Cambiemos contra Julio De Vido En 1990, sentada como diputada provincial, Cristina Kirchner lideró el juicio político contra un gobernador de Santa Cruz basándose en una denuncia 'por el uso de una maquinaria vial para beneficio personal'. El político fue sobreseído por la justicia.
La política no resiste archivo, ni coyuntura, ni doble discurso.
En 1990, un año antes de la asunción de Néstor Kirchner como gobernador
y Cristina sentada como diputada provincial del PJ, Santa Cruz vivió una crisis económica. Una más.
En el Ejecutivo el gobernador era Ricardo Jaime Del Val, fallecido hace
más de 10 años en un accidente vial, también del justicialismo pero enfrentado a la facción del incipiente kirchnerismo.
Utilizando como excusa la situación económica que se vivía en el país post
Alfonsín, el sector de Néstor Kirchner impulsó una estrategia política para correr a Del Val, que asumiera José Granero (ex titular de la SEDRONAR, en ese entonces vicegobernador) y así preparar el terreno para las elecciones de 1991. Cristina arrancó la movida estratégica acusando a Del Val de haber utilizado bienes del Estado en beneficio propio. Maquinaria de vialidad provincial para realizar trabajos particulares en una estancia de su propiedad, cerca de la localidad de El Chaltén, a pocos kilómetros del Calafate.
El kirchnerismo inició un juicio político y logró la destitución del
gobernador. Una vez destituido, a Del Val se le hizo un juicio penal por el delito imputado por el kirchnerismo que le terminó costando el cargo. Pero la Justicia provincial lo absolvió de todo delito porque el uso de la maquinaria vial para el "supuesto beneficio propio" había resultado beneficioso para los habitantes de los campos de las cercanías. Algo que siempre se hacía en la zona para evitar aislamiento en pleno invierno.
El 9 de mayo de 1990, tal como recuerda el sitio santacruceño
WinfoSantaCruz, el kirchnerismo presentó el pedido de juicio político, "el 30 de junio lo resolvieron y el 6 de julio lo destituyeron a Del Val".
Cristina, miembro informante de la comisión ad hoc que se conformó para
el proceso de desplazamiento, fue la que levantó la bandera "moral" de los argumentos contra Del Val.
"La utilización de un cargo de alta investidura en beneficio
propio, la utilización de bienes y servicios del Estado para el patrimonio propio, la pésima administración de las cuentas del Estado", recuerda de su discurso la investigación del portal santacruceño.
"Me siento honrada de pertenecer al tribunal disciplinario de
un partido que frente a actos de corrupción nunca tuvo un solo pronunciamiento", remarcó Cristina "ponderando el hecho que hayan sido diputados peronistas los que denunciaron la corrupción del gobierno de Del Val e impulsaron su destitución", agrega la investigación periodística.
"Entiendo que la naturaleza de este juicio es esencialmente
política y porque estoy sentada en esta banca tenemos esta doble responsabilidad, por la representación política y porque pertenezco al mismo partido del gobernador y no nos podemos hacer los distraídos", sentenció CFK. "Pertenecemos a un sector generacional y político que ha hecho de la autocrítica una forma y una práctica en la militancia. Hoy el caso de la que está hablando ha sido remitido al Partido Justicialista, al tribunal disciplinario", agregó. El PJ nunca activó ninguna sanción en contra de Del Val.
Cristina dio clase de moralidad política: "Hay muchas veces que la
dignidad hay que buscarla precisamente en estas actitudes de mandar al Tribunal de disciplina cuando se denuncia la corrupción". El dato clave es que Cristina hablaba de "denuncia" y no de sentencia firme, el principal argumento del kirchnerismo para defender a De Vido.
"Quiero dirigirme a la sociedad santacruceña para que en
este momento difícil e histórico, definamos qué práctica política vamos a adoptar", finalizó. El interinato de Granero no llegó al año, quien renunció presionado por el propio kirchnerismo permitiendo así la asunción de "Chicho" García, hoy suegro de Máximo Kirchner y fue quien encaminó el desembarco de Néstor como gobernador. (infobae.com)
En 1990, un año antes de la asunción de Néstor Kirchner como
gobernador y Cristina Fernández de Kirchner sentada como diputada provincial del PJ, Santa Cruz vivió una crisis económica. En el Ejecutivo el gobernador era Ricardo Jaime Del Val, fallecido hace más de 10 años en un accidente vial, también del justicialismo pero enfrentado a la facción del incipiente kirchnerismo. La legisladora lideró el juicio político contra el mandatario basándose en una denuncia "por el uso de una maquinaria vial para beneficio personal". El político fue sobreseído por la justicia. Utilizando como excusa la situación económica que se vivía en el país post Alfonsín, el sector de Néstor Kirchner impulsó una estrategia política para correr a Del Val, que asumiera José Granero (ex titular de la SEDRONAR, en ese entonces vicegobernador) y así preparar el terreno para las elecciones de 1991.
Cristina arrancó la movida estratégica acusando a Del Val de
haber utilizado bienes del Estado en beneficio propio. Maquinaria de vialidad provincial para realizar trabajos particulares en una estancia de su propiedad, cerca de la localidad de El Chaltén, a pocos kilómetros del Calafate.
El kirchnerismo inició un juicio político y logró la destitución del
gobernador. Una vez destituido, a Del Val se le hizo un juicio penal por el delito imputado por el kirchnerismo que le terminó costando el cargo. Pero la Justicia provincial lo absolvió de todo delito porque el uso de la maquinaria vial para el "supuesto beneficio propio" había resultado beneficioso para los habitantes de los campos de las cercanías. Algo que siempre se hacía en la zona para evitar aislamiento en pleno invierno.
El 9 de mayo de 1990, tal como recuerda el sitio santacruceño
WinfoSantaCruz, el kirchnerismo presentó el pedido de juicio político, "el 30 de junio lo resolvieron y el 6 de julio lo destituyeron a Jaime Del Val. Cristina Fernandez de Kirchner, miembro informante de la comisión ad hoc que se conformó para el proceso de desplazamiento, fue la que levantó la bandera "moral" de los argumentos contra Jaime Del Val.
"La utilización de un cargo de alta investidura en beneficio
propio, la utilización de bienes y servicios del Estado para el patrimonio propio, la pésima administración de las cuentas del Estado", recuerda de su discurso la investigación del portal santacruceño.
"Me siento honrada de pertenecer al tribunal disciplinario de un
partido que frente a actos de corrupción nunca tuvo un solo pronunciamiento", remarcó Cristina "ponderando el hecho que hayan sido diputados peronistas los que denunciaron la corrupción del gobierno de Del Val e impulsaron su destitución", agrega la investigación periodística.
"Entiendo que la naturaleza de este juicio es esencialmente
política y porque estoy sentada en esta banca tenemos esta doble responsabilidad, por la representación política y porque pertenezco al mismo partido del gobernador y no nos podemos hacer los distraídos", sentenció CFK.
"Pertenecemos a un sector generacional y político que ha hecho
de la autocrítica una forma y una práctica en la militancia. Hoy el caso de la que está hablando ha sido remitido al Partido Justicialista, al tribunal disciplinario", agregó. El PJ nunca activó ninguna sanción en contra de Del Val.
Cristina Fernández de Kirchner dio clase de moralidad política:
"Hay muchas veces que la dignidad hay que buscarla precisamente en estas actitudes de mandar al Tribunal de disciplina cuando se denuncia la corrupción". El dato clave es que Cristina hablaba de "denuncia" y no de sentencia firme, el principal argumento del kirchnerismo para defender a De Vido.
"Quiero dirigirme a la sociedad santacruceña para que en este
momento difícil e histórico, definamos qué práctica política vamos a adoptar", finalizó.
El interinato de Granero no llegó al año, quien renunció
presionado por el propio kirchnerismo permitiendo así la asunción de "Chicho" García, hoy suegro de Máximo Kirchner y fue quien encaminó el desembarco de Néstor Kirchner quien fue elegido gobernador en 1991 con el 61,1 por ciento de los votos.-