Sie sind auf Seite 1von 10
te Capitulo 1 PENSAR, IMAGINAR, CREAR: , DESAFIOS DEL SIGLO QUE SE INICIA Silvia Schlemenson EI siglo que se inicia impone cambios en Jas formas de comuni- cacién y el manejo de Ja informacién. Para responder a las caracteristicas sociohistéricas del mismo, el sujeto actual necesita de modalidades de produccién simbélica especificas. Dichas modalidades se transmiten como legados sociales y familiares y se gestan en los primeros encuentros, pero conquistan, en el espacio social -tanto enel escolar como en el clinico-, nuevas oportunidades para su transformacién. 2..La PRODUCTIVIDAD SIMBOLICA EN EL SIGLO ACTUAL El sujeto actual est expuesto a una multiplicidad de estimulos inexistentes en épocas anteriores, a partir de los cuales elabora for- mas de respuestas novedosas asociadas a un trabajo psfqutico muy. intenso. La celeridad y la originalidad en la resolucién de conflictos sehan transformado en los requisitos necesarios para sortear las difi- cultades de un siglo caracterizado por la fragmentacién y los cam- ios. La agresividad de las situaciones sociales actuales ejercita a los sujetds, desde pequetios, en el uso de modos originales de simbolizer. En [a cultura actual, la apertura y la disponibilidad de informa- cin a través de la red de Internet, como caracteristica distintiva de 6 SILVIA SCHLEMENSON los procesos de simbolizacién de este comienzo de siglo, han modi: ficado el acceso y el dominio que el sujeto tiene sobre el conoci miento y el mundo. El conocimiento absoluto se ha transformado en.un mito y ha sido sustituido por la disponibilidad maxima de ofertas cognitivas ofrecidas por el ciberespacio. Si en el siglo XIX la mayoria de las personas morfari sin tener ninguna representacién dela existencia de un sitio diferente de aquel en el cual habian naci- do, enla actualidad, por obra de los medios de comunicacién, se par- ticipa de la vida de otras ciudades y personas a partir de una realidad virtual que produce transformaciones en las representaciones psiqui- cas con las que el sujeto opera, Segiin Zemelman (1999), la revolucién tecnolégica de los medios de comunicacién ha permitido a cada sujeto sentirse ciudadano del mundo sin haber abandonado su aldea, Los nuevos sistemas de comunicacion colocan al sujeto en “otra parte” y motivan su interés por lo diferente. Desde la intimidad del hogar, el televisor y la computadora hacen participe a un nifo, aparentemente pasivo, de situaciones y tramas dificiles de procesar para un adulto. Llama la atencién, en este sentido, la universalidad que adquieren, por ejemplo, algunas series de dibujos animados de dificil comprensién en su trama narrativa verbal (Dragon Ball, Pokémon), que a pesar de su complejidad, son enfendidas por nifios pequefios de muy diversas culturas. Los personajes de estas series atraviesan experiencias cuyo sentido debe deducirse de indicios visuales, marcas en una pulsera, el largo del pelo o el color de los trajes. El hilo conductor de los acontecimientos se infiere a partir de indicadores exclusivamente visuales que orientan el sentido de aquello que se observa. En la actualidad, Ja imagen gobierna el ingreso del sujeto al conocimientoe incorpora un maximo de informacion y operatividad en. un minimo de tiempo. Para poder intervenir quirtirgicamente en forma exitosa, por ejemplo, ya no basta con tener un excelente puilso y‘un razonamiento orclenado, sino que ademés se requiere saber observar un monitor y combinar las Grdenes y estrategias para que los instruments reciban las indicaciones necesarias. Este tipo de cirugia estda cargo fundamentalmente de jévenes que pertenecen a luna generacién ejercitada en largas horas de video-juegos, aparente- mentealejados de los procesos intelectuales por estimular descargas sin mediaciones. Sin embargo, través de ellos, se incorporan niveles PENSAR, IMAGINAR. CREAR: DISAFIOS DEL SIGLOQUESEINICIA 18, de atencién, ejecutividad y decision para operar en situaciones im- Previstas que permiten interpretar rapidamente aquello que ¢s propuesto por la imagen. La imagen sintetiza una condensacién metaférica de tn trabajo siquico intenso que no es consciente ni ordenado, pero que despliega una profunda riqueza simbdlica. Las series televisivas y el conjunto de los video-juegos tratan de tomar un objeto para significar otro, lo cual facilita la elaboracion tentativa de nuevas y singulares propuestas de sentido. Las figuras metaféricas que las condensan representan una realidad construida subjetivamente por Ja reiteraci6n de indicios que posibilitan una interpretacién distinta or parte de cada sujeto. Abrir la escucha a los multiples supuestos acerca de un mismo acontecimiento visual es un ejercicio de lectura dela imagen que obliga a un trabajo psfquico intenso para compren- der lo que sucede. Lageneracién actual que nacié en el mundo de la televisisn y la informatica, despliega nuevas formas de simbolizacion centradas en la comprensin rapida de temas que la atraen. Para acceder a la transformacién y el enriquecimiento de conocimientos ya no es ne- cesario esforzarse por aprender repetitivamente tematicas genera les sino adquirir agilidad interpretativa en reas especificas. Se re~ quiere para ello de un sujeto atento, Agil y reflexivo, capacitado para decodificar répidamente la variedad de sentidos condensados en las imagenes que se transmiten. Es interesante poner la idea de su- ieto en el centro del analisis de las caracteristicas de los procesos de simbolizacién de este siglo, para entender cémo dichas caracteristi- cas comprometen y afectan la produccisn de su subjetividad. Leer, narrar, pensar, hablar, como productos simbélicos exclu: sivamente humanos, son actividades que se han modificado a tra~ vés de las pocas. En la actualidad, para realizar satisfactoriamente cualquiera de ellas, es necesario haber accedido a una compleji- dad psiquica suficiente como para disponer de distintos y varia- dos recursos interpretativos que permitan abordar los hechos de os que se participa, y poder exponerse a su modificacién y cam- bio permanentes. Vivir en la actualidad es participar de situaciones conflictivas que colocan diariamente al sujeto en riesgos psiquicos provenientes de la virulencia social imperante, que lo exponen a tomas de decisio- » SILVIA SCHLEMENSON nes rapidas cuyas consecuencias no puede anticipa. Cada una de ellas, atravesada por la incertidumbre, lo obliga a poner en marcha complejos procesos reflexivos que probablementeenriquecen su psiquismo (Giddens, 1994), 4 intensidad del desorden social existente condice a los sujetos al abandono de caminos ideales y ala busquedi incesante de modalidades cambiantes para sortear dificultade. La puesta a prueba de estrategias personales aparece como ura de las poces oportunidades posibles para responder a la complejiiad, por lo cual la originalidad y Ins elecciones subjetivamente distativas son casi tuna exigencia de supervivencia, No todos los individuos pueden soportar los enbates de ines- tabilidad a Tos que Ta sociedad los expone y per eso buscan identidades grupales en las cuales refugiarse. La gnn difusién de sectas_religiosas, que marcan un tinico camino pira orientar el sentido dela vida, da cuenta de las necesidades, existextes en muchos sujetos, de subsanar su fragilidad psiquica adhiriérdose a grupos en los que pierden su autonomia y riqueza simbélict. En a posmodernidad cayeron las “grandes narritivas” que ca- racterizaron el siglo XIX (Lyotard, 1995); se abandoraron los anéili- sis lineales de concatenacién causal que mostraban una tinica for- ma de comprensién de los acontecimientos que se describfan; desa- parecieron los grandes peligros, el “gran héroc”, los grandes propé- sitos. Se sustituy6 una narrativa tinica por un jueg) de lenguajes que necesita de un psiquismo diictil y abierto para soportar los cam bios y los desentendimientos actuales. La descomposicion de los grandes relatos y la caida de las uto- plas traen consigo la vittud de recuperar para el sijeto un lugar central en el anilisis de lo posible. La emergencia ce salidas indi- viduales para severos conflictos globales define un nuevo tipo de conocimientos, una nueva cultura, olra manera de inaginar, en sfn- tesis, otro tipo de produccién de subjetividad. Para satisfacer las demandas que atraviesan los sujetos en una sociedad tan compleja como la actual, se requier: una intensa ductilidad psiquiga que instituye la heterogeneiiad (Geen, 1996), en Janto el tasgo distintivo que permite respondera situaciones divergentes con recursos simbdlicos égiles y contrapwestos. El sujeto caracteristico de este tipo de cultura es un sujeto que e desconoce y PENSAR, IMAGINAR, CREAR: DESAFIOS DELSIGLOQUESEINICIA. 21 se reconoce en cada una de las acciones que concreta. No tiene un solo modo de responder a la demanda, sino que adecuia sus recursos simbédlicos a la complejidad existente. Se trata de un sujeto que no representa un ideal tinico; mas bien se constituye por la fuerza de las desigualdades de las que es victima y por la contraposicién le pareceres de los que participa. Las particulares formas de simbolizar de un sujeto se heredan socialmente a partir de la transmisién que concreta cada familia de “un magma de significaciones” compartidas con los congéneres(Cas- toriadis, 1993), alrededor del cual el sujeto se estructura y constituye. La familia transfiere modos de producci6n simbélica, mientras que Ja sociedad los condiciona de acuerdo con las caracteristicas de la €poca en la cual se vive. Ambos legados, individuales y sociales, generan una propuesta identificatoria alrededor dela cual el sujeto se constituye por acuerdo 0 contraposicién con las significaciones parentales que lo anteceden y las particularidades distintivas del momento social en el que nace. El anlisis de los procesos psiquicos comprometidos en situaciones de maxima productividad simbélica como las actuales, permitird orientar la asistencia de nifios con problemas para el aprendizaje. 3. CONSITTUCION PSIQUICA ¥ PRODUCTIVIDAD SIMBOLICA Algunas investigaciones en neurociencias y en psicoandlisis permiten afirmar que son las experiencias e interacciones en los rimeros aftos de vida las que influyen sobre la-manera en que s¢ desarrolla el cerebro_y sobre las caraclerksticas subjetivas-de Tor equefios, Segtin Bowlby (1998) y sus continuadores, las primeras relacionesentre un nifio y su madieentraman un sostén de confianza imprescindible para que él pueda animarse a explorar el mundo. Este sostén actiia como una referencia significativa para armar modelos posteriotes de relaciones sociales mas seguras. Diversas investigaciones psicoanaliticas, como las de Aulagnier (1984), Bleichmar (1987) y Green (1998), trabajan Ja importancia de. Ja relacién madre-nifio como nutriente fundamental en Ia estruc- turacion del aparato psiquico y, por ende, en el desarrollo integrél 2 SILVIA SCHILEMENSON de los pequefios, Estas perspectivas teéricas permiten considerar que la calidad de los primeros encuentros condiciona la productividad y confianza en los nifios, y orienta la potencialidad Ge su riqueza psfquica, con puntos de contacto altamente significa- tivos entre el placer de criar y Ja riqueza del pensar. En los casos de nifios para quienes esta primera telacion fue exiremadamente inestable (progenitores en situacidn traumatica, agresiva o en duelo, porejemplo),los deseos cle entrelazamiento libidinal nose instituyen y el psiquismo se constituye con un nivel de precariedad simbolica Giffell de recuperar tardiamente, como ocurte con algunos nities autistas o con déficits atencionales. Desde el nacimiento, la madre, o su equivalente libidinal, asiste las necesidades de supervivencia del nino ofreciendo un sostén al- rededor del cual comienza a organizarse su psiquismo. Por Ja cali- dad de su asistencia, instituye formas de satisfaccién y acceso al placer a modo de una red simbolica lanzada sobre el niNo, en quien hingiin elemento queda fijado en forma definitiva. Esa red repre- senta una suerte de urdimbre de significaciones que sostienen y sin- gularizan al sujeto. No se corresponde con representaciones espect- ficas sino con rasgos, aromas, arrullos y perfumes que dan cuenta del inicio de una infancia que perdura. Comprendida de este modo, lainfancia noes una época cronolgicamente identificableen la cons- titucién del psiquismo, sino el tiempo de los grandes movimientos que grganizan el destino de la subjetividad alrededor del placer. La ealicez de los primeros vinculos, los mimos y las palabras que Anteceden las expresiones del pequefio, lo envuelven en un en- torno simbélico que lo potencia y lo acompara hasta su muerte Muchas causas de muerte psiquica, entendida como imposibilidad representativa y libidinal extrema, pueden relacionarse con fallas tempranas en esa situacidn (Bleichmar, 1987). Si las experiencias li bidinales primarias fueron escasas, si los legacios parentales resul- * taron insuficientes, la productividad psiquica del nifio se empobre- ‘ce la riqueza simbolica que puebla los dfas de infancia con fanta- sias e ilusiones se reduice Los “dias de infancia” (Lyotard, 1997) permanecen en la imagi- inaci6n y las fantasias. Durante este periodo se inscriben representa ‘ones de carécter inconsciente, que dejan huellas y tendencias alre- dedor de las cuales citcula el placer. PENSAR, IMAGINAR, CREAR: DESAFIOS DELSICLOQUESEINICIA, 23 “Representacién cosa” (Green, 1996), “actividad pictografica” (Ailagnier, 1977), son distintas acepciones que aluden a un tipo de trabajo psiquico inicial, caracteristico de estos primeros momentos en la constitucién del psiquismo, en el cual el acceso al placer es masivo, puntual y sin mediaciones. Las descargas que caracterizan esta forma particular de actividad psiquica no se agotan en los vit culos originarios, sino que encuentran en ellos una oportunidad para su maximo despliegue. Es asi que las situaciones de enamoramien: toy descarga pulsional suelen repetirse a lo largo de la vida y acti- Van, en cada una de esas ocasiones, un tipo de trabajo psiquico que es independiente de la edad ce! sujeto afectado. Los estados pasio- nales (entre sujetos y con objetos) ponen en marcha este tipo de mo- dalidad de tramitacién pulsional y acttian como una fuerza propul- sora de la descarga sin mediaciones simbélicas en toda ocasi6n en Ja que se instala una dualidad erogeneizante. Cuando un nif crece entre relaciones parentales amenazantes, con poco contacto corporal y escaso intercambio lingitistico con sus referentes primarios, se generan restricciones en su productividad simbélica de dificil remisisn. Por el contrario, la estabilidad en las primeras relaciones y un caudal de amor y asistencia incondicional en los momentos iniciales de la vida contintian siendo las reservas necesarias para soportar los intensos cambios que la actualidad im- pone a los pequefios. La donacién de un caudal libidinal y simbsli- {0 inicial suficiente resulta, entonces, uno de los requisitos necesa- rios para promover la actividad psiquica en los niftos. El trasvasamiento libidinal y simbélico de los padres hacia sus hijos (Bleichmar, 1987) constituye un legado de humanizacién a partir del cual los pequefios ingresan a un tipo de mundo sesgado por sus progenitores. Esta transmisién, de la cual el nifio extrae modalidades distintivas de productividad simbolica, supone la pues~ ta en marcha de un trabajo de identificacién del nino con ambos adres y no s6lo con la madre. El acto de transmision se concreta mediante una combinatoria impredecible, segiin la cual la herencia psiquica de los padres no se repite puntualmente en los hijos, sino Que circula a modo de mandatos y enigmas de los que se parte para modificarlos y volver a ellos transforméndolos. La transmisin de legados parentales es compleja, rompe con la linealidad, recrea des- tinos y se plasma en tendencias enigmiticas representadas por as- 4 SILVIA SCHLEMENSON pectos fantasmaticos de generaciones anteriores que aparecen en las Bosterior2s como inclinaciones y tendencias de firmas distinti- vas de productividad simbélica posibles de ser rastradas libidinal e historicamente. Cadauno de los hijos, de acuerdo con el momentoen el que nace yel lugar que ocupa en el interior de la estructura paental, se cons- fituye en sucesor de los deseos y temores que circulin por ella. La herencia psfquica recibida no se ordena exclusivamnte alrededor dela riqueza simbélica, sino en torno a los aspectos fantasmiticos y enigmaticos no resueltos entre las distintas generacones. Las for- mas de operer heredadas de generaciones anterioresse plasman en €s0s “primeros toques” (Lyotard, 1997)a partir de los cuales se ini- «ia la construccion de una objetividad tenida subjeivamente por las particulatidadtes de los legados obtenidos. Desc los origenes, la pérdida de la presencia inandicional de Ja madre, la fragilidad de las representaciones fantesmaticas y la btisqueda incesante de satisfaccién vuelcan al psiquismo hacia el mundo fara hallar soportes que auguren un placer nds prolonga- do que el obtenido imaginariamente. En los inicios, cterpo y objeto resultan indiferenciables e imponen una satisfacciéninmediata de cualquier necesidad. Posteriormente el objeto se reprsenta en fan- tasias acerca del mismo y sélo secundariamente se alude a él en forma traasmisible y compartible. Para encontrar un cjeto que per- mita el acceso al placer es necesario “aguantar”, “esperar” e iniciar tuna biisqueda, en el ambito de lo social, de oportunidades de inves- timiento psfquico, reconocido como proceso proyecivo sobre as- pectos de la realidad que auguran satisfaccién po: su dominio (Green, 1998). Enlaconstruccién de la objetividad, los procesos de nvestimiento se complementan con procesos de desinvestimiento que se corres- Ponden con Ie evitacién de objetos 0 dreas del conociriento recono- cidos como amenazantes, traumiéticos o conflictivos an la historia de un sujeto. Los procesos de investimiento caracteriticos de cada sujeto arman un tipo de actividad representativa que b distingue, a partir dela cual la psique es llevada a reemplazar stu objetos pro- Pios © privados por aquellos que existen y valen er la socieciad, para hacer de ellos “causas”, “medios” 0 “soportes” cel placer que el sujetoexperimenta cuando piensa (Castoriadis, 195). PENSAR, IMAGINAR, CREAR: DESAFIOS DEL SIGLOQUESE INCA EL sujeto no piensa de cualquier manera. Lo que caracteriza y diferencia sus producciones son sus predilecciones selectivas para ‘operar con algunas de las éreas de la realidad y no con otras. Tales tendencias pueden rastrearseno sélo en la disponibilidad social exis- tente, como lo justifican algunas corrientes culturalistas 0 contex- tualistas, sino en Jos antecedentes libidinales que las condicionan. En una misma realidad contextual, cada sujeto se comporta en for- ma diferente, Las diferencias circulan por los avatares y destinos que sejueganenel entramado edipico de un nifo, considerado como propulsor del sentido que adquieren sus distintas estrategias y pro- ducciones. Comprendido de este modo, el pensamiento es un cami- no complejo de acceso al placer y/o evitacién del displacer que se concreta en procesos de investimiento y desinvestimiento de un mundo histérica y libidinalmente sesgado. EL investimiento psfquiico caracteristico de un sujeto carga, libi dinal y propulsivamente, los objetos de la realidad a partir del de- seo de reedicién de aspectos del placer vividos originariamente. Dichos objetes orientan tendencias selectivas para operar con infor- maciones y conocimientos consonantes con rasgos y estrategias sim- bélicamente heredados. Las éreas de predileccién que manifiesta unniifio, asi como sus formas de operar con los objetos, pueden ser comprendidas a partir de la relacion significativa entre las caracte- risticas de sus procesos de investimiento y las experiencias libidina- les mantenidas con sus figuras originarias. El proceso de investi- miento no repite el placer habido pero lo re-crea parcialmente en sus elecciones y tendencias. El ejercicio reiterado de procesos de investimiento y desinvesti- miento marca tendencias para operar e interpretar el mundo que pueclen Iegar a reconocerse como el perfil cognitive de un sujeto. La presencia de una variedad de objetos y suje’os en disponibilidad social extiende y profundiza el campo de la circulacién libidinal. Se abre asi un espacio de investimierito potencial sobre la realidad a partir del cual se consolida la produccién simbélica caracteristica de un nifio. Segiin Aulagnier (1984), las formas de produccién simbolica de un sujeto tienen que ver con una biisqueda de objetividad que tien- dea la satistaccién, por rememoracién de algiin aspecto de las p meras relaciones. Cuando éstas fueron traumaticas, escasas 0 con- % SILVIA SCHLEMENSON flictivas, los objetos existentes en el mundo se tornan libidinalmen- te amenazantes y se concreta un retiro de las cargas depositadas en ellos mediante una operacidn de desinvestimiento psiquiico que em- pobrece la actividad representativa del sujeto. Silas ofertas sociales son poco atractivas (como suele,ocurrir en las instituciones en las ‘que se educan los nifios de escasos recursos), los procesos de inves- timiento se reducen. Por el contrario, la existencia de variedad de oportunidades sociales diversifica la posibilidad de acceso al pla- cet. Las experiencias socialmente trauméticas que padece en la ac- tualidad un alto porcentaje de la poblacién, y la falta de confianza de los padres en el mundo en el que sus hijos s¢ tienen que desempefiar, amenazan el acceso de estos iiltimos al proceso secundario. El encie- rro que pudiera concretarse genera en los nifios una retraccién narci- sistica que limita el deseo de catectizacién del espacio social, Con la incorporacién del sujeto al campo social se consolida el acceso al proceso secundario, cuya actividad representativa es la producci6n simbélica, requerida para cursar satisfactoriamente las experiencias escolares. Cuando los nifios ingresan a la escuela, el sistema exige que hayan accedido a una complejidad simbélica su- ficiente como para producir y compartir conocimientos. La institu Génescolar se transforma, entonees, en un espacio significativo para potenciar la expansi6n de la actividad representativa en los nifios. El concepto de espacio se extrae de la teoria de Aulagnier (1977), quien considera que la actividad psfquica se constituye y transfor- ‘ma en distintos momentos del desarrollo del nifio, a partir de inter- cambios subjetivos de formas de circulacién pulsional placentera en contextos de encuentros significativos. Llama “encuentro” al tipo de relaci6n intersubjetiva que consolida dichos intercambios. El pri- mero de estos encuentros es el de“madre-nifio”, en el cual se alean- za la satisfaccién a partir del placer experimentado en esa telacién EA él se distinguen formas de funcionamiento psiquico desordena- das, masivas y tendientes a la descarga. El segundo es el que se corresponde con las relaciones parentales en su conjunto, y se juega enel encuentro del nifio con la totalidad de un entramado edipico ordenador de los caminos de circulacién de un placer que se trans- ‘mite se satisface con la fantasfa como actividad representativa ca- racterfstica del proceso primario. El tercero se juega de acuerdo con PENSAR, IMAGINAR, CREAR: DESAFIOS DEI. SIGLO QUESE INICIA las oportunidades de ofertas sociales existentes, queson las que moti~ van el deseo de expansin de la actividad psiquica en los nifios. En este sentido, el espacio escolar al que todos los nifios concurren en forma obligatoria durante la nifiez y la adolescencia representa un nuevo tipo de encuentro entre semejantes que pone en marcha in- tercambios libidinalmente significativos, potenciando el trabajo psi quico de los sujetos a los que afecta, a partir del pensamiento como actividad distintiva del proceso sec:andario. Con el ingreso del sujeto a la escuela 0 a grupos sociales signifi- cativos, todos sus antecedentes y formas de funcionamiento psiqui- cose tensan y generan una relacién de equilibrio inestable entre lo conocido y 10 novedoso que esas situaciones imponen. Green (1996) incorpora el concepto de equilibrio inestable para caracterizar el juego que existe entre procesos primarios y secundarios y que actiia como una suerte de proteccién frente al riesgo de la tirania de uno sobre otro en las distintas formas de funcionamiento del psiquismo. Este juego da por resultado una suerte deheterogeneidlad y movilided libidinal en la cual se entrelazan actividades preponderantemente primarias (afectos, temores, pasiones) con producciones lingitisticas y cognitivas complejas (idiomas, conceptualizaciones, pensamientos), caracteristicos del proceso secundario. La productividad representativa y la ductilidad simbolica caracte- ristica del proceso secundario no tignen un momento de inicio, sino que se constituyen a partir de las experiencias psiquicas que las ante- ceden. La herencia psiquica, producto de la calidad e intensidad de las relaciones originarias y primarias, actiia durante el proceso se- cundario como un ordenador del sentido que singulariza las partic- laridades que adquiere la produccisn simbélica de un sujeto, Cuan- do dichas relaciones son traumitices o rigidas, la productividad sim- bélica caracteristica del proceso secundario se instituye con un nivel de precariedad que dificulta una insercion satisfactoria del nino en el espacio escolar, pues el sujeto permanece fijado a etapas anteriores que limitan sus modos de operar con el contexto. Cuando las relaci nes tempranas son placenteras, las oportunidades de un acceso satis- factorio a procesamientos secundarios se incrementan. Elproceso sectindario, que tiene como actividad distintiva la pro- duccién simbélica (lenguaje, escritura, lectura), refleja el modo como 8 SILVIA SCHLEMENSON, un sujeto ordena, torna inteligible y tansmite su pensamiento, a partir de complejas representaciones expresadas como modalida des estables de formas de operar cognitivamente que permiten di tinguira los sujetos entre sf. Los terapeutas de los gupos de ninos con problemas de aprendizaje, por ejemplo, sueler reconocer las producciones de sus pacientes con independencia de su presencia, por la forma de sus escritos, la letra, los errores 0 bs contenidos, considerados como indicadores subjetivos distintivis y singular. zables. Estas marcas distintivas expresan un “estilo” de representa~ cién del mundo y permiten establecer relaciones significativas en- tre las producciones actuales y los antecedentes histoico-libidinales que las condicionan. La clinica psicopedagégica tratara de encontrar €l “estilo” par- ticular y las fracturas que caracterizan la relacién

Das könnte Ihnen auch gefallen