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Solo DI la PALABRA

Mateo 8: 5-13
Salmos 107:20; Jeremías 17:7

Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor,


mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le
dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que
entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también
yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste:
Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se
maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he
hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se
sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; más los hijos del
reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue
sanado en aquella misma hora.
Sn. Mateo 8: 5 -13

INTRODUCCION
El mundo se mueve más por lo que puede ver, que por lo que puede creer. Y
mientras el ver sea más cómodo, más llamativo, menos exigente y que despierte
más el gusto e interés, entonces se consume más. Note usted la forma como se nos
hace comer, vestir y manejar lo que sale como oferta al mercado. El constante
bombardeo publicitario se encarga de despertar el apetito en todos los ámbitos.

El mundo para el tiempo de Jesús tenía características similares, a Jesús no le tomó


por sorpresa esa tendencia de la humanidad; Él sabía que muchos se movían más
por la vista que por el creer. Fue por eso que Jesús les reprochó su actitud,
diciéndoles: "Si no viereis señales y prodigios, no creeréis". La situación no ha
cambiado desde el tiempo de Jesús para acá. Hoy estamos viviendo un “evangelio
de ofertas” “siembra ven para que seas prosperado, para que seas liberado, para
que seas sanado”; pero no dicen para que seas salvo”. El resultado es que en
efecto la gente acude, pero la verdad es otra. Jesús rechazó tener seguidores que
fueran tras él más por las cosas que hacía que por lo que decía. Debemos unirnos
a lo que dice Juan al final de su libro: "Bienaventurados los que no ven y creen"

La palabra está cerca de ti


El enunciado: "solamente di la palabra", sale de un hombre que conoce el
sistema jerárquico militar. Que entiende cómo, dentro de la estructura de mando,
hay niveles superiores e inferiores, y que dichos niveles implican órdenes que deben
ser acatas. Al analizar el contexto sobre el cual este centurión se acerca a Cristo y
afirma que con solamente dar una orden se puede dar la sanidad de su criado, es
llegar a la conclusión de que, en primer lugar, él reconoce sus limitaciones; en
segundo, identifica que Jesús tiene autoridad y poder; y en tercer lugar, apela a
esto último para hacer su solicitud. En otras palabras, abordó a Jesús desde una
perspectiva que, se pudiera decir, no permitía una acción distinta a la que recibió.
Como seres humanos somos susceptibles a atravesar situaciones en donde no
encontramos una salida, sino que nos vemos enclaustrados en un torbellino de
incertidumbres, y la duda se apodera de nuestros sentidos teniendo como
resultado que perdemos el control sobre nuestra situación. Sin embargo, más que
cualquier otra cosa, cuando el centurión dice: solamente di la palabra, y mi criado
sanará, demuestra la fe que él tenía en que Cristo era la respuesta a su situación. Él
entendió que Jesús tenía la capacidad y la autoridad para responder a su solicitud.
De hecho, en el verso 10 del mismo capítulo 8 de Mateo registra que Jesús quedó
maravillado con la manera en que este centurión expuso su situación y logró su
objetivo.

Vivimos en un constante encuentro con Dios, Lamentaciones nos dice que sus
misericordias son nuevas cada mañana, (Lamentaciones 3:22-23), esto me lleva a que
diario voy al encuentro con El, Jesús me dice "Venid a mi…", (Mateo 11:28), vamos al
encuentro con El, y la pregunta sería: ¿Cómo nos encuentra El? Será que nos
encuentra seguros de nuestra Fe, confiados en El, (Bendito el varón que confía en
Jehová, y cuya confianza es Jehová. Jeremías 17:7). No podemos controlar la
manera en que Dios decida responder nuestras oraciones o peticiones, Lo que sí es
seguro es que en Cristo hay respuesta a nuestras necesidades; y las mismas están
vinculadas a nuestra confianza en que Él tiene la capacidad y la autoridad de
resolverlas. No en sí, Su respuesta, sino en que, en Su voluntad, ante cualquier
circunstancia e independientemente de lo que suceda, en Su palabra hay poder
y autoridad.

En ese sentido, la acción del centurión nos invita a reflexionar en tres aspectos:
 ¿A quién nos dirigimos en momentos de dificultad?
 ¿Dónde está puesta nuestra confianza?
 ¿Estamos dispuestos a asumir Su voluntad?

Cristo es la respuesta a estas tres reflexiones. No importando si el resultado es


concorde a nuestra expectativa o si bien difiere de lo que queremos. Jesús sigue
teniendo poder y autoridad sobre todas las cosas y Su palabra puede cambiar
cualquier tipo de realidad en nuestras vidas.

CONCLUSION
Estamos viviendo tiempos donde cada vez la palabra revelada está siendo puesta
a un lado. Hay una tendencia a alejar la palabra de Dios para dar cabida al
sensacionalismo y a todo aquello que despierta más la vista que la Fe. La historia
presentada nos emplaza a seguir a Jesús, a confiar que él tiene control de todas
las cosas. Este orden no puede cambiarse. La Fe precede a la vista. "Solamente di
la Palabra". Es la acción de depositar en Jesús nuestras cargas, aflicciones y
situaciones adversas para que Su AUTORIDAD y PODER tomen el control de todas
ellas.

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