Sie sind auf Seite 1von 4

TEMA: 7 PRINCIPIOS QUE NOS HARAN VENCEDORES.

TEXTO: SALMO 27: 14.

El avance de la vida cristiana es el crecimiento desde una infancia


espiritual hasta lograr una madurez espiritual. El crecimiento
espiritual, al igual que el crecimiento físico no sucede de la noche a la
mañana; es un proceso gradual. Pero, a diferencia del crecimiento
físico, el crecimiento espiritual depende de nuestras decisiones.
Decidimos si hemos de tener hambre de la Palabra; decidimos si hemos
de estar motivados, decidimos si avanzaremos en la vida cristiana.
En el Salmo 27, David da un ejemplo del avance del crecimiento
espiritual en siete círculos de fe.

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová


es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
(Sal. 27:1)

Círculo 1: Salvación.
El fundamento de nuestro crecimiento espiritual es la salvación (1 Cor.
3:11).
"Jehová" en hebreo es Yehovah; "salvación" se deriva de Yeshuah, la
palabra hebrea que quiere decir "Jesús". Mil años después que David
escribiera este salmo, un ángel le dijo a José: "Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados" (Mat. 1:21). La persona que ha creído en Jesucristo como su
Salvador empieza a ver que esa fe, que establece la seguridad básica en
el plan y en la persona de Dios, puede vencer el temor.

Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté


yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su
templo. (Sal. 27:4)
Círculo 2: Estudio.
Después de la salvación, el crecimiento sólo se logra con el estudio.
Tenemos que ser receptivos a la Palabra. La palabra bagash, traducida
"buscaré" significa estudiar diligentemente. Es similar a la palabra
griega spoudazo que encontramos en 2 Timoteo 2:15, que
implica una fuerte motivación interior. Es imposible estudiar de tal
manera que logremos crecimiento a menos que hayamos tomado una
decisión personal de motivarnos espiritualmente. "Que esté yo en la
casa de Jehová" es igual a vivir en la Palabra de Dios, aprendiendo a
dejar que la Palabra sea de prioridad, más real y absoluta que ninguna
otra cosa en la vida. La casa del Señor en la época de David era el
tabernáculo, el lugar donde se enseñaba. El equivalente en el Nuevo
Testamento sería la iglesia local, y por lo tanto podemos afirmar que
los cristianos debemos estar allí cada vez que se abren las puertas y la
Palabra de Dios es enseñada.

Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;


me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca
me pondrá en alto. (Sal. 27:5)

Círculo 3: Descanso en la fe.


David está afirmando que, si se consagra a vivir en el tabernáculo de
Dios, a meditar, a estudiar y a tener una fuerte motivación para crecer,
entonces en el día de la angustia, Dios levantará su tabernáculo sobre
él y recibirá protección divina de cualquier amenaza. Cada vez que
escuchamos la enseñanza de la Palabra, decidimos si la creemos o no.
El único lugar seguro en el universo es la fe, donde descansamos en el
poder de la Palabra. En este lugar secreto, nos encontramos en un
ambiente encapsulado que llevamos con nosotros cuando nos
dedicamos a vivir en la Palabra, entonces la Palabra de Dios nos rodea
a dondequiera que vayamos y tendremos estabilidad en la vida.

Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me


rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de
júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. (Sal. 27:6)
Círculo 4: Espiritualidad.
En Hebreos 13:15 se nos exhorta a que "ofrezcamos siempre a Dios, por
medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su nombre". Los sacrificios de gozo, (que es gratitud a Dios),
y de cantar y alabar, (que declaran la fidelidad de Dios), son
expresiones de la función de nuestro sacerdocio en la plenitud del
Espíritu Santo.

Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia


de mí, y respóndeme. (Sal. 27:7)
Círculo 5: Soportar el Sufrimiento con esperanza.
La palabra hebrea qará significa "clamar a gran voz". Aquí indica una
presión interna que arranca del alma un clamor pidiendo liberación. El
sufrimiento es necesario en el crecimiento cristiano. Cuando
enfrentamos el sufrimiento con la oración eficaz, se acelera el proceso
de crecimiento.

Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro, Tu rostro


buscaré, oh Jehová. (Sal. 27:8)
Círculo 6: Ocupados en oración constante.
Una gran parte de este salmo habla del sexto círculo de fe, ya que esto
es el más indispensable para lograr la madurez espiritual y consiste en
perseverar a través de los sufrimientos al punto de ocuparnos con
Cristo. David podía perseverar porque cuando Dios le dijo "Búscame",
David contestó: "Lo haré". Estaba motivado para conocer la Palabra de
Dios y para comprender la voluntad de Dios. Es imposible lograr
madurez espiritual a menos que nos ocupemos en la persona de Cristo.
El cristianismo no es una religión, es una relación. El propósito de todo
nuestro estudio es ir de la Palabra escrita a la Palabra viva, buscar en la
página escrita a Jesucristo.

Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de


Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová;
esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. (Sal.
27:13,14)
Círculo 7: Esperar.
David conocía la desesperación, el desaliento, la depresión. Las
enfrentó a todas, y salió adelante porque sabía que Dios le daría
bendición si perseveraba en avanzar espiritualmente. Qavá es la
palabra hebrea de más fuerza para decir fe. Para avanzar de la cruz a la
corona, cada uno debemos aprender los grados de fe: amén, fe que se
apoya; bata], fe que lucha; jasá, fe que es refugio; yajal, fe que sana; y
qavá, fe que espera. Isaías nos dice que los que esperan en el Señor
cambiarán su fuerza humana por la fuerza divina. No es hasta llegar a
la etapa de esperar que contemos con la fuerza arrolladora de Dios y
hasta no tener ésta, no tenemos auténtica valentía en el ámbito
espiritual.

Das könnte Ihnen auch gefallen