimientos básicos, la irresponsabilidad, la falta de
compromiso, entrega y hábitos de estudio que observamos en algunos de
nuestros alumnos, determina que en ciertas ocasiones el profesor los etiquete
como “casos perdidos” sin que valga la pena esforzarse por ellos contribuyendo a
calificarlos como personas sin metas y con destinos frustrados.
§ Sin embargo, estamos ubicados en una de las profesiones más importantes
y delicadas de la vida, en la cual tienes en tus manos muchos “proyectos de vida”.
Es preciso que los que somos docentes pensemos que alguna vez fuimos como
ellos y tuvimos la necesidad de encontrar una mano amiga cuando la
desesperación nos abatía; de encontrar un oído dispuesto a escuchar los porqués
de nuestra demora o la indignación y frustración por no ser lo que se esperaba de
nosotros.
§ El alumno debe ser visto como un individuo a transformar, pero no con la
fuerza física o la manipulación, sino con el convencimiento de que:
es especial y no hay nadie igual a él;
merece respeto y ser escuchado;
puede aprovechar al máximo los conocimientos que se le ofrezca;
es capaz de generar sus propias ideas;
puede aportar y enriquecer un tema, una clase y una sociedad con su actuación.
§ El alumno no es lo primordial, lo es todo.*
ALTERNATIVAS
a) La solución desde el punto de vista académico.
La solución a los arbitrios en que incurren los profesores a la hora de evaluar el
aprendizaje está lejos de los decretos o las imposiciones sobre el “deber ser”. Más
bien se trata de que el docente comprenda la importancia de trabajar con
proyectos de vida, por una parte, y de que cuide sus formas de conducir la clase
para que convenza a los alumnos de manera tal que no se sientan acorralados o
presionados para evitar la lucha de fuerzas que casi siempre niega importancia al
alumno.
En este tenor, sería conveniente que el profesor ponga a consideración su
propuesta de trabajo para que haya acuerdo común sobre:
§ Los contenidos básicos;
§ La dinámica de la clase;
§ Los criterios de evaluación;
1.- Para una mejor clase:
En la escuela tradicional: el profesor aclara dudas, explica; asumir una alternativa
implica que como mínimo el profesor induzca a la búsqueda de respuestas, señale
caminos al tiempo que promueve que el alumno se sienta responsable de su
propio aprendizaje, y fomente la cooperación y la relación de ayuda entre sus
alumnos a través del trabajo grupal.
En la interacción grupal el profesor debe inducir un ambiente de confianza,
amabilidad, agrado y seguridad; también debe promover la participación de todos
los alumnos de manera que las potencialidades de cada uno afloren y se realicen
en un clima de respeto y tolerancia a las diferencias que existe entre los alumnos.
(Ribeiro, 58-59).
2.- de la exposición:
Evitar la improvisación.
Exponer en forma natural, sin rigideces.
Interesarse en todos los alumnos sin excepción.
Intercalar historias, anécdotas, metáforas, comparaciones, para ilustrar un tema.
Dar confianza al grupo; si estoy tenso él se tensa.
Corregir con suavidad y discreción cualquier idea inconsistente o equivocada.
Cuando el interés decae es porque el método...ya no funciona en esta etapa de la
clase. Muchas veces el maestro atribuye el desinterés al contenido del tema o a
otros factores secundarios (pero) el buen maestro hace interesantes los temas
más áridos y en apariencia más irrelevantes...cuando la clase ya no “sigue” al
profesor es porque el método ya no se adecua al momento anímico del
grupo...Esta es una situación que el buen maestro debe captar y no tratar de
averiguar por medios inquisitivos directos...A la fútil pregunta de “¿entienden?” la
clase siempre contestará que sí o no contestará porque, aunque parezca absurdo,
le resulta muy difícil al alumno saber si está entendiendo o no un asunto. Lo
mismo podemos decir de la solicitud de atención. Un maestro jamás debe pedir
que lo atiendan , sino HACER que lo atiendan. De nada vale pedir atención
cuando la clase no tiene motivos para atender. La atención se obtiene, se gana, se
logra, pero nunca se requiere. (idem)
3.- de la ACTITUD del profesor.
Hablar menos para que los alumnos participen más
Evitar que los mejores alumnos acaparen la participación
Inducir a todo el grupo a la participación, la reflexión y la generación de ideas.
Fomentar la colaboración de los alumnos adelantados con el resto del grupo.
4.- de los contenidos
Usar ejemplos e ilustraciones con los que los alumnos estén familiarizados.
Ligar un tema con otro y una clase a la otra.
Dividir el tema:
a) anécdotas o situaciones que conduzcan al concepto,
b) ejercicios que afirmen el concepto,
c) recapitulación en donde se destacan aspectos sobresalientes,
Enriquecer la clase con exposiciones, acertijos, juegos, dinámicas,
representaciones, dramas, obras de teatro, dibujos, trabajos por escrito, que el
alumno haga un escrito pequeño sobre lo entendido,
Incluir otros instrumentos de evaluación aparte del examen.
Si se parte de que la enseñanza del docente no exige por sí sola la atención del
alumno, a menos que se le fuerce, es entendible la frase de Alicia Molina, quien
dice que «a los docentes se les asigna unos espectadores a quienes no les
interesa el espectáculo» Por eso cuando el grupo no muestra interés en la clase o
la atención del grupo se dispersa por algún motivo surge la amenaza del examen.
Al fin y al cabo:
«...En la aparente neutralidad de la didáctica (...) subyacen aspectos ideológicos
que alienan a los educandos (y a la sociedad) para que acepten que ellos son los
únicos responsables de su situación escolar y social.» (Porfirio Morán, 1981)
b) Hacia una ética de la educación
En donde a cada agente que participa en el proceso de enseñanza aprendizaje le
corresponde aportar lo suyo para desterrar actitudes que demeriten los logros
alcanzados por el docente y el alumno :
1.- de la escuela.
Educa para mejorar el presente y anticipar el futuro
Promueve un ambiente académico de libertad responsable.
Impulsa la creatividad entre docentes y alumnos.
Negocia sus decisiones sobre profesores y alumnos, no las impone.
Une los esfuerzos de la comunidad escolar, no los divide.
Destierra la evaluación mediante examen único.
Evalúa la manera de evaluar de los profesores.
2.- de la evaluación.
Es un proceso permanente que retroalimenta a docentes y alumnos.
Indica la eficiencia del método y anuncia la conveniencia de cambiarlo
Pone a prueba la capacidad del profesor en el desempeño de su trabajo.
Considera capacidades y limitaciones del educando.
Revisa calidad de compromiso, esfuerzo, actitud, no de resultados.
3.- del profesor.
Cuida los aspectos físicos y emocionales, se preocupa en el conocimiento de sí
mismo.
Es flexible, tiene capacidad para automodificarse
Es sensible ante la problemática social.
Considera actitud, valores, esfuerzo y habilidades del estudiante.
Sabe que de él depende el crecimiento o la destrucción de sus alumnos.
Rescata a los soldados caídos.
4.- del alumno
Es un ser individual y responderá de manera diferente ante cada situación escolar.
Espera una nueva cultura de la educación
Tiene necesidades de autorrealización.
Plantea ideas propias a partir de lo que va aprendiendo.
Trabaja mejor bajo convencimiento que bajo presión.
Recurre a las trampas cuando se ve muy presionado
CONCLUSIONES
La actitud antiética de los profesores se vislumbra en esta recopilación de
respuestas a la pregunta “INDICA DOS ASPECTOS QUE NO TE GUSTE DE TUS
PROFESORES”:
NO QUEREMOS PROFESORES
*Que no explican y que aparte exigen *que carecen de sistema pedagógico
*que exigen lo que ellos no cumplen *egocéntricos *sabelotodo *prepotentes
*soberbios
*que limiten al alumno *autoritarios *que se crean dioses
*que no estén actualizados *Que fuman en clase
*que maltraten al alumno *que no entreguen resultados *cortantes *groseros
*que den más importancia al programa que a la enseñanza * arrogantes
*injustos *enojones *agresivos *faltistas *impuntuales *apáticos *déspotas
*que traten a los alumnos como si fueran tontos *ignorantes *negligentes
*que ignoren los reglamentos *radicales *muy severos *vulgares *autócratas
*mediocres *irresponsables *que descuiden su imagen personal *antipáticos
*injustos *que se dejen manipular por los alumnos *desesperados *necios
*que piensen que venimos bien preparados de anteriores semestres *interesados
*que quieran todo de memoria *que hagan la clase tediosa
*que tengan preferencias por determinados alumnos *altaneros *ineptos
*con mala fe *indiferentes hacia el alumno *flojos *negativos *inaccesibles
*incompetentes *parciales *que improvisen su clase *creídos *elitistas
*que lleguen de malas a dar su clase y se desquiten con los alumnos
*que piensen que nada más tenemos su materia *con bajo criterio
*que dejen al alumno la responsabilidad de los temas
*que sean muy cerrados *que intimiden al alumno
*que califiquen sin sentido común *que no sepan impartir el conocimiento
*que no se den a respetar
*que sean barcos.
Como se ve, el profesor debe desterrar de su acervo conductual muchos adjetivos
que boicotean su labor y por lo tanto los logros de sus alumnos. pensemos tan
solo que el deber cumplido lleva en sí mismo su mérito y no vale la pena
empañarlo con actitudes que nos destruyen en proporción directa al daño que
causan en ¡vaya paradoja! nuestra razón de ser.
Las actitudes que los alumnos aprecian se observan en la recopilación de
respuestas a la pregunta “SEÑALA DOS ASPECTOS POSITIVOS DE TUS
PROFESORES”:
SE SOLICITAN PROFESORES
Amables *atentos *flexibles *comprensivos
*estrictos pero justos *sencillos *puntuales* que den su clase amena
*que asesoren al alumno *accesibles *que se interesen en el alumno
*que se actualicen *que tengan método
*responsables * humildes *justos *confiables
*que dominen su materia *con buena voluntad *tolerantes
*dinámicos en sus exposiciones *más profesionales *respetuosos *pacientes
*capaces de recibir críticas constructivas
*con buena voluntad *amigables *entusiastas
*que tengan tacto con los alumnos *inteligentes *equitativos*que reconozcan el
esfuerzo *alegres *que preparen su clase *con actitud positiva *que tengan ética
*consistentes * cultos *emprendedores *con sentido del humor
*ordenados *con deseos de superación
*curiosos *que cumplan su palabra
*que sepan lo que dicen.
El nulo poder de la palabra docente ante la estructura del sistema educativo, hace
necesario trabajar en el aula para que nuestro desempeño represente una
oportunidad de que el alumno desarrolle a plenitud sus capacidades, pero ante
todo, deje de ser el punto débil del espacio escolar. Parte del camino será dar voz
y voto al alumno para que nos diga cómo siente nuestro trabajo, antes que
nuestras actitudes disminuyan su interés en la clase o lo lleven a un posible
fracaso. El ambiente académico debe ser tal que :
Los contenidos incidan en la vida individual y social de la persona.
La clase se dé en una relación de buena voluntad.
Los profesores actúen como facilitadores del proceso de enseñanza
aprendizaje.
Los alumnos deseen estudiar.
La escuela forme personas integrales.
La sociedad obtenga la calidad de ciudadanos que necesita
ANEXO
Cuestionario base:
INVESTIGACIÓN SOBRE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE
¡Muchas gracias por tu colaboración!
Para mí, lo más importante de un profesor es: (marca del 1 al 4, de acuerdo a lo
que consideres)
QUE SEA PUNTUAL
QUE TENGA BUENA PRESENTACIÓN
QUE CONOZCA BIEN SU MATERIA
QUE CALIFIQUE CON JUSTICIA
Prefiero que me califiquen: (marca del 1 al 3 de acuerdo a tu preferencia)
Con exámenes
Con trabajos escolares
Con exámenes y trabajos escolares
¿Se te ha dado la oportunidad de calificar a tus profesores durante el último año?
(pon una cruz)
SI NO
Dos actitudes que me gustaría que tuvieran todos los profesores
_________________________________
_________________________________
Dos actitudes que NO me gustan de los profesores
_________________________________
__________________________________
PLATICA POR ESCRITO ALGUNA EXPERIENCIA QUE HAYAS VIVIDO SOBRE
LA MANERA EN QUE TE CALIFICAN LOS PROFESORES, ya sea positiva o
negativa
BIBLIOGRAFÍA
1. ÁLVAREZ MÉNDEZ, Juan. Manuel, Valor social y académico de la
evaluación, volver a pensar la educación, Morata, 1995.
2. DIAZ BARRIGA, Angel. “tesis para una teoría de la evaluación y sus
derivados en la docencia, en Perfiles Educativos 15, CISE, UNAM, México 1982.
3. DIAZ BARRIGA, Angel. “una polémica en relación al examen”, en Perfiles
Educativos 41-42, CISE, UNAM, 1988.
4. EVALUACION DEL APRENDIZAJE, apuntes para el curso que imparte el M.
C. Ramón Caracheo García, profesor del CIIDET. México , 1998.
5. FOUCAULT, Michel. “vigilar y castigar”. III, 2, en obra citada de Savater, p.
220.
6. GANEM ALARCÓN Patricia, Dilemas de la evaluación, en Revista Mexicana
de Pedagogía, IX, 1998.
7. GLAZMAN, Raquel. “la docencia: entre el autoritarismo y la igualdad”,
ediciones El Caballito, SEP, México, 1988.
8. INDA CUNNINGHAM, Arturo. “educación y calidad de vida”, conferencia
sobre mejoramiento de la educación, en la Universidad Autónoma de Querétaro,
México, 1998, 13pp.
9. MORAN OVIEDO, Porfirio. “la evaluación de los aprendizajes y sus
implicaciones educativas y sociales”, en Perfiles Educativos 13, CISE, UNAM,
México, 1981.
10. M "Propuesta de evaluación y acreditación en el
proceso de enseñanza aprendizaje desde una perspectiva grupal, en Perfiles
Educativos 27-28, CISE, UNAM, 1985..
11. OLMEDO, J. “evaluación pedagógica en el nivel universitario”, trabajo inédito,
Colegio de Pedagogía, UNAM, 1973, en Perfiles Educativos 13, CISE, UNAM,
México, 1981.
12. RIBEIRO, Lidio, et al “Mejoramiento del profesor en funciones (basado en la
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13. SAVATER, Fernando. “el valor de educar” (p. 93), Ariel, México,1997, 224 pp.
OTROS CRITERIOS DE EVALUACION PARA LAS INSTITUCIONES DE
EDUCACION SUPERIOR
INGLATERRA
ABET - E.U.A.
1.Objetivos y curriculum
1.Profesorado
2.Administración académica y control de calidad
2.Objetivo curricular
3.Recursos
3.Contenido curricular
4.Desarrollo del personal académico
4.Cuerpo de estudiantes
5.Calidad de la enseñanza y la evaluación, estándares de trabajo estudiantil
5.Administración
6.Estudiantes: normas de ingreso, sistemas de apoyo y seguimiento
6.Medios institucionales
7.Conclusiones
7.Compromiso institucional
Los modelos tienen una estructura, método, organización y aplicación
similares, debido principalmente al uso de marcos de comparación para la toma de
decisiones basados en juicios de valor emitidos por expertos. Puede apreciarse
que ninguno de ellos hace referencia al uso de una “Norma” de calidad.
Podemos darnos cuenta como las autoevaluaciones que se llevan a cabo,
en el ámbito nacional e internacional; utilizan los mismos marcos comparativos
para la toma de decisiones sobre la calidad de los objetos de estudio. Significa
entonces, que la calidad institucional se debe a apreciaciones externas y a una
eficaz y eficiente administración institucional la cual hace que los recursos con los
que cuenta sean utilizados y potenciados al máximo de sus capacidades; quizás
esta sea la diferencia entre las IES, ya sean públicas o privadas.
MODELO DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD PROPUESTO.
De acuerdo a lo anterior habría que reflexionar sobre lo que en realidad
debe evaluarse; si llevar a cabo una evaluación de la calidad institucional y si los
autoestudios evalúan verdaderamente la calidad educativa, o bien realizar una
“evaluación integral de la calidad” de las actividades educativas. Es decir, de las
características o atributos de los insumos, los productos, el proceso y la
administración educativa; comparando los diseños de la calidad esperada, con los
resultados de la calidad obtenida. Con una orientación hacia los clientes
educativos y la administración total de la calidad; con el propósito de documentar
un sistema de calidad educativo en cada uno de los Institutos Tecnológicos.
El producto educativo debe cumplir con las especificaciones establecidas
en el diseño para adecuarse al uso de los empleadores con el propósito de
satisfacer sus necesidades y requerimientos y también satisfacer las expectativas
de los egresados.
En el caso de la no conformancia habrá que reprocesarlo, mejorarlo o
rediseñarlo a fin de que logre la conformancia en función a las características o
atributos del producto educativo.
Al hablar de la calidad del producto educativo, necesariamente tiene que
hablarse de la calidad de los insumos, del proceso educativo y de la
administración educativo-institucional, por lo tanto de los perfiles de ingreso y de
egreso. Comparar lo deseado con lo real; si coinciden con las características
expresadas en el diseño, entonces son conformantes.
La Administración Total de Calidad (ATC) tiene un enfoque hacia el cliente.
Administrar la educación con dicho enfoque significa identificar los clientes
internos y externos educativos con el propósito de satisfacer sus necesidades,
deseos o expectativas por los servicios educativos ofrecidos.
La propuesta de evaluación está dividida en cinco etapas. Las cuatro primeras
incluyen los elementos fundamentales del Modelo Integral de Evaluación de la
Calidad La última etapa se encuentra constituida por un análisis causal, posterior a
la realización de la evaluación. Es importante mencionar que dicho análisis de
causas no contempla atributos ni categorías; sino, a partir de los resultados de la
evaluación, las incidencias detectadas para su corrección o mejoramiento;
deberán ser analizadas mediante un análisis de causa-efecto, con la finalidad de
que éstas no vuelvan a ocurrir. Este análisis es importante, ya que en las actuales
evaluaciones no se contempla, se corrigen o se mejoran algunos aspectos sólo
modificando los criterios, parámetros o él deber ser para evaluaciones
posteriores; pero no se realiza ningún análisis causal que permita detectar el
origen del problema para su completa solución.
Los objetos de evaluación de la calidad educativa son:
1) Evaluación de insumos: Perfil de ingreso.
2) Evaluación de las operaciones productivas: Proceso educativo.
3) Evaluación del Producto: Perfil de egreso.
4) Evaluación de las operaciones administrativas: Administración educativa.
5) Análisis causal: Análisis de causas y efectos.
MARCO COMPARATIVO DEL MODELO INTEGRAL DE EVALUACIÓN.
El marco de comparación entre lo deseado y lo real para la emisión de
juicios y la posterior toma de decisiones es la NORMA; la cual es difícil de
construir y se diseña a partir de las variables de comportamiento promedio del
objeto de evaluación. De esto surge la homogeneización del comportamiento del
objeto de estudio. Evaluar con arreglo a una NORMA, significa evaluar de manera
estandarizada, lo cual implica determinar rangos de aceptación o rechazo,
basados en las especificaciones de la calidad de diseño.
Evaluar de acuerdo a una NORMA de calidad evita la subjetividad en la
toma de decisiones. Es decir, los paradigmas del DEBER SER Y CRITERIO
utilizados en los autoestudios actuales.
Por otra parte, como se menciono anteriormente; si la calidad es relativa,
entonces la evaluación debe llevarse a cabo en términos de la “importancia
relativa” que tiene cada variable; la importancia relativa será entonces el estándar.
El paradigma para este Modelo de Evaluación es la NORMA a través de
categorías, atributos y estándar.
Asimismo, para establecer una norma; debe determinarse el
comportamiento de las variables a medir. Por ejemplo, el número de alumnos por
computadora:
- El parámetro establecido es de 20 alumnos por computadora.
- La evaluación institucional del ITZ muestra los resultados siguientes: para los
períodos 93-94 no se tiene el dato; 94-95 de 40, 95-96 de 36, 96-97 de 38, 97-98
de 35, 98-99 de 37 y 99-00 de 40 alumnos por computadora.
- El comportamiento promedio es de 32 alumnos por computadora.
- De acuerdo al parámetro, éste no se cumplió. ¿Pero puede afirmarse baja
calidad?. Y en relación con la insuficiencia del equipo de cómputo (otro indicador)
puede decirse que tenga o no-calidad también; sin embargo, tal insuficiencia es
determinante de la baja calidad del producto educativo (atributos del alumno en
materia de computación), no así baja calidad educativa de la institución. En todo
caso sería falta de recursos económicos institucionales para adquirir equipo de
cómputo.
De acuerdo a los datos anteriores puede diseñarse una norma y
estandarizar a 32 alumnos por computadora. Obviamente el alumno tendrá graves
deficiencias en los atributos correspondientes al manejo y conocimiento de
software y optimización del trabajo bajo ambiente computacional. El diseño de
normas se hace aún más complejo cuando los recursos son escasos; y como
éstos siempre lo son, entonces debemos pensar en evaluar la intangibilidad del
producto educativo y no a la institución; porque a ésta siempre le encontraremos
escasez, deficiencias, incidencias, malestares, política, sindicato, actitudes,
comportamientos, incompetencias, entre otros.
MODELO INTEGRAL DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN EL SNET
Evaluación de insumos: Perfil de ingreso
Conocimientos
Habilidades
Predictores del comportamiento escolar
Evaluación de las operaciones productivas: Proceso Educativo
Operador de la enseñanza
Operador del aprendizaje
Efectividad de la enseñanza
Efectividad del aprendizaje
Evaluación de las operaciones productivas: Perfil Docente
Conocimiento
Habilidades
Rasgos
Evaluación de las operaciones productivas:
Operador de apoyo académico
Planes y programas de estudio
Duración del proceso educativo
Infraestructura
Adquisiciones
Proveedores educativos
IES que ofrecen posgrado
Empleadores
Padres de familia
Evaluación del producto educativo: Perfil de egreso
Conocimientos
Habilidades técnicas, humanas y conceptuales
Rasgos
Desempeño profesional del egresado
Evaluación de las operaciones administrativas: Administración educativa
Política institucional:
Política directiva
Organización y administración
Liderazgo:
Liderazgo ejecutivo
Cultura de calidad
Planeación estratégica:
Estrategia institucional
Estrategia académica
Información y análisis:
Sistema de Información Administrativo (SIA)
Análisis de datos e información
Continuación……
Mercadotecnia de servicios educativos
Capacitación y educación:
Desempaño y reconocimiento
Educación y desarrollo
Calidad de vida laboral
Impacto social:
Preservación del medio ambiente
Promoción de la cultura de calidad ante la sociedad
Resultados de calidad:
Aprovechamiento del alumno
Satisfacción de alumnos y egresados
Personal académico y no académico
Desempeño institucional
Análisis causal
Es importante mencionar que las categorías descritas incluyen los
elementos necesarios y completos para llevar a cabo una evaluación conforme a
la norma de calidad NMX-CC-6-2 / ISO 9004-2. Los atributos o criterios de
evaluación de la calidad propuestos no son de ninguna manera limitativos; pueden
agregarse atributos de acuerdo a los aspectos que se pretendan conocer en cada
una de las distintas categorías. También los criterios están diseñados de acuerdo
a la norma internacional de calidad.
Los criterios y atributos propuestos tienen además los siguientes
propósitos:
· Diseñar un sistema de calidad educativo.
· Documentar el sistema de calidad.
· Implantar el sistema de calidad educativo.
· La prestación de los servicios educativos se orienten al cliente.
· Se induce al mejoramiento continuo de la calidad.
· Se estimula al uso de técnicas y enfoques actuales de calidad.
· Administrar la organización educativa enfocada a la administración total de la
calidad.
En la medida en que los atributos se homogeneicen a partir de la instrumentación
de varias evaluaciones; se podrán estandarizar las operaciones educativas,
diseñando así normas de calidad propias que mejoren el sistema de calidad y
faciliten la evaluación de la calidad. Por que no pensar en la certificación de la
calidad educativa basándose en la norma de calidad ISO 9000 / NMX-CC.
Lo que verdaderamente caracteriza a la evaluación, es la emisión de juicios de
valor, los cuales surgen de la comparación entre la realidad del objeto y el marco
comparativo del sujeto. La evaluación es uno de los procesos que en la actualidad
tiene una gran importancia, su discusión y análisis ahora es más común, ya que a
partir de ésta se realiza una adecuada planeación y la orientación hacia el
mejoramiento continuo en todas las actividades educativas para alcanzar la
calidad en todo sistema educativo. Seguramente se seguirá hablando de
evaluación; pues ante los cambios actuales y los retos del próximo siglo la calidad
en la educación será determinante para el desarrollo y sobrevivencia de las IES.
Quienes no evalúen sus operaciones educativas, no sabrán que es lo que deben
mejorar y seguramente quedarán rezagadas ante la disminuida calidad de sus
servicios. Evaluar para mejorar la calidad educativa de la IES no significa crear
organismos para lograrlo. Debe ser responsabilidad de cada IES llevar a cabo
acciones de evaluación, adoptando o desarrollando metodologías para realizar sus
procesos de evaluación y debe ser responsabilidad de alguno de los organismos
creados por las autoridades educativas, certificar o acreditar a las IES públicas
principalmente. De no asumir cada quién sus responsabilidades seguirán entonces
los actuales niveles de calidad educativa, que por cierto, dejan mucho que desear.
Las IES en México están experimentando cambios científicos, tecnológicos,
culturales y de actitudes; la aceptación de tales cambios es incuestionable.
Ya que las organizaciones educativas del país también están dentro de la
globalización y requieren ser cada vez más competitivas; es el momento de
reflexionar en evaluar la calidad bajo paradigmas internacionales y convertir a
nuestras instituciones educativas en organizaciones educativas de clase mundial.
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