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Resumen
Palabras Clave: Proceso de Escritura, Docente Universitario, Análisis del Discurso, Texto
Académico, Cognición, Metacognición.
1. INTRODUCCIÓN
Frente a esta situación surgen algunas inquietudes con respecto a cuál sería la
solución a este problema y la mayoría de las investigaciones y estudios apuntan
hacia la problemática desde los estudiantes (Paula Carlino, 2007). Sin embargo,
se ha dejado de lado un hecho también importante que puede estar coadyuvando
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Estudio de Caso desarrollado en el marco de la Maestría en Educación de la Universidad del Norte.
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Docentes Catedráticos del Departamento de Lenguas de la Universidad del Norte.
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2. MARCO TEÓRICO
Proceso de Escritura
Por otro lado, aparecen otros conceptos muy relevantes que ayudan de forma
substancial a la consolidación del texto escrito: coherencia, cohesión y
adecuación (Cassany, 1989:31). De igual manera, tomando en cuenta la
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Texto Académico
La Lingüística Sistémico funcional ofrece herramientas para comprender por qué un texto
es como es, cuáles eran las otras opciones disponibles en el sistema lingüístico para
que el hablante-escritor organizara el texto y por qué eligió esta manera de construirlo en
una determinada situación.
Unidades textuales
Un texto escrito es una unidad de sentido donde cada una de sus partes se
interrelacionan para garantizar el proceso comunicativo escritor-lector; pero, para
poder determinar cada parte es necesario tener como referente las partes que
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Ahora bien, los recursos lingüísticos que hacen posible esa conexión escritor-
lector se denominan unidades textuales y según Florence Davies, citado por Moss
et al (1998:1) “existen cuatro tipos de unidades textuales: INTRODUCCIÓN,
VÍNCULO, TRANSICIÓN Y CONCLUSIÓN”.
Ahora, como una respuesta a los problemas escriturales, Flower y Haye (1981)
desarrollan toda una teoría que direcciona la producción escrita como un proceso
funcional en el que están involucrados toda una serie de pasos que debe llevar
un escritor experto para lograr textos adecuados. Este modelo incluye: la
situación comunicativa, la memoria a largo plazo y los procesos de composición;
estos a su vez constan de varios subprocesos, los cuales no se llevan de manera
lineal. Luego, tomando en cuenta los vacíos que aún existían en ese modelo el
mismo Hayes (1996) lo reformula (citado por Cassany1999:64) e incorpora la
interrelación del “contexto social” con el “contexto físico” (texto) implicados en la
escritura (citado por Álvarez y Ramírez, 2006). La actualización del modelo
consiste en la inclusión de nuevos elementos que no aparecían en el anterior,
tales como: la memoria de trabajo en un lugar central del modelo, aspectos
motivacionales y formas visoespaciales de escritura y la reformulación de
procesos cognitivos básicos.
Otro de los componentes que aparecen en este modelo tiene que ver con lo
motivacional y lo emocional, pues los estados y procesos mentales
implicados en la tarea de la escritura en cierta medida dependen de las
emociones de quien escribe; el escritor piensa y siente (placer o angustia) al
momento de producir un texto. De ahí que Hayes diferencia entre: 1°, las
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Por último, Flower, (1996) hace una reorganización de los procesos cognitivos de
acuerdo a si son receptivos o productivos y trabajen con formas lingüísticas
(gráficas) o con representaciones mentales. En esta reorganización se proponen
aspectos como: la interpretación textual (comprender el texto, comprender la
tarea y evaluar el texto), la reflexión (solución de problemas) y la textualización
(escritura del texto como tal).
Ahora bien, es necesario reconocer la gran importancia que tienen los procesos
cognitivos en la escritura; también lo es tomar en cuenta que existe otro tipo de
procesos denominados metacognitivos, que regulan y monitorean los procesos
cognitivos en el proceso de escritura. De ahí que, si para desarrollar con éxito
una tarea de escritura es necesario desplegar una serie de estrategias cognitivas;
igualmente lo es que para regular y monitorear las mismas se requiere apelar a
la metacognición, que permite el desarrollo consciente de los procesos y
subprocesos implicados en la escritura. Al respecto Flavell (1996:160), citado por
Lacon de De Lucía et al (2008) propone: “podríamos decir que se recurre a las
estrategias cognitivas para hacer un progreso cognitivo, y a las estrategias
metacognitivas para controlarlo. Controlar el propio progreso en una tarea es una
actividad metacognitiva muy importante”.
3. METODOLOGÍA
en un diálogo con los tres docentes que participaron en el estudio para recolectar
la información necesaria y pertinente a la luz de los objetivos de la investigación;
en cuanto al segundo, según Albert Gómez (2007:252) “tienen que ver con una
serie de materiales de registro que desde su origen adopta una forma diversa, ya
sean documentos escritos (libros, publicaciones diarias, diarios personales,
documentos públicos, informes, etc.)”. En el caso de la presente investigación se
tomaron en cuenta textos producidos por los tres docentes de la muestra (uno de
cada uno), escritos con diferentes propósitos comunicativos en el ámbito
universitario.
4. RESULTADOS
Análisis de entrevistas
Por otro lado, la revisión es otras de las etapas que tienen en cuenta los docentes
y que llevan a cabo igualmente a través de las estrategias de lectura y re-lectura
del texto. Aquí no sólo se pudo identificar que utilizaron la lectura para revisar
aspectos gramaticales u ortográficos, sino que hicieron uso de la lectura para
evaluar el texto, proceso que realiza el autor para leer su propio texto con el fin de
construir un significado del mismo y compararlo con el que él se había propuesto;
además de identificar errores de fondo, tratan de identificar las necesidades del
lector, la posición personal frente al texto, la estructura y el género.
Análisis documental
El análisis documental permitió identificar las características de los textos y la
tipología de los mismos producidos por los docentes. Este análisis estuvo
abordado desde los conceptos de microestructura, macroestructura y
superestructura (Kintsch y T. Van Dijk, 1978, (citado por Martínez et al, 2004:24).
También desde el enfoque de la lingüística sistémica funcional, la cual ofrece
“una visión flexible, basada en la noción de recurso, de foco semántico y orientada
al texto”, (Ghío y Fernández. 2005: 54) Además, se establecieron las siguientes
categorías de análisis: introducción, vínculos y conclusión (unidades textuales); lo
miso que la modalidad
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Unidades textuales
De los tres textos analizados sólo uno cumple completamente con las
características propias de una introducción (Davies, citado por Moss 1981:1) las
cuales son: determinar los objetivos del texto, plantear y contextualizar los
aspectos a tratar en el escrito. En cuanto a los vínculos en dos de los textos se
puede apreciar el uso de estos elementos de tipo anafórico y catafórico que
permiten al escritor y al lector hacer las conexiones para garantizar la fluidez del
discurso y evitar la redundancia de palabras o ideas. Sin embargo, sólo en uno de
ellos se evidencia la utilización pertinente de este tipo de vínculos. Por otro lado,
en cuanto a la conclusión, sólo uno de los textos presenta características que
dan cuenta de esta unidad textual, ya que hace una recontextualización de las
ideas desarrolladas y se reafirma la tesis en los dos párrafos finales.
Macroestructura
La macroestructura en un texto tiene que ver con su estructura global y consiste
en una organización secuencial y estructural del contenido que está desarrollado
como una macroproposición que posee el tema y la red semántica establecida por
la cadena de oraciones (Niño, 2004:140). De acuerdo con el análisis realizado se
pudo encontrar que dos de los textos muestran claridad en el tema que plantea
cada autor, porque los diversos párrafos están conectados semánticamente por
proposiciones relacionadas con el mismo. Esta presencia del hilo temático
favorece la coherencia global del texto a nivel macroestructural; sin embargo, en
uno de estos dos textos, la progresión temática se encuentra afectada debido a
que no hay presencia clara de la introducción y la conclusión.
El último de los escritos exige una mirada en detalle, en tanto que el texto
mismo es una macroestructura formada por una serie de ideas generales que
se convierten en una síntesis muy puntual o abstract de la información de una
investigación ya realizada y sistematizada; sin embargo, en este caso
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Superestructura
Modalidad
5. CONCLUSIONES
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