EL ROL DE LA IGLESIA EN LA SOCIEDAD

DOCUMENTAL 58
El documental 58 nos muestra de manera directa la realidad de millones de seres
humanos en el mundo, una triste realidad que se desarrolla en este preciso momento
mientras escribo estas pocas palabras, de vidas sumidas en un entorno oscuro, personas
oprimidas por toda clase de males quienes en esas circunstancias se encuentran
envueltos y por ello también se genera una reacción en cadena para las futuras
generaciones que a su vez día tras día ven la luz en una cuna no apta para recibir a
quienes Dios llamó “hombre y mujer” a continuación daré desarrollo a lo que pude
percibir en este concientizador y muy necesario filme.
Conocimos varias historias como la de aquella mujer de Boset/Etiopía junto a sus hijos
luchando por sobrevivir en medio de la sequía y grandes adversidades, buscando el
sustento, el alimento para sus hijos, trabajando para poder vender madera y obtener así
lo necesario para darles a sus pequeños pan y agua solamente. Además conocimos la
situación en el valle de Mathari una población rural en Kenia, también en Nairobi, el
escenario en India del Sur, como también en Recife/Brasil; En Mathari pudimos observar
la manera en que niños trabajan junto a sus padres en las canteras, picando y picando
piedras, cómo aquellas personas quedan presas de deudas impagables bajo la impiedad
de los dueños de canteras de quienes reciben ofrecimientos de créditos y un sueldo
paupérrimo diario (0.60 ctvs.) por un trabajo evidentemente muy agotador y nada
sencillo de realizar. En las zonas más pobres de Nairobi gentes envueltas en el
alcoholismo, drogadicción, contaminación ambiental, pobreza extrema, grupos de
pandillas, delincuencia y demás. Lo mismo que en Recife/Brasil una comunidad llena de
peligros, delincuencia y muchos problemas sociales. A la luz de esta realidad pienso que
gran parte de la Iglesia al igual que “Kirsty”, una mujer que testifica de donde la sacó
Dios, de tener una necesidad impulsiva y compulsiva de comprar, lo que la llevó a tener
grandes deudas y una vida muy superficial, es muy necesario que cambie nuestra
manera de pensar y seamos transformados como ella en nuestras acciones. “Kirsty”
cedió ante el poder transformador de Dios y empezó a tomar decisiones que la llevarían
a experimentar una nueva vida, una vida con un verdadero propósito, una vida llena de
significado. A aquella mujer Dios la usa para bendecir a personas en estos campos llenos
de necesidad a la vez que es bendecida por ellos como ella mismo compartió. Conocimos
también la historia de un Pastor natural de Kenia, uno de aquellos pocos que pudo
superar el contexto en el que creció, pudo obtener una profesión y aún salir de aquel
ambiente hostil, solo para en aquel momento entender que era necesario regresar, que
aquella bendición que recibió no sería solo para él sino para que a través de su ejemplo
y testimonio muchos de la misma manera puedan escapar de esa penosa pero superable
situación.
El hecho de que este video exista, más allá de los testimonios y la enseñanza mostrados,
ya es un ejemplo de que hay personas que están dispuestas a salir de su zona de confort
para ir en pos de corresponder a la palabra de Dios, este documental tiene como texto
base al Libro de Isaías en su capítulo 48, el verdadero ayuno que Dios busca, que
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nosotros como Iglesia Suya entendamos y reflexionemos sobre nuestra posición aquí en
la tierra, en nuestra comunidad, que estemos dispuestos a amar como Él lo hace lo que
obligatoriamente nos llevará a la acción. Es nuestro deber en el Señor alimentar al
hambriento, vestir al desnudo, romper las cadenas de opresión, actuar en favor de
aquellos más necesitados, demostrarles el amor de cristo con nuestros hechos. La Iglesia
necesita obedecer, pienso que hay muchos motivos por los cuales hay un desvío, retraso
o adormecimiento en la obra de la Iglesia, uno de los principales es la incorrecta
interpretación de La Palabra, tenemos el panorama sesgado lo que no nos permite
divisar que nuestra tarea en este medio no solo consta en reunirnos y pasar un tiempo
ameno entre hermanos en medio de cuatro paredes, a la par de que no debemos dejar
de “congregarnos como algunos tienen por costumbre” aquellas reuniones deben
contener en gran medida un mensaje de preparación para poder influir positivamente
en medio de la sociedad, expresamente la comunidad de la que formamos parte. El rol
nuestro como Iglesia del Señor es ese precisamente, ser luz, sal de la tierra, llevar
esperanza, amor, servir a nuestro prójimo, tomar el claro ejemplo del Señor Jesús y por
medio de obras testificar que somos hijos de Dios, un Dios que lejos de hacer distinción
de personas se preocupa y quiere que la humanidad entera le conozca, sin embargo, ha
puesto especial énfasis en Su Palabra en los más necesitados, por el contexto y cruda
realidad en que viven, aquellos que requieren de una mano amiga que necesitan libertad
integral, esa libertad que solo es dada por Dios pero a su vez la Iglesia cuerpo de Cristo
sirve de instrumento para llevarla a todos.
Es necesario que podamos abrir nuestros ojos a la realidad del mundo, de la sociedad
que nos rodea, de ahí se hace imperativo nuestro accionar, no basta con conocer y por
un momento meditar, tal vez afligirnos por ellos, sino que aquellos sentimientos de
misericordia, piedad, de compasión tienen que llegar a su plena realización expresada
en el servicio a los demás, de manera muy especial a los pobres, oprimidos, necesitados.
Nuestro Señor Jesús nos dijo que al servir a aquellos lo estamos sirviendo a Él, lo que
nos da una idea clara de lo importante que resulta hacerlo, lo ineludible que es, Dios nos
está diciendo “sirve a tu prójimo, hazlo por Mí” y después de todo si Él es el Señor, si es
nuestro Señor ¿cómo responderemos a Su llamado al servicio? o ¿cómo debemos
hacerlo? Nuestro rol como Iglesia en la sociedad es muy amplio e importante, pienso
que en todos los ámbitos, a donde el Señor nos coloque debemos servir con el fin de
poder mejorar la situación de nuestro prójimo, que esto no sea excusa para dedicarnos
específicamente a algo y descuidar otras labores que también podemos realizar por el
bien de los demás. La predicación de la Palabra es fundamental y obligatoria para
nosotros por orden de nuestro Dios, sin embargo, el hacer el bien a todos no
necesariamente está ligado a una correspondencia inmediata de aquellas personas al
mensaje de Cristo, después de todo Él nos dijo “amen a sus enemigos, bendigan a
quienes los maldicen…” (Mt 5:44 Lc 6:27-28). Es así que la Iglesia es el agente por medio
del cual Dios puede cambiar a la sociedad, es un agente transformador de Dios que debe
permanecer activo en beneficio de los demás.
“Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe
por mis obras.” Stg. 2:18.
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