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5.

Neuroestética

“El artista es, en cierto sentido, un neurocientífico, explorando las potencialidades y capacidades
del cerebro, aunque con diferentes instrumentos. Cómo pueden despertar experiencias estéticas
tales creaciones es algo que sólo puede ser plenamente entendido en términos neurales. Un
entendimiento tal está hoy a nuestro alcance.” Semir Zeki.

es hasta finales de los años 80 en que, a raíz de los estudios en neurobiología sobre los sentidos
(el sistema visual en los primates) se comenzó a considerar el estudio de la actividad cerebral
cuando se percibe algo que se considera bello o hermoso. Así surge en 2002 el término
"neuroestética" a raíz de las investigaciones del neurocientífico Semir Zeki, haciendo alusión a la
rama de las neurociencias inspirada en los milenarios debates entre artistas, historiadores del arte
y filósofos sobre la naturaleza de la belleza, pero con el objetivo de averiguar qué sucede en el
cerebro cuando se considera una obra de arte como hermosa, utilizando como base para la
especulación la psicología y biología evolutivas.

Buscando entender la experiencia estética con base a los resultados de las neurociencias, se
intentan determinar los universales, características compartidas en el arte en diversas culturas,
teniendo un origen en el cerebro.

Se han encontrado indicios, por ejemplo, de que nuestra capacidad de apreciar lo bello pudo
haber sido una adaptación decisiva en la supervivencia de nuestros ancestros en el pasado
remoto. Se ha demostrado que nuestra capacidad de apreciación estética es similar a nuestras
capacidades para encontrar buenas fuentes de alimento y parejas fértiles y sanas, al relacionar lo
“bello” con “lo bueno”, lo “placentero” y/o lo “sano”. Contrario a las intuiciones y anhelos de
muchos filósofos, nuestra capacidad de admirar un Rembrant es exactamente la misma para
admirar o disfrutar un pastel o una manzana.

Hasta aquí, pareciera que la ciencia se ha metido en el terreno del arte y la filosofía. De hecho,
muchos artistas y filósofos así lo han pensado efectivamente, llegando alegar que las
neurociencias solo están haciendo un reduccionismo biológico, al estilo en que ya lo habían hecho
(según ellos) con otros temas como la religión, la moral y el amor. Los neurocientíficos, dicen sus
críticos, o buscan hacer de estas áreas una especialización de la ciencia dejando de lado las
humanidades y los debates milenarios en historia y filosofía, o sencillamente ignoran los debates
milenarios en historia y filosofía. Estas críticas simplemente no se sostienen.
La investigación científica en áreas que comúnmente pertenecen al arte, la historia o la filosofía
nunca ha sido realizada con el fin de disolver dichas disciplinas, sino que se busca dilucidar con
evidencias públicamente verificables y teorías basadas en los hechos cuáles son conocimientos
auténticos que reflejan el mundo real dentro de los debates en humanidades. De este modo,
ayuda a disolver problemas que no llevan a ninguna parte, ofrecen conocimientos sólidos que
responden a incógnitas dejadas abiertas (como las presentadas al principio de este escrito) y con
esto dan pie a nuevos problemas de una riqueza filosófica y cultural no pensada antes (Álvarez,
Órbitas Científicas, No.14).

http://www.filosofiaenlared.com/2016/01/brevisima-introduccion-la-neuroestetica.html

Existe una zona de nuestro cerebro llamada amígdala, junto al umbral delsistema límbico, el más
antiguo evolutivamente hablando, frente al más moderno, elneocórtex. Es en esta amígdala,
donde se entiende que reside uno de los núcleosemocionales de nuestro cerebro. Es el lugar físico
de nuestro cerebro en el que, tal ycomo afirma el conocido neurólogo indio Vilayanur S.
Ramachandran

, podemosvalorar el significado emocional de aquello que estamos mirando.La construcción y


percepción de la belleza debe tener muy en cuenta todos estosdescubrimientos de la fisiología del
ser humano. Conocemos cada vez más elcomportamiento del cerebro en procesos de recepción y
creación artística, por ello, esimprescindible empezar a dirigir el estudio de nuestra mirada
creadora hacia lasconexiones cerebrales del individuo

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Desde la neurociencia, se está considerando lícito preguntarse por la existenciade los universales
artísticos. La base original del conocimiento neuroestético es unsencillo silogismo: la visión
depende del cerebro y el arte depende de la visión. Siaceptamos que efectivamente el arte
depende de la visión, tendremos que detenernos eneste preciso sentido: la vista.En 1998 el
reconocido neurólogo Semir Zeki

dijo que los artistas eranneurólogos estudiando la mente con técnicas únicas que alcanzaban
conclusionesinteresantes pero poco específicas sobre la organización del cerebro.

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Con mi propuesta de intertextualidad artística estudiada desde el punto de vistaneuroestético se


pretende acercar los alejados mundos de las artes, filosofía yhumanidades al de la ciencia, de
manera transdisciplinar tal y como realizan numerososinvestigadores. Deja de tener sentido
elucubrar en la nada sobre conceptos que ya podemos medir, que ya podemos observar
científicamente.Aquí debemos detenernos un instante para matizar, de nuevo, que la
culturatambién tiene importancia en el reconocimiento artístico intertextual. La
experiencia personal de lo concreto tiene un papel determinante en el entendimiento de la belleza
deuna obra que ha sido expresada desde un punto de vista intertextual, así como en sucreación
propiamente dicha

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http://www.academia.edu/7808822/Neuroest%C3%A9tica_c%C3%B3mo_el_cerebro_humano_co
nstruye_la_belleza

A comienzos del siglo XX, otros pensadores encontraron objeciones a la opinión de Kant, pues
observaron que lo que da placer a los sentidos tiene características que abarcan épocas y culturas
diversas, como armonía, simetría y completitud, más allá de las construcciones estéticas del arte,
que pueden ser sociales o culturales.

http://www.comoves.unam.mx/assets/revista/171/la-belleza-esta-en-tu-cerebro.pdf

experiencia estetica

http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1171/te.1171.pdf

http://www.scielo.org.mx/pdf/sm/v33n6/v33n6a9.pdf

http://www.redalyc.org/pdf/294/29420070001.pdf

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