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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES


ARAGÓN

LICENCIATURA EN RELACIONES
INTERNACIONALES

RUÍZ MORALES MARINA ANGÉLICA

TRABAJO PARA APROBAR EL


EXAMEN EXTRAORDINARIO
“INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LAS
RELACIONES INTERNACIONALES”

FECHA DE ENTREGA: MARTES 17, ABRIL 2018.


Resumen
A través de este trabajo serán abordadas las bases que han servido de
ayuda para conformar los estudios teóricos de las Relaciones Internacionales,
mismas que permiten comprender su nacimiento como disciplina científica
independiente, sus conceptos y su campo de estudio, utilizando como apoyo la
obra del politólogo e internacionalista Celestino del Arenal.
Introducción
A pesar del carácter relativamente reciente de la disciplina como ciencia,
pues su surgimiento se da en el periodo entre guerras, esta situación no significa
que no hubiera estudios científicos anteriores a estos acontecimientos,
particularmente en disciplinas previas, como el derecho internacional y la historia
diplomática, situación que nos lleva a considerar en primer punto los antecedentes
de las Relaciones Internacionales, para de esta forma abordar sus orígenes con
más claridad.
De la misma forma, en la historia de la teoría en las RR. II., “el objeto de
debate estuvo centrado en el campo de estudio, en el concepto o en la
metodología más adecuada para el análisis de los fenómenos internacionales” 1,
derivando en la creación de tres principales paradigmas, de los cuales
estudiaremos exclusivamente el denominado paradigma tradicional o realismo
político, el cual surge de las influencias de la escuela inglesa y estadounidense,
mismas que analizaremos al final de este trabajo.
Antecedentes
Indagando dentro del desarrollo de las Relaciones Internacionales como
ciencia, podemos encontrar algunas disciplinas previas que se han interesado por
el campo internacional y el papel preeminente del Estado, (a razón de la Paz de
Westfalia, marcando el sentido del pensamiento político de occidente a partir de
ese momento), pero que se diferencian por ofrecer una perspectiva parcial y
fragmentada de la sociedad internacional.
a) Historia Internacional: abordada en primer término, debido a su
importancia estudiando los hechos del pasado. Grandes autores
estuvieron inspirados por acontecimientos históricos para escribir
grandes obras de apoyo para el estudio de la sociedad internacional,
como lo es La Odisea de Homero, relatando la Guerra de Troya, y la
Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, que relata el primer
sistema internacional bipolar, durante la guerra ateneo-espartana.
La historia de los tratados, cuyo inicio se remonta a 1577 con la
publicación de la obra de Tillet, permite abordar las cuestiones sobre
cómo y qué originaba los tratados, así como los principios que
dominaban la acción diplomática, de la mano de autores como Mably,

1
DEL ARENAL, Celestino, (1993). “Introducción a las Relaciones Internacionales”, México, Red Editorial
Iberoamericana, p. 23.
Toscano, Koch y Garden. A partir de este punto el sentido jurídico y la
filosofía política aparecen como factores primordiales, dando nacimiento
a la historia diplomática, definida como “aquella rama de la historia
general que tiene como campo específico de investigación el estudio de
las relaciones entre Estados”2, cuyo apogeo sucede a mitades del siglo
XIX y principios del XX, a cabo de autores como Ancillon, Gentz, Heeren
y Ranke. La falla de esta ciencia, radica en su falta de “omnipresencia” en
el análisis de la sociedad internacional.

b) Derecho Internacional: La disciplina más antigua en sentido científico,


inicia en los siglos XVI y XVII. Hugo Grocio figura como uno de los
mayores aportadores a esta rama, plantea la paz mundial universal,
derechos de guerra, combatientes y de guerra justa, sentando las bases
del Derecho Internacional y el iusnaturalismo. Entre otros autores
destacan Federico de Martens, Pasquale Fiore, Luis Gestoso y Acosta y
Joaquin Fernandez Prida,
En su concepción sociológica encontramos a Max Huber y Dietrich
Schnidler. Su problemática se encuentra en el papel decisivo del Estado
y sus prácticas, ignorando los nuevos retos internacionales sociales,
económicos y políticos de la actualidad, priorizando lo jurídico-nacional.

c) Diplomacia: Su desarrollo como ciencia nace en el siglo XVIII, aunque el


apogeo de la misma aparece en el siglo XIX, gracias al Sistema Europeo
de Estados, institucionalizando sus relaciones, creando embajadas
permanentes y un conjunto de profesionales “corps diplomatique”,
otorgándole a la literatura diplomática facultades normativas en los
intereses comunes de Estados, elevándolos a la categoría de principios.
Está íntimamente unida a las disciplinas anteriores, pero mantiene su
autonomía debido al requerimiento de estudios especializados.
A pesar de ser la primera disciplina que hace un esfuerzo por tener una
comprensión global de los acontecimientos globales en función de su
lazo con otras ciencias, fracasa igual que ellas al obedecer el papel
protagónico del Estado, pasando a ser un simple instrumento para la
ejecución de su política exterior.

Como hemos visto, estas ciencias si bien están estrechamente ligadas con las
Relaciones Internacionales, no la reemplazan como ciencia, ni mucho menos, le
restan legitimidad científica, pues cumple un papel que las otras no alcanzan, un
análisis global que reconoce más y distintos actores que el Estado,
acontecimientos pasados, presentes (y hasta futuros), junto a comportamientos,
actitudes y valores personales.

2
TOSCANO, Mario, (1963), “Storia del Tratatti e Politica Internazionale”, Turín, Editorial Desconocida, p. 1
Origen de las Relaciones Internacionales
Como hemos visto, los antecedentes de esta disciplina provienen de otras ciencias
internacionalmente ligadas, aunque esto no significa que otras ciencias sin
injerencia en este campo, no hayan contribuido a su nacimiento, la ciencia política
y la sociología también han contado con participación. Jean Piaget establece una
serie de factores para la delimitación y perfeccionamiento de métodos sobre la
materia objeto de estudio, a saber:
1) La sistematización de los conocimientos adquiridos y el distanciamiento con
respecto al punto de vista propio, dominante al principio.
2) La tendencia histórica o genética, que plantea que el conocimiento es
resultado de la historia.
3) El determinismo derivado de las ciencias naturales.
4) La delimitación de la problemática.
5) La selección de métodos de análisis y verificación.
A pesar de que su desarrollo surge a partir de la Primera Guerra Mundial, es
después de la Segunda Guerra Mundial cuando alcanza este status, pues es ahí
cuando surge el intento de establecer “leyes”, o constantes generales y un
lenguaje formal; sin embargo, debido a su carencia de un objeto de estudio y una
metodología universal aceptada, múltiples autores señalan que se encuentra en
una etapa pre científica, siendo esta la problemática principal en la materia
durante los siglos XIX y XX.
Sin embargo, es la incapacidad de otras ciencias para abordar correctamente y
dar respuesta a las problemáticas tecnológicas, industriales, la influencia de los
movimientos sociales y políticos, el deseo de instaurar orden, paz y seguridad, el
papel de las grandes potencias, los factores ideológicos, económicos y políticos,
así como sus transformaciones, lo que crea la necesidad de una nueva disciplina
que los aborde. Su tardío desarrollo puede explicarse a la concepción del Estado
aprehendida por la predominancia del realismo político.
De la misma forma, antes de 1914, el interés público en los asuntos
internacionales solía ser escaso, en parte por el secretismo y el elitismo que
manejaban los Estados antes de los famosos “14 puntos de Wilson”, y el rol que
jugaron las respectivas guerras de la época, mismas que servirán para evidenciar
el fracaso del Derecho Internacional y la Diplomacia para resolver estos conflictos.
A partir de este punto las instituciones, cuyo fin es la paz internacional, y las
publicaciones teóricas sobre relaciones internacionales, catalizan su desarrollo
científico, nombrando especialmente la obra An Introduction to the Study of
International Relations.
Hasta los años treinta, la concepción de la disciplina había sido puramente formal
y descriptiva, con grandes rasgos de juicios morales que apoyaban el desarrollo
internacional, en este momento evoluciona hacia una concepción socio-política
que expande el campo de investigación, invitando aportaciones de otras
disciplinas como la geografía, la sociología, etcétera, adoptando un carácter
interdisciplinario; simultáneamente surge el que será el primer debate en la
ciencia: el idealismo versus el realismo, donde el poder fungirá como factor clave
para entender y explicar los fenómenos internacionales, y el Estado, como
poseedor de él, es el principal actor a estudiar.
La Segunda Guerra Mundial autentifica la cientificidad de las Relaciones
Internacionales, reexpandiendo nuevamente su campo e iniciando a Estados
Unidos y Reino Unido al estudio académico de éstas, aplicando métodos y teorías
de otras disciplinas, así como la evolución de factores externos, la aparición de
armar nucleares, el desarrollo de nuevas instituciones internacionales
gubernamentales y no gubernamentales, la bipolarización del Sistema
Internacional, la descolonización, el nacimiento de nuevos Estados, el crecimiento
de la desigualdad y la aparición de nuevos actores y la interdependencia.
A pesar de este prolífico desarrollo, los debates sobre su metodología,
conceptualización, delimitación y función están lejos de terminar, más bien han
incrementado, al respecto y como conclusión de este apartado, citamos: “ las
Relaciones Internacionales se han desarrollado sintéticamente y esto ha militado
contra su unidad. Otras disciplinas se han desarrollado a través del análisis y
subdivisión de viejas disciplinas, como hizo la genética de la biología y la
economía clásica de la filosofía moral. Estas disciplinas comenzaron como una
teoría y se desarrollaron desde una unidad inicial. En las relaciones
internacionales, por el contrario, el esfuerzo se ha tenido que centrar en sintetizar
numerosas disciplinas tradicionales, cada una con un punto de vista especializado
dentro de la unidad”3
El realismo político
Sus raíces provienen de una larga corriente de pensamiento que parte de Mencio,
Kautilya y Tucídides, hasta Maquiavelo, Hobbes y el siglo XX. También conocido
como “Política de poder”, sirve como apoyo a los estudiosos de los años treinta
para acentuar las deficiencias del idealismo, ahondando en el punto de que el
mundo debe ser estudiado como es, no como debería ser, el Estado no puede ser
reformado, sólo controlado, situación que se acentuará durante la Segunda Guerra
mundial, asegurando el hegemonismo y el statu quo de las potencias, retomando
conceptos de poder, interés nacional y equilibrio de poder.
Sin ser exclusivo de Estados Unidos, es aquí donde encuentra su amplitud y
desarrollo, sin dejar de lado la actuación de Reino Unido. Su orientación es
primordialmente pragmática y antropológicamente pesimista, el hombre es malo
por naturaleza y es deber del Estado crear el marco jurídico que minimice de
mejor manera posible el conflicto que atrae la búsqueda insaciable del poder por
parte del hombre, haciendo de la política internacional la lucha por el poder,
siendo este un medio y un fin en sí mismo.

3
WRIGHT, Quincy, (1974), “Relation Internationales”, París, Les Agents des Relations, p. 32
Acompañando a este concepto, viene el de interés nacional, pues cada Estado
tiene uno propio que salvaguardar, pero los valores morales no tienen campo de
acción, ni hay una figura que los regule, excepto el poder, donde el concepto de
equilibrio de poder, es el único que puede permitir o evitar la preponderancia de un
Estado frente a los otros. Para Edward Carr, autor pionero en el realismo, el poder
político puede dividirse en militar, económico y sobre la opinión, todos
interdependientes, pero el primero es aquel que representará una ventaja
significativa, esencial en la vida de un estado por las mismas razones que el
poder.4
En la misma línea, Georg Schwarzenberger en su obra Power Politics, considera
el poder como el factor clave de la política internacional, donde otros miembros de
la sociedad internacional deben ajustarse a esta misma acción a fin de evitar
reglas por la fuerza, como lo son los armamentos, el aislacionismo, la diplomacia
de poder y la misma guerra. Los grupos son los fines últimos, y emplean todos los
medios a su disposición de acuerdo con su peso en el conflicto. Sin embargo, cree
en la posibilidad de una comunidad internacional y de la supremacía del derecho
como entidad reguladora. Crea tres condiciones para el establecimiento de la paz:
1) “El proyecto debe subordinar y limitar la política del poder en tal forma que
pueda prevalecer el orden internacional.
2) En una época en que, por necesidad, la guerra abierta entre las potencias
mundiales significa una guerra mundial, semejante proyecto debe tender,
cuando menos, al universalismo funcional.
3) La esencia del éxito descansa no en el máximo sino en el mínimo de
cambio que se necesita para este propósito.”5
Morgenthau constituye seis principios fundamentales en los que descansa la
teoría del realismo político:
1) La política es gobernada por leyes objetivas con raíz en la naturaleza
humana, las cuales hay que entender previamente, pues desafiarlas sólo
puede derivar en fracaso, aunque es posible desarrollar una teoría
(imperfecta) que las refleje.
2) El interés nacional definido en función del poder deberá guiar la política
internacional, a través de éste serán entendidas las acciones de los
estadistas en el pasado y en el futuro racionalmente.
3) El significado de los términos anteriores no es fijo ni inmutable, dependerá
del contexto político y cultural en el que se ubique la política exterior.
4) Se tiene una conciencia del significado moral de la acción política y la
tensión que esta tiene con la disposición moral, sin embargo estos valores
éticos, no pueden ser aplicados a la política internacional. Se debe tener en
cuenta lo que es deseable y lo que es posible.

4
CARR, Edward, (1939), “International politics. The Western State System and the World Community”, New
York, Edit. New York, p. 271.
5
SCHWARZENBERGUER, Georg, (1941), “Power politics. A Study of International Society”, Londres, Edit.
Londres, p. 12.
5) El realismo político se niega a identificar las aspiraciones morales de una
nación en particular con las leyes que gobiernan el universo, salvando la
política de excesos.
6) Se mantiene la autonomía política, no se subordina a normas que no sean
de esta naturaleza.
Morgenthau propone la paz a través de dos medios, la limitación por medio del
desarme, la seguridad colectiva y una fuerza de política internacional, que
desestima por no considerarla válida, y la paz a través de la transformación de un
Estado mundial, que también rechaza por la falta de una auténtica comunidad
internacional. Concluye con la adopción de la diplomacia como el medio más
adecuado para la preservación de la paz.
Kissinger, analiza el realismo ajustándolo al periodo de “deshielo en las relaciones
USA-URSS”, mencionando su preocupación por el potencial destructivo de la era
nuclear, propone una simbiosis entre en teórico y el estadista, concluye:
1) Una necesidad de estudiar los análisis históricos.
2) La revisión de autores clásicos (Spinoza, Hobbes, Maquiavelo) en
búsqueda de una raíz filosófica.
3) La revisión de los presupuestos de Morgenthau.
Kissinger propone una corrección a la política exterior de los Estados Unidos a fin
de reestructrurarla en función de nueva realidad de la Guerra Fría. Su aportación
yace principalmente en la necesidad de la negociación diplomática para sortear un
cataclismo nuclear. Kissinger distingue dos tipos de órdenes:
1) Sistema estable: el acuerdo tácito o expreso entre las hegemonías
sobre una región geográfica.
2) Sistema revolucionario: la inexistencia de un acuerdo de bases sobre
una región geográfica.
Entre las criticas más sobresalientes que presenta este pensamiento, se
encuentra su estricto sentido pragmático, persiguiendo siempre el interés nacional,
reduciendo la flexibilidad y adaptabilidad de la política internacional. De igual
forma, el pasado tomado para conceptualizar el análisis de la sociedad
internacional tiene escasa relevancia en el Sistema Internacional actual. Al
priorizar el papel del Estado, se dejan de lado otras variables y actores igual de
importantes para el análisis internacional, olvidando las transformaciones
humanas e institucionales que han surgido al paso de los años; sin embargo, a
pesar de sus deficiencias, no ha aparecido un pensamiento con el poder suficiente
para reemplazarlo, tanto en la teoría como en la práctica.
La escuela inglesa
A pesar de no ser considerada un paradigma independiente, puesto que comparte
características del realismo y el liberalismo, tampoco puede ser considerada una
síntesis de ambas corrientes, pues presenta posturas originales y autónomas.
Entre sus fundadores se encuentra Hugo Grotius (mencionado anteriormente
gracias a sus aportaciones al derecho internacional), quien además propone la
libertad de los mares, es decir, la existencia de alguna parte de la tierra que está
abierta a todas las naciones y pueblos, y que no puede ser considerada como
zona de control exclusivo de un estado en particular, estableciendo la base de una
política mundial.
Introduce el concepto de "ley natural" humana en la jurisprudencia, ésta se afiliaba
a la naturaleza humana, que él consideraba como buena, y orientada a la
cooperación racional con otras personas (llamado “optimismo antropológico”),
pues el arreglo de los conflictos entre las naciones siempre trae la paz. Igualmente
existe una "ley voluntaria", basada en la ley divina de los textos sagrados. Tanto
las leyes divinas como las hechas por el hombre afectan a la sociedad mediante el
Estado, donde se produce la interacción entre los derechos naturales y
voluntarias. Dios determinará el curso que se debe seguir, y siempre tiene un buen
propósito; la voluntad humana puede ser tanto buena como mala. El objetivo de la
sociedad es crear estados en los que la ley natural sea más fundamental que una
voluntaria, y esté en armonía con la ley moral divina.
Hedley Bull, otro fundador de la escuela inglesa en su libro Anarchical Society,
sugiere que la anarquía puede interpretarse de una manera muy específica, como
algo completamente independiente de los patrones de comportamiento egoísta de
los actores (Estados-nación) en el que los realistas insisten; plantea un sistema
caracterizado por una sociedad de estados, sometida a control supranacional (al
que los liberales aspiran).Bajo sus estudios, para llamar a un pueblo “Estado”, este
deberá:
1) Introducir la soberanía sobre un grupo de personas.
2) Controlar determinado territorio.
3) Tener un gobierno.
Un número de estados son un sistema de estados sólo si tienen un cierto nivel de
interacción, ya que las decisiones tomadas por uno afectan a los demás. En este
caso, son una "parte de un todo" relativa (el sistema de estados). Sin embargo, el
sistema de los Estados no es idéntico a la sociedad de estados. La sociedad de
estados aparece "cuando un grupo de estados, consciente de ciertos intereses y
valores comunes, forma una sociedad en el sentido de que se conciben a sí
mismos estando obligados por un conjunto de normas comunes en sus relaciones
entre sí y compartiendo el trabajo en las instituciones comunes".
Según Hedley, la sociedad internacional debe:
1) Protegerse a sí misma como un sistema internacional, basado en los
principios de las relaciones interestatales;
2) Reforzar la independencia de los miembros de la sociedad internacional,
apoyar la paz, proporcionar un nivel de vida social, y restringir la violencia
(el derecho de la guerra);
3) Respetar sus obligaciones (es decir, seguir el principio de reciprocidad);
4) garantizar la estabilidad de la propiedad (que se afirma en el mutuo
reconocimiento de la soberanía).6
John Burton estudió las razones de los conflictos en las relaciones internacionales,
y descubrió que no son causados por los intereses nacionales, sino por la
estimación subjetiva de los objetivos individuales, que puede formarse a través de
los diálogos sociales (como ocurre en la sociedad normal, a pesar de las
contradicciones de deseos e intereses); si se considera a los estados como
sistemas sociales, sus interacciones podrían ser explicadas por el mismo
esquema; sería posible evitar cualquier conflicto y las guerras, y los cambios
sociales armonizados se reflejarían en las transformaciones apropiadas de los
sistemas sociales. Burton insiste en que el conflicto siempre se puede resolver
muy al principio, ya que es una disfunción social y no algo más serio.
Opina que la razón de la guerra es que los estados son incapaces de avanzar
hacia los cambios sociales que se ocupan de las disfunciones internas del
entorno. Es por eso por lo que el estado es el origen del conflicto, ya que se
retrasa a la hora de responder rápidamente a la dinámica de los cambios sociales.
Por esta razón, es importante cambiar el principio de la "seguridad nacional" (en el
que los realistas insisten) por el principio de la "seguridad global".7
Conclusiones
A pesar de la brevedad de este trabajo, se persiguió el objetivo decidir si las
Relaciones Internacionales son una ciencia o no, así como el de entender la
concepción de las mismas en el campo teórico, es aceptada la necesidad de
investigar a mayor profundidad en búsqueda de obtener una comprensión más
completa sobre el tema.
Respecto al primer objetivo, no cabe lugar a dudas que las Relaciones
Internacionales son una disciplina científica, al contar con un objeto de estudio
propio, específico y claramente delimitado: la Sociedad Internacional. El mismo
que se ha transformado con el paso del tiempo, y ha inspirado grandes obras
teóricas y los mismos paradigmas en los que se enmarcan las investigaciones.
Han presenciado la aparición de nuevos actores y fuerzas que tienen acción en las
Relaciones Internacionales y repercuten en la vida internacional tanto como el
Estado.

6
BULL Hedley. (1977) The Anarchical Society. A Study of Order in World Politics. New York: Columbia
University Press, p. 16-19
7
BURTON, John, (1972), Word Society, EE. UU., Cambridge, p. 74.
De la misma manera, se clarificó cómo son creadas las leyes, teorías y postulados
que rigen las RR. II., mismas que dependerán del paradigma, la escuela, o el
contexto que sea seleccionado al momento del análisis. Como toda ciencia, en sus
inicios tomo características y métodos de disciplinas previas, pero las mismas
facilitaron su nacimiento gracias a la necesidad de una ciencia integral que no se
enfocara en una parte exclusiva de análisis, como lo fueron el Derecho
Internacional y la Diplomacia. El protagonismo de los factores a considerar
quedará a discreción del teórico que realice la investigación.
Su posterior desarrollo facilitado por el periodo entreguerras, permitió que la
disciplina adoptará un carácter interdisciplinario que catalizaría su crecimiento
teórico y permitiría con mayor facilidad otorgarle el distintivo de ciencia, a pesar de
su juventud en el área social. El surgimiento del Estado Nación, la Revolución
Industrial y la Revolución Francesa, también le otorgaron cierta cohesión, al
abordar distintos elementos dentro de un mismo campo de estudio integral.
Finalmente, las situaciones antes mencionadas, su colaboración con otras
disciplinas, su juventud y su falta de un marco teórico general, no le restan
autonomía ni rigurosidad científica, reafirman su particularidad y crean un análisis
nuevo, que si bien suele estar dominado por una sola corriente, cuenta con la
ventaja de poder ser abordado distintas ópticas, adaptándolo a las necesidades de
estudio que sean requeridas al momento de la investigación científica, o
enmarcándolas en una idea global multi, trans e interdisciplinaria.

Fuentes.
DEL ARENAL, Celestino, (1993), “Introducción a las Relaciones Internacionales”,
México, Red Editorial Iberoamericana.
RENOUVIN Pierre y DUROSSELLE Jean, (2001). “Introducción a la historia de las
relaciones internacionales”. México, Fondo de Cultura Económica.
DESCONOCIDO (Mayo 05, 2016). La Escuela Inglesa en las Relaciones
Internacionales. Abril 15, 2018, de Katehon Sitio web:
http://katehon.com/es/article/la-escuela-inglesa-en-las-relaciones-internacionales

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