sobre la futura persecución: “Pero antes de que esto
ocurra, os echarán mano y os perseguirán; os llevarán a las sinagogas y a la cárcel, y os conducirán ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así tendréis ocasión de dar testimonio. Por tanto, meteos en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras tan acertadas que ningún adversario os podrá hacer frente o contradeciros. Hasta vuestros padres y hermanos, parientes y amigos os entregarán y os harán morir a algunos. Todos os odiarán por causa mía, pero no perderéis ni un pelo de la cabeza. Con vuestro aguante conseguiréis la vida”. El discurso de Jesús continúa con una serie de advertencias sobre la persecución que tendrán que afrontar sus seguidores antes de que llegue el «fin» de Jerusalén y de su templo (Lucas 21,12-19“Pero antes de que esto ocurra, os echarán mano y os perseguirán; os llevarán a las sinagogas y a la cárcel, y os conducirán ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así tendréis ocasión de dar testimonio. Por tanto, meteos en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras tan acertadas que ningún adversario os podrá hacer frente o contradeciros. Hasta vuestros padres y hermanos, parientes y amigos os entregarán y os harán morir a algunos. Todos os odiarán por causa mía, pero no perderéis ni un pelo de la cabeza. Con vuestro aguante conseguiréis la vida”). Pero las advertencias se convierten en seguida en promesa de victoria. Esta perícopa está relacionada con Marcos 13,9-13 (“Pero vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos. Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones. Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de qué vais a hablar; sino hablad lo que se os comunique en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo. Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará”). Véase Mateo 24,9-14: “Entonces os entregarán a la tortura y os matarán, y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. Muchos se escandalizarán entonces y se traicionarán y odiarán mutuamente. Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos. Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin”. Desde la perspectiva de la historia de las formas, estos versículos contienen nuevos dichos proféticos y exhortativos de Jesús, ahora sin tintes apocalípticos. Al añadir «antes de que esto ocurra», la redacción de Lucas pospone determinados acontecimientos asociados con ese «fin» que se contempla en el versículo 9d (“es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato”). El evangelista deja bien claro que la futura persecución precederá a la destrucción de la ciudad y del templo. A modo de contexto de esa interpretación del discurso, tal como lo presenta el evangelio según Lucas, se podrían aducir algunos pasajes de la propia obra lucana, por ejemplo, Hechos 4,16-18; 8,1b-3; 12,1-5, donde se relatan esas persecuciones. Véase 1 Tesalonicenses 2,14; Gálatas 1,13. De ese modo, esta parte del discurso describe la condición de la ecclesia pressa (por utilizar la terminología de H. Conzelmann), es decir, el período de la Iglesia sometida a tensiones de toda clase. La descripción que hace Jesús de la futura persecución de los suyos la presenta como procedente del ámbito judío y del mundo pagano, tanto en las sinagogas como en las cárceles, y ante reyes y gobernadores. Y todo sucederá a causa de «su nombre». Esas persecuciones serán para los discípulos de Jesús la ocasión de «dar testimonio» de que son auténticos «cristianos» (Véase Hechos 11,26). A pesar de la interpretación de G. Schneider, los discípulos de Jesús no van a dar testimonio «a causa del evangelio», porque eso sería introducir en este pasaje de la obra de Lucas, que evita cuidadosamente el uso del término «evangelio», una interpretación procedente de la recensión de Marcos. El μαρτύριον al que se refiere Jesús no es aún el «martirio», según la posterior interpretación del término; pero no cabe duda que este pasaje contribuyó en gran manera a darle ese sentido. En la perspectiva de la persecución, Jesús exhorta a sus seguidores a que no se preocupen por lo que habrán de alegar en su defensa ante la autoridad judía o pagana, porque él mismo - no el Espíritu, como en Marcos 13,11 (Véase Mateo 24,20) - les dará palabras tan acertadas que podrán dejar confusos a sus propios jueces. En esta recomendación de Jesús resuena la que se consigna en Lucas 12,11-12. Las palabras que Jesús pondrá en boca de sus seguidores serán tales que sus adversarios se verán incapaces de contradecirles o de sacar adelante su condena. Lo que aquí se implica es que, en esas comparecencias, la victoria final será de los discípulos. Además, Jesús advierte a sus seguidores que la persecución vendrá no sólo de la autoridad externa, judía o pagana, sino incluso de su gente. Miembros de sus propias familias, y hasta buenos amigos, se volverán en su contra por llevar el «nombre» de Jesús. Es más, la persecución no se limitará a un mero encarcelamiento, sino que llegará - al menos, para algunos de ellos - incluso a la muerte. Y la razón será siempre la misma: el odio por causa de «mi nombre» (versículo 17). Pero la exhortación de Jesús contempla una nueva victoria de sus seguidores, que se expresa en un proverbio: «No perderéis ni un pelo de la cabeza», con resonancias de Lucas 12,7. Y la razón es que «con su aguante conseguirán la vida», es decir, demostrarán que son semilla sembrada en terreno fértil, y que con su aceptación noble y generosa producirán una abundante cosecha, es decir, una vida auténtica. Véase Lucas 8,15. Esta sección exhortativa del discurso escatológico explica por qué los elementos apocalípticos aparecen en otras partes del discurso. La literatura apocalíptica surgió y se desarrolló a partir de una matriz veterotestamentaria como literatura de persecución que pretendía infundir esperanza en las víctimas. Esta perícopa, en particular, se adapta perfectamente al carácter parenético de ese género literario) PERO ANTES DE QUE ESTO OCURRA (Esta adición de la redacción de Lucas reitera lo dicho en el versículo 9d: «el fin no será inmediato». Con esta reiteración, Lucas deja bien claro que habrá muchos acontecimientos que precedan al «fin» de la ciudad de Jerusalén y de su templo) OS ECHARÁN MANO (La expresión denota una actitud agresiva, como en Lucas 20,19) OS PERSEGUIRÁN (El verbo διώκω, cuyo significado normal es «perseguir», tiene aquí una connotación religiosa (como en Lucas 11,49; Hechos 7,52) que implicaría un hostigamiento social y político por la fidelidad a los principios religiosos) OS LLEVARÁN A LAS SINAGOGAS Y A LA CÁRCEL, Y OS CONDUCIRÁN ANTE REYES Y GOBERNADORES (La redacción de Lucas añade φυλακάς («prisiones», «cárcel»). La primera pareja de términos podría referirse a la persecución por parte de los judíos, mientras que la segunda haría referencia a la persecución de las autoridades paganas. Véanse Lucas 12,11; 4,15. Pero, teóricamente, también podría ser que «cárcel» se refiriera al encarcelamiento por parte de los paganos, igual que «reyes» podría hacer referencia a gobernantes judíos, por ejemplo, el rey Herodes Agripa. Véase Hechos 12,1-11; 25,13-26,32. En cuanto a «gobernadores» (ἡγεμών), es casi seguro que se refiere a gobernantes paganos, por ejemplo, Félix (Hechos 23,24-24,27) y Porcio Festo (Hechos 24,27-26,32). En este caso, la persecución sufrida por Esteban, Pedro, Santiago y Pablo en el libro de los Hechos de los Apóstoles serían una ilustración de los cristianos perseguidos en el período de la Iglesia, aun antes de la destrucción de Jerusalén y del templo) POR CAUSA DE MI NOMBRE (La redacción de Lucas retoca el texto de Marcos 13,9, que dice simplemente ἕνεκεν ἐμοῦ («a causa de mí», «por mi causa»). Sin duda, hay un influjo de Marcos 13,13 y, posiblemente, de Marcos 13,6. Pero habrá que recordar el énfasis que pone Lucas en el «nombre de Jesús» en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Véase Lucas 9,49; Véase Hechos 9,16) ASÍ TENDRÉIS OCASIÓN DE DAR TESTIMONIO (Es decir, seréis llamados a actuar de un modo que sirva de testimonio (de vuestra fidelidad a mí, a mi mensaje y a mi persona, o de lo que vosotros sois realmente). Se trata de un desarrollo redaccional de la expresión de Marcos 13,9d: εἰς μαρτύριον αὐτοῖς. («daréis testimonio ante ellos»; compárese con Lucas 5,14, donde aparece la misma expresión, pero con distinto significado). Después de retocar la expresión de Marcos en línea con su propio énfasis en el «testimonio», Lucas omite el texto de Marcos 13,10. Sin embargo (a pesar de lo que piensa H.-W. Bartsch), Lucas no ha suprimido el texto de Marcos 13,10 para no tener que acentuar las inminentes expectativas del fin, sino que simplemente ha evitado hacer mención expresa del «evangelio». El verbo ἀποβαίνω significa propiamente «marcharse»; pero se emplea figurativamente para expresar el «resultado» de algunas iniciativas) PROPONED, PUES, EN VUESTRO CORAZÓN NO PREPARAR LA DEFENSA (Compárese con Lucas 12,11. El verbo προμελετᾶν es un término técnico para referirse al hecho de aprender de memoria un discurso antes de pronunciarlo realmente) PORQUE YO OS DARÉ PALABRAS TAN ACERTADAS (Literalmente: «os daré boca y sabiduría». La redacción de Lucas sitúa enfáticamente al principio de la frase el pronombre personal ἐγὼ, al sustituir la mención del «Espíritu Santo» (Marcos 13,11s) por la presentación del propio Jesús como origen de esa asistencia a sus discípulos perseguidos. No obstante, en Lucas 12,12 (un duplicado de este pasaje), se menciona expresamente el «Espíritu Santo». Los seguidores de Jesús hablarán como Esteban, con elocuencia y sabiduría. Véase Hechos 6,10. En el estadio III de la tradición evangélica, la redacción de Lucas atribuye a Jesús resucitado la promesa de que será él mismo quien conceda a los suyos el don de la sabiduría, igual que les enviará lo que su Padre les ha prometido («la promesa del Espíritu»: Hechos 2,33) QUE NINGÚN ADVERSARIO OS PODRÁ HACER FRENTE O CONTRADECIROS (El triunfo del testimonio es evidente, igual que en el versículo 18. En su reformulación del texto de Marcos 13,11, Lucas reflexiona sobre la realidad de la evangelización del Mediterráneo oriental y los espléndidos resultados de la difusión de la palabra, según el libro de los Hechos) HASTA VUESTROS PADRES Y HERMANOS, PARIENTES Y AMIGOS OS ENTREGARÁN (La primera pareja de términos, «padres» y «hermanos», ya apareció en Lucas 18,29. Ahora, Lucas crea una segunda pareja, mediante la adición de «amigos». Recuérdese el mismo caso en el versículo 12. El códice G omite «y hermanos». La alusión a Miqueas 7,6, que se detecta en Marcos 13,12, se omite en la redacción de Lucas aunque no se sabe bien por qué) Y OS HARÁN MORIR A ALGUNOS (Así sucede en la historia del período de la Iglesia, según el libro de losHechos de los Apóstoles, con Esteban (Hechos 7,54-60) y con Santiago, hijo de Zebedeo (Hechos 12,1-2) TODOS OS ODIARÁN POR CAUSA MÍA (Reproducción literal del texto de Marcos 13,13. En este caso, la extensión a «todos» no es peculiar de Lucas, aunque es verdad que el evangelista pretende establecer un contraste entre la pareja «parientes y amigos» y todos los demás que no pertenecen a ese círculo tan estrecho) PERO NO PERDERÉIS NI UN PELO DE LA CABEZA (Es un modo de decir que Dios protegerá a los suyos en medio de la persecución. Esta adición de Lucas, tomada probablemente de «L», es un duplicado de Lucas 17,2 (Mateo 10,30). Su carácter de proverbio se puede deducir de Hechos 27,34; 1 Samuel 14,45; 2 Samuel 14,11; 1 Reyes 1,52. Sin embargo, este versículo crea una cierta tensión respecto al versículo 16b, donde Jesús predice que algunos de sus seguidores experimentarán la muerte. No es cierto, ni mucho menos, que haya que entenderse este versículo en sentido espiritual (como afirma, por ejemplo, E. E. Ellis: «Aunque sean conducidos a la "muerte", no "perderán" ni un solo pelo»). Simplemente, se trata de un caso más de la relativa laxitud con que Lucas coordina elementos tomados de diversas fuentes) CON VUESTRO AGUANTE CONSEGUIRÉIS LA VIDA (Literalmente: «Con vuestro aguante conseguid [en imperativo] la vida». La condición para conseguir la vida no es ὑπομονῇ, entendida simplemente como «paciencia», sino un «aguante» firme y duradero. Así se consigue la verdadera vida. La lectura más fiable es aquí el aoristo de imperativo κτήσασθε («conseguid»), según los códices א, D, K, L, R, W, Ψ, 063, f1, y la tradición textual «koine», mientras que otros códices (A, B, θ, f13) y las antiguas versiones leen el futuro de indicativo κτήσεσθε («conseguiréis»). A este propósito, habrá que observar que Lucas no sigue el texto de Marcos 13,13b («el que resista hasta final»), porque en esta sección del discurso ha eliminado la perspectiva escatológica.