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Demanda de amparo indirecto.

Quejoso: Pascual Virgilio Hernández.

C. JUEZ DE DISTRITO DE AMPARO EN


MATERIA ADMINISTRATIVA EN LA CIUDAD
DE MÉXICO, EN TURNO.

PASCUAL VIRGILIO HERNÁNDEZ, abogado, con cédula profesional 2566398,


expedida por la Dirección General de Profesiones, promuevo por propio derecho, y con el
interés legítimo que me asiste y, además, en términos de los artículos 3, 5, fracción I, 6 y 108,
fracción I, de la Ley de Amparo.

Como domicilio procesal para oír y recibir notificaciones, documentos y valores que
se ordene me sean entregados, designo el ubicado en Avenida Baja California 196, despacho
803, colonia Roma Sur, delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México. Dicha oficina corresponde a
los profesionistas del Derecho: (i) Víctor Manuel Valencia Villarreal y, (ii) Gabriela Zúñiga
Zúñiga, cuyas cédulas profesionales 191672 y 6161258, respectivamente, expedidas por la
Dirección General de Profesiones, se encuentran debidamente registradas en el Sistema
Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho, ante los Tribunales de
Circuito y Juzgados de Distrito. Dichos profesionistas quedan facultados en los más amplios
términos del artículo 12 de la Ley de Amparo, incluyendo las atribuciones para (a) desahogar
prevenciones, (b) aclaraciones o (c) vistas que se hagan a la quejosa, aún las de carácter
personal.

Para el solo efecto de la segunda parte del segundo párrafo del artículo 12 y 24
párrafo segundo, de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, se autoriza a los pasantes de la aludida profesión (i) Ciro
Enrique Rojas Raigosa, (ii) Ricardo Landeros Pastrano y, (iii) Bruno Alberto Hermosillo Virgilio,
además, todos ellos para que se impongan de los acuerdos que se dicten en el juicio, mediante
el uso de aparatos electrónicos como scanner, cámara fotográfica, grabadora de sonido,
lectores láser o cualquier otro medio similar que permita el avance de la ciencia y la tecnología,
de conformidad con la circular 12/2009 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal.

Con fundamento en los artículos 103, fracción I, 107, fracciones I, párrafo primero y
II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 1º, fracción I, 3, 5, 107, fracción
V, de la Ley Reglamentaria de los preceptos constitucionales citados, demando, el Amparo y
Protección de la Justicia Federal, en contra de los actos de las autoridades que adelante se
indican, por ser violatorios de mis derechos humanos.

A efecto de dar cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 108 de la Ley


Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, manifiesto:

I. Nombre y domicilio del quejoso. De conformidad con lo dispuesto por los


artículos 17, 21, 103, fracción I y, 107, fracciones I y II, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, 1º, fracción I, 5, fracción I (por tener un interés indirecto o legítimo, en el
cumplimiento de las normas constitucionales), 6, 8 y 108, fracción I, de la Ley de Amparo,
tiene interés jurídico para acudir a demandar el Amparo y Protección de la Justicia Federal, por
encontrarse en riesgo sus derechos humanos y las garantías para su protección de seguridad
jurídica al suscrito Pascual Virgilio Hernández.
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El domicilio procesal del quejoso ha quedado precisado en autos.

II. Nombre del tercero interesado: De conformidad con lo dispuesto por el artículo
5 y 108, fracción II, de la Ley de Amparo y, al no existir persona con interés en que subsista el
acto de autoridad reclamado, ni que haya provocado el acto de autoridad, no existe.

III. Autoridad responsable: De conformidad con lo dispuesto por los artículos 5,


fracción II, 37 y 108, fracción III, de la Ley de Amparo, es autoridad responsable, por haber
OMITIDO el cumplimiento a una norma de rango constitucional que constituye el acto de
autoridad reclamado: al Senado de la República.

Conforme al artículo 103, fracción I, de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicano, el amparo es procedente en contra de OMISIONES de las autoridades que
vulneren derechos humanos.

IV) Acto reclamado: De conformidad con lo dispuesto por el artículo 103,


fracción I (actos omisivos), la autoridad responsable le reclamo:

De la autoridad responsable se le reclama la OMISIÓN de dar cumplimiento a lo


dispuesto por el artículo DECIMO OCTAVO TRANSITORIO del decreto por el que se reforman,
adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en materia político electoral, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de
febrero de 2014, en el caso concreto la ABSTENCIÓN de la designación del Fiscal Especializado
en Materia de Delitos relacionados con hechos de corrupción.

V). Preceptos constitucionales que contienen los Derechos Humanos y las


garantías para su protección violados: 1, 4, 14, 16, 21, 102, apartado A y 133.

VI). Bajo protesta de decir verdad, manifiesto que éstos son los hechos y
abstenciones que me constan y que constituyen los antecedentes del acto reclamado y
fundamento de los conceptos de violación los siguientes:

A N T E C E D E N T E S.

1. Soy originario de los Estados Unidos Mexicanos por nacimiento, interesado en el


pleno estado de derecho, que me asiste como un interés legítimo e indirecto, en que se
cumplan plenamente las normas constitucionales.

2. Como mexicano, tengo interés en que la seguridad pública sea un derecho


humano efectivo, en su vertiente de derecho social. Ello, dado que de acuerdo al artículo 21
de la Lex Legum, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, estará conformado por el
Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno.

El Estado de Derecho implica que autoridades y gobernados, todos sin excepción,


estemos sujetos al régimen jurídico. La seguridad pública es uno de los derechos humanos más
importantes, por tratarse de un derecho social y donde más ha fallado el Estado mexicano.

3. El quinto párrafo del apartado A del artículo 102 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, dispone que la Fiscalía General de la República contará con una
Fiscalía Especializada en materia de delitos relacionados con hechos de corrupción.
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4. El día 10 de febrero de 2014, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el


decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia político electoral, en cuyo artículo
DÉCIMO OCTAVO transitorio, establece que el Senado de la República nombrará, por dos
terceras partes de sus integrantes, al titular de la Fiscalía Especializada en materia de delitos
relacionados con hechos de corrupción.

5. Dichas facultades otorgadas al Senado de la República para la designación del


titular de la Fiscalía aludida en el hecho que antecede, entraron en vigencia a partir de que el
decreto mencionado entró en vigencia.

6. Hasta el 25 de octubre de 2016, se emitió la convocatoria para la designación del


Fiscal Anticorrupción.

7. No obstante, a la fecha, el Senado de la República a omitido dar cumplimiento a


lo dispuesto por el artículo DECIMO OCTAVO TRANSITORIO del decreto por el que se reforman,
adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en materia político electoral, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de
febrero de 2014.

8. Como los mismos se encuentran carente de fundamentación y motivación, es el


caso por el cual se acude a la demanda de amparo, dada una excepción al principio de
definitividad.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN:

PRIMERO. La omisión del Senado de la República en dar cumplimiento al artículo


DECIMO OCTAVO TRANSITORIO del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia
político electoral, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero de 2014,
vulnera mis derechos de seguridad jurídica y seguridad pública, consagrados por los artículos
1, 14, 16, 21, 201, apartado A y 133 de la Carta Magna.

En el caso el artículo DECIMO OCTAVO TRANSITORIO del decreto por el que se


reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos en materia político electoral, publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 10 de febrero de 2014 es de rango constitucional, al tratarse de un precepto constitucional
y, por tanto goza de supremacía normativa.

Así, se entiende a la Supremacía Constitucional como un principio del Derecho


constitucional que postula, originalmente, ubicar a la Constitución en particular en un peldaño
jerárquicamente por encima de todas las demás normas jurídicas, internas y externas, que
puedan llegar a regir en el país, salvo las normas que contienen derechos humanos, previstas
en los Tratados Internacionales, que adquieren el mismo rango jerárquico.

El principio de supremacía de la Constitución y el control de la constitucionalidad,


tienen un estrecho vínculo, ya que la primera se encarga de ser parámetro para que ningún
acto de autoridad, ley o tratado pueda contravenir la ley fundamental, el control o la
jurisdicción constitucional se encarga de hacer efectivo dicho principio, al otorgar mecanismos
para garantizar la supremacía constitucional.
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En este orden de ideas, en México, el principio de supremacía constitucional se


encuentra previsto en el artículo 133 de la Carta Magna.

En el mencionado precepto constitucional no se consagra garantía individual


alguna, sino que se establecen los principios de supremacía constitucional y jerarquía
normativa, por los cuales la Constitución Federal y las leyes que de ella emanen, así como los
tratados celebrados con potencias extranjeras, hechos por el Presidente de la República con
aprobación del Senado, constituyen la Ley Suprema de toda la Unión, debiendo los Jueces de
cada Estado arreglarse a dichos ordenamientos, a pesar de las disposiciones en contrario que
pudiera haber en las Constituciones o en las leyes locales, pues independientemente de que
conforme a lo dispuesto en el artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, los Estados que constituyen la República son libres y soberanos, dicha libertad y
soberanía se refiere a los asuntos concernientes a su régimen interno, en tanto no se vulnere el
Pacto Federal, porque deben permanecer en unión con la Federación según los principios de la
Ley Fundamental, por lo que deberán sujetar su gobierno, en el ejercicio de sus funciones, a los
mandatos de la Carta Magna.

En esa vertiente, si mediante el artículo DECIMO OCTAVO TRANSITORIO del decreto


por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos en materia político electoral, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 10 de febrero de 2014, el Poder Constituyente, impuso un mandato al SENADO
DE LA REPÚBLICA, como poder constituido, éste tiene la obligación de cumplirlo, designado en
tiempo al Titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Relacionados con Hechos de
Corrupción.

Luego, al abstenerse a hacerlo, el poder constituido está vulnerando un mandato


supremo, al desobedecer lo que un Poder Jerárquicamente Superior le impuso y el cual debe
ser obedecido.

Luego, la omisión en designar al fiscal anticorrupción, genera inseguridad jurídica


en la sociedad, por estar en un estado de incertidumbre al omitir designar a una institución
fundamental para la sociedad, dado que tendrá facultades amplias en el combate a la
corrupción; ello, a pesar de que ya se han recopilado la lista de candidatos para tal fin y, el
Senado por intereses ilegítimos o contrarios a los intereses de la sociedad, se ha abstenido en
hacer la designación formal, para el efecto de que el mismo de inmediato comience con sus
facultades que le fueron otorgadas en el acuerdo A/011/14, que crea la Fiscalía en materia de
delitos relacionados con hechos de corrupción publicado en el Diario Oficial de la Federación el
12 de marzo de 2014.

Consecuentemente, lo procedente es conceder al quejoso el Amparo y Protección


de la Justicia Federal.

SEGUNDO. (VIOLACIÓN AL DERECHO HUMANO EN SU VERTIENTE DE DERECHO


SOCIAL, LA SEGURIDAD PÚBLICA). En ese tenor el acto de autoridad reclamado vulnera
nuestros derechos humanos de seguridad pública, como derecho social, previsto por el artículo
21 de la Carta Fundamental.

Las democracias se consolidan cuando en una sociedad se respetan los derechos.


Esto significa que, primariamente, SE RESPETA A LA PERSONA, sujeto y fuente del derecho,
como bien se entiende del principio pro persona. Por eso diría Luis PIETRO SANCHIS que
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acontecen en un Estado Democrático de Derecho, es trascendental que el sistema jurídico-


penal se fundamente en principios generales que garanticen la protección del ciudadano frente
al poder del Estado en su función de investigar los actos calificados como delito, porque, la
fuerza normativa de la Constitución impide que el legislador ordinario o cualquier otro poder
público someta a debate lo que confieren los derechos constitucionales. Cuando alguna
persona viola los derechos es casi sintomático que se respete poco a sí mismo, su entorno, y a
los demás. Quien no cree en la persona no cree en los derechos humanos. Quien solo cree en
los derechos de la Ley, no cree en la persona.

La seguridad pública constituye un derecho que trasciende a la dignidad de la


persona al permitirle que viva con dignidad y generar que el ser humano cumpla con su
expectativa de vida, protegida en su patrimonio, integridad, salud, etcétera, lo que implica que
la dignidad humana como finalidad de los derechos, es amplia.

Para aterrizar lo anterior, se invoca la tesis jurisprudencial de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, número 1a. CCCLIV/2014 (10a.), publicada en la página
602 del Libro 11, Octubre de 2014, Tomo I, correspondiente a la Décima Época de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación que establece:

“DIGNIDAD HUMANA. CONSTITUYE UNA NORMA JURÍDICA QUE CONSAGRA UN


DERECHO FUNDAMENTAL A FAVOR DE LAS PERSONAS Y NO UNA SIMPLE
DECLARACIÓN ÉTICA. La dignidad humana no se identifica ni se confunde con un
precepto meramente moral sino que se proyecta en nuestro ordenamiento como
un bien jurídico circunstancial al ser humano, merecedor de la más amplia
protección jurídica, reconocido actualmente en los artículos 1o., último párrafo;
2o., apartado A, fracción II; 3o., fracción II, inciso c); y 25 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos. En efecto, el Pleno de esta Suprema Corte ha
sostenido que la dignidad humana funge como un principio jurídico que permea en
todo el ordenamiento, pero también como un derecho fundamental que debe ser
respetado en todo caso, cuya importancia resalta al ser la base y condición para el
disfrute de los demás derechos y el desarrollo integral de la personalidad. Así las
cosas, la dignidad humana no es una simple declaración ética, sino que se trata de
una norma jurídica que consagra un derecho fundamental a favor de la persona y
por el cual se establece el mandato constitucional a todas las autoridades, e incluso
particulares, de respetar y proteger la dignidad de todo individuo, entendida ésta
-en su núcleo más esencial- como el interés inherente a toda persona, por el mero
hecho de serlo, a ser tratada como tal y no como un objeto, a no ser humillada,
degradada, envilecida o cosificada.” (subrayado adicionado)

De ahí advertimos que el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos, enarbola la supremacía de los derechos humanos, bajo los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. Ante estas premisas, con base
en los principios de equidad y justicia, sin perder de vista que el objeto que justifica la
promoción y defensa de los derechos humanos lo es la inviolabilidad de la dignidad de las
personas que es el fin de los Derechos Humanos.

El artículo 21 define que el Sistema Nacional de Seguridad Pública, estará


conformado por el Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de
gobierno, por lo cual, la seguridad pública debe ser un pilar fundamental del Estado, la omisión
en designar el Fiscal anticorrupción, atenta contra el derecho a una seguridad pública de la
sociedad.
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El propio artículo 21 Constitucional establece que “las instituciones de seguridad


pública se rigen por los principios de: legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos”.

La Seguridad Pública no debe ni puede estar peleada con los derechos humanos,
por tal razón, el Senado de la República, como Institución fundamental del Estado y como
Poder Constituido, al negar a la sociedad la Fiscalía Anticorrupción, atenta contra el derecho a
la seguridad pública de la sociedad, como una autoridad que se requiere que para abatir el
fenómeno delincuencial conocido como corrupción, no obstante que dicha Cámara
responsable constituye uno de los actores que debe mostrar civilidad y respeto frente a la
violación de las leyes, para cumplir con los principios legalidad, objetividad, eficiencia,
profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos; no obstante, con su omisión, ha
vulnerado esos principios en perjuicio de la sociedad a la que deben representar.

Es por ello que son los cuerpos encargados de la Seguridad Pública los que deben
ser respetuosos de los Derechos Humanos.

No debemos caer en provocaciones, los Derechos Humanos no son para defender


delincuentes, son para proteger los derechos inherentes a todas las personas y aquéllos que
cometen delito son, independientemente de lo malo de su actuar, personas.

En México uno de los problemas fundamentales es la inseguridad pública. Los


índices de delincuencia común en el ámbito de la Administración Pública en el presente sexenio
ha sido de enorme gravedad que ha afectado a la sociedad un amplio espectro, a tal grado de
ya no creer en las autoridades, menos en los gobernantes, incluso en alguna parte de la
sociedad, como son aquellos que provocan corrupción en el ámbito particular. Esta situación ha
llevado a muchas personas expertas y tomadoras de decisiones a promover cambios de política
pública orientados a aumentar la efectividad de la policía y el ministerio público en el combate
a ese tipo de delincuencia, a tal grado que mediante el decreto por el que se reforman,
adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en materia político electoral, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de
febrero de 2014, se plasmó a nivel Constitucional, la designación de un Fiscal Especializado en
contrarrestar la corrupción; sin embargo, esos delitos fundamentalmente se encuentran en el
sistema político; los senadores surgen de la política, por tanto, no les interesa designar a quien
debe combatir ese flagelo, vulnerando el derecho de la sociedad en que se contrarreste ese
tipo de delitos.

Diversas organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y organismos


públicos han mostrado, en numerosos foros de debate, su gran preocupación por la situación
que enfrenta el país en el ámbito de la corrupción.

Consecuencia de ello, es concederme el Amparo y Protección de la Justicia Federal.

TERCERO. La omisión de cumplir con lo dispuesto por el artículo DECIMO OCTAVO


TRANSITORIO del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia político electoral,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero de 2014, por parte Senado de la
República, sin fundar ni motivar esa abstención, vulnera el derecho de seguridad jurídica de los
gobernados, al no cumplir el mandato impuesto por el artículo 16 de la Lex Legum.
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Cierto, ese tipo de actuaciones que afectan derechos humanos, en este caso de
seguridad pública, deben ajustarse a lo dispuesto por el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, entre las que se encuentran que: 1) nadie puede ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito; 2) éste debe ser emitido por autoridad competente; 3) que funde y
motive la causa legal del procedimiento. Por tanto, para que la actuación de la autoridad al
momento de llevar a cabo un acto de autoridad debe hacerlo por escrito a fin de otorgar
seguridad jurídica al gobernado. Para cumplirse con los requisitos de fundamentación y
motivación previstos en el artículo 16 constitucional, es necesario que todo acto de autoridad
conste (i) por escrito; (ii) en el cual se exprese con precisión el precepto legal aplicable al caso y
(iii) las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido
en consideración para emitirlo; siendo necesario, además que exista adecuación entre los
motivos aducidos y las normas aplicables, o sea, que en el caso concreto se configuran las
hipótesis normativas, para que los obligados estén en aptitud de defenderse en debida forma,
de lo cual adolece el acto de autoridad reclamado. Ninguno de esos elementos se cumplieron
en el acto de autoridad.

En ese orden de ideas, al omisión del Senado de la República de cumplir con el


mandato constitucional, no se encuentra fundada y motivada, toda vez que la autoridad
responsable omite señalar, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o
causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para omitir la designación del Fiscal
Especializado en el combate a la corrupción, sin que sea argumento que la norma Suprema no
le otorgue un plazo, dado que la sociedad está interesada en el combate a los delitos derivados
de hechos de corrupción.

Es aplicable la jurisprudencia VI.2o. J/43 sustentada por el H. Segundo Tribunal


Colegiado del Sexto Circuito, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo II, Marzo de 1996, Novena Época, página 769 que dispone lo siguiente:

“FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. La debida fundamentación y motivación


legal, deben entenderse, por lo primero, la cita del precepto legal aplicable al caso,
y por lo segundo, las razones, motivos o circunstancias especiales que llevaron a la
autoridad a concluir que el caso particular encuadra en el supuesto previsto por la
norma legal invocada como fundamento.”

Asimismo, es aplicable la jurisprudencia 260sustentada por la Segunda Sala de la H.


Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en el Apéndice de 1995, Tomo VI, Parte
SCJN, Séptima Época, página 175 que dispone lo siguiente:

“FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. De acuerdo con el artículo 16 de la


Constitución Federal todo acto de autoridad debe estar adecuada y
suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de
expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que
deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o
causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto;
siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las
normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas.”

INCIDENTE DE SUSPENSIÓN:
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Con fundamento en los artículos 125, 128, 129, 132, 136 y demás relativos y
aplicables de la Ley de Amparo, solicito se me conceda la suspensión de los actos reclamados,
primero la provisional y, posteriormente la definitiva, para que las cosas se mantengan en el
estado que actualmente se encuentran, dicha suspensión deberá ser con la finalidad que el
Senado de la República ejecute actos encaminados al cumplimiento de la norma constitucional
vulnerada

Por lo expuesto,

A USTED C. JUEZ DE DISTRITO, atentamente solicito se sirva:

PRIMERO. Tenerme por presentado en tiempo y forma, demandando el Amparo y


Protección de la Justicia de la Unión.

SEGUNDO. Admitirla; requerir a la autoridad responsable a fin de que dentro del


término de ley rindan sus informes con justificación, acompañando las constancias necesarias
para apoyarlo.

TERCERO. Conceder la suspensión de los actos reclamados, primero la provisional y


posteriormente la definitiva. En su caso, expedirme copia certificada del acuerdo que me
concede la suspensión.

CUARTO. Tener por anunciadas, ofrecidas y rendidas las pruebas que en el capítulo
respectivo se relacionan con la contienda constitucional.

QUINTO. Previos los trámites, conceder al quejoso el Amparo y Protección de la


Justicia Federal.

PROTESTO LO NECESARIO
Ciudad de México, a 12 de julio de 2017.

Lic. Pascual Virgilio Hernández.

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