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Ahora estudiaremos Lucas 21,12-19: advertencias

sobre la futura persecución: “Pero antes de que esto


ocurra, os echarán mano y os perseguirán; os llevarán
a las sinagogas y a la cárcel, y os conducirán ante
reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así
tendréis ocasión de dar testimonio. Por tanto, meteos
en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra
defensa, porque yo os daré palabras tan acertadas que
ningún adversario os podrá hacer frente o
contradeciros. Hasta vuestros padres y hermanos,
parientes y amigos os entregarán y os harán morir a
algunos. Todos os odiarán por causa mía, pero no
perderéis ni un pelo de la cabeza. Con vuestro
aguante conseguiréis la vida”. El discurso de Jesús
continúa con una serie de advertencias sobre la
persecución que tendrán que afrontar sus seguidores
antes de que llegue el «fin» de Jerusalén y de su
templo (Lucas 21,12-19“Pero antes de que esto
ocurra, os echarán mano y os perseguirán; os llevarán
a las sinagogas y a la cárcel, y os conducirán ante
reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así
tendréis ocasión de dar testimonio. Por tanto, meteos
en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra
defensa, porque yo os daré palabras tan acertadas que
ningún adversario os podrá hacer frente o
contradeciros. Hasta vuestros padres y hermanos,
parientes y amigos os entregarán y os harán morir a
algunos. Todos os odiarán por causa mía, pero no
perderéis ni un pelo de la cabeza. Con vuestro
aguante conseguiréis la vida”). Pero las advertencias
se convierten en seguida en promesa de victoria. Esta
perícopa está relacionada con Marcos 13,9-13 (“Pero
vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a
los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y
compareceréis ante gobernadores y reyes por mi
causa, para que deis testimonio ante ellos. Y es
preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a
todas las naciones. Y cuando os lleven para
entregaros, no os preocupéis de qué vais a hablar;
sino hablad lo que se os comunique en aquel
momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis,
sino el Espíritu Santo. Y entregará a la muerte
hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán
hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de
todos por causa de mi nombre; pero el que persevere
hasta el fin, ése se salvará”). Véase Mateo 24,9-14:
“Entonces os entregarán a la tortura y os matarán, y
seréis odiados de todas las naciones por causa de mi
nombre. Muchos se escandalizarán entonces y se
traicionarán y odiarán mutuamente. Surgirán muchos
falsos profetas, que engañarán a muchos. Y al crecer
cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se
enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ése se
salvará. Se proclamará esta Buena Nueva del Reino
en el mundo entero, para dar testimonio a todas las
naciones. Y entonces vendrá el fin”. Desde la
perspectiva de la historia de las formas, estos
versículos contienen nuevos dichos proféticos y
exhortativos de Jesús, ahora sin tintes apocalípticos. Al
añadir «antes de que esto ocurra», la redacción de
Lucas pospone determinados acontecimientos
asociados con ese «fin» que se contempla en el
versículo 9d (“es necesario que sucedan primero estas
cosas, pero el fin no es inmediato”). El evangelista
deja bien claro que la futura persecución precederá a la
destrucción de la ciudad y del templo. A modo de
contexto de esa interpretación del discurso, tal como lo
presenta el evangelio según Lucas, se podrían aducir
algunos pasajes de la propia obra lucana, por ejemplo,
Hechos 4,16-18; 8,1b-3; 12,1-5, donde se relatan esas
persecuciones. Véase 1 Tesalonicenses 2,14; Gálatas
1,13. De ese modo, esta parte del discurso describe la
condición de la ecclesia pressa (por utilizar la
terminología de H. Conzelmann), es decir, el período
de la Iglesia sometida a tensiones de toda clase. La
descripción que hace Jesús de la futura persecución de
los suyos la presenta como procedente del ámbito
judío y del mundo pagano, tanto en las sinagogas
como en las cárceles, y ante reyes y gobernadores. Y
todo sucederá a causa de «su nombre». Esas
persecuciones serán para los discípulos de Jesús la
ocasión de «dar testimonio» de que son auténticos
«cristianos» (Véase Hechos 11,26). A pesar de la
interpretación de G. Schneider, los discípulos de Jesús
no van a dar testimonio «a causa del evangelio»,
porque eso sería introducir en este pasaje de la obra de
Lucas, que evita cuidadosamente el uso del término
«evangelio», una interpretación procedente de la
recensión de Marcos. El μαρτύριον al que se refiere
Jesús no es aún el «martirio», según la posterior
interpretación del término; pero no cabe duda que este
pasaje contribuyó en gran manera a darle ese sentido.
En la perspectiva de la persecución, Jesús exhorta a
sus seguidores a que no se preocupen por lo que
habrán de alegar en su defensa ante la autoridad judía
o pagana, porque él mismo - no el Espíritu, como en
Marcos 13,11 (Véase Mateo 24,20) - les dará palabras
tan acertadas que podrán dejar confusos a sus propios
jueces. En esta recomendación de Jesús resuena la que
se consigna en Lucas 12,11-12. Las palabras que Jesús
pondrá en boca de sus seguidores serán tales que sus
adversarios se verán incapaces de contradecirles o de
sacar adelante su condena. Lo que aquí se implica es
que, en esas comparecencias, la victoria final será de
los discípulos. Además, Jesús advierte a sus seguidores
que la persecución vendrá no sólo de la autoridad
externa, judía o pagana, sino incluso de su gente.
Miembros de sus propias familias, y hasta buenos
amigos, se volverán en su contra por llevar el
«nombre» de Jesús. Es más, la persecución no se
limitará a un mero encarcelamiento, sino que llegará -
al menos, para algunos de ellos - incluso a la muerte.
Y la razón será siempre la misma: el odio por causa de
«mi nombre» (versículo 17). Pero la exhortación de
Jesús contempla una nueva victoria de sus seguidores,
que se expresa en un proverbio: «No perderéis ni un
pelo de la cabeza», con resonancias de Lucas 12,7. Y
la razón es que «con su aguante conseguirán la vida»,
es decir, demostrarán que son semilla sembrada en
terreno fértil, y que con su aceptación noble y
generosa producirán una abundante cosecha, es decir,
una vida auténtica. Véase Lucas 8,15. Esta sección
exhortativa del discurso escatológico explica por qué
los elementos apocalípticos aparecen en otras partes
del discurso. La literatura apocalíptica surgió y se
desarrolló a partir de una matriz veterotestamentaria
como literatura de persecución que pretendía infundir
esperanza en las víctimas. Esta perícopa, en particular,
se adapta perfectamente al carácter parenético de ese
género literario) PERO ANTES DE QUE ESTO
OCURRA (Esta adición de la redacción de Lucas
reitera lo dicho en el versículo 9d: «el fin no será
inmediato». Con esta reiteración, Lucas deja bien claro
que habrá muchos acontecimientos que precedan al
«fin» de la ciudad de Jerusalén y de su templo) OS
ECHARÁN MANO (La expresión denota una actitud
agresiva, como en Lucas 20,19) OS PERSEGUIRÁN
(El verbo διώκω, cuyo significado normal es
«perseguir», tiene aquí una connotación religiosa
(como en Lucas 11,49; Hechos 7,52) que implicaría un
hostigamiento social y político por la fidelidad a los
principios religiosos) OS LLEVARÁN A LAS
SINAGOGAS Y A LA CÁRCEL, Y OS
CONDUCIRÁN ANTE REYES Y
GOBERNADORES (La redacción de Lucas añade
φυλακάς («prisiones», «cárcel»). La primera pareja de
términos podría referirse a la persecución por parte de
los judíos, mientras que la segunda haría referencia a
la persecución de las autoridades paganas. Véanse
Lucas 12,11; 4,15. Pero, teóricamente, también podría
ser que «cárcel» se refiriera al encarcelamiento por
parte de los paganos, igual que «reyes» podría hacer
referencia a gobernantes judíos, por ejemplo, el rey
Herodes Agripa. Véase Hechos 12,1-11; 25,13-26,32.
En cuanto a «gobernadores» (ἡγεμών), es casi seguro
que se refiere a gobernantes paganos, por ejemplo,
Félix (Hechos 23,24-24,27) y Porcio Festo (Hechos
24,27-26,32). En este caso, la persecución sufrida por
Esteban, Pedro, Santiago y Pablo en el libro de los
Hechos de los Apóstoles serían una ilustración de los
cristianos perseguidos en el período de la Iglesia, aun
antes de la destrucción de Jerusalén y del templo)
POR CAUSA DE MI NOMBRE (La redacción de
Lucas retoca el texto de Marcos 13,9, que dice
simplemente ἕνεκεν ἐμοῦ («a causa de mí», «por mi
causa»). Sin duda, hay un influjo de Marcos 13,13 y,
posiblemente, de Marcos 13,6. Pero habrá que
recordar el énfasis que pone Lucas en el «nombre de
Jesús» en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Véase Lucas 9,49; Véase Hechos 9,16) ASÍ
TENDRÉIS OCASIÓN DE DAR TESTIMONIO
(Es decir, seréis llamados a actuar de un modo que
sirva de testimonio (de vuestra fidelidad a mí, a mi
mensaje y a mi persona, o de lo que vosotros sois
realmente). Se trata de un desarrollo redaccional de la
expresión de Marcos 13,9d: εἰς μαρτύριον αὐτοῖς.
(«daréis testimonio ante ellos»; compárese con Lucas
5,14, donde aparece la misma expresión, pero con
distinto significado). Después de retocar la expresión
de Marcos en línea con su propio énfasis en el
«testimonio», Lucas omite el texto de Marcos 13,10.
Sin embargo (a pesar de lo que piensa H.-W. Bartsch),
Lucas no ha suprimido el texto de Marcos 13,10 para
no tener que acentuar las inminentes expectativas del
fin, sino que simplemente ha evitado hacer mención
expresa del «evangelio». El verbo ἀποβαίνω significa
propiamente «marcharse»; pero se emplea
figurativamente para expresar el «resultado» de
algunas iniciativas) PROPONED, PUES, EN
VUESTRO CORAZÓN NO PREPARAR LA
DEFENSA (Compárese con Lucas 12,11. El verbo
προμελετᾶν es un término técnico para referirse al
hecho de aprender de memoria un discurso antes de
pronunciarlo realmente) PORQUE YO OS DARÉ
PALABRAS TAN ACERTADAS (Literalmente: «os
daré boca y sabiduría». La redacción de Lucas sitúa
enfáticamente al principio de la frase el pronombre
personal ἐγὼ, al sustituir la mención del «Espíritu
Santo» (Marcos 13,11s) por la presentación del propio
Jesús como origen de esa asistencia a sus discípulos
perseguidos. No obstante, en Lucas 12,12 (un
duplicado de este pasaje), se menciona expresamente
el «Espíritu Santo». Los seguidores de Jesús hablarán
como Esteban, con elocuencia y sabiduría. Véase
Hechos 6,10. En el estadio III de la tradición
evangélica, la redacción de Lucas atribuye a Jesús
resucitado la promesa de que será él mismo quien
conceda a los suyos el don de la sabiduría, igual que
les enviará lo que su Padre les ha prometido («la
promesa del Espíritu»: Hechos 2,33) QUE NINGÚN
ADVERSARIO OS PODRÁ HACER FRENTE O
CONTRADECIROS (El triunfo del testimonio es
evidente, igual que en el versículo 18. En su
reformulación del texto de Marcos 13,11, Lucas
reflexiona sobre la realidad de la evangelización del
Mediterráneo oriental y los espléndidos resultados de
la difusión de la palabra, según el libro de los Hechos)
HASTA VUESTROS PADRES Y HERMANOS,
PARIENTES Y AMIGOS OS ENTREGARÁN (La
primera pareja de términos, «padres» y «hermanos»,
ya apareció en Lucas 18,29. Ahora, Lucas crea una
segunda pareja, mediante la adición de «amigos».
Recuérdese el mismo caso en el versículo 12. El
códice G omite «y hermanos». La alusión a Miqueas
7,6, que se detecta en Marcos 13,12, se omite en la
redacción de Lucas aunque no se sabe bien por qué) Y
OS HARÁN MORIR A ALGUNOS (Así sucede en
la historia del período de la Iglesia, según el libro de
losHechos de los Apóstoles, con Esteban (Hechos
7,54-60) y con Santiago, hijo de Zebedeo (Hechos
12,1-2) TODOS OS ODIARÁN POR CAUSA MÍA
(Reproducción literal del texto de Marcos 13,13. En
este caso, la extensión a «todos» no es peculiar de
Lucas, aunque es verdad que el evangelista pretende
establecer un contraste entre la pareja «parientes y
amigos» y todos los demás que no pertenecen a ese
círculo tan estrecho) PERO NO PERDERÉIS NI UN
PELO DE LA CABEZA (Es un modo de decir que
Dios protegerá a los suyos en medio de la persecución.
Esta adición de Lucas, tomada probablemente de «L»,
es un duplicado de Lucas 17,2 (Mateo 10,30). Su
carácter de proverbio se puede deducir de Hechos
27,34; 1 Samuel 14,45; 2 Samuel 14,11; 1 Reyes 1,52.
Sin embargo, este versículo crea una cierta tensión
respecto al versículo 16b, donde Jesús predice que
algunos de sus seguidores experimentarán la muerte.
No es cierto, ni mucho menos, que haya que
entenderse este versículo en sentido espiritual (como
afirma, por ejemplo, E. E. Ellis: «Aunque sean
conducidos a la "muerte", no "perderán" ni un solo
pelo»). Simplemente, se trata de un caso más de la
relativa laxitud con que Lucas coordina elementos
tomados de diversas fuentes) CON VUESTRO
AGUANTE CONSEGUIRÉIS LA VIDA
(Literalmente: «Con vuestro aguante conseguid [en
imperativo] la vida». La condición para conseguir la
vida no es ὑπομονῇ, entendida simplemente como
«paciencia», sino un «aguante» firme y duradero. Así
se consigue la verdadera vida. La lectura más fiable es
aquí el aoristo de imperativo κτήσασθε («conseguid»),
según los códices ‫א‬, D, K, L, R, W, Ψ, 063, f1, y la
tradición textual «koine», mientras que otros códices
(A, B, θ, f13) y las antiguas versiones leen el futuro de
indicativo κτήσεσθε («conseguiréis»). A este
propósito, habrá que observar que Lucas no sigue el
texto de Marcos 13,13b («el que resista hasta final»),
porque en esta sección del discurso ha eliminado la
perspectiva escatológica.

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