Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
Seo .2.76,4 íL 2
^U-
.
iJ6i**<
BIBLIOTECA
AUTORES ESPAÑOLES.
BIBLIOTECA
AUTORES ESPAÑOLES,
DESDE LA FORMACIÓN DFX LENGUAJE HASTA NUESTROS DÍAS.
OBRAS
COLECCIÓN COMPLETA,
CORRECIDA, ORDENADA E ILUSTRADA
TOMO SEGUNDO.
MADRID.
M. RIVADENEYRA — IMPRESOR— EDITOR,
CALLE DE LA VADERA, 8.
1859.
AL ILUSTRISIMO SEÑOR DON JUAN DE CUETO Y HERRERA,
CANÓNIGO DEL SACROMONTE DE GRANADA, CONSEJERO REAL DE INSTRUCCIÓN PUBLICA, INDIVIDUO DE NÚ
MERO DE LAS REALES ACADEMIAS DE LA HIÓTORIA , Y DE CIENCIAS MORALES T POLÍTICAS , JUEZ AUDITOR
SUPERNUMERARIO DEL SUPREMO TRIBUNAL DE LA ROTA.
Hace veinte y siete años que, muchacho yo, escolar en el Sacromonte de Granada,
recibía consejos, dirección y doctrina de un sacerdote, canónigo de aquella colegiata,
nomenos venerable por sus costumbres que por su saber y prudencia. Éranle ocu
pación continua y virtuosa el confesonario y el coro, la enseñanza de la juventud y
las misiones. Levantábase antes de rayar el dia, pasaba las primeras horas en el
templo, y la mañana en las cátedras del Seminario explicando lenguas sabias, fi
losofía clara y útil, derecho canónico, y la que llamaba Cervantes reina de todas
las ciencias. Luego servíale de descanso y esparcimiento el cultivo de un huerto
plantado por su mano, el asistir y consolar á los enfermos de aquellos contornos; y
á-\a tarde, el recorrer los cármenes deliciosísimos de las orillas de Darro en amena
conversación con algunos discípulos , ya sobre literatura, antigüedades é historia, ya
sobre ciencias físicas y naturales. La noche pertenecía al estudio. Mas holgadamente
daba lugar para todo la tranquilidad del espíritu , el buen orden y concierto del trabajo
y la oportuna distribución del tiempo á toque de campana. Cada año en Adviento y
Cuaresma salia con otros misioneros á predicar la palabra de Dios por los más aparta
dos confines de aquel antiguo reino, á enjugar lágrimas y socorrer miserias, á cortar
litigios y poner en paz familias desavenidas. Ni los cargos y vanidades por quien la
ambición se desvive le inquietaron jamás , ni en rehusarlos se detuvo cuantas veces le
fueron á buscar en su retiro. Allí escribía con lucidez y concisión una Historia literaria
de España , no ceñida á las bellas letras únicamente , sino abarcando todos los conoci
mientos que desde las edades más remotas se han cultivado en nuestro suelo; allí un
Diccionario geográfico de la España antigua, sin los delirios de caprichosos etimologistas
ó de personas interesadas ; allí con preciosos documentos la Historia de los dos Feli
pes III y IV y de Carlos II; y allí , en fin , metódicos tratados de química y física , de
teología y cánones, para la mayor enseñanza de sus discípulos. Por aquellos dias jun
taba lindas pinturas de las escuelas sevillana y granadina , y algunos centenares de
libros doctos y de honesto deleite , gustando de conocerlos por de dentro más que por
defuera, y prefiriendo los de su profesión á los de vano y estéril pasatiempo. Jamás
dio entrada en su corazón á la soberbia ni á la envidia ; jamás dejaron de morar en él
la gratitud y la liberalidad. Sencillo en su porte, y discreto y afable en el trato, aquel
natural indulgente, aquel juicio maduro, alma limpia, vasta instrucción y entendi
miento clarísimo , hacíase querer y amar de los niños , de los mancebos y de los ancia
vi DISCURSO PRELIMINAR.
nos. A este amé desde mi primera juventud, á este oí, á este tuve por guia, y coa
él he compartido siempre el cariño de mis padres. Honre, pues, su nombre el fruto de
mis largas tareas, y venga á realzar el tomo n de las Ochas de don Fhancisco de Que-
vedo : este tomo , donde están juntos y limpios de errores y descuidos los discursos
más graves en que el escritor político nos presentó modelos de cómo ha de ser el
hombre de bien, el filósofo, el cristiano, el sacerdote, el párroco, el obispo, que no
parece sino que para formarlos conoció y trató al señor don Juan de Cueto (1).
Y ahora , señor don Juan , voy á decir qué contiene y cómo va dispuesto el presente
volumen.
Únicamente esos ánimos ligeros, para quien tanto significa la historia como la fábula;
esos, que con hojear un libro piensan ya que lo conocen ; que aspiran á plaza de eru
ditos y prudentes, habiendo disputa sobre si dos y dos son cuatro ó seis, con decir
muy serios que son cinco; esos, que de todo hablan y de todo escriben; —esos no más,
digo, pueden suscitar dudas y reparos sobre el hecho seguro de que en la vida y es
critos del autor de la Política de Dios domina el más generoso y moralizador pensa
miento político.
Quien habia encontrado en las acciones del divino Redentor del mundo el dechado
perfectísimo á que deben ajustar las sayas reyes y pueblos ; y quien ponia de mani
fiesto y censuraba con dureza los engaños, vicios y abusos que desdoran las diversas
clases déla sociedad malogrando sus benéficos fines, ¿cómo dejaría tampoco de se
ñalar el solo y eficaz remedio á los males públicos, y de ofrecer modelos que imitar
á las personas que pueden salvarla del abismo? En vano se dictarán sabias leyes y
castigos para los crímenes, y se pondrá un vigilante en cada esquina : la sagacidad y
perfidia humanas se burlarán de todo. En vano el intento de alentar con insignes re
compensas y distinciones á los beneméritos y virtuosos : de ellas se apoderará siempre
la ambición, el entremetimiento y la soberbia. Inútil el querer remediar con guerras,
usurpaciones y despojos la miseria de los pobres : muy viejo es el refrán que dice :
«De cien en cien años los villanos, ricos; los ricos, villanos.» Pero adonde no al
canza ni la fuerza, ni la demostración rigurosa de las leyes, ni la previsión de los
gobiernos , llegan el remordimiento y las voces persuasivas de la conciencia y de la
verdad; los males que bandos, decretos y pragmáticas no curan, se dulcifican en
brazos de la religión, y aun logran convertirse en bienes. Sin fe, sin caridad, sin es
peranza de dichas imperecederas, no hay sociedad y no hay salvación posible.
A robustecer, pues, tan admirables y fecundas virtudes en el obispo y en el pár
roco, en el bueno y temeroso de Dios; á despertarlas en el tibio ú descuidado; y á
infundirlas en el incrédulo y en el interesable, va encaminada la primera parte de las
tres en que se divide este tomo. El cual abraza los Discursos ascéticos y filosóficos; los
crítico-literarios, y el Epistolario y documentos relativos á la vida del autor.
Aquí es donde hace Quevedo ostentación de sus nobles y civilizadores propósitos, y
desbarata los de sus enemigos; que no eran otros sino tomar pié de los Sueños y del
Discurso de todos los. diablos, del Buscón, de los rasgos festivos, y de las jácaras y ro
mances , para aventurar calumnias y presentarle como un bufón de comedia , un payaso
ridículo, vejete verde de entremés , parásito decidor , medio lacayo y mozo de enlreteni-
(1) Don Juan de Cueto nació en Colmenar, provincia de Málaga, el dia 18 de febrero de 1793; y en mi propia
casa tuve el desconsuelo de verle espirar á 17 de enero del año próximo pasado de 1858. Desde la niñez él y mi
padre fueron inseparables amigos , sin que nube ninguna turbase jamás tan dulce y verdadero afecto.
DISCURSO PRELIMINAR. vu
núento. Por desgracia el vulgo de plazas y corrillos mordió el cebo y cayó en el lazo,
y después el otro peor vulgo de escritores de taravilla, conviniendo al insigne repú
blico, y (como dicen gracejando) al apóstol moralista y protesta viviente contra los
desmanes de su tiempo, en mito de todas las bajezas animadas por el mayor talento
y desenfado. A unir a la doctrina el ejemplo de una vida irreprensible, ya estaría en
el catálogo de los bienaventurados quien , si como hombre pagó tributo á las pasiones
y tuvo que arrepentirse de mucho, no está manchado con acción fea ó deshonrosa
ninguna. Confieso que en prosa y verso celebró nombres que vino á deprimir después,
y que deseó no pocas veces haber antes roto la lira. ¡ Triste privilegio de los años :
conocer que los déspotas y ambiciosos , mintiendo hambre y sed de justicia , halagan
á la virtud val talento para abrirse por ellos paso y escalar el poder, desde el cual,
ingratos y envidiosos, los desprecian y persiguen ! Séneca dedica á Nerón su libro de
Clemencia, como si ella fuese ingénita en el príncipe; y luego perece en el estrago de
cuantos pretendieron contrariar sus brutales instintos.
Si ha de apreciarse debidamente á Quevedo, es fuerza leer y desentrañar sus Vidas
de san Pablo y santo Tomás de Villanueva , La cuna y la sepultura , Las cuatro pestes del
mundo y las cuatro fantasmas de la vida, y los inapreciables tratados sobre la Providen
cia de Dios , á que sirve de marco y guirnalda la Introducción á la vida devola , com
puesta por san Francisco de Sales, y vertida con sumo acierto al castellano. En todos
ellos nos admira el político rompiendo soberanamente los diques del zelo que le abrasa
por doctrinar al clérigo y al lego; á quien debe mandar y á quien toca obedecer; al
padre y al hijo de familias; al de sana índole y al de condición rebelde. Aquí descon
cierta la presunción y ceguedad del indiferente y ateísta, mostrándole la luz de la verdad
cristiana y el tesoro de los Santos Padres , y probándole con las mismas sombras de la
razón natural y de la humana filosofía la inmortalidad de nuestra alma y la divina pro
videncia en los sucesos prósperos ú adversos que en el mundo llamamos bienes de
fortuna. Ahora desencanta los que se dicen males, y son bienes, de la pobreza y del
desprecio, de la enfermedad y de la muerte. Y ahora valientemente aspira á reconstruir
la sociedad , aplicando por medicina el cauterio á los vicios que la tienen cancerada; á
la envidia, á la soberbia, á la ingratitud y avaricia. ¡La envidia, por quien se juntan
en cuadrilla los desalmados para calumniar y saltear al probo , entendido y laborioso
que procura con bien compuestas acciones el aprecio de los buenos y honrados; la
soberbia , cercada de sangre y de lágrimas , soñando en bastones y armiños , presu
miendo haber tapado la boca al facineroso con sumir en la mendiguez al benemérito ;
la baja ingratitud, que hizo rebeldes á Dios todas sus hechuras, al mayor ángel, al
primer hombre, al primer hermano, que pide con importunidad el beneficio, y en
recibiéndole aborrece al bienhechor ; la avaricia , como la arena estéril , como el infierno
insaciable, trayendo al traficante Calón, holgazán y zolocho, á derribar al sabio y
pundonoroso, y dar así mejor paja á su caballo! Nunca el político se cansa de comba
tir esta peste , descubriendo su horrible deformidad y encareciendo la hermosura de
las virtudes á ella contrarias; nunca de procurar é instar porque la atajen príncipes y
prelados, supuesto que para conseguirlo ofrece la religión cristiana seguro y eficací
simo remedio.
Con la Vida de san Pablo recuerda nuestro autor cómo ha de ser el varón apostólico,
el mártir, el testigo ; el que recibe la envidiable misión de difundir por toda la haz de
la tierra ei Evangelio, de avivar el fuego de la fe y de la esperanza, y desatar los
Tin DISCURSO PRELIMINAR.
purísimos raudales de la caridad. En esa Vida aprenderá á llenar sus santas obligacio
nes el párroco que , cuando venimos al mundo, sobre nuestra cabeza derrama el agua
del bautismo, y nos guia después por el camino de la virtud. Suyo es el unir al varón
y á la mujer en vínculo indisoluble y bendito, y desatar nuestras culpas, y adminis
trarnos el pan de vida eterna. Él nos socorre y consuela; jamás nos abandona en
temibles enfermedades y desgracias; acompaña nuestros últimos instantes, y nos abre
las puertas del cielo.
Asunto hermoso el de este libro : la redención del género humano ; la obra de los
apóstoles después que sobre ellos bajó en lenguas de fuego el Espíritu Santo ; la luz
de la fe desvaneciendo las tinieblas del error ; pescadores rudos é idiotas , escogidos
para enseñar y persuadir, para humillar la altivez de Roma y la sabiduría de Atenas;
hecho amparo y defensa el perseguidor ; afilado el hierro que asolará á Jeru salen ; pró
xima la dispersión eterna del pueblo hebreo ; cumplidas las profecías, corriendo á rios
la sangre de los mártires. San Pablo, primero fariseo y perseguidor, y después após
tol, maestro y defensa, en solos 34 años de vida desde su conversión, peregrina el
antiguo mundo, navega largos mares, atraviesa inmensas regiones, predica á roma
nos y persas , á indios y escitas , á etíopes y sarracenos , enseña á todas las gentes.
¡ Cuánto para vencer la dureza de los judíos y la ceguedad de los idólatras , el poder
de los príncipes, la contradicción de los tribunales, la furia de los elementos! En mu
chos trabajos y afrentas , en muchas más prisiones , ocho veces azotado , una ape
dreado, gustando á cada paso la muerte ; náufrago en el mar, á punto de perecer en
los caminos y en los torrentes; desnudo, hambriento, con el cuidado congojoso por
todas las iglesias ; con riesgo en las ciudades, en la soledad y en los falsos hermanos.
Nunca rehusó penalidad ni molestia alguna por cumplir con el oficio que de Diosle es
tuvo encomendado ; el trabajo de sus manos le suministró las cosas necesarias para él
y los que con él estuvieron ; no se manchó jamás con sangre de otro ; ni tuvo en más
precio su vida que su alma, ni codició oro, plata, ni vestido ninguno. Sin el aparato
de la gentileza y fuerzas corporales, sin las bravatas del aspecto, que los varones de
Dios no lo necesitan , sino con lo hazañoso del espíritu y lo recto de la intención sus
pendía y abrasaba de amor á las turbas este hombre de estatura digna de desprecio,
jiboso, con el talle torcido, calvo, pero de espesa barba y muy encanecida, y sus
cejas haciéndole sombra á los ojos. Conocióle Epicteto, filósofo estoico; disparáronse
contra él las envidiosas burlas del descarado ateísta Luciano ; trató á Séneca , el más
sabio de los latinos , y asistió al emperador Nerón, á aquella humana fiera que, tem-
blándole la mano en los principios de su grandeza al firmar una sentencia de muerte,
después no se satisfizo con menos que despedazar y reconocer las entrañas de su pro
pia madre : ¡ Nerón, de quien fué maestro el mejor hombre de la gentilidad , y asis
tente el apóstol escogido desde el cielo !
¡ Oh , cuánto exalta la imaginación ardorosa del cristiano filósofo , del historiador y
del poeta contemplar aquella ciudad á quien obedecía esclavo todo el mundo ! Allí,
á sus plazas y pórticos, á sus escuelas y altares trajo los monumentos de los Faraones,
las obras de Fídias y Praxiteles, la riqueza y sabiduría de Oriente y Occidente, los
dioses y delirios de todos los pueblos. Y cuando se llama depositaría del fuego sagra
do de la libertad y de la justicia , admite por amos y señores á los más execrables
monstruos de la tierra. ¡Qué espectáculo ver á Nerón, despojado de la clámide impe
ratoria, representar en público teatro; vivir acompañado siempre de titereros, truha
DISCURSO PRELIMINAR. IX
oes y gladiatores ; gozarse en derramar sin descanso la sangre humana, en alumbrar
sus jardines encendiendo por luminarias los cuerpos vivos de cristianos , en poner fue
go i Boma, y cantar en su lira la voracidad de las llamas 1 En un mismo dia hace mo
rir á los dos príncipes de los apóstoles san Pedro y san Pablo, y fecundiza el suelo
donde despnes habrá de alzarse el Vaticano y glorioso y triunfante el signo de la hu
mana redención.
Materia sobrada habia con esto, no solo para escribir una profunda historia, sino el
mejor poema. Sin embargo , no aspiraba Quevedo niá los laureles de épico ni á la au
reola de historiador, atento siempre al oficio de republico. Puso la mira, al bosquejar la
Vida de san Pablo, en no llegar vacío después de tantos escritores ilustres y Santos Padres
como la esclarecieron ; y empeñar al sacerdote, al párroco, al prelado, en el más ce
loso cumplimiento de su sagrado ministerio, en quien la menor falta es gravísimo de
lito. Decía que t los demás hombres para ser ladrones han menester hurtar la plata
y el oro que tiene otro ; los prelados pueden serlo no dando lo que tienen. » Ni perdo
na á los predicadores que estudian más lo que han de callar que lo que se debe decir,
mostrándose cortesanos en el pulpito donde habrían de ser apóstoles : parécele que di
simulan el Evangelio y no le declaran , y que pierden con sus palabras poéticamente
lascivas el respeto á la palabra de Dios , pretendiendo que tenga respeto a los pecados
bien vestidos. Ni olvida el amonestar nuevamente á los príncipes descuidados, de ame
nazar con seguros castigos al valido tiranizador, al mal ministro, á los jueces preva
ricadores, á las comunidades y juntas que se tapan los oidos por no escuchar la ver
dad; á las facciones políticas, ufanas de levantar ídolos que, como hechuras suyas, les
sean obedientes ; dioses caseros , que les agradezcan haberlos hecho y teman que los
deshagan. Pero nuestro gran moralizado!- cuida por extremo en este discurso , para
que se haga lo que conviene, alabar antes lo que se debe hacer, que reñir ni repren
der lo que se hace.
QcBVEno, en fin, eminentemente español y católico, no podia desaprovechar oca
sión tan propicia como la que este libro le ofrecía , para explicar y defender la pura y
limpia concepción de la Santísima Virgen María, examinando las palabras del Apóstol
que, dorante el siglo xvu, ocasionaron duda, fértil en cuestiones y controversias.
Bien escogido el asunto , dispuesto con tino el plan de la obra , rica toda ella en so
beranas máximas y rasgos felices, ¿cómo, sin embargo, deja mucho que desear en su
desempeño? ¿Porqué la afean á cada paso erudición impertinente, frios retruécanos,
frases culteranas, gerundismo extravagante? Porque el entendimiento del hombre
abandonado á sí propio se enmohece como el acero ; porque cuatro años de encierro
y soledad en el más húmedo y lóbrego calabozo , enfermando el cuerpo y comba
tiendo el espíritu , privándole del comercio fecundo de la sociedad y la naturaleza , ha
bían agostado aquella imaginación amena y regocijada ; porque á Don Francisco faltaba
allí un amigo discreto y docto que le alentase á resistir la invasión del mal gusto,
cuyo contagio , envenenada la atmósfera , se entraba á toda prisa por los resquicios
del calabozo y se cebaba en el indefenso prisionero. La cárcel , que inflamó su estro en
un principio y redobló las fuerzas de su entendimiento colosal , acabó por ofuscarle
coa las más desatinadas extravagancias de los gongorinos , á quien cupo la triste glo-
ria de corromper la hermosa lengua castellana , las letras y las artes.
El orden lógico y natural de las materias de este tomo exige que tras la Vida de san
Pablo vaya la de tanto Tomás de Villanueva : aquella , lo último importante que com
i DISCURSO PRELIMINAR.
puso Quevedo; esta, lo primero que dio á la estampa. Juntas la una y la otra, es cu
rioso reparar cómo en el espacio de veinte y cuatro años, si el estilo y la forma cedeu
á la acción destructora del tiempo , el vigoroso espíritu político del autor permanece
inalterable.
En la Vida del caritativo arzobispo retrata con pincel prodigioso al limosnero por
excelencia , al padre de los pobres , consuelo de los miserables , guia solícito de su
rebaño ; al reformador de las costumbres , al guardián de la disciplina y recto juez del
clero ; al prelado virtuoso , cuya lengua está pronta á evangelizar la paz y los bene
ficios de Dios ; cuyas manos suplen las tardías lluvias, y su celo abarata el año malo ;
á quien vivo ama el pueblo , y después de muerto le venera en los altares.
Nada más sencillo, más interesante, más tierno, más bien escrito que este libro, de
pocas hojas, pero de mucha doctrina y enseñanza. En él con mano maestra pinta Que
vedo el carácter y acciones de aquel varón de Dios, modelo de un prelado perfecto,
de un fiel administrador de los bienes de la Iglesia , la cual por administradores y no
por señores de ellos reconoce á los obispos. » Dios nos ha de pedir muy estrecha
cuenta (decia san Gregorio) de la hacienda de la Iglesia : como de encomendada,
para que la distribuyamos entre pobres; y como de hurtada á su dueño, si en otro
que en socorrerlos se empleare.» Pero ni hace del todo bien quien espera que el po
bre le importune , pues paga y no da ; ni consiste en solo dar limosna el ser limosne
ro , sino en saberla dar , en sacar de necesidad al necesitado , en dirigir toda la activi
dad de la inteligencia á dulcificar los infortunios del pobre, para quien apenas el buen
año es bueno. Beatus , qui intelligü super egenum, el pauperem, cantó David; y lla
mándose en la Sagrada Escritura bendiciones á las grandes limosnas, t venid , benditos
de mi Padre, » dirá Dios á los limosneros.
Demostrar el atractivo de esta y de todas las virtudes que han de realzar al prelado,
y cómo andará siempre en lo justo , hablando verdad sin humanos respetos, desechan
do la avaricia, teniendo las manos limpias de soborno, dando á los pueblos su amor
y al cielo toda su voluntad, es el gran fin que nuestro autor se propuso. A ejemplo
del obispo, cabeza en el orden eclesiástico, se compone todo el clero, á quien única
mente, por el influjo que ejerce en las conciencias, está reservado el remedio de los
males públicos. Por eso la grande obra de los reyes consiste en saber elegir obispos;
si aciertan á escogerlos, han salvado la sociedad. No elijan á quien busque tales digni
dades : la ambición de solicitarlas hace incapaz al sujeto , por la culpa de presumir su
ficiencia para tan difíciles cargos. ¡Cuánto pone sobre sí quien los admite, y cuánto
arriesga quien los pretende! «Las iglesias, como dice san Bernardo, no habían de
darse por ruegos y recomendaciones de parientes poderosos, sino proveerse con ro
gativas públicas. » De la mano de Dios han de venir los obreros para su heredad. ¡ Di
choso reinado el de los Reyes Católicos , en que las mitras se daban á quien no las
apetecía , y hubo que impetrar breve del Romano Pontífice para compeler á los ecle
siásticos á que las aceptasen !
Y si, como hombres, están expuestos á errar, á olvidarse de sus mayores deberes,
á convertir en oficio mecánico lo que debe ser ministerio : á codiciar, no la fatiga y el
trabajo, sino los bienes temporales; á creer regalo, comodidad y riqueza lo que es peso
gravísimo ; á tomar, en fin , por término y corona de una carrera literaria lo que debe
ser principio de otra muy diversa erizada de espinas y dolores , pero que tiene al cielo
por término seguro y corona inmarcesible: ¿qué extraño que no se detenga Qukvbdo
DISCURSO PRELIMINAR. n
en desconcertar al prelado que consiente la venta de cargos eclesiásticos, y destina á
fto.es perversos los bienes de los pobres, y se desvive por enriquecer á su parentela y
llenarla de estériles vanidades? ¿Qué extraño que dé voces á quien castiga á los ecle
siásticos con cárceles y grillos, y no con su ejemplo; á quien pecó en obispar y peca
en los deseos de mejorar de obispado; á quien (lo que no permita Dios) con el dolé de
la esposa pobre granjee medios de conseguir la rica?
Qcevbdo hizo ver en la Vida del admirable arzobispo de Valencia que poseía exce
lentes prendas de historiador ; y más , que sabia convertirlas discretamente á explicar y
ponderar los hechos gloriosos de los santos varones, donde se alimenta el espíritu en
cosas importantes á la república.
No pueden ser ni buen sacerdote ni mediano repúblico el avaro, el ingrato, el so
berbio y envidioso ; ni quien cede á los miedos de la pobreza y del desprecio , de la
enfermedad y la muerte. Es, pues, digna ocupación del político moralizador combatir es
tos fantasmas y hacer aborrecibles aquellos vicios en dos magistrales obras : la Virtud
militanie y La cuna y la sepultura. Haciendo mios su doctrina, sus pensamientos, las
mismas palabras del autor, aun cuando con ajenas plumas haya de engalanar mi dis
curso, le autorizaré así , á fin de que no se malogren la advertencia y enseñanza , si de
otro que de tan esclarecido ingenio procediesen.
Oigámosle con vivísimos colores retratar al avaro : t Su fin es (dice) tener ; no por
tener, sino porque otros no tengan. Al avaro tanto le falta lo que tiene como lo que
no tiene. Gasta su vida en juntar hacienda , y no gasta un cuarto en mantener su vida.
Adquiere sin saber para quién, y sabiendo que no es para él. Tiene frió, y no se abri
ga; tiene hambre, y no come; tiene enfermedad , y no se cura; tiene hijos, y no los
asiste; tiene mujer, y la desampara. Adquiere oro para ser pobre, no para ser rico.
No vive para sí ni para nadie. Guarda lo que tiene , tanto de sí como de todos. Junta en
sus tesoros deseos de su muerte, no socorros de su vida. Niégase á sí propio lo que
niega al pobre y al amigo. No saben su cuerpo ni su alma nada de sus riquezas ; ni las
goza ni las lleva ; ni las deja, porque las más veces se las quitan. Ni estima el avariento
su vida ni cree que ha de morir; ni hace cosa buena sino cuando se muere. No hizo
Dios criatura tan vil ni produjo la naturaleza sabandija tan abatida ; no crió animal que
no fuese bueno para algo y para otros, y para quien no criase muchas cosas buenas;
solo el avaro no es bueno para sí, ni para otro, ni para nadie, ni para nada.» ¿Qué de
males no padecerá, pues, la sociedad cuando estos egoístas, estos monstruos vistan las
garnachas , ó empuñen los bastones, ó representen los intereses comunes , ó sean pas
tores de la Iglesia? La avaricia envilece y seca bajo distintas formas el corazón del hom
bre, y por ella se gobiernan los demás pecados. Con el interés y las galas atrepella la
castidad y la honra ; de la fe conyugal hace mercancía; con la esperanza de medro al
quila las conciencias ; por el temor de perder algo, ó de no ganar lo que imagina, sacri
fica ai hermano y al amigo ; ambicionando el puesto preferido, y el poder y la opulen
cia, facilita los mayores crímenes. Por ella el juez rompe la santidad de sus deberes;
por ella busca compradores y no beneméritos el mal ministro ; ella disfraza con bandas
y distinciones vanidosas al que debía profesar humildad y enseñarla, y le trae á im
pacientarse por los primeros lugares en los festines, por los primeros asientos en los
templos, por cortesías y rendimientos en las calles. Ella puede quistó endurecer los oí
dos del prelado, y para que no le falte lo que le sobra , consentir se escatime lo que lia
menester al necesitado y solo. Ella puede , en fin , derribarle á granjear con dádivas las
Q.-ii. b
ni DISCURSO PRELIMINAR.
cátedras de la verdad ; y si se consiguiesen con dinero, ¿ qué lugar entonces habría seguro
sobre la tierra , inmaculado é incorruptible? « La avaricia y la envidia (afirma un profeta)
juntó muchas veces á los hombres para codiciar los campos y tomarlos con violencia , y
arrebatar las casas, y calumniar al varón y su heredad.» « Los enriquecidos así (añade
san Juan Crisóstomo) tuvieron dinero, riquezas y poder ; pero los pobres alcanzaron
armas más fuertes : gemidos y lamentaciones y el mismo padecer injuria, con que atra
jeron el socorro del cielo. Estas armas asuelan las casas, derriban los fundamentos, ar
ruinan las ciudades, y con furiosas avenidas han trastornado todas las naciones.» Tales
son los frutos de la avaricia.
No menos amargos los produce la ingratitud , por quien el hombre se aleja del cielo,
poniendo olvido en los beneficios que de Dios incesantemente recibe , y negándose á
corresponder á ellos con amarle sobre todas las cosas. «Hijos [de la ingratitud (dice
Quevedo) son aquellas pestes racionales de Mahoma, Arrio, Pelagio, Ecolampadio,
Meláncton, Lulero y Calvino, tósigos de Alemania y Francia ; y cada día , fecunda de
muertes y contagios, está engendrando cismáticos y novatores.» La ingratitud per
suade á los padres á cuidar de que sus hijos queden antes ricos que virtuosos; y á los
hijos, á que por la herencia aborrezcan la vida de sus padres. Empeña al potentado en
agraciar con el oficio de justicia al importuno codicioso y vengativo, y da medios á este
para que se vuelva contra él ; provee puestos eclesiásticos en el indigno , y logra que
la conciencia mandada y el alma venal los desautoricen.» Quevedo, volviendo los ojos
á los sucesos de su tiempo, y reparando que los jueces y verdugos de don Rodrigo Cal
derón fueron hechuras suyas ; que al duque de Lerma derrocó del valimiento su propio
hijo el duque de Uceda ; que luego á este y al confesor Aliaga y al gran Tellez Girón
persiguieron hasta arrancarles la vida las propias gentes que elfos habían colmado de
honores y riquezas , — no puede contenerse, y prorumpe en estas sentidas y enérgicas
palabras : « Más son los que hacemos ingratos con nuestros beneficios , que los que lo
son á nuestros beneficios. Quien me da lo que me faltaba para ser ruin , y lo que yo
deseaba para poder ser ladrón , ó lo que echaba menos para ser tirano , este no me hace
beneficio, sino ruin, tirano y ladrón. Muchos grandes ministros he visto yo en mis días
condenados por los que pusieron en puestos y por las mismas cosas que los aconseja
ron que hiciesen. El que á estos tales hubiera antes negado lo que entonces le pedian,
habría sido liberal con lo que les negaba.»
Pero está la desgracia del bienhechor en que apenas puede librarse de caer en ma
nos de ingratos. Recibir mercedes, beneficios y finezas, y ser enemigo del que los hizo,
es pretender, es negociar, es ser cortesano, es ser hombre. Si el docto olvidado ú el
benemérito aplaudido alcanzan premio y cargos del ministro, dicen que tuvo necesidad
de ellos, y que obró así por conveniencia propia, y que aun les da menos de lo que
merecen y de lo que tienen otros ineptos ó malvados. Si el pretendiente importuno ó
el amigo de conveniencia consiguen lo que apetecían , afirman que aquello fué paga y
no dádiva , buscan achaques para no agradecer, se quejan de que se les hizo desear el
despacho y de que vino á lograrse á no poder más, gracias á otros empeños y recomen
daciones más altos. Los ministros de los reyes pasan sin saber qué es agradecimiento.
Hé aquí ahora las señas que nos da el Espíritu Santo para conocer á los desagradeci
dos: «Besan la mano del que da, mientras reciben; humillan su voz en los prometi
mientos, ofreciendo con humildad para recibir con soberbia ; piden tiempo cuando llega
el de la paga ; hablan entonces palabras de enfado, murmuran , trampean las ofertas,
DISCURSO PRELIMINAR. xm
\úegan en fin , y se declaran enemigos. » El ingrato desea para sí toda la riqueza y
honra que ve en los demás hombres , y en alcanzándola tiene por infamia el agrade
cerla; do conoce el beneficio que recibe, le desprecia, le olvida, le acusa... Mas, ¡ay,
Je//adron se guardan todos en el mundo, y del ingrato nadie se guarda !
Compañera inseparable de la ingratitud es la soberbia, que agita en perenne desa
sosiego el corazón humano. Aliménlase de vanidad el soberbio; el afán y el ansia de
maodo le acongojan ; no se satisface con tener mucho, mientras ve algo en otro; la ira
le ciega, le desalina la venganza. Cain primogénito no se contentó con ser primero;
quiso ser solo. Pero si la soberbia no pusiese en conmoción al mundo ; si encaramán
dose por los puestos que adquiere la maña , no codiciase desde allí los mayores á que
sabe trepar la violencia, — antes que de universal desprecio, seria digna de compasión
y de lástima. ¿Dónde igual desdicha que la del poderoso endiosado , á quien nadie con
tradice ni se atreve (ni él lo consintiera); con lo cual no puede arrojar de sí la igno
rancia, ni pisar la senda de la sabiduría y de la virtud , que están en la humildad y en
la contradicción ? ¿Qué desatino comparable al de desvivirse por la privanza de los re
yes, olvidando cómo lo han pasado otros que en el mundo han privado? Envídianle
coantos son vanos y desean lo mismo; aborrecido de los buenos si es malo , y de los
malos si es bueno, desampáranle todos en el postrero dia; los más fuérzanle casi
siempre á dar el cargo al indigno, con lo que á sí propio se ofende por el mal nombre
que cobra, y al cargo con el mal servidor que le da , y á Dios con la sinrazón que hace.
¿Qué ser más ridículo que el ambicioso? Glolon de alabanzas , lisonjas y adulaciones.
rodéase del astuto que le adula , del cauteloso que lo lisonjea , del embustero que lo
alaba, agradeciéndoles el envanecimiento y el engaño, recompensándoles el falso tes
timonio, pagándoles la perdición. ¿Quién más miserable que el que, teniendo los pies
de barro, mira por debajo del hombro á los demás, ufano de mostrar de oro la cabeza
y de plata los pechos, y ha de caer como la estatua de Nabuco al golpe de una piedre-
ciUa?¿Dónde loco más rematado que aquel que, erguido el cuello , medido el paso,
la toi solemne , severo y grave el semblante, haciendo caudal de cosas pequeñas,
dando resoplidos de graudeza y riqueza y sabiduría, vive lleno de sí mismo y satisfecho
de su necedad? Vedle despreciar el estudio y al estudioso, creer que todo lo sabe y que
todo por intuición lo adivina, que no necesita aprender nada ni oirá nadie; impacien
tarse á la menor contradicción , sonreírse cuando el adulador le aplaude. Las vulgari
dades en su boca parecen oráculos ; impone silencio con las manos , arquea las cejas,
frunce y saca el hocico , imagina que el orbe de la tierra tiene clavados en él los ojos ,
que es la maravilla de la creación, y que cuarenta siglos la han estado elaborando.
¡Ob, cuánto yerra quien se ensoberbece con el oro que debió al cielo para socorro
del desvalido , y no para propio regalo! ¡Cómo está engañado quien se hincha con
in poco de ciencia , tasando á bajo precio la de los demás , cuando en el mundo todas
las cosas las sabemos enjtre todos! ¡Oh, cuánto se equivoca el engreído con el poder
fie le dio el Altísimo para alivio y amparo de los menores, y piensa que para oprimir
los y acabarlos ! En fin, ¡cuan descaminado va quien hace majestad de la ajena mi-
seria, porque desde los tribunales y consejos puede destruir y quitar la hacienda y
quitar la vida ; ignorando que lo mismo hace una bala, un incendio, un ladrón, un
^neno , uDa víbora , y que desde allí para común castigo sirve de instrumento y azo
te, designado por la Divina Providencia, que en semejante oficio le permite! El sober
ao es el único que no sabe que lo es , ni quiere escarmentar en los otros : habitando
xiv DISCURSO PRELIMINAR.
entre el lodo, mira lo alto en las estrellas para competirlo, y en la tierra para tirani
zarlo. De ángeles hizo demonios la soberbia; la soberbia empeñó al hombre, no ei
merecer, sino en escalar el cielo.
La envidia, tristeza de la ajena felicidad y alegría de la ajena miseria , es la base y e
alimento de todos los anteriores vicios , es el vicio más extendido sobre la tierra , que
nace con el hombre desde el vientre de su madre , que niño le mala , y mancebo y
anciano le tiene muriendo siempre. La envidia (afirma Qcevedo) está amarilla y flaca,
porque muerde y no come. En los palacios anda desconocida con nombre de alabanza,
en los tribunales y consejos con nombre de interpretación, en las corles con el de con
veniencia y bien público, en los periódicos con el de imparcialidad y sana crítica , en
las amistades con el de celo. ¿Cómo no se agitará fieramente en la arena donde ciegas
luchan la avaricia y la ingratitud, la ambición y la soberbia, cuando infierna el cora
zón del discípulo contra el maestro, del amigo contra el amigo? Judas se entristece
mirando á la Magdalena ungir con bálsamo y enjugar con sus cabellos los pies del Re
dentor , y acababa de verle resucitar á Lázaro , muerto de cuatro dias ! « Atiende ahora
(exclama Qcevedo) á la sagacidad hipócrita con que el invidioso, enmascarado de pie
dad , contemplando á su amigo en trabajo y pobreza , comienza la murmuración invi-
diosa por la aparente misericordia , diciendo : El corazón me lastima ver á fulano po
bre ó preso; porque, aunque es verdad que se ha bebido su hacienda ó cometido
grandes delitos viviendo perdidamente, es lástima mirarle en lanía desventura y aprie
to, y que no se haya sabido gobernar.» Y si ve en honra y prosperidad al que cono
ció en miseria, arrebozándose de alabanzas caritativas, le lima la prosperidad y le
mancha la honra, diciendo : «Grande virtud es la desle buen hombre que, siendo hijo
de gente baja y vil, y no ayudado de partes personales, se ha hecho tan buen lugar con
su industria.» Pocos llevan bien que se les adelante en aplauso y engrandecimiento y
honras el amigo ; y para ellos es de abrojos la corona de laurel que este ciñe. Ni suele
tampoco el sabio librarse de tan asquerosa pestilencia : « No hay modestia que baste á
confesar que otro sabe más; y si alguno confiesa que otro sabe tanto, es solo adonde
á él le parece que no le creerán y que le tendrán , en decirlo , por humilde y no por
verdadero.»
Pero ¡ locura inconcebible ! no solo se envidian los bienes, sino los males ; no solo las
honras, sino las afrentas ; no solamente la prosperidad , sino las persecuciones y mise
ria. Mas no se envidia en el virtuoso la virtud , sino la alabanza que por ella le rinden,
la tranquilidad de espíritu que por ella goza , el crédito y respeto que por ella adquie
re entre las gentes : vicio ruin y execrable , cuando nada es más útil y hacedero que
tener contento cada cual en lo que posee y en lo que gozan los demás. La caridad,
virtud opuesta á Ja envidia, es hija y testimonio insigne de nobleza del alma; y pw
eso hermosamente cantó el Jurado de Córdoba :
Holgar con el bien ajeno
Es ser participe del :
Piedra de toque fiel
En que se conoce al bueno.
La rosa de suyo exhala suavísima fragancia ; el bueno, sin poder olra cosa, hace na
turalmente el bien, porque es bendecido. Pero, semejante ni inmundo sapo, el envidioso
escupe veneno sobre cuanto le rodea; aliméntase de curiosidad y murmuración, de
maledicencia y calumnia ; estéril para sí , jamás consigue sino lo contrario que se pro
DISCLRSO PRELIMINAR. xt
pone: antes fecundiza y realza, sin querer, al mismo que intenta destruir y esterilizar;
pretende desbaratar las grandes empresas , y contra su anhelo contribuye á que se lo
aren ; trata de impedir la fama del benemérito , y le fuerza á que aspire á mayor co
ran»; vive sin amar á nadie y sin ser amado de nadie ; muere con la infamia del que
otesíruye, y le es negada la gloria inmortal del que edifica.
Los Discursos ascéticos y filosóficos son un tesoro de enseñanza moral y política, un
ameno verjel de anécdotas y sucesos de la vida y del tiempo del autor ; una lastimosa
galería de retratos de magnates y palaciegos, de predicadores afamados, de jueces,
cronistas y poetas de la primera mitad del siglo xvn. ¡Qué destreza en el retratar, qué
sagacidad para sorprender los secretos del corazón humano ! Con tales discursos, dan
do voces Ql'ívedo á los hombres para que vuelvan de su letargo y se aparten del abis
mo á que las pasiones los arrastran , procura que escarmienten en las turbas, imposi
bles de reducir á número, de los que hubo de ahogar la gula, ó aniquilar la pereza,
¿convertir en podredumbre la lujuria ; de los que atosiga la ira y la soberbia despeña,
de los que emponzoña la avaricia y la envidia consume. Muestra, en el principio difícil,
mas luego franca y deliciosa, la senda por que puede el discreto huir estos vicios, y la
sociedad regenerarse. « ¿Quién inventó los ladrones (grita) sino la codicia de lo aje
no; quién los traidores , sino querer el vasallo ser rey ; quién los tiranos, sino el que-
rerserDios y que él no lo sea? » La dicha y la ventura se reservan para aquella so
ciedad en que se halle arraigada y robusta la idea del deber; donde esté puesto en el
cumplimiento del deber el punto de honra; donde cada cual viva contento y satisfecho
coqsq estado, lleno de resignación el pobre, rico de caridad el poderoso, todos con
la esperanza y seguridad de alcanzar el lauro y palma de futuros bienes inmortales.
Pero como (ya se ha dicho) sin fe no hay esperanza ; como la filosofía sin la reli
gión es una primavera sin flores, un otoño sin frutos, — á infundir en el endurecido pecho
k fe consagra el autor los últimos Discursos ascéticos : nada tan útil y profundo salió
de la pluma de Qüevedo. Ya esgrime las más bien templadas armas que suministra la
sola razón natural , ya la sátira, el sarcasmo y la burla descarada contra los ateos que
nunca dicen ni quieren confesar que viven como las bestias, y siempre afirman que
mueren como ellas. Ahora escarnece al rico soberbio, que se afrenta de que el pobre
le diga que es su igual y tan bueno como él , cuando él blasona que es igual á los per
ros y que no es mejor que los lobos. Ahora desconcierta y deja corridos á los herejes,
que no niegan á Dios el ser, pero que no quieren que él sea cual es, ni quieren ser
ellos cual él quiere que sean ; que le ponen nombres, mas no le niegan"; que le llaman
como quieren, no como deben. Y ya, en fin, desarreboza á los que en la profesión
aparentan ser cristianos , y en el corazón y en las obras son desalmados ateístas. La
gratitud, la soberbia , la envidia de los impíos los ciega hasta el punto de no reparar
que hacen hoy por instinto los animales lo mismo que hacian desde el principio del
■aundo. Y ¿hay grande algo , magnífico y glorioso que no hayan obrado y obren los
hombres por ser su alma distinta de la de los brutos y por creer ellos que es inmortal?
De cuantos lo dudaron (asegura Quevedo) ni se lee ni se oyó decir , en obras ó en pa
labras, cosa que no sea vil , infame, injuriosa , nefanda y detestable.
£1 hombre, á pesar de la altura y profundidad, ha medido los astros y las sendas
por donde calladamente se deslizan ; desenvuelve las entrañas de la tierra , pisa los
Mismos del golfo , y espera caminar por la más alta región del aire. Con un leño juntó
¡os apartados continentes que el ancho mar separa. De él conoce las invisibles veredas,
xvi DISCURSO PRELIMINAR.
valiéndose de un pedacillo de hierro imantado. No le asustan las amenazas de las tem
pestades ; y sirvién iose de las iras del viento, le detiene en las velas, y de su enojo y
desesperación se vale para cruzar velozmente el piélago embravecido. Las espantosas
calmas del Océano burla con el vapor ; y con él, venciendo el vuelo de los pájaros,
atraviesa inmensas llanuras, valles profundos é intratables montañas. Ni las aves,
remontándose á las nubes, ni los peces en sus hondas cavernas, ni los reptiles en las
grietas y simas de los montes, ni las fieras horribles, armadas de fuerza y ligereza,
pueden huir el vasallaje del entendimiento humano. A la humana razón sirve esclava
y pechera la tierra, tributándole ya el fruto de continuas labores, ó ya sosteniendo el
peso de innumerables ciudades, para cuya fábrica ve en pedazos navegar los cerros,
y en cuyo ornamento el mármol hecho estatuas parece que tiene vida. Las aguas se
ocupan en oficios mecánicos, moliendo semillas, aserrando árboles, llevando made
ras sobre sus espaldas, labrando telas, subiendo á fertilizar elevados terrenos, apren
diendo siempre á servir por albedrío del hombre. Él mandó al aire trabajar en las
bombas, y le enseñó á sacar tras sí las aguas sin sentir el peso. Él le aprisionó en los
fuelles para crecer el fuego y levantar de una chispa una hoguera. Él disimuló en negro
polvo la cólera del aire y le oprimió en cañones de metal , para tener como las nubes
truenos y relámpagos que espanten, y rayos que destruyan : así burló diestro las de
fensas de las armas y de las murallas, hizo que los ojos alcanzasen mayor poder que
las manos, y al sagaz y certera pasó la gloria del valiente. Halló escondido el fuego en
las entrañas del pedernal , y dispuso que de él concibiese llamas la yesca ; sorprendió
las también en los huesos inanimados, y de repente con el fósforo tuvo luz en las ti
nieblas de la noche. Unió estrechamente el azogue y el cristal para que copiasen cuanto
les rodea, con mayor perfección que las fuentes y los lagos. Dio ala luz oficios de pin
tor, forzándola á fijar en el papel el fiel retrato de todo objeto y los fugaces movimien
tos de los animales y la gente. Adivina con el barómetro los cambios atmosféricos; no
envidia la vista del lince, siéndole fácil por virtud del microscopio abultar á su antojo
hasta la exageración los más imperceptibles seres. Con férreas puntas magnetizadas
desarma del rayo destructor á las tempestades ; por el cloroformo hace insensible al
dolor el cuerpo humano ; con un alambre extiende de polo á polo instantáneamente
su palabra ; y en láminas de mármol y bronce, y en un relacillo de despreciable
lino , con los movibles caracteres de la imprenta logra que hablen los siglos á los siglos,
que se trasmitan unos á otros las facciones y los pensamientos de sus varones ilustres;
eterniza la memoria de ellos ; salva del olvido y la muerte los frutos de la experiencia,
imposibilita el largo imperio de la barbarie, y mantiene vivo el sagrado fuego de la
verdad y de la fe.
Gallardamente nuestro autor examina la naturaleza y los esfuerzos del entendimien
to del hombre, á quien llama el valentón del mundo (válgome casi siempre de sus mis
mas palabras); y luego quo ha sacado de bruto á su pesar al impío , acude á una se
rie de sólidos raciocinios, expuestos con amena claridad y lindo arte, para probar al
ateo, al incrédulo y al desatinado filósofo estas tres verdades : que hay Dios, que su
providencia gobierna el mundo, y que las almas son inmortales.
¡Oh maldito veneno de la envidia! ¡Oh locura de la soberbia y de la ingratitud!
¡ Que Dios haya tenido que mandar al hombre que le conozca y le ame sobre todas las
cosas ; y que el hombre haya aguardado á que sea precepto lo que debiera ser agra
decimiento! ¡Que no dejemos á Dios el cuidado de lo que nos conviene (á Dios, que
DISCURSO PRELIMINAR. xtii
mandó le llamásemos padre, y que nos mirará como á hijos); y necios, tengamos á los
trabajos por solo trabajos y desdichas, y no por advertencias y maestros! ¡ Que dude
mos de que la muerte nos renueva, y no nos aniquila ; de que se siembran estos nues
tros cuerpos en la tierra flacos, ignominiosos y corruptibles, no para que renazcan y
resuciten con la misma miseria, sino para que los propios se levanten nobles, incor
ruptibles y espirituales! ¡Y nos resistimos á esta verdad, á este artículo de la católica
fe, cuando nos le enseñan á toda hora en las hazas los gañanes ; cuando vemos que el
labrador no siembra él grano y lo entierra para que vuelva á renacer el propio grano,
sino para que con su corrupción y muerte resucite en espiga vivificante ! ¡ Oh inte
resable ceguedad de los entendimientos sensuales y distraídos ! Se dejan convencer del
pecado , y se aprovechan de las dudas de los sentidos para desencadenar sus apeti
tos y gustos. Pero nunca nos aflija ni desespere nuestra incredulidad, que puede fá
cilmente ser vencida. «Dios, dice el Apóstol, encerró en incredulidad todas las co
sas, para desatar así los raudales de su misericordia con todos.» Quien siendo Dios
se hizo hombre y quiso padecer muerte de cruz por redimirnos; quien, si lo pe
dimos , nos da su sacratísimo cuerpo y sangre por alimento en el duro y forzoso trance
de la muerte , habiéndole nosotros dado hiél cuando tuvo sed al espirar ; y quien es la
bondad suma, se apiadará de nuestra flaqueza, y á los regenerados por el arrepenti
miento abrirá las puertas del paraíso.
Nombre de teólogo, filósofo y político admirable conquistan á Quevedo los discur
sos que forman la primera sección de este segundo tomo de sus obras. Mejor empleo
no pudo hacer de su gran ingenio y erudición vastísima que ocuparlos en mejorar al
hombre, en hacer bien á la sociedad y al estado. Cuando tropecéis con escritorzuelos
que, sin haberle leido sino á sobrepeine, se erigen en jueces de escritor tan sobera
no, enseñadles adonde asegura que van encaminados sus intentos, con qué libros
aumentaba su espíritu, cuáles .prefería , cuáles cita y con cuáles se autoriza á cada
paso, cuáles aconseja que no suelten de la mano el estudioso honrado, el de noble
corazón, el de pensamientos hidalgos. Decidles que al satirizador de las costumbres
romanas llama siempre mi Juvenal, porque tiene su misma valentía y dureza para
combatir los vicios que iban socavando un colosal imperio: mi Séneca, á quien (como
él) se empeñaba en librar de charlatanes la filosofía , en sacarla de ser un juego de
cubiletes y embeleco ocioso de las academias, hacerla útil y fecunda ; á quien, siendo
gentil , decía que « no hay varón bueno sin Dios » ; mi Santo , al gran Crisólogo, incan
sable en mostrar los prodigios de la fe cristiana y la hermosura y eficacia de la cari
dad y la limosna. Repetidles, en fin, cuál era la predicación constante de Quevbdo; y
no alteréis una sola de sus palabras : « Sea (dice) tu estudio, si deseas merecer ver
dadero nombre de sabio, cerca de las cosas espirituales y eternas. Trata con los afli
gidos y estudia con ellos ; comunica á los solos; oye á los muertos, por quien hablan
el escarmiento y el desengaño; ten por sospechosas tus alabanzas, y cree apenas á tus
sentidos; préciate de humano y misericordioso; conténtale con lo que tuvieres, y no
de suerte que te aflijas si te faltare ; oye á todos , y sabrás mas. En los libros imita lo
bueno y guárdalo en la memoria ; y lo que no te pareciere tal, no lo repruebes : dis
cúlpalo si sabes, disimúlalo si puedes; que no sé yo que haya más desdichado ni
más ignorante género de gente , que aquel que muestra su estudio en advertir des
cuidos y yerros ajenos, que las más veces los hacen ellos no entendiendo lo escrito.
Comparo yo á estos censores ceñudos , que se precian de severos siendo envidiosos,
mu DISCURSO PRKL1MINAR.
á los gusanos , pues no están sino donde hay algo podrido : gente que se hace y se
alimenta de la corrupción. Sin duda es más fácil advertir faltas en los más doctos, que
escribir sin ellas. No dejes de la mano los sapienciales de Salomón , la doctrina de
fipictelo, el conmonitorio de Focílides y Tbeógnis, los escritos de Séneca; y particu
larmente pon tu cuidado en leer los libros de Job; que aunque te parece que te
sobrará tiempo por ser pequeños volúmenes, yo te digo que si repartes tu vida en
leerlos y en entenderlos y en obrarlos, imitando los unos y obedeciendo los otros, que
la has gastado bien y lográdola mejor, y que no te ha de sobrar tiempo. Serás estu
diante y bueno si la lección de san Pablo fuere tu ocupación , y el estudio de los
Santos tu tarea.»
Parecia que el hombre, cuyo entendimiento volaba tan alto, debiera ser impecable,
componiendo sus pasiones con su doctrina. Pero si alguna vez dormitan el discreto y
entendido, ¿cómo no caerá alguna vez en tentación el bueno? Hombres somos, no
somos ángeles. La senda satírica fácilmente resbala al libelo; naturaleza irritable sin
poderse ir á la mano cupo en suerte al gremio de los poetas; y son tentadores el
diablo de la rivalidad literaria y el de la soberbia política.
Defiende Qubvedo por solo y único patrón de las Españas al apóstol Santiago, em
pleando con sagacidad é ingenio argumentos de profunda teología, reglas de estricta
y severa disciplina , agudas razones de conveniencia pública. Pero en viéndose contra
riado por la opinión de todo el reino junto en Corles y por el piadoso entusiasmo de
los devotos de santa Teresa de Jesús , la soberbia le despeña , pretende que su voto
prevalezca sobre el de los demás, se cree más competente que todos, y con pun
zantes sátiras mortifica á sus adversarios. Ya está franca la puerta al insulto agresivo,
á la vil personalidad; ya empelazgados brusca, descortés y lastimosamente Qi'evkdo
y el doctor Balboa, Juan Pablo Mártir Rizo con Morovelli de Puebla, fray Gaspar de
Santa María y cien otros, cuáles partidarios del Apóstol, y cuáles de la Santa.
Si aquí do procedió con humildad, olvidando la conveniencia como político, faltó
á la caridad
■ como cristiano en la Perinola,7 mostrándose iracundo tiv fomentador de la
calumnia ; en Las necedades y locuras de Orlando el enamorado so disponía á dar rienda
suelta á la venganza. Es innegable que hizo bien en perseguir y vencer ante los tri
bunales de justicia, por falsificador, al librero Alonso Pérez deMontalban, padre del
poeta ; y que habria estado en su derecho al desaprobar los yerros literarios de ciertos
autores sabiendo encerrarse en los limites de la indulgente y discreta censura. Pero
si por una y otra causa le ofendieron y ultrajaron, desatalentados é inicuos, don Juan
de Jáuregui, el padre Niseno, el doctor Pérez de Montalban , el sevillano Morovelli,
don Jesé de Pellicer, el diestro Pacheco de Narvaez y Andrés de Tamayo, médico y
cirujano del monarca, ya difamando á cada triquete sus mejores obras, ya denun
ciándolas con perfidia al tribunal de la Inquisición, ya calumniándole con los nombres
de sodomita, hereje, borracho, ladrón y mal nacido, y siempre tirando la piedra y
cobardes escondiendo la mano, ¿por qué no acudió á su gran entendimiento, á su
mucha sabiduría y fe, á su piedad cristiana para olvidar y perdonar? ¿Por qué no puso
por obra lo que habia estampado en La cuna y la sepultura? Allí dijo de molde : tNo
solo es mejor perdonar al enemigo que vengarse, sino más fácil y más acomodado. Así
lo mandó Cristo : Amad á vuestros enemigos. Rigurosa y desabrida cosa fuera y llena
de peligros, si te mandara vengar de tus enemigos, salir á media noche ó solo car
gado de armas, ó acompañado de amigos, á acecharle, y al cabo procurar su muerte.
DISCURSO PRELIMINAR. xix
¿Cuánto mejor es perdonarle, cosa que puedes hacer cenando, y en lu casa, y acos
tado, y con todo tu descanso?» Lejos de esto, volvió insulto por insulto, calumnia
por calaoania , ofensa por ofensa : desentierra los abuelos á Montalban, ríese de las
desgracias domésticas de Pacheco, aviva la calumnia que soplaba contra Tamayo,
pregona los vicios de Pellicer; pero desprecia á Jáuregui y á Niseno. Todos con el
eiceso de su vanidad y ánimo vengativo le habian exasperado y traido á esgrimir
contra ellos envenenadas saetas ; él pudo exclamar con Lucano :
Jusque datum sceleri canimus; ,
él seria absuelto en el tribunal de los hombres; pero lo mal hecho, sea por la causa
qnefhere, no tiene jamás disculpa. Sírvale, sin embargo, de alabanza haberse abste
nido de fiar á la imprenta los rasgos dictados por el enojo , cuando de sus adversarios
fatigaban sin cesar los moldes asquerosas diatribas. En lucha con sus inclinaciones y
apetitos, cayendo para levantarse purificado, capaz de arrepentimiento, amando la
virtad y cuidando de practicarla, siempre que ponia en olvido que era poeta,— la figura
de Qcbvedo se levanta humana y bella en todos sus escritos y acciones. Si no es grande
la hormiga por verse encaramada sobre la veleta de una torre, no será pequeño un
fágante porque breves minutos se atolle en un pantano.
Coloco después de los Discursos ascéticos y filosóficos los crítico-literarios, ya para es
parcimiento y descanso del lector (que no desplacen nunca las sazonadas burlas á costa
del prójimo), ya para que resalte á qué desmanes y violencias no se habria podido ar
rojar Qdbvedo , fácil de apasionarse, vivo en el genio, en sus opiniones vehemente,
animoso de corazón , diestro en las armas , resuelto en el peligro , impetuoso para aco
meter y firme en perseverar, sino le hubiesen refrenado (trayéndole siempre al buen
camino) la antigua honradez castellana y la más acendrada fe católica. Sus mal inclina-
dos/nsliotos regeneró la cristiana verdad; y por ella fué espejo y luz de repúblicos y
caballeros.
Táchense de sus Discursos críticos las desvergonzadas personalidades, ó niegúeseles
elcrédito, y en ellos se encontrará siempre un inagotable raudal de contentamiento y
enseñanza. Tales personalidades hoy no tienen fuerza ninguna , despuntadas ya las iras,
y va desapasionadamente juzgados los hombres de aquel siglo ante el severo tribunal
de la historia. En cambio , ¡cuánto la crítica histórica adelanta con los juicios del señor
de Juan-Abad , bien trate de vindicar la memoria de Felipe II, ultrajada por la sañuda
envidia de naciones extranjeras; ahora vuelva por los monarcas aragoneses, calumnia
dos de algún cronista francés ; ahora se enorgullezca defendiendo á los Juanes , Pedros
}' Alfonsos, que á la sazón vivian en España, hijos y nietos de los que echaron de Italia
á los Alejandros , Hércules y Escipiones! ¡Cuánto valen sus censuras políticas, ya se
queje de que las riquezas de las Indias , ganadas con increíble valor de los españoles,
oi hagan fértiles nuestras campiñas , ni canalicen nuestros rios, ni enriquezcan nuestros
puertos; ya grite á los príncipes y ministros, de parte de la justicia de Dios, «que el
oroy la plata que se trae de Oriente y Occidente no ha de servir de otra cosa que de
comprarnos afrentas y pérdidas y enemigos ; y que á poder de riqueza hemos de ser
pobres de todo, porque sea nuestro verdugo nuestra ambición , y los tesoros arrebata
dos se infamen con nuestra desolación por nuestras culpas!» ¡Y qué precio no tiene
w crítica literaria ! Él rinde tributo de admiración á las comedias de Lope de Vega
Carpió , i tan dignas (dice) de alabanza en el estilo y dulzura , afectos y sentencia, co
xx DISCURSO PRELIMINAR.
mo de espanto por el número; demasiado para un siglo de ingenios, cuanto más para
uno solo.» Muéstrase aficionado á Fernando de Herrera , tesoro de la cultura española;
pero sin aprobar que usase de voces peregrinas, ásperas, con el contagio de bastardía
mendigada en otras lenguas. Aplaude con entusiasmo á Garcilaso y Francisco de la
Torre; y en eslas materias la posteridad no ha dictado fallo que no confirme la sagaci
dad crítica , el buen gusto y recto juicio de nuestro autor.
Nadie como él vibró mejores armas contra el gongorismo, ni explicó sus causas , ni
le historió en menos espacio ; probando que es enfermedad tan antigua como el hom
bre, avaro por naturaleza de singularizarse entre los demás, amante de extrañas no
vedades, premioso y torpe en saber decir con hermosa propiedad las cosas cuotidia
nas y comunes. No querer hablará lo humano, y mezclar bárbaramente voces de di
versos idiomas ; ignorar que la creación poética ha de costar grande trabajo á quien la
escribe, muy poco á quien la lea; buscar en la exageración el estro que no ha conce
dido el cielo, y amontonar metáforas en el discurso haciendo enigmas y geroglificos
indescifrables ; lobreguecer el estilo hasta el punto de que por él no se pueda caminarsin
linterna ; é hincharse, en fin , con la algaravía de palabras murciélagas y razonamientos
lechuzas, —es pretender plaza de sabio, de filósofo á par de las nubes, de poeta á me
dida de los abismos ; eso es ser culto ; ese el lenguaje broma , la música del cieno de
que se enfadó Aristófanes, tomándola por regocijado asunto de su comedia de Las ra
nas. En los tiempos de la sencillez griega abundaban los escritores hinchados y nebu
losos, y los poetas enyedrados, fontanos y floridos, sin faltar los nocturnos y estrelle
ros ; revolviendo los cantos y números con nombres vacíos y altisonantes , diciendo por
circunloquios lo que sencilla y galanamente puede decirse. Al siglo de Augusto no fal
taron culteranos : lo eran Mecenas y Tiberio, y aun más el triunviro Marco Antonio,
ambicioso de escribir lo que admirasen los demás y no lo que entendiesen. Inútiles
fueron los consejos y avisos de Propercio y Horacio; en vano, en la edad de Claudio y
de Nerón , sacaba Petronio á la vergüenza al doctor umbrático , sombrío y tenebroso,
que esterilizaba los romanos ingenios extendiendo la enorme y fanfarrona palabrería
venida no hacia mucho de Asia, por quien no habia quedado de buen color verso ni
escrito alguno. Y ¿por qué no se pudo atajar el mal? ¿Por qué? Óigase de la boca de
san Jerónimo : « Nada tan fácil como á la vil plebe é indocto vulgo deslumhrar con la
faravilla de la lengua ; porque la gente ignorante ó baja admira y aplaude más lo que
menos entiende.»
Algunos críticos de valía, modernos y antiguos, ponen en las escuelas, atentas por
lo común á fórmulas y cuestiones metafísicas , el germen y raíz del estilo afectado, y
suponen que de ellas ha partido siempre. Epictetodijo que t el escolástico es animal de
quien todos se rien. > Y diez y seis siglos después, Quevedo prorumpe en estas desabri
das palabras : « ¡Qué ocupadas están las escuelas en enseñar lo que no saben , lo que á
los discípulos no les importa aprender, lo que para nada sirve! Las canas hallan tan
inocente el juicio como el primer cabello ; la vejez se conoce más en las enfermedades
y arrugas , que en el seso y prudencia. ¿De qué te aprovecha saber si la generación es
alteración, y si á la alteración se da movimiento? ¿ De qué si la materia prima puedeestar
sin forma ó no? ¿De qué toda la confusa cuestión de los indivisibles , entes de razón y
universales, siendo cosas imaginarias, y fuera del uso de las cosas tocantes á las cos
tumbres y república interior ni exterior ; y que cuando las sepas no sabes nada que á tí
ni á otro importe á las mejoras déla vida ?» « De buena gana lloro la satisfacción con
DISCURSO PRELIMINAR. "i
que algunos hoy se llaman cultos, siendo temerarios y monstruosos; y presumen de
que hoy se sabe hablar lengua castellana, cuando no se sabe dónde se habla. Los cor
rillos de legos parecen junta de diferentes naciones , desde que algunos hipócritas de
nominativos empezaron á salpicar de latines nuestra lengua, que enriqueció á todo el
mundo con esclarecidísimos escritores en prosa y verso.» — Un excelente crítico, exa
minando las circunstancias en que se ha desarrollado y tomado vuelo el culteranismo,
observa que no le entronizaron jamás los esfuerzos de un solo hombre , que su elabo
ración ha sido lenta , y su crecimiento compañero inseparable de la decadencia de las
naciones. «Las sociedades corrompidas (dice), como los hombres estragados, no se sa
tisfacen con lo natural y sencillo ; necesitan , en lo extraordinario y nuevo , pábulo á su
grosero deleite. Para los que saben leer en el corazón de los tiempos, la aduladora
elegancia de Policiano predice desde un siglo antes la corrupción de Marino ; la pompa
excesiva de Herrera anuncia ya las hinchadas nebulosidades de Góngora (1).»
Lo propio que en la antigua Roma hubo de suceder entre nosotros. Ya en los tiem
pos de don Juan el II los poetas pretendieron españolizar muchas voces latinas, y tras-
formar nuestra frase con el hipérbaton del idioma del Lacio. Se opuso á que estas se
millas por entonces germinasen el feliz renacimiento de las arles y letras , gloria del
pontificado de León X y del imperio de Carlos V. Pero brotaron y difundieron su ve
neno mortífero tan pronto como logró en Italia hacerse caudillo de las turbas de escri
tores afectados el caballero Marino , y encender el entusiasmo y cautivar la admiración
de los franceses. En esto, un gran poeta español, desnudándose locamente de las her
mosas galas con que resplandecía en el Parnaso , erígese en campeón del nuevo estilo,
y le autoriza, y da (¡miserable suerte!) su nombre á la más espantosa anarquía lite
raria , á la total depravación del buen gusto. ¡ Y halló séquito y aplauso y adulación
una escuela , cuyo más ciego partidario terminaba con las siguientes palabras el co
mento que hizo á las obras de Góngora ! « Esto es cuanto he podido adivinar en la ex
plicación de tan difíciles períodos.»
Famoso vejamen da el satírico á los gongorinos con La Culta latiniparla y con la
Perinola ; documentos inapreciables ofrece á la historia literaria en el Juicio de las poe
sías de fray Luis de León , dirigido al conde-duque de Olivares ; y sabrosamente ridi
culiza en el Cuento de cuentos las idióticas frases del vulgo, las hipérboles y sonsonetes
extravagantes, los inútiles bordoncillos que embrollan la conversación y el estilo de
escribir cartas, viciando la buena prosa y teniendo enfadado el mundo. Hasta hoy se
apreciaba y extractaba la Perinola como un tesoro de noticias bibliográficas; pero nada
menos que eso: mis investigaciones sobre este punto creo han de ser de alguna uti
lidad á la bibliografía española. En fin, estos Discursos crítico-literarios se completan con
juicios, prólogos y advertencias que puso Quf.vedo en libros ajenos, y con las censuras
y aprobaciones que se le encomendaron.
Al Epistolario y documentos relativos á la vida del autor se consagra la sección últi
ma del presente volumen. Ciento sesenta y nueve cartas, de ellas ciento quince iné
ditas ; y ciento sesenta y dos documentos , de los cuales noventa y nueve por vez pri
mera salen á pública luz , esclarecen todos los sucesos prósperos y adversos de la vida
(I) Mi entrañable amigo el docto académico y bizarro poeladon Manuel Cañete, en su Discurso critico acerca
de las obras de don Luis de Góngora y Argote , y en otro Sobre el origen , carácter é importancia del cultera
nismo. Tratando después que él la materia , es imposible dejar de repetir sus fundadas y juiciosas observacio
nes, aun con las mismas palabras conque inmejorablemente las formula.
xxn DISCURSO PRELIMINAR.
del señor de Juan Abad ; sorprendente en el secreto y libertad del hogar doméstico,
robustecen la opinión que de su índole y carácter han formado los doctos, y ultiman
el proceso donde el escritor, á más de sabio y de espíritu valiente , aparece limpio de
nota que le infame. Pero no solo esta sección , todo el tomo brinda con preciosos da
tos al biógrafo de Qcevedo. Hállanse, dignos de estudio, en la Vida de san Pablo y en
la Virtud militante ; en sus Epístolas á imitación de las de Séneca los hay de sumo
interés para conocer á fondo las últimas persecuciones del aulor. Además, el Episto
lario y documentos corrigen algunos yerros y descuidos en que, al bosquejar la vida
del escritor, colocada al frente del primer tomo , hube de incurrir siguiendo los pasos
de mis predecesores. Fui el último en repetir sus asertos; sea el primero en enmendar
los. ¿No afirmé yo con buenas y valederas autoridades que, á los diez y seis años, re
cibió don Francisco el grado de Licencia en Teología? Habiendo parecido los libros
académicos de la Complutense, resulta que precisamente al cumplir aquella edad, po
nía término al estudio de las lenguas griega y latina , y empezaba á conocer los rudi
mentos filosóficos. ¿Se sabia por qué se intituló señor de la Torre de Juan Abad? Ya,
con las antigüedades del campo de Montiel , he podido averiguarlo hasta las semini
mas. Lea con espacio esta última sección el curioso; y unas veces, en compañía de
nuestro autor por Sierra-Morena y la Mancha, hará la vida del hidalgo de aldea en
los tiempos de don Quijote; otras, le seguirá por el intrincado laberinto de la corte
y á las arriesgadas empresas de Italia ; y finalmente, se enterará de lo que se trate
con más reserva en las secretarías y consejos, viendo al monarca extender de su puño
las órdenes para desterrarle, y oyendo de los poderosos el concepto en que le tenían.
Para fijar el texto de este segundo tomo he confrontado cuatrocientos manuscritos
y veinte y ocho ediciones , cuyas más principales variantes justifican al pié de cada
página mi ímproba y fatigosa tarea. Allí no escaseo tampoco las notas literarias ó his
tóricas para que resalte la época y el espíritu é intento del autor, y se desvanezca la
oscuridad de los pasajes difíciles. Ni trabajo ni diligencia perdoné para ello; y cuan
do mis estudios aparecían inferiores á los de algún amigo que me comunicaba con des
prendimiento los suyos, estos y no los mios en seguida fueron con su nombre á la
imprenta. Por último, las antiguas aprobaciones y elogios que á estas obras correspon
den , y un copioso índice de los manuscritos consultados, con expresión de sus dueños,
forman los principios del libro.
Y ahora le aseguro á usted , señor don Juan , que más de cuatro buenas tentaciones
me han dado de acompañar tales alabanzas con las que por el tomo primero, y para que
yo no desmayase, merecí á ingenios esclarecidos : sáficos latinos del sabio y virtuoso don
Juan María Capitán; versos castellanos de los excelentes poetas don Joaquín José Cer
vino y don José González de Tejada ; juicios críticos llenos de erudición é indulgencia,
debidos á la autorizada pluma de los señores don Eduardo González de Pedroso, don
Rafael María Baralt, don Agustín Duran, don Manuel Cañete, don José María de Ala-
va y monsieur Philaréte Chasles. Pero si en un libro que censura la vanidad esto pu
diera parecerlo , porque en él se condena también la ingratitud, estoy en obligación
de dar aquí públicas gracias á tan generosos escritores. Ríndelas igualmente al señor
don Pascual de Gayangos, siempre anheloso de facilitarme raras ediciones y códi
ces, buscándolos de intento en sus frecuentes viajes por Inglaterra y Francia. Recíbalas
asimismo el señor don Cayetano Alberto de la Barrera, que sin conocerme, luego que
publiqué el tomo primero, puso á disposición mia todos sus libros y papeles, fruto de
DISCURSO PRELIMINAR. xxm
\argas vigilias y sacrificios, y en el reliro de mi casa, con moderación indecible me
advirtió de los descuidos que en mi trabajo habia notado. Pero semejantes finezas y
otras muchas de que soy deudor á diferentes personas, tienen su lugar propio algunas
planas adelante, y en los sitios donde es de interés la referencia. ¡Dichoso yo, que
merced á tan hidalgos espíritus vi florido y ameno el desierto de las investigaciones
eruditas , y alcancé premios de corporaciones insignes y la estimación de los hombres
honrados ! ¡ Venturoso yo, que tuve á usted por guia solícito al acometer mi empre
sa ; más venturoso mil veces si usted hoy me anima á continuarla!
Madrid, 12 de febrero de 1859.
VIDA DE SANTO TOMAS DE VILLANUEVA. Censura del doctor Francisco Sánchez de Villa-
Aprobación del reverendísimo padre maestro nueva, capellán y predicador de su majestad.
fray Juan de San Agustín , provincial de la Leí este Epítome de la vida del bienaventurado
provincia de Castilla , de la observancia de la santo fray Tomás de Villanueva, arzobispo de
orden de San Agustín , y consultor de la su Valencia, escrito por don Francisco de Quevedo
prema Inquisición. Villegas, caballero dul hábitode Santiago, gran
Pbr mandado del serenísimo señor infante de de ingenio y adornado de lo recóndito de todas
España don Fernando de Austria , etc. , y su buenas letras. En estos breves cuadernos se co
vicario, be visto el Epitome que ha compuesto noce esta verdad, como en la linea Apeles.
don Francisco de Quevedo Villegas de la Histo- Esperamos con afecto el cuerpo grande de la
ria de Xa vida y muerte del beato fray Tomás de Historia, donde se verá que como este santísimo
Villanueva, religioso de la orden de nuestro varón , digno de honrar el lado á los Ambro
padre San Agustín , hijo desta provincia en el sios y Paulinos , fué idea de prelados , así su
convento de Salamanca , y después arzobispo de historiador es ejemplar del acierto en escribir
Valencia. Y asi por la verdad y puntualidad de semejantes materias : trabajo tan mal logrado
la Historia, por la edificación ejemplar que como intentado de muchos; aquí felizmente
contiene para los fieles, y en particular para conseguido , por el merecimiento del asunto lo
prelados , \ por la gravedad y agudeza del esti primero, en tiempos que les parece á algunos
lo, como también por la devoción que en este carecerán de iiombre lamoso si no consagran
trabajo ha mostrado el autor, se le puede y debe á vanidades del siglo sus plumas (— pero como
dar licencia para que lo imprima. V lo firmo en dice san Severo Sulpicio , escribiendo la vida de
el convento de San Felipe de Madrid , á 25 de san Martin : Quid posteris emolumenli tulil le
Agosto de 620. — H. fray Juan de San Agustín. yendo Hedorem pugnantem , aut Socratem phi-
(En la edición principe.)
losophantem? cum eos non solumimitari stultitia
sit, sed-nónacerrimé impugnare dementia: quip-
pe humanam vitam praesentibus tantum aclibus
aestimantesspes suas fabulis, animas suas sepul-
Aprobación del padre presentado fray Jacinto chro dederunl); lo segundo, por la ventaja con
de Colmenares, de laorden de Santo Domingo. 3ue discurre: seguro testimonio de que no pu-
Por mandado de los señores del consejo real iera encargarse esta empresa á persona inge-
de su majestad vi el Epitome de la vida del santo nium cui sit, cui mens divinior, calificado abono
fray Tomás de Villanueva , religioso de nuestro del que así lo juzgare. En Madrid, agosto 30: 620.
padre san Agustín , compuesto por don Fran — El doctor Francisco Sánchez de Villanueva.
cisco de Quevedo , caballero del hábito de San (En la misma edición.)
tiago. Y no hay en él cosa que contradiga á
nuestra fe, ni á las buenas costumbres, antes
está lleno de celo devoto, y muestra (en suma El presentado fray Lamberto Novella , pre
breve) parte de la erudición de su autor, dejando dicador general de la orden de Predicadores,
4 todos con deseo de ver la Historia que pro de comisión del muy ilustre señor el doctor
mete para servicio del Santo y honra de nuestra Pedro Garcés, prior de Ruesta, oficial y vicario
nación y lengua. Y así, me parece se le puede general del arzobispado de Valencia, por el
dar licencia para que le imprima, siendo su ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Isi
majestad servido. Fecha en el colegio de Santo doro Aliaga, arzobispo de la misma ciudad, he
Tomás de Madrid , 30 de agosto de 620.— El visto y con atención leido el Epitome á la his
presentado fray Jacinto de Colmenares. toria de la vida ejemplar y gloriosa muerte del
(En la misma.) beato don Tomás de Villanueva, religioso de la
orden de nuestro padre San Augustin arzobispo
que fué desta ciudad de Valencia, por don Fran
XXVI DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cisco de Quevedo Villegas, caballero del hábito care menos entretenimiento que desengaño. Re
de Santiago*; y no he hallado en él cosa alguna preséntanos en ella los sentimientos estoicos de
contraria á nuestra santa fe ni á las buenas más vivo color á luz cristiana. El ingenio del
costumbres, antes está lleno de grandes ejem autor (aunque siempre por sí feliz, ahora dicho
plos para prelados y subditos , con mucha ver so por su asunto) me admira verse igual aquí y
dad de historia y devoción traídos. Y así , juzgo uno mismo; si bien, al paso de la ventaja del
se le debe dar licencia para que se imprima. En argumento, aventajado aun á sí mismo. Parece
este real convento de Predicadores de Valen que Epicteto se nos ha vuelto español , que Cri-
cia, en i 4 de noviembre 1627. — El presentado, sipo claro , que Zenon tratable , que Antipa-
fray Lamberto Novella. tro breve, que Oleantes vivo, que Séneca cris
(En la impresión de Valencia de 1627.) tiano.
En este imperial colegio de la Compañía de Je-
Por la obligación de mi oficio he visto el libro respecto de la dedicatoria, enmiéndese, y en el hueco que aparece
intitulado Epítome á la historia de la vida ejem allí póngase la siguiente :
plar , y gloriosa muerte del bienaventurado fray Al sekor do» Joan de Chaves t Mendoza, caballero del
Tomás de Villanueva, de la orden de San Augus- hábito de Santiago, presidente del Consejo de la* Or
tin, arzobispo que fué de este arzobispado de denes, y del Consejo y cámara de su Majestad, Conde
Valencia, con la aprobación del Ordinario. Y de la Calzada , Señor de la villa de Santa Cruz de la
porque no hallo en él cosa por la cual no se deba Sierra.
imprimir , antes es digno que los cristianos le Esta dedicatoria, Señor, en vueseñoría se enoblece
vean para instrucción, dechado y ejemplo de en el oficio antiguo, añadiendo al ser reconocida el ser
todos; por tanto , en razón de mi oficio doy per Del; pues no lleva a sus manos esta obra mia por elección,
misión y facultad para que se pueda imprimir sino por deuda. Menos es de mi estudio que de vuese-
en este reino. Y ordeno que antes que se saque fiorla; pues siendo arte de adquirir las virtudes y des
á luz ni se pueda dar ni vender, se traiga ante preciar los vicios, le doy un traslado de sus gloriosas
mí para que le examine si concuerda con el acciones. Secretos son de la verdad , que buscan en
original que he visto. Dada en Valencia, á 1 8 días vueseñoría voz viva que los declare ; pues ba sido y es
del mes de noviembre de 1627 años. — El doc original que los ensena ministro tan grande, que en sus
tor Guillen Ramón Mora, abogado fiscal de su manos ha visto siempre la justicia que sus balanzas han
majestad. gobernado su espada; no la espada sus balanzas. Por
(En la misma edición ) esto las asistencias ¡numerables á ia conservación del bien
público, en un mismo tiempo se han valido de vueseñoría
como si fuera multiplicado en personas. Y con esto con
LA CUNA Y LA SEPULTURA. fesaran cuanto ecliáran menos que no fuese muchos, si
solo, no experimentaran que valia por todos, repartién
La Dolrina moral de don Francisco de Que dose en cuidado infatigable por lautos tribunales, juntas
vedo y Villegas he visto y leído con atención; y y presidencia ; haciendo en todos , con las costumbres de
la merece de la mayor curiosidad, que con esta luz , olicio de dia. Vistiéronse en vueseñoría las letras de
enseñanza se verá defendida para que no pue púrpura en la gran sangre de sus venas , derivada de la
da parecer mal el cuidado de su ocupación : no esclarecida casa de Chaves ; cuya iiustrisima memoria
dejará de hallarse mejorada en esta escuela, está bien poblada de tantos ricos hombres y señores,
gracias al autor, que ha sabido con lo dulce de pues sin sus blasones no se lee corónica desde la primera
otras leciones mezclar lo provechoso de una antigüedad de España , ni privilegio donde no sean blasón
cristiana filosofía , sin que ofenda en nada á la los señores della. Por otra parle la casa de Mendoza (por
religión y buenas costumbres. Este es mi pa tantos lados real , siempre grande, de quien se inundan
recer. En Zaragoza, á 29 de abril de 1630.—El lodos los reinos de grandezas y señoríos) se añade por
doctor Virto de Vera. prerogativa los méritos de las letras y integridad con
que vueseñoría , en tan grandes cargos , hace amable su
(En la primera edición ; Zaragoza , 1630.)
veneración, y docta su admirada y espléndida gloria. Y lo
que más se debe eslimar es que , por lodas estas razones,
es vueseñoría con toda su sangre y su casa una viva ala
Aprobación del padre Juan Eusebio, de la Com banza y una ardiente aclamación de las sumamente pro
pañía de Jesús (a). videntes elecciones de la majestad soberana del Rey
Con gusto he leido una obra de don Francis nuestro señor don Felipe el Grande , cuarto desle nom
co de Quevedo intitulada Cuna y Sepultura, de bre, que continuando y creciendo las de su santo padre,
cuya dotrina me mandó el señor Vicario le in ha dado á vueseñoría aquellos puestos que necesitaban
de ministro tan digno. Yo, Señor, por desquitar la culpa
formase. Está llena de desengaños, para los
que tiene quien escribe lo que no obra , lo dedico 1 vue
cuales es acomodado argumento su título; son señoría que lo obra y no lo escribe. El titulo deste libro
verdades las que dice. Y así nada tiene contra la es , Conocimiento propio, y desengaño de las cosas ágenos.
fé ni contra las buenas costumbres ; contra las Si como le sé dedicar, le he sabido escribir, será digno de
malas mucho, si el ánimo de los lectores bus la protección de vueseñoría , i quien Jesucristo nuestro
ca) Impreso ya el texto de este segundo tomo de las Obra» de Señor dé su gracia y larga vida con buena salud , como
Quevedo, ha parecido la rarísima edición de La runa y la septtlht- deseo. — Madrid , 14 de mayo de 1633. — Don Francisco
' ra, hecha en Madrid alio de 1634. Lo qae digo a la pagina 73, de Quevedo Villegas.
APROBACIONES Á SUS OBRAS. xxvu
sus, á 19 de junio de 1633.—Juan EusebioHie- contravenga á nuestra san, a fe católica, uiá las
remberg. buenas costumbres, ni a la dotrina de los santos
( En la edición principe; Madrid, 1634.) padres de la Iglesia, ni á las reglas del Índice
expurgatorio , ni digna de censura teológica, ni
en agravio de las regalías de su majestad. Antes
bien he notado , como digno de toda alabanza,
Este librito de la Cuna y Sepultura . por don que siendo el autor caballero secular, de capa
Francisco Que vedo Villegas, no liene cosa al y espada , se muestra muy versado en la Sagra
guna por la cual se deba impedir nueva impre da Escritura y leido en las dotrinas de los san
sión; y contiene muchas, muy buenas, y de gran tos Padres de la Iglesia , y discurre en las mate
de ingenio, muy parecidas a las demás que su rias de su asunto altamente con estilo grave y
autor ha comunicado á los doctos. Y es mi pa agudo. Por lo cual siento que su excelencia
recer, que el señor vicario general de Barcelona debe dar licencia para que se imprima, por la
pueda con seguridad conceder licencia, para utilidad que de su leyenda se puede seguir al
que se imprima y publique. En testimonio firmé pueblo cristiano. Así lo siento. Y lo firmé de
la presente cédula de mi mano en el Convento mi mano en este convento de San Francisco de
de santa Catarina martvr de Barcelona en 20 de Zaragoza, en 16 de mayo de 1631. — Fray Bar
Febrero, 1636.— Fr. Thomas Boca. tolomé Foyas.
(En la impresión de Barcelona de 1635.) (En la edición principe; Zaragoza , 1651.)
Al señor don Gregorio de Tapia y Salcedo, ca utilidad: Sapientia absconsa, el thesaurus in-
ballero del orden de Sant-lago y fiscal de su visus, quae utilitas in utrisque? Todas las obras
orden. del incomparable ingenio de don Francisco de
Quevedo le han merecido la universal aclama
Habiendo tenido la dicha de que llegase á ción de el mundo ; y esta, que hasta ahora no
mis manos una de las obras más dignas de la habia llegado á la noticia pública , no había te
pluma del insigne don Francisco de Quevedo, nido los aplausos que merece, siendo entre to
intitulada Las cuatro pestes y las cuatro fantas das singularísima. Pero habiendo venido á mi
mas del mundo ; y viendo que faltaba esta pie mano con gran fortuna mia, y sabiendo que su
dra, la más preciosa, de la arquitectura de sus restauración y recobro es único efecto del estu
escritos que corren impresos en un volumen,— dioso desvelo de vueseñoria ,— me ha parecido
determiné hacer este beneficio á España, dando deuda de justicia volverle á su mano, para resti
a la estampa este , no sé si último pensamiento tuirá vueseñoria lo que debeá su vigilancia el
postumo suyo. Y necesitando para sacarle á luz, orbe literario. Una de las maravillas de Dios en el
de protección, igualo (siendo vuesamerced tan principio del mundo fué hacer que se manifes
conocido y estimado por su sangre) sus letras, y tase la tierra que est¡iba oculta y sin poderse ver,
todas las demás prendas que hacen á vuesa porque le faltaba la luz, como dice el señor san
merced caballero bien visto y bienquisto. He to Tomás: y esta noble operación de Dios imita
querido poner debajo do su nombre de vuesa vueseñoria habiendo procurado que se descu
merced este, volumen, para que conozca el mun briese y manifestase esta insigne obra. Tanta fa
do que méritos de Castilla saben gozar los aplau ma y aclamación mereció Josías por haber res
sos debidos en Aragón. Y así , no he menester taurado y descubierto el libro de la ley, oculto y
añadir súplicas para que vuesamerced le reciba casi perdido entre el polvo y ruinas del Templo,
con benevolencia , pues en sus singulares par como por sus hechos esclarecidos. Y juzgo que
tes es esta virtud la que más resplandece; y yo aunque vueseñoria está justamente venerado de
fuera digno de reprensión si juzgara que escri todos por sus rectísimos dictámenes y cristianas
tos de don Francisco de Quevedo no llevaban operaciones, le ha de aumentar á sus méritos el
consigo toda la recomendación en su afecto de juicio de los doctos un nuevo grado de aprecio,
vuesamerced : cuya vida guarde Dios para lus por deber á su cuidado el hallazgo de este pre
tre de las buenas letras. Zaragoza y julio 12 cioso tesoro. Dios guarde á Vueseñoria muchos
de 1651. — Humilde criado de vuesamerced. años, como deseo. Zaragoza, agosto 9 de 1700.
Roberto Doport. — Bésala manoá vueseñoria su más reconocido
(El mercader de libros, en la edición principe; Zara servidor, Pascual Bueno.
goza, 1651.) (En la edición príncipe de la Provincia de Dioi; Zarago
za, 1700.)
DISCURSOS ASCÉTICOS Y FILO mé Santos de Rísoba ; y tan preciosa reliquia 13. Explicación de aquel lugar del
SÓFICOS. del Job de nuestros poetas, perteneciente i capitulo z.° de san Joan que dice : el
la época de sus mayores persecuciones, exis die tenia facía; sttnt nuplia; in Cana
1. Copia de lasqnatro hojas prime te en la Biblioteca Nacional, estante V, có Galiliea; : el eral Slater Jesu ibi, ele.
ras del borrador original de la vida de dice «84.
Este primero de los tres discursos que Número 56.
sis Pablo.— Num. Ii9. constituyen toda la obra, es un cuaderno Copia del original (que poseyó don Benito
US. del siglo pasado , letra del amanuense en 8.*, de TI fojas y 3 papelillos sueltos ; y Martínez Gomei Gajoso a mediados del si
ie loe Tosas Antonio Sánchez. precisamente el mismo que asi describe don glo anterior) hecha por don Tomás Antonio
Pertenece al señor don Agustín Duran. Nicolás Antonio en su Bioliolheca : Mana Sanchei. Pertenece hoy al scOor don Agustín
\4 íojai útiles en i.', y la cubierta con el exaratits líber alias alai sic inscriptas Doran.
rplirafe interior.: (8 fojas útiles en i.', y la portada.)
8. Prouidencia De Dios. Padecida De
los que la niegan. Cocada de los q. la \l. Sobre Las palabras que dixo
confiesan. Dollrina estudiada en los Chrlslo a su Santissima Madre en las
i. El martirio pbetersob del mar Gusanos y persecución de Job.
ti», EL CUCO T SINGULAR HAKTIR SOLICI
Bodas d. Canil de Galilea, discurre Dn.
TUD POR F.L MARTIRIO , VENERABLE APOS MS. de mediados del siglo xvn, en la Bi Frau.co de Quebedo Villegas.
tÓUCO T K0VLLIS1BO PADRE MARCELO
blioteca Nacional , H 43. Biblioteca de la lleal Academia de la His
No contiene sino la primera parte refe toria, estante 43, grada 3.', C, número 36.
Füncbco Mastbili.—N.° 79. rida.
(75 fojas en 4.*) (10 hojas, en folio, letra de Unes del si
Copia Id original autógrafo hecha por don glo anterior.)
Tomás Aiiuoio Saucbcz, i mediados del »i-
at» anleriar. 0. Prouidencia de Dios padecida de
Pertenece al señor don Agustín Duran. los q. la niegan y gozada délos que la
$ fajas en 4.*, y una papeleta suelta dan- confiesan. Doctrina estudiada En los
la ratos del original.) 13. Homilía a la Sanctissiba Trini
Gusanos , y persecuciones de Job.
dad. Dala cstmihi...
1 Otra muy buena copia del mismo tiem MS. de la biblioteca del señor duque de
po J del propio dueño. Frías. Letra y papel de la última década del Autógrafo que poseo. Comienza el discur
siglo xvn. so con el folio 7, y al Un sigue la numera
(3 bajas en 4.") ción en las dos últimas hojas , que están en
No comprende mis que lo anterior.
i. Otra , en la colección que formó don (111 fojas en 4/) blanco. Es pues de inferir, ó que precedió
Jaaa Isidro Fajardo, abo de 1744. — Biblio otra hornilla al" mismo asunto, de que se
teca Nacional, M 276 , folio 312 vuelto. conserva el exordio , ó cualquier trabajo as-
célico análogo.
'. Otra de igual tiempo, que posee mi (44 hojas útiles en 4.*, foliadas.)
10. LO Q. PRETENDIÓ El SpIRITU SANC-
iaigo el señor don Cayetano Alberto de la
to, con el Libro de la sabiduría , t el 16. Homilía de la Santissima Trini
Methodocon que lo Consigue. Discur dad. Las palabras que la Iglesia...
so. De D. Francisco de Queuedo y Vi Copia del amanuense de don Tomás Anto
llegas. nio Sánchez. Es una salutación ú exordio
C. La coba y la sepultura.
Colección de don Juan Isidro Fajardo, he distinto del que tiene el MS. anterior. Si
His sido vanas todas mis diligencias para Qt'svKiio escribió la homilía para que otro
C'Jtejar este opúsculo con un MS. del si cha en 1744, y que existe en la Biblioteca I la predicase, pudo muy bien bosquejar dos
rio ira, que Tborpe compró en Londres por Nacional, códice M 477, folio 417.
salutaciones á Un de que el predicador esco
'is penique* el ano de 1856 en la almone (7 fojas en 4.°)
giese, ó imaginar sobre un mismo punto dos
da le Ricardo Ueberl. Se intitulaba Secretos
*e h ttriad. Doctrina moral del conocimiento 11. Lo que pretendió el Spiritu Sane- 1 discursos diferentes.
De este MS. es dueüo el señor Duran.
fetu « del desengaño de las cosos ajenas. to con el Libro de la Sabiduria, y el, (4 fojas, en 4.')
ítitr dn Francisco Goma de Quevedo-Vi- melhodo con que lo consigue. Discur- 1
Utfs. so de Du. Fran.co de Quebedo Villegas, i 17. Homilía De la Santissima Trini
Biblioteca de la Real Academia de la His dad. Por Don Francisco de Queuedo y
7. Pbotibencu de Dios Padecida de toria , estante 45, grada 3.', C, número 36. Villegas.
(6 hojas en folio, letra de Unes del siglo ' Colección de don Juan Isidro Fajardo, en
te que la niegan. . Y . Gozada de los anterior.)
uie It Condesan. Doctrina estudiada la Biblioteca Nacional, M 277, folio 244. Co
m los Gusanos, y Persecuciones de mienza al 445 por «Las palabras que la Ygle-
•"h. Al Padre Mauricio de Attodo de sia«... Y esta salutación concluye con la úl
12. SonnE las Palabras, Que dijo tima linea del folio 447 vuelto. El 448 empieza
'>« Sagrada Religión de la Compañía de Christo, á su SantIssiih Madre, en las asi : *Homiiia A la Santissima Trinidad. Data
■ "^ • í Lector de Theologia en el Co- Bodas de Cana, de Galilea. Discurre. eslmihí omnis potestas...» Resulta pues que
<#'(**) de /a Ciudad de León. Don Francisco de Queuedo y Villegas. el exordio suelto de que se hizo mención
en los dos números anteriores, se ha ante
US. litógrafo. Paso en limpio el discurso folecion de Fajardo , tomo n , rollo 405. puesto y unido en este códice á la otra horni
Swtedo en ti estío de 1643, para que lo Biblioteca Nacional, M 477. lla, formando un solo cuerpo.
onfíix el obispo de León , don Bartolo (14 fojas, en 4.') (35 fojas en 4.')
-xxxviii OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
18. Declamació De Jesu-Christo Hi de Cuentos de un tomo MS. de Papeles va 19. Otra copia del mismo tiempo , qie
jo ue Dios á su Eterno Paohe en el rios , qne perteneció á D. Andrés González posee D. Cayetano Alberto de la Barrera.
IllKll I O. A QUIEN CONSUELA EMBUDO PüR de Barcia Carvalledo el año de 1095.— B. J. 30. Otra igual , del bibliotecario Sánchez,
Gallardo.»
el Padhe Eterno , un Ángel. Copia de 1617, de que hoy es dueño el se propia hoy del señor Duran.
Tomo 11 de la Colección de Fajardo , fo ñor don Juan Antonio Gallardo. (II fojas útiles en 4.°)
lio ISA, que se suarda en la Biblioteca Na (5 fojas útiles en 4.*)
cional, estante II, códice 277.
(21 fojas en 4.") 23. Don Fran.co de queuedo Ville
gas, i don Antonio de Mesa y leiua.
31. La perinola Al D.or Joan perez
un19.códice
Copiaendel4.asiglo anterior,Otra»
intitulado al principio de
en Prosa, MS. contemporáneo , de la biblioteca de de montnuanco graduado no se sabe
y Verso. M. SS. De D. Francisco de Quevedo, Salazar, I. 69, en la Real Academia de la His donde, en que ni se saue, niel sane-
y Villegas; de que es dueño el Sr. D. Cayeta toria. Incompleto y de escaso mérito. Perinola.— Estando...
no Alberto de la Barrera. (7 fojas en 4.")
MS. contemporáneo , muy apreciable , ea
un códice que guarda el señor don Serala
20. La Primera Y mas disimulada per- Esiébanez Calderón.
SECUCIÓ DE LOS llJDlOS CONTRA ClIRIS.0 26. Sv espada por S. Tiago solo , y El códice contiene : 1.*, el romance •la
chos dicen mal de mi»; 2.', Lo Pernal»;
Iksus, Y contra la Yglessia en fauor único patrón d las Españas Con elCav- i.'. Censura coetánea, manuscrita , del Dt.
de la Sinagoga. terio de la Uerdad, y la Itespvesta del Gerónimo de Vera contra el Para todos, le
Tomo ii de la colección de Fajardo, fo D.or Balboa d Morgobejo delAñopas- cha en Salamanca i 8 de julio de 1632; t
lio 259, códice M 277 de la Biblioteca Na sado al Dolor Balboa de Morgobejo d 4.", impresa, la Apología por el D. Juan Pe
cional. este año. rca de Montalvan contra D. Luiero de Cía
(11 fojas en i.') Por Don Francisco de Qvevedo Ville rima : folleto suscrito por Pedro Rivera.
gas Ca vallero professo en la orden de (13 fojas útiles en 4."j
21. la primera y mas disimulada per San Tiago.
secución de los judíos contra Chrislo Acciugere gladio tuo super fémur 32. La Perinola Discurso que Escri
jesús Y Contra la Yglesia en favor de la tiuini potentissime. bió Don Francisco de Quebedo Villegas
¡sinagoga.—Consideración literal- A vc- (—acudo de arma» del Conde Duque Caballero De la Borden de Santiago, Y
lor El Maestro Torivio de Armuelles de Olivares.) Señor de la Torre de Juan Abbad.
Natural de la Villa de Naval Pilona Be Omnia sub correctione Sánela» ma- En las Misceláneas de don Antonit de Zt-
neficiado En S.n joan del Hoio. tris Ecclesia». tina y Vgaldc , caballero de la Arden de Sn-
MS. de los primeros años del siglo ante tiago. Cuarta parte.— Biblioteca de la Real
« Al excelentísimo Señor Conde Dvque Academia de la Historia ; adiciones á la de
rior, muy estragado y de escaso mérito. Gran Cáciller.— Condesso Salazar, número 35 , folio 114 al 151 inclu
Pertenece al señor Duran. {-Concluye el opüsculo.W. L. R. P. i ma
(11 fojas en i.') sive.
nos. De. V. Mg.d Su Basalto. Don francisco, (29 hojas en 4.*, letra del segundo tercio
de Queuedo. Villegas.» i— Firmado. Estos del siglo xvn; copia esmerada y de originil
renglones, únicamente, son autógrafos.) apreciable.)
Precioso manuscrito , de gallarda letra ; el
22. t Los Remedios he qual quier propio original qne remitió nuestro autor al 33. Otra copia hecha con mucho desaliso,
fortuna que consuela quevedo. valido de Felipe IV para que lo pusiese en pero de buen original , i mediados del si
manos del monarca. Ocupa, desde el folio 76, glo xvn. Fallante de veinte fojas las nueve
Concluye : gran parte del tomo xxvn de Misceláneas, primeras , comenzando :
« Aquí en diez y siete capítulos arabo que en el año de 1677 pertenecía á la Bi
Solamente a de saberle
D. Fran.co de queuedo los remedio» blioteca de el Excmo. Señor Don Pedro Nuftez Dios el galán y la dama
de qualquier desdicha, adiciones á de Guzman , Margues de Montealegre, según Que callan cuando se ofrece;
su Índice impreso. Fué luego del cronista
Séneca. Finis. don Luis de Salazar y Caslro; y hoy se guar y asimismo se echa de menos la boja 16.
» Cuanto menos tuvieres , da en la Real Academia de la Historia , se Biblioteca Nacional, códice M 7, folios
Desarmarás la mano á los placeres; ñalado con la marca N 27. desde el 17 al 16 inclusive.
La malicia á la invidia , El borradorautógrafo de la caria nuncupa
A la vida el cuidado , toria al Conde-Duque, que es medio pliego 34. La Perinola , al Doctor Juan Pe
A la hermosura lazos, doblado, ocupa los folios 37 y 38.
A la muerte embarazos , A mi amigo y dulce compañero de Acade rez de Montalban graduado no se saue
Y en los trances postreros mia el señor don José Amador de los Ríos donde , en que , ni se saue , ni el saue.
Solicitud de amigos y herederos. debí la primer noticia del códice, á la sazón — Contra el Libro yntilulado para to
Deja en vida los bienes, de hallarse en mi casa cierto censor , que dos.
Que te tienen , y piensas que los tienes. se aprovechó de ello para hacerme después
Quevedo.» grave é injusto cargo por no haber yo inser Biblioteca Nacional, M 115.
tado este opúsculo en el primer tomo, ruan Buena copia del segundo tercio del si
MS. contemporáneo, que fué de don Bar do su propio lugar es entre los discursos cri- glo xvn.
tolomé José Gallardo , y hoy lo posee su so tico-literarios. (21 fojas en 4.*)
brino don Juan Antonio. (39 hojas útiles en folio, y una blanca al fin.
(A fojas en 4.") 33. Laperinola. zensura A las obras
del doctor Montalban. De un muy su
Amigo , Servidor y Aficionado.
27. Zensura del papel que f.scriuió
Biblioteca Nacional, H 40, folio 111 i 118.
23. Epístolas de Séneca tradvcidas 0. Fran.co de Morouelli de Puebla, Copiada en 1679.
por Don Francisco de Queued" y Vi defendiendo el Patronato deSanta The-
llegas. resa de Jhs. , y respondiendo á D.n 30. La Perinola Al Dr. Juan Perez de
Tomo ii de la colección hecha por Fajardo Fran.co de Queuedo Villegas. Cau.ro Montalvan el escorpión de Don Blas.
en 17-21, folio 111. Biblioteca Nacional, M 277. del Orden de S.n Tiago. A D.n Fran.co
MS. del último tercio del siglo xvn. Bi
(40 fojas en 4.') de Melgar, Canónigo de la doctoral de blioteca Nacional, H43.
Seuilla y á otros que han escrito con (30 fojas en 4.')
tra él.
MS., Biblioteca Nacional, H 43. siglo xvm. 37. La Perinola. Discurso q.e escri
(11 fojas en 4.*) uio D. Fran.co de Queuedo contra el
DISCURSOS CRÍTICO -LITERARIOS.
Para todos del Doctor Juan Perez de
24. I), fran.co quebedo Villegas a 28. Censura. Contra Don Francisco Montalvan.
D. Antonio de Messa y Leiba. de Morovelli de la Puebla, en la defen Biblioteca Nacional, H 43, folio 1 a 18
La fecha de esta dedicatoria es 13 de mar sa del Patronato de Santa Theresa de vuelto, letra de los primeros días del si
zo de 1626. Sigue el Jesús, en respuesta de lo que escriuio glo xvm.
contra Don Francisco de Quevedo, y (18 fojas en 4.')
«QUENTO DE QUENTOS.» Don Francisco de Melgar, Canónigo
de la Doctoral de Seuilla, y otros. 38. Perinola De Don Francisco, de
Araba: >cl padre que daba gracias i Dios de Queu.* y Villegas. Contra El Doctor
ber acabada la boda. Es como te lo quen- Biblioteca Nacional , Colección de Fajar luán Perez de Montaban.
to, hermano de la vida.> Al fin se lee de lá do, hecha en 1714; códice M 276, folio 302
piz : «N-6. Desgloso esta copia del Cuento vuelto. Biblioteca Nacional, colección dedon Juan
REGISTRO DE MANUSCRITOS CONFRONTADOS. xxxix
IsMra fajario . M ÍTJ, desde el folio 83 il parar a manos de don Benito Maestre , y boy Flandes se entro en la Comp.a a 8 de
110; ntjia ie 17Í4- pertenecen a mi entrañable amigo el exce Junio de 1642.
lentísimo señor don Aguslin Duran, director
$9. Otra copia de la misma época , en la de la Biblioteca Nacional , lan sabio como Códice M 6, folio 179, letra de fines del
eeJecciis ase posee el Sr. D. Cayetano Al bueno y generoso ; por quien be podido dis siglo xvu.
tera de la Barren. frutarlas con toda holgura. — Otra copia hecha eni724. Códice M 278,
Pertenecen a esta Colección las cartas : ni folio 82.
40. La Perinola. Al Doctor han IV- (tres copias distintas); vi {tres ejemplares),
mdpMontalTau. Graduado no se sabe viit (dos copias), xxxn, Lix, lxi, lxii, i.xv. Carta de D n Francisco de Quevedo
donde en l.o que no se sabe , ni el Lo livi; desde la txvm a la lxxii ; lxxiv (dos co Villegas , i O. Diego de Villa-Come/.,
pias); desde la lxxviii a la lxxxii ; desde la natural de León, dándole el parabién
sabe. De D. Fran.co de Qveb.do. lxxxiv a la xei ; xcin. cvu (dos traslados , el por aver entrado en la compañía de
Biblioteca Nacional, Q 244, copia del ul- primero tiene número 61); extx; desde la Jesús.
ti -«o tercio del siglo mi. El códice pertene- cxxtv a la cil.
cio 1 D. Juan Isidro Fajardo. Legajo T 153, folio 210.
¿5 fojas en 4.")
CARTA CXX1II. Carta de D. Fran.co
41. Perinola. Al Doctor Joan Pérez 53. Colección de la Biblioteca Nacional. de Queuedo escrita desde Cogolludo
de Mo! lalbao Graduado , no se sabe en Posee aquel establecimiento alguna carta au lugar, y habitación del Duq.e de Me
tógrafa Je Quevedo, y varias copias contem
que , en donde , ni el sabe ni se sabe. poráneas. Hé aquí lo mas apreciable: dina Celi á Madrid al Duq.e del In
Carioso manuscrito de la Biblioteca Nacio fantado en horabuena de la senl.a
CARTA III. Códice M 276, folio 319: copia
nal . T 153, letra del siglo pasado, en folio. q.e tubo sobre el estado de Zea y Ler-
del ano 1724.
(ti ' j hojas, desde el folio 223 al 235 vuel- nia.
«M CARTA VI. En el mismo, folio 318.
Manuscrito del segundo tercio del si
CARTA VIII. Allí folio 319. glo xvu, en el códice M 6, folio 178.
42. La Perinola de Ü. fran.co de que-
nedo. CARTA XXI. Carta a un Gran señor lio—81. Otra copia de 1724, códice M 278, fo
Biblioteca Nacional , Ce 59, códice en fo desde la torre de Juan Abad. .
lio, desde el 7 al 16 inclusive, letra del 41- Copia del siglo anterior, códice T 153, fo Carla de D.n francisco de Queuedo
tiso tercio del siglo xvu. lio 172. Villegas, señor de la Torre de Juan
CARTA XXIV. Códice M 276 , folio 291 Abad , á D.n Rodrigo de Silva y Men
43. Otra copia, del siglo pasado, en la doza...
aibUoieca del duque de Osuna. vuelto.
.5i fojas ea 4.*) CAUTA XXXII Códice M278, folio 236. Copia despreciable del siglo anterior. Le
gajo T 153, folio 210.
44. Perinola de D. Francisco de Que- CARTA XXXIII. Joanni Jacobo Chif-
bedo Villegas. fletio Patritio Consulari Archiatro
Civi Romano Sereniss. Isabellae Cla
Toso u de Variot del Exento. Sr. D.Anto-
íioUpez de Córdoba, desde el folio 298 re Eugenia} Hispaniarum Infantis et de51. Colección del Sr. D. Cayetano Alberta
1 1 Barreta y Leirado. Entre diferentes
teta el 315. Philip, mi hispaniarum Rexis Medi opúsculos de Quevedo, que forman dos to
(II tojas en folio. ) co Cubiculario Viro Docto, et Amico mos en 4.' escritos a principios del siglo an
Dominus franciscus a Queuedo, Ville terior, se hallan las cartas til, vi, vm, xxiv,
45 j 46. Dos copias del siglo anterior, que gas eques Militie Divi Jacobi Dominus lix, lxi, lxxi, lxxiii, cv.cvii, cxiii y cxxiu.
pertenecieron a don Bartolomé José Gallardo, Ville que vulgo vocalur de Juan Abad.
Sioj pote* si sobrino don Juan Antonio.
S. P. D.
41. Elbaen entendedor al acauarde De letra del amanuense de Quevedo (me
leer : üiee. nos la cabeza, que esta escrita por don Fran 55. Colección del señor don Basilio Sebas
cisco). Códice R 27 : 4 hojas útiles, folio. tian Castellanos, director de la Escuela Nor
US. de la Biblioteca Nacional , H 43, le mal, quien ha tenido la bondad de franquear
lo del tifio anterior. CARTA LIX. Códice M 276, folio 288. La me traslados de su mismo puño. Esti forma
ti ¡u advertencia que puso Quevedo al fecha en esta copia es 7 de diciembre de da, según me dice, teniendo a la vista un anti
la de la obra de Valderrama, intitulada Don 1630. guo códice que perteneció i don Antonio de
iiijimd» ti entremetido , que parece le fué Candamo, y parece que boy le posee su so
dedicada. CARTA LXIV. Códice T 153.
brino don Luis María de Candamo y Kunb,
it baja ea 4.*) CARTAS LXX, LXX1. Códice M 276, folio residente en Londres; de cuyo libro se ba
263. hecho mención en la pagina xei del tomo
CARTA LXXIV. El mismo, folio 278 vuelto. primero. Disfrutó asimismo otro códice de
46 Censura oe El Culto Sevillano. principios del siglo xvm, de que era dueño
CARTA LXXV1I. Códice II 43, copia contem don Pedro Guillen de Borras, y que el señor
Original autógrafa existe en Sevilla, en poránea ; 2 hojas útiles en 4.* Castellanos cita en el tomo n, pagina 386 de
la biblioteca Colombina, EZ, tabla 133, nú — Copia en el mismo, del siglo anterior; su edición de Quevedo. En fin, para este cu
mero 18, en 4.* 5 hojas 4.a
rioso epistolario facilitó al señor don Basi
— Otra del segundo tercio del siglo xvu en lio alguna copia don Pedro de Castañeda,
el códice M 6, folio 190 a 192 inclusive, en 4.' sanliaguista, conventual de Lelos.
— Otra de 1724, en el tomo M 278, folio 77. Habiendo salido de España tales papeles,
49. REBCSCO OE APUNTAMItNTOS AU- — Otra del propio tiempo , en el legajo T no puedo desvanecer la duda que sobre su
TÚCtAFOS. 153, folio 77 ; 3 hojas en folio. legitimidad me ofrecen algunas cartas don
de hay vislumbres é indicios de haber sido
Copias de los originales , sacadas por di CARTA CV. Memorial de Don fran aderezadas en el siglo anterior: los hechos
ligencia del conde de Saceda , quien las có cisco de Quebedo y Villegas al Conde y personas que contienen, verdaderos; el
smico ai bibliotecario don Tomas Antonio Duque, D.n Gaspar de Guzman, supli estilo, sospechoso. Si se falsificaron en tiem
Saaebei, j hoy las posee el excelentísimo se-
lor dos Agustín Duran. cándole que le mandase salir de su pos de don Diego de Torres y Villaroel , fué
larga y miserable prisión. con grande conocimiento de los sucesos his
tóricos. .
50. Algunas que guarda el Sr. D. Cayeta Códice T 153, folio 56: 1'/, hojas en folio. Son de esta colección siempre Interesan
no Alberto de la Barrera. te las cartas iv, v, vn, xxx, xxxtv, lvii, lviii,
Memorial de D.n francisco Quedeuo xcix, en.
51. Algunas, en la colección de Fajardo,
Biblioteca Nacional , M 276. y Villegas al Conde Duque.
Manuscrito del último siglo. H 43, 4 fojas 56. Colección del archivo reservado del su
en 4." primido Consejo de Castilla, cuyos papelea,
—Otra copia en el códice M 276 , folio 264 para su mejor colocación y clasificación, han
vuelto. sido trasladados al ministerio de Gracia y
EPISTOLARIO. CARTA CVII. Códice M 276, folio 267. Justicia. A la causa fulminada contra los du
ques de Osuna y de Ureda, y en que fué en
11. Colección de Carta» de non Francisco CARTA CX. Códice T 153 , folio 248 , copia vuelto Quevedo , se trajeron las cartas tx, x,
•■ Quevedo, beeba por los originales que en del siglo pasado, en 21 pliegos. xn, xvi, xvu, xvm, xix, xx.
«i ligio anterior posevó don Benito Martínez CARTA CXX1I. Copia de una carta
Gonei Garoso , archivero de la secretaria
itl despacho universal de Estado. Sacáron de D. Kran.co de Queuedo para D. Die
se esmeradas copias para el bibliotecario go Villagomez natural de León , q. vi 57. Preciosa colección de autógrafos y co
•*» Jais Antonio Sánchez; vinieron estasa niendo de ser Capitán de cauallos de pias contemporáneas en la Real Academia dt
il OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
la Historia. Pertenecen i ella las Carlai si (5 hojas en 4.*, letra de mediados del si cisco de Oviedo del peligro en que ha
guientes : glo xvn.) bía estado de morirse D. Francisco de
CARTA XIV. Discurso del Cap.n Quevedo eldia 51 de Abril.— Num.118.
— Memorial de Don fran.co de que
Camilo Calizo» sobre la buena orden de bedo á La condessa duquessa, de San- Copias hechas esmeradamente, en el siglo
la Milicia deste Keyno. anterior, para el archivero de Estado O. Be
locar. nito Martínez Gómez Cayoso.
Al folio 113 del tomo «vil, MS., de Jíis- Entre los MSS. en 4/ que fueron de la bi
celdneas, N 27 (biblioteca que fué de don blioteca de don Luis de Salazar y Castro, y
Luis de Sa lazar y Castro!, existe original este luego délas Cortes: L 31, páginas 213 i 216.
papel , en cinco hojas útiles en folio : el mis 62. Colección que poseen los hijos del
mo que poseyó, hacia el último tercio del — Otra copia antigua, en los papeles que ilustrisimo señor don Antonio Alonso y Lo-
siglo xvii, el excelentísimo señor don Pedro pertenecieron á la Biblioteca de los jesuítas. pez-Novés , hecha en el siglo pasado por
Nuñez de Cuzman, marqués de Montealegrc tos originales que tuvo Gayoso, y en la cual
de Quintana, conde de Villaumbrosa , de existe algún autógrafo. Son de ella las car
ios consejos de Estada y Guerra y presidente
del Supremo de Castilla. Asi aparece del Ín
tas xxxn , lxvii (el mismo original, cuta
58. Colección del excelentísimo é ilustri- última mitad es autógrafa; acompáñale una
dice impreso de sn « Museo ó Biblioteca se slmo señor don Antonio López de Córdoba, copia del siglo pasado); lxxvui, lxxix, lux,
lecta... escrita por el licenciado bon Joseph formada en dos tomos, á mitad del siglo an LXXXt, LXXXII, LXXXV, CV.'
Maldonado y Pardo , Abogado de los Reales terior, por el alcalde de corle l). Lorenzo
Consejos : Madrid, 1677, por Julián de Pare Folch de Cardona. Maestra los números xxi,
des;» página 1S3. Lxxvn , cv , cxxu y cixiii.
CARTA XV. Autógrafa, en el mismo có 63. Colección del señor don Joan Antonio
dice , folio 306. Gallardo, formada con los más raros papeles
de su tio , el célebre bibliólilo don Barto
59. XXV. Copia que posee el señor don lomé. A ella corresponden las cartas que si
CARTA XXIII. Carla que {ti. Franco Jorge Diez, director del real colegio de San guen:
de quebedo cauallero del auito de San Diego de Sevilla.
tiago señor de la torre de Ju.o abad ) CARTA XXIII. Carta de Don Fran.co
escriuio aun g de Deespaña Dándole de Queuedo escrita al marques de Ve
cuenta del viaje que bicoconel rey de lada, en la jornada q.e hico el rey á
españa dende m.d a sevilla—Por el 60. XXVI. Papel De D.n Fran.co seullla en de Hebrero de 1634.
mes de febrero de . 1624. años. Quevedo. Sobre Que se deven escusar Copia de entonces, que ocupa las hojas
Copia contemporánea. En los paneles de las publicidades en los castigos de los 43 y -II de un libro muy curioso, ea cuyo te
la biblioteca de Salazar, F 3, folio 138 al 1*1. que por vanidad los apetecen en de juelo se lee De Quevedo MS.
(4 fojas en 4.') litos de Religión.
CARTA LXXVII, f esta es vna mem.'
CARTA XXIV. Respuesta A la caria En un grueso tomo MS. de unes del siglo
de don fran.co de quebedo de la xor- anterior , intitulado Obras Inéditas de Que que dio don fran.co de queuedo a la
vedo y Adagios y Proverbios Castellanos, de condesa de olibares q. le queri cas-e
nada que liieo su mag.d A la ciudad de que es dueño el señor don Severo Catalina, de comoauiadeser la nouia y sus par
Sevilla Por el marq.s de Velada. catedrático de la Universidad Central. tes y condición. — 37.
Allí, folio 142 al lli inclusive. Concluye: «con la sucession q. so casa y
grandeca a menester. = Exma. Sra. Besa A
CARTA XXVI. Que se deue excusar
la publicidad en los castigos de los que 61. Colección del excelentísimo señor don Vex." la mano su Criado — Don fran.co de
por vanidad los apetecen. Seralin Estébanez Calderón, consejero de queuedo y Villegas.' Firma y rúbrica del co
Estado. A ella corresponden las cartas si piante.
Entre los papeles de la misma biblioteca guientes : Traslado del mismo año de 1633.
de Salazar, L 69: copia contemporánea.
(10 fojas ea i.') CARTA XXXI. Relación de la inun
dación de Sevilla del ano 1020. del
CARTAS XXXV hasta la LVI Inclusive; LX, Licenciado Rodrigo Caro á Don Fran 61. CARTA LXXVII. Carta de Don
l Allí y IAXIII. Los mismos originales autó Fran.co de Quevedo a la Condesa de
grafos, que se hallan, con poco orden en co de Quevedo.
san lucar ofreciéndole una dama suia
cuadernados, en el referido códice N 27, 6 hojas en 4.°, al folio 222 de un precioso
donde respectivamente ocupan los folios 30, códice dispuesto por el pintor Francisco Pa por muger.
23, 20, 25, 39, 52, 21, 19, 29, 21, 28, 26, 35, checo. De su pincel es la portada, con ador Copia contemporánea en tres bojas de un
22, 53, 40, 27, 34, 51, 33, 32, 36, 42, 55, y an nos caprichosos, formando un escudo ó tar- precioso tomo de poesías y opúsculos, de
tes del 1. jeton, en cuyo centro dice: 'Tratados de eru Quevedo los más , que se intitula Miscelani»
dición, de varios autores. » Al pié: •Año 1631.» de principes. En la biblioteca del excelentísi
CARTA LXX1V. Carta A Don Antonio mo señor general don Eduardo Fernandez de
demendoca. CARTA LIX. Copia hecha en 1630.
San Román.
MS. que fué de la biblioteca de don Luis CARTA LXXVII. La S." Condesa de
de Salazar y luego de las Cortes , hoy exis Olivares quiere casará D. fr.co queve
tente en la Academia : L 31, desde la pági do; y pidele que le escriva las calida 65. Colección del insigne autor de Don
na 102 hasta la 120. Alvaro, el señor duque de Rivas. Copias he
des que á de tener la muger: á quien chas á mediados del siglo anterior; compo
(9 fojas en 4.') responde la carta siguiente. nen un precioso tomo las epístolas siguien
— Carla que escriuio Don Fran.co No más qie los cuatro primeros renglones tes:
de Quebedo a Don Antonio de Mendo- de ella. MS. del propio alio, en un códice CARTACIX. Carta Moral, é Instruc
Sa Cau.o del hauito de Calatraba ayuda intitulado Obras varias poéticas. tiva Cou que Adán de la Parra Satisfi
e Cámara de la Mag.d del Rey Pheli- CARTA CVII. Otro Memorial al Con zo A dos que le remitió su Amigo D.n
pe quarlo uro. Señor. de Duque (— Nota de l). Juan Isidro Fran.co de Quevedo y Villegas, desde
Aconsexa en ella que el hombre sa Fajardo). = 3 (— Borrado un i que se su prisión de San Marcos de León.
nio no deue temer lo forc.osso del mo- ñalaba antes el número del documento). (13 fojas en 4.°)
rir,. antes si, despreciar sus miedos y
horrores. Minuta de puño y letra de Quevboo. Al res CARTA CX. De igual antigüedad y coa
paldo de la hoja blanca , y en sentido inverso
Estante 26, grada 7.', D, número 174, folio a la minuta , se lee por epígrafe : «Memorial 53 hojas en 4.*
90. de (— dado por , tachado) D.n Fran.co de CARTA CXI. Carta Moral, é Yaa>
(5 hojas en 4.-, letra del último tercio del Quevedo al Conde Duque.»
ligio XVII.) De tan preciosa reliquia se ha sacado un tructiva de D. Fran.co de Quevedo, V
facsímile con el mayor esmero. Villegas, Escrita Desde S.n Marcos de
CARTA LXXVII. Carta de D.n Fran León, A su Amigo Adam de la Parra.
co de Queuedo en Respuesta de lina CARTAS CXLI á CLXIX. Veinte y Pintándole por horas su Prisión, y la
Sue le escriuio mi S.ra la Condesa de nueve cartas de Don Francisco de Que vida que en ella pasa.
liuares, diciendo que le quería casar. vedo á Don Francisco de Oviedo desde (72 fojas.)
Pinla las Partes que a de tener quien 8 de enero hasta 5 de Setiembre, y mu
se Casare con el. rió Quevedo el iliuXdol mismo de Iti-io.
En los tomos de Misceláneas de D. Antonio y una carta de Don Florencio de Vera 66. Colección en la biblioteca particular
de Celina y Ufarte . adiciones á la biblioteca Chacón, testamentario nombrado por de su majestad la Reina. Antorizado el se
de Salazar, N 35, folio 122. Quevedo, en que da cuenta á Don Fran ñor marqués de Pidal para disfrutar los le-
REGISTRO DE MANUSCRITOS CONFRONTADOS. ILI
teros VtezaiMS del re»l alcázar, pude cole- 7-1. Colecciondc don Bartolomé José desde el xcv al cv; ex, cxi, exu, cxm,
¡it to» lo ja conocido esla y las cartas si- Gallardo, existente hoyen manos de su
I nielas: cxxi.
sobrino don Juan Antonio: viu.
CARTA CX. Carla Moral é instruc 81 Entre los papeles de las escriba
tiva BeD.n Fran coda Queredo, Es-
nías de cámara del tribunal supremo
cria de<iie S.n Marcos d« León a un 7b Colercion de autógrafos y co de Justicia : cvn, cviu, cix.
Amigo Suyo , en que le partizipa que pias antiguas y auténticas, que poseí;
ti cansa de su prisión no es la que le la Real Academia de la Historia. Con
acumulan, sino otra peor. tiene los documentos que siguen: tx,
82. De la colección del señor don
Cofia del siglo anterior. Salan, estanteC, xi, lxxix, cxx, CXL. Agustín Duran, citada al núm 46:
l51 fojas en 4.") CLVll. Copia auténtica del testamento de cxxiv, cxxv, cxxvi, cxxvii, cxxxt,
Uuevedo: fué remitida a la Real Academia de cxxxn:, cxxxiv. cxlv, cxlvi (tres co
CAATA CXI. Copia incompleta , en 42 la Historia, con olido de 10 de junio (le 1835, pias); uxlvii (dos).
fijas. por el doctor don José Candido de Pcnaflel,
cura párroco deAlhambra, Individuo corres
CARTA CXH. Carta Moral éYnstruc- ponsal del mismo cuerpo. Sacóse del proto
•■>.i He un Amigo de Un. Fran.co de colo de escrituras públicas otorgadas ante 83. De la del Sr. Eslébanez Calde
Uaevedo, Dirigida á este en respuesta Alonso Pérez, escribano que fué de Villa- rón, citada al número 61: cxxiv, cxxvi,
nueva de los Infantes en el ano de 1613,
de dos, que le escribió desde su pri donde se halla al folio 135. Autorizó la co cxxvii, cxxxiu, cxxxiv, cxlmi.
sión de San Marcos de León. pia don Casimiro Antonio Bontempo, escri
íi fojas.) bano del número y ayuntamiento de la re
ferida Villa, a 5 de junio de 1833; legalizán
dola en 6 del propio mes los escribanos 84 De la colección del ilustrisimo
S7. Colección de copias sacadas en el úl Juan Francisco Morcillo y José Jiménez, del señor don Antonio Alonso y Lopez-
timo sirio, que posee la biblioteca del señor número y juzgado de la villa de Albambra. Novés, citada al núm 33: cxxvi, cxxvii.
Síqae de Medinaceli. Comprende las cartas CLVll v CLVIII. Copia excelente , en 10
a, cu , cxii. fojas en .{.* y la portada, hecha á mediados
del siglo anterior para don Benito Gómez
76. Colección de traslados hechos üayoso. La cabeza y el pié dicen así :
68. Colección que conserva mi amigo v por el señor dou Basilio Sebastian Cas •Miguel de Moya Carnicero, notario apostó
t'japsúero don Francisco Caveda y Zarracl- tellanos, director de la Escuela Normal, lico por autoridad apostólica , vecino de esta
u, olcial de secretaria en el ministerio de
Faausto. La forman las carias ex (11 hojas en vista de códices que ya boy no exis villa , doy fe y verdadero testimonio cómo
« t\ cu 1.10 hojas), y exu, incompleta ten en España: x, xii, xui, xtv, Miguel Marín de Moya, escribano del Rey
nuestro señor, del número , gobernación y
¡1 bajas). xxxv, CXVII, CXLVIII. ayuntamiento de esta dicha villa y también
vecino de ella, exhibió ante mi cierto tesla-
mento y un codicilo, otorgado todo por Don
Francisco de Quevedo Villegas, caballero que
DOCUMENTOS. 77. Originales en el archivo general fué del orden de Sautiago, bajo cuya dis
de Simancas : los documentos desde posición murió; que para que coste su te
68. Auténticos en poder de don José el xxit al xxvi ; xxxm, xxxiv, xxxvu, nor de uno y otro, sacados á la letra, es el
fleriberto García de Quevedo : El I. mi, xi.ii, xlvii; desde el xux al luí; lv, siguiente : {-Copíame.)
lvi, Lxni, lxiv, lxv'ii; desde el i.xxi • Que dicho leslamenlo y codicilo prein
CLVll i CLVIII. Traslados auténticos, he-
caoteafXG, de las copias del testamento al lxxvii; desde el lxxxii al lxxxv; sertos concordan con sus originales, que
volví al citado Miguel Marín de Mova, y á ellos
j coiiciki sacadas en 1662 ; cujo pié dice de LXXXVIII, CXXXVIII. me remito. Y para que conste donde con
f sla salen : venga , doy el présenle, que signo y firmo
• Yo García Tafiez, escribano del Rey en Villanueva de los Infantes, en 3 de fe
-V. S. r 4t\ Ayantam.lo de esta villa nueva brero de 1747 afios.— En testimonio de ver
<f la labales , este tnslado hize sacar del 78 En la biblioteca del señor du dad, Uigtiel de Moya Carnicero, notario
fWxalo y registro de escrituras que pasa que de Usuna existen los documentos apostólico.»
ría aale Alonso Pérez, escribano pub.co XXIX xxx, XXXI, XXXII, XXXVI, XI, XLIll,
1-t ttí desta villa el año de mil seiscientos LXV, LXVIII.
J c«areaia y cinco , que esta en el archivo
íti dicho Ayuntamiento. Y va cierto y ver 8o. Colección del señor don Caveta-
dadero, a que me remito. Y fueron testigos
lio ver sacar, corregir y concertar Pedro 79. Colección de la Biblioteca Na no Alberto de la Barrera, citada al
ti Cuatreras, Fernando Martínez y Juan decional. Comprende los números xxix, número 34 : comprende el documento
xxx. XXXI, XXXII, XXXVI, XL, XLIII, XLVII CXLVII.
Anida, vecinos desta villa nueva de ios In-
[»ates, en ella i 7 días del mes de Octubre
(copia), LXXXI, XCIV, CXXXVI, CXL Vil,
*< ISSiaüos. Y llevé de derechos i 15mara-
CL, CLI.
'edises por foja v no mas : y lo signé en tes- 86 Colección del señor López de
Cxaain de verda'd.=Carri<i r*a»ea.=Va esle
CXLIX. Memorial de 0. Francisco Córdoba, ya cjlada al número 38. Há-
'~>',>ío en 7 fojas el primero pliego del se- llanse en ella los documentos cxlix,
de Quevedo: suplicando su soltura de
■n primero, y los Jemas intermedios del co- cl j cu.
la prisión que padecía en S.n Marcos
de León : consulta s.re el del Presi
dente de Castilla D.n Juan de Chuma- 87. Colección de documentos origi
70. Estudios hechos por mi con pre cero y Carrillo. Decreto de S. Mag.d a nales, en el archivo de la primera se
sencia de datos curiosos é inéditos , ó la Consulta: otra del mismo Presidie
de impresos en que nadie había repa y Segundo Decreto de S. M. todo ori cretaría de Estado. El número cu.
rado basta ahora. Los números ii, xcu. ginal que conserva en un tomo destos
Documentos el Marques de los Llanos
Alcalde de Hijos dalgo de la R.l chan- 88. En la biblioteca del señor conde
de San Luis:
71. Originales en el tribunal espe cill.a de Granada.
cial de las Ordenes militares : iv, lxi. Códice T 153 . folio 213 vuelto , letra del CLVll. El mismo protocolo ú registro,
siglo anterior. Es curiosa la noticia que se compuesto de tres pliegos del sello i.', colo
estampa aquí , sobre la procedencia del tomo cados uno dentro de otro.
une guarda hoy el Ministerio de Estado, y Comienza al folio 155 : tiene 32 renglones
71 Auténtico en la patroquia de de que se ha hecho mérito al pié del docu la primera plana , y al margen (en 31i cua
ün Ginés de Madrid: Y. mento CXLIX. • tro asientos de los traslados que se sacaron
durante el año de 1645.— Cuenta la plana de
la vuelta 38 renglones, v ( en 16 i dos nota*
80. Origínales en el archivo secreto de las copias hechas en 1C62 y 1713.
del suprimido consejo de Castilla, que Al folio 1K6 corresponden también 38 ren
73. En la universidad Central : ti glones.— Pero á la vuelta solos 35, por cau
ni. se custodia actualmente en el del mi sa del sello.
nisterio de Gracia y Justicia: xlvui En el 157, por igual razón, no bay sino 37;
liv, lxxvi, lxxvii, lxxxix, xc, xci; mas vuelto, muestra en cambio 42 renglones.
ILII OBRAS DE DO.N FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El 158 adelanta 13 ; y al respaldo, gracias nifestar que eitendido el pliego, a un hai 90. Auténtico en la parroquial de
al sello , no mas ques38 resultan ambos sellos, porque entonces se San Andrés, de Vlllanuera de los In
El folio 153 puede decirse queconsla de estampaban de esta manera. fantes : clxi.
35 renglones, si se computan como dos los
en que se dividen ambas lirmas, la del testa- !
dor y la del escribano juntamente. — Esta la Manifiestan pues estos 00 artículos que,
vuelta, en blanco, tachada con cinco raras. para Ajar el texto del presente n tomo de las
Carece de foliación la última hoja, y con , De la colección del señor , don. Otras de Don Francisco de Quevedo , se han
igual número de rayas por cada parte se ve Juan (.orlada , catedral ico en el insu cotejado 400 manuscritos , y disfrutado 29
inutilizada. ! lulo de Barcelona , el número Cl.vn. preciosas colecciones.
Al Un de las planas una raya evita que se Las variantes de todos ellos van al pié de
pueda añadir otro renglón; y es ocioso ma- — I cada documento 0 discurso.
DISCURSOS ASCÉTICOS
Y FILOSÓFICOS.
LA CAÍDA PARA LEVANTARSE, EL CIEGO PARA DAR VISTA,
EL MONTANTE DE LA IGLESIA,
EítlA
CABALLERO DÉ LA ORDEN DE SANTIAGO, SEfiOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD (1) (d).
(1J Adviértase que tortas las autoridades de latín per- F. La de Bruselas, hecha por Foppons en 1GC0.
lenecieotes á este tratado van traducidas en romance S. La de Madrid, por don Antonio de Sancha en 1790,
consecutivamente. (Edición de Sancha, copiando sin que se recomienda sumamente por tener al principio la
•fluís la primera de 1644). dedicatoria y la advertencia, que no se hallan en ningu-
(a) Escrita en los primeros meses de 1643, fué la úlli- na de las reimpresiones de la Vida de san Pablo, inclu
ías obra que dio á la estampa nuestro autor. sa.la elegante de don Joaquín de Ibarra. ¡Lástima que
Publicóse en Madrid alano siguiente de 1611, y áprin- no se hubiese lomado el editor la molestia de confron-
tipio del otoño, según sospecho, pues no he llegado á tar el texto con el de la edición principe, ya que la tuvo
«er ningún ejemplar de esta edición primera. Suplo su á mano ! Mi diligencia por lograr esta l'ortuua ha sido es
lilla con un esmerado cotejo de cuatro reimpresiones téril.
^preciables, cuyas diferencias van de esta manera seña- La puntuación es fatal en los cuatro ejemplares que
Mas: cito, y los textos latinos en su mayor parte se hallan es-
A. Colección de Madrid, costeada por Tomás Alfay tragados laslimosisimamente. Hoy ya deben inspirar
enKSO. confianza al lector en mi publicación.
M. La de la misma población, que sacó á luz Mateo de (2) Chrislus Jesús cum esset Filius Uc¡ , didicit ex ¡is,
la Bastida en 1658. quae.passus esl. (,'ul hcb., v. 8.)
4 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS,
la Vega, nieta legítima fie varón de Hernán Canillo de la Vega, á quien los señores Reyes Cató
licos heredaron en Málaga con repartimientos iguales á Carci Fernandez Manrique y á otros
grandes caballeros que la poblaron. Casó Hernán Carrillo con doña Leonor de Córdoba y Guz-
man, hija de don Luis de Córdoba, cuarto hijo legítimo del primer conde de Cabra, y de doña
Constanza de Guzman, hija de don Perafan de Ribera y dé doña Leonor de Guzman, hija de
Luis de Guzman, señor de la Algava, y de doña Inés Ponce de León , hija del conde de Arcos don
Juan, y de la condesa doña Leonor Nuñez. Fué el señor Francisco Chumacero y Sotomayor des
cendiente legítimo de Vasco Chumacero, bijo de hermano legítimo de don Martin Yañez de la
Barbuda, maestre de Alcántara en tiempo del señor rey don Enrique III, á quien por sus gran
des hazañas llamaron Alcídes extremeño, que tan valerosamente defendió y restauró de los por
tugueses á Valencia de Alcántara. Su sepulcro se ve hoy en la iglesia de Santiago, la mas anti
gua de aquella villa. Está en la casa de .vuecelencia la alcaidía perpetua de aquel lugar, tan
importante á la raya de Castilla. De tres hijos que tuvo su gran padre de vuecelencia, fu¿
vuecelencia el mayor y el heredero, hasta en ser colegial, como lo fué en Salamanca, dei
insigne colegio de San Bartolomé, llamado el Viejo. El segundo, el señor don Fernando Chuma-
cero y Carrillo, del insigne colegio del Arzobispo, y oidor de la real cnancillería de ValIadolUI,
sugeto que la muerte envidió al lustre y aplauso de las letras. Fué el tercero el señor don An-
. tonio Chumacero, colegial en el insigne de Cuenca. Tuvo tres cátedras, la de instituía, la de có
digo y volumen ; fué oidor de Galicia y de la real cnancillería de Valladolid, gobernador y ca
pitán general del principado de Asturias , alcalde de Corte, del consejo Real y Supremo de Cas
tilla, presidente de la sala, con título del Consejo. Su memoria no se enjuga de lágrimas de los
que gobernó. Murió, mejor diré, pasó á mejor vida; que en los ministros que vivieron en la ley
de Dios y justificados en sus cargos, y espiraron sin dejarlo de ser, tiene mas corteses y conso
lados nombres la muerte. No sé qué sobre otros hombros hayan cargado tan grave peso de
obligaciones como sobre los de vuecelencia el esplendor de la sangre , la gloria militar y la
eminencia de las letras. Imitar tales virtudes heredadas, obligación es de tanta fatiga como glo
ria ; continuarlas en su dignidad, muy difícil; crecerlas y aumentarlas es acción que confina con
el imposible. Esto facHitó vuecelencia desde Salamanca , llevando en oposición victoriosa, des
pués de otras dos cátedras, la de vísperas de leyes á los dos mayores sugetos que fueron acla
mación de aquella grande universidad , y después fueron admirados en el tribunal supremo del
consejo real de Justicia en esta corte. Fué vuecelencia consejero en la real cnancillería de
Granada, vino por fiscal al real consejo de las Ordenes, donde fué consejero. Ascendió al Su
premo de Castilla 'y de la Cámara. Hasta aquí, por tantos puestos y tránsitos meritorios, aun no
parece se contentaba vuecelencia de continuar con igualdad los blasones de tantos acreedo
res á su obligación. Necesitaron las inquietudes de Europa ala majestad.de don Felipe IV el
Grande, nuestro señor, á buscar persona de calidad, letras, inteligencia y virtud, que en la corte
romana asistiese, haciendo oficio de triaca en oposición al veneno que contra España respiraba
Francia. Para estos fines, tan difíciles como importantes, envió á vuecelencia por su emba
jador en aquella corte, de donde, reverenciado por sus costumbres y estimado por sus letras en
espacio de nueve años, con logro y utilidad del real servicio .aprobación de su santidad y de
toda la sagrada congregación de cardenales , habiendo padecido vuecelencia su celo , volvió á
España ; el grande monarca de ella, en llegando á su corte, premió á vuecelencia con la presi
dencia de Castilla, á que precedió en diferentes ministros alguna limitación. Ya, Señor, exce
dido está el cargo que de tan grandes méritos de padres, abuelos y hermanos hice á vuecelencia.
Esta verdad no puede alguno enfermarla con achaque de lisonja; califícala la soberana elección
. del Rey nuestro señor, que viva muchos y bienaventurados años. Sé que estos renglones míos se
rán carga pesada á la modestia de vuecelencia; séame disculpa que sin delito no pudiera rehu
sarlos, pues mi obligación es tal, qne puedo y debo valerme para con vuecelencia de las pala
bras con que san Pablo se mostró reconocido á ünesíforo (2 epíst. á Timotheo) : Del miserwor-
diarn Doinifius Onesiphori domui : quia saepé me refrigeravit, et catenam mcam non erubuit: Detilli
Dominus invenire mkericordiam á Domino in illa die. Fui preso con tan grande rigor á las once de
la noche, 7 de diciembre, y llevado con tal desabrigo en mi edad, que, de lástima, el ministro que
me llevaba, tan piadoso como recto, me dio un ferreruelo de bayeta y dos camisas de limosna,
y uno délos alguaciles de corte, "unas medias de paño. Estuve preso cuatro años, los dos como
fiera, cerrado solo en un aposento, sin comercio humano, dpnde muriera de hambre y desnudez,
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 5
süa caridad y grandeza del duque de Medinaceli, mi señor, no me fuera seguro y largo patri
monio basta el dia de hoy. De esta dura cadena de eslabonadas calamidades me desató la jus
tificada misericordia de su majestad por el medio é informe de vuecelencia, á quien remitió
mi causa, en la cual nunca se me hizo cargo ni tomó confesión, ni después, al tiempo de mi sol
tura , se halló alguna cosa escrita jurídicamente. Y me atrevo á dar á su nombre, en la fatiga de
mi pobre ingenio, reconocimiento indigno de su esplendor. Empero mayor atrevimiento fuera
presumir por mi parte el poder enviarle obra digna de su atención. Dios nuestro Señor dé á
vuecelencia su gracia , larga vida con buena salud , como deseo y he menester. Madrid, 26 de
agosto de 1644 años.
Don Francisco de Qcevedo Villegas.
Tienen en este tiempo mucho de enfermedades agudas los libros que se imprimen , por haber
hombres críticos como dias ; éntrase en ellos con miedo, sálese del uno con trabajo, y pásase al
otro con susto, y eslabónanse con prolijidad. Ninguno destos que se precian de setenos, cator
cenos y veintiuno, discurriendo adelante, ha escrito alguna cosa, y como ingenios estériles, que
no tienen parto en público, despiadados, aborrecen el ajeno, compran los libros para hacerlos
esclavos y ponerles los yerros que no traen. Esta persecución, graduada por sí misma, me obliga
á dar razón destos escrúpulos, no por evitarla, que es imposible, sino por asistirme como mas
honestamente puedo. No digo que san Pablo cayó del caballo, como se ve en todas'las pinturas
y eslampas de la conversión y caida del Apóstol. Movióme el no hacer mención del el texto sa
grado y las razones y autoridades que da y refiere el reverendo padre Masucio, y se verán en su
libro, y lo que mas fuerza hace, las palabras con que Cristo le mandó levantar, y como ades
trándole, asido de la mano, le llevaron á Damasco.
En el contexto desta historia muestro alguna duda, empero, reverente á Santiago, de que san
Pablo no vino á España, sin nota della y con gloria del mismo Apóstol ; y si bien me rindo á tan
tas autoridades de santos y padres, he querido acordar que hubo quien citó un decreto de Ge-
lasio, papa segundo de este nombre, en que niega la venida de san Pablo á España, y unas pala
bras de san Jerónimo la ponen en duda sobre la epístola á los efesios, capítulo 3, y otra dispu
tando contra Helvidio, hereje. A entrambos procuraron responder Ambrosio de Morales, en su
Primera parte de las antigüedades de España, y el señor Gregorio López Madera, del supremo
consejo de Castilla y caballero del hábito de Santiago, en el libro del. Monte Santo ; varones en
trambos doctísimos. Los curiosos podrán reconocer la fuerza de sus razones. Alégase por la ve
nida del Apóstol el milagro de Probo y Xantipe, su mujer; este se refioré con variedad. Ambro
sio de Morales, en el libro citado, dice sucedió en Ecija, y que en memoria se celebra en aquella
ciudad solemne fiesta á san Pablo el dia de su conversión , y añade : «Yo, con haber visto la es
critura auténtica en pública forma, que la ciudad tiene de lo que entonces pasó, nó veo cosa por
donde se pueda fundar ni tomar ocasión de- creer que san l'abfo hubiese allí predicado.» Es
cribió este suceso de Probo y Xantipe, SimeonMetafrastes, empero sin decir el nombre de la
ciudad ó provincia donde sucedió.
El doctor Juan Rodríguez de León, canónigo de la santa iglesia (1) taxcalense de la Puebla de
los Angeles, en Nueva España, bien conocido en la corte por su predicación y letras, en su libro,
cuyo titulo es : El Predicador de las gentes, san Pablo (a), lib. 1 , cap. 19, refiere el suceso de
Probo y Xantipe, de Flavio Dextro y Metafrastes, y quiere sucediese en Laminio, que hoy se
dice Campo de Montiel. Y advierto que en muchas piedras é inscripciones que, de tiempo de ro
manos, de pocos años acá se han hallado en Villanueva de los Infantes, y yo he visto, se llama
(1) t láscale nse {Todo» los ejemplares.)
(») Impreso en Madrid por María de Quiñones , año de 1038.
G OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Ager Laminiíanus, de que se reconoce que siempre aquella tierra se llamó Campo, como hoy. El
doctor Juan de León consecutivamente pasa al Apóstol desde Laminio á Madrid, y dice (palabras
suyas son ) : t Que pisó la orilla de Manzanares y bebia sus cristales. » A los doctos reservo el
juicio de estas cosas, á cuya enseñanza estoy dispuesto con docilidad.
No refiero en la historia si san Pablo peleó con las bestias. La historia de san Pablo condenado
á las bestias solo la escribió iN'icéforo,. y debió de hallarla en libros apócrifos, pues san Lúeas
no hace mención de cosa semejante, ni el mismo Apóstol en la primera y segunda epistola á los
corintios , donde refiere todos sus trabajos y persecuciones. Tertuliano, en el libro De resurrec-
tione carnis, entiende por esta pelea con las bestias, las aflicciones que en Asia padeció san Pa
blo, las cuales fueron tan terribles, que en la epíst. 2 á los de Corinto, cap. 1, vers. 8, dice (1):
c No queremos que ignoréis, hermanos, la tribulación que padecimos en Asia, pues sobre todo
encarecimiento fuimos agravados con ella, de tal manera, que excedía nuestras fuerzas; tanto,
que nos pesaba de vivir. » Para exagerar el horror de esta tribulación Nicéforo , ó el escritor á
quien siguió , debió de llamar á los judíos ó gentiles que la causaron, alegóricamente fieras. En
este sentido parece habló san Juan Grisóstomo ; el cardenal Baronio libra á san Pablo de esta
pelea con las bestias. Y el glorioso mártir san Ignacio, cuando dice peleó con fieras y leones par
dos, juntamente declaró que por estas bestias entendía hombres, cuya fiereza y crueldad era de
leones y tigres. Por estas razones, y otras que miran al decoro del Apóstol, no hago mención de
este suceso. Es cosa detestable creer que san Pablo voluntariamente se ofreciese espectáculo en
el teatro con las fieras, y contra toda razón que, siendo noble y ciudadano romano, le conde
nasen á las bestias. Repara Dausquio en que la palabra O^piojia/Iw (2) no puede ser entendida por
translación, porque en sus epístolas san Pablo no usó de translación alguna, no siendo incoave
niente que aquí usase de ella, cuando Cristo nuestro Señor llamó raposo á Heródes.
Sea la última advertencia, que la sagrada religión del glorioso patriarca santo Domingo de
Guzman, que por excelencia se llama orden de predicadores, para mostrar tienen por idea de
su predicación á san Pablo, han fabricado á su nombre, por padrones de su apostólico afecto,
los mas suntuosos conventos que tienen en España, como son San Pablo de Valladolid, de
Burgos, de Córdoba, de Sevilla, de Cuenca, de Peñaflel, de Palencia. Y para recuerdo de que
han de predicar, como lo hizo san Pablo, á Cristo crucificado, acompañan el Evangelio con una
cruz.
Doy áleer mi devoción, no mi ingenio, y deseo defenderme en el sagrado de tan soberano
sugeto.
Seráme consuelo, contra los que no aprobaren mis escritos, Marcial en el libro 6, con el epi
grama 6G; habla de Geliano, pregonero sucio :
Famae non nimium bonae pucllam ,
Quales in media sedent Suburra,
Vendebat modo pracco Gellianus.
Parvo curn pretio diu liceret,
Dum puram cupit approbare cunctis,
Atlraxit prope se manu neganlem,
• Et bis lerque quaterque basiavit.
Quid profecerit ósculo , requiris?
Sexcentos modo qui dabat, negavit.
¡ Ay de estas bocas, que cuantas m,ts caricias hacen por aprobar una cosa, con su asco, no solo
desacreditan, sino que, si tenia algún valor, la dejan sin precio alguno!
Predicaré en san Pablo el predicador de las gentes, les misterios y descubrió los sacramentos que cerraba.
y en nn hombre que nació y fué escogido para. todos Escribiré de aquel serafín humano que á la mano
los mortales, dos vidas diferentes : primero fariseo y derecha del que tiene las llaves del cielo abre con su
perseguidor, y después apóstol, defensa y maestro. espada el paso, que con otra de fuego estorbó al paraíso
Escribiré de aquella pluma que , si no volaron con el serafín que con cuchilla ardiente por tantos siglos
ella los serafines, voló encima dellos; que si en sus amenazó á todos la entrada. Hablaré de una boca bas
alus no cubrió el arca, en la mano de Pablo descerrajó tante á la enseñanza del orbe; de una caridad que hi
(a) El señor don Agustín Duran me ha facilitado copia los romanos, con sus padres se retiró & Tarso de Sili-
iíe Ijs cuatro primeras hojas del primer borrador origi cia. Fué enviado por'ellos á Jerusalen á estudiar la ley,
nal, de las cuales era dueño afines del siglo anterior don de.Gamaliel, varón doctísimo. San Crisóstomo, en la
Benito Martínez Gómez Gayoso, archivero de la secreta homilía iv, le llama homo ignobilis, abjectu», eteircum-
ria del despacho universal de Estado , en cuya depen foraneui, qui autem exercebalin pellibus; «hombre or
dencia se custodiaban de antiguo preciosísimos papeles dinario, que vivía de aderezar pieles.» Era del tribu de
de nuestro Qcevedo. Los doctos sabrán agradecerme que Benjamín, su nombre fué Saulo cuando persiguió á
no les prive de conocer este curioso rasgo. Helo aquí : Cristo, como Saúl á David; luego que fué otro por la
vocación, se llamó Pablo. Demos lugar á que la curiosi
t VID* DE SAN PABLO. dad solicita halle misterio en el nombre de Giscal (patria
de los padres de san Pablo, de donde huyeron á Tarso),
Predicaré en Pablo el predicador de las gentes. En donde nació, y en el oficio de aderezar pieles, que fué el
un hombre qne nació y fué escogido para todos, dos vi suyo. Giscal se deriva de M)\M gaséate, que significa
das diferentes. Primero fariseo y perseguidor, después palpar como ciego: Isaias, ux, 10, Palpavimus tanquam
apóstol , defensa y maestro. Hablaré de una boca bas caeci parietem. San Pablo, que había de salir de ciego, á la •
tante á la enseñanza del orbe, de.una caridad que in luz, salió de Giscal, que significa palpar como ciego, á
mensa se explayó apenas en treinta años por los roma la vista mas perspicaz de la doctrina de Cristo. Salió á
nos, persas, partos, medos, indios, scythas, ethiopes, ser discípulo de Gamaliel en la doctrina de la ley de
sanromatas y sarracenos; apostando las diligencias de Moisen, enseñanza con que después á los hebreos con ven
La larra del sol, con mas esclarecidas influencias y mas ció de que en Jesús se habia cumplido. Salió de Giscal,
precioso fruto ; sazonando para la troj de la Iglesia en que es palpar y tentar como ciego, á Tarso, que signi
grano las semillas que el judaismo y la gentilidad fer fica joya y piedra preciosa. Eso es Társis en la lengua
tilizaban zizaña; y conduciendo al yugo de la ley de sancta. A Tarso dieron Augusto y Julio el privilegio de
gracia, qne antes corona que oprime, casi todo el gé la ciudad, porque los de Tarso los sirvieron en las guer
nero humano. Predicaré aqnel héroe náufrago en todos ras civiles con valor ; de aquí se llamó Juliópolis, según
los mares, peregrino en toda la tierra; tan glorioso, que Dion Casio.
ni en esta hubo cárcel, prisión ni castigo que ignorase, Fué Pablo el solo apóstol prometido en el Testamento
ni en ellos borrasca ni tormenta que no padeciese. Se viejo ; y dióse tanta prisa Moisen á figurarle , que en el
ria congoja de la aritmética hallar números para contar Génesis (reparo es de Tertuliano contra Marcion, al prin
las leguas de sus caminos y rumbos, (numerables veces cipio del lib. v) dice: Paulum mihi etiam Génesis olim re-
repitió aqnel mar empedrado de reinos , en tantas islas promisil, ínter illas, enim, figuras, et prophelicas super
que 4 pesar del mar son tierra; en tanto mar que, á filios sitos benedietiones, Jacob cum ad Benjamín direxis-
pesartfe la tierra que se hurla á sus golfos, es archi sel : Benjamín, inquit, lupus rapaz ad matutinum come-
piélago. Basta decir qne pareció aquel espíritu que el det adhuc , et ad vesperam dabit escam. Ex tribu enim
gentil dijo interiormente discurría por toda esta má Benjamín oriturum Paulum providebat, lupum rapacem
quina del mundo, haciendo oficio de alma vivificante. ad matutinum comedentem , id est , prima aetatem vasta-
Con mejores, si menos palabras, lo dijo san Crisóstomo turum pécora Domini, ut persecutorem Ecclesiarum; de-
cuando, sobre la epístola ad galotas, le llamó cor mumli, Itinc ad vesperam escam daturum, id est, detergente jam
corazón del mundo. Fué (según san Hierónimo) de Gis- aetale, oves Chrisli educaturum, ut Doctorem nationum.
cal, pueblo de Judea, del cual, luego que le tomaron i Para mi , dice, también el Génesis prometió a Pablo.
8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mensa se explayó, apenas en ireinta años, por los roma número para contar las leguas de sus caminos y rum-
nos, persas, partos, medos, indios, scitas, etiopes, snu- bíis. Innumerables veces repitió aquel mar empedrado
roniatas y sarracenos; apostando las diligencias de la de reinos , en tantas islas que á pesar del agua son
tarca del sol con mas esclarecidas influencias y mas tierra ; en tanto mar que, á pesar de la tierra que hurta
precioso fruto; sazonando parala Irojde la Iglesia en ú sus olas, es archipiélago.
grano las semillas que el judaismo y la gentilidad de Dos caidas se leen en la sagrada Escritura : la de
generaban en zizaña; conduciendo al yugo de la ley de Luzbel para escarmiento, la de san Pablo para ejempio.
gracia, que antes corona que oprime, casi todo el gé Aquel subió para caer, siendo (I) el primero inventor
nero humano. Abrevíate la historia de aquel héroe, de las caidas en las privanzas; este cayó para subir. El
náufrago en todos los mares, peregrino en toda la tier seralin comunero, en el principio de la creación; el
ra; tan glorioso, que ni en esta hubo cárcel, prisión ni apóstol, en el de la Iglesia. La soberbia tropieza volan
castigo que ignorase, ni en ellos borrasca ni tormenta do, la humildad vuela cayendo. Derriba Diosa Pablo,
que no padeciese. Seria congoja de la aritmética hallar y edifícale ¡quiere el lucero amotinado derribar áüios.
Entre aquellas figuras y profetices bendiciones 6 sus hi del viejo y nuevo Testamento , pues tú encerraste en ti,
jos, Jacob llegando á Benjamín, dijo : Benjamín, á la ma- como en depósito, las virtudes de todos, empero en mu
iiana lobo hambriento aun comerá, y á la tarde dará de cho mayor cúmulo? Finalmente, si alguno en tu compa
comer.- Antevia que Pablo había de nacer del tribu de ración pondera uno por uno el coro de los justos, ba
Benjamín, lobo hambriento al amanecer de su edad, ilará la balanza de tu parte, con el peso de las virtudes
despedazador quiere decir. En sus primeros años, cu vencida. Es Pablo el segundo Abel; empero no una vez
chillo de las ovejas del Señor, como perseguidor de las s.iirilícado, sino torios los dias. Pablo, otro Noé; mas sin
iglesias. Después á la tarde, dispensador de su alimento; arca navegó las borrascas y diluvios contra él amotina
como si dijera : llegando á mayor edad apacentará las dos. Pablo, otro Ahraham, no solo arrancado de su pa
ovejas de Cristo, como doctor de las gentes.» Es tan tria y de sus parientes, sino, después de la vocación, de
literal esta consideración de Tertuliano, que san Agustín su misma vida. Pablo, otro Isaac, maniatado voluntaria
la siguió sobre los Psalmos, y, saboreando con ella su mente en victima. Pablo, otro Jacob, vigilante guarda,
pluma, la repite .en el sermón 14 De Sanclis, que es el como de un rebaño, de todo el mundo. Pablo, otro Josef,
primero de la Conversión de tan Pablo. distribuyó el alimento de la verdad al orbe de la tierra,
Nota. Pasemos al olicio que tuvo de aderezar pieles y que de hambre espiritual fallecía. Pablo , otro Moisés,
ba"er de ellas obras. Mas prisa se dio el Génesis en califi que redujo todas las gentes de la tiranía del infierno á
car este oficio que en prometernos al Apóstol , en el Cristo. Pablo , otro Aaron , ungido sacerdote á los pue
cap. 49 citado, pues en el cap. 3, v. 21, dice : Fecit quo- blos de todo el mundo. Pablo, otro Finees, con solo el
que Dominus Deus Adue, el uxori ejus túnicas pelliceas, el puñal de la fe dio muerte á la impiedad de los judíos y
induit eos. « Hizo el Señor Dios á Adán y á su mujer tú gentiles, que era como adulterio de sus entendimientos.
nicas de pieles, y vistiólos.» Mirad si de las manos de Dios Pablo, otro David, provoca á singular batalla al demo
se derivan esclarecidamente ilustradas las pieles á las nio, como él á Goliat. Pablo , otro Elias, mas gloriosa
de Pablo. Vistió Dios á los primeros padres de pieles de mente arrebatado al cielo. Pablo, otro Elíseo, limpió las
animales muertos, porque el vestido antes les fuese re gentes del contagio de la interior lepra. Pablo, otro Eze-
cuerdo de la mortalidad (que haciéndose por el pecado quías, convirtiendo diferentes pueblos 6 la solamente
semejantes á las bestias, habían adquirido), que cu verdadera fe de Jesucristo. Pablo, otro Josias, disipando
bierta ni gala. Por eso en Pablo el aderezar pieles fué y destruyendo las abominaciones de los idólatras. Pablo,
mas misterio y enseñanza que oficio. Había de aderezar otro Joan, degollado por Cristo. Pablo , otro Pedro, no
-los muertos para el uso de los vivos en la ley de gra llamado, como él á creer, en la tierra, sino de los cielos.
cia. Hablase de vestir de las pieles del judaismo difun Pablo, otro Gabriel, anunció á todas las gentes el naci
to . cu a mío , como él dijo: « Ya no vivo yo , sino en mi miento de Cristo. Pablo, otro Míchael , á quien cupo en
Cristo.» Ensayó el soberano Señor á Pablo en adere suerte ser caudillo de los cristianos. Y también, si ro
zar píeles de animales muertos, para artífice de la gala deare los coros de los ángeles y de los varones santos,
y hermosura de las cortinas de Salomón, que llamó pie no hallaré comparación á que no se oponga Pablo, esplen
les la Esposa cuando dijo : Nigra sum, sed formosa, didísimo con tesoros de todos los méritos. La aclama
slcut tabernáculo Cedar, sicutpelles Salomonis. Fué Pa ción del pueblo, y después de ella, aun muerto Pablo,
blo el Salomón del Testamento nuevo, y por eso, contra nos muestra ardientes teatros de piedad.»
puesto al del viejo Testamento. Aquel tuvo el principio Ningún gran padre y doctor de la Iglesia babla de san
en majestad , santidad y sabiduría , y los fines en igno Pablo con orilla ; todos ansiosos rematan los alientos de
rancia , prevaricación y esclavitud á las concubinas. Este su voz. San Hierónimo á Pamaquio, contra los errores de
empezó en vileza, abatimiento, error y ignorancia, y Joan Hicrosolimitano, dice : «¿Adonde está el vaso de elec
acabó en santidad, sabiduría y magisterio de las gentes. ción, el clarín del Evangelio, el bramido de nuestro
Admiró á Salomón la reina Sabá; á Pablo san Joan Cri- león, el trueno de las gentes, el rio de la elocuencia
sóstomo , pronunciando su boca palabras de oro y dan 'cristiana; que el misterio antiguamente oculto á las ge
do á su pluma metal , para que con letras de oro escri neraciones de la sabiduría ysciencia de Dios, mastee ad
biese del panegírico tan soberanamente esclarecido, mira que se pronuncia?» Y en la apología á Pamaquio,
como se lee en la hornilla un, De laudibus divi Pauli. Oid pro ¡ibris adversas Jovinianum, exclama : «Todas las Te
los mas felices esfuerzos de la idea de la mejor y mayor ces que leo á Pablo me parece oigo truenos, y no pala
elocuencia; oid al olimpo de los oradores griegos y la bras.» El gran padre Agustino, en competencia de los
tinos , debajo de cuya cumbre , que confina con el cielo, dos, desaparece el vuelo de su pluma por arribar á las
se oyen tronar inferiores sus voces, «¿A cual, oh biena cumbres de Pablo.»
venturado Pablo, me atreveré á compararte de los justos (1) el primer (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 9
'jiTralnast; apaga en tizones ios hervores de la luz á San Jerónimo, en el libro de los Varones ilustres,
que se vio amanecido. La paciencia de Cristo, de mu dice que san Pablo fué natural de un pueblo de Judei
chas hambres que han perseguido su Iglesia, ha hecho que se llama Gischal ; (8) que cuando se npodeT.ron
áugeles; y su justicia, de los ángeles que le compitie del las armas de los romanos, fué llevado á Tarso de Ci
ron su asiento, hizo demonios. Esto sucedió á los que licia por sus padres. Reconociendo Reda en sus Comen
fueron cómplices con el lucero, que madrugó con la tarios sobre los actos, que el mismo Apóstol decía de
primera luz ú borrarse con las postreras sombras ; y lo sí que era tarsense, concilia con estas palabras las do
otro á Pablo, que á mediodía se daba priesa para apa san Jerónimo, diciendo : «No es de admirar que san
gar los rayos del Evangelio en su oriente. Pablo diga es de Társis, y no de Gischal, pues Cristo, n a-
Társis de Cilicia, igualmente célebre, antigua y no cido en Betlehem, no se llama betlehcmita, sino na
bilísima ciudad (siguiendo á Josefo en su primero li zareo.»
bro), muchos graves autores afirman derivó este nom Loquees de admirar es, que habiendo san Jeróni
bre de un nieto de Jafetque se llamó Társis, (I) ha mo escrito antes del libro de los Varones ilustres sus
biendo Kamádose así primero toda la provincia de Ci Comentarios á la epístola á Filemon, y habiendo di
licia en la Asia menor, que hace vecindad á la Siria, cho en ellos era fabuloso loque algunos dijeron que
siendo.su principal ciudad y la (2) metrópolis Társis, san Pablo era de Gischal , lo afirma después en el lugar
4 quien Solino llama madre de las ciudades, y ['linio citado; y que anduviese tan vario, que después en 1 1
ciudad libre. (3) Fertilízala y hermoséala caudaloso y epístola á Algasia, respondiendo á algunas cuestiones
ameno el rio Cidno, insigne olro tiempo por la seguri que se le propusieron en las epístolas del Apóstol, di o
dad de su puerto famoso, (4) por el concurso de naves por expresas palabras que san Pablo fué nacido y cria
y mercaderes que le hicieron emporio del mundo. Es do en Társis de Cilicia, y que por eso halda conservado
«I mas precioso realce el decir Estrabon que en estu la locución, (9) frasi y propriedad y dialectos de la
dios y letras excedió á Alejandría y Atenas. Para testi lengua griega, de que entonces los tarsenses usaban : y
go desta verdad cita á la misma Roma, pues se (."i) vía esta fué sin duda la postrera opinión del santísimo doc
floreciente y adornada de doctísimos hijos de la ciudad tor. Ni se puede dudar que san Pablo nació en Társis,
de Társis, como fueron los Antípatros, Arquidemos, pues de su boca se lee en el cap. 22de los Actos, vers. 1 :
Diógenes, Néstores, Diodoros y los dos Alenodoros, de «Varones hermanos, oíd la razón que de mí os doy aho
los cuales el uno estuvo, vivió y murió con Catón, que ra. Yo soy varón judío, nacido en Tarso de Cilicia.»
miado en la gentilidad y su comunicación calificaban- Es verdad que de la expugnación de Gischal por los
«o todas las virtudes morales á los que le trataron. El romanos .hace- mención Josefo Hebreo en el lib. 4
otro fué maestro de César Augusto y de Marcelo, hijo de la Guerra de los judíos; empero esto sucedió algu
de Octavia, su hermana. nos años después de la muerte del Apóstol. Solo so
Fué la ciudad de Társis en las guerras civiles tan puede permitir por conjetura que algunos de los ante
devota de las parles que siguieron Julio César y Octa- pasados de san Pablo fuesen naturales de Gischal.
viano Augusto, que dice Üion Casio que hubo tiempo ■ De sus padres ni se lee el nombre, niel hace men
en que por esto se llamó Juliópolis; y porque siguió la ción dcllos. Pcrsuádome eraij muertos antes de su
parcialidad cesariana contra Bruto y Casio, afirma üion conversión, pues si vivieran, sin duda empezara el
Crisóstomo le fueron' concedidos los privilegios todos fruto de su dotrina por ellos. Lo que no puede dudar
de que (6) gozan los ciudadanos de Roma, con que para se es que fueron del tribu de Benjamín, de que el Após
granjear otros premiaban á los buenos amigos y leales tol se preció tanto. Los que tienen que san Pablo no fué
confederados. Estos se gozaban en tierras, leyes, hon noble, sino hombre vil y bajo y mecánico, se fundan en
ras, exenciones y podei ío en rios y mares. las palabras de san Juan Crisóstomo cu la homilía iv
En esta ciudad, por tantas prerogativas esclarecida, de las alabanzas de san Pablo,, de quien trata con
nació para blasón de todas sus glorias el apóstol san Pa estas palabras: (10) «Hombre ignoblo y vil, de oficio me
blo, teniendo el señorío de Roma César Augusto, el año cánico en hacer tiendas de pieles. » Esto dice san Juan
cuarenta y uno ó dos de su imperio, uno y otro año Crisóstomo del Apóstol en la homilía que dedicó a sus
después del nacimiento de Cristo. No sin misterio pre alabanzas. ¡Qué diferentes luces de elocuencia usan
cedió á Cristo poco tiempo el nacimiento de san Juan los santos en los panegíricos que hacen á los que lo son,
Bautista, su precursor, que se llamó voz que clamaba tan limpios (II) del polvo vanaglorioso y de la inmun
en el desierto ; y se siguió poco.despues el de san Pablo, dicia lisonjera, que á los oídos que aun están cerriles y
que como vaso de elección clamó en todas las poblacio no domados á la verdad parecen oprobrios, y tienen cu
nes del mundo. A entrambos acalló el martirio como el sonido resabios de afrenta! Puede uno ser noble y no
i voces, corlando (7) sus gargantas. Juan le enseñó con vivir como tal, por haber descendido él ó sus padres, de
el dedo á los judíos ; Pablo, escribiendo, le enseñó con una en otra calamidad, á vivir por el arbitrio de la po
toda la mano á los judíos y a las gentes. El Bautista pro breza. Esto sucedió á san Pablo que, siendo nobilísimo,
vino los caminos del Señor; y el Señor previno y dispu encomendó su alimento á ejercicio bajo. Colígelo (1 2) san
tólos de Pablo. Agustín en el sermón ib de las palabras suyas á los fili-
penses , cap. 3 , vers. 3 : «Gloriámonos en Cristo Jesús,
{II batiéndose llamado asi (Jf. F. S.)
CS1 metrópoli i5.) (8) y que cuando [S.\
(3l fertilízala y birmosea (F.) (9) frasi y propiedad IJf. F.)— frase, propiedad (S.)
U ;por el concurso (S.) (10; Homo enim ¡Kiiobilis, abjeclus, et rircumforancus, qular-
(3) tria lid. i • lem exercebat in pcllibns.
16' goianan [Id.) (11) de polvo (S.)
i'¡ ptfutu. IW (IS) Agustín l«.)
10 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
no haciendo caudal de la carne, siendo así que pudiera verente, quiso ennoblecer á san Pablo con el cognom*
confiar en ella tanto como otro de los mortales.» A esto bre de su familia, y haberlo sido de los Emilios : cos
añade el santo doctor : «Eran los fariseos los mas prin tumbre (5) de la liberalidad y cortesía de los romanos
cipales, segregados de la plebe , como la mayor nobleza con los libertos, familiares ó huéspedes mas aceptos por
de los judíos.» San Ambrosio, en el comentario á la sus asistencias. Este sentir adolece de la misma nota
segunda epístola á Timoteo, no solo dice era noble, que opone por otro camino, aun menos á propósito, á la
sino del orden senatorio ; y lo prueba con que usaba dignidad y profesión del apostolado. Los padres grie
de la vestidura de los senadores, que llamaban péna gos san Crisóstomo, Ecumenio, Teodoreto y otros afir
la : (i) cita las palabras de san Pablo á Timoteo, en que man que el nombre de Pablo no fué dado por los hom
le ordena le traiga á Roma «la pénula que dejó en Troa- bres sino por Dios, como antiguamente á los patriarcas,
deen poder de Carpo». Puede dudarse si san Pablo, y para que Saulo tuviese esta igualdad con san Pedro, á
cuando dijopénu/a, entendió vestidura senatoria, em quien Cristo llamó Cefas , y á Jacobo y Juan Boanerges.
pero no que fuese noble ; y por ser del tribu de Benja Y añade Crisóstomo que el Espíritu Santo le llamó Pablo
mín, que dio á toda Israel el primero rey en Saúl, no luego que le hizo su siervo, para que conociese era ¿u
bilísimo. Señor (6) ; siendo asi que la imposición del nombre es
En detenerme para averiguar que el Apóstol por señal de dominio. El muy docto, muy erudito reveren
sus ascendientes fué de sangre ilustre, doy á la verdad do padre Tomás (7) Massutio Recinetense, en su libro
déla historia loque se le debe; empero á san Pablo lo que intitula Paulus Apostolus, sive Vita Sancti Pau-
que despreció con silencio providente, teniendo por li Apostoli (o), tiene por mejor la séptima opinión, que
solar de su nobleza su caida , y por nacimiento su con concilia todas las referidas. Por esto dice no la opone á
versión. ellas sino que la antepone , por ser pacifica concordia de
A los ocho días después que nació le circuncidaron. todas; empero, reverenciando su piadoso sentir, juzgo
Rícelo de sí á los filipenscs, cap. 8, vers. 5: «Yo, cir que las palabras expresas de san Jerónimo y las del
cuncidado el dia octavo, del género de Israel, del tribu eminentísimo cu doctrina y púrpura cardenal Barunio
de Benjamín, hebreo, no solo por la ley sino por des se apartan de la unidad que las demás reciben. Admí
cendiente de hebreos.» Diéron|e por nombre Saulo, á tese la opinión de Orígenes por verdadera, que se .lla
quien después leímos con nombre de Pablo. Orígenes, mó siempre Saulo y (8) Paulo, por hebreo y nacido en
en la prefación á la epístola á los romanos, afirma que Tarso, ciudad que gozaba del privilegio de los ciuda
juntos le fueron dados estos dos nombres: Sanio, por danos de Roma. Hace con esto armonía lo que dice san
ser judío del tribu de Benjamín; Pablo, por ser ciuda Agustín, que después de su conversión empezó á lla
dano de Roma por el privilegio de Társis, loque pa marse solamente Paulo ; en que no con menos fuciza
rece se colige del cap. i 3, vers. 9 de los Actos, en estas conviene san Ambrosio, diciendo que, como (9) los de
palabras : Saulus autem, qui el Paulas; «Sanio y Pablo,» dos nombres (que así puede entenderse), usó del de
sin decir: «Saulo, que después fué Pablo.» Esta opinión Saulo en la circuncisión, reservando el de Paulo al
tiene san Anselmo por mas probable en el cap. i de la bautismo. San Crisóstomo y con él los padres griegos
epístola (2)á los romanos. San Agustín, atendiendo so no solo concuerdan sino confirman la explicación de
bre la misma epístola a la significación de los dos nom Orígenes, pues afirman que el nombre de Paulo fué
bres, dice que antes de su conversión se llamó Saulo, puesto por Dios, no por los hombres ; palabras que ad
que se interpreta soberbio, inquieto y perseguidor, por miten menos la opinión del doctísimo Baronío que la
que salos en griego significa inquietud ; y después de de san Jerónimo, que él excluye.
apóstol se llamó Pablo, poco, pequeño, humilde y sose Yo me persuado que el decir por san Lúeas el Espí
gado. Sigue Beda esta dotrina. San Ambrosio, siguiendo ritu Santo : (10) «Apartad por mi elección para mí á
este sentir, le diferencia diciendo que , como se llamó Paulo y'(ll)Bernabé,»quc mostró manifiestamente que
Saulo en la circuncisión, en el bautismo se llamó Pablo. usaba del nombre de Paulo, de que era su voluntad que
San Jerónimo quiere que de Sergio Paulo procónsul de usase después de ministro suyo; que no que le nom
Cipro, áquien convirtió el Apóstol, por trofeo de su triun brase asi , ó porque el Apóstol le escogió por trofeo del
fo alcanzado para el nombre de Jesús, se llamó Paulo ; Procónsul, ó por haberle recibido el maestro del cate
y recuerda con su erudición (3) de Scipion y Metullo, cúmeno por caricia cortesana. -Y el usar del san Lúeas
que se añadieron los nombres de las provincias por su la primera vez después de la conversión de Sergio Pau
valor vencidas, llamándose el uno Africano y el otro Cré lo, y no de la del mismo.Saulo, fué advertencia miste
tico. Y añade que Pablo en hebreo significa admirable, riosa para enseñar que el Apóstol, á persuasión de la
obra maravillosa, obradorde maravillas : (4) alega que caridad en que ardía, antes empezaba á ser otro en la ley
dijo de sí, aludiendo áesla etimología, cap. 2, álosgála- de gracia convirtiendo otros ¡í ella que convirtiéndose;
tas, vers. 8: «Quien obró á Pedro en el apostolado de la pues lo opuesto á perseguidor de la Iglesia era el adqui
circuncisión, obró en mi entre las gentes.» El doctísimo rirla hijos, y al haber hecho blasfemar á los que creían
cardenal Baronío, y otros que le siguen, extrañan para la en las cárceles, el hacer creer á los que blasfemaban.
humildad de san Pablo y su modestia despreciados de (5: de la libertad y corlesfa (S.)
sí misino, que afectase á imitación de los gentiles (61 Volens ostendere se esse Dominum lalis serví.
esta pompa de su vitoriosa predicación ; y quiere por (7) Masocio (S.i
mas decente que el Procónsul, en agradecimiento re- \a) El titulo esta equivocado en todos los ejemplares qac tengo
i la mano.
(i) y cita (S.) (8) Pablo IS.\
(2) de los romanos (Id.) (9) de dos nombres, I Id.)
(3) a Scipion y Hételo [Id.) (10) Segregate mihi SauliHn, el Earnabam ; (Áct:, un, i)
U) y alega (Id.) (11) á Bernabé, «mostró (S.)
."!>».-»**
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. II
Saulo.hijo de padres nobles, arrinconado en pobre- ciones del Apóstol aquellas luces retóricas que de
za, natural de Tarso, del tribu de Benjamín, se puede centes acompañan su dignidad y no la adelgazan. Así
asegurar estudió la gramática griega y las buenas le los monarcas usan galas de que solamente son capaces
tras, retórica y filosofía en Tarso, donde como hemos las coronas. Los adornos de la elocuencia asisten á los
visto florecía estudio (1) famoso (donde todo esto se divinos misterios y á los razonamientos temporales, con
enseñaba, lo que afirma Estrabon en el lib. 14). Y se la diferencia que los diamantes y el oro á la doncella
prueba de sus Epístolas que vio los poetas griegos, ] hermosa y á la deforme. En esta ellas solas lucen y so
pues en ellas refiere palabras y versos de Epiméni- ¡ atienden ; en aquella les falta el reparo de los ojos, que
des, (2) Arato, de Menandro ó Calimaco, autores que I asisten n la admiración de-la belleza que se sirve de lias
no es creíble los leyó siendo en Jerusalen discípulo de con desprecio, que las muestra peso y no gala. Con esta
Gamaliel , ni después, por el desprecio que los hebreos santa y eficaz mortificación asiste la retórica y buenas
hacían de los delirios y vanidad de los griegos. Parece letras á san Pablo en sus epístolas y oraciones, no por
'jiie i esto se oponen claramente san Jerónimo y san que el Apóstol quisiese ostentarlas, sipo porque ellas
Crisóstomo, este gran padre con mayor eficacia, per ostentaron mostrarse bien logradas, lomando las luces
suadiendo que el Apóstol fué idiota y rudo. Sus pala del ardor inflamado de su doctrina.
bras son estas, en la homil. ív á la segunda á Timoteo: Deslos estudios fué llevado á Jerusalen para que
Erat Ule Aomo Cilix, cortarius, inops, imperittis exter- aprendiese la ley y los profetas, de Gamaliel varón en
me disciplinae ; Hebraicam tantum noverat linguam, tre todos los fariseos doctísimo. Que fué discípulo de
ftatauteris genlibus, sed Romanis máxime contemp- Gamaliel, de si lo dice en los Actos, cap. 22 : «Yo soy
tui erat. Y el mismo santo, en la homil. ni, sobre la pri varón judío, nacido en Tarso de Cilicia, criado en esta
mera á los corintios, dice : «Oí cierto cristiano que dis ciudad (entiéndese Jerusalen), á los pies de Gamaliel,
putaba ridiculamente con un gentil. Como en la contro donde fui enseñado según la verdad de la ley paterna.»
versia los dos se impugnasen las opiniones, afirmaba el Declara estas palabras de san Pablo el reverendo padi o
idólatra lo que había de afirmar el cristiano, y este de Massutio (o), por las palabras de Filón en el libro cu
fendía lo que habia de defender el gentil. Trataban de yo titulo es Todos los buenns son libres, donde enseña,
Pablo y de Pluton. El idólatra decia que Pablo era rudo que los maestros leian desde cátedra eminente, (5) y
y sin letras ; el cristiano temerariamente se esforzaba á los discípulos oían en lugares inferiores, y los nuevos
probar que Pablo era mas elocuente que Platón. Desla mas abajo que los antiguos; y que por eso dijo (6) apren
manera el gentil quedó vitorioso siguiendo tal opinión: dió á los pies de Gamaliel. Siempre que hallare cosa
porque si Pablo era mas elocuente que Platón, muchos mas digna del afecto del Apóstol, tendré por piedad
con razón pudieran afirmar que Pablo no habia vunci- disentir del parecer de otro. Mi sentir es que, ya con
do con la gracia, sino con la facundia.» San Jerónimo, vertido y vaso de elección y maestro de las gente?,
en la. epístola ó Algasia, que se numera 151, no con para enseñar el respeto con que se debe hablar de los
tiene en todo con san Juan Crisóstomo ¡empero dice maestros, dijo por humildad reconocida que habia es
qae oo hablaba ni escribía la lengua griega con pura tudiado á los pies de Gamaliel. Esto confirma san Juan
(3) elegancia. Tratando de que el Apóstol dijo de si Crisóstomo, homil. xlvii, sobre los Actos. Los rabíes, en
•Aunque ignorante en la habla, mas no en la ciencia,» el Talmud, capítulo (7) Tefilot, falsamente afirman quo
dice estas palabras : «Otras veces lo hemos repetido; Gamaliel siempre impugnó la doctrina de Cristo, á quo
no dijo Pablo que aunque era ignorante en la habla añaden otros sueños y dilirios de su frenética maligni
que no lo era en la ciencia, por humildad ; antes apro dad; empero, según se colige de los Actos, cap. 5,
bamos lo dijo por ser verdaderamente así.» Persuádo- este (8) Gamaliel fué aquel grande doctor en la ley, su
n/e qne el santo doctor, con este sentir, respondió á mamente reverenciado'de la plebe, como lo refiere el.
sau Agustín que, en el lib.4 de Doctrínachristiana, afir Evangelista, y el mismo que con larga oración en el
ma que «donde san Pablo dice que aunque es igno concilio de los judíos amparó á los apóstoles cuando los
rante eo el hablar no lo es en la ciencia, lo dice como príncipes de los sacerdotes y los magistrados trataban
concediendo á los detractores lo que mormuraban del; de darlos muerte. Afirma esto san Juan Crisóstomo y
no confesando que por ser verdad lo decia. » Y en esta Clemente Romano ; y después del añade Beda que Ga
misma epístola muestra que «el Apóstol fué sumamente maliel fué cristiano y compañero de los apóstoles; (9)
elegantísimo; no de aquel género de elocuencia que que con su orden vivía oculto entre los judíos, para
presuntuosa precede ala sabiduría, sínodo aquella qne así pirdiese mejor asistir á los aumentos de la Igle
que como sierva fiel aun no llamada, la sigue.» Cono sia recién nacida. Léese en Gennadio, de los Varones
cerá el bien atento que san Agustín concurre con los ilustres, cap. 46 y 47, una epístola de Gamaliel, á quien
des, pues siendo asi que san Pablo era muy elocuente los padres antiguos dan autoridad. En ella refiere de sí
relegante, se desacompañó en sus escritos y (4) predi que por la reverencia y amor de Jesucristo dio sepultu
cación de ostentarlas, por desembarazar de galas pio ra en su granja al protomáitir Esteban, á quien los ju
laras la eficacia del espíritu y la alteza sacrosanta de díos apedrearon ; y que hospedó, dándole el sustento,
les misterios. No de otra suerte la majestad severa des á Nicodémus, á quien desterraron de Jerusalen. Y lo
precia las joyas y dijes con que la travesura popular que con mas fuerza desmiente las fábulas de los rabíes,
li Jinauamente se engríe. Léense en las epístolas y ora-
(a) Página 19 de la edición de León de Francia de 1633.
t| famosa, <n que todo esto se ensenaba. Lo que afirma Strabon i,5) tos discípulos i.S.)
en el libro 14, j se prueba de sus epístolas, es que vid (S.) (6) qne aprendió !'d.)
i de Arato, [Id.) (7) Tephiloth, (M.)
i3) desancla ; j tratando (Id.) (8) fué Gamaliel aquel. M. Jf. F.)
'4l predicción (A.) $1 y que (S.)
12 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
es el libro de Luciano, presbítero, el cual escribió en que por lo menos tuvo noticiade su dotrina y railagros.y
griego (i) do La invención del cuerpo de san ■Esteban, de las juntas contra su enseñanza y vida que se hicie
á ruego de Ávito, presbítero español, que luego la hizo ron entre los escribas y fariseos, pues él era de aquella
latina, siendo vivo san Agustín, que por (2) esto bace secta y discípulo del mas venerable y docto en la ley,
mención repetida de.tan célebre y piadosa historia, que preferido á todos. ¿Cómo pues aquellos hervores celo
sumariamente referiré. De la misma suerte que Gama- sos de la religión de los hebreos no encendieron aquel
• liel cuidó de sepultar con toda veneración el cuerpo de espíiitu valiente, mezclándole en los (9) rumores y
san Esteban, así después de muerto Gamaiiel fué se persecuciones del Hijo de Dios; ni aquel Saulo que po
pultado con el protomártir ; lo que fué descubierto con co después se precipitó terremoto y borrasca de los
muchos milagros, según testifican todos los martirolo discípulos, ardiendo en amenazas, asistió á todo con
gios, donde tratan de la invención del cuerpo de san muda y pacífica atención? No descubro otra causa, sino
Esteban en (3) el tercero dia del mes de agosto. Refié que (tO) con el ejemplo de su maestro Gamaiiel, que in
relo todo con santa fidelidad Luciano ; testifica le fué teriormente reconocía la verdad y la vida que pronun
revelado en tiempo de Teodosio emperador; en el año ciaban las palabras de Cristo, y como discípulo tan ren
del Señor 415, apareciéndole en sueños á Luciano Ga dido á su onseñanza, que aprendía postrado á sus pies,
maiiel en la forma de viejo venerable, adornado con se (I t) abstuvo de las calumnias, contradicciones y tu
sacerdotales vestiduras, la estola blanca, el palio en multos en que toda la ciudad de Jerusalen se mezcló.
cendido enjoyas, que juntando su riqueza con el oro, No tuvo Saulo voz contra su vida, doctrina ni muerte;
le sembraban de constelaciones hermosamente cente empero, luego que víó que después de muerto y sepul
llantes, sellando de gloria sus resplandores la cruz, que tado se afirmaba su resurrección al tercero dia, y que
del fondo de todas (4) resaltaba con majestad soberana. era numeroso el concurso de los que creían era hijo de
Con las dos manos traía un cetro de oro, y con (5) él, Dios, y Dios y hombre verdadero, y que el bautismo
tocando la mano del presbítero Luciano, le despertó; excluía por inútil la circuncisión, entonces, irritado
y .llamándole tres veces en griego con sú nombre, lo por la defensa de su ley, con indignación contumaz Se ar
dijo fuese al Obispo, y en su nombre le dijese que sin rojó á la persecución de los cristianos, hasta que, como
dilación fuese á la villa Cafurgamaleh (que se interpre veremos, yendo sediento de la sangre de todos los nue
ta Villa de Gamaiiel, distante veinte millas de la ciu vamente fieles en la ley de gracia, el mismo Cristo Je
dad de Jerusalen) ; q'ne allí buscase en el monumento sús, á quien perseguía en sus discípulos, derribándole
antiguo los cuerpos sagrados, y los transfiriese á lugar ciego en el espanto resplandeciente con que le habló,
mas decente. Oyendo estas palabras Luciano, le supli le redujo de los despeñaderos al camino de la salud
có dijese quién era y de quién eran los cuerpos sagra eterna para sí y para todos.
dos; respondió el anciano venerable : «Soy Gamaiiel, No solo cuidó el Señor de que Pablo tuviese tal
el que á los pechos de su doctrina crió á Pablo en Jeru- maestro, sino de que no solo fuese soltero, sino vir
salen, apónlol de Cristo, y le enseñó la ley.» Luego de gen. Esta es la mas común opinión de los santos y
claró que las reliquias y cuerpos eran el de Esteban, el padres. Pretendieron, no solo obscurecer esta verdad,
do-Nicodémus, el de Abbibon, ó Abblba, su hijo, que sino disfamarla los herejes ebionitas con fabulosa di
con él recibió el bautismo, y el suyo. Conócese cuid,. ha solución, como se lee en san Epifanio, á quienes con di
la (6) providencia de nuestro Dios de dar tal maestro á ferente fin siguieron en estos tiempos Lulero (12) y Cal-
Tablo, que hasta en dar sepultura á Esteban se mostró vino y Pedro Mártir y sus secuaces, por acreditar para
maestro, emendando el yerro de su discípulo, que so su disolución y vicio los matrimoniosen ios sacerdotes.
licitó su muerte y fué en ella cómplice. Tan preferida Ni faltan autores católicos que, persuadidos de las pa
.honra fué á Gamaiiel tener tal 'discípulo, que descen labras del mismo Apóstol á los filipenses, cap. 4, con
diendo, en la revelación referida, del cielo y casi trayén- la autoridad de san Ignacio, discípulo de los apósto
dole vestido con tantas luces, al decir quién es, blaso les, afirman que fué casado. Las palabras de san Ig
na que crió con su doctrina á Pablo y le fué maestro en nacio, devotísimo de san Pablo, en la epístola que sé
la ley. ¡Qué mucho que aprendiendo á los pies de tan ve con su nombre á los de (13) Filadellia, después de
alto varón, saliese (7) tan buen discípulo de los pasos muchas alabanzas á la virginidad, sonestas: «No pongo
de sus pies ! Ofréceseme una consideración que no me nota á los demás bienaventurados que con mujeres
consiente dejarla por mía : la acogida que en todos pro fueron juntos en matrimonio; antes deseo ser algo á
mete á la piedad la devoción que á san Pablo" tienen to "sus pies y siguiendo sus pasos en el reino de Dios,
llos. Abrigaré mi discurso con las acciones del Apóstol. como fueron Abrahan, Isaac y Jacob, Josef, Isaías y
Parece que con buena razón no puede dudarse que san los demás profetas, como Pedro (14) y Pablo y los
Pablo, que se crió en Jerusalen y se. halló en el martirio demás apóstoles, que no por deleite carnal, sino por
de san Esteban, que se siguió á la muerte de Cristo, (8) la legítima sucesión, tuvieron mujeres.nA esto añade
dejase de ver los tres años de su predicación, y de ha Erasmo la autoridad de Clemente, á quien llama
llarse presente cuando le prendieron y crucificaron, y compañero de san Pedro, siendo así que las palabras
que cita no son de Clemente Romano, sino de Cle
(11 la Iivencion (S.) mente Alejandrino, en el lib. 3 Stromatum. No fuá
(2) eso (W.)
(3) tereco [Id.) (9) tumores (.1. U. f'.|
(4) rcsulaaba {A.) — resollaba H. F.) (10) el ejemplo ¡S.)
(5) ella {A. Jtí. F.) (11) obluvo ¡W.)
(Ci presciencia de Dios (A. H.) — presencia de Dloi (F.) (14) Calvino, l'fdro Mártir {Id.)
(71 también discípulo {A.) (13) Filadclfo , 04. U. F.)
(8; que dejase (¿4. M. F.) (14) Pablo (3.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 13
ignóratela ó> Erasmo, sino malicia ; mas fácilmente David , cuando dijo : (6) « La salud por mano de nues
K presume del esta que la otra : quiso que la menti- tros enemigos y de todos aquellos que nos aborrecen.»
n diese antigüedad mas reverente á la opinión quo I Hacer del mayor enemigo la mayor defensa es obra do
segnia. Lo misino afirmó de Clemente Eusebio, y des [ Dios para (7) la enseñanza de los hombres. Dijopruden-
pués Nicéforo Calixto; empero todo sin fundamento tísímamente Plutarco que entonces llegaría la ciencia
de que se pueda hacer caudal : lo uno por afirmar lo ! de la medicina 4 suma perfección, cuando hiciese del
contrarío muclios mas padres y el mismo Apóstol por i veneno medicina. Esto en la dolencia mortal de la
si mismo; lo otro, porque los escritos de Clemente y idolatría y judaismo hizo Cristo nuestro Señor, confe-
de Eusebio los numera Gelasio papa entre los apócri cionando de las víboras ponzoñosas que vibraba Sanio
fos. No tiene mas fuerza el testimonio que citan de perseguidor, la triaca que cerró en el vaso de elección
León nono, samo pontífice , como le cita Graciano en Pablo. Aquella actividad varonil, aquella solicitud fer
los Decretos, pues el Pontífice no lo afirma, antes lo vorosa, aquel celo de la ley de sus padres ardiento y
deja dudoso. El argumento que quieren esforzar con la siempre desvelado, aquella hidropesía de sangre de los
autoridad de san Ignacio padece grave excepción con cristianos, halló el Hijo de Dios necesarias para la de
el engaño que han descubierto muchos graves varo fensa de los suyos que la padecían. Labróle parapeto
nes, que, revolviendo varios ejemplares griegos y la fuerte de su Iglesia , y antes de vestírsele le probó con
tinos de las obras del Santo en las bibliotecas mas Id munición de sus rayos y golpe de su caída. De per
ilustres, Vaticana, Esforciana, Florentina, Oxoniense, seguidor de Gristo ascendió á'ser perseguido por él. Si
y en la que antes que los turcos desolasen á Hungría la ignorancia mas perniciosa es liacer de los amigos
estaba en Buda, en el original que en ella reconocie enemigos, la mas bien atenta y útil prudencia será for
ron, no hallaron en la epístola citada el nombre de zosamente hacer délos enemigos amigos. El principo
Piblo entre los que refiere casados : de que se colige ó ministro que sabe obrar esta arte química en lo políti
que le añadió antes la malignidad de sacerdotes fea co, halló el secreto de la piedra filosofal de la materia
mente ansiosos de las delicias del matrimonio, que el de estado. Así lo juzga Séneca, en los libros de los Be
descuido de impresores ó amanuenses. La contraria neficios, de Augusto, cuando por consejo de Livia, de l.i
opinión, de qne fué casto, (I) que no se casó, la afu peste de Cinna, traidor, hizo la medicina de su perpetua
man y aseguran Tertuliano, casi concurrente de los seguridad. No persuaden las apariencias humanas á
apóstoles, De Monogamia ; san Epifanio, lib. 2, Dios las elecciones. Para persuadir y enseñar escogió
haer. 5$; san Jerónimo, epist. 22 á (2) Eustoquio y pescadores rudos y idiotas ; para defender, al perseguí- -
en el lib. 1 contra Joviniano ; san Agustín y san Am dor ; para tan altas empresas, tan largas peregrinacio
brosio. San Hilario, sobre el psahn. 127, dice fué vir nes ; para tan ultimados naufragios, un hombre como
gen. San Gregot ¡o Niseno, homil. xiv t'n Cantic, sobre Pablo, de estatura digna de desprecio, el talle torcido y
aquellas palabras : Labia ejus stillantia myrrham jíboso. No son aparato de Dios gentileza y fuerzas cor
primam, dice que fué virgen. Por esto seria mas que porales ni las bravatas del aspecto, Sino lo hazañoso del
descortés airojamiento el seguir la opinión contraría, espíritu y lo recto de la intención. Alistó una guija con
poes tiene fe ó parentesco con los ebionitas, calvinistas tra una estatua que desde el oro al hierro fortalecían
y luteranos. todos los metales ; otra contra el FiÍistco,.qúe se osten
He litigado la castidad y virginidad de san Pablo, no tó promontorio humano. La una tuvo vitoría por los
por rescatarle de nota, pues el matrimonio (3) es santo pies, la otra por la cabeza, para advertir que de pies á.
y sacramento, y bendito de Dios, y canonizado en los cabeza acaba con las amenazas de la soberbia una chi
profetas, patriarcas y algunos de los apóstoles ; sino por na. Desta casta de munición fué en mayores trofeos la
ser perfección preeminente que tuvo, y á que tan repe pequenez de san Pablo.
tidamente exhortó en sus epístolas. Claudio Dausquio Sanctoinaiio, canónigo tornacen-
Inquiere el reverendo padre Massulio cuáles fueron se, varón doctísimo en las divinas y humanas letras, en
después del estudio, los ejercicios y costumbres de su su libro cuyo titulo es : Sancti Pauli Apostoli sancti-
mocedad , y da (4) noticia de lo qué en sus epístolas tudo in útero , extra, t'n solo, in coelo (a), empieza
dice de sí, acusándose rigurosamente de blasfemo y tratando por cuestión si fué santificado antes de nacer;
perseguidor de los santos y de la Iglesia ; que vivía sin cosa que nadie pudo pensar leyendo en el texto sagra
J«y, siguiendo los dictámenes de la carne, y otras mu do tan graves culpas y crímenes contra la Iglesia, del
chas cosas que suenan oprobrios. Eché menos que el Apóstol ; (8) y confesados por su boca y firmados de su
doctísimo escritor no advirtiese que todo esto fué (a) y mano en sus Epístolas. Obligóle á tratar que debía
bao siendo Sanio; después de la muerte, resurrección excusarse el error de algunos herejes ó la devoción
y ascensión de Cristo, por la razón que di. ¿Qué fin mal encaminada de otro predicador semejante al que
pues tuvo Dios en permitir que Pablo cometiese tan refiere Pedro Galatino (6) , que por mostrarse propicio
grandes pecados , habiéndole escogido para vaso de á san Pedro, en la capilla del Pontífice dijo que san
elección y doctor de las gentes , defelisor de su nombre Pedro no había negado á Cristo cuando dijo : Aon novi
y propagador del Evangelio en todo el orbe ? (6) áálutemex ¡nimicis ñostris, etdemanuomnium cjui oderuitt
Esta materia de estado previno el Espíritu Santo por nos.
(7) enseñanza (S.)
(a) Impreso en París aúo de 1627.
tt) T que SO (S.) (8) confesados (S.)
i Si Eustaquio ¡Les ejemplares impresos, todos.) (*í El ernditisimo franciscano y diestro en lenguas orientales,
(J) es santo, sacramento, (S.) fray Pedro (¡alalino, profesor de sagrada teología, publicó-en 1518
(4) ra ootiria (4.) una obra De arcanis catholicae verttalis; dedicada al emperador
(5) i hito siendo Saulo, y después (S.) Maximiliano, libro hoy de extraordinaria rareza.
14 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QüEVEDO VILLEGAS.
hominem ; lo que interpretó : «Como le conozco Dios, las de Pablo. Vistió Dios ú los primeros padres de pie
no le conozco hombre ; » como si no fuera error en la les de animales muertos, porque el vestido antes que
fe no conocer á Cristo por hombre y Dios ; y no menor, cubierta ni adorno , les fuese recuerdo de la mortali
porque san Pedro no hubiese negado, querer que fal dad que habían atesorado, haciéndose por la culpa se
tase la verdad á la presciencia del Hijo de Dios, que mejantes á las bestias : por eso en Pablo el aderezar
dijo le negaría tres veces. Tan cuerdamente es piadoso pieles fué mas misterio y enseñanza que oficio. Había
quien á san Pablo no le concede la prerogatíva de la de aderezar los muertos para el uso de los vivos en la
santificación, como el que afirma que negó sau Pedro. ley de gracia; habíase de vestir de las pieles del judais
Desquitaré esta prerogativa, que le anadian contra mo difunto, cuando (como él dijo) ya no vivía sino
toda razón , con otra que se adelanta á su concepción y Cristo en él. Ensayóle el soberano Señor á Pablo en
nacimiento. aderezar pieles de animales muertos para artífice de
Fué Pablo el solo apóstol prometido en el Testamen la gala y hermosura de las cortinas de Salomón, que
to Viejo. Dióse priesa Moisen á figurarle en el Génesis, llamó pieles la Esposa, cuando dijo : Nigra sum,sed
cap. 40. El reparo es de Tertuliano contra Marcion (1). formosa sicut tabernacula Cedar, sicut pelles Salo-
En español dice asi el grande Africano : « Para mi tam monis ; «Soy negra , mas hermosa como los taberná
bién el Génesis prometió á Pablo. Entre aquellas figu culos de Cedar, como las pieles de Salomón.»
ras y profetas bendiciones á sus hijos, Jacob, lle Fué el Apóstol el Salomón del Nuevo Testamento, y
gando á Benjamín, dijo : Benjamín, ala mañana lobo por eso contrapuesto al del Testamento Viejo. Aquel
hambriento aun comerá , á la tarde dará de comer. — tuvo el principio en majestad, santidad y sabiduría, y
(2) Antevia que Pablo había de nacer del tribu de Ben los fines en ignorancia, prevaricación y esclavitud idó
jamín, lobo hambriento al amanecer de su edad, des- latra alas concubinas. Este empezó en vileza, abati
pedazador quiere decir. En sus primeros años será miento, error y ignorancia, y acabó en santidad , sabi
cuchillo de las ovejus del Señor, como perseguidor de duría y magisterio de las gentes. Admiró á Salomón la
las iglesias. Después, á -la tarde , las repartirá el ali reina Suba ; á Pablo san Juan Crisostomo, pronun
mento; como sí dijera: llegando á mayor edad apa ciando su boca palabras de oro y dando su pluma le
centará las ovejas de Cristo como doctor de las nacio tras del mismo metal , que escriben con estrellas pa
nes.» Es tan literal esta consideración de Tertuliano, negírico tan soberano como se lee en la homilía vui de
que san Agustín la siguió sobre los salmos ; y sabo sus alabanzas (a). Oíd los mas felices esfuerzos de la
reando con ella su pluma, la repite en el sermón 14, idea de la mejor y mayor elocuencia; oíd al Olimpo
De sanctis, que es el primero de la conversión del de los oradores griegos y latinos, debajo de cuya cum
Apóstol. bre, que hace sonora vecindad al cielo, se oyen tro
Fué san Agustín el segundo Pablo del Testamento nar inferiores Demóstenes y (5) Tulios.
Nuevo; escogido por Dios, de acérrimo enemigo (3) y «¿A cuál, oh bienaventurado Pablo, me atreveré 6
pertinaz y sutil contradicción de la fe católica, para compararte de los justos del Viejo y Nuevo Testa
amigo y defensa incontrastable de la verdad sacrosanta. mento, pues cerraste en tí como en depósito las vir
No fueron menos formidables á la Iglesia sus silogis tudes de todos, empero en mucho mayor cúmulo?
mos que las provisiones de Pablo, ni menos admirable Finalmente, si alguno en tu comparación pondera uno
y costosa su conversión. No intervino el fuego en ella, por uno el coro de los justos, hallará la balanza de tu
sino el agua, con el sudor de Ambrosio y las lágrimas parte con el peso de las virtudes vencida. Es Pablo
de Ménica, su madre. As! el grande doctor se explayó el segundo Abel ; empero no una vez sacrificado, sino
por los dos Testamentos, como océano de la teología todos los dias. Pablo otro Noé ; mas tal, que sin ar
escolástica y expositiva, que san Pablo como.incen- ca navegó las borrascas turbulentas, los diluvios con
dio celestial ilustró de luces. tra su vida amotina dos. Pablo otro Abrahan , no solo
Pasemos al oficio que tuvo de aderezar pieles, por arrancado de su patria, de sus parientes, sino, des
lo cual san Juan Crisostomo, en la homilía de sus ala pués de la vocación , de su propia vida. Pablo otro Is
banzas, le llama homo abjectüs , et oircumforáneas, rael, maniatado voluntariamente en víctima ; Pablo
qui artem exercebat in pellibus. Vas priesa se dio el otro Jacob, vigilante guarda, como él do un rebaño,
Génesis en calificar este oficio del Apóstol que en pro de todo el mundo; Pablo, como otro Josef, distribuyo
meterle. Esto hizo en el cap. 49 , y esotro en el 3, el alimento de la verdad al orbe de la tierra, que de
ver?. 2! : ( í) « Hizo ti Señor Dios á Adán y á su mu hambre espiritual fallecía; Pablo, otro Moisés, que
jer túnicas do nicles, y vistiólos.» Esclarecidamente se redujo todas las gentes de la tiranía del infierno á
derivan, ¡lustradas de las manos do Dios, las pieles á Cristo ; Pablo, otro Aaron, ungido sacerdote á los pue
(i) il principio del lib. 5 ron cshs palabras: «Milii Paulan blos del universo ; Pablo, otro Finees, pues con solo el
etiam Génesis olim reproraisi:. ínter illas eiriin Oguras, etprophe- puñal de la fe dio muerte á la envidia de los judíos y
licis super Olios suos benedictiones, Jacob ni ni ad Benjamín di- gentiles , que era como adulterio de sus entendimien
rexisse! : Benjamín, mejui!, lupus rapax ad matutinum comedet
adbuc, et ad vesperam dabitescam. E* tribu enim Benjamín ori-
tos ; Pablo, otro David , (6) provoca á singular batalla
turnm Paulum providebat , Itipum rapacem, ad matutinum come- al demonio, como él á Goliat; Pablo, otro Elias , más
dentem, id est, prima aetatc vaslaturum pécora Domini, utperse- gloriosamente arrebatado al cielo ; Pablo, otro Elíseo,
cutorem Ecclesiarum; dchinc ad vesperam escara daturum, id est, limpió las gentes del contagio de la interior lepra ; Pa
devergente Jim aetate, oves Cbristi educa lurum, ut doctoreo na-
tionura.» blo, otro Ezequías, convirtió diferentes pueblos a la so
(S) Anteveis (S.)
(3) pertinaz, y sutil contradictor {Id.) ta) No : en la primera.
(4i Fecit quoque Dominas Deas Adae, et axori eja» tánica* (8) Tallo. (S.)
relucías, et induit «os. t«) provoco (W.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. lo
ImmbU wáadera fe de Jesucristo; Pablo, otro Jo yan de ocupar las doce sillas, ¿no juzgará el apóstol Pa
sas, (I) solando y destruyendo las abominaciones de blo? O si juzga, ¿será en pió, y no sentado? No es asi,
l« ¿¡airas; Pablo, otro Juan, degollado por Cristo; no; no lo consentirá aquel soberano distribuidor de la
Pito, otro Pedro, no llamado á creer, como él , des justicia. De ninguna manera juzgará en pié el que tra
di Ií tierra, sino desde la gloria de los cielos;' Pablo, bajó mas que todos ellos.» Y mas abajo, determinando
«tro Gabriel, anunció á todas las gentes el nacimiento la duda, cita estas palabras del Apóstol en la i, á los
Je Cristo; Pablo, otro (2) Micael,á quien cupo en deCorinto, 6: (7) «¿ Ignoráis que juzgaremos á los án
suerte ser caudillo de los cristianos. Y también si ro geles?» Y añade el santo doctor : (8) «Mirad de la ma
dare los coros de los ángeles y de los varones santos, nera que se .hizo juez, no solo á sí, sino ú todos los que
do bailaré comparación á que no se oponga Pablo, juzgan rectamente en la Iglesia.»
esplendidísimo con tesoros de innumerables méritos. Añadir admiraciones á la vida de san Pablo no es in
La aclamación de los pueblos los testificó, y después genio, sino atención. La riqueza está en ella, no en
dolía, ano muerto Pablo, nos muestra ardientes tea- quien la considera; como el oro en lamina, tío en quien
tres de su piedad.» la cava. No me contento con haberle mostrado prome
Ningún (3) grande padre y doctor de la Iglesia habla tido en el Génesis; quiero enseñar dónde y cuándo. En
de san Pablo con orilla ; todos ansiosos rematan en sus el Testamento Nuevo Cristo le hizo lugar entre los do
ílibanzas los alientos de su voz. San Jerónimo á Pama- ce, á que después le añadió apóstol trece ; número en
qaio, contra los errores de Juan Jerosolimitano, dice : que le nombra en el lugar citado san Agustín. Nace le
t;Adónde está el vaso de elección, el clarin del Evan- gítimo este discurso mió dustas grandes palabras de
ctr'.in, el bramido de nuestro león, el trueno de las gen Tertuliano, lib. 5 citado, contra Marcion : (9)
te, el rio de la elocuencia cristiana ; que el misterio «Por esto, según el orden de la obra, deseo también
llenamente oculto á las generaciones de la sabiduría saber del apóstol Pablo el origen. ¿Es^lgun nuevoapós-
uiencia de Dios, (4) más se admita que se pronun tol? no oigo á otro alguno: en tanto creeré nada, sino es
cia (o) ? » creyendo nada temerariamente; demás desto, temera
Y en la apología á Pamaquio, pro libris adversas Jo- riamente se cree cualquier cosa que se cree sin conoci
tinumum, exclama : «Todas las veces que leo á Pablo miento de su origen. Justísimamente pues con toda so
me parece que oigo truenos, y no palabras.» El gran pa licitud inquiero esto, cuando se me afirma que aquel
ire Agustino, en competencia de los dos, desaparece el es apóstol, al cual acerca de los evangelistas no hallo
vuelo de su pluma por arribar á la alteza de Pablo. So en el catálogo de los apóstoles. Finalmente, oyendo
bre el salmo 49, en aquel verso : Ignis in conspectu después que fué escogido por el Señor, estando ya en la
fu» exard&ctt ; et in circuitu ejus tempestas valida, gloria y quietud del cielo, casi juzgara por improviden
traiide cuando Cristo vendrá á juzgar el mundo, y en- cia si antes Cristo no supo que le era necesario, sino
stiaVJMgarán otros con él : (S) «Tenemos muy claro que, ordenado el ministerio del apostolado, acaso, no de
testimonio que habrá doce que juzguen con el Señor: propósito juzgó se habia de añadir; necesariamente, di
Sentaréisos sobre las doce sillas, juzgando los doce tri- gámoslo a>í, y no de voluntad.» Claro está que Cristo
ti/sdeJsrael. Empero dirá alguno : Allí se han de sen antes que estando en el cielo viese ú Pablo en el cami
tar los doce apóstoles, ¿dónde pues estará Pablo? no llevando cartas contra su Iglesia, supo habia de ser
¡Acaso sera apartado de aquel tribunal? ¡ Oh ! no digá su ministro y apóstol, á cuyo ministerio su presciencia
is tal cosa; ¡oh! no lo imaginemos aun en el silencio lu tenia destinado.
del pensamiento. ¿Podrá ser (6) ocupe la silla que to- Veamos cuándo le empezó á hacer lugar, y en qué
«baá Jadas? No, que manifestó la Escritura sagrada dia y misterio de su vida. Persuádome que en su trans
quién sucedió en el lugar de Judas : expresamente fué figuración. Da autoridad y fundamento á mi conjetura
sustituido en los Actos de los apóstoles Matías, de tal el propio Tertuliano, lib. 4 contra Marcion, cap. 22,
suerte, que no podemos dudarlo. Cayendo Judas, se lle con estas palabras : (10) «De lo que mas debiste aver
nó el número de doce. Pues, como aquellos doce ha gonzarte es, de qu e permi tes que le vean entre Moisen y
Elias, á quien vino á destruir en el apartamiento del mon-
ll lwolando(S.)
lJi üipel («.)
(7) ¿Nescitis quia angelos judlcabimus?
Pl pan m.) (8) Videte quemadmodum judircm se Jee.it; non solúra se,
'-*J ■»> le admira que le pronuncia ? {A. M. F. S.) sed etomnes, qui roete judicant in Ecclesia.
"! Qoi mysterium relro generationibus ignoratum , et profun- (9) Et ideó ex opusculi ordine ad hanc maleriam devolutus,
•ia aniiiamm sapienliae et scientiae Dei magis miratur, quam
Apostoli quoqne Pauli originen] a Harcione desidero; novus ali-
í .ailar?
quis discipulus, nec ullius alteráis auditor, qui nihil interim c re
•f Sam qoia erunt quídam judicantes cum Domino, habemus dara, nisi nibil temeré credendum, temeré porro crcdl quod-
'¡írtissimm testimonium, quod modo commemoravi : Sedebi- cuinque, sineoriginis agnltioni creditur, qulque digulssiroe ad
'*<aper duodecim sedes, judicantes doudecim tribus Israel. Sed solliciludinem redigam islam inqulsitionem, cum is milii aclür-
«'«tallquis: Duodecim ¡lile Aposloll consedebunl, non amplius. matur Apostolus, quem in albo Apostolorum apud Evangelium
ilti ergo erlt apostolus Paulus* ¿Numquld inde separatus erli? non deprehendo. Denique audiens postea eum a Domino alle-
*-sn athoe dicamus, absíl ut hoc vel tacite cogitemus. ¿Quid si ctum, jam in coelis quicscente, quasi improvidentiam existimo, si
,;(i in loco Judie ipse resldeblt! Sed manifestavit Scriptura di- noo ante scivit illuru sibl neccesarium Ctiristus, sed jam ordinato
"u. (ais in loco Judae sit ordinatus : Halthias enim est ex- iiiil.ii) Apostolatus , ét in sua opera dimisso , ex incursu , non ex
¡'•Síeíominatus in Acliitií Apoitolomm , ut de illo dubilareuon
prospeclu adjicienduin existimavit, necessitate, ut ita dixcrim,
Kiseaiía. Cadente ergo Juda, impletus est numeras duodena-
•' •'■ ,Com ergo ille numerus duodenarius oceupaverit duodecim non volúntate.
(10) Nam et boc vel máxime erubescere debuisti, quod ¡llura cum
»ie», aonjndicabit Paulus Apostolus! ¿ An forte stansjudicabit?
Moyse, et Helia in secessu montis conspici pateris, quorum de
'Mita est; non faeiet hoc ille jusiitiae retributor; non omninO
t-ns jadicabít, mu plus ómnibus illas laboravit. structor adveneral. Hoc scilicet intelllgi voluit vox illa de coelo :
Hic estallas meas dilectus, buncandite : id est, non Moysenjam,
(8 ÍM ocupe is¡. et Heliana.
16 OBRAS DÍ DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
te. Eso quiso que se entendiese (t) aquella voz del cie nombre dice quién es, estilo con que en sn Evangelio
lo : Este es mi liijoamado ; oídle á él. Como si dijera : trató de sí. San Judas dice solamente": (9) «Judas,
No ya á Moisen y Elias.» Aquí pues, despidiendo ;i Elias siervo de Jesucristo, hermano de Jacobo.»
y Moisen en sus oficios y cargos que vacaron, hizo,á S,m Pablo a los romanos, y casi en todas las episto-
Hablo lugar, renovando la conducción de su pueblo y hs (menos en la que escribió á los hebreos, en que no
el sacarle de cautividad y las peregrinaciones de Moi escribió su nombre), siempre en memoria de haber sido
sen en Pablo; y el celo de Elias y el rapto al ciclo, lia- electo en prerogativa de luz, habiendo sido acérrimo
ciéndole capaz del grande espíritu y obras y maravi perseguidor de cristianos, para mayor gloria de Cristo
llas de dos tan santísimos y soberanamente hazañosos acompañaba el titulo.de apóstol con otras prcrogati-
criados. Que en la transfiguración le dio (2) á Cristo su vas:(IO) «Pablo, siervo de Jesuciísto, II.-. mido apóstol,
Padre discípulos nuevos, dicelo pocos renglones mas apartado para el Evangelio de Dios.» En la primera í
abajo Tertuliano : (3) « Dio pues el Padre al Hijo discí los corintios: (11) Pablo, llamado apóstol de Jesucristo
pulos nuevos, habiendo primero manifestado con él, en por la voluntad de Dios.» Las mismas palabras en U
prerogativa de claridad, á Moisen y á Elias, y de tal segunda. (1 2) En la epístola ó los gálatas : (13) «Pablo,
manera despedidos, que casi lo fueron del oficio y del apóstol, no de los homares ni por hombre, sino por Je-
honor.» acristo y Dios Padre, que le resucitó de los muertos.»
Ejtos discípulos nuevos que dio su Padre á Cristo en Llámase apóstol de Cristo y de Dios Padre; de donde
el monte con prerogativa de claridad, no fueron los que literalmente colijo yo que fué san Pablo por quien dijo
refieren los evangelistas, pues mucho antes los había Tertuliano que en el 'labor había dado el Padre al Hijo
elegido Cristo, y eran de aquel número Pedro, Juan y nuevos discípulos, pues él solo entre todos, dic-i que lo
Jacobo, que con él subieron al monte. fué por Cristo y por Dios Padre. A los efesios : «Pablo,
Oso decir que fybto y sus discípulos fueron los dis apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios;» á los
cípulos que en la transfiguración dio el Padre al Hijo, colosenses, lo mismo ; en la primera á Timoteo.: (14)
pues estos solos pudieron ser nuevos; y que Pablo, «Pablo, apóstol de Jesucristo según el imperio de
siendo uno, se pudo llamar discípulos en plural, como Dios, nuestro salvador, y de Cristo Jesús, nuestra espe
en quien se juntaban los oficios y espíritus de dos tan ranza;» y en la segunda á Timoteo : «Pablo, apóstol
soberanos ministros como Moisen y Elias, con las ven de Jesucristo por la voluntad de DÍ06, según la prome
tajas que señala aquella palabra, en prerogativa de cla sa de vida, que es en Cristo Jesús ;» y á Tito : « Pablo,
ridad, que fué decir : No como ellos en las soinbras del siervo de Dios, apóstol de Jesucristo, según la fe de los
Testamento Viejo, sino en la luz y resplandor del Nue electos de Dios y el conocimiento de la verdad, que es
vo. No solamente fué san Pablo preferido en esto á conforme á la piedad.»
Moisen y Elias, sino á los doce apóstoles; é ellos los eli Dehaber llegado tarde alas -alabanzas de san Pablo
gió Cristo antes de acabar de cumplir el Testamento después de tantos santos padres y escritores, me será
Viejo y de legalizar el Nuevo con su sangre en su muer consuelo no haber llegado vacío. Fué tan prodigioso,
te, puesél mismo, espirando, dijo : Consummatum est ; que aun en mí ignorancia halla que añadirá sus glorias
«Todo se ha cumplido.» Y por eso san Pablo* (4) á los mi devoción. No solo fué apóstol en prerogativa de cla
hebreos: (5J «Porque donde hay testamento, nece ridad, sino, digámoslo así, fué apóstol en cuyo minis
sariamente se ha de seguir muerte del testador, por terio intervino laSantísiinaTrínidad. (15) Diósele el Pa
que en los muertos se confirma el testamento ; de otra dre al Hijo por discípulo nuevo, y con él á (16) Bernabé
manera, aun no es válido en tanto que vive el que y Lúeas y Dionisio Areopagita y otros muchos, y esto
testó.» ¿Quién pues negará que, habiendo sido de estando el Hijo transfigurado y glorioso, y el cielo ar
cretado apóstol y discípulo nuevo san Pablo en pre diendo ennube de resplandor, Eligióle el Hijo, ya glo
rogativa de claridad, y electo por Cristo después de rioso en el descanso del cielo, tan acompañado de luz
su muerte y resurrección, que él es el solo apóstol- y y claridad, que le cegó. Escogióle el Espíritu Santo,
discípulo que eligió en la plenitud de la luz, cumpli como se lee en el cap. 1 3 de los Actos de los apóstoles,
do ya todo el Testamento Viejo, y legalizado el Nuevo vers. 2: (17) «Y ayunando, les dijo 5 ellos el Espíritu
con la muerte del testador? Esta singularidad parece Santo -.Apartad para mí á Saulo y á Bernabé, en la obra
la coligió la atención doctísima dé Tertuliano, viendo para que los escogí.»
que ensus epístolas canónicas los demás apóstoles (en Veamos este apóstol en quien todas tres Personas
que están las del príncipe del apostolado san Pedro), Ja- quisieron tener parte, cómo sirvió A todas tres, y qu'ó
cobo solo dice :.(6) «Jacobo, siervo de Dios y del señor fines tuvo la divina Providencia en tantas demonstra-
Jesucristo.» San Pedro : (7) «Pedro, apóstol de Jesu ciones prevenidas desde el Génesis, y por qué pasos le
cristo;» y en ía segunda y postrera : (8) «Simón Pedro,
(9i J.udas, Jesu Christi servus, frator Jacobi.
siervo y apóstol de Jesucristo.» San Juan callando su (10) Paulus, servus Jesu Christi, vocatus Apostólas, segregatas
(1) en aquella (S.) ¡a Evangelium Dci.
(2) Cristo i su Padre (W.) II Paulus, vocatus Apostolus Jesu Christi per voluntalcm Dei.
(3) Tradidit igitur Paler Filio discípulos novos, ostensis priús (12) epístola á los galatas : (Jf. F. S.)
cum illu Moyse, et Helia in clarilatis praerogativa, atqne ita d¡- (13) Paulus Apostolus, non ab hominibus, neque per homincm,
mlssis, qnasi jara et ofllcio et honore dispunciis. sed per Jesum Ctíristura, et Deum Pairen, qui susciúvit eum a
(4) escribe á los hebreos, (S.) mortuis.
(!>) cap. 9. vors. 16 : Ubi enim testamentan! est, mors necesse . (14) Paulas, Apostolus Jesa Christi serundüm imperium Del
Salvatorrs nosii i, et Christi Jesa spei üosirac. • . .
est intercedat testatoris. Teslamcnlum enim ln mortuis condrma-
lum est; alioquin nondam valct, ilum vi vi I, qui testa tus est. (15) Dióselo (S.) . •
(6) Del et Domlni nostrl Jesa Christi servas. (16) Bernabé, Lucas, Oionisio'f/d.)
(7) Petras, Aprjstolus Jesa Christi. (17) Et jejunanUbus, díxlt lilis Spirilus Sanrtus : Segregare rathl
(8) Simón Petrus, servas elApostoIas Jesa Christi. Saulum, et Bar nabam jn opas ad quoil assuinpsi eos.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. n
Vnjp 4e perseguidor a guía , doctor y maestro ; y de nes de Moisen, y esto con testigos falsos, — para que
TMrtiriiír, A martirio . espirase Esteban como Cristo (con voz grande, cla-
En el cap. 6 de 1 s Actos de los apóstoles se lee que mavit voce magna dicen los Evangelistas, y rogando
Esteban, raron Heno de fe y de Espíritu Santo, fué, con por sus enemigos), se lee en el texto sagrado : (6)
otros, electo para cuidar del socorro de los creyentes «Las rodillas en el suelo, clamó con voz grande y dijo :
«Jesucristo. Señor, no les imputes este pecado. Y diciendo estas pa
labras, durmió en el Señor. Saulo, emporo, había con
AQCÍ EMPIEZA!* LOS ACTOS DE LOS APÓSTOLES.
sentido y era cómplice en su muerte.» Así lo (7) exa
Esteban, lleno de gracia y fortaleza, obraba prodi gera la versión sira : Schovol autem consentiebat, com-
gios y milagros grandes en el pueblo. Y porque su municabatque in caedem ejus.
pasión tañese el origen que tuvo la de Cristo (que fué En esta crueldad y delito atroz es donde primero se
decir en el concilio : (1) «¿Qué hacemos? que este lee el nombre de Saulo ; y la primera ofensa sangrienta
hombre hace muchos milagros » ), luego que le vieron contra Cristo resucitado nos da noticia de Pablo. ¡Gran
obrar tantas maravillas , (2) se amotinaron contra él de y alto secreto de la Providencia! Oblígame á excla
'¡.unos de la sinagoga. Y nb podiendo resistir á su sa mar por él con sus mismas palabras : (8) «¿Quién co
biduría y espíritu , se valieron de testigos falsos que noce los secretos de la mente de Dios, ó quién fué su.
dijesen le habían oido blasfemias contra Moisen y con consejero?» ¡Cuál principio tan contrario para ser el
tra Dios, y que Jesús Nazareno destruiría aquel lugar apóstol por excelencia, ser por excelencia el persegui
y mudaría las tradiciones que Moisen les había dejado. dor ! Oyó Pablo á Esteban el doctísimo sermón en quo
Y porque no faltase literalmente el nombre de concilio les hizo cargo con el Testamento Nue o y Viejo ; oyó
» esta muerte, dice el propio capítulo : (3) « Y mirán le decir que via los cielos abiertos y á Jesús ala dies
dole todos los que estaban sentados en el concilio, vie tra de su Padre ; (9) viole morir rogando fues-en per
ron su cara como de ángel.» Preguntóle el príncipe de donados los que le d*abin muerte : y no solo no se
tos sacerdotes lo mismo que i Cristo , (4) si era así lo apiada, sino le ve con tan duro corazón , que pudo
que le acusaban. Responde el Santo en todo el cap. 7, tirársele por piedra entre las que le arrojaban aque
no i la pregunta, en su defensa, sino á la ignorancia que llos cuyas capas guardó ; y aumentando contra Cristo
te la dictaba, por enseñarle. Repitióles la historia sa y sus discípulos la saña, se dedica todo á su perse
grada desde A bralian, y los beneficios y milagros de que cución, como se lee en el cap. 9. (10) «Saulo, aun ful
fueron deudores á Dios, y las idolatrías y prevaricacio minando amenazas y sediento de sangre y muerte»
nes con que habían provocado sus castigos; que habían contra los discípulos del Señor, llegando al príncipe
perseguido todos los profetas y muerto los que anun de los sacerdotes le pidió cartas para las sinagogas de
ciaban la venida del Justo, al cual habían sido traido Damasco, con orden que cualesquier hombres y mu
res v homicidas ; que habían recibido (5) ley por dis jeres (1 1) que encontrase creyentes en el nombre, los
posición de lo» ángeles, y no la guardaron. Oyéndole trajese maniatados á Jerusalen.»
estas palabras, tan estrechos venían á su rabia sus co ¿Quién lee esta obstinación, que no juzgue á Pablo
razones, que se los despedazaban por salir y ensangren por no comprehendido en el perdón que Esteban pidió
tarles con crueldad las manos, tocándoles al arma con á Cristo, cuando espiraba (viéndole en su gloria), para
«I rechinar de los dientes. Mas , como Esteban estaba sus enemigos, y no le juzga dejado en mano de sus
lleno de Espíritu Santo como ellos de furor, lijando iras? No tiraron á Esteban piedras los testigos falsos,
te ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y á Jesús que Pablo no se las tirase guardándoles las capas para
sentado i la diestra del Padre, y dijo : «Veo los cie que con mas fuerza y mas certeros pudiesen apedrear
los abiertos.» En oyéndole, á grandes gritos exclama- le. Fué aquel lugar teatro digno de que se rompie
fon Upándose las orejas, y juntos le embistieron ; y sen los cielos para tan maravilloso espectáculo, don
¡Trujándole fuera de la ciudad, le apedreaban ; y para de por Cristo, de quien se dice era (12) piedra Este
darle muerte con mas desembarazo, los testigos falsos ban (que era piedra (13) así en sufrir), sufridas heri
que habían jurado contra él, desnudándose las capas das de las piedras que le tirábanlos que eran piedras
las pusieron junto á los pies de un mancebo que se en la dureza , siendo la piedra angular premio de la
llamaba Sanio. piedra que se coronaba con las heridas de las piedras
fVo es nuevo ser verdugos los testigos falsos, ni que le arrojábanlos hombres : enjoyándole con loque
menos infame oficio levantar testimonios que piedras. le daban muerte ; y haciéndole, con las piedras, trillo
Esteban, á cada pedrada que recibía, decía al Señor para disponer la mies de la Iglesia. Este laberinto de
que recibiese su espíritu (señor que .en premio re
cibe la alma del que por él recibe martirio). Y porque,
(6) vers. 59. Positis autem genibus, clamavil voce magna dicens:
ya que su muerte se trató en concilio, como la de Domine ne staluas í I lis hoc peccatum. Et rum hoc diiisset.ob-
Cristo, por la misma envidia de que hacia muchos dormivit in Domino. Saulus autem eral consentiens neci ejus.
milagros y con la misma acusación de afirmar que (7) expresa la versión siria : (S.)
Cristo había de asolar la ciudad y borrar las tradicio- (8) Quis enim cognovit sensum Domini ? Ant quis consiliarios
ojus luir.'
(9) violo (S.)
(10) Saulus autem adhnc spirans mtnaruu, et caedis in discípu
H) Qiid facimos, qaia hic homo multa signa fácil' los Domini, accésit ad Principem sacerdotum, et petiit ab co
8) ScrrfieruDl quídam de synagoga. epístolas in Damascum ad synattogas: ut si qoos invenisset liujus
3) E« ¡Bínenles cura omnes, qui sedebant in concilio, viderunt viae viros, ac molieres, vinctos perduceret in Jerusalem.
ntittt tjts limqnaní faciem angelí. (11) los trajese maniatados (A. U. /■'.)
<4 Si hite ¡la se babeot. [12' piedras i »/.)
*¡ Ja ley (S.) (13) en sufrir (S.)
Q-ii.
48 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
piedras, mas tiene de misterio que de ingenio (o). No clavos y los martillos, dende las afrentas de los tnyos
quedaron sin gloria las piedras: permitió DÍ06 que en reinan con majestad, y las heridas son resplande
su inuerle y pasión, como fueron capaces de muestra cientes constelaciones que centellean luces en la hu
de sentimiento, (1) que lo fuesen de envidia. Habían manidad de mi cuerpo? Debes á mi gracia el haberte
los judíos intentado dar muerte á Cristo con piedras reservado de ser artífice de mi pasión, que para re
dos veces; y (2) despareciéndose, burló sus intentos. ducirte he hecho la veas resumida en mi primero tes
Pues viendo las piedras la adoración y gloria á que tigo, (6) eso es, protomártir. Oírtele rogarme por ti
ascendía la cruz, por ser instrumento de la muerte de entre los que le apedrearon , y derribóte para que veas
Cristo, se rompieron de envidia deque hubiese pre que en tu favor le he oído. ¿Porqué, pues, obstina
ferido á ellas el madero. Deste sentimiento las desqui do á tantos llamamientos y desconocido á Untos be
ta en alguna manera Cristo, haciéndolas instrumento neficios, y á favor tan preferido como llamarte á mi
no solo del primero que murió por él , sino del que fué servicio desde la gloria de los cielos y lado derecho
epítome de su pasión ; con que ascendieron á la digni de mí Padre, me persigues? — Parece que Pablo cayó
dad sagrada de reliquias. ¿Cómo pues , pidiendo Es juntamente en el suelo y en lo que le dijo Cristo,
teban á Cristo que perdonase á los que le daban muer pues temblando y absorto respondió: «Señor, ¿qué
te, espirando, no había de ser oído su ruego? quieres que yo haga?» Temblar es reconocer culpa;
Oigamos el suceso, déla historia canónica: (3) «Y llamar señor al que le derriba y le ciega es rendir
como fuese Pablo caminando para acercarse á Damas se con reverencia á la justificación del castigo. Gran
co, de repente , anegado en resplandor de luz que de enseñanza nos dejó Pablo para lo que debemos ha
descendió del cíelo, cayó en tierra ; y oyó una voz que cer cuando el Señor nos advierte con trabajos. No
le decía : Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» aguardó á levantarse ni á cobrar la vista , cnao lo
Muchos edilicios de Dios empiezan siendo derriba empezó á enseñar y ser maestro: señor llama al que
dos, y tienen por fundamento la 'ruina. El mundo le le precipita y le anochece el ver; no le pide que le
vanta para derribar , Dios para levantar derriba. Solo vuelva el uso de sus ojos, ni que le levante de la tierra
Pablo tropezó en abundancia de luz; y ciego, fué inun y le quite el temor; solo pide le diga qué ha de hacer
dado de claridad; promesa esclarecida de quedar con conforme á su voluntad. Esto fué olvidar la suya por
caudal para discurrir por el mundo, dia y espléndido la de Dios : nunca se vio la retórica divina abreviada
sustituto del sol para alumbrar las gentes. Oyó una en menos palabras. Solo Pablo oró en tina cláusula ;
voz que le nombró dos veces : esta repetición cuando advirtiéndonos que cuando Dios con trabajos nos re
le atrepella suena caricia. «Saulo, Saulo, ¿por qué cuerda, es por lo que hacemos por nuestra voluntad,
me persigues? (*) El respondió: ¿Quién eres, Se y que el remedio es pedirle nos enseñe lo que hemos
ñor? Ydíjole: Yo soy Jesús, á quien tú persigues ; en de hacer por la suya. Lo que alcanzó con esto fué que
vano te resistes A mis llamamientos. El, temblando y le dijo el Señor: «Levántate y entra en la ciudad , y
absorto, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga ?» Re allí te será dicho lo que conviene que tú hagas. Los
paro en que le pregunta Cristo por qué le persigue, varones que estaban con él y caminaban en su com
sabiendo que por ser el mismo Jesús ( que es y se pañía quedaron admirados oyendo la voz, sin ver al
nombra), y porque como fariseo no cree que es el un que la pronunció ni á otro alguno.»
gido ni el Mesías, que se llama Cristo. No es esta la Manda al caído y atónito que se levante, pudíendo
causa: legal y misteriosa fue la pregunta ; fué jun mandar á los que le asistían que le ayudasen á levan
tamente pregunta y cargo. Dios, que lo sabe todo, no tar. Cególe , y ordénale entre en la ciudad al que no ve
pregunta por saber lo que pregunta, sino porque lo el camino. «Pablo se levantó de la tierra luego, y
sepa el hombre : así en Adán y Cain. Descifraré un abiertos los ojos, no (7) vía. »
proceso en la pregunta. Rubia Pablo oído que Cristo Desta suette y con esta prontitud y á ojos ciegoi,
al (o) tercer día había resucitado ; acababa de oír á como dicen, ha de obedecerse la voz de Dios, sin re
Eslébiin que le vía en la gloria al lado de su Padre ; parar en el impedimento corporal ni á loque falta al
ydícele: Saulo, ¿porqué me persignes, donde ya no hombreen si mismo, esperándolo todo del mandato de
puedes poner las manos en mí, dunUcno alcanzan los Dios. «Adestrándole con la mano los compañeros le
entraron en Damasco, donde estuvo tres dias ciego,
(a) Muy ¿el pisto de Qcevbiio desde sos mas loisnos días, co sin comer ni beber.» Llevan á Damasco temblando
mo parece de un madrigal suyo que en 16¿1 puso el maestro Ji y preso de la ceguera, por salud, de la mauo al que
ménez Patón en «u libro de Elocuencia española. Léese allí: iba atraer de Damasco temblando y maniatados á los
«Y él, pues que las aguarda de rodillas, cristianos, que le han de dar vista , á Jerusalen pan
Es piedra en el sufrillas. darlos muerte.- Sin duda ponderó las circunstancias
Las muchas que le tiran tautos hambres.
De piedra tienen la dureza y nombres; deste suceso tan diferente de su intención Pablo,
Y Dios, si firme piedra y esto mira. pues en lugar de asistir (8) sus ojos con médicos, eli
Por piedra , piedra á piedra , piedra tira.* gió la penitencia por colirio, y ayunó traspaso de tres
(1) lo fuesen (S.) dias. «Estaba en Damasco cierto discípulo llamado
(t) desapareciéndose lli.) Ananlas, y díjole el Señor en visión : Ananias (9). Res
(3) Et cuín iter faceret, contigit, nt appropinquarct Damasco : pondió él : Señor , vesme aquí. Volvió á decirle el Se-
ct súbito tircumfulsil eum luz de coelo. Et cadens iu terram, au.
dWit vocem dicentem sibl : Saule, Saule, quid me persequeris ♦
(i) Qui dizit: ¿Quis es, Domine? Etillc: Ego sum Jesús, quem ((!'. que eso es [S.)
tu persequeris : durum est tibí contra stimulum calcitrare. Et 17) íeia. (F. S.)
tremens, ac stnpens, üizit: Domine, quid me vis faceré T (8) i sus ojos (S.)
• 15) terceto 15.)
(9) j respondió (W,)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 19
wr.\iTÍTitate y vé al barrio que se llama Recto, y ellas dio muerte: solo Dios sabe hacer de los vonenos
ksca en la casa de Juda á Sanio tarsense; que ahora remedio..
eslan-lo en oración vio al varón llamado Anadias, que Veamos qué premio señala á Pablo porque ha de
entrabad él j le tocaba con las manos para que reci ser vaso de elección y llevar triunfante su nombre por
biese la Vista.» Quita Cristo la vista á Pablo, mánda todas las gentes, y hacer que se humillen á él las ma
le qae se levante el que le derriba; y pudiendo resti jestades de los reyes y que le alaben los hijos do
tuirle los ojos, le remite al tacto de Ananias su siervo. Israel. Las palabras de Cristo mas suenan amenaza de
Hace primero que Pablo oran. lo vea en visión que severo castigo que de galardón: «Yo le enseñaré á
Ananias le sana ; después dicele á Ananias la visión de él cuánto conviene que padezca por mi nombre. «
Pablo, y que vaya y le dé vista. Este , que parece ro ¿Quién nodirá que justiciero quiere Dios desquitar
deo, es dotrina y compendio de multiplicadas mise se con los trabajos que destina á Pablo, de lo que hizo
ricordias. ¿Qué otra cosa podía suceder á Pablo , que en la muerte del Protoinártir en que fue cómplice, y
en el castigo de Dios se da al ayuno y se entrega á de la saña que mostró contra su Iglesia? Es tan dife
la oración : eu que se conoce que quien le cegó los ojos rente el lenguaje de Dios del nuestro, que donde en
del cuerpo , ya que (l) remitió que se los restituyese tendemos casligo, su sabiduría eterna razona premio.
á Ananias, él le abrió y dio vista á losdelalma? Qui ¿Cuál otro mayor que elegir á uno p^ru que pudczra
tase Dios muchos milagros y déjalos á sus siervos que por su nombre ? Si este solo es el camino de merecer,
los obren , para honrarlos y que con ellos le glorifi ¿quién negará que lo es de medrar? Dotrina es suya
quen. Reciba Pablo la salud del que aguardaba de su en el discípulo querido y en su hermano (a). Pídenle
persecución la muerte ; vea juntamente, cuando vea, en su reino las dos sillas, la precedencia en el descanso
como los discípulos de Jesús cumplen su precepto de de su gloria ; y dales la amargura de su cáliz : al uno
amar los enemigos, en él que era el mayor. Esta do- el cuchillo adelantado á los demás apóstoles, al otro
triua la empezó á oir en Esteban cuando con las úl el veneno en el vaso, el fuego en la tina, el destierro
timas palabras y la postrer sangre le pidió le perdo en Patbmos. Esto fué decirles que el favor que le ha
nase entre los que le apedreaban ; y vela practicada cu bían de pedir y el premio que les habia de dar , eran
Ananias á quien venia i prender, y de cuyo nombre ocasiones de padecer por él. Dice que á Pablo enseña
temblaba, con todos los cristianos de Damasco. Cuan cuánto conviene que padezca por él: dotrina tan re
primorosos artífices son el ayuno y la oración para montada á nuestro sentir, que si Dios no enseña al
(2) librar á Cristo vasos escogidos, lo verificaré en hombrecuánto importa que padezca por él, no solo no
Pablo. la alcanza la fragilidad humana, sino que la huye. Así
«Respondió Ananias : Señor, he oido muchas cosas lo entendió san Pablo, pues en la epístola 2.' á los
ileite hombre , y cuánto mal ha hecho en Jerusalen á de (3) Coriufo , xi , vers. 22, tratando de las cosas con
tus santos; y este tiene potestad de los principes de que otros se ilustran, dice: (4) «Hebreos son, y yo;
los sacerdotes para prtnder ¡i todos los que invocan son israelitas , y yo lo soy ; son descendientes de Abra-
tu nombre. Respondióle el Señor: Vé, porque este han, y yo también. » En esto se iguala con ellos. Pro-
para mí es vaso de elección para llevar mi nombre signe: (5) «Ministros de Cristo son (hablo como menos
delante de las gentes y de los reyes y hijos de Israel; sabio); yo mas.»
yo le enseñaré á él cuánto conviene que padezca por Aqui se desiguala y prefiere á todos ; veamos con
mí nombre.» qué. Él lo dice consecutivamente (6).
Cuánto se debe huirla opinión de perseguidor de la «En muchos trabajos, en muchas mas prisiones, en
virtud, se conoce en que, diciendo á Ananias Cristo azotes innumerables, en muertes continuas y frecuen
qne Pablo estulta en oración y que le había revelad* tes. Cinco veces me dieron los judíos cuarenta azo
que él le sanaría, y raandádole que fuese y le resti tes , uno menos que me excusó el privilegio de ciu
tuyese la vista , replica diciendo que ha oido los males dadano de Roma. Tres veces fui azotado con varas,
que Pablo ha Jiecho persiguiendo sus santos en Jeru- mía apedreado, tres coni borrascas deshechas y nau
saten, y que viene con la comisión de perseguirá to fragué. Un día y una noche estuve sumergido en lo
dos los que invocan su nombre. Obliga el justo temor profundo del mar, padecí muchas veces en los cami
de Ananias á Dios á que le afiance con decir que Pa nos, en los ríos, peligros de ladrones, de los de mi na-
blo, que era arma ofensiva contra él ( eso es vaso en
la Sagrada Escritura) , habia de" ser arma de su elec •
i a) Jacob" y Juan.
ción para defensa de su ley ; y que llevaría su nom (3i Corinüu , .A. M. F.)
bre, que habia perseguido , á todas las gentes, predi- (i) Hebra; i sont, ei ego : Israclilac sunt, el ego : Semen Abra-
i ándole á los reyes y hijos de Israel. Porque en hacerle naoISisunt, et eso.
Minisin Cbristi sunt iuI minas sapiens dicol : plus ego.
vaso de elección le llamó arma electa , le pintan siem (6 In Uboribus |>luriinis, in carceribus abnndantins, in plagis
pre con ía espada desnuda; mas no por eso le muda siipra modum, in monibus frequenter. A Juilacis quidquíis, qua-
el oficio que tenia de correo , llevando cartas para la draginas, una minas, aceepi. l'cr virgis cacsu» sum. semel lapi-
datus sum , ter naufragiun feci ; nocte, et die in profundo maris
desolación de sus creyentes : pues si con las cartas Tul. In itincribus saepé periculis fluminnm, periculis Utronum,
escandalizaba, escribiendo cartas hade enseñar; y si periculis ex genere, periculis cxgenlibus, periculis in chilate,
con ellas persiguió, con ellas defiende. Padezca con lo periculis in solítudine, periculis in man. periculis in falsis fra-
que hacia padecer ; dé vida con las epístolas quien ron intribus. In labore, et aerumua, in vigiliis mullís, in fame, et siti,
jejuniis mullís, in frígorc, et nuditate: praeter illa , quae ex
trínsecas sunt, instantia mea quolidiana solicitud» oinnium
Ecclesiarum. ¿Quis Inllrmatur, el ego non inilnnort Quis sran-
f i le remitió' i qne se los restituí»»* AnaiJas . iS.) dalizatur, et ego non uror? Si gloriari oportet, quae iullrmilatia
í?; labrar i«.) rocae sunt, gloriabor,
20 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cion, (i) de las gentes. Tuve riesgos en las ciudades nombre.» Bautizóse Pablo, pasando de nn extrehio á
y en la soledad, en el mar y en los falsos hermanos. otro, del fuego al agua, de perseguidora defensa, de
Viví en trabajo y afrenta, en desvelo porfiado, en fariseo á apóstol; y después que renovó la alma con el
hambre y sed, en muchos íiyunos, en frío y desnudez; bautismo, comiendo satisfizo el largo ayuno.
y fuera de todo esto, con el cuidado ansioso 'que me Extrañará quien detuviere la atención en la letra,
insta de todas las iglesias. ¿Quién padece enfermedad, que Ananías diga á Pablo, cuando está ciego y él le da
qne yo no la padezca'? Quién es de todos escandali la vista, que vio al Justo y que predicará loque vio
zado, que yo no me abrase? Si ello es lícito gloriarse, y oyó. Nunca tuvo Pablo mas vista que cuando la per
yo tendré p<ir glorías mis calamidades.» dió, viendo erasu señor al que perseguía por enemigo,
Según sus palabras, por haber padecido lodo este in y que debía obedecer al que contradecía en los que le
mensurable cúmulo de afrentas, miserias, peligros, eran obedientes. Todo esto vio en-cayendo y cegando,
calamidades, naufragios y prisiones, excede en ser mi cuando dijo : «Señor, ¿qué quieres qne yo haga?» Son
nistro del Hijo de Dios á todos los demás. Y él declara los aforismos de la medicina de Dios en todo diferen
que son beneficios, con las últimas palabras; pues dice tes á ,(2) la humana. Los hombres para cegar á otro le
que si se ha de gloriar, hade ser por ellas, y que cuando echan tierra y lodo en los ojos; Cristo con lodo en los
dijo Cristo : Yo lo haré ¡l él que sepa cuánto conviene ojos da vista al ciego. Yace el paralitico en la cama con
que padezca por mi nombre, no fué decir á Ananías: mas señales de muerto que de vivo; dícele Cristo:
Yo le castigaré ese rencor y enojo con que dices ha per «Échate á cuestas lucarna y vete.» ¡Extraña cosa! Al
seguido y persigue ¡i mis santos ; — sinoí Premiaréle el que está en el lecho porque, no puede estar por sí en
ser vaso de elección y llevar á todas partes mi nom pié, le manda que acueste sobre sus hombros su cama,
bre, con hacer que lo mas qne padecerá por mí le exal y que sea cama de su lecho y que camine : médico
te á ser mas ministro mió que los demás, y que en eso divino, pues haciendo del descanso humano carga, al
no se le iguale alguno, cuando él iguale enlódenlas que reposa en él le da salud y aliento para caminar.
á todos. Segundo ejemplo desta cura milagrosa fué Pablo. Está
Veis aquí nn Job, tantas veces multiplicado en Pa derribado y ciego , y dicele que se levante ; y que car
blo cuantos pasos dio rodeando la tierra, cuantas le gando sobre sí su nombre, le lleve á todas las gentes.
guas anduvo navegando los mares; á quien contrastan Cuanta mayor carga dio á Pablo en su nombre que al
todos los elementos, todas las ciudades y pueblos, no paralítico en su cama, es inmensurable exceso : yo os
solo tres amigos, sino todas las gentes ; combatido y lo probaré. Pesa tanto el nombre de Jesús , que todos,
robado de los suyos propios, de falsos hermanos, del en el cielo, en la tierra y en el infierno (3) arrodillan
poblado y de la soledad. Pondérese cuánto mas hor con él (4).
rible estancia es para una vida estar en el profundo Veamos cómo recibe Pablo esta inmensa carga. Lue
del mar un dia y una noche , que en el muladar. Si go que cobró lá vista y recibió el bautismo , después
os acordáis de que Satanás perseguía á Job, no os olvi de haber conversado algunos días con los discípulos
déis que á Pablóle era tan doméstico verdugo, que que estaban en Damasco (5), «perpetuamente en las
hiriéndole continuamente (loque él exprime con la sinagogas predicaba á Jesús, diciendo: Este es el hijo
palabra colafizar), le obligó á pedir al Señor le librase do Dios. Admirábanse todos los que le oian, diciendo:
de tan fiero y cotidiano verdugo avecindado en su ¿No es este el que en Jerusalen perseguía á los que in
carne; y que este alivio se le negó Cristo, habiendo vocaban este nombre, y vino aquí para llevarlos aherro
para contra Job atádole la mano y límítádole el poder. jados á lospríncipes de los sacerdotes?»
Acordaos que á Job con tan valerosa paciencia le saca 0 Mirad si en osla notado los judíos empieza con la
ban las persecucignes quejas y lamentos; y ved que persecución á mostrarse sobro Pablo el peso del nom
Pablo las celebra y las blasona , poniendo en ellas bre do Jesús. El no solo se vence del, antes cobra de
todo el precio de sus ventajas y todo el premio de sus la misma carga mas aliento y fuerza ; dícelo el texto sa
servicios, haciendo pompa de las afrentas. grado: (6) «Empero Pablo mas convalecía confun
Ananías, que halda al mandato de Cristo detenido la diendo á los judíos con afirmar que Jesús era Cristo, el
obediencia en el temor que tenia del nombre de Pablo, Mesías, el ungido y prometido en los profetas.» Es dig
luego que oyó decir al Señor que había de padecer por na de reparo la palabra (convalescebat) convalecía, que
su nombre, asegurado en que había de padecer traba la versión sira dice (roborabatur) se esforzaba. El pe
jos por él, fué; y hallándole, acaricióle con nombre de so, como iba agravándose, le multiplicábala fuerza;
hermano, tocóle, y cayéndosele de los ojos á manera de y convalecía de la dolencia con el aumento della. Lue
escamas el humor que le coció en cataratas la fuerza go que oyeron que afirmaba ser Jesús el Mesías, que
de aquel rayo (domesticado para solo cegarle con ex es Cristo, «después de muchos diaslos judíos hicie
ceso de luz, cortesía con que el sol anega las estrellas), ron concilio contra él pata darle muerte : » de que se
quedó con la vista recobrada. Y como se lee en el ca colige que los judíos se indignaron mas de que dijese
pítulo 22, vers. 14 de los Actos, le dijo Ananías: «Dios
de nuestros padres te preordinó para que conocieses (2) los de la humana. (S.) .
su voluntad y vieses al Justo, y oyeses la voz de su (.">} se arrodillan (írf.)
boca; porque serás testigo suyo á todas las gentes de (i) In nomine Jcsu ouincgcnu flectatur coclcstlum.terrestrium,
lo que viste y has oído. ¿Qué, pues, aguardas? Le ct infernorum.
(5) continuó in synagogls praedicabat Jesum , quoniam lúe est
vántate y bautízate y lava tus pecados, invocando su Filius Dci.
(G) Saulus antcm multó raagis convalescebat, et confuinieb.it
Judaeos, qui habitaban! Damasci, afUnnans quoniam hic est
(1) i de las gentes. (S.) Cbrlstus.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 2)
qa&lesttserael Mesías prometido , que hijo de Dios ; procurando apartar al procónsul de la verdadera fe.
pues cuando predicó esto , solo repararon en la nove Mas Saulo, que desde esta acción so diju Pablo, lleno
dad de exaltar el nombre que habia perseguido ; mas de Espíritu Santo, poniendo los ojos en Elymas y en
en oyéndole que Jesús era Cristo, que es el ungido, su perversa intención, con voz encendida en celo di
luego se juntan á condenarle á muerte. Siempre fué vino le dijo : ¡ Oh , lleno de todo engaño, habitado do
el tema de su obstinación negar el prometido, como toda mentira, hijo del demonio, enemigo de toda jus
los profetas le predijeron, humilde y pobre y escarne ticia, que no te cansas de torcer y dificultar los cami
cido y desfigurado en la cruz ; y aguardarle confor nos rectos del Señor ! Mira sobre ti la mano poderosa
me á la interpretación de su dureza. Este para su am „ de Dios: cegarás, y no podrás ver el sol en todo el tiem
bición era punto político ; y por eso podia mas con po que fuere su voluntad. Al mismo instante se le ane
ellos que el afirmar era hijo de Dios, loque llama garon los ojos en noche y tinieblas, y buscaba quién
ron blasfemia, y lo tomaban por pretexto para solo leadestraso. Viendo el procónsul el milagroso castigo,
asegurar la materia de estado que seguía su codicia, creyó, admirando la dotrina del Señor: arte de Dios
en esperar Jerusalen de oro y rey y (t) Mesia tem es cegar á uno para dar vista á otro. Reparo en que san
poralmente glorioso. Por eso , aun crucificado Jesús, Pablo parece que estudió en sí este género de castigo.
/uvieron tan porfiados celos del rótulo que le sobres- El iba precipitado á (2) subvertir los caminos rectos
cribia en las afrentas rey; y siguiendo esta interesada de Dios, cuando cayó ; cególe el Señor : y ahora viendo
pertinacia, en oyendo á Pablo que es Cristo, juntan que Elymas osaba intentar lo mismo, le ciega ; y es pe
concilio y le condenan á muerte. Mirad si con la na providente no vea sus caminos quien procura quo
muerte decretada va creciendo sobre Pablo el peso del otros no vean ni oigan los de Dios.
nombre de Jesús ; mas él, en lugar de arrodillar, car Ve el mago la mano del Señor sobre sí , y pierde los
gado con él , persevera en llevarle á que á él se arro- ojos y búscalos en la mano de otro hombre. Esta es
dijlen todos. «Supo Pablo las asechanzas que le ponian señal de ceguedad interior, pues solo acudiendo por
los judíos; que guardaban las puertas déla ciudad de apelación interpuesta del arrepentimiento á la misma
dia y de noche, para quitarle la vida. Recogiéronle los mano quo le quitó la vista, pudo cobrarla.
discípulos de noche, y en una espuerta le descolgaron Reconozco misterio en que en este cap. 13 dolos Ac
por la muralla.» Fuese á Jerusalen, donde procuraba tos manda el Espíritu Santo que le aparten á Pablo para
juntarse con los discípulos; y todos (informados de la la obra á que le tiene destinado, y en él empieza á
fama que tenia de perseguidor de Cristo) le temían, obrar con majestad apostólica (3) la conversión de un
no creyendo se habia convertido, basta que Bernabé le procónsul y un milagro en el falso profeta, y muda el
llevó consigo á los apóstoles, refiriéndoles de la mane nombre; siendo así que en el capítulo antecedente, al
ra que e\ Señor se le apareció en el camino , su caida, principio, se refiere que Heródes degolló á Jacobo, her
y lo que \e dijo y mandó, y cómo después animosa mano de Juan. El Espíritu Santo, que fué enviado por
mente habia predicado el nombre de Jesús en Damas el Hijo para asistir y gobernar la Iglesia, viendo que
co. Con esto le admitieron los apóstoles en su compa la garganta de Jacobo, sedienta de beber el cáliz que
ñía , y en Jerusalen entraba y salia con ellos, obrando Cristo le habia dicho bebería, le bebió en los lilos del
en santa confianza maravillas en el nombre del Señor. cuchillo dándole que bebiese su sangre, y que era
Predicaba á las gentes, disputaba con los griegos; unas la primacía de los doce su vida,— quiso suplida con
y otros trataban de darle muerte; mas entendiéndolo Pablo , y que el vaso de elección sustituya los años
sus hermanos en el ministerio de la fe , lleváronle á que abrevió el cáliz pretendido.
Cesárea y encamináronle á Tarso. En todas partes Muere Jacobo, luego y el primero, porque muerto
por el nombre de Jesús busca la muerte, y los homi conviene que navegue, que so enlace-el arnés, que
cidas le buscan. > empuñe la espada, que sin apearse de una tempestad
Mirad si puede ser mayor el peso del nombre de Je » de nieve, en el caballo blanco, discurra de unas en
sús que lleva sobre sus hombros. Estaban en la iglesia otras batallas, centellando luces que le muestren hijo
de Antioquia profetas y doctores, entre los cuales es fulminante del trueno. Haga en las multitudes de in
taba Bernabé y Simón , llamado Níger , Lúeas cire- fieles, que no podían contarse en su España, estragos
nense y Manahen , que era pupilo de Heródes tetrar- que siempre se cuenten. Solo para España nunca pa
ca, y Pablo. Aquí fué donde el Espíritu Santo mandó rece que murió Jacobo, pues en ella y por ella pelea
que le apartasen á Pablo y á Bernabé , para emplear difunto. Faltó para la predicación de los judíos y de
los en la obra para que les elegia. Ellos, enviados por las gentes ;y el Espíritu Santo continúa su vida para
el Espíritu Santo, fueron á Seleucia, y desde allí na la dotrina, eon la de san Pablo: y así, luego que falta
vegaron áCipro; y como entrasen en Salamina, pre aquella garganta, despacha sonora por el mundo esta
dicaban en las sinagogas de los judíos la palabra de trompeta del Evangelio. Enmudece el hijo del trueno,
Dios. Caminaron por toda la isla basta Pafo, y halla y empieza á tronar el hijo del rayo , que le engendró
ron un hombre judio, siendo profeta falso con gran en verdadera luz cegándole. ¿Quién no conoce cuan
nombre. apretado parentesco tienen el hijo del trueno y el del
Estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón pruden rayo?
te. Deseaba traer á sí á Pablo y Bernabé, por oir la (4) Castigado el mago Elymas , á quien la versión
palabra de Dios ; empero contradecíalo con todas
/ fuerzas Eljuias, aquel mago (eso significa su nombre),
(2) subverter {A. tí.)
(3) conversión {A. U. f\)
(ij Utitu {S.) (ij Castigando el mago (Ai. F.)—Castigando al mago (S.J
25 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
si ni llama Bar-Schonmo (a), y convertido el procón- Siempre la hipocresía farandulera fué solariega en
.-iil Sergio Paulo, Pablo y los que con él estaban na los judíos. Buscan la honestidad- para (2) desvergüen
vegaron de Pafo á Pcrgen de Panfilia , y sin dete zas, la religión para impiedades, los generosos para vi
nerse pasaron ú Anlioquía de Pisidia; y entrando el lezas, (3) autorizan la maldad con el pretexto venera
sábado en la sinagoga, sentáronse, y después de la ble; y si bien san Pablo había hecho mucho fruto en
lección de la ley y los profetas, los príncipes de la si aquellas gentes, sintió tanto el dejará los judíos en U
nagoga los enviaron á decir, si tenian algo de exlior- esclavitud de su pecado y en la pertinacia de su error,
tacion y enseñanza para el pueblo, que lo dijesen. que sacudiendo él y Bernabé el polvo de los pies con
Luego se levantó Pablo, y *andamlo con la mano el tra ellos, se fueron á la ciudad de Iconia.
silencio á todos, les dijo: «Varones de Israel que te Esta ceremonia de sacudir el polvo de los pies mandó
méis á Dios, oíd.» Cristo á sus discípulos que hiciesen donde no recibiesen
Hase de predicar la palabra de Dios con imperio , no su dotrina. No quiere' que los pasos que les llevaron
servilmente, sino con prontitud y confianza en su la salud lleven polvo de tierra que no la recibe; y
inefable verdad. En oyendo Pablo las palabras de los pues los impíos (como dice el psalmo i) son como el
principes de la sinagoga se levantó, y extendiendo polvo que el viento arrebata de la superficie de la tier
el brazo, previno con la mano atención en el audito ra, no es bien que sirva de calzado á los pies apostóli
rio, para que precediese el decoro de las acciones ala cos la similitud suya. Los impíos, aun en semejanza j
majestad de la dotrina. Dispone los ánimos con halago emblema, son mala compañía y-polvoque los retrata;
elocuente, llamándolos varones de Israel y temero mejor es para sacudido que llevado. Tierra de donde
sos de Dios; que el magisterio apostólico no desdeña los agricultores de Dios no sacan otra cosa sino polvo,
la cortesía. Después, valiéndose déla ocasión de haber vuélvaseles en nube á los ojos y entierre su ceguera.
llegado cuando leían la ley y los profetas, con los En Icón entraron en la sínanoga, y convirtieron gran
profetas y la ley los enseña que aquella y las profe de multitud de judios y griegos; los judíos, obsti
cías se cumplieron por los mismos judíos, crucifican nados, rebelaron las gentes contra Pablo y Bernabé.
do á#Ci isto Jesús. Fué tan docta y erudita y tan hermo No pudo el riesgo hacer que levantasen la mano de la
samente elegante su oración, que en acabándola, toda cosecha, fecundándola con milagros y prodigios, que
la sinagoga, hecha aplauso de sus palabras, le pidió dividieron la ciudad, asistiendo parte á los judios y
quisiese repetirla el sábado siguiente al pueblo. Vióse parte á los apóstoles. Finalmente, desenfrenada la ra
la fuerza de la verdad y del espíritu de Pablo, pues bia y desbocado el ímpetu, determinaron los judíos y
les agradó oír que Jesús á quien habían dado muerte los gentiles con sus principes, disfamarlos con injurias
afrentosa, era el prometido, y que había resucitado y apedrearlos. Entendiéndolo, por guardar en sus vi
y era solo en quien se cumplió lo que David dijo, que das la salud de la verdad, se fueron á la ciudad de Ly-
no consentiría Dios que á su santo tocase la corrupción caonia, (6) Lystra y Derben, y evangelizaron toda la
que difunto tocó al mismo David. Mas al otro sábado región en contorno.
se vio la obstinación de sus ánimos, por quienes cono ¡Mirad cuan grande carga dio á Pablo Jesús, en que
ciéndola David, dijo: (1) «Si hoy oyéredes su voz, llevase por el mundo su nombre! La misma codició
no endurezcáis vuestros corazones ;» precepto que no san Ignacio para su sagrada orden con el nombre de
obedecieron en esta ocasión , pues este sábado oye Jesús, que han llevado á todos los reinos de los dos
ron su voz, y el siguiente mostraron el pedernal de sus mundos, en todas partes sitiados de persecuciones des
entrañas. Estaba junta innumerable multitud de las de su principio, con las cuales lian edificado en el pro
gentes para volverá oirá Pablo. Los judíos empezaron vecho universal su mérito. Si miramos sus mártires,
á tumultuar, diciendo que Pablo y los suyos blasfema son infinitos á los que el peso del nombre de Jesns ha
ban, con palabras tan sediciosas, que le obligaron á de derribado las cabezas, hundido los hombros, quebran
cirles : « ¿Vosotros, que os habíades do gloriar en esta» tado el cuerpo y roto los brazos, siendo la sangre ver
verdad que se ejecutó por vuestrasmanos en Jesús, des tida de los muertos, manantial de vivos para morir por
cendiente de David, la contradecis ; y el bien de creer él. Peregrinan, navegan, predican, enseñan, escriben;
la le echáis con desprecio á las gentes ? Será castigo padecen en el mar, en la tierra, en los desiertos y po
vuestro que ellas la reciban, y llevándosela nosotros, blados; peligran en los propios y en los extraños, y no
obedecemos el mandado con que Cristo Jesús nos en menos (4) «en el mar y en los falsos hermanos». Pare
vía á llevarles la salud eterna.» Alegráronse los gen ce que san Ignacio pronunció á sos hijos las mismas pa
tiles con estas nuevas en favor de sus almas , y seguían labras, cuando los edificaba, que Cristo á san Pablo
á Pablo como dolientes á su remedio único. Viendo cuando le derribó para edificarle : a Yo les enseñaré
los judíosde parle del Apóstol la mayor parte de la gen cuánto conviene que padezcan por el nombre deJesus ;»
te, desesperados de la razón y autoridad (imitando el loque les enseñó padeciendo tan eslabonadas perse
ingenio del demonio, que en Adán se valió de la mu cuciones en todas partes y de todos. Parte es de la
jer para con la culpa apestar el linaje humano), se va vida de san Pablo la imitación de toda su vida.
lieron de mujeres religiosas y honestas (palabras son Había en Lystra un hombre tullido desde su naci
del texto sagrado) y de los principales de la ciudad, y miento; oyó hablar á Pablo, que mirándole y recono
ocasionando motin y persecacíon contra Pablo y Ber ciendo en el fe digna de salud, alzando la voz, le dijo :
nabé, los desterraron de todos los términos de su tierra.
(í) desvergüenz», (S.)
(a) Filiut nominis. # (3) y autorizan (Id.)
(1) Hodie, si vocem ejus audierltij , nollte obdurart corda (Al Lystrla (constantemente se lee en lodos las impresiones.)
vcsira. (4) ln mari, et in falsis fralribus.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 23
«LtrástoVe derecho sobre tus pies.» Levantóse y an teres de oro escriben de misterios encendido'- los espa
duvo, lio le pulió el tullido que le diese salud, empero cios del firmamento. Él suspendió sobre la basa líquida
la fe negocia sin palabras ; estas no faltaron, pues oyer.- del aire el peso de (atierra, y hizo quecuerpo tan grande
do lis* Pablo, ahorró las suyas,. El oye y el Apóstol como grave afirmase el pió seguro en aquella raridad
tí. jloego se levanta. ¡ Qué no alcanzan y obran estos, leve. Derribó el globo superior y impetuoso del agua á
das sentidos si se corresponden en la confianza de la las concavidades profundas, aprisionando las cóleras
fejdeDios y en su poder! Oir la palabra de Dios con de sus borrascas, impacientes de límite, con prisiones
fe, sin voz, tiene elocuencia mas eficaz que muda. La débiles de arena. El crió cuanto pueblo habitan estos
k que es ciega trae á si los ojos de Dios y los de Pablo. elementos, y cuanto tienen y producen. Su magnifica
Creer en Jesucristo y á sus apóstoles, y levantarse de piedad dispuso que las pasadas generaciones pudiesen
b tierra al cielo, todo es uno. hallar la felicidad de sus caminos. Nunca cesó su libe
Luego que vio esta maravilla la multitud de pueblo, ralidad de adeudarnos con testimonios de su clemen
dando gritos en su lengua lacónica, dijeron : «Estos cia, cargándonos de beneficios, cuidando desde la gran
hombres que lian descendido á nosotros, semejantes deza de su trono de repartirnos la lluvia, dando propi
soná los dioses. n A Bernabé llamaban Júpiter y a Pa cios y fértiles los tiempos al sudor de nuestra agricul
blo Mercurio, por ser el conductor y capitán de las pa tura, colmando con fecundas cosechas nuestras troje:,
labras y elocuencia ; y el sacerdote de Júpiter, que es y los corazones de alegrí;i.i> Con estas palabras de san
taba á la entrada de la ciudad, trayendo toros corona Pablo se enfrenó la ejecución del sacrificio, y apenas
dos delante de sus puertas, queria ofrecerles sacrificio se acalló el deseo de hacerle.
con todo el pueblo. Muchos vasallos y ministros hay que no solicitan para
Están lúbrica la idolatría, que nadie pone el pié en si las prerogativas y regalías de sus principes; pocos
ella que no resbale. Dicen estos que son hombres los que, si los tientan con ellas, no las admitan, agrade
que han venido, y luego que son semejantes á los dio ciéndolas á la lisonja. El que (2) se las da a los mal
ses, y consecutivamente que son dioses; y los gradúan presumidos, los granjea con hacerlos delincuentes. El
con sus nombres, y sin poderse reparar, tratan de ado que las recibe se muestra reconocido al que le puede
rarlos con victima. Es el pecado mas ambicioso del ncusar cuando quisiere, mal confiado en no reparé y
hombre; presume que puede hacer dioses que, como no lo supe. Esto que se ve muchas veces, y siempre se
hechuras suyas, le sean agradecidos ; quiere dioses ca castiga, en criados con sus señores, mas veces sucede á
seros, qne le agradezcan el haberlos hecho y que te los miserables hombres con Dios. No son pocas las co
man que los deshaga. No con otro Un endiosaron la ca sas que debiéndose decir y hacer con Dios solo, man
lentura (1) y la fortuna y la guerra y el agua y el fue dan los hombres que se hagan con olios y se les digan.
go. Efetos con Dios ejercitan la condición de criados, Uno de los defectos mas comunes de los hombres es el
qaecumensu pan, tiran sus gajes, sirvenle mal, y siem endiosarse tanto, que proverbialmente se dice por vi
pre se quejan üél. Con la misma villanía que en el tuperio. Este frenesí es del amor propio, primer artí
mondo huye el desconocido del que le hizo, huyen fice de la idolatría. Los desórdenes de este amor propio
estos de Dios. previno el primero precepto, mandando amar a Dios
Las diferentes disposiciones dan ocasión á diferen sobre todas las cosas; y hay quien por si mismo ama una
tes efectos de una misma causa. El sol con el mismo ra cosa sola mas que ó Dios. Llaman semejantes á los dio
yo endurece el lodo blando y ablanda la cera dura. ses á san Pablo y á san Bernabé ; dicen que el uno es
Oye el tullido hablar solamente á san Pablo, y cree y Júpiter y el otro Mercurio : (3) como estos eran demo
tana ; ven los otros obrar esta milagro en él , y idola nios y el compararlos con ellos oprobrio, (tespreciá-
tran; y la gloria que el doliente dio á Diosen su siervo ronle; mas cuando vieron al sacerdote venir á su puerta
para so siervo, se la quieren quitar estos. Enfermedad con victima á ofrecerles sacrificio y aduracion (regalía
que crece con los remedio*, quien la cura la irrita. de solo el Dios verdadero que predicaban), entonces
Congojó tanto á san Pab.o y san Bernabé el ver que se rasgan las túnicas y gritan su mortalidad, y prego-
querían adorarlos, que rasgando sus vestiduras (de- nao la sola nvijesttd soberana, á quien sol» se debe;
monstncion deque usaban losjudíos oyendo blasfemias lición que sieiiuu tan sacrosanta, no se desdeña de ser
como se vio en el mal pontífice, oyendo en su pervers política.
tribunal á Cri-tu), se arrojaron en medio de la multitud Luego qne reprimió Pablo la ceguedad de aquella
clamando : ¿Qué hacéis? gente, que le queria erigir altares, sobrevinieron unos
judíos de Acaya y de Icón , y haciendo el oficio de zi-
OBACIOR. zaña, persuadieron al pueblo á que apedreasen á Pa
■ Nosotros hombres somo», semejantes á los demás blo; (4) apedreáronle con tal furia, que ya por muerto
mortales; voces, que os persuadimos á dejar estos ritos le arrojaron fuera de la ciudad.
injustamente vanos y que os volváis á Dios vivo, que Infinitas veces se ha mostrado con sus aplausos el
de la incapacidad de la nada sacó espléndidos esos vo pueblo semejante a) humo que, siendo producción de
lúmenes del cielo, que extendió como pieles por el la claridad de la llama, hijo obscuro la anochece y afea,
inmenso vacio ; y á pesar de las tinieblas (primeras ha ahoga en sus globos las centellas que levanta, cuando
bitadoras del mundo, que obscuras rebozaron la cara juntamente las deja ver resplandecientes y las apaga
del abismo), con su palabra encendió la luz, que repar en hollín. Es la plebe pólvora encohete, que tocada le-
tió su voluntad en repúblicas de fuego, que con caiac-
(í) las di (S.)
(3) y como (H>
(i) li fortuna, la guerra, el agua (S.) (i) y npertrelronle (M.)
24 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
veniente de cualquier chispa, le sube con bravatas de oración y ayunos los encomendaron al Señor en quien '
rayo, le ostenta en los confines de las nubes estrella, y creían. Y pasando por í'isidia, entraron en Panlilia; y
le hace descender, confesando en ceniza las ridiculas publicando la palabra de Dios en Perge, descendie
bravatas del papel (a). Juntamente se leen y lloran es ron (4) en Alalia, y desde allí navegaron á Antioquia.
tos sucesos en las historias humanas. En llegando congregaron la Iglesia, refiriendo cuantas
No me espanto que los hombres no escarmienten cti maravillas y misericordias había con ellos obrado el Se
estos escándalos; todos se juzgan diferentes y aventa ñor, abriendo á las gentes la puerta de su fe ; y detu
jados en méritos á los justiciados de la liviandad popu viéronse no poco tiempo con los discípulos. Hubo al
lar. No culpan la plebe, sino á los que no teniendo las gunos de Judea que decían á los hermanos que seguían
prendas que de sí presumen, se fiaron della. Mas ¿cuál la ley de Jesucristo : « Sí no os circuncidáis según la ley
espíritu sacrilego no decaerá para su advertencia deste de Moisen, no podéis salvaros.» Contradijeron esto con
devaneo, habiendo visto la entrada de Cristo Jesús, celosa vehemencia Pablo y Bernabé; por lo cual de co
Dios y hombre verdadero; en Jerusalen, con triunfo mún consentimiento decretaron que Pablo y Bernabé y
lleno de majestad y resonando en soberanas aclama varones de los unos y de los otros acudiesen á los após
ciones? El domingo le dieron los ramos, para darle el toles y presbíteros que estaban en Jerusalen , y les pi
viernes el tronco mas desnudo; (i) alhómbranle con diesen la determinación desta controversia. En pro
sus vestiduras las calles, y (2) otro dia echaron suertes secución desta causa se pusieron en camino, y pasando
sobre la suya ; esparcen con las manos á sus pies las por Fenicia y Samaría, refirieron la conversión de las
palmas, y luego ponen en su rostro las palmas de sus gentes, deque recibieron aquellas iglesias grande gozo
manos. Esta mudanza que padeció del pueblo Cristo espiritual. Llegaron á Jerusalen, donde fueron recibi
para cumplir las profecías, padeció Pablo para cum dos de los apóstoles y ancianos, á quienes dieron cuenta
plir con su oficio. Los mismos que le llamaban dios de los progresos que el Evangelio de Jesucristo había
con nombre de Mercurio, y con terquedad porfiaban hecho en las gentes por su predicación.
para adorarle con sacrificio, instantáneamente le ape ¡ Qué atenta está la contradicción de los hebreos á la
drean. verdad del Evangelio ! Luego que oyerou estas palabras
Las capas que él guardó á los que apedrearon á Es algunos judíos de la secta de los fariseos, que se habían
teban, le guardaron estas piedras, y con ellas tantea la reducido, se levantaron diciendo que convenia (5) que
providencia de Dios el desquite de aquella culpa. Si el se circuncidasen los que se convirtiesen de las gentes,
que no admite la adoración usurpada es apedreado, y se les ordenase la observancia de la ley de Moisen. A
quien la admite sin tener prevenida la muerte y (3) la determinar lo que convenia en este caso se juntaron los
ruina, añade á lo delincuente lo necio. apóstoles y los ancianos. Fué grande la conferencia ;
Salieron los discípulos ansiosos de hallar el cuerpo empero, como cabeza y príncipe del apostolado, levan
de Pablo para darle sepultura, y después de haber con tándose Simón Pedro. Dijo :
muchas lágrimas desenvuelto el campo, le vieron vivo.
ORACIÓN DE SAN PEDRO.
Era vaso de elección, y las piedras pudieron abollarle,
y no romperle. Más tuvieron Bernabé y los demás que «Varones que militáis en el Evangelio de Jesucristo,
hacer en resucitar del susto, que Pablo de las heridas. nuestros hermanos en la fe verdadera, vosotros sabéis
El dia siguiente Pablo- y Bernabé se encaminaron á que desde los días antiguos determinó Dios que por mi
Derben ; y después de haber predicado en aquella ciu boca oyesen las gentes la palabra de su Evangelio, y
dad el Evangelio y enseñado á muchos, pasaron á Lys- oyéndola creyesen en su Hijo unigénito; y aquel Señor,
tra y á Iiyn y á Antioquia, confirmando en la fe las cuyos ojos desde la majestad de su trono leen los reti
almas de los discípulos que en ellas habían adquirido ramientos del corazón humano, legalizó esta verdad
á precio de sangre y persecuciones, exhortándolos á que concediéndoles el Espíritu Santo, sin diferenciarlos en
permaneciesen en la ley de Jesucristo, sin dar lugar á esto de nosotros por haberlos purificado las almas con
que las amenazas y los trabajos acobardasen sus espíri la fe, que los hizo semejantes á nosotros y pueblo suyo.
tus; porque, de la manera que con los golpes del mar ¿Por qué pues ahora, con resabios de vuestra dureza
tillo se afirma el clavo, y con el peso que lleva el navio ingrata á sus beneficios, tentáis á la clemencia de Dios,
por lastre se asegura, asi la fe se arraiga en los corazo que os es y ha sido tan favorable , pretendiendo se car
nes: por lo cual conviene que entremos en el reino de gue sobre las cervices de los discípulos el yugo pesado,
Dios por el paso que nos abre en sudor y lágrimas la que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sufrir*
adversidad, liste camino que os enseñamos es el mismo ¿Qué pues procuráis, ó para qué añadis carga molesta
que frecuentan y repiten nuestros pasos, deslizando en que nos venza los hombros, cuando firmemente cree
nuestra sangre, por encaminaros al verdadero descanso mos que por la gracia de Jesucristo nos hemos de sal
cuyo precio es el padecer. Esto aprendimos del mismo var, como se salvaron ellos?»
Señor de la gloria que os prometemos , que de su eter Siguióse á estas palabras el silencio con que oían to
no Padre á su costa nos la compró más cara, por darnos dos á Pablo y á Bernabé, que en testimonio del razona
caudal para poder adquirirla. — Y habiéndoles cons miento de san Pedro, referían los prodigios y maravi
tituido presbíteros en todas las iglesias , en ferviente llas y misericordias que per ellos había Dios obrado con
las gentes. Y después que pusieron fin á su relación,
(0) Ya usó de esla propi» imagen Qi'ívíbo en la Yirlvi militan Jacobo (llamado hermano del Señor), como obispo de Je-
te, hablando de la Soberbia.
(1) alfómbrenle (S.)
(2) al otro dia di.) a (4) i Alalia, (S.) - en Italia, (lí.)
(3) ruina, (M.) (5) se circuncidasen (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 2.)
rata&.&ecto por los apóstoles, respondió con estas llo por mejor camino para entenderlo buscar antes el
» pbta: misterio que tuvo, que la causa. Persuádome que el
Espíritu Santo, que dijo á los discípulos que le apar
ORACIÓN DE SAN JACOBO.
tasen á Pablo y Bernabé, los apartó ahora para sí.
i Tirones fieles y hermanos en la fe, oidme. Oído lia- Preceda advertencia genealógica. Juan, llamado
tís i Simón cómo Dios determinó en el principio sa- Marco, era pariente muy cercano de Bernabé, y dife
w pueblo escogido, para gloria de su nombre , de las rente de san Marcos evangelista, á quien nunca lla
¡sotes postradas con el error de la idolatría. En esto maron Juan. Sigo en esto á Hipólito, l)oroteo,<tferú-
««tienen las voces de los profetas. Así lo escribió nimo y Isidoro, cuya opinión tiene Baronio ; no obs
Amos : Después desto volveré , y edificaré otra vez el tante que afirman lo contrario Ecuinenio , Vítor an-
t3¡>ern'culo^s¡J}avid, el cual fué derribado, y repararé tioqueno, Eutiinio y Orígenes, citado porSixlo senen-
sai ruinas yi^Hificaré de nuevo. Para que ios demás se. Favorece esta parte Clemente romano, cuando
hombres busquen al Señor, y todas las gentes sobre las dice que Marco el que asistió á san Pablo, escribió
cuales se invocare mi nombre , dice Dios que hizo to el Evangelio; empero háceme fuerza que cuando Mar
das las cosas en el cielo y la tierra. Eternamente supo co evangelista estaba en Roma (de donde pasó á Ale
Dios todas estas obras suyas con soberana presciencia, jandría, Egipto y Libia, como consta de Atanasio),
qne suavemente lo dispone todo: por lo cual juzgo que Juan, que se llamaba Marco, asistía en Jerusalen á
no se debe entristecer ni afligir á los que de las gentes Bernabé, su tio, y á Pablo. Era hijo de María, en cu
«n llamados á ser pueblo de Dios. Basta escribirles que ya casa en Jerusalen entró san Pedro cuando el ángel
se abstengan del contagio inmundo de la idolatría, del le sacó de la prisión (I) : «Considerando Pedro en el
adulterio, de la carne sufocada y de la sangre ; atiendan socorro celestial, llegó á la casa de María , madre de
á disponer sus almas para que sean capaces de la gra Juan que se dice Marcos, adonde estaban muchos jun
cia del Evangelio, y descansen del cuidado de la ley de tos y orando.» Lorino tiene que esta casa era la mis
Motsen, pues en todas las ciudades hay sinagogas que ma donde sobre los apóstoles bajó el Espíritu Santo,
le predican y donde se lee los sábados. » declarando con mucha erudición la palabra coenacu-
Agrado á los apóstoles y ancianos, con toda la Iglesia, lum que se lee en el vers. 13 del cap. i. Cuando es
1 esta disposición , y que partiesen á Antioquía varones to no fuese asi, se logra la erudición en la conjetura.
escogidos entre todos, con Pablo y Bernabé y Jgda, lla Lo que no puede dudarse desta casa de María, madre
mado Barsabas, y Sila", ministros entre los demás aven de Juan Marco, es, que en ella se recogían losapós^
tajados. Diéronles cartas, según la proposición de san toles y discípulos á orar, y que san Pedro era en ella
Pedro, con la nota de san Jacobo, con recomendación frecuente y tan conocido, que por la voz, sabiendo quo
de los que las llevaban, y remitiéndose á ellos en loque estaba preso, de noche y a deshora le conoció la cria
habían oído. Despedidos de la iglesia, llegaron á Antio da. Con esta noticia encenderé luces á la obscuridad
quía, jumaron el pueblo, leyeron en público las carias, desta disensión de Bernabé y Pablo, y al desden qi.c
y con ellos recibieron consuelo grande y alegría. Judas Juan llamado Marco padeció, en la causa por qué dijo
y Süa, como fuesen profetas, con elegantes palabras y san Pablo no le quería llevar consigo. Es muy abun
eiliortaciones confirmaron á los creyentes en la verdad dante de doctrina selecta en este suceso el doctísimo
de la fe; y después de haberse detenido algún tiempo, padre Lorino, que declarando el vers. 5 del capítu
fueron remitidos á los apóstoles para que^ffitíficasen lo 13 (a), (2) «tenían á Juan consigo en su ministe
su obediencia y su gozo. Sila determinó quedarse con rio,» dice se debe entender, no en la predicación y
ellos. San Pablo y san Bernabé asistían en Antioquía, enseñanza, sino en asistirlos y, en tanto que Pablo y
con otros muchos, enseñando la palabra de Dios. Des Bernabé predicaban, cuidar de los pobres y otras cosas
pees de algunos días dijo Pablo á Bernabé : «Tiempo es necesarias, y convocar la gente y auditorio. En este
ya de volver á visitar por todas las ciudades á nuestros sentido aprueba el parecer del doctísimo doctor y co
hermanos, i quienes predicamos el Evangelio, para re mendador Benedicto Arias Montano; y declarando el
conocer cómo permanecen en la verdad.» Bernabé que verso 13 del mismo capítulo, que fué^l que le oca
na que fuese con ellos Juan, que se llamaba Marco; Pa sionó el desden de Pablo, causa desta diferencia : (3)
blo noqneria que sej uníase con ellos, por haberse apar «Apartándose dellos Juan, se volvió á Jerusalen,» —
tado dellos desde Paníilía, y no haber proseguido en la se lee consecutivamente por explicación en Lorino: (4)
obra quo llevaban á su cargo. Fué tan severa la contien «No queriendo hacer tan larga peregrinación y expo
da de los dos, que el uno se apartó del otro. Bernabé, nerse á tantos peligros;» palabras de san Crisóslomo
llevando consigo á Marco, navegó á Cipro; Pablo, acom y Ecumenio. Y el mismo doctísimo padre dice: Esta
pañado de Sila, y encomendándole á la gracia del Señor fué la causa de no querer san Pablo llevar consigo á
los discípulos, peregrinó la Siria y laCilicia, fortale Juan , que una vez había (laqueado.
ciendo en la ley de Jesucristo las iglesias. Dejando en la veneración que se debe la explicación
APARTARSE PABLO T BERNABÉ.
(1) cap. 12, vers. 15. Consideransquc venit ad domum Mariae
Esta disensión y apartamiento de dos tan santos matris Joannis, qui cognomiuatus est Marcus , ubi erant multi
apóstoles lia puesto en cuidado el estudio de muchos. congregan, el maníes.
Yo, cuando menos ocasión hallo en el texto para que (a) K. P. Joannis Lorini e societate Jesu , in Actas Apostolo-
dos tan grandes ministros y escogidos por el Espiri rura Cnniracntaria.—Colonia Agripina, 1621.
(2) Habebanl aulem el Joanm-ni in ministerio.
ta Santo, que tanto habían peregrinado y padecido (3) Joanncs autem discedensab eis, reversas esl Jerosolymani.
jolitos por el nombre de Jesucristo, se dividiesen, ha (A) Nolens tot Hiñera conüccre, et subiré película.
26 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
del gran padre, idea de la elocuencia, intentaré de otro. (4) Desta manera los dividió Dios de aquel lu
clarar este lugar en consideración pacífica desta disen gar por toda la tierra, y cesaron en la fábrica de la ciu -
sión, que suena enojo (y asi lo exprime la palabra dad.» Cuan importante es á veces la división de los
griega (I) napoíuujjiií , contienda y concitación casi hombres, se conoce en que Dios, según hemos visto,
enojada), y juntamente aliviar de temor la partida de bajó á hacerla y desatar la unión de sus intentos y la
Juan por haberle defendido san Bernabé, dejando jus bios. Puede haber discordia en los medios, y en la mis
tificado^ ejemplar el rigor severo de san rabio. ma concordia en los fines. Dcste género fué la de san
No «insta del texto que Juan Marco se apartase de Bernabé y san Pablo.
Bernabé y (2) Pablo por excusar caminos ni peligros, Asistió el Espíritu Santo á dividirlos por todas las
ni dice otra cosa sino que volvía á Jerusalen, donde tierras (como Dios á los hijos de Adán para que las po
en la casa de su madre solamente hallaban los após blasen) á estos apóstoles, para llevarlattk Evangelio.
toles refugio y los discípulos amparo, y quien los mi Y como empezaba á fundarse la monarqowde la Iglesia
nistrase y diese comodidad para la oración. Y el mos universal militante, convenia que uno de ellos asistiese
trarse solícito de la seguridad deste solo refugio de los á conservar lo mucho que con la predicación había ad
apóstoles y creyentes, y del amparo de su madre viu quirido , y el otro á adquirir algo de lo mucho que res
da, no era de menos utilidad á la Iglesia en sus pri taba. Y prosiguiendo el estilo del Hijo el Espíritu Santo,
meros principios que acompañar en los caminos i como él los envió dividiéndolos de dos en dos, ahora
Pablo y á Bernabé. Y si bien no se lee este intento, continuando aquel gobierno, los divide, para enviarlos
se colige de que cuando dejándolos se partió Juan para de dos en dos, á Pablo con Sila y á Bernabé con Juan ;
Jerusalen, ni Bernabé su pariente se lo contradijo ni lo cual resultó de la severidad con que Pablo quiso que
san Pablo se lo riñó. ¿Cómo pues cosa tan justa pu se (5) asintiese á las palabras de Cristo cuando dijo :
do ocasionar contienda y apartamiento de dos com «Que por él se habia de dejar, y apartarse de la madre
pañeros tan grandes? Dispúsolo el Espíritu Santo por y del padre, y aborrecer la misma vida.» Acordóse des-
medio de Juan Marco, no por culpa. No toda concor to, como supo que los dejó por irse á Jerusalen donde
dia es buena : Cristo vino á apartar al hijo contra su tenía su madre y su casa. Bernabé con ternura consi
padre. La concordia entre los jadrones y malhechores deró que se habia apartado, y dejado su casa y (0) su.
es perniciosa-, reconciliarse y hacerse amigos los con madre, por asistirlos en la palabra de Dios ; y que si los '
trarios es virtud y precepto, y para condenar á muer habia dejado, había sido por celo de asistir al abrigo de
te al Hijo de Dios se reconciliaron y hicieron amigos los apóstolesy discípulos en Jerusalen : lo que mostraba
Pilátos y Caifas. No toda unión es fuerte : el ejército de habiendo vuelto á buscarlos, en que cumplía con las
Jorges, un que se unieron tan innumerables multitu mismas palabras de Cristo, dejando por él su madre.
des, tuvo en la excesiva unión la debilidad. Por el Pablo consideraba que quien una vez los dejó, los de
contrario, no toda división es flaca: en Gedeon lo en jaría ; Bernabé, que quien los habia vuelto á buscar no
señó Dios, que le mandó dividir dos veces la unidad quería dejarlos. Sirvióse desta diferencia ( en entram
de su ejército , y cuanto mas se apartaba del , mas se bos santa y celosa ) el Espíritu Santo , para que Bernabé
fortalecía. Sabe la discordia y la división ser remedio, llevando consigo á Juan pasase á Cipro, y Pablo con
y tal , que usa Dios del para grandes Cues de su pro Sila á Siria y á Cilicia , peregrinando todas aquellas re
videncia. giones y «infirmando las iglesias en la verdad de la fe,
Era uno mismo el labio de todos los hombres en la que con la predicación del Evangelio habia fundado,
tierra, una misma lengua hablaban todos, y hallándo mandándoles guardar los preceptos de los apóstoles y
se en las campañas de Senaar, determinaron de cocer ancianos. Dividiéronse, como el velo del templo en la
ladrillos y disponer betún para cimientos; y después muerte de Cristo , para que se descubriese lo que esta
de prevenidos estos materiales, dijeron: «Fabriquemos ba á la sombra de la ley vieja. No se dividieron como la
una torre tan alta, que los chapiteles tropiecen en el vestidura de Cristo , por la cual entienden los santos la
cielo ; y en su altura, conversando con las estrellas, unión de su enseñanza y doctrina, pues entrambos se
celebremos nUestro nombre y sea padrón de nuestro apartaban juntos á un mismo fin. Entre los santos al
poder en los confines del sol, antes que nos dividamos guna vez la unión celosa se ha oído con palabras de
por la tierra. » diferencia.
Desatinada es la locura de la soberbia. Puede llegar
DIFERENCIA EN'TRE SAN PEDRO T SAN PABLO.
al cielo el hombre con la oración, no puede con ladri
llos y cal. Suda por lo imposible, y deja lo fácil y útil. No solo se vio esto en san Bernabé con san Pablo, sino
Era necesario que se dividiesen y poblasen (3) ; la tier mas belicosamente en san Pablo con san Pedro; de que
ra y ellos aunados querían introducir cal y ladrillos en resultó grave y larga controversia entre san Jerónimo
el cóncavo de la luna. Dice el texto sagrado que des y san Agustín. Dejaré la de san Basilio Magno y san
cendió Dios á ver la torre y la ciudad que edificaban Juan Crisóstomo, en la cual , por no admitir Clisos to
los hijos de Adán, y dijo : a Este es un pueblo solo, y rno el obispado, como Basilio le admitió, no solo se
todos tienen una habla, y hasta que pongan en ejecu apartó del sino procuró esconderse ; en la cual diferen
ción su obra no la dejarán. Bajemos y confundámos cia hubo de parte de san Basilio tan repetidas quejas,
les las lenguas, y no entienda el uno el lenguaje del como se leen en el Libro del sacerdocio, que escribió
(4) Atqoc ita clivisii eos Dominas ex illo loco io universas ter
(1) Parcxitmt (A. U. F. S.) na, et cessaverum aediucare Ciuialtra.
(i) de Pablo (5.) (ai asistiese {A. Al. F.)
(5) la tierra; y ellos tañidos (F. S.) (6) madre, (S.)
•
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 27
0056*5, siendo así que unos y otros seguían un tan convencido á tan severas palabras) despejasen de
viiiepordiierent.es veredas. Valga por todos los ejem- vergüenza obstinada su presunción, para ceder en la
plosls contienda de san Pablo con san Pedro, por ser circuncisión , aquellos que no daban lugar libre á la
mamá su vida , y de las mayores. Escríbela san Pa- verdad y al deseo (7) del príncipe de los apóstoles. Silo
ifeea el cap. 2 de la epíst. ad Galotas; no se refiere reprehendiera en ellos, se irritarían y (8) acabaran
talos Actas apóstol icos. (I) Dice: « Después de catorce de perderse; mas como lo reprehendió en san Pedro,
jms(2) volví á Jerusalen otra vez, trayendo por com que por el estado de la Iglesia recien nacida lo permi
pañeros á Bernabé y á Tito (3). Subí á Jerusalen esta tía , y le vieron convencido y mudo, hallando con qué
«sunda vez, por haberme sido ordenado en revela autorizar su rendimiento, fácilmente se dejaron enca
ción, y conferí con ellos el Evangelio que predico á las minar. Estaban tan concoides los espíritus de los dos
¡sotes. »* Dice esto porque le predicaba sin nombrar en apóstoles, que me persuado que la revelación que or
ella circuncisión ni otra alguna cargare la ley; no denó á Pablo que viniesen buscar á Pedro, la liabia te
porque viniese ¿ conferirle con los apóstoles, para ver nido Pedro de que venía Pablo, y á qué. Estilo (9) de
«i diferia i el que ellos predicaban; que estodespuesde Dios, que le vimos cuando reveló primero á Pablo
catorce años y más de predicación en todo el mundo, que venia Ananías á darle vista, y luego reveló á Ana-
hubiera sido inadvertencia y dañoso. Ninguna destas nías dónde estaba Pablo, y que fuese á dársela. Había
tosas pudo caber en san Pablo. Lleguemos al suceso : san Pedro, cuando los escribas y fariseos le pregunta
ti) «Cotilo Pedro viniese á Antioquía, le contradije en ron si se podia repudiar la propia mujer (cosa que Moi-
>¡i cara;» y añade: (5) « porque era reprehensible.» (6) sen ordenó), oido áCristo que al principio no fué asi;
"O ti xatssfrtMuitM1 v vuelve la interlineal de Bene empero queMoiscn lo permitió por la dureza de sus co
dicto Arias Montano, guia notandus erat, por ser digno razones ; palabras en que no condenó la permisión y to
Je oota. Advierto que la misma palabra griega se pue lerancia de Moisen, sino la obstinación y entrañas de los
de entender «porque liabia sido reprehendido ó nota judíos: y vióse con ellos en el mismo trance de que
do». Asi lo siente el muy docto y erudito padre Gutier Cristo absolvió 4 Moisen , y no á ellos.
re de Trejo, placenlino, de la orden seráfica, en su libro Había visto comer á Cristo con el publicano, y oido
ayo título es: Paradisus deliliarum Pauli aposto- lo que respondió á los que se lo murmuraban. Luego
ü(a); yes muy á propósito del intento de san Pablo. que Pedro fué i Jerusalen, como se lee en el cap. 11,
Favorece este sentido la versión sira : Quum autem ve- le argüían los que eran de la circuncisión, diciendo:
■■■ ■•■:? Kipho A ntiochiam , in faciem ipsius illum coar- «•¿Forqué te mezclaste con los hombres que no están
fñ, quoniam offendebanlur in eo; «Como viniese Ki- circuncidados, y comes con ellos?» Respondióles Pe
ptto, (quiere decir Kephas) á Antioquía, en su misma dro (10) refiriéndoles la visión que vio en Jope, del lien
cara le argüí , porque muchos se ofendian ó escandali- zo de cuatro cabos, que cayendo desde el cielo llegaba
tabmntt.» Ceñudo semblante tienen estas palabras hasta donde estaba; que en él venían todas las bestias
entre el príncipe del apostolado y el apóstol por exce y fieras y reptiles y aves de la tierra , y que oyó una voz
lencia ; y arin crece el rigor en loque le dijo: «Empero que le dijo: «Pedro, levántate, mata y come (H).» Res
como viese que no caminaban rectamente á la verdad pondió : «Señor, no comeré de ninguna manera, por
del Evangelio, dije ú Kephas delante de todos : Si tú, que en mi boca no ha de entrar cosa común é inmun
siendo judio, vives como gentil y no como judío, ¿por da.» Respondió segunda vez la voz del cielo: «¿No co
. - té fuerzas á las gentes á que judaicen? Nosotros, por merás tú lo que Dios purificó?» Esto se repitió tres
oataralrza judíos y no pecadores de las gentes, sabemos veces, y la aparición se volvió al cielo. Esto pudo res
que el hombre no se justifica por las obras y ceremo ponder Pedro á Pablo, (12) como lo respondió á estos
nias de la ley vieja, sino por la fe de Jesucristo.» por la misma ocasión ; y en cuanto al tolerar la circun
Resta saber la ocasión por qué Dios con revelación cisión, el lugar referido del divorcio. Mas porque con
mandó á san Pablo venir á decir tales palabras á san Pe venia para disponer á la dotrinadel Evangelio que se
dro. El mismo Apóstol lo declara diciendo: «Porque mostrase convencido de la reprehensión de Sun Pablo,
antes que algunos viniesen de Jerusalen (donde estaba enmudeció.
Jacob©, llamado hermano del Señor), comía Pedro con A esta que llaman en san Pedro disimulación, pala
los gentiles; luego que vinieron, se retiraba y escondía, bra que tiene confines achacosos, yo la llamo pruden
temiendo á los que eran de la circuncisión; y los demás cia divinamente política, y tan altamente divina, que
judíos consentían en la disimulación con él, de tal ma llamándola simulación san Jerónimo, dice: (13) «Si
nera , que basta Bernabé era llevado por ellos á la mis mulación útil , y que debe imitarse á su tiempo.» En
ma disimulación.» Probaré que san Pedro fué repre señónos esto el ejemplo de Jehú, rey de Israel , que co
hensible, no por culpa suya, sino para corregir la de mo no pudiese dar muerte á los sacerdotes del Baal sino
otros ; y que fué arte de san Pablo reprehenderle en su fingiéndose querer adorar el ídolo, dijo: «Acab sirvió
cara delante de todos, para que ( á costa de tan santa á Baal en pocos, yo le serviré en muchos; para lo cual
mortificación d« san Pedro en responder con silencio, llamadme luego todos los sacerdotes y ministros de
los liioHir mes, seis del mismo* "Sí ñeca, yoehodc este fiMsofa di vox ínit: Miran cum sicpnssa loqui, ut qui non legitimé Imbuís
rigidas al Apóstol. Hé aquí el titulo del libro: Epístola: D. ¡gnu- sit, Uliter sentiil. Cui ego respondí, soleré déos ore iunocem™
til, Polycarpl, Karlialis , Dionysii, Anlonii maaiú, tetuslissimorwn effarl, auteoruraquipracvaricari doctrina sua non possunt; etdsli
mriplorum. qui aut Apaslolit, aut Aposlolorum discipults usi tunt eiexemplo Valinii bominisrusllculi, cui cunjduo >¡ri appaniisseit
doctoi ilius, quae praelerquam quod nalivum illum Scriplurae apiri- in agro Reatino, qui postee Castor el l'olluí suul uouiiuaü, -.¿¡a
tumief'ru»t,*upputlulanlls quoqut 10 lempore Ecclesiae faciem, al- insiructus videtur. Vale.
que res gestas mira breeilate continent.— Anluerpiae , apud Joan. IV. SEXECAt PALLES i.
tteelsnmt, InScvloButgundiac, auno úvhrislo nato, li. D. XL.
Lie el non ignorcm Caesarem nostrum rernm admirandiruin
<88 fojas en 8*.) (si quando desuní] ama torera esse, permutes lamen le mía lanli,
He aquí la correspondencia que tiene variantes de no poco Dó
sed admoncri. I'uto cuiin to graviter fecisse, qu >d ci in niititiin
menlo con tu ediciones conocidas : perferre voluisli, quod ritui et disciplinae ejus sit conircriM.
'Familiares epistolar btalitsimi l'auli tdSentctm itx, ttStnecte Cum enim ille gentium déos colat, quid libi visum sil, oihocrea
id bcalissimum Paulina ocio. scire velles, uisi nimio amore mei fecisse le boc existimen! Ha
go ergó te, ¡n fuiurum ne id agas. Ovcnduin enim est, dimite
]. SÉNECA MOLO S.
diligis, olfensam dominae facías. Cujus quidem offensairceV
Credo Paule tibí nunciatura, quid sermonis lieri rum Lucillo de erit si perseveraveril, nei|ue si non sit, pmilerit. Si <>t rejiu,
«pocrvphis, et alus rebus babuerimus. Erant quídam disclplina- non indiguabiiur , si muiíer, olfendeiur. Beué vale.
rum luamm comités mecum. Nam in hortos Salusibnos secesse-
ranius, quo in loco, il de qoibus dixi , alio tendentes , occasinne V. SÉNECA PAULO i.
nostri, visis nobis adjuncti sunt. Cerlé. quod praesentiam luam Scio te non tam tui causa commotum literis, quas sí te Jedt
' optaverimus : el boc scias-vellm : libello tuo ledo , id est de plu- de acdillone lilerarum tuarum Caesatl, quam natura reroin, que
rlmis aiiquas literas, quas ad civitatem aliquam , seu provinclae ita mentes hominumab ómnibus ariibus ctmoribus reciis rev»-
capul direxisti, mira cxborla'.ione vilam moralem continentes, cat,ut non hudieadmirer. Quippé utis qui mullís ilucumeptls bM
asque relee» fuimos. Quos sensus non puto ex le dictos, sed per jam nollssimura habeam. Igitur nunc agamus, ut si quid in prae-
te, cerlé aliquando ex te, et per te. Tanta est enim majeslas ea- terito Tactum est, faclle veniam irrogcs. MisUibi librum ie ver-
rum re rum, lantaque generositale clarent, ut vix sufíecturas pu borum copia. Vale Paule charissiine.
tero aetatcs bominum, qulbus instituí perlifique possiut. Bené te
valere ínter cupio. V. SENECAE PALLES S.
I, • SENECAE PATJLCS s.
Quoties tibi scribo, et notnen meum tibi subsecundo, fnn»
et sectae meae et incongruam rem fació. Uebeo enim mtsjepe
Literas tnssnUaris herí accepi, ad quas rescribere statim potul, protessus sum ) ómnibus omnia esse , et id observare lu toa per
si praesentiam juvenis quemadle missurus erara, habulssera. sona, quod lex Romana hooori Seiiatus concets», perleda epí
Seis enim quando, et per quem , et quo lempore , et cui quid stola, ultiraum locum eligere, ne cum aporia ct dedecore copina
dari , commitllque debeal. Rogo ergíi, nc putes te neglectum, dura efficere, quod mei arbilrii fuerit. Vale, xfatta la feckt-) ruiu-
personae qualitalem inspicio; sed quod literas a vobis alicui
bené acceptas scribis, me foellcem arbitrar tanti viri judicio. Ñe VI PAULO SÉNECA S.
que enim boc díceres censor, sophista , magisier tanti principis, Ave mi Paule cbarissime. Si mihi, nominlque meo, o«mii»
eiiam omnium , oísi quia vera diels. Opto te diu bene valere. modis, non dico, fueris juuctus , sed necessario mixtos, aclamen!
II, SÉNECA PALLO S.
de tuo Séneca. Cum sis igiiurverlex.et altissimorumomnmmiuoo-
Uum cacumen, non ergo vis laeter, si ita Ubi sin proxim», si
Quaedam volnmlna ordinavi, et eisdivisionibus suis statnmfe- aller simllís tui judicer, haud ilaque te indignum prima fraK
ci. La qnoque Caesarl legere sum deliberatus, et si modo sors epistolarum nominandum senlias , ne non lain tentare me, qtjw
prospere annuerít, ut novas aureí accommodet , eris forsitan et ludere videaris. Quippé qui sclas te civem esse Koiuanuin. .>í»
lu praesens. Sin alias, reddam tibi diem, ut hoc opusiqvicem in- qui meus, tuus, el qui apud tuos, tuus est locus, velim nt ipw
. ipiciamus, et posslm el non prlus banc edere scripturam, quam meos, meus. Vale mi Paule charissime. (r'a«« la feclu.)
tecum conferam, si modo impune hoc fleri posset, ut scires non
te praeterírem. Vale Paule cbarissime. VH. PALLO SÉNECA S.
(1) Hoc autem ilicobant tentantes cum, ut possent «censare (3) Señalaron el día (S.) *
■cnm. (*l lo (M.>
(2j dicho ni hecho (S.) (5) huyendo de (A-)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 47
aba en Roma al centurión por su cargo, ni era minis ¿Cómo será á proposito para esta real ocupación el
terio Ae la majes tad imperial; antes debe crearse tocó que al áspid que le pica él le envenena, siendo para él
i magistrado inferior, que cuidaba (1) de la guarda de veneno que»le toca, ponzoña? '¿Quién asiste al lado de
los presos, lo que se colige de Ulpiano (2): «El procón príncipe á quien no muerda el adulador, el envidioso, el
sul determina si la persona ha de ser recibida en la cár vengativo, ó el delator, ó todos juntos 1 No es más infa
cel, j) entregada á soldado, ó á sus fiadores, ó á sí mis me población la de las pestes animadas de (4) Libia. Si
mo.» Palabras que individualmente, según el estilo, como el Apóstol, no sacude y arroja con su mano (a) es
determinan este caso. En estos dos años san Pablo con tas serpientes en el mismo fuego que despertó con el
ladolrina, comunicación y ejemplo hizo grandes pro calor su malignidad adormecida, (5) él las da la mano
gresos espirituales en Roma, confirmando á los que en que las tiene, para que puedan atosigar la majestad,
creían y reduciendo á los incrédulos. y las adiestra á su corazón.
Volvamos á la memoria, para lograr alguna atención Cumpliendo con estos fines altísimos de la providen
del entendimiento, las palabras que dijo el Apóstol en cia de Dios, estuvo en Roma Pablo; de donde, cumpli
el mas ultimado riesgo de la borrasca, que fueron estas : dos, salió á largas peregrinaciones por la salud de las
•El ángel de Dios, cuyo soy y á quien sirvo de minis gentes. Y según sienten entre los padres griegos (san
tro, se me apareció esta noche y me dijo : Pablo, no te Afanasio en la Epístola á Draconeio; san Cirilo Jeroso-
mas; conviene que asistas á César, por lo cual Dios te limitano, Catechesi, 17; san Epifanio, inPanario, hae-
da todos los que navegan contigo.» Cuida tanto la divi resi 27 ; san Crisóstomo, homilía 7, de laudibus Pau-
na majestad de la buena, saludable y santa asistencia de li; Teodoreto, en el comentario 2.° de la Epístola á Ti
los reyes, monarcas y (3) emperadores, que porque con moteo, cap. 4.° de los latinos; san Jerónimo, sobre
venia que Pablo asistiese á Nerón, lo dio las vidas de Isaías, cap. 11 ; y sobre Amas, cap. 5."; san Gregorio,
todos los que navegaban con él : precio grande, y que papa, lib. 31 de Los morales, cap. (6)53, al Un; san Isi
mostraba la importancia de tal asistencia. doro, De vita, (6) oí obitu Sanctontm, cap. 17), salió á
Estrenaba Nerón los primeros años de su grandeza, desempeñar las palabras que suenan promesa en su
cuando en la infancia del poderío absoluto mereció á Epístola á los romanos, de venir á España; y conformes,
Séneca su maestro, en los libros De Clemencia, aquellas afirman que vino y predicó en ella. Sienten lo misino
alabanzas tan bien dichas como brevemente mal logra los mas modernos, Espeuceo, Genebrardo (c), y Baro-
das y desmentidas. Persuádome que Séneca, solicitado nio ; el cual, en el año 61, afirma leyó un libio en la li
de algún temor de la variedad ó inconstancia que ante- brería del cardenal Sirleto, escrito por Hipólyto m iitir,
vía en su discípulo, porprevencion le recomendó la vir cuyo título era (d) De los doce apóstoles, en que con ase
tud i que parecía se inclinaba, más para que la conti veración afirma que el Apóstol vino á España. Adon
nuase que porque creyese, seguro do su natural, que vienense, en su Cronicón (edad sexta, año cincuenta y
1» tenia con firmeza; por ser mas bienquisto de la ma nueve de Cristo), dice que Pablo, pasando á España por
jestad el modo de enseñanza y advertencia que aprueba Francia, predico en Mena, y á la partida dejó eh aque
en el principe lo mejor. No porque lo obra, sino para lla ciudad por obispo á CrJscente (e).
que lo obre, lo ejecutó Séneca. El muy docto y muy erudito Andrés de Sousa y de
La divina presciencia, que sabia cuan sangrienta ra Paris, predicador regio y pronotario apostólico, (7)
bia yacía disimulada en el corazón de Nerón, con el prueba lo mismo con grandes esfuerzos de varia (8) lec
temblor de la mano, al firmar una sentencia de muerte, ción. Refiere que en Viena de los Alóbrogues quedó .
quiso (apiadado de tanto mundo como pendia de su al- desde entonces en proverbio este verso :
bedrio) que nc¡ le faltase auxilio para su enmienda ni
Paulas, ¡iraeco crucis,
le quedase excusa á su malicia ; para lo cual ordenó que lint tih primordio lucís-
el vaso de elección y de honor asistiese aWle ira y afren
ta- ¡Qué diferentes personas arrima Dios al emperador Y en el frontispicio de la casa consular se lee una ta-
de la« qoe él trajo y acercó á si ! Dióle por maestro el
mejor hombre de la gentilidad, y por asistente al após
tol escogido desde el cielo : él se acompañó de mimos, (i) Libia, si como (A. Jf. F. S.)
(n) el principe.
gladiatores, faranduleros, bufones y alcahuetes. Enseña (5) y las da (S.)
en este suceso el textS sagtado las partes que, ha de te (6) 42. ( Todos los ejemplares )
ner el ministro que ha de asistir á los monarcas y seño (i) el morle Sanclonm novi testamenll , cap. m.
res soberanos en la tierra, y danos por ejemplo á Pablo. (el In poslcriorem D. Panli Apostoli ad Timothenm «pistola»
Ccmmentarhu, cum Digressionibus xuiii, seu tolidein Locis com-
Ta le vimos en la borrasca ser piloto y consuelo y bo munibus, bona ex parle ad hodiernas ¡n Iteligionc controversias
nanza de las vidas de lodos ; luego no Ira de ser borrasca spectaniibus : inter qu'as peculiaiis esl tractatus de uno Dei atque
de la tranquilidad, ni peligro ni desconsuelo de los que bominum Mediatore Deo homineJcsu Chrlslo.— Colleclorc Croa-
dio Espencaeo, Parisiensi Theulogo. - Parbiií, apud Nkolaum
padecen y corren tormenta. Mordióle la víbora, habita Cbcsucau, l.'ilil ; pag. 177.
da de muerte, y viéronla pendiente de su mano ; y cuan Cilli. Cenelirardi, Theologi Parisiensis Divinarom Haebrsioamm-
do aguardaban que falleciese, no solo quedó preservado que lilerarum Professoris Itcgii, Chronographiac litit qualor. Pa-
risiis, apud Ambrosium Drnuarl, 1600; pig. 2Í6.
del veneno, sino las víboras sin él.
(rfi De los sítenla y dos discípulos.
(í) Sos palabras son : «Quo lempore creditor Paulos ad Hís
panlas pervenisse, et ArelaUeTrophimnm, Viennae Crescenlem,
H1 te lo» preso», IS.) discípulos guiis, ad praedicanrium reliquisse.
<í libro 1, de Cttiodia rttrm : Pnxonsul aestimare solet, (7) en su libro, que se intitula : De Uyslicis Galliae Scriptori-
tiran ii circerem recipienda sit persona, an milm tradenda, vel tiM, muiiipliciqve in ea Chrisliatiorum rituum origine eleclae disser-
«"«jassoñbtts commiltenda, vel eiianf sibi. lalionts, in síngalas Eccltsiae ocíales digcslac '.
3) emperadores ; porque convenía k5.) (8) elección. \S.)
48 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. *
bla de melal, en que con letras relevadas está escrito : versal, sin, excepción con pluma suspensa algunos de
Paulus,et hanc iocuit Carísima los padres antiguos, y algunos con sentir determinado.
Crescente relicto. • Siguió esto el angélico doctor santo Tomás; y al doc
Vese hoy en Arélalo el barrio que (1) hoy llaman de tor ángel toda su doctísima escuela, que tan ardiente
San Pablo, donde hay una casilla, que aun dura, consa y particular devoción tiene con la Virgen y con el mis
grada en oratorio por la veneración del Apóstol; y en terio de la Anunciación en la fiesta del Rosario, quo
Viena hay una capilla con título de los Macabeos, en la (8) puedo llamar patrimonial en la orden del gran pa
cual es tradición que san Pablo celebró la primera misa. triarca santo Domingo; pues, con muchos Padres, no
Los franceses, por asegurar en su tierra la presencia admite que no pecó en Adán ni tuvo débito, aunque
del Apóstol y su predicación, que con (2) tan auténticas con reverentísima diferencia á todos los comprehpn-
memorias defienden, afirman que vino á España, vien dií'üs en la proposición del Apóstol: de que resultó du
do que prometió pasar por ella, y no por lasGalias; y da fértil de cuestiones y controversias, que con tanto
que la certeza de haber pasado á ella las dispuso tránsito rumor han fatigado nuestra edad. Los españoles, aten
forzoso. diendo á que el Apóstol en otra cláusula universal di
Yo, español, no puedo ni debo envidiar á mi patria la ce: (9) «Todo lo cerró Dios en la incredulidad para
gloria que en la venida á ella de san Pablo liberales la tener misericordia de todos ;» consideraron sutilmen
dan tantos santos y graves autores, antiguos y moder te que Cristo, como habia Tomás dudado en su resur
nos, y en que la emulación francesa nos es propicia, y rección después de muerto, para que todos por su du
lo que con severa confianza defiende en este tiempo da creyesen, habia ordenado que otro Tomás dudase
Dausquid en su libro De la santidad de (3) san Pablo; en la concepción de su Madre antes de nacer, para
no obstante pues mi sentimiento referido acerca de ser que por éi no quedase duda; y como por aquella in
nosotros los españoles patrimonio de la predicación de credulidad habían todos conseguido misericordia, por
san Jacobo, y solar ennoblecido con su vida y su muer esta la consiguiesen los devotos de tan soberana pu
te, (4) y asistido de sus milagros y discípulos. reza.
Vencido del respeto & tantos grandes (3) padres de Onnachea y otros modernos dicen que hay Inga-
bido-, admitamos la gloria que en esto nos dan, y aña- res de santo Tomásque hacen por la opinión pia (a). El
dámonos tan esclarecida prerogalivacomocs haber san celo con que España se encendió en la defensa desta
Pablo venido á España. No callaré que reconozco nota verdad , el fervor y valentía con que lo prosiguió por
para los españoles en que, habiendo san Pablo predica muchas y graves oposiciones , el buleto qué de la con-
do en España, no haya en ella padrón ni elección (a) ni tradicion pública sacó de las llaves de san Pedro, pren
señal de haberla peregrinado ; siendo apóstol tan prodi da única parece, derivada de la asistencia de san Pablo.
gioso, que no llegó á reino, provincia, isla ó ciudad don Mucho participa de su sombra ; y tan feliz y hazañosa
de no quedase legalizada su presencia, como vimos en valentía parece se derivó únicamente del aliento de
Malla, donde con las lenguas de las víboras endureci aquellos pasos y comunicación de aquel espíritu, quedi-
das en las peñas la predican los cerros, y esto siendo cen predicó personalmente en España. Y como el Após
habitada de bárbaros, como so lee en el texto sagrado. tol no exceptóde la regla general (10) á la Virgen, tam
En tanto que me rescata desta (0) descortés melan poco la nombró excepción en la misericordia que todos
colía pluma mas bien atenta, me esfuerzo á decir que consiguieron por la incredulidad en que Dios 4o cerró
■ el monumento que prueba haber san Pablo venido á todo; porque, como su santificación estaba más clara
España y predicado en Francia, es haber los españo y autorizada en sus méritos que en su pluma, tuvo por
les asistido con antigua y fervorosa devoción, y mili más reverente presuponerla que declararla, dejándo
tado por la opinión pia de la concepción purísima de nos prevenida la respuesta á la duda en los frutos de
la Virgen y Madre del Hijo de Dios y suyo, Dios y hom la incredulidad.
bre verdadero. Referido que Pablo por Francia vino á España, en
Conjetura mia es, fundada en el más hondo silen cuya asistencia nada nos dejaron que escribir los au
cio del Apóstol, y por eso de más alto y propicio mis tores que afirman su venida, es fuerza tralar de su
terio. El texto de san Pablo, que expresa la causa de vuelta á Roma, donde murió. Llévanle por Italia con
la universal redención, tomando carne humana de Ma rodeo los sicilianos, pues afirman no solo que estu
ría Santísima, se lee en aquellas palabras: Omnes in vo en la ciudad de Mesina, sino que en ella predicó
Adam peccaverunt, «Todos pecaron en Adán;» de con tal fruto, que dándoles noticia de la vida y muer
donde viendo que todos pecaron en el primero padre, te de Jesucristo, y de su Madre Santísima, y de que
sin aguardar á santificación especialízala, envolvieron vivía y dónde era su residencia, los movió á enviarla
y contaron con todos á la que fué singular y diferente embajadores en nombre de toda aquella igualmente
de todos, y tal como no fué alguno de todos en la antigua y nobilísima ciudad, diciendo creían todos era
perfección y prerogativas. Escribieron (7) en esta uni- . su hijo Hijo de Dios y Dios verdadero; á que la Ma
dre de Dios les respondió (H) una carta, que hoy se
(1) llaman (S.)-hoy llaman de San Pablo, don£e en una casilla
(/t.¿HV
■ (2) auténticas (S.) (8) pudo \M.)— puede llamarse (S.)
(3i Son Pablo. No [A. H. F. S.) — No obstante, pues, es mi sen (9) Conclusit Deus omnia in incredulitatc, st omnium misc-
timiento el referido lS.) rcatur.
(4) y asistidos iS.) («; Jerónimo de Ormachca Guerrero, magistral de Logroño, c»
|5| prelados debido {Id.) su libro Commenlariorum i» Cántica Canliconim SalOMonts,¡iuti¡i
(a) lección diría el original , refiriéndose al breviario. cado en 1657.
(6) cortés {A.) • (10) de la Virgen, (M.Jf.)
\'¡ esta universal sin (S.) (llj con una carta, (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. :•>
I» en so arcLívo, con estas palabras, que (1) respon conviene.» Saludable orilla escribió el Apóstol cuu
den talmente á las latinas en que hoy se ve razo este renglón al poder. No lodo lo que es lícito hacer
nad}. se conviene que se haga. Más respeto se dobc á la
CARTA.
piedad religiosa de muchos, que ú la ambición pro
pia ostentosa de erudición ; y más cuando ni alten
•Kiria Virgen, hija de Joaquín, humildísima (a) de contraria proposición de fe ni el texto sagrado, y
»bios, madre de Cristo Jesús crucificado, del tribu de solamente se procura introducir en él para ejemplo
.Jada, de la estirpe de David , á todos los (2) mesi- católico, ya venerable en el crédito anciano de una
■uenses salud j bendición de Dios Padre omnipotente. república y asistido de varones doctos y católicos.
«Consta que lodos vosotros con fe grande me habéis En España adelantan esta gloria, de conocer á Cristo,
•aviado embajadores y legados para pública enseñan á la embajada de los de Mesina ; afirmando que el
za: confesáis que nuestro hijo es Hijo de Dios y Dios iluslrísimo apellido de Quiñones se deriva de un ca
; hombre, y que subió ;i los ciclos después de su- re ballero que vendió unos quiñones (c) para ir á ver al
surrección; conocéis el camino de la verdad por la Hijo de Dios luego que nació; y afirman que hoy está
predicación de Pablo, apóstol escogido : por lo cual en poder de los condes de Luna, señores desla casa,
u vosotros y á esa ciudad damos nuestra bendición, el instrumento do la venta délas heredades. Yo lo he
¡¡queremos ser su amparo perpetuo. Año xlu de nues- nido toda mi. vida ; y estando preso en la ciudad do
itfijo, indicion i, m non. junii, luna xxvn, feria v, León, era conversación constante. ¿Nunca 1* contradije ;
fenJernsalen. y estudiosamente procuré que mi silencio, no empe
¿Varia Virgen, que aprobó arriba este escrito.» ñándome en legalizar esta acción, la fuese mas propi
Cosas Un grandes siempre solicitan con tradiciones cio que sospechoso. Reprehendió Cristo á sus discí
- la curiosidad, y se ostentan ganando mas enemigos pulos el haber prohibido que hiciese milagros en su
1»e aplausos. Yo, que estuve en Mesina (siendo virey nombre quien no creia en él ni le seguia con ellos,
¿í Sicilia el grande y glorioso, siempre vencedor y enseñando cuánto se debe permitir á la fe de aquellos
maca vencido, excelentísimo señor don Pedro Jirón, en cuyo favor se obran las maravillas. Los mesinenses
duque de Osuna) y vi la católica confianza que la ciu- tienen hijos doctísimos, á quien (6) dejo suspensa la
'Wde Mesina y todo su pueblo tiene en esta protec- respuesta á don Pirro; y para con él mi intención lo
' "ide la Madre de Dios, con una fe tan hazañosa, que ma de la pluma de san Jerónimo estas palabras, que
pan sn defensa y seguridad desprecian la custodia pacificaron mas peligrosa contienda : (7) « Cada uno
dí perlas y murallas, floreciendo siempre su memo- abunde en su juicio, y todo se reserve al juicio de
ña en aquella vara que con ramilletes de ángeles hu Dios. »
rtas acuerda (3) de la de Jesé,— apartomi juicio del (8) Acaba esta peregrinación (que sin duda fué lar
ÍV"Mi teta antigüedad , ocupándole en admiracio ga en Francia) pasando á España, con la asistencia
nes de la devoción que produce. Diferente camino si- que en elia nos dan en el Apóstol los santos, y la que á
puio don Itoccho Pirro, abad netino, en su libro cu la vuelta ó venida, según don Pirro, se toman los me-
ro Mulo es: Notitiae Siciliensium Ecclesiarum, im- sinenses ( apoyada en las palabras de Teodoreto sobre
KesoeoPilermo, (4) año 1630 (6), en la noticia se el psalm. 116, y (9) la epíst. 2 á Timoteo, cap. últi
cada, argumento primero, pág. 240, donde con estas mo : «Pablo vino á Italia y á España, y en las islas ad
flabras rigorosas empieza diciendo : Jam verá falsi- yacentes en su mar hizo mucho fruto»), lo que esfuer
w "•'Jw' hanc ad Deiparam Legationem, ejusque zan con la autoridad de san Juan Crisóstomo, homi
*W pawhronismus, atque annorum perturbatio, lía 54, en los Actos de los apóstoles, y en la homilía 2
5*™ illa ¿nwAit. No niego á don Pirro la diligen- en la Epístola á los romanos, cap. 1. Con benignidad
™ ® el cómputo de los tiempos que contradicen la escasa, dice don Pirro, no quiere privar de la predica
«m de la epístola, ni la fuerza de sus razones con- ción del Apóstol á Sicilia; y la aplica, apartándola de
£ I» autoridad del libro que se intitula L. Flavio Mesina, á los días que estuvo, según san Lúeas, en Si-
"tt,ri),ni las oposiciones á los discursos de Inchofer; racusa : en que sigue al padre Cornelio a Lapide, que
'(«norco la desautoridad que resulta de las impos- lo refiere de Octavio Caelano, en el cap. 28 de los
•aras, si son así, de Lesear y los otros que refiere,
Actos.
jj!» invenciones fueron descubiertas con risa pú- Acabado este camino, tan largo para san Pablo, tan
™a;confiésoleque aprieta la dificultad de manera, útil para la Iglesia, tan controvertidode los escritores,—
V- precisamente por la cronología parece ahorra volvió á Roma y á poder de Nerón , que aun vivia em
si camino de Mesina ó la peregrinación de san Pa- perador para castigo del imperio. En las vidas de los ti
*• «rasando á la virgen María de la nota de tal ranos continúa la divina Providencia la ruina de las
^'.-empero echo menos que autor docto y sici- provincias y las muertes de los subditos. «Vive el hu
Iuiiom se acordase, tratando del Apóstol, destas mano linaje para pocos príncipes;» palabras son precio
¡titiras suyas :'(5) «No todo loque rae es lícito me sas de nuestro Lucano en aquella élica y políticaque
DEL BIENAVENTURADO
AUTOR
(I) religiosa muerte ( II. F. S.) Tantos sucesos desconocidos se descubrieron después,
(i) Augusliu (Estampa constantemente el ejemplar de y tales se aclararon con las indagaciones para la bealifi-
Xalencia. ) cacion y canonización de este prelado, que pareció á Salón
(a) El titulo principal , en la edición de Sancha , es diminuta su obra, resolviéndose por ello á emprenderla
Vii/a ie tanto Tomás de Villanueva. Sigúese la adver- de nuevo. Publicóla pues muy añadida y copiosa , por
leoeia A quien leyere; y después encabeza la obra el an- el mes de agosto de 1630 , á los ochenta y un años de
terior rótulo , precediendo al Capitulo primero. edad , en los mismos días en que sacaba á luz su Epitome
Juntamente con los sermones del Santo se publicó la Quevedo, trazado sobre el libro primitivo del escritor va-
primer noticia de su vida, en el año de 1572; relación lenciano.
breve, en latín, escrita por el agastiniano don fray Juan Tenia Quevedo bienes de importancia en la Torre da
'le Muñatones, obispo de Segorbe, heredero de los pape- Juan Abad, y encontrábase ligado con estrechas relacio-
les de varón tan insigne, y muy querido sujo. nes en Villanueva de los Infantes, población rica, flore-
Olio fraile, graa teólogo, de la misma orden (Miguel cientey cercana, donde vivían muchos parientes del ve-
Bartolomé Salón, á quien por su ciencia y por el paren- nerable Arzobispo. Y cuando para información de lapure-
leseo del nombre llamaban el Salomón valenciano), ha- za de fe, santidad de vida y milagros del siervo de Dios,
Dándose á punto de muerte en un grave padecimiento, expidió la sagrada congregación deRilos.enel año de 1610,
hito voto de escribir por extenso en castellano la vida letras remisorias y compulsorias á diferentes diócesis de
del piadoso Arzobispo. Informóse de sus visitadores y fa- España, inflamando con ello la pública devoción de toda
miliares, oyó á muchos religiosos viejos que le conocie- la monarquía, estimó do.x Francisco de QuEVEDOpor deuda
ion j trataron, consultó con el confesor del Santo, y cui- de honor sagrada y obligación indeclinable el trazar la
diodo de utilizar lo conocido é inipresd^dió á la estampa historia de tan peregrino modelo de prelados. Asunto fe-
tu 1S88 el libro De los grandes y singularísimos ejemplos candísimo era este para uu filósofo político, empeñado en
que dejó de ¡tentado género de santidad y virtud el padre sanar con las armas del entendimiento los males y vicios
i'tn lomas de Villanueva, particularmente en la piedad que suelen desdorar las bengalas y togas, los hábitos y.
I misericordia con los pobres : libro escrito con acierto, las mitras. Sinsabores, viajes , cargos y asuntos emhara-
•¡¡raüable estilo y singular ternura. zarou eu los diez aíios siguientes la diligencia del escritor
SB OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
rado arzobispo fray Tomás de Villanueva, cuya historia escribo. Vea vuestra majestad en esta
memoria (que por ser del justo será eterna, como dice David) un arzobispo que eligió el empe
rador Carlos V, abuelo de vuestra majestad , donde juntamente le dejó ejemplo á cuya imita-
tacion eligiese prelados, y á ellos con que electos pudiesen imitándole hacerse dignos de la pre
lacia. Ni pretendo en este Epítome otra cosa que servir á vuestra majestad de recuerdo desta
diligencia que en su favor dejó hecha en su muerte, para enseñamiento de todos los que le suce
dieren en su monarquía á aquel glorioso emperador, ni dudo que acogerá vuestra majestad con
clemencia estos cuadernos, que traían de la vida y muerte de quien fué criado de su casa y hoy
en la de Dios nuestro Señor está con tantas prerogativas intercediendo por la grandeza, salud y
vida de vuestra majestad. Madrid, 10 de agosto, 1620 años.
! Besa las reales manos y pies de vuestra majestad
Don Francisco de Qubvedo Villegas.
para enriquecer su historia con datos y documentos pre Reimprimióse en Valencia el año de 1627, y se ve in
ciosos ; y aun cuando parece que después llegó i tenerla cluido en colección desde la de Madrid de 1649.
casi concluida, fué robado el manuscrito y desapareció Este opúsculo es (según parece) el primero de nuestro
para siempre (1). autor que salió de moldea la luz pública, yelúnicodomle
Aunque el romano pontífice Paulo V beatificó al padre no se llamó señor de la Torre de Juan Abad, sino tan so
Tomás de Villanueva en 1 .° de noviembre de 1618, no pu lamente caballero del hábito de Santiago.
dieron solemnizar el suceso los recoletos agustinos de Ma Hecha la historia del libro, resta advertir los ejempla
drid, por carecer de iglesia. Concluida esta, y en 27 de res de que me lie valido para mi reimpresión, y los signos
agosto de 1620 trasladado el Santísimo Sacramento (2), dis con que señalo al pié sus diferencias.
pusiéronse famosas fiestas, para las cuales se dio comisión 0. La original, hecha en Madrid por la viuda de Cos
al activo predicador fray Juan de Herrera; quien noticioso me Delgado, el año de 1620. A este ejemplar, fuera de la
de la obra de don Francisco, le pidió hiciese un Epitome ortografía, va en todo sujeta la presente publicación.
que informase con brevedad la noticia de todos, desper V. La impresión de Valencia de 1627. Tiene todos los
tando en los fieles el anhelo de contribuir con sus limosnas principios de la de 1620; la dedicatoria al Rey, que no se
:'i los crecidos gastos de la canonización, en que ya se traba ha reproducido en ninguna de las posteriores; la adver
jaba con empeño. Acabó en doce dias el biógrafo su tarea, tencia Al que leyere, inserta únicamente en la colección
dirigióla al Rey, imprimió el libro la viuda de Cosme Del de Sancha; y el proemio de fray Juan de Herrera, que no
gado, y los ciegos le vendieron por las calles á 18 de se debió nunca haberse omitido.
tiembre (3). A. La colección que hicieron en Madrid, el año de 163",
las prensas de Diego Diaz de la Carrera , á costa de To
más Alfai. El discurso carece , como en los ejemplares
(1) Véase en Tarsia la memoria que extendió el mismo Qitevedo siguientes, de prólogos, dedicatoria y advertencia. Ea él
de los papeles que le sustrajeron en el tiempo de sus prisiones. comienza a alterarse la prosodia y a introducirse varian
(?) León rindo, Historia de Madrid, M. S., afio de 1620. tes y erratas.
(5) Fray Jerónimo Cantó, natural de Alcoy y también religiosa B. La de Madrid, por Melchor Sánchez, que costeo
agustino, compuso en metro la Vida del Santo, poema que fué Maleo de la Bastida año de 1658, conforme con la ante
Impreso la primera vez en Barcelona, por Sebastian y Jaime Mate-
vad, en 1623. rior. •
En latín «listo una historia, escrita por el flamenco Nicasio P. La de Bruselas de 1670, por Foppcns.
Daxio, 5. La de Madrid de 1700, por Sancha.
VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMAS DE VILLA-NUEVA. 87
A QUIEN LEYERE.
So es de interés á los varones gloriosos, ni de cudicia á los sanios, la memoria que dellos ha
remos en este mundo; pues aquellos que con estatuas, edificios ó historias procuran alargar su
rida más allá de la sepultura, ó engañar la muerte con estas diligencias ingeniosas , serán dos
reces desdichados, pues esperan segunda muerte, que secreta y apresurada les traerá la diligen
cia de los días y la venganza del tiempo. Unas cosas traen el olvido de otras, y lo pasado se borra
con lo presente, y lo por venir da prisa á lo que existe, para que deje de ser, y todo á grandes
jornadas corre á la muerte. Asi lo predica el JEclesiasíes con estas palabras : « No hay memoria
de los primeros, ni aun de aquellos que han de ser la habrá en los postreros; es el olvido noche de
la vanidad, fin y castigo de la locura humana.» Dieron los antiguos monarcas y emperadores á
guardar su fama, nombre y acciones á las monedas; y hoyes soberbia de los estudiosos conjetu
rar algunas reliquias de los caracteres con que las ilustraron: las de oro y plata por el precio se
venden y no se estudian ; las de bronce y cobre, despreciadas del interés, se dejan en poder de la
tierra borrar : y por esta causa mucho ? de aquellos principes son iguales con los que nunca fue
ron. Y si de algunos hay noticia, su antigüedad propia la hace sospechosa, y aguarda á tiempo en
i|ue aun eso poco no podrán defender de las edades; porque si la historia es antigua, la escura y
inmota noticia la hace dudosa y desacreditada, y si es moderna, la falta de antigüedad y la no-
tifia próxima y común la quita el precio; y juntamente la desautorizan el odio ó la pasión que
aun duran. Según esto, la memoria que se ha de buscar para que permanezca, y de la que se
permite ambición santa, es de la que da el libro de la vida á los que se escriben en él. Esta es la
que Dios promete y la que quiere deseen los justos, en el Apocalipsi cap. (1) 3, con estas pala
bras : tAl que venciere á sí, le vestiré de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
<ie la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus ángeles.» No promete Dios es
cribirle en los libros del mundo, sino en el de la vida; ni divulgar y confesar su nombre entre las
gentes ni delante dellas, sino delante de su Padre y de sus ángeles, reino donde viven los nom
bres de los bienaventurados defendidos al olvido, ignorados de la muerte. Mucho presumen los
que con sus escritos osan prometer memoria eterna á los que la merecieron, y solo en Dios la
pueden tener. Vanamente se persuaden este género de estudiosos á que están necesitados desta
alabanza los que viviendo con virtud robusta, la despreciaron por inútil y peligrosa. Debe pues
ser la intención de quien escribe vidas de santos, sola caridad de los que vivimos, poniéndo
nos delante por guia costumbres y acciones que nos lleven por buen camino y nos hallen en la
multitud de las sendas de perdición aquella vereda por donde los sabios y los buenos, que des
cansan en el Señor, arribaron á la paz y al descanso. Ni se puede dudar que quien escribe las vi
das de los justos los lisonjea cortésmentc, con dar en la relación de su vida ocasión á que otros
be animen a servir y agradar á Dios nuestro Señor; pues en cierta manera hacen que, aun des
pués de muertos, desde la sepultura estén ocasionando buenos deseos y buenas obras. Y si el es
cribir historia moral y protana es de tanta estimación en la república, porque se ofrece á quien
imitemos en virtudes grandes, no puede carecer de precio referir hechos gloriosos de los san-
tos varones, donde se alimenta el espíritu en cosas importantes á la república interior. Este celo
rae ha persuadido á escribir la vida, las costumbres y la muerte del bienaventurado (2) fray To
más de Villa nueva en este epítome; y siempre lo será la historia donde más corriere la pluma.
Si se mira lo mucho que trabajó en la virtud y las grandes maravillas que obró Dios por él, será
Liios glorificado en sus obras, los hombres tendrán de quien aprender, pues en todos estados y
ca diferentes cargos enseñó á ser subditos y prelados. Daré ocasión en que la devoción se ejer
cite, y á estos tiempos conocimiento de tan santo arzobispo, y nuevo crédito á las dignidades 3e
¡¿paña; pues en tantas calamidades nos ha acordado de los tiempos en que producía España Eu-
Reaios y Ildefonsos y otros muchos , que con su ejemplo y á su imitación y por su ruego conti
nuará Dios nuestro Señor en estos reinos.
(I) i, ( Todo* lo* impresot.) (2) Sanio Tomás (S.)
-■ i j-saa
DE LA MILAGROSA VIDA
LAUS DEO.
ísU abreviad» «toma he sacudo de mi historia que estoy escribiendo, de la qne i cumpllmlrnto de «n voto escribió
con mía piedad y diligencia y c- lo el docto y reverendo padre Salón, de la orden d S: n Agustín, pra que la no-
tieú entretenga informada con brevedad, basta que en mayor volumen vea el mundo lo más que se lia podido recoger
Insta atora (a).
U' Falta en todas lis ediciones posteriores i la de 1627 esta ad El maestro fray Buenaventura Fdster de Rlven liedlo lili nue
tricada de Qccvedo. vamente i luz en 1652, siendo el impresor Bernardo Nogués.
El ¿lira de la vida tanta y milagree del ilustritimo señor don Fray Benito de Asle corrió cou otra reimpresión en Madrid el
frv Temii de Villannera, aruiitpo de Valencia , de la orden de alio de 1670.
Sn Ayuna, compuesto por el padre Salón, imprimiólo en Valen Y fray Manuel Vidal, en Salamanca en 1737.
cia Pedro Patricio Mey, en *.*, alio de 1588. La última edición i|ue de esta obra nleresante bi llegado i mi
lis copioso y añadido por su autor lo publicó de nuevo, en la noticia, es de Madrid, ea la imprenta de li viuda é bijo de Marín,
i.jina ciudad i principios de «uewbre de 1620, en i.', Juan Cri- alio de 171)3.
tóKono Garriz.
Oí el milagro de Ñapóles, tan raro, que entre otros se debe llamar milagroso. Hálleme en Ma
drid cuando el que hoy es glorioso mártir vino á llevar su vida á las más penosas prolijidades
de su muerte. Oi el desempeño de su promesa, afianzada en profecía, que despachó el cielo con
propio, y tan propio del cielo como el apóstol de" la India san Francisco Javier, con cuya predi
cación el Oriente mejoró de sol. Leí la misión apostólica que imprimió en Lisboa el muy docto
padre Ignacio Stafford, el año 1639 (b). Dióse á la estampa en Madrid , este año de 640 la misma
misión y historia con titulo de vida del venerable y apostólico varón Marcelo Francisco Mastrili,
en mayor volumen , y tan exactamente cuidadosa, como prometía el ser su autor el eruditísi-
(s) Opúsculo inédito. Además he tenido á la vista la copia que entre los
Borrajeó Qoevedo este fragmento en 1640. Fragmentos de obras que empezó á escribir do* Kbancis-
Eo la memoria que, de los libros y papeles que le ha- co, se baila en la colección formada por don Juau Isidro
bian ocultado en el tiempo de sus últimas persecucio- Fajardo, año de 1724, la cual existe en la fiibloleca Na
les, dejó de su letra Qoevedo, encuéntrase citado asi : cional, códice M. 276.
Vito y martirio del padre Marcelo Mastrillo, de la campa- (b) Conozco la versión italiana con este titulo: Istoria
ñiait Jesús. Tai rótulo parece referirse á un trabajo della celeste vocatione, missioni apostoliche, e gloriosa
concluido y completo. morte del P. Marcello Francesco Mastrilli Indiano felicis-
Del rasgo que hoy por vez primera ve la pública luz, simo della Compagnia di Giesit. Composta dal padrel¿n&-
baee justamente un siglo que era dueño el archivero de tio Stafford della medesima Compagnia in lingua Casti-
la primera secretaria del despacho universal de Estado, gitana, e dedícala al sig. Antonio Tellet de Silva (con fe-
don Benito Martínez Gómez Gayoso. Franqueóle tan cu- cha 21 de setiembre de 1659) , hora traspórtala in Italia-
rioso papel á don Tomás Antonio Sánchez ; y una esme- no, el dedicata all' illustrissimo sig. Cario Brancaccio. In
rada copia de este be disfrutado por la bizarría de mi tier- Viterbo, appresso Bermrdino Diotallevi. n.dc.xxxxii. Con
no amigo el señor don Agustín Duran, actual dignísimo licenza de' Superiortr
bibliotecario mayor de la Nacional. En hoja suelta, unida En 1645 se publicó en la misma ciudad de Viterbo otro
á ella, léese de puño de aquel otro erudito bibliotecario: libro con la inscripción de Vita, entorte del padre Mar-
• Adviértase que el original está dividido en dos par- cello Francesco Mastrilli della Compagnia di Giesit. Com--
tes. La primera contiene un cuaderno de ocho hojas, y de posta dal padre Leonardo Cinaini , della medesima Cam
ellas cinco están escritas enteramente, y allí concluye el pagnia.
razonamiento á la ciudad de Ñapóles. Y está puesto en Por los años de 1671 publicó en Ñapóles un compen-
limpio por el mismo Quevedo. dio de estos sucesos el provincial de capuchinos fray
» La segunda parte, que empieza: Nació el venerable y Juan Bautista Mastrilli, teniendo ala vista lo que de ellos
prodigiosopele. , es una hoja en borrador, tambieu de escribió en su historia de Asia el teatino Daniel Bartoli.
mano de don Francisco Quevedo.*
72 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
roo, muy ejemplar y piadoso padre Joan Eusebio Nieremberg (a). Retiro en su alabanza mis pala
bras , conociendo cuánto mejor cobro darán de ella sus obras. Y cuando debiera acobardarme
habiendo leido esta vida y muerte, repetida en dos tan graves autores, me arrojo á escribirla. La
devoción que me anima, cuando no me disculpe el nombre de temerario, me defenderá el de
fervoroso.
Sagrada y soberana religión , acreedora de tanto bien de las almas, que á un mismo tiempo
con tus hijos en todo el orbe de la tierra estás enseñando en cátedras y pulpitos la verdad de
la fe, y álo3 gentiles y herejes, con perpetuas, controversias, la mentira de sus errores; ru
bricando las conclusiones con la sangre de tantos y tan insignes mártires, que no solo llama
como la de Abel, sino que como réplica de lo que persuadía, convence como demostración ; tú,
á quien han hecho grande, como á la Iglesia, las persecuciones ; tú, que debes tanta fertilidad al
cuchillo, como á tí debe fecundidad la pluma ; tú, que te fabricas de las baterías y te renuevas
de los contrastes, sirviéndote de refuerzo tus enemigos,— triunfa gloriosa, pues siendo tu nom
bre el de Jesús, toda rodilla se te doblará. Di con David, psalm. 117 :
Omnes gentes circuierunt me : et in nomine Domini, quia ultus sum tn eos. (V. 10.)
Circumdantes circumdederunt me : et ín nomine Domini, quia ultus sum in eos. (V. 11.)
Circumdederunt me sicut apes, el ezarserunt sicut ignis in spinis: et in nomine Domini, quia ultus
sum in eos. (V. 12.) #
t Todas las gentes me cercaron, y en el nombre del Señor me vengué contra ellos.
«Cercándome cercáronme, y en el nombre del Señor me vengué contra ellos.
«Cercáronme como abejas y ardieron como fuego en espino, y en el nombre del Señor me
vengué contra ellos. >
No sin gran misterio se refieren tres venganzas de enemigos en el nombre del Señor, que li
teralmente, ó religión triunfante, pronuncia tu nombre. Y el referir la postrera que te cercaron
como abejas, que son armas del Pontífice (b), y que ardieron como fuego en espino, dice que
siendo zánganos ó abispas, que son como abejas, ardieron como fuego en espino que le abrasa en
breve y se acaba luego.
Cuáles fueron ó son estas tres venganzas que tomaste de tus enemigos, con soberana voz las
declaras: Salutem exinimicis nostris, el de manu omnium, qui oderunt nos, c Salud de nuestros
enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecen. > Venganza canonizada volver en medi
cina el veneno, el mal en bien.
Paréceme que oigo á tu soberano fundador cuando, divino arquitecto, disponía el diseño de
tu excelsa hierarquía, tomar las palabras que para esta obra le dejó Isaías, cap. 34: Ecce ego
slernamper ordinem lapides tuos, et fundabo te in sapphiris, et ponam jaspidem propugnáculo- tua :
et portas tuas in lapides sculplos, et omnes términos tuos in lapides desiderabiles. Universos filios
tuos doctos a Domino; «Ves que colocaré por orden tus piedras y te fundaré en zafiros, haré de
jaspe tus murallas, y tus puertas en piedras labradas, y todos tus términos en piedras preciosas,
y todos tus hijos enseñados por el Señor.»
Concurrieron á tu fábrica todas las joyas : sola tu fortaleza es preciosa, por ser toda de piedras
preciosas puestas en orden ; y en tal orden , fundada en zafiros, para decir en los cielos ; tus mura
llas de jaspe, donde los colores de todas las virtudes compongan el iris que contra la disensión te
sea lozana promesa de la paz ; tus puertas en piedras labradas, que nada en ti ha de ser rudo ; tus
términos en piedras preciosas, para que tu precio no ienga términos ; todos tus hijos enseñados por
el Señor. Esto el mismo Señor nos lo enseña : lición desto es el venerable padre Marcelo Fran
cisco Mastrili, á quien del cielo envió la doctrina del martirio cuando tú cumplias de vida cien
(a) Hé aqui la portada y alguna noticia de este ya raro Con privilegio en Madrid, Por María de Quiñones.
libro: Ario m.dc.xxxx.
Vida del dichoso y venerable Padre Marcelo Francisco Protestación del autor el padre Juan Eusebio Nierem-
Mustrilli, de la Compañía de Iesus, que murió en el ¡apon berg.
por la Fé de Christo, sacada de los processos Auténticos de Licencia y privilegio. 10 marzo 1640.
su vida y muerte. Erratas. 4 mayo.
A sv Alteza del Serenissimo Principe nuestro Señor Don Tasa.
Baltasar Carlos. Aprobación del padre Nlseno. 17 efiero.
La dedica y mandé dar d la Estampa Don Gerónimo Otra del padre fray Juan Ponce de León. 3 febrero.
Valle de la Cerda y Villanueua, Cauailero de la Orden de (b) Urbano VIH. •
Calatraua.
VIDA Y MARTIRIO DEL PADRE MARCELO MASTRILLO. "?3
«ños: cíenlo si los cuenta la arismética ; si la estimación (admirada de tus doctores y de sus escri
tos, de tus predicadores y de su"s frutos, de tus sánelos y de sus milagros, de tus mártires y do sus
triunfos), el guarismo se hallará atajado. ¿Por qué pues te previene Dios por fiesta á tu cumpli
miento de años (1) el martirio de un hijo tuyo tan querido, con tales circunstancias, tan nunca
retís, que parece, digámoslo así, que Cristo le ruega con él? Fué esto animar al mundo ense-
íúdote finir, que de la muerte naces de nuevo, que eres parto de tus cenizas, que las catanas (a)
tí fertilizan con lo que eH tí cortan, que sabes hacer vientre y cuna de las llamas y de la sepul
tura; que los cien años que cumples (&) no los acabas, sino los empiezas ; que la vejez te ignora,
caiodo la antigüedad te califica; que cuentas los años, y no los padeces. No padecerás el ijltraje
de las edades, y serás gloria de todas.
Yo, que deseo mostrar el afecto que á este conocimiento debo, oso escribir este epitome,
que abultarán algunas consideraciones, no porque importa á la historia, sino á mi. Son hijos
tuyos los que han escrito de su hermano, pueden padecer la excepción de parle, y ocasionar
i los falsarios de la verdad que la agravien en ellos ; y padecerás por madre lo que ellos ga
nan por hijos tuyos. Hallóme, esto es confesar mi desdicha , apartado de ti. Conózcome indigno
de ser tuyo : esto es decir mis culpas. Escribo sin que puedan oponerme amor propio ni obliga
ción filial. Lastimosa calificación, que en mi sea solamente bueno para la vida de tan insigne
mártir lo que es malo para la mia. Sean, ó sagrada religión, de tí alabados tus dos escritores
doctísimos, que á mi me sobra para premio ser permitido; y aclamen tu natal estos versos (Vir
gilio, égloga 4.*) : , ...'.•
Atagnus ab integro seclorum nascitur ordo.
Jam nova progenies cuelo demittitur alto. .
Ciudad honor de Italia, corona y cabeza de tan poderoso reino, la más favorecida de naturale
za por el sitio, la más admirada del mundo por el valor; tú, que has merecido el comercio del cie
lo, de donde invia en peregrinación á sau Francisco Javier, apóstol del Oriente, para que haga
oficio de médico en un hijo tuyo, dándole entre las ansias de la muerte salud milagrosa y dispo
niéndole á que con mayores ansias lleve la vida que recibe, ala muerte que desea (— cuando te le
aparta hijo, te le restituye padre): soberanas obligaciones carga sobre tu grandeza España; pues
el grande apóstol de la India san Francisco Javier, siendo español, prefiere para la corona de tan
insigne martirio tus hijos á los suyos. Inmenso amor le debe el Japón, pues navegó tantos mares
jperegrinó, viviendo, tantas provincias y regiones por ilustrarle; empero es incomparable fineza
la que por ti obró; pues viviendo, era peregrino y caminante en este mundo, que es venta; mas
estando glorioso en la patria, venir desde el cielo peregrino al colegio de la compañía de Jesús,
que te fertiliza con celestial doctrina, fué demostración de incomparable amor. No te fueran mal
quistas las quejas y la invidia nuestra, viendo que su elección te prefirió á nosotros, siendo nues
tro; ni dejará de serte agradable este recuerdo que de tan altos beneficios te hacemos. No eli
giendo por patrones (con los que tienes) tu hijo y nuestro padre, sino conociéndolos por dados de
la mano de Dios, si otros hiciste patrones para con Dios, estos recibes del. Tu blasón es la sangre
de san Genaro, milagro perpetuo, que cada año asistida de invisible corazón, líquida tiene hervores
de vida. La compañía de Jesús la da compañía en la sangre de tu hijo el glorioso mártir Marcelo
Francisco Mastrili, sangre en que se corona con laureola, por parentescos, toda la de tu nobleza.
Quien, como tú; pudo ser merecedora de tan raro milagro, afianza que sabrá ser agradecida
coalas demostraciones equivalentes, y decir con David en tus aprietos y trabajos, viendo den
tro de tus muros á san Francisco Javier de peregrino con bordón : « Virga tua el baculus tuus,
ipsame consolóla sunt, (Psal. 22, v. 4.).» Y vean los enemigos de la fe, pues somos hermanos en
armas y vasallos de un mismo monarca , que en can Francisco Javier y en Santiago tenemos los
napolitanos y los españoles patronos peregrinos. '
(1) en hijo tuyo {Los tres manuscritos.) de la compañía de Jesús, que en 1334 había fundado san
<") Catan ó catana es cierta especie de alfange indiano. Ignacio de Loyola, para predicar la palabra de Diosa los
Consiste comunmente en un palo ancho, labrado, sin cor- úneles, con absoluta dependencia del Papa en materias
ie, cojas dos extremidades so» mas gruesas y anchas que de religión, é instruir la juventud, especialmente la rus
el resto. tica, pobre y desvalida.
V») En 1540 aprobó Paulo III el instituto de los padres
FRAGMENTO.
Nació el venerable y prodigioso mártir Marcelo Mas- hijo de san Ignacio ; hijo de un marqués para serlo ds
trili, año 1603, en la ciudad de Ñapóles. Su gloria cor- dos tan grandes santos. Yo lo escribo, y su padre tem
rige mi pluma, mejor digo que empezó á nacer el año poral lo atestigua con haberle ofrecido á la Compañía
de 603, y que nació en el Japón el de 637, del vientre en naciendo.
de su muerte (a), que fecunda (entre los tormentos y Son tan endiosados los árboles desta genealogía,
el cuchillo , la sangre y el fuego) , no se desfiguró de que, como otros dice el encarecimiento que llegan con
parto bien alumbrado con liberalidad de celestiales las ramas al cielo, dice la verdad que estos llegan con
luces. los troncos. Proverbio es, que un padre basta para mu
Fué hijo de don Jerónimo Mastrili, marqués de san chos hijos; no muchos hijos para un padre. Todo es
Marzano, y de la marquesa doña Beatriz Carachola, su prodigios Marcelo, pues fué hijo que bastó para mu
legítima mujer; casas que en aquella nobilísima ciu chos padres, y sobró para el natural. Tres veces nació
dad se cuentan entre las de más esclarecida antigüe de tres padres: al mundo, á la religión y al martirio.
dad. Escribo verdad, empero no cabal. Y para que lo Tiempo es de que se lean sus tres vidas. Yo escribo la
sea, escribiré un nuevo género de misteriosa descen historia de tres hijos en uno. El natural me da la oca
dencia. sión para escribir ; los dos soberanos me alcanzarán la
Su padre engendró á nuestro mártir para hijo del gracia para qne escriba.
glorioso patriarca san Ignacio. San Ignacio le acetó por Nació el año 1603. En este año se observó la conjun
hijo de su sagrada religión, para que lo fuese de san ción máxima de cuyas influencias tan poderosas y
Francisco Javier en el martirio. Veisle aquí nieto y magníficas promesas (ó amenazan ó blasonan las ob
servaciones astronómicas) de todo su poder se desem
(a) Después de haber este apostólica varón padecido los atro peñó en este parto : con él desempeñó todas las pre
císimos tormentos del agoa y de la coeva dio , por Cristo , sa ca
beza al tercer golpe del cochillo en Nangasaqui , ciudad del Ja- sunciones de máxima.
pon, a 17 de octubre de 1637.
LA CUNA Y LA SEPULTURA,
PABA EL CONOCIMIENTO PROPIO Y DESENGAÑO DE US COSAS AJENAS [a).
POR
DEDICATORIA.
(Estéril toda mi diligencia por haber á las manos el ejemplar de Madrid de 1634, donde únicamente se encuentra,
ule fallo de este primor el presente libro : debo la noticia de que existe a la comedia del Retraído de Jáuregui.
Imaginóme que tal dedicatoria ba de ser la carta á don Tomas Tamayo de Vargas , que bailara el lector en el
Epistolario.)
(a) Estaba concluido el discurso en 13 de noviembre jueces, buscando no la corrección ni la enmienda, sino la
de 1613 , en cuyo dia lo remitió su autor al cronista don afrenta y estrago de los que airado acusaba. Llamó á esta
Tomas Tamayo de Vargas. discurso ol Libro de las confesiones de Quevedo, riéndose
>o bahía pensado por entonces Qcf.vedo en otra cosa de que las hubiese publicado antes de convertirse, cuan
que en bosquejar un introito para la traducción de Epic- do los santos las escribieron siempre después de conver
Ií'o, ren aprisionar (valiéndose de la razón) el entendi tidos. Burlábase de que pudiese creer Dos Francisco
miento de aquellos hombres distraídos con quienes puede (según se veía por la advertencia A los doctos) que muerto
poco la autoridad, por tener los sentidos y potencias más él, buscarían é imprimirían sus obras los libreros; y do
de parte Je lo que ven que de lo qne se les promete. Años líase, en fin, de perder el tiempo en desmenuzar un escrito
adelante (en la primavera #del de 1633) bizo de esta obra menguado, cuando podía solazarse con la censura de la
moral y filosófica una cristiana y ascética, perfeccionando Política de Dios, obra donde se contiene, á su juicio, la
y iistiendo aquellos áridos consejos de humana filosofía más perniciosa doctrina.
con el bálsamo dulce y suavo de la religiou del Hijo de Como bija de enconadas pasiones, la sátira de Jáurepui
Dios. carece de sólidos fundamentos ; y como ni el chiste ni el
Del primitivo trabajo no he llegado i ver edición ante gracejo fueron dones concedidos al excelente traductor
rior á la de Zaragoza de 1630, con titulo de Dotrina mo del Aminla. — á pesar de haber echado mano hasta de las
ral del conocimiento propio y del detengaño de las cota» erratas de imprenta para hacer cargos á Quevedo , su li
ajena». belo es insulso, necio y desmazalado. ¡Qué distancia eniro
La refundición de 1633 se imprimió al año siguiente en El Retraído y La Perinola! Únicamente es racional ia cri
Madrid, por Maria de Quiñones, tal vez á costa del mer tica de Jáuregui, hombre en verdad de gusto esquisítoy
cader de libros Pedro Coello. claro entendimiento , cuando nota los paralogismos y so
Distingüese en ella con el rótulo de Cuna y vida lo mis fisterías que se bailan alguna vez en el presente opúsculo,
antiguo del discurso, y lo nuevo con el de Muerte y se y cuando señala aquelbs vicios de estilo, inseparables
pultura. A lo primero añadió su autor un tratado sobre el del autor de los Sueños, como son tal cual bajeza y extra
Modo de resignarse en la voluntad de Dios nuestro señor. vagancia, no pocos descuidos é impropiedades, y en mu
Lo segundo se comprendió bajo el epígrafe de Üotrina chos periodos falta de gala y de buen aire en el decir.
para morir; cuyo rasgo, habiendo llegado á noticia del La Cuna y la sepultura ba sido impresa muchas veces.
doctor Juan Pérez de Montalban, fué anunciado en el Pa Publicada en Madrid en 1634, reprodujéronla al punto
ro-toaos en 1633 , con ei nombre de Prevención para la las prensas de Sevilla ; en el año inmediato las de Barce
muerte, como una de las obras que merecían ver la pú lona y Valencia ; en el de 1649 las de Madrid nuevamen
blica lux. te, desde cuya época va siempre incluida en colección.
Contra La cuna y la sepultura escribió el famoso don Cúmpleme dar noticia de los ejemplares que he tenido
loan de Jáuregui en 1631 la comedia del Retraído, porque i la vista para fijar mi texto , y de las letras con que in
decía que no se preciaba tanto nnestro autor de ningún dico al pié las variantes.
otro libro suyo. Afirmó que en su tarea, disfrazándose con Z. Edición de Zaragoza de 1630, de muy escaso mérito,
velo de piedad el satírico y maldiciente, se había propuesto aunque de suma rareza. Anoto aquí tan solamente sus más
como fin único tirar piedras furiosas á ios ministros y principales diferencias, porque hallándose entonces el dis-
70 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
PROEMIO.
AL DOCTÍSIMO Y REVERENDÍSIMO PADRE FRAY CRISTÓBAL DE TORRES,
RELIGIOSO DEL GLORIOSO PATRIARCA .SANTO DOMINGO, VERDADERO DICiPULO DE LA SANTA D0TRINA
DEL ANGÉLICO DOCTOR SANTO TOMÁS, PREDICADOR EVANGÉLICO DE LA MAJESTAD DEL REY NUESTRO
SEÑOR (a).
Son- la cuna y la sepultura el principio de la vida y el fin della ; y con ser al juicio del diverti
miento las dos mayores distancias, la vista desengañada no solo las ve (3) confines, sino juntas
con oficios recíprocos y convertidos en sí propios: siendo verdad que la cuna empieza á ser se
pultura, y la sepultura cuna á la postrera vida.
Empieza el hombre á nacer y á morir ; por esto cuando muere acaba á nn tiempo de vi vir y de
morir. Yo, que de las horas á que me prestó la cuna he sido desperdicio y "no logro, por desqui
tar mi culpa escribo dotrina, para que otros no me imiten, y me sobrescribo como peligro que
todos deben evitar. Y ya que no escribo lo que he obrado para el ejemplo público, escribo lo que
he dejado de hacer para el escarmiento : que la virtud, tanto se vale para su crédito de lo que
padece el malo que no la sigue, como de lo que goza el bueno que la obedece. Y como en mi he
reconocido la dolencia de los perdidos, determiné de escribir este tratado breve , porque no
amedrente con prolijidad el gasto de muchas horas.
Y considerando cuan poco puede con los hombres distraídos la autoridad, por estar los sen-
curso en bosquejo, y habiéndose dado á la estampa con B. La de aqut mismo, por La Bastida, 1658.
bario descuido, sus lagunas son muebas, muchos los des- L. La segunda edición que publicó este librero en
atinos , irreverencias y absurdos. En esla impresión no 1664.
tienen epígrafes los capítulos, ni al discurso precede pro- F. La de Bruselas de 1670. Plagada de yerros y des
logo ni advertencia. aliños. Talla de renglones enteros, y despojada compléta
la. La de Barcelona de 1633, muy limpia de erratas. mente de los antiguos preliminares.
Lástima que el impresor Lorenzo Deu no reprodujese la S. La de Sancha , 1790.
dedicatoriay preámbulos del ejemplar de Madrid de 1634. (i) añadiendo leen en esta postrera cosas que no hizo.
V. La de Valencia, de 1633 también, menos correcta y Hé determinado ( Errata manifiesta del ejemplar de la-
esmerada, aun cuando muy apreciable por tener en los lencia.)
principios, ya que no la dedicatoria , los dos prólogos de (2) que yo , pidiendo licencia para imprimir, lo saca-
Quf.vedo, que no he visto en otra impresión ninguna. ré (V.)
Debo el haberla disfrutado al señor don Pascual Ga- (a) En I C38 era arzobispo del nuevo reino de Granada,
yangos, á quien no cesaré do rendir gracias por su des- en las Indias,
prendimiento y bizarría. (3) con Unes ( V.)
A. La de Madrid de 1630, costeada por Alfoi.
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 77
tidos y potencias humanas más de parte de lo que ven que de lo que se les prometo (de don
de nace caudalosa la licencia en las culpas), he querida (viendo que el hombre es racional,
y que destono puede huir), valiéndome de la razón, aprisionarle el entendimiento en ella. Y
para fabricar este lazo, en que consiste su verdadera libertad, me he valido en los cuatro pri
meros capítulos de la dotrina de los estoicos. Y siguiendo á santo Tomás, que en ellos cristiana
y religiosamente impugnó el principio de la insensibilidad de afectos (lo que en la gentilidad ha*
Lian hecho Aristóteles y Plutarco), tomo otro principio en que se acomoda bien su dotrina, en lo
demás útil y eficaz y verdaderamente varonil y robusta, y que aun en la idolatría animó con es
fuerzo hazañoso las virtudes morales : dotrina que en aquel siglo, que no había amanecido Jesu
cristo nuestro señor, Dios y hombre verdadero, tuvo por séquito las mayores almas que vivie
ron aquellas tinieblas. Y porque los filósofos no usurpen con sus estudios la gloria de alguna ver
dad que escribieron (siendo cierto que la verdad, digala quien la dijere, es del Espíritu-Santo
y del viene y se deriva), afirmo que Zenon y (i) Epicteto la mendigaron del libro sagrado de Job;
trasladándola y haciendo sus preceptos de sus obras y palabras. Y si bien á la prueba universal
desto, me remito al libro que tengo escrito sobre Job, cuyo título es, Themanites rcdivivusin
Job (a), por prenda desta opinión mía la verifico dcsta manera.
En el manual de Epicteto el cap. 15" dice estas palabras (b) :
c Nunca digas que perdiste nada, sino que lo volviste. ¿Murió tu hijo? di que le pagaste.
¡Hurtáronte la hacienda? ¿por ventura no dirás que la pagaste? Dirás que no, porque es malo
quien ¿o hurtó; ¿qué te tocaá tí calificar las personas por quien cobra loque te hadado el que te
lo dio? Solo te toca gozarlo como ajeno el tiempo que te lo concediere su dueño.»
¿Quién será tan impío y tan ignorante que no confiese este precepto, que es la llave de toda
la enseñanza estoica, por hurto literal de la principal acción de la historia de Job ? En el capítulo
primero dice el texto sagrado que vino un mensajero ú Job, y le dijo que estando banqueteán
dose sus hijos y sus hijas en casa de su hijo primogénito, vinieron los sábeos y los robaron, y de
gollaron los criados. Otro vino, hablando este, y dijo: c Fuego cayó del cielo y abrasó tus ganados
y tus pastores.» Y antes que este acabase de hablar, vino otro y dijo : i Los caldeos en tres escua
drones acometieron á tus camellos y los llevaron, y pasaron á cuchillo los que los guardaban.» Y
estando hablando este , vino otro y dijo : t Estando en la casa de tu hijo mayor tus hijos y tus
hijas comiendo y bebiendo, de repente se arrojó un huracán de la región del desierto; y acome
tiendo los cuatro ángulos de la casa, la derribó, y con ella enterró tus hijos.»
Aquí se ven á la letra los sucesos que en su capitulo especifica Epicteto: muerte de hijos,
y hacienda robada por los ladrones. Y Job respondió las mismas palabras que Epicteto manda
que se respondan : «Dios me lo dio, Dios me lo quita; como Dios quiere ha sucedido : sea el nom
bre de Dios bendito. > No dice que lo pierde, sino que lo paga ; que Dios que lo dio, lo cobra. Y lo
mismo que responde al fuego que bajó del cielo y al viento que derribó la casa, responde á los
ladrones que le robaron la hacienda y los ganados. Conoció Job y enseñólo á Epicteto y á
Zenon, que no toca al hombre calificar sus cobradores á Dios. Y que como lo es el fuego y el
huracán, lo es el ladrón. Y esto, que es en lo que Epicteto hace fuerza, lo dice Job clarisi-
mamente en el cap. 19, vers. 12 : Simul venerunt latrones ejus, et fecerunt sibi viam per me , et
obsederunl in gyro tabemaculum meum; « Juntos vinieron sus ladrones , y se hicieron camino por
mí, y sitiaron en torno mi tabernáculo. >
Aquí hablando con Díos, dice que usa su providencia de los ladrones para cobradores, como
del fuego y de la tempestad; y los llama suyos. Y pomo hacer libro este proemio, no verifico todo
el manual de Epicteto, remitiéndome á mi impresión; pues este lugar, que es el mayor, da
promesa de grande crédito para los demás.
Por estas razones hallé calificada la dotrina estoica, para gastar en ella los cuatro capítulos que
con el quinto y postrero, perGciono en la verdad cristiana con la poquedad y mengua de mi do-
trina.
El tratado de la Sepultura, previniendo los riesgos de la postrera hora, he dividido en dos dc-
(1) Epitecto ( Dicen siempre la* ediciones de Madrid y (í) Jáuregui critica á nuestro antor por no citar bien el
Valencia.— Sobre este yerro de imprenta hizo graves car- capitulo deque se trata, ó por no haber advertido que no
gos Jáuregui á Qokvedo.) era posible darlo con fijeza, puesto que la obra de Epic-
(o) Don Juan de Jáuregui, en la comedia del Retraído, teto llegó á nosotros maltratada de la antigüedad, y cada
probó que era desalmado este epígrafe. intérprete ó editor la ba dividido á su auiojo.
78 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
fensas, de que á mi parecer necesita el hombre , que en poco rato abrevia cuenta de muchos
años. *
El i.' es, que no desconfie por sus pecados de la misericordia de Dios, fiando en ella y en su
sangre, y intercesión de los santos.
El 2.a, que no se con fie en algunas buenas obras que á su parecer ha hecho, porque no le con
dene la presunción propia, asegurada en sí.
Yo puedo asegurar á vuestra paternidad reverendísima que mi intento en este libro, bueno es,
si le acompaña pobremente mi ignorancia : esta confesión, ya que no lo mejora , me disculpa.
Suplico á vuestra paternidad reverendísima lleve á cuenta de su humildad, con la modestia ejem
plar que tiene, esta mortificación de verse nombrado en este proemio mió, y perdone con cari
dad lo que se baja por lo que me autoriza. Y dé Dios á vuestra paternidad reverendísima larga
vida con buena salud, como deseo y ha menester la voz de la verdad y la dotrina verdadera para
las mejoras de la conciencia. Madrid, 20 de mayo 1633.
(a) O homo, omnis qui judi.-as. In quo enira judicas alternni, (4) tus disparates con lisonjas, (Z.)
teipsuin condenas : cadem cnira agís quae judicas. (£>. ai (5) todos. Al revés lo entiendes lodo, pues tieaes, ete.(W.)
Rom., n, 1.) (6) La estatua (S.)
(1) mismo. Lo segundo, que en este estado y lugar (Z.) (1) la mengua \ld.)
(2) le <S.) (8) es bien iA: B. L. F. S.)
13) considerar, {Y.) (9j medrosas muchas cosas (Z.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 83
hnbiera muerte? Dirás que es dolorosa y llena de con y las cosas del cielo de los astrólogos, no (8) aprende
gojas y (I) parasismos. Pues dime, si eso no hubiera rás el modo de vivir y morir de los filósofos y buenos?
enla muerte, siendo tan desdichada la vida, ¿quién ¡Cosa extraña, que creas de los vivos que es temerosa
no U tomara por sus manos? Prevenida la naturaleza la muerte, (6) no sabiendo lo que es! Los experimen
!i cercó de congojas, y la hizo parecer temerosa, para tados gozan, tras su quietud y paz, de eterno silen
que los hombres viviesen algnn tiempo. Y si bien lo cio (7). Por esto Sócrates dijo que la muerte es un
consideras, llevando á todos y no exectando á nadie, secreto reservado y una conjetura triste.
on razón ninguno puede estar quejoso. Querer tú vi Dirás que el ánima teme la muerte : por si no, que
vir siempre, fuera hacer agravio á los que murieron es inmortal; sí por su cuerpo. Sentir el dolor de su
para que (2) vivieses, y á los que aguardan que te va enemigo, excusada piedad es, y seria sentir que el
yas para venir; que ella llevando á unos, da lugar á cuerpo sea lo que es y para lo que nació, y en lugar
otros. Y asi es ley, y no pena, la muerte. de ser piadoso, seria desagradecido á quien le da li
Si has vivido contento y todo te ha sucedido bien, bertad ; y si él teme verse libre, mucho ama sus gri
harto de vida despídete delta (a). Y si todo te ha llos, mucho su cárcel.
sucedido mal, ¿para qué quieres añadir cada dia más ¿ De dónde viene este miedo de la muerte, que ha
trabajo? Vete enfadado. Y si te ha sucedido unas ve crecido tanto arrimado á la ignorancia, que aun oiría
ces mal y otras bien, no hay más que experimentar; nombrar no quiere alguno, como si por el oido secreta
cánsate de repetir una misma cosa. Poca honra tienes, mente se le entrara? Pues esté cierto el más recatado
pues sabiendo que te ha de dejar á tí la vida, aguar que presto padecerá la que ahora no quiere oír ; y que
das ese desprecio delta, y no la dejas antes, pudiéndolo en aquel estrecho , la voz nunca oida y la opinión siem
hacer. pre rehusada y la memoria que (8) se despreció, y ella
Oido habrás decir muchas veces que no hay cosa misma , se harán mas ásperas ; que sin duda, prevenida
máscierta que la muerte ni más incierta que el cuán y imaginada y creída, no lo fuera.
do. Digote que no hay cosa más cierta que el cuándo, Díme, ¿para qué guardas tu memoria, ó de qué to
pnes no hay momento que no mueras ; y que (de ver puede servir mejor que de acordarte de ti mismo? Si á
dad) siempre está 'llegando este cuándo que dices tú tí te olvidas, eres como si no fueras , y ninguna memo
que no (3) se sabe, y acertaras si dijeras que no se ria sino la de la muerte acuerda al hombre juntamente
cree. ¿Para cuándo, guardas la risa, pues no te ries lo que es y lo que ha de ser. Si tomas mi consejo y el del
del que se está muriendo y dice : Quién pensara que Sabio, que dice : «Mejor es ir á la casa donde hay lágri
yo me muriera en dos dias desta manera? Y cuando mas que á la del convite , y mejor es el dia de la muer
dicen • Fulano murió en dos dias», mienten y no lo te que el del nacimiento (6) ; » tú oirás de buena gana y
entienden, que cualquiera (aunque mue/a en. un ins buscarás las conversaciones donde se tratare de la muer
tante) muere en, tantos dias como ha vivido, y tantos te, y asólas no te acompañarás de otra cosa que de su
dias había que estaba enfermo como había que nació. memoria : y asi verás que la mucha conversación en ella,
¿Tú piensas que pasan en balde los dias? PuSs digote como en otras cosas, será causa de menosprecio. Di
que no hay hora que pase por tí, que no vaya sacan choso serás y sabio Inbrás sido, si cuando la muerte
do tierra de tu sepultura. venga no te quitare sino la vida solamente ; que en los
Pues ¿quién entenderá tan grande confusión como necios no solo quita la vida , sino la confianza necia, el
esta? Tú temes la muerte, y tu mayor deseo es que descuido bestial, el amor de las cosas temporales; todo
ie llegue. ¿Quiéreslo ver? ¿En qué otra cosa gastas la lo cual habrás tú dejado antes , y así aliviarás mucho la
'ida que en desear, siendo niño, verte mancebo y que postrera hora. ¡ Dichoso aquel que en su fin da á la
llegue el tiempo de verte mayor, y luego de verte muerte lo que pide, y desdichado del que se defien
hombre? ¿Qué verano hay que no desees que (4) se de (9) á ella, y la niega lo que la debe y ha de cobrar 1
P»se, y que llegue el invierno? Y siempre suspiras Por este modo, pues, debes apartar todas las cosas
porque llegue el dia venidero ; que no me negarás que de las opiniones que las afean y hacen espantables , y
en todo deseas tu fin, pues no puedes desear que anteponer á todo la paz de tu alma, y no tener por pre
tras este instante venga otro, sin desear que se acer cioso lo que no sirviere á la quietud y libertad de tu es
que un paso más tu muerte- ¿De qué sirve pues huir píritu.
de loque deseas , y temer el llegar adonde á toda di ¿Quieres ver cuan desdichado te haces, no lo siendo;
ligencia caminas y te llevas á ti mismo? ¿Por qué que á tí mismo y á tus imaginaciones y pensamientos
tienes miedo á la última obra de naturaleza? Lo me debes todas tus inquietudes y desasosiegos? Si oyes que
nos de la muerte temes'que es aquel punto, y lomas dicen malas cosas de tí en tu presencia, te enojas; y
della (que fué toda tu vida) pasaste riendo. afrentándote porque dices que es perderte el respeto
¿Por qué, como para saber navegar te llegas á los decírtelo en la cara, aventuras tu vida y riñes. ¿ No mi
marineros, y aprendes el arte militar de los capitanes, ras que si son verdad las cosas que te dicen, era justo
enojarte contigo, porque haciéndolas diste ocasión al
otro de decirlas; y que siendo así, habías de agradecer
(1) parasismos. (F.)
Si ti «rieses, \Z.)
W Eo este pasaje traduce Qaevcdo i Tilo Lucrecio Caro, De (5) aprendes (Z.)
fnm Miara, lib. m, «re. 9.49 : (G) y no sabiendo (F.)
Htm ti grata fnit Ubi vilo anlfteti), priorqne. ' (7) y no dicen nada. De aquí nace que la muerte ei un secre
Cv un, utyknus vitae conviva, receáii! to (Z.)
(8) despreció, {Z) — *e desperdició , (L. S.)
(3) lo sabes. (Z.) (*¡ Ecelesiastes vil 2 7 3 .
(») pase, (M.) (9) de ella,/.,
80 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tor reprehensión ló que aborreces (1)? Dirás que aun te enseña sino lo que está bien puesto ; y este solo sirve
que las cosas son así verdad, que él ñolas dice porque de que te desvanezcas con él , pues lo que está como ha
de enmiendes, sino con celo de (2) afrentarte. Pues por bía de estar, no era necesario verlo, si te miras para solo
eso, pudiendo escoger , por no darle venganza á tu ene ordenarlo que no estuviere así. En el otro ves (13) solas
migo , no habías de hacer lo que él desea , que es que te las cosas desaliñadas y mal puestas y las faltas que tie
afrontes ; sino enmendarte (3) , que es lo que te está nes. Dime , ¿ este no es el que te conviene solamente, y
bien, y tú dices que él no pretendía. Si te enojas, ya el otro el que te sobra? Pues así debes entender que
salió con su intento; tú fuiste de su parte. truecas los nombres y los oficios de las cosas.
Muchas veces dirás que dicen con mal intento lo que Pero demos que sea tu enemigo un hombre en cosas
no es verdad y lo que presumen maliciosos; y que así, de veras; más fácil es perdonarle y más justo quererle
es necesario responder por tí. Y es excusado, porque no que aborrecerle y vengarte.
sirve de nada ; que quien dice y afirma la cosa que no (14) Fonseca, doctísimo español, predicando, dijo:
es ni hiciste, no se ha de convencer con tus razones. «No solo es mejor perdonar al enemigo que vengarse,
Y si dices que ya que ese no sea, servirá la pendencia sino más fácil y más acomodado. Asi lo mandó Cristo :
de castigo ; — lo primero , eso no está á tu cargo ; lo se Amad á vuestros enemigos. Rigurosa y desabrida co
gundo, no es ese (4) el que se le ha de dar, porque sa fuera y llena de peligros, si te mandara vengar de
igualmente le padecéis entrambos con la inquietud y tus enemigos , salir á media noche (ó solo, cargado de
desasosiego. (5) El que es bueno se venga de su enemi armas, ó acompañado, de amigos) á acecharle, y al ca
go no dejándolo de ser; y el que es malo, siendo bueno. bo procurar su muerte. ¿Cuánto mejor es perdonarle,
Y en cuanto á decir que te perdió el respeto en decir- cosa que puedes hacer cenando y en tu casa y acostado y
telo en la (6) cara, declárate : si te lo dicen en la cara, con todo tu descanso? (a) »
lo llamas desprecio; si en ausencia, dices que es trai Y digote que la venganza solo es de Dios : por eso le
ción. ¿Ves cómo de ninguna suerte quieres que te digan llaman Dios de las venganzas. El solo puede castigar las
nada, y cómo son achaques para vivir á solo tu gusto? almas, que son las que con sus intenciones ofenden;
Pues ten por cierto que nunca habrás sido mejor, ni que el cuerpo solo sirve á esta composición. Quítate
tendrás necesidad de ser más santo, ni habrás tenido uno la honra, y vengaste tú en su vida, que no te ofen
más maestros para serlo, que cuando tuvieres muchos dió. Dijo uno mal de tí ; no digas tú mal del , siquiera
enemigos, cuyo miedo te traiga cuidadoso y adverti por no parecerte á él y por no imitarle. Dirás que quién
do (7). Dichoso serás cuando de los enemigos supieres podrá acabar consigo esto. Respondo que cualquiera
sacar provecho, y sabio cuando dieres lugar áque to que conozca que no hay mayor venganza del que hace
dos te digan lo que sintieren de tí ; que entonces (libre mal, quesufrille con paciencia, que lo que pretendía
de lisonjas) tus faltas serán advertidas. No dormirán tus era acabártela; y del que dice mal , desmentirle con las
vicios con descuido, y tu presunción tendrá desengaño obras. Y hazte capaz de que no te es posible vengarte
y tu ignorancia remedio. A nadie deben tanto los hom en la cosa que te ofende, y que es mal hecho ofender la
bres como á la reprehensión ; aquel es perfecto en toda cosa que* no tiene culpa, como es. la vida, la salud y el
buena filosofía, que la reprehensión no sola la oye, sino cuerpo del otro.
la agradece. ¡ Extraña locura se ha acreditado con los hombres,
De aquí debes colegir cuan agradecida cosa es amar. que crean que si uno les ha cortado las narices, con
(8) á los enemigos, quetú aborreces tanto. Y en realidad cortarle las orejas ó matarle estáu satisfechos ! ¡ Ex
ile verdad ni tú sabes cuál es tu amigo ni cuál es tu traña cosa ! Dime, ¿remedióse tu herida con la del otro
enemigo ; antes lo entiendes todo al revés. Llamas ami ó con su muerte (t 5) ? No por cierto. Pues ¿qué resultó
go al que te presta (9) para el juego , al qnejte acompa de ahí? Que sepan que tú sabes hacer tan bien ó mejor
ña en casa de la ramera , al que te divierte y entretiene, insultos que el otro : que yo aquí no hallo nada reme
al que comey cena contigo, (10) al que le hace espaldas diado, sino ofendidos entrambos, y los odios más vi
y al que te alaba (H); y enemigo llamas al que, no ha vos, y recien nacida la pendencia y más encendida la
ciendo nada desto, dice mal de ti y te reprehende y va guerra; y tú, que antes solo estabas lastimado, vives
á la mano en todo : siendo al revés , que este es amigo receloso y inqnjeto y con cuidado y miedo de mayor
tuyo, pues es amigo de tu alma, que eres tú, y el otro mal. Y al fin os Weis el uno al otro espectáculo á la
esenemigo tuyo y amigo de tu hacienda, apetito y per gente , como fieras ó condenados á muerte.
dición. Y sin duda para el provecho al enemigo solo has Y porque las desgracias todas nacen de la ira , quiero
menester; y al otro para la locura (12), entretenimiento decirte lo que es, y (16) adveróte de los malos sucesos
y vanidad solamente. Haz cuenta que tienes dos espe que á ella andan arrimados , para que sepas prevenirte
jos, y que el uno (aunque tengas muchas fealdades) no contra sus repentinas y no pensadas tiranías.
(1) por consejo. IAdición manuscrita en la eiie. de Z.) (13) solo las cosas desalmadas y mal puestas , (Z.)
(2) ofenderte y afrentarte. (Id.) (14) El padre maestro Fonseca, 1M.1
(5) de tu mala vida y costumbres, {Id.) (a) El agustino fray Cristóbal de Fonseca nació según anos en
(4) al que (K.) Maqneda, y según otros en Santa Olalla, el año de 1566. Fué docto
(5) Y en cuanto i decir (i.) en letras humanas y teólogo profundo. Obtuvo lis primeras digni
(6) cara. Declárale, (Z. D. V.) dades de su orden , y era entre los predicadores del Rey estimado
(7) en todo cnanto hicieres y dispusieres. (V.) como el mis sabio y elocuente. Murió en 1612 ó en 1616. Escribió
(8) los enemigos, (Z.) La vida de Críelo, Del «mor de Dioe, Sermonee de Cuaresma, y Ser
(9) dinero para jugar, (Id.) mone» para loe dominicas.
(101 al que te acompaña, (Id.) (15) y perdición ! \Z.)
(lli ylisonjea;(M.l (16) advierte (V.) — advierte délos males suyos y peores su
(12) y vanidad. Solamente hai cuenta (0. V.A.B. F. S.) cesos (Z.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 87
No dividamos la ira, pues masó menos, cualquiera á ser gula, ó la modestia insolencia, ó la (5) humildad
«dañosa y por sí aborrecible. La mansedumbre es (i) soberbia , ó la mansedumbre ira , — todo está pertur
el medio acerca de la ira, y ella' en si no tiene medio. bado, y los que fueron compañeros son enemigos, y
Digámoslo que es, antes que la consideremos. todo es guerra y violencia contra la naturaleza.
La ira es una breve locura y repentina , un olvido de Veamos ahora qué principios tiene la ira, porque
]j razón, y si dura, un desprecio della, un afecto re- sepamos dónde se podrá con más facilidad atajar ; y
beldeal entendimiento y un motin de la sangre y una aunque son los principios varios, todos son por un
soberbia inconsiderada. Es enfermedad del corazón, camino y de una condición, pues vienen de afuero.
peligro de la vida, confusión de sí misma , temeridad ¡Gran locura que cosas ajenas sean poderosas á qui
acreditada y valentía de cobardes y flacos. Y porque no tar la paz propia! ¿No hace el criado lo que yo le
parezca que bablámos como en causa ajena, oigámosla mandé, ó hace más de lo que yo le mandé, ó no tan
á ella misma lo que dice y confiesa de sí. Que es locura presto? Enojóme y la ira me despeña. ¡Triste cosa,
j furor y todo lo dicho (2) vedlo en un airado en el cen alma mal prevenida y poco estimada; pues el que te
tellear de los ojos, en el (3) temblor de los labios, en el tiene permite que hasta su criado pueda," todas las
ceño de la frente , en la color perdida,.en el movimien veces que quisiere, perturbarla y herirte : si lo hizo
to y dificultad de la lengua y porfiada repetición de las adrede, por la malicia ; si erró por descuido, porque
palabras. No solamente no te conocerás airado, pero te no miró lo que hizo ; y (6) si pensando acertar, por
tendrás miedo. Dame un león ferocísimo y un tigre que lo miró demasiado ! Y al fin son tantas las cau
horrendo y manchado y un jabalí espantoso ; enójense: sas de la ira ajena, cuantos pueden ser los descuidos
míralos airados y verás que no hay (4) fiereza tan y malicias ajenas , (7) aprendidas de la presunción y
grande , donde la ira no halle y añada nuevo horror. ignorancia propia, la cual enciende la sangre y arma
Así que es vicio tan feo como dañoso. ¿Qué hombre con ella el corazón descuidado. Según esto, paréceme
leerá esto, que no tenga alguna queja della; que no que fácilmente hallarás camino para defenderte dclla
llore alguna desgracia por su causa? Soy de parecer y apartar de tí tan dañoso afecto.
qoe en esto sin argumentos nos hemos de convencer Ten firmemente por cierto que á ti no te toca per
unos á otros con los sucesos propios y ajenos, con lo que turbación de lo que otros hicieren ó dijeren mal ó
hemos visto y oido. Aírase uno: dice y hace cosas aje bien ; que eso es á su cargo, aunque el mal ó bien
nas de toda razón; después vergonzosamente, como te toque á tí ó á tus cosas : porque lo que no está en
para otro. que era entonces, diferente del que ya es, tu mano y está fuera de tu poder, solo to toca, si
reducido á mansedumbre, pide perdón. lo previenes, evitarlo; si lo padeces, sufrirlo, y pro
Que no es natural la cólera prueba Séneca. Más curar remediarlo para no padecerlo. Vana cosa es que
mostramos nosotros, que es contra naturaleza, no tan rer tú que el otro no haga lo que quiere hacer, y
agudamente, pero con más facilidad. más vana querer que no haya hecho lo que ya está (8)
Solas aquellas cosas debemos llamar naturales, que hecho, que es lo que procura la ira ciegamente. ¿No
son para la conservación de la compostura y orden le quitó uno el sombrero, dióte un golpe, tratóte
deste compuesto de cuerpo y alma, y contranatu mal? Dimc, ¿el ser descortés y desvergonzado es malo?
rales las que procuran lo contrario. Claro está que Dirás que sí. Pues respóndeme: Si el otro es malo
las ponzoñas y venenos no son naturales para el hom del vicio ajeno, ¿por qué te perturbas y te enojas, de
bre, pues le acaban. Lo mismo la ira, pues su efeto biendo á la caridad (9) fraterna tenerle lástima? Cierta
no es otro que la alteración de todos los sentidos, per cosa es que si tú quieres que los otros hagan todo
turbación y fealdad de todos los miembros, inobe lo que tú deseas ó te está bien, así como lo deseas 6
diencia del alma á la razón y al entendimiento. Cierto mandas, y crees que mereces tú esto, que cualquiera
es que en los compuestos de cosas diferentes la uni cosa que te sucediere de otra suerte te (10) perturbará
dad, que forzosamente requiere el gobierno acertado y sacará de juicio.
y seguro, no es la de una de las partes, sino la que Bien cierto estoy que sabes que eso es imposible,
de la templanza é igualdad de todos resulta; porque' y que no puedes quitar la malicia de los hombres,
en los tales, luego que una parte prevalezca y do niel descuido; lo que te es posible y fácil es quitar
mine mis que las otras, es tirania y enfermedad, y de tí la presunción y opiniones erradas y la igno
no hay composición. rancia, para que no sintiendo nada de lo que no está
Así se ve en el cuerpo, donde la salud y conser en tu mano ó sucede (11) no por tu culpa, sean y las
vación de la vida consiste en la amistad y igualdad hayas como si no las (12) hubiese, y tengas en paz tu
de los humores y calidades; y la muerte , disolución y ánimo. Si ves á uno lleno de enfermedades corpo
enfermedad, consiste solo en que uno de los humores rales, te compadeces y no te enojas. Dime,¿porqué
predomine sobre los otros, como el mucho frió ó mu con aquel que tiene vicios y pecados , que son enfer
cho calor. Lo mismo es en los afectos que tienen las medades del alma, te airas y no te apiadas?
potencias nuestras, que igualmente corregidos de la Andará el mundo cuerdo y en paz cuando cada uno
razón, naturalmente conservan la paz del alma; mas el
día que la templanza crece (a) y, saliendo de sí, llega (5) vanidad soberbia, (D. V. A. B. 1. F. S.)
(6) pensando (Z>. A. B. L. F. S.)
(7) aprendidos (F.)
(1 ) vedio (F.) (8) hecho. ¡No se te quitó uno el sombrero (Z.)
C2l «uto (H.) (9) fraternal (H.)
(3) temblar (Z.) (10) perturbara y sacara (V.)
(A) tieru (F.) (11) por tu culpa, sean y las baya (D. F. A. B. L. S.)
(«} ¡itnfü con razón (obrada tachó de Impropia esta frase. (lt) hubiese. Andará el mundo cuerdo (Z.)
88 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEYEDO VILLEGAS.
sinliere solas sus culpas, y no las ajenas, y aun ten Ten por cierto que bien puedes tú ir con ira car
drá enmienda. gado de armas, mas que las armas van sin tí y sin
¿Hay ladrones? Guárdate y apártate dellos; pero si dueño que las rija; y' que yendo airado, tendrás más
te robaren, escarmienta para otra vez, que así cas razón de temerte tú á tí mismo que el contrarío de
tigarás tu descuido. Y no te enojes con el ladrón por temerte á tí, viendo que vas enojado. Y es sin duda
que lo es, que eso no está á tu cuenta, que ya cas que peligras en tí más y peor.
tigaste con el escarmiento el descuido que lo estaba.
Si dos cosas apartases de tu ánimo, tanto por da CAPITULO IV.
ñosas como por inútiles, serás buen ignorante. La Cura el seso mal informado, eon el desengaño de su ignorinci);
primera es no entristecerte en las desdiebas, y la sé- dispónele i ser sabio con ensenarle que no lo es. Adviértele
cual estudio le conviene, y en qué (4) lección le asegura, y cial
funda, no airarte ni encolerizarte en las ocasiones. debe ser la lección.
Si se te muere tu padre ó tu mujer ó tu bijo, ¿de
quien te quejas sino es del, pues él se va, que aca Resta ahora desengañarte del estudio vano y de
bó ya el camino que bacia ; que ni le lleva la fortu la presunción de la ciencia , y enseñarte cómo es
na ni otra cosa? ¿Muérestotú, y lloras y quejaste tle ninguna tu sabiduría, y ninguna cosa es más verda
lo poco que lias vivido? Advierte el disparate : que te dera de las dichas, ni más clara, ni más dificultosa
mueres tú, y te quejas y entristeces de lo mismo que de arrancar de tu estimación propia, donde tiene tan
tú haces en tí mismo. tas (5) raices. ¿Quién duda que ninguna cosa sentirás
¿Dirás que no se puede quitar este sentimiento pro tanto como que te llamasen ignorante de todas las
pio de la naturaleza? Engañaste. ¿Qué hicieron del, cosas ? Mira quién eres : y no sientes el serlo, ni aun sa
si sabes, aquellos filósofos antiguos que ó codiciaban bes que lo eres. Pues ¿qué sabrá ó podrá saber de
la muerte ó la despreciaban; aquellos soldados que las otras cosas quien de si mismo no alcanza á saber
no bailaron en ella cusa fea ni temerosa , y se ofrecie eso que es verdad?
ron ú ella y la buscaron? ¡Cuántos millares de valero Lástima tengo á la niñez que gastas en estudios me
sos mártires, soldados católicos, la pasaron con risa y nos provechosos que los juguetes y dijes, porque estos
contento ! ¿Qué te parece? Pues en estos naturaleza divierten y entretienen, y aquellos embarazan y per
humana habia, mas tenían diferente opinión de la suaden á lo que después no (6) admito sin gran di
vida y de la muerte que tú ; que si no piensas que ficultad desengaño. Quien te ve fatigaren silogismos
eres eterno tú y los que ( 1 ) te tocan y quieres bien, y demostraciones, no pudiendo , sí no eres matemáli-
sientes que no los traten como si lo fueran, y que les co, hacer (7) alguna; fatigarte en lógicas mal dis
suceda lo que es forzoso y necesario. Perdiste el dine puestas y monos importantes ; y en filosofía natural
ro, cayósete la casa, engañóte el logrero ; ¿de qué sir (así la llaman ellos, siendo fantástica y soñada); y
ve llorar y entristecerte? Dime, después que te has en las burlas de que se ríe Per.sio cuando dice que
desliedlo en lágrimas, y consumido el corazón con «andan los (8) afanosos Solones cabizbajos, horadanJo
sentimientos, y secado el celebro con imaginaciones, el suelo con los ojos, (9) royendo entre sí con mur
y fatigado la lengua con quejas, ¿bailas edificada la murio rabiosos silencios, (10) pesando con hocicólas
casa, y restituido el dinero, y deshecho el engaño? No. palabras, meditando suuñosde( ti) enfertnode muchos
Pues ¿de qué sirve ayudar al que te quiso hacer nial, días, como si dijésemos: De nada se engendra nada;
(2) y darle pesadumbre, y gastar el tiempo mal, pu en nada, nada se puede volver. ¿Por esto amarillas?
diendo la diligencia, ó recobrar algo ó socorrerlo? Así ¿Esto es por lo que alguno no come? Estos son (dice
que, lo que en las desdichas debes hacer es consolar Persio) (12) los que ríe el pueblo». Y yo te digo que
te contigo ó con los otros, así con el desprecio ó cono estos son los que hoy estima, (13) y los que debia des
cimiento de la cosa en que sucedió, como con el cono preciar (a).
cimiento y desengaño del daño que trae el dolor de
loque ya se hizo, y cuan inútil es. ■ (l! elección ifdespués lo mismo, B. L. F. S.)
Para la segunda cosa, que es no airarte en las pen (5) y tan diversas raíecs. ¿Quién duda que ninguna eo?s i»
dencias ó ocasiones, desprecios, malicias ó descuidos, cuantas te pueden decir sentirlas tanto (Z.)
á lo dicho solo añadiré que para la cosa que todos (61 admiten (V. A. B. L. F. S.) - admiten (sin gran diíeulüdj y
los hombres desean y alaban la ira, es para el cas desengaño. (D.)
(7) ninguna; fatigarse 11.)
tigo de su contrario y para la venganza de su agra (8) afrentosos solos, iZ.) — afrentosos, solo (V. A. B. 1. T.)
vio ; y en nada vale menos ni es más dañosa. Porque, afrentosos Solones iD.) — filósofos solo cabizbajos, (S.)
dime, ¿qué cosa quiere más entendimiento y discur (9, riendo (Z.í,. F.S.) — riyendo [D.Y.A.B.)
(10; pensando (V. A. B L. F.S.)
so, astucia y consejo, que hacer esto y salir bien (11 1 enfermos (Z. D. V. A. B. L. F. S.)
dello? Porque si no, cuando te vengas del otro y H2 de los que rieiZ.)
te sucede mal, tú le vengas juntamente de ti, y él (13) los que d.ebia de reir. [ld.\
sobra donde tú estás con ira, pues eres contra tí. [a) lie aquí los versos del 'satírico :
Veamos ahora: ¿parécete bien, (3) según esto, ir non ego euro
Esse quod Areesilas, aerumnosique Solones,
á la venganza y al castigo, ciego y sin razón ni en Obslipo enfile, el figenles lamine terrón,
tendimiento ninguno, ajeno de tí mismo cuando más Mármara cum team, el rabiosa silenlia rodunl,
te babias menester ? Alone aporréelo Irutinantur terba tabello,
Aegroli veleris meditantes somnia : gigni
De nihilo nihil, in nihilnm nil poste merü.
(1 ) tocan (V.) Hoc est, quod palles? Cur quis non ¡irandeal, hoc etlf
(!) pudiendo la diligencia, [A. B. L. F. S.) Bic populas ridet,
(3) que según esto es bueno ir á la venganza (Z.) (Peral!, sat. ni, 78.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA.
La mayor hipocresía y más dañosa y sin fundamento, y que la muerte y la perdición dijeron : «Oímos su fu
eb de la sabiduría; porque la del dinero fundase en ma ; nuevas tenemos delta (o). »
que le hay , y que tiene alguno el que se trata como si Esto confirma que la sabiduría no llega á oidos do
tariaa mucho. La de la virtud, hayla tamliien, y la del nadie, sino de la muerte y de los trabajos. Dirás que es
i;kr;pero la de la sabiduría, cuino no hay ninguna, temeridad y manifiesta locura decir que no supieron
sase funda sino solo en presunción. nada tantos antiguos filósofos. Y si lo miras bien, el ijuo
Parece que se han concertado los hombres, y por (3) los dio tal nombre (porque tú los llamas sabios) los
consolarse desta ignorancia se creen unos á otros lo qno trató do ignorantes; pues filósofo no dice olía eosaquo-
dicen qnc saben. Y dejando esto al voto de cada uno, si amanto de la sabiduría, que fué reprehensión de los
qoieres averiguar por su boca de todos y por la tuya que antes se llamaban socios, sabios.
que nadie sabe nada, crceá esos mismos sabios lo que Lo otro, no soy yo el primero que los llamó ignoran
dijeren, y verás cómo nadie sabe nada ; que en persua tes; que dellos aprendí ú llamárselo ; ellos me lo ense
diéndose ellos áque saben loque piensan y otros di ñaron; á imitación suya hablo, y porque los creo, los
cen, afirman que los otros no saben nada, y creen que llamo ignorantes. Y Sócrates (el primero á quien cano
con ellos ha de morir la sabiduría. Nohay modestia que nizó el oráculo), si orees á Aristófanes, era mentecato.
bastea confesar que el otro sabe más. Y si alguno con A Platón llamaron el divino, y Aristóteles reprobó toda
fiesa que otro sabe tanto , es solo adonde ¡i él le parece su dotrina ; y la do Aristóteles Platón y, en nuestros
que no le creerán y que le tendrán, en decirlo, por hu- tiempos, Pedro de Ramos y Bernardino Tilesio (t>). A
BiMe, y no por verdadero. Homero llaman Platón y Arislóteles padre de la sabidu
Ello bien podemos nosotros dejar de confesar que so ría y fuente de la dotrina ; y Escaligero y otros muchos
mos ¡Morantes, pero dejar de serlo no podemos. Toda le llaman caduco y borracho; y á ellos los tratan otros
nuestra sabiduría es presunción acreditada de la igno peor (c). Los estoicos contradijeron ú los epicúreos, y
rancia de los otros. ¡Qué soberbio eslá el gramático estos álos peripatéticos, yaquellosá los demás, y á estos
con la inteligencia literal de las voces, que ni sabe otros. Asi que de sus mismas bocas oirás mi conclusión;
qué significan ni conoce (i) el uso propio dolías en las y lo que en mí reprehendes por temeridad, hallarás
lenguas peregrinas! ¡Con qué ceño y desprecio mira á que es confesión suya dellos, y que quieres tú que sean
los demás el que dice que no hay cosa dificultosa para lo que ellos mismos dicen que no son.
él en la lengua hebrea y griega, siendo verdad que la Preguntarásme que, supuesto esto, cuál es la cosa
propia qne naturaleza le enseñó, no la sabe y queno
puede hablar ni escribir en ella sin reprehensión ! (a) Son palabras del libro de Job, cap. xiritt, vers. 14 y22.
Cierto es que todos estos hombres saben estas cosas so- (ó) tes (V.)
creso palabra, y no saben más de loqueó la cortesía ó (/>) Pedro La Ramfe, conocido con el nombre lalinn ile Ttamus,
fué de los primeros que trabajaron en sustituir la razón y la ex
i-ilj inocencia ajena les creyere. Y demos que sabes periencia a la autoriilad de los antiguos. Nació ct año de l.~02 en
todis esas lenguas y que tienes de memoria todos los una aldea del Yennandois. Destlr- sti niñe-z fatigó en las humani
hbrasqne en ellas hay escritos, ¿por eso piensas qne dades y lenguas sabias; y empeñándose muy joven en convencer
abes algo? Pues engañaste; que ni aquellos supieron i los escolásticos de que Aristóteles no era infalible, los hizo en
mudecer con su arrojo y elocuencia. Sus dos principales obras
qué enseñarte, ni tú puedes saber lo que ellos no al conlra la corrupción de los estudios se intitulan : Inilitntwncí
canzaron. Sospecharían mejoren las cosas que tú, y es- ttialeclicae ni liiríi dislinctae, y Animadreriiones i» dialéctica)»
lariaaenla menos dañosa opinión ; poro olía cosa no le Arislolclis. Impresas en París el año de l'.l", le valieron muchas
es concedida al hombre, porque la sabiduría verdadera <iuc persecuciones; pero tal reputación, que fué nombrado por Knri-
II, en l.'iol, profesor de filosofía y eloruencia del colegio de
esti en la verdad, y la verdad es una sola, y esa verdad Francia. Ociio años atlelanle mostróse hombre muy superior á su
«na es Dios solo, que por eso le llaman Dios verdade siglo, c inflexible contra los abusos, presentando i Carlos IX un
ro: y fuera del, todo es opinión y losinás cuerdos sos luminoso plan de estudios para la uuiversidad de Pjris. Ramos
lomó parte en las contiendas religiosas que asolaron la Francia,
pechan. Así debes tener por cierto que la primera lec y abrazó la reforma, cometiendo grandes imprudencias; con lo
ción que lee la sabiduría al hombre es en el día de su que atrajo sobre su cabeza nuevas persecuciones, llegando á ver
muerte, y que cuando muere empieza á aprender, y que entradas á sacomano su casa y su rica biblioteca. Pasó á Alema
sol" entonces está el alma capaz de dotrina, pues se elnia;y llamándole a París el amor patrio, pereció miseramente eu
degüello del día de San Bartolomé.
desnuda en el cuerpo de la rudeza y de las tinieblas y Sus escritos son muchos y varios. Suyas una gramática griega,
ignorancia deste mundo. Trabajosa cosa es la muerte, otra latina y otra francesa, diferentes anotaciones á filósofos y
pro docta. ¿Quieres ver cuánta sabiduría se enseña en poetas, y diversos tratados sobre retórica, aritmética, historia,
íquel postrer suspiro? Que él solo desengaña al hombre antigüedades y religión.
Bernardino Tclesio ó Tilesio contradijo también con todas sus
de si mismo, y él solo confiesa claramente lo que os el fuerzas los males del escolasticismo, oponiendo doctrina á doc
liombre y lo que ha sido. Providencia del sumo Señor trina, y apoyándose en la razón y en la experiencia para descon
«negar licencia á los- muertos para hablar con 1os vi- certar la autoridad de Aristóteles. La obra en que resumió todos
sus conocimientos y opiniones conlra los antiguos se titula : De
'«, porque los desesperaran de la pretensión con que rerum «alurl juila propria principia. Fué publicarla en Roma
* entretienen de saber algo, advirtiéndolos deque la en 1505 y traducida al italiano en Ñapóles el año de 1589, con
sabiduría empieza á tenerse en la muerte. este titulo : La Filoso/la di Bernardino Tclesio, ristretta dal Uou-
D'jo el Espirita Santo, tratando de los pregones qne limo. Tclesio, que nació en Cosenza ¡reino de Ñipóles) en l.'/X),
hizo sus estudios en Milán, sobresaliendo en la filosofía y bellas
* dan para hallar la sabiduría por sus señas , que dijo letras. Murió en su patria año l.')88, abrumado con la pena de ha
el abismo: «No la tengo ;» y el mar : «No está en mí;» ber perdido en pocos dias i su mujer y dos hijos, uno de ellos
bárbaramente asesinado.
. (c) La puntuación del presente párrafo es desatinada á mas no
poder en todas las impresiones antiguas y modernas; pero los
11' ni entiende (Z.) absurdos estampados en la de Sancha, reproduciendo las de Ma
I* U ¡inorancia ajena (F. S.) drid d« 1G50, 1058 y 1004, son para aburrir al lector.
00 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que un hombre lia de procurar aprender (—No me pa mosquees así, sino porque ellos lo dijeron; yaunloi
rece que el trabajo y el estudio del hombre se logrará en más no saben eso, sino que oyen decir, ó leen en otroi
nada, fuera de la consideración y ejercicio de las virtu que lo dijeron ellos.
des, que es solo lo que a un hombre pertenece): procu Sea que estés versado en todos los libros de gene
rar persuadirte a amar la muerte, á despreciar la vida, ración, alma y cielo y meteoros, y que sabes defender
á conocer tu flaqueza y la vanidad de las cosas que fuera todas las cuestiones problemáticamente, dime, ¿deque
de aquel solo Señor son; pues solo el buen uso (1) de te puede aprovechar á tí saber si la generación es al
todas , ordenado á aquel fin , está á tu cargo. teración, y si (8) á la alteración se da movimiento; si
¿ Qué cosa más digna de estudio y de alabanza que el la materia prima puede estar sin forma ó no, y qi:é
ejercicio del sufrimiento, armado de prudencia y mo es, y cuál; y toda la confusa cuestión de los indivisi
destia contra las insolencias de la fortuna? ¿Qué mayor bles y entes de razón y universales, siendo cosas itm-
riqueza que una humildad atesorada de tal suerte, que ginarias, y fuera del uso de las cosas no tocantes á las
ni desprecies á nadie ni sientas que te desprecien to costumbres ni república interior ni exterior, univer
dos? Estas cosas sirven á tu alma y le son de interés. sal ni particular, y que cuando las sepas, no sabes na
¿Quién te dio á tí cuidado de las estrellas y puso á tu da que á tí ni á otro (9) importe á las mejoras de la
caigo sus caminos ? ¿Para qué gastas tu vida en acechar vida, si bien sirven á la cuestión escolástica?
curioso sus jornadas? Deja el cuidado á la providencia Acaba de persuadirte á que dentro de tí mismo tie
de Dios y á la ley que las gobierna , en cuya obediencia nes que hacer tanto, que aun, por larga que sea tu vi
trabajan (2) día y noche ; que por más que te fatigues en da, te faltará tiempo ; y que no puedes saber nada
entender los secretos del cielo , no has de saber más de bueno para tí, sino fuere lo que aprendieres del des
lo que tú inventares y soñares, disponiendo las cosas engaño y de la verdad; y que entonces empezarás á
para entenderlas, y nunca las entenderás como están ser sabio, cuando no temieres las miserias, (10) ui co
dispuestas , por más que estudies. diciares las honras, ni te admirares de nada, y tú mis
¿Qué locura mayor que verte tratar déla adivinación, ino estudiares en tí; que leyéndote está tu naturaleza
y presumir de llegar con la ciencia á los dias antes que introducciones de la verdad. Cada dia y cada hora qne
ellos lleguen , y de salir á recibir los sucesos y determi pnsa es un argumento que precede pa/a tu desenga
naciones del cielo, siendo imposible saberlas, y cosa ño á la conclusión de la muerte. Y«está cierto, asi lo
justamente negada á todos? Las estrellas piensas que te dice el predicador hijo de David, (11) «que sabiduría,
han de parlar lo que no saben; y dando crédito á las ciencia y alegría , solamente la da Dios al bueno, y en
complexiones y humores, olvidas laruzon ola fuerza, su presencia;» y que sin él, y ausente y desterrado, la
que todo lo puede mudar (3). ciencia y sabiduría que tuvieres será laque te fingie
No echan menos la adivinación los sabios que saben res á tí mismo; y el contento, el que el engaño del
despreciar lo próspero y sufrir lo adverso, usar de lo mundo te persuadiere á tenerle portal. Considera que
presente y aguardar (4) lo por venir. Nada de lo que le un hombre que hubo sabio pidió la sabiduría á Dios,
conviene ignora el virtuoso ; en salvo tiene su paz y sin y él se la dio, como fuente de toda verdad ; y que la
miedo su libertad ; y el ignorante sabe solo lo que no le perdió (12) en llegándose á las cosas de la tierra. Sea
aprovecha ni pertenece. pues tu estudio, ó hombre que deseas ser sabio, pa
¡Qué ocupadas están las universidades en (5) ense ra merecer este nombre, cerca de las cosas espiritua
ñar retórica, dialéctica y lógica, todas artes para saber les y eternas. Trata con los afligidos y estudia con
decir bien ! Y ¡ qué cosa tan culpable es que no haya cá ellos, comunica á los solos; oye á los muertos, por
tedras de saber hacer bien , y donde se (6) enseñe ! Los quien hablan el escarmiento y el desengaño; ten por
maestros (según esto) enseñan lo que no saben, y los sospechosas tus alabanzas, y cree apenas á tus senti
dicípulos aprenden loque no les importa; y así nadie dos; precíate de humano y misericordioso; conténta
hace lo que habia de hacer, y el tiempo mejor se pasa te con lo que tuvieres, y no de suerte, que te aflijas
quejoso y mal gastado, y las canas hallan tan inocente si te faltare; oye á todos, y sabrás más; y en los libros
el juicio como el primer cabello, y la vejez se conoce imita lo bueno y guárdalo en la memoria, y lo que no
más en las enfermedades y arrugas que en el consejo te pareciere tal no lorepruebes; discúlpalo, si sabes;
y prudencia. Pocos son los que hoy estudian algo por disimúlalo, si puedes; que no sé yo que haya más des
sí y por la razón, y deben á la experiencia alguna ver dichado ni más ignorante género de gente que aquel
dad; que cautivos (7) en las cosas naturales de la au que muestra su estudio en advertir descuidos y yer
toridad de los^riegos y latinos, no nos preciamos sino ros ajenos, que las más veces los hacen ellos, no en
de creer lo que dijeron; y así merecen los modernos tendiendo lo escrito. Comparo yo estos (13) censores
nombre de creyentes como los antiguos de doctos. ceñudos (que se precian de severos, siendo invidio-
Contenlámonos con que ellos hayan sido diligentes, sin sos) á' los gusanos, pues no están sino donde hay algo
procurar ser nosotros más que unos testigos de lo que podrido; gente que se hace y se alimenta de la corrup
ellos estudiaron. Cualquier cosa que Aristóteles ó Pla ción. Y destos hay tantos, que los libros apenas al
tón dijeron en filosofía, defendemos, no porque sabe- canzan un letor, porque todos son ya notadores y ver
(1) deltas ordene!; aquel Qn está i tu cargo. (Z.) is, la alteración (B. L.) — en la alteración (S.)
(2) de día y de noche ; (V.) (!)) importe!
(3) y acabar. (Z.) Acaba de persuadirte (Z.)
1. 1- lo que está por venir. {Id.) (10) ni despreciares las honras, (A. B. L. F. S.)
(S) aprender retórica , (M.) (11) {Ecclesiastes, cap. 2, verso último) (B. V. A. B. L. F. S.)
16) enseñe á los maestros. Según eslo , enseñan [Itl.) (12) entregándose (Z.)
(7) de la autoridad de los gi legos [id.) {f 3J censuradores [Id.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 91
lagos. Y sin duda es mas fácil advertir faltas en los gion de sus hijos. Bien sea verdad que algunos son
mis doctos, que escribir sin ellas. No dejes de la ma tnás piadosos que doctos, y que consiente la devoción
no los Sapienciales de Salomón y la Dotrina de Epíte muchos que condenará el buen juicio.
to, tXComonitorio de Focilides y (a) Theógnis, los es Has de acudir con codicia á las conversaciones don
critos de Séneca, y particularmente pon (I) tu cuida de se trata de cosas tocantes á la grandeza de Dios;
do en leer los libros de Job; que aunque te parece que que esto es recuerdo de los olvidados del , y alimen
(«sobrará tiempo, por ser pequeños volúmenes, yo le to de los que je acuerdan, y el alivio de nuestra pe
digo que si repartes tu vida en leerlos y en enten regrinación.
demos y en obrarlos, imitándolos unos y obedeciendo Si es así verdad que el cautivo y huésped en tier
los otros, que la bas de haber gastado bien y logra- ra extraña no se aparta del que le habla del lugar
dola mejor, y que no te ha de sobrar tiempo (2). Se donde nació y de la casa donde vivía, y le da nue
rás estudiante y bueno si la lección de san Pablo fue vas de su patria, forzoso es que un alma eterna (que
re tu ocupación, y el estudio de los santos tu tarea. está cumpliendo un destierro en el cuerpo) se alegre
y consuele oyendo tratar de su natural, que es el cie
CAPITULO V. lo, y de su fin, donde camina, que es Dios. No la invi-
Ptrleiona los cuatro capítulos precedentes de la Olosufía estoica dies ese bien, ya que no se le buscas ; tenga ese con
con la verdad cristiana, acompañándolos con tres oraciones á suelo entre tantos trabajos, oiga nuevas del lugar para
Jesucristo nuestro Sefior.
que nació; lisonjéala con estas conversaciones, quo
Ya qne rnoralmente quedas advertido, quiero que todo resultará en tu interés.
en lo espiritual oigas (3) con más brevedad lo que te No hallo yo cosa tan ociosa en este mundo, ni tan sola
pnede ser provechoso y no molesto ; que estas cosas como el gusto y el contento. Nada hacen, con nadie es
son las qne más te convienen y menos apacibles te tán y nadie los halla. Cosas viles (cuya sombra es el ar
parecen, y es menester á veces disfrazártelas, ó con la repentimiento) que los hurtan el nombre, eso si halla
elocuencia ó variedad ó agudeza, para que recibas rás. Digo cierto que no tendrás gusto ni contento hasta
salad del engaño. que todas tus cosas hagas comunes ú tu sustento y á la
En esto, como en las demás cosas, debes hacer jui necesidad de tu prójimo, hasta que conozcas el bien y
cio de los libros más importantes. Ten de memoria, ó la grandeza que se encierra en la limosna. Oficio de Dios
por continua lección, los cuatro capítulos donde por es : él te lo dio á tí, y tú lo das al otro. Tú eres para el
san Mateo habla Cristo, y repite contigo muchas (4) pobre lo que Dios para ti, y en pago es Dios para ti cada
Teces aquel sermón de la propia sabiduría; y por su pobre. No te dio á tí tanto en darte la hacienda como en
plosa y comento, pon todo tu cuidado en leer y me darla necesidad al mendigo para que te hubiese me
ditar las epístolas de san Pablo, doctor de las gentes, nester. Si remedias la necesidad que sabes ó ves, aun
y no pases en ningún capítulo adelante primero que que no tu 'pidan que la remedies, liaces lo que debes,
poseas fácilmente la sentencia por la meditación ; que pero háceslo bien ; y es digna de premio tu diligencia y
así es de provecho lo que se lee, que de otra sucite tiene precio tu cuidado. Si le pide el pobre, no digas que
solo es entretenimiento. Y para aliviar con la variedad le diste, sino que le pagaste ¡que el pobre que pide al
la molestia del estudio, escoge entre los libros que se rico lo que le falta y á él le sobra, mandamiento trae, á
ban escrito los que más se llegaren á la dutrina y cobrar viene. Y advierte que la limosna no solo tiene
estilo dicho, y léelos, que sin duda son infinitos los caridad (.'i) y piedad, sino que merece el limosnero
discursos qne España debe en pocos años á la re'i- nombre de fiel, pues vuelve lo que le prestaron cuando
se lo piden.
Trampa hace á Dios el rico que no da limosna; con la
(al !fttió Tbedgnis biela la olimpiada 59 (siglo ti antes de Cris
to) en Me(ara de Sicilia, según la opinión más probable. Fué de hacienda suya se alza, ladrones. No le dirán : «levánta
Huellos poetas filósofos que se valieron del enranto del metro te, criado bueno, porque en lo poco fuiste fiel ; yo le
Fara extender y hacer amables las verdades de la moral, impul encargaré mayores negocios ó te pondré en el mayor
sando asi la civilización délos pueblos. Este poeta parecía tan puesto.»
inüfoo a los mismos griegos, que era proverbio, en tientos de
Plitarro, decir: Ya lo sabia yo de ante» que naciese Teógnis. Su Si el hombre fuese el qne trata sus negocios propios,
obra Bis celebrada en la antigüedad es el poema intitulado Sen- podría justamente dudar si tendrán próspero fin ó ad
leneits elegiacas, del que se creen parte las Máximas elegiacas. Iris verso ; mas tratándolos Dios, no hay duda. Dice el Após
Preceptos para arreglarla tiia, y las Paraneses. Aunque lian 11c-
pdo a Bosotros Los tersos de Theógnis muy desordenados, con
tol (G): «Si el Señor es con nosotros, ¿quién con
Interpolaciones de mano extraía, y con alteraciones manifiestas, tra nosotros?» Imagina tú que hubiese algún género
toa boy (ratísimos al lector y embelesan y cautivan su anillo. No de mercaduría donde estuviese segura la ganancia por
rimd Theógnis, como Focilides, áridos preceptos de moral : es cualquier camino que fuese, y que en ninguna manera
(•verdadero poeta. Las mas bellas imágenes y las más elegan
tes Famas embellecen sus pensamientos, y con el fuego inspira hubiese peligro de perder en ella; que si se hundióse
dor de Homero desaparece en las máximas lo austero y desa en la mar, ganase mucho su dueño por haberse hundi
brido. do; si llegase salva, ganase mucho, si la hubiesen ro
Soa infinitas las ediciones qne cuenta nuestro poeta. La más la
crosa es la de moDSieur Brissonade, herirá en París el alio del8i3
bado ladrones, si so abrasase ó gastase; al fin, que de
por el librero Lelevre. cualquier manera se le recreciese ganancia, y que cu
(1) grande cuidado en leer loa libros del pacienllsimoJob; (Z.) todo tuviese logro : desla manera son los negocios del
i en manera alguna. bueno, encargados á Dios y gobernados por su mano.
Capitulo quinto.
Ya ose rnoralmente, etc. \ld.) «Señor y Señor, Dios mió (dice el Profeta), ea vuestras
1 3 lo que con mas brevedad te puedo decir provechoso y no nio
esto; (M.) (5) sino que merece (Z.)
14 aquel {D. Y. A. B. L. F. S.) ifi.i Ad Itom., vm.
02 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
manos están mis suertes.» Si estuvieran en otras ma y pidiéndolas las alcanzan; que son las por que se de
nos ó en las mías, dudara si me habían de salir buena? ben hacer votos.
ó malas; mas estando en las de Dios, en su poder, sa ¡Qué ceguedad mayor que ver al negociante usure
ber y misericordia, en todo doblas el caudal (1). Así que, ro decirle á Dios : «Señor, dame buen suceso en mi
tu buena dicha solo está en resignarte lodo en las ma mal trato, y haréte veinte ó más sacrificios; vestiré po
nos de Dios. bres, haréte altares y imágenes! ¡Oh atrevimiento! Oh
Conviene pues que no te bagas juez de tu prosperi ignorancia! ¿A Dios pretendes honrar desta manera?
dad ni adversidad, ni de los bienes ni de los males. Solo ¿Ofrécesle injustas dádivas, como si tuviera necesidad
has de tener cuenta y estudio en la ley del Señor/ena (tollas? ¿ Das á quien pides? Más compras que das; sos
morando cada día más los ojos del alma, della. Para esto pechosos haces tus ruegos; por más cautelosamente que
(2) ha de entrar en juicio con su conciencia, y oír della escondas en el corazón tu intento, lo has con quien le
la amistad ó enemistad que tiene con el pecado. Con entiende (6). Cuando todo eso hagas, por tí lo haces;
esta ley mide tus obras y pensamientos, y no le entre que á Dios nada le añades ni le das. Y si recibiere eso
metas en lo demás, confiado todo de la voluntad de que le ofreces aun justamente por reconocimiento hu
Dios. «Buscad lo primero mi reino (dice él mismo), y milde, favorecido-quedas, gusano vilísimo.
eso todo se os dará después (o).» Así que, Dios no tiene necesidad de tus bienes para
Y es singular merced la que Dios hace al hombre nada. En esto ya estamos (*) convenidos. Otra (5) ne
para darle mucho, mandarle que no le pida por su vo cesidad debe de quedar escondida en vuestro corazón,
luntad. Él, que es Dios (sin duda y con evidencia), será que es de serhonrado, de ser servido de vos. ¿Pareceos
más largo en dar que el hombre en tomar dét y pedir sin duda que le cogéis por necesidad, y que en tan gran
le. Dime, ¿supiera el hombre pedirle que encarnara? cantidad de malos (que lo son con tanto extremo) esti
¿ Atrevieras» á pedirle que muriera? No. Pues eso supo ma mucho que vos le hagáis una reverencia y que le
él dar y hacer por el hombre. Según esto, dejémosle á confeséis por Señor, como necesitado de quien lo haga?
él el cuidado de lo que nos conviene. No le tasemos con No sois vos el primero que habéis caído en esta locura :
deseos ni ruegos el mal ni el bien. Grande es la sober vieja es y no vale más por serlo. Por el camino que vos
bia del miserable hombre que se atreve á poner tasa á camináis y os perdéis se despeñaron los que decían. :
tan gran señor para la manera de su prosperidad, que Templum Domini, Templum Domini, Templum Do
quiere primero mostrarle la medida y hechura de los mini est (c). Pensaban que porque en toda la tierra no
bienes que ha menester, para que por ella se los invie. había otro templo dedicado al verdadero Señor, sino ti
Hombre loco, dime, ¿qué sabiduría es la tuya para dar suyo en que le adoraban y sacrificaban, que Dios, co
consejo ala de Dios? ¿Qué bondad puedes tú señalar, mo puesto en necesidad de honra y agradecido, les ha
que no sea miseria? ¿Qué puede pedir tu pobreza, qué bía de perdonar lo demás, y no había de permitir fuesen
puedes desear ni querer para ti mismo, que nó esté mu castigados conformo al dicho de los profetas. Topado
cho más largo en las manos del Señor que te crió y te habernos con vuestra locura en las cabezas destos, y vos
redimió, y que en lo que quiere hacer por tí quiere no escarmentáis en cabeza ajena, pudiendo. Digo pues
mostrar quién es él? que tan poca necesidad tiene Dios de vuestra hacienda
¡ Cuánto acertarías mejor si, con sospecha de ti y des- para sustentarse, como de vuestra honra para ser hon
conliado de tu poquedad, de tí mismo huyeses y de tu rado. Mucho querría que tuviésedes entendido cuan i
juicio, y te pusieses silencio para que tu cscaseza no te su salvo tiene el Señor su gloria y su honra. Querer ser
destruyese; y confiarte todo de quien emplea su sabi servido y glorificado de vos , ya lo hemos dicho, gran
duría, que es infinita, en guardarte; su poder, que es dísima merced es, que os hace; descúbreos el camino
incomparable , en favorecerte ; sus tesoros, que son (3) por donde podáis ganar más : cosa es debida para quien
inestimables, en honrarte; su bondad, en comunicár es, y gran misericordia para con los hombres. Tan co
tela; su justicia, en limpiarte; su misericordia, en darte brada está su honra, que no hay poder en el mundo para
el premio que por él mereces del mismo ! estorbársela ni escurecérsela. Vos mirad lo que queréis
Entonces serás buen principiante en la filosofía cris- escoger : si le queréis dar gloria y honra por el camino
tíanacuando'no rezares escondido y entre los dientes, y de su misericordia, de grado, que es lo que os estará
pidieres por los rincones á solas á Dios aquellas cosas mejor; porque si no, de su parte os digo que, aunque
que te da vergüenza que las oigan los hombres. Pídele no queráis, se la daréis por el de su justicia y vuestro
á Dios loquea su grandeza se puede pedir y lo que no se daño. No hayáis miedo que su gloría salga del, porque
dedignará su mano poderosa de dar: no hacienda, que cuanto le quitáredes por la una parte, le daréis por la
esa es dádiva de los hombres; no oro, que le tiene la otra. *
tierra ; no honras acreditadas de la vanidad, que esa es Veamos pues (como dice Job) qué esperanza es la del
invención de la soberbia; no venganzas, que esas son hipócrita. ■Sepamos qué oración es la que reza al Señor,
persuasiones bestiales de la ira. Pide á Dios su favor, qr.e que tan confiado está en ella, sabiendo que para Dios ni
es todo amable y todo poderoso ; su gracia, en que está
toda la hermosura espiritual ; su misericordia y su au (}) «Yo me rio y aun me congojo 'tirria santa feresa de Jesús
xilio y su reino ; que estas son, no solo cosas que da él, a las monjas de San José , de Avila} de las cosas que aqui nos tie
sino cosas suyas y para llevar á sí los que las merecen, nen i encargar supliquemos a Dios, basta pedir i su Majestad res
tas y dinero ; y algunas personas que querría yo los repisasen to
dos. ..¿Hemos de gastar tiempoen cosas qae, por ventura si Dios
(1) y ganancia. (Z.) se las diese, tendríamos un alma menos en el cielo ?>
12) has de entrar en juicio con tu conciencia (S.) (i) convencidos. (Z. L. S.)
(a) Main., vi, 53. (5) necedad {S.}
(3; iHUUH'UbWí (Z.) (c) Jercm., vii,4
U CUNA Y LA SEPULTURA. 93
el infierno tiene cubierta, ni la muerte. Demos que re iglesia. Y haciendo esto, verás que las cosas con que
ías el Paternóster, oración hecha por Cristo, donde el fueres bueno y agradable á Dios, y hijo de su ley, te da
que ha de dar enseña cómo le han de pedir, que, según rán salud y vida en él cuerpo y paz y gozo en el alma.
ejto,losque rezan van seguros de no errar en el modo. Y sobre todo, atesora en tu pecho el temor de Dios, que
Sea pues así que rezas esta oración, donde está toda la ese te dará valentía en las demás cosas , asegurará los
retórica; dulzura y eficacia del cielo. En las mnnos te sucesos de tu amor y el premio del, pues en el temorde
tenemos; tú te lias traído á la prisión, que dices : Padre Dios empieza la sabiduría, crece el amor y se deshace el
nuestro, que estás en los cielos, santificado sea el tu nom miedo de las demás cosas que nos hacen terribles las
bre. ¿Burlaste con él ó díceslo de veras? ¿Es cierto opiniones recibidas. Que Dios estará en todo suceso
que deseas eso que pides, oes cumplimiento? Si es lo contigo, porque si él por su inmensa bondad busca al
segundo, engañarle quieres; por esta parte en el lazo que huye del, ¿cómo puedes tú creer que se ha de es
estás, y mis verdadero me sacas que quisiera. Si lo pri conder del que le sigue, estando convidando con
mero, ¿cómo es posible que tú de verdad deseas la glo sigo mismo á todos, por ser él quien hace nacer su sol
ria de Dios y la obediencia de sus mandamientos, y quo sobre los buenos y sobre los malos, y con cuya lluvia
hagas lo contrarío? ¿Por qué no pones en ello las manos igualmente en la tierra se alimenta y crece la mies y los
si te sale de corazón ,6 te das par vencido , diciendo : abrojos? Que á nadie niega sus beneficios ; que todos ha
«Señor, por los otros lo digo, que no por mi ; ellos os llan en él abundancia de loque han menester? ¡Dicho
santifiquen, mientras yo os ofendo»? Vamos adelante. sos los que aprovechan en su servicio; y tristes de aque
Venga á nosotros fu reino. Declarad lo que queréis de llos que lo convierten en veneno contra sí propios, y
cir; sino, declararélo yo, si os fiáis de mí. Yo os declaro; fiados en su misericordia, la llegan á (al estado, que en
asi es vuestra intención : a Venga, Señor, vuestro pei hacer pruebas della gastan la vida, cuando ella no los
no; mas en viniendo él, huiré yo, por no entrar dentro; halla capaces de si misma, y la muerte, no esperada ni
porque si quisiera ser morador del , venido es ya para creída, los deja en manos del rigor ! •
mí.» ¿Qué decís en lo demás? Cúmplase tu voluntad Tú, pues que como cristiano vives y quieres morir
asi en la tierra como en el cielo. Mirad qué desea este como cristiano, haz en tu vida todo lo que te parece que
hombre, y tomad el dicho á sus obras, que ellas lo re desearas haber hecho cuando te mueras. Y no aguardes
zan desta manera : «Así, Señor, se quebrante vuestra á que ajena voluntad dispense en las cosas de tu salva
voluntad en el cielo, como yo la quebranto en la tierra, ción ; que si tú no fuiste bueno para tí, excusado estará
para gae así como yo vivo contra vuestros mandamien contigo el heredero que no lo fuere. ¿Quién puede ser
tos, entre en vuestros reinos contra las leyes de vuestra más cuidadoso testamentario de tu alma que tú mismo,
justkia.s Pasa adelante, y dice con los labios : El pan á quien solo importan las cosas della ? Pues según esto,
de cada dia dánosle hoy , Señor, y perdónanos nuestras todo lo necesario y forzoso y de alguna importancia
deudas, asi como nosotros perdonamos á nuestros deu hazlo tú en vida, y lo piadoso solamente (por ser fuer
dores. ¿Qué digo, hjpócrita? Contra tí pides con el co za) fíalo de los hombres, que por haber hecho lo pri
razón. ¿Sabes lo ¿fue dices? pues oye á lo que haces : mero, permitirá Dios que te sea leal el testamentario; y
«No nos perdones, Señor, nuestras deudas, así como si te fallare, tendrás consuelo que no fué en lo más im
nosotros no perdonamos á nuestros deudores.» Y sí te portante ni en lo que tú pudiste hacer. « Maldito sea el
sucede todo así, ¿de qué le quejas? que tú lo mereces hombre que en otro fia;» maldición que cada dia se
a-i y lo alcanzas, aunque no lo dices asi con la boca. Da cumple. ¿Quieres ver lo que contigo liarán otros si
rás voces, dirás que no dices tal. mueres? Mira lo que tú hiciste con los que murieron y
Luego no rezas verdaderamente ni de corazón. ¿Que heredaste. Si lo sentiste, ¡ qué presto llegó el consuelo
rías que de una manera se cumpliera la divina voluntad con la herencia, y cuánto procuraste (por aumento tu
y de otra la justicia, y no en tí? Deja, hombre, de presu yo) disimular en sus mandas y trampearlas ! Tú, que á
mir codicia en la suma bondad, y no gastes muchas y Dios te encaminas en todo, para irá él lia del solamente,
vinas palabras con quien lee los corazones; que él dijo y usa de las demás cosas sin hacer dellas más confianza
que uo está en el mucho hablar la oración. Bien puedes de la que ellas dicen con sus fines y sucesos que mere
rezar con los ojos abiertos : (i) el corazón da voces, y cen. (3)
siendo puro halla á Dios siempre cerca de sí. El sabe
tus necesidades, y él te las puede remediar. No cuides K0D0 DE RESIGNARSE EN LA VOLUNTAD DE DIOS
NUESTRO SLÑOR.
t¡ ¡.i ¡mero de otra cosa que de merecer que te las re
medie ; que no ha menester que se las digas con hipo Señor, pues tu poder me hizo de nada algo sin que
cresía para saberlas. yo lo pidiese, tu misericordia me baga de malo bueno
Cree firmemente que los mandamientos de la ley de cuando te lo suplico. Llévame á que obre tu voluntad ,
Dios son todos medicina para el alma y para el cuerpo, que el premio se debe á las buenas obras, si se hacen ;
y que lodos se encaminan á tu provecho ; y asi te fiarás mas tu gracia, que no se debe, precede para que se pue
tuásdellos, y te preciarás de obediente. dan hacer. Pues te llamo padre porque me lo mandaste,
No te dejes llevar de populares aficiones (2) y de in mírame como ahijo, de quien eres juez. A tu tribunal
vencioneros acreditados por el vulgo, cosa trabajosa y alego lo flaco de la naturaleza que no escogí ; al rigor de
que distrae. tus leyes, tu sangre. Señor, mi voluntad es mis delitos;
No admitas otra declaración á las palabras de Cristo mi entendimiento, mi fiscal; mi memoria, mi miedo;
que la de la Iglesia romana, que es sola y verdadera dentro de mí vive mi proceso y el testigo que sin res-
:r ;a« qa* sirve torcer el cuello? El coraron (Z.) (3) Fih. {Edición de Zaragoza, 1630. Ya todo lo que sigue fué
(i) j de invenciones acreditadas ,Z. B. L. F, S.) añadido en 1633.)
94 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
puesta me acusa. Tú, que lias de sir c! juez, eres el ¡ suplico á tu bondad los disponga á que me perdonen,
ofendido. Si no admites por nulidad mi madre, que me por el mérito que les ocasiono y consiguen amándo
concibió «n pecado, y la tuya, que fué concebida sin él, me como tú lo mandaste; que yo, reconociendo mi
la sentencia contra mí será pronunciada. Bien sé, Dios maldad, no solo de todo corazón los perdono, antes
mió, que si me condeno daré gloria á tu justicia, y si me con agradecimiento los reverencio, por la parle que do
salvo, a tu misericordia. Conozco que, contra lo que de tu justicia tiene en mi castigo la persecución que me
bo, puedoofenderte;masconf¡esoqueno puede dejarde hacen. Ordena, Señor, que yo sea su mérito y ellos mi
glorificarte mi castigo. Para el descanso criaste al hom enmienda, para que ni en su venganza ni en mi eno
bre, y la pena para los pecados del hombre. Vuelve, Se jo se pierdan los méritos de tu pasión.- Y juntos en
ñor, por b que hiciste, que fué el hombre ; que el pe esta caridad, seamos, para tu gloria, obediencia pre
cado el 'nombre le hizo y le cometió (a). Yo supongoque miada de tus divinos mandamientos.
soy tan malo que me quiero condenar; yo sé que eres
tan bueno que quieres que me salve. Para este aprieto AL ARGEL DE LA Gl'ARDA.
guardo el decir con tu boca en tu oración : « Hágase tu
voluntad, y ñola mia.» Óyelo que me conviene, no 'o Espíritu soberano, á quien pertenece mi guarda por
que merezco, pues quien pide salvación y comete deli la voluntad divina, que en este piadoso cuidado dis
tos, no solo quiere que le den loque no merece, sino lo tribuye las jerarquías de los ángeles para la tutela de
que desprecia. Dámelo quesabesdar, quítamelo que no los hombres ; tú, parte esclarecida de su eterna mili
sé poseer. Si para asegurar las insolencias de mi mal cia, por la gracia con que permaneciste sin perder
dad conviene ninguna hacienda, poca salud, corta vida, la silla que tantos ángeles perdieron,—te ruego que me
vengan de tu mano por tu misericordia la pobreza, la guies y defiendas de la maldad de mis apetitos, de la
enfermedad y la muerte, y deje las lágrimas en la sepul debilidad de mi naturaleza, de las insolencias de mi
tura quien las estrenó en la cuna. Y en el número y con voluntad, de la malicia de los pecadores, del ejemplo
las circunstancias que están en tu memoria para el cas de los malos, del poder de los tiranos, de la venganza
tigo mis pecados, pasen por tu muerte para el perdón á de mis enemigos, de la invidia de los espíritus amo
tu clemencia, pues Dios todopoderoso me criaste, y tinados, que no perseveraron como tú, y pretenden qu¿
hombre y Dios todo enamorado me rendiste, y solo rei yo caiga como ellos. Ángel santo, yo no sé tu nombre
nas en justicia y misericordia, y eres vida y verdad y ca- para llamarte por él, mas sé tu oficio para valerme
miiio; y yo muerte y mentira y peregrino descaminado. del. Atiéndeme de suerte que mi alma logre tu cui
dado, y mi vida tu inspiración, para que por ti en la
POR LOS ENEMIGOS. gloria restaure tu encomendado el lugar que perdió tu
Señor, muchos y poderosos enemigos me cercan : yo compañero, y tú goces el fruto de tus advertimientos,
y yo el do mi obediencia ; porque yo contigo y por tu
(»} - Yolier por el pecado seria favorecerle; asi Dios no vuelve inspiración morezca el reino de la paz y de la gloria.
sino por la justicia, y es siempre contra el pecado, y siempre fa
vorable al pecador en pretenderle convertido.» (Jáurcgui, comedia Asi lo conceda el que te crió con sif poder y me redi
del Uetrmdo, jornada ju.) * mió con su sangre.
nombres y no los he santificado, para desenojarlos me Y pues, Señor, contra tus mandamientos, yo me he
acojo al de Padre, que tú me mandaste decir cuando arrojado y despeñado en tantas tentaciones y sé de mi
algo quisiese alcanzar. que me he de hacer caer en ellas, como padre que es
VENGA Á NOS Tü REINO.
tás en los cielos, aunque yo me deje caer en tentacio
nes por mi flaqueza, no me dejes tú caer en ellas por tu
Señor, ¡ qué misericordia no usas con los hombres ; bondad.
pues siendo nuestro bien y nuestra obligación ir nos
T LÍBRANOS DE MAL.
otros á tu reino,—viendo que huimos del, humillas la
majestad del imperio inmortal tuyo ; y porque no ca Yo me confieso esclavo y prisionero del mal, á quien
rezcamos de tu reino, nos mandas que podamos decirte ■ me entregué de mi propio albedrío. Tú eres mi reden
que lejnviesá nosotros, que no queramos ir á él; an- I tor ; líbrame del mal que yo escogí por dueño, de quieu
dando en busca nuestra y rogándonos tu misericordia ' sin tí no puedo librarme y por quien te dejé á ti, que
con su reino, que despreciamos por nuestra cárcel ! eres sumo bien.
Más elocuente que ladrón era Dímas, y también sabia Señor, yo te he pedido á ti, que eres mi padre, lo
pedir como hurtar, y con más dicha. El no dijo : a Ven- que tú me mandaste que te pidiese, con las misma*
gaá mitu reino;» sino:«Cuandoeslésentureinoacuér- palabras que tú dijiste. Óyeme en tí propio, mírame en
date de mí, Señor.» Por eso oyó : «Hoy serás conmigo la cara de Jesucristo, y aparta de mis pecados tu cara.
en el paraíso.» En tus manos encomiendo mi espíritu, pues tus manos
Yo, que no soy tan bueno como él, no me atrevo á me hicieron. Yo, delincuente más que el ladrón, te
decir que te acuerdes de mí en tu reino, sino que ven pido que, pues estás en tu reino, te acuerdes de mi,
ga á mi, para que yó entre en él. como él te pidió que te acordases del cuando (7) estu vie
ses. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Las
HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
llagas de los clavos que están en ellas te dirán que son
¡Qué mal he (4) repartido mis obras con tu voluntad efetos del amor con que padeciste por mi, y en ellas
y la mia ! Todo el espacio de mis años he dicho que se verás lo que de tu pasión se pierde, si recibiendo mi
haga mi voluntad, y la he hecho, y solo este breve ins alma en ellas, no la defiendes. Y por tus méritos y la
tante de mi muerte digo que se haga la tuya. Con to intercesión de tu Santísima Madre, que invoco y en
do. Señor, pues mi voluntad siempre ha sido de pecar cuya abogacía me afirmo, (8) me hagas partícipe de tu
y perderme, y la tuya de darme perdón y salvarme, en misericordia en el descanso de los escogidos, para que
pedir que se haga tu voluntad pido mi remedio y mi siempre te (9) alabe.
perdón. Hágase, Señor, así en la tierra, que soy yo,
(5) DÁNOSLE (S.)
como en el cielo, donde tú, eterno y clemente padre, (6) lodos los que (Id.)
estás. .■ . (7) en él estuvieses (Id.)
(8) me baga (B. F.)— no me haces (D. V. A.)
(1 j% prodigio (K.) • (9) alaben. Fin. (V.) — alabe. Fin (i).) — ... Fin ie la ciña y te-
(3) EL TU MIUDRE. {Id.) pullura. (A.) — ,,, Fi* i( I» Vi/clriiia para morir. (B. F.)
U) repetido \U.)
«N DE LA CUNA Y LA SEPULTURA.
LAS CUATRO PESTES DEL HUNDO,
VIRTUD MILITANTE
• i Vulgarmente «mócense estos discursos bajo el nombre de al lin de la Virtud militante, y es su natural y legitima conclusión,
Virtud militante contra las cuatro pote» del mundo. el Afecto fervoroso del alma agonizante con las siete palabras que
Coma todas las obras postumas de don Fmscisco, fui' publica dijo Cristo en la cruz. Don Nicolás Antonio creyó con harta lige
da con ñoco esmero, e Inventado por el editor el frontis, susti reza que este rasgo piadoso permaneció inédito hasta 1660, en
tuyendo un litólo de propio capricho al que su autor quiso darle. que supone le dio a conocer Foppens incluyéndole en su colec
Bé aquí el de la primera edición , tal como lo borrajeó el mer ción de Bruselas.
cader de libros Roberto Duport, que tuvo empeño siempre en ade Cuatro ejemplares he tenido a la vista para Ajar mi texto, y sus
lantarse a publicar obras desconocidas de tan feliz ingenio : variantes van en esta forma señaladas :
Virtud militante contra tas cuatro pestes del mundo, envidia , in- Z. La edición principe, de Zaragoza de 1651.
frtOtmi, soberbia y ataricia; con las cuatro fantasmas, desprecio B. La colección de Madrid, por La Bastida, de 1658.
de l* muerte, tida, pobreta y enfermedad. F. La de Bruselas, hecha por Foppens, en 1670.
El mismo librero, sin embargo, en la dedicatoria que dirigió al S. La de Madrid de 1790, por Sancha.
focal de la orden de Santiago, don Gregorio de Tapia y Salcedo, Eo todas hay tal cual sustitución acertada y muchos descuidos
rnnlro qne con el rótulo de Las cuatro pestes y las cuatro fantas y yerros necesitados de enmienda.
mal del mundo llegó a sus manos este rasgo fllosófico-cristiano, (1) Envidia. (B. F. S.)
■eo de los mejores frutos del ingenio y recto corazón de Queve- ib. Escribió este discurso y el de la Ingratitud Quevebo en el
«e. To, con semejante dato irrecusable, no vacilé en restaurar el otoño de 1635, sin duda con ocasión de la guerra a muerte que
■tato de la obra, procurando acercarme al que nuestro autor de alevosamente le declararon el padre Niseno, Montalran y Pacheco
bí* de baber imaginado. La cual, escrita durante los anos de 1635 de Narvaez, en unión de otros cuatro escritores menudos y envi
y 1636, en dos partes se divide , encaminándose la primera a es diosos. Como el lin de ellos era desencadenar las bajas y viles
tudiar y remediar las cuatro pestes del mundo , a saber, envidia, pasiones del vulgo, concitando la animadversión pública y el rigor
afrailad, soberbia y araricin; y procurando la Otra desvanecer de los tribunales de justicia y del Santo Olido contra el escritor
las cuatro fantasmas de la tida, que son muerte , pobreta, despre- satírico y desenfadado, valiéndose de todo género de malas artes;—
am j enfermedad. por ello tuvo Don Francisco que seguir en sn Virtud militante un
Ignoro por qne el autor no dio a luz tan precioso libro. Salió rumbo enteramente Jistinto, triunfando de sus enemigos con la
por vez primera en julio de 16S1 , y parece que no entró en colec fuerza de la verdad y del raciocinio, y con la doctrina de los san
ción hasta la de Madrid de 1658. ios y de los filósofos.
Taiio ta ella como en la edición primera de 1651 imprimióse
102 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para escribir en buena moneda, empezaré con las que nombre de alabanza, con rebozo de respeto; en los
predicó en el sermón cuarto del hijo pródigo: «La in tribunales con nombre de interpretación y de medio;
vidia es mal antiguo, primera mancha, anciana pon mucha en las amistades con traje de celo; mucha
zoña, veneno de los siglos. Esta en el principio eolio en los padres con semblante de gobierno; mucha en
y derribó al ángel del cielo. Esta desterró del pa los hijos en figura de obediencia. El hombre, ó ha
raíso á nuestro primero padre. Esta arrojó de la casa de ser invidioso ó invidiado, y los más son invidiados
paterna este hijo primogénito. Esta á la progenie de y invidiosos ; y a! que no fuere invidioso, cuando no
Abrahan, al pueblo escogido, armó para la muerte de tenga otra cosa que le invidien, le invidiarán el no
su autor y de su salvador. La invidia es enemigo do serlo. Quien no quiere ser invidiado, no quiere ser
méstico; no bate los muros de la carne, no conquista hombre; y quien es invidioso, no merece serlo. El
las fortificaciones de los miembros; solo combate los invidioso es adúltero de los bienes, pues deja los pro
alcázares del corazón, y antes que las entrañas lo sien pios por los ajenos.
tan, captiva y lleva en prisión la misma alma, señora Los que más se quejan porque los invidian, son
del cuerpo.» los que siempre están haciendo porque los invidien.
Aquí está lá invidia difinida, aquí ejemplificada; Quéjanse de lo 'que hacen; en esto se verá la calidad
aquí se descubre su intento, se nombran sus armas; de lo que hacen. Muchos blasonan con vanidad el
se dan sus señas. Su linaje es el más antiguo de to lener muchos invidiosos, y estos son los peores in
dos los vicios; mas no por eso adquiere nobleza. Antes vidiosos de si mismos. De la invidia los que más fre
nació que el mundo, para que hubiese quien destru cuentemente se quejan son los propios invidiosos; y
yese el mundo en naciendo. con razón (2) ellos solos se deben quejar della, pues
La invidia fué vientre de los pecados, el pecado solo para ellos es mala, sí bien para todos es peligrosa
fué parto primogénito de la invidia. Adelantóse el án la invidia. Atormenta al que la tiene, y canoniza al
gel al hombre en este parto; succedió al ángel el hom bueno que la pade.ee. Virtud invidiada es dos veces
bre. El bien fué primero que la invidia, porque es virtud.
tan mala, que solo aguardó á tener buen» madre para La invidia está flaca porque muerde y no come.
ser ruin hija. Si el bien la hizo mala, ¿quién la hará Sucédela lo que al perro que rabia. No hay cosa buena
buena? Ella hizo ascuas del infierno las luces del sol: en que no hinque sus dientes, y ninguna cosa buens
persuadió á los serafines á ser demonios; hizo que la entra de los dientes adentro. No hay invidioso que
perdiesen las sillas de (1) gloria, y luego que el mundo confiese que lo es, y que no se queje de que lo iuvi-
fué recien nacido, procuró que el hombre no las po dian. No quiere ser lo que es, y quiere que los oíros
blase. Dilatólo en Adán ; osó estorbarlo en Cristo con sean lo que no son.
el sueño de la mujer de Pilátos, que procuraba excusar Ninguno invidia en otro la virtud; proposición que
en su muerte el medio de aquella restauración. ¿Qué sacaré de paradoja, mostrando la verdad manifiesta.
no ha intentado la invidia? En el ciclo y en la tierra Invidian al virtuoso, no la virtud : invidianle la ala
¿qué ruina no se escribe debajo de su nomine? Por eso banza que le dan, la paz deque goza, el crédito que
la llama nuestro santo «veneno de los siglos». Ellaalo- liene, el respeto que le tienen. Invidian riquezas y
siga todas las edades; ella es inducidora de muertes. hermosura; mas ninguno invidia al mar los tesoros
El propio santo en el mismo sermón lo dice: «¡Oh que anega, ni á los montes los que sepultan, ni al sol
hinchazón de la invidia! ¡En una casa grande no caben la belleza que derrama, ni á las estrellas la que cen
dos hermanos! Hizo la invidia que toda la latitud del tellean. Empero no es moderación ni modestia de la
mundo fuese angosta para dos hermanos; pues ella invidia el no invidiar su hermosura al día y sus tesoros
incitó á Cain para que diese la muerte al que era menor, al Océano, cuando invidia remedos desaliñados de
para que hiciese solo la malicia invidiosa al que la ley belleza en otro, y átomos de oro en un mendigo. No
de la naturaleza hizo primero.» Ella derribó al ángel, es (corro dije) modelación sino malicia, pues solo
sedujo á Adán, hizo á Cain fratricida, y dio la muerte no los invidian porque los montes, el sol y los mares
á Abel, cuya sangre fue la primera mancha de la tierra; son cosas que no pueden afligirse de que los invidien.
y por esto la llama san Pedro Crisólogo primera man Muchos hombres hay invidiados de olios, y mu
cha de enfermedad, que se introdujo en la salud de chos que invidian á otros, y. muchos más que se in
los ángeles, que estrenó al primer padre y al primer vidian á si mismos. Parece esta invidia nuevamente
hijo. ¿Cuál descendiente presumirá, rodeado de cuer hallada, y es la más antigua. No la vemos, porque
po, asegurarse della? Y si en el cielo ya no puede en está en nosotros. Dime, hombre, que extrañas osla
trar, de la tierra, por el pecado que introdujo, ya no doctrina, ¿qué instante vives sin que los apetitos
puede salir. Fué causa del pecado, y es su castigo. del cuerpo no te invidien las virtudes del alma, los
Conócese la vileza de la invidia en que no hay in- gustos de la tierra los gozos del cielo, los pecados
vidioso tan vil, en quien no halle otro invidioso que de tu flaqueza los méritos de tu espíritu? Segunesto,
invidiar. Do nada tiene asco, pues de sí no le tiene. tú propio en ti solo eres invidiado y invidioso. El Após
No solóse invidian los bienes, sino los males; no solo tol dijo que el espíritu militaba contra la carne, y la
las honras, sino las afrentas ; no solo la prosperidad, carne contra el espíritu. Luego tú, que eres compuesto
sino la miseria. Tanto siente el invidioso que otro destas dos cosas, eres una perpetua milicia, y tu com
tenga poco mal como mucho bien, poca afrenta como bate continuo (3) : campo de batalla eres dichoso, si
mucha honra, poca miseria como mucha prosperidad. en tí vence la mejor parte.
Grande invidia anda desconocida en los palacios con
(2) estos ÍS.)
(í) la gloria; fi.) (5) campo de batalla. Eres (Id.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
Poco he dicho en decir que el hombre es invidioso sidad del mundo cosa peor (fi) habitada y ahitada, y
de si mismo : oso (1) afirmar que todo el hombre está peor asistida que la oreja del príncipe; no la Libia,
compuesto de invidias. No tiene el hombre sentido con sus venenos animados; no ra Tesalia, con sus yer
qjenohmdie á los otros sentidos; no tiene miembro bas, milicia de la muerte; no el África, con el horror
q« m sea invidiado de los otros miembros. No nos de sus fieras. Estos en los desiertos y las montañas
¿eternos en lo material del cuerpo : no tiene po- tienen ociosa su malicia, sin ejercicio su muerte, sin
teíque no invidie á las otras potencias. Yo lo ve culpa su veneno. Advierte, empero, que todo el irá-
rificaré por su orden. fago de los soberbios, de los invidiosos, de los tira
¡Quién encarecerá la invidia que tienen los ojos, nos, de los impíos, de los crueles, de los hipócritas,
vliristadel lujurioso á los demás sentidos: pecado no sale de la oreja del principe; que cuando por
indico solamente de sentido diáfano y resplandecien su bondad no la inficionan, la embarazan, la dificul
te, que en el cuerpo humano con la luz parece que tan y hacen temerosa con grande riesgo del monarca;
solo desmiente la ceniza y el polvo mortal; que en pues si bien le es fácil no dejar que todos pasen de
!i noche de nuestra corrupción tiene presunciones de su oído, casi le es imposible echarlos de su oído á
cielo; que en tanta tiniebla de tierra hace oficio de dia; todos. Poco caso hace la maña de los que sitian las
que por su belleza parece más de casta de alma que coronas , de la libertad y desembarazo de sus ojos,
de cuerpo? ¡Oh , cuan indigna mancha es la invidia en del desahogo de su olfato , del apetito de su boca,
tan noble parte, que por su esplendor más parece cons del ejercicio de sus manos. Déjanle estos cuatro sen
telación que sentido, en quien parece que juntamente tidos desembarazados, porque embarazado en estos,
se « el alma cuando con él ve el cuerpo ! Conside les deje desembarazada la oreja. Y si se ha de decir
remos sus (2) distraimientos en el lujurioso. Por sa todo, su invidia no le deja algún sentido, pues> por
tisfacer este á sus ojos disipa su patrimonio á los de ella le cierran los ojos, le usurpan el gusto, lé es
más sentidos; no se viste, por ataviar su pecado; no tragan el olfato y le atan las manos.
come, por alimentar su perdición; no oye su enmienda La propia invidia se verifica en el gusto de la boca
y su remedio, por atender á su desvarío; no toca ni del glotón, no menos vil, y más bestial y asquerosa.
trata lo que le habia de guiar, y gasta su tacto en lo Este se bebe la vista, se come sus manos, se traga
que le atormenta y despeña. No tiene olfato para la sus vestidos y su patrimonio. No come para vivir,
hediondez de su culpa : todos sus sentidos despoja y vive para comer, y mucre porque come, y las más
pwe en esclavitud la invidia desordenada de sus veces comiendo. Nació para consumir las cosechas,
ojos. para agotar las vendimias. Este embriaga su olfato,
Pues considera el oído , que en la eminencia del aprisiona sus pies y sus manos con la gota vengadora
edificio del hombre tiene su órgano, compitiendo el de los brindis; restituye en lágrimas vergonzosas por
stiwal«(3) ojos; en la cabeza, palacio ; en la corte del los ojos las bodegas que enjuga.
discurso racional, camino retorcido y paso al comer La misma invidia (7) no menos disfamados tiene á
cio del entendimiento; locutorio angosto, en las clau los demás sentidos : el tacto, en las manos del jugador,
suras del alma retirada. Mira en el vano y presumido, del homicida; el olfato, en el afeminadamente delicio
con cuánta invidia tiraniza sus legitimas á los demás so, que afecta disimular la corrupción de su cuerpo y
sentidos. Atiende ál (4) ambicioso y vano, y verás quiere más olerá carbón disimulado en aromas y á em
que porque sos oídos, glotones de alabanzas, lisonjas belecos del celebro distilados en aguas, y á vómito pre
! adulaciones, se embriaguen en un ahito perpetuo cioso dM más fiero monstro del mar, que á hombre, sin
desta Tianda contra los ojos, no puede ver sino al ver que presto olerá mal á los hombres, y que (8) des
cauteloso que lo lisonjea, (5) al astuto que lo adula, poja los demás sentidos, por presumir de una mentira,
al mentiroso que lo alaba; que para pagar mentiras y que en tanto que los demás tuvieren olfato, no puede
fe» testimonios se empobrece y desnuda ; que por ser verdad ni desconocida. Dime, hombre, ¿qué dia no
•Me comer al qne lo engaña y desvanece, no come; padecen por esta razón unos sentidos tuyos invidia de
fie fasta lo que tiene porque le digan lo que no tiene; ¡os otros, ó uno de todos, ó todos de uno? No tiene esta
qie porque le digan que es lo que él sabe que no es, disensión medicina, si no los haces (9) servir á todos
.' |o que el que se lo djee sabe que no quiere ser, en la obediencia de la ley de Dios, que entonces con
d"ja de ser lo que es y ío que debia ser. Este no ve siderados, cada uno asiste al otro, y todos á tí.
'• que mira; este no huele en la vanidad de la adu- Llegado hemos á la invidia sediciosa que amotina
Won el humo del engaño ; este en la golosina de todos tus miembros, unos contra otros, en discordia
JJ lisonja no gusta el acíbar del peligro; este en lo rebelde. Mira en la invidia de tu cabello (que por es
Mando de la mentira no toca lo áspero de la perdi pléndido que sea, no puede disculparse de excremen
ción; lace que la vista y el gusto y el olfato y el to), el cuidado en que pone á tu cabeza la presunción
tacto sirvan violentamente á la invidia del oído. con que está encima delta, el trabajo que da á tus ma
Si esto osas considerar en los príncipes, colmarás nos su composición (10) y aliño. Nota en los afanes quo
« congojas tu consideración. No hay en la univer- los caprichos de tu cabeza ponen á tus ojos, á tu boca,
á tus manos yátus pies. ¡ Cuántas peregrinaciones debe
ltiislrnir(Z. B.)
!• distraimientos. Por satisfacer (S.) la curiosidad de tus ojos á tus pasos, cuántos riesgos
! ' ojos, en la cabeza palacio, en la corte del discurso racional. (6) abatida (B. S.)
f.!ü° B' F-,_ 'íos en '* C4be" : P»lac¡o en la wrte del dis- (7) no menos difamada tiene (Z. B. F.)
"w racional : camino (SO (8) despojados de mas (£.) — despojados los(S.)
IJj ambicioso, y veris (S.) é
(9) i servir todos (S.)
ffl Mito, ove lo adula; i,Z. B, F.) (10) d aliño. (B. S.)
104 OBRAS DE PON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
debe tu cabeza á los pasos de tus pies, cuántos peligros que yace debajo del bien, es delito y rodeo. No es bien
todo tu cuerpo á las palabras de tu boca, cuántas en perfecto el que sirve de máscara al mal. Bien que anda
fermedades á tu estómago las demasías de tu gargan con malas compañías, á nadie acompañará bien. No es
ta, cuántos temblores y sustos á tu corazón el aloja bien el mal que parece bien, antes es mal hipócrita, que
miento de tus manos! Si eres glotón, andas desnudo para ser peor añade el ser hipócrita al ser mal. Por la
por comer; si eres galán, no comes por vestirte; si eres razón que la voluntad debe huir del mal que parece
soberbio, no hay miembro que no aventures por ven bien, ha de seguir el bien que parece mal. Todo lo hace
garle ó por despreciar á los otro.;; si eres jugador, tus al revés la voluntad cuando está doliente de invidia, pues
manos te disipan todo; si lujurioso, tus ojos. Según con ella se hace (4) de las otras dos potencias. A la me
esto, tú eres una población de inviriias, que vives y pa moria la convierte en voluntad cuantas veces se acuer
deces. da desolo lo que quiere y se olvida de lo que no quiere
Hasta aquí no pasa de la corteza la invidia; yo te la acordarse, y al entendimiento siempre que entiéndelo
hallaré en lo más interior, habitando las potencias de que quiere y ignora lo que debe querer. En ella está el
tu alma, que son memoria, entendimiento y voluntad. ' acierto del entendimiento. David lo dijo en el salmo
Esta invidia es eterna y (i) facinorosa contra la sal primero cuando trató del varón justo ydel impío, cuan
vación. Prevente. do hablando de la voluntad del varón bienaventurado,
No solamente estas potencias son invidiosas unas de dice : «¥ en la ley del Señor su voluntad, y en su ley
otras, sino de si mismas. La memoria de lo que es un meditará de día y de noche.» ¿Ves cómo la voluntad,
hombre, y no de lo que no era ni de lo que dejará de que hace su oficio estando en la ley del Señor, causa
ser, mis es olvido que memoria. San Pedro Crisólogo que el entendimiento medite en la ley del Señor de día
acusa gravemente la invidiadesta memoria, qiiesehace y de noche ; y que desto resulta lo que en otra parte di
olvido y la llama causa del mayor desatino del alma en / ce el Espíritu Santo cuanto á la potencia de la memoria,
el sermón ci : « Hombre, (2) tú no te viste cuando Dios te j prometiendo que «en la memoria eterna será el justo »?
amasaba polvo ; pues si te vieras hacer, no lloraras verte j No puede la memoria alegar que el Espíritu Santo no la
morir. Vístete perfecto, vístete viviente, vístete her advirtió de su ocupación. Ya dijo : «Acuérdate de tu
moso, semejante á tu autor te viste. No sabias de qué Criador en los días de tu juventud.» Esto cuanto al al
eras, cuál eras, porque ni te viste nacer ni morir. Por ma. La Iglesia, viendo que se desentendía, por acor
esto ú la naturaleza lo diste todo, á ti mismo á tí, á Dios darla de si , la dice : Memento homo, quia pulvis es.
nada.» ¿Ves la invidia de tu memoria en (3) no querer « Acuérdate , hombre , que eres polvo.» Si la memoria
acordarte délo que oyó para tu remedio, sabiendo que te acuerda de tu Criador, que la crió de ceniza á su se
tus ojos no lo pudieron ver? Nota para tu desengaño mejanza , y de sí , que fué ceniza y la vive y lo será ; y
cuántas invídías amontonó con la suya : invidió á la na desto acuerda al entendimiento para que lo medite, y i
turaleza, con dárselo todo, los premios de la gracia; in- la voluntad para que ame á su Criador y se tema y se
vídióte los premios de la gloria, con hacer que te die desprecie á sí,—haciendo su oficio ocasionará que le ha
ses tú ú tí mismo, pues por estas dádivas descaminadas gan las demás potencias, y á ellas y á sí librará de su in
quejaste pobre de l¡ para dar á Dios algo, á quien le vidia. Persuádete, hombre, que padeces en tí más in
debías todo; invidió á tu entendimiento el reconocer vídías que en los^tros, que no solo eres invidiado y in-
se, y á tu voluntad el elegir lo mejor. vidíoso, sino república de invidias; que no solo están
. La propia invidia se tiene el entendimiento á sí pro cerca de tí y arrimadas á tu persona, sino en tu perso
pio muchas veces; cuando se da por desentendido de lo na y dentro de tí mismo.
que solo debía entender, cuando asiste á las noticias pa No lo hemos dicho todo. ¿Quién se persuadirá que
sadas, con que la memoria lo divierte, y no á los escar se sirven los hombres de las propias virtudes para in-
mientos y advertencia con que le amonesta; cuando vidíar las virtudes á los hombres? Si los que lo hacen
gasta su atención el entendimiento en loque sucedió, lo ignoran, verifiquemos esta malicia facinorosa, este
para ostentarse erudito, y no en las causas por qué su sacrilegio enconado y cruel.
cedió, y para qué, con que pudiera ser acertado ; cuando La misericordia es virtud muchas veces coronada, es
quiere más ser docto que aprovechado. Entendimiento merced enternecida, es un amor materno ; la más amar
que se detiene solamente en la narración de la memo telada diligencia para el perdón, la medicina más eficaz
ria, más se muestra memoria que entendimiento; esta, y suave para nuestras dolencias, de quien nuestra vo
invidia es que tiene al oficio de la memoria. Entendi luntad usa sin consentimiento aveces de la justicia. Esta
miento que no entiende sino lo que quiere entender, y queremos todos para los otros, y pocos para sí. Aquella
no lo que debe, antes es voluntad que entendimiento: queremos todos para nosotros mismos, y no para los de
el confiesa la invidia que tiene al ministerio de la vo más. Atiende agora, ó tú (5) cualquiera, que pretendes
luntad. informarte con útil verdad, á la sagacidad hipócrita con
La voluntad con más encarecido perdimiento se in que el invidioso, enmascarado de piedad, viendo á su
vidia á sí y á las otras potencias : ella con su culpa es amigo en trabajo y pobreza, empieza la murmu ración En
culpa y pena de las demás. No la excusa el querer el vidiosa, por la aparente misericordia, diciendo : «El co
mal, debajo de razón de bien, después que la ley evan razón melastima verá fulano pobreó preso; porque aun
gélica con sus preceptos quitó al bien el rebozo del mal. que es verdad que se ha bebido su hacienda, ó cometido
Dejar el bien que está encima del mal, y buscar el mal graves delitos viviendo perdidamente, es lástima verle
en tanta miseria y aprieto y que no se haya sabido go-
(1) facinerosa leonílanlemeiite la edición de Suncha.)
fl) dlee,(S.i (i) las otras dos (Todoi los ejemplares.)
(3) querer lid.) ' (5) que pretendes i,S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
binar.» Y si ve en honra y prosperidad al que conoció que ellos la solicitan, y todos se la fomentan y la faci
.en miseria, arrebozándose de alabanzas caritativas, le litan y califican. A nadie duele sino es al bien público.
ta la prosperidad y le mancha la honra, diciendo : Tal es la invidia que san Crisóstomo, declarando el
iGnnde virtud es la deste buen hombre, que siendo texto sagrado de san Juan, dice: «El ojo del invidioso
hi» ie gente baja y vil, y no ayudado de partes perso- se derrite con tristeza. El invidioso vive muerte con
¡ste.se ha hecho tan buen lugar con su industria.» tinua.» Y el gran padre son Agustín: «Aparte Dios
f siendo esta invidia tan delgada, aun juega lances la peste de la invidia de los ánimos de todos. La
tís sutiles, valiéndose de la caridad y de la limosna. invidia es vicio diabólico, del cual es reo el demonio,
; 01) incomparable maldad, hacer á la limosna, que es y no solo es reo, sino reo sin disculpa. No fué con
el precio de la gracia y de la salvación, tramposa de la denado porque cometió adulterio, porque robó, porque
santidad del alma, y á la caridad (corona y majestad usurpó la posesión á alguno, sino porque al hombre
y perfección de todas las virtudes, como enseña el Após- que estaba firme le invidió, luego que él cayó, su
lí'l) libeloinfamatorio del prójimo ! Sabe el pobremente firmeza.»
rico que sa conocido, que es ricamente pobre, padece Oigamos á Plutarco, porque oigan los redimidos
m secreto y con paz ( I ) tan dichosas como últimas ca con la sangre de Cristo cómo detestaron la invidia
lamidades. Haccse encontradizo con él en parte pública, los idólatras. Dice que la invidia es solo vicio del
donde la trompeta que Cristo nuestro Señor mandó que hombre, de que no participan los animales brutos.
do tenga voz, tenga voz y auditorio ; dale limosna, por Yo añado que esta verdad tiene excepción en solo el
que vean se la da, no por dársela ; dicele sus 'miserias, perro, que á su modo padece invidia y es invidioso;
porque las sepan los que no las saben. Con lo que le da, lo que le pega la compañía de los hombres. Adviér
más lo afrenta que lo socorre. No le saca de pobreza, tase la descendencia y progenitores de la invidia. San
sino i la vergüenza. Agustín dice que es vicio propio del demonio; Plu
Otro camino menos conocido y mas dañoso frecuenta tarco, que es sulo y propio del hombre. La consi
b invidia en los palacios y puestos. De las alabanzas deración colige que al hombre se le pegó de tratar
mayores se vale para derribar á los mayores ; zancadilla con el demonio, de oírle, de responderle. Es epi
qne los mal advertidos tienen por apoyo, y antes la agra demia infernal la invidia, y contagio tan dañoso y
decen que la contrastan. Para malquistar á uno no hay veloz , que no solo conviene no ser invidioso , sino
invidia más bien lograda que alabarle mucho. Esta es también no tratar con el que lo es; pues al hombre
invidia qne engendra invidia : en los principes capital, se derivó del comercio con el demonio, y al perro
en los demás sediciosa. Más privanzas han arruinado las de la compañía del hombre. Por esto es tan meri
llábanas que las acusaciones. Quien alaba en presen torio padecer la invidia, como dañoso tenerla.
cia del rey á su valido, cuanto más lo alaba, lo contrasta Rematen sagradamente mi antídoto á esta pesto
ró, porque produce la invidia donde no puede ser evi las soberanas plumas de san Agustín y de san Bue
tada, yk persecución del alabado acredita su presun- naventura. San Agustín en la enarracion al salín. 10Í
cioo. (4) § 17: «La invidia es tristeza de la felicidad ajena,
Los dicipulos de la fortuna han aprendido otro y alegría en la ajena miseria.» Graduada queda de an
género de invidia de sus locuras, más perniciosa y típoda de la caridad. Prosigue san Buenaventura : «Lo
ejecutiva que las referidas. Esta es honrar, adelantar tercero, la invidia es semejante al leproso, á Judas
y enriquecer. ¡Oh gran Dios! ¡con cuánta sangre está el traidor y al demonio; porque el leproso no querría
formidable la experiencia de la invidia de la honra! que nadie estuviese sano, y el diablo, que ninguno
U honra es la más poderosa munición de la invidia. fuese bueno; por (5) que se dijo: La invidia del diablo
No bay otro medio para librarse della, sino despre introdujo en el mundo la muerte. Judas se entriste
ciarla. Muchos burlaron todas las diligencias de la in- ció por la unción del ungüento en los pies de Cristo.»
fidia, que en (2) esta de ser honrados perdieron el Y poco más abajo dice : «La invidia se compara á la
seso, el entendimiento, la vida, y á veces el alma. nada, porque no se parece al Criador ni á las cria
La fortuna á cuantos da honras tiene invidia, á enan turas, y carece de lodo bien criado.» ¡Quién sabrá
te la niega tiene lástima. Pocos juicios hay á prueba ponderar el horror de los invidiosos, pues por serlo
de prosperidades. Hanse visto y se ven hombres en ellos todo, y que los otros sean nada, se hacen la
la pobreza ricos, en la persecución alegres, y en el nada ellos!
desprecio estimados; empero pocos se cuentan en la Tratando en presencia del rey Frederico los mé
buena fortuna cuerdos. Conoció esta verdad Darío dicos de qué cosas aumentaban la vista, y (6) aür-
toando , viéndose lleno de Vitorias y felicidades no mnndo unos que la eufrasia, otros la celidonia, otros
gradas, exclamó: «¡Oh fortuna! conténtate con dar el hinojo; Aecio, sincero varón de raro ingenio y ds
me un pequeño mal.» Conoció la treta, advirtió que (3) alta nobleza, dijo: «La cosa que más aumenta la vista
binarle era invidia, y no liberalidad. A los reyes es la invidia.» Riéronse los filósofos, y Aecío los en
más decente les es ser invidiados que invidiar. Han mudeció diciendo : «¿Puédese negar que la invidia hace
de temer siempre la invidia de la fortuna, y despre ver más altas , más numerosas y más llenas todas
ciar la de los hombres. La peor y más frecuente in- las cosas?» Toda es contrariedades la invidia: crece y
'idis que padecen algunos reyes, es la que se tienen aumenta (7) las cosas ajenas, y para deshacerlas las
ellos á sí propios. Desta pocas veces se libran, por-
•
i4> tomo 8: «La invidia (toa ¡mfretot.)
(1) un dichosa (S.) (5) lo que se dijo: (S.)
" esto iU.) (6) allrmado (Z.)
'3j fortunar le tíd.) V) cosas (S.)
106 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
hace mayores, deshaciéndose á sí misma. Por esto la la advertencia del Apóstol. Este postrero delito de la
invidia es injustísima y justificada; injustísima, por invidia es el más pernicioso; (6) yo acabo con él, por
que es molesta a todos los buenos y persecución á que él acaba con todo.
todos los bienes; justificada, porque carcome y ator Y siendo tan varia, tan introducida, tan multipli
menta á los que la tienen; es verdugo de si para serlo cada la invidia, su remedio es uno, es fácil, es útil.
de los otros. No hay dientes de fiera tan abominables ¿Quieres no ser invidioso? Pues ten tanto contenta
ni dentadura asistida de tan buena vianda; nose(l) ven miento de los bienes ajenos como de los propio-;
en ella sino sangre de virtuosos, pedazos de honras, tanta misericordia de las calamidades de los otros
desgarros y bocados de virtudes. Tal es , que el más como de las tuyas. ;, Qué cosa más fácil ni más útil que
sagrado mantenimiento la hace peor estómago, y (2) tener contento en lo que tienes y en lo que tienen
el bueno la enferma. Con felicidad la comparó (3) un los demás? ¿Qué cosa más fácil que persuadirte á ti la
poeta al lidia. alegría que deseas? ¿Qué cosa más útil que no hacer
verdugos de tus bieues los bienes de tus Conocidos,
Nihil aliad nis't se valet Aetna cremare :
Sic se non alias invidus ipse crema!. hacer disculpa de los trabajos ajenos los propios, y (7)
Invidus invidia comburilur Mus, et extra. mérito de los propios los ajenos? Si estás contento ton
No puede arder el Etni las felicidades de los otros, las haces tuyas; esto logro
Fuera de si olra cosa; es. Si las invidias, haces malaventuradas tus dicha;;
Asi la invidia a sf se quema sola, lo que es miseria. Si miserable te alegras de la cala
Y no i los otros; arde el invidioso
Con la invidia interior y exteriormente. midad ajena, añades al ser miserable el merecerlo
ser por delincuente. Si te apiadas, te acompañas, que
No se contenta la invidia con ser mala en todo, es género de consuelo.
en todos y en sí ; también herética y condenada, se in Afirmo con novedad católica que, reconociendo á
troduce en la predicación de Jesucristo crucificado. la invidia por origen de todos los pecados, la suma
Esto enseña san Pablo (Philippens., i, v. 15.) Quídam bondad y inmensa sabiduría de Dios, con todos lo;
quidem et propter invidiam , et contentionem : quí preceptos del decálogo quiso que sus mandamientos
dam autem et propter bonam voluntatem Christum uno por uno fuesen su medicina. (8) «Amar á Dios
praedicat. «Algunos por invidia y contención, algu sobre todas las cosas» expresamente se opone á toda
nos también por buena voluntad predican a Cristo.» las cosas que son invidia de la gloria, y bienaventu
No pudo la invidia crecer más su insolencia. Dolo- ranza que solo tienes en tu Criador, (9) y te quieren
rosamente se verifica este sacrilegio. Quien predica apartar del. «Amar al prójimo como á ti mismo»
la doctrina evangélica de Cristo, profanándola con te estorba todas las invidias de hacienda, de lionra>-,
galas de elocuencia facinorosa, y la dispone al lia - de puestos, de deleites, de venganzas, de adulacio
l;igo del oido doliente y no á la enmienda, este por nes, de odios y de homicidios; de manera que los
invidia y contención predica á Cristo. Aquel que con diez mandamientos de la ley de Dios son otras tantas
espíritu' esclavo y comprado, por adormecer la con medicinas preservalivas dcsta peste mortal. Que sean
ciencia en (4) el poderoso, y arrullarle el sueño mor remedios fáciles y suaves, corno dije, conocéroslo en
tal en que yace sepultado, trastorna con palabra^ que en todos ellos se manda que hagas todo lo que
juglares el rigor de las sentencias sagradas, violenta para la salud y paz de tu cuerpo y alma desean todos
con entendimiento tirano la verdad provechosa de los los hombres. Y no hay, ni puede haber ninguno tan
Padres: por contención é invidia predica á Cristo. malo, que por su comodidad no desee que el otro no
Quien solo estudia lo que no ha de decir por no dis sea homicida, por asegurar su vida; que no sea ladrón,
gustar, y nunca estudia lo que debe decir por (5) gua por asegurar sus bienes; que no sea lujurioso, por ase
recer, invidiosa predicación do las almas profesa. gurar su familia ; que no levante falsos testimonios, por
Quien pretende la mitra con la adulación de su doc asegurar su honra; que no mienta, por asegurar su
trina, la invidia al martirio y al rigor apostólico que noticia y su confianza. Pues dime, ¿á quién no es
ella busca. Aquel.monedero falso de textos, falsificador fácil y suave, si lo considera, ser como desea que
de doctrinas, que con novedades sediciosas viste la sean todos? ¿Y (10) general cosa más injusta, queno
predicación de trajes idólatras y herejes, por conten querer por la invidia ser invidioso, queriendo que lo
ción é invidia predica & Cristo; comprehendido es en sean todos?
(I) rUS.) (6) y acabo IS.)
(S¡ lo bueno la infama. Con felicidad (Z. B. F.) (7) méritos Id.)
0) Horacio al Etna. (M.— Cuerdamente se enmendó este pasaje (8) .Amaris Jd.)
en ediciones posteriores. Los versos no son de Horacio.; (9) te quieren ¡Z. SI. F.)
(4) lo poderoso, IS.) (10) en general (S.)
(5) agradar, Insidiosa (M.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. icrr
INGRATITUD.
SEGUNDA PESTE DEL MUNDO (a).
¿Cuál hombre escribirá contra la ingratitud, que grimas renové las almas. Los demonios (7) le confesa
acordándose du Dios no escriba contra sí propio? ¡Oh ron, vencidos. Sus palabras militaron en el prendimien
afrentosa culpa ile la razón humana, que entre todas las to. En su muerte el aire clamoreó con suspiros; el dia
criaturas, solo el hombre, que es la mejor, sea ingrata á en su juventud se vio noche; el sol se ennegreció con
Dios! Y no solo le es y fué ingrata como á Criador, sino luto, en que no tuvo parte la luna ; la tierra , con el ter
aun más ensangrentada y cruelmente como á Redentor. remoto, arrojó de los sepulcros sus muertos y rasgó
Olvidóle en la creación, desprecióle en la redención; en (8) sepulcros los montes; Iaspiedras batallaron hasta
rile ingrato, con villanía sacrilega, en el sacramento romperse unas con otras. Y todas estas demostraciones
que se llama bien de la gracia con el nombre de Euca de agradecimiento irracional hicieron por la ingrati
ristía. tud que cometía el hombre con el Señor que le crió para
Que todas las otras criaturas A su modo y con su ser señor de todas ellas y que murió por él.
(digámoslo así) le sean agradecidas en todas (1) tres Pues en el tercero beneficio del Santísimo Sacra
2«¡ones, se ve en todas las edades déla vida del mundo. mento, no fué menor sino más misterioso el agradeci
Les cielos siempre cuentan sus glorias, siempre le son miento de las criaturas. El pan dejó de ser, y sus acci
obedientes : no se ha visto molin de alguna luz fija ó er dentes se mantuvieron sin substancia de pan, califica
rante de los orbes ; nunca discreparon de la luz que les dos en velo del cuerpo verdadero de Cristo. El vino, en
puso quien las encendió en hermosura tan grande y tan competencia del agua, que en el convite de Cana se
admirable con su palabra. Si para que venciese su ca volvió en vino, en este se vuelve en sangre. La ausencia
pitán, quiso que el monarca de los fuegos celestiales se perdió sus distancias y apartamiento, quedándose el
pirase, alargando la vidaal dia, luego clavó su inmensa misino que se iba. ¿Qué hizo el hombre? Juilas lo di
velocidad en su obediencia. Si para señal de su pro rá, que le comulgó para venderle; que habiéndosele
mesa en Acáz, convino desandar sus jornadas irrevo entrado Satanás en el corazón, se atrevió á recibirle en
cables, luego se volvió los grados prefijos al oriente, su boca. Todas estas maravillas y demostraciones son
repitiendo su infancia, haciendo desdecir de sus seña dura reprehensión para el hombre, y rigurosa adver
les las sombras en el reloj del rey obstinado. Ya el fuego tencia de que entre todas las criaturas, quien menos
se fabrico en columna, y para encaminar el pueblo de debia ser ingrato á Dios, le es ingrato solamente.
b'm, substituyó el dia en las tinieblas del desierto. El He querido empezar antes por la doctrina que por la
Tiento fué cazador de su mesmo pueblo, lloviendo co definición del desagradecimiento. No es menester difi
dornices. Eu el maná (2) guisó á las condutas de Moi- nir lo que todos somos cada instante, mas por cumplir
¿*n en un manjar todos los (3) sabores. Las peñas al con el orden dialéctico, lo difluiré. Ingrato esquíen no
golpe de su vara se derritieron líquidas en fuentes; las conoce el beneficio que recibe, quien le desprecia,
aguas en el mar arrollaron sus olas en pretiles diáfanos, quien le olvida, quien le acusa : por todas estas cosas es
y enjugaron en vereda sus golfos. un hombre ingrato. Lilio Gregorio (9) Giraldo, ferra-
Tal reconocimiento tuvieron en el Viejo Testamento ; riense, hombre docto, en su libro, que intitula Contra
J en el Nuevo se encendieron en (4) las finezas. El cielo los ingratos, dice (6) : «El cual vicio, porque le juzga
llovió coros de ángeles sobre el pesebre de Cristo. Des ron execrable y abominable aquellos nuestros antiguos
pachó estrella nunca vista ni ocupada en humano minis
terio, á conducir los reyes y los misteriosos tesoros. El
(7) se confesaron vencidos. (F. S.)
agua ep las bodas (5) del Arquitriclino volvió en vendi (8) los sepulcros [S.)
mias los cántaros, mudándolos en vino. El mar pacificó (9) Itlralclo (Z. B. S.)
con su palabra sus borrascas, y á sus pies se fijó en lla \b) Lilii Cregorii Ctjraldi Ferr. Líber tiduertu» Ingratos, in ova
nura. La muerte aprendióá restituir sus despojos por su multíplices Ingratí crimínis rodices conucthintur, variisque tum
hístortis, [mu Natura- exemplis Ingratí rtfrlhtntw. — Ejusúem Li~
mandamiento. La enfermedad en su palabra no aguardó bcl'íis Quomoilo quis bujrati nomen ct crimen effugere poss'U. — Fio-
la solicitud de otra medicina. La salud se introducía en rentiae Excudebat Laurrntius Torrentinns. (1518, en 8.*)
la desesperación de las dolencias; del (6) ruedo de su ves Ciraldi, sabio profundo y latino poeta, nooiri, de padres honra
tidura sacaba el tacto remedio. El agua distilada en lá- dos aunque pobres, en Ferrara , á II de junio de 1179. Hizo tales
progresos en tas lenguas griega y lalina, en matemáticas y dere
cho, que se ganó la estimación de tos pontífices León X, Adria
I* Estaba y» «frito en 4 de febrero de 1636, hallándose el a li no VI y Clemente Vil, bien que no obtuvo nunca mayor dignidad
tar tuso Torre de Juan Abad, según carta de esta fecha, que puede que la de protonotario apostólico. En el saco de Roma (1527i per
«ree eu el Epistolario. día sus bienes y su rica biblioteca ; y su genio, la fortuna y la in
iti sus acciones, <S.) justicia se extremaron desde entonces en combatirán espíritu coa
Mi quiso Z. B.y-quitó (S.) mil géneros de trastornos y amarguras. Al Un se retiró a su patria,
¡5 sinsabores. (S.) donde con la amistad de Calcagnini y del sabio médico Munardi,
1*1 finezas. iS.) junto con la ¡ roteccion de nobles caballeros , se libró de la indi
151 deArquitriclino.Z. B. F.) gencia. Tuvo una cátedra en aquella universidad, y murió de la
V>i raido i,F. S.) gota en 1552.
103 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
latinos, ni nombre le pusieron. Cuando lo revuelvas retrato en lo que hacen, pues (4) dice «qne cuando lle
todo, no hallaris cómo llamaron los latinos la (t ) Acha- ga el tiempo de la paga piden tiempo», no por pagar,
risia ; porque lo que algunos dcSte tiempo llaman sino por pedir. «Y hablan palabras de enfado y de mur
ingratitud, y algunos doctos agora usurpan por lo mis muraciones.» No se dirá deste retrato que no le falta
mo, los más eruditos afirman que no es palabra latina.» sino hablar, pues habla. «Trampean el tiempo;! esto
Así lo advierte el doctísima maestro Barrientes en su es, por hurtar lo más precioso y de todas maneras; en el
Lima (2) barbariei, advirtiendo que por este defecto oro y en los beneficios lo que no quieren volver, y en
huyó tanto Cicerón la traducción dcsta voz A'-/ap'.;!a, el tiempo lo que no pueden volver. Dice que «aunque
que antes quiso en latín escribir griego quo nial latin, te puedan pagar, lo rehusarán de lo que recibió; cuando
lib. 9, ep. 7, ad Altic. Sed ita mentisse illum de me pague , pagará apenas la mitad y lo tendrá por dádiva
puto, ut A'-^ap'.;!*; crimen subiré non audcam. Y por que hace, no por paga que debia » ; que es peor ingra
excusar la mala palabra , en el mismo lib. 9, epíst. 2. titud que negarlo todo, pues haciendo del beneficio
Sed quia ingratianimi hórreo. Cierto es que la palabra ajeno robo, cuenta su robo por beneficio. «Empero si
ingratiludo es mal (3) latina ; mas no sin misterio los le negare cuanto le dio, será su enemigo de balde.» El
latinos pusieron nombre al ingrato, y no al vicio. A mi mundo se divide en padecer esto y en hacerlo. Conozco
ver quisieron enseñar que este vicio es el hombre, y muchos que lo hacen con muchos y lo padecen con mu-
que es vicioso y vicio. Por esta razón, ya probada bre chos. Recebir mercedes y beneficios y socorros, y ser
vemente y difinida, diremos : «Ingratitud es hombre, y enemigo del que los hizo, es pretender, es negociar,
el hombre república de ingratitudes, y la república po es ser cortesano ; dígase mis umversalmente, es vivir
blación de ingratos,» como lo probaré en sus lugares. en el mundo. (S) «Págale con afrentas y maldiciones,
Para que admitamos la palabra ingratitudo, basta que y por el beneficio y la honra le da infamia.» Aquí se co
la usa santo Tomás y los escolásticos, á quien se debe noce quién son los ingratos, que en ellos el bien se ruelvc
seguir. mal , la honra afrenta y el beneficio enemistad.
Escribió contra la ingratitud Juan Antonio Campano No hay fiera tan abominable en el mundo, qne trueque
tres libros doctos y de sólida erudición (o) ; empero, naturaleza con ellos. Todos agradecen el moderadoaga-
arrimándome en lodo lo substancial á los santos y sa sajo, y para el reconocimiento remedan la razón. Fieri-
gradas escrituras, seguiré más seguro camino. simoesel león, y el sacarle una espina de un pié pagó l¡-
He asegurado el nombre de los ingratos y difinídole; heralisimo con dar la vida al que se la sacó. Más horren-
resta dar 'sus señas y retratarlos con las palabras del doanimalesla serpiente, parto de veneno de la tierra, y
Eclesiástico, hijo de Siracli., cap. 29. Dónec accipiant, ella veneno animado. Ya se vio un áspid (así lo escribe
osculantur manus dantis, et in promissionibus humi- en su Oficina histórica Juan Felice Astolfi (6),de Juan
liant vocem suam: et in tempore redd itionis postulabit Ravisio) que, doméstico, y (6) á modo de perrillo, acu
tempus,et loqucrur verba laedii et murmurationum, día en una casa á hs horas de comer, y se alimentaba
et tempus causabilur : si autem potuerit reddere, ad- con familiaridad pacífica y (7) entretenía á los dueños.
vrrsabitur,solidi vixreddet dimidium , et computaba Sucedió, que estando comiendo un dia, parió debajo de
illud quasi inventionrm : sin autem fraudabü illum la mesa, y un hijo suyo picó en un pié aun niño de la
pecunia sua, et possidebit illum inimicum gratis : et casa; y de tal suerte se enfureció, que arremetió asa
convitia et malcdicta reddet illi, et pro honore et be propio hijuelo y lo mató y se fué, y no volvió más. ¡ Oh,
neficio reddet illi contumeliam. No los perdonó el sa si as! puede decirse, suma hon ra de áspid, (8) en afrenta
grado pincel facción, ni seña, ni sombra, ni semblan de todos los hombres, que pudiendo volver y ser mejor
te, ni ceremonia. ¡Qué parecido retrato es de muchos recebida de los dueños de la casa por agradecida des
hombres de diferentes caras! La primera señal es que pués, que antes por mansa, de afrentada de haber pari
«besan la mano alqueda, mientras reciben». La segunda, do (aunque áspid) un hijo desagradecido al beneficio,
que «en los prometimientos humillan su voz». Estos be se escondió ! Pudo esto ser verdad, y cuando no lo fue
san la dádiva, no la mano, pues no la besan sino mien se, grande afrenta es para el hombre desagradecido que
tras da; antes la muerden que la besan. «Prometen con se inventase en un áspid, para creído, lo que del no se
humildad» para recibir con soberbia. Bien lo muestra el podia esperar. Y es (9) más fácil y más conforme á ra
zón creer que (10) una serpiente aborrezca la ingratitud,
que creer que un hombre racional, hecho á imagen ;
(1) Acharislia {Los Impresos. — á-^otp'.ijíav escribe I. ¡lio en el
prefacio del libro parenético Adversas ingratos.) M dicen (S.)
(21 barbaries, (Z.B. F.) (5| «Págase (B..S.)
(3, latín; (S.) (*i Tomándolo de Juan Raylsto. Afirma que sucedió en Efip".
(a) Juan Antonio Campano , hijo de unos pobres aldeanos de y refiere el caso al final del libro segando. Ut aqai el lítalo de '•>
Cavclli, en Tierra de Labor, nació por los aiiosde 1427. Primero obra :
fué pastor de ganado, mas apreciando el párroco de aquel pueblo .Delta oficina istorica di Ció . ellee Astolfl, Libri m. M»
el buen ingenio del muchacho, le ensefló lengua latina. Perfeccionó quale si spiegann Esscmpi nolabilissimi, Anticbl, et Noderm,'
después en Ñapóles su conocimiento, y allí abrió escuela para sn Virlii , et a Diffcllu pcrtincnli. — lo Venelia , nocv. Apresso I
enseñanza. Dedicóse en Perusa á la filosofía , á las matemáticas y Sessa.» a.
á la elocuencia, trayendo a una mano el griego y la poesía, con lo Otra edición aumentada se pobli en la misma ciudad en 16»
que se hizo lugar en el ánimo de Jacobo Piccolomini tque luego Per ti Turrini.
fue cardenal de Pa\ia\ quien le iiitrndujo en la corle de Pió II, (6 armado de perrillo, (Z. F.) — amado... [Z.nltftie an
pontlllre romano. Después de %arln fortunase retiró á Siena, don tas. II.)— i modo... iS. y nsieslá en Astolfi.)
de murió en 1177. La dilección de sus obras esegidas, impresa (7i ya entretenida \l. F.)— y ya entretenía </U
en Leipzig en 17Ü4, nos ofrece la Villa de Braccio, la de l'w II (8) qne en afrenta de todos los hombres, pudiendo (S.)
los tres libros Contra la ¡rtgrati/ifl, y los dos trátalos De regentlo (9) para más fácil (Z. D.)
magislraliiv De dignilate mulrimonii. (10) un serpiente (Z.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 109
¡oiejanza de Dios, la ame ; y poes esto veo, aquello que les faltaba para poder ser lo que dejaban de ser,
creeré. Socórreme con alta consideración el salmo 90, porque no podían. El que ¡í estos tales niega lo que le
enelvers. 13 : «Sobre el áspid y el basilisco pasearás, piden, es liberal con lo que niega, y bienhechor de
ijiarisel león y el dragón.» Literalmente nombra el aquellos á quien no concede el beneficio ; y por la pro
aiwlasdos fieras más brutas, de quien yo referí los pia razón el que se leda es juntamente ingrato á sí y
terjemplos de agradecimiento, león y áspid -.así lla al que le recibe.
na estas palabras toda la fuerza y atención de la con- La segunda parte del refrán condena todo el Decá
sderacion humana . El Espíritu Santo, en el lugar citado logo y toda la ley de Jesucristo y toda la Iglesia. «Haz
del Eclesiástico, dice que el hombre, aun dejándose pi- mal,» es precepto del demonio; es decir, que (o) ha
i¿r r acocear del ingrato, padecerá su veneno. Y en el gan lo que él hace. Esta cláusula es impíamente faci-
almo, por David, dice que podrá pasear sobre el ás norosa. La necedad es añadir al consejo «haz mal», el
pid sin temer su ponzoña, y acocear al león sin pade «guarte»; (6) debiendo decir, no «Haz mal y guarte»,
cer sos garras. sino «Guárdate de hacer mal». Porque hacer mal y
Pretensiones tiene en muchas plumas doctas la in guardarse, es imposible, siendo asi que se pierde en
finitud de preceder á la invidia. (1) Presumo es pri haciéndole. Puede el malhechor guardarse con dificul
mero ser ingrato que invidioso, y aquí la ingratitud tad del ofendido, y casi no puede de la justicia. Es im
se ejercita negando el origen que le da la invidia, por posible que se guarde del verdugo; del verdugo, digo,
ser juntamente ingratitud y ingrata. No se puede ne- invisible de la conciencia y de la culpa, cuyo castigo y
pr que es primero invidiar el bien que recebirle, y pena está por cuenta del tribunal de Dios, donde el
por esto recebirle y desconocerle es parto del invi oro no tiene valor, ni la dádiva estima ; ni la negocia
erte. Luego la invidia, que es madre de la ingrati ción, poderosa voz. La santa Iglesia (7) señala sola qué
tud, incestuosamente en la ingratitud, que es su hija, cosas en aquel tribunal y juicio hacen efectivo el ale
engendra todos los vicios y pecados ; descendencia nu gato de nuestra defensa, y señala arrepentimiento, sa
merosa, como bastarda y vil, infamada en propia gene tisfacción, perdón de la parte, sufragios, indulgencias,
ración. Yo (2) no me atreveré á determinar si la in intercesión de los santos, para alcanzar gracias que (8)
vidia es peor por si que por madre de la ingratitud ; encaminen á estos medios. De manera que para no
diré, empero, que la invidia se atormenta con la vir ser ingrato dando ó negando, haciendo ó dejando de
tud j con el bien, mas la ingratitud atormenta al bien hacer, no se ha de hacer mal y se ha de hacer bien,
v (3) i la virtud. A la invidia la pesa de los beneficios mirando á quién se hace, por no hacerle mal y malo
que otro goza; la ingratitud hace que los beneficios con el bien.
que recibe sean aflicción y pesar de quien se los da y Conviene por esto, para ser verdaderamente agrade
«««de. Ella es tan abominable , que conviene más cidos y para no ser ingratos, conocer cuáles son bie
pártanos de ser ingratos que de los que son ingra nes verdaderos, cuáles aparentes ; el mal que se disi
tos, tato es mejor, por más meritorio, padecer en mula en algunos bienes, el bien que yace (9) secreto
otro el mirtirio por nuestra virtud, que ser martirio en algunos males ; la felicidad que (10) encierran las
de fa rirtud de otro. desdichas, y las desdichas que.ocultan las felicidades.
H refrán castellano que dice: «Haz bien, y no ca Por ignorar esto muchas veces, ingratos á nuestro pro
lesa quién; haz mal, y (4) guarte,» por el primero vecho, agradecemos los males, y agradecidos á nues
consejo es necio, y por el segundo necio é impío. Con tro mal, somos ingratos en él á nuestros bienes. Bene
dena el primero el Espíritu Santo con estas palabras : ficios universales son la enseñanza, el buen ejemplo y
Sí knefettris, scito cui feceris, et erit gratia in bonis la reprehensión y advertencia ; porque estos enmien
to« mulla. «Si haces bien, mira á quién, y tendrás dan las costumbres, mejoran la mente, y disponen al •
mucha felicidad en tus cosas.» Ya el texto del Ecle entendimiento para lograr los beneficios particulares,
siástico enseñó que el hacer bien y los beneficios y la conciencia para lograrlos, recibiéndolos ó dándo
acarrean enemistad y afrenta. No dice que no haga los. Estos beneficios pocas veces y en pocos se oyen
tien, sino que lo haga mirando á quién. Bien se veri- con este nombre : la enseñanza se aborrece por proli
faesto, y frecuentemente en lo político. El ruin en ja, á persuasión de la presunción propia ; el ejemplo se
Mora siempre fué acusación y ruina del que le puso desprecia por impertinente, á persuasión de las inter
fu ella. Muchos grandes ministros he visto yo en mis pretaciones del gusto ; la reprehensión se abomina por
días condenados por los que pusieron en puestos, y por injuriosa ; la advertencia por entremetida. Veis aquí
Im mismas cosas que los aconsejaron que hiciesen cómo los malos en su vocabulario mudan los nombres
Ipuedeser) para tener que acusarlos por haberlas hecho. á las virtudes, en el cual antes las infaman que las nom
'«nbien dicta la caridad que se ha de mirar á quién bran.
«hace bien, por no hacerle mal. Hay muchos que Ello es cierto que solo son bienes y beneficios los
!«do pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos me que enriquecen el alma y disponen (1 1) el cuerpo á la
recen ser pobres ; muchos que despreciados y escuras obediencia del espíritu. Son eternos; no se pueden
e muestran beneméritos de las dignidades y honras, perder, ni pueden ser robados del ladrón ni del usu
! en alcanzándolas son reos afrentosamente de las hon
ras j dignidades : y es causa desto, que los dieron lo i-Hi baga (B. S.)
(6) no debiendo decir :«Hai ma! y guárdate,» (S.)
(7) sola suministra medios que en aquel tribunal (/<*.)
¡i» Presume (Z. B. F.) - Presumo que (S.) (8) encamine (Z. B. F.)
I* Be atreveré (S.) (9) es secreto (Id.)
íl la Tinad. (M.) (10i cierran (Id.)
1*1 Plrtate, 'mmpre F. S.) (11) al cuerpo (Z. B.)
110 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
rero ; ni el fuego los halla, ni la edad los gasta, ni los suadido Adán. Dióles Dios licencia que comiesen de
embarga la muerte, ni los cierra la sepultura. todos los árboles del paraíso; exceptuóles uno; y per
Séneca dice que las riquezas ni las honras (I) dieron aquel y todos los demás por uno solo. Esta fue
no son beneficio, sino señales visibles por donde se ingratitud á Dios y á sí, y para todos la primera j la
conocen los beneficios, los cuales están radicalmente mayor. Acababan de amanecer en las manos de Dios
en la intención del que los da. En esta materia mejor la mejor criatura para reinar en todas las demás, y al
es (2) remitirme á Séneca que desaliñar su doctrina instante con ingratitud suma aceptaron el ser semejan
con mis palabras.Solo añadiré que no puede ser bene tes á Dios. Ninguno después acá, del ángel que se lo
ficio, aunque lo agradezca el que lo recibe, aquella dá ofreció á sí mismo, y del hombre que lo aceptó de la
diva que sirve al apetito ó al pecado, Agradece el ven serpiente, quiso ser á su Señor semejante, que no fue
gativo que le encaminen á su puñal su contrario, el se en la ruina y caida semejante al que se lo ofreció
lujurioso que le faciliten el adulterio, el invidioso que á sí, diciendo : «Seré semejante al Altísimo,» que fué
le crean la calumnia 7 la acusación , el ambicioso que el propio que le ofreció á los primeros padres. Y para
concedan á su soberbia los premios de los méritos. ver la fértil fecundidad de la ingratitud, luego fueron
Estos, tan ingratos son á su conciencia en lo que reci ingratos unos ó otros ; Eva á la dádiva de la serpiente,
ben como los otros en lo que dan ; y con todo, este es pues la acusó ; Adán á Eva, á su dádiva y á Dios, di
el agradecimiento que más se gasta en el mundo y el ciendo : «La mujer que tú me diste me engañó.» La
más corriente, y el que anda en mejor hábito y más ingratitud es mal contagioso y hereditario. Verificóse
espléndidamente acompañado. Discurramos en las ma (S) luego en Caín y Abel. Ofrece Abel sacrificio desús
las costumbres de la ingratitud ;'en ella hallaremos to primicias ; ofrécele Caín de las suyas : hace Dios mejor
dos los pecados mortales, y á ella en todos ellos. Es so acogida al (6) sacrificio de Abel que al de Caín, no por
berbia, por ser una de sus principales causas el amor lo material del sacrificio que le daba, sino por la in
propio. Es iñvidia, porque consta del aborrecimiento tención con que le ofrecía. ¿Veis que no es el sacrifi
del prójimo. Es avaricia de la misma avaricia, pues lo cio ni la dádiva lo que se ofrece, sino el corazón que
es de los bienes propios y de los ajenos, de lo que le ofrece? ¿Veis en Caín que hay ingratos, dando j
tiene , y de lo que (3) los otros tienen. Es homicida ofreciendo? Hace Dios á Cain hermano mayor; él, in
en el hijo, deseando la muerte al padre por la heren grato al beneficio de la primogenitura, da muerte í
cia; en el hermano contra el hermano; en el amigo Abel, porque, no contento con ser primero, quiere ser
contra el amigo, por la manda. Es ira rabiosa, nacida solo. La grandeza y los puestos superiores y primeros
del beneiicio contra el bienhechor. Es el ingrato el peor son la disposición más poderosa para inducir i la in
de los ladrones ; él solo halló modo de añadir abomi gratitud. El hombre desea para si toda la riqueza y
nación á la infamia del robo.. El ladrón es aborrecido honra que ve en los otros ; en alcanzándola, tiene por
del robado ; el ingrato aborrece al que roba. El robado infamia el agradecerla. Pretende con engaño lo que no
persigue al ladrón ; el ingrato persigue al que robó. El tiene; recibe con malignidad lo que le dan; tiene por
ladrón hurta lo que le niegan y le esconden ; el ingra desdicha el no alcanzarlo, y por afrenta el reconocer
to hurta lo que le dan y lo que pide y recibe. Del lo. El que está en la mayor cumbre, no ha de mirar
ladrón se guardan todos; del ingrato pocos. Aquel para con tanto cuidado cómo tiene los pies sobre la cabeza
robar se vale del descuido del dueño de lo que hur del monte cuanto de qué manera tiene la suya sobre
ta ; este se vale de la piedad y magnificencia del que sus pies : quien esto mirare, no caerá, no será ingrato.
le da lo que pide. El ingrato es lujurioso, y la lujuria Cundió la raza de la ingratitud en los succesores de
es toda ingratitud á la propia vida, á la salud, á la ha- Adán. Ya se vio en la torre que fabricaron á fuerza de
.cienda, al sosiego y á la honra. Tal es la ingratitud, ladrillos, donde (1) de uno en otro temerarios quisie
que á la lujuria la hace facinorosa y homicida y la ron, para subir al ciclo, introducir en méritos los esca
drona. El adulterio y el estrupo y el incesto, ¿quién lones ; no merecerle, sino escalarle. Obligó la ingra
se le dicta á la lujuria, sino la ingratitud contra el ma titud á que Dios diese licencia á las aguas para anegar
rido que le admitió en su casa, contra la parienta, con (8) la tierra : este no es el mayor encarecimiento de
tra la doncella que se fió del ingrato? Al pecado de la su iniquidad. Obligó á Dios á que se hiciese hombre;
lujuria la ingratitud le añade los gravámenes nefan obligóle á que padeciese y muriese.
dos, las circunstancias detestables. Consideremos agora cómo fueron diferentes el se
Verifiquemos esto en el cuidado que Satanás tuvo gundo Adán Cristo Jesús y la segunda Eva Maria sa
de introducir la ingratitud en el mundo, y en el que cratísima, que hasta el nombre de Eva le contradijo,
tiene de conservarla en él para destruirle. El demonio, volviéndole en el de Ave. En Adán fué primero el hom
que sabia que siendo ángel, la ingratitud le había he bre que la mujer. En Cristo (9) primero fué la mujer
cho diablo, la tomó por eficaz remedio y experimen que el hombre, en cuanto (10) Dios y hombre. Allí el
tado, para hacer demonio al hombre. ¿Quién ignora hombre dio parte de su cuerpo, para que delta se fa
que el pecado de Adán y de Eva fué ingratitud ? Desde bricase la mujer. Aquí la mujer fabrica de su cuerpo,
entonces la dádiva se confesó inducidora de la ingra y en su cuerpo, por la obra del Espíritu Santo, al Hora-
titud. Valióse dellael demonio, dióla que comiese la
fruta del árbol vedado, tomóla Eva, y (4) de Eva per-
(5) en Cain (S.)
(6) de Abel (Id.)
(1) son beneficios, (S.) (1) nao (Z. B.)
(2) remitirse ( Id.) (8) la tierra. Esto (F. S.)
(3) oíros (H.) (9) fué primero (S.)
(i) Eva persuadió a Adán, (id.) (10) bombre. Allí (I<1?
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 4ii
k«Dios en cuanto hombre. Adán, de quien sacó Dios Digo que el Verbo eterno antes de encarnaren Ma
materiales para formar la mtijar, dormía cuando para ría y untes de ser su hijo en cuanto hombre, usó con
¿tricarla le quitó la costilla. La toda santa y siempre aquella sacratísima" alma, con aquel purísimo cuerpo
piísima mujer, cuando concibió á Cristo /segundo reverencia de hijo. Ninguna cosa es más propia á los
Ai», velaba orando. Mirad cuan diferentes son en hijos que para lo que han de hacer pedir el consenti
todo te que introdujeron la ingratitud, de los que la miento á sus padres. Esto hizo Dios, que para encar
eslieran y (l) satislicieron por ello. nar en María (6) la pidió el consentimiento para que
;Oh,á\o mereciese que aquella excelsa pureza y fuese su madre. Y tanto se glorificó en ser su lujo, que
qgelh virginidad Madre, que coronada de gloria rei antes de serlo por la concepción, lo quiso parecer en el
na con su flijo, Dios y hombre , sobre los ejércitos de respeto. Pues ¿cómo ( ¡ oh piedad cristiana ! ) quien pa
ks ángeles, medispensase lumbre de sabiduría ardien ra encarnar en María y habitar en sus entrañas la pidió,
te para discurrir más allá de la miseria y poquedad digámoslo así , licencia, la daría á la culpa original
de mi talento, y fuera de las tinieblas de mi ignoran para que cupiese en ella algún tiempo, algún instante
cia, los misterios de la disposición de su parto ! Yo, lle ni parte del? Quien la escogió para «madre desde el
vado de la devoción y confiado en este ruego, ponde principio y antes de los siglos», para satisfacer por el
raré algunas cosas que puede ser baya dejado el gran pecado original, la preservó por madre. Para pagar deu
Diosa mi ignorancia, para que en todo tiempo se re da del hombre, no convenia hacerse hombre en cuerpo
verencie ysevea lo que él dijo, que escondió el Padre que algun tiempo hubiese sido deudor de la misma
eterno muchas cosas a los sabios, que reveló á los pe culpa. Y por la misma razón que todos pecaron en Adán,
queños. Y si Cristo dio gracias por esto á su Padre, no pudo pecar en Adán la madre del que pagó por to
¡cuáles se las debemos dar á Cristo los pequeños por dos. Las dificultades que á esto se oponen, todas las
lis que dio por nosotros ! (o) . previno y convenció el ángel, cuando dijo '..«Porque
Llegó el tiempo de la encarnación del Hijo de Dios, no será imposible para Dios toda palabra,» Luc. 1;
en que se desempeñaron los profetas, cumpliéndose lo Quia non erit impossibile apud Deum omne verbum.
prometido en las semanas. Y siendo el hacer Dios á Pues si acerca de Dios no será toda palabra imposible,
María sa madre la merced más colmada de divinidad, esta palabra «Concebida sin pecado qriginal» ¿cómo
envía al ángel Gabriel por su consentimiento. Si Dios le dejará de ser, no digo posible, sino toda decente?
para hacer el mayor de los beneficios á su criatura Lo que no pudo alcanzar la naturaleza humana ni la
(i) la pide consentimiento, ejemplo es que no debe mente, fué que Dios se hiciese hombro ; y eso creyó
«parlarse de la atención de los reyes de la tierra. la Virgen María en diciéndola el ángel que se obraría
Dwsao puede llamarse agradecido, pues no puede por el Espíritu Santo. Y ¿dudará alguno que Cristo,
reetbir beneficio de nadie ; y de su mano le reciben to hijo de Dios y Dios verdadero, preservaría totalmente
das Iücoms, El llueve para los buenos y los malos, y de culpa con santificación especialísima á su madre?
manda aateísu sol sobre los justos y los impíos. Toda ¿Puede haber más encarecida miseria que recatear
buen dura (3) deciende del ; sin él no hay bien, y por un instante la limpieza de la Madre d« Dios?
él edsoloyelsnmo bien. Dios como hombre (á nues Por María murió como por todos ; entiéndese que
tro modo de entender, digámoslo así) fué agradecido, murió por ella, porque tuvo delta cuerpo y ser de hom
Je A macera que se puede decir de Dios hombre. Tu bre para morir. Murió para todos, porque todos com-
vo Cristo pasiones de hombre, porque era hombre real prehendidos en el primero pecado le (7) trujeron á la-
y wdaderamente.' Empero túvolas tan eminentemen- muerte. El privilegio fué que gozase de los méritos de
te, que los teólogos modernos, para diferenciarlas de las su pasión, libre de culpa. Nació de María, murió con
nuestras, las llaman (4) propasiones. Tuvo piedad, mi María al lado, y murió por María, como hemos dicho.
sericordia y justicia, todas virtudes; empero Cristo no No murió la Virgen Madre viendo morir & su Hijo, y
se poede llamar virtuoso, porque este nombre es de habiendo muerto otras madres de dolor de ver á sus
aquella naturaleza que obra el bien, venciendo (S) re- hijos morir, con ser su amor infinitamente mayor que
pognancia que se le contradice. Digo pues que de la el de todas-, porque, como aquella muerte era para ma
niñera que Cristo fué caritativo y clemente, y piadoso lar la muerte y dar vida á todos, aun de lástima no pu
íjosto, siendo la misma candad, clemencia, piedad y do dar muerte. Yo mostraré que no ha sido digresión
justicia, fué agradecido. Y en este sentido se enten esta, y que no me he apartado del discurso de la in
derá cuando yo le llamare agradecido en alguna obra. gratitud, la que voy mostrando que Cristo y su Madre
contradijeron en Adán y en Eva. Dijo Gabriel : «Ave,
* BMideron por ella. (S.) llena de gracia, el Señor es contigo, bendita entre las
(•) Vbse en el Epistolario la caria de Qcevedo al duque de Mc-
«•"ell, fetlii 4 ite febrero de 1fi">C. mujeres.» Angelo Caninio. varón doctísimo en las len
toliieniio torto el siglo ivn i defender la inmaculada eoncep- guas orientales (6), dice que aquella palabra «llena de
"**> mitra Seiora, ¿cómo estar muda la pluma de nuestro dom gracia», que el griego dice «graciosísima»; en el pro
'wcisco en medio del general fervoroso entusiasmo? El se jacta
<«s«i amigos de haber adelantado mucho en este discurso la
pio sentido en el siriaco idioma, que razonó el ángel, se
«IfjsiJd, opinión de la limpieza de nuestra Señora. dice así : Scelam Cechimariam Malialh, Tabutha (*).
Pc,'iiolas Antonio da noticia de más de ciento setenta ospa-
S"¡í> |ii escribieron de esta materia. Pero, ¿qué diria Quevbdo (6) le (S.)
-i "■ -«.ilarulo eo 1855 contemplase el perjurio y la impiedad de (7) trajeron (B. S.)
«rtoitiaipatrioüs suyos? (/•i Nació en IS21 Ángel fanin!, en Anghlari, pueblo de Toscana.
Docto gramático, especialmente en lenguas orientales, el griego,
0 «lescieode de él ; (,V.) el hebreo y el siriaco le eran familiarísimos. Enséñalos pública
!* P'Opcnsiones. iF. S.) mente en Venecia, Padua, Bolonia, Roma, España y en la universi
|Sj 'a repugnancia que se lo contradice. (S.) dad de París, adonde fué llamado por Francisco I. Murió en Au-
H2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
« Paz á tí, María, llena de gracia ; el Señor nuestro sea Eva, Cristo ab initio disculpó á María, quitándola la
contigo.» Y advierte que aquel Tha es relativo y se culpa; (4) eso es disculpar. ¡ Mirad qué agradecimien
ñalaba persona : (1) fué lo que oblig.'1 á la Virgen á tur tos, estos referidos, tan dignos de Dios y hombre , tan
barse. Así lo dice el texto : «La cual como lo oyese, se dignos dé madre y virgen !
turbó eji las palabras que la decia, y imaginaba cuál Resta enseñar cuánto aborreció Cristo la ingratitud.
seria esta salutación.» Parecióle á Angelo Caninio que Dirélo con las palabras de san Pedro Crisólogo en el
en la salutación, cuando se turbó, no habla relación fin del sermón xlviii, sobre aquellas (5) palabras del
particular que ocasionase la turbación ; empero está Evangelio : « Y no hizo allí muchos milagros por la in
en la palabra «El señores contigo», que la palabra si- credulidad de aquellos.» Dice el Santo : «No se obra
ru pronuncia «Señor nue.stro». Considerad á la Vir allí milagro donde la incredulidad no lo merece. Si bien
gen turbada de oirse llamar llena úo gracia, y que es cuando Cristo sana no pide paga; con todo, se indigna
bendita entre todas las mujeres, y que el Señores con cuando por la honra que se le debe se le hace injuria.»
ella. Considera, ó bombre, que teme las mayores mer Dos cusas se coligen destas palabras. La una, que la
cedes y alabanzas que oyó criatura. Aprende, vilísimo ingratitud obligó á Cristo á que no obrase milagros; que
gusano, desta humildad á turbarte con las alabanzas, i fué carecer de la apelación que de la limitada virtud
temer los grandes beneficios. de la naturaleza tiene nuestra flaqueza para la omni
Óyelos María Virgen ; túrbase y teme, y pasa (si pue potente virtud de Dios ; fué carecer de los testimonios
de decirse) á dificultarlos con estas palabras : «¿Cómo de la verdad para creerla. De manera que la ingratitud
se obrará esto, porque yo no conozco varón ? » Pregun se quitó en Cristo el remedio temporal y los medios
ta que suena duda, siendo el requisito para que se efec para la salud espiritual. No obró otro algún pecado ta'.es
túe el ser madre de Dios. El no conocer varón , esa es efectos de perdición. Lo segundo que se colige es, que
la disposición en aquella angélica virginidad y pureza los judíos fueron á Cristo ingratos con todo infernal
inefable. encarecimiento; pues no solo no conocieron, no con
Nota la diferencia de María á Eva. Aquella acepta, y fesaron, no creyeron el beneficio, sino que por honra
cree de la boca de la serpiente el ser jcomo Dios. La que le debían, le pagaban (6) con injurias. No es en
siempre virgen se turba, y teme cuando oye del ángel fermedad curable incredulidad nacida de ingratitud.
que es llena de gracia, que elSeñor es con ella. (2) Andan Esta es y fué y será la dolencia de los pérfidos judíos;
Dios y su Madre compitiéndose los agradecimientos. esta llora sobre todos ellos su rey David, salmo enr,
Díccla el ángel que della nacerá el Altísimo, que será donde al principio, para remediar su ingratitud, los
madre del Hijo de Dios, que Dios hombre será su Hijo. exhorta diciendo : «Ingratos, acordaos de sus milagros
María, á quien Dios escoge por madre, agradecida no que hizo, de sus prodigios y de los juicios de sn boca.»
dice : «Yo seré su madre ;» sino : «Yo soy su esclava ; há Sabia el santo Rey que como ingratos los habían olvi
gase su voluntad.» Concibe á Cristo Jesús, páreley re dado; así lo dice, prosiguiendo en el salmo cv, des
cuéstale en un pesebre. Cristo, en agradecimiento de la pués de haber referido inmensos beneficios que Dios
humildad de su Madre, llueve ángeles sobre el portal : los habia hecho : «Olvidáronse de sus obras, y no su
da comisión á estrella embajadora que traiga reyes de frieron su consejo.» Y más abajo : «Olvidaron á Dios,
Oriente para que hagan corte el pesebre en que le tie que los salvó, que hizo milagros grandes en Egipto,
ne su Madre en vez de cuna ; para que el portal donde maravillas en la tierra de Cham, cosas terribles en el
le parió vea de rodillas aquellas majestades, á quienes mar Bermejo.» Debemos considerar la aflicción de aquel
todos liablan de rodillas en sus palacios. En el pesebre, Rey santo y profeta, viéndose rey de pueblo ingrato á
adonde acaba de nacer de madre libre de la culpa (7) Dios tan propicio y benigno, y siendo él tan agra
porque viene á morir, nace entre ángeles y reyes; en decido á los beneficios de Dios, que en el salmo exv
la cruz, donde le ponen las culpas y el pecado prime exclama con voces del corazón estas bien reconocidas
ro, muere entre delincuentes y en medio de dos la palabras : Quid retribuam Domino pro ómnibus quat
drones. Allí, que nace de purísima madre, le ofrecen retribuit mihi? «¿Qué le daré al Señor por todo lo que
(3) la mirra ; aquí, que muere por los culpados y en po me da?» No ha de pedir el buen rey siempre á Dios,
der de los ministros impuros, se la dan á beber. Cuan que le dé más; hade ocuparse en buscar qué le dará
do nace mueren por él los inocentes; cuando muere por todo lo recibido. En buscar cómo agradecer á Dios
inocente, muere por los culpados. En el Calvario el cie lo recibido está el poder conservarlo. Para recibir bene
lo se escurece, anocheciendo y ocultando el manantial ficios de Dios basta ser cualquiera criatura ; para reco
de las luces visibles; en el pesebre inventa el cielo nocérselos es menester ser justa y reconocida criatura.
nuevas luces y resplandeciente ministro de fuego. Y Dije que la incredulidad que procede de ingratitud
pues en todo, el segundo y eterno Adán fué contrario es incurable. Probé con David que esta es la dolencia
del primero, para serle propicio; como Adán culpó á obstinada de los judíos. Que sea incurable, lo pruebo
con ellos y con su dureza. Hay incredulidad que se
vergne 1 los treinta y seis aflos de edad. Escribid : I. Delocis Sa- cura fácilmente, por no ser de aquella mala casta.
crae Seripturae keliraicis commentaria. Amberes, 1000.— U.llt hel-
Irnlsmo, 1555.— III. lnslilutionu lingmrtim syrlacae, aisyriacae el Esta se vio en Tomás apóstol, cuando dijo: «Si no viere
Ihalmuiiicae una cum aethiopicae et arabicae eollaíiotu, quiius ad la figura de los clavos, y metiere mi mano en su lado,
ula est ai calcen Novi Teslamenlí mullornm locorum histórica enar- no he de creer.» Discurre en esto para mi opinión sao
ratio. París, 1554 (4.*).— IV. Gramática graeca.—X V. Una versión
latina del comentario de Simplicio sobre Elúdelo, impresa en Ve-
necia en 1546, en folio. (4' que eso (S.)
(1) que fué (A1.) (5) del Evangelio : (W.)
(2) Adán Dios, [Id.) (6) injurias, i Id.)
(3) mirra ; {Id.) (7) un Dios (/<*.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 113
Pedro Crisólogo, sermón lxxxiv. Daré á leer en estas danle á las bodas de Cañad en casa del rey del ban
pílate mocho oro, razonado de la mina de sus es quete. Va con su santísima Madre y sus dicípulos;
critos: «¿Por qné así Tomás inquiere los vestigios de falta el vino, y hace que se vuelva el agua en vino.
la fé? ¿Por qué al que tan píamente padece, tan dura Por una comida obró el primer milagro de los que
mente te examina resucitando? ¿Porqué aquellas he hizo, que fué honra grande y singular prcrogativa
ridas que rompió mano impía, así la mano devota las darles la primera señal milagrosa con abundancia tan
inquieta? ¿Por qué (i) el lado que con lanza el sol magnífica de lo que faltaba. Aquí se ofrece un lugar que
dado despiadado descubrió, porlia á desgajar la mano ha fatigado muchos discursos doctos y piadosos, para
del que obedece? ¿Por qué los dolores que causaron interpretarlos. «Dijo su madre á Cristo: No tienen vino.
las manos de los perseguidores, los renueva la mano Respondióle: Mujer, ¿qué nos toca á mí ni á ti?» Estas
cariosa del dicipulo con crueldad? ¿Por qué con tor palabras tienen semblante despegado; empero consi
mentos al Señor, con penas á Dios? ¿ Por qué, que deradas con espíritu , y consultando para su declara
riendo probar al Médico celeste el dicipulo de la he ción la pureza y excelencias de la Madre, y el amor
rida, le trata asi? Cayó la potestad del diablo, descu que su Hijo Dios y hombre la tenia, me arrojo á decir
brióse la cárcel del infierno, desatáronse las ligaduras que no solo (8) no fueron palabras dañosas , sino tan
de los muertos; muriendo el Señor, se arrancaron los favorables, que en ellas me parece pronunció el texto
sepulcros, y resucitando el Señor, toda la condición irrefragable de su purísima concepción, diciendo: «En
de la muerte se mudó ; del sepulcro sacratísimo del el oficio de redentor de la culpa original, que hoy
Señor se levantó la losa, las ataduras y sudario se empiezo con el primero milagro en Canaá, á tí y á mí
desataron, y la muerte huyó de la gloria del que re nada nos toca : á mí, porque soy Dios ; á tí, porque yo
sucitaba; volvió la vida, levantóse la carne , que no te preservé.» Y esto tiene fuerza; pues siendo Cristo
había de caer más. Y ¿por qué á ti solo, Tomás, de su hijo en cuanto hombre solamente, por la culpa ori
seas que se te (2) entreguen las heridas con dema ginal pudo decir : ¿Qué nos toca á (9) tí y á mí ? Y antes
siada curiosidad para el juicio de (3) la fe? ¿Qué fuera parece decisión que despego. Ni los de la opinión con
siestas con (4) las demás se hubieran borrado? ¿En traria podrán hablar otra cosa aquí , que á la Virgen
cuál peligro hubiera incurrido tu curiosidad? ¿Per y á su Hijo no tocase. Según esto, fué decir muy amo
suádese que no hay algunas señales de la piedad, nin- rosamente á María : «Mujer, de las faltas de los hom
pnos documentos de la resurrección del Señor, si bres á tí y á mí nada nos toca, tócales á ellos. A mí
con los manos no aras las entrañas que asi surcó la no me tocan por ser Dios, á tí por ser mi madre; no
crueldad judaica? Encaminó, fieles, la piedad esto; esto ha llegado mi hora en que con el nombre de mujer,
quiso la devoción para que después no (5) lo pudiera padeciendo en la carne que me diste, te nombraré. n
dudar la impiedad. Empero Tomás no solo curaba su Este milagro, que fué el primero con que en Canai
inceriidumbre en su corazón , sino la de todos los se manifestó, fué para que los apóstoles creyeran en
hombre;. Procuraba, habiendo de predicar esto á las Cristo. Así lo dice el texto sagrado: «Este principio
gentes, cómo podría (6) autenticar el sacramento de hizo de sus señales Jesús en Canaá de Galilea, y ma
tan grande fe. De verdad más fué profecía que duda ; nifestó su gloria, y sus dicípulos creyeron en él.»
porque ¿para qué habia de pedir tal cosa, si no hu Lo que dice el doctísimo Cayetano no lo consiente
biera conocido con luz de profecía que Cristo habia el texto (estas son sus palabras: «Fué decir: A tí,
reservado sus heridas para el juicio de su resurrec como mujer, no te toca que falte el vino; y que por
ción?» ' eso el (10) Arquitriclino llamó al esposo do las bodas,
Alambrado del Espíritu Santo este grande y elegan y no á alguna mujer»), pues el texto dice que la Vir
tísimo padre, demuestra que la de santo Tomás após gen María, y no el rey del banquete, dijo á los mi
tol no fué incredulidad ingrata, sino profética. Fué nistros: «Haced cualquiera cosa que él os dijere.»
incredulidad contra la incredulidad de los judíos y Y consecutivamente Cristo mandó que llenasen las
de las gentes. Por eso mereció que Cristo, renovando ludrias de agua, y que sacasen deltas el agua con
después de resucitado su pasión en cierto modo , le vertida en vino. De que se colige que, pues Cristo
concediese manosear sus heridas. luego hizo el milagro, socorriendo la falta del vino
Veis que á la ingratitud se le niegan los milagros, que su Madre dijo que habia, que las palabras : Mujer,
'¡'Je no se negaron al fariseo, á quien cortó la oreja ¿qué nos toca á tí (1 1) y á mi? no miraron al socorro
»n Pedro, pues Cristo se la restauró; á la adúltera, del vino, sino que forzosamente fueron misteriosas.
por quien en la tierra hizo señales tan (7) milagrosas, Ni habia de extrañar Cristo que su Madre interce
que dicen algunos padres que todos los que la acusa- diese con él por las necesidades de sus huéspedes,
bu leyeron sus pecados en ellas; á María Magdalena, ni habia de frustrar su intercesión ; pues esta fué la
de quien echó siete demonios, la pecadora de la ciu vez primera que expresamente en necesidad se halla
dad, y conocida por este nombre. No es posible enca escrito que intercedió. ¡ Dichosa boda y casa dondo
recer mis el detestable horror de la ingratitud. Cristo hizo el primero milagro, donde la Virgen hizo
Resta mostrar cómo fué Cristo agradecido. Conví- el primero ruego!
No merece nombre de digresión esta advertencia,
(f) ti lado «roe con la lanza (B.)— al lado.. (5.) pues ya que no toca á la ingratitud, la huye; pues lo
ffl eitriegiea (Z.)
(J) fe? is.)
U) lo demás Z. B. F.) (8) fueron (Z. B. F.)
(5i le IB. í.) (9) a mi ni a tí? (S.)
|6 lotenliiar (S.) (10) Arquiticlino>(Z. B. F.)
['. BilagTou» (Z.) (11) nlami?(S.)
Q-a,
114 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
fuera referir este texto y no solicitar esta explicación en á Cristo, destituyéndose de lo que tenian y dejándolo,
favor de la pureza de la Virgen. y por eso le siguieron. Los que contiadicen con sus
Dicele el ladrón : «Señor, acuérdale de mi cuando costumbres la vida de los apóstoles, dicen aquellas pa
estés en tu reino.» Y ofrécesele luego diciendo : «Hoy labras al revés : «Ves que lo seguimos todo y te deja
serás conmigo en el paraíso.» ¡ Oh inefable grandeza ! mos.» No pueden los verdaderamente pobres ser des
¡Dichoso quien persuadiere al frenesí de la honra del agradecidos á lo que reciben, porque dice Dios que lo
mundo á que se acuerde del que le acompañó en la recibe él y que á él se le da y (7) se obliga á la paga.
afrenta! ¿Quién en el mundo no aborrece el testigo de Conviene que entendamos la calidad delas.niercedes
su miseria, y al que le acuerda las ignominias que le de Dios y que son beneficios los castigos y los regalos.
vio padecer? Muere Cristo escupido, abofeteado y azo Conociólo y enseñólo Job en su miseria, cuando dijo :
tado y en una cruz, como malhechor, entre dos ladro «Si recebimos los bienes de la mano de Dios, ¿porqué
nes, y pídele el bueno que se acuerde del cuando esté no recibiremos los males?» Declara san Agustín que
en su reino, que es acordarse de su mayor oprobrio ; y estos males son bienes con este nombre : «Quien alaba
no solo acepta el acordarse del, sino el hacerle parti & Dios por los milagros de sus beneficios, alábele por el
cipe de su reino consigo en el propriodia. ¡ Grande é espanto de sus venganzas", porque amenaza y halaga;
inmenso beneficio, que apreció conforme (1) á su jus sino amenazara, no hubiera alguna corrección ; si no
ticia el conocimiento de un malhechor, que en hom halagara, no hubiera algunaexhortacion.» Deaquí nace
bre visible (que con él padecía como delincuente) creyó que los más seamos desagradecidos á Dios, porque sus
reino, y reconoció (2) entre tu borrasca de las afrentas beneficios pocos hay que no los olviden , sus castigos,
majestad soberana ! menos que no los aborrezcan. ¿Queréis ver cómo hace
Tal se mostró Cristo con los hombres cuando todos le Dios beneficios castigando, cómo da con lo que quila,
fueron ingratos, los más toda su vida, y los agradeci cómo levanta al que derriba? Poned los ojos en san
dos, alguna vez en ella. De sos apóstoles unos le deja Pablo; espántale para animarle, derríbale del caballo
ron, otro le niega y otro le duda y otro le vende; este para levantarle, quítale la vista para dársela y para que
fué Judas, llamado varón de Carioth : no perdonemos á la dé á las gentes. Lo que conviene es saber recebír
su patria esta infamia. Este fué el ejemplo de los ingra cualesquiera dádivas de Dios ; no escoger unas por be
tos, este fué la misma ingratitud, con toda su genea neficios y dejar otras por trabajos. Todo lo que da es
logía. Tuvo por madre lainvidia en el ungüento de la mercedes ; no permitamos á nuestra locura que por su
Magdalena, que invidió á los pies de Cristo; luego se antojo las ponga (8) diferentes nombres.
valió déla dádiva, que induce la ingratitud, pues para Descendamos más particularmente á la doctrina po
vender á su Maestro empezó diciendo : Quid vultis lítica, y enseñemos cómo las dádivas pueden ser perse
mihi daré? «¿Qué me queréis dar, y yo os lo entrega cución. Este ejemplo no se halla sino en Satanás y en
ré?» El ingrato no señala precio, porque lo es por poco los que le imitan, que no son pocos. «Retírase Cristo
y por mucho y por cualquiera cosa. Diéronle treinta di Jesús al desierto, ayuna «juarenta dias, y ofrécele el de
neros de plata ; tomólos y entrególe. Arrepintióse Ju monio piedras. Llévale al pináculo del templo, y dícele
das y volvió el dinero, y arrojóle y ahorcóse: era tan que se arroje de allí abajo. Súbele al monte, enséñale
malo, que aun arrepintiéndose de pecar, pecó. En esto ■todos los reinos del mundo, y dice que se lo dará todo
le imitan todos los desagradecidos. Ahorcóse por ser si cayendo le adora.» Esto mismo hacen infinitos en el
desagradecido á su mismo (3) desagradecimiento, pues mundo, que con lo que dan tientan, con lo que ofrecen
pudiendo lavarle con lágrimas, le ahogó con la soga. deshonran, al que levantan lo despeñan. No se puede
¿Cuál desagradecido logra loque recibe? ¿Cuál no se negar que son más los que hacemos ingratos con nues
desespera en tanto que es desagradecido? Todo des tros beneficios que los que lo son á nuestros beneficios.
agradecimiento es horca, donde es verdugo de si pro Hay dádiva y honra y oferta que es tentación y ruina.
pio el desagradecido". ¡ Oh todo infernal vicio ! ¡ Oh pe La desdicha es que tentándonos cada dia Satanás cou
cado todo (4) infierno, que persuades á los hombres á estas propias tentaciones disfrazadas, las aceptamos por
ser antes. desagradecidos á Dios que al hombre! Los beneficios. Dar el oficio de justicia al codicioso y venga
escribas y fariseos preguntaron á Cristo si se habia de tivo, ¿no es darle piedras para que las (9) vuelva en pan?
pagar el tributo (¡5) á César. Y Cristo, que veia cuánto Vuélveselas en pan el cohecho, y entregándole, se le
cuidaban de solo pagar al César y cuánto olvidaban lo vuelve en piedras la conciencia. Poner en las más al
que debían á Dios, sin tomar ellos en su pregunta á tas dignidades eclesiásticas al indigno, para que con la
Dios en la boca, (6) los respondió : « Dad á César lo que conciencia (10) mandada y alma venal se despeñe, ¿no
es de César, y á Dios lo que es de Dios.» Esto mismo nos es pináculo que se acepta cada dia y se rueda. cada Iií>-
dice á todos, y los más nos desentendemos dello. Cristo ra? Ofrecerlo todo el ministro Satanás, porque lo
á los que le seguían no les dijo que le trujesen lo que adoren de rodillas, ¿no es idolatría con que se ruega?
tenían, sino que lo dejasen con todo lo que pudieran ¿Quién juzgará que reduciéndose á estas tres tentacio
tener. Así lo dijeron ellos : «Ves que lo hemos dejado nes todos los que llama beneficios el mundo, que no
todo y te seguimos.» Los apóstoles fueron agradecidos merecen antes fuga que agradecimiento? ¿Quién ne
gará que el que los hace no es desagradecido con una
misma acción á Dios y á si y al prójimo? Quien me da
(1) su (B. S.)
(2) en la borrasca (S.)
(3) agradecimiento, [Id.) (7) le obliga (B. S.)
(4¡ Infernal, que [Id.) (8) diferentes. Descendamos (S.¡
(5) al César tf. B., y lo mimo detpma.) (9) vuelvan (Z.)
(6)les(S.) (10) manchada (S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. U5
loque me fallaba para ser ruin, y lo que yo deseaba la avaricia y con la lujuria. Lucifer cayó por querer ser
para poder ser ladrón, ó lo que echaba menos para ser como Dios; ellos caeránporno querer ser como él. Ha
tirano, este no me bace beneficio, sino ruin, tirano y biendo el mismo Cristo predicado para su (8) enseña
ladrón. Y aun estas maldades, que sotas tienen por be miento : «Aprended de mi, que soy humilde y blando
neficios, no las agradecen los ingratos. El ruin en hon de corazón ,» —ingrato es á Dios y á su reino quien no lo
ra, el primero á quien desconoce es al que le puso en la hace.
honra que le hizo ruin. Es vanidad de los delincuentes Descendamos al hombre en particular, y en cada
m conocer fuera de si principio en sus culpas. Los pa uno veremos que el ingrato es el que más se queja
rados de los reyes pasan sin saber qué es agradeci de la ingratitud, porque el ingrato es mentiroso de
miento, porque aunque den á todos (1) lo que piden, obras, y por eso es el peor de los mentirosos; es ava
ninguno dice que recibió lo que merece. Si (2) da el riento del bien, por ser pródigo del mal; tan veneno
privado á todos, dicen todos que los iguala y que con so, que hace desdichada la buena dicha. Es esterilidad
eso los afrenta. Si da á pocos, dicen los mismos que lo de la gracia; yo le considero dicípulo'del fuego, que
hizo 1 más no poder. Si tarda en el despacho, (3) dicen consume cuanto en él echan. Arde un árbol, y la
qne se le hizo desear, y desfalcan del beneficio los pasos llama es verdad que vuelve á cada elemento lo que
y las palabras ; si abrevia el decreto, que por no verlos le toca; más vuélvelo de manera, que antes es ofensa
ni oírlos; si hace merced á sus parientes y criados, que que restitución : al aire da su parte, empero en humo
es codicioso, que solo es mérito ser su deudo, que ser de negro y ofensivo, que le oscurece y le mancha; á la
su sangre es solo suficiencia ; si no los favorece ni ayu tierra la suya en ceniza inútil y (9) despreciada; el
da, que es demonio; que quien no honra á sus deudos, agua con ruido la dislila en vapores y la consume se
¿cómo honrará á los que no lo son? Si recibe, dicen que diento. No menos se puede afirmar del ingrato lo que
es ladrón ; si no recibe, que es mejor venderlo bien del fuego, que nunca dijo : Basta. Sucede á la canti
que darlo mal. Si (4) asiste siempre á su rey, dicen que dad del (10) beneficio en el ingrato, lo que al bulto de
le cerca y le teme ; si no le asiste, que le desprecia. Ella la encina en el fuego, que en apoderándose del, der
es una dignidad esclava del trabajo, combatida de la rama su estatura en un puño de ceniza. El es el ladrón
invidia, cercada del aborrecimiento; que siempre vive que recibe con una medida y paga con otra. La in
en peligro, que sube por asperezas trepando, que baja gratitud es el vientre de las herejías y de los herejes.
resbalada por hielos, que nadie la ve subir que no la Parto suyo son todos los venenos de la verdad y de
aguarde caer, que nadie la ve caída, qncno(5) le ahon la fe; madre fué de los herejes en todo tiempo. Hijos
de la caída para que siempre caiga. El es el solo bene suyos son aquellas pestes racionales que refieren (H)
ficio con que la fortuna siempre da codicia con el es Filastrio y Cipriano y Cirilo. Ella produjo al detesta
cándalo. Los privados son mártires fdigámoslo asi) de ble Malioma, Arrio, Pelagio, Ecolampadio, Meláncton,
la lealtad ¿sus reyes, del amor á sus patrias. Tal es la Lutero y Calvino, tósigos de Alemania y Francia; y
naturaleza suya, que el delito es la prosperidad. Y asi cada día fecunda de muertes y contagios, está engen
como el hombre adolece porque es hombre, asi el pri drando cismáticos y novatores. La ingratitud persuade
vado padece solamente porque lo es. . á los padres á cuidar de que sus hijos queden antes
Los reyes son en la tierra retratos de Cristo en eVcui- ricos que virtuosos, y á los hijos á que por la heren
dado(6) y ser pastores de los suyos, que por él le fueron cia aborrezcan la vida de ios padres, á que tengan
encomendados. Empero las facciones y señales en que por mayor beneficio que se mueran que el haberlos
se le parecen, no son las coronas de oro, que la suya fué engendrado. Y lo peor es, que ella es una perpetua
de espinas; no los cetros, que el suyo fué caña afren dolencia del hombre y una disensión que vive incor
tosa; no la púrpura, que la suya fué escarnio; no ^ro porada con él, pues hace que cada día y cada hora
ño, que el suyo fué cruz y clavos y angustias. Larsc- su cuerpo sea ingrato ó su alma, su voluntad á su
ñas son los desagradecimientos que padecen, los des entendimiento, su memoria á los dos. Ella es tam
agradecidos que tienen, los cuidados continuos, los bién zizaña de sus sentidos, pues cada uno es ingrato
desvelos desconsolados, las asechanzas aleves, las trai á los demás, y todos á cada uno. La boca del glotón es
ciones domésticas. Y estas cosas que afligen, las deben ingrata á todo el hombre, sentido por sentido, miem
los reyes estimar con reverencia, pues en virtud dellas bro por miembro; bébele los ojos, trastórnale el jui
son retratos de Cristo parecidos, y dejándolas, le borran cio, humedécele el entendimiento, embrutécele la
(7) y ofenden al original. Y pues los reyes juzgarían por voluntad, obliga á que trastornadas hagan las manos
crimen de lesa majestad y castigarían al que á su re el oficio de los pies, después de habérselos desvariado.
trato añadiese en público una cola de escorpión, unas Empalágale la vida con demasías, ahógale el estó
manos de tigre, una boca de lobo, una'lengua de áspid ; mago en superfluidades, indúcele dolencias asque
consideren cuánto más sacrilego delito cometen si en rosas, y déjale desfigurado de hombre, aun indigno
el retrato de Cristo, que son ellos, añadiesen estas fie de misericordia, y entrégale á las afrentas populares.
rezas detestables, con la crueldad, con la soberbia, con Asi la lujuria, desde los ojos del que se entrega á ella,
con ingratitud rabiosa destruye la paz de todo el
cuerpo , confunde su concordia y le revela contra la
'.<) los qie pfdem íS.I
fS dan a lodos |2. B. F.)
O que se le hizo i/¿.) (8) enseñan» : (S.)
(i asistente siempre iS.) (9) desperdiciada ; lid.)
(5 laiM.) (10) bulto de la encina en el fuego, {Id.
W: j son pastores lid.) (11) Filastro, [Todos los impresos. — Véase lo que dije de estf
(T) J ofrecen al original. (Id.f prelado en mi tomo i, pag. 3-JI.)
no OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
razón. Lo propio hace la ira y la avaricia y los de hay tiempo, que las deudas son muchas, que la ha
más vicios, que para ser totalmente infernales .en cienda no es la que se pensaba, y que cada dia van
todo encarecimiento, se valen de la ingratitud. Tal saliendo nuevas trampas, y de aqui, tras robar su ha
es, que no hay pecado ni maldad ni traición que para cienda al difunto y dificultarle el descanso á su alma,
ser en el gravamen peor no se valga detla. Doctrina es le deshonran, diciendo : «Dios le haya perdpnado, que
del angélico doctor santo Tomás (1) : «La ingratitud era un hombre perdido, sin cuenta ni razón, y á todos
es especial pecado por razón del desprecio del be nos tenia engañados ; murió como vivió ;» y otros tales
neficio, mas es circunstancia respecto de los otros oprobrios y afrentas. Ingratitud es esta la más pesada,
pecados.» y no la que menos se usa. Mas porque acabéis de co
Y siendo el hombre ingrato y ingratitud, y todo nocer á la ingratitud y al ingrato, diré su más larga,
ingratitudes, se queja de que le es ingrato el sol y primera y infame maldad.
el cielo si no llueve y se serena cuando y como su El ingrato no se contenta con ser ingrato & todos
codicia lo desea para la fertilidad de sus cosechas. y á sí viviendo, sino que pasa á ser ingrato á sí pro
Quéjase del viento, y le llama ingrato, si para pasar pio aun después de muerto. Y esto lo consigue con
su codicia á las orillas que apartó el mar, no se tasa no hacer por su alma mientras vive las cosas que le
con sus velas en su nave. Llama ingrata á la tierra, importara haber hecho (6) en muriendo; y por esto
que á su simienza no vuelve ciento por uno, siendo manda cuando muere que las hagan otros, porque es
esta cosecha solamente debida á la limosna, que él tan maldito , que ya (7) que no puede muerto hacer
contradice con su avaricia. Cada día dice que nació más ingratitudes contra los que viven, quiere, enco
en mala estrella, y es ingrato ¡í la que naturalmente mendándoles los descargos de su alma, hacer más
influyó en su nacimiento; siendo así que si oimos ingratos, pues los más hacen con los difuntos lo que
á todas estas cosas, con evidencia le convencerán de tengo referido. ¿Cuál es aquel que no ha visto esto por
ingrato : el sol , (2) con que le dio luz que no merecía otros? ¿Cuál el que no lo ha hecho con otros? ¿Quién
y que trocó á las tinieblas de sus retiradas usuras, no teme que otros no lo hagan con él? No se cansa el
que le trujo succesivamenle los días y los años que ingrato de serlo. Todos los vicios y pecados acaban
dejó pasar sin reconocimiento á Dios; el cielo, que con la vida del hombre; el ingrato á si en no dispo
se le mostró premio para sus virtudes, como trono ner su alma para morir, muerto está, y está siendo
de Dios y patria de los bienaventurados, y él le quiso ingrato.
siervo que le obedeciese á la desorden de sus codicias. Mas porque los que buscan achaques para no ser
El aire, que le fué aliento para vivir, y que, como bienhechores, no se (8) valgan desto, diciendo que
por la continua respiración tenia comercio con sus siendo los hombres ingratos y la ingratitud Un con
entrañas y veía que sus cargazones eran para robar denada, que no es justo hacerlos bien, respondo que
á los que compraba y destruir á los que vendía, le el virtuoso ha de hacer bien aun al ingrato por dos
advirtió de su descamino piadoso con borrascas bien cosas : por no (9) ser como él , y por no ser ingrato
intencionadas; y que siendo él criatura de Dios, y de á Dios. A nuestro cargo está no ser ingratos, y pro
las cuatro que en los elementos atienden á la con curar en cuanto pudiéremos que los otros no lo sean.
servación del mundo, como naturales dignidades, osó El beneficio aun en el ingrato no carece de agrade
pretender que fuese cómplice en la maldad de sus cimiento por muchos caminos, pues el hacer bien es
designios. El agua, (3) con que derramada en mares premio, y Dios agradece el que se hace; y es mérito
le fué divorcio de las naciones, en cuyos montes es solicitar con nuevos beneficios la enmienda del que
taba enterrado el precioso peligro de su vida, el ve olvida ó desprecia los pasados. Si haces bien porque
neno resplandeciente, la tierra de mejor labor y peo te le^gradezcan, mercader eres, no bienhechor, co-
res hechos, que obedeciendo su soberbia procelosa la diciow, no caritativo. No digo yo que si te pagan el
cárcel de flaca arena en que se cierra , le amonestó beneficio no recibas la paga, sino que no la codicies.
que obedeciese la que en ella le puso Dios con sus Quiero que te alegres con ella, no porque te dan agra
golfos. La tierra, (4) con que le fué madre, vistiéndole decimiento, sino porque tu prójimo no es desagra
el cuerpo en que vive, que él ha disfamado con vicios decido. Ninguna dádiva tienes en la cuenta de Dios
y torpezas tales, que le aguarda (5) de su muerte cou con mejor calidad que la que sin tu queja no te pa
horror y asco; que le ha ofrecido lo necesario, y mu garon. Por esto, no solo no has de negar tus benefi
chas veces importunada le ha dado lo superfino. De cios á los ingratos, sino rogarlos con ellos, y socor
suerte que no contento con ser ingrato el hombre al rerlos con más liberalidad sobre el engaño que cuando
ciclo y á los elementos, los llama ingratos. Y es tal la primero le experimentaste. ¿Qué otra cosa nos enseña
iniquidad de la ingratitud, que no contenta con per aquel ardiente precepto de Cristo : «Amada vuestros
seguir á los vivos, persigue á los muertos más allá de enemigos,» sino esta doctrina, tan importante, que
las sepulturas. Considerad los herederos y testamen la mandó con las palabras y con las obras? ¡Cuan inu-
tarios con cuánta prisa y puntualidad pagan el entierro merables y eternos beneficios había hecho á los ju
y le disponen, y cómo luego falla para las mandas, y díos antes de encarnar y encarnando, y viviendo y
cómo se desentienden de los descargos de la concien- predicando, y obrando milagros y padeciendo! Todos
cía; cuántas cosas hallan que se han de cumplir pri con infernal ingratitud los habían despreciado y á su
mero y cómo á todo lo importante responden que
(6) muriendo ; (S.)
(1) 2, 1, quaest. 107, «. (7) no (M.)
(2) (3) (4) porque (S.) (8) wlcn ¡/d.)
(5) en su muerte (/</.) (9) ser ingrato i Dios. {Id.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 117
acrosanta persona, hasta ponerle en la cruz como de lugares, reinando en majestad soberana. ¿Cuándo se vio
lincuente y entre dos ladrones; y cuando muere cia fineza de amor tan preferida, que dejando en poder de
ndo por sus manos, pide á su Padre que los perdo- turcos el pesebre que le sirvió de cuna, y su sepulcro,
s; «Perdónalos; que no saben lo que (I ) hacen.» Esta cargase sobre alas de ángeles aquel edificio, y solo cui
doctrina, en razón de los beneficios siempre estuvo dase de rescatar aquellas paredes? La devoción estu
wMDtada de la mente de los filósofos; por eso no diosa me dicta que le movió á Cristo á esta demostra
te sombro en este tratado, no porque los desprecio ción tan agradecida (asi se diga) el ver que aquella
[tara él, sino porque no los hallo en él. Algunos cre- sola era la prenda en que habia vivido la que sola fué
pósculos desta luz se divisan en mi Séneca, algunos sin pecado, y donde había sido concebido el que solo no
«a el doctísimo Campano; empero participan debili lo tuvo por naturaleza, y venia i. quitar los pecados
dad de la voz humana: son luz dudosa; aquí sola del mundo. Aquella casa era el solar de la redención
mente amanece colmada de divinidad, sin confinar con del mundo, siempre (3) habitado de santidad altísima,
tas sombras de la noche. de virginidad sacrosanta, de pureza inmaculada : pre
Cristo fué liberalisimo dando y pidiendo. ¿Querejs- mió Dios con tan maravillosa transmigración tan escla
lof«!Hiralde pidiendode beber á la Samaritana, para recidas prerogativas. Santísimo lugar es el pesebre
darla agua viva y salud eterna. Miralde pedir de beber donde nació, porque se reclinó en él Cristo Jesús ; em
i los fariseos en la cruz, diciendo : « Sed tengo, » para pero antes-había servido á un buey y auna muía. La
('irles agua y sangre de su costado por hiél y vinagre. cruz en que murió es un divino instrumento de nues
No se ausente para nuestra exhortación y enseñanza, tra redención y donde se obró ; señal gloriosa en que
'para temor de nuestra memoria, la parábola del que nos defendemos, estandarte que acaudilla los fieles : por .
debía al señor muchas sumas. Mandóle prender y que esto se le debe la mas preferida adoración ; empero, an
i* vendiesen la hacienda y la mujer y los hijos ; afligido, tes que Cristo Jesús muriese en ella, era patíbulo in
se hincó de rodillas, y le dijo : «Ten paciencia conmi- fame y afrentoso. La casa de María antes y después y
go. y jo te pagaré toda la deuda. » Mandóle soltar y per siempre fué albergue de toda soberana santidad, y por
donóle It deuda. Este en saliendo topó con uno que le eso su hijo quiere que aquella casa y ladrillos y pie
debía i él cien dineros, y arremetiendo á él, le ahóga dras que su Madre le guardó en pureza angélica antes,
la (i) diciéndole : a Págame lo que me debes.» Díjole : sea defendida por él, después, de captiverío, y exaltada
«Tea paciencia conmigo, y yo te pagaré lo que te de- con translación angélica. Pues si cuida con tal provi
bo.» No quiso : fuese, púsole en prisiones hasta que le dencia, estando triunfante á la diestra del Padre, de la
• Oígase. Súpolo el señor, llamóle y díjole : «Mal criado, decencia de la casa en que fué concebido, ¿cuánto más
yoteperdoné tudeuJa porque me lo rogaste. ¿No tenias se debe creer que cuidó de la inmunidad de aquella en
(Mifacúra de condolerte de tu deudor, como yo me que fué concebido? Y en privilegiar la casa íle María
apnfóditi!» Y enojado, le entregó á los verdugos has- tanto después, enseña que preservó á María mucho an
ta que pagase todo el débito. Yeis aquí con cuánta fa tes, pues con razón debió honrar más el vientre y en
cilidad perdona el Señor á sus deudores, y con cuánto trañas en que estuvo que la casa en que su Madre vi
rigor castiga á los ingratos. No siente que no le paguen vía. Consideremos, ingratos, que seguimos en obedien
toque dio, unto como siente que le sean ingratos en cia de la serpiente el ejemplo de la primera mujer y del
«o imitarle en cobrar sus deudores de los que los de- primer hombre (que introdujeron con su pecado la
tan- Dios, siendo ingratos á sus beneficios, nos hace muerte en el mundo para todos), y que dejamos el de
beneficios, para que á su imitación los hagamos á los María y Cristo, que dieron muerte á la misma muerte,
1»e nos son ingratos. á quien con la suya venció Cristo, dejándonos en su ley
Be referido losagradecimientos de Cristo Dios y nom por su pasión vida eterna. Asi nos llama : agradecidos
inen toda su vida, y antes de nacer, para encarnar en nos quiere, ingratos nos desecha. Que nos quiere agra
raMadre, los que usó con ella. Resta que diga los que decidos lo mostró expresamente con el sacramento de
W María, siempre virgen , mostró muchos años des la Eucaristía, que si se interpreta «bien de gracia, sa
loes de muerto y resucitado, por santificar con ellos cramento de gracia» (á cuyos misterios se opone el
tedas las edades del mundo. Consideración es mia; si nombre de la ingratitud), ¿qué alma cristiana no abor
« ella hubiere alguna docta y piadosa consideración, recerá vicio que se opone á la Eucaristía, que, en con
«reconozco de Dios en mi rudeza é ignorancia. Lo que tradicción de su nombre, que es gracia, se llama sin
nosnpiere discurrir con palabras decentes, es de la co ella?
secha de mí culpa y miseria. El pesebre, el portal, el Que desecha Cristo los ingratos se ve, pues cuando
r*zoen que se sentó cansado, la casa del desposado en envió á sus apóstoles á llevar en su Evangelio al mundo
knaá.otra en que fué huésped, la casa de Lázaro, la co- su gracia y la salvación en su ley, los mandó que en
toina, la cruz, el sepulcro y el rótulo, vinieron á nos las casas donde entrasen ¿ predicar redención dijesen :
otros. La cruz sacrosanta, señal de nuestra redención, «Paz sea (4) en esta casa;» y que si ingratos al mayor
¡?. 'a"ada. Las casas donde habitó y comió, y su san- beneficio, no los admitiesen, que saliesen della, que su
ísimo sepulcro, y todos los lugares santos, están en Je- paz se volvería á ellos, y que se sacudiesen el polvo de
''*>;! solamente la casa en que vivía María Virgen, los pies. ¿Veis cuánto asco quiere Dios que sus apóste
«>nde recibió la embajada, donde concibió á Cristo, les tengan de los ingratos á sus beneficios, que aun no
™ traída entera por los ángeles con milagro prodigio- quiere que en los pies lleven el polvo del lugar donde
w» Utsto, donde esti, después de haber mudado otros vive el ingrato?
SOBERBIA.
TERCERA PESTE DEL MUNDO (a).
Mas fácil es escribir contra la soberbia que vencerla. estiércol : (S) asco de que ya se preció Virgilio; y en que
Escribiré lo que es la soberbia para el que la tiene, pues le imitan aquellosqtie para la verdad cristiana solamen
él solo es quien no lo sabe, ni lo quiere aprender de los te se valen de doctrinas de idólatras, mal guarecidas Je
que lo padecen. Escribiré no sin temor, porque la plu su contagio, y dejan lasque, aseguradas en el Espíritu
ma, desde que (4) abrasó la que volaba en las alas de Santo, ó establece por canónicas la Iglesia en los da
Luzbel, que en su propia ceniza escribe desconsoladas Testamentos, ó aprueba en la santidad iluminada de lo*
y eternas tragedias , tiembla en la mano, en temor de la padres. Yo tal vez referiré algo que dijeron las autores
pronunciación de su nombre. Escribiré de la soberbia ; de la gentilidad, no para enseñar al qistiano, sino pira
y temo que antes (presumiendo de darla ú conocer) in avergonzar al mal cristiano, con hacer que lea más ho
curriré en ella mal que discurriré bien. Por esto me nesto conocimiento en los gentiles sin verdadera luí y
rehuso á mí ; y teniendo por sospechosa toda la doctri fe, que en el que nació en tiempo que la una alumbra y
na de los filósofos, me valdré de las sacrosantas escritu la otra reina.
ras y de los santos padres, sabiendo que, como en aque No con soberbia desprecio para este grande tratadu
llos hay algo bueno, en estos no hay algo que no lo sea. los grandes filósofos, á quien frecuentemente citan los
Mas limpieza es buscar joyas en las minas que en el santos padres y doctores católicos. Obedezco á mi gran
Pedro Crisólogo, que en el sermón ci dice así : «Oiga»
los que del bien de la muerte revolvieron los antigua
(a) A principios de febrera de 1636, hallándose Qüevido en la volúmenes de los antiguos ; empero de su lección no
Torre de Juan Abad , trabajaba en este discurso , como parece de
una carta s'iya dirigida al tiuque de Medinaccli.
(4; se abrasó (S.— La soberbia es itucu abusó.) (5) asco de queja le preció (Todos los tjtm/Uret.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 419
pidieron lograr conocimiento de virtud ó de consuelo ; | cerse por la flexibilidad de la naturaleza ó por la (6)
porque si bien para la tolerancia de la muerte armaron corrupción del fómes actual. Segundo : Levantamiento
sas ánimos, enjugaron sus lágrimas, enmudecieron los contra el precepto, ó desordenado apetito de excelencia
agiros, acallaron los gemidos , divirtieron los dolo- en cualquiera cosa. Tercero : Desordenado apetito de
re, nada descubrieron á (I) sus lectores de esperanza excelencia , (7) á que se debe honra y reverencia. La
OHlaóde perpetua vida ó de verdadera vida. ¿Quién primera es principio y r;úz de todo pecado; la segunda
:! tabre; quién á la sabiduría? — Morir es natural ; es pecado general ; la tercera es pecado especial , y es
rere-ario es morir. Para nosotros vivieron los pasados ; uno de los siete mortales. Los soberbios son en dos gé
josilros vivimos para los que lian de venir ; ninguno neros : los unos que se exaltan sobre los otros ; los se
jara si. Virtudes querer lo que no se puede estorbar. gundos los que exultan algo sobre si.»
Admite de grado lo que has de admitir 'por fuerza. La Resta, después de la división, difluiría soberbia. El
Euerte no es antes que venga ; cuando viene se ignora. mismo (8) angélico doctor añade : «La soberbia pro
No(2) sientas pues perder aquello que en perdiéndolo piamente es apetito desordenado de excelencia, á quien
nopaedes sentirlo. — Empero cuando dijeren estas co se debe honor y reverencia ; como si dijésemos : La so
as, trfo lo dicen con agudeza , no con vida ; porque , de berbia propiamente mira al defecto de la sujeción del
Junde t cuándo y cómo y por quién vino á tí la muer hombre á Dios, según lo que un.) se levanta sobre lo
te bnoraron ; mas á nosotros el autor de la vida nos que á él está preiijo conforme á la divina regla ó me
declaró el autor de la muerte. » dida.»
Las sentencias que de la muerte refiere en este ser Conviene que se sepa cuya hija es , y qué descenden
món el doctísimo y elegante con soberano saber san cia tiene. Mateo Timpio, en su Mensa Theolo-philosophi-
Pedro Ciisólogo, son literales de Séneca ; y no exclu ca, cap. 53, de la Soberbia (n), dice en la cuest. 3, que hay
yendo en él lo sólido de la doctrina moral , lo excluye cuatro buenas madres de cuatro malditos hijos. Y lo ve
en lo demás : porque Séneca y (3) Epicteto, que vivie rifica en la verdad , que pare al aborrecimiento ; en la
ron en tiempo de los apóstoles, y veian las hazañas de prosperidad, que pare y engendra á la soberbia; la se
la fe de los cristianos y la perfección de la vida, y que la guridad, al peligro ; y la familiaridad, al desprecio. No
daban al fuego y al cuchillo, no solo con valentía, sino pueden ser mejores madres ni peores hijos. Desta mala
con gozo enamorado, confaccionaron con lo que veian casta está poblado el mundo, que valiéndose de la cali
lo que escribieron ; de tal manera , que su doctrina, dad de quien los parió, disimulan su infamia y la intro
con resabios de aquella atención, es en muchas cosas ducen. Según esto, la soberbia es hija de la prosperidad.
fen parecida á nuestra verdad : tuvieron por maestros Empero ella tiene muchas hijas. Cuéntalas el reverendo
«n la primitiva Iglesia á los mártires, y oyeron la doc padre Antonio Rufo de Tufaría, de la sagrada orden do
trina de sus triunfos. Debo al ejemplo piadoso el pon los Menores, en su (9) Manuale diffinitionum : Ambi
tear que refutando el Santo á Séneca no le nombra, ción, presunción, curiosidad, (1-0) ingratitud, adula-
í por perdonar mejor al crédito del autor idólatra, ha don, vanagloria, jactancia, inobediencia hipocre
bla antes de muchos de los antiguos, por excusar repre sía (b). ¡Oh cuan bien puestas en estado se ven estas
hensión á su nombre. Aprendamos de santo Tomás, hijas en el mundo! ¡Oh cuan casados están con ellas mu
pues él solo no se contentó con no decir algo contra lo chos hombres poderosos! No se contenta la soberbia
?ue dijeron, sino que no osó decir lo que en ellos no condarácada una un marido; no se contenta con ciento,
bailase. Tales son sus palabras en su Opúsculo confesio- ni con mil. Yo las he visto viudas de algunos, mas
wi'o.cap. 15 : «Empero otras muchas cosas hay por no de todos.
qué el hombre se debe abstener con reverencia, las oía He dividido ydifinido la soberbia, declarando su des
la no me atrevo á explicar, porque no las hallo escritas cendencia y sus descendientes. Necesario es declarar
w los santos y en los doctos. Por esto determino dejar cuál sea la causa de la soberbia en el hombre miserable.
las simplemente á la ilustración de la gracia de Dios.» Esta yo no la he leído en otro autor sino en estas pala
To empero seguiré á la doctrina del gran Crisólogo bras de san PedroCrisólogo, serm. r.i. « Hombre, cuando
en desconfiar de los filósofos, y obedeceré á santo To tu Autor te hizo á tí de polvo, no lo viste, porque si to
asen no escribir lo que no hallare en los santos, lo vieras hacer, no asi lloraras (1 1) el morir.» Lo demás ya
<¡ae san Agustín pronunció en el sétimo libro de las
Confalones, cap. 20, diciendo de sí «que en los libros (6i correpciun ^Z. B.)
platónicos jamás habia podido aprender algo de la cari (7) al 15.)
(8* ángel doctor : «La soberbia (Z. B. F.) ■
dad y de la humildad ». Remito en esto los estudiosos á
(a) En todus los ejemplares, por yerro : se estampa cap. SI. Esta
«te capítulo, y al o." del libro ni de sus Confesiones. Y libro se retóla : •Mensa Tkeolo-philosopkica , seu conviviorum p%L
para desempeñarme, empezaré este tratado do la Súber- pámenla el condimenta suavissima, Itoc esl Quaestiones symposiacae,
Wucon la división y definición del (4) angélico doctor. facetae quitlem, seriae lamen et mulla gravitóte condiloe, nec non-
per LUÍ Locos eommmes diuposilae sludio et industria Matthaeí
«Soberbia se dice de dos maneras : la primera cuando Tympii Theol. — Uonasterii Wctlphaliae. Apvd Michaelem Dalium.
excede á la regla de la razón ; la segunda por cualquier Amo m.dc.iix.
«ceso. La primera siempre es mala; la segunda á ve (9) Manual \Z. B. F.)
ces buena. La soberbia, que siempre es mala, es de (10) integridad, adulación (S.)
(*) Se da noticia individual de tales hijas a ta pSg. 332 de la
tres maneras (o). Primero : Inclinación á ensoberbe obra , cuyo titulo es : Manuale locupletissimum fere omniíim tnm
diffinilionum, tnm et iescriptionum eorum , quae i» quibusatmque
cí los lectores (S.) Conscieuliae casutim maleriis, atquesoluüonibus ocurrtre solent...
5) tienta (Z. B. F.) Per Rever, adm. Patrem Fr. Antonium Kuffum de TuTaria Ord.
I') Eplteeto (Z. B.) Min. de Obserrantia Prov. Terrae laboris. Yeneliit, m.ocxuii.
'*) injel doctor, i. í. quaeit. 182, art. 1. (Z. B. F.) ApudJoan. Antonium Julionum.
6) laclinaeion tZ. B. F.) (11) al morir. (S.)
120 ODIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
esláen la Primera pesie. Bien hubo gentiles que dije de que fué (2) hecho, la olvidó y osó contra üios.que (3)
ron que el no conocerse el hombre era ocasión de su le hizo, no es justo que sus raíces estén en la tierra.
soberbia y ruina. Eso enseñaron con aquellas palabras Quien fué tan rudo, que teniendo alma racional, no sa
ricas de salud : «Conócele ú tí mismo.» Empero tara po aprender la política de los árboles, solamente vege
zón desta salud solamente la alcanzó mi Santo, que con tativos, bien es quesea arrancado. El árbol, cuanto sube
cada palabra excede en precio todas las doctrinas de al cielo con sus ramas, tanto se va descendiendo con sus
los filósofos. Cierto es que el soberbio no se conoce. raíces en la tierra; y cuanto más se ahonda y arraiga en
¡Mirad qud podrá conocer quien no se conoce! Apren la tierra, tanto más seguramente se levanta. El sober
dió todo este discurso san Pedro Crisólogo, de Cristo, bio todo lo hace al revés : tanto como se levanta á las
cuando curó al ciego de nacimiento, que paradarle vista nubes, tanto se olvida de (4) la tierra; y so, pretensión
le puso tierra sobre los ojos con que viese, para que la es apartar sus raíces tanto della, que estén más altas
viese y se viese. Bien se conoce que el Santo tuvo este que las cimas de todos. Por esto, aunque no le derri
milagro por lección, con el discurso de no verse el hom ben, se cae : por esto es forzosa y grande su caída, y
bre hacer polvo y con la ceguedad que de su nacimiento mayor su locura. En razón desto, en el mismo salmo,
tuvo. ¡Extraordinario colirio, sanar losojosconel polvo consecutivamente dice David : (S) «Veránlo los bne-
que los ciega! A Dios nadie le puede quitar nada; el nos, y temerán y reirán sobre él, diciendo : Veis el liom- .
soberbio solo lo intenta. ¡ Tal es su perdición ! Y cuando bre que no puso en Dios su confianza, antes esperó en
eslo no puede, dándose todo á sí, nada le da á Dios. ¡Tal la multitud de sus riquezas y prevaleció en su vanidad.»
es la locura de sus pretcnsiones; tal la iniquidad desús Parece que juntó el Santo rey cosas incompatibles, di
obras! Quien á Dios da nada por darse á sí, antes se ciendo que los justos, viendo arrancar de raíz los so
quila á si mismo que se da. ¿Cómo dará á Dios algo el berbios, temerán y reirán; por ser el temor más con
soberbio que nada conoce de Dios? Do manera que tan trario á la risa que á la melancolía. Dos cosas se. lian de
sin Dios es lo que da como lo que niega. Por esto el so considerar en el soberbio: el castigo y la locura con que
berbio es el declarado enemigo de aquellos dos precep le mereció. Temerán los justos considerando el castigo;
tos en que dijo Cristo estaban la ley y los profetas : reirsehan de la locura. Yde verdad la alegría de los jus
«Amar á Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como tos nace del temor que (6) los justos tienen á Dios. Asi
á sí mismo.» Pues quien á Dios da nada, antes aborrece es principio el temor de Dios de la alegría como del sa
á Dios que le ama. Quien se da á si mismo á sí , no co ber'. Temer á Dios y reírse del que no le temió, todo es
noce prójimo, no le consiente; solo le es prójimo su temerá Dios y enseñará que le teman. Y no es pequeña
castigo. Y así como la caridad está en todas las virtudes, parte del castigo de los soberbios la risa de los justos.
dándoles vida, así la soberbia asiste en todos los peca No es la menor pena de los malos y soberbios el que los
dos, alimentándolos de muerte. No hay pecado sin so buenos serian sobre ellos, sino la mayor, y mayor que
berbia, ni soberbia á quien falte algún pecado. Por esto ser destruidos. Lo que Dios hizo con Luzbel es lo que
es sumamente á Dios aborrecible, y contra los sober dice David que hará con todos los soberbios : á Luzbel
bios llama David á Dios repetidamente Dios de las ven le destruyó, dejándole la naturaleza de ángel , sin la
ganzas : « Dios de las venganzas, señor Dios de las ven gracia de ángel ; arrancóle con la palabra Quién como
ganzas, libremente obró. Engrandécete tú, que juzgas Dios. Arrojó de su tabernáculo al que pretendía reinar
la tierra ; da su merecido á los soberbios (a).» Qué sea lo en el eterno de su Criador; arrancóle con todas sus rai
que merecen los soberbios, y cuál es la retribución que ces (que fué el séquito amotinado de tantos espíritus
Dios les da , lo dijo el misino santo rey, salmo u : comuneros como siguieron su rebelión ) de la patria de
«¿Porqué te muestras glorioso en la malicia, tú que los que viven, que esel cielo, y arrojóle á la de los muer
eres poderoso en la maldad?» Y prosiguiendo las cos tos á padecer, en noche sin fin, desesperación eterna.
tumbres del soberbio, llega al vers. 7, y fulmina esta La soberbia fué fundadora de los primeros herejes,
sentencia contra él : «Por eso Dios te destruirá en el fin, y los primeros herejes fueron los ángeles soberbios.
te arrancará y te arrojará de tu tabernáculo; y tu raiz, Fué tan agradable á Dios su vencimiento, que (7) al ar
de la tierra de los que viven.» No dice que le castigará, cángel soberano, que como capitán suyo los derribó,
sino que le destruirá. El castigo hácese á los hijos, la desmintiéndolos con la palabra Quién como Dios, se la
destrucción toca á los enemigos y condenados. Dice que dio por nombre y blasón. (K) Eso quiere decir Michad
le arrancará; no dice que le segará, que es lenguaje en la lengua sagrada. Muchas cosas enseñó Dios á los
para las semillas de buen fruto; noque le podará, que reyes de la tierra en esta batalla y con la persona de san
es diligencia para la abundancia de las vides; dice que Miguel. Lo primero, á honrar los generales que vencen
le arrancará, lo que se hace con los cardos y las malas y alcanzan Vitoria en nombre de su señor ; lo segundo,
yerbas. Dice que le arrojará de su tabernaculo.no (I) en no mudar de general cuando sirve bien. A san Mi
que le levantará ó mudará, sino con palabra de enojo y guel, porque venció esta batalla, le encomendó su pue
desprecio. Todo el lenguaje es de indignación. Y por blo y le tiene nombrado para la postrera que tendrá
que no le quede esperanza al soberbio en lo por venir, contra el Antecristo. Sepan todos los que como valien-
dice que arrancará sus raíces de la tierra de los que vi
ven. En esta tierra no ha de quedar del succosion ni
memoria. Planta que teniendo sus raíces en la tierra, (l) hedía, (S.)
(3! la di.)
(4) tierra ; Z. B. F.)
(5) «Veranlos los buenas , (S.)
(6) tienen i Dios. 1/rf.)
(a) Salmo jciii. (7) el ángel soberano, {Id.)
(1) le levantar* (Z;- levantar! (B. F.) (8) Eslo i«.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 121
le católicos se (i) opusieren i los herejes, que tienen to.» Da la razón desto doce renglones antes: «El
de soparte asan Miguel, que acabó con los primeros en ayuno sin la limosna es simulacro de la hambre;
Lucifer y su séquito, y acabará con los últimos en el do ninguna manera es imagen de santidad. El ayu
Anlecristo y sus secuaces. El primero solar de la guer- no sin piedad es ocasión de avaricia, no es propósito
nfüéel cielo, (2) en el primero principio de las cria- de templanza, porque esta abstinencia cuanto se en
lar» con guerras. El mundo ejnpezó con guerra, y con flaquece en el cuerpo, engruesa la bolsa.» ¡Grande y
pifira se acabará, y guerra es la vida en él. No hace á católica doctrina! No puede negar el rico que, si no
¿¿Tierra noble esta antigüedad, sino temerosa. El pe da de limosna lo menos que gasta ayunando, que su
cado fué ocasión de la guerra en el ángel y en el hom ayuno es ahorro y avaricia. fc
bre. Por eso Cristo, Dios y hombre, que vino á librarnos Pues en estas dos virtudes tan poderosas se intro
del pecado, nació pregonando (3) paz por la boca de los duce la soberbia disfrazada de la hipocresía. Ma
¿ágeles, y mandó a sus dicípulos que la fuesen repar teo, 6 : «Cuando haces limosna no toques trompeta,
tiendo por donde fuesen. Y cuando él iba al Padre, dijo como hacen los hipócritas en las sinagogas y plazas,
■r te dos daba su paz y que nos la dejaba. De aquí se eo- para que los honren los hombres. » ¿Veis cómo la so
I se que la guerra fué invención de la soberbia, y la paz berbia, arrebozada de la hipocresía, usa de sus apa
de la humildad. ratos en la limosna, tocando trompetas, buscando
Siguiendo la soberbia á su naturaleza, sigue á los aplausos en las plazas? Veis cómo se descubre en
poderosos, y ellos la siguen. No es opinión mía: (4) querer que por la limosna le honren á ella, y no á
¡cuan sabrosamente lo dice Antonio Abad, epist. n, Dios? Su tema de la soberbia y del (7) soberbioso es
<*í (5) Arsenoitas ! «Cosa cierta es que, como por sí querer para sí la gloría de Dios. Mendigó de los su
conozca el demonio que por soberbia y vanagloria cesos algún rasgo desta doctrina la gentilidad, pues
fué derribado del cielo, por eso él acomete á los temió tanto las malas andanzas de la soberbia y lo
que llegaron á la mayor medida («).» Mostró en este secreto de sus engañosas jornadas contra las mismas
discurso Satanás la agudeza de ángel y la malicia virtudes, que ordenaron el ostracismo y el petalis-
de diablo, pues colige contra los hombres que si la mo, con que desterraban de la ciudad á todos aque
grandeza hizo al ángel demonio, sabrá hacer demonio llos que excedían á todos en alguna virtud, ya fuese
al hombre; y usa delta como de único artífice de con en poder, ya en riqueza, ya en saber, ya en virtud;
denados, asegurando de experiencia que él padece. que como (8) sabían que todas estas cosas excelentes
No por esto dejo de confesar que bay pobres sober quedan acechadas de la soberbia, á los que las tenían
bios. Es cierto que los hay y que son los más insu los desterraban, sí no por soberbios, por hombres
fribles de todos, porque su arrogancia nace de la ini espiados de tan pernicioso vicio. Prudente adverten
quidad y desorden de sus potencias. Son soberbios cia será recatarnos en el mundo, no solo de los que
rabiosos. La soberbia es una misma en el que tiene son soberbios, sino también de su sombra. Toda
macbo y el que tiene nada. Aquel tiene con que ser esta es doctrina de las palabras referidas de san Agus
soberbio, y este lo es porque no tiene con qué. Tan tín.
soberbio es hoy Lucifer, que no tiene qué perder, Malditas son las obras deste pecado; destruye
«roo cuando tuvo qué perdiese. Ella acompaña al las virtudes, y origina y crece los vicios. Su propie
poder, y no se olvida de la miseria. No hay vicio que dad es destruir no solamente á los otros, sino á sí
do esfuerce y agrave, no hay virtud que no acometa. propia, y sus cosas y codicias. Bien nos lo dice de sí
Oigamos esta advertencia de san Agustín: «Todos los propio aquel rico soberbio del Evangelio, Lucae, 12:
Ticios solo pueden en las cosas mal hechas. La so «La heredad de cierto hombre rico llevó muy abun
berbia sola se ha de apartar en las buenas obras» (6). dantes frutos; y pensaba entre sí diciendo: ¿Qué haré,
Entrase á paso descubierto en los pecados, deslizase que no tengo donde cerrar mi cosecha? Y dijo: Esto
secreta en las virtudes, con más miedo en aquellas, haré: destruiré mis trojes, y harélas mayores, y allí
no con menor daño en estas. Son el ayuno y la li juntaré todo lo que ha nacido para mi y mis bienes.
mosna dos hermosas hijas de la caridad , reina de las Y diré á mi alma: Anima mía, tienes muchos bienes
Virtudes. Tal es, que si se apartan, se hechan mucho juntos para muchos años; descansa, come, bebe y
menos la una á la otra. Mi Santo (6) las juntó, y dijo banquetea.» Mirad al soberbio avariento cómo olvida
el gran daño que resultaba de apartarlas (sermón viu, que los pobres son las trojes donde ha de guardar la
De jejunio el eleemosyna) : «Quien no ayuna para el abundancia que le sobra. Miralde cómo piensa entre
pobre, á Dios finge. Quien ayunando no da su comi sí , porque fuera de sí no hace caso de nadie, y esto
da, sino que la ahorra, á la codicia ayuna, y no á Cris porque la soberbia le tiene fuera de si y de su cono
cimiento. Oíd lo que dice : pregúntase « qué hará, que
ti opuieron (S.)
no tiene adonde juntar su cosecha». Solo esta verdad
ti «1 primer principio de las criaturas son guerras, [id.) dijo, que no tenia dónde juntarla; porque lo que la
i." la pat i¡i.) avaricia junta y la soberbia blasona no se junta, antes
U «id cuan sabrosamente ¡M.i se derrama y se pierde. Oíd el parecer que su sober
(S Arsenos! (Z. B. F.)—Arsenios ! {Id.)
i«i Del eremita san Antonio Abad se conservan siete cartas bia da á las (9) dudas de su codicia: «Destruiré mis
dirigidas i varios monasterios de Egipto, siendo la mas notable trojes. » ¿Veis cómo empieza por destruirlo mismo
la dirigida a los arsenoitas. Floreció el Sanio en los tiempos de que tiene para guardar? Añade que las hará mayo-
Constantino j sos bijos. Vertidas las cartas al griego, lo fueron
riespoes al latín. En este idioma ha; nna impresión rara , hecha
en Ambires por Juan Steelsio, año de 1510. (7) soberbio (S.)
r*> De Seltr. el gret., cap. Í7. (8) saben (Z. ft. F.¡
i») San Pedro Crisologo, (9) deudas (5.)
122 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
res. Este es el hipo de la soberbia, hacerse (1) ma- [ bia entrado en el secreto de su mente.» No puede
yor y ensancharse; y csfo con lin de juntar todo lo ser uno avaro ni iuvidioso ni ingrato, sin ser so
que ha nacido para él y sus bienes. ¿Veis cómo con berbio, sin despreci-jr á todos por sí, sin aborrecer
tradice la caridad y olvida el precepto de amar al á todos por amarse á sí, sin acordarse que para hon
prójimo como á sí mismo? ¿Cómo niega á Dios la obe ras y hacienda hay otros, y no él solo.
diencia, y el socorro al pobre, llamando bienes suyos Dcsta enfermedad adolecieron mortalmente los ju
los que son de Dios, que se los da sin merecerlos, díos. (6) Eian soberbios por sí y por todos los que
pues él los niega á las necesidades á que los debe? los trataban y se fiaban dellos. Con novedad acom
Orí el soliloquio del con su alma: «Alina, tienes mu paño este lugar con el suceso del Centurión: «Y como
chos bienes para muchos años;» no sabiondo (2) cuán oyese las maravillas de Jesús, envió á él los ancianos
tos días ni cuántas horas tenia de vida. Llama bienes de los judíos, rogándole que viniera y (7) salvara su
del alma á los que no lo son aun verdaderamente del criado. Mas ellos, llegando á Jesús, le rogaban con so
cuerpo. Manda á su alma que se quiete en la gran licitud, diciéndole : Porque este es digno de que ha
cantidad de cosechas; no pudiendo quietarse el alma gas lo que pide; ama á nuestra gente, y él nos edi-
sino en el suinp bien, que este soberbio desprecia, Gcó nuestra sinagoga.» ¡Qué palabras tan arrogantes
que este avariento olvida. Aconseja á su alma que y soberbias por el que se ,tos encomendó y por sí
coma y beba; porque estos procuran que sus almas mismos! Dicen que es digno de que Cristo le conceda
se vuelvan cuerpos, subiendo que el alma solo tiene loque pide, porque los ama y los ha obligado; y esto,
sed de la gracia de Dios, que es agua viva. Así lo porque los soberbios sotos tienen por dignos á los
dijo David : «Tuvo sed de tí, Señor, mi alma;» y en que los quieren y los sirven. Mas el Centurión, que
otro salmo : «De la manera que el ciervo desea las conocía tocados desla peste á los judíos, y sabia que
fuentes de las aguas, asi, ó Dios, te desea mi alma. no hablaban sin la nota de la soberbia, «envió unos
Tuvo sed mi alma de Dios, que es fuente viva.» Estos amigos; y llegándose á Cristo el Centurión, y ro
soberbios no quieren de Dios algo, porque no quieren gándole, dijo: Señor, mi criado yace en mi casa pa
reconocerle en algo. Este ya se ve que es aquel so ralítico, muy apretado. Respondióle Jesús : Yo iré y le '
berbio de que he hablado, que se gloriaba en su ma curaré. El Centurión respondió: Señor, no te canses,
licia y prevalecía en su maldad; que como dice aquel porque no soy digno que entres en mi morada.» Mi
salmo : «Veis el hombre que no puso á Dios por su rad, para defender su humildad, cómo diciendo que
ayudador, sino que confió en la multitud de sus ri no era digno, desmintió, á los ancianos de los judíos
quezas.» Pues como es el mismo soberbio en la cul en su cara, que habían dicho á Cristo que era -digno.
pa, lo es en el castigo. En el salmo se dice que Dios Tan bien supo el Centurión conocer la soberbia de los
(3) lo destruirá, le arrancará, le arrojará de su taber judíos como la omnipotencia de Jesús, y por eso
náculo, y sus raíces de la tierra de los que viven. Cristo le premió, no con la salud que pedia, sino
Veis aquí qno lo que Dios prometió por el profeta con canonizar su fe. Y la santa Iglesia, continuando
rey (í) lo cumple. Díjole Dios: «Necio, esta noche el honrar sus palabras y humildad, ordenó que antes
te arrancarán el alma. Lo que aparejaste ¿cuyo será?» de dar el santísimo sacramento de la Eucaristía
Necio le llama, porque la mayor necedad del hombre diga el sacerdote á los fieles, para exhortarles á (8)
es la soberbia. Dice esta noche, porque estos no (5) humildad reverente para recibirle , las propias pala
viven claridad ni dia; por eso siempre andan trope bras quo el Centurión dijo: «Señor, no soy digno de
zando y cayendo. En todos los soberbios tiene Sata que entréis en mi pobre morada.» Cristo exaltó con
nás casa do aposento, en todos es huésped; así lo fué inmensa alabanza su fe, y la iglesia de Cristo ensalza
en este como en Judas. Mi Santo sobre esta parábola con divina recordación perpetuamente su humildad,
(sus palabras son tales, que con la singularidad lo en sus palabras. Cuanto Cristo ama la humildad, (9)
nombran): «¡ Mísero á quien hicieron la fertilidad esté aborrece la soberbia. Esto nos enseña san Cipriano,
ril, la abundancia congojado, la copia cruel, las ri epist. i.v ad Cornelium: «La exaltación, la hinchazón,
quezas mendigo! La heredad humana alimentaba al la arrogancia, la fanfarronería, no son del magisterio
inhumano señor; y lo que largamente daba la tierra, de Cristo, que enseñó la humildad; antes nacejí del
lo juntaba y cerraba con estrechez, para ser guarda espíritu del Antecristo. » Que los judíos fuesen en
de lo ajeno quien no quiso ser propagador de lo tregados á la soberbia, y que dolía proceda la dureza
propio; ingrato á Dios, para si malo, enemigo de los de su corazón, san Jerónimo lo dice del sagrado
pobres, afrenta de los ricos, cárcel de la naturaleza.» Evangelio, tratando de la soberbia, epist. xlv (a) : «El
Todos estos efectos testitican la asistencia de Satanás pueblo judío, porque pedia las primeras cátedras y
en su cora/.on, la cual declara el gran Padre pocos las primeras salutaciones en las plazas, fué borrado.»
renglones más abajo con estas palabras:. «¿Qué haré?» Por limpieza que afecten en lo que escriben los que
Voz es de quien pregunta. ¿Y á quién piensas que imitan á estos fariseos (10) en codiciar las primeras
preguntaba este? Había otro dentro del, porque ya cátedras y las primeras cortesías en las plazas, el
el diablo, su posesor, se habia entrado en sus entra mismo borrón confundirá con ellos sus doctrinas. Con
ñas; y quien se entró en el corazón de Judas, se ha
(C) Eslin soherbios (S.)
(7) sanara su orlado. (M.)
ll) y ensancharse ; IS.) (Si la humildad ilit.)
\% minias horas tenia (Id.) (9) tanto aborrece (!■'. S.)
(3) le (F. S.) (ai II iy yerro en la tila. Esto se halla en la epístola xi ti Atl:~
(4) cumple. \S.) nium ilonacum.
(5) ven claridad \,F. S.) (W) codiciaren (Z. B. F.) ,
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 123
suma grandeza difine, y con singular novedad , á la cántico, lleno de divinos misterios, le podemos llamar
soberbia el gran padre san Gregorio Niscno in Vita evangélica profecía de María Santísima. Era razón qua
J/ojsis: «Afligiéronse con la golosina de los man ella evangelizase antes que todos. Aqui fué la primera
jares los egipcios» por lo cual las serpientes fueron que dijo claramente quién era su Hijo, y á lo que venia,
enriadas; y con el simulacro de la serpiente, que pen y lo que había de hacer. Y la causa que da ú su elec
día deJ madero, guarecían. Así la fe del Crucificado ción para madre suya y reina de los ángeles., es por
aun en figura sanaba. Empero , como tuviesen por que miró la humildad de su esclava. En estas palabras
casi humilde y despreciada guardar sus ritos, procu dijo los inmensos premios que la humildad granjea de
raron introducirse en el orden sacerdotal, y no tu Dios, y luego pasa á los castigos de la soberbia. Dice
vieron vergüenza de repeler á aquellos quo por per «que desparramó los soberbios»; y por ser doctrina tan
misión divina habían adquirido aquel ministerio; mas importante, repite que derribó los poderosos de su
muchos dellos fueron de la tierra tragados, y otros asiento y exaltó á los humildes ; porque en la distribu
con rayos encendidos. Enseña pues, á mi entender, ción de la divina justicia estos siempre truecan lugares.
con esto la historia el Gn del sobrecejo y arrogancia, Caen los soberbios para que los humildes se levanten.
y á difinir así la soberbia : La soberbia es bajada á Son los humildes como el agua encañada, que tanto
ios infiernos. Empero, si de la fuerza de la palabra cuanto baja puede subir en alto. Son los soberbios co
á muchos pareciere lo contrario, porque el soberbio mo el humo (así lo dice el gran padre san Buenaventu
quiere decir el que está sobre los otros, no te ad ra), que cuanto más se levantan, más se van desvane
mires; yo quiero seguir m.ís la verdad de la divina ciendo en menores globos, con que brevemente des
historia que la imposición de los nombres, púas si aparecen, no dejando otra señal de sus caminos sino
ahiuuos se quieren levantar sobre los otros, por la tizne y hollín. Añade la Virgen Santísima «que llenó
abertura de la tierra son precipitados á Jo profundo. de bienes á los hambrientos, y que despidió vacios á
Y asi, no se ba de despreciar la dilinicion cuando de los ricos». Veis aqui la elección de los apóstoles. Veis
cimos: La soberbia es cuida á lo hondo.» aquí el precepto que les dio, de que lo dejasen todo y le
¿Quién se atreverá á no seguir esta dilinicion de la siguiesen. Veis aqui lo que los apóstoles hicieron cuan
soberbia, si no fuere la misma soberbia, y más cuando do lo dejaron todo para seguirle. Veis aquí lo que le
vemos que toda la vida de Cristo y su encarnación , ,y mandó que hiciese á aquel rico que le preguntó cómo
üxla la vida de su Madre santísima fué una perpetua alcanzaría el reino del cielo. Veis el milagro de los pa
humildad eu con tradición de la soberbia? Nace de Ma nes y los peces. Veis la historia de Lázaro y el rico-ava
dre pobiísima, elige por padre un carpintero, nace en riento. Veis aquí el artificio del riego del agua de vida.
un portal entre bestias, tiene un pesebre en lugar de Cristo, con que se fertilizan las almas, donde los arca
cuna, rescátase como pobre en la circuncisión, siendo duces llenos se vacian, y los vacios se llenan. Veis aquí
e\ Señor de quien son vasallos los cielos y la tierra y .la igualdad y la razón de las balanzas en el peso de la
todas sus poblaciones. Huye á-E^ipto aquel poder y divina Justicia. Cuanto el rico llena y carga su balanza
brazo de quien ninguna cosa puede huir. Llama por para crecer y aumentarse, tanto más se baja, levantan
apóstoles y pobres'compañeros, (i) pescadores/No tiene do con lo que se derriba la que está vacía del pobre,
¿ónéc reclinar la cabeza ; es calumniado y perseguido que la cargó de bienes (4) del cielo, que siempre cami
con soberbia, es vendido por uno de los suyos, negado y nan á su patria, como los otros temporales descienden
dudadode otros dos, y dejado de todos. Préndenle como á su centro.
i facinoroso, condenante como delincuente, crucifican Por esta comparación se ve que el soberbio mismo se
te, como á malhechor, entre dos ladrones, no habiendo hunde y desciende ; lo que el gran padre Niseno dijo,
pensado burlo ; loma forma de siervo. Ved si es divina y que juntamente con su depresión levanta al humilde.
contradicion de la soberbia del hombre esta humildad Socórreme la memoria con dos versos de David ; «¿Quién
inmensa del (2) hombre-Dios. Pondero aqui bien en su como Dios nuestro Señor, que habita en las alturas, y
lugar, que luego que la Virgen María concibió á Cristo mira lo humilde en el cielo y en la tierra, levantando
í se llamó esclava, escogiéndola por madre ; en la visi de la tierra al pobre y enderezando del estiércol al ne
tación de santa Isabel, cuando oyó ella alabanzas suyas, cesitado?» El Profeta Rey empieza á tratar de la humil
dicudasdel Espíritu Santo, y el fruto de su vientre dad , y empieza por las palabras que fueron y son y
fue adorado en el suyo de Juan (que autos de nacer co serán castigo de los soberbios : «¿Quién como Dios?»
noció por Señor al que siendo primero, nacería des Y luego, para decir quién es Dios, dice que es en todo
pués),— á todo el aplauso desta majestad respondió di diferente de los soberbios ; con (5) que muestra que
ciendo : « Engrandece á Dios mi alma, y alegróse mi estos son en todo contrarios á Dios. Nadie , sino Dios
Mpirilu. en el Señor, que es mi salud, porque miró la (dice), habitando en las alturas, mira lo humilde en el
humildad de su esclava. Por esto me llamarán bendita cielo y en la tierra : y esto porque el soberbio , habi
Was las generaciones , porque me hizo grande el que tando en las profundidades de la tierra, solo mira lo
6 poderoso, cuyo nombre es santo, y su misericordia ' alto en el cielo para competirlo, y en la tierra para ti-
P-a de una progenie á otra en los que le temen. Hizo ' ranizarlo. Parece cosa extraña decir que mira Dios lo
«I poder con su brazo , desparramó los soberbios con humilde en el cielo, donde todo es gloria, premio so-
la mente de su corazón, derribó á los poderosos de su 1 berano, vida eterna y grandeza . ¡Oh grande misterio en
acento y exaltó á los humildes, llenó de bienes á los una palabra! Es á Dios tan grata la humildad, que en el
hambrientos, y despidió á los ricos vacíos.» (3) A este ¡ cielo la mira como á pobladora del cielo, y en la tierra
(lj unos pescadores (S.)
fl- bombre j Dios (l. B. F.). (4) de cielo \l. B.)
(3) Este cid.) (5) lo que (S.)
12< OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
como á disposición de poblarle. No aparta Dios en el que tú agora acrecientas tu arrogancia? Dime, ¿adon
cielo sus ojos de la humildad, porque el Padre eterno de están estas cosas con que agora hinches tu espíritu y
no los aparta de su Hijo Dios y hombre, ni el Hijo de te ensoberbeces, con cuyo nombre encaramas tu furio
su humanidad sacrosanta, que (i) fué su humildad, ni sa presunción? Dime, ¿cuál sueño hay tan vano y me
de los que como humildes le gozan por su medio. La nos subsistente? ¿De cuál sueño proceden estas fanta
humildad antes crece con la suma bienaventuranza sías y delirios? ¿Cuál sombra tan delgada hay, á quien
que cesa. Mira Diosla humildad en el cielo, y mírala el tacto no halla, que se pueda comparar al sueño de
en la tierra para el cielo. Por esto dice el salmo que la juventud, que juntamente aparece y huye? Eslo he
levanta de la tierra al pobre y le endereza del estiércol. dicho por aquellos que por el imperfecto valor de la
Parece que David repite una propia cosa , mas no es mocedad tienen menor conocimiento. ¿Qué pues dirá
asi : yo considero grande y misteriosa diligencia. No alguno de aquellos que, ya llenos de edad, están consti
solo levanta Dios al humilde de la tierra en que le se tuidos y confirmados; en los cuales es estable la cda.l,
pulta el soberbio, sino que de la pudricion y estiércol empero las costumbres y el ingenio es instable; y jun
en que con desprecio le envuelve, le endereza á mane tamente la enfermedad de la soberbia se aumenta ; por
ra de árbol, que con la tierra podrida y el estiércol se lo cual es llamado ingenio semejante con el nombre de
fertiliza. Es providencia de Dios que con la corrup enfermedad soberbia y arrogante (6)? Los magistrado»
ción, á que el soberbio condena al humilde, se fecun y cualquiera cosa que de majestad y poder se les llega,
de, y que su desprecio sea el regalo que le hace crecer las más veces dan materia y ocasión á la soberbia. O re
y dar fruto. Oigan pues los soberbios su desengaño, del ciben este vicio del mismo magistrado, ó impelidos
grande Niseno, de quien oyeron su definición, en estas deste vicio, aspiran á la dignidad; ó las pláticas halagüe
incomparables palabras, á que no arribó otra elegancia ñas del magistrado despiertan muchas veces la enfer
ni discurso (2) : «Ensoberbécesto, y te desvaneces con medad adormecida. ¿Cuál pues será la razón que pueda
el nombre de la mocedad. Miras á la flor de la vida, y penetrar los oidos que hirió la voz del pregonero?
te glorias y le enamoras de ti, por la, buena disposición ¿Quién á los infectos tiesta peste persuadirá que no (S)
y hermosura; porque tu mano es vigorosa al movi diferencian en cosa alguna de los que representan
miento, porque tus pies te sirven al salto veloces, por en (9) teatro? Porque de verdad ellos representan uní
que el viento esparce tus cabellos; porque tu vestido, persona pulida con el arte, adornada con vestido pur
embriagado de púrpura, arde precioso en la luz del púreo, variado de la amarillez del oro, y se muestran
veneno (3) tirio ; porque tus ropas , tejidas de la mor con ostentación magnifica en carros triunfales; y coa
taja del gusano, están escritas y variadas con batallas y todo, ninguna dolencia de soberbia por la vanidad des-
cazas, ó historias que recamó el artífice. Hoy (4) has tos aparatos los enferma; antes, con el mismo cono
puesto el cuidado en los calzados , miras con deleita cimiento que de sí tenían antes de adornarse en la tra
ción presuntuosa la preciosa mordacidad de las fíbulas,- moya, salen adornados en ella. Y después que se des
con superfluidad resplandecer en lincas sobre lo ne nudan de la pompa, no sienten ni se afligen de apearse
gro. A esto miras , mas no te miras á ti. Yo te enseñaré della , ni de que los desnuden y quiten las ropas es
cómo en este espejo eres lo que eres. ¿No has visto en pléndidas. Mas aquellos que por limitado tiempo en la
el lugar público destinado á enterrar los muertos, los comedia destavida se visten la ropa del magistrado, no
misterios de nuestra naturaleza? ¿No viste los rimeros acordándose de lo que poco antes pasó, ni de lo que
y montones de huesos sin orden, revueltos unos con poco después sucederá, con el viento se dilatan y hin
otros? ¿Las calaveras desnudas de carne, que con las chan á manera de las campanillas del agua. Y estos Ules,
oscuras cavidades que fueron ojos, se muestran hor á su imitación, con la claridad de la voz del pregonero,
rendo espectáculo? ¿Viste las bocas rígidas, y los de se abultan y toman para si la forma de alguna persona
más miembros arrancados y desparcidos al albedrio de ajena, mudando el semblante natural d.el rostro y
la corrupción? Si esto viste, en ello te miraste. Dime, componiéndole en severidad espantosa; inventan por
¿dónde está la señal de la presente flor?¿Dónde la pri voz un rumor formidable para los que los oyeren, ar
mavera de las mejillas? ¿Dónde la belleza de los labios? ticulando fiereza horrible; ya no se refrenan entre los
¿Dónde la torva y espantosa hermosura de los ojos, (5) términos de humanidad, antes se ingieren é introdu
resplandeciente debajo del cerco de la frente ? (o). cen en la divina Majestad y potencia. Esto porque
¿Adonde la afilada nariz derecha, que tuvo su asiento creen que está en su mano la potestad de la vida y de
en medio del jardín del rostro? ¿Adonde la cabellera la muerte ; porque de aquellos que en su tribunal tie
espléndida, que decendia opulenta de guedejas al cue nen causas, á uno guardan con su sentencia, al otro (10)
llo? ¿ Adonde las manos que flechaban las saetas y arro • condenan á degollar. Y ann no ven estos quién verda
jaban los dardos ; los pies domadores de los caballos? deramente tiene la potestad de la vida y de la muer
¿Dónde la grana? ¿Dónde las joyas? ¿Dónde los vestidos te, y que no solo la tiene quien constituyó el principio
triunfantes? ¿Dónde los (6) tahelís? ¿Dónde las espuelas, y el fin de la naturaleza. Y verdaderamente solo basta
los caballos, los carros, el ruido (7), todas cosas por- ba para reprimir la vana hinchazón y arrogancia , ver
que muchos, gozando de grandes puestos y constitui
(1) fuese (Z. B. F.)
{% lib. De beatiluilnibut :
dos en imperio en la misma comedia de sus oficios,
(3) tirano ; (S.)
(4) ha (Z. B. F.) (b) mors antera et Ingeniam instabile est : morbos Ítem saper-
l5) resplandecientes (S.) biae aogetur : nomen atitem ejusmodi ingenii morbo, spirílas el
(a) Ubi truculenta ac torva ocnlornm pulchrltuío, sub Tallo fastos Imponitur , dice ti Santo.
prolegumenloqne soperciliorum elnceni? (8) se diferencian (5.)
(6) tahalíes ? (S.) (9) el testroT (Id.)
(7) 7 todas las cosas (M.) ' (10) condesa iZ. B.)
Las cuatro pestes y LAS CUATRO FANTASMAS. . 125
arrebatados de en medio de ( I ) sus solios y tribunales, solo destos la ciudad fuera desierta, y todo un reino
fueron arrojados en los sepulcros, en que los lamentos ruina y desolación. Muchas veces anda la soberbia en
recibieron sucesivos la aclamación de sus blasones.» tan buen hábito, que no conociéndola pasa por virtud.
Grande encarecimiento del poderío de la soberbia Admirablemente la penetró arrebozada de celo cató
es, seguí pondera el gran Padre, que turbe mus con lico en Erasmo de Rolerodam el doctísimo Ambrosio
sos nombres vanos y su pompa hechicera el seso de los Caterino, en el libro que intituló : Consideración y
magistrados representantes en la comedia de la vida, juicio de los tiempos présenles (*). Habia Erasmo es
que ei de los que para espectáculo representan en el crito un libro contra Lulero en defensa de la verdad
¡airo ; pues estos en el vestuario de la farsa se desnu católica y opugnando su opinión del albedrío esclavo;
dan con alegría las ropas y las coronas y los triunfos de y en él condena las novedades, palabras y costumbres
que se adornaron, conociendo lo que antes eran, y que de Lulero y de sus secuaces. ¿Quién no juzgará celo
lo que se vestían era representación que presto dejaría católico esta oposición tan afectuosa? Empero Ambro
de ser; y aquellos llegan al vestuario de la muerte, sio Caterino, con el (3) antojo largo de la verdad, le*"
donde desnudan la figura y máscara de su oficio, sin desenvolvió de suerte, que vio que era soberbia; y lo
conocimiento de que son representantes desta come afirmó en el libro referido con estas palabras : «Había
dia, que se acaba presto y que siempre se está acaban empezado á bajar á esta tragedia Erasmo ; mas detúvo
do, en quien no hay número de jornadas ni actos cier se. Tuvo por afrenta aquel hombre soberbio militar de
tos: porque el fin della muchas veces se adelanta al bajo de la mano de Lutero. No se atrevió claramente á
empezar de la primera jornada, y otras veces no admi pelear contra la Iglesia, para ofenderla más con tal as
te el principio de la segunda ; y ningún personaje desta tucia.» Verdaderamente son todos-diabólicos los ardi
comedia sabe si saldrá de la primera escena, porque des deste infernal pecado ; pues por la soberbia los no
ven muchos que apenas mediaron el prólogo. Muy en veleros son herejes y contradicen á la Iglesia, á los
fermizos son de aqueste achaque de soberbia los que concilios y "á los padres, y por ella los unos herejes
mandan y los que pueden sobre todos, porque tienen contradicen á los otros. Mirad si es menester cuidado
aquella grandeza que la soberbia quiere, y á que anhe para conocerla y diferenciarla del celo y de la virtud.
la v hace anhelar. Por esto una parábola que hay con No he dicho de qué es la soberbia y cuáles son sus
tra la soberbia en el Testamento Nuevo es de un juez. miembros ; mas haré que lo vein todos en la estatua
•Sabia un juez (2) en ana ciudad , que no temia á Dios deNabucodonosor. Toda ella representaba monarquías
di Mspetabaá los hombres. Había en aquella ciudad una y tiranías y poderíos que cayeron: representábalos todos
viuda, y venia á él diciendo : Véngame de mi contra con oro, plata, hierro y bronce ; porque la cabeza y lo
rio. Él no lo quiso hacer por muchos dias; mas des más principal de la soberbia es codicia, sed de tesoros,
pués desto dijo entre sí : Aunque ni temo á Dios ni res lo que siempre fué forzosa ruina del poder y de las mo
peto 4 los nombres, empero porque me cansa esta viu narquías. El pecho y las piernas eran de bronce y de
da la haré justicia.» Que este juez era soberbio antes, hierro, por la obstinación con que persevera y la dure
no puede dudarse, pues Cristo nuestro Señor dice en za con que camina ; empero los pies eran de lodo, en
la parábola, que se preciaba de no temer á Dios ni res que se ve la flaqueza de tan rica fábrica. Ruin arqui
petará los hombres ; dos cosas que son el mismo furor tecto es la soberbia ; los cimientos pone en lo alto y las
de la soberbia humana. La parábola fué predicada para tejas en los cimientos. Al contrario* la santa madre
abortar ala oración continua, con esperanza de con Iglesia,, para fortalecernos , en la cabeza nos pone el lo
seguir misericordia por su medio, y puso el Hijo de do, y nos manda poner el oro y la plata debajo de los
Dios el ejemplo en la soberbia deste abominable juez, píes. Todo lo entiende al revés la soberbia. Por esta
que !o que despreciando á Dios y á los hombres nega razón fué (4) soberbia sentencia y castigo de aquellos
ba, hizo por la importunación de los ruegos. De que soberbios, que quisieron llegar al cielo con una torre,
se colige que los soberbios no lo son menos eft el bien la confusión de lenguas. Su castigo es y será siempre
que hacen que en el que dejan de hacer : pues á mi este, y siempre es confusión de lenguas ; quiero decir
juicio este fué peor soberbio , y despreció más á Dios y que ella se confunde mudando los nombres á las cosas.
'«hombres en hacer justicia á la viuda porque no le Llama salud la enfermedad, y grandeza la hinchazón,
cansase; pues en esto no solo despreció á Dios y á los y crecimiento el peligro, y camino el despeñadero, y
nombres con la omisión, sino que con la obra prefirió descanso la carga, y poder la tiranía, y premio el robo.
so comodidad al temor de Dios y al respeto de los hom A esta confusión de su lengua se llega la confusión do
bres. Por esto dijo Cristo del : « Oíd lo que dice el juez las lenguas de los aduladores, que no le nombran ac
<« la maldad.» ¿Cuál nombre pues hallaremos, si á ción ni pensamiento suyo con el nombre que tienen,
«te le llama Cristo juez de la maldad, para dar á cono sino todo al contrario.
cer i aquel juez, que no temiendo á Dios ni reveren- Y base de advertirque los aduladores con sus humil
óado á los hombres, aun no hace justicia por librarse des sumisiones son soberbios aprendices de la pólvora
de la importunación? porque este tiene por descanso
en barriles, que se entierran y hunden debajo de los
«I trabajo del que sin fruto le ruega. Dice Jesús que en pies de los soberbios magníficos para reventar y volar
Ma ciudad había un juez de aquellos; porque si hu los. No de una manera sola es la pólvora retrato do los
biera dos dejara de ser ciudad. No dice que en una ciu-
soberbios, pues en los cohetes representa el principio,
d»d había un juez dcstos que , aun por librarse de la
importunación, no hacen justicia; porque coa uao medios y fines de todos los soberbios. Sube el cohete
con gran ruido y aplauso festivo ; en lo alto se mira es-
(II los solios (S.)
(3) anteojo (S.)
{i) la soberbia (F. 9J)
126 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ti •lli al parecer en el lugar y la luz ; instantáneamente de que usa el furor de la soberbia , con las cuales hace
desciende en humo y ceniza. Y ninguno de los que le todas sus obras á diestro y á siniestro. Todos los autores
aplauden viéndole subir, ignora lo poco que lia de du sagrados dicen que es mejor padecer la injuria y la ira
rar y lo breve en que ha de caer ; así que ninguna cosa que hacerlas padecer. De que se colige que (fi) á la
retrata tan vivamente la presunción de los soberbios soberbia siempre la toca por patrimonio el delito y el
como las bufonerías del fuego. Solamente la pólvora, pecado , el aborrecimiento y el castigo ; y á la humil
inv. 'lición infernal, pudo ser retrato de tan endiablado dad, que la padece, el mérito, la seguridad, la ino
vicio. cencia y la alabanza.
Nada desto conoce el soberbio, porque está más fuera Que sean las iras y la injuria y la venganza soberbia,
de sí ¿lie el loco ; y esto porque el loco está fuera de sí nadie lo niega, viendo que todos los soberbios son ai
por enfermedad, y el soberbio está fuera sí y de todos ; y rados, yque su gozo es (7) la injuria que hacen, y su
no solo fuera, sino lejos, y esto por malicia delincuente. blasón la venganza que toman. Ira santa hay ; esta m
*• Nada consigue la soberbia menos que lo que preten enseñan los santos cuál sea , declarando aquellas pala
de ; mas su fin es ser reverenciada, y siempre al prin bras : «Airaos, y no queráis pecar.» Mas esta no la co
cipio y al fin es aborrecida. Nadie está seguro del so nocen los soberbios, porque, al contrario, por solo pecar
berbio, y por eso el soberbio no está seguro de nadie. se airan. La ira saca fuera de si al que la tiene ; erecto y
La-soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre contagio de la soberbia. La injuria nace del desprecio
cae de donde subió. Sube el soberbio como el ahorca que de (8) todo hace; la venganza es la munición con
do, por escalones que no hada bajar; en el más alto que lodo lo quiere arruinar.
llega á la muerte. Lleva consigo la soga y por guia el En ninguna cosa es la soberbia más descubierta
verdugo. Oso afirmar que es mis execrable (1) y faci mente soberbia que en la venganza ; pues llamándose
nerosa la soberbia de los poderosos (esto en la mayor Dios «Dios de las venganzas», quiere (9), por ser
parte) , que la de los pobres ; porque aquella se atreve á como Dios, que es su sacrilego tema, que las venganzas
Dios y esta á los poderosos ; aquella dura más tiempo, sean suyas. Dice Dios en otra parte : « Para mí la ven
porque Dios aguarda más con sil castigo que los hom ganza : » pide que se la dejen á él ; y el vengativo es tan
bres ; empero desquita la tardanza con el rigor que soberbio, que toma para sí lo que Dios manda que le
acrecienta. dejemos á él. Todas estas maldades de la soberbia tie
Hermosura, fuerza, poderío, dignidad, sabidu nen el mismo fin que ella, y la burlan en todo de so
ría y riqueza son preciosas dádivas, unas de fortuna, fin : pues en la injuria quede la abundancia de so in
otras de naturaleza y de Dios, y la soberbia se intro fancia hace, solo consigue peligro; y de la vénganla
duce muchas veces en lepra destos bienes. Contra el que toma , debilidad y afrenta propria, fortaleciendo y
que había de ser menos con instable , que es la sabidu fertilizando á los que la padecen. Oid lo que dice de la
ría, nos previene deste vicio el Apóstol cuando dice : ira, cuando con todo su séquito (10) la ponderó de Ne
«La ciencia hincha, no quieras saber lo alto. » La her rón, san León papa (11): «Ya toda la inocencia, toda la
mosura y el poderío, y las dignidades y la fuerza ya nos vergüenza, toda la libertad padecía debajo del imperio
enseñó el gran padre N i seno (2) que eran lastimosamen de Nerón. Cuyo furor, inflamado por todo el esceso de
te ocasión de la soberbia, y lo propio la riqueza. Para los vicios, le precipitó al torrente de su locura de tal ma
nuestra confusión traeré unos versos de Juvenal en re nera, que fué el primero que hizo universal persecución
comendación de la pobreza, que son estos (sat. 6) : al nombre cristiano inhumanamente; como si con la
«La fortuna humilde en otros tiempos producía castas muerte de los santos la gracia de Dios se pudiera extin
matronas latinas. (3) A malos y humildes y pequeños guir, teniendo en esto los mártires su grande (12) logro:
techos (4) que llegasen los vicios no consentía el tra con el desprecio desta vida mortal adquirir la eterna.
bajo, el breve sueño, y con la lana (5) tusca las manos Prcciosa.es pues en la presencia del Señor la muerte de
duras y fatigadas, y cerca de la ciudad Aníbal, y de sus santos : no puede con ningún género de crueldad
guarnición los maridos en la torre Colina. Agora ser destruida la religión de Cristo, fundada con el sa
padecemos largamente los daños de la paz; más cruel cramento de la cruz. No se disminuye la Iglesia con
que las armas nos acometió la lujuria, y vengó el mun las persecuciones ; antes se aumenta : y siempre la he
do vencido. Ningún delito ni maldad de la desorden redad del Señor se viste de más rica cosecha , en tanto
falta desde que pereció la pobreza romana. » ¡ Oh gran que de las espigas que se quebrantan, cayendo uno a
des y prudentes palabras, acreditadas, no solo con la uno los granos, nacen multiplicados.» Con muy hermo
ruina de Roma, sino también de otras monarquías! sas palabras declara el santo Pontífice los intentos so
¡Sumo misterio político! En pereciendo la pobreza ro berbios de la ira con la injuria, en pretender destruir
mana pereció su virtud ; y esto porque con ella acabó la religión de Cristo ; y juntamente cuan afrentosamen
la humildad , y con las r¡quejas empezó sus tragedias te, burlada de su intento, la fecunda y aumenta con la
la soberbia. La ambición y la avaricia , y los vicios y la persecución, Séneca : que á mi juicio en todas las obras
locura llaman paradoja esta proposición; empero la que escribió reprehendió á Nerón, descubriéndole el
verdad y los sucesos los desmienten.
Pasemos á la ira y á la injffria, que son las dos manos (Cl la soberbia (2. 8. F.)
(7) las injurias (S.)
(1) j facinerosa (S.) (8) todos (Id.)
fí) eran (Z. B. F.) (9) el vengativo , por ser (Id.)
(3) Halos (Z. fl.i (10) lo (Z.B.F.)
(■4) consentía el trabajo que llegasen los vicio» , el breve (H.>— (H) serm. 1, i» valnli apostolonm Pelrl el Pes/i .
»o consentía (F. S.) (12l elogio con el desprecio ( S. — Máximum lucrm, toe "
(5) tosca (F. S.) Santo.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS, 127
barrer de los vicios que seguía , y la fealdad y fiereza Dice el soberbio que es grande; desmiéntele lnmuerte,
de las virtudes que despreciaba, como se ve escribiendo diciendo que es nada. Dice el mundo que es rico ; dice
ellibrode la Ira y pereza, en que fué mnnstro de t¡- la muerte que es pobre. Dice el soberbio que es todo-
nm, dejando en su poder todos sus sentidos. Este li I poderoso ; dice la muerte que miente, que todo es mi-
bro que tocaba al Principe , dedicó á Novato por caute i seria y flaqueza. Dice el mundo que da contento y
la» intento; y el libro de (I) Clemencia, virtud del puestos y posesiones y gloria; dice la muerte que
Etperador sumamente aborrecida, dedicó al mismo miente, que no da nada, que todo lo presta, y lo vuelve
i%»n. Estratagema muclias veces bien lograda, para á quitar con dolor y lágrimas. Dice el soberbio que na
reprehenderá los monarcas, alabarlos de lo que no hay die es como él, que él (6) escomo Dios, que él solo lo
cea ni tienen. ni quieren : de que da buen cobro lo pro es todo ; dice la muerte que miente, que él es vil gu
picia de su mente á la adulación, persuadiéndose (los sano ; que por querer ser como Dios es un demonio ;
que son tales como Nerón ) que los que los alaban de lo que todo lo que es, es solamente ceniza y pecado, y
qae no tienen , lo creen y lo lineen creer. Las demás ruinas y escándalo. Mirad si la soberbia y el mundo ha
obras de Séneca todas fueron antídotos para defender llarán libro del dueloque los dé salida destos mentises:
te ánimos opresos délos romanos, de tan inhumana por esta razón andan afrentados sin poder volver por su
opresión : sus títulos lo dicen, de la Providencia, de honra. ¡Oh lastimoso desconcierto del seso humano!
hTranquilidad del ánimo, de la Vida bienaventurada, ¡Que no haya hombre que no se enoje y se enfurezca
que En el sabio no cabe injuria , de los Beneficios, y las en quejas de que le comparen con otro hombre en el
Epístolas: todasson medicina á la tolerancia de las últi- saber, la riqueza ó fuerzas ó hermosura, ó con algún
ims calamidades. Digo pues que Séneca, que escribió animal; siendo cualquier hombre como otro, poco
de la ira en el tiempo que con la soberbia más furio más (7) ó menos, y conviniendo por el género de ani
sa 12) tenia corona imperial y la miraba de cerca , dijo : mal con las bestias ! Y hallaréis muy pocos que no con
«La felicidad cria la ira adonde la turba de los adulado sientan que en todas estas cosas los igualen con Dios
res cerca las orejas soberbias,» lib. 11 De Ira, cap. 21. las palabras blasfemas de los aduladores. ¡Cuántos oyen
De manera que la ira es alimentada de la feli de buena gana que son sumamente sabios, y justificadí
cidad como la soberbia, y este alimento recibe de la simos en todo, en toda perfección hermosos; que su
soberbia por las orejas. Acuerdóme que el propio Sé poder no tiene límite, que su hermosura es incompa
neca dice, lib. 111 De/ro,cap. 3: «Como en los primeros rable, que su riqueza es inmensa, que su felicidad no
libros dije , Aristóteles se muestra defensor de la ira, y tiene fin y que su dicha es incontrastable! Juzguen si
prohibe que se (3) arranque en nosotros. Dice es eslí- digo verdad los que cada instante lo oyen, los que sa
Dnlodc la virtud, y que fallando queda el ánimo dcsar- biendo que mienten lo afirman ; y no se hallará quien
"^«,(4) y para los grandes hechos perezoso é inútil.» me contradiga. Por esta causa á quien más y primero
Aquí e\ filósofo trató de la cólera, que como humores desprecia el soberbio es á sí mismo, y nada desprecia
rao; necesario en el cuerpo humano ; y llama ira á la en que no se desprecie.
«lera, á imitación y como dicípulodel grande é incom- . ¿Queréis ver cuan infame y vil pecado es el de la
FraWe Homero, que repetidamente dice de Aqui- soberbia? que preciándose los pecadores de todos los
&(5) cuando se airaba, que la ira le andaba encen pecados y blasonando con ellos, no hay pecador tan
diendo al rededor de las entrañas. Y como Homero á desvergonzado que no se corra de confesar que es so
«sta causa la tuvo por buena, haciendo la ira de Aquí- berbio, y todos lo niegan. El homicida frecuentemen
«sugetodesti grande poema (en que propone cantar te se alaba de que ha muerto tantos hombres, y que
líirade Aquíles), de aquí Aristóteles, que en todo le nadie se la hace que no se la pague. El lujurioso bla
sísoió como á fuente de aquel saber, hizo esta defensa sona adulterios, incestos y eslrupos, y su vanidad es
* I» ira que Séneca refiere en el lugar citado. La so- que no se le escapa mujer. El mentiroso y embustero
«rtij es primero intentos furiosos, y siempre que los se precia de que engaña á todos, y que hace burla de
pone en efecto es ira é injuria y venganza. No hay cosa cuantos trata, y que nadie sabe lo que tiene en su pe
que mis persuada á la soberbia que la mayoría, y el cho. El ladrón se alaba de que no hay puerta cerrada
*' primero. El mayor de los ángeles cayó, y el primero para él , y de que todos guardan lo que tienen para su
"«tos hombres. Por eso Cristo condenó pretender las ganzúa; y en el número y dificultad de los hurtos apoya
pnmeras cátedras á los fariseos y las primeras saluta- su eminencia. El usurero se alaba de que su real vale
«nes. No pongo ejemplos, porque seria escribir toda ciento. El avaro de lo que guarda y de lo que niega &
» 'ida del mundo ; y la soberbia, prevenida en su ma- la necesidad y á la limosna. Empero ningún hombre
™a, procura que los ejemplos se oigan y se interpre- dijo jamás que él era soberbio, ni dejó de correrse y
t^n y no se crean ; las sentencias se lean y no se obren ; negarlo con enfado si el otro se lo llama ; porque el
u!:6556 aleí-'uen ? no se observen ; los buenos se soberbio se tiene por tal, que todo le parece poco para
aten y no se imiten, y los malos se vituperen y se su mérito y presunción , y tiene por humildad y ba
premien : y todo este condenado aparato logra solo en jeza que á su soberbia la llamen soberbia, sino preten
'"perdición, porque la muerte se anda hecha mentís sión ejemplar y justificada.
^ soberbia y del mundo, tras todas sus acciones. Parece culpado en esta locura el amor propio, mu
chas veces delincuente y ceguera del entendimiento. (8)
JN la Clmneia, {f, $.)
Empero en el soberbio no solo es amor propio, sino em-
?■ '«iíii (Z. B. F.)
? "¡W tZ , pero salvado el verro en la fe de erratas (F. S.) (C) solo es como Dios, (S.)
I*' l»ra (S. i '
(7) a menos , iZ. B.)
,J> l»í ciando se airaba , la ira {Id.) • (8) Empero el soberbio (S. )
128 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
briaguez del amor propio, que á lo malo que de suyo vitiis, cap. n, gradu 22 (*). Por esto trata ó la soberbia
tiene, añade para este vicio la demasía y desorden. Ta como ella merece, sin perdonarla oprobrio.sanJuanCIÍ-
les son los deseos del soberbio, que quien desea que semaco : « Es la soberbia abnegación de Dios, invención de
le cumplan, desea que se hunda; y nadie desea aquel losdcmonios, madre de condenación, aumento de este
cumplimiento tanto como él propio. Por esto con lo que rilidad, ocasión de caídas, fuente de ira, puerta de disi
sube pide albricias de lo que ha de rodar, y en cayendomulación, firmamento de los demonios, guarda de los
no aguarda lástima, sino aplauso. Es el soberbio el mons-
delitos, artífice de dureza y crueldad, ignorancia de
tro más horrendo del mundo, y el más formidable y compasión y misericordia, ejecutor amargo, juez inhu
desemejante quepuede fabricar el delirio; porquequiere mano, (4) adversaria de Dios.» Si esta es la soberbia,
ser cielo, siendo infierno; serafín y gusano, humo y todo esto es el soberbio ; y con todo esto, es tal, que de
sol , Dios y demonio. Esto quiere ser, y es la nada, que
Dios solo se dice que resiste á los soberbios ; no se dice
ni se parece al Criador ni á las criaturas : al Criador,
esta palabra de los demás pecadores : «Dios resiste 4
porque no puede ; á las criaturas, porque no quiere. Eslos soberbios, yá los humildes los da gracia.» Cuanloes
como el vapor de la tierra, que subiendo hacia el cielodifícil y peligroso y violento este pecado, tanto es su re
se cuaja en nube, y en tanto que se mantiene en lo medio fácil, seguro y natural. ¿Cuál cosa más fácil, más
alto, solo sirve de (I) escurecer al sol que le levantó,
sin con tradición, más conforme á nuestra naturaleza,
de entristecer al diay mancharla luz; y solo cuando que serhumildes,pues humildemente somos engendra
dos y pobremente nacemos? Muriendo vivimos, y vivi
cae en lluvia sobre la tierra es de provecho. No hay llu
mos en muerte, en horror, miseria y forzoso desprecio.
via que tanto fertilice la virtud con el deseirgaño y el
escarmiento, como los soberbios cuando caen derra El soberbio lo es porque sale de sí; el remedio es
mados de las nubes adonde subieron. Con propiedad es volverá sí mismo. Dice Dios «que aprendamos del,
porque es humilde y manso de corazón». Pues si Dios
el oro jeroglífico destos tales desvanecidos y presuntuo
se preciado humilde, ¿quién sino el demonio no se pre
sos, siendo la calamita de sus devaneos ; pues siendo el
metal más pesado, cuanto más se extiende, es tan leve,ciará de serlo? Oigamos las palabras de Beda: «Para
que le derrama el aliento del que le mira. que la causa de todas las enfermedades se curase, que
es la soberbia, descendió y fué hecho humilde el Hijo
Misterioiíalla la consideración en que el rayo sea la
de Dios. ¿Por qué, pues, ó hombre, te ensoberbeces,
amenaza de los soberbios : sálenle (2) á recelar las altu
si Dios se humilló por tí? Pudiera ser que te avergon
ras , toca los robres y hayas, y perdona á las legumbres,
ignoradas de su llama en su humildad. Oyen pronunciar zaras de imitar á un hombre humilde; imita puesi
Dios humilde.» Tan venerables son las palabras como
sus enojos á los truenos pálidos los tiranos. Este pues
fuego superior y munición de la ira de Dios, siendo suel autor. Quien desea grandezas y gloria, ¿cuál mayor
que ser imitador, siendo hombre, de quien siendo hom
natural subir violentado, desciende para derribar al que
bre y Dios fué humilde? Toda (o) tu ansia es bienaven
siendo la misma bajeza, se violenta para subir. ¡ Oh ir
turanza , toda tu ansia es prosperidad , toda tu ansia es
racional frenesí del soberbio, siendo cristiano, quesepa
alteza. Preguntas qué es alteza, prosperidad y hiena-
que solo se exalta el que se humilla, y que se humilla^
venturanza: pregúntalo á Dios, que es todo eso. No
el que se exalta ; y para conseguir lo que desea trueque
los medios! Si el hombre no saliese fuera de sí, no se seas imitador de Pilátos, que preguntó á Cristo nuestro
Señor : «¿Qué es verdad ?» Y no aguardó la respuesta
ria soberbio ; porque dentro de si y en sí propio no tiene
cosa alguna que no le predique la humildad. Ella es la que á tí te ha dado, diciendo: «Yo soy camino, verdad
peor de las locuras, pues con blasfemia linajuda se ca y vida ; aprended de mí, que soy humilde y manso de
lifica la soberbia, probando que deciendedel cielo : macorazón.» Peor serás que Pilátos, (6) que él preguntó
la casta, decender derribada de tan alto solar; conde qué era verdad y no aguardó la respuesta ; tú la oyes j la
nado blasón es nacer (3) ángel para ser demonio; des huyes. El dice que «aquel será mayor en su reino, que
cender del cielo para poblar el infierno. No son bue fuere como el más chico». Persuádete que no tienes
nos serafines antepasados; que desde entonces son hoy otro camino para ser grande sino ser pequeño, y pan
verdugos, condenados á los tormentos eternos y á ator ser exaltado sino humillarte ; ni otro despeñadero pan
mentar. Antigua es la descendencia y la más antigua ; abajar precipitado, como subir soberbio ¡siéndolo, eres
empero por eso es señal que luego fué mala, que poco esclavo de la fortuna, que es rueda, y sube para bajar y
fué buena, que adelantó su infamia y sus castigos á to no se detiene en la altura. Vives en el mundo, que es
bola, donde con lúbricos pasos le afirmas en un punto;
dos los otros pecados. Pues si de los ángeles hizo la so
berbia demonios, ¿qué no hará de los hombres que de- vives tiempo fugitivo, que ni para ni tropieza ni vuelve
atrás; vives ceniza y salud enferma, y muerte que elpn-
11a se dejan poseer? Ella parece diligente y solícita : á
esto persuaden las continuas peregrinaciones de su de mer dia empezó, y cada día es más muerto, y el postrero
vaneo, las grandes jornadas de su locura. Empero bien lo acaba de ser : de tal naturaleza son los que te desva
considerado con la obra, es el pecado más perezoso de necen, de tal condición las cosas por que soberbióte
todos, tullido en el ocio infame del amor propio, de encumbras. Si perseveras, bien te puede parecer eres
donde no se mueve hacia el prójimo y se olvida de Dios,más que todos ; mas es tan imposible serlo, como dejar
siempre rellanada en la propia estimación. Es pensa de ser menos, pues á todos los soberbios les promete
miento de Carolo Babilio Samarobrino, libro de Seplem Dios por Ezequiel el caor de cabeza. E ¿las son las pala-
AVARICIA.
CUARTA PESTE DEL MUNDO (a).
Ya que la avaricia con su caudal á nadie socorre, vidia.» Véisla peste de todos cuatro costado?, que no
socorrámosla todos con nuestro advertimiento ; si bien solamente es la cuarta, sino todas cuatro. t
es su condición tan dañada, que no socorre por no di Yo conocí un avariento; perdonóle el nombre, por
minuirlo que la sobra, ni quiere ser socorrida por no que le conocieron otros muchos. Tenia cuatro mil
obligarse á socorrer. Reciba (3) ( pues es lisonja á su ducados de renta, y más de treinta mil á ganancias
condición) la enseñanza por penitencia si no la lograre, forzosas y seguras en el logro, no en la conciencia.
ó por losjo si la obedeciere. No doy al avaro este cono Su vestido era tal, que autes obligaba á los que no
cimiento porque me dé de loque tiene, sino porque (7) lo conocían á darle limosna que á pedírsela. Los
tenga él las riquezas que le tienen á él. pobres antes le temían que le demandaban. No tenia
Escribo última peste la avaricia, no porque siempre criado ui criada, ni gastaba otra luz que la del día,
es la última, sino porque las más veces la preceden las porque el sol se la daba de balde. Acostábase do
tres. Muchas veces nace de la avaricia la soberbia y la memoria ; comía de lo más barato que hallaba (8)
iavidia y la ingratitud, y de cualquiera dellas las otras, en el público aderezado. Tenia un sobrino solo, y por
yeo cada una las padece el apestado. Todas son recí no sustentarle, ó él, amedrentado el estómago de su
procas y contagio pariente, que raramente se apartan. sustento, servia á un oficial. Vile enfermo algunas
No dejan salud en el alma donde entran, ni seguridad veces,, y uo se curaba con otra cosa sino con la cuen
en el cuerpo de que.se apoderan. Con las medicinas ta que hacia de lo que ahorraba en no llamar mé-
suelen alimentar y crecer su veneno : por esto son gra dico ni pagar barbero ni botica. Supe todas estas
vemente peligrosas. Sigamos en su definición la escuela particularidades porque todo el tiempo que estudié ,
escolástica, y oigamos la del doctor (4) angélico santo me pagaba por libranza de mis padres seiscientos ;
Tomás (5) : «Avaricia es desordenado amor de tener. ducados. Ahora con la consideración haré que esto
La avaricia propiamente siempre es pecado ; es pecado cuento sea doctrina á propósito. Dijole en mi presen
espiritual. La avaricia, según que se opone á la justicia cia un doctor de la universidad que ¿cómo un hom
deste modo, de su género es pecado mortal; es medio bre tan bien nacido y rico andaba tan bajamente
entre k>« pecados puramente espirituales y los pina vestido, y sin un criado ó criada siquiera, y no se
mente carnales ; es contra Dios , contra sí y contra el sustentaba aun como mendigo, y consentía que un
prójimo. No tiene amistad con nada ni con nadie, pues solo sobrino que tenia, sirviese? Y respondió que él
ui la tiene con Dios, ni consigo, ni con el prójimo. no era vanaglorioso ni soberbio, de que daba muchas
E.- el vicio que entre lodos se precia más de ser mnl- gracias á Dios, pues le inclinaba á modestia y hu
qui-ti^pues tiene ofendido á Dios, quejoso ni prójimo mildad; (9) que en cuanto á no tener criado, le era
y asi mismo. Siendo contra Dios, es soberbia; siendo ocasión de no vivir como poltrón sin ejercicio, y que
conlra ¡i, (6) ingratitud ; siendo contra el p'rójiuio, ¡li procuraba excusarse de gobernar gente no conocida,
puesto que sus ocupaciones eran tan poras, que asis
tiendo á ellas le sobiaba el ocio; que él aborrecía la
ta Estrilo es la primavera de 1636.
tSi pin en lisonja a su condición), (F. S.)
t* iofel I. B. F.) (7) le conoeian (S.)
5 1, % qiaesl. 110, d. 1 : (S) en público <¡d.)
$j es iacraiilud ; t&j (9j y cu cuanto \,¡d.)
Ví-ii. /
130 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
golosina y la glotonería ; qne su natural tenia la salud prójimo?. El es causa de sus mismas miserias, por
en la dieta y templanza ; que á su sobrino no le tenia que las riquezas que junta le irritan y no le hartan.
en casa, porque con el servir aprendiese humildad Es todo contrariedad, siempre está diciendo verdad
y obediencia y virtud, y no se entregase al perdi y mentira con unas propias palabras. Si le piden
miento de costumbres, viéndose herederg y con abun limosna ó prestado, dice : «No tengo ; u y siendo men
dancia de lo necesario, y esperanza de caudal para j tira , porque tiene, es verdad que no tiene para ha
lo supérduo. Considerad á este avariento haciendo I cer buenas obras; es verdad, porque él no tiene la
salud todas sus pestes, y virtudes todos sus pecados, hacienda, sino la hacienda á él. Y seria lo propio decir
y disculpándose con sus culpas. el avaro que él tiene el tesoro, que si el preso dijese
Murió este avariento, que habia vivido contra Dios, que él tiene á la cárcel. Estos en adquirir riquezas
contra sí y contra el prójimo, sin Dios y sin el pióji- j son como el que bebiese agua salada para matar la
mo y sin sí propio. Heredóle quien le hizo el testa sed. Su ansia es adquirir, y jamás tienen contento
mento que no quiso hacer ; dejó la hacienda que solo adquiriendo, porque aunque la fortuna no los'aOija
tuvo para dejarla, pues no se conoció que era suya con negarles ni quitarles lo que codician, es su alu
en otra acción, ni que la tenia, sino cuando ella no cio n cualquiera cosa que no adquieren. No quieren
le tuvo á él. Condenación es hecha por el Espíritu mucho, sino todo. No solo quieren tener, sino que
Sanio con estas palabras : « Hay otro mal que jo vi nadie tenga. Por eso en la Autentica (3) , Ut judias,
debajo del sol , y de verdad es frecuente á los hum % in fin., colurn. 2, (4) se lee : aLa avaricia es raiz de
ores : el varón á quien^lió riquezas Dios, y caudal y lodos los males ó madre.» Y por sediciosa y malhe
honra, y no le falta para su vida nada de lo que desea ; chora, dice la ley Sí quis in suo (C. de ¡nnof/k.
y no lo da Dios poder para que de sus tesoros coma, testaryent.) : «Hase de herir á la avaricia con legítimos
antes el hombre extraño se lo tragará todo : esla es golpes;» quiere decir, con heridas en la raiz de su
vanidad y miseria grande. » Ejecutóse esla sentencia maldad. Bien obedeció esta ley el pueblo de Grecia,
con todas sus clausulasen el avaro que referí, pues cuando oyendo una tragedia de Eurípides, presente
tuvo muoha hacienda, y della no comió nada, y se la el mismo poeta", y hablando en ella un personaje lla
comió toda el extraño. mado Bellerofontes, recitó estas palabras, precián
La avaricia es gravísimo pecado, es idolatría. « Ser dose de avaro:
vidumbre de los ídolos,» (1) le llama el Apóstol. A «Consiento que me llamen pésimo, como me (5)
esto añade ser el disparate de todos los pecados. To llamen rico. Todos preguntamos si uno es rico, no
dos solicitan los objetos de su apetito para gozarlos ; si es bueno. No por qué ni de dónde., sino qué tanla
esta los codicia para no gozarlos. Su fin es tener, no hacienda tiene solamente. En todas paites lanío fué
por tener, sino porque otros no tengan. Al avaro tanto uno cuanto tuvo. ¿Pregúntasme qué es malo teuer!
■ le falta lo que tiene como lo que no tiene. Gasta su nada. O deseo morir pobre ó vivir rico. Bien mue
vida en juntar hacienda, y no gasta un cuarto en man re el que muere ganando algo. El dinero es grande
tener su vida. Adquiere sin saber para quién, y sa bien del género-humano, á quien no puede ser igual
biendo que no es para él. Tiene frió y no se abriga, el deleite de la madre ni de los blandos hijuelos, no
tiene hambre y no come, tiene enfermedad y no se el padre sagrado cotí méritos. Si cosa tan dulce res
cura, tiene hijos y no los asiste, tiene mujer y la des plandece en la cara de Venus, con razón inclina á
ampara. Adquiere oro para ser pobre, no para ser si los amores de los dioses y de los hombres.»
Tico. No vive para, si ni para nadie. Guarda lo que Recitó aquel representante en estas palabras todos
tiene, tanto de sí como de todos. Junta en sus te los requiebros que el avaro dice al dinero; y como
soros deseos de su muerte , no socorros de su vida. el pueblo vio alabar tanto la avaricia, amotinado se
Niégase á sí propio lo que niega al pobre y al amigo. levantó para castigar los versos* y al autor. Empero
No saben su cuerpo ni su alma nada de sus riquezas, levantándose Eurípides, los pidió que oyesen la tra
ni las goza ai las lleva ni las deja, porque las más gedia toda , y que si aquel amante del oro no tu
veces se las quitan. Ni el avaro estima su vida, ni viese el mal fin que merecía , que le castigasen.
cree su muerte. Es el avaro invidipso de sí mismo, Sosegóse el pueblo, y al cabo padecía el avariento,
nueva y perversa invención de invidioso. No hace que allí se llamaba Bellerofontes, los castigos que
cosa buena sino cuando se muere. Vive en tal mi su avaricia merecía. Todo este .lugar es dé nuestro
seria, que quien lo descare trabajos, le deseará que Séneca, epíst. cxv. Mirad cuan aborrecido vicio es,
viva. No crió Dios criatura tan vil, ni produjo la que aun sus alabanzas en el teatro, no solo no lis
' naturaleza sabandija tan abatida. No crió animal que consintió el pueblo, sino que ofendidas las orejas, se
no fuese bueno para algo y para otros, y para quien no convocó á castigarlas.
criase muchas cosas buenas. Solo el avaro ni es bueno Muchas veces he considerado qué parte del hombre
para si ni para otro, ni para nadie ni para nada. El persuade al avariento á no gastar consigo mismo lo
es el (2) monstro de todas las criaturas. Tiene "un ser que tiene. No se lo persuade la razón, que le consti
tan inútil, que solo es útil en dejando de ser. Nace tuye en ser .racional, por ser cosa contra razón: no la
contra sí mismo y contra todos. Aborrécese á sí, y parte animal, porque esa es.toda atenta á su comodi
quiere todas las cosas para que le hagan aborrecible dad y regalo ; no sus miembros , porqué si padecen
de todos. A todos parece hombre, sino es á sí propio,
pues no se trata como tal, ni á los oíros conoce por
(3) se lee: ut jodieei Z. D. F.)
ti) b (/. s.) (4) «La avaricia [Id.)
ft) aOMltu» ifi. F, i.) [S¡ llaman M-!
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. i 31
frió desean abrigo ; si hambre, mantenimiento; si en miento y la gracia, (I) y demonio y infierno. Literal-
fermedad, remedio; si trabajo, descanso; si desvelo, ! mente entiendo deste lugar, que abren la boca á la
sueño. No se lo persuaden sus amigos, pues le abor mano de Dios y juntamente el corazón á Satanás.
recen por avariento. No los que son sus enemigos, Licuado liemos al fin infame qne la avaricia dispo
pues lo son porque lo es. Esto me persuade que es ne á los que se dejan poseer de su tiranía, y á los
castigo de Dios, y de los mayores que en esle inundo bienes y dineros que adquieren con la usura de la san
ejecuta, por la dolnrosa miseria con que aflige, y por gre inocente. (Matth., 27): «Entonces viendo Judas,
que dispone al avariento á obstinación ; pues si ad que le entregó, que le habían condenado, movido de
quiere siempre, siempre quiere adquirir; si le qui penitencia volvió los treinta dineros de plata á los
tan algo, se enfurece por desquitarlo ; si le dan lo que príncipes de los sacerdotes y álos ancianos del pueblo,
codicia, es lo propio que echar leña seca en el fuego, diciendo : Pequé entregando la sangre inocente y jus
que le hace más animoso; si le piden, piensa que se ta. Ellos respondieron : ¿Qué nos importa á nosotros?
da lo que tiene negándolo al menesteroso. Judas ve Mirároslo tú. Y arrojando las monedas eu el templo,
rifica mi discurso : fué apóstol de Cristo ; y siendo se fué y se ahorcó de un lazo.»
apóstol, porque fué avaro fué traidor, fué impeniten El doctísimo cardenal Cayetano sobre este capítulo
te, y se ahorcó. Cuando el sagrado Evangelista dice dice «que esta penitencia de Juilas fué penitencia
quién era, le llama «ladrón y robador, que traia bol del ánimo humano sin gracia de Dios, cuanto mayor
sas y se lleva lo que dan». Que el avaro sea ladrón, más peligrosa; porque la abundancia de la tristeza
se prueba con testigos que no pueden ser recusados : anega al hombre é induce desesperación. Este fin pro
el primero es el mismo avariento que depone, que se bó que era tal la penitencia de Judas (o).» Doclísima-
hurla á si propio lo que tiene; el segundo el prójimo, mente condena el eruditísimo cardenal de San Sixto
é quien hurta lo que le quila, y si es pobre, lo que las blasfemias del terco Calvino, en las heréticas con
le debe ; el tercero es el mismo Dios, pues se le queda sideraciones que hace sobre estas palabras y acciones
con todos los bienes que le da, y se los niega en los de Júdus, llamando arrepentimiento verdadero el suyo
pobres y en la satisfacción , y en sí y en los otros. Veis en la penitencia y en la confesión de su pecado y ser
aquí al avariento, en el oficio, dicipulo de Judas. La Cristo justo, y restituyendo el precio de la traición.
condición del avariento se emplea en dos cosas solas : Ydoclísimamente le castiga con sus respuestas Ti tel
en pegarle que den á otros y no á él, ; en pedir que le ina n en su libro contra este blasfemo.
den. E--U mbrna fué la condición ¿le Judas. Tuvo gran Este avaro fué tan malo, que su arrepentimiento es
dolor del ungüento que la Magdalena dio i los pies de el castigo do su pecado, en que él propio fué delin
Cristo, y cuando le vendió pidió que le diesen : «¿Qué cuente, juez y verdugo. Es la suya penitencia, mas
meqnereis dar, y yo le entregaré á vosotros?» Sa sin gracia de Dios ; es inundación de tristeza, que aho
biendo qne vendía la cosa más preciosa de la tierra y ga á los que le imitan ; no arrepentimiento que los en
del cielo, no señaló lo que quería que le diesen ; solo mienda. Sus logros son de sangre inocente ; véndenla
dijo que le dijesen lo qne por ella le querían dar : por por cualquiera precio, y juntan el dinero para arrojarle;
que el avariento solo estima que le den, no otra cosa précianse de padres de la ganancia, y mueren hijos
ninguna. No se gobierna por mucho ni por poco, pues de la perdición. Al avariento Judas le llamó Cristo hijo
es tan avaro por poco como por mucho. Sí estimara de (2) la perdición.
alguna otra cosa fuera del recebir, luego se corrigie El avariento no deja lo que junta ; él mismo lo ar
ra, porque topara con su alma y con su conciencia sin roja. No hay fariseo ni mal ministro que no tenga asco
salir de sí, y cou su cuerpo, y con la ley natural y la de recibir el dinero de sus manos. (3) Muere levan
civil y la de las gentes y la de Dios. DiéVonle treinta tado del suelo, de donde nunca se levantó el espíritu
dineros ; recibiólos ; y para la traición dio por seña del avariento. ¡Cuál destos no muere en el lazo con
que daría un beso á Cristo. ¡Extraña cosa parece que que la avaricia le tiene mientras vive, y le ahoga cuan
el avariento dé por seña el dar aunque sea un beso! do mucre!
Igualmente dio con este beso á conocer quién era Cris Verifiquemos en Judas el fin de la hacienda del ava
to j quién el avariento. No se lee que otra persona be ro. No-la tomaron del ; no quisieron, siendo 1os sacri
sase en la cara á Cristo sino Judas, ni que otro me legos compradores de su execrable venta, profanar con
tiese con él la mano en el plato. El avariento vende tales monedas el tesoro y caja del depósito del templo.
al que besa, y adquiere dinero con lo que da ; y sí Compraron una heredad para sepultura de los pere
puede tomar, no aguarda á que lo den. Deste fin se ori grinos.
ginaron estas dos acciones singulares de Judas. Én Veis cumplido á la letra el lugar del Ecclesiástieoqae
tresele Satanás en el corazou ; que el uvuro, por rece recité, donde hablando del avaro y de sus castigos, y
bir, recibe á Satanás. del fin (4) del , de sus bienes , dice en medio del lugar :
¿Queréis ver cuan snmnmcnte perverso es el ava
riento? Pues atended á que luego que recibió do la (1) el demonio í ¡ndprno (S.)
mano de Cristo el regalo en la cena, al instante reci (a) Víase Evangtliacum Vammentirüt ftevtrtnitissim} Domini
bió i Satanás en su alma : a Y como mojase el pan, se T/wmtic ie i'io l.metiini , Cariinalis Sancli Xitli , i* aualacr
Eeangelia el Acia Apotíalontm ai Graecarum codician vertíala»
le dio á Judas Simón Iscariote; y después de la sopa caslitjata , ai scusum quem tocaní Lileralem commeatarü : aun
Satanás entró en él. » (Matth. , 26.) El avariento, tras los iniíalius oportuuls , líceens jn lucen cditi. Paruiit. Apui l'once-
bienes y caricias que recibe de Dios, recibe á Satanás lum le freult. 1 J43.
por recebir de todos y de lodo. Mirad lo que junta en (ii perdición. (S.)
(3) Muere, levanta del(Z. D.)
su corazón : disposición halagüeña para el arrepentí- (i, de tus bienes, (S.)
J32 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
a Y no le da Dios poder para qnc de sus tesoros coma ; los justos conseguían aquella quietud.» Estas son pala
antes el hombre extraño se lo tragará todo.» bras de Cayetano en este capítulo.
Veis aquí lodo el dinero del logro de Judas empleado «Y él mismo llamando, dijo : Padre Abraham, ten
en sepulturas de peregrinos, que son los que más pro misericordia de mi, y envíame á Lázaro, para que mo
piamente se llaman extraños. jando en agua la punta de su dedo, refrigere mi lengua,
Ya liemos discurrido por las costumbres y el fin de porque soy atormentado en la llama.» ¿Veis que en el
los avariento? en esta vida , y de sus caudales y hacien infierno el avariento se atormenta con serlo por haberlo
das. Discurramos del avariento en los infiernos, y de sido, y que guarda en la sepultura del infierno consigo
su dañada condición en la otra vida. Para salir bien de para su tormento, su condición? Condenado está, y está
todo conviene no salir del Evangelio sacrosanto. pidiendo; pide, no una cosa, sino tres : que tenga
Lucae, 16 : «Había un hombre poderoso que se ves Abraham del misericordia, que envié á Lázaro, y que
tía de preciosas ropas, y cada día banqueteaba esplén Lázaro le refrigere la lengua, mojando la extremidad
didamente ; y babia un mendigo, cuyo nombre era Lá de su dedo en agua. ¿Queréis ver que su avaricia es su
zaro, que yacía lleno de llagas á sus puertas, deseando tormento? El pide que le envíen al que arrojó de su
hartarse de las migajas de pan que se caian de la mesa mesa ; pide una gota de agua al que negó una migaja
del rico, y ninguno le socorría.» de pan ; pide que eu su favor extienda un dedo aquel á
A las puertas del rico avariento y glotón siempre es quien con desprecio, pidiendo, le cerró toda su mano.
desprecio de sus umbrales el pobre , á quien no solo Cierto es que todo él padecía, y solo pide refrigerio para
niega su mesa lo que tiene, sino lo que se le cae. No su lengua, porque por su glotonería y satisfacer su gar
hubiera pobre sin socorro, si no hubiera avariento sin ganta con el sabor de su lengua había sido avariento;
caridad. y aun condenado, trata de refrigerarla solamente. Pa
«Empero venian los perros, y lamíanle las llagas.» dezca la lengua del avariento, que estando en boca ra
Veis aquí los perros curando las llagas del pobre, y al cional, no aprendió de las lenguas de sus perroscuando
rico acrecentándoselas. Veis aquí á Lázaro que convida los vio lamer las llagas de Lázaro.
á sus llagas á los perros, y al rico que le niega de su Mostróse este avariento inficionado de todas cuatro
mesa las migajas que da á sus perros. ¡Considerad pestes. Del desprecio, ya se vio el que hizo de Lázaro.
cuánto peor y más rabiosa es la hambre avarienta que De la invídia, digalo el Santo palabra de o ro, ser ni . cxxu :
la hambre canina! « Envíame á Lázaro. ¿Adonde? ¿Al infierno, del seno;
«Sucedió que murió el mendigo y fué llevado por del solio sublime, aLpáos ; de la quietud santa , á los la
los ángeles al seno de Abraham. Murió el rico y fué se- mentos de las penas? A lo que me parece, (4) lo que
ptilladoenel infierno; empero levantandosus ojos, como hace este rico no es del nuevo dolor, sino de la invidía
estuviese en tormentos, vio desde muy lejos á Abraham antigua; y con ella se enciende más que con el fuego.
y á Lázaro en su seno.» — Dice «que murió el pobre»; (5) Esles á estos grande mal , esles incendio insufri
y habiendo sido sepultado, lo que es cierto, no dice que ble (6) ver dichosos á los que un tiempo despreciaron.
fué sepultado, sino llevado por los ángeles al seno de Aun poseyéndole la pena, no deja la malicia al rico; que
Abraham, porque el justo que se salva nace en la sepul no dice que le lleven adonde está Lázaro, sino que en
tura á vida sin muerte, donde la muerte corporal lesirve víen á Lázaro adonde él está.» No pide que él sea lle
de partera á eterna vida. — Dice que « murió el rico y (1 ) vado adonde está Lázaro en descanso; pide que Lázaro
que fué sepultado en los infiernos » ; y no dice que fué baje del descanso á sus penas, por quitarle el gozo que
sepultado en la tierra, porque el sepulcro del que muere le envidia. En el infierno está el rico avariento, y aun
para morir para siempre, es el infierno. Y es de notar quiere que le venga á servir el pobre desde la gloria.
que del avariento no solóse dice que está en él como Esta soberbia es.
los olios , sino sepultado en él : esta consideración me Tuvo de Abraham respuesta, mas no consuelo : « Tú
persuadió á no seguir la diferente puntuación que hace recebiste tus bienes » (quiere decir, los que tuviste por
el cardenal Cayetano, poniendo el punto detrás del «fué bienes, que fueron las riquezas y el poderío, la pompa
entenado», y empezando cláusula (2) desde la palabra y la golosina ; y agora padeces los males que no temis-
«en el infierno».— «Levantó los ojos como estuviese en tes).» Lázaro recibió y padeció males» (quiere decir,
tormentos.» Cuando vivia jamás levantó los ojos al cie los que el mundo juzga por.tales en la pobreza y des
lo ni los apartó de la miseria de la tierra; y cuando está precio, siendo bienes en el mérito).
sepultado en el infierno y padeciendo sus tormentos, los Viendo que se le negaba el enviársele, prosigue, por
levanta al cielo. Todo lo hacen al revés y tarde los ava sacarle de la quietud en que está, diciendo : «Ruégate,
rientos. Cuando estaba en este mundo, no veia aun en Padre, que le envíes á la casa demi padre, porque tengo
sí mismo (que nada pue.le ser más cerca) su naturale cinco bei manos, para que los testifique este suceso y
za , ni las llagas (3) y hambre y miseria de su prójimo, no vengan í este lugar de tormentos.» Llama á Abra
que quiere decir cercano; y en el infierno ve de lejos y ham padre, y dice que envíe á Lázaro en casa de (7) su
conoce a Abraham y á Lázaro en su seno. Quien no ve padre. Para pedir tiene muchos padres quien para dar
vivo por faltarle la caridad, para mayor pena ve con la no tuvo ni conoció hermano. Toda esta petición fué va
invídia muerto y condenado. « Entonces el seno de nidad y soberbia é invídia. No dice que le envió á pre
Abraham era el limbo de los padres, porque por el mé dicar ú todos, sino á los suyos y á sus hermanos : es
rito de Jesucristo, que primero se prometió á Abraham,
(t\ que liare (Z. B. F.\
H) fué (S.) ¡5) Esles á esius grande mal el incendio insufrible, ver (U.)
(2 1 desde las palabras (U.) (6) de ver ¡S.)
(3) ni la hambre (¡i.) (7) sus padrea. Jd.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. i 33
ruego de interés, no de caridad. No lo pide porque sus un dedo. Pidió tan escasamente como si (S) pidiera á
hermanos se salven, sino porque con ellos solos, por ser sí, que menos que esto negó á Lázaro; todo con infernal
sus hermanos, se haga lo queá otros no se concede. En malicia, para disimular con esta humilde petición la
el condenado ni puede caber piedad ni caridad, ni que luego hizo de pedir como avariento tau gran cosa
otra cosa que condenación obstinada. Según esto, no como la resurrección de un difunto.
deseaba estorbar su venida á sus tormentos por virtud Desto nace la consideración segunda : ¿Por qué pidió
ni amor : luego puede colegirse que, de avariento, aun que Lázaro fuese á la casa de su padre á .decir á sus
do quería que participasen de sus tormentos. hermanos su condenación, y no pidió que le enviase &
« Respondióle Abraham : Tienen á Moisés y á los pro él, para que (6) la viesen en él, puesto que la vista se
fetas; óiganlos. Mas él respondió: No, padre Abraham; juzga por más eficaz que el nido? No quería, no, el ava
empero si alguno de los muertos se les apareciere, ha riento la conversión de sus hermanos : quería que Lá
rán penitencia.» No consta claramente si esta fué pa zaro, como fué despreciado en su casa, jio fuese creído
rábola ó historia. San Lúeas no la da nombre de pará en la de su padre ; quería que á su padre y hermanos
bola, y el nombre de Lázaro la muestra historia. Yo por fuese aborrecible por el espanto, como á él lo fué por la
historia la tengo, persuadido destas razones y de la au pobreza ; quería que se lograse contra Lázaro la pon
toridad de san Juan Crisóstomo (oración De adversa zoña que tenia en su seno, y que Lázaro dejase de gozar
valetudine, digamos De la enfermedad), hablando de de la quietud del seno en que estaba : su tema es sa
Lázaro, a Era de los que fueron antes de la gracia ;» pa carle del seno de Abraham , ya que echándole de los
labras que certifican historia. Y del texto se colige que umbrales de su puerta, fué ocasión deque Abraliamlo
fué realmente en este tiempo, pues dice : «Tienen á recibiese en su seno. Veis aquí las pretensiones del ava
(I) Moisen y á los profetas ; » tiempo antes de la gracia ; riento, aun sepultado en los infiernos. Si algo preten
y de que se colige que Moisen vivia en aquel tiempo, den, esquitar el descanso á los que vivos negaron el
pues si fuera muerto, no respondiera el avariento que socorro. No hallamos escrita la obstinación y perfidia,
no creerían sino á un muerto. hasta en los infiernas, de otro pecador que del rico ava
Pasemos á la consideración, y aprendamos de Cristo á riento, teniéndola todos.
referir las historias para el ejemplo y el escarmiento. En No envió Abraham á Lázaro, como el avaro lo pedía.
las del mundo el pobre es á quien se llama aun vulgar Empero Cristo, que refirió esta historia para desenga
mente quídam pauper, «cierto pobre.» La lisonja no le ñar á los hombres de que no creyendo á los profetas ni
halla nombre, cuando al rico le da su nombre y (2) so á los vivos, ni á él, que era hombre y Dios, menos cree
brenombres, y le carga de «peludos y blasones y des rían á los muertos, resucitó con el mismo nombre de
cendencias. En la boca de Cristo es todo esto al revés : el Lázaro al hermano de Marta y María. ¿Qué resultó des-
pobre tiene su nombre, y el rico es quídam díves, «cier tedifunto resucitado ?Dícelo el Evangelio, Joann., 12:
to rico;» porque Cristo Jesús es vida, y en el libro de la «Determinaron entre sí los principes de los sacerdotes
vida se escriben los nombres de los justos. Asi lo dice que matasen á Lázaro, porque por él muchos de los ju
el Espíritu Santo. díos se apartaban y creían en Jesús.» San Pedro Crisó-
(3) Advertid la desvergonzada presunción y soberbia logo(7) en estas palabras, sermón lxvi, dice : «No
deste avariento, que habiendo él muerto de hambre á quieren que les cuenten lo que vieron aquellos, que lo
Lázaro (cuando le pedia sus migajas de pan para vivir, que oyeron no quisieron creer. Sabemos que está apa
con ellas), ahora muerto y en los infiernos, osa pedir que rejada vida para los buenos y tormentos para los ma
á su instancia y por el servicio de su casa y familia re los; empero, mientras captivos de los vicios no quere
sucite : quiere que Abraham resucite con milagro por mos que se llegue el tiempo, fingimos ignorarlo que
su mandado al que él mató con avaricia por su iniqui sabemos, y no queremos que venga del infierno quien
dad. Considerad su hinchada locura, que se arroja ú en nos diga lo que hay después de la muerte ; pues vinien
señar á Abraham, diciéndole que no es eficaz el medio do Cristo del cíelo y volviendo del infierno, enseñó con
que él da de que oigan i Moisen y & los profetas, y le la palabra y afirmó con el ejemplo lo que está preveni
pretende enseñar el modo, diciéndole que si alguno de do ú los justos en el ciclo y á los impíos en el abismo.
los muertos se les apareciere, harán penitencia. Mas por ventura no creemos estas cosas, ni queremos
Dos cosas se me ofrecen dignas de consideración. La que Cristo venga, porque no queremos que el mundo
primera : ¿Por qué este avariento pidió que Lázaro mo pase; antes no porque no queremos que el mundo
jase, para refrigerarle la lengua, la última extremidad pase , sino porque nos pesa que nuestros vicios pasen.
de la punta de un dedo, y no que mojase la mano y le re Cristo vino, no por ahuyentar la vida, sino la muerte;
frescase? pues á tan grande ardor como padecía, no revocar el mundo, no quitarle ; destruir los vicios , no
fueran beneficio los golfos del mar. Realmente los ava su criatura.»
rientos, vivos y muertos, siempre buscan y piden lo que ¿En cuál filósofo se pudo hallar rastro de tan alta
no los puede aprovechar : lo otro, (4) aun duraba en doctrina? No niego empero que alcanzaron y rastrearon
su lengua y estómago y corazón el asco de las llagas algo de la miseria y peste mortal deste mal vicio, lo que
de Lázaro, y por eso con melindre condenado pide que ingeniosamente enseñaron con la fábula de Midas, rey
le toque con la menor parte que pudiere de un dedo de Frigia, hijo de Gordio. Fingen moralmente que co
suyo lá lengua. Pidió nna gota de agua y una punta de mo hospedase á Baco, y él le dijnpe que pidiese lo que
gustase, y Midas fuese avaro insaciable úe dinero, le
(I) Hoysés (tiempre la edicto* de Sancha.)
f?i sobrenombre (S.) (5) se pidiera (S.)
-3 1 Advertir (írf.i (6) la viese l. JJ.I— le viesen (S.)
(4) que aso duraba {Id.) (71 sobre eslas (S.)
134 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
pidió que le fuese concedido que cuanto tocase se le de quien el Evangelio dice que fué sepultado en los in
volviese en oro. Buco se lo concedió. El luego tocó su fiernos. ¡Cuánto peores avaros son estos, que no solo
casa y todas sus murallas de la ciudad, gozoso do verse no los dan algo, sino que los quitan á los pobres lo qne
aumentado en tan inmensa copia de oro. Empero como, tienen ! Consideración es esta de san Juan Crisóstomo,
obligado de la sed y de la hambre, fuese á beber y co Oratione de Avaritia : «Si Lázaro, no habiendo reci
mer, y viese que en tocando el agua ó el vino se le vol bido del rico alguna injuria, solo porque no le había
vía en metal, y la comida se le cuajaba en oro, pereda dejado gozar de lo que tenia, le fué acérrimo fiscal,
do rica muerto y de hambre y sed preciosas, empero ¿de cuál defensa se valdrán aquellos que después do
mortales. Fábula fué esta en la narración; (1) historia negarles lo que tienen, les quitan lo que ellos tienen?»
es en los sucesos. ¿Cuántos son aquellos que porque Bien claramente enseña el gran Padre cuánto peores
todose les vuelva oro no comen ni beben ni viven? Don avaros son estos que quitan á los pobres y los afligen,
de Baco, dios falso de la embriaguez y glotonería , fué el que aquellos que solo les niegan algo de lo que tienen.
de Midas. Midas fué (2) el que insta contra si, como lo son Aquellos para tan grande robo y tan enorme delito so
todos los avarientos. Este fué el que juzgó tan mal en confian en sus riquezas, y desprecian la misericordia
la conlionda de Pan y de Apolo, que en castigo Apolo le de los pobres. Por esto el propio santo, Boca de oro, los
disfamó con orejas de asno. Pena.es que padecen los ava fulmina con estas palabras temerosas y ardientes, y
rientos, porque oyen con bestialidad y no les agrada la porque no se desentiendan, habla con ellos, ubisupra:
voz del cielo. Sus orejas son de asno y sus espaldas, «Tenéis vosotras poder, riquezas y dinero; empero
pues cargados de oro, le padecen peso y no fe gozan tienen ellos las armas más fuertes, gemidos y lamenta
caudal. . ciones, y el mismo padecer injuria, con que atraen el
No ignoraron que los avarientos morían ahorcados, socorro del cielo. Estas armas asuelan las casas, derri
y quo su postrera enfermedad era el lazo. Algo dijo ban los fundamentos, arruinan las ciudades, y con ave
aquel epigrama del avaro que en un escondrijo guardó nidas han trastornado todas las naciones. Tanto muestra
gran suma de oro ; y yendo otro avariento á ahorcarse Dios su providencia en favor de los que son ofendidos.»
con una soga porque le faltaba el oro, y parecíéndole Estos malditos, que quitan á los pobres para dar a
aquel mismo lugar i propósito para su desesperación, los ricos, no les quitan para dar, sino para quitarse á si
hallando el tesoro que el otro había escondido, dejando loque quitan, y empobrecer con la dádiva necia quien
la soga donde (3) le halló, se fué contento. Vino el que lo enriqueció con el robo sacrilego. No dan al rico, no; la
escondió; y no hallándolo, y hallando la soga, de pena suya no es dádiva, sino anzuelo ; es cautela para que los
se ahorcó con ella. Mirad cuál es la avaricia , que tiene den, es mohatra y usura. Quien da al más rico, más
desesperación y pobreza dichosa, y riqueza y dicha ahor quiere recebir que dar; comprar quiere, mercader es.
cada. Mirad cuál es, que al que trae soga para ahorcar Codicia la poquedad del mendigo, y por eso se la quita ;
se le da el oro, y al que da el oro le da soga con que se codicia la abundancia del poderoso, y dale por engai
ahorque. Escondió el avaro el oro, y estando contento társela. Cúmplese en él la justicia de Dios que le sigue,
de hurtársele él á sí propio y ser ladrón de sí, se ahorcó y empobrece con el rico quien se hizo rico con el po
porque le hurtó el otro avariento lo que él se bahía bre. Tantos avarientos hay destos, que están fuera de
hurtado. Aquel dinero iba oliendo á esparto : al que le nuestra cuenta ; empero tantos como son, uiuguno esti
perdió, la loga (4) lo llevó arrastrando; y el que lo llevó, fuera desle castigo.
llevaba arrastrando la soga, pues merece que lo ahor ¿Queréis ver cuan populoso es este pecado, que por
quen por ladrón, como el otro mereció ahorcarse por él se gobiernan todos los demás? Es tal, que á las mis
avariento. mas pestes las apesta. ¿ Quién no conoce la avaricia de la
No quiero que algunos ricos que dan y gastan, lujuria, que con el interés y por el oro y las galas atro
piensen quo engañan ú la verdad, y que por esta razón pada la honra y la castidad? La avaricia hace mercan
no los condena por avarientos, si bien ellos se agre cía (7) la fe conyugal en el adulterio, la virginidad en
gan (3) al nombre de liberales. Destos hay muchos, y el (8) estrnpo; hace los cuerpos venales en las rame
son de los más perniciosos; descúbrelos y nómbralos, y ras. La soberbia es la más rica tienda de su trato. Por
señala su castigo el Espíritu Santo, (Prov., 22 j: «Quien el poder y el tesoro y el puesto preferido y la opulencia,
calumnia al pobre por aumentar su riqueza, dura á otro la arma contra Dios. La invidía por ella ceba en su pro
más rico que él, y empobrecerá.» pio corazón sus dientes : ella la arma de venenos los
_ Castigo tan grande como justo (6), que el"que se hace ojos, ella se los desvela. La gula aprendió de la ava
rico con los pobrcs.se haga pobre con los ricos; que ricia á no' tener por alimento el qne no es tesoro, ó no
quite al que le falta \o que ha menester, para dar al que le costó. No gusta de lo sabroso si id es caro, no tieno
lo sobra lo que no ha" menester, y no ha menester lo que por comida la que no costó un patrimonio, no mata la
le da. No podia quitar estas máscaras y rebozos otra luz sed con el vino ó agua en el barro, si no la bebe en
que la del Espíritu Santo, que lee lo secreto de los co cristal ó oro, porque tiene asco del vaso que no es joya
razones. Avariento es quien no quitando al pobre nada, ó caudal. Hase pegado este contagio aun á las mismas
no le da de lo que tiene ; y este fué el rico avariento enfermedades, que siendo el desengaño de nuestra mi
seria (por enriquecer, no por curar los malos humo
res), se beben en las pócimas el oro que no se pnededi-
(1) pero historia en los sucesos. (S.)
(íi al que insta (Z. B.) girir, las joyas qué no dan alimento ; siendo asi que ni
P) la (S.)
(4) le |F. S.)
(5) el (S.) (7) de la fe (S.)
(6) es que (W.) (8j e*tuj.:.i; [F. S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 133
cana la dolencia, ni engalanan, ni hacen otro erecto i los avaros atentamente, los que padecéis la enfermedad
jue ibulur con el gasto la vanidad. Si se beben estas gravísima de Judas. Oídme para que huyáis esta pes
cosas por llevarlas en su cuerpo á la sepultura, por más tilencial dolencia ; porque si el que juntamente vivía
ámbar y perlas y esmeraldas y jacintos y oro que junte con Cristo, que oia de Cristo la doctrina que hizo mi
su estómago en las confecciones, será aquella tierra que lagros, deste achaque se precipitó en el profundísimo
toseibriere solamente mina de gusanos y de horror. abismo de los males, más fácilmente os precipitaren
Sí a juntasen los acreedores del hombre en un dia á vosotros, que ni oistes las escrituras y estáis arraigados
«¿rarlo que es suyo, y él blasona por propio, cosas en en las cosas del siglo. Aquel cada dia estaba con el que
fae funda su soberbia y su avaricia, hallariase mucho no tenia adonde reclinar la cabeza, y cada dia era ins
más desnudo que la más humilde bestia y que la más truido con sus palabras y obras, para que no quisiese
imperfecta sabandija. Considérale vestido de púrpura, tener oro ni plata ni dos túnicas; y con todo no pudo ■
pesada y pálida con el oro, granizada de perlas, en reprimirse. ¿Cómo pues esperas, sin gran desvelo y di
cendida en diamantes ; ó pomposo en el lustre de la se ligente cuidado, huir el contagio (4) deste mal? Terri
da, variado de labores: y supon que el animar, cuya ble es cierto, terrible esta bestia; empero si quieres,
sangre es la grana, le pide su veneno, los cerros el oro, facilísimamente podrás asegurarte della. No tiene esta
¡as conchas sus perlas, las minas y pedrizas de Oriente codicia el origen de la naturaleza.»
tus diamantes, los gusanos su mortaja, de que hace ga Por esto es fácil huir la avaricia, porque no se ori
la; las ovejas su lana, los ganados sus pieles; el lino y gina de la naturaleza, y no hay cosa más fácil al hombre
el cáiiamoy otras yerbas sus lienzos, holandas y (i) cam que acomodarse y restituirse á la naturaleza, ni más
bra yes. Fuerza era que el miserable hombre, si volviese descansada, pues cuanto della se aparta se violenta. La
estas cosas á sus dueños, quedase más desnudo que los naturaleza conócese por origen ; y reconoce por parto
erizos y las arañas, á quien ninguna cosa puede pedir suyo á las sierpes y animales más ponzoñosos, empero
parte alguna de su traje, vestido y ornamento. ¿Por no al avariento. Este es contra toda la naturaleza y con
qué pues, 6 avariento, anhelas por tener lo que las tra las naturalezas de todos. Es contra Dios, contra el
cosas más despreciadas del mundo te pueden con razón prójimo y contra sí. A su cuerpo, que se sustenta con
Vfcáir, y de que, como ajenas, no puedes tener alguna las viandas, se las niega por ahorrar; y ásu alma, que
presunción, (2) que las has de dejar, que han de de no come, la ruega con los mantenimientos. Tal se lee en
jarte'? Sois los ricos para los pobres lo que para vosotros el Evangelio, de aquel que se prometía largos años de
las grandes posesiones. Tú eres, si sabes ser rico, he vida, y tratando (5) de deshacer las trojes para hacer
redad del jKibre, como la heredad es. hacienda para tí. las más capaces, murió aquella misma noche.
Dióte Dios los bienes para que los dieses, no para que El avaro aun á sí mismo destruye. El avaro es común
\os Viciescs inútiles. Dios, que te da lo que tienes, te enemigo de todos los hombres y de todos los elemen
pule en «da pobre que le des de lo que le dio ; no por tos. Hace bolsa su alma. Más quisiera al sol de oro para
quitarle lo que te lia dado, sino porque puedas con la acuñarle, que de luz para ver y vivir. Quisiera que el*
caridad merecer que te lo multiplique. Si eres interesa airé lloviera dineros, y no agua ; que los ríos y las'fuen
do, no digo que no lo seas, sino que sepas ser bien inte tes le manaran; que la tierra, como edifica las grandes
resado. Daleí Dios lo que te pide por el pobre, que él estaturas de los montes de peñascos, las (6) compusiera
fe ofrece en lo que te pide ciento por uno. No puede de plata. El avaro se congoja con lá fertilidad de los
haber mayor ganancia ni más cierta. O no quieres la tiempos, y con la abundanciase encoge; y aborrece todas
ganancia, 6 dadas del que la promete ; si no la quieres, las cosasdequenopuedejnntar moneda jyalcontrario,
ya eres pobre; si no la crees, ya eres infiel. ¿Por qué, sufre todas las arrentas, como le ocasionen interés de
ó ao'rUI, con el pensamiento presumes las cosas ma un dinero. Aborrece á todos los hombres, pobres ó
yores, cuando por la fe desesperas de las menores? ricos : los pobres porque no le pidan , los ricos porque
Grandes palabras son las con que san Pedro Crisólogo, no le dan y porque tienen. El se persuade que todo lo
sermón cuní , nos exhorta al desprecio destos bienes que los otros poseen debia ser suyo, y por eso los abor
ensolo el nombre : « ¡ O miserable y dignísimo de toda rece y es aborrecido dellos. (7) Este no sabe qué cosa
infelicidad ; pues dándote un reino, suspiras por un pe- es llenarse; ignora la hartura. Por eso tan miserable es
dazode pan; pues dándote la perpetuidad, lloras por como bienaventurado el que sigue la virtud contraria
■• bebida ; que vistiéndote de inmortalidad, lamentas á su pecado. Discurso es este de San Juan Crisóstomo
por la vestidura del cuerpo! » en la homilía (8) 81, in Matth.
Teófilo Alejandrino compara la avaricia al infierno : Si el desdichado avariento quiere la bienaventuranza
«El infierno no se llena de muertos ; antes cuantos más del que no lo es, los pobres, á quien él aborrece, le
recibe, más desea : imítale la avaricia , que no puede ruegan con ella. Es el pobre la máscara de Dios, con
hartarse, pues cuanto más tiene más desea. p que anda entre nosotros disfrazado : este nombre le da
Crisóslomo alza la voz preciosa, y con boca de oro san Juan Crisóstomo, como lo refiere Damasceno, (Pa-
pronuncia contra los avarientos estas, palabras espan ral., cap. 37). En unos trae por máscaras las llagas, en
tosas para ellos, aun siendo pronunciadas por el metal otros la desnudez, en otros los remiendos, en otros la
que adoran, (homil. (3) 81, ín Matth.): «Oíd esto todos hambre, en otros la enfermedad, en otros la cárcel y
1) caabra;. \l. B. F.) (4) de este mal terrible? Es cierto terrible esta bestia; (F. S.)
8: ,qu* las has de dejar? qné lian de dejarte? ( Tudas las edi- 15. deshacer (2.1
Md.l (6) compusieran [l. B. F.)
13) tt\Ttdtt les ejemplares. — Es la hornilla 80, que otros cs- (7) El do sabe IS.)
'>•» 81, sobre el cap. uvi de sao Mateo.; (8) 18 {Los ejemplares ledos.
136 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
la persecución. No puedes ignorar ya que el pobre es en la cárcel con el preso. Los demás pobres son po
máscara de Cristo ; ni negarlo, pues él dijo en el Evan bres con si solos y por si solos. Jesucristo es pobre
gelio que él tenia sed en el qne la tenia, y hambre y en todos los pobres y por todos los pobres.»
desnudez; que pndecia cárcel él con el preso, y que Quilate, ó avariento, la máscara de tu hipocresía,
estaba enfermo y no le visitaron. y conocerás que cada pobre es máscara de los dis
De aqni el grande Salviano dice, lib. i ad EecL, fraces de Cristo. Aprende á liberal, de las venas de
5 (a) : a Los avarientos replican que no era Cristo Cristo y de su sangre. Dióla á la circuncisión recien
el que tenia hambre y sed.» A que responde: «No nacido, porque se la pidió la ley (siendo sombra), él
solamente afirmo que Cristo es pobre entre los po la luz de la ley de gracia. Pidiósela la congoja en el
bres, sino mucho más pobre que todos los otros; huerto, y sudóla. Pidiéronsela los empellones y caí
forque entre los pobres no es la pobreza igual, por das, y los juncos marinos en la corona, y los golpes
que hay algunos que están desnudos, mas no ham de la caña, los azotes y la columna, los clavos y los
brientos; á otros falta acogida y tienen vestidos : y al golpesde los martillos; á todos la repartió. Y pidién
fin, aunque á algunos falten muchas cosas, á ningu dosela la lanzada después de muerto, cuando la sangre
no le faltan todas. Jesucristo es solo pobre de todo, no corre, dio sangre y agua, y vista al que le dio la
porque él tjene sed con el qne la padece, y hambre herida. Si eres avariento, aprende á ser liberal de la
con el hambriento, está dejando con el desnudo, y sangre de Cristo, pues es el más precioso tesoro; co
nózcale tu sed, y hártese. Enriquécete con lo que da
(a) Mejor habría dicho Qt'EvF.no : «en el cuarto de sus libros
Cmilrn ovaritiam, publicados enn el nombre de Timolheo, j diri quien no empobrece dando, ni se quita nada de lo
gí !us wl Ecctlñam Calholicam.» que dio, ni le hace falta para dar ¿ otro lo mismo.
VIRTÜB MILITANTE
MUERTE.
PRIMERA FANTASMA DE LA VIDA, (a)
POBREZA.
SEGUNDA FANTASMA DE LA VIDA.
k DON ALVARO DE BONSALVE, que le adoren, y pídele el diablo que caiga y le adore. í
siendo lo contrario do lo que pretende, juzga que es lo
canónigo de la sanU iglesia de Toledo ¡s) t\ propio, convencido de la palabra «Todo te lo daré».
Don Franciico de Quevedo Villegas. Por esto es tan difícil salvarse el rico como serlo. Oi
gamos el peligro del i ico en las palabras de Cristo nues
El tratado es de*la pobreza, y el caudal con que le tro Señor, (Matth., 19): «De verdad os digo que el rico
escribo es pobre, y mis estudios la pobreza misma. No entrará difícilmente en el reino de los cielos. Y otra
por esto me acredito, acreditando la pobreza : la que vez os digo : Más fácil esqne pase un camello por el ojo
alabo es virtud, la que padezco ignorancia. Muchos pre de una aguja, que entrar el rico en el reino de los cie
sumirán digo mal de la riqueza, porque no la alcanzo; los.» Oso declarároste lugar con novedad; quiera Dios
y de verdad yo digo bien de la pobreza porque me la que me muestre útil, y no temerario. AGnno que el ri
aparta. Novedad tiene mi estudio en este discurso. He co, que aquí se compara al camello, es literalmente
aprendido qué cosa sea la (2) pobreza de las anatas de los aquel rico que para tener el todo que Satanás le ofrece,
ricos, y lo que es la (3) riqueza de la paz de los pobres. le da las dos cosas que le pide por lo que le promete,
¿Quién creerá que el poderoso cnseíia lo que es la mi que son «caer y adorarle». Verifícalo el camello, ani
seria, y el mísero cuál sea el poder? No sabe la condi mal que cae, y de rodillas recibe la carga que le quieren
ción de lo que le falta (para su consuelo) el necesitado, poner. Cristo nuestro Señor, á quien el demonio dijo
si no mira á lo que sobra al próspero. Mejor diligencia que cayese y le adorase, y le daría todos los reinos y la
es para huir la grandeza, considerarla en el dichoso que gloria dellos, dice que es más fácil entrar un camello
la padece, que en el despreciado que lio la sufre. El (que cae y se hinca de rodillas para que le carguen) por
peligro de la abundancia de manjares, más horrible se el ojo de una aguja, que el rico en el reino de los cie
ve en la apoplegia del glotón, que la falla en la debili los, que á manera de camello cae y adora á la ambición,
dad del hambriento. Siempre la hambre es medicina, que le ofrece todas las cosas. Sé que KájMjXo? es el
siempre el ahito enfermedad. Más fácilmente se añade camello, y que Ká¡At).o; es gúmena de navio; lo que ha
lo que falta, que se quita lo que sobra. El mendigo pi sido ocasión á que personas de erudición hayan aplica
de que le den lo que no tiene, el rico que le añadan á lo do la interpretación de la voz griega ala maroma, y no
que le sobra. Al opulento, á pesar de lo que tiene, le al animal, por ajustarse más al enhebrarla por una agu
hace mendigo lo que desea ; porque no se juzga rico el ja. Empero, á mi entender, cuanto el camello es roas
que tiene mucho, si no lo tiene todo. Cierto es que na despropositado al pasaje de la aguja que la maroma,
die puede cu este mundo tenerlo todo, empero despre (4) tanto mejor deba aplicarse la interpretación al ani
ciarlo todo puede cualquiera. Uno solo lo ofreció todo á mal, y no á la maroma, por ajustarse más al intento de
uno, y ese fué Satanás; el sagrado Evangelio nos ense la doctrina : lo que esfuerza literalmente mi aplicación
ña que aquella no fué dádiva, sino tentación. Oigamos á las palabras de la oferta del demonio en la tentación,
al sacrosanto oráculo : Iterum assumpsü eum diabolus y la de sus dádivas y socorros : « Di que estas piedras so
in montem excelsum valdé, etc. : «Otra vez lo arrebató vuelvan (S) panes;» propio socorro suyo al que no tie
el demonio y lo llevó á un monte sumamente excelso, ne panes, darle piedras. Esto, que fué lo primero que
y le enseñó todos los reinos del mundo y su gloria, y le intentó con el Hijo de Dios, es lo primero que intento
dijo : Todo esto te daré, si cayendo me adorares.» con los codiciosos : en viéndolos con hambre, les»
Quien ofrece lo que no puede dar, y pide lo que no le piedras, que antes son arma villana que alimento noble.
deben dar, antes es tramposo que liberal. Todo se lo Lo propio es.daráuno piedras, para que teniendo ham
promete á Cristo nuestro Señor, cuyo es todo, el demo bre se harte, que darle oro si desea ser rico, para que
nio, que solo tiene condenación desesperada. Nadie no sea pobre ¡siendo así que para enriquecer no es el
ofrece tanto como el que nada puede cumplir. Para en remedio añadir dinero, sino quitar codicia. No dio pa
riquecer á Dios hombre le dice que caiga , y se enlien- ne», sino piedras que hiciese panes : no da oro, sino co
de literalmente en la tentación de tenerlo todo, y que dicia, usura, latrocinio y invidia, para que dellos¡hagan
adore al que pretende hacerle caer efl ella y derribarle. oro. Si lleva á los ambiciosos á la santa ciudad y al tem
Del propio estilo usa la codicia que el demonio : todo plo, es para subirlos al pináculo; y si los sube, es pan
Jo ofrece á todos los. que cayeren en su oferta y adora aconsejarlos que se arrojen de lo más alto. No fuera w
ren al que los derriba. Desea el codicioso levantarse y propósito se entendería este pináculo, donde los enea-
(a) Véase la pig. 381 del tomo primero de estas obras y el Er'u-
lolario. (i) y no al animal, por ajustarse mis i ella J al intento 4e l>
(1) El tratado (F. S.)
IS riqueza iM.l doctrina; \ZB.F.)
(3) pobreza lZ. B. F. S.) (5; en panes ; (S.)
LAS CUATRO PESTES. Y LAS CUATRO FANTASMAS. 14)
rsim para que ?e despeñen, un mal confesor que ani ' munican. Estos son monstro? , pobres con las riquezas,
ma ■„ codicia y acredita la usura ; y absuelve el pecado ¡ pobres de sí propios, pobres para sí y para todos. Estos
ajeno con el suyo; y el robo, aplicándose á sí la resti- se hurtan lo que tienen y lo que hurtan ; hacen ajeno lo
tecion del hurto que perdona, con el que comete. Pues propio, antes de nadie. Más inocente fué el oro enterra
■ il que presumía Satanás hijo de Dios (dudando si lo do en la mina que en su poder. Son balsas que juntan
■jad que lo era sin •luda), en la necesidad .y hambre y el agua corriente, para corromperla. Gastan la vida en
stWad le ofrece piedras, le aconseja que se precipite, juntar dinero, y no gastan un dinero en sustentar su vi
líftle que caiiía y se arrodille, ¿qué dará, qué acón da. Son como el mal estómago, que no gasta el alimento
tala, qué pedirá al que sabe es hijo de otro hombre; que recibe, y gasta la salud y se gasta.
tabre, digo, pecador y concebido en pecado? Según Yo conocí un hombre destos, que siendo muy rico, se
(•lo, la defeusa está en valemos de las tres respuestas acostaba con la luz de las postrimerías del sol, por ahor
¿e Cristo, que le volvió las piedras á la cara, le arrojó rarse de gastar aceite para un candil; y reprehendién
del pináculo, y diciendo : Vade, Sut hana : «Vete, Sata- doselo, dijo : «Cuando Dios quiere que el mundo esté á
fc,«ledespidió cuando le pedia que le adorase, le der- escuras, no he de contradecir sus órdenes, ni contraha-
riKcoando le pedia que cayese. cerel día con torcidas.» Por ahorrardegastoandaba des
¡Grande texto contra la riqueza el qne ocasionó la nudo; y respondía todas las veces que se lo afeaban, que
comparación del camello y la aguja! Cuando aquel le era tan apacible la docilidad de los vestidos viejos, co
príncipe, de rodillas, preguntó á Cristo Jesús qué haría mo molesto el domar con sus coyunturas vestidos recien
¡ara entrar en la vida eterna, y le respondió guardase acabados. La cosa más fresca de su casa era la chimenea,
todos los mandamientos de Dios, refiriéndoselos ; á que y la más limpia ; tanto aborrecía el humo por parlero de
replicó que todos los guardaba desde su juventud,—dí- (3) banquetes, como por señal de incendio. Hallaba ra
jok el Señor : «Una cosa te falla, sí quieres ser perfecto; zón aparente para todo lo que era negarse el regalo, el
'(te j vende todo lo que tienes, y dalo á los pobres, y alimento y el vestido. ¥ bien considerado, solamente
tendrás tesoro en el cielo, y vén y sígneme.» Luego que tenia razón en tasar su vida y su salud en tan bajo pre
'«¿esto el mancebo, se fué triste y afligido; y viéndole cio, que no (i) le merecía mi ochavo de gasto.
Cristo melancólico, dijoá sus discípulos :a¡Cuan dificul Cuestión es forzosa cuál sea peor rjobre, el rico que
tosamente los que tienen dinero entrarán en el reinó de gasta en su glotonería, lujuria, vanidad y soberbia
Diw!» Luego no tener loque para entrar en el reino de cuanto posee, ó el rico que se muere de hambre y de
fe es menester dejar, no es pobreza, sino diligencia ; frió, pomo gastar algo de lo mucho que le sobra. Yo,
y el tentilo no es riqueza, sino estorbo. No dice el Se— por errar menos en la comparación, juzgo que ninguno
ñor qne es imposible, sino difícil; empero dice que es de los dos puede ser peor y que cada uno lo parece. A
tu difícil, que parece imposible. Forzoso es declarar aquel (o) lo empobrecen los vicios, y este los empo
<pé <* entiende por aquella palabra «el que tiene diñe- brece á ellos; aquel se queja de sus pecados que le
i)».DUilo sagrado lo (I) decide yseñala : que el que cuestan caros; deste se quejan sus pecados, que los
letitne.seeiititiiile aquel que no lo da á los pobres y se quiere de balde. Entrambos son enemigos de su ha
alriíifce de que los pobres se (2) lo piden , y de que cienda : el uno porque la da á los otros,' el otro poique
felemandequese lo dé; porque el que tiene dinero se la niega á los otros y á sí ; el uno la hace ajena con
para darle y leda, ese no le tiene para tenerle, que es la dádiva, el otro con no gozar dolía. Verdaderamente
el peligro, sino para que le tengan los necesitados, que estos dos pobres son delincuentes. Otro tercero pobre
e^a»gnridadyelméríto. los sigue en el número : aquel que si no lo guarda y si
E' nombre de pobra más veces le reparten la ignoran nulo gasta en vicios, lo gasta cu su pompa, acompa
cia, la soberbia y la codicia, que la verdad. El codicio- ñamiento y excesivo adorno ; este con mala salud tiene
» que tiene más de lo que ha menester, y codicia lo que el seso tanto de loco como de espléndido. Gasto donde
«tiene, se llama pobre, porque no lo tiene todo. El la caridad no hace buenas algunas partidas, pocas pue
•obertiio en excesivo caudal llama pobre al que tiene den ser buenas.
|Wiw hacienda que él, aunque exceda á muchos con Hemos dicho de los hombres qne el mundo llama
h hacienda que tiene. Y si esta razón constituyera en ricos siendo pobres; digamos de los que llama pobres
[waa, todos fueían pobres unos respecto de otros, y siendo ricos, sin hacer cuenta de (6) & aso, que solo tenia
«««iparacion hiciera pobres á los grandes monarcas por espléndido y rico aquel que podía sustentar un ejér
Moscón otios. La ignorancia llama pobre, con su mal cito. Comunmente llamamos pobre al necesitado y men
k^naje, é cuantos les falta lo superfino, sobrando á digo; yo no sé qué persbna está fuera de la nota-desle
Wos lo necesario; siendo estos los solos seguramente nombre. Pide el pobre al rico, pide.el rico al podero
"c*8, pues tienen lo que nadie les puede quitnr, pues so, el poderoso al príncipe, el príncipe al monarca; y
«lo niega Dios á nadie, y la naturaleza ruega con ello esta soberana dignidad, porque no escape de mendiga,
itodos. •
cuando todos la piden á ella, pide ella á sus vasallos.
Resta decir quiénes son los pobres en quien la po- Según esto, ser mendigo no puede ser nota; ¿serálo el
™«a es trabajo y el nombre infamia. Son los primeros ser mendigo del sustento de cada día, de un remiendo
* 1'ie careciendo de los bienes de fortuna , gastan y de una limosna? Aquí está el engaño, pues forzosa
^conciencias en adquirirlos. Son los peores los que mente es menos mendigo el que lo es de cosas peque-
Peyendo mucho, desean más. Son los terceros los
loe tienen sumas riquezas, y no las gozan ni lascc-
(3) banquete, Z. B. F.¡
{41 lo ¡ i.l.)
'¡¡«tófa.tr.í.F.) (5) le IS.)
«km.) (6; Creio [Id.)
142 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ñas que quien lo es de cosas grandes, y con más breve deán, son movibles? Antes el propio movimiento (3) es,
consuelo, pues es mus fácil alcanzar lo poco que lo mu y un continuo contraste. No digo que se muévela tier
cho. Demos que ei mendigo sea el pobre; bablemos ra, sino que toda ella padece mudanzas, continuos ro
del bien, pues hablamos de todos, y el que no es pobre bos de los rios, perpetuas invidias del mar, frecuentes
lo fué cuando nació y lo será cuando muera. Vulgar agravios y delirios de la fortuna, poi fiadas transmuta
sentencia es, que ninguno nace tan pobre que no muera ciones y diferencias de la hambre del tiempo. Toda esta
más pobre. ¿Parecerá paradoja decir que todos nacen máquina visible va enfermando cada día para el pos
más pobres que mueren? Yo probaré que parezca ver trero, en que será alimento de lasllainas, cuando quien
dad. Nada trae á la vida el que en esta vida nuce. El extendió como pieles los cielos, arrolle y revuelva á su
• que mucre todo lo deja y nada lleva; caudal es tener brazo sus volúmenes resplandecientes. Tal es la situa
que dejar. Quien nace ha menester lo que no tiene; ción que blasona de su socorro el rico, y la finca (4) la
quien muere no ha menester lo que deja : luego en que señala el albedrío de cada hora; sabiendo una mis
aquel es necesidad y en este alivio. Aquel empieza & ma ser madre y madrastra, pues acontece que un mis
ser menesteroso de todo lo que este deja, porque ya no mo instante se goce y se padezca. Más segura es la
lo ha menester. El que nace empieza (1) la jornada, para situación del socorro del mendigo, más constante su
que necesita de todo lo que no tiene; el otro la acaba, finca. Tiene el pobre su hacienda en los tesoros de la
y por eso no le hace falta lo que deja. El uno está con providencia de Dios; su finca es graduada por la conta
fín & los umbrales de la nada, de que salió nueve me duría de la caridad : ni puede faltar la una ni ser tram
ses antes; el otro está confín a la eternidad, que le peada la otra. No puede quebrar la Providencia; nunca
aguarda poco después. El uno nace para vivir vida mor experimentaron falido su crédito, ni los bijos de los
tal, el otro muere para vivir vida eterna. ¿Quién ne cuervos ni la más despreciada sabandija.
gará que el que nace no es más pobre dé caudal y de Cristo nuestro Señor amó la pobreza. No puede dejar
esperanza que el que mucre? ¡Oh cuan liberal y gene de ser hermosa y santa cosa que mereció el amor do
roso es el morir! ¡Cuan mendigo y misero el nacer! Jesucristo. Amó los pobres para padres, amólos para
Este todo lo pide, aquel todo lo da. Si el hombre cuando dicípulos. Precióse de pobre con tal encarecimiento,
nace tuviera entendimiento como cuando muere, todas que dijo que las aves tenían nidos y las bestias cuevas,
las criaturas me sirvieran do textos y autoridades para y que él no tenia adonde reclinar la cabeza. Lo que
mi opinión. Sirva este discurso de disposición á mi in Cristo escogió para sus padres, para sus dicípulosypara
tento, y descendamos á quitar el temor de la pobreza si, grande y soberana prcrogativa goza en su elección.
al mendigo, á quien llaman pobre de solemnidad. Veamos si de tanto bien comunicó Dios algunas vis
Digo que está mejor situado y á mejor finca el caudal lumbres á los gentiles. Jenofonte, en el libro i de las
del pordiosero que el del poderosamente rico. Dos gé Sentencias con Anlifon, ledijo (a) : a Yo creo que el no
neros de bienes blasona el mundo; unos muebles y otros tener necesidad de cosa alguna, es cosa propia de Dios;
raíces. Consintamos que se llamen bienes, respecto á y tener (5) necesidad de cosas pocas, sea propio de
que dellos se puede usar bien y con ellos se puede ha aquellos que más se avccinanjíDios.» Estos que tienen
cer bien. Empero no esde permitir que se llamen raíces (6) necesidad de cosas pocas probado está que son los
y estables, pues son tan moviblescomo el tiempo ycomo pobres. Evangelicemos pues esta vislumbre. Cristo Se
la fortuna, que á su albedrío disponen dellos. ¿Quién ne ñor nuestro en el lugar citado dijo á aquel rico : «Vé y
gará que las monarquías del mundo, los reinos y los se vende todo lo que tienes, y dalo á los pobres, y tendrás
ñoríos no son bienes movibles, no pudiendo negar sus tesoro en el cielo; y vén y sigúeme.» Literalmente manda
mudanzas, su instabilidad, su fuga do unas en otras Jesucristo, Dios y hombre , que para llegarse á él ven
personas.de uñasen otrasgenles?El mundo, que fué de dan lo que tienen y lo den á los pobres ; para que siendo
los asi ños, pasó á los persas ; destosa los medos ; á estos pobres, se puedan llegar A Dio?. Conocieron que no ha
le quitaron los griegos, y á estos los romanos. En unos bía otro medio de llegarse á él y de llegarse á Dios y
fuécansa el vicio de los príncipes que poseían, en otros seguirle, como más cercanos, y por eso le dicen : Ecot
la invidia de los vecinos, en otros la ambición de los nos reliquimus omnia, et sctwti sumus te. «Yes que
apartados. Pues si los reinos y monarquías y los imperios nosotros lo dejamos todo y te liemos seguido.» ¡Grande
son bienes movibles, ¿ qué serán los que debajo de su do prerogativa es la del pobre, estar, por necesitar de. me
minio tuvieren los vasallos y particulares? La verdad á nos cosas, más cerca de Dios , que no necesita de algu
todos los llama bienes muebles : á los unos porque los na; carecer de todo por haberlo dejado, para poder se
lleva adonde quiere el dueño; á los otros porque los guirle !
lleva donde quiere, sin dejarlos reposar, el tiempo y la Juzgó Cristo Jesús por peligroso lodo lo que no se
fortuna, que hacen golfo lo que (2) era heredades, y por gastaba con los pobres, y por poco útil, Lucae, 14: Dice-
otra parle enjugan en heredades los golfos; lo que era batautemetei, qui, etc. a Decía al que le había convi
ciudad es campo, y lo que era campo es ciudad. La mis dado : Cuando das comida ó cena, no llames tus ami
ma naturaleza en el grande cuerpo de todo este mundo gos ni tus hermanos ni tus parientes ; no acaso ellos to
reconoce por movibles sus mayores partes y sus mejo vuelvan á convidar y cobres la retribución. Empero
res miembros. ¿En qué seguridad permanente podrán
estos bienes, que se llaman raíces, afirmarse en quie (3) es un continuo (S.)
(1) que señala i W. i
tud, si la tierra en que se fundan y el mar de que se ro- [«i No hace sentido ; el periodo esta falto. Acaso en et original
se leeria lo siguiente : • Jenofonte, en el libro i de las Sentencias?
dichos famoso» de Sócrates, trae un insigne testimonio dille. W"
(1) i la (2. B.) pulando Sócrates con Antifun, ledijo.»
(i) eran (/. 3.) 1.5 y 6,i necesidad de cosa poca t¿>.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 143
coando haces banquete, llama á pobres, débiles, cojos, za, pues solo la pobreza hace pobres. Este no solo es el
ciegos, y serás bienaventurado, porque no tienen con más pobre, sino el más maldito pobre. Dale Dios el más
qné poder pagarte el convite.» ¡ Oh cuánto resplandece extraordinario castigo, permitiendo que quien enri
la liberalidad de Dios en loque recibe! ¡Oh cuánto se quece con lo que quita, empobrezca con lo que da. Asi
muestra miserable y usurera la dádiva y liberalidad de se lo amenaza el Sabio : Qui calumnialur pauperem,
los hombres ! Aqui dice Cristo que es inconveniente ut augeat dioilias suás, dabit ipse diiiori et egebtí.
para con su Padre lo que es incentivo para con las gen «Quien calumnia al pobre por aumentar sus riquezas,
tes. Dice á su huésped que no convide á los ricos , por dará al más rico que él y empobrecerá. »"¡Qné docto y
que acaso no le paguen el convite ; y los ricos no con justificado castigo és, que quien destruye al pobre por
vidan con otro fin. Mándale que convide á los pobres, aumentarse, dando al rico se destruya á si ! Ordena Dios
porque no le podrán convidar á él otra vez ; siendo asi que (2) quien quitó al pobre destruyéndole, se quite 4
que porque los pobres no pueden pagar el banquete sí para que se empobrezca. Este, si edifica con lo qua.
nadie los convida. Toda la pretensión de Dios en estas quitó á los pobres palacios y vinas, ni los vive ni las be
palabras es tener al hombre por acreedor. Dicele que be. Literalmente lo dice el Espíritu Santo por Amos,
convide al pobre, porque no recibirá del retribución; cap. S : Idcircópro eo, quoddiripiebatis pauperem, etc.
empero que la tendrá en la resurrección de los jus «Por eso y porque despojábades al pobre yquitábadei
tos : re-fr»6ueíur enim tibi in resurrectione justorum del presa escogida, edificaréis casas de sillerías, con
dice consecutivamente Cristo nuestro Señor. Para con piedras cuadradas, y no habitaréis en ellas; plantaréis
él tiene grande crédito el pobre ; no hay paga de cosa viñas de todo regalo, y no beberéis su vino.» Y si esta
alguna que reciba ó deuda que no acepte. Solicita Dios desdichado, que enriquece de lo que quita á los po
por este camino ser deudor al hombre. Este lugar dictó bres, sacrificare de su 'caudal á Dios, no le ofenderá
i san Pedro Crisólogo tales palabras : Da potum, da menos que aquel detestable que sacrifica el propio hijo á
vtstimentum , da teclum, si Deum debitorem, non su padre. Palabras son del Espíritu Santo, Eccl., 3i: Qui
judicem vis habere (a), o Da la bebida, da el vestido, offert sacrificium ex substantia pnuperum quasi qui
da albergue, si quieres tener á Dios por deudor, y victimat filium in conspectu patris sui. «Quien ofre
no por juez.» ¿Cuál socorro será tan seguro como el ce sacrificio de la substancia de los pobres, escomo
que Dios abona ? ¿ Quién será aquel que no pague letras aquel que sacrifica el hijo delante de su propio padre.»
aceptadas por Dios? ¿Cocino será rico quien por los po No pudo la maldad inventar pobre más ultimado que
bres no tuviere con Dios buena correspondencia con los este; si quita para enriquecer, empobrece con dar:
intereses de ciento por uno? quita al que lo ha menester, para dar al que no lo lia
No solo da Dios al pobre y manda que todos le den, menester. Si en este mundo edifica palacios y viñas y
ñno que la propia pobreza es merced y dádiva de Dios. jardines con el robo del pobre, ni los unos los habita
Alcanzaron esta piadosísima verdad los gentiles : ni los otros goza. Si del propio caudal , para aplacar á
Lucan. , V,b. 5 : Dios, ofrece sacrificio, en cada pobre que robó le de
güella un hijo. Según esto, pierde dando lo queadquiere
.... O til«e lula faculta» con el robo, pierde lo que edifica y pierde lo que ofrece
Pasperit, anguslique lares .' ó minera nondum
¡ntelíeela Deum! quibus koe confluyere templa, á Dios. Esta fuera la pobreza más feamente falsaria de
Áut peluít muris, uulla trepidare tumultu, la verdadera pobreza, si no se hubiera introducido otra
Catsarea pulsante mam? más peligrosa por más bien vestida al uso de la verdad.
Desta me dio noticia aquel ferviente y santo ruego
w en que está la salud del alma : Divitias, et pauperta-
tem, ne dederis mihi (6). «Señor, no me des riquezas
, Oh privilegio de la poca hacienda,
Y del pobre seguro!
y pobreza.» Todos entienden esta petición, afirmando
¡Oh didivas de Dios 110 conocidas! que pide que no le dé Dios pobreza extrema ni rique
¿A que murallas o a qué templos pudo zas demasiadas. Yo (quiera Dios que acierte) entiendo
Acontecer el no temblar con ruido, que pide que no le dé riquezas y pobreza, que son dos
Toando en ellas la cesárea mano? .
contrarios ; y poseído de contrarios, será conlradicion
Dádiva de Dios llama el privilegio seguro de la pobreza y contraste y batalla. Declaróme más. Pide que no le
y de la hacienda miserable. Es empero de advertir qiic haga rico pobre comocl que hemos referido; que no sea
i la pobreza santa y preciosa y encomendada de Dios, le rico en el caudal y pobre en el nombre, que es ser hi
socede lo que á los metales preciosos y á las piedras, pócrita; que no le haga rico que, siempre lomando más,
qoe se andan los falsificadores tras ellas por enriquecer buscando más, engaitando más, sea siempre más po
bre, por ser siempre más rico. Persuádome que ya me
con el engaño su alquimia, que la contrahace. Tiene la
entienden todos, menos los (3) ricos, que harán como
pobreza, como el oro y la hipocresía, su monedero
que no me entienden. Contra estos se instituyeron (i)
falso.
en la Iglesia católica (5) los sagrados órdenes mendi
Ninguno es más pobre que aquel que enriquece de lo
cantes, que con la limosna que reciben hacen á Dios
que quita á los pobres. Es evidencia que es más pobre
qoe los pobres quien ha menester quitarles su pobreza
para ser rico. Y este rico que para serlo hace pobres y fi quito ,Z. fl.) '
deshace pobres, no solo es pobre, sino la misma pobre- ti Meiidinliilem el dicilias ne dederit miki, es como dice el sl-
1 gruí» teito. Pro*. , »«., 8. •
(5) reos, que harán ¿. B. F.)
tai sermón iu;. (i) la Iglesia Z .8.1
(i) que sign¡0ca:(F.5.j (i) las sagradas \F. S.)
144 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
deudor de quien se la da. Estos san Pablo los nom dia y que obran el mal en sus aposentos, y dice i qué
bra, n, Timoth. 3 : Ex his enim sunt, qui penclrant do hora ; que codiciaron los campos, que turnaron y arre
mos et captivas ducunt, etc. «Destos son los que pene bataron violentamente lascasas, como si dijera qtiesa
tran lascasas y se llevan captivas las mujercillas cargadas derecho es la fuerza. Ypor(l) ultimada iniquidad aña
de pecados, siempre aprendiendo, sin llegar jamás á la de que, después de arrebatada la casa, calumnian ala
ciencia de ia verdad.» Importa tanto conocer á estos, casa y al varón y á su heredad. [Oh ingenio de la am
que los tres evangelistas san Mateo, san Marcos y san bición, hurtar la hacienda y deshonrarla, y á su dueño,
Lúeas relierén diferentes s«ñas que Cristo nuestro porque loque hurtan estos pobres ricos parezca que lo
Señor dio de sus acciones y costumbres, Matth., 23; reciben delincuente para santificarlo! Quitan las casas
Atare, 12; Lucas, 20 : Dicuntenim, et non faciunt. y heredades á sus dueños y las honras, porque parezca
Alligant autem, etc. « Dicen y no obran. Juntan cargas que pues no merecían tcnellas, fué justicia quitárse
graves é insoportables, y póuenlas sobre las espaldas de las, y no codicia. Es traición tanfacinorosa.que por eso
los hombres, y no quieren moverlas con el dedo. Hacen dice Dios que destina mal sobre esta familia; de que se
todas sus obras para que las vean los hombres. Quieren colige que es familia esta de los escribas pobres y ricos.
andar con estolas. Quieren los primeros lugares en las Amenázalos que no librarán sus cuellos ni ayudarán
cenas y en los convites, las primeras cátedras en las I soberbios. Colígese que estos andan, para asegurarse del
sinagogas y las cortesías en la plaza. Engúllcnse las ca golpe, torciendo los cuellos, ya al un lado y ya al otro.
sas de Tas viudas con pretexto de prolija oración. Quie Señala el tiempo malísimo, y dice que será el dia de su
ren ser llamados de los hombres, maestros.» Da Cristo castigo cuando sean proverbio, que se cantará cántico,
nuestro Señor á sus fieles señas vivas por donde los co y que serán destruidos con desolación.
nozcan en lo que hablan, en To que obran, en loque Mucho dice Miqueas, empero hemos de buscar en
aconsejan, para cargar á los otros y aliviarse a sí en su Habacuc quién son los que han de hacerles proverbio y
traje, en los lugares que afectan, en los banquetes, en clamar contra ellos. Cap. 2, lo dice con estas palabras :
las cátedras, en las cortesías con que los saludan, en Et quemado vinum potantem, etc. «Cuino engaña el
la plazas, en las casas que visitan y devoran, en el nom vino al que le bebe, así sucederá al varón soberbio, y
bre que quieren para sí de maestros, y porque se mez no será reverenciado el que dilata como el infierno su
clan en todo y lo quieren todo, se dan las señas de todo alma, siendo él como muerte que no seharta; ycon-
y de todas las acciones destos escribas. gregará consigo todas las gentes y juntará á sí todos
El evangelista san Juan no quiso dejar de advertir los pueblos. ¿Por ventura todos estos no tomarán pro
destos escribas, que discurren como veneno y se difun verbio contra él, y hablilla de sus enigmas?» Claramente
den como contagio. Reprehendiendo la soberbia de uno dice el Profeta que se levantarán contra él todos los
destos hambrones de la primacía de la Iglesia, en su pueblos y todas las gentes que habrá juntado él mis
epístola canónica 3, dice : Scripsissem forsitam, etc. mo.
«Hubiera escrito á la Iglesia; empero Diotrefes, Bien singular seña es decir que harán hablilla desús
que codicia administrar el primado, no nos recibe. enigmas, que es decir que será enigmas su lenguaje;
Por esto, si viniere, advertiré las obras que hace bar cosa escura y que con apariencia y equivocaciones de
bullando con malignas palabras contra nosotros, y co lo que no es, oculta loque es. Es la enigma cosa de mis
mo si á él no le bastasen estas cosas, ni él recibe los primor cuanto menos se acierta, y tanto ser tiene de
hci manos, y prohibe á aquellos que los reciben y los ex enigma, cuanto dura de enigma y mentira; y acaba de
pele de la Iglesia.» Hablar contra el evangelista sagrado serlo en acertando la verdad. Esto es cuanto á los que
con palabras malignas, usurpar la primacía de la Igle le perseguirán. Y pocos renglones más abajo dice : La-
sia, no recibir los hermanos, prohibir á los que los re pis de pariete clamabit, et lignum, quod ínter jun
ciben y expelerlos de la iglesia, señas son y perfiles que turas aedificiorum est, respondebit. «La piedra cla
los retratan por otro lado. Previnieron la advertencia mará desde la pared, y el madero que está entre las
contra estos pobres ricos los profetas, y amanecieron junturas délos edificios responderá.» Parece que diga
el maridaje adúltero de pobreza y riqueza que piden. que los edificios que este pobre rico hiciere á costa de
Miqueas, cap. 2, lo refiere con execración lastimosa : todas las gentes y pueblos que juntará á sí, clamarán
Vae qui cogilatis invidé (o), etc. «¡Ay Je vosotros, que contra él. Eso es, que «clamarán las piedras», que se in
pensáis con invidia y obráis mal en vuestros aposentos ! troducirán en fiscales. El Evangelio promete estas acu
A la primera luz lo obran, porque es contra Dios su saciones de las piedras, cuando dice : Si tacuerint,la-
mano. Codiciaron los campos, y con violencia tomaron pides loquentur (6). «Si estos callarcn.hablaránlas pie
y arrebataron lascasas; y calumniaban al varón y .1 su dras.» Como el miedo ó la adulación pueden hacer ca
casa, y al varón y á su heredad. Por eso dice esto el Se llar las lenguas, la justicia de Dios hace hablar las
ñor: Veis que yo destino mal sobre esta familia; por piedras. Saben las piedras hablar bien contra el que
lo cual no libraréis vuestros cuellos, ni ayudaréis so sabe obrar mal. La venganza de Dios tiene palabras ¡
berbios, porque el tiempo es pésimo. En aquel dia se clamores en las piedras. Dice en el lugar referido Mi
tomará proverbio contra vosotros, y se cantará con sua queas que pensaron con invidia y obraron mal en sus
vidad cántico de los que dicen; Coa desolación fuimos aposentos. Por eso dice Habacuc que las piedras délas
destruidos.» paredes clamarán como testigos de quien fiaron sus
Los demás lugares habian dado sus señas y dicho lo obras estos malditos. El proverbio español dice que las
que hacen y desean ; este dice que lo piensan con invi-
(1) última iniquidad (S.)
(») Si Ai lacurrinl, lapidet clamaHnl, es lo que el safrado til"
(«) toutilt, te baila en el texto, dice. Luc, m, io.
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. ■li-i
paredes oyen : dales el refrán oídos; añádeles el pro con él una heredad de un alfarero para sepultura de
feta lengua y voz y clamor. Conviene considerar más los peregrinos, por lo cual hasta el dia de hoy se llama
delgadamente por qué clamarán las piedras y respon aquella heredad Heredad de Sangre.»
derá el madero que está entre las junturas de los edi Estos príncipes de los sacerdotes, que dan dineros á
ficios. Acordémonos que uu lugar del Evangelio dice Judas por la sangre del Justo, y con el dinerode la pe
que penetran las casas, y otro que se las engullen, y nitencia de Judas, que se le trae á su casa y se le arro
otro que deshonran la casa y el varón. Si las penetran, ja, compran heredades, son los pobres ricos hipócritas,
forzosamente liarán sentimiento; si las comen, ruido que dan el dinero para comprar la maldad y le reciben
han de hacer las piedras entre los dientes; si las des del arrepentimiento del malo, y le emplean en posesio
honran, responderán por sí y por el varón. Empero nes ; y lo que aconsejaron dicen que no les toca a ellos ;
es necesario averiguar por qué á estos pobres ricos (I) y si dan dinero, es para heredarlo de la condenación
los ha de responder el madero que está entre las jun del que lo recibió; y se justifican con no echarlo en su
turas del edificio, y no el varón ; y qué obra hace en la bolsa cuando lo emplean en heredamientos de sangre.
casa este madero y qué nombre tiene. Esta aplicación aprendí de san León, papa. Tales son
Dejo la diferente lección rigurosa, siguiendo la Vul- sus palabras: (o) «¿Decuálcorazonesestadisimulacion?
gaíajydigoqtie, á mi parecer, el madero que está entre La conciencia de los sacerdotes recibe lo que no recibo
las junturas del edificio son las puertas y ventanas, que el arca del templo. Témese el precio de aquella sangre,
están realmente entre las coyunturas de los edificios y de quien la efusión no se teme.»
son de madera ; y digo que á ellas toca el responder á Conozcamos la hipocresía infernal. Hacen escrúpulo
losclamores délas piedras, (2) como ásabidorasde sus i de echar en su depósito y arca el dinero que de su
entradas y salidas, de sus pasos y de sus acechos, de sus mano recibió Judas por la venta de Cristo ; y no le ha
pies y de sus ojos : saben á quién se cierran y á quién cen do habérsele dado porque le vendiese. Pretenden
se abren, que luz admiten y adonde miran, son testigos ! excusarse de darle y volverle ú recebir, con no echarle
Je su comercio. Las puertas y las ventanas saben de en su arca; empero empleante en posesiones. Estos
dia y de noche quién es pastor y quién es ladrón. Cristo hacen las ventas y las compras por mano ajena, para
nuestro Señor lo dice : (3) «Yo os digo que quien no que se pierda quien las hace. Son causa de perdición, y
entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que dicen que no tienen culpa en la que ocasionan. Estos so
sobe por otra parle, es robador y ladrón.» valen del séquito de Cristo contra el mismo Cristo.
Según estas palabras, alas puertas y á las ventanas, Ahórcase el ministro que obra la traición que le pa
que son el madero que está cu las junturas de los edi gan, y ellos son herederos-de la paga de Judas y del
ficios, toca responder quién es pastor y quién ladrón; precio de su maldad. Siempre han sido dolencia de las
quién entra por la puerta y quién por la ventana. Para edades estos pobres y ricos ; que, como el Sabio pide
entrar por la puerta se usa de los pies; para subir por que no le dé Dios riqueza y pobreza, ellos piden que
las ventanas ó terrados , de las manos. Por eso san Pa lesdé riqueza para tener y pobreza para no socorrer con
llo, para decir que había entrado como pa.-tor por la ella á otros pobres, y para pedir siempre con ella & otros
puerta, y no como robador por las ventanas, habla por ricos. Si los he dado á conocer, no he sido largo ; si los
sus manos : (4) «No codicié oro, plata vestidos de he mostrado aborrecibles, no he sido inútil. Muchos
alguno, como sabéis vosotros misinos, porque para las malos pobres que se llaman ricos he desconsolado
cosas que me eian necesarias á mí y á los que estaban con ellos; quiero consolar al pobre que llaman men
conmigo, estas manos me lo dieron.» Trabajaba san Pa digo. _
blo con sus manos, por no comer del trabajo de las aje No hay hombre tan pobre qne te falte para vivir, ni
nas; trabajaba por no ser carga con pedir limosna. pobre á quien no sobre para vivir bien; pjics cuanto
Veamos estos pobres ricos, contra quien responden menos tiene do bienes deste mundo, tiene .mejor apa
las puertas y las ventanas á los clamores de las piedras, rato para los del otro. La fortuna á muchos dio dema
cómo se sirven de las manos', cómo contrahacen con siado, mas no harto. El recebir della. es enfermedad,
su avaricia la pobreza, cómo entran por las ventanas. que crece con la misma dádiva. Con lo necesario ruega
San Maleo, 27, nos lo pone delante de los ojos : «Enton la naturaleza ; lo superfino no es caudal, sino demasía;
ces viendo Judas, que le vendió, que le habían conde no es hacienda, sino carga. De nada hace Indias quien
nado, traído de la penitencia, volvió los treinta dineros se contenta con nada. No es poco lo que basta, pues
de plata á los pi íncipes de los sacerdotes y á los ancia basta poco. Hacienda que da codicia de más hacienda,
nos del pueblo, diciendo : Pequé entregando la sangre no es más hacienda , sino más codicia. Lo mucho se
inocente. Mas ellus dijeron : ¿Qué nos toca á nosotros? vuelve poco con desear otro poco más. Lo que bebe el
Miráraslo tú. Y arrojadas las monedas de plata en el hidrópico, no le mata la sed, antes le aumenta la hi
templo, se fué, y yéndose se ahorcó con uu lazo. Los dropesía que le mata. Si algún hombre se contentara
" príncipes de los sacerdotes, tomando el dinero, dije con ser muy rico, pudiera llamarse rico ; empero pocos
ron: No es lícito echarlo en nuestro depósito, porque se tienen por muy ricos en tanto que ven en otro algo.
es precio de sangre. Mas juntando concilio, compraron Por esto en el mundo no puede tener "quietud quien tu
viere cosa en que quitándosela pueda otro medraré
enriquecer. Querer coger riqueza con la codicia, es
(i) le» (P. S.)
(a ¡r como sab¡doras(S.) querer coger agua con harnero. En el infierno es pena,
(3) Amen amen dico vobis : Qoi non Intrat per ostinm in ovile
oriom, sed ascendit aliunde, Ule fur est et latro. (Joann., 10.) (5) Cujus cordis est isla simulatio? Sacerdotum consdenlia ca-
H) Argén tom ct aunim, aut vesíem nullius concupivi, etc. pll, quodarcaTcmpli non recepit. Timetur iilius sangoinjs ijxalio,
(irían™, 20.) cujus non timetur effusio,
10
Q-ii,
U6 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
que refieren los poetas ; en el mundo locura en que so d is. Todos huyen del pobre, cuando el pnbre no huya
disfaman los avarientos. La ambición es vaso quebrado, dellos. El adulterio y el homicidio y la gula y la sober
que vacia cuanto recibe; si siempre se está llenando, bia se gobiernan por el precio, se andan tras el oro, se
siempre se eslá vertiendo. Un cuerpo tenemos, solo, facilitan con el caudal. Cuando su inclinación sea mala
flaco y corruptible, que no le puede fortalecer ni pre para apetecer los vicios, su miseria es buena para que
servar el oro; una sá^ud enferma, á que ni es medici los vicios lo desprecien a él. Verdad es que el pobre no
na ni sanidad; una vida trabajosa, á que no es alivio tiene aduladores, empero tiene ocasión de serlo; no
breve, á que no es dilación. Tenemos un alma eterna teme ladrones, empero témenle por ladrón. De todo
que no le ha menester para alimento ni para ornato. esto se asegura el pobre que eslá contento de serlo.
Si quiere el hombre ser rico, disponga que el oro suba Santa es la pobreza alegre. Mas ¿cómo siendo alegre y
á la patria del alma, que es el cielo; estorbe que baje santa será pobreza ? La mayor vileza de los pobres es
el alma á la patria del oro, que es lo profundo de la tier el pedir; empero no los condenó á pedir quien mandó
ra. ¿Quién dirá que esto no es lo que se debe hacer? álos ricos que les diesen lo que les sobra. Si les dan
¿Quién lo hará? Todos aprobamos lo bueno y todos lo el socorro antes que se le pidan, son fieles y liberales;
huimos. Sabemos dónde eslá y en qué la felicidad y la si aguardan á que se le pidan, pagan apremiados lo que
verdadera riqueza, mas no caminamos á ella. El hom deben ; si lo niegan, son ladrones de lo que guardan.
bre cuando nace, solo trae necesidad de cuanto ha me La hipocresía, que pretende dar buen color á la co
nester para vivir. La naturaleza le da el sustento, que dicia, dice que el pobre no puede favorecer á nadie;
ni puede buscar ni pedir, y en creyendo que le puede que es gran bien hacer mucho bien, y que se hade
recebiry pedirle, desconfía de la naturaleza y sigue á buscarla riqueza para hacer bien á muchos. Esto di
la fortuna. Nada falta al que se contenta con lo necesa cen para buscarla y en tanto que la buscan; y en ha
rio, al que se contenta con lo que á otros sobra, con lo llándola y poseyéndola, nada de lo que dicen hacen.
que otro desprecia, con lo que le dispensa la caridad Estos, en decir que el pobre no puede hacer bien i
por la limosna. Si llamas pobreza no tener con que sus nadie, mienten. El pobre á todos hace bien: así el pri
tentar muchos criados, considera que naturaleza te dio mero, porque la pobreza tiene bien ordenada caridad;
uncuerpo, y no muchos; no te debe más alimentos que luego hace bien á todos los ricos, á quien da ocasión
para uno. Si te afliges porque tu aposenlillo no es gran de mérito y de ganancia en los cambios de la gloria.
de palacio, considera cuánto espacio del sobra á tu per Hácele seguro su tesoro, multiplícale eternamente,
sona y dejas desocupado, y le darás gracias por lo que ocasiónale el buen uso de sus riquezas. Solamente lo
te sobra, y no quejas por.loque te falta. Si te congo que se da al pobre se asegura de fuego y de ladrones y
jas que estás pobremente vestido, acuérdate que na de todas las venganzas de la fortuna, porque aquellas
ciste desnudo y que á las sedas y bordados del rico en dádivas que recibe el pobre las paga Dios. ¡Gran dig
su postrera hora sucederá una mortaja, con que ha nidad la del pobre, tener por pagador de sus deudas i
brá de contentarse, y que su heredero condenará la Dios! Más pidió Cristo con mandar que les diesen á los
peor sábana para que le envuelvan. El año, cuando se pobres, que ellos para sí. Cristo á todos llamó alo me
muestra mal acondicionado con el frió ó el calor ex jor. El llamó al rico que estaba en el banco, para que
cesivo, no se enoja y enfurece con la pobre lana ni se fuese pobre. El aconsejó que fuese pobre al príncipe,
mitiga cohechado con el oro. Muchos remiendos, uno dando su riqueza á los pobres. El dijo que con él se
sobre otro, son de tanta defensa como una tela sobre hacia lo que se hacia con cualquier pobre. El nos en
otra; no son' tan rica defensa, empero son más ba señó que el rico que no quiso dar al pobre una migaja
rata. Más abriga al pobre la costumbre de no tener de pan en la tierra, le pidió desde los infiernos una
abrigo y de padecer las heladas, que al poderoso las gota de agua, estando el pobre en el seno de Abralian.
pieles de fieras. Más calibeadamente se aforra el po En la gentilidad, hasta los poetas pusieron en el in
bre con lo que desecha otro hombre, que el rico que fierno al rico avariento ; y fué pena infernal la avari
se aforra de lo que desecha un lobo ó un gimió. En cia para la impiedad : eso representaron en la sed de
muchos aquella piel no muda do fiera, aunque muda Tántalo en medio de las aguas y la hambre con la fruta
de lobo. Dirás que tu comida es desazonada, que co que le alborozaba los labios, cuando una y otra le bur
mes lo que no se guisó para tí; y padeces engaño, que laban huyendo. Virgilio, entre otras pestes, puso en el
tu hambre sazona para tí cuanto los cocineros guisan umbral del infierno la torpe pobreza : Et turpiseges-
para los demás. Ella te adereza lo crudo, te multiplica tus. Empero no dijo que la pobreza, por ser torpe, era
lo poco, te hace agradable lo austero. Fáltale algunas aparato de la condenación, sino que aquella pobreza
Teces el alimento al pobre, y entonces es medicina la que era torpe, lo era. ¿Cuál cosa más torpe que la que
falta. Pide, y no le socorren : el rico pierde la cosa más no halla lo que (i) tiene? y esa es la del rico avarien
bienaventurada, que es el dar, y el pobre la menos, que to, que en las aguas no halla bebida, que nadándose
es el recebir. Cristo nuestro Señor lo dijo : Beatius abrasa, que en la fuente se muere de sed. Puede ser
est magis daré, quám accipere, «Más bienaventurada que morulmente y á la letra sea yo el primero que haya
cosa es dar que recebir (o).» Sigúese que el rico que dado luz provechosa á este lugar.
da menos, menos bienaventurado es que el pobre. Te El angélico doctor santo Tomás, en el opúsculo que
ner y no dar es culpa del que tiene ; pedir y no alcan intitula De la erudición del. Principe (i), tratando de
zar es mérito del que pide, y siempre es culpa del que los que no se contentan con no dar á los pobres, y te
no da. La pobreza es hastio de todos los vicios y peca-
(1) tiene, y esta et (*".)—tiene .' Esta es (&|
WAct.,«,». (í) lib. 4, cap. 6.
las cuatro pestes y LAS CUATKO FANTASMAS. 147
gtiün (á quien (I) llama raptores), dice : (2) «Podrá ¡ que borrará el tiempo. No gastará en desvanecer sus
d diablo justificarse el dia del juicio con la compara- gusanos con túmulos magníficos lo que debía gastar
ánade los arrebatadores, diciendo : Señor, yo afligí á en acallar el gusano de su conciencia. Aguardará el po
¡pellos que te habían ofendido; empero estos arroba bre el postrero dia sin presunción. Por eso c! Señor (así
nte robaron y afligieron á los que no lo merecían.» lo dice David, salmo 71) (9) «juzgará los pobres del
¡T«aerosasy grandes palabras son! Prosigue esla ame pueblo y salvará á los hijos de los pobres y humillará
rasen el cap. 7 : (3) «Sí se condena quien no da lo al calumniador.» Y luego da la causa : «Porque librará
gwtíeneá los pobres, ¿qué sucederáá quien lesquita al pobre del poderoso, y al pobre que no tenia socorro.
toque tienen?» San Juan Crisóstomo, en la Oración Perdonará al pobre y al necesitado, y salvará las almas
it acaricia, da esta doctrina ejemplificada : (4) «Si de los pobres, (lü) Redimirá de las usuras y de la mal
Lian» no habiendo recibido alguna injuria del rico, dad sus almas, y delante del será honrado su nombre.»
solo porque no gozó de lo que era suyo, le fué acerbo Este sí es epitafio eterno, que vive en la presencia de
rasador, ¿de qué defensa se valdrán aquellos que, Dios, sin que lo gasten en las losas los pasos de las ho
¡Jímásde no dar de lo que tienen, quitan también ras. No se sabe dónde estuvieron los sepulcros de infi
fosjeno?» Infinitos más son los que están en el infierno nitos monarcas, en que consigo enterraron con los gas
por lo que quitan á los pobres, que por lo que no les tos excesivos las provincias exhaustas. ¿Qué pues se
das. La perfección cristiana es quitar de si para dar sabrá de sus huesos, que perdidos de la locura de sus
te. No poso Dios á los ricos y poderosos encima de pirámides, peregrinan vagos en (H) polvo desconocido?
Is cabezas de los pobres y humildes, porque le son Dura el grito de las locuras de Alejandro, del furor
mis preciosos, sino porque le guarden lo más precio de (12) Cambíses, de los delirios de Jérges.de la fiereza
so. Diga esto el angélico Doctor en el mismo opúsculo, de Nerón, de los vicios de Calígula, de la malicia de
ib. i, cap. i: (5) «Frecuentemente por la utilidad de los Tiberio, de la ambición de Julio César, de la temeridad
sabditos se pone uno en tal estado antes que por la Mi de Aníbal, sí; empero de sus cuerpos no hay ceniza,
ra, y el fieltro se pone sobre los demás vestidos por (6) no hay polvo que dé noticia á los curiosos. Desprécianse
^conservación dcllos ; no por su bien, no por másque- en los metales viles sus retratos, y en los preciosos se
lili, sino antes porque él solo se llueva.» venden por la codicia. ¿De qué pues sirvió la suma ri
Dios nuestro Señor guarda los pobres con los ri queza? ¿De qué ; pues no ha podido defenderlos del ol
cas; de fieltro quiere que los sirvan. Prtnelos encima vido, ni rescatar las urnas en que se guardaron des
de la humildad de los pobres, no para que se defien atados en hogueras? De Midas se sabe volvía oro cuanto
do, sino para que los defiendan. Aquel es buen íiel- tocaba, y juntamente que á puro oro murió de hambre.
Iro que no deja pasar las inclemencias del tiempo en ¿Quién será aquel que llamará rica esta muerte, y no
tie,B, (i) lluvia y granizos al vestido que cubre. Aquel miserable y pobre , pues si dejara de volver en aro una
es buen rico que defiende de la desnudez, hambre y cebolla (pobre y humilde mantenimiento) viviera?
sed alpoim que le trae sobre su cabeza. Sea pues el El santo y maestro Job es el ejemplo del buen pobre
consolado y el defendido el mendigo; sea el comba - y del buen rico. Hízole riquísimo y poderoso Dios; y
Moj el defensor el poderoso. Este trabaje para que viendo que sabia defender su inocencia de los peligros
el otro descanse. de la prosperidad, le solicitó él mismo la persecución
Nació el mendigo pobre, vivió pobre y murió pobre. y pobreza, sabiendo que quien fué humilde siendo ri
'at° nenos, tiene menos de que dar cuenta y menos co, seria constante siendo pobre. Veamos cómo fué rico
pe dejar. Vivió como nació y como había de morir. en sus propias palabras, cap. 29: «¿Quién me dará que
fué solo una persona. Conoció por madre & la natura- me vuelva á aquellos tiempos en que yo era favorecido
Mino padeció por madrastra á la fortuna. Fuera de Dios, cuando resplandecía, como el sol, su gracia so
'fia vida no tuvo qué quitarle la muerte. Murió con bre mi cabeza, y á su luz adestrado caminaba seguro en
Mima de todos y sin albricias y regocijo de herederos. las tinieblas; como fui en mi adolescencia, cuando se
-¡Herráronle los ascos del olfato, los melindres de la cretamente Dios se dignaba dé habitar en mi taberná
llsts, tos horrores de la imaginación, si faltó caridad culo, cuando el Omnipotente me asistía, y yo estaba
iD tos vecinos. Enterráronle sin pompa, empero sin cercado en torno de mis criados ; cuando la abundancia
l'Kjosu ni acreedores. Fuéle la tierra, sin mármoles y y fertilidad demis ganadoscra tanta, que pisaba la man
alH cobierü y no carga. Careció de epitafio (que teca, y las piedras me eran manantiales de oleo; cuando
'rabien tienen su soberbia los sepulcros y su vanidad salía á la puerta de la ciudad, y en la plaza me (13) eri
* muertos) ; empero no temerá la segunda muerte en gían trono? Veíanme los mozos y escondíanse de ver
* Uuoo.es de su memoria, que acallarán los días; (8). güenza ; y los viejos, levantándose, estaban en pié por
respetarme. Los príncipes callaban, y sellaban su boca
con su mano. Detenían los capitanes generales su voz,
"' ">■» (Z. B. P.)
S. Potórit diabolus se joslifleare comparatione raptorom tn die y de turbados se les pegaba la lengua al paladar. El
■"■'■, iitento: Domine, e^o ¡líos solos amiil, qui te orfende- atento que me oyó me bendecía, y me eran testigos los
.Wtaptores isli illos depraedaverunt, tt afflixerunt. aul que estaban presentes : y esto porque habia defendido
>> BtntriBt.
u Si «I» damnanlnr qo¡ saa pauperibus non dislribuunt, quid
"««raiboaaeommauferont? (9) Judicabit paupercs populi , et salvos faciet fllios panpernm :
•' >n Uiarns nulla aífectus injuria 1 diiite, ete.
et homlüabit calumniati>ri-m.
reqoeoitr propter otilitatem, hasta deturpelur, etc.
(10) Redimirá dolías usuras (Z.)
í ">»wrsatI0Ddeello»;(S.) (ID el polvo (S.)
w lorias (li.)
(12) los Cambíses (/</.)
'I J borrara (M.)
(13) cregian ¿Z. B.)
148 OBRAS DE DON FRANCISCO bE QlEVEDO VILLEGAS.
al pobre que gritaba y el pupilo que carecía de favor. recto», cuando dijo : «Dios lodió, Dios lo quita.» Ésto
Caía sobre mi la bendición del que estaba pereciendo, es simplicidad y justicia, confesar que de sí no tuvo al
y consolé el corazón d» la viuda. Vestíme de justicia y go, y que todo era de Dios, que cr.bró lo que habia da
adórneme, como con ropa y diadema, con mi juicio. do. «Temeroso de Dios», cuando dijo : «Como Dios
Fui vista al ciego y pies al tullido. Era padre de los po quiso, asífuéheeho.»Noquejarsedel fuego, ni del vien
bres, y la causa que no sabia, diligentemente la inves- ¡ to, ni del terremoto, ni de los ladrones, reconociéndo
tigaba. Quebraba las quijadas á los perversos, y arran los por cobradores de Dios y reverenciándolos como á
cábales la presa de entre los dientes. Decia : Yo moriré ministros de su voluntad, es temer á Dios con temor ce
en mi nido y multiplicaré mis dias como la palma.» hijo, que respeta con alegre obediencia lo que le qui
lisiaba Job en el muladar cuando en estas palabras tan sus criados por orden de su padre. «Que se apar-
pronunció la bistoria de sus riquezas. Lo primero dice di ( í) de mal», cuando pidió que «fuese el nombre de
que Dios (1) lo favorecía , que habitaba con él, que le Dios bendito;» pues es cierto que no se puede apar
asistía (2) su luz y que con ella andaba por las tinieblas. tar (5) de mal quien no pidiere que sea bendito el nom
Esto refiere primero que sus acciones, porque se. vea bre de Dios. Todo el bien está en que sea santificado el
confiesa que lo que tuvieron (3) bueno procedió de nombre de Dios : la primera petición es de la oración
Dios y de su gncía. Dice que le honraban con trono en del Señor, después de llamarle Padrenuestro; conque
la plaza, que los mozos con respeto se retiraban de su ajusto mi explicación. Debe pues el pobre ser simple y
presencia, y que los viejos por veneración estaban en recto, temeroso de Dios y apartado de mal ; virtudes en
pié, que callaban los príncipes y los capitanes; y esto que está la verdadera riqueza. A este tal fáltanle los
dice que no lo hadan porque era rico, sino porque con ganados, la casa, los hijos, la salud, la mujer y (G) los
la riqueza defendía al pobre, amparaba al pupilo, y con amigos; empero no le hacen falla : quédale el conoci
el socorro granjeaba lu bendición del que estaba en el miento que tuvo cuando los tenia deque no era suyo le
peligro postrero ; consolaba el corazón de la viuda, y se que tenia. Mírase en el estiércol, con el séquito de gusa
vistió de justicia ; fué ojos al ciego y pies al cojo , fué nos con que los vivos ven con horror en las sepulturas á
padre de los pobres; quebrantó las quijadas á los per los muertos, y no se admira, antes los tiene por compa
versos y arrancóles la presa de los dientes. ¿Cuándo ñía más fiel que á la hacienda y á los hijos y á la mu
rico tan fiel y tan humilde y tan reconocido á la bondad jer y á los amigos, pues cuando todos le dejan , ellos le
y omnipotencia de Dios? ¿Cuándo se vio riqueza tan asisten : antes íe hacen compañía que agravio. Bendice
bien empleada? Más encareció. Dios estas alabanzas, á Dios, que lo permite; noinaldiceálosqueloejecutan.
pues dijo á Satanás, cap. i: «¿Por ventura conside Job supo qué cosas eran bienes y qué precios tenían
raste mi siervo Job, y que no hay varon.semejante á todas las cosas. Supo lo que vale el temor de Dios, la jus
él en k tierra?» Inmensa estimación es la de un justo, ticia y la simplicidad , y que esta no es moneda con que
pues Dios sumo y eterno Señor de todo, se precia y bla se han de comprar otras cosas ni darse por ellas, sino
sona de tener un criado entre tantas criaturas, asimple por ellas todas las demás. Fácilmente dio al pobre el
y recto y que le teme y se aparta de mal.» alimento consu hacienda, consueloá(7) la viuda, amparo
Para ver la dignidad y aprecio de los méritos de la al huérfano, socorro al opreso,y libertad al que era pri
pobreza, basta considerar que para premiar Dios un ri sionero de los dientes del tirano. Empero no le pudieron
co, canonizado por su propia boca por incomparable, obligar Satanás, ni su hacienda, mujer, hijos y amigos,
echó mano del medio de hacerle pobre en el mayor ex ni su propiasalud y vida, áque gastase algode su pacien
tremo que pudo maquinar la invidia del demonio y cia, de su desengaño, de su constancia ni de su verdad.
recebir la vida del hombre. Dios premió á Job con ha I Oh cuan al contrario entienden y platican esto
cerle pobre el haber sabido ser rico, y Job conoció á la hinchazón de los ricos y la ignorancia.de los que
Dios el haberle hecho rico con saber ser pobre. Job- fué no saben ser pobres! Aquellas cosas solas pensamos
más pobre que rico, porque pudosermás rico y no pudo que vendemos, portas cuales recebimos dinero; y de
ser más pobre. Faltóle la hacienda, faltáronle los hi balde llamamos lo que adquirimos dándonos á nosotros
jos, fuéle persecución la mujer, fuéronle acusación y mismos. Llamamos caro lo que nos cuesta mucho dine
escándalo los amigos, fallóle la salud; era unas llagas ro ; y como nos cueste poco dinero, llamamos barato lo
animadas, población de gusanos; albergábale con horror que nos cuesta nuestras almas. Las cosas que no qui
y asco un muladar; parecia vivir por desprecio de la siéramos comprar si por ellas nos pidieran nuestra ca
muerte, no por duración de la vida, que ya extrañaba sa, nuestra heredad, nuestro jardín, nuestras joyas,
en su cuerpo la corrupción de los cadáveres; solo se le esascompramoscon ansia y con peligro á trueque de
detuvo eq la piel el alma, y en ella la paciencia. Ha nuestra conciencia, de nuestra paz y de nuestra libertad.
bíanse conjurado contra él ladrones, fuego del cielo, Da el hombre la quietud por una venganza, la libertad
terremotos y huracanes. No dijo que habia perdido na por un oficio, el alma por un gusto; y como no le cues
da, sino que lo habia pagado á quien se lo dio : «Dios te hacienda, dice que nada le costó. Sigúese que el ma
lo dio, Dios lo quita ; como Dios quiso así se ha hecho; lo y el necio no tiene á su parecer en si cosa más vil
sea el nombre de Dios bendito. Desnudo nací del vien que asi mismo, ni cosa que valga menos; pues por lo
tre de mi madre, desnudo volveré áél.» que se da á sí mismo, dice que (8) da nada. ¡ Dichoso
En esta respuesta con tres razones se desempeñó de aquel que no será culpado eu esta mercancía! Ño puede
lo que dijo Dios que era, mostrándose « varón simple y
(4 j 5» del mal (Z. B.)
(1) le (F. S.) (6) sus amigos; i.S.)
(í) y su luz, que coa ella \Z. B. F.) (7) las viadas, {¡i.)
P) üt¡ bueno [F. S.) 18) nada da. [Id.)
LAS CUATRO PliSTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. HO
ser rico quien da lo precioso por lo vil. No puede na no se fulminará con otras razones, sino con no haber
ser pobre quien compra con lo vil lo precioso. Este es el dado al pobre estassohrasyestas cosas de tan poco valor.
modo de adquirir riquezas y conservarlas : guardar las El propio Evangelio lo dice : «Entonces dirá el Reyá log
del alma , y repartir y dar las del cuerpo. Y pues quien que estuvieren á su mano siniestra : Apartaos de mi, mal
conserva y guarda aquellas cuando le faltan estas es ri ditos, al fuego eterno, que está prevenido para el diablo
co, bienaventurado es el pobre que lo fué por no dejarse y sus ángeles. Tuve ha.'iibre, y no me distes de comer;
comprar deloro, del puesto, del séquito, del regalo y de tuve sed, y no me distes de beber; era huésped, y no me
la vanidad. Sucederále lo que á Job, que le dio Dios ri recogisles; desnudo, ynome distes vestido; estuve en
quezas grandes para que las despreciase, y suma pobre fermo y preso, y no me visitastes.» Dice el texto sagra
za para que la eslimase sumamente; y porque estimó la do que replicarán los malditos lo que los justos, mas
pobreza extrema, le restituyó duplicado cuanto había con diferente conciencia, y dirán que á élnunca le vieron
perdido. Quitóie lo que tenia, y porque se lo volvió con con hambre ni sed, peregrino, desnudo, (3) enfermo
reconocimiento, se lo volvió con multiplicación. ¿Quién y preso ; y el Rey respnnderá que vieron á los pobres,
dudará que Dios socorrerá al pobre, si Dios y liumbre y qne en el menor dellos lo despreciaron á él y le ne
lomando y encargó tan repetidamente? garon todo lo referido.
Sea fin ú mi discurso lo que será fui para el castigo Si esta doctrina del postrero dia del mundo platicasen
en el fin del mundo. políticamente los reyes todos los días, castigando por
Cristo Jesús dice por san Mateo, cap. 23, tratando desamparo suyo el del menor de sus vasallos y premiando
del juicio finul: «Entonces dirá el Rey álos que estu por beneficio propio el socorro, lograrían todos sus días
vieren á su diestra : Venid, benditos de mi Padre, po en buen juicio, y el postrero del juicio le esperarían favo
seed el reino que os está aparejado antes de la constitu- rable. Porestodijo san Pedro Crisólogo: «Da la comida,
tucion del mundo. Tuve hambre, y (1) dístesme de da el hospedaje, da el vestido, si quieres tener á Dios por
comer; tuve sed, y dístesme de beber; era hués deudor, y no por juez.» Alentémonos pues los pobres,
ped, y me albergastes; estaba desnudo, y me ves- viendo que en el postrero tribunal nuestro socorro dicta
tistes.» Y porque los que siguen la interpretación de sentencia de gloria y pronuncia salvación, y nuestro
Judas en el ungüento de la Magdalena no acomodasen desamparo sentencia de condenación y de penas eter
su malicia con achaque de los pobres á su provecho y nas. Contentémonos con que Dios reciba lo que nos dan.
usura, replicarán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos Conténtese el rico con que Dios le premie con su gloria
hambriento , y te alimentamos; te vimos con sed, y te lo que nos dio.
dimos de beber ; cuándo te vimos peregrino, y te alber He sido mucho mis largo en consolar la pobreza que
gamos ; ó desnudo, y te vestimos ; cuándo te vimos en fui en consolar la muerte, porque aquella allige toda ta
fermo j en la cárcel, y te visitamos? Y respondiendo el vida y cada hora y cada momento, pásase y padécese
R<?y, Ws dirá : De verdad os digo, cuantas veces hicis- infinitas veces ; y esta sola una vez es forzosa á todos, y
te¿ eso con uno de mis hermanos los más mínimos, lo universal, lo que no es la pobreza. Si no he conseguido
hicisles conmigo.» ¡Oh gran dignidad del pobre! ¡Oh mi intento (á lo que fácilmente me persuado), la pobre
inefab/e raíor de la pobreza ! Que el día del juicio la úl- za del ingenio y de los estudios y de la virtud me dis
timairrevocable sentencia, yaenfavor.no daiáotracau- culpará con la misma pobreza, que por fallarme todas
sa í la salvación eterna sino el haber socorrido al pobre estas partes, queda quejosa de mi dolrina. Jesucristo
el mendrugo de pan, el jarro de agua, el albergue, el nuestro Señor dé á vuesamcrced su gracia y larga vida,
vestido y la visita ; y (2) sentencia de condenación eter- con buena salud. Madrid, 4 de setiembre de 1635.
Don Francisco de Quevedo Villegas.
(li disteisme... albergasteis.. .vestísteis... (S. constantemente.)
Ü! U senteocia (Id.) (3) ypreso;(S.)
I
DESPRECIO.
TERCERA FANTASMA DE LA VIDA.
AL DOCTOR DOS MAITEEL SARMENTÓ DE MENDOZA, ciado del mundo? Como habitación del cuerpo, le debe
canúoigo magistral de la santa iglesia de Sevilla (a) (i), mos despreciar; como enemigo del alma, le debemos
vencer. De todas maneras tenemos batalla en él y con
Don Francisco de Quevedo Villegas. él. El desprecio del mundo es (5) la primera puerta para
entrar el hombre en las sagradas religiones, veredas
Si despreciar el mundo, señor don Manuel, no solo ciertas por donde sube el alma al reino de la paz glo
es bueno, sino santo, ¿cómo podrá ser malo ser despre- riosa. Bien puede cualquiera despreciar el mundo sin
(«S Fcé natural de Bdrgos, hijo de ilustres padres, hombre de de él Gil González Dávila en su Teatro eclesiástico, don Nicolás:
erudición y doctrina. Celebró Justo Lipsio con el mayor encare Antonio en sn Biblioteca, y Ortiz de Zúoiga en los Anales ie Se
cimiento a don Manuel, cuando regia Con aplauso la famosa uní- villa.
tersidad de Salamanca. Disfrutó muchos arios la canongla magis (4) Si despreciar (F. S.)
tral de Sevilla, y morid por los de 1650- Hacen especial mención (5) primera (A'.)
ISO OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
entrar en religión ; mas no con tanto mérito como en- condenación. ¡Oh cuan grande es el número de fulle
tramlü en ella. Grande precio añade la obediencia sobre ros en la virtud, que ss llaman despreciados, siendo
la voluntad. El mundo cuando desprecia al que le des- despreciadores ! Quien tiene más de lo que merece,
precia, enlutar de vengarse, le asegura si es cuerdo, | poique no le -dan más de lo que desea, dice que le
le fortalece si es bueno. No puede despreciar el mundo desprecia quien (4) lo cura. Iulinitos tienen por me
quien no se despreciad sí; y quien se despreciad sí, esti nosprecio propio la estimación ajena, y dicen que los
ma que todo el mundo le desprecia. Hoy, que escribo las desprecia quien los dio mucho, si no se lo dio todo.
alabanzas del desprecio, sentiré el ser tenido en poco; Estos despreciados sou iulinitos, porque cada hombre
y esto por la desautoridad que ocasiona al crédito de lo destos es (5) muchos despreciados cada dia. O noseliu
que escribo. de dar y hacer bien á otros, ó ellos se-han de tener por
Mucho espíritu tiraniza al hombre verse despreciar, despreciados. Estos, como no tienen número, no tienen
de otro hombre, porque sabe que la naturaleza, el nacer remedio. No trato de consolarlos, sino de huir dellos.
y el morir no desigualan! uno de otro. Nosiente menos Quien desprecia las cosas para que lo precien los
que el que puede haga más caso de otro que de él. Pa hombres, es loco, y solo consigue su internó del que
dece invidia rabiosa que le enajena y enciende en ira lo es. Desprecia en público lo que adora en secreto;
impetuosa; porque la ira es parto fecundo del desprecio. tiene por premio el aplauso de los que lo ven; págase
Así lo dice Plutarco, libro de Refrenar la ira. Así lo en del ambicioso ; y hace más caudal de los testigos de
seña Homero eu el principio de la litada, pues dice que su hipocresía que de la verdad de su conciencia. Es
la ira perniciosa é implacable de Aquíles resultó de ver taba el cínico en la mejor hora del dia, y en medio ild
que Agamenón le despreciaba, quitándole á Briscida, mayor concurso del pueblo, enterrándose en polvo y
que era el premio de sus vencimientos ; por lo cual afeándose con lodo; viole el divino Platón, y desci
Aquíles solo se queja de que le despreciaba. frando su maña, dijo : « Idos todos, y no se nioitilicará.
Si el desprecio no es estimado y venerado del que Dejalde solo, y dejará descansar los muladares que
se ve en él, no solo es vientre de la ira, sino de cuan inquieta revolcándose.»
tas abominaciones puede engendraren la flaqueza hu Hay un género de desprecio soberbio, y es este con
mana con desenfrenada licencia la ignorancia. que Uiógenes se burlaba de los ojos populares. En
Afean el desprecio los malos nombres con que le estos tiene más presunción la basura que el oro. Me
infaman los ambiciosos. Llaman al despreciado, hom recen asco, y solicitan admiración. Ninguna cosaprodu-
bre de quien no se hace cuenta, de quien no se liace ce peor soberbia que el desprecio fingido. Lo primero,
caso; vulgarmente dicen que le tienen en poco, que desprecian la verdad y la conciencia, y las advertencias
no es bueno para nada. Si la locura hace esta cuenta, divinas, y luego los juicios y entendimientos de todos.
prerogatíva es que no haga cuenta del despreciado. Si Son ladrones del premio de la virtud, encubridores
la fortuna hace el caso, seguridad es que del no le de la impiedad facinorosa. Hacen que la humildad,
baga. Si es la soberbia quien le tiene en poco, eso toda sagrada, sirva de máscara á la arrogancia, tala
■poco le vale mucho. Si la nada para que no es bueno, sacrilega. Hacen embusteros los instrumentos de la
es la ambición y vanidad, á quien el sabio llama Hada) penitencia. Son estos muy peligroso escándalo, porque
nada tiene tan bueno como no ser bueno para nada. es dañoso creerlos y temeridad juzgarlos. Solo es se
Si el sabio y el bueno despreciados miran á los que* guro cautelarlos por aparentes, y tratarlos con sospe
los desprecian, conocerán que los llaman lo que ellos cha de lo que no se vu y de lo que pueden ser. Mis
son, (1) que los dan el nombre del desprecio que ellos se ha de temer en estos la falsificación que en las jo
padecen con nombre de estimación. yas y en la moneda. No se ha de fiar del loque, í
Dividamos el desprecio antes de difinirle, que de quien burlan las muchas hojas; es menester limarlas
otra manera incurriremos en confusión. Dos géneros para reconocer el alma de plomo.
hay de desprecio, uno por inutilidad y defectos pro Hay otra alquimia del verdadero y santo desprecio,
pios, y este es castigo del que le pasa ; otro por defectos que tiene pobre y desacreditado el comercio del mun
ajenos y mal intencionado conocimiento de los pode do. Esta es la negociación ambiciosa. No hay mayor
rosos, y- este es premio del que le padece, y ejercicio ni peor ni más mal (6) entretenido negociante que
de la virtud. El que se desprecia á si y desprecia al el desprecio político. Este es artífice de aduladores y
mundo, sabe ser despreciado. Despreciar el mundo y fabricador de tiranos. Muchos con el deprecio han es
sentir ser. despreciado del mundo, es ser más soberbio calado los puestos, las dignidades, el poder, y á veces
que el mundo. Despreciar el mundo para ser (2) des los imperios. Invención suya es el ruin en honra. Es
preciados del, es ser perfectos. Muchos saben despre ganzúa que no dejan de la roano los que prc'.enden.
ciar, pocos ser despreciados. Muchos desprecian el Es escala, de que se valen contra sus señores los que
mundo, pocos se despreciará sí. Los hipócritas quie sirven; tan engañosa, que por donde parece que bajau,
ren ser tenidos por gente que desean ser despreciados, suben. Las corles y los palacios serán mis historias y
empero no que los desprecien. Desprécianse para que mis textos, y cada uno en su casa con su familia mo
los estimen. Dicen que son los más malos, porque será testigo.
los tengan por los mejores. Llámanse viles, porque no Ninguno so desprecia más que se desprecian los
se (3) los llamen. Son tales, que los castiga quien los aduladores y lisonjeros á si propios; y solo es más des
cree. Desprecio negociador de estima es mohatra de preciado dellos el que los cree. El adulador se deslíaos
ENFERMEDAD.
CUARTA FANTASMA DE LA VIDA.
AL ILÜSTBÍSIMO SEÑOR DON OCTAVIO BRANQUIF0RTE, grato á su esclarecida memoria, cuya recordación
obispo de Chephalu en Sicilia (i) (»), acompaño con haber vuesa señoría aceptado por heren
Don Francisco de Quevcdo Villegas. cia aquella aticion con que siempre me hizo merced.
Hame socorrido la memoria con aquella epístola en
que Séneca escribió á Lucilo que para estudiar el
No puedo olvidar la amistad que estando en ese rei consuelo de la enfermedad molesta y de la muerte
no (cuando (2) gobernaba el grande y siempre victo forzosa, se fué á comunicar á Auftdio, varón incompa
rioso duque de Osuna ) tuve conel señor duque de San rable, que militaba con dolencias continuas, fatigado,
Juan, padre de vuesa señoría. No me es licito ser in- mas no vencido, de la poca salud (c). Yo, que hoy
arrojo el ánimo á este propio argumento, ahorro aque
(1) No puedo (F.S.) lla peregrinación para mejor estudio, repitiendo en mi
(í) El ilustrlslmo y reverendísimo don Octavio Brancíforte, hijo
de Hércules y de Ágata de Lanza, duques de San Juan , condes de ánimo la constancia con que vi á vuesa señoría ro
Canmarata, nació en Palermo, año de 1599. Mozo de veinte y un
anos, perdió i su padre, quedándole ocho hermanos huérfanos. en 1636 y 37, y en 8 de mano de 1638 pasó al obispado de Cati-
Estudió con los jesuítas de aquella ciudad filosofía y teología ; mas nia, donde su piedad, erudición, solicitud y prudencia eran mor
por consejo del principe Fílíberto se vino a Espafia , donde- la de antiguo conocidas y apreciadas.
protección de Jerónimo Coloni (después cardenal ) y del conde-du Sospecho haberle dirigido Qumso el presente discurso i fines
que de Olivares le llevó i las primeras dignidades eclesiásticas. de 1636.
Fué sumiller de cortina de Felipe IV; en 1634 subió á la silla
(U le gobernaba (S.)
episcopal de Cefalú; presidió los parlamentos del reino siciliano
(c) Esta epístola es la xxx.
1
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 153
deado de achaques importunos y peligrosos; antes in gastándola, y si no se gasta, no se goza. No hay peor
ducidos de invidia maléfica que de flaqueza corporal. pobre que el rico que por no gastar su moneda no
Vile atender más al estudio que ¿ la medicina, más goza delta ; ni peor enfermo que aquel que por no
á los libros que á los accidentes , más á la erudición gastar su salud no la goza. El temor supersticioso de
que á les aforismos, más á enseñar que á quejarse. Por enfermar es más honesta dolencia que la desorden,
esto me ha parecido, pues hablo de vuesa señoria, empero no es menor. Seguir la naturaleza; satisfacer
hablar con vuesa señoría. Óigame como amigo, auto la, no cargarla; que el alimento sea fácil y no costoso;
ríceme como texto. el que apetece, no el que la inducen y persuaden la
Mi Séneca en la epístola lxxvni dice estas palabras : imitación ó la lisonja de los otros sentidos : esta es una
Tria haec in omni morbo gravia sunt, etc. «Estas tres bbena receta de ingredientes y seguros ; mantiene sa
cosas son en toda enfermedad graves : miedo de la lud nativa y cuerpo acomodado á las edades y del á
muerte , dolor del cuerpo y intermisión de los delei la vejez. Menos burlas padece quien se cura para no
tes. » enfermar, con esta doctrina, que quien para sanar
AtréVome á añadir la cuarta (no solo por la prime se cura con esotra.
ra, sino por la mayor), en la necesidad de la medicina, Yo he vivido una vida que con razón está agra
dispensada por el médico en conjetura dudosa, que se decida á mi salud, por robusta y larga; he tenido
padece y se paga. Y pues si en esta parte hubiera cer enfermedades que no están quejosas de mi condi
teza se desterrara por entonces el temor de la mueite, ción : dos han sido. Helas padecido con paciencia,
se aliviara el dolor del cuerpo, se alentara la suspen no las he contradicho juntas; he convalecido de bal
sión de los deleites, determino empezar por ella, como de y presto, no sin reprehensión de los amigos, que
gravamen de los demás. me juzgaban temerario, y de mis vecinos, que por
Quien en su misma vida tiene mal de muerte, ¿cómo no ver mi zaguán asombrado de muías á todas horas,
presume que algún dia ni hora de su vida tiene sa me juzgaban sin remedio. Si treinta años de vida pa
lud? Quien tiene salud enferma, ¿qué novedad le hace sada no se han graduado de médicos para quien los
la enfermedad? Quien tiene cuerpo mortal y caduco, ha vivido , poco tiene que asegurarse de otros médi
¿cuál accidente extraña? ¿Por qué dice que está enfer cos : con diferentes palabras dijo un emperador esto
mo/ y no que nació enfermo? ¿Porqué dice que tiene propio. Yerdad es que no llamo , estando enfermo,
enfermedad, y no que lo es? Poca verdad se oye en dotor; que así llaman á quien sabe tanto como crea
los lamentos de los enfermos. Dice que le dio una apo- nuestro miedo , al que medra con nuestro peligro. Si
plegia el que debiera decir que se la comió; que se le el morir no hay médico que lo estorbe, y hay muchos
encendió un tabardillo, el que se hirvió con vino de que lo inducen; si la salud es su pobreza, si la enfer
masiado la sangre ; que le lia dado una calentura, quien medades su caudal, ¿qué hacen de su juicio los que
se \a ha dado con sus excesos. No cree para sus desórde se persuaden que los médicos (3) los desearán una sa
nes que puede enfermar, y por eso se queja de haber lud que no les vale nada, y que acabarán una enfer
enfermado. Pésale de tener el mal que gustó de tomar, medad que los es contribución y tesoro? No dudo que
sin advertir que el perder la salud está en su mano tan algunos seguirán la virtud, ni dudo que muchos aten
fácil, como difícil restituirla por la del médico. Seve derán á las exhortaciones de la codicia. Innumerables
ramente fué docto Hipócrates, eruditamente fué doc son los enemigos que tiene la vida del hombre, innu
to Galeno ; empero ninguno de los dos fué tan docto merables son, mas baratos; el mayor añadimos en el
y erudito, como obscuras y contingentes las causas médico, y este comprado. Muriendo le pagamos el
y principios do las dolencias. Muy excelentes médi delito ; sanando , la ignorancia dichosa. Cuando sin
cos ha habido y hay en el mundo ; empero todos cu saberlo que se dice, amenaza que se muere el do
ran con lo que saben, por lo que conjeturan de lo que liente, si (á su pesar) sana, se encarama en milagro.
ignoran y no ven. La parlería más cierta de que se valen Si diciendo que no hay que temer, se muere, se ab
es el movimiento del pulso, la color y otras señas de suelve con que llegó su hora ; que si le tomaran su
bí i) urina; mas estos son chismes de la naturaleza, no declaración, se supiera quien la trujo para que lle
confesión. (2) Juzgan con el uno la desigualdad ó la gase. ¡Grande privilegio es, mas doloroso, que solo (t)
intercadencia, en la otra lo claro ó lo turbio, lo encen en el médico sea precioso y honrado el homicidio!
dido ó lo benigno, lo seroso ó lo delgado ; empero ne Si los ajusticiados hubieran podido dar la honra á sus
cesita el físico de la sospecha para rastrear las causas, ministros como el interés, la brida del esparto noin-
que pueden ser inQnilamentediferentes: por donde sin vidiara á la de las muías. Algo he desenfadado el es
culpa de la ciencia se ocasionan los errores en las cu tilo; mas no sin cansa he serenado el ceño al discurso,
ras mas judiciosas. todo funesto : sirva esta cláusula de juglar á la pesa
Es enfermedad la ignorancia, á cuya causa nos cu dumbre de las veras. Todos enferman por los excesos
ramos de una enfermedad con otra. Ignora el enfermo ó contagios, sustos, golpes ó heridas; mas de ninguna
la causa por qué padece, y el médico la que cura. Cuan enfermedad se muere sin asistencia de la medicina:
do tenemos salud, despreciamos los excesos, confiando pocos males son tan hábiles, que sin la mano del fí
en la medicina ; en enfermando , que hemos menes sico sepan acabar con el hombre. Aun en las muertes
ter la medicina , desconfiados delta, ó la desobedece violentas toman parte, y no hay puñalada con que no
mos dudosos, ó la admitimos cobardes. La posesión sean cómplices sus tientas; apenas le basta á uno que
de la salud es como la de la hacienda, que se goza le maten para que no le visiten : llámanlus al muerto
•
(1) orina (B. S.) (3) le» (S.)
(Jj Juzgas (Z, B.) (4) el medico [ti.)
i 86 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para ver si lo esta, para que lo declare. ¡Oh miseria por cierto que la escamonea , y otras (3) cosas tale!
humana, qut» (1) te curo la yerba y la raíz y el mineral no escogen, sino que arrebatan sin elección las más1
con piedad, y que solo el médico te sane con lástima! veces; que van por lo que no hallan, y sactn lo que
Viene á ser tan poderosa la' paga, que sienten que se no buscan; que sacan algo de lo que pretenden, y que
acabo el enfermo, porque se acaba la cura", no la vida. se sale con ellas mucho de lo que no conviene; que
La receta facinorosa nos hace pagar en el barbero las nunca hacen tanto provecho con lo que sacan co
heridas, en el boticario el asco, en sus visitas la sen mo daño en entrar á sacarlo. Tongo por sospechosa la
tencia. Dannos los jarabes y brebajes, porque ha me crianza de los medicamentos entre codicia y oficiales,
nester venderlos la botica, no porque ha menester to y recelo andan con malas compañías entre el cobre y
marlos el doliente. Créese y págase la jerigonza en las el pozo, y no será temeridad decir que hay mis adul
recetas, y bébese la zupia. La basura en los botes la terios en las composiciones que en los matrimonios.
estima el peso, aunque la está acusando la escoba. Bien Confieso que hay excepción de excelentes y fieles y
conoció esto el doctísimo Comendador griego (o), cuan doctos médicos y artífices ; mas (4) no presumo lía-
do estando enfermo, todos los jarabes que le recetaron liarla yo. No por esto los desprecio, si bien los excuso;
los médicos para darle una purga, y la misma purga, y cuando más no pueda, que será algún día que ya no
iba echando donde había de purgar. Vinieron los mé puede venir lejos , los llamaré no para escapar, para
dicos, y preguntándole si habia purgado, dijo que sí. morir como es uso y costumbre. Pagarélos : ceremo
Registraron los cursos; y viendo tan espantoso color, nia introducida, no socorro eficaz. Llamaré á que me
dijeron: «¿Cómo quería vivir quien tal tenia en su cuer cure el que sé que pelea ; y moriré, como hombre, de
po ?» A que respondió : «Por eso no entró en él.» Según un dia tras otro, y trillado del paseo de las horas, sin
. esto, mandan que tomemos aquellas cosas que viéndo que tenga culpa en mi acabamiento otra cosa que mi
las, juzgan que no puede vivir quien las toma. Ahor composición, donde se muere por ley, y no por venia.
ro es de vida, ya que no de costa , comprarlas para Esto procuro yo : no sé qué estorbo me pondrán los
verterlas. Más ricos mueren en poder de sus juntas, sucesos contingentes.
que pobres desamparados deltas. No niego que sanan Probado he no solo que en el enfermo es la coarta
muchos á quien visitan; mas estos sin ellos alcanza molestia la medicina, sino la primera y la más grave, y
rán la propia salud de balde y limpia ; porque la natu que puede añadirla á las tres que dijo Séneca. Vál
raleza, que trata al hombre por de dentro y de cerca ganme por alegación todos los dolientes, y los vivos que
litiga con los achaques, es más docta que todos los fi lloran por cuenta della sus difuntos.
lósofos. Asi que, sanando cobran lo que se debía á la Resta consolar ala vidadestasamenazns, desta cien
naturaleza, y matando lo que ellos le deben. cia y de las falencias deste ministro. Lo primero, la
Por esto siempre he llamado, para guarecer, la dieta certidumbre que he mostrado de la medicina, es jun
(esto es, comer en mi casa), á la sed y al hambre, médi tamente medicina y eficaz exhortación á la templan
cos que andan al paso de la razón , como estotros al de za y conservación de la salud. Debemos el temor sa
sus muías. Tengo una vida que se desentiende de mi ludable de enfermar al miedo de no sanar si enferma
edad y la desmiente, aunque no la niega ; salud confiada mos, y el gusto de las viandas saludables al horror
en la templanza, las venas sin herida : y si bien ya mi de las pócimas, jarabes y purgas mal acondicionadas
edad es para sentir los motines de los humores, la mo y peligrosas. La preservación á que persuade este te
deración de la garganta ha pasado á más años la moce mor, no solo es barata, sino ahorro de cura contingen
dad, y el ejercicio robusto entretenido á pedazos el co to, de botica desapacible, de barbero facinoroso. Si la
lor del cabello, que en menor estación de tiempo suele medicina fuera infalible, hubiera quien enfermara por
desparecer, desconsolando la presunción de la barba. negociación y por hipocresía y por vanidad; sirviera
Ni es mal arbitrio, en razón de medicina, el no beber la enfermedad á la astucia y á la intención. Los ena
lo que sea necesario arrojar. El plato regalado de la morados la hicieran fineza, los ministros exageración
razón fué siempre lo que basta con alegría, el apetito de cuidados, los soldados resulta de servicios, los hi
por cocinero, la hambre por reloj: banquete espléndi pócritas penitencia, las mujeres perdidas tal vez
do en un manjar, de quien nunca estuvo qupjoso el afeito y tal vez achaque para demanda. Esto no se
cerebro ni la garganta ; que sustenta y no embaraza; puede dudar, cuando vemos que todos estos la fingen
que es juntamente alimento, médico y medicina. Me cuando no la tienen ni se aventuran á tenerla. Son
jor quita la moderación lo supérfluo que Galeno. Yo demostración deslo los pobres, que las llagas que se
desconfio mucho del tiento de las bebidas, temiendo pueden sanar se las abren verdaderamente para adqm-
que en los (2) retiramientos del estómago y en los escon rírlimosna por la conmiseración. Finalmente, señordon
drijos del pecho, si sacan lo más fácil, es la vida. Tengo Octavio, si la medicina no padeciera duda, y lascnras
errores, fuera más numeroso oficio ser enfermos que
(1) se enre \Z. B. F.) médicos. Y de la manera que en las borrascas no hu
(a) Fernán Nuílez de Guzman, llamado el Pinciano por haber biera santos propósitos, arrepentimientos, enmienda
nacido en Valladolid, fué de los sabios españoles que más contri de vida, votos pios ni escarmientos, si se supiera arte
buyeron al engrandecimiento de nnestras letras, lliscípulo estu
dioso de Nebrija, jr después de la universidad de Bolonia, colabo para resistir al furor de los vientos y desenojar las
rador en la impresión de la famosa Biblia complutense, catedra- iras de los golfos ; as! carecieran las enfermedades de
üco de retorica en Salamanca , comendador de la orden de San los desengaños de nuestra presunción y de los recuer
tiago, y fuera de España siempre respetado y aplaudido, murió en
Salamanca a los ochenta alíos de edad, en el de 1553. Hizo grabar dos á nuestro olvido, cuando no dudara enlossocor-
en su sepulcro este letrero llaitmum vitae bonum morí, y dejó su
riquísima biblioteca a aquella universidad famosa. (3) tales cosas 'S.)
(íj retraimientos \S.¡ (*) presumo <Z. B. F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. «37
radela medicina. Pues siendo esta enseñanza de El segundo trabajo de la enfermedad (3), en mi dispo
untó precio, ningún cuerdo negará la utilidad que sición, es el miedo de la muerte; y el primero en el or
ifcne, para doctrinar los motines de nuestra naturale- den y distribución de Séneca.
n la duda de los remedios y la incertidumbre de los ¿ Cómo puede temer la muerte quien no teme el ha
utilices. ber nacido? Y quien teme el haber nacido ¿por qué te
A los animales limitó Dios en el apetito la desorden me la muerte ? ¿Cómo puede dolerse de morir quien se
likosa. Cada uno apetece su alimento propio; su alegra de ser hombre? ¿Qué razón halla el hombre mor
[ulular carece de golosina. Dióles por médico el ins tal de temer lo quees? ¿De qué sirve temer lo que no
te. Al hombre dio apetito sin límite y sabor, que se puede evitar? Fuerza es que quien teme la muerte
íitndo licencioso, despuebla para servirá la gula todos tema la vida, porque toda la vida es muerte. Teme el
los elementos, hasta calificar en manjares las serpien hombre el postrer instante de su muerte, y ama los
te, en guisados las fieras, y tal vez son potaje y salsa muchos años 'dolía. ¿Quién es tan necio que tema que
d«neníidos los venenos. Empero dióle la razón por so acabe lo que aborrece? La verdad responde que todos
físico; j los desenfrenados usan peor delta que del ins aquellos que temen el acabar su vida, que es su muerte.
tílalas bestias. Sulo el hombre sabe lo que le hace Grande es el desacierto de los hombres : cuando
m il, y solo al hombre le sabe bienio que le hace mal. tienen salud, ni temen la muerte ni se acuerdan delta;
Dióle Dios, en el entendimiento, médico dentro de sí, cu perdiendo la salud y enfermando, temen la muer
vfcale fuera en el entendimiento de otro. Conoce te, como si la salud propia no fuera enfermedad incu
que le es daüosa la demasía, y quiere más curarse de- rable, y no mirara igualmente á todos el forzoso que ni
¡liqueeicusarla. Solamente le imita en la golosina la cuenta años ni se embaraza en grandezas ni desprecia
mosca; y por eso se la dio por persecución, para que humildades. Quien teme la muerte tiene miedo de sí
tiendoen la mas inmunda sabandija su defecto, le abor propio. No es la muerte cosa forastera ; con nosotros
reciese igualmente, como la aborrece, molesta, gloto nace y crece y vive. La muerte de cada uno es su cuer
na, sncia y porfiada. ¡Oh providente caridad de Dios, po; dentro de nosotros habita : no hay vena, no hay
que diese al hombre por reprehensión asistente un miembro donde no resida. Bien considerado, todo
animal tan asqueroso como pequeño, para que conó nuestro cuerpo es (4) posadas de la muerte. ¿Cómo
cese el horror de su voracidad ! pues se temerá la muerte y se amará el cuerpo? Mani
Dos grandes utilidades sacamos para nnestro consue fiesta locura es amar y aborrecer una misma cosa. Se
lo déla contingencia y peligro de las medicinas y de ñor don Octavió, tal es la persuasión bestial del pecado,
los médicos. El uno, el temor que nos amonesta ala que hace que tema nuestra vida la muerte, cuando en
templanza y buen regimiento , para no padecer las unas juntar y acercar nuestra muerte gastamos nuestra vida.
titeotros. El segundo, si adolecemos (1) por nuestro ¿Porqué pues tememos que se acabe de juntarlo que
cw.ramiento, para desengaño de nuestra fragilidad, cada dia y cada hora juntamos? La golosina de los ban
pnjprewncion de nuestra conciencia; puesainennza- quetes, que tanto se celebra; las delicias y placeres de
dosdeladolen.ia.y con poca confianza délos remedios, la lujuria, quo con tan grandes ansias se buscan y com-
iMdilalaelciieri'o niel viituosoel apresto de su espí pran ; las solicitudes aventuradas de la codicia, que (5)
ritu. £1 enfermo que en necesitando de médico no se nos son tan apacibles ; los deleites de las venganzas te
desahucia, y aguarda & que le desahucie el médico, mu merarias, el sabor halagüeño de la molesta ociosidad del
cho tiempo invidia á la cuenta de su alma : más siente juego, ¿qué otras cosas son sino recogedoras de muer
que se llegue el tiempo de darla que (2) darla. Mal con te, que con sus desórdenes (6) la juntan, la acercan,
sidera que si toda su vida era corto espacio para preve la abrevian y laanticipan? No son otra cosa sino dispo-
nir el juicio de una hora sola , que una hora ni un dia siciony aparato de la muerte que tememos; y ninguno
ni d« son espacio muy aventurado. Cierto es que un negará que todo nuestro regocijo le tenemos en estas
breve arrepentimiento puede dar buen cobro del hom cosas referidas, que nos fabrican y disponen la muerte.
bre mas perdido; empero no es buena diligencia para ¿Qué pues tememos, habiéndola nosotros fabricado
morir con él, vivir sin él. Salvóse en poco tiempo el un por sumo entretenimiento?
Uron, empero en el misino se condenó el otro. Salvó- Disculparán algunos el error de su mente con Aris
mDíihjj; mas no ha de morir otra vez Cristo Dios y tóteles, que en la Retórica, lib. i, cap. del Miedo,
hombre, como entonces murió. Quien se vale del buen dice : «Miedo es un dolor y una perturbación de áni
ladrón para la confianza, acuérdese del malo para el te mo, que nace de la imaginación de un futuro mal.»
xtor; crea que Dios puede disponerle para que se salve Empero esta definición excluye á la muerte por mal
ca un momento ; mas no viva algún momento sin dispo futuro; porque la muerte no es mal, ni está por venir,
nerse para salvarse. La enfermedad incurable es nacer; si bien está por acabar de venir. La muerte no es mal,
Pies en naciendo, es forzoso morir. Quien dcsta no se sino bien. No es malo morir, sino morir mal ; como no
piale curar, ¿cuándo podrá decir que está sano? ¿Qué es bien el vivir, sino el vivir bien. Morir es ley, y no daño
sJnd espera de las yerbas? ¿Qué convalecencia de los ni ofensa. En el propio capítulo dice el filósofo Sta-
■nédicos! No ha de ser el cuidado hacer que la vida sea girila: «Las cuales cosas luego (7) espantan, cuando
larga.sino buena. Nuestra muerte no reconoce otro mé están cerca; porque de verdad las cosas que están lejos
dico eficaz y docto para su salud, sino la buena con no espantan. Séamc indicio desto que todo hombre sa-
ciencia. Paralas enfermedades de la vida, solamente es
J&cdicina preservalivala buena muerte. (3) de mi disposición , (S.)
{i) posada {Id.)
(5) no son (/<f.)
(11 pira naeslro (F. S.) (6) le (Z. B.)
P) le darla, tz. B. F.) (7) que espantan, (Z. B. F. S.)
158 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
be que lia de morir ; mas porque no sabe que su muer ca de la cárcel mi alma.» A estas utilidades se llega el
te está cerca , por eso no la teme.» Perdóneme Aris ser logro el morir. Asegúralo el Apóstol: «Para mí Cris
tóteles, que no puede ignorar alguno que tiene cerca la to es vivir, morir logro.» ¿Luego debemos codiciar la
muerte ; pues todos saben que pueden morir cada ins muerte por preciosa? Tal es en la presencia del Señor la
tante, y deben saber que no solo la tienen cerca de sí, muerte de los santos. Con sabrosa elegancia nos ense
sino dentro. Por esto dirán los enfermos que la temen, ña lo que somos, y lo que son y para qué la vida y la
porque ven sus mensajeros en los accidentes y dolores; muerte, san León papa, serm. 1, De Resurrectione :
y los viejos, porque la ven con los ojos que ella les cier «A cualquier hombre, que de otro en otro por al
ra. Empero la muerte no es de las cosas que unos ni guna conversión se muda, es fin no serlo que fué, y
otros deben temer porque la tienen cerca : no la han de nacimiento ser lo que no fué. Mas conviene saber para
temer, sino disponerla; no la han de temer, sino reci quién se muere ó se vive ; porque hay muerte que es
birla. Quien la acaricia, hace lo que debe; quien la re causa de vida, y hay vida que es causa de muerte.»
husa, hace lo que no puede hacer. Ella se difiere, mas Débese pues solamente temer esta vida , y débese
no se evita. Muchas enfermedades suelen dilatar la vi amar aquella muerte.
da en años, y muchos con salud robusta se precipitan Después de haber dado sagrada doctrina á los que
en la mejor edad. Muchos viejos y caducos ven en enfermos temen la muerte, quiero enseñarlos, no sin
terrar niñeces y juventudes recien amanecidas y flore vergüenza, con el sentir de los gentiles, que vivieron
cientes. La muerte tan cerca está del primero cabello sin luz. Sea el primero mi Juvenal, en la sátira i; poe
como del último. O la han de temer todos ó (1) ninguno. ma en que excedió en la doctrina á todos los filósofos,
Yo aconsejo que ninguno tema la muerte, y que todos (5) en la elegancia á todos los poetas :
teman la mala muerte ; que ninguno la tema , y que
Hase de desear que en cuerpo sano
todos la dispongan. Sófocles dijo, serm. cvn, «que la Reine la mente sana. Pide fuerte
muerte era el postrero de los médicos.» Yo, que el pos Animo, que carezca de temores
trero y el mejor, porque de una vez libra , no solo de De la muerte, que ponga entre las dádivas
todas las enfermedades, sino de todos los otros mé De la naturaleza los postreros
Espacios de la vida, y que tolere
dicos. La muerte sola cura los males , las demás medi Cualesquiera trabajos.
cinas los entretienen. ¿Quién temerá enfermo su pos
trero médico y el mejor? Por esto dijo Séneca: «La Menandro dijo : «A quien los dioses quisieron bien,
muerte es remedio de todos los males. ¿Quién temió el permiten que en la juventud muera.» Sotades(a)la
remedio del mal que padece?» Y en otra parte el gran llamó «Puerto de todos los mortales». Esquilo: «¡Oh
de Español : «Necio es el tirano que da la muerte por muerte ! ruégote que no desdeñosa me difieras el lle
pena al que con la muerte libra de la pena que le pre gar á tí. Tú sola curas los males incurables, y ningún
tende dar.» Según esto, el enfermo no debe temer la dolor sigue á los muertos.» Anaxágoras decia: «Hay dos
muerte, antes estar agradecido á la enfermedad. Dice doctrinas de la muerte: la una, el tiempo antes que
el gran padre (2) san Jerónimo: «La fortaleza delcuerpo naciésemos ; la otra, el sueño.»
es enfermedad de la muerte,y laenfermedad del cuerpo Examinadas estas dos doctrinas, arribaremos al ver
es fortaleza del alma.» Y esto porque acuerda al hom dadero conocimiento de los gentiles. Nuestro Séneca,
bre de Dios y de sí, despierta su advertencia y castiga que en la eternidad del alma repetidamente dicen se
su presunción; desátala de sueño ignorante para que contradijo, (6) en partes habla con sentimiento casi
se levante. Dijo el Apóstol : «Porque cuando enfermo, católico, lo que se lee en la epístola lxxix : «Entonces
estoy más fuerte. La virtud en la enfermedad se perfi- tendrá nuestro ánimo que agradecerse á sí, cuando
ciona.» ¿Qué otra cosa puede ser tan amable como la libre destas tinieblas en que se revuelve, mirare la
enfermedad, que perficiona la virtud que nos perficio- claridad, no con vista flaca, sino que admitiere todo
na? No carece deste bien la vejez, (3) que Cicerón di el dia, y fuere vuelto á su cielo, cuando recibiere
jo: «La misma vejez es enfermedad.» Y yo, por el con aquel lugar que ocupó con la suerte del nacer. Arriba
trario y no con menos verdad , digo que la misma en le llaman sus principios. Llegará allí aun antes que
fermedad es vejez. No pues á laenfermedad le sea mo sea desalado desta cárcel, luego que se limpiare de
lesta la muerte con el temor de la opinión cobarde que vicios, y puro y leve resplandeciere en las contem
tenemos della. Por muchas razones debemos perderle placiones divinas. O Lucilo, esto nos importa obrar;
el miedo y aguardarla con afición. «La muerte (dice á esto hemos de encaminarnos con diligencia, aunque
mi Juvenal) sola confiesa cuántos son los (4) corpezue- lo sepan pocos, aunque lo vea nadie.» Palabras son
los humanos.» Bien merece esta noticia antes curiosi estas verdaderas, no solo doctas, sino devotas, y que
dad de saberla que horror para ignorarla. hacen por acreditar la correspondencia de san Pablo
Pasemos al consuelo sagrado y verdadero. Oigamos á con Séneca, si el estilo de las cartas tuviera paren
san Pablo : «Desátese la casa desta habitación; edifica tesco con las canónicas. No menos se afirma en la in
ción tienen de Dios.» (u, Corint., 5.) Por esto decia: «De mortalidad del alma en la epístola lxxxvi, cuando dice
seo ser suelto y estar con Cristo.» ¿Luego la vida es ven estaba en la villa de Scipion reverenciando sus aras
ta de que se debe desearsalir ; luego es prisión deque se y cenizas, como sepulcro de tan grande varón : «De
debe procurar libertad? David lo dijo, salmo ciu : «Sa- verdad su alma subió al cielo, de donde vino.»
Olvidando la confesión expresa destos lugares J
(1) ningunos, (z*. B. F.)
(2) Jerónimo : [Id.) (5) y en elegancia (S.)
(3) de que Cicerón (S.) (a) Poeta lascivo, natural de Crcto.
(i) cucrpczuelos (Ji.) (6) que en partes (Z. B. F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 130
k otros machos. Tertuliano, en el principio del libro cuando adormece el cuerpo, y la recoge en sí des
iiLa resurrección de la carne , le acusa en tales pala- cansada de las molestias de pasiones y afectos quo
ins: «Nada hay después de la muerte, es de la escuela padece, derramada por los sentidos y atenta á di
de Epicuro. Dice Séneca : Todo se acaba después de ferentes operaciones.» El sueño, según esto, es una
i¡ mueiie, también ella.» No coligió bien Tertuliano doctrina cotidiana de la muerte, que nos va persua
contra nuestro Séneca, pues necesariamente de aq ne diendo con su sosiego que es descanso del trabajo, y
to palabras se colige que Séneca afirmó la inmorta- no trabajo; por esto le llaman imagen de la muerte,
ÍM del alma y otra vida ; pues si todo lo mortal se por esto hermano. Y asi como el sueño es alivio del
aoSa con la muerte , y la misma muerte , forzoso es que vive, así la muerte es sueño del que muere. La
que se acabe con nueva vida y con nacer de nuevo á Iglesia católica le da este nombre cuando en las pos
Tilia eterna. Lenguaje es sacrosanto matar la muerte, treras palabras de los difuntos ruega: «Descansen en
i ser muerte de la muerte. Cristo nuestro Señor la paz.» Son tan parecidos hermanos el sueño y la muer
(lió muerte con su vida, para que viviésemos sin te- te, que así como el largo desvelo es grave enfermedad
Mrli. Opónenle, ó los que (1) lo aborrecen por es por la falta del sueño, asi la vida larga es grande pe
pañol ole invidian por admirable, que dijo: «¿Unie ligro (5) por las tardanzas de la muerte. Quien en
res »ber lo que serás después de muerto? Mira á lo esta vida durmiendo estudia en el sueño que duerme,
que fabtes antes de nacer ; » siendo así que en estas se previene docto para el sueño de la muerte, quo
palabras trató del compuesto que resulta de cuerpo y aguarda. Y de la manera que el sueño nos es dulce
alma, y de sus operaciones, en las cuales le repre porque nos descansa del trabajo, nos debe ser apaci
sentó que el ocio de la usacion dellas seria semejante ble mucho más la muerte, que nos rescata del.
al que precedió £ su concepción. Y en estas palabras Si temiera el hombre la muerte por las enferme
Séneca tocó la primera de las dos doctrinas de la dades del alma, fuera su miedo útil y loable; mas te
muerte que Anaxágoras afirmó que habia, diciendo merla por las dolencias del cuerpo, que las mis veces
que la primera era el tiempo antes de nacer, y la se son medicina de las del espíritu, es necedad y delito.
gunda el sueño. ¡Oh, señor don Octavio, cuan descaminados son los
. EsU postrera, que del todo destierra el temor de afectos humanos! Pocos, teniendo salud corporal y alma
la muerte, la declaró doctamente y piadoso Themis- apestada, estando muertos, se acuerdan de que son
t¡o, serrn. cxvn. De laude mortis (*), cuando res- mortales ; y los más, en sintiendo un pequeño acci
pendiendo Timón á las oposiciones de Patrocleo, que dente, tiemblan de la muerte.
acreditaba los temores de la muerte, dice: « Las pro Diferente conocimiento tuvo el grande Platón de
pias toces con que hablamos del que murió, enseñan las enfermedades del cuerpo, pues las buscó para la
1« en la muerte no hay algo grave, y son estas : salud de su alma, yéndose á vivir en lugares panta
apartóse, fuese, descansa; significando claramente nosos y mal sanos, porque el contagio del aire, debi
partida, trinsito y sosiego. Lo primero, la propia pa litándole el cuerpo para los afectos, se le dispusiese á
cora, carees nombre de la muerte, no significa bajar la virtud y contemplación. Valiente voz pronunció
í loar subterráneo, sino subir al asiento de los dío- (6) Stilpon, filósofo (a), cuando dijo que los hombres
**; por lo cual es probable que el alma, como de- enfermos eran como los presos en cárcel flaca y rota
atada de las ligaduras del cuerpo luego que muere, y en prisiones débiles, que por la flaqueza dellas te
«moya libre, recreándose y descansándose, se junta nían fácil la libertad.
a Dios y depende del. Demás, se ha de considerar Demócrito, filósofo de vista muy perspicaz, cegó
i'* la palabra qne significa nacer, por el contrario, para poder mejor contemplar el cielo, temiendo la (7)
significa caer en tierra y bajar, porque baja á aquella sanidad de los ojos corporales por divertimiento de los
parte qne muriendo el hombre asciende. » Y más de la muerte. Y nosotros, que con la luz del sol de
akjo, en el propio discurso, el mismo autor : «O justicia, Cristo, vemos lumbre eterna, ¿temeremos las
Patrocleo, entenderás que el alma fuera de su na dolencias y defectos de la salud y del cuerpo, que nos
turaleza se junta al cuerpo y se ata á él, y esto por- sirve de sombra y de sepulcro portátil, con que vivi
1« d sueño es el más suave de nuestros afectos. Lo mos muriendo para acabar de morir? Oigamos á san
primero, acalla en todos , los dolores de los sentidos, Pedro Crísólogo, serm. xlv: «Qué cosa más enferma
P°rar deleite agradable y familiar. Demás dcsto, ex- que el hombre, á quien engaña el sentido, burla la
^dí todos los deseos, aun cuando son más veliemen- ignorancia, cerca el juicio, ofende la pompa, el tiempo
<<s. Por lo cual, los que encarecidamente son dados deja, la edad muda, entorpece la infancia, la juven
i la música, luego que el sueño desciende á sus ojos,' tud precipita, la vejez quebranta?»
jo le pueden vencer; y los abrazos fuertes y deleites
^ los amantes los desata. Mas ¿de qué sirve referir (5) para las (S.)
otras cosas, cuando aquel contento que la diciplina y (6) Stildon filosofo (£. B.)
woyersacion y la filosofía producen, (2) ocupándonos el («) Natural de Megara : floreció 306 aOos antes de Cristo. Do
sueno, (3) lo aparta del ánima, como llevados y su tado de suma viveza de ingenio, hizo prodigios en las ciencias
exactas, j fué recibido de los atenienses con muestras de ad
mergidos de (4) una corriente apacible ? Los demás miración ínanditas. Si como hombre de recto juicio supo des
afectos anuirán al cuerpo el alma ; el sueño le aparta preciar el politeísmo, no careció Stilpon de suücicntc prudencia
para no oponerse á las preocupaciones populares, bien que no
bastó para que al fin los atenienses dejasen de perseguirle y des
(ti le (£*".) terrarle. Murió, muj anciano ya , en la isla de Eglna , habiéndose
3 «apandólos rz. B. f. S.\ arrebatado i la vida, según el decir de varios escritores, con el uso
mi*.».) inmoderado del vino.
(»¡U(Z.B.) (i) santidad \Z. B.)
160 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El tercero gravamen es el dolor del cuerpo y las ! claro á la presunción humana, y (7) en lenguaje de
ansias que ocasiona, las quejas & que obliga, Iris lá- ' que no puede desentenderse. Las enfermedades sin
grimas que exprime. Séneca dice (a) «que todo eslo dolores tienen mucho de lisonjeras; los que las traen,
hacen tolerables los espacios de la intermisión , por- nada que convenga callan : no se contentan con decir
que la intensión del dolor sumo tiene fin. Ninguno al hombre la verdad de su miseria; antes (8) hacen
puede' padecer mucho dolor mucho tiempo. Tales nos j que la confiese 6 gritos. Grande bien cs'desengaño
dispuso la naturaleza, enamorada de nosotros, que , persuadido. La verdad más desnuda que amonesta
dispuso el dolor ó tolerable ó breve. Los grandes do nuestra flaqueza son los dolores; ¿cómo pues los se
lores consisten en las más tenues y delgadas partes remos ingratos? ¿Para qué cosa será de provecho una
del cuerpo : los nervios y los artejos, y todo cuanto es cabeza que con un dolorcillo se vence y se descon
menudo, acérrimamente fatiga luego que concibe en cierta? Bueno es vivir sin dolores, empero (9) mejor
lo estrecho los malos humores. Empero estas partes es, teniéndolos, sufrirlos. Vivir sin ellos ninguno pue
luego se amortiguan, y con el mismo dolor pierden de, sufrirlos pueden todos. Lo que merece al dolante
el sentido del dolor: ó porque el espíritu, prohibido la purga, siendo amarga, y á lodos los sentidos des
del curso natural y mudado en peor, pierde la fuerza apacible, ¿por qué (10) se lo niega al dolorbien sufrido?
con que nos aflige y (I) amonesta; ó porque el humor Este con más certeza es medicina saludable, que la
corrompido, no teniendo donde corra , él mismo se otra bien pagada y bebida. Más enmiendas lian resul
quebranta : y con estas cosas, que (2) en demasía tado de los dolores, que convalecencias de las purgas.
llenó, quita el dolor ó el sentir. Así la podagra y Enfermedades hay en que es indicación de salud el
la quiragra, y todo dolor de (3) niervos, se quita dolor, y muchas veces el no sentir el dolor es señal
luego que entorpece la parlo que atormenta. De todos de muerte.
estos el primer acometimiento aflige, y la duración Ya hemos llegado á la postrera y cuarta molestia
acaba (4) el ímpetu; y el fin del dolor es la insensibi de la enfermedad, que es la suspensión de los deleites.
lidad que el mismo dolor causa. El dolor de los dien El enfermo á cuya dolencia es gravamen la inter
tes, de los ojos y orejas, por (5) esto son muy agudos, misión de los deleites, está malo y es malo ; tan acha
porque nacen en partes angostas. Este es pues el cosa tiene el alma como el cuerpo. Ama la causa de
consuelo del dolor grande, que es necesario dejarle su mal, que fueron sus deleites , y aborrece su mal.
de sentir cuando le sientes demasiado.» Hasta aquí Tal era aquel vicioso que en el (11) Mercator de Plau-
son palabras de Séneca. Digolo porque las he tradu to dijo : «Iré al médico, y allí con tósigo me daré i
cido ; que si no, fuera locura persuadirme que ellas no la muerte, pues me quitará aquellas cosas por cuya
se daban á conocer entre mis borrones. Atreveréme causa deseo vivir.» Habíale enfermado el beber vino,
á decir algo, no añadiendo á Séneca, sino imitándole. la lujuria y la glotonería; y temía que el médico le
Ningún hombre lloró ni se quejó de la causa de quitase el uso tiestas cosas, por las cuales solas él de
su dolor, que fué su desorden; y todos lamentan su seaba vivir, y con las cuales no podia dejar de morir
dolor. No es posible no sentir los males, mas es fácil se. Tal es el desenfrenamiento de nuestro apetito, que
sufrirlos y es gloria vencerlos. Un nervezuelo en una nos aflige (12) breve suspensión de los vicios; siendo
muela podrida triunfa del sufrimiento y do la pa así que la intermisión dellos es apetito para volver á
ciencia y (fi) fortaleza de un hombre, y le disfama ellos. La medicina no los quita, sino los suspende ; y
la boca con quejas, y los ojos con lágrimas, y el ros el hombre ni puede sufrir ¡a enfermedad que le oca
tro con visajes mujeriles. 'Destos tales, es más verdad sionan, ni estar un punto sin la ocasión de su en
decir que los tiene el dolor á ellos, que ellos al dolor. fermedad. Quítale el arte el vino, para quilaile [afie
Si se aplacara con llantos ó con gestos, pudiéranse bre; quítale la glotonería,4)ara disponerle los humores;
disculpar por medicina. quítale el uso de las mujeres, porque se fortalezca; J
Consultemos, señor, con nuestra conciencia nues el mal enfermo quiere más morir gozando destas des
tros dolores: de ella oiremos que son acusación justa de órdenes, que vivir para gozarlas. Quiere ser vicioso de
los distraimientos del miembro que los padece. Con- tal manera, que por no dejar de ser vicioso deje de
cíbennos en pecado , párennos con dolor, y extraña ser hombre. No siente la enfermedad delcuerpo, sino
mos vida dolorosa. Mucho más conveniente fuera cu porque siente que le limiten las del alma. Esto suce
rarse los hombres de la impaciencia de los dolores de. Y da la causa san Pedro Crisólogo (senn. in»)¡
«porque el hombre yace voluntariamente en los deli
que de ellos, cuanto es mejor guarecer de los acha
ques del espíritu que de los de la carne. Razón es tos y por fuerza en las enfermedades.»
. ¿Piensa el hombre que porque en la cama no hace
mitigarlos con remedios, mas no añadir vicios y locu
alguna cosa eslá ocioso? Engáñase; que la ama con
ras á los dolores. No hallo razón por qué los dolores la enfermedad es teatro para ostentar las fuerzas del
sean pesados á la enfermedad y al enfermo, sino con
suelo de la una y del otro. A muchos han hecho en alma y las del cuerpo. Sus batallas tiene el lecho, y
sus hazañas la dolencia. Si el hombre luchando con
mendar la vida, á muchos codiciar la muerte. Hablan los dolores los vence, más es buen soldado que mal
enfermo ; si agradece al mal la intermisión de los de-
(a) En su epístola liiviii.
(1) molesta; \S.)
(2) en mas de si llevó , quitar (Z. B.) — quita (F. S.) (et liis (7) el lenguaje (S.)
quae nimls implevit, dice Séneca.) (8) hace (Z. B. F.)
(3) nervios , (S.) (9) es mejor en teniéndolos, (S.)
(4) al Ímpetu; (id.) (10) no se lo niega iM.;
(5) estos (Z.) («) Mercader [Id.)
(6) la fortaleza (S.) (12) la breve (Id.)
Las cuatro pestes y LAS CUATRO FANTASMAS. ' 161
leites, gloriosa victoria adquiere su alma; gran valen noca hemos referido, y Séneca me persuado lo apren
tía es luchar bien con la calentura y demás acciden dió de Job. Dice que el enfermo que no puede mover
tes : si no te fuerzan, si no te afligen, si no te derri los pies ni las manos, puedo aprender y enseñar.
ban, grande y provechoso ejemplo eres. ¡Oh si los Jub en todo su libro enseña y da doctrina, sin pedir
enfermos tuvieran auditorio y aplauso , cuan grande ■ en algún lugar medicamentos : desea aprender, y
ocasión de gloria fuera estar enfermo ! Voz es de Sé [ pide que le enseñen cuando dice: «Enseñadme y ca-
neca: aNo te vea alguno, nadie te (1) atienda, mírate I liaré; y si acasoignoréalguna cosa, instruidme.» (Capí
tiá tí propio, tú te alaba.» El tabardillo y el dolor de tulo vi, 2 i.) Cátedra es la cama, lugar es de doctrina,
costado prohibe al que pasea, el andar; y al que jue estudio es la enfermedad; en los temerosos y flacos,
ga, las manos; empero no estorba ni aprisiona alguna y asidos al cuerpo y á sus deleites, es patíbulo, dondo
operación del espíritu. Padeciendo estos males rabio están á la vergüenza, donde son justiciados de su do
sos, puede el hombre aprender y enseñar, ejercitar lor por la culpa de su pusilanimidad y torpeza. Acuér
la caridad y la paciencia, ostentar la fortaleza y la dase Job de que tuvo salud y fué opulento; empero no
cooslancin, enseñar á la dolencia pestilencial y vene pide la salud ni la riqueza ; antes refiere la gravedad
nosa qne tiene alma en que guardar vida, que no teme y el asco de sus males. Suyas son estas razones, ca
su muerte. pítulo xvi : «Yo aquel otro tiempo opulento, fui des
Llámase desdichado el enfermo, y crece su mal con liedlo de repente; venció mi cerviz, quebrantóme y
sus lamentos, porque en el verano, con los hielos en púsome como por blanco. Rodeóme con sus lanzas, hi
tretenidos á pesar del calor, no bebe copiosamente en rió mis costados, no perdonó, y mis entrañas las der
julio la condición del invierno ; porque no bebe los ramó (8) en la tierra. Cargó sobre mí una herida sobro
vinos (2) que con la peregrinación han adquirido ma otra ; como gigante embistió conmigo. Vesti saco sobro
yor fuerza y precio ; porque no ve en (3) su mesa los mi piel , y cubrí de ceniza mi carne. Hinchóse mi cara
ostiones y marisco que la gula fué á buscar entre las con el llanto, y mis párpados se anochecieron. Esto
ondas, que la golosina descerraja de las clausuras de padecí sin delito de mis manos , teniendo inocentes
sus conchas ; porque no puede ser pródigo de su vida mis rungos en la presencia de Dios.» Consuélase el
á persuasión de la miseria de su lujuria. ¡Oh mal santo Job de tan graves enfermedades del cuerpo con
aventurado enfermo , que lloras la falta de aquellas la salirtl que tiene en su alma. No pide á Dios que lo
cosas mismas por (4) quien sientes la falta de tu salud alivie de aquellas; dale gracias porque le limpió destas.
propia! Las enfermedades muchas veces las da Dios por ejer
Los sagrados apóstoles nos enseñaron & buscar la sa cicio á los buenos y á sus amigos ; y así sucedió con
lud. No se puede llegar á ella, si no se deja todo pri Lázaro : (Joann., 11) «Luego que oyó que Lázaro estaba
mero'. aVes que lo hemos dejado todo y te seguimos,» enfermo, se detuvo en el mismo lugar.» Habíanle es
dijeron a Cristo , que es salud y vida. Aquella mujer crito sus hermanas : a Ves que está enfermo el quo
que padecía el flujo de sangre nos enseñó á curar amas:» y aguardó á que le escribiesen: «Señor, si
nos: primero con la fe que tuvo , de que tocando al estuvieras aquí, mi hermano no hubiera muerto.»
ruedo de la vestidura de Jesús guarecería, se curó de Conocieron que la muerte (9) es ejecutiva adonde no
la enfermedad del espíritu ; y luego, tocando, de la está Cristo. Y dijo á sus discípulos : «Lázaro es muer
corporal. Job fué una población de llagas, todo su to, y me alegro.» ¡Oh lenguaje de Dios hombre, quo
cuerpo enfermedades ; raíase los gusanos , no los la para su mérito deja luchar con la enfermedad al quo
mentó; mirábase las úlceras, no las lloraba; no litigó ama , y para el ejemplo y el misterio se alegra de quo
por sanar, no llamó médico, no pidió medicina , no muera! Siempre da Dios más y mejor que le pedimos.
se mudó de muladar ; toda su batalla fué despreciar Las hermanas pedían para Lázaro salud, que pudiera
estos males, y curar del horror que de verle en ellos adquirir humanamente con la medicina; Cristo las da
tenían los entendimientos de sus amigos, la ignoran resurrección. Pídenle cura, y dales milagro. Persua
cia de su mujer. ¡Oh qué valiente guerrero! Ningún dámonos, si Dios nos deja en la enfermedad, que con
capitán general triunfó de sus enemigos como él de sus viene ; y si acabamos en ella, que nos (10) ha de restituir
amigos y de sus calamidades. Opóncse á las (a) enfer la resurrección la vida.
medades del espíritu, no del cuerpo ; persevera en su La vida nuestra el último dia se acaba, y el prime
inocencia y en su fortaleza ; estima sus calamidades ro empieza á acabarse. La muerte no se muestra igual
por Ocasión de sus victorias; osténtalas, no las acusa; mente cerca en todas las cosas, mas en todas está cer
blasónalas, no las padece. Su consuelo dice que osera ca; porque no sabemos en qué lugar nos aguarda, de
que (6) afligiéndome con dolor, no me perdone , ni bemos esperarla en cualquier lugar. Por no atender
contradiré á las palabras del (7) Santo.» (Cap. vi, 10.) á esta consideración , muchos mueren antes de em
¡Oh animosas palabras! Siempre habían de asistir cu pozar á vivir. A esta causa el malo cuenta muchos
los oídos de los enfermos por aforismo de la carne y años de tiempo , y ninguna hora do vida. Cierto es
del espíritu. quo quien siempre contempla la muerte , nunca la
Seoor don Octavio , Job nos verifica lo que de Sé- teme. La enfermedad y la vejez son doctrina contra los
espantos de la muerte: quien las estudia tanto como
(li atiende, (Z. B.Fl las padece , doctamente acaba de morir. El dolor del
tí) con la peregrinación «pie (/<?.)
(3> la mesa i B. 5.)
¡i quienes (5.) (8) sobre la (S.)
í5i calamidades del espirita , (M.l (9i está ejecutiva (2. B.)
■0 sGipié.idole con dolor, no perdone (Z. D. F.) (IOi la ha de reitünir la resurrección. La vida nuestra el últi
G> Esiiirila S -nto. (Z. B. F. S.) mo (Z. B. F. S.)
102 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
cuerpo es medicina para el sosiego del espíritu ; la lugar. La muerte por si es mandamiento de soltura
intermisión de los placeres y gustos en la dolencia, es para todos : igualmente suelta á los inocentes como
conocimiento de que no son placeres ni gustos los que á los reos. Desdichado del que sale de prisión tempo
se lian de dejar para tener salud , y de que solo lo son ral para la eterna; este solo empieza una muerte sin
aquellos que ni la enfermedad los suspende ni la fin, del fin de otra muerte.
muerte los acaba, cuando antes los aumenta y asegu Y porque la verdadera esperanza en Dios nos quita
ra. Ya que vivimos muriendo, muramos para vivir. los miedos inconsiderados del amor desta vida, y Cris
Conservemos la salud, para que sin los atajos de vicios to nuestro Señor antes de espirar en la cruz dijo siete
y desórdenes la acabe en nuestra composición el pa palabras, para enseñarnos que en su pasión gloriosa
seo del tiempo : para esto es (I) bueno no adelantar hay caudal para nuestra verdadera salud y para hacer
nos al tiempo ni cesar en él. Precioso es el dolor que la muerte fecunda de vida y de salvación ,—yo acabaré
nos amonesta la fragilidad de nuestra carne: perdoné este tratado (que es el postrero de todos) con las mis
mosle lo congojoso por lo útil. Bien intencionada es mas siete palabras con que acabó Jesucristo su vida
la enfermedad quo nos va abriendo las puertas de para matar nuestra muerte, y para que cualquiera
nuestra prisión ; lo que nos toca, siendo forzoso salir cristiano acabe con ellas de manera que pueda empe
della, no es cuándo saldremos, sino cuales y para qué zar (2) por ellas; diciendo :
Jesucristo, Hijo de Dios y Dios y hombre verdade Luego, para esforzar la flaqueza de nuestros méritos,
ro : con los ojos nadando en muerte, antes de espirar y por mostrar que tu Santísima Madre era con su in
te hablo con las palabras que antes de espirar dijiste tercesión la puerta del cielo, dijiste á Juan :
á tu Padre. •
Tú, Señor, para mostrar que en tu pasión hay vir Discípulo, ves ahi á tu Madre.
tud poderosa á reducir (.1) pecadores impenitentes, A tn inmensa liberalidad ¿qué la quedó por dar,
dijiste: pues á tu discípulo diste tu Madre? ¿Qué misericor
dias no esperaré si las pido á tu muerte por tu Madre?
Padre, perdónalos; que no saben lo que (4) hacen. Pues das lo que nadie se atreviera á pedirte, concé
Esta palabra dijiste por pecadores que no se cono demela salvación con que ruegas á mí, que te la-pido.
cían ni arrepentían, y por ellas se volvieron hiriendo Si no la merezco por los pecados con que te (7) ofendí,
en los pechos, y se convirtieron después. No se niegue, alego á tu piedad que diste vista al que después de
Señor, este arrepentimiento, qiic obró en los pecado muerto te dio una lanzada. Usa con el hierro de mi al
res que te crucificaron y le veían crucificar, al peca ma y vida la magnanimidad que usaste con el de la lan
dor por quien te crucificaron y que crucificado te za. Y porque cuando con tu muerte se cumplía tu tes
adora. tamento en Juan, que solo de los discípulos asistía tes
Después, para mostrar cuánta eficacia tiene el cono tigo, se representó la congregación de los creyentes,
certe y el rogarte, al ladrón queen el último trance de de la cual la major parte era de pecadores que no (8)
tu vida y la suya te conoció, dijiste: se conocieron, y después alcanzaron luz de verdadera
fe; y por medio de la penitencia fueron lo que signi
Hoy serás conmigo en el paraíso. fica la palabra Juan, que se interpreta «en quien está
El te dijo que te acordases del cuando estuvieses en la gracia» ; por esto pues dijiste á tu Madre :
tu reino ; yo te digo que te acuerdes de mí cuando estás
en él ; y al ladrón le digo que interceda por mí, para Mujer, ves ahi á tu hijo ;
que cobre un compañero, con las proprias palabras (5) porque los fieles de la Iglesia, que en él se figuraban,
que se perdió el suyo. Señor, en el proprio oficio usa supiesen que en tu Madre los dejabas madre.
rás conmigo la misma misericordia, pues toda mi vida Y porque conociésemos el tesoro de méritos á que
he sido ladrón de mi propia vida, hurtándola á tu ser nos diste derecho en tu pasión, dejándolos para caudal
vicio. Si le fué prerogativa morir á tu lado, yo muero de nuestro rescate.
& tus pies; y tu lado, después de muerto, se abrió pa Dijiste :
ra mí como para todos : dio vista á quien le rompió
con hierro ; no la (6) niegues á quien te la pide con lá D ios m io, Diosmio, ¿por qué me desamparaste ?
grimas. El no llegó tarde, aunque llegó á tí al fin de su «Padre, pues sin tener yo culpa me (9) dejas en tan
vida ; no llegue tarde yo, aunque vengo al ün de la mía. grande pena , dales á los hombres que merecen pena,
gloria por mis merecimientos. Y pues yo pago su deu
(1) muy bueno (B. S.) da, el desampararme sea causa de ampararlos ; que yo
(2) por ellas. Afecto Fervoroso (S.) nosoy capaz de recebir perdón de culpas, por ser mi al
(3) pecados impenitentes, (Z. B.)
(i) te hacen. (S.) . ai ofendo, (Z. B.)
(5) que le perdió (F. S.) (8) le conocieron, (S.)
(6; niegue a quien se ia pide (Z.) (9; dejaste en tan grande [Id.)
•LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
m bienaventurada; y así le he merecido paralas cul Padre de misericordias, con las palabras que espi
pas de los que lian ocasionado mi muerte. Y por esto. raste por mi, espiro. Si la Iglesia promete que con sola
Padre, la sed que tengo, de que ampares al esclavo del una palabra que digas mi ánima será sana y sulva, por
petado es, pues lias desamparado á tu Hijo.» las siete que dijiste por mí, y yo (2) te repito con dolor
Tú, Señor, Dios y hombre, dijiste que tu padre te de mis malas obras, espero merecer tu clemencia ar
Láa desamparado ; y yo, miserable gusano, puedo mando mi flaqueza desta confianza. Con más consuelo
decir que nunca me desamparaste, y que me ampararé muero yo, que fui causa de tu muerte, que tú ; pues
rala desamparo. siendo por mis iniquidades tu enemigo, oigo que tu
Dijiste: primera palabra es por el perdón de tus enemigos; y
Sed tengo; que después cuidas de la soledad de tu Madre y do tu
discípulo querido ; habiendo sido la segunda palabra
porque tienes sed de mi. ¿Dejaste el vino amargo, y prometer tu reino al ladrón. Si espirando tienes sed,
no lienes asco del acíbar de mis ofensas? ¿Tuviste sed te dan hiél; yo espirando, si pido bebida, me dan tu
del que te dio la bebida, siendo peor que hi hiél que te sangre en tu cuerpo. Y pues veo que mueres, siendo
data? Según esto, no llega á mal tiempo mi vida, es- vida , ¿ por qué temeré morir, siendo muerte? Si te veo
pr.de pecado?, con la amargura dellos. desnudo y pobre, siendo señor de todo, ¿por qué teme
Clamaste con voz grande : ré la pobreza, siendo nada? Si le veo despreciado, sien
do Hijo de Dios, ¿por qué, yo, concebido en pecado,
Ya se ha acabado;
temeré el desprecio? Si te veo herido por muchas par
(I) quefoédecir : «Todas las profecíassehan cumplido, y tes, y que desde la planta del pié hasta la cima de la
elser obediente hasta la muerte , con la muerte ,» por cabeza no hay sanidad en tu cuerpo, y que no hay dolor
que jo fui hasta la muerte inobediente toda mi vida. como tu dolor, ¿porqué yo, gusano vilísimo, temeré el
Base acabado el ser tú sacrificio cruento, y la reden dolor de la enfermedad? Nada temeré sino mis peca
ción del linaje humano. dos y tu justicia , mas de tal manera la temeré, que do
Señor, ya yo me acabo ; y te suplico que, por los mé ti, ofendido como juez, me (3) ampare como hijo.
ritos de tu pasión, pueda empezar á vivir contigo. No Y espero que por tu bondad me darás tu gracia para
tengo mejor modo de lograr este beneficio, arrepentido que en tu gloria te alabe con el Padre, á quien rogaste
<ie mis delitos y acompañado de tu santísimo Cuerpo por mí ; y con el Espíritu Santo, que enviaste para mi ,
pw viático, que decir fervorosamente contigo : como para todos los que fuesen en tu ley y pasión capa
En tus manos; Señor, encomiendo mi espíritu. ces de sus dones; y con tu Santísima Madre, á cuya
protección, con todos los verdaderamente creyentes,
En las de Adán y Eva se perdió en el árbol; en las en tí me encomendaste.
'«as en el árbol de la cruz se restaura. Allí la sierpe, Seas, Señor, bendito por los hombres en la tierra,
que persuadió ú la mujer á la primera culpa, quebrantó por los ángeles y santos en el cielo, por los siglos de
k otea de la mujer, que era Adán. Aquí la mujer los siglos. Amen. (4)
'í«e así misteriosamente llamaste á tu Madre) que
iranto i La propia serpiente la cabeza.
(8) repito (S.)
(3) ampararé (Id.)
ffl Qiiere decir : (S.)
O) Lacs Dio. (Z. F.)
FUI DE LIS CUATRO PESTES DEL IMWDO T LAS CUATRO FAHTASBAI DI LA VISA.
PROVIDENCIA DE DIOS,
PADECIDA DE LOS QUE LA NIEGAN, Y GOZADA ÜE LOS QUE LA CONFIESAN.
DOCTRINA
ESTUDIADA EN LOS GUSANOS Y PERSECUCIONES DE JOB. (o)
Scelin decir por oprobio de lo que se juzga vil , que parece hallado en un muladar ; y quien
deste tratado mió lo dijere, acierta y no desprecia, pues le hallé en el de Job. Muladares hay y
estercoleros agradecidos á quien los escudriña, y más si es la soberbia humana, á quien es usu
ra el desengaño de lo que somos con el recuerdo de lo que seremos. Si Virgilio sacaba joyas del
estiércol de las obras de Enio, mejor puede esperarse que sacaré yo tesoros del que fué cáte
dra y teatro á las palabras y obras de Job. A vuestra paternidad debo el aliento y el caudal para
emprender este tratado. Lo que resta es lo que dice Plinio Segundo en su primera epístola : que
{«) Tares el verdadero título que puso Qdevedo 4 este Hé aquí la portada general imaginada en 1713:
admirable libro, y tal el epígrafe con que la primera mi- Providencia de Dios: obra postuma de don Francisco de
U'i del gran fragmento que á nosotros ha llegado se Quevedo y Villegas, caballero del orden de Santiago, se
publicó en Zaragoza en 1700, por diligencia de don Juan cretario de S. M., y señor de la villa de la Torre de Juan
Lois López, regente del supremo consejo de Aragón. Lo Abad : dividida en tres partes. Hermosos y útilísimos tra
demás era entonces desconocido, y no salió á luz basta tados, que como medios prueban la Providencia divina.
«liño de 1713, en que los herederos del librero Gabriel El primero es la inmortalidad del alma. El segundo, la
k León prestaron en Madrid este servicio á nuestra lite— incomprehensible disposición de Dios en las felicidades y
mira ¡bien que sin tener en cuenta aquel esmero que sucesos prósperos y adversos, que los del mundo llaman
r* ama semejante clase de útilísimas publicaciones, bienes de fortuna. El tercero es la constancia y pacien
i la desgracia de verse impresos con el mayor descui cia del santo Job en sus pérdidas, enfermedades y perse
do .os discursos postumos de don Francisco, suélese unir cuciones.
liuíKtar mutilados, alterados y refundidos por el ca- Nólcse.el frontis que pusieron al primer discurso:
friebo de los editores. Ya los atusan , desvirtuando im Inmortalidad del alma. Tratado primero : con que se
portantes alusiones políticas y galanas sátiras , cual su prueba la Providencia de Dios, para consuelo y aliento de
cede en la Hora de todo» y la Fortuna con teso. Y ya dis los católicos y vergonzosa confusión de los herejes. Obra
frazan con churriguerescos adornos la dedicatoria hecha postuma de don Francisco de Quevedo y Villegas, caba
son pontífice para que sirva á otro que lo llegó á ser llero del orden de Santiago y señor de la Torre de Juan
noche después de muerto nuestro escritor, como pasa Abad.
coa la Segunda parte de la Política de Dios y gobierno de Repárese el del
Critío. Mas por lo que hace al tratado que llena estas pa Tratado segundo. La incomprensible disposición de Dios
jinas, imposible parece que los libreros hubieran teni en las felicidades y sucesos prósperos y adversos, que los
do i mano , según afirman en la Advertencia previa, los del mundo llaman bienes de fortuna. Obra postuma de don
psfeleí originales de Qeevedo: con tan poco respeto y Francisco de Quevedo y Villegas, caballero del orden de
tamo desaliño lo dieron á la estampa. Santiago, secretario de S. M., y señor de la villa de ¡a
Desde luego blzose alteración en el titulo, para que no Torre de Juan Abad.
« pareciese al de la impresión incompleta de Zaragoza ; Intitúlase el mal llamado
se anadió como última parte del libro, el inédito de Job, Tratado tercero. La constancia y paciencia del santo
qoe nuestro polígrafo tenia ya bosquejado en 1633 ; y se Job en sus pérdidas, enfermedades y persecuciones.
"«ió con su rótulo particular cada una de las tres en Cúmpleme ya reproducir á continuación la
péseles antojó dividirlo. tAdvertencia previa y recomendación de estas obras pos
166 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ni vuestra paternidad se arrepienta de habérmelo mandado, ni yo de haberle obedecido. Dé Dios
á vuestra paternidad su gracia, larga vida con buena salud, y le aparte de todo mal. En este con
vento, (1) 11 de diciembre (2), 1641.
Fray Tomás de Viuanueva. (5)
turna» de don Francisco de Quevedo. —Entre los papeles berel aplauso». Y le describió asi: « Tratado de la in
originales de eslas obras postumas de don Francisco de mortalidad del alma , que habiéndole visto y alabado el
Quevedo y Villegas, todas escritas por su mano, se han padre Juan Antonio Velazquez, cuya pluma y prudencia
encontrado cuatro cartas de aquel incomparable varón el ha dado nuevo lustre á la Compañía de Jesús, queda to
ilustrisimo y reverendísimo señor don Bartolomé Santos davía inmortal después de perdido. » Este jesuíta, natu
de Risoba, obispo que era de León cuando don Francisco ral de Avila , é intérprete de las Sagradas Escrituras en
de QoEVEDolas escribía ; de cuyo prelado, en el tomo pri el real colegio de Salamanca, era famoso en 1626 por
mero de su Teatro Eclesiástico Hispano , el maestro Gil sus eruditos trabajos, dados ya entonces á luz en su ma
Gonzalo Dávila hace un elogio y recomendación tan bono- yor parte por las prensas de Valladolid.
ritica, como podrá ver el curioso. Este insigne varón ha Permítaseme ahora, con presencia del sntógrafo, decir
llábase gobernando aquella diócesi, como pastor vigilan- cómo escribía don Francisco ciertas palabras, y recordar
tlsimo, al tiempo que don Francisco de Quevedo estaba algunos desús giros: l'alma (con apostrofe casi siempre),
preso en el convento de San Marcos de León, lleno de la alma (muchas veces), el alma (rariíima vez); año 1503
trabajos, enfermedades y horrores ; y como los hombres (sin preposición), codicia, codiciar, decender (y por mi
grandes tienen cierta simpatía y parentesco en las almas, lagro descender), deslizando los peces (y no deslizán
halló don Francisco, no solo consuelo en sus grandes tra dose), despiadado, deslázase, del, desta, dale, deslo,
bajos con la comunicación de este grande y piadosísimo discípulo, efeto, escribir mayor volumen, espirar (por
principe, sino que es tradición constante que le exhortó á infundir), formidable d los montes, frasi, frásis, innu
escribir estos tratados, para que el desengaño que logró merables, inoscencia, guiso, guésped , haüdstete, tinta
en sus últimos años, llenos de calamidad y miseria, don do, invidia, ligitime, obligaréle, oprovio, oprobrio,perdo-
Francisco, los comunicase al bien público; y lograse este nar á vida que lia de volver (por perdonar vida que ha de
fruto dichoso la república cristiana para bien de las al volver ),proprio, propio (alguna vez), requiere su coer
mas. Remitíale libros de su gran librería; y remitíale cido, sancto , sepoltura y sepultura , solenes , trugeron ,
don Francisco los cartapacios que iba escribiendo, para ú (siempre por ó, Juan ú Pedro), y (poco e, y inmortali
corregirlos; y en lugar de corrección se los volvía exhor dad). Alveario, vaxar, vajeles, vesar, véstia, verrasect,
tándole á proseguir, venerando su erudición y estudio, estorvo, provar, recivir. Abariento, buelba. Veteado.
como un humilde discípulo á un maestro sapientísimo. Y Quando, delinquenles , esquerzos, pesquezo. Cre (por
porque las cartas todas de mano de este gran prelado in cree). Officios. Philosopho. A (por ha), ai (por hay), cur
dican algo de lo que pasaba, se ponen á la letra, para que ie, ahórmelo, avilidades, abilacion, avilo, astlo, herejet
se conozca el aprecio y estimación de la obra {a).» y ereges, herror (siempre), charidad. Cuitando, cuiida-
Yo he reputado como deber mió restaurarla, separan dosa, juiicio, muii. Cygüeña, hystoria. Cuta, huta,
do lo genuino de lo apócrifo, y dando cuenta por nota, de iendo, io (en lugar de yo), oió , papágaio , Trota. Exem-
las modernas alteraciones hechas indebidamente. plos , muxer, páxaros. Asumpto, esempto, esenlarse. f»-
Por fortuna la llamada primera parte existe original riaga (por zurriaga). Psalmo. Sptritu, espiritual. DodU-
autógrafa en la Biblioteca Nacional: reliquia preciosa simo, generalissimo , ignorantissimo, perdidissimo, etc.,
del Job de nuestros poetas españoles, perteneciente á la cathedra, theatro, theologfa, thesoros. Actháliics, Et¡-
época de sus persecuciones más terribles. Este cuader phorbo, Pylhágoras, Tertulliano, etc. Divide las palabras
no, en 8.°, de 73 fojas (nueve pliegos y medía cuartilla) y de este modo: cob-arde, ell-os, mue-rte, nteg-as, subid-
3 hojillas sueltas , todo de su puño , escrito en el horren uria , etc. Las letras mayúsculas se prodigan basta para
do calabozo donde no penetraba la luz del día. y con las partículas; y nombres propios se suelen escribir con
las enmiendas que el mismo autor hizo á estímulos del minúscula. La puntuación es ilógica y arbitraria como
obispo de León, muestra el número 284 del estante se ella sola ; necesitándose un Edipo para descifrar el sen
ñalado con la letra V en dicho establecimiento. tido. Esto que parece impertinencia es útil , como tam
Comenzóse á escribir á 11 de diciembre de 1641 ; y se bién notar la afición de Quevedo á usar con profusión de
acabó lo que boy.conocemos, en el verano de 1642. La conjunciones, en lo cual mucho cuidaron de corregirle
obra debía terminar probando y justificando la providen la plana las colecciones publicadas á fines del siglo ante
cia dé Dios con los epítomes de las vidas de Adán, primer rior.
. hombre ; de Saúl , primer rey del pueblo escogido ; de Va concordado el texto en vista de los códices y edi
Salomón , el más sabio y rico ; de Judas Iscariote , Di mas, ciones, cuyas diferencias se marcan al pié en esta forma:
y san Pablo ; del macedonio Alejandro, Aníbal y César ; y MS. original, autógrafo.
con las vicisitudes de Roma, señora del mundo. Pero ó G. Una buena copia manuscrita, del siglo. anterior,
no se llevó á cabo esta empresa ó han desaparecido sus que debo á mi amigo el señor don Manuel González Her
frutos. nández, archivero de la casa de los duques de Frías.
El libro no tiene capítulos ni otra división alguna. Z. Impresión original de Zaragoza de 1700. .
Perdido á la muerte de Quevedo, anunció su título Tar- P. Parte tercera de la colección de Madrid de 1720.
sia en 1663, para que «si acaso con el tiempo saliere de- S. La edición de don Antonio de Sancha, de 1794.
bajo de otro nombre, sepa la posteridad á quién ha de de (1) (de San Marcos de León) (Z. P. S.)
(2) de 1641. (P. S.)
jo) Víase el Epistolario, (3) Por don Francisco de Quevedo. (P. S.)
PROVIDENCIA DE DIOS. w
En mogona cosa se ecna de ver con tanta infamia ni hay Dios ni Providencia ; y son muy pocos los que
del entendimiento humano la torpeza bestial, y la no la niegan , que confiesen hay Dios. Mas estos negaron
che que derrama é introduce en el hombre el peca su providencia, como fueron Epicuro y Lucrecio, De~
do y el vicio, como en haber necesitado de que se es mócrito y Heráclito, que afirmaron habia Dios ; mas no
criba y defienda que hay Dios, que su .providencia que cuidase de algo, atribuyéndolo todoá la fuerza de
gobierna el mundo, y que las almas son inmortales. naturaleza. Cuanto á Epicuro, me remitoá m! en lo que
Solo el perdimiento más rematado pudo persuadir escribí en su defensa en el Epicteto, que traduje (6).
que las cosas todas sin Criador se criaron y sin Hacedor Pocos fueron tos que absolutamente negaron que
se hicieron ; y que no habiendo choza sm dueño en el habia'Dios. Sacaré á la vergüenza los que tuvieron me
mundo, el mundo no tiene dueño. Y ¿negarán que le nos, y son: Diágoras milesio, Protágoras abderítes, dis
tiene el universo, viendo en el cielo la cuidadosa obe cípulos de Demócrito y Theodoro (llamado Atlieo vul
diencia de tan dilatada república de luces, y la armo garmente), y Bion borysthenítes, discípulo del inmun
nía de sus movimientos, que resbalando de dia y de do y desatinado Theodoro. Crece este número Luciano,
noche, traen con sus pasos en la noche y el dia los par cuya eminencia fué reirse y escarnecer de un Dios y
tos de la tierra y la fecundidad de los demás elemen de alguno y de todos, enemigo jurado de los cristia
tos, repartiendo médicos por las cuatro estaciones del nos. Sigue la infamia deste, Punió, lib. n, cap. 7 (c).
año el gobierno délas cuatro calidades para correspon
dencia pacífica de los humores, (1) para la producción (i) Epicuro, filósofo de los mas célebres de la antigüedad , na
de tan diferentes obras? ¿Quién vio la soberbia del mar ció de una ilustre familia, en Sanios, trescientos cuarenta y un
amotinada con las cóleras rabiosas del viento llegar á años antes de la era cristiana. Consagrado desde muy nido al es
tudio de la filosofía, la enseñó en Atenas cuando habían robuste
la orilla (2), formidable á los montes, y besar humilde cido su entendimiento la edad y la experiencia. Vivió setenta y dos
la ley que se le escribió en la arena , que niegue que años. Jamas quiso casarse , i pesar de que preceptuaba con tesón
hay dirina Providencia, que aprisionó en la resistencia el matrimonio.— Entre los manuscritos del Hcrculano han apa
recido algunas.de sus obras; de las cuales se empezó a publicar
del polvo aquel furor que congojó la estatura de los en Ñapóles, en 1814, su tratado Sobre la naturaleza, de los cosan.
montes y dio cuidado á las nubes? ¿Cómo puede ser que Queveoo es de los primeros que han desentrañado en los tiempos
un hombre, que solo en (3) Taima racional inmortal se modernos el sistema filosófico de Epicuro, brindando con una sen
da de aplausos á Gassendo, Durondel, Balteux y algún otro criti
diferencia de las bestias, quiera, negándose esta razón co apreciable.
(4) y inmortalidad, no solo ser igual á los brutos, sino Tito Lucrecio Caro cantó el mismo asunto de La naturaleza de
inferior en el conocimiento á las moscas y arañas, co te cosas, en un poema, que ha inmortalizado su nombre, al
zándole ¿1 par de los mayores poetas latinos. Lucrecio nació no
mo en su lugar probaré? venta y cinco años antes de Jesucristo ; fué amigo del virtuso y es
¿Cuál destos, si otro hombre como él, en peor clarecido Mcmraio ; presenció las proscripciones de Mario y Sita,
hábito ó más bajo puesto, le dice que es su igual y y vivió en la época más grande de la corrupción y desenfreno de
Un bueno como él, se contenta con desmentirle, Roma.
Vemicrito y Heráclito han llegado a ser el prototipo de dos ge
sin arrojarse á matarle? Y olvidados deste duelo, po nios opuestos; uno pronto «icnipre i burlarse de las locuras hu
cas veces justificado, sin aguardar á que el sapo y la manas, otro i lamentar sus miserias; uno que siempre rie, otro
víbora digan que son sus iguales, y tan buenos como que siempre llora. El carácter acedo, cáustico é insociable de He
ellos, ellos lo dicen y lo afirman y lo porfian, y su sen ráclito, asi como la ísonomia festiva y risueña de Demócrito y el
gracejo y chiste.de sus escritos, han dado origen á esta opinión
timiento es que no los crean. Adviértase qué honra vulgar, tan arraigada y eltendída. Heráclito floreció en la olimpia
tiene el rico que se afrenta de que el pobre le diga da 69. Demócrito nació en Abdera de Tracia cuatrocientos se
que es su igual, y tan bueno como él, cuando blasona tenta años antes de Jesucristo, de padres ilustres. Debió á los
caldeos y magos el conocer la astronomía y la teología ; aprendió
que él es igual á tos perros y que no es mejor que los la geometría , de los sacerdotes egipcios ; y viajando por el Asia y
lobos. la Pcrsia, y penetrando en la Etiopia y en la In¿la, adiestró su en
Estos hombres se llaman en griego sin Dios, con esta tendimiento. Peregrinaciones tan costosas destruyeron su hacien
palabra atheütas, que se han usurpado las lenguas vul da ; mas como una ley de los abderi taños privase de sepultura á los
que disipaban su patrimonio, Demócrito, para librarse de tamaña
gares. (5) La secta se dice á6eta. afrenta, mostró á sus conciudadanos el fruto de la ciencia á tan
Los que no creen la inmortalidad del alma dicen que tos sacrificios adquirida, leyendo su libro tobre el gran mundo.
Entusiasmado el pueblo, decretó se alzasen estatuas al fllósofo,
(O Manuscritos é impresiones carecen de este epígrafe. que el tesoro público pagase sus funerales, y le hizo cuantiosí
simos regalos. Demócrito vivió más de cien afios.
(1)7 para (S.) (e) Diágoras nació en Mélos (una de las Cicladas! y fué discípulo
■t, en formidables montea, (6.)— formidable de los montes, (S.)
(J) la alma (G. Z.y— el alma (P. S.) de Demócrito. Muchos le confunden con nn poeta del mismo nom
(41 ( inmortalidad, (G. S.) bre, de quien se cuenta que habiendo depositado el importe de cier
(5¡ Los que ao creen la Inmortalidad (Z. P. Si ta obra dramática en poder de un amigo suyo, y alzádose este coa
JOS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
La Providencia, fuera de los referidos, negó Cicerón, Agttstin, lib. ni de Civitate Dti, cap. (1) 17. Los que
lib. n de Divinatione, negando la Praescientia futu- quieren acreditar su error con el grande nombre de Aris
rorum que dependen del libre albedtío. Refútale san tóteles, dicen que negó la Providencia en el lib. (2) xtv
de la MeXhaphiska, cap. 9, donde dice : Absurdumes-
el dinero, negando el depósito, como el crimen quedase Impune, se primam mentem de rebus quibusdam cogitare , et
se hizo Implo y ateo. Nuestro filósofo es mucho menos antiguo que I meliusesse quaedam non videre,quám videre. Empero
el poela. Vino i Atenas cuatrocientos diez y seis años antes üe la
era vulgar, cuando Mélos fué arruinada por Alcíbíades. Allí ridi- ' á la contraria opinión parece que se llega en el lib. s
culizaba las divinida des como en Eléusls los misterios ; burlábase Ethicorum, cap. 8, de donde el doctísimo padre Lessio,
de la Providencia en sus escritos, y atrajo con esto sobre si gra en su opúsculo de Providentia, dice que se inclina á
ves persecuciones. Tuvo que huir de la ciudad, vio puesta en pre- i
cío su cabeza ; pero los de Corinto le brindaron cou un asilo, don-
resellarle de tan envilecido (3) oprobrio.
do murió. Empozaré por la inmortalidad (4) de Palma, paraqtio
Al arte con que Prolítgoras abderitano llevaba dispuesto nn | enterado el hombre de sí mismo en la mejor parte, sea
haz de Irüa sobre los hombros para disminuir el peso, debió que capaz de esotras dos verdades. No gastaré tinta en res
Dcmócrilo conociese su ingenio y se empeñase en cultivarlo.
Imaginación viva y fecunda, feliz memoria y suma elocuencia, fue ponder á los argumentos con que Lucrecio porfiada
ron las dotes de este solista, que tuvo á Platón por enemigo de mente osó probar que era mortal la alma del hombre;
clarado. Sus dichos impíos hicieron que los magistrados le con porque ni el responderlos será ingenio, ni el confun
denasen a muerte. Algunos dicen que hubo de conmutarse en des dirlos difícil*. Y lo que en esto se pudo hacer, lo hizo
tierro y que pereció en una tempestad. Vivió setenta años. US8
—418 años antes de Jesucristo. ) el muy erudito y elegante (5) Aonio Paleado en la obra
Theodoro de Cyrene floreció a fines del siglo iv anteriora la era que contra esta opinión de Lucrecio escribió, cuyo tí
cristiana. Discípulo de Arelas y sucesor de Annlccrisen la escue tulo es de [mmortalitate animarum.ea lalinyen
la cyreníica, se atrajo por lo extravagante y atrevido de las doc
trinas enemigos sin cuento. Desterrado de su patria, solazábase
versos exiitnetros, no solo con el mismo estilo de Lu
con que no podía ser" castigo venir de Libia en Grecia. Púsosele crecio, sino con las mismas (6) frásis y palabras obso
el nombre de aleo por su libro sobre los Dioses; pero con facili letas. Escribieron de esto muchos muy cuidadosamen
dad infamaba el pueblo con este epltelo i los que solían contra te, y (7) mayor volumen el doctísimo Glósofo y mé
riar sus errores supersticiosos y la desaforada multitud de sus ído
los. El descrédito dcThcodoro no debió ser grande, sin embargo, dico (8) Marsillio Ficino. El sutil y admirable Tomás
entre los griegos, cuando Ptolomco I, tan hábil político, lo envió de Vio Cayetano, siendo generalísimo de la sagrada re
de embajador suyo á Lyslmaco, rey de Tracia. Este lilósofo es fun ligión de Predicadores (que fué después cardenal de
dador de la secta Thcodoriana, una de las tres en que la escuela San Sixto), predicó un sermón al sumo pontífice Ju
cyreníica se divide.
Bion, llamado Dorysthenes por su patria, población griega si lio II, en la primera dominica de Adviento, año (9)
túa, la á las orillas del rio de su mismo nombre i hoy el Dniéper), 1503, de la inmortalidad de las almas, tan felizmente
floreció doscientos setenta años antes de la era vulgar. Estable metafisico, que á media hora debe el conocimiento
cióse en Atenas, donde unido á Crátes, muy luego tuvo entrada
con los cínicos. Habiendo recibido lecciones de Theodoro el ateo
aquella eternidad casi demostrada. Escribióel doctísi
y de leofrasto, quiso filosofar á su modo, sin afiliarse en ninguna mo y nunca bastantemente alabado reverendo padre
secta, y de esta suerte se indispuso con todas. Murió en Calas. Lessio, de la Compañía de Jesús, letor y honra de la
Era aficionado i gracejar moralizando. Escribió murhas obras, y insigne universidad de Lobaina, en sus opúsculos, un
los fragmentos que de ellas se encuentran en Slobeo escitan la
curiosidad y nos hacen echarlas de menos. tratado (10) de Providentia, y otro de Immortalitati
Tuvo Luciano por suelo natal á Samosata , ciudad de Siria no animarum (a). Escribió Terlulliano unlibro de Anima,
lejos del Eufrates, y floreció en los tiempos de T rajuño empera
dor. Dedicado en su niñez á la estatuaria , hubo de abandonarla
muy pronto, para enseñar públicamente retórica en la Calía y en vero juicio y doctor de los más grandes de la Iglesia, que insertó,
otras provincias del imperio romano. Vuelto. á Siria, y consagrado no sin oportunidad, mucha parte de cien una de sus hornillas su-
en Antioquía á defender causas en el foro, tuvo tan mal éxito en bre el evangelio de san Juan. Qi'evrdo, que tanto confronta en el
sn nueva ocupación, que se disgustó du ambas ; pero acertó á es estilo con Luciano, que de él tomó la traza de envolver entre las
coger la de escribir, i lo que le llamaba su claro, vivo y regocija sombras de un sueño sus críticas y censuras, que le Iguala en gra
do ingenio. A los cuarenta años comenzó á filosofar, escogiendo cejo, en invención, en el donaire con que muerde, en el arte ele
la Maccdonia para hacer alarde de sus conocimientos y estudios. disfrazar las alusiones que mortifican, y en la sagacidad de decir
Viejo ya, entró en palacio y en la servidumbre del César, con el la verdad en burlas, desconcertando la soberbia de los viciosos y
carácter de procurador del príncipe en Egipto. El áulico Timó- corrompidos, no perdonó en su modelo jamás la falta absoluta de
eles, Celso y Quintilo fueron amigos suyos. Escribió muchos li creencias, ni qne hubiese hecho profesión el maldecir, sia mos
bros en griego; pero solamente ciento setenta y uno han llegado trar á los hombres el verdadero camino de la virtud y los medios
i nosotros. Nada se sabe de seguro sobre su muerte ; lo más pro de conseguir la perfección en su vida y costumbres. Aírionaiio
bable es que fué de gola á los ochenta años de su edad. Suidas, Quevedo á los anagramas, halló qne con las mismas letras de Lt-
no obstante, asegura que pereció destrozado por unos perros. ciaría, se formaba el nombre de ¿alvino.
—Asiático en el estilo y en la riqueza de imaginación, escéplico (1) 9 (Todos los ejemplares.)
en creencias, mordaz por naturaleza, renovó la dicacidad de la ¡2) 12 (M.)
comedia antigua, sin imitar su petulancia. En sus obras agota los (3) oprobio. (.S^
chistes, las gracias y donaires, y los punzantes epigramas, para ;.l de la alma G. Z.) — del alma (P. S.)
zaherir á todas las sectas de filósofos, no perdonando en los pla (5' Antonio Palearlo (C. S.)
tónicos y pitagóricos las imposturas, ni en los estoicos el ceño in (6i frases (Id.)
soportable. Con igual desenfado se mofa de las deidades gentíli O) en mayor (S.)
cas ; y si es suyo El Peregrino, lleva no solo su impiedad á bur (8) Marsillio, Ficinio, y el sutil (id.)
larse de la Providencia divina , sino la infamia á calumniar é in (9¡ de 1S03, [Id.)
juriar en sus cavilosidades al mismo Redentor del mundo, llamán (10) de Providencia, (US. original.)
dole con feroz rabia y por ludibrio el sofista crucificado. No falla (a) Aonio Pa Icario, uno de los buenos escritores del siglo i",
quien afirme que en un principio Luciano abrazó el cristianismo, nació en Véroll, territorio romano Tuvo por verdadero notnore
y que fué iniciado en sus misterios sacrosantos, pero vino i de Antonio dclla Paglia; pero lo transformó a lo antiguo, segas el
sertar de sus banderas muy luego por la volubilidad de su carác gusto do aquellos tiempos :
ter. Otros, por el contrario, finos apasionados del escritor, niegan
que sea suyo El Peregrino, y loman en buena parte cuanto en sus Aonms <¡ni ntinc es, eras Antonlus olim :
obras se dice relativo i la providencia de Dios. Su diálogo, titula Aonii Aontdum dal Ubi numen Amor.
do El Cínico, deleitaba tasto a san Juan Crisóstomo, varo» de se- Cuando el saco de Borbon por Carlos V en 1527, buyo de la
PROVIDENCIA DE DIOS. 160
donde so elocuencia centelló más vivas luces ; empe siendo hombre afirmo que soy como el jumento, ¿quién
ro mancilladas con algunos errores, y principalmente podrá negar que no soy bestia, y afirmar que soy ra
con afirmar que Taima tiene un género de cuerpo, mal cional?» Mas la respuesta es concluyeitte, y se (2) lo
persuadido de un verso de Lucrecio (1). En nuestros concede y se lo niega. Que sé hizo bestia por el pe
tiempos siguió esta opinión errada el doctísimo poeta y cado (3) y por los vicios y por la ignorancia, se lo con
Ciúsofo Torcuato Tasso en el diálogo que intitula El cedemos; mas que habiéndole Dios hecho hombre, no
mensajero, en boca de su genio; habiéndose cautelado tiene alma eterna ni es racional , en que se diferencia
en la dedicatoria con estas palabras: «Permítaseme de los demás animales, se lo negamos. No traigo auto
discurrir como filósofo, creyendo como cristiano.» Pu ridades de la Sagrada Escritura y de los santos, poique
diera discurrir mejor como cristiano filósofo, y ennoble los ateístas, negando que hay Dios, Providencia y alma
ciera más su tratado la verdad que Platón, si tomara inmortal, consiguientemente desprecian á todo loque
el consejo de Aristóteles tan repetido : «Amigo Platón ; con Dios se autoriza ; es arte bajarnos desta cumbre pa
empero la verdad más amiga.» ra hallar gente tan baja. La cigüeña, si no se abate, no
Aun argüir no saben en su defensa Iosque creen que traga ni aprisiona á la culebra que arrastra. Quiero der
«i alma es mortal, y que son como los brutos en la ribarme á la tierra para hacer presa en estos escuer
muerte ; pues su argumeuto más eficaz era este : «Si zos, que la tienen por alimento, y no se levantan de
ella. Sea discípula desta ave mí pluma, que introduce
las suyas y su pico en antídoto de las pestes animadas
dfdad eterna, refugiándose 1 Perusa y laego l Siena, donde con del suelo, que con vuelo cosario de venenos, limpiándo-
trajo matrimonio jr abrió escuela de Qlosofia. Mostróse favorable
i la protesta religiosa , y en 154í fué acusado de hereje. Defién
losdesabandijas ponzoñosas, hace tratables los campos,
dese con sagacidad , jr aunqne logra ser absuelto , no puede con y desarma do peligros contra el pié y la mano del la
seguir la rátedra pública de elocuencia , que era el blanco de lo brador los surcos.
dos sus deseos. Al fin, para desempeñarla , es llamado en 1546 i Salga en público la intención destos que pretenden
Laca , y después a Florencia ; señálasele nn sueldo considerable,
y se decretan en favor suyo todo género de distinciones é inmu- hacer infame ú la naturaleza; destos arrepentidos do
aidades. De esta misma prosperidad vino su perdición y misera ser hombres, y convertidos en fieras ; destos que, me
ble mina. La acusación de herejía fulminada contra él, renació reciendo ser como dicen que son, tienen el castigo en
a&oj adelante ; dljose que habia sostenido y ensenado las opinio- no ser como quisieran haber sido.
aes de Lulero, y afirmado no existia el purgatorio; que en los tem
plos no debian enterrarse los cadáveres, y que la Inquisición era Es el cuerpo con los apetitos, inclinaciones y vicios,
u alevoso puñal alzado contra las letras. El tribunal de la Fe lo el que tienen igual con las bestias; y ellos dicen que
arrojó en las cárceles secretas de Roma, y le hizo retractar sus Taima. Nunca dicen que viven como bestias, y siempre
errares. Dispúsose Aonio á morir piadosamente, y fué ahorcado y
estregado su cuerpo á las llamas el dia 3 de julio de 1570. Su poe que mueren como ellas. Tienen en la mentira que creen,
sía de la ¡mortalidad del alma, trazado sobre el de Lucrecio, en la conveniencia que se fingen. Para no temer el vivir
versos exámetros, y publicado en Lyon en 1336 y 1554, es uno de como animales,quisieranmorircomo ellos. Dítne, hom
los BOBíaentos de la poesía latina de aquel siglo. Viniendo á ma bre, á tu pesar animal racional á más no poder, ¿qué
nos deSadolet, aconsejó este á Paleario se dedicase lodo á las
letras, y huyese delicadas y peligrosas cuestiones. responderás á quien viéndote, de miedo de la muerte,
Mirtino Fieiao, filósofo platónico, era hijo de un médico de Cos huir en una pendencia, temblar en una enfermedad,
me de Mediéis. Nació en Florencia á 19 de octubre de 1433, en gritar en un espanto, pasmarte en un susto, llorar en
cayj catedral, habiéndose hecho clérigo á los cuarenta y dos anos,
enluto una canongía. Discípulos sujos fueron Ai:gelo Policiano, una aflicción, (4) teapreguntare que porqué temes la
Afeolti, Calderino y Cavalcanti. Estimáronle sobre manera Cosme, muerte, aborreciendo la inmortalidad? Responderás
Pedro y Lorenzo de Médicis, enriqueciéndole cnanto sn modera que temes la del cuerpo, que ves, y que niegas la de
ción consentia. Escribió muchas obras. Aquella á que alude Qi'E- la alma, que no es visible. Por dos causas no la puedes
vteo Ueva por titulo : Theologiae Plalonicae de immorlalHate «ni-
tuna librí mu. (ín Agro Caregio 14S8 la edición principe). Mu ver : porque no tiene cuerpo, y porque la aborreces.
rió a l.- de octubre de 1439, y Angelo Policiano le hizo este epi No puedes negar que tienes pensamientos, imagina
tafio latino : ción y deseo ; y no viéndolos, crees que los tienes. Re
llores, ingenhm, musas, sophiamque tupremam plicarás que también crees que tienes alma, mas no in
fu uno dieam nomine ? Marsillius. mortal, (5) sino como los animales; y añades que no
Toáis de Vio llamóse Cayetano por su patria, Gaeta , donde na has visto resucitar á ninguno, y niegas las resurreccio
dó á ¿0 de febrero de 1469. Hlzose á los quince afios fraile domi nes sagradas, y tantas apariciones como refieren aun
nico, sabiendo i general de esta orden en 1508. Elevado á la púr-
para romana en 1517 por León X, obtuvo la distinción de que le los autores profanos, griegos y latinos, y particular
encargase el Pontillce al aüo siguiente visitar la Alemania con ob mente Plinio Júnior, varón eminente y de juicio seve
jeto de reducir 1 Lulero y sus sectarios; empresa que vino á ma ro y bien reportado.
rrarse, no por falta de ciencia, talento y mansedumbre en el le
gado, sino por el hábito que veslia. Prelado de Gaeta en 1519, El probarte la inmortalidad de tu alma está á cargo
prisionero en el saco de Roma ocho afios después, y rescatado por de los castigos, pues huyes de que te la enseñen los
una gruesa snma, falleció en la capital del orbe cristiano, el dia 9 premios. Quiero confundirte con afrentas, ya que no
de agosto de 1334. Son muchos sus escritos : comentó la Biblia, te (6) reduzgo con razones. Morir todo y para siem
la Sxsu de santo Tomás, la Filosofa de Aristóteles j defendió
con ardor la autoridad del Papa. Melanchthon le retrató afren pre, última miseria es y desconsuelo ultimado; decirte
tosamente ; Bossuet reivindicó su moderación , su caridad y su que no mueres todo ni para siempre, y que tu alma
dalzura. es eterna, y que tu cuerpo mortal ha de resucitar con
El célebre jesuíta Leonardo Lesslo vino á la vida en Brechtan
aldea del Brabante, á 1.* de octubre de 1554. Hijo de padres hi
dalgos , entró á los diez y ocho afios en la compañía de Jesús, y (i) le concede, y se le niega. (Z. P. S.)
profesóla filosofía en Douai. Con general sentimiento espiró en (3) y por vicios, (P.) — por vicios, (S.)
Lovaina el dia 5 de enero de 1623. Clemente VIII habia hecho de (4) que por qué temes {US. original.)
tu mérito el más pomposo elogio, |5) y añades que no has visto (C. Z. P. S.)
(ll j en nnestros tiempos (S.) (6; reduzco (G. S.)
170 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ella á vivir sin fin, nueva es que merece albricias, ¿Hallastete presente'cuandoyendoArtefio(lO) de cami
cuando no fuera verdad como lo es, por lisonja y por no, oyó chillar unos pájaros, y dijo : «Estos dicen que
dignidad que se te atribuye sobre las otras criaturas con una legua más adelante de aquí se le desaló junto i
quien le igualas. Sabes que eres vilmente cobarde, y una encina un costal, que llevaba un labrador al mo
te precias de valiente y agradeces que te publiquen lino, y que dejó derramado mucho trigo ;» y llegando á
por tal. Siendo ignorantísimo, si te llaman docto, lo la legua y señal, vieron el trigo que dijeron los gorrio
admites; siendo necio, que te tengan por discreto; y nes? Responderás que no; mas que es cuento quedes-
pobre por rico, y villano por noble, y avariento por de que naciste has oido, y que está impreso. ¿Fuiste
liberal. Veste feo y de mal talle, y si te llaman hermo testigo de alguno de los prodigios y habilidades que de
so y galán, lo crees y lo agradeces, siendo (t) cosas que todos los animales refiere Plutarco, y más encarecida
tú mismo sabes y ves que no tienes. Y teniendo alma mente del elefante, en su diálogo, cuyo título es el (1 1)
y diciéndole que es inmortal, lo niegas y te enfureces. de tu error : Que los animales usan de ratón ? Dirás que
Alegas que hay muchos animales en quien te admira no ; empero que lo has oido referir, ó leídolo en libros
el entendimiento y la razón, prudencia, astucia y sa que lo dicen citando á Plutarco, ó sea que lo viste eo
biduría (estos nombres profanas en ellos); y te arrojas él. Puesdime, afrenta de los hombres y vituperio de tí
a contar sus virtudes : la piedad en la cigüeña, en los misino (que llamarte perro y hormiga y pájaro, es dar
perros y en las hormigas; afirmas que se entienden vaya á los pájaros, hormigas y perros), ¿para dar muerte '
los pájaros, como lo dijo el rematado Ai lefio, y que á tu alma das crédito en lo que no viste ni él vio á Tá
(2) Wokero en sus Secretos (i) trai las tablas que hizo cito, Artefio y & Plutarco, y á cuentos y á consejas y i
para entenderlos (a); y concluyes que, pues tienen en las fábulas de (12) Isopo ; y para que sea eterna, como lo
tendimiento y prudencia y virtudes, y hablan y se en es, se le niegas en los dos Testamentos á los patríarcasy
tienden como el hombre, y mueren en ellos cuerpo y á los profetas, y á la misma Sabiduría, y á los evange
alma,—que de la misma manera mucre el hombre con listas y apóstoles, y al mismo Hijo de Dios, y á los
alma y cuerpo. Caido has en el lazo. No esperes des muertos que han resucitado, y á las almas que se lian
atarle del. Pregunto yo: ¿Viste el perro, que habien aparecido, y á los santos que refieren que los hablaron,
do degollado a su amo, y llevándole á echar con una con circunstancias legalizadas y auténticas? Si despre
pesa en el (4) Tibre, se fué tras 61, y viéndole arrojar, cias los santos, oye á todos los filósofos, liisloriadotes,
se echó tras él al agua, y por tenerle, (5) le asió de un poetas y oradores. Si tienes hastío de lo divino y de la
brazo, y nopudiendo (6) sustentar el peso, por no de Iglesia, oye á los idólatras en esta parle: á los platóni
jar á su señor, se fué con él al fondo y se ahogó con él ? cos, peripatéticos, stóicos, pitagóricos. Lee en Ovidio
Dirás que no, masque lo leíste ciiCornelio Tácito. ¿Viste la lección que Pitágoras leyó, y verás (13) cómo aun
salir enlutadas á las hormigas á ganar la obra de mi aquel ingenio, tan lascivamentedistraido, te desmíenle
sericordia que les atribuyes enterrando los muertos, con estas palabras, que empiezan el verso sexto (b) :
cuando trayéndolcs difunta una hormiga de su pueblo
¡lorie carent animar.
(7), otras de diferente familia la salen á recibir y la lle
van al seno en que viven y la cntienan; y luego agra Hasta la mentira obstinada y el error contumaz de
decidas traen granos de trigo, que dan por paga de su tan diferentes sectas de herejes, que todos creen la in
trabajo alas que la trujeron? Dirás que no; empero mortalidad délas almas, castigan tu desatino con elfue-
que lo has oido contar y que te (8) lo han dicho ó lo go que por otros errores merecen ; y puedes en este
has leído en las obras de un santo y padre de la Iglesia. (9) punto aprender vergüenza de ellos, ¿alvino, cuyo nom
bre es anagrama de Luciano, siendo abominable hereje,
quemó vivo, poique tenia tu opinión, (14) á Joan Ser-
(i) cosa(S.)
(2) Vvellero (C. Z.)-Vvcqnero (P. S.)—Vvekcro (MS. original.) ved (e). Mira cuál eres, que hasta de los heresiarcas
(31 trac \G Z. P. S.)
(o) De Arlrpo lie dado ya noticia en el tomo i , pag. 320. (10) camino (JfS. original y edición de Zaragata.)
Juan Jacob» Wecker, módico, nació en Basilca el aflo de 1528, (11) de su error (G. Z. P S.)
de una familia originaria del país de los Grisones, En 1557 ob (12) Esopo;(S.)
tuvo en aquella ciudad la cátedra de dialéctica, i que unid la de (13) como en aquel ingenio (Id.)
retórica tres aüos mis adelante. Señalóse por su actividad y acier (b) Melamorph., lib vi, 158.
to en la peste de 1562, y murió en Colmar el año de 1586. Suyas (14) Juan (Z. P. S.)
son las ubras siguientes : Antiiolarium speciale. Basilea, 15G1.— (c) Quiso decir Queveoo Miguel Serpea 6 Sene!, famoso anti-
Autidolariuin genérale. lbi<Í, 1570. — Medicar syntaxis ulriusque ex trinitario, nacido en Villanueva de Aragón el ano de 1509. Corso
gr.Jat. elarab. tkesauris cotícela. Ibid, 1562. — Praclicae mtiiici- el derecho en Tortosa, donde lerendo sin guia ni preparación li
nulií-generalii libri vn. Ibid, 1585, en 16." — Anatomía mtrcurüs Biblia, plagóse de errores, y moio de veinte y dos anos aeomfM
sjiargyrica. Hala , 1620. la temeraria y loca empresa de atacarlos principales doto" it
Pero la obra que á se redere Qüevedo, y por la cual le pintó en el nuestra santa religión. Escandallados hasta los mismos herejes,
infierno en Las zahúrdas de Piulan-, llamándole pordiosero todo tuvo que refugiarse i Lyon y después i Paris , en cuya univer
lleno de andrajos, es la que lleva por titulo : De secrelis libri xvit sidad esludió harto superficialmente la medicina. Ateo en rlli
ex variii auctoribvt collccH, impresa en Basilea el alio de 1682, cual en moral, no inspirando^ conllania i los enfermos, to«
en s." La mejor edición es de 1750, aumentada con notas y obser al fin a abandonarla y i dedicarse a la tarea de corrector de no-
vaciones de Th. Zwinger. Tradüjolos al francés un anónimo prenta. Pertinai en su propósito de hosliliiar el cristianismo,
en 1584, y J. Duval publicó en Ginebra otra versión el año no perdía coyuntura de sembrar por donde quiera sus impíos,
de 1616. heréticos y extravagantes pensamientos. Quemáronle en et|>e
14) Tiber, (C. P. S.) en Vicna, el ano de 1533, juntamente con sus obras; y w»o
(5) lo asió {G. t. P. S.) aportase a Ginebra, ambicioso de ser cabcia de nna nuca re
(6) sustentarle el peso ( Z. P. S.) forma , Calvino, que estaba enfurecido contra él , trabajo te
(7) otra íS.) nazmente porque los magistrados de aqnel cantón le persiraie-
(8) ban dicho [MS. original.) sen, escribió cierta obra para señalar uno por uuo todos s«s er
(9) ¿Te bailaste i.Z. P. S.) rores e impiedades , y logró al Un que le condenasen i ser que-
PROVIDENCIA DE DIOS. 171
eres condenado. Es tan bestial tu error, que es forzoso Hombre mal persuadido de la elocuencia de tus vi
«vencerte con las mismas bestias, cuyo entendimien- cios, no eches la culpa de tu error á tu muerte, sino á
lodicesque te convence. Ninguna te parece tan visi tu vida. No quieres inmortalidad porque la dudas, sino
blemente entendida como el perro perdiguero. De este porque la temes. Vives como bestia, porque no rehu
dices que tú propio, sin relación ni referirte á autores, sas de merecerlos castigos eternos; y pomo padecer
vescada día muchas veces habilidades y advertencias, y los no admites eternidad, como sieso excluyera la in
le «Tojas á llamarlas maravillas. No te contradigo sus mortalidad de tu alma. Engañaste como los necios, que
ííkuí y atención, ni las diligencias de su olfato, ni la dicen que todo es vida hasta la muerte, siendo muerto
niiiadosa velocidad de su movimiento, ni las parlerías toda la vida, y lo que llamas muerte su último y menor
¿esu hocico, (I) ni la suspensión desús pies, conque instante. No porque lo dices dejas de morir cada hora
¡taido el paso, advierte al cazador y asegura la caza, que vives. Ni porque digas que tu alma muere, dejará
yolrasmnclias cosasque con facilidad aprende su pron- de vivir, como inmortal. Tu enfermedad atribuyes á tus
U naturaleza, como los gozques de los ciegos. Dime: ojos : crees lo que ves; y lo que no ves, niegas. Yo te
¿si estando contigo á solas y á tus pies este animal, á probaré (4) que se ve mejor lo que se cree á persua
quien lias visto hacer aquel dia todas las cosas con que sión de la razón, que lo que se mira con los ojos en las
tí persuades á que tiene entendimiento, le vieses to cosas mismas que se ven con ellos. Tratarlos de menti
marte un libro de las manos, y leer en él y declararle y rosos no es desacreditarlos, porque no mienten por su
«ajilar contigo y responderte á propósito, no te asus culpa ni por mentir ni engañar, ni dicen la mentira si
tarías, presumiendo que era más que perro y que algún no la ocasionan. Todo el circulo del sol le ves en su ca
demonio hablaba en él ; y era fuerza tecausase espan bal circunferencia (5) menor mucho que una rueda de
to! Pues respóndeme. Si al perro, por verle leer y ha molitio; yCleomédes dice que Epicuro, como quien
blar, le tienes por cosa mayor y no menos que por espí con captivo discurso creía á los sentidos, afirmó que no
ritu, y con asombro, ¿cómo puede ser queá tí, en quien era mayor de lo que (6) se via; y por este desatino le
o;esy Tes estas (2) cosas y otras mayores, te juzgues llamaelThersítesdelosfilóstifos, como si dijera el mo
en el alma y entendimiento igual al perro, y no te harrache (6). Y con razón le trata asi, pues con eviden
¿tribuyas el espíritu que le atribuyes á él? Ponderas cia matemática se prueba con la diminución y aumen
q« hable un tordo y una picaza y un papagayo y un to de su distancia y con su difusión, que es muchas veces
tuerto; ¿y no ponderas la industriadel hombre, queen- mayor que toda la tierra, y sus eclipses lo demuestran.
señó á hablar á las aves? Pyerio y Eliano cuentan de Advierte que los ojtis te persuaden á creer una mentira
«nimpio embustero, llamado Saphon, qué, para que la más de sesenta veces mayor que el globo de la tierra y
gente le adorase por dios, dotrinó muchas destasaves, del mar. Ves desde muy lejos una torre ó edificio, que
enseñándolas á deci r : «Adorada Saphon, que esdios.» perfectamente es cuadrado, redondo; y no puedes de
Soltólas, y por varias partes iban volando y diciéndolo; cir ni afirmar otra cosa, creyendo á los ojos, á quien se
de que admirados los pueblos, le reverenciaron por le torneó la distancia, donde llegó su fuerza limitada.
fc(a).0esta casta es tu admiración en las habilida Las montañas y cetros de peñascos tienen el color par
des de las bestias, (3) que ose lasenseñó el hombre por do ó blancode la tierra, y el verde de su yerba y árbo
financia mecánica, ó por entretenimiento casero, ó por les; y siendo así, desde lejos tus ojos te (7) los mues
MoelecocomoSaplion,y Mahomaá la paloma con trigo tran de azul ultramarino, porque juntándose la obscu
i venirse á sa oreja, para decir que le hablaba al oido. ridad de tu vista (que tiene esfera de actividad limitada
y desfallece fuera de ella), con la claridad y luz del me
■ritmo. Falto Servet, en sus últimos instantes, de la flrae- dio y del objeto, resulta aquel color que consta de obs
utKiiíii ostentado siempre, murió sin dar ningunas señales curo y claro. Miras muchos hombres de un misma ta
'•"repeatimienlo. Calvino y Tlicodoro de Bcza puhlicaron pocos maño en diferentes distancias : (8) juraras por lo que
Brtís después un libro defendiendo la sentencia de Servet, y jus-
Marto el derecho de castigar ejemplar y mortalraente i los he-
ves, que unos son mucho menores que otros y desigua
[fjn- iT esto escribían en la sazón que los protestantes se que- lísimos, siendo iguales; y la (9) prospectiva con la ra
ptutn mis ahinco délas persecuciones de los católicos, apos- zón y con la demostración te enseña que la desigualdad es
■f^otos de bárbaros y feroces! de las distancias, y no de los cuerpos. Pudiera conven
■' «i las suspensiones (C. Z. P. S.)
- .' otras mayores, te juzgues (S.)
cer á los ojos de otras muchas hurlas que hacen ; mas
i'*«Pítritl por otro nombre Vaterlmo Bolzanl, fué nalu- estas bastan por todas. Pues si la razón te enseña la ver
"1 h Brllano, en la marca Trevisana, donde nació de una familia dad de la mentira de tus ojos, y te desengaña del en
i-aavaií pobre, el aflo de t!77. Su maestro Sabéllico le mudó
gaño que ves, no puedes negar que so ve mejor loque
|.3anbre de Pedro en Pierio, con alusión i las musas. Debió
1 «¡taris J Valla el conocimiento de las lenguas griega y lali- se cree á persuasión de la razón, que lo que se mira con
JM decidida protección al cardenal Bembo y i los pontillces los ojos. Pues si la razón del hombre asegura más lo
r" 5 > Clemente Vil. Hecho canónigo, rehusó los obispados de
jí> d'lslria y de Avignon , por vivir entregado i las letras. Nu-
■■> n Pidua i ios ochenta y un aflos de su edad, en el de 1558. (4) que sabe mejor (Z. P. S.)
<•'■»*> Enano vivía en Roma bajo el imperio de Heliogábalo y (5) mucho menor (G. Z. P. S.)
■i Alejandro Severo. Ambicionando el titulo de solista, puso el (6) no se veia; (S.)
¡b) Cleomédes vivió algunas nfios antes de la era cristiana. So
yritinco en poseer la lengua griega , en cuyo idioma se leen
tJisos obras. No se sabe si es este el mismo Eliano que dice hizo la primera impresión de las obras de este escritor griego,
traducidas al latin , en el alio de 1498 , con el titulo De Mundo, site
«mi nació en Proteste y fué gran sacerdote, y de quien cita lar- circularía inspeccionis meteororum libri dúo. La versión mas cor
,oj irijmejio6 de un opúsculo sobre la Providencia. De nuestro
recta de la Teoría circular de los astros se debe ;i Roberto Balfo-
i'11 m conserva el tratado de Jarías historias, la colección reo, quien en Burdeos la dio 1 la estampa el aflo do 1005, en 4.*
, tf""" rusticas, y los Dtes y siete libros te la naturaleza de
(7) lo (Z. P. S.)
"!_"mstti.
l3¿ loe se las ensenó (G. Z. P. S.) (8) jurarás (S.)
(9) perspectiva (Z. P. S.)
172 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS.
que por ella so cree que lo que se mira, ¿con cuánto se conócela mejora que adquiere con la compañía del
mayores ventajas y prendas se asegura lo que se cree espíritu. Hasta ahora ni en el parto no está diferente
de Dios por la fe con él, que todo lo que se ve sin ella? de los otros animales vegetativos y sensitivos en las
Después que me desembaracé de darte á conocer operaciones. No usa de la razón ; no porque no tiene al
los animales que te persuadían á que eras bestia, me ma racional, sino porque aun no tiene órganos capaces
voy acercando á ti, para hacerte argumento contra tí de su uso. E<to parece que llora en naciendo, viendo
propio. suspendido el entendimiento con que se diferencia
No puedo enseñarte tu alma, que ni es visible ni tie con majestad de todos los animales, y por esto desde
ne cuerpo; mas procuraré que (1) tu cuerpo mismo le luego revienta por hablar ; que parece que la alma ha
enseñe la dignidad de su alma, y que con las potencias ce caso de honra que aun (6) pocos meses con su asis
de ella vuelva por la honra que la quitas con sus senti tencia use de las operaciones solas de que usan las bes-
dos, haciéndole habitación de un bruto. No puedo po lias. En esta tardanza se reconoce la dignidad en que
nerte en paz más cortesmente que con esta discordia. se aventaja lo racional á lo vegetativo y sensitivo, pue3
Tú quieres ser todo cuerpo, y tu cuerpo anhela seralma. (7) requiere su ejercicio más estudiosa disposición de la
Aprende del á tener buenos pensamientos. Yo te pro naturaleza. Después que ha enjugado los pechos de su
baré que desde su primera formación, y en todos sus madre, ó si tuvo por ocupación mecánica su crianza
estados, y con su fin, y en él (2) te contradice y repre los de su ama, empieza áser juguete entretenido, dos
hende y enseña todo lo contrario de lo que dices. veces hermoso, por la vida nueva que estrena, y por la
' Ni te viste engendrar, concebir ni nacer : de aquí recomendación de la inoscenciaque agracia sus jugue
procede que á la naturaleza atribuyes todo tu ser; á la tes. Pasa en los siete años (8) del primer climatérico,
fortuna y al (3) caso, todos tus sucesos; y á Dios nada. y empieza á resplandecer como en centellas la lumbre
Quiero volverte al vientre de tu madre y á la semen del entendimiento ; y poco á poco se va dilatando como
tera de tu cuerpo. La naturaleza es venerable. Oye á llama espléndida, ó atizada de la imitación útilmente in-
Tertulliano, libr. de Anima, cap. 27: Natura ve vidiosa, ó fomentada á soplos con las palabras de la boca
neranda est, non erubescenda. Concubitum libido, del maestro, ó asistida de la atención propia. Mirale, hom
non conditio foedavit. Excessus, non status est impu- bre; y considérala armoniade aquel[vivo edificio, admi
dicus. Siquidem benedictus status apud Deum : Cre- rando en cuan poco bullo se ven epilogados el superior
scite et in inultitudinem proficite. Excessus vero ma- é inferior orbe, abreviados sin ofensa de su dignidad,
ledictus, adulteria, etslupra, et lupcmaria. Escribiré los menos espaciosos, no menos cultos. Óyele, y verás que
secretos de tu fonnacion con términos, no solo hones su discurso, á pesar de la altura y profundidad, haes-
tos, sino reverentes á tus oídos, reconociendo que peli cudriñado los claustros del cielo, y acechado los más
gro mis en la vergüenza que en la prueba. callados pasos de sus luces y la recatada inclinación da
Fuiste engendrado del deleite del sueño y del su sus aspectos, ydesenvuelto no solo los senos de la tierra,
dor espumoso de la substancia humana en el vientre de sino sus entrañas, hallando aquellos metales y piedras
tu madre, y amasado con el humor supérfluo, veneno á quien por veneno precioso, para esconderle, echó la
vestido de sangre, que médicos y auxiliares derraman naturaleza (9) encima los montes (a). El juntó con na
los meses por la conservación de la salud del cuerpo leño las infinitamente distantcsorillas, á que fué divor
de la mujer. Fuiste masa de horror y asco y ponzoña, cio con rabiosos golfos el Occeano, abrazo líquido de la
forzosos ingredientes de muerte, y arrojado el uno por tierra. Burló las amenazas de las borrascas; y sirvióse
contrario á la vida y buena disposición, tósigo á las yerbas de las iras del viento, deteniéndole en las velas, paraca-
y animales que respira con vaho nubloso bajidosá lo diá minar tanto como (10) le estorba su paso. Halló en la
fano del cristal. Desta manera en la oficina de venas y piedra imán los amores con el norte; y en los éxtasis da
arterias hierves informe embrión, aun para imaginado la aguja dividió las guias de camino tan borrado de no
desapacible. Desta verdad cada dia pueden informarte ticias y señales. Si vuelan las aves en los campos vacíos
tus ojos en abortos ó casuales ó con malicia prevenidos del aire y en las vecindades del cóncavo de latí ira, en
á la madurez de la animación, donde se comete por la cuentran con el señorío del hombre. (U) Desl izándolos
intención homicidio, sin hombre, anticipado (4) al que peces por los sinuosos volúmenes del mar, no pueden
habia de serlo. Verás uncáosconfuso,yfeamentey con liuir el vasallaje del entendimiento humano. Las fieras
desaliño (al parecer) revuel to, en que solo conocerás ma horribles, en las uñas armadas de iras, fonnidableseu
teriales para provocar el vómito ; cosa tan suya, que la las fuerzas y ligereza, que fian su seguridad del ceño de
señal del preñado más frecuente son vómitos y ascos. los montes y de la ceguedad anochecida de las grietasy
Luego que los dias disponen este aparato con órganos simas de la "tierra; y las serpientes, que escupen muerte
capaces de la alma. Dios se la infunde y empieza & vivir,
y proporcionarse y ennoblecerse con la asistencia de la
(Ci en pocos (S.)
alma, que explayándose por aquel envoltorio de humores (7) quiere (G. Z. P. S.)
corporales rebujados, le va fabricando en persona con to (8) de su primer (Z. P. S.)
das sus dimensiones, hasta que con moverse (5) y sentir (9) los montes. (G.Z. P. S.)
(a) Prendado de este hermoso pensamiento Qcewio, en la w-
va III de la Musa Caliope dijo del oro : que la naturaleza,
(1) so cuerpo (Z. P. S.) Por dañoso y contrario i quien le estima,
(2> se contradice, {Id.) Y por mas escondernos sus lugares,
(3) acaso, (P. S.) Los montes le echó encima,
U) el que habia de serlo. Veris un cios confuso, feamente (G. Sus caminos borrd con altos mares.
Z. P. S.) (10) lo (S.)
(5) y sentirte, conoce (Z. P. s.) (11) Deslizándose [Ul.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 173
Tmíran con ella, en quienes militan las pestes armadas les obstinadamente duras y corazas de concitas ; lo
de veneno ; todas á su pesar, no solo reconocen el dom i- que se ve en el escudo del jabalí, y en la abada, que
jiode la razón del hombre, sinoque(l) la sirven esclavas. se muestra muralla viva de cuatro pies. Tú, para que
h majestad de los elementos no lia podido exentarse conocieses la dignidad de tu alma, naciste con un cuer
Je su imperio. Al entendimiento humano sirve la tier po más desabrigado que las ovejas y los corderinos, y
no ja pechera, tributándoleel fruto de tan innumera tan débil y sin defensa, que un mosquito ejecuta en
bles labores, ó ya sosteniendo el peso de tantas duda- él heridas, y una picadura de una araña le enferma y
ees, para cuya fabrica ve navegar sus cerros en pedá le derriba. Y siendo el valentón del mundo el enten
is, ¡en cuyo ornamento ve en estatuas mentir vidas dimiento humano, y á quien solo debes la victoria
sus marmoles. Las aguas, en su obediencia, atienden á universal do lodo, te ocupas en disfamarle. No puedes
librea de oficios mecánicos, ó moliendo las semillas, negarme que tu alma y entendimiento no son dife
¿a-errando árboles, ó llevando (2) maderadasá cuestas, rentes de las de los animales, pues te lu he probado
ifreniliendo á servir por su albedrio en los rios las cre- con ellos mismos, viendo que solos los brutos tienen
ciiitó, en el mar las borrascas. El mandó trabajar al aire autoridad contigo.
en b bombas ; y le ensenó á que su fuga, por evitar el (9) Obligaréte ahora que conozcas que cuando tú
Taño, sacase tras sí las aguas volando sin sentir su pe- pretendes que la alma racional sea cuerpo, el cuerpo se
ffl. ti le aprisionó en los fuelles, para multiplicar el fue- engrie en presunciones de ser alma.
£' ¡animar en incendio una chispa ; le recogió en las Mira una mujer, en quien naturaleza ocupó los
telas, para que cuanto más le detuviesen, llevase más pinceles de más cuidadosa hermosura, cuánto estudio
teloimente sus bajeles; y halló que en el estorbo de su pone en desconocerse del ser humano en todo. Añá
¡trnada consistía las expedición de la suya. Al fuego, dese la estatura con el chapín, disimula con zonas de
que nose deja tratar, que como monarca de todos tie plata y bordaduras de ámbar y oro el corcho; vis
ne su Irono confín con las estrellas, le halló escondido te en pirámide pomposa la dimensión de su persona ;
alas entrañas del pedernal, hizo que concibiese del miente el bulto que la falta. Añade á su blancura el
llamas la yesca ; conque contradice las tinieblas de la ampo artificial, baña de resplandor sus mejillas, en
Kdie ¡suple las ausencias del sol. Disimulóen menudo ciende en rubíes sus labios, apriétase el cabello con
I*!'o sus impaciencias, y aprisionó su ímpetu en los ca un zodiaco de diamantes, en que no arde menos en
tones de metal, que con truenos y relámpagos imitan cendido el sol. Con joyas y manillas, arracadas y
fe enojos délas nubes. Con él burló las defensas de sortijas remeda el tirmamento, sembrada de conste
bisrmas y de las murallas, hizo que por la puntería laciones centellantes, persuadiendo á los ojos que es
diesen más muertes los ojos que las manos, y pasó la esfera racional : con que hipócrita de divinidad, es
ftoia del valiente al certero. Y á tan severo y (3) des- maravilla tirana de los sentidos y potencias más
P'iiido elemento hizo juglar (4)y ocasión de risa en las bien (10) reportados, aprisionando en una vista des
fie=tas,aláídole en un papel. cuidada, en un movimiento casual las letras en los
Wlrepues á desandar tu ser y tu vida desde es doctos y las armas en los valientes; aherrojando en
telado en que dominas con solo tu entendimiento un cabello libertades presuntuosas y magnílicas, en
J (5) li alma aves, peces, animales, tierra, agua, cendiendo en volcanes la nieve, que la muerte con el
fes°í aire, á lo que fuiste antes que la alma ra último Invierno de la vida ventisca en las canas. Y
cional te ennobleciese: hallároste una masa vergonzo por la última y más insolente de sus hazañas, gran
sa de asco y horror, sazonada con veneno. Pues di jea la idolatría, falsilica la religión, multiplica here
ñe: alma que habilitó á tanta grandeza materiales jes, es deslizadero de los virtuosos, despeñadero de
tw disformes, confecionados con ingredientes de los malos, moneda falsa que muchas veces nos com
fuerte, ¿cómo puede ser de su condición y natu pra lo temporal, y no pocas lo eterno. Esta, pues,
raleza moi tal ? ¿Quién dirá que el muerto y el que ilusión vanagloriosa (que á fuerza de martirios en su
d» 'ida son de un linaje? ¿Ni la vida y la muerte? persona, embustera de divinidad, siendo tierra 'ama
«nos (6) podrás afirmar que tu alma y la de las sada en carne y huesos, apuesta con el cielo más bien
'"$ti8 son una misma cosa, ni tu entendimiento enjoyado á luces, y se hace más apetecible á los ape
J *l suyo ; pues nunca pueden ni saben salir ni titos (H) desenfrenados) no solo se afrenta de ser cuer
alarse del vasallaje en que las pone tu entendi po, no solo presume de ser cielo , sino de ser preferida
miento; pues por los dotes corporales todos los bru- á él. No se contenta con atribuirse presunciones de al
105 le exceden en fuerzas, en ligereza, en osadía, y ma, sino con obligar á que los persuadidos de su elo
Mocóos con grandes ventajas (7) el volumen del cuer- cuente embeleco la llamen alma de su alma, y que
1*7 h estatura; armados por naturaleza de armas el vencido la diga: Mi alma. ¿Y este impio delirio, este
feivas, (S) y defendidos de las artificiales con pie- sacrilego frenesí llaman requiebro? Que creen que lo
es, coníiésanlo con no reparar en perder su alma tan
I' letZ.P.s.) frecuentemente como por ella la pierden.
I* «¿tras i P.S.) Y lo mismo has de considerar en los hombres, que
Pi apiadado a. P. S.) arrepentidos de serlo, desmienten el sexo varonil, afe
* * Instrumento [añadió y iorró el autor.) minando la robustez- decente con la belleza forastera y
W Jflalma aves, (P.i— y alma las aves, (5.)
•'Wiilfi. Z. P. S.)
t| «el volumen {¡i.)— en el Tolúmen del cuerpo y en la csta-
ara. lEsn-ito ie primera Mención el autor. ) (9i Obügartelie ahora á qoe (S.)
*' J tei>»sivJS 5 refundidos de las artificiales con piedras obs- (10) reportadas, ild.)
«Mwutte darás, ;Z.p.S.) (11) mas desenfrenados ; (G. 2. P. S.)
174' OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
(1) comprada. ¡Cuan grande número verás de viejos ¿Ves la locura de tu cuerpo, y aquel (7) cnlona-
que lo quieren ser en secreto, y que los ojos den crédito mienlo soberbio que te he referido, con que osa ser
al tintero, y noá la pila, procurando liacercejar las remedo del cielo, y desmentirse humano, y menlirse
edades atrás y acercarse al nacer por donde vinie divino, y desconocerse tierra, y encaramarse en todo
ron! Las bocas, que les desempedráronlos años, las vida y todo alma, hasta en los movimientos? Pues si
arman de canillas de animales y de huesos farandu lo adviertes, no esotra cosa sino una invidia desapro
leros, que limados en dientes, representan lo que no vechadamente competidora de la -hermosura, perfec
son; cualquiera tos los arroja, cualquiera estornudo ciones, inmortalidad y grandeza de su alma. Todas
los escupe, y deja sus quijadas pacificas sin las amena .estas cosas afecta ; y si no las tuviera su alma, le fal
zas de morder. Miraá los más desnudar con el vestido tara noticia de ellas para presumirlas y ocasionpara
toda su persona: con las calcetas se descalza las pan- imitarlas. El cuerpo y la alma no están cerca, sino
torrillas, con el jübon lo ancho y airoso del talle y juntos componen un hombre toda la vida: su com
los colchoncillos que desaparecieron lo fragoso de las pañía es la más intrínsecamente apretada. Un ejemplo
corcovas y lo mal inclinado del espinazo; á las sába cortesano te facilitará mi discurso. Muchas veces te
nas se confiesa esqueleto, y á los colchones, montuo ha sido enfado, enojoso hasta vencerte en la murmu
so. (2) Deslázase el cabello postizo, y confiesa, calvo, á ración la modestia y la paciencia , el ver en fas
las almohadas los primeros trozos de calavera. Dile á corles un hombre bajo , rodeado de pajes y escon
este (que pasados los sesenta y tres años, estando en dido en familia muy lucida, vivir (8) la casa en que
lajurisdicion del más ejecutivo climatérico, aun no conociste algún señor de gran porte; hacer pialo,
lleva cabal á la sepultura en su cuerpo lo que la de gastar un patrimonio en una fiesta, llevar otro en sor
be) que está acabado, y verás con cuánto sentimiento tijas en los dedos; dar por un caballo lo que podia
responde que nunca estuvo mejor, y que las canas son ser hacienda de un caballero, y más de lo que pidió el
complexión, y las arrugas pesares, y la falta de dien dueño, que porque no se (9) le comprasen puso pre
tes corrimiento; no confesando que alguna cosa es cio desaforado, y al fin quedó vencido su encareci
edad. Si de enfermedad está (3) desafuciado, y para miento de su locura. Y con estas y otras acciones,
prevenirle dicen que se muere , replica que no puede advirtiendo tú que se desemeja de lo que es y se trans
ser; (4) que ¿cómo puede ser? que se siente con fuerzas, figura en lo que no puede ser, te admiras, y pregun
que no se siente tan malo. ¿Quién bastará á entender tas de dónde le viene á este hombre ordinario esta
á este ateísta de lo humano y de lo divino? No cree grandeza y gravedad. Responderánte es nieto de un
que su cuerpo se puede morir, lo que muchas veces tendero muy poderoso, desde niño dio en andar y
ve cada dia; y cree que su alma muere, lo que nunca tratar con grandes señores, y hánsele pegado las cos
ha visto, oyendo siempre y casi á todos lo contrario, tumbres de principe, y añádese con el gasto y ornato
y sin excepción á todos los santos y padres y filóso lo que le falta en la calidad. Lo propio te respondo de
fos de mejor nota. ¿Qué principio tendrá este engrei los entonamientos del cuerpo : todos sabemos que es
miento del cuerpo, cuando con joyas se hace resplan polvo y ceniza y enfermedad y muerte; mas como
deciente, cuandocon artificio se aumenta, se enmienda desde que nació anda y trata con su alma, llena de
y se disimula? De sí no puede ser: ya te le he desci grandeza hermosísima y inmortal, liase querido in
frado. De su alma, si es la misma que la de las bestias, troducir en las mismas dignidades de su compañía,;
menos. Pruébolo con evidencia; porque en todos los con la limitada imitación disimular su bajeza; y cuando
animales, aves (o) ni peces, ni has visto ni leido no puede con la calidad, lo intenta con el gasto y ti
ni oido que alguno se haya descontentado de la feal ornato : lo que en ras bestias nunca se ve, porque no
dad, fiereza (6) ú disforme figura con que nació. El tienen alma que las despierte (10) á esta semejanza. Y
león, medio desnudo, á quien la greña es limitada mu- por esto el cuerpo del hombre es capaz deste delirio
ceta, nunca intentó añadirla para disimularla flaqueza magnifico, y no ellas.
desabrigada de sus espaldas y ancas ; ni el camello, No perdonas las injurias, porque no quieres qne (II)
todo disforme, esconder el pescuezo en adornos, ni tus venganzas tengan fin. No te apartas de la usura,
la j iba con trastos añadidos. Bastan estos ejemplos, porque no tenga fin tu codicia. No te contentas con lo
pues en contrario no hay alguno. Luego si este en demasiado, porque no se acabe tu ambición. Para tí
greimiento le participa el hombre , aunque reprehen solólo quieres todo, porque tu soberbia y (12) tu invidia
siblemente, déla compañía de su alma, sigúese que sean eternas; y solo quieres que sea mortal y tenga fin
su alma es diferente que la de las bestias. tu alma. Tus pecados y abominaciones te deben deseos
Confesarásme precisamente que es diferente, de ma- de inmortalidad; y tu espíritu, de corrupción y d*
yordignidad y perfección ; mas negando quesea eterna. muerte (o). Descubierto he quiénes son los que te per-
Ya que á tu pesar te he sacado de bruto, y diferen suadentan grave error. Para que todos los neciamente
ciado tu alma de la suya, quiero persuadirte que es impíos como tú crean la inmortalidad de Palma, no
inmortal. Tu maldad podrá contradecirme; tu enten era menester más de que hubiera otro tal que os di-
dimiento no sabrá responderme.
(7) entendimiento soberbio (Z. P. S.)
(1) comparada. (C. Z. P. S.) (8) en la casa \}i.\
(2) Desenlazase {Escribió primero el autor y te halla impreso (9) lo (H.)
eiempre. ) (10) de esta (C. Z. P. S.)
(S) desahuciado (C. Z. P. S.) (11) sos venganzas (Z. P. S.)
(i) que se siente con faenas (S.) (1» envidia (P. S.) .,
(5) y peces , [Id.) (a) Hasta aquí va el Interrogativo en (irrito en todas Us edi
(6) j disforme (G. Z. P. S.) ciones.
PROVIDENCIA DE DIOS. \r;
jera que después de la muerte no había castigos para tando sus nombres del olvido, sin que la ancianidad
los malos: con esto (1) b abrazúrades por dignidad, de tantos años los haya podido enmudecer uí acallar;
lo creyérades por prerogativa y por consuelo de no y siendo verdad disfamada con fábulas, no puedes ne
dejar de ser totalmente; mas queréis ser tales, que an gar que no tiene precio (3) honra y estimación que se
tes queréis dejar de ser para siempre, que temer los defiende á la noche, que derrama la fuga de los años,
tormentos que merecistes por haber sido como no de- que llevándose envueltos en el polvo de sus pasos las
bíades ser. Mejor cortesano se mostró que tú, siendo ciudades (4) y reinos, y las monarquías obscuras y mu
de la misma opinión, Lucano, qué en algunos versos da», los respeta y privilegia tan preferidamente, —¿qué
de sa Pharsalia pronuncia este error, y en muchas le pues dirás de los infinitos gloriosos mártires , cuyas
bosteza, abriendo sin palabras la boca, tartamudeando santísimas almas fueron capaces de muerte, no como
todo el ateísmo, y con más voz en negar la Providen aquellas por industria de igualdad de ánimo premedi
cia; en que tuvo por discípulo á Tácito, como lo mos tada, sino porque por el sacramento de la fe les fué
traré en su Tratado. Este, pues, docto poela en la dado el Espíritu Santo, y con el Espíritu Santo cono
noche de la gentilidad, en el primero libro (a) recono cieron á Cristo, y por Cristo á Dios, y por él y en él la
ce que creer la inmortalidad de Taima, aunque fuese verdad, que sin él no pudo ni puede alcanzarse? Apren
error, es error feliz. Óyele: de pues (5) de otro ateísta la dignidad que alcanza
en el mundo la opinión, aun mal enseñada y tan de
Longae {emitís H eognlta) vitae fectuosamente creída, de la inmortalidad del alma; y
Uers media est. Cerli populi , quos despleit Arclet,
Felices errare sao , quos Ule , limorum de las palabras de Tertullíano, el camino de hallar la
U.uimus, hiud urget leli netas, ludí rutntli verdad, para conseguir gloría eterna, exentado la lima
lnferntm ikens prona tlrls, animaeque capaces del tiempo, que tiene postrero día para aquella fama,
Hcrfis: et ignacum reditaras pariere vitae.
y (6) hora que será sepulcro á todas las grandezas y
Y si bien este lugar de Lucano habla de los que blasones del mundo. Sea la conclusión, que si en esta
creían que la alma no padecía muerte con su cuerpo, materia el creer defectuosamente y sin verdad , tiene
sino que en peregrinación continua pasaba de unos alabanza y precio, y es ocasión de hazañas y proezas
á otros, trata de la inmortalidad de ella, y la afirma admirables, ¡de cuánto más esclarecidas obras y más
engañada con la opinión, en la tarea en que la pone. inestimables maravillas y milagrosas acciones lo será
Sen dignas de reparo tres palabras en los exámetros saberlo creer con verdad infalible, y obrarlo con gra
referidos. La primera, llamar (el que no creia la in cia soberana para corona eterna!
mortalidad de Taima) felices con su error á los que la En estas tres verdades : que hay Dios, que hay Pro
creían, de que se colige forzosamente que tenia por videncia, que hay alma inmortal, el texto de Job ha de
desdichados con su verdad á los que la negaban. Ni tu ser mí texto. ¿ Por qué piensas que Job en trabajos
misma bestialidad es posible, y cuanto es mayor me nunca vistos y en persecución tan cruelmente dilata
nos, qne tenga por acierto el que hace infelices y por da tuvo paciencia siempre victoriosa y triunfante, y
error al que hace bienaventurados. La segunda es alma, no solo capaz de muerte , sino de calamidades
llamar á la muerte medio para otra vida, y no que se (7) la hacían desear? Porque creyó ysupo creer
fio. Y llama felices con su error á los que creen que la inmortalidad de Taima, cap. xix, vers. 23 : Scio
la alma no muere, porque dcsta opinión procede el enim quod Redemptor meusvivit , et in novissimo die
ánimo que exento de temor se arroja á los peligros , de térra surrecturus sum: Et rursum circumdabor
despreciando las amenazas del hierro. Y las almas ca pelle mea, et in carne mea videbo Deum meum. Afir
pias de muerte : esta es la palabra tercera. Coméntase mando misterios tan grandes, como (8) son, que hay
y llámalas asi, añadiendo que por esto juzgan es flo Dios, resurrección de la carne, alma eterna, que
jedad y vileza perdonar (2) á vida que ha de volver. aguardaba Redentor, y su resurrección con la suya;
No puedes negar que el tener las almas capaces de no dice creo sino sé, para enseñar que solo con infa
muerte en los gentiles, hizo inmortales y gloriosos y lible ccrtcza.se sabe lo que de Dios y por Dios se cree- '
aclamación de todos los siglos y naciones á Scévola, á Es la paciencia el valentón que arma para vencedor
Lucrecia, á Catón , á Sócrates y á Marco Bruto y á de batallas el espíritu del hombre con su inmortali
otros muchos; no obstante que, como dice Tertullíano dad; es señal de endiosamiento en el hombre, y fué
en el libro de Anima, cap. 1: Adeo omnis illa tune la señal en que principalmente debieron los judíos co
tapitntia Socratis de industria venerat consultae acqua- nocer que Cristo, siendo hombre, era Dios. Discurso
nimitatis, non defiducia comperlae veritalis. Cuienim es del eminente pensar de Tertullíano, en el libro de
neritas comperta sine Deo, cui Deus cognitus sine Patientia(b). Mira aequanimüatis fides! Qui in ho-
Christo, cui Christus explóralas sine Spirilu sancto, minis figura proposuerat latere, nihil de impatientia
<*»" Spiritus sanclus accomodalus sine Fidei sacra hominis imitatus est. üinc velmaximé Pharisaei Do-
mento? minum agnoscere debuislis : patientiam hujusmodi
Dime pnes: si persuadirse á que no moría la alma nemo homifium perpetraret. Cristo solo no participó
aquellos capitanes y filósofos (no por confianza de la nada de la impaciencia de hombre. Job participó algo,
verdad que sabían , sino por la industria de la igual
dad del ánimo, por conmodidad acetada), los hizo (3) y honra {US. original.)
ocupación de la fama, de las lenguas y plumas, resca- (4) los reinos, (S.)
(5) de oíros, atóla, (Z. P. S.)
(6) honra (S.)
(!) los abraiiredes (5.) 0) le («•)
(•) Verso 457. (8) que hay (C. Z. P. £.)
(I) U rida (G. Z. P. S.) (») Cap. ni.
i 16 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
aunque levemente ; no en las obras ni en las palabras, ! Ierra : (c) sed mitle manum tuam , et tange (minia
sino en el modo de decir algunas. El doctísimo Pedro quae sunt ejus, nisi in faciem tuam benedixerit Ubi.
Blesense, en sus Advertencias á Job sobre aquellas i Quid est, mitle manum tuam , eum ipse vellet ñutie
palabras : In ómnibus his non peccavit Job labiis suis, re ? Sed quia ipse non posset mittere manum suam,
dice que de dos maneras se peca con los labios : ú no ipsam potestatem , quam accepit á Deo , manum Dei
diciendo lo que se lia de decir, ú diciendo lo que se appellavit. Yo, por comento al discurso del gran padre,
lia de callar; y afirma que de ninguna deslas dos ma digo que en este sentido dijo Satanás, cap. tt, vers. 5:
neras liubia pecado. Mas olvídesele la tercera, que es no Alioquinmitte manum tuam, et tange os ejus, etcar-
decir loque se lia de decir como debe decirse; y en esta nem , et tune videbis , quod in faciem benedicat tibi.
fué reprehensible después, como se colige de las pala Respóndele Dios, cuando Satanás le pide que le toqui
bras del mismo Dios, con que empezó á argüirle (a) : con su mano : Ecce in manu tua est; veruntamenani-
Quisest iste involvens sententias sermonibus imperitis? mam illius serva. En la mano de Dios ¿qué pedía?
Y esto porque en unas partes decia que Dios era justo, Pedia el poder que le faltaba. Y diciéndole Dios que
y en otras que le quitaba su justicia, que no le juzgaba estaba en su mano, concedió el poder á su mala vo
con igualdad. En lo uno hablaba de la voluntad de Sata luntad, que es la mano del demonio. Desdichadamente
nás, que siempre es mala y suya (1); en lo otro, del po padece quien trueca estas manos. El demonio (5) sola
der, que, por tenerle de la permisión de Dios, siempre tiene una mano. Quien sabe que es manco de la del po
es justo en sus fines, que pocas veces alcanzan los hom der, no le teme; quien sabe que es de Dios, noseaíli-
bres, maliciando otros á propósito de su odio ú vengan ge. (6) Esclarecido elogio de Job nos dejó san Agustín.
za. Envolvió Job con la pasión celosa y el dolor vehe Llámale «aquel Adán en el estiércol». Dice que in
mente estas dos cosas, tan encontradas, en palabras co trínsecamente manaba inmortal idad, y extrínsecamente
léricas. Empero San Gregorio, libro n de los Morales, gusanos, habiendo dicho dos renglones antes: El iíli
cap. 10, las desenvuelve y desahoga con estas: Scien- Adam in stercore (7) cautior, quam Adam in para-
dum (2) vero est, quia Sathanae voluntas semper ini- diso. Nam Adam in paradiso consensit mulieri, vi
qua est , sed nunquam potestas injusta ; quia a semet- de paradiso emitteretur : Adam in stercore respuit
ipso voluntatem habet, sed á Domino potestatem. Quod mulierem , ut ad Paradisum admitlerelur. Hasta en
enim ipse faceré iniqué appetit, hoc Deus fieri non ser llamado segundo Adán fué Job figura de Cristo.
nisi justé permittit. Conócese que aquestas razones Y fué disposición suya que lo fuese, pues con él tomó
son arrulladas por aquella soberana Paloma, que como satisfacion la divina Majestad , con mortificación de
nido frecuentaba la oreja del gran padre, (6) San la inobediencia de Adán y de la soberbia con Job.
Agustín nos dio con el texto de Job esta misma doc Pues, (8) si él en el paraíso, siendo señor de todo, lo
trina en que se deposita todo el consuelo de los afligi perdió todo por la golosa persuasión de su mujer; este,
dos. Sobre el salmo xxiz : Et Job (nempé diabolus oc- que era el mayor de los reyes del Oriente, habiéndo
cidit filios ipsius, diabolus tulit omnetn substantiam selo Dios quitado todo, y arrojádole en un muladar (de
ipsius), et Ule quid? Dominus dedit, Dominus ab- tal manera, que antes pareciaítroque güéspeden él),
ttulit ; sicut Domino placuit, ita faclum est; sit nomen en vez de darcréditoá su mujer, la reprehendió áspera
Domini benedictum. Non triumphet inimicus, quia mente ; en que se desquitó de la elocuencia de Eva I»
ipse fecit : novi ego, inquit, á quo sit permissus: dia- divina Justicia. Afrentó con Job al demonio, que bla
bolotribuatur nocendi voluntas, Domino meoproban- sonaba de haber vencido al monarca de lodo el mundo,
di potestas. Y más ahajo, tratando de la respuesta que la incomparable hermosura del paraíso, y (9) la inos-
dio á las palabras de su mujer, son incomparables á cencia , venciéndole con pobreza ultimada con gu
nuestro propósito, y en alabanza de Job : Quid ergo sanos y llagas, con ceniza y estiércol. Tan calificada
Ule Adam in stercore parturiens immortalitatem in- venganza solo pudo tomarla por medio de la paciencia,
trinsecus, vermibus ¡luescens extrinsecus, quid ait mu- de un Adán y Eva con otro, la divina Providencia;'
licri? Tamquam una ex insipientibus mulieribus locu- de la misma serpiente con ella misma. Job, Adan.salis-
ta es. Si bona percepimus de manu Domini, mala (3) fizode ellos á Dios; y Cristo, segundo Adán (así le
non sustinebimus? Iterúm, et Ule manum Domini di- señala san Pablo) , satisfizo á Dios por ellos. Débanme
wit in se, quod eum diabolus percusserah quia non este lugar los comentarios de Job y sus devotos ; que
attendebat quis percuteret , sed quispermitteret. Nam- yo se lo debo á san Aguslin.
que (4) et ipse diabolus eamdem potestatem, quamsibi Todas las batallas sangrientas y formidables que
volebatdari, manum Domini appellavit. Nam obji- venció la paciencia de Job, tuvieron por caudillos la
ciens crimen justo viro, cui Dominus perhibebat te- siempre mala voluntad de Satanás y su poder, justifi
stimonium, ait Deo : Numquid gratis Job colü Domi- cado en la permisión de Dios que se le dio. Hete referi
num? Nonne tu vallasti eum ac domum ejus, univer- do en lo divino y lo humano algunos de los infinitos
samque substantiam ejus per circumilum ? Operibus blasones que prueban que cuanto hay grande y mag
tnanuum ejus benedixisti, et possessio ejus crevit in nífico y glorioso lo han obrado y obran los hombres
por creer que su alma es inmortal. Ahora te pregunto
(a) Job, xxxviii, 2.
(1) y en el otro del poder, qne (S.) («) Unta bona lili dedisti, propterea te eolit; sed mitle, ctt.
(í) est (Todos loo ejemplares.) (5) solo(C. Z. P.S.)
(i) Desde aquí hasta Analizar el párrafo es, en el Original, adi (6) Encarecido [Id. )
ción de mano del propio autor, hecha en dos hoj illas sueltas, y (T) est (Todos los ejemplares.)
llamada a su sitio por una cruz. (8) si en el paraíso <;. Z. P. S.) ..
l3< aulem quare non sustineamus? (Iodos los ejemplares.) (9) ultimada con gusanos y llagas, con ceniza y esUéreoM»- w
(4)ips«t/<f.) — ... con sus gusanos... (S.)
PROYIDEN'CIA DE DIOS. 177
que me digas si lias leído ú oíste decir de alguno y deseos ; á cuyos actos concurren magistralmente
de lus que la dudan ó no la creen, cosa en obras ó memoria, entendimiento y voluntad , potencias prín
palabras que no sea vil, infame, injuriosa, nefanda y cipes de Taima, que por ser acto del cuerpo físico
detestable. Los nombres de los que lo fueron no sir y orgánico, ó se detiene y embaraza en su turbada
ven de otra cosa sino de que los maldigan y abominen disposición , 6 se difunde y explaya por la bien con
todas las lenguas y las plumas ; la memoria que de corde y capaz de su armonía. Esto se ve claro en los
ellos se hace es su afrenta. Quiero disponerte á más hombres sabios y necios. Y pues no pudiendo ningu
interna consideración con un inconveniente que no se nas almas ser tontas, hay personas que lo son, se
puede conceder. Desde las primeras niñeces del mun sigue que la causa es el cuerpo, que en los unos
do basta el día de boy todas las gentes y nackines sirve (5) á Y alma de estorbo, y en los otros de ins
han tenido religión y culto, dios ú dioses; creido trumento hábil. A lo humilde, si da conocimiento de
alma eterna, otra vida, y en ella premio ó pena; lo grande , se le ha de perdonar la vileza y agrade
guardado ley, observado ritos y ceremonias, hecho cer el beneficio. Alcance de tí esta estimación la com
ofrendas, y acompañado con ellas los cuerpos de los paración de tres linternas: su oficio es alumbrar en lo
difuntos en las hogueras y sepulturas; ()) abstenído- obscuro; quiero que contigo hagan su oficio. (6) Fin
se de muchas cosas apetecibles, por no violar los pre ge que una tiene la tapa de' hierro, otra de güeso,
ceptos; vertiendo su sangre, sacrificando sus hijos, y otra de cristal. En todas tres hay lies iguales luces
otros sus vidas. Esto han hecho siempre los hombres cerradas. Si te preguntan en cuál hay más luz, di
en todas las partes del mundo, en todas las repúbli rás que en la de hierro no hay alguna, que en la
cas, reinos, gobiernos y ciudades; sin que se lea ni de güeso hay poca y turbia, y en la de cristal mu
se sepa que jamás ha habido de ateístas, no digo mo cha y clara; y no te permitirá la vista, que se ter
narquía , reino ni república , gobierno ni ciudad ó mina en el objeto y se gobierna por el medio y la
pueblo corto; sino corta familia, que aunada pro distancia, decir otra cosa. Mas abiertas las tapas, co
fese tal error. Pues si no hay alma eterna, premio noces y ves que las luces son y fueron iguales , y
ni castigo, ni otra vida, y toda religión es mentira, que tan {1) grande diferencia ocasionó la materia den
seguiráse que no solo los animales y brutos más viles, sa ú diáfana que cegaba la una y descubría me
que no creen esto, aciertan, sino que (2) solos ellos nos ó más las otras. Tan claramente se reconoce
son capaces de la verdad y de razón; y que solo el
que el defecto es de los cuerpos en su composición,
hombre ni tiene la una ni conoce la otra.
Y por consiguiente, que los cristianos, que solos y no de las almas; y que ilustrándolos, como las
creemos (3) en verdadero Dios y ley, somos menos luces á las linternas, son diferentes de ellos, como
racionales, no solo que todas las malas sabandijas, la lumbre de ellas. Pensamientos y imaginaciones
sino que todos los idólatras , que adoraron piedras y y deseos, y las demás operaciones de la alma racio
palos y animales y sierpes y moscas. Esto no puede nal no constan de materia y forma, que son dis
ser: luego lo contrario es forzosa verdad. Por honra posición caduca y mortal y corruptible, como, sin
por vergüenza, por respeto de ley , por religión, por excepción , las cosas que de ellas se componen : luego
premio de otra vida, ningún animal se modera en el son espirituales. Ni puede negarse que cualquiera po
apetito ni en la comida ni en el robo ni en la ira, tencia ó hábito, aunque más libre sea de concre
ni se quita nada de comodidad , ni ama la muerte, ni ción (llamémosla embarazo y ocupación material),
desprecia la vida ; y el hombre por todas aquellas ra tiene naturaleza de accidente, que necesita y busca
zones se priva de todas estas cosas con gozo y espe alguna substancia en que se funde como sobre cimien
ranza. Si aquellos aciertan todos, este en todo yerra. to, en que estribe como basa, como suelo, sobre cuya
Si ellos conocen la verdad, este soto , entre todas las estabilidad se afirme como vientre de donde proce
cosas criadas, no tiene de ella conocimiento. Pues con da. (8) Eso mismo es nuestra mente, y por eso es ne
ceder absurdo tan grande, aun en las mismas bestias cesario que tenga su arrimo y apoyo; y este no puede
no puede caber. tenerle en naturaleza diferente de la suya, que no sea
Hete arrinconado á razones sin salida, para tenerte, libre y exenta de toda materia; y siéndolo solo el áni
si no más reducido, más atento. Las cosas de fe no mo humano, es forzoso que él sea la substancia de ta
pueden con argumentos probarse. Empero hay argu les accidentes. El cual, en vez de ojos, aplica su in
mentos que prueban por qué deben creerse siendo teligencia no para detenerse en (9) percebir solamente
de fe, prefiriendo á todos el mérito de su falta de los singulares, sino para que, como entregado en una
vista, pues se ve mejor creyendo con su ceguedad selva inmensa do cosas que pueden ser conocidas, pa
que vítudo con los ojos. sando de lo limitado de los particulares, de que no se
Veamos si esta alma tuya, que ya confiesas diferen da ciencia, colija los universales, divida, dilina, dis
te de la de los brutos y más perfecta, si es diferente curra, y de los antecedentes ligilime las consecuencias
y más perfecta que tu cuerpo. Esto te han de enseñar en que (10) descansa de los rodeos espirituales por don
en ti propio á ti las operaciones que, por ser espiri de vino á la demostración. De manera que, no solo el
tuales, forzosamente han de ser del espíritu , y no de discurso es espiritual, sino también sus operaciones;
la carne. (4) Son estas pensamientos, imaginaciones, porque estas (como dice Aristóteles en el lib. vn, Ethi-
(S) el alma (S.)
(6,i y tinge (Id.)
(I) absteniéndose (C. Z. P. S.) (7) gran(Z. P. S.)
(í¡ solo (/</.)
(8) Esto (S.)
(3l nn verdadero (S.l (9) percibir (Id.)
(4) Son estos pensamientos (G. 1. P, s.) (10) descansa lo verdadero de los rodeos [Borrada en el original i
Q-n.
13
<78 OBRAS DE DON FRANCISCO DE.QUEVEDO VILLEGAS,
corum , cap. I .) siempre siguen la naturaleza. Y lo quo autoridad del reverendo padre (3) Bartolomé Jacqui-
para lí importa más que su autoridad, aunque se la nocio, de la compaiiiade Jesús (que le hace en su libro,
dio la ventaja de su razón, es que, no solamente la in cuyo título es Hermes christianus), exquisitamente
teligencia y discurso (1) son cuerpo ni le tienen» docto, de tan fervorosa piedad, de tan sabrosa devoción,
sino que, á serlo, no pudieran hacer alguna de sus ope que en las traducciones ha sido golosina de todas las
raciones. ¿Cómo pudieran escudriñar el mar sin mo lenguas. ¡Oh, no consiéntala caridad estudiosa que sola
jarse? ¿Tratar el fuego sin encenderé? ¿Espiarlos pasos mente la española esté en ayunas del! Ande en las manoi
del sol y del cielo sin llegarse á ellos ni poderlos de todos, y de ellas solo pase al corazón de cada uno (6).
seguir? ¿Entrarse en lo profundo de la tierra sin rom Entrar en la compañía de Jesús y dejarla ó salir de
perla? ¿Ser capaces de tanto mundo, y sin tardanzas ella, no promete buenos pasos ni suceso. Por esto Jel
de tiempo y distancias caminar extremos tan apar padre Jacqninocio me paso al padre Lesio, en el opús
tados y incompatibles, sin cansancio? Esto no lo ne culo citado. No trasladaré sus argumentos; aprovecha
garás, porque lo haces infinitas veces, cuando desde dme de los asuntos para acompañarlos, y seiáme nor
tu aposento en España te pascas por las Indias, de te fijo para seguir diferentes rumbos.
. donde con la misma velocidad te mudas ú las opuestas, En esta vida hay buenos y malos, vicios y virtudes,
y te entras, si estuviste allá, en la casa en que vivías, delitos y méritos. Si no hay otra vida, ni las virtudes
aunque la puerta esté cerrada, y te paseas por los tienen premio, ni los vicios castigo, ni los malos pena,
aposentos, sin que te vean los que los habitan. ni los buenos gloria. Este absurdo no se puede conce
Consideróte afligido con las veras de la filosofía. der, porque en los mismos virtuosos y en los mismos de
Quiero darte lugar para que respires, y con provecho, lincuentes lo contradicen, en aquellos la confianza del
advirtiéndote algo importante deslc nombre Alma ó premio por que obran bien, despreciando las comodi
Anima. No quiero que presumas, cuando dices «Mue dades y aumentos del mundo; y en (4) estos, aunque
ra mi alma», que tu voz, siendo el más flaco y co pequen sin testigo y sin respeto á superior, el temor y
barde y vil de los hombres, es la misma que la del censura de la consciencia, que ejecutiva sigue á la
■ más fuerte, que fué Sansón, cuando dijo en el capí maldad : y ni la confianza ni la consciencia son corpo
tulo xvi do los Jueces : Moriatur anima mea, «Mue rales, sino operaciones de Taima. El justo espera lo que
ra mi alma.» Has de saber que los hebreos Mamaron merece; el impío lo que merece teme. Pues si espe
Nephes & la alma, que en el cuerpo es ministra de la rasen y temiesen loqueno ha de haber, (S) fueran por de
vida mortal; y (2) RVAHII&h alma y espíritu in más ; y esto no puede oirse : porque si es cierto aquel
mortal; y por esto no dice en el lugar referido el tex axioma y innegable que la naturaleza nihil fecit fru
to RLAHH, sino Nephes. Los latinos imitaron este stra, «nada hizo por de más,» ni en la más vil sabandija
cuidado, que al espíritu inmortal del hombre llama ni en la yerbezuela más abatida, ¿cómo en cosa tan
ron Animus, ánimo; y a los de las demás criaturas importante se dirá que son por demás dos ministros
Animas. Jovenal, sat. xv (a), te es maestro cou mag espirituales, en quien está el aliento y la exhortación
nificas palabras: al bien y el reconocimiento del mal? Y lo mismo se
siguiera del deseo y discurso humano, que (6) ni tienen
Srpnrat neo nos orilla ni limite, ni hartura ni quietud en las felicidades
A ¡rege mutorum, alque ideó venerahile so!¡
Soríili inaenium, dieinorumque capaces, humanas.
Atque exercendis, capiendisque arliíusapti ¿Cuál avaro juntó tanta riqueza, que no se desvelase
Sensum á coelesli demissum traximus arce, por aumentarla, aun con lo poco que tiene el mendigo;
Cvjus egent prona, el Itrram speclautia. Hundí
Principio indulsit commums conditor Hits que no esté más amarillo, que su oro con la invidiadel
lantum animas, nol/is ammum quetiene más? ¿Quién tiene tan grande puesto, que no
le aflija otro si le tiene tan grande; que no le enferme si
Ninguna cosa te quiero persuadir que no la diga Ju- le tiene mayor? ¿Quiéninventó los ladrones, sinolacob-
venal con elegancia casi devota: que nos aparta del dicia de lo ajeno? ¿Quién los traidores, sino querer el
concurso de las bestias el entendiniieto, y que los hom vasallo ser rev ? ¿Quién los tiranos, sino el querer ser
bres solos tenemos ingenios dignos de veneración y ca Dios, y que él no lo sea? ¿Cuál gusto hay Un pretendido,
paces de las cosas divinas, hábiles para aprender y que quien (7) le alcanza no le desprecie? No hay cosa
ejercitar lasarles, y que le tenemos inviado del cie Un grosera para los deleites humanos como la posesión
lo; del cual carecen los animales, á quienes dio almas de ellos. ¡Qué descortés seles muestra y míe desabri
solamente y á nosotros ánimos. Con menos hastío oyes da! Pues siendo esto asi, á' no ser inmortal la alma í«
á los poetas y á los gentiles que á los Padres. Acaba de
avergonzarte de que el idólatra tenga semblante en las (3) nartholorac Jacqninolio IMS. original.)
palabras más de cristiano que tú, y no olvides estas di (»i Jarquinot. que tino 4 Dijon, cabeta del dofido de Dore,mi.
por patria, loma el habito de la compañía de Jesús a los «wi
ferencias; con cuya verdad no profanarás algunos luga odio años de edad, en el de 1587. En ella obuvo los primer»
res déla Sagrada Escritura, quedices quéestudias cuan puestos, merced a sn erudición, laboriosidad y prudencia , mr
do la persigues, pues en ella solo buscas sentencias que riendo regir el colegio de Lcon, presidir la casa profesa ««
puedas entender mal y aplicar peor. v Tolosa, v administrar varias provincias. Sus obras nas apr
Apadriné en el argumento pasado mi pluma con la bles son : Hertms christianus. León, 1619, en 12. - » >» «
tilae, ad Dei culliim i* sácenlo instiluendae. Lcon, 1WI. »"»»>,
y 1656, en 8.*—Christianus ad aras. Lcon, 1648.
(4l aquellos, aunque [US. original.)
(1) ni son cuerpo, ni le tiene ; (Z. P. S.) (5) fuera (Z. P. S.)
(2) Rü AHH i Z. P. S. en las dos partes.) (6) no [id.)
{■<¡ lo [Id.)
(o) Verso 142.
PROVIDENCIA DE DIOS. 479
no haber en otra vida otros bienes, ¿obraran sin algún albedrio ú merece premios 6 penas, ú padece ú goza.
Gn estas generosas operaciones del espíritu, que con no Dime : ¿parécete justo y posible que baya castigos pa
sosegar en alguna cosa humana, confiesan que su ocu ra el cuerpo del pecador, verdugo y juez; y que no
pación cd estas cosas es inducida de los apetitos j sen haya uno ni otro para el pecado, que le hizo pecador y
tidos, y divertimiento fastidioso de su descanso? Res reo? Forzosamente dirás que no. Pues eso que niegas,
ponde, si sabes. Si en el mundo no hay (1) bienes que quieres que sea, negando alma inmortal. En el salmo l
lo sean verdaderos aun para los apetitos de los malos, dijo el santo Rey David, lavando con lágrimas sus cul
¿cómo (21 los habrá para premio de los buenos? Pues no pas, y baptizando con ellas delante de Dios su arrepen
tener los malos castigo en esta vida, y tener los virtuo timiento : Tibí soli peccavi, «A ti solo pequé.» Claro
sos tan gran Castigo en ella como no tener premio, está que también pecó contra el marido con el adulte
aunque no hubiera otra vida, no se podia pensar; y rio, y contra la mujer con el homicidio. Esto no lo ca
solo habiéndola, se permite con logro. A ti mismo llaron sus gemidos; empero considerando que por ser
quiero alegarte. Si tienes un criado ladrón, aunque lo rey, aun para el escarmiento en la tierra, no podia pa
seade lo que tú hurtaste, y otro fiel y cuidadoso, ¿á cuál decer en el cuerpo el castigo que se da al pecador; y
premias, á cuál castigas y despides? Forzosamente al por ser el pecado de la alma, por ser de la voluntad,
ladrón. solo Dios podiacastigarle, — dijo que á él solo había pe
Pues ¿en qué fundas que en tu casa haya dueño jus cado. Y por esta misma razón en el salmo (a) xcm Humó
to y justicia, y nO en la tierra ni en el ciclo? Replicarás ú Dios «Dios de las venganzas, señor Diosde las vengan
que sean como tú, ambiciosos, avaros, invidiosos, sen zas», pues siendo las ofensas y agravios de la voluntad,
suales y soberbios, y gozarán de los bienes que gozas. solo Dios, que puede castigar el espíritu, puede dar ven
Respondo que los hombres buenos consideran que los ganza de las sinrazones y demasías. Y por esto dko
tesoros y cargos y gustos que se permiten á los malhe Dios (b) : Mihi vindicta m; ego retribuam, « Déjeseme
chores, son como el vino y el regalo que dan al que He— la venganza, que yo la daré.» Los hombres vengativos,
vau á la horca, para animarle y que llegue con más brío con sus desagravios prueban esta verdad cada día. Dice
al suplicio. Cuando ven que al feamente poderoso le uno á otro que miente : el desmentido, sin tratar de que
llevan con ruido y aplauso por las calles en peso, se dijo verdad, leda un bofetón; este al que se le dio
acuerdan de los que llevan en brazos al homicida que apalea, y el apaleado mata al otro. Y yendo de mal en
arrastran, que tuviera por mejor caricia que quitándole peor, dicen que van quedando bien: tan fuera de pro
de la horca, le llevarán arrastrando á sa casa , que lle pósito, que sin tratar de si mintió ú no, que fué el
varle en hombros al cordel y á la muerte. origen, dice que cobra en el rostro lo que dijo la .bo
Aquí (3) aclamas victoria, y dices que, pues en el ca; y el contrario con el palo en la cabeza, la demasía
mando hay azotes, cárceles, prisiones, cuchillos, hor de la mano ; y la daga en el corazón, la superchería
cas y fuego, que ya hay castigos para los malos, y que del brazo. Y no habiendo sido interlocutores ni cóm
no es menester (4) otra vida para esto. plices en la ofensa estos miembros, sino sola la inten
Óyeme con más atención y con más bien purgado ción y la lengua del arrojado, el desatino los absuelve,
oído que hasta aquí. En el mundo no hay verdugos ni y busca la satisfacion en quien no tuvo parte en nada.
tormentos para los pecados, sino para los pecadores. Y porque los ateístas ois con ceño palabras de los
Quien peca es la voluntad, y esta es potencia espiritual santos y (C) autoridades de la sagradaEscritura, quiero
del alma ; está fuera de la jurísdicion del cuchillo y do darte en los idólatras sospechas bien habladas de que
la soga y del fuego. Si no hay otra vida y alma inmortal las venganzas han de dejarse á Dios y los castigos, yquo
r Dios, el pecado se queda sin pena y sin juez. Los tri él (7) cuida de ellos. Oye estos versos de Lucano,4i-
bunales de la tierra ajustician al homicida, al ladrón y bro ív (8) de su Pharsalia (c) :
il adúltero, para conseguir los efetosdel escarmiento.
Félix Roma quidem, civesque kabltura leales.
Mi Séneca dice no cuelgan al robador porque hurtó ; Si tibertalis tuperis lam cara placeret,
lino para que no hurte más, ni otro se atreva á hur Quam vindicta placel
tar : mucho dijo en estas palabras que centellean lum
bres desta verdad. Cada dia ves en los animales y aves Dice que « fuera. Roma feliz , y bienaventurados sus
todos los delitos que unos hombres castigan en otros : ciudadanos, si el cuidado de la libertad agradara tanto
robos, heridas y muertes y otros muchos ; y no se pue á los dioses como el de la venganza».
de decir ni ha habido quien llame pecado el hurtar el Agradó de suerte el precio destas palabras á Come-
lobo, ni el herir y despedazar el león. Y esto no por lío Tácito, que, sin temer el nombre de ladrón, come
otra cosa sino porque no obran con voluntad, que es tió el robo de ellas. Historiarum , lib. i (</) : Nec enim
la autora de la culpa, y solo obedecen su naturaleza. unquam atrocioribus Populi Romani cladivus, magis-
Que no tienen voluntad las bestias pruébase con que ve justis indiciis approbatum est , non esse curae Deis
no tienen>entendimiento. Que no le tienen ya lo probé; securitatcm nostram, esse ultionem.
y es imposible que sin entendimiento pueda haber vo Ninguno de los dos, por fulla de verdadera luz, su
luntad, porque son potencias de la alma racional, que (5) po decir cómo era Dios de las venganzas, aunque di
sola habita el cuerpo del hombre , que por el libio
[a) Está en blanco la referencia en el MS. origina!.
(¿1 En la epístola de san Pablo a los romanos, cap. zil, 19.
I I ■ bles {Errata del US. original.) (6) autoridad (C. Z. P. S.)
«Si habrá (S.) (7) cnide (Id.)
(S) climas (6. Z. P. S.) (8) de la (S.i
U) otra vida. Para esto óyeme (lá.) (c) Verso 807.
[d) cap. tu.
180 . OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
jeron que las venganzas eran de Dios ; y se conoce ofende. Si dijeres, sacrilego y blasfemo, que no hay de
que las cosas están mejor tratadas en el dueño que en monios, responderéte que ¿cómo, si no los hay, estás
el ladrón. Lncano, hablando condicionalmente , dijo endemoniado? Cuando tu iniquidad (5) niegue la his
que Roma fuera feliz si á los dioses agradase tan toria divina, no puedes desquiciar el discurso que en
to el cuidado de la libertad como la venganza. Y si ella se apoya. Reconoce en esto la majestad de las San
bien el discurso se muestra estropeado, el de Tácito tas Escrituras, que aun en la noche de mi ignoran
tiene más feo achaque , cuando afirma : «Nunca con cia (6) su estudio amanece la verdad, que fuera de ellas
más atroces calamidades del pueblo romano , ó con se busca en vano. Cosa cierta es que las causas remo
más justos juicios, futí aprobado no tener los dioses tas y secretas se conocen por sus efectos. Estuviéronse
cuidado de nuestra seguridad y tenerle de nuestras cerradas en la clausura de su retiramiento todas las co
venganzas. » sas del cielo, que se ven y no se tratan, y las que se
El doctísimo Lipsio más se muestra en estos renglo pultan las entrañas de la tierra , si la parlería de sus
nes fiscal que comentador suyo. La (1) Providencia efectos no descerrajara su noticia. Los hervores del
divina de todo cuida; error fué de pocos, que de nada. crisol califican la composición del oro por la más bien
Mas , como no merecía por sus maldades Roma la li compuesta de parles entre los metales, cuya sólida
bertad que dice Lucano, ni la seguridad que se lee en amistad la apura, y no la des ila la poifia del fuego. Y
Tácito ; y por los agravios que á tantos inocentes y el mismo crisol enseña la colérica impaciencia del azo
libres habían hecho, quitando su ambición á todos la gue, cuyo cobarde semblante de plata huye en humo
seguridad que tenían, y Dios los castigaba conminas á las primeras diligencias de la llama. ¿Quién dijera
tan atroces,—parecía que solo le agradaban las vengan que la víbora, con cuerpo habitado de peste, era antí
zas y que solo tenía cuidado de ellas. Y como es cosa doto al veneno, si no lo aprendiera de la triaca?
que un hombre no puede tomar de otro ligítimamen- Este es principio innegable á los sentidos y poten
te; ni en este mundo, sin Dios, un pobre de un rico, cias, y doctrina autorizada por el experimento de cada
un vasallo de un rey, una ciudad de una monarquía, día, maestro de lo que mejor supieron los filósofos. A
ni una casa de una ciudad,—Dios, que es suma justicia, esto sigue lo que dijo la razón con la pluma de Aris
atendiendo á los agravios, dispone (2) estas venganzas. tóteles, capítulo primero del primero libro de Anima :
Y se conoce que son (3) permisión suya, en que todos Si igitur operationwn animae vel affcctuum, aliqtiis
los grandes reinos, imperios y emperadores se han per proprius sit ipsius , fieri potest ut ipsa anima sepa-
dido por donde pensaron levantarse; y su aumento ha retur. Sin vero nullus sil rjits proprius , non separa-
sido su diminución, y sus fuerzas su flaqueza. Y esto bilis est. «Si de las operaciones de Taima ó los afectos
no es del discurso humano , sino sobre él, y obra de es alguno proprio suyo, puede ser que la alma mis-
Dios, de quien se dice que es Capientem calidum in mase separe. Empero si ninguno es proprio suyo, no es
. calidilale sua, «quien coge al astuto en su astucia ;» separable.» Esto se debe conceder y no (7) puede ne
al opuesto de los hombres, que no pueden cogerá otros garse. Y porque no entiendas que, pues Aristóteles pre
sino en su ignorancia desapercibida. gunta esto, lo duda, óyele en el cap. i: Intellectus au-
Sea conclusión que castigar al pecado y premiar las tem advenire videlur, el sub.itantia qunedam esse, ac
virtudes, solo Dios puede, en cuya jurisdicción está la non eorrumpi. Y pocos renglones más ahajo : Intelle-
alma ; cuyo es por los actos libres de la voluntad uno clus divimtm quid est fortassé, passionrqiíe vacat. Y en
y otro; y que las venganzas son de Dios, y que Dios el lib. n, cap. 2, que parece le había de alegar á tu
lo es de las venganzas, porque él solo puede darlas y bestialidad, desconfiando de tí, se comenta : De intel-
to triarlas. leclu , vero, conlemplativaque potenlia , nondum quic-
Este disparate sangriento, esta rabia facinornsa, esta quam est manifestum. Sed videlur hoc animae genus
furia delincuente en lo divino y humano, que se inti esse diversum, idque solúm perindé alque perpcluum
tula Libro del Duelo, tiene la infamia de su descen ab eo, quod accidit, sejungi, sepnrarique potest. Cae-
dencia tan antigua como el mundo. El ángel comune teras aulem animae parles separabiles qitidem non
ro, para ser demonio fué soberbio, invidioso y ingrato; esse, ut quídam asserucrunt , ex his quae diximus pa-
y en siéndolo, fué astuto y vengativo. Luego que per tet. Y al lin, tratando del' alma, dice: Etenim ipsa cor-
dió la honra, inventó el duelo; luego que perdió el pus non est, est autem corporisaliquid. Repite este
estado de la gracia, inventó la materia de estado. Con sentir suyo Aristóteles por cumplir con la dignidad de
esta destruyó el inundo, pues por materia de estadoy la materia que trata, la cual reconoció por tan retira
ser como Dios pecaron los primeros padres : conócese da ú la razón humana en soberana majestad, que en
en que Dios le dio después en cara á-Adan con esta el primero capitulo del primero libro previene la di
frenética presunción. El duelo Cain le rubricó con la ficultad de la averiguación de la naturaleza de l'alma
sangre de Abel; y desde entonces discurre zizaña ho con estas palabras : Veriim enim omni ex parte, atque
micida, no falto de leyes y textos, antes cómplices que omiiinó dif/ifillimum est, fídem aliquem de^pm tán
doctos, y no puede negar el linaje, y ser su fundador dem accipern, «Mas de verdad, de toda parte y total
Satanás : pues como él, viéndose afrentado y sin honra, mente es dificultosísimo que alguno finalmente reciba
tomó la venganza en el hombre, que no le ofendió, los fe de ella.» Solo Aristóteles supiera decir estas pala
que le profesan se desagravian en lo que no (4) los bras, sin saber lo que decia en ellas ni para cuán
do. Reconoció que era sumamente dilkultoso que al-
(1) divina Providencia (S.)
(2) esta vengama. (G. Z. P. S.) (5) niega 'G. Z. P. S.)
(3) permisiones su jas, {Id.) (6) sin estudio i Z. P. S.)
(4J les {Id.) (7j debe negarse. (G. Z. P. S.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 181
puno recibiese Te de Taima; empero no alcanzó que sas luces, cuanto más de cerca trata los confines da
la podían recibir todos solamente del que la (1) espi la muerte.
ró en el cuerpo, y la redimió; y que aun á él, siendo Cuando quieres dar lugar á que tu entendimiento
Dios y hombre, le costó infinito. Permitió la Majestad desembarazado contemple las cosas sin cuerpo y abs
eterna que portas plumas de los filósofos se deslizasen traídas del (eso llama el filósofo fantasmas), tú pro
algunos resplandores de la verdad, anticipados con pio te retiras adonde los oidos, que no pueden negarse
providencia para vencer con su disposición la ignoran á la voz, vaquen su atención por el silencio en que
cia contumaz; loque se reconoce en Aristóteles, cuya los escondes; cierras los ojos, porque los objetos no
dotrina es prólogo admitido de la teología escolástica, los (8) distraigan; y si eres en tu especulación vehe
con cuya lógica, filosofía y metafísica (2) se confaccio- mente, desconfiando de la clausura de los párpados,
nan todos los argumentos de las escuelas católicas, jnntaudo las ventanas, excluyes el sol y el dia; y si
sirviendo de antídoto á la doctrina de Platón, con la es de noche, apagando la luz, te aseguras de la clari
cual, al opuesto, todos los herejes informaron sus er dad sustituida en la vela; compones el cuerpo todo en
rores. Censura es esta del severo jjuicio de Tertulliano, quietud (9) olvidada de sus acciones, de tal manera,
lib. de Aiiimm, cap. 23 : Dolco bona fije, Platonemom- que parece te ensayas para difunto en la prisión y ti
níum haereticorum condimenlarium factum. nieblas de la sepultura. Más es esto que confesar y
Parécerne que tuvo razón el doctísimo africano de conocer que el entendimiento puede separarse del
tenerle lástima, y no respeto, pues no solo lo dice, sino cuerpo, y existir después de la desunión del compuesto
que lo verifica. Ño es poco importante esta diferencia sin él ; pues tú mismo para que obre te prestas muerte
entre Platón y Aristóteles, para justificar el bien pre por aquel espacio, y ves interiormente que, separado
ferido séquito que este tiene. del cuerpo ', señorea las causas y los efelos, los géne
Si yo te pruebo que V alma tiene operaciones y afec ros, especies y diferencias de las cosas, exprimiendo
tos propios suyos, no podrás negar que es separable. desta manera las sciencias. No por otra cosa hicieron
Apercíbete que has de ser probanza contra ti. Para tanto caso los antiguos de las palabras que decían ago
otros ya queda esto probado; mas tu terquedad nece nizando los que ya tenían dudosa vida. Pasó de crédito
sita de que te prueben la misma probanza. No sola á religión el creerlas en lo porvenir, pareciéudoles que
mente el entendimiento es (3) afecto y operación pro la alma racional, estando casi desatada de las prisiones
pia de la alma, por lo que con él obra ( estando unida del cuerpo, podía por sí, desembarazada de la tarea
con el cuerpo) fuera del, sino poique el entendimien mortal, dar luces de la divinidad participada en su
to, para oblar como quien es, tiene por estorbo los origen. Esto se verifica en Homero, occeano que rebosó
sentidos. por arroyos todos los filósofos de Grecia ; y del lo imi
El entendimiento obra tan independientemente del taron otros muchos gentiles de los que pueden lla
cuerpo, que no (4) siente los afectos que dependen marse escritores de mejor nota y (10) sabor.
parciales de su compañía con la alma. Antes, si la men Califiquemos esto con más anciana anligüedad, con
te toda se engolfa en la imaginación, ni los ojos ven lo piélago más abundante, con palabras de may#r peso,
que miran, ni los oidos oyen la voz que los solicita; con sabiduría de mejor linaje, asistida de santidad
ni el cuerpo , si la contemplación arrebata en éxtasi canonizada, que corrija la (11) demasía sin distinción
sobre los cielos el espíritu, siente aun los recuer ( en pronunciar lo futuro ) de la opinión precedente.
dos molestos del dolor; porque de tal manera se Esto toca á Job, que es sustentante desta conclu
para la meditación fervorosa el entendimiento de la sión como de las demás. Perdió los ganados, la fami
parte corporal y sensitiva, que como (5) viuda del al lia, la casa, los hijos, y todo cuanto le hacia entre los
ma, si no muere, cesa. Es verdad tan recibida, que reyes orientales grande. (12) Todo esto dispuso el en
fué adagio griego (ti) Noü; opio xcu voü; axoet. «El en tendimiento de Jub á que solo se mostrase con pocas
tendimiento ve, el entendimiento oye.» ¡Cuántas veces palabras pacicnlMiiio, humilde y reconocido; antes
lo has experimentado en otros, cuando hablándolos y fiel que docto y sabio : esto dispone en el varón justo
viendo que no te responden, les dices que ó estaban la pérdida de los bienes de fortuna. Mas luego que Sa
en otra parte, ó divertidos (que es la frasi vulgar); y no tanás amotinó con pestilencial plaga todos los humo
menos veces te lo han dicho á tí ! Pues ¿quién negará res discordes contra la paz de su salud, extendiendo
que puede la alma existir apartada del cuerpo, si el las llagas por toda su estatura, y, desapareciéndole el
entendimiento, que es su operación, no solo se aparta semblante de hombre, derramó en podre sus entra
del, aun animándole la alma, sino que en parte parece ñas, hecho alimento y manantial de gusanos; no solo
que le desanima con remedos de muerte, y mostrando desfigurado de vivo, no solo con señas de muerto y
que á su vuelo le (7) es peso la carne y estorbo los cuerpo enterrado, sino reducido á las sobras que del
sentidos? Estos, como corruptibles y mortales, cuanto cadáver deja con hastío la hambre de la tierra. Enton
más se van llegando á la vejez, caducan más y se ano ces pues su alma y entendimiento, como (13) quien
checen; el entendimiento se esfuerza con más aninio- sacude la tierra adonde cayó, so alegra de levantarse,
OBRA POSTUMA
El FIN QCE TUVO DIOS EN APURAR LA PACIENCIA DÉ JOB, Y EL SUMO RIGOR DE SUS TRABAJOS; EL PRIMOR
INIMITABLE CON QUE LOS DISPUSO, Y EL SOBERANO MÉTODO CON QUE LOS ESLABONÓ.
Brete comentan» de todo el libro, y descansado discurso de los designios de la Divina Providencia, donde las advertencias
no se abultan con alegaciones.
PIECEDE NOTICIA DE JOB, QUE ESCRIBIÓ SU LIBRO, T CÓMO; no contando á Abraham, fué Isaac el primero, el segun
OIJE LE TRADUJO MOISÉN ; EN CUÁL LENGUA UNO T OTRO, do Esaú, tercero Rahnél, cuarto Zara, quinto Job, que
COS COAL ESTILO T MÉTODO. antes se llamó Jobáb, de quien con este nombre hace
mención Moisés en el cap. 36 del Génesis. Que-se lla
Coatro opiniones hubo de la naturaleza de Job. Unos mó así antes de la calamidad, se colige de Aristéas y es
dijeron era cañan eo , otros israelita, otros nacorita, opinión de Epifanio.
otros idumeo. Los hebreos tuvieron fué nacorita; esto Nació el año 130 de Esaú; de quien descendió
autorizó san Jerónimo. Empero la común opinión es Job, para que el biznieto de Esaú fuese consuelo de
que fué idumeo, con Los Setenta, que llamando Ausíti- su rebisabuelo Abraham, y (siendo tan querido de Dios,
de la tierra de Has , que está en los confines de ldumea y que dijo, canonizándole, no habia en la tierra varón
y Arabia, en el 36 del Génesis, djeen : «Primero se lla semejante en la virtud) desquitase á la sucesión del
maba Jobáb; luego que se casó con mujer arabisa, en- santo Patriarca aquellas palabras tan rigurosas, y en
geudró un hijo, que se llamó Emmon.» De manera que todo opuestas destas, que el mismo Dios dijo del San
to: (1 ) «Amé á Jacob y aborrecí á Esaú.»
(«i Deslumhrando las cartas del obispo de León , dos Bartolo- De hombre tan querido de Dios como Abraham, des
Be Santos de Risoba, i las personas que corrieron con la edición cendió Esaú aborrecido ; y de Esaú aborrecido, Job tan
íe Madrid de 1713, incluyeron en ella. como tratado tercero ó úl-
lioa parte de la Providencia de Dios el presente opúscnlo. Aqnel amado. Nadie presuma por la culpa ajena, del mérito
otro ocupaba tres cuadernos, i qoe se refieren las tales cartas ; pero propio. Mortifica Dios al buen ascendiente con el mal
ti número de tres bizo desvariar a los editores. nieto, y con el bueno cobra lo que se perdió en el ma
Este discurso fué trazado en 1631 , con el inoportuno titulo de lo. "Reparó en esto san Ambrosio : (2) «Que de Esaú
Ttemimta redivivusinJob, según se infere del Para todos de Mon
tunas, publicado al año siguiente, y como parece del proemio a
descendiesen buenos y fieles, lo prueba Job, que es de
fray Cristóbal de Torres en La cuna y la sepultura de nuestro Qce- los hijos de Esaú quinto desde Abraham ; esto es, nieto
tuo, refundida por entonces. Sin embargo, el señor de Juan desde Esaú.»
Abad le amplio y retocó en su calabozo de San Marcos de León, Doctrina es esta para que cada uno procure merecer
por octubre de 1641 ; y asi resulta en el mismo libro, página 230.
Varióle el rótulo de Tktmtmita redivivas r cediendo a la Justa á Dios la gracia que á ninguno debe, ó para continuar
pero sangrienta censura de Jauregui, en su comedia de El re la bondad de sus ascendientes, ó para mejorar la nota
traía:
La constancia y paciencia de Job, postumo, salió i luz por vez (1) Et dilexi Jacob, Esaú autem odio habui.
primera en 1713. (!) Quod de Esan sint boni et íldeles probat Job, ex DliisEsau
Con la» reimpresiones de 1720 y 1791 va concordado mi texto. quintas ab Abraham ; hoc est, nepos ab Esau.
214 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
desús culpas : no fiar del linaje ni de sí, sino de Dios. ad consilium meum; verso 22 : Verbis meis adiere i¡¡-
De manera que en Job tuvo Abraham otro Isaac, cuyo hil audebant, el super Ules stillabat eloquium meum;
sacrificio escribo, y soberana recompensa de Esaú, que donde se nombra maestro, que fué el cuarto sigmli-
le fué aflicción. cado. Y es tan literal esto, que en todo el capitulo no
Gran prerogativa fué lo que por su fe y obediencia lamenta otra cosa, sino que en otro tiempo fué lodo lo
mereció Abraham, linaje predestinado á sacrificios. A que' señalan estos atributos, que significaban en el
él le manda Dios que le sacrifique su hijo; y cuando el nombre Jobáb, con que primero le nombraron.
filo del cuchillo de Abraham estaba ya precipitando el Ei autor deste libro fué Job. Escribióle en lengua
golpe sobre el cuello do Isaac, la voz del Señor, que le sira, que participaba del arábigo ; lo que se reconoce
desnudó, le suspende. Allí experimentó que tenia sier repetidamente en el idioma. Es opinión de san Grego
vo que le daria su hijo. Quiere experimentar, para con rio, que no admite á los que dicen fué Moisén autor y
fusión del infierno, si habrá hombre que por su amor que aprendió la historia de los hijo? de Esaá. Es em-
dé los mayores bienes de la tierra : no un hijo, sino f ero opinión de Orígenes que Moisén la tradujo en
todos; no la salud y vida ajena, sino la propria. Y como hebreo, para alentar en el desierto la paciencia y con
esto importa tanto .4 su Providencia, á la venida de su fianza del pueblo de Dios con tal ejemplo, yqueáMui-
Hijo y á la Iglesia, buscó el varón en el linaje experi sén reveló Dios el coloquio suyo con Satanás; siendo
mentado, en Job, sexto nieto de Abraham (en cuyo se tan posible se le revelase al mismo Job. Y parece se
ñorío el avariento vio con gloria á Lázaro, que entre colige con mejor consideración le tradujo Moisés y se
su mesa y aparador vieron perros, con tantas llagas y le comunicó á los israelitas, no en el desierto, sino en
paciencia, como á Job el muladar). Arte de Dios es Egipto, donde por el cautiverio necesitaban de tan ve
honrar al varón justo con hacerle ascendiente de va hemente exhortación ; y lo mismo siente Polyclironio,
rones sufridores de adversidades y depósito de perse in Catena.
guidos y despreciados. En Egipto padecían al tirano; en el desierto la tar
La opinión más recibida se contenta con decir que danza de la peregrinación, á que era alivio el huir del
Job antes de la persecución se llamaba Jobáb, sin dar cautiverio; y en otro pueblo menos ingrato fuera con
alguna causa desta diferencia del nombre; antes es suelo. En el desierto, torneado el fuego en columna, los
reconocimiento de los misterios que en estas diversi contrahaciade noche el sol; la nube de día los era tol
dades usa la Sagrada Escritura en los dos Testamen do, dispensándoles la luz sin calor; la piedra desataba
tos, que arrojada curiosidad, buscarla ocasión en la su dureza en fuentes; el rocío se guisaba en maná.
lengua sagrada. La diferencia es, que llamándose Jo Llovió el austro sobre sus reales turbiones de codor
báb se quitaron al nombre las dos letras finales, que nices : fuéles despensa el viento. Bebióse el mar Ber
son ab; y quedó Job, que significa el afligido, el mejo unas olas en otras para enjugar su golfo en ca
que llora, jk q&> que es la partícula que se quitó, mino, por donde pasaron ; y auxiliar á los hijos de
en la lengua siro-caldea significaba un género de ador Israel, se vomitó en borrascas, que tragaron á Faraón
no que consta de muchas especies; significa principal, y á su ejército en las confianzas del que juzgaron va
primero en cualquiera obra y arte ; en hebreo padre, do. No consintió oficiosa la salud que necesitasen de
primero, señor, doctor y maestro. medicinas; gozaron de preservación, no padecieron
Ya se declaran los nombres : en la prosperidad se lla cura. No supieron -sus vestiduras de los menoscabos
maba Jobáb, el doliente, el que lloraba con ornamento, del uso, del ejercicio y de los años. De manera que
en todo género el primero, el principal, el padre, el en el desierto todos los elementos les servían; y en
maestro. En la persecución, donde solo le quedó el do Egipto, en el cautiverio, ellos servían á todos los ele
lor y las lágrimas, le llamaron Job, que significa este mentos por el albedrío del tirano , que sabe hacerlos
estado, desnudo; y le quitaron el 2H> qtie es el orna martirio de la naturaleza, á quien por la suya misma
mento, principal, primero, padre y maestro, que son son tutelares.
las cosas que perdió en la hacienda, en los hijos, en Según esto , en Egipto hubieron menester el ejem
la autoridad y en la sabiduría y doctrina que le negaban plo de la paciencia de Job, en la traducción de su libro
sus amigos. hecha por Moisén; no en el desierto, donde gozando
•Claramente parece que se lamenta Job de que carez con libertad comprada á milagros y mantenida con
ca de todas las significaciones del nombre de Jobáb ellos, de la ausencia del tirano, debian asistir gozosos
(que la calamidad le mudó en el de Job), cap. 29, v. 2: al agradecimiento. Ensayábanse los judíos en esta in
Quis mihi tribuat, ut sim juxta menses prístinos, se~ gratitud á su rescate, para la que continúan per
cundumdies, quibus Deus cuslodiebat me? Quando versamente obstinados al soberano de la sangre de
splendebat lucerna ejussuper capul meum, el ad lu Cristo.
men ejus ambulabam in tenebris? Este esplendores Procuraré llegar á razón ( tan esforzada , que valga
el ornamento que dijimos ser primera significación por prueba ) la conjetura de que Job fué autor de su
de la palabra ¡iMi en que acababa su nombre en otros mismo libro, y de sí mismo historiador.
tiempos. En el verso 8 : Videbanl mejuvenes, et abscon- Que deseó Job con ansia vehemente que su historia
debanlur : et senes assurgentes stabant; esto dice fué y sus palabras se escribiesen, él lo exclama en el capi
el primero. Y el principal, pues prosigue : Principes tulo 19, v. 23: (l ) «¿Quién me diera que se escriban mis
cessabant loqui, et digitum superponebant orí suo, palabras? ¿Quién me concediera que se impriman en
que es el segundo significado. Con el verso 16: Pater (1) Ónis mtbi tribnat nt scrlbantar sermones mei? Qais mihi
eram pauperum, que es el tercero. En el 21 : Qui me det ut exarentur in libro, stylo férreo, el plombi lamina, vel «Iw
audiebant, expectabanl senlenliam, et intenti tacebant sculpantur.in sílice!
JOB. SIS
lihro de láminas de plomo con punta de hierro, ó que deseo que quiere que Dios le oiga, es, que escribiéndo
seescolpan con cincel en pedernal?» En la versión de se sus palabras, tenga oyente; y que el mismo Dios
san Jerónimo se lee certcuo celte. Uno y otro se lialla que le juzga, escriba el libro. No tiene por oyentes á
en diferentes Biblias y por ambas parles hay graves au susamigos, sino por contradicion. El Parafrastes decla
tores. En una que yo tengo de vitela manuscrita, cuando ra la primera demanda, y toma otro camino en la se
bo labia impresión, está celle, que significa el buril; gunda : Quis decernit mihi ut exaudiar? Ecce desi
tplíVulgata de la recognición de Sixto Quinto tam derium meum est Omnipotens: respondeat mihi , et
bién. Indicio fué que en el texto hebreo no se leia voz libellum scribat homo contenlionis meae.
qite respondiese á celte, cincel ; pues 7j?S laghad sig- En el capítulo 1 9 pidió que le fuese concedido que se
mka eternamente , siempre, para otro tiempo; y lo escribiese un libro de sus palabras, sin decir porquiéii
Redecimos basta. Lo mismo signilica certe, enten ni señalar autor: ahora loaseñula, y dice le escriba el
diéndose por no faltará; y no calla esto la palabra celte, mismo que le juzga, que es Dios, según la versión Vál
cincel ó buril, pues con lo perpetuo lo incluye en el gala; y según el Parafrastes, sus enemigos; eso es fto-
fwkrnal.yañade el instrumento conque se esculpe en mo contenlionis , hombre de contienda. Ni temia la
finirás. (I) suma rectitud del juez, ni la obstinación de su contra
No solo desea Job que se escriban sns palabras, sino rio. Empero no debemos admitir el albedrío con que
<¡n» se abran con buril en libro de láminas de plomo, y hebraiza el Parafrastes.
con cincel se escriban en pedernal. De cuánta importan- El rigor de la letra hebrea es tal en la versión de
cu fué que sus palabras quedasen escritas, impresas Pagnino : Utinam haberem judicem audientem me.
; esculpidas, este repetido deseo lo manifiesta, y ser Ecce signum meum est Omnipotens, qui testificabitur
so* palabras y sucesos el texto de toda la filosofía de pro me , et liber quem scripsit vir judicii mei. Socor
li paciencia santa y de la teología de la materia de re mi paráfrasi ; y parece que pues donde la Vulgata
Previdencia ; lo que con brevedad probaré. pide oyente, pide aquí juez que le oiga, que allí usur
Cosa que importaba tanto y á todos, ¿á quién se de pa el nombre de oyente (como los españoles y curia ro
bía encomendar , que al que dijo las palabras y sus mana, que llaman oidores y auditores á los jueces; y
tentó el acto contra todos los argumentos del infier- lo mismo el arte militar álosque lo son en el ejército).
do? No se pudo fiar de los amigos, que fueron conven Y esencialmente difine al juez el nombre de oidor;
cidos de mentirosos , y declarados ( por sentencia de porque sin oír ninguno puede ni debe juzgar. Puedo
Dios) hombres que no habían hablado lo que era jus un juez sin oir á ninguna de las partes hacer justicia;
to. Pues remitirlo á la relación de los hijos de Esaú, mas no puede ser justo : acertó acaso en el derecho,
era noticia mendigada, que no merecía para su traduc y erró de malicia en el oficio.
en tan esclarecido intérprete como Moisén. Pues con Los Setenta diferencian más las palabras desta in
jeturar que revelación que Dios hizo á Moisén , lo terpretación: Quis mihi tribual auditorem? Et ma-
escribió, es introducir sin necesidad la revelación; que num Domini si non timui, syngrapham vero, quam
leritiraamente se excusa con que Job escribiese de sí habui contra quempiam. Tantos versos diferentes pa
K> que él había dicho y padecido. Si Moisén lo escri- rece este solo, como se leen interpretaciones; y es fe
iiifl (que fué después de Job), no se le concediera á cundidad del texto sagrado en sentido, no contrarie
Jotel ver escrito lo que deseaba; eso claman aque dad. Unos traducen loque la letra dice, otros lo que
tas palabras : (2) «¿Quién me dará á mi que se es quiso decir, otros lo que piulo ; los judíos y los here
trilan mis palabras ? » Si él no las escribiera, conce- jes lo que quieren que diga ó su propósito.
üérasele el verlas escritas y el escribirlas, á otro y á San Jerónimo vuelve las palabras ipse qui judicat ;
otros. ¿Quién ejecutorió contra sus enemigos pleito Pagnino vir judicii mei, riguroso y gramático signi
pitísimo, á quien no se concediese sacar su propria ficado destas palabras 1311 epn te fibi, que el Para
ejecutoria? Esta de Job era de honra y reputación en frastes lee : Homo contenlionis meae. Lo propio es ra
ti cuerpo y en el alma. No era capaz de dilación la no- ro» de mi contienda, varón de mi juicio, y el mismo
licii auténtica de la victoria ; tocábale á Dios su parte que juzga.
tn que este libro se escribiese. Todo se lo concedió Dios 6 Job. Pidióle que sus pa
No se contentó Job en desearlo en este capítulo; que labras re escribiesen con buril en láminas de plomo;
« el 31, verso 35, empezando con las mismas palabras, eso fué escribirlas Job en siriaco, para la duración. Pi
insta : (3) «¿Quién me dará á mí oyente, porque oiga dió que se esculpiesen en pedernal, para que durasen
el Omnipotente mi deseo, y escriba el libro el mismo eternas : tuvo efecto traduciéndolas Moisén en hebreo.
(pie juzga?» Palabras de Job, tan graves y de tanto pe Tocaban á Moisén estos escritos en piedra: no se vieron
so, que siendo las últimas cláusulas de su postrer cá en otra mano libros impresos en mármol, sino en la
ptalo, en que respondió á sus amigos, con ellas los suya ; así lo testifican las Tablas de la Ley. El era im
enmudeció. presor de pedernales, pues tenia á cargo imprimirlos
Pide dos cosas : oyente, para que Dios oiga su de- preceptos y la Ley en los corazones empedernidos de
*>, y que escriba el libro el mismo que juzga. Pedir los judíos.
oyente para que sea oido su deseo , es decir que el Fuéle concedida la segunda petición, de que este li
11 F.l Parafrastes caldeo hermana estas liciones : « Quis Iribuat
bro escribiese el que juzga, revelándole Dios todo el
fót «1 Kribantur sermones mei : quis del ut signcnliir In libro argumento y ocasión del libro; que fué lo que él igno
«Tío férreo, ti plumbi lamió!, in aeternum in pclra scribantur. ró que habia precedido entre Dios y Satanás.
'■•■ Quis mihi. Iribuat.
El solo deseó con tanto afecto que se escribiese libro
8. Qois milii iribuat auditorcm, ut desiderium meum audiat
Oanifoieas : et librum stribat ipse qui judicat! de sus palabras ; y así él solo pudo cuidar de guardar
213 OBRAS DE DON FRANCISCO DE Qt'EVEDO VILLEGAS.
las en la memoria, y alcudia igualmente al aparato que doy luz á Claudíano en el rapto de Proserpina;
deste deseo y á su defensa. Hasta en esto le volvió Dios tpse mili fiillus srtüo, «¡¡¡Taque verendas
duplicado lo que le tenia. No consintió que el demonio llc.jcstalexcdct . snualcnl immania foedo
le quitase la vida ; empero obligóle, no solo á desear Seeptrn sita , sublime capul maestissimn nubes
Axperat, el dirae riíjetiaciementia formae.
la muerte, sino no haber nacido, y á maldecirla hora Terrorcm dolor augebat
en que nació : por esta vida muerta le volvió dos vidas,
en su historia y en la traducción de Moisés. El dijo que Habla de Pluton, que estaba triste porque le nega
le pesaba á su alma de su vida : Tacdcl animam meam ban mujer ysucesion, comoá los demás dioses. Y como
vitae meae; y si él mismo no escribiera su historia, no la nube sobre la cabeza era señal de tristeza, dice que
se desquitara deste desconsuelo en favor de la ino una tristísima imbele hacia horrible la cabeza. Y sí en
cencia de su vida. Y confiriendo con sus amigos-, que Dios tener debajo de suspiés las nubes es señal de eter
fueron ocasión y contradicion de sus palabras y grande no y alio dominio, el ponerlas sobre las cabezas do los
parte del volumen, pudo solo escribirle puntual y con hombres lo era de sujeción; y en la antiquísima gen-
testigos sobre toda excepción; pues eran tres reyes, tilidad, como he dicho, de tristeza aun en los dioses
que le legalizaban como partes interesadas en el mis mentirosos, y de tristeza y amenaza en los hombres.
mo proceso. Ycon esto se cumplió haber escrito el li Hasta los gentiles reconocieron en los judíos reve
bro el mismo Job, y el hombre de su contradicion (que rencia y adoración á las nubes y á Dios solamente. Ja-
lee el Caldeo), que son sus amigos; y el mismo que juz venal, sátira xiv :
ga, que es Dios (.según la Vulgata), revelando el coloquio Quídam sortiti meluentem sabíala palrem ,
con Satanás delante de los ángeles, que precedió á los Kilpraeter nubes, et coeli Numen adoran!
sucesos y palabras y lo dispuso todo.
Este poeta tuvo más noticia de los ritos de los judío!
que otro alguno de los latinos; y se puede colegir vio
DEL ESTILO. el volumen de Moisén de los versos que siguea i
estos :
Este libro (llamémosle así) es en cierto género un Nec distare pulanl humana carne suiltnm,
poema gramático, una gravísima tragedia, enque hablan Qua paler abslinuil : mox el ¡naeputia pomiiit.
personas dignas dolía, todos reyes y principes; el len Romanas autemsolili coníemaere leges ,
Judaicutu ediscunl, et servan!, acmetuuntjus,
guaje y locución digna de coturno; magnífica y deco Tradidit arcano quodeumque roluinine Moses.
rosamente grande. Persnádome fué la idea en que es
tudió el arte Aristóteles viéndola ; y primero, de los Te Mejor informado habla Juvenal de los judíos que
llices, los antiguos trágicos como Sófocles; y que des- Cornelio Tácito, con ser historiador. .
ta obra aprendían á guardar el decoro á Dios en no sa Coronaré esta nota con una advertencia al propósito,
carle al teatro : lo que se ve en Sófocles en el Ajax fla- si bien nueva, misteriosa ; sin salir del tratado de ha
gelifero, que introduciendo á Minerva, no la descubre, blar Dios en nube y oírse desde la nube su voz : cere
sino hace que Ulises oiga su voz solamente. monia toda real.
Esto en este libro deJob precedió; pues cuando Dios Cristo nuestro Señor, como quien vino á cumplir,
learguye, se oye la voz de Dios en la nube, que tem no á desalar la ley, se mostró con ella tan cumplido,
pestuosa fué prólogo á su majestad y mandó el silencio que cuando se transfiguró en el monte delantede Pe
á Job y á Eliú con reverencia amedrentada, sin que dro, Diego y Juan (Matth. 17), dice después de las pa
Dios se manifestase ; en lo que concuerdan todos. labras de Pedro : Adhuc eo loqucntc, ecce nubes lucida
Inquieren aquella nube, de que se oyó la voz, ¿dón obumlravit eos. El ecce vox de nube dicens : ¡lie «1
de estuvo? Y concuerdan que cerca de Job; y en esto, filius meus dilectus. Vino allí nube, habló Dios ea la
como en todo, doctísimamente discurre el reverendo nube, y de ella se oyó la voz, porque habían aparecído-
padre Pineda. Conjetura es, y en las conjeturas no se se á los lados de Cristo visibles Moisén y Elias (Elecce
niega el discurrir, aunque sea á tan pobre caudal como apparuerunt Mis Moyses et Elias cum eo loquentcs): y
el mió: paréceme que la nube estaría sobre la cabeza como en los dos se representaba la ley antigua, y la ha
de Job por cénit ; era lugar más debido á la majestad de bía dado por Moisén, no quiso mudar de estilo enque
la voz, soberano sitio de dominio y de amenaza. No es su voz se oyese desde nube y en que nube visible los
indecencia que las letras humanas sirvan en los ritos y cubriese. Que asistiese esta nube, y Dios hablase en ella,
observaciones alas divinas. Virgilio, en el vde su Enei y desde ella se oyese su voz respecto de Moisés y Efe,
da, sobre la cabeza de Palinuro dice estaba la nube que pruébalo el mismo Evangelista, cap. 3, al fin. Tratando
le dio tanto cuidado: del bautismo de Cristo, donde se hallaron Cristo y el
O/li coenileus supra caput astilil imber, Bautista, á quien Tertuliano llama cláusula de la ley y
Noetem hycmemque ferens délos profetas, dice asi: Et ecce aperli suntei coeli:
et vidit Spiritum Dei descendentem sicut columbam,tl
Que la nube sóbrela cabeza era señal de tristeza, venientetn super se. Et ecce vox de coelis dicens : Htc
adverlílff en Quinto Cálabro Esmirneo, Derelictorum esl filius meus dilectus.
ab Homero, donde tratando de la junta de todos los Para decir Dios las mismas palabras de Cristo en el bau
dioses, en que se consultaba la muerte de Aquíles, tismo que dijo en la transfiguración, dice se oyó la voí
dice: «Estaban alegres todos los que favorecían á Tro de los cielos, que las decia; sin hacer mención de na
ya; y cada uno de los que favorecían á Aquíles tenían bo. Era el Testamento Nuevo cielo claro sin nubes; por
una nube sobre la cabeza en señal de su tristeza.» Con eso no hace mención dellas ; y para disponer á Moi
JOB. 217
sen y Elias, que representan el Viejo, en que todo era lanlis ingenii, qua orationis assurgit gravitáis, quod
sombras y nubes deste cielo sereno, se oye la voz de floribus luxuriat, quot vegelis et illuminalis Ithetorum
Dios, para decir lo mismo desde la nube, por halagar coloribus accendilur? Videas quippe apud cum des-
los con que oigan su voz en la forma que habían oido. cripliones omni expolitione distinctas, et Ha vividas,
Cuando como sol de justicia despedía las nubes y som ut rcm magis vide.re, quám audirete credas. Sume Ubi
bras y jubilaba á Moisén y Elias en presencia de los ex tanto numero cquum bellicosum, el videquám au-
tres apóstoles (á quienes con los demás encargaba el daci genio á viro sánelo expressus est.
nuevo ministerio), con mayores prerogativas honró á Trata del caballo en el cap. 39, vers. 19 hasta el 25
los dos Cristo con sus lados, y hablando con ellos de en la Vulgata, así:
su pasión. No despide tan gran Señor los ministros con Nwnquid praebebis equo forliludinem, aut circum-
menoscabo, sino con premio. Hasta la nube con voz dabis eolio ejus hinnitwn?
fué despedida con medra: Ecce nubes lucida, «Veis Numquid suscilabis eum quasi locustas? Gloria na-
nube resplandeciente.» Habia asistido siempre á la voz rium ejus terror.
de Dios procelosa y sonora con tempestades y amenazas; Tcrram úngula fodil, exullat audacter : in oceur-
y aqui apareció preñada de luz y bañada de hermosura. sum pergil annatis.
San Jerónimo en el primero prólogoá Job dice: «Des Contemnit pavorem, nec ceditgladio.
de el principio del volumen hasta las palabras de Jub, Supcr ipsum sonabil pharelra, vibrabit hasta et
en el texto hebreo está escrito en prosa ; empero des clypeus.
de las palabras de Job , en que dice : Pereat dies in Fcrvens etfremens sorbet tcrram, nec reputal tubae
■vía natus sum, el nox , etc., hasta el lugar donde sonare clangorem.
dice : Idcircó ipse me reprehendo, et ago poenitentiam Ubi audieril buccinam, dicit : Vah , procul odoralur
u favila et ciñere, son versos hexámetros, dáctilos y bellum , exhortationem ducum, etululatumexercitus. .
spondeos, corrientes; y que reciben el idioma de la len Advierte el padre Nicolao Caussino que donde san
gua otros pies, no de las mismas sílabas, sino de los Jerónimo vuelve: Aut circumdabis eolio ejus hinnilum,
mismos tiempos. También á veces el mismo ritmo leido el texto hebreo con el rigor de la letra, dice:
corre dulce y sonoro.con desalados pies; lo que mejor Numquid indues collum ejus tonilru? (Esto es lo que
entienden los lectores poéticos que los simples. » Petronio aconseja que se haga en la poesía: Praecipi-
Y por eso el eruditísimo señor doctor Benito Arias tandusesl liber spiritus.) San Jerónimo eleganlisima-
Montano, religioso y perpetuo comendador de la orden mente moderó la interpretación, por ser más proprio
de Santiago, hijo del real convento de San Marcos de del cuello del caballo el relincho que el trueno; Los
León, ynatural en Extremadura de Fregenal de laSier- Setenta volvieron temor, Pagnitio temblor, el Para
ra, cuidó que en la Biblia regia se imprimiese este li frastes furor : persuádome extrañaron el vol ver trueno
bro en el texto hebreo, verso á verso, que cualquiera es lo que con felicidad san Jerónimo volvió relincho.
tudioso de la lengua santa podrá medir como los de Intentaré volver esta descripción en la habla castella
Homero y Virgilio; reconociendo que hasta esto apren na ; adornándola , por mayor declaración , del sentir de
dieron griegos y latinos de los hebreos. todas las versiones.
Coligese del mismo san Jerónimo, en el proprio prólo «¿Podrás animar de fortaleza al caballo; ó articu
go, que en el hebreo está en verso (que es la traducción lando su furor en relincho, hacer que el trueno rodee
de Moisén) : asi lo afirma el lugar referido; y no en si su cuello?
ró ni en arábigo; porque cuando trata deslas dos len «¿Podrás distribuir sus jornadas en escuadrones,
guas no hace mención de versos ni ritmo. (I) Y pa imitando el marchar de las langostas, cuando el resuello
rece esta curiosidad más propia de Moisén que de que anhelan sus narices es amenaza?
Job : porque Job le escribió libro para enseñanza de «Cava sonoro la tierra con las uñas ; con atrevimien
tan alta doctrina y confusión de tan perniciosos dog to se engrio, ostentoso sale á recibir las escuadras.
mas; Moisén le tradujo para que con el ejemplo de tan No conoce el temor y desprecia el resplandeciente
valerosa y santa paciencia en tan sumos trabajos, el concurso de las espadas.
pueblo de Diosen el cautiverio se fortaleciese y alen «Sobre él sonará ronca laaljaba poblada demuertes ;
tase; y porque les fuese más suave lectura y más fácil será vibrada impetuosamente la lanza, y el escudo em
mente familiar á la memoria, le dispuso en versos cor brazado; será robusta conti adición á las heridas.
rientes y numerosos. Ardiendo con coraje humoso, sorbe la arena que con
El doctísimo y eruditísimo padre Nicolao Canssino, los pies arranca; y clarín de sí mismo, no aguarda otra
de la compañía de Jesús, en su libro, cuyo titulo es trompa.
De Eloquentia sacra el humana (obra tan grande »En el confuso rumor de cajas y instrumentos de la
en todos estudios, de tan grandes y provechosas noti guerra el tropel de sus ¡miopes pronuncia: «Cierra.» Eri
cias, de juicio tan desinteresado, de lima tan severa, zadas las crines y atentas las orejas, anticipadamente
que habiendo escrito después de tantos, cuando fuera percíbelas señas de la batalla, los movimientos de los
solo, no se echara menos alguno), en el libro xv, De for reyes, la aclamación de los soldados. »
ma et charactere sacrae eloquentiae, pág. 035 (o), dice : Esta locución se pierde de vista á los griegos y lati
Ai Jobus Ule virnon minúspatientis animi, quámpraes- nos : sus frases caben en los labios y en la garganta ;
la de Job no cabe en el pecho. •
Réstame dar razón de la panifrasí que hice á las pa
í\) Estas son sus palabras : «Hace autem translalio nullum de re-
tfribos seqaitni» interpreten), sed ex ipso hace Hebraico, Arabico- labras : Numquid suscilabis cum quasilocustas? que yo
qoe sermone, et interdnm Syro.» traduje : «¿Podrás distribuir sus jornadas en escuadro
(«) de U quinta edición, de León de Francia, 1637, nes, imitando el marchar de las langostas?» Viendo que
21 8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
no hacia a! propósito el declarar la letra desnuda, sin He referido los versos de Virgilio y de Lucano, para
atenderá lo profundo del sentido, que en la similitud que en la comparación se reconozcan las ventajas en la
de las langostas se me descubrió legítimo, arrimé la elocuencia, copia, hermosura y propriedad, que los ha
pluma en el cap. 30 de los Proverbios á los ver cen las palabras del santo Job, no solo en este lugar,sino
sos 24,25,26, 27 y 28: en otros innumerables.
Quatuor sunt mínima ierrae, el ipsa suntsapien- El que quisiere, gastando poco tiempo y logrando ma
íiora sapientibus. cho estudio, averiguar con todos sus números los años
Formicae, populus inprmus, quipraeparat in mes- del nacimiento de Job y de su vida, y gozar en pocas
te cibumsibi: hojas exactísimo comentario y paráfrasis del Litro del
Lepusculus, plebs invalida, qui collocat inpetra santo Job, lea el mucho más que precioso tesoro que,
cubile suum : con nombre de Annalcs, escribió desde la primera ni
Regem locusta non habel, el egreditur universa per ñez del inundo hasta la venida de Cristo, el incompara
turmas suas: blemente docto, el inimitablemente erudito, reverendo
Stellio manibus nilitur, el moratur in aedibus re- padre Jacnbo Saliano, de Aviñon, hijo del glorioso pa
gis. triarca san Ignacio de Loyola; el primer tomo (a). ¡Olí
No hay escrita cosa de las langostas, que se pueda apli cuál, oh cuan sublime escritor! En no haber prose
car á la guerra, sino esta, en que dice la Sagrada Es guido desde el año de la redención del mundo, mucho
critura que no teniendo rey, marcha en escuadrones ledebe el nombre del eminentísimo cardenal Biruuio;
tan inevitables, que ninguna cosa los resiste ni los de y más le debiera el mundo á él, si lo hubiera escrito.
tiene. España, en la recusación que ha hecho al eminentí
Todo el mayor y más culto esfuerzo de la lengua simo Cardenal acerca de la venida de su único patrón
latina se remató en decir Virgilio del caballo : Santiago, y del reino de Sicilia, escogiera por acom
Slalsonipes, ac fraena ferox spumantia mandil. pañado, con segura esperanza de su justicia, al padre
Saliano; siendo francés (aunque habiade pasear lame-
Y en otra parte : moria por las vísperas sicilianas)^ asistiéndole la emu
Quadrupeianle putrem sonitu quatit úngula campitm.
lación antigua deslas dos naciones : porque el ser re
ligioso de la compañía de Jesús, en todas las naciones
Esto no pasa de un pulido rasguño y de curiosidad es antídoto á las populares dolencias y al contagioviil-
estudiosa. gar. Aquella alta y soberana doctrina de su instituto,
Mi Lucano, que en ingenio, agudeza y sentencias no violentando la naturaleza, la perficiona ; y aquella
éticas y políticas excedió, no solo á los poetas, sino á regla, nivelada por la cruz de Cristo, siempre recta,
los historiadores y oradores (pues, habiendo tenido no consiente vuelta á pasiones, ni desigualdad en las
tantos ladrones como lectores, que se han enriquecido lincas que á la utilidad común tira derechas é iguales
con su robo, siempre podri con el caudal que añudan desde su centro á toda la circunferencia del mundo.
sus palabras enjoyar á otros muchos), en el libro ív de Ya que nodecimos cuan diferentemente escribió Sa
la eterna Pharsalia suya, habla del caballo, aunque en liano que Baronio, ños contentaremos con decir, vien
diferente ocasión, que parece algo á esta inimitable des do cuino ha escrito, cuan diferentemente escribiera.
cripción de Job : Lo mejor no es reprehensión de lo bueno, sino venta
ja, como el esplendor del sol á las estrellas.
Quippe ubi non sonipes molus clangore tubarum
Saxa quatit pultu, rígidos texanlia freno»
Ora lereni, spargitque jubas, el surrigil aurcis,
Ineer loque pedum pugna! non store tumultu.
Fessa jaeel eervix, ¡itmanl sudoritus artus ,
Oraque projeela squalent arentia lingun. JOB.
Peclora rauca gcumnt, qiíae creber anhelitus urge!.
El defecla gravis hngé trafiil ifia putsus , ¿POR QCÉ BLASONÓ DIOS EN LA JUNTA DE SUS HIJOS, DANDI-
Siecaque sanguineis duresiil spuma túpala.
SÉ I1ALI.Ó SATANÁS, LAS VIRTL'UES INCOMPARABLES DE
Jamque gradum ñeque verberibus, stimulisque coaclf,
ft'ec, qnamvis crebris jussi calcaribuí addunt, SU SIERVO JOB?
Vulneribus coguntur equi. ¿QUÉ FIN TUVO EL ESPÍRITU SANTO EN PERMITIR Á LA ENVI
DIA DE SATANÁS TAN ULTIMADA Y UNIVERSAL T LARCA
Julio Scalígero (que en su Poética censura con el PERSECUCIÓN CONTRA JOB?
odio á la nación española, no con el juicio) por esta
abundancia llama á Lucano demasiadamente ambicio Dos fines universales tuvo Dios en esta formidable
so, y snpérfluo con ostentación sobrada. No de otra calamidad de Job :
manera murmura el mendigo invidioso la opulencia El uno respecto de la enseñanza de los hombres, ca
del rico. Ladren contra Lucano los Scaligeros, hijo y lificando la condición del amor que se le debe.
padre; que antes se quebrarán los dientes que se los El otro mira á la exaltación de los trabajos y hu
hinquen. Oigamos al gran Severino Boecio, en su Con mildad despreciada de su unigénito Hijo ; á los mar
solación, libro iv, prosa 6, cuyas son estas palabras: El tirios desapiadados por los tiranos en las vidas y en los
victricem quidem causam düs:viclam verá Catoni cadáveres de los santos, que le habian de alabar en la
placuisse familiaris noster Lucanus admonuit. ¿Quién
no se preciará más de tener por familiar á Lucano (de (n) Debite el folio 608 Intitúlase : Amales Eccjeaiastici Teleris
quien tanto se precia Boecio) que de discípulo de la Testamenti. Auctore Jacobo Saliano Arenionensi, Socielalis Jen'
estudiosa malignidad de los Scaligeros? l'ruesbijtero. Luletiae Parisiorum. u. pe. m.
JOB. 219
b*a de la espada y con las lenguas del fuepo. Atien ofrecía holocausto por cada uno. Decía : No acaso lu
da las continuadas persecuciones de su Iglesia en los yan pecado mis hijos, bendiciendo á Dios en sus cora
edictos de los emperadores, en las proposiciones blas zones. Esto hacia Job todos los días.»
femas de los herejes, discípulos de las pestes del peca
do, y plumas cuya tarea es trasladar y traducir á los CONSIDERACIÓN.
corazones mal atentos el veneno infernal , en que, sa
Hijos dignos de tal padre: tan hermanos, que tienen
inada con la libertad de los vicios, distilan muerte en
por alimento antes la concordia que la comida : junta
traje de alimento.
En esta historia litiga su propria y antigua y sobera- la mesa los que dividieron los partos. En diez no hubo
un Cain, cuando en dos solos hubo uno que quiso ser
n hidalguía la divina Providencia, á quien pretendió
solo. No se acuerdan las tres hijas desús dotes, ni los
empadronar (en nombre de los demás villanos á Dios)
tres hijos de las herencias : aliendeu al amor, y no al
Satanás, porque pagase pecho como ellos á los bienes
caudal. La arismética los cuenta muchos , la vista los
delatíerra, de quien no apartan su asistencia y espe
ve diferentes, la paz uno. Los días, que todo lo apar
ranzas, sin hacer más caso del cielo, que cuando opor
tan, los juntaban á todos cada dia. David dice que esta
tuno los asiste con lluvias y calor para la abundancia
era obra de Dios, «que hace habitar en una casaá los
de sus cosechas temporales; pretendiendo que con to
das sus estrellas sirva puntual y tasado ásu codicia. Al de una misma costumbre».
iin, enjuicio contradictorio en todas instancias, des ¿Qué, pues, temía Job, que los enviaba á santificar,
pacio la ejecutoria de su nobleza , en posesión y en cuando parece debiera bendecirlos? Habían quedado
propriedad, la eterna Providencia. los convites con malos resabios desde aquel que hizo
la serpiente á Eva, y contagiosos desde el que hizo
TEXTO. Eva á Adán; y duran más los ejemplos que las cos
«Hubo en la tierra de Hus un varón, cuyo nombre tumbres. Poco he dicho : los ejemplos mudan lasque
era Job; y era aquel varón simple y recto y temeroso ludían, introducen las que quieren. De aquí se derivó
deüios, y que se apartaba de mal. Tuvo siete hijos y el convite de Baltasar, donde el sacrilegio de profanar
tres hijas. Tuvo en sus posesiones siete mil ovejas y los vasos sagrados del templo, bebiendo con ellos á
tres mil camellos, y quinientas yugadas de bueyes, y dos manos, castigó Dios con dos dedos. De aquí el
quinientas bestias de labor y de carga, y muy numerosa banquete de Herúdes, adonde fué precio á los pies do
fiínilia; y era aquel varón grande entre todos los prín una ramera la cabeza de san Juan. En aquel los cogió
cipes de Oriente.» Dios de manos á boca, en este de pies á cabeza. El
más sagrado convite que vieron la tierra y el cielo fué
CONSIDERACIÓN. el de la cena de Cristo ; y cuando Dios y Hombre sa
Las plumas que Dios dedica á escribir las memorias cramentado se entraba por las bocas de sus discípulos,
de sas siervos, primero hacen mención de sus virtu se entró Satanás en el corazón de Judas.
des ; bienes espirituales que de los de naturaleza y Las pendencias, las desórdenes, las porfías , los
íortuna : estos son tan peligrosos , que si no se afian excesos, las enfermedades feas, los vicios vergonzosos,
zas en aquellos, se vuelven males. La atención bien consecuencias han sido y serán siempre do los convi
informada no pudiera leer sin susto relación que em tes. Por esto dijo el Espíritu Santo : «Mejor es ir i la
pozara por tanta opulencia y grandeza. La felicidad hu casa del llanto que á la casa del banquete.» Por eslo
mana adolece de contagio de vicios que la son palíen se prevenía Job á santificar á sus hijos, no por Incul
le: soberbia, ingratitud, avaricia, envidia : pestes del pa, sino por el peligro y disposición para ella.
mondo, y tales, que antes se buscan remedios puraque Madrugaba á ofrecer holocausto porcada hijo suyo,
« peguen y no se despeguen, que para que se curen y en el dia que convidaba á los otros.
¡« aparten. Por esto empezó este libro diciendo era Adelantábase muy do mañana al mediodía, porque
Job varón simple y recto y temeroso de Dios, y que es mejor preservar del mal que curarle. El prevenir
«¿parlaba de mal ; y para que, cuando se leyese tan fe no es arte de perezosos ; negar los ojos i\ sueño y dar
cunda sucesión, hacienda tan gruesa, tan espléndida los ala tentación, no es tanto dejar de dormir como
familia, descansase el discurso de las amenazas de la dejar de ser ciego : hacer que los ojos sean para lo que
prosperidad y de las temerosas conjeturas que oca- son, que es ver, es restituirlos, no violentarlos. Cuan
sima la abundancia y la grandeza, mal acondicionada do despierta el cielo, el que duerme quiere ser noche
f peor avenida con la paz de la conciencia. Son los de sí mismo, á pesar del dia. David, en el salmo c,
bienes de la tierra tan achacosos, que sin aquellas vir- en que refiere el desvelo con quo asistía al oficio de
Wes no se pueden tener sin peligro, y con ellas se rey (expurgando de su lado ministros sospechosos, y
pueden perder con ganancia. Uno y otro veremos en limpiando sus oidos del asco de las lenguas murmura
feo. doras, que con la adulación, el odio y la invidia tra-
ginan muerte), en el verso últimodice: Inmalutino in-
TEXTO. ter/iciebam omnes peccatores lerrae; lo que vuelvo
«Ysus hijos se convidaban unosá otros recíproca Pagnino, según el rigor hebreo: Singulo mané succi-
mente, un dia en la casa del uno y otro en la del otro, debam impíos terrae; en nuestra habla: «Al amanecer
wsia que dando la vuelta, se cumplía el número, pa acababa ó a'rrancaba todos los pecadores de la tierra.»
ludo el banquete cada uno á los otros en su dia; y Claro está que no los daba muerte corporal á todos;
convidaban ¿ sus hermanas para que comiesen y be madrugaba á prevenir que su maldad no pudiese ser
biesen con ellos. Y luego que acababa la rueda de los dañosa á otros, ni ocasionarlos ruina ó muerte. Impe
«untes, Job los sanliücaba ; y madrugando con el dia, dir el ejercicio de la malicia, lo¿ furores de la sober
220 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bia, la rabia de la envidia, la voracidad de la avaricia, que oyendo la ruina del que invidia ó aborrece, dicet
es quitar la vida á los malos. A esto madrugaba el celo «Bendito sea Dios, que me quitó este enemigo de delan
de-Job en la dirección de su familia, á esto David en te,» pecando alaba á Dios. Y el que viendo doliente ú
la administración de su reino. Buen rey y buen padre, su hermano mayor, á quien sucede, si mucre y le he
apuestan con el sol en desterrar tinieblas, en diferen reda ofrece áDios sacrificios, ¿qué otra cosa hace?
ciar las cosas, en aclarar los caminos, y en descubrir Aun los idólatras tuvieron noticia y horror deste mo
malos pasos y despeñaderos. El que no lo bace, confe do tan sacrilego de pecar. Aulio Persio, en la segunda
derado está con la noebe, afecta el séquito de las aves sátira :
nocturnas, y desperdicia sus audiencias en voces de Illa síbi inlrorsüm, el sub linguti immurmurat: 0 ti
mal agüero. E liullíl ptilnti pracclarum fumi! El, 6 ti
Dice Job que se desvelaba en bacer tan continuos sa Sub rastro crepel argenli mihi sena deliro
crificios, por si acaso sus bijos, habiendo pecado, ben Uercule ! pupillumve ulinam, quem proximus h'aeres
Impelió , expungam ! Kamquc esl tcabiostts, el acri
decían á Dios en sus corazones. Hile tumel. Nerio jnm tertia ducittir mor.
Ha hecho dificultad á todos el pecar y bendeciráDios Hace sqneté ut poseas, Tiberino in gurgile mrryls
en su corazón; pues la queja de Dios tan repetida por Uane capul bis lerque, el nociera Ilumine purgas.
Heus age, responde : mínimum esl quod scire laboro.
David siempre fué : «Alábame este pueblo con la boca, De Jove quid sentís? Estne , ul praeponere cures
y su corazón se ha alejado de mí.» Por esto los comen Hunc eviquam? Cuinam? Vis Staiot An sciüiel haeres ,
tadores entienden benedicere por maledicere. Hasta Quis potior judex, puerisve quis aptior orbis?
Pagnino, que vuelve rigurosamente la letra, lee male Iloc igitur, qtto tu Jotis aurc mimpellere lentas ,
Dic agendnm Slaio. Vroh Júpiter! O bene, clamet,
dicere. El Parafrastes caldeo : Et non oraverintin no Júpiter .' Al sese non clame! Júpiter ipse 1
mine Domini in cordibussuis. San Jerónimo y Los Se
tenta vuelven benedixerint. Y esto es conforme á la Nada le quedó por decir á Persio , ni pudo encender
letra tahrea ; porque la palabra -o-ai del texto quiere más la reprehensión celo gentil. Cuatro diferencias
decir alabar y bendecir , de yo, bendecir, saludar, deste género de pecar describió, y el cuidado religioso
alabar. ' con que se preparaba para agradará Dios. Severamente
Seguir la letra con san Jerónimo y con Los Setenta te pregunta : «¿Qué sientes de Dios cuando esto haces
ni es novedad ni atrevimiento, y menos faltar al res y dices; siendo maldades tan execrables, que si las dije
peto que se debe á tantos grandes expositores que si ras á Stayo, que fué el peor de los hombres, clamara á
guen la interpretación contraria, cuyas palabras reve Dios? Y ¿dudas que Dios, con quien lo obras y á quien
rencio. lo dices, clame á sí mismo?» Cuando lo abominó tanto
Pecar y alabará Dios en el corazón, entre los pe Persio , escritor idólatra, ¿qué haria el santo Job , te
cados es el más frecuente, porque apenas hay pecado miendo pecasen tan feamente sus hijos?
sin él; y oso decir que en este pecan los demás peca ¿Habrá habido algunos que por haber alcanzado su
dos. Hablase del poco, con este nombre, porque es venganza, ó logrado su envidia, ú satisfecho su ira, ú
tan interior y entrañado en el hombre, que solo el conseguido su pretensión deshonesta, hayan en su co
corazón y Dios, que le descifra , saben del. Ninguno razón dado gracias áDios de que todo lo que intentan
le oye de otro, y pocos no le atienden en sí. Por esto les sucede bien? Si deponen las conciencias, llega la
es el más peligroso , y noel menos descarado á la di maldad ¡i tanto , que no solo se arroja el pecador i
vina Justicia. eso, sinoá pedirá Dios que le ayude y favorezca para
Saquémosle á la vergüenza de los ojos y los oidos. Se ofenderle. Que lo han hecho algunos, se puede leer;
pa el corazón humano el veneno que alberga; para que si lo han hecho muchos se puede sospechar.
despida tan alevoso huésped, yno solo se desembarace, Temia Job que viéndose sus hijos muchos y aunados,
sino que con David, en el salmo l, pida á Dios «que le y muy poderosos en hacienda y familia, no diesen gracias
crie limpio de nuevo.» No quiere menor medicina su á Dios y le bendijesen porque los habia multiplicado en
contagio. todo; y con tal conformidad, que nadie podrá oponér
Pecar y alabar á Dios, es no conocer á Dios ni al seles ni resistillos: género de amenaza facineroso. Te
pecado. ¿Cuál ignorancia se iguala á no conocer uno mió que viendo la abundancia de sus mesas, bendijesen
lo que hace ni á quién le hizo? Diónosle á conocer el ;¡ Dios en su corazón por habérsela coucedido, y que
Espíritu Santo cuando dijo : (!) « Quien ofrece sacrifi pecasen en la templanza de los banquetes, de donde
cio de la sustancia de los pobres, es como el que sacri- se resbala en todos los delitos. Y por esto madrugaba
iica el hijo á su padre.» ¿Veis aquí al que peca, y alaba á ofrecer holocausto por todos, y á bendecir al Señor
y bendice á Dios? Peca quitando la sustancia á los con los sacrificios, porque no permitiese que sus hi
pobres; alaba á Dios y le bendice, ofreciéndole sacrificio jos pecasen, y sin conocer su pecado ni á él, le bendi
della. ¿Qué hace este? ¿Qué? Degollará Dios en su jesen en sus corazones. Enseña Job á los padres lo que
presencia sus hijos en los pobres. Poco he dicho: sa baiule temer en sus hijos, y que sus mejoras se ase
crifica al mismo Cristo. El dijo: «Lo que hicicredes guran en Dios con las oraciones y sacrificios mejor que
con uno destos pobres, hacéis conmigo.» con sus consejos ; que no solo se ha de temer en los
El usurero que hace decirmisas de salud al enfermo, hermanos la discordia, sino la unión; que los banquetes,
á quien con mohatras compró su hacienda (Je por vida, aunque sean tan parientes, pueden ser municiona to
¿qué otra cosa hace sino pecar y bendecir á Dios? El dos los vicios. Tndos bendicen la comida al principio,
pocos con ella bendicen á Dios al fin. A más han sido
Ki) Qoi offert sacriflrlom ex nnhstantia pauperum, quasi nal mortaja los manteles que las sábanas. Las malas cos
victimat lilium in conspeclu patrissui. tumbres de los convites tienen manchadas con sangro
JOB. 221
las historias, disfamado el seso y desacordada la me ¡Oh cuánto precia Dios un buen siervo ! Parece que
moria y mojado el entendimiento : no hay sentido que blasona el tener á Jub y que hace grande aprecio del,
do desquicien. Tanto debe la muerte á los banquetes jactándose, digámoslo así, de sus virtudes. Las pa
como á las batallas. Ellos multiplicaron las medicinas, labras son magníficas y llenas de inestimable ponde
los remedios y los médicos, inventando enfermedades ración. Decir que no había en la tierra otro mejor, ó
voluntarias. Muchos acaban de comer con diferentes que él lo era, fuera mucho menos que decir que no
costumbres que empezaron : pocos son uno mismo en tenia semejante, porque esotro ya se medía, segun
un banquete ; á más platos y más tazas es otro. Los masó menos; empero no tener semejante excluye aun
brindis son transformaciones líquidas. ¿Qué no desha remota comparación.
cen en quien los hace? Y siendo ingratitud, es bien Dios nos enseña en todo lo que hace y dice. Apren
quista. Ved si son muchos los temores que á Job le damos del á estimar un buen criado, y juntamente
desvelaban, y si debía temer que tanto aparato de cómo ha de ser, para que el señor ó el príncipe se
peligros introdujesen tan abominable pecado en sus precie do tenerlo. Simplex , simple ; esto es , verda
lujos. dero, no doblado, no engañoso, no lisonjero ni en
TEXTO. vidioso ni soberbio; porque todos estos venenos son
partos de la mentira y nietos de la duplicidad. Ha
o Empero, como un dia viniesen los hijos de Dios de ser recto, para que la caridad sea bien ordenada
para asistir en su presencia, también estima Satanás y la justicia bien distribuida ; para que esta no ad
entre ellos, á quien dijo Dios : ¿De dónde vienes? Res mita la persona de alguno, y aquella las admita to
pondió: Cerqué la tierra, y andúvela toda. Díjole Dios: das : con esto la caridad será ajustada y la justicia
¿Acaso consideraste á mi siervo Job, que no tiene se caritativa. Parece que en estas dos palabras se abrevia
mejante en la tierra , hombre simple y recto y teme todo ; empero, como simplicidad y rectitud no se pue
roso de Dios, y que se aparta de nial? A esto respon den adquirir ni conservar sin el temor do Dios, por
dió Satanás: ¿Por ventura Job teme á Dios de balde? eso añade : Et timens Deum, «Y temeroso de Dios.» Si
¿Acaso tú no le prosperaste y fortaleciste á él y á su este temor no precede, no se alcanza; si no se sigue,
casa, y á todas sus cosas en contorno? ¿No bendijiste no se mantiene.
las obras de sus manos, y su posesión creció en la El temor de Dios es principio de la sabiduría, y
tierra? Mas si quieres, extiende un poco tu mano, y ella fué el principio de lodo; el temor de Dios es
toca todo cuanto tiene, y verás si te bendice en tu el vientre donde el amor de Dios se concibe ; y aun
cara. Dijo pues el Señor á Satanás : Ves aquí que dejo la Madre pulchrae dileclionis, la Virgen María, temió
en tu mano todos sus bienes; solo no la extenderás en para concebir á Dios. ( — Colígese de las-palabras del
su persona. Con esto se partió Satanás de la presencia Ángel: Netimeas , Alaria, «No temas, María;» cierto
de Dios.» es que tuvo algún temor. El gran padre san Agustín,
en la homilía xliv del tomo x, sobre estas palabras di
CONSIDERACIÓN.
ce : Non timeas acuitan libidinis , sub tantae umbrá
Este dia en que delante de Dios vinieron sus hijos, culo sanctitatis. Fué menester leerlas de su pluma
le llama el Parafrastes caldeo «dia de gran concilio.» para no extrañar las dos palabras acslum libidinis.) El
Hasta en esto se pareció Job á Cristo, representándole. temor fué de Dios y para Dios y por Dios ; y fué que
Júntase concilio grande para su pasión, como se había ; las palabras todas de la salutación por nunca oídas,
de juntar para determinar la de Jesús ; y como allí fué i y la embajada en su retiro sacrosanto por no aguarda-
Satanás, vestido del corazón de Judas, el instrumento; ! cía , y el embajador, la asustaron ; el voto de perpetua
lo fué en Job, hallándose en este concilio delante de virginidad ofrecida á Dios, y la purísima clausura, y
Dios entre sus hijos, que así llama sus criaturas. (a palabra «bendita entre las mujeres», hasta su sobera-
Dícele Dios á Satanás : «¿De dónde vienes?» Poco di ¡ na entereza y en los propósitos de su purísima alma,
ferente pregunta de la que hizo Cristo á Judas : «¿A qué ! pudo congojarla por haber renunciado todo lo que es
bas venido?» Tres preguntas de Dios hallo tan confi i mujer en la naturaleza. Esto juzgo que temió; y colí-
nes, que parecen una. La primera fué á Adán: «¿Dón ¡ jólo de que el ángel, que la dijo que no temiese, fué
de estás, Adán?» La segunda en este capitulo á Sata amaneciendo toda la oscuridad destos puntos, hasta
nás: «¿De dónde vienes?» La tercera á Judas: «¿A en el modo y las circunstancias. ¡ Gran prerogatíva
qué veniste?» Todas tres fueron preguntas y respues del temor de Dios, haberle tenido la Virgen antes de
tas. Preguntar Dios al que pecó primero y para tocios, concebirle!
que dónde estaba, fué responder que fuera de su gra Quiero quitarle al temor de Dios el ceño que tiene
cia. Preguntar á Judas Iscariot : ¿A qué veniste? fué en el vocablo ; pues todo temor presupone tristeza y
decir de discípulo á enemigo, de apóstol á traidor. congoja. No tuvo noticia desta casta de temor Aristóte
A Satanás: ¿De dónde vienes? que de calumniar al les, ni aun , con su divinidad usurpada, Platón. Esta es
tribunal en que siempre acusa. Vese en que respon- doctrina de rey, no de filósofo. Coronémosla en David,
dió-por otras palabras lo mismo: «Rodeé la tierra y óigase con majestad. No solo no es triste y congojado
peregrinóla.» Después que perdió el cielo, y en la ser el temor de Dios, sino alegre ; y de tal suerte, que solo
piente que le arrebozó fue condenado á comer tierra, el corazón que se alegra es capaz del. Dícelo el santo
la tiene por alimento; y por tarea el escudriñarla. Profeta, salmo lxxxv, v. 11 : Laetetur cor meum ut
Dicele Dios : «¿Consideraste á mi siervo Job, que timeat nomen luum. Alegrarse el corazón para temer,
lio tiene semejante en la tierra, hombre simple y es proposición que juzgará paradoja la Academia y el
recto, temeroso de Dios, y que* se aparta de mal?» ' Pórtico; y los que me vieren entender estos lugares á
222 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
diferente luz, me notarán de temerario. Yo sigo á los y aumentaste sus posesiones propicio? ¿Qué mnclio
Padres por diferente vereda: sendas que se apartan, «que te sea reconocido? Mas si quieres ver cómo lo es, y
•conducen á Un propio fin ; cada uno escoge el vbje con lo que en él tienes, suspende tus favores: tócale con la
forme á su aliento. Yo , que no puedo volar como los pérdida de loque largamente le has dado, y veremos
doctores sagrados, ni vencer las cumbres con la dili cómo te bendice en tu cara.»
gencia de los pasos, hago mi jornada arrastrando, y No pudo descararse Satanás con Dios con más atrevi
busco el camino por donde más leve y fácil pueda res da "disolución que dar á entender que Dios por sí no es
balar mi humildad. Defiéndome con las palabras de san amable, y que á intercesión de los bienes de la tierra
Bernardo, que pronunció en su defensa: Judicabor que da, es reverenciado, y que la hacienda y las po
superfluus, aut praesumptor , quod videlicét post Pa sesiones le compran el séquito y el reconocimiento.
ires, quihunc ipsum locum plenissimé exposuerunt, Provocó á Dios ú volver por la honra de su amor y de su
rursus in eodem novus Expositor ausus fuerim mitle- siervo. Alábase un hombre particular de que tiene un
re manus. Sed si quid dictum est post Paires, quod amigo fiel y que le asiste ; y si le dicen que bien lo de
non sit contra Paires , nec Patribus arbitrar , nec cui- be á lo que por él hace , se siente , porque le atribuyen
quam displicere deberé. Cuando estas palabras me ex la amistad á sus dádivas, ynoá su persona y parles.
cusen de seguir diferente senda, y no contraria, me Tiene punto el pecado , siendo rematada afrenta; y si
mostrarán culpado de pretender que las razones que un lascivo, que se honesta con nombre de galán, se
son en favor de tan ilustre doctor y tan gran santo, lo jacta de que una ramera le favorece y quiere bien, y
sean en el mió. El sol que cria el oro , no tiene por in le replican que lo agradezca á las dádivas y jcas y ga
dignidad de su luz el cuajar en el proprio cerro la bas las que la da, se afrenta y niega su liberalidad, por
tardía del cobre. Proseguiré, cuando no absuolto, pre mantener su persona en méritos de querida por sí. ¿Y
venido. atrévese Satanás á tocar á Dios en que si tiene un buen
El temor confieso con Aristóteles en el libro 11 de siervo, no es por su inmensa bondad, sino por lo que
la Retórica, que es Ex imaginalione futuri mali le da de hacienda y posesiones, familia y hijos; y osa
corruptivi , ac dolorem inferentis ,perlurbatio quae- remitir su blasfemia á la prueba de que, quitándotelo
dam, ac dolor ; y que con todas sus propriedades el que le ha dado, verá que por el interés proprio lees-
temor excluye alegría. Y aun se conoce mayor oposi taba reconocido?
ción en la división que del temor hace Juan Damasceno, Díjole Dios : «Yo dejo en tu mano todos sus bienes;
libro ii, capitulo 15 : Timor dividilur in sex : in segni- solo no la extenderás á su persona.»
tiem, erubescentiam , verecundiam , admirationem, Satanás destruye todas las cosas en que pone la roa
sluporem, et agoniam ; mas esto es verdad en el temor no, y solo tiene manos para destruir. Nada deja Dios en
humano, que excluye toda alegría y no puede estar su mano que no se pierda. El demonio cuenta por bie
sin tristeza. Y por la misma causa el corazón se ha de nes solos los deste mundo, que no lo son; Dios las vir
alegrar para temer á Dios , porque quien teme á Dios, tudes, que solamente son bienes.
no teme nada; y como para temerle se han de excluir Desta verdad mucha noticia tuvo Séneca ; mayor
todos los temores del mundo, y quien se desembaraza Epicteto. Vivieron en el tiempo que los apóstoles vi
de temores, se limpia de tristezas,— alégrase y queda vían : estudiaron esta doctrina en las acciones de los
capaz del temor de Dios , que excluye los demás mie primitivos cristianos; fueron sus ojos discípulos de sus
dos, con que rescata de agonia el corazón que le admi persecuciones y cadenas ; oyeron su sangre, que desde
te. Decir David: «Alégrese mi corazón para temer el la de Abel hizo oficio de lengua y articuló voz der
nombre del Señor, » fué decir : Arroje de sí mi corazón ramada en los mártires.
en los demás temores la tristeza y estupor y agonia, pa Ya estamos en uno de los dos fines deste libro, que
ra que esté dispuesto á recibir el temor de Dios. Que fué que Dios es amado por sí; y que los que son sus
en Job el temer á Dios hiciese este efecto literalmente siervos tienen en precio solo su temor y amor, no solo
como David lo escribe, presto lo verificaré con sus obras no teniendo por bienes los de naturaleza y fortuna, si
y palabras. no despreciándolos por carga y embarazo. Teatro es
' Añade el texto al temer Job á Dios : « que se aparta este capítulo de la contienda entre Dios y Satanás, re
ba de mal.» Los Setenta leen: Ab omni mala re. Te mitida la victoria á la paciencia de Job.
mor que quita todos los temores, y en cada temor las Es la paciencia el valentón del alma, y tan hazaño
seis enfermedades que enumeró Damasceno , torpeza, so, que vence con lo que padece, como otros con lo
afrenta , vergüenza , admiración, asombro y agonia, que hacen padecer. Era Job santo á prueba de prospe
¿de qué cosa mala no rescata, pues no hay pecado ridad y riqueza , batería que más ofensiva es á la virtud.
que no traiga consigo una deslas cosas , ú todas ; y Quienes simple y recto siendo poderoso y opulento,
esto es lo más frecuente? ¡ Dichoso el señor que tuviese poco riesgo tiene en la calamidad. Esto alcanzó Séneca,
siervo que, por ser simple y recto y temeroso de Dios, y y lo dijo en la consolación á Helvia: Neminem adverso
apartarse de mal, pueda blasonar que le tiene ! Este es fortuna comminuit, nisi quem secunda decepit. Des
y será la mejor alhaja de los príncipes ; solos estos bie pués dijo lo mismo san Agustín: Nulla infelicitasfran-
nes ha de estimar en su siervo. Así lo hizo Dios, para git, quem nulla felicitas corrumpit.
que lo bagamos así. Pues si ninguna adversidad vence al que ningún*
Empero Satanás con igual desvergüenza y malicia prosperidad engaña, y á Job la felicidad no le engañó,
respondió: «Si Job teme A Dios, ¿acaso témele de bal mal suceso tendrá el intento de Satanás. Bien sabia el
de? i Tú no le prosperaste á él , y fortaleciste su casa y que el hombre en honra no entiende (Homo cum **
todas sus cosas? ¿No beudijiste las obras de sus manos * honore esset,non iutellcxit), y que entonces pierdeel
JOB. 223
entendimiento; y qae en la afrenta y el trabajo se cono que preñada del, parió á los demonios ; en que alude a
ce y se restituye á su razón. Más sabia Snlanás que Sé la significación de Lilith, «noche y demonioy lamia y
neca, no ignoraba esto; empero por la falta de la-gracia, espanto.» Fué maldito discípulo de los rabíes.
su entendimiento no asiste ú la verdad, sino al abor
recimiento. La trampa que más logra.su fullería más CONSIDERACIÓN.
cierta es la buena dieba. Siempre anda quejoso de los Es Satanás tan desaladamente estudioso de gravá
trabajos y escarnecido de la miseria y vencido de la po menes en las persecuciones, que para las de Job esco
breza, y huyendo de los perseguidos, con tanta infamia gió el dia del más célebre convite, por ser en la casa
como los que persiguen. Su malicia no se desalienta en del hijo primogénito. El nunca hizo nada; para referir
loqnesabe; por eso la ejercita en lo que teme. Quitar sus acciones se ha de referir loque deshizo. No secon-
poder y riquezas y abundancia y felicidad en iodo al tenló con las calamidades; quiso que el oirías fuese más
hombre para que se olvide de Dios, siendo estas cosas penoso queel padecerlas. Llegóel primer mensajero con
lasque más le borran de su memoria, delirio patuca la pérdida de los bueyes y bestias; y estando aun hablan
del diablo. Diganos el suceso qué nombre merece. do, llegóel segundo con ra pérdida de las ovejas ; y no
habiendo acabado de hablar este, llegó otro con el robo
TEXTO. de los camellos; y sin dejar que este acabase, llegóel
cuarto con la ruina de la casa y la muerte de sus hijos
«Sucedió que como nn día sus hijos y sus hijas co y hijas, y total desolación de su familia. No le consentía
miesen y bebiesen vino en la casa de su hermano pri respirar de la una pérdida con esperanza de seguridad
mogénito, vino á Job un mensajero que le dijo: Los en las demás; inundábale de sustos, jorque le anegase
bueyes araban y junto á ellos pacían las yeguadas y bes el espanto ; encarcelábale el corazón en la congoja , ar
tias; acometieron los sábeos ; robáronlo lodo, pasaron rinconábale el espíritu en las clausuras de ansia porfia
«cochillo los gañanes y pastores; y solo yo escapé pa da; reservó á lo último el golpe más cruel en la muerte
ra que te lo contase. Y estando aun hablando este, vino de lodos sus hijos; porque cargando sobre sufrimiento
otro, y dijo : El fuego de Dios cayó del ciclo y consu combalido de los demás, miserablemente y sin remedio
mió las ovejas y los zagales , y solo yo escapé para que cayese precipitado. No se remató aquí el ingenio de la
te lo dijese. Y también, estando aun hablando aquel, invidia ; mas sutil veneno entretejió en todas las nue
vino otro y dijo : Los caldeos hicieron tres escuadrones; vas que le traían. No llegó mensajero que no le dijese:
acometieron ¿los camellos y se los llevaron, degollandoú «Degollaron á todos los pastores, guardas, gañanes y
los que los guardaban; y yosolo huí para referírtelo. Yaun criados; murieron todos; yo solo escapé para que te lo
estando hablando este, vino otro y dijo : Tus hijos y tus dijese.» No dice: «Fui dichoso en escapar yo solo;» ó:
hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su «Libróme Dios.» Todos dicen, cada uno de por sí, que
hermano primogénito; de repente se levantó un torbe escaparon solo para darle las malas nuevas, y no para
llino furioso de la región del desierto, y sacudió tan otra cosa. Los bueyes y las bestias le robaron y los ca
violento loscuatro ángulos de la casa, que arrancada de mellos; empero en las ovejas llovió fuego del cielo, que
sus cimientos, cayó sobre tus hijos, y los mató y sepul las hizo ceniza ; y la casa que dio muerte y enterró todos
tó en su ruina; y yo solo huí para contártelo. Entonces sus hijos, un huracán de viento, que vino de la región
se levanlóJob y rompió sus vestiduras, y rapada la ca del desierto, de repente la derribó. No quiso que le
beza, cayendo en tierra, adoró y dijo : Desnudo salí del afligiese la maldad de los robos, que no suponían el de
vientre de mi madre, desnudo volveré á él; Dios lo dio. lito en él, sino en los ladrones de Sabá y Caldea. Quiso
Dios lo quita ; como Dios quiso, así sucedió; sea el nom que viendo caer fuego del cielo sobre sus rebaños, y
bre de Dios bendito. En todo esto no pecó Job con sus que el viento (á quien solo Dios manda) le derribaba la
I; bios, ni contra Dios dijo cosa descaminada. » casa sobre sus hijos, se persuadiese que Dios mili
Advierto para la erudición, que el Parafrastes caldeo taba contra él, y que desconociese su mano, y cono
donde la Vulgata y el texto hebreo y Los Setenta leen' ciese la de Dios enojado en su castigo. Tal fué el aprieto
oAcomelieron los sábeos,» dice "raion NroSn Tfhh desta persecución, la disposición della tan habitada
acometió «Lilith, reina deZamargad.» Juzgo que fufi de malicia infernal, y tan solícita, no de congoja sino
pala epidictica (a) de la mente del Parafrastes ; como si de aborrecida desesperación, que la pluma rehusa,
dijera : «Acometió la furia que reina en Sabá ;» que eso atemorizada, el escribirla ; y referida, se padece con
es en el dialecto caldco Zamargad ; porque la voz horror.
rrVl significa «bestia uraña de la soledad, que habi Lo que Job hizo fué tan hazañoso, que Satanás no
ta el desierto,» y esto porque aulla de noche ; y ^b> de pudo sospecharlo de hombre humano, y solo Dios pudo
quien se deriva tuV}. significa «noche». San Jerónimo prometerlo de él. No dudó nada; no fué á ver si se ha
vuelve lamia, bruja; otros «ave que se sustenta del bía escapado alguna res, niá ver si en la ruina de su
viento», otros «bestia que sale con la noche», otros casa algina parte della guardaba algún hijo suyo vi
«furia», otros «demonio silvestre», otros «ave que vo, ó si alguno herido podia guarecerse : cosas que en
vuela de noche» ;Pagnino,«írt¡;cm. Deque se coligeque semejantes fracasos suelen suceder; ni acudió luego si
significa en todos los intérpretes cualquier espanto ó quiera á enterrarlos como á hijos difuntos, ni á descu
visión nocturna, y que en ningún autor es nombre pro- brir y poner en salvo los vasos y preseas y hacienda quo
prio de reina ni de alguna persona. Hasta Mahoma en el estaba sepultada en tierra y'leños. No era culpa dudar
Alcorán, entre todos sus^mbustes, dice que Adán an calamidad tan prodigiosa ; irá ver si había quedado al
tes de Eva tuvo otra mujer , que se llamó Lilith, y go, prudencia era ; acudir el padre, si no á socorrer, á
enterrar todos sus hijos, religión piadosa. Todo lo ere
(o) Exornara, poética.
224 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
yó Job, porque erasíntpfe. Acudió antes ú alabar á Dios, Estas palabras dijolas el filósofo con los labios , Job
que á sus pérdidas y difuntos, porque era recto. No te con las obras. Todo esto pronuncia la acción referida.
mió perder lo que la solicitud humana, si acudiera, Paciencia tan generosa, tan liberal resignación en Dios,
podia restaurarle , porque solo era temeroso de Dios. '■ sentimiento tan cortesmente santo, queja tan inflama
Apartóse de todos los medios y diligencias mortales, ' da de amor, no es de casta de conocimiento gentil. Ha
porque se apartaba de mal. Y con esto aun en lo que bló el idólatra el silencio del texto; viole como los es
no hizo verificó el blasón suyo, en que se empeñó Dios, toicos, y dijo lo que coligió. Séales premio á Séneca y á
diciendo : «Era varón simple y recto, temeroso de Dios él que suplen con sus plumas parte de comento á libro
y que se apartaba de mal, y que no tenia semejante cu tan sagrado, y con cláusulas en que se conoce inte
la tierra.» Quien fácilmente cree las desdichas, niaven- rior medula de su mente, dignas de que cada dia las
tura ni desprecia el crédito. Quien le gasta en persua pronuncien afectos católicos. Ya hemos visto las accio
dirse felicidades, se burla y le malogra. ¿Quién es el nes donde estáu sin voz : veamos las palabras donde es
temerario que en esta vida se atreve áser dichoso, sin tán con ella.
tener primero tragada y presupuéstala persecución y Y dijo Job : «Desnudo salí del vientre de mi madre,
la muerte? ¿Quién tiene cosa, que otro, si es de esti desnudo he de volver. » En esto mostró su simplici
ma ú de honra, no la codicie para sí? ¿Quién, acecha dad y su verdad. Confiesa que á la vida nada trujo;
do desta envidia, la tiene segura? Poder y hereda que nació desnudo , y que solo los ojos sacó cubier
mientos, puestos y dignidades, son engaños opulentos tos, mas fué de llanto. Reconoce lia de morir como na
y mentiras magníficas. Muchos pueden tenerlos, dete ció ; que el patrimonio de la naturaleza es pobreza y
nerlos pocos. Son como la vida, que desde que se em lágrimas; que el de la vida es trabajo y dolor, que el
piezan ágozar, se empiezan á perder. Adquiérense con de la muerte es ceniza y gusanos. Quien considera có
afrenta, póseénse con trabajo , piérdense con dolor y mo nació, vive como ha do morir; desembaraza la hora
déjanse con arrepentimiento. Los que Dios da, ó son postrera, sabe que todo es empréstito y nada propriedad.
prueba del ánimo ó ejercicio de la virtud ; los que qui Atiende como deudor á la paga , no como dueño al do
ta, alivio, rescate y premio. El tesoro es tentación rica; minio. Aquel aguarda al acreedor reconocido, este le
solo quien le desprecia le merece. Las desdichas, las teme ingrato.
prisiones, pérdida de hacienda, de la casa y de los hi Añadió Job : « Dios lo dio, Dios lo quita.» Muéstrase
jos, llámase desgracia, y es antidoto al veneno del cariño recto y justo. Él le dio los ganados, la familia, las po
con que se tienen. Veámoslo en Job y oigámoslo de su sesiones, la casa, los' hijos. Estos le quitó el viento
boca. tempestuoso; el fuego, las ovejas; los ladrones, los
Luego que oyó la tragedia universal de todas sus bueyes y los camellos. A todos los reconoce por co
cosas y familia, en que fueron interlocutores ladrones, bradores de Dios, pues sin hacer mención dellos, dice
el fuego del cielo y huracanes, se levantó y corlándose que Dios se lo quitó. La comisión de su divina Pro
e! cabello, se arrojó en la tierra y adoró á Dios, habien videncia reverenció igualmente en los ladrones que
do rasgado sus vestiduras. De cuanto tenia, sola su per en el fuego del cielo. No repara en quién son los ejecu
sona había quedado en pié, y él la derriba. No le que tores, sino de quién lo son.
daba otro ornamento sino el cabello, y él so le corta ; ni Prosigue en la versión de Los Setenta, que no está en
otro abrigo sino el vestido, y él se le rasga para adorar el texto hebreo, ni la leen san Jerónimo, Pagnino ni
á Dios y darle gracias, no por ceremonia de sentimien el Parafrasees : «Como Dios quiso, así se ejecutó.» Es
to. Si tuvo alguno, fué de que Dios le hubiese quitado te parece consuelo que se da de que Dios, como él dice,
lo que él quisiera haberle ofrecido. Por eso le da lo que se lo hubiese quitado lodo, cuando él se lo quisiera ha
le queda cuando- le quitó lo que tenia. Quisiera que ber ofrecido. Esto es mostrarse temeroso de Dios; pues
lo hubiera recibido y no cobrádolo: ¡tanto amaba á Dios contra el rendimiento de su deseo se conforma con su
y tan poco á sus bienes ! Aquella que llama Séneca en el voluntad en haberle quitado los bienes con que, á sa
libro De Providentia : «voz animosa de Demetrio,» —el ber que los quería , le rogara.
título del i ibro la acusa errata, y d ice q ue fué de Job. Estas Descansa de todo con decir: « Sea el nombre del Se-
son las razones, que en una gran aflicción suyarefiereque ñor bendito.» Esto es apartarse de mal. El mal á que
dijo : aDeus imnwrtalis, de te quaeri possum, quód non el demonio queria llegarle y que se llegase , era á que
ante voluntatem tuam notam fecisti. Prior enim ad ca- no bendijese á Dios; y lo que aseguraba que haría con
lamitalem venissem, ad quam nunc vocalus adsum.v la licencia, que pidió para perseguirle, y con la per
Vis bona sumere? same, omniaá teaccepi. Visaliquam secución, fué que no había de bendecir á Dios; por
pnrtem corporisP sume. Non magnam rem promitto, que si le alababa, era por la prosperidad que le habia
citó tolum relinquam. Vis spiritum? Quid ni? milla m concedido ; y que. si se la borrase , veria cómo le ala
moram faciam, quominús recipias, quod dedisti; ávo- baba. Y al fin en total miseria alaba á Dios , y ben
lentcferes, quicquid pelieris. Quid ergó est? maluissem dice como merece su bondad ; no como solicitó su
offerre quám tradere. Quid opus fuit auferre? accipe- malicia.
rc poluisli; sed ne nunc quidem aufers : quia nihil eri- Ya verifiqué que Job fué simple y recto y temeroso
pitur, niti relinenti. Nihil cogor, nihil patior invilus : de Dios y que se apartaba de mal, en todo lo que no
nec servio tibi,scdassentio; eó quidem magis, quód hizo. Ahora se verifica que lo fué en todo lo que hizo
scio omnia certa, et in aeternum dicta lege dccurrcrc. y dijo.
Si scissem, ante cesissem (o). Esto modo de orar de Jolt perifraseo con otras pa
(«) Qocveoo varia completamente la lección, y ademas en labras del mismo Tertuliano (en el libro De Fuga in
Séneca se endereía toda i los diosa, inmortales. perscculione) : Dominuscsl, potcns esl : omnia illius
JOB. 223
sunt: ubi fuero, in manu ejus sum : facial quoá vult, es grande. No hay dia que sus hijos, ó ya los llamen án
non discedo : el si perire me volet , ipse me perdat, geles, no estén delante del ; ni Satanás puede escon
dúmme ego servo illi. Malo invidiamei faceré per derse de su presencia y juicio. Job no había cometido
voluntatem ipsius pereundo, quám bilem, per meam pecado en nada; así lo dice el texto. ¿De qué delitos
evadendo. ( Curemos una palabra con una lelra. Conó pues y de quiénes seria esta remisión? Pocos dias ama
cese yerro, en aquellas palabras : Malo invidiam ci fa necen que la inmensa piedad de Dios no loshaga de gran
ceré, que refiriéndose á Dios, se acusan de adulteradas. juicio y de remisión de pecados. Si esto no fuera, no
Yo leo : Malo invidiam mei faceré, repetida sola la m tuviera el sol para quién amanecer. Juntemos a esto
en que acaba el nombre invidiam, que engañado de la que, por la grande victoria que la paciencia de Job habia
final antecedente, hurtó ó la velocidad del amanuense tenido de Satanás,—para desempeño de loque Dios por
úla del impresor.^ su mayor gloria habia dejado en la fineza de su constan
Corona esta victoria el texto con tales razones : « En cia, era dia de hacer mercedes. Por esto en el dia pri
todo esto no pecó Job con sus labios , ni contra Dios di mero en que se determinó el contraste, solo le llama:
jo cosa descaminada. » «Dia de concilio grande ;» y en este, en que ya esclare
Las palabras que habló Job fueron solamente las re cidamente triunfaba Dios en su siervo Job, dice el Pa
feridas; y fueron tan reverentes y santas, que parece rafrastes que fué « dia de grande juicio, y de remisión
no necesitaban desta declaración de la narración. Y délos delitos».
yo las entiendo por encarecimiento de su paciencia y Cuan grave era el negocio que disponía Dios, se re
humildad como si dijera : En tan gran turbión de per conoce en estos dos consejos grandes, convocados en
secuciones, y en tropel tan injurioso de calamidades, orden á él. Tratábase de canonizar la justicia y verdad
aun con mover ó torcer los labios por el albedrío de la de la razón de estado (llamóla asi) de la divina Providen
naturaleza no se desmandó (ni en delgado semblante ni cia. Sabia Dios cuántos la dudarían , cuántos la habían
en suspiro) su constancia; ni permitió voz alguna á su de negar, y que esta incredulidad habia al amanecer el
inocencia, enmudeciendo basta los acentos con que mundo madrugado enCain, introducido la muerte vio
socorre al espanto la fragilidad humana, que no signi lenta en Abel , y que habia sido el primer estipendio que
ficando nada, son lenguas del susto. el pecado del padre primero cobró de su primogénito.
Esta opinión refiere de otros el Parafrastes hieroso-
TEXTO. limitano, como la refiere Fagio en defensa de la Vulga-
la : Alii sentiunt eum amicé, ac fraterné loculum fuisse
«Sucedió pues que en cierto día , en que vinieron Abeli, dissimulando odium, <¡uo facilius ipsum in rus
los hijos de Dios á estar en su presencia , y Satanás en pertraheret, atque ita incaulum ibi opprimerel: et
tre ellos, dijo Dios á Satanás: ¿De dónde vienes? El díxi'í Cain ad Abel fratrem suum: Veni, et egredia-
cnal respondiendo dijo : Cerqué la tierra y peregrinóla. mur in agrum. Et accidit, cum egressi cssent ambo
Y dijo Diosa Satanás: ¿Acaso consideraste á mi siervo in agrum, respondit Cain: iYon csljudicium, nec Ju-
Job, que no tiene semejante en la tierra, hombre simple dex, nec saeculum aliud, nec merecs bona projustis,
y recto, y que teme á Dios y se aparta de mal, y que nec poena pro impiis, nec Dei misericordia crcatus
todara defiende su inocencia? Tú me excitaste contra esl mundus, eó quód suscepta est oblalio tua cum be
él para que en balde le afligiese. A quien respondió Sa neplácito , mea vero non est suscepta cum beneplácito.
tanás diciendo : La piel por la piel, y todo cuanto tiene Respondit Abel, el dixit ad Cain : Est judicium , est
el hombre, dará por su vida; y si quieres verlo, alarga Judcx, estque saeculum aliud, merces ilem bona pro
tu mano, y toca su carne y sus huesos, y entonces ve justis, et poena pro impiis ; y por no ser prolijo en
rás que te bendice en tu cara. Dijo pues Dios á Satanás: referir, prosigue Abel desmintiendo en favor de la pro
Yesque le dejo en tu mano; empero guarda su vida. videncia de Dios á Caín proposición por proposición.
Habiendo pues Satanás salido de la presencia de Dios, lie citado estas palabras del Parafrastes, porque se vea
hirió á Job con Haga pestilentísima desde la planta del defienden la Vulgata aun los mayores enemigos (a) ;
pié hasta la cumbre de la cabeza. El cual con una teja pues del se colige do dónde la Vulgata y Los Setenta
se nía los gusanos, sentado en un muladar. Dijole su tomaron ocasión de escribir en su versión aquellas pa
mujer: ¿Aun permaneces en tu simplicidad? Bendice labras : Egrediamur foras, que no se leen en el hebreo,
á Dios y muérete. El cual la dijo : Como una de las mu y por eso no las vuelve Paguino. No sin mucha causa
jeres necias hablaste. Si recibimos los bienes de la
roano de Dios, los males ¿por qué no los recibiremos? (a) Pablo Fagio, teólogo protestante, nació en Saverne , aldea
Eü todo esto no pecó Job con sus labios ». del Palalinado, afio 1S01. Su apellido era Búcher ; pero según la
costumbre de su siglo le latinizó: ác fagus(e\ haya), Fagiiu. En
CONSIDERACIÓN. Slrasburgo aprendió el hebreo con el famoso Wolfango Capitón,
cuya cátedra \ino i obtener después ; y logrando renombre de en
El Parafrastes caldeo dilata este principio : Et fuü tendido sacó ;i luz diferentes obras. Pasó á Inglaterra anheloso de
diesjudiciimagni, dies remissionis delictorum, et ve- sostener la Reforma, pero al llegar á Cambridg murió en 12 de
noviembre de 1549. Ocho años después fué desenterrado su cuer
nerunt catervae Angelorum, ut starent injudicio co- po y quemado públicamente por orden de la reina María; bien
ram Domino : et venit etiam Sathanas in medio eorum, que luego Isabel cuidó de rehabilitar su memoria. Los libros a
ut slaret injudicio coram Domino. que nuestro Quevf.do se reitere son :
Expositio ¡iteralis ínquatuor priora rápita Orárseos, ni arces-
La brevedad del texto en la lelra se explaya en el sit tezttis hebraici, etparaphraseos chaldaichae rollatio. Isny, 15-41.
sentido por la paráfrasi. En él solo se lee: «Que en Brrres aunotalionrs in Targtrn, seu paraphrasis chaldaicka On-
cierto dia;» y aquí le llama «dia de grande juicio, dia kcli in Prnlalrurnum. Alli también, 1546.
Y la Versión ¡atina de rste mismo Tíir¡um, sacada i lili ea
de remisión de los delitos. » Siempre el juicio de Dios Slrasbuifc'O el propio ajjo, cu folio.
Q-u. 13
226 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
juzgo que la Vulgata y Los Setenta añadieron del Pa mayor premio de padecer por Dios, que ver lo que
rafrastes hierosolimitano aquellas palabras. Y me pare Dios blasona y estima el valor de los suyos? Defender
ce que el coloquio que introduce acerca de los dos her Jub que amaba á Dios por sí, y no por ninguna de tan-
manos, le colige literalmente de las palabras que dijo las felicidades como tenia, fué antes del Decálogo de
Diosa Caín, como previniéndole con su presciencia el fender el primer precepto: «Amar á Dios sobre todas
coloquio y proposiciones que habían de ocasionarle la las cosas.» Job lo hizo antes que fuese precepto ex
muerte de su hermano {Génesis, i, v. 7) : Nonnc si preso, para ejemplo de cómo se había de obedecer
bené egeris, recipies : sin autem malé, statim in fori- cuando lo fuese. El no aguardó á que se lo mandasen,
bus peccatum aderit? Estas dos fueron las primeras y el mandato aguardó á que él le fuese precursor.
dos proposiciones en que el Parafrastes introduce á Replicó Satanás : «La piel por la piel ; y todo cuanto
Cain blasfemo, negando la divina Justicia y Providen tiene el hombre dará por su vida. Y si quieres verlo,
cia, el premio á los justos y el castigo á los malos. Yo alarga tu mano y toca su carne y sus huesos, y entonces
no doy más autoridad á aquel Rabí de la que le dan verás que te bendice en tu cara.» Mientras el hombre
los Padres; y entre los targumes prefiero á Oukelos por tiene qué perder, tiene Satanás qué porfiar. La calum
más bien reportado que Jonathán y Joseph Ceco ; y dar nia, aunque quite mucho, en poco que quede tieue
algún fundamento bastante, no es autorizar al Rabí, ocupación y oficio. La persecución, aun en el que aca
sino servir á la versión Vulgata y á Los Setenta en lo ba está quejosa, porque no pudo aniquilarle. No la tiene
que no le juzgaron indigno de séquito (a). contenta el que ya no es á fuerza de su rigor; solo por
Restituyéndome al discurso de donde me apartó que fué no la harta de venganza lo presente , porque
larga digresión, digo que, por ser el negar ó dudar no pudo ser peste en lo pasado, y no puede ser veneno
la divina Providencia pecado que nació con el peca en lo porvenir. No le ha quedado á Job sino su perso
do, y que habia de perseverar con la vida del mun na, la salud y la vida, sin tener con quién vivir ni con
do, escándalo universal de las gentes; cuando se trata qué ni para quién; y le envidia Satanás aun esta mi
de mostrar en Job, y de demostrar su verdad, se seria, á que solamente la muerte podía ser descanso.
junta la corte de los hijos de Dios en consejo pleno: No se envidian solos en otros muchos bienes, sino
el infierno en Satanás, los elementos en las persecu muchos más males. Tanto siente el envidioso poco mal
ciones, la mujer y los reyes en los amigos; para que en el que aborrece, como mucho bien en el que com
en tan copioso teatro nadie ni nada pueda ignorar la pite; último ingenio de la malicia del demonio con
victoria. Preguntó Dios & Satanás lo mismo que el largo séquito en los hombres. Dijo pues Dios á Sata
primer dia, y respondió lo mismo. Prosiguió Dios en nás : «Ves que le dejo en tu mano, empero guarda su
todo repitiendo las mismas palabras basta las pos vida.»
treros de su alabanza, en que dice que se aparta de Estos concilios grandes, donde la majestad de Dios
mal; y de nuevo añade: «Y que todavía defiende su preside á sus espíritus y corte celestial, solamente los
inocencia. Tú me excitaste contra él para que en he leído en este libro (donde se trata de cosas tan gra
balde le afligiese.» Esto ya es blasonar de la victo ves en la persona de Job , rey el más poderoso de los
ria de su siervo y del vencimiento de Satanás. ¿Qué orientales, cuya virtud ó verdad permite Dios seaexa-
minada con inmensas calamidades) y en el libromde
(a) Onkthí, rabino afamado, prosélito solo (según el Talmud», Los Reyes, capítulo 22, v. i 9, en que para castigar al rey
como harto lo demuestra su nombre , se Ignora cuando vivid, Re- de Israel , que despreciaba la verdad y solicitaba la
pútanle escritores judíos y cristianos discípulo de Gamaliel y
condiscípulo de san Pablo; hay qui»n le confunde, sin lino, con
mentira , se convocó otro concilio tan copioso como
Aquil», autor de una versión griega del Antiguo Testamento', he estos, y con la misma solemnidad. Dice Miquéas, pro-
cha en tiempos de Hadriano ; y no falta alguno que fuera de todo futa de Dios, al rey de Israel : Vidi Dominum seden-
razonable discurso retrase la existencia del Rabí hasta el siglo tem super solium suum, et omnem exercitum coeli
tercero. Lo más cierto es que si no fué contemporáneo de Nuestro
Señor Jesucristo, vino muy poco después á la vida. Generalmente
assistenlem ei á dexlris, et á sinistris : et ait Domi
se le atribuye el tárgura ú paráfrasis caldaica del Pentateuco, re nas : Quis decipiet Achab Regem Israel, utascendat,
putándola formada de las explicaciones orales de su maestro Ga et cadat in Ramolh Galaad? Et dixit unus verbo Ati-
maliel, y de los comentarios de Hillel y Schammai. Esta obra y la
de Jonathán son de alguna importancia para la inteligencia de los
juscemodi, et alius aliter. Egressus est autem spiritut,
libros sagrados, y donde los católicos hallan no pocas armas pa et stetit coram Domino , et ait : Ego decipiam illwn.
ra desconcertar á los incrédulos judíos. En lodas las poliglotas va Cui locutus est Dominus : In quo? Et Ule ait: Egtf-
incluso el Tárgum, repugnándolo algunos doctos que se duelen diar, et ero spirilus mendax in ore omnium propia
de ver entre la sacrosanta verdad de la Escritura los sueños y su
persticiones de los antiguos rabies. El Tárgum se imprimid por tarum ejus. Et dixit Dominus : Decipies, et praew-
vez primera en Bolonia, año de 1482 ; tradüjole al latin Allonso de lebis : egredere, et fac Ha.
Zamora para la Biblia complutense; y también Fagio, como se ba No fué para menos útil enseñanza este concilio que
dicho ya.
los dos de Job. Advierte á los reyes que entre todos
Jonathán Ben Dzlel, en las plumas de los talmudistas sube á la
edad de los profetas Aggeo, Zacarías y «'alaquias, haciéndole los espíritus solo el que es espíritu de mentira en la
discípulo de Hillel. La crítica moderna prueba que es muy poste boca de sus consejeros, esquíen los engaña y lle
rior á la ruina de Jerusalen y dispersión total del pueblo judio. va á la muerte. Temerosísimas son las palabras de
Tiénesele por autor del tárgum, versión ó paráfrasis caldaica su
mamente dilatada y libre, de lo que dejó por glosar Onkelos; esto
la pregunta de Dios : Quis decipiet Achab Rege"
es, del libro de Josué , de los Jueces, de Samuel, de los Reyes, Israel, ut ascendat, el cadat? «¿Quién engañará a
de Isaías, Jeremías y los doce profetas menores. Este Tárgum Acáb , rey de Israel , para que suba y caiga ? » El
sirve de complemento del otro , y ambos son reverenciados como engaño está en subir, y el castigo en caer. En este
los más antiguos y auténticos entre los judíos. La primera edi
ción del de Jonathás es de 1402; pero juutauieulc COU el de Un mundo no se sube para eslar : pocos bajan, muchos
idos se publicó después en Ventcia. ruedan ; menos descienden que se despeñan. Quien
JOB. 227
sube muy alto; no crece su dicha, sino su despeña que mostró que le era grato" y que le recibía con en
dero. El espíritu que persuade la subida, previene el viar fuego del cielo que le consumió; y que sinaguar-
precipicio. ¿Con quién no lo liará, si al Hijo de Dios dar á que él le ofreciese todas las suyas, envió el fue
le subió al pináculo para decirle que se arrojase del? go que se las consumiese. En este puesto y ansia
Muchos misterios cierra en cada palabra el tratado colijo que le cogió la enfermedad que le llagó y hizo
desta junta, que no caben en esta consideración. Séa- pasto de gusanos su cuerpo ; pues luego se sentó en
nos propria doctrina, que para ejercitar la paciencia de medio de la ceniza, que solo en este lugar la habia.
un rey santo, y para castigar la impiedad de un mal Si no va descaminado este pensar mió, no va por
rey, como cosa tan importante, convoca Dios estos con mal camino. Ir sin compañía no esculpa, sinosoledad.
cilios grandes. Yo ine fundo en el suceso y en el texto hebreo, que.
Dale Dios licencia á Satanás para que toque y com dicen «ceniza». No faltará contradicion que la quite
bata la persona de Job ; cosa que le habia exceptado en de Job y me la ponga á mí ; que yo, si de tanta virtud
la primera persecución. No quiere, á costa de su siervo fuere capaz , en Job me prevengo de paciencia. Tertu
y para su gloria y mérito, que le quede réplica á la ca liano dijo algunas cosas dignas de Job, que se coligen
lumnia. Pártese el demonio de la presencia de Dios del texto y no se leen en él , como lo mostraré ade
en el concilio, y caudaloso de enfermedades y corrup lante.
ción, le puebla de llagas y úlceras el cuerpo desde la Con mucha propriedad al montón de ceniza llamaron
planta del pié hasta la cumbre de la cabeza. El se raia san Jerónimo y Los Setenta «esterquilinio», estercolero
con una teja los gusanos, sentado en un muladar. Dí ú muladar, nombre que se daá la inmundicia y ba
ganos desde su libro De Patientia Tertuliano, pues le sura junta de Job. En este estercolero parece que se
estudió en este, qué hacia Dios con este espectácu acordó David cuando dijo : De stercore erigens pau-
lo. El lo enseña cuando lo pregunta: (I) «¿Cuál otro perem ; pues ninguno más pobre , ni otro estuvo en
artífice, sino Dios, fabricara de llagas y úlceras y de el estiércol, á quien Dios, levantándole del, exaltase
un esqueleto un carro triunfal? ¿Quién sino él, habi tanto. Son infinitos los lugares que del libro de Job
litando la podre y los gusanos para matiz y joyas, bor coronó David en sus salmos, haciendo que los la
dara con ellos la bandera de su victoria?» Abraham mentos fuesen canciones en su arpa.
en Lázaro trató las llagas con respeto de joyas, guar Raíase con una teja los gusanos, no con las manos su
dándolas en su seno. Llagas merecidas por Dios son yas, porque deltas llovieran más que quitara. Viole en
dignidades, son gala. Resucitóla humanidad de Cris esta calamidad su mujer, pues no le habia dejado, vién
to enjoyada con ellas ; dióselas Cristo en su cuerpo á dole sin ninguna hacienda ni hijos, en sucesos tan
san Francisco por soberano blasón : vivo era retrato de formidables: buena era y leal. El decirle : «¿Aun
Cristo, y para más gloria resucitado. Dióle sus llagas permaneces en tu simplicidad? Bendice á Dios y mue
por armas al rey don Alfonso Enriquez , primero rey re;» fué dictado de la fragilidad del sexo. Si no ha ha
de Portugal. bido otro hombre que haya tenido tanta paciencia como
El primero y más antiguo solar de las llagas es Job ; Job, es de admiración que no la igualase su mujer,
el mas ilustre, Cristo, en quien pasaron de nobles á que con él hasta este trance habia padecido las mis
endiosadas. Donde san Jerónimo lee que estaba sen- mas pérdidas y persecuciones; y que antes parece que
lado en un muladar, Pagnino y el Parafrastes leen : mostró grande amor en consolarse con su persona,
«Sentado en medio de la ceniza;» porque la palabra cuando todo la faltaba; pues que flaqueó cuando vio
del texto hebreo i£N quiere decir «ceniza». No puedo que su persona padecía, no solo la muerte, sino vivo
negar una advertencia á esta rigurosa significación. la corrupción y gusanos de los muertos. Job, consi
Persuádome que esta segunda persecución no fué derando que siendo criatura más flaca que él , ha
el raesrao dia que la primera ; y que antes (pues esta bia perdido lo mismo y padecido tanto, no la dice
empieza: «Sucedió pues que cierto dia etc.») se co que habla como una de las malas mujeres y deslea
lige claramente distancia del uno al otro. En esta pues, les, sino como una de las necias; y por eso la ense
nosin propósito, colijo que Job acudió como padre á ña diciendo : «Si los bienes los recibimos de la mano
descubrir sus hijos muertos y á darles sepultura, y á de Dios, ¿por qué no recibiremos los males?» No niego
sus criados, pastores, gañanes y mayorales, que fueron que la mujer no le fué también persecución con la iro
degollados. No respiraba en esto Job , ni estaba sin nía que le dijo : «Bendice á Dios y muere.» Todo lo
ejercicio su paciencia, antes padecía más doloroso exa que pudo perseguir á Job, le persiguió : la mayor
men, cuanto es más congojosa y ultimada pena ver to- malicia, en Satanás ; la más doméstica ignorancia, en su
doi sus hijos en diferentes formas despedazados, y mujer (gravamen es sobre propria necia); la amistad
muertos (digámoslo asi) hasta los mismos cadáveres, más enemiga y el consuelo más pesado, en los tres
ya borradas las señas de cuerpos en troncos, queoir amigos que le vinieron á ver; en Eliú le arguye la
decir que murieron. Andaba el santo Job las estaciones ciencia humana más presumida ; y finalmente en Dios,
de su martirio hartándose de tormentos. Llegó al lu la suma sabiduría eterna. Ni pudo padecer más, ni
gar de las ovejas, adonde cayó fuego del cielo y hizo otro padeció tanto.
ceniza, con los pastores, todos sus rebaños. Ejercitaba Si Job dijera á su mujer : «De Dios se han de reci
la paciencia, considerando que Abel fué pastor de bir los bienes y los males, » no hacia tanto efecto co
ovejas, y que de las mejores ofreció sacrificio úDios, mo preguntar: «Si los bienes se reciben, ¿por qué
los males no se recibirán?» Supone no hay quien pueda
(i) Qoale ¡n ¡lio viro feretrum Dous de alabólo exstruiil ? Quale responder; porque lo primero, es de advertir que
lenllum de iuimieo gloriae suaeeitulit, ciim ¡11c homo ad omuciii
aceffcum miaban), niuü » ore promereí, nUi Dco graiias ?
ninguna cosa que da Dios es mala, y que aquí llama
228 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
males, no los que lo son sino los que los hombres lacio á que por ver su grandeza se peregrina), de sesen
disfuman con ese nombre. Llamamos bienes rique ta y un años de edad, crecidos de prisiones de doce
zas, posesiones, estado, familia, palacios, sucesión y años, de nueve de navegación y caminos, ya huésped
salud; males, el carecer de todo esto. A Job le quitó molesto al cuerpo, con once heridas, y las dosabiertas,—
todos aquellos bienes para darle pobreza, soledad, des que me prendiesen dos alcaldes de corte, con más de
precio y enfermedades asquerosas. Que estos son bie veinte ministros; y sin dejarme cosa alguna, y tomán
nes, dándolos Dios, los sucesos cada dia lo enseñan. dome las llaves de todo, sin una camisa ni capa ni cria
Quitóle el demonio aquella riqueza y salud, no porque do, en ayunas á las diez y media de la noche, el
la tenia, sino porque usaba bien dolía; dióle Dios po dia 7 de diciembre, y en un coche con uno de los al
breza, llagas y gusanos, porque usase dellos mejor. caldes y dos alguaciles de corte y cuatro guardas, me
Quiere el hombre tomar d£ Dios, no que él le dé ; que trujesen con apariencia más de ajusticiado quede pre
sea depósito de donde saque, no manantial de donde so, en el rigor del Invierno, sin saber á qué ni por qué
reciba : no quiere pedir, sino hurtar. Semblantes tiene ni adonde, caminando cincuenta y cinco leguas, al
esto de ladronicio. ¡Oh blasfema osadía del hombre, convento real de San Marcos, en León, de la orden
querer tomar de Dios por su antojo, y no recibir del de Santiago ; donde llegué desnudo y sin un cuar
por su providencia ! ¡ Desdichado de aquel á quien to, y donde estuve seis meses solo en un aposento y
permite Dios esto! ¡Cuántos ha castigado solo con el cerrado por defuera con llave ; y adonde sin salir del
concederles lo que desean! ¡A cuántos ha premiado convento he estado dos años, que voy prosiguientlodes-
negándoles lo que pretenden! ¡Cuánto mejor les hu de 7 de diciembre de 39 hasta hoy 20 de octubre de 41,
biera sido á muchos, si les sucediera lo que temian con que son catorce los quecuento de cárceles rigurosas;
que lo que codiciaban! En lo que Dios quita, enmien sin hacienda, por los gastos tan grandes, como minease
da lo que el hombre erró en alcanzarlo, lo que pecó hicieron en prisión de caballero particular; sin corres
en poseerlo. ¡ A cuántos de muchas fuerzas vieron, pondencia humana; muertos en este tiempo los criados
fiados en ellos, morir rabiosos miserablemente los dé que me servían; molestado con nuevas de que me habían
biles y los flacos! ¡A cuántos, preciados de la agilidad cortado la cabeza; disfamadode las causas quedabaná
propria, vieron precipitados y muertos los impedidos! mi trabajo los noveleros, y del crédito que las daban
¡Cuántos cobardes llevaron hechos pedazos al sepul mis enemigos? Nunca pusiera yo nombre de mcrce.iá
cro á los valientes! ¡Cuántos hambrientos bostezando alguna destas cosas; siempre huyera pálido de la me
■vieron boquear de apoplejía á los poderosos! ¿Qué
nor; siempre consideradas juntas me fueran pasmo, j
despreciado no fué testigo de las afrentas del opulen levemente referidas las padeciera asombro. Puesyotes-
to? ¿Quién tiene hacienda, que no pueda perder dig tifico en la presencia de Dios trino y uno á todos los
nidad ú puesto? ¿Quién tiene tanto dinero, que no tema que esta confesión mia leyeren, que en ninguna otra
más ladrones, que no cuente más cuidados? ¿Quién cosa en este mundo en mi favor se ha mostrado tan li
los adquiere, que no los quite á otros? ¿Quién los beral su mano omnipotente. Acordóse de mí cuando
bereda sin la amenaza que han de heredarle? ¿Quién menos lo merecía, para que me acordase del cuando
los hurta, que los logre? Nadie tiene hijos sin inquie lo habia menester más. Permitió que me dejasen to
tud: algunos temen los que desearon, otros los pade dos, porque de necesidad; cuando no de virtud, me
cen, muchos los lloran. ¡ A cuántos padres han sido volviese á él. No quiso que en abundancia de pecados,
enfermedad! ¡A cuántos afrenta! ¡A cuántos condena atesorando condenación, llegase al postrero dia. Quiso
ción! La salud ¿en qué otra cosa se ostenta sino en (él sea bendito) cobrar mi penitencia en la moneda de
desórdenes de la gula, en excesos de los pecados? ¿No los bienes de la tierra, que antesembaraza que enrique
son los adulterios y los incestos y los raptos y los estu ce. Mi remedio estuvo en que me quitó lo que yo de
pros, las aprobaciones de la hermosura y de la gala? biera haber dejado, y me dio la medicina deque huía.
Todo esto es lo que se desea, y solo esto lo queque Hízome discípulo de los trabajos. ¿Cuál houra mayor
ren los más de los hombres que los dé Dios. Esto le que aprender del maestro que lo fué de Cristo en la
piden. ¡O cuan á propósito habla con estos desde la sciencia experimental? San Pablo lo dijo: Christuscum
gentilidad con magníficas palabras el poeta severo! esset Filius Dei, didicit ex iis quae passus est. Lo más
Evertére domos totas optantilus ¡píis
y primero que me enseñaron fué á desaprender el mil
Di¡ fáciles (1). que sabia. Diéronme á conocer los que me engañaban
el conocimiento. Hicieron que me dejasen ingrata
«Los dioses, fáciles en conceder los ruegos, destru los que no me dejaban molestos. luciéronme fácil el
yeron muchas casas, deseándolo sus dueños.» Cabe en amar á los enemigos, que no me quieren dejar, dán
aquellos versos esta perifrasi ; lo que admira es, que dome á conocer los amigos que me han dejado. Librar
en pluma idólatra cupiese aquella sentencia. con prisiones, descansar con tormentos , regalar con
Según esto, mejor es ser desdichado con mi gemido, castigos, enriquecer con pérdidas, sanar con enfer
que dichoso con el ajeno. Quiero hablar de mí mismo: medades, — solo Dios lo hace, en oposición de las tro
deberé á mi pluma lo que quien leyere deberá ámi pelías del mundo, que con la libertad encarcela, con
ejemplo. ¿ Supiera yo pedir á Dios, ó supiera alguna los descansos aflige, castiga con los regalos, empobre
elocuencia persuadirme ú que le pidiera por merced, ce con los tesoros, y enferma con la salud.
estando huésped de un grande señor, no en compara No es del todo forastero deste Comentario ni deste
ción de otros chicos, sino de otros grandes, y grandes lugar mi suceso, pues le escriboen la prisión, donde es
en letras y virtudes, en las casas del duque de Alba (pa- toy armando de paciencia mi corazón con estudiarla.
{1} Juvenil, sátira i. Sobrarán censores que digan leí libro que no entendía;
JOB. 229
resppnderélos que ya fué cansa de la salvación de al cipes disimulan discordias', no las reconcilian; y las
guno leer en libro que no entendía. En el capítulo 8 de asistencias, en vezde obligar, irritan. Gran demostración
los Actos de los Apóstoles se refiere de aquel etíope desta verdad es nuestra España, que de tantos socor
eunuco, gran ministro de la reina de Etiopia, Canda- ros y de tan recíprocos matrimonios ha cobrado y cobra
ce, el cual venia á adosar en Jerusalen. Y dice el texto: inhumanas hostilidades. Gravísimas son las palabras de
El revertebatur sedeña super currum suum, legensque Tucídides, como historiador, principe y soldado, que to
Isáiam Prophetam. Dixit autem Spiritus Phílippo : móla pluma para escribircon la mano que lo supo obrar
Accede, etadjunge te ad currum istum. Accurrens au y disponer. En el libro ív, en boca de Hermócrates si-
tem Philippus, audivit eum legentem Isaiam Prophe racusano, hijo de Hermon , dice: Humaninamque in-
tam, et dixit : Putasne inlelligis quae legis? Qui aü: genii natura compertum est, ut submittenti se praesit,
El quomodo possum, si non aliquis ostenderit mihi? caveat ab invadente. Quae quisquís nostrum cognoscü,
Oyó á Filipo en razón de lo que leia ; pidió el bautismo, nisi probé prospiciat, atque hoc antiquissimum judicet
y fué bautizado. Empero la ocasión fué leer en libro que communem metum esse communcm omnium salutem ,
no entendía, y lo confesó él ; que siendo el libro fallitur.
bueno, de siervo de Dios ú de sus profetas, al que le De donde se colige que sola la igualdad del temor
lee, aunque no le entienda, ó le negocia maestro del Es efectúa y asegura las paces entre los principes : aforis
píritu Santo ó le es él mismo maestro; porque lo que mo es del mismo autor en otra parte. Va la diferencia
no se alcanza leyendo una vez, se alcanza otra, ó lo de coger sentencias de Tucídides á de Tácito y otros,
descifra la meditación asistente. que va del que coge fruta al que coge flores; este va
Da fin el texto referido con las proprias palabras que más galán y menos embarazado ; aquel con más peso y
el pasado, diciendo: «Y en todo esto no pecó Job con más rico. Aquella gala afectada en el decir entretiene;
sus labios.» esta sustancia mantiene sólida. ¿Cómo pues nos pro
TEXTO. meteremos segura y útil amistad de tres reyes vecinos
de otro, que yace en miseria; y cuando ellos están en
«Oyendo pnes tres amigos de Job todo el mal qne le su poder florecientes, le ven con lo que de su cuerpo ha
babia sobrevenido, vino cada uno de su corte : Elifaz sobrado á las llagas hacer el gasto á los gusanos, y
temanítes y Baldad subítes y Sofar naamatites. Habían sentado sobre el cadáver de todo su reino en un mon
concertado que, viniendo juntos, le visitasen conso tón de ceniza?
lándole. Empero como levantasen sus ojos desde lejos, Dice el texto que vinieron porque habían oído todo el
no le conocieron; y gimiendo lloraron, y rompiendo mal que le sucedió. Sospecho que Satanás llevó ú der
sos vestiduras, cubrieron de polvo sus cabezas, mi ramó estas nuevas. Decir todo lo malo, suyo es y de los
rando al cielo. Y sentáronse con él en la tierra sietedias suyos. Ninguna otra cosa molesta tanto la noticia y la
con sus noches ; y ninguno le habló palabra : vian que atención como lenguas y plumas que lo bueno lo hacen
cu dolor era vehemente.» malo, y lo malo peor ; que dicen todo lo malo, y callan
todo lo bueno. Esto parece le sucedió á Job, pues su
CONSIDERACIÓN.
pieron todo el mal que le habia sucedido; y no se hace
Usando Satanás de su comisión, que era como dejase mención de lo bien que logró sus pérdidas, que es señal
á Job con la vida, que de todo lo que tenia hiciese lo que que se lo calló la gaceta del infierno. Y parece indubita
quisiese ; y habiendo visto que no le había contrastado ble, pues si supieran la humildad, la resignación con
la pérdida de todos sus bienes y sus hijos, y menos la de que á todas sus pérdidas habia respondido bendiciendo
toda la salud de su cuerpo ; y que la propria mujer, con á Dios y dándole gracias por todo, nopodianargüirle de
que habia contrastado en Adán su inocencia y todo el presumido contra Dios y de ingrato, como lo hicieron
género humano, en Job no le habia sido de algún efecto; después. Las relaciones de Satanás poco se alargan en
alista contra él tres amigos que tenia. Los Setenta di buenas nuevas; las que no callan, dudan. Para todo lo
cen eran reyes, nombrados con estas palabras: Eliphas malo no hay hombre mudo; para lo bueno pocos con
Taemanorum rex, Baldad Sauchaeorum tyrannus, lengua, y menos que no sean sordos. De concierto vi
Sophar Minaeorum rex. Reyes amigos de otro rey, y nieron juntos á consolarle ; empero como levantasen los
caído, menos instigación les basta que la de Satanás pa ojos de lejos, no le conocieron. ¿Quién conoce al desdi
ra dejarlo de ser, ó para no acertar á serlo ó para ser ene chado? ¿Quién mira de cerca al afligido? ¿Qué señas
migos. Que Job fué rey, muchos lo dicen ; y el doctísi no borra la desventura? El miserable no solo es otro,
mo y eruditísimo padreSaliano lo prueba de las palabras sino ninguno. ¡Severa lección para los reyes, que pue
del mismo Job, en su primer tomo. La amistad délos den parar en un muladar, que el ceño de la majestad
reyes entre sí es como la de los elementos, que siempre puede desnudarse de púrpura y vestirse de gusanos,
que se abrazan con una calidad, se destruyen y com que unos reyes á otros (amigos y vecinos) so mireu en
baten con otra ; y esto les viene de que ellos son los los trabajos de lejos y no se conozcan!
elementos políticos que presiden á la composición délas Dieron gritos, lloraron, rompieron sus vestidos, cu
repúblicas, que se componen de su paz y se destruyen brieron de polvo sus cabezas. Ver al pobre y dar gritos
con su discordia. Ninguno dellos predomina, que no y no socorro; ver al desnudo, romper el vestido y no
sea enfermedad de los otros. La salud común es su cubrirle con él,—sino es alharaca, es ademán que tieno
igualdad : esta puede ser que la haya ; mas es raro que más de mañoso que de caritativo. Estas demostraciones
alguno se contente con ella. Más sospechoso es el Rey confiesan que le conocieron tan desfigurado, que los
vecino que el apartado ; porque en este lo está el reino , movió á hacerlas alguna lástima. Reparo en que tres re
y en aquel el íiiüno. Casamientos y parentescos de prín- yes que viuieron á verle en un muladar, como otros
230 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tres á Cristo en un pesebre (que hasta con esto en aque bras referidas deste capítulo, & la pérdida de los bue
llas sombras dibujabaestaluz),nopod¡andejardetracr yes y bestias, y á la de las ovejas y camellos, y á la de
gran cantidad de criados y recámara; y no se lee que los hijos las de la indignación ; siendo así el corriente
mandasen que le sacasen de la ceniza, que le curasen y de la letra, que su sentir fué este: «Cuando perdí ga-
le vistiesen, mudándole á lugar decente : estupor fué nadosy familia y hijos y la salurj, disimulé, callé y quié
negociado de las nuevas que los encaminó Satanás. Lo teme con ver era voluntad de Dios.» Todo esto habia
que hicieron fué sentarse con él en la tierra siete días pasado; después vinieron los tres amigos á consolarle;
con sus noches, sin hablarle á él palabra. En esto tan sentáronse con él y estuvieron viendo su calamidad
despiadado fué lo que hicieron como lo que dejaron de sin hablarle siete dias con sus noches. Esto sintió más
hacer. Hizo efecto la mala y defectuosa información que todo ; por eso maldijo el día y la hora en que na
que traían , persuadiéndose era justo castigo de Dios, y ció, y por esto dijo : (2) «Y viene sobre mí la indig
temieron ofenderle con amparar al que él desamparaba nación.»
y consolar al que él afligía. Mucho tuvo de ignorancia Por qué sintió más esta desazonada visita de sus
el error destos tres amigos. No padeció Job persecu amigos y este sospechoso cuanto largo silencio que
ción tan sensible como esta. Silencio de siete días con todo lo que habia padecido, no será pequeño logro
sus noches, ¿qué no otorgó? ¿Qué no dijo? ¿Quénocon- conjeturarlo del texto mismo. Para desenvolver estas
tradijo? Esta fué la primera vez que los ignorantes tinieblas nos encenderá luces la consideración de las
fueron pesados callando. Vinieron por consoladores de palabras que precedieron á estas referidas : «Porque
sus trabajos , y pénense muy de asiento á ser testigos : el temor que temia me sobrevino, y me aconteciólo
sirven de aplauso á los gusanos y á la calamidad de Job;
que recelaba.» En todo este suceso no hallo que Job
que tres reyes sus amigos en tan ultimada pobreza aun
haya temido otra cosa, sino en el capítulo primero : (3)
palabras no quieren gastar con él. ¿Qué le quedó que «No acaso hayan pecado mis hijos y hayan alabado á
esperar? Más sintió verlos escandalizados de sus llagas
Dios en sus corazones.» Cuan descomedido y grave pe
que tenerlas.
cado sea este de pecar y bendecirá Dios en el corazón
Y cuando con esta prueba aguardaba Satanás que ya lo he ponderado, y la solicitud con que Job madru
maldijese á Dios, como él le habia asegurado que lo gaba á ofrecer sacrificio á Dios por sus hijos, temiendo
haría, Job maldijo el dia y la hora en que nació, por hubiesen incurrido en él ó que incurriesen. Pues este
que luego no fué trasladado del vientre á la sepul temor que tuvo, y este recelo que tembló en sus hijos,
tura; execrando por todo el capitulo 3 afectuosísima- es el que en este capítulo dice que le sobrevino y le
mente el haber nacido ó no haber tenido por su cuna
sucedió en sus tres amigos, que es pecar y bendecir á
el túmulo; y acaba, como por causa desta conmoción,
Dios. Que los tres amigos cometieron esto pecado á
diciendo: Quia timor, quern timebam, evenitmihi: et
porfía unos con otros, y porfiadamente contra Job, á
quod verebar accidil. Nonne dissimulavi? nonne silui?
quien leyere este silencio tan demasiado y todas sus
nonne quievi? et venit superme indignatio. El Para
proposiciones se lo confiesan ellos. Pecan repetida y
frastes caldeo se espacia por estas cláusulas (1). En
frecuentemente en llamar áJob temerario, presumido,
castellano las palabras de Job, según la Vulgata, son
soberbio, jactancioso, hablador, injusto, blasfemo y
estas : «Porque el temor que temía llovió sobre mí; y
maestro de perversos dogmas; y cuando le persiguen sin
lo que recelaba y temblaba me sucedió. ¿Por ventura
causa y le acusan sin culpa y auxiliares á Satanás, con
no disimulé? ¿Por ventura no callé? ¿Por ventura no
tradicen las palabras con que Dios le canonizó dos ve
me sosegué? Y viene sobre mí la indignación.»
ces, negando su divina providencia : siempre están ben
Estas palabras, en vez de comentarlas Joseph Ceco,
diciendo á Dios y alabándole, y exaltando sus obras y
tenido por autor dcste tárgum, las confunde sin alguna
disculpa; y en su paráfrasi en muchas partes muestra aclamando su poder, y blasonando que le defienden,
ser poco atento y en otras fabuloso y descaminado. Uno y que hablan por su justicia, y que son abogados de su
y otro probaré refiriendo en nuestra habla sus palabras : omnipotencia y bondad. No es necesario verificarlo
«Porque me sucedió el temor que temía y el espanto con sus palabras, porque en cada argumento y capitu
que recelaba, me aconteció. ¿Por ventura no disimulé? lo no se lee otra cosa, ni ponen acusación que no sea
¿Por ventura no me quieté cuando me dieron la nueva de pecando y bendiciendo á Dios en sus corazones (y díé-
los bueyes y de las bestias ? ¿ Y no dormí cuando me di ronse tanta prisa á incurrir en esta culpa, que Job la
jeron el incendio de las ovejas? ¿Y no me quietó cuando supo de su silencio) : porque callando siete dias con sus
supe la pérdida de los camellos? Y vino la indignación noches, sin consolarle en tan nunca padecida miseria,
porque me dijeron la muerte de los hijos.» ni socorrerle ó curarle, pecaban, mostrándose escanda
Todas las pérdidas oyó Job con igual silencio, quie lizados de las culpas con que había merecido tan in
tud y paciencia; y en reconocimiento de todas hablócon mensos castigos; y en romperse las vestiduras y cu
unas mismas palabras á Dios y le díó gracias por ellas, brirse de tierra las cabezas, y gemir y sentarse juuto á
y en eso estuvo la perfección de su inocencia. Luego él eh la tierra , bendecían á Dios. Por eso Job, que en
Josef el Ciego mostró que lo era en distribuir las pala- todas sus calamidades habia dicho á Dios requiebros,
cuando Satanás esperaba blasfemias y maldiciones,
aquí rompió la voz en gemidos, y maldijo el dia y la
(1) Con estas palabras: «Quia timor quem timebam venit mihl; hora en que nació. Hagamos con estos tres amigos y
ct quod formidabam evenit mihi. Nonne dissimulavi, ct nonne los que se les parecieren lo que aconseja el gran Ter-
quievi, quoniam nuntiatum cst mihi de bobus, et asinis? Et nonne
dormivi, quoniam nuntiatum cst de incendio ovium? et nonne
quievi quamlo nuntiatum est milii de camellis? Et venit iudiguatio (2) Et venit super me indignatio.
quoniam nuntiatum est míai de marte ülioruni.» (3) Ne forte peccaveriut lilu inei, et benedixerint Deo in cordi-
bus suis.
JOB. 231
taliano con la postrera clánsula del libro de Corona Mi- que le asistieron ; esto llamó venir sobre él la indig
litis; pues Job es el soldado que se debe coronar, por nación ; esto sucederle lo que habia temido : por esto
haber legítimamente peleado: (!) «Conozcamos los in con tan elegantes ansias maldice el dia de su nacimien
genios del diablo, que afecta algunas cosas de las di to. ¡En tanto estima que sin culpa suya su calamidad
vinas para confundirnos de la fe de los suyos y juz sea tropezón donde sus amigos despeñen sus lenguas!
garnos.» Los hipérboles y encarecimientos de la verdadera y
Que estos tres amigos procuran confundir á Job, él ferviente caridad son tan animosos, que dan cuidado á
se lo dice en el capítulo 19, v. 3 : (2) «Veis que diez quien no la tiene. Algunos á quien esta virtud, sobre
veces me confundís, y no tenéis vergüenza oprimiéndo todas coronada y coronada de todas, no calienta, han
me.» Que le juzgan y le condenan, no se lee en ellos reparado que en los dos dias de calamidades dice el
otra cosa: en el capítulo 15, versos 4 y S, Elifaz temaní- texto : In ómnibus his non peccavit Job labiis suis.
tes: Quantum in te esl, evacuasli timorem, et tulisti pre Y coligen erradamente que fué prevenir como que
ces eoram Deo. Docuit enim miquilos lúa os tuum, et hasta allí no más no excedió en las palabras; empero
tmitaris linguam blasphemantium. Que afectan, no que aquí se mostraba indignado, y que si no habia per
solo algo sino mucho, y siempre de lo divino, se lee en dido la paciencia, se le habia turbado en estas razo
qne todo lo achacan á Dios y no le dejan de la boca. nes;—sin reparar en que en las demás pérdidas dice el
Elifaz temanítes en la respuesta á este capítulo de Job, texto que no pecó en cosa alguna que dijo; y en esta
cap. 5, v. 8 : Quamobrem ego deprecabor Domi- persecución de sus amigos , como acabo de referir, ol
num , et ad Deum ponam eloquium meum. Luego co mismo Dios á los tres amigos dice que su furor está
nocido está en estos tres amigos el ingenio del diablo, airado con ellos , porque no han hablado rectamente
pues afectan lo divino para confundir y juzgar. En como su siervo Job. En Job y en san Pablo respiró á
ninguna cosa se deben ocupar más los ingenios que boca llena la caridad, rica de sus mayores incendios.
en conocer estos, que en malos amigos andancon bue En Job lo hemos leido en este capítulo; en san Pablo
nos nombres, retrayendo á lo sagrado por delincuente lo oimos donde dijo : (3) «Deseaba ser anatema por mis
lo maligno. El facinoroso y el devoto no salen de la hermanos. » No excede en lo animoso todo el capítulo
iglesia; empero el templo en aquel cubre á quien ase en que Job maldice su dia, á estas dos palabras. ¡Cuán
gura sus maldades; en este al que religioso viene á to sudó en declararlas san Juan Crisóstomo, y en mos
limpiarse dellas. trar que el ceño de su sonido era llamarada de aquel
Sintió tanto Job ver que tomaba ocasión con sus volcan de caridad, á quien sobre la epístola ad Calatas
calamidades y enfermedad estudiada por la envidia de llama Cor mundi ! De estas locuciones tanto como se
Satanás, la ignorancia de sus amigos á tantos errores tiene de caridad, se entiende. (4) San Pablo así lo juz
opuestos á la providencia de Dios (con no ser el escán gó ; fué el Job del Testamento Nuevo : derribóle Dios
dalo activo de su persona, sino pasivo en ellos, por re para levantarle , cególe para que viese, elígele por ar
cibir escándalo de quien les daba ejemplo y ocasiones ma defensiva ( eso es vas electionis) y expresamente
de mérito á su caridad ), que iudamado de la que ardia para que padezca por la gloria-de su nombre : así lo
en sus entrañas, maldijo el día en que nació, aborre dijo Dios á Ananía : Ego enim ostendam illi quanta
ciendo con piadosos hipérboles su vida. Como si hu oporteat eum pro nomine meo pati. Fué el Apóstol
biera oido y incurrido en aquellas palabras de Cristo perseguido de todos los elementos, de propios y de
nuestro señor por san Mateo, capítulo 18 : Qui aulem extraños : él cuenta por blasones cárceles, prisiones,
scandalizaverit unum de pusillis istis, qui in me cre- cadenas, destierros, puñadas, azotes, borrascas, hasta
dunt, expedit ei ut suspendatur mola asinaria in eolio ser otro Jonás, de quien el mar todo fué ballena, te
ejus , et demergatur in profundum maris. Vae mundo niéndole en sus senos; no le faltó el mismo interlo
a scandalis ! Necesse esl enim ut veniant scandala : cutor que á Job, que él dice que el espíritu de Satanás
lerumtamen vae homini illi per quem scandalum ve- le atormentaba : Spiritus Sathanae colaphitans me.
nit,—consideraba que no era uno de los pequeños, sino Pues en hablarle con terremoto y espanto Dios, aun
tres reyes, en los que Satanás hacia suerte sirviéndose parece creció las demostraciones en san Pablo.
de su ignorancia más contra Dios que contra él. No Hasta aquí llega el primero fin : que Dios de sus sier
maldice el día en que nació porque ha perdido hacien
vos es amado por su infinita bondad, no por las barate
da, estado, hijos y salud ; ni tanto porque pierde tres
rías de los que llaman bienes aquellos que tienen su co
amigos, como porque ellos se pierden con ofender á
Dios, y provocar contra sí su ira. El mismo se lo dijo á razón en su tesoro.
Desde aquí empieza el segundo ñn tocante á la di
Elifaz en el capítulo 42 y último : Postquam áutem lo-
cxUus est Dominus verba haec ad Job, dixtí ad Eliphaz vina Providencia. Vieron los tres amigos á Job aun
Themanitem : Irattis est furor meus in te, et in dúos para un muladar huésped asqueroso. Oyeron sus pri
amicos tuos, quoniam non estis local i coram me re- meras palabras en respuesta de su silencio hablador;
clum, sicut servus meus Job. No fué, no, leve su peca loma la mano Elifaz, y dase por entendido de que Job
do, sino tan grave, que no solo dice Dios que habían habia descifrado la iniquidad de su silencio: Si coepe-
provocado su ira, sino que su furor se había airado rimus loqui tibi, forsitan molesté accipies; que fué de
contra ellos. Esto le dijo á Job el silencio injurioso con cir : «Haste enojado de vernos callar, y si hablamos aca
so lo tendrás por pesadumbre.» Acuérdale que enseñó
(1) Agnoscamos ingenia diaboli , id circo qnaedam de dlvinls y fortaleció á muchos y los socorrió consolándolos; y
sficctinUs, nt nos de snoram flde confundantet jodicel.
(2¡ En decies coafandiü» me, et non eriieeseitis oppruneiites tus(3)meis.
Optabam enim ego ipse anathema esse a Christo pro fratri-
(4) San Pablo, Job del Testamento Nuevo, (Al mirgtn.)
232 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
luego envenena estas recordaciones diciendo: Nunc que ningún inocente pereció, y que los buenos nunca
autem venit super le plaga , el defecisti : tetigit te , et fueron borrados, y que los que obran maldad son con-
conturbatus es. Ubi cst timor tuus, fortitudo tua, pa- sumídosde la ira de Dios, y que siembran dolores.y que
tientia lúa, etperfectio viarumtuarwn? Recordare, ob de dolores es su cosecha. Quien acusa, se olvida de
secro te, quis umquam innocens periit? Aut quan- todo lo que no es calumnia. Por esto no se acuerda
do redi deleti sunt? Quinpotiús vidieos, qui operan- Elifaz de Abel, que siendo justo pereció y fué borrado
tur iniquitatem , ct seminant dolo-res, et metunt eos, con su sangre. Confedérase con él en este desacuerdo
fiante Deo perisse, et spiritu irae ejus esse con- Joseph Ceco en su tárgum sobro este lugar, como
sumptos. judío confederado con los que crucificaron á Cristo,
•(I) El hombre en la dicha no se conoce; en la des cuya cruz y pasión Job se anticipó á defender. Tal es
dicha ninguno le conoce. Peor enfermedad es aquella el desvariado discurso deste parafrastes : «Acuérdate
que esta. Disfamada cosa es la calamidad: no hay hom ahora quién es aquel justo como Abraham que luya
bre á quien muchos no se la deseen ; y no son menos perecido , ó adonde los rectos como Isaac y Jacob lian
los que viéndole en ella no se la crezcan: raros son los sido borrados.» Y afectadamente tampoco hace men
benignos al caído. Del que padece nadie da causa tan ción del justo y santo Abel. Los dos contra él sostiln-
fea que no sea creída. Es colérica la envidia, no aguar yen á Cain. Como aquel mató su vida, estos pretenden
da informaciones. La mala intención másquiere suplir con el silencio matar su muerte y enmudecer su san
los testigos que examinarlos. El mal ajeno siempre es gre, cuya voz aun hoy clama. (3) Importóles muclwi
auténtico. Legaliza la malicia cuanto inventa la ven Elífazy al Parafrastes olvidar á Cain y á Abel, porqueta
ganza, cuanto miente el aborrecimiento. Ninguna so dos hermanos desmienten sus dos temerarias proposi
lemnidad faltará á un falso testimonio en los oídos se ciones contra la providencia de Dios. Abel, cuando pre
dientos de calamidades. Si prenden, si destierran á uno, guntan que cuándo algún justo pereció y fué borrado,
y dicen que por ladrón, el más benigno dice: «Siem responde que cuando él fué muerto por su hermano.
pre lo temí;» si por homicida : «Luego lo sospeché;» si Cuando dicen que los malos son destruidos, dice Cain
pnr traidor: «Juráraloyo; el corazón me lo daba; nun que nadie fué peor que él, pues fué fratricida; y que
ca le pude ver.» La persecución oída no halla palabra no sojo no murió por ello , sino que Dios lo aseguró
en su favor ni conjetura que la disculpe ; vista, no de que nadie le mataría, y dijo que lo pagaría con las
llalla quien la conozca, quien la consuele. El perse setenas quien lo hiciese; y le puso seña! para que nin
guido, aun en sí mismo es otro. El día y la hora infe guno lo intentase. Casóse Cain, tuvo un hijo, edificó una
liz es borrón de amistades y parentescos. Cede la na ciudad en que blasonó su nombre, floreció en descen
turaleza á la desgracia, pues en ella, quien aun es el dientes; ninguna felicidad del mundo faltó áCain. Pri
mismo, ya no es alguno. Todos tememos esto, y por sa se dio la verdad en desmentir por la justificación de
esto somos temidos todos. Pocos so quejarán de que la Providencia á Elifaz, pues en la niñez primera del
les ha sucedido con sus amigos, que por lo mismo no mundo en los dos primeros hijos de Adán lo hizo.
tengan quejosos á otros. Más peligro tiene el dichoso, Lo mismo hace en el Testamento Nuevo la historia
que entre su persona y su dicha no sabe quién le ama, de Lázaro y del rico avariento, que algunos lian queri
que el desventurado que no puede ignorar que todos do llamar parábola, viendo que calla el nombre del
le aborrecen. Ni la peste ni la hambre ni la guerra rico, aunque dice el del pobre; siendo así que el Evan
saben despoblar en comparación de la desgracia. Esta gelio en esto nos enseña á callar el nombre del que so
hace soledades en los concursos, y yermos entre la refieren afrentas, vicios y condenación; y á nombrar al
gente. Con razón echaba Job en tan doloroso estado virtuoso y al santo. Allí se ve el justo , el inocente en
menos la muerte, pues ella trac al venturoso lo que última miseria, poblado de llagas, desnudo, hambrien
más teme, y al desventurado lo que más desea. Y lo to, despreciado, echado á los perros. El avarientoardien-
peor es, que contra este género de ruines, que en do en púrpura y en oro, con suma riqueza opulento,
viendo al amigo en trabajos , le crecen el número sirviendo en vajillas á su apetito las minas y joya? del
dellos, no puede ya ser consuelo, y nunca lo supo ser, Oriente, y á su gula los elementos, que tiene despobla
loque dicen, que esto es condición de gente baja. Hoy dos de su pueblo la desorden de su garganta. A las dos
(a oímos, hoy la experimentamos coronada en estos tres proposiciones de Elifaz grandes excepciones son estas,
reyes que vinieron á consolar á Job, y en llegando le y que afirma san Crisóstomo en la oración de Pana
miran de lejos y no le conocen, y oyéndole gemir ca da, que Lázaro fué en la ley de naturaleza; que pue
llan, y oyéndole hablar le acusan y condenan con las de computarse, según esta opinión, en tiempo de Job
palabras referidas, que pasaré á nuestra habla con pun ó antes, pues Job fué quinto desde Abraham y antes
tualidad : «Ahora vino sobre tí la plaga, y te rendiste; que Moisén. Pobreza, persecución , afrentas, traición,
tocóte, y baste conturbado. ¿Adonde está tu temor, tu calumnias, falsos testimonios, tormentos, prisión, por
fortaleza, tu paciencia y la perfección de tus caminos? sí sabe Dios (que las padeció hecho hombre, con muer
Yo te ruego encarecidamente que te acuerdes cuándo te afrentosa) que no solo caben en el inocente j santo,
algún inocente pereció ó cuándo los buenos fueron sino en el tres veces santo , que ni pecó ni pudo pecar.
borrados. Mas antes bien vía aquellos que obran mal Ni les faltó á sus trabajos el desamparo de sus discí
dad y siembran dolores y los cogen , perecer soplando pulos en viéndole preso y muerto. Crisólogo dice:
Dios, y ser consumidos con el espíritu de su ira.» «Uno le niega, otro le vende, otro le duda, y w®
(2) En abriendo la boca, su primera proposición fué huyeron.» Por Dios empezaron las criaturas á ser in-
(H Efectos de la calamidad. [Almirgn.)
0?) Providencia. («.) (3) Cain J Abel. (Mmirgn.)
JOB. 233
pitos. El primer íngel en la dignidad , fué inventor Del afligido no se lia de tener miedo, tuno lástima.
je las comunidades y motines en el cielo contra su Ojos cobardes, que temen el mal que ven en otro, no
Criador. La primera mujer, contra el precepto divino, son facción de aspecto real. El ciego que teme loque no
sgae la interpretación del demonio. El primer hombre ve es prudente. Menos mal indiciados fueran aquellos
peca para todos, y nos deja por patrimonio la culpa. ojos ciegos. Quien va á ver al enfermo, y en viendo su
8 primer hijo dio muerte á su hermano segundo, enfermedad teme, peor enfermedad trae. ¿Qué temie
(¡míen calamidad se queja de que alguno le niegue, ron estos que vinieron á ver á Job en viendo su plaga?
i^ne alguno le venda, de que otro le dude, deque No temieron la plaga, sino el parecerles que estaban
Ib vitos le dejen, de que muchos se den prisa á ser- obligados á remediarla. Job se lo dijo consecutivamen
¿iraitos, ó loco presume que sus beneficios mere te: (4) «¿Por ventura díjeos: Traedme socorro, ú
cen mejor correspondencia que los de Dios, ó sacrí- dadme de vuestra hacienda, ó libradme de la nimio
kco se afrenta de parecerse en las persecuciones á del enemigo, y defendedme de las manos de los valien
Cristo en algo. tes?» Pues ¿por qué teméis lo que no os he pedido ni por
Veamos cómo á estas proposiciones responde Job, á limosna ni por socorro , ni que como amigos me libréis
guien, por el más docto y mejor estudiante, encargó de mi enemigo; ni como reyes, de los poderosos?
Dios que sustentase estas conclusiones, por el mérito Dióles á entender que la causa de su temor era de más
qot i sn amor se le debe , en que ya venció ; por la baja casta que su miedo; y juntamente dice que no
tara del Hijo de Dios, en la cruz por nosotros; por se le ha ocasionado con su ruego. La última villanía
fes mártires, en las hogueras, en las cruces, en los del ánimo es temer su obligación.
maíllos y en los tormentos por él : lo que ahora em- El miserable que va á visitar al preso , no teme la
piffi á defender. cárcel en que está el amigo, sino la obligación que
tose Job por entendido de su intención en sus pa tiene á sacarle della.
to, autorizadas con visiones y sueños; y responde El cobarde que ve á su amigo acosado de muchos,
a H capítulo 6: (t) «Ojalá los pecados por que merecí no teme el aprieto que le ve padecer, sino en el que
iiraj la calamidad que padezco, se pusieran en un se halla de socorrerle. Peor es el que va á ver la des
pe»: esta pareciera más pesada que la arena del mar; dicha para temer la obligación de socorrerla, que quien
p« lo cual mis palabras están llenas de dolor.» No de miedo no va á verla. Entre ruines hay más y me
rehusa el examen de las balanzas, antes le desea. Ni nos. Aquel se precia de ser ruin, este se avergüenza.
leáesa porque se vea cuánto es el peso de sus traba Este se queda solamente desconocido, aquel se añade
jos, t su culpa (á que se atribuyen) cuan ligera ; solo el ser persecución. Quitólos Job la máscara, y (liólos
pisque sus amigos aprendan á juzgar de la ver- á conocer; desarrebozólos, y quedaron de par en par;
dfcl dil peso. Ven la inmensa pesadumbre de las ca- enseñónos las costumbres que tienen los bachilleres,
laitóúesque Job padece; (2) sospechan las culpas que que toman el argumento de Satanás, muy presumidj»
eí lieae ni ven , y sentencian contra su inocencia : este de réplicas porfiadas y contenciosas: también se lo
uses frenesí que juicio. Por esto algunas veces tiene dijo, y que le arguyesen con verdad, y no con tema li
ei íx-o nombre de juez. Las malas sospechas son de tigiosa y fraudulenta, en el mismo capítulo: (5) «En
'jo «centrada y desmentida calidad, que cuando son señadme, y yo callaré; y si acaso ignoré algo, adver
imí mentirosas, tienen algo bueno, y cuando son ver tidme. ¿Por qué murmurasteis de las proposiciones do
beras, mucho malo. Yo sospecho, yo pienso, yo en- la verdad, siendo así que ninguno de vosotros puedo
Mo, jo conjeturo, primero prueban la malicia pro argíiirme? Solo para reprehenderme componen, sofis
pia que la culpa ajena. Son los jurisconsultos de la terías y habláis al aire.» Job les pide que le enseñen;
iniquidad ; palabras son en que se desaparece todo el si ignora, quiere aprender. Igualmente es dócil y mo
brecho: la absolución no las oye. Son textos de la ca- desta la inocencia, empero es animosa : no disimula
Mmiatan cerriles, que ni consienten interpretación la culpa ajena por no hacerla propia consintiéndola.
''s'osa, ni siguen méritos ni aguardan respuesta. Quien pide la reprehensión para sí, no la niega á quien
Preconoció que contra él gastaban esta munición; la merece. Por eso los pregunta que porqué murmu
PWfso empieza su respuesta en este capítulo dándo ran las proposiciones de la verdad , sin poder ellos
la i entender que los entiende. En el verso 21: Nunc argüirle sino con quimeras fabricadas en el aire.
"úftis-.et modo videntes plagara meam timetis, «Aho- Y después que dice; lo que él desea y lo que ellos
"emsteis, y ahora, viendo mi plaga, teméis;» Pagni- procuran, y con cuáles medios, aun no rehusando sus
i'-Quianunc estis símiles torrenti praedicto, vide- cavilaciones, les dice: «Sobre el pupilo os precipitáis,
'* (rttctionem, et timetis; Los Setenta: Nunc autem, y contumaces procuráis arruinar vuestro amigo. Con
'('« insurrexistis in me sine misericordia, ¡taque todo eso acabad lo que empezasteis; dadme oidos, y
Kfrnfc» ruínus meum tímete,; el Tárgum : Quoniam mirad si miento. Ruégoos que me respondáis sin te
i"K wtistis, quasi nonessetis, vidistis interitum, ma, y hablando lo que es justo, haced el juicio de mí.»
' timuistis. Las palabras y alguna locución tienen di- Veamos para qué los apercibe y pide audiencia, y los
raicia, no el sentido; antes la diversidad sirve de ruega que miren si falta á la verdad. Prosigue Job esto
'mentó. Claro les dice que vinieron á ver su miseria
itemer: pasos neciamente perdidos (3). (4) Numquid dhü : AITcrte tnihi, et de substantia vestra dónate
milii? Ve!, libérate me de manu boslis, et de maiiu robustprum
(1i l'iinam appendcrentur peccata mea, quibus iram metui: et
emite me?
iffiílisqujm palior, instatera. Quasi arena maris haec gravior (5) Docete me, et ego tacebo: et si quid forte ignoraíi, instruí-
'Prereí: onde et verba mea dolore sunt plena. te me..Q_uare dclraxislis sermonibus verilalis, cum é vobisnullus
'J1 Sospechas que se introducen á jueces. {Almárgen.) sit qui possit argucrc me? Ad iucrepanduní Unluní elocjui» con-
3/ Ver j temer al amigo afligido, (/d.) cinnatis, et iu veatum verba profertis.
234 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
capítulo 6 con el 7, en que dice : «Milicia es la vida del les; para que tengan los necesitados socorro, los mé
hombre;» y cuenta sn brevedad y miseria, verificán ritos premio , los avarientos reprehensión, los piadosos
dolo en la suya, yacaba-.(l) «Pequé: ¿qué podré ha ejemplo ; para que el oro sepa, desde las entrañas de la
cer para aplacarte, o guarda de los hombres? ¿Porqué tierra, subir al cielo su peso con las alas del corazón
me pusiste contrario á ti , y soy pesada carga á mí que no se depositó en él ; para que los metales, que tu
proprio? ¿Por qué no quitas mi pecado, y por qué no vieron sn cuna en las vecindades del infierno, á inter
apartas mi iniquidad?» Dice que pecó. Pregunta que cesión de la limosna y habilitados con el cuño de la
por qué Dios le puso contrario á si, y no quita su pe caridad , en el cielo hagan oficio de estrellas ; y lado á
cado y aparta su iniquidad : palabras con que ya que no lado con el sol, que los produjo profundos y oscuros,
los enmudeció, los vence. Ellos, en lugar de asirse á su resplandezcan espléndidos y encumbrados.
piopriacoufesio, huyendo la dificultad, en el capitulo 8 En el molo y despiadado se ve que las riquezas son
replica Baldad subites: Numquid Deus supplantat ju- tierra; en el justo y piadoso, que pueden ser cielo.
dicium? Aut Omnipotens subvertit quod justutn est? En este la miseria y trabajos muestran que son exa
A esta mayor, que llaman los lógicos, sigue esta me men , prueba y mérito y regalo ; en aquel las desdichas,
nor: Si mundus et rectus incesseris, statím evigila- la pobreza y las afrentas, que son castigo. En tanto que
bü ad te, et pacatum reddet habitaculumjustitiae tuae. Job fué varón grande entre todos los orientales, sus ami
Cierra el silogismo con esta consecuencia : Deus non gos le tuvieron por justo y recto; y para tenerle hoy por
projiciet simplicem, nec porriget manum malignis. Y pecador, la razón que dan es, que está sin hacienda,
les parece que lian concluido lo más recóndito de la y que le ven en un montón de ceniza, montón de gusa
providencia de Dios , condenando á Job , que pues Dios nos. ¡Tanta autoridad tiene la prosperidad con tos
le castiga, no es simple; y canonizándose ellos con hombres!
dne, pues florecen y el tabernáculo de su justicia es Ha sido siempre el escándalo de los filósofos y de los
tá pacífico, y Dios los da prosperidad , que no son ma poetas ver en ef- mundo padecer los buenos y gozar los
lignos, sino santos. Resume Job en dos proposiciones malos : hacíalos titubear en si había Dios ó no. Con su
y confunde su malicia, y la previene en el capítulo 9, ma elegancia Claudiano, en el primer libro contra Ru
v. 2 : (2) «Verdaderamente sé que es as!, y que no fino :
se justifica el hombre comparado con Dios.» Estas
palabras, que tan encarecidamente confiesa, son Saepe mihi dubíam traxíl sentenlía mentem ,
Curare»! Superi térras , an mllus inesset
las que sus tres amigos olvidan para tener que acu Rector , el incerto fluerent mortaíia casu.
sarle : pues siempre le hacen cargo de que se com Nam ciim dispositi quaesissem foedertt mundi,
para é iguala con Dios, y por esto le llaman blasfemo. Pi aescriptosque mari fines, annisque meatus,
Quien tiene mala voluntad, nunca tiene buena me Et lucís noclisque rices: tune omnia rebar
Consitto fírmala Bel , qui legt moveri
moria; nadie olvida peor que quien no quiere acor Sidera, qui (ruges diversa lemporenosH,
darse. Memoria obediente á la malicia, es potencia Qui variam Phoeben alieno jusserit igne
del alma, es flaqueza de la conciencia: Compleri, Solemque suo : porrexerit undis
Lillora : te/lurem medio libraverit axe.
(3) Remala nuestro Job con la segunda proposición Scdciim res hominum tanta calígine vohi
capital, verso 22: (4) «Una cosa es la que he dicho : al Adspicerem, laelosque diu /lorere nocentes,
inocente y al impío él le consume.» En sta cláusula Vexnrique píos : rursus labefacta cadebat
consiste el hecho deste pleito, y el derecho y justicia Iielllgia, caussaeque viam non sponte sequebar
Allerius, vacuo quae currere semina mola
de la Providencia divina. Da Dios trabajos y persecu Afflrmat, magnumque novas per inane figures
ciones al inocente, y con ellos le consume la hacienda y Fortuna, non arte, regí : quae Numino sensu
la salud , para ejercitar sus virtudes, para que adquiera Ambiguo, reí nulla putat, reí nacía nostri.
méritos, para que alcance victorias, para que goce triun
fos. Dalos Dios ó permítelos al impío, ó para que se Con hermosas palabras y curiosa felicidad declara la
acuerde del, ó para que sea escarmiento á otros, ó para borrasca que corria su entendimiento: «Pues viendo
castigarle con las mismas cosas viles y momentáneas las confederaciones con que el mundo estaba dispues
porqueseapartadél. Por la misma razón da Dios bie to, la soberbia del mar encarcelada en las orillas, y la
nes deste mundo á los impíos, ó por premio de al sucesión eslabonada del dia y la noche, — entonces
guna virtud que tuvieron, á quien no se debe paga juzgaba que con el consejo de Dios se gobernaba todo.
eterna, habiendo por culpas mayores merecido casti Empero cuando vía los sucesos de los hombres revuel
go sin fin, ó porque viendo las vanas felicidades del tos en oscuridad tan tenebrosa, y florecer con larga
siglo, y sus grandezas en poder de hombres detesta duración alegres los malhechores,— la religión fallecía
bles, ó los conozcan con desprecio, ó las renuncien en mí desmayada, y ine parecía que esta distribución
con asco, ó las traten con miedo. Dáselas á los inocen no tenia dueño y que todo era acontecimiento frenético
tes y justos, porque á los que solo tienen el nombre y caso desvariado.»
de bienes, la caridad les dé el ejercicio y obras de ta- Están aborrecible cosa ver al ruin en honra y al bue
no en afrenta, que pusieron en Claudiano duda en si
(1) Peccav¡:qoid faciam Ubi, A costos hominumTQuareposuisti
me contrariara Ubi, et factus sum mihimetipst gravis? Car non habia Dios que gobernase el mundo. Léese un frag
tollis peccatum meura, et quare non aufers iniquitalem meara? mento de Menaudrocon este arrojamiento: «Oprobrio
(2). Veril scio quod ita sit, et quod non justiucetur liomo compo- es de Dios cuando los malos son bien afortunados.»
situs Deo.
(3) Fines déla Providencia en castigos y premios. [Al margen.)
Con más palabras y no mejor reportadas, siguen este
(4) l'num esl quod locutus sum. et innocentem et impium ipse sentir los amigos de Job. Veamos aquella tormenta en
coosumit. que vacilaba la mente de Claudiano, si amainó, y con
JOB. 215
aró El lo dice, consecutivamente á los versos refe el diablo; y como la logró, no la deja de la boca en los
ridos: que tienta. Génesis, 3: (2) «Empero era la serpiente más
Aislulit kmc tándem Kufiai pona lumullum, astuta que todos los animales de la tierra que había he
Absokilque Dioí. Jan non ad culmina remos cho el Señor Dios; la cual dijoála mujer: ¿Porqué os
Itjastos érame queror. Tollunlur ¡n altum,
VI ¡■¡¡•su graeiorc ruant..... mandó á vosotros Dios que no comiésedes de todos los
árboles del paraíso?» Toda la astucia de Satanás estudió
•Onietó, dice, al cabo este tumulto el castigo y esta palabra por qué, para empezar con ella á pronun
■ürte sangrienta de Rufino, y absolvió á los dioses. ciar aquel veneno linajudo, que se incorporó en el lina
bao me quejo de que los injustos y delincuentes He je humano y discurre herencia de padres á hijos, ha
ndíala más sublime cumbre de la grandeza. Son ciendo la muerte patrimonio de todos. El fué el prime
talados á la mayor altura para que su caida sea ro que preguntó: ¿Por qué Dios? y fué la primer pala
wjor.j ¡Grave discurso y verdadero ! Rastreó Clau bra de su pregunta. Discípulos de la retórica de la ser
dia») algún paso de la divina Providencia. Aprendió piente son los que preguntan lo mismo. El mal olorquo
de verle caer despeñado los fines de su crecimiento, trujo de aquella boca que la estrenó, duraba en la de
con tal desengaño, que afirma que ya no se quejará de los escribas y fariseos. Frecuentemente le preguntaban,
weo altos lugares á los impíos, porque sabe que para tentarle; hablaban lazos, y no razones: (3) «¿Por
oda paso más que se adelantan, crece su precipicio y qué tus discípulos no se lavan las manos?» No gastan
■infelicidad. Esforzada palabra fué y escrita con me estos menos serpiente en el Evangelio, empezando con
ten, decir que la ruina total de Rufino absolvió á el mismo porgué, que Satanás en el Génesis (Matth. 15):
tediases. Imputábales culpa en que concediesen pros- Tune accesserunt ad eum ab Ierosolymis Scribae et
pmMá hombre tan detestable; acusábalos, y titu Pharisaei, dicentes : Quare discipuli tui transgrediun-
ba si entendimiento en razón de si los degradaría de tur traditionem seniorum? Non enim lavant manus suas
feo si negaría que los hubiese. Más pertinaces están cumpanem manducant. Allá preguntó, para que en el
te íiqigos de Job, q ue arguyendo contra la parte opues- comer no se guardase por Eva y Adán la ley que Dios
tiieste suceso, que es que los buenos padecen cala les puso con el precepto; y aquí pregunta la misma cu
midades (lo que Claudiano confiesa y admira) , ni ab- lebra con la misma palabra, para que se guarde la tra
¡«ItenáJobni á Dios, que siendojusto y recto y lleno dición de los ancianos en el comer. Respondiólos dis
iesii temor, para gloria suya permite sus pérdidas y to con enojo, reconvínolos con sus enormes pecados,
pewcuciones. convéncelos de que por su tradición quebrantan el man
Llega el furor impio de los hombres á juzgará Dios. damiento de Dios de amar y honrar padre y madre; y
fea lo dijo : «Muchos hay propicios á«otros hom- añade : Hypocritae! benc prophetavit de vobis Isaías,
ws;iDios pocos.» Más expresamente David, en el sal dicens: Populus hic labiis me honorat: cor autem eo-
mo i: ttjusti/tceris in sermonibus tuis, et vincas cum rum longé est á me. ¿Qué más claro se puede probar
jatooró. iPara que te justifiques en tus palabras y que estos mal intencionados, que preguntan por qutS
wmss «ando seas juzgado.» (I) Temeridad parece Dios liacc ó manda ó consiente que se haga ú deje de
san píBsar que puede haber hombre tan perdido que hacer algo, son hipócritas, que visten de pregunta la
J«?se¿Dios, siendo así que no se oye otra cosa más fre- obstinación afirmativa de su malicia ?—¿Por qué Dios?
«fiiíe. ¿No es juzgarle decir : «Dios ve esto? ¿Cómo con la intención de la serpiente, inventora desta locución
«ente Dios esta maldad? Este, que merecía estar en hipócrita, es pecado. ¿Por qué el Rey? que representa á
11 torea, ¿cómo tiene la dignidad que se debe al que Dios, y está en su lugar y reina por él, es osadía desleal
!«e contra toda razón arrinconado?» Diránqueespre- y descomedimiento entremetido. Esta palabra ¿Por qué
P»oU;digoyoque presuponeduda.no solo poco cortés, Dios? escúpanla las bocas cristianas, no la pronuncien.
w> mal sonante. Aprenda el poco piadoso cristiano del Quitemos la apelación á los tercos. No faltará quien di
teofo gentil ; y para confusión suya oigan al stúico ga que en el demonio todo es malo, y que en escribas y
speteto en el capitulo 38: «Sabeque es lo principalcer-
fariseos nada es bueno. Veamos si el por qué replicado á
»de la religión de los dioses inmortales, tener dellos
Menas opiniones, como creer que los hay y que todo lo Cristo en alguno de sus discípulos tuvo algún desabri
miento. Mostrarélo,noenunode los doce, sino en la ca
«ministran bien y justamente; que se les ha de obede
beza del apostolado. San Juan, en el capítulo 1 3: (4) «Pre
cí conformarse con su voluntad en todo loquehi- gunta san Pedro á Cristo: Señor, ¿dónde vas? Respónde
:ieffo; y que se ha de seguir lo que ordenaren sieni-
le que donde va, entonces no podía seguirle ; que le se
*», como cosas gobernadas por la suma sabiduría. Si guiría después. Replica fervoroso y alentado san Pedro:
•naces así, nunca los acusarás ni te quejarás de que
¿Por qué no te puedo seguir ahora? Pondré mi alma
"¡«precian.» Contra los que acusan á Dios y se que- por tí. Respondióle Jesús : ¿Tu alma pondrás por mí?
todél, escribe; y para que no incurran en tan sa-
De verdad, de verdad te digo: No cantará el gallo hasta
wga soberbia. Quien tuviere de Dios buenas opinio-
ri> como creer que le hay y que todo lo administra
(2) Sed et serpens eral callidlor candis anknantibus tcrrae.'qoao
J*11 ¡justamente, no acusará á Dios ni tendrá queja fiv.er.it Dominas Deas. Qai dixit ad mulicrem : Car praecepit vo
-'. ni con ignorancia impaciente preguntará : «¿Por bis Deus ut non comederctis de omni ligno Paradisi ?
»* Dios consiente? ¿por qué da? ¿por qué quita ? ¿por (5) Quare discipuli tui non lavant manus?
«castiga?., ó «¿por qué premia?» Esta palabra por qué, (4) Dixit ei Simón Petrus : Domine, quí> vadis? Respondí! Je
sús : Quo ego vado , non potes me modo sequi : sequeris antem
Q lo que Dios hace y manda, fué la primera que habló postea. Dicitei Petrus: Quare non possum te sequi modo? animara
meara pro te ponam. Respondí! ei Jesús : Animam tuam pro mo
1 Ja¡ía * Dios 'os temerarios y inadvertidos. (AI mirón.) pones? Amen, amen dico tibi : Non cautal.it gallus, doñee ter me
neges.
236 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que me niegues tres veces.» Reconozcamos que le cos ha persuadido á que no hay Dios. David en el salmo un :
tó sin duda grande susto á san Pedro el haber replica Dixit insipiens in corde suo: Non est Deus; y los insi
do el porqué no podia seguir áCristo entonces, habién pientes y necios son muchos. El comenta el primer
dole dicho él que no podia. Mucho tuvo de severa re verso con el 2 y 3 : Dominus de Codo prospexit super
prehensión la respuesta. Repetirle la bravata de que filioshominum, uí videat si est intelligens, aut requi-
pondría su alma porél con interrogación, y repetir: «De rens Deum. Omnes deelinaverunt, simul inútiles facti
verdad, de verdad te digo,» cláusulas fueron congojo sunt: non est quifaciat bonum, nonestusqueadunum.
sas. Pues el decirle que le negaría tres veces, claro está No son pocos de los que habla el libro de la Sabiduría
que dejaría en dolorosas y desconsoladas ansias aquel capitulo 2: Dixerunt enim cogitantes apud se non recle:
corazón asistido de la más aventajada y hazañosa fe. Exiguum et cum taedioest tempus vitae nostrae, et
¿Quién no escarmentará con esto de preguntar en lo non est refrigerium in fine hominis, et non est qui
que Dios hace ú deja de hacer, por qué no lia sido, ó agnitus sit reversus ab inferís : quia ex nihilo nati su-
por qué no será? Habré sido largo en esto, si no he mus, etpost hoc erimus lamquam non faerimus. Estos
sido provechoso. Mi intento ha sido desacreditar con de la misma manera niegan á Dios, al cielo y la inmor
los fieles esta frase, tantas y tales veces peligrosa, y res talidad. Veamos por qué lo niegan. Por la riqueza, por
baladiza á más culpa, que poco respeto á Dios. el regalo, por los bienes deste mundo; ellos lo dicen:
(1) No faltará quien ladre el haber yo referido en libro Venite ergo, et fruamur bonis quae sunt, et utamur
sagrado versos de Claudiano, poeta latino. No alego que creaturatamquamin juventute celeriter. Vino pretioso
hay quien dice fué cristiano: no lo conozco en sus obras et unguentís nos impleamus : et non praetereat nos fias
para afirmarlo; y benigno á tan ilustre ingenio, no temporis. Según esto, no persuaden alconocimienttule
quiero contradecirle tanto bien ; más quiero suspender Dios por sí las riquezas, el regalo y la felicidad : riesgo
el juicio que precipitarle. Cuando hubiese sido gentil, tiene su asistencia. No se dice esto de la miseria y los
hágame tolerable en esto san Agustín en el sermón De trabajos en los que los padecen.
Resurrectione corporum contra infideles. La materia ni Ni aconseja el Espíritu Santo que quien ve á los per
puede ser más grave ni importante ; en él cita y pon seguidos, se espante ni amedrente, ni haga juicio poco
dera dos versos de Virgilio en el vi de la Eneida, con propicio dellos. Eclesiastés, capítulo 5, v. 7 : Si videris
estas palabras : Exhorruit quídam auctor ipsurum, cui calumnias egenorum, et violenta judicia, et subvertí
demonstrabalur , vei qui inducebat apud inferos de- justítiam in provincia, non mireris super Iwc negotio:
monstrantcm patrem filio. Nostis enim hic propé quia excelso excelsior est alius , et super hos quoque
omnes, atque utinam pauci nossetis: sed pauci nostis in eminentiores sunt alii. La voz del susto y del dolor y
libris, multi in thealris, quia Aeneas descendit ad in del trabajo^ de la enfermedad y de la afrenta, es : Bay
feras, etostendit illi pater suus animas Romanorum Dios. La de la prosperidad y buena dicha en Selio
magnorum venturas in corpora : expavit ipse Aeneas, oímos que es : No hay Dios. Eli el Eclesiastés : <Oio hay
el ait : otra vida ni eternidad.»
O pater! anne aliquas ad coehm hinc ireputandum est No oigamos á estos acomodados la aclamación de sus
Sublimes animas, iterumque in tarda revertí gargantas y de la insolencia de su codicia ; oigamos el
Corpora ? por qué de los lamentos de Job entre ceniza y gusanos,
Senliendum est, inquit, quod eant ad Coelum, et ite- en que desengaña los blasones que sus tres amigos os
rúm redeant? Quae lucís miseris tam dirá cupido ? Me- tentan de su prosperidad (capítulo 21, v. 7) :
liús filius intelligebat, quám pater exponebat. Repre «¿Por qué pues viven los impíos y son sublimados y
henda cupiditatem animarumrursus in corpora rediré confortados con riquezas? Su generación permanece
volentium. Dixit diram cupiditatem, dixit eas mise en su presencia, y multitud de parientes y nietos delan
ras, necerubuit cas ('). Hasta aquí el gran Padre. Dete te dellos. Sus casas están seguras y quietas, y no des
nerse á allanar el camino, ni es perder tiempo ni de ciende sobre ellos el castigo de Dios. Sus vacas son fe
jarle; sino querer proseguirle sin estorbo. cundas y no abortan, paren y logran las crias. Tra
Los tres amigos de Job lo eran solo de la prosperidad. vesean como en manadas sus hijos pequeños, y sus ni
Quieren que quien padece trabajos, sea pecador; y ños se entretienen jugando. Tocan el tímpano y la cita
justo y favorecido de Dios quien goza paz, descanso, ra, y al son del órgano se alegran. Pasan en deleites los
salud y riquezas y dignidades. Siendo Selio hombre de dias de su vida, y en un punto descienden al infierno
testable y blasfemo, siente lo contrario de la felicidad con muerte sosegada, sin ansias y penar. Estos quedi-
que estos tres arguyenles de Job. Nótalo el aragonés jeron á Dios que se apartase dellos y que no quciiau la
Marcial, libro ív, epigrama 21 : sciencia de sus caminos ; ¿quién es el Omnipotente,
Kullos esse déos, inane coelum para que le sirvamos? ó ¿qué nos aprovechará si orá
Afflrmat Selius, probatque, quid se remos á él? Empero esté lejos de mí el consejo de los
Factum, dum negat hoc, videt teatum. impíos, pues sus bienes no están en su mano y poder.
«AGrma Selio que no hay dioses, que el cielo está va Todas las veces que la luz de los impíos fuere apagada,
cio, y lo prueba con que es bienaventurado mientras y que les sobreviniere el castigo de Dios que los inun
niega esto.» No solo da á entender Selio que ser di de, y su juicio, que se divide en premiosy castigos, los
choso no es señal de ser bueno y amigo de Dios, sino diere los que merecieron, serán entonces como aris
que para él, por ser bien afortunado, es prueba de que tas arrebatadas de la cólera del viento y como pavesas
no hay Dios y de que el cielo está vacio; pues mientras que violento esparce el torbellino. Guardará Dios el do
afirma lo uno y lo otro, goza de felicidad. Esta á algunos lor y afrentas del padre á sus hijos, para que atormen
(1) Excusas» de citar y ponderar autor profano. {Al margen,) tándole con él sus herederos, le duren verdugos; y
JOB. 237
cuando lo padezca, para mayor pena loentenderá tar su confianza y písele la muerte, á manera de rey que
de. Verá con sus ojos su minina ceguera, que fué causa triunfa de sus enemigos.»
de loda su desolación, y beberá en abundancia el furor Job los responde en el capítulo 1 9 consecutivamente,
del Omnipotente. Esto es lo que le pertenece de su casa y después de haberles referido todas sus calamidades y
que gobernó mal, de sus hijos que crió peor, después persecuciones, y la suma miseria en que se halla, des
de sus dias, y que no viva la mitad dellos. Desengá amparado de todos, dice : «Mis huesos, consumidas mis
ñense los malos, y crean que á Dios nadie le puede en carnes, se han llegado á mi piel, y solos me han quedado
señar sabiduría; él juzga á los que juigan. Uno mucre los labios, que acompañan á mis dientes. Apiadaos do
robusto y sano, rico y feliz, sus entrañas llenas de sus mí, apiadaos de mí, por lo menos vosotros, que sois mis
tancia y sus huesos macizados con medulas; otro mue amigos, porqueta mano de Dios me tocó. ¿Porqué me
re á poder de ansias y congojas, sin algún alivio, en perseguís como Dios, y os hartáis de mis carnes?» Nun
ultimada pobreza y desamparo : y con ser tanta la ca los llama enemigos suyos. ¡Oh gran voz de la pacien
diferencia, juntos duermen en la sepultura, cubiertos cia del justo! Por amigo suyo tiene al que le persigue
de gusanos; y ni la riqueza excusó losgusanos al pode y le ejercita el mérito; él enemigo es, empero de sí
roso, ni la miseria quitó que no durmiese al pobre. En propio. La causa que da para que tengan del piedad,
esto conoceréis que os be leído los pensamientos y las no es lo mucho que padece, sino que lo padece porque
malas intenciones que contra mí tenéis. Mostráislo Dios lo ordena así.
preguntándome: ¿Adonde está el palacio del princi A Dios le toca castigar ó probar al hombre en aflic
pe; dónde los tabernáculos de los impíos? Por mí lo ciones; á otro hombre socorrer ó consolar al que las
decís, viendo mi casa arruinada y todos mis grandes padece. Por eso los pregunta: «¿Por qué me perseguís
lieredamientos. Si no os responde lo que os lie d icho de la como Dios?» Que fué advertirles el atrevimiento que
felicidad de los malos y de la duración de su casa y fa mostraban en hacerlo. Y se lo reprehendía con más par
milias, preguntádselo á cualquiera caminante de los ticular advertencia en el capítulo 26 á Baldad su hites :
que han andado en el camino de vuestra felicidad ó en (3) «¿A quién favoreces paraqueacabe con un cadáver,
el de mi desdicha; y veréis que de uno y otro entiende que está enfadando ia ceniza y dando asco á un mula
lo mismo. Y por esto será lo que os dirán , que si dura dar? ¿Es por dicha algún débil? ¿Y sustentas el brazo
mucho la felicidad del malo y su vida, es porque es de alguno que no puede, para deshacer una piel que los
guardado al día de la perdición, y para ser llevado al gusanos han vencido y roto sin dientes? ¿A quién dices
del justo juicio. Entonces ¿quién le podrá corregir su lo que debe de hacer? ¿Acaso á alguno falto de sabidu
mala vida y encaminarle, estando ya en poder de la ría, por hacer ostentación de tu grande ciencia? ¿Qui
condenación ; y qué fruto podrá coger de lo que tenia, y siste ser maestro, y enseñar no menos queá Dios, cuyo
cómo cobrará algo de loque para su descanso hizo? Se poder ligó la vida en lo líquido de la respiración fugiti
rá llevado al sepulcro; y en el confuso montón, donde va?»
los muertos para descansar duermen, él á poderde tor Bien se conoce cuan delincuentes y facinorosas
mentos velará. Tragarále con ansia y alborozo la ham- son todas estas locuras mal presumidas. Pues todas las
bredel infierno, porque con su mal ejemplo después de comete quien viendo á otro en trabajos y calamidades,
sí traerá muchos, habiendo delante de sí enviado más. se las agrava y aumenta ; como sí Dios necesitara, para
¿Por qué pues os cansáis por demás en querer darme acabarle de arruinar, de que le asistiesen auxiliares su
á entender que me consoláis, persiguiéndome; siendo invidia ó su odio. Y los que viendo á otro preso, dicen
asi que he mostrado que vuestras respuestas son repug que había de estar en un palo, no exceden en aconsejar
nantes y contrarias á la verdad ?» á Dios lo quepresumenque debe hacer y no hace. Pon
No le quedó qué decir á Job para encaminar por la dere el castigo que merece esta culpa, y comente á Job
advertencia á sus tres amigos á la verdad. Empero los otro rey y proteta : hable una corona por otra, David
que se empeñan en la persecución de otro, no acusan por Job. Salmo lxviii, versos 26 y 27: (4) «Sea su habita
pecados; invéntanlos. Destos habló el Espíritu Santo ción desierta, y no se halle quien quiera vivir en su taber
en los Proverbios, capítulo 18, v. i: (1) «Quien desea náculo, porque persiguieron al que tú heriste, y añadie
apartarse del amigo, busca ocasiones; siempre será dig ron dolor al dolor de mis llagas.» Del que Dios castiga
no de condenación. No admite el necio las palabras de ó ejercitacon dolores y persecuciones, autes se debe te
la prudencia, si no dijeres lo que él revuelve en su co ner invidia que horror. Sí fuera lícito afligir al afligi
razón.» do, ningún lugar se dejaba á que la misericordia tuvie
Elifaz y sus compañeros no tenían ocasión para ra obras, pues sus obras solo en los que padecen y en
apartarse de su amigo Job, y buscáronla y halláronla losafligidos tienen ejercicio. Quien persigue á los que
solo con hallarle en trabajo. Duran sus réplicas sin ad lloran, á los necesitados, á los presos, á los que padecen
mitir desengaño, porque las palabras de Job son con persecución, — á los bienaventurados persigue : este
trarias á lo que ellos revuelven en sus corazones : esta nombre les dio el Hijo de Dios. Todas las bienaventu
es la causa que da el Espíritu Santo. Había Baldad su- ranzas persiguen en Jub sus amigos ; y por emendarlos,
hites, en el capítulo 1 8, esforzado su calumnia y azorado repetidamente los advirtió. Empero en el mismo capí-
con más enojo el estilo, hasta decir lo que deseaba que
sucediese á Job: (2) aSea arrancada de su tabernáculo (3) Cujusadjutor es? numqu¡dimbcc¡llis?et sostenías brachium
ejus qui non est fortis? Cui dedisli consilium? forsüan illi qui
(1) Ofensiones qnaerit qn¡ vult recedere ab amtco : omni tempo- non habet sapienliam : et prudentiam tuara ostendisti pluriniani.
teeril eiprobrabilis. Non recipit slultus verba prudenliae : nisi Úuem doccrc voluisti? nonne ruin qui fecit spiraraentum?
ca dixeris quae versanlnr in coi do ejus. (4) Fiat babitatio eorura deserta : et in tabernaculiseorum non
{% Avellatnr de tabernáculo sao liducia ejus, et calcet super sil qui inhabitet. Quoniam quero tu percussisti , persecuü sunt : el
eso, qaasi Reí, ioterilus. super dolorcín vuluerum meorum addiderunt.
238 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tulo 10, por declararlos que no defiende la inocencia en los sucesos suyos y la raíz de sus palabras, él lo dice á
los trabajos por s! proprio, sino principalmente por los sus amigos consecutivamente al texto que Perifraseé,
que había de pasar el Hijo de Dios , hecho hombre en verso 28 : Quare ergo nunc dicitts : Persequamur ettm,
verdadera carne humana, les dice : (1) «Sé verdadera y et radicem verbi inveniamw contra eum? que fué de
firmemente que vive mi Redentor, que ha de redimir, cirles : «¿Por qué habiéndoos dicho yo que sé que vive
hecho hombreyencarnehumana, todo el género huma mi Redentor, y que me ha de librar y restituir, resu
no, y á mí destos trabajos y miseria , que os sirve de citándome con su resurrección ; y que le he de ver con
escándalo ; y que he de resucitar de la prisión del se mis ojos en mi carne y en carne humana, que es la raíz
pulcro el día que él resucitará del suyo ( triunfando en de mi cierta esperanza y de mis palabras,—perseveráis
sus llagas y heridas gloriosas), que será el dia postrero persiguiéndome, y buscáis la raíz que yo mismo os de
de la jurisdiciondel pecadoy de la tirania del infierno ; claro con mis palabras y obras? Persuadios que ni ha
y entonces otra vez me vestiré esta piel ; y en ella las llaréis otra raíz, ni arrancaréis esta que en mi seno se
cicatrices con que hoy la rompen los gusanos, me serán arraiga con mi espíritu y está plantada en la eternidad
gala y harán oficio de joyas, para que hasta en la librea de mi alma.»
acompañe á mi Redentor. Entonces reconoceréis el fin No se dieron por entendidos de tan grandes miste
que tiene ahora (y no queréis creer) en dibujar mi cuer rios, ni fué capaz de su luz la tinieblaque los anoche
po de afrentas y úlceras ; y entonces veré yo á mi Dios cía los entendimientos. Enfurecíanse en oyéndole decir
en mi carne, no solo hombre en verdadera carne huma que no merecía por pecados que tuviese, los trabajos
na, sino tantas veces herida y con tantos golpes, que que tenia; que era inocente, y que Dios no le castigaba
os convenceréis deque fui su borrador, en que diseñó como justiciero, sino que le probaba como clemente;
parte de sus infinitas afrentas. Yole veré, yo mismo ; y que no era laque en él hacia, justicia sino misericor
estos ojos que ahpra no ven sino podredumbre y ceniza dia. En Tucídidesse leen unas palabras tan singulares,
y gusanos, con los cuales aun las lágrimas se muestran como á propósito á lo que Job defiende, en su Historia,
esquivas, de cuyos párpados el sol recata laluz, estos pues libro vil , donde consolando Nícias á los griegos en su
le verán. Yo le veré con ellos ; no vosotros, que no ha ruina, los dice : «Yo pues, de ninguna manera me hallo
béis querido ver en mis trabajos las promesas de los su en mejor estado que vosotros; en las fuerzas, ya lo veis
yos, teniendo horror de los rasguños de su pasión en la por mi debilidad y falta de salud. No en las riquezas,
mia. Y no entendáis que esta esperanza me la podréis con las cuales, comoquiera que para el sustento y las
quitar con vuestros argumentos; que no la guardo en demás cosas necesarias , á ninguno en ningún tiempo
esta piel, por tantas partes rota, que está vertiendo en po he sido inferior, ahora en el peligro que igualmente
dre mis carnes : guardóla en el seno de mi alma, reti corremos todos, soy contado entre los sumamente mi
ramiento que no le aportillan ni combaten los gusanos, serables; no obstante que con mucha religión lie ve
sin abertura ni resquicio adonde pueda aun asomarse nerado los dioses, y con mucha justicia y bondad he
vuestra malicia.» asistido á los hombres.» No dudó alguno de las pala
He perifraseado este lugar de Job, por ser tan im bras de Nícias, ni se escandalizó de que dijese (refirien
portante como difícil y controvertido. Lo primero, por do la falta de salud y de hacienda , y sus desventuras j
expresar con tanta energía y afectos la resurrección miserias y peligros , habiendo sido bien afortunado,
de la carne, la de Cristo, y la suya con él ; opinión muy robusto y muy rico) que le sucedía habiendo venerado
recibida de los Padres. Lo segundo, por la variedad de con reverencia á los dioses , y con mucha justicia ^
la letra on las versiones que siguen el texto hebreo, que bondad asistido á los hombres. Y estos amigos de Job
aunque no contradicen la Vulgata, suenan diferentes. se enfurecen de que en semejantes pérdidas , si bien
Quien leyere los Comentadores y la Caleña (a), y á todos mayores, diga Job que las padece sin haber ofendido á
en el muy reverendo y doctísimo padre Juan de Pine Dios ni á los hombres, habiendo adorado á Dios con
da, verá sí merece benigna atención la novedad que suma simplicidad, y socorrido con bondad grande y con
hallare en esta breve paráfrasi mia, en el sentido y en la piadosa justicia á los hombres. Empero hay una dife
deducción causal para la contextura (6). rencia muy digna de consideración : que Nícias habla
Con este lugar pruebo evidentemente que á Job le ba de sus pérdidas y pobreza y miserias entre los que
escogió Dios para que con sus trabajos, padecidos con arruinados padecían las mismas calamidades ; y Job
tanta paciencia, siendo inocente y justo, dejase antici se lamentaba ú tres reyes , que poderosos y permane
pada doctrina de los secretos de la providencia de Dios cientes en su grandeza , vían su desolación y abati
para el nacimiento, vida , pasión, muerte y resurrec miento. Do los males se aprende la compasión de los
ción de su Hijo. Que este fué el fundamento de todos que los padecen. El gran poeta de Mantua lo dijo :
fíon ignara malí, miseris suecurrere disco.
(1) Scio enim quod Redemptor meus vivit, et in novisslmo dio Este es el agradecimiento que un afligido hace á olro
de térra surrecluras sura : etrursura circumdabor pelle mea, et in
carne mea videbo Deum meum : quem visurus sura ego ipse, et por la compañía que le hace. La prosperidad pocas ve
oculi mei conspecturi sunt, et non alius : reposila cst haec spes ces es propicia a la miseria. El sublimado raras veces
mea in sinu meo. atribuye el desamparo del abatido á injusticia que le
(o) De Ollrapiodoro, y san Juan Crisástomo.
(í) loannis de Pineda Societatií Jesu Commenlarlontm in Job hacen, y frecuentemente sí á deméritos que tiene. En
Ubri Iredecim, ailjuncta slngulis capiltbus sua paraphrasi, quae et el que padece, la culpa que no hay no se dice; se
tongiorli commtntarii summum aintind. — Hispali , tu collegio
D. Ermenegildi rjusdem Soctetutis. ci3.ic.xcvm.
presupone.
Tomemos esta doctrina de los apóstoles y de
Nicolás Antonio dice que la primera edición del tomo primero
ei de Hadad, 1597, j la del segundo de 1601, Cristo, y sus palabras absuelvan ü Job. Joann-, <*pi
JOB. 239
talo 9: (1) «Pasando Jesús, vio un hombre ciego des bia enviado Dios por sus culpas, sino para que en este
de su nacimiento. Y preguntáronle sus discípulos: milagro se exaltasen las obras de Dios. ¡Dichosísimo
Maestro ¿quién pecó, este ó sus padres, en cuyo cas Job, dichoso ciego, que el uno con sus bienes y lla
tigo nació ciego? Respondió Jesús : Ni este pecó ni gas, y el otro con los ojos, hicistes á vuestra costa
sus padres: nació ciego para que las obras de Dios el gasto á las obras de Dios, y fuistes pobres para
se manifestasen en él.» ¡Dichoso hombre, que no ser en cierto modo caudal de la divina Omnipotencia!
buscando él á Cristo , le busca Cristo á él ! Este En este ciego cobró Job de la boca de Dios-Hombro
ciego nació sin vista ; vivió perpetua tiniebla ; no la aprobación que antes de serlo le habia dado, y era
tenia de la luz aun la noticia que tiene una ave noc deuda á pagar en Cristo ; pues Job padeció promesa de
turna, que pues la huye, la conoce; para él el mun lo que habia de padecer sin culpa. Y como este mi
do nunca se desnudó la noche ; era racional á liento ; lagro del ciego era solución de los argumentos hechos
sobrábanle los ojos en el rostro; no le eran sentido, por estos tres amigos de Job contra la Providencia divi
sino sentimiento; no le cegó enfermedad , aconteci na, en que se negaba que podía padecersesin culpa, fuó
miento, desorden ó herida; el parto le negó la luz á el más dudado y calumniado de cuanto obró Cristo.
que le arrojaba, pues los discípulos dijeron que habia Dice el texto que todos se espantaron.; que unos de
nacido ciego, ó era conocido por tal, ú lo supieron cían, viendo que via, que era el mismo que habia
del clamor de su plegaria, con que pedia limosna. El nacido ciego; otros que no, sino otro que se le pa
no vio á Cristo, mas Cristo le vio á él ; ese fué su recía. Hubo entre ellos scisma; lleváronle á los fari
remedio. No desespere el que con sus ojos no ve á seos, examináronle, conlradijéronle, llamaron á sus
Dios, si Dios le mira con los suyos : cuya eficacia an padres; preguntáronles si era su hijo que nació ciego,
sioso nos la enseña David, pidiendo tantas veces á Dios dijeron que sí. luciéronles repreguntas, que ¿cómo
que le mire, que ponga en él los ojos. En este, mi habia sanado? Respondieron que él tenia vista, que
rándole fueron colirios de la ceguera del cuerpo; en se lo preguntasen á él, que edad tenia para decirlo.
san Pedro, cuando negó, de la del alma, con mirar Volvieron otra veza llamar al ciego, tomáronle larga
le. Aquella, que fué enfermedad corporal , remitió al confesión, siempre contestó con las demás; maldijé-
agua de Siloé ; esta de su apóstol, quo fué espiritual, ronle, y á Cristo ; tuvo valor para responderles por él ;
á la de su llanto. De paso que mire Dios al que no enfurecidos, le arrojaron de sí. Súpolo Cristo ; llamóle,
le ve, le da vista con que le mire. Luego que los dis díjole que si creía en el Hijo de Dios. Preguntóle quién
cípulos vieron que babia nacido ciego, lo atribuyeron era. Respondióle : «Yo, que hablo contigo.» Dijo quo
i castigo de algún pecado suyo ú de sus padres : no sí : arrojóse en tierra y adoróle. Estos mismos fueron
dudaron que fuese efecto de culpa, sino quién era el los trances de Job ; estas estaciones anduvo de una
Yeo. ¿Con quién tendrán opinión de inocentes las ca calumnia en otra. Tuvo el fin que Job, y el mismo
lamidades, si á los apóstoles fué sospechosa de delito premio. Dióle á Job Dios duplicado lo que habia per
esta? Preguntaron esto los apóstoles; no por serle dido; de la misma suerte á este ciego, pues le dio
poco benignos, sino como habían oido á Cristo, cuando la vista del cuerpo y la del alma. Job, en el lugar ci
sanó al paralítico, decirle: «Levántate y no peques más,» tado, dijo : «Con mis ojos veré á Dios humanado,» y
juzgaron que la ceguera procedía de delito. Enestus le vio, como queda dicho; y este ciego le vio con
dos milagros enseñó Cristo que en el padecer no se ha sus ojos en carne humana. Este ciego se llamaba Ce-
de nacer regla general , pues aquel paralítico lo esta lidonio, como se lee en la historia de santa María
ba por haber pecado, y este, sin haber pecado él ni Magdalena, y vino á Marsella en la nave, acompañán
sus padres, estaba ciego. Este ¿no fué tapaboca á dola: era flota de la Providencia de Dios. A ella, quo
todos los que son espantadizos de los trabajos? Hoy tenia pecados y era pecadora, la sanó de siete demo
está Cristo con un mismo milagro y unas mismas pa nios y de sus pecados; á este, que no los tenia, lo
labras, abriendo los ojos á este ciego y cerrando los la dio la vista. Embarcólos juntos, para que se conoz
bios á los tres amigos de Job ; da vista á uno y en ca en todas partes que sin pecados hay trabajos ; y que
mudece á tres. Y porque se reconozca que en esta aunque haya pecados, hay perdón y premio. Vióse en
maravilla responde por Job , como si le nombrara, tonces otra vez, para estos fines que tanto importan,
después que dijo que ni sus padres ni él habían pe el espíritu del Señor sobre las aguas navegando.
cado, que fué lo que le preguntaron, dijo lo que no Veamos si en el examen de Job, para la aprobación
le habían preguntado, y fué que nació ciego para que que Dios le dio, pronunciando sentencia en su favor, si
las obras de Dios se manifestasen en él. ¿Quién dudará los tres amigos y Eliú tienen excepción que alegar ó
que fué el mismo fin el que Dios tuvo en permitir y nulidad ; y mostremos el cuidado con que en todo rigor
solicitar, digámoslo así, las calamidades de Job? Pues se procedió, para que aun escrúpulo no hubiese.
todas (él mismo lo dijo así canonizándole) fueron para Acúsanle en competencia acérrimamente á Job los
que sus obras fuesen exaltadas en él con su pacien tres amigos suyos hasta el capítulo 25. Respóndelos Job,
cia. No porque el texto dice que ni este ciego ni sus sin dejar su defensa de la mano, en los seis capítulos
padres pecaron, se ha de entender que ni él ni ellos siguientes; y en los tres postreros refiere la felicidad y
pecaron; pecado habían, mas la ceguera no se la ha- estimación que tuvo, las virtudes que ejercitó, el bien
que hizo , de los vicios y pecados que se abstuvo y guar
■ l; Et praeteriens Jes as vidií bominem caetnm a nativltate : et dó; loque ha perdido, la miseria en que se halla, las
¡sttrrogavcrunt enm discipnli ejus : Rabbl, quis peccavit, liic. aut afrentas que padece de todos, el desprecio en que le
párenles ejus, nt caecus nasceretur? Respondí! Jesús : Ñeque hic
peccant, fleque paréales eju : sed al «aaifestentur opera Dei iu tienen los que él sacó de despreciados, la burla que ha
Uto. cen del los más abatidos. Y como uno y otro habían vis
240 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lo y vian sus amigos, en el capítulo 32 callaron, porque cado su verdad y enturbiado la luz de sns proposicio
les pareció que Job era justo: Omisserunt autem tres nes, y que con esto había dado ocasión ¡i los argumentos
viri isti responderé Job, eó quód juslus sibi vide- de Eliú. Pues para que Eliú se satisfaga , empieza re
retur. prehendiendo á Job esta leve culpa, y Job la coatíes!,
Callar el que acusa al justo, porque le parece que no como se lee §n el texto referido , y hace penitencia delta
tiene culpa, y no decir que es inocente, es confesar la con tan humildes palabras. Absuelve Dios á Job ; y
suya y su malicia. Pues argüir ó colegir Job que porque para mayor crédito suyo, acabando de ser su más rigu
callaban y no le respondían , que ellos no habían tenido roso fiscal, es su juez: encamina el celo de Eliú y
razón, era pronunciar en su favor la parte , condenar á alúmbrale el juicio; autorízale confirmando la senten
sus enemigos, y padeciera excepción. Pues porque esto cia que había dado en favor de Job contra sus tres ami
se sanee, loma Eliú, que los había oido y á Job, y era de gos. Y á estos, nombrándolos, los condena en su error, y
su facción, la mano; y en el mismo capitulo (1): «Airó les manda ofrezcan sacrificio por su perdón; y les man
se y indignóse Eliú, hijo deBaraquel bucíles, déla pa da que acudan arrepentidos á Job para que ruegue por
rentela de Ram; empero enojóse contra Job, porque ellos, y ofrece que por su intercesión los perdonara :
había dicho que era justo delante de Dios. Demás deslo, para que la sentencia no solo quede legalizada en favor
s¿ indignó contra sus amigos, porque no habiendo de Job, sino por su patrocinio en el suyo, y conozcan
hallado á sus razones respuesta razonable, solo habían en sí mismos los efectos de la verdadera santidad, que
tratado de condenarle.» Veis aquí que un hombre (no tanto han combatido con sus temosas contradiciones. V
solo airado, sino indignado contra Job, y que le acusa séanos enseñanza que á veces se pone Dios de parte de
con indignación) condena cuanto han dicho contra Job los contrarios del hombre, para defenderle dellos; y
sus amigos, cuando contra Job toma el argumento que responde por él mismo á quien arguye; y que es
dellos. No puede ser mayor testimonio de inocencia que traza de su sabiduría ser fiscal riguroso del que quiere
el que da enojado el enemigo, y amigo confederado á ser juez propicio , y que espantoso sabe ser examen del
los contrarios, contra ellos ; y se declara contra ellos en mismo á quien ha de ser premio.
favor de Job con tan señaladas palabras: Sed ut video, (2) EslubaJob sentado en un montón de ceniza, acla
non est qui possit arguere Job , el responderé ex vobis mando su resurrección, cuando renovado en la salud
sermonibus ejus, «Empero, según veo, no hay alguno y restituido en duplicados bienes, se levantó. Estome
en vosotros que pueda responder á Job ni argüírle.» acuerda del fénix para hablar del. Quo le hay escri
Este Eliú, lleno de aventajada sabiduría á los tres, ben Plinío y Solíno y Mela : los poetas le celebran. Esto
príncipe de admirable elegancia , después de haber con no asegura que hay esta ave, que se oye y no se ve, y de
denado á los tres, empieza á poner su acusación contra quien no han tenido noticia los escritores en el Oriente
Job ; y la prosigue sin dejarla, con esforzada energía, que poseemos (a). Ya hubo quien escribió libro entero,
por seis capítulos consecutivos, hasta el 38, que parece probando que no habia unicornio con las condiciones y
los opuso contados á los seis, sin interpretación, con virtudes que del se refieren ; y no negó á menos auto
que Job enmudeció á sus amigos. Pues á este, que de res la cortesía, que negará quien dudase el fénix, Mis
nuevo, y mds apretadamente cnanto con mejor intento, en este hacen fuerza dos cosas: la una, que algunos
acusa á Job ( fundándose en celo de asistir á la causa de santos le nombran, y entre ellos san Ambrosio y san
Dios y hablar por él , á quien sojo Dios podía responder Jerónimo dicen vive quinientos años. Entre los padres
y desengañar), sucede el mismo Dios, espantable en Tertuliano en el libro de Resurrectione carnis trae al
tempestades, arguyendo á Job y atemorizándole con fénix por hermoso argumento que la prueba. Estas son
estas palabras, no solo despegadas, sino amenazantes: sus palabras en castellano , que por su grande elegancia
Quis est iste involvens sententias sermonibus imperi- y agudeza padecerán algunos agravios en mi versión,
tis? «¿Quién es este que rebuja las sentencias con pa burlando mi cuidado: «Recibe este firmísimo ejemplo
labras necias?» Y en cuatro capítulos le apura, pre de la esperanza en la resurrección, pues es cosa anima
guntándole lo que él solo pudo saber, y todo lo que él da que vive y mucre : quiero decir aquel pájaro, proprio
solo puede obrar, en sagrados enigmas de su Providen del Oriente, famoso por la singularidad , por la posteri
cia divina y poder omnipotente, hasta arrinconarle en dad monstruoso; que se renueva sepultándose á sí mis
el último retiramiento de su penitencia , diciendo á Dios mo voluntariamente; que espira con fin nativo, ysn-
en el capítulo 42 : «Sé que todo lo puedes, y que ninguna cediéndose así fénix; cuando ya ninguno, otra vez el
imaginación se te esconde. Conozco que soy el que re mismo; quien ya no es, es otro él mismo ya. ¿Qué cosa
buja y obscurece el consejo, por no tener sciencia: el más expresa ó más señalada en esta causa; ó á qué
que tú preguntaste quién era, porque sé que preguntas otra cosa sedió tal documento? También Dios en sus
lo que sabes. Por eso he hablado como necio, y cosas Escrituras: El justo florecerá como el fénix.»
que infinitamente exceden mi sabiduría. Con el sentido Tertuliano le afirma animal que vive y que muere , y
del oído te o! ; ves que ahora te ven mis ojos. Por eso yo le trae documento á materia tan alta. Y toca la otra cosa
mismo me reprehendo, y hago penitencia en pavesa y que autoriza esto, con decir que Dios en sus Escritu
ceniza.» ras nombra al fénix, y cita el lugar del salmo xci. Em
Vio Dios que Job con el dolor y el celo habia intrin- pero en él la Vulgata y Pagnino no leen del texto fénix,
sino palma; de manera que es el intérprete, y no el
(1) tratas, lndlpiatosqoc est Ella tillas Baraeliel Dóciles, de texto, quien nombra el fénix. En Job, capítulo 29, v. 18,
cognalione Ram : iralus est autem adversum Job, eó quódju-
slnm se esse diceret coram Deo. Porro adversum amicos ejus in (í) Fénix. (.4' margen.)
dígnalas est, eó quód non invenissent responsionem raUonabilem, (a) Como propio de la corona de Portugal, cuyo derecho i la
sed tantummndó condcmnassenl Job. sazón sostenía Espafia.
JOB. 541
lee la Vulgata (1): «Y decia : Moriré en mi nido, y mul los perfumes que han de ser hoguera ; que viéndola
tiplicaré mis días como la palma.» Algunos, después de arder la naturaleza, se congoje medrosa de perder su
Rabbi Salomón y los antiguos hebreos , han leido fénix maravilla; que sea el difunto comadre de si mismo, y
en lagar de palma; loque sigue Cayetano. Y lo inter el entierro parto ; que abolorío continuado desde el
preta del fénix, Filipo presbítero, persuadido de la pala principio del mundo, sea sucesor de su descendiente;
bra nido, que es asiento más de ave que de palma. La que confundidas la vida con la muerte en tan breve
consideración es sutil; empero en el texto hebreo se confín, no diferencie, ni la una lo que acaba, ni la otra
lee así ^inzt '■ «Y como palma. » Palma leen aquí Los lo que empieza ; que empiece á ser otra la que no ha
Setenta, y añaden : «Como tronco de palma» (Aelas dejado de ser la misma. Todos la dan esto ; nadie la da
mea senescet, sicuttruncuspalmae). El Tárgum caldeo más á esta ave, que oida se propone enigma y viva se
lee : «Como arena» (Et dixi : Cum forlitudine mea in muestra tropelía.
nido meo deficiam; et sicut arena multiplicabo dies); De mal se le hace al entendimiento conceder á la
porque esta voz Vin se colige del texto sagrado, que naturaleza tantos misterios en un pájaro, y á la ra
tiene estas dos significaciones de palma y arena, con zón tantas contrariedades en paz. Quiero vencer la
la autoridad de la Vulgata, que aqui vuelve la palabra condición y contradecirme á mí solo, por no contra
Hhol palma, y la misma arena : Deuter., cap. 33, v. 19; decir á tantos ; que por lo menos es ahorro. Con to
y en el salmo cxxxvm, 18 : Super arenan multiplica- das estas prerogativas, si la hay, no supo ser fénix ni
buntur; y en Oseas, cap. i, v. 10 : Numerus filiorum prodigiosa, en comparación de Job. Todas las cosas
Israel quasi arena maris. De manera que fénix es in con que vive son vida y lo mejor della ; con lo que
terpretación, no de la palabra del texto, sino pres muere y renace, aromas, no solo médicos, sino por su
tada, por la alusión á nido y ala vida larguísima que fragancia vitales. Rudo discípulo fuera la fénix para
dan al fénix. Y me parece se llegaron mejor á la letra aprender de Job á serlo. La maravilla es renacer de un
Los Setenta, leyendo, no solo palma, sino «como el muladar ó estercolero ; y de llagas y hediondez, pudri-
tronco de la palma», por el verso en que prosigue Job: cion y gusanos enjoyar su renovación y ser otro y el
Radix mea aperta est secus aquas, que es propio mismo. Esta es habilidad de la gracia , no de la natu
de tronco de árbol, y no de pájaro, que Filipo por raleza; toca á los santos, no á las aves.
apropriarel nido leyó fénix, digo lo interpretó así; lo Supongo que no hay fénix, y que es ficción moral;
que en el sentido es lo mismo, y lo alabo. De manera pretendo lograrla mejor negada que creida. Esto
que autorizar que hay fénix con decir que se Ice en la supuesto, digo que los que primero la dieron este
Sagrada Escritura, no tiene fundamento en el texto nombre, estudiando su composición en los sucesos
ni en la Vulgata ni en Los Setenta. Esto he escrito para de Job, á él mismo le pusieron aquel nombre y lo
que se desembarace de que tropieza en religión la du vistieron (para disfraz, que no le desconoce) las
da. Sea asi que hay fénix como la escriben : debido propriedades y la riqueza de las plumas; y que Job es
respeto esa tantos graves autores de la gentilidad por el fénix y quien dio motivo literalmente á su compo
los sagrados que la pasaron de sus plumas á las suyas. sición, como se refiere por todos. Acreedor soya fé
No he de ser yo muerte de quien la muerte es vida. nix, pues le saco de fábula poética y le hago historia
¿Ouién no perdonará á quien perdona el fuego? sagrada. Muchos han escrito con utilidad de los es
Digo que hay esta ave, que siendo linaje de sí pro- tudiosos, ó la razón de no creer las fábulas como Pale-
pria , renace y vuela con todos sus antepasados, después fato (a), ú declarado el fundamento que tuvieron en la
que nace del vientre de la ceniza que se engendró de la filosofía ó en la historia para componerlas, añadiendo
llama, cuya voracidad hace fecunda ; en quien la muer los ornamentos que las hiciesen sabrosas. Esto hago yo
te hace oficio de padre, y el sepulcro de cuna; que deja en decir que Job fué el fundamento que hubo de ver
de ser la que es, para ser la que fué, y que ya es otra dad pava fabricar los prodigios del fénix; y á él le está
para ser la misma; que compite á las estrellas la her mejor que Job sea fénix que ser él pájaro ; que pues
mosura y la duración; que el sol hace el gasto á su Dios, en los capítulos en que largamente arguye á Job
alimento, de su resplandor más puro ; que la aurora suda (donde refiere y pondera cuanto maravilloso obró en
para que beba; que digiere tesoros su estómago ; que aves, peces y animales), no hizo mención della, ha
en sus alas vuelan sin peso el oro y la plata ; que su ciéndola del águila y del gavilán y de otras sabandijas,
pico está cruento con el rubí ; que gasta en su vestido sospechosa puede ser su admiración. Y no porque ex
todas sus joyas el Oriente ; que cuando, después de ha cluyamos la fénix ave, descabalaremos el hermoso ar
ber vivido hermoso protocolo de muchas edades, can gumento de Tertuliano, referido arriba, para probarla
sada de repetir siglos, y deseosa por linda de repetirse resurrección de la carne ; que sus razones consu pluma
asi, junte todos los olores y aromas de Pancaya y sá sola cada una tiene las que ha menester para ser fénix.
beos; y perfumando los aires, vuele con ellos; y com Fuera de que en Job le doy otro, de quien no se coli
poniéndolos en su nido, la sirvan de mortaja y manti ge por señas y conjeturas la resurrección ; sino se oye
llas; que sobre estos hazos funestos y natales, con las testificada con ponderaciones y palabras que la testifi-
alas batiéndolas forme clamor, y con la voz ya agoni
zante pida al sol disposición para que recien nacida (a) Gramático, dicen si egipciaco ü ateniense, que ademas se ig
gnrjee; que el sol, desclavándose del rostro (aunque nora cuando floreció; aunque por haber profesado la filosofía pe
haga falta al dia ) el rayo más puro, le envié á encender ripatética ba de eslimarse posterior i Aristóteles. De sus muchas
obras sobro sucesos fabulosos, ba llegado con aplauso 4 nosotros
la de hcredibilibus ¡listorii», en que se explican diversas fábulas,
impresa, ya en griego ja en latín, por los moldes ingleses j ale
(1) hieebamque : tn nidalo meo moriar, ct sicut palma mulii-
manes. La mejor edición es de Amsterdam , 1688, en 8.'
r'icabo dies.
1G
O-H.
242 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
can, como quedan referidas y ponderadas, siendo las es viviente sin testigo; cuyo ser contradicenlos mis di
primeras y más afirmativas y claras, y por su autoridad ligentes investigadores, que son los viciosy desórdenes
innegables. del hombre (que bailaron aquellas cosasá lascuales,
Lo primero, Job y el fénix son de un solar, que es para escondérselas, echó la naturaleza los montes enci
el Oriente: aquel famoso y más opulento en él ; este ma, como son los metales y piedras preciosas, y descu
tiene la misma fama. El fénix tiene por blasón el ser brieron las entrañas de la tierra, que yacen retiradas
único en boca de los escritores ; Job tan único, que en la noche de su profundidad); ave, pues, que para
no hay varón en la tierra semejante á él en la boca engañarla garganta del glotón no han bailado las di
de Dios. Blasonan del fénix que el sol le asiste fami ligencias de la gula ; que no ha desplumado para abul
liar con su luz; Job, tratando ya de renovarse, fecun tar la fanfarria de los penachos la vanidad pomposa;
dando de vida la ceniza en que está sentado, acor que la codicia por el oro de su cuello no acrisola para
dándose de la juventud de su felicidad , en el capí engarzar con él el rubí de su pico; que no lia servi
tulo 29 dice : «¿Quién me dará que vuelva á acercar do á ningún espectáculo de aquellos para cuya os
me á los años antiguos, junto á los dias en que Dios tentación los emperadores escudriñaban el pueblo de
me amparaba, cuando su sol resplandecía sobre mi la tierra y del aire : él disculpa que le dudemos pá
cabeza, y á su luz andaba yo en las tinieblas?» Aquí jaro, y debe agradecer que le afirmemos enseñanza
le vemos coronado de luz de Dios, y que le su y moralidad sagrada.
plía el sol en las tinieblas. Parece que Claudianovió Digo, pues, que la antigüedad (respecto de nos
estas palabras, y las imitó en la imprecación que po otros no solo anciana, sino decrépita, que en fábulas
ne en la boca del fénix, lamentándose al sol de su de animales, aves y peces disfrazó su teología enlos
vejez en su nido, como aquí Job, verso 18: (1) «Mo dioses, las estrellas y cielos, las causas naturales y los
riré en mi nido, y como palma multiplicaré mis elementos, y todo lo recóndito de su doctrina), viendo
dias.p esta vida y suceso de Job, compuso esta ave para en
Literalmente trata Job de morir y resucitar en nido señar cuan único y solo y sin semejante es sobre la
para multiplicar los dias de la vida con la muerte. tierra el varón perfecto, simple y recto y temeroso de
Renace Job de ceniza, como del fénix cuentan, por Dios y que se apartado mal; cuan constante hace da
que no asista á esta maravilla un rayo escaso del las riquezas muladar, y del muladar riquezas; cómo
sol, como al fénix. Hizo Dios á Job padre del día en su vida la ve reducir á ceniza, y edificar su ceniza en
una hija; y porque no falten aromas, de la casia en vida; cómo por la virtud , sabiendo dejar de ser el
la segunda; y para que le sobre todo lo precioso, le da que fué, siendo ya otro vuelve á ser el que ha sido;
en la tercera la abundancia, y el que llaman por eso cómo la inocencia es solo el artífice que sabe fabri
cuerno de Amaltea, que se pinta brotando perfumes car arruinando; cómo la santidad multiplica loque
en yerbas, rosas y flores (o). pierde por mantener el temor de Dios constante. Por
La común y antigua pintura del fénix es un pájaro hacer él asco del muladar precioso, le hicieron (í>) nido
agonizando sobre un montón de cenizas, y sobre su de aromas ;á Job, horrible en contagios, pájaro her
cabeza todo el sol anegándole en tempestad de luz y mosísimo ; la sangre rubí, los gusanos plumas, las lla
rayos. ¿Quién negará que esta pintura no es copia, gas joyas; acariciando la atención con la gala, y gas
y que Job no es el original delta? En el capítulo 40, tando en sus alas y cuello el oro, — como la medicina
verso 1 : (2) «Empero respondiendo Dios á Job desde en las pildoras , para que el acíbar '•on semblante de
la tempestad, dijo.» Ya queda dicho que Dios habló rico disponga la salud, disimulando lo amargo.
á Job desde una nube espantosa en tempestad de re Resta averiguar cuánto tiempo duró este combate
lámpagos, y que esta nube y luces estaban sobre su en una enfermedad tan espantosa, que poseía todo el
cabeza, cuando él, sentado en un montón de ceniza, cuerpo de Job, de tal manera horrible, que más pa
agonizaba para renovarse; pues, como se lee en el ca recía muerto ya vencido de la corrupción que mortal.
pítulo antecedente, que es el 39, ya habia puesto si Varías son las opiniones : todas las refiere el doctí
lencio á su postrero clamor, verso 34, penúltimo : (3) simo y eruditísimo padre Saliano, en el primertomode
«Yo me cerraré la boca con mi mano.» sus nunca bastantemente admirados Anales [c). Tres
Que vuelve la misma con todo su adorno la fénix; son las que varían este tiempo. La primera dice que
que es matrimonio sin compañía ; que renovándose, fueron muchos meses, deque se colige seria un auo.
va á hacer sacrificio al sol que la dio vida nueva, Esta se defiende en las palabras de san Juan Crisós-
acompañada de todo su séquito, — traslado es del sa tomo, en la homilía v, al pueblo antíoqueno : /Hf'-
crificio que hizo Job á Dios , que le restituyó dupli peste crat foetor Ule moleslior: idque non duodecw,
cado todo cuanto habia perdido, siéndole acompaña non viginti, non centum dies , sed mullos menses; de
miento , como lo dice el texto, toda su parentela y donde infieren que, pues nombró dias y meses, }' o°
familia, amigos y conocidos. años, que cuando más fué uno. Lo mismo siente
Esto es lodo cuanto de la vida y la muerte y naci aquel autor, que sobre Job se llama Orígenes, supues
miento se cuenta del fénix : de quien podemos decir to; y fúndase en aquellas palabras de Job: floto»"1*"
ses vacuos; y esto lo porfía con muchas razones, re
futando á los que dijeron que duró tres años y medio,
(1) In ntduto meo moriir, et sicnt palma mnltipllcabo (lies. en figura de los que duró la predicación de Cristo nues
(a) "Y iuvo siete hijos y tres hijas. Y llamó el nombre de la
primera Dia, y el nombre de la segunda Casia, y el nombre de tro Señor : y esta fué la opinión segunda. La WWB
la tercera Cornustibio.» {M, xiu, 13 j 14.)
(í> Respóndeos autem Dóminos Job de turbinc, dtxit. (¿) Los antiguos.
(3) Manum meam ponara super os uicum. (e) Paginas 639 y 716.
JOB. 213
asienta que doró siete años la enfermedad de Job. | pió sus vestidos , se cubrió de tierra, se arrojó en ella
frénela Cirilo Alejandrino en el comentario sobre el y bendijo á Dios.
mismo libro, Olimpiodoro en la Caleña, Tornielo en Aquí pasaron algunos dias, que Satanás dio á Job
másde un lugar. A la misma se llegan Comitolo, Pi ! para que se atormentase con el dolor de lo que le
neda (en el cap. 2, sect. 12), Pererio en el cap. 36 del faltaba, y de ver los cadáveres de su familia, la ceniza á
Génesis, TÁm. 23. La cual al reverendo padre Saliano que estaban reducidos susganados,y muertos y hechos
parece mas probable ; con tal limitación , que no se pedazos todos sus hijos, y la casa del mayor vuelta
entienda que todos siete años continuos estuvo Job sepulcro de todos, y el dia del banquete fraternal
en el muladar descubierto al sol y á la lluvia y al noche de lágrimas y sangre. Estos pasos y considera
frió, sino que el echarle en el campo en el estercole ción de espectáculos tan dolorosos fué maña infernal
ro fué el séptimo año de su tragedia, habiendo los seis que le durasen muchos dias, porque le fuesen más
precedentes pasado en su cama y debajo de cubierta la eficaces verdugos sus ojos con lo que vian que sus
enfermedad y dolores, asistido de médicos y familia. oidos con lo que oyeron. Literalmente se colige este es
Esfuerza el mismo doctísimo padre este sentir : «Que pacio, del texto, cuando en la segunda junta que hi
quiso Dios tapar totalmente á Satanás la boca, porque cieron los espíritus de D.os delante del, empieza el ca
no pudiese cavilar algo en razón de haber sido de pítulo 2 : Factum est autem cúm quadam die, «Sucedió
poco tiempo la enfermedad ; » palabras son de san Juan pues que como en un dia, etc. ;» palabras que mues
Crisóstomo, en la epístola tercera, á Olimpiades : Vo~ tran diversidad de tiempo, que por las razones dichas
hiüDomimu, ut ne impudentis quidem ullius obje- no pudo ser corto ; y la prudencia le puede contar por
diomsumbram aliquamhaberet, quampraetenderet.* algunos meses, siendo asi que la fuerza de aquella
V así juzga que debió ser tan largo el tiempo desta persecución de todos los bienes y los hijos, no se mos
enfermedad : pues Dios en Job determinó mostrar el traba sin dar tiempo en que uno y otro se echase me
mayor ejemplo de la paciencia ; y con el mismo estilo nos en la comodidad y en la compañía.
alargó cuatro años la ceguera de Tobías, y al inocen Después deste intervalo salió Satanás con poder
tísimo Josef tres años la prisión y diez la esclavitud; de Dios, y le enfermó con plaga horrible desde la plan
siete años la esterilidad de Raquel, veinte la de Rebeca ta del pié hasta la cima de la cabeza , sentado en un
j más de sesenta á Sara, y veinte y ocho años de mar- muladar, donde se raia con una teja los gusanos.
lirio á Clemente, obispo ancyrano, y ¡i sus compañe Sucedióle consecutiva la tentación de su propia
ro;. Esto alega por su opinión en confirmar la de los mujer. Luego damos tiempo para que sus tres ami
siete años de enfermedad en Job el eruditísimo padre gos supiesen su miseria y sucesos, y para que vinie
gloria de Aviñon. sen á consolarle : este no pudo ser largo, por ser veci
Licito es en lo que se conjetura, replicar por seguir nos y venir con ansia de socorrerle. A este se añaden
la parte más probable ; y estas instancias suelen ser los siete dias que callaron llorando con él. Job dio luego
■liles. Por esto con toda reverencia me llego á la principio á su lamento; ellos sin dejar sus réplicas, á
primera opinión de que duró toda esta tragedia y en su persecución, con argumentos proseguidos por Eliú
fermedad solo un año, siguiendo lo que se colige de y fenecidos por Dios que determinó la causa. Esto
fas palabras referidas de san Juan Crisóstomo , y no tuvo algunos dias, aunque pocos; pues no parece po
despreciando la del Orígenes bypobolimeo, que en sible que hombre en tal calamidad y sin alguna sa
bü porte sigue á los hebreos, que tienen duró esta lud , pudiese mantener acto tan largo y congojoso, sino
plaga de Job los doce meses que duraron las plagas de repartido en dias; ni los amigos sin descansar, en
Egipto. Léese en el Seder-Holam, capítulo 3; y es sumo sitio semejante. En todo esto repartido un año, y me
«carecimiento que un hombre durase doce meses en nos (que yo esto tengo, pues san Juan Crisóstomo
»m plaga, para su vida doce veces mayor que las de no le nombró de dia á meses), espacio parece legíti
Egipto. No carece de misteriosa correspondencia, que mamente contado por la misma letra de la historia.
1» emulación maligna de Satanás, como Dios envió Y para enfermedad estudiada por todo el infierno, ó
MnelUs para vencer la dureza de Faraón, él introdu inventada para esto solo con circunstancias de corrup
je esta para rendir la paciencia deJob. ción en todo un cuerpo adonde nunca supo llegar la
La narración no parece que da lugar á los siete años, malignidad de la peste, aun un mes parece término
«i aun i ano cabal. Sus espacios son estos: juntar que excede la facultad natural y fuerzas humanas, y
Kos sus hijos ó espíritus, hacer á Satanás memoria más cargando sobre un corazón combatido de pérdi
& las virtudes de Job , contradecirlas él , pedirle li das de tan vivo sentimiento. Aforismo es que las en
cencia para perseguirle ; dársela y partirse : esto es fermedades grandes ó acaban presto ó se acaban. En
"jstanláneo. Robarle y quemarle los ganados y lia— Séneca se lee, y en todos se experimenta; y la enferme
tienda, derribarle la casa y dar muerte á sus hijos : dad de Job no solo fué grande , sino la mayor, por ser
» razón persuade que los sucesos fueron (por la dis de resolución del cuerpo y de la piel en gusanos, in
tancia de las posesiones y disposición de los sábeos y capaz de remedios, y sin ellos y en el campo en un
caldeos, que vinieron á robarlas y degollar los cria- estercolero.
** J pastores) en diferentes dias; empero previ No son á propósito para fundar la duración de los
niéndolo de tal manera, que en un mismo dia y en siete años en esta enfermedad, los ejemplos referi
P°w espacio del , llegasen los diversos mensajeros dos de estar preso Josef y ciego Tobías, y estériles
°»« le trujeron las nuevas. Esto es indubitable en el Raquel, Rebeca y Sara ; porque la prisión y esclavitud
texto, pues dice en todos : «Aun estando hablando el quita la libertad, no la salud. La ceguera la vista, no
"no, llegó el otro y dijo ;» y este mesmo dia Job jom- la vida ; y hay quien nace ciego ó cegó en naciendo, y
244 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
•vive ciego muchos años, y es defecto y no achaque. do en sí mismo gusanos y podre; pnes si no los traga
La esterilidad en las mujeres antes es esfuerzo y re ba, se los vían mascar con los dientes? ¿Quién oirá
medio que dolencia. Nada las acaba tanto corno los decir que un hombre vivió desta manera una semana,
partos ; son la vejez de su mocedad y el menoscabo que no lo atribuya antes á misterio y milagro que á
de su hermosura. Proverbio suyo es: «¿Cómo no ha complexión natural? Estas razones me lian movido .i
de estar buena si no ha parido? » Todas las fecundas tener por mucho más probable la opinión deque la ca
echan la culpa de su vejez á los partos, y ninguna á lamidad duró un año (antes algo menos que mis),
los años. No se puede equiparar la tolerancia destos que los siete que tan gravísimos y doctísimos escrito
defectos con una total corrupción de carne y huesos ¡ res defienden. Para fundar la opinión de los siete
y piel, que no solo fué una enfermedad, sino batallón años, supone el padre Jacobo Salianoque á Job sus
de todas las enfermedades y dolencias, hasta quedar criados y parientes, luego que enfermó, le pusie
en él solos los dientes, que se defienden en las cala ron en su casa en la cama, y le asistieron con rega
veras después de consumido el cadáver. Job lo dice los y medicinas. Parece que el texto no lo admite:
de si en el capitulo 19, como queda referido. Aun no pues la enfermedad no la introduce en crecimientopo-
estaba como cuerpo muerto, sino como esqueleto ya co á poco, sino en todo rigor ultimado. Dice que Sata
roído de la hambre del sepulcro. Impiedad será pen nás le enfermó ulcere pessimo á planta pedís, w¡w
sar que los de Job eran encarecimientos : no los ad ad verticem capilis; y que desde luego se raía la po
mitían sus males, ni la santidad gasta ese lenguaje. dre con una teja sentado en un estercolero. Y san Juan
Tan cadáver se vio, que él mismo dijo, capitulo 17, v. 1 : Crisóstomo claramente en las palabras referidas afirma
"h O'HM ; que la vulgata vuelve : «Solo me falta el se que Satanás no le dejó casa ; y sigue esta consideración
pulcro;» y Los Setenta : «Aun los sepulcros se me textual , de que su enfermedad entró de una vez con to
hacen derogar;» y la versión rigurosa en Pagnino: da su malicia. Y el mismo Job, haciendo ponderación
«Los sepulcros me están preparados á mí. » Y ponde consecutiva y dolorosa desde sus primeras desdichas
rando san Juan Crisóstomo la corrupción en que Job en el robo de los ganados, excluye asistencia de criados,
via verter su carne toda y derramar su vida, acu vecinos, conocidos, parientes y amigos (capítulo 19,
diendo al lugar que dice : (1) «Raíase la podre con una verso 11): «Enojóse contra mi furor, y túvome como i
teja,» — dice en la Caleña : «¿Por qué no se raía los enemigo. Juntamente vinieron sus ladrones, y se lu
gusanos ni con las manos ni con los dedos? Conviene cieron camino por mí y sitiaron en torno mi taberná
á saber, porque la cura no fuese más asquerosa. El culo. Apartó de mí mis hermanos muy lejos; y mis co
propio era tormento de sí mismo y verdugo : no rom nocidos huyeron de mí , como de un extraño. Dejáron
piéndose él el costado, sino apartando la podre que ma me mis parientes, y olvidáronme los que de mí tenían
naba como de fuente, raía con lodo inanimado el lodo noticia. Los inquilinos de mi casa y mis criadas me
con vida. ¿Por qué estaba sentado en el estercolero? trataron como á ajeno, y fui como peregrino á sus
Para que la podre y gusanos, que caian en lluvia de ojos. Llamé á mí criado, y no me respondió; rogábale
su cuerpo, se cubriesen con la tierra. ¿Porqué en el con mi propia boca. Mi mujer tuvo horror de mi alien
campo? Porque el hedor pestilencial no le diese muer to, y suplicaba á los hijos mios. Hasta los ignorantes
te ; lo cual es cierto sucediera á estar en aposento cer me despreciaban, y cuando me apartaba dellos, mur
rado.» Y añade que Satanás no le había dejado casa. muraban de mi ; y los que un tiempo fueron mis con
¿Qué hombre podrá vivir un mes desta manera, que sejeros, me abominaron; y aquel á quien más amor
su duración no se atribuya á milagro : enfermedad que tenia, me contradijo.» Desde que se dispuso la trage
referida se padece? Y con estar ponderada tan sutil y dia en la primera junta y vinieron los ladrones caldeos
scientificamente, aun adelantan su horror dos lugares y sábeos , hasta el estado dcste capítulo, excluye el
del mismo Job. El primero capítulo 7 : Induta est caro mismo Job asistencia de criado ni criada, huésped
mea ¡mtredine, et sordibus pulveris: cutis mea aruit, el ni vecino, conocido, pariente, amigo, hijos ni mujer.
contracta est (lo que vuelven Los Setenta : Conspergi- Y confirma este desamparo universal cuando dice á sus
tur corpus meum in putredine vermium : infundo au- tresamigos consecutivamente en este capítulo, versoSl:
tem glebas terrae á sanie radens ; «Desmorono y desha Miseremini mei , saltem vos amici mei, «Siquiera vos
go los terrones con la podre»): de que se colige lo viscoso otros, que sois mis amigos, apiadaos de mí ; o y no di
y corrosívode las materias que manaban ; y que como se jera esto si alguno se hubiera apiadado del.
deshacían limpiándolas los terrones, se tapiaba las lla Si alguno preguntare qné hacia Dios y qué Satanás,
gas, enterrándose vivo con sus manos. El otro lugar ex viendoá Job padecer y llevar con paciencia lo mismocon
cede en el honor á todos, y bastaba referirle solo; capí que le perseguía tanta majestad , responderéle con Ter
tulo^, v. 14: (2) «¿Porque despedazo mis carnes con tuliano en el libro De Palienlia, en que considerándolo
mis dientes?» De las manos llagadas corría tanta pudri- mismo, se pregunta y se responde : (3) «¿Qué? Reíase
cion y gusanos, que antes los añadieran que los quita Dios. ¿Qué? Atormentábase eldemoniocuandoJob con
ran. El adobe se deshizo, los terrones se desmoronaban; grande paciencia limpiaba la inmunda redundancia de
y por eso con sus proprios dientes se barría las llagas sus llagas.»
y apartaba la piel para verter la corrupción. ¿Pueden Halló Tertuliano con su docta atención fundamento
ojos humanos durar, viendo servir una boca en minis en el texto sagrado de Job para decir que Dios se reía:
terio tan asqueroso, y á un rey en un muladar pacien-
(5) Quid? riilcbat Deus : Quiíl? dissccabalur malus, ciun !■■
(1) Testa sanlcm radebat. immnmbm ulceris sui redundanliam magna afuiuitioiilaie de-
(i) Quarc lacero cantes meas dentibas meist slringrrci.
JOB. 245
acordóse en el capítulo 9, v. 23 destas palabras : Sifla- atrevida. No está en lo que el Santo dice, sino en que no
gellat, occidat semel, et non de poenis innocenlum ri lo leemos como él quiso que se leyese. Persuádome que
deat, «Si castiga, mate de una vez y no se ria de las pe la dificultad que en este lugar (como está en el texto afir
nas de los inocentes;» que según la Vulgata, parece mativo) se ofreció á san Jerónimo, fuéel decir que Dios
que cuando Job estaba padeciendo, vía que se reia se reiadeias penaste los justos; porque seacordabaque
Dios. Es lugar que parece (leído así) que si no toca en David, hablando de Dios en el salmo ii, dice : Quarefre-
enfado, tiene algún desenfado ; por eso liaré reparo en muerunt gentes, et populi meditati sunt inania? Asti-
él, dándole la luz que pudiere caber en mis ojos, pues terunt Reges terrae, et Principes convenerunt in unum,
todos le reconocen por oscuro. Pagninolce: Si flagel- adversus Dominum, et adversus Christum ejus. Dirum-
lum estabeo, occidat súbito impium qui poenas in pamus vincula eorum : et projiciamus á nobis jugum
nocenlum subsannat , «Si el azote es de Dios, dé muer ipsorutn. Qui habitat in Coelis irridebit eos : et Domi-
te súbitamente al impío que hace burla de las penas' de nus subsannabit eos; y que el mismo Dios en los Pro
los inocentes ; » Los Setenta : Quia nequam homines in verbios, capítulo 1, verso 26, hablando de los impíos,
magna morte erunt, sed justi deridentur; en la Regia : en venganza y amparo de los inocentes, dice : Ego quo-
Quoniam mali in morte indecenti, sedjusti deridentur. que in interitu vestro ridebo et subsannabo. Reconoció
No me amedrenta que Pagnino y el texto griego lean que Dios se ha de entender se rie de dos maneras : una
este Terso en opuesto y contrario sentido á san Jeró de la muerte y trabajos de los impíos, haciendo, digá
nimo. moslo así, burla de sus vanos intentos (eso essubsan-
flízome animoso en estos aprietos Tertuliano, De Re- nare); y en este sentido dice David que Dios se reirá de
surrectionecarnis, con esta singular advertencia: (l)«El los que contra él se amotinan, y Dios dice de sí que se
sentido divino está en la medula, no en la superficie, y reirá de los malos. La otra manera de reírse Dios es, no
muchas veces émulo de lo que manifiesta con las pala reírse de las penas de los inocentes, sino con ellas y con
bras.» Añadí á la traducción palabras, porque eso llamó ellos dellas. En español es diferencia legítimamente
superficie. Esto se verifica con muchos ejemplos en la verificada y común, sin excepción. Reírse de uno es
Sagrada Escritura ; ahorremos con uno millares. Cristo burlarse ; reirse con él, alegrarse y caricia. Pues viendo
en las bodas de Cana dijo á su madre : Quid mihiet ti- el gran Padre que Dios solo se rie de las penas y muerte
bi est, mulier? palabras que en la superficie pronun de los malos ; y que no sin misterio se añadió por David
cian reprehensión y despego, y en la medula son favor al reirse el subsannavit, que es hacer burla; y que
y halago misterioso. Con esta doctrina he de procurar cuando él dice á los malos : « En vuestra muerte yo me
serenar el semblante de la versión del grande doctor y reiré,» añade el subsannabo : «Haré burla;» — ha
padre, y descubrir la sustancia de su medula. El de las llando á Job santísimo y canonizado por Dios, porque la
lenguas que sabia, más parece don que estudio : no palabra ríase, que se lee consecutiva á las penas de los
se las dio, como á los apóstoles, el Espíritu Santo ; mas inocentes, no se extendiese con burla, como en los ma
asistióle al uso dellas. Los herejes con lo que del muer los, añadió el non, diciendo : Et non de poenis innocen-
den, se quiebran antes los dientes que se los clavan. tium rideat. Empero no se ha de construir : Et non
El Tárgum vuelve : Si in furore occidit súbito, rideat de innocentium poenis, «Y no se ria de las penas
quando tabescent innocentes ridebit. Que habla Job de los ¡nocentes ;» sino : Rideat, et non de poenis inno
con Dios es lo más probable, y así lo asienta el padre Pi centium, «Ríase, y no de las penas de los inocentes;»
neda, y de todo el capítulo se colige. Filípo presbítero pues eso él mismo dice que ha de ser de las de los im
nota estas palabras de licenciosas, y dice qne en decir píos y rebeldes.
las pecó Job, aunque levemente ; y que por esto dijo en Tengo un ejemplo que acredita esta construcción
el capítulo 39, v. 34 : Qui leviter locutussum, respon mia, tan literal, que turbó á hombres doctísimos, por
deré quid possum ? Y todo el rigor desta advertencia, y no juntarla á la mente del autor. Virgilio en la Geór
la dificultad grande que en él han reconocido todos, la gica, libro ni, tratando de las señales y partes que ha
ocasiona la palabra non, la cual no está en el texto he de tener el caballo para ser bueno, y diciendo lo que
breo. Y por eso leen Pagnino y Los Setenta y el Para se debe hacer con el que siendo tal, ha servido y está vie
frastes lo contrario; pues san Jerónimo, añadiendo el jo ó enfermo, dice :
non, lee : Etnonde poenis innoecntum rideat; y ellos,
conformes al texto, afirmativamente dicen que se reirá! ¡lime quoque, ubi mil merlo gravi», mi! jam segnior anuís
Déficit, abde domo, nec lurpi ignosce senectae.
Los Setenta : «De las penas de los justos;» Pagnino :
«que si el azote es de Dios, en breve dará muerte á los Siendo Guillermo Cantero varón largamente doctísi
impíos, que se rien de las penas de los justos ; » el Tár mo, como construyese este medio verso juntando el nec
gum: «Sien su furor da muerte brevemente, cuando con el ignosce, leia : «No perdones á la torpe vejez.» Afir
los justos padezcan se reirá.» Pagnino antes mostró mie mó en sus Varias lecciones estaba feamente errado, y le
do ala dificultad, huyendo della en paráfrasi, queri- enmendó. Y su enmienda fué el yerro, porque la cons
goren la versión; pues dice el texto : «Si azota, mate de trucción habia de empezar por el ignosce, «perdona,»
una vez , y de las penas de los inocentes se ria.» nec turpi senectae (nec, no) , «á la no torpe vejez;» quie
Mostraré ahora cómo solo san Jerónimo supo recono re decir, que no es reprehensible ni indigna de recono
cer la dificultad; y entendella y darla á entender, con cimiento: porque junto el nec, no, con el perdones, era
añadir la palabra nm, que al parecer la contradice y hace decir : «No perdones á la torpe vejez;» y contradecíase
Virgilio en un mismo verso, pues le empezó diciendo:
«Al ya grave por la enfermedad ó inútil por los años, abde
(II Ritió julem divina in mcdull» ese, non in superarte et domo, jubílale en tu casa, y perdona á la no torpe vejez.»
Y la verdad estuvo y la sentencia en saber juntar otro no.
246 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Do manera que con el no que anadió san Jerónimo, que no habia con ellos acusado á Job, se hallan de la
leido en su lugar, comenta sutil y eruditamente lo que misma suerte convencidos de las maravillas de Jub y de
traduce; como si dijera (y á mi parecer se lee, aunque su santidad; duelo el capítulo 32: Omisserunt autemtres
no está escrito) : «Riase, y node las penas de los inocen viri isti responderé Job, eó quódjustus sibi videretur. Y
tes, sino con ellas,» en el sentido dicho. Yasí lo entendió no bien estos se confiesan convencidos, cuando Eliú les
Tertuliano cuando dijo : Quid? ridvbat Déus, «Holgába dice, condenando su ignorancia, con más palabras lo
se.» Era risa favorecida; y se prueba, porque preguntan mismo, verso 5: Cúm autem vidisset quod tres responde-
do de Satanás qué hacia victuio padecer á Job, responde: re non potuissent.iratus estvehementer; y en el verso 12:
Dissecabatur, «Se atormentaba.» Adviértase queen los Sedut video, non est qui possit arguere Job, et responde
santos, aunque á muchos sentimientos faltan letras para ré ex vobis sermonibus ejus : que fué decirles que no
leerlos, sobra voz para oirlos. No es nueva la petición sabían nada para acabar con Job y concluirle. Y esto di
de pedir Job á Dios que acabe con él : con ella empezó, y jo para argüirles él más acérrimamente, como lo hizo
diciendo que ese seria su consuelo, capitulo 6, v. 9 y 1 0: con mayor fuerza. Es tanta la similitud desta acción de
Et qui coepit, ipse me conleral : solvat manum suam, et los amigos y los fariseos y escribas, y de Eliú y Caifas,
suecidat me? Et haec mihi sit consolatio, ut affligens que solo se diferencian en lo que de Cristo no pudo ca
me dolare, non parcat. Y la palabra rjNj-|NS, Pithom, ber en Job.
aquí se vuelve propiamente áa&reuiar; eso es, dar muer Los ladrones que asistieron á la pasión de Cristo, no
te de una vez, no dilatar el castigo, el fin ó el intento; faltaron á la calamidad de Job, capítulo 19, v. 12: SimuJ
y casi en aquel sentido en que Cristo nuestro Señor dijo venerunt lalronescjus, et fecerunt sibi viamperme.X
por san Juan, capitulo 13, v. 27 : Et dixit ei Jesús : el decir, hablando de Dios, sus ladrones, parece que no
Quod facis, fao cüius ; porque aun estas palabras de su puede decirse por otros, y que proféticamente hablaba
pasión se previniesen en esta paciencia. délos de Cristo, y que se ensayaron en él para asistirle;
El reverendo padre Pineda con feliz curiosidad juntó, que sin violencia lodaá entender la cláusula: «Por m¡
así en dos estampas á los ojos (a) como en discurso aparte hicieron para sí el camino.»
para la noticia, todas las acciones y palabras en que Job La palabra «Dios mió, Dios mío, ¿por qué me desam
había sido, como dice Filipo presbítero, la más copiosa y paraste?» en el capítulo 30, v. 20 y 21, la pronunció:
continuada semejanza de las de Jesucristo. No quiero Clamo aii te, et non exaudís me : sto, et non respicitme.
usurpar á los estudiosos algunas que me dejó ; y como Mulalus es mihi in crudelem .
piadosamente liberal, no las menos preciosas. Leemos en La otra: «Padre, perdónalos, que no saben lo qnelia-
san Juan, capítulo8,v. 46, en boca del Hijo de Dios: Quts cen» (que fué rogar por la ignorancia de sus enemigos?
ex vobis arguet me de peccato? Si veritatem dico vobis, por ellos y alcanzarlos perdón), Job lo hizo, capítulo^,
quare non creditis mihi? Job, capítulo 6, v. 23 : Quare v. 10 : Dominus quoque conversus est ad poeniten-
detraxütis sermonibus veritatis, cúm é vobis nullus liam Job, cúm oraret Ule pro amicis suis. Ellosenemi-
sit quipossü arguere me? Y no solamente son las pala gos acérrimos suyos fueron, y de su parte faltó la amis
bras y sentencia las mismas, sino la ocasión ; pues los tad ; nunca en Job, que por la suya y los méritos de su
escribas y fariseos y los tres amigos de Job trataban de paciencia, siempre fué su amigo y los llamó así ylos tuvo
que había pecado en el uno y en el otro, y que eran pe portales. No repugnoque uno sea mi enemigo, y yo ami
cadores; y lo más misterioso es, q ue sobre esta acusación go suyo; la amistad en uno puede faltar y no en otro.
se concluyeron los dos procesos con un mismo género Más intrínseca cosa es padro y hijo, pues nopuedeba-
de junta. Sea Dios loado, que se sirvióde hacer capaz mi ber unosin otro, y dice el suavísimo Crisólogo :£<?<> f"m
indignidad de estas consideraciones y de las que se si didí, quod erat (Mi: Ule, quod patris est, non amisit : y
guen, á mi ignorancia. esto en boca de un hijo á un padre.
San Juan , capítulo 11 , v. 47 : Collegerunt ergo Pon Hemos llegado á la cuestión de cuando fué J"b res
tífices et Pharisaei concilium, et dicebant : Quid faci- tituido á salud; las opiniones son diferentes. Yo (m-
mus quia hio homo multa signa facit? Si dimütimus guiendo al texto) tengo por más probable que súbita
eum sic, omnes credent in eum : et venient Rotnani, et mente se halló bueno y renovado en vigor y fuerzas al
tollent nostrum locum, et gentem. Unus autem ex ipsis fin deste verso décimo, no al principio; pues empieu
Caiphas nomine, cúm esset Pontifex anni illius, dixit diciendo : Dominus quoque conversus est ad potniten-
eis: Vos nescitis quidquam. Aquí los pontífices y fari tiam Job, cúm oraret Ule pro amicis suís ; y la palabra
seos, que siempre habian perseguido á Cristo, calum poenitentia significa toda la calamidad. Y fuéle á Dios
niando sus obras y sus palabras, ya convencidos se en tan agradable verle orar y pedir por sus contrarios, qu*
mudecen y no saben qué hacer; y lo dicen : «¿Qué hace consecutivamente dice el texto: Et addidit domina
mos? porque este hombre hace muchas maravillas.» omnia quaecumque fuerantJob.duplicia; en que for
Y Caifas, que no se había mezclado con ellos en las zosamente entra la salud. Y en el principio desle capi
persecuciones y calumnias que habían hecho á Cristo, tulo aun se estaba en el montón de ceniza padeciendo,
para perseguirle él con último rigor, los trata de igno verso 6 : Idcircó ipse me reprehendo, el ago poeniten-
rantes, diciéndoles : Vos nescitis quidquam, «Vosotros tiam in favilla et ciñere.
no sabéis nada;» en vosotros no hay sabiduría. Los Y por si algún terco en contradecir porfiare en que mi
tres amigos de Job, que tan injuriosamente le habían interpretación no tiene lngar.por llamar Jobáestos sus
tratado de pecador y blasfemo en la primera junta de amigos y por llamarlos Dios amigos de Job, le acuerJ
los tres solos; en esta postrera, donde se añadió Eliú, que Cristo llamó á Júdasamigo cuando le ibaá prender,
diciéndole : Amice, ad quid venislí? «¿A qué viniste,
(») Al frente del segunda lomo. Cada ana consta de once vi amigo?» Y no habrá quien diga que Judas traidor, en
telas ingeniosamente imaginadas.
JOB. 247
cu yo corazón se liabia entrado Satanás, hijo de perdición, Quiafecit mihi 'magna qui potens est, en que resu
era amigo de Cristo, sino enemigo; siendo así que el Hi me que Dios es poderoso; y en el 52: Deposuit po
jo de Dios aun entonces departe ele su clemencia le era tentes de sede. De manera que muestra á Eliú que en
tan amigo, que llamándole nombre tan regalado, solici sus palabras hubo mentira, y que no probaron perfecta
taba contra su desesperación su arrepentimiento ; y es sciencia en decirque porque Dios es poderoso, no humi
to sabiendo que no liabia de aprovechar, porque de par lla y derriba los poderosos, diciendo: «Dios, que es el
te de su misericordia nada quedase por hacer para su poderoso, depuso á los poderosos de su silla.» Defirió
remedio. esta respuesta hasta su encarnación, la cual Job había
Prodigioso diseño fué Job de Cristo; mostraré la di profetizado y defendido, para que no solóse supiese que
ferencia. Respecto de Cristo, fué Job un dibujo hecho Dios poderoso humillaba los poderosos, sino su poder,
con carbón; y Cristo la pintura admirable que da ser con que era el misterio que Job sustentaba. Puso esta res
hermosísimos colores á lo que confusas y jevueltas, ni puesta en la boca de su madre, por ser ella quien , por
sé si diré mejor que prometieron ó amagaron los bor haberle concebido, ascendía á la mayordignidadde to
rones de las llagas, heridas y aflicción de Joba las del Hi das las criaturas ; y quien había bajado á ser criatura al
jo de Dios ; va lo que diré, sin salir del dibujo, á lo que Criador poderoso de todo. Dijo este cántico, y en él es
se borda después en él: aquel I as fueron picaduras de al tas ra-.ones la Virgen, respondiendo en la visitación de
filer, y estas clavos, martillos y lanzada; aquellas en un santa Isabel al suyo , cuando estaba preñada de san
papel ; estas en la tela riquísima de su soberana huma Juan Bautista. Vino ó honrar, aun antes de nacer, al
nidad. precursor de su Hijo en el Testamento Nuevo; y su Hijo,
Diré ahora en recomendación del santo Job la mayor por boca suya, no aguardó á nacer para defender y hon
gloria y la más soberana prerogativa. Fuera de la consi rar á Job, que no aguardó al Testamento Viejo para ser
deración deudora mi pluma, si yo no lo fuera á la medi su precursor en la ley de naturaleza. No le tuvo menos
tación de su paciencia. costa el oficio que á san Juan ; pues si no murió por él,
Digo qne la Virgen Marta, luego que concibió al Hijo fué porque Dios no quiso, mandando á Satanás que le
de Dios, respondió por Job al argumento más pondera dejase la vida : Verumtamen animam Ulitis serva.
do de Elió, por concluyente contra su inocencia. La no Tan admirable fué en Job el no morir como el morir
vedad es grande, el misterio mayor. Mi alabanzaapren- en Moisén; aquel, porque mandó Dios que no muriese ;
da de Job paciencia, hasta que me lea quien no me co este murió mandándolo Dios. Deuíeronomt'o,capítulo34
nozca ; que estimación y quietud, el sepulcro las da y y postrero, verso 5 : Mortuusque est ibi Moyses servus
la vida las quila. Job, capítulo 36, v. 4 y 5 : dice Eliú, Domini, in térra Moab, jubente Domino.
el más docto y elegante de los amigos de Job: (1) «De Murió Job el dia 10 de mayo, según el calendario
verdad en mis palabras no hay mentira, y yo te probaré romano; empero según el menologio de los griegos
la sciencia perfecta. Dios á los poderosos no los arroja, á 6. Que fué santo, Dios lo dijo; que fué profeta, na
porque él mismo es poderoso.» Que fió la victoria de die lo duda; que fué rey, muchos graves autores lo
todos sns argumentos desta proposición, se conoce en afirman, otros lo niegan. El doctísimo cardenal Caye
que la previene, asegurando que verdaderamente en tano se empeña más en esto que todos; y afirma que
sus palabras no hay mentira; y blasona que con ella le de sus palabras se colige, cuando dijo de s!, capitulo 29,
probará la perfecta sciencia. A esto no dio lugar Dios á v. 25: Cumque sederem quasi Rex, circumstante exerci-
que Job respondiese; pues en acabando Eliú el ca tu. Colige que si lo fuera, no dijera de sí que á la mane
pítulo 37, con que prosiguió el 36 referido, el 38 em ra de rey se sentaba. Olvidósele lo que dice de sí, ca
pieza : Respondens autem Dominus Job de turbine, pitulo 19, verso 9 : Abstulit coronam de capitemeo;
dixit. Hago reparo en que no habiendo hablado sino «Quitó la corona de mi cabeza.» Si reparara en que el
Eliú (no en un capítulo sino en seis arreo, y largos), diga texto solo dice que fué varón grande entre los orienta
que Dios respondió á Job, que no había hablado, y no les ; y que contando su grandeza, solo dice ganados y
á Eliú, que solo acababa de hablar. Y fué la causa esta posesiones y familia, no vasallos ni ciudades ni reino;
proposición tan exagerada por él, de que Dios, por ser y si trujera á cuestión si el reinar entonces se liabia in
él poderoso, no arrojaba y humillaba los poderosos; y troducido, aun diera alguna fatiga á la respuesta. Em
por ella misma, habiendo apretado Eliú á Job mucho pero llamándole rey Los Setenta y muchos padres, con
más que los tres amigos, cuando condena la opinión tan leve fundamento sobrada solución tiene.
suya nombrándolos, no hace mención de Eliú ni le re Conjetura probable y decorosamente el padre Pine
prueba lo que habló ni le manda hacer sacrificio por sí, da que su cuerpo está en una pirámide en la tierra
como á los otros. Mas luego que Dios mismo (que es el deHus, á los confines de Idumea, por ser costumbre
poderoso que dijo Eliú, que por serlo no humillaba los de los de Arabia y Egipto que los sepulcros de sus re
poderosos) se humilló y se bajó de tal manera, que se yes fuesen suntuosísimas pirámides, según Plinio, Dio
pudo decir del : Semelipswn exinanivit, formam nisio halicarnáseo , Stófano de Urbibus, Solino y He-
serci accipiens, haciéndose hombre ; — ordenó que su rodoto, Strabon y otros autores que siguieron á estos.
madre, luego que le concibió, respondiese (concluyendo Esto no me persuade, porque fué mucho más anti
con demostración) al argumento de Eliú, resumiéndole: guo Job que los tiempos en que estos autores di
como se lee en san Lúeas , capítulo i, en aquel divino cen se inventó este género de sepulcros piramidales ;
cántico : Magníficat anima mea , en el verso 49 : y aun se contradicen para el fin que se edificaron las
pirámides : unos dicen que para trojes y graneros y
(1) Ver* enim absqne mendicio sermones mei , et perfecta
stieniia probibltar Ubi. Deus potentes non abjicit, cum et ipse
guardar ganados ; otros para entierros. Lo que es más
lil potras. á propósito son las palabras de Nitelas (in protheoria
248 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.'
primi capitis) : Exlare etiam nuncJobi sepulchrum palabras de Tertuliano, libro De Anima (tantas joyas
«fl Arabia, atque sterquilinii palaestram, ubi speciosas se cuentan en ellas como letras se leen) : Undeet
coronas adeptas est, anniversariisque honoribus illum ignorare tutissimum est : praestat per Ueum n«cire,
indigenae prosequuntur. Los teatros geográficos lo lian quia non revelaverit, quam per hominem scire, quia
seguido de buena gana ; y en la tabla de la Tierra San ipse praesumpserit : pigüelas son, que si impiden el
ta, en la tierra de Hus se ve una pirámide, y debajo: vuelo, aseguran las alas, y en ellas las plumas.
Sepulchrum Job. El doctísimo padre Pineda bizo á la pirámide en que
Si fué rey ó si fué sepultado en pirámide, no lo está Job sepultado un excelente epitafio con las cláu
afirmo ; y por ser cosa decente al santo vivo y muerto, sulas solemnes del rito antiguo funeral. Yo, por imitar
repito las palabras de los que dicen que si : valiéndome esta piedad, quiero que Job con sus palabras sea epi
(para mi cortesía) de su empeño, en todo el tratado tafio de sí mismo, porque aun sepultado bable de sí, y
de la mujer de Job y su culpa, y que no la repudió y aun difunto le podamos oír. (a)
que tuvo en ella los postreros hijos.
Constantemente sigo al doctísimo y eruditísimo pa
dre Saliano en el tomo primero, admirando que en seis (a) Solo be visto el epitafio de Qoevedo en el ejemplar de 1790.
hojas comentó la paciencia de Job, sin cargarla. Aquí termina sin él la edición de Sancha.
Advierto que el primer mote hebreo significa Dioj lo iH, y Din
En las demás cuestiones, en que solamente la conje lo quitó; pero el último, con las mismas palabras, llene sentido
tura determina, detengo la pluma en estas preciosas inverso : Dios lo quilo , y üios lo (lió.
LA VIDA DEVOTA.
COMPUESTO
TRADUCIDO
Eáte tesoro, que hallé en lengua francesa, escrito por el bienaventurado santo Francisco de
Sales para la enseñanza de todos los fieles, en quien se hallan tantas joyas como se leen letras,
vino á mis manos traducido en la lengua española y impreso en Ambéres, tan desfigurado de
la pureza de su mina y falto de muchas cláusulas, que por el interés público me determiné á
trabajar en restituirle á sí propio , imitando én este cuidado al que limpia el oro , que solo atien
de á descubrirle, sin gastarle; advirtiendo que quien le disminuye, más roba que limpia, yan
tes merece nombre do ladrón que de artífice. Por esto, yo con desvelo religioso he solicitado
no profanar la castidad apostólica de sus palabras con afectadas locuciones, que antes la adultc-
célicos le reimprimió 5 costa de Tomás Alfay, en 16Í6, dos estos ejemplares y del francés más autoriíado.
Melchor Sanche/., formando la oportuna y hoy rara colee- Suelto reimprimióse en Ambéres , año de 17Í6, éígnoro
cion que lleva por titulo : Las obras qve cscrivio don Fian- si lo ha vuelto á ser posteriormente.
cisco de Qvevedo y Villegas , cavallero del abito de San- Al pié del texto encontrarán los lectores de la Biblioti-
tiago, Y Sefwr de la Villa de luán Abad, para inlrodvzir ca las adiciones más importantes que se hallan eo lain-
i'i vn católico a vna perfecta Vida, y vna perfecta muerte. terpretacion de Cubillas Don-Yagüe, que para el caso,
Al principio éclianse de menos varios de los preliminares por más antigua , prefiero á la de Silva. Llevan por marta
de la edición principe. las iniciales C-D.
Desaparecieron completamente cuando salió en colee- («) Este librero adquirió de non Fn.iscrsco el manus-
Cion inserto en la Parle segunda de las obras en prosa crito original para Imprimirlo por una sola vez, reservan-
de nuestro autor, año de 1658; y asi ha continuado pu- do al escritor el privilegio de poder sacar de nuevo i h>x
blicándose, con supresiones y erratas, hasta hoy quo su obra por tiempo de diez años. Sin duda alguna por el
le restituyo á la verdad de su original, & vista de lo- mismo Qoevedo están puestas las présenles lineas.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA; 231
ran qtre la pulen. Hallo sus discursos vestidos de palabras elegantes, como eficaces, vivas y ar
dientes, que hermosamente adornan sus sentimientos con gravedad honesta y majestad humana
y tratable á la atención de los lectores. Adulternonquaerit prolem, sed deléclationem, tEl adúltero
no búscala decendencia, sino el deleite;» nuestro gran padre búscalos hijos espirituales, deleitan
do el espíritu. Hay muchos que hablan solo por hablar : estos son igualmente inútiles para sí y
para los que los oyen. Otros hablan y escriben solo porque los alaben : estos son más desdichados
cuando consiguen las alabanzas, como cuando no las consiguen; muéstranse vanos, y no doctos.
Otros hay que hablan y escriben por enseñar á los ignorantes, encaminar á los perdidos, des
engañar á los engañados y consolar á los miserables : método que solo se aprende de las divinas
letras por la meditación , y con el estudio de los santos padres y doctores de la Iglesia. Uno des-
tos espirituales maestros fué nuestro santo, pues en sus palabras y en su pluma no se oyó ni lee
otra doctrina ; por esto, fecunda y limpia de novedades sediciosas, fácil, segura y agradable.
Parece que hablaba deste libro el glorioso doctor san Agustín en su libro De Gralia et libero
arbitrio, cuando dijo: c Repetid continuamente este libro, y si le entendéis, dad gracias áDios;
y si no le entendiéredes , acudid con la oración á Dios para poderle entender, que Dios os alum
brará el entendimiento. Acordaos que está escrito: Si alguno de vosotros tiene falta de entendi
miento , pídasele á Dios, que es quien con liberalidad le reparte á todos. > Si, como hemos dicho,
solo Dios da luz al maestro para que enseñe , en solo Dios la debe buscar el dicípulo para apren
der. Por esto pidió la Esposa al Esposo en los sagrados cánticos que la besase con el beso de su
boca : quiere su dotrina, mas quiérela de su boca, no pasada por otros labios ó formada por
otra lengua. Hay verdades que las enferma el aire que forma las palabras, que las adultera la
pronunciación , ó balbuciente ó precipitada. Los católicos citan á san Pablo como él habló ; los
herejes como ellos quieren que hable. En aquellos se oye el apóstol; en estos los apóstatas. Los
que no se contentan con seguir á los santos, solo se contentan con perseguirlos; y por no decir
lo que dijeron, dicen lo que ellos mandaron que no se dijese. Por esto nuestro bienaventurado
autor, ceñido en sus dotrinas y asegurado en el fundamento de la fe, enseña la sabiduría de la
caridad, que es la útil; asi lo dice san Agustín sobre el evangelio de san Juan: «Añade la ciencia
á la caridad, y será provechosa la ciencia, no por si, sino por la caridad. » Que la caridad sea
plenitud de ciencia, lo dice el propio santo sobre el psalmo 78 : «Preguntas : ¿De qué manera
seré lleno de ciencia? ¿quién llena de ciencia? Tienes de dónde te puedas llenar de ciencia : la
caridad es plenitud de la ley. No te distraigas por muchas cosas ni te derrames; espanta el es
parcimiento de las ramas, llégate á la raíz, y no atiendas á la grandeza del árbol; haya en tí ca
ridad, que necesario es que se le siga plenitud de ciencia : ¿qué ignora quien sabe caridad , ha
biéndose dicho, Dios es caridad?» Cuánta y cuan grande y cuan fervorosa fué la que tuvo
nuestro santo, la ciencia de los libros que escribió lo dice: el del Amor de Dios, que parece lo
escribió de sí el amor mismo; el de los Entretenimientos espirituales, cuya meditación parece
que adelanta los de la patria; este de la Introducción de la vida devota , en que el más malo y el
más ignorante hallará enmienda , razón y luz. Los frutos de su caridad fueron más de treinta mil
almas que convirtió con su predicación, asistida de su ejemplo; y otra innumerable infinidad quo
con sus obras reduce cada dia, y reducirá, siendo para las tinieblas espirituales sol sin ausencia
anochecida, cuyo dia ni los antípodas nos le usurpan, ni nosotros á ellas, por estar amaneciéndo
les siempre en entrambos polos la impresión , que en todas partes y á todas horas por este oficio
piadoso adquiere nombre de oriente perpetuo. Léese en este libro la devoción santa y cortesana,
la Sagrada Escritura en entrambos Testamentos, con declaraciones suaves, profundas y litera
les. Acompáñanse los preceptos, de erudición grande y opulenta, empero aplicada sin pompa y
presunción; de comparaciones propias, doctas y sutiles, de tal manera asistidas de las palabras,
que ni á la verdad la falta adorno, ni ellas con la demasía embarazan á la verdad; tan decentes,
tan ajustadas, que se oye en ellas la verdad vestida, y se ve desnuda. Da el Santo á su dotrina
adorno que es honesto , no elocuencia profana; sigue en todo á los santos. Ellos lo enseñan; san
Jerónimo á Pamachio: «La interpretación eclesiástica, aunque tenga hermosura elocuente,
debe disimularla, y huir de hablar solamente para las ociosas escuelas de Los filósofos, sino para
todos los hombres. » Y san Ambrosio, sobre las epístolas de San Pablo: « La predicación cristia
na no necesita de la pompa y cultura de las palabras, porque no parezca ser de la astucia de la
humana sabiduría, y no de la verdad : allí se busca la composición de las palabras, adonde
testificándolo la virtud, no se muestra la verdad.» En este libro la virtud testifica, y la verdad sfl
2o2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
muestra tan opulenta de luz, que en solo este libro se leen las dolrinas de los filósofos mejora
das y con enmienda; las proposiciones estoicas, cristianas y limpias; y tan católicamente cor
regidas, que si Sócrates, Zenon , Epíteto y Séneca vieran esta Introducción, leyeran lo que no
acabaron de saber , y supieran lo que no pudieron alcanzar : sabiduría que solo halla en las Sa
gradas Escrituras y en los santos Padres quien, lleno de caridad santa , tiene el amor de Dios
nuestro Señor Jesucristo por librería , y su temor por intérprete.
CARTA
DE LA CONGREGACIÓN GENERAL DEL CLERO DE FRANCIA, A LA SANTIDAD DE URRANO OCTAVO,
en razón de la beatificación del reverendísimo tan Francisco de Sales, obispo en Aurelia de los Alóbrogfs,
Muy santo Padre : después de haber besádoos los pies humildemente, nosotros representamos
á vuestra santidad que el muy reverendo padre Francisco de Sales , obispo y príncipe en Aurelia
de los Alóbroges, de muy gloriosa memoria, ha vivido entre nosotros una vida tan ejemplar,
que cada uno, arrebatado de la admiración , procura imitar su piedad entre las otras virtudes
raras que en él resplandecen. De suerte que nosotros creemos que este generoso atleta, des
pués de muchos trabajos, acabó su carrera gloriosamente, y ascendió al lugar de la gloria y del
reposo. Esta pérdida ha dejado, no solamente un extremo deseo á toda la Francia, mas concibe
ahora una tan grande opinión de la inocencia y santidad de tal prelado, que habiéndole honrado
vivo, de la misma suerte le tiene en su corazón en tan grande veneración después de su muerte,
que le estima como beatificado. Esto es lo que á todos nos hace esperar que vuestra santidad no
rehusará á nuestros ruegos lo que es con tanto ardor deseado de cada uno. Pues vos solo estáisen
la tierra que podéis canonizar y deificar (digámoslo así) los hombres, haced que aquel que nos
ha confortado mientras vivió, ahora nos asista con su intercesión después de muerto; y si, poseí
dos de caridad de uno de nuestros hermanos, deseamos esto, nosotros creemos que vuestra san
tidad no juzgará nuestro celo por temerario en procurar lo que nosotros hemos tenido por sacri
lega impiedad diferir más : el dar este testimonio de un prelado que ha sido reverenciado de todos
por su grande piedad, por la moderación de su espíritu y por la santidad de una vida que, ade
más de la afición pública que se granjeó, inflamó los corazones de todos al amor de Dios. Asimis
mo nosotros le hemos visto vivir en esta dignidad episcopal con una grande humildad; y si bien
fué adornado de rara erudición y de elocuencia incomparable , cada uno vía en él juntamente
tan grande dulzura y modestia, que por solo su aspecto y sus palabras cualquiera hombre era
atraído y como inflamado á imüar su virtud. Que esto sea así, se conoce en que todas las veces
que subió al pulpito (lo que en muchas ocasiones hizo, y más frecuentemente en Paris) era se
guido de tan innumerable concurso de oyentes, que apenas todos podian caber en las iglesias;)'
cada uno se sentía tan vivamente tocado en lo interior después de haberle oido, que todos testifi
caban con lágrimas en los ojos su conversión, mejorando de allí adelante la desorden de la vida
pasada. Esto fué lo que esparció de tal manera la fama deste gran padre, que muchos acudían
á él de países muy remotos, por gozar de su dotrina ó por verle la cara. El se mortificaba en
perpetuas penitencias; y como acostumbraba su cuerpo á todas suertes de austeridad, sin con
sentirle la menor delicadeza, él no descansó jamás destos ejercicios, aunque algunas veces ca
yese oprimido del peso de las mortificaciones, porque nada le podia suceder tan agradable
como el tiempo que se ocupaba en adquirir, como un tesoro, muchos méritos. Murió en León
con un tan grande sentimiento de la villa y con tal dolor de todo el reino, que cuando la nueva
desta pérdida lamentable fué pública por la Francia , no hubo persona , por poco religiosa que
fuese, que no se entristeciese como de la muerte de su padre. No porque, juzgándole bienaven
turado, tuviesen envidia á su gloria, antes fué el dolor de ver que el ataúd nos arrebataba el
socorro que nosotros habíamos acostumbrado recebir; víanle ir áotra parte, donde, sino prece
de el oráculo de la sagrada boca de vuestra santidad, nadie ya osaría acudir á sus sufragios. To
dos desean esto con entrañable afecto, y más que todos, los de Paris, que le han visto en el pul
pito tantas veces, y comunicado con admiración su piedad y su elocuencia. Lo propio desean
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 2S3
losdeLeon, que, depositarios del corazón de tan digno prelado, le ven milagrosamente conser
vado en su sepultura , con un color vivo , sin descolorirse ni enjugarse, y tal se ve el dia de hoy.
Santísimo Padre, pues que vuestro imperio espiritual asimesmo mira las cosas del cielo, Vos
determinaréis, si tal fuere vuestra voluntad, por los muy humildes ruegos de toda vuestra Con
gregación y por los votos de tantos pueblos, que sea verdaderamente tenido y declarado por
bienaventurado por vuestra santa autoridad , á fin de que no estando tenido por tal sino por
una simple opinión, lo sea de aquí adelante por fe y por creencia. En Paris, en la Congregación
general del clero de Francia.
Vuestros muy humildes y muy obedientes subditos y capellanes de la santa Iglesia Romana,
los cardenales, obispos, arzobispos y eclesiásticos, convocados en cuerpo de congregación ge
neral.
Por mandado de los ilustrisímos y reverendísimos cardenales, arzobispos, obispos, y de to
dos los diputados eclesiásticos en la Congregación general del clero de Francia :
Leonor D'Estampes, obispo de Chautres.
PREFACIO.
Amigo lector, ruégote leas este prefacio por tu satisfacción y la mia.
La jardinera Glicera sabia tan propiamente diferenciar la disposición y la mezcla de flores que
acomodaba en los ramilletes, que sin aplicar otras diversas en color, se variaban en labor desco
nocida los unos de los otros; de suerte que el pintor(-l) Parrasio quedó vencido intentando con
trahacer al vivo esta diversidad elegante de labores, porque nunca supo mudar su pintura en
tantas diferencias como Glicera sus ramilletes. De la misma manera el Espíritu Santo ordena y
dispone con tanta variedad los preceptos de la devoción que reparte á las lenguas y plumas de
sus siervos, que siendo la doctrina siempre una misma, no por eso los discursos dejan de ser muy
diferentes, según los diversos modos de que están compuestos. Cuanto á mí, no quiero ni debo
escribir en esta introducción sino aquellas cosas que han sido antes publicadas por mis predece
sores acerca deste sujeto. Las mismas flores te presento, lector mió; mas el ramillete que te
bago será diferente , á causa de la diversidad y aseo con que va compuesto. Los que han tratado
de la devoción, casi todos han mirado á la instrucción de personas muy retiradas del comercio
del mundo, ó por lo menos han enseñado una suerte de devoción, que conduce las almas á este
entero retiramiento. Mi intención es instruir los que viven en las villas, en las familias y en las
cortes , y que por su condición están obligados á pasar una vida común cuanto á lo exterior. Los
cuales de ordinario, con pretexto de una pretendida imposibilidad , no quieren ni aun imaginar
en la empresa de la vida devota; pareciéndoles que, como ningún animal osa gustar el grano de
la yerba llamada Palma Chrisli, así ningún hombre debe pretender la palma de la piedad cris
tiana mientras vive en medio las ocasiones y negocios temporales. Y yo los mostraré que, como
la madre perla vive en medio del mar, sin que por eso tome algún gusto de agua marina, y
como hacia las islas Celidonias hay fuentes de agua dulcísima en medio de las saladas ondas, y
así como los piraustes (a) vuelan por medio las más reforzadas llamas, sin que por eso sus alas pa
dezcan algún detrimento,— así puede un alma vigorosa y conslante vivir en el mundo sin recibir
ningún humor mundano; hallar los manantiales de una dulce piedad en las ondas amargas des-
te siglo; y volar en medio de las llamas de tantos apetitos como el mundo enciende de todas
partes, sin quemarse las alas de los sagrados deseos y santas aficiones de la vida devota. Verditd
es que esto es dificultoso; y así, querría que á este fin empleasen muchos su cuidado con más
ardor y solicitud que hasta aquí han hecho. Pero conociendo yo mi flaqueza y débiles fuerzas,
¿cómo me atrevo por medio deste escrito á dar socorro á los que con un corazón generoso inten
tan esta divina empresa?
(I) Parrasias (La edición original.)—Pausias (imprimió fingieron los antiguos, vivia en el fuego únicamente. En
el Santo y repitió Cubillat.) la edición original se lee . phirautfs , con jeno mani
la) Tanto como pyrautla y pyratit : insecto alado, que Tiesto.
234 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Podrá servirme de disculpa el no haber sido por mi elección ó inclinación el salir esta hitro-
duccion á la luz del mundo. Un alma en extremo enamorada de la virtud, habiendo (tiempo há)
alcanzado de Dios la gracia de querer aspirar á la vida devota, deseó á este fin mi particular
asistencia; y yo, que la tenia diversas obligaciones, y que habia mucho tiempo antes notado en
ella gran disposición para este dcsinio, procuré con todo cuidado instruirla; y habiéndola con
ducido por todos los ejercicios importantes á su deseo y condición, la dejé por escrito algunas
memorias, para que en ellas hallase ayuda que pudiese mejor facilitar su intento. Comunicólas
después al docto y religioso Juan (1) Ferrier, teólogo de la Compañía de Jesús, entonces rector del
colegio de (2) Chambery, que parcelándole podrían muchos aprovecharse dellas, me exhortólas
publicase; cosa que me persuadió fácilmente por tener su amistad para con mi voluntad el lugar
debido á su merecimiento, y su juicio una grande autoridad para con el mió. Para que esta obra
fuese más agradable, la he vuelto á ver, iugeriéndola y juntándola muchos avisos y doctrina
propia á mi intención. Y puédeseme creer haber hecho todo esto casi sin ninguna manera de
lugar; causa por que no verás aquí nada con la postrer mano, sino sola una junta de adverti
mientos de buena fe , los cuales explico por palabras claras y inteligibles (ó por lo menos lo he de
seado); y en cuanto pertenece al ornato del lenguaje , no he querido ni aun imaginarlo, como
quien tiene otras muchas ocupaciones.
Encamino mis palabras á Filotea, porque queriendo reducir á la utilidad común de muchas
almas lo que primero habia escrito para una sola, la doy el nombre común á todas aquellas que
quieren ser devotas, porque Filotea quiere decir «amante, enamorada de Dios».
Mirando pues en todo esto á una alma que por el deseo de la devoción aspira al amor de Dios,
he dividido esta Introducción en cinco partes. En la primera de las cuales procuro, por algunas
exhortaciones y ejercicios, convertir el simple deseo de Filotea á una entera resolución; que á
la fin toma, después de su confesión general por una sólida protestación, nacida de la santísima
comunión, en la cual dándose á su salvador, y recibiéndole, se entra dichosamente en su san
to amor. Hecho esto, para adelantarla más, la muestro dos grandes medios para unirse á su divi
na Majestad ; muéstrala también el uso de los sacramentos, por los cuales este buen Dios viene á
nosotros; y la santa oración, por la cual nos tira á sí : y en esto empleo la segunda parte. En la
tercera la muestro cómo se ha de ejercitar en diferentes virtudes, propias á su adelantamiento,
no deteniéndome sino en ciertos avisos particulares, (3) de que entonces de sí misma no se hubiera
podido aprovechar. En la cuarta la descubro algunas enboscadas de sus enemigos, mostrándola
cómo se ha de librar dellas, y pasar adelante en su empresa dichosa. Finalmente, en la quiula
parte hago se retire un poco en sí misma, reparando y rehaciendo las cansadas fuerzas, para que
después pueda más dichosamente ganar tierra , y adelantarse en la vida devota.
Miserable es esta era; y así, me persuado que muchos dirán no pertenece sino á los religiosos y
gente de devoción el dar tan particulares instrucciones á la piedad; que estas requieren más lu
gar que el que puede tener un obispo cargado de peso tan grande como el mió , y que esto dis
trae el entendimiento, el cual debe emplearse en cosas más importantes.
Pero yo, amado lector, te digo, con el gran san Dionisio, que principalmente á los obispos per
tenece el períicionar las almas, por cuanto su orden es suprema entre los hombres, como la de
los serafines entre los ángeles; de manera que el tiempo no muy ocupado no puede emplearse
mejor que en este ejercicio.
Los antiguos obispos y padres de la Iglesia tenian por lo menos tanta afición á sus cargos como
nosotros, y no dejaban por eso el cuidado de conducir las almas que querían valerse de su asis
tencia, como se ve en sus epístolas; imitando en esto á los apóstoles, que en medio de la siega
general del universo, recogían ciertas espigas con una especial y particular afición. ¿Quién no sa
be que Timoteo, Tito, Filemon, Onésimo, santa Tecla y Apia eran los amados hijos del gran san
Pablo, como san Marcos y santa Petronila de san Pedro (santa Petronila digo, la cual, como
muestra doctamente Baronio y Galonio , no fué hija carnal, sino espiritual de san Pedro)? Y san
Juan escribe una de las epístolas canónicas á la devota Electa. Pena es grande, yo lo confieso, el
conducir las almas en particular, pero pena que antes alivia, igual á la de los segadores y ven
dimiadores , que jamás se ven tan contentos como cuando están cargados de obra y trabajo. Es
un trabajo que descansa y conforta el corazón, por la suavidad que resulta á los que le padecen.
(1) Ferier, (Edición original.) (3) que no pudiera fácilmente bailar en otra parle, ni
(2) Cambraj, {Id.) por sí misma. (C-fl.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 25b
Dicen que la tigre habiendo hallado alguno de sus hijuelos (el cual la deja el cazador en el ca
mino para engañarla y entretenerla mientras se lleva los demás pequeñuclos), se le carga por can
sada que esté ; sin que por eso se halle más pesada , sino que antes más ligera corre á su guarida,
para salvar el ligero peso que lleva. ¡ Con cuánta más gana un corazón paternal tomará á su cargo
un alma cuando la halla con deseo de la santa perfección, llevándola en su seno como una
madre hace á su hijo, sin que por eso sienta la amada carga! Pero sin duda es necesario que sea
este un corazón paternal, razón por qué los apóstoles y hombres apostólicos llaman á los dicí—
pulos, no solo sus hijos, sino aun más tiernamente, sus pequeños hijos.
Cuanto á lo demás , amado lector, verdad es que escribo de la vida devota sin ser devoto, más
no cierto sin deseo de serlo , y aun es esta afición la que me da ánimo á instruirte; porque, como
decía un gran letrado, la buena manera de aprender es el estudiar, la mejor es el escuchar, y
la bonísima es el enseñar. «Muchas veces sucede (dice san Agustín, escribiendo á su devota Flo
rentina) que el oñcio de distribuir sirve de merecimiento para el recibir, y el olicio de enseñar
de fundamento para aprender. >
Alejandro hizo pintar la hermosa (1) Campaspe, á quien con todo extremo amaba, de mano del
único Apeles. Apeles, habiendo forzosamente de considerar largo espacio el hermoso rostro de
Campaspe, por cuanto le iba imitando en la pintura que hacia, imprimió de suerte en su cora
zón una pasión tan amorosa, que conociéndolo Alejandro, y apiadándose del, se la dio por mu
jer propia , privándose por amor de Apeles de la prenda que más en el mundo amaba : en lo
cual, dice Plinio, mostró la grandeza de su corazón, como pudiera por una muy gran Vitoria.
Paréceme pues, amigo lector, que siendo obispo quiere Dios que pinte en los corazones de las
personas, no solo las virtudes comunes, sino la muy cara y muy amada devoción; y yo lo em
prendo de buena gana , tanto por obedecer y hacer lo que debo , como por la esperanza que tengo
de que grabándola en los espíritus de los otros, el mió, por ventura, podrá santamente enamo
rarse. Si su divina Majestad me ve vivamente tocado de afición, ella me la dará en casamiento
eterno. La hermosa y casta Rebeca, abrevando los camellos de Isaac, fué elegida por su esposa,
recibiendo de su parte zarcillos y brazaletes de oro; asf yo me prometo de la inmensa bondad de
Dios, que guiando sus caras ovejas á las saludables aguas de la devoción , hará á mi alma esposa
suya, poniéndome en las orejas los zarcillos de las palabras doradas de su santo amor, y en mis
brazos la fuerza del bien ejercellas, que es en lo que consiste la esencia de la verdadera devo
ción. La cual suplico á su divina Majestad me otorgue, y á todos los hijos de su Iglesia, á la cual
sujeto mis escritos, mis acciones, mis palabras, mi voluntad y mis pensamientos. En (2)Annecy,
diade Santa María Madalena, 1608.
(1) Conipaspe, (!' más abajo también, ¡a edición ori- (2) Necy, (La original.)— Anessy, (Imprimió el Santo y
S'mal , siguiendo al Santo.) vino i reproducir Cubillos.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.
lante de tu divino acatamiento un verdadero nada; y 1 . Dios no te ha puesto en este mundo por alguna
¿cómo tuviste memoria de mí para criarme? ¡Ay de mí, necesidad que tuviese de tí , que le eres del todo inútil ;
mi alma! tú estabas anegada en ese antiguo nada, y aun mas solamente para ejercer en tí su bondad, dándote su
al presente lo estuvieras si Dios no te hubiera sacado gracia y su gloria. Y por esto te ha dado el entendi
dé!. Y ¿qué harías tú en ese nada?» miento para que le conozcas, la voluntad para que le
2. Da gracias á Dios. ¡O mi soberano buen Criador! ames, la imaginación para representarte sus beneficios,
¡Cuan grande es la obligación que te tengo, pv.es has los ojos para que veas las maravillas de sus obras, la len
ido á buscarme dentro de mi nada, para hacerme por gua para que le alabes ; y así de las demás facultades.
tu misericordia lo que soy! ¿Quécosa podré jamás hacer 2. Siendo criada y puesta en este mundo con esta
para bendecir tu santo nombre y agradecerte tu in intención, todas las acciones contrarias á ella se han de
mensa bondad? evitar; y las que para este fin no son de algún servicio,
3. Confúndete. Mas ¡ay de mí, mi Criador! En lu deben ser menospreciadas como vanas y supérfluas.
gar de unirme contigo por amor y servicio, toda con- 3. Considera la desdicha del mundo, que no piensa
t.a ti me he vuelto rebelde por mis desregladas afi en ello, antes vive como si creyese no haber sido criado
ciones, apartándome y alejándome de ti, para juntarme sino para levantar casas, plantar árboles, juntar ri
con el pecado y la iniquidad; sin tener más cuenta con quezas , decir donaires y truhanear.
honrar tu bondad que si no hubieras sido mi Criador.
AFICIONES V RESOLUCIONES.
4. Abájate delante de Dios. ¡O mi alma! sabe que
el Señor es tu Dios; él es el que te lia hecho, que tú 1. Confúndete reprehendiendo á tu alma su miseria,
no te has hecho á tí misma. ¡O Dios! yo soy la obra de qne por lo pasado ha sido tan grande, que no ha pen
tus manos. sado en todo ello poco ni mucho. ¡Ay de mí! (dirás tú)
Ya de aquí adelante no quiero tomar más compla ¿en qué ocupaba yo mi pensamiento, ó Dios mió,
cencia en mí misma ; que de mi parte no soy nada. cuando no pensaba en tí ? ¿ De qué me acordaba yo
¿De que te glorificas tú, ó polvo y ceniza? Pero antes, 6 cuando á tí te ponía en olvido? ¿Dónde se encamina
verdadero nada, ¿de qué te enzalsas tú ? Y para humi ba mi amor cuando no amaba á tí? ¡Ayde mí! yo me
llarme, quiero hacer tal y tal cosa, sufrir tales y tales debia apacentar de la verdad , y me hínchia de la va
menosprecios ; quiero mudar de vida, y seguir de aquí nidad, y servia al mundo que solo se hizo para servir
adelante á mi Criador, y honrarme con la condición del á mí.
ser queme ha dado: empleándolo todo enteramente en 2. Abomina la vida pasada. Yo os renuncio, pensa
la obediencia de su voluntad, por los medios que me mientos vanos y imaginaciones inútiles. Yo os abjuro,
fueren enseñados, á los cuales no haré falta para con ó remembranzas detestables y frivolas. Yo os renuncio,
mi padre espiritual. amistades infieles y desleales, servicios perdidos y
miserables, gratificaciones ingratas, complacencias
CONCLUSIÓN.
enfadosas.
i . Agradece á Dios. Bendice, ó alma mia , á tu Dios, y 3. Conviértete á Dios. Y tú, mi Dios, mi Señor, tú
tudas mis entrañas loen su santo nombre, porque su serás de aquí adelante el solo objeto de mis pensamien
bondad me ha sacado de nada y su misericordia me ha tos ; no, jamás aplicaré mi espíritu á imaginaciones que
criado. no te agraden. Mi memoria se llenará todos los días
2. Ofrécele. ¡O mi Dios! yo te ofrezco el ser que me de mi vida de la grandeza de tu mansedumbre, usa
lias dado, de todo mi corazón. Yo te le dedico y con da con tanta dulzura para conmigo. Tú serás el re
sagro. gocijo y los deleites de mi corazón, y la suavidad de
3. Ruégale. ¡Oh Dios! fortifícame en estas aficiones mis aficiones.
y resoluciones. ¡O santa Virgen! encomiéndalas á la Tales pues y tales quimeras y entretenimientos, £
misericordia de tu Hijo, con todos aquellos por quienes que yo me aplicaba ; tales y tales vanos ejercicios, en
estoy obligada de rogar, etc. Pater noster. Ave María. que empleaba mis dias ; tales aficiones, que empeña
AI salir de la oración, paseándote un poco, junta un ban mi corazón , temé de aquí adelante en aborre
ramillete de devoción de las consideraciones que hu cimiento ; y con esta intención, me aprovecharé de tales
bieres hecho, cuyo olor te recree el sentido la resta y tales remedios.
del día. CONCLUSIÓN.
2. Considera que entonces el mundo se acabará pa 1. En fin, después del tiempo que Dios ha señalado
ra contigo, que no tendrá más para tí, que volverá lo al curso deste mundo, y después de una cantidad do
de arriba abajo delante de tus ojos ; porque entonces los señales y presagios horribles, por los cuales los hom
placeres, las vanidades, los gustos mundanos, las afi bres temblarán de miedo y espanto, viniendo el fue
ciones vanas, se nos representarán como nubes y fantas go como un diluvio, quemará y reducirá en ceniza toda
mas. ¡Ah pobre de mi, y por qué juguetes y quimeras la superficie de la tierra, sin reservar ninguna de las
he ofendido á mi Dios, pues le he dejado por nada ! Al cosas que sobre ella había.
contrario, la devoción y las buenas obras te parecerán (1) tn mal deste mondo; (Edición original.)
entonces tan dulces y dignas de desearse. ¡ Ay de mil (i) necesaria \.ld.)
20 i OBRAS DE DON FRANCISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS.
2. Dcspaes deste diluvio de llamas y rayos, lodos j
CAPITULO XV.
los hombros resucitarán de la tierra (fuera de aquellos
que han ya resucitado), y á la voz del arcángel se jun Meditación Vil.—Del infierno.
tarán en el valle de Josafat. Mas ¡ ay, y con cuánta dife P. nPAlUCION.
rencia! porque los unos estarán en cuerpos gloriosos i . Ponte en la presencia de Dios.
y resplandecientes, y los otros en cuerpos hediondos y 2. Humíllate y pídele su favor.
horribles. 3. Imagina una villa tenebrosa toda ardiendo m
3. Considera la majestad con que se mostrará el azufre y pez , hedionda , llena de ciudadanos que no
soberano Juez , rodeado de todos los ángeles y santos, pueden salir della.
delante de sí la cruz, más resplandeciente que el mis
mo sol , cierta señal de gracia para los buenos y de CONSIDERACIONES.
rigor para los malos. 1. Los condenados están en el abismo infernal co
4. Este soberano Juez (por su justo mandamiento, mo en una desventurada villa, en la cual sufren tor
el cual será luego ejecutado ) aparará los buenos de los mentos indicibles en todos sus sentidos y en todos
malos, poniendo los unos á su diestra , y los otros á su sus miembros, por cuanto así como han empleado lo
siniestra ; separación eterna , después de la cual nunca dos sus sentidos y sus miembros en el pecado, asi su
más estas dos compañías tornarán á juntarse. frirán en todos sus miembros y en todos sus sentidos
5. Hecha esta separación , y abiertos los libros de las debidas penas al pecado. Los ojos, por su falsa y
las conciencias, se verá claramente la malicia de los lasciva vista, sufrirán la horrible visión de los diablos
malos, y el menosprecio de que han usado para con su y del infierno. Las orejas , por haberse deleitado con
Dios. Asimismo se verá la penitencia de los buenos, y discursos viciosos, no oirán jamás sino llantos, lamen
los efectos de la gracia de Dios que han recibido ; y nin taciones y desesperaciones; y asi los demás.
guna cosa será escondida. ¡O Dios! ¡qué confusión 2. Fuera de todos estos tormentos, hay uno aun
será para los unos, y qué consuelo para los otros! más grande, que es la privación y pérdida de la glo
6. Considera la última sentencia de los malos : «An ria de Dios, al cual están ciertos no verán jamás.
dad, malditos, al fuego eterno, aparejado para el de Si Absalon halló que la privación de la amigable ca
monio y sus compañeros.» Piensa estas tan pesadas ra de su padre David era más enojosa que su destier
palabras: Andad dice, que es un mote de perpetuo ro, ¡ó Dios, y qué ansia será el verse para siempre
desamparo , del cual usa Dios con tales desventurados, privado de vuestra dulce y suave cara !
desterrándolos para siempre de su cara. Llámalos mal 3. Considera sobre todo la eternidad destas penas,
ditos. ¡O alma mía! ¿qué maldición es esta? Maldición la cual sola consideración hace el infierno insuporta-
general , que comprchende todos los malos ; maldición ble. ¡Ay de mí! si una sola pulga en nuestra oreja,
irrevocable, que comprehende todos los tiempos y la si la calor de una pequeña calentura nos hace una
eternidad, juntando con todo esto el fuego eterno. corta noche larga y enfadosa, ¡cuánto más espantosa
Considera pues, ó corazón mió , esta eternidad inmen será la noche de la eternidad con tantos tormentos!
sa. ¡O perpetua eternidad de penas, y cuan espantosa Desta eternidad nacen la desesperación eterna, la ra
eres ! bia y blasfemias infinitas.
7. Considera la sentencia contraria de los buenos:
«Venid,» dice el Juez (palabra agradable y de salud, por AFICIONES Y RESOLUCIONES.
la cual Dios nos tira á sí y nos recibe en el seno de su Amedrenta tu alma con las palabras (<) de Isaías;
bondad), «benditos de mi Padre» (¡O amada bendi «¡O alma mia! ¿podrías tú vivir eternamente en estas
ción, que comprende toda bendición !), «poseed el llamas perdurables, y en medio deste fuego eterno?
reino que os está aparejado desde la constitución del ¿Quieres tú dejar á tu Dios para siempre?»
mundo.» ¡Oh Dios , y qué gracia ! poique este reino no Confiesa que le has merecido muchas veces. De aquí
tendrá jamás fin. adelante quiero tomar el contrario camino : ¿para qué
tengo yo de bajar á este espantoso abismo?
AFICIONES T RESOLUCIONES.
Yo haré pues tal y tal esfuerzo para evitar el peca
1. Tiembla, ó alma mía, con esta memoria. Dios do, el cual solo me puede dar esta muerte eterna.
mió, ¿quién me podrá asegurar para este dia, en el Da gracias, ofrece, ruega.
cual las colunas del cielo temblarán de espanto?
2. Detesta y abomina tus pecados , pues solos ellos CAPITULO XVI.
pueden hacer te pierdas en este espantoso dia. Meditación ¥111.—Del paraíso.
Quiero juzgarme á mí mismo porque no sea juzga
PREPARACIÓN.
do; quiero examinar mi conciencia, condenarme, acu
sarme y corrigirme, porque el soberano Juez no me 1 . Ponte en la presencia de Dios.
condene en aquel terrible dia. Confesaréine pues, y 2. Haz la invocación.
recibiré los avisos necesarios, etc. CONSIDERACIONES.
CAPITULO PRIMERO. debe desarmarle y mirar todas sus piezas una 4 ocv,
estoes, todos sus deseos, aficiones y pasiones, pan
Que debemoa cada año renovar los buenos propósitos por los que así pueda reparar todas sus faltas. Y como el relo
ejercicios siguientes.
jero unta todas las ruedas, los traveses y el muelle coa
El principal punto destos ejercicios consiste en el algún aceite delicado, para que sus movimientos seas
conocer bien su importancia. Nuestra humana natura más mansos y seguros , y que esté menos sujeto al orin
leza se aparta fácilmente de sus buenos propósitos por la y herrumbre , así la persona devota, después de haber
fragilidad y mala inclinación de nuestra carne , la cual desmontado ó desarmado su corazón para mejor reha
agrava nuestra alma, y la procura tirar y inclinar hacia cerle y renovalle, le debe untar por medio de los sacra
abajo, si á menudo no se levanta hacia arriba á viva mentos de la confesión y de la eucaristía. Este ejerci
fuerza de resolución. Así como los pájaros tornan ;í cio reparará tus fuerzas abatidas del tiempo, confortará
menudo á caer en tierra» no continuando en el romper tu corazón, hará reverdecer tus buenos propósitos, J
el aire para mantenerse por este medio en su vuelo; reflorecer las virtudes de tu espíritu.
asi también , amada Filotea , tienes tú necesidad de Los antiguos cristianos practicaban esto con mucho
reiterar y repetir muy á menudo los buenos propósi cuidado en el dia aniversario del bautismo de nueslt»
tos que hubieres hecho de servir á Dios , temiendo que Señor; en el cual , como dice san Gregorio, obispo d»
no haciendo esto, no caigas en tu primer estado, ó en Nazianzo , renovaban la profesión y las protestaciones
otro por ventura mucho peor : porque las caidas espi que se hacen en este sacramento. Hagamos lo raisn»,
rituales tienen esta propiedad, que nos ponen siempre querida Filotea, disponiéndonos y empleándonos i
en más bajo estado que aquel en que nos' hallábamos esto con muchas veras y alegría.
cuando subimos á lo alto de la devoción. No hay reloj, Habiendo pues escogido el tiempo conveniente, se-
por bueno que sea, que no sea menester subirle la cuer gun el parecer de tu confesor, y habiéndote retirad»
da dos veces al din, á la mañana y á la noche ; y después algo más á la soledad real y espiritual que lo ordina-
desto,es menester también desarmarle por lo menos rio, harás una , dos ó tres meditaciones sobre los pun
una vez al año para limpiarle de todas sus piezas, en tos siguientes, según el método que te he dado ea»
derezar las torcidas, y reparar las que están usadas. Secunda parte.
Asi también el que tiene un verdadero cuidado de su CAPITULO II.
amado corazón , debe remontarle á Dios á las noches Consideración sobre el beneficio qne Dios nos hace lia«a«4oM'
y á las mañanas por medio los ejercicios ya dichos; á su servicio, según la protestación arriba dicha.
y fuera desto, debe considerar á menudo su estado,
enmendándole y acomodándole cuanto pueda al ser i . Considera los puntos de tu protestación. El pri
vicio de Dios; y en fin, por lo menos una vez al año mero es el haber dejado , desechado, detestado J re
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 333
noticiado para siempre todo pecado mortal. El segundo ! por gran felicidad el súber hablar á Dios por medio de
ese] haber dedicado y consagrado tu alma, tu corazón, | l:i oración ? ¿ El tener deseo de quererle amar? ¿El ha
la cuerpo, con todo aquello que desto depende , al ber templado y pacificado muchas pasiones que le
amor y servicio de Dios. (1) El tercero es, que si te su inquietaban? ¿El haber evitado muchos pecados y em
cediese caer en alguna mala acción , te levantarás al barazos de conciencia? ¿Y en fin, el haber comulgado
mismo punto, mediante la gracia de Dios. ¿No son pues, tan á menudo; cosa en que antes ponías tanto descui
dime, estas hermosas, justas , dignas y generosas re do, uniéndote á este santo manantial de gracias eter
soluciones? Piensa bien en tu alma cuan santa, justa nas? ¡Ah Filotea , y cuan grandes son estas gracias!
y razonable es esta protestación. Menester es pues, Filotea mía, pesarlas en el peso
2. Considera i quién has hecho esta protestación, del santuario. La mano derecha de Dios es pues la que
qne es á Dios. Si las palabras de razón dadas á los ha obrado todo esto. «La buena mano de Dios (dice
tabres nos obligan estrechamente , ¿ cuánto más David) ha hecho virtud ; su diestra me ha relevado.
obligarán las que damos á Dios ? « ¡ Ah Señor! ( decia No moriré pues, sino viviré, y contaré de corazón, de
David) á vos es á quien mi corazón lo ha dicho; mi boca y con obras las maravillas de su bondad.»
corazón ha trazado esta buena palabra : jamás las ol Después de todas estas consideraciones , las cuales,
vidaré.» como ves, nos colman de buenos deseos, debemos
3. Considera en presencia de quién, y que ha sido concluir simplemente por una acción de gracias y una
5 la vista de toda la corte celeste. La Virgen, san Jo- oración encaminada al aprovechamiento de lo dicho,
sef, tu buen ángel, san Luis, toda esta celeste com retirándote con humildad y gran confianza en Dios ; no
pañía te miraba y aprobaba tu protestación, mirán haciendo el fin destas resoluciones hasta después del
dole con ojos de un amor indicible , (2) postrado tu segundo punto deste ejercicio.
c«i¡on á los pies del Salvador, consagrándose á su
servicio; por lo cual hicieron uña general alegría por CAPITULO III.
(oda ta celeste Jerusalen, y aun harán ahora la con Del eximen de nuestra alma sobre el adelantamiento en la vida
memoración , si con entero corazón renuevas tus bue devota.
nos propósitos y resoluciones. Este segundo punto del ejercicio es un poco largo, y
4- Considera por qué medios hiciste tu protestación. asi cuanto á su práctica te digo que no es necesario le
¡Ay de mí, y cuan manso y dulce se te mostró Dios en hagas todo de una vez, sino en diversas veces : como si
este tiempo! tomases lo que mira á tus acciones para con Dios, y es
Dime pues por tu vida, ¿no te viste convidada con to por una vez; lo que mira á ti mismo, otra vez; lo que
nul dulces halagos del Espíritu Santo? Las cuerdas toca al prójimo, otra; y la consideración de las pasiones,
«i que tiró Dios tu pequeña barquilla á este puerto la cuarta vez. No será tampoco necesario que estés de
te salad, ¿no te parece que fueron de amor y cari- rodillas, sino al principio yá la fin, con que secom-
tea titira cómo te fué cebando con su divino azúcar, prehenden las aficiones. Los otros puntos del examen
pw los sacramentos, por la lectura y por la oración. los podrás hacer con utilidad paseándote, y aun mejor
¡l]iemi, amada Filotea! tú dormías y Dios te vela- en la cama, si por ventura puedes estar en ella por al
h, poniendo en tu corazón pensamientos de paz, y gún tiempo sin desabrimiento ni gana de dormir. Para
meditando por ti meditaciones de amor. hacer pues esto, es necesario haberlos antes bien leido.
5. Considera en qué tiempo Dios te tiró á estas No obstante esto, es necesario el hacer todo este segun
pandes resoluciones; porque si fué en la flor de tu do punto en tres días y dos noches por lo más, tomando
*dad , fué , Filotea, no pequeña dicha el aprender tan de cada dia y de cada noche alguna hora, digo algún
P^o lo que no podemos saber sino muy tarde. San tiempo , sea el que pudieres ; porque si este ejercicio
Agustín, habiendo sido tirado de Dios de edad de no se hiciese sino en tiempos muy distantes el uno del
treinta años, decia: «¡O antigua hermosura! ¿cómo otro, perdería su fuerza y causaría impresiones muy
le he conocido yo tan tarde? ¡Ay de mí, que te vía flojas.
J no te conocía!» Y tú también podrás decir: «¡Odul- Después de cada punto del examen, notarás en lo
nra antigua! ¿por qtió no te he yo antes gustado?» ¡ Ay que hallas faltar, y en lo que tienes falta, y los princi
te mi, que no obstante esto , no la conocías tú enton- pales distraimientos que has sentido, para declarar
^ Y. por esto, reconociendo cuánta gracia te ha hecho te y tomar consejo, resolución y alivio espiritual. Y
Dios de tirarte así en tu juventud, di con David: «¡O aunque en tales días que hicieres este ejercicio y los
•fe mió! tú me has alumbrado y tocado desde mi ju otros, no sea necesario el retirarte absolutamente do
ventud; y para siempre yo invocaré tu misericordia ! » las conversaciones, con todo eso, no se excusa el re
> si ha sido en tu vejez, hallarás, Filotea, haberte tirarte un poco, particularmente hacia la noche, para
"ios hecho no pequeña gracia en que después de haber que así puedas acostarte más temprano, reposando el
tan mal perdido tantos años precedentes, al fin Dios cuerpo y el espíritu, necesario á la consideración. Y
1( na llamado antes de la muerte, parando el curso de entre dia habrás también de hacer frecuentes aspira
tu miseria eo tiempo donde, si hubieras continuado, ciones á Dios, á nuestra Señora , á los ángeles , á toda
quedaras miserable para siempre. la Jerusalen celeste ; es también necesario que todo
6. Considera los efectos desta vocación, y hallarás en esto se haga con un corazón enamorado para con Dios,
• «gun entiendo , una dichosa mudanza , comparan y la perfección de tu alma. Para comenzar pues bien
do lo que eres con lo que fuiste. ¿ No tienes tú, dime,
este examen :
"j Li tercera es [Eilitín original.) 1. Ponte primeramente en la presencia de Dios.
»í tntruto (id.) 2. Invoca el Santo Espíritu, pidiéndole luz y clari-
338 OBRAS DÉ DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
dad para que puedas bien conocerte, como san Agus- ¡ 6. Sí vuelve un casado de alguna jornada larga, al
tin, q no se lamentaba (1) delante de Dios en espíritu mismo punto que su mujer le oye y siente su ro,
de butnildad , diciendo : «¡O Señor! haced que os aunque por entonces se halle embarazada y embebeció
conozca y que me conozca;» y san Francisco, que pre con alguna violenta consideración, con todo eso, no de
guntaban Dios : «¿Quién sois vos, y quién soy yo?» jará de olvidar todos los otros pensamientos porpen-
Protestarás no notar tu adelantamiento para lo que sar en su recien venido y amado marido. De la misma
es regocijarte en tí misma, sino para alegrarte en Dios; manera sucede á muchas almas amadoras de Dios, que
ni para glorificarte, sino para glorificar al Señor y dar aunque se hallen más embebecidas y embarazadas de
le gracias. negocios, luego que les toca al corazón la memoria de
Protestarás también que si, como tú piensas, des Dios, no hay cosa que no olviden ni de que no se des
cubres el haber aprovechádote poco, ó bien atrasádote, hagan por no perder esta dulce y bien venida memoria.
que no por eso to entibíalas ni refresca ras con ninguna Señal en extremo buena.
suerte de miedo ni flaqueza de corazón ; sino que al 7. Considerarás cuál es tu corazón para con Jesucris
contrario, procurarás animarte más, humillarte y re to Dios y hombre, si recibes gusto con él. Lasabejis
mediar las faltas, mediante la gracia divina. gustan mucho de andar cerca de su miel, y los mosco
Hecho esto, considerarás mansa y sosegadamente do nes de andar cerca la hediondez y porquerías : asi
qué manera hasta la hora presente te has llevado para las buenas almas tienen su gusto cerca de Jesucristo
con Dios, para con el prójimo y para contigo misma. y sienten una extrema terneza de amor para cou él;
mas las malas solo se alegran en medio de las va
CAPITULO IV. nidades.
Eximen del estado de nuestra alma para con Dios. 8. Considerarás cuál es tu corazón para con nuestra
1. Considera cual es tu corazón contra el pecado Señora , con los santos, con tu ángel ; si los amas mo
mortal, y si tienes una resolución firme de nunca más cho, si tienes una especial confianza en su benevolen
cometerle por ningún caso que pueda venirte , y si esta cia; sí sus imágenes, sus vidas y sus alabanzas te son
resolución ha durado desde tu protestación hasta al agradables.
presente. En esta resolución consiste el fundamento de 9. Cuanto á tu lengua, considerarás cómo hablas de
la vida espiritual. Dios ; si te agradas en decir bien del , según tu condi
2. Considerarás cuál es tu corazón para con los ción y fuerzas ; si te deleitas en cantar los cánticos.
mandamientos de Dios, si los hallas buenos, dul 10. Cuanto á las obras pensarás si tienes en dan
ces, agradables. Quien tiene, hija mia, el gusto en zón la gloria exterior de Dios, y si haces alguna «a
buena disposición, y sano el estómago, el tal apetece á su honra; porque los que aman á Dios, aman caá
las buenas viandas y desecha las malas. David el ornato de su casa.
3. Considerarás cuál es tu corazón para con los pe 1 1 . Notarás si te has apartado de alguna afición
cados veniales. Mal podríamos guardarnos de caer en mala, y si has renunciado alguna cosa por Dios; por
alguno por un camino ó por otro; mas notarás sí hay que es una buena señal de amor el privarse de alguai
alguno á que tengas particular afición , y también ( que cosa en favor de aquel que se ama. ¿Qué es lo que lias
aun esto seria peor) si hay alguno á que tengas afición tú pues dejado por el amor de Dios?
y amor.
4. Considerarás cuál es tu corazón para con los ejer CAPITULO V.
cicios espirituales; sí los amas, sí te enfadan, si te dis Examen de nuestro estado para eon nosotros mismos.
gustan, ú cuál dellos tienes tú más ó menos inclina
ción : el oír la palabra de Dios, el leerla, discurrir' i. Mira cómo te amas ú tí misma, sí te amas de
della, meditar, aspiraren Dios, confesarte, recibir los masiado para este mundo; porque, si es asi, desearás
avisos espirituales , aparejarse á la comunión , enfrenar quedarte siempre en él, y tendrás un extremo cuidado
sus aficiones. Mirarás cuál desto bailas repugnar tu co en arraigarte en la tierra. Pero si te amas para el ciclo.
razón ; y si hallas alguna cosa á que tu corazón tenga desearás, ó por lo menos te quietarás fácilmente en el
menos inclinación, examina de dónde le procede c¡>le tiempo de la partida deste siglo, cuando llegue labora
disgusto , y qué es la causa. que Dius fuere servido de darte.
5. Considerarás cuál es tu corazón para con Dios 2. Mira si tienes buena orden en el amor de timia
mismo ; si se alegra en acordarse del , y si siente en ma, poique el mayor enemigo que tenemos es el amor
esto una agradable dulzura. Dice David: «Yo me be de nosotros propios. El amor pues ordenado quiere q«s
acordado de Dios, y me he deleitado.» Mirarás si sien amemos más el alma que el cuerpo ; que tengamos ma>
tes en tu corazón una cierta felicidad en amarle, y un cuidado en adquirirlas virtudes que otra ninguna co
gusto particular en saborearte con este amor. Notarás sa; que tengamos más cuenta con la honra divina que
sí tu corazón se recrea en el pensar en la inmensidad de con la baja y caduca. El corazón bien ordenado mu
Dios, en su bondad, en su suavidad; si esta memoria chas más veces dirá en sí mismo: «¿Qué dirán los ánge
de Dios te viene en medio las ocupaciones del mun les si yo pienso en tal cosa?» Yno: «¿Qué dirán 'os
do y sus vanidades; si se hace hacer lugar, si harta tu hombres?»
corazón, si te parece que tu corazón se vuelve de su 3. Mirarás qué tal es el amor que tienes á tu cora
lado , y si en cierta manera va como marchando delan zón, si te enfadas de servirle en sus enfermedades.
te. Es cierto que hay almas desta manera. No es pequeño, Filotea, el cuidado que debes te
II) de Dios ¡Eüichti original. — Qui s'cuioil devaut Oicu, son
ner en socorrerle y hacerle socorrer cuando sus pa
palabras del Sania.) siones le atormentan, dejando por esto todo lodenik
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. . 337
4. Notarás cuál te estimas tú delante de Dios. Será los otros; porque es cierto que debemos desear el fia
en nada sin duda ; mas advierte que no es grande hu del uno y del otro.
mildad si una mosca no se estima en nada en com En nuestros deseos, tocante á los haberes, tocante
paración de un gran monte, ni si una gota de agua á los placeres y tocante á las honras.
se tiene por nada en comparación del mar, ni si una En el temor de los peligros de pecar, y de las pérdi
sola centella de fuego se conoce por nada en compa das de las posesiones deste inundo; porque de ordina
ración del sol. La verdadera humildad consiste en no rio se teme demasiado lo uno, y muy poco lo otro.
estimarnos más que los otros, ni querer ser estimados En la esperanza puesta en el mundo y en las criatu
de los otros en más que ellos. ras, y muy poco en Dios y en las cosas eternas.
5. Cuanto ala lengua, mirarás si te alabas de una En la tristeza, si es muy excesiva por cosas vanas.
suerte y de otra, y si te adulas y alabas á tí propia, En la alegría, si es muy excesiva y por cosas in
hablando de ti misma. dignas.
6. Cuanto á las obras, notarás si recibes algún pla Miraremos en fin qué aficiones tienen nuestro cora
cer contrarío á tu salud; quiero decir, placer vano, zón ocupado, qué pasiones le poseen, y en lo que prin
inútil, demasiado, desvelado y sin sujeto; y seme cipalmente se hubiere distraído.
jantes. Porque por las pasiones del alma conocemos cuál es
su estado, tocándolas una después de la otra; porque
CAPITULO VI. I asi como un músico de laúd tocando todas las cuerdas,
Ciámen del estado de nuestra tima para con nuestro prójimo. i las que halla disonantes las viene á templar, sea baján
dolas ó ya subiéndolas , así después de haber tocado y
Menester es amar mucho el marido y la mujer, y reconocido el amor, el odio, el deseo, el temor, la es
esto con un amor dulce, sosegado, firme y continuo. peranza, la tristeza y la alegría de nuestra alma, si es
Debe pues hacerse esto en primer lugar, por cuanto que hallamos lodo esto malsonante al tono que quere
Dios lo ordena asi. Lo mismo digo de los hijos y parien mos tocar, que es á la gloria de Dios, podrémoslo acor
tes cercanos , y también de los amigos ; cada uno según dar muy bien, mediante su gracia y el consejo de
su puesto. nuestro confesor.
Mas para hablar en general, mirarás cuál es tu cora
zón para con tu prójimo, si le amas cordialmente y CAPITULO vm.
por amor de Dios. Para bien discernir esto habrás me Aflclanes que debemos tener después del eximen.
nester representarte ciertas personas envidiosas y des
agradables; porque con estas es donde se ejercita el Después de haber con blandura (a) considerado cada
amor de Dios para con el prójimo, y mucho mejor con punto del examen (i) y visto el estado en que estás, da
los que nos hacen algún mal , ú de efecto ú de palabra. rás tugará las aficiones siguientes:
Examina si tu corazón es franco en su particular, y si Darás gracias á Dios por la enmienda que hubieres
sientes gran contradicion en el amarlos. hallado en tu vida después de tu resolución ; y recono
Mira si te hallas pronta en el hablar del prójimo mur ce que ha sido su misericordia sola que ha obrado en
murando, y en particular de aquellos que no te aman; tí y por ti.
si haces mal al prójimo, ó directa ó indirectamente. Humíllate cuanto puedas delante de Dios, recono
Por poca razón y discurso que uses , conocerás pues ciendo que si no te has adelantado más, ha sido por tu
todo esto. falta, y por no haber con fidelidad , animosa y constan
temente, correspondido á las inspiraciones, claridades
CAPITULO Vil. y movimientos que te ha dado en la oración (2). Y en
Eximen sobre las aQcioncs de nuestra alma. tonces
Prométele alabar para siempre por las gracias reci
Heme extendido en los puntos dichos, porque enm bidas; y así te retirarás de tus inclinaciones, y llega
examen consiste el conocimiento del adelantamiento rás á la emienda.
espiritual que se ha hecho; porque cuanto al examen Pídele perdón por la infidelidad y deslealtad con que
de los pecados, es solo para las confesiones de los que has correspondido.
no piensan adelantarse. Ofrécele tu corazón para que se haga de todo punto
No es pues necesario el trabajarse sobre cada uno señor del.
destos artículos, sino con suavidad, considerando el Suplícale te haga fiel de todo punto.
estado en que nuestro corazón se ha hallado tocante á Invoca á los santos, la Virgen, tu ángel, tu patrón,
ellos desde nuestra resolución , y qué faltas notables san Josef y otros.
son las que hubiéremos cometido.
Y para abreviar todo esto, es menester reducir el CAPITULO IX.
examen al conocimiento de nuestras pasiones ; y si nos Consideraciones propias para renovar nuestros buenos
enfada el considerar tan por menudo (como se ha di propósitos.
cho) cuáles habernos sido, podremos examinamos en Después de bien hecho el examen, y haber bien
esta forma, cuáles habernos sido, y de qué suerte nos conferido con algún digno conductor las faltas y su
hemos comportado :
En nuestro amor para con Dios, para con el prójimo (ai Qit.vf.do y Cnbillas traducen mal el adverbio doucemenl, que
y para con nosotros mismos. vale con detenimiento.
(1) y voto en que cslas (Todas las ediciones españolas; pero el
En nuestro aborrecimiento para con el pecado que errata manifiesta : el veí ii quoy vous en estes, dice el original.)
se baila en nosotros, y para el pecado que se halla en (2) y faerc deila. (c'-fi.)
¡M OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
enmienda, tomarás las consideraciones siguientes, ha hermosas son; haz comparación de las virtudes y Vi
ciendo una cada dia por manera de meditación , y em cios que les son contrarias: la suavidad que hay en la
pleando el tiempo de tu oración; y esto que sea siempre paciencia, comparada á la venganza ; en la mansedum
con el mismo método (1) que has usado en las medita bre, comparada ala ira y enojo; en la humildad .com
ciones de la Primera parte : poniéndote ante todas co parada á la arrogancia y ambición ; en la liberalidad,
sas en la presencia de Dios, implorando su gracia, para comparada á la avaricia; en la caridad, comparadailá
que por su medio puedas establecerte en su santo amor envidia; en la templanza, comparada á las desórde
y servicio. nes. Las virtudes tienen esto admirable, que deleitan
CAPITULO X. el alma con una dulzura y suavidad incomparable,
después que se han ejercitado; y al contrario, los vi
Consideración primera.—De la excelencia de nuestras alma».
cios la cansan infinito, la descarrian y pierden. ¿Por
Considerarás la nobleza y excelencia de tu alma ; qué pues, no procuraremos nosotros adquirir estas
que tiene un entendimiento, el cual conoce no solo suavidades ?
todo este mundo visible , mas conoce aun que hay ún De los vicios vemos que quien tiene pocos noesli
geles y un paraíso ; conoce que hay un Dios soberaní contento, y quien tiene muchos, menos. Mas de las
simo, bonísimo y inefable; conoce que hay una eter virtudes, el que tiene bien pocas, alcanza aun conten
nidad , y conoce más lo que es propio para vivir en este to, y quien muchas, mucho más. ¡Olí vida devola, y
mundo visible, y para juntarse con los ángeles en el cuan hermosa eres, cuan dulce, agradable y suave! Tú
paraíso, y gozar de Dios para siempre. mitigas las tribulaciones, y haces suaves las consola
Tiene más tu alma una voluntad del todo noble, la ciones. Sin tí el bien es mal, y los placeres, llenos de
cual puede amar á Dios y no le puede aborrecer en inquietudes, alborotos y desvanecimientos. ¡ Ay de mi!
sí misma. Mira tu corazón y verás cuan generoso es; y que quien te conociera, pudiera bien decir con la Sa-
que asi como no puede nada detener las abejas en nin marítima : Domine, da mihihanc aífuam; «Señor, da
guna cosa corrompida, antes solo se detienen sobre las me esta agua;» aspiración muy frecuente á la beata
Dores, así tu corazón no puede tener reposo sino solo madre Teresa y á sania Catalina de Sena, aunque por
en Dios, sin que ninguna criatura pueda satisfacerle ni diferentes sujetos.
hartarle. Si no, piensa en los más amados y diverti
dos embebecimientos que otras veces has ocupado tu CAPITULO XII.
corazón ; y dime la verdad , si los tales no estaban lle Tercera consideración.—Sobre el ejemplo de losan!»
nos de inquietud y molestia, y de pensamientos carco
midos y cuidados importunos, en medio de los cuales Considera el ejemplo de toda suerte de santos:^
tu pobre corazón se vía miserable. es lo que ellos no hicieron para amar á Dios y ser ais
Va tu corazón corriendo para las criaturas con gran devotos. Mira los mártires , invencibles en sus reso
des ansias, pensando poder contentar sus deseos; pero luciones, qué tormentos dejaron de padecer para mío-
tan presto como lia ejecutado cuanto imaginaba, echa tenerlas. Mira sobre todo tantas hermosas doncell»,
de ver la vanidad de su intento, pues nada le puede más blancas que la azucena en pureza, y másencarna-
satisfacer ni contentar. No quiere Dios, Filotea, que das que la rosa en caridad, que las unasá doce, las
nuestro corazón baile ningún lugar donde pueda repo otrasá trece, quince, veintey veinte y cinco años, so
sar (de la misma manera que la paloma salida del Arca frieron mil suertes de martirios, antes qne apartarse
de Noé), para que así se vuelva á su Dios, del cual ha un punto de su resolución ; y no solo en lo que tocaba
salido. ¡Ah, y cuánta hermosura de naturaleza hay á la protestación de la fe, sino en lo que tocata á I>
en nuestro corazón! ¿Por qué pues le detendremos protestación de la devoción : las unas , muriendo antes
nosotros contra su voluntad en el servicio de las cria que abandonar su virginidad ; las otras, antes que de
turas ? jar de servir á los afligidos y consolar los atormentados
¡O alma mia! (dirás tú) tú puedes oir y querer á y amortajar los muertos. ¡Oh buen Dios, y cuánta
Dios. ¿Por qué pues te embebecerás tú en cosa me constancia ha mostrado este sexo frágil en semejantes
nor? Si tú puedes pretender la eternidad, ¿qué hay ocurrencias !
que detenerte en los momentos? Esta fué una de las Mira tantos santos confesores con qué valor bao
quejas del hijo pródigo, que habiendo podido vivir re menospreciado el inundo, cómo se han hecho úiws-
galadamente á la mesa de su padre, comia suciamente cibles en sus resoluciones. Nada les pudo hacer pre
en la de las bestias. ¡O alma mia! tú eres capaz de Dios. varicar, pues las abrazaron tan animosamente, jte
Desventurada de tí si te contentas con menos que Dios. mantuvieron sin excepción. ¿Qué es lo que dice sao
Levanta mucho tu alma en esta consideración; mués Agustín, de Mónica ; con cuánta firmeza seguía su em
trala como eterna y digna de la eternidad ; llénala de presa de servir á Dios, en su matrimonio y en su viu
áuimo cerca este sujeto. dez? ¿Y san Jerónimo, de suainada hija Paula en medio
de tantos traveses y en medio de tanta variedad de
accidentes? ¿Qué es lo que nosotros de buena raio»
CAPITULO XI.
dejaremos de hacer con tan buenos patrones? Todos
Segunda consideración. — De la excelencia de las virtudes. estos eran lo mismo que nosotros ; hacían lo que hacii»
por el mismo Dios y por las mismas virtudes. ¿Pcr
Considera que las virtudes y la devoción pueden so
qué no haremos pues nosotros otro tanto, según nues
las contentar tu alma en este mundo. Mira pues cuan
tra vocación y estado, por medio de nuestra resolución
(1) cuanto a la preparación y afecciones, que has (C-JX.) y santa protestación?
J
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 339
estar grabado en tu alma, para mejor conservar y man
CAPITULO XIII tener tu resolución, la cual ha sido tan estimada en el
Cuarta eoiuMerafúm.—Del amor que Jesucristo nos tiene. corazón de tu Salvador.
EL LIBRO DE LA SABIDURÍA,
¥ EL MÉTODO CON QUE LO CONSIGUE.
DISCURSO
La enfermedad que con más universal contagio ha todos los que lian escrito, halló este camino, para que
siJo y es peste de las almas, fué el no saber en qué siempre se siga el seguro, y se diferencien del los
consiste la verdadera sabiduría, cuáles- son sus efe- despeñaderos, y sepamos que por las sendas más ás
tos, cómo y con quiénes los obra, dónde se ha de bus peras se llega á la patria, y que por los halagos de los
car, cómo y á quién ha de pedirse. De ignorar esto, y más cariciosos y abiertos caminos se da en los pre
tener por sabi duria,la descaminada presunción ó el cipicios.
estudio defectuoso, se originaron las varias sectas de Empieza hablando con los que juzgan la tierra : Di-
tantos filósofos, pitagóricos, peripatéticos, académicos, ligite justit iam qui judicalis terram. No habla con los
estoicos, pirrónicos, y otros innumerables, y después reyes y jueces, sino con todos aquellos que sin justicia,
de la luz del Evangelio, la multitud de errores y here juzgando las cosas que suceden en la tierra confor
jías, que fiándose del nombre de sabiduría (que solo me su ignorancia, reciben escándalo déla doctrinado
es máscara de la malicia astuta y revoltosa), confunden la divina Providencia, y ejemplo que los persuade
grande parte del mundo en discordia pertinaz. Para imitación de la pompa de los delitos. Pruébase con
que túnese cura este daño universal y esta dolencia, que el capítulo u empieza con estas palabras: Dixe-
que por el nombre magnífico de sabiduría fantástica runt autem cogitantes apud se non redé: Exiguum et
no padecen, antes le blasonan los hombres, le profe cum taedio est tempus vitae noslrae, et non est refrige-
san y le enseñan, dictó el Espíritu Santo á Salomón este rium in fine hominis. Y todo el capítulo confirma lo
libro , donde la doctrina de la verdad y el desengaño que digo.
de la mentira se leen en diez y nueve capítulos, dis Sigúese que para ser capaces de la sabiduría con
puestos con tan soberano método, que de uno y otro que se debe juzgar la tierra, es necesario amar la jus
fabrican un silogismo demostrativo, cuya conclusión ticia, porque la sabiduría es justicia.
alienta los unos, y amenaza los otros. Pueden no obe Consiguientemente la define mandando : Sentite de
decerla, empero no pueden negarla. Por esto juzgo Domino in bonitate , et in simplicitate cordis quaerite
este libro por llave del tesoro que por fruto llevan illum : quoniam invenilwab his qui non tentant illum:
las hojas de todos los volúmenes sagrados, y que hace apparet autem eis qui fidem habent in illum : perver-
ei oficio de aguja para navegar sus golfos y descubrir sae enim cogitationes separant á Deo : probata autem
sus ludias; sin desvariar como la nuestra por los deli virtus corripit insipientes : quoniam in malevolam
rios del imán , siempre tija al norte del Espíritu Santo, animam non introibit sapientia, nec habitabit in cor-
que la dictó. Vuestra paternidad reverendísima, entre pore subdito peccatis.
Es pues la sabiduría de que trata este libro : «amar
la' Inédito.
Encuéntrase en el tomo n , pág. 217 de la colección hecha por la justicia, sentir de Dios en bondad, y buscarle con
don Juan Isidro Fajardo, año de 1724 : Biblioteca Nacional, es simple corazón ; porque le hallan los que no le tientan,
tante U., número 277. aparece á los que tienen fe en él; y apartan del las
La Academia de la Historia posee copia de fines del siglo pasa imaginaciones perversas, y la virtud examinada cor
do : estante 23, grada 5., C, núm. 36.
Consta , por el final del párrafo primero, que i un religioso di rige los necios. La sabiduría no entra en el alma ma
rigí* nuestro autor este papel escriturario. A ser (como sospecho) lévola , ni habitará en el cuerpo subdito de los pe
el padre Mauricio de Attodo, de la Compartía de Jesús, lo escri cados.»
bió Qliíído en 1640 ó 1611. Pero si fuese el dominicano fray
Cristóbal de Torres, siete anos por lo menos debo retrasarse la De todos los gentiles ninguno, tratando de la sabi
tecla. duría ni de Dios, alcanzó una palabra destas; solo
344 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Epictcto prctmnció esta cláusula con aliento piadoso, carse sino es por el Hijo de Dios, que es la sabiduría
capitulo xxx : «Sabe que lo principal y primero acer del Padre. Qué se les siguió de aborrecer la justicia
ca de la religión de los dioses inmortales, es tener y de no juzgar en bondad , lo dicen el verso veintiuno
dellos rectas y buenas opiniones; de tal manera, que y veintidós : Haec cogitaverunl, et erraverunt: eme-
creas hay dioses, y que bien y justamente lo adminis cavit enim illos malitia eorum. Et nesciertmt tam-
tran todo, que lian de ser obedecidos, y que por esto menta Dei, ñeque mercedem speraverunt justitiae.nte
hemos de conformarnos con todo loque con su permi judicaverunt honorem animarum sanctarum. «Esto
sión sucediere, y que lo hemos de recebir alegres, co imaginaron, y cayeron en error, porque los cegó su
mo precedido de la mente soberana. Con esto, nunca malicia. Ignoraron los sacramentos de Dios, desespe
los acusarás, ni tendrás queja de que te olvidan ú des raron de la merced de la justicia, y no entendiéronla
precian.» Parece doctrina expresada deste primero ca honra de las almas santas.»
pítulo do la Sabiduría , y recogida en vaso idólatra, Veis aquí que la Sabiduría attingitergoálineustivt
cuyosabor se conoce solamente en la pluralidad de dio ad finem forliter, et disponit omnia suaviter. Desde
ses. el fin de la Ley vieja (que fué en la pasión de Crisio,
El método es el que se sigue. La difinicion de la con que se cumplió) tocó con fortaleza hasta la Gn
verdadera sabiduría para los que quisieren juzgar con del mundo, venciendo con la humildad la soberbia,
justicia las cosas de la tierra es: «Amar la justicia, con la desnudez las armas, con la pobreza los leso-
sentir de Dios la bondad, y buscarle en la simplici ros, con los pescadores los monarcas, con la igno
dad del corazón.» rancia la sabiduría del siglo; enseñando en los sacra
Este primero capítulo se distribuye por todos los mentos de Dios la salud eterna; asegurando la mer
diez y ocho, verificando en cada uno otras diez y ocho ced de la justicia , y en su iglesia eterna la honra de sus
cláusulas suyas, demostrando los efetos que esta sa santos : esto con fortaleza tan hazañosamente vencedo-
biduría obra en las almas que la atesoran; los males ra de todo el ejército infernal, y juntamente dispuesto
que padecen, los engaños que se siguen, los desenga con suavidad tan benigna, que, solo, pagó loquede-
ños que juntan contra sí las que dolías se apartan. La biamos todos, que murió porque muriese nuestra
primera cláusula : Diligite justitiam qui judicatis muerte , para que su muerte nos fuese vida. El mismo
terram ; sentite de Domino in bonitate, habla en el se nombró sabiduría cuando dijo: Cum semperái-
capítulo 11 ; y en él con los que aborrecieron la justi lexisset sitos , in finem dilexit eos ; cuando estaba to
cia y sintieron de Dios en maldad : Diocerunt enim cando fuertemente del un fin al otro, no solo coa sua
cogitantes apud se non redé. Véislos aquí juzgando vidad sino con perpetuo amor; pues pagaba en la
mal, á persuasión desús maldades, hasta el verso do golosina de Eva y en la inobediencia de Adán cilps
ce, donde en lugar de amar justicia, la aborrecen con ajenas con la propia sangre.
el justo: Circumveniamus ergo justum, quoniam in- Entra mandando en este capítulo primero Dios quí
utilis est nobis, ti contrarias est operibus nostris, et amemos la justicia, y en el segundo trata de la muerte
improperat nobis peccata Legis , et diffamat in nos pee- de su Hijo, porque veamos cómo la amó él.puesw
cata disciplinae nostrae. Promilit se scientiam Dei perdonó al propio Hijo suyo unigénito, que publicó
habere , et p'lium Dci senominat. portal, llamándole muy amado.
No solo habla esto literalmente de los fariseos y De todo este discurso, legítimamente colijo, pira
escribas y de Cristo, sino que parece hablan los mis inteligencia del intento y fin historial deste libro, que
mos contra Cristo , pues lo que le dijeron fué repetir es mostrar desde el principio del mundo hasta el fin,
estas mismas palabras formales , hasta en murmurar cómo la sabiduría de Dios toca fuertemente desde
que se nombraba Hijo de Dios. Asi prosiguen indivi un fin á otro, disponiéndolo todo con suavidad, ea
dualmente hasta el verso diez y ocho : Si enim est ve- que se incluye su divina Providencia. Prueba nú
rus filius Dei, suscipiet illum et liberabit eum de ma- intento el capitulo x (prosiguiendo el fin del capí
nibus contrariorum. Contumelia et tormento inlerro- tulo ix : Nam per sapientiam sanati sunt quicump»
gemus eum, ut sciamus reverentiam ejus, et probemus placuerunt Ubi, Domine, á principio) con estas pala
patientiam Ulitis. Morte turpissima condemnemus eum. bras : Haec illum qui primus formatus estáDeople
¿Quién negará que esto es leer la pasión de Cristo, y orbis terrarum, cum solus esset creotus, custodia!,
aborrecer la justicia, que se debe amar, y sentir mal et eduxit illum á delicio suo , et dedit Mi «'»**■
de Dios? No podía empezar la Sabiduría á ejemplifi continendi omnia.
SOBRE LAS PALABRAS QUE DIJO CRISTO
Á su santísima madre
FRAGMENTO.
Et die tertia nuptiae faclae «uní fn Cana Gali- Siempre para entenderlas me fueron difíciles. Em
Jaeae, et erat Mater Jesu ibi. Vocatus est atitem et Jesús pero nunca me consintió escrupnlearlas por despega
tt discipuli ejus ad nuptias. Et deficiente vino , dicit das, el ver las decia á tal madre tal hijo; antes (3) reve
Mater Jesu ad eum : Vinum non habent. Et dicit ei rencié mayor misterio en lo que deltas entendía menos.
Jesús : Quid mihi et Ubi est , mulier ? Persuadíme que aquella soberana boca á los sacro
«Y el tercero dia se celebraron (1) bodas en Cana santos oidos pronunciaría sacramentos, y no rigores :
de Galilea ; y estaba en ellas la Madre de Jesús. Y desembaráceme de asistir á regalarlas por ásperas, y
también fueron llamados ú las bodas Jesús y sus ocúpeme en penetrarlas por cariñosas. Yo aseguro
discípulos. Y faltando vino, dice a Jesús su Madre : No que lo he procurado; otros juzgarán si lo he conse
tieneu riño. Y Jesús la dice : Mujer, á tí y á raí ¿ qué guido. Si como está en salvo mi intentoen la piedad, lo
nos toca?» estuviese mi discurso en lo que escribo, grande seria
Siempre los ojos, leyendo estas postreras palabras la usura de mi trabajo. Mi pretensión sabe ser cortés;
que respondió Cristo á su Madre, llamándola mujer, pido que me consientan, no que me alaben. No blasono
juzgaron que tcnian ceño ; y los oidos extrañaron , si alguna novedad, que fuera mostrarme antes temerario
nodesden, sequedad. Los santos padres y doctoresan- que ingenioso. Si algo pareciere nuevo, no es otra cosa
tiguos y modernos reconocen por difícil el sonido de sino haber buscado en las tinieblas camino con la luz
las palabras, y las declaran y ajii'tan á diferentes senti de los santos. A la claridad del sol se debe la vista do
dos, para que ladevocion, que fervorosa las extraña, dis- las sendas que borró la noche, no á los pies que las
cipula de (2) su doctrina sagrada las reconozca amoro caminan. Dirá verdad el caminante si dijere que halló
sas. las veredas, y mentirá si negare que se las enseñó el
(«) Así se intitula este fragmento inédita en el eódice M. 177
dia.
(folio Í05. de la Biblioteca Nacional ; pero el original autógrafo No excuso algunas advertencias que precedan al tra
no tenia rótulo ninguno. Poseíalo, a mediados del siglo anterior, tado. Sea la primera : que eslas bodas eran de san Juan,
el ya referido archivero de la secretarla general de Estado, don Evangelista con una de las vírgines dedicadas á Dios,
Benito Narlinei Gomes Gajoso; y de él sacó una copla don To
mas Antonio Sánchez, de que me valgo para esta impresión. Allí
que después vivió en compañía déla siempre Virgen (4)
se advierte que el autógrafo constaba de cuatro hojas j media co Madre de Cristo Jesús. Tienen esta opinión san Agustín
folio, ocupando tres solamente lo escrito, y que era copia en lim sobre san Juan , en el prólogo y en la glosa, san Jeróni
ito que del borrador hacia Qoevedo. mo y Alberto Magno sobre san Joan; y Ruperto sobre el
La de Sánchez me ha sido franqueada por el señor don Agus
tín Duran. Sus variantes llevan la marca D. ; las del citado códi segundocapítulo de san Joan, acaba (5) con estas pala
ce, M. Otra existe en la biblioteca de la Academia de la Historia. bras : ínter quos, et hunc Johannem Evangelistam, re-
Acaso este tratado sea parte de un libro que escribía Qcevebc* lictisnuptiis, ipsius enim istas fuisse nuptias , opinio
con titulo de Consideraciones sobre el Testamento Nuevo y tida de fere omnium est, ipsum Dommum sequi coepisse arbi-
Cristo, el cual, dice, le sustrajeron con otros durante sus últimas
persecuciones. Véase la Memoria de ellos que inserta el biógrafo tramur (6) . Tienen la contraria san Crisóstorao, Origines
Tarsia.
Las citas que abora van al pié, en el original autógrafo esta (3) reverencio (V.)
ban al margen. (4) María de Cristo (0.)
(ti las bodas 'D.) (5) en estas i Id.)
(1) sus doctrinas sagradas [Id.) (») tapera Abbatls Monasterii Tvitiensls, e reglone Agrlppinat
316 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
v Victorino ; cuyos argumentos disuelve doctísimamen- en la segunda venida, glorioso. Admiremos la confor
te el eruditísimo doctor y maestro Silvestre de Prierio, midad misteriosa del Hijo y de la Madre. Cristo dice :
de la orden de Santo Domingo, en el tratado tercero de « Mujer, á ti y á mí ¿qué nos toca?» y no la llama (la
las Cuestiones sobre los Evangelios . Ha prevalecido, dre. La Madre dice: «Haced cualquiera cosa que os
por más célebre y más dignamente probable, la afirma dijere,» y no dice «mi Hijo». Los que extrañan por
tiva, pues el reverendo padre Fortunato Fanense, en sequedad la palabra que dijo Cristo, ¿porqué no extra
la Biblia quejuntó de las cuatro versiones, en la pre ñan la que dejó de decir Maria, siendo la temara más
fación al Evangelio de san Joan dice : « Este es Joan propia en las madres, y el mayor blasón de la tierra
Evangelista, uno de los discípulos del Señor, que fué y del cielo tener tal hijo? No hay comento para las pa
escogido por Dios virgen; al que de las bodas, tratando labras de Jesús, sino las de María. De sola ella dice el
de casarse, llamó Dios (1) (a).» Evangelio que «todas sus palabras las conservaba en so
La razón que dan los autores que cité con san Agus corazón », cuando le perdió en el templo, donde le halló
tín, es: que fué muy conveniente que estas bodas fue enseñando á los doctores (que Cristo, aun niño, se pier
sen de san Joan y que no se efectuasen, porque conve de por enseñar). Engastaremos este trozo á su tiempo.
nía que luego, en favor de la virginidad, se mostrase Que estas bodas fuesen de san Joan, mejor se asegu
que con su gracia se podía disolver el matrimonio tra ra con su estilo que con las conjeturas ni autores. El
tado. Y persuádese por otra razón que no era verisímil nunca en acción suya, que fueron tantas y tan colmadas
que en otras bodas estuviera la Madre del Señor, como de gloria preferida, se nombró, nombrando á todos. De
consta de la explicación del texto (2). Exprimiré con manera que el más fuerte argumento de que fué él, es
la consideración algo que está retirado en estas pala el no decir él que fué. Es suyo solo nombrarse cuando
bras de los santos. La quinta esencia del ámbar suya se calla.
eia ; y siéndolo, se debe muebo al que la saca; y á los La Virgen nuestra Señora extrañara bodas que M
alambiques, el dará todos lo que guardaba el simple en fueran de tan cercano pariente. Costumbre fué siem
su retiramiento, no con avaricia para negarlo, sino pre ir á las que fuesen desta obligación ; y aun á estas
con providencia para no perderlo. Lo que la naturaleza no fuera la Virgen y suHijo (4) sise hubierandeconsu-
esconde á la ignorancia, ofrece al estudio. Todo está mar. Cuando Cristo empezó á obrar maravillas, no pa
en los santos ; mucho dan á los ojos que lean en lo que rece conveniente que con su (5) santísima Madre bom -
escriben ; mucho guardan á la asistencia de la medita se antes las bodas que la virginidad. Vinieron í ellas,
ción más allá de las palabras. Con las mismas letras porque deltas triunfase la virginidad, siguiendo ti
callan mucho en loque dicen, y dicen mucho en loque esposo y la esposa.
callan. Habia llamadoCristopara discípulos á algunosfcta
¡Dichosas bodas y casa! en ellas hizo Cristo el primer redes , llamó á otro del cambio ; convino que Haraw
milagro, en ellas su Madre la primera intercesión ; en á Joan, de las bodas, que es la red más fuerte, pueslia-
está casa, dice el texto sagrado que manifestó su glo blando de la esposa en el matrimonio, dijo Dios : «Por
ria (3). Quítale al Tabor el poder blasonar solo estas esta dejará el hombre su padre y su madre;» jen
palabras. Cede el monte á las bodas en la asistencia que razón que se viese que á esta la dejaba Joan por
tuvo Cristo en la siempre Virgen. Si allá dijo el Padre: Dios. Dejóla , mostrándose primero el amante que el
«Oídle á el,» aquí su Madre dijo: «Haced cualquiera amado.
cosa que os mandare;» que es lo mismo. La Madre (G) Parece inconveniente, y es misterio, en la virgi
dice quehagan cualquiera cosa que mandare; el Padre nidad de Joan, estar por esposo en bodas, aunque las
solo que le oigan: porque, como asistían Elias yMoisés, renunciase. Habia de dejarle su Madre por madre,
príncipes del Testamento Viejo, supiesen los apóstoles habiascle de dejará su Madre por hijo, y calificó á su
que solo á Jesús se habia de oír, y que á ellos en per imitación su virginidad : pues como á su Madre, ha
sona seles habia mandado el silencio, y que los oidos biendo de ser siempre virgen, quiso que fuese despo
solo se debían á la voz de Cristo. Llamólos para des sada, ordenó que Joan fuese desposado para ser virgen;
pedirlos con premio: á Moisen, que había tanto desea porque pareciéndose en algo á su Madre, el nombre
do ver su cara, se la enseñó, y vio al que esperaba ; y de hijo se acompañase con alguna similitud.
Elias, el que habia de esperar hasta la fin del mundo Hay quien diga que san Josef habia muerto, y q»'
por esa razón no fué convidado, y que la Virgen Mam
estaba ya en la custodia de su Hijo, Dios y hombre.
Colonia ¡n Rlieni rlpa sítl, ordinis S. Benedlctl, uiri, et uitae Esta conjetura es tan respetiva, que puede hacer fuer
sanctimonia, ct sacrarum literarum peritia precian, CommetHa-
rionm, /» Euangelium lohannis, Libri xmi. —Arnulilt Birckman. — za, y la duda que se le opusiere podria peligrar de
Apud Fuelicem Cnloniam ano. salutis. «. o. nuil, pagina xtn. poco cortés. En estas bodas, ni después en el Evange
(1) Hie est Johannes Evangelista unus t\ discipulis Uoraini, qni lio, no se hace mención del santo. Y es cierto que
virgo a Dea electus est : quem de nuptiis volcntcm nubcre voca- al tiempo de la muerte de Cristo no vivía, pues enco
vit Dous.
l«) Sacronim Bililiorum Ex Vulgata Edilione, et alijspluribus mendó Cristo su Madre á san Joan.
Traiislationibus : ojusdem Fratls Fortvnati l'aiiensis Ordinis Ercm. Siendo cierto que san Josef murió , he admirado por
S. Auguslini Sluüio et labore, cunt eodem ordine, congeslorum celestial providencia la de los evangelistas , que dejaa
Vnrs altera.—Venetiii Antonium Pinellum. u. dc. ix., pagina 115. en silencio su muerte, y el tiempo y el lugar y la se
{% Hüc enim rst valilé conveniens, quod Cbristns sialira tan-
Inm faveret virginilati , nt Ipso fado oslenderet quod matrimo- pultura. Respeto fué estudioso, no olvido ni causan-
niuin nonconsumalum, gratia ejus posse dissolvi.Suadeturet alia
ralionc, quia non est verisimile ut alibi fuisset Mater Domine, ut ; (4) si no se hubieran («.)
patet in explicatione tc\ius. (5) sacratísima (Id.)
(3) Joan, 2. Et manifestavit gloriam suam. (6) Hit quien diga que parece {Id.)
BODAS DE CANA DE GALILEA. 347
ció de plumas tan divinamente atentadas. Era esposo porque no eran menester más; siendo irrefragable que
de la Madre de la vida; llamábase padre del que era a san Joan, solo por ser suyas estas bodas, le pudo lla
Hijo del eterno Padre ; advertido del ángel, huyendo á mar «marido y virgen ». Y el no nombrar elsanto doc
Egipto guardó la vida al Hijo de Dios y Dios y Hombro tor á Cana de Galilea , que es lo que echa menos el
Terdadero. De su Madre recibió el ser de hombre ; de doctísimo Maldonado, es prueba de que era tan cor
san Josef el llegará hombre, de recien nacido. Fué Jesús riente opinión entonces, que no hacia falta á la inte
parto de María, y en cierto modo, digámoslo asi, lo fué ligencia déla historia. Y siendo así que san Jerónimo
de la fuga de Josef. La frase española lo comenta: «hoy tuvo esta opinión, no extrañará nadie que la tuviese
se nació,» decimos al que se libró de manifiesto peli san Agustín en el prólogo citado . Y en tanto que al
gro. Decir que murió el esposo de María, nombre que guno no me especificase en él por qué no es digno del
{«equivoca en el sonido con el Espíritu Santo, que Santo, yo creeré es suyo, reverenciando las palabras
murió el padre de Jesús (así le llamó la Virgen cuando del admirable Ruperto, que dice que esta es opinión
«perdió: «Yo y tu padre te (1) buscábamos afligidos»), casi de de lodos ; pues á no ser de san Jerónimo y de
equivocábase el sonido de las palabras, en el sentido, san Agustín, fuera casi de nadie.
con el Padre eterno. Pues decir solamente murió Jo Estaba en las bodas la Virgen antes que Cristo y sus
sef, eso fuera enterrar en silencio los dos blasones apóstoles fuesen convidados á ellas. El doctísimo Mal-
más gloriosos que se oyeron jamás. Fué tan soberana donado : «Parece que el Evangelista quiso dar tácita
mente prodigioso san Josef, que se pudo decir del mente la causa, conviene á saber, porque su Madre,
era esposo de la Virgen, y la Virgen decir á Cristo que tomo consta, estaba (5) en ellas convidada antes.»
era su padre; y fué tal, que los evangelistas no hallaron Añado que, por la misma razón, se colige que la
cómo poder decir que murió. Presumió Marta que si Virgen estaba en las bodas antes, porque sabia quecon-
Cristo estuviera en su casa, su hermano no muriera, (2) vidado habiade venir su Hijo después con sus discípu
porser su amigo; asi le llamó: «Lázaro, nuestro amigo, los. Y porque como eran bodas en que había de haber
iierme.» Y ¿no será reverente misterio el no darse por desposado que fuese virgen, era bien que la que era
entendidos los evangelistas de la muerte de san Josef, virgen y desposada precediese al Hijo, á quien para
esposo de María y padre putativo de Jesús? Es tan concebirle precedió el ser lo uno y lo otro.
misterioso, que por quedar san Joan , con nombre de Preguntóme : ¿Por qué no vino acompañada de su
lijo, encargado de María, a falta de Josef, se presumió Hijo y de sus discípulos? No sé si podré pronunciar el
éntrelos apóstoles que no había de morir, y hay fervor de mi respuesta. Haga cuenta quien me oyere
opiniones si es muerto ó si vive en la sepultura, ó si que oye á un mudo, que si no le descifran las ansias
murió, y está en cuerpo y en alma en el cielo, para de lo que quiere decir y no puede explicar (6), leyén
wmr con Cristo en el fin del mundo. En tocaniln j dole los semblantes, más le desconsuelan que le
asistencia y custodia de María todo es vida y etei ni- oyen.
dad; nadie se acuerda de muerte ni de palabras de su Desde que se perdió en el templo Cristo, y desde que
séquito. Pase por digresión este punto, que poco le ti li Cristo llamó discípulos A su compañía, no se lee qtia
tará el nombre. llevase á su Madre santísima consigo ni con ellos. Una
£1 texto sagrado dice que la Virgen estaba en las vez se lee que, estando predicando, le dijeron que allí
bodas, y que después fué Cristo y sus discípulos convi- estaban su Madre y sus hermanos, mas no que viniese
dadoá ellas. Para amanecer mi discurso ha de ir por ni se fuese con él. Fué tras él al Calvario, y asistió á
el díala pluma del doctísimo Joan Maldonado, blasón la cruz cuando todos le dejaron menos Joan y las Ma
inmortal de la nobleza de Zafra, honra de España, ad rías con quien iba. Quien para tener porhijoá Dios no
miración del mundo, hijo de la sagrada religión de la tuvo lado de hombre (sino á san Josef, que ya era di
Compañía de Jesús ; y en el nombre del querido suyo, funto, y fué misterio y esposo), aun para (7)asistiiiafué
bable un Joan de otro (a). decoro, y no sequedad, que no le tuviese ni en sus
Dice en el título deste evangelio, que el ser estas discípulos mientras vivía su Hijo. El me declara, pues
bodas de san Joan es opinión vulgar , empero no de á la última hora sola de su vida la dio por hijo á Joan.
aatores vulgares, pues citan por ella á san Jerónimo, Aunque aventure que juzguen los doctos por entre
isan Agustín y al doctísimo Ruperto. Advierte que el metida y presuntuosa mi consideración , me esforza
prologo (3) deste evangelio enquese cita á san Agustín, ré á averiguar ¿por qué Cristo y su Madre y sus discí
« duda si es suyo, y no se sabe el autor ; que san Jeró pulos estuvieron en la comida destas bodas ; y en la
nimo (en el libro i contra Joviniano, sin nombrar á Cana cena, donde se obró el misterio inefable de la Eucaris
de Galilea) solas dice estas palabras : « Juntamente fué tía, estando él con sus discípulos, no llevó á su santí
loan marido y virgen (4). sima Madre ; pues era de sus entrañas el cuerpo y san
Yo juzgo que san Jerónimo dijo solas estas palabras gre que allí se transubstanció?
No he visto en otro el reparo. No digo que es nuevo,
sino que no le he visto : esto es reservar mis ojos para
(fl tocamos afligidas»), equivócase { 0.) mi disculpa; temo que me suceda lo que á muchos,
f2 Domine, si fuisses hic, frater meus non fúisset mortuus.
« ¡oanit Meldonati Andalvsii, Socielatis Iesv Tbeologi , Com-
que por decir lo que no dijo nadie, dicen lo que nadie
inUrií ¡a qyatvor Evangelistas : Ex duobus in vnum Tomara re- quisiera haber dicho. La devoción que me lleva me
ii'M. Ad Serenissiovm Lotbaringis Ovcem. Hac tenia editione
"raía dilígenliüs recognita, ac eméndala. — Lvgdvni, Sumptibus
lomáis Baptislaj Bnysson. n.oci. (Columna luí y 1341.) toi convidada en ellas antes. (Jf.)
'3 í este; O.i (6) leyéndoles {Id.)
t*¡ Maritum simal et virglnem fnisse. (7) asistirle (¡d.)
3i8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
adiestra; «que en las escrituras quiero antes saber me- Referiré una mucho antes de encarnar, y otra much)
nosque contra ()).» después de haber muerto y resucitado. Conoceráse en
Solo el Hijo de Dios escogió madre, y así miró tanto aquella cuánto se adelantó su gozo por tal madre; cu
por su decoro como por su elección. Nació de mujer; esta cuánto continúa en la observancia de hijo.
mas escogida para nacer della. Escogióla Dios para David en el psalmo xxi, todo evangélico de la pasión
hacerse hombre. Antes de concebir A Jesús la dijo el de Cristo, que empieza con una de las palabras con
Ángel : «Llena degracia, y el Señor es contigo.» Mucho que espiró: «Dios, Dios mió, mírame; ¿porqué me des
dijo ; empero más fué María, pues luego que concibió amparaste? (2) (3)»
fué llena de Dios, y Dios estaba en ella. A mucho se
obligó Dios cuando nos obligó á mucho.
Veamos las finezas y atenciones con que su amor (2) Dcus, Dcus mcus, respire in me : quarc me dereliqaisti'
desempeñó su poder. (3) queson las mismas pai;i! rns que dijo Cristo espirando : ,'£/*,
Eli, ele, siendo esle psalmo lodo literal de la pasión y sucesos
de ella (U.)
(1) Malumus ¡n scripturis minas sapere quam contra.
SANTÍSIMA TRINIDAD,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
FRAGMENTO. W
Lis palabras que la Iglesia nos propone este día, son panes y dos peces bicistes á los cinco mil tan abundan
las últimas con que san Mateo da fin á su evangelio. te plato, que sobró después de satisfechos tantos, de
Dice Cristo: «Háscrae dado toda potestad en el cielo y lo poco mucho? ¿Por qué no, cuando en la resurrección
en la tierra. Yéndoos pues, enseñad á todas las gentes, de Lázaro, á vuestra voz obedecieron lo inaccsible de
baptizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y Espí la muerte y lo irrevocable de la vida, la incapacidad del
ritu Santo ; enseñándolos á guardar todo lo que os cuerpo ya poseído de gusanos, la libertad del alma ya
mandé. Y veis que yo estoy con vosotros todos los «lias rescatada de su prisión? Estas, obras fueron en que se
hasta la consumación del siglo.» Palabras son estas que vio teníades todo el poder del cielo y de la tierra. Sí
dijo Cristo después de babcr resucitado. fueron, y vos siempre tuvisteis este poder, mas solo di
Señor, ¿ por qué no blasonastes todo el poder en el jisteis que os había sido dado después que resucitas
cielo y en la tierra , cuando en el desierto vcncis- teis en la propia virtud. Sacar de Ins manos de la
tes aquel duelo á que os provocó tres veces el prin muerte un muerto, acción es de Dios y de toda la po
cipe de las tinieblas? ¿Por qué no, cuando coa cinco testad ; mas hacer que la muerte se padezca á si misma,
que la muerte muera con vuestra muerte, que con vos
resuciten todos; que, por vos y con vos resucitados,
(a) Inédito. salgan de lus mazmorras del infierno los padres, rom
May poca esmerada es la copia que de este y del siguiente dis
curso hiio, en 1734, don Joan Isidro Fajardo para sns tres tomos per sus puertas, triunfar de sus tinieblas,—esto mere
de Obras manuscritas de Quevcdo, como puede advertir quien ma ce que después de ejecutado se blasone todo el poder
logre el tiempo cotejando lo que allí resulta ( Biblioteca Nacional, en el cielo y en la tierra , y que se reserve á estas
e.jdice M 377, folio lio) y lo que ofrezco á mis lectores en las
presentes páginas.
acciones tan soberano elogio.
lie la colección que formó don Alfonso de Avellaneda base ha Veamos qué ordenáis cuando decis que os ha sido
blado ya en el tomo i, pan. Í74. Pues bien, en el vi de ella, fo dada toda la potestad en el cielo y en la tierra. ¡Extra
lio 19, con mucho tino veíanse copiadas la primera salutación y ña cosa! Dice á sus discípulos : «Id y enseñad á todos.»
la segunda homilía completa, cuales hoy las disfrutamos; y de todo
facó traslado el bibliotecario don Tomás Antonio Sánchez, qne Juráralo yo, que en Cristo todo el poder en el cielo y
tengo á la vista , merced i la bizarría de mi caro amigo el señor en la tierra habia de emplearse en el bien de todos,
don Agustín Duran. sin eceptar alguno. Es Cristo perdido por enseñar (mo
Sánchez creyó haber compuesto Qoevedo su discurso para qne
le predicase algún eclesiástico, i quien obsequió dándole a esco
do es de decir nuestro, mas literal en sus acciones):
ger en dos introducciones. I'cro mi opinión sigue en esta parte acordaos que una vez que se perdió, fué por enseñar,
camino muy diferente, por lo que voy i decir. pues le hallaron sus padres leyendo í los doctores en
Autógrafo poseo el original completo de la Homilía & la Santí el templo. Mal entienden esto los que en la tierra tie
sima Trinidad, que imprimo i continuación del presente fragmen
to. Hállase en pliegos sueltos doblados en cuarto, foliadas las ho nen todo el poder en algún ángulo della, pues en
jas. Principia en la 7, lo cual supone que se ba perdido pliego tienden que dejan de ser poderosos si no son desapo
y medio. Juzgo pues que el exordio suelto conservado hasta hoy, derados. — «Eiiíeñad á todos.» Quien tiene todo el
debió ocuparlas dos primeras fojas, y el pliego siguiente lo demás
del discurso, extraviado por desgracia quizá desde el siglo ívu.
poder del cielo y de la tierra , no aborrece los enseña-
So sé en qué tiempo escribió do» Kriscisco este cuaderno de oíos, sino los ignorantes. Los tiranos (que se desentien
homilías. La marca del papel, en el autógrafo, es una cruz den den deste ejemplo,, y tienen el peligro en ser entendi
tro de cierta figura que parece corazón, del cual pende peijoeflo dos), porque no haya entendidos, mandan que no en
circulo, en cuya área se divisa una como aldabilla, que pudiera re
presentar la letra T : suele encontrarse en documentos de la se señen á alguno. — «Baptizándolos en nombre del Padre,
gunda j tercera di-cada del siglo xv u. del Hijo y Espíritu Santo.» Manda que enseñen á todos
X,0 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
baptizándolos. Señor, el baptismo ¿no es sacramen tomó en el vientre de la Virgen, poso en la fuente del
to que limpia y santifica? Sí. Pues ¿cómo es dotrina? baptismo ; dio al agua lo que dio á su madre. La virtud
Cómo, ó qué enseña? Responde la alteza de vuestra del Altísimo y la obumbracion y el sobrevenir del
sabiduría (que admiró £ Pablo): que enseña el baptismo Espíritu Santo, que hizo que María pariese al Salvador,
á toilosá renacer, á desnudarse del hombre primero, la misma hizo que el agua regenere al creyente.»
y á vestirse de Cristo ; á limpiarse del pecado, y á ador ¡Oh sacramento, que en cierto modo es, para renacer
narse de la gracia; á dejar uno de ser el que nació, y nosotros, el vientre virginal de que nació Cristo! pues
empezar á ser el que renace; á remudar la decenden- el origen que del lomó, puso en él para nosotros áli
cia infecta por la culpa, por la soberana genealogia que agua, á quien dio lo que dio á su Madre: obumbrán-
se deriva del agua y del Espíritu Santo, con el nombre ('ola como á ella el Padre, y sobreviniendo en ella el
del Padre y del Hijo. Espíritu Santo. Debido le es el blasón de todo el poder
Esto se enseña á todos con el baptismo; es ciencia en el cielo y en la tierra.
que tiene absorta á la naturaleza, poblado el cielo, Mas ¿por qué estas palabras que dan la forma del
fertilizada la tierra y endiosados los hombres. Re baptismo, después déla resurrección, las señala mus-
conocemos inmensa bondad la majestad deste sa ira madre la Iglesia por tema del sermón de la Santí
cramento; empero siendo el de la Eucaristía el que sima Trinidad? De mi ignorancia es preguntarlo, y del
por excelencia entre todos tiene este nombre, y una agudísimo Crisólogo responderlo con estas palabras, en
obra del mayor amor y del poder más soberano, ¿por el sermón lvh del Simbolo : «Tres días de su sepultura
qué en él no blasonasteis que se os había dado todo gastó Cristo en tres habitaciones, que habían de apro
el poder en el cielo y en la tierra? vechar á los infiernos, á la tierra y al cielo, para res
Pueblo católico, el baptismo es regeneración y es taurar lo que en los cielos está, para reparar lo que hay
puerta y principio; sin él nadie es capaz de la sagrada en la tierra, para redimir los que estaban en el limbo;
Eucaristía ni de otro sacramento , y con él de todos y juntamente por repartir á los hombres para su salud,
es partícipe. Prevenid la atención para oir prerogativas con el sacramento , la gracia de la Trinidad dada ea
deste sacramento, estudiadas en la ponderación de san los tres días.» Luego sobre todo el poder en el cie
León papa (á quien la santa sínodo Calcedonense llamó lo y en la tierra y en el infierno cayó el blasón de toda
Tersanctumetoecumenicum Patriarcham, «Tres veces la potestad q ue dijo Cristo le había sido dada en ellos. Y
f arito y ecuménico patriarca»), sermón iv de Nati- esto, como dice la palabra de oro , para repartir para la
vitate : «La tierra de la carne humana, que en el salud de los hombres la gracia de la Santísima Trini
primero prevaricador fué maldita, en solo el parto dad. Y pues hoy es su dia, y su gracia se reparte,-flffl
de la gloriosa Virgen produjo fruto bendito y ajeno saber recogerla es necesario pedirla. Y pues las rea
de la enfermedad de su raíz. Cuyo origen espiritual bras que nos propone el sagrado texto obran qoe d
consigue cada uno en la regeneración; y á todo hom baptismo sea para el hombre como el vientre de Sana
bre que renace, el agua del baptismo le es en cierto para Cristo, y con ellas dio Cristo á la agua lo quepan
modo el vientre virginal , llenando la fuente el mis su nacimiento dio al vientre de su Madre, pidámosla
mo Espíritu Santo que llenó la Virgen; para que el nos alcance de su Hijo la gracia con las palabras que
pecado que allí evacuó la sagrada concepción, aquí le la confesaron llena delta, diciendo Ave María.
quite el baño místico.» Y más abajo: «El origen que
Osan los desvarios del seso humano y los desacuer bre inefable de la Santísima Trinidad, qne se estreche
dos de laarismética ambiciosa (que ponen la dignidad en un dia, y que no tenga nombre de pascua y el
de las solemnidades en la abundancia de números y séquito de horas sucesivas que se guardan en l»s
distancias) extrañar que siendo esta festividad de hoy que celebramos ; sin advertir que el nombre de pas
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, con el nom- cua significa «tránsito» en hebreo, y «pasión» en griego»
A SU ETERNO PADRE,
EN EL HUERTO;
TE1U.
Tune tenll Jesús cum Mis ¡u tíllam, qiirtt dtritur
Ceihsemtni, el díxil dtscipulis suis : Sédete Me, doñee
tadam illue, etorem. Main., mi, (1) 56.
ANTÍDOTO. •
tres veces volvió á reconocerlos ; y los halló durmien
do; y en Pedro solo, como en la cabeza, reprehendió
Pon kber Marlin Lulero , veneno destos tiempos y el sueño de los demás. Y habiendo ya concluido con su
esle nacida en Sajonia, y sus secuaces ios antima- Padre la ejecución de su muerte, les dijo : Dormite
iauilas profanado esta tristeza de Cristo en aque- jam,etrenuiescite: ecce appropinquavit hora,etFilius
las palabras: Si possibile est, irmisealá me calix iste, hominis tradetur in manus peccatorutn; dándoles á
-¡nigo forzoso el declarar cómo en buena teología, entender que sola su muerte les puede guardar el
teniendo la muerte, no la rehusó. sueño, y sola su pasión el descanso. Cuando les dijo:
Hay tdicion absoluta y condicionada; términos son «Dormid ya y descansad,» no lo dijo porque durmie
escolásticos, como si dijésemos : querer absoluto y con- sen, pues consecutivamente añade : Surgite, eamus:
&M3ilo, que compadeciéndose con él, puede ser capaz ecce appropinquavit qui me tradet. El sentido de aque
«fe tristeza y sentimiento. No de otra suerte el mercader llas palabras, dormite jam , con las mismas lo declara
ifK do puede rescatar el bajel y su vida de la borrasca, el modo de hablar español : que cuando alguno que
tinoes arrojando al mar su hacienda, la arroja con voli estaba cuidadoso queremos asegurarle de su temor,
ción absoluta por salvarse ; y en la misma acción y tiem decimos que ya puede echarse á dormir. Ya habia des
po, con volición condicionada, quisiera no perder su te pejado de su humanidad, con haber concluido el des
soro. Asi en Cristo habia absoluta voluntad de reci pacho de su muerte , la agonia y la tristeza. Ya estaba
bir la muerte, la cual pronunció con aquellas pala alegre, pues no solo aguardaba al que le viene á en
bras; Fiat voluntas tua; y juntamente la volición tregar y á los que le han de prender, antes con albo
condicional que se oyó en estas : Si possibile est, Iran- rozo se da prisa á saurios á recibir. Esto fué cumplir
«a á me calix iste. su palabra. Antes de apartarse dellos para orar les di
CONSIDERACIÓN LITERAL.
jo : Tristis est anima mea usque ad mortem. No dijo
que la muerte ni el morir entristecían su alma, sino
Jesucristo, que cuando se apartó de sus discípulos que su alma estaba triste hasta la muerte ; como si di*
para orar les mandó que velasen , oró tres veces, y jera que la amaba tanto , que hasta verse en ella esta
(* Escrita parece estando frescas aun las idees de la precedente ría triste. Por eso en concluyendo este tratado con el
«mí lia. Padre cesó la congoja.
Orara» que Cristo nuestro Señor hizo 6 su Padre en el huerto, Mas, pues estaba determinado ab-aeterno que había
Mnlaeste rasgo el sobrino de Queyedo, en el prólogo de Las tres
■w» fruían» castellana».
de encarnar y morir como hombre, ¿qué pudo añadir
Copia ninguna be visto del siglo xvii ; habiéndome sido por lo al decreto eterno la consulta del huerto? No la reso
'*!« Tonoso atenírne i la malísiml de don Juan Isidro Fajardo, lución, que como Dios con el Padre habia acotado;
«tu en nu (Biblioteca Nacional , códise N 277, folio 18*). sino las circunstancias, que ya como verdadero hom
fon Antonio Valladares de Sotomayor la saco i luz, poco más
««mdamente, aüo de 1787, en el tomo vi, pág. 216 de suSema-
bre calificasen por suya la obediencia, testificando
«erio endito. las ansias la humana naturaleza ; y para que como la
'•' Uitas, 22; Mare. , 14; Joann. ,28. divina obró tan prodigiosa maravilla en tomar cania
EsuiíióiA noN Francisco be Quevedo Villegas, cadauero del
°U" m S»s Jacoso.
humana, la humanidad, temiendo como mortal por
Sis emecttne Sanctte CalhgUcae Romanae Ecclcnac. {El mu- sí y por su madre, no sólo muerte sino la más afren
*u"Hn t el impreso.) tosa, saltándola ú recibir, hiciese como en competen
360 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cia tan milagrosa ln/niín. Resucitar muertos, peuln- ipsum audite; que fué decir era sn Palabra, pues es la
nar pecados, dar vista ;i los njos que la liabian perdido, que se oye). Si la sepultura de Moisen se ignora, no la
y á los que nacieron sin ella; dar salud con sola una muerte; y la de Juan no se sabe. Si Elias obró mila
palabra , ser medicina el tacto del ruedo de su túnica, gros y dio muerte á aquellos profetas, Jacobo ha de
multiplicar cinco panes en troj copiosa, y dos peces gollado más ejércitos que él acabó personas. Si subió
en abundante pesquería; mandar la quietud alas bor en un carro de fuego al paraiso, él baja del cielo, como
rascas , y la calma al viento ; pascar sublime las ondas hijo del trueno, á caballo en un rayo. Luego trujo á los
del mar liquidas ; desalojar los espíritus inmundos, con dos para despedirlos con la voz del Padre (que dijo que
la voz, de los hospedajes de los cuerpos que tiraniza ya no habia que oir sino á su Hijo); y él con la suya los
ban ; ayunar cuarenta días sin que la muerte , que na honró, desempeñándolos en lo que del habían dicho y
turalmente se signe á los siete, se le acercase por la les habían oido, cuando dijo: Consumatum est; «Todose
falta del alimento; hacer que con el agua vuelta en ha cumplido.» Y parece que con ellos hablaba desto,
■vino, las hidras fuesen lagares; descoger la luz glorio pues loquebantur de excessu. Llevó á los tres para que
sa que tenia doblada en su humanidad, y transfigu viesen á quiénes sucedían en los misterios de la ley
rarse-; y traer para testigos, del paraíso á Elias, del seno de gracia ; y para que en el muerto y en el vivo viesen
de Abraliam, á Moisen ; hacer que un ángel descienda era Señor de la vida y de la muerte; y en la luz que
visible por embajador de su nacimiento á los pastores; bañó su cuerpo., la muestra de las galas que para
hacer que, flamante parto del cielo, se estrene una es su resurrección guardaba á su humanidad. Y atino
trella en el oficio de conductora, atrayendo tres reyes estaba tan vecino á legalizar su Nuevo Testamento con
del Oriente á un pesebre, — son obras que desde que su sangre, que le fué rúbrica, los trujo para testigos
nació basta este dia le manifestaban Dios y le disimu del que cierra, porque lo fueron del que trató de cum
laban hombre. Y fué menester para que le creyesen plir con los ministros del. Y por enseñarnos que si los
hombre como Dios, no solo que muriese, puos habia prefirió en llevarlos consigo al monte donde vieron su
de resucitar, sino que aunque habia de resucitar te gloria, que no los reserva deste, donde vieron y oye
miese el morir. Convino que ya que como hijo de su ron su agonía y tristeza; donde sudó sangre, no de
Padre habia de resucitar, que como hijo de su Madre congoja de verterla , sino de que habia de haber hom
muriese ; y que como había de subir á él glorioso, bres que, Moviéndola él para el remedio de todos, ¡u-
della se aparte triste. Fué halago de Dios y cortesía de bian de pedir á voces que para su condenación Morios
Dios Hombre, con el miedo de su muerte, agradecer sobre ellos y sobre sus hijos.
la el que tuvo al concebirle; y misteriosa correspon- San Agustín, en el psalmo cxi, sobre el capilla ü
diencia que, como á su Madre la quitó aquel miedo un de san Lúeas, dice : Oravit Jesús, intenta oratioM, <«
ángel, otro le quitase este, que en su Hijo era agrade sudavit sanguinem. Quid est de tolo corpore sangut-
cimiento de aquel. n is effluxio, nisi de tota Ecclesia martyrum passio? ¡Oh
Escogió Cristo entre todos sus discípulos á Pedro, agonía magnánima! Oh tristeza generosísima ! Quiere
Jacobo y Juan para la transfiguración en el Tabor ; y Cristo que toda la Iglesia y los mártires deban á su san
á los mismos tres para la agonía en el monte Oliveti. No gre la que han de verter por él. Tanto los ama, que se
á los dos por primos ni á Juan por querido ; que no se adelanta á sudar los trabajos que han de padecer: efica
gobernaba por la carne y la sangre, sino por la voluntad císima dignidad del martirio, que saque primero san
de su Padre. Hoy dio la propia de sus venas, y su cuer gre de Cristo que de los mártires. Padecer porque pa
po en manjar y bebida, á los que han de huir, al que decerán, es premiar el martirio antes que al mártir,
le I13 de dudar, si que ha de negarle, y al que le está para que al mártir sea sagrado premio el martirio.
Tendiendo; y ahora en sudor la da á la tierra , no pa
DECLAMA CRISTO Á SU ETERNO T-ADRE.
ra que clame como la de Abel, sino para acallarla del
clamor antiguo. ¡O eterno y soberano Padre, de quien siendo uni
Grande misterio tuvo llevar á los tres á dos accio génito Hijo, no puedo ser sucesor, porque la unidad
nes tan diferentes. En la primera, como estaba tan de la esencia no admite antes ni después! ¡O Monar
cerca de cumplir el Testamento Viejo, trujo á Moisen ca omnipotente, cuya majestad están incom pable, que
yá Elias, que le representaban, para enviarlos (como la grandeza de tu Hijo es no necesitar de heredar tu
dice Tertuliano : Expunctos of/icio) despedidos. Y reino para reinar! Tú, que mandaste que me oyesen
llevó á Pedro, Juan y Jacobo, para que viesen las cuando en el Tabor permití que por los nublados de
ventajas que los ministros del Nuevo Testamento los la humanidad amaneciese mi gloria, oye, o soberano
habían de hacer en todo loque habían sido maravillo Padre , de tu Palabra las palabras. Ya las hebdómadas
sos. Pues si á Elias se le habia dado poder para cerrar traen mi hora ; que mi obediencia solo ha contado por
el ciclo por tiempo corto, á Pedro se le habia dado mia la de mi muerte. Ya las promesas de los profetas
con las llaves del, para abrirle y cerrarle micntrasdura- se desempeñan, los deseos de los padres descansan,
re la vida del mundo. Si á Moisen le fué revelado el de los yermos del cielo aguardan habitación, las pobla
cir : In principio creavit Deus coclum et terram, y cómo ciones del infierno,yermo, la vida gloria, resurrecckm
fué hecho hombre Adán,—á Juan le fué revelado el po la muerte, muerte el pecado, y la muerte con la mia.
der decir : In principio eral Verbum , et Verbum erat Véase que en no perdonar al propio hijo, el amago fué
apud Deum, y toda la inefable generación divina, y de Abraliam , y el golpe tuyo. Ya estoy en la estacada
cómo fué hecho Dios hombre, diciendo: Et Verbum caro contrapuesto á Adán para su remedio; solo conformes
/ocíum e.<í (misterio que como águila supo descifrar de la en el remedio y en el sitio. Yo en el huerto , él en el
voz del Padre cuando dijo; líic ett Filius tneusdilectus, paraíso ; él puesto en boma , yo en agonía; él duerme,
ORACIÓN QUE HIZO CRISTO EN EL HUERTO. 861
y su compañía vela ; la mia duerme , y velo yo; á él le legio de la Pascua á tu Hijo un malhechor, sea clavado
dan fruto suave y hermoso á la vista que coma.á mí en la cruz entre dos ladrones ; si el uno me sigue, el
cáliz amargo que beba ; él quiso ser como uno de nos otro me desprecia por compañero. Conviene á tu jus
otros ; por eso en mi uno de nosotros bajó á ser como ticia que se sepa cuánto vale morir á mi lado, y que se
él; Adán echó la culpa á la mujer, yo en mi madre tema que es posible condenarse quien á mi lado mue
aparté de la mujer la culpa por disculparle; A esto ba re. Sálvese un ladrón porque dice que me acuerdo
jé del cielo á la tierra, y en esta obra ya son pocos, del ; ahorqúese un discípulo porque se olvida de mí ;
mas dolorosos, los pasos que me faltan por dar. desconoce rame en las maravillas el apóstol, y conocerá-
Desde antes que desdoblases por los espacios vacios me rey, clavado en un madero, el ladrón : conózcase que
esos volúmenes del cielo, y que encendiese tu voluntad el que mira con tu gracia tiene vista, y el que con su
la Loguera del dia en el sol , y la llama de la luna y las cobdicia, ceguera. Arrojará el precio de mi sangre el que
centellas de los astros para contradecir las tinieblas; me vende, y será condenación suya el que es rescate
cuando yo estaba componiéndolo todo , y la nada aun de todos ; porque se vea que para condenarse es menes
no era antecesora del universo ; y tú eras huésped y ter arrojar y desposeerse del precio de mi sangre. La-
hospedaje de ti mismo, ni en soledad por las perso varáse Pilátos las manos de haberla entregado á los
nas, ni en multitud diferente por la unidad ; y en el judíos, y no lavará con ella la culpa de condenarla.
principio que nunca empezó, porque siempre fué, — Enseñen al mundo los tesoros de tu sabiduría mis tor
tupe esta jornada mia y los sucesos della ; la costa que mentos, pronuncien tus misterios con sangre mis heri
había de tener mi paciencia y mi sangre, los autores das ; este sentimiento le tiene el cuerpo como humano,
de mis tormentos, los cómplices en mis afrentas y empero la agonía que ahora delante de ti me derriba
muerte , y cuantos del precio de su rescate liarán re en tierra, es de mi alma por mi cuerpo. Obedecerte y
matado cautiverio : siempre supe lo que siempre será. amar á la madre que me escogiste , es ser tu hijo y
No siento el padecer, que es á lo que vine, pues sen suyo; en el relicario de su vientre recibí esta carne
tí que Pedro me disuadiese el padecer. El verdadero suya, de que se vistió tu Palabra. La sangre de mis
cuerpo mió hasta en el temor natural se muestra ver venas, dádiva fué de sus purísimas entrañas. O Padre
dadero y á mí verdadero hombre, contra los que cie todopoderoso, ¿ella misma ha de ver esta humanidad
gos no han de querer permitirme, confesándome Dios, que recibí della, hartando de venganza á los judíos?
que sea lo que busqué. Antes es esto sacramento que hecha escándalo de las gentes? acobardando el amor de
miedo. Mi causa hace el cuerpo con su congoja, y yo la los más de mis discípulos? no solo desconocida, sino
de mi cuerpo con la mia. rasgada y tan copiosamente cruenta? ¿Qué, yo, hijo tuyo,
Como hombre tengo madre, que tú me escogiste, que seré el martirio de mi madre? Yo crucificado en la cruz,
el Espíritu Santo me dispuso; prenda de tu elección, ¿la crucificaré en mí? ¿Espiraré yo á sus ojos, cuando
depósito de todos sus dones ; criatura de quien lo fué su amándome más que todas las madres á sus hijos, no
criador, y tal, que he menester caudal de Dios para serla morirá de dolor porque mi muerte, que solo es para
agradecido como hombre. Hálleme con mi madre en la dar vida, aun de lástima no puede dar muerte? ¿ Oirá-
comida de las bodas de Canú, donde hizo la primera in me clamar á tí, que eres mi padre, que porqué mo
tercesión y obré el primer milagro; díjome que no te desamparaste, cuando ella no mc.desampara? ¿Obliga-
nían vino cuando yo la estaba diciendo : « Mejores que ráme la terneza á llamarla mujer, porque la sequedad
vino son tus pechos.» Allí volví la agua en vino, y la dije piadosa mitigue el sentimiento debido al nombre de
que no era llegada mi hora , en la cual había de volver madre? ¿Trocaréla en las palabras el hijo, y con el
en mi sangre el vino; lo que he hecho en la cena. discípulo querido mi madre, porque en la sustitución
Aquella terneza de mi amor no la convidó, porque no se divierta la pena? ¿Correrán igualmente lágrimas de
viese que el cuerpo que me dio y la sangre de sus en sus ojos y sangre de mis venas? ¿Veráme con la hiél
trañas eran manjar y bebida del traidor discípulo que en los labios la paloma sin hiél , y tendrála en el cora
me ha vendido y viene á entregarme. No quise que, en zón? ¿No la beberé yo, y beberála ella?
su presencia, en aquel corazón sacrilego tras mi cuer Más larga ha sido la pasión de mi madre que la mia :
po entrase Satanás. Quise que la permisión mia y tuya no ha tenido gozo en que no padezca. El primero fué la
guardasen el decoro á la mujer que enmendó á Eva. embajada que de tu parte le dio el ángel para concebir
Si tras el bocado que ella dio á Adán, se apoderó el me ; temió y turbóse. No tuvo dolores en el parto, mas
demonio del por el pecado, y dando yo otro á Judas se no tuvo en qué envolverme ni dónde abrigarme. Vióse
apoderó del, — no convenia estuviese presente la que madre mia, mas vióme en un pesebre; vióse entre los
volvió en salutación el nombre de la que indujo la cul pastores que me adoraban, mas vióme entre dos bestias.
pa (a). Ya, Padre, viene por caudillo de los soldados el Despachaste una estrella que fué conocida por tuya al
hijo de perdición , á prenderme. El precio de los trein Oriente, que le llevase nuevas de mejor sol y de auro
ta dineros es ajustado á la profecía, no á mi valor; tan ra más esclarecida , para que trújese sus reyes de los
to me desprecia quien no da más por mi como quien palacios á ser vasallos en un portal ; vio en las ruinas
me da por ellos. Empezando en su beso las afrentas de aquel edificio arrodilladas las majestades, y ofreci
de mi rostro, no extrañará las afrentas y el bofetón: dos el oro, el incienso y la mirra, misteriosos emble
más ignominiosa será esta caricia que aquellos opro- mas del precio de la incorruptibilidad y fragrancia;
brios; más sentiré el tacto de sus dos labios que la trujeron los tesoros los tres reyes, mas con ellos la
batería de cinco mil azotes. Sea preferido en el privi- persecución de otro rey, que buscó mi garganta entre
los cuellos de los niños , cuyas cabezas por mí antes
{*) De Era , leyendo al revés, «ale Ate. tuvieron heridas que cabello ; que apenas habían con
362 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
vertido la leche que mamaban en la sangre que por mí ¡ tus lágrimas al sepulcro, «ponme por señal sobre tu
derramaron. Huyó á Egipto, amonestada del ángel, i corazón y sobre tu brazo. » En el primer requiebro
Agradóla el cántico de Simeón , empero hirióla el co que me dijiste, bien recelabas que en mi rostro había
chillo que me circuncidaba. Grande gozo sintió con de haber otro beso de otra boca, pues cuidadosamente
mi compañía, teniendo mi niñez en su tutela, mas pediste el de la mia.
perdióme en el templo; consolóse con hallarme, mas Esme tan suave por debida esta pena, que sintién
dila que pensar, diciendo que yo había de asistir á dola como hijo, la celebran mis gemidos con los can
cumplir tus órdenes, en que la notifiqué forzosa sole tares de la esposa como amante.
dad de mí. Empezaron los años del oficio de reden
EL ÁNGEL CONFORTA Á CMSTO DE PARTE DEL ETER50
tor, para la predicación y enseñanza; ansiosa vino á
verme cuando predicaba, respondí al misterio, y noá PADRE.
la madre; apartóme de su amor, que me buscaba, por Tu soberano Padre, Hijo soberano y eterno, qne
seguir el aborrecimiento, que me huia : retiré tas ter mandó que en el Tabor te oyesen, te ha oido; y tanto
nezas de hijo en severidades de maestro. Pues ¿cómo, como en aquel monte se agradó de tí transfigurado con
ó Padre, que en tí mismo me engendraste, la madre gloria, tantodesligurado con la agonía se agrada en este.
que para que me engendrase hombre me escogiste, Ha hecho tu oración este huerto teatro de tus mayor?;
después de haber padecido por mí tantas pasiones co proezas : bate visto luchar con el amor, cuya fuera,
mo dias, en mí padecerá estos dias mi pasión? Como siendo Dios todopoderoso, díó contigo en tierra. Y
Dios, bien sé que ha de ser; mas siento que haya de si pudo tanto el que tenias al hombre que pecó, ¿cuál
ser, como hijo. será la valentía del que tienes á tu Madre, en quien
Pido que si puede ser, pase de mí este cáliz, sa nunca cupo pecado? E«ta es la pasión de tu alma; por
biendo que no ha de pasar y que no conviene que eso precede á la de tu cuerpo. Aquí con la ternes de
pase; porque el rehusarle en la oración cumpla con hijo te padeces á tí mismo, que eres infinito, con !js
el cariño, como el beberle con la obediencia. Esto es congojas de tu meditación enamorada, que hace suma
querer morir como tu hijo, pareciendo hijo de mi ma mente (con el contraste decoroso) meritoria la obe
dre. Yo, que soy como hijo tuyo tu entendimiento, y por diencia. Si le cuesta tanto Adán, por quien te hiciste
eso contigo espiro la voluntad (que es el Espíritu San hombre, tu Madre en quien fuiste hecho hombre,
to), como segunda persona en unidad de esencia, quiero debió de coslarte todas estas ansias.
que tu voluntad se haga. La de mí humanidad, decen Cuando de cara te arrojaste al suelo, todas las jar
te es que la oigas, pues me diste la que me la dio. Más quías desearon tejerte de sí mismas alfombra «ate
tormentos padezco en saber que me los verá padecer mi nías. Tu omnipotente Padre nos decia : «Cuandoeod
madre, por ella que con ellos. Yo te doy gracias porque principio del mundo dije: ¿Veis que Adán es hecho»-
cuando decretaste que siendo Dios bajase á ser hombre, uio uno de nosotros? misteriosamente en aquella ironía
fué en tal criatura, que me congojo de dejar aun por prometí que uno de nosotros seria hecho como Adán.
solos tres dias de ser hombre, siendo Dios. Eché el primer hombre del paraíso, y puse de posta asa
Esta es la noche de los dos cálices con que el amor puerta , porque no entrase en él , un serafín con espada
satisface toda su sed :-e\ que he dado á los mios, que tú fulminante; esta cortará de manera en mi Hijo, que
me diste, es de vida; el que me dais de muerte, he- satisfecha con las heridas suyas mi justicia, quedará
beréle, y no pasará de mí. Mas como tu cáliz nunca se la puerta libre á los que se armaren con ellas. Verá
agola, pusará por mí á Juan y á Diego, á quien le tengo Noé que las reliquias del mundo que él rescató en el
prometido. Por eso truje conmigo á los que han de be arca (cuando por las culpas universales lloró lanío
berle por mí: el primero Jacoho, Juan el último; duer el cielo, que sus lágrimas en diluvio inundáronla
men ellos y Pedro. Saben desde la borrasca, que si yo tierra), mi Hijo con el mundo antecedente, el que se
duermo peligran ellos vejando, y que velando yo, están siguió, el que es y será, las salva, soberano piloto de
seguros durmiendo: todos descansen, pues yo peno por vida, en un madero de muerte. Por eso á su humani
todos. Bien sé que mi madre (que es huerto cerrado), dad tengo prevenido asiento á mí diestra, y los tronos
cuando me cantaba sus amores como á esposo, me llamó de las majestades del mundo por escabel de sus pife;
á este huerto diciendo: «Vén, querido mió, á tu huerto, que eso serán sus apóstoles, que peregrinando lien-
y come el fruto de tus manzanas.» Este cáliz que bebo tan su nombre á todos los confines de la tierra.
es el que me dieron. »Con rehusar beber el cáliz por la carne que reci
Ya estoy en él, purísima madre, esposa toda her bió de su Madre , y con beberle por ministerio de
mosísima; ya vienen los soldados, ya se desnudan las redentor, cumple como Dios y Hombre, con la obli
cuchillas, ya rodean de lanzas para mi prisión este gación de Hijo mío y suyo. Aflígele en la grandeza
sitio. «Ves aquí el lecho de Salomón. Sesenta fuertes de Dios, en la correspondencia de amante, ver que
de los más de Israel le cercan , todos con armas en el cuerpo de que le vistió su Madre se le ha de vol
las manos y doctísimos en hacer guerra, cada uno con ver tan maltratado, que toda la sangre de sus venas,
su espada al lado por los miedos de la noche.» Presto siendo esmalte, ha de hacer oficio de mancha , no
dirán tus lágrimas lo que dijeron tus cantares : «Mi solo sin lustre, sino por muchas parles lastimosamente
alma se ha derretido luego que habló; busquéle y no rolo; y esto, sabiendo que en la propia virtud,ha de
le hallé, llámele y no me respondió.» Y al pié de la resucitar al tercero día, resplandecientes en hervores
cruz, recibiendo en tu regazo mi cuerpo difunto , « tu de oro los golpes y señales, y enjoyado con sus pro
mano estará debajo de mi cabeza, y tu mano derecha pias llagas y heridas : al amor breves tardanzas le
me abrazará.» Y antes que des mi cuerpo ungido con congojan. Más fineza es volvértele ú vestir la alma de
ORACIÓN QUE HIZO CRISTO EN EL HUERTO. 363
mi Hijo en el sepulcro, yerto y desfigurado y con meo. Desde entonces la llamó al mismo huerto á que le
tantas roturas abierto, que lo fué ponérsele flamante había llamado; apercibiéndola que jahnbia cogido la
como salió cortado de las telas de aquellas purísimas mirra que habian de mezclarle con el vino; que habia
entrañas. Si en la cruz se conociere el desaliño de comido en la cena, para despedirse, su panul con su
las manos que se le desnudan, en la resurrección miel, y bebido su vino con su leche : eso fué el vino
se conocerá la majestad del que vuelve á vestírsele. vuelto en la sangre que á sus pechos mamó. Recípro
«Primero entrará el ladrón en el paraíso y con él, camente se llamaron, concordes están, entrambos
que su Madre; dicha es de Dimas y prerogaliva suya. cálices tocan á su Madre : al uno dio, con su lecha en
Aun á sacar á los profetas y patriarcas no ha de bajar el vino transubstanciado en sangre, la bebida; al otro
al infierno la Madre de Dios, que para que los fuese da su Hijo que le beba. ¿Quién, sino mi Hijo y s'i Ma
á sacar le bajó del cielo á sí. Primero entrará con los dre , pudieran llorar los cantares y cantar los lloro*?
Padres en la gloria de los cielos, que su Madre en En él se vea el lilio entre espinas , en ella se oiga la
el dia de su asunción los pise : esto es prevenir corte voz de la tórtola.»
que la reciba como á reina , y que los que la son deudo Esto dice tu Padre omnipotente ; y pues lo sabes,
res (como á medianera que dio en la sangre el precio de no te lo refiero por noticia , por consuelo te lo repito.
so rescate) se prevengan familia y se muestren cortejo. Envíame, en nombre de todas las jerarquías, para
Yo la aguardaré como á hija, el Espíritu Santo como á que (pues todos los espíritus que al serafín comunero
esposa, mi Hijo comoá madre, vosotros, milicia es se llegaron por no adorar el misterio de tu encarna
piritual de mi trono, como á reina. Decencia es de la ción, fueron precipitados del resplandor al humo de
majestad aguardar, en las entradas de sus reinos, que noche eterna) los que permanecimos por haber reve
se junte el acompañamiento debido para recibirla. renciado tu humanidad, gocemos de la gloria en ago
Esta es providencia reverente, no dilación regateada. nía triunfante ; sea tu tristeza como rescate de los hom
»;Oh cuánto me agrado en la tristeza de mi Hijo, bres , premio de los ángeles.
pues me obedece tanto en lo que teme la muerte como Ese sudor, Señor, que desciende por tu rostro al suelo
me obedecerá en el morir ! Más se padece á sí mismo en lluvia piadosa, no ya le exprimen las ansias, no ya le
en esta agonía, que padecerá en poder de las iras de los impelen congojas. Terneza enamorada transminan por
judíos : su mayor tormento es, que ha de ser tormento tu frente tus venas, para que sé vea es fuerte la dilec
de su Madre, y esta es la mayor gloria que su Madre ción, tanto como la muerte lo es. El amor en si der
le debe; pues cuando las manos más viles y los hom rama sangre sin lanza ni clavos, lo que después la
bres más sacrilegos le martirizarán, él , Hijo mió y Dios muerte hará á fuerza de golpes y de heridas. No lo han
hombre, martirizará á su Madre. ¿Qué blasón puede de hacer todo los verdugos : empiécelo el amor, y ellos
igualarse á las ventajas del artífice de la pasión xle su lo acaben. Hoy que ha sido tu sangie bebida, sea su
Madre, i los que lo serán de la suya? Prestará su dor. Beba en él la tierra el remedio de la comida que la
cuerpo tres dias al sepulcro, de cuyo claustro saldrá sin enfermó. Esta noche, que te guisaste manjar, y al pan
abrirle como salió del sagrario de su vientre ; porque le hiciste cuerpo tuyo (permitiendo que del perma
hasta én esto su amor se saboreará repitiendo el milagro neciesen los accidentes, porque quedase algo del que (I )
de su nacimiento. Y pues por ella abrevió el plazo de será vida), suda tu rostro sangre para que el hombre,
las hebdómadas para encarnar, por ella abreviará el que por castigo en Adán hasta ahora comía el pan en
de estar en el sepulcro descabalando horas de los tres el sudor de su rostro, por remedio le coma en el del
dias. tuyo.
«Padezca mi Hijo en su Madre. Sea cruz de su Cogiera de la tierra en que cae ese rocío purpúreo
Madre mi Hijo. Ella le llamó á este huerto cantándole para llevarle al cielo; mas, como es precio del hombre,
amores, cuando dijo : Veniat dilectus meus in hortum podrá pedírsele por hurto á mi veneración. Y pues In
tuum, el comedat fructum pomorum suorum ; palabras de restituirle la resurrección á tu cuerpo, en él subir i
á que él respondió, llamándola al mismo huerto, con al impirio tan glorioso, que de paso ennoblecerá las
decir. Veniin hortum meum, sóror mea, Sponsa, messui luces del sol, llevando gloria á la gloria.
myrram meam cum aromatibus meis : comedí favum
meum cum melle meo, bibi vinum meum cum lude (i) ceda toda. Suda íEIUs.)— le da vida) saila {Elimprtu.)
D. Petrns Clirysologns, serm. xt.tx : Moyses signa ley de Dios, que dejaron por un novillo hecho de joyas
fecerat multa. Elias máxima monstraverat documen y por el dios de las moscas. De que se colige que los
ta virlutum, nec dissimilta opera fecerat Elisaeus : judíos no permanecen en la verdad , y que obstinados
cur nemo personam discutil; cur nemo status commo- perseveran en duración, que compite con la eternidad
vet quaestionem ; cur nemo unde essent , quive essent, en la mentira y en el error. Esperaron á Dios hasta que
undtista et per quem facerent curiositatesic requisivit vino, y luego que vino al mundo intentaron negar su
ingratus. venida y confundirla; y para alargar la vida á su Sina
Psalmo ni. Illic trepidaverunt timore, ubi non erat goga y estorbar el principio de la vida del Testamento
timar. Nuevo en el Autor de la vida, con astucia infernal,
San Pablo, en la epístola ad Hebraeos , casi epiloga arrebozada en preguntas y respuestas , principalraen-*
todo el Testamento Nuevo, y en el capítulo penúltimo te se valieron de Elias. Verifiquemos este ingenio de
hace mención de los padres entre los hebreos mara su abominable malicia.
villosos. Nombra á Moisen y á Enoch, con otros mu Oyeron al Baptista, que venia á preparar los ca
chos; y no sin misterio no escribe de Elias , por ser minos al Señor, y enviáronle á preguntar si era Elias :
de cuyo nombre se valieron los judíos contra Cristo y (1) «¿Eres tú Elias? Dijo : No soy. ¿Eres tú profeta? Y
el Baptista. dijo : No. » Queríanle antes Elias ó profeta que precur
Frecuentemente se lamenta David de la perfidia, sor ; porque siendo precursor, los profetas y la ley no
idolatría, ceguedad y dureza de los judíos. Y habiendo pasaban de su predicación; y siendo profeta ó Elias;
cargado yo la consideración sobre los sucesos que del iba adelante y proseguía la Sinagoga. Conoció Cristo
pueblo hebreo escribe Moisen, y que (cantando sus lá que con capa de Elias querían prorogar las sombras
grimas) llora el real Profeta en sus psalmos, afeando su de la ley vieja y oscurecer las auroras de la ley de
ingratitud con repetir los grandes beneficios que de gracia en san Juan; y por eso dijo : (2) «Porque todos
Dios recibieron, y las infinitas maravillas con que no los profetas y la ley hasta Juan profetizaron ; y si que
solo los defendía, sino los ilustraba,—hallo que son tan réis recibir el mismo, es Elias que ha de venir. Quien
¿nica y exquisitamente detestables, que en tanto que tiene orejas de oir oiga.»
Dios los hablaba y gobernaba y defendía, ensalzán Todo mi discurso amanecen estas palabras de Cris
dolos con victorias donde militaba su brazo y su nom to. Dice que la ley y los profetas llegaron hasta Juan;
bre, les daba ley y libertad y triunfos, — adoraban al y porque estos judíos querían que diciendo que era
becerro, á Beclzebub y á Baalim ; le despreciaban, de Elias, pasasen del, añade: «Si queréis recibir el mis
jándole por simulacros y dioses ajenos , mentirosos y mo, es Elias. Empero no el pasado, ni el que se fué
ridículos; y estando esperando la venida suya en el y despareció, sino el que ha de venir.» Y con grande
Mesías, cuando vino y le vieron , le crucificaron ; y des misterio añade : «Quien tiene orejas de oir oiga, por
pués qne por esto perdieron el sacerdocio y el cetro, y que los que las traen cubiertas y tapadas, como los
al mismo Dios, con pertinacia inflexible guardan la judíos, esos no traen orejas de oir.»
Viendo que no conseguía efeto esta astucia con Juan,
(•) inédito. se vuelven á perseguir á Cristo con la misma capa do
Escrito en 1619. Ndtanse varias aluslunes i algún poeta judai-
unte , ó persona que el autor debía tener entre ojos. Elias, no siendo suya, ni celo suyo, sino envidia : (3)
Va ajustada la impresión i la copia de 1744 que existe en la Bi
blioteca Nacional, códice II 377, folio 259. (1) Joman, i. ¿Elias es tu? Et dixit : Ron tan. ¿Propbeta es
El «flor don Agustín Duran me ha franqueado otra de Unes del tu? Et respoudit : Non.
siglo ai ii, falta, desatinada por extremo, y de ningún mérito, en la tí) Matihaei, cap. xi. Omnes enlm Propbetae et lex usque ad Joan-
caal te da por autor del discurso al maestro Toribio de Armuelles, nem prophetaverunt : et si vultis recipere, ipse est Elias qnt Tea-
lateral de la Tilla de Naval Pilóla, beneficiado en San Juan del turas est. Qui babet aures audiendi , audlat.
Bote. (3) Lucae, ix. Audivitaulem Herodes Tetrarcha omnta quae flebant
Ya tan lejos de la verdad semejante soposlcion , que nadie me ab eo, et haesitabat eo quod diceretur a quibusdam : Quia Joannea
dianamente diestro cu conocer el estilo de don Francisco, le ar- surrexit a mortuis ; a quibusdam verá : Quia Elias apparuit; ab alus
rtiíuu la propiedad de este curiólo rasgo. amen : Quia Propaela anua de intlquia surrexit.
30(5 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
» Oyendo Hetódes tetrarca las maravillas que Cristo mero los apóstoles, después los profetas. » Y san Ci
obra lia, se admiró, porque se decia por algunos que rilo Hierosolimitano prefiere, con elegante y bien
Juan liabia resucitado de ios muertos; por otros, que seguida comparación, á san Pablo á Elias, con Unto
Elias habia aparecido; otros, que un profeta de los cuidado, que me persuado reparó en que los sacer
antiguos resucitó.» Toda su ansia era que san Juan dotes y fariseos habían porfiadamente querido que
fuese Elias ú otro profeta, porque no fuese el pre san Juan no fuese precursor ni Jesucristo Mesías;
cursor; y que Cristo, para que no fuese creído por el sino Cristo, ó san Juan ó Elias ó profeta ; y san Juan,
Mesías, fuese Elias ó uno de los antiguos profetas : y ó Cristo ó profeta ó Elias.
con Elias y los profetas querían negar al que ellos Y parece que desde el suceso de san Pedro (sobre
mismos prometieron á los que con ellos le querían hacer los tres tabernáculos, y los dos para Elias y
contrastar. Moisen), quedaron los apóstoles recelosos desta perse
En el propio Evangelista y capítulo (\): «¿Quién dicen cución tan disimulada en dos tan grandes santos; pues
las turbas que soy? Respondieron y dijeron : Juan Bap consecutivamente en el propio capítulo preguntaron á
tista; otros Elias; otros que ha resucitado uno de los Cristo sus discípulos : (6) «¿Por qué dicen los fariseos
profetas primeros. Díjoles : Y vosotros ¿quién decís que y escribas que conviene que Elias venga primero?»
soy? Respondiendo, dijo Simón Pedro : Cristo de Reconocieron los apóstoles que los judíos feamente sé
Dios.» Aquí se le cayó á la mala intención la capa de Elias valían de Elias, diciendo que habia de venir primero,
conque se arrebozaba, y quedó de par en par la ca para negar que Jesús no era el prometido, pues no habia
lumnia. A san Juan preguntan si es Cristo ó Elias venido Elias antes. Respondiólos Cristo Jesús diciendo:
ó alalino de los profetas; y á Cristo dicen que es san Elias, cum venerit primó, restituet omnia : et guo mal)
Juan ó Elias, ó alguno de los primeros profetas re scriptum cst in Filium hominis, ut multa patiatur et
sucitado : porque no le quieren creer Mesías, ni que contemnatur. Sed dico vobis quia et Elias venit, et fe-
le crean, por dilatar las edades de la Sinagoga, y no cerunt illi quaecumque voluerunt, sicut scriptum está*
dar lugar á la fundación de la Iglesia y principio del eo. Facilitemos la inteligencia destas palabras con las de
Testamento Nuevo. san Mateo, cap. xvn, v. 10: «Y preguntáronle sus discí
Cristo, como Dios y Hombre verdadero, se dio por pulos , diciendo : ¿Por qué dicen los escribas que con
entendido desta mañosa persecución con sus apósto viene que Elias venga primero? Mas él, respondiéndote,
les en la transfiguración, cuando le vieron entre Elias y dijo : De verdad Elias ha de venir, y lo restituirá todo;
Moiscn, con quien hablaba de su partida. Y diciendo empero yo os digo que ya vino Elias, y no le cono
san Pedro : (2) « Hagamos aqui tres tabernáculos , á ti cieron, antes hicieron en él lo que quisieron. Asi el
uno, áMoisen uno, á Elias uno,» añade el Evangelis hijo del hombre padecerá por ellos. Entonces ento-
ta : (3) «No sabia lo que decia.» San Ambrosio, dieron los discípulos que los habia hablado de Isa
deFide, ai Gratianum : (4) «No sabia lo que decia, Baptista. »
porque á Moisen y Elias los igualaba con Cristo.» Véase el cuidado en que pusieron los escribas i los
Séame lícito, con el aliento destas palabras, pronun apóstoles con Elias, y reconózcase el intento de los
ciar alguna novedad que espero, no en la letra. Digo que judíos. A Juan Baptista le preguntaron si era Elias;
como Cristo glorioso trujo á Moisen y á Elias visibles pa él dijo que no, y desta respuesta se valieron para
ra tratar de su partida (que era de su muerte y pasión , decir que, pues Elias no habia venido antes, qo*
en que, como dicesan Pablo, se cumplía su Testamen Cristo Jesús no había venido ni era el Mesías. Y obli
to), y los trujo á que en 6ii gloria y luz viesen el fin gan con esto á los apóstoles á que pregunten á Cristo
de las sombras déla ley y de los profetas, y san Pe que por qué dicen los judíos que conviene que Elias
dro dijo : «Hagamos tres tabernáculos, uno para Cristo, venga primero; á que responde que ya vino, y que
otro para Moisen y otro para Elias;» y ya solo habia no le conocieron, y que el Elias que habia de venir
de haber el nuevo tabernáculo de la Iglesia, en que antes era Juan Baptista. De manera queal Baptista,
Moisen y Elias no habían de tener mansión ni lugar que no era el Elias que ellos preguntaban, le niegan
por haber pasado con la Sinagoga ;—por eso dice el tex el ser el Elias que habia de venir el primero que
to sagrado que no sabia lo que decia. Santos fueron Cristo, como vino; y á Cristo, que es el prometido qaa
gloriosísimos y admirables, mas Pedro no los ha de esperaban después de Elias , dicen que es Elias. Des
fabricar tabernáculos, pues sobre él, como piedra, dijo vergonzada trampa intentaron hacera la verdad, usan
Cristo que fabricaría su Iglesia, como la fabricó. do inicuamente del santo nombre de Elias. La casi
No parece que apadrinan de muy lejos las palabras que dejó Elias á Elíseo, dióle, como dice el texto : (7)
de san Ambrosio mi consideración, pues san Pablo «Espíritu duplicado; » mas la que estos toman, para
no solo quiere que no los comparen con Cristo, sino con capa de Elias negar á Jesús el ser Cristo, dales
que los antepone los apóstoles diciendo: (o) «Pa espíritu doble y traidor.
Mucha fuerza me hace la ponderación que me ofre
to ¿Quemmedirontesse turbae? Atilli responderunt, ct diie- ce el ver que cuando san Pedro en la trasfigu ración
niut : Joannem Baptislam , alü aulem Eliam , alii vero quia uiiuü quiso hacer tabernáculos á Elias y i Moisen, dice el
Prophett de prioribus «urrexit. Diiii autem i I lis : ¿Vos autem quera Evangelista que no sabia lo que decia; y que aun es
me ose dicitis? Respondona Simón Pelrus clmt : Chrislum Dei.
i2i Faciaaius bic iría ubernacula, Ubi unum, Mojsi onuní, c:
tando san Pedro diciendo aquellas palabras, se oyj
Eliaeunum. una voz que dijo : « Este es mi Hijo amado, en que ya
(3) Non enim sciebat quid diccret.
(4) Nesciebat quid diceret , quoniam Moysera el Eliam , Chriito (6) ¿Quid ergo dicunt Pharisaei et Scribae, quia Eliam oportct
•eqaabat. Teñiré primnm?
(5) Priniuin Apostólos, fecundo PropbeUi- (7j Dúplex spiritus.
LA PRIMERA PERSECUCIÓN DE LOS JUDÍOS CONTRA LA IGLESIA. 387
ne he andado bien ; oidle á 61.» Que fué decir: Ya sando del santo nombre del santísimo profeta Elias,
io s» lia de hacer cátreda ni tabernáculo 4 Moisen que la prosiguieron hasta la postrera hora de su vi
; á Elias, ni se ha de oir á ellos , sino solo á Cristo, da. Pues, estando espirando en la cruz, as! como dijo :
lijo del Pa<lre eterno. Y lo que san Pedro no supo Eli, Eli, que se interpreta «Dios mió, Dios mió», di
lecir, cuando en este lugar no supo lo que dijo , lo jeron: «A Elias llama este.» Y eran ellos los que va
upo decir y disputar san Pablo, Ad Hebr., cap. ix: liéndose de la alusión de la voz, llamaban á Elias, para
Ubernaculum enim factumest primum, in quo erant dar á entender que Jesús no era Dios, sino inferiora
anidabra et mensa et propositio panum, quae dicitur Elias, pues se quejaba de que le desamparase (que eso
meta. Este era el tabernáculo de Moisen ; habla luego dicen las palabras Eli, Eli lamma sabaethani , no
el de Cristo : Christus autem assistens Pontifex futu- asablhani, porque no se deriva de la palabra hebrea
oru tí bonorum, per ampliús et perfectiás tabernacu- asab, «desamparar», sino de la Síra sabak, que sig
im, non manufactum. Fué loque no supo san Pedro, nifica lo mismo). Y viendo que luego le dio uno en la
pee! tabernáculo de Cristo no había de ser hecho con esponja á beber vinagre con una caña, dijeron : (1)
b manos, como le quería hacer; y que el de Moisen ya «Deja; veamos si viene Elias y le libra.»
abia pasado, hecho con las manos por sombra deste. Sé que se disculpa esto, para mi intento, con haber
1 hay gran misterio, á mi propósito, en la correspon- muchos graves autores que dicen que se conoce que
eiiciadel lucar de san Mateo, cap. xvi, versos iü, 16. los que dijeron que llamaba á Elias eran romanos, y
7, por ser de Cristo, como lo hemos visto : «¿ Quién no judíos; porque si lo fueran no ignoraran que Eli
lecian los hombres que esa el hijo del hombre? Res- significa «Dios», y añadida iod, que se pronuncia Eli,
«utliéronle que unos decían era Juan Bautista, otros quiere decir «Diosmio», y no «Elias». Yo procuraré
fes, otros Hieremías, otros uno de los profetas. Di convencerque eran judíos precisamente, y no romanos;
stes Jesas : Vosotros ¿quién decis que soy? Res- esto reverenciando la opinión contraria.
pwdió Simón Pedro : Tú eres Cristo hijo de Dios vivo. En san Marcos, cap. xv, verso 34, se leeEloi, Eloi,
Respondióle Cristo diciendo: Bienaventurado eres, en siriaco, que era la lengua que después de la cau
&r*n Barjona, porque la carne y la sangre npte lo tividad se hablaba ; si bien en la Regia se lee Ail, Ail,
Meló, sino mi Padre, que está en los cielos. Yo te en el texto siriaco. Si Cristo exclamó desta suerte, no
ligo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré había equivocación ó alusión á Elias ; empero del
iilglesia;»y otras favorecidísimas mercedes que se contexto citado es cierto dijo Eli, Eli, en hebreo, y
fien. Cuando Pedro mezcla y iguala á Cristo con la variedad en san Marcos nace de la diferenciado la
fen y Elias, dice el Evangelista que no sabia lo voz en la lengua siriaca.
pe decía; y no le dejan edificar. Cuando tratándose Los romanos doctos, y que leian y buscaban noticias,
kEliasyde los profetas, igualándolos con Cristo, él no leemos que hiciesen, tratando de los judios, men
«o te loma en la boca, y confiesa á Jesús por Cristo, ción de otro que de Moisen ; del cual la hace Conidio
Bija de Dios vivo,— entonces le edifican á él en pon Tácito, y en lo que escribe del pueblo hebreo, con tan
te, y sobre él la Iglesia, con promesa que tan presto tos hierros, que por ellos y otros de los cristianos le
se Cumplió. llama Tertuliano en el Apologético : (2) «Aquel insigue
ft'fte que los escribas, porque no se sintiesen los charlatán de mentiras Cornelio Tácito. » Juvenal solo
l»** con que encaminaban esta persecución, se des hace mención de Moisen cuando dice que les enseñó
ataron, á imitación de Moisen cuando se llegó á la ritos :
ora que se ardia y no se quemaba. Empero estos
llegábanse á un espino que se quemaba por quemar, TrtiiiU arce.no qnoicumque volum'uu Mostl.
JS'is pisos fueron descubiertos por el mismo Cristo; «Con arcano volumen Moisen.» Y ninguno hace men
pnes diciénúolo ellos que ¿porqué no hacia milagros ción de Elias ni de otro profeta, ni muestra haber
en su patria como en Cafarnaun? les respondió : «Elias tenido tal noticia. ¿Cuánto menos la tendrían aquellos
™ enviado á sola una viuda en Sarepta de Siilon, ha- soldados que estaban de presidio en Jerusalen, para
kiendo otras muchas viudas en Israel.» Y debiendo entender la palabra Eli por Elias?
'«Pitar la respuesta por ser con el suceso de Elias, Puede ser que yo me engaño ; mas parece que pre
'loien tanto veneraban , se enfurecieron y le qui cediendo estas notas, se convence fueron judíos, y
to"» despeñar desde la cumbre de un monte; con no romanos. Porque si no se leyera en el Evangelio
ferido que se valían de Elias para solo oscurecer á otra cosa que haber dicho Cristo -E/i , Eli, pudiera
««to í no dar lugar al Evangelio, y producir los tér afirmarse que habían sido romanos; empero, como
saos de la Sinagoga, los que no se pueden alargar dijo: Eli, Eli, lamma sabaethani (que quiere decir :
Bi producir. Y si alguno dijere que si en verso, lo «¡Dios mío, Dios mió! ¿porqué me desamparaste?»),
Nrí hacer en silabas, no en misterios. A Elias se no fué posible que ellos , siendo romanos , entendie
* ca?o la capa ; así se lee en el cap. 2 del ív de los sen lo que quería decir lamma sabaethani. Prué
*!/"* • Et levavü pallium Eliae quocl ceciderat ei.
base que lo entendieron, pues luego dijeron : «Deja,
'* estos que con capa de Elias favorecen la Sina- veamos si viene Elias y lo libra. » Y esto fué en
Wfi. nose les cae la capa, antes le quitan la capa tender quo había dicho «por qué me desamparas
jj»e ni les deja ni les da ; y debe esperarse que el
te»; y como el fin de los judíos era negar á Cristo
■"ano santísimo profeta hará, para castigarlos, de su
el ser Mesías con llamarle Elias ú otro profeta; y no
«fra de fuego brasero.
•m tan obstinada la persecución que los judíos dar lugar áque, confirmado el Testamento Nuevo,
"wroaálajjiona du Jesucristo, Dijo deDios.abu- (1) Sinc vldeamus an venial Elias liberans cura.
('2; Cornelias Tacilus Ule mendaciorum loquacissinraa.
368 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS;
acabase su Sinagoga. (Y se confirmaba con la muerte Hombre verdadero y el Mesías prometido, fué valién
del testador Cristo, como dice san Pablo : (t) «Por dose de Elias y de Moisen y de los profetas; siendo
que el testamento es confirmado en los muertos ; de ellos mismos los que á él mismo se le prometieron i
otra manera no vale mientras vive el que testó.») ellos, y que le aguardaron, y á quien el mismo Cristo
Pues como les iba tanto en este punto, que era el últi sacó para su reino, bajando á los infiernos. Y princi
mo, no se contentaron como hasta allí con decir era Elias; palmente con capa de Elias, como con capa de virtud
sino, valiéndose de la equivocación ó alusión de la pa (así lo dice la frasi española), procuraron que san Juan
labra Eli, Eli, y de las siguientes, que entendían bien, fuese el Elias que no había vuelto, y que no fuese el
«porqué me desamparaste,» le mostraron inferior á que vino primero que Cristo ; y divulgaron que Cristo
Elias, pues necesitaba de su socorro. Esfuerza esta in era Elias , porque no le tuviesen por Cristo, y para que,
terpretación mia, con que tendrá autoridad, san León alargando la edad á la Sinagoga, ella no acabase como
papa, sermón, xvn, de Pasione Domini; en que pon acabó, y no tuviese su principio la Iglesia.
dera fueron mucho más prontos á conocer & Cristo por Por esto, cuando se oyere ó leyere cosa que tenga este
Dios los soldados romanos que los judíos. Estas son sabor, ó que se encamine (aunque por rodeo, aunque
sus palabras: (2) «Empero como el Centurión, que afecte buen traje y pasos modestos) á igualar con Cristo
era guarda del suplicio, espantado con aquellas cosas á Moisen , á Elias ó á los profetas, ó á autorizar la Sina
que via, dijese: Verdaderamente era Hijo de Diosesa goga en competencia de la Iglesia; al que tal osare,
hombre;— la impiedad judaica, más dura que los mo volviéndole la pólvora ala cara, sea el que fuere, se
numentos y las piedras, ninguna compunción se sabe le puede decir : Eliam vocat iste ; á Elias llama este.
que la mitigase ; para que se conociese que fueron Porque Dios le ha dejado de su mano, que eso es hi-
más prontos entonces ú creer que era Hijo de Dios los berleDios desamparado, y no podrá quejarse de que
soldados romanos que los sacerdotes de Israel.» se entiendan contra él las palabras que él entendió
De todo lo referido se colige que la primera y más contra Cristo Jesús , que está sentado á la diestra da
arrebozada persecución que los judíos hicieron á Cris Dios Padre, y desde allí ha de venir á juzgar los vivos
to, para ponerle pleito al ser Hijo de Dios y Dios y y los muertos ; á cuyo advenimiento precederá Elias
(1) Ai Htbr., cap, u, v. 17. Testamentan) enim in morluis eontlr-
para oponerse al Ante-Cristo, de quien se confiesas
matnm est: alioquin nondum vilet, ilum vivit qui texlatus cst. centellas los sacerdotes de los judíos, que toman»
(i\ Cumque castos supplicit Centnrio territus lis quue viderat, su nombre contra el mismo Cristo.
diceret : Veré tilias Dei erat homo iste; impietaiem lamen Judai- Todo lo dicho en este papel sujeto á la corrección
eam, monumentis et petrís ómnibus duriorem, nulla proditur mi.
tigasse compunctio, ut appareatparatiorcs ad intclligendum fllium de la santa Iglesia romana y de sus ministros. £s Al-
Dei tune fuisse Romanos milites, quam Israelíticos sacerdotes. val Pilona, á 12 de marzo de 1019.
COK ADICIONES SUYAS EN EL FIN DE TODOS LOS CAPÍTULOS, QUE SIRVEN DE COMENTARIO, [b)
AL DUQUE DE MEDINACELI,
conde de la ciudad y grao Puerto de Santa María , marqué» de Alcalá y Cdgolludo, tenor de (1) Lobon,
De»a y Encito, y comendador de la Moraleja, del hábito de Alcántara, etc.
Este librillo mió no busca en vuestra excelencia amparo; va á reconocer el que de vuestra ex
celencia han recibido mis escritos y mi persona, pues debo á la grandeza de vuestra excelencia tan
preferidas honras y mercedes. Doy á vuestra excelencia lo menos, que es mi reconocimiento, y
quedóme con lo más, que es mi obligación. Dar consuelos quien los ha menester, es liberalidad de
buena casta. Doylos á vuestra excelencia, de quien los recibo ; restitución con nombre de dádiva.
Aírevíme á traducir y á imitar á Séneca ; por eso invio á vuestra excelencia que estime en él y que
(«•) En 1474 sacó á luz en París Pedro Cesario este li Pero tres años antes de Sancha, había dado en Madiíd
bro De Remedü» fortuilorum , y fué reimpreso eu Leipsic mismo completos al público Los remedios de cualquiera
año de 1500. fortuna el impresor Manuel González, con todos los prin
Duda Justo Lipsio que sea del Filósofo ; pero ni se cipios oportuna y debidamente colocados, en cuyo apre
puede negar que suyas son todas las sentencias, ni han de ciadle ejemplar encuéntranse al final de cada capítulo, no
vencer opiniones del insigne crítico el testimonio vene tan solo el comentario ó adición de Quevedo, sino otro de
rable de Tertuliano : Multa apud votad lolerantiam dolo- don Francisco Arias Carrillo, y otro de don Diego de Tor
ri» et morti» hortatur, ut Cicero in Tusculanis, ni Séneca res (Villaroel).
in Fortuitis. Va anónimo escribió 6 mediados del siglo xvn , Imitan
(6) Terminó su obra nuestro don Francisco en Villa- do á Séneca y á Quevedo, treinta y una aflicciones con
nueva de los Infantes, á 12 de agosto de 1G53. sus correspondientes consuelos, y mejores pensamientos
La imprimió en Madrid, dedicada al duque de Medi- que estilo ; consérvanse manuscritas en la Biblioteca Na
naceli, año de 1638, en la oficina de Juan Martínez; ejem cional , códice T. 277, donde ocupa 126 hojas en 4."
plar en 12.°, que estimo ya perdido. No han dado fruto Para fijar mi texto y acercarle en lo posible á su pri
alguno mis diligencias de muchos años para tenerle á mitiva pureza, me he valido de varias curiosas ediciones,
mano por pocas horas y fijar mi texto. y saco al pié sus variantes, marcadas con los signos si
Digo lo propio de la reimpresión que se supone hecha guientes :
en 1644. G. La preciosa reimpresión de Manuel González, 1787.
Incluyóse en la primer colección de Madrid . de 1618, M. Colección de Madrid , año de 1648.
que costeó Pedro Coello, y tiene por titulo Enseñanza A. La que en 1650 costeó Tomás Alfay.
entretenida y donairosa moralidad ; pero falla de la de D. La que en 1693 imprimió Diego Díaz de la Car
dicatoria, del proemio, del juicio del libro, y de las po rera.
cas líneas que dirige Séneca á Galion ; en cuya forma lo I!. La que en 1658 sacó a luz Mateo de la Bastida.
han reproducido cuantas colecciones se encuentran pos F. La que hizo en Bruselas Francisco Foppeus, año
teriores. Sancha , después de reimpreso el tratado, año de 1670.
de 1790, hubo de adquirir uno de la edición de 1638, y S. La de Madrid, por Sancha, 1700.
copió al fin aquellos rasgos preliminares con el desorden (1) Lodon (G. S.)
consiguiente.
Q-n. >i
370 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
enmiende en raí. El que bien leyere , no pasará de su texto ; quien no se cansare de leer, verá mis
adiciones. No se me debe reprehender el imitarle, menos el no saberle imitar : porque como aquello
es conveniente ; saber imitarle, para mí es imposible, para todos difícil. Yo conozco que sirvo solo
de hacer á Séneca prolijo. Vuestra excelencia , siempre ocupado en el socorro de la limosna, sa
brá estimar los consuelos que otros escriben, como quien los obra; y entretenido seriamente ea
la lección sagrada , no extrañará la docta y bien intencionada melancólica de Séneca en este tra
tado, Dé Dios á vuestra excelencia su gracia, y larga vida, con buena salud y la sucesión que deseo.
Madrid, 20 de mayo de 1638.
Don Fbancisco de Qüevedo Villegas.
Justo Lipsio, varón doctísimo y lleno de religión y piedad , en el Séneca que imprimió (mejorado
con sus enmiendas, ilustrado con sus notas), llegando á este tratado dice que, si bien se conoce no
ser de Séneca por el estilo, le imprime en muchos lugares restituido, por no defraudará los estu
diosos de obra que lia merecido su nombre. Yo no solo afirmo ser de Séneca todas las sentencias y
palabras, sino este mismo estilo ; porque en Séneca hallamos, primero que en el Petrarca, el estilo
de repetir una palabra muchas veces, y consolarla, y declararla repetidamente de diferentes mane
ras. Léese en la epístola xlvu á Lücilio : Servi sunt? imb homines. Servi sunt? imb contubernalfr
Servi sunt'! imb humiles amici. Servi sunt? imb conservi. Y más abajo : Servus est? sed fortassll^'
animo. Servus esl? Iwc illi nocebit? oslende quis non sit. Por esto no sigo la censura de Lipsio; em
pero añado que , cuando no fuera el tratado ( digo la disposición del ) de Séneca , es cierto que todas
las razones y sentencias lo son, sin mudar las palabras, como se convence de la lección desús
Epístolas, donde á diversos intentos se leen todas, sin faltar alguna. Ni tuviera al autor por más an
tiguo que el Petrarca (pues aquel estilo desde su Próspera y adversa fortuna se lee), si no hallad
en la antigüedad este ejemplar, de quien puede ser imitación. Y este libro y el De Paupertatc fue
ron epílogos en aquellas cuestiones, de cuanto Séneca en diferentes tratados escribió; y por esto
son preciosos y útiles , dignos de su gran nombre y de suma reverencia. Asi me parece , hasta quo
más docta advertencia me encamine á más bien corregido conocimiento.
Don Francisco de Queyeoo Villegas. (6)
(a) Falta la suscripción en el ejemplar de 1787.
DE LOS
DESDICHAS QUE CONSUELA LUCIO ANEO SÉNECA. todo lo deshace. De todo lo que tememos toca á la
muerte la salida, y de las demás cosas á que da vuelta.
1. Morirás. 10 A/ligeme la pobre Témenla aquellos que otra ninguna cosa temen. Cual
2. Serás degollado. za. quiera otra cosa que tememos tiene remedio ó con
3. Morirás lejos. 11. No soy poderoso. suelo.
4. Morirás mozo. 12. Perdí el dinero. Tú pues fortalécete de tal manera, que si alguno te
5. Carecerás de sepul 1 3.Perdí los ojos. amenazare con la muerte, claramente burles todos sus
tura. 14. Perdi los hijos. espantos pueriles.
6. Estoy enfermo. 15. Caí en manos de la
SÉNECA.
7. Mal juzgan de ti los drones.
hambres. 16. Perdi el amigo. De la muerte.
8. Serás desterrado. 17. Perdi buena mu 1. «Morirás.» Esto es naturaleza del hombre, no pe
9. Padezco dolor. jer. na. «Morirás.» Con esta condición entré, de salir. «Mo
(a). rirás.» Derecho es de las gentes volver lo que recibiste.
SÉNECA Á GALIOS. (6) «Morirás.» Peregrinación es la vida: cuando hayas ca
minado mucho, es forzoso volver. «Morirás.» Entendí
Annqae los versos de todos los poetas siempreilus- decías alguna cosa nueva. A esto vine , esto hago , á
tren tu ocupación , me ha parecido dirigirte esta obra esto me llevan todos los dias. La naturaleza en nacien
contra los sucesos fortuitos; de la cual tienen necesi do rae puso este término: ¿qué tengo de que poder
dad, no los precedentes, sino los futuros acontecimien me quejar? A esto me obligué. «Morirás.» Necedad es
tos. ¿De dónde pues te parece que debo empezar? De la temer lo que no puede estorbarse. Esto no lo evita
muerte. Dirás que del último, antes del mayor. Este quien lo dilata. «Morirás.» Ni el primero ni el postrero.
es el que principalmente temen los hombres; y no Muchos murieron antes de mi; todos después. «Mori
te parece á ti que le temen sin causa. Todos los demás rás.» Este es el fin del oficio humano. ¿Qué soldado viejo
temores dejan algún lugar detrás de si ; la muerte lo se enojó de que le licenciasen? Adonde va el momio
acaba todo. Otras cosas nos atormentan ; la muerte voy yo. Pues ¿ignoro yo que soy animal racional mor
tal? Con esta condición so engendra todo. Lo que em
(«) En el ejemplar de 1787 i continuación hallase esta pezóse acaba. «Morirás.» ¿ Por qué es molesto lo que
• Advirtescu. 1.35 palabras fortuna, ando, suerte, que se leen
en Séneca, por ser traducción las dejo como dimes; error suyo, se hace una vez? (I) Conozco el caudal por ajeno, no
condenado por nuestra sagrada religión.» por mió. Finalmente, yo hice este concierto con el
(*) Era Galíon hermano mayor de .Séneca , también cordobés, y acreedor, de que no puedo quejarme. «Morirás.» Mejor
decíase antes Marco Aneo Novato ; pero adoptado por Junio Ca
tión <soldado y ministro de las traías de Seyano, el favorito de lo hicieron los dioses, pues nadie me puede decir que
Tikrrioi, tomó según estilo su sombre, y entró a formar parle moriré, que no sea mortal.
de su familia. Fué senador y orailor iusigne, según alirma san
Jerónimo, ilion celebra un chiste suyo en la apoteosis de Clau DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
dio César, dispuesta por Nerón y Agripnia , sus ocultos asesinos:
decía que el Emperador había sido arrastrado al cielo congir/ios, «Morirás.» Fuera verdad entera si (2) dijeras: Has
aludiendo i la costumbre de sacar los verdugos los cadáveres de muerto y mueres. Lo que pasó lo tiene la muerte;
Ico reos desde las cárceles arrastrando, y arrojarlos al Tiber lo que pasa lo va llevando. «Morirás.» Desde que nací
U ■■•:.->.
Desempeñando Galion el cargo de procónsul de Acara , tuvo la lo sé; por eso lo espero y no lo temo. «Morirás.» No
dicha de favorecer contra los judíos al apóstol de las gentes san dices bien ; di que acabaré de morir, y acertarás, pues
Pablo, con la dulzura, tino y moderación que refieren Los hechos con la vida empecé la muerte. «Morirás.» Dicesme lo
de U>s Apóstoles i xun , v. 1 2 al 10 , cuyas mismas prendas nata- que sé, y callas lo que no sé, que es el cuándo. «Mori
rales celebran en él Ovidio y Aqullcs Estacio.
Créese con algún fundamento que es suyo el libro de los Retó rás.» Con todos hablas; y todos to sacarán vcidado-
ricos, publicado como de Cicerón. ro, y tu vida á ti propio. «Morirás.» Si he vivido bieu,
Dióse la muerte a si propio en el ato duodécimo del imperio
de Nerón, acosado de haber mostrado mucho senlimieuto en la (1) Conozea í Jf. A. D. B. F.)
muerte de Séneca , su hermano. ¡2) me dijeras : (S.)
57S OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
empezaré á vivir; si mal, empezaré á morir. aMori- cuidado de la providencia de Dios. «Degollaránte mal.»
rás.» No me alborota hacer lo que todos lian lieclio y lo Poco importa si yo muero bien : en mano del verdu
que todos harán. «Morirás.» Primero me lo dijo la na go está que yo pueda morir trabajosamente, jen la
turaleza. «Morirás.» Es vana amenaza, pues ninguno es mia que yo muera constantemente. Los golpes del
tan necio que rehuse lo que hace : no hay hora que yo cuchillo pueden ser muchos , mas yo no puedo ser
no muera ; ¿por qué he de temer lo que hago? ¿por degollado sino una vez. «Degollaránte y quedará tu
qué he de rehusar llegar adonde me llevo '? «Morirás.» cuerpo apartado de su cabeza.» Eso no me toca, pues
Ño viviera con esperanza de descansar , si no esperara primero será apartada mi alma de mi cuerpo.
morir. «Morirás.» Con el propio contento que quien
SÉNECA.
navega llega al puerto, y (!) quien peregrina, á su pa
tria. «Morirás.» Y los apetitos y vicios, si muero mozo; Morirás léjol.
y las enfermedades y miserias, si muero viejo. «Mori 3. «Morirás lejos.» En cualquiera parle hay camino
rás.» Y si muero dichoso, la (2) invidia que me tienen; para el sepulcro. «Morirás lejos.» Yo estoy dispuesto
y si desdichado, la que yo tengo. «Mori ras. » Y los cuida á pagar lo que debo : vea el acreedor dónde me lla
dos y desvelos si soy rico, y el desprecio y las calamida ma. «Morirás lejos.» Ninguna patria es ajena al muerto.
des si soy pobre. «Morirás.» Si hablas con el cuerpo, no «Morirás lejos.» No es más pesado el sueño fuera que
lo puedo excusar por la naturaleza ; si con el ánima, te en casa. «Morirás lejos.» Esto es llegar sin viático í li
pueden desmentir las virtudes y la gracia. «Morirás.» patria.
Si hubiera alguno á quien (3) no lo pudieras decir, me
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
entristecieras. «Morirás.» No podré de otra manera se
guir á muchos y ser seguido de todos. « Morirás. » No «Morirás lejos.» Fuera desdicha si en micaapndie-
hay otro camino para pasar á vida sin muerte. Mien ra excusar el morir. «Morirás lejos.» La otra vida igual
tras lo dijeres á todos no podrás mentir; y no hay en mente dista de todas partes. «Morirás lejos.» Todoel
todos uno en quien no puedas mentir, si le dijeres mundo es una casa, las provincias son aposentos; ;:
que vivirá. no mudo de casa, sino de aposento. «Morirás lejos.» Ee
todas partes mi cuerpo pisa la tierra y ve el cielo: íu
SÉNECA.
una debo el cuerpo, y al otro el alma. ¿Cómo es posi
Degolláronte. ble que me aparte de mis acreedores? «Morirás lijo»
2. «Degollaránte.» ¿Qué más importa que muera por Quien muere en sí, cada día se acerca más ú si un
el filo que por la punta? «Empero serás herido mu te. «Morirás lejos.» Los que dejo en mi casa muera,!
chas veces, y muchas espadas cortarán en tí con mu los que están en la que peregrino también. «Moriré'*-
chas heridas. » No puede ser mortal sino uua sola. jos.» Eso tiene la muerte, que siendo partida , so se
camina; y siendo jornada , es igual desde cualquier!
DON FRANCISCO DE QUEVEDO. parte. «Morirás lejos.» Eu ningún tugarse puede es-
«Degollaránte.» No (4) hará el cuchillo más en mi torbar el morir , y en todos para vivir hay estorbos.
que hiciera mi naturaleza. «Degollaránte.» No hay par «Morirás lejos.» Nada me puede hacer falta para morir,
te en el cuerpo por donde no pueda entrar la muerte y y cuanto más me faltare, moriré con menos dolor. «Mo
salir la vida. «Degollaránte.» Muchos capitanes, gene rirás lejos.» Conmigo llevo la tierra y la muerte. «Mori
rales, señores, reyes y emperadores murieron dego rás lejos.» El mundo es punto, la vida instante; ¿quién,
llados, y otros no alcanzaron tan descansada muerte. si no es loco, hallará distanciasen un punto? ¿quién
«Degollaránte.» Si di causa para morir, eso sentiré; hallará espacios en un momento, si es cuerdo?Solo
si no, siéntalo quien me condenare. «Degollaránte.» Lo mucre lejos el que en su propia casa se persuade que
mismo es que el cuchillo abra por donde salga la san está lejos su muerte.
gre, que cerrar el cordel por donde no salga el alien
SÉNECA.
to. Cuchillo, y no soga, vanidad es de los muertos,
no de la muerte. «Degollaránte.» Lo mismo hace con (5) Morirás molo.
infinitos la medicina con sangrías en la cama , que 4. «Moriris mozo.» Bueno es morir antes de ¿>
el verdugo con algunos en el cadahalso. «Degollaránte.» sear morir. «Morirás mozo.» Esto es lo que igualmen
Morir por sentencia de letrado ó por sentencia de mé te sucede al mozo y al viejo : no somos (6) citadosprf
dico, todo es morir. «Degollaránte.» Peor lo hiciera con antigüedad, ni se mira al número de lósanos; yí&
mi vida y con mi alma una apoplejía y una mueitc niños y á los mancebos se lleva una misma necesiiW
repentina que el verdugo. «Degollaránte.» Saldré de del liado. Bueno es morir cuando conviene vivir. «Mo
dos cárceles , de la vida y de la prisión. «Degolla rirás mozo.» Cualquieraque llega á lo último de su lu
ránte.» Si cometí delitos, seré ejemplo ; si muriere do muere viejo. No se mira cuál es la edad del hombre,
inocente, seré escándalo: pagar lo que debo es cum sino á cuál esel término. «Morirásinozo.»Pordiclu,w
plir; si no, pagarálo quien me condenare. Todos tie algún mal me libra la fortuna ; y cuando no de otro.de la
nen juez sobre sí. Dios juzga á los que juzgan. Más vejez. «Morirás mozo.» No aprovecha contar cuántos
rigor es permitir mi muerte para que otro peque, años tengo, sino cuántos me dieron. Si no puedo vi
que permitir que yo muera sin culpa : uno y otro es vir más, esta es mi vejez.
(1) cuando peregrina (S.) (5) Padetco dolor. 4. Morirás («. i. D. B.)
(2) envidia [G. A. D. B. F. S.) (6) criado» por (S.)
(3) lo pudieras («T. A. D. B.)
(i) haré (*.)
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 373
los vivos. Enterraráme quien quisiere vivir en mi casa;
DON FRANCISCO DE QL'EVEDO.
si muriere en la calle, quien pasare por ella ; si en el
«Morirás mozo, a Tanto menos tendré que mo campo , quien anduviere en él. Por esto dijo Dióge-
rir cuanto menos viviere. «Morirás mozo.» Menos nesque ¿qué importaba más que le comiesen gusanos
agravio hace la muerte á quien menos quita. «Morirás debajo de (5) tierra, que pájaros encima della? No hay
mozo.» Harta vida son pocos años, cuando muchos cosa que no sea sepultura para el hombre muerto. La
s>>n poca vida. « Morirás mozo. » Eso es llegar antes tierra le padre, la agua le deshace, el aire le enjuga,
donde voy. ¿Qué caminante aborreció el atajo? «Mo el fuego le seca, los gusanos le comen, los animales
rirás mozo.» Grande bien es no llegar viejo á verme le despedazan, las aves le pican, los peces le tragan.
muerto. La muerte me quita lo que, si viviera, de Dos cosas no le pueden faltar al hombre : si vive,
seara yo que me hubiera quitado, y viera que lo desea muerte; si muere, sepulcro. «Carecerás de sepul
ban los que me vieran. «Morirás mozo.» El necio, tura.» Esa es amenaza para la sepultura de mi al
aun decrépito, muere muchacho en su deseo; el sabio ma, que es mi cuerpo; no para mi alma. «Carecerás
muere viejo en su mocedad. «Morirás mozo.» El bue de sepultura. » Enterraráme quien me quisiere bien,
no más deja de vivir en una hora que vive más, que por honrarme; quien me quisiere mal, por no ver
viviera en muchos años más que viviera. «Morirás me; (6) quien me quisiere bien, por no afligirse.
mozo. » Sola la mocedad es vida en la vida ; luego en « Carecerás de sepultura. » Vivo la deseo , y muerto
la vejez solo me quita más muerte la muerte. « Mo no la he menester. « Carecerás de sepultura. » La
rirás mozo.» Muchos son los que no llegan á mozos, y Iglesia la da á todos los fieles. La justicia no la nie
más los que no llegan á viejos, (t) y pocos los que lle ga á los ajusticiados. Los cristianos entierran á los
gando á viejos no les pesa de haber llegado. «Morirás moros en el campo; (7) los moros á los cristianos.
mozo.» La vida es representación, Dios el autor; á él El mar, que no admite cuerpos muertos, cria pes
toca dar largo 6 corto el papel , y repartir los perso cados que los tragan enteros y los sirven de sepulcro
najes de rey, de vasallo, de pobre ó rico. A misólo vivo. «Carecerás de sepultura.» Mandarse enterrar
rae toca hacer bien el que me repartiere (2) lo que me los que mueren, es la primera manda de los testa
durare. mentos; y pues los herederos, que no cumplen las
SÉNECA.
demás ó las difieren, no solo cumplen esa sino que
la dan (8) prisa, á nadie faltará sepultura. «Carece
Carecerás de sepultan. rás de sepultura , porque pondrán tu cabeza en una
5. «Carecerás de sepultura.» ¿Qué otra cosa res parte de la ciudad, en otra tu mano, y repartirán
ponderé, sino las palabras de Marón: (9) el cuerpo en los caminos.» Sé que hay reinos don
FJcil pérdida es la del sepulcro? de se hace por castigo, sin que haya dia, como en
otros, que se apiade de los (10) justiciados; mas tam
Si nada siento, no me toca á mi que mi cuerpo ca bién sé que al que no entierran los hombres, le gasta
rezca de sepultura. Si siento, para todos es tormen el sol, le consume el aire, le pudre el agua, le se
to la sepultura. « Carecerás de sepultura.» pultan las aves. Pocos son los cuerpos que guarda la
Con el cielo se cobre tierra enteros; en breve tiempo derrama por sus senos
Quien no tiene túmulo.
la compostura del cadáver. Los emperadores gastaron
¿Qué importa más : que me consuma el fuego, ó en guardar sus cenizas, con pirámides inaccesibles en
una Cera, ó el tiempo, última sepultura de todas las urnas preciosas, los tesoros del mundo; y hoy no sa
cosas? Esto, para el que no siente es supériluo; para ben las urnas de las cenizas que guardaron. De nada
el que siente, carga. «Carecerás de sepultura.» Y se burla el tiempo tanto como de la vanidad de los
tó, ó abrasado, ú soterrado, ó cerrado, ó podrido, 6 muertos; ¡qué presto borran los días la soberbia do
sin entrañas embalsamado, ú oprimido, ó entregado los difuntos en los epitafios de las piedras! Estos que
á una losa que te consuma y te seque. No hay sepul con piedras y sepulcros y letreros pretenden dejar
tura alguna; no nos entierran, que nos arrojan. «Ca memoria de si, no se hartan de morir; pues (como dijo
recerás de sepultura. » ¿Por qué tiemblas entre las se Boecio en su libro De Consolación) aguardan segunda
guridades? Este lugar está seguro, (3) fuera del tér muerte en su nombre propio. Los gentiles tuvieron por
mino délas penas. Mucho debemos á la vida, á la más limpia y autorizada sepultura el fuego, y su cui
muerte nada. No se inventó la sepultura por causa dado fué (como dice Petronio) que su sepultura no
de los muertos, sino de los vivos. Para quitarnos de tuviese ni guardase cosa que pareciese á su cuerpo.
delante los cuerpos feos y hediondos, unos sepulta Los cristianos guardan el cuerpo y le entregan á la tier
la tierra, otros consume la llama , otros se encierran ra, de que fué formado, áque le (II) desfigure; y la
en piedra, que los (4) reduzga á huesos ; no perdo sepultura de los principes romanos, en que estuvo su
namos á los difuntos, sino á nuestros ojos. majestad, la ordenan hoy á los herejes, á los nefan
dos y monederos falsos. Desta manera castigan unos
DON FRANCISCO DE QL'EVEDO.
tiempos la vanidad de los otros. «Carecerás desepul-
«Carecerás de sepultura.» Cuando lo ordene la in
humanidad , no lo consentirán la vista y el olfato de (5) la tierra (S.)
(6) y quien (M.)
(7) y los moros {Id.)
(I no les pesa de baber (M.A. D. B. F. S.) (8) priesa 1 A. D.B.F.S.)
lí) el tiempo que me dnrare. (S.) (9) tu cuerpo (S.)
(3) y fuera (S.) (10) ajusticiados (/). B. F. S.)
V*) rcduigan (fi.) — reducá a huesos ; y do (S.) (11) desfigures ; (Jf.) — desfigure; (D.)
374 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tura.» Mi cuidado es vivir bien en naciendo; y viviendo, la ambición ; y con la gula, mis costumbres; y no haj
procurar morir bien. Mi solicitud no pasa de la muer- pecado en el alma, que no sea también enferme
té: á los vivos toca lo demás. «Carecerás de sepul dad del cuerpo. Viejo , la vejez propia es enferme
tura.» Buscar buena muerte me importa. Lícito es de dad (común axioma es); y no hay enfermedad de que
sear buena sepultura; contingente es (t ) alcanzalla, yde no venga acompañada la vejez : hasta el cabello li
ningún inconveniente no (2) tenella, pues ba de ve confiesa; el pellejo no la calla, antes con arrugas la
nir tiempo en que no la tenga. Todos debemos estimar escribe. Pues si en naciendo estuve enfermo , si es
nuestro cuerpo, como parte del hombre que fué hecho tuve enfermo mozo, si estaré enfermo y seré la pro
i semejanza de Dios, y que con el alma ha de ser par pia enfermedad viejo, para decir verdad he de decir:
ticipe de la pena ú ile la gloria. «Carecerás de sepul (9) Estuve, y estoy, y eslaré enfermo. Ni paede ni
tura.» Para resucitar, en cualquiera parte le hallará sabe la medicina desmentir esta verdad. Cuando me
mi alma; para que se pudra, en (3) cualquiera lugar cura, no me deja sano, sino menos enfermo en un ac
lleva la corrupción consigo. Al cuerpo no le entierran cidente de una de mis enfermedades. «Estoy enfermo.»
para que se pudra, sino porque ya se pudre. Más se Y lo están todos, y nadie puede dejar de estarlo. «Quí
pulturas se deben al asco y al horror que á la pie tame la enfermedad la gana (10) del comer, enflaqué
dad. ceme, (11) disfigt'irame , no puedo salir de la cama.»
SÉNECA. Estos , que por males de la enfermedad cuento, soa
bienes y remedios eficaces á otras enfermedades mías
Estoy enfermo. mayores. Son bienes, porque me ocasionan la pacien
6. «Estoy enfermo.» Llegó el tiempo en qilft hiciese cia , me ejercitan el valor, me acrisolan el espiritóme
experiencia de mí. No solo en (4) el mar y en la guer dan á conocer loque soy, diferencian los buenos ami
ra se da á conocer el varón fuerte: en la cama se mues gos de los aparentes, me recogen á mí mismo. Son me
tra también el valor. «Estoy enfermo.» No puede esto dicinas, porque me tienen en dieta contra la gula, que
durar todo el siglo; (5) u yo dejaré lo calentura ó ella me causó la enfermedad; me desarman la ira, jen
me dejará. No podemos estar siempre juntos; con la ella las venganzas; me desmayan la sensualidad,; en
enfermedad batallo; ó ella me vencerá (6) ú yo la ella tantos escándalos, torpezas y abominaciones. «Es
venceré. toy enfermo. » La enfermedad no es impedimento ni
estorbo para ninguna obra buena, y en tal estado, to
DON FIMNCISCO DE QUEVEDO.
das las que desea uno hacer hace, y ocasiona j*to
«Estoy enfermo. » ¿Cuándo no lo estuve, pues en mi otros hagan muchas buenas obras con él. «Estt¡ffr
propia salud tengo mal de muerte? «Estoy enfermo.» fermo.» Estoy como están todos; y el conocerlo (lt)
Después que el pecado enfermó1 la naturaleza , mi pro yo y el confesarlo, es solamente la mejoría que poete
pia naturaleza es enferma, y yo soy una enfermedad tener la enfermedad. «Estoy enfermo; quien me n
viva. Si dijera : Yo estoy sano, no lo pudiera probar, se enfada, quien me sirve se cansa, quien me hereda
y mi composición desmintiera mis palabras. «Estoy se alegra.» Estas, que se tienen por calamidades, son
enfermo.» Eso es decir que estoy hombre: ¿cómo liciones y aforismos para mejorar la salud. Más enfer
puedo ignorar lo que soy; ni (7) tener por novedad medad es ver al enfermo y enfadarse, qne estar enfer
lo que he sido desde que soy, y lo que seré hasta que mo. Peor enfermedad es en la caridad cansarse de ser
deje de ser? «Estoy enfermo.» Toda mi vida es cuatro vir al enfermo, que estar enfermo. Gravísima enferme
enfermedades de todos mis miembros, sentidos y po dad es la codicia del que, por lo que hereda, se alegn
tencias. Recién nacido no tuve potencia para otra ac de la muerte del que le deja lo que él ha de dejar. Lo
ción sino para llorar, los pies enfermos sin movimien peor de la enfermedad es, que no se puede curarsiuo
to, la vista tierna, los brazos sin fuerza, la boca sin con enfermos de peores enfermedades.
dientes, el cuerpo sin vigor, los sentidos sin discur
so, (8) las potencias aun no despiertas. Niño tuve el SÉNECA.
movimiento débil por la terneza; la fuerza, peligrosa por Tienen de U mala opinión los hombres.
la travesura ; el apetito, del alimento por lo insaciable ;
los humores, amotinados por el hervor ; el conoci 7. «Tienen de tí mala opinión los hombres. » E"1-
miento, confuso por la falta del juicio ; las operaciones, pero son malos. Inquietárume si de mí hablaran mi
ciegas por la falta de la experiencia; las inclinaciones, Marco Catón, si Lelioel sáhio, si otro Catón, si los*»
Enfermizas por la falta déla cordura; tuve obligación de Scipiones ; empero alabanza es no agradar á los mal*
purgarcon el sarampión y las viruelas el alimento que i No puede tener alguna autoridad la sentencia don»
me hizo el gasto en el vientre de mi madre, evacua condena el que habia de ser condenado. «Mal hablan
ción casi universal y que frecuente se hace por la fuer- de ti.» Inquietárame si el hacerlo forera juicio, rau
la de tal veneno con la vida. Mozo, el vigor del cuer es enfermedad. No hablan de mi, sino de sí. «Mala»1
po y el apetito natural, achacoso cou la cólera y con blan de tí. » No saben hablar bien. No hacen lo q»«
merezco, sino lo que acostumbran. La misma natura
leza tienen algunos perros que ladran por costumbre,'
(1) atcaniarla, (4: D. B. F. S.)
(i) tenerla (M.) no por ferocidad.
(3) cualquier (D. B. F. S^
[i: la mar 4. D. B. F. S.) (9) que estufe, estoy (S.)
(5) (6) ó yo («.) (10) de comer, (Id.)
(7) tiene i Jf. A. D. B.) (it) desngúrame (G. S.)
(8) y las potencias (S.) (li) boy, y el confesarlo (B. F. S.)
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 375
\ ras conocido.» Menos lo soy donde me arrojan. «Na-
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
i diese dolerá de tí.» No me harán novedad, saliendo
«Tienen de ti mala opinión los hombres.» Lo que (I) de donde salgo. «Trataránte como á forastero.» Ese
me importa es no sacarlos -verdaderos. «Tienen de ti consuelo llevo después que sé cómo se trata á los na
mala opinión los hombres.» ¿Qué importa, si son los turales. Cristo dijo que nadie es profeta en su patria;
que de nadie tienen buena opinión? Los buenos ,de con esto acreditó la que tienen por ajena.
nadie piensan mal. Los malos de nadie piensan bien.
Quien piensa de otro mal , muestra que él es malo, y SÉNECA.
que desea que sea malo el otro. Quien piensa de otro Padezco dolor.
mal, antes quiere hacer malo á quien no lo es, que
hacer bueno al malo. No hay cosa más fácil que pen 9. «Padezco dolor.» Si es pequeño, sufrámosle,'
sar mal de otro, ni más vil. «Tienen de ti mala opi que leve paciencia es. Si es grande , suframos, que no
nión los hombres.» La opinión no es verdad , y los es pequeña gloria. Saque el dolor clamores, como no
hombres se engañan. «Tienen de ti mala opinión los saque lo que debe estar secreto. No puede el hombre
hombres.» Hácenlo por no tener cosa buena. «Hablan ser igual al dolor, ni el dolor á la razón. «Dura cosa
mal de ti.» Si dicen verdad , no hablan mal ; si mien es el dolor.» Antes tú eres blando. «Pocos pueden
ten, hacen mal. «Hablan mal de tí.» No porque saben sufrir el dolor.» Seamos de los pocos. « Hemos nacido
que obro mal , sinoporque no saben hablar bien. «Ha flacos.» No quieras infamar la naturaleza; ella fuertes
blan mal de ti.» Si hiciera caso dellos , tuvieran razón; nos engendró. « Huyamos el dolor.» ¿Para qué, si el
pues pretenden , no que me enmiende, sino que me en dolor sigue á quien le huye?
furezca. «Hablan mal de ti.» El despreciarlos es fácil,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
el satisfacerlos imposible. «Hablan mal de ti.» Por
no (2) imitallos hablaré bien dellos. «Hablan mal de «Padezco dolor.» Con sufrirle me padecerá á mí el
ti.» Calidad es ser malquisto de los malos. Si no me dolor, a Padezco dolor.» El sabio le siente, el necio le
es dañosa su murmuración por desvanecerme con me padece. «Padezco dolor.» Si le opongo la naturaleza,
recerla, no lo será con afligirme. venceráme ; si la razón , venceréle. « Padezco dolor.»
No le padeceré, si como mi flaqueza está de su parte,
SÉNECA. está mi sufrimiento de la mia. Pues hay en mí quien
Serás desterrado. le asista á él, mengua será que falte en mí quien me
asista contra él. «Padezco dolor.» El milita contra los
8. «Serás desterrado.» Cuando haga todo mi poder, sentidos de mi cuerpo ; contra él militan las potencias
no podré salir de mi patria. Una es para todos ; fuera de mi alma. Si me vence , solamente me muestro cuer
della ninguno puede salir. «Serás desterrado.» No po ; si le venzo, me muestro hombre. Las quejas y la
mudo patria, sino lugar; á cualquiera tierra que llego, paciencia caben en un dolor , porque es fuerza ser hu
Tlego á mi tierra. Ninguna tierra es destierro; es em mano y es razón mostrarme racional, a Padezco do
pero otra patria. « No estarás en tu patria. » Patria lor. » Si le padezco como (4) Anaxarco (a) , bien le pa
es (3) en el lugar donde se está bien. Aquello por que dezco. Martillábale en una pila de piedra el cuerpo
se está bien, en el hombre está , no en el lugar ; y afir Nicocreonte tirano, y decia estas animosas palabras:
mo que está en su mismo poder la fortuna desto. Si es «Muele , muele el costal; que Anaxarco está más allá de
sabio, peregrina; si necio, padece destierro. «Serás donde llega tu martillo.» Quebrábanle los martillos los
desterrado.» Lo que dices es, que seré dado por ciu huesos, y parecía que los huesos eran los que ator
dadano á otra ciudad. mentaban á los martillos. «Padezco dolor.» La causa
por que le padeces te enseñará á (5) despreciarle con
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
sufrirle. Lo primero, considera que «l dejarte vencer
«Serás desterrado.» Esa comisión solamente la tie del , antes le aumenta que le remedia. Si por tu culpa
ne la muerte. «Serás desterrado.» Creo que hay quien le padeces, tolérale como satisfacción de tu culpa ; si
quiera desterrarme, y sé que no hay quien pueda. Pa le padeces sin ella , súfrele , por no culparte con no su
searme por mi patria puedo , mas no mudarme, a Se frirle. Los gentiles idólatras alcanzaron de la filosofía
rás desterrado.» Eso mandará la sentencia , mas no lo esfuerzo para saber padecer los dolores ; empero los
consentirá el mundo, que es patria de todos. «Saldrás mártires de Jesucristo nuestro Señor tuvieron gracia
desterrado.» Saldré sí, mas desterrado no. Puede el para gozarle en ellos, descansaren el fuego, (6) coro
tirano mudarme los pies, mas no la patria. Dejaré mi narse de los martirios. Cristiano, será afrenta no igua
casa por otra, y por otro lugar el mió; mas nunca larme á los idólatras ; será delito no imitar á los cris
podrán hacer que deje mi tierra. Saldré del lugar don tianos. «Padezco dolor.» Yo nací para padecer con el
de nací, mas no del lugar para donde nací. «Saldrás cuerpo ; empero nací para saber padecer con el alma:
desterrado.» Dejaré una parte de mi patria por otra. haga el dolor su oficio, que es afligirme; haga yo el mió,
■ No verás tus hijos ni tu mujer ni tus parientes.» que es vencerle.
Estando yo con ellos, me pudiera suceder. « Alejaránte
de tus amigos.» Iré donde pueda tener otros. «No se- (4) Anasagoras {Todoi los impreso*, y lo mimo después.)
U) Véase la nota (m del tomo i, página 37}.
(5) desprecialle (M.)
(1) mi» inporta (A. D. B. F. S.) (6) y coronarse (S.)
(i) imilarloa i/«\)
(3) el logar (5.)
378 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
i
SÉNECA.
largo para tragar, el cuerpo montuoso y desigual ;pj.
rece compuesto de diferentes brutos : así el avariento
Moléstame la pobreta. en sus costumbres. «Pobre soy.» Rico fué el avariento,
10. «Moléstame la pobreza.» Antes tú molestas S la y pidió desde el infierno una gota de agua al pobre
■pobreza. No está el mal en la pobreza, sino en el po- que estaba en el cielo , á quien negó una migaja en la
'bre; ella es desembarazada, esalegre, es segura. «Soy tierra. «Pobre soy.» San Pedro Crisólogo me dice lo
pobre.» No conoces que padeces la opinión que tie que he de hacer para ser rico. El aconseja que el ora
nes de la pobreza , y no la pobreza que tienes. « Eres suba á la patria (3) de la alma, que es el cielo; que la
pobre.» Porque te parece que lo eres. «Pobre' soy.» alma no baje á la patria del oro, que es la tierra.
Nada falta á las aves. Las bestias viven para un dia.
Para el alimento de las fieras es suficiente su soledad. SÉNECA.
«Recibió el otro mucho dinero.» Por el consiguiente No sojfpoderoso.
mucha soberbia.
II, «No soy poderoso.» Alégrate, que por eso no
DO» FRANCISCO DE QUEVEDO.
serás desapoderado. «Podrán injuriarme.» Alégrate,
«Moléstame la pobreza. » La pobreza no molesta pues no podrás injuriar. «Tiene otro mucho dinero*
sino al que no sabe con ella ser rico. Aquel es pobre, Juzgaste hombre, y es arca. ¿Quién invidió al era
á quien falta lo que tiene. Aquel es rico, á quien sobra rio? ¿quién á los talegos llenos? Este, á quien tie
lo que le falta. Epicuro dijo: Si quieres ser rico, no nes por señor del dinero, es bolsa. Mucho posee, es
añadas dinero, quita codicia. «Soy pobre.» De lo ne avariento ó pródigo. Si avaro, no lo tiene; siprófa,
cesario ninguno es pobre; de lo superfino ninguno es no lo tendrá. Este que tienes por bienaventurado, mu
rico. «Soy pobre.» Nadie lo puede tener todo, y cual chas veces se congoja, muchas suspira, a Muchos le
quiera lo puede despreciar, para tenerlo todo. Este acompañan.» Las moscas siguen la miel, los lobos los
puede, y aquel no. ¿Con qué razón llamas rico al que cadáveres, el trigo las hormigas. El robo sigue esta
no puede lo que quiere, y pobre al que puede lo que multitud , no el hombre.
quiere? «Estoy pobre.» Dijeras verdad si dijeras: Yo
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
me hago pobre, no porque no tengo mucho, sino por
que no me contento con poco. La naturaleza es hacien aNo soy poderoso.» (4) Si lo fueras contigo, lo foe-
da de todos. Ella es magnifica; no consiente pobres: ras. Quejaste de no ser poderoso con otros, jute
no hay gusano, pez, animal, ave ni planta que se que quejas de no serlo contigo. «No soy poileroso.i(¡««
je de que le dio corto patrimonio. Solo el hombre, pa no puede lo que no debe querer, ese es poderoso; f a
ra quien por voluntad de Dios produjo todas las cosas, puede lo que no debe querer, es desapoderado. *
la disfama, y dice que es pobre ; no porque le (1) falta soy poderoso.» Si quieres lo que no has menester, eres
lo que ha menester, sino poique no le sobra lo que (2) necio; si loque otros tienen, eres malo; si lo imposi
haga falta á los otros. Aquel es rico, por quien ninguno ble, eres loco. «No soy poderoso.» Si quieres lo qn*
es pobre. Aquel es pobre, por quien muchos son pobres. está en tu poder, luego serás poderoso; si loquea
«Soy pobre.» Si nadie te pudo llamar pobre cuando en el ajeno, nunca lo serás. «Podrán injuriarme.'
•nueve meses fuiste peso átu madre, porque sin cui En el sabio no cabe injuria; doctrina estoica es. Sen
dar tú de tí te dio naturaleza lo necesario para formar tí cabe , más eres necio que injuriado. «Tiene otro ma
te, ¿por qué te llamas pobre cuando para vivir no te cho dinero.» No dices bien , que el mucho dinero ti«B
niega nada? Si no quieres volverá tu principio, acér al otro. Si tiene el dinero, no le gasta ; si no le gasli,
cate á tu fin (pues te acercas á él ), y aprenderás á vivir no le goza; si le gasta, no le tiene. El dinero sea1'*
de cuando empezaste y de cuando acabes. « Soy po quiere con trabajo, se tiene con cuidado; se pierde y
bre. » ¿ Por qué? ¿ porque fortuna no te da lo que de se da y se deja con dolor. Destas calamidades tieiw
seas? Eso es querer la fortuna que seas rico, aunque muchas quien tiene mucho dinero. «Tiene otro nucí»
no quieras. Mas difícil es alcanzar de la fortuna que te dinero.» Si lo heredó de otro, otro lo heredará del; s
dé lo que pidieres, que alcanzar de tí propio que no la se lo dio alguno , alguno se lo puede quitar ; si lo ad
pidas. Puede ser que alcances que te dé lo que deseas, quirió, lo puede perder. «Tiene otro mucho dinero.»
mas nunca te dará hartura en lo que te diere. «Soy A tí (S) parece mucho, á él poco, pues desea afc
pobre.» De oro y de ladrones, de oro y de iuvidiosos, ¿Vés cómo la hacienda es pobreza, pues siempre w*
de oro y de aduladores ; no tengo hacienda ni miedo, ne con necesidad de más al que más tiene? Quien crea
no tengo hacienda ni desvelo. Más rico eres en no te con poco , no es mucho ; quien se llena con poco,
ner esto que en tener aquello. ¿Ves cómo lo que te es. Al avariento tanta falta le hace lo que tiene como
falta te hace rico con lo que te quita? Cristo, Dios y lo que no tiene. El pródigo él se hace falta á sí de lo
hombre, dijo que eran bienaventurados los pobres de uno y de lo otro. El pobre solo es rico si está contento
espíritu; y en el Evangelio, que era más fácil entrar con lo poco que tiene, y no está quejoso de lo mucho
el camello por el ojo de una aguja , que entrar un rico que otros tienen. El pobre no es invidiado, porque e;
en el reino del cielo. Tiene el camello la condición del pobre. El pobre no es invidioso, porque sabe ser pfr
rico, que es el animal que solamente se hinca de rodi bre. Dijo Juvenal que la pobreza hace á los pobres
llas á quien le carga. Tiene el talle del rico , el cuello ridículos. Dice la pobreza que la riqueza hace á te
(3) del alma (F. S.)
(1) falte (S.) (A) Si lo fueras; contigo (.1. D. B. F. S.>
[*) falta (M. A. D. B. F.) (S) te parece {A. B. B. F. S.)
L .
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 377
ricos lamentables. Machos acompañan al rico ; mu ta es delincuente, solo es dichoso el que le pierde, so
chos , es verdad , pero malos. Los que dices que le lo virtuoso el que le siembra en los pobres, siguiendo
acompañan, le acechan; son persecución , no acompa la agricultura de la limosna.
ñamiento. Acompáñanle porque es rico, es verdad,
mas es verdad que le acompañan para dejarle pobre. SÉNECA.
Dirás que si el ser pobre es bueno y santo y segu Perdí los ojos.
ro, que ¿porqué mandó Cristo á los ricos que diesen
su hacienda á los pobres, pues con ella dejarían de ser 43. «Perdí los ojos.» También la noche tiene sus
pobres? Respóndete que Jesucristo no mandó que les deleites. «Perdí los ojos.» ¡ A cuántos apetitos cegué el
diesen limosna para que dejasen de ser pobres, sino camino! ¡ De cuántas cosas carecerás, que por verlas
para que lo pudiesen ser. Quien da lo que le sobra al te debieras sacar los ojos! ¿No sabes que es la ceguera
que le falta, restituye, paga y no da; á sí se desemba parte de la inocencia? A este enseñan sus ojos el adul
raza, y al otro socorre. Por esto no has de afligirte de terio, al otro el incesto; á uno la casa que codicie, á
no ser poderoso. Pilatos se preció de poderoso contra otro la ciudad , y todos los males. De verdad ellos irri
Jesucristo diciendo : «¿No sabes que soy poderoso para tan los vicios y guian las maldades.
crucificarte y para librarte?» Pilatos condenó á Cristo,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
Cristo murió. Mira tú cuál juzgas por poderoso; que
de aquella casta es el poder que echas menos. «Perdí los ojos.» Perdí los que pierden á muchos.
Mal es el no ver, mas peor es el ver para mal. «Perdí
SÉNECA. los ojos.» Perdi un sentido, por donde suelen perderse
todas las potencias. «Perdí los ojos.» No digo bien;
Terdi el dinero.
perdiéronlos los apetitos desordenados, los afectos per
48. «Perdi el dinero.» Pudiera ser que el dinero niciosos. Cerré las puertas á la entrada de todos los
te perdiera á tí. « Perdí el dinero. » Pero Invístele. vicios. No £é por dónde voy, ni los delitos saben por
«Perdí el dinero.» Por eso tienes menos peligros. «Per- dónde venir á mí. No viendo , voy tentando; y si viera,
di el dinero.» ¡ Oh lú dichoso, si con él perdiste la ava fuera tentado. «Perdí los ojos.» Y tropiezo en lo que
ricia! Mas si ha quedado contigo, eres en cierta mane no veo; mas era peor, cuando via, caer en lo que mi
ra dichoso en haber faltado materia á tan gran mal. raba. « Perdí los ojos. » No es gran pérdida la que
«He perdido el dinero.» Y él á muchos. Ahora irás en substituye un palo, la que suple un perrillo, la que
el camino más desembarazado, y estarás en tu ca disimula un niño. «Perdi los ojos. » Hombres y muje
sa (1) más seguro. No le tienes, y no temes heredero. res ha habido que por su quietud se los han sacado. Si
Si lo entiendes , la naturaleza te descargó , y te puso no hubiera visto, sintiera no ver ; mas como sé que
en más seguro lugar. Llamaste daño, y es remedio. (2) son pasadizo de todos los pecados, me consuelo de ha
Lloras y gimes, llamaste desdichado porque has sido ber perdido la vista. «Perdí los ojos.» Y el distraimicn-
despojado de la hacienda: por tu culpa es tan triste | to del entendimiento, y el divertimiento de la contem
para (i esta pérdida. No la sintieras tanto, si le hubie plación, y el contagio de la voluntad. Quien conoce
ras tenido como cosa que se podia perder. «Perdí el los males que ocasionan , con tanto gusto los cierra pa
dinero.» Conviene á saber, el que para que tú le tu ra no ver como para dormir. Son de tanto desasosiego,
vieses, otro lo perdió antes. que solo descansa el hombre cuando los cierra. Mejor
los cierra quien los pierde que quien los cierra, pues
DON FIUNC1SCO DE QUEVEDO.
no podrá volverlos á abrir. «Perdí los ojos.» Poco an
«Perdí el dinero.» El descuido, que te le quila, es tes que los habia de perder. De la muerte es esta doc
remedio del daño que te hizo el cuidado que te le dio. trina. Hasta que el hombre pierde los ojos, (3) no em
•Perdí el dinero.» Si lo dices por alabarte, puedes; pieza á descansar. Tales son, que Jesucristo nuestro
si por quejarte, tan perdido como el dinero estás. Señor dijo «que si el ojo fuere malo, lo será todo el
«Perdi el dinero.» Si le deseas cobrar, él te ha perdi cuerpo»; y mandó «que si el ojo derecho me escan
do i tí ; si no, á tí y á él has ganado. Es perdido quien dalizare , no solo le saque , sino que le arroje fuera
siente haber perdido lo que habia de sentir haber ga de mí.» Estas palabras para quien tiene ojos son pre
nado. Perder uno lo que ha de dejar, es prevención, cepto ; para mí , que los perdí , consuelo.
y no pérdida. Si te le anegó el mar, más cuidado
tiene el mar de tu quietud que tú mismo. Si te le SÉNECA.
hurtó el ladrón, no te quejes de quien tu enfermedad
Perdí los hijos.
la quiere para sí. Este, médico es, no ladrón. «Perdi
el dinero.» Lo peligroso fué adquirirle ; lo malo, sentir 44. «Perdí los hijos. » Necio eres, pnes lloras los
el perderle. Más se han perdido por tenerle que por sucesos de los mortales. ¿Qué tiene esto de nuevo ni de
perderle. Peor cuenta da del juicio del hombre la admirable? ¡Cuín pocas casas hay sin este suceso ! Llo-
abundancia que la necesidad. Para que otro me quite I ras por infeliz el árbol que viviendo él se le cae la hoja,
lo que tengo , es menester que otro sea malo. Para te pues tus hijos son tu fruto. Ninguno está fuera del tiro
nerlo, es menester que muchas veces lo sea yo. Si que hiere. Sácanse mal logrados entierros de las casas
quien tiene el dinero es desdichado , y quien se le qui- plebeyas , y sácanse de las reales. ¿No es una propia or
den la del hado que la de la edad? No como cada uno
(1) seguro (JT. A. D. B. F.)
(2) j lloras j times. Llamaste (S.) (3) no le empieza '■!.)
378 OBMS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
viene, sale. ¿Qué tienes de que indignarte? ¿Qué te su-
DON FRANCISCO DE QCEVEDO.'
cede contra lo que esperabas? Mueren los que habían
de morir. « Empero deseaba yo que me siguieran.» Mas «Caí en (4) las manos de los ladrones.» En naciendo
ésto nadie te lo prometió. «Murieron mis hijos.» Te caíste en ellas, pues caiste en las manos del tiempo,
nían otro de quien ser más que de ti; de prestado es que es el mayor ladrón de todos, y el que á todos los
taban contigo. Diótelos la fortuna para que los criases; ladrones hurta lo que hurtaron. El tiempo te hartó k
recibiólos, no los quitó. vida que tenias, te hurta laque tienes, tehurUri
«Padecí borrasca.» No pienses en lo que perdiste, la que tuvieres. Poco dije en que fué tu ladran desde
sino en que escapaste. «Salí desnudo.» Empero salis que naciste; más antiguo ladrón es y más sutil; en el
te. (1) « Perdílo todo.» Mas pudiste perderte con todo. vientre de tu madre empezó á robarte á ti mismo
en los nueve meses ; él da la niñez y la hurta; él da
DON FRANCISCO DE QUEVEDO. la mocedad y la roba ; él da la vejez y la escala. Pre
«Perdi los hijos.» Si se habían de perder, fué ga tenderá por disculpa que hurta lo que da; por e*) es
nancia. «Perdí los hijos.» Quien dice que pierde lo peor ladrón, pues da solo para tener que hurtar. Tam
que debe cuando lo paga, niega lo que debe. «Perdí bién nos hurta el tiempo lo que no da, como la hacien
los hijos. » Más propios eran de quien te los prestó y da, la salud ; aquella nos dio el negocio, la solicitad»
los cobra, que de tí, que los pagas. Deudor eras, y pa el suceso; esta el temperamento, la región, ola lea-
dre te llamabas. Delante van los que vinieron después planza y abstinencia. «Caí en las manos de los latkt-
de ti; quien te los dio los lleva; á tí te toca no mirar nes.» ¿Por dónde irás, dónde estarás que nocaigass
cuánto vivieron , sino cómo vivieron (o). Quien te dio ellas? La mujer propia con su hermosura y su com¡*
los hijos los dio la vida ; como le agradeciste lo uno, le nía te hurta las fuerzas y la salud ; tus hijos la quíei*)
has de agradecer lo otro. « Perdí mis hijos.» Porque con el cuidado; los criados la paciencia con sus des
lo eran, ó los habías de perder, ó te habían de per cuidos. «Caí en las manos de los ladrones.» Si Uevabu
der ellos. Si te murieras , te quejaras de dejarlos des que te robasen, tú los hiciste ladrones; si no, ellos ca
amparados; si se mueren, te quejas de que te dejan yeron en tus manos. « Tengo grandes enemigos.» I»
solo; no quisieras morir ni que se murieran. Dirás remedios tienes : uno , despreciarlos con b««ildad,é
que vivieron poco; ¿de qué sabes si vivieran más, si padecerlos con virtud , ó desarmarlos con padená.
murieran peor? iuvenal dice que se pidad Dios ánimo De los grandes enemigos no te puedes guardar m
esforzado, que carezca del terror de la muerte ; que con la disimulación. No hay remedio contra lapss-
cuente entre las mercedes el último espacio de la vida. cucion délos poderosos, sino dar á enleoderp»
Teme que Dios castiga muchas veces á los hombres se entiende. Asi dice Tácito lo hizo Agripinacaí»
concediéndoles lo que desean. La muerte ejecuta los entendió era su hijo quien la mandaba matar. Si
plazos que dio el acreedor ; al que debe solo le toca enemigo poderoso agradecieres lo que le padeces,*!*
pagar. Alégrate de ver á tus hijos fuera de la obliga padecerá. «Tengo grandes enemigos.» No puede»
ción, (2) y disponte á salir de la tuya. «Dirás que eran grande quien persigue al menor. Aprovéchate de sa
mancebos, y tú viejo.» La muerte acaba los años, no enemistad, y te vengarás de él.
los cuenta; deja al que sale, y llévase al que viene. Tú,
que los engendraste, no les diste más vida, (3) ¿y te SÉNECA.
FRAGMENTO.
EPÍSTOLA V. plata y oro. Procuremos seguir mejor vida que el vul
go, no contraria; de otra manera espantamos á los que
Que procures con pertinacia, dejándolo todo, sin pretendemos enmendar, y los despedimos. También
embarazarte en otra cosa , hacer lo mejor cada día, ocasionamos que no quieran imitar nada nuestro, mien
lo apruebo, y me alegro; y no solo te aconsejo que tras temen (I) que no se ha de imitar todo. Esto es lo pri
perseveres, sino te lo ruego. Empero te advierto que, mero que la filosofía promete: sentir comunmente, hu
no al modo deaquellos que no quieren aprovechar, si manidad y comercio; de la cual profesión separará la di
no parecer, hagas algo que en el hábito tuyo ú en similitud. Procuremosqueestas cosas por que queremos
el género de vida sea notable. El traje áspero y la gre ser admirados, no nos hagan ridículos y odiosos. Con
ña erizada, la barba con desaliño, y las enemistades viene saber que nuestro instituto es vivir conforme á
publicadas con la plata, y la cama por el suelo, y cual naturaleza. Es contra naturaleza atormentar el cuerpo
quier cosa que sigue la ambición por camino perver propio , aborrecer la limpieza fácil, apetecer el desaseo,
so, la debes evitar. Harto invidioso es el mismo nom y no solo usar de comidas viles, sino horribles y feís.
bre de la filosofía , aunque con modestia se trate. ¿Qué Como desear cosas delicadas es superfluidad, de la mis
será pues si empezamos á retirarnos del trato de los ma suerte huir las acostumbradas y baratas es locura.
hombres? Interiormente sea diferente todo; nuestro La filosofía busca la moderación, no la pena : puede
semblante con el pueblo convenga. La toga no sea res ser la templanza no afectada. Este modo me contenta.
plandeciente, ni sucia. No tengamos plata en que haya Témplese la vida entre las buenas costumbres y las
descendido la escultura del oro sólido ; mas no presu públicas, todos miren atentamente nuestra vida, pero
mamos que es seña de frugalidad haber carecido de conózcanla. ¿Qué pues? ¿Haremos lo mismo que los otros;
(«) loídito. rió el bueno del tipógrafo de extender por el mundo aquella obra,
Anterior al mes de diciembre de 1639. no valiéndose de tinta ni pluma de ave ó estilo de metal, sioo de
Asi retula Qcevepo este libro en el prólogo del Maree Bruto, cierta invención singular y artificiosa de imprimir ó caracterltar.
y dice que, embargado con los demás papeles suyos al tiempo de En 1494 volvieron á reproducirlas, por industria de Claudio Jam-
so ánima prisión, no le fué restituido. mar, las prensas de Paris, en 8.*; las de Leipsic tres años después;
Tarsla, en la Vida de nuestro gran repdblieo, guárdase de Ajar y las de Venecia en 1499, por Sebastian Manilio Romano.
el número de las epístolas, expresando solamente que fueron al- Tengo sobre mi mesa la traducción que , por orden de don Juan
paos las ocultadas y perdidas. el Segundo, mandó hacer el famoso historiador y poeta Fernán Pé
Afortunadamente (a mas de una de Plinio), once de Séneca tradu rez de Gnzman, señor de Batres, de las setenta y cinco primeras
cidas han llegado i mis manos ; y también cuatro del mismo don epístolas, trasladándolas de lengua toscana en lengua castellana,
Fíloscisco, imitando el estilo, reproduciendo pensamientos y má sobre la versión de Ricardo Pedro, ciudadano de Florencia. lié
ximas del filosofo cordobés, y acomodándose á su genio y gus aquí el frontis de este raro ejemplar : Las epístolas de Séneca con
to. Hiiolo en 1641 para disimular con tal nombre lo amargo de vna summa siquier introducios de philosophia moral en romanía
salir», quejas y censuras contra el gobierno de Felipe IV. con tabla ; impreso en Toledo por setiembre de 1510.
Estos fragmentos preciosos, que por vez primera boy ven la pú Hay también otra española traducción de algunas de las cartas,
blica lux, se hallan en el tomo u , folio 1 1I de las Obras mnnus- qne se debe á Juan Helio de Sande, publicada en Madrid por Al
criptas del caballero de Santiago, que juntó en 1724 el curioso pa fonso Martin, alio de 1612, con este rótulo : Doctrina moral de
pelista donjuán Isidro Fajardo (Biblioteca Nacional, M. 277). In tas epístolas que Lucio Aneo Séneca escribió á Lucilio.
titulan se alli : Epístolas de Séneca, traducida» por don francisco de Réstame decir que, sin sacar al pié todas las diferencias entre el
Qnetede y Villegas; y tienen la siguiente colocación : primero la 41 único manuscrito de que me he valido y mi testo, son muchas i
y su comento ; luego las 43, 32. 10, 44, 5, 31, 54, 110, 75, 39, causa de lo estragadlsimo de aquel. Pero tranquilícese el lector:
3, 29, 103, 116; y la de Plinio. por un cotejo escrupuloso del original latino y de la versión espa-
CUnto veinte y cinco son las cartas que se conservan de Séne fiola fijase la lección verdadera, despreciando las erratas indispu
ca i su intimo amigo Lucllio (el cual fué del Arden de los caba tables; y se llenan las pequeñas lagunas sin necesidad de llamar
lleros y tuvo el empleo de procurador del César en Sicilia); parle la atención sobre ello. ¿A qué, v. gr. en la primera epístola adver
correspondencia verdadera de ambos filósofos, parte escritas co tir la desatinada puntuación qne hace desesperar i un santo, ni
no dirigidas á Lucilio para completarla y poder hablar con más que á perecer se ha sustituido parecer; á teen — ú en ; a el suela
holgura y desenfado de los hombres y de las cosas. por la cama —la cama por el sucio ; á fragilidad — frugalidad? Mal
¿Será ocioso estampar aquí alguna noticia bibliográfica de las difícil era purificar el texto de las originales preciosísimas de Qui-
famosas ciento veinte y cinco epístolas de Séneca? Imprimiéronse veoo á imitación de Séneca, y pienso haberlo conseguido.
en París, años de 1470 y 1475, en 4.* ; y esta segunda vei también (1) lo qne han de imitar todo. (El «».)
ti Roma (en folio; por maestre Amoldo Pannartz, alemán. Se glo-
382 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
no habrá diferencia de nosotros á ellos? Mucha. Sé- alguna cosa. Y aunque cumplas los votos antiguos
pase que somos diferentes del vulgo, cuando más de á los dioses, empéñate en otros; pide buenamen
cerca nos meditare. Quien entrare en nuestra casa, te, buena salud del alma, después del cuerpo. ¿Por
antes -nos admire á nosotros que á nuestras alhajas : qué muchas veces no harás estos votos? Ruega í Dios
grande es aquel que usa del barro como de la plata, y osadamente, cuando no le pidieres algo de lo ajeno.
no es menor quien asi usa de la plata como del barro. Empero por inviar, como acostumbro, con alguna
De ánimo enfermo es no poder padecer las riquezas. joyuela mi carta ; es verdad lo que hallé en Aie-
Mas para comunicar contigo hasta el pequeño logro de uodoro : «Sabe que entonces estás libre de todas lis
hoy, hallé en nuestro Hecaton (o) que el fin de los de codicias, cuando llegares á tal perfección, que no pi
seos aprovecha aun para los remedios del temor: «De das ¿ Dios si no lo que en público puedas pedirle.)
jarás (dijo) de temer si dejares de esperar. » Dirás : Ahora pues,, ¡cuan grande es la ignorancia de los hom
¿Cómo estas cosas tan diversas son tan iguales? Asi es bres! entre dientes piden á Dios cosas, que si otro
mi Lucilio, y como se ven apartadas, están juntas. De la hombre aplica el oido, callan ; y lo que no quieren que
misma suerte que la cárcel junta al preso y á la guarda, sepa el hombre, dicen á Dios. Mira pues no paedi
así estas cosas, que son tan diferentes, se aunan igual mandársete esto saludablemente: vive asi con los hom
mente. El miedo sigue á la esperanza. Y no me espan bres como si Dios te viese; habla con Dios como sito
to que estas cosas anden así : entrambas son del ánimo oyesen los hombres.
que pende, (i) entrambas del que es solicito de lo fu-
turo. Pero reconózcase la mayor causa de ambas, en EPÍSTOLA XXXI.
que no nos acomodamos á lo presente, antes inviamos j
á lo más lejos nuestras imaginaciones. Por lo cual la I Reconozco ámi Lucilio, empieza á mostrarse como so
providencia, bien el mayor de la condición humana, prometió.
se ha vuelto en mal. Las fieras huyen los peligros que Prosigue aquel ímpetu del ánimo , con el cual pi
ven, en librándose tienen seguridad; nosotros con lo sando los bienes (2) populares, ibas á todos los me-
pasado y lo porvenir nos atormentamos. Muchos bie jores. No deseo que seas mayor ni mejor de lo jk
nes nuestros nos dañan. El tormento del temor la me destinabas. Tus cimientos ocuparon mucho siüo;oh
moria le vuelve, la providencíale anticipa. Nadie es tanto como empezaste, y trata aquellas cosas quena-
solo miserable con lo presente. giste en tu ánimo. Finalmente serás sabio si cernía
los oidos; para lo cual no basta la cera, es necesario
EPÍSTOLA X. más bien amasado betún que el que nos cuentan qa;
• usó L'lises. Era blanda aquella voz que se temia, mas do
Es así, no mudo el parecer. Huye los muchos, huye pública; empero esta que has de temer, no resuena de
los pocos, huye de uno. No tengo persona con quien un escollo, sino de todas las partes de la tierra. Deja
desee te comuniques; y mira adonde va mi juicio: ¡ atrás, no un lugar con las asechanzas de los deleites
atrévome á fiarte á ti mismo. Crates (así lo dicen), sien- !i sospechoso, sino todas las ciudades: muéstrate sordo
do oyente deste mismo Stilpon, de quien hablé en la á los que más amas. Con buena intención te desea»
primera epístola, como viese un mancebo que á solas mal ; y si quieres ser dichoso, ruega á Dios que noto
se paseaba, preguntóle: «¿Qué haces aquí solo?» Res- acontezca algo de lo que se desea. No son bienes los
pondió : «Hablo conmigo.» Díjole Crates : «Ruégote que que estos te encaminan ; solo un bien hay, que es cao-
te guardes , y con diligencia atiendas no hables con al sa y firmamento de la vida bienaventurada; fiarse a1 si,
gún hombre malo.» Acostumbramos guardar al que llo Esto no puede alcanzarse sino es habiendo despreciado
ra y al que teme, porque no use mal de la soledad ; no el trabajo, y teniéndole en el número de aquellas co
se debe dejará sí mismo alguno de los imprudentes. sas que ni son buenas ni malas. No puede serqueura
Entonces solicitan los malos consejos, entonces maqui cosa sea ahora buena y ahora mala ; ahora blanda, J
nan los futuros peligros, ú para otros ú para ellos mis que puede sufrirse, ahora horrible. El trabajo no es
mos; entonces ordenan los malos apetitos, entonces bien. ¿Qué pues es bueno? El desprecio del trabajo.
vierte el ánimo cualquiera cosa que el miedo ó la ver Por lo cual en vano culparé é los fatigados; cuanlortó
güenza detenia ; entonces afila el atrevimiento, irrita afanaren y menos permitieren ser vencidos y que les
la concupiscencia, instiga la ira. Finalmente , aquella permitan tomar aliento, los admiraré aclamániioloi
comodidad que la soledad tiene solamente (de anadie Levántale otro tanto mejor y respira; y si puedes, so
fiar algo, no temer juez), perece en el necio; él mismo brepuja esta cumbre de una vez. El trabajo alamenU
se delata. Mira pues lo que de tí espero, antes lo que á los ánimosgenerosos. No hay cosa que debas escoger
mí me prometo. La esperanza del bien incierto no es del voto antiguo de tus padres, ni querer que te su
más de nombre. No hallo con quién más quiera que es ceda, ni que puedas desear; y á quien por las mayor»
tés que coutigo. Acuerdóme con cuan grandeánimo has cosas esvarón perfecto, torpe cosa es aun ahora fu
pronunciado algunas palabras, cuan llenas de valentía. gará los dioses. ¿Qué necesidad tienes de ruegos? Bar
Luego me di las gracias, y dije : Esto no procede de la te tú mismo dichoso. Conseguiráslo si entendieres qoo
extremidad de los labios; estas voces fundamento son bienes aquellos con que la virtud está mezclara,
tienen ; este hombre no es uno de los del pueblo, y males los que acompaña la malicia. De la suerte qo
mira la salud. Habla asi , asi vive ; mira uo te abata sin la luz nada es resplandeciente; nada obscuro, s»
lo que anochecen las tinieblas ó participó a'6l> de
(a) Estoico, discípulo de Paséelo, natural de Rodas,
(i) porque no noi acomodamos I lo presente, [El m. Be tupli-
do la imiu.) (t¡ temporales, ibas(,£ím».)
epístolas de séneca traducidas. 383
sombra; y de h misma manera que sin intervención del | aquellos á quien pregunto en qué te ocupas, me res
fuego nada es cálido, nada sin aire frió;—asi hace lo ponden que no lo saben. Es saludable no conversar con
honesto y lo torpe la compañía de la virtud y de la los desemejantes y que codician diferentes cosas. Ten
maldad. go confianza que no te podrán torcer, y que persevera
¿Qué es pues el bien? La ciencia de las cosas. ¿Qué rás en tu propósito aun cuando te cerque multitud
es el mal? La ignorancia dellas. El que es artiüce solícita. ¿Qué pues? No temo que te muden, temo que
prudente conocerá el tiempo en que ha de elegirlas te impidan. Mucho daña el que detiene; principalmen
ó apartarlas ; empero no teme lo que aparta ni admira te en vida tan breve ; la cual hacemos con la incons
lo que escoge, si ya tiene grande é invencible ánimo. tancia más corta, haciendo que cada dia tenga otro
No te permito el sujetarte y el abatirte. Poco es no principio. Desmenuzárnosla en partículas, y despe
rehusar el trabnjo , pídele. Dirás pues : ¿Cuál es el tra dazárnosla. Date pues, carísimo Lucilio, prisa; y con
bajo frivolo y sin fruto? Aquel que las causas frivolas sidera si el enemigo viniera á tus espaldas, cuan veloz
ocasiona. No es malo no más que aquel que se emplea te adelantaras, si un caballo ligero sospecharas que
en las cosas hermosas ; porque del ánimo es la misma venia en tu alcance borrando tus pisadas. Esto suce
tolerancia, que se exhorta á lo duro y áspero y dice: de, vante á los alcances; aguija á librarte. Ponte en
¿Por qué cesas? No es de varón fuerte temer el sudor. salvo, y desde allí considera cuan hermosa cosa es
Llegúese á esto y á aquello, para que (I) la virtud sea acabarla vida antes de la muerte, después aguardar
perfecta, y la mmlitla y compás de la vida igualmente se 1 seguro la demás parte que resta de tu tiempo, puesto
concuerden en todo ; lo cual no puede ser si no concur ! en la posesión de la vida bienaventurada, la cual no
ren ciencia y arte, por las cuales se conozcan las cosas i crece la bienaventuranza haciéndose más larga. ¡ Oh,
humanas y divinas. Estees el sumo bien, que si le ocupas > cuándo verás aquel tiempo en que sabrás que el tiem-
empiezas á ser compañero de los dioses, no siervo. > po note pertenece, con el cual tendrás tranquilidad
Preguntas ¿cómo se llega á esto? No por el monte I y gozo, sin hacer caso del dia venidero, y estarás en
Peoino ó Gravo, ni por los desiertos de Candavia, ni has i suma hartura de ti mismo! ¿Quieres saber qué hace
de pasar las Sirtes, ni Scila ó Caribdis, todos los cuales ! á los hombres ansiosos de lo futuro? Nadie está con-
peligros atravesaste llevado del precio de un oOzuelo. 1 tentó consigo. Otras cosas desearon tus padres para
Camino es seguro y agradable al que la naturaleza te tí ; empero yo, al revés , deseo para tí el desprecio
llamó. Dióte lo que si no lo desamparares, te levanta- de todo lo que ellos te desearon. Sus votos despojabati
ras igual á Dios. (2) Igual á Dios no te hará el dinero: muchos para hacerte rico : cualquier cosa que ú tí ha
Dios ninguno tiene. Ni el vestido magnífico : Dios está de añadirse, se quita á alguno. Yo te deseo poder en
desnudo. No la fama ni tu propia ostentación, ni der tí mismo, para que la alma combatida de vagas imagi
ramada por los pueblos la noticia de tu nombre : ningu naciones las resista y tenga certidumbre , y se agrade
no conoció á Dios; muchos piensan mal del , y sin cas así; y entendidos ios verdaderos bienes, pues jun
tigo. No la multitud de los criados, que llevan tu litera tamente se extienden y poseen , no necesite de añadir
por las calles de la ciudad y por los caminos : aquel edad. Aquel finalmente está de la otra parte de las
Dios grande y poderosísimo , él mismo lo lleva todo. Ni violencias, y jubilado y libre, que vive acabada la
la hermosura ni las fuerzas te pueden hacer bienaven vida.
turado; ninguna cosa destas deja de padecer vejez. liase EPÍSTOLA XLI.
de buscar lo que cada dia no se haga peor, lo que no
pueda ser ofendido. ¿Qué es esto? El ánimo ; mas este, Haces cosa buena y para tí saludable, si, como escri
recto, bueno y grande. ¿Qué otra cosa dirás que es este bes, perseverasen ir á la buena mente; la cual es ne
sino Dios, que es güésped en cuerpo humano? Este cedad desearla , pudiendo alcanzarla de tí. No se han
puede habitaren un caballero romano, en un libertino, de levantar las manos al cielo, ni rogar al sacristán para
en un esclavo. ¿Qué es caballero romano, esclavo ó li que, introduciéndonos hasta las orejas de los simula
bertino? Nombres que nacieron de la ambición ú de la cros, podamos ser oídos mejor. Dios está cerca de tí,
injuria. ¿Puede subirse al cielo desde un rincón? Le contigo está, está dentro. Así lo juzgo, Lucilio: sagrado
vántate ahora y «fíngete que tú también eres digno de espíritu habita dentro de nosotros, observador y guar
Dios». Fingirlo has, no con oro, no con plata; no se da de nuestros males y bienes; este así nos trata como
puede con estos materiales hacer imagen semejante á le tratamos nosotros. No hay varón bueno sin Dios.
Dios. Considera que cuando fué propicio era de barro. ¿Por ventura puede alguno sobre la fortuna, si él no le
favorece, levantarse? El da consejos magníficos y rectos.
EPÍSTOLA XXXII. En cualquiera de los hombres buenos habita Dios; cuál
Dios no se sabe. Cuando con ancianos árbores, cuya
Contra ti inquiero, y pregunto i todos los que vie altura excediese con exceso la ordinaria, te ocurre un
nen desa región, qué haces, y dónde y con quién ha bosque frecuentado, y que con la densidad de ramas
bitas. No puedes engañarme (3) : estoy contigo. Así entretejidas esconde á tu vista el cielo,—aquella gran
vive como el que hace lo que he de oír ; más, como deza de la selva, lo arcano del lugar, y la admiración
el que lo ve. Preguntarás de las cosas que de tí oigo, de la sombra tan densa y tan continua en descubierto,
cuál me deleita más. Que no oigo nada ; porque todos alguna deidad testifica á tus ojos. Y si alguna sima coa
peñascos ya casi roídos de la edad suspende en su con
(1) la vida sea perfecta, j su medida y compás igualmente cavidad un monte, moverá tu ánimo con sospecha de
(8) El dinero : Dios (M.) ""'' religión . Veneramos las cabezas do las grandes riberas;
(3) Pree untar*» de las estas [El tu. Falta h iemtti.) el súbito nacimiento do grande rio, por parto ignora
38Í OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
da, tiene aras. Reveréncianse las fuentes de agua ca- | tenia, pues en esta epístola reprehende á Séneca, no
tiente, y lo opaco y lo profundo consagró algunos lagos. • tanto como cristiano al gentil , cuanto como francés
Si vesun liombreintrépidoen los peligros, entre losape- vivo al español muerto, sobre aquellas palabras: Quam
titos intacto, entre las adversidades dichoso, en medio stultum est optare ( bonam mentem), cum possii i te
délas terapestadessereno, que mira desde lugarsuperior impetrare. Dice : Impietatis et stultitiae plena haec
á los nombres, de iguala los dioses, ¿no te moverá á ve sententia Stoicorum fuit. Y tratando del grande Hora*
nerarle? ¿No dirás : Cosa es esta mayor y más alta de lo ció : Uac slultitia imbutus Horatius, itacecinü:
que puede caber en este c n er pozuelo, y presumirse del?
¡late satis estofare Joven, quidonatet aufert:
Fuerza divina bajó á este, ánimo excelente y moderado, Del vitam, del oyes: aequum mi animum ipse paraba!
que con desprecio pasa por todo, quejse rie de lo que
tememos y deseamos; poderío celestial le gobierna ; no Y introduciéndose en expurgatorio, añade : Immó
puede cosa tan grande mantenerse sin asistencia sobe vero, nugalur, iste aequus animus vel máximum Da
rana. Por lo cual con la mayor parte suya está allá de donum est : ñeque obtingere tibí, nisi divino beneficio
donde vino. No de otra suerte que los rayos del sol potest. Despropositada devergüenza fué llamará Ho
tocan la tierra, sin desclavarse de donde son enviados; racio burlador.
así el ánimo sagrado y grande enviado á estos vasos frá Dice Séneca á Lucilio que de sí mismo puede al
giles, para que de más cerca conociésemos lo divino, canzar la buenamente, mas no dice que sin el favor
conversa con nosotros, mas no se aparta de su origen: divino, antes dice repetidamente que con él. Suyas
de allí pende, allí mira y se afirma; en nuestras co son estas palabras : «No hay varón buenosin Dios; ¿por
sas interviene como mejor. Pues ¿quién es este? Ani ventura puede alguno sobre la fortuna, si él no le
mo, que en ningún bien se funda, sino en el propio. favorece , levantarse? El da los consejos magnifleos y
¡Qué cosa más necia que alabar en el hombre lo ajeno! rectos ; en cualquiera de los hombres buenos habita
¡Quién más loco que quien admira cosas que breve Dios.» No solólo dijo, sino consecutivamente á las
mente pueden transiente áolro! No hace mejor al palabras que Mureto condena. ¿Cuál cristiano negará
caballo el freno de oro. Otro es el león que con greña que el hombre, con el libre albedrío , no tiene mucha
dorada se rinde, mientras se deja manosear, y es forzado mano en perderse ó ganarse; pues si no, ni mereciera
con fatiga á recibir con paciencia los adornos; y en castigo ó premio? No conocieron los estoicos estos tér
todo diferente del inculto con espíritu entero. Este minos, gracia ni auxilios; empero no ignoraron ow
con el ímpetu formidable, como quiso la naturaleza que todo el bien dependía de Dios : favor y ayuda;»*-
fuese, hermoso de puro fiero, de quien lo horrible es tentamiento llamaron esto. Esta epístola lo dice mío;
decoro, que sin temor no puede mirarse, es preferido y de todo se desentiende Mureto. Epicteto fué está».
al lánguido y enjoyado. Nadie se ha de gloriar sino de y no incurre en esta acusación; ni Horacio, como en
sus cosas propias. Alabamos la vid si carga con el fruto muchos lugares suyos se ve, tropezó en los Tersos
los sarmientos, si las estacas con que la sustentan, con referidos en excluir á Dios : trató solo de la parte
el peso de los racimos que produjo las derriba en tier que para esto está en mano del hombre. Oigamos con
ra. ¿Acaso preferirá alguno á esta vid, una que admiración á Juvenal, sátira x:
tenga las uvas de oro, con hojas de oro cubiertas? En Nil ergo optalunt nomina? Si consilium vis,
la vid la fertilidad es su propia virtud ; de la misma Permitles ipsis expenderé tiumhibus , quid
manera en el hombre ha de alabarse lo que es suyo. Conveniat nobis, rebusque sit utile nostris.
Tiene hermosa familia y casa magnifica, mucho siem Nam projucundis optissima quaeque dabuni Dii,
Carior est Mis nomo, quim sibi. Nos animonm
bra, mucho adquiere; nada desto es en el mismo, sino impulsa el coecd magníqae cupidine ducti,
cerca del. Alábale lo que ninguno puede quitarle ni Conjungium petimus , partumqae uioris : al illis
darle, lo que es propio del hombre. Preguntas ¿qué Kotum , qui pueri , qualisque futura sil tutor.
es? Animo; y en el ánimo, la razón perfecta. Animal ra Orandumest, ut sit meas san» i* eorpore sane.
cional es el hombre ; consumará su bien si cumple Fortem posee animum , et mortis ferrare carente*
aquello para que nació. ¿Qué es pues lo que esta ra Qui spntium vitae ezlrcmum Ínter muñera pona!
zón le pide? Cosa facilísima: vivir según su naturaleza; fíalurae , qui ferré queat quoscumque labores;
Nesciat irasci, cupial nihil.—
mas esto hace difícil la común locura. El uno al otro
nos rempujamos en los vicios. ¿Cómo pues serán res Dice que se ln de pedir á Dios la buena mente f
tituidos á la salud los que nadie detiene y el pueblo im el ánimo fuerte, que ni tema la muerte, ni se enoje, m
pele? codicie cosa alguna.
Ningún otro gentil dijo que no pidiésemos á Dios
NOTA. señalándole los bienes, sino que nos remitamos asa
Exclama el doctísimo Justo Lipsio en el argumento voluntad; que él solo sabe dar lo que conviene, y qu«
desta epístola : O pukhram , altamque epistolam ! él por lo que apetecemos nos da lo provechoso; q¡'e
Leia sin pasión , juzgaba sin envidia, no se conocía en ama Dios más al hombre que el hombre á si mismo-
sus comentos su patria, lo francés no pasa del naci Gran ventaja hacen á todos los filósofos y poetas los
miento á la pluma. ¡O mi Lipsio, grande honra de Fran- j que dellos fueron en el tiempo de las persecuciones^
cia ! tanto como España debe á Córdoba porque le dio i los mártires cristianos ; viéronlos despreciar la vida,
á Séneca, te debe España porque se le resucitas y se , triunfaren la muerte, predicar el Evangelio; pudie
le defiendes. ron oir á los apóstoles, y por esto excedieron en la
No así, no, Marco Antonio Mureto, hombre (no se ! doctrina á los demás. Son ejemplo Séneca, Epicteto,
lo negamos) erudito, disimula lo enemigo, antes lo os- I Juvenal y Persio, que entre las cosas que se liabian de
EPÍSTOLAS DE SÉNECA TRADUCIDAS. 383
pedir á Dios, dice en la sátira n, empezando el octavo go y salir á la mayor felicidad de todas ? Si alguna
verso : Mens bona ; que es la mesma cláusula que en otra cosa hay buena en la filosofía, esto es, que no
esta epístola acusó Murcio á Séneca, á Horacio y á mira á los blasones. Todos, si al primer origen se mi
los estoicos; siendo asi que en toda la epístola repe ra, descienden de Dios. Eres caballero romano, en
tidamente dice Séneca que pende de Dios , que viene esta dignidad te colocó tu industria; mas de verdad
del, que ella mantiene. ¡Qué no dijo en aquellas pala para muchos se cierran los catorce asientos. No á to
bras : « No puede cosa tan grande mantenerse sin dos admite la curia : los ejércitos fastidiosamente es
asistencia soberana»! No hago á Séneca teólogo cris cogen los quereciben, para el peligro y el trabajo. La
tiano ; rescatóle de filósofo necio y de la calumnia de mente buena á todos está patente ; para esto todos so
Mureto. mos nobles. Ni despide á alguno la filosofía ni le es
Que está Dios en el varón cuya mente es buena, me coge , para todos resplandece. Sócrates no fué caba
jor lo dijo Lucano en el libro íx de su Farsalia, en llero, Cleántes fué aguador y regó un huertecillo con
aquellas animosas palabras de Catón ; lo primero lla sus manos ; la filosofía hizo noble á Platón , no le re
mándole lleno de Dios, á quien traía en su mente cibió noble. ¿Qué te obliga á desconfiar de poderte
callada: igualar con estos? Todos estos son tus antepasados,
Ule Tico platas , tacita qutm mente gerehat. si vives digno de que lo sean¿ Y seráslo si luego te
persuades que nadie te excede en nobleza. Igual es el
Lo segundo, y con más alta y artificiosa ponderación : número de los que á todos nos preceden : no hay al
Estne Dei sedes, nisi Ierra , et pontos, et aer, guno cuyo origen no esté más allá de la memoria se
Etcoeltun, et tirtusf pultado. Afirma Platón que «ningún rey deja de ser
Donde creciéndola oración, juzga más digno asiento descendiente de esclavos, y ningún esclavo de reyes».
de Dios á la virtud que al cielo. Larga variedad mezcló todo esto, y la fortuna barajó
En la epístolas, que el mismo Mureto anotó, dice, lo supremo con lo ínfimo. ¿Quién es generoso? el bien
tratando de lo que se ha de pedir á Dios : ñorja bonam compuesto de naturaleza para la virtud. Esto solo ha
mentem , bonam valetudinem animi, debute corporis. de mirarse; empero si a la antigüedad te vuelves,
De que se prueba que la acusación en Mureto no fué ■ ninguno hay que no descienda de aquella parte; nin-
falta de memoria, sino de voluntad. ¡ guno solo á quien no preceda la nada. Desde el primero
j nacimiento del mundo hasta hoy, nos ha traído alter
EPÍSTOLA XLIII. nativamente el orden de la sucesión por lo esclare
cido y lo vil. No hace ¡noble el camarín (a) cubierto con
¿Preguntas que cómo llegó esto á mi clara noticia? retratos ahumados de ilustres progenitores. Nadie vi
¿quién me dijo que pensabas lo que á nadie dijiste? vió para nuestra gloria, y lo que antes de nosotros
Aquel que de todo sabe mucho, el rumor. Dirás : ¿Tan fué no es nuestro. El ánimo hace noble al que de
grande cosa soy, que puedo causar rumor? No es razón cualquiera estado puede levantarse sobre la fortuna.
que mirando al puesto que ocupas te midas; mira á este Imagina pues que no eres caballero romano, sino li
en que vifes. El que entre las vecindades es mayor, bertino; puedes conseguir esto, que solo seas libre
grande es donde sobrepuja á los otros. Porque la gran éntrelos caballeros. Dirás. ¿De qué manera? Si para
deza no tiene cierta medida, la comparación ó la le diferenciarlo malo de lo bueno, no tuvieres al pue
vanta ú deprime. La nave que es grande en el rio, es blo por autor. No ha de mirarse de dónde vienen,
pequeña en el mar; eltimon que es grande en un navio, sino dónde van. Si hay algo que pueda hacer la vida
en otro es pequeño. Tú ahora en la provincia, aunque bienaventurada, aquello por si mismo es bueno, por
te desprecies átí mismo, grande eres: pregúntase y que no puede depravarse con el mal. ¿Qué es pues
sábese qué haces , cómo cenas y duermes ; por esto en lo que se yerra? En que, como todos desean la
has de vivir con más cuidado. Júzgate entonces dicho vida bienaventurada, por ella tienen sus instrumen
so, cuando puedas vivir en público, cuando tus pare tos, y mientras la buscan, la huyen; porque como la
des te alberguen y no te escondan : no afectamos las suma de la vida bienaventurada sea la seguridad só
clausuras y encerramientos para vivir más enmenda lida y la incontrastable confianza dolía , juntan las
dos, sino para pecar más ocultos. Yo me declararé causas de la solicitud, y por el insidioso camino de
para que entiendas nuestras costumbres. Apenas ha la vida, no solo llevan la carga, sino la arrastran. Y
llarás alguno que pueda vivir abierta la puerta ; los por esto siempre se apartan lejos del efecto que bus
porteros no los opuso la soberbia , sino la conciencia : can, (I) y cuanto mayor fatiga emplean, tanto mas se
de tal manera vivimos, que ser vistos de repente es embarazan y vuelven atrás; lo que acontece á los que
ser presos. ¿De qué aprovecha esconderse y evitar los aguijan en el laberinto , que la propia velocidad los
ojos y las orejas de los hombres? La buena conciencia enreda.
llama el concurso, la mala en la soledad está acongo
jada y solícita. Si es honesto lo que haces, todos lose- EPÍSTOLA L1V.
pan; si torpe, ¿de qué sirve que no lo sepa alguno, si Larga prevención desea mi poca salud : embistióme
tú lo sabes? ¡O miserable, si desprecias este testigo! de repente. ¿Con qué accidente y cuál enfermedad? me
EPÍSTOLA XL1V. preguntarás, y con razón, pues no hay alguna que ig
nore. Empero á una nací casi destinado, la cual no
¿Otra vez te me haces pequeñuelo y dices que pri
meramente se te mostró maligna la naturaleza, des (a) Atrinm.
pués la fortuna; esto cuando puedes eximirte del mi - [\> J vuelven itras; (Elms. Lo demás falta.)
Q-u. 23
386 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sé por qué la ha dé nombrar con tu palabra griega : desprecia, sin duda le pisa, mas pasa. Nadie ofende per
.A^sfyia ú O'pOóitvotav, pues harto propiamente se tinazmente ni con cuidado al que desprecia; hasta en el
puede decir suspiro. Es ímpetu breve, y semejante á la escuadrón no se repara en el caído, pelease con el cons
tempestad, acaba en una hora. ¿Quién suspira más tiem tante. Evitarás la esperanza de los malos, si no tuvieres
po. Todas las incomodidades del cuerpo ó peligros han cosa que despierte la cobdicia ajena y delincuente, si
pasado por mí, ninguno me parece tan molesto. ¿Por no posees algo insigne; porque se codician las cosas
qué? Lo demás, sea lo que fuere, es estar enfermo; esto señaladas, aunque sean poco conocidas. Así también
espirar. Por esto los médicos llaman á esta dolencia huirás la invidia si excusase! registro de los ojos, si
meditación de la muerte. Hará alguna vez aquel suspiro no alabares tus prendas, si supieres cerrar en tu seno
lo que muchas ha intentado. ¿Juzgarás te escribo esto tu gozo. Desta manera evitarás el odio por ofensa , no
alegre porque guarecí? Si con este (in, como en segura ofendiendo á alguno sin causa: desto te defenderá el
salud, ine deleito, tan ridiculo soy como aquel que sentido común ; esto fué peligroso á muchos. Muchos
porque dilató el día señalado al pleito piensa que ven tuvieron enemistad sin enemigo. Daráte el no ser te
ció. Mas yo en la misma falta de respiración no dejé de mido y la mediocridad de la fortuna y la blandura del
quietarme con imaginaciones alegres y fuertes. ¿Qué ingenio, luego que supieren los hombres eres persona
pues es esto ? ¿tantas veces me experimenta la muerte? á quien pueden ofender sin peligro. Tu reconciliación
Prosiga, que yo la experimento muchos días. ¿Dirás que será fácil y cierta. Ser temido, tan molesta cosa es en
cuándo? Antes que naciera. La muerte es no ser, y eso casa como fuera, tanto de los esclavos como de los li
fué antes, empero ya sé cuál es; después de mí se sigue bres. Para ofender todos tienen bastantes faenas.
lo que fué antes de mí. Si en esto hubiera algo de tor Añade que teme el que es temido ; nadie pudo ser te
mento, era forzoso lo hubiera habido antes que na mido con seguridad. Resta el desprecio, cuya como
ciésemos á esta luz, y de verdad entonces ninguna didad tiene quien le llegó á sí, el que es despreciado
molestia sentimos. ¿No dirás que es necísimo el que porque lo quiso ser, no porque mereció serlo. Lasioco-
pensase que á la lucerna le va peor después de muerta modidades deste apartan los buenos estudios, y las
que antes de ser encendida ? Nosotros así nos encende amistades de aquellos que pueden con algún poderoso;
mos y nos apagamos ; padecemos algo en el interme á los cuales conviene aplicarse, no (1) ligarse dema
dio. A entrambas cosas asiste alta seguridad. En esto siado, porque no sea más costoso el remedio que el pe
pues, mi Lucilio, si no me engaño, erramos ; juzgamos ligro. Nada aprovechará tanto como la quietud, y ta
que la muerte nos sigue, cuando ha precedido y nos blar con los otros muy poco, mucho consigo. Tttñt
viene siguiendo. Todo lo que fué antes de nosotros es cierta dulzura la conversación resbaladiza y haliaifl».
muerte. ¿Qué diferencia hallas entre no empezar y te que rebosa los secretos, no de otra manera quetliaw
ner fin? El efecto de entrambas cosas es no ser. Con y la embriaguez. Nadie callará lo que oyere, nadie ti
estas y otras exhortaciones mudas (porque no había lu biará cuanto oyere. Quien no callare la cosa, no calUi
gar para las palabras) no dejó de hablarme; después el autor. Tiene cada uno amigo á quien fia tanto coma
poco á poco aquel suspiro , que ya había empezado á le fian á él, para guardar su locuacidad y contentar
ser anhélito, hizo mayores intervalos; retardóse y se con los oídos de uno, (2) hasta saciar el pueblo : a¿i
fuese disminuyendo. Ni aun ahora, aunque cesa, se lo que fué secreto es rumor.
deriva de la naturaleza el espíritu: siento algún impe Grande porción es de la seguridad no hacer cosí
dimento y tardanza ; sea de la manera queqnisiere, en mala. Viven confusa y asustadamente los desapodera
tanto que no suspirare del ánimo. Esto puedo asegu dos; tanto temen como ofenden, y no descansan algo»
rarte de mí, que no temeré en lo último; estoy prepa instante; tiemblan luego que obran mal, no les deja
rado, nada pienso del dia. hacer otra cosa la- conciencia, y les obliga á que la oi
Admira y alaba á aquel que no rehusa la muerte gan : penas padece quien las aguarda, porque quien
cuando le es útil la vida. ¿ Qué valor es salir cuando las aguarda las merece. Algo en la mala conciencia da
te arrojan ? Y con todo, en esto hay valor. Soy echado, sosiego , nada seguridad : juzga que si bien do le han
mas salgo como si yo me fuera. Por esto nunca es im preso, pueden prenderle; entre sueños huye, y cum
pelido el sabio, porque ser arrojado, es salir impelido ias veces refiere maldades ajenas, imagina en las pro
de aquella parte de donde te apartas á tu pesar. El pias. No juzga que están bastantemente olvidadas;
sabio nada hace forzado ; huye lo forzoso , porque cubiertas. El delincuente alguna vez tuvo dicha de es
quiere lo que forzosamente ha de ser. conderse, nunca confianza.
i • .. . :in<
EPÍSTOLAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO
epístola ni. (6> de su igualdad, sino al reo. Quien condena sin oír i
entrambas partes, puede hacer justicia, no ser justo.
Aflígete en este destierro largo, mi soledad. Es verdad Persuádome que alguno me delató, y que fué mi más
que aquí estamos solos el preso y la cúrcel ; mas si familiar amigo; si el ser acusado presupusiera colpa,
me cuentas por vivo, en mí tengo compañía, y nunca nadie hubiera inocente. A quien me dice que es ter
me vi más acompañado que ahora que estoy sin otro. rible cosa que yo padezca sin causa, respondo con lis
Doyme todas las horas, y tengo conversación con la di palabras de Sócrates á su mujer: «¿Quieres que padez
vina Providencia, el entendimiento; con la soberana ca con ella?» Cuando me arrancaron de mi casa, todas las
Justicia, la voluntad;con los escarmientos, la memo invidias y los odios populares se descansaron alriba-
ria; razonan conmigo los libros, cuyas palabras oigo yéndome cuantos delitos satisfacían sus venganza; y
con los ojos. Esta asistencia es de academia, no de sus deseos. No fueron menos derramados en mi casa-
yermo; nunca, sino ahora, fui todo mío y para mi. go, pues me quitaron tantas cabezas, que era idhw-
Mayor y más preciosa parte rescata en mí la prisión, ter creerme hidra para creerlos : á mi me preguBütai
que encarcela, cuanto vale más el tiempo que el di por mi garganta, habiéndoles por ella. Dirás: ¿Qoéstto-
vertimiento. Tiénenme cerrado en una cuadra, mas cieron tus amigos? Responderé que siendo machos,
á pesar de las vueltas de la llave estoy libre; detié- uno solo traidor ; todos los demás más amigos. Desqui
nenme un cuerpo, á quien paró antes la vejez que las tóme de la infame maldad de aquella prodigiosa pie
guardas. dad destolros : aunque estaba labrado para instrumen
No es poder el mandar que no salga quien no puede to decoroso, era de metal bajo, como los demás de
levantarse; quien guarda lo que aborrece, mi Luci oro; al examen del crisol de la calamidad, el uno des
llo, más peca en cobarde que en avariento : quíten cubrió su escoria, los muchos sus quilates. Amigosde
le al más rematado delincuente cepos, cadenas y gri hierro , cuanto se apuran se pierden. No solo me fué
llos; pónganle mis pies y mi edad, y gritará que se los usura su alevosía, aumentando en los verdaderos amigos
vuelvan. El ánimo, que está fuera de lajurisdicionde la caridad, sino dándome por amigos á cuantos supie
cerraduras y candados, se despacha desde la tierra al ron la afectada ruindad de su maligna ingratitud.
cielo, y va y viene descansado de jornadas inmensas. Engañó el ánimo del Príncipe, todo clemente jraag.
Si mis enemigos tienen rencor, yo tengo paciencia. nánimo, no el entendimiento; pues ya que justamente
Pueden darme muerte; hazaña es de que se encargó me trata como á delatado, me permite piadoso vrrirco-
desde que nací mi propia naturaleza. Si no me quejo mo- á inocente. Quien más resiste por mí su acusación
de mí, que cada dia acabo mi vida, menos meque- criminosa, es el mismo juez, á quien irritó paran»
jaré del que diere ayuda á lo que hago en mí. ruina con ella. ¿Cuándo pues se acabarán los trabajos!
¿Pregúntasme por qué estoy preso? Respondo que por Necio es quien les espera otro fin , sino el desta vid».
lo qué no sé ; y esto no puede ser poco, y debo de ser Cuidado es de la muerte, y única merced suya; ella
muy rudo, pues en tantos años no lio podido saberlo. trae al dichoso lo que más teme , y al desdichado loque
Pues padezco por lo que no sé, padezco por ignorante; más desea. Hame dado Diosalta y lastimosa vergüeña
si es culpa serlo , despoblaránse las ciudades y pobla- sin habérsela pedido; y pidiéndosela, no me hadado
ránse las cárceles. No es la sinrazón que yo esté pre libertad : aquella porque se la dejé, esta porque laquie-
so, sino que no lo estén muchos. No diréyoquesoyino- ro para mi albedrío.
cente, mas el silencio de mi culpa publica que lo pa Ya, Lucilio, ni la crueldad puede quitarme mu
rezco. Las leyes no se deben á sí solas la conciencia chos años (debí decir meses) ni la misericordia permi
tírmelos. Si alguno se deleita de verme padecer, el
(si Inéditas.
climatérico más desafuciado le invidia la duración;
Escritas quizis en los primeros meses de 1641 y dirigidas proba sonle auxiliares en mi favor tantas calamidades como
blemente al inquisidor D. Juan Adán de la Parra. tienen desmoronado mi cuerpo y trillada mi salud.
(*> Toda es una viva pintura délas persecuciones y padecimien El ceño destas montañas, cuyos vientos rabiosos son
tos de Qüevudo, y de-la entereza con que sobrellevaba su encierro
de San Míreos de León ; las noticias que contiene, interesantisi- súbita locura, traen noche y hiviemo ; y en un mismo
nas para completar la Vida del Job de los poetas castellanos. dia del verano, que aquí es solo vocablo, hacen vinr
epístolas a imitación DE LAS DE SÉNECA. 39t
repartidos por las horas todos los meses del Invierno. alta no solo sale á recibir los rayos, antes llega á sa
Este es con tanto rigor frió, que lia menester buscar cárselos á Júpiter de las manos; quien de todos se des»
con qué calentar la lumbre quien quisiere calentarse, iguala, á todos desafia. Ninguno se queja más de la
pues del fuego solo se participa el humo, y del abrigo discordia que quien la ocasiona : los progenitores de
la costa. nuestra república fueron pocos, ladrones de solo un
Dichoso aquel que cuando el mundo está titubean robo; y multiplicóse con él, hizose poderosa con di
do para desquiciarse, pisa, como yo, el lugar donde ferentes hurtos, fuéle fácil á ella sola quitará todos lo
han de pisarle y donde ha de caer! Ya se tienden las que tenían, y por eso será más fácil que todos la qui
insignias de la muerte por todo mi rostro, tiempo ten lo que ella sola tiene; ella persuadió contra sí la
es de prevenir buen recibimiento al postrero dia. Lle discordia que la destruye, arruinando á los que la com
gue pues, que pues no puedo apartarle, no he de te baten.
merle; solo conviene prevenirle : Uevaráme, mas no Crecer en dominio y señorío es peligroso, y llámase
me arrancará. Desembaracemos los odios y dejemos aumento. Enfermedad es de las grandezas no poder
ociosa la invidia; harto tiempo he sido golosina de su hacerse menores, injusticia no poder igualarse ; más
hambre : ya es tiempo de obligarla á que mude áotro fácilmente se deshacen todas que se moderan. A los
pasto su gula, pues solo ha quedado de mi lo que á reinos poderosos antes los ejercitan las guerras exter
los trabajos ha sobrado de asco, no de hartos. nas que los menoscaban. Las civiles, no impelidas de
alguno, los postran, son contagio que se pega, y dis
EPÍSTOLA XXIX. (o) curre por los que viven juntos; y la comunicación del
padre con el hijo es pasadizo de muerte del uno al
Escríbesme, o Lucilio, el mejor de los hombres, que otro : es parte que respira contra sí el mismo comer
te aflige ver el mundo revuelto. Dígoteque eso es ver cio pariente. No hay persona que no confine con suí
el mundo; haz que tu memoria te vuelva al siglo que contrario, no se cobdicia lo que se sospechan se dice,
quisieres, y verás que lamentaron lo mismo. Hoy nos sino lo que se ve y se pudo contar por la vecindad;
parece más grave , porque lo pasado es relación de las ciudades están habitadas de batallas, las casas
otros, y lo presente carga nuestra; aquello se oye, esto de motines, los caminos de rebelión.
se padece; suspira el que lleva la carga, no el que la El pueblo hambriento no sabe temer, porque solo
ve llevar. No seas de los vulgares que dicen que todo teme la hambre, y en padeciéndola no puede sufrirla.
tiempo pasado fué mejor, que es condenar al porve Dicen que el sacrilego Vérres, que vino cargado de ocul
nir sin conocerle ; pues forzosamente dirá el futuro, en tos despojos y triunfos de la paz, los desnudó ; que Ca-
llegando, que es mejor este, no por bueuo, sino por tilina les quitó el sosiego; Mario y Silla les derramó la
ya pasado. En el mundo con más verdad se reparte sangre; que les arrebataron la libertad Pompeyo y Cé
peorymalo, que buenoy mejor. Débanos nuestro tiem sar; que este sin ser puesto sobre sus cabezas, se subitf
po alguna lisonja ; muchos han pasado peores, muchos sobre ellas. Van los soldados despeñándose por todas
se pueden seguir menos malos. Hoy por las guerras las maldades, delincuentes con las manos y el hierros
civiles dices que no se puede vivir ; no olvides en c uá li solo en la pobreza píos.
tas edades desearon no baber nacido. ¿Cómo quieres que no esté revuelto el mundo,
Nadie jamás fué tan obedecida del mundo como la cuando infinitos miserables (piden á pocos poderoso,
discordia: perpetuamente reina en los elementos, sin todo lo que les falla, viendo que les sobra mucho?'
que pueda tener tregua su guerra; no consiente un ins Mucho sufre la república enseñada á servir, nada la
tante de paz á nuestros humores; si crees á los astrólo que fuerzan á que sirva ; no hay mejor servicio que
gos, todo el cielo es una discordia resplandeciente, no esclavos sujetos, ni peor que oprimidos. El poder di
hay estrella que no se oponga á otra, y todas militan con vertido juzga por pequeña diferencia lo que hay de su
aspectos contrarios; con ella vivimos, della somos com jeto á oprimido, siendo la misma que del extremo al
puestos, á ella estamos sujetos por naturaleza. Mucho medio, y la que hay de virtud á vicio. Nunca es prin
tiene de providencia esta disensión, que compone, sus cipio de la ruina de gran monarquía cosa grande, que
tenta y vivifica. dándole cuidado la advirtiera, sino cosas tan peque
Replicarásme que esto no se puede decir de la dis ñas, que ó las desprecia su confianza , ó no alcanza á
cordia que introduce la malicia. ¡ O Lucilio ! si mi verlas desde su cumbre.
ras á quien la permite (que es la eterna Deidad), y no Toda esta sangrienta confusión y aparato, que con
á ella, la llamarás antes misteriosa que necia, como la muerte y las armas tiene atónito el circuito de la
la llamó Virgilio : Discordia demens. Ella castiga lo tierra y fatigados los golfos del mar, no se mueve, ó
soberbio y derriba lo mayor; esto es justicia y es ver Lucilio, por tí y por mí ; designios ocultos son de la
dad, que corre en proverbio: a Con la concordia las eterna Providencia. Cuando Dios castiga, no es por
cosas pequeñas crecen, con la discordia las mayores que los hombres agotamos su paciencia, sino porque
caen.» Su oficio es cercenar demasías, y acortar exce la desechamos y no la merecemos.
sos , y corregir grandezas insolentes. Esto más tiene de Confórmate pues con que el mundo viva su vida, y
atención divina que de favor humano. La cumbre más déjale tener su condición. Dispon tu ánimo á padecer
tai Al fin de pila se lee en el manuscrito de Fajardo : «Esta los sucesos, no á gobernarlos. Los tumultos que te afli
epístola la hito don Francisco de Qaevedo, i imitación de las de gen no los puedes evitar ; puedes despreciarlos, porque
Séneca.» Dios lo permite, porque lo consiente; palabra es que
Su argumento es la rebelión de Cataluña en junio, y la de Por se ladra contra Dios cuando se pronuncia.
tugal en diciembre de 1640, originadas de pequeñas causas por Seamos algunos propicios á Dios, que á todos es pro»
los desaciertos j tiránico gobierno del conde-duque de Olivares.
392 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
picio. Muchos quieren más enmendar á Dios que en pienso vivir masque él.»Ponderaácuánl»rgjsjomite
mendarse; estos ni pueden ser más detestablemente destina noventa y seis años. Fabrica túmulo para que
impíos ni más ignominiosamente necios. se entierre á sí mismo primero que á él; no para si
cuando él muera, sino para que él muera en si.
EPÍSTOLA XXXIX. (a) O mi Lucilio, el negocio principal del hombre es vi
vir, y acabar de vivir de manera, quela buena vida que
Buscar buen entierro y mala muerte, muchos lo ha tuvo, y la buena memoria que deja le sean ama y epi
cen y todos lo yerran ; morir santamente importa, es tafio. El acierto está en desnudarse biendeste cuer|»,
tar magníficamente enterrado no. Solicitar la comodi no en cubrirle con la fanfarria de los Jaspes ni la sober
dad aliñada de sus gusanos y hospedaje opulento para bia de las pirámides. De aquellas maravillas en cap !i-
bu corrupción ó cenizas, locura prolija es, que pasa de brica se derramó el sudor de tantas provincias, sola lia
la muerte; cuidar que el túmulo llegue al cielo y no quedado una maravilla, y es, que ya no lo son , y te-
la alma, más es descuido que cuidado. Cualquier tier radas del tiempo , no saben de las cenizas para cuya
ra, o Lucilio, es nuestra madre: ¿cuál regazo nos hará guarda las levantaron. Otra vez te dije: A la vidadebe-
más cariñosa acogida? Ella nos cobra, pues nos debe mos mucho, á la muerte nada.
mos á ella. No defraudémosla agricultura de la muer Ahora, porque la muerte acabe también la carta,
te : semilla es nuestro cuerpo para la cosecha del pos digo que debemos morir, y nada á la muerte; mis
trero día; mejor cuenta da de la siembra la tierra que bemos saber morir. Esto sabe quien á la muerte m.
las piedras; mas descubren nuestra vanidad las colum deja otra cosa que le quite sino el postrer aliento,
nas y pirámides que cubren nuestros güesos; acábese que ocupa su vida en desembarazar de temoresyij
con la vida la locura, que aun fuera bien no hubiera peranzas la última hora; digámoslo de una vez: elp
empezado en ella. No parezcamos aun después de es difunto antes de acabar de vivir.
muertos, incrédulos, los que ya no somos; ¿puede haber
frenesí como pagarse un hombre de que dé admiración EPÍSTOLA LXXV. (c)
la fábrica que guarda lo que da horror aun considera
do? Enjoyar el desprecio, antes es despreciar las jo Desear que todos sean buenos, y creer qne lo sai*
yas que adornarle con ellas ; morir dignos de que otros eos, es virtud y cordura. Muchos hombres debe dele
le fabriquen templos, no es pretensión , sino mérito; ber buenos, todos lo deben ser, muchos paratp
fabricársele así viviendo, sospechada de que se idolatra lo son; y lo son pocos. ¿Qué pues haremos pin ád
y no se conoce. Por mucha riqueza que gastemos en No fiarnos de la apariencia ni culparla, tratemos.!»
cubrir este polvo, siempre seremos el asco, y el edifi acosa dudosa; no huyamos della por no ofenderá,»
cio el precio; disfrazaren palacio la sepultura, engaño la creamos por no ofendernos ; comuniquemos!» ta
es, no confesión. recelo, y tratémosla sin peligro. Vivir ydejarriwl
Ya conoces á Décimo Marro (6), hombre de tantos el aforismo de mejor seso para la comodidad politia-
años, que pudiera haber sido arreo tres veces viejo; Muchos fueron buenos hasta que hallaron qniea I»
tan consumido, que ni ve con los ojos si mira, ni si tuviere por tales. Muchos se hicieron malos Incoqa
le miran le alcanzan á ver los ojos, que ya se pierden los premiaron por buenos. Hay quien aguarda es»
de vista emboscados en la maleza de las cejas; en quien buenas costumbres, para ser ruin, solo á verse en liona.
el movimiento es temblor, y la habla parasismo pro Otros no se cansan de ser buenos hasta qne adquten
nunciado. Este pues que de estafar güérfanos y de- con qué poder ser inicuos; tienen paciencia para ser»
sustanciar con usuras la república ha juntado tantos tuosos hasta queadquieren caudal para dejar de serle.'
delitos como dineros, me llevó á que viese la máquina he visto quien daba con piedad lo poco que tenia, ka
con que ha ilustrado su sepultura, tan espléndida y que con artificio tuvo mano para quitará todos lofl
primorosa, que merecía cubrir las cenizas y reliquias tenían. En muchos el reprender los vicios, detestar
de los Pompeyos ú de los Fabios. Las cláusulas del crueldad, los robos y adulterios, no es religión,»
epitafio pudieran leerse á propósito y ajustadas sobre invidía. De nadie son tan perseguidos los irop¡« I
el cadáver del divo Julio. Llama al pasajero, para que llegan á medrar, como de los que lo son; codician »|
sepa de quién ha de huir; llámase piadoso, liberalí- dicha, no su enmienda. No los derriban pordeijnj
simo , patricio, padre de la patria, benemérito y otros viar el puesto que infaman, sino por ocuparle er^
muchos requiebros que mandó que le dijese el már frecuentemente se ve acusar un delincuente i otoV
mol duro hablador. Consideré que este, por mentir para que le den el castigo que merece, sino pan
aun muerto , se había de levantar estos elogios; ó por cederle en el oGcio con que le mereció.
no dejar de hurtar, usurpaba estos blasones. Viéndole Mi Lucilio, los que te parecen rostros, son más:
á él más acabado que su túmulo, le dije : «Aquí tu ca no te detengas en lo que ves, sospecha lo que p*
dáver solo falta, no se le hagas desear ; más disculpa esconderte. Sabe la traición reírse, y la vénganla nn
ble locura fuera enterrarte vivo por gozarle , que fué
erigirle para no gozarle muerto. No seas pesado á la
tierra, puespidesque te sea leve.» Respondióme: «Aun
rarse. La bestialidad podrida pasa por modestia ; la 1*1
teza promete consolación, y muchas veces es 'w^r
Suspende el juicio, y no le arrojes. Dirás que iiatt'^
ha de creer, de quién nos hemos de fiar? Responded
i
(«) Es sátira contra algún poderoso enemigo del autor, acaso
el mismo jaez, que labraba capilla magnífica para su entierro. (c) Importantísima, i cansa de nunifestar f»lloadJf"'?,*
Ai , Sera alusivo este nombre de apariencia romana '.' Décimo ella nuestro Qcevedo quién le ac«s<¡, edmo y p»' !**■ ° ' a
¡lacro puede significar el «Dierim'Jor que enflaquece y estruja al bre de 1639 á Felipe tv ; villanía que le trajo los calato®
r«e¡>/«« j también el •Diezmado» enjillo j Itaco». Marcos de León.
EPÍSTOLAS A IMITACIÓN DE LAS DE SÉNECA. 3*3
con el jornal que gané hoy á la lección. Voz es de Speu- traidor á quien debia mucho más, no repararía en
sippo : «Hase de creer poco y á pocos, antes nada y á serlo conmigo, solo asistí á agradecerme el haber ser
ninguno. » Yo digo que ni & nosotros mismos es seguro vido al confidente. Ejecutóse mi proscripción, y toda
creernos : no hay peores consejeros que el amor propio, la tarde que precedió á la noche en que fui arrancado
nuestros apetitos y afectos. Creamos á la verdad, que de mis huertos, se estuvo conmigo, haciéndose guarda
nada nos finge; ala sabiduría, que todo lo mejora; á desús miedos. Tú sabes con cuan insolente desdeña
la muerte, que todo lo iguala; á los libros, que advier otro dia volvió el rostro á mis libertos y le escondió
ten sin interés; á los autores ancianos , que por estar á mis amigos, y que aun le faltó vergüenza para cor
ya desotra parte de muchos siglos, ni pueden lograr rerse de los que se afrentaban de verle. Carga la consi
los oprobrios ni comprar aplausos con las adulaciones. deración sobre las circunstancias desta maldad, y ve
Su reprehensión no enoja al perdido que la lee, ni su ris que no solo los anzuelos engañan con el cebo y
alabanza desvanece al virtuoso. Los maestros difuntos disimulan la muerte en la caricia. ¿Qué se podrá creer,
son tolerables, porque hablan contra los vicios , con si en creer esto y á este me engañé? Por esto te aconse
las personas que los tienen, no contra las personas. jo que ni á mí me creas , pues me dejé engañar, y que
Cree, Lucilio, que no se hade creer en los hombres; creas á mi suceso, pues te enseña con mi desengaño;
no á mi, sino á mi suceso. ¿Conociste ú Publio Hat te- dichoso eres, mi trabajo hace la costa á tu escarmien
rio, en quien se via decoroso aparato de grandes méri to. Creer ¿ los acontecimientos ajenos es felicidad y
tos? Los que dan los nueve meses con el parto : noble ahorro.
za heredada, y agradable disposición de la persona, y ¿Quieres saber al Pórtico lo que debo, y á su filo
rostro con lo afable negociador de aficiones ; ejercitado sofía varonil ? Con ella hice maestro pura mí al que
en la lección griega y latina ; no derramado en las solo quiso ser mi verdugo; hallé la misma usura en
palabras, ni supersticioso en el silencio ; modesto sin sus persecuciones que el niño en los azotes, cuando
afectación, humilde sin soberbia ( repartimiento haza le hacen que aprehenda lo que le importa saber. Si el
ñoso, pues hay muchos que de aquella virtud fabri malo puede disimular que lo es, y el bueno dejar de
can este vicio). Ya en él la nieve de las canas aseguraba serlo, tratemos con sospéchalo que puede ser el uno
i la cabeza del humo que arrojan los hervores de la y dejar de ser el otro. Para penetrar cómo puede ser
mocedad, olvidado de aquel color el cabello. Estas se cualquiera hombre, no necesitamos de salir de nos
ñas parece que van á dar á la igualdad de Sócrates ó otros ; miremos cómo somos y cuáles hemos sido ó
á la entereza contumaz de Catón. Asi lo juzgué, mas querido ser muchas veces, y veremos cómo es posible
llevaron otro camino. Tú le viste, y toda Roma, no solo que sean los demás.
amigo mió, sino amartelado, y que en cinco años le fué El mejor caudal de la vida es un buen amigo ; bien
continua estación mi quinta. No conté dia alguno sin tan raro , que ha de ser único. Por esto le sucede lo
dos asistencias suyas; tenia quejoso mi estudiólo pro que al fénix: todos le alaban, muchos afirman que lo
lijo de su continuación. De su boca supieron muchos hay y nos le describen , y ni le vieron ni le vemos.
el agradecimiento, que, no por pequeños beneficios, me Buen amigo, si Dios no le da, nadie presuma de saber
debía. Nada tan público, sino su maldad después. Per- le hacer ni merecer hallarle. De sus enemigos se han
snadió la fantasma destas cosas á César que le colo librado muchos, de sus amigos pocos. Reprehendien
case en grande ministerio. Primero engañó á él y á la do yo á Valeriano Scauro, y advirtiéndole era público
república que á mí. Esto refiero, no por consuelo, que que cometia adulterio con la mujer del amigo que le
fuera perezoso ; no por disculpa, que fuera necia; sino tenia en su casa, de cuya liberalidad vivía, respon
por gravamen i su iniquidad y á mi ignorancia. Per dió: «¿Quieres que busque mi deleite donde no mo
suadióme la familiaridad que el afeite era hermosu admiten , y me aguardan con una lanza á la puerta?
ra propia, engañó afrentoso á ojos enamorados. Donde se fian de mí, tengo la seguridad que les quilo.»
Vino un dia rebosando su interior, comunicóme una ¡Qué no hizo este! ¡qué no dijo , pues por su maldad
ingratitud infamemente alevosa contra la persona á pretendió fuese reprehendido el inocente! Si la puerta
quien se debia todo. Adverlíle con severa verdad de armada da más seguridad que el beneficio, mejor es
su descamino, convenciendo su intención sin respues tener la amenaza por llave que al amigo por güésped.
ta. Restituyóse a su cautelosa hipocresía; llamóme su Procuremos, o Lucilio, que este compuesto de cuer
remedio, su amparo, su padre, abrazóme repetida po y alma tenga amistad con la razón, y no echaremos
mente; dijo que había nacido de mi advertencia. Cri menos otro amigo ni peligraremos en alguno.
mine ab uno disce omnes, y reconoce las zalemas y
los requiebros de la traición. Fuese; y sospechando que
yo seria como él , y que en su acusación fundaría mis
aumentos, maquinó contra mí calumnia que obligase PLINIO EN EL LIBRO VIH DE LAS EPÍSTOLAS.
al príncipe me relegase á Córcega , porque la distancia
y prohibición del comercio asegurase los sustos de su C PUMO Á GEM1MO, SU AMIGO.
conciencia (a) . Yo, que pudiera reconocer que quien era
(«) Con efecto Séneca tai desterrado i Córcega el afio primero
¿Por ventura conoces á estos, que siendo esclavos
del imperio de Claudio, por sospechas de haber sido cómplice en de todas las maldades , de manera se enfurecen con los
el adulterio de que ¡por Mesalina! fué acusada Julia, bija de Ger vicios de otros, como si los invidíasen; y gravísima-
mánico. El destierro duró ocho arios nada menos. mente castigan á los que con mayor cuidado imitan ?
De esta circunstancia se aprovecha Qokvedo para desahogar mas
libremente sa corazón j pena, oculto con el nombre del filósofo siendo así que aun á los que no tienen necesidad de la .
español. clemencia de otros, nada les conviene tanto como la
394 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
misericordia? Por lo cual juzgo por sumamente bueno pecado, noel pecador.» Lo que Thrasea quiso decir
y inculpable á aquel que á los demás perdona como si es , que el pecar es tan propio del hombre, que quien
cada día pecara, y así se aparta de pecar como si no aborrece el pecado aborrece al hombre; queda dicho
perdonara á alguno. Según esto, conviene que observe que se hade aborrecer al uno y no al otro.
mos en casa, en la plaza, en toda la vida el ser impla Séneca, en la consolación á Marcia , abrevia esta car
cables contra nosotros, y piadosos para estos que ta en dos renglones :
no saben perdonar sino á sí mismos. Atesoremos en la «Ninguna cosa juzgo más hennosa en los qne están
memoria las palabras que el blandísimo, y por esto exaltados en la cumbre, que dar perdón de muchas
también máximo, Thrasea repetidamente decia: «Quien cosas, y de ninguna pedirle.»
aborrece á los vicios aborrece á los hombres.» Cicerón , pro Marcello , amplia esto hermosamente
Acaso preguntarás con cuál ocasión escribo esto. con tantas flores como palabras :
Cierta persona poco há.... ; empero mejor cuando nos «Domaste gentes, con la fiereza bárbaras, por la
veamos. Aunque ni entonces. De verdad temo, no sea multitud innumerables, por los lugares infinitas, bien
que el reprehender y referir lo mismo que condeno que asistidas de todos los socorros; empero vencistes aque
aquellos sigan, repugne & esto que principalmente man llas cosas que tienen naturaleza y condición para po
damos. Sea quien fuere, y como fuere, cállese; nom der ser vencidas. No hay tan grande fuerza ni tan
brarle, nada tiene de ejemplo; no decir quién es, mu grande abundancia, que con hierro y fuerza no pueda
cho de humanidad. Ten salud. ser debilitada y rota; mas vencer el ánimo, enfrena!
la ira, templar la victoria al enemigo, que por no
ROTA. bleza y ingenio es ilustre, no solo levantarle caído, ¡¡iao
aun amplificar su antigua dignidad, — al que hace esto,
Débese hoy condenar la sentencia de Thrasea, pues no solo le comparo con los varones sumos, sino 1'
opuestamente dicen los santos: «liase de aborrecer el juzgo muy semejante á Dios.»
BARRIDAS DE LA CONVERSACIÓN
ron
sonas se hablan, huyendo y callando las que con elegante hermosa como nnas flores y mis ladina y alegre que otro tnta.
energía usa la gente principal y los autores graves que Al fin, y después de haber estado i pique de no atrapar i üitrní
en ella han escrito en prosa y verso, que á no ser tan no de los tres, se casa esta con Pep de Quelo, que era el mi! tabi
cón, y asunto concluido.
torio y tantos en número los refiriera. Pero liaste por re «En la obra hay reunidos más de mil y quinientos retenes, «•
convención el saber que los hombres más graves y doctos ees, modismos y vulgaridades del dialecto valenciano ; pcdieUt
de las otras naciones se precian de saberla y de hablarla, asegurarse que vence á los modelos de Qpevedo yTürrestgud
y de traducir en la suya muchos libros de los nuestros.» altor quiso imitar) en la verosimilitud de los lances, en la »w
Cúmpleme recordar en esta nota que desde muy jo piedad de los caracteres, en la riqueza de frases y lococioiesie-
ven, á la edad de veinte años , se regocijaba ya nuestro fi pulares, y sobre todo, en la claridad de la narración ; («estila
lólogo en sacar á la vergüenza las idiólicas frases del vul ambos autores, c»mo dice el valenciano, debieron creer qoi cia
to más recargaran su cuadro de las vulgaridades q«e eriheua,
go, las hipérboles y sonsonetes extravagantes, y, en fin, tanto mis gracioso y divertido resultaría ; asi es qoe i veces cas
los inútiles bordoncillos que embrollaban la conversa en tal contusión, que no hay modo de entenderlos, cobo lo pia
ción y el estilo de escribir cartas , teniendo viciada la ban las notas y explicaciones que Seijas acumula pan el Uní
buena prosa y enfadado el mundo. Para ello téngase pre- de cuentos. De eso no necesita la Rondalla de rondalla.
lente cuanto queda ya dicho en el tomo i, página 429. •Cirios Ros fué solo editor de este opúsculo , del qae co
Antigua costumbre fué la de escribir esta especie de dos ejemplares del siglo pasado , y uno del año 189). Estría
mosaicos literarios y hacer tales juego de rompe-cabe- fray Luis Galiana , hijo de la referida villa de Onteniente, i
nació á 9 de junio de 1740, y en 1755 tomó el hábito de sasifc.
tas, incrustando en ingeniosas fábulas ó chistosos diá
mingo en el convento de su patria, profesando al año it.il
logos ahora muletillas de la conversación , ahora pro y ascendiendo á lector de filosofía todavía muy joven. Escril
verbios vulgares, ya disticos famosos, ya frases castella rías obras, particularmente sobre antigüedades valencianas,;!
nas ó latinas afortunadas. Viénense fácilmente á la me larga y erudita correspondencia epistolar con su célebre
moria al tocar este punto las Cartat en refranes de Blasco vincíanodou Cregono Mayans. Los improbos trabajosnol
de Garay, racionero de la santa iglesia de Toledo ; el en que se entregó le hicieron contraer una tisis , que tcrsÉ»
tremés Las civilidades de Luis Quiñones de Benavente, dias en 1771.
copiando á nuestro Qbevedo; las loas del mismo saladí •Pues bien ; morando en el risueño campo de Oateaienu
tro afios antes, escribió la Rondalla, que aunque en desttíia
simo poeta, compuestas de versos y celebradas senten y alegre estilo, nada contiene que pueda ofender el oído nal
cias del romancero ; la Fábula de Dido y Eneas que el licado; y sin embargo, el padre Galiana, por respeto al itü
maestro Juan de Avellaneda, fraile Jerónimo, escribió en que vestía, ni le dio su nombre ni quiso publicarla. En viva
Salamanca año de 1639, en espinelas, entrando cu cada es tan popular la Rondalla como en Castilla el Cunte tVraet
una enteros cuatro versos de Góngora, Quevedo, Cal •No quiero dejar de añadirte que cierta fracción poüárt
derón ó Lope ; la Fábula de Orfeo , baile famoso de que por desgracia contamos en nuestra nación, incensüuall
Cáncer; la Mogiganga de Don Gaiteros, compuesta con según entonces se dijo, el suntuoso convento de doniBtf»s#
teniente ; era en lo fuerte de la guerra civil, y fama «.»■■>
títulos de romances antiguos y modernos por don Vicen
íruim los nidos para que no pudiesen toleer los ptjarot. Sfl
te Suarez de Deza; las varias sátiras contra don Juan de quiera, el incendio no se apagó, y entre desconsoladores
Austria formadas de rótulos de comedias ; y los estu bros se perdieron los manuscritos y las cenizas del pata
pendos baturrillos enciclopédidos de León Marchante, Luis Galiana , uno de los más ilustres varones de nao de le*
dulce estudio de los barberos del siglo pasado. Pero so ilustres pueblos valencianos. Ella no merece baldo», cawr
bre todo, ¿quien olvida El perro y la calentura de Pedro merece España por los desafueros de ligónos de sus 14% 9"
de Espinosa; la Historia de historias de don Diego de Tor este siglo de las luces andan ciegos, desatentados y lotos i sa*
•Adiós, querido Aureliano; sí alguna de esas noticias t¡
res Villaroel ; la Rondalla de rondalles del padre Galia
para el tnagnum opus con que enriqueces i tu patria, me ale
na , obras todas calcadas sobre el Cuento de cuentos? de haberte escrito ; si no, rompe este papel, y manda i ti ■
Acerca del rasgo ingenioso de este escritor valencia fiero y amigo — Joaquín José Cervino. — Madrid, 15 fe
no, me dice lo siguiente mi tierno amigo el felicísimo de 1855.»
cantor de Sara, de Judit, de la Fe, y de las Siete pala Concluyamos, advirtiendo & los lectores que, i h1
bras; tan excelente poeta como entendido y recto cova- no afear el texlo plagándole de llamadas, ha pareridor
cholista cuando Dios queria : jor lleven todas las variantes un número, correspoo-J'
•Querido Aurellano : Al verte aplicado tan de continuo, y con el te al de la linea de la columna en que se encuei
provecho que todos confiesan, á la restauración j comento del como también llamar al pié con letra bastardilla la*
gran Qoeveoo, hube de reparar anoche en lo mucho que hus cion sobre los giros y palabras que se explican!
meaba nuestro ilustrado amigo don Francisco de Paula Seijai
fran en el comentario.
tras de orígenes, analogías, refranes, tipos y copias para ilus Cada plana se divide pues en tres secciones : mu de»
trar el célebre Cuento de cuentos de tu autor favorito. Y como por
hallarse escrita en valenciano, y haber corrido poco fuera de su to, otra de variante!, y entre ambas el comentará, p«*
so estudio que debo á mi cariñoso amigo y antigo* c*
provincia, acaso no te sea conocida la imitación mas feliz, si al
guna hubo, del saladísimo opdseulo de Quivedo, yo, que pasé mi pañero don Francisco de Paula Seijas y Paiiño;deof
niñez y mi juventud en la antigua , populosa y bellísima villa de dominio y peregrinos conocimientos en nuestra casi*
Onleuiente, provincia de Valencia, voy á darte noticia del liberto i na lengua fuera insigne prueba este, si ya no lepa»
que me refiero, y se intitula : Rondalla de rondalles i conseja de por la mano otros doctos é ingeniosos desenfados.
consejas ) á imitacii del Cuento de cuentos de don francisco de (6) El mismo que, viendo impresas en Aragón jot*
Quevedo, y de la Historia de histories de don Diego de Torres;
composta per un curios apasiona! d la llcngua llemosina : u treta i parles (fuera de los reinos de Castilla) las obras a»
Iban per Carlos Ros, nolari pUlic... Valencia, 1768. cas y festivas de Quevedo , con tanta malicia, I**'?
»Ei opdseulo valenciano tiene 76 páginas en 8.', j se escribid con conocían de su autor,— como las tuviese trasladadas
objeto de reunir y tildar muchas de las vulgaridadesdel habla lemo- propio original, determinó, dándole cuenta, resii^
sina, al modo que Qüevedo había jugado con las de la castellana. a su pureza y limpiarlas de errores y descuidos, en iw
El argumento se reduce á contar los amoríos y pendencias de tres Quevedo permitió á don Alonso esta lima, j dócil sujf _
hermanos, cada cual de genio y figura distintos , y cada cual em i ella ; pero si en lo general suavizó largas tiradas i«j*
peñado en casarse con una labradorcilla, hija de buenos padres,
tas y desapacibles á piadosos oidos, violentó en no r*|
ocasiones y desgració alguno de los desenfadadas r»^
I. «tioeos, y loi romanos nituraliaaron c»> U vitorl» t»nui vece»
nueiito idioma, que le mcede (.P.) del satírico. La colección reformada por MfsU «*'
CUENTO DE CUENTOS. 399
que la sucede lo que á la capa del pobre , que son tantos los remiendos , que su principio se equi
voca con ellos.
■sujetándose á satisfacer los reparos de los calificadores adverbial al último, y los otros quedan á ella sujetos; con lo
del Santo Oficio de la Inquisición, se relula Juguetes de que no hay sonsonete, y sale la frase gallarda y limpia, y no po
cas veces con majestad y elegancia. Ya quisieran poder hacerlo
la niñez y travesuras del ingenio. otras lenguas que padecen de la misma dolencia.
Eu ella aparece el Cuento de cuentos menos inteligible, Hubo de hacer títere a los académicos de la nuestra en el pasa
y menos deleitable por lo tanto , á causa del embrollo y do siglo aquello que dice Qobveoo de «No quiero nada, peca en
confusión que producen en el argumento los nombres de las dos negaciones, y debe decirse quiero nada», cuando nos acon
pupilera , lia , licenciado , bribón , fregona y casa ; en vez sejaron huir por viciosa semejante locución ; bien que luego, me
de abadesa, mala monja, vicario, guardián, fraile , moti jor avenidos con la costumbre, suprimieron el consejo, é hicie
lón, andadera de monjas y locutorio. Pero anduvo no na ron perfectamente. Porque en latin dos negaciones afirmen, ¿ha
de ser lo propio en castellano? A más que la máxima es cierta,
ja cuerdo y demasiado libre don Francisco al introducir
siempre que en la frase no vaya acompañada la partícula so de
en su fábula per.-onas sagradas, antes para escándalo que las palabras nada, nadie, ninguno; y asi es oración de sentido
para corrección de las costumbres; y poco acertado el afirmativo con apariencia negativa , no es inmortal el hombre, y
prudente don Alonso en el quid pro <¡w de estados y ofi csU otra , htzolo no sin mengua de su fama. Pero no hay ninguno,
cios de las figuras. no ti á nadie en tu casa, son negativas en la forma y en el fun
do ; y creo para mi que con justicia , si se atiende á que la partí
COMENTARIO AL CURNTO DE CUENTOS, cula no que hace la oración negativa, va Un pegada á la signifi
POR DOX FRANCISCO DE PAULA SEMAS. cación del verbo, que ya no puede variarse. Y si bien se observa
Prólogo y comentario necesitaba esta al parecer bagatela, que en los ejemplos anteriores, se verá que todos niegan, como que
llenase dos Untos del presente volumen; asi es de socorrido el la afirmación nace de un juicio posterior del entendimiento. Por
asunto; pero serian monstruo deforme al lado déla obrilla, y que en los primeros hay la negación de un sujeto ó cualidad nega
no se han de perder, aun por la fecundidad de la materia, las leyes tiva, que supone otro sujeto ó cualidad afirmativa, sobreentendi
de la consonancia. da en el hecho de la negación,— no es inmortal el hombre no quie
Qcevedo escribid el Cuento it cuentos mis para mostrar la re decir es mortal , puesto que en voz de verdad solo niega que
pía de su ingenio y el supremo dominio que tenia en el habla ;ea inmortal; pero tal negativa Indica aquella afirmación. En los
castellana, que para zaherir al vulgo y castigarle su gárrula in segundos, se niega una negación absoluU, una cuantidad, y por
vención. Ciertamente movió gran polvareda en la familia literaria, ende no tiene idea completa que pueda sustituirle : una cosa so
qoe le miraba hosca y de través ; pero más fué culpa de ello el es inaccesible, porque es accesible ; so es inexpugnable, porque se
nombre del autor que el objeto de su trabajo. puede rendir. Pero no es nadie, no es nada, no es ninguno es eso
De pasada, y sin alardes de gramático, señaló en el prólogo al mismo, porque sus contrarias ideas Unto podían ser alguno co
gunos reparos á la lengua, que no se le cocian en el cuerpo, y mo muchos ó todos , algo ó todo , alguien ó pocos , ó ciertos y de
fíese derecho al grano, Ingiriendo y enredando con maravillosa terminados : el que no ve á nadie á nadie ve , porque no puede
arte en una fábula , ni fría ni deslabazada , cuanto idiotismo y pa imaginarse que vea otra cosa. Hé aqui el modo cómo se comprenda
labra vulgar le vino á las mientes y le cuadraba á su propósito. que estando en la oración tales palabras pueda suprimirse la par
Quiso traer i la vergüenza todo el asco de la conversación, según tícula no siempre que se anteponga ; de otro modo no lo permita
so felicísima frase; aunqne se detuvo en los principios, y se la construcción gramatical, porque no hay verdadera frase nega
comentó con lo más granadito , bastante en número, pero todo ni tiva sin que la negación vaya delante del verbo.
por pienso. Ni ¿dónde hubiera podido meter el copioso arsenal •¿Por qué hemos de decir el alma, y no la alma, cuando no nos
que el pueblo babia ido formando en el trascurso de los tiempos, es licito concordar el alma bueno?' Porque los oidos castellanos
y que no pasa dia sin que aumente y enriquezca? Mas, cosa rara: son más que medianamente delicados , y no pueden resolverse a
creyó con ello condenar al desprecio y relegar al olvido , las que consentir ese martilleo de las ios' aes, yantes quieren trastor
él consideraba manchas del lenguaje ; y acaeció todo lo contrario, nar el género al articulo. Paréceme que á lo poco que dice nues
porque tomaron autoridad en su boca , y muchas de ellas viven tro autor basta lo dicho para no pecar eu prolijo y enfadoso.
porque les levantó monumento, y tuviéronse por buenas. Y ¿qué En cuanto á las frases que tacha de bordoncillos y asideros, sin
hubiera acontecido, caso de salir con su intento? Acabados aque los cuales, como que no puede seguirse el hilo de un discurso,
llos modos de decir, habrían luego nacido otros; porque, como á y las vulgares y corrientes que tienen su natural asiento en la con
todos nos toca nuestro poco de inventiva, unas veces con fortu versación llana y familiar (de las que apuntó algunas en el prólo
na, otras sin ella, vamos, sin advertirlo siquiera, reconstruyendo go, y las demás forman toda la estructura de la fábula), explicadas
el derruido edificio. Guárdeme Dios de hacer apologías en pro de van en el discurso de la obra , como hemos sabido y podido eje
semejantes invenciones; pero como no puede negarse lo que cutarlo, faltos de ciencia y experiencia. Algunas, sin embargo, por
es, dígolo y basta. Por lo demás, algunas con razón harta po triviales y conocidas han pasado sin glosa , otras por no encon
drían merecer grandes encomios, si no por hijas del buen gusto, trársela apropiada y verdadera. Razón tendrían en llamarnos mo
a lo menos como destellos seductores de imaginación viva y de lestos y algo más los que vieran gastado el tiempo en comentar ua
atención y escrupulosidad más que medianas; y asi alcanzar per ahora bien , llámese como se llamare , ni por esas ni por esotras,
dón, que les podemos dar y se lo hemos dado con tranquilidad de teme a* me tengas, por tantos y cuantos, ver veamos, que otro
inimo y aplauso de la conciencia. tentó, sin más ni más, dores y temares ,á tal y i cual, ahora es y
No se me acuerda bien si lie dicho que de soslayo, y como no acaba , calla callando , asi y asado, á tanto más cuanto , de cla
quien teme entrar en sitio peligroso, apuntó Qoeveoo algunos ro en claro , por un si es no es, qué me sé yo ; y otras por el es
escrúpulos gramaticales que le traían algo inquieto y receloso. tilo y del mismo jaez , verdaderas garrulidades y pleonasmos sin
Hitólo en el prólogo (que aqiel era su lugar) ; y después de repa tino, que bien zaheridos están, aunque anden remisos en darse
sados bien , solo tres pueden llevar este nombre : ano es de eti por condenados.
mología , dos más quieren ser de la sintaxis. Hay otras Un descriptivas y de Un claro sentido, que seria gra
Eternamente, ricamente, altamente, y tantos otros adverbios de duar al lector de necio detenerse en discurrir qué significan, porque
calidad hechos con la misma terminación, dan guerra a Qcevedo, bien se adivina á tiro de mosquete. ¿Quién no sabe que para comen
y pone el grito en las nubes , sin acordarse de que este achaque, zar mi Urea debi decir manos á la obra, que bien pude estar d par
i mis que á nuestra lengua , atañe ó todas las romanas , por ser de muerte para concluirla, echando los bofes y con el agua hasta
traducción del ablativo absoluto, usado por el adverbio en la ba aquí, porque se me puso entre ojos el asunto , y no era para hom
ja latinidad. Sane fué mentí sana, lanamente que decimos nos bres de" pro dar tajos á diestro y siniestro ; que si vergüenza tengo,
otros. Mas no pueden quejarse los escrupulosos , que bien ahor me habré de poner mus colorado que unas brasas, pues por ello
ramos la terminación siempre que tenemos ocasiones para ello : me arriesgo á que me digan los nombres de las fiestas; si hablé
hé aqui que vamos á poner tres ó cuatro adverbios de calidad, y mal , gritarán a más y mejor como unos descosidos los que me cri
lisa, llana y desembarazadamente dejamos Un solo la terminación tiquen; y entonces qué hacer, sino rabo entre piernas irme por
esos trigos de Dios sin decir esta boca es mia? Y bien se me al
i. que la sirve <ie l> que i li capa de pebre, (B.) canza que lo que voy ensartando no se diré á ciegos ni á sordos,
capa «I pobre, (Jf.) y sin ser vistos si oidos tendreme lo que me espero por mi loca
loa remiendo. , que au patio IC equivoca t»n «Uos. También se ha
fauíísia. ¿Valia esto, lector despreocupado, que te cansara con
kcca» lew» fe M i*".)
400 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
En el origen della han hablado algunos linajudos de vocablos, que desentierran los hueste á
las voces, cosa más entretenida que demostrada ; y dicen que averiguan lo que inventan.
También se ha hecho Tesoro de la lengua española, donde el papel es mas que la razón j obra
grande, y de erudición desaliñada.
Ninguno ha escrito gramática ; y hablamos la costumbre, no la verdad, con solecismos.
El alma decimos ; y supuesto que el alma bueno no se puede decir, el, que es articulo mas
culino, ha de ser la, y pronunciar la alma.
No quiero nada peca en lo de las dos negaciones, y debe decirse : «quiero nada.i
Bien considerable es el entremetimiento desta palabra mente, que se anda enfadando las cláu
sulas y paseándose por las voces eternamente, ricamente, gloriosamente, altamente, santament/,
y esta porfía sin fin. ¿Hay necedad más repetida de todos que finalmente, cosa que algún Utora
me quiera excusar de no haberla dicho ?
Mal hablado llaman al que habla mal, habiéndole de llamar mal hablador.
Mire lo que le digo , decimos todos por óigame ; pues no se parecen los ojos y las" Orejas. A<¡m-
te, por este; agora, por ahora. Son infinitas las veces que, pudiendo escoger, usamos lo pe*
¡ Hay cosa como ver á un graduado , con más barbas que textos, decir enfurecido : «Voto á Diav
que se lo dije de pe apa!» ¿Qué es pe apa, licenciado? Y para enmendarlo dice que sí está
á erre todo el día.
¿Qué será no dar á uno una sed de agua , que tan frecuente se oye en las quejas de los amig
y de los criados? Y hacer bailar el agua delante ¿es á propósito?
sermones largos y fastidiosos? Pues como esas quedan tinas cuan sacó tantas expresiones : del migo y de la germíolí, que «nj
tas qoc no son para repetidas, y podrías figurarte qne te hablaba también. Ellos le dieron cuanto hubo menester : aquel fsiid
con sonsonete. nes , sus metáforas atrevidas , sus exactas comparaciones >
¡Cuan expresivas son para encarecer la comodidad y la holgura traslaticios sentidos; esta su picaresco vocabulario y sus
estas frases conejo por barba, verilees como tierra y casa como cados extravagantes. A la propia mina acudieron Can; can «ni
una colmena, cuanto el subirse el humo á los nances para demos navente, Suarez de Dexa como Torres, y 1 la misna bol
trar el enfado, y para estar servido en todo i pedir de toca! He- nosotros para explicar lo oscuro de tal y tal locución ?■-"•
cha de cera bien claro publica la suave condición ; rubia como el Cuento de cuentos.
unas candelas, lo rubio del cabello y lo sano del rostro; y hecha No nada linajudos de palabras apenas hemos qneridí r»
de hiél, lo amargo del gesto. No hay pues sino indicarlas, y aun caza de etimologías por el coto de las imaginaciones, ei»^
decir qne bien valen que se conserven , por más que hayan estado y coincidencias ; sabiendo á ciencia cierta que en el refm
en la picota que les levantó Qüevkdo. Huchas no tuvieron tanta fiol que dice : «¿quién puso puertas al campo?» ese uspís
fortuna , porque fortuna fué ; y otras han nacido con el tiempo, de de las conjeturas precisamente.
las que no pocas apuntó en su Historia de historias el doctor Algo más apetecería el gramático, no poco el filólogo,'**
don Diego de Torres con menos gracia y harta más liviandad que el erudito; pero seria pedir cotufas en el golfo, cuneos*
nuestro satírico poeta. ¡Quién quita al pueblo sus Ídolos! ¡Quién mos procurado que se entienda á Quevxdo y se eche iüt
le arrebata á Juan Lanas y Pedro Botero, Mari Ramos, Pateta, comentario.
Pero Grullo y Zafra ! Se acordará de ellos cuando vea maridos Expliquemos pues al por menor algunas frases del tetó:
simples , ó recuerde las penas del infierno , d oiga maullar el gato,
ó decir una sentencia aguda y verdades como puDos, ó cuando la Tesoro de la lengua castellana ó espaüota , compuesta par "t
lluvia amenace sus sembrados. Proverbiales son ya la casa de Tó cenciado D. Sebastian de CovarruMas Orozco , capellán lt
came Roque y el campillo de Manuela; proverbiales el rey que ra majestad, maestrescuela y canónigo de la Santa Iglesia d; i"
bió, la sopa boba, ¡a boca de un fraile, y hasta el mismo don Qui ca y consultor del Santo Oficio de la Inquisición. —Nairii."
late; y no hablo de otras por no meterme en el escurridizo terreno Luis Sánchez, 1611.
de la política. Mal hablado.— El que habla mal de todo. Manera es esüitl
Más que semejantes idiotismos (al Un nacidos en nnestra tierra marnombres en nui-slra lengua, idiótica y frecuente; y asi ítai
y que visten nuestro propio traje), condeno tantas otras palabras mal pensado, bien hablado. La considero menos antilógica e¡¡
y aun frases que de fuera nos vienen , muy bien peinadas y traídas cional que la estiman otros, sin contar á nuestro autor, p«¡M
por gentede buen porte , que son de puro similor, y no gastan la curre entre burlas y veras. El tiempo pasivo se ton» ,:<SJ«
holgada ropilla de nuestros abuelos. Mientras no desaparezca el más enérgico para signillcar la costumbre de siempre, j i,w,*l
autor (y ¿cuándo podrá ser?), un dia tras otro Irá aumentándose en que se dice : mal pensado , que ha pensado mil sienpríldJJ
caudal tan rico ; porque de este arsenal, y no de otro, Qoeveoo ra también; mal hablado, que ordinariamente habla aulst
Sustantivar el participio es muy coman entre nosotros, pw
i. y erudición (P.) nillcar estado y modo de ser: de aqui «hombre leído, er"
8. y no la verdad, (Id.) do; » elegancia de la lengua latina.
a. decir, porque el et articulo masculino, y habla de ser la, (fd.) De pe apa. — Desde el principio al fin, enterameilí ; J
0. en lo de las negaciones, (P. S.) más exacto, con toda claridad, como se ensena á leer delcS
9. entretenimiento desta palabra mente, (B.P. A, SJ
enfadando clausula! (P.) do : p o po ¡pe á pa que se dice, corrompida la ortosrafu "
41. necedad tan repetida de todos igu almente? cosa que (Jo*. A. C.B.F. den).
$.) — necedad tan repentina de todos.... (D.) —necedad tan repartida de Erre á erre. — Con tesón, tercamente ; t ornada de la
todo, finalmente, (U.) de las primeras letras, por lo difícil que se hace i tunebos ti
IX. de haberla do lio? Mal habla le llaman at qne halda mal, debiendo nunciar la r, y alcanzarlo á fuerza de repetfrla. Es aiy pa
llamarle (P.) — de i.o haber dicho ? Nal hablado llamamos {//.) al sonido de la frase el que forma la sien -a ó lina, a"**!
14. Mire l» que digo por óigame; (—Falta desde aquí una hoja en el
manuscrito.) pulir alguna cosa que necesita gran trabaja .sor su doren."*!
no te parecen los oídos A las orejas. (P.) tencia ; y tal vez como figurativo del raido, d jérase U locan*
4S. Infinitas voces que pudiendo (D.) — infinitas las veces que pudien- ffo dar 6 no deber á uno una sed de agua- -Vale ser «n*™
ñMM.A.C.B.r.S.) no prestar el menor alivio, no dispensar el mi !aor favor; w*
<(.. iVoto i tal que te lo dije (P.) le familiar é idiótica, no dar, no solo ni agua, pero ni u»P*" '
17. dice erre erre todo el día. (ti.)— erre que erre (S.)
1'.' iso dar uno á otro una sed (P.) sed de ella. , '■,
Bailar el agua delank. — Es serrircoa er>» dUig«eiill"r
Un frecuentemente se oye (B. S.)
CUENTO DE CUENTOS. 401
Encarece uno su verdad, y dice : Yo le dije dos por tres. Y decir dos por tres, ¿quién negará
que no es decir una cosa por otra? Había de decir : «Yo le dije dos por dos. »
¡Pues uno que encareciendo su diligencia, dice que vino en un santiamén! Deben de tenerlos
santiamenes gran paso. ¡Y los que para encarecer su prudencia dicen que lo escogieron á moco de
candil! Miren qué juicio tendrá un moco de candil para escoger. •
Un enojado que dice á otro que le trae sobre ojo, es (con perdón) llamarle nalgas ; que para
decir que le atiende, lo propio era «traer los ojos sobre él». Y el blasón tan presumido de te
ner sangre en el ojo, más denota almorranas que honra; y pierdo doblado si lo juzgan los
pujos.
Hablen cartas y callen barbas; sin haber quien haya oído decir á las barbas : «Esta boca es mia; »
aun cuando las calean y las rapan.
¡ Qué de hombres se hacen mog ¡gatos ; y nadie sabe qué son estos gatos mogi !
Verse y desearse no pasó de Narciso.
Poner pies en pared no sirve de nada ; yo lo he probado , viéndome en trabajos , como oia de
cir : «jYo hay sino poner pies en pared;» y solo sirve de trepar ó dar de cogote.
Andar la barba sobre el hombro , quien lo tuviere por buen consejo, lo pruebe; y andará hecho
corderito de Agnus Dei.
Dióme un remoquete es dádiva de catarro.
Llevar la soga arrastrando dicen que es la mayor desdicha. Yo he llevado arrastrando sogas, y
hallo que es peor que la soga lleve arrastrando al hombre.
Para decir que uno es muy malo dicen que ni teme ni debe. ¿Puede ser mayor necedad, pues
solo es bueno el que ni teme ni debe? Habian de decir que ni teme ni paga; y esto pregúnten
selo á los mercaderes y á todos los que fian.
JVo me lo harán creer cuantos aran y cavan. Considere vucsamerced qué letrados ó teólogos
buscó, sino gañanes.
titnd, y partee venir de las triadas, que en tiempo de verano, ruan se hinchan y ensangrientan con la ira ; traer sobre ojo por la pro
do sqs amos llegan de fuera refrescan las piezas y los patios con pia razón. Y no ha de criticarse el uso del singular, porque esto,
pretiera, y va el agua sallando por los ladrillos y azulejos, que pa aunque no tan común en nuestra lengua como en otras, no deja de
rece qae baila. Explícalo asi Covarrubias, y lo confirma Clemenein, hallarse muchas veces; y asi se han traducido las frases de la Bi
añadiendo que en ese caso debió tener origen en Andalucía, don blia en que entra esta palabra. Tener sangre en el ojo, significa ser
de es mas frecuente semejante nso. honrado ; bien porque no sufro cosquillas el que se afirma en sus
Le dije dos por Int.—A dos por ¡res se usa hoy para expresar honrados hechos, y siempre esta avizorado y dispuesto a soste
qne alguno dice ó hace alguna cosa con prontitud 6 sin miedo ni nerlos; bien porque descendiéndolos nobles en los primitivos
reparo; tan pronta como se multiplica dos por tres. tiempos de los godos, dijose de ellos de sangre azul, porque es
iantiamt*. — Instante, momento, como se dice en un verbo, por te color tienen las venas en los de blanca tez, y suelen sus ojos
la prisa con qne se concluyen en el rezo las oraciones, cuyo final estar más teñidos de sangre que en los de color moreno.
es el mismo y se sabe de memoria; sobre lodo al santiguarse: es ¡¡oblen carias y callen barbas.— Refrán antiguo, mencionado por
común decir boy, en menos que se persiana un cura loco; no lardó el marqués de Santillana , que indica ser ociosas las palabras cuan
a* credo. do hay instrumentos para probar lo que se dice.
A moco de candil. — Con sumo cuidado y examen, ya sea por la Mogigato.— Disimulado, hjprócrita , que afecta humildad para
escasa luí qne suministra el candil, lo cnal hace mayor y más lija conseguir su intento, ó el beato que hace escrúpulo de todo. Dale
la atención coando se busca alguna cosa, ya, como quiere Covar Covarrubias dos orígenes: uno de mitígalo, y corrompido mogiga-
rubias, porque los huevos se escogen examinándolos a través de lo; y otro de mogate, que significa el bailo que cubre alguna cosa,
la lar para ver si son frescos. y es nombre arábigo. Entiendo que lo es también mogigato, de
Enojar.—Causar ira. Muchas son las palabras que de ojo se for \mohhshl) y (gatah) cubrir.
man en castellano, todas de significación adecuada y a propósito: Verse y desearse. — Pondera el cuidado y fatiga que cuesta eje
mojar y desenojar, antojar, ojear y ojeo, ojeriza, ojera, ojeroso, cutar alguna cosa; frase elíptica, que explicada es verse 6in fuer
jotras. zas y desear tenerlas.
Traer sobre ojo , tener sangre en el ojo. —Burlóse (¡divido de Poner piís en pared. — Empellarse con tenacidad en conseguir
estas frases con mis gracia que verdad en su critica. Son los ojos algnna cosa, por el apoyo qne bnsca en el muro ó pared el que
espejo del alma, según expresión de muchos sabios, y la mas no trata de forzar ó desprender algo.
table facción del rostro; asi, «que mucho acudiera el vulgo a ellos Andar ó traer tu barba sobre el hombro.—Estar alerta : expresión
como precioso arsenal , para sus significativas y graciosas locu figurativa de la postura del qne mira atrás y 4 los costados, para
ciones? Formó la lengua enojar, por irritar; traer en ojos, porque ver si le siguen , y lleva la barba sobre los hombros, por la incli
nación de la cabeza.
Remoquete. — Moquete ó puiiada qne se dan unos á otros, que
€.r««i««UJ«(!>.) suele ir dirigida á las narices, y por eso se llamó asi. Por exten
9- Había de decir : Doi per doa. iPües uno que, por encarecer su di- sión vale dicho agudo y salado, acordándose entonces más de
ligeacla, vino {id ) mueca ó gesto. También es cuidada y galanteo.
6. la cd licítelo que dice i otro (M.) La soga arrastrando. — Explica qne alguno ha cometido delito
v. lo propio en decir qae trie loi ojoi sobre «I. T et bleion Un pre*
ciado de tener (id.) grave, por el que va siempre expuesto al castigo; dicho expresivo y
9. loe pujos. Verte p astearte no peta de Narciio. (Id.) feliz : su delito ya le tiene ahorcado y arrastrando la soga.
«f. aun cuando leí cajeen y {".)—aun cuando las caldean y (C.D.F.S.) Ai teme ni debe. — Significa la temeridad y arrojo en acometer
4.4. y yo lo he probado, (fl. /'. S.) empresas, confiado en el propio valor y osadía, sin consultar la
«a. y dar de cogote. (P ) prudencia. Frase elíptica de esta otra : Ni teme, ni debe temer, ni
«S. Dijüme un remoquete [Id.)
VI. {Puede haber mayor necedad, pues solo es bueno el que no teme ha por qué.
al debet beblende de decir (fd.) Cuantos aran y cavan. — tNadie es capaz de eonvencerme de lo
•X. prefdnlento (fa*.) contrario; aunque lo dijeran todos, no lo creería.» Debe ser uio-
Q.-n. 26
402 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
¿Vuesamerced ha visto algún bazo cagado? Que yo no sé por dónde entran á proveerse enun
¿Hay cosa tan mortal como zas? Más han muerto de zas que de otra enfermedad ; no se cuenti
pendencia que no digan : c Y llega, y zas y zas, y cayó luego. »
No es el mundo tan grande como tris : toda, está en un tris , y no hay dos trises ; estaban
un tris; estuvo toda la ciudad en un tris; todo el reino estuvo en un tris. ¿Y espantaran*
que la fénix sea una, siendo el iris uno siempre?
¿Y aquellos majaderos músicos que se van cantando las tres añades, madre; que no canta
las dos, si los queman, ni la cuarta?
Considere vuesamerced el buen talle destas voces, que senos hacen reacias en laten;
no las podemos escupir : zurriburri, á cada triquete, traque barraque, zis zas, zipizape,*
risco, irte á chitos, chichota, con sus once de oveja, trochimoche, y cochite hervite; es decir que
i. no Ututo vergu>nta (P. n.) — no tiene deivergüenia (C. B. S.) — c, vneíamerced querrá cenara (P. )
do titeen deavergilenxa (D. Jf. A.P.) 8. he requerido espulgarle (Id.)
3. a cumia mendiguez (P.J II. trabajo en rehacer Un exlraSoe detallóos. ili.)
la lengua castellana * considere (ff.) si. veras, que trataré, no sé si soy tan docto (H.)
considere vuesamerced y si Dios (O.) 43. Eo tanto que vuesamerced hace (P. II.)
l. Boooshuhiern dado ahjru bien, ahora bienyaes horo, atiera bltit I*, buena salud. Uonson, á 19 de marxo de 16U nfioi. Cff ara (ff.J —
tb ti tarde ; ( II ) boena salud, etc. Cdkkto [P )
5 it al despidir (P.) IB. Don francisco Quevedo (fl.)
CUENTO DE CUENTOS.
1«
Ello se ha de contar; y si se ha de contar, no hay era vivo como una cendra, y amigo de hacer tracum
sino, sus , manos á la obra. dañas, y baladran. El padre lo sentia á par de nise
Digo pues que en Sigüenza había un hombre muy mas él ni por esas ni por esotras.
cabal y machucho, que diz que se decia Menchaca, de El mayor era hombre de pelo en pecho, y ecloa
muy buena cepa. Estaba casado con una mujer, y esta bofe por una mozuela como un pino de oro,
mujer era mujer de punto y más grave que otro tanto. da, veme no me tengas, alharaquienta. Era «id
Llámese como se llamare. sumando (como digo de mi cuento) murió; y (Tu
Tenían dos hijos que, como digo, eran pintiparados se tuvo barruntos que ella le había dado con L
y no le quitaban pizca al padre. El uno dellos era la
piel del diablo, el otro un chisgaravís; y cada dia an Vivo como una cendra.— Entiéndese claramente que «s
daban al morro por quítame allá ésas pajas. El menor la persona que tiene mucha viveza, y parecerá exacta lict
cion si se explica el significado de cendra; pero aqaiHfl
los etimologistas. Cendra es y denota la pasta compoela li¡
Cuesto de cuestos. — Cuento de altercados, embrollo. za lavada y huesos quemados, con que se hacen copelutn
Cuento era en lo antiguo equivalente de millón ; significaba ade nar el oro y la plata. Sin acudir á mayores y más grites «¡sal
mas novela corla y tradicional. Tanto puede aplicarse traslaticia puédese averiguar porqué se dijo viro como unicaéti al
mente lo uno como lo otro: millón de millones, fábula de Tabulas, una clase de lejia, y muy sabido que en el lenguaje teta:
embrollo de embrollos, cuento de muchos y variados sucesos ; es ma vivo por equivalente de inerte; y asf, solemos euliav:
to quiere decir el titulo del presente discurso. salsa está visita,» quiero decir, pica mucho. En la frase t»»
Su.— El, arriba; interjección para provocar i otro a la pronta sino una traslación de significado y nn juego de pausa'
ejecución de alguna cosa. Covarrubias dice que vale lo mismo que muchos en que abunda la lengua y que notaremos eneas!
suprrl, y quiere que sus y suso (anticuado , que significa arriba, y Fatlganse en tanto los etimologistas buscando el ori«s»j
de donde ba venido por sincope sus}, traigan su origen del latió cabio, y hay quien lo bace derivar del árabe sendaref,
surgo, sursüm; ó del griego Oocto. que olro reparo no presenta, fuera de la impropiedad»»»
Machucho.— Sosegado, juicioso, de pese y razón. Uachüch, es, cacion á una cualidad moral. Otros, del francés coi»,
en aljamiado, hombre del norte ó setentrional ; pudo decirse de y otros en fin, más acertados, hacen venir cendre j «sin
aqui por la gravedad y apostura de la gente de aquellas tierras. ral latino, ciñera. Pero hay que acudir, como llevamos i*
De muy buena cepa.— De buena casia; traslaticio de lo que se ili- traslación del significado y juego de palabras para eipliorW
co de las vides, que se llaman de buena cepa las que son de bue se, que parece lo mejor teniéndola por hija de la imapslS*
na calidad. vulgo. (V. Diccionario de la Academia, Tesoro de Connsto;
De punto. — Puntosa; de pundonor y nimia en la etiqueta. Muy riña, Catálogo de voces arábigas; y el Glosario delasrpaü
socorrida es esta palabra punto, y muchos sus significados, ya se tillana, del sefior Amador de los Ríos.)
mejantes al anterior, ya diferentes. Este es llano, porque llamán Tracamundana. —Trueque ridiculo de cosas depotaíaf
dose punto i la honra (de donde se dijo pundonor, punto de honor), cia ; voz de formación vulgarísima y caprichosa del vertsf^
hombre de punto, quiere decir que estima su bonra. Baladran. — Llamábase baladro antiguamente el grito, >t
Pintiparado.— Parecido, semejante, loque es á propósito de lo ó voz espantosa ; y de aqui sedijo baladren por el fufin»*!
que se trata; voz de composición vulgar de pintado y parado : pin cinglero, y baladronada, fanfarronada.
tado, que se dice de lo que está tan bien, que parece que no lo ha Usáronle los latinos. Horacio, lib. 1.', sát. 4." :
' tocado nadie, que; ¡nía bien ; parado, que para ó cae i su natural Ambubajarunl collegia, pharmacapolae,
y justamente. Mendici, mimae, batatrones : hoc gnus cmt
Pilca.— La porción mínima ó muy pequefia de alguna cosa ; de Uoestum ac sollicitum esl cantora morte TiftuX
origen árabe Utkah y Htkaq, «fragmento, parte de alguna cosa.» •Baladrado llanto», dice liseüor García Blanco eisstni
Chisgaravís.—El entremetido y bullicioso, de cuerpo pequeño y de los Trenos de Jeremías,
mala figura. El padre Alcalá, en su Vocabulista arábigo en tetra De pelo en pecho.— Esforzado, porque es común opiníot
castellana, lo deriva de za;ayari/(ckiquituelo!, chico, á un más pe vulgo que el hombre de vello, sobre todo en el pecho, es f¡
queño. Shoghayyir diminutivo de shaghir, (parvus, exitis); el ori y valiente.
gen es de shagár ( parvus fuit, tum corporis mole, tum qu tullíate Pino de oro. — Sirve para denotar que una personi es»
etpraetio. Contemtus, filis fuit).—(Véase á Freytag, Lexicón.) apuesta. Gallardo el pino por su altura y enhiesta co¡».
Morro.— Es el bezo especialmente grueso y sobresaliente de los de oro, afjaüe el valor á la gentileza ; frase galana y sip'1
labios ; y por tanto se dijo andar al morro por andar á golpes, que Clemencin dice que se denominó asi una especie ie ato»!
van dirigidos los primeros 4 las narices y boca. Morro es tam llevaban antiguamente las mujeres en el tocado.
bién, por extensión, cualquier cosa redonda semejante á la ca Alharaquiento.— Es el que bace alharacas tí deraostntitg
beza, un monte v. g. manifiesta vehemencia por cosas ligeras y baladies; » «I
Por quitante allá esas pajas. — Por cosa de poca importancia. árabe : alhharáq, de hhariq, «rechinó los dieetesen nu>*
Son muchas las frases que se forman con la palabra paja, para sig dignaeion.» ^
Barruntos.—Si barruntar es preveer 6 conjelnrar por i.f™j
nificados semejantes i este ; y es claro, si se atiende á la levedad fial ó indicio, y barruntos esa previsión, no se ve bita tur»
y poca sustancia que tiene el callizo de los trigos, cebadas y otros
granos, que asi se denomina.
I. trieamandenas, y balandrón. (P.)-taniraea»io»«"»,,''t'an
i. hombre cabal y machucho j que dia (P.J — hombre muy calvo, ma
chucho, que diz (II.) 8. pino de oro. Era viuda, (P.) - pino de oro, dilles»», J< "*"'
8. como le llamare, tentó dos hijos (P. B.) me tangas. A la cuenta era viuda [11.)
40. pitea á su padre. (P.) 8. y dix que tuvo (P.)
«I. lai>cldeW¡«Mo,jelotiolP.)-l«peldeldírMo:elotr»(.*.L,,B.f'.) 0. dado con la del martes. T estuvo en un ul¡ (W¡
CUENTO DE CUENTOS. 405
martes. Estovo en untrisde suceder una de todos los Era la pupilera mujer de chapa y no amiga de ca
diablos. El padre, qne era marrajo , lloraba hilo á hilo, rambolas, y el licenciado persona de tomo y lomo. La
y iba y venia en estas y estotras. Y un dia, entre otros, moza, que vio esto, viene y loma , y ¿qué hace? Sin
que le dio lugar la murria, la dijo su parecer de pe á más ni más, como quien no quiere la cosa, escribe á
pa ; y seco y sin llover, mandóla que se metiese en un su galán, que ya andaba con mosca, diciéndole que
convento al proviso. Ella se cerró de campiña ; y asi se todo era agua de cerrajas, y que ella había puesto
estuvieron erre á erre muchos dias, hasta que el padre, pies en pared, y que quisiese que no 'quisiese, se iria
que ya estaba atufado, la dijo que por tantos y cuan con él cantando las tres ánades, madre; que atase él
tos que había de hacer y acontecer, ver veamos si han bien su dedo, y se riese de toda la zalagarda, y tra
de ser tijeretas; y en justos y en verenjustos dio con que barraque.
ella en una recolección. Pues el diablo del mozuelo (que estaba más ena
morado que otro tanto, y estaba sobre las afufas), como
gen de la palabra antigua barruntes, espía. «Barrantes son llana- se vio señor del argamandijo, no hacia más dea troclii
dos aquellos bornes que andan con los enemigos 6 saben sus fechos
dcUos, porque aperciban a aquellos que los envían, que se pue diciendo Tijeretas han de ser; y cuando ya no pudo hablar, sacó el
dan guardar, de manera que les puedan facer daño é non lo reci brazo, y extendidos los dosdedosde la mano, le daba a entender
ban.» 'Ley 11, til. 26, part. 2.')—El que barrunta una cosa, espía sus que debían de ser tijeretas.» Si este es ó no el origen, averigüelo
séllales; los barruntos indicios son y espías de lo que deseamos Vargas; lo cierto es que significa porfiar necia y tercamente so
averiguar. ¿A qué meternos a indagar si viene de barrus, elefante, bre cosas de poca importancia.
porsu perspicacia; de farras señal ó mancha del rostro que sale En justos v en verenjuslos. — En estos altercados, en si es no es,
en la pubertad ; ni del verbo hebreo barah, toreare» , 6 según Co- mientras se disputaba si era ó no justo : justum vel injustum, que
varrabias eligeref dijo el latino. Lo corrompió el vulgo romanzándole en justos y ve
Barita uno en la del martes.— «Zaherir ó burlarse de alguno, renjustos. O bien de justum aul veri injustum.
cebándole en cara sus defectos;» esto dice la Academia, pero ese Carambola. — Un lance del jnego de trucos y billar que se hace
so es el significarlo que resulta de nnestro autor, antes bien con tres bolas, arrojando una de suerte que toque a las otras dos.
parece que se alude a que la mujer de quien va hablando, dio yer De aquí traslativamente se dijo por carambola lo que se acierta ó
bas ó tósigo 4 su marido. Siendo esta la interpretación mis natu consigne por casualidad, pesiando en otra cosa, indirectamente,
ral; también lo sera traiga su origen de la maza de Fraga, por ser por rodeos. No amiga de carambolas, quiere significar poco a lirio-
opinión del común de las gentes qne el desgraciado caso de Alonso el nada a lances y juegos aviesos y torcidos. Paréceme inexacto por
Batallador en 1134 ocurrió en martes, aunque Zurita cree pasó en esto el origen que á dicha frase da Covarrubias, tomado del ave
«erees; y el vulgo tuvo desde entonces por aciago este dia de la que se dice torombola, diestra en huir del gavilán con grandes
semana. I'or tanto, y sin ello, hay que desechar lo que en edicio artificios é invenciones.
nes anteriores de su Diccionario decia la Academia, de que provi líe tomo y lomo.—De importancia, de gran cuerpo ; quiere decir
no la frase de publicarse la Gaceta en martes, pues la Gaceta no tanto como de extensión y volumen : porque tomo es volumen,
corna entre la plebe cuando se escribió el Cuento de cuentos. cuerpo; y lomo, el canto de los libros, grande por su anchura y
Marrajo.—Asi se llama al toro qne no arremete sino a golpe se superficie.
guro. Marti, del yerbo maraja, vale «confundió, embrolló al Con mosca. —Es picado, inquieto ; á la manera de las bestias,
guno los asuntos»; por donde se dijo marrajo el astuto y de mala perseguidas tan tenaz y molestamente por estos animalillos, quo
intención. El pez tiburón también se llama marrajo. las ponen azoradas y revueltas.
Murria.— Tristeza y desasosiego que obliga al hombre a andar Agua de cerrajas. — Las cerrajas son yerbas de uso medicinal,
cabizbajo y melancólico. Dicese en latín moeror, moeslitia ; pero su pero sin sustancia; y de aquí sin duda vino metafóricamente el lla
origen, a mi entender, es godo, de máurnax que dijo después el mar agua de cerrajas a todo lo que es de poco momento.
alemán marren, el sueco murra y el ingles mourn. Atar bien su ¡ledo.— Saber asegurarse en cualquier negocio, y
Secaysin llover.—Sin preparación ni aviso; metáfora tomada tomar las precauciones para ello. Quiza es traslaticio de la cos
déla labranza, en que se aguardan las primeras aguas del otoño tumbre del jinete, de sujetar al dedo la crin del caballo para ca
para preparar el campo y comenzar la sementera. Sembrar sin ser balgar y desmontarse ; ó tal vez, del uso de atarse cinta ó cordeU-
tiempo ni haber llovido. 11o al dedo para acordarse de alguna cosa.
Al proviso. — Al instante : de provisum, proveído , acordado. Al Zalagarda.— La emboscada dispuesta para coger descuidado al
protUo, esto es, á ejecutar lo mandado : locución forense. enemigo ; y de aquí vino el llamar familiarmente y en «entido
Cerrarte de campiña.—Obstinarse en su opinión; no contestar metafórico, zalagarda el alboroto repentino de genle ruin para es
directamente a lo que se desea. Modo figurativo, por arrugar las pantar á los que están descuidados. La construcción de la voz y
cejas y bajar el cabello 1 la frente, estrechando su distancia, que su significado, claramente muestran su origen de los árabes. Va
acostumbran los tercos de condición y duros de mollera. Es in rios otros términos militares de aquel linaje de guerra que ha
geniosa la frase é hija de justa observación. En Andalucía hay la dan en nuestro suelo, han quedado en la conversación familiar,
frase cerrarse la campiña, cuando el cielo se encapota y cubre de tales como alboroto, algazara, etc. Zalagarda viene (según Harina)
nubes por todas las montañas que cercan una cuenca ó valle, y es
de sálan-ghard.
anuaeio de largo y recio temporal ; de aquí provino tal vez, como Afufar. — En el Vocabulario de germania de Juan Hidalgo há
déjanos apuntado, figurativa y traslaticiamente esla locución. llase la palabra afufar como equivalente de irse huyendo, y este
Han de ter tijeretas.— Llamanse asi en las vides cada una de las mismo significado le da el Diccionario de h Academia. Según Ha
puntillas largas y redondas, como cordelillos, que se van retorcien rina, es de origen árabe, de kafaf. Covarrubias se leda hebreo,
do y enredan en lo que encuentran. A propósito de esta frase trae pero no se comprueba lo bastante.— /I/u/Vj es huida ; asi la frase
Covarrubias la anécdota siguiente de una mujer muy porfiada : de Qosveao, estaba sobre las afufas, quiere decir que el mu
• Viniendo de las viñas con su marido, puso este i los clavículas
chacho se hallaba dispuesto a escaparse con la mozuela.
otro nombre, que debia ser común en aquella tierra ; mas ella por Argamandijo.—Conjunto de varias cosas menudas que sirven
ra > mucho que no se habían de llamar sino tijeretas. El marido, para algún arte ú oficio, ó para otro fin determinado. Su origen es
curando en colera, la ecbó de la puente abajo en un rio, y ella iba árabe, de khareamandukhah.— Dice Covarrubias : •Argadillo, cuasi
arcadillo, un género de devanadera hecha de muchos arquillos.»
! marrajo Iba y venia aa estas cosas. T nn dtt (P.) — ... lloraba hilo i Argadijo parece significar lo mismo, y argamandijo cosas hechas
hito y venia eo ettn cosu. T un dia (17.) ...é Iba y venia en estas. Y un de arquillos y palillos ; como trampas , que cuando ton para este
día (D. tí. A.) ...venia en citas y estotro,. Y un dia (C.) In se llaman armadijos.
a. le dijo su parecer (P.) — la dijo muy bien su parecer (D.)
«. convento. II proviso ella (II A. C. II. F. S.)
7. erre que erre (5.) — erre erre {tí.) J ¿que hace? y sin mis (D. Jf. C.B.)
9. que la bable de hacer y econtecer; y veamos (P.) 7. quisiesen que no quisiesen ella se irte (tí.)
10. y en benejastos (P.) — y en ver en justos (F.) — y en gustos y en 8. elase bien su dedo, y que se ríese do toda zalagarda; y traque bar*
verengustos {tí.) raque y si seBor. (P.)
I I. recolección. Era la Abadesa mujer de chapa y no amiga de ca II. que andabn más enamorado {tí.)
rambolas ; y el l'icorso persona (P. Jíj tí y estaban sobre las atufas), (D. K.A.C. D. F. S.)
406 . OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
moche escribirla billetes y más billetes ; y ella leer tillas cuanto ella había dicho. El otro hermaniUo. qnt
que leerás, á tontas y á locas. se venia al husmo, se hizo mequetrefe y faraute del ne
Pues (como digo) yendo (lias y viniendo días, la pu gocio, y por apaciguarlas, empezó á darlas ripio á k
pilera, que tenia pulgas, soltó la taravilla y la dijo ra mano á sabiendas.
samente que ella era mujer de sangre en el ojo, y que La pupilera se hacia carne, llorando de ver el mar
con ella no babia cháncharras máncharras; que andu- | mullo y la tabaola que habían metido en so casa. Q
viese con pié de plomo y la barba sobre el hombro,
porque de manos á boca baria de hecho. La mozuela, A pié ¡mullas. — Con los pies juntos; y por extensión se la
creer una cosa á pié jmtillas, por firmemente, con terqneda»,!
que era sacudida, casi casi estuvo para envedijarse con cierra-ojos. Hay en nuestra lengua ejemplos varios de til»
ella, y levantar una cantera de todos los diablos. Ella cordancias como la presente , formadas por el vulgo parí si
se resolvió en decirla que para qué eran tantos arre car juegos de muchachos, como el que denota la presente tn
de muchachos é indoctos nació la expresión, no es eitnii
muescos y dingolondangos, siendo todo un papasal; dijeran á pies júntalas, á ojos cegarritas y otras.
y sepa que ya estoy el agua hasta aquí. Hacia grandes Husma (andar á la\ — Es andar inquiriendo para saberla
extremos, diciendo que bien entendía la zangamanga. ocultas, sacándolas por conjeturas y señales. El mismo '■'.:>
La pupilera lo quiso meterá barato, negando á pié jun- significado tienen husmar y husmear. Gráfica é imitativa la bul
cion de esta palabra, ingeniosa etimología mereció a Cotatü;
que la deriva del sonido que hace con el hocico y narices d
A tontas y á locas. — Desbaratadamente, sin orden ni concierto; de caza , atrayendo el aire para adentro con alguua (uera;
con maneras tontas y locas, á tontas y á locas acciones. Elipsis que también de los golosos.
clara y natural. Mequetrefe. — El hombre entremetido, bullicioso y <le c<vi|
Tener pulgas.— Ser mal sufrido d resentirse con Facilidad. Tam verbo. Entiendo que esta palabra se compone 6 deriva ¡le ■
bién se dice tener malas pulgas y tener moscas, de los caballos; que en lo antiguo significaba carne de trefe ó de trifs,
son locuciones figurativas por la impaciencia del hombre ó bruto nos. Su origen hebraico de la raíz taraf, • imagen, espejan
que se ve molestado por estos insectos, como hemos dicho antes. se ven las cosas futuras,» aludiendo á las entradas de i» id
Taravilla. — Asi se llama la citóla del molino ; y también el zo- les, medio de las adivinaciones. Otros quieren que veojidít
quctillo de madera que sirve, clavado al marco, para cerrar las puer be trehhe ó quebd, 6 trefe, «hígado». Y aun en la atetad
tas y ventanas (cuasi aldabilla'', üe uno y otro significado puede fuerte usa el Arcipreste de Hita trefudo; pero esto no esttíii
venir el sentido metafórico de esta palabra : taravilla, el que habla se atiende que lo mismo decimos boy hombre de bipd.-s. U
mucho y aprisa como anda la citóla en el molino; soltar la taravi dorde los llios : Glosario del marqués de Santillm. )
lla, dejarla andar, poner el molino en movimiento. O bien abrir la Quizá de nec trefe, siné trefe, se dijo mequetrefe.
ventana y dejar paso al aire, hablar mucho. Faraute. — El que lleva y trac mensajes de una parte i «B,
Cháncharras máncharras. — Rodeos d pretextos para dejar de tre personas distantes ó ausentes ; y de aquí se llamó asa?"
hacer alguna cosa ; se usa mis comunmente con el verbo andar. guaje familiar el bullicioso y entremetido que quiere darles]
(V. el Diccionario de la Academia.) que lo dispone todo. Antiguamente se tomaba por ¡ntéraaatfl
De manos á boca. — Esto es, de repente, impensadamente ; pú de armas de segunda clase. En cermania so llama asi eJeabj
dose decir esta expresión figurativa , bien de la corta distancia y mujer pública. Y este era el nombre dado al queal prindaáaJ^^
tiempo con que, i pesar del refrán, llevamos la comida de las ma comedias antiguas recitaba el prólogo ó argumento. Asi
nos 1 la boca ; d bien (y está mas en la índole de las frases vulga der, esta palabra es del mismo origen y signiücarioo [■"»• a
res) de la actitud con que paramos el golpe repentino, poniendo las heraldo ó heraule, como dicen las antiguas crónicas; jh«tT
manos delante de la cara.
Sacudida. — Es participio del verbo sacudir, y se toma por re
suelta , descarada, esto es, que se saende y limpia lo qae le estor
venir más bien del godo ó del germánico que de forjsm,*
rendo, como asegura Covarrubias. Las razones que pan tí
son las siguientes : heraldo se traduce en inglés por trH,>
l
ba. Asi decimos leido, mal hablado, etc. sueco por hatrald, en italiano araldo, en francés por »eroi,eiI
Envedijarse. — En su sentido natural es enredarse d hacerse ve latin de la edad media faraldus, en alemán hcrold,ctiiiMÍ&
dijas; y traslaticiamente, enredarse unos con otros viniendo 1 las za con el sustantivo céltico herod es grande. De keretís itf»!
manos, envueltos como los vellones de lana, que se entrelazan. ¿no pudo decir nuestra lengua faraldo, faraute, hernli.ia^t
Arremuesco. —Lo mismo que arrumaco y arremueco : demostra Además de esto, el verbo antiguo alemán harén sipiiSía if**J
ción de cariño que hacen las personas con gestos ó ademanes. Su la voz, gritar, y de aquí se hizo herr, seflor ; holi, en nr**%
origen árabe, de hhareméq. significa sumiso , fiel, vasallo, subdito , leal. Y ya se to»?»"-P
Dingolondangos.— Palabra sin significación precisa, formada por harén y hold, vasallo que grita, ya de herr y hola, stbiitt
el vulgo para denotar halagos, cortesías y demostraciones cariño fiama del señor, hay analogía con su actual signií«J>
sas. Tal vez tiene un origen onomatopéyico y musical, del ruido ciencia etimológica alcanza verdad, este parece el eaai» *
de las sonajas, canciones y movimientos cadenciosos y agradables contraria.
con que se procura adormecer á los muchachos. Dar ripio á la «nano.—Ripios son los residuos que qietó *
Papasal. — Llámase asi en el lenguaje familiar cualquier baga guna cosa, principalmente de los ladrillos y materiales de ls-
tela ó cosa insustancial, d que sirve de entretenimiento; y está to Dar ripio á la mano dice el Diccionario de la Atadrmt q« »
mado de cierto juego en que se divierten los niños haciendo unas con abundancia y facilidad alguna cosa ; pero creo na
rayas en la ceniza, y al que lo yerra en castigo, se le da un golpe á la analogía de la frase y al sentido qtre le da nuestro ai'*V
con un palio de ceniza debajo del papo ó de la barba; y á esto pallo vale tanto como ayudar, asistirá alguno en un negocio. TI"1,
suelen también decir papasal. {Diccionario de la Academia.) en qne el ripio sirve para la fábrica de obras de albaíilcni
Zangamanga. — Embuste para engallará alguno. Voz compues ripio á la mano parece que en su sentido natural debe ser
ta quizá de tanga, especie de juego de naipes entre cuatro, y man lar el trabajo del oficial, alargándole los materiales.
ga, red; por los juegos, artificios y redes que usan los tahúres. Hacerse carne. — Es, hablando de los animales canuteras,
Barato. — Meter una cosa á barato es confundiría y embrollar tar, hacer riza ; y por extensión se dijo por herir ó malwari
la ; porque barato es equivalente en muchas partes de feria ó mer Frase hiperbólica, convertirse, identificarse con la caras u
cado , donde se venden mnchas cosas á bajo precio para atraer se ceba el animal.
compradores. Y por la confusión y mezcla de muchas baratijas que Tabahola. — Lo mismo que batahola, nombre ais zs»»0
bay en baratos y baratillos, dijose meter i barato. el dia; y da á entendei raido ó bolla de voces descompasa*"^
qne hablan muchos sin entenderse, causando gran coafasio '
orden. Según Covarrubias, el padre Gnadix lo hace derivaréel
S. dles, la Abadesa, qut tenia (P. //.) bigo y sus voces taba, «tozó tonada,» y tul», «desatada»; pe»"
4. taravilla, y dijo mámente que ella era mujer que tenia sangre (P.)
8. i boca bario un hecho que fueso sonado. La mozuela (Id.)
40. con ello, levantar (ir. A) I. cuanto le babia dicho. El otro hermanitlo [B.)
II. en decir (O.) J. al lnism»,(n.)
oran unios arrtmaneoa y dingolondrango», (P.) — ara tantoi arruma- ». y para epeclguarla» (P. B.)—darlee ripio (P.) dirlu ripie» («
coi (U.) B. La Abadesa te bacía carne (P. A.)
13. ya Mtoy basta «ojal. Y bada (P.) murmullo (Id)
la. langatnaoga. U Abadesa (P. O) ' 9. que hablan metido en el locutorio. El bormulta ('<-)
CUENTO DE CUENTOS. 407
hermanillo, por desmentir espías, la empezó á traer y á cual que todo lo habia de llevar abarrisco. «¿Qué
la mano sobre el cerro. Y en estas y estas, cala ¿qué . es abarrisco en mis barbas?» dijo el padre, y zas.
Lace el diablo? Hételo el padre, sin más ni más. | Llegó á punto crudo el licenciado, cuando andaba
Atolondráronse todos, y en volandas llegaron á las ¡ el zipizape. Metiólos en paz ; mas á cada triquete an
inmediatas; dijéronse los nombres de las Gestas, y daban á tnia sobre tuya. Y viendo el pelotero, llcvósela
hubo muchos clares y tomares, si lia de salir.no el padrea su casa, porque no se metiese en dibujos.
ha de salir. « Yo saldré , » dijo la viuda, zurrian Y en llegando, tris tras ó la puerta.
do como un rayo; «mas para esta...» Aquí fué ello, El viejo tenia barruntos de que un hermano de la
que como la tia no las tenia todas consigo, empezó á mozuela, que no la quitaba pinta, y tenia muy malas
tartalear, y dizque dijo: «¿Qué ha de haber? ¡Miren mañas, enguizgaba el negocio. No quiso abrir. Esto fué
quién se mete en docena! Yo la aseguro que ha caido el diablo, que empezó á decir (y agora es, y no acaba)
la vindica en el mes del obispo.» «Tanto monta,» dijo que no habia de (lijar roso ni velloso, ni piante ni ma
la niozuela. Y replicó la pupilera : «No, sino el alba.» mante , y que los habia de traer al retortero á todos, y
El berinanillo, viendo que andaban al morro, votó á tal
¿punió crudo.— En el mismo instante. Dlcese crudo por rigo
roso, cruel: asi, tiempo crudo, entrañas crudas. De aqui la forma
eiimolngista quiere que salga de labal, que traduce confundere,
ción familiar y jocosa de <t punto cruda: de esta frase redundante
aunque los mis entendidos lexicógrafos le dan el de fingere, im-
y antitética se burló Quevedo en las Zahúrdas de Pintón.
mergere, romo se halla eu varios pasajes bíblicos en su traducción La mía sobre la luya. — En disputa y contienda ; andar sobro
más propia. cuil razón es mis valedera, si la mia o la tuya : como se levanta de
Putar la mana por el cerro.— Halagar; porque se acaricia i los ordinario cuestión entre gente rústica sobre qué prenda ha de es
caballos j animales domésticos pasándoles la mano por el lomo ó tar encima, cuando las amontonan y reúnen para comenzar las la
cerro; y de aquí el sentido traslaticio.
£n volanda*. — Kn el aire, en un instante; de claro significado bores. ,
Pelotero.—El modo con que usa la palabra nuestro autor mues
y de tulgarisima formación, como á pié júntalas y oirás. tra bien claro no ser ezacta la acepción que da la Academia i la
Llevar a las inmediatas.— Indica el venir i las manos, i lo mis
frase traer al pelotero, y si mis cierta la de Covarrubias. Dica
estrecho y Tuerte de la conlienda ; esto es, del principio de la riña aquella en su Diccionario, que es traer i alguno engallado con es
se viene i lo inmediato, i lo que es lógico y natural. peranzas inútiles, sin dejarle quieto en cosa alguna; pero eso es lo
Decirse los nombres de las /¡estas. — O de las pascuas : inju que significa traer al retortero. Covarrubias y Qutvtoo ezplican la
riarse reciprocamente, echarse en cara los defectos. No sé el ori palabra por «revuelta., particularmente de mujeres que llegan i
gen, vulgar sin duda, que pudo tener. pelarse los cabellos ; hoy decimos pelotera. El mismo origen traen
Zurriar. — Voz imitativa, es sonar broncamente alguna cosa al pelota , pelote, pelasga, pétamela, pelón, ya en sus acepciones na
romper con violencia el aire; y traslaticiamente hablar con desen
turales, ya en las traslaticias.
tono y contusa pronunciación. fío meterse en dibujos. — Es no florear las cosas ni decir imper
So tenerlas ludas consigo. — Denota el temor; recelo con que tinentemente mis de lo que corresponde; ir al grano: ezpresiva
alguno va i ejecutar una cosa. Quizi de una frase elíptica, de no
llegar consigo todas las armas, de ir medio armado, dijose luego locución.
Tris tras. — La acción de llamar, tomada del sonido de la alda
por lo que acabo de manifestar.
Tartalear. — Es turbarse de modo que no se acierta i hablar, y ba al golpearla.
So quitarle pinta.— Parecerse mucho en rostro y carácter; por
también moverse sin orden, precipitada y descompuestamente : que pinta es mancha y sedal. De aqui se dijo no quitarle pinta, por
palabra imitativa del sonido que emitimos al comenzar i hablar es ser copia liel que no ha quitado, ó dejado de poner del original, ni
tando turbados. Viene del irabe tartar y tatártara, «languidez
el mis pequeño ápice.
en el cuerpo y en las palabras;» de aqui tartamudo y tartajoso. Enguizgar. —Aguijar, aguijonear, incitar, estimular. (Dieeioiía-
Meterse en docena.— Se usa para significar que uno se entro
mete en conversación siendo desigual i las personas que hablan: rio de la Academia.)
Llimase gunque en algunas provincias el aguijón de la abeja
Es frase de origen familiar, de la elección que se hace cuando se y su picadura. Tal vez se diría de aqui guisgar y enguizgar.
compra algo por docenas, dejando lo mas batadí. Roso ni eelloso.—Roso vale tanto como rojo, velloso se entien
Caer en el mes del obispo. — Uicese cuando se esti en oportuno de bien; y el modo adverbial no dejar roso ni velloso, es «total
tiempo para lograr lo que se desea ; y tomóse de aquellos meses en mente, sin excepción.» Y bien pudo decirse, como indica Covarru
tie los beneficios que vacan, conforme al derecho canónico, son bias, por similitud de las frutas cubiertas de cierto vello ó pelícu
de libre provisión del diocesano, cuyos pajes y adhieres se rego la , mucho mis crecido y manifiesto cuando eslin verdes , que no
cijan al ver llegado su agosto. cuando maduras y de rojo y encendido color. No dejar verde ni
Tanto manta. — Vale «tanto una cosa como otra». Fué célebre maduro, roso ni velloso, vale lo mismo que «todo por igual».
esta frase por baberla tomado por empresa ó mote los Reyes Ca ' Piante ni mamante \no dejar 6 quedar). — Da i entender que no
tólico*, y débese su invención, según varios autores, al clarísimo quedari viviente alguno ni de los que pian ni de los que maman,
Antonio de Lebríja. Han discurrido copiosamente sobre el origen ni aves ni cuadrúpedos.
que pudo tener Jovi , el padre Sigüenza , y en nuestros tiempos Retortero {al).—Traer i uno 1 vueltas, de un lado i otro. Dijose
Washington Irving. Atribuyese i cierta cuestión de etiqueta oca así de retorcer, para lo que se dan vueltas, y como en latin tor
sionada por haber firmado la Reina Católica provisiones del reino cido es lorlus, de aqui retortero. O bien de retortera, que tiene
de Aragón, y como se allanase el Rey, dijo : «tanto monta , monta el mismo origen, y es la rodaja que las hilanderas ponen en el
tasto Isabel como Fernando.» buso para cargarle.
So sino el alia.— Locución irónica para responder i quien pre El famoso don Gutierre de Cirdenas , factótum del matrimonio
gunta lo que sabe ó no debia ignorar por ser comunmente cono de los Reyes Católicos , compartía su poder en la corte de tan fa
cido. {Diccionario de ¡a Academia.) No adivino su origen. mosísimos principes con el cardenal don Pedro González de Men-
t. ea e«U» y otru , cata aqut qué hace el diablo : hétele (P.) l. de llever abarrltco. «»En mil barbas*» dijo el padre ; y cul llega
4. Aloloodrandoie todo», (O. MAC B. F. S.) i punto crudu el Vicario, cuendo (!'.)
5. nambree de lea fleilaa, el he de salir, no he de seltr.(P. Jf. a C. B. i. cipe tape, mat á ceda trique trique (S.)
r. s. a. i . trique añilaban (P.)
1. teniendo como un ayo; (P.y— corriendo como uo rayo;{jj.) 5. tolire la luye. (O.)
9 qae como te mata monja no les tente todas contigo, (P.) — que co e. ceta. Y llegando , tria tret (H.)
metleienendlbujoi. (D.) — meiieie en tm dibujo». (S.)
no le monja (Jí.) «. muy melti menchet (O. M. *. C. B. S. «.)— ••«"">■» '» »»«**•»«
ll) .Que he de hacer* Miren quién (II.)
diré qaién te mete (P.) — Miran (O.) (P No
) quito ebrlr, y empeló i decir, ahora et y no acaba (fl.)
il. Te le eeeguro que ha caido le viuda (P.)
1S. T replico le Abatata : «No alno (P. a.) «1. y ahota(D. K. A. C. U.f. S.)
u. i mam (P.) 1*. retortero, y taiga (P.)
408 [OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
salga si es hombre. El pobre padre no hacia sino chi- Desto los vecinos tomaban el cielo con las manos
ton , como entendía el busilis. y se desgañifaban; y andaban unos en pos de otros u-
La hija, que olió el poste y hendía un cabello en el hiriéndose. «No nos hable con sonsonete,» dijo uno;
aire, escurrió la bola, temiendo que el padre la me «que al cabo al cabo ha de venir á la melena.»
nearía el zarzo ; ¿qué hace? sino váse á chitos. El pi Decia ella : «No dijera más Pateta: yo he de hacer
caron, por no hacer una borrumbada, dijo: «Arda mi gusto, y esotro es cosa de morenos, y do quiere
Bayona, y esos turronazos no con miquis;» y acogióse cuentos con serranos; yde una hasta ciento ;»qii« se
calla callando. Iba la hija saltando bardales, sin decir descalzaban de risa de ver al viejo hecho de hiél, yi
oxte ni moxte, en busca del bribón, corriendo á puto ella que se iba á cencerros atapados, con un zurri
el postre, con la lengua tan larga. burri refunfuñando.
El licenciado, que pensó que ya mordía en un con
fite , y que eran uña y carne, con mucha sorna se i
dota, con don Joan Chacón, adelantado de Morcia, contador ma
yor de Castilla y mayordomo del Rey, y con don fray Alonso de
Burgos, obispo de Falencia, confesor del monarca y fundador del para no ser el último. La razón es bien clara, yes hoyenilp
colegio de San Gregorio en Valladolid ; y era tanto y tan conocido partes imprecación de los muchachos cnaudo corren ensj.it
este valimiento, qu» se hizo copla, que decia de esta manera : Tomar el cielo con ¡as manos.— Denota el grande enfadosa
Cárdenas y el Cardenal, jo que causa alguna cosa si hacemos demostraciones de ella. I
Y Chacón y fray Mortero se nacida de la acción misma del qne se enoja, que I
Traen la corte al retortero; brazos en alto, como queriendo subyugar á los demás.
qne explica , Oja y determina el significado de la frase. Desoañifar.— Vocear, gritar con mucha fuerza; coi
Chiten.— Es una interjección que se usa para imponer silencio, gañir, voz imitativa de los sonidos de la garganta , jtitoáet.
y se ha formado imitando el sonido de los labios al hacer callar. Venir á la melena. — Lo mismo que someterse, precisa
Busilis.— Con esta voz se pondera el punto en que estriba la di i que ejecute alguna cosa que no quería hacer. Y se dice*
ficultad de que se trata : a un fraile indocto y nada avisado , en ta piel blanda que le ponen al buey en la frente debajo ¿di
los puntos de examen de latinidad, tocó uno de los capítulos del • Al llamado del que le piensa viene el buey á la melcaa,ie)g
Evangelio que principian ¡n diebus Mis, y dijo : Indie son las In verbio antiguo; y no hacen al caso para el significado lai t
dias ; pero el bunio, no se me alcanza qué pueda signilicar. glas de la palabra.
Oler el poste— Prever el dailo que puede suceder. En el Is- Paleta. — Apodo que suele darse á los que tienen altan
tarillo de Tormes, y en la burla que este hiio en Escalona al de conformación en los pies. Hay muchas frases tomad» i
ciego para vengarse de sus aviesas intenciones y malas jugarre ¿I, quejse refieren á algún personaje del vulgo, ta! Teteu
tas, disponiendo que tropezase y se descalabrara en un poste al (Asi denomina Luis Vélez de Guevara á Asmodeo.l 1j ;;<■
saltar un crecido arroyo, quiza tuvo su origen la frase : ■Olistes Paleta, por se ha perdido; no dijera más Pateta, pana
la longaniza, y ino olistes el poste!» dice Lázaro. la gran disonancia que causa alguna acción ú cxpresioi
Hender un cabello.—Cortarle, partirle en el aire; tener gran pers Es cosa de morenos. — Es cosa de negros: quiere (
picacia 6 viveza en comprender las cosas, por difíciles que sean : y servidumbre, y propio de esclavos. En lo antiguo 1
por la dificultad que tiene el hender un cabello á causa de su de morenos i los negros : 'Ninguno huelga de oir al jos»»!
licadeza. cion, calidad, estado, talle ni figura ; y así al rey apiáti
Escurrir la bola.—Vale huir, escapar, irse de nna parte sin des titulo de monarca, al señor el de principe, al caballera dé
pedirse. Expresión significativa, por la facilidad que tiene para flor, al hidalgo el de caballero, al villano el de hióaleo;)!
escaparse y escurrirse la bola i causa de su redondez : tal vez de chico de cuerpo se le ha de llamar mediano, al morena i
alguno de los lances del juego de trucos. y al negro moreno.' ( Las seiscientas apotegmas At ¡tul
Zarzo.—Llámase en el lenguaje común el tejido de varas, cañas lio IOS, impresión de 1596.)
6 mimbres que forma una figura plana. Pero entiendo que se dice Cuentos con serranos.— Cuento equivalía en lo antiguo i n
aqui por sano, que es en germania sayal, y de esto viene la frase y en este sentido debe estar aquí tomado, por noqoererfo!
menear el ¡arto, por dar golpes, pegar. Los gitanos pudieron ni historias con ellos, por lo testarudos, cavilosos j zatai
llamarle asi tomándolo de la semejanza que tienen la trama de las son los de sierra.
telas y los taños de mimbres. De una hasta ciento.— Dlcese por un gran numero de ni")
Borrumbada ó barrumbada.—Es acción descompasada, gastos ríos dichos á otra persona ; expresa la gradación que ¡¡ato
excesivos hechos por jactancia. Derivado por el vulgo de rumbo. injuriar, que siempre comienza por poco.
Arda Bayona.—Antigua locución familiar, que expresa el poco Descalzarse de risa. — Es reir con vehemencia y i
coidado que se le da al que no le cuesta nada, de que se gaste mu descompasados. Frase hiperbólica, tomada de la exari
cho en alguna función. (Diccionario de la Academia.) No es fácil desorden que en algunos causa la risa extraordinaria.
averiguar su origen ; aunque puede venir de lo poco que nos im A cencerros atapados ó tapados.— Oculta y secretamente;
porta lo que no nos pertenece ó está en ajenas manos, como Ba nada más bullicioso ni atronador que loa cencerros, viaja
yona d otro cualquier pueblo extranjero. sidad de taparlos en las recuas, cuando conviene no ser seal
Turronaio. —Turrón en germania se llama i la piedra, y turro 6 hay temor en el espanto de los animales. Boipite i
nada y turronato al golpe y pedrada. {Vocabulario de Juan Hidalgo.) cían los antiguos.
Calla, callando.— Ocultamente, con disimulo : frase de forma IUlnafuñar. — Dar muestras de enojo 6 disgusto :
ción vulgar para dar i entender la continuidad y persistencia en imitativa del sonido bajo de palabras entrecortadas, áictoi
el silencio ; y hay algo de elíptica en ella , refiriéndose al tiempo lera y á media voi.
anterior, esto es, se calla y sigue callando. Morder en un confite.—Explica la amistad y eonfiatza P*
Bardal.— Barda se dice la pared 6 tapia de un cotral , y bardal de dos personas. (Diccionario de Terreros.)— Comer eaasl
el sitio donde hay muchos vallados ó bardas. mo plato es locución figurativa, cariñosa, y que denota aits»'
Oxte ni moxte. — La interjección oxie vale tanto como aparta , tnogencidad de pareceres que la fraternidad engendra, forb."
quítate, arre allá: oxte puto. Sin decir oxte ni morir rs sin hablar se olvidan las leyes de lo ceremonioso y atildado.
palabra, sin pedir licencia. La segunda voz no tiene significado; Uña y carne. — Muy amigos y compinches, por lo adlcnof
estímese una de esas invenciones tan frecuentes en nuestro len
guaje familiar, que no han más origen que la consonancia , como
ni paula ai maula, y otras del mismo jaez. í. otros cajínrloje, diciendo: «No nos bable con «asóse»'""
A puto el postre.— Su asa para denotar el esfuerzo que se hace esbo y al cabo (íf.)
3. «No nos bable con consonantes, dijo (F.)
t>. Dijo ella : (id.)
6. mi gusto, y ándese ta gaita por el lugar, que lo ítmli i
6. barrumbada, dijo • itnda Bayona, (P.) morenos, j no quiero perro con cencerro Di caemos coo serru:'
7. turronitog no too para mi ,■ y acogióse (/i.) «. el viejo Hd.)
no ton michi«;> (O.)—no col miebia>;(Jf. A. C. B. F.) de
»0. hieles (C.)
refunfoneando. El jnardian que tí penií moidlen» "■
». Iba la vieja saltando (P .) Ote, y que era una j come , y mis amigos qoe otro tsata, «•
». en busca da motolito, corriendo (Id.)— ... del motolito (B.)
10. lengua de un palmo. Daito (P.) sorna (P, // )
CUENTO DE CUENTOS. 409
mano sobre mano, hecho gaticade Juan Ramos, dicien muy sobresaltado, y de hoz y de coz se metió donde no
do entre sí : «Yo la haré á la tal por cual, que muerda le llamaban. Quiso embestir, mas el bribón puso haldas
en cinta. Dijo el pobrete: «Yo soy hombre de pro, y
en el ajo.» conmigo no hay levas.» «Yo pajas,» dijo el bribón, y
El padre, que le vio venir á lo de mi suegro , y le
traia entre ojos, empieza á dar voces; y alza Dios tu asentóle un tanto. El pobre no chistó ni mistó, y vol
ira, y á diestro y á siniestro le puso del loco, asiéndo vióse dado á perros, y jurando que le había de dar su
sele de los andularios, que no podian desengarrafar recado. Y sobre esto hubo la mayor turbamulta del
le, según tenia la hincha con él. mundo.
El licenciado daba los gritos que los ponia en el cie Mas viendo la rapzuela que el bribón la daba en el
lo ; mas no se dormia en las pajas. Allí fué ella , que chiste, estúvose acurrucada, por excusar dimes y di
el compañero, viendo que andaban á pescuezo, le dio retes.
un pan como unas nueces, sin irle ni venirle.
A la tabaola se entró un vecino con sus once de oveja. De hoz y de coi.—Es introducirse en alguna parte ó asunto con
empeño y sin reflexión. Según Covarrubias , trac su origen del
modo de segar, que echada la hoz á la mies, la quebrantan de la
coz que le dan con el pié, y asi se corta y siega más fácilmente
', la carne se halla la uúa, formando en el hombre casi un mismo
y se recoge mejor.
cuerpo. Poner haldas en cinta. — Disponerse para hacer alguna cosa ;
Sorna.— Espacio 6 lentitud con que se hace alguna cosa. No feo prepararse i marchar, es su'sentido recto. Se toma el modo 6
clara la derivación que le da Covarrubias , de saburra (la arena medio por la causa, como en poner el pié en el estribo, quitarle
que se echa por lastre en la galera ó navio), y de aquí torrera 6 á uno el sombrero , y otras de este jaez. Usándose antiguamente
torrera a la que camina pesadamente, y soma, pesadez. Es voz vestidos largos, natural era recogerlos en la cinta ó cinto para te
de germania que denota la noche, y quitas mas bien de aqui ven ner expeditas las piernas cuando se emprendía á pié un largo viaje.
ga si significación, porque de noche hay necesidad de caminar á Hombre de pro.— Hombre de provecho, que eso significa pro ;
tientas y despacio ; tanto mas cuando «ornar es dormir; con sorna buena pro le haga, dicese todavía.
es con sueño, con calma intencionada y maliciosa. Leva— que viene de levar 6 levantar, indica la salida de las em
Mtno sobre mano.—Estar ocioso y sin hacer nada: descripti barcaciones del puerto, porque levan ó levantan ancla; y de aqui
va y exacta locución, porque el que está una mano sobre otra na el levantamiento ú enganche de tropa , y la recogida de vagos y
da hace ni puede hacer ; además de que es costumbre de perso gente de mal vivir hecha por los ministros de justicia.
nas desocupadas y perezosas. Yo pajas. — Interjección que responde, según Terreros, á «lo
Hecho gótica de Juan fiamos.— Con humildad y melindre ; acer mismo, no lo he de ser menos, no menos». Así , fulano es un trai
ca Je su origen véase la curiosa nota puesta por el colector de dor, pues zutano pajas; esto es, no lo es menos 0 es del mismo
Qcevedo en el tomo i, fagina 118, volumen xxm de esta Binuo- modo; pudo derivarse üe los juegos de los muchachos, que acos
TECA. tumbran <i echar pajas al comenzar, para ver á quién le toca ser
Morder en el ajo. -Hacerle á uno morder en el ajo significa
libre.
mortificarte, hacerle rabiar: quiere Covarrubias que salga de la Asentóle un lanío.— Pegar, sentar la mano ; tal vez se dina del
costumbre de los que criaban antiguamente gallos para pelear juego de trucos, bochas y otros semejantes, en que se sienta ó
con otros , que les daban a comer ajos para que se animaran. Sin tarja en la tablilla ó el suelo los tantos que llevan los jugadores.
eso el ajo es tal de fuerte y desapacible, que bien hará rabiar al A'o chistar ni mistar.— Chistar es hacer ademan de hablar; voz
que por fuerza lo muerda. imitativa del sonido en que se prorumpe para imponer silenf iu. Y
Andultnos.—Mamase de este modo la vestidura larga, sin du mistar expresa el ruido casi imperceptible que se íorma frecuente
da por el movimiento que trae cuando se marcha, estorbando los mente eon la boca ; por eso la frase siguitlca, sin responder pa
pasos. labra , callandito.
Desengarrafar.—Desprender y soltar lo que está asido con las Darse á perros— Irritarse mucho ; porque el verbo dar es en
manos. Tomando oorraí por manos , se dijo agarrar, y engarrafar algunas ocasiones equivalente de convertirse, llegar á ser, entre
mas enérgico; desengarrafar es su contrario por el prolijo des. garse todo: darse al vicio, ser vicioso : darse á beato, convertirse
Con esta palabra compuso Lope de Vega cu su Gatomaquia el en santurrón; darse á perros, emperrarse.
nombre del paje Carro/' : Dar su recado.—Suministrar lo necesario para alguna cosa :
Cuando Garraf, su paje, llámase recado al conjunto de útiles para una operación determi
Si bien de su linaje, ele nada; asi recado de escribir, de decir misa, etc. Llevar su recado
es ir reprendido d castigado.
Y Cenantes dice : Turbamulta.— Concurso grande de (gente confusa y desordena
Engarráfela Torote, da ; ha venido directamente y sin corrupción de las dos palabras
Y todos cuatro á la par, latinas, con frecuencia unidas y en concordancia en los autores,
Con mudanzas y meneos fur4,¡ multó, y sobre todo, en los libros sagrados, y más particu
Den principio á un cuntrapSs.
larmente en el Evangelio.
(Novelas ejemplares. Ilustre fregona.) Dar en el chiste.—Acertar una cosa , herir su dificultad ; como,
Hincha — Odio , encono 6 enemistad; voz descriptiva del infla por ejemplo, descubrir la gracia que tiene un epigrama ó cuento,
miento de las narices y rostro en el que está irritado. dicho en embozadas palabras eon equívocos i juegos de vocablos
So dormirse en las pojas.—lisiar con vigilancia y aprovecharse delicados y de difícil penetración. Aquí tiene un sentido algo torpe.
de las ocasiones : el sentido traslaticio de la frase es bien mal Acurrucarse. — Encogerse , arrimar mucho la ropa al cuerpo
nifiesto y el mismo, aunque mas enérgico, que el de no dormirse. para abrigarse. I'arccc provenir del árabe acafass, «corrompido, de
Andar á pescuezo—k golpes, porque á este sitio se dirigen las carfass, «contraer, encoger las manos y los pies.» En la segunda
manos para asirse y van encaminados en una riña los primeros forma es «envolverse en el vestido»; y vino de aquí sin duda
remoquetes y puñadas. curfúsáh, el modo de sentarse de suerte, que se encoge el cuer
Le dio un pan como unas nueces. — Le pegó y sacudid de lo po juntando las rodillas con el vientre , y poniendo las manos de
lindo. bajo de los sobacos 6 en las rodillas mismas. (Marina, Catalogo de
Sin irle ni venirle.—Significa que no nos importa aquello de voces arábigas.)—Covarrubias quiere que venga del ave curruca,
que se trata. Expresión descriptiva, y tomada del hecho material que se recoge para empollar los huevos.
de ir y venir en los asuntos que requieren pasos. Dimes y direies-.-Uisputas y porfías ; frase descriptiva, dime
li, y dirile yo.
L de Mari Ramos, (P.) . y muy sobresaltado, que de hoz y de coz se entra donde no ir. Ha-
i. le traia ya (id.) — le trata entre dientes, (C.) t
.t>an. Quiso embestir, mas el motilón puso aldas (P.)~ ... faldas (ü.)
Toce» y alaridos ; y alza (P.) ruaban
i. dijo el vlgardo. Y asentándole un lauto, el pobre (P. B.)
6. le puso de lodo, asiéndole ( P. S.) - dol lo ,1 o (,( C. 0. F ) 6. perros, Jurando que le había de dar su recaudo. (P.)
7. podía desengamonarse. El Vicario daba gritos (I'.)— que no ['Otila
aua deseogarrularse. gt Vicario daba los gritos (A.) 9. mosuela que el fraile la dalia (P. U.)
10. se durmió en las pajas. Allí fu* ello (P. U.) (O. acorrucada (P.) — asumizada (O.)
410 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El picaron andaba lisio como una jugadera, de ceca Era el bellaco socarrón y mal hablado, y dijo que tu
ánieca, engolondrinado, dándose tantas en ancho como le cagasen el bazo, que noera barro casarse, y que él
en largo, que le podían hender con una uña. no se había de casar á medio mogate : «¿No más de
« Esto lia de dar un crujido,» dijo el hermanitlo, llegar, y zas, candil? A osadas, que lo entiendo lodo.»
que estaba de manga. El padre pensaba que tenia el Saltó el licenciado y dijole: «¡Gentil chirríchole!
oro y el inoro , y estábase en sus trece, diciendo que Danle una moza como mil relumbres, hija de sus pa
si le hacían, habían de ir rocín, y manzanas con todos dres, más rubia que las candelas, que no sabe lu que
los diablos; y echó de la oseta. se tiene, hecha de cera, que le viene de molde, ¿y
La viuda y el que nos vendió el gjlgo, digo el bien nácese de pencas? ¿Para qué es unto lilao ? sino i
hadado del novio, se dieron sendos remoquetes acer
ca del casamiento que se estaba en jerga.
Bellaco. — Es equivalente de malo, picaro, ruin, en sentido
Jugadera. —Lo mismo que tornadera, un instrumento de que menos graduado, y de menor cuantía. En cnanto á su erice»,
usan los tejedores para pasar el hilo. Por el movimiento con que dice Mayans en los de ¡a lengua castellana : «Este nombre Mu
se la lleva y trac en el telar, se compara á ella la persona que sir co también se entiende por las historias. Valaca es propiamente
ve de juguete á los demás ó está yendo y viniendo. el natural de Valaquia , cuya nación antiguamente era muy ¡acu
Ve ceca d (ó en) meca. — Ceca viene de zécak, «casa de devo nada i la fraude y engalío. Por eso los hombres astutos se llam
ción ó ele purilicacion ;» por excelencia llamábase asi la de Cór rón valacos, después bellacos, nombre que solemos dar á los que
doba, y por esta la traduce Francisco López Tamarid en sus Voca son cautelosos.» Entiendo, sin embargo, que más bien pudo de
bularios arábigos. Como por Urbs entendíase siempre Roma, asi cirse de villano, cuasi villaco, natural 6 habitante de?i«o, porsft
nada de extraño tiene que andar la ceca y la meca , 6 de ceca en en lo antiguo gente rahez, sin origen ni prosapia, y mal inclinada.
meca (en por d) aludiera á las peregrinaciones de los musulmanes Socarrón. — Astuto y disimulado, y bien pudo decirse del vertí
para visitar el cuerpo del Profeta y el templo más notable después socarrar, que significa pasar una cosa por el fuego, que ni ti»
del de la Meca. esté asada ni bien cruda. Al que es disimulado, larde 0 nunca se
Engolondrinarse.—Eipresion familiar, que vale tanto como en- adivina su carácter, porque la apariencia engaña.
greirse, subirse á mayores, encariñarse. Covarrubias dice que No ser barro casarse. — No ser cosa fácil y hacedera , ni tu
está tomado de la golondrina, que se entra en la casa y hace su acomodaticia y manejable como lo es el barro, que así se presta i
nidoen la techumbre de ella, canta y se recoge con gran liber formar una teja como á modelar una estatua.
tad é inquieta al señor; y una vez alicionada al paraje que deslina Mogate. — Es el baño ó barniz que cubre alguna cosa ; del iri-
para vivienda, vuelve á él todos los años. b'vio yhaltah, .cubrir., moghntty, «lo que cubre». Deaqui vinodeur
Tantas en ancho como en largo.— Vale •cumplidamente, i toda á medio mogate, por cosa hecha coa poco cuidado y sin perfeedo,
satisfacción»; y es modo traslaticio de hablar : tanto por uu lado i medio barnizar.
como por otro, cuadrada, enteramente, por todos lados. Zas, candil.— Zascandil es hombre despreciable, bullicio»;"*
Poderse hender con nna u/la.— Mostrarse sumiso , blando y dócil redador, que pretende tener autoridad entremetiéndose j é>
como la masa, que por lo tierna puede hendirse con la uña. ciendo cosas que no puede cumplir. Zascandil también sedntl
Estar de manija.— üc concierto con otro para conseguir más se golpe repentino, voz figurativa y compuesta de ¡as \ candil; it ¡fc
gura y recatadamente lo que se desea, sin que se conozca la inten de nació sin duda llamar zascandiles i los bulliciosos que t*ln!)
ción. Frase figurativa , tomada tal vez de la costumbre de tirarse manchan y perturban con sus enredos. Zas , candil, tuvo ernta
de la manga al advertido, para darle á entender alguna cosa sin que de los bailes y reuniones de gente grosera y matona, queside
reparen los circunstantes. tener por cabo el matar el candil de un golpe das) el más atrevi
Tener el oro y el moro.—Locución para encarecer el engaño en do , para cometer á mansalva todo linaje de excesos.
que se está de ser cosa grande la que se espera ó posee. ¿ Ks tal Aosadas.— Osadamente. Y además : ciertamente, i fe mu, cu
vez tenerla presa y el cautivo, aludiendo á lances de nuestras guer presteza , luego.
ras con los alarbes y africanos ?
Estarse ensus frece.—Persistir con insistencia en una cosa que Alisadas corret, que por miedo non dezeda nadé.
se ha aprendido ó empezado á ejecutar. Frase de origen vulga (Poema del Cid, ver. 449.)
rísimo. Aosndas, Campeador,
Aventurar rocín y manzanas.—Hallarse decidido i llevará cabo Dadme vuestros caballeros...
alguna cosa, aunque sea con riesgo y pérdida; aunque se aventure (El mismo, ver. 3187.
la carga y la cabalgadura. Amador de los Ríos, Glosario del marqués de Santiluuta.)
Echar de la oseta.— Oseta es «cosa que pertenece á la rufianes
ca": voz de gemianía, inserta en el Vocabulario de Juan Hidalgo. Chirrichole. — Necio , presumido ; según el Diccionario it la
Asi echar de la oseta es hablar recio jurando y perjurando, di Academia, tiene boy uso en algunos lugares de la Mancha. No pií
ciendo cuanto se viene á la boca. do alcanzar la etimología de Covarrubias, que dice trae su oriien
El que nos vendió el galgo. — Con tal giro se da á entender lo del clérigo francés que anda peregrinando por España, y pronun
muy conocida que es una persona por algún petardo que ha dado: cia en la misa chirríeteismt. La creo palabra de vulgarísima y an
expresión de origen vulgar, no fácil de averiguarse. tojadiza formación, del verbo chirriar, chillar, cantar desentona-
Estar en jerga.— Es la jerga una tela ó paño tejido groseramen cl amen te ; á no ser que se diga que el verbo tiene el origen que
te, y de ahí salió jergón, nombre arábigo, de shérkah. Hallarse Covarrubias le da, y no la imitación del sonido, como i mí me pa
esto ó lo otro en jerga íque signiuca estar empezado y no perfec rece.
cionado, ó confuso), bien pudo decirse por lo grosero de la fa Hacerse de pencas.—Resistirse i hacer alguna cosa, armándose
bricación de la jerga, como cosa que requiere mayor pulideza de dificultades y reparos. Quizá se dijo atendiendo á que pena ts
para su uso; ó bien como equivalente úcjerigonza, porque jerga la hoja dura y espinosa de ciertas hortalizas con que cubren y con
á veces liénese por toda manera de hablar confusa y torpe ó con servan el fruto ú la parte tierna y sabrosa. En germama se llama
particular convenimlento, que no alcanza i entender el común de penca el azote del verdugo.
las gentes. Asi también se dice estar en gringo en otra signillca- Lilao. — Vana ostentación, alharacas, lilailas. Tal reí trae si
cion análoga, aunque más restringida. origen de lililí, como llamó el castellano al famoso U Alá iü
Alá, lluhamad llosa/ Ala, le gatib lié Alá, «no es dios sino Alá, tb-
homad enviado de Alá, no es vencedor sino Alá j» exclamación de
i. it« cíc» en meca [P. C B. F. S.O.) los trabes ai entrar en batalla.
I. lodo engolondrinado (P.)
tamos en ancbo (ff.)
3. con la una. (p)
i. tía de dar un estallido.) (ti.)
7. y mantanas. La viuda y el que (Id.) l. socarrón, malhablado, (P.)
8, con los diablos. La viuda (0.) •. iás, candil . Salid el Vicario y dIJoK : (P. B.)
40. se dieron sentidos remoquetes (O.) C. Dándote una mota (0. B.)
II. casamiento que tua te citaba (P. •?,) bou como rail ores, bija (P.)—moza con mil relumbre», bij" (SJ
CUENTO DE CUENTOS. 411
ojos cegarritas déjese de recancanillas y cásese, pues tusco. El echaba de vicio, y ella le cantaba la sorna,
le viene muy ancho. » diciendo que más quería andarse á la flor del berro, y
Atolondrado el novio , así como oyó decir que le qué me sé yo.
vendría muy ancho, dijo : «¡Tras que me venga muy En esto estaban á toca no toca, cuando á la zacape
ancho ando yo ! Déjenme que lo meteré todo á la ven lla que traía la gente bahúna, vino un alguacil en un
ta de la Zarza, y volveremos las nueces al cántaro.» santiamén y un escribano en volandas, respailando, y
Púsose el bribón más colorado que unas brasas ; y dijeron «que de atrás los traían sobre ojo, y que no
dijo que «llevado por bien, harían del cera y pabilo, dejarían de embocar la moza en la cárcel por todos los
y que le diriatodo lo que deseaba saber, sin faltar haberes del mundo, que bastaba la mueca».
chichota. » El licenciado replicó que no se habia de hacer todo
El berganton le dijo dos por tres que mentía, y si cochite hervite. Mirábale de hito en hito el hermanillo.
no lo ha vuesamerced por enojo, se tornaron á en- El escribano estaba con el ojo tan largo. «No estoy de
vedijar, y andaban al pelo. gorja, dijo el padre, ni me mamo el dedo.»
El licenciado, quevíó la baraúnda, echólo á doce. Empezó el maridillo á echar verbos: «¿Alguacil en
El hermanillo cascó la mollera al cuñado. Todos anda
ban hechos una pella y al estricote. Echar de «icio.— Hablar con descaro y desombozadamentc, sin
Pues vea aquí vuesamerced que si no es por la reparar en nada. Pudo decirse asi a semejanza de ciertas plan
viuda, el licenciado paga el pato, con todo su apa- tas que se cubren de ramaje mas de lo necesario, y luego no son
tan fructíferas ; que á esto llaman viciosas, porque brotan ó echan
hojas por vicio y sin necesidad.
A ojos cegarritas.— A medio entornar los ojos : tomado del cor Cantor la torna. — Covarrubias, que dice soria, quiere que valga
to de vista, que necesita recogerla mucho para ver; y es concor lisonjear á alguno para engañarle. Según él, citando al Uroccnse,
dancia del vulgo, de las que hay muchas en castellano, como lle es tanto como cantarla suasoria. Enliendo que viene de la voz de
naos dicho. gemianía sorna, noche; y sera el cantar con que se aduerme 1 los
Recancanilla. — Modo de andar los muchachos como cojeando; niños para que no inquieten.
voz imitativa. Por extensión se dijo de la intención con que se ha Andar á la flor del berro. — Darse á diversiones y placeres, es
bla, acentuando las palabras sobre que se quiere que se ponga to es, descabezando las mejores yerbas, sin buscar los alimentos
cuidado. sanos y uutrilivos que vigorizan el ánimo.
Venir noy ancho. — Bien se entiende el sentido traslaticio de Zacapella. — Riña ó contienda : paranomasia de gazapela, péla
esta frase, por ser sobrada alguna cosa para el merecimiento de mela y otras que vienen á significar lo mismo. Véanse escarapela,
la persona : no le cae ni le viene al justo, no llena su puesto, el y pelotero, donde todas van explicadas.
eoal pide otros méritos y circunstancias. Bahúno.— Se dice de la gente soez y baja; 6 bien de baho por
Melcr á la venia de la Zana.— Meterlo á barato, de; modo que su poea limpieza, ó de bajo por su condición.
acabe en palos como el rosario del Chite. Respailar. — Hacer algo como por fuerza y regruñendo. Terre
Volver las nueces al cántaro. — Es tornar á la dispula, como se ros le pone esta significación ; pero en algunos pueblos imás con
hace en los sorteos , que acabadas de salir las bolas ó nueces, ó forme con el significado que le da Qutvüoo) vale ir con velocidad
\o que sirva de lote, vuélvense a echar en el cántaro para comen y presteza, con anhelo.
tar de nuevo. Mueca.— Ademan que se hace con el rostro ; palabra imitativa
Hacer de alguno cera y patito.— Quiere darse i entender la fa del gesto que se produce al pronunciar la i» con cierta fuerza.
cilidad con que se reduce á otro a que haga lo que se desea. Es De hito en hito. — Vale lijar la vista en algún objeto' sin distraer
frase expletiva, porque hacer de alguno cera, ya expresa su blan la á otra parte. Fito era en lo antiguo lo mismo que fijo, hito, del
dura y docilidad; pero se dice, por encarecimiento en ,1a frase, no figere latino, y de aqui llamarse también filo el mojón 6 poste de
solo cera, sino pabilo también. piedra que señala los linderos y da á conocer la dirección de los
Andar al pelo.—A golpes. Frase figurativa, porque al pelo se di caminos. (Véase Bernardo Aldrete,Voca»»/ari» del fuero, etc.)Mirar
rigen las mujercillas, para hacer presa cuando contienden. de hilo en hito es pues expresiva frase que denota la atención del
Baraúnda.—Ruido y confusión grande. Pudo decirse de baraha, que camina por lugar desconocido, valiéndose de estas señales.
palabra despreciativa con que se denostaba en Toledo (con una Con el ojo tan largo. — Con cuidado y atención ; modismo imi
ebanzoneta cuyas coplillas todas acababan «y la baraha») el canto tativo, porque parece que dilatamos los ojos cuando miramos con
de los judíos, tomando la misma palabra con que ellos lo deno atención, y más particularmente si lo hacemos al soslayo.
minaban de la raíz barach, •benedixil,salutavih. Hacer los judíos Eífar de gorja—Estar alegre, de burlas, de broma. Dicese gor
la baraha es lo que los moros el zalá. ja i la garganta, pero mas bien me inclino á que en esta frase es
Echarlo á doce. — Meterá bulla alguna cosa para que se confun tá corrupto el italiano gioia, alegría, contento :
da y no se hable más de ella. Es del refrán antiguo, recogido por Tal, che mi Irahe del cor ogni allra gioia. (Petrarca.)
el marqués de Santillana : «Echémoslo a doce, siquiera nunca se Dice nuestro autor :
venda;» y vendrá de los tratos de mercaderes. Parióme adrede mi madre;
Hechos una pella. — Revueltos, mezclados, apretados y amasa Ojalá no me pariera.
dos como una pella. Ojie estaba mando me hizo
Al estricote. — Vale tanto como al retortero 4 a mal traer ; quiza De gorja naturaleza.
del juego de pelóla llamado asi. Esta frase se encuentra en el Ar Mamarse el dedo. — Expresión irónica que se dice del que se
cipreste de Hita, en la comedia Pedro de Vrdemalas de Cervantes, hace el simple, y parece que no comprende lo que no quiere; pero
y en el Quijote. no mamarse el dedo vale tanto como ser despierto y no dejarse en
Pagar el palo.— Llevar alguno el castigo qne merece otro; de gañar. Tomóse de los muchachos pequefiitos y de los simples, qne
origen vulgar y tomado acaso de algún juego ó diversión. siempre tienen los dedos en la boca, y no es signo por cierto de
Apatusco. — Es adorno, regularmente pueril y ridiculo. agudeza.
Echar verbos. — Decir improperios, juramentos y amenazas;
quizá de verbum, palabra, se dijo la frase con este significado, por
1. s]Oi MtTtdllO» (P.) que el que jura é impropera no es tan ejecutivo como parece.
dejarse de reucncanillaa y catarse, (ff.)
Z, le OJO decir (/'.)
5. la murro toda i barato, ó i renta 4 de (1(1.)
T. Púsose el motilón mas colorado (P- B.)
4*. una chichota.» (id.)
I. Ii toma, dictando (P.)
«. aa tomaban a envedljor.y indar al pelo. El guardián que vio (P.) 4. eaeepela(/d\)- «rapeta (B. F. S.)
e. respailando, (P. F. S.) -respingando, (H.)
— so volvieron otra vei i envedljar, y andaban... (" )
7. traía (P.) — lo traían (D.) ....
««. lodo » doce. (P.) 9. haberes del mundo. Le inora entonces habló al al«oac¡l muy so
15. molíala (D. M. A. C. B. F. B.) brepeine (P. Sijise en la lineo 1 ." «te ¡a coltimntz.'.paa. Itt.J-corets
17. ve aquí (B. P. S.) por todo ti mundo, El Vicario «píleo (B.)
18. la viuda, al guardián pl<a(P. z/J
4JS> OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mi casa ? » Y en esto iba y venia. «Yo traigo un man ees la moza habló al alguacil muy sobrepeine, y le
damiento tan gordo, que no vengo á humo de pajas,» aconsejó que no se anduviese regodeando, y que a
dijo el escribano. acordase de la demarras, y que era lodo fruslera, j
«¿Mandamiento?» dijo el licenciado ; «no me lo ha que no había de tener más así que asado; que toda en
rán en creyentes cuantos aran y cavan.» Y sobre esto gente honrada, escogida á moco de candil, y personas
se batió el cobre lindamente. de chapa. El alguacil gritaba como un descosido, vien
Dijo el alguacil : « Yo no doy mi brazo á torcer.» do que la mozuela le habia dado entre ceja y ceja con
Replicó el hijo: «Ni yo me dejo agraviar en el blanco la del márles; y tomó la hincha con ella. Elescribano
de la uña; y esta casa no es como quiera, y míreme á decía que no se la habia de cubrir pelo. La madre i
la cara. ¿Qué quería? ¿llevarse de bóbilis bóbilis mi el padre, que se estaban á más y mejor, dijeron: «Euó
hacienda? Antes me dejaré hacer trizas; y advierta va de rota; no hay sino hacer de las tripas corazón, j
que no somos todos unos, y me mataré con mi padre ojo al badil ;» gritando : « No me hagan , que echaré
en dos paletas, y me haré añicos.» por esos trigos; y á toda ley habe de tuyo.»
«Arda Bayona, dijo el alguacil; que estoy ya hasta pide el carbón cnando'arde, <S el pedernal cuando te hiere uai !
el gollete, y lie de hacer mi oficio.» eslabón. De aqui no parecerá extraño que echar chispas sea eün
El escribano oslaba de mampuesto, diciendo que no enojado y enfurecido, esto es, ardiendo y caloroso, como (ensa
le untasen el casco, que los pegaría á mantiniente con tan los iicoreí, que despiden su calor en chispas que se ciérna
la superficie.
la de rengo. Estar en jolito.— Quedarse en suspenso ó chasqueado ; r ■■
El hermano se fué rabo entre piernas, el maridillo mino marinero, cuando las galeras están ancladas ó no aLdasi<
echando chispas, y todos se quedaron en jolito. Enton- navios de alto bordo por falta de viento. Slare in giolilo dices»»
lo mismo en italiano, y vendrá corrupto de gioire, gioilo. Cu»
es el alimento que se toma, particularmente en los viajes.
A humo de pajas. — Ligeramente, sin refleiion ni consideración. Sobre peine. — Expresa en sentido figurado «ligeraBeme.a
Tomado de la costumbre de quemar ios rastrojos y restos de las reflexión»; y en el natural «por cima del cabello y sin ahondar la
trillas, cuyo humo lleva el viento alimentando el fuego. chos, como cuando se corta, poniendo debajo el peiie siripi
Batir el cobre.— Tiene varias significaciones familiares trasla vaya bien la tijera y no apure mucho.
ticias de su material sentido, y todas expresivas y de exacta sig Heyodear.— Deleitarse en lo que gusta 6 se goza, detenientes
nificación. Búlese el cobre con fuerza y golpes continuados y vi en ello, y también estar de chacota ; en vascuence es ertsuin,
vos, y asi este giro vale tanto como tratar mi negocio con viveía y regodeo eragodea. Creo, sin embargo, que venga de jets, fe
y empello, con calor y constancia. que saldría regoio y regosar, y corrompido regodear j rtsaK
No dar el brazo á torcer. — No mostrar flaqueza 6 necesidad, ó formado este más bien del nuevo verbo.
no cederá otro: locución traslaticia, que explica lo mismo en su Lo de marras.- El tiempo que ya pasó ó en que suce4¡¡«t»
sentido natural y más estrecho; no torcer el brazo, es ser fuerte na cosa. Nombre arábigo qne viene de marrah, «lo que pav. fe
de miembros. rina, Catálogo de toces arábigas.)
De bóbilis bóbilis. — Vale de balde y sin trabajo; i lo bobo; fra Fruslera.—Es el dicho ó hecho de poca sustancia ó narsaa.
se inventada y compuesta bárbaramente por el vulgo. Llámase fruslera el metal que se hace de las raeduras cíe na
Triza. - Es pedazo pequefio ó partícula de algún cuerpo, y asf del latón 6 azófar cuando se tornean , y de aqui el sentido nato
hacer triías es destrozar. ticio de la palabra.
En dos válelas.— Brevemente, con prontitud. Tálela es nombre Persona de chapa.— De seso, de formalidad; tomado de li a?
de varios instrumentos de hierro 6 madera, que tienen diferentes de metal ti otra materia que sirve de firmeza y adoran 4t sn
usos. Uno de ellos equivale á badil, y en este sentido tal vez se di obra, que se llama chapa. Asi se dice hombre de chopal ckjh
jo «en dos paletas ó paletadas se hizo esto ú lo otro». do, bien aforrado y sujeto con su propio juicio.
Hacerse añicos. — Romperse en mil pedazos, ó deshacerse por Ceja y ceja (entre).— Es hablar á uno de manera que lotan
ejecutar algo, en su sentido traslaticio. Llámanse añicos los qne responder; y según Covarrubias está tomado de los cunte-
fragmentos de una cosa rola 6 desgarrada. res, que el mejor tiro que pueden hacer al conejo 6 liebr» a
De mampuesto. — De repuesto, de prevención ; y tomóse de las darle entre ceja y ceja. También se dice boy ponérsenos sm ' »i
obr.is de manipostería, en que se llama asi lo que se sobrepone entre ceja y ceja, por estar firmes en nuestro proposito, sioáüi
á otra cosa. Voz compuesta de mano y poner. por la opinión de ser gente testaruda la que frunce el cefio.
Untar los cascos.—Adular i uno, alabándolo con afectación; tal No se le había de cubrir pelo. — Es frase figurativa, por nopa-
vez traslaticiamente, por la costumbre de untar y teñir los cascos der medrar ó ser poco afortunado , que no ha de salir de arta
de los caballos para que parezcan más negros y brillantes. A mus ij mejor. — Grandemente, con excelencia y primor, ::
A mantiniente.—-Voz de vulgar pero expresiva formación, y vale solo más, sino mejor todavía.
con toda la fuerza de la mano ó con ambas manos. Teniendo las ir de rota. — Rota es la pérdida de una batalla, y retirada íe i
manos en alto: manteniendo, descargar el golpe. ejércitos rotos y destrozados; de donde se dijo ir de reía, por ¡r*
Dar con la de rengo.—Lastimar ó desgobernar á uno de las re vencida, y súbita y desordenadamente.
nes 6 caderas, y también engañarle después de entrelenerle con Hacer de tripas corazón. — Esforzarse en disimular el sifis «
esperanzas. Hacer la de rengo, es Ungir enfermedad para excusar sentimiento ; frase figurativa é ingeniosa : al que le falta corúa
se del trabajo. Derrengar se diría directamente de los renes, y para estar tranquilo, hágalo de las tripas, qae ascienden ia
después el pueblo formaría la frase con la palabra rengo y renco. cavidad del pecbo cuando se retienen los suspiros.
cojo, derrengado. Un valiente araucano, famoso por el poder de su Ojo al badil.—Badil es la pala de hierro para coger la Is¡s>k
brazo, por lo pesado de su maza y lo certero de su honda, de quien déla chimenea, que dice el latín balillum; aunque los alciouí*
habla Ercilla no pocas veces con elogio, apellidábase de esta i etimologías quieran qne salga del arábigo, como astfan ■'
manera ; y ¡quien sabe si á él aludiría la frase anterior? padre Guadix, 4 de la raíz hebrea badal, ueparavil, discreta' ."-
Echando chispas. — Chispa es la parte pequeña que se despren mu d por qué se originó la frase presente para significar alera,
de de algún cuerpo, y mis particularmente las de fuego, que dcs- cuidado? Covarrubias dice que los ministros de justicia, asi ras)
llevaban las fasces ó segures, asi también iban con ti badil o pah
con que se herraba en la cara á los condenados á esta peti ; !
*. dijo el Vicario ; < no me lo harin entre y entre cuantos harin [II.) quizás por ello, y dar aviso de tener cuidado, se dijo la ín»
8. blanco de la uBa, que aoy mis conocido que la ruda, no nací en equivalente á la comunísima de ojo ti Cristo, que decimos a«j.
las malvas, y esta case no et {Id.) llal/c de ftnyo.—Dice nn proverbio que de las aves la perfil, ff-
1 1, hacer irosos, y advierta que somos [Id.)
15. paletas.! «Arda Bayona, (la.) i. y que se acordase de marras, y que era todo trastería, (r\)
16. que no le contasen et casco [Id.) fruslería, (S.)
17. les pegarla (C. B.r.S.) 8. con la de marras; rD.ar. A. C. B. T. S.)—del mlrtfs. ej»edart»s
manteniente (O. S.) uo corte en esto?) (P. Stiue en la linea 8 de la columna i.', fíf. "*-'
19. el marido (5.) 11. badil ; • girando : (*. A. C. B. F. <¡.i- ojo al candil; ffl.l
10. quedaron xollto. (D.) 13. ate de tuyo,. (í>, *, A. C, *, FJ - iva dtl Ujc • (»J
CUENTO DE CUENTOS. 413
« ¿No ha de mediarse esto?» dijo el licenciado, viendo «Yo los meteré en pretina, 6 podré poco.» «Yo les
la escarapela. Empezaron todos á encogerse de hom liaré, dijo el escribano, que me bailen el agua delanto,
bros, y a decir que se rujia cierta cosa; y que aunque y los dejaré en el pelo déla masa; que no ha de ser
no importaba un bledo , bastaba el run run y el qué todo cháncharras máncharras, y basta ya la trisca.»
dirán ; y que si no se estorbaba, era fuerza que el algua Oyó el padre lo que trataban, y dijo: aOxte, pulo;
cil llevase una tunda de coces. mas á mi no se me da un ardite, que ni temo ni debo,
El no dijo esta boca es mia , y tieso que tieso. « Ahi y al cabo habrá dello con dello. »
me las den todas, decía el bribón; que en manos está «¿No daremos un corte en 'esto?» (dijo el licenciado),
el pandero, etc. » No lo dijo á sordos, que se quemó cuando á sabiendas el mozuelo, muy remilgado y ca
de oírlo el escribano, y le dijo: «Para mino son me riacontecido, dijo que «estaba entre dos aguas, y dos
nester tantas arengas, que sé dónde me aprieta el dedos de irse por ese mundo adelante, en justos y en
zapato ; y lo que apuntó la señora lo tengo al cabo del creyentes; que citaba cansado de traer los atabales á
trenzado; pero las razoncitas yo las guardaré como oro cuestas».
en paño.» Alégresele la pajarilla al alguacil, y dijo:
está liarlo de la molestia de alguno. El bato es el depósito de la
ro afirma otro que, de las aves, la mejor es el ave tic tuyo : juego alegría, y parece más interesado que otra alguna entraña en las
de palabras por iabe de tuyo, ten de lo tuyo, junta hacienda; y hipocondrías, ictericias y molestias semejantes.
Meter en pretina. — Estrechar á alguno á que ejecute una cosa
de aquí la frase j el refrán.
Escarapela. — Vale lo que rifia ó cuestión en que al Sn se ara- ó cumpla con su obligación : viene de la pretina ó ceñidor con
Dan y tiran de los cabellos. Es familiar y de la misma formación que se sujeta la ropa á la cadera, de donde se dijo pretina todo
lo que ciñe ó rodea, y se formó la metáfora.
idiúlica que zacapela, pélamela, pelotera y otras.
BUdo\nosemcduun\.—Planta anua de tallos rastreros, demedio Lo dejaré en el pelo de la masa.— Anlítesis que vale liso, llano
pié de largo, con las hojas aovadas, de un verde oscuro, y las y mondo , como el pelo de la masa , qne no le tiene.
flores pequefias, y amontonadas formando racimos; cómese el ble Trisca. — Bulla, algazara y estruendo ; por extensión de su sen
do en muchas partes , y es desabrido y de poca sustancia. (7>¡e- tido natural, que es el ruido que se hace con los pies en alguna
etemorio de la Academia.» Por su casi ningún valor sin duda dljo- cosa que se quebranta. Dicese triscar principalmente del gana
íc la frase no se me da un bledo, por no me importa. Expresiones do, que salta por montes y vericuetos , y de aquí la traslación del
semejantes son muy comunes en nuestra lengua, y luy muchas sentido.
Oxte , pulo. — Interjección que significa aparta, quilate, tomada
recogidas en el Cuento de cuentos.
sin duda del modo con que los pastores apartan las reses, y las
Arregostóse la vieja i los bledos . corraleras los pavos. Véase lo ya expuesto en la frase sin decir
Y no dejó ni verdes ni secos.—(Refrán.)
oxte ni inerte.
An ntn.— Rumor : está tomado del ruido que se percibe lejano, Ardite.— Era cierta moneda de poco valor que bnbo en Castilla
confuso, ininteligible. y en toda la Provenía, de donde se ha conservado en Cataluña ;
Tieso que tieso. — Que expresa la terquedad ó pertinacia de al quieren algunos que tenga origen provenzal, de ardel;y otros se le
eono : figurativa locución, definiendo lo que no se dobla ni cede dan árabe, de ardhét. Por el poco valor de la moneda se dijo no
por más esfuerzos que en ello se pongan. tale un ardite, la cosa despreciable.
Ahi nulas din todas. — Cuéntase de un alguacil, que yendo i haber dello con dello. — Da i entender qne es precioso mez
ejecutar cierto mandamiento, fué abofeteado ; fuese, y dijo al Cor clar la dulzura con la dureza, los males con los bienes ; y también
regidor : • Sepa vnesamerced qne le han dado de bofetones.» sirve para significar cosas opuestas entre si. Es frase elíptica
«¿Cómo eso?» contestó el inei. «Cuando voy por orden de vue- haber de ello y de ello, de esto y de eso, mezclar esto con
samerred á ejecutar una comisión, repuso el alguacil, no le repre aquello.
sento? Pues en la que ahora he llevado, en esta cara de vuesa- Entre dos aguas. — Perplejo y confuso. DIjose tal vez del riesgo
mereed (dijo setialando la suya) ban caído más de dos docenas é indecisión qne tienen las naves en las desembocaduras de los
de bofetadas.» «¡Hombre! contesto el Corregidor, si es asi, abi me ríos, donde las corrientes los llevan y traes, con mucho peligro, y
las den todas.» Significa pues, no me importa, no se me da nada. á veces sin poderse valer.
En manos está el pandero que le sabrá bien tocar. — Indica que Estar dos dedos de algo. — Da i entender que una persona
se puede Uar cualquier negocio á alguna persona , por la seguri esti casi resuelta á decir ó hacer alguna cosa ; le faltan dos de
dad qne se tiene en sn pericia. Refrán antiguo, mencionado por dos de distancia para llegar al punto ( que á la verdad no es
el marqués de Sautillana : «En manos está el pandero de quien lo mucho).
sabrá tañer. • i's justos y en creyentes.—Ei frase familiar para asegurar que
So sabéis dtnde me aprieta il zapato.— Pro verbio con que se da nna cosa es cierta : «en voz de verdad, por los qne alcanzaron ser
i entender qne cada nno conoce mejor lo que le conviene ; y no contados entre los justos ypor los creyentes, afirmo qne haré esto.»
puede haber frase mis expresiva , ó gráfica como ahora decimos, Expresión con tanto sacada de nuestras creencias, y no de dnnde
porque nadie sabe mejor que el qne la tiene puesta, si una prenda la hace venir Covarrubias con diversa y no aplicable significación.
le incomoda ó no. En zapato ceñido y ajustado podrá presumirse Encreyente llámase al incrédnlo en la siguiente estrofa de Alonso
que lastima; pero dónde, lo conoce únicamente el que lo lleva. Alvatei de VUlasandino :
Tenerlo al cabo del trenzado.— Es haber entendido bien y con Amigo, si algo eserevlstes
todas sns particularidades un negocio, tener llena de él la cabeza. A mi nunca fue mostrado,
Guardar como oro en paño. — Explica el aprecio que se hace Sy ion ya vos fuera dado
de alguna cosa por el cuidado que con ella se tiene , como las de Loor cuanto merecistes;
oro, qne se conservan entre patos para que no se ensucien ni Sy de saña enfengistes.
Yo seyendo ynoccnlc
arañen. * Non vos fagan encreyente
Alegrarse las pajarillas.—Con esta frase se pondera el gusto y Que con saber me fccjstes.
satisfacción grande que nos causa la vista ó el recuerdo de una (Cancionero de Baena, pig. 261.)
cosa agradable: expresión figurativa y traslaticia, porque la paja Traer ¡os atabales a cuestas.— Para decir que uno es madrigado
rilla es el bazo del cuerpo del animal; mas particularmente del y bellaco , que ha pasado por todo y no se espanta de nada ; por
cerdo , y nadie ignora que los afectos , pasiobes y calidades tie que las bestias que los llevan , como sienten tan gran ruido enci-
nen en el lenguaje común su asiento en las entrañas y otros órga
nos. Asi llámase duro de cabeza al tenaz ;,de mal corazón, al fiero;
y al cruel, de malas tripas ; se tiene frita la sangre, cuando se S. en el pelo de te címlie ¡ (*. 4. C. B. P. S.)
«.lodo ihaearracbacarra,(D. Jf. A.)
basta la Inica. {A. C. B. F. S.)
1. filo?' dijo el guardián, viendo (II.) t. corte en eatoh (dijo el Vicario), cuando i «hiende» dijo el tnoiue-
I. importaba un icio, {Id.) lo(PS)
» decía el noltiea; que en mano (id.) 10. doa dedos, de Ine (JVo hay más tn el manuscrito)
II. donde apriete (O.) 11. mundo, en juatoi y encreyentei; y que (P.)
ta. uanaido; ('d.J 1*. atabalea.» ¿Quien (<d.)
414 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
"¿Quién fuiste tú, que tal dijiste? No es creible la có vautem deste negocio, tiene muy malas maneras, 'no
lera del padre, pues llegándose áél, le asentó una ta- ¡ » le alcanza la sal al agua, y iodo es carantoña. Yo que
balada. El no chistó ni mistó. «Bergante (dccia el jido la más amarga del mundo y echada porpuerUs;y
viejo), téngote como cuerpo de rey, comiendo mil j » sé que él y su mujer me están royendo los zancajos.
gollorías, dándote conejo por barba, y perdices como » Que le advierto que si no calla, le ha de costar la tor-
tierra , y vino como agua , repapilado, y hecho un trom » la un pan; y que entiendo poco de filis; que no se ponga
po, vestido á las mil maravillas, la casa como una col » conmigo á tu por tú ; y me crea que estoy muy arnos-
mena, ¿y tanto lilao? Mírame á la cara, que el casa » tazada de ver que se haga zorrocloco, y nps venda ba-
miento se ha de hacer de haldas ó de mangas. Quitaos » las; que se guarde del diablo, que ahora es todo tartas
de cuentos, y no andéis en tanto más cuanto, que se » y pan pintado ; y que todo esotro es andarse por la
me va subiendo el humo á las narices, y conmigo no » ramas ; y que por mal término no hay hacer carre-
tendréis un si es no es.» » ra conmigo; que le veré la boca á la pared, y no le
Entre estas y estotras, entróse de claro en claro una «daré una sed de agua. »
fregona con un canastillo que se venia á los ojos, y Levantóse un remusgo, que hasta allí podía llegar,
unos bizcochos que saben que rabian, y yo me comia y daban todos diente con diente, y tiritaban de oir ti
las manos tras ellos. Anduvimos ala arrebatiña, y no les cosas.
fueron vistos ni oidos. Traía un billete de la pupilera
para el licenciado; diósele, y él dijo: «Hablen cartas
y callen barbas . Aquí está quien no me dejará men Malas manchas.—Mala Índole ; esto es, señales en el rostrsp»
ticularmente, por donde puede inferirse lo atravesado del aiii'i
tir. » Y el papel decia ni más ni menos :
«Señor licenciado, ese belitre, que se hace el ru- negro del corazón.
A'o le alcánzala salalagua.- Estar alguno tan fallo dr asa
que no le alcanza lo que tiene para su manlcuimienlo precia §
pérbole significativa y de ingeniosa aplicación.
mi de sf y sobre las orejas, en haciéndose 5 ello pierden el es Carantoña. — La mujer fea y vieja que se afeita y composíia
pantarse. vV. Covarrubias. ) — Y sin eso, es traslaticia la expre disimular su fealdad; es palabra despreciativa, y de este pa»
sión ; lomada en sentido general : traer los alábales ó la casa á hav muchas vulgares é idiúticas en castellano : de la misBiíanr
cuestas, es venir con toda su hacienda y menester; como echar la cion y origen que carátula, carantamaula y otras.
casa por la ventana es derrochar. Echar por puertas. — Gastar á uno el caudal que ln.ii;»*>*
Tabalada.— El golpe fuerte que se da cayendo violentamente en en estado de ir de puerta en puerta mendigando el susto»
el suelo ; puede que de tabalario {tafanario) se dijera tabalada, Roer tos saneados.— Murmurar O decir mal de álguim, caí»
tomo de costilla, costalada; voces de vulgarísima formación. do sos defectos más pequeüos en ausencia suya ; locuamiíP
Golloría. — En sentido familiar es manjar exquisito y delicado, despreciativa, pero enérgica, para dar a entender al que san*
y por extensión delicadeza. Llámase gallaría i una especie de que se parece á los gozquecillos, que ladrau y muerden ei i»» \
cogujada sin penacho; y tal vez aludiendo á ella se dijo andar en por detrás á los perros grandes, huyendo luego.
gullorias ó gollerías, por andar con delicadezas, escogiendo los Costar la torta un pan. — Significa que una cosa cuesta sis»
pajarillos y carnes tiernas y exquisitas. lo que vale, 6 que uno se expone i riesgo que no ha pm»» •»
liepapilarse.— Rellenarse de comida y relamerse saboreándola; presión traslaticia que tiene el mismo valor en su seniido ta»
esto es, hartarse de comer hasta el papo, i no poder más : cosa No entender de filis. — Esta palabra de formación del n!¿> *
frecuente en algunas aves doinésilcas, que después de hartas niflca habilidad, gracia y delicadeza; y asi decíase tamaian,
mueven el buche á menudo para facilitar el paso del alimento. guete pequeño de barro que solian usar las señoras pre>44>
Hecho un trompo.— Redondo , pesado y torpe. brazo ; quizá de hilo, cosa delicada y tenue como el tilo- >»
lie haldas ó de mangas. — A tuertas ó á derechas , que quieras tender de filis es no estar en esas menudencias.
que no; compóngase la ropa, ya salgan los pedazos de las man A tú por tú. — Descompuestamente y sin respeto ; por to> 9
gas ó de las faldas. riñen de tal modo que pierden la cortesía, apeándose, el Inüai*
Venirse d los ojos. — Que llama la atención ; frase significativa, to y tratándose mutuamente con desprecio, de tu á tú.
porque parece que aquello que nos agrada se viene á los ojos, 6 Zorrocloco.— El hombre tardo en sus operaciones, qsf pi,!
mejor los ojos se van tras ello, como también se dice. Ya en otro bobo, pero que no se descuida en su utilidad y provecí» ,*
lugar queda ponderado cuántas frases comunes y graciosas tiene compuesto de torro y clueca, zorro y gallina (tonta y parala,'*'
nuestra lengua relativas á los ojos. lo están cuando empollan)? ,
Saben que rabian. — Significa el vivo sabor de alguna cosa, y Vender bulas. — Anles se encomendaba por carga eoncflü u stj
también la extrema habilidad ó ciencia ; es juego del vocablo ministracion y expendicion de bulas en cada pueblo, j de ai»
saber, que además de interpretarse tener ciencia , significa tras frase que significa unas veces imponerle á uno carga o pw
laticia é ingeniosamente lo que tiene gusto, sabor fuerte y percep y otras, reprenderle severamente; por la riguridad conaai»t<
tible, que á veces puede llegar i tal extremo, que pique tanto que giaTortas
el recaudo.
nos haga rabiar. y pon pin/dio (no ha de ser todo). —Con esto se *iik",
Comerse ¡as manos tras algo.— Denota el gusto con que se dice, alguno que se queja de pequeño trabajo, que habrá de te»»'3"
hace ú oye alguna cosa. Expresión tomada de la costumbre de mayores; quiere decir : «no todo es el dia de la boda,»p«5"
gente grosera que se chupa los dedos y los relame cuando come este solia gastarse en el convite un pan con bafio porcuna s»
daba cierlo lustre. Aun en Andalucía se conserva la cesaew
manjar de su gusto.
Belitre.— Picaro, ruin y de viles costumbres. Es el belitre fran hacer en tales dias panes con labores, figuras de talco y ■•■"
cés, traído sin alteración al castellano : voz de germanía, y la in seda, á lo que llaman pan pintado. Es antigua<ocncioo«*^
sería Juan Hidalgo en su Vocabulario. como indica Cleraencin en sus notas al Quijote, cap. 19,'- ' #
Ver [ó pegar) la boca á la pared. — Callar lf necesida' «■'
Tuautem. — Es el sugelo que se tiene por principal y necesario
para alguna cosa, 6 la cosa misma que se considera precisa; y está padece, por grave que sea; expresión figurativa, y qmta i«E'
tomado sin duda de que con semejantes palabras terminan ma la práctica de los musulmanes para confesarse de sus tal»»-
chos de los retos comunes de la Iglesia. Remusgo El ambiente algo (rio y penetrante.
2. sombrero, y ni buena ni mala, ai no viene (P.) I . mientras'el Vicario cantaba lat musarañas; (/',)
3. El padre que oyó [Id.) • I», ni padre, que estaba ficelio'UQ pelmazo, y le dijo : (M)
i. coletadas, (2>.) 7. menester zarracaterías.* iCáieic que todos le bailaran (/¿4
S. un estampido (P.) •Cásele (O.)
1. i pi« (M.) todos la bailaremos (ir. A.C.B. F. S.)
8. El motilón, que vid que esto iba (Id.) it. la boda bizo asomar 1 mutuo», iodos i a repapilare». (W)
ft. tus, sus, (Id.) somormujos, (D.)
IB. pedazos, becbt do sal y muy donairosa decía (Id.) 13. repupllarou. (li)
CUENTO DE CUENTOS. 417
tenía en casa; y si se quejaba, decia que hablaba ad mujercilla estaba de veinte y cinco alfileres, y le dijo
efesios, y que no se gobernase por su caletre, que se para qué se metia de gorra.
quedaría in puribus, que era un maniaco. Y aunque «Déjense de filaterías , que una por una ya están ca
calló entonces, después lloraba los quirics, y propuso sados (dijo el licenciado); y si hablamos más, nos
de hablarle papo á papo, porque otra vez no se le subie echará el gato á las barbas , y volveremos las nueces al
se á las barbas. cántaro.»
Con estas cosas le metió las cabras en el corral, y ca «Libertad me fecit.-a dijo el hermanillo.
lla callando hizo su negocio, y el hermanillo le escu Ycon esto, se fueron todos á la deshilada, con muy
chaba hecho un bausán. Estaba en cuclillas detrás de grandes cogijos, sin respetar el coromt'oti'í del padre,
la puerta la recien casada, oyendo al muchacho con la que daba gracias á Dios de ver acabada tan grande'
oreja tan larga, y entró con un tropel de los diablos. carambola.
El, por lo que podía suceder, venia hecho un reloj. La
equilibrarlos los humores; como el reloj, que anda con cierto
vulgar y semejante i troekimoche, cochilt kervite y otras qne en compis y medida, señalándolas horas ; andar como un reloj, te
este cuento aparecen, — es como si dijéramos pedazos de vasija, ner esactitud y método.
cackos de voto, caekivaio, cachivache. De veinte y cinco alfileres.— Compuesta y bien aderezada ; pun
Adefesio* — Palabra corrupta de Ai Epheshs, i los de Éfeso, i tualidad con que expresa el vulgo ingeniosamente lo nimio y pro
quien predicó san Pablo, y dirigid muchas epístolas. Hablar ai lijo del tocado de una persona , en el que , y sobre todo en la mu
Epitelios, i los que no nos entienden, ni entendemos ; 1 otros con jer, los alfileres son parle muy principal y precisa.
quien no tenemos nada que ver, did pié a que mas latamente lue Meterse de gorra. — Acostumbrar i comer en casas ajenas sin
go se dijese adefesio toda cosa rara y extravagante. No hay, pues, estar convidado, y vivir siempre i costa de los demás : corra , voz
que acudir i otros orígenes, mas eruditos tal vez, pero no mas de germanla, significa la estafa y el estafador, sin duda por los
apropiados. ( Véase el Tesoro de Covarrubias. ) medios lisonjeros y aduladores con que, mis que ningunos otros,
* Caletre. — Tino, discernimiento; tal ves de formación idiótica facilita el engallo.
del verbo colar, conocer, comprender una cosa. Filatería. — Es demasía de palabras para explicar algún con
Llorar los quines. — Lamentarse, condolerse 1 voz en grito ; to cepto con mayor menudencia de la que se necesita. Voz quizá
móse de las muchas notas, compases y tonos con que suele dila también de composición vulgar, y como queriendo explicar el
tarse el canto del kyrie cleyson en las misas mayores. enredo y confusión son la semejanza de los hilos, hilaiera, hila-
Hablar papú a papo. — Hablar cara i cara, ó decir i otro en su deria, filatería.
rostro con desenfado lo que se ofrece -. locución figurativa y que Echarle i uno el gato i las barbas.—-Es sacudir de si el peligro
expresa bien la acción osada del audaz , que adelanta el cuerpo y para echarlo en otro ; ponerle en ocasión de trabajo : expresión
la garganta para hablar con otro. figurativa y bástanle gráfica.
¡subirse é las barbas. — Juegan las barbas mucho en los refra A la deshilada.— Quiere decir,' uno i uno y con disimulo, calla
nes é idiotismos castellanos, ya por ser parte principal del rostro damente : tomjMo de la milicia, que rorapia la fila y marchaba
del hombre, ya por la suma veneración y respeto qne de antiguo calladamente, durante la noche, por sitio estrecho para sorpren
se les ba tenido, bijos tal tez del aspecto grave y reposado con der al enemigo. Tal vez por eso se llamaron desfiladeros seme
tinente que dan a la fisonomía. Subirse a las barbas es, pues, jantes lugares. A la deshilada, expresa cómo se deshace ó deshi
faltar al respeto, llegarse y atreverse a lo mis sagrado de la cara, la una tela, marchándose ó sacando uno á uno los hilos que com
do guardar consideraciones i lo que las pide y merece. ponen la trama.
Meter ¡as cerras en el corral. — Es poner miedo y atemorizar Coramvobis. — üe gran presencia y abultado vientre. Voz latina
i alguno; traslaticia y figurativa locución, porque asi se obliga i incorrupta, y compuesta de corum y tobis.
sujetar y poner a buen recaudo los ganados ajenos que hacen
dado en nuestras fincas ó i los propios que son triscadores y avie- Nota. Por la dificultad de encontrar caracteres arábigos y he
tos. breos que concertaran con la letra en que va impreso este Co
Bausán.— Tomóse esta palabra en el sentido que hoy tiene (de mentario, al par que para mayor inteligencia de los lectores, so
bota y simple, que se queda con la boca abierta), del antiguo arte han puesto en equivalencias fónicas las palabras que derivan de
estratégico. Nuestros mayores llamaban asi i unas figuras que ambas lenguas. Ganaran los no entendidos en ellas y excusamos
embotidjas de paja ó heno , y completamente armadas, ponían de- vana pedantería.
tris de las almenas para engallar al enemigo presentando mis nú
mero de gente del que era en realidad.
Cuclillas.— Cierta manera de sentarse las mujeres, muy frecuen I. que estaba de veinte y cinco alfilere*, le dijo (I*.)
te en Espala , tal vez traída de los moros ; y i la que, según Co- 4. (dijo el Boticario); y el (fd.)
varrubias, se dio este nombre por parecerse el que asi esti senta 7. hermano. (Id.\
t. el coramtabit (Id. S.)
do , i la gallina cuando empolla, que se llama clueca; de aquí II. cerembole. Con esto, y con qne til que me lee* te enmiendes de
cluequilla y cuclillo. lo mol sonado; y poniendo frenillo 4 la sinhueso, candado A tus la
Venir kecko un reloj. — K ponto, estar bies dispuesto, bien bios y grillos 1 tu voluntad (si es que la tienes propia , que no será poco
milagro), des una escobada a las vulgaridades de tu jerigonza,— te veras
mil limpio de malos vocablos que armiño, y quedarla en gracia de len
I. en in can; (£*.) gua . que será lastima conserves puerca y. desvergonzada. (Kn una co
5 hablnll* (I* ) — bablsr{D .) pia ene vio «! leñar CastcUanoi, pero lo estimo yo cntromcUmicnlo de
• . le niüfiba hecho un pauian.(P.) otra pluma.)
II. éa lodo* los diablos. (Id.)
Q-IU 27
LA CULTA LATINIPARLA,
CATECISMA DE VOCABLOS PARA INSTRUIR A LAS MUJERES CULTAS Y HEMBR1LAT1NAS.
LLEVA UN DISPAIUTAMO COMO VOCABULARIO, PARA INTERPRETAR Y TRADUCIR LAS DAMAS JERIGONZAS
' QUE PAULAN EL ALCORÁN MACARRÓNICO ; CON EL LABERINTO DE LAS OCHO PALABRAS.
COMPUESTO
DIRIGIDO
DEDICATORIA.
Siendo vuesamerced más conocida por los circunloquios que por los moños , de tan Inés»"
nédoques y cacofonías, y tan airosa de hipérboles y tan nebrisense de palabras, que tiene más»
Notas.—Catecisma (y no catecismo, segnn por descuido poco aparecer docta y erudita (—Domingo Nanni de MirabfUí IM
piadoso imprimieron en 1660 ios libreras flamencos, y de aquí primer poliantea, deseoso de excusar trabajo de revolver 18»» '
luego Iodos los espalíolesl , pues que el tratado presumía de ins los predicadores i; y S.* de Calepino, de Diccionario, Sonsit*
truir y educar al sexo femenino. KoetrJ^Tjo-t; vale instrucción, de que imprimió en 1503 Antonio Calepino, agusliniauo, qc- '■
donde el satírico y festivo pudo fantasear la voz catecisma. mentaron y corrlgieron muchos ilustres varones, entre otras Jan
Disparatarlo , i modo de vocabulario, diccionario, recelarlo, Paseracio y el jesuíta Juan Luis de la Cerda. Señora te Tritap-'
antidotarlo (colección, de muchas voces, de muchas recetas.de (de las tres lenguas) y Babilonia , no es menor grandeza <¡ne ii
muchos remedios), es la colección de muchos disparates, delirios fuese de las tres Arabias y de la torre de Babel.
y desatinos. Con el disparatarlo se dispone un buen disparatorio, Nebrisense. Arte de Antonio. — El gran Aristarco espaulol, ti*
conversación llena de necedades. ria de la toga romana, Antonio de Lcbrija, ó de Nebrija , case
Significativos, cual los de su mecenas, son los apellidos del vulgarmente se dice, nació en aquella villa por los aios de lWL
buen Aldrotando. Viénele el Anatema por las execraciones y ater Por él la gramática técnica , que apenas dio paso entre los t*
radoras palabras que acompañan la excomunión mayor ; y el Can- guos, comenzó i tener carácter propio, yá ser ciencia diferente
indiano (sin tener parentesco alguno con Juan Cantacuceno, de la retórica y poética. Restauró las letras latinas y abrig* el
usurpador del imperio de Constantinopla, aunque hecho i su se primero el generoso pensamiento de fijar por reglas y arte el ro
mejanza este nombre) vale tamo como aquel que canta estribillos mance vulgar castellano, por estar ya entonces la lengaa en m
sin ningún sentido ni significado, á la manera del cus cuí, zara- alia cumbre, que más se podía temer el descendimiento ierfa
bullí de la Veracrui, ridiculizado en El entremetido, la dueña y el que esperar la subida. El arte de Antonio, i que se refiere C¡1-
soplón. vedo, son sus Introducciones á la aromática latina coopeníi*';
Doña Escolástica (esto es, la mujer qne remeda con afectación refundidas y transformadas de real orden por el padre Juan L<"
lo. hábitos, fas muletillas y lenguaje de las escuelas) tiene por déla Cerda, cuyo nombre jamás llevaron, sino el de Lebnji.'
sobrenombre : 1.* el de Poliantea , como si la apodáramos colec pesar de un duro decreto que sobre ello expidió Felipe Ulil*
ción de lugares comunes para, con poca ciencia y menos fatiga, fiir la corona.
(a) Vid la luz por vez primera en la colección que dio A. La de Alfay, también de esta corte, iCSO.
QtJEYEDoi la estampa con titulo de Juguetes de la niñez C. La que en ella costeó Pedro Cotilo, é id
y travesuras del ingenio , Madrid , 1629. Diaz de la Carrera, i 653.
Kl texto que ofrezco á mis leclores va concordado á B. La de la misma capital , costeada por Maleo de U
vista de las ediciones siguientes, cuyas diferencias señalo Bastida , 1638.
al pié con las iniciales respectivas, y con el número cor F. La que publicó Foppens en Bruselas, 1670.
respondiente al de la linea del texto donde resulta la va S. La que Sancha en Madrid , 1790.
riante. Las notas é ilustraciones están, como siempre, sen»-
D: Reimpresión de los Juguetes de la niñez hecha en das ordjualmente por letras.
Barcelona por Lorenzo Deu, año 1653.
L. La que en la misma ciudad y año hizo y costeó Pe V ..HrlTíf.-— i. cite rilm o (F.S.)
dro Lacavallería. I. dlipiralorlo, (S.)
A. macarrónico ron (AT.)
M. Colección de Madrid, de 1CI8, que cosíeó Pedro . 0. CanUcuceno, (AT. A.C.B. F. S.)
CoeUo. ' 7, ouicurai, (A. C. B. F. S.)
LA CULTA LATINIPARLA. 419
nativos que galanes ; y siendo la dama de más arte (de Antonio) que Sj ha visto ; más merlincocayca
que Merlin,—obligación le corre al más perito (y no es fruta), de encimarla en los precipicios inac-
oesos de otra, si no tan sidérea, estimación aplaudida, si bien de menos trisulca pena (Plauto sea
sordo), dirigiéndola este candil, para andar por las prosas lúgubres. Es vuesamerced adevinanza
perene, y tiene enigma lluvia, y pueden á su menor visita examinar ordenantes. Es vuesamerced
más repetida por su estilo que el susodicho, aquel hidalgo que no dejadescansar renglón en los pro
cesos. Son vuesamerced y la algarabía más parecidas que el freir y el llover. Un papel suyo leimos
ayer yo y un obispo armenio y dos gitanos, y casi un astrólogo y medio doctor. íbamos por él tan á
escuras como si leyéramos simas , y nos hubimos de matar en un obstáculo y dos naufragantes, que
estaban al volver de la hoja. No bastó construirle ni estudiarle, y así le conjuramos; y á poder de
exorcismos se descubrieron dos medios renglones, que iban en hábito de Pacuvios, y le lanzamos
los obsoletos, como los espíritus. Mil Tucídides eché á vuesamerced como bendiciones, que discurre
tan á matar candelas, que la podemos llamar discreta paulina. Si vuesamerced escribiendo tan
¿i porta inferí acaba de lobreguecerse, dirá que su lenguaje está como una boca de lobo, con tonta
propiedad como una mala noche, y que no se puede ir por su conversación de vuesamerced sin lin
terna. Aurore Dios á vuesamerced y la saque de princesa de las tinieblas, que es relativo del demo
nio, pues es príncipe dellas. Vale, encuito, no en testado de escribano. Pridié idus. Ya entiende vue
samerced ; y si no, haga cuenta que se oye.—Licenciado Cantacuzano.
LAMPIÓN.
Es conveniente que las que siguen esta' dotrina y chirrían confusiones, lo que antes, cuando
eran legas, fué : «Cierta persona dijo esto , González dijo estotro, bien dijo don Juan, » hoy sea
Platón enseña, dogma es del Estagirita, asi lo razona Homero. En las visitas al levantarse echará
Merlincocayca llama i la culla , por no limarle desarrebozada- Ordenantes los que confieren las órdenes , y también los que las
mente el epíteto de macarrónica: lodo alusivo i Los macar rímicas reciben ; pero aqui esta en la primer acepción.
del poeta manluano Merlin Cocajo (Teófilo Folengo), célebres En hábito de obsoletos Pandos : con oscuras ,' incorrectas é
desde 1517. intricadas razones. Pacuvio, poela de Brindis, que floreció en
Tritulca pena .-pluma de tres puntas, esto es, diestra en los el siglo vi de Roma, compuso tragedias ( cuyo estilo Cicerón cali-
tres idiomas, griego, latino y castellano. Oca de malo y revesado), y se hizo notable en la pintura. Obsoleto
Planta tea sordo. La voz pena recuerda al escritor el Peno de vale desusado, olvidado, viejo.
Plauto, y el gran trecho que tiene esta comedia escrito en lengua Thucydiies, famoso y antiguo ateniense, de familia de reyes, fué
pánica , que vanamente han pretendido los sabios descifrar : todo general de la armada en Tracia. Desterrado por la facción deCleon,
a propósito para comparación de U algarabía que usaban las mu escribió los ocho libros de su admirable Historia del Peloponeso.
jeres a principios del reinado de Felipe IV. Llamar á nna mujer edicto discreto de excomunión (que eso
Enigma //tirio esta formado a semejanza de sangre lluvia ó vuelve la \oi paulina) es chistosísima ocurrencia.
menstrua ; desenfado poco limpio.
De los Escalígeros apunté algo en el tomo primero, pági lentes versiones, comentarios, notas y escolios importante. £3
nas 319 y 343. Londres murió, año 1614.
¡lussato, célebre historiador paduano y apreciable poeta, escri ¿01 ultramarinos : los sabios italianos y alemanes.
bió la historia del emperador Enrique Vil. De humildes princi Con algo tagua, dice una edición) de lava-6-emi : es 01 ¡ut¡
pios subió á grandes honores eu Padna y Florencia, merced á su ingenioso de llamar vieja á la rulta.
grande ingenio, instrucción y suaves costumbres; pero volvién Aurelio Macrobio Ambrosio Teodosio, varón consolar Id si
dosele adversa la fortuna, murió septuagenario, desterrado en la glo tv de Jesucristo. Comentó el Sueño de Escipion del gran su
isla de Chioiza, hacia el alio de 1330. dor romano, y escribió siete libros de los Saturnales.
Itaac Casaubon, teólogo calvinista y critico sábi.i , nadó en Gi Santanton, esto es, san Antonio Abad, que conoció y sapo toir
nebra, adonde sus padres, huyendo del DeIGnado, habfanse acogido las tentaciones del demonio, será quien pueda entender á la li
por' evitar los castigos de la Inquisición. Escribió con el seudóni ta ; pero no otra tan infernal mujer como ella.
mo de iiortibonus. Los clásicos griegos y latinos le deben exce-
I. faltriquera (O. L S.)- íjlrtiquer» (V. A) •■ que con agua de ta Vaticana ; (F.)
7. Husaaco, ó locae de Caiaubon, (D. L. M. A. C. B, t. S.) IS. aeren aantanlon, (A. )
8. traen las otras del mal (/>. L.) IS, Mo«. (B. L. U.A. C.B.f.)
9. que coa qué ae taire, responda (/i.) *
SIGÚESE EL DISPAMTAMO,
CON QUE EN MUY POCO TIEMPO, 8IN MAESTRO, POR SÍ SOLA CUALQUIER MUJER SE PUEDE ESPIRITAR
DE LENGUAJE , Y HACERSE ENFADOSA , COMO 81 TODA SU VIDA LO HUBIERA SIDO , QUE LOS PRO
PIOS DIABLOS NO LA PUEDAN SUFRIR , Y ES PROBADO.
CULTIGRACIA.
A su marido, por el hastio que causa el tal nombre, que se le asen, 6 que se le envíen (que es lo más risi
le llamará «mi quotidie , mi siempre;» y á él se le ble), no le nombre, por excusar la compasión de lo
deja su sempiterna á salvo para cuando nombre su que le acuerda ; llámele a desgallo ó tiple de pluma»-
mnjer. Para decir caldo sustancial dirá «licor quiditatvsw.
Si se ofreciere decir que despabilen las velas, dirá : A las rebanadas de pan llamará planicies-,
«Suena catarro luciente, excita esplendores , panizue- Y porque la palabra gota es muy facinorosa, y fM
la de corte.» los oyentes abunda de cosquillas, si se ofreciere decir.
Curtido llamare á las criadas no diga : hola Gómez, Déme una gota de agua, ó déme dos gotas de Tino-
hola Sánchez, sino alinda Gómez, unda Sánchez;» que diga: «Denme una podagra de agua, ó denme dosj»-
uncía, y ola son lo propio, y ellas, aunque no lo entien dagras de vino.»
den en latín, lo obedecen en romance, pues lo hun Al nudo ciego llamará «nudo rezante».
den todo. Al queso, «cecina de leche.»
Si hubiere de mandar que la compren un capón, ó Podagra. Esto recuerda la traducción literal del ¡cimu w ">
de ti! en manduco me ¡lumen de te.
S6. ae «cuerda; (O. L.)
Si. DUnaratorto, (If. A. C. B. t. S) M. Denme una gota de aguí, 4 dinmo de» galga [S¿
!3. eiDcriMu(D. L.) 15. cenlia da lecha. (0. 1.)
LA CULTA LATINIPARLA. 421
Al escudero llamará manipulo. de puro untada vnele por las chimeneas, no ha de de
Para no decir: Estoy con el mes ó con la regla,—se cir que se afeita; dirá : «Vengo bien mentirosa do
acordará de que las Gestas de guardar se escriben con facciones.»
letra colorada, y dirá : «Estoy de guardar;» y si el Y para decir que se pone mudas en las manos dirá:
interlocutor es graduado , dirá : « Teugo calendas pur «Yo traigo con calladas los diez embelecos. »
púreas.» Á los chapines llamará «posteridades de corcho,
Cuando la preguntaren: ¿Cómo va vuesamerced?— adiciones de alcornoque, tara de la persona, ceros de
por no responder con nota de agua va y la palabra la estatura.»
fregona , al servicio de vuesamerced , dirá : «Estoy á Si se ofreciere decir: No vengo apercebida, dirá:
vuesamerced oficiosa y afecta. » Y si se quisiere en «Vengo inerme;» y encomiéndese á Vegecio.
carnar más en el latín, diga: adjecta. El burlar llame frustrar.
La riña llamará palestra, al espanto estupor, supi- A las dueñas llame funestas; y si al epíteto pusie
nidades las ignorancias. Estoy dubia, dirá; no estoy ren pleito los cipreses, en tanto que lo juzgan las len
dudosa. Al arrope llamará «crepúsculo de dulce ó tejas, llamará las deshombradas.
abrigue sabroso» ; que arrope y abrigue todo es uno , y No dirá aunque la asierren: Estoy preñada en tres ó
digalo en invierno. cuatro meses; pero dirá: a Dos en tres, dos en cinco,
Dame vino, no lo dirá; sino, cultivándola embria dos en nueve;» y al cabo añadirá: a Yo me entiendo;»
guez, dirá : «Dame llegó,» que llegó y vino todo es uno, que para eso se hizo el chiste.
y no se disfama el gaznate ; y una dama pide taberna En las visitas no dirá: Arrastra esa silla, qne es
en buen hábito; que yo conozco búcaros que sirven ajusticiarla- dirá: «Aproxima réquiem,» sin temor
al tragazo de carátulas de Portugal, con poco temor de de los responsos.
los empegados. Ingredientes llamará á los entrantes, aunque lo gru
Al moño en culto llamará herencia, pues queda de ñan los boticarios y alquimistas.
las difuntas; y en plusquamcullo dirá : «Traigo el eco No dirá zapatilla de pocos puntos, ni calzo ó tengo
del malo rizado, ó el enemigo sin di» (pues dimoño pié pequeño; dirá: «Tengo pié lacónico, ó Calzo viz
es el enemigo, y en quitándole el di, es moño, dia caíno.»
blo mudo); y también le llamará el casi-diablo; y ad Si se ofreciere pedir: Quisiera aloja y barquillos,—
vierta no resbale, y le llame el cachidiablo de pelo. antes la buena cultosa reviente de sed que diga bar
A la olla llamará «la madre meridiana»; y para de quillos y aloja ; dirá : «Traigan vive y rumores de
cir : No como olla, dirá: «Es lo y desoltada,» y podrá acer oblea;» y si hubiere suplicaciones, llámelas «preces
tar con dos verdades. Al ruido llamará estrépito; á la volubles». Y haga Dios lo que fuere servido, que aloja
boguera, pira. y vive, para con Dios todo es uno; y asi se platica en
Para decir: Yo gusto de beber frío de nieve, dirá: las casas de posadas.
«Debo con armiño del frió, con requesones de agua, Es hombre onusto dirá, por no decir pesado.
con vidrieras de diciembre, con algodón llovido, con Al pastel llamará «picaro de masa».
pechugas de nubes;» que poder remudar frasis es lim Para no decir: Vengo mal tocada, dirá : «Vengo mal
pieza. adjetivada.»
Ninguna culterana de todos cuatro vocablos ha de Al paje llamará intonso.
llamar al coche coche , porque no la respondan los Está inmediata , para decir está cerca.
regüeldos ó los cochinos. Debe decir: «Auriga, pon Por no decir: Estoy al cabo, dirá: «Ya agonizo;» y
el pasacalles;» que aunque va á riesgo de una arreba Dios la oiga.
tiña de barberos , es mejor voz á pagar de mi prosa. A las medias llamará no enteras.
Si la culta fuere vieja, como suele suceder, para Circundada dirá , no cercada.
no decir á la criada que la afeita: Macízame de pego Al veinticuatro de Sevilla ó de otra parte: «El señor
tes de solimán estas quijadas y los carcabuezos de las dos docenas; » y es cuenta cabal.
arrugas,—dirá: «Jordáname estas navidades cólica vas.» Soy poco fausta, por .soy poco dichosa.
Y si hubiere de mandarla que la liña la greña de ca
nas, la dirá: «Peléame esos siglos candidos, oscuré Flivio Renato Yegeeto escribió i mediados del siglo ir de Jesu
ceme esas albas.» cristo, con vario estilo según los escritores que eitraclaba, cuatro
libros del arte militar, compuestos con especies y noticias de Ca
Si llegare á mandar que por falta de dientes la lle tón, Celso, Paterno, Frontino y Varron, j de los decretos do
nen la boca de chitas forasteras, dirá : «Fulana , em Augusto, Trajano y Adriano.
piédrame la habla; que tengo la voz sin huesos.» Deshombradas, sin hombre. Doefia es opuesto a doncella; j pa
Si fuere moza, aunque tenga una cara bruja, que ra sustituir aquel nombn-, no se puede ecbar mi.no de olro Un
expresivo como el que se oenrre al escritor malicioso.
Reguiem, descanso : «Tríeme donde jo descanse.»
7. le preguntaren (S.) •
I. agua va la palabra [Id.)
II. en lalin,((>. 1.) 5. conralladoi (D. L.) — con callados (C. B. F, S.)
II abrigo sabroso : (id.) 9. apercibida, («. S.)
li. hibierno. (*. B.) II. pusieron (D. L.)
41. distante (O. L.) 19. Arrastre (Id.)- Arrastra eiU (F.)
4S. no ae resbale, (S.) a 10. con temor (0.)
1». llamara .madre [O. i.) M. llamar! los errantes (M.)
43 turra rieja (A. C.) «. Lecdnlco, [A.)
44 que la afeite macizamente de pagotes (D. I .) 17. 81 se ofreciere decir: (C. *. f.S.J,
tí. •Vélame (r\ S.) 34 hombre honesto ID.L)
obscuréceme {A. C, B. J.S.) 4». Circundada, no cercada. (Id.)
13. Si fuera (O.) 44. velóle y cuatro (/>. L. Jf.)
la cara (S.) 40. por pocu dichosa, l'ur no medir: (O. ¿1
422 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Por no decir : Me acaba, dirá: «Vuesamerced me Por no decir: Antes es apretado de bolsa que dadi
extrangula ; » y es cosa muy lucida. voso, dirá : «Vuesamerced antes es estítico de bola
Suele ser forzoso pedir un guisado 6 un pastel de que diurético.»
turmas, y por no empreñar la prosa, se irá castrando Y porque si dura la visita ó conversación macho,
la palabra desta manera : «Denme un pastel de virili suele acabarse á algunas cultas la cultería, y tienen
dades, ó hágase hombre el guisado.» conversación remendada de lego y docto, y se quedan
Mesticia es mejor que tristeza. á buenos romances, como á buenas noches,—se ha de
Por no decir : Tengo ventosidades, dirá : «Tengo valer del laberinto de las ocho palabras que nunca se
colos ó céfiros infectos.» acaban.
Pide el médico el pulso 6 otra cosa á alguna perso LAS OCRO PALABRAS SON ESTAS*.
na ; no se ha de decir : «Tome vuesamerced,» ni esta «Si bien, ansí, de buen aire, descrédito, desasead),
maldita voz se oiga en boca de hembra. Tome, digan cede, aplaudir, anhelar.»
ellos ; y la cultísima dirá : Aprehenda, ó accipia. Dánseles por aforro y acompañadas las siguientes:
En los pésames ha de encadenarse la palabra sin «Galante, fino, sazón, emular, lo cierto es, esfuer
gultos por sollozos, atros por lutos, sarcófago por zos , ejemplo , aunque.»
sepultura.
La palabra sepelido no se olvide. INCIPIT CULTIGRATIA.
Y si el viudo ó apesamado consiente, se dirá manes,
con sus sidéreas sedes , y su polvillo de parcas. Hilván perpetuo de dislates , sin salir de las ocho
Los rudimentos de la mesa se han de llamar los an palabras en todas materias, cuando la doña Tal Lati
tes , y los postres la contera del mascar. niparla suelta la taravilla, y dice asi:
Para decir: Tráeme dos huevos, quita las claras y « Aunque ceda el descrédito , es galante la fineza, si
trae las yemas, dirá : «Tráeme dos globos de la mu aplaudida-anhela; si bien emular es desaseo de poca
jer del gallo, quita las no cultas, y adereza el rema sazón ; asi más, no deja de ser galante por fino; vio
nente pajizo.» cierto es asi , que no se está de buen aire en el descré
Huevos frescos son «globos instantáneos». dito ; asi por aplausos de la emulación ; así cedida á ks
Encomiéndasele mucho , aunque no venga á propó esfuerzos desacreditados en lo galante, de mejor aire,
sito, estas palabras: Lenta, intestina, palumbe;y so si bien desacreditan esforzados así.»
bre todo patibulo y truculento. Y con volver á lo « Cierto es», que es coynnrsrj de
Estoy con fábricas dirá, por no decir cámaras. todos los desatinos, y sembrar la plática de «Ans'fs»,
Si hablare de predicadores, llámelos «metódicos, irú la buena culterana salpicando de necedaísw
provectos, eruditos, facundos, invectivos y hiper donde quiera que hablare.
bólicos». Si así lo hiciere , el latin la ayude ; y si no, i r>
A la melecina ó jeringa llamará « ojeriza de azófar»; manee la lleve. Amen.
y á la cala, «entremetida en cosas particulares».
8. de laberinto (V.)
4. empe fier (D. I.) (I. Dámele (S.)
16. supoltura. {A. C. B.) 45. ejemplo». (D. L.)
i\ manar. (O. L. Jf. A. C. B. F.) 28. de lodoi ros (icsíliñot, (A.C. B. P. S.)
t¡. iracme lu biemu, (O., y en luiot blemeiO 31. ti Uert. (IT i*o máe la de Sancho)
Y LA RESPUESTA DEL DOTOR BALBOA DE MORGOVEJO DEL AÑO PASADO AL DOTOR BALBOA
DE MORGOVEJO DE ESTE AÑO.
Cosfveso, Excelentísimo Señor, que perseguido y acusado, más decente disposición tengo para
merecer prisión y castigos que audiencia de su majestad (que Dios guarde), y favor y merced de
vuestra excelencia. Mas no siempre, ni las más veces, ni muchas, el ser perseguido es culpa, ni el
ser acusado verdad. Si esto fuera, ninguno hubiera inocente en el mundo, ni pudieran en algún
tribunal defenderse las virtudes. Cuánta calamidad sean persecución indigna y calumnia mentiro
sa, bien lo supo Cristo nuestro Señor por sí. No hay mérito de varón grande y esclarecido quejo
(a) Un escudo á frange, hecho lindamente de pinina, 1. En nombre del padre general de los carmelitas des-
con las armas del conde-duque de Olivares. Compó:iese calzos, y de tuda la orden, su procurador fray Luis de
de los diez armiños negros en campo de plata y de las dos San Jerónimo, á veinte y cuatro días de octubre de 1617,
calderas jaqueladas de azul y oro en campo azul, á quien hizo petición al reino, junio en Madrid encones, para
sirven de asas diez culebras, blasón de los Guzmanes. que fuese admitida santa Teresa por patrona y abogada
Por orla tiene los siete castillos y siete leones de la casa de las Españas.
real de Castilla. Por timbres, la corona ducal y la cruz 2. Asi lo acuerda el reino á 16 de noviembre.
de Santiago. 5. A 18 de agosto de 1618. Cartat de Felipe III y del
(b) Inédito. presidente de Castilla, don Fernando de Acevedo arzo-
El original , de gallarda letra del amanuense de Que- hispo de Burgos, á las ciudades, comunicándoles el
vedo, con la firma autógrafa, y evidentes señales de ser decreto de las cortes para que le obedecieran y cúm
el propio memorial que hizo poner en manos del Monarca, pliesen.
existe en la Real Academia de la Historia, biblioteca de Sa- 4.1.° de setiembre. El metropolitano de Granada,
lazar, N. 27, desde el folio 76 hasta el 1 14 inclusive. Allí fray Pedro González de Mendoza , y su cabildo acorda-
tainhien, folio 37, se encuentra con muchas enmiendas y ron no cumplirla orden cuanto al rezo y patronato,
arrepentimientos el primer borrador de la carta misiva al hasta que su santidad determinase.
Conde-Duque, donde es thoy 5 de mayo» de 1628 la fe- 5. Carta defendiendo el patrocinio exclusivo del Após-
cha ; y de un dia antes en el limpio. Perteneció este có- tol, dirigida á la majestad de Felipe (¡I por e¡ metropoli-
dice al marqués de Monlealegre, presidente de Castilla, tino de Sevilla, don Pedro Vaca de Castro y Quiñones, A
según resulta del catálogo de su Biblioteca selecta , ¡m- i de setiembre de 1618 , desde el Sacromonle de Ora -
preso en 1677. • nada.
Hé aqui alguna noticia (difícil de extender con acierto) 6. Respuesta impresa que le dieron devotos de la santa
de papeles y documentos relativos al único patronato de madre Teresa de Jesús.
Santiago y al simultáneo del Apóstol y santa Teresa de 7. Memorial de la iglesia de Santiago y de su prelado
Jesús. don Juan Deliran de Guevara , sosleuieudo lo que esii- .
424 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. ■ .
ignore. La sangre de los mártires lo'dice ; y bajando de los martirologios á las historias, no hay
dignidad que no lo experimente. Pregúntelo vuestra excelencia al puesto que para bien desta
monarquía y servicio de nuestro grande rey padece ; que la respuesta será desengaño de unos y
consuelo de otros. •
Yo escribí por Santiago como parte ; y padezco libelos donde, sin nota de mi nación, no debí te
mer respuesta de otra parte que de África. Defiendo yo al Apóstol , y persiguen mis costumbres
y los estudios de que yo tengo arrepentimiento, no satisfacion. -Señor, no respondo á hs sátiras
y coplas que me han hecho y impreso (no porque me falte natural acreditado y belicoso para tan
facinorosos distraimientos), solo porque, como he visto este pecadosde mi niñez fuera de mi in
clinación en otra boca , he conocido su horror y su asco.
Aunque muchos graves padres han pedido les dé este segundo memorial , que en mi poder han
visto, no lo he querido hacer, ni presentarle hasta que vuestra excelencia le vea ; porque creo fir
memente son tan eficaces las evidencias y desengaños que representa, que en solo vuestra exce
lencia ha de negociar, sin otro camino, el remedio desta novedad tan desasosegada. Y de camino
solicitará recogimiento forzoso , por la verdad católica y honra de Jesucristo, á muchos escritos,
y pública censura para algunas proposiciones que merecen castigo. Yo tengo los papeles, sermo
nes y estampas que acuso ; y si se me ordenare, con ellos verificaré los monstros y abominacio
nes que delato.
Esto quiero yo que mi humilde intercesión lo deba al grande talento y muy conocida piedad
maba aquella uno de sus mayores títulos; alegando 24. Otro de Piadosas conjeturas , por el mismo reli
nulidad en lo dispuesto, y mostrándose parte. gioso, en favor del patronato de la Santa; memorial dado
8. Parecer sobre si podrá ser patrona de estos reinos á Felipe IV.
la gloriosa virgen Saula Teresa de Jesús, no estando ca 23. Defensa del único y singular patronato de Sanl¡i«o,
nonizada. por el licenciado Pedro de Losada y Quiroga, am¡n
9. Otro, se halla inserto en la réplica al papel del doc de Jaén. Impresa en Santiago, año 1628, ydiripdxl
tor Balboa por el doctor Benito Méndez de Andrade. prelado de aquella metropolitana.
10. Información en derecho de don Francisco de la 26. Respuesta impresa á este y otros Tarios pijels
Cueva y Silva, jurisconsulto famoso, por los padres de la del tal licenciado, por un devoto de la Sania.
Reforma. La recogió el Santo Oficio. 27. Otras dos, que corrieron de mano.
1 1 . Carla de Felipe III, refrendada por Jorge de Tovar, 28. Sermón del padre fray Francisco Boi!, combalietó
á!2de noviembre de 1618, mandando suspender todas el exclusivo de Santiago.
las gestiones relativas al compatronato. 29. Otro del padre Francisco Plmentel, jesuitt, ptfr
12. A 12 de marzo de iQ'2-2 fué canonizada la beata ma dicador de S. M. con igual objeto.
dre Teresa de Jesús. 30. Catorce sermones más de losapasionadosdebSa-
13. Carla de Felipe IV, desde Zaragoza, al presidente ta, en alguno de los cuales sostuvo el orador que San
de Castilla don Francisco de Contreras, en los primeros tiago no vino á España nunca. Esto empeñó ardiente
días de febrero de 1626 para que volviese á proponer en mente á infinitas plumas en probar su venida.
las cortes el compatronato de la Santa. 31. Copia del auto capitular que hizo lasanUisltt»
14. Lo conceden los procuradores; y el reino imprime de Jaén en 31 de deciembre de 1627, tocante i la dtftntt
testimonio de ello al año siguiente. de la singularidad del patronazgo del apóstol Sulisi»-
15. Breve de Urbano VIII determinando el compatro Impreso.
nato de santa Teresa de Jesús, á 21 de julio de 1627. 32. Copia de la carta que la santa iglesia de Btitjn
16. Carta de Felipe IV á las ciudades, circulando el escribió á su majestad del rey don Felipe lili, ntestrsu-
breve y el decreto de las cortes de 1626. ñor, tocante al pretenso patronazgo de santa Teros *
17. Memorial del metropolitano de Santiago á Felipe IV, Jesús, á 14 de enero de 1628. Impreso.
Contradiciendo la concesión. 33. Memorial de non Francisco de Qcevedo, sostenien
18. Papel, sin nombre de autor, y con el titulo de Justa do la protección del Apóstol, impreso en febrero.
cosa ha sido elegir por patrona de España y admitir por 34. Otro de don Francisco Lucio de Espinosa.
tal d la gloriosa madre sania Teresa de Jesús. Morovelli 33. Papel de don Fernando Mieres Caravajal, coalnrio
dijo babercaido este y los dos siguientes de la pluma de á los religiosos de la Reforma.
un gran prelado. Se escribió en noviembre de 1627. 36. Pap</del obispo de Córdoba en favor de la Sino-
19. Adición áeste discurso, por su propio encubierto 37. Otro de don Francisco- de Melgar, canónigo de ü
autor. doctoral de Sevilla, á igual intento. Hay dos impresio
20. Papel tercero del mismo, insistiendo en su propósito. nes, la segunda tan enmendada y añadida, qu» viene i
21. Memorial por la iglesia de Santiago y clero de Es ser discurso diferente. El primero salió á nombre de 1)
paña. iglesia de Sevilla.
22. Otro , combatiendo el nuevo patronato, de don 38. Por la sagrada religión de los carmelitas ¿mi
Alonso Kodriguez de León, canónigo y cardenal de la zos, el doctor Juan de Balboa Mogrovejo, catedrático*
propia metropolitana. prima de cánones en Salamanca.
23. Papel respondiendo al Arzobispo compostelano y á 39. Respuesta que le dio el doctor Benito Mende! J¡
su Iglesia, de fray Pedro de la Madre de Dios, carmelita Andrade, canónigo lecloral de Santiago y autor deT!'
descalzo, tio del duque de Medina de las Torres. Este rios otros papeles sobre la propia nuteria.
duque era el yerno , ó mejor diré , bijo muy amado de 40. Defensa de santa Teresa , por D. Melchor Alfonso
O.ivares, favorito del Rey. Mogrovejo, arcediano de Olmedo j canónigo de A*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 425
de vuestra excelencia; antes que el cielo mire por sus mayores vecinos, y santa Teresa, ofendida de
que la achaquen lo que no pide y de que la den lo que no quiere , y Santiago de que le quiten lo
que se le debe , y Cristo nuestro Señor de que le revoquen lo que dio, nos dejen en poder" de nues
tra perdición. Y los que dicen que los santos no se enojan de que les sean ingratos , mienten con
tra los santos. Asi se lo dice con el Evangelio S. Pedro Crisólogo en el sermón 48 De invidia
sobre -aquellas palabras de S. Mateo : i Et non fecit ibi virtutes multas propter incredulitatem
illorum.i Non fit ibi virtus, ubi incredulitas non moeretur. Et si mercedem cumsanat, non exigit
Christus : indignada- tamen dum pro honore sibi fertur injuria. Esto, Excelentísimo Señor, por
verdad ha de ser creido, y por amenaza se debe tomar, y por ejemplo verificado en Cristo Jesús
se debe reverenciar.
Juzgando vuestra excelencia esta causa , yo me atrevo á decir que no pasará la porfía más allá
deste papel mió. Para que vuestra excelencia manue que se le lean, y disponga que le vea su
majestad, le encargo la conciencia; y se lo suplico por la sangre de Jesucristo y por la limpieza
de su Santísima Virgen y Madre. Y si le pareciere que no se quite al santo Apóstol esa demostra
ción de sus milagros y grandezas y méritos, mandaráme vuestra excelencia que lo imprima,
borrando lo que la prudencia y ardiente caridad de su ánimo y conciencia le dictare. Y esto será
hacerme á mi muchas mercedes juntas, y tantas como servicios muy agradables al santo Apóstol ,
que alcance de Dios para vuestra excelencia aumentos de su gracia y larga vida, con buena salud.
Aquí solo en la Torre, á 4 de mayo de 1628.
41. Poema, en favor del Apóstol, que hubo de atribuir Invectiva in novatorem quemdam Hispalensem Maurtan
te i Quevedo. Billium. Authore Doctore Moram Sminos.
42. Respuesta brusca y descortés , en verso y por los 53. Declamación hispana d la apostólica protección y
mismos puntos, de fray Gaspar de Santa María (en el si patronazgo de Santiago.
glo don Gaspar León de Tapia), carmelita descalzo, na 54. Breve de la santidad de Urbano VI 11, derogando el
tural de Granada. que dio en favor del patronazgo de la gloriosa santa Te
43. Carta de Queveio a su santidad , en 26 de marzo resa. Su fecha fué de 8 de enero de 1630.
de 16i8, suplicándole volviese por el Apóstol, cerran 53. Regocijo de la muy noble y leal ciudad de Santiago
do con la llave de Pedro la puerta a las calumnias , y con de Compostela y su ilustrtsimo cabildo, en la noticia que
la espada de Pablo ahuyentando á los que descarada después de mediodía jueves 21 de hebrero de 630 tuvodela
mente impugnaban la protección de España , encarga declaración que hizo tiuestro santísimo padre Urbano VIH
da al Santo por Jesucristo. del único patronato de las Espartas en favor de Santiago
44. Su espada por Santiago. Memorial dirigido al rey Zebedeo. Canción del dolor don Antonio de Gayoso Figue-
Felipe IV por Quevedo, fecha 4 de majo de 1028. Sale roa y Moscoso.
boy a luz por vez primera en estas páginas. 56. Sermón predicado en el real monasterio de Santi-
45. Memorial á lot jueces de ¡a verdad y doctrina, del spirilus de Salamanca en el tercer domingo de cuaresma,
célebre jesuita Juan Bautista de Poza, sobrino del cri en la fiesta que celebró del patronato de Santiago. Por
tiquizante Morovelli de Puebla. fray Agustín Duran, lector jubilado y de prima del con
46. Iiiscurso del licenciado don Martin de Anaya Mal- vento de nuestro padre san Francisco.— Salamanca, en
donado, canónigo del convento de Santiago de Sevilla, casa de Antonia Ramírez, viuda, 1630.
en nombre de su comunidad , y contrario á la pretensión 57. Información por el deán y Cabildo de la santaigle-
carmelitana. sia apostólica y metropolitana de Santiago, único patrón
47. Don Francisco Morovelli de Puebla defiende el pa de las Españas. Con la religión sagrada del Carmen des
tronato de santa Teresa de Jesús, y responde á Quevedo, calzo, sobre et breve de Urbano VIII. Por el licenciado
Melgar y otros. Escrito á 22 de abril, impreso en mayo. don Pedro Astorga de Castillo, prior y canónigo déla (li
Fué el autor, amigo del sabio fray Juan Márquez; y en dia iglesia.—Impreso en aquella capital por Juan de León,
Salamanca, discípulo de don Francisco Márquez, per i 1.a de setiembre de 1631.
sona docta que al tiempo de estas disputas, era ya obis 58. Codicilo de Carlos II , otorgado i 30 de octubro
po de Ávila. de 1700. En la cláusula sexta encargó el Monarca a sus
48. Centura contra este libro. Corre de mano atribuida sucesores dispusiesen el compatronato.
al señor de la Torre de Juan Abad y la imprimo á conti 59. Proposi ion hecha á 3 de setiembre de 1811 por el
nuación del presente. diputado de Guatemala don Antonio Larrazábal, para que
49. Memorial del doctor don Andrés de Torres , abad lo llevasen á efecto las corles generales de Cádiz.
de Santiago de Peñalba, dignidad y canónigo de lectura 60. Memorial á las mismas del prior y comunidad do
en la iglesia de Astorga, defendiendo el antiquísimo tí Carmelitas, en 21 de abril de 1812.
tulo del Apóstol. 61. A 14 de mayóla con ision especial eclesiástica de
90. Defensa de la verdad que escribió don Francisco las Cortes emitió favorable dictamen sobre esta preten
de Quevedo Villegas; contra los errores que imprimió don sión ; y de él se dio cuenta en 23 del mes siguiente.
Francisco Morovelli de Puebla. Autor, Juan Pablo Mártir 62. Las Cortes, en 28 de junio de 1812, restablecieron
Rizo; julio de 1628. lo acordado por las de Madrid de 1617 y 1616, declarando
01. Defensa de la única protección y patronazgo de compalrona de las Españas á santa Teresa de Jesús.
Santiago apóstol, cuando se trató que fuese patrón de es Las vicisitudes políticas desde aquella época hasta hoy
tos reinos el glorioso arcángel san Miguel. han anulado y restablecido varias veces este decreto, hoy
52. Vruiio pro nobili Francisco de Quevedo Villegas. vigente.
SU ESPADA POR SANTIAGO.
A LA MAJESTAD CATÓLICA DEL REY NUESTRO SEÑOR DON FELIPE CUARTO, (a)
Señor : Cierto es que vuesa majestad desea más la alargue por muchos y bienaventurados anos; cuyo
gloria del santo Apóstol, solo y singular patrón de las estado el apóstol Santiago, nuestro único y singular
Españas, que todos los que, como partes, os importu patrón, dilate hasta que no haya nación tan desdichada,
namos con solicitud y memoriales ; y por la propia ra que no os reverencie por señor y por padre.
zón el más justo esplendor del nombre de santa Teresa Dividiré este discurso en los tratados siguientes:
de Jesús. Pero os más cierto que ni vos, Señor, que 1. El primero será una protesta de mi intención en
réis quitar al Apóstol para dar á la bendita Santa, y que esta defensa, y del respeto y reverencia que se debe
ella, tan rica de gloria de Dios en el cielo y en la tierra, al muy piadoso intento de vuesa majestad.
no atenderá á estas solicitudes que introduce el fervor 2. El segundo una confesión fervorosa y rendija .j?
de sus hijos y el celo de sus devotos. Señor, este reco los milagrosos méritos de santa Teresa de Jesús.
nocimiento de la suma igualdad y justificación de la real 3. El tercero , respuesta del dotor Balboa del ido
y soberana persona de vuestra majestad lia sido hazañoso pasado al dotor Balboa desle año.
en quitarme el miedo, que las partes contrarias afectan 4. El cuarto, desengaño de aparentes suposiciones
introducir con ponernos á vuestra majestad y grandeza y causas politicas y piadosas que han divulgado yak-
delante , interesada con enojo en proseguir esta nove gan los padres de la Reforma.
dad, asomando á traición la humildad de nuestros rue 5. El quinto será la única irrefragable verdadíet!
gos; porque , como vasallos de verdadera lealtad y de patronato, amanecida á pesar de la noche en qatU
cuerdo y desinteresado respeto , deseamos hagáis in detienen, menos los que la callan que los que la co
formado (si fuere vuestra voluntad) lo que procuran mentan.
atrepelléis inducido. Pretendemos que, oyéndonos 6. El sexto será el cauterio de la verdad para las
vuestra majestad , la sagrada religión de la Reforma re proposiciones, argumentos, causas y otras diligencias
ciba, y no tome. Y cuando fuere forzoso quitar al santo que se han escrito y impreso y predicado e» deíeus»
Apóstol el patronato, no se le quite también la defensa, ueste compatronato de santa Teresa.
porque siquiera este agravio se le excuse.
El dotor Balboa de Morgovejo ha escrito por la San PRIMERO TRATADO.
ta y por este compatronato una muy abundante infor
mación. Y porque tan grave autor padezca contraste de PROTESTACIÓN.
diamante, hoy le labraremos consigo propio; de tal
manera, que lo que escribió el año pasado contra la Esta, que llamo defensa en tanta variedad de infor
compañía de Jesús le convenza este por los padres car maciones y discursos, mucho tiene de embaraiopara
melitas descalzos; y conocerá vuestra majestad cuán las forzosas ocupaciones de vuesa majestad , mucho de
to inconveniente es que un propio sugeto en una mis persecución para su quietud; empero no se puede ho
ma causa sea diferente dotor cada semana. Y quien hoy nestamente excusar esta demasía de réplicas, por el lo
escribe lo que le piden , y ayer escribió loque quiso, gro del mejor acierto en cosa tan grave. Así lo dice
cuando no escribe la voluntad propia escribe la ajena, aquel severo maestro Quintiliano en el libro 12, capí
y la razón y la justicia no conocen su alegación. tulo 8: Non enim lam obest audire superwcva, qwi»
Vuestra majestad, como á procurador de Santiago, ignorare necessaria; «Porque no daña tanto oir lo de
como á caballero profeso en su sagrada religión , como masiado como ignorar lo importante.» Creo no estre
& parte legitima que soy en este pleito entre partes, nará los oidos de vuesa majestad esta molestia, siendo
me debéis oir : que para mi sois juez por vuestra gran la oreja del príncipe la cosa del mundo á quien asiste
deza, y sois parte por la fe católica que profesáis y más pernicioso séquito. No viven fuera della las ca
mantenéis, y por el nacimiento y texto expreso que lumnias, patria es de la invidia, y el comercio más
dicide esta contienda, por los inmensos beneficios y frecuentado de la venganza ; dolencia es del oficio , no
mercedes que en vuestra monarquía acumula la gran de las personas; solo en Dios tiene contento y alivio.
de y esclarecida sucesión de los siempre gloriosos an Dícelo un rey que lo supo ser ; dicelo David, rey y san
tecesores de vuesa majestad , cuya vida nuestro Señor to , á quien desconfió la experiencia de la conversados
de los hombres, y dijo en aquel psalrno con que pufo
(a) En el original no hay semejante encabezamiento, comienza tantas veces á Dios que le reedificase de nuevo: Audr
desde luego con la palabra SeSor; pero lo suplo en consonancia
a tollos los demás discursos.
tui meo dabis gaudium, et laetitiam, tí exultabui»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 427
ossa humiliata: «Darás á mi oído gozo y contento, y la resolución tomada más este arrepentimiento de tan
se alegrarán los huesos humillados.» Estos, pues el rey grave y tan docto cabildo , que la resistencia de todos
es cabeza, son los vasallos que oprimen aquellos que los demás; y puede ser en caso semejante no se haya
con sus razones destilan veneno en el corazón real. visto en el mundo otra cláusula tan temerosa. Vuestra
Señor, oid á Dios, que él dará descanso á vuestros majestad oiga las palabras de Teodorico rey, en la
oidos y contento á vuestros humildes vasallos; que to epístola 35 del libro 4, que son las que debéis respon
do el séquito de palabras que rodea la atención de los der á los que humildemente os suplicamos nos resti-
monarcas (digo que se la sitia), poca- salud tiene, y tuais nuestro patrón; palabras tan ajustadas y tales,
grande peligro disimula. Todo lo dijo David, comoqnien que tengo satisfacion de haberlas hallado en un rey
lo padeció todo, en el psalmo 101 : Tota die exproba- para otro mayor : Si petitio vestra á veritate non de'
bant me, et qui laudabant me adversum me jura- viat , et intra annorum spalia deget , quibus hoc be-
bant; «Todo el dia me contradecían mis enemigos, y neficium leges sacratissimae praestiterunt , nihilque
los que me alababan juraban contra mi.» ¿Qué callan est,quod jure contraferatur Patronum vestrum sale-
estas palabras, si á vuestra majestad enseñan lo que ha mni causa cognita t'n integrum restituí nostra quoque
de oír con miedo , y á mi lo que debo deciros con re permilit auctoritas. lia lamen ut omnia secundum
verencia; pues es más sabrosa, importunidad bien in justitiam legesqueperaganlur, quia sic supplicantiüus
tencionada, que alabanzas perjuras como las que acu considere volumus, uteorum adversarios per justitiam
sa David? non gravemus. Entonces, Señor, se trataba de restituir
Yo conozco cuánta obligación tenemos los vasallos un patrón , y ahora se trata de lo mismo. Y dijo el Hoy
de vuestra majestad á obedecer rendidamente las señas que, conocida en justicia la causa, permitía su autori
de vuestra voluntad, á seguir vuestras órdenes, á re dad que fuese restituido. Donde veréis , Señor , que
verenciar en todo vuestras acciones, aun á costa de hoy os es lícito lo propio, y que á vuestra autoridad es
nuestra propia dignidad. Así lo he aprendido del gran permitido restituir á España su patrón , y que los con
de Casiodoro (Variarum de libra pondere , el men trarios que instan sobre persuadiros que tengáis por
sura): Studiosé nos oportel erigere quos statuit regalis indecencia loque será enmienda y mejora, temen el
f tetas sublevare; nam quibus dominorum clementia juicio y la prueba; y luego se reducen á que vuesa
voluit concederé convenitetiam iis subjectosde propria majestad lo hizo y lo quiso y lo ha de mantener, y
dignitate praestare. Y siendo asi que esto se ha de ha quieren que aun no sea lícito informaros. Aquí viene
cer con los criados y vasallos que la majestad del prin á propósito el texto de Tácito en Nerón , que el dotor
cipe quiere honrar, ¿cuánto será más forzoso con los Balboa nos aplica á nosotros, número 8 TacitiAnnal.,5:
santos , y tan grandes como la santa Teresa de Jesús? Igitur non crimine, non aecusatione existente quia spe-
Todos los procuradores de Santiago queremos, Señor, ciem judicii induere nonpoterat ad vim domina! ionis
y lo suplicamos á vuestra majestad, deis á la Santa muy conversus. Los padres, Señor, son los que se vuelven á la
grandes y muy preeminentes honras. Mas porque lo fuerza de la dominación y del poderío, pues en caso
que se quita á otro en su perjuicio no es dádiva para tan grave y tan nuevo quieren que deis espanto, no
alguno (así lo dice san Juan Crisóstomo, oración de sentencia. Nosotros queremos nos deis audiencia en
avaricia: Lie enim mihi si quos dúos videres, alterum juicio riguroso, y no se puede negar que usa mejor de
quidemnudum, alterumvero veslitum, deindeexuto eo, vuestro poderío quien con él anima que quien con él
qui vestem habuit nudum vestires, non ne injusté fa amenaza, y más sabiendo que para ser rey al corazón
cetes? Nemini id quidem dubium; « Dime : si vieras de Dios habéis de poder decir aquellas palabras con que
dos, uno vestido y otro desnudo, y quitaras el vestido al David calificó su cetro y su oficio en el psalmo 100: Ñon
que le tenia, y vistieras al que estaba siri él, ¿no hicie proponebam ante oculos meos rem injustam : facienles
ras injusticia? Nadie lo duda.»),— por esto, Señor, es praevaricationesodivi.Nonadhaesilmihicorpravum:
obligación de vasallo informar á vuestra majestad de las declinantem a me malignum non cognoscebam. Dc-
causas por qué esta del compatronato nó es ni puede trahentem secreto próximo suo.hunc persequebar. Su
ser dádiva ni licita donación para vos ni para la glo perito oculo, et insaliabili corde, cum hoc non ede-
riosa Santa. Con claridad y verdad lo tengo examinado bam. Oculi mei ad /¡deles terrae ut sedeant mecum:
en mi información impresa. Y esta no es de las cosas ambulans in via immaculata, hic mihi ministrabat.
que dependen solo de vuestra voluntad y elección , por Non habitabit in medio domus meae qui facit super-
ser caso eclesiástico y resultar del preceto á las igle biam : qui loquilur iniqua, non direxit in conspectu
sias; cosa que hablando della Teodorico rey, en la oculorum meorum. In matutino interficiebam omnes
epístola 27 del libro 2 de Casiodoro, dice : religionem peccatores terrae : ut disperderem de civitate Domxni
imperare non possumus , nemo cogitur ut credat invi omnes operantes iniquitatem. Vos, Señor, que hacéis
to*. Y que en este caso del compatronato se alegue esto por conocimiento, por obligación, por herencia
fuerza por alguna iglesia , vese en la carta escrita á de vuestro santo y glorioso padre, de vuestros esclare
vuestra majestad , impresa por el cabildo de la santa cidos abuelos, cierto es que no oiréis en secreto á los
iglesia de Badajoz , donde al fin della, siendo de las que que detraen, no de su .prójimo, sino de su padre, del
admitieron y juraron este-año por patrona de Españaá nuestro/de vuestro capitán, del apóstol primo de Cris
la gloriosa santa Teresa, dice así : « Y los que tan pun to, nuestro único patrón y libertador. Que igualmen
tuales fuimos en la obediencia di vuestra majestad con te á vuestra majestad y á todos los que hoy somos en
tra nuestro consentimiento, más lo seremos en el nue España, y á todos los que han sido, asi santos como
vo acuerdo que vuestra majestad tomare.» Cláusula es pueblo católico, viéndonos olvidados de lo que sin él
esta que merece en vos grande atención. Y entristece fuimos y de lo que por él somos, está diciendo á gii
423 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tos por san Pablo , epist. Ad ephes. , cap. 2 : Pro- pauci hic hodie nobis adsunt quidnam fae causal
pter quod memores stote, quod aliquando vos eratis est? Marlyrum memoriam peragimus , et nemoai noi
gentes in carne, qui eratis illo in tempore sine Christo, aecurrit; « Pocos nos acuden hoy aquí; ¿qué es la causa
alienati á conversatione Israel, et hospites testamen- desto? Tratamos de la memoria de los mártires, y na
torum, promisionis spem non habentes , et sine Deo die se llega á nosotros!» Este desconsuelo es de los quo
in hoc mundo. Nune autetn in Christo Jesu, vos qui no se llegan, no de los mártires. Oiga vuestra majestad
aliquando eratis longe, facti eslis prope in sanguine á Tertuliano, en el libro Ad martyres, que lleva tos
Chrisli ; «Por lo cual tened memoria que otro tiempo ánimos divertidos en esta paite de temor. Consuela i lo»
vosotros érades gentes en carne, que érades en aquel mártires contra quien les hace sinrazones: Judexex~
tiempo sin Cristo, alejados de la conversación de Israel, pectatur de judicibus sed vos estis de judicibus ipsit
y güéspedesde los testamentos, y que no teníades es judicaturi; « Juez se aguarda de los jueces, pero vos
peranza de la promisión, y sin Dios en este mundo; otros habéis dejuzgará losjueces mismos.» Esta, Se
mas ahora los que estábades lejos de Cristo Jesús estáis ñor, queá los tiranos es amenaza de todo el poder di
cerca en la sangre de Cristo.» Puédense apenas refe Dios enojado, será advertencia de su misericordia en la
rir estas palabras sin dolor, no pueden oirse sin lágri grande piedad y suprema justicia que siempre ha cre
mas; ¿y querrán, Señor, que no las oigáis, ó que oyén cido en vuestro real ánimo en tan católica graudeza.
dolas, no deis audiencia á quien os dio á vos y á toda
España el conocimiento de Cristo Jesús? SEGUNDO TRATADO.
Comedida es nuestra pretensión, encogida y desigual COKFESIO!» DE LOS SOBERANOS MÉRITOS DE SARTA TEMÍA.
á la de los padres : ellos os piden para santa Teresa el
patronato que ha poseído el santo Apóstol mil y seis Esta confesión es tan justo hacerla, que por la no
cientos años, y vos les distes piadosamente vuestra inter toriedad de las maravillas fuera culpable por supér-
cesión: nosotros para Santiago os pedimos audiencia so flua, si no la ocasionararrlos escritos del dotor Balboa,
lamente, en defensa vuestra tanto como de nuestro pa número 83: «Pues ¿por qué hemos de dudarsi santa Te
trón ; pues los padres por escrito culpan á vuestra majes resa merece el nombre de patrona ó no t Esta duda in
tad de principio, medio y fin desta novedad, y confiesan digna es de ponerse en ningún tribunal de justicia.»
que ni ellos ni su gloriosa santa tenia necesidad (leste Dice verdad el dotor Balboa , mas dice poco : que est!
compatronato. Así me lo escribió á mi en un papel (que duda no solo es indigna, sino delincuente; no es (W,
guardo) el padre fray Francisco de la Concepción, prior sino desvergüenza de mala casta, y que tiene |*m-
del convento de San Hermenegildo en esta corte. De tesco con error y con la impiedad. Palabras queentan
suerte, Señor, que ante vuestra majestad protesto, como soberanos merecimientos muestran , no duda, tas
vasallo y como caballero y como clérigo, que lo prime tibieza, no decienden de buen linaje en la religa.
ro pretendo que vuestra majestad dé grandes honras Dice el dotor Bal boa, eíi su información número 3:«í
y haga muy extraordinarios servicios á la Santa y á su loque más admira, juzgándola por indigna destasicci-
religión, dando todo aquello que pueda ser dádiva ; sin dontales glorias... ;»y en el mesmo número, más abajo,
perjuicio, novedad y diminución del santo Apóstol ni repite : « Pero algunos pretenden que no es digna dele
de otro cualquiera santo. nombre honorífico en la tierra.» Y en el número 13:
* Lo segundo, pretendo desengañar S todos del miedo «Porque aunque confesemos una cosa tan ajena de ra
y horror que con vuestro soberano poder y vuestra real zón y en que se fundan , videlicet, que esta prerogaü-
persona procuraron poner los padres de la Reforma á va que su mnjes'ad concedió á santo Teresa, y su santi
las iglesias y orden de Santiago y á los reinos, que dad confirmó,, fuera perjudicial é la república...» Y en
reclaman, mostrando : que distes el patronato á la Santa, el número 23 : « Y demos caso, como las partes contra
informado que era dádiva y lo podia ser, y que por la rias alegan, aunque contra toda raz«n, que su majes
propiarazon atcndcF á vuestra majestad con la benigni tad, con estenombre de patrona de Castilla, excedióyla
dad que acostumbra, las rayones que le mostraren lo dio más de lo que merecía, como en su memorial dice
contrario. Y últimamente, protesto que no quiero otra el señor arzobispo de Santiago...»—Señor, llamar ala
cosa que ser oido en justicia, con ánimo dispuesto á Santa indigna y que no merece, no son palabras, son
cautivar mi dictamen, si me oyéredes en ella, como á delitos; horror tengo de referirlas, y se me infama el
parte legitima que soy; y á sujetar mi obediencia, si es papel con trasladarlas. Mas resto ver quién las di«,
to se me negare (que no sucederá), en el poder de vues porque el arzobispo de Santiago no las imprimió en si
tra majestad , reverenciando en todas maneras vuestra memorial. En dos lugares habla de santa Teresa con
determinación. Instando, empero, por el mejor acier desigualdad al santo Apóstol, cosa que el orden de la
to, sin perdonar diligencia alguna ; que la pereza de los Iglesia excusa de reprehensión. El primero es en el fo
hombres en la solicitud de la gloria de los santos suele lio 4, página i, renglón 3.° : «Y la bienaventurada san
ser muy culpable, y tanto, que Varron en un frag to Teresa, aunque es tan gran santa, y á quien tenemoi
todos particular afecto, pero es'mucho menos que el
mento osó decir tales palabras : * Se timere ne pereant
santo Apóstol, y menores mucho sus beneficios; y as
Dii, nonincursu hostili, sed civium negligenlia; «Qu'él
debe ser menor la honra qué se le haga.» Aquí do esta
temía no pereciesen los dioses, no por combate de
la cláusula que dice que no merece y que es indigna,
enemigos, sino por negligencia de los ciudadanos.» Yo,
ni desta se pueden quejar los padres , ni acusarla el
Señor, temo que esta causa corra por esta r.tzon riesgo;
dotor Balboa; porque el dotor Balboa del número 2 dis
y así repetidamente la defiendo como me es lícito, to
culpa y aprueba lo que condena el dotor Balboa del ni"
mando con ansia de la oración de Non contemnenda
mero 23, diciendo así : «No es el intentó que preteit
Ecclesia, á san Juan Boca de Oro estas palabras : Per
SU ESPADA POR SANTIAGO. Í29
demos defender en justicia ni en conciencia , ni en otra
razón de conveniencia alguna, en igualar, en poco ni TERCERO TRATADO.
en mucho , á nuestra Santa, aunque tan grande santa, RKSPOSDE EL DOTOR BALBOA DEL ANO PASADO AL DTTOK
con las glorias y grandezas de nuestro gran Apóstol; BALBOA DESTE AÑO.
que esta competencia fuera necia y peligrosa temeri
dad.» Más tiene de comedimiento decir que es mucho Hago recuerdo á vuestra majestad que en el primer
menos, que decir que ni en conciencia ni en justicia ni punto le cité las palabras con que David, rey santo y
en conveniencia alguna quiere igualar, ni en poco ni en valiente, calificó su oficio y su corona en el psalmo 100:
mucho, á santa Teresa con Santiago. Más lejos está esto Non proponcbam ante oculos meos rern injustam : fu
que aquello, y se pudo excusar el «en poco ni en ma tientes praevaricaliones odivi ; «No proponía delante
chón. Y decir luego que esta competencia fuera necia y de los ojos cosas injustas, y aborrecía ¿ los prevari
peligrosa temeridad, es más grosero encarecimiento cadores. » ¿Quién hay que no sepa que en esta parte
que lo que acusa contra toda razón en el Arzobispo. hace vuestra majestad lo mismo, que no propone cosa
Bastante era decir lo que la Iglesia ordena : Primum mala delante de los ojos, y que aborrece á los que pre
apostólos, que es el primer orden, que se llama lux varican? Y yo creo que.Dios ha traído á vuestra majestad
mundi; el segundo el de los evangelistas, el tercero y el glorioso Apóstol ocasión de verificar este aborreci
el de los profetas , el cuarto el de los dolores, el quin miento tan justo.
to el de los mártires, el sexto el de los confesores, el Prevaricadoresson, Señor, los que engañosos ocultan
kélimoel de las vírgenes. Y Santiago tuvo las dignida verdaderos delitos: Dicitur aulem praevaricator quasi
des de todas siete órdenes, y santa Teresa fuá virgen. varicator,ávariaccrtatione(utff. depren. pertotum).
Y cuando con todo esto alguno la comparara con los már Y las leyes de la Partida hablan en la nota y en el casti
tires y dolores y con los confesores, sino se lo con go que merecen los que lo son. Y debe considerar vues
cediera no me enojara , y antes le tuviera en estima tra majestad que si por preceto de toda salud dice san
ción por demasiado piadoso que lo reprehendiera por Pablo con fervor tan encarecido estas palabras : Si qua
temerario. ergo consolatio in Christo , si quod solatium charita-
El otro logar del Arzobispo es al principio del fo tis , si qua societas spiritus, si qua viscera misera-
lio 5, página 1 , renglón t : « Pretendiendo engrande tionis: impletegaudium meum, ut idem sapialis, eam-
cer á santa Teresa con este titulo para humillará San dem charitalem habentes unánimes, id ipsum sentien-
tiago, y desta manera descomponer á entrambos, al tes; «Si hay consolación en Cristo, si gusto en la caridad,
uno quitándole lo que se le debe , y al otro dándole lo si alguna compañía del espíritu , si entrañas de miseri
que no se le debe; que en fin , á santa Teresa dásele cordia, llenad mi contento (dice el Apóstol) para saber
el nombre de patrona, sin tener los títulos por los cua lo mismo, uniendo una misma caridad y sintiendo
les Santiago lo es.» Aquí menos se lee la palabra «in una propia cosa;» —fácilmente se colige que no unien
digna y no merece», ni hay cosa aquí mal sonante ni do unidad de espíritu y una propia caridad y sintien
indigna de la pluma de tan docto y tan grave prelado. do de una manera, que no hay consolación en Cristo
Y todo se verifica en los dos santos : que á Santiago se ni entrañas de misericordia. Y si esto es así; y tan de
le debe el patronato, no lo niega el dotor Balboa; que á testable entre muchos creyentes, ¿qué nombre tendrá
santa Teresa noseledebepor los títulos queá Santiago, esta división en un hombre propio, si cada día en unos
también es evidente verdad, y que no la puede alguno propios casos sintiese encontradamente, y fuese otro
contradecir. Pues, Señor, ¿es buen modo de alegar por cada dia , y diferente de sí mismo?
una santa añadir en lo que se cita aquellas descom El dotor Balboa de Morgovejo deste año, en el núme
posturas que hagan desatinadas y delincuentes las ale ro 4, al fin: «Y bastará sola la real voluntad devuesa
gaciones? Las palabras son detestables, y hasta ahora majestad , que en este caso no depende del consenti
tiene la nota dellas quien las refiere ; pues no hay otro miento de nadie.» Y en el número 7: «Esta defensa que
que se atreviese á decillas, ni se hallan en poder de pretendemos, toca de lleno en 1 leño á su majestad y al pro
otra pluma. pio reino en cortes, que son los que principalmente la
Digo, Señor, que si como solo Santiago es patrón deben defender. Lo primero, porq ue su majestad y el rei
único de las Españas, lo fueran todos los doce apóstoles no hicieron elecion de nuestra santa para patrona; por
por razón de méritos, para ser patrona con ellos los que ella intercediese por ellos á Dios, y esta elecion la
tiene santa Teresa , y hoy la Sobran para compatrona de confirmó su majestad después de muchas consultas. De
muchos mundos que Dios hubiera criado y quisiera que resulta que á ¡a grandeza y autoridad de la majes
honrarlos con tal protección. Para lo que en la Santa no tad católica pertenece la firmeza de sus acciones.» Pro
hay méritos, ni ella los quiere, es para despojar á San sigue largamente en razón de probar que las cosas que
tiago violentamente de lo'que le dio Cristo, de lo que los reyes ordenan y hacen han de ser irrevocables. Y
ganó en la guerra, de lo que le pagaron los reyes y en el número 14 refiere y aprueba el consejo de Bal
pueblos por la fe y por el conocimiento de Jesucristo do, 826 , libro i : Quod malum capiunt consüium pro
que le deben. Y esto porque en acompañarle en el pa Rege, et ejus /Mis, qui eis consulunt,ut rem concesam
tronato está el quitarle todo lo que le han dado las Es- rescindant, vel minuant ; hoc enim est periculosum et
pañas, sin dejarle alguna cosa de honor accidental, co manifesta iniquitas; «Mal consejo toman por el Rey y
mo severa con demostración en el tratado quinto, sus hijos quien los aconseja que revoquen lo que una
en que la verdad para gloria de la bendita Santa y de vez concedieron, ó lo diminuyan ; esto es peligroso, y
fensa del glorioso Apóstol valdrá por largo acompa manifiesta maldad.» ¡Bueno le ponen estas palabras al
ñamiento de textos. dotor Balboa del año pasado, pues pretendió repetida
430 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mente que vuestra majestad revocase dos cosas que ha- patentes, que quien huye el rostro á los tribunales de
bíades hecho con dos memoriales: el uno adelgazando justicia , bien conoce que tiene mal pleito. » Y las par
vuestro poder con todo extremo, y el otro contradicien tes de Santiago no pedimos sino ser oídos en justicia,
do la merced hecha de los estudios reales á los padres para que se vea que si el Reino no supo dar ni pedir,
de la Compañía! El dolor deste año dice en el núme supo su santidad conceder, pues puso tal cláusula en la
ro 12: «Porque este texto y el capítulo i De Censib- bula , que quien no la admite la cumple.
por ningún caso permiten que el Principe pueda re * Las personas que vuestra majestad llamó, vinieron
vocar el privilegio y gracia hecha á la Iglesia , cuanto con poderes corno procuradores de cortes, sin ellos como
más á este ó al olio santo. » Después ponderaré á vues particulares. Empeñados por los padres de la Reforma,
tra majestad todos estos lugares. se juntaron á empeñar vuestra autoridad parala inter
Ahora suplicoá vuestra majestad oiga al dotor Balboa cesión que en Roma no os dejó excusar la grande pie
de Morgovejo del año pasado', contra vuestro poder y dad de vuestro real ánimo. Y al Gn, Señor, vos interce-
contrae! dotor Balboa deste año. Dice ahora (como he re distes, y ellos hicieron y votaron en la forma referida.
ferido) en el número 4 : «Y bastará sola la voluntad de su Decir que los procuradores no supieron conceder no
majestad.» Y ahora seis meses dijo en su memorial, nú es atrevimiento, sino muy cortés lamentación de lo
mero 8: aNec valebit dicere q ue no es preciso ni bien q ue que el año de 1617 hicieron con su santo apóstol y úni
en todas las cosas vuestra majestad haya de acudir á sus co patrón, puesá una petición de un fraile carmelita
consejos, y máscuandoson des ta calidad y quedependen concedieron el patronato particular de España parala
de lamerá voluntad.» Y después de gran familia de tex santa Madre; sin acordarse ni hacer mención en todo
tos y párrafos en favor de que no ha de acudir vuestra aquel decreto, que se imprimió (y está en mi poder),
.majestad al Consejo en las cosas queson de mera volun del nombre del apóstol Santiago.
tad, responde, número 9: aPero respóndese fácilmen Señor, armería es el memorial del dotor Balboa del
te que además que esta ponderación no es conforme año pasado, muy copioso, de viva y ardiente munición
á la caridad y templanza cristiana que profesan los ca contra si propio, pues en el número 16 dice:* «Siendo
tólicos reyes de España , tan diferente de aquel absolu así que muchas veces, con pretexto de santidad y re
to imperio de los antiguos emperadores , tampoco es á ligión, padecen los príncipes mayores engaños; y por
propósito deste caso : lo uno , porque estos lugares que este camino quizá se consigue lo que, entendida la rer-
se ponderan, hablan en las acciones particulares, y no dad, no se escuchara.» Señor, de buena gana seaparia
en las públicas y de tanta importancia ; y cuando tan de la Compañía en su pretensión , y se nos entupir
de veras conviene examinar esta novedad, si la introdu las plumas estas grandes palabras, que me atrewito-
ce el interés particular ó el particular afecto.» Señor, marlas y no me atreviera á decirlas. *.Oso afinan i
esta causa de único patronato es causa pública, toca á vuestra majestad que ellas se hallan mejor militando
cada hombre, á toda España, á todas las iglesias y uni contra este compatronato que contra aquellos estu
versidades, yá toda la orden de Santiago, de monjas dios (conmigo tienen seguro el acierto de su adverten-
religiosas ycaballeros. Luego, aunque sea cosa de mera cia, y contra los padres de la Compañía dudoso). Pus
voluntad, conforme al propio dotor Balboa, no puede decir el dotor Balboa que aquel es más grave casoque
bastar vuestra voluntad sola, como dijo ahora, sino que este, no puede ser, ni se estará á su deposición: por
ha de remitirse al Consejo, como doctísimamente lo que , como catedi ático de prima, puede ser interesado
probó el año pasado; añadiendo aquellas divinas pa en la falta de los oyentes y del concurso que teroe;l«
labras de grande providencia, más para este disinio otro, porque allí se trata de que haya en Madrid, donde
de los padres de la Reforma que para el de la Compa hay estudios, algunas cátedras más, y se reduce á ma
ñía: «... examinar esta novedad, si la introduce el in teria civil la queja del dinero y renta, y los padres do
terés particular ó el particular afecto.» Creo que no hay se entremeten en el nombre de universidad que tiene
ninguno, mas puede haber muchos y grandes y ex Salamanca, ni en la sustancia de cursos y grados. T
cesivos. aquí se trata del nombre de patrón único del sanio
Dice ahora el dotor Balboa , y en esto hace gran fuer Apóstol (que es todo loque al santo Apóstol hadado
za el padre fray Pedro de la Madre de Dios, que ha España), en perjuicio suyo y de todos los santos, natu
biéndolo vuestra majestad hecho, no puede ni debe re rales de España y no naturales. Porque, Señor, pan
vocarlo. Y el año pasado dijo el dotor Morgovejo en el ser patrón no importa el nacimiento ; que este dere
número 15: «Y cuando esté hecha la gracia, ¿quién cho no se adquiere por vi^iereditaria. Pues negar qM
duda que con solo representar el agravio del reino y no es más diño de exclamación perjuicio hecho al
universidades , han de ser oídas, y suspendida la eje nombre del santo Apóstol y á sus méritos, y alas igle
cución , siendo tan claras las dolrinas y vulgares? » Y sias que á la universidad , seria cosa escandalosa. La
allí doctísimamente con varia erudición de textos. causa, Señor , es eclesiástica , es divina ; viene á par»'
Aquí, Señor, en este compatronato está hecha la gra en obediencia de los eclesiásticos contra la costumbre
cia por los procuradores del reino, y hoy (salva vues inmemorial de las iglesias de España. Y si la universi
tra intercesión) contra los procuradores todo el reino dad quiere, y el dotor Morgovejo entonces tan docta
clama por su agravio : las iglesias y universidades y mente pretendió, que, no porque los padres de la Com
mi orden. Luego, han de ser oídos, y suspenderse la pañía hacían universidad se revocase la merced he
ejecución , si ya no fuese que las leyes lo sean y val cha, sino porque, concedido esto, temian fácilmenü
gan contra Santiago, y no por él. Y más abajo, en el harían universidad (así lo dice número 126), ¿porq*
propio número , nos presta enojo contra los padres de hoy el dotor Balboa no quiere que se revoque lo q«¡
la Reforma con tales palabras; «Estas son verdades no se teme, si no se padece ya ; pues siempre pidiera»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 431
el nombre de patrón, y hoy, en perjuicio del santo Após san Pablo; número 12, otro de Salomón ; número 14,
tol, y contra la mente expresa del Sumo Puntillee , lo un lugar del Evangelio de san Mateo; número 17, tres
quieren poseer? Debe vuestra majestad hacer loque di lugares de san Agustín; número 18, lugar de san Jeró
ce el año pasado el dolor Balboa, número 17: «Oirá to nimo; número 19, lugar de san Ambrosio; núme
dos, y examinar quién es oveja y quién es lobo con ro 21, lugar de san Isidro; número 24, lugar de san
piel de oveja. » Y palabras que se dijeron de la preten Agustín; número 26, san Jerónimo y Caetano, y lodo
sión de la Compañía, respeto desta tan moderada bien es de escolásticos ; número 31 , lugar de san Bernardo ;
se pueden tomar del propio dolor Balboa para los pa número 32, Tertuliano; número 36, Augustino y Cri-
dres de la Reforma ; que por lo menos no es hurto ser sóstomo sobre san Mateo ; 54, lugar del Paralipóme-
virse á sí propio. Número 20, prosigue de tal suerte y non; 55, cuatro lugares de san Pablo ; 57 , lugar del
tan encarnizado el dolor Balboa contra sí, que dice: Eclesiastes; 61, san Augustin, santo Tomás, Da
«Y esto corre con más claridad en este caso, adonde, vid ; 62 , lugar del profeta Junas , y bien predicable , y
aunque hoy esté hecha esta gracia, ha sido clam et fur- aun allí se predica largo; 64, palabras de Dios, y lugar
tivé, sin conocimiento de causa y sin audiencia de las de san Pablo ; 65 , Augusliuo ; 66, dos lugares de san
partes interesadas,que ponderó Ulpiano,tn íeoei,»etc. Juan Crisóstomo; 81, lugar de san Juan; 1!2, lugar
Y üllidoelísi mámente la causa de Santiago. Señor, no de san Marcos, y otro de san Jerónimo y san Isi
se ha de defender en nada sin maravilla , ni por el mo dro; 123, lugar de san Augustin; 123, lugar de san
do ordinario. Grande cosa que los que lo contradicen Jerónimo y de los Proverbios; 125, lugarde san Augus
rogados, lo delienden espontáneamente ; milagro es de tin y de Jeremías. Al fin, de lo que más abundante está
que ha echado mano Dios otras veces. Está el dolor aquel papel contra los esludios generales de la Compa
Balboa contradiciendo los estudios de la Compañía , y ñía, es de la Escritura y dotrina de santos y concetos
defendiendo en el principal punto el patronato único predicables, y tales que revisten en pulpito la infor
de Santiago; y previniéndose contra sí, sin nuestro mación. Y el dotor Balboa deste año dice que en plei
ruego, para cuando, importunado, escriba menos con tos no se han de alegar, siendo los que se citan por parte
tra nosotros que contra sí. ¿Qué nos queda que decir de Santiago, el diezmo y aun no de los que él predica
i nosotros en nuestra defensa y en demostración de en sus escritos. Si ya no es que pretendan las partes
nuestro agravio, habiendo dicho el año pasado el pro contrarias que los santos pierdan la autoridad para de
pio dolor (número 14), «que no hay principio en dere fenderse á sí propios; siendo así que el mejor derecho
cho más sabido, que las gracias de los príncipes no es el divino, y ese es la Escritura, y los jurisprudentes
deberse entender en perjuicio de terceros, ni tal es ja en él son los santos.
más su ánimo?» Ydeciende á más el mesmo número Señor, ya vuestra majestad conocerá que, según las
en estas palabras : « Pues cuando el Príncipe niega esta dos informaciones del dotor Balboa, á los padres de la
audiencia, dicen graves doctores que puede el agra Reforma toca darle las quejas, y á nosotros las gracias;
viado recurrir al Pontífice, y lo notan todos» {[ncap. pues el año pasado concluyó por nosotros, á costa de la
Licet, etincap. Ex tenore, y allí doctísimamente). Mas, Compañía: que es licito á los reyes revocar las cosas
Señor, los vasallos de vueslra majestad sabemos de su que ordenaron por mala información y defectuosa y
real ánimo que , reconociendo lo mucho que puede por en perjuicio de tercero. Y esto, aunque hoy to procura
gracia de Dios y por los méritos del santo Apóstol, no deslumhrar y deshacer, no puede negar lo que dice el
querrá hacer lo que no pueda contra el propio santo papa Juan XXII en la extravagante que trae Bartulo (in
que le alcanzó el poder. Y asi, estas dotrinas y dolores trae. minor.):Non debetreprehensibile judicari sica-
que nos conceden poder respirar á el sumo pontífice nonum conditor cañones á sel. á suis praedecesoribus
de vuestras órdenes, aunque sean verdaderas y decen l. aliqua in eis contenta revocet; y Gregorio XIII (en la
tes, como dice Balboa, güelen á comuneras y sedicio constitución üe publicisresignat.): Humano vix ju-
sas. * A nosotros nos basta enterar á vuestra majestad del dicio tío bene quidquam et prudenter polest diffiniri,
perjuicio, novedad y diminución, y nulidad; y saber quin usus saepe aperiat, doceatque id quod salubre
que sois tan poderoso con vos para deshacer el agra sperabatur minus experiendo prodesse. De solo Dios
vio que hubiéredes hecho mal informado, como para es no mudar lo que una vez determina, no obstante
conquistar y regir el mundo. Porque si esto no pudié- el ejemplo de Nínive y otros. Y así dice Tertuliano:
sedes con vos mesmo, ya se quedaba fuera de vuestro Si lex tua erravit, pulo ab homine concepta est , nec
poder la grandeza vuestra, detenida en la relación de enim de coelo ruit , miramini hominem aut errare
fectuosa del interesado; y esto no era poder, sino no potuisse, aut resipuisse inreprobanda. Y Dios, como
poder más. dice Séneca , libro vi De benef. , cap. 23 : a No perse
Tío se contenta el dotor Balboa de allanamos este vera en la ley por mantener lo que una vez hizo y dijo,
punto, en que se afirman tanto los padres de la Refor sino porque sin poderse engañar, vio lo que era mejor.»
ma, sino que escribiendo este año, números, dice Oid, Señor, las palabras de aquel español de Córdoba,
que « las razones que para fundar esto se alegan de que con su memoria es hoy vuestro vasallo y n uesli o bla
parte de Santiago son ajenas de un pleito entre partes, són : Nec unquam primi consilii Déos poenitet. Sine du-
fundadas en lugares de la Escritura, entendidos alegó bio stare illis et desciscere in contrarium , non licet. Sed
ricamente y como consideraciones del pulpito». * Y no non ideó, quia vis sua illos in proposito tenet, ex imbe-
se le acordóque el año pasado lo mis frecuente que alegó cillitate permanent, sed quia non licet ab oplimisaber~
contra los padres de la Compañía, siendo pleito entre rare. Perseverar en la acción perjudicial y defectuosa,
partes, fueron lugares de santos y de la Escritura: porque se hizo una vez (lo que hoy contra sí propone el
numero 10, santo Tomás; número 11, dos lugares de dotor Balboa), no es poder, ya lo ae dioho ; Séneca lo
432 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
llama flaqueza, ex imbecilüate permanent. ¡Puesdecir cuando estando así, y siendo verdad todas las coas to
en el número 4: «Pretendemos pues probar con todo mo estaban y eran cuando hice la promesa, no la cum
rigor de justicia que su majestad tiene obligación á pliré. De otra suerte cualquiera cosa deltas que se mu
defender el patronato que destos reinos ofreció á nues de, da libertad á consultarlo de nuevo. Prometí wa
tra santa, y que este pleito es con la majestad católica»! advocación, después pareció para aquella causa peí-
* Es cosa bien extraña llamar ofrecimiento lo que fué juicio á mi padre.» Este lugar no se trai, no se ciu;
intercesión, rogada con petición hecha por los padres; y él se nace. Dijole Séneca , mas con tales palabras, q«
decir que vuestra majestad tiene obligación á defender parece solo pudieron juntarse para responder en &it
la patronato, que dicen que ofrecistes. Mirad vos cuánto caso donde se prometió una advocación, y resultó pa-
mayor obligación os corre á defender el patronato que juicio del padre. Y lo que más admira en la legitima
debéis, y á quien debéis todos vuestros reinos. Lo que ción deste lugar más á este pleito que al libro deSéne-
se ofrece ha de ser libre y propio y sin perjuicio, para ca, es que empieza este propio capítulo con esta caosv
que se pueda y deba cumplir; y quien promete lo aje inseparable deste suceso y de los méritos destapwj
no hace peor en cumplir la promesa, que hizo en ar tensión : Si quod Mi pollicitus sum , patria sibi mi k-
rojarse, porque es fuerza se culpe en despojo y resti rejusserit? «¿ Por qué si lo que yo le prometí, la pal
tución. Y quien no cumple lo que prometió en agravio me manda se lo dé á ella?» Señor, hoy la patria os
de tercero, dijo mal, pero no le hizo, y fué la suya deparas! lo que habéis mandado ala Santa; y c
acción loable por disculpa y por enmienda. Y debe do es por quitar perjuicio y agravio del santo apc
considerar vuestra majestad cuan mal cubierto anda el Santiago, y la desautoridad de su nombre en faw
engaño, y que no alcanza la ficción á rebozarle todo. la elección de Cristo nuestro Señor, bien se pued»
Dicen «que los privilegios no se pueden revocar sien mitir sobre vuestra corona la palabra jusserit,\«n
do remuneratorios y á santos».* Pues ¿cómo facilitan á cierto que los reyes mandan á los hombres, y ieli
vuestra majestad el revocar tantos como tiene de espe justicia y las leyes: así lo dijo el Emperador.
cial patrón y único de las Españas Santiago, y tienen y Y si dijere el dotor Balboa, ú gritare la unida
juzgan por indecente revocar una concesión, reclama nidad de los padres de la Reforma, que esta bi ^
da casi de todo el reino y de tantas iglesias y ciudades, ley; que Séneca no es jurisconsulto; que va mi
por su autoridad y antojo? Quieren armar contra vues de Digestís á libro, y de capítulo á párrafo-
tra majestad en la posteridad una consecuencia muy Señor, que Séneca escribió la fuerza de la nw,
desautorizada , pues sera más fácil á vuestros suceso con las mejores razones ; y que la razón y li
res (quiera Dios viva vuesa majestad inlinitos añosj no es ley, antes las precede y las prefiere,
revocar lo que vos solo habéis deshecho, que á vos solo es alma de las leyes, y el derecho por quien t
deshacer lo que hicieron todos, y lia reverenciado el rechos lo son. No es Séneca jurisprudente de (4 .,
curso y suceso de mil y seiscientos años, con asistencia ni de estilo forense y litigioso , mas eslo, y el prisa*
y aplauso de tantos gloriosos reyes y emperadores. Pues en el irrefragable conocimiento de la juslitoa**
esto no ha de ser así; queá vues'.ra majestad solo ha de disposición de las costumbres. Y es tanta verdad im
deber Santiago mas en que se tenga lo que es suyo y que no hay ley ni autor de tan descarriada ploma y
siempre ha tenido, que á todos los príncipes de España parecer tan distraído, en toda la inmensidad de losé
„en darle lo que le dieron : porque ellos mostraron reco rechos divinos ni humanos, que contradiga ala
nocimiento voluntario, asistido de la gratitud y deuda destas palabras referidas de Séneca. * Pondere es»
universal ; y vos, Señor, haréis más fineza en restituir suceso, en semejantes casos tocantes á religión ;«
le con tan asistente persecución y con ímpetu tan ex Señor, lo que refiere Valerio Máximo (libro i, tit.firl
traordinario. Bien decentemente os lo aconsejó Plinio, ligioneneglecta; «De la religión despreciada») soffl
libro viii, epist. ad Afaxi. : Reverere gluriam veterem, á Masinisa, rey : At non similiter Masinissa res...;*
et haiio ipsam seneclutem, quae in homine venerabi- lo hizo así Masinisa, rey de Numidia, cuando el p*
lis, in urbibus sacrata est ; «Reverencia la gloria an de su armada, arribando á la isla de Malta, quii*1
tigua y esta propia vejez, que en los hombres es ve templo de Juno ciertos colmillos de elefante gra«J
nerable y en las ciudades sagrada.» Y por esta causa mos, y se los presentó por cosa rara. Mas lúe?»
debéis en el cumplir promesas oir y obedecer á Séne Masinisa supo de dónde venían y cuyas eran (o), Ib
ca ; en quien la razón de que no puede excusarse vues vio en restitución á Malta con una nave quiuqoei
tro celo dice así, libro ív De benef., cap. 35 (pala mandando se pusiesen en el propio lugar de
bras son que el hecho y el derecho obligan á que vues quitaron; habiendo hecho entallar en ellos cierUtf
tra majestad las responda á los padres de la Reforma tras, que en su lenguaje decían cómo elReyignoi
como Séneca las escribió; tan justas son, tan ajustadas mente los habia acetado y espontáneamente los
á vuestra obligación y á su hipo) : Tune fidem fallam, restituido.» Los sucesos que á vuesa majestad ipli
tune inconstantiae crimen audiam , si cum omnia serán con tal propiedad y naturaleza, que do I*
eademsint, quae erant prominente me, non praesti- acordar en la aplicación, de los cabellos á qn'ienks
tero promissum. Alioquin quidquid mutatur, liberta- yere. Rey era Masinisa, Señor; y en las cosas p*
tem facit de integro consulendi , et meam fidem libe profanas y que eran despojos de bestia que w
ral. Promisi advocationem : postea apparuit per iílam porque sirvieron de ocupar una par.'d del tempj»
caussam praejudicium in patrem meum quaeri. Y más tuvo en tal reverencia , que no habiéndolos él qn*
abajo: Omnia essedebent eadem, quae fuerunt, cum sinorecibídolos, le obligó á restitución, y tan re*
promitterem, ul promittentis fidem teneos; «Entonces dosa, que mandó entallar en ellos para que en d^*
faltaré á la fe , entonces me podrán llamar inconstante, (aj Las reliquias.
SU ESPADA POR SANTIAGO. ■í'U
pa de su memoria lo leyesen todos , que los recibió con distinción. Sea principio la jurídica ; esta ha intro
ignorantemente, y espontáneamente los restituía. De ducido el dotor Balboa en estas palabras, número 9:
manera, Señor, que en cosas que no son eclesiásticas, « Porque su majestad , y lo mismo diremos del reino,
sino trastos viles , y que solo porque embarazan el rin está obligado., porque así lo quiso en fuerza de pacto y
cón de un templo adquieren tal majestad , que obliga contrato reciproco, á conservar esta elección ; pues en
á los reyes á que en su restitución confiesen su igno pago della quedó santa Teresa obligada á rogar á Dios
rancia y su inocencia (o). Y esto no solo es lícito, sino por estos reinos , y mientras ella no faltare á su obliga
digno de tan grande estimación y alabanza, que para ción , no puede faltar su majestad á la suya, ni en jus
gloria de aquel príncipe y enseñamiento de otros loguar- ticia ne ¡n conciencia ex vulgari regula teoc. in l. Ju-
dan las plumas esclarecidas, que alargan las vidas ¿ lianus offerri, ff. de actionibus empti, et ibidem co
los príncipes y guardan y detienen las edades en sus pióse Bartholus.» (Y allí muchos que son irrefragables
escritos, como lo hizo Valerio Máximo. Pues, Señor, si en la materia de contratos, y que no los pretendemos
es lícito y glorioso y forzoso á un rey restituir lo que negar, antes valemos dellos.) Una cosa sola omitió el
otro quitó á una pared sagrada en falsa religión, y con dotor Balboa, que era la que importaba : que este era
fesar que lo admitió ignorando el hecho, y que lo res contrato de los que hablan las leyes y el derecho, en
tituye espontáneamente, ¿á qué obligará á vuestra ma tre vuestra majestad y el reino y la Santa, con las so-
jestad lo que , mal informado, quitare, no de la pared, lenidades que se requieren. No lo olvidó, Señor; no
sino del santo Apóstol, de su dignidad, de la devoción lo pudo probar aun aparentemente, y supúsolo con
de toda España, de la costumbre de todas las iglesias, trato uste: nomen juris quoties ea, quae adunantursunt
de su santo sepulcro, de la elección de Cristo , de los volúntales , et ad id in quo adunanlur est aliquid, pe
privilegios de todos los reyes vuestros antecesores? cunia , mensurabile , et eum obligationes est vero no
¿Qué me detengo en estas ponderaciones? Cuanto vues men facti, quando obligatio nutla oritur. Llámase así
tra majestad es mayor rey que Masinisa, porque sois j ex con et traho, quo tres distantia in unum adunan-
más celoso ; cuanto debéis más á Santiago que él á ' tur. Es pues el contrato ultro , curo , id est, hinc inde,
Júnon; cuanto va de su templo al propio santo Após obligatio ex volúntate partium surgens proprié (l.labeo
tol, y de dos colmillos de elefante al patronato de las contractum). Y si una parte se obliga sola, se dice
E> pañas;—tanto vuestra res ti tucion será más fervorosa, contrato impropio, y si ninguna, impropísimo. Es
vuestras palabras en ella de mayor piedad. Con su también de advertir á vuestra majestad que Contractas
mo decoro se acompaña esta dotrina del edito que simula tus, ex eo qui est, et non ex eo, qui fingitur ju-
Plinio Secundo, en el libro 20 de sus Epístolas, pone dicatur (C. Mu vos depignore); aEl contrato lingidose
con este título : AEdictum Divi Nervae. Quadam sitie juzga de lo que es , no de lo que se finge. » Y vos , Se
dubio, Quintes, ipsafoelicitastemporumedicil,necex- ñor, aquí halláis la controversia y el pleito. Y para que
pectandus est in his bonus Princeps, qui bus illumin- veáis con buena luz el desengaño que tan enmascara
telligi satis est. Cum hoc sibi quisque civium meorum do nos citan, es de considerar y de tener por cierto
spondere possit, me securitatem omnium quieti meae (como lo es), que si yo contrato con otro, y le obligo lo
praetulisse; ut et libenter nova beneficia conferrem, et que no es mió y es ajeno y no puedo y debo obligar, que
ante me concessa servaren. Non tomen aliquam gau- antes cometo estelionato que celebro pacto ó contrato.
dis publicis afferat haesitationem, vel eorum, qui im- No se puede dudar esto ni responder. Pues veamos
petraverunt diffidentia , velejus memoria, qui prae- ahora en este que llama el dotor Balboa pacto y contrato
stítit necessarium, pariter credidi ac letum obiam du- entre la santa Teresa y vuestra majestad y el reino, qué
bitantibus indulgentiam meam mittere. Nolo existimet obliga la Santa. Dirá que su intercesión; después ve
quisquam (¡uaealio Principe, vel privatim, vel publi- remos si es buen lenguaje este de obligar la Santa su
ce eonsequtus , ideo saltim á me rescindí ut potius intercesión y méritos propter retributionem mutuam :
miki debeat, si tila rata, et certa fecero. Este edito pase ahora , y tenga este argumento algunos renglones
del Emperador no hallo en él tan bastante ocasión de de vida. Veamos qué da vuestra majestad y los procu
promulgarle como á vuestra majestad seta ofrece el glo radores á la Santa. El patronato de las Españas. Este
rioso apóstol Santiago. Y en él y en el suceso creo firme ¿'es de vuesa majestad, ó suyo? No ; ya lo tenemos pro
mente me desempeñará ; pues quien lo contrario pre bado en el Memorial. Es de Santiago, único y singu
tende , os pide que , por favorecer su porfía , deis en lar patrón de las Españas. ¿Cómo se prueba eso?
vuestro ánimo lugará la pertinacia. Y yo, que me pro ¿Cómo, Señor? Atended á la probanza. Mil y seis
meto de vuestra majestad .tan forzoso y tan decente re cientos años continos, pocos menos, presentan tantos
medio , conozco la candidez y la pureza de vuestra so testigos como instantes, tantos como batallas vieron,
beranía, y cuan imposible es introducir en vuestra tantos como peligros pasaron los reyes y pucblosque los
piedad y grandeza la culpa de la obstinación. vivían. Dicen y deponen y confiesan esto todos los reyes
que han reinado hasta vos , unos con el consentimien
CUARTO TRATADO. to, y otros con palabras expresasen sus privilegios. Es
DESENCAÑO DE SUPOSICIONES APARENTES T CAUSAS de Santiago el patronato de las Españas por derecho
POLÍTICAS T PIADOSAS. divino; cúpole en el repartimiento de losapóstoles, sien
Las suposiciones, Señor, en esta pretensión y pleito do por donapion de Cristo, como se prueba esto con el
entre partes miran á diferentes fines: unas son piado propio santo Apóstol. El dijo que Críelo le había da
sas, otras políticas, y una sola jurídica ; irélas notando do el patronato de España ; refiérelo así en su pri
vilegio el rey don Ramiro ; confirmanlo otros muchos
(ni Desatinado periodo da construcción defectuosa. reyes, que dicen lo propio. No se puede contrastar
Q.-1U 24
434 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
con apariencias el derecho divino , ni es contrasta- | de nuestra enferma naturaleza. La propia sama Teresa
ble la legalidad de los reyes de Castilla y de sus cnan acusa este lenguaje y manera de hablar , por grosero
cillerías. Luego vuestra majestad y los procuradores de y desaseado, con los ciudadanos de la gloria. Todas las
cortes, conforme Balboa, dieron lo que era de otro; grandes mercedes que su padre y abuelo de vuesa ma
dieron lo que era de Santiago, dieron lo que Cristo jestad dicen recibieron de la Santa 4 no emanaron de
quiso fuese de su primo solamente; y de necesidad este lo generoso de su misericordia, graciosamente 1 Pan
contrato, por ser con simulación , es comprendido en hacerlas ¿ esperó pacto ú contrato, ú echóle metó
los que dice (C. illos vos de pignore contractus simu Pues ¿quién ahora os dice que no proseguirá si no sí fe
la tus ex eo, qui est, et non ex eo, qui fingitur, judi da su premio , si no se le ofrecen honras? ¿Qué piula
en tur). los hombres dar, que no sepa á supequeñei1¿Qi
Por esto forzosamente, pareciendo por el engaño tiene el mundo, que el tiempo no lo disfame coa su t*-
contrato, y siendo estelionato á su modo, ha de ser juz certidumbre? Los gentiles alcanzaron esta verdad^
gado como tal, y no como pacto. * Empero, Señor, ¿con reprehendieron por descortés este modo de interta
qué razón los padres de la Reforma y el dotor Balboa los dioses para alcanzar su favor con dádivas. Con»*'
mezclan á vuesa majestad en el pacto de los procura ma elegancia lo dijo Persio, sátira 2:
dores de cortes, ni en sus acciones, no estando vuestra Non la prece poscis emd.
grandeza comprehendido en ellas? Los procuradores Nadie de aquel tiempo dijo tanto y tan bien en si
de cortes concedieron, y con nombre de pacto come palabra, y más á nuestro propósito: «Nopideslao
tieron este estelionato (llamóle asi); vos, Señor, no ruego comprador.» Este género de ruegos logreros!
habéis interesado vuestra conciencia en dádiva, ni en buenos para los hombres , no para Dios ni para tea
concesión, ni tal parece escrito ni impreso, ni en el tos. Honrarlos á ellos con dones y sacrificios, serviril
testimonio que el reino imprimió el año de 1627, ni en majestad de Dios con todo, es debido, esjuslo;i
la bulla de su Santidad. En todo este pleito vuestra ma decir ú Dios: «Señor, concédeme esto, y harélemls
jestad ño tiene sino una muy decente y piadosa in pío,» más tiene de negociación interesada que de roejí
tercesión, ganada sí con información siniestra. Pues Y entender que los santos si no les dan noiotera
¿por qué quiere el dotor Balboa y los padres acompañar den, impiedad es. Hablando con este que tal pisa
con vuestra dignidad y soberanía , contra la verdad del de los bienaventurados, dice :
hecho, los arrujamientos culpables de los unos y el De Jote quid ¡entis t
ímpetu de su celo en los otros? Señor, yo no he de «¿Qué sientes de Dios? Qué opinión tienesE-f
mezclaros en lo que no os toca. Los padres de la Re
forma pidieron á los procuradores de cortes; ellos con más abajo más claro :
... aut quiinam est, qua la merceie Deorm
cedieron lo que no era suyo, vuestra majestad interce Emeris aurículas pulmoni, ti lactibus tacíis.
dió con su santidad para que os concediese y confir
mase lo que los procuradores habían hecho ; y con «Dime (replica Persio) con qué mercedes 6
compras las orejas de Ios-dioses, con pulmones y
suponerse que el reino lo pedia, su Santidad lo conce ñas y otras ofrendas?» Bien dice Persio lo mal I»
dió absque praejuditio, innovalione , vel diminutione de aquellosque compran las orejas de los santos cm(
aliqua patronatus sancti Jacobi. De suerte que hoy divas y con ofrendas. Y esto lo aprendió la geiililiM
quien tiene á cargo este suceso son los procuradores la verdad que el Espíritu Santo comunicó á los I*1'"
de cortes , que dieron lo que no era suyo ni podían dar, en la Sagrada Escritura , pues de los profetas menAl
y los padres de la Reforma, con quien habla el Si quis ron todas estas verdades preciosas y eternas.' lsaias,<
agensjusti {de Act.) : Illosqui plus petebant olim causa pítulo 1 , verso i l : Quo mihi multitudinemvictimM
cecidisse nemo dubitat. Y Calistrato, cap. i , De interro- vestrarum ? dicit Dominus ; plenus sum : holta*
galione, dice: Interdumpluspetendoaliquiddamnisen- arietum,etadipempinguium,etsanguinemvi\¿f*
tiat. Jacobo Revardo, Variorum, lib. 3: Ñon dubito, quin et agnorum , et hircorum nolui; «¿Para qué* «
sic scripserit Calislratus interdum plus pelendo cau multitud de vuestras víctimas? dice Dios; He-»8
sa cadat, et pro causa cadat Tribonianus, aliquid da- de holocaustos de carneros, y la gordura de te™
mni sentiat. Aun el pedir mucho derribó las causas, y ños de los carneros, de los corderos y délas cabra
las fué detrimento pedir mucho y con perjuicio de la quise.» Y para ver que casi trasladó Persio el te
otro. Circunstancia es, y grave. Examinemos ahora si es del ProTeta, demás de usar de las propias pal*
platicable que los santos que nos ruegan con su inter pulmone, et lactibus unctis , veamos qué dice*
cesión , que para ayudarnos y favorecernos no aguar que quiere Dios: Lavamini, mundi estote,aufe*t**
dan nuestra pereza y descuido , que se desvelan por lum cogitationum vestrarum ab oculis meis : <¡u«"
nuestra miseria en socorrer nuestras necesidades, que agere perverse, discite benefaceré; «Lavaos, esta"!
tienen por oficio la intercesión de los hombres, y no pios, quitad de mis ojos la maldad de vuestros j>a
la granjeria , hagan y celebren pactos tales y con so mientos , deja de hacer mal , y aprended á hacer ha
lemnidad tan profana como esta: «Yo te ayudaré, reino, * Persio dice que se ha de decir esto propio, eauaw
porque tú me des el honor del patronato ; y mientras
yo qo faltare á mi promesa, tú no puedes faltar á la ra 2 :
ComposUumjus, [asque animi, sanctosqu rettva
tuya.» Nunca, Señor, otra cosa como estaje haescrito, iieutis , et incoctum generoso pecios honesto !
ni de nota tan achacosa, para amancillar aquella libe Veamos si esta verdad de Isaías descaeció d«
ral piedad de los bienaventurados , que atienden sin diendo de la figura á lo figurado.' Cristo nuestro h"
dependencia ni memoria de alguna poquedad de la
¿qué nos enseña para pedir á él y á sussaaís* w*
tierra d las mejoras de nuestra salvación , á la defensa
SU ESPADA POR SANTIAGO. 435
tercesores? Solo dice que pidamos: Pelüe.etaccipietis; mándolo él? Y esto por la honra de Dios, por nuestro
* Pedid y recibiréis;» no dice reciba yo y recibiréis: Púl bien , no por el suyo.
sate, etaperielw; «Llamad y abriros han;» Quaerite, et Véase además, Señor, si el reino todo puede dar po
invenietis. De manera que en Diosla merced y la interce deres en perjuicio de tercero, y esto tendrá toda su
sión no secompra. Pues en la primitiva Iglesia bien se ob- fuerza irrefragable en el capítulo siguiente.
servóestadotrina. A Simón Mago, que quiso comprarel Pues mirando esta pretensión conforme al estilo de
Espíritu Santo por dinero, le respondió san Pedro co pleitos, ya que lo es ( por nuestros pecados), y las pre-
mo merecía; y de los que daban á la Iglesia, por dar y rogatívas del santo Apóstol andan sedientas de audien
servirá los apóstoles y á la religión, se recibia. Pues cia y de oidos , no se ha visto cosa con tantas nulidades
Señor, veamos á qué se arrimará esta dotrina de asen ejecutada. 'Señor, el año de 1617 se pidió esto por los
tar pacto y contrato jurídico de mutua retribución en frailes de la Reforma con petición; que no se puede ne
tre la Santa y los procuradores de cortes, con cláusula gar al reino que no hablaba en ello , y que , como he
de que «en tanto que ella no dejare de interceder no probado , ni tenia poder ni le podia tener ni era parte.
puede el reino dejar de conservarla el nombre de pa Concedieron, sin dar traslado á la iglesia de Santiago y
traña». Y ¿don Je está este rescripto de la Santa, ó hecho ásu orden y á las iglesias; mandóse ejecutar, sin consul
en su nombre, para celebrar este contrato litigioso en tarlo con las iglesias y prelados y universidades ; opu
que dice que admite ser patrona y se encarga de nues siéronse y mostráronse partes la iglesia de Santiago y
tra intercesión, con tal que se le dé el patronato de la de Sevilla; fueron oidas, y suspendióse la ejecución
E-paña y se le defienda y conserve? No hay tal papel, y el rezo, y la información en derecho por el patronato
ni le puede haber. Y sin esto, ¿cómo puede ser contra que hizo por los padres de la reforma don Francisco de
to ni pacto? Luego los procuradores no pueden estar la Cueva. Pues señor, ¿cómo ha podido ahora, sin dar
obligados por via de contrato, ni la Santa, á quien no traslado ni citar ala parte de Santiago (que ya eslaba
puede ni debe obligar otra cosa que su santidad y amor desde el dicho año introducida en el pleito), resolverse
á estos reinos y á todos los que la invocaren. En que c/am y //urttvé este negocio? Pues es cierto que, conforme
se puede, Señor, reparar de parte de los procuradores ;í derecho, con ello se habia de sustanciar la causa ; y que
de cortes, para desistir deslo; pues ellos, como eviden el verla tan defectuosa y agraviada, movióá la santidad de
temente be probado, no están obligados con pacto; y Urbano VIH, santísimo y doctísimo vicario de Cristo, á
vuestra majestad no está empeñado en nada del hecho poneraquellas palabras no pedidas por los contrarios, en
ni ha concedido cosa alguna, y solo ha interpuesto in el dicho breve, ni solicitadas por nosotros, que lo igno
tercesión piadosa. rábamos , fiados en seguridad muy justa : absque tameu
Escrita tengo en mi Memorial la causa por qué los praejudicio, innovatione , vel diminutione sancti Ja-
procuradores de cortes ni vuestra grandeza no podéis cobi Apostoli. Señor, muchas gracias y honras han
tralar del patronato deSantiago.* Ahora, porque á mayor acrecentado los sumos pontífices al nombre é iglesia
abundancia se conozca por todos caminos la certeza de de Santiago; mas el santo y España á nadie tiene tan
mi proposición , digo que cosa es sabida y cierta y perpetua y grande obligación como á la santidad siem
fuera de disputa que los procuradores que las ciuda pre gloriosa de nuestro muy santo padre Urbano VIH :
des invian á las cortes, vienen con poderes limitados * pues, cuándo los procuradores de cortes hacen un de
consultivos para tratar aquellas cosas á q ue se convocan; creto tan lamentable en favor de los padres de la Refor
y que si resolviesen alguna fuera de aquellas que expre ma (dando á su bendita santa el patronato de las Es-
sa su poder, seria nulidad. Pues, Señor, siendo esto así, pañas, que es de Santiago, de quien es todo el reino
para repartir una blanca en la harina, ó conceder un por elección de Cristo), sin tomar en la boca al glorioso
repartimiento, no es dubitable que será forzoso el pro Santiago, ni acordarse del aun de paso (que apenas tan
pio poder para tratar de cosa de tanto peso, como qui grande olvido , tratando de su perjuicio , pudo ser sin
tar á Santiago todo lo que el reino á su servicio debe cuidado), su Santidad le nombró y defendió , conce
por reconocimiento de tantas mercedes. Y es cosa cier diendo á la facilidad de los procuradores lo que pedia;
ta , no solo que las ciudades no le dieron , mas que no mas con tal cláusula, que concediendo, advirtió cómo
le quieren ni quisieron dar; y lo que más es, que no se le debiera pedir.
pudieron darle. Que no le quisieron dar las ciudades, Y porque es bien que estas cosas que á vuestra gran
hoy el reino lo dice; pues todo reclama con gritos y deza con humilde suplicación represento, estén por
lágrimas que no podían darle aunque cosa tan desorde todas partes fortalecidas, digo que oigáis las palabras
nada quisieran hacer. Vese pues derogar el derecho di- de Nicolao Gandaviense, en los cuatro libros que es
Tino , y entrarse en cosa por tantos caminos eclesiástica, cribió De repub. (libro 2, tit. Pacta), donde trata
y debida al conocimiento del Sumo Pontífice, y que ha del pacto y contrato con los demonios, y de los hom
bía de empezar mandando á todas las iglesias. Es fuera bres con los santos. Y creo en esto es autor singular,
del poder de todo el reino y de las ciudades. Baja visi y en él no hay la gloria del interés por causa de la in
blemente del cielo el san to Apóstol, y aparécese al rey don tercesión. Dice así : Si t'eró bonum aliquod Deo, Dei-
Ramiro, y acúsale porque temia en la batalla de Cla- que ministrispromiltamus, quod tamen alioquin, ne-
vi jo, con estas palabras (que en su -privilegio refiere el cessario tenendum non fuit, cum statim ipsi nobiscum
propio rey, y tengo citadas): «¿Por ventura fio sabes consentiant, pacto satisfaciendum est, quo adfieri po~
que, como á otros apóstoles mis hermanos dio Cristo test. Léase, Señor, todo este tratado y título, que en
otras provincias, á mi me dio á España para que fuese el propio caso declara la demasía de lo que se alega con
su patrón ?» Pues quien acusa el temor sabiendo que tan poco decoro de la gloriosa Santa. Pues más abajo
es nuestro patrón, ¿qué hará el negarle el serlo afir dice : Materia contracluum res est aliqua , vel actio,
438 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quae sit in riostra polestate; « Materia de los contratos sit. Y este enseña que es incomunicable á otro sanio
es la cosa ó acción que está en nuestro poder.» Esto el patronato de Santiago de las Españas ; porque patrón
concluye que el patronato que es de Santiago especial- ' civilmente es el que liberta el esclavo conforme á de
im-nf --, no es materia de contrato ni pacto. recho. Señor, Santiago solo es y puede ser pairan di
¿Y aquella cláusula, «mientras ella no faltare á su España, porque él solo , siendo esclava , la libertó. Y
obligación?» No sé cómo se puede decir bien, pues es no sé yo cómo no supieron esto los defensores, estan
imposible que á su obligación falte la Santa; ni con qué do, no solo en los jurisconsultos, sino muy frecuente
igualdad se puede obligar con nosotros, ni en qué fue en Planto: De ¡lio qui alium manumittit,et swprat-
ro. Doy que la da España el patronato, porque la ampa sidio defendit, que es bien ajustado á Santiago: «Pa
re y defienda; que se ofrece batalla, que la pedimos trón se dice el que rescata al esclavo ú le defiende con
Vitoria, y nos perdemos: tal ha sucedido muchas ve su amparo;» Mostel.,1, 3, 7; y Men., 5, 7, 24. Tam
ces. ¿Cómo entrara aquí el contrato y pacto litigioso? bién largo modo se dice : Patronus causarum adtwn-
Porque quitarle el patronato, y decir que porque no tus, quia advotatur in causa ; a Llámase patrón de las
cumplió con su obligación, es cosa escandalosa, des causas el abogado deltas. » Ved , Señor, la falsa suposi
pués de ser ridicula : siendo cierto que los santos y su ción : que esta parte del nombre de patrón t$le se usur
intercesión nunca nos falta , aunque lo que pedimos no pa en este sentido, y de qué son capaces los nntníj
suceda ; porque , ó nos dan lo que pedimos , ó nos nie amigos y letrados y procuradores, porque en ella ha
gan lo que no conviene por las causas que para si tie llaron color á su pretensión la trujeron ; y aquella ci
ne reservadas la providencia de Dios. Asi, Señor, el vil, que es la propia, ni la canónica (donde solo es pa
que ofrece á los santos ó iglesias, de solo ofrecerlo trón aquel que habet potestatem praesentanü), porqnt
queda obligado. «Mas ha de ofrecer cosas suyas y que con la ley del reino los excluye totalmente, se desen
estén en su poder, y' lo debe cumplir,» quoad fieri tendieron delta, y la recataron de la noticia de vuestra
potest. Por esto dijo Gregorio VIH (Re., 5): Quod laten- majestad. Pues es cierto que no pasara vuestra interce
teraul per vim, vel aliter üliciter inlroduclum est, sión deste desengaño, y más, expresando que paire-
nulladebet stabilitate subsislere; a Lo queá escondi num faciunt dos, aedificatio, fundus. (Gl. c. pra«w«-
das ú por fuerza ú de otra manera ¡licita se introdujo, tis 16, q. 7, cap. Aba. li. 18, q. 2. Panorm. el omw
no debe durar, ni proseguirse con alguna estabilidad.» in c. cum Ecclesia. Volateira de elect. con». 2,»/¿.,
Hablando con los padres de la Reforma, Caro (L. í>2): num. 7.)
Non videt quisquam id capere, quod e¡ necesse est alus Señor, en esta pretensión rio se ha dado pasosurí-
restituere. Pues decir (como de don Francisco de la Cue bozo. Dice el derecho que patrón es el que ¡tartiel
va en su información, recogida por el Santo Oficio, re esclavo : cosa que difine á Santiago singular y cus
pite el dotor Balboa y todos los demás) que porque se ca y civilmente por patrón de España. Y callan esto, t
hizo y está tan adelante se debe proseguir, no lo dicen que es patrón el abogado y el procurador. Esta»
aprueba Licinio (L. 210): Quae abinitioinuttlis est in- es alegación, sino trampa, ni este sueño merece díí
slitutio, temporis traclu convalescere non potest; «La cuidado, pues el desprecio no le viene mal.
institución que en su principio fué inútil, por el curso Lassuposiciones piadosas y políticas (nosé si encargo
del tiempo no puede calificarse.» Eso es convalescere, la conciencia en llamarlas así) todas abultan y crecen
adquirir la fuerza y derecho que por sí no tuvo. las planas del memorial que dio á vuesa majestad el pa
Señor, esta es la verdad deste punto que llaman de dre fray Pedro de la Madre de Dios. Ellas son rnneto,
justicia. Advertid, Señor, que las leyes no dan ni ha pero son tales, que sin aguardar respuesta, juntamente
cen el derecho y la razón de las partes; solamente le las más se deletrean y se refutan ; esto antes es agrade
juzgan , le declaran y le defienden ; y que la verdad que cimiento que queja. Dice el muy reverendo padre fray
no tuviere el hecho no se la pueden dar cuantas leyes Pedro en la primera parte, párrafo 11: «El derecho que
hay en el mundo; que una, merecida de la realidad de tiene santa Teresa para que España la honre, valiéndo
la pretensión, vale más que mil citadas á ruego de las se della como de patrona, consiste, lo primero, en que,
parles. antes desta solene elecion y publicación, la tenia cjids-
tituida en posesión particular desta propia dignidad
SUPOSICIONES PIADOSAS t POLÍTICAS. la particular devoción y singular afecto de la naciwj
Pretenden dar á entender que patrón no es otra cosa tenia ya conquistados los españoles pechos, y no*
que abogado. Así lo dijo en su primero artículo don cómo ya eran suyos.» Señor, viendo yo que si anís
Francisco de la Cueva en la dicha información ; y el me desta elecion la Santa hubiera estado eonstitaida en es
morial sin nombre hecho en defensa de la Santa, que ta propia dinidad de patrona, que los padres no pidiera
empieza: «Acerca del patronato de la santa Teresa;» lo á los procuradores de cortes por merced lo que tena".
me afligí sumamente; más me socorrió el propio padre
propio aquel papel, papel poco docto y menos cortés,
fray Pedro de la Madre de Dios, acabando toda esU cláu
que salió en respuesta de la carta del arzobispo de
Sevilla; y luego repitiendo lo mismo fray Pedro de la sula afirmativa con decir: «Y no sé cómo ya enn su
Madre de Dios, el dotor Balboa y el papel sin nombre yos.» Pues no habiendo sido, no podian saber cóm»
eran para esto del patronato ; y el suceso lo dice bu»
que cité en mi memorial. Esto, Señor, no necesita de
respuesta; la ley de la Partida está en romance, y ella el año de 17. Y ahora añade una cláusula con paro*
dice bien claro qué es patrón y qué se requiere para harto agraciadas : «Si santo ó santa se conocen el»
serlo. Yo la tengo citada, todos los jurisconsultos lo de hoy queá lo hechicero haya ganado coraiones,*
dicen: Patronus dupliciter summitur loqueado juridi- santa Teresa.» ;Alo hechicero, santa Teresa! Sí w*
cé , primé civilüer , el est Ule qui servum manwnis- juntara, fuera malsonante y aun se tuviera á km*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 437
y aquí se leen lado á lado sin nota ; y con tanta satisfa- el memorial, y si lo dice, que no lo quiso decir; pues
cion desta frasi , que ocupa en el baptismo desta, «A lo si lo dijera asi, ya toda su orden se contradecía, ofen
hechicero , » el discurso, y dice: « Cristianando con el día gravemente y civilmente á la gloriosa Santa , y oca
nombre de santa á el nombre de hechicera española.» sionábame el decirle que si el ser patrona de España
* Yo, santísima Madre, contradígoosel nombre de pa era honra que por gajes la podia pedir una Santa,
traña, porque es ajeno, no porque no le merecéis; y es también la puede y debe defender un santo apóstol que
peor daros nombre de hechicera española que quita la tiene y se la quieren quitar por petición, y 110 por
ros aquel que vos no queréis ni habéis menester para contrato , como nos quieren hacer creer los letrados.
nada ; y ser molesto quien quita, excusa , tiene y ado Considere vuestra majestad que la justicia de Santia
lece de forzoso achaque ; mas serlo quien da es habi go es tan clara, que sus procuradores defendemos más
lidad muy extraordinaria. á sus contrarios que á él.
Segunda suposición piadosa, número 7. En el propio * La suposición del número 20 dice : «Se le debe el
da por causa la multitud de imágenes que hay de la título por fundadora de tantos conventos, que ruegan á
santa Madre, en estas palabras: a En las tiendas de Dios por la salud de su majestad.» Esta causa es común
pintores y escultores y plateros.» Señor, estas imáge de muchos santos, y de todas las religiones, que hacen
nes, aunque son infinitas, son menos de las que merece lo propio, y es muy esclarecida para todo reconoci
la recordación de tan gran santa, y de las que puede miento posible. Mas no hace fuerza en el caso presen
alimentar la ansia de su devoción. Y no están en las te , pues esto le sobra á Santiago , con monjas , religio
tiendas de pintores, plateros y escultores; que el fer-, sos y caballeros y hespitales, donde sus hijos y hijas
vor con esta santa no las da lugar á que se detengan atienden á lo activo y á lo contemplativo, á todo estu
allí solicitando compradores : la devoción del inundo dio, predicación y cátedras, á la guerra, y á la caridad
está poblada dellas, iglesias y oratorios, camarines, y refugio y alivio de los pobres y enfermos : cosa que
galerías, pechos y nóminas. Esto no es contradecir el en todos estos actos no la hay en otra religión en tanla
texto, sino pulirle. Y ni esta suposición, ni la de los abundancia. Y si no es de caballería, dos cosas della,
libros , impresiones y traducidles vienen á propósito que son hospitales y soldados, en otra ninguna lo hay ;
para quitar el patronato á Santiago, nuestro único pa y siempre están como capellanes, que lo son, y soldados
trón; pues en ninguna manera son causa ni disculpa, de vuesa majestad, rogando á Dios en santo retiramien
ni vale por más que por una relación de lo que merece to y clausura (solo excedida de la cartuja), con estu
mayor aplauso , aunque tiene todo el del mundo. dio y coro, por vuestra vida y estados. Esto he dicho
Pasa en el número 8, y da por causa «el ser natu porque las fundaciones, hijos y hijas, no es caudal que
ral de España». Cosa que para ser uno patrón no se ha le falta á Santiago, antes en él no le iguala alguno.
de admitir, ni es razón escribirlo ; pues hoy defen Bien sabe vuestra majestad cuan grandes vasallos, con
demos con toda la verdad y el derecho divino y huma sejeros, capitanes y generales ha tenido esta sagrada
no que es único patrón quien no es español , y de tal religión ; cuánto mundo le han dado y cuántas gran
manera, que excluye el serlo con él ningún natural. Y des Vitorias. Comprobar esto es trasladar las historias;
en los santos no hay patria, y menos estando en la pa cuántos santos y santas, será lo propio. Los grandes pa
tria; ni estas cosas participan de carne y de sangre, ni dres en todas facultades y ciencias no tiene número;
puede ni debe excluir la tierra al cielo : eso es negar y poco se puede leer en lo divinoy humano, sin pro
las honras á los santos porque no son deste lugar , y nunciar esta verdad en que ahora se ha hablado por
dárselas porque son del. Llama el padre fray Pedro en fuerza : que Santiago no cuenta sus frutos, porque quie
este número , renglón primero, « conquistadora de Es re que para defensa destos reinos y servicio de Dios
paña» á santa Teresa. Yo creo quiso decir Santiago; no tengan cuenta. Y nos contentaremos, Señor, con
si ya no dura hasta aquí la cláusula de que « conquis que nuestra grana valga tanto como el sayal de los pa
tó á lo hechicero».* Y acaba condecir: «Es buena her dres, que reverenciamos como merece, aunque le pa
mana , que como tal quiere á España , y como agente decemos como se ve. Y hablo en esto como religioso
de sus negocios en el cielo, pide los gajes librados en con vuestra majestad, que con un oido sois mi prior (así
el honor de patrona.» Poco es «buena hermana» á quien llamó santo Tomás de Villanuevaá vuestro bisabuelo),
es soberana y milagrosa madre y poderosísima auxi y con el otro sois nuestro rey y nuestro juez.
liadora. Y la palabra «agente y gajes» , para tan sobe Número 11. Es suposición «que concurren á un
rana fundadora y santa tan milagrosa, liallóselas acaso, mismo querer España y santa Teresa en la conquista
no las estudió devoto , y esta cláusula la imprimió por de herejes, á quien conquistó Santiago con la espada
descuido, Señor; que en esto yo le he de disculpar. y santa Teresa con la oración.» Esto de embarazar á
Pues confesando en lodos sus memoriales los padres Santiago con solas las cuchilladas no lo consienten los
que solo vuestra majestad ha hecho esto, y el reino, sin breviarios ni la Iglesia, que siempre está diciendo:
que ellos hayan hablado palabra ni solicitádolo , y Praecibus sancti Jacobi Apostoli, y no dice Ense
que ha sido voluntad de Dios (así lo dice el propio Sancti Jacobi ; y dice lo uno y lo otro , y tantas veces
autor más abajo, haciendo desto gran caudal), ¿cómo nombra su oración como su espada. Y no porque santa
Labia de confesar ahora tan claramente, no solo que Teresa no tenga espada y tenga oración, no lia de tener
pideo el patronato ellos, que era lícito, sino que la Santiago oración con la espada ; que ni la Santa ha me
Santa pide por gajes de agente la honra de patrona? La nester lo que no tiene, ni á Santiago le puede faltar
Santa, Señor, ¿había de pedir gajes, y por agente; y lo que le callan. Dice en el propio número el padre fray
ella había de pedir honras , siendo de las más honradas Pedro: «¿Quién, sino España, mantiene en sus estados
de Dios, y el patronato? Digo, Señor, que no lo dice con pureza la fe, de ejecutoria y de solar conocido?»
438 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Esto pondera, y con mucha razón, por la mayor gloria Dice estas palabras el padre fray Pedro.habiendo *0r
de España y mayor beneficio que Dios la hace. Pues, pero prevenido con prólogo el sinsabor para sus vísalos
Señor, yo probaré con dos testigos santos y doctos, y de aquella revelación que refiere del purgatorio, coi
predicadores de vuestro abuelo, que esto debe España acometimientos á conjeturas temerosas. Aunmedsé
á Santiago, nombrándole ellos, no aplicándolo yo. El referirlas; que no hay oído á quien no hagan dar grit»;
santo arzobispo de Valencia don Tomás de Villanueva, «El señor rey don Filipe murió santamente, y uisi
en sermón de Santiago , su día , en vuestra capilla gobierno tan prolongado en los año? cuanto notable^
(Brixiae, 1603): Ecce Acaya, AEgyptus, India, Assia, los casos que en él sucedieron ; por los cuales, mn
Graecia omnes perdilae sunt,. ex provinciis christia- nunca se pudo pensar peligrara la salvación de Lato.
nis multae infeclae, Hispania máxime fidem serval tólico rey, pero mirando el rigor y puntualidad i
illaesam meritis, et patrocinio hujus sancti Apostoli; juicio divino , y residencias tremendas de otros jiee
«Veis aquí Acaya, Egipto, la India, Asia, Grecia, to ocupados aun en materias menos considerables, i
das se han perdido, y de las provincias cristianas mu fuera mucho desmán de la imaginación arremeta
chas se han inficionado ; España sola principalmente á pensar que habia de tener largo purgatorio.! ka
guarda la fe pura por los méritos y patrocinio deste si fuera y si fué mucho desmán decir que se p>'
santo Apóstol.» Este testigo dice con claridad las mis temer padecería largo purgatorio (habiendo pasad»
mas palabras del padre fray Pedro, y las atribuye al cláusula por aquellas palabras: «Aunque nunca se |
santo Apóstol, nombrándole. El olro es el venerable pa do dudar peligraba su salvación ») quien erapea
dre Orozco , que llamarle santo no es demasía, sino an c iendo lo que fué verdad: « El señor rey donFíin
ticipación piadosa. Predicando ü Felipe 11 dia del santo abuelo de vuestra majestad , murió santamente:.':
Apóstol(en el libroqueintitnla Declamaciones, impreso dearle largo purgatorio por tal cláusula,—mncM
en Salamanca, año de 1 373, folio 273): O summi mtmi- man es ; y bien excusado discurrir en la salvat*
nis, magna erga nos clementia! Assia, Graecia, AEgy los reyes y en sus cargos y cuentas. Prosigue:' «Id
ptus, ct multae nationes, proh dolor! culium Dei reli- así, no acabó el novenario, salió del purgatorio.»!
querunt ! Al in noslra Hispania fides intacta Christi otras cosas. «Luego al octavo día, dándose Di»
Jesupermanet, permanebitque, Domino opitulante non satisfecho de cualquier defeto con este breve pq
nostris meritis sed praecibus B. Jacobi Apostoli, sub admitiendo en discuento tres cosas: la primera,»!
cujus protectione sumus ; « ¡ O suma clemencia para ber sacrificado su hijo como Abraham ; la set-js*,
nosotros de la majestad de Dios! Asia, Grecia, Egipto, gran celo de la fe y justicia que tuvo ; la tema,
muchas naciones ( ¡ gran lástima ! ) dejaron la fe. Pero haber amparado y defendido desde sus princf»
en nuestra España vive intacta la fe de Cristo Jesús, y humilde rebaño de nuestra descalzez.» Esto»*
permanecerá, siendo Dios servido, no por nuestros mé versa con el pleito y pretensión. Y para decírqtn
ritos, sino^or las oraciones del santo apóstol Jacobo, de purgatorio al otavo dia (que yo hasta alien,»
debajo de cuya protección somos.» de su justicia y virtudes y sufragios y trabajos
Señor , esta no se contenta con ser probanza ; es un que una hora no habia estado en el purgatorio*
raro milagro que, hab.ando de Santiago (en lo que hoy generosa alma de vuestro grande abuelo), no era
le ponen á pleito los padres de la Reforma, que son las nester bambolearle la salvación á raiz de canoa»
oraciones, y quiriendo apropiar ásu gloriosa santa lo y luego conjeturarle purgatorio. Y par» salir
puro de la fe en España solamente), dos santos en dife decir la causa de haber sido devoto de la santa
rentes tiempos y en un mismo sermón, hablan no y favorecido el bendito rebaño de su descaliei
solo una cosa, sino con unas mismas palabras. Pues de mar en la boca el sacrificio de su hijo, que es p
tal modo contestan , que probando lo que digo por San que cuando él murió, aun los responsos la tratii
tiago, con la propia probanza se hace otra de que el recalo , y las conjeturas se desentendieron en 1»
Espíritu Santo es quien para desengaño de vuestra ma torias, de la preñez de aquel suceso; y el autor*"
jestad pronunció una propia verdad por dos bocas frazó, sin ser menester, con la comparacion.-
dispensadoras de su luz y su dolrina, y que él propio no solo le cuesta á Santiago y á esta pretensión
depone lo que dos escribieron. vuestro abuelo y á vuestro tío no le sale de balde-
Número 13 : «Presupone el padre fray Pedro los to dieron noticia el hermano fray Francisco '
muchos beneficios que uno en vida, otro en muerte, Jesús, y el padre fray Francisco por sobrem
deben á la Santa vuestra majestad y su abuelo.» Esto es diño. El tercero se calla hasta que Dios asegure
muy cierto, Señor, y el reconocerlos , forzoso y debido ; tidad con la bienaventuranza que por vivo no
mas no es á propósito del patronato; pues«gradecer Fray Pedro le asegura lo que Dios no le ha asea*
vuestra majestad lo que debe á la Santa á costa de San con la bienaventnranza que por vivo no gota. W*
tiago, á quien se debe todo, no es piedad ni convenien ne en el cielo á su majestad , y esto no tiene q»
cia. Ni excuso olvidar entre los que recibieron benefi con que se quite á Santiago el patronato único i
cios de la santa madre, al muy esclarecido y piadoso Españas para santa Teresa.
señor nuestro, que Dios tiene, don Filipe 111 ; pues es Prosigue este punto con una obligación per=a»
cierto le socorrió la santa madre siempre ; y saltaren vuestra majestad , y dice : « Deber á la Santa el «
este caso del hijo al abuelo, sin tocar en el padre, pue vida de que gozáis.» Esto (asi lo dice el mei*1
de parecer olvido , que se venga de haber suspendido se debe al hermano Francisco del niño Jesús, w»|
lo que hoy contradecimos. Y no es justo que faltede re- dice que se celebró pacto por el nacimiento de •
laciou tan favorecida quien tuvo tanta parte en ella, y majestad por seis mil ducados. Grandes sones*'
quien lo confesó así del señor ley don Filipe II. laciones , y de las que el concilio manda que sfl
SU ESPADA POR SANTIAGO. 439
quen primero que se impriman ó hagan publicar. Y bierto las traiciones dolos eunucos Bagalan y Thares,
siendo asi solemne este pacto celebrado, y personal del que querían degollar al rey Asuero.» Este texto sagra
dicho hermano Francisco, la obligación jurídica corre do es la historia de Santiago con los reyes de España
en vuestra majestad respeto del dicho siervo de Dios; en profecía ; pues leyendo vuestra majestad las historias
que la gloriosa Santa no lia menester para nada valer y annales antiguos, llegaréis en cada renglón adonde
se de los méritos de sus hijos, habiendo ella enrique- se trate de las insidias y .traiciones con que los moros
i ¡.lulos á todos, y sobradóla para si pudiera darse el han querido degollará los progenitores de vuestra ma
compatronato de mil Españas. jestad y á vuestra majestad y á sus padres y hermanos,
* Número 14 dice : «Suplico á vuestra majestad repa como en la conjuración de los moriscos ; la cual se des*
re en esto, y sea la parte y el juez desta ejecución que cubrió y se puso por obra su castigo por caballeros de
sobre paga adelantada acometo. » Acometer ejecucioD, laórden de Santiago.—Texto: «Lo cual como lo oyese el
solo aquí viene bien , porque tiene mucho de osadía y Rey, dijo: ¿Qué ha recibido por esta lidelidad de honra
poco de justicia. Prosigue el padre fray Pedro: «Menor y de provecho Mardoqueo? Respondiéronle sus criados
recibo fué el del emperador Asuero, referido en el libro y sus ministros : Ninguna merced ha recibido.» Vuestra
de Ester, cap. 6 y 9.» * Lo razonado que sigue á estas majestad debe, oyendo tantas glorias de Santiago, pre
palabras , para mi poco talento es un laberinto de re guntar lo mismo, ¿qué premio tiene? qué honras? Y los
cuerdos, espías, siguros, topes, alevosos, y solazar, y criados, mirando á lo que merece, le han de responder
acumulo. Yo no lo entiendo; por alabanza lo digo y que ninguna. Y hoy responderán la verdad, porque,
para.su mayor estimación ; que, como hombre forastero quitado el patronato único , no tiene alguna, ni España
desta cultura, no sé devanar en algún sentido estos, le ha dado otra cosa al santo Apóstol , como se verá en
que serán misterios. Para mí , Señor , los que escriben el tratado quinto. Señor, dije que este capítulo es his
cor. nota tan preciada de peregrina, matan las luces á su toria en profecia del santo Apóstol; desempeñóme.
discurso y déjanme á buenas noches. Por esto me voy Véase que quiere decir Aman en hebreo, rr¿T\
á la Sagrada Escritura y al lugar citado, donde está lo Conturbans ac tumultuans, «revolvedor y tumullua-
que el padre fray Pedro no ha permitido que yo penetre. dor;» y Mardoqueo (en quien se representa Santiago,
Señor, yo también os suplico reparéis en este ca como quiere el padre fray Pedro, pidiendo atención á
pítulo y historia, que le tengáis por texto, y queseáis vuestra majestad para este lugar), íynfi Docens con-
el juez á instancia de entrambas partes, pues en él para trilionem, «el que enseña contrición.» Aplique ahora
la sentencia nos comprometemos voluntariamente. vuestra majestad (como hizo el reyque leyó los annales
Tales son las palabras que se leen en el libro áe Ester, antiguos) el revolver y tumultuaren Aman, y el ense
cap. 6. Y advierta vuestra majestad queen la Sagrada ñar contrición en Mardoqueo; y pregunte el premio que
Escritura no se abre por parte alguna, ni se cita por los se le ha dado al uno, y estudie lo que se ha de hacer
contraríos lugar que no sea expreso en favor del patro con él: que el capitulo no calla nada, y no lo desperté
nato único de Santiago ; y esto literal, no alegóricamen yo para este caso.—Texto: «Al punto el Rey dijo:
te, y con tanto mayor fuerza, cuanto es traído con su- ¿Quién está en el atrio? Habia Aman entrádose en lo
maconfianza por las partes contrarias.—Texto. Noctem interior del atrio de la casa del Rey, para mitigar al Rey
Mam: «Aquella noche la pasó el Rey desvelado, y man y mandar colgar á Mardoqueo de la horca que tenia
dó que le trujesen las historias y los annalcs de los aparejada.» ¡Qué asistentes son, Señor, en palacio, y
tiempos antiguos. » Señor, haciendo vuestra majestad con grande antigüedad , los que instigan y acusan ; y
esto propio que hizo el rey que le proponen por ejem- qué desterrados los que merecen y sirven ! ¡ Qué en
Íilo, mandará que le traigan las historias y los auna tremetida es la calumnia, y qué encogida la virtud!
ra antiguos; y acabaráse la pretcnsión de los padres Pregunta el Rey quién está en su casa, y respón
de la Reforma con la sentencia que merece el pleito dele la persecución que tiene fabricada la horca para
y pretendo yo en favor del glorioso apóstol Santiago. aquel á quien debe el premioelRey,y la vida. — «Res
Porque en las historias y annales antiguos hallaréis que pondiéronlos criados: Aman está en el portal. Dijo
»e han dado en España cuatro mil y setecientas bata el Rey: Entre.» Mal se cautela el que se goza en
llas campales á los moros, contando las de Castilla, ser llamado de los reyes, y tiene mal advertida ale
Aragón y Portugal y Navarra. * Hallaréis que han muer gría. Ya se ve que á veces llaman para trocar el casti
to en España en ellas once millones y quince mil y tan go con los que le aconsejan para otro.— «Y como en
tos moros. Hallaréis que el santo Apóstol, peleando per trase, le dijo : ¿Qué se ha de hacer en el varón que el
sonal y visiblemente, ha dado las Vitorias y la muerte Rey quiere honrar? Y pensando Aman en su corazón
a tan ¡numerables enemigos. Esto hallaréis si os des que el Rey no quería honrar á otro sino á él, respondió:
veláis como el rey que os citan, y leéis las historias Al hombre que el Rey desea" honrar, hale de vestir de
antiguas. * No puedo, Señor, despejar mis palabras de las vestiduras del Rey, ponelle en el caballo que es
muy desconsolado sentimiento, cuando veo que hoy en de la silla del Rey, y ponerle la corona real sobre su ca
so España se obliga al santo Apóstol á que por los tri beza ; y el primero de los principes de la sangre y de
bunales presente, como soldado desconocido, sus pape los grandes sea su lacayo , y vaya pregonando por las
les para ver si sus servicios valen y merecen únicamen calles y por las plazas de la ciudad : Asi se ha de hon
te el patronato que tiene , y si esto lo tasaron bien tan rar á quien el Rey quiere honrar.» Luego que acabó
tos reyes que le han conservado su honor con suma de decir estas palabras tan alevosas y sacrilegas Atn.in,
reverencia.—Prosigue el texto sagrado: «Los cuales, la propia horca que estaba para Mardoqueo, sin esperar
como se leyesen en su presencia, se vino á aquel lugar la sentencia del Rey, se dedicó á la garganta de vasallo
adonde estaba escrito cómo Mardoqueo había descu que desnudaba á su príncipe de los venidos, honra y
UO OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
corona, para vestir con la majestad soberana de su se vos. Pues ¿cómo será bien venida á vuestra templan
ñor al criado y al vasallo. Este consejo de Aman , sin za , tan católica como generosa , esta proposición lan
otra culpa, fué digno de muerte. «Asi se ha de hon desenvuelta: «Basta para causa querer ;» ni cómo ad
rar ó quien el Rey quiere honrar,» fué levantamien mitiréis una propia dotrina vos , príncipe de Cristo en
to y motin , no pregón para merced y premio de servi la Iglesia católica, y los tiranos aborrecidos de Dios*
cios. Ándase la horca tras aquellos que pretenden, aun Número 16. Trai el autor un argumento arismélico
por señas y entre sí propios, la corona y las insinias de acreedores y deudores en diez y en veinte, inGere
reales ; ellos piensan que es premio el que Iossigue, y unas suposiciones , y supone: « Dejando á Santiago,
es soga ; creen que es dicha, y es lazo; entienden que que no hay santo en nuestros tiempos á quien España
es favor, y es verdugo.—¿Qué hizo el Rey? «A toda di tanto haya obligado,» cosa que por muchas causas no
ligencia toma mi estola y caballo, y haz lo que has di la concederán. Mas como esto no puede ser razón pa
cho con Mardoqueo, judío, que está sentado delante de ra el patronato, y todas sean conjeturas , no me deten
las puertas de palacio.» No le concedió esto el Rey por go en su consideración ; solo reparo en estas palabras
lícito á Mardoqueo; permitiólo en su virtud y por sus que dice mas abajo, haciendo á la santa Teresa deudo
servicios, para horca verdadera del maldito Anión, que ra: «¿De quién ha de cobrar España, sino de sn deudo
pidió al Rey para sí lo que no se debe concederá algu ra , y más hallándola tan descansada , tan sobrada, tan
no; y esto lo hizo para justiciar con la invidia á la sober rica, tan poderosa con Dios?» Esto de descansada y
bia, por ser poco castigo una horca material para quien sobrada (como suena y ello se dice), Señor, supone que
merece muchas. Dio á Mardoqueo la corona y honra que el padre fray Pedro sabe de otros santos alcanzados y
no pedia, porque fuese castigado en su propia desver empeñados de puro interceder, que están ahorran*
güenza el que pidió para si la corona y honra de su intercesión ; y si no es así , no es posible entenderse
rey. Y al fin deste capítulo, citado con tanta satisfa- de otra manera; si son asi , no es justo sufrirlas. To
cion y prevenciones, es aforismo forzoso y literal que dos los santos, Señor, están descansados y sobrados,
el rey que desvelado hace le lean las historias y anua porque la continua intercesión no gasta ni empobrece
les antiguos, no da las honras á Aman, que las pide, a los santos , ni estos modos de hablar se usan sino
sino á Mardoqueo, á quien las debe porque le libró la donde hay miserias y puede haber pobreza.
vida. Quería Aman que le sirviesen de lacayos y prego Número 17. Por encarecer cuánto derecho tiene, por
neros los príncipes y grandes , y fuélo él de su propia y ser de la patria, al patronato la santa madre, ycuia
más viva horca. Dice pues por cláusula de grande so forzosa razón es para que la obliguemos por ella,—trae
lemnidad el padre fray Pedro, que me acordó esta el lugar de san Lúeas, cap. 4, 22, de la quejadeto
historia: «Dejo la historia, y tomo della que para hon judíos, que, no mereciéndolo, decían á Cristo : final»
rar los reyes, basta por causa querer, como aquí se di audivimus facta in Capharnaum ,fac ethic ínpatria
ce.» Yo no dejo la historia, que no lo merece, y tomo tua; «Cuantas maravillas oimos que has hecho en b-
della lo que es verdad : que los reyes honran al que de farnaum, hazlas aquí en tu patria.» Este lugar todos
ben honrar, y ahorcan al que pide las honras y las derechamente contra lo que pretende el padre fray Pe
aconseja para sí, y más si son con tan delincuentes ce dro; porque Cristo respondió á la Sinagoga : Am
remonias como estas. Y esto ya se ve cómo es verdad, dico vobis, quia nemo Propheta acceptus est infa-
y á quién se dio la honra y á quién el castigo. iria stta; «De verdad os digo que ningún profeta»
* Señor, por vuestra persona, por vuestra benigni bien recibido en su patria.» Y les trai el ejemplo de
dad, por vuestro intento y celo, y por todocuanlo en Elias en Israel , que pereciendo por la hambre toda ¡u
vos se ve de hombre y se reverencia de rey , yo paso tierra , no fué inviado á ella , sino solo á una viuda en
de vasallo á admirador con un conocimiento amartela Sarepta de Sidonia; y el de los leprosos de Elíseo, que
do, de las excelencias de vuestra condición y natura no curó sino á Naamán siró. Y al fin, Señor, trayen
leza. Heos seguido dos jornadas, no apartado de la noti do este lugar para decir cuánto hacen los santos por
cia de vuestras acciones, ni de la asistencia á vuestro los de su patria , se convence con él de que antes no
servicio del Conde-Duque, grande ministro vuestro, y hacen nada; que así lo hizo Cristo, Elias y Elíseo: y
el primero y que más padece en la tarea de los ne pidiéndole ellos milagros, no los hizo, y antes le aco
gocios , y que por vuestros mayores aumentos le pode metieron y quisieron despeñar. Y es un lugar, como
mos llamar esclavo de las conveniencias del universal vuestra majestad ve , fuera de su propósito, y que te
provecho. Testifico, Señor, en Dios y en toda verdad santos le entienden como se ha de entender, y I*5
que os he visto rogar á vuestros pueblos con terneza todos es muy mal acomodada similitud.
lo quedebistes mandar con imperio; que os he visto Número 18. «Gran cosa es una hermana intercesort
solicitar con caricia lo que se os debe con rendimiento; y patrona; que esto aun los muertos y sepultados, como
que os he visto desentender de enojos con quien en mi Lázaro, lo experimentan. » ¿Quién ha dicho que santa
ánimo no he podido yo perdonar la terquedad con que Teresa dejará de ser intercesora si no la dan el patro
respondía á vuestra grandeza. Desapiadado discurso nato? Nadie lo puede decir ni lo debe pensar; algunos
tiene quien no descuenta á vuestros empeños y suce lo quieren dar á entender. Extraña cosa es, como pro
sos las disposiciones antecedentes á vuestros dias. bar con Lázaro esto de ser gran cosa tener nna her
Conceden os, Señor, la herencia destos reinos, y para mana patrona y intercesora, leyéndose en el Evange
la queja os niegan la de las calamidades. Vos no sabéis lio que, preguntando Cristo dónde estiba para resuci
qué es querer para obrar ; solo atendéis á lo que os es tarle, fué ella quien le puso dificultad, y le dijo qo*
lícito y debéis ; ni ha habido otro príncipe en el mundo ya hedia y que era cuatriduano; yes cierto que Mar»
que con más consultas detenga su poder soberano que y María no fueron patroiias de Lázaro.
SU ESPADA I>0R SANTIAGO. 441
Numero 19. «Ahora vea vnesa majestad cuan des distinción, antes peligrosa; que todos los santos se
cansadamente puede la Santa salir destos empeños.» ! han de honrar, sin mirar á tiempo ni patria ni naci
Sf ñor, ¿cómo se puede apropiar la palabra empeños á miento.
los santos? Favorecer es su olido; no aguardan para Número 32. «Introduce san Lúeas, cap. 18, 2, un
hacerlo promesas y honras; todas las del mundo se les juez tan sacudido y tan áspero, que dice del: Deumnon
deben por lo que son. A los santos y á los templos y á timebat, et hominem non reverebatur; No temia á
las religiones nada se les lia de dar pensando que ellos Dios ni reverenciaba al hombre.» ¡A propósito es. Se
lo codician , ó que tienen dello necesidad. A todos I03 ñor, llamar sacudido y áspero á un juez que ni teme
ruegos de España puede satisfacer santa Teresa con su á Dios ni reverencia hombre; siendo lo áspero y sacu
intercesión , y con ella remediar todas las necesidades dido cosa que puede caber y se ve frecuentemente en
del mundo, no solo descansadamente, sino gloriosa buenos jueces, y que las más veces son así ó lo pare
mente. Dice el autor consecutivamente: «Quedándole cen! Prosigue el padre fray Pedro : «Pero al ruego de
el brazo sano.» Esto no tiene duda, y se le concede y una mujer viuda que le dijo: Vindica me, de adversa
es muy cierto ; y no sé que haya alguno dudado en la rio meo, rindió luego audiencia grata y afectos hu
sanidad de brazo tan poderoso , y está muy bien asegu manos.» Lo más cortés que he podido pensar de las
rado ; mas no habla esto con el patronazgo. alegaciones del autor, ha sido. Señor, que debe de en
Número 22. Impugnando al muy docto y muy ¡Ilus tender no hay en el mundo otra Biblia sino la suya. Y
tro y ejemplar prelado el arzobispo de Santiago, en su así, sin recelo de comprobaciones, cita sobre su pala
papel por el santo Apóstol, y en razón de si se puso bra todo lo que se alega , ó lo más. Es desta manera ;
perpetuo silencio á este patronato en tiempo de vues díf-'alo el Evangelio : Judex quídam erat in quadum
tro padre don Filipe 111, dice.: «Hablen cartas» (que civítate, qui fíeum non timebat, et hominem non re
es la mitad del refrán y lo lampiño del), y trai ia carta verebatur. Vidua autem quaedam erat in chilate illa,
del secretario Jorje de Tovar, escrita á las iglesias et veniebat ad eum, dicens: Vindica me de adversario
cuanto al rezo. Y fuera mejor no la haber traído, y que meo. Et nolebatper mullum tempus. Post haec autem
callaran cartas; porque della consta lo siguiente : que dixit intra se : ÉtsiDeum non timeo, nec hominem re-
sir majestad entonces llama justas las causas por don vereor; lamen quia molesta est mihi haec vidua, vindí-
de suspende el rezo y el patronato. Lo segundo, que cabo Mam, ne in novísimo veniens sugillet me. Ait
el Rey no la recibió por palrona, ni en tal acción se autem Dominus : Audite quid Judex iniquitatis dicit;
mezcla; dice asi : « Y del haberla recibido el reino junto «En cierta ciudad había un juez que no temia á Dios ni
en cortes por palrona. » Lo tercero que confiesa su ma reverenciaba los hombres. Y en aquella ciudad habia una
jestad, que esto que hizo el reino, que fué recibirla, no cierta viuda, y venia á él dicíéndole: Véngame, Señor,
lo pudo hacer sin sabiduría de su Santidad. Y para ver de mi enemigo. Y no queria por mucho tiempo ; mas
vuestra majestad cuál es esta causa, nadie la defiende después desto dijo entre sí : Aunque no temo á Dios ni
que no tenga contrario parecer del otro : Balboa dice reverencio á los hombres , pero porque me es molesta
que es causa que toca á su Santidad; el autor sin nom esta viuda la vengaré. * Y dijo Cristo : Ved lo que el juez
bre (que cité en mi Memorial) dice que no es menes de la maldad dijo.» Vea vuesa majestad este lugar; el
ter asenso ni sabiduría de su Santidad, y que no im ÍMangelio dice: «Y no queria por mucho tiempo;» y el
porta que lo revoque; el padre fray Pedro dice que lo autor, contra el texto sagrado, dice: «Rindió luego
puede hacer el reino y vuestra majestad sin otra causa audiencia grata y afectos humanos;» que también es
que querer ; y esto, Señor, más tiene de confusión que contra el Evangelio, porque Cristo dijo: «Mirad loque
de prueba. dice el juez de la maldad.» Y san Augustin, De verbis
Y porque el autor puede ser crea convenció al arzo Domini in Lucam , s ermon 36 , dice deste juez :
bispo de Santiago, en cuanto á que no se puso per Victus taedio, non pietate inclinatus ; « Vencido de la
petuo silencio á la pretensión del patronato, pregun porfía, no inclinado de la piedad.» Y esto es de fe,
to yo: Recoger la inquisición con censuras la única in porque el Evangelio dice : Sed quia molesta est mihi
formación que hizo en derecho por el patronato de la haec vidua. Y dice, contra el texto sagrado el autor,
santa Teresa, el prodigio de la abogacía, don Francisco «que rindió audiencia grata y afectos humanos,» sien
de la Cueva, ¿no fué perpetuo silencio , y aun mal si do lo contrario, como he probado, fe católica.
lencio? Y á todo esto se arrojó, por aplicar el conceto de la
Número 25. F.espondicndo á una verdad evidente del viuda, y que se concede todo á las mujeres ; como si á
arzobispo de Santiago, sobre y en razón de los que son la Santa, que tanto merece, se le hubiera de dar por im
únicos patrones, habla en alegación de tan gran pre portuna (como á la viuda de su ejemplo), y como si la
lado con tal estilo : «Aunque quien leyere el tal memo Santa pidiera venganzas contra sus enemigos, pues no
rial. » Siendo irrefragable la proposición del Arzobis lo son suyos, sino los que lo son de Dios ; aunque el pa
po y bien informada; y el compatronato de san.Millan, dre fray Pedro amenaza con ella como vengativa á los
tal como tenemos probado en nuestro Memorial (pues que por su servicio contradecimos este compatronato.
de España nunca ha sido patrón particular, sino de un Bravatas son estas de venganza y enojo, muy mal aco
obispado ; y esto tuvo ocasionen el conde Fernán Gon modadas ala grande santidad desta gloriosa virgen. Y lo
zález, que era vasallo del Rey),— dejo ahora esta com más digno de ponderación es, que acaba de repetir «que
probación , que declara el rezo del breviario de san Be pedirá á Dios que la vengue», hablando de la bendita
nito. Santa; y esto lo dice muchas veces y consecutivamente
Números 31 y 32. «Es suposición : que por ser santa respondiendoal arzobíspode Santiago. Purqne dice «quo
nueva.» Desto tengo respondido que no es saludable se p Jede temer no se dé el santo Apóstol por ofendido»;
44$ OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sin haber renglón en medio, en un olvido de sí propio pre adestrado de la clemencia y amor de vnestrosTn-
mortal y soñoliento , dice : «No hay temer nada desto ílos. Y el agradecimiento con Santingo en vuestra m».
mientras el cielo estuviese en su lugar, y adonde con jeslad cierra muchos sacramentos, por extenderse des
el ángel cayó la invidia. Lenguaje es este ajeno de bue de los reinos á la fe y al conocimiento de Jesucristo. Yg
na teología, pues ella enseña que los bienaventurados Valerio Máximo, en el libro 5 De la ingratitud, habla»
se gozan cou la gloria accidental de los otros ; y mal se do de Pompeyo, principe digno de toda alábanla, des.
compadece con esto que el Apóstol se dé por ofendido pues de afirmar que de sus glorias estaban líen
del honor de santa Teresa.» Luego mal se compadece lo y la tierra, dice estas palabras: «Mas no por eso auror*
que «anta Teresa se enoje de la gloría que Santiago tie callásemos, dejara de vivir guardado en la memoria de
ne y se le debe , de solo patrón de las Españas , si ya los hombres, ó Pompeyo, con nota tuya y repreheii'
no es que quiera el autor que en el cielo sola se pueda cómo por tu mandado fué muerto Gneo Carbón;
enojar santa Teresa de la gloria de otro santo; y esto cual, en el tiempo que tú eras muy niño , fué defei
no lo quiere la bendita Santa, que está llena de gloria tu hacienda, que entonces andaba en pleito ;»—¿qi
y de piedad. Dejo de ir respondiendo á cada letra, por presumirá que vuestra majestad, sabiendo cuín
que aunque todas merecen respuesta, á muchas para son de horror estos desagradecimientos , y que
su confusión basta ser leídas ; pues los ojos , sin aguar tiernos años debe á Santiago el amparo de sus
dar al discurso, las convencen. sobre que ha litigado y litiga toda la invidia del
Número 41. «Bien tienen que temer los que por ha de querer cargarse destanota; y que cuando
fuerza quieren meter la invidia en el cielo , hasta hu cumis obligar á santa Teresa con nuevos servil
millar á Santiago, no en sí misino, que esto no puede taréis de desautorizar y despojar al Apóstol, que
ser, sino en estos sus zelantes.» Juzgue el autor lo que el poder y los reinos para hacerlo?
dice, que eso basta. ¿Puede ser de alguna manera jn-
vidía defender uno lo que tiene y le quieren quitar? QUINTO TRATADO.
Cierto es que no; porque invidia es dolor del bien de LA IRREFRAGABLE ÚRICA VERDAD DESTE HECM.
otro. Pues esto hace Santiago, y yo por él y por toda
su religión. Luego no queremos meter invidia en el Señor , por defender en este caso la causa |
cielo; antes no queremos consentirla en la tierra. Los go, apóstol, único y singular patrón, basta i
padres, Señor, piden á vuestra majestad el patronato de pues no hay vida ni fe en España donde no I
Santiago , que es gloria suya ; la conclusión yo la remi cutoriados sus privilegios y dignidades. TV
to al autor, y que se conozca cuáles son los zelantes peles que por su defensa están escritos
que acusa. orgullo de los contrarios, sin hallar otra cosa q
Número 44. Dice « que han admitido á la Santa por cer. Y bien pudiera yo excusar cuanto á la i
patrona tantas iglesias catedrales y colegíales, y las este punto; mas es tal la ansia de los salicitadood
ciudades, y la universidad de Salamanca y Alcalá.» No santa Teresa, que donde sobra el silencio nosn
cuenta el autor en cuan excesivo número exceden las de la prolijidad. Por nosotros los españoles lubliti
que, no solo no la han admitido, pero escrito informa vuestra majestad Jeremías: Recordare, Don'
ciones y hecho contradicion; y que en decir que Al acciderit ntibis: intuereel réspice opprobriumn
calá la ha recibido, engaña á vuestra majestad. Y es de Haereditas noslra versa est ad alíenos : i"
advertir que entre las pocas iglesias que la recibieron, ad extráñeos. Pupili factisumus absqutf.
la de Badajoz ha impreso doctísimamente su arrepenti date, Señor, de loque nos ha sucedido; mira r
miento, pidiéndose revoque este compatronato; cosa oprobio ; nuestro caudal se ha pasado á los aje
nuestra casa á los extraños; hemos quedado comej
de grande horror.
Estas son las suposiciones jurídicas, políticas, pia fanos sin padre. » Cierto es que sin el único |
dosas, tales como vuestra majestad lia visto; estas las de Santiago, estamos sin caudal, sin casa y sin p
Haga vuestra majestad lo que dice el cántico de I
razones con que se fortalecen. Y si las miráis con aten
sés, Deul. 32, y lo averiguará: Memento dierwni
ción , veréis que militan más , y primero contra los
padres de la Reforma que contra el apóstol de Dios, quorum, cogita generationes singulas : intei
trem tuum, el annuntiabit Ubi ; maiores luot,l
de quien sois alférez, y todos hijos, y el reino liberto;
y que el defenderle cu lo que posee es forzoso, y el de cent tibí; «Acuérdate delosdias antiguos,
todas las generaciones; pregunta á tu padre, y él f
sistir de lo que llaman empeño la negociación de los
pondera ; y á tus mayores , y te lo dirán. » ti pwr.
benditos frailes y el descuido de los procuradores de
Corles. * La cláusula de su Santidad dice que os es risprudente del mundo, el portentoso legislador)!
decente; porque el quitar lo ajeno no puede caber en os encamina el interrogatorio y os da noticia (
testigos, y teneisobligacion de hacerle tal.—Puesdfj
vos, y restituir lo quitado contra razones vuestro pro pió santo Apóstol habla á vuestra majestad coniqr
pio oficio. Señor, quien persevera en el error no es
constante, sino obstinado; y si advertido de su engaño palabras de David, 2, Re^.,22: Salvabismtá<
dictionibxis populi mei: custodies me in ¡vi*1 i
persevera, no tiene valor, sino vergüenza de acertar.
lium; «Salvarásme delasconlradieicinesiiemip"
Quien se enmienda, se disculpa como sabio de lo que no> guardarásme para cabeza de las gentes. » A Sanf
acertó como hombre ; quien prosigue en su desacier
contradice su pueblo, y es lo misino guardarle p
to, avisado de los inconvenientes, desprecia la verdad
cuando obra, y los verdaderos cuando porfía; y estos son tron que para cabeza de las gentes, q'ie boy <
achaques de la desesperación , no de vuestra grandeza el mundo son entera y puramente de t:
ni de vuestro talento, tan dócil á la ley de Dios, y siem- La verdad, Señor, es ley de todas lascu.-a-,?
SU ESPADA POR SANTIAGO, 443
es porqae es verdad y porque la sirve ; y no es la me cielo ; solo dijo: «¿Quién como Dios?» El no haber otro
jor grandeza de la verdad tener por hechuras y criatu como él, hasta en Dios es lo que en primer lugar so
ras á las leyes. Esto, que es lo más del mundo, es poco; defiende. Y en nuestro santo Apóstol hubo don de sin
la verdad es Dios , y Dios es la verdad ; ella lo dice gularidad : él fué llamado de los primeros, él murió el
porque lo dice Dios : « Yo soy camino , verdad y vida.» primero, él fué escogido para las acciones singulares
Luego lo que en este caso y pleito del patronato úni de Cristo ; y aunque fué con otros dos , fué uno de los
co de Santiago fuese verdad , es ley y es Dios ; y co tres que llamó singularmente. Su predicación (á lo que
mo ley prueba, y como Dios manda. escribe Juan Belec) fué tan singular, que convirtió
Verdad es, serenísimo, muy alto y muy poderoso uno solo , oíros escriben nueve. La peregrinación de
Señor, que el patronazgo de Santiago fué elección de su cuerpo y su sepoltura fué singular; su vida y sus
Cristo, que precedió á los reyes y á los reinos : esto en milagros singularísimos. * Escribiólos el pontífice Calix
el Memorial primero mió, y en este lo tengo probado. to , que es cosa bien singular , y lo que pasó por escri
Y también es verdad que el reino y los reyes no tuvie birlos : pues el propio dice « que, robándole ladrones,
ron parte en él, y así lo confiesan. También es verdad no le dejaban otra cosa sino el libro de los milagros del
que no la pudieron tener, pues los unos y los otros santo Apóstol ; que cayendo en los ríos, el libro solo no
aun no eran : la tierra era de idólatras, y después de se mojaba ; que se le quemó la casa , y todo ardió sino
moros ; los reyes estaban desposeídos y depuestos. Y fué el libro.» Señor , no permitáis que seamos tan ru
no solo es verdad que no tuvieron parte y que no la dos, que de todos los elementos no aprendamos á re
pudieron tener en el patronato, sino que no quisie verenciar los milagros que se hicieron para nosotros.
ron. Pues hoy, tan ansiosamente reclaman de haberlo Maestro nos fué el ímpetu del agua , la hambre del fue
intentado los padres, yconcedídolo los procuradores go y la iniquidad de los ladrones; y hoy nos importa
de las ciudades, que, como junta particular, solo pudo ser sus discípulos en esta parte.
su asenso instituir esta cofradía personal para los que (o) Los reyes, Señor, armaban caballeros en España;
eotonces asistieron en las Cortes por las ciudades. mas á los reyes Santiago los armaba caballeros: de su al
También es verdad que es mentira decir que pa tar tomaban las armas y la espada, y el bulto del santo
trón es lo mesmo que abogado solamente , pues liemos Apóstol les daba la pescozada en el carrillo. Así lo dice la
probado con la ley del reino qué es patrón, y por qué historia del rey don Alonso con estas palabras: «E ciñóse
razones puede uno serlo, y qué es patrón civil y canó su espada, tomando el Rey todas sus armas del altar de
nico, y que Santiago lo es desta manera , conforme al Santiago; é la imagen de Santiago, que estaba sobre el
rigor de las leyes; en cuya observancia ninguno olio altar, llegóse el Rey-á ella, y fizóle que le diese la pesco
santo ó santa pueden pretender el patronato que el san zada en el carrillo.» Pues ¿cómo pretenderán los padres
to Apóstol tiene. de la Reforma que Santiago os dé armas á vos, y que las
También es verdad , Señor, que el ser único en una volváis contra él; que de su altar toméis la espada, y
dignidad es lo más estimable della , sea la que fuere, que le quitéis vos la que él tiene en su mano, para dársela
á santa Teresa, á quien sus mismos hijos han hecho ■
porque entonces es propria y toda, y en teniendo com
pañero es falta ; que la compañía , ni tiene lo único eslampar con una rueca? La pescozada, Señor, anti
ni lo deja tener; y es tan estéril, que no toma para guamente Santiago la daba á los reyes ; hoy quieren los
sí lo que quita; y la dignidad rara de las cosas se procuradores de Corte que los reyes se la den á Santiago
pierde. Tertuliano, De habitu muliebri , cap. 7 : Haec en la cara. A vos os lo proponen sin conocer que sois
amnia de rarilate , et peregrinitate sola gratiam posi- el mejor alférez que el santo Apóstol ha tenido, y que
<Ient; y más abajo : Denique abundantia contumeliosa sabéis con cuan reconocido vasallaje han hablado del
in semetipsa est ; « Estas cosas de la raridad y de lo santo Apóstol los reyes sabios y grandes vuestros ante
peregrino tienen gracia. Y finalmente, la propia abun cesores , como se ve en el testamento del señor rey don
dancia es contumeliosa.» No se puede aplicar esto ú Alfonso el Sabio, impreso, con estas palabras: «Otrosí
machos intercesores santos, quesería error poco ho rogamos á san Clemente, en cuyo dia nacimos, y á san
nesto; mas viene bien al título de único patrón de Es Alonso, cuyo nombre habernos , y á Santiago, que es
paña, que ha poseído siempre Santiago. Y no porque nuestro señor y nuestro padre, cuyos Alfonsos so
le ba tenido únicamente han dejado de ser intercesores mos, etc.» Quien le llama Señor, por criado se confiesa;
por España todos los demás santos, ni la misma Santa; quien padre, por hijo. Vea vuestra majestad lo que lo
antes todas las mercedes que ha hecho la gloriosa San callan los padres, y lo que le dice la sabiduría de su
ta á España han sido siendo Santiago único patrón de antecesor.
España. San Jerónimo , Ad Pamachium , en la conso La devoción á su santo sepulcro es cosa tan singular,
latoria dice: Clarus honor vilescil in turba, etapud como vimos en la revelación de santa Getrudis ; y es
viros bonos, indigna fit ipsa dignilas, quam multi in- tal, que dice Nicolao de Lira, glosa ordinaria, fo
digni possident. En este lugar me descaminan la apli lio 1627, tales palabras: Ut praepararetur via, aliter
cación aquellas palabras , turba y indigna ; por esto, tamen polest exponi , et magis proprie ad literam , ut
aunque le escribo, no me valgo del , viendo no se pue videlurde Carolo Magno, qui invitatusá beato Jacobo,
de aplicar á quien es tan digna desta y de mayores purgavit viam ad ejus sepulchrutn prius ignotum;eo
honras. quod tola Hispania erat á Sarracenis oceupata, ut
Señor, no tener compañero en un a dignidad es bla Vasconia et Navarra , quos cum multis laboribus et
són tul , que Dios, una vez que se atrevió su criatura á bvllis Carolus partim occidit, partim fugavil , partim
ponelle demanda á su grandeza, á querer ser como él,
no blasonó de que hizo los serafines , ni de criador del (a) Este párrafo es adición al mirger. , de la misma letra.
iii OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. .
fidei Christianae subjecit; « Para que se preparara el tantemente tenéis; yo he seguido pisadas de otro : i
camino , de otra manera se puede declarar, y más pro vosotros y á mi nos dio la fe Santiago; yo do abrí dien
piamente á la letra, como se ve de Carlomagno , que te nueva, como Santiago os la abrió, eu el desierto «
llamado de Santiago , limpió el camino de su sepulcro, la gentilidad y de la morisma.» Nazianzeno lodijo.an-
que antes no se sabia ; porque toda España estaba ocu ta Teresa lo puede decir, y vos debéis conocer queiw
pada de los sarracenos, como los vascones y navarros, se sirven los santos de que les den lo que rehusan, |>o«
los cuales con muchos trabajos y guerras Carlomag eso no es servirlos; hacer tales honras es tentar áh
no parte degolló , parte ahuyentó , parte hizo recibie vivos y desagradar á los muertos. Sepan, Señor, la
sen la fe de Cristo. » procuradores de Cortes que las honras del que primen)
Bien singular cosa es esta, Señor, venir Cario Mag les dio la fe, no solo no las pueden dar ellos á otrossao-
no , tan grande Emperador, solo á descubrir y desem tos; mas que los santos, cuando ellos temerarios seis
barazar para el concurso de la devoción de las naciones den, justificadas, no las admiten y las acusan. Testos
el camino del sepulcro de Santiago por tantas guerras este referido, de que no se pueden desembarazar I»
y trabajos. Y advertid que el santo Apóstol mandó á los conjeturas ni la solicitud, y que estoy cierto en el resl
emperadores que le desembarazasen el camino, y que ánimo de vuestra majestad y en la bien experimento!»
apartasen con el cuchillo y la muerte los estorbos que asistencia á vuestro servicio hallará el lugar y la obe
se ponen al séquito y frecuencia de sus devotos. Y con diencia que merece.
ser esto tan singular, lo es más el celebrar su fiesta en No basta ser mal hombre para persuadirse quera
el cielo. Aquí veréis que á Santiago no le faltan revela habéis de consentir se le quite al santo Apóstol lo
ciones. Dice santa Getrudis (que no es de la orden de es suyo y tiene , debiéndosele infinitamente más. .(,>•
Santiago ni española , y es santa de admirables prodi gusto César, que no fué tan grande monarca toa
gios, libro 4 Insinualionis divinae pietatis, cap. 48), vos , tabulas velerum aerarii debilorum , wl jiraí
hablando de la fiesta de Santiago, que preguntando puam calumniandi materiam, excusalí; «Lasresttt
«qué cansa hubo de tan singular veneración como se de las deudas antiguas del erario, ó la principal mue
hace en España á sus reliquias, » la respondieron del ra de las calumnias quemó.» Refiérelo Suetonio en 9
cielo lo que tenemos citado; empero, dando esta causa, vida, cap. 32. Parecióle á Augusto cosa indigna cato
que alli callamos para esta ocasión : a Que era mayor lo que se le debia; y ¿podrá vuestra grandeza sera,^
que la que se hacia á los cuerpos de los otros após de quitar lo que debéis aumentar, no del deudor,.*
toles, en recompensa de haber sido el primer mártir de de quien es acreedor de vuestro reino , de vuestuni
todos ellos.» Del cielo dicen que en justicia, por re y de vuestra alma? Quemó los libros y registroséel*
compensa de haber sido primer mártir, se le hace ma que le debían , solo porque de aquellas cuentas n-
yor fiesta que á los cuerpos de los otros apóstoles; y pre le acordábala calumnia y la venganza y tai»,
¿ querrán los padres de la Reforma que se le haga igual dia, y nunca el celo. No lo hizo él solo: con losjodi»
fiesta con otros santos que no son iguales á los apósto hizo lo propio Juliano Apóstata, como se ve en la efe
les? Y diciendo esto santa Getrudis, y á santa Ge tola que escribe á la república de los judíos: Tobé*
trudis el cielo , que ellos quieran no me espanta; mas que incendi , quae in meis scriniis ad vos opriwni»
que queriendo ellos solos, digan que no han tratado custodiebantur ; «Quemé las cuentas que en mi cae
desto , y que ni ellos ni la Santa lo habian menester, taduría se guardaban para oprimiros.» Y en las Cm>;
caso es bien extraño; y ver que carguen á vuestra majes liluciones del derecho oriental , que imprimió Hecrié
tad de todo este alboroto y rumor, y más diciendo ellos Slufano en griego, se lee esta con este título: «ft*
con estas palabras: «Que ha sido sin ser menester.» levacion de las deudas fiscales. Luego que fué efce*
La Santa, cierto es que no lo ha pedido, porque estas to emperador Botaniades, el tercer dia fué core**»
cosas no las piden los santos, y en los premios de los que con la real diadema del patriarca ; y lo primero**
plantan no se introducen los que riegan; ni losque oran aquella señal de libertad, que mandó con nn e*
piden lo que se debe á los que pelean, antes lo rehusan. magnífico borrar de las tablas cualquiera cosa que»!
No lo digo yo, el gran Nazianzeno lo dice, tomo i, debia al fisco, y hacer otras de nuevo.» Si lo que se leí j
orat. 27, hablando de sí mi«mo , donde se admira de debe, por no calumniar, no solo no lo piden los «*•
que le veneren ; y da la razón: * Ñeque vero fidei rectac peradores buenos y los malditos, y borran y qoen*
doclrinam, quam arctissimo' complexu tenetis.vobis los libros de su contaduría, ¿cómo podrá serquee»
primum praedicavi; sed aliena dumtaxat vestigia se- nadie aconsejaros que pidáis lo que tiene Santiago jt
quulussum. Esto dice porque ya habia predicado la fe suyo, para darlo á quien no lo pide ni lo quiere ni»
en Constantinopla Alejandro contra Arrio, y concluye : ha menester? Vuestra majestad mande que le acó*
Ergo non novum fontem vobis rupimus , quetnadmo- den destostres lugares, y conocerá cuan poco crece!
dum Moyssesab Aegipto profugientibus in arenti loco los reyes por cobrar deudas de sus vasallos y bosaf
demonslravit ; «Ni yo os prediqué primero la fe verda chismes en ló*s archivos contra las haciendas de I»
dera que constantemente tenéis, pero he seguido pisa- subditos, y cuánta obligación le corre de no prosega*
dasde otro; no os abrí nueva fuente, comoMoisen mostró en esta intercesión , que si empezada fué piailo*
en el desierto seco á los que huían de Egipto.» Señor, no dejada será piadosa y justa.
tuvo mas ocasión Nazianzeno para decir estas palabras, Vuestra majestad, cierto es que no quitará natía *
excusando la honra que le hacían , que hoy tiene santa su gloria ni de su dignidad á Santiago, y mucho m»
Teresa para rehusar la del patronato : y santa Teresa querrá quitalle todas las glorias que le bandado este
tiene la misma de decir las propias palabras: « Españo reinos, sus libertos, sus esclavos, sin dejarle con alg*
les, yo no soy la primera que os dio la fe, que tan conc- dellas.Pues, Señor, yo lo he de decir; que vuestro*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 4íj
seo de acertar en todo me da licencia. Hablar tengo con 1 barazo al colegio de los pontífices para que ninguno
claridad. Digo, Señor, que en dar vuestra majestad por dellos dejara de decir libremente su parecer , ni al
compañera en el patronato á santa Teresa, le despoja y , cónsul Marcelo le hizo dificultad el gasto que se le
desnuda al santo Apóstol de todo cuanto el reino le lia ¡ aumentaba porque á la religión se le guardase su cos
dado. Sin duda congojarán á vuestra majestad estas pa tumbre y observancia.»
labras; no excusé el decirlas, y menos puedo dejar de i Este ejemplo, Señor, no aguarda á que le apliquen;
verificarlas. Más quiero y debo dejaros desabrido que i en leyéndole , se entra por los oídos y se acomoda con
culpado. I la razón á mandar la voluntad. Dice Valerio Máximo
El ser Santiago patrón de España no se lo dio Espa que debieron los dioses favorecer con lan gloriosos
ña, diúselo Cristo; esto es demostración divina y hu aumentos el imperio romano , porque en las cosas de
mana: dícelo el santo Apóstol, dícelo el Rey y muchos religión cuidaron de acciones tan menudas, y tuvieron
tantos y graves autores. Hizole Dios patrón de Es escrúpulo de mancomunar en una intercesión y á ua
paña que ya no era , para cuando por su intercesión, suceso diferentes patrones y abogados. Diferentes tem
por su dotrina y por su espada volviese á ser. Hizole plos mandaron hacer á dos dioses, no porque ellos
patrón de la fe que aun no teníamos, para que la tu no estuvieran en paz y contentos, y más la Honra y la
viésemos. En esto no hay duda, ni desenvoltura tan Virtud; ordenáronlo por la distinción de sus votos, im
descarada que no lo conGese. Pues, Señor, si Santia portante reconocimiento y debido á los sucesos; y excu
go no tiene , hablando del propio , otra cosa de España saron la desordena la piedad de los hombres, que ave
sino ser su patrón, y eso no se lo dio ella, sino Dios, ces tiene más ambición en pedir á los santos que en
convéncense que no le ha dado algo España; no quise tomar de los hombres. Bien intencionado recelo tuvo la
detenerme en decirlo, porque aun no estuviese medio prudencia en esta desunión de las cosas, pues en la te
renglón padeciendo la nota de ingrata. Dióle, Señor , y ma de la pasión humana, acudiendo por una propia
bale dado hasta el año pasado lo único del patronato que necesidad, uno llevado déla religión y de su dictamen
Dios le dio, hale dado lo que no le ha dado, que ha sido á la Honra, y otro á la Virtud,—osara cada uno desatar
compañero ; y vos hoy le daréis lo que le quitáredes, lá unión de la mente divina , por mostrar más poderoso
quesera la compañera. * España le halló patrón, y solo su dios y más efetivo su abogado ; y esto no por la
pudo darle el que lo fuese solo, y esta no es dádiva, sino verdad , sino por desempeñar su elecion.
fidelidad y respeto. Pues si solo, como es demostra ¡Qué á raíz de mis palabras dirán los contrarios que
ción matemática le hemos dado que sea patrón, quien estos desvarios los pudo haber en la fabulosa religión
le da compañía ¿no le quita todo lo que le hemos da de los romanos, empero que en la luz de la fe católica no
do? No dos quita toda la fidelidad que le debemos? No se deben temer! * ¿Pues no puede haber alguno que,
le despoja sin reverencia y contra razón ? Ni los frai siendo patrón Santiago y santa Teresa , si sucediese al
les lo pueden negar, ni los procuradores lo deben pro gún favor ó beneficio del cielo, le atribuyese á santa
seguir; ni vos, Señor, lo debéis mantener. Esto no Teresa, y no á Santiago? Pues, Señor, para esto quiero
es honrar los santos, Señor. Y suplico á vuestra ma particular audiencia de vuestra majestad y de su santi
jestad, de parte de' la propia santa Teresa y en nom dad y del real consejo de Castilla, y la asistencia tan
bre de Santiago, con toda la alma atienda á este suce piadosa del Conde-Duque, ministrode vuestra confian
so de Valerio Máximo, lib. 2, De relig. , cap. 8: Non za, esclavo de vuestra inmensa tarea. Digo, Señor, que
mirumigitursi pro eo imperio augendo; *«No es pues no solo se puede y debe temer que haya quien cuando
de maravillar que la bondad de los dioses esté cons suceda algo diga que lo alcanzó santa Teresa, y no San
tante, y persevere siempre en mirar vigilantes por el tiago, sino que ya ha habido quien lo ha dicho repeti
aumento y conservación deste imperio romano; por damente y con mayor exageración. No puede retaTdar
que, como se ve, examina y cuida de las cosas que to un hombreen tal proposición su desempeño. El padre
can á la religión y los puntos más menudos della ; y Pedro Pimentel, predicador de vuestra majestad, doctí
también porque nuestra ciudad de Roma jamás apartó simo y religiosísimo padre en la Compañía de Jesús, en
los ojos del perfeto culio de los dioses. Como el. cónsul su sermón, predicado por orden de vuestra majestad en
Marcelo la quinta vez que lo fué quisiese dedicar un el convento de las madres Carmelitas descalzas (impreso
templo á los dioses patrones de la honra y de la virtud, porlos padres de la Reforma en Madrid, por Juan Gon
que por voto tenia obligación ( hecho por la Vitoria que zález, folio 76, pág. 2, último renglón): «Muchas veces
tuvo primero de Clastadio y después de la ciudad de saldrá mejor despachado el que invocare á Teresa que á
Siracusa), el colegio de los pontífices se lo impidió, ne Santiago.» Aquí empezó á decir lo que temieron los ro
gándole que se podia dedicar un templo á dos dioses; manos que se dijese ; que aun allá no se verificó. Decla
porque, fundándolo en razón, decían que podría suce róse seis renglones más adelante: «Y que podamos tener
der que si en la ciudad aconteciese algún prodigio ó ca estaconfianza, que como patrona nuestra alcanzará pri
lamidad, no se podría entenderá cuál de los dos dioses mero nuestro remedio que Santiago.» Y no solo dice esto
se había de sacrificar; y también porque no estaba en una persona por tantos títulos venerable,sinoque se fa
costumbre ofíecer sacrificios á dos juntamente, sino era tiga para demostrarla con razones y con ejemplos. —El
aciertos dioses á quien esto era lícito. Finalmente, pudo papel impreso sin nombre, que cité en mi Memorial,
Unto la razón y la autoridad de los pontífices, que, se número 5 contesta, y dice lo propio en estas palabras:
gún su parecer, se resolvió que Marcelo pusiese los si * «Y lo que él no puede solo alcanzar de Dios, lo alcance
mulacros de la Virtud y de la Honra en dos casas que con ayuda de Teresa.» Por dos cosas no aplico mi con
para templos les hizo en lugares diferentes. De modo sideración á vuestra majestad en esto que he referido:
que ni la autoridad de un varón tan grande causó em- porque no me atrevo, y porque la gran piedad de vues
44G OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Ira real dignidad y el muy aventajado talento que Dios cion de vuestra majestad en la i ntercesion, y de la asis
nuestro Señor fué servido dedaros, no solo me excusan, tencia piadosa queá esta causa ha dado el Conde-Duque,
antes con superioridad me lo manda (a). Señor, para presuponiendo honor y servicio en la gloriosa Santa,
este caso tiene Dios vuestro corazón en su mano, para «sin menoscabo, agravio y diminución del santo Após
esto os dio custodia duplicada: conózcase la mano de tol.» De quien el breviario de la iglesia de Salamanca
Dios, que os le aprieta , en lo que escribiéredes decre dice, fól. 98, colum. 2 : Apostóle Christi aífermrejú
tando; y los dos ángeles que asisten, á vuestro oGcio miles invictissime , qui Ínter praeclaram AposUAwum
unoyá vuestra persona otro , en lo quedispusiéredes curiam, ut sol micans ínter ostra, refulges ín piona;
oyendo; que seria temer en este pleito mal suceso dudar «Apóstol de Cristo, Jacobo, invictísimo soldado del Rey
del acierto en la mano de Dios , que os adiestra el co eterno en la preclara corte de los apóstoles, como sol
razón; y de la inteligencia de los dos ángeles que os fulgurante entre las estrellas, resplandecesenlagloria.i
asisten para que seáis el tercero con ellos. Supremas palabras son estas, que si fueron en el rezo
Resta que sepáis que en declarar especial patrón á de Salamanca oración , hoy lo son , y cargo de lo que
nuestro santo Apóstol no hacéis novedad, sino que obe la propia iglesia ha hecho con el santo Apóstol. Pues
decéis á la Iglesia y seguis la piedad de vuestros glorio diciendo y rezando que en la corte de los apóstoles,
sos ascendientes. Especial, Señor, es vozopuesla (¡dual que son soles de la Iglesia y primera luz, incomparable
y&plural en nuestra lengua; enséñalo la razón y el uso con otros santos, Santiago resplandece como sol entre
de las voces. Que el apóstol Santiago sea especial, di- estrellas,—hoy siendo sol entre soles, la propia sanü
celo en su privilegio el rey don Fernando el Segundo, Iglesia le hace estrella igual á otras estrellas, y rezán
citado en mi Memorial: «Quien quisiere conservar el dole especial, le acompaña con generalidad; siendo
reino de España y dilatalle, este consejo ha de seguir: cierto, como el derecho dice, que Speciale illud dteittir,
que procure tener propicio al apóstol Santiago, cierto y quod á generalitate abslrahitur. Estas verdades, Se
especial patrón de las Españas.» Fray Pedro de la Vega, ñor, si con vos mostrasen encogimiento, y pudiendo
docto y muy venerable escritor de la santa religión de llegar confiados, llegasen temerosos, con poco decoro
san Jerónimo, en su Flos Sanctorum , en la vida de tratarían vuestra virtud y vuestro talento. Ni es bien
Santiago el Mayor (impreso en Zaragoza, año 1516 , fo quejusticia tan clara en agravio tan patente, y restitu
lio 246, pág. 2), dice «que fué este santo Apóstol hijo ción tan forzosa en despojo tan indino, ruegue espan
del Zebedeo, no solamente según la generación de la tada y cobarde ; que seria á persuasión de las amena»
carne natural , mas aun según la etimología y declara de los contrarios, y á costa de vuestra benignidad;*-
ción del nombre ; ca Zebedeo quiere decir dante ú da mencia, mostraros malquisto de los méritos deloele,
do; y Santiago fué dado asimesmo á Dios por la muer cuando toda vuestra ansia es hacer muy fervorosaitea-
te del martirio, y fué dado de Dios al mundo, especial te esfuerzos maravillosos en la honra de los santos.
mente á la provincia de España en patrón». Aquí, Señor, Santiago apóstol, primo de Jesucristo, pa
Señor, se afirma que le dio Dios á España por patrón riente de su Santísima Madre, restaurador de las E-pa
y por especial patrón. Y el breviario antiguo de Sala ñas, redentor de los españoles dándoles la verdadera fe,
manca, en el rezo del santo Apóstol, folio 196, dice: único y solo patrón nuestro, pudiendo pediros cnanto
O beate Jacobe, omnium corde , ore , voce cantande : tenéis, pues se le debéis todo vos y el reino,* y entre
o patrone singularis. Y el breviario asturicense, im tantos santos que le debéis, le debéis la mesma santa
preso en Astorga, año 1560, en el rezo de Santiago, fo Teresa,— se contenta hoy con que no le quitéis lo que
lio 404, colum. 2 : O lux , el decus Hispaniae sanctis- ni le distes ni pudistes dar. Y esto no porque el Sanio
sime Jacobe, qui ínter caeteros Apostólos primatum pierda nada en el patronato ; solo porque la memoria
tenes, primus eorum marlyrio laureatus : o singulare de mil seiscientos años no os acuse por contradicion
praesidium! «¡O Santiago apóstol, luz y honra de Espa de tantos reyes y gentes como con ellos han reveren
ña, que entre losapústoles tienes primacía, porque pri ciado y agradecido, la elecion de Cristo y beneficios y
mero que todos fuiste laureado con el martirio; o sin maravillas suyas , obradas en exaltación de vuestra co
gular amparo! » Cierto es, Señor, que singular excluye rona. Mirad que dando quitáis , y que os pedimos cosí
dual y plural; las declinaciones lo dicen, y la gramática tan barata como llamar dádiva vuestra el dejar qa«
latina y griega. Y porque no digan que amparo singu Santiago tenga lo que le toca , siendo poco, y debién
lar no es lo propio que patrón, el mesmo breviario, fó- dole infinito. Ni los procuradores de Santiago podemos
lio-402, colum. 2 , dice de Santiago : O patrone singu mirar á otro fin ; yo creo que los padres de la Refornu
laris, como queda referido , «o patrón singular.» no tienen otro. Leed, Señor, el memorial que se dio"
* Ya, Señor, no hay duda que la Iglesia en España le á vuestro grande padre, escrito por el doctísimo padre
llama singular patrón; y que (pues sin duda ni réplica, Sosa , en la seráfica orden de san Francisco generalí
singular excluye dual y plural) quien le acompaña le simo, y después obispo de Canaria y Osma, impreso con
quita el singular, y como he probado, todo lo que le licencia, sin que se haya reclamado contra su verdad.
ha dado España; y según esta demostración, que hay En él resistió las fundaciones de capuchinos, y en el
perjuicio, innovación y diminución : condiciones que fól. 11 , pág. 2, dice estas palabras , -que, por *r
el buleto de su santidad , lleno de divina providencia y muy á propósito y en propios términos, hablando de
de inmenso reconocimiento para estos reinos , niega los padres carmelitas que hoy nos fatigan, no las esca
expresamente. Y expresamente no concede lo que se pi so : « Lo último se advierte que en estas ocasiones*
dió, y de necesidad es todo fuera de k mente y inlen- querer fundar , suelen proponer los que las pretende»
ofertas con que facilitar su intento, y persuadienw
utilidad sin daño» (—eu esto el padre Sosa hablaba en
(n) ¡¡cutían, boj diríamos.
SU ESPADA POR SANTIAGO. 447
tonces hacia nosotros); «y todo es invención y cosa ri nes que he de referir, porque son tales, que me ahor
diculas—aunque me presta estaspalabras, no las quie ran los excesos de la ponderación ; y ni les hará falta mi
ro), aporque solo se pretende conseguir el intento ; que i malicia, ni vuestra majestad echará menos algún co-
después nadie los ha de ejecutar sobre el cumplimiento í mentó. Tales son , que yo no lie querido en esle tralndo
de lo que ofrecieron. Y es muy sabida la ley de estado: otra parte que la de la fidelidad en trasladarlas propo
Hágase una vez, que lo hecho ello se defenderá. » Ca siciones y las defensas , que son estas :
mino se les hace á estos renglones por el patronato de La primera fué una Respuesta impresa (que estilen
Santiago; y no es mucho, pues la jornada (leste discur mi poder) á la carta del arzobispo de Sevilla, don Pedro
so fué por los padres de la Reforma bien adentro, como Vaca de Castro; que en nada excedió de la modestia que
lo verifica, prosiguiendo: «Constará desta verdad, man debia tener, y solo porque contradijo lo que hoy con
dando vuestra majestad se vea un memorial que no há tradice toda España , fué por los contrarios declarada
muchos años se presentó en su Consejo por parte de los por delincuente, y su nota por facinorosa. Y después de
que dieron principio á la Reforma de los carmelitas des ajar con desenvoltura su dignidad y persona , se mez
calzos. Los cuales dijeron que su pretensión es resu cló (en la respuesta) sátira á su reputación, de que par
citar la vida eremítica (que fué el intento de los prime ticipó algo que con asenso piadoso se venera.
ros fundadores de la religión dicha, por esto, del monte Número 1. «Parece que le pesa al señor Arzobispo
Carmelo), y esto sin ningún gravámen«de la república, que hable el Rey de la Santa con palabras muy honro
antes con mucha utilidad delta, porque han de traba sas; y como corrigiéndole, habla su señoría dellacon
jar y ganar con su s manos la com ida ; con lo cual no se palabras contemptibles, llamándola beata y doncella,
ria impedimento á los demás pobres, antes se remedia nombres con que llamamos la gente muy ordinaria do
ría en parte el abuso de llevar los oficiales excesivo acá.» ¿Cuándo pudo ser ni fué palabra de desprecio
precio por su trabajo, viendo la moderación con que llamar beata á una persona , ú doncella ? Y hase de ad
ellos se contentaban. Y pareciendo esto cosa del cielo, vertir que entonces, que solo estaba beatificada la glo
se dio licencia para fundar , y en los conventos se pu riosa Santa , era , y se debia llamar, y se llamó en todos
sieron telares y otros instrumentos de oficios honestos, los escritos, la beata madre Teresa de Jesús. El nombro
para ganar la comida. Y este memorial se divulgó para de beata es tal , que en la Escritura no se lee'otra ma
obviar contradiciones, y fundan los autores del su sen yor cosa : Beatam me dicent omnes generationes. Y es
tencia en lo que el apóstol san Pablo afirma de sí y to es siempre. Pues las que hoy en el inundo la piedad
de sos compañeros: Laboramus operantes manibus cristiana llama beatas, ¿no es temeridad decir que es
nottrit.v nombre contemptible y afrentoso, siendo nombre que
Según esto, Señor, no ha mudado de faciones en tan las religiones sagradas dan á las mujeres desengañadas
tos años la negociación de los padres; quien la vio en y dadas al espíritu y oración , que se dedican á la mili
tonces la conoce ahora, no pasa dia por ella. Yermo, no cia de alguno de los fundadores deltas , como se ven las
quieren nada , trabajar para el bien de todos, sin daño de san Francisco, santo Domingo, la Compañía, san
de nadie, publicar informaciones y alegar á san Pablo; Augustin; de las cuales beatas tan frecuentemente en
—esto propio es hoy, no hay diferencia en nada. Con nuestros tiempos hay muchas colocadas por insigne
razón , Señor, dice el padre Sosa que pareció cosa del santidad y por grandes milagros y revelaciones? i\¡ so
cielo, y lo era, y lo es. Pero de la proposición y del ha llamado beata sino es en este pleito, por afrenta, ni tal
prometimiento sepamos el fin que tuvieron. Dice el ha imaginado nadie. Pues decir que doncella es pala
propio muy ejemplar prelado y docto padre, después bra que se llama á gente ordinaria , y que es voz de des
de haber referido lugares de santos que hablan de la precio, suena muy mal y muy en la cara de todas las
profesión de aquellos que trabajan, siendo religiosos, vírgines que están en el cielo, y de todas las que solo
para comer y no mendigar : aY si se ejecutó algo dello, con ser doncellas son ángeles en la tierra. Esta es pro- -
duró pocos dias; véase ahora la multitud de conventos posición y manera de decir á que responde nuestra
que se han fundado en tan poco tiempo desta reforma, Señora la Virgen María, cuyo nombre es doncella, pa
y si están solamente en los desiertos, y si viven del tra labra de la mayor dignidad y precio que se ha dicho
bajo de sus manos, y si piden limosna y tienen rentas.» ni se ha podido decir á ninguna mujer , y que la oye la
* Con más facilidad hace una propia persona loque Madre de Jesucristo, entre todos los blasones que se le
otra vez ha hecho que lo que nunca hizo. Si esto se dan, por el de mayor dignidad; y de tanta, que el ser
puede temer, vuestra majestad lo juzgue, y si se debe lo, y no dejarlo de ser siendo madre , es su más sobe
remediar, vuestra majestad lo ataje, porque aquel dis rana gloria.
curso verificado no se confirme á costa del apóstol San En el propio número es tal el furor del autor, que
tiago. acaba diciendo del arzobispo de Sevilla con ironía pro-
félica : « ¡ Buen fin tendrá ! » Extraño enojo y desmen
SEXTO Y ÚLTIMO TRATADO, (a) tido con el suceso, pues el fin que tuvo fué con todos
DI LAS RAZONES , ARGUMENTOS Y DISCURSOS CON QUE SE
los sacramentos y piedad posible. Extraña cosa, Señor,
DEFIENDE LA PRETENSIÓN DEL COMPATRONATO.
que el defender á Santiago en lo que es suyo enfurezca
estos procuradores, no siendo alegación, en amena
Yo escribo, Señor, muy agradecido á las proposicio- zarlas almas.
Número 9. Osa decir en la tercera suposición: «Y
(a) A Unes de 1617 escribía Qoevedo un papel qne intitulaba otros hay á quienes les ha dado todos estos dones jun
Cauterio ie I* xrriai; le anunció al folio 53 vuelto del Memorial,
impreso en febrero de 1628 ; y es precisamente mondado y acomo
tos, como se los dióá la bienaventurada madre y vir
dado al nuevo sujeto, esü última parte del presente discurso. gen santa Teresa. » * Yo no só por dónde se euciminó
418 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
en la boca de un católico tal proposición de llamar á bítero de la ciudad de Toledo, imprimió en Sevilla, S23
santa Teresa madre y virgen : ó se lia olvidado de nues de julio del año de 1500 , un libro en romance, que se
tra Señora ú de la santa madre. Si no fuera esto cosa intitula Carro de dos vidas, donde no hay cosa alguna
tan detestable , pudiera ser consuelo a los procurado que no trate de la teología mística , arrobos , éxtasis , vi
res de Santiago que , cuando al Santo se le quita y siones, internas uniones, copilazando todo cuanto los
toma el nombre de patrón único, se le equivoca á la Ma santos y autores graves Ricardo y san Buenaventura
dre de Dios el de virgen y madre. * Y no es decir, Señor, escribieron; libro, que como del se colige, fué impreso
que es descuido de este escritor; es cuidado tan atento, ciento veinte y ocho años há, mucho antes que naciese
que en las estampas que vienen de Flándes ( y yo ten la santa Madre. Y esto que yo digo no detrae en parte
go en mi poder) dicen : Sancta virgo et mater Teresio. alguna la divina ciencia, inspirada y aprendida del pro
Que afectan esta equivocación, pruébase ; pues pu- pio Cristo, que escribió la santa Madre. Solo digo que ya
diendo escribir Sancta mater Teresia de Jesús virgo, había su divina Majestad inspirado esta teología propia
que ya con el divorcio de virgen y madre se quitaba á san Buenaventura y á otros santos, y la habla puesto
mucho de lo malsonante , no han querido sino llamar en español el dicho autor ; libro que tengo en mi po
la a virgen y madre». Que se equivoque á nuestra Se der, de mucha estimación. Y la Santa nunca dijo que
ñora lo único deste milagro, solo posible en la Madre ella era la primera que había enseñado la teología mís
de Dios, pruébase con demostración : pues hasta ahora tica; y asi, en estg se desengaña á los que lo dicen, no li-
virgen y madre se entendía y decia de sola la Madre niendo la gloriosa Santa necesidad de que la añádanlo
de Dios, sin que fuese necesario llamarla santa Alaría ajeno, sobrándola tan maravillosas glorias en santidad,
para entender que era ella de quien se hablaba ; hoy, en milagros, en dotrina, en ejemplo de hijos y üijas,y
habiendo santa á quien se llama «virgen y madre » , lo en fruto espiritual. Yes más, que habiendo enseñado
singular de la antonomasia se le quita á nuestra Señora, tantos santos y autores antes la teología mística, los li
y es menester decir santa María. Y lo propio se puede bros solos de la bendita Santa se impriman , se lean, se
hacer con la madre Luisa : pues es virgen, llamarla vir traduzgan en todas lenguas, que no si fuera sola, yno
gen y madre; y con la beata Juana, llamarla virgen y excediera en esta aceptación á otros. Más gloriosa esla
madre ; y con la madre Águeda y con todas las santas contienda vitoriosa, pues así la quieren, con personas
vírgenes; y vendrá á ser prerogativa común la sola tales, que la suposición contradicha de la realidad.
dignidad de la Madre ^de Dios. Si dijeren que esto no En el número 8 habla del Monte Santo el autorfw-
es así, porque la llaman madre porque fué madre de mo se lee en él ) diciendo « que contienen los escri
la reforma, y virgen porque lo fué,—habéis de advertir tos proposiciones del Alcorán, echando hacia Hatea
que el error se lee y el comento no parece , y que este aquellas cruces, y diciendo al Arzobispo que notesv
es un acometimiento de mucho horror y digno do re tiende»; sin acordarse que aquel obispo lo conlraip,
medio muy veloz ; y así , Señor , os lo represento , y no y otros muchos lo han aprobado , y que es sanlaa»
habrá alguno que no os lo exagere mucho más. Puede hoy con permisión de la Iglesia, y que le ha defendido
ser, y es cierto , que ha sido un celo de devoción muy ministro tan grande, maestro tan docto en todas facul
adelantado , por no haber advertido tan malsonante tades, como Gregorio López Madera , de vuestro conse
inconveniente, y que haya sido uno de los esfuerzos jo supremo en Castilla. Y todos estos furores dice el
para este pleito , pues , como vemos, es una de las ale autor al santuario y al Arzobispo, solo porque dijo que
gaciones por él. era negocio grave este del patronato.
Folio 5. Dice este autor, de la gloriosa Santa, « que Y en el número 14: «Si el señor Arzobispo escri
fué dotora como ios Isidros y Ildefonsos , fué fundado biera á guineos bárbaros, pudiera decirles estas cosas.'
ra como santo Domingo, fué apóstola de España para Este estilo se tiene en este memorial , Señor, y esU
que enseñase en ella y en todo el mundo la teología defensa se hace con tales proposiciones.
mística. » Señor, la gloriosa Santa fué prodigio de san Dejo el Memorial de don Francisco de la Cueva.vfii
tidad , sus escritos son divinos , el ser dotora como los entonces le vi; era como de aquel mónstro de la ju
Isidros y Ildefonsos , y fundadora como santo Domingo, risprudencia elegante , de quien se ha derivado toda la
y apóstola, como el autor dice , no lo examino yo ; que defensa piadosa y aparente, con modestia á los memo
la Santa me parece á mí todo cuanto hay que ser y riales quehan cscritoalgodesto. Recogióle el Santo Un
que venerar. ció; esto basta á la causa de Santiago, cuando era el
En el decir « que enseñó la teología mística en Es mejor y más docto y el más reverente ; no hemos me
paña y en todo el mundo», hablaré en ello, porque la nester lacausa, pues eu aquel tribunal sobra para loque
Santa no quiere nada á costa de tantos santos de quien se hace.
la pudo' aprender la santa Madre. Esta verdad es per Otro papel se ha impreso sin nombre de autor, q«
ya en mi i/emorí'a! citó en bien extrañas cosas; es so
se nota. San Buenaventura escribió mística teología, á
titulo : Justa cosa ha sido elegir por patraña de Espa
que no se ha añadido nada ; dejo otros infinitos santos
y escritores, por ser cosa muy común en la noticia de ña y admitir por tal á la santa Teresa de Jesús.
En el número i2 deste papel , donde cita el lugar ee
todas las naciones. Ricardo escribió la Arca misticat
océano desle ejercicio espiritual. Y no se puede decir Marta y el del Génesis á que se respondió, dice: «Y¿¡
su majestad diese oidos á tal revocación , perdería a
que antes de la gloriosa Santa, aunque san Buenaven
tura y Ricardo y otros muchos santos y autores escri Roma mucho de su autoridad y reputación.» Siendo*
bieron, que en vulgar no se había tratado deste género oir vuestro oficio forzosamente, dice este autor*
palabras que he citado; y osa escribir y le consienk
de oración y teología en España hasta que la santa Ma
dre vino y escribió ; pues uomez García , clérigo pres- imprimir, que vuestra autoridad y reputación en Bu
SU ESPADA POR SANTIAGO. 449
ma ni alguna parte del mundo se puede perder, y me j tesco de los citados; tal , que me he persuadido es de
nos por oir; pues solo no oir puede ser ajeno de vues j algún hombre qnedeseadesaereditaresta pretensión de
tra grandeza. ' los padres de la Reforma, con capa de que la defiende.
En una adición que hizo este autor sin nombre al ; No leí en él cosa alguna que no sea contra la dicha pre-
discurso citado, y la imprimió , se leen tantos despeña ¡ tensión, y en sus propios renglones no se halla paz , y
deros como letras. ¡ O bendita y gloriosa Santa, que es un número desmiente á otro ; y considerado, todos tres
tando vos tan defendida para mayores honras que acom papeles es un motín que han hecho ruines proposi
pañar nn patronato, por vuestra divina elegancia, ale ciones para revolver y confundir este pleito. El dice
guen el rumor confuso y la contienda mal razonada! que el Papa lo hizo y que pudo; y luego sale tras sí
Por vos habláis vos propia ; ¿quién mezcla á vuestros propio con que el Papa no importa que lo revoque ni
méritos tal confusión? Nombraros basta, leeros sobra. lo conceda. El dice que no se hace perjuicio al Santo;
Estos devotos tempestades, que con torbellinos de te y luego dice y aconseja y califica que se le hagan, y
meridades y airojamientos os embarazan cuando pre pone utilidad en el perjuicio de Santiago.
sumen que os sirven, mejor merecen el conjuro que Tal es, Señor, esta alegación y esta defensa, y en
h atención. Así empieza la adición del incógnito: todo enojosa para el estado eclesiástico, arrojada con el
« He entendido cómo los contrarios del patronato de oficio y dignidad de los apóstoles, temeraria con San
santa Teresa insisten en que es perjuicio del de San tiago , y poco cortés con vuestra majestad y con vues
tiago quitarte el ser patrón único de España ; y aunque tra reputación. Y es tal, que aun para refutada es tai
esto está satisfecho en el primer papel que hice por el achacosa como fácil.
mes de noviembre próximo pasado , probando que en En los sermones, Señor, también se ha combalido
esto no hay perjuicio ninguno, y que si lo hay, el Papa el único patronato de Santiago, y se han dado razones
le supo y le quiso hacer...» Para decir y imprimir que para defender el de santa Teresa; yo trasladaré lo que
el Sumo Pontífice hizo agravio á un apóstol , no solo se ha dicho en algunos. El padre fray Francisco Boíl,
entendiendo quenolehabia, sino que le hizo porquo en el sermón que predicó en el convento de los padres
se le quiso hacer, me parece que es necesario que lo de la Reforma en esta corte á este compatronato, fo
escriba hombre que esté en el expurgatorio, y no en Es lio 7, pág. 2.*, renglón 19, dice : « Apuremos ; que po
paña. No se puede presumir , ni se debe , que el Papa co se sabia de Dios antes que la Iglesia naciese, y po
haga agravio á un esclavo ó criado suyo por hacérsele, quísimo antes que hubiese Teresa.»
y ¿se puede decir que le hizo agravio á Santiago por Señor , poquísimo es menos que poco; de donde se
agraviarle? Esto á su Santidad toca ; y á vuestra majes infiere que todos los santos y dotores de la Iglesia, que
tad, saber si la fecha deste papel, si ella es destos reinos fueron antes de santa Teresa , de Dios casi no supieron
ú de más lejos. Y no solo dice esto, más con sabor se nada, y el casi doy de graciaá la proposición. Persuádo-
pasea por este discurso y dice: me que es yerro de traslado ú de impresor; que hom
* *Pero agora añado y respondo que, sin agravio de bre tan docto y excelente predicador no ignoraba los
la verdad susodicha, confesamos el dicho perjuicio; grandes padres y escritores de la Iglesia, santos y san
pero no se puede negar sino que si el patronato de tísimos, que de Dios habían alcanzado y escrito antes
santa Teresa fuese perjuicio para el Santo , á lo menos de santa Teresa mucho , y á la misma iglesia por los
que es muy provechoso para reyes y reinos de España.» concilios y decretos de sumos pontífices y por las plu
¿Es creíble, Señor, que tal cosa se haya escrito en mas de sus dotores. El Espíritu Santo había dado muy
vuestro tiempo, y hablando de Santiago con vuestra grande y muy admirable noticia. Y la gloriosa Santa
persona, y por santa Teresa en España ; y que diga y no admite mucho ni poco, este poco y poquísimo tan
escriba y imprima este autor que, siendo perjuicio de á costa de toda la universidad de los padres y santos,
Santiago, será muy provechoso para reyes y reinos? Es que lo fueron suyos en la fe católica. Sea este error de
to, Señor, delito es leerlo y excusado condenarlo, la impresión , pues se puede ahijar á lo mal barajado
cuando la verdad y la religión lo hacen ; no se contenta de los moldes, y no á lo bien entendido del autor.
con ser obstinado de levi, sino que pasa á serlo de *EI padre Francisco Pimentel, doctísimo y gravísimo
vehementi. Y dice, cuatro ú seis renglones más abajo : predicador de .vuestra majestad, y muy ejemplar reli
«Pues si es, como es, esto así, en la caridad bienorde- gioso en la sagrada compañía de Jesús, en el sermón
rada se comienza de sí mismo. Y así sigamos ahora lo que por vuestra orden predicó en este compatronato
que nos conviene, que es tener patrón y patrona; y de la Santa, fól. 16, pág. 2.*, dice: * a Para que el po
dejémonos de tal disputa, de si es ó no es de perjuicio bre y afligido que acudiere á Santiago, y. no alcan
para el patronato de Santiago ; que aunque no le hay, zare remedio de sus necesidades, acuda á Teresa y le
pero cuando le hobiese, hemos de seguir y abrazar lo alcance.» Y en la propia plana, renglón último : * «Mu
que al reino conviene.» * De suerte. Señor, que, según chas veces saldrá más bien despachado el que acudiere
este dolor perjudicial, puede ser de provecho de Espa á Teresa que á Santiago.» Y en la hoja 17, página i.',
ña perjuicio de Santiago, que por mil y seiscientos y renglón octavo : * «Y que podamos tener esta confianza
veinte y siete años, con las oraciones y con la espada, él de Teresa, que como patrona nuestra alcanzara primero
solo y único patrón ha evitado todo cuanto ha podido nuestro remedio que Santiago, constará de una noble
ser perjuicio de los reyes y de los reinos. Yo digo á tal condición de Dios," más inclinado á conceder á una mu
escritor lo que san Miguel al demonio : Non est ausus jer lo que le pide que á un hombre ; acá tenéis vosotros
judicium inferre blasfemiae, sed dixit imperet. lo mismo.» Y más abajo dos renglones : * aY así, si San
El propio autor que escribe y imprime sin escampar, tiago como hombre, llega á pedirá Dios por nosotros, y
hadivulgado otro papel tercero, tiue no niega el paren- Teresa como mujer, aténgome á Teresa ; pues será más
Q-n. 29
450 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
dificultoso negarla Dios lo que pide que no á Santiago.» j vuestro abuelo Felipe II, de gloriosa recordación , «l
Y esto lo confirma con ejemplo en el propio santo Após- ¡ santo'padre Orozco en su sermón de Santiago. Mas esto
tol. Y en el fól. 18, pág. 1.", renglón 20: * o Que bien I es para mí ; en lo demás, siendo ciertas las proposi
anda, segnn esto, el (lia de hoy España en no contentarse ciones referidas por tan grave padre y Un religioso
solamente con el patrocinio de Santiago, sino añadir y esclarecido escritor, el patrocinio de Santiago após
el de Teresa; para que asi el español afligido, que por tol se declarara por inútil ó forzosamente por dudo
la intercesión de Santiago se hallare clara y descubier so y lardo, respeto al de santa Teresa, que es cierto;?
tamente frustrado de su intento, acuda á Teresa, que el de todos los santos respeto de las santas, por ser ma-
saldrá despachado, ule costará su vergüenza á dis jeres. Y conforme á esta verdad y fundamentos, bien,
to el no hacerlo. » Y en la propia hoja, pág. 2.', ren y muy bien, han hecho los procuradores del reino en
glón 1 : «Júntese gloriosamente el amparo de Teresa escoger á santa Teresa ; que á más se extiende la fuer
al de Santiago; que si él está hecho á que Cristo le za deslos argumentos. De todo lo demás, creo lie de
niegue lo que pide sin costarlc nada, es bien que ten fendido al Santo; desto él propio se defienda y los san
ga Kspaña palrona tal, que sin dificultad no se le nie tos hombres, y empiece Santiago á pelear para sí desde
hoy ; si bien yo por mi parte no pienso mudar mis me
gue lo que pide. » gos, contentándome con el patrón heredado y acudiendo
Estas proposiciones, Señor, son las que nos ame
drentan y nos contrastan, no solo á los procuradores á santa Teresa , sin miedo de que por esta fidelidad me
de Santiago , mas al propio Santo. Ni tenemos qué res niegue su divino amparo y patrocinio.
ponder ni qué decir, ni vos tenéis más que leer en Estas, Señor, son las razones y proposiciones con
vuestros dias (que Dios dilate por muchos y bienaven que se defiende el compatronato de santa Teresa, pre
turados años) : porque si el que pide á Santiago queda dicadas y alegadas en pulpitos y impresas en informa
defraudado, y el santo Apóstol está hecho á que le nie ciones en derecho. Y siendo tantas, y los sermona
gue Cristo lo que pide ; y el que acudiendo á Santia diez y seis, no se han contentado con ellas ni con
go no alcanzase remedio, es cierto lealcanzará acudien estas formas de respuestas, viendo que la del pulpito
do á santa Teresa ; y el padre Pimentel, persona tan le falta al santo Apóstol ; sino que han echado mano
grande', lo afirma, y que muchas veces saldrá más bien de la sátira y libelo infamatorio , cosa muy en nuestro
despachado el que acudiere á santa Teresa que á San favor.
tiago ; y tratando con sus nombres de la intercesión de Esto verifica en uno que en verso han hecho contra
los dos santos , comparándolos, dice : « Aténgome á Te- mí menos que contra el Santo, con nombre snpi/estó
rosa,B— nosoloesforzosoceder, masnadieacudiráá pe (o), impreso sin licencia, repartido con pliegos edu-
dir á Santiago interceda por él , pues su intercesión se dos en las estafetas, achacándome liras y respoaiiá
da por desierta y dudosa y tardía. Lo otro, Señor, si
los hombres cuando ruegan á Dios desean alcanzar, y (o) Helo aquí. Fué su autor, con el seudónimo d« *»
los santos hombres, aunque sean apóstoles, alcanzan Valerio Vicencio,e\ padrefray Gaspar de Sania Marii. car
poco y tarde, y Dios les niega lo que piden sin dificul melita descalzo, natural de Granada , que en el siglo tuto
tad, y á las mujeres concede luego lo que le piden, y por nombre don Gaspar León de Tapia (-véase laC«v>s-
de mejor gana que á los hombres, y negarles algo le ca de su orden, libro xvni, capítulo xl, fulio9i3); iquiea
adelante califica de morisco y le retrata el seuor de Ja»
cuesta su vergüenza,— todos acudirán á las santas y de
jarán desiertos los oídos de los santos. En esto de los Abad.
ruegos, lo que se quiere es alcanzar; y si este, no so al poema dílIbico (esto es, lleno de delirios) i* wa nis
lo le dan por el mejor medio, sino por el solo eQcaz, CISCO DE QEEVEDO CONTRA EL PATRONATO DE LA GL01WSA
VIRGEN SANTA TERESA, PATRONA DE LOS REIMOS DE CASTILLA
asi se hará.
POR NUESTRO MUY SANTO PADRE ORDAXO, PAPA OCTAtO,
Aqui un) lie perdido yo; destono sé defender áSanlia-
go ni oso; que son proposiciones afirmativas y presu DON VALEBIO VICX1ICIO.
ponen sabiduría. No las contradigo ni las admito pa
ra mí, porque el ejemplo de la madre délos hijos del Poema de don Francisco de Quevedo.
Zebedeo no me acomoda con él á este propósito el sa i De viento lenguas y de bronce Ubios
grado Evangelio; pues nunca Cristo en el uno ni en el Publiquen los agravios
otro lugar citados, respondió á la madre ; antes es cues Del gran natrón de EspaOa,
No pastoril espirita de cana,
tión , ¿por qué, pidiendo la madre, respondió á los hi Pues ya ve nuestra esfera
jos? "Lo otro, si porque Cristo negó esto á Santiago Venera que ninguno la venera.
S Suene mi voi y las entrañas rompa,
solamente, se dice que está hecho á que le nieguen lo Cual belicosa trompa,
que pide,— ¡en buen paraje se hallará la intercesión de Al céllro sonoro,
Que si puede escuchar mi triste lloro
san Pedro, á quien se le negó, y riñó tantas veces con Y débiles congojas .
aspereza misteriosa lo que hacia y lo que proponía, y Y mansas quejas, moverá las hojas.
3 Yo pues con el respeto que cousiente
él negó! Empero eneste caso es de advertir que el El caso, humildemente,
angélico dotor santo Tomás dice que ni les negó ni Del patronato nuevo
O nueva carja , i imaginar me atrevo
les concedió esta petición , y da la causa. Y santo To One le pesa 4 Teresa,
más de Villanueva, en el lugarque cité en mi Memorial, Has que al gallego Allante no le pesa.
4 Que una santa se ve con evidencia
del sermón que predicó del santo Apóstol, dice «que No querer competencia
les concedió su petición, á lo menos después de muer Con un apóstol santo , _„..
Pues por ser grande en el terrestre BinW
tos, dando & san Juan la silla derecha en Asia, y a San Y en el azul que huella,
tiago la izquierda en España». Lo mismo predicó á Tiene los piiji doude loa hombros «lia»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 451
dome maldades ; cuyo título es : Al poema delírico de costumbres del verdugo, que cobran de los azotes que
don Francisco de Quevedo. Yo le tengo, que le recibí dan. En él se desapoderó la desvergüenza y se desver
con porte y le pagué, que el papel y el autor tienen gonzó la blasfemia y berejía ; llámala respuesta á mi
Toribio González, sacristán desta iglesia de Santia importuna de vuestra prisión, con que agradastes al
go, á vos don Francisco Morovelli de Puebla, sa mundo, y ahora lo enfadáis, y asi errastesen llamarla
lud, etc., para que no os sangréis tantas veces como lastimosa ; y si no lo entendéis , así como decís que
cuando escribisteis el papel en defensa de santa Tere tampoco sabéis la causa della, yo doy por verdadera
sa de Jesús; aunque vos debéis tener estilo de sangra vuestra inocencia y os tendré por verdadero ¡nocen
ros en saludj como parece por las prevenciones que ha te. Pero quisiera saber de vos qué papel hacéis en el
céis á vuestros yerros, excusándoos con la enfermedad mundo, porque aquello de que no perderán los siglos
y brevedad , y habéroslo tomado un amigo. Mas de la memoria de vuestra prisión, no sé que se pueda de
cualquiera manera, os aconsejo que no os sangréis más cir de ningún monarca que haya sido preso con mudan
que una vez en la vida, y esa sea de la cabeza. za de fortuna y pérdida de estados ; cuanto más de un
Vuestro papel llegó á esta santa iglesia, y habiíndo- pobre hombre preso por chanza, y asombrado con
lo visto estos señores della, me encargaron su censu paparrasolla, como niño, y luego vuelto á su casa como
ra, por parecerles que no merecía otro censor más estaba de antes. Pero al fin os debéis de imaginar ali-
grave ; y aunque será proceder en infinito querer es quid magmim, como Simón mago. Y ya que no habéis
pecificar loque tiene que censurar, diré lo que pudie de ser papa , por lo menos se os ha puesto en la testa.
re , pues nemo ad impossibile obligatur. En cuanto á las alabanzas del lenguaje , no es posible
Cuanto á lo primero, digo que sois como las gitanas, sino que no habéis leido libro ninguno bueno , ó ha
que hablan tanto en sus buenas venturas, que aciertan bléis irónicamente: porque quien, demás de escribir lo
en algo; aunque si algo habéis acertado, es en lo menos tan ordinario, dice la civilidad de «faldas en cinta», y
importante, porque en lo más no habéis dado un solo otras asi; y la cafonía de «lo omito», con otras tales sina
golpe en el clavo. Y juntamente he considerado que lefas víanles y desagradables; y las «ni temía del que
tiene la verdad por propiedad el ser preciosa, pero todo lo supo y no ignoró nada», y las impropiedades de
amarga, y la mentira el ser gustosa , pero vil. Tomáis «desplegar la boca», por decir los labios; y que las he
de vuestras verdades no más de lo amargo, y de vues breas captivas parían hijos «fuertesy magnánimos», por
tras mentiras lo vil; y así venis á ser como Bartolillo el decir robustos y de grandes fuerzas,—ni sé que sepa len
de Pontevedra , que siendo su padre cojo y su madre guaje ni qué cosa es. Pero en cuanto á la lisura del, he
tuerta, nació él con entrambos defectos. considerado que así como el animal engendra un seme
Lo primero que me dio en los ojos fué la repetición jante á lo que imagina en el acto de la generación, asi lo
Estando tres dias luí unas doncellas hilando mil sal destos que les apunta la copla como el bozo, y les hier
tos á las castañetas, haciéndome andar á puntadedos, ve lo culto como la sangre, entró diciendo: «Aquí le
tomo ú puntapiés, por entretenerse, — un maucebito traigo. » Dejáronse todas en el bufetillo el saca hacia
(«) Desde que (según queda apuntado en el tomo prime amigo siempre de gozar con el mal del prójimo , plato más
ro, paginas lxvii y 485) bácia los años de 1637 persiguió de su gusto; yasí, le recibió con estrepitosos vítores, y co
Queveso por falsificador, y venció en los tribunales de pió cien veces, comentando aquella invectiva, y perifra
justicia al librero Alonso Pérez, su hijo el doctor Pérez seándola de propia cosecha.
de Montalban bubo de cobrarle invencible odio, hacién Mas para atajare! daño, se apresuró á salir á la defensa
dole cruda guerra. Contaba el poeta dramático muchos el padre Niseno, grande amigo del Doctor; y anónima y
amigos, émulos del satírico unos, otros quejosos de él, y de mano, hizo correr una Censura del libro que compuso
todos se conjuraroirpara la venganza, disparándole enve Juan Pérez de Montalban , intitulado Para todos ; y res
nenadas censuras, disfamándole traidoramente, y logran puesta á la Perinola , que contra ¿I escribió con este titu-
do que en 1631 prohibiese la Inquisición todas sus obras. lo dos Francisco de Quevedo Villegas. Comienza: «.Mán
I¡uy pronto dox Francisco tuvo ocasión de mortificar dame vuesamerced que dé mi censura ; > y acaba : i ten
la vauidad del doctor, hiriéndole en el amor propio. Me drá disculpa mí modo de hablar, si he errado, y no ha
diado mayo de 1632, sacó á luz Montalban, con aprobacio sido en deseo de servir á vuesamerced , á quien guarde
nes del maestro José de Valdivielso y de fray Diego Ni- nuestro Señor. » Posee copia moderna de ella el señor
seo, provincial de los Basilios, un libro de misceláneas, don Serafín Estébanez Calderón.
intitulado: Para todos, ejemplos moralet, humanos y divi Embistió inmediatamente al buen Juan Pérez un doc
nos, en que se tratan diversas ciencias . materias y facul tor Vera (dicen que ocultaba este nombre á Pedro déla
tades; repartidos en los siete dias de la semana. Su pa Ripa ), vulgarizando, á 8 de julio de 1632, en Salamanca
dre, cuya tienda estuvo en la calle de Santiago, costeó otra breve, pero ciega diatríva contra aquel á quien lla
h impresión , y puso al frente el retrato del autor que (se maba fecundísimo ignorante. Principia : «Cuando creí que
gún cierto furioso critico de entonces) «era la misma vuestra excelencia.» Manuscrita de aquel año, la be visto
inocencia»; la propia lámina, sin duda, que precede al en poder del referido señor Calderón; y me ha servido por
Orfeo en lengua castellana , abierta nueve años antes. Es extremo para adquirir exactos pormenores de la edición
ta edición completamente se ha perdido. Ya no llegó á primera del Para todos, de todos ya desconocida.
conocerla don Nicolás Antonio, y no se sabe que exista A deshora vino á enzízañar más i moros y paladines,
ejemplar ninguno en biblioteca pública ó privada , espa cierta tenebrosa Lvi deldesengaño, d la Censvra del libro
ñola ni extranjera. Tal cual , y muy raro, se' baila tan solo Para todos que escrivia el Doctor Geronymo de Vera. Di
de la tirada que hizo en Huesca Pedro Blusón al año in tela el Dolor D. Fvlgencio Lvcero de Clariana. Con li
mediato de 1633. cencia, en Lérida: Por Enrrique Cantan , y la Viuda An-
Baturrillo el Para todos de cuanto sabia y no sabia el g'ada: Año m.dcxxxii. Folleto de cuatro pliegos, que
poeta notario del Santo Oficio , abría inmenso campo á la tiene por contera, en elogio de Montalban y de los siete
critica de los doctos y á la rechifla de los maldicientes; días en que se divide su libro , la siguiente décima:
mmi aplauso y regocijo de los que trabajaban por inutili-
;jrle ante el público, admirador de sus comedias. Muy Monte del alba florido ,
uonto pues sobre él cayó una nube de sátiras espantosa. De so luí primer cuidado,
Qoevxno fué el primero en acometerle con su saladisi- Siete veces coronado
na Perinola, desenfado que compite, sí no aventaja, al lid sol , de laurel vestido;
Vive i triunfa, do entendido
'rete Jacopin, del Condestable; Loscatarriberas, deSa- De la noebe oscura y fría,
axar; El Bodoque, deMoret; las Notas al correo délos One tan ciegos muñimos cria ;
iegot y la Carta de Paracuellos, del bibliotecario don Pues la verdad te promete
romas Antonio Sánchez. No podía ofrecerse al público, Que no ha de atreverse a siete
La que suele á solo un dia.
Vinimi.-1. U Pítima i. Al Ooctor Juan Peres de Montalban , (ra
llado do ae sabe donde , ni en qué , ni por que. Estando tres dias hace
asa doncellas bailando al sonoro compás de un pandero de pellejo de I. ocur.o {A. S.)— cntlo como la sangre, entró por medio del solemne
arra.coo unas castañuelas de alcornoque, haciéndome andar de pun- fandango, quebrantando la autoridad del asqueroso auditorio, dicien
i de pida; (O. Y.) do: (O. I.)
*. Monlabaneo... ea que... ni el sebe. Psiisou.M.) ». bufeUlo , en el que estaba una perinola con el asea hiela arriba.
*. bailando mu t*\)—hilando á la pirinola, haciende bailará pun- Déla prinera arrancada con que embistieron al mancebilo deldfisfto
idedoa, (I>.) traigo, pirecid le querían descabellar, diciendo unes: Venga; otras:
s. a punta, da dsdot, {US.) Saqu» ; ) las mis : O.uiléisoselo a tumbones j pellín»», (id.)
464 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
arriba, y acudieron al traigo, de daca arrancada; an ma Para todos; adivinen qué será para todos.» Cni
daba el venga y el saque muy aprisa. El entonces sa- dueña (que con una cara de guitarra juntaba en tena-
cando un libro recien encuadernado y regordete, y le zula barba y la nariz , y estaba para enbebrar una aguja,
vantándole sobre la cabeza con meneos de sonajas y | dando de calabazadas en los párpados del ojo della, í
punta de folias, dijo : «.Para todos, Para todos.» Una una hebra de hilo con que pretendía, casamentera de
dellas dijo: «Para mí;» otra ;« Para nosotras ; » otra trapajos, juntar de pizcas de camisa vieja una sábana)
con una voz sin hueso y uuas palabras mamadas á ta-
dijo: «¿Es la seguidilla
bletazos de las encías, dijo : «Si es para todos, será la
Para lodos alegre, muerte. » Replicó el maldito mozuelo , que andaba re
Para mi triste?» voloteando con el libro : «No es la muerte.» Unaber-
El mozuelo , que las vio confusas , dijo : «Este se 11a- mejuela abucltornada de rizos, y con más colores que
, Esta , que parecía defensa del Para todos , exasperó á La ojeriza, qnc áspides aborta ;
La presunción , que el mérito atropella;
su aulo'r y 4 sus amigos, que la calilicaron de obra trai La vanidad, que con el sol se estrella ;
dora y solapadamente dispuegta , bajo nombre fingido de La ignorancia , que miente lo que saos
caballero andante, aparentando defender á Moulalban Y. la soberbia , que aun en si no cabe ,
para hacerle más daño , con persuadir á la multitud que Le aplaudan, aunque sea con engaño
él mismo era quien respondía, oculto en aquel seudóni Que lus malos , tal vez temiendo el daño
mo. Y dispararon una Apología por el D. ¡van Pérez de De que la voz común los tenga en menos,
Echan por el camino de los buenos.
¡íontalvan. Contra DonLvzero de Clariana. Escrivela Pe
dro Rivera; sin año, ni lugar de impresión, que debió Afirma Tarsia que el almirante de Castilla, don Jais
de ser Zaragoza. Fué dedicada al carmelita observante Alonso Enriquez de Cabrera, y otros magnates de b ar
fray Martin Jiménez de Embun , catedrático de Escritu te amigos de nuestro caballero, persuadíanle a que ce-
ra cu aquella universidad. He visto un buen ejemplar en helase á tan follones malandrines con el canon desahu
manos del señor Calderón. ma ; y que se hubo de excusar el satírico, diciendo: .feo
Entonces quiso terciar en la contienda un quídam de fuera, señores, ser yo tan ruin como ellos, j el ñato
esos que presumen estar bien Con todo el mundo, y con me aconseja no responder al loco según su locura.. Pe
todos quedan mal; y al propósito borrajeó miserable car- ro irritable Quevedo como poeta, no pudo cortea*
tapel, elogiando sin ton ni son el libro critiquizado, y ju se' y por despique trazó su admirable poema «i*
rando no ser ni poder ser Je Quevedo la Perinola, «por necedades y locuras de Orlando el íwmava*;-*
desdecir del estilo de sus escritos, y ser hombre leido y yas figuras pintó á sns enemigos, hartándose^
entendido, que funda bien lo que propoue.» Retülase: mar olra vez al Doctor, nielo de conversosly *£►
La zurriaga de Perinola, y censura del libro que compuso gados por la Inquisición; injuriando á su *****
Juan Pérez de Monlalban, intitulado Para todos. (Biblio maestro de esgrima, con los apodos de don Hez, e^
teca Nacional, E, 70, folio 281.) cador de geometría , descendiente de carda y *.»*
Llovían libelos, sátiras , prosas y versos en pro y en y Diego Moreno hasta los codos. En la Perinola***
contra ; y lo que era de esperar, lejos de perder con ello bia detenido en llamar á quién bardaje, á f™^
el libro , ganaba honra y provecho , entrando el vulgo en á este, enfermo de malos males ; al otro, jodio, bijoja*
codicia de comprar lo que era causa de tamaña polvare tode judíos. ¡Qué literatos, siempre solícitos «*
da. De él llegaron á hacerse en nueve años siete edicio mutuo descrédito ; qué empleo tan indigno del m,■ ■■
nes lo menos, pues lautas son las de que tengo noticia. cuánta miseria, cuánta ceguedad , cuánta locura. T*
Mas herido por la Perinola Monlalban en lo más vivo, y vía en 1638, celebrándose las- exequias de Moni w> ■
aguijoneándole sus camaradas el padre Niseno, el diestro Same de un túmulo y en las bóvedas de, uo tempJ£
Pacheco de Narvaez y otros cuatro del servil rebaño de lian palabras de venganza contra Qcevedo de ta I*
escritorzuelos vergonzantes, pertrechados de osadía y de un orador sagrado, y la ira ocupaba el lagar ***»
atrevimiento , compusieron y publicaron en Valencia, por sedumbre y perdón en las palabras del P"™M^¿
el otoño de 1635, el ¡úfame Tribunal de la justa venganza. Basilios. ¿Puede ser más desvergonzadamente vengau-
En este libro impreso llaman á Quevedo «ignorante, foi- vo y soberbio el gremio de los hijos de AnoloT
nicario, blasfemo, hereje, borracho y ladrón» (epíte Volvamos al Para todos y á la Perinola. Aquel bb» £
tos que ya le prodigaron ocho años antes en la Apolo lió imitadores en el Para algunos que Mallas de lo
gía al sueño de la muerte, añadiendo que vestia sin razón yescompuso é imprimió en Madr.d ano de *««».»
el hábito de Santiago, por haber sido zapateros alguios aprovechando la coyuntura de hablar mal sa «£
de su familia) ; y en romances sacaron á la vergueó cuando, le parodiaba atentamente; y en el P«"«¿ it
la nombres propios de maridos y de mujeres casidas Juan Fernandez? Peralta, que salió de lo» m\
para infamarlos con el nombre de Quevedo. Y como si no Zaragoza , año de 1661. Títulos semejante me ecu
estuviese aun Monlalban satisfecho , decia por do\ Tiun- el que cierto rabí puso á una obra suya , rotulando»
cisco, pocos dias después, en la Fama postuma de Lope: Kara decir que todas las cosas allí se «ojj*
Lainvidia.que del odio se alimenta; como si no hubiera en el mundo sabandija i. ■«£
La calumnia, que todo lo ensangrienta; que en tal composición su n.do o nicho noi lunese.
La detracción , que como espada corta; taba de los preceptos de la ley y •«■","¡£?l,
Ejemplos se encuentran de Ules potajes hteranosen
a. «rriba, acudieron (A.)
J. venga, el saque (i*d.) ». juntar da pleías do camisas viejas (B. E. I- 1. S.)
B. lollr,, (/d .(-tollón, (E. L.)-'»»"». »■) , . . .... „,.
8. Para rol; olra que tenia el talle de morcón mal he cío, dUo.Pa- sabana que con (A.)
7. huesos (/di • ...ua,!! HI1"
a nosotras ; otra dijo esta seguidilla : 9. muerte—Pues no es la mueite, dijo al mald.lo (*. »
Fué el domingo de Pascua ,
SI lo advertí» le. 40. en al libro. Una (A. D.)
Pora lodos alegre, it. abochorriada (A.) . , ¡t
Para nutriste. U». W risos, i con unos ojos de mas colores (A. B. u. ». ". i
t. Para todas alegre (S.)
PERINOLA. 4C5
barba teñida, dijo : «Ya sé lo que es, venga el libro. Si con bien enlutada hermosura, una pelinegra, que se
es para todos, él es el Bien que viniere ; así lo dice la servia de la contradicción de su propia blancura, con
empuñadura de las consejas : , ojos de rúa, vestidos de negro (que las niñas de color
'Érase que se era, miran de camino), volviendo la cara con reposo de
Que en hora buena sea, aguileña y gracia de fea, dijo : «Libro que es para to
El bien que viniere dos guárdele; que el autor, sea quien fuere, confiesa
Para todos sea.» que es obra vulgar y bazofia; porque umversalmente
Todos celebraban el donaire de la azofarada, cuando para encarecer el primor de una cosa buena se dice
que no es para todos; y por la misma razón, siendo
para todos, es bodegón y olla de mondongo. Guarde su
dos los siglos, desde la*ntigüedad mas remota; boy ¿qué libro, que yo quieto cosa que sea para pocos, porque
sou nuestros periódicos , por ventura'/ La forma diferen las tales son muchos menos los que la saben hacer.»
te, ana misma la esencia.
El don Blas (que asi se llamaba el que le trujo) re
Fío corrió de molde la Perinola hasta que hubo de in
cluirla en el tomo i de su Semanario erudito don An plicó, dando un sopapo con el libro en el bufetillo, y
tonio Valladares de Sotomayor, año de 1788; pero tan tapándome á mí el saca, y enterrándome en volumen :
diferente de su original, refundida con ignorancia tan «Acertó vuesamerced como si le hubiera leído; ahí
supina, tan perifraseada y amplificada , que no la conoce tienen el Libro
la madre que la parió. En parte ninguna he visto manus Para todos, del doctor
crito parecido al que sirvió de basa para esta impresión, Juan Pérez de Montalban,
ni antiguo ni moderno. que el nombre es verso y copla. » — «Eso, dijo la pe-
Con más acierto la publicó don Antonio Sancha en 1794, lijudas, ¿es uno que fué muchos años retacillo de
valiéndose de apreciable copia , aunque sin purificarla,
ni fijar el texto con el escrupuloso cotejo que be hecho Lope de Vega, quede cercenaduras desús comedias
jo de trece códices, cuyas más importantes diferencias
señalo al pié de mi edición oportunamente. Ojosdcrua: negros á causa de ser entonces este el color del tra
Don Vicente Castelló en 1843 reprodujo la de Vallada je de calle. Tiene por de camino, en consecuencia, i las pupilas
res, salva alguna adiciónenla fie poca monta y algunos azules, verdes ó meladas.
más errores. El doctor Juan Pera de Montalban nació en Madrid ano de
1602; estudio ct*n aprovechamiento en Alcalá, graduándose en ü-
Con presencia de estos tres ejemplares, y real y verda I losofla y teología ; fué presbítero á los 23 anos , y entrí á poco en
dera de los siguientes manuscritos, va concordado mi ¡ la congregación de san Pedro, de sacerdotes naturales de Madrid.
testo ; cuyas variantes determiuau las iniciales respec En 1619 comenzó á escribir para el teatro. Lastímesele de tal ma
tivas: nera la cabeza con su afición i la lectura , que llegó i perder el
A. Uno contemporáneo, muy apreciable, de que es juicio, viviendo cerca de un atlo en el estado mis infeliz. Murió,
dueño el ya citado señor Estébanez Calderón. con general sentimiento, á 25 de junio de 1638,y fué sepultadoen
B. Otro, muy conforme á él y antiguo, de la Real Aca la parroquia de San Miguel. Ciento setenta y seis poetas lo llora
ron , y de sus composiciones formó ramillete el licenciado don Pe
demia déla Historia. (Adiciones á la biblioteca de Salazar, dro Grande de Tena, con título de Lágrimas panegíricas * la tem
número 35, folio 324.) prana muerte del gran poeta y teólogo insigne , doctor Juan Peres
C. Otro incompleto y de amanuense desaliñado, que de Montalban, clérigo presbítero y notario de la santa Inquisición;
gnanlala Biblioteca Nacional: M, 7, folio 17. De cuy o es Madrid, Imprenta del Ileino, 1639. Discípulo y amigo del fénix de
tablecimiento son también los ocho que van á continua los ingenios, ha de reconocerse como uno de ios más aprecíables
ción: dramáticos del siglo xvn , por más que sea desigual, desatinado
D. Copia de excelente original, hecha en el segundo ter casi siempre, gongorino con frecuencia , y extravagante. Sin em
bargo, i veces sorprenden en sus poemas rasgos tan valientes,
cio del sigloxvn:M, 123. caracteres tan bien delineados, situaciones tan ingeniosas, que
E. Otra de 1679: H, 49, folio ni. es fuerza ver en ellos la dirección atinada y el sabio consejo de
F. Traslado de este propio tiempo, no desprecia un maestro como Lope de Vega. Sobre cincuenta comedias su
ble: H, 43. yas han llegado ú nosotros, siendo treinta y seis las que tenía
G. Otro de escaso mérito en el mismo legajo. escritas cuando compuso el Para todos. Varias, i más de las in
H. En la colección de Fajardo, de 1721, lomo n, M.277 cluidas en este libro, forman dos lomos que se imprimieron en
/• Q, 244. Madrid y Alcalá, año de 1639. Sus demás obras son el poema he
K. T, 155, letra del siglo anterior. roico de Orfeo,en lengua castellana, Madrid, 1624; las novelas,
impresas aqui también el propio atio; y tres después, la Vida y
L. Ce, 59, folio 7. Purgatorio de san Patricio. En 163G sacó á luz la Fama postuma*
II. Otra del siglo pasado, en la biblioteca del duque de la vida y muerte del doctor frey Lope Félix de Vega Carpió. Qoi-
Osuna. vzoo, al censurar el Para todos, se fué como cuervo á la carne
N. Colección de varios opúsculos , no impresos , de muerta ; critico apasionado é injusto que no quiso reparar en lo
Jcevedo. Códice que me franqueó mi difunto amigo el mucho bueno que á vueltas de mucho malo tiene el libro.
señor don Antonio López de Córdoba , y existe hoy en la Pelijudas. Si es limpieza remudar vocablos, no se descuida
academia de la Historia, de que fué miembro aquel dis nuestro autor en nombrar con variedad á la doncellila bermeja.
Como esta , dicen , era la color del pelo de Judas, el apodo no
tinguido y celoso diplomático. puede estar mejor formado.
Sigo en la impresión el orden de texto, notas y varian-
Ut. adoptado en los discursos precedentes.
S. ojot de rita, venidos (A.B. D. I. S ) — ... riza (£. I
Notas. Aufarada llama i la bermejnela , por el color amarillo 5. y coa gracia (.4. B. D.)
10. mondongo de esquina. Guarde (0. S.) — mondongo? Guárdete SU
leí azófar ó latón , metal artificial que se hace mezclando cobre y libro. Repito que el que yo baya tte celebrar y aplaudir quiero sea para
alamina. pocos; y por esta misma razón y siendo para todos, es preciso sea obra
de baratillo, papel de ciego y libróle de tendajo., (O. V.)
11. quiero que sea para pocos; y por la misma ratón siendo para lo
S. la empuntara da tu cod tejas ¡ (S.) dos, es bodegón porque loa tales son muchos menos loa que la saben
nacer. El doctor Bla»(S.)
•. celebraron ID. S.)
a*, sopapo en bufetillo (B. S.)
azafranada, (0. /. $,)
10. tEie dijo la peliaguda, [Id.)— „ otrt moiuela castiza , (O. V.)
Q-ii.
30
í66 OBIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
se sustentaba, hasta que dio en escribir media con ' palabras que aun le arrastraran á Aristóteles. De ma
limpio (poeta de la calle de los Negros), juntándose nera que este no es libro , sino coche de Alcalá ¿ Ma
con otros para hacer pasos á escote? ¿un estudiantino drid, donde se embutan y van juntos, dándose hombre
de encaje de lechuza, hijo de un librero de Alcalá ?» con hombro, una vieja, una niña, y la buscona , y 4
«Ese propio, respondió don Blas. Y por hacerse tratante, y el corchete, y la alcahueta y el capigorra
copia de Lope de Vega, se ordenó ; y sin duda presto con el fraile.
se echará elfrey, por no quitarle pizca. Hízose doc »EI Doctor es azúcar de retama , donde son más la
tor por equivocarse con Mescua, y está graduado por pajas, los palos, las moscas muertas, la basura y el es-
el mérito del camino; y por no echar más dinero á tiércolque lo dulce. El pobre en lo que escribe parece
mal, no trujo graduada la muía de alquiler. A este hombre que pelea de tejado, que tira cuanto se topa
pues llaman Hominicaco, por lo chico y por los hur con la furia : el vidrio quebratíb, los cascos de la olla,
tos, porque se averiguó que aniñó una comedia entera las calzas viejas, el estropajo y la urraca muerta. ¡ Pues
áVillaizan; y el primero testigo mayorde toda excepción ver las márgenes verbeneando de autores , que pare
fié loque había escrito antes y lo que escribió después. cen propiamente márgenes de laguna, donde se jno-
Y ahora para enmendado y ostentar suficiencia , ha he ta la ortiga y el romero y la juncia y la adelfa ! Allí se
cho este libro, que intitula Para todos : en él hay no ve junto á Séueca con Barbadillo, Roa con Flulara,
velas, autos sacramentales, sátiras, declaración de la
misa, comedias, instrucción de predicadores, alma Monto Jerónimo de Salas Barbadillo, ingenio sazonadísimo al
naques, reportónos, lunarios, amores y cuestiones tura! de Madrid, publicó sns poesías en 1616; dio al teatro arfa
teólogas; junta los santos á los bergantes ; cita bati rías comedias , y escribió novelas con suma novedad y gracia , «s»
dos los idiotas y los filósofos, los chaconerosy los pa salieron a luí desde 1613 a 1655; en cuyo año, ó a fines del «*
rior, hubo de fallecer miser?ble y pobremente, como había vivida.
dres de-la Iglesia; alaba al autor de la Naqueracuza, Hónrale Felipe IV con el titulo de criado de su casa ; Ceroeies,
como al de' la Iliada ó Eneida; celebra al autor délos Lope, Montalban, Valdivielso, Bocingel y otros machos pr*tl'iJ-
tórligus, mórligos, tirigimorlos, chinchirrimallos, tu- ronle grandes elogios. Su comedia del Galán tramposo y pobrt a
noiable por lo cómico y chistoso del dialogo , y por las eicelrrü;
rigurigallos, mucho masque al del Pimandro, y con redondillas que la esmaltan. No son de menos momento s¿> (*■
tremeses de La Ventosa, El Caballero bailarín. El Prado it it-
Media con limpio decíase en las casas de pósala, el ajuste de dtid, y El Padrote y las hijazas. En la novela de Den Etfr* ii
sola media cama por la noche, i conilicion de tener por compañero Noche, impresa en Madrid, ano ríe 16i3, se halla la si fíifíüf car
uno limpio de liña , sarna ó cualquier molestia contagiosa. En la ta, que muchos han atribuido sin razón i Qosvido, J Bsescsi»-
comedia de Entre bobos anda eljuego, de Rojas, dice Cabellera: ponen dirigida, creo que infundadamente ,
A las dos de la noche, "que ya han dado,
lie mi media con limpio me has sacado; %Al doctor Montalban, habiéndole silbado una eemetti.
Y discurrir no puedo
Donde agora me llevas. aMortales somos todos los hombres, y asi los poetas «Vasca ta
mo los maridos pacienles están sujetos a silbos. Si la eoaeínQ'i
Poeta de la calle de los Negros. En ella vivian los abastecedo muchas tramoyas, y se ejecutaron mal por culpa del artiSce.if <e
res de los ciegos, en miserables posadas. silbaron, que no al poela; no juzgue vuesamerced a despeen» ha
El doctor don Antonio ¡lira de Mescua , caballero hijodalgo, y berla silbado , sino á que se holgaron tanto todo» en ella, «.teta
arcediano de la catedral de Guadix , su patria , retiróse a ella des hicieron el mismo tratamiento que 4 los toros. qoe es la fisuaui
pués de haber sido capellán de honor de Felipe 111 y Felipe IV y celebrada en España). ¡Quién le dijera 4 vuesamerced caá»*»»
de la capilla real de Granuda. Estuvo antes en Ñapóles con el escribía con tanta confianza, que habla de ser usa de lasceavíiu
virey conde de Lémos, de olicial de su secretaria en 1610. Insig de toril , muriendo desjarrciada enire sílbalos, tenores y u>W
ne poeta cómico y lírico, supo con nuevas galas y encantos her Aseguróle que tuve por mal agüero el ver para las tramoyas usa
mosear su lengua y la de las musas; y por junio de 1611 fantaseaba tabla junta ; porque me pareció disposición de tablados , y que se
todavía los autos sacramentales para las Restas del Corpus de Ma podia disculpar el vulgo, si lo conviniese en llesla de lucos Ha!
drid, con gran estimación de doclos é indoctos. aconsejado fué vuesamerced en llevar 4 ella música de chirrias,
Hominicaco , pusilánime y de mala caladura. Juega con las dos -sabiendo que con ella se hace siempre la sefialen la plan toas»*
últimas silabas, descomponiendo la palabra para aludir al célebre tocan al desjarrete. Cuando yo vi meter aquel caballo velo» p-n
ladrón del Lacio que mala Hércules. echar el resto, temí que habia de pasar la comedia un de cíip r>
Don Jerónimo de Villauan y Carcis, natural de Madrid, letrado (como le sucedió), que ni fué vista ni oída. Las mujeres farros u
famoso, escribid Ires comedías ; de las cuales, Ofender con lot /)- j primeras que empezaron 1 silbar; provocados deltas, disparír-a
nems, no parece sino que explica con el titulo cuánto se dio por | los mosqueteros toda la mosquetería; de modo que la ci-n^-».
agraviado de los elogios de Montalban. , ya como toro murió entre silbos, ya como soldado valiente i Ba
De las coplas de la Naqueracuza, estrenas y aguinaldos del poe quetazos. Sedición fué de todo el pueblo, de quien fueron las ag
ta de los picaros, que llenó el mundo de disparates y locuras , he iera capitanes ; consuélese vuesamerced , pues que en este «¡>-
dicho ya no poco en mi tomo i , plg. 370 y siguientes. tin las que son pies de la república se hicieron eabeza. 8*1
El autor del Htmandro es Mercurio Trisinegislo, USO de los guarde a vuesamerced, el juicio digo, que no tanda; que tri
mas grandes teólogos de la antigüedad pagana. pues de semejante suceso, os lo que corre mayor peligro. .
Licenciado Gabriel de ««a—Compuso algunas comedias y pa
stas sueltas. Monlalban le incluye en su Memoria de los ose cítn-
ben comedias en Castilla; y le cita en su üisowjo del ma>Us c*
referencia i cierto elogio del marqués de Velada en Oran, al sur
t. Mccebic f.4.)
5 iKie propio ei el autor de eile soquete con letras, (0. V.) gen de un párrafo donde dice que «Marte inuuye, de las anr>,«-
8. Motcua ; i por no echar (5.) bre los azores, basilisco», salamandras, escorpiones, btutnsr
to K ene pues llaman Uominicaeo, (O. V.)
demás aves de rapiña.»
41. te le averi|íuil tS.)
15. enmendarlo y honestar (B.)
■uauacleocia (B. S.)
19 reportarlos, amores (A.) 1. que lo arrastraran (A.)
SO. sanios ion los [B. S.)
II. lot Ululólos, los ehocarrerot (D. O. S. V.) I. lino un coche (S )
S. donde se juntan y embuten (/rf.)
li. Njiiueraeuia, (.4 /.)— Naluraleía (L ) 1. nina, labuicone, un traíante, ol corcheta , la akahncu j «►
1». lurittimorloi... iliimliirimallos, luri^uríinallni, (S.)
15 mas que al de Primatio , j ello con palabra! que le arromaran gorrón. Y ea alücar(/d.)
<S. Silícea y Barbadlllo, J Rol (í.)
ú Aristóteles, con ser un iragador do embrollos ; (O. V.)
PERINOLA. 467
jrreño con santo Tomás, Lnquillas con Aviccna ; Be- hebreo ; mas esto le perdono porque lo merece el in
i vente, diciendo á Quintiüano que se liaga allá á pu- genio del Doctor, que también es dolor y creo que son
s matracas, que no cabe y no le deja apuros burun- deudos. Con todo eso, le hace un agravio : que da el
ingorros, móngorros.chóngorros, lugar para inedia principado en los autos á Valdivielso; y como que to
¡clamacioti. Este no es loco, que es poco, es una casa do lo ha escrito bien el Godinez, ha salido en algunos
í locos ; porque ha hecho un libro podrido, como olla, autos mucho, y es más señalado por los autos que todos.
ate<ládoIe de cuantas legumbres, bazofias, cachiva- «Escribe la creación del mundo, y declara la obra
les, tronchos y chucherías ha hallado por las plazas de los siete días; lo cierto es que para dar buenos días
tiendas de aceite y vinagre , tabernas y despensas. Y no se han de dar los que él escribe : porque ha sido
i más gracioso es, que los autores citados están en las tal, que todo lo que Dios hizo en siete días, y vio que
íárgenps como vendidos, sin saberqué hacen allí; por- era bueno, él en siete días lo ha querido destruir y mos
ne los de historia están en lo que ha trasladado de los trar que era malo. ¿En qué alforja de pobre se verán
lmanaques, y los teólogos en los que escribe de güer juntas tales cosas como en cada dia destos se Icen?
as, y los filósofos en la teología ; y es tal el baturrillo Todos los hizo martes y aciagos ; parece propiamente
e citas perpetuas, que se echa de ver por letor de mo- el entremés del Hablador y una vaya de mozos de
o, que el autor no hizo sino trasladar la memoria muías y segadores.
e todos los libros que ha vendido su padre, y sollado «Pues ¿á quién no quiebra el corazón velle decir
horretadas dellos á trochemoche por aquellas márge- que el mejor pontífice es el Papa, y el mayor rey el de
es, caiga donde cayere. Cita á Godinez, y no á san Be-
ito; y no le cita delante de Dios, sino con la misma
onderacion que pudiera al gran Filón judío ó á León dios de su patria para que el César les conservase ciertos privi
legios que gozaban desde los reyes Tolemeos. Siguió la secta de
los fariseos ; pero no es cierto que profesase la religión cristiana. A
Licenciado Baltasar Porteño.—Natural de la ciudad de Cuenca,
veinte y ocho suben las obras de que bay noticia escribió sobre la
:ura párroco de las villas de Sacedon y Coreóles , escribió Los di
escritura, filosofía, moral y bellas letras, cuya mayor parte se ha
rías y hacho* del rey Felipe II; obra muy apreciable por sus cu- perdid ■>.
i'gus noticias. Tradujo en octavas y comentó los Oráculos de las
León Hebreo.—Conócese con este reaombrcal rabiJchudahben
toce Sibilas , que dio a la estampa en Cuenca, aflo de 1621.
Izrhaq Abarbanel, que habiendo nacido en Lisboa, residió en Cas
Lacas de la Peño. —Medico , i lo que se i 1 1 11 e re de las dos citas tilla basta que fueron expulsados de ella los judíos año de 1192.
rae de é\ hace Montalban en el Discurso del sábado, y del dicho
Volvió á su patria , de allí pasó á Ñapóles y Genova, ejerciendo la
le Qcetepo. No le mencionan , ni don Nicolás Antonio, ni los mo
filosofía moral y la medicina, con universal aplauso. Compuso en
lernos historiadores de la medicina española, don Antonio Heñían
le! Norejon y don Anastasio Chinchilla. latin los Diálogos de amor, traducidos hoy á todas las lenguas , J
El licenciado Luis Quiñones de Benavenle, natural de la imperial celebrados siempre.
[olido, fué por su gracejo y donaire, por su agudeza y llorido in y creo que so» deudos.—Repetidamente echa en rostro Qüeveoo
genio, el roas hermoso adorno y gala de nuestro antiguo teatro, i Montalban en la Perinola ser de familia de conversos.
con sus incomparables loas, bailes y entremeses. En todos ha) El maestro José de Valdivielso, capellán mozárabe de la primada
purlo coman un gran pensamiento filosófico; lo artificioso del con- | de Toledo, y de honor del infante cardenal don Fernando de Austria,
texto es admirable, los caracteres delineados con prodigiosa ver unió la bondad de corazón á la robustez de ingenio. Tuvo pronta
dad; y las sales y rasgos más felircs de Cervantes y QoEVEno, de siempre la pluma en elogio de sus contemporáneos, yá su examen y
Lope y Góngora, y de los clásicos antiguos abrillantan el diálogo, i aprobación pasjba el Consejo de Castillo casi todas las obras de
Atenloá sus enfermedades, ó distraído de sus cuidados, retiró amena literatura. Di' limpias costumbres y dulce trato, mereció
del teatro la pluma en 1613, y le dejó huertano y tristc.no habien con justicia la estimación general. En su poema de Son José hay
do otra qne pudiera snplirtan festivos desenfados. Dehíó algunas cantos, como el de la anunciación á los pastores, de lo mejorque
itonciones a don Mario Mastrillo Deliran, residente de la arrhidu- tiene l.i castellana lengua. A borbollones brota la poesía en su
íorsa Claudia de Mediéis en la corte de Espada ; y á él por tanto Romancero espiritual, donde no sé qué admirar más, si la since
¡even dedicados sus mayores donaires, juntos por don Manuel ridad, sencillez y pureza de ánimo, si la gala y novedad con que
tntonio de Vargas ¿ impresos aflo de 1645, con titulo de Jocose trata los más delicados misterios de nuestra santa religión. Salas
ria, burlas teros, 6 reprehensión moral y festiva de ¡os desúrde Barbadillo dice que esle ingenio fue el primero y el que mejor
les públicos. compuso los Autos sacramentales cu España. Parécemc ociosa y
Kurtmcltírorrosmongorros.—Húrtese Qcevepo, con su sal y pi ridicula la cuestión de primacía entre Valdivielso, Godinez y Mira
lienta , de lasmuletillas vacias de sentido con que Benavenle ade de Mescua.
eiaba las coplas de sus bailes á imitación délos ditirambos grie El doctor Felipe Godinez , natural de Sevilla, eclesiástico, teó
¡os; estribillos de que gusta el vulgo en sus canciones todavía, y logo y predicador insigne, era aun joven cuando Cervantes le elo
lúe el entremesista variaba prodigiosamente en sus versos, á este gió en su Viaje del Parnaso (1614\ entre los primeros ingenies que
nodo: allí nombra. Poeta dramático fecundo, grave y sentencioso, incli
No le deis cordelejo, silbando nóse al género místico , mostrándose en él fácil y correcto versifi
A quien de pensallo temblánrioos está; cador. En noviembre de 1641 dijo la oración fúnebre del aprecia-
Zmrlt , pirili , nariiti, tiritando. ble historiador de Madrid, Jerónimo de Quintana.
turnia, que la vida me da. El entremés del Hablador ¿ será el de los Habladores de Miguel
Filón judia, natural de Alejandría, de raza sacerdotal é ilustre de Cervantes, incluido en la Parte sétima de las comedias de Lope
■oília , fué de sus contemporáneos el más docto en los dogmas de Vega? Hay anónimo uno de La habladora y casamentero , im
Ir Pitagoras y Platón. Muy viejo hizo el viaje de Romo en tiempo preso en colección, año de 1640, que empieza: «Yo, mi señora, soy
le Caligula y hacia el alio 40 de Jesucristo, diputado por los ju- casamentero.» En otra colección de 1613 se halla el de Las habla
doras de Luis Quiñones de Benavenle, cuyo principio es: .Ven,
Lorenza, á la puerta nos sentemos.» Todos están compuestos con
4 bungorros, ehdugorroi, mdngorros, (S.) anterioridad á la Perinola.
i loco, que es una cosa (A.) El mejor pontífice.— F.n el dia sétimo de la semana trae Montal
I. y aeetUdole de cuantas (Id.) ban un discurso que se llama Lo mejor de lo mejor, dividido en
9 vinagre. T lo mas (S.) cien conclusiones.
II. margenes tendidos, sin saber qué hacer (Id.)
•í. historia están en los almanaques {Id.)
13. «n lo que escribe de guerras, (Id.)
14. el vatiilillo de cilas que hay por peras, que (F. L.,
15. ciua por perras, (A. E.)— ... por perros (L¡— ... por porras, (S.) I. meresce lu Ingenio del Dolor, que también Dotor (A.)
letor de mono, que el tal autor (A.)—letor de mono, que el autor (S.) 4. en los autos 4 Valdivieso; romo (S.)
19. y no al Benito; (S.l— - al Benedictino ; (0. V.) 9. han lido Ules... hito Dios (Id.)
468 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
España; y trinchar el refrancico, «de los pescados el cual, es que en el dia cuarto, folio 155, página intra
mero, de las carnes el carnero, de las aves la perdiz», tando de las yerbas que curan lus malelicios, cau
en tres tarazones, y hacer del tres capítulos? Dic?. (ra cionándolas, acaba con estas palabras: «el hipérico»,)
ra cosa y recóndita) que el oro es el mejor metal , que el azufre, y otras yerbas.» Yo no sé qué hortelano a
el Paraíso es el mejor de los jardines, que el león es el los infiernos consultó, que le dijo que el azufres
mejor de los animales, y aquí rucia de poetas d<¡\ Ago yerba; y luego cita el poema de Santiago elVerdy.
nal de Pellicer, solo para que se lean muchas letricas á Rodiginio y Plinio : concertáme esos aiuíres y ea'
mayúsculas. Dice que de los sepulcros es el mejor el de verdes. .
Cristo : ¡qué de estudio le debió de costar esta conclu «Pues no le fué mejor á nuestro dotor en la dec
sión! Do los trajes dice que es el mus majestuoso el cion de la misa, pues en el folio 72, plana 2.',
que está labrado todo de oro. Y para ver en qué rum con inescrutable ignorancia : «El levantar los o
bo de la casa de los locos tiene este autor la cabeza, no cielo es una imitación de Cristo , cuya persona re
hay mus que ver que, tratando de los mares, dice que senta el sacerdote ; pues es cierto que quien Ijs
el mayor es el Mediterráneo; y para aderezarlo dice vantó para resucitará Lázaro, también los IcTídUÍ
que al Mediterráneo llaman el mar grande. Pues la ca para convertir el pan y el vino en su cuerpo y sana
zuela que bate de vientos, juntando los nombres de la Que este buen dotor, que dice que borra (y se «
marinería océana con la mediterránea, los griegos con borra, porque no se ve sino borra y más borra'
los latinos, y con estos los de los gañanes, no es po borrase esto, no me espanto; mas que los que le
sible creerla. Dice que de las horas del dia la más ven barón, en cosa tan importante no supiesen que!
turosa es la de la media noche , porque en ella nació el se habia de decir que los levantaría, sino afina
Salvador; y luego dice que de los meses el más cele mente que los levantó en la institución del Sd¡
brado es el de marzo, y acógese á Moisen y á los he Sacramento, es lo que se debe admirar; y esl
breos, cuya festividad fué sombra y cesó; podiendo autor que lo dice cada dia, y no lo entendió ene*
por la misma razón de la mejor hora, decir que es el gundo dia, que lia sido nublado como los demás. I
más celebrado en el que nació el mismo Salvador. diera Valdivielso horrar esto, y fuera de mejora»
«Aparte, en la conclusión de los amores (en que escrehir una aprobación muy estudiada detipí
nombra un varraco antiguo y un moderno entre algu quis, tan graciosamente como decir estas paüfer"
na gente honrada), prefiriendo á todos el amor de Ja su aprobación : «Y el doctor Montalban, tm k
cob y Raquel , cita á Felipe de Godincz, y le llama ex barazo bienhechor en beneficio común, «¡¡sí
celentísimo predicador y teólogo ;' y siendo cosa del da á todos; cláusula de las oraciones de Ate»!
Testamento Viejo no cita á otro autor. miremos por la honra de Alceo, que él no llctnll
»Eu la conclusión 24 dice nuestro dolor, que de los cir « haciéndose de todas las cosas para todos'.c
santos es el mayor san Juan Baplista, porque Dios le diferentesluces.de sí mismo lo dijo el sagrado día
llama el mayor entre los nacidos; y el dolor muestra en las gentes. Caro le cuesta al buen Valdivielsoel
esto que no sabe leer, porque el texto sagrado no dice á Montanbanco, el citarle y darle margen dei[»
Ínter natos mulierum majar est Joannes , antes dice, y si él viera que está citado con los propios rq
nonestmajor, «ninguno mayor;» yes grandeladiferen-
cia ; porque el que es mayor no admite igual, y el que muchachos ya las almas pandas y maleantes. Seguíale Sfl
de quien hablaremos en la aprobación de Qt tuno i l)! •
no hay otro mayor que él , puede tener muchos igua festivas de Lope. A otro apodaban Pollo Crudo, r «W
les. El autores pretendiente de Antecristo, por los lo brado, juntamente con Binorre, por el tenia de los itiff»8
cutorios á ratos ; ama mucho y sabe poco. Yo le perdo guna de sus comedias, y dos veces en el présenle opaa*
de ellas en unión de Jigorro, tontiloco también.
no, y afirmo que estas conclusiones son hermanas de Lo dice cada dia, en el sacrificio de la misa.
habilidad como de leche de las profecías de Pedro La aprobación de Valdivielso no se baila en las reiaiíresai
Grullo. Para todos que he visto, inclusa la de Huesca de 1KU.
Alceo de Mililené, contemporáneo de Safo, iavealée!"
«Mas lo que hará perecer de risa al propio don Pas- caico; declamó contra los tiranos Periandro y Pitaco "
ello le quitó la vida, seis siglos antes de la era crisui
Fitsta Agonal. — Pellicer junW en ella poesías de diferentes In Montanbanco—Juega Queveoo con el nombre de »
genios discurriendo sobre un mismo asunto , i modo de certamen. modo que eacite en ellecior ya la idea de galeote, pw <*■
Don faecuatel de la Corle y Binorre fué uno de ios varios lo rados estos al duro banco del remo; ya la de igaom»-'."1
cos célebres por aquel tiempo en Madrid, que servían de solaz á los el banco término de comparación hablando de esiapi*^
diculas obras. i' s'lTa «™ »«.,« Mtot* . I ato. . Tovar. «onc.d. S„d.v... I.
dos apellidos liltimos, y todos estos volúmenes (A. D_B l. L.)
(I Tropo olotón Diacoterio PMlocoponc, ; Mi- Tropo íh>'« £*
,«o n/o«po»«;(«.)-Troo« joto» diacolmc rHUocoP<,na. !>»>
i. escrelitr, (A.) Zutaellupiraparl, nviclopen.el; (C.) - Tropiooo con, !>«.,*£
S. tercia parte (S.)
8. demos de la tiendo, (C. S.) — ... de la tinta, y los entretenimiento! foglJn.mco-Un-vo PHUocopane. . en latín (F.,- Tropo rot>. >
de la» lila»; (AT. 1. 0. V )— ... de la tienta y los atrevimientos de las hijas; «lerfo/üo«p»«;(ír. V.)-»iacole»io PkUopotanes ; (F.)
(B. /.)— ... y los entrelenlmieotoa de las sillas; (0.) 16. poema heroico de Juan Cla»ljo,(S) ■._,__. ilI
il. obras rarísimas y estupendas (S.)- ... y que el doctor bodoque no 10. sin ton ni sin son. A la.eüora Dona Rugen!» de Conifera. 1.1 >
tuvo noticia de ellas , pues ni una nombra en su desalmado índi
C. D. F.)
ce. (O. Y.)
PERINOLA. 477
debe nuestra España los sonetos de treinta y cinco ver tensio le cercena la oración que hizo en verso y prosa
sos sin cola, le quitó lo más admirable de sus obras, en Salamanca á la majestad de Filipo III, y está im
como es la Vida del caballero sin escarpines; La en presa; y gran suma de poemas divinos y humanos,
diablada detrás de b Chimenea; y una Oración muy escritos divinamente.
devota contra los duendes. »AI padre Juan Velez Zabala, oráculo destos siglos,
»A la señora doña Eugenia de Contreras le quita el aunque le nombra , le calla el Comento sobre los pro
comento que hizo sobre Iremos cantando las tres ána fetas menores.
des , madre; y el Ansi me lo quiero. »A Juan Pablo Mártir Rizo le calla la Vida de Séneca,
»AI reverendísimo don Tomás Tamayo de Vargas le la Defensa contra el contagio en las calumnias de
quita la Pegadomea y el Argentum farcimini , tradu Flándes, la Vida de Mecenas, el JVcríe de Principes,
cido después in Vinculis Coronae. todas impresas; y también la Vida del Duqw.de Virón,
»No nombra en su libro al padre Esteban de Villa- de que debia acordarse el Doctor por la comedia que
verde, de los clérigos menores, doctísimo varón y insig hizo deste libro.
ne predicador y natural de Madrid, que lia escrito un li- »A don Francisco de Quevedo le usurpa el libro que
broadmirabteque intitulaba Sermonespara todoel año. llama Polilla de las repúblicas, y la Historia del año
»AI muy docto y muy elegante padre maestro Hor- de 31.
desaguadero sus disparates? ¿Provino su nombre de haberse El padre don Juan Vela Zarala.—Nació en Madrid, año de 1590,
tragado algún empollado huevo, como aquel italiano que dio ori hijo de Juan Velez y de dona María de Zavala. Tomó el habito de
gen al refrán de tarde piache? los clérigos menores en su patria. Fué varón ilustre en letras y
Doña Eugenia de Contreras. — Según Montalban, fué religiosa vida religiosa; doctísimo teólogo, uno de los primeros maes
francisca en el convento de SantaJuana de la Cruz, próximo á Cu tros de su orden ; dos veces provincial de ella , predicador del rey
bas. Sapo la lengua latina , hito versos en la castellana con mu d on Felipe IV y de la reina doña Isabel de uorbon. Electo obispo de
cho acierto , y escribid en prosa con perfección por tener un inge Ariadneen Italia, y de Guadalajara de Indias, no fué confirmado
nio prontísimo para todo. Álvaret ¡faena, diligente biógrafo de por Urbano VIII; pero del sucesor de este pontífice, obtuvo la
los bijos ilustres de Madrid, no hace mención de esta señora.— En mitra de Zamora, cuya diócesis rigió hasta su muerte, acaecida en
las noias al Cuento de cuentos ya se b( dicbo lo bastante acerca 25 de enero de 1646, con general sentimiento , qne el Rey mani
(¡el cantar cilio vulgar: festó, diciendo al recibir la noticia : «¡ Murió mi predicador!»—No
Tres ánades, madre, consta que diese i luz obra alguna.
Pasan por aquí: Comento sobre tos profetas menores , en otro manuscrito sobre
Mal penan á mi. los poetas menores. Dejémonos de explicar la enfermiza intención
Din tomi» Tamayo de Vargas.— Cronista general de Castilla y del satiríco.
de las Indias, doctoral de la santa iglesia de Toledo, consejero de El licenciado Juan Pablo Mártir Rizo, prestltero, biznieto del
las Ordenes y de la Suprema, teólogo, lengiiisla, historiógrafo y famoso Pedro Mártir de Angleria (del consejo del emperador Car
elegante versificador, nació en Madrid el día 8 de enero de 1589. los V , embajador á la república de Venecia y al soldán de Egipto),
Fueron sus obras mas en número que sus años. Murió cuatro me fui natural de Madrid. Vivió en Cuenca largos afios, dirigiendo la
ses antes de cumplir los cincuenta y tres , el 2 de setiembre de educación del hijo segundo de los marqueses de Cafiete, y en ob
161». sequio suyo escribió la Historia de esta ciudad , impresa en la cor
La Pegadomea.—Argentum farcimini.—Vinculis Coronae.—Tres te aíio de 1629. Allí, cuatro antes, habia dado á la estampa La
fantásticos libros con que al cronista pretende echarle en rostro vida de Elio Seyano, La muerte de Enrico IV y ¿a prosperidad in
haber estado enfermo de malos males; hecho remedios de los que feliz de Felipa de Catánea, versiones las tres de obras del cronis
pudieran aplicarse á las hinchazones de las cabullerías; y sufrido ta de Francia Pedro Mateo. Entonces , en 1625, compuso y dio 1 la
por tales escarceos el sonrojo de verse en la cárcel de la Corona, estampa su Historia de la vida de L. A. Séneca, y al afio siguiente
que asi llaman la de los clérigos. Indisculpable demasía del satí la de Hecénas, y también el Xorle de principes. Dio al público,
rico fué llevar la censura (si hubo motivo para ello) á la vida pri en Valencia, 1627, sn Historia de las guerras de Flándes, jen
vada de persona muy respetable ; y todavía mayor exceso en quien Málaga, 1628, una Defensa de Quevedo contra Morovelli. Las pren
tuvo, cual humano, su tejado de vidrio. sas de Barcelona sacaron i Inz un alio después la Historia del du
El padre Esteban deVillaverde.— Matritense, originario de Viz que deüiron. Dejó inéditas las odio Décadas ocíanos de su bisa
caya , se crió desde la edad de siete afios en la casa real de sus buelo, traducidas; un tratado de las Casas solariegas de Espaia,
majestades don Felipe II y don Felipe III, que le mandó dar es La Filióla , y nna Censura de ¡a Jerusalen de Lope. Este dijo en el
tudios basta que vistió el habito de los clérigos menores. Fué pre Laurel de Afolo:
dicador insigne, celebrado por Lope de Vega en el Laurel de Apo
En el retrato de Juan Pablo Rizo
lo. Escribió tres tomos en folio de sermones, bajo el titulo de Mira la imagen del dorado Febo.
Yiridario Sacro, 6 Discursos ¡¡orales, en cuya dedicatoria á Feli
pe IV da estas noticias. El padre ingirió su apellido en el titulo Don Fhascisco de Quevedo se atribuye falsamente dos libros con
dei sermonario ; rasgo de mal gusto que recuerdo en la Sossia doble sentido : 1.*, La polilla de las repúblicas , llamando asi los
perseguida, de Juan Bautista de Sosa ; en el Sol solo y para todos, hombres que encizañan los reinos, persiguen y roen los escritos de
de don Esteban de Pujara/ (1657); y en El Jovial cristiano, de un los sabios, y se desvelan por el descrédito de afamados y estudio
tal Jove il7j3j. sos, aludiendo á Montalban; y 2.", la Historia del año de 31, que no
Sermones para todo el aSo.—En otros manuscritos se lee el pi es otra que la de los pasos que dio este buen' notario del Santo
cante chiste de Ser manual para lodo el mundo. Oficio, y todo lo que hubo de afanarse para que la Inquisición
Acerca del maestro fray Hortensia Filix ¡aravicino y Arteaga, prohibiese, como lo hizo, casi todas las obras del señor de Juan
dataos noticia más adelante , en el Epistolario , alio de 1624. Abad , impresas y manuscritas hasta aquel afio.
9. A It reverendisima Tamayo dt Vargas (C.)— Al mu; revenado dolor B. elgloe , le calle (A.) — elglae, aunque le nombra la calla lai obras
Tamayo (».) siguientes: La vida dé Séneca, la Defensa contra (O. V.)
Vargas, la Pegadomla y el Argentin (UrcediUU, (A. 0.\— ... la Pe- 6. sobre los poetas menores. (C.)
ilacmia, el Aroumentum furcedllle. (D )— ... Pedagomia y el ArgenUn 4». acordarse por la comedia (A.) — ... que puso en este mismo libro
fureedtli, tF.y—... Pegadomea y el Argumento ¡arcUUle, (A*.)—Pegado- menos el co. /' )
mi*. No nombra {B )—... la l'mgtdomea y el arruínenlo farrile, de tradu i4. Al señor don Francisco de Quevedo y Villegas (con todo este res
cido ¿espute te Vinculis Ctinone IV.)— ... Pegadoria y el Arargentum peto me nombró el maldito y ceruuron üou Blas), que hasta ahora no
¡areetUe, L.) ha dicho sobre mi largo escrutinio, ni esta buca es inia, tal ves porque
13. ir. mulo Ser manual para todo el mundo. (C.) conoceri la raxon con que he hablado del doctor Monlalban y de so
año, y otro que llamo Viaje que d la gran corta de la gloría hace libro, le uiurpó la Polla de tas repúblicas , y la historia del año de 37;
el alma santa, abra estupendísima 4 inimitable. [0. V.¡ de cuyas obrai diría alguna alabaucilla a no estar su merced presen
<•■ podra fray Hortensia la cercena {A.) te. io. r.)
473 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
»AI señor Gregorio López Madera calla muy doctos y digo que si vuesamerced toma mi consejo, con ejecu
severos escritos en derecho admirados de los juris tar en su libro, con el todo que tiene, el saca y el pos
consultos, eruditísimos tratados impresos, la obra y el deja, quedará que no haya masque pedir. Deje
grande de La Concepción de nuestra Señora, y mu vuesamerced de alabarse de muy honrado y muy mo
chas homilías de grande dotrina y sutileza. desto; y deje de alabar la librería ; y deje la botica; y
»A1 licenciado don Pedro de la Barrera, secretario deje de encarecer sus sonetQ?; y deje la Escritura Sa
que fué del obispo de Oviedo, no le nombra, siendo grada ; y deje la teología, y deje "las malicias; y deje las
gran teólogo, gran predicador y gran humanista, y ha novelas para Cervantes ; y las comedias á Lope, á Luis
biendo escrito singulares tratados llenos de erudición Velez, á don Pedro Calderón y á otros; los dias á lase-
y enseñanza. mana ; y la semana al Tasso, al Passer y al Bartás; y
»A Manuel Ponce le quita un discurso que intitula deje el almanak al almanak. Y saque de su libro las
Crisol de la lengua castellana, un libro Del Genio ; y tres novelas, las tres comedias, los dos autos, el ín
otro, comentando algunos lugares difíciles de Virgilio. dice, la semana, las conclusiones ; saque los discursos
nPero después se desquita, añadiendo obras á otros historíales, militares y astrológicos; saque la taracea
que ni se han visto ni se han oido. De manera que es de sonetos y romances encajados sin propósito. Y por
abominable por lo que añade, por lo que quita, por el pon, ponga las cotas infinitas de las márgenes, en
lo que dice, por lo que calla.» casa de un armero.
— «Cierre esa boca, dijeron los oyentes, y no nos Y con esto, el libro, sin nada, será Para todos; y yo
rompa la cabeza; solo nos diga á qué precio se vende se lo aconsejo, pues nos toca á todos : que yo , peri
ese pelmazo de libro. » El las respondió : «A diez rea nola, tengo también mi todo en el rollo, como cada
les.» Dijo labermejuela: «Pues múdele el título, y no hijo de vecino.
le llame sino : Para el que le vende, diez reales. Más Doctor, adiós : y advierta á mis letras, aplicadas á
quiero perderlos en el todo de la perinola que emplear quien él es con toda verdaJ :
los en ese todos; vayase con ese esportón de nece S. P. D. T.
dades.» Y diciendo y haciendo, le pusieron en la calle. Soy Poeta De Tienda.
Hasta ajui, señor Doctor, es chisme de lo que pasó
con aquel maldito y aquellas damas. Ahora entro yo, El licenciado '.¡bruno Oh Doctor, tn Para todn
Dicen que por varios modos Entre el engrudo y la cola,
que por el todos, me toca á mí su libro y su título; y Hizo un libro Para todos. Es juego de perinola
No siendo Para ninguno. Digno de otros mil apoJü
El tenor Gregorio López Madera. — Madrideño, hijo del insigne Al principio es importuno, Pues en él de varios nadas
doctor Gregorio López Madera , primer médico de Carlos V. A los A la postre os almanaque, Para idiotas y gabacho»
Baturrillo y badulaque. Mezclas berzas con gaija&s.
diez y ocho años lo era en leyes por la universidad de Valen Y así suplico al poeta Quítale el saca y el bou
cia; después catedrático de la misma facultad en Alcalá, y ;i i .iiie en el libro no me meta, Y el deja, y será peón
los veinte oidor de la audiencia de la contratación de Sevilla. Des Y si me metió me saque. Para todos los muchachos.
empeña sucesivamente los cargos de fiscal de la chancillerla de
Granada , corregidor de Toledo, alcalde de Corte , otros elevados
en la judicatura, el de consejero de Castilla, y obtuvo por últi
mo habito de Santiago. Murió en Madrid pocos afios después del
de 1640, habiendo publicado varias obras de jurisprudencia y de his Cuillermo Salustio de Borlas, llamado asi por tra territorio ea
toria ; las Excelencias de san Juan Bautista , el Tratado de ¡a Con Armagnac, sirvió con su espada y con su musa al majno Enrice
cepción (1658), y algunas poesías sueltas. Alvarez Baena dice con de Francia. Kué calvinista, y murió de cuarenta y seis años en el
yerro manifiesto, deslumhrado por una mala copia déla Perinola, de 1590. Su libro de Comentarios sobre la semana de la eresdet,
que compuso también (por hornillas) comedias hoy desconocidas. incorrecto, lleno de imágenes repugnantes, y todo él en estilo
Don Pedro de la Barrera.—Censura Qdevido á Montalban por impropio, débil y bajo, tuvo tal boga, que en poco más de cinco
no haberle nombrado en su catalogo ; pero el censor habla de me años logró sobre treinta ediciones.
moria. Véase, si no (en la edición de Huesca de 1635, y en la de Sevi Perinola es i según la Beal Academia Española) opiececita pe
lla de 1756, que tengo a mano) el número 275 del índice, que dice queña de madera ú otra materia, que tiene cuatro caras iguales y
asi: 'Pon Pedro de la Barrera, de ingenio agudo y curioso, com remata en punta. Por arriba es plana , teniendo en medio nn pa
positor de extremados versos, y dotado de ingenio particular para lito delgado, el cual se toma con dos dedos; y torciéndola caá
disponer y trazar una comedia.»— Alvarez Baena , tantas veces ci ellos , baila el tiempo que le dura el impulso. En las cuatro caras
tado, olvida á este ó estos sujetos, si hubo dos de un mismo hay en cada una una letra , que son S, P, D y T. La S sijrniifa
nombre. saca; la P, pon; la D.deja ; y la T, todo. Sirve para el juejo «V
Manuel Pence.—En 1622 concurrid a la justa poética de la cano este nombre ; de suerte que el que echa la perinola , si al acabar
nización de san Isidro , escribiendo un soneto que no fué premia de bailar le cae arriba la letra S, saca un tanto de los que estit
do. Por entonces compuso el Discurso á las fiestas que se hicieron puestos; y si le cae la letra T, lo lleva todo; pero si le cáela letra P
de los cinco santos , san Isidro , san Ignacio de Logóla , san Fran pone otro tanto, y si le cae la letra D, deja, y no gana ni pierde-
cisco Javier , santa Teresa y san Felipe Neri. Don Nicolás An
tonio le atribuye también el Cris/a/(¿Crisol?i de la lengua caste 10. ponga tal coses infinitas en las ($.)— ... tai cotias (O.)
llana y los Comentos de algunos lugares de Virgilio. El colector 10. te le aconsejo, (A.)
del Semanario erudito publicó en su tomo primero, como obra de toca a todos.
Ob doctor, to Para lodos...
este l'once , una Oración fúnebre en la muerte de don Rodrigo Cal para lodos tos muebacboa.
derón , que Alvarez Baena sospecha con fundamento sea la misma To Perinola tengo también (£.)
que Nicolás Antonio atribuye a Manuel de Ocampo. SO. Y yo perlnolero tengo (C.)
11. vecino, no puedo callarlo ; ni menos de despedirme, dtcleaata
con ella : Doctor metralla, adiós ; y adviene bien en mis letra*, qoe es-
8. grande humanista, y habitado singulares (A.) tan aplicadas a quien ares con toda verdad : Perioola Soy De Tien
It uii libro de Ingenio (D.) da. Fin. (0. 1'.)
18. Ciérrele en (A.) SS. verdad: Perinola Soy Poeta de Tienda. Fin. (A. B.K. O.)— ...ir:.
fl. vermeja: (Id.) (£".)— ... Al libro de Para todos de Montalban. Décima :
JB. perderlo! i lacras de la Perinola (C.) El licenciado lebruno. (A.)
I*, eiporton de uovedadol.i (A )— ese todo de necedades.» (C.) —verdad : El Perinola y Poeta De Tienda. (O ) - ... Perinola. (F )— „ Pe
lí. pmierou de palas en la calla, (i.) rinola Soy, Doctor Tandero, (5.)— ... Perinola Soy De Tienda. ¡ K.)
F1HDIU PENSÓLA.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS
EN LIBROS AJENOS.
Cuando á la voz de Buen repúblico volví ¡i sa autor una república. Porque si de buenos ciudadanos será la
los ojos, reparé si (á prueba de su opinión) Pitúgoras mus perfecta, modelo es el que saca á luz para gober
nos daba otro discípulo, cuyo espíritu pregonase ha narse el más desconcertado. En que no merece menos
ber oído en la escuela de su doctrina; que, á ser ver gloria por la traza de su compostura, que por atraer
dadera su sentencia, no dudara volvía Platón á darnos con entretenimientos á la enseñanza de su perfección;
de su República otro plato por mano de Agustín de esmaltando el oro de sus documentos con la diversidad
Roj.is; pues como deseoso de verificar lo que liabia de otras lecturas, para agradar con sus visos á los que
aprobado, mostraba en sus escritos venir a mejorarse l.legaren á mirarlas. Pues al volver de la hoja de lo que
en este tiempo. Mas sin recurrir al pasado (buscan en su nacimiento le señalan los astros , se ve el asiento
do en su liceo otro Valerio, lámblico, Sócrates ó Aris de su vida, y en ella la nobleza que descubre. Para que
tóteles, que por memoria informasen el cuerpo de tan de boy más, si Madrid se preciare de tal hijo, Smirna,
cabal repúblico), Rojas nos muestra en el presente Rodos, Colofón, Salatnin, Cos, Argos, Atenas, como
haberse aventajado á los antiguos, descubriendo la pru por otro Homero, litiguen sobre tener en su ciudad tan
dencia de su ingenio en las cosas de que adornarse rithe buen repúblico.
(o) Fué escrita amos del 11 de marzo de 1611, esla que nuestro presa en la hoja oncena del libro cjíédló á luz en Salamanca por
eritiu llama eficaz alabanza recldrica (Caria ypiloí,; y se Te im- aquellos dias, con tiinlo de El buen república, Aguslin de Ro
jas , regocijado farsante, escritor ingenioso y autor del Viaje en
6. dí-flsulo Mplrltu «Ejemplar de 1CI1J tretenido. El elogio de Queveoo aparece con las erratas que señalo
n, voltli plaion ¡II ) al pié.
4*. (turado en «u liceo {Id*)
Con tal estudio y diligencia ha desembarazado vue- marión á que haya abreviado la vida de aquel monarca,
snmerced de la prolijidad de los volúmenes la historia que codician eterna las comodidades de todos los si
de Filipe II, que le estamos agradecidos con toda esti- glos : el estudio se ha logrado cou la elección del me-
#
(4) Carta del afiode lfiii. la pintura, mientras que Lorenzo alcanzó merecido aplauso con su
Hallase impresa a la vuelta de la hoja coarta del epitome que se Historia de don Juan de Austria; el Elogio panegírico á son Juan
d tita I a don Filipe el Prudente, segundo desle nombre, rey de tai evangelista, y las Excelencias de los nombres de Jesús y Haria.
.'¿P'iTÍas y Piueeo-Mundo. Compuso una Historia del Brasil y una Apología a la política de
Su amor don Lorcnso van ier Hammen y León , hijo de Juan (na- Dios, de don Francisco de Qoevedo, que se han perdido; y lo
iral de Bruselas, arenero del Uey, pintor de flores) y de Dorotea atribuye con yerro don Nicolás Antonio la Cosa de los locos de
¡liman , nació en Madrid a 10 de agosto de 1589. Fué gran bu- amor.
lanista ; sirvió de secretario al arzobispo de Granada don fray Su epítome á la vida de Felipe II (publicado por vez primera
edro González de Mendoza , desde 1610 a 1616, y entonces oblu- en Madrid, alio de 1625, y reimpreso en I632| tiró al blanco de des
) la vicaria de Jubiles, en la Alpujarra, amén de otros heneó virtuar la que Pedro Mateo, elocuente cronista de los revés de
os eclesiásticos. Subid al sacerdocio a 21 de julio de 1625, lo Francia , escribió con artificioso lenguaje y envidioso estilo , cnt-
ando la capellanía mayor de la venerable congregación de San dando mas de la erudición y elegancia que de la verdad, por com
■1ro en 1630, y una prebenda en la capilla de los Reyes Calóli- placer al ofendido Antonio Pérez. Por ello entre los libros históri
s de Granada, el alio de 1633; aun la disfrutaba en 1653, y qui cos de aquel siglo ocupa un lu¡;ar muy ¡miiortanle la obra del vi
en 1664. cario de Jubiles.
Hermano suyo fué Juan van der Hammen, i quien hizo famoso
480 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS,
jor hombre, del más prudente príncipe, del más atina se arrojan á hablar por sí, y por todo un tnnndo pasa
do seso que examinaron la prosperidad y grandeza, el do que refieren. Más nos da vuesamerced en loquen,»
odio y la envidia, con el ocio sospechoso de la paz y la excusa, que otros en lo que nos añaden. Vuesamerc*;,
confusión de la guerra. docto, fidedigno y modesto, deja vivir su vida al prino-
Admírame el juicio con que vuesamerced hace tra pe, y quiere que se lea lo que fué, no lo que quiere qs
table la noticia deste rey , grande en todos los dotes crean, ó loque quisiera que hubiera sido, sin achacó
dignos de su corona, descansándola de los discursos le discursos soñados; y enseña el camino de aliviar j
forasteros, con que otros escritores son más abultados memorias de los reyes. Para los estudiosos nada reu
que doctos. Las acciones suyas nacieron en todo suceso al ejemplo, mucho excusa á la prolijidad; sin dw-
con ponderación ; su talento, retirado y combatido de lar defensa forzosa i la invidiade los extranjeros, q«
inquietudes domésticas, y sitiado de desabrimientos han querido deslucir en parte el esplendor de todas la
de la edad, valia por ejércitos; era su semblante eje edades para gloria nuestra. Bienaventurado morara,
cutivo, y su silencio elocuente, y su paz belicosa. ¥ sucesor del César ; padre de Filipo III, glorioso sew
así sus motivos, referidos razonan por sí sin la pre nuestro que pasó á mejor vida ; abuelo de FilípeHj
sunción délos historiadores, atreviéndose á proporcio nuestro señor, que viva muchos y bienaventúrala
nar ambición de entendimiento, sujeto al retiramiento años, para que esta suma que vuesamerced da á luz H
ae los discursos soberanos, que no sin majestad están antecesor , sea ensayo para grande historia de sm»
remontados y detenidos en su secreto y su grandeza. clarecidas acciones. Guarde nuestro Señor ároea
Habla en esto el obispo de Cominge con severidad pro merced, etc.
vechosa, no bien acondicionada para los conmistas que
Pedro Mateo, historiador francés, cuyos escritos de su lengua á la nuestra sin agravio, antes tu
tienen estimación y alabanza, hombre elocuente sin diligencia, el traductor.
ambición, de juicio más lozano que igual, que ni disi En dos partes Pedro Mateo no pudo vencemí
mula el amor á su patria, ni se desembaraza del abor donar la caluma á los reyes de Aragón, á que
recimiento con los extranjeros, escribió historia gran ce con su margen Juan Pablo; y en otra, escri!
de, en partes menos legal que bien razonada. Y der el desafio del rey Carlos y Pedro, con tanta lien
ramando la pluma por los sucesos de los principes, descortesía, que agravia menos al rey de Aragón f
escribió la vida de Elio Seyano ( que pasó á nuestra la verdad , y cara á cara escribe contra ella. Ya
habla, de la versión italiana, Vicencio Squarzafigo), y biendo visto este libro, propuse no responderá1 P¡
aunque no la dio entera, hasido sabrosa letura ; hacien Maleo; que quien niega lo que sabe, y contradice lo oj
do mucho de su parte con nuestra malicia , leer la mi ve, y desmiente á todos, menos hará en noreóroi
seria de la felicidad ajena, á quien no han podido de que hizo en desatinarse. Escribiré la historia de FeB
fender de la envidia tantos siglos. Y con titulo de La de Catanea con toda certeza y diligencia, para qne.bi
prosperidad infeliz, acompañó el Seyano con la vida de informados los que atienden á tales esludios, leitjl
Felipa de Catanea (que Juan Pablo Mártir Rizo ha traído noticia sin mancha. Entretenido en corregirla ya*
á nuestro idioma, del original francés), acontecimiento «icaria, he aguardado que sea vulgar la que contri
bien digno de memoria, para escarmiento y enseñanza go, para que todos puedan ser jueces, y mi nacioii
de los mal advertidos. deba, si no la defensa, el primer sentimiento.
En el Seyano, Pedro Mateo fué adestrado de Come- Desteautor dio don Lorenzo van der llamen ilnstoáal
lío Tácito, antes le tradujo ; y como para la catanesa los que él llamó Pedazos de historia : modestia es**!
le faltó este caudal que allí sobrescribió con su nombre, que los escolios más compiten el texto que le aiíS* j
la diferencia se lee en cada renglón, y los advertimien fían. Y con la relación de la muerte de Enrico IVf*
tos carecen de aquella fuerza y agudeza que nunca aca también traduce de francés Juan Pablo Mártir, t«
barán de alabar los atentos. Mácele falta este esfuerzo mos en castellano lo que ha escrito Pedro Mato, I
de Cornelio para no ser igual al Seyano , mas no para imitación , por sí solo, por amistad y por dolor; y
dejar de ser obra grande y muy excelente, y que pasa debe aguardar con alborozo La muerte lamenté'^
grande Enrico, así la llama él en francés, porque «
(a) Bosquejado l principios de 1611, en que salid i luz la Histo tro las fuerzas del ingenio, del reconocimiento y *
ria de la prosperidad infeliz de Felipa de Catanea; escrita en fran piedad; obra grande, y de que se deberán alabanm
cos por Pedro Maleo, conmista del Rey Cristianísimo; y en caste que nos la da , sin echar menos el estilo en í
llano , por Juan Pablo Mártir Rizo. A don francisca de Calata-
yud, secretario de tu majestad. Año 162o, con licencia, en Madrid, nació.
por üieio flamenco. Hallase i la hoja sena.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 481
Fuit Julianus Imperator multiformi eruditionis su- et purpuram, quae sunt Imperii insignia ipsi prae-
pellectile instructus, et cultioris litteraturae eonsul- bens. At licet ejusmodi sigtiis cusa Juliani numisma-
tissimus, et in Musarum sacris jugiter operabatur. Jm- ta minimé reperiri licuerit: hissimillima reperiuntur,
peratoriam majestalemnon solum armis munitam, sed nimirum Juliani vultum cum inscriptione Serapidis,
etlegibus decora tam esse decet: proh dolor! Impera cuiásinistrisinhaereteffigieslsidis,quibusimaginibus
tor noster lege divina aliquando fuit decoratus ; sed apud Aegyptios Sol, atque Luna repraesentari solebat.
postea seductus legum multiludine, et usus animara, Hucusque Sozomenus. Medullitus, ut ait Plautus, ama-
et Imperium amisit Tam dives est summi Dei unitas et bat Solis numen, lumen, ac nomen; et de ipso majori
veri tas, utin hac re pluralitassit inopia. At Julianus to- reverenlia loquitur, quám de reliquis Diis. In epístola
tum deorum vulgus,etLarium plebemresti'tueredecre- ad Máximum Philosophum, quam scripsit in Gallia,
vit ; et ut viam aperiret perditioni, de Rege Sale tam ele- haec verba scripsit :
gans encomium scripsit, splendore suo obscurare cona- Ic;ü) Zeu;, ?c;tú ^¡ar^hoe, , ffiú A8J¡va ;
batur patris luminum diem. Sed non erat Ule lux, ipse
Juppiter et testis, tetlis magma Sol, tettis Minerva.
Filius erat lux vera, quae illuminat omnem hominem
venientem in Imnc mundum. Solé, et splendore idola- Magnum vocat non Jovem, non Minervam, sed So
Iriae tenebras restilucre nitebatur; sed frustra liominum lem. Et ut omnes gentes in suum errorem praecipitrs
raaütia ausu profano aeternae mentis numen violare traheret, noverat quantum potest apud imperitum vul-
nitilur. ultra virium nostrarum ictus divina Majestas gus Principis exemplum. In eadem epístola bis verbis
sedet aeternumque sedebit, immobilis etincomprelien- de se loquitur: üeos publicé, et palam colimus, et
sibilis,etimmensurabilis. Scripsit igiturJulianuslibel- totus meus exercitus pietatcm amat. Nos aperté boves
lum de Rege Solé, adhoc utmirabilihujuscrealuraepul- immolamus, Diis gratias egimus mullís Hecatombis.
cliritudine deceptae populorum mentes, etoculorum Regumdignitatem Solitribuerecon licet, necberbis,
persuasione seductae, truncos et saxa, et nomina vana nec lapidibus : majorem auctorem agnoscunt, et irra-
limerent, materiam vatum falsique película mundi. Eó tionalia quaeque, vanitas vanitatum, ait Ecclesiastes,
quoqueaudaciaeprorupit, ut adversus sacrosanctum et omnia vanitas. Numeral postea Solis labores : «ori tur
noslrae redemptionis vexillum praeceps ferretur; de- Sol, et occidit , et ad locum suum reverlitur ; » verba
dilqueoperam utin publicis irnaginibusjuxta ipsum sunt Concionatoris. At divino Cbristi ore, Sol non Rex,
Juppiter depingeretur, velut é coelo apparens coronara sed servuscoruscans, etflammeus minister speciosus
appellatur; qui oriri facit Solem suum super bonos et
(»> Advertencia escrita en 1625. malos. Et ideó Regius Vates cecinit: A Solis ortu usque
Precede a la versión latina del Panegírico al sol, que el empe ad occasum laudabile nomen Domini ; non Solis sed
rador Joliano Apóstata compaso, cuando pretendía ¡frenética ce-
gnrdad! oscurecer con pulidos encomios dirigidos al re; de los Domini ipsius Solis. A Rege Propbeta servus Domini
astros, la viva y eterna luz del Redentor del mundo. appellatur Sol,ab Imperatore autem Apostata Rex. Ideó
Kn la lengua de Cicerón trasladó aquel rasgo de ingeniosa, pero Permanete in fidefundati et st ahiles, el immobiles á
descaminada oratoria, el valenciano Vicente Mariner, y a la pági
na 547 de todas sus obras, impresas enTornay, año tic 1633, co spe Evangeiii quod audistis : Paulus Culos, i cap.
mienzan las presentes lineas de Quevedo.
( i) Al final de la noventa intitulada Don Raimundo elEntremelt- cas. Imitó en la tal novela el Buscón de Quevedo , por lo que mu
o, que, anónima y sin data, se imprimió en Alcalá de Henares chos la atribuyen a este; pero del Para todos de Montalban il63-2)
or Antonio Duplastre , yo creo que en 1627. y de la Bibliotkeca nova de don Nicolás Antonio , consta evidencia
Su autor fué, sin disputa ninguna, don Diego de Tovar y Val do el verdadera dueño. Sin embargo, por un manuscrito déla Bi
en- 'nía, jurisconsulto y poeta cómico y lírico. Nació por acét blioteca Nacional (H, 43), se ve que Tovar envió i dos Fmscisco
ente en Valladolid, cuando estuvo allí la corte; vistió el habito su libro, y que el señor de Juan Abad lo selló con estas breves
c Santiago, y dio a la estampa en 1645 unas Instituciones polili- lineas.
QrU. 31
482 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
te anuncian la incurable y peligrosa enfermedad de rados en otro, te representarán horror y aborrecimien
este miserable hombre, que acabas de oir. No te per to más vivamente que examinados en tí mismo, donde
suado á que arredres de tu inclinación semejante ins el amor propio te los confunde con las virtudes mis
tituto de vida, con más eficaces razones que las que parecidas á ellos. Dios te guarde. — El buen enten
habías hallado en lo que has leido ; que los vicios mi dedor.
A LOS QUE LEYEREN, A LOS QUE VAN, A LOS QUE ENVÍAN. — DON FRAN-
CISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS, CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO Y SEÑOR DE LA TURBE
DE JUAN ABAD, (o)
Grpnde es el cuidado con que asiste España á los via don Manuel Sarmiento de Mendoza, animó su celo;
jes de las (Iotas que van á traernos, en el oro y la pla persuadió su doctrina, para escribir esta (llamémo-U
ta, aquella miseria honrosa que se llama riqueza, aquel así) arte de navegar predicadores; donde enseña lo-
metal que alimenta las demasías, que viste las culpas; rumbos que deben seguir los que llevan á esotn
muy preciado, no solo de que olvida los hombres de mundo la palabra de Dios : con tanta evidencia, qm
Dios, sino de solo dios para los hombres ; comunero de ann no pueden desentenderse delta la codicia ni ii
los sentidos y motin de la paz del corazón, inducidos maña; con tanta doctrina y varia y sagrada erup
de codicias extranjeras, que nos le truecan á disparates ción, que ensena á Dios con sus palabras, sinmewi-
viles y culpables, y nos dejan burlados y pobres. Gran gar autoridad profana de las buenas letras que \t¡o-
de es, por el consiguiente, el descuido del buen apresto bran; con tal elegancia , que en ninguna dim'i *
de la flota espiritual de los viajes del Evangelio. Los aparta el deleite del provecho. El que leyere es!í J<-
sucesos acusan esto tnás vivamente que mis razones; bro por informarse, logrará de paso bien aegcraA
pues vemos que los que van á llevar la paz de Jesucris conocimiento de los varones de Dios, y tendn^
to á lus idólatras se dividen en disensiones y guerras, constantes de los que hacen tienda de la doclri»!
y unos son estorbo á los otros y escándalo á las gentes. ponen precio á la salud de las almas. Él que 'íai
Doce hombres desnudos y solos, apartados en dife capaz de motivos de ministro en tales peregrinacio
rentes provincias, llenaron el mundo de la fe verdadera nes, tendrá un breve maestro en pocas hojas, conta
y católica; y tanta multitud hoy aun tienen dudosa la tos nortes como letras. Y los príncipes y ministros!
asistencia en el Oriente y en el, Occidente. Y esta po consejeros, si le estudiaren y le obedecieren, un sesn-
breza y desmedro del aprovechamiento tiene su raíz ro de sus órdenes, una medicina poderosa de enferme
en los que envían, primero que en los que van ; y gran dades tan aborrecibles á- Dios. Y si no le atenfen
parte adolesoe de los medios y disposición en estas mi con tal celo, un proceso de sus desórdenes y un fiscal
siones apostólicas, que hoy logran con el martirio los impreso en el postrero tribunal de las vidas y deto
méritos de muchas almas de nuestras religiones, como almas.
se ve. Mas el logro de los idólatras no es tan copioso Y á los unos y á los otros digo, de parte de la jus
como se debia esperar. ticia de Dios, que en tanto que no se mirare por ti
Esta consideración congojó el ánimo del maestro patrimonio de su preciosa sangre (que se píenle por
su culpa en aquellos bárbaros), que el oro y la plata ^
aquellas tierras no ha de servir de otra cosa que *
(a) Ocupa tres hojas, desde la sexta del libro: Muela evanfé- comprarnos afrentas y pérdidas y enemigos ; y qlie*
lico, para contrastar la idolatría de los gentiles, conquistar almas,
derribar la humana prudencia , desterrar ¡a avaricia de los minis poder de riqueza hemos de ser pobres de todo, [»fíl!
tros. De don Manuel Sarmiento de Mendoza , maestro y publico pro- sea nuestro verdugo nuestra ambición, y los te»*
;essor de ¡a S. Teología, y dos veces redor de la universidad di arrebatados se infamen con nuestra desolacioa [*■
Salamanca, canónigo magistral de la santa iglesia de Sevilla ; Ma
drid , por Juan Gonialez, 1628. nuestras culpas.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 433
Llamar panegírico esta venganza docta de los despre don en lo que elige. La sentencia es viva y frecuente,
cios de lu muerte (siempre descortés á la habitación del los afectos eficaces y debidos; pues sin digresiones fo-
alma), en la autora deste escrito es modestia ; y será rasterasdeja vivir su vida al Príncipe. Llámale piado
religión debida á los milagros de su pluma, afirmar que so con bien considerada providencia (epíteto con quo
resucita el principe que escribe , pues nace á nueva se contentó la inmortalidad de aquel héroe que resca
vida del parto deste ingenio : cuidado se conoce del tó del fuego los dioses y su padre), virtud entre las «tras
cielo en disponer autora prodigiosa á tan admirables coronada, toda real y digna de cetro, epílogo de las
virtudes. ¡Qué vano estaba el retiramiento del túmulo obligaciones santas de los príncipes ; y en el nuestro
con aquellas cenizas queatcsoró avariento, cuando este (á quien llama santo , anticipadamente al precepto no
estilo, poderoso á contrastar lo irrevocable de los di al mérito ) fué la piedad tarea de su celo, halago de su
funtos, las fabricó de nuevo en vidaexempta de som justicia, y paz de su semblante. Conoció el precio que
bras y de lutos! la puso san Pedro Crisúlogo en el sermón octavo del
De tres vidas que ha participado el muy alto y muy Ayuno y la limosna.
poderoso monarca don Filipe III, nuestro señor, la Dedicó la obra á su eternidad; esto pudo excusar,
que debió á sus padres fué mortal por la condición ; la pues la eternidad siempre se dedica á tales trabajos.
que á sus grandes virtudes dispuso la muerte, es eter No quiso la autora quitar esta prerogativa á su mo
na por su fin ; y la que esta pluma poderosa (con feli destia, cuando pródiga de eternidad su pluma, reci
cidad) le añade, puede con razón despreciar la dura be de sí la que da. — Nació este glorioso rey tercer
ción de la primera, y sin reprehensión osar competir la infante, para ser tercero Filipe, y fué precio de la
segunda, pues es memoria del justo, y el Espíritu San sucesión suya, vida de dos hermanos. Vivió recono
to dice que será eterna. Todas las naciones se ocupa ciendo á Dios nuestro Señor lo costoso deste paso,
ron por deuda en admiración y alabanza deste santo abierto por las entrañas de su mejor sangre; y desqui
rey; faltaba que lo imitasen entrambos sexos, y hoy tó á los reinos estas pérdidas tan maravillosamente,
doña Ana de Castro desempeña el suyo y excede el que fué heredero costoso, y no caro. Pasó á mejor
nuestro, dejándonos tan reconocidos como puede en vida lleno de temores meritor-ios y de esperanzas'bien-
vidiosos, cuando excusamos el serlo pos no desconso aventuradas. Fué hijo de Filipe II (aquí empezó su
lar más el vencimiento con el delito. grandeza), fué padre de don Filipe IV, nuestro señor
El volumen es descansado, el estilo pulido con (aquí se colmaron y crecieron sus esclarecidos bla
estudio dichoso, las palabras sin bastardía mendigada sones), y en las grandes virtudes de. tal hijo se dis
de otras lenguas , que en algunos cuadernos, por bla culpó de mortal con sus reinos. Dejónos, sí, mas de
smar noticia, desaliñan la nota, y cuando más presu jónos sucesor y infantes, que no nos dejan que muerto
men de joyas, mejor se confiesan manchas. Tan docto le contemos por difunto. Mereció, así lo entiendo,
escrúpulo ba tenido en lo que deja, como cuerda elec- eterno descanso. Mereció, así lo deseamos, eterno he
redero. Mereció eterna memoria : tal es la que se leerá
en esta apacible brevedad de renglones, en este dilata
(«A En Ii foja 29 vadla del folleto que se nombra Eternidad del
rey don Tüipe III, nuestro señor, el Piadoso; discurso ile su vida do discurso de advertencias.
y santas costumbres. Al serenísimo señor el Cardenal Infante, su Así lo juzga la miseria y desprecio de mi vida ; de
hijo. Por dona Ana de Castro Egas ; Madrid, por la viada de Alon jando lo importante y las ponderaciones de mejor lu
so Martin , 1629. cimiento, á los ingenios que los malos tratamientos de
Después de treinta y seis composiciones poéticas en elogio de
la autora, de los mis insignes vales espa&oles, aparece este proe- la suerte tuvieren desembarazados del padecer para el
oio de nos Fbascisco, discurrir.
Si de la manera que vuesamerced ha sido pródigo en nes en la virtud y los letras, cuidando con caridad des
alentar los varones que en su tiempo han sido insig- velada de preservar sus memorias y alargar la vida á
(*) A la quinta foja del precioso libro que se rotula Otras pro- de algunos psalmos y capítulos Ce Job : autor, el doctísimo y reve
pías y traducciones latinas , griegas y italianas; con la paráfrasis rendísimo padre fray Luis de León , de la gloriosa orden del gran-
434 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sus escritos, hubiera desembarazado su modestia de es turas, cuanto más sabrosas, de más peligro. Yo 0M1
crúpulos encogidos, en que detiene grandes tesoros de cí á su orden de vuesamerced y á mi deseo, defe
sus vigilias en entrambos Testamentos y en toda lec dolas al Conde-Duque, en cuya grandeza deben te
ción,—con mejor fruto se hubiera gastadoel papel estos amparo, y encuyo talento con eminencia puedtu k
años. Dejóme vuesamerced estas obras grandes en es llar cabal la estimación de su precio.
tas palabras doctas y estudiadas, para que sirviesen de Así me desempeño con el autor y con vuesamerce
antídoto , en público, á tanta inmensidad de escándalos á quién dé Dios larga vida con buena salud.
que se imprimen, donde la ociosidad estudia desenvol-
de doctor y patriarca tan Agustín.—Sacadas de la librería de do» vedo Villegas, caballera de la orden de Sanlago. Madrid, ií"
llcmet Sarmiento de Uendoia, conmigo déla magistral de la san ta del Reino, 1631 (16.*).
ta iglesia de Sesillo.— líalas i la impresión sos Fhax cisco de Q vi-
Por si hablan, excelentísimo Señor, las obras del re de la lengua ; porque la gente baja y ignoran!;
verendísimo fray Luis de León con mejor pluma y admira loque menos entiende.»
lengua que lo podrá hacer algún apasionado suyo. Son Dispuesto este discurso con tal autoridad, prepri
en nuestro idioma el singular ornamento y el mejor dré el texto del escándalo, que en la Poética <k Jts
blasón de la habla castellana; con inclinación tan se tóteles dice así : A¿£etú¡; o! ápe-rq; basta, porqueta
vera á los estudios varoniles, que aun en el desenfado más fe, empezar el texto de que es tal la versión: A
de las vigilias positivas y escolásticas, desto le sir clionis autem virtus , et perspicua sil, non ta
vieron los consonantes. Nos dio fácil y docta la filoso humilis ; quae igitur ex propriis nominibm cad
fía de las virtudes ; y dispuso tan apacibles á la memo bit , máxime perspicua erit ; humilis tama, em>
ria los tesoros de la verdad (que con logro del enten plum sit Cleophontis Slheneli. Quae poesis&rst-
dimiento ocupa su recordación) que, faltos deste decoro, randa, et omne plebejum excludens, quaffi"
embarazan escritos, ó vanos ó escandalosos. nis utitur vocabulis : peregrinum vocovariim»
En la parte primera, que es toda de intentos que eli guarum, translationem , extensionem, íamowi»;
gió la madurez de su seso, la dicción es grande, propia que á proprio alienum est ; «La virtud de li flwi
y hermosa, con facilidad; de tal casta, que ni se des ha de ser perspicua, no humilde : la que conste!
autoriza con lo vulgar, ni se hace peregrina con lo im nombres propios será perspicua; sea ejemplo &
propio. Todo su estilo con majestad estudiada es de humilde la poesía de Cleofonle y de Stenelc. Uf
cente á lo magnífico de la sentencia, que ni ambiciosa Ha es venerable y excluye todo lo que es pleito, •
se descubre fuera del cuerpo de la oración, ni tene usa de vocablos peregrinos ; peregrino llamo la i
brosa se esconde ; mejor diré, que se pierde en la con riedad de lenguas, translación, extensión, j I"*
fusión afectada de figuras, y en la inundación de pala que es ajeno de lo propio.» Este lugar del filósofo i
bras forasteras. La locución esclarecida hace tratables que descansaron en este punto la lección (temienJ*
los retiramientos de las ideas, y da luzá lo escondido larga jornada la de su desengaño, estando en olM
y ciego de los conceptos. Esto mandaron con imperio glon inmediato ) ha dado ocasión de errar, no M
los que escribieron artes de poesía, y escribieron desta escribir; son hombres que despiden el estudio es
suerte los que tienen el imperio de los poemas. Y en to gando á la cláusula que desean. Aclaman estos rea
das lenguas, aquellos solos merecieron aclamación uni hes por texto expreso, en disculpa de los barbirs
versal , que dieron luz á lo obscuro, y facilidad á lo di y solecismos que escriben , de que resulta la mi)
ficultoso; que obscurecer lo claro, es borrar, y no escri pocos pasos que dieran los ojos en el libro, leyera
bir; y quien habíalo que otros no entienden, primero desengaño en estas palabras consecutivas: l'"1*
confiesa que no entiende loque habla. Séneca, epís quis haec omnia simul congerat , vel o«i¡j*mí?
tola xXn, lib. 2 : Irridenda facundia , quae rem non vél barbarismum : aenigma quidem si Iranslat*
explicat, sed involvit; «Hase de menospreciar la facun barbarismum quidem si linguas; n Empero si if
dia que antes envuelvo la sentencia que la declara.» rebuja todas estas cosas juntas, ó hará enigma c»
Y si los que afectan esta noche en sus obras, quieren barismo: enigma, si amontona translaciones; nif«J
alabanza, pordecirtiene dificultad el escribirnudos cie mo, si lenguas.» Aquel vel que la versión pi&v*5
gos, ynoserinteligibles,—San Jerónimo ad Nepotianutn tóteles en el texto lo usurpa por et, f¡ aNi^A
los desnuda desta presunción cuando dice : Nihil lam PapSapiaaói;; y débese entender así. Pocoduróea
facilé, i/i/úm vilem plebic'úlam, et indoctam concionem rozo á los mezcladores de lenguas y translación"5'
linguae volubilitate decipere, quae quidquid non intel- porque no se dude qué es enigma en estos estilos
ligit plus miratur ; «No hay cosa tan fácil como enga propio Aristóteles prosiguiendo lo dice : A*'f|
ñar la indocta plática y la vil plebe con la taravilla forma ea erit oratio scilicet, quae ex minir* "
gruentibus ex se constet ; o Aquella seré la foco
(o) Eo la hoja nona del libro anterior. enigma queconstare de cosas menos congrueni»"
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 483
sí.» Hoc itaque per nominum eompositionem minimé alias laudatus, in stilo lasciviebat verhis affectatis et
ef/icipotest; per translationem vero potest : ut vidi igne, compositione insolenti frequenter indulgens. Auguslus
atque aerevirum viro inhaerenlem unum; «Y esto por contra , verbum insolens quasi scopulum fugiendum
Ja composición de los nombres no se puede hacer; pue essedicebat; «Mecenas, por otras virtudes varón muy
de hacerse por la translación desta manera: Vi con fue* celebrado, escribió con estilo lascivo y afectado, y se
go y metal, varón á varón encima uno. » Quiso decir dejaba llevar de la composición insolente. Al contra
el escritor enigmático: Vidivirum supervirocucurbi- rio Augusto, la palabra insolente, decia, se debía huir
tvkm aeneam interventu ignis applicantem; fué trans- como escollo.» Y refiere que solo cuando escribía á
Lición fuego por llama, y segunda translación metal Mecenas, por burlardél le escribía en aquel lenguaje
por cucúrbita , y tercera aglutinare, que es metáfora, ridículo; y refiere estas locuciones : Vale, mel gentium,
según la proporción. No me malquistaré con aplicar metuelle; ebur ex Helruria , láser Aretinum, adamas
esto, ni decir de qué estilo sea apodo ; desde el texto supernas, Tiberinum margaritum , Cilneorum ' sma-
del filósofo es fiscal la cláusula de muchos escritos. ragde,jaspis figulorum; esto más fué dar vaya á Mece
Hablar con vuestra excelencia en verificar este desca nas que fin á su carta. Y prosigue la nota : Ñec Tiberio
mino de la pluma, es la autoridad mayor, ya se ve ; más pepercit interdum recónditas et obsoletas voces aucu-
docta, ya se sabe : pues siempre haescrito tan fácil nues panti. Marcum Anlonium increpabat velut ea scriben-
tra lengua, y tan sin reprehensión como se ha leido en la tem, quae nomines mirentur potius quám intelligant ;
instrucción que vuestra excelencia dio al duque de Me «Ni perdonó á Tiberio, que á veces usaba de voces re
dina de las Torres, su hijo; tratado que juntamente le cónditas y por la antigüedad desechadas de lá conver
mostró buen padre y buen maestro ; discurso que ateso sación. Reprehendía á Marco Antonio, como á hombre
rarán las edades por venir, y que obedecerán en ellas los que escribía lo que admirasen los oyentes, y no lo que
qne en grandes lugares quisieren asegurar el acierto, y entendiesen.» Este lugar es sentencia contra los que
hacer bienquista la virtud eminente en la buena fortu escriben y los que los admiran porque no los entien
na. Escribió vuestra excelencia otra carta, que impri den, juntándole el lugar que cité de san Jerónimo,
mió el duque de Carpiñano, donde con las dudas en habla de la plebe, y dice : Quae quidquid non intelli-
sena, y con las preguntas reprehende los halagos que gitplusmiratur; «Que admira más lo que no entien
desecha; y pidiendo vuestra excelencia advertimientos de.» Y Augusto reprueba en Marco Antonio que es
pra la tolerancia de lo molesto en las audiencias, ense- cribe antes lo que admiran que lo que entienden. Cré
io al autor lo que debió escribir y lo que pudo excusar dito y respeto se debe al parecer de Augusto, y venera
sin afectación ni dificultades, enseñando juntamente á ción, cuando le apadrina en estaparte tan gran padre
escribir y á obrar. Ni ha mostrado vuestra excelencia de la Iglesia.
afición á otro estilo. Admitió con benignidad las obras Reprehendió estos escritores , como si hoy los le
úe Fernando de Herrera, tesoro de la cultura española, yera, Francisco A'ndreirii de Pístoya, cómico geloso,
siempre admirado de los buenos juicios. Prendas son en su libro, cuyo título es : Le Bravure del Capitán
tudasquealentaron este discurso para enriquecerse con Spavenlo, fól. 6o, pág. i : «/ó v'intendo voi alie volte
su nombre y asegurarse ; pues sale cobrando enemigos úsate certe parole che non sonó intese cosi da ogrí
k balde. uno; e fate come fanno certi componilori moderni, i
Pues lo que Aristóteles dice no es malicia mia; quali gonfiano gli scriti loro d'alcune parole fores-
menos cuando Demetrio Falereo, en el libro De tiere e composite, che la materia ch'esi trata no di
iocutione, parece que le traslada y le repite: Dictionem venta non volcado la predica del Piovano Arlotto, la
utem in hac figura orationis exquisitam, et immula- (¡uale non era intesa nt da lui, ne da chil'ascoltava;»
im, necnimis vulgaremoportetesse; tic enim ampli- «Hacéis como hacen ciertos poetas modernos, que hin
¡Aincm, et dignitalem habebit. Propria autem et chan sus escritos de algunas palabras forasteras y com
ntatadictio, dilucida quidem semper est; verum hoc puestas, que lo que escriben, sin querer se vuelve plá
mo fucilé contemnitur. Primum igitur transía! ionibus tica de Piovano Arlotto, que ni él la entendía ni los
¡í ultndum (hae enim, vel máxime et voluptatem , el que le oían.»
"^itudinemeonferuntorationibus); non tamen cre- Este modo de sentir, con suma elegancia se oye en el
ris, et frequentibus : alioquin dithirambos loco ora- donaire de nuestro Marcial, lib. x, epig. xxi:
onis scribemus : ñeque longé petitis, sed ex ipsa re , et Scritere te, quae vix inLlligal ipse Modestia ,
asimile sumptis; a Conviene que sea la dicción en Et vix Claranus; quid, rogo, Srxte,juvat?
¡ion lecíore luis opusest, sed Apelline, lilirú :
ti figura de oración, exquisita, inmutable, y no dema- Judice te major Cima Marone fuit.
idamente vulgar; asi tendrá amplitud y dignidad. Sic lúa laudentur : sané mea carmina, Sexle,
¡ro la dicción propia y usada , siempre es dilúcida, Grammalícis placean!, el sine grammaticit.
to por eso se desprecia fácilmente. Lo primero se ha ¿Qué aprovecha escribir lo que Modesto
i usar de translaciones, porque estas dan autoridad y Y Clarano entender podran apenas,
Supersticioso Sexto*
r á la oración, mas no han de ser frecuentes : de otra No han menester letor tas libros , solo
■ i tu , en* lugar de oración haremos ditirambos. Y Han menester por adivino a Apolo.
se han de buscar de cosas remotas, sino de las pro- Si lo juzga tu musa peregrina,
■ ". nus y semejantes.» No deja Demetrio disculpa á los Mejor poeta que Marón es Ciña.
Tal alabanza tus escritos gocen ;
e interpretan mal al filósofo; y es cierto que todos Pero mis versos, Sexto, jo deseo
orrecieron la afectada obscuridad .y los enigmas. Que sin gramaticales prevenciones
Grande ejemplo es el que trae Erasmo en las apoteg- Agraden a los más gramaticones.
is de los filósofos, trataudo de Augusto: Maecenas vir Y Estado, en el libro v de las Silvas (Epicedün in
486 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
patrem), hablando de los poetas, cuando trata de Lico Effugiendum est ab omni veroorum («f ita dicam)
fron , que fué quien en griego enseño; esta seta, dice vilitate; et sumendae voces á plebe summotae, vi jut
Carmina
escondrijos
Battiaiae
dellaltbrasque
ennegrecidolucophronis
Licofron. atri; Odi profanum tulgus, et arceo;
Las otras de Francisco de la Torre, que por tan leza y la arte negaron al suyo), doy al nombre de vues
tos años ha ocultado con malicia algún ingenio men tra excelencia; y es razón, que pues en aquel robo
digo (de los que, siendo 'hipócritas de estudios, padeció lo que no merecía, en esta protección ad
piden á la invidia y al trabajo ajeno lo que natura- quiera lo que más podía desear. Justo es que vuestra
(ji Obsequió nuestro autor, en el verano de 1629, al yerno del afectos. Milite en la escuela de Garcilaso, imitando, copiando y
faToriio de Felipe IV, dedicándole el precioso libro que se retula compitiendo el buen gusto de la antigüedad griega y romana , su
Obru del bachiller Francisco de la Torre , sacado á luz en Madrid, po sacar provecho de los viajes y marciales excursiones, para le
imprenta del Iteino, ano de 1631. vantar á su mayor altura las letras de su patria, trayéndole, al vol
Recuérdese lo que be dicho ya con ocasión de esta dedicatoria, ver, los sazonadísimos frutos de su aplicación é ingenio. De
a las plginas mu y 215 del tomo i. asiento en el suelo natal, obsequiado de los sabios maeslroscom-
En el último, juntas con las Musas de Qüeveoo, irán los exce plulenses y recibiendo incesantes aplausos de sus compatriotas,
lentes versos del mal llamado bachiller de la Torre. procedió con tal recato respecto de las circunstancias de su vida,
Ahora me apresuro a estampar algunas conjeturas y noticias, que nadie le pudo jamás oír la menor de ellas. Sus versos, y aun
para que fatigando en ellas los eruditos y bibliófilos completen la su memoria tal vez, hubieran perecido, á no venir afortunada
averiguación de quién fué tan culto y galano poeta, infelicísimo en mente los borradores á poder del señor de Pozuelo , y después al
vida, al decir suyo, y más infortunado todavía después de muerto, del cronista Luis Tri baldos de Toledo , que en Lisboa los di j á la
cuando en lela de juicio se le ponen los dulces hijos de su inge estampa, año de 1626, tres antes que intentase hacer lo mis-jo Qo»
nio soberano. Helas aquí: veoo con los de Francisco de la Torre , que les son tan parecidos
Nació en pueblo de la ribera del Jarama , quizá Torrelagnna, en asunto , índole , forma y hasta en la de pasar al dominio de la
de donde, según costumbre de su edad, pudo tomar el apellido. prensa. ¿Harían camarada ambos españoles en los estados italia
No fui bachiller, titulo que por error hubo de atribuirle Qut- nos, confrontando en profesión, inclinaciones, estudios y gustos,
nno. corriendo una misma fortuna en sus amores? Uno y otro celebran
Pasó de soldado a Italia ; y por el emperador Carlos V y sn hijo las orillas del Jarama y Tajo, uno y otro á Filis y Dáfnis, uno y
Felipe II, de guarnición á fortalezas situadas orillas del Po y del otro se jactan del amistoso afecto de llamón; suspiran ausentes,
Tesiuo, Pavía quizá d muy inmediato sin duda. desdeñados ó mal correspondidos.
No está fuera de ella si antes ó después (aunque me inclino á lo El ignorado vale lija que vivía en Uempo de insignes empresas
primero) se detuvo larga temporada en aldeas de la cuenca del guerreras (tal vez las de San Quintín y Gravelinas), y califícale de
Tajo, puestos los ojos y todo el corazón en una hermosa dama, glorioso , pero no de apetecido ; y de aquí sospecho que hubo de
alio imposible ó por su estado ó por su alcurnia , origen de los florecer para las musas por los años de 1565.
tormentos, persecuciones é infortunios que en sus versos lamen En sus obras, fuera de las imitaciones de la antigüedad pagana,
ta. Pero ni las amenas campiñas del Hilanesado le hacían olvidar carácter especial del renacimiento literario" y artístico en el si
de so amada ausente, ni menos de los caros rios de su patria, glo xvi, las hay muy determinadas del italiano Varchi y de Garci
desalándose el estro y la memoria, para recordar uno y otro, en laso. Y si no son casuales coincidencias, fueron imitados ó imi
melancólicas endechas. tadores del buen Francisco de la Torre, fray Luis de León, Herre
Dolado de corazón ardiente y sensible , muestra en sus compo ra , el Camoens , y ¡ cosa peregrina ! el propio Miguel de Cervantes
siciones amor con ¡guales quilates á sugetos distintos , á quienes Saavedra.
enrarece su pasión bajo seudónimos diversos. ¿Pudo ser artificio Quizá cuando por aventura hubo de residir Francisco de la Tor
eslo para alejar toda sospecha? Quien en su primera afición pa re en la provincia de Salamanca, viejo y á mi ver sacerdote, por
rece tan confiante y memorioso, ha de cifrar sn carillo en una so loque mostraba escandalizado sn ánimo de las mismas poesías
la mujer únicamente. que en el frenes! de su mocedad había compuesto, vinieron estas á
Consta de sus poesías que esta señora habitaba el mismo ú manos del ilustre caballero lusitano don Juan deAlmeída, de quien
otro no muy lejano pueblo del de donde era natural Francisco de "fué ayo el famoso Pedro Chacón. Apreciólas como oro purísimo
U Torre, y que solia residir á veces, en Toledo, á la sazón corte tan discreto caballero, quiso comunicarlas con el Brócense, cate
imperial de España. drático de retórica en aquel emporio de las letras humanas y divi
Vióseá toda hora combatido de enemiga suerte, y necesitado i nas; y del voló de Francisco Sánchez pudo nacer el disponerlas
morir casi siempre en aldeas ó solitarias cortijadas, á gran dis para la estampa. Ello es, que con la aprobación de don Alonso
tancia de las ciudades y del dueño de sus pensamientos, acaso en dcErcilla, tal vez en Italia amigo y camarada del poela.yjun-
el desempeño de algún empleo ó cargo militar. Con ello la sole tamente con las licencias del Consejo y del Ordinario, halló Qde-
dad le encendía sn pasión, aguzando el platonismo exquisitamen vedo el manuscrito en tiempo y lugar donde no habla del autor
te pulcro que profesaba ; y por tan selvática tristeza apodábase ya noticia alguna. Al Un del original hubo de juntar el hidalgo Al-
Montano, ya Palemón, ya Amintas , exhalando tiernos y enamora meida traducciones de Horacio y del Petrarca que le facilitó el
dos suspiros en las arboledas que baña el Tessino y el Po, el Ta mismo maestro Sánchez Brócense (de su puño existen boy en la
jo, el Duero y el Jarama, que repetían el nombre de Dáfnis y el biblioteca particular de nuestra Reina) , otras propias suyas , y al
carísimo de la toledana Filis. guna de Alonso de Espinosa y de fray Luis de León ; todos gene
Es creíble pereció la dama violentamente, caso infeliz, que llo rosos varones contemporáneos.
ra el poeta en nna de sus canciones más hermosas. Pero, ¿quién fué don Juan de Almcida? El señor de Contó de
Enemigo yo de juicios anticipados, sin embargo, no ceso de Avintes , hijo de don Francisco , capitán general de Tánger, del
batallar con la aprensión de ver en el Damon de sus églogas é consejo de Felipe II. Tuvo inclinación natural á la poesía, y por
idilios al famoso Pedro Lainez, que falleció de pagador, siguien su amor al estudio y por la claridad de su ingenio el renombre de
do la corte deValladolid, año de 1605; y sobre todo, en el árcade el Sabio. Dejó manuscritas varias obras, y su mérito hizo que
Tirsi á Francisco de Figneroa, natural de Alcalá de Henares, don Jacinto Cordeiro (Égloga de los poetas lusitanos, estancia 2.") co
de nació por los años de 1540, para ornamento y lauro de las ma locase al autor entre los más insignes vates de Portugal:
sas espalólas. Estuvo Figueroa también en Italia , y allí tomando
ora la pluma, ora la espada, y señalándose en todo género de eru «Muerto don Juan de Almeida, cuya gloria
dición y amena literatura , pudo adquirir aquella suavidad de ex Entre su muerta luz más resplandece.
Lágrimas frecuentándola memoria ,
presiones, fluidez, amenidad y pureza de estilo, y sonoras y ele A su túmulo ¡ilustre el lauro ofrece.
fantes frases , con que significaba la admirable dulzura de sus ¿Quién, prosiguiendo sn infelice historia ,
490 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
excelencia con su grandeza desquite á tan esclarecido verdadero y modesto , que hacia del mención Bo;can
y docto escritor los borrones, con que cegó su nom en las Estancias :
bre quien osó cargar su talento de obras tales, que En el umbroso y lúcido oriente ;
ya que no decían el dueño, le mostraban ladrón, y donde, entre los grandes poetas que celebra, dice:
no poeta. Y el Bachiller que llaman de la Torre (a),
Hallé estos poemas, por buena dicha mia y para
grande gloria de España , en poder de un librero, que ponderando la grandeza de su estilo , y lo magníGco de
me las vendió con desprecio. Estaban aprobadas por la dicion en sus versos. Antigüedad á que se pone duda
don Alonso de Ercila, y rubricadas del Consejo para el propio razonar suyo , tan bien pulido con la mejor
la imprenta, y en cinco partes borrado el nombre del lima destos tiempos , que parece está floreciendo hoj
autor, con tanto cuidado, que se añadió humo á la entre las espinas de los que martirizan nuestra habla,
tinta. confundiéndola; y al lado de los que la escriben pro
. Mas los propios borrones (entonces piadosos) con las pia, y la confiesan rica por sí , en competencia de la
señas parlaron el nombre de Francisco de la Torre, griega y latina , que soberbias la daban de mala gana
autor tan antiguo, que me advirtió el conde de Año- limosna en las plumas de escritores pordioseros, que
ver, caballero de ingenio grande, asistido de estudio piden para ella lo que la sobra para otras (6).
Parca, de td rigor no se enternece, torizados por un varón septuagenario y sacerdote. Pensó avalorar
Si en lanío sentimiento el llanto ordena sus imaginaciones con tal cual fácil analogía en poemas de büoj
Dejar la pluma por llorar la pena?» otro, cuando en su índole desemejan como el día y la noche, lo fe-
(Barbosa , Biblioteca lusitana , tom. II , pig. 581.) gro y lo blanco, una bizarrísima dama de veinticinco alfileres, y sa
Almeúla alcanzó los tres ó cuatro primeros aüos del siglo xvn, mocetona del bureo , con pañolón de seda medio caldo, arrastras-
y \.i debía de haber algunos que habia dejado de existir Francis do por barrizales. Y olvidó algún verso entero de Francisco d* la
Torre , incrustado en un soneto del editor; y que cierta égloga de
co de la Torre.
Parece que hiela los de 1594, hallándose el monstruo de la na aquel, y la canción del pastor Crisóstomo, de Miguel de Cervai-
turaleza, Lope de Vega, sirviendo la plaza de secretario del duque tes, parecen una misma.
de Alba, en la capital de sus estados, recorriendo lospueblecillos Luzan, MontianoyLuyando, López Sedaño, Puibnsrjne, Tictoar
que bañan el Tormos y el Duero , conoció en alguno al Insigne y varios críticos propios.? extraños aceptaron por moneda corrin-
poeta ; apreció su ingenio sazonadísimo ; y treinta y seis años des te la ingeniosa cavilación del marqués de Valdeflores. Partelfj
pués , no olvidando su memoria , la vino á cantar en el Laurel de que de no haber publicado nuestro editor la aprobación ¿e Em-
Apolo , con el yerro , dicen , de imaginar que antes que 61 le habla 11a y la licencia del Consejo, se infiere ser todo ficción é ispsa-
ya elogiado Carcilaso. Y ¿quién sabe si en efecto se conocieron ra Que no existió semejante Francisco de la Torre, aasíMa
en Italia, y este ponderó el ingenio de aquel, tan conforme al su lo nombran ni don Luis Zapata en el canto xxxvm di ss Or
yo, en alguna canción que se ha perdido? Dijo Lope en 1630: lo famoso ; ni Gregorio Hernández de Velasco en El pata ¡t ¡i
Virgen; Juan de la Cueva en su Ejemplar poético; Crístóba'. 4efc-
«Humíllense las cumbres del Parnaso sa al li'n de La restauración de Espaiía; Gil Polo en el Cal) tú
Al divino Francisco de la Torre, Turia; Vicente Espinel en La casa de la llemoria; ni Censales
Celebrado del mismo Garcilaso, en el Canto de Caliope y en el Viaje del Parnaso; i pesar d? pi
A cuyo lado dignamente corre;
Mas ya Febo socorre le cita Lope en el Laurel de Apolo; y de que habent sua Tata (¡Mu
Su lira , que llevaba como á Orfeo, No hallan raslros en las poesias de la Torre para adivinarais^
La suya el Estrimon , esta el Leteo ; circunstancias de su vida, ni tampoco en documentos de los si
Porque puedan las musas castellana* glos xvi y xvn. Y entienden que rebozándose Qceveoo con un sea-
Salir hermosas sin teñir las canas.» dónimo discreto , mostraba ser tales versos parto de su mocedaJ,
Cuando sacó a luí tan precioso libro Qceveoo, por carecer de es cuyos extravíos y desórdenes amorosos no quería dejar autoriza
tas noticias, y llevarle un exceso de consideración a deferir á las dos á los tiempos futuros con su nombre!!...
opiniones del conde de Añover (que ni llenaban ni podian llenar Si por ventura se rae preguntase mí opinión acerca de semeja*-
de convencimiento su buen juicio) , mostróse favorable i la es tcs asertos , manifestaría enteramente la contraria.
pecie de que Francisco de la Torre era el bachiller encomiado de (a) Helas aqui Oiabla de la pasión amorosa, por quien ban sid»
Boscan. Vino pues, ¡indisculpable ligereza ! á confundirle con el inmortales los poetas):
buen Alfonso de la Torre, autor de la Vision deleitable, que fue Y (por pasar al vuestro castellano)
coetáneo de Juan de Mena , Juan Rodríguez del Padrón, Garci- Esta puso al de Urna en gran altura,
Sanchcz de Badajoz , Luis de Vivero y demás trovadores famosos Y le movió su alma v su sentido
en la corte de Juan II de Castilla. A cantar : «¡Av dolor del dolorido!»
Por este gravísimo yerro, y por haber negado el crédito al irre Y al Bachilírr que llaman de la Torre
Esta esforzó la fuerza ile su estilo;
cusable testimonio de Lope , dos años después de muerto el fénix Tanto, que del la fama tira, y corre
de los ingenios españoles, y seis de publicadas tan elegantes poe . Del Istro al Tajo, y del Tajo al Nilo.
sías, vio Quevedo mortificado su amor propio con una acerba cen E otro que agora á la memoria oeorre,
sura de Manuel do Farla y Sonsa, caballero de la casa real, en Que por amar perdió del seso el hilo,
su comentario á las Lusiadas de Luis de Camoetu, principe de los Garci-Sanchei se llama ; esta le puso
En las llnezas que de amor compuso.
poetas de España. Esta también al andaluz de ¡foro
Pero ni entonces ni en un siglo después, amigos y adversarios, Le levantó , sus versos levantando ;
biógrafos y apolojistasAcrdugos y detractores del señor de Juan Y le hizo que al mundo fuese raro,
Abad, nadie puso lenguas en que tales versos fuesen de poeta Sus tormentos de amor morüücando.
mucho más antiguo que el editor, ni en que este hubiese prestado Y al de Vivero dio juicio claro,
a las letras mayor servicio que el mismo que deben por las rimas Sus escritos moviendo y concertando ,
Y haciéndole, de puro enamorado ,
de Figueroa á Luis Tribaldos de Toledo. Comenzar: -Si no os hubiera mirado.»
Sin embargo, en 1755, un hombre de mérito Indisputable (don Y á aquel que nueslro tiempo trujo urano.
Luis José Velazqucz) sostuvo ser Qdeveoo el verdadero autor de El nuestro Garcilaso de la Vena,
aquellas excelentes obras. Recordó sin paridad de causa el ejem Esta virtud le dio con larga mano
plar del dominicano fray Jerónimo Bermudez, cuyas tragedias se El bien que casi á todo el mundo mega
publicaron con nombre Ungido de Antonio de Silva; y la travesura (») Asi resiste, aun cuando con flaco ánimo, el bueniastii»
de Lope, rebozado en el disfraz de Burguillos: como sien el pri de Quevedo la antigüedad que á este autor atnbuia ti conde a
mer caso no fuera el seudónimo necesario por el hábito religioso
del poeta ; y en el segundo , para que las bizarrías de La Gatoma- Añover.
íuiaylos galanteos i la señora Juana no causasen escándalo, au>
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 491
Yo juzgué á vuestra excelencia, muy esclarecido Se de, y á vuestra excelencia lo mejor que liallé. Dé Dios
ñor, para consuelo de tan grande ingenio, muy in á vuestra excelencia su gracia , y larga vida con bue
genioso y bien advertido lelor para los méritos de na salud , como deseo. — Don Francisco de Quevedo
sus obras. Doy á Francisco de la Torre lo más que pu- Villegas.
No he podido averiguar la patria de Francisco de la se conoce en la palabra apena, que es enmienda déla
Torre, sintiendo mucho lo que esta ignorancia la qui que comunmente se dice apenas. Así nuestro autor en
ta de verdadera gloria. El era castellano , vivió antes el libro ii, soneto 11, v. 3:
de Boscan, como se lee en las estancias que imitó
Se rige apena en pié.
del Bembo (6) :
No trato aqui si esta es voz culpable. También tomó
En el lumbroso y lúcido oriente,
el decir mientra , no mientras. Nuestro autor en la
cuando dice : oda 3, del primer libro, estancia 13, v. 1 :
Y el Bachiller qne llaman de la Torre; Y mientra le permite sol dorado.
donde admira la grandeza de su estilo , que fué talen En el articulo feminino, que restituyó á esta voz al
aquella antigüedad , que se conoce en el propio Bos ma, diciendo la alma. En la voz corona y cerco, que
can y en algunas voces del excelentísimo poeta Gar- no solamente tomó Herrera , sino también la frecuen
cilaso de la Vega, nunca bastantemente aclamado. te repetición dellas. Las voces salve, ostro, aura,
Y lo que más admira, y se puede contar por milagro mustio, orna, cuidosa, despartiendo , perdimiento,
del ingenio, que el corriente de los versos, la blandu despiadada , yerto invierno , conducir, cuitado, er
ra, la facilidad no esté achacosa con algunas voces an rando la selva, y la y repetida en los epítetos. (2) Solo,
cianas y que después ha desechado la lengua. Cosa de y callado, y triste, y pensativo. Relucientes llamas de
que aun en los que escribieron después de Roscan se oro. Mira Filis furiosa onda De nieve , y ostro , y de
repara, como frecuentemente en Fernando de Herre cristal ornada. Esquivar.
ra, doctísimo y elegantísimo escritor, y que, como se Y por no cansar , todas las palabras y dicciones , el
(I) leerá en estas obras, tuvo por maestro y ejemplo á estilo, la contextura, lo severo de la sentencia ; cosa
Francisco de la Torre , imitando su dicción y toman que no la dijera, á no creer que es tan grande y
do sus frasis y voces tan frecuente, que puedo excu calificada recomendación del docto juicio de Fernando
sar el señalarlas ; pues quien los leyere verá que no son de Herrera en imitarlo, como del ingenio de Francis
semejantes, sino uno. co de la Torre en haberlo enseñado primero. Mas con
Sea prenda para demostrar esta verdad , advertir esta ventaja, que no le fué ejemplar á estas voces, que
que la mis cuidadosa lima de Fernando de Herrera con algún ceño se leen en Fernando de Herrera, oto-
sa, pensosa , poción , crispar de ojos, relazar, sañosa,
(«) Signe asta advertencia í la dedicatoria anterior, en el mismo ensandece , ufanía , pavor, adola , espirtu (síncopa,
litro. que no tiene otro misterio , sino que en el verso no
(*) Contradieelo Manuel de Farla y Sonsa en el comentario que cabe espíritu); como las voces do por adonde, y vo
«impuso S las Lusiadas, con tales palabras : «De algunos fué imi
tado Camoens. Dellos don Alonso de Ercilla, en su segunda parte, por voy, que si bien Francisco de Rioja dice se hizo
lueosierdaderamente laquele honra, y digna de un valiente es con cuidado y examen docto, consta de las obras no
pidió poético. Francisco de la Torre; no el llamado Bachiller con ser otra cosa, sino no caber en el versóla palabra adon-
est« apellido en el Cancionero general, como con notable engallo de, y voy; porque muchas veces, y siempre donde cabe,
se dejó creer non Francisco oe Qürvedo, pnes consta que fui co-
Mttó» ie Lope de Vega; y quien tuviere conocimiento de los esti dice adonde, y voy ; y en las partes que no cabe dice
los de las edades, vera fácilmente, leyendo unas y otras obras, do, y vo. No es menos desapacible la voz porfioso des-
que las del Bachiller son de aquel tiempo, y las de Francisco de vario; y de más sonora composición de letras usa, tra-
1» Torre deste ; portándose cada uno conforme al que le cupo en yo, cuitoso, lasa voz, dudansa, giro del fuego, con
suerte. Lope de Vega es el grande , tercero en edad , que le ha
'Hilado continuamente.» puro lampo. Las unas voces son latinas todas, que es
Y al fln del argumento general del poema : tA todos venció el cribiéndolas en sonetos amorosos, y á mujer, incur-
>«o, dulce y feliz Garcilaso. Compite con él Francisco de la Tor ren en la reprehensión de Propercio :
re qust le siguió, como consta de mejores diligencias que la de
TU" ' COn laslimo8, omisión de la buena diligencia, le llama Ba- (3) Et cañe quod qutevis nosse vuelta velit.
«illerdela Torre, qne vivió en los tiempos de Garci-Sanchei,
siendo Francisco de la Torre, que vivid en los de don Alonso de Las otras son de composición áspera y poco necesa
grilla , sin bachillería , dejándose creer que se pudo hablar de
jquel mt<> « tiempo de Garci-Sanchez, que realmente era cosa rias , pues sustituyen voz decente y elegante.
isijntc á extinguir las más recias cataratas.» (Tomo i, impresión
\l ú de 1659> d05 afios an,H Preparada, páginas 73 y 136.) (?) Sonelo 17. Solo,
(3) Scrite quod
492 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Advierto que el divino ingenio de Herrera sacó en Y sea corona del nombre de nuestro autor , y vene
su vida las rimas, que se leen en pequeño volumen, rable túmulo de su memoria el haber escrito en la pri
limpias de las más destas voces peregrinas que se mera hoja de sus obras estas palabras : Deliraba™, cun
leen en la impresión que después se hizo por Fran hoc faciebam, el horret animus nunc; aCon frenesí es
cisco Pacheco , pintor docto y estudioso y de grande cribí esto, ahora se me escandaliza el ánimo.»
virtud, en mucho mayor volumen. Creo fué el inten Sabe reconocida la sabiduría humilde, intitular con
to darnos, de tan grave y erudito maestro , hasta lo que ceniza escritos de oro; como la soberbia mal persua
él desechó escrupuloso ; que de tales ingenios, aun dida , ignorante , retular con oro obras de ceniza.—
las manchas que ellos se quitan , pueden ser joyas pa Don Francisco de Quevedo Villegas.
ra los que sabemos poco, y su sombra nos vale por dia.
Esta comedía Eufrosina, que escrita en portugués, día este idólatra del oro. Oyéronle, y Belerofonte ea
se lee sin nombre de autor, es tan elegante, tan docta, la fábula tenia el castigo que merecía su insolencia
tan ejemplar, que hace lisonja la duda, que la atribuye Hasta aquí son palabras de Séneca, que aprobando
á cualquier de los más doctos escritores de aquella na la buena composición y ejemplar de Eurípides, previ
ción. Muestra igualmente el talento y la modestia del no desde entonces aplauso y alabanza á nuestra ¿ufro-
que la compuso; pues se calló tanta gloria, que hoy sina, donde están distribuidas las ruinas y las afren
apenas la conjetura halla sugelo capaz á quien poder tas sobre los vicios, y los premios sobre las virtudes j
atribuirla. méritos. No quede sin alabanza aquel vulgo (pe se
Mañosamente debajo del nombre de comedia enseña amotinó en el teatro contra la insolencia de las gla
£ vivir bien, moral y políticamente, acreditando las bras, cuando no se lee de los jueces y magistrados al
virtudes y disfumando los vicios con tanto deleite gún enojo.
como utilidad; entreteniendo igualmente al que re Con grande gloria de la virtud y buen ejemplo, sí
prende y al que alienta : extraña habilidad de pluma, han escrito en España con nombre de comedias (Fuen
que sabe sin escándalo ser apacible, y provechosa con de las fábulas), historias y vidas, que á la virtud y al
dición, que deben" tener estas composiciones. Así lo valor enseñan y mueven con mas fuerza que otra al
juzgó Séneca (eptst. 115). Refiere que en una trage guna cosa; como se ve con admiración en las de Lope
dia de Eurípides, Belerofonte, que era la persona que de Vega Carpió, tan dignas de alabanza en el estilo y
hablaba, dijo tales palabras: «Deja que me llamen dulzura, afectos y sentencia, como de espanto por el
maldito, como me llamen rico ; pues todos pregunta número demasiado para un siglo de ingenios, cuanto
mos si uno es rico, no si es bueno. No preguntan por más para uno solo. A quien en esto siguen dichosa
qué y de dónde, sino cuánta hacienda posee : en toJa mente muchos que hoy escriben este entretenimiento
partees cada uno tanto como tiene. Preguntas, ¿qué decente á soberanas ocupaciones; que el ocio délos
cosa nos está mal tener? Respondo que nada. Y quiero reyes tiene estatutos de majestad, y no debe admitir
vivir rico; y si soy pobre, morirme: bien muere quien alivio que no sea calificado.
muriendo gana algo. Si en la cara de Venus resplande Por esto tiene lugar en los oidos de los príncipes
ce cosa como la riqueza y el oro, con razón enamora á este de las comedias, á quien han dado su atención,
los hombres y á los dioses. » En acabando de pronun contra la prolijidad de los cuidados, los mas y mejores
ciar estas palabras postreras, todo el pueblo se levantó monarcas del mundo; sin que á esto ofenda lo que al
con ímpetu á apedrear al representante y á los versos; gunos malician para reprobar los ingenios que dicho
hasta que Eurípides mismo se levantó entre todos, pi samente se ocupan en esta composición ; ni el entrete
diendo que aguardasen á ver qué fin tenia en la trage- nimiento que ofrece, gustoso, docto, ejemplar y limos
nero, por el socorro frecuente con que alimenta los es
(a) La Eufrosina, vertida de lengua portuguesa en castellana
por el capitán don Fernando de Ballesteros y Saavedra, impresa píritus.
en 1631, pero corriente para la estampa desde el año anterior. Ba Pocas comedias hay en prosa de nuestra lengua, si
llesteros escribía con elegancia, naturalidad y soltura, sin inO- bien lo fueron todas las de Lope de Rueda ; mas para
cion de culterano; y pueden verse noticias suyas, mas adelante, leídas tenemos la Selvaga , y con superior estimación
en el Epistolario al lin del alio 1642.
Tíénese con bario fundamento por autor de la comedia Eufrosina la Celestina , que tanto aplauso ha tenido en todas las
i Jorge Kerreyra de Vasconcelos, aun cuando el padre Itels no ba. naciones. En portugués hay una de Camoens, dos dei
ga mención de ella. Por vez primera salió de molde en Lisboa, doctísimo Corte Real, y esta Eufrosina, de que care-
afio 1566; y después, en el de 1616, corregida y enmendada por
Francisco Rulz Lobo, pero los ejemplares de 1566 estío prohi ciamos ; porque su original , no cercenado por Lobo,
bidos. es difícil por los idiotismos de la lengua ylosprover
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 493
bios antiguos, y que ya son remotos á la habla moderna. como nació, donde empieza ahora á vivir. Merece don
Don Fernando de Ballesteros y Saavedra con suma Fernando grande alabanza en haber hecho que tenga
diligencia le lia traducido; de suerte, que hablando Castilla |iarte en obra tan grande y digna de encareci
castellano, no deja de ser portugués ; ni deja de verse da estimación. — Don Francisco de Quevedo Villegas.
La vida mortal de Tomás Moro escribió en nuestra con ceño algunas proposiciones deste libro, juzgan
habla Fernando de Herrera, varón docto y de juicio do que su libertad no pisaba segura los umbrales de
severo; su segunda vida escribió con su sangre su la religión; siendo así que ningunas son más vasallas
muerte, coronada de victorioso martirio. Fué su in de la Iglesia Católica que aquellas, entendida su men
genio admirable, su erudición rara, su constancia san te, que piadosa se encaminó á la contradicion de las
ia, su vida ejemplar, su muerte gloriosa, docto en la novedades, que en su patria nacieron robustas, para
lengua latina y griega. Celebráronle en su tiempo Eras- tan llorosos fines. Escribió aquella alma esclarecí la,
mode Roteradaino y Guillelmo Budeo, como se lee en con espíritu de tan larga vista , que (como yo mostré en
dos cartas suyas, impresas en el texto destaobra. Lla mi Carta al Rey Cristianísimo) antevio los sucesos pre
móla Utopia, voz griega, cuyo significado es no hay sentes, asistiendo con saludable consejo á las cabeías
tal lugar. Vivió en tiempo y reino que le fué forzoso de los tumultos.
para reprender el gobierno que padecía, fingir el con El libro es corto ; mas para atenderle como merece,
veniente. ninguna vida será larga. Escribió poco y dijo mucho.
Yo me persuado que fabricó aquella política contra Si los que gobiernan le obedecen, y los que obedecen
la tiranía de Inglaterra , y por eso hizo isla su idea, y se gobiernan por él, ni á aquellos será carga, ni á estos
juntamente reprehendió los desórdenes de los más prín cuidado.
cipes de su edad. Fuérame fácil verificar esta opinión; Por esto viendo yo á don Jerónimo Antonio de Me-
empero no es difícil que quien leyere este libro la ve- dinilla y Porres, que le llevaba por compañía en los ca
riliqíie con esta advertencia mía : quien dice que se minos, y le tenia por tarea en las pocas horas que lo
ha dehacer lo que nadie hace, á todos los reprende; dejaba descansar la obligación de su gobierno de Mon-
estolmo por satisfacer su celo nuestro autor. Hurto tiel, le importuné á que hiciese esta traducion ; ase
son Je cláusulas de la Utopia los más repúblícos Ra- gurándome el acierto delta lo cuidadoso de su estilo,
gwttos delBocalino; precioso caudal es el que obligó y sin afectación, y las noticias políticas que con lar
¿que fuese ladrón á tan grande autor. ga lección ha adquirido, ejecutándolas en cuanto del
Ko han faltado lectores de buen seso, que han leído servicio de su majestad se le ha ordenado; y con gran
providencia y desinterés, en el gobierno que tuvo des-
lt Don Jerónimo Antonio de Mcdinilla y Forres, madrileño, ca
tos partidos.
ballero de la Orden de Santiago, caballerizo del rey Felipe IV, sc- Quien fuere tan liberal que en parte quiera pagar
í»r de las Tillas de Bocos, Rozas y Remolino, corregidor yjusU- algo de lo que se debe á la santa memoria de Tomás
íii mayor de la cindad de Córdoba y su tierra, yantes gobernador Moro, lea (en la Scelta di Lettere de Bartolomé Zuccbi
ile Murcia, Monliel y so. partido, tradujo aquella obra del infortu-
cadu pan canciller de Inglaterra, sacándola en Córdoba a luí, de Monza) la carta que escribió el cardenal de Capua á
techa española , afio de 1637. monseñor Marino, cardenal y gobernador de Milán , y
Dejó sin publicar un libro intitulado El método de la historia verá cuántos méritos tuvo su muerte para canonizar las
ir ha Bodino; y murió en la década de 1650 a 60.
Repárese que en este encabezamiento Qoevedo se intitula sefior alabanzas de su vida y de su doctrina. En la Torre de
de Cetina, i pesar de estar i la sazón viudo desde tres anos Juan Abad, 28 de setiembre de 1637. — Don Fran
ules. cisco de Quevedo Villegas.
DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, -AL QUE LEYERE ESTE LIBRO, [b)
Los que enseñan el arte nobilísimo de la caza y mon cício honesto y saludable, sino también al uso militar;
tería, no solo disponen los espíritus generosos á ejer- de tal suerte, que los que pasan de la fatiga de los bos-
« El Arte de ballestería y montería, de Alonso Martínez de Es- Imprimióse el libro en 1644, y le elogió y aprobó Quevedo por
Pinar, que daba el arcabuz al rey don Felipe IV ; ayuda de cámara noviembre del ailo precedente , cinco meses después de su vuel
del principe Don Baltasar Carlos Felipe de Austria, y luego del ta de laa cruelísimas prisiones de San Marcos de León.
Monarca.
494 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ques y montes á la disciplina de los ejércitos, no ex que ha asistido en los bosques á la majestad sobera
trañan el aran de su desvelo ni la incomodidad de la na de don Felipe IV, rey nuestro señor. El estilo es
campaña; de tal manera van doctrinados en la pacien descansado de afectación y demasías sobradas ; las pa
cia adquirida, desenvolviendo las malezas en el ardor labras propias y decentes, que significan lo que tratan
de los soles y el rigor de los hielos, que ninguna in con decoro y claridad: lenguaje de persona que se crio
clemencia de marchas y sitios los experimenta biso- en la corte del mayor monarca del mundo, con perpe
íios. A esto se añade el ser capaz de méritos de caridad tua asistencia eu su palacio, sirviendo .de dar el ara-
este ejercicio de la ballestería, disminuyendo en mu buz á su majestad, y de su ballestero principal, y de
chos animales la siega á las cosechas de los labradores, ayuda de cámara del Príncipe nuestro señor; oficies
á cuyas hoces se adelantasu hambre, y justiciando en de grande y preferida confianza, pues solos, asisten ojo
la voracidad del lobo el menoscabo de los ganados, que armas de fuego á la persona real desacompañada de
como ladrón de los rebaños enteros, asuela con hurtos. otros criados en la soledad de los bosques. A cutí
Esta piedad encendió las entrañas dementísimas del causa , fuera de su ejercicio, los honró tanto el señor
Rey nuestro señor á perseguir con mayor continuación rey don Alonso el Onceno, que en la carta que escribiu
los lobos que las otras reses, librando de las más delin al abad de San Pedro de Cárdena don Juan de Campo,
cuentes y facinorosas el caudal de sus vasallos más dice estas palabras, pidiéndole la cruz del Cid , que se
importante ¡i la república. entiende la espada : Don Alfonso, etc. Al abad de San
Todos estos fines pretende conseguir Alonso Martí Pedro de Cárdena , salud y gracia. Sepádet qutyst
nez con este libro, facilitando la enseñanza con el mé la gran devoción que habernos con la cruz del Cid, la
todo de dotrina en que dispone los preceptos : cosa en cual llevamos la otra vez cuando fuimos sobre X¡-
que es solo y único entre tantos autores, que en todos brallar, tenemos por bien de enviar por ella para lit-
idiomas y naciones han escrito esta arte; de tanta esti varia con nosotros en esta ida que irnos á Portugal; \
mación á los príncipes y monarcas, que el emperador enviamos allá para que nos la tragan á Alvaro Rá¡
Antonino el Filósofo, por su libro en versos De venatio- é á Juan García, nuestros ballesteros; é vos, queentie-
ne, escrito en griego, le dio tan gran cantidad de oro des dos monjes con ellos. Y para mostrar la estimaciou
á Oppíano, que apreció en monedas deste metal cada que hizo deste servicio, añade : Otrosí, bien sak-
renglón. Ni en España se dedignó el señor rey don des en cómo lodos los prelados é las órdenes de nues
Alonso de escribir libro de la Montería, que hoy tene tro señorío nos sirven cada uno de ellos con quüas^i
mos impreso. ciertas de maravedís para estas guerras que lakis(t¡;
No.es nuestro autor el primero ni el segundo que ha habíamos ordenado que vos el dicho aba¿ <¡ con
escrito en esta facultad; empero en el orden con que vento nos sirviésedes con tres mil maravedís; t por
escribe, en las noticias que da, en las novedades que la devoción que habernos en ese lugar, é en la dicta
enseña , no tiene antecesor ni primero. Dedica Alonso cruz, tenemos por bien de vos las quitar, é quelatw
Martínez esta obra al Príncipe nuestro señor, que Dios paguédes. Por la utilidad deltas cláusulas de impor
bendiga y guarde muchos años, no solo por obliga tante erudición , pueden los letores perdonar el nte
ción de criado, sino por deuda, confesando deber el que mi prevención les ha sido estorbo a la lección dtv
mejor conocimiento destos primores á la atención con ta obra.
CENSURAS Y APROBACIONES.
De orden del señor don Juan de Velasco y Acebedo, con inteligencia; la noticia tan copiosa de autores de
vicario general desta villa de Madrid , lie vislo el Fé todas facultades, que cita, alaba y acusa; la interpre
nix, de don Joséf Pellicer de Salas y Tobar, y su His tación, tan nueva como docta, de textos sagrados y pro
toria natural; y confieso que es uno de los más doc fanos, — hacen que se estime y agradezca en tan pocos
tos y más varios libros que en extranjeros y naturales años tanto tesón en los estudios y tanta doctrina en
he leído : porque la erudición tan" lionda; la diversi sus libros; pues no solo no tiene este cosa qtic con
dad de las lenguas, bebrea, griega, latina, francesa ó tradiga á la religión católica, sino muchas y raras
ilaliana (que de toda - estas se muestra docto), cuyos contra los herejes enemigos del la. Y asi, de justicia
lugares examina, emienda y averigua con maestría y se le debe la licencia que pide, y premio para que se
anime á sacar otros trabajos que tiene prevenidos.
{si Salida luí en Madrid (en la imprenta del Reino, año de 1630) Este es mi parecer, en Madrid, á 3 de febrero de 1628
la ilustración que el señor de la casa de Pellicer, cronista de Cas-
lili', anadio a su poema del Fénix, compuesto a imitación de Clau- años.;— Don Francisco de Quevedo Villegas.
iiuo.
Muy poderoso Señor: He visto por comisión de posición, agradable, con donaires honestos y decentes,
diestra alteza este libro, cuyo titulo es El culto sevi que hacen sabrosa su lección ; es todo contra las malas
llano; escribióle el licenciado, Juan de Robres, benefi costumbres, y muy erudita ocupación de la ociosidad.
ciado de la iglesia parroquial de Santa Marina de Sevi Porque es merecedor su autor de que vuestra alteza le
lla. £s de buena y sana doctrina , sin contradecir á la conceda la licencia que pide. En Madrid, á 22 de se
de nuestra santa fe católica ; es de enseñamiento muy tiembre 1631 años. — Don Francisco Quevedo- de Vi
útil; la doctrina, verdadera y bien estudiada; la dis llegas.
to ínElcvlio sevillano, de Robles ; libro que Ignoro si se llegó nía, conde de Niebla, marqués de Casaca, en África , capitán gene
á imprimir, j cuyo original existe en la biblioteca de la catedral ral del mar Océano y costas de Andalucía, caballero del insigue or
de Sevilla (Colombina : EZ.,tab. 133, núm.28,4.', pergamino. den del Tusón de Oro, del consejo de Estado y Guerra de su majes
Desde el folio 49 al 91 estropeadas de polilla tiene algunas ho tad, gentilhombre de su cámara, etc.— Por el licenciado Juan de Ro
jas. Preceden 4 de licencias y aprobaciones y portada. Siguen 13 bles, beneficiado de la tglesiaparroquial de Santa Marina de Sevilla.
en blanco y sin Foliatura. Va después la obra, y arranca de aqni la A continuación, de diferente letra : Es de don Andiés de Silva
lomeraeicm seguida basta el Un con 191 folios, pero las últimas y Almoguera; el dorso en blanco.
son 8 hojas en blanco. En la tercera da principio la «Censura del padre fray Juan
Este códice original, como lo praeban las adiciones, enmien Ponce de León, de la orden de los mínimos de san Francisco de
das r suplementos al folio 191, da principio con la censura autó- Paula, caliñcador del Consejo de su majestad en el de la suprema
frifi del licenciado Rodrigo Caro, que concluye a la vuelta , fe y general Inquisición, y por su drden, visitador de todas las li
cha en Sevilla a 19 de febrero de 1631. Sigue inmediatamente la brerías de Castilla y reinos de su majestad.» Fecba en la Vicaria
licencia para la impresión, dada tres dias después por el doctor de Madrid en 19 de agosto de 1651.
don Luis Venegas de Flgueroa , provisor y vicario general del emi- Parte de la vuelta y la primer cara de la hoja cuarta ocupa la
neuiisimo señor don Diego de Guzman , arzobispo de Sevilla. Ucencia de imprimir, dada por «el licenciado don Juan de Velas
Vengamos a los principios. Léese en la primera boja una nota co y Acebedo, vicario general de esta villa de Madrid y su partido
del doctor Figueroa rubricada por él : «En 19 de setiembre de 1631. por su alteza el serenísimo Infante Cardenal, administrador per
Remítese este libro al señor licenciado Rodrigo Caro, juez de la petuo del arzobispado de Toledo, etc., en 20 de agosto de t631«.
■anta Iglesia, para que lo vea y dé su parecer.! Sigue la indica A la espalda hallase la censura de «don Francisco Quevedo de
ción del estante, tabla y numero ya copiados. La vuelta en blanco. Villegas,» escrila toda de su puno, por encargo del supremo Con
Ala otra la portada , que dice asi : sejo de Castilla.
Primera parle del Culto sevillano. — Al excelentísimo señor don (— Su i 'i y traslado son de mi entrañable amigo el doctor don Josi
*mtl Alonso Pcrcz do Gama» el Bueno, duque de Medina Sido- Marta de Álava, catedrático de la universidad do Sevilla.)
496 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Por mandado de los señores del supremo Consejo del licenciado Tomé de Burguillos, escrito con donai
de Castilla he visto este libro, cuyo titulo es: Rimas res, sumamente entretenido, sin culpar la gracia en
(a) Al frente de lis Rima* del licenciado Tomé de Burguillos, pu •Aqui , dond'apaeen taba Y como el qn'en alegría
blicadas en Madrid 4 los postreros diis de noviembre de 1634, La vista, mirando aquella Sa futuro mal inora.
pocos meses antes qne pagase el común tributo Lope de Vega Car Que de contémplala y veila Las veces qu'esto hacia ,
El alma s'alimentaba, Siempre'n su canto decía:
pió, su autor verdadero. Gloriücándos'en ella; ¡Dolorido del que llora!
Al lector dirá la siguiente carta de nno de nuestros mis erudi Aquí, donde celebró • Y repanindoá'aqai ,
tos y modestos biblióOlos, que por lo menos es de dos ingenios I-.! uombre desta pastora , En el semblante mostraba
la nota que estampo a continuación : Qu'en tantas partes dejo; Muestras que'n loque cantaíi,
A'iui es do uño y cantó Pronosticaba de sí
• Amigo y señor don Aureliano: Gran placer recibí anoche cuan :on mas contento qu'ahara. Lo que d'otro imaginaba.
do me puso de manifiesto las muchas y apreciables noticias que •Tan de su daño inorante, Y vuelto de su acídente.
junta para probar que las rimas conocidas por de Tome de Bur Cuamo d'amur confiado ; Canta y suspira no en van,
Y cantaba el desdichado Doliéndose tiernamente
guillos son del monstruo de la naturaleza. Y sobre todo en mi al Endechas del triste amante Del triste que llora y siente
ma le agradecí me franquease la Relación (que boy apenas se Que fue de tal bien privado. Pesar firme y bien límate.'
halla) de lat fiestas reales de 1623, escrita por don Andrés de Men
doza, asi como los desconocidos y sazonadísimos Discursos de En nuestro juicio, indican los términos de qne se vale el ala
don Pedro Godoy sobre la nueva invención del agua de la tida. revisor que ya era muerto el vate cuya contraria suerte drp!«n
En ellos fantaseó cierta célebre redondilla i que hizo V. bien en El segundo testimonio que acerca de él hallamos, es del tí.e-
reservar para esta cuestión ) , copleja , con que se hace el bu, bre Juan Rufo en Las seyscientas apotegmas (Toledo, 1596, fei. O
desde principios de este siglo, a cuantos sostienen la verdad res • Cenando una noche con don Alonso de Guzman , eabaHero ¡u-
pecto del legitimo autor de La Galomaquia. Yo antes que V., tural de Córdoba y criado del Rey, él (Rufol y BurgruilU» el i/a
mi amigo, he pretendido esclarecer tan curioso punto literario; dor de repente, que fué la primera vez que se vieron, le eij» Bar-
alia van en forma de articulo mis observaciones, para que V. guillos : Si vos me glosáis un verso que os daré, me oauf» i re
complete las suyas, disponiendo, como puede , siempre de su in conoceros ventaja, aunque ni cincuenta afios que metrúto * re
variable— Cayetano Alberto de la Barrera.— 1 .' de enero de 1856.» pente y de pensado, sin conocer igual en lo ono ni stfennatí
otro. Sabido pues el verso dificil, fué este:
1 Joan San ch ez Burguillos t el licenciado Tone di Bibcwllos
{fren Lope Félix de Vega Carpió ). •Tan sin él que es mejor medio.
Una combinación tan extralla como casual de coincidencias y •Y (Rufo) le glosó desta manera:* etc.
de semejanzas, de obscuridad y nombradla, de ficción y de rea La vez última que le hallamos citado por sus contempsritttt
lidad , ba dado origen por una parte 1 las cuestiones sobre si en es en el Ejemplar poético, de Juan de la Cueva (concluido il ««-
tiempo de Lope de Vega existid un poeta llamado Tomé de Bur cer en Sevilla , año de 1603), cuando pondera las ventajas del ve
guillos, y si este fué en efecto el autor de las famosas rimas que so corto :
con su nombre publicó el inmortal dramático; y por otra al olvi •Baltasar del Alcázar en graciosas
do del discreto Juan Sánchez Burguillos, confundido y equivo Epigramas lo usó, y el numeroso
Burguillos, en sus dulces y alias glosa*.*
cado, cuando no desconocido, por nuestros historiadores con el
Tomé imaginario ú verdadero. Solo alguna que otra ha llegado i nosotros. ¿Parecerá iajefi-
Esclarezcamos hasta donde nos sea posible tan curioso articulo nencia insertar aquí dos más, la primera inédita, la segasda re
de nuestra historia literaria, en estas tres conclusiones: cién publicada? Encuéntrase en el códice M, 90 de la Biblioteca
I. Juan Sánchez Burguillos, poeta castellano de singular dis Njcjonal , esta de La bella :
posición y talento, floreció á mediados del siglo xvi, y probable Hase en mi favor mostrado
mente murió antes de comenzar el inmediato. Tanto el amor y fortuna,
Que he triunfado y gozado
II. En el primer tercio del xvu existió otro Burguillos, qnizi De toda suerte de estado
coplero y loco ; de cuyo nombre hizo disfraz el Apolo español, Sin contradicción alguna ;
deseoso de sazonar con burlas veras los certámenes poéticos. Solo el desden zahareño
III. Lope de Vega es el autor verdadero de las Urnas humanas De la hermosa casada
y divina» del licenciado Tomé de Burguillos, dadas a la eslampa Me aflige , cansa y enfada ;
Por lo que mi fe os empeño
en 1634. Que jamás me quite el sueño
I. La bella mal maridada. Etc.
La más antigua noticia qne tenemos de Juan Sánchez Burguillos En el excelente discurso que precede ai Cancionera de B>^!
es del insigue cantor de la batalla de Lepanto, Fernando de Herre (publicado año de 1851), saca á luz el señor don PeJro José de fc
ra. En la pág. 433 de sus anotaciones a las Obras de Garci Lasto dal este otro desconocido rasgo:
(Sevilla, 1580), dice, al comentar aquello de la égloga 1.', Villancico de Franciaco; rey de Francia.
Y en este mismo valle, dond'agora
M'entrisiezcoy me canso en el reposo, Corasen, no desesperes ;
Estuve ya, contento y descansado: Que mujeres son mujeres.
• En el segundo y en el tercer verso hay hermosísima contra COPLAS i ESTE VILLANCICO, DE BCP.GniLOS,
posición de entristezco y carao, contento y descansado. Porque pa Deja al tiempo, con paciencia.
rece que trata este inesmo argumento que esta estanza una glosa Hacer lo que te conviene,
de Juan Sánchez Burguillos, la pondré aquí , y porque se vea lo que Pues en sus mudanzas tiene
pudo el ingenio desnudo de letras en este hombre, dlno de ser La cura de tu dolencia.
estimado entre los mejores poetas españoles, si la miseria de su Si te hacen resistencia.
No por eso desesperes ;
fortuna do le hiciera tanto impedimento : Que mujeres son mujeres.
•En aqueste prado ameno, Aquí, do se vio ensalzar Como no pueden forzar
Donde con tanta Vitoria Sobre todo el ser humano; Sn propia naturaleza.
Mereció gozar la gloria , En este mesmo lugar Por Ira ni por braveza
De qu'amor lo tiene ajeno Qu'ahora le ven llorar, Ño debes desconfiar;
Y muerto con su memoria; Aqui cantaba Silvano. Que mediante el esperar.
CENSURAS Y APROBACIONES. 407
malicia, ni mancharla con el asco de palabras viles; cente, sino raro, en qne la lengua castellana presume
Razana de que hasta agora no he visto que puedan bla- I Vitorias de la latina) bien parecido al que solamente
.sonar otras sales sino estas. El estilo es (no solo de- lia florecido sin espinas en los escritos de frey Lope
Vinas i haber lo qne quieres ; Trayendo el mordicante Ctingora al retortero, como secuaces
Que mujeres son mujeres. de Lope, turbas de chiquillos enfadosos, ciegos hambrientos, frai
No te prives de esperanza
Por firmeza de mujer, les motilones, estúpidas dueñas, monjas impertinentes, sacrista
Que muy pocas suelen ser nes é idiotas, amén de los locos Binorre, Candil y Burguillo.no
Las que no hacen mudanza. cabe duda de la existencia real y verdadera de este último, justi
Asi que, ten confianza ficada con la del primero, que lo esta por infinitos testimonios de
Y espera con cuanto vieres ; aquel siglo.
Que mujeres son mujeres.
Due si por su honestidad III.
Son lirnii's algunas dellas.
No tanto que falte en ellas Qne Lope de Vega suscribía poemas suyos con el nombre de
Mudanza de voluntad. Burguillos, usurpándole para libertades y bizarrías, qne en su
Pues enn tal seguridad, dignidad sacerdotal pudieran parecer travesura, y aun ocasionar
No hay razón por que no esperes; escándalo, es boy cosa evidente. Que se complació las más veces
Que mujeres son mujeres. en descubrir él propio so disfraz, está fuera de duda. Escribamos
Tenemos pies en el sigle xvt un poeta en quien resplandecía la historia de esta verdad indisputable.
instinto peregrino de versificación forzada á determinados concep En el aüo de 1620 celebróse en Madrid una;'tum poética para
tas y palabras, que le hizo con solo el talento natural, sin ornato festejar ¡a beatificación de san Isidro labrador. Lope, con la ca
alguno de letras, aventajarse i muchos de sus contemporáneos. rátula de Itnr'guillos, presentó en ella diez composiciones joco
Proverbial era su desenfado en el decir y componer de repente, samente escritas, qne fueron la sal y el alma de todo ; y como
y en la discreción con quevencia la estéril dificultad de las glosas; imprimiese después él mismo este certamen, eslampó en sn re
trivio pobre y miserable : con lo que ha pasado á la posteridad lación la siguiente cláusula :
Oscuro el nombre de Juan Sánchez Burguillos. «...Pero advierta el lector que los versos del maestro Burguillos
II. debieron de ser supuestos, porque él no pareció en la justa y todo
Desde 1600 á 1650 fneron célebres en la corte varios tontilocos lo que escribe es ridiculo, que hizo sazonadísima la fiesta. Y co
«bobos, irrisión del despiadado vulgo por calles y plazas, y sus mo no pareció para premiarle, fué general opinión que/itdper-
Don>l>r>s servían de término de comparación en sátiras, comedias sona introducida del mismo Lope.»
y romances. El Viaje del Parnaso, tai cual drama de Lope, diver Y al fin , hablando dé los premios repartidos, añadió :
sas invectivas de Góngora, alguna jicara y vejamen de Qdivedo «Solo se ha de advertir que por donaire se le dieron al maestro
recuerdan al mentecato don Quincoces, coplero; a Gijorro, Can Burguillos doclentos escudos de premio (por haber escrito á lus
dil , Pollo Crudo, Binorre y Burguillos, locos rematados. nueve certámenes), en una cédula sobre los bancosdeFlándes.Y
Llamábase el penúltimo, don Pascual el de la Corte y Binorre; y aunque el referido maestro era graduado en su facultad, era tan
los autores del Tribunal de la justa venganza (pág. 255) dicen ignorante de la cosmografía marítima, que llaman hidrografía,
qoe ¡os sevillanos le llegaron á tener en su ciudad , sin duda para que no sabia que estos bancos estaban en la mar, siendo unos
diversión de chiquillos atrevidos y porfiados, de mozos insolentes bajíos de arena de gran peligro; mas luego que se desengañó de
y ociosos, y de almas endurecidas y pandas. la burla , escribió esas estancias , qne por recreación del letor, y
Ya mofándose (antes del ano 1608) de la hidalguía que Lope para que conforme la opinión antigua de que la indignación hace
de Vega Carpió blasonaba, ya pasando revista crítico-burlesca á versos, los quise poner aquí :
las qaiuce partes de comedias y demás obras que hasta 1621 ha «¿Dónde se sufre, se consiente, dónde ?t etc.
bía publicado,— contra él borrajeó don Luis de Góngora estos dos Con semejante libertad y desenfado no se habla sino de perso
sonetos, menos caritativos que ingeniosos, en los cuales se ha na fantástica.
llan ¡os nombres de Candil, Binorre y Burguillo, a vueltas de Dos años después, en el de 1622, fué canonizado el insigne pa
gentes despreciables y raeces; como si.no tuviera el padre del trono de Madrid; y á los diez asuntos del certamen con que hubo
teatro español otro auditorio ni aplauso : de celebrarse tan fausta nueva, compuso Lope once poesías, re
Por tu vida , Lopillo, que me borres pitiendo la misma ficción de llamarse el maestro Burguillos. Pero
Las diez y nueve torres de tu escudo; nótese que en el romance panegírico de los poetas justadores
Porque , aunque todas son de viento, dado (que , en lugar de vejamen , insertó con su propio y verdadero
Que tengas viento para tantas torres. nombre al fin de la relación de aquellas fiestas, dada entonces á la
¡ Válgante los de Arcadia! ¿ No te corres estampa ) , clara y terminantemente expresó que él era el invisible
De armar de un pavés noble un pastor rudo? Bnrguillos, y suyas las composiciones desconocidas. Léanse con
¡Oh tronco de Mi-col! ¡Nabal barbado!
¡Oh brazos leganeses y binorres! advertencia estas significativas estrofas; repárense las alusiones,
No le dejéis en el blasón almena; 1 recuérdense circunstancias de la vida del inmortal dramaturgo:
vnelva á su oficio, y al rocín alado
En el teatro sáquele los reznos. Oh miserable Burguillos,
No fabrique más torres sobre arena ; Poeta jamás soberbio,
SI no es que ya segunda vez casado, Aunque parece imposible,
Quiere volver las torres en torreznos. ¡Adonde te lleva el tiempo!
¿Qué es de tus afios pasados,
« ¡ Aquí del conde Claros !• dijo ; y lnego 0 tu paciencia á lo menos?
Se agregaron á Lope sus secuaces: jQué has hecho? ¿A quién has servido?
Con La estrella de Venus cien rapaces, ' ¿Qué aguardan tus pensamientos ?
T con mil Soliloquios solo un ciego ; ¿Nada pides, nada intentas?
Con la Epopeya un lanudazo lego. ¿Siempre has de estar, pobre y necio
Con la Arcadia dos dueñas incapaces, Filósofo de tí mismo,
Tres monjas con la Angélica, locuaces, Entre dos libros y un huerto?
I con el Peregrino, un fray borrego ; Tú , ya no de la fortuna,
Con el Isidro un cura de una aldea , De mil locos estafermo,
Con los Pastores de Belén Burguillo, Sur tienen por valentía
Y con la Filomena un idiota. uehrar lanzas en l. pecho;
Binorre, Tills de la Dragontea, ¿Con qué les haces pesar?
Candil , farol de la estampada dota Dinie, por Dios te lo ruego, *
De las Comedias, siguen su caudillo, (a) ¡l'.n qué eslinge depositas
(•) V«n •Justados 1 los originales que posee el colector. jPor ventora Este público secreto?
llanera a Lope Nabal barbudo ( mentecato barbudo) per ser de muy es- En razón de lo demás,
pe» barba según los retratos? 1 Micol ;person¡llcara su segunda mujer, 1 Cómo vives tan comento?
'- i.a Juana da Guardia , hija de Vecino de Madrid y natural quita da JV/rn que le quieren triste.
Ufanes , cuyos padres no ba rallarlo quien diga (Ignoramos et íunda- Mira que te quieren muerto.
■tnlo) eran, ya hortelanos, ja trancantes en ganado de cerda? Entonce* Partéeme que respondes
a ello podía aludir la vos. («reine». Lavandera hijo Lope en el Burgut- Que se lo pregunte al lienzo
fes A eu sebón Juana, Donde lautos perros ladran
A quieii so repara en ellos.
Q-u. 12
493 OBRAS DE DON FRANCISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS.
Félix de Vega Carpió, cuyo nombre lia sido universal- tal suerte saben ser doctas y provechosas, que enseñín
mente proverbio de todo lo bueno; prerogaliva que no con el entretenimiento, y entretienen con la enseñan-
La concedido la faina á otro nombre. Son burlas que de za , y tales, que he podido lograr la alabanza en ellas,
Machas honran, muchas honras; Tenia ya el gran poeta cumplidos setenta y do» alio», se vela u-
Provechos, nunca provechos... cerdole, se contemplaba con nn pié en el sepulcro; solos nucí!
Dios le consuele, Burgurllos, meses vivió luego. ¿Cómo autorizar con sn nombre los galantees i
Mientras reparto los premios. la señora Ju mi, la Catomaquia y La Pulga? Por otra parle, ¿coto
j Queréis saber quién era el poeta representado en es* lienzo, dejar abandonado on hijo tan hermoso del ingenio? Lope cusspliJ
quién era ese Durguillos, mal premiado del .Monarca y de sus mi con las exigencias sociales dándole padre Ungido, pero euidaaii
nistros? Oidlo de la pluma del doctor Juan Pérez de Montalban, sagazmente descorrer el velo; y para mayor firmeza , poniendo or
en la Yida de Lope de Vega (Fama postuma, impresa en 1636). les seriales en el libro, que no quedase duda ninguna de la verdal.
Contando las manilas que el fénix de los ingenios dejó en su (es Vedlasaqui: i.' El seudónimo de Burguillos, con que ya se le co
tamento, dice: • Y á mi , por sn alumno y su servidor, un cuadro nocía desde 1020; esto es, catorce años antes. — 2." Una poruii
en que estaba felralado cuando era mozo, sentado en una silla y de burlas, en que de veras se afirma no haber salido de manos del
escribiendo sobre una mesa que cercaban perros, monstros, tras autor ni de sus amigos, los originales de tales poesías.— 3.' Cuid ir
gos, monos y otros animales, que los unos le hacían gestos, y los que en la aprobación del maestro Valdivielso se trasluciera su sue
otros le ladraban; y él escribia sin baccr caso dcllos. • lo, con la especie de que abandonando por un instante las suso
Pero volvamos al certamen. Sigue la lista de los poetas premia del teatro («depuestos los coturnos severos» es la frase), hoy se es
dos, y concluye de esta manera : tregaba á las gracias, gente moza y alborozada. «Y á no ser tan esa*-
• Al maestro Burguillos una pensión de alabar á lodo el mundo cido en los certámenes públicos, donde se ba merecido los aplastas
mientras viviere, y una libranza de quinientos ducados en el Hiode ' y los laureles, se d.era á conocer en lo discreto y jocoso y relevaere
la Plata, a cinco meses vista después del dia del juicio. Dios nos le destos versos, parle felii de ingenio grande.'— 4.* Permitir .,;..<
dé a todos en esta vida, y rn la otra su gloria.» ¿Quién, sino Lo lo aclarase, más explícito, lf utvi.no en la censura que promueve J
pe, tuvo la pensión de alabar á lodo el mundo, cuando no salia obra presente nota con aquellas palabras : « El estilo es bien pareada .
en su tiempo, sin que los autores le estrechasen para ornarla con que solamente ha florecido sin espinas en los escritos te ¡rey Ir
algún rasgo suyo poético? ¿Quién, sino él, hizo naturaleza del elo Félix de Vega (.arpio, enyo nombre ha sido umversalmente pre
gio en su Laurel de Apolo ? Aquello de • Dios nos dé juicio i to verbio de ludo lo bueno.» — 5.' La dedicatoria al duque de Sen,
dos-, encierra una alusión al loco de Burguillos ; asi como otra mecenas insigne de nueslro vate, con palabras de su amor y gra
igual el jeroglifico burlesco en la justa de IH-iO: «Píntese una da titud, é indicación de estas burlas —6.' El mismo Adcerttmiaml
ma mirando mi loco con un mico, en la plaza, con esta letra: Lo señor lector; en donde fingiendo tirar al blanco de persméVie
cas isle miqui placel. • que -no es persona supuesta como muchos presumen' el tal Indi
Vino pnes a hacerse famosísima la regocijada persona del Un ciado, y que se fué á Italia , no sin que antes le trasladase al un
gido trovador, y estribillo el sacarla a cuento aun en las relaciones el famoso pintor catalán Ribalta, — se le recuerdan \n ¡e¡us
más serias. de 1G2U y 1622, y que »este pequeño libro sale i lux amen/se-
Tal prueba la que don Andrés de Mendoza imprimid, déla fiesta ra expósito, por donde se conocerá cuál es el ingenie, tacrp
de loros que la muy noble villa de Hadad hiio al serenissimo Prin condición de su dueño •. Las noticias del mentido Lturpí Ijs «!•
cipe del, ales, hijo del Bey de la Gran Britania, mostrando la afición vienen á su editor; y la aserción de que no es sopueau^r-
tue le tiene, como á persona que lanío eslima su magestad, este uno sona del licenciado, refiérese mentalmente al sujeta ii mil
te 16i3 1a 1.' de junio. Dos pliegos de Impresión, mis la portada, nombre ú apodo, y no al autor de los versos; con lo caaltJeHt-
en fallo). Entre los caballeros que salieron á torear, nácese especial siástico septuagenario no mentía. — 7." El soneto del coate Ca
mención de los duques de Cea y de Maqucda, condes de Tenclilla, ros, Lope (asile apellidaban los gongorínos, y de ello biza él
Cautillana, y Villamor, de don Cristóbal de Caviria y don Gaspar cnerdamente alarde en lugar de sentimiento), donde eaozaenlas
de Itonifjz, apellidado Matatoros. •Entro (se lee) don Fernando de siete grandes poetas españoles; y como la alabanza propia envile
Vuiciedo, alias el caballero de la Morcilla, que entre estas veras ce, se contentó con saludar a Burguillos de pasada.— 8.' Lisié-
a el maestro Burguillos de tos certámenes de Lope de Vega, que cimas de don García Salcedo Coronel, caballerizo del serenism
entraba a probar fortuna con lanza y adarga. Mandáronlo rechazar Infante Cardenal lá quien Iturguillos dirigió el soneto del fóüotí>
por pi-za vieja. • - que dicen el secreto á voces:
De modo que la opinión general tenia al maestro Burguillos
pnr fantástico personaje, de pura invención, introducido de Lope Estos números, que citraúa Agradecido procura
en los certámenes para su mayor aderezo y guslo. Tu cuidado en breve suma, Venerar en e-la lira
Con mas afectada seriedad habló Lope de Burgnillos en la Do- llasgos son de alguna pluma Tan discre'a bao nvntiro
rotea, obra que compuso mozo aun, pero que en 1632 retocó y Del noble Fénix de España: Que la verdad asegura.
auadiii al imprimirla. Dice pues en la escena ni do la segunda Mentido el nombre te engaña. Si escrupulosa murmura
No su culta luz; que en vano La envidia y su aplauso i:e¿i.
parle: Podrá artificiosa mano Muda elocuencia, no ciega,
«Jolio. ln verbo pulga. Ya que la habéis nombrado, quisiera de Sepultar el sol ardiente Prestará la admiración ,
ciros una canción que hizo el maestro Burguillos a. cierta De quien es aun poro oriente Si es lengua en esta oosiia
todo el orbe castellano. La menor Sor de una Vegt.
pulga.
César. Dila , por tu vida , Julio...
9." El retrato que se halla al frente de las poesías, representase,
Julio. Espíritu lascivo
aunque con imperfección estudiada , las facciones del sin itsU
De los remos de amor libre tirano etc.
ingenio español. A ello alude la voz utrumqne puesta s/ibreri
Lfdovico. ¡Qué cosa tan propia de sn condición 1
tarjeton supeiior, por si quedaba duda; asi como el Dru otas
Cesab. Nunca el maestro Burguillos hizo elección para sus masas
har t. lia fecil se refiere i la holgura y espacio que para faatasnr
de mas elevados asuntos.»
tuvo el poeta , merced al bizarro duque de Sesa , quien le dio s¡Ja
Y más adelante, allí mismo: en dinero más de 13,000 duros. — 10.' El soneto del rol. i", roa
el cual «responde el poeta i un elogio que se hizo en Roma a sa
•Julio Pero, sin detener los caminantes, al sepnlerode una
muerte Ungida , y habla de vera?, porque en la muerte so k»y
dama muy alta y muy Daca dijo el maestro Burguillos: burlas». — 11." El excelente soneto del ful. 71, con que reputo i
Doíla Madama Roanza » etc. . don Luis de Góngora , cuando este condenaba su manera llana te
Asi disculpaba las libertades de tales versos, y disponía con escribir, y le ofrecía como perfecto modelo que imitar, el esll*
destreza al público para que alriun tiempo después recibiese bien oscuro é intrincado de don Pedro Soto de Hojas, canónigo ir ii
los rasgos faceciosos de su juventud, que iba a la sazón coordi colegial de Granada, abogado de la Inquisición y padre de U
nando. cultos. Por mil títulos debemos trasladar aqui el epigrama:
Hemos llegado al alio de ira l, en que estos salieron i luz.
Intitulándose: Rimas hvmanas y divinas del licenciado Tome di Liblo,70 siempre ful vuestro devoto,
Berjuiltos, n» sacadas de biblioteca nwgvna ( ««i en Castellano se Nunca á la fe de la amistad perjuro;
Vos en amor, como en los versos, doro,
¡tama Librería ) sino de papeles de amigos y borradores suijos. Al Tenéis el lazo á consonantes roto.
excelenlissimo señor drque de Sessa, Cran Almirante de Ñapóles. Si vos Imperceptible, si remoto,
Par (rey Lo¡t filis da \cga Carpió, del ¿tito dt tan luán. To blando, fácil , elegante y ptuo;
CENSURAS Y APROBACIONES. 499
lejercitar la censura. No hay palabra que disuene á i la licencia que se pide para que la imprenta la repar-
verdad católica, ni palabra que no se encamine á *• *-« —
ta. Asi ■>- ■■
me parece. En ■ ■ > á- 27
Madrid, -- de
■ agosto de 1634.
"'
¡atar las baenas costumbres: méritos que granjean —■ Don Francisco de Quevedo Villegas.
Tan ola ni escriba como vos escaro; Don Pedro Gonzalo de Godoy, que tal era el nombre del folletis
Lj Vega es llana, y intiirado el Soto. ta, quien escribió versos latinos al Certamen poético de la cano
también soy yo del ornamento amigo:
Solo es los tropos imposibles paro, nización de San Juan de Dios, no hubo de bailar reparo en hacer
Y deste error mis números desligo ; con esta gustosa redondilla alarde de su ingenio, siguiendo las
Eo la sentencia sólida reparo, huellas del poeta cómico don Jerónimo de Cáncer, el cual babia
Porque dejen la pluma y el castigo fingido como de Quevedo aquel epigrama que hasta hoy pasa por
Escura el borrador, j el verso claro. del Luciano español. Incrustándolo en unas redondillas 1 san Je
rónimo:
y última. La canción con motiva de haber mormurado «al
ti la parte donde amaba , por los versos que bacía a. Asi prln- Porque en Cicerón lela ,
i a la vuelta del fol. 81 : Grandes azotes le dan
"Los ángeles á porfía ;
Ya pues que todo el mundo mil pasiones. i Miren loque del seria
si leyera en Montalban!
¡puede ver suscrita por Lope de Vega, pero con variantes sin
uro, y diluvio de incorrecciones y bajezas, que luego enmendó, En 1795, el colector de nuestros antiguos poetas qne se dlsfrazí
id libro impreso bacia ya veinte y nueve aflos : en la Ptimera con el nombre de don Ramón Fernandez (dicen es el escolapio
t ii les llore» de poetas ilustres de España, ordenadas por Pe- don Pedro Estala) no llevó con paciencia el disfraz del fénix de
Espinosa ; Valí adolid, 1605. Allí al ful . 88 tiene por comienzo : los ingenios, y ofreció publicar una .voluminosa disertación, en
que se mostrará con bastante evidencia que Burguillos fué hom
Pues que ya de mis versos y pasiones. bre real, y no fingido, y que sus obras no son de frey Lope de Ve
lié le parece al lector! ¿ Ofrece por si solo pocas pruebas el ga Carpió». Si hubiese llevado i cabo este proyecto, habría sin
i para clamar que frey Lope Félix de Vega Carpió es su autor duda evidenciado la existencia de Juan Sánchez Burguillos, ó la
aé<ra? Pues como si no fuesen bastantes, menudean insig- del otro Burguillos el loco; tal vez hubiera hablado de los dos,
.iirííragables testimonios posteriores. tal vez los habría confundido; pero estando siempre muy distante
te Lope , y al escribir la vida del gran maestro su predilecto de probar que no son de Lope los versos que este dio i la estam
ifilo (el doctor Juan Pérez de Montalban, para que precediese pa, atribuyéndolos porcauto y magnifico desprendimiento á Tomé
¡elogios y fama postuma de aquel irígenio soberano, publica- de Burpviillos en 1G54. .
itccs de febrero de 1636), hace catálogo de todas sus obras, iQueda sobre esta verdad el menor escnipulo? Pues desécheso
lio, despaes de La Dorotea, El Burguillos. Mas hacia el fin como mal pensamiento. Nuestro común amigo el bizarro escritor
toro i fol. li6) corta y desvanece toda contienda el laborioso don Cayetano Rosell, acaba de mostrarnos dos códices autógra
« delconsejo de indias, Antonio de León Pinelo, con su poe fos de Lope, de que hoy son dueños los excelentísimos señores
tó Fruir mantuano, en estas claras y terminantes palabras: don Agustín Duran y doif Pedro José de Pidal. Alli ¡cosa admi
•Y porque en Vega tan florida cabe rable! de letra del gran poeü, de su mismo pudo, están los bor
Lo yocoso tal vez entre lo grave, radores originales, plagados de tachones y enmiendas, de nada
Si Homero dio la Batracomiomaquia , menos que diez composiciones, impresas como de Burguillos; i
Lope la Catomoquia, saber, las que comienzan :
Que con versos agudos y sencillos Dos cosas despertaron mis antojos.
Cantó su musa y publicó Burguillos.*
Peniso amigo, codiciar mi muerte.
tan con llave de oro estas pruebas conchyentes aquel don Dulce pastor que nuestro valle pisa.
*íe Salcedo Coronel , autor de las espinelas arriba copia- Corderito, corderlto.
Cando dio sus versos, en el alio de 1650, á la imprenta de Espíritus celestiales.
f> Díaz de la Carrera , y se publicaron con titulo de Cristales Con respeto se retrata.
Míeme , hizo en ellos lugar (ful. 139 v.) a las estrofas pane- Aunque ya, mi bien, tengáis.
'", poniéndoles tal encabezamiento: 'Décimas en el libro Porque no echéis i perder.
tonpaso Lope de Vega y salió en nombre del licenciado Bar- KH o, pastor soberano.
'i>, al lector. » Quien hubiere visto un nlffo.
-"no sostener ya ni por un momento siquiera ser personas Es pnes un axioma histórico literario que pertenecen al Inco-
it»s Lope y Burguillos? No lo pudieron dudar jamás el ílus- nio de Lope de Vega las rimas llamadas de Tomé de Burguillos.
»o Caramuel en sn Trismegisto, ni don Nicolás Antonio en su
iMiesnova. Pero ved que el autor de dos folletos de burlas,
1 en chistes, cuentos y casos llenos de novedad, agudezas y Vida, y mi Apología*. Enqve entre bvrlas, y veras, se dicen veras, y
'¡disparados contra cierto enrandero que traia la corte slbo- borlas ; Aora uveramente sacada d tus por vn Quldan., que queriendo
» toa el Agua de la vida, sánalo-todo!, inventa en 1682, 6 tener ramo, «o tiene nombre.—Ano ( un» viñeta j 1082. — Impresa en
mii si fué de invención ajena, un cuento más inclinado Mantua Carpentana , por vn vecino de ella.
(Censura burlesca.— Prólogo.— Diicurio.
"Míe al agua; y con ello, sin imaginarlo nunca, apresta para 45 fojai en ».", do» de ellas de preliminares: componen cuatro plie
wrtaal armas de cartón pintado á críticos de poco meollo gos menos cuartilla, basta la signatura D. )
iMUd enfermiza. La anécdota dice así en el secundo de los —Discvrso serlo-iocoso , sobre la nieva intención del Agua de la Tlda,
■nos: y si*i Apologías. En que entre Burlas, y Veras, te diicn Veras, y Bur
•stabín reñidos Lope de Vega y non Francisco de Qteveoo ; las ; acra mecamente sacado d tvx par vn Quidan , que queriendo
nado Burguillos por la calle de Santiago, le dijo uno: ¿No tener fama , no tiene nombre.—Añadido , corregido, y enmendado por
su Autor.— Año (una medalla de emperador romano) tosí.— Impremí en
'««amereed cómo ya han hecho paces los dos contrarios, laragofo cum permisium. Véndese en la Portería de San Martin, y en
« están merendando en casa de Montalban? Y Burguillos, Palacio.
™> isa pluma en la librería, les escribió de reposte esta (Esta segunda edición está en 10 fojas, i.' : do» de portada y princi
ídlila; * pios y 55 p»g. hasta la signatura E.)
—Sejrndo discvrso tcrio-locoso, sobre la nveva ¡mención de la Agrá
• Hoy hacen amistad nueva, da la Vida ; en qve respondiendo d vna Apología, entre veras, y bvrlas,
Más por Baco que por Keho, se nace» la» bvrlas veras.— Compuesto por el Quídam , Que teniendo
Don Francisco de Que... ..Bebo ya nonti e, no jmere tener fama, sino elucidar la verdad.— Año
Con el buen Lope de Beba. • («) ét MDCLIXXll.
(10 te)»», 6 sean S pliegos, en 4.a, batía I» ilgnatnra E. Al rol. 1 ratera
don Pedro Godoy que tale» detentados ion de »u pluma. La anécdota
de QuavBDoee baila al 7 vuelto.
DUctrto strto-Ucoto, sobra la nuera Invención delAgva de la Pertenecen esto» tres curiosos y apenas conocido» CoUato» A mi bizarro
amigo el tenor don Pascual do Gtiango».)
SOI OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Por mandado de vuestra alteza he visto estas doce en los teatros. El grande nombre de su antor las acre
comedias de frey Lope Félix de Vega Carpió, del hábi dita , y sus estudios las aseguran de palabra indecen'e
to de San Juan. Son todas de muy honesta enseñanza, ó mal sonante á las buenas costumbres ó a la verdad
y otros tantos ejemplos elegantes y entretenidos para la de nuestra sagrada religión.
advertencia moral. Merecen ser leídas ; y en ra impre Por esto juzgo que merecen la licencia que á vues
sión, la aprobación igual al aplauso con que se oyeron tra alteza pide, para que consiga las alabanzas qne
merece, y la lengua española el ornamento que !a
(«) Para la Impresinn de la Veinte y una parte verdadera de lo»
comedios delfemí de España , que por entonces vio la luz en Ma ilustra. Madrid, 19 de mayo de 1635. — Don Francis
drid. co de Quevedo Villegas.
Por mandado délos señores del real y supremo Con sus discursos; que para remontarse, primero se pos
sejo de Castilla lie visto este libro, que se intitula Com traron reconocidos á ia verdad de la fe , de qne parti
pendio geográfico y histórico del orbe antiguo, es ciparon robusta salud aun las palabras:
crito por don Jusepe Antonio González de Salas, caba Hablar, según lo que alcanzo, de la seguridad de U
llero del hábito de Calatrava : obra tan importante doctrina, toca hoy á mi obediencia. Las alabanzas de
que sin sus noticias en toda la historia antigua, y no la obra no se contienen en los términos de esta cen
en pequeña parte de la sagrada , se ignora mucho de sura, y severamente aquí ias excusa su autor. Aljukto
lo que se Ice. quedan pues de los doctos, que en balanza rigurosa
Las novedades en él contenidas hicieron cuidadosa las ponderan, y proporcionan con los méritos. An-i lo
y prolija mi atención; empero dejóme sin escrúpulo siento. Madrid] 25 de octubre de 1643. — Dmírm-
alguno el bailar bien asistidos de reverencia católica cisco de Quevedo Villegas.
(//i Libre ya del bárbaro encierro de San Hircos de León , y pendió geographico, yhislorieo deel orbe antigvo, y destripan U
qnilalado por la paciencia el oru de la corona de su ingenio jr el sitio de la tierra, escripia por Poinponi Meta ; obra que ii/a íetli-
sabiduría, vióse el Job do los poetas españoles, á su vuelta a cula á don IVilro Pacheco Girón, del supremo Consejo de Cub
Jl.nlivl , halagado por algunos pocos espíritus generosos que sa ila y de la general luquisicion. El autor ó el mecenas delirtü»
bían poner én su pumo el valor de hombre tan extraordinario. influir, a no dudar, para que se honrase i Qcevedo, eoañas'.a-
Su amigo, don Jusepe Antonio González de Salas, caballero de le la censura del libro, que no salió i lux basta el aüo siguetít
la Arden de Calatrava y señor de la casa de los González de Va- de 1641
didia, acababa de ver impresos ios últimos pliegos de su Com-
Por comisión del señor licenciado don Gabriel de aprender, ninguna cosa que advertir; promesa qw
Aldama, consultor del Santo Oiicio y lugarteniente alianza la utilidad á los curiosos. No hay en él coa
de vicario general desta villa, corte de su majestad, que disuene á la verdad de nuestra santa fe catóüu
he visto este libro, cuyo título es: Arte de ballestería ni á la decencia de las buenas costumbres. Es nn
y montería , escrita con método para excusar la fatiga maestro descansado para el ejercicio más honesta
que ocasiona la ignorancia, escrito por Alonso Mar mente varonil, y la más apacible y bien acondicionas
tínez de Espinar, ayuda de cámara del Príncipe nues introducción al arte militar : ocupación calificada por
tro señor, y quien á su majestad da el arcabuz, ha tantos príncipes, y más esclarecidamente por ia destre
biendo servido á su alteza, padre y abuelo, con toda sa za y agilidad con que la ha ejercitado nuestro gran
tisfacción en la ballestería. En él he hallado mucho que monarca. Razones todas eficaces para dar al autor L>
licencia que pide. Asilo siento. Madrid, 21 de no
(e) Para que se pudiese imprimir el libro poco antes citado,
que compuso Alonso Martínez de Espiuar, con titulo de Arte de viembre do 1613. — Don Francisco de Quevedo Vi
ialtattna y montería. llegas.
ta DE LAS CENSURAS V AMIOI-ACIOSES,
REBUSCO DE «ASIENTOS AUTÓGRAFOS
I.— Para el evangelio de los panes y los peces, psal V.— Petri Blesensls, epístola 56 , Tólio 26.
mo uxvii, v. 19. «Et male locuti siint de Deo; dixe- En el texto hebreo se lee rigurosamente : aNumquid
runt: Numquid poterit Deus parare mensara in de- indues collum ejus tonitru?»
serlo?»
En el capítulo íx del Libro de los Jueces está el VI.— Séneca, De vita léala, cap. 21 : «Gemite, et
apólogo que empieza: ulerunt ligua, ut ungerent infelicem linguam bonorum excrcete convicio. ínstate,
superseRegem.» commordete : citiüs multó frangelis dentes, quám im-
La oliva, la vid, la higuera, el ramno. Cómo se ve primelis.»
rificó esto en Cristo. Y declarado el verso del psalmo : Psalmo xxi, Vulgala: «Deus, Deus meus, réspice
«Priiisquam intelligcrent spinae vestrae rhamnum.» in me: quare me dereliquisti? Longé & salute mea
Zaith. En español se conserva la voz poco corrupta verba delictorum meorum.»
aceite. Traslatio heb. Sanctes, Pagnini: «Deus meus,
Deus meus, ut quid dereliquisti me? elongatus á sa
II.— Parala estatua que soñó Nabucodonosor, que lute mea, et verbis rugitus mei.»
derribóla la piedra, que cayó sin manos. — Threnorum Jeremiae, in primo alphabeto:
El verso del psalmo: «Qtii habitat in adjutorio Al- Lamed, Vulgala: «O vos óranos, qui transitis per
feimi Angelis suis mandavit de te : ut custodiant te viam , etc.»
in ómnibus viis tuis. In manibus portabunt te ; ne Pagninus; «Non sit vobis grave : omnes qui transi
forte odendas ad lapidem pedem tuum.» Sobre pies tis per viam, etc.»
mezclados de hierro y de barro no tiene seguridad
(Hoja en 8.*).
floro, la plata, el metal, ni el hierro contra la pie
dra que cay sin manos. Solo se defiende de la piedra VIL — CAÍ dorso de carta del prior de Ucles, estrila en esta
sin manos quien se asegura en manos de ángeles. villa i 15 de agosto de 1642, un apuntamiento que es ocioso co
Guija que derriba la estatua de todos metales, crece piar aquí. Parece traía de un comentario i los diez primeros ver
en monte y lo ocupa todo. sículos del Litro de la ¡jabiduria. Dqce proposiciones de los cin
co primeros forman doce capítulos, el sexto, uno solo, y toi
(2 ii"j 1 5 en 16.' este y el anterior. ) cuatro restantes, seis; en todos, diez y nueve.
ni.— (El texto del Litro de lo» Reyes que se cita en la p5g¡- Vni.— «Sciens Jesús quia venit hora ejus, ut trart-
ta 281 del tomo i. Una boja en 8.') seat ex lioc mundo ad Palrera : cum semper dilexisset
IV. — ( Del salmo liiiv, el verso 11 ; del livih, el 16 y el 17. suos, in finem dilexit eos.»
Del a;liólo xxvi de Job, el verso 1. Una boja 8.' ) A su Madre dijo en las bodas de Canaá : «Quid
(o) Entre los papeles que le fueron' sustraídos al tiem merada copla de sus hallazgos al erudito don Tomás An
po de su última prisión, y después no parecieron, contó tonio Sánchez. Vinieron estas á poder del señor don
su biógrafo Tarsia Diferentes muy curiosos de otros auto Aguslin Duran , dignísimo director de la Biblioteca Na
ra, observados y margenados por don Francisco. cional , y merced á su proverbial bizarría , pasan ahora i
Don Nicolás Antonio en el catálogo de obras de nuestro dominio de la prensa.
flúor, cita haber escrito diversas Observaciones á toda ¿Cómo prescindir hoy de poner de molde apuntamien
(late te escritores , hebreos, griegos y latinos. tos de que los biógrafos y antologistas modernos han for
Esto puso en los bibliómanos, durante el siglo ante mado registro minucioso, dando i imaginar que era cosa
rior, codicia de reunir cnanto de puño de Qoe vedo halla demás importancia? Y habiendo de henchir con este re
ban , ganosos de completar tal cual fragmento conocido, busco en el tomo presente poca vendimia , no es exceso
ó adivinar alguno de los muchos trabajos importantes su ocupar tres hojas, cuando, á desentendernos de tales no-
jos, de qne hay vaga noticia ; ó lo que es más cierto , por tillas, corríamos riesgo seguro de exasperarla bilis de
una especie de veneración muy disculpable bácia lodo lo algún criticón avinagrado y cejijunto. .
lie perteneció al ingenio del gran repúblico. Van en estas páginas con al^un orden, si es posible
El conde de Saceda fué quien mostró mayor diligencia dárselo, cosas láo desligadas. •
«n semejanie búsqueda, y quien permitió sacar ílel y es-
502 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
milii ettibi, mulier? Nondum venit hora mea.» Y aquí, post Chrístua Dei spiritus dicitur, qnod videtur pertV-
para entrar en la postrera cena, y sentarse en la últi nere ad errorem veterum, qui etiam Spirilum San-
ma mesa, dice : Sabiendo Jesús que llegaba su hora. ctum illum vocabant, de quo latius in prolegomenis.t
Allí faltó el vino, y volvió en vino el agua ; aquí volvió Amo, amo te, doclissime Pamelli.ob haecjudicia
el vino en sangre. Y lo demás que se considera para —Tertullianus, De Resurreclione: «Ratio autem di
declarar el un lugar con el otro. —In finen. En el mun vina in medullaest, non in superficie, et plerumqoe
do nadie ama hasta el fin , ni en el Gn ; no pasa de aemula manífestis.»
los principios el amor de los hombres. Ejemplificarlo Incodcm libro: «Phidrae manus Jovem Olympínm
en todo y en todos hasta en la alma y el cuerpo. ex ebore molilae adorantur, nec jam bestiae et qui
¿Por qué en la cruz la Mamó mujer, diciendo: « Mu dem insulsissimae dens est, et summum seculi ña
lier, eccc filins tuns?» Eslimóla tanto, que viéndose men elephantus.»
en tantas afrentas en la humanidad preciosísima que Locus depravatissimus : elephas non insnlsissima
de ella habia tomado, no quiso decirla madre de un bellua, Cicerone teste et Plutarcho; eleplianto bel-
justiciado, sino mujer; pues padecía por Eva (que fué luarum milla prudentior. Corrige: «Insulsissimos
mujer, y fué seducía y persuadió á Adán), y no por su dens est, sed summum seculi numen est...»
madre, qne por serlo fué exenta de la culpa original. Ideo dens insulsissimos, quia nec ¡lio mandit.et
Y como murió por la voluntad de su padre (que á su extra os minaci foeditale prosilíit.
propio Hijo no perdonó), por eso nombró, muriendo, á DeExhortatione castitatis, prope fincm : «Christiani
su padre, y no á su madre-. Gran favor, que espirando illius nescio...» Rhenanus corrigit et legit: «Chri
encomienda á su padre su espíritu, y su madre ú san stiani illi sues,» non recle una voce addita alia sol
Juan ; dicele : Discípulo, ves ahí á tu madre. Era su íala. Ad sensitm Rlienani corriga. Lege potiüs (exüs-
querido : fué llamarla madre de su amor. Por eso no le dem ve: bis restituo) sic: «Christi an illius nescio, •
nombra, porque cuando le llaman su querido, no dije propter nocturnos et promiscuos concubilus, quos
ron Juan, sino el discípulo á quien amaba Jesús. falso christianis imponebant , et ipsomet Cliristo. E't
Cuando trata de morir, siempre se llama hijo del eral detestandum convitium, quo videntes, cujuslibet
hombre, nunca de la mujer. christiani filium proferebaut , ac si dicereut: Nescio
an ille filius, sil filius Christi, au illius ; id est, ignoro
IX. — «Unusqnisque tollat crucero, suam, et se- cujus sit filius.
quatur me.» Esto á sus discípulos y a todos; y solo á (2 hojas en 8.')
san Ignacio le da su cruz para que le siga : recibió san
Ignacio de mejor mano la cruz que Cristo. Aquella XI. — Tertullianus in Apologético adversas geates.
se llama compañía, que dos hacen en una misma cosa Capítulo. 4.° : «Nulla lex vetat disculi, quod prohibe!
legítimamente : deciende el nombre de Compañía de adinitti.» Infra : «Nulla lex sibi soli conscientiim
Jesús á esta sagrada religión , pues Cristo é Ignacio justitiae suae debet, sed eis á quibus obsequimn ei-
hacen compañía en una cruz misma. La cruz misma pectat.»
de Cristo nadie la ayudó á llevar sino Simón Cirineo, Capítulo 6." : « Nunc in foeminis prae auro nullum
que fué llamado de los ministros , no de Cristo, y lle leve est membrum.prae vinum nullum liberumest
vó parte de ella desde cerca de Jerusalen al Calvario ; osculum : repudium vero jam et volum est, quasi
empero á Ignacio llamóle Cristo, y de sus hombros matrimonii fructus.n
se la cargó en los suyos, para que la llevase por todo Capitulo 21 : «Ea omnia super Chrislo Pilatoset
el mundo, y la pasase al Oriente y al Occidente. No ipse jam pro sua conscientia chrislianus , Caesari
solo quiere que le ayude á llevarla, sino que le des tum Tiberio nunciavit. Sed et Caesares credidissent
cause. super Christo, si apt Caesares non essent seculo neces-
( Hoja en 8.' este número y el anterior.) sarii, aut si et christiani potuissent esse Caesares.»
De Anima, cap. 27 : «Denique ut adhuc vere
X. —Tertullianus, De Oralione dominica: «Opor- cundia magis pericliter quám probalione, in illo ipso
tebat cnim in hac quoque specie novuin vinum no- voluptatis ullimae acstu quogenitale virus expellitnr,
vis utribus recondi.» (Ad explanationem difíicillimi nonne aliquid de anima quoque sentimos exire, st-
loci Joann.) «Caeterum quicquid retro fuerat, aut que adeo marcescimus et devigescimus cum lucís de
demutatumest, uteircuncisio, aut suppletum, utre- trimento?»
liqua lex : aut impletum, ut prophetia: aut perfe- In Apologetici capite primo, scit ínter extrañe»
ctum, ut fulos ipsa.» facilé inimicos invenire: «Quid hinedeperit legibas
Capítulo 3.' « Nomen Dei Patris nemini proditum in suoregno dominantibus, si audialur? An hoc ma
fuerat : etiam qui de ipso interrogaveratMoyses, aliud gis gloriabitur potestas earum, quod etiam inaudi-
quidemnpmen audierat.» tam damnabunt veritatem? Caeterum inauditam si
Capitulo 2." altem in Patre Filius invocalur. Ego damnent, praeter invidiam iniquitatis etiam snspicio-
enim, inquit, et Pater unum sumus. Ne mater qui- nem merebuntur alicujus conscienliae, nótenles ao-
dera ecclcsia praeteritur. Si quidem in Filio, et Patre dire, quod auditum damnare non possíut.»
Mater recognoscitur.» In fine Apologetici: «Mullí apud vos ad tolleru-
Capítulo 3.' «Jam enim Filius novum Patris nomen tiam doloris et morlis hortantur, ut Cicero in Tusen-
est.» lanis, ut Séneca in Forluitis.n De que se colige que «I
Capítulo 1.° «Deijspirítus, et Dei sermo.» Pamel- libro de Séneca áGalion es de Séneca, aunque lo de-
lius in haec verba: «Nove autem, et lúe, et paulo da Justo Lipsio.
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 503
De Anima: aUndeet ignorare tutissiraiim est, prae- la carta que envió el príncipe de Gales al rey don Enri
stat per Ueiiiu nescire, quia non revelaverit, quám per que, dice : «E por ende vos rogamos é requerimos de
liominem scire, quiaipse praesumpserit.» parte de Dios y tlei mártir san Jorge.» Y en el propio
En el mismo tratado, tres iiojns mas abajo, usa de folio, en la carta que á esta responde el rey don Enri
estas raras locuciones: «Quemadmodum et incedunt que, dice : «Por ende vos rogamos é requerimos con
qnaedain sitie pedibus manante ímpetu , quod angues: Dios é con el apóstol Santiago.»
et insurgente conutu, quod vermes: etspumante re- La misma historia (año v, fól. 23, cap. S.8). Dando
platu, quod limaces.—Sed nemo unquam cunctunti de razón de si don Juan Alfonso de Alhurquerquc delante
exitu an'imae mulsam aquam de eloquio Platonisin- del rey de Portugal á los embajadores del rey don Pedro,
fudit, aut micas de minutiloquio Aristotelis inlersit.» que contra él iban, y para mostrar que había usado bien
Llama á Séneca a nuestro Séneca», en que muestra de su privanza, dice : «Otrosí pecho ninguno nuevo en
r u \n aléelo le era : « Sicnt et Séneca saepe nosler. Ín el su señorío y reino nunca consentí que se echase en
sita sunt nobis omnium artiuiu et aetatum semina.» cuanto yo le goberné. »
De Velandis virginibus : «Sed Dominus nester Cliri- — En el libro de los Milagros de san Isidro, cap. 32,
stus veritatem se, non consueludiuem, cognominavit.» fól. 61, pág. 2, al principio, exhortando san Isidro al rey
1 2 hojas en 8.') don Alonso para que ganase á Baeza, le dijo : «Yo soy
Isidro, doctor de las Españas, subcesor del apóstol
XII. — Tertulianus, De Anima : «Quid autem aliud Santiago por gracia y predicación ; esta mano derecha
saperet vir quilibet injuria dainnatus, practer inj uriñe que anda conmigo, es del mismo apóstol Santiago, de
solamen? Adeo omnis illa tune sapientia Socratis de fensor de España. E dichas estas palabras, desapa
industria venerat consultaeaequaniiuitatis,uon de li- reció.»
ducia comperlae veritatis.» En la parle tercera, De la traslación dclciierpo desan
1 —Joannes, cap. 13, v. 27 : «Et post buccellam in- isidro, de Sevilla á León, fól. 18, pág. 2, dice el mes-
troivit in euin Sathauas. Et dixit ei jesús : Quod facis, mo san Isidro en una aparición : «En este monumento
fjc citiüs.» hallaréis mi cuerpo, y España se gozará de telierme por
(Hoja en 8.') su patrono; pero mucho más se gozará la ciudad de
León.»
XIII. — De diversis sermoníbus d!vi Augustini. Ser- En los Milagros desan isidro (cap» 32, a de cómo el
mo~3: aNeglige'ns inimicilias finiré obliviscitur. rey don Alonso, con ayuda de san Isidro, tomóá Baeza»),
Perlinax veniam non vult concedero , enm rogatur. en el fól. 62: «E luego aquellos obispos y condes que
Superbé.verecundus vcniain pelero dedignalur. Ilis allí oslaban, dando atisiiiiismo innumerables gracias á
tribus vitiis inimicitiae vivunt.» Dios nuestro Señor, ordenaron juntamente que lue
Lo de los dos árboles, el seco y el verde en invierno. go, en comenzando á esclarecer la mañana , fuesen i
Lo de las dos pieles, una llena y otra hinchada. dar en los enemigos con la voz é apellido de san Isidro
Lo del Parafrastes sobre el fin del capítulo Pe y del apóstol Santiago.»
rcal dtes : «Non ne timui {que temió), ne forte pecca- Milagros., cap. 44, fól. 86. Se aparece san Isidro á
verint tilii mei, etbenedixerint Deoincordibussuis.» san Marlino y le dijo: «Vay luego al rey don Fernando,
La paciencia de Dios : el primer ángel, el primer y salúdale de mi pai te , y díte que digo yo quo se vaya
hombre, la primera mujer, el primer hijo. Las primi á Ciudad-Rodrigo, porque viene gran multitud de mo
cias de sus obias las mayores, todas fueron del peca ros á tomar aquella ciudad ; é yo seré con él, é el bien
do, en su ofensa. aventurado apóstol Santiago.»
No será pequeño logro conjeturarlo del texto mis Milagros, cap. 16, fól. 42, pág. 2. Llama san Isidro
mo. Si mereciere mi estudio mis autorizado nombre, ala ciudad de Toledo, «más noble délas ciudades de
se le dará quien leyere. España.» Y en el fól. 43 dice que la dicha ciudad de
(Alguna idea de tiles textos aprovecha Qcsyedo en la Virtud Toledo, que «es dedicada á la Virgen nuestra Señora,
mtiiídiilc. lioja en 8.*) madre de Dios, santa María».
-^HoracíoTurselino, lib. 4, en la Vida déClaudioNe-
XIV.— Sahtiago. ron, dice : «Pasaron diez años desde la múerle de Cris
— Juan Sedeño en la letra R , escribiendo la vida to á la de Santiago ; y es tiempo en que cabe venir á Es
le Rodrigo de Vibar, llamado el Cid, en su Summa de paña y volver de ella á morir én Jerusalen.»
¡arones ilustres, fól. 306, dice : «En estos días, como Palabras que se refieren haber dicho el arzobispo
►1 Cid estuviese en su cama solo, revolviendo en la don Rodrigo Jiménez, arzobispo de Toledo, en el con
memoria las cosas que le eran necesarias para dar la cilio Latéranense, tratando de la venida de Santiago á
u Ui lia al rey Búcar, se le apareció san Pedro, el cual España: «Ego tamen elegí datam ei potestatem praedi-
i reveló que dende á treinta dias pasaría desle mundo, candi in Hispaniam. Sed interino, cuín per Judeain et
que después de muerto vencería al rey Búcar, con Samariam divinam legem seminare!, sub Herode, 11; e-
i ayuda de Dios y del apóstol Santiago.» rosolimis trúncalo capite, exalavit animara et Douiino
Y más abajo, en la victoria, dice que peleó el após- reddidit.»
.1 Santiago, trayendo en la mano siniestra una liande- Y Pedro de Valencia (en el tratado doctísimo que hi
í colorada con una cruz blanca, á la cual seguía mu zo, y anda manuscrito, Sobre los actos de los apóstoles
lta caballería celestial ; y en la derecha, una e-nada de y la epístola ad Galatas) colige dellas mismas que
jugo , con fl ue hacia grande estrago en los moros. vino vivo y predicó.
—Historia del rey don Pedro, año xviu, fól. 94, en (3 aojasen 4.*)
804 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
XV.— Sanhaco. ¡ En el verso en que dice Virgilio :
— vu libro de las Memorias de Messer Guillaume du { « liquefacto témpora plumbo,»
Bellay, ful. 264, página segunda al principio : oEt y yo enmiendo :
mesmcment pourc'e qu'au ditjour estoil la feste de liquefacta témpora plumbo ;«),»
sainct Jacques apostre, le quel d'une part les espagnols se colige del mesmo Virgilio que liquefa cta quiere de
tiennent et revcrent d'ancienneté commc le singulier cir hecha pedazos.
patrón et protectcur de leur nation et patrie.» Aeneidos, lib. m, 576.
(Hoja suelta rn el códice N 27, biblioteca de Salazar, en la Real •Erigit eructans; liqnefactique saxa son auras
Academia de la Historia.) Cum gemilu glomerat. »
Arma, tum latiné, tutu grecé, sumuntur pro instm-
XVI.—Escribió en latin Mario Equicola, gentilhom mentis cujuscumque artis. Calepinus , verbo arma :
bre italiano, una Apología contra los maldicientes déla «Non solum hoc nomine bellica, sed etiam orunium
nación francesa. Ti adujóle en francés Michel Rote; im feréartium instrumenta intelliguntur.» Y lo conQrmí
primióse en Paris por Vinccncio Sertenas, año 1550. con César, De bello civili ; Plauto, Plinio ; y Virgilio,
Refuta ridiculamente los lugares de Julio César, Cayo Georgicorum, i, 1 60.
Tácito, Lito Livio y Lucio Floro. Escribió Equicola de «Dicendum et qnae sint duris agrestibus arma.
Amor, y fué hombre erudito. »Unde rusticorum arma vocamus rastra , ligones et
Escribió en latin Víctor Tuarlio Pro Franco Gallis, htijtismodi. »
contra mendacia, imposturas , et calumnias Joannis Y Cerda, sobre el mismo verso, nota 2, poniendo i
Meinardi Frisii , in accademia Pictaviensi leguleji. la margen arma, pro instrumentis, dice : «Hoc dictan
Parisiis apud Bartholomaeum Maccum, anno 1611. more Graecorum, qui instrumenta cujuscunque artis
Ni el uno ni el otro necesitan de respuesta, pues todos vocant oTtXot, •zeijti, Svxea.»
sus libros son un esfuerzo infeliz del ingenio, ó manda Y sobre el verso 181, i, Aeneidos :
do ó vendido. Desearon defender á Francia, y no pue •Tnm Cererem corruptam undis, Cerealiiqne arma
den defender su defensa. Expediunt;»
Aelius Lampridius in Vita Alexandri Severi: «Verum en la nota 7, poniendo á la margen también arma, pro
Gallicanae mentes, ut sese habent durae ac retrogadae, instrumentis , dice : «Sic dictuin, ut A pollón : f>ci
et saepe Imperatoribus graves , severitatem hominis Sai-ro?, arma convivii, id est, instrumenta. Quae rerte
nimiam, ellongé majorem postíleliogabalum, non tu- sumpsit ab Homero, Odyss., 7. »
lerunt.» Y explicando las palabras de Palinuro :
( Manuscrito al dorso de una hoja blanca, que precede a hermo Sle ieinde ¡aculas, '
so ejemplar impreso en papel marquilla, de la Carta á Luis XIII: Colligcre arma jubet,
fue sin duda el que nuestro autor reservó para si, como lo dicen
enmiendas y adiciones; y existe en el mismo códice de la Aca (á la margen : «Arma in re náutica, quae sint») no
demia de la Historia.) ta 8, dice: «Discat tándem juventusquae sint aran,
sive armamenta, in re náutica, non omnia nautarnm
XVII. — Cicero proRoscio: «Perditissimi igiturest instrumenta, sed tantüm vela , funes, rudentes, el ulu
hominis, fallero eum ,'qui laesus nonesset nisicredi- hujusmodi. » De suerte que quiere que solamente se
disset ;» es de hombre perdidísimo engañar á aquel que signifique por el nombre arma todo lo que llamamos
no fuera ofendido si no creyera. jarciasen la marinería; y no los remos ni el mástil, etc.:
(Añadido en el propio ejemplar, al fin del primer párrafo del nihil ligneum, non malus, non rostrum, non remtii,
fdl. 7, que es el primero de la segunda columna, pag. 263, de mi sed omnia linea; — contra Étnico Stefano, que quiere
tomo i.) se signifique por el nombre arma todo género de ins
trumento naval, sin distinción.
XVIII.— ¿Qué entienden los latinos por arma? (2 hojas en 8.*)
Virgilio, v, 15, describiendo el peligro en que se via
en una grande borrasca Palinuro, dice : XIX. —El llevar los espolios de los obispos y obispa
«Colligete arma jubet, validisque iucumhereremis.» dos los papas, llevándolos antes los reyes, se empezó
Estas armas que mandaba recoger, eran las velas y á introducir, reinando, los Reyes Católicos, en el año di
las entenas, porque llamaban arma todo lo que gober 1497, siendo pontífice Inocencio VIH. Replicaron los
naba el bajel. Pruébolo del mismo Virgilio, lib. vi, 349, Reyes Católicos ; no bastó. Hizo j unta Felipe II ; no (uto
con el mismo Palinuro, que cantando cómo cayó en el efecto.
mar, dice : El rey don Alonso hizo donación de parte del espolio
«Namqu» gubcrnaclum multa tí forte revulsum, á la iglesia de Astorga, y es la data de la donación á 15
Cuidatushaerebatn custos, eursúsque regebam, de octubre, año de 1255. Tráila Gil González.
Praecipilans, traxi meenm. María áspera juro,
Non ullum pro me tantumeepisse limorem, (No es autógrafo, pero si parece dictado por Qumno.— Acta
Quam tua, nespoliata armis, excussa maglstro, esto seria una nota para los Anata de quince Hat, en las reSexi»
Deliceret tanlis navis surgenllbus undis.» nos que hace allí sobre la pragmática de 14 de enero de 1621)
Dice que asido con el timón cayó, y que lo que más
temia era el peligro en que la nave quedaba, despojada XX. — (El apuntamiento ya impreso en el tomo i, pág. 217.)
de armas y de piloto, que llama maestro. Y pues él no
llevó consigo sino el timón, de que la nave quedó des .(a) No puede admitirse esta conjetura, porque entonces "jura
pojada , es fuerza que al timón llame arma. ba el verso errado.
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 805
XXI.— Joannes, rx : «Scimus antem quia peccato- XXVI.— Martialis In Gargilianum, libro vn, 65 :
s Deus non audil.» Proposición del ciego nato, según «Lis te bis decimae numerantem frlgora brumae
común sentir de los judios. De aquí los donatistas Conterlt una tribus, Gargiliane, forls.
nautur probare, irrita esse sacramenta per peccalo- Ab miser, ct demens! viglnti lüigat annis
I administrata. Quisquam, coi vinel, Gargiliane, llcet'i
Menos errado anduvo Terencioque los judíos y he En la antecedente In Cinnamum:
les, Adelfos, acto iv, escena v, 708 : «Quiíl fácil infeliz et fugitiva quiesf»
tucmros.
Abi, Palér, XXVII.— Marcial, libro v, epigrama 6 :
Ti pollas Déos comprecare : nam libi eos cerlb scio , •Nlgris pagina erevit nmbilicis.»
Qao úrmelior multo esquamego, obtemperaturos magis.
Umbilicus, Porphirio teste, erat ornamentum, quod
orque eres mejor, te oirán mejor.» No niega que é extremis partibus librorum addebatur, vel ex osse, vel
jo le oyeran, sino que se mostrarán mas fáciles i su ex ligno, unde dicitur : res pervenit ad umbilicum. Nos
Iré, por ser mejor. cantoneras dicimus (a).
San Augustin con el ejemplo del publicano prueba —Ab Homero Ulysses semper dicitur TciXifiaxta, «va-
í oye Dios á los pecadores. Y así, la margen á Te ren- rii, et multiplicis animi» (6).
,en este lugar, en el comentado por Ante-Signa- —Libro vi, epigrama 66, De praecone puellam vén
es sospechosa, y es esta : oNam peccatores Deus dente. Para los que son tan hediondos y infames, que
i exaudit.» con su aprobación desacreditan la cosa que aprue
toja suelta en 8.') ban (c) :
• Dum puram cnplt approbare candis,
K1I.— Xenofon, De faclis etdictis Socralis, lib. iv, Aliraxit prope se manu negante ni;
5o: «Dicebat Homerum id circo Ulyssem securum Et bis, terque, quaterque basiavit.
nOasse oratorem, quod per ea quae vulgo nota sint, Quid profeceril oséalo, reqairisT
eral ánimos eorum qui audirent, quo instituti es- Sexcentos modo qui dabat , negavit.»
t, adducere.s [Hoja en 4/)
toja en 8.') •
XXVIII.—Juvenalís, satyra xv, 108, libro v :
3111— Tacitus, Annalium, libro vi: «Sibi satis • Sed Cantaber nnde
lis: ñeque aliud poenitendum , quara quod Ínter Stoicus, antlqni praesertim aetate Metelli!»
•liria et pericula anxiam senectam toleravisset, diu In eadem satyra, 90 :
mo, nunc Macroni, semper alicui potentium invi-
■m culpa, sed ut flagiliorum impatiens.» «ritimus autem,
Qui stetit absumto jam toto corpore, duetis
«aecae, Consolajio ad Martiam : «Nec quicquam Perterram digills, aliquidde sanguine gustat.»
í'irius existimo in fastigio collocatis, quám mul-
Los cántabros usaban de armas cortas. Lucano, li
■ rerum veniam daré, nullius petere.» bro vi, 259 :
¡>¡> en V) • Si tibí daros Hibcr , aut si tibi terga dedisset
Cantaber exiguis, aut longis Tentónos armis.»
DV-— Terentii, Eunuchus, act. iir, scena ív, 601. (Hoja en 16.*)
«Ego limis specto. »
s' ocu/jj, nam limis est transversus : unde' limen
XXfX.— Cicerón, libro vn de. sus Epístolas, & M.
tur quoque, qUod ingredientibus , exeuntibusque
Mario dice fué á la guerra de Farsalia, y que le pesó}
«versum est. Cumautem dissimulant nomines se
«Cujus me mei facti poenituit, non taiu propter peri-
w quod vident, et non recta facie, sed transversa culum meum, quam propter vitia mulla, quae ibi
l(Mur, limes dicuntur aspicere. Cum vero limi
offendi , quó veneram. Primüm ñeque magnas copias,
m obliqui generaliter ; hoc tamen proprié de ñeque bellicosas : deinde, extra ducem, paucosque
"'sdicitur. »
praeterea (deprincipibus loquor), reliqui primüm in
NiMH.') ipso bello rapaces : deinde in oratione ita crudeles, ut
ipsam victoriam horrerem: máximum autera aes alie-
^•—Lucanus, lib. ív: num amplissimorum virorum. Quid quaeris? nihil
• Ambiliosa fumes.» boni praeter causam. Quae quum vidissem ; despe
«a en la epístola cu lo niega : « Ambiliosa non est
«: contenta desinere est: quo desinat, non nímis
«•» Magis oposité, Virgilius, Aen. , vi : dí) La interpretación de umUlicut pertenece i Domlcio Calde-
rino, en sus notas sobre aquel epigrama de Marcial. Solo añadid
•Male suda fames.» Qüevedo la equivalencia castellana.
II minos eleganter Statius dixit : (¿) Este apuntamiento se biso para probar que era Ullses de
animo doblado y falaz. Quevedo reprehendió en la Perinolti
•Male saadus amor.» Monlalban por haber comparado i Cristo con Ullses, siendo este
engallador y falso, como asi le llamaba Homero. Respondieron i
^: «Ambiliosa famis ,» id est, luxuries prodiga la Perinola negando que en Homero se hallase tal. Para la ré
> «Ambiliosa famis,» id est famem, in ipsasa- plica pues debió de apuntar Quevedo la muy repelida palabra '
« quaerens ut ostendeiet famis famelicam non TióAtixaTÍa, tarii, el mulliplias aiiimj. Y el qne es de animo va
rio y multíplice, falaz es , engañador es, aun por confesión de ho
».u Mía.*) rnero, i Indigno de que a Crislo se le compare.
(c) Buscólo nuestro autor, contra el padre Nitseao.
50« OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
rans yictoriara , primüm coepi suadere pacem , cujus ! vel fama populi Romani parem, non posse proliíbere
fueram semper auctor ; deinde, quurn ab ea sentón- , reipublica diutiüs. Nollet hoc temporis potiüs esta
tia Pompejus valde abhorreret, suadere instituí , ut a'.iquando beneficium , quam jam suum. Dixi de Cae-
bellum duceret. Hoc interdum probabut, et in ea sen- sare.»
tentia videbatur fore, et fuisset fortasse, nisi quadam
ex pugna coepiiset suis militibus confidere. Ex eo tem- XXXI.— Job, cap. 26: «Cujus adjutores? Nnm-
poie vír ille summus, nullus imperator fuit. Signa quam imbecilis, et sustentas brachium ejus, qni non
tiroue et coilectitio exercitu cum legionibus robus- est fortis?» A esto el psalmo txvm, v. 26 y 27 : «Ful
tíssimis contulit. Victus, turpissimé, amissis etiam habitatio eorum deserta, et in tabernaculis eorum
castris, solus fugit. Hunc ego belli milii fiuein feci ; non sit, qui inhabítet. Quoniam quem tu percussisli,
nec pulavi, quum integri pares non fuissemus, ira ipsi perseculi sunt, et super dolorem vulnerum meo-
dos superiores fore. Discessi ab eo bello, in quo aut in iiim addiderunt.»
acie cadendura fuit, aut in aliquas insidias inciden-
dum, autdeveniendum in victoris manus, aut ad Ju- XXXII. — «Marcus Tullio Cicero S. D. Lucio Lueeejo
bara confugiendum, aut capiendus lanquam exilio lo- Q. Filio.»
cus, aul consciscenda mors voluntaria.» Pídele Cicerón que baga mención de él en sus es
Colígese estuvo Cicerón en el ejército de Pompeyo, critos, y que le alabe, y que falte á la verdad y rigor
y con él en Farsalia;y que no aguardó al dia de la de la historia por añadir sus alabanzas. Es rara y no
batalla, y se retiró. Escribió esta carta mañosamente table epístola : aCoram me tecum eadem haec age-
para obligar á César, y disculpar su miedo, y no des re saepe conantem delerruit pudor quídam pené sui-
amparar del todo el celo que tuvo de la patria. rusticus, quae nunc exprotnam absens audatius.
Aquel quídam ex pugna fué Crastíno; colíjolo de Epístola cnim non erubescit. Ardeo cupidítate ioerc-
Lucano, que en el libro vn dice que, estando los es dibili, ñeque, ut ego arbitror, reprehendendá, ña
cuadrones suspensos, este tiró una lanza y ocasionó la men ut noslrum scriptis illuslretur et celebreüir
batalla; y le maldice eleganlísitnamente : luis. Qitodelsi rnihi saepe ostendis teesse facturum,
• Totacque cohortes lamen ignoscas velitn litiic festinatíoni meae.»
Pili paráis diu lensis lenuere lacertis. Y otra clausula más abajo : o Ñeque eníni me sofon
Dii Ubi non muriera, quae cundís poena paratar, commemoratto posterítatis ad spem quamlam immvr-
Si-tl sensum post lata tuae deut, Cmsiine, moni,
Cujus tona mana com misil lancea bi'liuin,
taiilalis rapit: sed etíam illa ctipiditas, velwJaiieto-
I'rnnaque Thessaliam Romano sanguino tlnxit. ritate testiinonii tui , vel indicio benevolente!, vel
O praeceps rabies, quum Caesar ida leutrcl, suavitale ingenii , vivi perfruamur.»
Inventa cst prior ulla manas! Y más abajo: a Sed lamen, qui semel verecmiü»
(t hojas en 8.') Gnes transierit , eum bene et naviter oporlet esse im-
pudentem. ltaque te plané etiam .atque etiam mp,
XXX.— Para el apólogo, del Libro de los Jueces, de ut ct ornes ea vehementiüs etiam , quam fortasse sífi
los árboles que hacían rey, es el verso lOdelsalmo lvii: lis, et in eo leges historíae negligas.»
«Priusquam intelligant spinae vestrae rliamnum.» Y más abajo : « Ea si me tibi vehementiüs commetv
—La epístola de Marco Tulio Cicerón á Aulo Ceci dabit, ne aspernere: a'morique noslro plusculum etiam,
na, que empieza: «Vcreor, ne desideres oflicium quátn concedet verilas , laigiare.»
meuiii,» etc ; es en razón de estar Cecina desterrado Y al cabo: «Ac, ne forte mirere, cur, quam mihi
y preso por el arrojo de César, sentido de algo que saepe ostenderis te accuratissímé nostrorum teuipo-
decían había escrito. Consuélale Cicerón, y proností rum consilia atque eventus literis mandaturum, i ta
cale buen suceso, no por augurios ni por las estre id nunc tanto opere et tam mullís verbis pelamus : illa
llas, sino por estas causas que dice en medio de la noscupidítas incendit, de qua inilio scripsí , ieslina-
epístola: «Notantur autem mihi ad divinandum si lionrs, quód álacres animo sumus : ut caeleri viveuü-
gna duplici quadam vía : quarum alteram duco á Cae- bus nobis ex líbris tuís nos cognoscant, el nosmelípsi
sare ipso, alteram é temporum cívilium natura atque vivi glorióla nostrá perfruamur.»
rali'one. In Caesare hace sunt: milis cleménsque na Toda la epístola es rarísima, y digna de adverten
tura, qualis exprimitur praeclaro illo libro Querela- cia y consideración.
rum tuarum. Accedit, quód miríficé ingeniis excel- (4 hojas en 4.* esta J los dos números qne anteceden.)
lenlíbus, quale esttuum, deleetatur. Praeterea ce-
dit multorum justis et ofQcio incensis, non ¡nanibus XXXIII. — Que murió viejísimo y caduco, por el nú
aut ambitiosis, voluntatibus: inquo vehementereum mero de años, Séneca, no por la debilidad de la men
consentiens Etruria movebit. Cur haec igitur adbuc te ; y que pudo por esta razón oir á Cicerón , se colige
parum profecerunt? Quía non putat se sustinere cau de'su epístola xxvt: «Modo dicebam Ubi, ¡n conspeciu
sas posse multorum, si tibi, cui jusliits videtur ira- esse me senectutis : jam vereor, ne seneclu'em post
scí posse, concesserit. Quae ést igitur, inquies, spes me reliquerim. Aliudjam bis anuís, certé huíc cer
ab ¡rato? Ex eodem fonte se hauslurum intelligit laudes pón vocabulum convenit : quoniam quidem seneclus,
suas , e quo sit leviter adspersus. Postremó homo val- lassae aelalis , non fraclae nomen est. Ínter decrépi
de est acutus, et multüm providens : intelligit, te, ho- tos me numera, et extrema tangentes. Gratias lama
minem in parte ltaliae niinimé contemnenda facilé mihi apud te ago: non seutio in auituo aetatis ii(«-
omtiium nobilissimum, etin cotnmuni república cui- riam , quum senliam in corpore.»
vis summoruui tuae aetatis vel ingenio, vel gcatiá, (Hoja en 8.')
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 507
XXXIV.— M. Qnintilianus Deoratoribus, dialogus. —Séneca, vi, De Beneficiis, 32 : «Regalis ingenii
«Caeterum felix illud, et ut more nostro loquar, au- mos est, ¡n praesentíum contumeliam, amissa laudare,
reum seculura, etoratorum et criminum inops, poetis et bis virtutem daré vera dicendi, a quibus jam au-
et vatibns abundat, qni benefacta canerent, non qui . diendi periculum non est.n
maletadmissa dejonderent. —Trinummo, acto n, scena ti :
»Nam et Crispus et Marcellus ad quorum exempla «Folpudere, quam pigere praestat, totldcm litlcris;-
me vocas; quid habent in bae praescnti fortuna con-
cupiscendum? an quod titnent, an quod timentur? dicese en español: «Más vale vergüenza en cara qun
quod cumqnotidie aliquid rogentur, híqnibus prae- mancilla en corazón.»
stant indignantur? quod alligati cum adulatione, nec —■Dciira virlulc habernos.»
imperantibus unquara satis serví videptur, nec nobis — Scena ni :
satis liberi?» «S.ilillum animae: quiquum «templo amisiraus,
Más abajo: Laus Bruti. Arque mendicos, atque 111 e opulentlssimus ,
«Nam et Calvum et Asinium et ipsúm Ciceronem Censetur censo ad Acherontem mortuus.»
credo solitos et invidereet livere, etcaeteris liumanae Decimos que el alma sirve de sal solamente al inútil,
inlirmitatís vitiis alTíci. Solum ínter líos arbitrar Bru- que solo le conserva el cuerpo.
tuna non malignílate nec invidiá, sed s'mpliciler et (Hoja en 8.*)
ingenué jiidicium animi sui detexisse: an invideret Ci-
ceroni , qui mihi videtur ne Cacfari quietan invidisse? XXXVII.—De las corles originales que juntó en Valla-
(Uojaen8.') dolid el rey don Fernandoel cuarto, que tiene en su poder
el señor don Franciscode Augulo.su fecha en Vallado-
XXXV. —Severum sed verumjudicium deGn. Pom- lid, 26 días de junio, era de 1345 años. En este tiempo
pejo, C. Cornelii Tacili, Hisloriarum, lib. 11. los judíos, para sus pleitos y usuras, tenianjneces parti
. «Mox e plebe Ínfima C. Marius, et Snobilium saevis- culares; y porque exlragaban los reinos, se los quitó el
simus L. Sulla, viclam armis libertatero in dominatio- Rey y los remitió á sus j usticias y alcaldes.
nem verterunt. I'ost quos Gn. Pompejus oceultior, non Pidieron al Rey que si alguna mezcla ( puédese leer
melior.» mesda) le fuere dicha de alguno de sus reinos, que no
(Id.) pasase contra ellos sin oírlos. Otorgólo.
«Para estas cortes hubo su consejo con la reina doña
XXXVI. — ALCUÜAS PBASES latinas db Plauto, que Maria, su madre , é con el infante don Joan , su tio , y
LITERALMENTE SE USAN EN EL K-'SMO SENTIDO EN CASTE su adelantad mayar en la frontera, é con don Joan Nu-
LLANO. ñez, su mayordomo mayor, é con otros ricos homes y
—Menaechmi, i, scena u, 43 : caballeros.» Convocó por esta orden á los infantes, pre
• Hlínc comburamus diem. lados, ricos bornes, maestres, infanzones, caballeros,
Diesquidem jam ad umbiücam est dimidialus morlun*..
homes buenos, de todas sus villas y lugares.
Tercer acto, scena u, 6 : Dice que le propusieron los que vinieron de Castilla,
• Non, herele, is sum, quisum.i de León, de Toledo y de las Extremaduras, votase el
Así en español: «No seré yo quien soy. > nombrarlas en plural.
—Mctttllaria, u acto, escena ti, 44 : (W.)
•Capitalls caedis facta'st;»
por infesta. XXXVIII.—En tiempo de don Enrique el tercero, fué
— Defodit instpo Iluta. maestre de Alcántara don Martin Yañez de la Barbuda.
Derodere non est sepeliré ; sepultus dicitur qui so- Era sobrino suyo, y heredero por cognación, Vasco Ya
lemnibus inferís defoditur. ñez Chumacera ; era hijo de Valencia de Alcántara, la
—«Gottam haut hakeo sanjuinis.» cual tenia usurpada el Rey de Portugal. Defendíala por
lo mismo en español : «No me quedó gota de sangre. » él Atitonio Freiré, valentísimo portugués; este desafió
—Uenaechmi, acto ni, scena i, 16 : uno á uno á todos los castellanos, y que quedase la vi
•cum corona exit furas. lla por quien tuviese la victoria. Acetó el desafío Vasco
Subía tom «st convivium.» Chumacera ; y debiendo escoger las armas, como desa
Esta era la señal. fiado, le dio esa ventaja al contrario. Eligió, fiado en sus
—Afostellaria, acto n, scena n, 3 : fuerzas, mazas; acetó Vasco : hizo pedazos á Antonio
«Prandium mihi nxor perbonum dedit. Freiré ; libertó la villa. Dióle el Rey la alcaidía della.
None dormiium me jtibct iré minumé. (Id. Hizo este apuntamiento cuando escribía la dedicatoria de
Non boDiu somnus «tt de arandin : apaje. • la VUt de san Pablo.)
RELATIVOS
ia: Son inéditas en su mayor parte las carias ; y lleva una ' lo men de códices y manuscritos , y abriendo con llave de oro tas
jn.-j impreso, para distinguirse de lo que ya estaba en dominio misterios de la antigüedad pagana. Hubo de visitar después ia
el público. No van especificadas al pié, sino rara vez, las muchas Alemania, Francia y Austria, buscando a los doctos y enrique
di >ersas copias y algún autógrafo que han servido para depurar ciéndose con su doctrina ; pero al Gn se casó en Colonia. Obtuvo
lijar el texto , por darse de ello razón minuciosa en el Registro sucesivamente las cátedras de historia y elocuencia de Jena,
• Manuscrito» que precede a este tomo 11. Fácil es saber la pro- Leyde y Lovaina ; siendo luterano en la primera de estas ciuda
cencía de cada epístola y los traslados que lie podido haber á des, calvinista en la segunda; y después de trece años de vivir
s minos, estando, como están, numeradas aquí y allí todas, y res- sujeto al error, volviendo en la última al gremio de la Iglesia
>uiiirndu entre sí Belmente las séllales. católica , año de 1591 , por los sabios y piadosos esfuerzos de los
Las distribuyo por riguroso orden cronológico, sin perjuicio de jesuítas. Desde entonces muy devoto de la Santísima Virgen, al
le en el índice aparezcan por los sugetos que las dictaron ó a morir legó su pluma y sus ropas á la capilla de nuestra Señora de
Bienes fueron dirigidas. Hall. Casi todos los principes quisieron, después de esta conver
Sin la hidalga generosidad de los excelentísimos señores don sión, hacerle suyo : Clemente VIII en Roma , el senado de Ve-
postín Duran y don Seralin Estébanez Calderón, y sin la bizar- necia, Fernando de Médicis en Florencia, Enrique IV en Francia;
a de los hijos del iliistrisimo don Antonio Alonso y López No- mas los estados de Bravanle y el amor á la patria vencieron. Fe
:=, quienes en beneficio de las letras españolas se han despren lipe II de España le nombró su cronista ; el archiduque Alberto,
do de muchas joyas literarias que hoy salen i luz, no seria tan miembro del consejo ; y asi este príncipe como su esposa, la in
ipíoso e importante el Epistolario. fanta Isabel Clara Eugenia , fueron con toda la corte á oirle a su
{t>, Esta i.nCeHturiaquMa,misvel!antupostumo,AmBtres,imi) cátedra de Lovaiua. Los últimos quince años de su vida consagró
i sus Epístolas selectas. Lipsio a borrar los pasados yerros , modelo de piedad y devoción,
Jtsfto Lipsio. escritor polígrafo y sabio filólogo, nació en Isch, exasperando la intolerancia y el despecho de los protestantes.
irblo inmediato a Bruselas, el 18 de octubro de 1647. Empezó Murió a 21 de marzo de lfíOS.
escribir cuando otros niños comienzan á leer; en Allí hizo de Éntrelas obras que más le recomiendan, sobresalen sus Comen
lete aflos algunos poemas; de doce, en Colunia, diferentes tarios <t Tácito y Séneca; los Saturnales; un tratado de Milicia
i cursos, cuando con los jesuítas aprendió en esta ciudad Mo romana; otro de la Constancia, el mejor de sus escritos, según
fla y/ los idionus griego y latino. Vióse inclinado a entrar en la muchos doctos; aunque Lipsio daba la preferencia á los seis libros
rmuaiiu de Jesús; pero llevándole sus padres i Lovaina, de- de sus Políticas, o doctrina civil, compilación de sentencias de va
cose allí al estudio del derecho, y cambio de propósito. Iluér- rios autores, cngazidas con tan pocas palabras cnanto le pareció
no en la llorde la juventud, trasladóse a liorna; y el cardenal que era necesario para que solo hiciesen buen sentido. Mezclando
ranvcla, prendado de su ingenio, le nombró secretario suyo. opiniones contradictorias y alguna proposición absurda, extra
.iiuiulado en la ciudad eterna con el comercio de los sabios, vagante c impía, acabó de deslucir un libro á toda ley de no re
-rnbio i los diez y nueve años de edad sus Varias lecciones levante mérito. Lipsio le preferia, como las madres a les hijos con
. iire Cicerón, Van un y l'iopercio, consagrándose lo '.o al eii- quienes fue enemiga naturaleza.
612 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
1603, filósofo religioso, que evangelizó (si asi se puede de
cir) en medio de la gentilidad,— satisfagoel igmjt,
CARTA n. dedicándole con todas mis cosas, á vuecelencia, ticé
será su amparo quien con las armasen la man..
De Justo Lipsio. (a)
sido de su patria y religión. Recíbala vueceleucii;]
Jaitas Lipsius Domno Francisco Unevedo, nobllissima stirpe premiará en Focilides virtud que sola en la suya pi
et animo viro ,
diera hallar galardón igual, y á mí me animará ¡ei
S. H. I).
que en mayor volumen ocupe mis estudios, escribtsé
• O litteras tuas , et árnicas et sensibus argatas ! Utro- sus grandezas. Guarde Dios á vuecelencia, su boanri
que nomine me ceperunt: et verum vis? Subiit memo España, y su soldado ala fe. De mi celda, á l. Me/ :
ria veteris Hispaniae talium ingeniorum altricis prae- de 1609. — Don Francisco Gómez de Quevedo y t¡-
claram slirpem; jactet se, si intelligat: si non Marti llegas.
solüm , sed Musae et Minervae operatur. Atque utinam
feliciüs Marti! Sed est quoddicis, liunc quoqueener- 1612.
vant quae sileo, et unum, quod non pro vulgo effe-
ram, opes: CARTA IV.»
India capta fcrum victorem cepit.
Al médico del duque de Lerma. (c)
Et illas nos minuimus, fateor, et viros quoque vestros :
quid negem? Commune sepulchrum Europae sumus. Señor don Pedro Martin de Andueza.— El que!
Ó si Agamemnoni vestro Minerva cum suo Ulysse ad- sona de valor, no debe huir del riesgo, sino bss
sistat! Vestrutn, et nostrum sít bonum. Nunc: cuando la vergüenza va delante del. Creóme (ji
Eicussae procerum menta, turbatáque mussant samerced perdone si voy por camino torcido) p
Consilia. jarabes endulzaron á vuesamerced la sangre, yqat
Et quod sequitur: tarteras del hespí tal ó las escupideras del de L-:au
O qunula ütliacron atajaron el olfato antes de tiempo : por donde ¡«i
Fuñera sanguineisque tadis Ismene uotabis! (fimt : etc. cuentra entre Esculapio y Marte , ó como si dijera
Haec fien!, ¿u yáp aiziiprpoe, ¡*0WTe\>o-o¡.ia'. áXV eu etOü>; (1 ), entre el orinal y la espada. Decídase vuesamercsl|
Ou-iile, (túcenles, sub ttgmina currite fui. el primero, si tiene miedo; que con saberlo ¡¿ja
Ad te redeo Bernardini Mendocii versionem Politi- el mundo,- ganará mucho para la ciencia de In M
corum, de qua scribis; lile habeo, et doleo in morte güentos y en el favor del Señor. O afile sn cmipú
primatis, etiam ab animi dolibus, viri. se me acaba la paciencia, y habré de pre^aaM
Edere est atiimus, si typographi nostri non detre-
de Estado, sucedió al duque don Juan, su padre. EsrroasÉ
clant, Mercurio semper, ut seis, amici. lile mibi hoc con doüa Catalina Enrique: de Ribera, bija de im Fetal»/
nomine major est, quod te hortatur Homerum tueri et II duque de Alcalá , y de su mujer doüa Juana Cortes, a*M;
&itxpa;it¡£Eiv (2) : 6 fac, non potes digniús et sapien- bió el ser al inmortal conquistador de Méjico.
Atrevido, impetuoso y valiente, no conociendo tre» i Al
tibus gratiüs, argtimentum tractare. cesos, vidse en prisiones por julio de 1602 en uolsprtóí
Quid de viro, an Genio illo sentiam, nosti : et nuper destable. Rompiólas , buyo a Francia , de allí a Fílales,'
etiam publicavi in Manuductione Stoicá, quos libellos tercios españoles sentó plaza de soldado. Ascendiera i i
cum Physiologiá visos libi velim : et a me donum ba de caballería , señalóse por el arrojo, valor y apatti ti
Espalia en el invierno de 1608, capituló i so hijo prtefl
beas, si propiüs absis. Nam amo te, et hic animo intc- don Juan Telleí Girón, marqués de Peñafiel.'coa dala raU
rioriindui, Si p.¿Ya xüSoc í|3i¡p<úv (3). Vale, Lovanii 8 Sandoval y Padilla , hija del duque de Uceda y niela *ei fci
Cal. Feb. 160o. ma, valido de Felipe III; casamiento que vino a tenían
De Lucani versu consideravi , et sagaciter inquirís. inaudita pompa en 11 de diciembre de 1617.
Gobernó i Sicilia desde 1611 i 1616, y i Ñipóles Bisan
Nec de Mercurio rejiciam : ¿quid si et Charontem acci- dos de 1620. Acometió, siendo virey y capitán general ddid
pias, qui etsi portilor proprié, tamen et janitor dici ro de aquellos reinos, empresas de famoso capitán; y p»*
potest , quia transferendo admittit, et in Orci faucibus suya los bajeles confiados i su teniente don Octano ¿f K,
hicieron en las costas de Berbería y Levante presas rifisaB
servat? daños inolvidables. Mas, como en julio y agosto de 1615 P*J
siete galeras de fanal que Sinan Baji comandaba , tlanfj
libertad mil doscientos crisUanos puestos al remo, se ■*■
1609. por esclavos seiscientos turcos , y cayó prisionero Milis*
de Alejandría. El estandarte de so capitana , víbícbiio i «•
CARTA ID. don Octavio, fué remitido al rey Felipe III en 7 deoetaUt-
Tres años después, sobre el cabo de Celidonia,! U.í
Al duque de Osuna , dedicándole el Discurso de I* vida de julio, con cinco .galeones y un patache, desbarato iW
y tiempo de Focihdes. (*) mente cincuenta y cuatro galeras y la real del toreo, temr.'
panto del Adriático ; púsole en sujeción con sus Bares, !'
Ya, Señor, que en mis pocas letras, humilde tra la costa de África.
ductor y comentador, saqué de la griega lengua á este Echado de Ñipóles, fué perseguido y preso ea 1621, bu*
Sr la fortaleza de la Alameda , en 16ii i los CarasHBtW»'
huerta del Condestable, y por ülljmo á la casa de Gil M*
(a) En la versión que hizo Vicente Hariner con título de Ivliani Mota, en Madrid, junto al convento de franciscaoos,¿4»ia
Casaris m Regem Solcm ad Salustium Panegyricus, Madrid, 1625. cadenas murió i 25 de setiembre de ltjii. .
(li Non ineipertus vaUcinabor, sed nene id praevideus. Francisco de Lyra imprimió en Sevilla el «tísao ata "•
(4) Defenderé. curto de muchas cosas notables y de eitfictcin, pitit '
(3) O magnum decus Hispanorum. ¡a prisión y al tiempo de su muerte. ¿
(4) Don Pedro TeUei Girón , /// duque te Osuna , II marqués de (c) De copia franqueada al colector por doi Basilio bes*'
Pefiatel, VU conde de Ureia, caballero del Toisón, del consejo Castellanos , su amigo.
EPISTOLARIO. 513
in cobarde como mal caballero. El sitio, vuesamer- que en escribir lo que escribió, pues sabemos que de
ed le sabe, así como la hora y armas ; y solo le resta la abundancia del corazón habla la boca. A mucho se
risarme, para dar cabo á negocio que ya me enfada por atrevió, á querernos persuadir que era otro de lo que
i largo. Solo ana hora.— Quevedo. sus palabras decían ; y fió demasiado de la cortesía aje
na , pues quiso que creyesen que no fué malo en escri
bir lo malo, entendello, dallo á entender y aun imi
CARTA V. • tar, haciendo sabrosas á la memoria cosas desconocidas
A personaje desconocido. («)
para naturaleza, que aun sin delito no se pueden imagi
nar. Yo al revés, malo y lascivo, escribo cosas hones
Martinico : el no veros me aflige porque rae güele á tas; y lo que más siento es que han de perder por mí
fado, su crédito, y que la mala opinión que yo tengo mere
T i le, señor Licenciado, cida ha de hacer sospechosos mis escritos. Ya saben
Que os atufáis sin razón.
mis amigos que mientras lo fueren, han de tener en
por lo que sospecháis qucreisme juzgar de fado, mí qué defender y amparar; y no me deben poco en
aidá verme , que os dará con qué podáis chuparos, ocasionarlos ú mostrar quilates de amistad verdadera,
10 los dedos, y tan buena noticia de mí mismo, que cuando serán recibidos del mundo (que hoy vivimos)
oque yo no os la pudiera dar , á no ser el diablo, que por milagros.
¡leve si no venís. Vuesamerced vea algunos ratos, y con atención, esto
<o tengáis pena por Periquito Martin , y creed que que tiene novedad y podría ser de algún provecho ; que
«perderá el bastón de Galeno, y que pronto podrá lo que para mí tiene alguna estima , es saber á la li
sultar el orinal del Duque, á pesar de sus sueños y bertad de las academias antiguas, parecer algo á Epic-
mis Calaveras. Gran lastima ha sido que el torpe teto (bien que puede servir de introducion á su Ma
m tu hermanastro dejase en su caja lo que ha- nual), y seguir el parecer de los estoicos, en cuanto
salido de mi tintero; y para que lo digas á quien se da lugar la fe cristiana. Viva vuesamerced, etc. En la
nenie , decía así : « Un médico raastin , pensando en Torre de Juan Abad, á 12 de noviembre de 1612.—
■nnal, y descubriendo á punto investigaciones de Don Francisco Gomes de Villegas y Quevedo.
lo, si la caca de los duques ilustra y fortifica las na- Disciííquc ó miseri, el causas cognoscite rerum:
¡yaclara la vista....» Comenta tú la materia como Quid sumas , aut quid nam vkluri gigmmur , ordo
>rle parezca, y pásala por el crisol de tu lengua, Quis datus, autmetae quám mo ¡lis flezus , el undae.
asi saldrá más apurada la verdad. Y considera des- Quis modus argento, quid fas aviare, quid asper
Vtile nummus habet; patriae, charisque propinquis
i si el huele-orinales tendría razón de decirme Quantum elargiri deecat. quera te Ucusesse
illas cosas que le obligaron á ser Marte, sacándole lusii,et humana qua parte localus est in re.
íscasillaa; cayendo tal pulla sobre aquellas coplas (Persius,*at. iu,66-)
l«i sus bigotes le pinté cuál era él y todos los ma
mes de profesión, al Duque su amo.
i el de Lerma os pregunta por mi salud otra vez, 1613.
Be que Quevedo sigue amándole y deseando ser-
CARTA VII.
M que ya está en disposición dello, porque va
»rdel arañazo que le dio el gato de Hipócrates y De fray Benito Bernardo de Morales, (e)
no; pero que le perdone si por algunos días no He leido con atención las cartas que vuesamerced ha
a su cámara su dolorido dotor, que culpa suya fué compuesto del Caballero de la Tenaza, y las muchas
» al león siendo tímida la zorra, razones y diferentes medios que propone para que los
'hagáis caso si de estas rayas se os pasan algunas
1 inteligencia; que con ser yo su autor, á reparar-
no las sabría interpretar. Masa medias manos me uola. — «Mi vida es buena , Inscivos mis escritos», lo dijeron coa
lera bastan, y los zambos siempre escriben bien poca diferencia Ovidio y Marcial. Cantó el uno :
'"«amigos, que si son de ley, adivinarán por la y el otro : «Lascivo en letra, mas en vida honesto r:•
"t'on, que es la escritura de la amistad. No me de- •Buena es mi vida, escándalo mi pluma.»
wiana si no lo hacéis hoy, y ved que tengo ne- Quevedo se refiere al verso de Ovidio.
(e) Sin nombre del religioso la publicd el biógrafo Tarsia, i la
'« de consultaros cosa que importa á los dos ; y pág. 103 de su curioso libro.
Hice mí Hipócrates que aun no podré salir en esta Poseíala no hace muchos afios don Pedro de Castafieda , caba
«"• De mi cama.— Quevedo. llero profeso de Santiago, conventual de Uclés y prior que fué de
Santa Maria de Junqueras de Barcelona, quien facilitó al actual
anticuario de la Biblioteca Nacional, don Basilio Sebastian Cas
tellanos, copia de papeles curiosos, algunos de los archivos de
CARTA VI. * Uclés y de Villanueva de los Infantes.
Pero, ;cómo hay tanto parecido entre la chistosa epístola del
<on Toáis Tamayo de Vargas, remitiéndole el discurso oscuro monje gallego, y otra de un clarísimo religioso (clster-
intitulado La Cuna y la Sepultura. (*) densc también), abad y obispo, infatigable escritor y desenfada
do ingenio?
que dijo : « Lascivos son mis escritos, pero mi vida _ Memoria de ella aun debia conservarse entre los bernardos de
■i» mas desvergonzado fué en asegurar esto de sí Galicia , euando allí cursaba por segunda vei filosofía el iluslrl-
sinjo don Juan Caramuel('). Pasó i los veinte y un aflús de edad
"en Hí!.P,r°Ce(lcn,:li' 'ne '" Pre«<t«'«, con visos de ade- *
™ ri siglo anterior.
" Timayo ie Vargas doy ya noticia en las flotan 1 u ÍVri- (•) Don fray Juan Caramoel y Lobkowiti narló en Madrid a 13 de
mayo da iCOO, y en Álcali mitiit gramtUca y lilgiofla, Vlitló el habito
33
514 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
hombres se libren de las embestiduras de las mujeres; samerced el bumor y la salud largos y felices añns, i
pero no be bailado ninguno por donde vuesarnerced se mí me deje verlo. — Dolor fray Benito Bernarh
libre de pagar esos dos reales de porte. Afloje la bolsa, Morales.
y añada un remedio más á su Caballero; que de lo con Al margen: San Bernardo de Sauliagü de Gilí
trario se le quedará corta la tenaza. Dios guarde á vue- á 17 de enero de 1C13.
(ai El duque, de Sita, de Baena y de Soma, conde de Cabra, era (di Arisco!.
don Luis Feroandei de Córdoba , Cardona y Aragón , insigne me (el Se llama Las repúblicas i una preciosa colección ti 'H*
cenas del monstruo de la naturaleza frey Lope Félix de Vega Car en 12." que por entonces publicaron en Leyden los Klieiiri» »*
pió. Murió viernes II de noviembre de 1842, i los sesenta y tres historia y geografía, de las célebres repúblicas, imperios ífJ^
anos de su edad, siete después que el gran poeta. principados europeos, costumbres, leyes y ritos de todas ij!,"r
(>i La palabra Hádemela y Maderuelo, que tanto repite oos Fran Parle de tales trabajos sedebe a Cuneo, Grocio,Scrivrri«,i'Sfi
cisco, es de explicación difícil. ¿Habría en la corte alguien con tal dinl, Sprechcro.Ubbon, Rmmio, Donato Jannocio y Bortón '
apellido que se ocupase en escribir novedades ? Según el contexto (/'l lié aquí el rótulo del libro: Historia ie It otétUtl*
de la presente epístola, el mas diestro ed saberlas y comunicarlas da. Dedicada á la misma por Bernabé Moreno de Verga, '"
era Medinaccli, con quien dudaba poder competir Quevedo. Cier perpélvo delta. Año 1633. Con privilegio. En Madrid, por i
to que esta carta parece la primera en que forma nuestro autor el de Alonso Martin. Al rol. 293 reliere que vino la villa I* I"*
propósito de tener al Duque muy al comente de todas las noti a ser déla orden de Santiago, sujeta a Mérida desde qoü?P»
cias que circulaban por la capital de la monarquía. No creo de que Felipe II la hubo de vender a la condesa de la Pwtda. '" *
ningún modo que tuviese nada que ver por aquellos dias ni con el de ella hite mayorazgo en dan Gómez de Cárdenas, a li-v*
Duque ni do» Francisco la villa de Maderuelo, de que fui seflnr quien es bimiela dofia Ana María Luisa Portocanw y "*
ñas, marquesa de Alcalá de la Alameda, scuora de L¿» (■
el infortunado don Alvaro de Luna. Y mucho menos que en la
carta sea tal nombre equivalente de maridado, como be visto sen casó con el duque de Medina-Celi.» .
tir alguno, dejándose llevar de la circunstancia de estar por en {g\ El padre Aguslin de Castro las leyó en la cenpaía «'
tonces recien casado el escritor festivo y mordicante. sus. Intitulábanse ^^
(el Hacia los afios de 1648, don Pedro Pacheco Giran era del •Proemiales políticos, donde se agitan las siguiente! fin»*
Consejo de su majestad en los dos supremos do Castilla y de la • Si es mejor ningún gobierno que alguno. — Sí sea *1,"JJ
general Inquisición. bicino democrático que el muairqniso y atistoctaüe'-"'''
EPISTOLARIO. 559
De mi negocio, Señor, digo lo que vuecelencia : que ta. Ya con saber que vuecelencia viene, me parece que
>n largas del Gobernador, que pide lo imposible para oigo á vuecelencia, y me guardo para el jueves.
eg;ir lu fácil y justo. Veamos qué resulta de Zaragoza Guarde Dios á vuecelencia, como deseo y he menes
qué responde, porque mi mujer me escribe que ter. Madrid, t.° de julio de 1634.— Don Francisco de
n Juan Sánchez está en Zaragoza por el Consejo á Quevedo Villegas.
>o.
Pedro Mal I arte, que es quien tiene los libros que á
necelencia faltan, no quiere los duplicados, por ser li- 1633.
ros en romance (o). CARTA LXXXI. •
Tenia un escribiente admirable, y acordó de irse á Al mismo.
alladolid sin hablarme á mi ni a quien me le encomi
aba. Yo hago toda la diligencia posible para llevar Excelentísimo Señor : El portador es don Diego Ca
no, que veo cuan necesario es; y me holgaré de que ballero de Illescas, sargento mayor de vuecelencia;
: efectúe la ida del clérigo de Toledo. por su persona y sus servicios y calidad vuecelencia
No hay nueva de Alemania ni Flándes : aquí dan mu le conoce (c) ; lo que yo certifico á vuecelencia es, que
lla prisa á don Fadrique para que él y don Felipe de aqui ha sido sargento mayor y teniente de coronel,
ilva vayan al Brasil á restaurar á Pcrnanbuco. Guarde y que ha trabajado en el servicio de vuecelencia con
'ios á vuecelencia, como deseo y he menester. Dia de grandes demostraciones, deque resulta el lucimiento
an Juan, junio de 1 üü l.—Don Francisco de Quevedo deste regimiento de vuecelencia. Y espero que en las
'Megas, ocasiones que se ofrezcan, con sus alientos le desempe
ñará del nombre de vuecelencia, que le ha ilustrado.
CARTA LXXX. • Tales personas son recomendación de si propias, y na
die sabe tenerlas en el precio que vuecelencia, á quien
Al duque de Medinaccli. (i) guarde Dios, como deseo y he menester. Madrid, 27 de
Excelentísimo Señor : Casanate vio la concordia y julio de 1635.—Don Francisco de Qucvcdo Villegai.
K)der de vuecelencia y de mi señora; dice está muy
iueno , y en la forma que es necesario, y que él ha de
lacer la petición: creo lo facilitará todo vuecelencia. CARTA LXXXII. *
Extraño inventario de mis bienes ensartó vuecelcn-
Al mismo.
iaen esta carta, sin perdonar el vestidillo de jerguilla,
fueíelia vuelto en bienes raices. Vuecelencia ordene Excelentísimo Señor: Yo no sé de vuecelencia si ha
lela haca ásu disposición, loque fuere servido. Solo recibido ó no el pliego mió en respuesta de los despa
iento que vuecelencia no me dice si ha lucido el verde chos, ni otro en que envié ú vuecelencia las pascuas;
|iie ha tomado. que yo cuando envió es ln que se viene.
Yo aseguro que pnr muchos que son los negocios, No me olvidé este año de ser cocinero de vuecelen
|ue vuecelencia los dé lal prisa, que parezca que los cia; que hechas tengo las salchichas, que hubiera re
lesnacha, y no que los diligencia. mitido si aquel que fuéá Medina el año pasado estu
El hospedaje que vuecelencia ha escogido es el más viera aqui ; pero ha ido á la Andalucía á una herencia
propósito para vuecelencia y para el güésped , si bien de doce reales y un buey y tres cochinos de su suegra.
hora está muy lejos del Buen Retiro. Aunque creoque Mas cuanto primero pudiere, las iuviaré á Juan de Es
I jueves son las fiestas, y al otro dia dicen se vienen á pinosa para que las remita á vuecelencia.
«lacio, porque el calor se lo aconseja asi á sus majes- Yo quedo sumamente lastimado con la desdicha, en
ules, yo querría salir á besar á vuecelencia la mano el la vida irreparable, de don Juan de Herrera : es un caso
"éves lo más ponlifiealmcnte que ser pueda: harto nunca oido ni visto en el inundo, con ruina de tan
'horozado quedo ; permita Dios que sepa vestir bien tos (d).
¡1 nlborozo. Dios lo remedie y guarde á vuecelencia, como yo de
De Toledo tuve carta el miércoles , en que solo me seo y he menester. La Torre, postrero de dicient-
Ücen que el comisr.no no está allí y le aguardan, que bre de 1633. — Don Francisco de Quevedo Villegas.
ne avisarán; podrá ser mañana tenga aviso de todo.
Esta noche daré la carta al señor don Pedro, aunque (c) A linos de julio de 1613, siendo caballero del dnlen de San
emo estará en el Retiro, que hay esta noche gran Des tiago y gobernador general do la plaza y armas de llosas, por el
rey católico, tuvo un feliz suceso contra las enemigas de catala
nes y Iranceses.
rámenlos contra la monarquía. — Cual s<>a mas conveniente (rf¡ Don Juan de Herrera. — • Jueves en ta noche (20 de diciem
uno, rl electivo 6 el hereditario. — Si es licito excluir las heñi bre i, representando Prado a sus majestades en el saino grande
rás de la sucesión de los reinos. — Si es licito matar al tirano. de palacio, se ofreció cierto enfado entre el marqués del Águi
-Síes conveniente que se vendan los oficios de los magistrados.» la, hijo del marqués de Monteuiayor y yerno del conde di' Can»
He vi»to una copia contemporánea, y otra mas moderna, don- tillaría , con dun Juan de Herrera, caballero del hábito de San-
e se atribuyen al afta de 1659. ti (;o y caballerizo mayor del señor conde-duque de Sanlicar.
Con tal suceso y discursos , que escandalizaron i toda la corte Fué el caso que, hallándose don Juan a las espaldas del Marqués,
¡miaron al gobierno de Felipe IV, confundió don Francisco )la- pareciéndolo que el don Joan le apretaba demasiado, le dijo por
»fl de Meló la causa de la prisión de Quevbdo, en su apólogo dos veces que se tuviese ; a la tercera , pareciéndole que le apre
"logal Intilulado El hospital de las letras. tó mucho y poso la mano sobre las espaldas, le dijo con enfado
(«I Pedro Mallard, librero de Madrid, compró i nuestro Qne- que se tuviese, que no eran todos unos. A que respondió don Juan
loo, en 10 de febrero de este alio, la versión castellana que hizo que todos eran unos. A lo que (dicen1 replicó el Marqués que
e la introducción á la vida devota de san Francisco do Sales. li estaba borracho ; y el don Juan de Herrera le respondió i según
',-> I'or copia del original. te dice): «ti borracho es él, y míenle,» Y aunque ujc entonces
560 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Q-u. 36
5C2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
viva en elentendimiento,ypiedadenel alma; todo lo y todos concuerdan en que no puede dejar de perderse.
empleó en el servicio de Dios nuestro Señor y de su El lunes dicen sale pragmática de las cortesías, ra
rey, y con el postrero conocimiento lo puso en cobro. pando á navaja las señorías á todos los consejeros,;!
Sea Dios bendito, que nos da en tan lloroso ejemplo los de guerra que no hubiesen sido maestros de cam
tan útil enseñanza. po generales, con grande rigor. Si sale el lunes, la lle
Yo, que le amaba, hoy le reverencio. Viendo tan sola varé. Guarde Diosa vuecelencia, como deseo y he me
su huerta del concurso de las personas reales, que po nester. Madrid, hoy sábado.
co há tanto la frecuentaron; y desierta del mismo Du Aquí se dice público que han hecho que el señor
que, por haberse ido á servir á la guerra, — há dias duque de Alcalá renuncie el ser vicario de Italia, por
que hice este soneto (a) ; escribile con más celo que apaciguar las quejas del de Monterey; y que se parte
ingenio, como quien le amaba y temia. luego á Ratisbona. — Don Francisco de Quevedo Vi
La dicha del obispo de Osma es y será servir á vue llegas.
celencia y estar en parte donde mis sobrinos merezcan Hanme prestado un libro muy antiguo latino, so
la honra de pajes de mi señora. Yo querría llegar á bre la escritura de un francés, con las mayores y mi-
Madrid á acompañarle cuando venga; que á mi her particulares alabanzas de la casa de Fox que se han vis-
mana he encargado me lo avise luego (6). to ; yo las he puesto en cobro.
Ya vuecelencia sabrá los generalatos del de Maqueda
y del Almirante; acuérdese vuecelencia cuánto há que
le escribí yo que reconociendo dificultad en el ser CARTA LXXX1X.
sumilier, pedia puesto para servir. Bien se está vuece Al mismo, (i)
lencia en Medina , sin otra ocupación que la de sus es
tados. Excelentísimo Señor: Después de escrito elpliep
Guarde Dios á vuecelencia, como yo deseo y he me me remitió don Sancho de la Cerda esta carta para vue
nester. La Torre, 4 de marzo de 1636.— Don Fran celencia. Anoche me dijo el estado que tiene su pre
cisco de Quevedo Villegas. tensión, con bien asegurada desesperación de todo so
corro casero. Guarde Dios á vuecelencia, como deseo
y he menester. Hoy sábado.— Don Francisco dtQst-
CARTA LXXXVIII.» vedo Villegas.
. Al mismo, (c)
CAUTA XCVII.
De una dama ofendida. CARTA C.
Señor don Francisco: Si por lo agudo quisiere vne- Al mismo, escrita desde las prisiones de San Hircos de León,
a mediados de diciembre, (c)
samerced salirse de sus empeños, sepa el muy rufián
que para quien tal quedó, nada detendrá su lengua, Amigo mío: Veni, vidi, vici, dijo César con la
si cual debe no se da á razón.—Margar Ha. arrogancia propia de un romano; y yo puedo decir:
Me trajeron, hablé y vencí, cuando escoltado de los
CARTA XCVIIL corchetes de la injusticia y de los soplones malandri
A la misma, en contestación. nes de cofia, llegué á tomar clausura sin vocación á
este convento del evangelista de los cuernos.
Fuera menos... y ganara más, señora mia. Desate, Llegué pues, y vi las narices del padre Prior, que
si puede, más de lo que está su lengua; que si espera pueden servir de paraguas á toda la comunidad muy
mi ucencia, la tiene en cuanto más desee. — lo. reverenda (sin temor de qne les toque una gota, aun
cuando sobre ellas se enoje Neptuno), y que competi
CARTA XCK. * rían con mi narigudo de Sotana. Venían debajo deltas
A don Juan Adán de la Parra, (i) todos los modregos mirando de soslayo, y como te
merosos de ver una alimaña; y recibiéndolos yo con
Parra amigo : Pues que solo vuesamcrced sabe mi la cortesía del forzado ante la penca, — después que mi
lacado, cuide de que no salga del paraíso por él : cu ángel custodio le anunció la gracia que se me conce
día, de venir á hacer penitencia por mis culpas pasa
li) Los libros que se citan en ta presente carta son : das, conocí mi conveniencia, y los exhorté á manera
'.* El hiavnal de la jvsla venganca, erigido contra los Escritos de predicador barbudo. ¡Oh , y qué de cosas les dije,
U D. Francisco de Qucuedo , Maestro di Errores , Doctor en Des- encaminadas á mi bien! Fué de tal modo, que la caja
trinenfas. Licenciado en Bufonerías, Bachiller en Suciedades, Ca
tedrático de Vizios , y Proto-Diablo entre los Hombres, impreso en
del Guardian quedó vacia de sesos á puro devanarlos;
635, y cuyos autores fueron : el padre fray Diego Niseno, el doc- y todos al despedirse me apretaron la mano como en
ir Juan Petez de Montalban, y el diestro don Luis Pacheco de señal de quedar edificados y vencidos: por lo que creo
iarvaez , maestro de armas de Felipe IV ; amén de otros cuatro que he vencido , y que no lo deberé pasar mal el corto
mulos de oscuro nombre y de ninguna fama.
1' El fénix de la Grecia , san Basilio magno. plazo que me tengan en penitencia.
3.* Elogio evangélico ftneral: en el fallecimiento del Doctor La olla es buena; y si el compasivo Oviedo no me
ion Vera de Montalban , Clérigo Presbítero, Doctor en Sacra Teo- olvida, yo la aumentaré algún bocadillo : con que creo
igia, i Notario del Sanio Tribunal de ¡a Inquisición. — Por F. no lo pasaré tan bien como vuesamerced, pero si mejor
iego Niseno, tmilde Alumno de la ínclita i Esclarecida Familia
ti Gran Basilio, después de lesu Cristo i las Apostóles, Primer Pa- que el que se muere de hambre.
•e, i Legislador de la Monástica vida.— A Alonso Peret de Mon- Visítame otro exoicisla como el catabres Andreini de
Iban , Padre del Difunto i Utrero del Rei flf. S. Felipe IV el Gran-
t.— En Madrid. En la Inprenta del Reino, v.nc.um. Publicóse
) el otofio, jr es todo él dardos asestados contra el autor de la cha por él , de nn códice en qne originales estaban las cuatro
trisóla, queriéndole presentar a la execración publica como un anteriores carias, esta y lastres que siguen. Poseyóle don Antonio
uidioso, maldiciente y desalmado. Lástralas del padre Basilio, de Candamo, y hoy su sobrino don Luis María de Candamo y
su odio contra Qüeted*, allanaron el camino que oíros mas dies- Kunh , residente en Londres. Pero de tal códice di pormenores a
os intrigantes supieron aprovechar para perseguirle y arrojarle la página xei de mi tomo i.
>cos meses después en los calabozos de San Marcos de León. (el Vulgarizada esta y las dos subsiguientes, por Castellanos,
(4) Debo copla al señor don Basilio Sebastian Castellanos, he- en el repetido libro, páginas 307, 310 y 311.
868 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
San Pedro el Real, tan grande de cabeza ni más ni me sé qué memorial contra vuesamerced , que ha eolan-
nos, y tan vacío de sesos , que da compasión. Este y el cido al Rey, y dicen ha jurado ponerle un listón eni
Inquisidor General liarían un buen par de boliches en boca. Paréceme haría vuesamerced bien en escríag
el juego de las bombardas. templado á la sirena, para que cante bien. No Eáltaii
Estornudo hay aquí que volcaría una encina ; y así, vuesamerced recursos en el. magín para que la 3r»
ando con cuidado, no sea que yo , que soy ya roble vie- , se ablande y le devuelva en cariños los anuíalos. As
jo y quebradizo, á puro coqueras (a) caiga de manera lo cree María y yo también. De mi boardilla.—ia*
que no me pueda levantar. Por aquí hay muchos mos
quitos, y temo no haya también tábanos que me ator
menten ; tendré cuidado , y andaré á soplón en boca, 16*30.
ó espanta lenguas, que es lo mismo, como vuesamcr-
ced sabe. CARTA QI.
Si ve vuesamerced á don Juan, dígale mal de mí
para que le quiera bien ; que es mozo de garbo y puede Del mismo.
servirle de fuelle para que dirija bien el viento y suene Señor don Francisco : Chumacero no está tan d» li
el teclado á satisfacción de vuesamerced , y aun de nas corno le dicen (</). Cuide la lengua ante tostel
mí (6). Y como quien curiosea sin intención, vea de rendos, que se le harán amigos para venderle; yin
sacarle algo de mis pecados y de la penitencia que me del dolorido y del arrepentido, porque creo que*
deparan : ya sabe que como tan llegado á la Adonis del así podrá hallar misericordia en estos corazones.
Alcalde y á la Condesa, no puede ignorar y puede sa Ruégole me escriba por persona de las nueslríi
ber lo que de mí se trate, y bueno será estar de sobre- confianza, porque me temo que no solo vuesaonj
aviso (c). y yo vemos las cartas. Esla la lleva Martin, dejaj
A la pobre Haría , pan y esperanza , que es el alimen para su pueblo ; y dice que teme ver á vuesame a
to nutritivo; y que busque amo, por si se empeñan en porque siempre le quieren sacar lo que vuesaneio
hacerme fraile sin corona. Haga vuesamerced que la le dice y encarga.
socorra Oviedo de tiempo en tiempo, y dígale algo que No sé nada de la M ; y se dice que yití
la consuele. acomodo á su gusto. Dios lo haga, por bien den»
No será malo, antes muy bueno, que se interese merced.
vuesamerced con el Duque y con Ja Marquesa ; que En su casa no hay novedad. Adiós, y mandar.-Jái
cuantos más tiren del carro, mejor marchará el nego
cio. Dígales que nada me roe en la conciencia , y que
soy caballero; que, como esto ya es raro, puede que CARTA CIII
aguijonee su ánimo, si es que no lo ha cambiado la A un amigo.— Fragmento, te)
ropilla, como de costumbre en casos desta catadura.
Aprovecho la ocasión de la vuelta de un mozo que Así que llegué á esla ciudad , para no acordaras*
es de confianza, para darle á vuesamerced estas noli- mis desdichas y vivir con algún sosiego, lo pr¡sa
cías; y si no cortan las alas á mi pluma, allá irán cor que hice fué comprar un ingenio de canónigo.
reos que le informen de mi buena suerte; esperando
que no me olvide por verme enjaulado, que aun á los
pajarillas hace bien el recuerdo de los amigos que tu 1641.
vieron en libertad.
A Oviedo, que tenga precaución y que no me olvi CARTA CIV.
de. De San Marcos de León , y mi celda del de los A dolía Inés de ZúSiga y Fonseca , condesa de Olivares, he»
cuernos. de Sanlucar, camarera mayor. {/)
Señora Condesa : Si al que siempre fué su es*
CARTA O. de buena voluntad y obtuvo la honra de so api»*
que es la riqueza de los que bien la quieren, lees f*
De don Juan Adán de la Parra. mi.tido acudir á besar sus pies después de. lo «¡a'
Señor don Francisco: Gócese en hora buena con sus pasado con el Conde-Duque, su marido y mi se <
frailes, mas no olvide á Adán, que anda tan mal para — ruégola muy encarecidamente que aparte de ¡té
do en su paraíso, que no le fulla nada para que le echen propósito aquel corazón de que es reina y señora, *
del. gándole á ser más humano con el que nunca le oa
Margarita pienso ha de hacer á vuesamerced más dio, volviéndole ásu gracia, que es lo que más (te*
daño que el mismo Conde-Duque, al que presentó no Vuecelencia sabe , como buena y virtuosa , que sis H
cer mi conciencia y sin ofensa de Dios, no puedo*11
(a) A puros coros, gestos; quizá diría á puro cocarme: zar los dardos de mi pluma contra personas que, as*
(i| Véase enlre in Epístolas á imitación de Séneca la liiv, muy
Importante, a la pág-. 592 del presente volumen.
(c) Habla de don Francisco de Robles Villaíafia, alcalde de ra <d) Don Juan Chumacera , Carrillo y Sotomavor. WM F
ta y corte, que luego fué del consejo real de Casulla; el mismo chos títulos respetable. A su Informe debió Qrcviw I' '-v_
que acababa de prender i QuEveno en la noche del 7 de diciembre en 1643, cuando los méritos del célebre junsronssl» ** v
de 1639. galardonados con la presidencia del consejo de Castilla-
La Condesa es la de Olivares, mujer del favorito de Felipe IV, (e| Tarsia lo cila en la Vida de Qnevedo, pig. til.
J puede decirse por ello que reina de Espalia verdadera. (/) Publicóla el señor Castellanos y Losada, toawn.f*
EPISTOLARIO. 867
enemigos de la grandeza del Conde-Duque , vuestro perdón de alguna.» ¿Cuál delito pudiera yo cometer
marido (como cree su excelencia), lian sido mis patro mayor que persuadirme habían de ser orilla á la mag
nos y protectores en las pasadas desventuras mías para nanimidad de vuecelencia mis desdichas? Yo pido á
con vuecelencia misma y los suyos ; y no es justo , á fe vuecelencia tiempo para vengarme de mí mesmo. Ya
mia, volver ingratitud por beneficios, porque este es el mundo ha oído Contra mí á mis enemigos; lo que
cambio de mala ley, y solo propio de ánimos ruines y pretendo es que contra mí me oiga : más auténtica se
de malvados, á cuya cofradía no quiera Dios que per rá, por más exenta de odio, mi acusación.
tenezca nunca. Si tan necesario estima su excelencia el Yo protesto en Dios nuestro Señor, que en todo lo que
descrédito de sus émulos y enemigos, incline vuece de mí se ha dicho no tengo otra culpa sino es haber vi
lencia su encono, que no califico, á que busque otros vido con tan poco ejemplo, que pudiesen achacará mis
que sepan morder como la víbora el seno que la abri locuras tantas abominaciones. No digo,que es invidia
gó y dio vida; que á mí me faltan fuerzas para tanto, y la que me difama; aunque pudiera, pues hay invídio-
se me quedarían los dientes en la piel, como al lagarto, sos de más calamidades en el miserable , como de me
sin haber logrado la brecha. No me abandone vuece nos dichas en el fortunado : último ingenio de la ma
lencia en tal apuro; que sin su protección, después licia humana. Como yo debo perdonar á los que me
de naufragar mi esperanza, no podrá servirla toda aborrecen el que soliciten mi ruina , no debe la gran
mi vida; que es cuanto desea quien todo lo aguarda de deza de vuecelencia ni su 'generoso natural perdonarles
su virtud , como esclavo que pone en serlo íicl toda su el solicitar que no perdone. Los que me ven no me juz
voluntad. gan preso, sino con sumo rigor justiciado ; por esto no
espero la muerte, antes la trato: prolijidad suya es lo
CARTA CV. ' que vivo ; no me falta para muerto sino la sepultura,
por ser el descanso de los difuntos.
Al conde-duque de Olivares, (a) Todo lo he perdido. La hacienda, que siempre fué
Excelentísimo Señor : Así dé Dios á su majestad mu poca , hoy es ninguna entre la grande costa de mi pri
chos y bienaventurados años de vida, y á sus armas sión y de los que se han levantado con ella. Los amigos,
católicas los buenos sucesos que vuecelencia desea, mi adversidad los atemorizó. No me ha quedado sino la
que, acordándose vuecelencia de su grandeza y olvi confianza en vuecelencia. Ninguna clemencia puede
dando mi persona, lea este memorial. darme, ni quitarme muchos años algún rigor. No pido,
Sepor, este espacio (naturalmente corto) por vivir más,
MEMORIAL. sino por vivir bien algo, aunque poco, para que yo sea
Señor: Un año y diez meses hú que se ejecutó mi no pequeña porción de gloría al nombre de vuecelencia.
prisión, á 7 de diciembre, víspera de la Concepción La autoridad de vuecelencia ha de interceder con su
de nuestra Señora, á las diez y media de la noche. majestad, y su propia grandeza consigo. No deseo que
Fui traido en el rigor del invierno sin capa y sin una se acaben mis castigos, sino que se encomiende su
camisa, de sesenta y un años, á este convento real de prosecución ¿ mi arrepentimiento; pues no es más
San Marcos de León , donde he estado todo este tiempo blando artífice de tormentos la vergüenza propia que
en rigurosísima prisión, enfermo con tres heridas, que el rigor ajeno. A mí todo me lo debe negar vuecelen
con los fríos y la vecindad de un rio que tengo á la ca cia, á si nada. Si vuecelencia no se acordare de nada
becera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, que le olvide de sí, no me¡ fallará su protección.
no sin piedad me las han visto cauterizar con mis ma Si alguno en el puesto de valido, en las virtudes,
nos ; tan pobre , que de limosna me han abrigado, y en eminencia, estilo y doctrina se acerca decorosamente á
tretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espanta vuecelencia, es Plinio Segundo. Óigale vuecelencia por
do á todos. eslo benignamente para mi , libro vitt de sus Epístolas
No tengo sino una hermana, y esa monja en las Car á Geminio : «Empero yo juzgo por óptimo y enmen-
melitas descalzas, de quien no puedo pretender sino dadísimo á aquel quede tal manera perdona á los de
que me encomiende á Dios. Conozco (á persuasión de más, como si cada dia pecase; y de tal manera se abs
mis pecados) suma piedad en el rigor : yo propio soy tiene de pecar, como si no perdonase á alguno. Por
voz de mi conciencia, y acuso mi vida. Si vuecelen esto, en casa y fuera y en todo género de vida, observe
cia me hallara bueno, mia fuera la alabanza; hallar mos el ser implacables para nosotros, y exorables para
me malo y hacerme bueno, lo será de vuecelencia. los demás, aun para los que no saben perdonar sino á sí
Cuando yo sea indigno de piedad, vuecelencia es dig mismos.» Que vuecelencia es aquel varón óptimo y en-
nísimo de tenerla , propia virtud de tan gran señor y mendadísimo, las hazañas de su clemencia lo deponen,
ministro. «Ninguna cosa (dice Séneca, consolando a y la valentía de su paciencia ; á quien han sido carga
Marcia) juzgo por tan digna.de los que están en la tantos ingratos, y martirio tantos traidores como hoy
cumbre, como perdonar muchas cosas, y no pedir ha conjurado contra esta monarquía Francia. Para lle
gar á los oídos de vuecelencia , este será el último gri
to con que me socorre la memoria. Permita vuecelen
(■) Tarsia la eslampó a la plg. 134 de la Viáa de nuestro au
tor, falta del diurno párrafo. cia esté yo más cuidadoso del reconocimiento á su be
Maraes le bizo lugar en su colección, copiándola de esta bio neficio que del rigor ámi peligro; pues siempre será
grafía. más glo. ia á su esclarecida fama el acordarme de su
Mi texto va concordado con los manuscritos H, 43; M, 276; misericordia que de mi calamidad. Respondiendo el'
T, 1 53; y V, 19, de la Biblioteca Nacional ; con uno de los hijos de!
seflor don Antonio Alonso y López Noves ; y con otro muy apre. emperador Trajano á una consulta de Plinio Júnior, le
cíable del seflor don Cayetano Alberto de la Barrera. dice (libro x de sus Epístolas); «Pudiste, mi Secundo
568 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
muy amado, no dudar acerca de lo que determinaste ¡ no son mios los escritos que corren con mi nombre coi
consultarme, como sepas muy bien que mi intención los comienzos de
no es con el miedo y terror de los hombres adquirir
Arder y arder.'demonios;
la reverencia á mi nombre.* Estas palabras, que son El de Osuna fué un truhán ;
déla pluma de Trajano, ¿quién dudará que son de la Si quieres que te lo cuente;
boca de su majestad, y de la intención y nota'.de vuece El Rey es un majadero;
lencia? Los tiempos, no los méritos, adelantaron este Olivares y una puta;
emperador y este valido á tan glorioso monarca en su
ni el papel satírico Sueño de Pepe el de Lo-:ches; m
majestad, á privado tan desinteresadamente celoso
como vuecelencia. La toma de Valles Ronces;
Nuestro Seijor guarde á vuecelencia, como he me La gitana sonando;
nester. De León y este real convento de San Marcos, de El juez superior;
Descórnenla y querellosa;
la orden del glorioso apóstol Santiago , á 7 de octubre Colodron el de Olivenza.
de 1 641 .— Excelentísimo Señor. —Quien de vuecelen
cia espera nueva vida. — Don Francisco de Quevedo. Nada desto es mió; y á fe que me alegro, porque,
si bien escritor zambullo, no tan de vareta ; y ruego
que me hagan más justicia.
CARTA CV1. * Aquello del Güevo sí fué mió, y lo siento por lo ma
Al mismo, (o)
lo. Y lo propio sucede con lo de las Torres de Jon%,
y aquel malaventurado Pater noster. Mas vueceléMi
Mándame el Duque mi señor que le diga verdad en es cauto, y no dirá al juez lo que yo digo al amigo c
loque me pregunta. Y contestando á vuecelencia con Por lo que de mi pobre persona se diga, no me joi-
el respeto que le debe su humilde favorecido, comen gue vuecelencia; que si así lo hiciere, no le falUríc
zaré por decirle que jamás falté á ella ; y que por deci aduladores contra mi honra. No olvide aquel diebodt
lla me veo tan mal parado de mi fortuna, que de rico Polibio, de que « cortes y palacios son asiento propia
soy pobre, sin que me quede riqueza mayor que la de la lisonja». Y desprecie á los que quieran darle ca
honra, que se conserva sin préstamos vergonzosos , y á lentamiento con mi tormento: porque, como sissa
nadie paga pechos. Mas aun cuando mi ingenio encon Platón, Noli ¡tomines blando nimiutn sermone ptíe-
trase con qué disfrazar la verdad á lo que me pregun re. Vea que es verdad lo que dijo el Panormitai»,qitt
ta, — si me dañara (que no lleva este camino), me obli «los lisonjeros son peste de los príncipes».
ga tanto vuecelencia con su confianza , que no sabría No olvide vuecelencia, para sacarme de pesar, üb
desmentirla á sus pies. Y así , he de decirle la verdad en mucho que le debo, ni loque me distinguió endiü
todo , aun cuando sea en daño de vuecelencia y contra más funestos para mi : porque lo primero le recordará
mia, seguro deque, como dice Plinio: Licetfides, in que su generosidad fué hijadalgo; y lo segundo, q¡e
praesentia , quibus reshtit offendere videatur, deinde no le parecí tan mal un tiempo. Y pensar hoy de otro
illis ipsis suscipilur , laudaturque. modo seria tanto como declarar que no conoció el va-
Comenzaré por declarar mió el papel de Consejos á lor de la cosa por las muestras; y esto lleva aparejada
un señor duque distraído , en que ve vuecelencia su ignorancia, que no debe echarse encima.
retrato; y si así es, me alegro haber sido tan fiel pin Olvide vuecelencia todo, y acuérdese que lemperata
tor. Pero también ruego vea en el consejo, más que justitia facit perfectos. Viva vuecelencia para perüour
maliciosa sátira, buena intención de que despierte so y dar buenos consejos de perdón.
bre sus intereses, teniendo presente aquel Nondormiat
quicustodit, que con l,i vigilante grulla escogió el prín
cipe de Salemo por empresa. U6.
El romance de que vuecelencia me pregunta si fui
autor no es mió ; ni tampoco el que comienza CARTA CVII.
Entre los pliegues de un duque Al mismo. Borrador original, (d)
Se ba encontrado una duquesa; -
Ejtcelentisinto Señor: Si no es la esperanza en vues
no lo es el Apólogo de Olivares , tra excelencia , todo me falta: la salud, el sustento,
Carcomida Mariposa;
Sois tan bueno como cristiano : y si vuecelencia no lo Amigo y señor : Vuesamerced extraña que no hn
loma á mal, le suplico que, sin dejar de hacerme bien contestado tan prontamente como parecía regtiU i
con el Rey, entregue el memorial que va con esta sus dos estimadísimas cartas; y no advirtió quena
carta al Conde-Duque, rogándole por mí con encare enseña san Pablo que «cuando falta el viento á la ta
cida recomendación. Si achaca de desconfianza, no se quilla es preciso bogan.
olvide de expresarle que un pobre viejo tan llagado y ca Aquí no ha faltado el viento de la maledicencia]:'
davérico como yo, no puede más que buscar su salud la asechanza. Todos saben que soy el mayor amiwi
eterna en la oración, en la que pido á vuecelencia me vuesamerced ; que pospondría mi bienestar por el *
tenga presente siempre. De mi encierro de San Marcos yo, y que cuando llega la ocasión declamo á favor i
de León, y con licencia del virtuoso prior.— Quevedo. su inocencia. Y esto mismo aviva los deseos de m
enemigos para inquirir y penetrar mis pasos; jsi le
fuera posible, quisieran también saber mis per*
» estado de casamiento con la sedara dofia Juana de Velasen, hija
• mayor del sefior condestable de Castilla, mi primo, i don Enri- mientos, no para celebrarlos, sino para destruir!*,
•que Felipe de Guzman, prenda de yerros pasados; que deseo re igualmente que á vuesamerced y á mí lo solicitan.
presente dignamente la memoria de mi gran padre, y disculpe Pero, como al paso que Dios nos envía las atura
■mis errores y poco digna memoria. Y por cumplir con la obli-
• gacion que debo a la casa de vuecelencia, le doy cuenta desla rc-
ras, nos dispensa los consuelos; pues como dice S»
• solución ; y de que cuanto hubiere en la mía estara siempre muy ca : « El bien y el mal se alcanzan sucesivamente,;»
• i la disposición de vuecelencia, a qnien guarde Dios.— Don Gu dioses que nos dan las mortificaciones son los i»
ipar de Guzman. • El billete del Condestable : • Sefior mió : Jua- mos que nos presentan las dichas,»—así también,»
>na, mi bija mayor, se casa con don Enrique Felipe de Guzman.
> Vuecelencia se huelgue conmigo, como es razón. Guárdeme Dios
medio de mis temores, tengo mis alegrías. Sen' u ■
• a vuecelencia mochos años, etc. — El Condestable.» contestar á vuesamerced, y celebrara que i los!*»
Luego que se publicaron estos billetes, los embajadores y mi que observaban mis acciones no faltasen rayos de ri
nistros públicos, los grandes, titulos y caballeros, pasaron á dar el ces que los cegase y convirtiese en topos, pan ¿m
parabién a don Enrique, tratándole de excelencia ; se le puso una
casa, en las del conde de Chinchón, tan rica y soberbia como no
lugar ;í solicitar su libertad ; que aunque la pernea
la tuvo ningún personaje de la mayor grandeza de España ; los escribirle era mucha , me la hacia olvidar la stac-
reinos y las provincias ultramarinas sujetas a la corona regal i- cion de estar empleado en conseguir sus alivie, f*
ron a don Enrique, y también los parientes y favorecidos del Con es lo que más que nada apetezco.
de-Duque; entre los cnales se reputo por el regalo mas excesivo
el de Ramiro Nufiez Felipe de Guzman , duque de Medina de las Por esto, abandonando la pluma hasta ntej»*
Torres, que llegó i quinientos y cincuenta mil escudos. sion, me aproveché de los pies para conseguirá ti
El nuevo enlacé verificóle i 28 de mayo, miércoles, en el orato las palabras para acreditarla, teniendo presente W-
rio de palacio. Catulo aconseja ; y es, que no hay mal que no jas
En Zaragoza el Rey hizo gterced a don Enrique del habito de
Calatrava, con la encomienda mayor de Alcafiizas en esta orden, remedio, menos la culpa que se hace á los dtose,
cincuenta mil escudos de otras encomiendas, y el empleo de porque aunque ellos, como infinitamente bueau.ki
gentilhombre de cámara , con promesa de presidencia de Indias, perdonen , siempre nos ha de acusar nuestra cok»
para hacerle después ayo del Principe.
Dio mucho que decir a los extranjeros este sueeso; en Ma cia de haber ofendido tan divinas deidades.
drid causó notable admiración , y aun el propio personaje nue Estas ofensas, nacidas del odio que á s» pr¿¡*
vamente elevado estaba atónito de ver una metamorfosis tan ra profesan los que á vuesamerced persiguen, lascóme
ra, y que decía el vulgo < era hijo de dos padres y de dos madres, nuestros enemigos, y vuesamerced y yo padeces»
que tenia dos nombres y dos mujeres»:
sus consecuencias tristes: vuesamerced siotiesdef
Tiene Enrique dos nombres, dos mujeres,
Dos padres y dos madres : todo a pares. yo llorando su situación; vuesamerced entre pris*
¡Olí, si a tener dos almas por ventura, sujeto, y yo libre en medio de sus enemigos; vs»
El diablo ambas a dos se las llevase!
merced padeciendo los excesos de verse sin lita*
Esta resolución del Conde-Duque fué preludio para que no se
extrañara tanto la que en abril de 1642 tomó el rey don Felipe IV,
y yo solicitando tenerle entre mis brazos; «est**
declarando por hijo suyo i don Juan de Austria. ced, en fin, echando menos mis cartas, y yo no b*
Don Enrique Felipe de Guzman, que se intituló; marqués de do en parte alguna aquel descanso que cncontrabí»8
Hairena a mediados de abril de 1642, tuvo en su mujer, dofia
Juana Fernandez de Velasco, a don Gaspar de Guzman y Velas- vista.
co (segundo duque de Sanldcar la Mayor, que falleció muy ni Y ¿qué remedio hay para esto? Que el que esl. -
ño. ; pero en la jornada que hizo el rey don Felipe IV al reino so suspire , y el que está libre trabaje ; que el que «•
de Aragón, el afio de 1CU, le mandó su majestad retirar de su los grillos lamente, y el que está sin cadenas M*
real cámara; y se volvida Madrid, donde falleció sin dejar suce
sión.
Pues vamos á ver si pueden igualar á los senta**
Stirling, en la Vida del célebre pintor don Diego Velatquei de de vuesamerced las diligencias mias.
Silva, cita romo existente en la galería de cuadros de lord Elles- Si hubiera pendido la libertad de vuesanertM'
mere( antes en el museo del conde de Altamira), uno de este au haberle escrito, aunque hubiera perdido la va,*
tor, que pasa por retrato de Julián Valcarcel ; pero es suposición
j superchería de traficantes en pinturas. la hubiera dado; pero no siendo esto posible, «* *
(Pcllicer, Avisos.— Autor incierto, Cofia del Conde-Duque de ponia, escribiéndole antes de ahora, á que voeas*
Olivares. — Meta , La Cueva de Mctiso.-l.coti Pinelo, Anales de ced padeciese más, y yo hubiera adelanUdo «e*
iladrid.— Memorias para la historia de Felipe III, rey de España,
recogidas por don Juan Yafiez ; Madrid, 1723: páginas 160 y si ('») De este papel inédito no he visto sino «ni wpl» *
guientes.) anterior, que posee, y me ba franqueado «uirrann"- (
(n) Original, es parte del precioso códice de Candamo citado
autor de Don Altara, el excelentísimo seaor W* « " '
en la nota i la epístola xcix.
amigo. ■
Castellanos la publicó en 1651, tomo vi, pág. 326.
EPISTOLARIO. 571
Hubiera perdido mi libertad ; y como en esta consiste ron ; cada uno procuraba exceder á todos en echarle
la de vuesamerced, quedaría para siempre destituido incienso , y él parece recibía aquellos humos con visos
de la esperanza de tenerla. de deidad.
Es gran cosa medir los accidentes de la fortuna con Llegó en efecto donde yo estaba , y me dijo que qué
las circunstancias del tiempo: díctalo así la experien quería. Respondíle con voz entera y semblante auste
cia , y lo enseña Quintiliano. Yo esperaba á que el ro : «Que vuecelencia haga lo justo quiero solamente.»
tiempo me diese ocasión para emplear la fuerza de mis A esta expresión se inmuto su rostro. No fué mu
razones en favor de su libertad. Hallaba inconvenien cho: el delito, siempre que se le recuerda al reo, le
tes, y observaba silencio. Veia á nuestro enemigo ele sobresalta; y la conciencia más obstinada, siempre
vado , arbitro del mal ó del bien de ambos, con un po acusa. Dijome: «Pues ¿en qué falto yo á lo justo?» Y
der interminable y una aversión increíble. Miraba al respondí con la misma fortaleza: «En tener preso áQue-
mismo tiempo cortas nuestras facultades, sin ellas vedo. Este grande hombre vive muriendo, y sus ene
nuestros amigos; y cerrados los oídos reales, que pu migos solemnizan esta pena. A vuecelencia engañan,
dieran y debieran oir y atender nuestras quejas : todo y le aumenta sus prisiones. La lisonja se le pinta á vue
cerrado á los gritos de los abatidos , y abierto ú las iras celencia de un semblante muy ajeno del que le dio la
de los poderosos. Con testigos de vista que observaban naturaleza; de un corazón pedido, habiéndosele dado
mi conducta, mis movimientos y mis acciones. Y en Dios generoso. Yo soy su amigo : ni engaño á vuece
fin, sin disposición para vencer, con ánimos para pe lencia , ni celebro sin razón á Quevcdo. Todo lo mere
lear , y sin arrimo para concluir. ce, menos el que le traten mal. Haga vuecelencia por
Todo este conjunto de oposiciones traian mi ánimo oir la voz de la verdad (que es la que ahora se le pre
inquieto, mi vida con peligro, mis deseos vivos para senta), y no las palabras de la maldad, que son lasque
emprender, pero sin esperanzas de lograr; el ánimo le han preocupado, y contra Quevcdo sin causa alguna
expuesto á los peligros, y el aliento arrimado á los enfurecido. En una palabra, Señor excelentísimo, Adán
riesgos. de la Parra, que soy yo, no sabe adular : este es un
Comprenda vuesamerced en una disposición seme camino ignorado para él ; pero tiene bien trillado el do
jante qué sustos, qué cuidados, qué vigilias angustio la pureza y la verdad , que son las que ahora oye vue
sas y qué penas desmedidas no traspasarían mi corazón. celencia. Y si á Quevcdo no saca de su prisión , vuece
Y en medio de todo , tenia presente la doctrina de Sé lencia padecerá eternamente.»
neca, que dice: «Más vale morir de animoso que vi Esto dije, y callé. Guardó algún espacio de tiempo
vir de cobarde. La pusilanimidad -es hija de los pe silencio el buen señor, y después, rompiéndole como
chos infames; y el atrevimiento, de los corazones quien sale de un pesado rapto, me dijo : «Hoy daré or
generosos. » den para que vuestro amigo sea puesto en libertad , y
Estas razones fueron la pauta y la regla que diri que venga á la corte. Escribídselo asi, y que seamos
gieron mis acciones. Conocia que la empresa era ardua, amigos.»
el empeño terrible, y la acción peligrosa. Pero al fin, Fuese con esto, y yo con toda la alegría que vuesa
pudo más mi amistad que el temor ; venció la voluntad merced puede discurrir, y que yo no acierto á expli
que á vuesamerced profeso, al rigor que podia experi car, pasé á mi casa, escribí esta, y corro á concluirla
mentar ; y repitiendo en mi corazón las voces de san para ponerla en el correo, deseando halle á vuesamer
Pablo: «Atrévete á una obra buena, aunque los ries ced bueno para que se ponga mejor con esta noticia,
gos sean muchos, que todos los vencerás;»— sin repa y que le vea prontamente entre sus brazos su amigo,
rar en peligros, ni acordarme de contingencias, el áni que ruega á Dios por la salud de vuesamerced,—Adán
mo dispuesto á todo, y solo en Dios la con lianza, salí de la Parra.
de mi casa con intención de perecer acompañando á
vuesamerced, ó de librarle de su lamentable prisión. CARTA CX.
Busqué en el instante; ¿á quién discurre vuesa Carta moral é instructiva , escrita por don Francisco de Qvetedo
merced que buscaría? ¿Podrá adivinarlo, por más que ¥illeias desde San Míreos de íleon i su amigo Adán de la
llegue á discurrirlo ? No es posible. Se admirará cuan Parra , en que le explica que la causa de su prisión no es la que
do lo lea; hará extremos espantosos, y dirá, en fin: le atribuyen, sino otra peor, (o)
a Se perdió el tiro por faltado destreza en el cazador.» Amigo y dueño : No siempre han de faltar los ami
Despacio, amigo mió. A veces debemos usar del ve gos en las desdichas, en las aflicciones y en las mise-
neno como de precioso lenitivo ; á veces la vibora sue
le ser remedio de su misma picada; y en ocasiones es
forzoso entregarse al peligro por huir de otro mayor. (a) Incomparables llamó esta y las tres cartas que siguen el pa
dre Sarmiento. Pudiera estimarse inédita sin duda : tan mutilada
Esto mismo hice yo. Busqué el veneno para que me y alterada la hubo de publicar Valladares en el tomo i, pig. 46
sirviese de narcótico; que esto se consigue, según el del Samanarto endita, acotando todo lo amargamente duro que es
uso que se hace del. Solicité hallar en la vibora efi tampó Quevedo contra el conde-duque de Olivares, despechado
de haberle hecho concebir esperamas de libertad para arrancarle
caz antídoto contra su venenosa mordedura. Y última secretos y extremar lo insoportable de su prisión.
mente, quise ver si el mismo peligro me producía el En la biblioteca particular de su majestad la Reina , y en la do
consuelo que me era imposible hallar en otro que en él. los seiiores duques de Rivas y de Medinaceli, se conservan copias
En efecto , fui á ver al mismo que causa la aflicción muy apreciables, del siglo pasado. Pero lo son mis todavía la
que eiiste en la Biblioteca Nacional, códice T, li3, fók 248, y
de vuesamerced , y por lo mismo mi repetido tormen una que guarda mi compañero y amigo don Francisco Cavedj,
to. Su antecámara estaba, como siempre, llena de pre oficial en el ministerio de Fomento, las cuales sigo en mi edición.
tendientes; esperé entre ellos. Salió, y todos le rodea Como tuviese noticia de este papel y de los dos «iguientes el
672 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
rías. Alguna vez se habían de mostrar unos con los que mea mi mismo con el enojo, 6 por faltará la caridad
respiran entre prisiones y alientan entre cadenas; y con la ira. «No ha de ser solo de mi la caridad, dice Dios,
alguna vez, en fin, se habian de hallar tan nobles en sino también de tus hermanos. «Y el que no les puede
las adversidades como lo fueron en las dichas; cu hacer otro bien que sufrirles lo que hacen padecer,
ya fineza, aunque poseída, poco tiempo experimenta ¿para qué quiere hacer mas?
da en los suyos , acaso causó á Job su más grande sen Es tan gran cosa tolerar una injuria, nn testimonio,
timiento. Nunca creí menos que lo que experimento una ofensa , que se debe preferir á cuantas asperezas
en la amistad de vuesamerced. ¡ Dichoso yo, una y mil se pueden hacer, aunque sean mayores que las délos
■veces , que sin el trabajo ridículo de Diógenes , encon grandes santos. Las penitencias se pueden dejar sin pe
tré con un hombre que sabe ser amigo en la infelici cado ; pero la im paciencia y la i ra jamás se perci ben sin
dad,' favoreciéndome en medio de mis trabajos con culpa. Y no es lícito hacer á Dios una ofensa , aunque
sus memorias, y sintiendo como propios mis quebran sea venial, por todos los bienes del mundo, aunque
tos ! Y ¡ dichoso el siglo que produce lealtad de amigo sean buenas obras ; porque siendo estos, coyundas fie
tan grande, pues según lo difícil que es el hallarla, ras que oprimen con lo que brindan ,—incitan á la codi
todo un siglo parece necesario para producirla! cia para que se aniquile la gracia. Y perdida esta, ¿á
Acúsame vuesamerced de omiso en contestar á las qué hemos de aspirar, si por unos perecederos bienes
suyas, y de muy parco cuando lo ejecuto; y por esta conseguimos unos eternos males?
vez he de soltar los vuelos á la pluma , tanto para com En no disculparme con eficacia de lo que me acu
placerle, como para argüirle que no hago tan mal mulan con malicia, piensa vuesamerced (según se es-
como vuesamerced discurre en el silencio de mi dis plica en su última) doy motivo para que verdadera
culpa, tolerando el castigo, como si lo hubiese come mente me tengan todos por culpado. Confieso no puedt
tido. También manifestaré á vuesamerced estoy ino llegar con el mió adonde vuesamerced alcanza con st
cente en lo que me atribuyen; pero que son de peor tálenlo; pero pienso , no obstante , de otro modo dife
naturaleza las causas que aquí me han puesto. Con esto rente, y me habrá de perdonar si digo le hago mejor
vuesamerced y todos conocerán que no me justifico, (por ahora) que vuesamerced. No todos nuestros re
antes bien me delato, pues no negaría haber hecho el franes, amigo mió , tienen adquirido el crédito de ver
delito que me fulminan , cuando voluntariamente con daderos', el que vuesamerced me apunta de que «el que
fieso otros que no saben , y que son mayores sin com calla concede», lo es menos que ninguno. Tal vezfisi
paración: délo que verdaderamente nace lo que pa llego á conceptuarlo) dirán muchos, con atención í él:
dezco , no de lo que me acumulan. «(Juevedo calla á lo que se le imputa, luego toco-
Para todos mediré el freno de la pluma con los pre- cede.»
cetos de la prudencia ; que es necesario tener gran No puede encontrarse apoyo legitimo para sosttaa
cuidado con la lengua , porque, como por la boca se va con nervio y perfecta consonancia la consecuencia que
el espíritu , es señal de que tiene poco quien habla produce esta doctrina. A la que no le falta .(me atrevo i
mucho. El corazón de los sabios está en su boca , y la decir) el mayor, y nada pondero, es á la que se sigue:
lengua de los sabios en su corazón; aun por eso las águi «Quevedo calla á lo que le imputan, luego no es ver
las reales son mudas, y las pequeñas avecillas tan par dad.» Que más se disculpa el que calla, que el que coa
leras. La propia precaución se necesita con los oídos, defenderse procura declarar su inocencia, nos lo enseña
porque por ellos logra el demonio hacer increíbles da nuestra vida, Cristo, con su misma práctica. Todas hs
ños con capa de virtud , pues batiéndolos con su blan operaciones de la sagrada vida, pasión y muerte de
da persuasión la lisonja, les aparenta realidad lo que nuestro Señor y Redentor amado, fueron para ense
dista mucho de lo verdadero. ñanza de los hombres. Pues en esta divina escuela he
Sobrados materiales produce el estado en que me aprendido aquel silogismo. ¿Qué disculpa dio aquelk
miro para justificar esta verdad, sin mendigar ejem divina inocencia á los cargos que le formó Pílate!
plos que la acrediten; mas, como estoy dispuesto á Ninguna. Pues, amigo, el gran concepto que el mis i
no quejarme, los remito á la comprensión de vuesa Pílalos hizo de lo que era Cristo, únicamente nació ¿e
merced, para que como á enigmas los descifre. Sabe que no se disculpaba. Vea vuesamerced ahora si puede
vuesamerced muy bien, por masque me advierta lo contradecirse esta doctrina, ó si no irá muy bien fas-
contrario , que muchas veces debe la razón no expli dado el que ansiosamente la sigue. Pero del pensar si
carse en quejas. Bien contemplo aquella de mi parte; niestro y antojadizo de los hombres, ni aun se libra
pero procuro no manifestarla con estas, ó porque sé los que quieren imitar á Cristo, siguiendo, no solo li
que entonces corrige Dios al pecador cuando lo casti santísima doctrina que predicó, sino algunas de las
ga, ó porque no ignoro que si, atendiendo á mi razón, gloriosísimas operaciones suyas.
prorumpiera en sentimientos, me exponía ágran pe Es constante que en estando disculpado para can
ligro de pecar, por cuatro cosas principales, que son: Dios, lo demás importa nada. Y debe advertirse qoe
ó por exceder de la queja con la fuerza de la razón, ó aquel á quien castigan por el delito que se le atribuye,
por desdorar al prójimo con la queja, ó por iliquietar- en que está inocente , tendrá precisamente otros ocul
tos que merecen aquella pena ; que los rodeos de la di
duque de Alba, don Fernando de Silva , que ni tirio en 1775, cobró vina justicia, para castigo del hombre (ó tal vez para
deseos vivísimos de verlos; yputlo satisfacerlos, bailando, parece merecer más), no son para que los penetre nuestra un
que los originales, don Felipe Varóla, escribano del consejo de
Ordenes. Sacáronse entonces varias copias, y por una del famoso
limitadísima comprensión.
conde del Águila hubo de publicarlos Valladares en el Semanario Sin embargo de lo dicho, y porque fiarlo todo á Dios
erudito. puede ser en algún modo querer ten tai lo, he puesH
EPISTOLARIO. 573
(de alguno sabe vuesamerced ) los medios que me pa usan : si pecan con ellos, ¡í mí no me compete el juz
recieron más conducentes para vindicar mi estimación, garlo; juez rigidisimo tienen, que en el día más tre
y acreditar la calumnia, y producir esta complacencia mendo manifestará á todos su rectitud , y las maldades
á mis amigos; pero todos han sido infructuosos y sin de los hombres. Para entonces remito la satisfacción
efecto; pues mal podía atenderlos la justicia, cuando de los que me lastiman, contentándome ahora con
se los quitaba á su vista la aversión. Ya se ve , aprove saber resistirlo para poder merecerlo.
cha poco aun criado trabajar mucho , si no es á gusto Tengo por constante que, según mi paciencia y con
de su amo , porque después de grande quebranto por formidad, con lo mismo que.aspiran á abatirme, han
el afun de complacerlo , estará en desgracia de su se llegado á ensalzarme; con lo propio que me destruyen,
ñor. Cou enemigos poderosos es el mejor partido el me afirman ; y con lo mismo que me maltratan , me
silencio; una vez que se probó que las palabras des adornan; comprendiéndose todo esto con mirar el me
agradan, antes es agitar más el fuego de la enemistad nosprecio como desengaño, y teniendo la calumnia co
con la porfía, que aplacarlo; porque al cruel jamás mo por aviso. Asi se disfruta en la misma injuria la hon
lo lisonjeó el ruego, antes lo exaspera más el gemido. ra, y en la propia calumnia la estimación. No produce
Además, que es locura porfiar en querer andar por el más el mundo que estas miserias. ¡Dichoso el que las
camino que nos cierra Dios. De lo que salta á los ojos tolera con atención á lo eterno ! Necio es, por más sabio
la contemplación tan provechosa que podemos hacer, que sea, el que no sabe que en despreciarse á sí mismo
de que no es otra cosa que favorecernos el no darnos consiste el no sentir ser despreciado ; porque mal po
lo que rendidamente le pedimos y no nos conviene. drá causar sentimiento lo que otro me haga, si estoy
San Pablo me enseña otro apoyo para no reiterar yo para mi beneficio ejecutando contra mí lo propio ;
mi disculpa: «Cuando te calumnien (dice el Apóstol) y es mucho más necio el que esto sabe y no lo ejecuta.
no repitas la disculpa para justificar tu inocencia; que Por esta parte me parece sé lo que hago, pues ha
llevado el injusto castigo con tolerancia, es un segurí go esto mismo que es lo que sé : luego si yo mismo me
simo camino para el cielo.» Crea vuesamerced que el desprecio, ¿cómo he de sentir me desprecien otros?
amor propio hace siempre parecer mayores las injusti ¿Cómo podré quejarme de que me agravien, cuando ha
cias ; y aun hace también que se juzgue lo que es dere cen solo lo que comprendo me sirve de mérito , si lo
cho de otro, por agravio propio : de que resulta la exal tolera la paciencia y lo sufre la constancia? ¿Cómo he de
tación de la ira, para frecuencia de la culpa. Yo quiero ir contra la expresa doctrina de nuestra vida , Cristo,
vencer á este propio amor, haciéndole creer son dichas que dice : « El que más te ofende te da mayor corona,
las persecuciones, si de ellas sabe aprovecharse. Las si sabiendo perdonarlo, alcanzas á resistirlo?» Y ¿cómo,
ofensas que nos hacen y los testimonios que nos fulmi en fin, he de tener por mis enemigos á los que hacién
nan, son preciosas escalas para la gloria, si las recibe la dome padecer injustamente, disfrutan que mi toleran
resignación, vinculándolas en el sufrimiento. ¿Qué cia se vincule con el merecimiento? Y vea vuesamerced
mayor bien, amigo mió, quehacer merecimientos de aqui cómo , cuasi sin querer, satisfago perfectamente á
los trabajos? Y ¿qué hombre no alcanzará hacer esto, lo que vuesamerced me dice, sobre que en mi silencio
cuando de yerbas amargas saben hacer miel las abejas? corre peligro mi estimación; siendo constante que re-
El almendro amargo se vuelve dulce agujerando el flexionándose con la prudencia que corresponde , dis
tronco, porque por él liquida aquella amarga sustan fruto con ella tan al contrario, que no labro menos que
cia que alimentaba : provecho me hará este castigo si lo mi mayor felicidad. Pero, no obstante la poderosa y
ejercito de modo que se purgue por él la alma. Aplique sagrada fuerza que ostenta y descubre la divina doc
la tierra que las quita, el que tuviere la mancha ; que trina que sigo, y queda expresada, pues se tocó el pun
por más que intenten oscurecer con sus tupidas lobre to de la estimación ó de la honra, que es lo mismo,—
gueces al sol las nubes, al Gn ha de salir .lleno de lu he de ver si puedo convencer á vuesamerced más con
ces, porqué la fuerza de sus poderosos rayos desbara el silogismo siguiente, que es tan sólido como indis
tan lamuchedumbrede aquellas amontonadas sombras. putable , á no ser con temeridad.
No puedo tolerar que vuesamerced dé nombre de La honra es debida .solo ú la virtud ; la virtud no
enemigos mios á los que motivan mi prisión, cuando busca la honra : luego el que pretende estimación,
son verdaderos apasionados. Quisiera que asi vuesa quiere le den lo que no le toca; y no le toca, solo por
merced como ellos alcanzaran perfectamente á com que la quiere.
prender lo mucho que me favorecen en lo mismo que A las luces desta verdad puede vuesamerced ver
me castigan, y lo mucho que me labran en lo propio qué aprecio haré de aquello que en el que lo alcanza
que me afligen. Y así ellos como vuesamerced conoce no pasa de una ostentación caduca, y de una cosa que
rían con esta prudentísima contemplación, que no me más satiriza que eleva á quien lo posee; porque como
recen ni aun remotamente el nombre de enemigos mios. fuera de su centro (como impropiamente fundado, por
Para esto es necesario saber que entonces se ejercita ilegítimamente adquirido), y en fin, como demasía de la
la verdadera amistad , cuando al amigóse le aparta del humana ambición, y no como vínculo de la grande
mundo para arrimarlo á Dios. Esto hacen verdadera obra á que debemos aspirar, está violenta. Y tener por
mente conmigo: luego ¿cómo los he de tener por mis violencia la honra, es mas efecto de la maldad que
contrarios? ¿Cómo podré mirarlos con horror, cuando de la perfección , yes más producto de la tiranía que
me favorecen con tan incesantes beneficios ? Ni ¿ có del heroísmo. Y el tirano que se apropria lo que no le
mo han de decir son mis enemigos en sus obras, cuan corresponde, ¿quées más que escándalo en lo que vi
do los contemplo mis mejores y mayores amigos por lo ve, insolencia en lo que logra , infamia en lo que adop
que tlcüas iuu resulta 1 Prescindo de los medios de quo ta, é irrisión incansable en la posteridad?
874 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
El buen nombre dista mucho de la honra : ocupa nos lo manda Cristo, nuestro bien, diciendo: «Súfrelo
cada uno su extremo, que aunque parecen iguales, que contra tí ejecute tu hermano ; que de cuantos él
siempre fueron distintos. Aquel se fabrica á impulsos te solicite trabajos, te sabré yo dar otros tantos galar
de la virtud; todo hombre debe ansiosamente solici dones.» Y san Pablo en otra parte nos aconseja que
tarlo, porque así será mas virtuoso. Pues cuanto más cuanto toleremos al prójimo , será disfrutar otros lau
fervoroso sea el deseo del buen nombre, tanto mayor tos grados de perfección para la eterna felicidad.
será su ejercicio en la virtud ; mas á los respetables No, amigo, no crea vuesamerced estoy tan apea-
canceles de la honra no debe llegar, que esta se ha de dumbrado como supone en la suya. Sé que para tener
quedar sulo para Dios. paz con todos es preciso hacerse guerra á si mismo,
La honra que á uno hagan, ó el bien que del di como nos lo dice Cristo por estas palabras: «Hazte
gan , siempre deben mirarse como sin razón y como guerra á ti propio, y tendrás paz con todos ; porquees
fuera de camino; porque aquel que procura ansiosa sabiendo vencer tus pasiones , todo lo demás lo tendrá
mente apartarse del todo, y dar de mano á las tran vencido.» De no estar mortificado el gusto , nace úni
sitorias honras y estimación deste mundo, ¿hace otra camente el disgustarse con el prójimo, que es la pe
cosa que llegar cuasi á unirse y enlazarse con las eter sadumbre más perversa; porque regularmente termina
nas? Esto mismo practicaron los santos, esto prac en el adusto rebelión , que altera la quietud y sosiego
tican los justos. No será mucho procuremos imitarlos del alma. El cual, como compuesto de nuestros morta
en esto ; que con tenernos y reputarnos enteramente les enemigos, como son la soberbia , la ira y la ven
por dignos de todo oprobrio y menosprecio, despren ganza, inseparables compañeros ó hijos propios de
diendo de nosotros las fuertes influencias de nuestra nuestra humana flaqueza , confunden la razón conU
propia ambición , como dirigida á nuestra ruina eter fuerza del delirio, y atosigan á la prudencia con ti
na, tenemos adelantado mucho para ser santos. Más impulso de la aversión. Si el hombre no toma la pesa
crédito sin comparación debemos dar á los que nos dumbre por su propio gusto, nadie tiene facultó
desprecian, nos ultrajan y nos persiguen, que á nos para causársela. Loco es el que da lugar para que se
otros mismos, que tanto nos estimamos y nos quere apodere del , sintiendo lo que no tiene remedio. Sé
mos ; porque con facilidad nos podemos engañar en neca , aunque gentil , lo aconseja como pudiera san Pa-
causa propia, donde la pasión conque nos miramos ha hlo: «Más es temeridad (dice) que virtud , entrearse
de hacer su oflcio, y el natural amor que nos tenemos á sentir lo que no tiene remedio ; porque entewjmte
ha de producir sus efectos; y serán muy lastimosos los casos, hacer cara á la desgracia y resistir d liltía»
que resulten dellos, como hijos de nuestras pasiones. golpe con valor, es acreditar de magnánimo el «siiri-
¿Con cuánta piedad no se aplicaría el cauterio el que tu.» Es constante que más parece efecto de la poto
á sí mismo se curase? Aquella propia voluntad con midad mal disimulada que del dolor bien manfeü-
que se quiere, y la misma lentitud en aplicarse un do, el entregarse un hombre á sentir una pesadumbre,
fuerte remedio para la curación de la enfermedad , y por grande que sea, de tal modo que sea el mismo qae
las instancias del dolor entre los preceptos del querer la padece el cruel verdugo de su vida. Esto más parece
se, darían motivo para que ni la medicina obrase , ni el desesperación que sentimiento, más desconfianza ile la
accidéntese extinguiese. Por lo mismo aplica aquella providencia que efecto de la pesadumbre; porque en
otro, que aunque conoce el efecto que causará en el las mayores resplandece el espíritu, manifestando sa
paciente, no experimenta el dolor, y sabe es impropia recomendable resistencia á los mayores esfuerzos de la
la compasión en unos actos donde tiene granjeado el desgracia, conociendo es harto infeliz, por más dicbt>-
crédito de perfección aquella que el mismo enfermo so que sea, aquel que en los caducos bienes desla vi
llama crueldad ; pues con esta consigue la extermina da, cuanto respira es felicidad, y cuanto alienta di
ción del accidente , que duplicaría en extremo la blan cha ; porque, como dice Séneca: «No hay otro ná
dura y la piedad. miserable que aquel que jamás vio el semblante i t¡
Desengañémonos, amigo, que para levantar buena miserias.»
virtud no han de ser los cimientos fabricados de hon Debe hacerse el corazón del hombre fuerte ala'»
ra ; que entonces será el edificio un Babel, y todo con pes grandes de las desdichas y de las infelicidades
fusión, y nada perfecto; todo apariencia, y nada reali para manifestar en ellos su magnanimidad, asi cornos
dad; todo engaño, todo ilusión y todo laberinto sin diamante sus brillos, que no resultan de otra cosa os*
salida , y nada fijo , susistente y seguro. Deben ser de mostrar sus resistencias á los impulsos formidable!
estos cimientos construidos indispensablemente de hu del martillo. Así se experimentan los grandes varones;
mildad y de resignación, de paciencia y de tolerancia : porque rendirse tanto al sentimiento, que todo sea des
con los cuales, ni temerá arder tan hermoso palacio en mayo, no se hizo para el hombre. Y el que esto no o>
las llamas de la impaciencia que pueden originar las serve, aunque lo sea, se dirá del que la naturaleza, pan
ofensas que del prójimo recibimos, ni caerá precipi manifestar sus monstruosidades, equivocó el seio,p«*
tado con el furioso viento de la venganza, para que to se lo dio masculino á quien en sus operaciones se*
mándola, experimente su ruina ; ni se registrará indu racteriza de mujer.
cido y violentado de las tiranas sugestiones de la cruel En atención á esta tan verdadera como importa!»
dad, de la ira, de la soberbia, de la avaricia y de las doctrina , ¿ cómo podrá vuesamereed con razón persua
demás monstruosas hidras que produce el vicio y la dirse á que me cause pesadumbre el culparme de foq*
separación de la virtud. Llévense las injurias que nos no hice, ni que por esto experimente lo que paso, se
hacen nuestros hermanos, con paciencia, si acaso no se me alteran las imposturas ni me mortifican las pm*
puede con entero gusto, que es lo más acertado. Así nes? El sosiego y la tranquilidad compleU delto*
EPISTOLARIO. 575
recibió á las primeras, y la paciencia y conformidad á tiempo que en ellos oyó ruido de quejas tristes y la
resiste á las segundas. Vive en mi pedio una resigna mentos compasivos. Llevóle la curiosidad adonde se
ción tan gigante, que ni me sobresalíanlas aflicciones, percibían los ecos; y halló, no tendido sobre la tierra,
ni me sobrecogen las adversidades. El mismo semblante sino cuasi anegado en su sangre, á Lisiante, que ha
recibe á las pesadumbres que á las felicidades; porque, biendo sido poco antes el asombro de Troya , le faltaba
como lia examinado la razón y enterádose la prudencia poco para ser pasto de fieras. Conmovióse á compasión
de que no es más que ilusión , sombra y fantasía lo que el ánimo de Ariarco, y trocando la ira en piedad, lo
esta vida produce (valle, en fin, de lágrimas), y que recogió la sangre que por dos heridas brotaba; y apli
cuanto más se padezca en ella, se irá más purificando cando á estas aquellos defensivos que le dictó la cle
á la eterna, ¿quién ha de ser tan simple, tan insensa mencia y le propuso la necesidad, lo condujo en sus
to , que posponga un bien momentáneo y aparente á hombros ala primera población, donde poniéndolo en
una felicidad eterna y constante? Vengúese el hombre cura, le dio la vida. Y se la perdonó otras tantas veces
del hombre; que si el lastimado sabe sacar mérito de como pudo; y su venganza le influía se la quitase. Y
la persecución, no logrará menos que ser bienaventu aunque después de estar sano determinó tomar del sa
rado. Y ¿habrá quien no resista el tormento que otro tisfacción en la campaña , le cobró tal amor, que decía
puede causarle, que dorará, por mucho que dure, un que si había un hermano perdido, había hallado otro. Y
soplo, por disfrutar de la bienaventuranza? Yo, ami fué asi, porque dejó eterno nombre en Grecia la amis
go , estoy resuelto á padecer para acertar á conseguir; tad de Ariarco y Lisiante. Destos tan contrarios efec
estoy determinado á no quejarme para saber pulirme ; tos ha producido muchos el tiempo ; puede ser llegue
y estoy, en (in , con esperanza de que no ine ha de fal para mí aquel felicísimo, en que reconociendo el que
tar paciencia para sufrir las más crueles venganzas que me castiga mi inocencia, termine su rencor en piedad
contra mi tome el odio, el rencor y el aborrecimiento : y su aborrecimiento en afecto.
que cuando experimente todo esto de los que me per Lo cierto es que las cosas desta vida no tienen nun
siguen, lograré de Dios el amor, el premio y la remu ca punto fijo, sino continuo movimiento. La voluntad
neración. no puede estar sin ejercicio: ó ha de amar, ó ha de
No crea vuesamerced es máxima esta que enseña aborrecer. DetJ mismo modo no puede siempre estar
una experimentada política, reducida á no mostrar amando ni estar aborreciendo. Todas las cosas tienen
nunca flaqueza delante del enemigo , por más que sean fin. Al que hoy ama, aborrece después; y lo que des
grandes los interiores temores. No, Señor, no es máxi pués aborrece ama á otro dia. Este es el modo de ejer
ma desta naturaleza la que acabo de decir; es, si, un citar la voluntad sus funciones , y este puede ser el ar
haberme congeniado en tanto extremo con los males, bitrio de mi fortuna; porque si el que es hoy amado,
que no echo menos los bienes ; es vivir de manera solo puede temer ser mañana aborrecido, siendo yo
que reconozco estoy siempre muriendo, porque el vi desta especie hoy, debo esperar, y con razón, ser do
vir no es otra cosa que una preparación para la muer la otra mañana.
te ; el caminar á la población, no es ¿ otro fin que el de El que subió más, está expuesto á caer más pronto:
llegar á ella , y á este modo , el caminar por la vida no luego el que no sube es preciso que el no subir lo ten
es sino para acercarse á la muerte. Es anticiparme yo ga en algún modo por bajar. Más debo alegrarme que
mismo las penas, para que cuando lleguen no me entristecerme, porque entonces está el hombre más
molesten por impensadas, teniéndolas ya como recibi inmediato y dispuesto á subir , cuando no tiene más
das. Y es, en fin , quererme purificar en el sufrimien que bajar. Hasta lo último me ha arrojado esta que lla
to, así como el oro en el crisol. Tomado el cuchillo man rueda de la fortuna ; con que con razón debo es
por la punta, saca sangre ; y el que quiere en esta vida perar que á pocas vueltas me toque el subir, como
todas las cosas á su gusto, tendrá muchos disgustos en que con las mismas baje el que está tan encumbrado y
su vida. me tiene tan oprimido.
¡Bueno sería que fuera yo más enemigo mío que •Crea vuesamerced, amigo mió, que éntrelos que me
mis propios enemigos (siguiendo este nombre co aborrecen, tampoco sentiré salir con daño, como salga
mo vuesamerced me los presenta), apesadumbrándo con provecho: son muchos y muy poderosos ; el prin
me con lo que debo complacerme! Si ellos aspiran á cipal no diré es nuestro Conde-Duque, aunque lo di
Jarme que sentir, por cuyo medio puedo merecer, ¿he gan. Por lo mismo que me llevan tanta ventaja, debo yo
je ser tan ignorante, que convierta en cáustico tan pre- sufrirlos con tanta paciencia. Lidien enhorabuena mi
:¡oso lenitivo? Cuando ellos intentan apretarme más la tolerancia y su tesón , que yo podré quedar sin alien
;uerda, tengo yo ya dispuesto el cuello para recibir— tos, pero ellos quedarán vencidos; aunque se acabe
a. Deste modo tal vez mi propia humildad los move- mi vida, no morirá mi razón. Pero á ellos, vivan ó mue
á á compasión, si antes no les acusa su conciencia; ran, siempre los ha de atormentar aquello que hicie
i lo que puede venir dirigido por odio, terminará en ron contra el prójimo. Con su poder y con su influjo
• .limitad : porque ¿cuántas veces se fabrica de una cul- pueden hacer permanezca mi tormento; pero ¿podrán
•;¡ un escarmiento? ¿Cuántas veces de loque se ordena acaso quitarme el mérito de mi innocencia, ni lo que
ba para la venganza resultó lamas notable amistad? me produzca mi constancia? ¿Podrán dejar de ejem
buscaba solícitamente Ariarco á Lisiante para quitarle plarizarse viendo que como insensible padezco el do
a vida, y vengar con su muerte la que aquel dio á Peri- lor, y como mudo no pronuncio la queja? ¿No les hará
eo, su hermano; enardecido el ánimo, ciego el espirita fuerza , cuando no lo heroico de mi razón , lo profundo
:on el enojo, y arrebatado el juicio con la ira, lo bus- de mi tolerancia? En estas poderosas como exquisitas
■ iba por todo el mundo. Pasaba los montes de Grecia virtudes fundo las armas para resistirlos y las razones
576 OBIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para vencerlos. No con otras se vence siempre al común Teniendo á Dios, no se temen las penas, porque Dios j
enemigo, que es el mayor de todos. Bien hago en es trabajos es suma dicha ; pero grande dicha sin Dio?,
perar con ellas la victoria de aquellos, siendo de fuer es suma miseria. Y como no siempre da Dios los tnht-
zas y de sabiduría más inferiores sin comparación que jos por castigo, sino muchas veces para prueba, cuso-
este. Y crea vuesamerced que con ser el demonio , me do falta viento es indispensable remar; esto es, qse
sirve de mucho. Siempre que reflexiono este punto, cuando carezcamos de poderosos auxilios, débeme-
procuro apartar del el pensamiento con el esfuerzo posi animarnos ala oposición de los contrarios, seguros de
ble á mi nada ; pues inspirándome venganzas, iras y so que no faltarán aquellos cuando nuestra miseria m
berbias, y que dirija saetas de la pluma (si por las que pueda resistir más : porque Dios da el mal conforra»
no disparé me tratan así , ¿qué no harían si lo justifica las fuerzas ; y cuando estas faltan, permite que decliae
ran?), y que él me suministrará advertencias (supongo aquel.
que falsas , porque el padre de la mentira ¿cómo ha de Por mi parte sé decir á vuesamerced, y creo que ees
decir verdad? ) , abandono tan nocivas como fuertes per verdad, que solo temo á las culpas, no i laspenai
suasiones, detesto tan horrorosas como audaces y pe ¡ Infeliz de aquel que se desconsuela por lo que Dios
caminosas inducciones; y por todo ello lo dejo corrido gusta, y aborrece aquello que agrada á Dios! ¿Qué
por no verse vencedor en esta furiosa lucha. pueden hacer las penas, los castigos, los tormentos, ad
Y creo que esto me llega más á Dios ; porque disfrutar versidades y congojas desta vida, por mucho que hagan?
los adustos documentos que influye el padre del enga ¿Causar la muerte del cuerpo? Pues llevado con pacien
ño, despreciar los sutiles y torpísimos consejos con qu6 cia todo este furioso cúmulo de afanes y conflicto,
su imponderable maldad procura vencernos, ¿es otra tiene aptitud para darnos la vida eterna. ¿Qué pueda
cosa que lograr la victoria de tan mortal batalla , y por lograr los que motivan mi prisión, por más que atu
lo mismo adelantar en el camino de la virtud, para con sen, cavilen y ponderen? ¿Que padezca siempre ?Pue
ella merecer todo el favor de Dios? ¡Gracias á su infi de ese mismo padecer puede resultar mi vivir.
nita misericordia, que alumbra tanto al que quita los En caso de que no pudiera alegrarme, me consolari
momentáneos perecederos gustos desta vida; pues al la esperanza de mejor tiempo, porque después de li
que priva dellos, no es para menos que para unirlo á tormenta sucede indispensablemente la serenidad:
sí, haciéndole feliz con el goce de los eternos de la siempre siguió á lo adverso lo propicio, y á locruel te
gloria! Por esto se mostró Dios al evangelista san Juan piadoso. Ninguno destos extremos puede peraa»*'
ceñidos los pechos, pero con muchas luces en sus ma mucho; el buen hijo no so entristece cuando kasi¡§¡
nos : mostrando en ello que en el mismo instante que su padre, pues sabe que á otro dia, y tal vez ael mis
aflige, dando lugar á la atención ó á las persuasiones, en ino, le hará cariños. El que llega á perder esta ep»
el mismo instante alumbra con auxilios y consuelos. za, no está lejos de dar entrada á la desesperacioa.
Conoce nuestra miseria, y nos infunde fortaleza; por Aunque tuvo Judas pesar de su pecado, no le re*
que la nave del alma, que navega fluctuando siempre dio, porque le faltó la esperanza de ser perdonado; que
en el tempestuoso mar de las inclinaciones del cuerpo á tenerla con la disposición que debía, no le habrá
(siendo este el piloto, tan imprudente que huye del conducido su pecado (el más cruel , el más grande y
norte de la razón para dar lastimosamente en el bajío único en su especie) al trágico lamentable suceso k
de la culpa), no choque, precipitada por la inclinación muerte eterna.
y torpemente anegada por la voluntad, en el escollo las Si el hombre temiese toda culpa antes de hacerla,
timoso (por cruel) del injusto consentimiento; con el como si no tuviese perdón , ni habría tantos en el a-
que, desprendida de su alto solio la prudencia , y con fiemo, ni se harían tantas ; y por ello tal vez no esUria
fundido de sus grandes discursos el entendimiento, yo en este destino : que, aunque merezco más casti*»
queda arbitro para el riesgo el apetito, y pronto para el por mis pecados , no siento aquel , si el que cometen p»
peligro el gusto. Cuyas mortales circunstancias termi aborrecerme los que inclinan ó influyen para q**
nan en que, siendo la condescendencia la que lleva el me castigue.
paso del albedrío, tropieza este en la culpa, y queda el Más que la ignorancia misma seria yo ignorante»
alma sin la gracia. por esto tuviera por malos á los que me persim*
Aun en este conflicto tan triste está Dios iluminan pues seria dudar (en qué faltaba en superior c»'
do con inspiraciones, está dando nuevos alientos con á la caridad del prójimo, y al altísimo poder de la Pre
aquellos divinos auxilios, que al paso que contienen, videncia) que de una hora á otra pueden ser buen*-
iluminan ; y está, en fin, mirando por la criatura, como Cuando llegó Simón á decir de la Magdalena que en
criador, por más que se halle ofendido el Criador de mala, ya era santa, habiendo sido* poco antes loq»
la criatura. Cuando David le llama desde la tribula della juzgaba. El publicano á quien por pecadordes-
ción, le oye Dios desde la tempestad ; cuando está Job preció el fariseo, se justificó luego. Estas prontia»*
en una tormenta, le responde Dios desde un torbelli mutaciones obran los inescrutables arcanos de Dios, ut
no; que no es para sus cariños estarse solo en su gloría. distintos de nuestra torpe limitada humanacomprete*-
Cuando mira en las aflicciones á los suyos, con ellos ba sion, como lo es lo finito de lo infinito ; por cuyo Dadi
ja á los riesgos ; ni los desampara en las cadenas ni los. vo no se puede decir de uno con verdad que es nía*
olvida en los trabajos. puescuando esto se pronuncie, ya puedeser bueno. O*
«Vengan golpes. Señor, de mis enemigos, como ven lo han sido y lo serán los bienhechores que dieron cas-
gan alumbrados de vuestra luz,» decía David. No que sa para que obrase contra mí el Real enojo;y porto «^
ría los golpes solos, porque sin la luz divina, couocia mo, creo también habrán sentido, y sentirán luí"" aui.
— t
era exponerso al precipicio, según nuestra flaqueza. que yo, que hoy permanezca : porque imiiMP»*
EPISTOLARIO. 677
¡rvir de mérito, si se resigna al martirio la toleran- como debe ser servido, sin observarse la más mínima
¡a : y á ellos de mucho daño, pues nació mi padecer falta, solo se hace en el cielo ; y aun cu este hubo tiem
b sü malicia. A mí solo me toca callar, sufrir y obede- po .en que quiso la soberbia bruta y la ambición mons
>r; pero á ellos, ó desdecirse de la calumnia, para truosa disputarle la gloria de su infinita grandeza.
eshacer asi la Real indignación que motivaron, ó que- Es constante que no es gran victoria resistirnos á
¡r esclavos de la culpa que contra el prójimo inocen- unas pasiones, si nos rendimos con facilidad á otras;
! cometieron. pero si [queremos ser presto otros, no debemos ser
El príncipe libra en 'el informe de sus ministros el siempre los .mismos. Puede esto conseguirse solo con
iierlo de sus determinaciones ; los tiene elevados y atender á que no hay cosa que más pueda confun
instituidos en tan distinguidos empleos, para que en dirnos que aquello propio cou que nos perdemos.
unto sea de su inspección observen únicamente las Este es un punto tan perfecto , que solamente lo re
spiraciones y preceptos de la justicia y equidad. Si flexiona en los términos que debe, aquel que está
lian á estas en lo que informan , el príncipe no es tan libre de Do malo, que no solo ama lo bueno, sino
sponsable délo que determina, aunque no sea jus- lo mejor, y por lo mismo quiera más abstenerse para
; porque cree, como debe, no obran aquellos sino no criar malos humores, que tener necesidad de lim
n arreglo á lo que dicta la razón, para lo que única- piarse dellos. El que teme á Dios no se contenta con
eule los mantiene y hace de ellos aquella grande con- vivir bien, sino que quiere llegará vivir como se vive
nza que pide el cargo de un vasto gobierno. en el cielo. Huyendo siempre de la culpa , conserva in
Pero es el caso , bien que lastimoso, que conociendo tacta la gracia, y á todas horas está dispuesto para dar
;unos ministros y privados la satisfacción con que su cuenta, sin temer en los tremendos números del
reales oídos atienden sus dictámenes y consejos, cargo las fuertes resultas de la data.
i aquellos que les influye su venganza, no los que Con la contemplación destas hermosísimas contem
dicta la justicia; y deste modo truecan el orden de placiones ó meditaciones, espero lo que venga, sin que
tilud, y se observa solo el orgullo de la desolación, me altere el ánimo la contemplación de mayores traba
iendo ellos los que originan los perjuicios, es al Rey jos, ni me aflija para la desconsolación la memoria de
uien atribuyen la culpa. Haya privados, haya mi- golpes más sensibles por más crueles ; pues resignado
tros, que no puede el Monarca vivir sin ellos ; pero á padecerlo todo por Dio?, vivo siempre con la esperanza
n buenos, para que el pueblo no juzgue al Rey malo, de que su divina majestad ha de iluminar á los que me
lubiera de decir mucho en este asunto, pero no pue- persiguen, para que reconociendo su error, puedan
Vuesamerced no dejará de comprender bastante ; quedar perdonados. Cuya sola representación me cau
os advertirían todo si leyeran este papel, porque lee- sa interior alegría inmensa, pero sin pasar délos lí
aen él sus mismos corazones. Yo les viviré siempre mites de la razón ; que aun en esto se necesita mucho
idecidísimo por lo que me persiguen y injurian ; cuidado, porque asi como puede el demonio aumen
e asi me lo manda Dios por san Pablo : « Miremos á tar la tristeza sensible de manera que pare en des
que nos hacen daño como á instrumentos y oficiales pecho, así también puede avivarse la alegría de modo
os, para que nos labren y purifiquen.» que termine en hacer locuras. Documento es este de
i?radece el enfermo la destreza del cirujano que le los santos, aconsejando estos que sigamos siempre en
16 el brazo ó pierna para atajarle el cáncer, pues todos nuestros asuntos la mediocridad , porque esta
lepra vivir temporalmente; pues ¿porqué no habe- fué siempre el camino de la virtud. Aun la penitencia,
■s de estimar á los que sin tanta carnicería nos ayu siendo tan loable , tiene su término, pudiendo ser cul
nara vivir en las felicidades de la eternidad? ¿De pa el pasar de su coto. Debe usarse en tales modos,
5 serviría desear furiosas batallas (en las que, en- que consuma los vicios, y no la naturaleza ; porque sien
idido el espíritu, produce en sus triunfos glorias al do aquello siempre virtud , esto puede ser alguna vez
ior) con enemigos gigantes que no se encuentran, defecto. La destemplanza en toda materia es formida
d mismo tiempo nos dejamos voluntaria y indebi- ble; pero obrar cualesquiera con prudencia, nunca
nente vencer de mosquitos que nos rodean? No son, dejó de ser plausible.
ñgo, otra cosa los hombres que nos persiguen ; p¡- Aseguro á vuesamerced que vivo contentísimo en mis
i cruelmente donde sacan más sangre, para saciar trabajos, porque creo me convienen más que las feli
i ella sus hidrópicos deseos de la venganza-. Lue- cidades que antes gozaba. Estas, al paso que franquean
¡qué fuerzas serán las nuestras? ¿qué resistencias gustos en la apariencia,. proporcionan la espiritual rui
aremos á la perpetuidad , si no podemos resistir na en la realidad ; pero aquellos labran al cuerpo para
os nimios golpes de la aversión, ni tolerar tan lí que se purifique el alma. Mientras más obsequios y
os efectos de la enemistad? A mí me eslán enseñan- complacencias mundanas , más proporción para el per
á caminar por tropiezos ; y si aunque caiga en ai petuo llanto; pero mientras más aflicciones y trabajos,
ro, por lo mísero de mi ser, consigo no pararme, más motivo para la eterna alegría.
es sí continuar el camino sin volver la cara al ries- Los acasos encierran muchas veces misterios. Des
, — vea vuesamerced por qué raro modo me puedo prender al que estaba embelesado en las dichas tran
tiücar; pues entonces se levanta uno más constante sitorias, puede ser motivo para que mude las cos
indo cayó para levantarse. Y digo bien , por más que tumbres. Pecó Adán en el paraíso , y se salvó en el va
reponga por réplica la humana flaqueza de que está lle de lágrimas; ofendió David á Dios gravemente des
is adornados , y reconozco, ponderando que respec- de el balcón de su grandeza, viendo á Bersabé en el
della podemos caer fácilmente, y fácilmente detener baño , y se purificó en la soledad y recogimiento de su
la inclinación mal ordenada: porque servir ú Dios espiritu. Pues, ¿qué mucho será que io malo que hi
(Mu 87
878 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ce en mis gustos, en mis dichas y en mis felicidades, sus venganzas; que si los que las padecemos las sufri
quiera Dins que lo purgue en esta desdicha donde es mos, del mismo castigo que nos proporcionan loga
toy metido ? A lo menos yo así lo creo ; pues aquí don remos la felicidad, que no pueden quitarnos; queti
de, con fallarme la libertad, digo que me falla todo , y vez, y sin tal vez, no podrán conseguir ellos.
donde dicen mis contrarios que me tienen quitado el En otra parte dice el mismo Señor : a Con la nn
poder que antes tenia,—me consuelo con el mismo po que midas serás medido.» Lo mismo expresa esta qst
der poco, porque sin embargo puedo amar mucho á la otra sentencia, y quizá me detenga á explicar con»
Dios. se concretan, en otra ocasión. La lástima es , que síes-
Porque no me quejo, y porque & todo callo, juzgan do tan claros y patentes sus sentidos, ó se desviu
no tengo poder , y sí culpa. ¡ Simple y ignorantísi de su observancia los hombres, ó tergiversándolas en
mo discurrir! ¿Ignoran que aveces el callar mucho interpretaciones distintas, adopta cada uno aquel1]
puede dar más considerable valor; pues no es callar por que más se adapta á los delitos que ejecuta; buacas
no poder, sino una intermisión para discurrir? Además auxilios para ocultar sus maldades, huyendo del divi
que entonces salen más fuertes y violentas las aguas, no, que solo dirige á ejecutar las virtudes. jValieoU
cuando por represadas han estado algún tiempo quie simpleza sin duda, dejar el paso seguro del puente, j
tas. No es ceder por flaqueza el triunfo el dilatar el buscar en el rio furioso el peligro!
acometimiento para prevenirse; antes bien puede pro Ello es constante que á muchos da la fortuna toós
porcionar la victoria una prudente prevención, mejor su imperio , pero á pocos satisface todos sus de-c :-•
que una reflexionada embestida. Las obras grandes Sea única prueba desta verdad el que me castiga : t»-
quieren para ejecutarse dos cosas, que son: tiempo y dos lo conocen, porque sus obras lo lian hecho cono
talento; aquel para pensar, y este para proceder. Una cer de todos; por esto no le nombro, pues aun pu
sin otra no sirven ; y esto me sucede á mí, porque, decir su nombre hay que hacer un montón de craca.
¿qué importa que tenga tiempo tan dilatado para dis ¡ En qué altura no está ! ¡Qué despotismo no lien»!
currir, si me falta talento par ejecutar? Con lodo.no Parece no puede llegar á mayor. Pues aun ü¿ae(j
tardó mucho la dicha, si llegó al fin; y en todo caso, tendrá mientras viva) que desear. La libertad que D.s
y hablando á lo divino, ¿quién duda (á no tener tan me dio, llegó á discurrir era notable impedimento pa
embotada la inteligencia, que absolutamente no co ra disfrutar tranquilo sus felicidades; no gozaba estas
nozca la razón) que mi propio callar puede producir con desembarazo, en el intermedio que yo gozrade
mi merecer? Treinta años estuvo Cristo en silencio, y aquella : por lo mismo deseaba ansioso qsiu'naetL
no mereció menos que el dia que padeció tan rigurosos Aun el sueño le era cruel verdugo, pues coneseeesti-
tormentos, y los tres años que predicó. Más importa iiuo sobresalto no le tenia con sosiego. Producía la
castigará la voluntad que noufligir al cuerpo; esto úl dos de un ánimo vengativo y inhumano , efecto te
timo hacen conmigo. Pero si consigo lo primero, la misma culpa, de la traición con que vive. Paa
¿ para qué quiero más dicha?.Más á lo humano, ¿por ¿cómo ha de servir de impedimento el zagal al pa
qué, ó fallos de las leyes de la prudencia, ó preocu lor, si este no quisiese obrar mal , y temiese qae.á
pados en solo herirme, no han de conocer que una pe aquel lo resista, ó á lo menos lo haga público, cilia
queña remora es capaz de detener á un gran navio; do no pueda otra cosa ?
y menos que conviene muchas veces ser uno casti Determinó, en fin, descansar en tan tremenda lucha,
gado sin haber cometido delito para ello, para poder quitándome de la presencia de sus glorias (si mere
hacer cosas grandes contra los mismos que le persi cen este nombre las que en realidad son infierno), co
guen? No es doctrina mía; el mismo Cristo la enseña, mo el más duro estorbo dellas. Echó para esto mas»
diciendo : «Teme al que castigues sin justicia, por pe del poder, no de la justicia, porque esta impone la pe
queño que sea, pues de aquel mismo castigo haré pue na al culpado, dejando como corresponde al ¡nnocemt.
da el castigado buscarte tu ruina.» Sin embargo, aparentó no la había ejercido mejor ras
No sé verdaderamente cómo no confunde esta tre ca que entonces; y dijo bien, pues esto, solo fué ia
menda sentencia á los que obran contra ella ; pero re venganza contra un hombre honrado, y él solo ha be-
conozco que ignoran algunos que así proceden, todos cho en toda su vida traiciones y maldades contra lade
los preceptos de nuestra sagrada religión. No es mu el reino. Quedó últimamente libre deste embarazo, lu
cho no sepan las sentencias forlisimas de nuestra vida, ciéndome el triste objeto de sus furias. Y para mi¡
Cristo ; y aun pensarán que esta misma ignorancia les avivarlas, reflexionaba, y él mismo se ponía delasU
servirá de disculpa en el más tremendo tribunal. de su consideración , era yo el que más oscurecía se
¡Desdichados dellos, por más que acá se miren sobre triunfos, por haber sido el más constante en decla
el alto solio de la felicidad , que cuando esta acabe por mar contra sus vicios ; de cuya rabiosa conferencia, qas
faltar sus vidas , empezarán á experimentar las eternas él y su malicia tenían , salía más empouzoñado el áni
muertes de sus almas! Entonces verán Jo mal que hi mo y más pertinaz y cruel la intención.
cieron, en el bien que dejaron de hacer; verán que los Y ¿acaso porque haya quedado libre y desembara
que acá persiguieron los elevaron á la gloria, porque zado del impedimento que en mi persona se figuraba
son bienaventurados los perseguidos por la justicia ; y tener para el goce de sus dichas , diremos que ya b«
verán, en fin , que si tuvieron un rey que les toleró sus tendrá otro de semejante y aun de peor naturaleza*
excesos, hay allí un gran Dios que castiga sus malda No seré yo quien lo asegure , pero sí que cada mórce
des; conocerán lo mal que obraron, pero les servirá lo le producirá estos disgustos, porque cada insusfe
de mayor tormento ver que ya se fué el tiempo en tendrá materia donde ejecutar sus monstruosidades.
que pudieron enmendarse. Buen provecho les hagan No se debe esperar otra cosa del ánimo oobanb '
EPISTOLARIO. 570
idi justo : siendo lo primero recelar que el mis pe- na. ILiya vanidad de constantes, y presunción de in
ieño puede separarlo de la privanza, liacicndo públí- vencibles; que asi hasta los mismos enemigos tendrán
« sus defectos, ó de la vida, para quitar deste mo tanto que admirar como que aprender, porque la mis
ni!) mal ministro al reino; y siendo lo segundo trai- ma resistencia, ú le"s ha de apurar el enojo, ú les ha
oii ¿batalla, valiéndose de la autoridad que le dio de consumir las vidas. No hay cosa que más heroica
diclia, más que sus merecimientos. mente merezca repetidas alabanzas que la paciencia á
La satisfacción que toma el grande, siendo cobarde, los repetidos choques del contrario : porque este, vién
la ofensa que supone le hace el noble, nunca será dose despreciado en el poder, y mirándose sin respeto
n la espada , sino con la vileza ; no á fuerza de lo que en el rigor, toca en los limites de la desesperación, y
luye el espíritu al que lo tiene, sino con lo que dic viene á ser el verdugo de su vida.
ta villanía y la traición. Es hasta donde puede llegar Para que con más facilidad se consiga mi intención,
gnorancia y la cobardía : pues con aquello que pre- es indispensable se emplee vuesamerced con toda acti
me lo deja satisfecho, viene á quedar sin compara- vidad en lo que diré; porque, mientras más se quiere
i más desairado. Una de dos : ó no te des por en- conocer al tirano, está más lejos de conocerse ; pues es
idklo de que sabes el agravio, ó procura lavarlo por tal la tiranía, que,cada instante reproduce crueldades
arados medios con la sangre del que te ofendió ; que nuevas, con las que^desfigura el conceto que se había
anees quedarás con honor, cuando por volver por formado con las pasadas. El odio tiene tan poco recato,
juedes muerto en la campaña : pues más vale morir que se conoce á corto examen, porque siendo en reali
no valiente que vivir como pusilánime ; que aque- dad un efecto formidable de la venganza, no permite
es siempre crédito de la reputación, cuando esto no que sea tan cauto el que lo posee, que por más que
a de ser borrón de la honra. afecte, pueda disimularlo : como es fuego que está
¡onsejo es este que daba Petronío á su hijo Dentu- brotando llamas del espíritu, por los ojos arroja su
v es consejo que debían tomarlo todos los que se abrasado humor, encendido, en lo que mira; por la
cían de respirar solo honor. Pero es tan al conlra- boca sacude todo el material, irritado, en lo que habla;
, que aun tomando la determinación de satisfacerse y por las acciones se aviva más, en lo que hace. Y ac
sus manos el cobarde y temeroso, no lo hace en ciones y boca y ojos, así como aspiran con iraá cons
«líos términos , si no permisibles, á lo menos hon- truir un triste espectáculo de lo mismo que aborrecen,
», sino ú los infames precetos que influye la trai- así también manifiestan indeliberadamente lo más re
i, y más que como grande, como asesino. A estos cóndito de su aborrecimiento. Conocer este, y lu que
corrige ó vitupera (que es lo más cierto) Calulo di- declama y fabrica contra mí, es lo que pongo al cui
ido : a El morir no es delito, aunque es pena; lo que dado de vuesamerced ; pues estando tan inmediato á
lelilo es morir con culpas, dejando mal nombre en quien me lo profesa, y en él tan viva como secreta nues
niiudo de lo que en él se hubo vivido.» tra correspondencia, no es asunto cuyo logro merezca
inconsecuencia desta tan verdadera doctrina, ¿cómo el nombre de imposible. Su entendimiento de vuesa
Je dejar buen nombre en el mundo aquel á quien merced le administrará para entrar en la materia algu
buenos tienen por malo? Lo cierto es que sus pro- nas expresiones y voces referentes á mí, que parezcan
alabanzas serán siempre sus mayores vituperios, originadas del acaso, y sean verdaderamente nacidas de
]ue, como oídas en las bocas de los que son como la prevención.
solo se harán dignas del desprecio, Hecho esto en aquellos términos que á vuesamerced
n efecto, amigo mío; como vuesamerced loes tan dicte su alta prudencia y profunda comprensión, rae
en la realidad, masque en el nombre', no quiero comunicará inmediatamente sus resultas, por adversas
arle el consuelo que le ha de causar saber que espe- que sean ; en la seguridad de que ni alborotará el áni
costa de poco tiempo salir de aquí ; en esto dejo ya mo el sentimiento con la desazón, ni alucinará la vo
0 que con el honor que me corresponde, porque luntad al entendimiento con el deseo de la venganza,
1ro modo no saldría. Bien contemplo dirá vuesa- ni claudicará la razón á vista de la crueldad : porque,
ced es grande la batalla que me espera , poderoso como ya enseñado á vivir contra los adversos movi
lemigo que me aguarda, y por lo mismo dificulto- mientos de la fortuna, y á estar tan consolado entre
1 lauro que solicito. Pues sepa vuesamerced que las miserias de la desgracia, como pudiera entre las
nisma diOcultad, ese propio poder poco, y estos felicidades de la dicha, — sé que haciendo rostro á
tos de atrevido, vendrán á ser los elogios de mi los trabajos y congeniándose con ellos, no causan
encía, las glorias de mi inculpabilidad y las pro- novedad en el espíritu; antes bien parece tardan en
isas vísperas de mi triunfo; siendo todos estos ti- llegar, según la indiferencia con que á ellos y á las
¡ tan recomendables, que me darán más blasón dichas se reciben. Nada aflige y atormenta un pecho
solo comprender tanta victoria, que mi enerai- labrado ya con grandes golpes , del mismo modo se pre
) alcanzarla ; pues no es corona la que con facili senta para lo próspero como para lo adverso ; no hace
tó consigue. Entrar en la pelea con más premisas distinto semblante á los avisos felices que á las noticias
ictorioso que con dudas de vencido, por la pe- infaustas. Doctrina es esta de los sabios; y aunque yo
ez del contrario, no es varonil acción del que ven no lo sea , quiero á lo menos seguirlos en este docu
ino poquedad del que es vencido. Hasta lo débil mento, por la cuenta queme tiene; que no es menos
ia arista nos enseña á constancia : no se abate con que la de no procurar ser homicida de mí mismo, pues
de rendida á todo viento, es necesario lo experi- no es otra cosa aquel que se entrega tanto á sentir su
e furioso para que se sujete. Grande afrenta es desdicha, que da en la mayor, que es la desesperación.
ivito de un noble, darse por vencido de la fortu Ni esto es tampoco deseo de vivir mucho, sino incli
•¡80 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
nación á no morirme de miedo , ó cuando quieran los (nunca la hay para que lo sea un rey de sus vaa-
que me persiguen, sino cuando tenga el cielo decre líos) ; yo me veo sin causa atropellado y preso. Si er-
tado. perseguido de Achitofel y temía sus irritados comí-
Lo que más encargo á vuesamefced es, procure ha jos, ni es menos la aversión injusta que otro Achitofel
cer este escrutinio, no vindicándome en obras ni en me tiene, ni serán mejores sus influjos. Si aquel en
palabras, sino abultando hasta lo más alto misdelitos, grande y privado, grande es este y valido. Solo es
y dando por temerarias mis acciones. Desta manera se Chusi, su consejero, halló reparo, y solo en vuesa
puede fácilmente conseguir el fin , poique de nada gus merced, que es mi amigo, aguardo remedio. Seavue-
ta más el oído del enemigo, que de oir todo loque samerced esta vez Chusi, que quizá en decisiva te-
sea contra aquello que aborrece; insensiblemente se talla venceremos á ese Achitofel ; y cuando nada *
satisface, y sin reparo publica lo mismo que tiene es consiga, seria gran necedad, sino hiciera virtud deis
condido en su dañada intención. Por lo mismo, dice que ha de ser precisión , y mayor si temiese lo qc¡
Séneca, no hay cosa más fácil de descubrirse que lo no se puede evitar. Gran remedio puede ser para el is-
que medita el hombre contra el que quiere mal, si feliz, pensar siempre mal de la fortuna, porque is
deste nunca le hablan bien; porque en este mismo no le hallarán nunca desprevenido las desgracias; coi
hecho se persuade es también enemigo del que él es lo que se logra hacerlas menos sensibles, jaque»
contrario aquel que igualmente lo vitupera; y con esta remediables. Aprender en el libro de lo pasado ü¿
comprensión vierte la ponzoña de su pecho, sin re lecciones para lo presente, es adornarse de prevencio
parar en si puede ser engaño lo que oyó. nes para lo futuro ; y deste modo, ni las dichas sobre»
Este es un punto muy importante para la observación gen ni los pesares afligen: entonces sale más airosos
cumplida de lo que encargo á vuesamerced; porque, sol , cuando venció las nubes que á sus rayos se eph
de lo contrario ( esto es hablando vuesamerced de mí sieron. No es masque aprenderá ser dichoso «¡jb
como le dictase su amistad), después de no conseguir empieza á ser desgraciado, porque de aquella tm
se el fin, se exponía vuesamerced á darme más que desdicha recoge las experiencias y los sufrimientosqa
padecer, porque precisamente había de resultará vue en la prosperidad le faltaban, y le servirán de mis
samerced que sentir. grande felicidad cuando llegue á poseerla. ¥ en efe-
Hágase alguna vez triaca del veneno , ya que tan to, si cuanto bebemos en este mundo es amurra, j
tas se reduce por ánimos crueles y vengativos á vene cuanto tocamos adversidad , ¿quién podrá seria in
no la triaca. Ni será vuesamerced el primero que se sensato, que confie en las glorias, y tenga con» ro
introdujo tan oficiosa como cautelosamente al bando daderas sus aparentes dichas? No es mas que «a te-
del contrario de su amigo , dando lecciones contra es media cuanto nos representa : sus mutaciones ém
te, que producía el odio supuesto por la voz del ver á una persona en la primera jornada ; y á lasegniás
dadero amor, para descubrir á fondo los pensamientos ve abatida, para que en la tercera lleguen otras ¿
y las más pequeñas intenciones de aquel; ni yo tam verse encumbradas. Así va engañando á todos, si
poco seré el primero que lo persuada ejecutar. contentar á ninguno, y así llega el último plazo, enera*
No temió David que su hijo Absalon tomase contra la guadaña da el último y más cierto golpe, siendo las
61 las armas, hasta que supo lo dirigía y gobernaba timoso al que por estar, en el papel que le toco nacer,
Achitofel. Conoció muy bien el Profeta-Rey que las preocupado, se halla de la memoria de la cuenta d¿¡-
instrucciones que este le daría á aquel desgraciado prín prevenído.
cipe, no serían otras que las que le dictase el horror que Ningún nombre de cuantos al hombre han dadotf
. á su verdadero señor y legitimo rey profesaba; y unién antiguos y modernos filósofos me gusta tanto cornil»
dose á este su astucia , sus ardides y sus máximas, tan que le dio Epicteto; ó ya por lo mucho que dicen, ÍJj
conocidas como depravadas /se contemplaba en gran por lo poco que él habla, para decirlo: llámalo te
peligro. Mas, como Dios no deja en ellos á los suyos, y puesta al aire, fábula de calamidades y esclavo ¡¡¿a
no sin castigo á los insolentes y tiranos, dispuso hallase muerte.
David remedio en Chusi, su consejero, tan gran políti Gran volumen me atrevía á formar para come*1
co como buen vasallo, y tan entendido como animoso. estos tres ti tulos. No me entregaré á esta tarea, p*!í
Mandóle (si acaso no fué súplica, que hasta la majes ner otras más precisas en que emplearme; pues escu
tad mendiga el favor del vasallo cuando se ve en tor do preso, dicho se está lo mucho que tendré que •J"
menta) que, sin perder instante de tiempo, procurase cer; que no hay quien trabaje más á todas horas <?■
introducirse con Absalon, rebatir animosa y discreta aquel á quien sin razón ( ó ya sea con ella) tienen ff
mente los furiosos dictámenes, consejos y persuasio tada la libertad. Pero vea vuesamerced de pasoí*
nes de Achitofel (que era lo que más importaba, nombre tan propio del hombre: a ¡Luz puesta al aire '
por ser lo que David más temía), y darle prontos avi No solo debe entenderse al de este elemento, sino üc-
sos de cuanto ocurriese, para su gobierno. Todo lo eje bien al de los mismos prójimos. Unos quieren aviw-
cutó Chusi con tanto acuerdo, que persuadiendo á la , al paso que otros consumirla ; cuando unos la o"-"
Absalon contra su padre, dio á este la victoria en la recen , otros la persiguen ; unos solicitan verla ai*
decisiva batalla, muriendo aquel en ella desgraciada otros aspiran á quitarla su lucir; unos imposibiti»
mente. sus resplandores , otros dan nuevo aliento á sasra-
A no ser por la diferencia de las personas y de los Aquel la tira, este la levanta , el otro la precipita ;!'
asuntos, se podia formar arreglado cotejo entre este fin , siendo todo diferencias , todo opuestas inclín»"
y nuestro caso ; pero, no obstante, tienen pasajes su nes, todo extremos, y nada seguridades, entre !^
mamente parecidos. David se veía sin razón perseguido la consumen y la apagan. ¡Olisimbolo verdadera
EPISTOLARIO, 581
ida humana! ¡Oh jeroglifico precioso del hombre! no puedo distinguir, según lo olvidado qne estoy de ti , si
ido pantanos, todo adversidades, todo enemigos; y me han hecho dejarte, ó si te he dejado de mi propia vo
un iiasta en las mismas dichas, todo tropiezos, Insté luntad; y como es grande cordura perder la memoria de
is, desgracias, golpes y afanes. Por esto lo llama aquello quese perdió la afición , cada dia procuro abor
fábula de calamidades», porque todas lo son en esta recerte más, paraque cada instante no dejo deolvidarte
da, por más que vengan cubiertas con aparentes lu- menos. Ansiosamente solicito hacerme á mí mismo creer
sde felicidad , pues á todas consume al fin la mtier- que aquí donde puedo decir que vivo (por más que pu
; ya se ve, como « esclavo que es el hombre de ella», bliquen muchos es adonde muero), no tiene tu tiranía,
¿que siendo esta una verdad de las más conocidas, ¡oh mundo! dominio, ni tus asechanzas jurisdicción;
) quieran muchos hombres creerla ; que con tan infi- porque desta suerte, sordo á tus influjos, remiso á tus
to número de experiencias lleguen á acreditarlo? persuasiones , y constante en resistir tus llamamientos,
Pues crean, aunque no quieran creerlo, que han de aunque me tienes vencido, vendré á estar sobre tí ele
arir, y que solo sirve para lograr buena muerte no vado. Desprecio con horror tus glorias, aborrezco con
ber tenido mala vida ; pues siéndolo, aquella será enojo tus diversiones, y abomino con ansia tus delei
mi, sin que sirva de efugio aquel que buscan los tes, porque sé que todo es veneno disfrazado, traición
nerarios , los perdidos y los insólenles. Dicen estos en traje de beneficio, engaño sin parecerlo, muerte
e para todo da Oíos tiempo ; que los ardores y efectos con apariencias de vida, letargo del entendimiento,
la mocedad se lavan con un pequé mi la senectud. embarazo de la virtud , estrado del vicio, imperio de la
aposición escandalosa y mal sonante, pues no res- maldad, enfermedad del cuerpo, y en fin, lastimosa
a otra cosa que una necia confianza de coger sin ha- muerte del alma.
• sembrado. Sea la vida mala por ser todas sus opera* Para secar un arroyo so ha de quitar precisamente
nes pecaminosas ; qne no se niega que aquel pegué, el agua de la fuente que le alimenta ; y para que los
Tesado en todas las condiciones y requisitos que le vastagos no broten, es lo mejor arrancar la cepa. No
responde, es apto para limpiar todas las culpas; pero hay medio más poderoso y eficaz para librarse de las
ben los ignorantes que prorumpen en aquella desati- traiciones, engaños y maldades del mundo, como creer
ia proposición, si tendrán tiempo para decirlo? ¿Les que en él no se vive, como pensar que es nuestro ma
sta qne las muertes repentinas no pueden cogerlos? yor enemigo, como discurrir que sus caricias son para
ibensi, aunque mueran en sus lechos, estarán sus proporcionar nuestras mayores desgracias, y como re
indimientos tan despejados, que puedan conocer en flexionar que cuando nos convida con halagos , mata
eligro en que están sus vidas y sus almas, y pronun- con desventuras ; cuando nos incita á sus glorias, nos
' debidamente el pequé? Y ¿ saben últimamente si prepara sus precipicios ; cuando nos sube á sus digni
i cuando lo digan , será como se debe, y de modo dades , es para abatirnos en sus senos; y en fin, que
',yaque no sea contrición, llegue á ser atrición? cuando nos alaba, nos vitupera ; y cuando nos ensalza,
i simples, desviados enteramente del camino de la nos abate.
lección, y entregados en todo en los brutos brazos de Con estas contemplaciones se puede quitar de la hu
vicios ! San Pablo los aconseja, por más que no quie- mana afición la agua nociva que vierte , y arrancar del
observar sus avisos : «Vivid (dice el Apóstol) como pecho ol amor que se le tenga , por más que como an
siereis morir.» Y san Jerónimo dice « que se haga tigua cepa, hubiesen en él criado formidables raíces. No
la vida aquello que se quisiere hacer en la hora de está fuera de peligro quien está tan todo en el mundo,
nuerte». que no está nada en sí , y menos en Dios ; y el Espíri
¡stampo todas estas prudentes consideraciones para tu Santo nos intima que perecerá en el peligro el que
suadir á vuesamerced á que crea que lo presentes le ame.
¡ las tengo, me hace vivir tan entregado á ellas, que Reflexione vuesamerced, amigo mío, que no dice
a ser por mostrarme ingrato á los que me favorecen que el que está en el peligro, ó el que en él se po
'desean más que yo, no me acordara de mi liber- ne, sino el que quiere ponerse; que etto es amarle.
• porque me ha causado tanto provecho este golpe, Y confieso no sabria dar la solución verdadera á esta
¡me ha hecho conocer verdaderamente el mundo. duda, á no hallarla como suya en san Agustín, pues
í«e no disfruté en sus felicidades, he conseguido dice: «El que está en el peligro, ó en él se pone , puede
h)is miserias ; porque los abrojos abren los ojos, ser tal vez por no conocerlo; y si conocido no lo deja,
slas propias desdichas se recogen experiencias; pues
ya es amarle, y no tiene disculpa.» Que es hasta donde
como los golpes del martillo, cuando parece que puede llegar la torpeza de los hombres. ¡Buen modo es
'rayen el clavo es cuando más le afirman , así tam- este de observar lo que enseña san Pablo ! pues no solo
a los trabajos del mundo, cuando se discurre ma-
quiere huyamos del peligro de ser malos, sino que nos
. enseñan. Por este conocimiento, ni ha podido aquí guardemos de lo que no edifica, por licito que sea. Y
rarme la carencia de sus glorias, ni desmentirme
el melifluo Bernardo dice: «Los santos no solo se con
a experiencia tan completa de sus engaños; habien-
tentaron con hacer lo bueno , sino que siempre aspi
«"nseguido con aquella hacer del tanto aprecio co- raron á lo mejor.» ¡Oh infelice siglo el presente, donde
«I qne hizo él de Cristo, pues viniendo á redimirlo,
no lo mejor, no lo bueno, sino lo malo, lo malísimo y
-vo quietud ni aliento sin sobresalto hasta crucifi-
l0- El recibirlo en Jerusalen con palmas, fué vis- lo pésimo, ni causa horror ni se registra con tedio!
a <le prenderlo en Getsemaní con odio, de injuriar- A la Urania se llama espíritu ; á la ambición, gloria de
ln casa de Anas con rigor, y de ponerlo en el Calva- adquirir fama; al mal gobierno, benignidad del mi
euuna cruz con complacencia. ¡Oh enemigo tirano! nistro ; á la desolación de los pueblos con tantos im
puestos y donativos, soberanas providencias ; á la ani
582 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quilacion de los vasallos, reputación de la corona ; y en Ya se ve: de poco sirve llamar al qne no ha de oír; á¡
fin, á la avaricia, necesidad; á la hipocresía, virtud; poco sirve el pozo, si el agua le falta; ydenocosim
á la estafa, precisión; y á la injuria, entretenimien el castigo, si está rebelado todocl pueblo contra surtí
to. Y esto ¿quién lo causa? Un privado. Y ¿quién lo Llamábame el conocimiento de mi culpa, y lo mis»
tolera? Un monarca. Infeliz siglo, repito, y infelicísimo que esta producía, era lo mismo que negaba; erar*
reino, si no llega la tan grande como real compren seco para la virtud, por estar tan lleno del vicio; tea
sión del Rey á penetrar, y manifestarlo con el reme lo mismo me via fortaleza á quien la traidora guar
dio, que es su verdugo su valido. nición de mis apetitos regia, negando la obedieucii i
Pero, llegando ya á lo que á vuesamerced tengo en el su Dios, Señor y Rey.
titulo desta prometido, y hasta aquí solo en bosquejo La amistad no tiene límites, ni sn duración término:
declarado, digo que la causa de mi prisión no es la que en siendo verdadera, pasa su imperio de las mural' si •
se me atribuye, sino otra de más mala naturaleza y de la muerte ; no observa leyes ni se aj usta á preceptos; la
peores circunstancias ; y por lo mismo, me hace acree do lo abandona por lo que eslima; aun el amorqnel»
dor á más severo castigo. No temo á este, pero siento neel hijo al padre se quebranta y se consume por el \¡m
haber dado motivo para merecerlo; siento solo haber de un amigo. Con ser Jonatás tan fiel á Saúl , so padre,
ofendido á quien es dignísimo de ser adorado ; siento tan respelador de sus mandatos y tan obediente i a
solo que haya podido más la destemplanza de mis ape gusto, en vez de obedecerlo en la ocasión que podóte
titos que la contemplación de mi Un. Con ella hubiera muerte á David, no solo no lo hizo, sino qoe, iri
conocido quién era el ofendido, y quién el ofensor; hu sándole de su inminente peligro, imposibilitó i Sal
biera tenido presente que contra la vida obra la mise la ejecución de sus furiosos deseos, que incesante?
ria, contra la verdad el engaño, y contra el camino la formidablemente conspiraban contra la inocente vü
confusión, que asi se llama Cristo, nuestra vida : «Yo del Profeta-Rey. ¿Qué mucho , dice una elewdar*
soy la vida, la verdad y el camino.» Hubiera encamina ma , si eran las amenazas de Saúl contra su bijo ta
do mis palabras á alabarlo, y mis obras á provecho tas, por ser contra su amigo David? Apoya este cal
del pajuno, que es no menos que el mismo mió; y ceto san Jerónimo, diciendo : «La amistad vente)*
últimamente hubiera' penetrado procedía contra el se reduce á quererse tanto á sí un hombre c«í¡j
Criador la criatura, contra el Señor el esclavo, contra amigo, de manera que en dos amigos solotayirn
el que lo es' todo el que no es nada ; y en fin, contra Dios alma, una voluntad y un sentimiento.» Lueejf«?i-
el hombre. Los recuerdos que me hace la memoria rar Saúl contra David, era haberse armado tottraio-
de mis delitos por las acusaciones de mi conciencia, natás, sn hijo, que eran los dos sujetos que efe» b
me enflaquecen el corazón con el pesar, al paso que amistad para su más autorizado símbolo.
fertilizan la voluntad con el arrepentimiento. ¡Oh qué Según estos dulces y santos vínculos con quetem»-
torpe, qué desbaratado y qué ciego ha sido mi viví:! gos se enlazan y se unen , vuesamerced es otro ;o ro
No atendía que los júbilos mundanos son parecidos al daderamente : luego mal pudiera ocultarle la verdad
aireen su poca sustancia; al fuego, en que cuando en todo asunto, cuando no es posible oculte el coruoo
más deleita, es cuando más abrasa; al agua, en que á su amigo aquello mismo que sabe; antes bien des
ahoga; y á la tierra, en que sepulta. Si mis ofensas falta cansa si es tristeza, ó se alegra más si es gusto, »
ran, no tuviera esta prisión. Viví resuelto á pecar, y comunicar á su amigo las noticias de todo cuanUí r=.r
pequé en no haber abominado lo mismo con que peca él pasa. En cuyo verdadero concepto, digo qoe mí1
ba. Caminé por tales pantanos, pero tan ciego de los hay en mí , amigo, de culpa en lo que suena, nadatec-
ojos del alma, que caminando caia, y no acertaba á go de delito en los que me atribuyen; en todo esto!
levantarme; á manera del elefante, que en dando el iuocente, y en estas verdades mías se agitarán W>
grande edificio de su cuerpo en tierra , no tiene aptitud lo inmenso las justas dudas de vuesamerced, ad»>
para moverse. Era tanto el peso de mis culpas, que no rando se me castigue con tanto rigor por lo qoe ni w
podía levantarme con él ; y en este mismo hecho le du de pensamiento he cometido. Pero suspenda ros-
plicaba por instantes, porque el que está con la culpa merced el curso de sn duda , que es mayor la cana
bien hallado, no puede verse desprendido della, y que aquí me ha puesto que aquella que no hice?*
en el mismo quererla, acredita el caso de duplicarla. publica.
Muchas veces me gritó el cielo; es constante que sus Mis pecados ocultos, mis reiteradas ofensas, mi c*
voces las advertía el corazón , pero ¿ de qué importaba, tinuo ofender á la Majestad divina, me han reducid»
si las despreciaba la voluntad? Reconocíalas cómoda al estado en que me veo ; esta es la verdadera caos
Dios, mas yo no podía dejar de ser pecador; conside del castigo que experimento, este el certísimo molí'9
raba mis culpas, y el dolor que debia tener de ellas lo de la prisión que sufro, y esta la razón qoe jo*
convertía en gusto mi maldad ; via claramente el ca ser de peor calidad estos delitos que los que roeaca-
mino de la vida, y con todo eso seguía pertinaz el de mulan ; en estos estoy inocente , en aquellos convicto-
la muerte , pareciéndome que en las delicias que en ¡Ojalá hubiese cometido los que me atribuyen, j»
este encontraba , aunque aparentes, podía respirar to jos que confieso! Seria sin duda mi castigo el ""*
das las libertades de aquella ; ciego , en Tin , en mis ini que ahora experimento, pero estaría más libre el alta
quidades, sordo en mis complacencias, insensible en de borrones; tendría estas prisiones, estas penal*
mis diversiones , y bruto en mis incidencias , yacia se des y estos tormentos corporales, mas el espirita «
pultado entre los tiranos brazos del mortal letargo de estaría embarazado con el negro horroroso labeni
los vicios, sin reconocer mi estado, registrando mi en donde tanta inponderable culpa lo lia enreda <
tendria que llorar estas penas que padeico, per" tv
maldad ; sin buscar el médico, advirtiendo mi dolencia.
EPISTOLARIO. 583
ne sentir tantos pecados que me agravan y aterran; sivas voces manifestó ó Otón la verdad de Aristarco y
»ria esto mérito en el alto y tremendo tribunal de Dios; la crueldad do Lísidas. Inmediatamente se le quitó á
ero ¿qué serán en él mis delitos contra su Majestad este la vida, y se premió á aquel; saludándole todos con
¡»¡na, sino más ansia y aun condenación eterna, de el nombre de libertador de la patria. ¡Ay, amigo! si
ge me bace tan acreedor mi relajadísima vida , mis hubiera muchos Otones como este, no faltarían los
erniciosas costumbres, mis horribles obras, mis viles públicos castigos de muchos Lísidas, porque habría
snsainientos y mis indignas palabras? algunos famosos ó animosos Aristarcos; como fallan
Hay mocha diferencia, querido amigo, de qne un los primeros, viven á su libertad los segundos, y ni
jmbre (sea enhorabuena de alto carácter) se contemple aun á respirar se atreven los postreros. Crea vuesa-
¡otro agraviado, 4 que por este mismo esté Dios ofen- merced que el que con rigor injusto gobierna, teme á
ido. Esto siempre es pecado, y aquello puede no ser los mismos que por él tiemblan , porque recae sobre su
ochas veces culpa, sino efecto de la caridad. Algu- causa este temor. Por lo mismo dice Séneca: a El malo
>s hombres quieren que los preceptos se sujeten á sus íi todos persigue y á todos teme.» Y da la razón Católo
das, no sujetar sus vidas á los preceptos ; aunque sus diciendo: a Porque el que no hizo bien á ninguno, ¿qué
tiones los caractericen de pésimos, se ofenden si los puede esperar sino mal de todos?»
unan malos. Pues por cierto que , si la intención del Aun más que como á juez, se mira como á padre al
i? así los nombra es la de corregirlos para que sus que loes bueno; pero del malo, todos son enemigos por
ovidencias injustas no aflijan tanto á aquellos sobre serlo él de todos. El primer esmalte del que gobierna
lienes tienen potestad , está tan lejos de ser culpa, es la humanidad en el trato y en las providencias, por
(ees virtud; dícelo asi el mismo Dios: «El que con que esta poderosa virtud roba los corazones de todos.
ro mando y con riguroso orgullo gobierna, será abor- I Qué humano fué Cristo con Tomé en su resurrec
:ido del pueblo ; y entre este habrá quien, inflamado ción ! Dejóse tocar como hombre, para hacerse recono
mi honor, lo apedree públicamente para derribar su cer como Dios. No hay cosa más atractiva que la afa
Kibiaen el abismo.» bilidad en los ministros, y en todos; pero en aquellos
Contra los ministros y privados crueles nunca faltó, con mucho más motivo. La aspereza y el rigor, des
quien declamase, ni monarca que los corrigiese, pués de ser públicos sus delitos, ¿qué han de procrear
an privado del emperador Otón fuéLfsidas, su minis- sino horror, aversión y deseos de ruina?
". enteramente le tenia entregado el gobierno del im- En efecto, amigo mió, por lo relajado de mi vida me
"¡o ; gemia el pueblo bajo su cruel dominio , al paso acusa hoy mi conciencia ; esta reconoce lo mucho que,
e Lísidas duplicaba contra él todo el fuego de su ri- á Dios he ofendido, al mismo tiempo que halla ningu
f. No faltó ánimo tan valiente y espíritu tan alentado, na la causa que he dado para que se me castigue por lo
e no se atreviese á escribir contra sus públicos deli- que se me imputa: luego debo verdaderamente creer
i, para que la noticia desto y de su imponderable ti que su infinita misericordia quiere por este medio mi
lia llegase i noticia de Otón: declamó con desemba enmienda, respecto de que por esta parte me castiga ;
lo, con fervor y claridad en un escrito Aristarco. Lie- pues es constante que al que castiga lo mejora. Prue
este por medio de sus parciales (que á la crueldad , bas hay relevantísimas quo así lo justifican. Por ser
la insolencia nunca faltan apasionados) ámanos de Manases mal Rey, lo castigó tan severamente, que lo
sidas, el que temblando de cólera, ciego de ira, des redujo á ser esclavo; pero supo serlo tan bien, y sacar
anido con la soberbia, y sin respirar con sosiego hasta de su merecido tormento tanto fruto, que volvió des
nar venganza, quiso que esta le satisfaciese por su pués ó ser buen rey. A Nabuco, de inhumano Cero lo
¡no , respecto de que estaba en ella el dar ó quitar la hizo fiera, y de fiera lo hizo humano. Estos rodeos de
la al qne quisiese. Empuñó la espada para matar á la divina justicia solo son comprensibles á aquel in
istarco, cuando reflexionando el lance, determinó finito entendimiento de donde dimana, que aun á los
r parte del caso á el Emperador, á fin de justificarse buenos los aflige con males para que sean mejores.
& con él, y de discurrir castigo más inhumano á el Bueno era Job, pero se purificó su paciencia con
ie llamaba infame detractor. En fin, puso el escrito de el crisol de sus trabajos. El mal que llegó á estable
istarco en manos del Emperador, pidiéndole rendida cerse y radicarse en lo interior, no se cura con suaves
hipócritamente vindicase su estimación con el castigo medicamentos, sino con todo el rigor de los vomi
¡ Aristarco. Leyó con cordura y gran despacio el papel, tivos y otros tan duros como angustiosos. Más quiere
después respondió á Lísidas con gravedad : «Aris- el padre al hijo cuando sus defectos castiga con rigor,
rcoteacusa y declama contra tí, refiriendo tantos de que cuando los tolera con alabarlos: con aquello quiere
as tuyos, que me horroriza el leerlos. Aunque á mí ponga en olvido lo malo, y con esto inteuta que jamás
• me nombra, me hace reo con el pueblo por haberte ejercite lo bueno.
lerado. En esta inteligencia, ó esto es ó no es cierto : Esto mismo está conmigo pasando : mis culpas se
bo lo es, experimentará Aristarco todo el castigo que repetían con la libertad; y Dios, que estima tatito la
impondrá mi justicia, que será cruelísima ; pero si lo enmienda del pecador, dispuso este castigo para que
» el mismo se ejecutará en tu persona, procurando con él y la memoria de mis excesos los conozca perfec
1 enmendar en él el descuido del personal gobierno tamente, para que si vuelvo ú tener libertad , no vuel
• nú imperio, para ser en lo sucesivo buen padre de va á amontonar pecados. Ninguno de los mortales es i
is vasallos, si hasta aquí fui para lo mismo mal em- todas horas cuerdo; y aunque es de todos el errar, so
irador.» En efecto, mandó prender á Lísidas y á Aris- lo es de los necios la perseverancia en el error conoci
rc<>, para ver y examinar quién tenia razón ; y sabi- do. No solo reconozco y confieso procede esta pena de
>«to por el pueblo, con repetidas lágrimas y compa haber ofendido á Dios, sino también que hoy me cus ti
584 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ga, para qne mañana acierte. Así seguramente lo creo, Dios, antes que se justifique esta es fuerza purificar».
porque como dimana de su santísima mano el premio Está muy á los principios mi mal, y no menos mi dolor,
para el bueno, de ella del mismo tenor se origina el cas para que aquel justísimo y terrible brazo levante m
tigo para el malo. No obsta lo impugnen los hombres, justiciera y tremenda espada ; quiero decir, no es tui
para que venga dirigido de Dios. Estos son modos y me grande mi pesar de haber cometido tanta mucheduit-
dios que toma su tremenda justicia para corregir á los bre de culpas que pueda aplacar su justo enojo ; pw-
delincuentes, merecedores de mayor rigor. que no basta para obi arpien obrar presto, porque sn*
Irritado en extremo, como debía, Abisal, hermano sirve para obrar presto obrar bien : el fuego que ros
de Joab, contra Semei, porque apedreaba y malde presto se enciende es la pólvora, pero también es el
cía a David, lo quiso severamente castigar; pero no que más presto se apaga. Después de la culpa se ágw
lo permitió el Rey-Profeta, diciendo las palabras si el arrepentimiento, y sobre este recae el perdón; pan
guientes, dignas por cierto de que , aun más que en cometer aquella, nunca faltó tiempo á nuestra huma
papel , se impriman en los corazones de todos : «Deja, na miseria, pero para ejercitar este suele faltar ocasi»
Ahisai, que me maldiga y apedree Semei , que aunque á nuestra torpísima confianza. Tan infinitamente justi
no le he dado causa para ello, lo merecen mis pecados; ciero es Dios, como infinitamente misericordioso. Y
y cuando él lo hace. Dios se lo manda, que muchas siendo esto tan cierto, ¿que sea tal nuestra incorregible
veces se vale destos instrumentos para castigar nues ignorancia, que confiamos tanto en su infinita miseri
tras culpas.» cordia, que perseverando en el pecado , remitimos pa
Ea, amigo, ya tiene vuesamerced aquí patente que ra después la enmienda sin atender á su justicia ? A h
es peor la causa de mi castigo que la que me atribu menos, pues las confieso, ya conozco mis culpas; y es
yen; al que lo ha hecho, Dios se lo habrá inspira llegando el pecador á conocerlas, no está lejos de Ho
do, porque siempre viene el mayor golpe de mayor radas: caer en el pantano, sirve de aviso para sai*;
poder, y más estando Dios ofendido. Por esta razón otra vez huirlo. Necio seria el piloto que habiendo ex
influye para que se conspiren los hombres contra el perimentado el peligro del escollo, volviese á dirigir í
malo ; y lo que á primera vista parece producto del él la nave. Si yo hubiera despertado antes del tiraoa
aborrecimiento destos, puede ser muchas veces enojo siieñ,o en que me tuvieron sepultado mis brutales ape-
del altísimo, terminante á nuestro único provecho y titos, sin duda sería otro, aunque mis contra ríos fue
beneficio : porque entonces conoce el hombre lo que ran los mismos. Gracias les doy porque me kjm
es, cuando sus desdichas le ponen presente, no solo lo reducido al estado presente, pues en él aprendo á
que ha sido, sino lo que puede ser; entonces se aplica vivir; siempre se consigue no viviendo mal, jara
con mayor cuidado la medicina, cuando le aflige más vivir bien . Sí es tormento esta prisión, sin ella entea-
la enfermedad ; entonces, en fin , hay más sed , cuando pestad mi vida ; y tan tremenda, que apenas mecoais-
está más lejos el agua. De modo que puede decirse con cian las olas del mar tempestuoso del mundo alas ori
verdad que cuando Dios dispone estos castigos al hom llas del conocimiento, me arrebataban las furiosas on
bre por lo que no cometió, lo hace dichosísimo; por das del vicio al abismo de sus entrañas, en las que está
que esto no es más que adelantarle el castigo de su propiamente figurada la culpa ; y siempre quedaba su
culpa, para que llorándola , entro otra vez en el cami mergido en el engaño, sin facultades por dejarme lle
no de la gracia. var ciegamente de mis apetitos, y sin fuerzas para abrir
Sépalo vuesamerced , y sepa el mundo mi inocen los ojos á las luces de la razón y del escarmiento. Aqni
cia en lo que se dice ; pero no ignoren al mismo tiem solo hay cadenas que pueden servir de preciosas esta
po mí maldad cuando la publico. Sepan todos no di las para el cielo; pero allí solamente hallaban miste-
causa para lo que padezco en lo que me atribuyen ; pero eos deseos (como inspirados de las brutas preocupa
conozcan merezco esto y mucho más, por las impon ciones de la torpeza) transitorias complacencias, qs¡
derables culpas que he cometido : que son tantas, que eran pasos para el infierno. Solo el que ha sido ins
ni las voces pueden referirlas, ni la pluma expresar trumento para que yo experimente esta prisión la
las, ni caben en el número, ni hay papel donde escri dra en medio de sus opulencias más zozobras, ras
birlas; y tan grandes, que juntas todas las de los pe sentimientos y más penalidades. La mayor corona
cadores, no componen una parte de las mías. Y en fin, siempre remata en cruz. No hay en esta vida quien de
quiero que todos sepan que esta pública confesión mía la suya se escape. Aun las bendiciones de un padre
no me causa rubor hacerla ; pero sí todo el dolor y no se dan sin cruz , y á más bendiciones más cruces.
sentimiento que cabe en la humana posibilidad, el ha No porque, se mire más inmediata al sol , está menos
ber dado motivo para tener tanto peso sobre mi con distante la águila del fuego; antes bien puede cono
ciencia , y tanlo tirano mortal yugo sobre mi alma. cerse que cuanto más empinada una torre , está más
Fulminóme la traición aquello que no cometí, y esto cerca de aquel mayor planeta, pero no más lejos del
fué propiamente recaer un castigo disfrazado sobre rayo ; y que lo que se halla más vecino á la luz hace
otros ocultos pecados cometidos. Aseguró la malicia lo más sombra. Necio es quien se asegura tanto de si
que no pensó mi inocencia, mas vino el golpe tan mismo, que sin temer su caída, á todos se presen
dirigido de Dios, como recibido del delincuente. En ta airado ; porque hasta llegar al puerto vive ex
fin , se me atribuyó una falsedad , porque en mí ya ha puesto á una tormenta el bajel. En no sabiendo regir
bía muchas ofensas : quien quiere tropezar, siempre con prudencia los bienes cuando se alcanzan , son nue
encuentra adonde ; y quien quiere hacer mal , poco le vos males, que como enemigos ofenden. Por esto
cuesta buscar el por qué. Si este viene de los hombres, aconseja Séneca que «nunca es más desdichado el
la razón descubre luego la calumnia ; mas viniendo de hombre que cuando está elevado sobre la columna de
EPISTOLARIO. 583
la dicha , y por su tiranía es aborrecido de todos ; cuan Para concluir, diré solo que en esta prisión se redu-
tos sintieron su gobierno como azote, harán experi ce*ni vida á lo que prometo decir á vuesamerced en
mente sus sentimientos como castigo». otra; pidiéndole solo en esta, no que disimule lo dila
Porque le relucen al mochuelo los ojos, vuelan las tado della, si acaso le molesta (que esto lo ejecuto á
ives a quitárselos como pueden, y porque se quiere instancias suyas, con harto trabajo mió), sino que no
idelantar á los otros árboles el almendro, parece que sienta lo que padezco , pues no es suficiente pena para
;ohechados contra él se conjuran los tiempos. Este vi- mis legítimos delitos. Que no se acongoje porque dure
jrio frágil de la fortuna (que parece en el concepto de mi prisión, pues así no me faltará tiempo para salir
ilgunos de bronce ) se quiebra, ó á lo menos se empa mejorado, porque más se mortifica el cuerpo con gol
ja, con un aliento; porque pendiendo el vivir de solo pes continuados, aunque pequeños, que con uno solo,
ilentar, si un aliento construye la organización de la aunque muy fuerte. Y últimamente, que no se ape
íida, otro nos arrima á la gran máquina de la muerte. sadumbre aunque nada se logre, reconociendo que
Y que el hombre que mereció á su dicha aquella emi- esto será solamente lo que me convenga ; porque, más
íente que goza, no medite (por estar enteramente im- que los hombres piensen de otro modo, á nadie da Dios
)uido en ella) que si á veces el hacer bien á uno origi- más que lo que merece. La lástima es si no saben usar
ia peligros, qué no podrá causar el hacer mal á tantos! de ello como deben , convirtiendo el precioso lenitivo
Hospedó Menclao á Páris ; y dejándole encomendado en horroroso cáustico, porque entonces lo que sería
i Elena su regalo en su ausencia, á poco tiempo descanso , vendría á ser tormento.
iella se halló sin honra y sin mujer : de que resultaron Con que vuesamerced dirija á Dios sus ruegos para
tantas tragedias á Grecia, y últimamenteüa destruc- que, como hasta aquí me hadado tolerancia, en lo su
;ion de Trova , que habiendo sido productora de rayos, cesivo me preste paciencia , y hará vuesamerced cuan
toé aniquilada con fuego. to puede por mí. No le pido no me olvide, porque esto
El bien que hizo Hircanoá Heródes, lo recompensó es imposible en la amistad verdadera. Quedo emplean
sste con darle muerte á él y á sus hijos para alzarse con do la in¡a en pedir á la divina Majestad libre á vuesa
si reino. Por lo mismo nos aconseja el Eclesiástico no merced de pecar, para que no tenga que padecer;
se haga bien á todos, porque en ello .puede causarse porque ejecutando aquello, en este y en el otro mun
uno mal á sí mismo. Las zorras, dice Plinio, no se fian do es preciso se experimente esto. Y pues nuestro
de los hielos de los rios de Tracia , sin haber primero fin está en Dios, procuremos con toda voluntad servir
parado la oreja, para escuchar si corre muy honda el lo, para merecer por toda una eternidad gozarlo.
agua , infiriendo de aquí la firmeza del hielo. Pues si Este Señor guarde á vuesamerced los felices años
al que obra bien, le son indispensables estas precau que le desea su fiel amigo — Quevcdo.
ciones prudentes, para mantenerse seguro en el estado
rjue tenga, ¿qué no deberá temer aquel dequien todos CARTA CXI.
dicen no obra bien , por más favorecido que se halle,
y por más que le patentice monarca su privanza con el Carla moral é instructiva de don Francisco de Qticvttlo Xilttgn*,
I 'lo lo es , y su despotismo, su ambición y su entereza escrita desde San Marcos de León á su amigo Ad.m ilc la IVirra,
pintándole por horas su prisión, vía vida que en ella hacia, (a)
;on todos? Ya veo que la intención es madre de las
icciones, y que siendo aquella mala, es imposible Amigo y dueño: Como es cierto que ningún enfermo
;ean estas buenas : luego mal puede obrar nunca bien llama al médico para que le hable, sino para que le
juien siempre tiene dispuesta su intención para hacer cure, tiene el altojuicio de vuesamerced tan presente
nal. No dijo mucho Eurípides cuando afirmó quesegun esta doctrina (por ser el médico en quien espera algún
;ra el pastor, tal era el cordero. Pero Cristo, nuestro alivióla enfermedad de mi prisión), que hace dias guar
)ien , dice que un árbol malo no puede producir buen da tan discreto silencio, que ni me ha contestado á
'ruto. Lo mismo significó Séneca cuando dijo: «Cual una bien larga que le dirigí , esperando sin duda á eje
>s el dueño de la ciudad , tales son los que la habi- cutarlo cuando, hablando poco, me pueda curar mu
:i. » En siendo la inclinación cruel, no pueden ser cho. .
as operaciones piadosas. Y en fin, digo con Catulo, Efecto es este de su verdadera amistad y de su ele
jue cital es grey cual es el Rey». vado talento, porque es calidad conocida de rele
Basta, amigo; que cuando se precipita la lengua, no vantes ingenios buscar en las voces la verdad , y no
i.i y remedio como morderla para atajarla. El fuego de en la verdad las voces , como Augustino lo enseña. No
a ira solo se consume con el agua de la paciencia; quiere vuesamerced verter el precioso raudal de sus
:uandoel espíritu se irrita, remediarlo con el contra- voces con promesas, sino con verdades; no con espe
io extremo; en llegándose á agitar el ánimo con el ranza, sino con posesión; porque, así como esta es el
conocimiento de la razón, poca le asistirá si se aparta complemento del deseo, así también suele ser aquella
leí conocimiento. Aun para quejarse quiere Dios que el verdugo de los confiados.
1 hombre no llegue á enfurecerse. No está lejos de ser Con esta verdadera comprensión, no me altera,
enemigo de su prójimo en las obras quien, por más aunque lo sienta, el carecer tanto tiempo hace de las
notivos que tenga, lo es en las palabras. Rara vez he de vuesamerced, porque sé no esotra la causa que la
altado alguna contra el que empecé en esta á decla
mar; y esto fué, no ciego de la cólera, sino con el ca- (o) Ipial concepto de inédita qne la anterior podin merecer la
;i.n conocimiento de ser con vuesamcrced con quien presente, coleccionada i la pág. 65 del lomo i del Semanario de
Valladares , por los tajos y reveses que el editor dio en ella.
hablo, porque si con mi amigo no me desahogo, ¿con Imprimóla sujetándome i un traslado del último siglo, que debo
-juién lo he de hacer? al sciiur duque de Itivas.
586 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
de estar midiendo con su prudente pulso los ¡niñea enterado yo de todo esto, mal puede cansarme senti
dos asuntos de la mia ; y que mientras más tiempo gas miento el silencio de vuesamerced , cuando con éi m
te vuesamerced en ella, serán más favorables y pre manifiesta su verdadera amistad; pues ni quiere a-
ciosas sus resultas, pues con él hallará la perfecta peranzarme hasta la total felicidad, ni arrojarse tu
coyuntura para no malograr el lance. Por esto decia presto á lograrla, que por desprevenido pudieran
Licurgo «que con el tiempo tienen gran cuenta los conseguirla. Lo primero, acredita á vuesamerced «
sabios»; y por esto asegura el predicador sagrado amigo, no de adulador; y lo segundo, de prudente,»
«que ni la velocidad conduce para la carrera, ni la de temerario.
prontitud para el éxito feliz, ni la fortaleza para las Toda batalla es infausta aun en las glorias del tris»
Vitorias, ni para el sustento lo sabio, ni para lo rico fo, si le falta la prerogativa de justa. Siéndolo Ua
lo docto; ni, en fin, para lo primoroso el arte, si no les la que animado de vuesamerced estoy proporcionaD¡¿,
asiste el tiempo y la sazón. » parece consecuente el lauro; pero como laveogaouj
Siempre fué ciega, como poco cuerda, la prisa. Nin el odio saben una áulica teología, adornada de enrak-
guna cosa grande quiso la naturaleza que se hiciese sas imposturas y de viles sutilezas,— otro ánimo .-pj
presto. Ley puso de nacer más tarde á lo que había de mió temiera quedar vencido no ignorando esto mis
gozar mayor vida, pues dándosela tan fácil á una ma mo, y más comprendiendo que siempre busca hia
riposa , emplea tantos años en sacar á luz un elefante. lina seguridad en la bondad ajena. Linaje de ¡si
Una resolución repentina regularmente produce un lencia tan horrendo como practicado solamente de ai
océano de males ; pero á un prudente obrar en tiempo indignos y cobardes, pues aquello que por su u.r.
y en sazón poco se le frustra, porque hubo lugar de propensión es amable , lo hacen con sus nocivas pe-
meditar la prevención, para no malograr el intento, suasiones aborrecible.
y de disponer los asuntos de tal modo, que basta el Nada desto me quita la confianza del triunfo, ta
complemento del discurso no se penetrase el arcano. to por tener en vuesamerced un poderoso abrigo pin
Como es la prevención madre de la dicha, rara vez aplicar con tiempo según sus avisos el contra-re&a,
produce yerros. David nos da exquisita pauta para que como por saber que no se debe temer á los embola
estimemos como merece el prevenido discurso. Cuan ros ; pues, como asegura san Pablo, el que enrtá:»
do salió á la batalla con aquel torreón de carne filis Ira el prójimo no puede engañar mucho tieraj.ij
teo, aunque esperaba derribarle con el primer guijar que los mismos perniciosos arbitrios que meéfc^a
ro, quiso ir prevenido con cinco, por lo que podia encubrir sus maldades , no sean los efectivas»»
suceder. Ni aun se fió de los que hallaría en el cami que las descubran todas. Pásese enhorabuenas
no, sino que los aseguró en el zurrón, sin que ni la tiempo sin que yo consiga mi libertad (i oafe
casualidad le pusiera en contingencias, ni la despre reiteradas supuestas acusaciones, que la venguaifr
vención en peligros. Y sin embargo de que es la pre curra y la malicia fulmine), que al fin ha de desa
vención siempre amable, no ignorar la ocasión opor brirse mi inculpabilidad, para terror y castigo ¿ti
tuna en que debe lucir no es menos plausible. No calumnias y sus injustos productores. Y entonces a-
consiste en que transcurra mucho tiempo para hallar drá más airosadesde esta desgracia aquella dicha;?*-
esta, sino en saber conocerla, y no malograrla. Entre que se reputará como Vitoria, y amanecerá ea U sa
ella y el tiempo hay la diferencia de que este siempre bia de la infelicidad , si no madrugando, veneieaíí.
sigue su curso, pero aquella no siempre presenta su Por lo mismo nos pinta Séneca á la desgracia esnei
carrera. Si una vez se pierde la ocasión, es difícil en de la dicha, diciendo a que las lecciones que en*p*
contrarla otra; y muchas, imposible. Avisó el ángel á Ha se aprenden, hacen muy durables y exquisito la
los yernos de Lot que salvasen sus«vidas saliendo con productos desta cuando se disfrutan ». Y yo aiM
él fuera de Sodoma, refiriéndoles habían de perecer á que los que son siempre dichosos, nunca dejante*
las violencias del fuego, luciéronse desentendidos á tan desgraciados; porque el mismo ignorar las misa*
severa intimación, persuadidos á que después tendrían los hace miserables. Saber ser infelices no es otra 2-
tiempo; mas cuando pasado poco, vieron arder en lla sa que haber acertado á saber ser dichosos, pon*
mas el aire, y en fuego la ciudad, conocieron que se les ¿qué mayor dicha que saber convertir en bienes u
habia ido ya la preciosa ocasión de librarse del mísero mayores males?
fin que les ofrecía aquel irritado elemento, enviado por Acuerdóme de que en mi antecedente dijeá vaea-
el divino poder. - merced «que el Principe libra en los infórmelo* ns
El prudentísimo pensar de vuesamerced estará, sin ministros el acierto desús determinaciones, y qats
duda, observando los mínimos movimientos de los aquellos son perversos, por fuerza han de serinjuifl
contrarios para asegurar sus ideas. Contemplará sus estas; pero que el Príncipe no es responsable, pwr3
acciones y sus trazas, para poder acertar el tiro con lo ejecuta entendiendo obran aquellos con arregla i ti
el examen que á vuesamerced tengo encargado eje razón.» Ahora digo lo mismo ; mas añado qne 00 a-
cute, avisándome de sus resultas, por lastimosas que cuso de pecado al Principe que, antes de elevará sai
sean; que ya tengo á vuesamerced prevenido las re ministros y privados á tan alta dignidad, noliace»
cibirá el júbilo antes que las conozca la tristeza ; gran escrutinio de sus prendas y virtudes, reconax-ra-
pues ninguna desdicha hay tan grande , que no pueda do en lo posible hasta lo más recóndito de sus idea
hallar en ella consuelo la virtud. Para todo esto es ne ciones, para premiar con el ministerio y privar-» i
cesario tiempo y un perspicuo conocimiento de la me los buenos, y castigar con el rigor i los malas, ;i*
jor ocasión, porque es grande necedad aspirar al triun amigo, cuántos daños se evitaran si esto se Licia*'
fo, sin medir antes el entendimiento la distancia. Luego Resplandecería enlouces la virtud úa uúñá», l*f*
EPISTOLARIO. 587
ticia sin interés, y la misericordia sin soborno. Tres llamarían atrevimiento abominable y culpa inormísi-
puntos que, pendiendo en ellos todo el gran edificio ma. Con poco flanco que adviertan, nos acometen los
de la monarquía , por fuerza ha de verse esta sin ci enemigos; no quiero enfurecerlos más, para no tener
miento estando aquellos sin evidencia. más que sufrirlos , y nada menos que perdonarlos. Así
No , Señor ; no consiste el tener ministros y priva como el bueno anda siempre deseoso de hacer obras
dos en tenerlos, sino en saber elegirlos. Un buen vali buenas, pareciéndole muy pocas todas las que hace,
do puede hacer bueno aun mal rey; pero un mal pri por muchas que sean, así el malo se ejercita conti
vado, á un buen rey lo hará malísimo. Y siéndolo, es nuamente en el contrario extremo. Hambriento de
imposible esté ágil el cuerpo, hallándose enferma la obras malas, las solicita sin cesar, porque mientras
cabeza. Es imposible se observe la rectitud donde más ejecute, satisface mejor su inclinación perversa
vive la malicia, porque el pastor loco no puede diri y su gusto abominable. Aunque estos nos persigan
gir el ganado sino al precipicio. cruelmente, y consista el no experimentar sus rigores
En toda la casa del rico avariento no se halló uno en hacerse amigos suyos, de ningún modo se debe
que diese al pobre Lázaro las migajas que debajo de la hacer, porque entonces deja el bueno de serlo cuan
mesa se perdían ; porque en faltándole conducta al ge do se unió con el malo. Casos hay en que los perfetos
neral , todos los soldados yerran ; y en siendo malo el solicitaron la amistad y el trato de los malos, para ha
piloto, no faltarán escollos á la nave. ¡Desdichado el cerlos buenos, y últimamente lo lograron; pero bas
reino que tiene por privado de la mayor conlianza y tantes veces desla comunicación resultó que el bue
satisfacción del Rey á un inhumano, porque precisa no se hizo mucho peor que el malo. Ande tiznado por
mente ha de lograr que este sea implo. Si es bueno el cierto el carbonero , que eso es el efecto de su ejerci
ministro ó privado, sabe el Príncipe todos los delitos. cio; pero no se introduzca con él de ningún modo el
Pero le aconseja no los castigue todos , que el remedio lavandero, porque, por bien que libre, ha de sacar tiz
no ha de ser desolación ; y que sin faltar i la obliga nada la ropa. La culebra que el otro crió en su pecho,
ción de su altísima dignidad, no eche la humanidad le hizo por él que diese el último aliento. Desde pe
en olvido; haciéndole presente, para mayor esmalte de queños criaron Drutonio un lobo y Arísto un toro,
la real piedad, que Cristo era rey en la cruz, y discul tan domésticos, que á las amenazas de sus amos se
pó con la ignorancia la atrocidad más cruel. Esto pro humillaban y á los golpes se rendían; mas al Gn
duce el perfecto ; el malo solo puede influir malda Drutonio fué pasto del lobo, y Alisto triste víctima de
des. En uno ni en otro es extraño su obrar, porque las bastas de su toro. Y si se replica que estos eran ir-,
ni aquel puede hacer menos, ni este más. Por lo mis racionales, ¿qué mas irracional que el privado infiel,
mo necesita más el mundo de ejemplos que de prece- cuyo pecho es el centro de la tiranía, y cuyo brazo es
tos: aquellos educan, al paso que estos se olvidan. A verdugo de la justicia, padrastro de la razón , cuchillo
los primeros los siguen todos : los buenos por ser me de la inocencia y sangriento puñal de la verdad ?
jores, y los malos por no parecerlo ; mas los segundos, En este estado iba á cerrar esta ; pero acordándome
ni los buenos los necesitan, ni los malos los observan. de que en mi anterior prometí á vuesamerced pintar
Como los buenos guardan los del Decálogo, no faltan le la vida que paso en esta prisión (creyendo com
i ninguno ; pero como los malos no los guardan , fal placerle en ello), lo voy á ejecutar, y porque aquellas
tan á todos. mismas penas que se padecen , si no se destruyen en
Grande astrólogo ha habido, que al experimentar teramente , á lo menos se alivian comunicándolas con
las inhumanas operaciones de un privado , ó de un un amigo; pues todo aquel término que en esto se
monstruo, que conduce como del ramal al Rey por des emplea la pluma ó el acento, sirve de intermisión al
peñaderos y pantanos , hizo observación rigorosa de quebranto.
los influjos que en los astros se hallaban para dominar Aunque al principio de ella tuve mi prisión en una
lo; y halló tantas lastimosas conjunciones de trage torre desta santa casa , tan espaciosa como clara y
dias que había de producir en el tiempo de su regen abrigada para la presente estación, á poco tiempo,
cia, que, ó de compadecido ó de absorto, no quiso por orden superior (no diré nunca que por superior
continuar su observación, y murió dudando el fin de desorden), se me condujo á otra muchísimo más des
tan cruel basilisco. Y aunque es constante la invera- acomodada, que es donde permanezco. Redúcese á una
cidad de la astrologia judiciaria, es verdadero que los pieza subterránea, tan húmeda como un manantial,
astros inclinan con sus influjos, aunque no fuerzan. tan obscura, que en ella siempre es noche, y tan fría,
Pero si el espíritu de aquel hombre sobre quien tiene que nunca deja de parecer enero. Tiene, sin pondera
conexión el astro malo, está dispuesto para seguir sus ción, más traza de sepulcro que de cárcel. ¡Ya se ve; no
inspiraciones, ¿quién duda será tan pésimo como el podia esperarse menos de un ánimo vengativo ! porque
influjo 1 Pero no tendrá efecto este , por más poderoso en nada es más diligente y oficioso que en solicitar
que sea , si se dirige á quien , ó sabe por temer á Dios el castigo para conseguir la desolación de lo que abor
despreciarlo, ó no ignora por amar al prójimo, el modo rece; sin que para esto sea necesaria la concurrencia
de resistirlo. Ni á Dios teme, ni al prójimo ama, el pri de otra causa que la de no adaptarse el aborrecido á
vado de quien se habla. Luego ¿cómo no ha de ejecu las tiranas leyes de su insolencia. Modo es este que
tar los influjos de su astro, por inhumanos que sean? tiene por madre á la crueldad ; y ya se sabe que los que
Amigo mió, esta dotrina, que vuesamerced y todo profesan esta no se satisfacen con cortar de una vez
timorato tendrán porbuena, como lo es, seria, no solo lo que al fin han de cortar , sino con que la frecuencia
despreciada de otros, sino que harían della sacra- de los golpes haga más penoso y dilatado el marti
meuto, disponiendo le recibiese yo en castigo del que rio, porque así logran más tiempo sus satisfacciones :
588 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que como se alimentan solo, ó viendo tan tristes es ministros y privados en quienes deposita el Principela?
pectáculos, ó escuchando lastimosos lamentos, mien confianzas más grandes de su imperio, les censuran
tras más tiempo subsista el infeliz en el potro de sus los más pequeños delitos los hombres, como dice Plu
crueldades, disfrutan ellos más dilatadas complacen tarco. Luego, ¿qué no harán si los advierten crueles y
cias. Cuya durísima especie de impiedad, como dicta viciosos y vengativos? Estos pecan una vez , como lo
da desde el principio de su aversión, por esta, ni pue dos, porque pecan ; y porque abusan de su alto carác
den de sus ánimos desimprimirla, ni de sus pensa ter, otra vez. Por lo mismo dijo Séneca a que lo que
mientos borrarla. en unos hombres es apenas atendido , es en otros su
Ya dejo en esto expresado que hablo solo de aque mamente notado, porque en lo más grande siempre
lla casta de hombres que, después de ser enemigos, se reputó por mayor un leve exceso.» Pedro, Juan y
son crueles, que esto es ser dos veces contrarios. Diego dormían , pero solo cayó sobre Pedro la repre
Hay otros que, aunque sean rivales, no son impíos. hensión. Estaba elegido para piedra y cabeza de la
Estos, luego que se les pasa el primer Ímpetu de la Iglesia , y en quien habia de recaer tanta dignidad , era
ira (que les causó, no la aprehensión, como á los otros, preciso se tuviese el menor descuido por reprensible
sino la realidad de la ofensa ), ceden en los movimien defecto. Nunca causó novedad la ruina del endeble
tos que empezó á ejecutar la satisfacción del agravio : edificio, aunque fuese al impulso de corto viento;
que hasta en este nombre se diferencian de aquellos, mas siempre se notó mucho cayese la fortaleza aun al
pues solo la conocen con el de honrada venganza, sien repetido choque de los más furiosos. En ninguna ave
do en la realidad formidable malicia. Admiten que es cilla se repara que al sol no beba los rayos; pero si U
proprio de ánimos generosos los ruegos por satisfaccio águila no lo hiciera , seria gran defecto de su realce-
nes, conociendo que aquella docilidad en perdonar la razon. Fáltele agua con que ejercitar el curso de sa
injuria, es un elevarse á la virtud. Mas los primeros, corriente al arroyuelo por el estío, que no se echarí
tenaces siempre en la persecución y en el aborreci menos; pero el que goza privilegios de formidable rio,
miento , hasta en la última hora manifiestan este, y si téngala siempre de sobra ; porque de lo contrario, per
les es posible, ejercitan aquella. Acreditóse esto con derá su nombre la reputación.
Folciano, que fué gran privado del emperador Othon, Por más que los crueles se alaben de ser deeen-
y declarado enemigo de Lapsaco ,-porque declamó con dientes de grandes héroes, lo ajeno alaban úásas
tra su inimitable maldad. Púsolo una enfermedad pe pasados celebran. En mi jL'areo Bruto tengo dicho es
ligrosa en el último trance de su vida. Y acordán cada estatua de los mayores un consejo de broas por
dose en aquel momento de su rival (tonto era el odio lo eterno y eficaz de su persuasión; pues no Untoales-
que le tenia), aunque tantos años había que de man tigua lo que hizo el muerto , como lo que debe hat»t ti
dato suyo se hallaba rigorosamente preso Lapsaco, no vivo. Ahora añado que aquellasson tantos testigos o* li
quiso reconocer que estaba tan castigado como qui infamia del descendiente, cuantas imágenes goza di
siera; y escribió al Emperador un papel, en que le de su nobleza, si no corresponde á sus acciones ó si dese
cía : «Si los dioses se dignan llevarme á sí, nada os nera de sus virtudes. A este intento dijo Caluloique
«encargo más que el duro castigo de Lapsaco, por ninguno es sabio por lo que supo su padre , ni valien
»seios perjudicial, y al público enemigo. Pero sus- te por el brazo de su abuelo». Las recomendables glo
»penderéis el hacerlo hasta que yo espire; que si vivo, rias de los pasados son monstruosos lunares para los
»yo se lo impondré, como que sé á fondo todo el gran presentes que las heredaron, si corresponden á ellas
«reato de sus delitos.» Vivió Folciano, en fin; prosi degenerando de su grandeza, ó distrayéndose de la
guió en su persecución contra Lapsaco; pero descu obligación que al heredarlas le cargaron. Ajeno es de
brióse su traición por otra carta suya , en que con lodo crédito el que, habiendo tenido abuelos esclare
fesaba habia sido cuanto expuso al emperador Othon, cidos, obra como vil , pues esta es una de las infamias
horror que profesaba á Lapsaco. Esta cariase la remi indisculpables. Obre así el que adquirió en su naci
tió á un capitán, induciéndole á que matase á Lapsaco; miento la vileza, que esto es correspondiente asa
pero el capitán la puso en manos del Emperador, y le sangre ; pero debe ser más despreciado el que, tenién
informó de la tiranía de Folciano. El cual pagó con la dola buena, procede como villano. Y ¿que, siendo esto
muerte los excesos de su vida. tan evidente, ni quieran los hombres conocerlo, ni
Esta casta de hombres los compara un docto á la ma dejar de vivir más á expensas de su crueldad qne i
sa de los alfahareros, diciendo «que una vez de coci preceptos de la razón? Pues sepan, en fin, que este
da la figura que labraron della , si fué para demonio, mismo olvido de su progenie , y este abandono de sus
demonio es siempre.» Una vez de cocida y engendrada distinguidas dignidades, serán los testigos que origi
en el pecho la crueldad, solo la muerte tiene faculta nen sus ruinas, haciendo ver son ¡normes delincuen
des para arrancarla del; porque rara ó ninguna vez tes de su sangre y del estado.
pierde el arroyo el gusto que contrajo en la fuente. Es Bien conozco, amigo querido, que esto no es más
te es el mayor defecto de los hombres ; y mientras más que producir documentos sin otro fruto que el ningu
elevados, más defecto, porque donde es más sublime no de la material extensión. Delitos parecerían en mi
la dignidad, es más notable la culpa, excediendo la de pluma , en el concepto de algunos, los que en el dicta
la crueldad á todas. La mancha que en el sayal tosco men de otros (esto es, de los buenos) serian reputa
no se advierte, suele ser suma falla en el brocado. En dos por especiales ejemplos. Rara vez llego á morir
la más hermosa cara peca enormemente una peca. Y como rio el que nació arroyo, y ninguna dejó de pa
mientras más fuerte una muralla, es más notable su recer monstruoso el hombre que se crió entre fieras.
desolación al impulso de cualesquiera vientos. A los Vuesamerced entiende bien este sentido, porque en
EPISTOLARIO.
tiende; otros no lo comprenderán, porque no saben, no discurre mejor que el que piensa peor de sí , por
aunque sepan loque comprenden. Pero vuelvo ú nú que contemplando merece mucho más de lo que le
pintura; que el discurso ha sido largo. castigan-, lo tolera con prudencia, y aun reputa por
Tiene de latitud esta sepultura donde enterrado vi gran beneficio el que no le den mayor pena.»
vo, veinticuatro pies escasos, y diez y nueve de an Siendo tan breve esta estancia, no puede ser más
cho. Su techumbre y paredes están por muchas partes dilatada su pintura. Más campo ofrece la de la vida que
desmoronadas i fuerza de la humedad; y todo tan ne en ella paso; que sin duda ella sola lo es, si acaso pue
gro , que más parece recogimiento de ladrones fugi de alguna con propriedad llamarse vida en la dilatada
tivos que prisión de un hombre honrado. muerte deste mundo. Aquellas que respiran más di
Para entrar en ella hay que pasar por dos puertas chas del, son las que están cercadas de más infelici
que no se diferencian en lo fuerte ; una está al piso del dades; porque, como tengo dicho en otra parle, desdi
convento, y otra al de mi cárcel, después de veinte y cha es la dicha que se acaba; la que siempre dura es
siete escalones que tienen traza de despeñadero. Las dicha. Y aquí , cercado de trabajos, lleno de miserias y
dos están continuamente cerradas, á excepción de los constituido en lastimosos martirios y soledad y perse
ratos que diré, en que, más por cortesía que por con cución, puedo labrarme una felicidad eterna, tanto por
fianza, dejan la una abierta, pero la otra asegurada con mi sufrimiento como por estar separado del continuo
doble cuidado. . tropiezo que la libertad ofrece. Buena prenda es, y
En medio de la pieza está colocada una mesa, don prerogativa tan grande , que sol» la salud le excede ; pe
de escribo, que es tan grande, que admite sobre si ro con todo, no sé si me atreva á creer que muchos más
treinta ó más libros, de que me proveen estos mis ben se salvaran si no la tuvieran. Hombres ha habido tan
ditos hermanos. A la derecha, que mira al mediodía, observanlísimos de los divinos preceptos en prisiones,
tengo mi lecho, ni bien muy acomodado, ni bien su donde de la libertad se carece, que deificaban; y luego
mamente indecente. Cerca del está el de un criado que salieron de ellas fueron tan malos, que lo que en
que se me permite, de cuyo salario, que deberá gozar, una parte se admiró como santidad, en otra se abominó
aun no he formado concepto; creyendo no será ningu como parto del infierno.
no suficiente para satisfacerle el mérito de una tan vo Muy bien sé que la hipocresía caracteriza al malo de
luntaria como penosa prisión, que padece por el gusto bueno; no ignoro que un fingimiento repelido en
de servirme (o) : lo que hace con tales deseos de agra gaña al más avisado. Pero, con todo , un exacto ayuno,
darme, que confieso seria doble mi tormento si care una frecuente diciplina, una continua oración y me
ciera del ; porque al criado diligente y afecto á su amo, ditación, y una incesante vigilia, acompañado todo
más debe estimarle este por verle gustoso en su ser esto de un conocido desinterés , de una abominación á
vicio que por verse del bien servido, porque un siervo los vicios, y de una modestia y representación exte
mal contento á toda la casa enfada. rior respetable, es difícil sea parto, producto y efecto
Aunque regularmente estamos lo más del tiempo los de la hipocresía , sino de un ánimo enteramente incli
dos solos en esta triste habitación (cuyos aparatos se nado á la virtud. Todas estas circunstancias concurrie
componen de cuatro sillas, un brasero y un velón), no ron en el padre de quien aquí me tiene , cuando estuvo
falta bastante ruido, pues el que mis grillos causón tanto tiempo preso por los sacrilegos asuntos de Roma :
escede á otros mayores, si no en el estruendo, en lo salió á gozar los dulces desembarazos de su libertad; y
lastimoso. al que todos respetaban en la prisión como santo, abor
No hace muchos dias tenia dos pares, pero logró recieron en la libertad como á demonio. No digo que
orden para dejarme solo uno (pretendía se quitasen lo fuese, pero si atiendo á lo que produjo, no puedo
ambos) un gran religioso desta casa. Pesarán los que creer fuese otra cosa. Basta deste asunto , y vamos á
hoy tengo de ocho á nueve libras ; advirtiendo eran evacuar el principal que esta motiva.
mucho mayores los que me quitaron. V con ser tan Como este nuestro respirar, único indicio, aunque
grande el defecto de mi pierna, y mayor con el peso y tan delicado, de nuestro vivir.se va acabando por ins
sujeción de los grillos, ando con ellos como si no es tantes (por más que ignorantísimos disimulemos con
tuviera cojo. Dios ayuda al hombre perseguido como torpes ambiciones de inmortales el conocerlo), he de
con superior atención ; si da nieve, también da lana, pintará vuesamerced la vida que aquí paso, por horas,
para que lo que la una hiele, la otra abrigue. Para re refiriendo en cada una aquello en que la empleo; por
sistir mis trabajos me da su divina Majestad suficien que, además de que esto puede granjearme conti
tes fuerzas, poniéndome presente que más importa nua memoria de cuál será mi última, para estar en to
rendir el proprio querer y juicio, que lastimar la car das como si cualquiera dolías lo fuera , podré tam
ne con silicios y diciplinas , como enseña san Pablo; bién con tan perfecta contemplación hacerme otro,
pues aunque es buena la aspereza de la vida, es mejor aunque siempre sea el mismo. El proprio es el papa
la limpieza del afecto ; bien que aquella sirve mucho gayo que en el campo grazna que el que en la ciudad
para esta. saluda, y el mismo es el que fué en el monte duro tron
El hombre solo con su dolor es menos que su do co que la que en el pueblo es dulce lira. Esta gran
lor ; pero con Dios , es superior al dolor de que es ca diferencia pende únicamente en la cultura. Cultiván
paz. Y en efecto, para no errar en el sufrimiento, no dose el hombre en la perfección , poseerá altamente la
hay más que seguir á Séneca, pues dice a que ningu- virtud ; y así , pareciendo el proprio , no será el mismo
que fué en la culpa ; que al caminante no le hace otro,
(a) Esto destruye lo qae afirma el abad don Pablo Antonio de
Tárela en la Vida de Quevcdo, 4»»aber : «Qae un lego simóle le aunque lo parezca, el despojarse de la ropa pesada para
asistia, de lastima.» andar coa más desembarazo el camino. Caminantes
390 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
somos todos en este valle , cuya vereda, que debemos presente que podemos ser condenados ; y esta solí me
seguir, es aquella que se dirige á la patria. Nunca lle ditación basta para hacernos perfectos, ya que no po;
garemos a ella no despojándonos de la pesada carga de el de la contrición , por medio de la atricioa. No igno
nuestros pecados (viles efectos déla liumana flaque ro que este, por sorel mayor de todos, no es negocio
za); y entonces pareceremos otros, sin embargo de ser que en poco tiempo se facilita ; quiero decir, que 19
los mismos. Este es el motivo que rae asiste para seguir se logran tan fácilmente los muchos bienes que produ
tal método en esta pintura , porque con sus muertos ce. Pero no es tampoco menos evidente que lo que u
colores puedo vestir mi espíritu de vivísimas virtu se consigue en uno, puede lograrse en algunos días,
des. Y si poseyéndolas sé conservarlas, ellas me col siendo la aplicación la que debe; porque para ir r ■
marán de eternas dichas, que resultarán de mi tan in abajo no es menester querer, sino no hacer fuera
justo padecer; que este como sombra pasa, y puede para ir arriba. La misma incesante violencia de la cor
librarme mi paciencia en él, de aquel que por eterni riente tiene facultades para hacerlo; pero aunque lira
dades dura. Más vale entrar en el cielo con solo un ojo, no se vuelva , parece monstruosidad si no se pasa nie
que ser arrojado en el infierno con arabos; y última lante , porque el mismo no adelantar puede sermoúj
mente, es mucho más útil tolerar acá los tormentos para retroceder.
que las culpas merecen, muchos años, que estar su Muy tibio, no muy flaco (que hay grande diferencu
friendo los del purgatorio un solo instante. de uno á otro, como diré después), será, amigo, quita
A las siete de la mañana estoy ya vestido ; y sabien no adelante en la virtud con una contemplación, aun
do vuesamerced que aun en mi libertad no fui jamás in que sea muy corta, del último fin , si cada día la repile.
clinado á la superfluidad de las ropas, contentándome A lo menos se acordará de que no es eterno ; que a»
con aquellas que solo eran aseo, y no gala, solo decen que es una verdad tan patente, hay muchos que, sega:
cia propria, y no murmuración ajena,— estando preso, su olvido de la muerte y su entregamiento total a lt>
por fuerza he de tener mayor observancia en esto. Nun vicios, se juzgan por inmortales, ó á lo menos no tie
ca ignoré , querido amigo, que el hábito se hizo para nen nunca presente que han de morir, queeslomias»
cubrir los defectos del cuerpo, no para descubrir los para el caso. ¡Oh simples y desventurados muda; te
afectos del ánimo ; pero noté , con tanta frecuencia de ces, si no abandonáis esa que Ibmais vida feliz, y es
los que lo usan como sentimiento mió, que, con ser desdichada muerte, que os conduce insensiblemetlíí
hecho para ocultar nuestras flaquezas, en bastantes la eterna! Solo hay un Dios, y solo hay un día, poro*
descubría su ambición. No dice el vestido lo que es el que se difruten muchos ; y si este se pierde por íta
hombre, como sus obras. Aquello puede engañar, mas la» te, se pierde á Dios por una eternidad.
esto jamás puede mentir. Aquello representa solo al A las ocho me da mi criado el desayuno, que s ¿i
hombre un Narciso, pero sus acciones acreditan su mismo que vuesamerced sabe acostumbré siempre, j
virtud ó declaran su maldad. El que pretende que á su lo tomo en aquellos proprios términos que i w*
personase le dé estimación por el vestido, supone es merced causaba admiración el verlo. Este compuesto
más acreedor á ella el vestido que la persona. ¡Raro hace un todo muy ardiente, y de alguna parte de ü
pensar de los hombres : anteponer el indigno valor de ( por más que otra sea algo fresca) se puede formar «1
la ropa á la estimación de sus espíritus ! O sean ó no cáustico muy fino. Tomado hirviendo, causa mis pro
sean estos merecedores de la atención, siempre yerran. vecho que tibio y frió, porque no tiene tanto rigorsa
Si lo son, porque despreciándolos por cuidar más del fortaleza, por las razones que muchas veces dije áme-
traje que de ellos, se hacen dignos del común des samerced, las que hicieron fuerza á su alto talento.
precio ; y si no lo son , por la simpleza de querer sor Hecha esta diligencia , me pongo á escribir hasta Id
prender con lo mismo que han de desengañar : pues diez en varios asuntos que tengo principiados, y qw*
ni estos advierten que, por más que se vista de oveja el siera antes del fin de mis dias verlos concluidos. Cuan
lobo, presto lo ha de dar á conocer su inclinación si do uno me molesta , elijo otro ; con cuyo modo, &
se le pone delante la oveja; ni aquellos, que aunque mudar de tarea, me parece encuentro alivio en el pro-
se quiso disimular la mujer de Jeroboam con el vestido prio trabajo, á imitación de lo que acontece al cami
de labradora, en el sonido de sus pies llegó á conocerla nante , que con mudar de un hombro á otro las alfor
un ciego. jas, le parece muda de embarazo, sin aligerare! pes*
Una hora empleo en contemplar conforme pue Desde las diez á las once rezo algunas devociones,
do, si no como debo, no lo que soy, sino lo que tengo y desde esta hora á la de las doce leo en buenos y nu
de ser. Poco tiempo es para tanto asunto, corto espa los autores ; porque no hay ningún libro, por despre
cio para tanto empeño. Bien lo conozco, pero tam ciable que sea, que no tenga alguna cosa buena,»»
bién que un solo instante de meditación en la muer ni algún lunar el de mejor nota. Catulo tiene sus erro
te ha hecho infinitos santos; porque es el estímulo res, Quintiliano sus arrogancias, Cicerón algún absur
más aptísimo y poderoso para imprimir en el corazón do, Séneca bastante confusión ; y en fin, Homero ss>
un vivo deseo de querer vivir siempre (y en efecto, cegueras, y el satírico Juvenal sus desbarres; sin qee
practicarlo con los medios posibles ) como se quisiera le falten á Egecias algunos coucetos, á Sidonio media
haber vivido cuando se muere : pues reflexionando lo nas sutilezas, á Ennodio acierto en algunas compara
cierto de la muerte , su incierta hora , la nada de nues ciones, y á Aristarco, con ser tan insulsísimo, propne-
tro ser, lo grande de nuestras culpas , y lo recto y jus dad en bastantes ejemplos. De unos y de otros procos
ticiero de aquel divino Juez á quien se ha de dar es aprovecharme: de los malos para no seguirlos, J «
trechísima cuenta aun de los menores pensamientos, — los buenos para procurar imitarlos,
hace si acordarnos de que somos mortales, y nos pone a A los buenos y á los mSlos escritores, decía grao»"
EPISTOLARIO. S91
sámente Plutarco, es indispensable halagarlos; á los del cuerpo. Sentencia es de Séneca «que la sangría de
nalos para que lo dejen, y á los buenos para que lo los buenos es el ayuno». Además que por propia con
lomen.» veniencia, como dice Catulo, no debe cernerse mucho,
Dadas las doce, se oye el rnido que causa el abrir pues para no enfermar no hay cosa como la templan
a primera puerta de la prisión para bajar la comida, za. Y sigue san Pablo diciendo : « Porque la abstinencia
¡iie la conduce un criado de la casa, siguiendo á un conserva la salud mejor que el regalo.» Este solo sirve
eligioso benignísimo, el cual me hace compañía en de ensoberbecer á la carne, que es nuestro mayor
a mesa por disposición del Prelado, que me dispensa enemigo ; y es evidente que el que á su enemigo hala,-
-te y otros mayores beneficios, hijos de su religiosi- ga, á sus manos perece. No darle aquello que desee
bd y virtud. de la comida es grande mortificación. Esta es muy pa
Advierto ú vuesamerced que, así este como los do- recida á la muerte, porque la muerte no tiene partes,
nás alivios que experimento y diré , son originados de y la mortificación no se hade partir, porque está poco
i piedad del prelado desta santa casa ; pero se hacen aprovechado el que en un tiempo se hace violencias y
on todo cuidado, para que no los penetre el que fo- eu otro condeciende consigo. El pájaro que se ha es
aenta mi prisión, porque en el mismo instante que lo capado de muchos latos, si en uno le cogen, poco le
upiera se acabaran : porque, como su ánimo no es importa que de los demás esté suelto , porque este solo
itio que el de que el rigor del tormento sea el verdu- lo atormenta mas en la prisión que los demás en que
o de mi vida , por todas partes lo solicita para que estuvo inmediato á perder su libertad. No se debe tra
o por todos términos lo padezca. Mas, como nunca bajar solo en vencer el exterior, sino en sujetar los
illa Dios al que es perseguido de la crueldad, y no de afectos, que es lo primero; porque logrado esto, se
i justicia, además de la tolerancia que me inspira en consigue aquello. Cuma el cuerpo lo que le den, pero
.' k'S mis trabajos, infunde al mismo tiempo miseri- no le den todo lo que quiera comer; procurando ven
oidia en los que tienen mi prisión á su cuidado, para cerle en el deseo de querer más. Ninguna ley prohibe
ue, no siendo esta tan penosa, siga sin tropiezo mi que el hombre se alimente, porque es justo; pero la
«ciencia. Sabe Dios hasta dónde llegan los límites de de la razón que la da á todas, manila que no se harte;
is fuerzas humanas, y cuando estas pueden ceder porque, además de ser esto proprio de brutos, puede
goviadas con el peso de las desdichas, las alumbra no librarse de culpa.
on la luz de la fortaleza propia y piedad ajena, para Entre la comida y un rato de conversación con mi
|ue se recobre el ánimo y se disponga á sentir nuevos compañero de mesa y hermano de hábito, da la una.
[olpes de la persecución. Luego, si experimento tanto Retírase este y el criado que conduce la comida, cer
lien de su divina Majestad, ¿cómo han de consumir- rando tras si la puerta primera para subir, que dejan
ne todos los rigores que inventen contra mí mis con- siempre en estos actos abierta, por estar cerrada (y
rariosl bien, como tengo dicho) la primera para bajar.
La comida es muy decente, aunque penosa , por no Por más que quiera esmerarse la piedad y la confian
er la hora la mejor para mí , por estar acostumbrado za, estando observada del poder tirano, ejecuta loque
otra distinta , como vuesamerced sabe. Por esto me puede, no todo aquello que quisiera, porque teme que
cuerdo muchas veces de que, preguntando á Diógenes de un efecto de la caridad resulte contra sí un rayo
ue cuál era la mejor hora para comer, respondió «que de la aversión. Quiero decir, que aunque todos los in
ara el rico, cuando tuviese gana; y para el pobre, dividuos desta santa casa son asombro de la clemen
uando tuviese qué». Siendo yo rico en el particular cia y preciosos lustres de la conmiseración; aunque
e tener segura la comida , parecía regular usase de- usan conmigo de mucha, no es toda la que quisieran ;
a cuando tuviese gana; pero, por no repetir imper- porque como sabeu de dónde y de qué procede mi mar
uencias, la como cuando me la dan , aunque siempre tirio, temen que su misma misericordia sea para tor
0 más que lo preciso para mantenerme, no lo nece- mento suyo. Porque, como no aspira la crueldad á más
irio para matarme (a). gloria que á la de reducir á triste despojo y víctima
No entienda vuesamerced esta voz tan materíalmen- infeliz de su rigor á lo que aborrece, si aquellos á cu-
¡ como suena; que aunque la probaria en el mismo yo cuidado pone este castigo no cumplen á corres
sntido, tiene su objeto en otro más alto. pondencia de su vil deseo, mas que á miramientos de
Siendo muerte toda culpa, y muerte que puede serlo la justicia, descarga su tirano brazo sobre los mismos
erna, quiero decir, no como de modo que por la que nombró su maldad por ministros ó guardas de su
jla la cometa. Por ella perdió Esaú su mayorazgo, tiranía. Estos justos recelos hace que procedan con
indiéndolo por un plato de lentejas. Único símbolo tan cautas prevenciones estos mis hermanos religiosos
;l infeliz, que pierde por ella el mayorazgo ínestima- en mi custodia y cuidado; pero al mismo tiempo que
e de su alma, vendido por un plato tan vil como lo llegan á ejecutarlas, la misma violencia que impele
i el que apetece la glotonería. Los que esta profesan, para ello á sus piadosos pechos, les hace notablemen
do viven para comer; pero los templados, solo co- te sentirlas. Ya se ve ; como no es posible que la cle
en para vivir. De la comida se debe usar como por mencia nativa se asocie jamás con la tiranía natural,
¡nüdio y medicina de la hambre , no como por regalo obedece aquella á esta con tanta violencia, que en sus
mismas operaciones se distingue y observa, por temor
(o) «Si los frailes le hubieran alimentado de limosna , como se del poder , no por efecto de la propia crueldad.
ibreeotieode de la noticia bíogralka de Qditido que da el seuor
in Manuel José Quintana ala pag. 499 del tomo m de las Poettat Mi Juan (así se llama mi querido criado) me hace dar
Uctat cotidianas, lo bebiera expresado en esta carta.» (Don Ba- cuatro paseos, sosteniéndome algún tanto sobre sus
1 io Setasüan Castellanos, lomo iv, pag. 318.) hombros, para hacer menos molesto el embarazo de
392 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
los grillos , divirtiéndome media hora en esto , y en re al malo; que á este solo le parece superior lo malísimo.
ferirme ( porque no habla mal, aunque no escribe bien) y despreciable lo mejor. No solo no gusta de oir lo
algunos casos que le han pasado , pues aunque de po bueno, sino que abomina del que lo es, y del que lo
cos años, ha corrido bastante tierra. Otra media hora dice, y del que lo hace. Y estas tres diferencias no de
gasto en dar á Dios postradas y reverentes gracias por ben tenerse por molesta repetición, sentando que M
los muchos beneficios que me hace, manteniéndome bueno dice y hace lo mejor; porque, aunque esto es
con toda mi robustez en medio destos quebrantos ; en el que es así, no lo es mirado de otro modo. El que
los cuales resplandece tanto la divina Omnipotencia , parece bueno en sus obras, puede no serlo en sus pa
que siendo el menor dellos aptísimo para quitarme la labras; y el que lo fuese en estas, puede no serlo es
vida, me la deja gozar con tanta tranquilidad, que pue aquellas. Máxima es esta tan poderosa, que advirtieo-
do decir que jamás me sentí con más fuerzas ni más dola Séneca, dice : «No tengas por bueno al que losa
libre de achaques. Bien reconozco que esto es efecto en sus palabras, si no lo fuese en todas sus operacio
puro de la infinita misericordia de Dios, pues así como nes ; que la sirena para matar halaga. »
ha dispuesto padezca yo estas penalidades por castigar Lo que con toda pureza puedo asegurar á vuesamer-
mis delitos, así también quiere conozca esto mismo, ced es , que si todo el tiempo de mi prisión lo pasan
y apague con el agua de la contrición el adusto fuego con esta mi amable compañía, baria delito suficiente
de la culpa. Lo que me hace decir, en medio dé tanto para tenerla perpetua; porque aquí se registra á la sa
contrario poder como me persigue, lo que me enseña biduría tan en su punto, como á la verdad en su alta
David : «A mí y á Dios venga todo el mundo.» ra. Y siendo tan constante lo que dice Séneca, «que
A las dos me recojo en mi lecho , no tanto para dor de dos males que hay en la vida , que son ignorancia y
mir como para pensar, en donde estoy hasta las tres muerte, es más sensible la primera que la segunda,!
y media, que, si me quedo adormitado, me llama Juan parece no deben tener jurisdicción ni imperio los mie
y me levanto. dos della, alo menos en los ratos que voy refiriendo,
A esta hora, con corla diferencia, se vuelve á oir el pues todos están empleados en producir, en los que
ruido de la puerta primera, y baja el mismo religioso me festejan, los más peregrinos discursos y los mis
y el criado de la casa, no á otra cosa que á que este ad eminentes argumentos, metiendo yo alguna parte de!
ministre una buena porción de lumbre al brasero; la insuficiente caudal de mi entendimiento á ganancias
que recibo con tanto gusto como la comida, por el mu ciertas en tanto abismo de útilísimas agudezas /discre
cho frió que aquí se experimenta. Hecho esto, se retira ciones. Ya se ve; son doctísimos , y aunque ja o» se
el criado á cuidar de la puerta de arriba, para abrirla hace caso dellos, ó porque los ignoran, ó porqoe son
y cerrarla á algunos religiosos que les es permitido ba necios los que conociéndolos los desprecian, ó ponpe
jar á honrarme con sus visitas y á instruirme con sus la dicha del saber trae consigo el imperio de la despi
talentos. Regularmente son cuatro los que con fre da,— es seguro que más obran en un imperio los acier
cuencia concurren , aunque otras veces componen ma tos de un consejo, que las flechas ni la espada. Tengo
yor número; y aun tengo bastantes tardes la gran satis de emplear un rato en probar esto , para que sirva de
facción de que me favorezca con sus visitas el reverendo oculto castigo á los insensatos , que lo niegan con tal
padre Prior, sugeto verdaderamente recomendable tropel de confusas razones, que en esto mismo acredi
por su literatura, discreción, bondad y desembarazó tan su sinrazón.
para todo lo que sea dirigido al 'provecho y beneficio No admite duda que pueden más los discursos que
¿el prójimo; pues, porque este lo disfrute, es capaz de los brazos: porque aquellos, mientras más empleados,
despojarse enteramente del suyo. más agudos; y estos, mientras más luchan, más se rin
Sentados todos en mi frígido y tenebroso gabinete, den. Así lo entendieron los capitanes de Grecia, y por
que serán ya las cuatro , se tocan distintos asuntos ; lo mismo no fiaban solo del valor de Diomédes para re
ninguno pueril ni superficial, todos sí dignísimos de gistrar la campaña, sin que le acompañase la cordura de
ser oídos, tanto por las conferencias y disputas que Ulíses. Pudiera producir deslas pruebas infinitas; pe
sobre ellos se suscitan, por ser generalmente de los más ro , con otras de superior naturaleza, no tendrán q«
escabrosos y controvertidos , como por las altísimas ra responder sin temeridad los que á la sabiduría le qui
zones que cada uno produce en apoyo de lo que defien tan la preeminencia sobre el valor y las armas.
de. De modo que con verdad puedo decir que, aun Cuando quiso Dios darle compañero á Moisés en el
que compuesta de tan pocos sugetos , es esta una acade mando, escogió sesenta sabios para elegirlo.
mia tan grande , que de su inspección se ocultan pocas Solo pidió Salomón la sabiduría para ser gran re;,
ciencias y facultades ; pero tratadas todas con nervio, porque ella ha logrado más triunfos que las arma.-.
con elegancia, con juicio, penetración y sabiduría. ¿Qué pueden hacer estas, por mucho que hagan? ¿Su
Cada día me admiran más las nuevas doctrinas que jetar con violencia y oprimir con rigor ? Pues aqueiu
oigoá mis queridos hermanos; de lo que me resulta sujeta con discretas persuasiones de tal modo , que ro
aprender muchísimo que ignoraba. Ya se ve ; son todos ba ,los corazones y embelesa los espíritus. Una elegan
tan sabios, que, con saber tanto, presumen de no saber te oración, adornada con todos los suaves procelas de
nada; que es la única y más exquisita ciencia que pue la elocuencia, es una especie de embriaguez Un alta »
de y debe saber el docto ; porque la presunción , por tan poderosa, que no atrae con más nativo imperíuel
más que estribe sobre poderosos cimientos, siempre imán al acero, como ella á las voluntades más opuestas
pareció necedad. y á las almas más encontradas, a Esforzado serás, dice
Aunque se tocan bastantes materias, nose habla mu Dios en los Proverbios, si eres sabio y valiente y ii-
cho, poique lo bueno siempre pareció poco, menos duslrioso, porque sabrás guerrear con disposioiou ad
EPISTOLARIO. 893
rtíifíi.» Y últimamente, para más inexpugnable prue- tan detestable, qno se pn»de Humar el productor de
, por repelida en otra parte, y aun más al asun- todos»), — empleo la hora que hay hasta las cuatro y
, dice Dios «que es mejor la sabiduría que las ar media, en la que vuelvo á quedarme dormido, en leer;
as». Has, sin embargo, es documento de Pílágoras teniendo Juan muchas veces que levantarse á cnceu-»
acertado por cierto) que en todo ha de haber un dciúádcspavilarla luz.
ano de sal ; dando á entender que debe ser con « sa- Este género de estudio es el quemas me aprovecha,
¡ii: i» el saber». Y yo añado que ninguno debe usar pues el silencio de la hora, la aplicación con que lo
Ha como el rey don Alonso el Sabio, que, por alen— ejercito, y el ningún ruido ni alhoruto que pueda dis
rá las letras, se descuide del gobierno de lo que es- traer la atención dcsta subterránea habitación , dis
á su cargo. La sabiduría grande es aquella que con ponen se imprima tan fuertemente en la memoria cuan
discreción sazona las obras. Si se corre al camino to leo, que es como imposible se escape della en
la perfección sin ella, asiste poco deseo de llegar á muchos años lo que una vez recoge. Gracias á Dios,
Con una vez que se tropiece, es suficiente para li- que siempre me ha favorecido con esta alta potencia;
rse de modo que se quede sin provecho; porque que si fuera mi entendimiento igual , no produjera las
■i volver atrás basta no ir adelante. Si cada día públicas ignorancias que siempre en sus productos se
aduce menos agua el manantial, no está lejos de se experimentan. Ya veo que el ser en todo grande fue
rse. Si el espíritu se detiene, puede de modo res- ra grande monstruosidad. Contenióme con no ser tan
irse, que lo que empezó virtud termine en ini- pequeño en todo, que no pueda servir de algún prove
idad. cho en algo. Esto de tener mi paciencia y mi confor
A las seis administra mi criado el refresco, y signe midad desembarazadas para resistir las desdichas, y el
spues del la conversación hasta las siete, en cuya ningún júbilo que las felicidades me causan, no es
ra vuelvo á quedar en mi soledad y ¡encierro. Desde despreciable ; y últimamente , si el mayor discreto es
i hasta las ocho y media rezo ; empleándose en lo aquel que sabe labrarse el eterno bien, no soy muy
sino mi Juan, que es muy bien inclinado, y por ello necio , pues puede darme este el mismo sufrimiento
mí mucho más querido. A esta hora trae la cena el que para todo me asiste.
ado de la casa (y más lumbre para el brasero), En efecto, á la referida hora de las siete estoy ya
impañado de mi compañero de mesa. Cenamos, vestido, y empiezo á ejercitar el mismo genero de vi
odo yo en esto muy parco, como ú vuesamerced da expresado; pues, como aquí ni se muda de habita
consta, y tenemos después alguna conversación ción, ni se varia de sugelos con quien tratar, aun
tantemenle útil ; porque, aunque no hay potro que cuando sean diferentes las inclinaciones y distintos los
;a baldar roas que una mesa, aquí tienen poco lu- pensamientos, no pueden dejar de ser siempre unas
sus fuerzas. Apenas dan las nueve vuelven á ba- las operaciones, por más que se cambien en parte las
,si no todos , algunos de los mismos que me visitan palabras (a).
la tarde, y otros diferentes religiosos. Formamos Esta es, amigo mío, la puntual pinlura que á vue
re todos (siendo yo el lego en todas inteligencias) samerced prometí. Esta es la vida á que me tiene re
i general academia de las ciencias y artes, teniendo ducido el que , por no haber querido yo ser su privado,
cisión cada uno de resolver la duda que en cnales- es hoy mi enemigo con tanto tesón, que pareciendo ■
er materia y facultad á uno ó á todos se le ofrezca; cosa rara en sus años, es efecto proprio de sus inten
cuyos discretos y profundísimos aprietos (que se ciones.
can de intento) se oyen cosas muy preciosas, y al Lo que en la juventud se aprende, toda la vida du
ias que merecían esculpirse en bronce. ra; y el camino ó descamino della es la carrera para
I las diez y media se retiran todos , y me pongo ¡n- la vejez; y como dice Eurípides, a mal puede sazonar
díatamente á escribir hasta las doce. Gasto después el otoño lo que no floreció por mayo.» Por esto no
día hora en contemplar la grandeza de Dios y la na- llega para todos la vejez á un tiempo : algunas nacen
del hombre , asunto que ilustró siempre á mi tor- ya viejos, no porque sea en ellos breve la edad, sino
a, para reconocer á fondo mi miseria, porque se anticipan al tiempo en las virtudes. Por las
'resumo que es la cama mi sepultura, y procuro muchas morales suyas, mereció á los veinte años de su
i loda mi posibilidad tener un gran dolor de haber edad el consulado Valerio Corvino. Pero lo que admi
ndido á aquel Señor tantas veces. Pero sabiendo que ra más es, que siendo tan constante que á la ancia
divina Majestad recibe con su infinito amor al peca- nidad no le queda otra cosa que hacer que el arrepen
arrepentido, pongo todo mi esfuerzo para estarlo, timiento de lo que fué en la juventud, haya hombres
eniücndo es aquella la última noche de mi vida,
incluida esta admirable meditación, me desnuda (a) «De esta carta resulta una Inexactitud en el media que dice
fiida á entrarme en el lecho mi criado. Recógese es- y asegura Tarsia empico Qi'Kvt.no para alejar i los importunos
j" el suyo, y como están los dos tan ¡inmediatos, me de fuera , que supone le iban a divertir, con lo que expresa con
siguió librarse de sus visitas. Y si no dijese lo contrario Qucveuo,
■*;rle con su conversación hasta la una, en cuya hora aun deberia ponerse en duda, en atención i que en el estrecho
piezo á entregar mi vida á la' jurisdicción del sue- encierro en que se le tenia , no podia permitir el prior de San
, verdadera imagen de la muerte, Marcos visitas de personas extrañas, de las que se ve no habla
nueslrn autor. Rn vista de esto, permítasenos duilcmns también
tegulannenle duermo hasta las tres y media, en de que comiese Qitvedo en refectorio un dia de festividad con los
(a hora despierto; y siendo la ociosidad madre de frailes, como laminen dice Tarsia, y de todo lo que cuenta de se
«>s los vicios (lo que, habiéndolo conocido así, apoya mejante comida ; pues que, ó ileb ó suceder al salir de su prisión,
Mea , diciendo : «De ningún delito, por atroz y in- d no se concibe cómo pudo ser en la estrechez con que Se le
guardaba, y estando carpido de hierro por temor de que se esca
"" '¡"e sea, se librará el ocioso, pues este es uu vicio pase.! i Castellanos, Otra» Ut Qutittlii, tomo vi, pag. 321. )
Q-n.
594 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que, olvidados desto , ejerciten en su más que madu jardinero que quiere más fragante el rosal suele cer
ra edad las acciones vengativas de aquel formidable carle de la basura de más desapacible olor, así también
odio que en la mocedad engendraron. Ni quieren co- aquel Señor entonces quiere más al hombre cuan '•
• nocer que si el joven puede morir presto, el viejo no le ve en mayores persecuciones, manifestando su an-
puede vivir mucho; ni que de jóvenes escapan todos mildad en tolerarlas.
los que llegan á viejos, pero de viejos, ninguno. Claro Lo que hoy sufre el perseguido premia Dios m&üi-
es que no conocerá esto el que casi no conoce á Dios, na, disponiendo se descubra su inocencia y la uni
por aquella tibieza con que observa, ó no guarda, por dad de sus enemigos. No fien estos del secreta ni áá
mejor decir, sus precetos , y en particular el primero poder, porque nunca dejó de hacerse pública la cal-
y el quinto; aquel, porque mal puede amar i Dios pa que cometen algunos por cómplices, siguiendo il
quien á su prójimo aborrece; y este, porque su único que la ordena por cabeza. Aunque este y aquellos li
deseo es ofenderlo y arruinarlo. callen, los brutos la publicarán. Boca tendrán las pt-
Equivocan algunos ignorantes esta tibieza con la redes, lengua los mármoles, y ya se sabe que tiena
flaqueza, siendo asi que distan mucho, tanto como eco los techos , como dice J u venal. Sentencia es de
de uno al otro extremo. Esta puede ser virtud, pero Dios, en el Ecclesiaslés , «que las aves darán voces, j
aquella siempre es culpa. Gran dolor necesita el tibio, con'las plumas de sus alas escribirán la sentencia de
y solo mucha humildad el flaco. La tibieza es falta del los delincuentes.» Aunque gentil, habló Séneca coa»
ánimo, la flaqueza efecto de nuestra miseria. Al ti un san Pablo cuando dijo : a Necio es, por sabio qa:
bio aborrece Dios, y del flaco se compadece. De aquel, sea, el que cree que, por oculto y rebozado que esté $■
y no de este, se lee en el Apocalipsis que le vomita Dios. delito, no se ha de hacer público á todo el resto de te
A este Señor, de quien dice Isaías que no mata al li hombres; el mismo sigilo con que conserve sudel-
no que humea ni acaba de quebrar la caña cascada to ha de hacer reviente el pecho que lo guarda, ú ;..
(vivas representaciones del flaco), nos le pinta san Juan lo vomite.»
tan aborrecedor del tibio, que le lanza de si como vó Dio Fílidas la muerte á su hermano Artufo coa ti
mito. ansia de heredar á su padre Ritursio. Este fratrícidía
Mas dudando yo hubiese alguno que mirase más por fué tan secreto, como que aconteció estando Fílidas, il
otro que por sí, reflexiono agora que estos tibios en amar parecer, aunque después resultó lo contrario, marea-
á Dios, pero en perseguir al prójimo fuertes, lo hacen fermo. Y habiendo amanecido Artufo con áospuailt-
con propiedad : pues en el mismo injusto padecer que das en su cama, en nadie menos que en Fílidas poní*
á este motivan , miran más por él que por sí proprios, Ritursio la atención para indagar quién fué ú erad
pues lo que en ellos es culpa, será en aquel mérito si brazo que á su hijo primogénito dio cruel y Inüaa
lo lleva con paciencia. Esta es la llave prodigiosa la muerte. Mandó no dijesen nada desta á Fílidas, pw
brada con las moitiOcaciones (quecausala aversión con no duplicar con la pesadumbre el accidente Cogida,
que nos tratan y castigan los que mal nos quieren), que que el infeliz padre tenia por verdadero. Todas diligea-
abre las gloriosas puertas del cielo, donde nos asegura cias se hicieron ; pero no se descubría el agresor, por
una corona de dichas eternas, que se mereció toleran- más que discurría la cautela y el cuidado de descu
' do una vida de trabajos y asechanzas continuas. brirlo. Mejoró Fílidas , porque ya vio se iban resfrian
De todos mis contrarios puedo librarme, como no do las memorias de tan lastimosa tragedia. Pídele un
sea tibio en obrar bien, porque ú los desta especie ya dia á su padre le alargue las chinelas para salir un rato
los tiene respeto la crueldad, porque la exceden en de la cama. Tómalas el buen viejo para dárselas, y
todas sus operaciones. No es discurso mió, que el mis advierte que en la suela de la de la derecha estaba
mo Dios lo dice. Luego mal podré desembarazarme de pegada una sortija que siempre trajo consigo su que
mi enemigo cuando es todo aquello, y si cabe, mucho rido cuanto desgraciado hijo Artufo, y no se le h.-"-
más; que ni cabe en la voz para pronunciarlo, ni tie cuando se le encontró muerto. Recuerda este halb^
ne ámbitos el papel para escribirlo. Bastante lo siento, su sentimiento, y este prontamente avisa á su cuídak
no tanto por loque paso, cuanto por lo que él se'picr- Registra con todo el que pudo aquella y la otra chinela,
de; porque no es otra cosa para quien obra contra el y halla en esta dos gotas de sangre , que al instante in
prójimo, que labrarse su eterna perdición en el mismo flamaron la suya, por serlo aquella misma. Y en el mis
mal que á este motiva : pues del daño que le ocasione mo instante, atrepellándose los discursos anos 4 otros,
resultará la ruina que le precipite. juzga con verdad que el reo es su hijo, siendo otra
Yo sé muy bien que desde cualquier rinconcillo se Lijo el muerto. «Artufo traía siempre consigo esta sor
puede saltar al cielo, porque en la resignación consis tija (decía para sí Ritursio) : yo se la vi la noche de sa
te la bienaventuranza. Padezca yo enhorabuena su ri desgracia. No se le halló cuando cadáver , al paso que
gor, sienta su poder, castigúeme su brazo y aniquí Fílidas no pudo pisarla á no haber entrado en el cuarta
leme enteramente su crueldad; que, por más lastima de Artufo, porque este no entró nunca en el de aquel.
do y rendido que me deje su odio , más quiero, como Esta sangre de la otra chinela , ¿ quién duda es la mil,
me enseña Cristo, perder un ojo para entrar en el por ser la de mi Artufo? A este hijo mío mató Fí
cielo, que ser arrojado en el infierno con ambos. lidas , mi hijo, por avaricia. Pues sea instrumento de
Lo que creo y pienso es, que mientras más trazas la muerte de Fílidas su padre ; que en esto vengará cía
perniciosas y ardides depravados fabrique para du su sangre á su sangre , y hará recomendable esta ac
plicar mi tormento, de aquella misma punta con ción á la justicia.» Dióle las chinelas á Fílidas, y par
que me hiera nacerá la rosa que me corone. Dios es tió á referir el caso al Senado. Aseguróse áFilidas;y
eran consolador del tibie que lo busca; y así como el como el traidor siempre es cobarde, no tuvo otra ees
EPISTOLARIO. 593
qne responder sino confesar sn delito, y sufrir por él es el indispensable requisito para dar cursoy examen y
la pérdida de su vida , á que justamente lo sentencia sentencia definitiva al proceso.
ron. Avíseme vuesamerced de cuanto pueda descubrir en
Por estos 6 por otros semejantes inesperados trámi este asunto, y en los demás que le tengo encargados,
tes se descubren siempre las traiciones y las cruelda pues me precisa disponer un escrito para el Rey, que
des. Nada me lastiman , aunque con rigor me ofenden, creo me sirva de mucho , y lo dirigiré á las reales ma
los que conmigo las causan, porque no quiero ser de nos por las de vuesamerced ; y no puedo ejecutarlo sin
aquellos malos que solo temen la fama, sino de los po semejantes noticias.
tos que solo respetan sus conciencias. Y es evidente Quedo tan de vuesamerced como siempre, rogando
que sin gran trabajo no se compra una gran fama. á Dios guarde la vida de vuesamerced muchos y feli
Comprenda vuesamerced, amigo mió, por qué modo ces años, sin enemigos crueles y poderosos, que s^rá
tan raro espero la satisfacción del castigo que paso, suma complacencia para su verdadero amigo de vuesa
sin merecerlo por lo que me culpan, como larga merced. — Qvevedo.
mente expresé á vuesamerced en mi anterior. Lo que
ejecutan conmigo ha de pasar (y aun creo será peor)
con los que lo motivan. Preciso es que experimenten CARTA CXII.
en si el mismo mal que ocasionan á su prójimo, porque Carta moral t instructiva que i don Francisco de Qoevedo Vi
está muy mal con Dios quien con aquel no está bien. llegas dirigid Adán de la Parra, su grande amigo, en respuesta
de las dos antecedentes, («)
Cierto Licurgo quería vengarse de Hanlio, porque
era justo en su profesión , cortándole las cepas de una Amigo , dueño y señor : Satisfago á las dos elevadí-
viña; y del mismo airado impulso para ejecutarlo, re siinas de vuesamerced, en cuya primera me refiere la
sultó su castigo, pues él proprio se cortó un muslo. No causa cierta de la prisión que padece, y en la segunda
pueden faltar las sentencias de Dios, y tiene dicho me pinta la habitación que le sirve de cárcel , y la vida
esto mismo en distintas partes. que en ella pasa. Una y otra causaron en mi alma los
Así como espero la remuneración de mi tolerancia más poderosos efetos del júbilo y de la tristeza. Aquel
(que pido á Dios sea cu descuento de mis gravísimas por ver á vuesamerced , como racional abeja, sacando
ofensas contra su Majestad divina), así también aguar miel de lo amargo; porque entonces se aliña más el
do se mejore la enfermedad de mi tormento, aun en el alma, cuando con paciencia se resisten los trabajos que
tiempo en que menos lo solicite. No hay tempestad sin injustamente buscó la enemistad al cuerpo. Y esta,
bonanza, ni hambre sin satisfacerse. La rueda desta porque cuanto vuesamerced experimenta de tormento,
que llaman fortuna siempre está en movimiento con paso yode martirio.
tinuo. Los que están en la eminencia de su rueda, solo No siempre lo antiguo tiene ganado crédito de ver
deben temer, aunque no lo temen, el caer; el abatido dadero.
no lo puede estar más si tocó el último grado de la Qne no hay amor sin provecho,
infelicidad, como á mí me sucede. Por lo mismo solo Ni amistad sin benetteio,
aguardo de una á otra vuelta subir; porque si el di dice un antiquísimo lema; pero, ó es falso, ó no habla
choso ha de temer verse infeliz, el infeliz bien puede con aquellos, si difíciles de hallarse, estrechísimos y
esperar verse dichoso. inseparables vínculos (si se encuentran) con que une
Todo esto tiene más superior objeto que el que se á las almas la amistad. De la mia no sé decir más que
representa. No es esta dicha que digo las que en este lo que de la suya dijo Diógenes estando enfermo su
destierro se disfrutan , sino aquellas que en la patria so amigo Casio: «No estoy bueno, dice, porque mi amigo
gozan. Infeliz soy en extremo por haber ofendido á está malo.» Entonces tendré yo consuelo, cuando vue
Dios; pero si á este conocimiento acompaña el debido samerced no tenga penas. Por lo mismo, no es otro el
dolor, y el prometimiento constante de la enmienda, interés de mi amistad , que de buscar el bien de vue
es indispensable que llegaré á ser dichoso eterna samerced, quien no está obligado á agradecérmelo,
mente. porque todo el que trabaja para bien suyo, aunque de
Al poner este punto se oyó abrir la puerta primera él resulte conveniencia á otro, no está este obligado i
de mi prisión para bajar la comida , pues aunque en es agradecimiento , sin embargo de que goza del benefi
ta hora no acostumbro escribir, sino leer, como llevo cio ; pues aquel que se lo proporcionó , no lo hizo con
dicho, hoy quise concluir esta que principié ayer; lo atención ni miramiento al extraño, sino con referencia
que ejecuto, diciendo solo aplique vuesamerced todos á sí propio. A este modo, cuando yo solicito y deseo
»us esfuerzos, sus máximas y entereza para percibir y el total alivio de vuesamerced , es por propia conve
comprender clara y distintamente el orden que se niencia mia, pues pende en conseguirlo quedar yo li
guarda en mi causa; pues, como no se me ha oido en bre de congojas. Cuando vuesamerced lamenta, es
justicia, penetro no se han fabricado otros documentos cuando yo suspiro ; mas cuando se alegre , será cuando
1'ie justifiquen las culpas que me acumulan (tan vo me complazca. Aunque no sea masque por esto, me
ceadas como no cometidas), que aquellos que llevaron precisa desear no tenga vuesaiuerced.que padecer, puet
i los reales oídos el rencor, la malicia y el engaño y la así no tendré yo que sentir.
cautela. No siendo esto así , á lo menos se me había de
haber tomado confesión; porque sin esta circunstan (a) La inserid Valladares muy mutilada en el Semanario eruiit»,
cia, no es visto ni hay disposicioq legal que lo permi i la pac 91 del tomo i. Pero yo Ojo mi temo con ella y un manus
to, se imponga el castigo á quien presumen reo. Y aun crito de la biblioteca particular de su majestad la Reina, que tuvt
cuando esto esté justificado plenamente, la confesión ocasión de ver detenidamente en casa del seflor marqués de I'idal,
■utoriudo para disfrutar aquellos preciosos tesoros literarios.
596 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Sí pudiesen ver esta carta muchos, creo dirían al «Creedme, dice, que bajóla dulzura de las palabra
gunos que este ir.odn de explicarme no pasaba de hiper está escondido el veneno.» Muchos hay que llevan une
bólico y exaperativo, pero falto, á la verdad, de certi desta calidad en su lengua, y otro en su corazón. To
dumbre. Nada menos que no haber sabido nunca ser do lo que parece acarician con el primero, matan m
amigo fiel, supone el que ignore estos milagros de la el segundo. En otra parte confirma el santo por amate
amistad. Los corazones de los verdaderos amigos guar la entereza de las voces, pues dice : a En sus vocesco-
dan tan prodigiosa armonía , que mensajeros casi infa nocerás quién es tu amigo, porque entonces resplaa-
libles de tas dichas ó de las desgracias, dan aviso de dece más la amistad verdadera, cuando las palabra;
estas ó de aquellas con sus movimientos y inspiracio con que se explica son más para corregirte quepan
nes. Si sonde pena, se oprimen, influyendo y comu deleitarte; que aquellas por fieles descubren el amo
nicando al alma una especie de melancolía tan rara, verdadero, y estas por falsas maniGestan la verdaüen
que cnanto se respira es más zozobra que aliento. Si traición.» Y en una palabra, no es leal el que porque
son de júbilo, se dilatan, y con alegrísimos anuncios su amigo dice a calor tengo » , responde ( aunque bz
llenan el pecho de vehementísima alegría. Bien expe frió) «que está sudando »; que este, si tiene de amia
rimentaron esto Litarco en Atonas, y Arlilao en Troya. el trato, es lisonjero en el modo.
El primero estando preso Claudiano, su amigo, aunque Con las reglas desos preciosos documentos, cim
muy distante de su vista , exclamó diciendo un dia des imitación guardé siempre con los pocos amigos qno
pués de comer, siendo exequia de su sentimiento un tengo (que apenas llegan á dos, siendo vuesameml
profundísimo suspiro: «¡Ay infelice, que según la el uno entero), me precisa, si no corregir, á lo meas
opresión que en este instante padezco en el corazón , ó extrañar como no fundadas algunas proposiciones de
me avisa mi muerte, ó la de mi amigo Claudiano en su sus cartas, que deben pasar más por sutiles que p*
prisión; y mesera tan sensible una como otra!» Y se verdaderas; porque, aunque estas preciosas prodoi -
verificó la muerte desteen aquella misma hora. Y el nes descubren los talentos, ocultan las realidades, te
segundo, habiendo sido su amigo Plació desafiado, á que en todo caso deben ocupar el lugar primero. Rea
cuya palestra no pudo asistir Arfilao por estar enfermo; comprenderá vuesamerced que no es otro mi íoia»
á poco rato de la comenzada batalla, se incorporó in que el de no quererle tan cargado de paciencia, que se
trépidamente sobre el lecho , queriendo arrojarse del equivoque con la culpa ; y tan lleno de tolerara, roe
con alegrísimos extremos; y preguntada la causa, di la tengan muchos por delito. Lo que en unosesri/tai,
jo : «Sin duda ha vencido Plació , pues así me lo avisan puede ser pecado en otros. La cicuta, queesaofew-
los consuelos de mi corazón.» La inmediata vuelta de no tan activo, engorda á las gallinas que la coses. El
Plació con la cierta noticia de haber muerto á su con ver á disanto tan abstenido de todo comercio» el
trario , aseguró el vaticinio. otro sexo, no era virtud adquirida, sino insíosbilüii
Destos casos tan prodigiosos están llenas las histo heredada: como no le instaba ningún estímulo, no te
rias. No remito a ellas á quien dude su verdad, porque movía otra continencia que la que es propia de un troa-
esta en semejantes casos se acredita más con experien co. «Si se abstuviera (decian muchos, ycon razon)por
cias que con ejemplos. ¿Cómo dará crédito á estos el temor de Dios, no tendría tan poco cuidado con sí
aquel cuyo corazón están duro, que jamás le enseñó conciencia en otras materias.» Y el advertir á Aurelio
esta nobleza? Queden pues castigados los incrédulos tan parco en la comida y bebida, tampoco era templi*
con la misma deslealtad de sus corazones ; pues infieles za, sino falta de apetito. A este modo, ¿ qué imp-orU
á la amistad , proceden como insensibles. Sé decir que que quiera vuesamerced obrar como dice eu la soya, s,
el mió más de una vez me ha manifestado con sus avi á mi parecer, esas mismas obras carecen de reflexión?
sos esta evidencia. No hace muchos días que me llené La prudencia que no mide el fin desde el principio,
impensadamente deste género de gozo imponderable. más es delirio que prudencia. No soy inclinado á con
Carecían, al parecer, de motivo aquellos alegres movi fundir los conectes sin declarar los asuntos, porqoe
mientos con que el corazón inflamaba al pecho; y ahora entonces se explican mejor las voces, cuando se hato
reflexiono, y con razón, serian efetos de haber quitado declarados sus objetos.
á vuesamerced los grillos, que me cemunica en su se Aunque observaba profundo silencio en voesama-
gunda. A más extendiera este punto, pero hay otros ced para disculparse de lo que le atribuyen y molió®
importantes que evacuar. prisión, nunca creí fuera otra la causa que la deesa
Vuesamerced conoce mi corazón , y sabe todo el fon callando para irse previniendo. Por lo mismo le decii
do de la amistad que le profeso. La experiencia se lo en las mias, y alguna vez enojado, que ¿hasta cuán
ha acreditado, no mis palabras; que cuesta poco pon do había de durar su no defenderse? Poníale presen
derar mucho , y hacer nada. La misma fineza de mi te que algunos atribuían á verdadera culpa la que*
amistad es la que da motivo para que en esta carta vuesamerced fulminó el odio, acrecentándose aquella
obre con vuesamerced con toda la fuerza del cáustico, más por el silencio de vuesamerced que por la asete-
huyendo adrede de la blandura del lenitivo. No captaré racion de los contrarios. Esperaba, en fin, de tanto*
su atención con parsimonias, sino empeñaré su ánimo llar un gran golpe ; pero me le causó vuesamerwl
en lo más justo con entereza. La dulzura de las voces grande en el corazón , cuando clara y distintainento
oculta la ponzoña de la lisonja ; y el que ama á otro, no me dice en su primera larga (con cuyo nombre la di
lia de ser con él lisonjero, sino veraz y fuerte. Siendo ferencio de otras reducidas que la antecedieron) <¡»s
el hijo la prenda quemas estima el padre, tal vez pa está empeñado en no disculparse, por másquejuzj;»''11
ra remediar su salud le corta un brazo por su mano. los hombres lo que Quieran de su silencio, ipun)»'
San Jerónimo reprueba la dulzura de aquella especie : se disculpa más el que calla que el que con defendí*
EPISTOLARIO. 507
« procura acreditar su inocencia; apoyando asto con tregarle sublime al imperio de los futuros siglos? Si
|ue Ciisto nuestro bien no se disculpó á los cargos que las propias voces de vuesamerced le convencen, ¿cómo
•ilatos le hizo ; y el gran concepto que este formó de quiere atgüirme con ellas? San Pablo, para mayor
o que era Cristo, fué porque no se disculpaba.» prueba mía y confusión de vuesamerced, dice las si
Ciertamente, amigo mió, que no puedo discurrir guientes, que son terribles: «No calles cuando el tes
dónde tenia vuesamerced empleado su alto entendi- timonio que te levanten sea contra tu reputación ; que
niento cuando usó de una prueba que , siendo tan ad- en amar tu buen nombre no obras contra tu prójimo;
aiiable y prodigiosa en el Redentor del mundo, es en antes pecarás si no procuras llevarle á la tierra con la
uesamerced, si no ridicula, insulsa alo menos. ¿Quién misma ó mayor estimación.» Falta vuesamerced á los
iensa así? ¿Un Quevedo producir lo que aun Zoilo lo que tienen su apellido y su sangre, porque si sirven
eodria por simpleza? A un preso que callaba á los de timbre y blasón las heroicas acciones del pariente,
argos que el juez le hacia, dijo este: «Haces síibia- ¿por qué no han de servir de lunar los delitos que en
nentesieres necio, pero neciamente si eres sabio.» él se tengan por ciertos? Últimamente, falta vuesa
>¡n duda estaba vuesamerced preocupado de algún pe- merced á los extraños, porque da lugar á que todos
ado sueño, con el que embargada la razón y oprimida murmuren, y Dios dice «que aun las obras buenas
3 prudencia, fué arbitra la fantasía para semejante dis- no se deben hacer, si deltas resulta notable murmu
urrir, cuando produjo y se pagó tanto deste alucinado ración».
lensamiento. Así como de cuantas flores al árbol, de Pero es para el caso más su boca de vuesamerced
antas esperanzas de frutos corona al labrador la pri- que los argumentos mios. En una obra suya, y como tal
navera, así también en cuantas defensas hace aquel á elevadísima, que me remitió desde otra prisión, no es
|uien se repula reo, se corona de otras tantas espéran tando yo lejos de experimentarla también por los mis
os que justifiquen su inculpabilidad. mos incidentes, dice vuesamerced asi (o) : «No miraba
No es aquel gran ejemplo de Cristo, que vuesamerced el Duque (de Osuna, que igualmente estaba preso)
orna por efugio, de tanta fuerza como piensa pnra no estas cosas ; y erró en presumir que su conciencia valia
inculparse. El ejemplo no debe medirse por las perso por todos los testigos sus contrarios, y que su grandeza
nas, sino por las cosas. Si el acto es conocidamente de y servicios eran satisfacción de lodo; y asi , no hizo de
virtud , se ha de tomar el ejemplo, aunque lo ejecute fensa alguna, remitiéndose al desprecio que hacia de
un salteador; pero si es menos virtuoso, no se debe su prisión. Mas como las leyes ni los jueces se gobier
lomar, aunque sea de un ángel del cielo ú de un após nan por conciencias, vino el Duque á quedar desabri
tol de Jesucristo. Por lo tanto, dice san Pablo (como gado y fin respuestas para las acusaciones.» Esto es de
vuesamerced lo trae en su primera larga de que hablo) vuesamerced, como también, «que más se disculpa el
«que se huya de todo lo que no edifique, por licito que calla que el que con alegatos se defiende.» Mal se
quesea». compadece esta con aquella doctrina ; distan de extremo
Pero prescindiendo desto, y para convencer á vue á extremo. Afirmar aquí una cosa y negarla en otra
samerced en la parte de que trato,— aun de las obras parte, es torpeza del entendimiento, ó poco discerni
del Hijo de Dios, que fueron de solo condescension para miento del discurso, ú efecto de voluntaria fantasía.
alivio de nuestra naturaleza, dicen los santos padres Yo bien sé cuál debe seguirse destas dos opiniones,
que no fueron para imitarlas. Una destas es aquel san pero vuesamerced parece dudó cuál debia creerse. Mu
tísimo y adorable silencio de su divina Majestad en el cho defecto es este para quien tanto sabe, y defecto
aso de culparle Pilatos. No solo no debe imitarse en que, por padecerlo vuesamerced, es fuerza que le
ales eventos, sino que puede pecarse en hacerlo. Clara- sienta yo.
nente lo dice Dios : o Cuando te acuse tu enemigo de lo La primera proposición de vuesamerced, con la ra
|ue no has hecho, sufre con paciencia la persecución ; zón convence ; la segunda solo se sostendrá con sofis
«ro discúlpate, que en justificar tu inocencia libro yo terías. La razón es superior á todo; luego ¿por qué he
il castigo de aquel.» No tiene el texto otra interpreta mos de ser tan torpes, que abandonemos lo real por lo
ron que la que suena ; es un precepto que obliga á su sofístico ?
observancia. Luego comete culpa quien ejecuta lo con- A la defensa, amigo mió; que á mí poco me servi
rario. Indiscreta es la pasión que se arrastra á lo ¡in ría el ser fidelísimo Chusi (o), como vuesamerced me
terfecto ; y si no merece castigo (que rara vez se exime lo manda, para examinar las máximas deste Achitofel,
1*1), es digna de reprensión. Esto mismo estávuesa- si advirtiera á vuesamerced pertinaz en su sentir. Más
nerced practicando con callar. es esto pusilanimidad del alma que grandeza del cora
No solo falta vuesamerced en no disculparse á sí mis- zón. Salir á rostro firme á vindicar la reputación con
no, sino á los propios y á los extraños. Falta vuesamer- enemigos poderosos, no es otra cosa que granjear el
'■eJ á sí mismo, porque quiere, con no poner los me triunfo, despreciando su poder y confiando en la ra
nos que acrediten su inculpabilidad , que el falso deli- zón que se tiene. No siempre duran los crueles en un
0 que le atribuyen quede por verdadero á la posteridad; imperio; fin desastrado experimentan todos, y tal vez
[vuesamerced mismo dice en la suya á otro asunto que por medios muy ajenos de comprenderlos aquella
'iene derecho á este, «que el morir no es delito, aun- grandeza con que viven. Y ¿qué sabe vuesamerced si
|ue es pena ; lo que es delito es dejar mal nombre en su defensa seria el instrumento destinado para la jus
•1 mundo de lo que en él se hubo vivido.» Y ¿qué de- ta ruina deste azote de la patria , tergiversación de la
"o no comete vuesamerced cuando, en fuerza de una
«considerada aprensión, quiere oscurecer su nom-
Jfe, dejándolo sin crédito en el mundo, pudiemlo en («) En los Anales de guiñee áiat.
(«) Y case el cajillalo 18 del libro u de los Kegct,
598 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ley , verdugo de la corona , guia perversa del que la samerced (ya que muera á manos de sos enemigos)
tiene, y padrastro de los que dicen la verdad? Puede como víctima inocente de la tiranía, que así vmri
ser hicieran tal impresión las aflictivas voces de vue eterna su fama. Pero no como reo de los delitos que le
samerced en los reales oídos, que despertando de atribuyen sin causa; porque así , espirando el cuerpo,
aquel pesado y insensible letargo de la razón en que quedará muerto el honor. Virtud es defenderse de
la maldad le tiene constituido, conociera lo justo y se aquello que daña. El buen nombre de vuesamerced ■:
vistiera de lo recto contra quien lo primero tiene des quiera tolerar ese daño, pues será poner su nombre et
conocido. Mas si, no atendiendo á esta prudente con mala opinión. No tema vuesamerced la ira de sus con
templación, quiere subsistir vuesamerced en omisión trarios, que aunque son poderosos, lo es mis lama
tan reprensible, oiga á Séneca lo que dice sobre este y la justicia; pues, como aquellos caminan por los der-
particular: o Entonces dejan de tener remedio los vi mmbaderos de la malicia, no faltará tiempo en qw
cios, cuando pasan á costumbres, porque en este caso queden atollados en sus pantanosos tránsitos, descu
(adelanta Diógenes) es más fácil sanar á un muerto bierta su maldad. Por más que al sol se le opongan las
que curar á un incorregible.» nubes, poco dura la ocultación de sus rayos, y enton
Por más que el primer licor que so infunde en el ces sale más airoso, cuando logra vencer tales impedi
barro diga el gusto que tendrá cuando le quiebren , no mentos. Pocos han muerto por el rigor de sus contra
tengo á vuesamerced por tan porfiado, que quiera que rios , sin que se hiciese pública su inocencia, por m
diga el principio que ha tomado en su causa cómo será que ellos fulminasen delitos donde no había culpa.
el fin ; porque es de necios porfiar en el error conoci Dejo de pararme en la admiración sin tiempo qae
do, por más que sea propio de los hombres el errar. vuesamerced hace en la suya primera, porque di a
La mayor parte de la obra es el buen principio , según mi última nombre de enemigos.á sus contrarios. Nos/
el verdadero axioma de los juristas : Cujusque reí yo cómo se llaman , si enemigos no se nombran, ü
polissima pars principiwn est. Siendo el principio primera dotrina que nos enseñan es pedir á Dios r«
que vuesamerced tomó pernicioso, serian formidables libre dellos, cuando nos persignamos. ¥ el Espirita
los fines si ahora, que hay tiempo, no se enmendara. Santo dice: n Aunque no debes querer mal i tu ene
Sepa el Rey y todo el mundo que solicita la maldad migo, porque en esto se peca, guárdate del.» io
quiere atrepellar ú la justicia, por más que aquella se nio atendiendo á esto , dijo Eurípides « que no bajeo
quiera paliar con los rayos desta. La justicia de igualmente útil á los hombres , como una saspecii
vuesamerced es su inocencia en lo que le atribuyen; prudente entre malos»; porque no siendo segara dis
y la maldad conocida, es aquella que con colores infa currir como buenos entre ellos , preciso viene 1 ■ el
mes de justicia le apropian. sospechar como malos.
A documentos de lo visible, como dice san Pablo, Vuesamerced estaba de gracia cuando escribió a
quiso Dios convencernos de lo invisible y más divino. primera, pues aunque lo sabe mejor que yo, ai ■
De más estarían muchos tribunales , si los que se supo quiso atender á que la felicidad del sabio no estaea
nen reos no se disculparan. De más se verían las leyes, que todo le suceda prósperamente , sino en mitigar en
si hubiesen de castigar el acusado de otro, sin que la ciencia lo que sin ella le causaría la mayor ®m
aquel se defendiese y este no lo probase. Todo seria y pena. El saber sacar de la desdicha la fortuna, es a
confusión, escándalo y venganza, porque obraría el mayor habilidad ; y aun para esto se requiere la con
odio, y no la justicia. Aun esta tiene sus equidades con currencia de aquellas circunstancias que, siendo cis
cas para el alma, se hagan recomendables para el mia
fuerza de limites ó coto ; y siendo esto así , de más es
taría la misericordia , si todo lo hubiese de sentenciar do. Llévense enhorabuena los trabajos con paciencia
cuando no tienen remedio ; pero inténtese esteportó-
el rigor, porque todo seria en este caso desolación, y no
remedio. Por miedo de la pena del talion , más que por dos los arbitrios justos que la prudencia inspire, ai»
que la enfermedad carezca de medicina por radicada.
temor de sus conciencias, no acusan muchos impíos á
Ni deja de ser cruel verdugo de su vida y de su esti
sus prójimos de lo que no hicieron. ¿Cuánto no acusa
mación quien así no procede; ni deja de quedar repu
rían á sus prójimos de delitos falsos si faltasen las dis
culpas y las probanzas? Este género de venganza seria tado por reo de lo que no hizo, el mócente que cali» »
el más valido, por más usado ; y nuestra ley no seria que á su defensa conviene decir.
de cristianos, sino de brutos, si lo permitiera. Y ajeno Al mismo tiempo hallo á vuesamerced moyentre?»-
do ádistinta contemplación cuando dispuso su seguía
vuesamerced de tales reflexiones, y pagado tanto con
su dictamen, no ha acertado á conocer su falsedad, pues ya en ella (aunque supone que á instancias m*!
alucinado sin duda con que su callar era meritorio, está reducido á emprender la batalla de su defensa, ^
es lo'que nos importa más; poique dalla, no solo peieo
siendo tan culpable. La heroicidad de sufrirse desluce
resultar el salir mejorado, ó con crédito, que es lora
con callar aquello que puede lucirla más.
Defiéndase vuesamerced vivamente ; y si su inculpa mo, sino también que los que hayan dado ato»»
los supuestos delitos, y los confirmen con el siie»
bilidad no convenciere al juez, sufra entonces con va
lor; que á lo menos siendo todo el mundo teatro de su de vuesamerced, se desimpresionen dellos y w*»
justicia, la mayor parte del habrá de dársela, por más aquel gran concepto que merecen sus justas ope™
que el que debiera hacérsela se la niegue. En este caso nes. Igualmente disculpa vuesamerced en ella »
danza mia en contestar á la primera con altísima- -
solo padecerá el tormento el cuerpo, pero quedará ilus
zones, y las mismas circunstancias que penetra i
tre y acendrada la reputación. Mas procediendo como
vuesamerced piensa, la reputación estará padeciendo fundamento de mi omisión, fueron earealidaw
mientras al cuerpo estuvieren castigando. Muera vue- la motivaron. Esto es leerse las almas y los coi ^
EPISTOLARIO. 599
amigos; esto es penetrar el tino las intenciones y parece que se cincela en bronce , según so duración. Y
«del otro, estando ausentes. Y esto es, en fin, uno en fin, estando el ánimo inclinado y persuadido á una
os efetos admirables que produce la amistad , de cosa , es difícil que mude de parecer , por visibles que
cuales dejo ya algunos referidos. sean las ventajas de otra. Nunca dejó Saúl de creer que
¡I que á so amigo divierte en el conflicto con sus David conspiraba contra su vida por más que había
ibras, parece que está distante de hacerlo con las justificado en distintas ocasiones lo que por ella mira
as. De cuantos ofrecieron á Job sus bienes en el ba ; pues habiendo podido quitársela por sus manos, sa
icipiode sus trabajos, ninguno lo puso en ejecución contentó con dejar testimonio que acreditase esta posi
el medio ni en el fin de sus aflicciones. Mandóme bilidad , y de no haber querido llegar á la ejecución.
samerced que fuese Chusi; nada tenia que escri- Por todo esto, y porque pierde mucho quien al pri
hasta que, obedeciendo, le participase noticias que mer lance se pierde (porque no es quedar mal para sí
editasen la ejecución del encargo , pues todas las solo, sino para muchos que le sucedan después, como
nás se tendrían por no importantes, dice Séneca: «El suceso de la primera acción es pre
.uego, pues, que leí la primera de vuesamerced, sagio de las que se siguen»), empleé algún tiempo en
pecé á discurrir para dar principio á su mandato, consultar el modo de dar principio; y meditado este,
quise arrojarme de presto á su ejecución, por no gasté otro tanto en tentar el vado, como aconseja Ca
ar el golpe ; que es cosa indigna en casos grandes dar lillo: «Tiéntalo todo, dice, para ver si hay por alguna
• satisfacción el no lo pensé. «Piensa mucho lo que parte salida; y habiendo muchas, párate á conocer la
hade hacer una vez,» dice Publio Siró. No puede mejor.» Y Cicerón continúa diciendo: «En el mayor
¡arse que tiene mucho de airoso lo repentino ; pero aprieto, nada dejes por tentar; que á veces los que
¡le tener más de permanente lo pensado. Esto, bien parecen imposibles, los hacen fáciles el espíritu y el
ede ser que no se haga con dicha, pero es imposible ingenio.» Con estas prevenciones, puse en batería mis
e sea sin alabanza. En no atendiendo á los fines, son máximas; y como rara vez se oculta el odio, por más
mpre inconsiderados los principios. Querían los de que lince el que le abriga lo cautele, á poco examen co
bel huir de los rigores del cielo , y pai a ello fabricá nocí, no solo el daño experimentado, sino el mayor que
is torres donde se cebasen más sus rayos. Debe me- amenaza , y quiénes lo fomentan. No puse al riesgo por
rse la distancia del blanco con la valentía del pulso, entonces ningún reparo; porque, además de que nada
rano perder, con la reputación, el tiro. Seguro tiene lograría, me exponía sin duda á quedar descubierto, y
as el acierto de sus obras; pero todas las pensó pri- (por sospechoso) inútil para lo sucesivo. Valíme, con la
¡ro por toda una eternidad. Antes de empeñarse en cautela necesaria, de un privado del contrario, que,
cosas grandes, es necesario mirarlo bien; y en ba queriendo ser mí amigo, empezó á conquistarme con
sado consultado, obrar con valor. A lo consultado, una traición que hizo á aquel; de que inferí no seria
esteza ; pero para la consulta, flema. Más presto llega extraño la hiciese á poco tiempo conmigo. «Mira cómo
ibajo quien se arroja por la ventana que el que baja habla y lo hace en ausencia de su amigo, el que quiera
i la escalera ; pero obrará más el que bajó que el que serlo tuyo (dice el gran Basilio); y de ahí inferirás lo
arrojó. Tarde da el fruto la palma, pero son de pal- que dirá y hará contigo después.» Porque «es tan difícil
i sus frutos. Igualmente es gran cordura conocerlas hallar un amigo (añade Prudencio) como es fácil te
atajas del contrario. Lo que este tiene de más poder, ner el nombre». Y siendo mi amigo la mitad de mi
puede vencer con un mejor pensar, porque el arte alma (como enseña Augustino), ¿qué alma tendrá la "
uce al poder, no teniendo el poder arte. Si cara á ca amistad de aquel , cuando obraba con su amistad tan
se quieren registrar los rayos del sol, mientras más sin alma? La traición se estima al paso que al traidor
vos los ojos, quedarán más ciegos. Rodéese algo pa- se aborrece , porque lo que este hace con uno,- es ca
lograr la empresa , siendo superior el contrario , que paz de ejecutarlo con todos. Por lo mismo , y porque sé
) llega más tarde á la población el que va por lo más que no es solo el Judas del Evangelio el que tiene la
rgo, siendo mejor el camino, que el que arriba á ella mano en el plato y la traición en el pecho , procedí con
irla vereda, si más inmediata, menos segura. En él tan prevenido de cautelas como ocupado de sospe
si todos los elementos tiene dominio el fuego, por- chas ; porque en habiendo precisión de tratar con ma
ie en la tierra se ceba y con el aire se aviva; mas los, conviene mucho usar de la máxima deSidonio:
> se introduce con el agua, porque sin duda peie- «Piensa, dice, cómo pensará el malo cuando con él
era. trates, tanto para librarte de sus maldades, como para
Aunque careciera de todas estas preciosas dotrinas que no te haga peor ; porque entonces logra sus mejores
>ra pensar despacio , á fin de proceder deprisa, y aun- tiros la malicia , cuando los apunta á una perfecta ino
ie no las hallara tan bellas en la segunda de vuesa- cencia.» Hay hombres que, al paso que vierten ofertas
«ced , me bastaría para consultar mucho antes de á otros, los están vendiendo. Asócianse con unos para
npeñarme, el saber que lo primero que se oye toma su provecho, y se confrontan con otros, para que la
>sesion de los oídos, como de los ojos lo que primero observación de sus palabras y movimientos les declare
Te. Mucho tiempo es menester para que el Príncipe aquello que solicitan, para hacerlo público al que
1 desimpresione de lo que primero le informaron, manda. A estos los compara Catulo con las sirenas,
mque hubiese sido sin verdad ; y mucho cuidado en «que halagan para matar.» No hay enemigo peor que
|oel contra quien fué el informe , para justificarse en uno destos hombres, porque cogen al que van á ins
dictamen del Principe. El que se reputó por diablo, peccionar, desprevenido ; y como este ni aun tiene ar
iny santo ha de ser para que se le tenga por bueno, bitrio para precaver la liga que le traen armada, cae
"que el primer concepto que se imprime en el alma, en ella,' por más que sea su entendimiento grando. Por
COO ODIUS D2 DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
esto dice Séneca «que no nos fiemos de Ins que sin en su semblanle y mi atención en su respuesta ; ponroe
motivo nos lisonjean, porque estos son mentirosos ú aquel pocas veces oculta lo que el interior medita, y
traidores». Y es así, poique parece indignidad del más si se trata dcllo, á no ser con gran prevención;
sexo do hombre producir ante el que se halaga las y en esta tiene vinculado su crédito la verdad ó la
mismas expresiones que pudiera una mujer eslando cautela. No pude del ni della descubrir otra inten
sola con su amante. En erecto, el que es iníiel á su ción que la que sonaba. Hay hombres que disimulan
amigo antiguo, ¿cómo será leal al que le presenta un tan fuertemente, que aun ellos mismos creen lo que
acaso? «Mira cómo habla de su amigo el que lo quiera fingen; pero los fondos deste de que hablo son muy
ser luyo (aconseja Séneca), y de de ahí infernas lo reducidos para tanto empeño.
que podrá ser para lí.» Por esto me atreví á requerirle, cuasi sin preguntar
Sin olvidar ninguno destos documentos, estando le, qué medioera aquel de que debía usar vuesamer f■'.
nn dia con uno desteta amigos nuevos (que es sin para su alivio. Prontamente, y sin causarme níngooa
duda el que tiene más poder y proporción para mis sospecha, me contestó diciendo habia dos: uno el mis
intentos), le toqué el asunto de la prisión de vuesamcr- mo contrarío, y el otro el Rey. Que para su majestad se
ced de un modo que , siendo meditado, lo tuviese él por debía formar un memorial que llegase á sus reales ma
casual ; y que pareciéndole curiosidad mía, fuese exa nos por las que fuesen de toda la satisfacción de vuesa
men suyo. Informiíme, pues (pareciendo yo poco in merced, patentizando en él su inculpabilidad, y supli
teresado, ó escuchando como con descuido unas noti cando á su real clemencia ; en cuyo caso haría él un tía
ciasen que tenia puesto todo mi cuidado), diciéndomc buen papel, aunque muy secreto, que seria apto pan
que había oído al patrón (asi llama & quicu'foincnla su que lograse vuesamerced loque yo tanto deseo. No pa
padecer de vuesamerced) tenia Quevedo prisión para lle penetrar qué género de papel seria este, que remití:
muchos años, pues únicamente podia el Rey ó él (que á su cuidado, para sacar á vuesamerced y á mi del»
es un equivalente) sacarlo de ella; y que ni su majes nuestros; pero, como me importa tanto el descubrirá,
tad lo baria, poique para ello era necesario precediese no pararé hasta averiguarlo. Para el otro medio del coa-
su dictamen; ni él tampoco lo ejecutaria, ínterin que lrario,cxpnso que era asimismo preciso dirigiese vuesa
vucsamerced no se humíllase más, reconociendo por merced á este una carta llena de sumisiones y respetos;
superior á quien no habia querido por amigo. Y aun la misma que ofrecía él, no solo ponerla en sus ibiikk,
que la noticia tiene tan nial semblante , poniéndoselo sino lograr el efeto. Conténteme por entonces couhei-
bueno al que me la comunicó, no se lo puso malo á presado, sin querer escudriñar más su ¡lítenlo, porque
ella el cora/.on, porque es cierto género de triunfo sa si trajese algún veneno escondido, no llegase á la«
ber las intenciones del contrario; pues esto sirve para imposible su descubrimiento advirtíendo en mi cántate.
oponerles otros ardides distintos de los que se usa «Es preciso, dice Séneca, no intentar de una vez desa
ran si aquellos no se supieran. Conoccr]el camino que brir el pecho de quien no tengas entera confian», per
lleva y el que puedo llevar el enemigo, no es otra cosa más que te importe ; pues no sabes si este irá á hacer 1»
que tener vencida la mitad de la batalla. A ignorar el mismo con el tuyo, engañándote con que tú se lo pene
camino del vado, por más que el vado se sepa, no de tras áél.» Sin embargo, he determinado saber lo que
ja de ser peligroso arrojarse ú él, y aun necedad el tanto deseo, sin que este hombre comprenda que
ejecutarlo. Nq lo liará el que sepa las contigeneias lo procuro; para lo que me parece bastarán otras uue-
que tiene. Luego saber esto, no vale á veces menos vas precauciones : pues á la verdad puede, en mi con
que la vida. Además que en medio de las tinieblas sir cepto, hacer lo que dice , según su valimiento notabilí
ve de grande guia la más pequeña luz. Solo le respon simo, cuyo superlativo aun no lo expresa cabalmente.
dí que á vuesamerced le seria imposible facilitar su li Lecciones me dará el tiempo y la traza para que eo
bertad , respecto do la fuerza del contrario, o Difícil se malogre mi intento ; porque este hombre , no soto
es, imposible no (me respondió); y si vuesamerced nos puede servir para comunicarnos importantes noti
estuviese interesado en ello, la primer fineza que le cias, sino también para disponer ejecuciones.
tributaria mi amistad seria la de comunicarle cierto Así como vuesamerced dice, en la vida de su Marea
medio, que conseguiría sin duda su libertad. » Una Bruto, que todos los que Casio conmovía remitían la
promesa tan repentina como gustosa cual esta es, á facción al consentimiento de Bruto; y añade que obra
otro menos cuerdo que yo habría sobrecogido de ban en esto advertidos, pues para matar á César echa
modo que se abalanzase inmediatamente á aceptarla, ron mano del hombre que estimaba más ;—sabiendo ya
declarando loque pudiera producir mayor riesgo. que á este nuevo Bruto no estima menos el que i vue
Es constante que interiormente se llenó de júbilo el samerced persigne , asi también he de ver cómo remi
ánimo ; pero manifesté tanta entereza en lo exterior, tiré á su consentimiento y acción la salida de vuesa
que solo le satisfice con exponerle «no tenia empeño en merced do esa, que (según me instruye donde me la
que saliese vuesamerced ó no de su prisión, pues esto pinta), con el nombre de cárcel, es mazmorra; porque
para mi era totalmente indiferente ; pero que habiendo siempre se da el veneno en aquello que más se gusta,
profesad.o con vuesamerced amistad en otro tiempo, la y no hay mayor enemigo que aquel de quien se tiene
obligación de ella, y la principal de prójimo, me estimu más grande confianza, si se vuelve contrario. Bien co
laban á desearle todo bien, del que gozaría si estuviese noció esto Séneca , pues decia : «Continuamente pido
en mi mano ; pero que , como me contemplaba persona á los dioses que me libren de los que, con apariencia de
sin arbitrio para ello, registraba este asunto con com amigos, son mis émulos; porque siendo estos Un en
pasión natural». Estas fueron mis palabras. Y no bien cubiertos, no podré librarme de ellos tan bien coms
bube acabado de decirlas, cuando lijé todo mi cuidado de los que son declarados.» Con la misma propiedaJ
EPISTOLARIO COI
lo entendió Claudinno, pues dice: «Más fácil es al verdadero y la queja porjnsta, loque le movió á de
hombre libertarse de un ejército que le cerque por to terminar como cristiano. Como logró la captura de
das partes para cogerlo, que de un enemigo que como vuesamerced su enemigo, se olvidó de sustanciar el
itiiigo le asiste.» A esto aludió igualmente Diógenes, informe. Aquello era lo que deseaba, y conseguido,
jiciendo: «Mira bien quién es tu amigo, porque si tuvo por demás esto. Asi rodea los casos la calumnia
portal le tienes, y él no lo es, puede ser tu enemigo para no llegar al fin, donde á tiros de verdades so
Bayor.» manifiestan las traiciones. Esta noticia puede á vuesa
Todos estos'son unos agradables y gustosísimos pa- merced servir para lo que me la pide en su segunda.
Aitesis, que dan más esperanza á la Felicidad de vue- Lo cierto es, amigo, que el trato, así como concilia
araeiced; porque como en mi tiene otro igual suyo sin los ánimos, asi también los aparta por sus fines parti
liferencia, no debe tener tales recelos, sino peisua- culares. Por no haber querido vuesamerced ser priva
!irse á que haré cuanto penda de mi arbitrio para su do, se ve hoy tan perseguido; y es así también cons
¡en, como vuesaiucrced propio lo hiciera. Para cuyo tante «que cuanto mayor es la fama, tanto es mayor
fecto, sin perder instante, formará el memorial para el el peligro de quien la goza », como dice Salustio ; y da
ley, vindicando su estimación de lo que injustamente la razón Eurípides : «porque más celos da ú la mal
5 le imputa, y aun pidiendo satisfacción de la ca- dad la virtud que el vicio.» Entonces empezó Roma á
inmia, remitiéndomelo por la misma oculta via, á Dn experimentar su ruina, cuando llegó á su mayor gran
e tenerlo yode prevención por si descubriese motivo deza. Lo más grande siempre se acaba más presto,
or el que sea preciso ponerlo en las reales manos : como lo que sesazouó más temprano. La invidia nun
arque aunque el arbitrio de la carta para el contrario ca se ceba en cosas ligeras , sino en las más elevadas.
irecia más oportuno-, por ser más pronta su deter- Vuesamerced llegó á lo más alto de la fama; y la in
inacion, tengo por más acertado que se padezca algo vidia intentó derribarle, y lo consiguió, conociendo
aspara que dé á vuesamerced libertad la rectitud, que tanto saber era imposible que no descubriese su
le 110 que lo ejecute la vana presunción por tener obrar. La ignorancia, como no penetra el alma de la
te sentir algo menos. Además, que para esto siem- sabiduría, siente tener delante lo mismo que no en
re hay tiempo, y nunca dejó de ser más importante tiende , y lo que puede desvanecer su dicha ; pero es
"e el humilde, el decoroso recurso. Al Rey nuestro documento de Séneca , «que se procure ser de los per
iior hablará vuesamerced con aquel respeto y ver- seguidos por buenos, antes que de los encumbrados
d que á la majestad debe un noble vasallo ; y al ene- por malos.»
igo lo baria, teniendo que mendigar las lisonjas y Rara vez deja de rendirse lo que solicita una porfía
ie pervertir el orden de la misma nobleza : la que, constante y honrada, a Insta en el empeño con eficacia,
endo como debe, sabe antes entregarse á padecer dice Séneca ; que á una porfía prudente, se hacen los
eniamente que adular por un instante; porque reco- mármoles cera , y la cera se convierte en mármol.» Y
ice que esto último la quita muchas luces á sus ra- á este intento continuó Plutarco, a que era propio de
s. Y la de vuesamerced , como tan acrisolada, creo topos el volver airas, como de linces el proseguir el
i lialiia de consentir se lograse su libertad aventa camino;» «porque cuanto más dificultades tengas que
ndo uno de sus menores reflejos. vencer (prosigue Valerio Flaco), producirá más glo
Rodeé bastante con él para indagar igualmente que ria el triunfo.» Descrédito es del hombre grande prin
causa de vuesamerced se habia formado de un so- cipiar una cosa con viveza, y abandonarla por pusilá
', y por lo mismo que no hay nada escrito, y me- nime. Siempre temieron a Clises los griegos, porque
s probado. Sus trámites siguen á la oposición que les enseñaba la experiencia que lo que empezaba con
'< da término y dio principio. Aquella fulminó la espíritu lo concluía con valor. Caso puede darse en
eja, dióla al Rey, abultando de modo las venia- que parezca cordura ceder á la suerte ; pero esto no
ades, que se tuvieron por monstruosas. No obra debe entenderse asi mediando el honor, vida tan pre
otra manera la malicia, porque de lo contrario no ciosa que debe anteponerse á la misma vida.
liera su primer formidable Ímpetu penetrar do dolor Todo esto no es otra cosa que negarle á vuesamer
i inocencia : en consintiendo en perder lo que se ced por ahora aquellos consuelos que son propios de
rrece, cuanto se forma para la queja abulta con un amigo, para resistir los trabajos ; porque antes bien
asismos de insulto y desmayos de ofensa. Hace pre- le provoco á que ellos mismos sean la aguda espuela
te que las aras de su honor están manchadas, y que logre agitar y enfurecer el ánimo de vuesamerced.
■ no sacrificando en ellas á quien da por causante, Más le quiero ahora valiente que pacífico, pero siempre
darán siempre deslucidas. No advierte que no es tomando lecciones de la cordura, que es el robusto y
¡edor á otro sacrificio que al que dicta el desprecio, poderoso cimiento donde fundan los doctos sus justas
iel que ni aun respeta el simulacro. Hace fuerza y eficaces resoluciones. Obre el espíritu con valor, por
iu estimación, para que no se estime la fuerza de más que el cuerpo se lamente en el martirio. Contén
erdad ni tenga entrada la defensa. No hay arbi- tese con llorar sus penas, sin disponer medios para
, asi piensa el odio ; lo que comprueba Séneca , di- confundirlas y acabarlas, el que por falta de capaci
do: a El que tiene odio, solo se sustenta con lo dad hace solo en esta inacción todo cuanto puede, res
daña, solo piensa en lo que aborrece para am pecto de no alcanzar más con sus talentos ; pero esto
arlo , y solo muere de lo que no acaba.» no se debe entender con el sabio, porque este hará
ii efecto, oyó su majestad el informe que contra muy poco si no saca resplandores del humo. Al hom
•amerced se le dio, profanando la maldad del aser- bre hace ventaja el jabalí en el oído, en el tacto la ara
i veneración de los reales oídos. Tuvo el hecho por ña , en el olfato el buitre , en el gusto el mono, y el
602 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lince en la vista ; pero advertía Lentulo á Catilina, disculpa del que suponían reo, porque la faena éebs
«que sieudo el hombre superior á los brutos, y que razones obligaba á que los jueces no comprnidiest
siéndolo tan grande, su contrario en el obrar podia pro el delito. Prodigios semejantes ejecuta la sabiduría ac
meterse seguramente la victoria; pues á las mayores frecuencia.
fuerzas que en él encontraba, podia presentarle el ma Todo esto lo produzco para qne, haciendo vnesams-
yor entendimiento que tenia.» Los mismos documen ced alardedesabio.se empeñe en vencer lo ignont>
tos doy é vuesamerced, pues militan las propias cir to, aunque tirano. No es tan poco empeño coroo pare
cunstancias , y aun mayores ; pues Manlio , émulo de ce, porque una ignorancia invencible y un» oposicia
Catilina, era avisado, y el de vuesamerced es poco ad radicada tienen bastantes dificultades; pero estos re
vertido. Luego , si á la mayor razón para obrar acom paros deben posponerse, poniendo solo la atención a
paña la mayor ciencia para proceder, ¿cómo se lia de saber acreditarse. Máximas hay tan poderosas para re
dudar del vencimiento? A la razón tiene vuesamerced ducir al enemigo á que sea amigo, que no solo loca-
de su parte : con que solo resta que use de su ciencia siguen, sino que con ellas mismas se declara so jai
con viveza para defenderse , y para que el acusador obrar. Medítelas vuesamerced con su alto discurrir;
quede, como injusto, confundido, y como calumniador, que yo trabajaré en buscar otras que sean robustas pi
castigado. Ni esto es tampoco desear el mal del próji ra captar, y fáciles para proceder.
mo, sino manifestar la verdad , y que quede resplande Bien creo que será excusado decirle que estila n
ciente la honra de vuesamerced. Y en este caso esta vuesamerced solo; quiero decir, que no laconütl
mos obligados á hacer cualquier defensa para volver ninguno de sus familiares amigos religiosos, ni M
por ella, aun á costa de la vida propia, cuanto más al les comunique cosa alguna de nuestra corresposi!»-
castigo ajeno, de aquel que es delincuente. cia, ni el oculto medio por donde esta se disfruta, i
Aunque la sabiduría esté en tan poco valimiento, tampoco nada que pertenezca á la causa; porque as»-
que preguntándole é Simónides cuál era más estima que yo tengo por unos santos varones á todos tostó-
ble , la riqueza ó la sabiduría, respondió : « Perplejo es vidnos desa casa, sigo en este particular elaróJi
toy en decidir un punto de tanta dificultad; porque, Catulo, que dice: «No fies tus secretos á ninguno. jffl
aunque no tiene comparación lo sabio con lo rico, veo que consigas así que no lo sepan todos.» Espeta!»
concurrir con frecuencia á los doctos al cortejo de los te lo aconseja Séneca, diciendo: «Nadie juzguen
poderosos, y no veo que los poderosos cortejen á los ma por lo que de fuera se ve, que cuando se»*
sabios;»—todavía tienen en sí tantas preciosidades co halagüeñas las olas, ocultan mejor los bajíos.ii«*
mo las que conoce el que la posee, y no las admira el que la prudencia de vuesamerced no olvidará ei*
que la participa. Obre el poder contra lo sabio, que se de cautelas, pues por no usarlas con todo el rij*?»
será monstruosidad de lo sabio si no vence al poder. No debieran , se lian perdido muchos hombres. « O»**
digo que ella pueda reducir á verdadera amistad á un uno antes lo que noquiere que otro publique despean
enemigo declarado; porque aunque á veces se hace del aconseja Eurípides ; y siguiéndole en este asnillo, &>
Séneca: «Si lo que te importa descubres, ¡.potes*
mejor vino vinagre, nadie vio hacer del vinagre vino;
y aunque jamás se suelda con total seguridad una es quieres que otro á quien no le importa, lo calle!»*
pada, puede vencerse al enemigo haciendo desista de su pena es contemplar á vuesamerced en tan misero*
rencor, escarmentado. Es tan valiente la sabiduría, tado, que ni aun tiene arbitrio, según estas re*
para quejarse de lo mismo que padece. Especie ¿
que convierte los brutos en hombres ; y es tal su dura
ción, que dice san Jerónimo oque disminuyéndose to desahogo tan grande, que siendo con un amigo I?»
lo llamo así , ya sabe vuesamerced de cuáles habió).»
do lo demás en los viejos , solo va en aumento la sabidu
ría». No hay hasta ahora ejemplo arreglado á la justicia, aminora el sentimiento, y encuentra el tormento A"
que manifieste no necesitar más de la sabiduría el poder, Yo quedo empleado en prevenir y usar de tota»
que deste aquella. Presentóse el grande Alejandro á medios posibles para que vuesamerced salga con»"
Diógenes ; aquel era entonces dueño del orbe , cuando ñor de donde le ha puesto la calumnia, de tv®*
á este solo servia de abrigo y albergue una tinaja. Hizo sultas daré á vuesamerced aviso, cuando feo»1
el joven príncipe ostentación de su grandeza, al paso v oportunidad lo permitan. Entre tanto dirija vosa-
que publicaba la miseria de Diógenes. El filósofo, des merced á Dios parte de sus muchas meditaciones ti
pués de probarle que era más rico que él, respecto de zos que al dia tiene, como me pinta en su sepa
que despreciarlo todo le hacia apetecer nada, le dijo para que su divina Majestad ilumine la torpea des
«que el tiempo manifestaría quién á quién se necesi entendimiento, no solo á fin de que cnanto discn
taba más presto»: y se verificó á poco tiempo; pues sea de su santo servicio, sino también para qoí*
para usar Alejandro de su poder tuvo que pedir con nozca si este hombre de quien tengo que (¡ara» *
sejo á la sabiduría del filósofo. Neutunio, rey de pone sus ofertas para perderme. Al mismo tiffií''
los medos, ofendió públicamente á Biántes, filósofo ruego yo al mismo Señor dé á vuesamerced es a
consumado, diciéndole no necesitaba para nada sus trabajos paciencia , en sus discursos acierto, ffls
consejos. «No se pasará mucho tiempo, respondió Bián pensamientos pureza , en sus palabras eficacia,»*
tes, sin que ansioso me solicites.» Y en fin, conspi obras virtud, en su prisión libertad, y muchas fc^
rándose con tesón contra Neutunio sus vasallos, ne dades á su vida, para qne así sea lleno de ellas-
cesitó toda la persuasión y energía del filósofo para Su verdadero amigo, y no más (porque esto bW
sosegarlos. Siempre que oró Cicerón por alguno que todo) , que deja ya dicho su nombre y apellido» >V
se contemplaba delincuente, aunque fuese acusado y líos términos que vuesamerced sabe, y enseníi**
perseguido por un gran poder, logró con sus voces la ocasiones acostumbra. De Madrid, etc.
EPISTOLARIO. fi03
que juró acabar en España con la verdad y con nosotros»
CARTA CXm. por ser sus amigos. Prudencia, y no fiarse sino de vue-
A don Juan Adán de la Parra. («) samerced mismo, que es su mejor amigo, y después de
él, — Quevedo.
Acuérdaseme, amigo mió, al ver vuestro arrojo en
lomar la espada por la punta, y no por la cruz, aquel
cuento del ingenio de Traga-Sotanas, que dice que el CARTA «TV.
señor que coge el cuchillo por el filo cerca está de cor De don Francisco de Oviedo, 'b)
tarse; y como yo no dude desta verdad, no obstante
salir de boca sucia y de ruin pensamiento, encárgovos Señor don Francisco, mi amigo: Después de loque
no metáis en el fuego la mano para coger el ascua, que mandé á decir á vuesamerced por la vía del maestro
de fuerza habéis de quemaros antes de sacarla. Por mí fray Anselmo, nadaba sucedido, y las cosas de vuesa
sé deciros que jamás bebí caliente que no saliera es merced no adelantan un paso. Nadie sabe de su cansa
caldado. Y puesto que habéis visto pelar mis barbas, de vuesamerced, ni si existe más que en el ánimo de sus
remojad las vuestras, si seguís en tan buen camino; que enemigos; pues que se dice por los que lo saben, que
oo se os hará esperar el barbero. los papeles que le embargaron aun nadie los ha visto.
Otra cosa os diré por mí vida, si de tanta amistad me Con ocasión de visitar á una monja en el Carmen do
queréis blasonar, y yo os la agradezco, buen Parra : ña Matilde de Fonseca, que sabe vuesamerced es una
[imitadme ese vuestro afecto con dar treguas á vuestro de las que más quiere la mujer de Olivares, se empe
arrojo, apartándovos del peligro; que si perecéis en él, ñó su hermana de vuesamerced con ella para que ha
:omo acontece siempre al que le busca, á buen re- blase á la Condesa, y se lo prometió , encargándose de
ando no podréis dejar la amistad, sino que quedará una carta de recuerdo ; mas nada se sabe de si hizo el
tan llorosa y desabrigada como güérfana y falta de apo encargo ó si la escucharon. Yo creo debe vuesamerced
yo tan poderoso. No fiéis en que la fortuna os llevó en hacer un memorial presentando su estado , y este dará
¡us haldas hasta ahora , para que no os enjaulasen lugar á que se descubra algo , ó á la piedad del Rey. Si
como á mí ; que al diestro cazador se le escapa pocas algo descubro, se lo avisaré.
veces el pájaro que persigne, si este no le huye á La pobre María es socorrida con lo que necesita ; y
tiempo : pues que sí se le burla, da al traste con la for llorando por su amo, me encarga le diga pide á Dios
tuna, que tiene tanto de loca como de voluble; y lo todos los días porque salga de su encierro, lo que hace
'I ii i; fué risa y chacota se convierte en llanto y en también en sus oraciones su amigo, — Don Franciico
mortaja. de Oviedo.
El halcón que os persigue es poderoso de uñas, lar
go de oído y de fino olfato, y si se os acerca, os ha de CARTA CXV.
ilraer á sí cual la sirena con su canto, para mejor de-
Del reverendo obispo de León, (e)
foraros; sin que os valga aquello
De Caimán i Caimán,
El portador desta lleva áforeiro , que en donde va
señalado, en breves palabras comprende lo que en
]ne cantaba el ciego de la Ventosa. muchas dijeron Orígenes y san Juan Crisóstomo. No
Mejor sería que, echando un tapiz á la verdad, la
tejaseis reposar un poquito para que engordara; y á ¡Ai Escrita i 6 de junio de 1642.
Original parece se halla en el códice de Candamo. Castellanos
nejor ocasión sangiarla, pues que tan ética se halla la publicó en so tomo vi, pág. 325.
ioy, que necesita tetas de silencio y hisopillo de olvi- Don Francisco de Oviedo, secretario del Rey y hombre de cali
io , si no se ha de perder hasta su nombre. Y abrazán- dad y virtud , de todos estimado por sos prendas , quedó deposi
loos con la Mentira (matrona de buen porte, que no tario de la hacienda de Quevedo al tiempo de su prisión; y se la
volvió tan puntualmente, que al testar nuestro poeta no pndo me
;asta corona, porque siendo superior á los reyes, no nos de nombrarle su testamentario, habiendo con la más grande
|uiere parecer su igual), rogad á esta poderosa seño- prueba y en las mas tristes circunstancias averiguado los quilates
a os recomiende á su bija la Lisonja y á su hermana la del oro de sn amistad.
(e) Esta carta y las tres que signen fueron publicadas en 1713
adulación, que aunque baja, le aplace vivir con los altos al frente de los libros de Providncia de Moa, que van insertos
en los palacios. Y con el favor tiestas y el auxilio de ya en el presente tomo. Ibalos remitiendo Quevedo al Prelado
us fuelles, dedicaros á soplón de oreja y melero de conforme los atildaba y ponía en limpio.
iluina; y veréis cómo os festejan las abejorras yos de Don Bartolomé Santos de Rlssoba, hijo de Alonso de Risso-
ba y Catalina Santos, nació en Sant-Ervás, lugar de la Vega de
án de perseguir los zánganos. Saldafia, á 6 de marzo de 1382, é hizo sns estudios en Salaman
Talento tenéis, y con él podréis mudar bien el cami- ca. A 6 de enero de 1633 fui electo obispo de Almería .val.'
o sin vergüenza dello, que de prudentes y cuerdos de abril , de León , de cuya mitra se posesionó i 7 de enero
s mudar de consejo y de opinión; y al fin es moda y de 1634, entrando en su iglesia al mes siguiente. Tuvo sínodo y
dio excelentes constituciones, y desvivíase por mejorar el clero,
osa tan provechosa como acomodaticia. velando sobre su rebaño i toda hora. La reparación de templo»,
Y dejando este mi sermón, que vos no necesitáis, por su ornato y decencia, sn bnen servicio, la puntualidad de los
visado en demasía, solo os ruego, Parra amigo, no ministros, la observancia del concilio de Tronío, fueron cosas que
le ocuparon incesantemente. Declaró vacantes las prebendas pro
umenteis mis penas con una desgracia, que grande vistas en clérigos que luego se hablan casado; impidió que los
na la de saber, tras mis males, erais presa del tigre curas dejasen de residir sus beneficios, y dispuso que vivieran
'«■ Castellanos, tono ti, pan. 311. Pero, ;será legitima, ó su- dentro de sns feligresías. Desterró de las iglesias y conventos las
representaciones de comedias ; su hacienda fué de los pobres ; y
oesta en la corte, valiéndose de lai verdaderas que Pirra y Qoa- compuso una obra, que en 1644 aun no habla dado á la estampa,
oo se escribían? D» lu obligaciontt ¿e los obispos.
nm OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lleva á Orígenes, porque casi todo lo que él dijo lo to Y para probar lo que vuesamerced tan galán temerá-
có san Juan Crisóstomo desde la homilía m sobre la pondera, de que las dignidades y puestos grandes dc
epístola i ad Corinthios, hasta la vil inclusive, en las son ciertos favores de Dios, sino castigos; ó por me]*-
digresiones morales que hace al fin de cada una dellas decir, que no son dichas, sino desdichas, podrá ayudsr
(que van rayadas para que vuesamerced no se canse el otro lugar del Eclcsiastés, verso 9, que lo dice cla
en buscar lo sustancial ) ; que , como Crisóstomo fué ramente. Y si vuesamerced en lo que tiene escrito ade
después de Orígenes, vio sin duda todo lo que acerca lante, no tiene ponderado lo que dijo el mismo Ecle-
deste punto habia dicho, y lo dilató con su acostum siastés en el lugar citado, verso 12, juzgo que no seri
brada elocuencia. Con todo eso, si vuesamerced gusta la razón menos fuerte ni de menos consuelo qne vue
re de ver á Orígenes , también lo enviaré. Guarde nues samerced pueda traer en la materia; ponderando el la
tro Señor á vuesamerced en su gracia. De casa , hoy gar con lo que sobre él dijeron Nicolao de Lira y Huís
sábado, 23 de agosto de 1 C 12.— El obispo de León. Cardenal, que, i mi juicio, son razones concluyentes;
y no podrán desayudar las que apunta la paráfrasis cal-
dáica, que trae sobre el mismo lugar el padre Pineda.
CARTA CXVI. Bien veo que todas estas advertencias ( si es que pa
ra vuesamerced puede haberlas, pues está tan en todo)
Dd mismo.
podrán ayudar poco ; pero consuélame que para la fa
Vuelvo á vuesamerced el primer cuaderno del tra brica del tabernáculo, pelos de cabra que ofrecióla
tado De la divina Providencia (que me hizo merced de pobreza de algunos, los estimó Moisés y aun Dios, eco
comunicarme), después de haberle leido una y otra vez tener junta tanta riqueza para él.
con sumo gusto; en que no solo no hallo qué advertir Nuestro Señor guarde á vuesamerced y le dé muela
á vuesamerced, sino antes mucho que alabar y pon salud, para que la emplee en tanto beneficio de su Igle
derar; porque el asunto que vuesamerced ha tomado, sia. De casa , hoy lunes 25 de agosto de 642. — El obit-
le prueba, no solo con erudición, sino con la energía po de León.
y fuerza de razones que el argumento pide. Y si vue Si acaso no acertare vuesamerced á leer los logares
samerced se resuelve á darlo á la eslampa, espero que que van con esta, por ir de mi letra ; si hacen al caso,
ha de ser de mucho fruto para convencer á muchos, yo los enviaré de otra mejor.
que aunque en la profesión son cristianos , en el corazón
y en las obras son ateístas ; pues ellos manifiestan clarí-
simamente que ni creen que hay Dios, ni otra vida mas CARTA CXVU.
que esta. Y para reducirlos al desengaño, de que tanto Del mismo.
necesitan , no hay otro medio que sea eficaz, si no es la
persuasión de que lo gobierna todo Dios con su alta y Ocupaciones forzosas no me han dado lugar pira
divina providencia, como lo pondera bien san Apuslin acabar de leer antes este segundo cuaderno , que es en
en el lugar y palabras que envió aparte con este, junio todo igual y muy hermano del primero.
con otros lugares de Escritura y de santos que yo tenia El lugar de san Agustín sobre el salmo xlvmi es ma
observados para el mismo propósito. Que aunque con ravilloso para el propósito; y aunque yo le tenia obser
fieso que el remitirlos á vuesamerced es enviar agua vado para otro , me he holgado verle ponderado para
al mar de su mucha erudición y infatigable lección un este, que vino para él nacido (c).
todo género de autores, con todo eso (por si acaso, El pensamiento de la higuera, que tanto ha dado
aunque vuesamerced los haya visto, se le han pasado que pensar y discurrirá todos los intérpretes, es, no
de la memoria), he querido hacerlo ; atendiendo que solo agudo y digna ponderación del ingenio de vuesa
también al mar, aunque le sobra todo, le tributan los merced, sino el más literal que yo he oido ni leido;
pequeños arroyuelos , y no por su abundancia deja de aunque he visto algunos, y ninguno deja tan quieto el
estimar la poquedad del agua que recibe. entendimiento como el que vuesamerced trae (d).
El testimonio de san Agustín podrá servir para que En la segunda hoja me parece fué yerro de plama
vuesamerced no se contente con probar su asunto con el poner impíos en lugar de pió* (e). Vuesamerced lo
razones, sino con ejemplos; que dicesan Agustín son volverá á ver ; que á mi juicio, diciendo impíos no hac«
los más eficaces para probar la divina Providencia, y el sentido que vuesamerced pretende. Guarde nues
en la Escritura los topará vuesamerced á cada paso. tro Señor á vuesamerced, como deseo. De casa, boy
El primer lugar del Eclcsiastés podrá servir para lo sábado, 30 de agosto de 612. — El obispo de León.
que dijo Claudiano del origen del ateísmo; para aque
llo del mismo Claudiano :
fl»r»iu Ittbtfaett caiebat CARTA CXVIII.
Btligio («),
Del mismo.
lo del salmo lixii, donde confiesa David que, aun
que estaba firme en la verdad de la divina Providen Remito á vuesamerced el último cuaderno, que he
cia , con todo eso, considerando la prosperidad de que leido con el mismo gusto que los demás, que, como
en esta vida con tanta seguridad gozan los malos, estu partos de un mismo ingenio, son muy hermanos en todo.
vo muy cerca de deslizarse y dar en el ateísmo (6).
¡c) Regístrese atrás, pag. 200.
(ot Recuérdese la pág. 194 de este tomo, (di Píig. 201.
(i) Quevedo utiliza esta indicación para su segundo cuaderno. («i ■ Reparte i los impíos calamidades.*— Reparte i los/ufev
Véase arriba, pag. 204. sustituyó el autor; pag. 199.
EPISTOLARIO.
El lugar de Foreiro está muy bien ponderado; que ia correspondencia en los dos; pero nunca en mí la
Hinque él era grande, vuesamerced le ha realzado (a). voluntad, que nació en tan tiernos años, que se aumen
£1 de san Crisóstomo, en que vuesamerced cifró en tó con el favor que vuesamerced siempre me ba hecho,
nenos palabras lo que él dijo en tantas homilías, es y con el conocimiento de sus méritos, y se ha probado
trande, y en que está recogido todo lo que se pudo con la lástima de sus desdichas ; que en sentirlas pien
leciren más dilatados discursos. Solo me ha parecido so que ninguno me ha igualado, con ser tantos los que
dvertir A vuesamerced que siendo tan grande el tes- se duelen de ellas.
imonio (quiero decir, tantas las palabras que vuesa- Suplico á vuesamerced me la haga, de ver con aten
nerced toma del), estuvieran mejor traducidas en nues- ción el libro que remito con esta , y me avise con toda
ro vulgar, como vuesamerced hizo en el testimonio familiaridad su sentimiento; que por él dispondré las
e Yaquinocio (o) , para que así le gocen todos los que vidas de los patriarcas fundadores de las religiones
o silben latín ; que quizá serán más los que lo leyeren que escribo. Y si con este mesmo estilo pareciere á
in saberlo , que no los que lo supieren ; y seria lásti vuesamerced que pueden ser para servicio de Dios y
ma que palabras tan de oro y de tan fuerte prueba utilidad de quien las leyere y crédito de su autor, las
mra lo que vuesamerced pretende, las vengan á en— publicaré; ó si no, me contentaré con haber empleado
ender los menos. Y lo misino siento de las demás an- en ellas honestamente el tiempo. Dios dé á vuesamer
üridades que vuesamerced trae en este cuaderno, y ced la vida y buenos sucesos que yo le suplico y vuesa
is demás á lo largo en latin ; y costándole á vuesamer- merced merece. Alcalá, 1.° de noviembre de 1642.—
ed tan poco el traducirlas, y sabiéndolo hacer con Don Fernando de Ballesteros y Saavedra.
anta gracia (cosa que aciertan pocos), debe vuesa
merced hacer este beneficio á los que leyeren este dis-
urso; que aun los que entienden latin gustarán más 1643.
e verle en romance (c).
También quiero advertir á vuesamerced que me lia CARTA CXX.
iecho novedad el modo de citar á san Jerónimo (cerca
A don Francisco de Oviedo. (/)
iel fin deste cuaderno), en el vn libro de sus epístolas;
pie en las obras deste santo que reconoció Erasmo, Hanme asegurado, amigo Oviedo, que mis papeles
i Marco Victorío, no he hallado que las epístolas de se lian pasado á examen del capellán Valdivielso y de don
an Jerónimo se dividan por libros, sino solo las de Lorenzo de lturrizarra ; y como el primero no sea tan
an Gregorio papa. Ni en la epístola 26 , que vuesa- avisado como el segundo, me temo algún dictamen de
nerced cita, lie hallado las palabras que vuesamerced celda que no me venga bien : por lo que si vuesamerced
efiere (d). con la astucia de zorro viejo pudiera brujulear si es co
La resolución que vuesamerced ha tomado de pro- mo me lo aseguran , que no le faltará medio, hallase el
»r con ejemplos la divina Providencia, ha sido muy de hacer caer la opinión del sotana en la balanza de mi
mpnrtante para convencer por todos caminos el fin ventura, será servicio que rendirá la gratitud á sus
leí discurso; que cuando no fuera documento de tan mayores oficios de quien tanto le debe. El Vicario me
;ran santo como san Agustín, la experiencia enseña merece confianza; es hombre de buen caletre y no muy
pie mueven más fuertemente los ejemplos que las ra dado á las brujas ; y así, no temo se asuste si asomase la
ines. Guarde nuestro Señor á vuesamerced con la sa cola de algún diablo por entre mis borrones, antes le
lid que yo deseo. De casa , hoy miércoles, 29 de oclu dará callejuela libre para que se oculte donde no le
iré de «42. — El obispo de León. vea quien me le pueda echar en conserva para regalar
con él á mis enemigos, y apesadumbrarme. De mi leo-
nerade San Marcos, 8 M. —Don Francisco de Quevedo-
CARTA CXIX. ' y Salazar, quien ponderando la erudición é Ingenio de don Fer
De don Femando de Ballesteros y Saavedra. (c) nando, y que tenia dispuestas para la estampa varias obras, cita
de ellas, como importante, Las vidas de ¡os patriarcas fundadora
Señor don Francisco de Qnevedo : Señor mío, no de religiones.
No queda pnes duda con esto de ser del abad mayor la carta
ludo sino que á vuesamerced le hará novedad ver car-
que da ocasión i la presente nota. Hiela lósanos de 1618 era
a mía , después de tan largo tiempo que ba faltado don Fernando vicario y visitador general de Ciudad-Real y sus
partidos por el Infante-Cardenal, y murió en 1635.
(«1 Pag. S07. Don Nicolás Antonio hizo del tio y del sobrino, en sn Biblle-
(*) Pag. Í05. theca nova, un solo escritor, atribuyéndole las obras de ambos, y
V1 Dcbid tomar este generoso consejo Quemo ,om¡Uendo el olvidando al militar por el sacerdote; y eso que recuerda los elo
tro troto latino de la pag. 209. gios tributados a Ballesteros en la Elocuencia española, del maes
(¿i NI yo tampoco. tro Bartolomé Jiménez Patón, donde hay alabanzas y memorias
(el Hubo dos caballeros del mismo nombre y apellido : i.' don distintas de ambos Fernandos, a los folios 46, 118, 177 y Í05.
'fritando «fe Ballesteros y Saavedra, qae también tenia los de lf\ Se finge escrita la carta en 8 de mayo de 1613. La saed a luz
Inflo! y Torres ; foé regidor de Villanueva de los Infantes y ca Castellanos, tomo vi , pac. 350.
llan de la infantería del campo de Montiel, natural de aquella Aprtcriflca, según lo publican los anacronismos siguientes .
"dilación. Inmediata a la Torre de Juan Abad, y de aquí amis- 1." El maestro José de Valdirirlso, capellán mozárabe de Toledo
osamente relacionado con Qüevedo ; inductor elegante do la (de quien hallara noticia el lector en las notas a la Perinola], habia
'¿medía Eufrosina, impresa en 1651, y elogiada por don Frax- muerto á ti de junio de 1658, en rasa propia , calle del Mesón de
isco. Y í.' su lio el abad mayor de la iglesia magistral de San Paredes, y sido enterrado en San Sebastian. Véanse los libros de
asín y Pastor de Alcalá de Henares, vicario y visitador del ilus- óbitos de San Justo.
rlsimo de Toledo en Caiorla y su distrito ; quien en este mismo i.' El licenciado don Lorenzo Iturríiarra, chantre de Álcali de
i de 161» publico la Vida de san Cdrlot Borromeo. En los prin- Henares, dejó de ser vicario general de Madrid por el infante-car
Ipios del libro se baila una censura del doctor Pedro de los Rios denal don Fernando de Austria, i Unes de noviembre de 1611.
co« OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tud, del horror que da el malo para el escarmieolo, fil
CARTA CXXI. mo de la virtud del bueno para el crédito.
Hasta en el dejar vuesamerced de ser soldado i
Al cardenal Borja. (a)
muestra buen capitán. No deja el oficio , lógrale ; me
Mi venerado señor : Mucha alegría me han causado jórale. La guerra es de por vida en los hombres, pi
las esperanzas de vuecelencia con el cambio de cosas, que es guerra la vida , y vivir y militar es ana mku
aun cuando al dolorido que ve cerca de sí el sepulcro, cosa. Dejar la compañía propia por la de Jesús essest
le sirven ya poco para el alivio cuando tiene perdidas mejor bandera, asegurar el sueldo y la corona, que».
las suyas. Notad, Señor, en estas pocas líneas mal aper- se da al que legítimamente peleare ; merécese, j na*
geñadas, que la mano que las trazase halla tan helada, negocia. Da el premio el General por los trabajos cu
que apenas puede sujetar la pluma. que él nos le ganó; nada nos manda ni pide que «ri
El primo de mi querido sirviente, Juan, os dirá, al mero no lo padeciese por si; no por relaciones abi
liaros este papel, el miserable estado en que me encuen lo que cuesta; ni puede ser engañado ni engañar*.
tro y deja; es tal, que veo ya abierto el hoyo de mi Alta y descansada seguridad es esta para quien b
eterna prisión , y á cada momento me parece oir el padecido las invidias de los hombres y las trampas «
De profundis por mi alma, de boca deslos benditos la fortuna. El soldado que se vuelve i Dios, jdejai
en el Señor, mis buenos hermanos. los ejércitos por el Dios de los ejércitos, asesan d
Pues que tanto os interesáis por este pobre y llagado oficio , no le abandona. La mayor valentía es el hura'
viejo, haced cómo volver benigno hacia mí el corazón furor de las batallas.
del Rey, que me decís está apunto de hacerme justicia. A esta paz, contra mis enemigos belicosa, qwe
Entregúele vuecelencia con recomendación ese escri tan pobre como si hubiera vivido bien, y tan dea-
to, que le ruego lea y enmiende. Si mis calumniado cuente como si hubiera robado el mundo. Vitare
res no se hallan aun satisfechos con mi largo sufrir y este propio estipendio á los grandes señores**"
me tienen condenado á la muerte , haced como me lle mandar las armas; y á los que ensordecieron ew rt-
ven al suplicio, y pronto , para dar cima á su obra y á mor la tierra, y fueron amenaza de grandes pufes,
mi desdicha; ó me conduzcan adonde muera, si más les fué postrera cláusula de su vida cárcel deaw*
pronto, menos penado. De San Marcos de León lo su tada. Recorra vuesamerced su memoria, y bafcso-
plica á vuecelencia, — Don Francisco de Quevedo. menterios de ilustres cadáveres, y horribls»*
güesos y prisiones de los que acompañó jtü»
órdenes (c).
CARTA CXXH. Solo vuesamerced ha logrado estedesengaw.w
deja la compañía de que es capitán , por ser stsaJt
A don Diego de Villagoraez, caballero de la ciudad de León, su
frande amigo, qnc habiendo venido de Fundes, donde había de la compañía de Jesús, cuyo teniente es el gtais
sido capitán de caballos, y hecho a la corona real muchos y patriarca san Ignacio. Su bandera deben segair tri«
muy relevantes servicios, desengafiado ya del mundo , se entró los arrepentidos de la milicia del mundo; pase,
en la Compañía de Jesús, (í) siendo soldado tan hazañosamente valeroso, W ro
Señor don Diego: Yo, que soy el escándalo, escribo dador (digámoslo así) de la soldadesca reforma!
á vuesamerced, que es el ejemplo; y siendo tan diferen infatigable para las conquistas de Dios. Fondo *)*
tes, encaminamos á los otros á un mismo ün : yo en soberano cántabro una orden ó ejército, que owqe-
que nadie haga lo que yo he hecho ; y vuesamerced, ta con palabras en los pulpitos el conocimialo: •
en que todos hagan lo que hace. Tanto se sirve la vir- el oído, en los confesonarios, la enmienda; cool»'k
cion en las cátredas bate la ignorancia; con Usf*-
mas en los escritos , la herejía ; con la modestia? -
(oi De Idéntica procedencia, en todo que la precedente. Mas
por yerro se estampó en dicho libro que fué dirigida al cardenal cencía religiosa de sus pasos en público, la dests"
don Antonio Zapata , obispo de Cldií, de Pamplona y de Bur tura nial recatada.
gos, inquisidor general, cuando i la saion había ocho años que Hoy cuento , señor don Diego , catorce añosvns»
era muerto, pues Talleció octogenario, i 23 de abril de 1C3S.
Don Gaspar de Borja y Velasco, hijo de los duques de Gan de prisiones , y en la cárcel nueve heridas, a P
día , nació en Villalpando aiio de 1582 , y per devoción tuvo de cuento el jornal de mi perdición. Téngame vaes»*-
padrinos en la pila bautismal dos mendigos. Sacerdote en 1611, ced lástima, en paga de la invidia que le tengo. í p*
cardenal al ailo siguiente, virey interino de Ñipóles algún tiempo, Dios le da mejor compañía , gócese en ella sil as-
embajadorordinario en Roma, anoblspo de Sevilla en 1632, y pre
sentado para la iglesia de Toledo i 3 de enero de 1643, fué, por la ledad del amigo que en poder de la persecución ?»
entereza de su carácter, poco grato al pontífice Urbano VIH , que tan alcanzado de cuenta, que aun paga menos k*
le delirio las bulas dos años. Quevedo, con noticias de bailarse que debe. Y le dé Dios á vuesamerced so grata?»'
en Madrid y con el favor constante que siempre mereció al Mo
narca, de que eran sedales insignes el hacerle primado de las
Espafias, le debió de escribir, prometiéndose de sus oficios tér (c) Alude, entre otros, i don Fadriqne de Toledo Osen*.»»
mino venturoso a las crueles persecuciones que padecía. El Car qués de Villanueva de Valdueía y general de la amala ro!»
denal espiró i 28 de diciembre de 1645. Océano, que habiendo rehusado ir i la jornada ir "trusa**
(i) Tarsía la publicó en 1662 ; Mayans la reprodujo en 1734. fué preso, y al fin murió en Madrid entre cadenas, i 11 átájita-
Cuatro manuscritos, uno de ellos muy antiguo, he cotejado. bre de 1634.
(«) Era 1 la sazón Juan Biulliti de Orbea, y lo fué muchos aflos, (í) iYa están las cartas prontas para ir a su destino ? i «J> *
tan las Epístolas de Séneca listas para d.rse a la esu»pa»- Jí
secretario del consejo de Guerra. La patente de que se trata en
etta carta y en las siguientes, es la de capitán general del mar fácil determinar con Ujcza la alusión.
(c) Copiúsede la original , que toda esta demanodeHWí
Océano y costa de Andalucía, a favor del duque de Medinaceli.
EP1ST0L \R10. 009
declararán mayor cantidad por el cargo de la que se
debia. Y pues para ello no es menester recopilar el De CARTA CXXXIV.
recho, ni contar las leyes de la media annata, sino de Del mismo.
arbitrio, digan la que es , y páguela Martin Ladrón ; que
yo no be menester obligación ni fianzas para esta por Señof mío : perdone vuesamerced la casería de la
quería, ni tengo prisa por ser general ni capitán. mano ajena, por la mayor comodidad que tendrá en
También me dice vuesamerced que ajustó Espinosa leer la carta, que será más larga de lo que yo quisiera,
cim el secretario Canencia que la media annata de la y aun de lo que fuera razón ; pero la implicación de lo»
translineacion de la casa de Alcalá está suspendida has- negocios que atrae la naturaleza del tiempo, influye
tu la tenuta, y reconocieron el despacho. Si esto es asi, en todo.
¿por qué tengo de obligarme á pagalla con escritura y Beso á vuesamerced las manos por la advertencia
salarios desde luego, y ocasionar una vejación y un con que escribió al secretario Andrés de Rozas sobre mi
pleito en tribunal tan ridículo, y para allanar dificul asistencia este verano. Deseo mucho que estos seño
tad que en los cargos de Valencia se venció? Vuesa res resuelvan lo mejor, ganando algún tiempo del que
merced diga claro á estos señores ministros que estos han perdido; y no paso á decir á vuesamerced cómo
cargos no los he de comprar con nada ; que lo que se fuera posible haber embarazado la entrada que el re
debe según órdenes del Rey, liaré; que las incomodi belde ha hecho en el Montijo y Barcarrota, porque pa
dades que me quisieren añadir, podrán embarazar la ra el servicio del Rey siempre querría que precediesen
elección de su majestad, mas no obligarme á que pase fundamentos prácticos, y no especulativos ; y estos úl
por ellas yo. timos son los que hasta ahora he podido granjear.
El título he leído; y estimando como deboque su En la provisión de caballerizo mayor, Carpió va
majestad me tenga por persona de calidad, echo me premiado, y el Conde-Duque no queda desfavorecido;
nos que se le olvidase al escribiente la cláusula de pero á las interpresas de Cataluña no hace buen viso
nombrarme el Rey por capitán general , no siendo para este género de reservas.
otra cosa el privilegio. Veremos si el que viene por la Lo mismo es el recado y licencia que se dio á la de
secretaría de Mar está cabal ; y entre tanto recogeré el Carinan por el de Castañeda , que borrar de los des
Je Torrecusa y de Medina-Sidonia, y veré las cláusulas pachos la cláusula de «no reconociente señor en lo
que cada uno tiene, para avisar á la Junta ; porque con temporal». Persuádome que no era punto sobre que
■I título de ahora, ni en Sanlúcar ni en Cádiz me obe- se dejaran de ajustar las treguas, si los tratadores se
Jecerán los gobernadores, en regla de buena milicia. hallasen interesados en amparar la flaqueza de España;
También es menester que su majestad vea en qué y no se oponía al negociar por lástima conservar un
brma lie de estar (¡entro de mi jurisdicción, y qué poquito de honra.
■oinpañias han de hacer cuerpo de guardias; porque En el pleito que avisó á vuesamerced Valencia, sobre
.'cute pagada no la hay, y la demás son milicias, á los solares de los moriscos de Arcos, hay dos fiscales
juien no conviene obligallas á que pierdan el trabajo queme piden : uno el de la Inquisición , en cuyo tribu -
le sus labores y oficios. Medina-Sidonia en su lugar nal no tengo bien sustancia. la la causa, ni los inquisi
¡minaba el oficio, y estaba como señor de su casa, dores, con su acostumbrado saber, bien entendida, y
fo en el Puerto no puedo estar así á vista del cuerpo tengo sentencia en contra. Otro es el fiscal de Hacien
le guardia de galera ; y en Sanlúcar, si no estoy como da, adondeen mis días se siguió con más cuidado el
■a [litan general, no tengo donde estar. Este inconve- pleito, y tengo semencia en favor. La maña deste caso
lienle no tengo cómo vencelle yo, si de ahí no viene es segnille en el tribunal de Hacienda; para hacer fuerza
írden; y mientras no se resolvicre, me estaré en mi con lo sentenciado, en la Inquisición. Y así, conviene
:asa. Tara todo será necesario que vuesamerced hable que corra el pleito, porque la Inquisición me tiene des
i los de la junta de Guerra de España con esas cartas, pojado; y en causa común , donde no hubo delito par
|ue son : señores conde de Castrillo, Castañeda, don ticular, si venzo al fisco de la real Hacienda, no dejo
jUís Ponce, Santa Cruz y Montalvo; y vean cómo entrada al de la Inquisición. Este capítulo puede vue
,«■ lia de empezar este ejercicio, que en sustancia es samerced copialle para Espinosa, ó guardalle para
le puesto nuevo.. quien hubiere de defender el pleito.
Siempre que venga don Francisco Barrionuevo, y In verbo Juan de Espinosa. En la conformidad que
[ue abrevie su llegada, me holgaré mucho : suplico a vuesamerced me dice en su capítulo, enviará hecha la
'üesarncrced que lo esfuerce con su ilustrísima. obligación ; pero de la carta que Juan de Espinosa me
Las cartas para los señores de la Junta irán con la escribe no es respuesta ningún medio que yo tome en
stafeta que viene, cuando haya visto los títulos y este negocio : ahí va la copia. Yo he pesado todas las
justado las cláusulas que, según la voluntad de su ma- razones que vuesamerced me propone, y las tengo por
estad , lia de traer para mandar con forma lo mismo considerables ; y lo que más fuerza me hace , la falla de
ue quieren que mande sin ella. tiempo para disponer y establecer de nuevo esa agen-
Por acá no hay novedad. A la Junta respondo sobre cía. Empero nada es tan pesado como Juan de Espino
mas diligencias de bien poca sustancia. Dios guarde sa : una ó dos veces ha intentado despedirse ; y cuando
vuesamerced muchos años. Sevilla, á 5 de abril yo, menospreciando los fundamentos y la brevedad de
e 1644. — A. El duque de Medina y de Alcalá. sus acciones, lo he tolerado, veo que le he dado moti
Postdata. Escribí á vuesamerced esta carta de mi vo para que se arroje en peor ocasión y con más seguri
inuo, y de tan mala letra , que la híco copiar.—A. El dad. En nada pierden tanto los negocios como en ser
uque de Medina y de Alcalá. tratados por mano de quien piensa que se ha hecho ne
39
Ü10 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cesario en ellos; y no gasta menos tiempo en el sufri llegué á esta villa con más señales de difunto que c-
miento quien lo consiente, que el que de una vez se vivo. Mas, con la vecindad de Sierra-Morena, que t
dispone u encomendados á otro. Y así, vuesamereed muy templada, y la quietud y el regalo de la caí,
lea á Juan de Espinosa este capítulo, en que lie hecho quedo hoy mucho mejor y más alentado, y sierra
materia do estado la claridad , para que, ó me pida la para servir á vuesamereed , á quien solo echo ma •
carta que me envió sin que se la responda, ó para que de todo lo que dejé allá. Y mire vuesamereed cuál ótt
le envié la respuesta de ella. de venir, pues cuando le digo que tengo mejoría, t
Las razones que vuesamereed me dice sobre el jui duele la habla y me pesa la sombra.
cio de Morales Ballesteros, son muy verdaderas; y en Lo que de nuevo hay por acá es que yo lie moen
cuanto á su poco seso, tengo yo otros fundamentos ma dos puercos; y entre chicharrones y morcillas y lon
yores que me confirman igual concepto al que vuesa ganizas, estoy preparando la mejor ortografía de lu
mereed tiene del. Pero la exterioridad de que quien ollas.
defendía al Marqués está por mi parle, siendo doctoral Nuestro Señor guarde á vuesamereed y i todos es
de Toledo, es laque busco; y así, vuesamereed me le señores; y le suplico diga al señor Bernardo de Ora
agasaje y le empeñe. do que yo le beso la mano con todo afecto. EnlaTao
Tursi salió en las galeras de España, dejando dos, de Juan Abad, 14 de noviembre de 164 i. — Doní-.
para que ni adonde va se hallen las fuerzas juntas, ni cisco de Quevedo Villegas.
acá queden las que basten para obrar, sino para formar
queja de lo que se perdiere. CARTA CXXXV1I. *
Porque un hijo del señor de Gandul desaCó á otro ca
Al mismo, (c)
ballero de aquí, sobre un casamiento, y errando el pa
pel, se supo el caso y se compuso luego, han preso los Señor don Francisco de Oviedo : La baela tra
alcaldes de aquí á este muchacho, que es alférez, y á su tad no sufre dilaciones; ya vuesamereed tendrá ctt
padre, que es capitán ; y ellos en cuerpo y con su jine en que le di cuenta del trabajoso camino mío.
ta y alabarda se dejaron prender de la justicia ordina Esta carta que de vuesamereed recibí noselisfi-
ria, y estiín en una de las torres desta ciudad, sin dezco, pues me escribe que solo viene porcubistií'
que el Asistente, que es maestre de campa general de la del señor marqués de Villanueva ; por si solo qtKT
ella, hable palabra ni forme competencia. Esto, cuando y estimo á vuesamereed, como debo.
se trata de sacar las milicias para Extremadura y fron Yo voy algo mejor, bendito sea Dios, y esperoíss
teras deste distrito, ya verá vuesamereed cuánto lo misericordia podré volver en mí. Duélase vueaBKM
adelanta. de mi desamparo, y sírvase de avisarme de lo qnp
En las casas del marqués de la Laguna se tomará allá corriere, que aquí no salimos de arar y qu
fama. Dios guarde á vuesamereed muchos años, como Sírvase vuesamereed de dar ese pliego al agetó rf
deseo. Sevilla, á 10 de mayo de 1644. señor marqués de Villanueva, que importa asa ¿ro
Cuide vuesamereed de ver al señor don Luis Ponce, ció; que yo le escribo lo que lia de hacer de él.
que es buen amigo y pariente. — A. El duque de Me Torrecusa se dice que ha entrado ya en Portoa!*
dina y de Alcalá.— Señor don Francisco de Quevedo diez y seis mil infantes y tres mil caballos; im*
Villegas, me parece mucha la gente, espero en Dios que ras»
que fuere será feliz la jornada.
CARTA CXXXV. * Guarde nuestro Señor á vuesamereed los anos P
yo deseo. En la Torre, y noviembre 21 de 1614.-!*
A don Francisca de Oviedo, (a)
Francisco de Quevedo Villegas.
Grande merced me hizo vuesamereed con el Me Después de escrita estaño le he podido escribí i
morial de Santiago; empero vuesamereed no está agente, porque no sé su nombre ; dígale vuesmfr^
liecho á hacerme chicas mercedes. quedó luego al secretario Carnero esa cart» delsew
Esta mañana vino Juan de Espinosa, leí le el capítu Marqués, que va para su majestad.
lo, enfurecióse y volvió á repetir cuanto le hemos oido.
Trabajó en reducirle á que pidiese su caroí y no res CARTA CXXXVDI. •
puesta de ella, que no hice poco.
Mañana creo saldré á unos enredos raios, y para ali Al mismo.
viarme de mi propio, procuraré buscar ú vuesamereed, Estoy tan cierto de la merced que vues>meiwl i?
ú quien guarde Dios, como deseo. En la posada, hoy hace, y de que yo se la procuro merecer, qm cu
máltCS-— Don Francisco de Quevedo Villegas. ello sucedió lo sospeché.
Luego que el señor Obispo habia venido, y vuesK-
CARTA CXXXVI. • ced justamente estaba embargado, echaba mocitos
nos las cartas de vuesamereed, empero uüKtiats-
Al mii- mo. (i) correspondencia. Esta que recibí hoy losatisücet-*
Señor don Francisco de Oviedo: Yo vine tal, que
en Toledo y Consuegra me tuvieron por muerto, y cisco. La liima esti hecha con mano trémula, que Mu ■id-'»1
lo grave de la enfermedad del dueño.- (—Aoí* a Uff^bf*
a Escrita á 17 de mayo. El segundo párrafo es relativo a asun he calido.)
tos de la anterior. le «También esta carta y las tres que van i coalutx»1 "'
i¡ii «Trasladóse de la original, la cnal es la primera que cncon- nen solo la Ornia de dos Francisco de (¡iludo, J Ittib ***"
ir.niios escrita de ajena mano, y ürmada solamente por do» 1'ka.v de amanuense.» ( Kola de la cofia.)
EPISTOLARIO. Gil
informándome de lo que no podía saber bien de otra muerte del señor Juan de Espinosa, que tenga Dios
pluma. en su santa gloria; el otro, no hallarme en ese lugar
Yo quedo contentísimo con la relación de las honras; para asistir á vuesamerced y servirla en la soledad y
que según está impresa la postrera copla con que aca desamparo que forzosamente se sigue á tan gran pér
ba, es lástima que ñola imprimiese el maldito Diego dida. Su buen entendimiento de vuesamerced ha de
Díaz de la Carrera (—yo le perdono las dos Declama hacer mucho para darle el consuelo de que necesita,
ciones porque Dios me perdone); y no estoy tan mal con con la resignación en la voluntad de Dios , y la espe
las recuas, que quiera brumarlas con ellas (a). ranza en sus misericordias. Su divina Majestad se lla
Grande lástima me ha hecho la brevedad de la muer ma padre de huérfanos y juez de viudas. Estas palabras
te de Juan de Espinosa. Dios le tenga en su santa glo se le prometen á vuesamerced clemente. Suplico á
ria ; que por las noticias que tenia de los negocios y vuesamerced con todo encarecimiento , que si en algo
pleitos, y particularmente este de Cifuentes (que por la puedo servir con su excelencia , que lo haré con en
muerte del Conde da paso á la justicia llana que su trañable afecto.
excelencia tuvo siempre), ha de hacer Taita, hasta Ahi dejé embarazando á vuesamerced el desván dos
que otra persona se instruya en todo; que, por otra par baúles y una arca, clavada la cerradura, que conoce
te, verdaderamente deslucía mucho la asistencia con su bien la madre de Juan. Suplico á vuesamerced se sir
condición ; y á su excelencia , liado en su hacienda, le va de mandar que se entreguen á la persona que el
era cada año molestamente descortés. Yo, Señor, he señor don Francisco de Oviedo ordenare, por cuya
pagado hoy cinco reales de portes de solamente cartas mano envió á vuesamerced este pésame ; que su ex
de pretendientes, uno menos á propósito 'que otro; y celencia me da gran prisa que me vaya á convalecer á
me he corrido de algunos que se han atrevido á opo Sanlúcar, y me es fuerza llevarlos conmigo; y si lo
nerse. Solo uno me ha escrito de ahí , hombre docto que yo tengo porfiado, y aun lo escribo á su excelencia,
y letrado y de grande habilidad y clarísimo ingenio, me sucede, espero hacer á vuesamerced y al difunto
que es don Gaspar Cortés, relator del consejo de Orde un gran servicio. Guarde nuestro Señor á vuesamer
nes en la de Santiago; pero el oficio de agente hoy ced y la dé el consuelo de que necesita y yo deseo.
apenas se contentará con todo un hombre grande, sin De la Torre, y diciembre 12 de 1644.—Don Francisco
otro oflcio ni ocupación. Yo descansaré en el juicio de Quevedo Villegas.
que vuesamerced hiciere, que conoce mejor los suge-
tos que yo.
Mire vuesamerced por dónde ha querido Dios que CARTA CXL. *
yo le vuelva á ensuciar la casa con mis trastos. Hago A don Francisco de Oviedo.
saber á vuesamerced que dejé en casa de Juan de Es
pinosa dos baúles y una arca de libros y papeles de Yo he pasado los Alpes muchas veces y los Pirineos,
precio y estimación: el uno cuadrado, de baqueta, con cuando ellos mismos no pueden sufrir la nieve ni el
dos cerraduras; el otro, de baqueta, viejo, con otras hielo, y no he padecido tan rabiosa destemplanza de
dos cerraduras, de tapa comba y largo ; la arca, clava frío como padezco en este lugar. Hanse hecho en los
da la cerradura por falta de llave. campos y en las calles, que todo es uno, unas rimas do
Hase de servir vuesamerced , pues es mi amparo en nieve sobre hielo, y de hielo sobre nieve, que tienen
todo, de hacer dar esa caria mia á su mujer de Juan la vida de los hombres aterida, y hacen tiritar á las
de Espinosa, en que la envió el pésame, y la pido mismas ascuas. Considere vuesamerced cuál estará es
mande entregar á quien vuesamerced dijere los dichos te esqueleto.
baúles y arca ; que presto iré de escolla, si Dios quie Aquí han llegado ya todos los carros y muías que
re, y barreré de la caballeriza de vuesamerced esa fueron de esta tierra para la jornada de Torrecusa , y
inmundicia. Están los baúles en el desván de la casa dicen que él queda ya retirado en Badajoz; no sé quo
de Juan de Espinosa, y ha tenido cuenta con ellos la esto pueda haber sido con buen aire, aunque no haya
madre de Juan, de aquel criado que fué mió, que lo podido ser menos, puesto que se hace cargo á la pru
sirve. dencia de lo que no se previene en lo contingente.
Aquí es el Invierno terrible de hielo, y á mí me Confieso á vuesamerced que me da gran cuidado, por
tiene aun sin aliento para tiritar, inútil para ningún que en el quinto año de la tiranía del duque de Ber-
ejercicio del mundo ; con todo, voy dictando la Segun ganza, haberse frustrado el mayor aparato nuestro, á
da parte de la vida de Marco Bruto, y he de procu él le ha de dar mucho orgullo , y á los enemigos nues
rar que no pierda por segunda. Guarde nuestro Señor tros que le asisten nuevos alientos.
á vuesamerced, como yo deseo. De la Torre, y diciem Señor don Francisco, nadie se conoce en el mundo;
bre 11 de 1644.— Don Francisco de Quevedo Villegas. Juan de Molina , menos que nadie : él es un buen hom
bre , y platico en pleitos del arrabal , como los míos y
CARTA «1XXX X. ♦ otros tales; no tiene sino lo que junta de salario de los
tres ú cuatro que se le damos. Escribióme animosísi-
A la viuda de Juan de Espinosa. itiamcnte ; en este envióme dos cartas de favor por sí
Sobre mis muchas enfermedades y trabajos, quedo para su excelencia, una de Arrieta , y otra de Ortega,
con dos sentimientos muy grandes : el mayor, de la escribanos de cámara del Consejo; y es tal su desaten
ción y falta de estilo, que me envió una firma suya en
in) ¿Scrin lasdos Htclumnátua, ¡apresas! continuación del
blanco para que la llenase y la enviase á su excelen
Vareo Bruto, traduciendo e imitando i Séneca el retórico? cia. Mire vuesamerced si el diablo ha intentado que
(i 1 2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
un hombre como este, que pretende ser agente de su las noticias que tiene de las inteligencias de Joan de
excelencia , le escriba de mano ajena ; yo le volví la fir Espinosa y de los negocios), seria bueno enviar I dos
ma con alguna advertencia mal acondicionada. No ha Pedro de Figueroa, de quien siento y temo lo mhre
ijuedado hombre eu Madrid á quien no haya dicho que que vuesamerced. Pero, como se podía'remeátirtét!
pretende el oíicio y que ha de ser agente. Yo escribí dueño al olício buscando más despacio, no me parecí
¡i su excelencia de otros dos pretensores de buenas mal. Siempre he conocido y dicho que 9i Antonio L>
partes; empero le añadí qtie lo que mejor me parecía pez tuviera algo de más fuste y caudal, eramaií
era que su excelencia enviase persona de Sevilla, y propósito para todo, porque es muy virtuoso, nnt in
que me parecía que para el terremoto de ahora era á teligente, y está en las materias y se ha criado en (Se,
propósito don Pedro de Figueroa, del hábito de Al y siempre juzgará que importa muebo que con ale i
cántara, cuñado del mismo Juan de Espinosa , y que ha título sirva á su excelencia, y vuesamerced pueiesr-
andado con él eu los negocios y tiene noticia de todo. vírse dar autoridad á esto con su parecer.
Cuatro dias há que pasó por aquí el señor duque de Beso á vuesamerced su mano por el cuidado tp,
Lenua (o) para Lucena; y sirviendo á un criado suyo tiene de desayunar mi noticia con las nuevas dea
venía con él un muchacho que servia á Juan de Espinosa corte. Aquí he visto hoy una relación escrita por o
cuando murió, y me dijo tenían por cierto en su casa padre de Santo Domingo, que se halló en el ejérofe
que don Pedro Figueroa venia á él por la posta. Yo te en Badajoz, que, aunque es infamísima para lamo:?,
mo que su excelencia tiene grande y intrincada cuenta parece puntual y verdadera; y es dia por día, y Im
con el difunto, porque tenia á su cargo la paga de los por hora. Consuela al cabo con que á la primaren»
censos de la casa y otros acreedores, y entraban en su lia devolver por mar y tierra.
poder cada año infinitos ducados. Heme holgado muchísimo de que se haya voefc!
Confieso á vuesamerced que si vucsamcrced no es concertar el casamiento del señor marqués dePe&ü
tuviera ahí, que es el todo, y quien mejor lo puede con mi señora la duquesa de Uceda , porqoe ét a-
disponer y aconsejar, que sintiera hasta morir el no trambas casas soy criado de todo corazón , y siea[r
poder irá servir al Duque al i í eu lo que pudiere. me holgaré de ver que se unan en sí mismas (d
Yo beso á vuesamerced su mano, por el deseo que He hallado aquí un mozo muy virtuoso y doel,.■
tiene de encaminarme lo que saliere de nuevo de li me ha de ser de grande alivio y ayuda paral.:?
bros; yo no leo ni escribo, ni aquí hay arriero ni or quiero disponer que se imprima ; y ya empieza i S-
dinario; y si tuviera salud, me sobraba ricamente en bajar en algo, de que luego daré cuenta á tosjkí-
qué ocuparla para el estudio. ced, á quien me guarde Dios, como yo deseo. Vi i-
Si el tiempo me hubiera dado lugar, y la salud , ya nueva de los Infantes, y enero 8 de 6+5. — DoarV»
estuviera en buen estado la Segunda parte de Bruto, cisco de Quevedo Villegas.
porque estoy persuadido ha de preferirse al que s.ilió
primero. Nuestro Señor guarde á vuesamerced, como
deseo. De la Torre, y diciembre 19 de 164*.— Don CARTA CXLII. •
Francisco de Quevedo Villegas. Al mismo.
Mejor acogida he hallado en Vilianueva de tos te
1645. tes que en mi lugar, más compañía y mejor uta,1
un boticario amigo, docto y rico y buen cristo»», f«
CARTA CXLI. * son los tres liadores de la verdad de los botes. Bp
en Dios he de volver en mí presto.
Al mismo. I*)
Con este ordinario escribo á Pedro Cuello en p-
La porfía de mis enfermedades y lo riguroso de este del capellán de don Gabriel de Alarcon , qne es as-
invierno me obligaron á pasarme á Vilianueva de los ral deste lugar, y por eso acude á él el cirro «si
Infantes, donde quedo en busca de algún remedio de nario de aquí que va y viene á Madrid. Eoviofeápé
la botica y asistencia de amigos. Lo que lie hallado los cuatro Brutos de la segunda impresión, j le s*
muy á propósito á mi necesidad, con alojamiento muy que presto podré remitir algunas cosas ya «fe?»
abrigado, y voy sintiendo mucha mejoría, y espero en para que se impriman (<t).
Dios quo en desenojándose el año podré restituirme Aquí lia llegado orden de que se citen o en ffi
al uso desle miserable cuerpo. en lodo este partido; cosa que han oido cao deas-
En materia de la agencia, no he tenido respuesta suelo, pareciéndoles es para llevarlos.
de su excelencia á nada ; es verdad que yo le propuse
envíase persoua de allá, y si le parecía á propósito ( por (r) La duquesa deVceda doña Felicbe de Saudanltj-^
bija del valeroso don Francisco, II doque de Lertu, •'■" "
(al Don Luis de Aragón, VI duque de Segorbe, marques de marzo siguiente con el marqué» de Peiafiei don Gaspar I
Contares, casado con la /// duquesa de herma dona Haría Ana de Girón, que fué luego V duque de Osuna.
Sandoval y Rojas , biznieta del célebre favorito de Felipe III. (d) El mercader de libros Pedro Coett* sitia lab '"'
Karco Bruto en 1G-U; y al año siguiente hizo segunda »?<**■
\b) Todas las que siguen son de mano ajena, con la ilrma
muy temblorosa de Qüeveoo. que es a la que se refiere esta carta.
Huerto QutsvBoo.el mercader didiJt ettam|»c«kK>*"'''J
Al excelentísimo señor don Serafín Eslcbanez Calderón debo
traslado de estos veinte y nueve preciosos documentos, cuyos ori principales obras en prosa y en verso del gran estrila'. f '
ginales poseía casi a Unes del último siglo don Benito Martínez anos de 1GÍ8 y IG19 ^quizá dispuestas en parte por d rre?l*>'
Gómez Üayoso, archivero de la secretaria del despacito miversal Francisco, según se deduce de este y de los que •il*"*'*
de Estado, de cuyo escribiente son las copias. tautes documentos, desconocidos hasta boj.
EPISTOLARIO. 813
Yo temo que cargan muchas cosas de ocupación so De vuelta del carro remitiré á vuesamerced (en plie
bre vuesamerced, entre Perea y las cuentas de Espino go de Pedro Cuello, por el mismo camino) un pedazo
sa y el diluvio de desatinados pretensores; oinpero en limpio bien escrito y apuntado, que con otro trozo
vuesamerced no puede faltar á su excelencia, ni su que irá, creo será cosa de estimación; en tanto que,
excelencia tiene otra persona. Si Perea no se ha en á pesar de mi poca salud, doy fin á la Vida de Marco
mendado, harta flema gasta y bien retenido es en Bruto, sin olvidarme de mis Obras de verso, en que
obrar, con su poquito de confusión en el discurso. también se va trabajando.
Dios nuestro Señor me guarde á vuesamerced , co Guárdeme Dios á vuesamerced , como yo deseo. Vi
mo y cuanto deseo. Villanueva de los Infantes, y ene llanueva de los Infantes, y enero 22 de 645. — Don
ro 17 do 43. — Don Francisco de Quevedo Villegas. Francisco de Quevedo Villegas-.
(*) Véase la caria r.xxi. Vengóse del Cardenal Borja el papa (í) El duque de Medioacell éralo también de Álcali ;!<'¡r '
Urbano VIII en no despacharle las bulas del arzobispado de Tole rio don Florencio lo cita por esle segundo lítalo.
do, para el cual fue presentado por el Re;. Muerto el Pontillce (d) Del habito de Santiago, juez ordinario , vicaria J «**
en 10H , Inocencio X las expidió al instante. Pero el cardenal mu- general del partido de Villanueva de los Infantes.
rió a 28 ilc diciembre de este mismo año de 1645. le) En la original ni ano la firma es de QcitUO, si» * *
li) 45 de abril, dia de San Marcos, i .jue alude en la carta clxiv. criado, Francisco Gómez.
EPISTOLARIO. 617
CARTA CLVI. pigados en un año: liase cumplido el primer plazo
este mayo; tengo el dinero aquí, y con mi trabajo tun
Al mismo.
grande, sucedido en este mismo mes, no pude enviar
Grande merced me hizo vuesamerced con la gaceta con unos carros el dinero, ni en todo el lugar hay
del Duque, mi señor; que cuanto es de mérito en su quien me dé letra dello. Suplico á vuesamerced re
excelencia, es para mí de salud y medicina. Dios le guar presente este aprieto al señor don Pedro Pacheco (c)
de y rae le dejo ver. y al señor secretario Calzadilla, para que se suspenda
Turbadas y dudosas veo las cosas del mundo, y es el enviarme ejecutor por solos veinte dias que me pa
ta campaña con algunos inconvenientes. No hay peor rece podré yo tardar en llegar á Toledo; y podrá ser
estado en las repúblicas que peligros vecinos y pro enviallos mucho antes, porque mi ansia no es otra
mesas y socorros apartados. Quiera Dios que Rosas sino pagar. Guarde Dios á vuesamerced. — üon Fran
se baya socorrido: importará todo lo que vuesamerced cisco.
dice, por todas partes. En toda esta tierra no queda Si á vuesamerced le llevare estos mil ciento y tres
liuiubre ninguno que (a) ; y se teme que nin reales (la paga del oficio) un criado de mi señora do
guno llegue. ña María de Zaldívar, que se llama Marcos de Figuero,
Suplico á vuesamerced, cuando viere al Duque, los recibirá y dará recibo dellos, porque yo los he do
mi señor, del Infantado, le bese la mano de mi parte pagar acá luego con el aviso; y se servirá decir al se
;ior la merced que me hizo de alegrarse de mi resur- cretario Calzadilla, que esa es la paga, y al señor don
eccion, qi;e así la llamo yo; y vuesamerced me pon- Pedro Pacheco, para que no me hagan costas: que
;a álos pies de su excelencia. esto ha de hacer vuesamerced por un hombre que has
A Pedro Cuello le dará vuesamerced muchos reca ta la propia vida le desampara. Y si Juan de Molina ha
los mios, y le diga cuan cerca estuve de acabaran- blare á vuesamerced en esto, le dirá, porque no des
es mi vida que la de Marco Bruto. confié, que ello ha venido por orden de un amigo do
Tras todos mis trabajos, un criado mió, de dos que vuesamerced, no pudiendo venir por otro.
ruje, que se llamaba Diego de Lugo, gallego de na-
'iii, viéndome en el estado miserable de mi salud,
iie robó casi cuanto tenia, y el dinero particularmen- CARTA CLVI1I. »
e, que había menester harto, y otras cosas; y así, Al mismo.
mvio á Juan de Molina una requisitoria para que le
irendan si le toparen en Madrid (6). Guarde Dios Entre alborozo y temor aguardo la nueva de Rosas,
vuesamerced, como deseo. Villanueva, mayo 22 siendo verdad que el temor siempre se adelanta á acre
le 1645.— Don Francisco. ditar sus conjeturas. Dios nos asista por su miseri
cordia.
Mucho me holgaré vuesamerced me avise quién es
CARTA CLVJI. * el agente nuevo del Duque, mi señor; que cosa que
Al mismo. su excelencia, con su gran juicio, ha premeditado
tanto, será una cosa muy escogida, y la que será con
El señor Vicario me leyó la carta que vuesamerced veniente ; y si le ha quedado alguna cosa al buen An
3 respondió al aviso de mis trabajos, en que conozco, tonio López.
orno en todo, cuánto debo á vuesamerced, Dios me Yo quedo mucho mejor con la fuente, aunque con
i guarde. La fuente que me he hecho en el brazo iz- unas dos apostemillas que se me han hecho, una so
uierdo me purga de manera, que es cosa de admira- bre el pecho derecho y otra en el otro lado, que van
ion y alivio de todos mis achaques, que ya le siento. madurando, la una con más prisa que la otra, cou lo
II médico que me cura, que es grande, me obliga á cual dicen no tengo peligro alguno; que no aguardo
ue deje el camino del Andalucía y vaya á Toledo, otra cosa sino que se abran para ponerme en camino
or ser más corto y más llano el camino ; y el cielo, para Toledo, porque del temple de Granada y hume
unque no tan regalado como el de Granada , de mejor dad de las aguas detestan los médicos y cirujanos , y
imple para mi natural, y lo juzga por aire de Madrid, aprueban mucho el temple y aires de Toledo.
onde nací. Y así, aguardo á poder alentar un poco No me escribe vuesamerced nada del venerable con
ara partir luego cou la mejor comodidad que pudiere de de la Roca, que me dicen há muchos meses está
más despacio. en ese lugar; suplico á vuesamerced me avise en qué
Cada estafeta espero el socorro de Rosas ; quiera figura de demonio anda , que lo deseo saber. Y guarde
i¡os que sea en breve. Bueno fué el chiste de la mujer Dios á vuesamerced, como deseo. Villanueva de los
el soldado, que dijo que las rosas tenían espinas. Dios Infantes, yjunio á 5 de 1645. — Don Francisco.
íe guarde á vuesamerced, como deseo. Villanueva Sírvase vuesamerced dar la que va con esta al secre
e los Infantes, y mayo 30 de 1645. tario del señor Nuncio, si le topare en las librerías ó
Señor, yo compré un oficio en la Torre, de escriba- en palacio.
o supernumerario perpetuo, en doscientos ducados,
(f) Dvn Pedro Pacheco Girón, del consejo de su majestad en
(<i) Esli roído el papel ; solo hay hueco para esta 6 semejante los dos supremos de Castilla y de la General Inquisición. Este ca
ipresion : que no saquen. ballero fué quien hubo de costear en ltlis el libro del Parnaso es
.*, Llamábase el criado Diego Gajoso; j por esta deslealtad, en pañol, esto es, de las seis primeras musas de Queveoo ; y por ello
eodicilo de QuevtDo se le revoca la manda hecha en el testamen- le dedicó el librero Pedro Cuello la colección, ya muy rara , que
) de 26 de abril. se intitula Enseñanza entretenida.
618 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDÓ VILLEGAS.
CARTA CL1X Yo, Señor, esloy mejor de la postema del pecho,
débilísimo por lo mucho que purga, aunque ya es me
Al mismo.
nos ; y creo podré presto ponerme en camino para To
Yo quedo con algún aliento más, y disponiendo ne ledo, y descansar allí para irá ese lugar, donde estaré
para irá Toledo, y desde allí á ese lugar, donde lodo despacio y besaré á vuesamerced su mano, qne es lo
mi alborozo es ver á vuesamerced y besarle su mano. que más deseo. Guarde Dios á vuesamerced, como
Pocas esperanzas tuve siempre del socorro de Rosas. deseo. Villanueva de los Infantes, y junio 20 de 1645.
Conozco muy bien al señor don Melchor de Borja (a), — Don Francisco.
gran caballero y gran soldado; y le conozco desde el año
de 12, en que el señor duque de Osuna llegó á Sici
lia y le quitó las galeras con que le halló, y se las dio CARTA CLXI. !
á don Octavio de Aragón. Al mismo.
No debe de haber podido más, pues no ha hecho
nada; y ve vuesamerced cuan ajeno estaría yo de que Grandes aprovechamientos espirituales se han de
mi carta la había de ver el señor duque del Infantado, seguir con la ida del señor Obispo á Sigüenza; es lo
para que le moviese á hacer conmigo otra cosa que la más necesario y importante , yá nuestro duque parti
que hizo cuando le dediqué el Marco Bruto y se le di; cularmente. Yo aseguro que se le puede dar á su eice-
que aun no me dijo que Dios me diese salud ni que le lencia el parabién de que haya llegado este dia.
había leido. Yo quiero al Duque bien, de balde, y le Tener las victorias en otros reinos distantes jra
deseo todo gusto que su grandeza merece. mano de extranjeros, y las pérdidas y ruinas en cas,
Gran cosa es el silencio de la prisión del Protono- sieni[ire me pareció ruina, y no desquite. Diosasi>to
tarío y el de la prisión del duque de Medina-Sido- ásu majestad y á su santo celo, pues de todas parte
nia (6) . Nuestro Señor guarde á vuesamerced , como nos combaten.
deseo. Villanueva, y junio 13 de 1643.—Don Fran Yo quedo de la apostema abierta muy mejorado y
cisco. sin ninguna materia que mane; la otra creémosse
resolverá y vendrá á purgar por la misma abertura.
Yo no deseo cosa como salir deste lugar. Dios me lo
CARTA CLX. '
conceda, y me guarde á vuesamerced, como deseo.
Al mismo.
Villanueva, y judío 27 de 1645. — Don Francisco.
Grandemente he sentido la pérdida de Rosas; y
siempre tuve por cierto no se socorrería, con lo que
sucedió el año de 11 y 12 en Sicilia» don Melchor de CARTA CLXII. •
Borja, que con cédula de su majestad gobernaba aque
Al mismo.
lla escuadra : á quien se la quitó el Virey, sien
do su primo hermano, y se la dio, sin aguardar or Consolóme del no haber tenido carta de vuesamer
den, á don Octavio de Aragón, á quien el Rey nuestro ced la estafeta pasada, persuadirme habia ido acom
señor confirmó el título de capitán general de la es pañando al señor obispo de Sigüenza á su ciudad ;
cuadra, por razones que el duque de Osuna dio á su lugar. Las nuevas desta estafeta, que faltó carta de
majestad. Dígale vuesamerced al señor don Pedro Pa vuesamerced, fueron las de más novedad que ha ha
checo (beso su mano) que esta fué la primera causa bido; como no lo he sabido de su pluma de Tuesa-
por la cual el señor cardenal Borja persiguió hasta la merced, no me aseguro de ninguna certeza.
muerte al Duque, mi señor, de Osuna. Lo que se se Yo quedo para servir á vuesamerced, congojado cor.
guirá de la pérdida de Rosas no se puede exprimir (c). la cura de la apostema abierta, pero con la esperann
de que ha de ser remedio mió. Dios me deje ver i
(«) Hermano del célebre Cardenal , y en 1611 general de las pa vuesamerced, que es el voto que más deseo se roo
leras de Espaüa. cumpla. Guarde Dios á vuesamerced, como deseo.
[Ii Del prolonolarío de Aragón, don Jerónimo de Villanueva, Villanueva de los Infantes, y julio 2 de 1645.
ya se ha dicho lo bastante en el lomo i, pág. 111; y allí está lo a Ll dinero de la paga del oficio lia más de veinte das
que hace referencia esta carta. Fué preso por la Inquisición a 31
de agosto de 1611 y conducido i Toledo. le tengo en poder de los carreteros, y por no haber
El '.V duque de Medma-Sidonia , don Gaspar Pérez de Guzman, acabado de segar no han querido ir. Yo estoy rabiando
Silva y Sandoval, era hermano do doiia Luisa María, esposa del
duque de Rraganza, Juan IV, ai|ucl que se intituló rey de Por
por cumplir con el señor don Pedro.
tugal en 1610. Cuando el levantamiento del reino, soliviantaron
revoltosos a la casa de Medina-Sidonta para que se alzase con el
Andalucía, y de ello esparcieron voces por toda la Península. En CARTA CLX1I1. *
vano quiso el Duque desmentirlas con gallardas demostraciones
de heredada fidelidad : vióse preso ; de milagro y por la prepoten Al mismo.
cia del conde-duque de Olivares salvó la vida; y el mantener la
reputación costóle la ciudad de Sanlúcarde Itarrameda, la capi Hoy , día de Santiago, mi patrón y único patrón de
tanía general del mar Océano, costas y ejércitos dv Andalucía, España, se ha determinado do abrirme la «postema
abandonar aquel hermoso territorio y retirarse á acabar de vivir del lado derecho del corazón ; en virtud del dia espero
en Castilla.
te) Se entregó la plaza i Í9 de mayo, siendo su gobernador por buen suceso , si bien mi flaqueza es grandísima. L«
el Hey Caiólíco el maestro de campo don Diego Caballero de
llléscas, de la orden de Santiago (de quien se hace mención en la
carta mu), el cual, dos anos antes, por julio de 1613, tuvo un y franceses. En cuanto rindió la fortaleza fué preso y wwrnl'
feliz encuentro allí mismo eoulra las armas enemigas de catalanes en la cárcel de corte de Madrid.
EPISTOLARIO. 619
sucesos déla guerra me parecen á los de mi convale ese pagamento rruo me hizo del oficio; en fin, solo
cencia; salgo de un mal y entro en otro. Dios lo reme vuesamerced sabe ser amigo, y puntual y verdadero.
die, señor don Francisco ; que verdaderamente estas Dios me dé lugar para que pueda servir á vuesamerced.
cosas grandes ni se sanan ni se autorizan variándolas El domingo pasado me abrí la apostema postrera;
en las relaciones. ¡ha sido tanta la materia que estos tres dias ha salido!
Hame caido en gracia lo de que parió una mujer y yosieutoqueal mismo paso voy descansando; y to
por la boca un hijo, como si todos los gaceteros y dos dicen que con esta última medicina he de quedar
mentirosos no pariesen por la boca ejércitos y sucesos bueno, y presto. Déme Dios salud para servir á vuesa
y cosas notables. Pocas cosas pueden ser ya prodigio. merced, y me le guarde muchos años. Villanueva, y
Guarde Diosa vuesamerced, como puede y he menester. agosto 1 de 1645.— Don Francisco.
Encomiéndeme á Dios. Del suceso de la apostema
le daré cuenta. Guarde Dios á vuesamerced , como
deseo. Villanueva, y julio á 2b de 1645.—Don Fran CARTA CLXV. •
cisco. Al mismo.
La segunda postema purga desde el dia de Santiago,
CARTA CLX1V. • que se abrió , horriblemente en la cantidad de las ma
Al mismo. terias y en la mala condición dellas. Como la evacua
ción es por cuatro partes tan grande, verdaderamenfe
Bien memorable día debe ser el de la Magdalena, he sentido grande flaqueza; hasta de cuatro dias á esta
en que acabaron con la vida del conde de Olivares tan parte, que se ha despertado mucho en mi la gana de
tas amenazas y venganzas y odios que se prometían eter comer, con los perdigones nuevos, y muchos regalos
nidad (a). Señor don Francisco, ¡secretos de Dios gran que el señor arzobispo de Granada, Dios le guarde, fué
des son! Yo, que estuve muerto día de San Marcos, servido de enviarme con Pedro, el otro sobrino mió,
viví para ver el fin de un hombre que decia habia de que vino á verme, y yo me hallé muy contento con
ver el mió en cadenas. Grandes cosas se han de ver verle, por ser tan lindo mozo y de tanta virtud; em
entre el señor don Luis, la Condesa y el duque de las pero embarazado con él y su gente, y con la que Juan
Torres, que todo está lleno de donaciones irrevoca tenia aquí (c). Y así, los envié á Granada á entrambos á
bles entre vivos que hizo el Conde (6). dos juntos, para que Pedro me aguarde allí, porque he
Beso á vuesamerced la mano por la que me hizo en determinado, en estando bueno, ir allá en la litera del
señor Arzobispo, sin ser posible excusarlo ; y desde allí
(a) AI conde-duque de Olivares dióle su última enfermedad en llegarme, antes que cierre el Invierno, á Sanlúcar, á
Toro, i 13 de julio, y dijeron fué la causa una carta que recibió besar la mano al Duque, mi señor. De todo daré cuenta
en 10 de este mes. Cuatro dias estuvo sin juicio, volvió en si, ad-
ministráronsele los sacramentos, mas apretando la calentura, es ú vuesamerced primero.
piró á las nueve de la mañana del sábado 22. En una carta de De ese lugar unos llenan depiedras, losas y guijarros
aquel tiempo se lee lo siguiente: las entrañas y lo interior del Conde- Duque, otros dicen
• Abriéronle al punto para embalsamarle, y por haber enviado
á Valladolid por lo necesario, le tuvieron asi hasta el domingo 23 :
que le hallaron culebras y serpientes en el buche,
sacáronle mas de un gran cántaro de agua que tenia en el buche. Kl otros agua, en todas las cavidades del cuerpo cal y
redaño, por dicho del médico, era el mas singular que ha vis arena muchísima ; y yo creo que habría de todo. Vue
to, pues pesó doce libras ; tenia la asadura dañada, y el coraion samerced tenga cuenta con que , por otro camino,
mayor que jamás se ha visto en hombre , y con algunas pintas ne
gras de sangre, que califican la sospecha del veneno. Tuviéronle muerto ha de meter tanta bulla como vivo, y dar tanto
a vista del pueblo el dia siguiente, lunes 44, en una sala no muy en que entender.
grande, y en ella tres altares y la cama donde estaba el cuerpo, Lo que en palacio temen, que vuelva d ser camarera
arrimada á la pared debajo de un dosel, que, asi como la cama , al mayor la Condesa, es la mayor locura que ha pasado
mohada y colgadura de la sala, era de una materia muy rica. En-
viósela habrá tres meses el duque de Medina de las Torres , su yer por la cabeza de nadie, porque nunca vino menos á pro
no y hechura , desde Ñapóles, donde era virey. Estaba sobre un pósito que ahora, que viene viuda.
paño brocado, con calzón y ropilla de tela nacarada y oro, bota El señor don Luis (d) hizo muy bien en irse adonde
blanca y espuela dorada, pero de armas muy lucientes, y guantes
bordados, sombrero blanco con cuatro plumas leonadas, manto pueda asistir á su justicia y á la razón que tiene.
capitular de Alcántara, y el bastón de general. Asi le tuvieron has. Alcur me parece que poco á poco hará lo que le con
la las doce de la noche , y le llevaron á la iglesia de San Ildefonso, viniere á él, aunque cieguen todos sus caballos; que
donde le pusieron en una caja de terciopelo negro con galones de
oro r clavazón dorado , metido en la misma tribuna en donde siem
pre oia misa. Descubrieron la telliza, y colgáronla de bayetas.
Asisten de dia y de noche , sin faltar un punto , dos criados con y plenipotenciario único para la paz de los Pirineos. Era sobrino
capuces y hachas amarillas en las manos , y cuatro religiosos por carnal del favorito, hijo de una hermana.
la parte de afuera; y en todos los altares incesantemente dicen El duque de Medina de las Torres, ocioso es recordar que estuvo
misas y responsos todas las religiones que hay en aquella casado con la hija única del valido , y que este le amó con mayor
ciudad , por su alma ; y también asiste el cabildo de la santa igle extremo que á un hijo propio.
sia colegiata. Estará asi hasta el sábado 29 de julio, que se espe (c) Don Pedro Aldrele Carrillo Qttevcdo y Ifillegas, colegial del
ra la orden de su majestad para poderle llevar á su entierro de la mayor del Arzobispo y segundo señor de la Torre de Juan Abad,
villa de I.ocches.i—En efecto, la Condesa vino con el cuerpo de y don Juan Carrillo y Aldrele, caballero del hábito de Santiago,
so marido a esta villa, y le depositó ea el convento de monjas de capitán de corazas en el ejército contra Portugal, eran hijos de
Santo Domingo, que habia fundado. doña Margarita , hermana de nuestro dos Francisco. Este quería
(*) Este señor don Luis que cita Quevedo, es don Luis Méndez mas al primero por literato y le dejó su hacienda ; pero al otro
de Haro y Sotomayor, marqués del Carpió, duque de Montoro, su armería.
I negó II conde-duque de Olivares, marqués de Eliche, gentilhom (o°) Don Luis Méndez de Haro, VI marqués del Carpió, sobñno
bre do Felipe IV, su primer ministro, generalísimo de sus armas y sucesor del conde-duque de Olivares.
620 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
él ha sido tan dichoso en nuestros descuidos, que se d ul anea á sus pies, y diga que no le escribo por so
puede temer esto y mucho más (a). cansarle ; que yo no he menester más de la honra que
¡Bien se acuerda vuesamerccd de la ansia con que me hace.
cada vez que le topaba en la calle Mayor á vuesamerced Señor, nunca he visto ni leido buen suceso entre
don Pedro de Neila, le daba gran prisa por las bullas dos capitanes generales de un ejército; y esta ha sido
del señor obispo de Sigüenza, y aquella hambre mi- invención de que usó mucho el conde de Olivares,
trina, como canina, con que á mí me escandaliza con que lo erró todo. Plegué á Dios que las cosas de
ba (6); y esto, habiendo yo visto que, habiendo adqui Cataluña y de Aragón sucedan con más felicidad que
rido toda la hacienda y puestos que tenia siendo fraile hasta ahora.
de su orden, ya hombre de setenta años pudo con él El haber su majestad , Dios le guarde, hecho mer
tanto la vanidad descaminada , que pidió y tomó hábi ced al señor don Luis del título de conde-duque (que
to de caballero! Mire vuesamerced ¡qué partes estas el de duque es de lo acrecentado), y de aquella gran
para persuadirme que seguirá las pisadas del señor deza de primera clase con tantas prerogativas , es se
obispo de Segovia (c)! ñal que su majestad va apartando de don Enrique (d),
Yo tuve carta de su excelencia , larga , pero no me á mi ver con suma justicia , todo cuanto el condede
dice nada de los casamientos; y me espantaría mucho Olivares quiso hacer en él. Yo confieso á vuesamerced
no hubiese dado cuenta á sus parientes eu Madrid, y que me he alegrado de ra merced que su majestad ha
puede ser la causa haberse descaminado el pliego, hecho al señor don Luis, porque le tengo por buen ca
porque esto de las estafetas anda de manera, que han ballero , y sirve al Rey en lo que le manda, y no pre
venido más de tres pliegos de esa corte para su exce tende que el Rey le sirva á él.
lencia en Sanlúcará esta casa, con que se han deteni Yo, Señor, desde el dia de Santiago, quemeabne-
do más de veinte dias. Nuestro Señor guarde á vuesa ron esta postema, hasta hoy, purga tanta matera,
merced, como deseo. Villanueva de los Infantes, 6 de que están admirados los médicos y cirujanos de que
agosto del 645. haya podido vivir. Ya, gloria á Dios, voy mejor, y
De nada estoy tan cierto como de la grande merced alentándome en la gana de comer y en todo. Quiera
y honra que el señor don Pedro Pacheco me hace y Dios darme salud para que pueda mostrarme recon»-
hará ; y asi , suplico á vuesamerced me conserve en su cido á tantas honras y mercedes como recibo de vuesa
memoria y en su gracia. — Don Francisco. merced, á quien me guarde Dios, como deseo. Villa-
nueva de los Infantes, 15 de agosto de *645.— Do«
Francisco.
CARTA CLXVI. ♦
Al mismo. CARTA CLXVU. •
¡ Qué cierto estoy yo de la merced que el señor Ber Al mismo.
nardo de Oviedo me hace y desea hacer! Por lo cual
suplico á vuesamerced me ponga con todo el afecto Bien justo fué que un rayo enseñase crianza ala ca
sa de Tejada, quitándole la montera de la torre al
(«1 Álcur escribe con rudeza el amanuense. Enrique de Lorena, alaud del Coude-Duque ; pero no es tiempo de que yo
conde de Hanourt, de 19 ¿unís, blzose ya notable en la famosa adjetive estas cosas ni discurra en ellas.
batalla de Praga en 1620; peleó contra los hugonotes en Pas-de- Muy malas nuevas escriben de todas partes, yniuy
Suze ; capitán de una lloüll.i, apoderóse de Oristani , en Ordeña,
arrebatando i los espadóles las islas de San Honorato y San'a rematadas; y lo peor es, que todos las esperaban asi.
Margarita. Dos ailos después, en el de 1639, sucede al cardenal Esto , señor don Francisco , ni sé si se va acabando ni
de la Valette eu el mando del ejército del Pianioutc; arrasa á Ca si se acabó. Dios lo sabe; que hay muchas cosas que,
sal , cae sobre veinte oiil españoles delante de Quicrs, estrecha á
Turin, y logra que aquella ciudad capitule. Su valor y fortuna im pareciendo que existen y tienen ser, ya no son nada
pulsaron á Luis XIII de Francia a confiarle en 1645 la guerra de sino un vocablo y una figura.
Cataluña, en reemplazo del mariscal de la Mota ; pero le venció el Hurto deseoso estoy de saber estos casamientos que
genetal cspaflol, marqués de Leganés, haciéndole huir delante de vuesamerced me escribe, qué fin tienen ; que ya se
Lérida y cogiéndole sus bagajes y callones. No fué más dichoso
el gran Conde, que vino por la posta á sucederley puso el pié en ve Cuánto me holgaré que sean felicísimos.
Barcelona á 15 de abril de 1617. Yo no sé qué le da cuidado al señor duque del In
D'tlarcourt, trasladado á Flándes, tuvo allí menos adversa la fantado de la impresión de mis obras, pues aun una
suerte; pero dividido el reino en parcialidades, cuando la menor que le dirigí razonable no la leyó ni me dijo nada, si
edad de Luis XIV, primero hostilizó la facción de los principes
ambiciosos, y luego Ja Itegencia. Derrotóle el mariscal de la Fer era buena ú mala ; cosa de que yo no me quejé ni roe
ie; obluvo el perdón y el gobierno de Anjou, pero en la abadía de quejaré.
Ilojaumonl espiró de una apoplejía, á 25 de julio do l(¡W¡. Suplico á vuesamerced me encomiende al señor
(*) Oviedo, como secretario de su majestad, tuvo que entender Bernardo de Oviedo, que es lo que me importa.
en tales bulas.
(<•) ¡ton l'nlro ilf Nrila, natural de Gallinero, jurisdicción de Guarde Dios á vuesamerced , como deseo y lie menes
Soria , doctor en cánones , fué catedrático de Salamanca , y en Si ter. Villanueva de los Infantes, 21 de agosto de 1643.
cilia tuvo cargos importantes. Presentado en 1643 para la mitra
de l'alermo, y no despachadas las bulas, al ano siguiente de 44 — Don Francisco.
se vio electo obispo de Segovia. Esta diócesis había vacado por
promoción á la de Sigüenza , del docto , .limosnero , y venerable (d) De ion Enrique Felipet ie Cumian harto hallatí el lecior
dominicano don fray Pedro de Tapia, insigne' catedralien de Al
en nota á la carta cvu.
calá de llenares.
Don Pedro de Neila, en efecto, pidió y tomó septuagenario el há
bito de caballero en la orden de Calatrava.
EPISTOLARIO. G2I
CARTA CLXVII1. La memoria de la ílo.a me la envió su excelencia
por mayor y menor; que mj parece que la parte que
Al mismo.
á su majestad toca tendrá en cada peso ocho mil
Remito á vuesamcrced la respuesta a la carta inclusa acreedores.
que á vuesamerced le dio don Francisco Chacón para Yo voy mucho mejor de la postema postrera, pero
que me la remitiese ; y así , me haga vuesamerced mer muy flaco. Espero en Dios y en su bendita Madre, que
ced de darle la respuesta para que la encamine. he de esforzarme muy presto para pasar á Granada, y
Extraña cosa se me hace creer que trescientos caba desde allí á Sanlúcar á ver á mi amo y á sus hijos.
lleros de Malta (aunque sean franceses, que no hay Plegué á Dios que su gran padre los vea en el estado
más que decir) se resolviesen á renegar de Jesucristo que merecen, y me guarde á vuesamerced para alivio
y á entregar al turco á Malta; cierto, Señor, que se me y consuelo mió. Villanueva de los Infantes, 29 de
hace cosa dura, pero entre franceses todo puede ser. agosto de 1645. — Don Francisco.
Mucho temo que Alcur acabe mejor la campaña que
la empezó ; plegué á Dios que él y los suyos sean con
fundidos. CARTA CLX1X. *
Por lo que vuesamerced me escribe de las sillas
Al mismo, ¡i)
del marqués de Villafranca y del señor don Luis de
Haro, y de lo que el señor marqués de Villafranca le Pocos renglones dictaré , por quedar muy afligido y
dijo, me persuado que es verdad una relación por ho flaco sumamente de una disenteria que me ha sobre
ras que vino de persona de mucha importancia, ver venido, y no la puedo atajar. Vuesamerced me ha de
dad y religión, en que dice de las causas de la muerte encomendar á Dios , que es el mejor oficio de los ami
del conde de Olivares; y la principal y única dice que gos ; y suplique de mi parte al señor Bernardo de Ovie
fué venirle una carta de Zaragoza, en que le certifica do me haga esta misma caridad y merced.
ban que al señor don Luis de Haro le apartaban del lado Perdóneme vuesamerced que no discnrra'en cosa
del Rey,y que en su lugar sticcdia el marqués de Villa- de las guerras ni de las paces; que pareciera ociosi
franca (a). En leyendo este nombre es certísimo que le dad, ajena del peligro en que me hallo. Dios me ayu
dio el parasismo con que acabó: porque se dio portan de y me mire en la cara de Jesucristo, y guarde á
acabado y perseguido sin orilla, como lo habia sido el vuesamerced, como deseo. Villanueva de los Infan
marqués de Villafranca suyo , y toda la casa de Toledo. tes, S de setiembre de 1643. — Don Francisco.
n* nrt. EPISTOLARIO.
DOCUMENTOS. <0)
DOCUMENTO PRIMERO. * María de Villegas ; y (Jue por tales han sido y son ha
bidos y tenidos, y comunmente reputados. Y que así
Nobleza del linaje de Quevcdo-Y'illcgas. (í) unos como otros han sido y son vecinos y naturales
del dicho lugar de Barcena y del de Bexorís, en esto
Información. — En el lugar de San Vicente del va dicho valle : y lo sabe el testigo por haberlo visto en
lle de Thoranzo, á diez dias del mes de julio de mil el tiempo de su acordanza , oído y entendido á sus pa
setecientos y tres años, el dicho don Manuel de Que dres y mayores , además de haber conocido hasta sus
vedo, vecino del lugar de Barcena y villa de Madrid, abuelos , de vista , trato y comunicación. Y sabe que
para prueba y averiguación de lo contenido en el pe así unos como otros , por ambas lineas , han sido y son
dimento por su parte presentado, presentó por testigo cristianos viejos y limpios de toda raza infesta, ni pe
á don Antonio de Villegas, vecino de dicho lugar; del nitenciados por el santo olido de la Inquisición ni por
cual su merced de dicho señor Gobernador tomó y re otro tribunal, ni de los nuevamente convertidos á
cibió juramento por Dios nuestro Señor y una señal de nuestra santa fé católica ; caballeros hijosdalgo , noto
cruz, en forma íle derecho. Y habiéndole hecho bien rios de sangre, según fueros de España y descendien
y cumplidamente, como se requiere, prometió decir tes de las casas solariegas é infanzonas y conocidas (1)
verdad ; y siendo preguntado al tenor de dicho pedi de sus apellidos ; las cuales están sitas y fundadas
mento, que le fué leido, dijo : «Que conoce al dicho en este dicho valle y sus lugares, como lo es la casa
don Manuel que le presenta , y sabe es vecino y natu y solar de Zerceda, de guien fué señor y mayor don
ral del dicho lugar de Bárcvna , y como tal se halla ele Francisco de Quevedo-Villegas , caballero del arden
gido este presente año por alcalde de los caballeros de Santiago y señor de la Torre de Juan Abad, cuyas
hijosdalgo del, cuya tenencia sirve actualmente, por proezas son notorias en este reino por su grande eru
su nombramiento , don Diego Bernardo de Cevallos, dición y letras, dignas de eterna memoria; quien fué
vecino del dicho lugar. Y sabe es hijo legítimo de don sobrino carnal de don Juan Gómez de Queuedo, ter
Francisco de Quevedo y doña María Pacheco, difunta; cero abuelo del que le presenta , por haber sido herma
nieto legitimo de don Juan de Quevedo y doña Luisa de no entero de don Pedro Gómez de Quevedo, padre del
Busiatiiante, por línea paterna; y por la materna, de dicho don Francisco, y quien sabe el testigo dejó de
don l'edro Pacheco y doña Esperanza de Castañeda, limosna á la parroquial del lugar de Bexorís (2) , donde
ansí mismo vecinos y naturales del dicho lugar de era su nacimiento, grandísimas alhajas de plata de
Barcena. ¥ biznieto legitimo de don Juan de Quevedo muy costosos precios, y vestimentas para el culto divi
y doña Mencia de la Vega; y tercero nieto de don Juan no, como son lámparas, viriles, cálices, patenas, sal-
Gómez de Quevedo y doña María de Zevallos ; y cuarto
nieto legitimo de don Pedro Gómez de Quevedo y doña di que todas están sitas y fundadas en el dicho valle y lu
gares de Barcena y Dexorís ; como lo es la casa y solar de Queve
do, que esta fundada ni la eminencia del barrio de Zerzcda,
(a) Inéditos son casi todos y de nulidad sama para esclarecer que media entre los lugares referidos de la cual y sus mayo
la vida del insigne escritor y muchos sucesos de su tiempo. At razgos fué señor y mayor, etc. (—Bartolomé Fernanda de la ¡Ier
disponer y dirigir su publicación, he tonillo a l.i vista ya los mis ran, de ochenta y un años.)
mos documentos originales, ya esmeradísimas copias'dc los que la casa infanzona de Quevedo, de Zerceda, que media en
disten en Si:i:ancas Heno estas al celo y bizarría del digno ar tre los lugares dichos de Rárccna y Bejorls, etc. (—Don Fernando
chivero general don Manuel García González, y de los entendidos de Rueda Cevallos, de sesenta y seis años, i
otlctales del propio establecimiento don Francisco Díaz y Sánchez Vejorts, que distan medio cuarto de legua en este dicho
y don Juan Manuel Helio. Logré disfrutar aquellos en virtud de li valle de Torauzo.
cencia compéleme, bien como individuo de la real Academia de la La casa de Quevedo está en la eminencia del barrio de Zerce
Historia , bien como olicial de la secretaria de Gracia y Justicia, da , con sus escudos de armas. De cuyo mayorazgo , casa , seño
au:urizado para compulsarlos en los archivos del suprimido con río y reutas y demás prcheminencias fué seflor y mayor do»
sejo de Castilla , del tribunal especial de las Ordenes militares y Francisco de Quevedo-villegas, caballero del Orden de Santiago
del tribunal supremo de Justicia. Finalmente al pié se indicaba y sefior de vasallos de la villa de la Torre de Juan Abad , cuyas
procedencia de los papeles y datos que no pertenecen a ninguna memorias se deben escribir en láminas de bronce por su granito
de t-sl-s dos clases. calidad y letras, cuyos escritos permanecerán eternos en el mun
Una ' determina lo nunca impreso. do. ( —Don Francisco de Agüero, de setenta años.)
El documento que carece de epígrafe tiene por materia la mis (2) que está pecante al de Barcena, muchas alhajas de plata y
ma del anterior. ornamentos, lámparas y otras cosas que hoy permanecen para el
;*i Sacado del tanto de la información ad perpetúan , que prac culto divino en dicha iglesia , con el rotulo de su nombre , pendo
ticó por los afius de 1705 y 1101 don Manuel de Quevedo , y que nes, vestimentas y casullas de mucho coste. ¡— Uiyuel Calderón,
boy guarda auténtica don José licriberto García de Quevedo. vecino de barcena, de sesenta y ocho aiífs.)
Para ella presentáronse nueve testigos de mayor ecepcion ; re después de otras muchas obras piasy limosnas, grandísi
gistráronse con intervención judicial, a presencia délos regido ma cantidad de plata labrada de supremo valor y precio, como
res y procuradores generales, el archivo del valle de Torauzo, son lámparas para luminaria del Santisjmo Sacramento, blando
depositado en el lugar de Santlnrde; los libros parroquiales de nes, canileleros, copones, viriles, cálices y patenas, cruces, sal
Barcena y los oficios de escribano de Bejorls; y se compulsó villas y vinageras, incensarios y relicarios para administrar sa
■nna copia , sacada en iStii , del testamento y codicilo del famoso cramentos , pendones , mangas de damasco de seda de diferentes
DCH Fkaücisco ni Ql EVEDO». colores, casullas bordadas, vestimentas y otras muchas alhajas,
Al pié de la primera dechracion de testigos, pongo por variab con que hoy actualmente se sirve el culto divino. (—Don Francisco
le las diferencias mas notables de las oirás. de Agüero.)
624 OBRAS DE RON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
villas, vinagerns, incensarios, cruces, pendones de plata labrada, con que hoy se sirve el eulto divino con
damasco encarnado, mangas de lo mismo de diferentes mucho lu9tre y decencia; y todos sus antepasados, con
colores, casullas de mucho precio, con todo lo demás la no'ileza de la sangre, juntaron el celo de la religión
necesario , con que sabe el testigo que hoy actualmen cristiana.
te se está sirviendo la dicha iglesia parroquial de di Por los Villegas tuvo don Francisco por sus ascen
cho lugar. Y que todos los referirlos, como tales caba dientes á Pedro Ruiz de Villegas, adelantado mayor de
lleros , han obtenido y regentado todos los oficios y Castil'a y señor de Muñón y Caracena, que casó con
puestos honorosos que" se dan y distribuyen á los de¿ Teresa de Vega, luja única de Gonzalo Ruiz de la Ve
más caballeros hijosdalgo en este dicho valle y hipar ga el del Salado. ¥ también á Sancho Ruiz de Ville
referidos (1) , como descendientes de las casas solarie gas , comendador de la orden y caballería de Santiago,
gas. Todo lo cual sabe el testigo por haberlo visto, capitán de la guarda del rey don Juan el Segundo,
oido y entendido á sus padres , abuelos v mayores , y corregidor de la ciudad de Alcaraz; el cual estuvo ca
personas ancianas , además de ser todo público y noto sado con doña María Andino, é hizo muchos y muy
rio, pública razón y fama y común opinión, sin cosa señalados servicios á la corona de Castilla. Y asimismo
en contrario. Esto dijo ser la verdad y lo que sabe para lo fué don Alonso Ortiz de Villegas, caballero de Tole
el juramento que fecho tiene ; en el cual se afirmó y do, de quien descienden los marqueses del Villar, el
ratificó, y lo firmó junto con su merced, dicho dia, cual de su nobilísima mujer doña María de Silva tuvo
mes y año dichos , en presencia de mí el presente es por hijos á don Diego Ortiz de Villegas, que pasóá
cribano ; y dijo ser de edad de setenta y ocho años, Portugal por confesor de la princesa doña Juana; y el
poco mas S menos tienpo. — Licenciado don Jacinto rey don Juan el Segundo de aquel reino le hizo su ca
Saravia de Rueda. — Don Antonio de Villegas.—Ante pellán mayor y obispo de Ceuta, y lo fué después de
mí. — Francisco González de la Concha. Viseo. Y también á doña Mencía de Villegas, que caso
con Pedro Fernandez de Villanueva, descendiente de
DOCUMENTO II. * don Luis de Villanueva, muy nombrado en las histo
Blasones de osla familia, («) rias de España. Pasando después estos caballeros á
Portugal, llamados del obispo don Diego Orüz de Vi
Escudo trino, partido en pal de alto abajo. Llena la llegas, su hermano, asentaron casa en Moura, y el rey
mitad , ó sea el primer cuartel un pendón con su asta, don Manuel honró mucho á sus hijos. El año de 1536 el
parle blanco y parte rojo, en campo de plata. Kn la rey don Juan el Tercero, en remuueíacion de los ser
otra mitad tres Uses de oro en campo azul, puestas vicios que le hizo su nielo Pedro de Villanueva, le dio
en fautor, componen el segundo cuartel ; y el tercero, nuevas armas, que son una serpiente, llamada tiro, de
caldera en plata. La celada á la mano derecha. oro, con pintas negras en campo verde, y por timbre
medio tiro del mismo color, que están registradas en
DOCUMENTO III. el archivo real de aquel reino, que llaman Torre de
Padres y abuelos del escritor. (i) Tombo. Es su legítimo descendiente don Diego Bnri-
quez de Villegas, caballero y comendador en el orden
Su padre fué Pedro Gómez de Quevedo, secretario de Cristo, capitán de corazas, muy conocido por so
de la señora reina doña Ana , mujer del señor rey don calidad y escritos, y fué estimado de don Francisco
Felipe 11, en cuya ocupación dio singulares muestras por su pariente y amigo, y mucho mas por sus tetras
de su entendimiento, sazonándolas siempre con pie y erudición.
dad cristiana; y lo había sido antes de la señora empe La familia de su madre no fué menos ilustre, porque
ratriz Muría, en Alemania, con tanta salisfacion , que ol apellido de Santibañez es muy antiguo en el misa»
en abono de sus servicios y mérito, escribió una carta valle de Toranzo, donde fué su origen , aunque doña
al prudentísimo Rey, su yerno , desde Praga, á 29 de María nació en Madrid ; y fueron sus padres Juan Gomei
agosto de 1578, mostrando la mucha estimación en de Santibañez Cevallos, natural de San Vicente de To
que le tenia. Fué su madre doña María de Santibañez, ranzo, aposentador de palacio de la señora Emperatriz,
que asistiendo desde sus tiernos años 6. la cámara de á quien el año de 1566 le asentaron plaza de contino
la Reina, no le embarazaron las exterioridades de la de la real casa; y doña Felipa de Espiuosa y Rueda,
corle el intento de formar su interior con frecuentes n.itu-al de Madrid y azafata de la Reina , entrambos de
oraciones, ayunos y otras obras religiosas, haciendo noble prosapia y descendencia.
de su pecho una celda, y de palacio un convento. Tuvo don Francisco tres hermanas : la mayor se lla
Tomando después estado, no intermitió este modo de mó doña Margarita de Quevedo, que casó con don
vivir, antes lo acrisoló mayormente, haciéndose espejo Juan Aldrele y San Pedro, caballero del orden de San
de casadas, como lo bahía sido de doncellas, llevando tiago y caballerizo de su majestad ; de cuyo matrimo
el yugo del santo matrimonio con su marido muy con nio nacieron don Juan Carrillo y AJdrete, caballero <tó
corde, con los domésticos apacible, y con sus hijos hábito de Santiago, en quien igualmente se compilen
cuidadosa , mandólos con la leche del temor de Dios. prendas muy ventajosas de entendimiento y valor,
En ambos concurrieron prendas de muy antigua calidad como lo ha moslrado en todas ocasiones, y ahora sir-
y nobleza, pues el secretario Pedro Gómez de Queve riendo el puesto de capitán de corazas en el ejército
do fué hijo de Pedro Gómez de Quevedo y de doña conlra Portugal; y don Pedro Aldrete Carrillo Quevedo
María de Villegas, el uno natural de Bejorís, y la otra y Villegas, colegial del mayor del Arzobispo, y segun
de Villasevil, en el valle de Toranzo, donde los Queve do señor de la Torre de Juan Abad, por su virtud y
dos y los Villegas tienen sus antiguos y nobles solares. letras muy digno de sus mayores, y merecedor de
Juan Gómez de Quevedo, tío de don Francisco, deió cualquier puesto de su profesión.
& la iglesia parroquial de Bejorís gran cantidad de 1.a otra fué la madre sor Felipa de Jesús, monja
carmelita descalza en el convento de Santa Ana desta
(i) oemo unos de la primera nobleza dcsta montana y descen corte, religiosa de ejemplar y santa vida.
dientes de los ricos bornes de Castilla. {—Juan Comales Pacheco,
de ¡tríenla aitos.) La tercera y última tuvo por nombre doña Muría, y
<n Lindamente grabados en cobre, los osténtala portada del fué la primera que se cayó en flor del árbol de la viiia
P.tnrglrico ríe Juliano César, traducido al latín por Vicente Mari- perecedera, dando principio á la inmortal desde lo?
n-r, i-ilicion príncipe, de Madrid, por Pedro Tazo, ASÍS.
(í! Tavsia, Yiíla de don Francisco de Quevedo , impresa en 1GG3, primeros años de su edad y primer ensayo de su vir
l'jyina tí. tud.
DOCUMENTOS.— ANO 1599. 625
DOCUMENTO IV. * (o) «Sumulistae. Maestro Luis García.
»En 20 dias del mes de octubre... don (d) Francisco
Dox Francisco de Quevedo , natural de Madrid. Na- de Quevedo, de Madrid, t. d. (toletanae dioecesis)
:ió en Madrid. 16 (años. —Foja 14).»
Sus padres fueron Pedro Gómez de Qunvedo, nalu-
al de Bcjorís, en el valle de Toranzo, y doña María de
lanlibañez , natural de Madrid. Matrícula de la rectoría del señor doctor Guijarro,
Sus agüelos paternos fueron Pedro Gómez de Que desdi Sanct Lúeas del año de 97 en adelante, hasta
do el viejo, natural de Bejorís , y María Saenz de Vi- Sanct Lúeas venidero.
egas, natural de Villasevil, en el dicho valle. uLogici. Maestro Luis García.
Sus agüelos maternos fueron Juan Gómez de Santi- »En 20 dias del dicho mes de otubre... don Francisco
añez Ceballos, natural de San Vicente de Toranzo, y de Quevedo, de Madrid, d. t. 17 (—Foja 29).»
oua Felipa Despinosa y Rueda , natural de Madrid.—
ton Francisco de Quevedo.
1580. Matrícula de la rectoría del doctor Calvo. 1598.
«Physici. M. Ludovici García.
DOCUMENTO V. »En 20 dias del dicho mes de ottibre... don Fran
irtida de bautismo de don Francisco de Qnevedo-Villegas. (*]
cisco de Quevedo, de Madrid , t. d. 18 (—Foja 40).»
FIN DEL TOMO SEGUNDO DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ÍNDICE.
Pág.
DlSCOltSO PRELIMINAR. V Las cuatro pestes del mundo t las cuatro fantasmas di la
APROBACIONES Á LAS OBRAS DE OOK FRANCISCO SI QCEVIDO. XXV vida. — Invidia 101
Etocios DI LIS HISSAS XXXI Ingratitud 107
Ricistro de los MANUSCRITOS que se han confrontado Soberbia 118
para la impresión de este tomo segundo xxxvii Avaricia 1Í9
Cap. miv. —Que se ha de purgar de las malas inclinaciones. ■dvj Cap. ni.—Algunos otros avisos tocantes al hablar. ... 511
Segunda parte. — Capitulo primero. — De la necesidad de la Cap. un.— De los pasatiempos y recreaciones, y primera
oración id. mente de los lícitos y loables 512
Cap. 11.— Breve método para la meditación , y en primer lu Cap. xxni.—De los bailes y pasatiempos , lícitos , pero peli
gar de la presencia de Dios. Primer punto de la prepa grosos *•*
•2:1) Cap. muí.—Cuándo se puede jugar y danzar id.
ración
Cap. 111. —De la invocación. Segundo punto de la preparación. •171 Cap. xxnv.— Que es necesaria la fidelidad en las grandes y
Cap. iv —De la proposición del misterio. Tercero punto de la pequeñas ocasiones 314
preparación id. Cap. iiiv.—Que se ha de tener el espíritu justo y racional. . 513
Cap. v.— De las consideraciones. Segunda parte de la medi Cap. xxxvi.— De los deseos j*-
tación id. Cap. xxxvii.—Aviso para los casados 316
Cap. iiiviii.-De la honestidad de la cama nupcial. . 3IS
Cap. vi. — De las aficiones y resoluciones. Tercera parte de .->; •
la meditación 272 Cap. xxxix.—Aviso para las viudas
Cap. il.—Una palabra alas vírgenes 321
Cap. vil— De la conclusión , y ramillete espiritual id.
Cap. viii. —Algunos avisos muy provechosos sobre el sujeto Cuarta parte.—Capitulo primero.— Que no nos debemos
de la meditación id. bebecer con las palabras de los hijos del mundo. . il.
Cap. 11.— Para los desabrimientos que suceden en la medita Cap. 11.— Que debemos tener buen ánimo 3C
Cap. 111.— De la naturaleza de las tentaciones, y de la diferen
ción 273
Cap. x.—Ejercicios para la nía ua 11.-1 id. cia que hay entre el sentir la tentación y consentir en
ella 323
Cap. u. — Del ejercicio de la noche , y el examen de la con
Cap.iv.— Dos ejemplos importantes cerca deste sujeto. . . 324
ciencia 274
Cap. xii.— Del retrete espiritual id. Cap. v.— Dase ánimo y esfuerzo al alma que se halla en las
Cap. xiii.—De las aspiraciones, oraciones jaculatorias y tentaciones •' id.
Cap. vi.—Cómo la tentación y deleite pueden ser pecado. .
buenos pensamientos 27;
Cap. xiv.— De la santísima misa y cómo se ha de oir. . Cap. vil.—Remediospara las grandes tentaciones U.
Cap. xv.—De los otros ejercicios públicos y comunes. . '277 Cap. viii.— Que se debe resistir á las pequefias tentaciones. 346
Cap. xvi.— Que se han de honrar y invocar los santos. . . id.
Cap. ix. -Cómo se han de remediar las pequefias tentaciones, id.
Cap. xvii.—Cómo se fca de oír y leerla palabra de Dios. •27S Cap. 1.—Cómo debemos fortificar nuestro corazón contra las
Cap. xviii.—Cómo se han de recibir las inspiraciones.. . id. tentaciones ™
Cap. xii.— De la santa confesión 279 Cap. xi.—De la inquietud id
Cap. II.—Déla frecuente comunión 280 Cap. ni.— De la tristeza 3*
Cap. 111 Cómo se ha de comulgar 281 Cap. mi. —De los cunsuelos espirituales y sensibles y eó-
Tercera parle.— Capitulo primero.— De la elección que se de mo debemos gobernarnos en ellos
be hacer cuanto al ejercicio de las virtudes 282 Cap. nv. —De las sequedades y esterilidades espi rituales. . Si
Cap. 11 Progreso del mismo discurso de la elección de las Cap. xv.—Confirmación y aclaración de lo que se ha dicho,
virtudes 285 por un ejemplo Aotable
Cap. 111.— De la paciencia 2x4 Quinta parte. — Capitulo primero. — Qne debemos cada afio
Cap. iv.— De la humildad para lo interior 286 renovar los buenos propósitos por los ejercicios si
Cap. v.—De la humildad mas interior 287 guientes 334
Cap. vi.—Que la humildad nos hace amar nuestro propio des Cap. 11.— Consideración sobre el beneficio que Dios nos hace
precio 288 llamándonos á su servicio, según la protestación arri
Cap. vil—Cómo se ha de conservar la buena fama practican ba dicha •*.
do la humildad 289 Cap. 111.— Del examen de nuestra alma sobre el adelantamien
Cap. viii.— De la mansedumbre para con el prójimo, y reme to en la vida devota 335
dio contra la ira ?9l Cap. iv.—Examen del estado de nuestra alma para con Dios. 3.T6
Cap. 11.— De la suavidad para con nosotros mismos. . . . 292 Cap. v.—Examen de nuestro estado para con nosotros mis
Cap. 1.— Que se ha de tratar de los negocios con cuenta, mos .J.
pero sin congoja y cuidado 295 Cap. vi.— Eiámen del estado de nuestra alma para con nues
Cap. xi.—De la obediencia id. tro prójimo 33"
Cap. 111.— De la necesidad de la castidad 294 Cap. vil.—Examen sobre las aficiones de nuestra alma. . . id.
Cap. 1111.—Aviso para conservar la castidad 295 Cap. viii.—Aficiones que debemos tener después del eiámen.
Cap. 11 v,—De ia pobreza de espíritu observada entre las ri Cap. 11. — Consideraciones propias para renovar nuestros
quezas 29G buenos propósitos id
Cap. xv.—Cómo se ha de practicar la pobreza real, quedando Cap. 1.—Consideración primera.— De la excelencia de nues
con lodo eso realmente ricos 297 tras almas 35)
Cap. xvi.— Para practicar la pobreza de espíritu en medio Cap. m.— Segunda consideración.— Déla excelencia de las vir
la pobreza real 298 tudes iíl
Cap. xvii.— De la amistad, y primeramente de la mala y fri Cap. xii.—Tercera consideración.— Sobre el ejemplo de los
santos id.
vola 299
Cap. xviii. —De los amores vanos Id. Cap. mi.—Cuarta consideración. — Del amor que Jesucristo
Cap ni.— De las verdaderas amistades 301 nos tiene 339
Cap. H.—De la diferencia que hay entre las verdaderas y Cap. xiv.—Quinfa consideración. — Del amor eterno de Dios
vanas amistades id. para con nosotros id.
Cap. xv.—Aficiones generales sobre las consideraciones pre
Cap. ni.—Aviso y remedios contra lasmalas amistades. . . 302
Cap. xxii. — Algunos otros avisos sobre este sujeto de cedentes, y conclusión del ejercicio id.
Cap. xvi.— De los resentimientos que se deben tener después
amistad 303
Cap. xxiii. — De los ejercicios de la mortificación exterior. . 304 deste ejercicio 541)
Cap. iiiv. — De las conversaciones y de la soledad. . . . 30G Cap. xvii.— Respuesta á dos objeciones que puedea ponerse
Cap. xxv.—De la decencia de los vestidos 307 sobre esta introducción i'.
Cap. xxvi.—Del hablar, y primeramente cómo hemos de ha Cap. xviii.—Tres últimos y principales avisos para esta In
blar de Dios id. troducción id.
Cap. xivii.— De la honestidad de las palabras y del respeto
que se debe a las personas 508 LO QUE PRETENDIÓ IL ESPÍRtTD SANTO CO» EL LIBRO DE U SA