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AUTORES ESPAÑOLES.
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AUTORES ESPAÑOLES,
DESDE LA FORMACIÓN DFX LENGUAJE HASTA NUESTROS DÍAS.

OBRAS

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

COLECCIÓN COMPLETA,
CORRECIDA, ORDENADA E ILUSTRADA

POR DON AURELIANO FERNANDEZ - GUERRA Y ORBE.

TOMO SEGUNDO.

MADRID.
M. RIVADENEYRA — IMPRESOR— EDITOR,
CALLE DE LA VADERA, 8.

1859.
AL ILUSTRISIMO SEÑOR DON JUAN DE CUETO Y HERRERA,
CANÓNIGO DEL SACROMONTE DE GRANADA, CONSEJERO REAL DE INSTRUCCIÓN PUBLICA, INDIVIDUO DE NÚ
MERO DE LAS REALES ACADEMIAS DE LA HIÓTORIA , Y DE CIENCIAS MORALES T POLÍTICAS , JUEZ AUDITOR
SUPERNUMERARIO DEL SUPREMO TRIBUNAL DE LA ROTA.

Hace veinte y siete años que, muchacho yo, escolar en el Sacromonte de Granada,
recibía consejos, dirección y doctrina de un sacerdote, canónigo de aquella colegiata,
nomenos venerable por sus costumbres que por su saber y prudencia. Éranle ocu
pación continua y virtuosa el confesonario y el coro, la enseñanza de la juventud y
las misiones. Levantábase antes de rayar el dia, pasaba las primeras horas en el
templo, y la mañana en las cátedras del Seminario explicando lenguas sabias, fi
losofía clara y útil, derecho canónico, y la que llamaba Cervantes reina de todas
las ciencias. Luego servíale de descanso y esparcimiento el cultivo de un huerto
plantado por su mano, el asistir y consolar á los enfermos de aquellos contornos; y
á-\a tarde, el recorrer los cármenes deliciosísimos de las orillas de Darro en amena
conversación con algunos discípulos , ya sobre literatura, antigüedades é historia, ya
sobre ciencias físicas y naturales. La noche pertenecía al estudio. Mas holgadamente
daba lugar para todo la tranquilidad del espíritu , el buen orden y concierto del trabajo
y la oportuna distribución del tiempo á toque de campana. Cada año en Adviento y
Cuaresma salia con otros misioneros á predicar la palabra de Dios por los más aparta
dos confines de aquel antiguo reino, á enjugar lágrimas y socorrer miserias, á cortar
litigios y poner en paz familias desavenidas. Ni los cargos y vanidades por quien la
ambición se desvive le inquietaron jamás , ni en rehusarlos se detuvo cuantas veces le
fueron á buscar en su retiro. Allí escribía con lucidez y concisión una Historia literaria
de España , no ceñida á las bellas letras únicamente , sino abarcando todos los conoci
mientos que desde las edades más remotas se han cultivado en nuestro suelo; allí un
Diccionario geográfico de la España antigua, sin los delirios de caprichosos etimologistas
ó de personas interesadas ; allí con preciosos documentos la Historia de los dos Feli
pes III y IV y de Carlos II; y allí , en fin , metódicos tratados de química y física , de
teología y cánones, para la mayor enseñanza de sus discípulos. Por aquellos dias jun
taba lindas pinturas de las escuelas sevillana y granadina , y algunos centenares de
libros doctos y de honesto deleite , gustando de conocerlos por de dentro más que por
defuera, y prefiriendo los de su profesión á los de vano y estéril pasatiempo. Jamás
dio entrada en su corazón á la soberbia ni á la envidia ; jamás dejaron de morar en él
la gratitud y la liberalidad. Sencillo en su porte, y discreto y afable en el trato, aquel
natural indulgente, aquel juicio maduro, alma limpia, vasta instrucción y entendi
miento clarísimo , hacíase querer y amar de los niños , de los mancebos y de los ancia
vi DISCURSO PRELIMINAR.
nos. A este amé desde mi primera juventud, á este oí, á este tuve por guia, y coa
él he compartido siempre el cariño de mis padres. Honre, pues, su nombre el fruto de
mis largas tareas, y venga á realzar el tomo n de las Ochas de don Fhancisco de Que-
vedo : este tomo , donde están juntos y limpios de errores y descuidos los discursos
más graves en que el escritor político nos presentó modelos de cómo ha de ser el
hombre de bien, el filósofo, el cristiano, el sacerdote, el párroco, el obispo, que no
parece sino que para formarlos conoció y trató al señor don Juan de Cueto (1).
Y ahora , señor don Juan , voy á decir qué contiene y cómo va dispuesto el presente
volumen.
Únicamente esos ánimos ligeros, para quien tanto significa la historia como la fábula;
esos, que con hojear un libro piensan ya que lo conocen ; que aspiran á plaza de eru
ditos y prudentes, habiendo disputa sobre si dos y dos son cuatro ó seis, con decir
muy serios que son cinco; esos, que de todo hablan y de todo escriben; —esos no más,
digo, pueden suscitar dudas y reparos sobre el hecho seguro de que en la vida y es
critos del autor de la Política de Dios domina el más generoso y moralizador pensa
miento político.
Quien habia encontrado en las acciones del divino Redentor del mundo el dechado
perfectísimo á que deben ajustar las sayas reyes y pueblos ; y quien ponia de mani
fiesto y censuraba con dureza los engaños, vicios y abusos que desdoran las diversas
clases déla sociedad malogrando sus benéficos fines, ¿cómo dejaría tampoco de se
ñalar el solo y eficaz remedio á los males públicos, y de ofrecer modelos que imitar
á las personas que pueden salvarla del abismo? En vano se dictarán sabias leyes y
castigos para los crímenes, y se pondrá un vigilante en cada esquina : la sagacidad y
perfidia humanas se burlarán de todo. En vano el intento de alentar con insignes re
compensas y distinciones á los beneméritos y virtuosos : de ellas se apoderará siempre
la ambición, el entremetimiento y la soberbia. Inútil el querer remediar con guerras,
usurpaciones y despojos la miseria de los pobres : muy viejo es el refrán que dice :
«De cien en cien años los villanos, ricos; los ricos, villanos.» Pero adonde no al
canza ni la fuerza, ni la demostración rigurosa de las leyes, ni la previsión de los
gobiernos , llegan el remordimiento y las voces persuasivas de la conciencia y de la
verdad; los males que bandos, decretos y pragmáticas no curan, se dulcifican en
brazos de la religión, y aun logran convertirse en bienes. Sin fe, sin caridad, sin es
peranza de dichas imperecederas, no hay sociedad y no hay salvación posible.
A robustecer, pues, tan admirables y fecundas virtudes en el obispo y en el pár
roco, en el bueno y temeroso de Dios; á despertarlas en el tibio ú descuidado; y á
infundirlas en el incrédulo y en el interesable, va encaminada la primera parte de las
tres en que se divide este tomo. El cual abraza los Discursos ascéticos y filosóficos; los
crítico-literarios, y el Epistolario y documentos relativos á la vida del autor.
Aquí es donde hace Quevedo ostentación de sus nobles y civilizadores propósitos, y
desbarata los de sus enemigos; que no eran otros sino tomar pié de los Sueños y del
Discurso de todos los. diablos, del Buscón, de los rasgos festivos, y de las jácaras y ro
mances , para aventurar calumnias y presentarle como un bufón de comedia , un payaso
ridículo, vejete verde de entremés , parásito decidor , medio lacayo y mozo de enlreteni-
(1) Don Juan de Cueto nació en Colmenar, provincia de Málaga, el dia 18 de febrero de 1793; y en mi propia
casa tuve el desconsuelo de verle espirar á 17 de enero del año próximo pasado de 1858. Desde la niñez él y mi
padre fueron inseparables amigos , sin que nube ninguna turbase jamás tan dulce y verdadero afecto.
DISCURSO PRELIMINAR. vu
núento. Por desgracia el vulgo de plazas y corrillos mordió el cebo y cayó en el lazo,
y después el otro peor vulgo de escritores de taravilla, conviniendo al insigne repú
blico, y (como dicen gracejando) al apóstol moralista y protesta viviente contra los
desmanes de su tiempo, en mito de todas las bajezas animadas por el mayor talento
y desenfado. A unir a la doctrina el ejemplo de una vida irreprensible, ya estaría en
el catálogo de los bienaventurados quien , si como hombre pagó tributo á las pasiones
y tuvo que arrepentirse de mucho, no está manchado con acción fea ó deshonrosa
ninguna. Confieso que en prosa y verso celebró nombres que vino á deprimir después,
y que deseó no pocas veces haber antes roto la lira. ¡ Triste privilegio de los años :
conocer que los déspotas y ambiciosos , mintiendo hambre y sed de justicia , halagan
á la virtud val talento para abrirse por ellos paso y escalar el poder, desde el cual,
ingratos y envidiosos, los desprecian y persiguen ! Séneca dedica á Nerón su libro de
Clemencia, como si ella fuese ingénita en el príncipe; y luego perece en el estrago de
cuantos pretendieron contrariar sus brutales instintos.
Si ha de apreciarse debidamente á Quevedo, es fuerza leer y desentrañar sus Vidas
de san Pablo y santo Tomás de Villanueva , La cuna y la sepultura , Las cuatro pestes del
mundo y las cuatro fantasmas de la vida, y los inapreciables tratados sobre la Providen
cia de Dios , á que sirve de marco y guirnalda la Introducción á la vida devola , com
puesta por san Francisco de Sales, y vertida con sumo acierto al castellano. En todos
ellos nos admira el político rompiendo soberanamente los diques del zelo que le abrasa
por doctrinar al clérigo y al lego; á quien debe mandar y á quien toca obedecer; al
padre y al hijo de familias; al de sana índole y al de condición rebelde. Aquí descon
cierta la presunción y ceguedad del indiferente y ateísta, mostrándole la luz de la verdad
cristiana y el tesoro de los Santos Padres , y probándole con las mismas sombras de la
razón natural y de la humana filosofía la inmortalidad de nuestra alma y la divina pro
videncia en los sucesos prósperos ú adversos que en el mundo llamamos bienes de
fortuna. Ahora desencanta los que se dicen males, y son bienes, de la pobreza y del
desprecio, de la enfermedad y de la muerte. Y ahora valientemente aspira á reconstruir
la sociedad , aplicando por medicina el cauterio á los vicios que la tienen cancerada; á
la envidia, á la soberbia, á la ingratitud y avaricia. ¡La envidia, por quien se juntan
en cuadrilla los desalmados para calumniar y saltear al probo , entendido y laborioso
que procura con bien compuestas acciones el aprecio de los buenos y honrados; la
soberbia , cercada de sangre y de lágrimas , soñando en bastones y armiños , presu
miendo haber tapado la boca al facineroso con sumir en la mendiguez al benemérito ;
la baja ingratitud, que hizo rebeldes á Dios todas sus hechuras, al mayor ángel, al
primer hombre, al primer hermano, que pide con importunidad el beneficio, y en
recibiéndole aborrece al bienhechor ; la avaricia , como la arena estéril , como el infierno
insaciable, trayendo al traficante Calón, holgazán y zolocho, á derribar al sabio y
pundonoroso, y dar así mejor paja á su caballo! Nunca el político se cansa de comba
tir esta peste , descubriendo su horrible deformidad y encareciendo la hermosura de
las virtudes á ella contrarias; nunca de procurar é instar porque la atajen príncipes y
prelados, supuesto que para conseguirlo ofrece la religión cristiana seguro y eficací
simo remedio.
Con la Vida de san Pablo recuerda nuestro autor cómo ha de ser el varón apostólico,
el mártir, el testigo ; el que recibe la envidiable misión de difundir por toda la haz de
la tierra ei Evangelio, de avivar el fuego de la fe y de la esperanza, y desatar los
Tin DISCURSO PRELIMINAR.
purísimos raudales de la caridad. En esa Vida aprenderá á llenar sus santas obligacio
nes el párroco que , cuando venimos al mundo, sobre nuestra cabeza derrama el agua
del bautismo, y nos guia después por el camino de la virtud. Suyo es el unir al varón
y á la mujer en vínculo indisoluble y bendito, y desatar nuestras culpas, y adminis
trarnos el pan de vida eterna. Él nos socorre y consuela; jamás nos abandona en
temibles enfermedades y desgracias; acompaña nuestros últimos instantes, y nos abre
las puertas del cielo.
Asunto hermoso el de este libro : la redención del género humano ; la obra de los
apóstoles después que sobre ellos bajó en lenguas de fuego el Espíritu Santo ; la luz
de la fe desvaneciendo las tinieblas del error ; pescadores rudos é idiotas , escogidos
para enseñar y persuadir, para humillar la altivez de Roma y la sabiduría de Atenas;
hecho amparo y defensa el perseguidor ; afilado el hierro que asolará á Jeru salen ; pró
xima la dispersión eterna del pueblo hebreo ; cumplidas las profecías, corriendo á rios
la sangre de los mártires. San Pablo, primero fariseo y perseguidor, y después após
tol, maestro y defensa, en solos 34 años de vida desde su conversión, peregrina el
antiguo mundo, navega largos mares, atraviesa inmensas regiones, predica á roma
nos y persas , á indios y escitas , á etíopes y sarracenos , enseña á todas las gentes.
¡ Cuánto para vencer la dureza de los judíos y la ceguedad de los idólatras , el poder
de los príncipes, la contradicción de los tribunales, la furia de los elementos! En mu
chos trabajos y afrentas , en muchas más prisiones , ocho veces azotado , una ape
dreado, gustando á cada paso la muerte ; náufrago en el mar, á punto de perecer en
los caminos y en los torrentes; desnudo, hambriento, con el cuidado congojoso por
todas las iglesias ; con riesgo en las ciudades, en la soledad y en los falsos hermanos.
Nunca rehusó penalidad ni molestia alguna por cumplir con el oficio que de Diosle es
tuvo encomendado ; el trabajo de sus manos le suministró las cosas necesarias para él
y los que con él estuvieron ; no se manchó jamás con sangre de otro ; ni tuvo en más
precio su vida que su alma, ni codició oro, plata, ni vestido ninguno. Sin el aparato
de la gentileza y fuerzas corporales, sin las bravatas del aspecto, que los varones de
Dios no lo necesitan , sino con lo hazañoso del espíritu y lo recto de la intención sus
pendía y abrasaba de amor á las turbas este hombre de estatura digna de desprecio,
jiboso, con el talle torcido, calvo, pero de espesa barba y muy encanecida, y sus
cejas haciéndole sombra á los ojos. Conocióle Epicteto, filósofo estoico; disparáronse
contra él las envidiosas burlas del descarado ateísta Luciano ; trató á Séneca , el más
sabio de los latinos , y asistió al emperador Nerón, á aquella humana fiera que, tem-
blándole la mano en los principios de su grandeza al firmar una sentencia de muerte,
después no se satisfizo con menos que despedazar y reconocer las entrañas de su pro
pia madre : ¡ Nerón, de quien fué maestro el mejor hombre de la gentilidad , y asis
tente el apóstol escogido desde el cielo !
¡ Oh , cuánto exalta la imaginación ardorosa del cristiano filósofo , del historiador y
del poeta contemplar aquella ciudad á quien obedecía esclavo todo el mundo ! Allí,
á sus plazas y pórticos, á sus escuelas y altares trajo los monumentos de los Faraones,
las obras de Fídias y Praxiteles, la riqueza y sabiduría de Oriente y Occidente, los
dioses y delirios de todos los pueblos. Y cuando se llama depositaría del fuego sagra
do de la libertad y de la justicia , admite por amos y señores á los más execrables
monstruos de la tierra. ¡Qué espectáculo ver á Nerón, despojado de la clámide impe
ratoria, representar en público teatro; vivir acompañado siempre de titereros, truha
DISCURSO PRELIMINAR. IX
oes y gladiatores ; gozarse en derramar sin descanso la sangre humana, en alumbrar
sus jardines encendiendo por luminarias los cuerpos vivos de cristianos , en poner fue
go i Boma, y cantar en su lira la voracidad de las llamas 1 En un mismo dia hace mo
rir á los dos príncipes de los apóstoles san Pedro y san Pablo, y fecundiza el suelo
donde despnes habrá de alzarse el Vaticano y glorioso y triunfante el signo de la hu
mana redención.
Materia sobrada habia con esto, no solo para escribir una profunda historia, sino el
mejor poema. Sin embargo , no aspiraba Quevedo niá los laureles de épico ni á la au
reola de historiador, atento siempre al oficio de republico. Puso la mira, al bosquejar la
Vida de san Pablo, en no llegar vacío después de tantos escritores ilustres y Santos Padres
como la esclarecieron ; y empeñar al sacerdote, al párroco, al prelado, en el más ce
loso cumplimiento de su sagrado ministerio, en quien la menor falta es gravísimo de
lito. Decía que t los demás hombres para ser ladrones han menester hurtar la plata
y el oro que tiene otro ; los prelados pueden serlo no dando lo que tienen. » Ni perdo
na á los predicadores que estudian más lo que han de callar que lo que se debe decir,
mostrándose cortesanos en el pulpito donde habrían de ser apóstoles : parécele que di
simulan el Evangelio y no le declaran , y que pierden con sus palabras poéticamente
lascivas el respeto á la palabra de Dios , pretendiendo que tenga respeto a los pecados
bien vestidos. Ni olvida el amonestar nuevamente á los príncipes descuidados, de ame
nazar con seguros castigos al valido tiranizador, al mal ministro, á los jueces preva
ricadores, á las comunidades y juntas que se tapan los oidos por no escuchar la ver
dad; á las facciones políticas, ufanas de levantar ídolos que, como hechuras suyas, les
sean obedientes ; dioses caseros , que les agradezcan haberlos hecho y teman que los
deshagan. Pero nuestro gran moralizado!- cuida por extremo en este discurso , para
que se haga lo que conviene, alabar antes lo que se debe hacer, que reñir ni repren
der lo que se hace.
QcBVEno, en fin, eminentemente español y católico, no podia desaprovechar oca
sión tan propicia como la que este libro le ofrecía , para explicar y defender la pura y
limpia concepción de la Santísima Virgen María, examinando las palabras del Apóstol
que, dorante el siglo xvu, ocasionaron duda, fértil en cuestiones y controversias.
Bien escogido el asunto , dispuesto con tino el plan de la obra , rica toda ella en so
beranas máximas y rasgos felices, ¿cómo, sin embargo, deja mucho que desear en su
desempeño? ¿Porqué la afean á cada paso erudición impertinente, frios retruécanos,
frases culteranas, gerundismo extravagante? Porque el entendimiento del hombre
abandonado á sí propio se enmohece como el acero ; porque cuatro años de encierro
y soledad en el más húmedo y lóbrego calabozo , enfermando el cuerpo y comba
tiendo el espíritu , privándole del comercio fecundo de la sociedad y la naturaleza , ha
bían agostado aquella imaginación amena y regocijada ; porque á Don Francisco faltaba
allí un amigo discreto y docto que le alentase á resistir la invasión del mal gusto,
cuyo contagio , envenenada la atmósfera , se entraba á toda prisa por los resquicios
del calabozo y se cebaba en el indefenso prisionero. La cárcel , que inflamó su estro en
un principio y redobló las fuerzas de su entendimiento colosal , acabó por ofuscarle
coa las más desatinadas extravagancias de los gongorinos , á quien cupo la triste glo-
ria de corromper la hermosa lengua castellana , las letras y las artes.
El orden lógico y natural de las materias de este tomo exige que tras la Vida de san
Pablo vaya la de tanto Tomás de Villanueva : aquella , lo último importante que com
i DISCURSO PRELIMINAR.
puso Quevedo; esta, lo primero que dio á la estampa. Juntas la una y la otra, es cu
rioso reparar cómo en el espacio de veinte y cuatro años, si el estilo y la forma cedeu
á la acción destructora del tiempo , el vigoroso espíritu político del autor permanece
inalterable.
En la Vida del caritativo arzobispo retrata con pincel prodigioso al limosnero por
excelencia , al padre de los pobres , consuelo de los miserables , guia solícito de su
rebaño ; al reformador de las costumbres , al guardián de la disciplina y recto juez del
clero ; al prelado virtuoso , cuya lengua está pronta á evangelizar la paz y los bene
ficios de Dios ; cuyas manos suplen las tardías lluvias, y su celo abarata el año malo ;
á quien vivo ama el pueblo , y después de muerto le venera en los altares.
Nada más sencillo, más interesante, más tierno, más bien escrito que este libro, de
pocas hojas, pero de mucha doctrina y enseñanza. En él con mano maestra pinta Que
vedo el carácter y acciones de aquel varón de Dios, modelo de un prelado perfecto,
de un fiel administrador de los bienes de la Iglesia , la cual por administradores y no
por señores de ellos reconoce á los obispos. » Dios nos ha de pedir muy estrecha
cuenta (decia san Gregorio) de la hacienda de la Iglesia : como de encomendada,
para que la distribuyamos entre pobres; y como de hurtada á su dueño, si en otro
que en socorrerlos se empleare.» Pero ni hace del todo bien quien espera que el po
bre le importune , pues paga y no da ; ni consiste en solo dar limosna el ser limosne
ro , sino en saberla dar , en sacar de necesidad al necesitado , en dirigir toda la activi
dad de la inteligencia á dulcificar los infortunios del pobre, para quien apenas el buen
año es bueno. Beatus , qui intelligü super egenum, el pauperem, cantó David; y lla
mándose en la Sagrada Escritura bendiciones á las grandes limosnas, t venid , benditos
de mi Padre, » dirá Dios á los limosneros.
Demostrar el atractivo de esta y de todas las virtudes que han de realzar al prelado,
y cómo andará siempre en lo justo , hablando verdad sin humanos respetos, desechan
do la avaricia, teniendo las manos limpias de soborno, dando á los pueblos su amor
y al cielo toda su voluntad, es el gran fin que nuestro autor se propuso. A ejemplo
del obispo, cabeza en el orden eclesiástico, se compone todo el clero, á quien única
mente, por el influjo que ejerce en las conciencias, está reservado el remedio de los
males públicos. Por eso la grande obra de los reyes consiste en saber elegir obispos;
si aciertan á escogerlos, han salvado la sociedad. No elijan á quien busque tales digni
dades : la ambición de solicitarlas hace incapaz al sujeto , por la culpa de presumir su
ficiencia para tan difíciles cargos. ¡Cuánto pone sobre sí quien los admite, y cuánto
arriesga quien los pretende! «Las iglesias, como dice san Bernardo, no habían de
darse por ruegos y recomendaciones de parientes poderosos, sino proveerse con ro
gativas públicas. » De la mano de Dios han de venir los obreros para su heredad. ¡ Di
choso reinado el de los Reyes Católicos , en que las mitras se daban á quien no las
apetecía , y hubo que impetrar breve del Romano Pontífice para compeler á los ecle
siásticos á que las aceptasen !
Y si, como hombres, están expuestos á errar, á olvidarse de sus mayores deberes,
á convertir en oficio mecánico lo que debe ser ministerio : á codiciar, no la fatiga y el
trabajo, sino los bienes temporales; á creer regalo, comodidad y riqueza lo que es peso
gravísimo ; á tomar, en fin , por término y corona de una carrera literaria lo que debe
ser principio de otra muy diversa erizada de espinas y dolores , pero que tiene al cielo
por término seguro y corona inmarcesible: ¿qué extraño que no se detenga Qukvbdo
DISCURSO PRELIMINAR. n
en desconcertar al prelado que consiente la venta de cargos eclesiásticos, y destina á
fto.es perversos los bienes de los pobres, y se desvive por enriquecer á su parentela y
llenarla de estériles vanidades? ¿Qué extraño que dé voces á quien castiga á los ecle
siásticos con cárceles y grillos, y no con su ejemplo; á quien pecó en obispar y peca
en los deseos de mejorar de obispado; á quien (lo que no permita Dios) con el dolé de
la esposa pobre granjee medios de conseguir la rica?
Qcevbdo hizo ver en la Vida del admirable arzobispo de Valencia que poseía exce
lentes prendas de historiador ; y más , que sabia convertirlas discretamente á explicar y
ponderar los hechos gloriosos de los santos varones, donde se alimenta el espíritu en
cosas importantes á la república.
No pueden ser ni buen sacerdote ni mediano repúblico el avaro, el ingrato, el so
berbio y envidioso ; ni quien cede á los miedos de la pobreza y del desprecio , de la
enfermedad y la muerte. Es, pues, digna ocupación del político moralizador combatir es
tos fantasmas y hacer aborrecibles aquellos vicios en dos magistrales obras : la Virtud
militanie y La cuna y la sepultura. Haciendo mios su doctrina, sus pensamientos, las
mismas palabras del autor, aun cuando con ajenas plumas haya de engalanar mi dis
curso, le autorizaré así , á fin de que no se malogren la advertencia y enseñanza , si de
otro que de tan esclarecido ingenio procediesen.
Oigámosle con vivísimos colores retratar al avaro : t Su fin es (dice) tener ; no por
tener, sino porque otros no tengan. Al avaro tanto le falta lo que tiene como lo que
no tiene. Gasta su vida en juntar hacienda , y no gasta un cuarto en mantener su vida.
Adquiere sin saber para quién, y sabiendo que no es para él. Tiene frió, y no se abri
ga; tiene hambre, y no come; tiene enfermedad , y no se cura; tiene hijos, y no los
asiste; tiene mujer, y la desampara. Adquiere oro para ser pobre, no para ser rico.
No vive para sí ni para nadie. Guarda lo que tiene , tanto de sí como de todos. Junta en
sus tesoros deseos de su muerte, no socorros de su vida. Niégase á sí propio lo que
niega al pobre y al amigo. No saben su cuerpo ni su alma nada de sus riquezas ; ni las
goza ni las lleva ; ni las deja, porque las más veces se las quitan. Ni estima el avariento
su vida ni cree que ha de morir; ni hace cosa buena sino cuando se muere. No hizo
Dios criatura tan vil ni produjo la naturaleza sabandija tan abatida ; no crió animal que
no fuese bueno para algo y para otros, y para quien no criase muchas cosas buenas;
solo el avaro no es bueno para sí, ni para otro, ni para nadie, ni para nada.» ¿Qué de
males no padecerá, pues, la sociedad cuando estos egoístas, estos monstruos vistan las
garnachas , ó empuñen los bastones, ó representen los intereses comunes , ó sean pas
tores de la Iglesia? La avaricia envilece y seca bajo distintas formas el corazón del hom
bre, y por ella se gobiernan los demás pecados. Con el interés y las galas atrepella la
castidad y la honra ; de la fe conyugal hace mercancía; con la esperanza de medro al
quila las conciencias ; por el temor de perder algo, ó de no ganar lo que imagina, sacri
fica ai hermano y al amigo ; ambicionando el puesto preferido, y el poder y la opulen
cia, facilita los mayores crímenes. Por ella el juez rompe la santidad de sus deberes;
por ella busca compradores y no beneméritos el mal ministro ; ella disfraza con bandas
y distinciones vanidosas al que debía profesar humildad y enseñarla, y le trae á im
pacientarse por los primeros lugares en los festines, por los primeros asientos en los
templos, por cortesías y rendimientos en las calles. Ella puede quistó endurecer los oí
dos del prelado, y para que no le falte lo que le sobra , consentir se escatime lo que lia
menester al necesitado y solo. Ella puede , en fin , derribarle á granjear con dádivas las
Q.-ii. b
ni DISCURSO PRELIMINAR.
cátedras de la verdad ; y si se consiguiesen con dinero, ¿ qué lugar entonces habría seguro
sobre la tierra , inmaculado é incorruptible? « La avaricia y la envidia (afirma un profeta)
juntó muchas veces á los hombres para codiciar los campos y tomarlos con violencia , y
arrebatar las casas, y calumniar al varón y su heredad.» « Los enriquecidos así (añade
san Juan Crisóstomo) tuvieron dinero, riquezas y poder ; pero los pobres alcanzaron
armas más fuertes : gemidos y lamentaciones y el mismo padecer injuria, con que atra
jeron el socorro del cielo. Estas armas asuelan las casas, derriban los fundamentos, ar
ruinan las ciudades, y con furiosas avenidas han trastornado todas las naciones.» Tales
son los frutos de la avaricia.
No menos amargos los produce la ingratitud , por quien el hombre se aleja del cielo,
poniendo olvido en los beneficios que de Dios incesantemente recibe , y negándose á
corresponder á ellos con amarle sobre todas las cosas. «Hijos [de la ingratitud (dice
Quevedo) son aquellas pestes racionales de Mahoma, Arrio, Pelagio, Ecolampadio,
Meláncton, Lulero y Calvino, tósigos de Alemania y Francia ; y cada día , fecunda de
muertes y contagios, está engendrando cismáticos y novatores.» La ingratitud per
suade á los padres á cuidar de que sus hijos queden antes ricos que virtuosos; y á los
hijos, á que por la herencia aborrezcan la vida de sus padres. Empeña al potentado en
agraciar con el oficio de justicia al importuno codicioso y vengativo, y da medios á este
para que se vuelva contra él ; provee puestos eclesiásticos en el indigno , y logra que
la conciencia mandada y el alma venal los desautoricen.» Quevedo, volviendo los ojos
á los sucesos de su tiempo, y reparando que los jueces y verdugos de don Rodrigo Cal
derón fueron hechuras suyas ; que al duque de Lerma derrocó del valimiento su propio
hijo el duque de Uceda ; que luego á este y al confesor Aliaga y al gran Tellez Girón
persiguieron hasta arrancarles la vida las propias gentes que elfos habían colmado de
honores y riquezas , — no puede contenerse, y prorumpe en estas sentidas y enérgicas
palabras : « Más son los que hacemos ingratos con nuestros beneficios , que los que lo
son á nuestros beneficios. Quien me da lo que me faltaba para ser ruin , y lo que yo
deseaba para poder ser ladrón , ó lo que echaba menos para ser tirano , este no me hace
beneficio, sino ruin, tirano y ladrón. Muchos grandes ministros he visto yo en mis días
condenados por los que pusieron en puestos y por las mismas cosas que los aconseja
ron que hiciesen. El que á estos tales hubiera antes negado lo que entonces le pedian,
habría sido liberal con lo que les negaba.»
Pero está la desgracia del bienhechor en que apenas puede librarse de caer en ma
nos de ingratos. Recibir mercedes, beneficios y finezas, y ser enemigo del que los hizo,
es pretender, es negociar, es ser cortesano, es ser hombre. Si el docto olvidado ú el
benemérito aplaudido alcanzan premio y cargos del ministro, dicen que tuvo necesidad
de ellos, y que obró así por conveniencia propia, y que aun les da menos de lo que
merecen y de lo que tienen otros ineptos ó malvados. Si el pretendiente importuno ó
el amigo de conveniencia consiguen lo que apetecían , afirman que aquello fué paga y
no dádiva , buscan achaques para no agradecer, se quejan de que se les hizo desear el
despacho y de que vino á lograrse á no poder más, gracias á otros empeños y recomen
daciones más altos. Los ministros de los reyes pasan sin saber qué es agradecimiento.
Hé aquí ahora las señas que nos da el Espíritu Santo para conocer á los desagradeci
dos: «Besan la mano del que da, mientras reciben; humillan su voz en los prometi
mientos, ofreciendo con humildad para recibir con soberbia ; piden tiempo cuando llega
el de la paga ; hablan entonces palabras de enfado, murmuran , trampean las ofertas,
DISCURSO PRELIMINAR. xm
\úegan en fin , y se declaran enemigos. » El ingrato desea para sí toda la riqueza y
honra que ve en los demás hombres , y en alcanzándola tiene por infamia el agrade
cerla; do conoce el beneficio que recibe, le desprecia, le olvida, le acusa... Mas, ¡ay,
Je//adron se guardan todos en el mundo, y del ingrato nadie se guarda !
Compañera inseparable de la ingratitud es la soberbia, que agita en perenne desa
sosiego el corazón humano. Aliménlase de vanidad el soberbio; el afán y el ansia de
maodo le acongojan ; no se satisface con tener mucho, mientras ve algo en otro; la ira
le ciega, le desalina la venganza. Cain primogénito no se contentó con ser primero;
quiso ser solo. Pero si la soberbia no pusiese en conmoción al mundo ; si encaramán
dose por los puestos que adquiere la maña , no codiciase desde allí los mayores á que
sabe trepar la violencia, — antes que de universal desprecio, seria digna de compasión
y de lástima. ¿Dónde igual desdicha que la del poderoso endiosado , á quien nadie con
tradice ni se atreve (ni él lo consintiera); con lo cual no puede arrojar de sí la igno
rancia, ni pisar la senda de la sabiduría y de la virtud , que están en la humildad y en
la contradicción ? ¿Qué desatino comparable al de desvivirse por la privanza de los re
yes, olvidando cómo lo han pasado otros que en el mundo han privado? Envídianle
coantos son vanos y desean lo mismo; aborrecido de los buenos si es malo , y de los
malos si es bueno, desampáranle todos en el postrero dia; los más fuérzanle casi
siempre á dar el cargo al indigno, con lo que á sí propio se ofende por el mal nombre
que cobra, y al cargo con el mal servidor que le da , y á Dios con la sinrazón que hace.
¿Qué ser más ridículo que el ambicioso? Glolon de alabanzas , lisonjas y adulaciones.
rodéase del astuto que le adula , del cauteloso que lo lisonjea , del embustero que lo
alaba, agradeciéndoles el envanecimiento y el engaño, recompensándoles el falso tes
timonio, pagándoles la perdición. ¿Quién más miserable que el que, teniendo los pies
de barro, mira por debajo del hombro á los demás, ufano de mostrar de oro la cabeza
y de plata los pechos, y ha de caer como la estatua de Nabuco al golpe de una piedre-
ciUa?¿Dónde loco más rematado que aquel que, erguido el cuello , medido el paso,
la toi solemne , severo y grave el semblante, haciendo caudal de cosas pequeñas,
dando resoplidos de graudeza y riqueza y sabiduría, vive lleno de sí mismo y satisfecho
de su necedad? Vedle despreciar el estudio y al estudioso, creer que todo lo sabe y que
todo por intuición lo adivina, que no necesita aprender nada ni oirá nadie; impacien
tarse á la menor contradicción , sonreírse cuando el adulador le aplaude. Las vulgari
dades en su boca parecen oráculos ; impone silencio con las manos , arquea las cejas,
frunce y saca el hocico , imagina que el orbe de la tierra tiene clavados en él los ojos ,
que es la maravilla de la creación, y que cuarenta siglos la han estado elaborando.
¡Ob, cuánto yerra quien se ensoberbece con el oro que debió al cielo para socorro
del desvalido , y no para propio regalo! ¡Cómo está engañado quien se hincha con
in poco de ciencia , tasando á bajo precio la de los demás , cuando en el mundo todas
las cosas las sabemos enjtre todos! ¡Oh, cuánto se equivoca el engreído con el poder
fie le dio el Altísimo para alivio y amparo de los menores, y piensa que para oprimir
los y acabarlos ! En fin, ¡cuan descaminado va quien hace majestad de la ajena mi-
seria, porque desde los tribunales y consejos puede destruir y quitar la hacienda y
quitar la vida ; ignorando que lo mismo hace una bala, un incendio, un ladrón, un
^neno , uDa víbora , y que desde allí para común castigo sirve de instrumento y azo
te, designado por la Divina Providencia, que en semejante oficio le permite! El sober
ao es el único que no sabe que lo es , ni quiere escarmentar en los otros : habitando
xiv DISCURSO PRELIMINAR.
entre el lodo, mira lo alto en las estrellas para competirlo, y en la tierra para tirani
zarlo. De ángeles hizo demonios la soberbia; la soberbia empeñó al hombre, no ei
merecer, sino en escalar el cielo.
La envidia, tristeza de la ajena felicidad y alegría de la ajena miseria , es la base y e
alimento de todos los anteriores vicios , es el vicio más extendido sobre la tierra , que
nace con el hombre desde el vientre de su madre , que niño le mala , y mancebo y
anciano le tiene muriendo siempre. La envidia (afirma Qcevedo) está amarilla y flaca,
porque muerde y no come. En los palacios anda desconocida con nombre de alabanza,
en los tribunales y consejos con nombre de interpretación, en las corles con el de con
veniencia y bien público, en los periódicos con el de imparcialidad y sana crítica , en
las amistades con el de celo. ¿Cómo no se agitará fieramente en la arena donde ciegas
luchan la avaricia y la ingratitud, la ambición y la soberbia, cuando infierna el cora
zón del discípulo contra el maestro, del amigo contra el amigo? Judas se entristece
mirando á la Magdalena ungir con bálsamo y enjugar con sus cabellos los pies del Re
dentor , y acababa de verle resucitar á Lázaro , muerto de cuatro dias ! « Atiende ahora
(exclama Qcevedo) á la sagacidad hipócrita con que el invidioso, enmascarado de pie
dad , contemplando á su amigo en trabajo y pobreza , comienza la murmuración invi-
diosa por la aparente misericordia , diciendo : El corazón me lastima ver á fulano po
bre ó preso; porque, aunque es verdad que se ha bebido su hacienda ó cometido
grandes delitos viviendo perdidamente, es lástima mirarle en lanía desventura y aprie
to, y que no se haya sabido gobernar.» Y si ve en honra y prosperidad al que cono
ció en miseria, arrebozándose de alabanzas caritativas, le lima la prosperidad y le
mancha la honra, diciendo : «Grande virtud es la desle buen hombre que, siendo hijo
de gente baja y vil, y no ayudado de partes personales, se ha hecho tan buen lugar con
su industria.» Pocos llevan bien que se les adelante en aplauso y engrandecimiento y
honras el amigo ; y para ellos es de abrojos la corona de laurel que este ciñe. Ni suele
tampoco el sabio librarse de tan asquerosa pestilencia : « No hay modestia que baste á
confesar que otro sabe más; y si alguno confiesa que otro sabe tanto, es solo adonde
á él le parece que no le creerán y que le tendrán , en decirlo , por humilde y no por
verdadero.»
Pero ¡ locura inconcebible ! no solo se envidian los bienes, sino los males ; no solo las
honras, sino las afrentas ; no solamente la prosperidad , sino las persecuciones y mise
ria. Mas no se envidia en el virtuoso la virtud , sino la alabanza que por ella le rinden,
la tranquilidad de espíritu que por ella goza , el crédito y respeto que por ella adquie
re entre las gentes : vicio ruin y execrable , cuando nada es más útil y hacedero que
tener contento cada cual en lo que posee y en lo que gozan los demás. La caridad,
virtud opuesta á Ja envidia, es hija y testimonio insigne de nobleza del alma; y pw
eso hermosamente cantó el Jurado de Córdoba :
Holgar con el bien ajeno
Es ser participe del :
Piedra de toque fiel
En que se conoce al bueno.
La rosa de suyo exhala suavísima fragancia ; el bueno, sin poder olra cosa, hace na
turalmente el bien, porque es bendecido. Pero, semejante ni inmundo sapo, el envidioso
escupe veneno sobre cuanto le rodea; aliméntase de curiosidad y murmuración, de
maledicencia y calumnia ; estéril para sí , jamás consigue sino lo contrario que se pro
DISCLRSO PRELIMINAR. xt
pone: antes fecundiza y realza, sin querer, al mismo que intenta destruir y esterilizar;
pretende desbaratar las grandes empresas , y contra su anhelo contribuye á que se lo
aren ; trata de impedir la fama del benemérito , y le fuerza á que aspire á mayor co
ran»; vive sin amar á nadie y sin ser amado de nadie ; muere con la infamia del que
otesíruye, y le es negada la gloria inmortal del que edifica.
Los Discursos ascéticos y filosóficos son un tesoro de enseñanza moral y política, un
ameno verjel de anécdotas y sucesos de la vida y del tiempo del autor ; una lastimosa
galería de retratos de magnates y palaciegos, de predicadores afamados, de jueces,
cronistas y poetas de la primera mitad del siglo xvn. ¡Qué destreza en el retratar, qué
sagacidad para sorprender los secretos del corazón humano ! Con tales discursos, dan
do voces Ql'ívedo á los hombres para que vuelvan de su letargo y se aparten del abis
mo á que las pasiones los arrastran , procura que escarmienten en las turbas, imposi
bles de reducir á número, de los que hubo de ahogar la gula, ó aniquilar la pereza,
¿convertir en podredumbre la lujuria ; de los que atosiga la ira y la soberbia despeña,
de los que emponzoña la avaricia y la envidia consume. Muestra, en el principio difícil,
mas luego franca y deliciosa, la senda por que puede el discreto huir estos vicios, y la
sociedad regenerarse. « ¿Quién inventó los ladrones (grita) sino la codicia de lo aje
no; quién los traidores , sino querer el vasallo ser rey ; quién los tiranos, sino el que-
rerserDios y que él no lo sea? » La dicha y la ventura se reservan para aquella so
ciedad en que se halle arraigada y robusta la idea del deber; donde esté puesto en el
cumplimiento del deber el punto de honra; donde cada cual viva contento y satisfecho
coqsq estado, lleno de resignación el pobre, rico de caridad el poderoso, todos con
la esperanza y seguridad de alcanzar el lauro y palma de futuros bienes inmortales.
Pero como (ya se ha dicho) sin fe no hay esperanza ; como la filosofía sin la reli
gión es una primavera sin flores, un otoño sin frutos, — á infundir en el endurecido pecho
k fe consagra el autor los últimos Discursos ascéticos : nada tan útil y profundo salió
de la pluma de Qüevedo. Ya esgrime las más bien templadas armas que suministra la
sola razón natural , ya la sátira, el sarcasmo y la burla descarada contra los ateos que
nunca dicen ni quieren confesar que viven como las bestias, y siempre afirman que
mueren como ellas. Ahora escarnece al rico soberbio, que se afrenta de que el pobre
le diga que es su igual y tan bueno como él , cuando él blasona que es igual á los per
ros y que no es mejor que los lobos. Ahora desconcierta y deja corridos á los herejes,
que no niegan á Dios el ser, pero que no quieren que él sea cual es, ni quieren ser
ellos cual él quiere que sean ; que le ponen nombres, mas no le niegan"; que le llaman
como quieren, no como deben. Y ya, en fin, desarreboza á los que en la profesión
aparentan ser cristianos , y en el corazón y en las obras son desalmados ateístas. La
gratitud, la soberbia , la envidia de los impíos los ciega hasta el punto de no reparar
que hacen hoy por instinto los animales lo mismo que hacian desde el principio del
■aundo. Y ¿hay grande algo , magnífico y glorioso que no hayan obrado y obren los
hombres por ser su alma distinta de la de los brutos y por creer ellos que es inmortal?
De cuantos lo dudaron (asegura Quevedo) ni se lee ni se oyó decir , en obras ó en pa
labras, cosa que no sea vil , infame, injuriosa , nefanda y detestable.
£1 hombre, á pesar de la altura y profundidad, ha medido los astros y las sendas
por donde calladamente se deslizan ; desenvuelve las entrañas de la tierra , pisa los
Mismos del golfo , y espera caminar por la más alta región del aire. Con un leño juntó
¡os apartados continentes que el ancho mar separa. De él conoce las invisibles veredas,
xvi DISCURSO PRELIMINAR.
valiéndose de un pedacillo de hierro imantado. No le asustan las amenazas de las tem
pestades ; y sirvién iose de las iras del viento, le detiene en las velas, y de su enojo y
desesperación se vale para cruzar velozmente el piélago embravecido. Las espantosas
calmas del Océano burla con el vapor ; y con él, venciendo el vuelo de los pájaros,
atraviesa inmensas llanuras, valles profundos é intratables montañas. Ni las aves,
remontándose á las nubes, ni los peces en sus hondas cavernas, ni los reptiles en las
grietas y simas de los montes, ni las fieras horribles, armadas de fuerza y ligereza,
pueden huir el vasallaje del entendimiento humano. A la humana razón sirve esclava
y pechera la tierra, tributándole ya el fruto de continuas labores, ó ya sosteniendo el
peso de innumerables ciudades, para cuya fábrica ve en pedazos navegar los cerros,
y en cuyo ornamento el mármol hecho estatuas parece que tiene vida. Las aguas se
ocupan en oficios mecánicos, moliendo semillas, aserrando árboles, llevando made
ras sobre sus espaldas, labrando telas, subiendo á fertilizar elevados terrenos, apren
diendo siempre á servir por albedrío del hombre. Él mandó al aire trabajar en las
bombas, y le enseñó á sacar tras sí las aguas sin sentir el peso. Él le aprisionó en los
fuelles para crecer el fuego y levantar de una chispa una hoguera. Él disimuló en negro
polvo la cólera del aire y le oprimió en cañones de metal , para tener como las nubes
truenos y relámpagos que espanten, y rayos que destruyan : así burló diestro las de
fensas de las armas y de las murallas, hizo que los ojos alcanzasen mayor poder que
las manos, y al sagaz y certera pasó la gloria del valiente. Halló escondido el fuego en
las entrañas del pedernal , y dispuso que de él concibiese llamas la yesca ; sorprendió
las también en los huesos inanimados, y de repente con el fósforo tuvo luz en las ti
nieblas de la noche. Unió estrechamente el azogue y el cristal para que copiasen cuanto
les rodea, con mayor perfección que las fuentes y los lagos. Dio ala luz oficios de pin
tor, forzándola á fijar en el papel el fiel retrato de todo objeto y los fugaces movimien
tos de los animales y la gente. Adivina con el barómetro los cambios atmosféricos; no
envidia la vista del lince, siéndole fácil por virtud del microscopio abultar á su antojo
hasta la exageración los más imperceptibles seres. Con férreas puntas magnetizadas
desarma del rayo destructor á las tempestades ; por el cloroformo hace insensible al
dolor el cuerpo humano ; con un alambre extiende de polo á polo instantáneamente
su palabra ; y en láminas de mármol y bronce, y en un relacillo de despreciable
lino , con los movibles caracteres de la imprenta logra que hablen los siglos á los siglos,
que se trasmitan unos á otros las facciones y los pensamientos de sus varones ilustres;
eterniza la memoria de ellos ; salva del olvido y la muerte los frutos de la experiencia,
imposibilita el largo imperio de la barbarie, y mantiene vivo el sagrado fuego de la
verdad y de la fe.
Gallardamente nuestro autor examina la naturaleza y los esfuerzos del entendimien
to del hombre, á quien llama el valentón del mundo (válgome casi siempre de sus mis
mas palabras); y luego quo ha sacado de bruto á su pesar al impío , acude á una se
rie de sólidos raciocinios, expuestos con amena claridad y lindo arte, para probar al
ateo, al incrédulo y al desatinado filósofo estas tres verdades : que hay Dios, que su
providencia gobierna el mundo, y que las almas son inmortales.
¡Oh maldito veneno de la envidia! ¡Oh locura de la soberbia y de la ingratitud!
¡ Que Dios haya tenido que mandar al hombre que le conozca y le ame sobre todas las
cosas ; y que el hombre haya aguardado á que sea precepto lo que debiera ser agra
decimiento! ¡Que no dejemos á Dios el cuidado de lo que nos conviene (á Dios, que
DISCURSO PRELIMINAR. xtii
mandó le llamásemos padre, y que nos mirará como á hijos); y necios, tengamos á los
trabajos por solo trabajos y desdichas, y no por advertencias y maestros! ¡ Que dude
mos de que la muerte nos renueva, y no nos aniquila ; de que se siembran estos nues
tros cuerpos en la tierra flacos, ignominiosos y corruptibles, no para que renazcan y
resuciten con la misma miseria, sino para que los propios se levanten nobles, incor
ruptibles y espirituales! ¡Y nos resistimos á esta verdad, á este artículo de la católica
fe, cuando nos le enseñan á toda hora en las hazas los gañanes ; cuando vemos que el
labrador no siembra él grano y lo entierra para que vuelva á renacer el propio grano,
sino para que con su corrupción y muerte resucite en espiga vivificante ! ¡ Oh inte
resable ceguedad de los entendimientos sensuales y distraídos ! Se dejan convencer del
pecado , y se aprovechan de las dudas de los sentidos para desencadenar sus apeti
tos y gustos. Pero nunca nos aflija ni desespere nuestra incredulidad, que puede fá
cilmente ser vencida. «Dios, dice el Apóstol, encerró en incredulidad todas las co
sas, para desatar así los raudales de su misericordia con todos.» Quien siendo Dios
se hizo hombre y quiso padecer muerte de cruz por redimirnos; quien, si lo pe
dimos , nos da su sacratísimo cuerpo y sangre por alimento en el duro y forzoso trance
de la muerte , habiéndole nosotros dado hiél cuando tuvo sed al espirar ; y quien es la
bondad suma, se apiadará de nuestra flaqueza, y á los regenerados por el arrepenti
miento abrirá las puertas del paraíso.
Nombre de teólogo, filósofo y político admirable conquistan á Quevedo los discur
sos que forman la primera sección de este segundo tomo de sus obras. Mejor empleo
no pudo hacer de su gran ingenio y erudición vastísima que ocuparlos en mejorar al
hombre, en hacer bien á la sociedad y al estado. Cuando tropecéis con escritorzuelos
que, sin haberle leido sino á sobrepeine, se erigen en jueces de escritor tan sobera
no, enseñadles adonde asegura que van encaminados sus intentos, con qué libros
aumentaba su espíritu, cuáles .prefería , cuáles cita y con cuáles se autoriza á cada
paso, cuáles aconseja que no suelten de la mano el estudioso honrado, el de noble
corazón, el de pensamientos hidalgos. Decidles que al satirizador de las costumbres
romanas llama siempre mi Juvenal, porque tiene su misma valentía y dureza para
combatir los vicios que iban socavando un colosal imperio: mi Séneca, á quien (como
él) se empeñaba en librar de charlatanes la filosofía , en sacarla de ser un juego de
cubiletes y embeleco ocioso de las academias, hacerla útil y fecunda ; á quien, siendo
gentil , decía que « no hay varón bueno sin Dios » ; mi Santo , al gran Crisólogo, incan
sable en mostrar los prodigios de la fe cristiana y la hermosura y eficacia de la cari
dad y la limosna. Repetidles, en fin, cuál era la predicación constante de Quevbdo; y
no alteréis una sola de sus palabras : « Sea (dice) tu estudio, si deseas merecer ver
dadero nombre de sabio, cerca de las cosas espirituales y eternas. Trata con los afli
gidos y estudia con ellos ; comunica á los solos; oye á los muertos, por quien hablan
el escarmiento y el desengaño; ten por sospechosas tus alabanzas, y cree apenas á tus
sentidos; préciate de humano y misericordioso; conténtale con lo que tuvieres, y no
de suerte que te aflijas si te faltare ; oye á todos , y sabrás mas. En los libros imita lo
bueno y guárdalo en la memoria ; y lo que no te pareciere tal, no lo repruebes : dis
cúlpalo si sabes, disimúlalo si puedes; que no sé yo que haya más desdichado ni
más ignorante género de gente , que aquel que muestra su estudio en advertir des
cuidos y yerros ajenos, que las más veces los hacen ellos no entendiendo lo escrito.
Comparo yo á estos censores ceñudos , que se precian de severos siendo envidiosos,
mu DISCURSO PRKL1MINAR.
á los gusanos , pues no están sino donde hay algo podrido : gente que se hace y se
alimenta de la corrupción. Sin duda es más fácil advertir faltas en los más doctos, que
escribir sin ellas. No dejes de la mano los sapienciales de Salomón , la doctrina de
fipictelo, el conmonitorio de Focílides y Tbeógnis, los escritos de Séneca; y particu
larmente pon tu cuidado en leer los libros de Job; que aunque te parece que te
sobrará tiempo por ser pequeños volúmenes, yo te digo que si repartes tu vida en
leerlos y en entenderlos y en obrarlos, imitando los unos y obedeciendo los otros, que
la has gastado bien y lográdola mejor, y que no te ha de sobrar tiempo. Serás estu
diante y bueno si la lección de san Pablo fuere tu ocupación , y el estudio de los
Santos tu tarea.»
Parecia que el hombre, cuyo entendimiento volaba tan alto, debiera ser impecable,
componiendo sus pasiones con su doctrina. Pero si alguna vez dormitan el discreto y
entendido, ¿cómo no caerá alguna vez en tentación el bueno? Hombres somos, no
somos ángeles. La senda satírica fácilmente resbala al libelo; naturaleza irritable sin
poderse ir á la mano cupo en suerte al gremio de los poetas; y son tentadores el
diablo de la rivalidad literaria y el de la soberbia política.
Defiende Qubvedo por solo y único patrón de las Españas al apóstol Santiago, em
pleando con sagacidad é ingenio argumentos de profunda teología, reglas de estricta
y severa disciplina , agudas razones de conveniencia pública. Pero en viéndose contra
riado por la opinión de todo el reino junto en Corles y por el piadoso entusiasmo de
los devotos de santa Teresa de Jesús , la soberbia le despeña , pretende que su voto
prevalezca sobre el de los demás, se cree más competente que todos, y con pun
zantes sátiras mortifica á sus adversarios. Ya está franca la puerta al insulto agresivo,
á la vil personalidad; ya empelazgados brusca, descortés y lastimosamente Qi'evkdo
y el doctor Balboa, Juan Pablo Mártir Rizo con Morovelli de Puebla, fray Gaspar de
Santa María y cien otros, cuáles partidarios del Apóstol, y cuáles de la Santa.
Si aquí do procedió con humildad, olvidando la conveniencia como político, faltó
á la caridad
■ como cristiano en la Perinola,7 mostrándose iracundo tiv fomentador de la
calumnia ; en Las necedades y locuras de Orlando el enamorado so disponía á dar rienda
suelta á la venganza. Es innegable que hizo bien en perseguir y vencer ante los tri
bunales de justicia, por falsificador, al librero Alonso Pérez deMontalban, padre del
poeta ; y que habria estado en su derecho al desaprobar los yerros literarios de ciertos
autores sabiendo encerrarse en los limites de la indulgente y discreta censura. Pero
si por una y otra causa le ofendieron y ultrajaron, desatalentados é inicuos, don Juan
de Jáuregui, el padre Niseno, el doctor Pérez de Montalban , el sevillano Morovelli,
don Jesé de Pellicer, el diestro Pacheco de Narvaez y Andrés de Tamayo, médico y
cirujano del monarca, ya difamando á cada triquete sus mejores obras, ya denun
ciándolas con perfidia al tribunal de la Inquisición, ya calumniándole con los nombres
de sodomita, hereje, borracho, ladrón y mal nacido, y siempre tirando la piedra y
cobardes escondiendo la mano, ¿por qué no acudió á su gran entendimiento, á su
mucha sabiduría y fe, á su piedad cristiana para olvidar y perdonar? ¿Por qué no puso
por obra lo que habia estampado en La cuna y la sepultura? Allí dijo de molde : tNo
solo es mejor perdonar al enemigo que vengarse, sino más fácil y más acomodado. Así
lo mandó Cristo : Amad á vuestros enemigos. Rigurosa y desabrida cosa fuera y llena
de peligros, si te mandara vengar de tus enemigos, salir á media noche ó solo car
gado de armas, ó acompañado de amigos, á acecharle, y al cabo procurar su muerte.
DISCURSO PRELIMINAR. xix
¿Cuánto mejor es perdonarle, cosa que puedes hacer cenando, y en lu casa, y acos
tado, y con todo tu descanso?» Lejos de esto, volvió insulto por insulto, calumnia
por calaoania , ofensa por ofensa : desentierra los abuelos á Montalban, ríese de las
desgracias domésticas de Pacheco, aviva la calumnia que soplaba contra Tamayo,
pregona los vicios de Pellicer; pero desprecia á Jáuregui y á Niseno. Todos con el
eiceso de su vanidad y ánimo vengativo le habian exasperado y traido á esgrimir
contra ellos envenenadas saetas ; él pudo exclamar con Lucano :
Jusque datum sceleri canimus; ,

él seria absuelto en el tribunal de los hombres; pero lo mal hecho, sea por la causa
qnefhere, no tiene jamás disculpa. Sírvale, sin embargo, de alabanza haberse abste
nido de fiar á la imprenta los rasgos dictados por el enojo , cuando de sus adversarios
fatigaban sin cesar los moldes asquerosas diatribas. En lucha con sus inclinaciones y
apetitos, cayendo para levantarse purificado, capaz de arrepentimiento, amando la
virtad y cuidando de practicarla, siempre que ponia en olvido que era poeta,— la figura
de Qcbvedo se levanta humana y bella en todos sus escritos y acciones. Si no es grande
la hormiga por verse encaramada sobre la veleta de una torre, no será pequeño un
fágante porque breves minutos se atolle en un pantano.
Coloco después de los Discursos ascéticos y filosóficos los crítico-literarios, ya para es
parcimiento y descanso del lector (que no desplacen nunca las sazonadas burlas á costa
del prójimo), ya para que resalte á qué desmanes y violencias no se habria podido ar
rojar Qdbvedo , fácil de apasionarse, vivo en el genio, en sus opiniones vehemente,
animoso de corazón , diestro en las armas , resuelto en el peligro , impetuoso para aco
meter y firme en perseverar, sino le hubiesen refrenado (trayéndole siempre al buen
camino) la antigua honradez castellana y la más acendrada fe católica. Sus mal inclina-
dos/nsliotos regeneró la cristiana verdad; y por ella fué espejo y luz de repúblicos y
caballeros.
Táchense de sus Discursos críticos las desvergonzadas personalidades, ó niegúeseles
elcrédito, y en ellos se encontrará siempre un inagotable raudal de contentamiento y
enseñanza. Tales personalidades hoy no tienen fuerza ninguna , despuntadas ya las iras,
y va desapasionadamente juzgados los hombres de aquel siglo ante el severo tribunal
de la historia. En cambio , ¡cuánto la crítica histórica adelanta con los juicios del señor
de Juan-Abad , bien trate de vindicar la memoria de Felipe II, ultrajada por la sañuda
envidia de naciones extranjeras; ahora vuelva por los monarcas aragoneses, calumnia
dos de algún cronista francés ; ahora se enorgullezca defendiendo á los Juanes , Pedros
}' Alfonsos, que á la sazón vivian en España, hijos y nietos de los que echaron de Italia
á los Alejandros , Hércules y Escipiones! ¡Cuánto valen sus censuras políticas, ya se
queje de que las riquezas de las Indias , ganadas con increíble valor de los españoles,
oi hagan fértiles nuestras campiñas , ni canalicen nuestros rios, ni enriquezcan nuestros
puertos; ya grite á los príncipes y ministros, de parte de la justicia de Dios, «que el
oroy la plata que se trae de Oriente y Occidente no ha de servir de otra cosa que de
comprarnos afrentas y pérdidas y enemigos ; y que á poder de riqueza hemos de ser
pobres de todo, porque sea nuestro verdugo nuestra ambición , y los tesoros arrebata
dos se infamen con nuestra desolación por nuestras culpas!» ¡Y qué precio no tiene
w crítica literaria ! Él rinde tributo de admiración á las comedias de Lope de Vega
Carpió , i tan dignas (dice) de alabanza en el estilo y dulzura , afectos y sentencia, co
xx DISCURSO PRELIMINAR.
mo de espanto por el número; demasiado para un siglo de ingenios, cuanto más para
uno solo.» Muéstrase aficionado á Fernando de Herrera , tesoro de la cultura española;
pero sin aprobar que usase de voces peregrinas, ásperas, con el contagio de bastardía
mendigada en otras lenguas. Aplaude con entusiasmo á Garcilaso y Francisco de la
Torre; y en eslas materias la posteridad no ha dictado fallo que no confirme la sagaci
dad crítica , el buen gusto y recto juicio de nuestro autor.
Nadie como él vibró mejores armas contra el gongorismo, ni explicó sus causas , ni
le historió en menos espacio ; probando que es enfermedad tan antigua como el hom
bre, avaro por naturaleza de singularizarse entre los demás, amante de extrañas no
vedades, premioso y torpe en saber decir con hermosa propiedad las cosas cuotidia
nas y comunes. No querer hablará lo humano, y mezclar bárbaramente voces de di
versos idiomas ; ignorar que la creación poética ha de costar grande trabajo á quien la
escribe, muy poco á quien la lea; buscar en la exageración el estro que no ha conce
dido el cielo, y amontonar metáforas en el discurso haciendo enigmas y geroglificos
indescifrables ; lobreguecer el estilo hasta el punto de que por él no se pueda caminarsin
linterna ; é hincharse, en fin , con la algaravía de palabras murciélagas y razonamientos
lechuzas, —es pretender plaza de sabio, de filósofo á par de las nubes, de poeta á me
dida de los abismos ; eso es ser culto ; ese el lenguaje broma , la música del cieno de
que se enfadó Aristófanes, tomándola por regocijado asunto de su comedia de Las ra
nas. En los tiempos de la sencillez griega abundaban los escritores hinchados y nebu
losos, y los poetas enyedrados, fontanos y floridos, sin faltar los nocturnos y estrelle
ros ; revolviendo los cantos y números con nombres vacíos y altisonantes , diciendo por
circunloquios lo que sencilla y galanamente puede decirse. Al siglo de Augusto no fal
taron culteranos : lo eran Mecenas y Tiberio, y aun más el triunviro Marco Antonio,
ambicioso de escribir lo que admirasen los demás y no lo que entendiesen. Inútiles
fueron los consejos y avisos de Propercio y Horacio; en vano, en la edad de Claudio y
de Nerón , sacaba Petronio á la vergüenza al doctor umbrático , sombrío y tenebroso,
que esterilizaba los romanos ingenios extendiendo la enorme y fanfarrona palabrería
venida no hacia mucho de Asia, por quien no habia quedado de buen color verso ni
escrito alguno. Y ¿por qué no se pudo atajar el mal? ¿Por qué? Óigase de la boca de
san Jerónimo : « Nada tan fácil como á la vil plebe é indocto vulgo deslumhrar con la
faravilla de la lengua ; porque la gente ignorante ó baja admira y aplaude más lo que
menos entiende.»
Algunos críticos de valía, modernos y antiguos, ponen en las escuelas, atentas por
lo común á fórmulas y cuestiones metafísicas , el germen y raíz del estilo afectado, y
suponen que de ellas ha partido siempre. Epictetodijo que t el escolástico es animal de
quien todos se rien. > Y diez y seis siglos después, Quevedo prorumpe en estas desabri
das palabras : « ¡Qué ocupadas están las escuelas en enseñar lo que no saben , lo que á
los discípulos no les importa aprender, lo que para nada sirve! Las canas hallan tan
inocente el juicio como el primer cabello ; la vejez se conoce más en las enfermedades
y arrugas , que en el seso y prudencia. ¿De qué te aprovecha saber si la generación es
alteración, y si á la alteración se da movimiento? ¿ De qué si la materia prima puedeestar
sin forma ó no? ¿De qué toda la confusa cuestión de los indivisibles , entes de razón y
universales, siendo cosas imaginarias, y fuera del uso de las cosas tocantes á las cos
tumbres y república interior ni exterior ; y que cuando las sepas no sabes nada que á tí
ni á otro importe á las mejoras déla vida ?» « De buena gana lloro la satisfacción con
DISCURSO PRELIMINAR. "i
que algunos hoy se llaman cultos, siendo temerarios y monstruosos; y presumen de
que hoy se sabe hablar lengua castellana, cuando no se sabe dónde se habla. Los cor
rillos de legos parecen junta de diferentes naciones , desde que algunos hipócritas de
nominativos empezaron á salpicar de latines nuestra lengua, que enriqueció á todo el
mundo con esclarecidísimos escritores en prosa y verso.» — Un excelente crítico, exa
minando las circunstancias en que se ha desarrollado y tomado vuelo el culteranismo,
observa que no le entronizaron jamás los esfuerzos de un solo hombre , que su elabo
ración ha sido lenta , y su crecimiento compañero inseparable de la decadencia de las
naciones. «Las sociedades corrompidas (dice), como los hombres estragados, no se sa
tisfacen con lo natural y sencillo ; necesitan , en lo extraordinario y nuevo , pábulo á su
grosero deleite. Para los que saben leer en el corazón de los tiempos, la aduladora
elegancia de Policiano predice desde un siglo antes la corrupción de Marino ; la pompa
excesiva de Herrera anuncia ya las hinchadas nebulosidades de Góngora (1).»
Lo propio que en la antigua Roma hubo de suceder entre nosotros. Ya en los tiem
pos de don Juan el II los poetas pretendieron españolizar muchas voces latinas, y tras-
formar nuestra frase con el hipérbaton del idioma del Lacio. Se opuso á que estas se
millas por entonces germinasen el feliz renacimiento de las arles y letras , gloria del
pontificado de León X y del imperio de Carlos V. Pero brotaron y difundieron su ve
neno mortífero tan pronto como logró en Italia hacerse caudillo de las turbas de escri
tores afectados el caballero Marino , y encender el entusiasmo y cautivar la admiración
de los franceses. En esto, un gran poeta español, desnudándose locamente de las her
mosas galas con que resplandecía en el Parnaso , erígese en campeón del nuevo estilo,
y le autoriza, y da (¡miserable suerte!) su nombre á la más espantosa anarquía lite
raria , á la total depravación del buen gusto. ¡ Y halló séquito y aplauso y adulación
una escuela , cuyo más ciego partidario terminaba con las siguientes palabras el co
mento que hizo á las obras de Góngora ! « Esto es cuanto he podido adivinar en la ex
plicación de tan difíciles períodos.»
Famoso vejamen da el satírico á los gongorinos con La Culta latiniparla y con la
Perinola ; documentos inapreciables ofrece á la historia literaria en el Juicio de las poe
sías de fray Luis de León , dirigido al conde-duque de Olivares ; y sabrosamente ridi
culiza en el Cuento de cuentos las idióticas frases del vulgo, las hipérboles y sonsonetes
extravagantes, los inútiles bordoncillos que embrollan la conversación y el estilo de
escribir cartas, viciando la buena prosa y teniendo enfadado el mundo. Hasta hoy se
apreciaba y extractaba la Perinola como un tesoro de noticias bibliográficas; pero nada
menos que eso: mis investigaciones sobre este punto creo han de ser de alguna uti
lidad á la bibliografía española. En fin, estos Discursos crítico-literarios se completan con
juicios, prólogos y advertencias que puso Quf.vedo en libros ajenos, y con las censuras
y aprobaciones que se le encomendaron.
Al Epistolario y documentos relativos á la vida del autor se consagra la sección últi
ma del presente volumen. Ciento sesenta y nueve cartas, de ellas ciento quince iné
ditas ; y ciento sesenta y dos documentos , de los cuales noventa y nueve por vez pri
mera salen á pública luz , esclarecen todos los sucesos prósperos y adversos de la vida

(I) Mi entrañable amigo el docto académico y bizarro poeladon Manuel Cañete, en su Discurso critico acerca
de las obras de don Luis de Góngora y Argote , y en otro Sobre el origen , carácter é importancia del cultera
nismo. Tratando después que él la materia , es imposible dejar de repetir sus fundadas y juiciosas observacio
nes, aun con las mismas palabras conque inmejorablemente las formula.
xxn DISCURSO PRELIMINAR.
del señor de Juan Abad ; sorprendente en el secreto y libertad del hogar doméstico,
robustecen la opinión que de su índole y carácter han formado los doctos, y ultiman
el proceso donde el escritor, á más de sabio y de espíritu valiente , aparece limpio de
nota que le infame. Pero no solo esta sección , todo el tomo brinda con preciosos da
tos al biógrafo de Qcevedo. Hállanse, dignos de estudio, en la Vida de san Pablo y en
la Virtud militante ; en sus Epístolas á imitación de las de Séneca los hay de sumo
interés para conocer á fondo las últimas persecuciones del aulor. Además, el Episto
lario y documentos corrigen algunos yerros y descuidos en que, al bosquejar la vida
del escritor, colocada al frente del primer tomo , hube de incurrir siguiendo los pasos
de mis predecesores. Fui el último en repetir sus asertos; sea el primero en enmendar
los. ¿No afirmé yo con buenas y valederas autoridades que, á los diez y seis años, re
cibió don Francisco el grado de Licencia en Teología? Habiendo parecido los libros
académicos de la Complutense, resulta que precisamente al cumplir aquella edad, po
nía término al estudio de las lenguas griega y latina , y empezaba á conocer los rudi
mentos filosóficos. ¿Se sabia por qué se intituló señor de la Torre de Juan Abad? Ya,
con las antigüedades del campo de Montiel , he podido averiguarlo hasta las semini
mas. Lea con espacio esta última sección el curioso; y unas veces, en compañía de
nuestro autor por Sierra-Morena y la Mancha, hará la vida del hidalgo de aldea en
los tiempos de don Quijote; otras, le seguirá por el intrincado laberinto de la corte
y á las arriesgadas empresas de Italia ; y finalmente, se enterará de lo que se trate
con más reserva en las secretarías y consejos, viendo al monarca extender de su puño
las órdenes para desterrarle, y oyendo de los poderosos el concepto en que le tenían.
Para fijar el texto de este segundo tomo he confrontado cuatrocientos manuscritos
y veinte y ocho ediciones , cuyas más principales variantes justifican al pié de cada
página mi ímproba y fatigosa tarea. Allí no escaseo tampoco las notas literarias ó his
tóricas para que resalte la época y el espíritu é intento del autor, y se desvanezca la
oscuridad de los pasajes difíciles. Ni trabajo ni diligencia perdoné para ello; y cuan
do mis estudios aparecían inferiores á los de algún amigo que me comunicaba con des
prendimiento los suyos, estos y no los mios en seguida fueron con su nombre á la
imprenta. Por último, las antiguas aprobaciones y elogios que á estas obras correspon
den , y un copioso índice de los manuscritos consultados, con expresión de sus dueños,
forman los principios del libro.
Y ahora le aseguro á usted , señor don Juan , que más de cuatro buenas tentaciones
me han dado de acompañar tales alabanzas con las que por el tomo primero, y para que
yo no desmayase, merecí á ingenios esclarecidos : sáficos latinos del sabio y virtuoso don
Juan María Capitán; versos castellanos de los excelentes poetas don Joaquín José Cer
vino y don José González de Tejada ; juicios críticos llenos de erudición é indulgencia,
debidos á la autorizada pluma de los señores don Eduardo González de Pedroso, don
Rafael María Baralt, don Agustín Duran, don Manuel Cañete, don José María de Ala-
va y monsieur Philaréte Chasles. Pero si en un libro que censura la vanidad esto pu
diera parecerlo , porque en él se condena también la ingratitud, estoy en obligación
de dar aquí públicas gracias á tan generosos escritores. Ríndelas igualmente al señor
don Pascual de Gayangos, siempre anheloso de facilitarme raras ediciones y códi
ces, buscándolos de intento en sus frecuentes viajes por Inglaterra y Francia. Recíbalas
asimismo el señor don Cayetano Alberto de la Barrera, que sin conocerme, luego que
publiqué el tomo primero, puso á disposición mia todos sus libros y papeles, fruto de
DISCURSO PRELIMINAR. xxm
\argas vigilias y sacrificios, y en el reliro de mi casa, con moderación indecible me
advirtió de los descuidos que en mi trabajo habia notado. Pero semejantes finezas y
otras muchas de que soy deudor á diferentes personas, tienen su lugar propio algunas
planas adelante, y en los sitios donde es de interés la referencia. ¡Dichoso yo, que
merced á tan hidalgos espíritus vi florido y ameno el desierto de las investigaciones
eruditas , y alcancé premios de corporaciones insignes y la estimación de los hombres
honrados ! ¡ Venturoso yo, que tuve á usted por guia solícito al acometer mi empre
sa ; más venturoso mil veces si usted hoy me anima á continuarla!
Madrid, 12 de febrero de 1859.

AüBEUANO FeRNANDRZ-GüERRA Y URBE.


APROBACIONES
A LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

VIDA DE SANTO TOMAS DE VILLANUEVA. Censura del doctor Francisco Sánchez de Villa-
Aprobación del reverendísimo padre maestro nueva, capellán y predicador de su majestad.
fray Juan de San Agustín , provincial de la Leí este Epítome de la vida del bienaventurado
provincia de Castilla , de la observancia de la santo fray Tomás de Villanueva, arzobispo de
orden de San Agustín , y consultor de la su Valencia, escrito por don Francisco de Quevedo
prema Inquisición. Villegas, caballero dul hábitode Santiago, gran
Pbr mandado del serenísimo señor infante de de ingenio y adornado de lo recóndito de todas
España don Fernando de Austria , etc. , y su buenas letras. En estos breves cuadernos se co
vicario, be visto el Epitome que ha compuesto noce esta verdad, como en la linea Apeles.
don Francisco de Quevedo Villegas de la Histo- Esperamos con afecto el cuerpo grande de la
ria de Xa vida y muerte del beato fray Tomás de Historia, donde se verá que como este santísimo
Villanueva, religioso de la orden de nuestro varón , digno de honrar el lado á los Ambro
padre San Agustín , hijo desta provincia en el sios y Paulinos , fué idea de prelados , así su
convento de Salamanca , y después arzobispo de historiador es ejemplar del acierto en escribir
Valencia. Y asi por la verdad y puntualidad de semejantes materias : trabajo tan mal logrado
la Historia, por la edificación ejemplar que como intentado de muchos; aquí felizmente
contiene para los fieles, y en particular para conseguido , por el merecimiento del asunto lo
prelados , \ por la gravedad y agudeza del esti primero, en tiempos que les parece á algunos
lo, como también por la devoción que en este carecerán de iiombre lamoso si no consagran
trabajo ha mostrado el autor, se le puede y debe á vanidades del siglo sus plumas (— pero como
dar licencia para que lo imprima. V lo firmo en dice san Severo Sulpicio , escribiendo la vida de
el convento de San Felipe de Madrid , á 25 de san Martin : Quid posteris emolumenli tulil le
Agosto de 620. — H. fray Juan de San Agustín. yendo Hedorem pugnantem , aut Socratem phi-
(En la edición principe.)
losophantem? cum eos non solumimitari stultitia
sit, sed-nónacerrimé impugnare dementia: quip-
pe humanam vitam praesentibus tantum aclibus
aestimantesspes suas fabulis, animas suas sepul-
Aprobación del padre presentado fray Jacinto chro dederunl); lo segundo, por la ventaja con
de Colmenares, de laorden de Santo Domingo. 3ue discurre: seguro testimonio de que no pu-
Por mandado de los señores del consejo real iera encargarse esta empresa á persona inge-
de su majestad vi el Epitome de la vida del santo nium cui sit, cui mens divinior, calificado abono
fray Tomás de Villanueva , religioso de nuestro del que así lo juzgare. En Madrid, agosto 30: 620.
padre san Agustín , compuesto por don Fran — El doctor Francisco Sánchez de Villanueva.
cisco de Quevedo , caballero del hábito de San (En la misma edición.)
tiago. Y no hay en él cosa que contradiga á
nuestra fe, ni á las buenas costumbres, antes
está lleno de celo devoto, y muestra (en suma El presentado fray Lamberto Novella , pre
breve) parte de la erudición de su autor, dejando dicador general de la orden de Predicadores,
4 todos con deseo de ver la Historia que pro de comisión del muy ilustre señor el doctor
mete para servicio del Santo y honra de nuestra Pedro Garcés, prior de Ruesta, oficial y vicario
nación y lengua. Y así, me parece se le puede general del arzobispado de Valencia, por el
dar licencia para que le imprima, siendo su ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Isi
majestad servido. Fecha en el colegio de Santo doro Aliaga, arzobispo de la misma ciudad, he
Tomás de Madrid , 30 de agosto de 620.— El visto y con atención leido el Epitome á la his
presentado fray Jacinto de Colmenares. toria de la vida ejemplar y gloriosa muerte del
(En la misma.) beato don Tomás de Villanueva, religioso de la
orden de nuestro padre San Augustin arzobispo
que fué desta ciudad de Valencia, por don Fran
XXVI DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cisco de Quevedo Villegas, caballero del hábito care menos entretenimiento que desengaño. Re
de Santiago*; y no he hallado en él cosa alguna preséntanos en ella los sentimientos estoicos de
contraria á nuestra santa fe ni á las buenas más vivo color á luz cristiana. El ingenio del
costumbres, antes está lleno de grandes ejem autor (aunque siempre por sí feliz, ahora dicho
plos para prelados y subditos , con mucha ver so por su asunto) me admira verse igual aquí y
dad de historia y devoción traídos. Y así , juzgo uno mismo; si bien, al paso de la ventaja del
se le debe dar licencia para que se imprima. En argumento, aventajado aun á sí mismo. Parece
este real convento de Predicadores de Valen que Epicteto se nos ha vuelto español , que Cri-
cia, en i 4 de noviembre 1627. — El presentado, sipo claro , que Zenon tratable , que Antipa-
fray Lamberto Novella. tro breve, que Oleantes vivo, que Séneca cris
(En la impresión de Valencia de 1627.) tiano.
En este imperial colegio de la Compañía de Je-
Por la obligación de mi oficio he visto el libro respecto de la dedicatoria, enmiéndese, y en el hueco que aparece
intitulado Epítome á la historia de la vida ejem allí póngase la siguiente :
plar , y gloriosa muerte del bienaventurado fray Al sekor do» Joan de Chaves t Mendoza, caballero del
Tomás de Villanueva, de la orden de San Augus- hábito de Santiago, presidente del Consejo de la* Or
tin, arzobispo que fué de este arzobispado de denes, y del Consejo y cámara de su Majestad, Conde
Valencia, con la aprobación del Ordinario. Y de la Calzada , Señor de la villa de Santa Cruz de la
porque no hallo en él cosa por la cual no se deba Sierra.
imprimir , antes es digno que los cristianos le Esta dedicatoria, Señor, en vueseñoría se enoblece
vean para instrucción, dechado y ejemplo de en el oficio antiguo, añadiendo al ser reconocida el ser
todos; por tanto , en razón de mi oficio doy per Del; pues no lleva a sus manos esta obra mia por elección,
misión y facultad para que se pueda imprimir sino por deuda. Menos es de mi estudio que de vuese-
en este reino. Y ordeno que antes que se saque fiorla; pues siendo arte de adquirir las virtudes y des
á luz ni se pueda dar ni vender, se traiga ante preciar los vicios, le doy un traslado de sus gloriosas
mí para que le examine si concuerda con el acciones. Secretos son de la verdad , que buscan en
original que he visto. Dada en Valencia, á 1 8 días vueseñoría voz viva que los declare ; pues ba sido y es
del mes de noviembre de 1627 años. — El doc original que los ensena ministro tan grande, que en sus
tor Guillen Ramón Mora, abogado fiscal de su manos ha visto siempre la justicia que sus balanzas han
majestad. gobernado su espada; no la espada sus balanzas. Por
(En la misma edición ) esto las asistencias ¡numerables á ia conservación del bien
público, en un mismo tiempo se han valido de vueseñoría
como si fuera multiplicado en personas. Y con esto con
LA CUNA Y LA SEPULTURA. fesaran cuanto ecliáran menos que no fuese muchos, si
solo, no experimentaran que valia por todos, repartién
La Dolrina moral de don Francisco de Que dose en cuidado infatigable por lautos tribunales, juntas
vedo y Villegas he visto y leído con atención; y y presidencia ; haciendo en todos , con las costumbres de
la merece de la mayor curiosidad, que con esta luz , olicio de dia. Vistiéronse en vueseñoría las letras de
enseñanza se verá defendida para que no pue púrpura en la gran sangre de sus venas , derivada de la
da parecer mal el cuidado de su ocupación : no esclarecida casa de Chaves ; cuya iiustrisima memoria
dejará de hallarse mejorada en esta escuela, está bien poblada de tantos ricos hombres y señores,
gracias al autor, que ha sabido con lo dulce de pues sin sus blasones no se lee corónica desde la primera
otras leciones mezclar lo provechoso de una antigüedad de España , ni privilegio donde no sean blasón
cristiana filosofía , sin que ofenda en nada á la los señores della. Por otra parle la casa de Mendoza (por
religión y buenas costumbres. Este es mi pa tantos lados real , siempre grande, de quien se inundan
recer. En Zaragoza, á 29 de abril de 1630.—El lodos los reinos de grandezas y señoríos) se añade por
doctor Virto de Vera. prerogativa los méritos de las letras y integridad con
que vueseñoría , en tan grandes cargos , hace amable su
(En la primera edición ; Zaragoza , 1630.)
veneración, y docta su admirada y espléndida gloria. Y lo
que más se debe eslimar es que , por lodas estas razones,
es vueseñoría con toda su sangre y su casa una viva ala
Aprobación del padre Juan Eusebio, de la Com banza y una ardiente aclamación de las sumamente pro
pañía de Jesús (a). videntes elecciones de la majestad soberana del Rey
Con gusto he leido una obra de don Francis nuestro señor don Felipe el Grande , cuarto desle nom
co de Quevedo intitulada Cuna y Sepultura, de bre, que continuando y creciendo las de su santo padre,
cuya dotrina me mandó el señor Vicario le in ha dado á vueseñoría aquellos puestos que necesitaban
de ministro tan digno. Yo, Señor, por desquitar la culpa
formase. Está llena de desengaños, para los
que tiene quien escribe lo que no obra , lo dedico 1 vue
cuales es acomodado argumento su título; son señoría que lo obra y no lo escribe. El titulo deste libro
verdades las que dice. Y así nada tiene contra la es , Conocimiento propio, y desengaño de las cosas ágenos.
fé ni contra las buenas costumbres ; contra las Si como le sé dedicar, le he sabido escribir, será digno de
malas mucho, si el ánimo de los lectores bus la protección de vueseñoría , i quien Jesucristo nuestro
ca) Impreso ya el texto de este segundo tomo de las Obra» de Señor dé su gracia y larga vida con buena salud , como
Quevedo, ha parecido la rarísima edición de La runa y la septtlht- deseo. — Madrid , 14 de mayo de 1633. — Don Francisco
' ra, hecha en Madrid alio de 1634. Lo qae digo a la pagina 73, de Quevedo Villegas.
APROBACIONES Á SUS OBRAS. xxvu
sus, á 19 de junio de 1633.—Juan EusebioHie- contravenga á nuestra san, a fe católica, uiá las
remberg. buenas costumbres, ni a la dotrina de los santos
( En la edición principe; Madrid, 1634.) padres de la Iglesia, ni á las reglas del Índice
expurgatorio , ni digna de censura teológica, ni
en agravio de las regalías de su majestad. Antes
bien he notado , como digno de toda alabanza,
Este librito de la Cuna y Sepultura . por don que siendo el autor caballero secular, de capa
Francisco Que vedo Villegas, no liene cosa al y espada , se muestra muy versado en la Sagra
guna por la cual se deba impedir nueva impre da Escritura y leido en las dotrinas de los san
sión; y contiene muchas, muy buenas, y de gran tos Padres de la Iglesia , y discurre en las mate
de ingenio, muy parecidas a las demás que su rias de su asunto altamente con estilo grave y
autor ha comunicado á los doctos. Y es mi pa agudo. Por lo cual siento que su excelencia
recer, que el señor vicario general de Barcelona debe dar licencia para que se imprima, por la
pueda con seguridad conceder licencia, para utilidad que de su leyenda se puede seguir al
que se imprima y publique. En testimonio firmé pueblo cristiano. Así lo siento. Y lo firmé de
la presente cédula de mi mano en el Convento mi mano en este convento de San Francisco de
de santa Catarina martvr de Barcelona en 20 de Zaragoza, en 16 de mayo de 1631. — Fray Bar
Febrero, 1636.— Fr. Thomas Boca. tolomé Foyas.
(En la impresión de Barcelona de 1635.) (En la edición principe; Zaragoza , 1651.)

Aprobación del maestro fray Lamberto Novella, PROVIDENCIA DE DIOS.


de la orden de Predicadores , hijo del real
convento de Valencia. Aprobación del padre maestro fray Antonio Iri -
barren , catedrático de Escritura en la univer
El maestro fray Lamberto Novella , de la or sidad de Zaragoza, y examinador sinodal de
den de Predicadores, digo que, de comisión su arzobispado.
del muy ilustre señor don Martin Dolz del Cas
tellar , canónigo de la santa iglesia de Zaragoza, Solamente por obedecer al ilustrísimo señor
oficial y vicario general del arzobispado de la don Lorenzo Armengual del Pino, obispo auxi
ciudad de Valencia, por el ilustrísimo y reve liar de este arzobispado, diré brevemente mi
rendísimo señor don fray Isidoro Aliaga , arzo sentir ; porque juzgo que las obras del admira
bispo de dicha ciudad , he leido con cuidado ble ingenio de don Francisco de Quevedo ha
estelibro, intitulado La cuna y lasepultura, com bían de estar dispensadas de aprobaciones , po
puesto por don Francisco de Quevedo, caballe niendo solamente en la frente de ellas aquella
ro del hábito de Santiago, señor de la villa de inscripción del Evangelio : Operibus crediie. Y
la Torre de Juan Abad, Y no he hallado en él así digo que este libro, siendo como los demás
cosa alguna contra nuestra santa fe católica de este autor, es como ninguno de ellos, por dos
ni contra las buenas costumbres ; antes es libro singularidades : la primera , porque hasta ahora
digno del ingenio de su autor, lleno de verdades no se había visto en el mundo; la segunda,
v desengaños , bien acomodados al título que porque su materia es tan sumamente prove
íe da. Y creo que los que le leyeren verán como chosa, como constará á quién lo lea. Este es mi
en espejo claro su miseria , que comenzó en la sentir, en el colegio de San Vicente Ferrer de
cuna y acaba en la sepultura : grande desenga Zaragoza: julio á 27 de 1700. —Fray Antonio
ño de la soberbia y altivez de los hombres. Y Iribarren.
asi, juzgo se le puede dar la licencia que pide (Edición principe.)
para imprimirle. En este real convento de Pre
dicadores de Valencia, en 22 de febrero 1635.
— El maestro fray Lamberto Novella. Aprobación del doctor don Felipe Gradan Ser
(En la de Valencia del mismo año.) rano, asesor de la bailía general de Aragón
y de la ciudad de Zaragoza.
De orden del muy ilustre señor doctor (Km
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATBO Antonio Blanco, del consejo de su majestad en
FANTASMAS. el supremo de Aragón, y regente de la real
cnancillería de este reino, he visto con mucho
Por comisión del excelentísimo señor conde gusto esta obra de don Francisco de Que\erlo;
<le Lemos , virey y capitán general deste reino y no lie hallado en ella cosa alguna que se opon
de Aragón, he visto el libro intitulado Virtud mi ga á las regalías de su majestad , antes bien la
litante contra las cuatro pestes del mundo, envi juzgo dignísima de que se dé á la luz pública,
dia, ingratitud, soberbia, avaricia, compuesto por la materia v por el estilo. Zaragoza y julio
por don Francisco de Quevedo. Y habiéndolo 29 de 1700. —Don Felipe Gracián Serrano.
leido de verbo ad verbum con el cuidado y aten (En el mismo ejemplar.)
ción que he podido, no he hallado en él cosa que
xxvin DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
cañas, en que las lanzas más divierten que pe
JOB. netran; aquí las tira de veras , y tan aceradas,
que penetran hasta lo intimo del corazón que
Censura, de tomiúon del ordinario, dada por las atiende, sin lisonjear al gusto.
el muy reverendo padre fray Francisco Palan- Conócese en esta obra cuan verdadera es la
co, lector jubilado, calificador del santo Oficio sentencia del Sabio: Vexatio datintellectum; por
y de sus juntas secretas, revisor de libros, exa que aunque el del autor fué siempre grande, —
minador sinodal de este arzobispado de Tole la opinión en que le pusieron sus trabajos le des
do, electo obispo de Panamá, antes vicario ge pabiló tanto de los achaques de humano, que pa
neral y al presente provincial de los mínimos rece le transformó en divino. Quisiera serle se
de San Francisco de Paula en esta de las dos mejante en la facundia y elocuencia, para decir
Castillas, ele. todo lo que siento de esta obra; pero me acorta
Por comisión del señor don Isidro de Porras la falta de frases para explicarme. Y solo digo,
y Montúfar, teniente de vicario de esta villa de cumpliendo con el oficio de censor, que uo he
Madrid y su partido, he visto este libro, cuyo hallado en este libro cosa alguna que desdiga
asunto es defender la divina Providencia contra de nuestra santa fe ni de las buenas costum
el ateísmo, en cuyo apoyo se expone el Libro de bres; y que merece la licencia que se le solicita,
Job ; su autor don Francisco de Quevedo, caba para que este tesoro, hasta ahora escondido,
llero del habito de Santiago, etc. Y aunque el utilice al público. Así lo siento en este de nues
celebrado talento y siempre vivo ingenio del tra Señora de la Victoria de Madrid, en 17 de
autor, tan notorio al mundo en sus muchas noviembre de 1713. — Fray Francisco Palanco.
obras, ya aligadas á metro , ya sueltas en elo (Obras Postumas, publicadas por los herederos de Ga
cuente prosa , nos prometía ^n esta) parte no briel de León; Madrid, 1713.)
menos elegante,— he hallado que es mucho más
de lo que prometía la esperanza; porque se
aventaja á sí mismo en tanto grado, que se pu INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.
diera desconocer si el estilo y caracteres no le
manifestaran proprio. Excede á las demás obras Por remisión del señor licenciado Zarate, cu
en la causa, en la erudición, en la solidez, ver ra propio de la iglesia parroquial de San Salvador
dad y desengaño, y sobre todo en la utilidad pa y vicario teniente desta villa de Madrid, he visto
ra los lectores. En la causa, porque en ninguno el libro intitulado Introducción á la vida devota,
de sus escritos la torna tan alta como defender que escribió en lengua francesa el bienaventu
la Providencia <livina contra el ateísmo insi rado Francisco de Sales, obispo y principe eu
piente, que es el asunto de este libro. En la Aurelia de los Alóbrojes ; traducido en castella
erudición, porque aunque siempre la obstentó no por don Francisco de Quevedo Villegas, ca
general, aquí la manifiesta sagrada y divina; ballero de la orden de Santiago. Y en él no hallo
bebida no solo de los libros divinos y sagrados nada contra nuestra sagrada religión ni buenas
intérpretes (en cuyo coro benemérito se intro costumbres, sino antes que toda la dotrina que
duce), sí también aprendida por experiencia pro- contiene es pía y católica, y de universal prove
pria en semejante escuela que la de el pacienti- cho para los fieles que en todos estados buscan
simo Job; cuyo libro expone con luces tan so camino verdadero para la virtud , y medras en
beranas de lá más'alta razón de estado de la el servicio de nuestro Señor, y cumplimiento de
Providencia de Dios :—que se puede creer piado su santa ley. Hallo también la versión ajustada
samente quiso el Altísimo ilustrar á lo divino, en con su original, reparada, añadida de muchas
los trabajosos y penados íines de su vida, aquel faltas y muy correcta de los errores que tenia
grande entendimiento, que en sus principios ha la que se imprimió en Flándes. Y asi, por esto,
bía sido tan humano; y que la elocuencia con que y porel útil que ha de resultar de tan santa y pía
tanto había deleitado á los humanos genios entre lección, me parece que se debe dar la licencia
la lisonja de sus aplausos, puesta en el tormento que se pide. En Madrid, a (i de enero de 1634
de tantos trabajos y adversidades, cantase con años. — El licenciado Blasco.
más soberanos primores al placer de Díos en (Edición principe.)
dechas divinas y grandezas de su Providencia.
Se excede también en lo sólido y serio de la
verdad que trata ; porque quitando á los huma
nos sucesos la máscara de prósperos ó adversos Censura del padre fray Mateo de la Natividad,
con que, ó lisonjean ó atemorizan á los morta lector de Teología de la provincia de San Pablo
les, descubre el verdadero veneno que ocultan de descalzos fraticiscos.
aquellos, ó la verdadera triaca que envuelven Por mandado de vuestra alteza he visto un
estos, para que nadie se engañe con la super libro intitulado Introducción á la vida devota,
ficial apariencia de los unos ni de los otros. De compuesto por el reverendísimo Francisco de
aquí infiero la mayor utilidad de esta obra sobre Sales, obispo de Colonia de los Alóbroje6, y tra--
las demás; porque aunque el autor siempre se ducido en castellano de francés por don Fran
mostró desengañado , aun en los asuntos joco cisco de Quevedo y Villegas, caballero del orden
sos; pero allí el desengaño es como juego de de Santiago y señor de la villa de la Torre de
APROBACIONES A SUS OBRAS. XXIX
Iomv toad. En el cual he hallado sana doctrina la vida devola, en el cual, muy lejos de haber
\ eu nada ajena de nuestra santa fe y buenas reparado cosa alguna que se oponga á nuestra
costumbres, y de quien se puede esperar pú santa fe y buenas costumbres, antes he hallado,
blica utilidad en las personas que con devota con grandísimo gusto y consuelo, que todo lo
atención le leyeren. Y así, juzgo podrá vuestra que puede conducir un alma ala suma perfecion
alteza dar la licencia que se pide para la im resplandece desde el principio hasta ¡i el fin . Esto
presión. Fecha en este convento de San Gil el es lo que el papa Alejandro VII ha expresado
Real de descalzos de nuestro padre san Fran sensiblemente en dos cartas, que van traducidas
cisco, en 3 de febrero de 1634. — Fray Mateo al principio de esta obra, á cuya letura remito
de la Natividad. el devoto que quisiere enterarse del mérito de
(De la misma edición.) ella; contentándome con decir que de todos los
libros espirituales que he leido, ninguno me ha
parecido más digno de los aplausos de los fieles
Aprobación de don Pedro de TEscolle, doctor de ni más provechoso para los que aspiran á la
la sagrada facultad de Parts y examinador gloria eterna. Esto es mi sentir , salvo melio-
real. ri. Paris y noviembre á 30 de 1712.— De TEs
Por orden de su excelencia el señor Chanci colle.
ller, he leido un libro intitulado Introducción á (En el ejemplar de Ambéres, de 1720, en 8.°)
ELOGIOS
DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

Al señor don Gregorio de Tapia y Salcedo, ca utilidad: Sapientia absconsa, el thesaurus in-
ballero del orden de Sant-lago y fiscal de su visus, quae utilitas in utrisque? Todas las obras
orden. del incomparable ingenio de don Francisco de
Quevedo le han merecido la universal aclama
Habiendo tenido la dicha de que llegase á ción de el mundo ; y esta, que hasta ahora no
mis manos una de las obras más dignas de la habia llegado á la noticia pública , no había te
pluma del insigne don Francisco de Quevedo, nido los aplausos que merece, siendo entre to
intitulada Las cuatro pestes y las cuatro fantas das singularísima. Pero habiendo venido á mi
mas del mundo ; y viendo que faltaba esta pie mano con gran fortuna mia, y sabiendo que su
dra, la más preciosa, de la arquitectura de sus restauración y recobro es único efecto del estu
escritos que corren impresos en un volumen,— dioso desvelo de vueseñoria ,— me ha parecido
determiné hacer este beneficio á España, dando deuda de justicia volverle á su mano, para resti
a la estampa este , no sé si último pensamiento tuirá vueseñoria lo que debeá su vigilancia el
postumo suyo. Y necesitando para sacarle á luz, orbe literario. Una de las maravillas de Dios en el
de protección, igualo (siendo vuesamerced tan principio del mundo fué hacer que se manifes
conocido y estimado por su sangre) sus letras, y tase la tierra que est¡iba oculta y sin poderse ver,
todas las demás prendas que hacen á vuesa porque le faltaba la luz, como dice el señor san
merced caballero bien visto y bienquisto. He to Tomás: y esta noble operación de Dios imita
querido poner debajo do su nombre de vuesa vueseñoria habiendo procurado que se descu
merced este, volumen, para que conozca el mun briese y manifestase esta insigne obra. Tanta fa
do que méritos de Castilla saben gozar los aplau ma y aclamación mereció Josías por haber res
sos debidos en Aragón. Y así , no he menester taurado y descubierto el libro de la ley, oculto y
añadir súplicas para que vuesamerced le reciba casi perdido entre el polvo y ruinas del Templo,
con benevolencia , pues en sus singulares par como por sus hechos esclarecidos. Y juzgo que
tes es esta virtud la que más resplandece; y yo aunque vueseñoria está justamente venerado de
fuera digno de reprensión si juzgara que escri todos por sus rectísimos dictámenes y cristianas
tos de don Francisco de Quevedo no llevaban operaciones, le ha de aumentar á sus méritos el
consigo toda la recomendación en su afecto de juicio de los doctos un nuevo grado de aprecio,
vuesamerced : cuya vida guarde Dios para lus por deber á su cuidado el hallazgo de este pre
tre de las buenas letras. Zaragoza y julio 12 cioso tesoro. Dios guarde á Vueseñoria muchos
de 1651. — Humilde criado de vuesamerced. años, como deseo. Zaragoza, agosto 9 de 1700.
Roberto Doport. — Bésala manoá vueseñoria su más reconocido
(El mercader de libros, en la edición principe; Zara servidor, Pascual Bueno.
goza, 1651.) (En la edición príncipe de la Provincia de Dioi; Zarago
za, 1700.)

Al muy ilustre señor don Juan Luis López, del


consejo de su majestad , y su regente en el sa El impresor al que leyere.
cro y supremo de los reinos de la corona de
A ragon , etc. Aunque á la mayor parte de las prensas de
España, y á muchas de las estranjeras, han
Siendo los libros el espíritu de los autores en debido las obras del incomparable ingenio do
carnado en letras, son también los que en la don Francisco de Quevedo la gloriosa fatiga
duración de los siglos eternizan su memoria; con que se han empleado en divulgarlas, no se
pero esto no es quedándose escondidos como dejarán nunca exceder de otras algunas las de
escrito privado, sino cuando con la pública Zaragoza en esta tan loable emulación ; siendo
luz se manifiestan para la enseñanza del mundo; constante que muchas, y las más principales
porque la sabiduría oculta es como el tesoro obras suyas, les deben el haber visto en ellas su
cerrado en la mina , que no sirve á la común primera luz , así en vida de don Francisco como
ELOGIOS DK LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ilespues de ella : según lo atestiguan la primera autoridad de la Iglesia le tiene ya puesto en el
parte de la Política de Dios , el Memorial por el número de los santos.
Patronato de Santiago , la Virtud Militante con De la importancia de esta obra , de la solidez
tra las cuatro Pestes del Mundo, la Fortuna con de sus discursos, del convencimiento de sus
seso y hora de todos, sin otras menores, que omi pruebas te informará ella misma. De las demás
timos. que escribió don Francisco , y de sus estudios
Esta misma, pues, feliz tarea continúa hoy y fortuna, el catálogo que se sigue; que aun
nuestra oficina, dando la primera vez á la luz que no las comprehenda todas, será por lo me
pública esta singular obra de don Francisco {el nos el' más lleno y apurado de todos los que
tratado de Providencia de Dios), después de hasta aquí habrás visto. Si le fueres aficionado
más de medio siglo que la escribió, y de ha (pero ¿quién después de casi un siglo de in
ber andado oculta todo este tiempo entre envi mortal fama no ha de serlo?), estimarás el ofre
diosas manos, ó (al menos) negligentes, con da cértelo ; que yo , contento con ponerlo en tus
ño común del teatro literario, y particular de manos , no quiero exceder en nada de los lími
el crédito que tan lucido parto de su ingenio tes de mi instituto.
[>uede aumentarle (aunque lo tenga tan ade- (En la propia edición.) .
antado ) á su autor.
La estimación que él mismo hizo de ella ( no
siendo muchas veces los peores censores de sus A la feliz memoria del insigne español, fénix de
obras sus autores , si es que son de la medi los ingenios y principe de ¡a erudición, don
da de nuestro don Francisco), se conoce en la Francisco de Quevedo y Villegas, caballero del
memoria que se conserva de su propria mano (de orden de Santiago , secretario de su majestad
que hablaremos más adelante), en que la reco y señor de la villa de la Torre de Juan Abad.
noce, ó llora perdida con otras muchas que se Pocas veces se habrá visto dedicar las obras
le desaparecieron entre sus amigos (ó enemigos); de un autor al autor mismo que las compuso; y
consolándose como pudo, de no tenerla en su estas Obras postumas de don Francisco de Que
poder, con dejar firmado de su mano que la ha vedo, como singulares en todo, es preciso que
bía escrito. lo sean hasta en la dedicatoria; por dos razones,
Si has leido los renglones que preceden á que ambas tiran las líneas á un centro provecho
esta advertencia , ya te hallarás informado de á so y útilísimo, al desengaño, así en el autor como
quién se debe el que tan escogida obra llegase en ellas mismas. El autor es difunto, y sus obras
á mis manos para pasarla á las tuyas; no vi son las que viven y vivirán á la eternidad ; el
ciada ni adulterada , como de ordinario sucede, autores muerto al mundo, y piadosamente cree
sino copiada con puntual fidelidad de el mismo mos que vive en el cielo. Las obras que acom
original , escrito y enmendado de mano de su pañan á sus dueños van siguiendo , por eterna
autor: conque i¡o podrás dudar que esta obra felicidad ó desgracia eterna , á quien las hizo :
sea parto legítimo de el fecundísimo ingenio de Opera enim illorum sequuntur illos (Apoc, 44.);
don Francisco , aun cuando su mismo carácter, y obras tan provechosas como estas, no nos po
estilo y frase, tan particularmente suya, no lo demos persuadirque no hayan sido muy bien vis
dijeran á voces ; como lo reconocerá por sí mis- tas en aquel tremendo tribunal de Oios, cuando
rao cualquiera que con meros que mediana dejan tanta enseñanza á los que vivimos en el
reflexión, hubiere empleado bien algunas horas mundo. Todo el desengaño del autor nació del
en la lectura de las demás obras suyas. que lo dio el santo Job eu sus trabajos , como
El padre Mauricio de Attodo , de la sagrada lo confiesa en estas obras , sirviéndole de maes
religión de la compañía de Jesús , á quien don tro y de guia á don Francisco en los suyos; y
Francisco dirigió esta obra, con la carta que va quiso pagarle la buena obra de su doctrina ex
Í)or cabeza de ella , fué natural de Toloseta , en tendiéndola, porque otros gozasen* de ella :
a provincia de Guipúzcoa, y el año de 1641 Quis mihi tribuat ut scribantur sermones mei?
se hallaba leyendo cátedra do teología moral Quis mihi del ut exarenlur in libro stylo férreo,
en su colegio de la ciudad de Lcon. etplumbi lamina, vel celie sculpantur in siliceí
En el original de mano de su autor dice la ¿Quién me concederá, decia el santo Job, que mis
firma de esta carta Fray Thomás de Villanueva, palabras se escriban? Scribantur; poco le pa
estilo usado de don Francisco con los que tra reció escribirse con pluma, sino que con el bu
taba con intimidad, por la gran devoción que ril, con el cincel en láminas de bronce, en
siempre tuvo al santo arzobispo de Valencia, pedernales : Stylo férreo, etplumb\lamina, vel
como lo manifestó en el epítome (que corre im celte sculpantur in sílice. Decia bien, porque
preso) de la Historia de su admirable vida y he no queriendo sus escritos por su gloria y aplau
roica» virtudes , que escribió con particular di so popular, sino por una gloria y eternidad di
ligencia , aunque hasta ahora no se ha publi chosa de los que le leyeren, caiga esta obra en
cado. Hame parecido advertirlo aquí , omitiendo la mano de don Francisco de Quevedo, que ha
el poner esta firma al fin de la misma, carta, sabido eternizar los desengaños de Job. — José
como juzgo que lo hiciera la advertida modestia de Hortar
de el mismo don Francisco, si la escribiera ó (En la Phrte tercero de las obras de Quevedo; Madrid,
publicara en este tiempo, en que la suprema 1713.)
ELOGIOS DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. xxxin
Al lector. lia ocasión las vieron. Vueseñoría, Señor, con
su benigno ánimo y inclinado siempre á favore
Las Obras postumas de don Francisco de cer los nombres beneméritos, procuró la resti
Quevedo salen á luz como resucitadas; pues ha tución de lo que tan injustamente le habían
biendo estado tantos años en el infeliz sepulcro usurpado, aunque basta agora sin algún efecto.
de muchos codiciosos de ajenos trabajos , ya se Pero por otros medios, con la autoridad grande
arrancaron de su corazón como tesoro que se de vueseñoría se ha podido conseguir que mu
pueda repartir á todos, y goce la república cris cho se repare deaquella ofensa, imprimiéndose
tiana una riqueza para el cielo que no se en estos dias á mis expensas una buena cantidad de
cuentra en los minerales de la tierra. sus poesías, y con nopequeño adorno, entre tanto
Ponderar su utilidad es ocioso á quien tiene que se descubren las otras, que serian de gran -
tan inmediato el desengaño ; porque si ha leido de lucimiento. Y agora, para entretener con
otras obras del autor, conocerá al punto en las más alivio esa dilación , he dispuesto salgan á
cláusulas aquel ardor bizarro de su elocuencia, luz juntas todas sus obras de prosa autos im
aquella fuerza tan poderosa y tan dulce de sus presas, y comprehendidas en un tomo; á quien
razones, que para decir lo que los demás, lo seguirá otro tomo segundo , donde se conten
dice como ninguno, porque lo dice como él solo. gan las que, también de prosa , hasta agora no
Las materias que trata son las que le trajo el se hayan estampado.
desengaño de sus trabajos en los últimos años Pero injusta y desagradecidamente procedie
de su vida; y son la Inmortalidad del alma, la ra yo si faltara á tanta deuda de reconocimien
Providencia divina y la Invencible paciencia de to, y no dedicara á vueseñoría esta impresión,
Job. Brinda el gusto el haber de leer á Quevedo cuando este español famoso deberá á vueseño
en tan útiles y provechosos asuntos. Los más ría principalmente su memoria ; y siendo ansí
buscan sus obras por lo que deleitan , pero los que, poniendo su ilustrísimo nombre en su
cuerdamente cristianos busquen lo que deleita principio, tendrá la protección toda que puede
por lo que aprovecha, que es lo que clamaba necesitar, y juntamente honor suinmo y califi
san Enodio en los escritos de Fausto : Quaerant cación, con que quede estimable en el concepto
olü quod delectet... Mihi non tám delitias verba común de los naturales y de los extranjeros;
na pariunt quam salutem. Faltan de imprimirse dando ansi mismo occasion á que todos celebren
los Trenos de Jeremías, que fueran buenos com - que, cuando los sugetos mayores de la monar
pañeros de los trabajos de Job; pero es tal el quía parece que olvidan el aprecio de los inge
deseo de los eruditos y tal el ansia de sus apa nios aventajados, hay uno tan superior, que
sionados por estas obras, que por satisfacer á los honra y anima. Nuestro Señor guarde la
unos y otros se dan estos tratados luego á la muy ilustre persona de vueseñoría edad muy
prensa; y se pide á los otros y á los unos que si larga, como sus criados«deseamos y habernos
saben que alguno tiene algunas obras del autor menester.—El menor criado de vueseñoría, Pe
3ue (con no pequeña probabilidad y mayor queja dro Coello.
e la codicia de los que esconden estebien pú (Dedicatoria del mercader de libros al frente de la Ente-
blico) los delaten comoá delincuentes en el orbe flaiita entretenida, i donairosa moralidad, etc. ; Madrid,
político y cristiano, y restituyan lo que no es por Diego Díaz de la Carrera , 1648.)
suyo. Vale.
(En el mismo ejemplar.)
A don Pedro Sarmiento de Mendoza, conde de
Rivadavia, adelantado de Galicia, del orden
de Calatrava.
A I señor don Pedro Pacheco Girón, de el consejo Si las relevantes prendas, amables partes y es
de su majestad en los dos supremos de Cas clarecida nobleza de vueseñoría necesitaran del
tilla y de la general Inquisición, etc. esfuerzo de mis elogios, Tas ensalzara con tan
asombrosas hipérboles, que tocando en lo legí
A la adversa fortuna que han corrido las obras timo de la verdad , no se rozara con lo bastardo
de don Francisco de Quevedo después de su de la lisonja. Pero si el manifestar lo que todos
muerte, si no se hubiera opuesto la fortuna pro con tan plausibles aclamaciones confiesan , no
picia del favor y patrocinio de vueseñoría para es festejarle y servirle; y ponderar lo que otros
restaurar en alguna parte su pérdida,— mucho se aplauden, no es raza de gloriosa fineza,— tuve
hubiera malogrado del honor suyo y de Espa por más acertado dictamen y más bien adverti
ña , faltándole lo lucido y más estimable de tan da economía hacer, en esta carta, pública confe
grande ingenio. Murió eñ Villanueva de los In sión de los infinitos empeños en que vueseñoría
fantes; y de papeles muchos originales de sus me tiene constituido: que nunca bien satisfaciera
escritos, que siempre traía consigo, se echaron yo á mi oficio si con tan ingenua declaración no
entonces menos gran suma. De manera que de intimara al orbe que tbien podrán reducir á nú
sus poesías , lo que yo pude alcanzar con todo mero los diamantes que en el cielo brillan ; pero
género de negociación no fué de veinte partes no estrechar á guarismo los beneficiosque á vue
una, según aseguraron los mismos que en aque- señoría mis afectuososrendimientos reconocen! .
xxxiv ELOGIOS DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Y para pagar alguna (aunque pequeña) parte, de lúmenes, peregrinaban por Europa, ocupando
terminé estampar á mis expensas las obras de también las imprentas forasteras. Pero ahora
aquel insigne varón que en el templo de la Fuma que juntas, enmendadas y añadidas por sus mis
selia construido en elevado solio tan inmortal mos originales llegan á los pies de vuecelencia,
memoria : don Francisco, digo, de Quevedo, lograrán todas nuevos y mayores aplausos, que
que solo con haberle mentado, en breve esfera excedan á los que han conseguido en todas las
de palabras dilaté anchurosísimas campañas de naciones, con el apoyo de protección tan so
encomios y panegíricos. Es de las festivas sazo berana. Dios guarde á vuecelencia. — Pedro
nes y sazonadas seriedades de tan heroico su Coello.
jeto el delicado plato que a vueseñoria presen (Dedicatoria de la edición de las Obras en prosa de
to; que el mañoso artificio de un pobre no pudo Quevedo, impresas en Madrid, Diego Diaz de la Carre
inventar para el gusto de vueseñoria, tan hecho ra, 1653. — 4.")
a lo primoroso de las mejores letras, más sabro
sa lisonja que hacerle ni más apropositado pre
sente con que obligarle. Guarde Dios á vueseño Al excelentísimo señor don Antonio Juan Luis de
ria las edades que merecen sus esclarecientes la Cerda, duque de Medina-Celi y de Alcalá,
virtudes y los años que piden mis humildes ren conde de la ciudad y gran Puerto de Santa
dimientos: que con eso en lo cordial de mi afec María, marqués de Alcalá y Cogolludo, señor
to le erijo obeliscos de inmortales duraciones. — de Lobón , Daza y Enciso, capitán general del
De vueseñoria el más postrado siervo y reconoci mar Océano y costas de Andulucia, comenda
do criado, Tomás Altai. dor de la Moraleja, del hábito de Alcánta
(Dedicatoria del mercader de libros que publicó Todas ra , etc.
las obras en prosa de don Francisco de Quevedo ; Madrid,
por Diego Diaz de la Carrera , 1650.) Es tan notoria á lodos la obligación que vi
viendo profesó á vuecelencia don Francisco de
Quevedo Villegas, y tan públicos los aplausos
Al excelentísimo señor don Antonio Juan Luis de y beneficios con que vuecelencia honró aquel
la Cerda, duque de Medina-Celi y de Alcalá, gran varón, que aun después de su muerte , no
conde de laciudady gran Puerto de Santa Ma osaron los que repitieron la impresión de sus es
ría, marqués de Alcalá y Cogolludo, señor de critos ya publicados, ó publicaron los suyos
Lobón, Dez-a y Encino, capitón general del mar postumos , quitar del frontispicio el nombre y
Océano y costas de Andalucía, comendador de realesarmas de vuecelencia. Vióse esto en la im
la Moraleja , del hábito de Alcántara, etc. presión repetida de sus obras poéticas, que, con
nombre de Parnaso español, se consagraron
Las obras poéticas (le don Francisco de Que ■ una y otra vez á la protección heroica de vuece
vedo Villegas se dedicaron una y otra vez al lencia ; y también se vio en la edición primera
nombre de vu celencia, para que lograsen , á la de las suyas en prosa, que asimismo se ¡lustra
sombra de su proleccion, los aplausos mayores con ella; y últimamente, cuando salió á luz, en
que español ingenio ha conseguido ; por ser este mendada la primera, y añadida la segunda par
ingenio español igual , y aun superior, á muchos te de su Política, en que cuarta vez se lee y \c
que (Hustradas sus frentes de laurel inmortal) repetido el nombre y blasón de vuecelencia.
son adorno de nuestro floridísimo siglo. Yo, pues, que no me precio menos del titulo
Y si murió don Francisco, su gratitud á los fa de criado de vuecelencia que quien supo y piulo
vores que vuecelencia le hizo no murió, pues lograr tantas veces esta buena suerte, he que
aun sus cenizas son perpetua confesión de sus rido también entrar á la parte deste obsequio
beneficios y aclamación de su grandeza. que se hace á vuecelencia en la dedicación ele
En cada una de sus obras renace su memo las obras deste admirable ingenio, ahora que
ria, para que la posteridad venere una atención repito la impresión de las suyas en prosa, au
que compite en eternidades con su fama; pues, mentadas con la adición de otras muchas que no
faltando el autor, aquella permanece inviolable se comprenden en aquella primera edición de
al tiempo y al sepulcro. ltas. Y aunque lo que ofrezco á vuecelencia en
Esta manifestación de su ánimo ( tanto venero gran parte es suyo (pues no pudiera de otra
aun sus más retiradas insinuaciones) no me suerte mi pequenez atreverse á tanto), cou lodo
deja arbitrar en la dirección deste libro; pues eso es considerable el aumento, pues ha obli
nadie dudará que á vuecelencia solo consagrara gado lo añadido á ocupar dos volúmenes estas
aquel gran varón sus escritos, si viviera cuando obras que antes solo llevaban uno. Estilo es ush-
se publicaron. Suya es, Señor, no mia, esta do en las dedicatorias detenerse á referir elogios
elección. Y así vuecelencia la admita , por ser su difusos del sugeto á quien las obras se dirigen ;
autor el que afecta consagrar sus obras al nom pero yo esta vez no he de seguir este rumbo,
bre esclarecido de vuecelencia, que yo me con pues para que se conozca á quién consagro esta
tento con el pequeño mérito de ejecutar sus do- ofrenda, basta que se lea esa lista de los títulos
seos; si es acaso mérito pequeño tributar a vue que acompañan el nombre de vuecelencia, si no
celencia este volumen de sus obras en prosa, sobra que se vean ui idas en su escudo las rea
que, llenas de errores y divididas en cortos vo- lesarmas de España y Francia, que mudamente
ELOGIOS DE LAS OBRAS DE DON FR\NCrSCO DE QUEVEDO VILLEGAS. xixt
pregonan á vuecelencia descendiente benemé parece la de su espada : no son menos naturales
rito de tantos católicos y cristianísimos reyes. en esta que en aquella los frutos de pelear y de
Y do busco el patrocinio de vuecelencia como vencer, y en vuestra excelencia todo es uno. Si
do quien mucho puede , sino como de quien tal vez su ardimiento le ha esmaltado el pecho
sabe mucho. Y si bien este motivo bastaba á ca con heridas, estas son como las que se hacen
lificar de acertada mi elección ( si puede llamar en el árbol del bálsamo, que por ellas se cono
se asi aquella en que no hay arbitrio), baste el ce su valor, ó como las que recibe el guante
que fuera impropio buscar á las obras de don para descubrir la fineza del rubí por la cuchi
Francisco otro patrón ni otro dueño, después llada. La mayor fortuna del arte militar fué to
de su muerte , que á vuecelencia , que lo fué par en Teodosio un ánimo y una condición idó
suyo siempre mientras vivió, para ilustrar con nea á sus designios ; y esta misma dicha tuvo
sus escritos á España. Vuecelencia, Señor, por Marte en elegir á vuestra excelencia no sé si
este , por aquel , ó por ambos motivos , admita por maestro o por dicípulo: porque no sé sí la
con la benignidad propia de su grandeza la pe escuela que le dio Flándes á vuestra excelencia
quenez (leste don , que siendo por tantas razo se la dio vuestra excelencia á Flándes , donde
nes estimable , no le desluce quien le ofrece, terció la pica con méritos del bastón , empuñan
cuando lodo lo que se pone á la sombra de vue do después el bastón como si fuera la pica. Para
celencia resulta más esclarecido Guarde Dios sus ejercicios le dio el cielo á vuestra excelen
á vuecelencia. — Su menor criado, Mateo de la cia una complexiou robusta , paciente y cons
Bastida. tante , un ingenio pronto , una memoria fácil, y
(Dedicatoria del mercader de libros, al frente de la una voluntad enamorada de la gloria licita ;
Parte primera de las ohra» en prona deQuevcdo; Ma prendas que cultivadas con la diciplina del
drid, i»or Melchor Sánchez, 1658.) tiempo le han connaturalizado á vuestra exce
lencia tanto en los trabajos de la guerra , que
solo los siente en el ocio y solo los alivia en la
Al excelentísimo señor don Luis de Benavides ocupación. ¡Qué bien se oyen aquí las voces de
(.arruto y Toledo, marqués de Fromista, mar Claudiano, aunque há muchos siglos que se
qués de Caracena , conde de Pinto , señor de dieron :
las villas de Inés, Sanmuñoz y Malilla, ca Non Ubi delicias malíes, neemarcida lu.ru
ballero de la orden de Santiago, gentilhombre. Otia , nec somnos Genitor permisit inertes.
de la cámara de su majestad , de su consejo Sed nova perduras iuslruiit memora Mores.
supremo de Estado , gobernador y capitán ge
neral en sus Países Bajos y Borgoña y Cha Venció el gran Teodosio con astucia y valentía
roláis. la bravura de los godos, cuando con el fuego y
el humo de sus armas amenazaban con el ocaso
Excelentísimo sefior: Dedicando el gran Cirilo al imperio del Oriente : providencia misteriosa
los libros que escribió contra Juliano apóstata, que fuesen primero vencidos de un español los
al católico emperador Teodosio, me dio estas pa que habían de vencer después á los españoles,
labras para decírselas á vuestra excelencia : Dum para que reconociesen de superior mano la vic
vobis alii exhibenl victorias , coronas , gratulato- toria que tiene reservada Dios para sí en esta
riasque voces nostri muneris erilofferre U- belicosa nación. Emulo vuestra excelencia de
tros, etc. «Mientras otros ofrecen á vuestra exce aquella imperial virtud, detuvo con la de su
lencia laureles, coronas y aclamaciones triunfa prudencia el fuego con que la nación francesa
les, yo le dedico libros, » contribuyendo al común najó en avenidas por los Alpes ; y al que no pu
aplauso con las alhajas de mi profesión particu dieron templar sus nieves, no solo le templó
lar. Es vuestra excelencia español ahora, como sino que le apagó tan del todo, que no dejó
Teodosio lo fué antes ; y después lo desearán ser ceniza del en Italia, sino la que fué menester
muchos, como vuestra excelencia lo es ahora. para ponérsela á los franceses en Casal , plaza
Aquel príncipe gobernó el mundo con piedad y que,á la vista de vuestra excelencia, perdió el
justicia inseparables; y vuestra excelencia, en crédito de inexpugnable. Dudóse en Teodosio
lazando en un vinculólas dos virtudes, gobier cuál fué mayor hazaña, si el vencer peleando
na la más hermosa parte de Europa sin tener arriscadamente , ó de vencer con la opinión sin
quejosa alguna ley. No hubo corona de cuantas pelear; y siendo lo más esto segundo, vuestra
tejió la industria romana para engalanar la am excelencia renovó la duda y la solución , socor
bición, que no la tuviese de trepar por verse en riendo á Pavía con la nueva y fama del socorro.
lomas alto á las sienes de Teodosio; y no ha Bastóles á los enemigos saber que vuestra exce
habido laurel en esta edad , que por verse más lencia venia, para que se fuesen confusamente;
ufano no haya aspirado á abrazarse con las sie porque no les repasase en el sitio la lición que
nes de vuestra excelencia, en donde aunque les (lió de su coraje el marqués de Pescara en
estén corladas sus ramas, vienen siempre como el Parque.
nacidas. La hoja de la espada de aquel caudillo Consagren otros lauros y blasones á tan in •
augusto era tan victoriosa, que parecía hoja de mortales proezas ; que yo lo más que puedo con
laurel; y vuestra excelencia ha sido tan au sagrar á vuestra excelencia son los libros de un
gustamente victorioso, que la hoja del laurel autor, cuyas letras merecen el patrocinio de
XXXTl ELOGIOS DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
las armas por haber defendido ingeniosamente cina diversas obras á la estampa , sin pecar gro
las armas con sus letras. Ninguno más versado seramente en la lengua, ni ofender su elegan
en las divinas y humanas que don Francisco de cia consolicismos. En esta, por el respeto que
Quevedo , varón incomparable en ciencias y no se debe á su esclarecido autor, desconfié de mi
ticias , señor absoluto de la lengua castellana y cuidado (aunque le puse particular); y busqué
digno de que vuestra excelencia emplee en su personas de toda erudición en el estilo caste
lectura aquel afecto con que dice Lucano de llano, por cuya mano y estudio corriese la
Augusto César , que peleaba de día y estudiaba emienda de los yerros. Todos son inevitables; y
de noche : más los de la ortografía, y aquellos que se co
Media ínter praelia semper metieron en la primera impresión del original
Stellarum , cor /¡que plaqls , supcrisque vacaba!. manuscrito, que han dejado en todas las si
guientes tal ó cual vez el sentido confuso y im
La mayor parte de la vida la ha empleado perfeto. Para corregir estos es menester adi
vuestra excelencia en los cuidados del arnés; dé vinar lo que quiso decir el autor; y habiendo
vuestra excelencia ahora la que le dejaren los sido tan peregrinos los pasos de su discurso, no
de la paz al estudio de estos escritos; que aun es fácil distinguirlos ni alcanzarlos cuando que
que es tan precioso el tiempo en tan importan da la señal mal estampada. El mayor logro de
tes ocupaciones, ellos le pagarán á vuestra exce mi trabajo le busqué (y le hallo) en la utilidad
lencia con erudición , enseñanza y gusto el que pública, pues reduje á tres cuerpos iguales los
empleare en leerlos y admirarlos. La luz á que escritos que andaban derramados en muchos de
salen hoy les nace del amparo de vuestra exce-. talle , letra y papel diferente. En el orden de
lencia; y á ello veo yo mi trabajo lucido y la las obras le observé de recoger las más selectas
ganancia más cierta , que es servir á vuestra ex en lo grave y lo jocoso al primer tomo; añadien
celencia, cuya vida guarde Dios, como importa do á La Fortuna con seso algunos fragmentos
á la monarquía, y sus criados hemos menester. man u escritos queme suministróun curioso. En
De Bruselas y diciembre 7 de 1660. — Excelen el segundo las más piadosas ; y algunas postu
tísimo señor. —Su más humilde criado de vues mas , indiciadas de no ser bijas de la misma plu
tra excelencia, Francisco Fóppens, impresor ma , pero que por el aire de sus frases y concep
y mercader de toros. tos merecen volar con el mismo aplauso. En el
(Francisco FúppenP, en la edición de las Obrat de Que tercero van las Poesías. Y al primero precede
vedo, hecha en Bruselas, año 1660.) una verdadera efigie del autor ; la de su inge
nio está grabada al vivo en tantas láminas como
tienen letras sus libros. Hoy salen á luz dándo
Prólogo del impresor al curioso. sela inmortal á la nación española en los aplau
sos de toda Europa. Con sus deseos condescen
No extrañes , o letor , ver las obras de don dí en esta edición ; pero como no es posible
Francisco de Quevedo impresas en Bruselas, satisfacer á todos con ella, apenas la he acaba
corte de los Países-Bajos; pues, fuera de que á do, cuando me veo en empeño de dar principio
sus naturales con la anciana y frecuente comu á otra , en que ofrezco la emienda de lo que
nicación de los españoles se les ha hecho muy en esta solo pudo pecar la inadvertencia.
familiar su lenguaje, en mí se añade el uso y (En el propio ejemplar.)
hábito de él , por haber dado en él en mi ofi
REGISTRO DE LOS MANUSCRITOS
QUE SE HAN CONFRONTADO

PARA LA IMPRESIÓN DE ESTE SEGUNDO TOMO

DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

DISCURSOS ASCÉTICOS Y FILO mé Santos de Rísoba ; y tan preciosa reliquia 13. Explicación de aquel lugar del
SÓFICOS. del Job de nuestros poetas, perteneciente i capitulo z.° de san Joan que dice : el
la época de sus mayores persecuciones, exis die tenia facía; sttnt nuplia; in Cana
1. Copia de lasqnatro hojas prime te en la Biblioteca Nacional, estante V, có Galiliea; : el eral Slater Jesu ibi, ele.
ras del borrador original de la vida de dice «84.
Este primero de los tres discursos que Número 56.
sis Pablo.— Num. Ii9. constituyen toda la obra, es un cuaderno Copia del original (que poseyó don Benito
US. del siglo pasado , letra del amanuense en 8.*, de TI fojas y 3 papelillos sueltos ; y Martínez Gomei Gajoso a mediados del si
ie loe Tosas Antonio Sánchez. precisamente el mismo que asi describe don glo anterior) hecha por don Tomás Antonio
Pertenece al señor don Agustín Duran. Nicolás Antonio en su Bioliolheca : Mana Sanchei. Pertenece hoy al scOor don Agustín
\4 íojai útiles en i.', y la cubierta con el exaratits líber alias alai sic inscriptas Doran.
rplirafe interior.: (8 fojas útiles en i.', y la portada.)
8. Prouidencia De Dios. Padecida De
los que la niegan. Cocada de los q. la \l. Sobre Las palabras que dixo
confiesan. Dollrina estudiada en los Chrlslo a su Santissima Madre en las
i. El martirio pbetersob del mar Gusanos y persecución de Job.
ti», EL CUCO T SINGULAR HAKTIR SOLICI
Bodas d. Canil de Galilea, discurre Dn.
TUD POR F.L MARTIRIO , VENERABLE APOS MS. de mediados del siglo xvn, en la Bi Frau.co de Quebedo Villegas.
tÓUCO T K0VLLIS1BO PADRE MARCELO
blioteca Nacional , H 43. Biblioteca de la lleal Academia de la His
No contiene sino la primera parte refe toria, estante 43, grada 3.', C, número 36.
Füncbco Mastbili.—N.° 79. rida.
(75 fojas en 4.*) (10 hojas, en folio, letra de Unes del si
Copia Id original autógrafo hecha por don glo anterior.)
Tomás Aiiuoio Saucbcz, i mediados del »i-
at» anleriar. 0. Prouidencia de Dios padecida de
Pertenece al señor don Agustín Duran. los q. la niegan y gozada délos que la
$ fajas en 4.*, y una papeleta suelta dan- confiesan. Doctrina estudiada En los
la ratos del original.) 13. Homilía a la Sanctissiba Trini
Gusanos , y persecuciones de Job.
dad. Dala cstmihi...
1 Otra muy buena copia del mismo tiem MS. de la biblioteca del señor duque de
po J del propio dueño. Frías. Letra y papel de la última década del Autógrafo que poseo. Comienza el discur
siglo xvn. so con el folio 7, y al Un sigue la numera
(3 bajas en 4.") ción en las dos últimas hojas , que están en
No comprende mis que lo anterior.
i. Otra , en la colección que formó don (111 fojas en 4/) blanco. Es pues de inferir, ó que precedió
Jaaa Isidro Fajardo, abo de 1744. — Biblio otra hornilla al" mismo asunto, de que se
teca Nacional, M 276 , folio 312 vuelto. conserva el exordio , ó cualquier trabajo as-
célico análogo.
'. Otra de igual tiempo, que posee mi (44 hojas útiles en 4.*, foliadas.)
10. LO Q. PRETENDIÓ El SpIRITU SANC-
iaigo el señor don Cayetano Alberto de la
to, con el Libro de la sabiduría , t el 16. Homilía de la Santissima Trini
Methodocon que lo Consigue. Discur dad. Las palabras que la Iglesia...
so. De D. Francisco de Queuedo y Vi Copia del amanuense de don Tomás Anto
llegas. nio Sánchez. Es una salutación ú exordio
C. La coba y la sepultura.
Colección de don Juan Isidro Fajardo, he distinto del que tiene el MS. anterior. Si
His sido vanas todas mis diligencias para Qt'svKiio escribió la homilía para que otro
C'Jtejar este opúsculo con un MS. del si cha en 1744, y que existe en la Biblioteca I la predicase, pudo muy bien bosquejar dos
rio ira, que Tborpe compró en Londres por Nacional, códice M 477, folio 417.
salutaciones á Un de que el predicador esco
'is penique* el ano de 1856 en la almone (7 fojas en 4.°)
giese, ó imaginar sobre un mismo punto dos
da le Ricardo Ueberl. Se intitulaba Secretos
*e h ttriad. Doctrina moral del conocimiento 11. Lo que pretendió el Spiritu Sane- 1 discursos diferentes.
De este MS. es dueüo el señor Duran.
fetu « del desengaño de las cosos ajenas. to con el Libro de la Sabiduria, y el, (4 fojas, en 4.')
ítitr dn Francisco Goma de Quevedo-Vi- melhodo con que lo consigue. Discur- 1
Utfs. so de Du. Fran.co de Quebedo Villegas, i 17. Homilía De la Santissima Trini
Biblioteca de la Real Academia de la His dad. Por Don Francisco de Queuedo y
7. Pbotibencu de Dios Padecida de toria , estante 45, grada 3.', C, número 36. Villegas.
(6 hojas en folio, letra de Unes del siglo ' Colección de don Juan Isidro Fajardo, en
te que la niegan. . Y . Gozada de los anterior.)
uie It Condesan. Doctrina estudiada la Biblioteca Nacional, M 277, folio 244. Co
m los Gusanos, y Persecuciones de mienza al 445 por «Las palabras que la Ygle-
•"h. Al Padre Mauricio de Attodo de sia«... Y esta salutación concluye con la úl
12. SonnE las Palabras, Que dijo tima linea del folio 447 vuelto. El 448 empieza
'>« Sagrada Religión de la Compañía de Christo, á su SantIssiih Madre, en las asi : *Homiiia A la Santissima Trinidad. Data
■ "^ • í Lector de Theologia en el Co- Bodas de Cana, de Galilea. Discurre. eslmihí omnis potestas...» Resulta pues que
<#'(**) de /a Ciudad de León. Don Francisco de Queuedo y Villegas. el exordio suelto de que se hizo mención
en los dos números anteriores, se ha ante
US. litógrafo. Paso en limpio el discurso folecion de Fajardo , tomo n , rollo 405. puesto y unido en este códice á la otra horni
Swtedo en ti estío de 1643, para que lo Biblioteca Nacional, M 477. lla, formando un solo cuerpo.
onfíix el obispo de León , don Bartolo (14 fojas, en 4.') (35 fojas en 4.')
-xxxviii OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
18. Declamació De Jesu-Christo Hi de Cuentos de un tomo MS. de Papeles va 19. Otra copia del mismo tiempo , qie
jo ue Dios á su Eterno Paohe en el rios , qne perteneció á D. Andrés González posee D. Cayetano Alberto de la Barrera.
IllKll I O. A QUIEN CONSUELA EMBUDO PüR de Barcia Carvalledo el año de 1095.— B. J. 30. Otra igual , del bibliotecario Sánchez,
Gallardo.»
el Padhe Eterno , un Ángel. Copia de 1617, de que hoy es dueño el se propia hoy del señor Duran.
Tomo 11 de la Colección de Fajardo , fo ñor don Juan Antonio Gallardo. (II fojas útiles en 4.°)
lio ISA, que se suarda en la Biblioteca Na (5 fojas útiles en 4.*)
cional, estante II, códice 277.
(21 fojas en 4.") 23. Don Fran.co de queuedo Ville
gas, i don Antonio de Mesa y leiua.
31. La perinola Al D.or Joan perez
un19.códice
Copiaendel4.asiglo anterior,Otra»
intitulado al principio de
en Prosa, MS. contemporáneo , de la biblioteca de de montnuanco graduado no se sabe
y Verso. M. SS. De D. Francisco de Quevedo, Salazar, I. 69, en la Real Academia de la His donde, en que ni se saue, niel sane-
y Villegas; de que es dueño el Sr. D. Cayeta toria. Incompleto y de escaso mérito. Perinola.— Estando...
no Alberto de la Barrera. (7 fojas en 4.")
MS. contemporáneo , muy apreciable , ea
un códice que guarda el señor don Serala
20. La Primera Y mas disimulada per- Esiébanez Calderón.
SECUCIÓ DE LOS llJDlOS CONTRA ClIRIS.0 26. Sv espada por S. Tiago solo , y El códice contiene : 1.*, el romance •la
chos dicen mal de mi»; 2.', Lo Pernal»;
Iksus, Y contra la Yglessia en fauor único patrón d las Españas Con elCav- i.'. Censura coetánea, manuscrita , del Dt.
de la Sinagoga. terio de la Uerdad, y la Itespvesta del Gerónimo de Vera contra el Para todos, le
Tomo ii de la colección de Fajardo, fo D.or Balboa d Morgobejo delAñopas- cha en Salamanca i 8 de julio de 1632; t
lio 259, códice M 277 de la Biblioteca Na sado al Dolor Balboa de Morgobejo d 4.", impresa, la Apología por el D. Juan Pe
cional. este año. rca de Montalvan contra D. Luiero de Cía
(11 fojas en i.') Por Don Francisco de Qvevedo Ville rima : folleto suscrito por Pedro Rivera.
gas Ca vallero professo en la orden de (13 fojas útiles en 4."j
21. la primera y mas disimulada per San Tiago.
secución de los judíos contra Chrislo Acciugere gladio tuo super fémur 32. La Perinola Discurso que Escri
jesús Y Contra la Yglesia en favor de la tiuini potentissime. bió Don Francisco de Quebedo Villegas
¡sinagoga.—Consideración literal- A vc- (—acudo de arma» del Conde Duque Caballero De la Borden de Santiago, Y
lor El Maestro Torivio de Armuelles de Olivares.) Señor de la Torre de Juan Abbad.
Natural de la Villa de Naval Pilona Be Omnia sub correctione Sánela» ma- En las Misceláneas de don Antonit de Zt-
neficiado En S.n joan del Hoio. tris Ecclesia». tina y Vgaldc , caballero de la Arden de Sn-
MS. de los primeros años del siglo ante tiago. Cuarta parte.— Biblioteca de la Real
« Al excelentísimo Señor Conde Dvque Academia de la Historia ; adiciones á la de
rior, muy estragado y de escaso mérito. Gran Cáciller.— Condesso Salazar, número 35 , folio 114 al 151 inclu
Pertenece al señor Duran. {-Concluye el opüsculo.W. L. R. P. i ma
(11 fojas en i.') sive.
nos. De. V. Mg.d Su Basalto. Don francisco, (29 hojas en 4.*, letra del segundo tercio
de Queuedo. Villegas.» i— Firmado. Estos del siglo xvn; copia esmerada y de originil
renglones, únicamente, son autógrafos.) apreciable.)
Precioso manuscrito , de gallarda letra ; el
22. t Los Remedios he qual quier propio original qne remitió nuestro autor al 33. Otra copia hecha con mucho desaliso,
fortuna que consuela quevedo. valido de Felipe IV para que lo pusiese en pero de buen original , i mediados del si
manos del monarca. Ocupa, desde el folio 76, glo xvn. Fallante de veinte fojas las nueve
Concluye : gran parte del tomo xxvn de Misceláneas, primeras , comenzando :
« Aquí en diez y siete capítulos arabo que en el año de 1677 pertenecía á la Bi
Solamente a de saberle
D. Fran.co de queuedo los remedio» blioteca de el Excmo. Señor Don Pedro Nuftez Dios el galán y la dama
de qualquier desdicha, adiciones á de Guzman , Margues de Montealegre, según Que callan cuando se ofrece;
su Índice impreso. Fué luego del cronista
Séneca. Finis. don Luis de Salazar y Caslro; y hoy se guar y asimismo se echa de menos la boja 16.
» Cuanto menos tuvieres , da en la Real Academia de la Historia , se Biblioteca Nacional, códice M 7, folios
Desarmarás la mano á los placeres; ñalado con la marca N 27. desde el 17 al 16 inclusive.
La malicia á la invidia , El borradorautógrafo de la caria nuncupa
A la vida el cuidado , toria al Conde-Duque, que es medio pliego 34. La Perinola , al Doctor Juan Pe
A la hermosura lazos, doblado, ocupa los folios 37 y 38.
A la muerte embarazos , A mi amigo y dulce compañero de Acade rez de Montalban graduado no se saue
Y en los trances postreros mia el señor don José Amador de los Ríos donde , en que , ni se saue , ni el saue.
Solicitud de amigos y herederos. debí la primer noticia del códice, á la sazón — Contra el Libro yntilulado para to
Deja en vida los bienes, de hallarse en mi casa cierto censor , que dos.
Que te tienen , y piensas que los tienes. se aprovechó de ello para hacerme después
Quevedo.» grave é injusto cargo por no haber yo inser Biblioteca Nacional, M 115.
tado este opúsculo en el primer tomo, ruan Buena copia del segundo tercio del si
MS. contemporáneo, que fué de don Bar do su propio lugar es entre los discursos cri- glo xvn.
tolomé José Gallardo , y hoy lo posee su so tico-literarios. (21 fojas en 4.*)
brino don Juan Antonio. (39 hojas útiles en folio, y una blanca al fin.
(A fojas en 4.") 33. Laperinola. zensura A las obras
del doctor Montalban. De un muy su
Amigo , Servidor y Aficionado.
27. Zensura del papel que f.scriuió
Biblioteca Nacional, H 40, folio 111 i 118.
23. Epístolas de Séneca tradvcidas 0. Fran.co de Morouelli de Puebla, Copiada en 1679.
por Don Francisco de Queued" y Vi defendiendo el Patronato deSanta The-
llegas. resa de Jhs. , y respondiendo á D.n 30. La Perinola Al Dr. Juan Perez de
Tomo ii de la colección hecha por Fajardo Fran.co de Queuedo Villegas. Cau.ro Montalvan el escorpión de Don Blas.
en 17-21, folio 111. Biblioteca Nacional, M 277. del Orden de S.n Tiago. A D.n Fran.co
MS. del último tercio del siglo xvn. Bi
(40 fojas en 4.') de Melgar, Canónigo de la doctoral de blioteca Nacional, H43.
Seuilla y á otros que han escrito con (30 fojas en 4.')
tra él.
MS., Biblioteca Nacional, H 43. siglo xvm. 37. La Perinola. Discurso q.e escri
(11 fojas en 4.*) uio D. Fran.co de Queuedo contra el
DISCURSOS CRÍTICO -LITERARIOS.
Para todos del Doctor Juan Perez de
24. I), fran.co quebedo Villegas a 28. Censura. Contra Don Francisco Montalvan.
D. Antonio de Messa y Leiba. de Morovelli de la Puebla, en la defen Biblioteca Nacional, H 43, folio 1 a 18
La fecha de esta dedicatoria es 13 de mar sa del Patronato de Santa Theresa de vuelto, letra de los primeros días del si
zo de 1626. Sigue el Jesús, en respuesta de lo que escriuio glo xvm.
contra Don Francisco de Quevedo, y (18 fojas en 4.')
«QUENTO DE QUENTOS.» Don Francisco de Melgar, Canónigo
de la Doctoral de Seuilla, y otros. 38. Perinola De Don Francisco, de
Araba: >cl padre que daba gracias i Dios de Queu.* y Villegas. Contra El Doctor
ber acabada la boda. Es como te lo quen- Biblioteca Nacional , Colección de Fajar luán Perez de Montaban.
to, hermano de la vida.> Al fin se lee de lá do, hecha en 1714; códice M 276, folio 302
piz : «N-6. Desgloso esta copia del Cuento vuelto. Biblioteca Nacional, colección dedon Juan
REGISTRO DE MANUSCRITOS CONFRONTADOS. xxxix
IsMra fajario . M ÍTJ, desde el folio 83 il parar a manos de don Benito Maestre , y boy Flandes se entro en la Comp.a a 8 de
110; ntjia ie 17Í4- pertenecen a mi entrañable amigo el exce Junio de 1642.
lentísimo señor don Aguslin Duran, director
$9. Otra copia de la misma época , en la de la Biblioteca Nacional , lan sabio como Códice M 6, folio 179, letra de fines del
eeJecciis ase posee el Sr. D. Cayetano Al bueno y generoso ; por quien be podido dis siglo xvu.
tera de la Barren. frutarlas con toda holgura. — Otra copia hecha eni724. Códice M 278,
Pertenecen a esta Colección las cartas : ni folio 82.
40. La Perinola. Al Doctor han IV- (tres copias distintas); vi {tres ejemplares),
mdpMontalTau. Graduado no se sabe viit (dos copias), xxxn, Lix, lxi, lxii, i.xv. Carta de D n Francisco de Quevedo
donde en l.o que no se sabe , ni el Lo livi; desde la txvm a la lxxii ; lxxiv (dos co Villegas , i O. Diego de Villa-Come/.,
pias); desde la lxxviii a la lxxxii ; desde la natural de León, dándole el parabién
sabe. De D. Fran.co de Qveb.do. lxxxiv a la xei ; xcin. cvu (dos traslados , el por aver entrado en la compañía de
Biblioteca Nacional, Q 244, copia del ul- primero tiene número 61); extx; desde la Jesús.
ti -«o tercio del siglo mi. El códice pertene- cxxtv a la cil.
cio 1 D. Juan Isidro Fajardo. Legajo T 153, folio 210.
¿5 fojas en 4.")
CARTA CXX1II. Carta de D. Fran.co
41. Perinola. Al Doctor Joan Pérez 53. Colección de la Biblioteca Nacional. de Queuedo escrita desde Cogolludo
de Mo! lalbao Graduado , no se sabe en Posee aquel establecimiento alguna carta au lugar, y habitación del Duq.e de Me
tógrafa Je Quevedo, y varias copias contem
que , en donde , ni el sabe ni se sabe. poráneas. Hé aquí lo mas apreciable: dina Celi á Madrid al Duq.e del In
Carioso manuscrito de la Biblioteca Nacio fantado en horabuena de la senl.a
CARTA III. Códice M 276, folio 319: copia
nal . T 153, letra del siglo pasado, en folio. q.e tubo sobre el estado de Zea y Ler-
del ano 1724.
(ti ' j hojas, desde el folio 223 al 235 vuel- nia.
«M CARTA VI. En el mismo, folio 318.
Manuscrito del segundo tercio del si
CARTA VIII. Allí folio 319. glo xvu, en el códice M 6, folio 178.
42. La Perinola de Ü. fran.co de que-
nedo. CARTA XXI. Carta a un Gran señor lio—81. Otra copia de 1724, códice M 278, fo
Biblioteca Nacional , Ce 59, códice en fo desde la torre de Juan Abad. .
lio, desde el 7 al 16 inclusive, letra del 41- Copia del siglo anterior, códice T 153, fo Carla de D.n francisco de Queuedo
tiso tercio del siglo xvu. lio 172. Villegas, señor de la Torre de Juan
CARTA XXIV. Códice M 276 , folio 291 Abad , á D.n Rodrigo de Silva y Men
43. Otra copia, del siglo pasado, en la doza...
aibUoieca del duque de Osuna. vuelto.
.5i fojas ea 4.*) CAUTA XXXII Códice M278, folio 236. Copia despreciable del siglo anterior. Le
gajo T 153, folio 210.
44. Perinola de D. Francisco de Que- CARTA XXXIII. Joanni Jacobo Chif-
bedo Villegas. fletio Patritio Consulari Archiatro
Civi Romano Sereniss. Isabellae Cla
Toso u de Variot del Exento. Sr. D.Anto-
íioUpez de Córdoba, desde el folio 298 re Eugenia} Hispaniarum Infantis et de51. Colección del Sr. D. Cayetano Alberta
1 1 Barreta y Leirado. Entre diferentes
teta el 315. Philip, mi hispaniarum Rexis Medi opúsculos de Quevedo, que forman dos to
(II tojas en folio. ) co Cubiculario Viro Docto, et Amico mos en 4.' escritos a principios del siglo an
Dominus franciscus a Queuedo, Ville terior, se hallan las cartas til, vi, vm, xxiv,
45 j 46. Dos copias del siglo anterior, que gas eques Militie Divi Jacobi Dominus lix, lxi, lxxi, lxxiii, cv.cvii, cxiii y cxxiu.
pertenecieron a don Bartolomé José Gallardo, Ville que vulgo vocalur de Juan Abad.
Sioj pote* si sobrino don Juan Antonio.
S. P. D.
41. Elbaen entendedor al acauarde De letra del amanuense de Quevedo (me
leer : üiee. nos la cabeza, que esta escrita por don Fran 55. Colección del señor don Basilio Sebas
cisco). Códice R 27 : 4 hojas útiles, folio. tian Castellanos, director de la Escuela Nor
US. de la Biblioteca Nacional , H 43, le mal, quien ha tenido la bondad de franquear
lo del tifio anterior. CARTA LIX. Códice M 276, folio 288. La me traslados de su mismo puño. Esti forma
ti ¡u advertencia que puso Quevedo al fecha en esta copia es 7 de diciembre de da, según me dice, teniendo a la vista un anti
la de la obra de Valderrama, intitulada Don 1630. guo códice que perteneció i don Antonio de
iiijimd» ti entremetido , que parece le fué Candamo, y parece que boy le posee su so
dedicada. CARTA LXIV. Códice T 153.
brino don Luis María de Candamo y Kunb,
it baja ea 4.*) CARTAS LXX, LXX1. Códice M 276, folio residente en Londres; de cuyo libro se ba
263. hecho mención en la pagina xei del tomo
CARTA LXXIV. El mismo, folio 278 vuelto. primero. Disfrutó asimismo otro códice de
46 Censura oe El Culto Sevillano. principios del siglo xvm, de que era dueño
CARTA LXXV1I. Códice II 43, copia contem don Pedro Guillen de Borras, y que el señor
Original autógrafa existe en Sevilla, en poránea ; 2 hojas útiles en 4.* Castellanos cita en el tomo n, pagina 386 de
la biblioteca Colombina, EZ, tabla 133, nú — Copia en el mismo, del siglo anterior; su edición de Quevedo. En fin, para este cu
mero 18, en 4.* 5 hojas 4.a
rioso epistolario facilitó al señor don Basi
— Otra del segundo tercio del siglo xvu en lio alguna copia don Pedro de Castañeda,
el códice M 6, folio 190 a 192 inclusive, en 4.' sanliaguista, conventual de Lelos.
— Otra de 1724, en el tomo M 278, folio 77. Habiendo salido de España tales papeles,
49. REBCSCO OE APUNTAMItNTOS AU- — Otra del propio tiempo , en el legajo T no puedo desvanecer la duda que sobre su
TÚCtAFOS. 153, folio 77 ; 3 hojas en folio. legitimidad me ofrecen algunas cartas don
de hay vislumbres é indicios de haber sido
Copias de los originales , sacadas por di CARTA CV. Memorial de Don fran aderezadas en el siglo anterior: los hechos
ligencia del conde de Saceda , quien las có cisco de Quebedo y Villegas al Conde y personas que contienen, verdaderos; el
smico ai bibliotecario don Tomas Antonio Duque, D.n Gaspar de Guzman, supli estilo, sospechoso. Si se falsificaron en tiem
Saaebei, j hoy las posee el excelentísimo se-
lor dos Agustín Duran. cándole que le mandase salir de su pos de don Diego de Torres y Villaroel , fué
larga y miserable prisión. con grande conocimiento de los sucesos his
tóricos. .
50. Algunas que guarda el Sr. D. Cayeta Códice T 153, folio 56: 1'/, hojas en folio. Son de esta colección siempre Interesan
no Alberto de la Barrera. te las cartas iv, v, vn, xxx, xxxtv, lvii, lviii,
Memorial de D.n francisco Quedeuo xcix, en.
51. Algunas, en la colección de Fajardo,
Biblioteca Nacional , M 276. y Villegas al Conde Duque.
Manuscrito del último siglo. H 43, 4 fojas 56. Colección del archivo reservado del su
en 4." primido Consejo de Castilla, cuyos papelea,
—Otra copia en el códice M 276 , folio 264 para su mejor colocación y clasificación, han
vuelto. sido trasladados al ministerio de Gracia y
EPISTOLARIO. CARTA CVII. Códice M 276, folio 267. Justicia. A la causa fulminada contra los du
ques de Osuna y de Ureda, y en que fué en
11. Colección de Carta» de non Francisco CARTA CX. Códice T 153 , folio 248 , copia vuelto Quevedo , se trajeron las cartas tx, x,
•■ Quevedo, beeba por los originales que en del siglo pasado, en 21 pliegos. xn, xvi, xvu, xvm, xix, xx.
«i ligio anterior posevó don Benito Martínez CARTA CXX1I. Copia de una carta
Gonei Garoso , archivero de la secretaria
itl despacho universal de Estado. Sacáron de D. Kran.co de Queuedo para D. Die
se esmeradas copias para el bibliotecario go Villagomez natural de León , q. vi 57. Preciosa colección de autógrafos y co
•*» Jais Antonio Sánchez; vinieron estasa niendo de ser Capitán de cauallos de pias contemporáneas en la Real Academia dt
il OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
la Historia. Pertenecen i ella las Carlai si (5 hojas en 4.*, letra de mediados del si cisco de Oviedo del peligro en que ha
guientes : glo xvn.) bía estado de morirse D. Francisco de
CARTA XIV. Discurso del Cap.n Quevedo eldia 51 de Abril.— Num.118.
— Memorial de Don fran.co de que
Camilo Calizo» sobre la buena orden de bedo á La condessa duquessa, de San- Copias hechas esmeradamente, en el siglo
la Milicia deste Keyno. anterior, para el archivero de Estado O. Be
locar. nito Martínez Gómez Cayoso.
Al folio 113 del tomo «vil, MS., de Jíis- Entre los MSS. en 4/ que fueron de la bi
celdneas, N 27 (biblioteca que fué de don blioteca de don Luis de Salazar y Castro, y
Luis de Sa lazar y Castro!, existe original este luego délas Cortes: L 31, páginas 213 i 216.
papel , en cinco hojas útiles en folio : el mis 62. Colección que poseen los hijos del
mo que poseyó, hacia el último tercio del — Otra copia antigua, en los papeles que ilustrisimo señor don Antonio Alonso y Lo-
siglo xvii, el excelentísimo señor don Pedro pertenecieron á la Biblioteca de los jesuítas. pez-Novés , hecha en el siglo pasado por
Nuñez de Cuzman, marqués de Montealegrc tos originales que tuvo Gayoso, y en la cual
de Quintana, conde de Villaumbrosa , de existe algún autógrafo. Son de ella las car
ios consejos de Estada y Guerra y presidente
del Supremo de Castilla. Asi aparece del Ín
tas xxxn , lxvii (el mismo original, cuta
58. Colección del excelentísimo é ilustri- última mitad es autógrafa; acompáñale una
dice impreso de sn « Museo ó Biblioteca se slmo señor don Antonio López de Córdoba, copia del siglo pasado); lxxvui, lxxix, lux,
lecta... escrita por el licenciado bon Joseph formada en dos tomos, á mitad del siglo an LXXXt, LXXXII, LXXXV, CV.'
Maldonado y Pardo , Abogado de los Reales terior, por el alcalde de corle l). Lorenzo
Consejos : Madrid, 1677, por Julián de Pare Folch de Cardona. Maestra los números xxi,
des;» página 1S3. Lxxvn , cv , cxxu y cixiii.
CARTA XV. Autógrafa, en el mismo có 63. Colección del señor don Joan Antonio
dice , folio 306. Gallardo, formada con los más raros papeles
de su tio , el célebre bibliólilo don Barto
59. XXV. Copia que posee el señor don lomé. A ella corresponden las cartas que si
CARTA XXIII. Carla que {ti. Franco Jorge Diez, director del real colegio de San guen:
de quebedo cauallero del auito de San Diego de Sevilla.
tiago señor de la torre de Ju.o abad ) CARTA XXIII. Carta de Don Fran.co
escriuio aun g de Deespaña Dándole de Queuedo escrita al marques de Ve
cuenta del viaje que bicoconel rey de lada, en la jornada q.e hico el rey á
españa dende m.d a sevilla—Por el 60. XXVI. Papel De D.n Fran.co seullla en de Hebrero de 1634.
mes de febrero de . 1624. años. Quevedo. Sobre Que se deven escusar Copia de entonces, que ocupa las hojas
Copia contemporánea. En los paneles de las publicidades en los castigos de los 43 y -II de un libro muy curioso, ea cuyo te
la biblioteca de Salazar, F 3, folio 138 al 1*1. que por vanidad los apetecen en de juelo se lee De Quevedo MS.
(4 fojas en 4.') litos de Religión.
CARTA LXXVII, f esta es vna mem.'
CARTA XXIV. Respuesta A la caria En un grueso tomo MS. de unes del siglo
de don fran.co de quebedo de la xor- anterior , intitulado Obras Inéditas de Que que dio don fran.co de queuedo a la
vedo y Adagios y Proverbios Castellanos, de condesa de olibares q. le queri cas-e
nada que liieo su mag.d A la ciudad de que es dueño el señor don Severo Catalina, de comoauiadeser la nouia y sus par
Sevilla Por el marq.s de Velada. catedrático de la Universidad Central. tes y condición. — 37.
Allí, folio 142 al lli inclusive. Concluye: «con la sucession q. so casa y
grandeca a menester. = Exma. Sra. Besa A
CARTA XXVI. Que se deue excusar
la publicidad en los castigos de los que 61. Colección del excelentísimo señor don Vex." la mano su Criado — Don fran.co de
por vanidad los apetecen. Seralin Estébanez Calderón, consejero de queuedo y Villegas.' Firma y rúbrica del co
Estado. A ella corresponden las cartas si piante.
Entre los papeles de la misma biblioteca guientes : Traslado del mismo año de 1633.
de Salazar, L 69: copia contemporánea.
(10 fojas ea i.') CARTA XXXI. Relación de la inun
dación de Sevilla del ano 1020. del
CARTAS XXXV hasta la LVI Inclusive; LX, Licenciado Rodrigo Caro á Don Fran 61. CARTA LXXVII. Carta de Don
l Allí y IAXIII. Los mismos originales autó Fran.co de Quevedo a la Condesa de
grafos, que se hallan, con poco orden en co de Quevedo.
san lucar ofreciéndole una dama suia
cuadernados, en el referido códice N 27, 6 hojas en 4.°, al folio 222 de un precioso
donde respectivamente ocupan los folios 30, códice dispuesto por el pintor Francisco Pa por muger.
23, 20, 25, 39, 52, 21, 19, 29, 21, 28, 26, 35, checo. De su pincel es la portada, con ador Copia contemporánea en tres bojas de un
22, 53, 40, 27, 34, 51, 33, 32, 36, 42, 55, y an nos caprichosos, formando un escudo ó tar- precioso tomo de poesías y opúsculos, de
tes del 1. jeton, en cuyo centro dice: 'Tratados de eru Quevedo los más , que se intitula Miscelani»
dición, de varios autores. » Al pié: •Año 1631.» de principes. En la biblioteca del excelentísi
CARTA LXX1V. Carta A Don Antonio mo señor general don Eduardo Fernandez de
demendoca. CARTA LIX. Copia hecha en 1630.
San Román.
MS. que fué de la biblioteca de don Luis CARTA LXXVII. La S." Condesa de
de Salazar y luego de las Cortes , hoy exis Olivares quiere casará D. fr.co queve
tente en la Academia : L 31, desde la pági do; y pidele que le escriva las calida 65. Colección del insigne autor de Don
na 102 hasta la 120. Alvaro, el señor duque de Rivas. Copias he
des que á de tener la muger: á quien chas á mediados del siglo anterior; compo
(9 fojas en 4.') responde la carta siguiente. nen un precioso tomo las epístolas siguien
— Carla que escriuio Don Fran.co No más qie los cuatro primeros renglones tes:
de Quebedo a Don Antonio de Mendo- de ella. MS. del propio alio, en un códice CARTACIX. Carta Moral, é Instruc
Sa Cau.o del hauito de Calatraba ayuda intitulado Obras varias poéticas. tiva Cou que Adán de la Parra Satisfi
e Cámara de la Mag.d del Rey Pheli- CARTA CVII. Otro Memorial al Con zo A dos que le remitió su Amigo D.n
pe quarlo uro. Señor. de Duque (— Nota de l). Juan Isidro Fran.co de Quevedo y Villegas, desde
Aconsexa en ella que el hombre sa Fajardo). = 3 (— Borrado un i que se su prisión de San Marcos de León.
nio no deue temer lo forc.osso del mo- ñalaba antes el número del documento). (13 fojas en 4.°)
rir,. antes si, despreciar sus miedos y
horrores. Minuta de puño y letra de Quevboo. Al res CARTA CX. De igual antigüedad y coa
paldo de la hoja blanca , y en sentido inverso
Estante 26, grada 7.', D, número 174, folio a la minuta , se lee por epígrafe : «Memorial 53 hojas en 4.*
90. de (— dado por , tachado) D.n Fran.co de CARTA CXI. Carta Moral, é Yaa>
(5 hojas en 4.-, letra del último tercio del Quevedo al Conde Duque.»
ligio XVII.) De tan preciosa reliquia se ha sacado un tructiva de D. Fran.co de Quevedo, V
facsímile con el mayor esmero. Villegas, Escrita Desde S.n Marcos de
CARTA LXXVII. Carta de D.n Fran León, A su Amigo Adam de la Parra.
co de Queuedo en Respuesta de lina CARTAS CXLI á CLXIX. Veinte y Pintándole por horas su Prisión, y la
Sue le escriuio mi S.ra la Condesa de nueve cartas de Don Francisco de Que vida que en ella pasa.
liuares, diciendo que le quería casar. vedo á Don Francisco de Oviedo desde (72 fojas.)
Pinla las Partes que a de tener quien 8 de enero hasta 5 de Setiembre, y mu
se Casare con el. rió Quevedo el iliuXdol mismo de Iti-io.
En los tomos de Misceláneas de D. Antonio y una carta de Don Florencio de Vera 66. Colección en la biblioteca particular
de Celina y Ufarte . adiciones á la biblioteca Chacón, testamentario nombrado por de su majestad la Reina. Antorizado el se
de Salazar, N 35, folio 122. Quevedo, en que da cuenta á Don Fran ñor marqués de Pidal para disfrutar los le-
REGISTRO DE MANUSCRITOS CONFRONTADOS. ILI
teros VtezaiMS del re»l alcázar, pude cole- 7-1. Colecciondc don Bartolomé José desde el xcv al cv; ex, cxi, exu, cxm,
¡it to» lo ja conocido esla y las cartas si- Gallardo, existente hoyen manos de su
I nielas: cxxi.
sobrino don Juan Antonio: viu.
CARTA CX. Carla Moral é instruc 81 Entre los papeles de las escriba
tiva BeD.n Fran coda Queredo, Es-
nías de cámara del tribunal supremo
cria de<iie S.n Marcos d« León a un 7b Colercion de autógrafos y co de Justicia : cvn, cviu, cix.
Amigo Suyo , en que le partizipa que pias antiguas y auténticas, que poseí;
ti cansa de su prisión no es la que le la Real Academia de la Historia. Con
acumulan, sino otra peor. tiene los documentos que siguen: tx,
82. De la colección del señor don
Cofia del siglo anterior. Salan, estanteC, xi, lxxix, cxx, CXL. Agustín Duran, citada al núm 46:
l51 fojas en 4.") CLVll. Copia auténtica del testamento de cxxiv, cxxv, cxxvi, cxxvii, cxxxt,
Uuevedo: fué remitida a la Real Academia de cxxxn:, cxxxiv. cxlv, cxlvi (tres co
CAATA CXI. Copia incompleta , en 42 la Historia, con olido de 10 de junio (le 1835, pias); uxlvii (dos).
fijas. por el doctor don José Candido de Pcnaflel,
cura párroco deAlhambra, Individuo corres
CARTA CXH. Carta Moral éYnstruc- ponsal del mismo cuerpo. Sacóse del proto
•■>.i He un Amigo de Un. Fran.co de colo de escrituras públicas otorgadas ante 83. De la del Sr. Eslébanez Calde
Uaevedo, Dirigida á este en respuesta Alonso Pérez, escribano que fué de Villa- rón, citada al número 61: cxxiv, cxxvi,
nueva de los Infantes en el ano de 1613,
de dos, que le escribió desde su pri donde se halla al folio 135. Autorizó la co cxxvii, cxxxiu, cxxxiv, cxlmi.
sión de San Marcos de León. pia don Casimiro Antonio Bontempo, escri
íi fojas.) bano del número y ayuntamiento de la re
ferida Villa, a 5 de junio de 1833; legalizán
dola en 6 del propio mes los escribanos 84 De la colección del ilustrisimo
S7. Colección de copias sacadas en el úl Juan Francisco Morcillo y José Jiménez, del señor don Antonio Alonso y Lopez-
timo sirio, que posee la biblioteca del señor número y juzgado de la villa de Albambra. Novés, citada al núm 33: cxxvi, cxxvii.
Síqae de Medinaceli. Comprende las cartas CLVll v CLVIII. Copia excelente , en 10
a, cu , cxii. fojas en .{.* y la portada, hecha á mediados
del siglo anterior para don Benito Gómez
76. Colección de traslados hechos üayoso. La cabeza y el pié dicen así :
68. Colección que conserva mi amigo v por el señor dou Basilio Sebastian Cas •Miguel de Moya Carnicero, notario apostó
t'japsúero don Francisco Caveda y Zarracl- tellanos, director de la Escuela Normal, lico por autoridad apostólica , vecino de esta
u, olcial de secretaria en el ministerio de
Faausto. La forman las carias ex (11 hojas en vista de códices que ya boy no exis villa , doy fe y verdadero testimonio cómo
« t\ cu 1.10 hojas), y exu, incompleta ten en España: x, xii, xui, xtv, Miguel Marín de Moya, escribano del Rey
nuestro señor, del número , gobernación y
¡1 bajas). xxxv, CXVII, CXLVIII. ayuntamiento de esta dicha villa y también
vecino de ella, exhibió ante mi cierto tesla-
mento y un codicilo, otorgado todo por Don
Francisco de Quevedo Villegas, caballero que
DOCUMENTOS. 77. Originales en el archivo general fué del orden de Sautiago, bajo cuya dis
de Simancas : los documentos desde posición murió; que para que coste su te
68. Auténticos en poder de don José el xxit al xxvi ; xxxm, xxxiv, xxxvu, nor de uno y otro, sacados á la letra, es el
fleriberto García de Quevedo : El I. mi, xi.ii, xlvii; desde el xux al luí; lv, siguiente : {-Copíame.)
lvi, Lxni, lxiv, lxv'ii; desde el i.xxi • Que dicho leslamenlo y codicilo prein
CLVll i CLVIII. Traslados auténticos, he-
caoteafXG, de las copias del testamento al lxxvii; desde el lxxxii al lxxxv; sertos concordan con sus originales, que
volví al citado Miguel Marín de Mova, y á ellos
j coiiciki sacadas en 1662 ; cujo pié dice de LXXXVIII, CXXXVIII. me remito. Y para que conste donde con
f sla salen : venga , doy el présenle, que signo y firmo
• Yo García Tafiez, escribano del Rey en Villanueva de los Infantes, en 3 de fe
-V. S. r 4t\ Ayantam.lo de esta villa nueva brero de 1747 afios.— En testimonio de ver
<f la labales , este tnslado hize sacar del 78 En la biblioteca del señor du dad, Uigtiel de Moya Carnicero, notario
fWxalo y registro de escrituras que pasa que de Usuna existen los documentos apostólico.»
ría aale Alonso Pérez, escribano pub.co XXIX xxx, XXXI, XXXII, XXXVI, XI, XLIll,
1-t ttí desta villa el año de mil seiscientos LXV, LXVIII.
J c«areaia y cinco , que esta en el archivo
íti dicho Ayuntamiento. Y va cierto y ver 8o. Colección del señor don Caveta-
dadero, a que me remito. Y fueron testigos
lio ver sacar, corregir y concertar Pedro 79. Colección de la Biblioteca Na no Alberto de la Barrera, citada al
ti Cuatreras, Fernando Martínez y Juan decional. Comprende los números xxix, número 34 : comprende el documento
xxx. XXXI, XXXII, XXXVI, XL, XLIII, XLVII CXLVII.
Anida, vecinos desta villa nueva de ios In-
[»ates, en ella i 7 días del mes de Octubre
(copia), LXXXI, XCIV, CXXXVI, CXL Vil,
*< ISSiaüos. Y llevé de derechos i 15mara-
CL, CLI.
'edises por foja v no mas : y lo signé en tes- 86 Colección del señor López de
Cxaain de verda'd.=Carri<i r*a»ea.=Va esle
CXLIX. Memorial de 0. Francisco Córdoba, ya cjlada al número 38. Há-
'~>',>ío en 7 fojas el primero pliego del se- llanse en ella los documentos cxlix,
de Quevedo: suplicando su soltura de
■n primero, y los Jemas intermedios del co- cl j cu.
la prisión que padecía en S.n Marcos
de León : consulta s.re el del Presi
dente de Castilla D.n Juan de Chuma- 87. Colección de documentos origi
70. Estudios hechos por mi con pre cero y Carrillo. Decreto de S. Mag.d a nales, en el archivo de la primera se
sencia de datos curiosos é inéditos , ó la Consulta: otra del mismo Presidie
de impresos en que nadie había repa y Segundo Decreto de S. M. todo ori cretaría de Estado. El número cu.
rado basta ahora. Los números ii, xcu. ginal que conserva en un tomo destos
Documentos el Marques de los Llanos
Alcalde de Hijos dalgo de la R.l chan- 88. En la biblioteca del señor conde
de San Luis:
71. Originales en el tribunal espe cill.a de Granada.
cial de las Ordenes militares : iv, lxi. Códice T 153 . folio 213 vuelto , letra del CLVll. El mismo protocolo ú registro,
siglo anterior. Es curiosa la noticia que se compuesto de tres pliegos del sello i.', colo
estampa aquí , sobre la procedencia del tomo cados uno dentro de otro.
une guarda hoy el Ministerio de Estado, y Comienza al folio 155 : tiene 32 renglones
71 Auténtico en la patroquia de de que se ha hecho mérito al pié del docu la primera plana , y al margen (en 31i cua
ün Ginés de Madrid: Y. mento CXLIX. • tro asientos de los traslados que se sacaron
durante el año de 1645.— Cuenta la plana de
la vuelta 38 renglones, v ( en 16 i dos nota*
80. Origínales en el archivo secreto de las copias hechas en 1C62 y 1713.
del suprimido consejo de Castilla, que Al folio 1K6 corresponden también 38 ren
73. En la universidad Central : ti glones.— Pero á la vuelta solos 35, por cau
ni. se custodia actualmente en el del mi sa del sello.
nisterio de Gracia y Justicia: xlvui En el 157, por igual razón, no bay sino 37;
liv, lxxvi, lxxvii, lxxxix, xc, xci; mas vuelto, muestra en cambio 42 renglones.
ILII OBRAS DE DO.N FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El 158 adelanta 13 ; y al respaldo, gracias nifestar que eitendido el pliego, a un hai 90. Auténtico en la parroquial de
al sello , no mas ques38 resultan ambos sellos, porque entonces se San Andrés, de Vlllanuera de los In
El folio 153 puede decirse queconsla de estampaban de esta manera. fantes : clxi.
35 renglones, si se computan como dos los
en que se dividen ambas lirmas, la del testa- !
dor y la del escribano juntamente. — Esta la Manifiestan pues estos 00 artículos que,
vuelta, en blanco, tachada con cinco raras. para Ajar el texto del presente n tomo de las
Carece de foliación la última hoja, y con , De la colección del señor , don. Otras de Don Francisco de Quevedo , se han
igual número de rayas por cada parte se ve Juan (.orlada , catedral ico en el insu cotejado 400 manuscritos , y disfrutado 29
inutilizada. ! lulo de Barcelona , el número Cl.vn. preciosas colecciones.
Al Un de las planas una raya evita que se Las variantes de todos ellos van al pié de
pueda añadir otro renglón; y es ocioso ma- — I cada documento 0 discurso.
DISCURSOS ASCÉTICOS
Y FILOSÓFICOS.
LA CAÍDA PARA LEVANTARSE, EL CIEGO PARA DAR VISTA,

EL MONTANTE DE LA IGLESIA,

EítlA

VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL,


ESCRIBE

DON FRANCISCO DE QTJEVEDO VILLEGAS,

CABALLERO DÉ LA ORDEN DE SANTIAGO, SEfiOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD (1) (d).

AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON JUAN CHUMACERO, CARRILLO Y SOTOMAYOR,


presidente de Castilla.

Pa»a reconocer la vida que á vuecelencia debo , busqué vida en mi persona , y no la ha


llé, porque en mí solo ha quedado aquel horror que sobró á los trabajosos, de asco, no de har
tos. Recurrí á la vida de san Pablo, que fecunda lo fué de las gentes y de las sinagogas. Escri-
bila el cuarto año de mi prisión, para consolar mi cárcel, en que cobré mi estipendio de otros
pecados. Dedico á vuecelencia en voto esta obra , que me atreví á disponer viéndome discípu
lo de las persecuciones y calamidades mas ultimadas. Es el padecer tan soberano maestro, que
dice san Pablo álos hebreos: (2) t Siendo Cristo Jesús hijo de Dios, aprendió de lo que pade
ció.» Los teólogos dicen, fué la ciencia experimental. Fieme en que maestro de quien tuvo que
aprender la Sabiduría eterna, vencería en mí la rudeza de la ignorancia humana. Sobrescribo
mi estudio con el nombre esclarecido de vuecelencia, cuyas virtudes, con la aspereza, que
siempre es disposición á sus premios, igualmente ejercitan y exaltan su persona ; con los ilus-
trisimos ascendientes de vuecelencia, para mayor gloria suya, me atrevo á hacerle cargo con
las letras y las armas, y lo alto y generoso del esplendor de la sangre. Es vuecelencia hijo del
señor Francisco Chumacero , del consejo Real y de la Cámara , varón , por su integridad y le
tras, escogido para visitador del consejo de Hacienda , y de la señora doña Catalina Carrillo de

(1J Adviértase que tortas las autoridades de latín per- F. La de Bruselas, hecha por Foppons en 1GC0.
lenecieotes á este tratado van traducidas en romance S. La de Madrid, por don Antonio de Sancha en 1790,
consecutivamente. (Edición de Sancha, copiando sin que se recomienda sumamente por tener al principio la
•fluís la primera de 1644). dedicatoria y la advertencia, que no se hallan en ningu-
(a) Escrita en los primeros meses de 1643, fué la úlli- na de las reimpresiones de la Vida de san Pablo, inclu
ías obra que dio á la estampa nuestro autor. sa.la elegante de don Joaquín de Ibarra. ¡Lástima que
Publicóse en Madrid alano siguiente de 1611, y áprin- no se hubiese lomado el editor la molestia de confron-
tipio del otoño, según sospecho, pues no he llegado á tar el texto con el de la edición principe, ya que la tuvo
«er ningún ejemplar de esta edición primera. Suplo su á mano ! Mi diligencia por lograr esta l'ortuua ha sido es
lilla con un esmerado cotejo de cuatro reimpresiones téril.
^preciables, cuyas diferencias van de esta manera seña- La puntuación es fatal en los cuatro ejemplares que
Mas: cito, y los textos latinos en su mayor parte se hallan es-
A. Colección de Madrid, costeada por Tomás Alfay tragados laslimosisimamente. Hoy ya deben inspirar
enKSO. confianza al lector en mi publicación.
M. La de la misma población, que sacó á luz Mateo de (2) Chrislus Jesús cum esset Filius Uc¡ , didicit ex ¡is,
la Bastida en 1658. quae.passus esl. (,'ul hcb., v. 8.)
4 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS,
la Vega, nieta legítima fie varón de Hernán Canillo de la Vega, á quien los señores Reyes Cató
licos heredaron en Málaga con repartimientos iguales á Carci Fernandez Manrique y á otros
grandes caballeros que la poblaron. Casó Hernán Carrillo con doña Leonor de Córdoba y Guz-
man, hija de don Luis de Córdoba, cuarto hijo legítimo del primer conde de Cabra, y de doña
Constanza de Guzman, hija de don Perafan de Ribera y dé doña Leonor de Guzman, hija de
Luis de Guzman, señor de la Algava, y de doña Inés Ponce de León , hija del conde de Arcos don
Juan, y de la condesa doña Leonor Nuñez. Fué el señor Francisco Chumacero y Sotomayor des
cendiente legítimo de Vasco Chumacero, bijo de hermano legítimo de don Martin Yañez de la
Barbuda, maestre de Alcántara en tiempo del señor rey don Enrique III, á quien por sus gran
des hazañas llamaron Alcídes extremeño, que tan valerosamente defendió y restauró de los por
tugueses á Valencia de Alcántara. Su sepulcro se ve hoy en la iglesia de Santiago, la mas anti
gua de aquella villa. Está en la casa de .vuecelencia la alcaidía perpetua de aquel lugar, tan
importante á la raya de Castilla. De tres hijos que tuvo su gran padre de vuecelencia, fu¿
vuecelencia el mayor y el heredero, hasta en ser colegial, como lo fué en Salamanca, dei
insigne colegio de San Bartolomé, llamado el Viejo. El segundo, el señor don Fernando Chuma-
cero y Carrillo, del insigne colegio del Arzobispo, y oidor de la real cnancillería de ValIadolUI,
sugeto que la muerte envidió al lustre y aplauso de las letras. Fué el tercero el señor don An-
. tonio Chumacero, colegial en el insigne de Cuenca. Tuvo tres cátedras, la de instituía, la de có
digo y volumen ; fué oidor de Galicia y de la real cnancillería de Valladolid, gobernador y ca
pitán general del principado de Asturias , alcalde de Corte, del consejo Real y Supremo de Cas
tilla, presidente de la sala, con título del Consejo. Su memoria no se enjuga de lágrimas de los
que gobernó. Murió, mejor diré, pasó á mejor vida; que en los ministros que vivieron en la ley
de Dios y justificados en sus cargos, y espiraron sin dejarlo de ser, tiene mas corteses y conso
lados nombres la muerte. No sé qué sobre otros hombros hayan cargado tan grave peso de
obligaciones como sobre los de vuecelencia el esplendor de la sangre , la gloria militar y la
eminencia de las letras. Imitar tales virtudes heredadas, obligación es de tanta fatiga como glo
ria ; continuarlas en su dignidad, muy difícil; crecerlas y aumentarlas es acción que confina con
el imposible. Esto facHitó vuecelencia desde Salamanca , llevando en oposición victoriosa, des
pués de otras dos cátedras, la de vísperas de leyes á los dos mayores sugetos que fueron acla
mación de aquella grande universidad , y después fueron admirados en el tribunal supremo del
consejo real de Justicia en esta corte. Fué vuecelencia consejero en la real cnancillería de
Granada, vino por fiscal al real consejo de las Ordenes, donde fué consejero. Ascendió al Su
premo de Castilla 'y de la Cámara. Hasta aquí, por tantos puestos y tránsitos meritorios, aun no
parece se contentaba vuecelencia de continuar con igualdad los blasones de tantos acreedo
res á su obligación. Necesitaron las inquietudes de Europa ala majestad.de don Felipe IV el
Grande, nuestro señor, á buscar persona de calidad, letras, inteligencia y virtud, que en la corte
romana asistiese, haciendo oficio de triaca en oposición al veneno que contra España respiraba
Francia. Para estos fines, tan difíciles como importantes, envió á vuecelencia por su emba
jador en aquella corte, de donde, reverenciado por sus costumbres y estimado por sus letras en
espacio de nueve años, con logro y utilidad del real servicio .aprobación de su santidad y de
toda la sagrada congregación de cardenales , habiendo padecido vuecelencia su celo , volvió á
España ; el grande monarca de ella, en llegando á su corte, premió á vuecelencia con la presi
dencia de Castilla, á que precedió en diferentes ministros alguna limitación. Ya, Señor, exce
dido está el cargo que de tan grandes méritos de padres, abuelos y hermanos hice á vuecelencia.
Esta verdad no puede alguno enfermarla con achaque de lisonja; califícala la soberana elección
. del Rey nuestro señor, que viva muchos y bienaventurados años. Sé que estos renglones míos se
rán carga pesada á la modestia de vuecelencia; séame disculpa que sin delito no pudiera rehu
sarlos, pues mi obligación es tal, qne puedo y debo valerme para con vuecelencia de las pala
bras con que san Pablo se mostró reconocido á ünesíforo (2 epíst. á Timotheo) : Del miserwor-
diarn Doinifius Onesiphori domui : quia saepé me refrigeravit, et catenam mcam non erubuit: Detilli
Dominus invenire mkericordiam á Domino in illa die. Fui preso con tan grande rigor á las once de
la noche, 7 de diciembre, y llevado con tal desabrigo en mi edad, que, de lástima, el ministro que
me llevaba, tan piadoso como recto, me dio un ferreruelo de bayeta y dos camisas de limosna,
y uno délos alguaciles de corte, "unas medias de paño. Estuve preso cuatro años, los dos como
fiera, cerrado solo en un aposento, sin comercio humano, dpnde muriera de hambre y desnudez,
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 5
süa caridad y grandeza del duque de Medinaceli, mi señor, no me fuera seguro y largo patri
monio basta el dia de hoy. De esta dura cadena de eslabonadas calamidades me desató la jus
tificada misericordia de su majestad por el medio é informe de vuecelencia, á quien remitió
mi causa, en la cual nunca se me hizo cargo ni tomó confesión, ni después, al tiempo de mi sol
tura , se halló alguna cosa escrita jurídicamente. Y me atrevo á dar á su nombre, en la fatiga de
mi pobre ingenio, reconocimiento indigno de su esplendor. Empero mayor atrevimiento fuera
presumir por mi parte el poder enviarle obra digna de su atención. Dios nuestro Señor dé á
vuecelencia su gracia , larga vida con buena salud , como deseo y he menester. Madrid, 26 de
agosto de 1644 años.
Don Francisco de Qcevedo Villegas.

ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE

PARA INFORMAR AL QUE LEYERE ÉSTA HISTORIA,

Tienen en este tiempo mucho de enfermedades agudas los libros que se imprimen , por haber
hombres críticos como dias ; éntrase en ellos con miedo, sálese del uno con trabajo, y pásase al
otro con susto, y eslabónanse con prolijidad. Ninguno destos que se precian de setenos, cator
cenos y veintiuno, discurriendo adelante, ha escrito alguna cosa, y como ingenios estériles, que
no tienen parto en público, despiadados, aborrecen el ajeno, compran los libros para hacerlos
esclavos y ponerles los yerros que no traen. Esta persecución, graduada por sí misma, me obliga
á dar razón destos escrúpulos, no por evitarla, que es imposible, sino por asistirme como mas
honestamente puedo. No digo que san Pablo cayó del caballo, como se ve en todas'las pinturas
y eslampas de la conversión y caida del Apóstol. Movióme el no hacer mención del el texto sa
grado y las razones y autoridades que da y refiere el reverendo padre Masucio, y se verán en su
libro, y lo que mas fuerza hace, las palabras con que Cristo le mandó levantar, y como ades
trándole, asido de la mano, le llevaron á Damasco.
En el contexto desta historia muestro alguna duda, empero, reverente á Santiago, de que san
Pablo no vino á España, sin nota della y con gloria del mismo Apóstol ; y si bien me rindo á tan
tas autoridades de santos y padres, he querido acordar que hubo quien citó un decreto de Ge-
lasio, papa segundo de este nombre, en que niega la venida de san Pablo á España, y unas pala
bras de san Jerónimo la ponen en duda sobre la epístola á los efesios, capítulo 3, y otra dispu
tando contra Helvidio, hereje. A entrambos procuraron responder Ambrosio de Morales, en su
Primera parte de las antigüedades de España, y el señor Gregorio López Madera, del supremo
consejo de Castilla y caballero del hábito de Santiago, en el libro del. Monte Santo ; varones en
trambos doctísimos. Los curiosos podrán reconocer la fuerza de sus razones. Alégase por la ve
nida del Apóstol el milagro de Probo y Xantipe, su mujer; este se refioré con variedad. Ambro
sio de Morales, en el libro citado, dice sucedió en Ecija, y que en memoria se celebra en aquella
ciudad solemne fiesta á san Pablo el dia de su conversión , y añade : «Yo, con haber visto la es
critura auténtica en pública forma, que la ciudad tiene de lo que entonces pasó, nó veo cosa por
donde se pueda fundar ni tomar ocasión de- creer que san l'abfo hubiese allí predicado.» Es
cribió este suceso de Probo y Xantipe, SimeonMetafrastes, empero sin decir el nombre de la
ciudad ó provincia donde sucedió.
El doctor Juan Rodríguez de León, canónigo de la santa iglesia (1) taxcalense de la Puebla de
los Angeles, en Nueva España, bien conocido en la corte por su predicación y letras, en su libro,
cuyo titulo es : El Predicador de las gentes, san Pablo (a), lib. 1 , cap. 19, refiere el suceso de
Probo y Xantipe, de Flavio Dextro y Metafrastes, y quiere sucediese en Laminio, que hoy se
dice Campo de Montiel. Y advierto que en muchas piedras é inscripciones que, de tiempo de ro
manos, de pocos años acá se han hallado en Villanueva de los Infantes, y yo he visto, se llama
(1) t láscale nse {Todo» los ejemplares.)
(») Impreso en Madrid por María de Quiñones , año de 1038.
G OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Ager Laminiíanus, de que se reconoce que siempre aquella tierra se llamó Campo, como hoy. El
doctor Juan de León consecutivamente pasa al Apóstol desde Laminio á Madrid, y dice (palabras
suyas son ) : t Que pisó la orilla de Manzanares y bebia sus cristales. » A los doctos reservo el
juicio de estas cosas, á cuya enseñanza estoy dispuesto con docilidad.
No refiero en la historia si san Pablo peleó con las bestias. La historia de san Pablo condenado
á las bestias solo la escribió iN'icéforo,. y debió de hallarla en libros apócrifos, pues san Lúeas
no hace mención de cosa semejante, ni el mismo Apóstol en la primera y segunda epistola á los
corintios , donde refiere todos sus trabajos y persecuciones. Tertuliano, en el libro De resurrec-
tione carnis, entiende por esta pelea con las bestias, las aflicciones que en Asia padeció san Pa
blo, las cuales fueron tan terribles, que en la epíst. 2 á los de Corinto, cap. 1, vers. 8, dice (1):
c No queremos que ignoréis, hermanos, la tribulación que padecimos en Asia, pues sobre todo
encarecimiento fuimos agravados con ella, de tal manera, que excedía nuestras fuerzas; tanto,
que nos pesaba de vivir. » Para exagerar el horror de esta tribulación Nicéforo , ó el escritor á
quien siguió , debió de llamar á los judíos ó gentiles que la causaron, alegóricamente fieras. En
este sentido parece habló san Juan Grisóstomo ; el cardenal Baronio libra á san Pablo de esta
pelea con las bestias. Y el glorioso mártir san Ignacio, cuando dice peleó con fieras y leones par
dos, juntamente declaró que por estas bestias entendía hombres, cuya fiereza y crueldad era de
leones y tigres. Por estas razones, y otras que miran al decoro del Apóstol, no hago mención de
este suceso. Es cosa detestable creer que san Pablo voluntariamente se ofreciese espectáculo en
el teatro con las fieras, y contra toda razón que, siendo noble y ciudadano romano, le conde
nasen á las bestias. Repara Dausquio en que la palabra O^piojia/Iw (2) no puede ser entendida por
translación, porque en sus epístolas san Pablo no usó de translación alguna, no siendo incoave
niente que aquí usase de ella, cuando Cristo nuestro Señor llamó raposo á Heródes.
Sea la última advertencia, que la sagrada religión del glorioso patriarca santo Domingo de
Guzman, que por excelencia se llama orden de predicadores, para mostrar tienen por idea de
su predicación á san Pablo, han fabricado á su nombre, por padrones de su apostólico afecto,
los mas suntuosos conventos que tienen en España, como son San Pablo de Valladolid, de
Burgos, de Córdoba, de Sevilla, de Cuenca, de Peñaflel, de Palencia. Y para recuerdo de que
han de predicar, como lo hizo san Pablo, á Cristo crucificado, acompañan el Evangelio con una
cruz.
Doy áleer mi devoción, no mi ingenio, y deseo defenderme en el sagrado de tan soberano
sugeto.
Seráme consuelo, contra los que no aprobaren mis escritos, Marcial en el libro 6, con el epi
grama 6G; habla de Geliano, pregonero sucio :
Famae non nimium bonae pucllam ,
Quales in media sedent Suburra,
Vendebat modo pracco Gellianus.
Parvo curn pretio diu liceret,
Dum puram cupit approbare cunctis,
Atlraxit prope se manu neganlem,
• Et bis lerque quaterque basiavit.
Quid profecerit ósculo , requiris?
Sexcentos modo qui dabat, negavit.
¡ Ay de estas bocas, que cuantas m,ts caricias hacen por aprobar una cosa, con su asco, no solo
desacreditan, sino que, si tenia algún valor, la dejan sin precio alguno!

(I) Nonenimvoliimus ignorar-evos, fratrcs.de cibulatio- rali sumussupravirtutem.HauUaederelnosetiam vivere.


ne riostra quao facía est in Asia; quoniam supra mod uní gra- (i) Tberiomachein (A. M. F. 5.)
VIDA
DE

SAN PABLO APÓSTOL w.

Predicaré en san Pablo el predicador de las gentes, les misterios y descubrió los sacramentos que cerraba.
y en nn hombre que nació y fué escogido para. todos Escribiré de aquel serafín humano que á la mano
los mortales, dos vidas diferentes : primero fariseo y derecha del que tiene las llaves del cielo abre con su
perseguidor, y después apóstol, defensa y maestro. espada el paso, que con otra de fuego estorbó al paraíso
Escribiré de aquella pluma que , si no volaron con el serafín que con cuchilla ardiente por tantos siglos
ella los serafines, voló encima dellos; que si en sus amenazó á todos la entrada. Hablaré de una boca bas
alus no cubrió el arca, en la mano de Pablo descerrajó tante á la enseñanza del orbe; de una caridad que hi

(a) El señor don Agustín Duran me ha facilitado copia los romanos, con sus padres se retiró & Tarso de Sili-
iíe Ijs cuatro primeras hojas del primer borrador origi cia. Fué enviado por'ellos á Jerusalen á estudiar la ley,
nal, de las cuales era dueño afines del siglo anterior don de.Gamaliel, varón doctísimo. San Crisóstomo, en la
Benito Martínez Gómez Gayoso, archivero de la secreta homilía iv, le llama homo ignobilis, abjectu», eteircum-
ria del despacho universal de Estado , en cuya depen foraneui, qui autem exercebalin pellibus; «hombre or
dencia se custodiaban de antiguo preciosísimos papeles dinario, que vivía de aderezar pieles.» Era del tribu de
de nuestro Qcevedo. Los doctos sabrán agradecerme que Benjamín, su nombre fué Saulo cuando persiguió á
no les prive de conocer este curioso rasgo. Helo aquí : Cristo, como Saúl á David; luego que fué otro por la
vocación, se llamó Pablo. Demos lugar á que la curiosi
t VID* DE SAN PABLO. dad solicita halle misterio en el nombre de Giscal (patria
de los padres de san Pablo, de donde huyeron á Tarso),
Predicaré en Pablo el predicador de las gentes. En donde nació, y en el oficio de aderezar pieles, que fué el
un hombre qne nació y fué escogido para todos, dos vi suyo. Giscal se deriva de M)\M gaséate, que significa
das diferentes. Primero fariseo y perseguidor, después palpar como ciego: Isaias, ux, 10, Palpavimus tanquam
apóstol , defensa y maestro. Hablaré de una boca bas caeci parietem. San Pablo, que había de salir de ciego, á la •
tante á la enseñanza del orbe, de.una caridad que in luz, salió de Giscal, que significa palpar como ciego, á
mensa se explayó apenas en treinta años por los roma la vista mas perspicaz de la doctrina de Cristo. Salió á
nos, persas, partos, medos, indios, scythas, ethiopes, ser discípulo de Gamaliel en la doctrina de la ley de
sanromatas y sarracenos; apostando las diligencias de Moisen, enseñanza con que después á los hebreos con ven
La larra del sol, con mas esclarecidas influencias y mas ció de que en Jesús se habia cumplido. Salió de Giscal,
precioso fruto ; sazonando para la troj de la Iglesia en que es palpar y tentar como ciego, á Tarso, que signi
grano las semillas que el judaismo y la gentilidad fer fica joya y piedra preciosa. Eso es Társis en la lengua
tilizaban zizaña; y conduciendo al yugo de la ley de sancta. A Tarso dieron Augusto y Julio el privilegio de
gracia, qne antes corona que oprime, casi todo el gé la ciudad, porque los de Tarso los sirvieron en las guer
nero humano. Predicaré aqnel héroe náufrago en todos ras civiles con valor ; de aquí se llamó Juliópolis, según
los mares, peregrino en toda la tierra; tan glorioso, que Dion Casio.
ni en esta hubo cárcel, prisión ni castigo que ignorase, Fué Pablo el solo apóstol prometido en el Testamento
ni en ellos borrasca ni tormenta que no padeciese. Se viejo ; y dióse tanta prisa Moisen á figurarle , que en el
ria congoja de la aritmética hallar números para contar Génesis (reparo es de Tertuliano contra Marcion, al prin
las leguas de sus caminos y rumbos, (numerables veces cipio del lib. v) dice: Paulum mihi etiam Génesis olim re-
repitió aqnel mar empedrado de reinos , en tantas islas promisil, ínter illas, enim, figuras, et prophelicas super
que 4 pesar del mar son tierra; en tanto mar que, á filios sitos benedietiones, Jacob cum ad Benjamín direxis-
pesartfe la tierra que se hurla á sus golfos, es archi sel : Benjamín, inquit, lupus rapaz ad matutinum come-
piélago. Basta decir qne pareció aquel espíritu que el det adhuc , et ad vesperam dabit escam. Ex tribu enim
gentil dijo interiormente discurría por toda esta má Benjamín oriturum Paulum providebat, lupum rapacem
quina del mundo, haciendo oficio de alma vivificante. ad matutinum comedentem , id est , prima aetatem vasta-
Con mejores, si menos palabras, lo dijo san Crisóstomo turum pécora Domini, ut persecutorem Ecclesiarum; de-
cuando, sobre la epístola ad galotas, le llamó cor mumli, Itinc ad vesperam escam daturum, id est, detergente jam
corazón del mundo. Fué (según san Hierónimo) de Gis- aetale, oves Chrisli educaturum, ut Doctorem nationum.
cal, pueblo de Judea, del cual, luego que le tomaron i Para mi , dice, también el Génesis prometió a Pablo.
8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mensa se explayó, apenas en ireinta años, por los roma número para contar las leguas de sus caminos y rum-
nos, persas, partos, medos, indios, scitas, etiopes, snu- bíis. Innumerables veces repitió aquel mar empedrado
roniatas y sarracenos; apostando las diligencias de la de reinos , en tantas islas que á pesar del agua son
tarca del sol con mas esclarecidas influencias y mas tierra ; en tanto mar que, á pesar de la tierra que hurta
precioso fruto; sazonando parala Irojde la Iglesia en ú sus olas, es archipiélago.
grano las semillas que el judaismo y la gentilidad de Dos caidas se leen en la sagrada Escritura : la de
generaban en zizaña; conduciendo al yugo de la ley de Luzbel para escarmiento, la de san Pablo para ejempio.
gracia, que antes corona que oprime, casi todo el gé Aquel subió para caer, siendo (I) el primero inventor
nero humano. Abrevíate la historia de aquel héroe, de las caidas en las privanzas; este cayó para subir. El
náufrago en todos los mares, peregrino en toda la tier seralin comunero, en el principio de la creación; el
ra; tan glorioso, que ni en esta hubo cárcel, prisión ni apóstol, en el de la Iglesia. La soberbia tropieza volan
castigo que ignorase, ni en ellos borrasca ni tormenta do, la humildad vuela cayendo. Derriba Diosa Pablo,
que no padeciese. Seria congoja de la aritmética hallar y edifícale ¡quiere el lucero amotinado derribar áüios.

Entre aquellas figuras y profetices bendiciones 6 sus hi del viejo y nuevo Testamento , pues tú encerraste en ti,
jos, Jacob llegando á Benjamín, dijo : Benjamín, á la ma- como en depósito, las virtudes de todos, empero en mu
iiana lobo hambriento aun comerá, y á la tarde dará de cho mayor cúmulo? Finalmente, si alguno en tu compa
comer.- Antevia que Pablo había de nacer del tribu de ración pondera uno por uno el coro de los justos, ba
Benjamín, lobo hambriento al amanecer de su edad, ilará la balanza de tu parte, con el peso de las virtudes
despedazador quiere decir. En sus primeros años, cu vencida. Es Pablo el segundo Abel; empero no una vez
chillo de las ovejas del Señor, como perseguidor de las s.iirilícado, sino torios los dias. Pablo, otro Noé; mas sin
iglesias. Después á la tarde, dispensador de su alimento; arca navegó las borrascas y diluvios contra él amotina
como si dijera : llegando á mayor edad apacentará las dos. Pablo, otro Ahraham, no solo arrancado de su pa
ovejas de Cristo, como doctor de las gentes.» Es tan tria y de sus parientes, sino, después de la vocación, de
literal esta consideración de Tertuliano, que san Agustín su misma vida. Pablo, otro Isaac, maniatado voluntaria
la siguió sobre los Psalmos, y, saboreando con ella su mente en victima. Pablo, otro Jacob, vigilante guarda,
pluma, la repite .en el sermón 14 De Sanclis, que es el como de un rebaño, de todo el mundo. Pablo, otro Josef,
primero de la Conversión de tan Pablo. distribuyó el alimento de la verdad al orbe de la tierra,
Nota. Pasemos al olicio que tuvo de aderezar pieles y que de hambre espiritual fallecía. Pablo , otro Moisés,
ba"er de ellas obras. Mas prisa se dio el Génesis en califi que redujo todas las gentes de la tiranía del infierno á
car este oficio que en prometernos al Apóstol , en el Cristo. Pablo , otro Aaron , ungido sacerdote á los pue
cap. 49 citado, pues en el cap. 3, v. 21, dice : Fecit quo- blos de todo el mundo. Pablo, otro Finees, con solo el
que Dominus Deus Adue, el uxori ejus túnicas pelliceas, el puñal de la fe dio muerte á la impiedad de los judíos y
induit eos. « Hizo el Señor Dios á Adán y á su mujer tú gentiles, que era como adulterio de sus entendimientos.
nicas de pieles, y vistiólos.» Mirad si de las manos de Dios Pablo, otro David, provoca á singular batalla al demo
se derivan esclarecidamente ilustradas las pieles á las nio, como él á Goliat. Pablo , otro Elias, mas gloriosa
de Pablo. Vistió Dios á los primeros padres de pieles de mente arrebatado al cielo. Pablo, otro Elíseo, limpió las
animales muertos, porque el vestido antes les fuese re gentes del contagio de la interior lepra. Pablo, otro Eze-
cuerdo de la mortalidad (que haciéndose por el pecado quías, convirtiendo diferentes pueblos 6 la solamente
semejantes á las bestias, habían adquirido), que cu verdadera fe de Jesucristo. Pablo, otro Josias, disipando
bierta ni gala. Por eso en Pablo el aderezar pieles fué y destruyendo las abominaciones de los idólatras. Pablo,
mas misterio y enseñanza que oficio. Había de aderezar otro Joan, degollado por Cristo. Pablo , otro Pedro, no
-los muertos para el uso de los vivos en la ley de gra llamado, como él á creer, en la tierra, sino de los cielos.
cia. Hablase de vestir de las pieles del judaismo difun Pablo, otro Gabriel, anunció á todas las gentes el naci
to . cu a mío , como él dijo: « Ya no vivo yo , sino en mi miento de Cristo. Pablo, otro Míchael , á quien cupo en
Cristo.» Ensayó el soberano Señor á Pablo en adere suerte ser caudillo de los cristianos. Y también, si ro
zar píeles de animales muertos, para artífice de la gala deare los coros de los ángeles y de los varones santos,
y hermosura de las cortinas de Salomón, que llamó pie no hallaré comparación á que no se oponga Pablo, esplen
les la Esposa cuando dijo : Nigra sum, sed formosa, didísimo con tesoros de todos los méritos. La aclama
slcut tabernáculo Cedar, sicutpelles Salomonis. Fué Pa ción del pueblo, y después de ella, aun muerto Pablo,
blo el Salomón del Testamento nuevo, y por eso, contra nos muestra ardientes teatros de piedad.»
puesto al del viejo Testamento. Aquel tuvo el principio Ningún gran padre y doctor de la Iglesia babla de san
en majestad , santidad y sabiduría , y los fines en igno Pablo con orilla ; todos ansiosos rematan los alientos de
rancia , prevaricación y esclavitud á las concubinas. Este su voz. San Hierónimo á Pamaquio, contra los errores de
empezó en vileza, abatimiento, error y ignorancia, y Joan Hicrosolimitano, dice : «¿Adonde está el vaso de elec
acabó en santidad, sabiduría y magisterio de las gentes. ción, el clarín del Evangelio, el bramido de nuestro
Admiró á Salomón la reina Sabá; á Pablo san Joan Cri- león, el trueno de las gentes, el rio de la elocuencia
sóstomo , pronunciando su boca palabras de oro y dan 'cristiana; que el misterio antiguamente oculto á las ge
do á su pluma metal , para que con letras de oro escri neraciones de la sabiduría ysciencia de Dios, mastee ad
biese del panegírico tan soberanamente esclarecido, mira que se pronuncia?» Y en la apología á Pamaquio,
como se lee en la hornilla un, De laudibus divi Pauli. Oid pro ¡ibris adversas Jovinianum, exclama : «Todas las Te
los mas felices esfuerzos de la idea de la mejor y mayor ces que leo á Pablo me parece oigo truenos, y no pala
elocuencia; oid al olimpo de los oradores griegos y la bras.» El gran padre Agustino, en competencia de los
tinos , debajo de cuya cumbre , que confina con el cielo, dos, desaparece el vuelo de su pluma por arribar á las
se oyen tronar inferiores sus voces, «¿A cual, oh biena cumbres de Pablo.»
venturado Pablo, me atreveré á compararte de los justos (1) el primer (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 9
'jiTralnast; apaga en tizones ios hervores de la luz á San Jerónimo, en el libro de los Varones ilustres,
que se vio amanecido. La paciencia de Cristo, de mu dice que san Pablo fué natural de un pueblo de Judei
chas hambres que han perseguido su Iglesia, ha hecho que se llama Gischal ; (8) que cuando se npodeT.ron
áugeles; y su justicia, de los ángeles que le compitie del las armas de los romanos, fué llevado á Tarso de Ci
ron su asiento, hizo demonios. Esto sucedió á los que licia por sus padres. Reconociendo Reda en sus Comen
fueron cómplices con el lucero, que madrugó con la tarios sobre los actos, que el mismo Apóstol decía de
primera luz ú borrarse con las postreras sombras ; y lo sí que era tarsense, concilia con estas palabras las do
otro á Pablo, que á mediodía se daba priesa para apa san Jerónimo, diciendo : «No es de admirar que san
gar los rayos del Evangelio en su oriente. Pablo diga es de Társis, y no de Gischal, pues Cristo, n a-
Társis de Cilicia, igualmente célebre, antigua y no cido en Betlehem, no se llama betlehcmita, sino na
bilísima ciudad (siguiendo á Josefo en su primero li zareo.»
bro), muchos graves autores afirman derivó este nom Loquees de admirar es, que habiendo san Jeróni
bre de un nieto de Jafetque se llamó Társis, (I) ha mo escrito antes del libro de los Varones ilustres sus
biendo Kamádose así primero toda la provincia de Ci Comentarios á la epístola á Filemon, y habiendo di
licia en la Asia menor, que hace vecindad á la Siria, cho en ellos era fabuloso loque algunos dijeron que
siendo.su principal ciudad y la (2) metrópolis Társis, san Pablo era de Gischal , lo afirma después en el lugar
4 quien Solino llama madre de las ciudades, y ['linio citado; y que anduviese tan vario, que después en 1 1
ciudad libre. (3) Fertilízala y hermoséala caudaloso y epístola á Algasia, respondiendo á algunas cuestiones
ameno el rio Cidno, insigne olro tiempo por la seguri que se le propusieron en las epístolas del Apóstol, di o
dad de su puerto famoso, (4) por el concurso de naves por expresas palabras que san Pablo fué nacido y cria
y mercaderes que le hicieron emporio del mundo. Es do en Társis de Cilicia, y que por eso halda conservado
«I mas precioso realce el decir Estrabon que en estu la locución, (9) frasi y propriedad y dialectos de la
dios y letras excedió á Alejandría y Atenas. Para testi lengua griega, de que entonces los tarsenses usaban : y
go desta verdad cita á la misma Roma, pues se (."i) vía esta fué sin duda la postrera opinión del santísimo doc
floreciente y adornada de doctísimos hijos de la ciudad tor. Ni se puede dudar que san Pablo nació en Társis,
de Társis, como fueron los Antípatros, Arquidemos, pues de su boca se lee en el cap. 22de los Actos, vers. 1 :
Diógenes, Néstores, Diodoros y los dos Alenodoros, de «Varones hermanos, oíd la razón que de mí os doy aho
los cuales el uno estuvo, vivió y murió con Catón, que ra. Yo soy varón judío, nacido en Tarso de Cilicia.»
miado en la gentilidad y su comunicación calificaban- Es verdad que de la expugnación de Gischal por los
«o todas las virtudes morales á los que le trataron. El romanos .hace- mención Josefo Hebreo en el lib. 4
otro fué maestro de César Augusto y de Marcelo, hijo de la Guerra de los judíos; empero esto sucedió algu
de Octavia, su hermana. nos años después de la muerte del Apóstol. Solo so
Fué la ciudad de Társis en las guerras civiles tan puede permitir por conjetura que algunos de los ante
devota de las parles que siguieron Julio César y Octa- pasados de san Pablo fuesen naturales de Gischal.
viano Augusto, que dice Üion Casio que hubo tiempo ■ De sus padres ni se lee el nombre, niel hace men
en que por esto se llamó Juliópolis; y porque siguió la ción dcllos. Pcrsuádome eraij muertos antes de su
parcialidad cesariana contra Bruto y Casio, afirma üion conversión, pues si vivieran, sin duda empezara el
Crisóstomo le fueron' concedidos los privilegios todos fruto de su dotrina por ellos. Lo que no puede dudar
de que (6) gozan los ciudadanos de Roma, con que para se es que fueron del tribu de Benjamín, de que el Após
granjear otros premiaban á los buenos amigos y leales tol se preció tanto. Los que tienen que san Pablo no fué
confederados. Estos se gozaban en tierras, leyes, hon noble, sino hombre vil y bajo y mecánico, se fundan en
ras, exenciones y podei ío en rios y mares. las palabras de san Juan Crisóstomo cu la homilía iv
En esta ciudad, por tantas prerogativas esclarecida, de las alabanzas de san Pablo,, de quien trata con
nació para blasón de todas sus glorias el apóstol san Pa estas palabras: (10) «Hombre ignoblo y vil, de oficio me
blo, teniendo el señorío de Roma César Augusto, el año cánico en hacer tiendas de pieles. » Esto dice san Juan
cuarenta y uno ó dos de su imperio, uno y otro año Crisóstomo del Apóstol en la homilía que dedicó a sus
después del nacimiento de Cristo. No sin misterio pre alabanzas. ¡Qué diferentes luces de elocuencia usan
cedió á Cristo poco tiempo el nacimiento de san Juan los santos en los panegíricos que hacen á los que lo son,
Bautista, su precursor, que se llamó voz que clamaba tan limpios (II) del polvo vanaglorioso y de la inmun
en el desierto ; y se siguió poco.despues el de san Pablo, dicia lisonjera, que á los oídos que aun están cerriles y
que como vaso de elección clamó en todas las poblacio no domados á la verdad parecen oprobrios, y tienen cu
nes del mundo. A entrambos acalló el martirio como el sonido resabios de afrenta! Puede uno ser noble y no
i voces, corlando (7) sus gargantas. Juan le enseñó con vivir como tal, por haber descendido él ó sus padres, de
el dedo á los judíos ; Pablo, escribiendo, le enseñó con una en otra calamidad, á vivir por el arbitrio de la po
toda la mano á los judíos y a las gentes. El Bautista pro breza. Esto sucedió á san Pablo que, siendo nobilísimo,
vino los caminos del Señor; y el Señor previno y dispu encomendó su alimento á ejercicio bajo. Colígelo (1 2) san
tólos de Pablo. Agustín en el sermón ib de las palabras suyas á los fili-
penses , cap. 3 , vers. 3 : «Gloriámonos en Cristo Jesús,
{II batiéndose llamado asi (Jf. F. S.)
CS1 metrópoli i5.) (8) y que cuando [S.\
(3l fertilízala y birmosea (F.) (9) frasi y propiedad IJf. F.)— frase, propiedad (S.)
U ;por el concurso (S.) (10; Homo enim ¡Kiiobilis, abjeclus, et rircumforancus, qular-
(3) tria lid. i • lem exercebat in pcllibns.
16' goianan [Id.) (11) de polvo (S.)
i'¡ ptfutu. IW (IS) Agustín l«.)
10 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
no haciendo caudal de la carne, siendo así que pudiera verente, quiso ennoblecer á san Pablo con el cognom*
confiar en ella tanto como otro de los mortales.» A esto bre de su familia, y haberlo sido de los Emilios : cos
añade el santo doctor : «Eran los fariseos los mas prin tumbre (5) de la liberalidad y cortesía de los romanos
cipales, segregados de la plebe , como la mayor nobleza con los libertos, familiares ó huéspedes mas aceptos por
de los judíos.» San Ambrosio, en el comentario á la sus asistencias. Este sentir adolece de la misma nota
segunda epístola á Timoteo, no solo dice era noble, que opone por otro camino, aun menos á propósito, á la
sino del orden senatorio ; y lo prueba con que usaba dignidad y profesión del apostolado. Los padres grie
de la vestidura de los senadores, que llamaban péna gos san Crisóstomo, Ecumenio, Teodoreto y otros afir
la : (i) cita las palabras de san Pablo á Timoteo, en que man que el nombre de Pablo no fué dado por los hom
le ordena le traiga á Roma «la pénula que dejó en Troa- bres sino por Dios, como antiguamente á los patriarcas,
deen poder de Carpo». Puede dudarse si san Pablo, y para que Saulo tuviese esta igualdad con san Pedro, á
cuando dijopénu/a, entendió vestidura senatoria, em quien Cristo llamó Cefas , y á Jacobo y Juan Boanerges.
pero no que fuese noble ; y por ser del tribu de Benja Y añade Crisóstomo que el Espíritu Santo le llamó Pablo
mín, que dio á toda Israel el primero rey en Saúl, no luego que le hizo su siervo, para que conociese era ¿u
bilísimo. Señor (6) ; siendo asi que la imposición del nombre es
En detenerme para averiguar que el Apóstol por señal de dominio. El muy docto, muy erudito reveren
sus ascendientes fué de sangre ilustre, doy á la verdad do padre Tomás (7) Massutio Recinetense, en su libro
déla historia loque se le debe; empero á san Pablo lo que intitula Paulus Apostolus, sive Vita Sancti Pau-
que despreció con silencio providente, teniendo por li Apostoli (o), tiene por mejor la séptima opinión, que
solar de su nobleza su caida , y por nacimiento su con concilia todas las referidas. Por esto dice no la opone á
versión. ellas sino que la antepone , por ser pacifica concordia de
A los ocho días después que nació le circuncidaron. todas; empero, reverenciando su piadoso sentir, juzgo
Rícelo de sí á los filipenscs, cap. 8, vers. 5: «Yo, cir que las palabras expresas de san Jerónimo y las del
cuncidado el dia octavo, del género de Israel, del tribu eminentísimo cu doctrina y púrpura cardenal Barunio
de Benjamín, hebreo, no solo por la ley sino por des se apartan de la unidad que las demás reciben. Admí
cendiente de hebreos.» Diéron|e por nombre Saulo, á tese la opinión de Orígenes por verdadera, que se .lla
quien después leímos con nombre de Pablo. Orígenes, mó siempre Saulo y (8) Paulo, por hebreo y nacido en
en la prefación á la epístola á los romanos, afirma que Tarso, ciudad que gozaba del privilegio de los ciuda
juntos le fueron dados estos dos nombres: Sanio, por danos de Roma. Hace con esto armonía lo que dice san
ser judío del tribu de Benjamín; Pablo, por ser ciuda Agustín, que después de su conversión empezó á lla
dano de Roma por el privilegio de Társis, loque pa marse solamente Paulo ; en que no con menos fuciza
rece se colige del cap. i 3, vers. 9 de los Actos, en estas conviene san Ambrosio, diciendo que, como (9) los de
palabras : Saulus autem, qui el Paulas; «Sanio y Pablo,» dos nombres (que así puede entenderse), usó del de
sin decir: «Saulo, que después fué Pablo.» Esta opinión Saulo en la circuncisión, reservando el de Paulo al
tiene san Anselmo por mas probable en el cap. i de la bautismo. San Crisóstomo y con él los padres griegos
epístola (2)á los romanos. San Agustín, atendiendo so no solo concuerdan sino confirman la explicación de
bre la misma epístola a la significación de los dos nom Orígenes, pues afirman que el nombre de Paulo fué
bres, dice que antes de su conversión se llamó Saulo, puesto por Dios, no por los hombres ; palabras que ad
que se interpreta soberbio, inquieto y perseguidor, por miten menos la opinión del doctísimo Baronío que la
que salos en griego significa inquietud ; y después de de san Jerónimo, que él excluye.
apóstol se llamó Pablo, poco, pequeño, humilde y sose Yo me persuado que el decir por san Lúeas el Espí
gado. Sigue Beda esta dotrina. San Ambrosio, siguiendo ritu Santo : (10) «Apartad por mi elección para mí á
este sentir, le diferencia diciendo que , como se llamó Paulo y'(ll)Bernabé,»quc mostró manifiestamente que
Saulo en la circuncisión, en el bautismo se llamó Pablo. usaba del nombre de Paulo, de que era su voluntad que
San Jerónimo quiere que de Sergio Paulo procónsul de usase después de ministro suyo; que no que le nom
Cipro, áquien convirtió el Apóstol, por trofeo de su triun brase asi , ó porque el Apóstol le escogió por trofeo del
fo alcanzado para el nombre de Jesús, se llamó Paulo ; Procónsul, ó por haberle recibido el maestro del cate
y recuerda con su erudición (3) de Scipion y Metullo, cúmeno por caricia cortesana. -Y el usar del san Lúeas
que se añadieron los nombres de las provincias por su la primera vez después de la conversión de Sergio Pau
valor vencidas, llamándose el uno Africano y el otro Cré lo, y no de la del mismo.Saulo, fué advertencia miste
tico. Y añade que Pablo en hebreo significa admirable, riosa para enseñar que el Apóstol, á persuasión de la
obra maravillosa, obradorde maravillas : (4) alega que caridad en que ardía, antes empezaba á ser otro en la ley
dijo de sí, aludiendo áesla etimología, cap. 2, álosgála- de gracia convirtiendo otros ¡í ella que convirtiéndose;
tas, vers. 8: «Quien obró á Pedro en el apostolado de la pues lo opuesto á perseguidor de la Iglesia era el adqui
circuncisión, obró en mi entre las gentes.» El doctísimo rirla hijos, y al haber hecho blasfemar á los que creían
cardenal Baronío, y otros que le siguen, extrañan para la en las cárceles, el hacer creer á los que blasfemaban.
humildad de san Pablo y su modestia despreciados de (5: de la libertad y corlesfa (S.)
sí misino, que afectase á imitación de los gentiles (61 Volens ostendere se esse Dominum lalis serví.
esta pompa de su vitoriosa predicación ; y quiere por (7) Masocio (S.i
mas decente que el Procónsul, en agradecimiento re- \a) El titulo esta equivocado en todos los ejemplares qac tengo
i la mano.
(i) y cita (S.) (8) Pablo IS.\
(2) de los romanos (Id.) (9) de dos nombres, I Id.)
(3) a Scipion y Hételo [Id.) (10) Segregate mihi SauliHn, el Earnabam ; (Áct:, un, i)
U) y alega (Id.) (11) á Bernabé, «mostró (S.)

."!>».-»**
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. II
Saulo.hijo de padres nobles, arrinconado en pobre- ciones del Apóstol aquellas luces retóricas que de
za, natural de Tarso, del tribu de Benjamín, se puede centes acompañan su dignidad y no la adelgazan. Así
asegurar estudió la gramática griega y las buenas le los monarcas usan galas de que solamente son capaces
tras, retórica y filosofía en Tarso, donde como hemos las coronas. Los adornos de la elocuencia asisten á los
visto florecía estudio (1) famoso (donde todo esto se divinos misterios y á los razonamientos temporales, con
enseñaba, lo que afirma Estrabon en el lib. 14). Y se la diferencia que los diamantes y el oro á la doncella
prueba de sus Epístolas que vio los poetas griegos, ] hermosa y á la deforme. En esta ellas solas lucen y so
pues en ellas refiere palabras y versos de Epiméni- ¡ atienden ; en aquella les falta el reparo de los ojos, que
des, (2) Arato, de Menandro ó Calimaco, autores que I asisten n la admiración de-la belleza que se sirve de lias
no es creíble los leyó siendo en Jerusalen discípulo de con desprecio, que las muestra peso y no gala. Con esta
Gamaliel , ni después, por el desprecio que los hebreos santa y eficaz mortificación asiste la retórica y buenas
hacían de los delirios y vanidad de los griegos. Parece letras á san Pablo en sus epístolas y oraciones, no por
'jiie i esto se oponen claramente san Jerónimo y san que el Apóstol quisiese ostentarlas, sipo porque ellas
Crisóstomo, este gran padre con mayor eficacia, per ostentaron mostrarse bien logradas, lomando las luces
suadiendo que el Apóstol fué idiota y rudo. Sus pala del ardor inflamado de su doctrina.
bras son estas, en la homil. ív á la segunda á Timoteo: Deslos estudios fué llevado á Jerusalen para que
Erat Ule Aomo Cilix, cortarius, inops, imperittis exter- aprendiese la ley y los profetas, de Gamaliel varón en
me disciplinae ; Hebraicam tantum noverat linguam, tre todos los fariseos doctísimo. Que fué discípulo de
ftatauteris genlibus, sed Romanis máxime contemp- Gamaliel, de si lo dice en los Actos, cap. 22 : «Yo soy
tui erat. Y el mismo santo, en la homil. ni, sobre la pri varón judío, nacido en Tarso de Cilicia, criado en esta
mera á los corintios, dice : «Oí cierto cristiano que dis ciudad (entiéndese Jerusalen), á los pies de Gamaliel,
putaba ridiculamente con un gentil. Como en la contro donde fui enseñado según la verdad de la ley paterna.»
versia los dos se impugnasen las opiniones, afirmaba el Declara estas palabras de san Pablo el reverendo padi o
idólatra lo que había de afirmar el cristiano, y este de Massutio (o), por las palabras de Filón en el libro cu
fendía lo que habia de defender el gentil. Trataban de yo titulo es Todos los buenns son libres, donde enseña,
Pablo y de Pluton. El idólatra decia que Pablo era rudo que los maestros leian desde cátedra eminente, (5) y
y sin letras ; el cristiano temerariamente se esforzaba á los discípulos oían en lugares inferiores, y los nuevos
probar que Pablo era mas elocuente que Platón. Desla mas abajo que los antiguos; y que por eso dijo (6) apren
manera el gentil quedó vitorioso siguiendo tal opinión: dió á los pies de Gamaliel. Siempre que hallare cosa
porque si Pablo era mas elocuente que Platón, muchos mas digna del afecto del Apóstol, tendré por piedad
con razón pudieran afirmar que Pablo no habia vunci- disentir del parecer de otro. Mi sentir es que, ya con
do con la gracia, sino con la facundia.» San Jerónimo, vertido y vaso de elección y maestro de las gente?,
en la. epístola ó Algasia, que se numera 151, no con para enseñar el respeto con que se debe hablar de los
tiene en todo con san Juan Crisóstomo ¡empero dice maestros, dijo por humildad reconocida que habia es
qae oo hablaba ni escribía la lengua griega con pura tudiado á los pies de Gamaliel. Esto confirma san Juan
(3) elegancia. Tratando de que el Apóstol dijo de si Crisóstomo, homil. xlvii, sobre los Actos. Los rabíes, en
•Aunque ignorante en la habla, mas no en la ciencia,» el Talmud, capítulo (7) Tefilot, falsamente afirman quo
dice estas palabras : «Otras veces lo hemos repetido; Gamaliel siempre impugnó la doctrina de Cristo, á quo
no dijo Pablo que aunque era ignorante en la habla añaden otros sueños y dilirios de su frenética maligni
que no lo era en la ciencia, por humildad ; antes apro dad; empero, según se colige de los Actos, cap. 5,
bamos lo dijo por ser verdaderamente así.» Persuádo- este (8) Gamaliel fué aquel grande doctor en la ley, su
n/e qne el santo doctor, con este sentir, respondió á mamente reverenciado'de la plebe, como lo refiere el.
sau Agustín que, en el lib.4 de Doctrínachristiana, afir Evangelista, y el mismo que con larga oración en el
ma que «donde san Pablo dice que aunque es igno concilio de los judíos amparó á los apóstoles cuando los
rante eo el hablar no lo es en la ciencia, lo dice como príncipes de los sacerdotes y los magistrados trataban
concediendo á los detractores lo que mormuraban del; de darlos muerte. Afirma esto san Juan Crisóstomo y
no confesando que por ser verdad lo decia. » Y en esta Clemente Romano ; y después del añade Beda que Ga
misma epístola muestra que «el Apóstol fué sumamente maliel fué cristiano y compañero de los apóstoles; (9)
elegantísimo; no de aquel género de elocuencia que que con su orden vivía oculto entre los judíos, para
presuntuosa precede ala sabiduría, sínodo aquella qne así pirdiese mejor asistir á los aumentos de la Igle
que como sierva fiel aun no llamada, la sigue.» Cono sia recién nacida. Léese en Gennadio, de los Varones
cerá el bien atento que san Agustín concurre con los ilustres, cap. 46 y 47, una epístola de Gamaliel, á quien
des, pues siendo asi que san Pablo era muy elocuente los padres antiguos dan autoridad. En ella refiere de sí
relegante, se desacompañó en sus escritos y (4) predi que por la reverencia y amor de Jesucristo dio sepultu
cación de ostentarlas, por desembarazar de galas pio ra en su granja al protomáitir Esteban, á quien los ju
laras la eficacia del espíritu y la alteza sacrosanta de díos apedrearon ; y que hospedó, dándole el sustento,
les misterios. No de otra suerte la majestad severa des á Nicodémus, á quien desterraron de Jerusalen. Y lo
precia las joyas y dijes con que la travesura popular que con mas fuerza desmiente las fábulas de los rabíes,
li Jinauamente se engríe. Léense en las epístolas y ora-
(a) Página 19 de la edición de León de Francia de 1633.
t| famosa, <n que todo esto se ensenaba. Lo que afirma Strabon i,5) tos discípulos i.S.)
en el libro 14, j se prueba de sus epístolas, es que vid (S.) (6) qne aprendió !'d.)
i de Arato, [Id.) (7) Tephiloth, (M.)
i3) desancla ; j tratando (Id.) (8) fué Gamaliel aquel. M. Jf. F.)
'4l predicción (A.) $1 y que (S.)
12 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
es el libro de Luciano, presbítero, el cual escribió en que por lo menos tuvo noticiade su dotrina y railagros.y
griego (i) do La invención del cuerpo de san ■Esteban, de las juntas contra su enseñanza y vida que se hicie
á ruego de Ávito, presbítero español, que luego la hizo ron entre los escribas y fariseos, pues él era de aquella
latina, siendo vivo san Agustín, que por (2) esto bace secta y discípulo del mas venerable y docto en la ley,
mención repetida de.tan célebre y piadosa historia, que preferido á todos. ¿Cómo pues aquellos hervores celo
sumariamente referiré. De la misma suerte que Gama- sos de la religión de los hebreos no encendieron aquel
• liel cuidó de sepultar con toda veneración el cuerpo de espíiitu valiente, mezclándole en los (9) rumores y
san Esteban, así después de muerto Gamaiiel fué se persecuciones del Hijo de Dios; ni aquel Saulo que po
pultado con el protomártir ; lo que fué descubierto con co después se precipitó terremoto y borrasca de los
muchos milagros, según testifican todos los martirolo discípulos, ardiendo en amenazas, asistió á todo con
gios, donde tratan de la invención del cuerpo de san muda y pacífica atención? No descubro otra causa, sino
Esteban en (3) el tercero dia del mes de agosto. Refié que (tO) con el ejemplo de su maestro Gamaiiel, que in
relo todo con santa fidelidad Luciano ; testifica le fué teriormente reconocía la verdad y la vida que pronun
revelado en tiempo de Teodosio emperador; en el año ciaban las palabras de Cristo, y como discípulo tan ren
del Señor 415, apareciéndole en sueños á Luciano Ga dido á su onseñanza, que aprendía postrado á sus pies,
maiiel en la forma de viejo venerable, adornado con se (I t) abstuvo de las calumnias, contradicciones y tu
sacerdotales vestiduras, la estola blanca, el palio en multos en que toda la ciudad de Jerusalen se mezcló.
cendido enjoyas, que juntando su riqueza con el oro, No tuvo Saulo voz contra su vida, doctrina ni muerte;
le sembraban de constelaciones hermosamente cente empero, luego que víó que después de muerto y sepul
llantes, sellando de gloria sus resplandores la cruz, que tado se afirmaba su resurrección al tercero dia, y que
del fondo de todas (4) resaltaba con majestad soberana. era numeroso el concurso de los que creían era hijo de
Con las dos manos traía un cetro de oro, y con (5) él, Dios, y Dios y hombre verdadero, y que el bautismo
tocando la mano del presbítero Luciano, le despertó; excluía por inútil la circuncisión, entonces, irritado
y .llamándole tres veces en griego con sú nombre, lo por la defensa de su ley, con indignación contumaz Se ar
dijo fuese al Obispo, y en su nombre le dijese que sin rojó á la persecución de los cristianos, hasta que, como
dilación fuese á la villa Cafurgamaleh (que se interpre veremos, yendo sediento de la sangre de todos los nue
ta Villa de Gamaiiel, distante veinte millas de la ciu vamente fieles en la ley de gracia, el mismo Cristo Je
dad de Jerusalen) ; q'ne allí buscase en el monumento sús, á quien perseguía en sus discípulos, derribándole
antiguo los cuerpos sagrados, y los transfiriese á lugar ciego en el espanto resplandeciente con que le habló,
mas decente. Oyendo estas palabras Luciano, le supli le redujo de los despeñaderos al camino de la salud
có dijese quién era y de quién eran los cuerpos sagra eterna para sí y para todos.
dos; respondió el anciano venerable : «Soy Gamaiiel, No solo cuidó el Señor de que Pablo tuviese tal
el que á los pechos de su doctrina crió á Pablo en Jeru- maestro, sino de que no solo fuese soltero, sino vir
salen, apónlol de Cristo, y le enseñó la ley.» Luego de gen. Esta es la mas común opinión de los santos y
claró que las reliquias y cuerpos eran el de Esteban, el padres. Pretendieron, no solo obscurecer esta verdad,
do-Nicodémus, el de Abbibon, ó Abblba, su hijo, que sino disfamarla los herejes ebionitas con fabulosa di
con él recibió el bautismo, y el suyo. Conócese cuid,. ha solución, como se lee en san Epifanio, á quienes con di
la (6) providencia de nuestro Dios de dar tal maestro á ferente fin siguieron en estos tiempos Lulero (12) y Cal-
Tablo, que hasta en dar sepultura á Esteban se mostró vino y Pedro Mártir y sus secuaces, por acreditar para
maestro, emendando el yerro de su discípulo, que so su disolución y vicio los matrimoniosen ios sacerdotes.
licitó su muerte y fué en ella cómplice. Tan preferida Ni faltan autores católicos que, persuadidos de las pa
.honra fué á Gamaiiel tener tal 'discípulo, que descen labras del mismo Apóstol á los filipenses, cap. 4, con
diendo, en la revelación referida, del cielo y casi trayén- la autoridad de san Ignacio, discípulo de los apósto
dole vestido con tantas luces, al decir quién es, blaso les, afirman que fué casado. Las palabras de san Ig
na que crió con su doctrina á Pablo y le fué maestro en nacio, devotísimo de san Pablo, en la epístola que sé
la ley. ¡Qué mucho que aprendiendo á los pies de tan ve con su nombre á los de (13) Filadellia, después de
alto varón, saliese (7) tan buen discípulo de los pasos muchas alabanzas á la virginidad, sonestas: «No pongo
de sus pies ! Ofréceseme una consideración que no me nota á los demás bienaventurados que con mujeres
consiente dejarla por mía : la acogida que en todos pro fueron juntos en matrimonio; antes deseo ser algo á
mete á la piedad la devoción que á san Pablo" tienen to "sus pies y siguiendo sus pasos en el reino de Dios,
llos. Abrigaré mi discurso con las acciones del Apóstol. como fueron Abrahan, Isaac y Jacob, Josef, Isaías y
Parece que con buena razón no puede dudarse que san los demás profetas, como Pedro (14) y Pablo y los
Pablo, que se crió en Jerusalen y se. halló en el martirio demás apóstoles, que no por deleite carnal, sino por
de san Esteban, que se siguió á la muerte de Cristo, (8) la legítima sucesión, tuvieron mujeres.nA esto añade
dejase de ver los tres años de su predicación, y de ha Erasmo la autoridad de Clemente, á quien llama
llarse presente cuando le prendieron y crucificaron, y compañero de san Pedro, siendo así que las palabras
que cita no son de Clemente Romano, sino de Cle
(11 la Iivencion (S.) mente Alejandrino, en el lib. 3 Stromatum. No fuá
(2) eso (W.)
(3) tereco [Id.) (9) tumores (.1. U. f'.|
(4) rcsulaaba {A.) — resollaba H. F.) (10) el ejemplo ¡S.)
(5) ella {A. Jtí. F.) (11) obluvo ¡W.)
(Ci presciencia de Dios (A. H.) — presencia de Dloi (F.) (14) Calvino, l'fdro Mártir {Id.)
(71 también discípulo {A.) (13) Filadclfo , 04. U. F.)
(8; que dejase (¿4. M. F.) (14) Pablo (3.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 13
ignóratela ó> Erasmo, sino malicia ; mas fácilmente David , cuando dijo : (6) « La salud por mano de nues
K presume del esta que la otra : quiso que la menti- tros enemigos y de todos aquellos que nos aborrecen.»
n diese antigüedad mas reverente á la opinión quo I Hacer del mayor enemigo la mayor defensa es obra do
segnia. Lo misino afirmó de Clemente Eusebio, y des [ Dios para (7) la enseñanza de los hombres. Dijopruden-
pués Nicéforo Calixto; empero todo sin fundamento tísímamente Plutarco que entonces llegaría la ciencia
de que se pueda hacer caudal : lo uno por afirmar lo ! de la medicina 4 suma perfección, cuando hiciese del
contrarío muclios mas padres y el mismo Apóstol por i veneno medicina. Esto en la dolencia mortal de la
si mismo; lo otro, porque los escritos de Clemente y idolatría y judaismo hizo Cristo nuestro Señor, confe-
de Eusebio los numera Gelasio papa entre los apócri cionando de las víboras ponzoñosas que vibraba Sanio
fos. No tiene mas fuerza el testimonio que citan de perseguidor, la triaca que cerró en el vaso de elección
León nono, samo pontífice , como le cita Graciano en Pablo. Aquella actividad varonil, aquella solicitud fer
los Decretos, pues el Pontífice no lo afirma, antes lo vorosa, aquel celo de la ley de sus padres ardiento y
deja dudoso. El argumento que quieren esforzar con la siempre desvelado, aquella hidropesía de sangre de los
autoridad de san Ignacio padece grave excepción con cristianos, halló el Hijo de Dios necesarias para la de
el engaño que han descubierto muchos graves varo fensa de los suyos que la padecían. Labróle parapeto
nes, que, revolviendo varios ejemplares griegos y la fuerte de su Iglesia , y antes de vestírsele le probó con
tinos de las obras del Santo en las bibliotecas mas Id munición de sus rayos y golpe de su caída. De per
ilustres, Vaticana, Esforciana, Florentina, Oxoniense, seguidor de Gristo ascendió á'ser perseguido por él. Si
y en la que antes que los turcos desolasen á Hungría la ignorancia mas perniciosa es liacer de los amigos
estaba en Buda, en el original que en ella reconocie enemigos, la mas bien atenta y útil prudencia será for
ron, no hallaron en la epístola citada el nombre de zosamente hacer délos enemigos amigos. El principo
Piblo entre los que refiere casados : de que se colige ó ministro que sabe obrar esta arte química en lo políti
que le añadió antes la malignidad de sacerdotes fea co, halló el secreto de la piedra filosofal de la materia
mente ansiosos de las delicias del matrimonio, que el de estado. Así lo juzga Séneca, en los libros de los Be
descuido de impresores ó amanuenses. La contraria neficios, de Augusto, cuando por consejo de Livia, de l.i
opinión, de qne fué casto, (I) que no se casó, la afu peste de Cinna, traidor, hizo la medicina de su perpetua
man y aseguran Tertuliano, casi concurrente de los seguridad. No persuaden las apariencias humanas á
apóstoles, De Monogamia ; san Epifanio, lib. 2, Dios las elecciones. Para persuadir y enseñar escogió
haer. 5$; san Jerónimo, epist. 22 á (2) Eustoquio y pescadores rudos y idiotas ; para defender, al perseguí- -
en el lib. 1 contra Joviniano ; san Agustín y san Am dor ; para tan altas empresas, tan largas peregrinacio
brosio. San Hilario, sobre el psahn. 127, dice fué vir nes ; para tan ultimados naufragios, un hombre como
gen. San Gregot ¡o Niseno, homil. xiv t'n Cantic, sobre Pablo, de estatura digna de desprecio, el talle torcido y
aquellas palabras : Labia ejus stillantia myrrham jíboso. No son aparato de Dios gentileza y fuerzas cor
primam, dice que fué virgen. Por esto seria mas que porales ni las bravatas del aspecto, Sino lo hazañoso del
descortés airojamiento el seguir la opinión contraría, espíritu y lo recto de la intención. Alistó una guija con
poes tiene fe ó parentesco con los ebionitas, calvinistas tra una estatua que desde el oro al hierro fortalecían
y luteranos. todos los metales ; otra contra el FiÍistco,.qúe se osten
He litigado la castidad y virginidad de san Pablo, no tó promontorio humano. La una tuvo vitoría por los
por rescatarle de nota, pues el matrimonio (3) es santo pies, la otra por la cabeza, para advertir que de pies á.
y sacramento, y bendito de Dios, y canonizado en los cabeza acaba con las amenazas de la soberbia una chi
profetas, patriarcas y algunos de los apóstoles ; sino por na. Desta casta de munición fué en mayores trofeos la
ser perfección preeminente que tuvo, y á que tan repe pequenez de san Pablo.
tidamente exhortó en sus epístolas. Claudio Dausquio Sanctoinaiio, canónigo tornacen-
Inquiere el reverendo padre Massulio cuáles fueron se, varón doctísimo en las divinas y humanas letras, en
después del estudio, los ejercicios y costumbres de su su libro cuyo titulo es : Sancti Pauli Apostoli sancti-
mocedad , y da (4) noticia de lo qué en sus epístolas tudo in útero , extra, t'n solo, in coelo (a), empieza
dice de sí, acusándose rigurosamente de blasfemo y tratando por cuestión si fué santificado antes de nacer;
perseguidor de los santos y de la Iglesia ; que vivía sin cosa que nadie pudo pensar leyendo en el texto sagra
J«y, siguiendo los dictámenes de la carne, y otras mu do tan graves culpas y crímenes contra la Iglesia, del
chas cosas que suenan oprobrios. Eché menos que el Apóstol ; (8) y confesados por su boca y firmados de su
doctísimo escritor no advirtiese que todo esto fué (a) y mano en sus Epístolas. Obligóle á tratar que debía
bao siendo Sanio; después de la muerte, resurrección excusarse el error de algunos herejes ó la devoción
y ascensión de Cristo, por la razón que di. ¿Qué fin mal encaminada de otro predicador semejante al que
pues tuvo Dios en permitir que Pablo cometiese tan refiere Pedro Galatino (6) , que por mostrarse propicio
grandes pecados , habiéndole escogido para vaso de á san Pedro, en la capilla del Pontífice dijo que san
elección y doctor de las gentes , defelisor de su nombre Pedro no había negado á Cristo cuando dijo : Aon novi
y propagador del Evangelio en todo el orbe ? (6) áálutemex ¡nimicis ñostris, etdemanuomnium cjui oderuitt
Esta materia de estado previno el Espíritu Santo por nos.
(7) enseñanza (S.)
(a) Impreso en París aúo de 1627.
tt) T que SO (S.) (8) confesados (S.)
i Si Eustaquio ¡Les ejemplares impresos, todos.) (*í El ernditisimo franciscano y diestro en lenguas orientales,
(J) es santo, sacramento, (S.) fray Pedro (¡alalino, profesor de sagrada teología, publicó-en 1518
(4) ra ootiria (4.) una obra De arcanis catholicae verttalis; dedicada al emperador
(5) i hito siendo Saulo, y después (S.) Maximiliano, libro hoy de extraordinaria rareza.
14 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QüEVEDO VILLEGAS.
hominem ; lo que interpretó : «Como le conozco Dios, las de Pablo. Vistió Dios ú los primeros padres de pie
no le conozco hombre ; » como si no fuera error en la les de animales muertos, porque el vestido antes que
fe no conocer á Cristo por hombre y Dios ; y no menor, cubierta ni adorno , les fuese recuerdo de la mortali
porque san Pedro no hubiese negado, querer que fal dad que habían atesorado, haciéndose por la culpa se
tase la verdad á la presciencia del Hijo de Dios, que mejantes á las bestias : por eso en Pablo el aderezar
dijo le negaría tres veces. Tan cuerdamente es piadoso pieles fué mas misterio y enseñanza que oficio. Había
quien á san Pablo no le concede la prerogatíva de la de aderezar los muertos para el uso de los vivos en la
santificación, como el que afirma que negó sau Pedro. ley de gracia; habíase de vestir de las pieles del judais
Desquitaré esta prerogativa, que le anadian contra mo difunto, cuando (como él dijo) ya no vivía sino
toda razón , con otra que se adelanta á su concepción y Cristo en él. Ensayóle el soberano Señor á Pablo en
nacimiento. aderezar pieles de animales muertos para artífice de
Fué Pablo el solo apóstol prometido en el Testamen la gala y hermosura de las cortinas de Salomón, que
to Viejo. Dióse priesa Moisen á figurarle en el Génesis, llamó pieles la Esposa, cuando dijo : Nigra sum,sed
cap. 40. El reparo es de Tertuliano contra Marcion (1). formosa sicut tabernacula Cedar, sicut pelles Salo-
En español dice asi el grande Africano : « Para mi tam monis ; «Soy negra , mas hermosa como los taberná
bién el Génesis prometió á Pablo. Entre aquellas figu culos de Cedar, como las pieles de Salomón.»
ras y profetas bendiciones á sus hijos, Jacob, lle Fué el Apóstol el Salomón del Nuevo Testamento, y
gando á Benjamín, dijo : Benjamín, ala mañana lobo por eso contrapuesto al del Testamento Viejo. Aquel
hambriento aun comerá , á la tarde dará de comer. — tuvo el principio en majestad, santidad y sabiduría, y
(2) Antevia que Pablo había de nacer del tribu de Ben los fines en ignorancia, prevaricación y esclavitud idó
jamín, lobo hambriento al amanecer de su edad, des- latra alas concubinas. Este empezó en vileza, abati
pedazador quiere decir. En sus primeros años será miento, error y ignorancia, y acabó en santidad , sabi
cuchillo de las ovejus del Señor, como perseguidor de duría y magisterio de las gentes. Admiró á Salomón la
las iglesias. Después, á -la tarde , las repartirá el ali reina Suba ; á Pablo san Juan Crisostomo, pronun
mento; como sí dijera: llegando á mayor edad apa ciando su boca palabras de oro y dando su pluma le
centará las ovejas de Cristo como doctor de las nacio tras del mismo metal , que escriben con estrellas pa
nes.» Es tan literal esta consideración de Tertuliano, negírico tan soberano como se lee en la homilía vui de
que san Agustín la siguió sobre los salmos ; y sabo sus alabanzas (a). Oíd los mas felices esfuerzos de la
reando con ella su pluma, la repite en el sermón 14, idea de la mejor y mayor elocuencia; oíd al Olimpo
De sanctis, que es el primero de la conversión del de los oradores griegos y latinos, debajo de cuya cum
Apóstol. bre, que hace sonora vecindad al cielo, se oyen tro
Fué san Agustín el segundo Pablo del Testamento nar inferiores Demóstenes y (5) Tulios.
Nuevo; escogido por Dios, de acérrimo enemigo (3) y «¿A cuál, oh bienaventurado Pablo, me atreveré 6
pertinaz y sutil contradicción de la fe católica, para compararte de los justos del Viejo y Nuevo Testa
amigo y defensa incontrastable de la verdad sacrosanta. mento, pues cerraste en tí como en depósito las vir
No fueron menos formidables á la Iglesia sus silogis tudes de todos, empero en mucho mayor cúmulo?
mos que las provisiones de Pablo, ni menos admirable Finalmente, si alguno en tu comparación pondera uno
y costosa su conversión. No intervino el fuego en ella, por uno el coro de los justos, hallará la balanza de tu
sino el agua, con el sudor de Ambrosio y las lágrimas parte con el peso de las virtudes vencida. Es Pablo
de Ménica, su madre. As! el grande doctor se explayó el segundo Abel ; empero no una vez sacrificado, sino
por los dos Testamentos, como océano de la teología todos los dias. Pablo otro Noé ; mas tal, que sin ar
escolástica y expositiva, que san Pablo como.incen- ca navegó las borrascas turbulentas, los diluvios con
dio celestial ilustró de luces. tra su vida amotina dos. Pablo otro Abrahan , no solo
Pasemos al oficio que tuvo de aderezar pieles, por arrancado de su patria, de sus parientes, sino, des
lo cual san Juan Crisostomo, en la homilía de sus ala pués de la vocación , de su propia vida. Pablo otro Is
banzas, le llama homo abjectüs , et oircumforáneas, rael, maniatado voluntariamente en víctima ; Pablo
qui artem exercebat in pellibus. Vas priesa se dio el otro Jacob, vigilante guarda, como él do un rebaño,
Génesis en calificar este oficio del Apóstol que en pro de todo el mundo; Pablo, como otro Josef, distribuyo
meterle. Esto hizo en el cap. 49 , y esotro en el 3, el alimento de la verdad al orbe de la tierra, que de
ver?. 2! : ( í) « Hizo ti Señor Dios á Adán y á su mu hambre espiritual fallecía; Pablo, otro Moisés, que
jer túnicas do nicles, y vistiólos.» Esclarecidamente se redujo todas las gentes de la tiranía del infierno á
derivan, ¡lustradas de las manos do Dios, las pieles á Cristo ; Pablo, otro Aaron, ungido sacerdote á los pue
(i) il principio del lib. 5 ron cshs palabras: «Milii Paulan blos del universo ; Pablo, otro Finees, pues con solo el
etiam Génesis olim reproraisi:. ínter illas eiriin Oguras, etprophe- puñal de la fe dio muerte á la envidia de los judíos y
licis super Olios suos benedictiones, Jacob ni ni ad Benjamín di- gentiles , que era como adulterio de sus entendimien
rexisse! : Benjamín, mejui!, lupus rapax ad matutinum comedet
adbuc, et ad vesperam dabitescam. E* tribu enim Benjamín ori-
tos ; Pablo, otro David , (6) provoca á singular batalla
turnm Paulum providebat , Itipum rapacem, ad matutinum come- al demonio, como él á Goliat; Pablo, otro Elias , más
dentem, id est, prima aetatc vaslaturum pécora Domini, utperse- gloriosamente arrebatado al cielo ; Pablo, otro Elíseo,
cutorem Ecclesiarum; dchinc ad vesperam escara daturum, id est, limpió las gentes del contagio de la interior lepra ; Pa
devergente Jim aetate, oves Cbristi educa lurum, ut doctoreo na-
tionura.» blo, otro Ezequías, convirtió diferentes pueblos a la so
(S) Anteveis (S.)
(3) pertinaz, y sutil contradictor {Id.) ta) No : en la primera.
(4i Fecit quoque Dominas Deas Adae, et axori eja» tánica* (8) Tallo. (S.)
relucías, et induit «os. t«) provoco (W.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. lo
ImmbU wáadera fe de Jesucristo; Pablo, otro Jo yan de ocupar las doce sillas, ¿no juzgará el apóstol Pa
sas, (I) solando y destruyendo las abominaciones de blo? O si juzga, ¿será en pió, y no sentado? No es asi,
l« ¿¡airas; Pablo, otro Juan, degollado por Cristo; no; no lo consentirá aquel soberano distribuidor de la
Pito, otro Pedro, no llamado á creer, como él , des justicia. De ninguna manera juzgará en pié el que tra
di Ií tierra, sino desde la gloria de los cielos;' Pablo, bajó mas que todos ellos.» Y mas abajo, determinando
«tro Gabriel, anunció á todas las gentes el nacimiento la duda, cita estas palabras del Apóstol en la i, á los
Je Cristo; Pablo, otro (2) Micael,á quien cupo en deCorinto, 6: (7) «¿ Ignoráis que juzgaremos á los án
suerte ser caudillo de los cristianos. Y también si ro geles?» Y añade el santo doctor : (8) «Mirad de la ma
dare los coros de los ángeles y de los varones santos, nera que se .hizo juez, no solo á sí, sino ú todos los que
do bailaré comparación á que no se oponga Pablo, juzgan rectamente en la Iglesia.»
esplendidísimo con tesoros de innumerables méritos. Añadir admiraciones á la vida de san Pablo no es in
La aclamación de los pueblos los testificó, y después genio, sino atención. La riqueza está en ella, no en
dolía, ano muerto Pablo, nos muestra ardientes tea- quien la considera; como el oro en lamina, tío en quien
tres de su piedad.» la cava. No me contento con haberle mostrado prome
Ningún (3) grande padre y doctor de la Iglesia habla tido en el Génesis; quiero enseñar dónde y cuándo. En
de san Pablo con orilla ; todos ansiosos rematan en sus el Testamento Nuevo Cristo le hizo lugar entre los do
ílibanzas los alientos de su voz. San Jerónimo á Pama- ce, á que después le añadió apóstol trece ; número en
qaio, contra los errores de Juan Jerosolimitano, dice : que le nombra en el lugar citado san Agustín. Nace le
t;Adónde está el vaso de elección, el clarin del Evan- gítimo este discurso mió dustas grandes palabras de
ctr'.in, el bramido de nuestro león, el trueno de las gen Tertuliano, lib. 5 citado, contra Marcion : (9)
te, el rio de la elocuencia cristiana ; que el misterio «Por esto, según el orden de la obra, deseo también
llenamente oculto á las generaciones de la sabiduría saber del apóstol Pablo el origen. ¿Es^lgun nuevoapós-
uiencia de Dios, (4) más se admita que se pronun tol? no oigo á otro alguno: en tanto creeré nada, sino es
cia (o) ? » creyendo nada temerariamente; demás desto, temera
Y en la apología á Pamaquio, pro libris adversas Jo- riamente se cree cualquier cosa que se cree sin conoci
tinumum, exclama : «Todas las veces que leo á Pablo miento de su origen. Justísimamente pues con toda so
me parece que oigo truenos, y no palabras.» El gran pa licitud inquiero esto, cuando se me afirma que aquel
ire Agustino, en competencia de los dos, desaparece el es apóstol, al cual acerca de los evangelistas no hallo
vuelo de su pluma por arribar á la alteza de Pablo. So en el catálogo de los apóstoles. Finalmente, oyendo
bre el salmo 49, en aquel verso : Ignis in conspectu después que fué escogido por el Señor, estando ya en la
fu» exard&ctt ; et in circuitu ejus tempestas valida, gloria y quietud del cielo, casi juzgara por improviden
traiide cuando Cristo vendrá á juzgar el mundo, y en- cia si antes Cristo no supo que le era necesario, sino
stiaVJMgarán otros con él : (S) «Tenemos muy claro que, ordenado el ministerio del apostolado, acaso, no de
testimonio que habrá doce que juzguen con el Señor: propósito juzgó se habia de añadir; necesariamente, di
Sentaréisos sobre las doce sillas, juzgando los doce tri- gámoslo a>í, y no de voluntad.» Claro está que Cristo
ti/sdeJsrael. Empero dirá alguno : Allí se han de sen antes que estando en el cielo viese ú Pablo en el cami
tar los doce apóstoles, ¿dónde pues estará Pablo? no llevando cartas contra su Iglesia, supo habia de ser
¡Acaso sera apartado de aquel tribunal? ¡ Oh ! no digá su ministro y apóstol, á cuyo ministerio su presciencia
is tal cosa; ¡oh! no lo imaginemos aun en el silencio lu tenia destinado.
del pensamiento. ¿Podrá ser (6) ocupe la silla que to- Veamos cuándo le empezó á hacer lugar, y en qué
«baá Jadas? No, que manifestó la Escritura sagrada dia y misterio de su vida. Persuádome que en su trans
quién sucedió en el lugar de Judas : expresamente fué figuración. Da autoridad y fundamento á mi conjetura
sustituido en los Actos de los apóstoles Matías, de tal el propio Tertuliano, lib. 4 contra Marcion, cap. 22,
suerte, que no podemos dudarlo. Cayendo Judas, se lle con estas palabras : (10) «De lo que mas debiste aver
nó el número de doce. Pues, como aquellos doce ha gonzarte es, de qu e permi tes que le vean entre Moisen y
Elias, á quien vino á destruir en el apartamiento del mon-
ll lwolando(S.)
lJi üipel («.)
(7) ¿Nescitis quia angelos judlcabimus?
Pl pan m.) (8) Videte quemadmodum judircm se Jee.it; non solúra se,
'-*J ■»> le admira que le pronuncia ? {A. M. F. S.) sed etomnes, qui roete judicant in Ecclesia.
"! Qoi mysterium relro generationibus ignoratum , et profun- (9) Et ideó ex opusculi ordine ad hanc maleriam devolutus,
•ia aniiiamm sapienliae et scientiae Dei magis miratur, quam
Apostoli quoqne Pauli originen] a Harcione desidero; novus ali-
í .ailar?
quis discipulus, nec ullius alteráis auditor, qui nihil interim c re
•f Sam qoia erunt quídam judicantes cum Domino, habemus dara, nisi nibil temeré credendum, temeré porro crcdl quod-
'¡írtissimm testimonium, quod modo commemoravi : Sedebi- cuinque, sineoriginis agnltioni creditur, qulque digulssiroe ad
'*<aper duodecim sedes, judicantes doudecim tribus Israel. Sed solliciludinem redigam islam inqulsitionem, cum is milii aclür-
«'«tallquis: Duodecim ¡lile Aposloll consedebunl, non amplius. matur Apostolus, quem in albo Apostolorum apud Evangelium
ilti ergo erlt apostolus Paulus* ¿Numquld inde separatus erli? non deprehendo. Denique audiens postea eum a Domino alle-
*-sn athoe dicamus, absíl ut hoc vel tacite cogitemus. ¿Quid si ctum, jam in coelis quicscente, quasi improvidentiam existimo, si
,;(i in loco Judie ipse resldeblt! Sed manifestavit Scriptura di- noo ante scivit illuru sibl neccesarium Ctiristus, sed jam ordinato
"u. (ais in loco Judae sit ordinatus : Halthias enim est ex- iiiil.ii) Apostolatus , ét in sua opera dimisso , ex incursu , non ex
¡'•Síeíominatus in Acliitií Apoitolomm , ut de illo dubilareuon
prospeclu adjicienduin existimavit, necessitate, ut ita dixcrim,
Kiseaiía. Cadente ergo Juda, impletus est numeras duodena-
•' •'■ ,Com ergo ille numerus duodenarius oceupaverit duodecim non volúntate.
(10) Nam et boc vel máxime erubescere debuisti, quod ¡llura cum
»ie», aonjndicabit Paulus Apostolus! ¿ An forte stansjudicabit?
Moyse, et Helia in secessu montis conspici pateris, quorum de
'Mita est; non faeiet hoc ille jusiitiae retributor; non omninO
t-ns jadicabít, mu plus ómnibus illas laboravit. structor adveneral. Hoc scilicet intelllgi voluit vox illa de coelo :
Hic estallas meas dilectus, buncandite : id est, non Moysenjam,
(8 ÍM ocupe is¡. et Heliana.
16 OBRAS DÍ DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
te. Eso quiso que se entendiese (t) aquella voz del cie nombre dice quién es, estilo con que en sn Evangelio
lo : Este es mi liijoamado ; oídle á él. Como si dijera : trató de sí. San Judas dice solamente": (9) «Judas,
No ya á Moisen y Elias.» Aquí pues, despidiendo ;i Elias siervo de Jesucristo, hermano de Jacobo.»
y Moisen en sus oficios y cargos que vacaron, hizo,á S,m Pablo a los romanos, y casi en todas las episto-
Hablo lugar, renovando la conducción de su pueblo y hs (menos en la que escribió á los hebreos, en que no
el sacarle de cautividad y las peregrinaciones de Moi escribió su nombre), siempre en memoria de haber sido
sen en Pablo; y el celo de Elias y el rapto al ciclo, lia- electo en prerogativa de luz, habiendo sido acérrimo
ciéndole capaz del grande espíritu y obras y maravi perseguidor de cristianos, para mayor gloria de Cristo
llas de dos tan santísimos y soberanamente hazañosos acompañaba el titulo.de apóstol con otras prcrogati-
criados. Que en la transfiguración le dio (2) á Cristo su vas:(IO) «Pablo, siervo de Jesuciísto, II.-. mido apóstol,
Padre discípulos nuevos, dicelo pocos renglones mas apartado para el Evangelio de Dios.» En la primera í
abajo Tertuliano : (3) « Dio pues el Padre al Hijo discí los corintios: (11) Pablo, llamado apóstol de Jesucristo
pulos nuevos, habiendo primero manifestado con él, en por la voluntad de Dios.» Las mismas palabras en U
prerogativa de claridad, á Moisen y á Elias, y de tal segunda. (1 2) En la epístola ó los gálatas : (13) «Pablo,
manera despedidos, que casi lo fueron del oficio y del apóstol, no de los homares ni por hombre, sino por Je-
honor.» acristo y Dios Padre, que le resucitó de los muertos.»
Ejtos discípulos nuevos que dio su Padre á Cristo en Llámase apóstol de Cristo y de Dios Padre; de donde
el monte con prerogativa de claridad, no fueron los que literalmente colijo yo que fué san Pablo por quien dijo
refieren los evangelistas, pues mucho antes los había Tertuliano que en el 'labor había dado el Padre al Hijo
elegido Cristo, y eran de aquel número Pedro, Juan y nuevos discípulos, pues él solo entre todos, dic-i que lo
Jacobo, que con él subieron al monte. fué por Cristo y por Dios Padre. A los efesios : «Pablo,
Oso decir que fybto y sus discípulos fueron los dis apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios;» á los
cípulos que en la transfiguración dio el Padre al Hijo, colosenses, lo mismo ; en la primera á Timoteo.: (14)
pues estos solos pudieron ser nuevos; y que Pablo, «Pablo, apóstol de Jesucristo según el imperio de
siendo uno, se pudo llamar discípulos en plural, como Dios, nuestro salvador, y de Cristo Jesús, nuestra espe
en quien se juntaban los oficios y espíritus de dos tan ranza;» y en la segunda á Timoteo : «Pablo, apóstol
soberanos ministros como Moisen y Elias, con las ven de Jesucristo por la voluntad de DÍ06, según la prome
tajas que señala aquella palabra, en prerogativa de cla sa de vida, que es en Cristo Jesús ;» y á Tito : « Pablo,
ridad, que fué decir : No como ellos en las soinbras del siervo de Dios, apóstol de Jesucristo, según la fe de los
Testamento Viejo, sino en la luz y resplandor del Nue electos de Dios y el conocimiento de la verdad, que es
vo. No solamente fué san Pablo preferido en esto á conforme á la piedad.»
Moisen y Elias, sino á los doce apóstoles; é ellos los eli Dehaber llegado tarde alas -alabanzas de san Pablo
gió Cristo antes de acabar de cumplir el Testamento después de tantos santos padres y escritores, me será
Viejo y de legalizar el Nuevo con su sangre en su muer consuelo no haber llegado vacío. Fué tan prodigioso,
te, puesél mismo, espirando, dijo : Consummatum est ; que aun en mí ignorancia halla que añadirá sus glorias
«Todo se ha cumplido.» Y por eso san Pablo* (4) á los mi devoción. No solo fué apóstol en prerogativa de cla
hebreos: (5J «Porque donde hay testamento, nece ridad, sino, digámoslo así, fué apóstol en cuyo minis
sariamente se ha de seguir muerte del testador, por terio intervino laSantísiinaTrínidad. (15) Diósele el Pa
que en los muertos se confirma el testamento ; de otra dre al Hijo por discípulo nuevo, y con él á (16) Bernabé
manera, aun no es válido en tanto que vive el que y Lúeas y Dionisio Areopagita y otros muchos, y esto
testó.» ¿Quién pues negará que, habiendo sido de estando el Hijo transfigurado y glorioso, y el cielo ar
cretado apóstol y discípulo nuevo san Pablo en pre diendo ennube de resplandor, Eligióle el Hijo, ya glo
rogativa de claridad, y electo por Cristo después de rioso en el descanso del cielo, tan acompañado de luz
su muerte y resurrección, que él es el solo apóstol- y y claridad, que le cegó. Escogióle el Espíritu Santo,
discípulo que eligió en la plenitud de la luz, cumpli como se lee en el cap. 1 3 de los Actos de los apóstoles,
do ya todo el Testamento Viejo, y legalizado el Nuevo vers. 2: (17) «Y ayunando, les dijo 5 ellos el Espíritu
con la muerte del testador? Esta singularidad parece Santo -.Apartad para mí á Saulo y á Bernabé, en la obra
la coligió la atención doctísima dé Tertuliano, viendo para que los escogí.»
que ensus epístolas canónicas los demás apóstoles (en Veamos este apóstol en quien todas tres Personas
que están las del príncipe del apostolado san Pedro), Ja- quisieron tener parte, cómo sirvió A todas tres, y qu'ó
cobo solo dice :.(6) «Jacobo, siervo de Dios y del señor fines tuvo la divina Providencia en tantas demonstra-
Jesucristo.» San Pedro : (7) «Pedro, apóstol de Jesu ciones prevenidas desde el Génesis, y por qué pasos le
cristo;» y en ía segunda y postrera : (8) «Simón Pedro,
(9i J.udas, Jesu Christi servus, frator Jacobi.
siervo y apóstol de Jesucristo.» San Juan callando su (10) Paulus, servus Jesu Christi, vocatus Apostólas, segregatas
(1) en aquella (S.) ¡a Evangelium Dci.
(2) Cristo i su Padre (W.) II Paulus, vocatus Apostolus Jesu Christi per voluntalcm Dei.
(3) Tradidit igitur Paler Filio discípulos novos, ostensis priús (12) epístola á los galatas : (Jf. F. S.)
cum illu Moyse, et Helia in clarilatis praerogativa, atqne ita d¡- (13) Paulus Apostolus, non ab hominibus, neque per homincm,
mlssis, qnasi jara et ofllcio et honore dispunciis. sed per Jesum Ctíristura, et Deum Pairen, qui susciúvit eum a
(4) escribe á los hebreos, (S.) mortuis.
(!>) cap. 9. vors. 16 : Ubi enim testamentan! est, mors necesse . (14) Paulas, Apostolus Jesa Christi serundüm imperium Del
Salvatorrs nosii i, et Christi Jesa spei üosirac. • . .
est intercedat testatoris. Teslamcnlum enim ln mortuis condrma-
lum est; alioquin nondam valct, ilum vi vi I, qui testa tus est. (15) Dióselo (S.) . •
(6) Del et Domlni nostrl Jesa Christi servas. (16) Bernabé, Lucas, Oionisio'f/d.)
(7) Petras, Aprjstolus Jesa Christi. (17) Et jejunanUbus, díxlt lilis Spirilus Sanrtus : Segregare rathl
(8) Simón Petrus, servas elApostoIas Jesa Christi. Saulum, et Bar nabam jn opas ad quoil assuinpsi eos.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. n
Vnjp 4e perseguidor a guía , doctor y maestro ; y de nes de Moisen, y esto con testigos falsos, — para que
TMrtiriiír, A martirio . espirase Esteban como Cristo (con voz grande, cla-
En el cap. 6 de 1 s Actos de los apóstoles se lee que mavit voce magna dicen los Evangelistas, y rogando
Esteban, raron Heno de fe y de Espíritu Santo, fué, con por sus enemigos), se lee en el texto sagrado : (6)
otros, electo para cuidar del socorro de los creyentes «Las rodillas en el suelo, clamó con voz grande y dijo :
«Jesucristo. Señor, no les imputes este pecado. Y diciendo estas pa
labras, durmió en el Señor. Saulo, emporo, había con
AQCÍ EMPIEZA!* LOS ACTOS DE LOS APÓSTOLES.
sentido y era cómplice en su muerte.» Así lo (7) exa
Esteban, lleno de gracia y fortaleza, obraba prodi gera la versión sira : Schovol autem consentiebat, com-
gios y milagros grandes en el pueblo. Y porque su municabatque in caedem ejus.
pasión tañese el origen que tuvo la de Cristo (que fué En esta crueldad y delito atroz es donde primero se
decir en el concilio : (1) «¿Qué hacemos? que este lee el nombre de Saulo ; y la primera ofensa sangrienta
hombre hace muchos milagros » ), luego que le vieron contra Cristo resucitado nos da noticia de Pablo. ¡Gran
obrar tantas maravillas , (2) se amotinaron contra él de y alto secreto de la Providencia! Oblígame á excla
'¡.unos de la sinagoga. Y nb podiendo resistir á su sa mar por él con sus mismas palabras : (8) «¿Quién co
biduría y espíritu , se valieron de testigos falsos que noce los secretos de la mente de Dios, ó quién fué su.
dijesen le habían oido blasfemias contra Moisen y con consejero?» ¡Cuál principio tan contrario para ser el
tra Dios, y que Jesús Nazareno destruiría aquel lugar apóstol por excelencia, ser por excelencia el persegui
y mudaría las tradiciones que Moisen les había dejado. dor ! Oyó Pablo á Esteban el doctísimo sermón en quo
Y porque no faltase literalmente el nombre de concilio les hizo cargo con el Testamento Nue o y Viejo ; oyó
» esta muerte, dice el propio capítulo : (3) « Y mirán le decir que via los cielos abiertos y á Jesús ala dies
dole todos los que estaban sentados en el concilio, vie tra de su Padre ; (9) viole morir rogando fues-en per
ron su cara como de ángel.» Preguntóle el príncipe de donados los que le d*abin muerte : y no solo no se
tos sacerdotes lo mismo que i Cristo , (4) si era así lo apiada, sino le ve con tan duro corazón , que pudo
que le acusaban. Responde el Santo en todo el cap. 7, tirársele por piedra entre las que le arrojaban aque
no i la pregunta, en su defensa, sino á la ignorancia que llos cuyas capas guardó ; y aumentando contra Cristo
te la dictaba, por enseñarle. Repitióles la historia sa y sus discípulos la saña, se dedica todo á su perse
grada desde A bralian, y los beneficios y milagros de que cución, como se lee en el cap. 9. (10) «Saulo, aun ful
fueron deudores á Dios, y las idolatrías y prevaricacio minando amenazas y sediento de sangre y muerte»
nes con que habían provocado sus castigos; que habían contra los discípulos del Señor, llegando al príncipe
perseguido todos los profetas y muerto los que anun de los sacerdotes le pidió cartas para las sinagogas de
ciaban la venida del Justo, al cual habían sido traido Damasco, con orden que cualesquier hombres y mu
res v homicidas ; que habían recibido (5) ley por dis jeres (1 1) que encontrase creyentes en el nombre, los
posición de lo» ángeles, y no la guardaron. Oyéndole trajese maniatados á Jerusalen.»
estas palabras, tan estrechos venían á su rabia sus co ¿Quién lee esta obstinación, que no juzgue á Pablo
razones, que se los despedazaban por salir y ensangren por no comprehendido en el perdón que Esteban pidió
tarles con crueldad las manos, tocándoles al arma con á Cristo, cuando espiraba (viéndole en su gloria), para
«I rechinar de los dientes. Mas , como Esteban estaba sus enemigos, y no le juzga dejado en mano de sus
lleno de Espíritu Santo como ellos de furor, lijando iras? No tiraron á Esteban piedras los testigos falsos,
te ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y á Jesús que Pablo no se las tirase guardándoles las capas para
sentado i la diestra del Padre, y dijo : «Veo los cie que con mas fuerza y mas certeros pudiesen apedrear
los abiertos.» En oyéndole, á grandes gritos exclama- le. Fué aquel lugar teatro digno de que se rompie
fon Upándose las orejas, y juntos le embistieron ; y sen los cielos para tan maravilloso espectáculo, don
¡Trujándole fuera de la ciudad, le apedreaban ; y para de por Cristo, de quien se dice era (12) piedra Este
darle muerte con mas desembarazo, los testigos falsos ban (que era piedra (13) así en sufrir), sufridas heri
que habían jurado contra él, desnudándose las capas das de las piedras que le tirábanlos que eran piedras
las pusieron junto á los pies de un mancebo que se en la dureza , siendo la piedra angular premio de la
llamaba Sanio. piedra que se coronaba con las heridas de las piedras
fVo es nuevo ser verdugos los testigos falsos, ni que le arrojábanlos hombres : enjoyándole con loque
menos infame oficio levantar testimonios que piedras. le daban muerte ; y haciéndole, con las piedras, trillo
Esteban, á cada pedrada que recibía, decía al Señor para disponer la mies de la Iglesia. Este laberinto de
que recibiese su espíritu (señor que .en premio re
cibe la alma del que por él recibe martirio). Y porque,
(6) vers. 59. Positis autem genibus, clamavil voce magna dicens:
ya que su muerte se trató en concilio, como la de Domine ne staluas í I lis hoc peccatum. Et rum hoc diiisset.ob-
Cristo, por la misma envidia de que hacia muchos dormivit in Domino. Saulus autem eral consentiens neci ejus.
milagros y con la misma acusación de afirmar que (7) expresa la versión siria : (S.)
Cristo había de asolar la ciudad y borrar las tradicio- (8) Quis enim cognovit sensum Domini ? Ant quis consiliarios
ojus luir.'
(9) violo (S.)
(10) Saulus autem adhnc spirans mtnaruu, et caedis in discípu
H) Qiid facimos, qaia hic homo multa signa fácil' los Domini, accésit ad Principem sacerdotum, et petiit ab co
8) ScrrfieruDl quídam de synagoga. epístolas in Damascum ad synattogas: ut si qoos invenisset liujus
3) E« ¡Bínenles cura omnes, qui sedebant in concilio, viderunt viae viros, ac molieres, vinctos perduceret in Jerusalem.
ntittt tjts limqnaní faciem angelí. (11) los trajese maniatados (A. U. /■'.)
<4 Si hite ¡la se babeot. [12' piedras i »/.)
*¡ Ja ley (S.) (13) en sufrir (S.)
Q-ii.
48 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
piedras, mas tiene de misterio que de ingenio (o). No clavos y los martillos, dende las afrentas de los tnyos
quedaron sin gloria las piedras: permitió DÍ06 que en reinan con majestad, y las heridas son resplande
su inuerle y pasión, como fueron capaces de muestra cientes constelaciones que centellean luces en la hu
de sentimiento, (1) que lo fuesen de envidia. Habían manidad de mi cuerpo? Debes á mi gracia el haberte
los judíos intentado dar muerte á Cristo con piedras reservado de ser artífice de mi pasión, que para re
dos veces; y (2) despareciéndose, burló sus intentos. ducirte he hecho la veas resumida en mi primero tes
Pues viendo las piedras la adoración y gloria á que tigo, (6) eso es, protomártir. Oírtele rogarme por ti
ascendía la cruz, por ser instrumento de la muerte de entre los que le apedrearon , y derribóte para que veas
Cristo, se rompieron de envidia deque hubiese pre que en tu favor le he oído. ¿Porqué, pues, obstina
ferido á ellas el madero. Deste sentimiento las desqui do á tantos llamamientos y desconocido á Untos be
ta en alguna manera Cristo, haciéndolas instrumento neficios, y á favor tan preferido como llamarte á mi
no solo del primero que murió por él , sino del que fué servicio desde la gloria de los cielos y lado derecho
epítome de su pasión ; con que ascendieron á la digni de mí Padre, me persigues? — Parece que Pablo cayó
dad sagrada de reliquias. ¿Cómo pues , pidiendo Es juntamente en el suelo y en lo que le dijo Cristo,
teban á Cristo que perdonase á los que le daban muer pues temblando y absorto respondió: «Señor, ¿qué
te, espirando, no había de ser oído su ruego? quieres que yo haga?» Temblar es reconocer culpa;
Oigamos el suceso, déla historia canónica: (3) «Y llamar señor al que le derriba y le ciega es rendir
como fuese Pablo caminando para acercarse á Damas se con reverencia á la justificación del castigo. Gran
co, de repente , anegado en resplandor de luz que de enseñanza nos dejó Pablo para lo que debemos ha
descendió del cíelo, cayó en tierra ; y oyó una voz que cer cuando el Señor nos advierte con trabajos. No
le decía : Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» aguardó á levantarse ni á cobrar la vista , cnao lo
Muchos edilicios de Dios empiezan siendo derriba empezó á enseñar y ser maestro: señor llama al que
dos, y tienen por fundamento la 'ruina. El mundo le le precipita y le anochece el ver; no le pide que le
vanta para derribar , Dios para levantar derriba. Solo vuelva el uso de sus ojos, ni que le levante de la tierra
Pablo tropezó en abundancia de luz; y ciego, fué inun y le quite el temor; solo pide le diga qué ha de hacer
dado de claridad; promesa esclarecida de quedar con conforme á su voluntad. Esto fué olvidar la suya por
caudal para discurrir por el mundo, dia y espléndido la de Dios : nunca se vio la retórica divina abreviada
sustituto del sol para alumbrar las gentes. Oyó una en menos palabras. Solo Pablo oró en tina cláusula ;
voz que le nombró dos veces : esta repetición cuando advirtiéndonos que cuando Dios con trabajos nos re
le atrepella suena caricia. «Saulo, Saulo, ¿por qué cuerda, es por lo que hacemos por nuestra voluntad,
me persigues? (*) El respondió: ¿Quién eres, Se y que el remedio es pedirle nos enseñe lo que hemos
ñor? Ydíjole: Yo soy Jesús, á quien tú persigues ; en de hacer por la suya. Lo que alcanzó con esto fué que
vano te resistes A mis llamamientos. El, temblando y le dijo el Señor: «Levántate y entra en la ciudad , y
absorto, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga ?» Re allí te será dicho lo que conviene que tú hagas. Los
paro en que le pregunta Cristo por qué le persigue, varones que estaban con él y caminaban en su com
sabiendo que por ser el mismo Jesús ( que es y se pañía quedaron admirados oyendo la voz, sin ver al
nombra), y porque como fariseo no cree que es el un que la pronunció ni á otro alguno.»
gido ni el Mesías, que se llama Cristo. No es esta la Manda al caído y atónito que se levante, pudíendo
causa: legal y misteriosa fue la pregunta ; fué jun mandar á los que le asistían que le ayudasen á levan
tamente pregunta y cargo. Dios, que lo sabe todo, no tar. Cególe , y ordénale entre en la ciudad al que no ve
pregunta por saber lo que pregunta, sino porque lo el camino. «Pablo se levantó de la tierra luego, y
sepa el hombre : así en Adán y Cain. Descifraré un abiertos los ojos, no (7) vía. »
proceso en la pregunta. Rubia Pablo oído que Cristo Desta suette y con esta prontitud y á ojos ciegoi,
al (o) tercer día había resucitado ; acababa de oír á como dicen, ha de obedecerse la voz de Dios, sin re
Eslébiin que le vía en la gloria al lado de su Padre ; parar en el impedimento corporal ni á loque falta al
ydícele: Saulo, ¿porqué me persignes, donde ya no hombreen si mismo, esperándolo todo del mandato de
puedes poner las manos en mí, dunUcno alcanzan los Dios. «Adestrándole con la mano los compañeros le
entraron en Damasco, donde estuvo tres dias ciego,
(a) Muy ¿el pisto de Qcevbiio desde sos mas loisnos días, co sin comer ni beber.» Llevan á Damasco temblando
mo parece de un madrigal suyo que en 16¿1 puso el maestro Ji y preso de la ceguera, por salud, de la mauo al que
ménez Patón en «u libro de Elocuencia española. Léese allí: iba atraer de Damasco temblando y maniatados á los
«Y él, pues que las aguarda de rodillas, cristianos, que le han de dar vista , á Jerusalen pan
Es piedra en el sufrillas. darlos muerte.- Sin duda ponderó las circunstancias
Las muchas que le tiran tautos hambres.
De piedra tienen la dureza y nombres; deste suceso tan diferente de su intención Pablo,
Y Dios, si firme piedra y esto mira. pues en lugar de asistir (8) sus ojos con médicos, eli
Por piedra , piedra á piedra , piedra tira.* gió la penitencia por colirio, y ayunó traspaso de tres
(1) lo fuesen (S.) dias. «Estaba en Damasco cierto discípulo llamado
(t) desapareciéndose lli.) Ananlas, y díjole el Señor en visión : Ananias (9). Res
(3) Et cuín iter faceret, contigit, nt appropinquarct Damasco : pondió él : Señor , vesme aquí. Volvió á decirle el Se-
ct súbito tircumfulsil eum luz de coelo. Et cadens iu terram, au.
dWit vocem dicentem sibl : Saule, Saule, quid me persequeris ♦
(i) Qui dizit: ¿Quis es, Domine? Etillc: Ego sum Jesús, quem ((!'. que eso es [S.)
tu persequeris : durum est tibí contra stimulum calcitrare. Et 17) íeia. (F. S.)
tremens, ac stnpens, üizit: Domine, quid me vis faceré T (8) i sus ojos (S.)
• 15) terceto 15.)
(9) j respondió (W,)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 19
wr.\iTÍTitate y vé al barrio que se llama Recto, y ellas dio muerte: solo Dios sabe hacer de los vonenos
ksca en la casa de Juda á Sanio tarsense; que ahora remedio..
eslan-lo en oración vio al varón llamado Anadias, que Veamos qué premio señala á Pablo porque ha de
entrabad él j le tocaba con las manos para que reci ser vaso de elección y llevar triunfante su nombre por
biese la Vista.» Quita Cristo la vista á Pablo, mánda todas las gentes, y hacer que se humillen á él las ma
le qae se levante el que le derriba; y pudiendo resti jestades de los reyes y que le alaben los hijos do
tuirle los ojos, le remite al tacto de Ananias su siervo. Israel. Las palabras de Cristo mas suenan amenaza de
Hace primero que Pablo oran. lo vea en visión que severo castigo que de galardón: «Yo le enseñaré á
Ananias le sana ; después dicele á Ananias la visión de él cuánto conviene que padezca por mi nombre. «
Pablo, y que vaya y le dé vista. Este , que parece ro ¿Quién nodirá que justiciero quiere Dios desquitar
deo, es dotrina y compendio de multiplicadas mise se con los trabajos que destina á Pablo, de lo que hizo
ricordias. ¿Qué otra cosa podía suceder á Pablo , que en la muerte del Protoinártir en que fue cómplice, y
en el castigo de Dios se da al ayuno y se entrega á de la saña que mostró contra su Iglesia? Es tan dife
la oración : eu que se conoce que quien le cegó los ojos rente el lenguaje de Dios del nuestro, que donde en
del cuerpo , ya que (l) remitió que se los restituyese tendemos casligo, su sabiduría eterna razona premio.
á Ananias, él le abrió y dio vista á losdelalma? Qui ¿Cuál otro mayor que elegir á uno p^ru que pudczra
tase Dios muchos milagros y déjalos á sus siervos que por su nombre ? Si este solo es el camino de merecer,
los obren , para honrarlos y que con ellos le glorifi ¿quién negará que lo es de medrar? Dotrina es suya
quen. Reciba Pablo la salud del que aguardaba de su en el discípulo querido y en su hermano (a). Pídenle
persecución la muerte ; vea juntamente, cuando vea, en su reino las dos sillas, la precedencia en el descanso
como los discípulos de Jesús cumplen su precepto de de su gloria ; y dales la amargura de su cáliz : al uno
amar los enemigos, en él que era el mayor. Esta do- el cuchillo adelantado á los demás apóstoles, al otro
triua la empezó á oir en Esteban cuando con las úl el veneno en el vaso, el fuego en la tina, el destierro
timas palabras y la postrer sangre le pidió le perdo en Patbmos. Esto fué decirles que el favor que le ha
nase entre los que le apedreaban ; y vela practicada cu bían de pedir y el premio que les habia de dar , eran
Ananias á quien venia i prender, y de cuyo nombre ocasiones de padecer por él. Dice que á Pablo enseña
temblaba, con todos los cristianos de Damasco. Cuan cuánto conviene que padezca por él: dotrina tan re
primorosos artífices son el ayuno y la oración para montada á nuestro sentir, que si Dios no enseña al
(2) librar á Cristo vasos escogidos, lo verificaré en hombrecuánto importa que padezca por él, no solo no
Pablo. la alcanza la fragilidad humana, sino que la huye. Así
«Respondió Ananias : Señor, he oido muchas cosas lo entendió san Pablo, pues en la epístola 2.' á los
ileite hombre , y cuánto mal ha hecho en Jerusalen á de (3) Coriufo , xi , vers. 22, tratando de las cosas con
tus santos; y este tiene potestad de los principes de que otros se ilustran, dice: (4) «Hebreos son, y yo;
los sacerdotes para prtnder ¡i todos los que invocan son israelitas , y yo lo soy ; son descendientes de Abra-
tu nombre. Respondióle el Señor: Vé, porque este han, y yo también. » En esto se iguala con ellos. Pro-
para mí es vaso de elección para llevar mi nombre signe: (5) «Ministros de Cristo son (hablo como menos
delante de las gentes y de los reyes y hijos de Israel; sabio); yo mas.»
yo le enseñaré á él cuánto conviene que padezca por Aqui se desiguala y prefiere á todos ; veamos con
mí nombre.» qué. Él lo dice consecutivamente (6).
Cuánto se debe huirla opinión de perseguidor de la «En muchos trabajos, en muchas mas prisiones, en
virtud, se conoce en que, diciendo á Ananias Cristo azotes innumerables, en muertes continuas y frecuen
qne Pablo estulta en oración y que le había revelad* tes. Cinco veces me dieron los judíos cuarenta azo
que él le sanaría, y raandádole que fuese y le resti tes , uno menos que me excusó el privilegio de ciu
tuyese la vista , replica diciendo que ha oido los males dadano de Roma. Tres veces fui azotado con varas,
que Pablo ha Jiecho persiguiendo sus santos en Jeru- mía apedreado, tres coni borrascas deshechas y nau
saten, y que viene con la comisión de perseguirá to fragué. Un día y una noche estuve sumergido en lo
dos los que invocan su nombre. Obliga el justo temor profundo del mar, padecí muchas veces en los cami
de Ananias á Dios á que le afiance con decir que Pa nos, en los ríos, peligros de ladrones, de los de mi na-
blo, que era arma ofensiva contra él ( eso es vaso en
la Sagrada Escritura) , habia de" ser arma de su elec •
i a) Jacob" y Juan.
ción para defensa de su ley ; y que llevaría su nom (3i Corinüu , .A. M. F.)
bre, que habia perseguido , á todas las gentes, predi- (i) Hebra; i sont, ei ego : Israclilac sunt, el ego : Semen Abra-
i ándole á los reyes y hijos de Israel. Porque en hacerle naoISisunt, et eso.
Minisin Cbristi sunt iuI minas sapiens dicol : plus ego.
vaso de elección le llamó arma electa , le pintan siem (6 In Uboribus |>luriinis, in carceribus abnndantins, in plagis
pre con ía espada desnuda; mas no por eso le muda siipra modum, in monibus frequenter. A Juilacis quidquíis, qua-
el oficio que tenia de correo , llevando cartas para la draginas, una minas, aceepi. l'cr virgis cacsu» sum. semel lapi-
datus sum , ter naufragiun feci ; nocte, et die in profundo maris
desolación de sus creyentes : pues si con las cartas Tul. In itincribus saepé periculis fluminnm, periculis Utronum,
escandalizaba, escribiendo cartas hade enseñar; y si periculis ex genere, periculis cxgenlibus, periculis in chilate,
con ellas persiguió, con ellas defiende. Padezca con lo periculis in solítudine, periculis in man. periculis in falsis fra-
que hacia padecer ; dé vida con las epístolas quien ron intribus. In labore, et aerumua, in vigiliis mullís, in fame, et siti,
jejuniis mullís, in frígorc, et nuditate: praeter illa , quae ex
trínsecas sunt, instantia mea quolidiana solicitud» oinnium
Ecclesiarum. ¿Quis Inllrmatur, el ego non inilnnort Quis sran-
f i le remitió' i qne se los restituí»»* AnaiJas . iS.) dalizatur, et ego non uror? Si gloriari oportet, quae iullrmilatia
í?; labrar i«.) rocae sunt, gloriabor,
20 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cion, (i) de las gentes. Tuve riesgos en las ciudades nombre.» Bautizóse Pablo, pasando de nn extrehio á
y en la soledad, en el mar y en los falsos hermanos. otro, del fuego al agua, de perseguidora defensa, de
Viví en trabajo y afrenta, en desvelo porfiado, en fariseo á apóstol; y después que renovó la alma con el
hambre y sed, en muchos íiyunos, en frío y desnudez; bautismo, comiendo satisfizo el largo ayuno.
y fuera de todo esto, con el cuidado ansioso 'que me Extrañará quien detuviere la atención en la letra,
insta de todas las iglesias. ¿Quién padece enfermedad, que Ananías diga á Pablo, cuando está ciego y él le da
qne yo no la padezca'? Quién es de todos escandali la vista, que vio al Justo y que predicará loque vio
zado, que yo no me abrase? Si ello es lícito gloriarse, y oyó. Nunca tuvo Pablo mas vista que cuando la per
yo tendré p<ir glorías mis calamidades.» dió, viendo erasu señor al que perseguía por enemigo,
Según sus palabras, por haber padecido lodo este in y que debía obedecer al que contradecía en los que le
mensurable cúmulo de afrentas, miserias, peligros, eran obedientes. Todo esto vio en-cayendo y cegando,
calamidades, naufragios y prisiones, excede en ser mi cuando dijo : «Señor, ¿qué quieres qne yo haga?» Son
nistro del Hijo de Dios á todos los demás. Y él declara los aforismos de la medicina de Dios en todo diferen
que son beneficios, con las últimas palabras; pues dice tes á ,(2) la humana. Los hombres para cegar á otro le
que si se ha de gloriar, hade ser por ellas, y que cuando echan tierra y lodo en los ojos; Cristo con lodo en los
dijo Cristo : Yo lo haré ¡l él que sepa cuánto conviene ojos da vista al ciego. Yace el paralitico en la cama con
que padezca por mi nombre, no fué decir á Ananías: mas señales de muerto que de vivo; dícele Cristo:
Yo le castigaré ese rencor y enojo con que dices ha per «Échate á cuestas lucarna y vete.» ¡Extraña cosa! Al
seguido y persigue ¡i mis santos ; — sinoí Premiaréle el que está en el lecho porque, no puede estar por sí en
ser vaso de elección y llevar á todas partes mi nom pié, le manda que acueste sobre sus hombros su cama,
bre, con hacer que lo mas qne padecerá por mí le exal y que sea cama de su lecho y que camine : médico
te á ser mas ministro mió que los demás, y que en eso divino, pues haciendo del descanso humano carga, al
no se le iguale alguno, cuando él iguale enlódenlas que reposa en él le da salud y aliento para caminar.
á todos. Segundo ejemplo desta cura milagrosa fué Pablo. Está
Veis aquí nn Job, tantas veces multiplicado en Pa derribado y ciego , y dicele que se levante ; y que car
blo cuantos pasos dio rodeando la tierra, cuantas le gando sobre sí su nombre, le lleve á todas las gentes.
guas anduvo navegando los mares; á quien contrastan Cuanta mayor carga dio á Pablo en su nombre que al
todos los elementos, todas las ciudades y pueblos, no paralítico en su cama, es inmensurable exceso : yo os
solo tres amigos, sino todas las gentes ; combatido y lo probaré. Pesa tanto el nombre de Jesús , que todos,
robado de los suyos propios, de falsos hermanos, del en el cielo, en la tierra y en el infierno (3) arrodillan
poblado y de la soledad. Pondérese cuánto mas hor con él (4).
rible estancia es para una vida estar en el profundo Veamos cómo recibe Pablo esta inmensa carga. Lue
del mar un dia y una noche , que en el muladar. Si go que cobró lá vista y recibió el bautismo , después
os acordáis de que Satanás perseguía á Job, no os olvi de haber conversado algunos días con los discípulos
déis que á Pablóle era tan doméstico verdugo, que que estaban en Damasco (5), «perpetuamente en las
hiriéndole continuamente (loque él exprime con la sinagogas predicaba á Jesús, diciendo: Este es el hijo
palabra colafizar), le obligó á pedir al Señor le librase do Dios. Admirábanse todos los que le oian, diciendo:
de tan fiero y cotidiano verdugo avecindado en su ¿No es este el que en Jerusalen perseguía á los que in
carne; y que este alivio se le negó Cristo, habiendo vocaban este nombre, y vino aquí para llevarlos aherro
para contra Job atádole la mano y límítádole el poder. jados á lospríncipes de los sacerdotes?»
Acordaos que á Job con tan valerosa paciencia le saca 0 Mirad si en osla notado los judíos empieza con la
ban las persecucignes quejas y lamentos; y ved que persecución á mostrarse sobro Pablo el peso del nom
Pablo las celebra y las blasona , poniendo en ellas bre do Jesús. El no solo se vence del, antes cobra de
todo el precio de sus ventajas y todo el premio de sus la misma carga mas aliento y fuerza ; dícelo el texto sa
servicios, haciendo pompa de las afrentas. grado: (6) «Empero Pablo mas convalecía confun
Ananías, que halda al mandato de Cristo detenido la diendo á los judíos con afirmar que Jesús era Cristo, el
obediencia en el temor que tenia del nombre de Pablo, Mesías, el ungido y prometido en los profetas.» Es dig
luego que oyó decir al Señor que había de padecer por na de reparo la palabra (convalescebat) convalecía, que
su nombre, asegurado en que había de padecer traba la versión sira dice (roborabatur) se esforzaba. El pe
jos por él, fué; y hallándole, acaricióle con nombre de so, como iba agravándose, le multiplicábala fuerza;
hermano, tocóle, y cayéndosele de los ojos á manera de y convalecía de la dolencia con el aumento della. Lue
escamas el humor que le coció en cataratas la fuerza go que oyeron que afirmaba ser Jesús el Mesías, que
de aquel rayo (domesticado para solo cegarle con ex es Cristo, «después de muchos diaslos judíos hicie
ceso de luz, cortesía con que el sol anega las estrellas), ron concilio contra él pata darle muerte : » de que se
quedó con la vista recobrada. Y como se lee en el ca colige que los judíos se indignaron mas de que dijese
pítulo 22, vers. 14 de los Actos, le dijo Ananías: «Dios
de nuestros padres te preordinó para que conocieses (2) los de la humana. (S.) .
su voluntad y vieses al Justo, y oyeses la voz de su (.">} se arrodillan (írf.)
boca; porque serás testigo suyo á todas las gentes de (i) In nomine Jcsu ouincgcnu flectatur coclcstlum.terrestrium,
lo que viste y has oído. ¿Qué, pues, aguardas? Le ct infernorum.
(5) continuó in synagogls praedicabat Jesum , quoniam lúe est
vántate y bautízate y lava tus pecados, invocando su Filius Dci.
(G) Saulus antcm multó raagis convalescebat, et confuinieb.it
Judaeos, qui habitaban! Damasci, afUnnans quoniam hic est
(1) i de las gentes. (S.) Cbrlstus.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 2)
qa&lesttserael Mesías prometido , que hijo de Dios ; procurando apartar al procónsul de la verdadera fe.
pues cuando predicó esto , solo repararon en la nove Mas Saulo, que desde esta acción so diju Pablo, lleno
dad de exaltar el nombre que habia perseguido ; mas de Espíritu Santo, poniendo los ojos en Elymas y en
en oyéndole que Jesús era Cristo, que es el ungido, su perversa intención, con voz encendida en celo di
luego se juntan á condenarle á muerte. Siempre fué vino le dijo : ¡ Oh , lleno de todo engaño, habitado do
el tema de su obstinación negar el prometido, como toda mentira, hijo del demonio, enemigo de toda jus
los profetas le predijeron, humilde y pobre y escarne ticia, que no te cansas de torcer y dificultar los cami
cido y desfigurado en la cruz ; y aguardarle confor nos rectos del Señor ! Mira sobre ti la mano poderosa
me á la interpretación de su dureza. Este para su am „ de Dios: cegarás, y no podrás ver el sol en todo el tiem
bición era punto político ; y por eso podia mas con po que fuere su voluntad. Al mismo instante se le ane
ellos que el afirmar era hijo de Dios, loque llama garon los ojos en noche y tinieblas, y buscaba quién
ron blasfemia, y lo tomaban por pretexto para solo leadestraso. Viendo el procónsul el milagroso castigo,
asegurar la materia de estado que seguía su codicia, creyó, admirando la dotrina del Señor: arte de Dios
en esperar Jerusalen de oro y rey y (t) Mesia tem es cegar á uno para dar vista á otro. Reparo en que san
poralmente glorioso. Por eso , aun crucificado Jesús, Pablo parece que estudió en sí este género de castigo.
/uvieron tan porfiados celos del rótulo que le sobres- El iba precipitado á (2) subvertir los caminos rectos
cribia en las afrentas rey; y siguiendo esta interesada de Dios, cuando cayó ; cególe el Señor : y ahora viendo
pertinacia, en oyendo á Pablo que es Cristo, juntan que Elymas osaba intentar lo mismo, le ciega ; y es pe
concilio y le condenan á muerte. Mirad si con la na providente no vea sus caminos quien procura quo
muerte decretada va creciendo sobre Pablo el peso del otros no vean ni oigan los de Dios.
nombre de Jesús ; mas él, en lugar de arrodillar, car Ve el mago la mano del Señor sobre sí , y pierde los
gado con él , persevera en llevarle á que á él se arro- ojos y búscalos en la mano de otro hombre. Esta es
dijlen todos. «Supo Pablo las asechanzas que le ponian señal de ceguedad interior, pues solo acudiendo por
los judíos; que guardaban las puertas déla ciudad de apelación interpuesta del arrepentimiento á la misma
dia y de noche, para quitarle la vida. Recogiéronle los mano quo le quitó la vista, pudo cobrarla.
discípulos de noche, y en una espuerta le descolgaron Reconozco misterio en que en este cap. 13 dolos Ac
por la muralla.» Fuese á Jerusalen, donde procuraba tos manda el Espíritu Santo que le aparten á Pablo para
juntarse con los discípulos; y todos (informados de la la obra á que le tiene destinado, y en él empieza á
fama que tenia de perseguidor de Cristo) le temían, obrar con majestad apostólica (3) la conversión de un
no creyendo se habia convertido, basta que Bernabé le procónsul y un milagro en el falso profeta, y muda el
llevó consigo á los apóstoles, refiriéndoles de la mane nombre; siendo así que en el capítulo antecedente, al
ra que e\ Señor se le apareció en el camino , su caida, principio, se refiere que Heródes degolló á Jacobo, her
y lo que \e dijo y mandó, y cómo después animosa mano de Juan. El Espíritu Santo, que fué enviado por
mente habia predicado el nombre de Jesús en Damas el Hijo para asistir y gobernar la Iglesia, viendo que
co. Con esto le admitieron los apóstoles en su compa la garganta de Jacobo, sedienta de beber el cáliz que
ñía , y en Jerusalen entraba y salia con ellos, obrando Cristo le habia dicho bebería, le bebió en los lilos del
en santa confianza maravillas en el nombre del Señor. cuchillo dándole que bebiese su sangre, y que era
Predicaba á las gentes, disputaba con los griegos; unas la primacía de los doce su vida,— quiso suplida con
y otros trataban de darle muerte; mas entendiéndolo Pablo , y que el vaso de elección sustituya los años
sus hermanos en el ministerio de la fe , lleváronle á que abrevió el cáliz pretendido.
Cesárea y encamináronle á Tarso. En todas partes Muere Jacobo, luego y el primero, porque muerto
por el nombre de Jesús busca la muerte, y los homi conviene que navegue, que so enlace-el arnés, que
cidas le buscan. > empuñe la espada, que sin apearse de una tempestad
Mirad si puede ser mayor el peso del nombre de Je » de nieve, en el caballo blanco, discurra de unas en
sús que lleva sobre sus hombros. Estaban en la iglesia otras batallas, centellando luces que le muestren hijo
de Antioquia profetas y doctores, entre los cuales es fulminante del trueno. Haga en las multitudes de in
taba Bernabé y Simón , llamado Níger , Lúeas cire- fieles, que no podían contarse en su España, estragos
nense y Manahen , que era pupilo de Heródes tetrar- que siempre se cuenten. Solo para España nunca pa
ca, y Pablo. Aquí fué donde el Espíritu Santo mandó rece que murió Jacobo, pues en ella y por ella pelea
que le apartasen á Pablo y á Bernabé , para emplear difunto. Faltó para la predicación de los judíos y de
los en la obra para que les elegia. Ellos, enviados por las gentes ;y el Espíritu Santo continúa su vida para
el Espíritu Santo, fueron á Seleucia, y desde allí na la dotrina, eon la de san Pablo: y así, luego que falta
vegaron áCipro; y como entrasen en Salamina, pre aquella garganta, despacha sonora por el mundo esta
dicaban en las sinagogas de los judíos la palabra de trompeta del Evangelio. Enmudece el hijo del trueno,
Dios. Caminaron por toda la isla basta Pafo, y halla y empieza á tronar el hijo del rayo , que le engendró
ron un hombre judio, siendo profeta falso con gran en verdadera luz cegándole. ¿Quién no conoce cuan
nombre. apretado parentesco tienen el hijo del trueno y el del
Estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón pruden rayo?
te. Deseaba traer á sí á Pablo y Bernabé, por oir la (4) Castigado el mago Elymas , á quien la versión
palabra de Dios ; empero contradecíalo con todas
/ fuerzas Eljuias, aquel mago (eso significa su nombre),
(2) subverter {A. tí.)
(3) conversión {A. U. f\)
(ij Utitu {S.) (ij Castigando el mago (Ai. F.)—Castigando al mago (S.J
25 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
si ni llama Bar-Schonmo (a), y convertido el procón- Siempre la hipocresía farandulera fué solariega en
.-iil Sergio Paulo, Pablo y los que con él estaban na los judíos. Buscan la honestidad- para (2) desvergüen
vegaron de Pafo á Pcrgen de Panfilia , y sin dete zas, la religión para impiedades, los generosos para vi
nerse pasaron ú Anlioquía de Pisidia; y entrando el lezas, (3) autorizan la maldad con el pretexto venera
sábado en la sinagoga, sentáronse, y después de la ble; y si bien san Pablo había hecho mucho fruto en
lección de la ley y los profetas, los príncipes de la si aquellas gentes, sintió tanto el dejará los judíos en U
nagoga los enviaron á decir, si tenian algo de exlior- esclavitud de su pecado y en la pertinacia de su error,
tacion y enseñanza para el pueblo, que lo dijesen. que sacudiendo él y Bernabé el polvo de los pies con
Luego se levantó Pablo, y *andamlo con la mano el tra ellos, se fueron á la ciudad de Iconia.
silencio á todos, les dijo: «Varones de Israel que te Esta ceremonia de sacudir el polvo de los pies mandó
méis á Dios, oíd.» Cristo á sus discípulos que hiciesen donde no recibiesen
Hase de predicar la palabra de Dios con imperio , no su dotrina. No quiere' que los pasos que les llevaron
servilmente, sino con prontitud y confianza en su la salud lleven polvo de tierra que no la recibe; y
inefable verdad. En oyendo Pablo las palabras de los pues los impíos (como dice el psalmo i) son como el
principes de la sinagoga se levantó, y extendiendo polvo que el viento arrebata de la superficie de la tier
el brazo, previno con la mano atención en el audito ra, no es bien que sirva de calzado á los pies apostóli
rio, para que precediese el decoro de las acciones ala cos la similitud suya. Los impíos, aun en semejanza j
majestad de la dotrina. Dispone los ánimos con halago emblema, son mala compañía y-polvoque los retrata;
elocuente, llamándolos varones de Israel y temero mejor es para sacudido que llevado. Tierra de donde
sos de Dios; que el magisterio apostólico no desdeña los agricultores de Dios no sacan otra cosa sino polvo,
la cortesía. Después, valiéndose déla ocasión de haber vuélvaseles en nube á los ojos y entierre su ceguera.
llegado cuando leían la ley y los profetas, con los En Icón entraron en la sínanoga, y convirtieron gran
profetas y la ley los enseña que aquella y las profe de multitud de judios y griegos; los judíos, obsti
cías se cumplieron por los mismos judíos, crucifican nados, rebelaron las gentes contra Pablo y Bernabé.
do á#Ci isto Jesús. Fué tan docta y erudita y tan hermo No pudo el riesgo hacer que levantasen la mano de la
samente elegante su oración, que en acabándola, toda cosecha, fecundándola con milagros y prodigios, que
la sinagoga, hecha aplauso de sus palabras, le pidió dividieron la ciudad, asistiendo parte á los judios y
quisiese repetirla el sábado siguiente al pueblo. Vióse parte á los apóstoles. Finalmente, desenfrenada la ra
la fuerza de la verdad y del espíritu de Pablo, pues bia y desbocado el ímpetu, determinaron los judíos y
les agradó oír que Jesús á quien habían dado muerte los gentiles con sus principes, disfamarlos con injurias
afrentosa, era el prometido, y que había resucitado y apedrearlos. Entendiéndolo, por guardar en sus vi
y era solo en quien se cumplió lo que David dijo, que das la salud de la verdad, se fueron á la ciudad de Ly-
no consentiría Dios que á su santo tocase la corrupción caonia, (6) Lystra y Derben, y evangelizaron toda la
que difunto tocó al mismo David. Mas al otro sábado región en contorno.
se vio la obstinación de sus ánimos, por quienes cono ¡Mirad cuan grande carga dio á Pablo Jesús, en que
ciéndola David, dijo: (1) «Si hoy oyéredes su voz, llevase por el mundo su nombre! La misma codició
no endurezcáis vuestros corazones ;» precepto que no san Ignacio para su sagrada orden con el nombre de
obedecieron en esta ocasión , pues este sábado oye Jesús, que han llevado á todos los reinos de los dos
ron su voz, y el siguiente mostraron el pedernal de sus mundos, en todas partes sitiados de persecuciones des
entrañas. Estaba junta innumerable multitud de las de su principio, con las cuales lian edificado en el pro
gentes para volverá oirá Pablo. Los judíos empezaron vecho universal su mérito. Si miramos sus mártires,
á tumultuar, diciendo que Pablo y los suyos blasfema son infinitos á los que el peso del nombre de Jesns ha
ban, con palabras tan sediciosas, que le obligaron á de derribado las cabezas, hundido los hombros, quebran
cirles : « ¿Vosotros, que os habíades do gloriar en esta» tado el cuerpo y roto los brazos, siendo la sangre ver
verdad que se ejecutó por vuestrasmanos en Jesús, des tida de los muertos, manantial de vivos para morir por
cendiente de David, la contradecis ; y el bien de creer él. Peregrinan, navegan, predican, enseñan, escriben;
la le echáis con desprecio á las gentes ? Será castigo padecen en el mar, en la tierra, en los desiertos y po
vuestro que ellas la reciban, y llevándosela nosotros, blados; peligran en los propios y en los extraños, y no
obedecemos el mandado con que Cristo Jesús nos en menos (4) «en el mar y en los falsos hermanos». Pare
vía á llevarles la salud eterna.» Alegráronse los gen ce que san Ignacio pronunció á sos hijos las mismas pa
tiles con estas nuevas en favor de sus almas , y seguían labras, cuando los edificaba, que Cristo á san Pablo
á Pablo como dolientes á su remedio único. Viendo cuando le derribó para edificarle : a Yo les enseñaré
los judíosde parle del Apóstol la mayor parte de la gen cuánto conviene que padezcan por el nombre deJesus ;»
te, desesperados de la razón y autoridad (imitando el loque les enseñó padeciendo tan eslabonadas perse
ingenio del demonio, que en Adán se valió de la mu cuciones en todas partes y de todos. Parte es de la
jer para con la culpa apestar el linaje humano), se va vida de san Pablo la imitación de toda su vida.
lieron de mujeres religiosas y honestas (palabras son Había en Lystra un hombre tullido desde su naci
del texto sagrado) y de los principales de la ciudad, y miento; oyó hablar á Pablo, que mirándole y recono
ocasionando motin y persecacíon contra Pablo y Ber ciendo en el fe digna de salud, alzando la voz, le dijo :
nabé, los desterraron de todos los términos de su tierra.
(í) desvergüenz», (S.)
(a) Filiut nominis. # (3) y autorizan (Id.)
(1) Hodie, si vocem ejus audierltij , nollte obdurart corda (Al Lystrla (constantemente se lee en lodos las impresiones.)
vcsira. (4) ln mari, et in falsis fralribus.
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 23
«LtrástoVe derecho sobre tus pies.» Levantóse y an teres de oro escriben de misterios encendido'- los espa
duvo, lio le pulió el tullido que le diese salud, empero cios del firmamento. Él suspendió sobre la basa líquida
la fe negocia sin palabras ; estas no faltaron, pues oyer.- del aire el peso de (atierra, y hizo quecuerpo tan grande
do lis* Pablo, ahorró las suyas,. El oye y el Apóstol como grave afirmase el pió seguro en aquella raridad
tí. jloego se levanta. ¡ Qué no alcanzan y obran estos, leve. Derribó el globo superior y impetuoso del agua á
das sentidos si se corresponden en la confianza de la las concavidades profundas, aprisionando las cóleras
fejdeDios y en su poder! Oir la palabra de Dios con de sus borrascas, impacientes de límite, con prisiones
fe, sin voz, tiene elocuencia mas eficaz que muda. La débiles de arena. El crió cuanto pueblo habitan estos
k que es ciega trae á si los ojos de Dios y los de Pablo. elementos, y cuanto tienen y producen. Su magnifica
Creer en Jesucristo y á sus apóstoles, y levantarse de piedad dispuso que las pasadas generaciones pudiesen
b tierra al cielo, todo es uno. hallar la felicidad de sus caminos. Nunca cesó su libe
Luego que vio esta maravilla la multitud de pueblo, ralidad de adeudarnos con testimonios de su clemen
dando gritos en su lengua lacónica, dijeron : «Estos cia, cargándonos de beneficios, cuidando desde la gran
hombres que lian descendido á nosotros, semejantes deza de su trono de repartirnos la lluvia, dando propi
soná los dioses. n A Bernabé llamaban Júpiter y a Pa cios y fértiles los tiempos al sudor de nuestra agricul
blo Mercurio, por ser el conductor y capitán de las pa tura, colmando con fecundas cosechas nuestras troje:,
labras y elocuencia ; y el sacerdote de Júpiter, que es y los corazones de alegrí;i.i> Con estas palabras de san
taba á la entrada de la ciudad, trayendo toros corona Pablo se enfrenó la ejecución del sacrificio, y apenas
dos delante de sus puertas, queria ofrecerles sacrificio se acalló el deseo de hacerle.
con todo el pueblo. Muchos vasallos y ministros hay que no solicitan para
Están lúbrica la idolatría, que nadie pone el pié en si las prerogativas y regalías de sus principes; pocos
ella que no resbale. Dicen estos que son hombres los que, si los tientan con ellas, no las admitan, agrade
que han venido, y luego que son semejantes á los dio ciéndolas á la lisonja. El que (2) se las da a los mal
ses, y consecutivamente que son dioses; y los gradúan presumidos, los granjea con hacerlos delincuentes. El
con sus nombres, y sin poderse reparar, tratan de ado que las recibe se muestra reconocido al que le puede
rarlos con victima. Es el pecado mas ambicioso del ncusar cuando quisiere, mal confiado en no reparé y
hombre; presume que puede hacer dioses que, como no lo supe. Esto que se ve muchas veces, y siempre se
hechuras suyas, le sean agradecidos ; quiere dioses ca castiga, en criados con sus señores, mas veces sucede á
seros, qne le agradezcan el haberlos hecho y que te los miserables hombres con Dios. No son pocas las co
man que los deshaga. No con otro Un endiosaron la ca sas que debiéndose decir y hacer con Dios solo, man
lentura (1) y la fortuna y la guerra y el agua y el fue dan los hombres que se hagan con olios y se les digan.
go. Efetos con Dios ejercitan la condición de criados, Uno de los defectos mas comunes de los hombres es el
qaecumensu pan, tiran sus gajes, sirvenle mal, y siem endiosarse tanto, que proverbialmente se dice por vi
pre se quejan üél. Con la misma villanía que en el tuperio. Este frenesí es del amor propio, primer artí
mondo huye el desconocido del que le hizo, huyen fice de la idolatría. Los desórdenes de este amor propio
estos de Dios. previno el primero precepto, mandando amar a Dios
Las diferentes disposiciones dan ocasión á diferen sobre todas las cosas; y hay quien por si mismo ama una
tes efectos de una misma causa. El sol con el mismo ra cosa sola mas que ó Dios. Llaman semejantes á los dio
yo endurece el lodo blando y ablanda la cera dura. ses á san Pablo y á san Bernabé ; dicen que el uno es
Oye el tullido hablar solamente á san Pablo, y cree y Júpiter y el otro Mercurio : (3) como estos eran demo
tana ; ven los otros obrar esta milagro en él , y idola nios y el compararlos con ellos oprobrio, (tespreciá-
tran; y la gloria que el doliente dio á Diosen su siervo ronle; mas cuando vieron al sacerdote venir á su puerta
para so siervo, se la quieren quitar estos. Enfermedad con victima á ofrecerles sacrificio y aduracion (regalía
que crece con los remedio*, quien la cura la irrita. de solo el Dios verdadero que predicaban), entonces
Congojó tanto á san Pab.o y san Bernabé el ver que se rasgan las túnicas y gritan su mortalidad, y prego-
querían adorarlos, que rasgando sus vestiduras (de- nao la sola nvijesttd soberana, á quien sol» se debe;
monstncion deque usaban losjudíos oyendo blasfemias lición que sieiiuu tan sacrosanta, no se desdeña de ser
como se vio en el mal pontífice, oyendo en su pervers política.
tribunal á Cri-tu), se arrojaron en medio de la multitud Luego qne reprimió Pablo la ceguedad de aquella
clamando : ¿Qué hacéis? gente, que le queria erigir altares, sobrevinieron unos
judíos de Acaya y de Icón , y haciendo el oficio de zi-
OBACIOR. zaña, persuadieron al pueblo á que apedreasen á Pa
■ Nosotros hombres somo», semejantes á los demás blo; (4) apedreáronle con tal furia, que ya por muerto
mortales; voces, que os persuadimos á dejar estos ritos le arrojaron fuera de la ciudad.
injustamente vanos y que os volváis á Dios vivo, que Infinitas veces se ha mostrado con sus aplausos el
de la incapacidad de la nada sacó espléndidos esos vo pueblo semejante a) humo que, siendo producción de
lúmenes del cielo, que extendió como pieles por el la claridad de la llama, hijo obscuro la anochece y afea,
inmenso vacio ; y á pesar de las tinieblas (primeras ha ahoga en sus globos las centellas que levanta, cuando
bitadoras del mundo, que obscuras rebozaron la cara juntamente las deja ver resplandecientes y las apaga
del abismo), con su palabra encendió la luz, que repar en hollín. Es la plebe pólvora encohete, que tocada le-
tió su voluntad en repúblicas de fuego, que con caiac-
(í) las di (S.)
(3) y como (H>
(i) li fortuna, la guerra, el agua (S.) (i) y npertrelronle (M.)
24 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
veniente de cualquier chispa, le sube con bravatas de oración y ayunos los encomendaron al Señor en quien '
rayo, le ostenta en los confines de las nubes estrella, y creían. Y pasando por í'isidia, entraron en Panlilia; y
le hace descender, confesando en ceniza las ridiculas publicando la palabra de Dios en Perge, descendie
bravatas del papel (a). Juntamente se leen y lloran es ron (4) en Alalia, y desde allí navegaron á Antioquia.
tos sucesos en las historias humanas. En llegando congregaron la Iglesia, refiriendo cuantas
No me espanto que los hombres no escarmienten cti maravillas y misericordias había con ellos obrado el Se
estos escándalos; todos se juzgan diferentes y aventa ñor, abriendo á las gentes la puerta de su fe ; y detu
jados en méritos á los justiciados de la liviandad popu viéronse no poco tiempo con los discípulos. Hubo al
lar. No culpan la plebe, sino á los que no teniendo las gunos de Judea que decían á los hermanos que seguían
prendas que de sí presumen, se fiaron della. Mas ¿cuál la ley de Jesucristo : « Sí no os circuncidáis según la ley
espíritu sacrilego no decaerá para su advertencia deste de Moisen, no podéis salvaros.» Contradijeron esto con
devaneo, habiendo visto la entrada de Cristo Jesús, celosa vehemencia Pablo y Bernabé; por lo cual de co
Dios y hombre verdadero; en Jerusalen, con triunfo mún consentimiento decretaron que Pablo y Bernabé y
lleno de majestad y resonando en soberanas aclama varones de los unos y de los otros acudiesen á los após
ciones? El domingo le dieron los ramos, para darle el toles y presbíteros que estaban en Jerusalen , y les pi
viernes el tronco mas desnudo; (i) alhómbranle con diesen la determinación desta controversia. En pro
sus vestiduras las calles, y (2) otro dia echaron suertes secución desta causa se pusieron en camino, y pasando
sobre la suya ; esparcen con las manos á sus pies las por Fenicia y Samaría, refirieron la conversión de las
palmas, y luego ponen en su rostro las palmas de sus gentes, deque recibieron aquellas iglesias grande gozo
manos. Esta mudanza que padeció del pueblo Cristo espiritual. Llegaron á Jerusalen, donde fueron recibi
para cumplir las profecías, padeció Pablo para cum dos de los apóstoles y ancianos, á quienes dieron cuenta
plir con su oficio. Los mismos que le llamaban dios de los progresos que el Evangelio de Jesucristo había
con nombre de Mercurio, y con terquedad porfiaban hecho en las gentes por su predicación.
para adorarle con sacrificio, instantáneamente le ape ¡ Qué atenta está la contradicción de los hebreos á la
drean. verdad del Evangelio ! Luego que oyerou estas palabras
Las capas que él guardó á los que apedrearon á Es algunos judíos de la secta de los fariseos, que se habían
teban, le guardaron estas piedras, y con ellas tantea la reducido, se levantaron diciendo que convenia (5) que
providencia de Dios el desquite de aquella culpa. Si el se circuncidasen los que se convirtiesen de las gentes,
que no admite la adoración usurpada es apedreado, y se les ordenase la observancia de la ley de Moisen. A
quien la admite sin tener prevenida la muerte y (3) la determinar lo que convenia en este caso se juntaron los
ruina, añade á lo delincuente lo necio. apóstoles y los ancianos. Fué grande la conferencia ;
Salieron los discípulos ansiosos de hallar el cuerpo empero, como cabeza y príncipe del apostolado, levan
de Pablo para darle sepultura, y después de haber con tándose Simón Pedro. Dijo :
muchas lágrimas desenvuelto el campo, le vieron vivo.
ORACIÓN DE SAN PEDRO.
Era vaso de elección, y las piedras pudieron abollarle,
y no romperle. Más tuvieron Bernabé y los demás que «Varones que militáis en el Evangelio de Jesucristo,
hacer en resucitar del susto, que Pablo de las heridas. nuestros hermanos en la fe verdadera, vosotros sabéis
El dia siguiente Pablo- y Bernabé se encaminaron á que desde los días antiguos determinó Dios que por mi
Derben ; y después de haber predicado en aquella ciu boca oyesen las gentes la palabra de su Evangelio, y
dad el Evangelio y enseñado á muchos, pasaron á Lys- oyéndola creyesen en su Hijo unigénito; y aquel Señor,
tra y á Iiyn y á Antioquia, confirmando en la fe las cuyos ojos desde la majestad de su trono leen los reti
almas de los discípulos que en ellas habían adquirido ramientos del corazón humano, legalizó esta verdad
á precio de sangre y persecuciones, exhortándolos á que concediéndoles el Espíritu Santo, sin diferenciarlos en
permaneciesen en la ley de Jesucristo, sin dar lugar á esto de nosotros por haberlos purificado las almas con
que las amenazas y los trabajos acobardasen sus espíri la fe, que los hizo semejantes á nosotros y pueblo suyo.
tus; porque, de la manera que con los golpes del mar ¿Por qué pues ahora, con resabios de vuestra dureza
tillo se afirma el clavo, y con el peso que lleva el navio ingrata á sus beneficios, tentáis á la clemencia de Dios,
por lastre se asegura, asi la fe se arraiga en los corazo que os es y ha sido tan favorable , pretendiendo se car
nes: por lo cual conviene que entremos en el reino de gue sobre las cervices de los discípulos el yugo pesado,
Dios por el paso que nos abre en sudor y lágrimas la que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sufrir*
adversidad, liste camino que os enseñamos es el mismo ¿Qué pues procuráis, ó para qué añadis carga molesta
que frecuentan y repiten nuestros pasos, deslizando en que nos venza los hombros, cuando firmemente cree
nuestra sangre, por encaminaros al verdadero descanso mos que por la gracia de Jesucristo nos hemos de sal
cuyo precio es el padecer. Esto aprendimos del mismo var, como se salvaron ellos?»
Señor de la gloria que os prometemos , que de su eter Siguióse á estas palabras el silencio con que oían to
no Padre á su costa nos la compró más cara, por darnos dos á Pablo y á Bernabé, que en testimonio del razona
caudal para poder adquirirla. — Y habiéndoles cons miento de san Pedro, referían los prodigios y maravi
tituido presbíteros en todas las iglesias , en ferviente llas y misericordias que per ellos había Dios obrado con
las gentes. Y después que pusieron fin á su relación,
(0) Ya usó de esla propi» imagen Qi'ívíbo en la Yirlvi militan Jacobo (llamado hermano del Señor), como obispo de Je-
te, hablando de la Soberbia.
(1) alfómbrenle (S.)
(2) al otro dia di.) a (4) i Alalia, (S.) - en Italia, (lí.)
(3) ruina, (M.) (5) se circuncidasen (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 2.)
rata&.&ecto por los apóstoles, respondió con estas llo por mejor camino para entenderlo buscar antes el
» pbta: misterio que tuvo, que la causa. Persuádome que el
Espíritu Santo, que dijo á los discípulos que le apar
ORACIÓN DE SAN JACOBO.
tasen á Pablo y Bernabé, los apartó ahora para sí.
i Tirones fieles y hermanos en la fe, oidme. Oído lia- Preceda advertencia genealógica. Juan, llamado
tís i Simón cómo Dios determinó en el principio sa- Marco, era pariente muy cercano de Bernabé, y dife
w pueblo escogido, para gloria de su nombre , de las rente de san Marcos evangelista, á quien nunca lla
¡sotes postradas con el error de la idolatría. En esto maron Juan. Sigo en esto á Hipólito, l)oroteo,<tferú-
««tienen las voces de los profetas. Así lo escribió nimo y Isidoro, cuya opinión tiene Baronio ; no obs
Amos : Después desto volveré , y edificaré otra vez el tante que afirman lo contrario Ecuinenio , Vítor an-
t3¡>ern'culo^s¡J}avid, el cual fué derribado, y repararé tioqueno, Eutiinio y Orígenes, citado porSixlo senen-
sai ruinas yi^Hificaré de nuevo. Para que ios demás se. Favorece esta parte Clemente romano, cuando
hombres busquen al Señor, y todas las gentes sobre las dice que Marco el que asistió á san Pablo, escribió
cuales se invocare mi nombre , dice Dios que hizo to el Evangelio; empero háceme fuerza que cuando Mar
das las cosas en el cielo y la tierra. Eternamente supo co evangelista estaba en Roma (de donde pasó á Ale
Dios todas estas obras suyas con soberana presciencia, jandría, Egipto y Libia, como consta de Atanasio),
qne suavemente lo dispone todo: por lo cual juzgo que Juan, que se llamaba Marco, asistía en Jerusalen á
no se debe entristecer ni afligir á los que de las gentes Bernabé, su tio, y á Pablo. Era hijo de María, en cu
«n llamados á ser pueblo de Dios. Basta escribirles que ya casa en Jerusalen entró san Pedro cuando el ángel
se abstengan del contagio inmundo de la idolatría, del le sacó de la prisión (I) : «Considerando Pedro en el
adulterio, de la carne sufocada y de la sangre ; atiendan socorro celestial, llegó á la casa de María , madre de
á disponer sus almas para que sean capaces de la gra Juan que se dice Marcos, adonde estaban muchos jun
cia del Evangelio, y descansen del cuidado de la ley de tos y orando.» Lorino tiene que esta casa era la mis
Motsen, pues en todas las ciudades hay sinagogas que ma donde sobre los apóstoles bajó el Espíritu Santo,
le predican y donde se lee los sábados. » declarando con mucha erudición la palabra coenacu-
Agrado á los apóstoles y ancianos, con toda la Iglesia, lum que se lee en el vers. 13 del cap. i. Cuando es
1 esta disposición , y que partiesen á Antioquía varones to no fuese asi, se logra la erudición en la conjetura.
escogidos entre todos, con Pablo y Bernabé y Jgda, lla Lo que no puede dudarse desta casa de María, madre
mado Barsabas, y Sila", ministros entre los demás aven de Juan Marco, es, que en ella se recogían losapós^
tajados. Diéronles cartas, según la proposición de san toles y discípulos á orar, y que san Pedro era en ella
Pedro, con la nota de san Jacobo, con recomendación frecuente y tan conocido, que por la voz, sabiendo quo
de los que las llevaban, y remitiéndose á ellos en loque estaba preso, de noche y a deshora le conoció la cria
habían oído. Despedidos de la iglesia, llegaron á Antio da. Con esta noticia encenderé luces á la obscuridad
quía, jumaron el pueblo, leyeron en público las carias, desta disensión de Bernabé y Pablo, y al desden qi.c
y con ellos recibieron consuelo grande y alegría. Judas Juan llamado Marco padeció, en la causa por qué dijo
y Süa, como fuesen profetas, con elegantes palabras y san Pablo no le quería llevar consigo. Es muy abun
eiliortaciones confirmaron á los creyentes en la verdad dante de doctrina selecta en este suceso el doctísimo
de la fe; y después de haberse detenido algún tiempo, padre Lorino, que declarando el vers. 5 del capítu
fueron remitidos á los apóstoles para que^ffitíficasen lo 13 (a), (2) «tenían á Juan consigo en su ministe
su obediencia y su gozo. Sila determinó quedarse con rio,» dice se debe entender, no en la predicación y
ellos. San Pablo y san Bernabé asistían en Antioquía, enseñanza, sino en asistirlos y, en tanto que Pablo y
con otros muchos, enseñando la palabra de Dios. Des Bernabé predicaban, cuidar de los pobres y otras cosas
pees de algunos días dijo Pablo á Bernabé : «Tiempo es necesarias, y convocar la gente y auditorio. En este
ya de volver á visitar por todas las ciudades á nuestros sentido aprueba el parecer del doctísimo doctor y co
hermanos, i quienes predicamos el Evangelio, para re mendador Benedicto Arias Montano; y declarando el
conocer cómo permanecen en la verdad.» Bernabé que verso 13 del mismo capítulo, que fué^l que le oca
na que fuese con ellos Juan, que se llamaba Marco; Pa sionó el desden de Pablo, causa desta diferencia : (3)
blo noqneria que sej uníase con ellos, por haberse apar «Apartándose dellos Juan, se volvió á Jerusalen,» —
tado dellos desde Paníilía, y no haber proseguido en la se lee consecutivamente por explicación en Lorino: (4)
obra quo llevaban á su cargo. Fué tan severa la contien «No queriendo hacer tan larga peregrinación y expo
da de los dos, que el uno se apartó del otro. Bernabé, nerse á tantos peligros;» palabras de san Crisóslomo
llevando consigo á Marco, navegó á Cipro; Pablo, acom y Ecumenio. Y el mismo doctísimo padre dice: Esta
pañado de Sila, y encomendándole á la gracia del Señor fué la causa de no querer san Pablo llevar consigo á
los discípulos, peregrinó la Siria y laCilicia, fortale Juan , que una vez había (laqueado.
ciendo en la ley de Jesucristo las iglesias. Dejando en la veneración que se debe la explicación
APARTARSE PABLO T BERNABÉ.
(1) cap. 12, vers. 15. Consideransquc venit ad domum Mariae
Esta disensión y apartamiento de dos tan santos matris Joannis, qui cognomiuatus est Marcus , ubi erant multi
apóstoles lia puesto en cuidado el estudio de muchos. congregan, el maníes.
Yo, cuando menos ocasión hallo en el texto para que (a) K. P. Joannis Lorini e societate Jesu , in Actas Apostolo-
dos tan grandes ministros y escogidos por el Espiri rura Cnniracntaria.—Colonia Agripina, 1621.
(2) Habebanl aulem el Joanm-ni in ministerio.
ta Santo, que tanto habían peregrinado y padecido (3) Joanncs autem discedensab eis, reversas esl Jerosolymani.
jolitos por el nombre de Jesucristo, se dividiesen, ha (A) Nolens tot Hiñera conüccre, et subiré película.
26 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
del gran padre, idea de la elocuencia, intentaré de otro. (4) Desta manera los dividió Dios de aquel lu
clarar este lugar en consideración pacífica desta disen gar por toda la tierra, y cesaron en la fábrica de la ciu -
sión, que suena enojo (y asi lo exprime la palabra dad.» Cuan importante es á veces la división de los
griega (I) napoíuujjiií , contienda y concitación casi hombres, se conoce en que Dios, según hemos visto,
enojada), y juntamente aliviar de temor la partida de bajó á hacerla y desatar la unión de sus intentos y la
Juan por haberle defendido san Bernabé, dejando jus bios. Puede haber discordia en los medios, y en la mis
tificado^ ejemplar el rigor severo de san rabio. ma concordia en los fines. Dcste género fué la de san
No «insta del texto que Juan Marco se apartase de Bernabé y san Pablo.
Bernabé y (2) Pablo por excusar caminos ni peligros, Asistió el Espíritu Santo á dividirlos por todas las
ni dice otra cosa sino que volvía á Jerusalen, donde tierras (como Dios á los hijos de Adán para que las po
en la casa de su madre solamente hallaban los após blasen) á estos apóstoles, para llevarlattk Evangelio.
toles refugio y los discípulos amparo, y quien los mi Y como empezaba á fundarse la monarqowde la Iglesia
nistrase y diese comodidad para la oración. Y el mos universal militante, convenia que uno de ellos asistiese
trarse solícito de la seguridad deste solo refugio de los á conservar lo mucho que con la predicación había ad
apóstoles y creyentes, y del amparo de su madre viu quirido , y el otro á adquirir algo de lo mucho que res
da, no era de menos utilidad á la Iglesia en sus pri taba. Y prosiguiendo el estilo del Hijo el Espíritu Santo,
meros principios que acompañar en los caminos i como él los envió dividiéndolos de dos en dos, ahora
Pablo y á Bernabé. Y si bien no se lee este intento, continuando aquel gobierno, los divide, para enviarlos
se colige de que cuando dejándolos se partió Juan para de dos en dos, á Pablo con Sila y á Bernabé con Juan ;
Jerusalen, ni Bernabé su pariente se lo contradijo ni lo cual resultó de la severidad con que Pablo quiso que
san Pablo se lo riñó. ¿Cómo pues cosa tan justa pu se (5) asintiese á las palabras de Cristo cuando dijo :
do ocasionar contienda y apartamiento de dos com «Que por él se habia de dejar, y apartarse de la madre
pañeros tan grandes? Dispúsolo el Espíritu Santo por y del padre, y aborrecer la misma vida.» Acordóse des-
medio de Juan Marco, no por culpa. No toda concor to, como supo que los dejó por irse á Jerusalen donde
dia es buena : Cristo vino á apartar al hijo contra su tenía su madre y su casa. Bernabé con ternura consi
padre. La concordia entre los jadrones y malhechores deró que se habia apartado, y dejado su casa y (0) su.
es perniciosa-, reconciliarse y hacerse amigos los con madre, por asistirlos en la palabra de Dios ; y que si los '
trarios es virtud y precepto, y para condenar á muer habia dejado, había sido por celo de asistir al abrigo de
te al Hijo de Dios se reconciliaron y hicieron amigos los apóstolesy discípulos en Jerusalen : lo que mostraba
Pilátos y Caifas. No toda unión es fuerte : el ejército de habiendo vuelto á buscarlos, en que cumplía con las
Jorges, un que se unieron tan innumerables multitu mismas palabras de Cristo, dejando por él su madre.
des, tuvo en la excesiva unión la debilidad. Por el Pablo consideraba que quien una vez los dejó, los de
contrario, no toda división es flaca: en Gedeon lo en jaría ; Bernabé, que quien los habia vuelto á buscar no
señó Dios, que le mandó dividir dos veces la unidad quería dejarlos. Sirvióse desta diferencia ( en entram
de su ejército , y cuanto mas se apartaba del , mas se bos santa y celosa ) el Espíritu Santo , para que Bernabé
fortalecía. Sabe la discordia y la división ser remedio, llevando consigo á Juan pasase á Cipro, y Pablo con
y tal , que usa Dios del para grandes Cues de su pro Sila á Siria y á Cilicia , peregrinando todas aquellas re
videncia. giones y «infirmando las iglesias en la verdad de la fe,
Era uno mismo el labio de todos los hombres en la que con la predicación del Evangelio habia fundado,
tierra, una misma lengua hablaban todos, y hallándo mandándoles guardar los preceptos de los apóstoles y
se en las campañas de Senaar, determinaron de cocer ancianos. Dividiéronse, como el velo del templo en la
ladrillos y disponer betún para cimientos; y después muerte de Cristo , para que se descubriese lo que esta
de prevenidos estos materiales, dijeron: «Fabriquemos ba á la sombra de la ley vieja. No se dividieron como la
una torre tan alta, que los chapiteles tropiecen en el vestidura de Cristo , por la cual entienden los santos la
cielo ; y en su altura, conversando con las estrellas, unión de su enseñanza y doctrina, pues entrambos se
celebremos nUestro nombre y sea padrón de nuestro apartaban juntos á un mismo fin. Entre los santos al
poder en los confines del sol, antes que nos dividamos guna vez la unión celosa se ha oído con palabras de
por la tierra. » diferencia.
Desatinada es la locura de la soberbia. Puede llegar
DIFERENCIA EN'TRE SAN PEDRO T SAN PABLO.
al cielo el hombre con la oración, no puede con ladri
llos y cal. Suda por lo imposible, y deja lo fácil y útil. No solo se vio esto en san Bernabé con san Pablo, sino
Era necesario que se dividiesen y poblasen (3) ; la tier mas belicosamente en san Pablo con san Pedro; de que
ra y ellos aunados querían introducir cal y ladrillos en resultó grave y larga controversia entre san Jerónimo
el cóncavo de la luna. Dice el texto sagrado que des y san Agustín. Dejaré la de san Basilio Magno y san
cendió Dios á ver la torre y la ciudad que edificaban Juan Crisóstomo, en la cual , por no admitir Clisos to
los hijos de Adán, y dijo : a Este es un pueblo solo, y rno el obispado, como Basilio le admitió, no solo se
todos tienen una habla, y hasta que pongan en ejecu apartó del sino procuró esconderse ; en la cual diferen
ción su obra no la dejarán. Bajemos y confundámos cia hubo de parte de san Basilio tan repetidas quejas,
les las lenguas, y no entienda el uno el lenguaje del como se leen en el Libro del sacerdocio, que escribió

(4) Atqoc ita clivisii eos Dominas ex illo loco io universas ter
(1) Parcxitmt (A. U. F. S.) na, et cessaverum aediucare Ciuialtra.
(i) de Pablo (5.) (ai asistiese {A. Al. F.)
(5) la tierra; y ellos tañidos (F. S.) (6) madre, (S.)

VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 27
0056*5, siendo así que unos y otros seguían un tan convencido á tan severas palabras) despejasen de
viiiepordiierent.es veredas. Valga por todos los ejem- vergüenza obstinada su presunción, para ceder en la
plosls contienda de san Pablo con san Pedro, por ser circuncisión , aquellos que no daban lugar libre á la
mamá su vida , y de las mayores. Escríbela san Pa- verdad y al deseo (7) del príncipe de los apóstoles. Silo
ifeea el cap. 2 de la epíst. ad Galotas; no se refiere reprehendiera en ellos, se irritarían y (8) acabaran
talos Actas apóstol icos. (I) Dice: « Después de catorce de perderse; mas como lo reprehendió en san Pedro,
jms(2) volví á Jerusalen otra vez, trayendo por com que por el estado de la Iglesia recien nacida lo permi
pañeros á Bernabé y á Tito (3). Subí á Jerusalen esta tía , y le vieron convencido y mudo, hallando con qué
«sunda vez, por haberme sido ordenado en revela autorizar su rendimiento, fácilmente se dejaron enca
ción, y conferí con ellos el Evangelio que predico á las minar. Estaban tan concoides los espíritus de los dos
¡sotes. »* Dice esto porque le predicaba sin nombrar en apóstoles, que me persuado que la revelación que or
ella circuncisión ni otra alguna cargare la ley; no denó á Pablo que viniesen buscar á Pedro, la liabia te
porque viniese ¿ conferirle con los apóstoles, para ver nido Pedro de que venía Pablo, y á qué. Estilo (9) de
«i diferia i el que ellos predicaban; que estodespuesde Dios, que le vimos cuando reveló primero á Pablo
catorce años y más de predicación en todo el mundo, que venia Ananías á darle vista, y luego reveló á Ana-
hubiera sido inadvertencia y dañoso. Ninguna destas nías dónde estaba Pablo, y que fuese á dársela. Había
tosas pudo caber en san Pablo. Lleguemos al suceso : san Pedro, cuando los escribas y fariseos le pregunta
ti) «Cotilo Pedro viniese á Antioquía, le contradije en ron si se podia repudiar la propia mujer (cosa que Moi-
>¡i cara;» y añade: (5) « porque era reprehensible.» (6) sen ordenó), oido áCristo que al principio no fué asi;
"O ti xatssfrtMuitM1 v vuelve la interlineal de Bene empero queMoiscn lo permitió por la dureza de sus co
dicto Arias Montano, guia notandus erat, por ser digno razones ; palabras en que no condenó la permisión y to
Je oota. Advierto que la misma palabra griega se pue lerancia de Moisen, sino la obstinación y entrañas de los
de entender «porque liabia sido reprehendido ó nota judíos: y vióse con ellos en el mismo trance de que
do». Asi lo siente el muy docto y erudito padre Gutier Cristo absolvió 4 Moisen , y no á ellos.
re de Trejo, placenlino, de la orden seráfica, en su libro Había visto comer á Cristo con el publicano, y oido
ayo título es: Paradisus deliliarum Pauli aposto- lo que respondió á los que se lo murmuraban. Luego
ü(a); yes muy á propósito del intento de san Pablo. que Pedro fué i Jerusalen, como se lee en el cap. 11,
Favorece este sentido la versión sira : Quum autem ve- le argüían los que eran de la circuncisión, diciendo:
■■■ ■•■:? Kipho A ntiochiam , in faciem ipsius illum coar- «•¿Forqué te mezclaste con los hombres que no están
fñ, quoniam offendebanlur in eo; «Como viniese Ki- circuncidados, y comes con ellos?» Respondióles Pe
ptto, (quiere decir Kephas) á Antioquía, en su misma dro (10) refiriéndoles la visión que vio en Jope, del lien
cara le argüí , porque muchos se ofendian ó escandali- zo de cuatro cabos, que cayendo desde el cielo llegaba
tabmntt.» Ceñudo semblante tienen estas palabras hasta donde estaba; que en él venían todas las bestias
entre el príncipe del apostolado y el apóstol por exce y fieras y reptiles y aves de la tierra , y que oyó una voz
lencia ; y arin crece el rigor en loque le dijo: «Empero que le dijo: «Pedro, levántate, mata y come (H).» Res
como viese que no caminaban rectamente á la verdad pondió : «Señor, no comeré de ninguna manera, por
del Evangelio, dije ú Kephas delante de todos : Si tú, que en mi boca no ha de entrar cosa común é inmun
siendo judio, vives como gentil y no como judío, ¿por da.» Respondió segunda vez la voz del cielo: «¿No co
. - té fuerzas á las gentes á que judaicen? Nosotros, por merás tú lo que Dios purificó?» Esto se repitió tres
oataralrza judíos y no pecadores de las gentes, sabemos veces, y la aparición se volvió al cielo. Esto pudo res
que el hombre no se justifica por las obras y ceremo ponder Pedro á Pablo, (12) como lo respondió á estos
nias de la ley vieja, sino por la fe de Jesucristo.» por la misma ocasión ; y en cuanto al tolerar la circun
Resta saber la ocasión por qué Dios con revelación cisión, el lugar referido del divorcio. Mas porque con
mandó á san Pablo venir á decir tales palabras á san Pe venia para disponer á la dotrinadel Evangelio que se
dro. El mismo Apóstol lo declara diciendo: «Porque mostrase convencido de la reprehensión de Sun Pablo,
antes que algunos viniesen de Jerusalen (donde estaba enmudeció.
Jacob©, llamado hermano del Señor), comía Pedro con A esta que llaman en san Pedro disimulación, pala
los gentiles; luego que vinieron, se retiraba y escondía, bra que tiene confines achacosos, yo la llamo pruden
temiendo á los que eran de la circuncisión; y los demás cia divinamente política, y tan altamente divina, que
judíos consentían en la disimulación con él, de tal ma llamándola simulación san Jerónimo, dice: (13) «Si
nera , que basta Bernabé era llevado por ellos á la mis mulación útil , y que debe imitarse á su tiempo.» En
ma disimulación.» Probaré que san Pedro fué repre señónos esto el ejemplo de Jehú, rey de Israel , que co
hensible, no por culpa suya, sino para corregir la de mo no pudiese dar muerte á los sacerdotes del Baal sino
otros ; y que fué arte de san Pablo reprehenderle en su fingiéndose querer adorar el ídolo, dijo: «Acab sirvió
cara delante de todos, para que ( á costa de tan santa á Baal en pocos, yo le serviré en muchos; para lo cual
mortificación d« san Pedro en responder con silencio, llamadme luego todos los sacerdotes y ministros de

(11 de los apóstoles. (S.)


«II Dice pus : «Que !.S'.j - Dice que ( Los tiernas ejemplares.) (8) acabarían {Id.)
Jl volviO I A. U. F. S.) (9) es de Dios, [ld.\
Si y allade : ■ SnbliS.) (10) la visión (A. U. F.)
t Com Pelrns venísset Antiochiam . in facial) cjus restíti. (11) y que el respondió: {$.)
iSi Q«¡j reprebensibilis esset. (14) como le respondió (K F S.)
¡6i Oli catéamenos in (A. U. F. S.) (13; in defensione Pelri: litlloia simnlationeo , ct asíUmcadam
;«. InarcM eo Álcali de Henares, aúo 1538. lo lempore.
23 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Baal.» Vinieron todos, y entrando en el templo, á cada ¿Cuál acción más de pastor, que por guardar sus roba-
uno pusieron una estola. Jelui habia prevenido afuera ños, querer que le muerdan á él y no á sus ovejas: (7; lo
ochenta varones, á quieadió esta orden: «Por cualquier que le sucedió á san Pedro en esta ocasión, pues s,m
hombre destos que escapare vivo de vuestras manos, Pablo hincó en él los dientes de la reprehensión, y no en
moriréis (1) vosotros.» (En el iv de los Reyes, cap. 10.) los judíos ni en las gentes? No se muestra mas favora
David desfiguró su cara delante de Achis, por no ser ble á san Pedro el reverendo padre Cornelio a. Lapide
conocido, con visajes y acciones y desaliño tan grande, sobre este suceso, que el doctor Sutil, antes expresando
que dijo el Rey : «Pues vistes este huiabre loco, ¿para su parecer, dice : (8) « Digo lo primero, queeneste caso
qué me lotrajistes? ¿Fáltannos furiosos? ¿Trujístesle de Pedro hubo algún pecado; no error en la fe como al
acaso para que hiciese desatinos en mi presencia?» gunos afirmaron temerariamente, sino en el hecho, de
Y (2) añade á esto el engaño con que Joseplituí lo á sus poca advertencia ; conviene saber, de simulación y pro
hermanos, acusándolos de ladrones ; y que se loe en san fesión del judaismo, el cual daba escándalo ú las gentes
Lúeas, (3) cap. 24, v. 28, que Cristo finxit se longiús para que judaizaran con él.» Estas circunstancias que
iré. refiere por gravamen deste pecado, según lo que dijo
I'ondera el grande santo, doctor y padre, que ¿có Cristo del que escandalizaba uno de los mas pequeños-,
mo siendo precepto entre los mas humildes herma no dan lugar á lo que el mismo doctísimo padre dice
nos: (4) «Reprehéndele entre ti y él solos,» si no fuera segundariamente, cuyas son estas palabras: (9) «Digo
con voluntad y consentimiento de Pedro, tan áspera lo segundo, que este pecado de Pedro fué leve y venial
mente en la cara y delante de todos le había de repre ó material solamente; conviene saber, por inconside
hender Pablo? Pone un ejemplo de los letrados que vio ración ó (10) defecto de luz y de prudencia.»
en Roma siendo mancebo , que en las causas que unos Tanto me disuenan en la cabeza del apostolado, en
defendían contra otros se mostraban tan rigurosamente cogida por Cristo entre los demás y después de la venida
contrarios en las palabras, que parecía reñir y mo abo del Espíritu Santo, las palabras inconsideración, (< I)
gar; y todo esto sufrían unos á otros por asegurar á las defecto de luz y de prudencia, como pecadaen su san
partes que no prevaricaban. ¿Qué pues, colige, debie tidad. Puede ser que yo, como hombre desvariado de
ron hacer las dos columnas del apostolado en el pleito pasos, tropiece andando á lapide ad lapidem, de una
en que discordes litigaban gentiles y judíos, sino que piedra á otra, pues lo son el comentador citado y el
con su disimulada contienda se pacificasen los creyen apóstol Pedro.
tes, y con su santa disensión la fe de la Iglesia se con En su primera aserción el doctísimo padre Cornelio
cordase? da al pecado de san Pedro tales gravámenes, que (12) la
Escoto (a) en el ív de las Sentenc. distinc. (5) 3, segunda al parecer le halla con mas aparato del que re
qüest. 4, afirma fué reprehensible san Pedro por cuatro quiere pecado leve y venial ó material ; si ya no es que
razones:la primera, porque no se acomodaba a la regla en el segundo parecer mitiga el primero. Empero tengo
Dum fueris Romae romano titilo more. por difícil dar por pecado aquella simulación, y llamarla
profesión del judaismo, y que san Pedro daba escánda
Este verso no es digno de ser regla á los apóstoles, lo á las gentes para que judaizaran con él, y achicar la
por ser aforismo popular y lego. Los santos no han de culpa á leve y venial. Unusquisqut abundet in sensu sito.
vivir con las costumbres de las ciudades, sino con las La ocasión para esta diferencia en el sentir ha sido la
decentes ala verdad que profesan; y este verso enca acción que exprime decir : Restili in faciem Petri,
mina al pueblo por el trato civil al llamamiento bien quia repreJiensibilis erat : Genlililer vivís : Genles co~
quisto con los extranjeros, y es político seglar. (C) Lo gis judaizare: simulationi ejus consenserunt eaeteri
segundo, porque daba ocasión á las gentes ; siendo así Jwlaei; y la mas grave : Sed cum vidissem quod non
que el Apóstol con la comunicación y tolerancia las dis recle ambularent ad veritatem Evangelii. Y como en
ponía como médico á la salud. Lo tercero, porque tenia ellas se oigan cargos tan criminosos, parece que si no
una cosa en el corazón y otra en las obras. Esto no era hay culpa en Pedro, es forzoso la haya en Pablo.
reprehensible por culpa, pues lo que obraba diferente San Jerónimo, reverente á entrambos, apatía la cul-
de lo que tenia en el corazón, era medio para que todos jia del uno y del otro por las razones que be referido;
obrasen loque en el corazón tenia. Lo cuarto, porque y siguiéndole, desbaté el nublado y tempestad des-
no usaba de la autoridad de pastor, siendo subditos su tas cláusulas. Sea la primera : «Empero cerno viese
yos los discípulos que había enviado Jacobo; por lo cual que no caminaban rectos á la verdad del Evangelio.»
el temor de Pedro no es el que excusa, por no caer en Esta voz caminar rectos exprime la palabra griega (1 3)
constante varón, antes era escándalo á los fariseos; No ¿pGo7;oSoüijt, que responde al hebreo (14)"l\ü,í andar
temia Pedro el escándalo activo por su parte, sino el pa
sivo que ellos podían lomarse, no sabiendo que aquel (7) como el que le sucedió (S.)
recato era negociación para su intento, y no miedo. 18) Dico ergo primó: ln hoc Petri tacto fuitaliquod percatum,
non erroris in Ude, ut quídam temeré asseruexunl, sed in tacto,
(1) vosotros. V en el i de los reyes David desfiguró ( Todos ¡ncautacvidelicet simulationis, et iirofessioncsJÚdaismi, quodque
los impresos : es manifiesto yerro de imprenta.) scandalum darct gentibus, ut secura judaizaren!.
(!) añade á esto con el encaño que \A. H. F.) — añádese a esto (9) Dico secundó : Hoc tamen peccatum Petri leve fuít, et re
el engaño con que (¿i.) ñíale, aut materiale tantiim, ex iucousideralioue uúnirtun, vel
(3) cap. 8 que Cristo (Los ejemplares todos.) deíectn luminis, et prudentia*.
14) Corripe eum ínter te et ipsura solum. (10) de afecto 1/1. Jf.)
(a Líber quartus doctoris subtilis frairis Johannis Duns Scoti: (11) de afecto (A.)
ordinis Minorum super sentenlias. — París, 1513; folio 21. (i!) en la segunda (S.)
(5) 5 (Todos los impresos.) (13) Orlhopodusi, \A. U. F. S.)
(6) La segunda... La tercera... La cuarta (S.) (14) Itseher, Jasscnar, {A. F.)—lssehtr, lasschtr, (M.)—lstcker,
VIDA DE SAN PARLO APÓSTOL. 29
con el pié derecho de tal manera, que ni se aparte del el templo; y sin necesitar la purísima Virgen de puri
auno y otro lado. ficación, que cumpliese con las ceremonias legales. El
Todos sienten que esto no lo dijo Pablo por san Pe demonio, qne expiaba si era el Mesías prometido, ame
dro;? convéncese de que en esta cláusula habla en drentado con las repelidas predicciones de los profetas,
|iloralconla«gentes y losjudíos, que eran impedimento cauteloso en el desierto, le dijo que hiciese (o) las pie
.i /a libertad del Evangelio, que san Pedro disponía con dras pan. No le dice qne puede como Dios hacerlo, sino
(Francia por no perder lo que en ellos tenia adquirido que «no en solo pan vive el hombre». Llévale al piná
H'ira la Iglesia. En las demás palabras de áspera re- culo , y propónele que si es hijo de Dios, ((i) qne se ar
I prehensión razona en singular y nombra á Pedro, con roje del. No le dice que es el Hijo de Dios, sino qne «á
quien habla ; en que manifiestamente se ve le deja libre Dios no se ha de tentar», lo que él hacia. Pónele en la
de aquellas que le dieron la ocasión á estotra-. Luego cumbre del monte, enséñale todos los reinos del mun
legítimamente se colige que porque vio que judíos y do, dice se lo dará lodo si cayendo le adora. No le res
«entiles, que ya tenian nombre de discípulos, no ca ponde que él es Dios y que soloá él se ha de adorar, si
minaban derechamente á la verdad del Evangelio, (I) no que « se ha de adorar solo á Dios ».
«reprehendí á Pedio en la cara; » y de aquella culpa, Nadie encarece tanto el extremo providentísimo de
quefué por lo que él dice le reprehendió y de que era re Cristo en disimular «I ser Dios, como san Pablo á los
prehensible, le excluye. Ya he dicho que san Pedro era Philipp., 2:Hocenim senliteinvobis,quoilelin atristo
reprehensible, ño para corregir su pecado, sino para Jesu : qui cum in forma Dei essel, non rapinam arbi-
que con su reprehensión (por ser el medio más seguro) Iratus est esse se aequalem Deo. Sed sernetipsum e.vina-
se enmendase el ajeno y encaminase á los que no iban nivit formam servi accipiens, in similitudinem homi-
recios á la verdad del Evangelio. No es la vez primera num. a Por lo cual sentid esto en vosotros, lo cual sen
que á Pedro se le lian dicho palabras de sumo rigor en tís que Cristo sintió;» (así lo declara san Anselmo;
Ij cara, yendo encaminarlas á otro. Estaba Cristo dicien- empero porque sentir aquí no significa entender, síni
ilo había de ser preso y afrentado y puesto en la cruz, y afecto, se interpreta mas vivamente fué sentido. La pa
enternecido Pedro, le dijo : (2) «Señor, esto se aparte labra griega (7) tppovsíaOto significa activa de sentir, y
de tí;» y dícele Cristo : (3) « Vete lejos de mí, Satanás, mejor en pasiva, significando el afecto, como si dije
porque me escandalizas.» Ninguno ha dicho que pecó se : Aquel sentimiento, aquel afecto de humildad, de paz
Pedro enterneciéndose de oir había su maestro y señor y misericordia esté y se sienta en vosotros, que halla
de morir afrentosamente y padecer tan viles ultrajes; y mos hubo en Cristo) — «el cual, como fuese en forma
lodos dicen que no era á él á quien llamó Satanás y de Dios,» (que es ser Dios por naturaleza : (8) ¡j.o¡3-¿í¡
echaba lejos de sí porque le era escándalo, sino al mis aquí y en otros muchos logares significa la forma qne
mo Satanás, que, sospechoso, valiéndose del amor de da el será cualquier cosa); — «no tuvo por rapiña ser
• Pedro, empeió aquí á disuadir la muerte de Crísto.qne igual á Dios;» (como si dijese que no tomaba nada
conjeturaba remedio del mundo : lo que después pro ajeno en decir y sentirqnecra igual á Dios: loque dijo
siguió, usando de la advertencia en la mujer de Pilato. por san Juan, 17 : Ego, et Pater unum sumus; « Yo y
IVo estrenan por el delito ajeno los oidos de Pedro las mi padre somos una misma cosa.») — « Empero se eva
palabras enojadas y desabridas de Pablo; mucho mas cuó,» (y disminuyó á poco) — «recibiendo la forma de
risurosas fueron las de Cristo, donde también se acusa siervo,» (como si dijera la naturaleza de los esclavos,
el escándalo, que se adelantaron á disponerle á estas. que es la hnmana) — «hecho en la similitud de hom
Heñir á ono para enseñanza de otro , ya vemos es me bre.» (No similitud accidental, aparente ó fantástica,
lado sacrosanto, con que se califica nuestro proverbio como osaron decir los impíos maníqueos; sino substan
t>pañol : o A ti te lo digo, óyelo tú.» cial, con que todos los hombres son semejantes en es
Pasemos á la palabra disimular : dejo que en el go pecie.) .
bernó humano es alma de la prudencia política, sin la ¿Cuál extremo de disimulación se iguala á eva
mal no se puede gobernar. Job alega la disimulación por cuarse casi anonadándose , digámolo así , el qne es
mérito cuando dice : (i) «¿Acaso yo no disimulé? ¿No señor do todo y á quien todo reconoce por señor?
quieté mi espíritu?» ¿Cuál mayor disimulación que ¿Vestirse de esclavo el monarca de todos los cielos, y
aquella soberana con que ef Padre eterno envió á sn con la flaca naturaleza humana cubrir la eterna natu
fiemo y unigénito Hijo, no solo hecho hombre, siendo raleza de Dios?
bios, sino aun disimulándole el ser hombre; dándole Explicando este lugar el reverendísimo, (0) muy
para que le sea cuna nn pesebre, y por compañía las bes- docto y muy erudito padre Juan Antonio Velazquez, le
li», y por mantillas las pajas, y por abrigo la nieve de declara con preciosa y tan rara como nueva agudeza,
'k'iembre.en nn portal donde caia como en el campo? en la explicación de la voz griega (10) apr^-¡iil'i7 qne
Toda su vida disimuló con las propasiones de hombre lo la Vulgata vuelve rapiña. Débame el lector encami
'toe con los milagros descubría de Dios. Venía á dar la narle á esta luz (a).
^yque descansase de la circuncisión al mundo, y per Y porque la contienda tan grande sobre este suce
mitió sercircuncidado, y qne su madre le presentase en so entre san Agustín y san Jerónimo, á quien con san
lunker,ts.)- (U palabra tachar, «reclnm ¡re», so encuentra (Si de las piedras {S 1
'»^PwtRpontau>s, xin, 4; y en Jeremías, xxvr, 14 ; xxxi. y- (6) se arroje de él. {Id.)
>un,1S.) ' (7) Phroaeiito 1.4. Jl. F. S.)
'li KHOti in faciera Petri. (8) Uorphe i.\. M. S. F.)
fí Absii 1 1», Domine. (9) el mu; docto (S.)
Si Vjde retro post me, Satbana, ciuin scandalom csmilit. (10) ArpacmoniA. M. F. S.)
«I Reiiae disjimalavi? Nonne quie»« (a) Véase la página 491 de la edición de Valladoliil de 16%.
30 OBRAS DE DON FRANCISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS,
Crisóstomo y otros sigo, descendió hasta la cuestión dencia; la que dicen flaqueza, virtud; como lo que
de (t) mendacio, referiré las palabras del reverendísi nombran mentira, piedad. El mismo oficio había he
mo y doctísimo padre Cornelio a Lapide en este mismo cho Pablo circuncidando á Timoteo, aunque con otras
punto. «Advierte (dice) que hay mentira en las obras circunstancias (como diré en su lugar), por las cuales
como en las palabras, como si un cristiano trajese un no necesitó de reprehensión como Pedro, estando en
sombrero amarillo mentiría que era judío.» Mas dé tre las gentes; y Pedro, por estar entre los judíos, nece
bese advertir con Cayetano (a), que «mas fácilmente sitó deque Pablo le reprehendiese ásperamente, para
se excusan de mentirosas las obras que las palabras; que en su autoridad suma, convencida y mortificada,
y es la razón , que Ins palabras son propia y expresa se venciesen sin ofensa propia los judíos y las gentes.
mente las señales del concepto, y para exprimirle se Esto no fué mostrarse Pablo en presencia de Pedro ca
instituyeron; no así las acciones, que se interpretan beza, sino boca, que dijo lo que su cabeza quería. No
mas latamente. Y débese advertir, según esta doctri le perdió el respeto; dispuso le tuviesen el que le per
na, que cuando en el hecho hay justa causa de ocultar dían : en dejarse tratar como menor mostró su mayo
la verdad y disimular, no se incurre en hipocresía ni ría san Pedro. San Gregorio (5), lib. u, hotnil. vi, §. 9,
(2) mentira ; etrpero en este suceso y disimulación Pe sobre Ezequiel : «Calló Pedro, porque quien era el
dro en parte tuvo justa causa, como fué el temor de primero eu el apostolado lo fuese en la humildad.»
no ofender á los judíosTDigo que en parte obró justa Y san Agustín, epist. 19, ad Ilieronymum (6) : «Mas
mente san Pedro, porque no de toda parte ni total raro y santo ejemplo dio Pedro á I03 venideros con qua
mente era justa. Debia Pedro A* tal manera cuidar de no se dedignasen de ser corregidos de los postreros,
los judíos, que no despreciase ni ofendiese á los gen que Pablo dándole ; con que confiados los menores,
tiles ; era igualmente pastor y gobernador de las gen se atrevan por defensa de la verdad, salva la caridad,
tes y de los judíos». •» á oponerse á los mayores.» Siendo así que, salva la ca
Yo, perseverando en la opinión de san Jerónimo, ridad, pueden por la verdad los inferiores corregir i
pretendo que la disimulación de san Pedro no sea los superiores con humildad : así lo sienten san Agus
mentira, sino medicina; pues disimular con el orgullo tín, Cipriano, Gregorio, santo Tomás y otros.
ajeno para enmendarle, remedio es. Y advierto que hay Desde Siria y Cilicia Pablo y Sila entraron en Der-
cusa que en este género se llama mentira; y se afir ben yLystra, donde estaba un discípulo llamado Ti
ma (3) es la mentira piedad. No es opinión mia : da moteo, hijo de una mujer judía, ya por la conversión
ré el autor. San Pedro Crisólogo, serm. 62, dice estas cristiana, y de padre gentil. Hablaban con aprobación
palabras, que salieron sobredoradas de su boca : (4) de las costumbres de Timoteo los fieles que residían en
• El varón piadoso que cria un niño, si primero todo Lystra y en Icón. Quiso Pablo que este le acompañase;
no se hace criatura, nunca encaminará al niño á per y llegándole á sí, le circuncidó, (6) porque los judíos
fecto varón. Finalmente, para conseguir este (iuadel- que estaban en aquellas regiones sabían todos que su •
gaza la voz, gorjea y no habla; hace señas, descarta padre era de la gentilidad.
los sentidos, enflaquece el aliento, no usa de las fuer Admira san Juan Crisóstomo y los demás intérpre
zas, disuelve los miembros, entorpece el paso, hace tes, y no menos san Jerónimo, la repugnancia aparente
que arrastra y no anda; con disimulación hace como en la doctrina y obra de san Pablo, y juntamente la
que ríe, finge que teme, miente que llora : porque en admirable economía y dispensación; pues quien Un ani
él es piedad la mentira, la simplicidad prudencia, la mosamente habia litigado con hierarca (c) tan supremo
flaqueza virtud. Esto juzgo que hizo el bienaventura como san Pedro, por la inmunidad de la ley y por dar
do Pablo cuando dice : Soy hecho niño en medio de fin á la circuncisión (que no consintió que padeciese
vosotros, como la madre que da el pecho á sus hijos.» Tito), ahora circuncida á Timoteo. Era san P iblo mi
Esto propio que dice san Pedro Crisólogo que le pa nistro de tanta prudencia como resolución. Acomodá
reció que hacia Pablo, haciéndose niño con los niños base á la diferencia de tiempos, lugares y personas,
en la doctrina del Evangelio, digo yo quo hacia Pedro para por todos caminos establecer la ley evangélica y
con las gentes y los judíos y los que vinieron de Je- excluir el judaismo: ya no circuncidando á Tito, por
rusalen enviados por Jacobo. Fingía, disimulaba; sus que los judíos no presumiesen que su respeto ó temor
acciones, no entendidas, tenían semblante de mentira; le impedía la libertad apostólica; ya reprehendiendo á
mas en él era la que parecía mentira, piedad, pues los san Pedro el contemporizar con ellos; ya circuncidan
criaba tiernos en la verdadera doctrina, para hacerlos do á Timoteo, donde no podían atribuirlo á temor,
en ella robustos y perfectos, como el que cria el niño: para con aquella circuncisión poner (7) fin bienquis
y así, lo que llaraau en Pedro inconsideración fué pru- to á la misma circuncisión, por ser Timoteo suma
mente amado de los judíos; y porque (como dice san
(1. Mcmlario M. M. F S.) Agustín) la sinagoga habia de ser enterrada con hon
(a) Tomás de Vio, el famoso cardenal de San Xistó. ra ; y por ganar los judíos para Cristo, hecho todo para
(2) meosara ; [A. M.) todos, judío con los judíos : lo que dijo de sí á los Co
(3) y es la mentira piedad. No es opinión mia : diré el autor. ÍS.)
U1 Nutrilor pritis uisi totas fnerit redactas ín parralam , nuii- rintios. Hay ocasión (dice san Gregorio en los Morales)
quam parvulnm perfectum perducit in virum : denlque tune vo
cera tenuat, verba ponit, agit nuiibus, sensus seponit, iilrmat (8) homll. i8, Hbretzequiei {Toíoí toi ¡mprttoi.) — . . . diré !
viscera, abjicit vires, membra dissólvit, gressum tarda!, gesiit «Callo (S.i
non arobolare, sed repere: ridercsimulat, tiraere Ongit, flere raen- (i; Es la «mi en la edición de los benedictinos de San Mauro
titur, quia est in ¡lio mendacium pietas, desipnisse prndentia est, (6) por los judíos M. If.i
est inürmitas «irtus. Hoc reor beatum Panlum fecisse , cara dicil : lo Gerarea decíase antiguamente el superior en orden de las
Factus sum párvulos in medio vestri, tanquaoi si nntrix foveat I- cosas eclesiásticas.
liot moa. 0¡ bienquisto (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 31
«aquel» virtud, teniéndola con indiscreción se pier teniéndola tan cerca y tan clara los autores citados, bus
de, 5 dejándola con discreción se liene mejor. Muchos caban otra. Con justa causa es preferido en el socorro
bao vucido huyendo, y muchos han sido vencidos si- de Dios quien necesitando del le busca y le pide, al que
gniendolá Vitoria. San Pablo de una y otra manera necesitando del ni le aguarda ni le busca. Embarcá
skiencer. Nunca los judíos ni las gentes le hallaron ronse luego; y navegando camino derecho desde Troa
apercibido; era tan valiente, que dándole siempre de, arribaron á Samolracia, y el día siguiente á Ñapóles
relato, nunca le dieron susto : consigo defendía á los de Levante, y desde allí á Filipos (llamada antes Datos),
sajas del judaismo y gentilidad, y con los judíos y gen- colonia de los romanos y principal ciudad en el princi
liles se defendía dellos propios. Igualmente importó pio de la Macedonia. Detuviéronse en ella algunos dias,
goe san Pablo disimulase, como estorbar que disimu- confiriendo entre sí lo que mas conviniese al servicio
¡»se san Pedro. Ministro que no se acomoda á la diver de Dios ; y me parece que literalmente lo que conferian
sidad de tiempos, personas, lugares y ocasiones, siem era, cómo y cuándo les darían el socorro que la visión
pre por su cjilpa está quejoso de los sucesos; acierta les había pedido, y dónde, por no haber en Macedonia
acaso, y yerra adrede. En todas las ciudades por donde sinagoga: y coligese de que el sábado salieron fuera de
pasaban iban exhortando á todos á la obediencia y de la puerta junto al río, sitio donde se juntaban á orar en
cretos de los apóstoles y ancianos, que estaban en Jeru- alguna casa. Allí hablaron con algunas piadosas muje
slen : con esto las iglesias se aumentaban en la fe y en res que la devoción había traído, entre las cuales una
el número cada dia. que se llamaba Lidia (que trataba en púrpura en la ciu
Y habiendo (i) pasado á las regiones de Frigia y de dad de Thiatira, sierva de Dios) los oyó con mas aten
Hilaria, el Espíritu Santo les prohibió predicar ni nna ción, por lo cual el Señor dispuso su corazón para que
palabreen Asia. Beda dice que negó esta doctrina el Es le encendiesen las palabras de Pablo. Bautizóla con to-
píritu Santo al Asia porque no habían de recibirla y la dh su casa. Ella le rogó que con sus compañeros , si la
despreciarían, y quiso enviarla donde siendo admitida juzgaba verdaderamente (¡el, fuese su huésped; y le
bieiese fruto, ó por reservar aquella parte ú san Juan obligó lo acetase. Sucedió que yendo al ejercicio espi
evangelista, como la Bitinia á san Lúeas ; empero Prós ritual los saliese al camino una mozuela, poseída de un
pero dice que la gracia no le fué negada, sino diferida mal espíritu de los que llaman píthones, con cuyos pro
por cansa que no sabemos. Esta opinión es verdad en lo nósticos falsos ganaban mucho dinero sus amos. Esta,
que dice y en lo que conjetura. Es cuidado de la Provi siguiendo á Pablo y á sus discípulos, gritaba diciendo :
dencia divina el repartir la lluvia para que se fecunden «Estos hombres son siervos del altísimo Dios, y os anun
U mieses y no padezcan sed los surcos ni la yerba, y de cian el camino de la salud.» Continuó esto muchos dias.
enjugar el aire y secar las nubes cuando conviene; y Pablo, indignado deslo, volvióse contra el demonio que
¿no cuidará del riego del Evangelio, con que se ferti- hablaba en ella, y con imperio apostólico le dijo: «Yo
\uas\is almas? Que no le había de negar á ningún án te manilo, en el nombre de Jesús, que luego deshabites
gulo del mondo , por David lo dijo Dios : (2) a Llegará ese cuerpo que tiranizas. » Obedeció dejándola. Lo que
el grito de los predicadores del Evangelio á todas las el demonio decía por la boca desta muchacha era ver
provincias de la tierra, y á los fines del orbe sus pala dad, y alabanza y recomendación de Pablo y sus com
bras.]) El diferir esta noticia de la salud, hasta nuestros pañeros y de su doctrina ; y Pablo se enoja y le destier
tiempos duró , pues Colon con su descubrimiento la ra. Asi se han de tratar alabanzas endemoniadas: han
abrió paso á toda la América. de hallar castigo y no agradecimiento. Quiso, llamándo
Todo lo criado es heredad del Espíritu Santo ; en su los hombres de Dios y su predicación saludable, com
mano está el riego, él solo sabe cuál paite necesita del, prar á precio de lisonjas los oídos de Pablo para que le
bus ó menos. En muchas partes es provechosa el agua consintiese por favorable. El Apóstol desprecia la cari
que falta, y en otras de daño la que sobra. Presto reco cia y castiga el intento. Ningún traje viste tan ajustado
noceremos, sin conjeturas, la atención del Agricultor á sus escamas la sierpe antigua como el cuerpo de una
•oberano : pues luego que Pablo y Sila llegaron á Ali mujer, cuyo sexo y edad son esfuerzo mudo á la per
cia procuraron pasar á Bitinía, y no se lo permitió el suasión.
Espirito, de Jesús. Prohíbeles todos los caminos que Viendo los amos desta mujer que con el demonio
ellos quieren hacer, y es señal que quiere hagan otro que la había dejado, les faltaba la ganancia que saca
de mis necesidad. Pasaron de Misia , y descendieron á ban de sus divinaciones, aprisionando á Pablo y Sila,
Troade; y fuéle enseñado á Pablo de noche en visión un los llevaron con saña y alboroto á la plaza y tribunal,
varón de Hacedonia, que estando en pié le rogaba y de y por reos los presentaron á los príncipes ; y acusándo
cía : Pasa á Macedonia y ayúdanos. «Luego que vimos los delante de los magistrados, dijeron: «Estos hom
la visión (dice san Lúeas, que siempre acompañó á (3) bres amotinan la ciudad , siendo judíos.» Mala linca de
san Pablo), nos partimos para Macedonia, ciertos que hacienda es la situada en el diablo. No son estos los
bios nos llamaba para evangelizar aquella gente.» Esta postreros logreros del infierno : séquito tiene el hacer
esla causa que ignoró Próspero. mercancía de sus embustes; y es proverbio destos mo
Prohibiólos ir á predicar á la Asia y á Bitinía porque hatreros: «á mas (4) demonio mas ganancia.» Enfer
daba priesa la necesidad de Macedonia; y el Apóstol y mos que acusan á quien los cura, enfermedad son, no
Locas y Sila reconocieron era esta la causa. No sé cómo enfermos.
Concurrió en tumulto la plebe , á quien cualquier
il pajado las regiones (A. U. F. S.) grito (5) encoleriza y emborrasca ; y enfurecidos con
■i- in omsem ternm eiivit tonas eorum : el in fines orbls ter
ne verba corara. (4) demonios (S.)
,íj P»blo) CS.) (5) encolo riza , emborrasca ; (4. 4f. F.)
32 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
su ímpetu tos jueces , arremetiendo á Pablo y á Sila, nistro que no diere á Dios lo que le toca, no dará á Cé
les rasgaron las vestiduras haciendo el olioio de los sar lo que es de César.
verdugos, y mandaron que fuesen azotados; y habién Oída por los magistrados la respuesta de san Pablo,
dolos herido con crueles azotes, los aprisionaron, man temieron, oyendo eran ciudadanos romanos. Vinieron,
dando al carcelero los guardase en prisiones con des y suplicáronles con muchos ruegos quisiesen salir da
velo. Empero Pablo y Sila, haciendo del calabozo ora aquella ciudad. Con estose partieron; empero visita
torio, á la media noche descansaban alabando á Dios ron primero á Lidia agradecidos, y confirmáronla en
con tal afecto , que los oian los guardas. De repente la fe y á los otros hermanos en el Evangelio ; y empe
el ciclo respondió á sus oraciones con terremoto tan zaron su camino.
grande, que sacudió las murallas de la cárcel y movió Bien se conoce cuan urgentes eran las causas por
sus cimientos de tal manera , que desencajadas se qué prohibió el Espíritu Santo dos veces los intentos
abrieron todas las puertas y se desataron las cadenas de san Pablo, pues le trajo á Macedonia donde bautiza
y grillos de todos. Despertó al carcelero con espanto dos familias, arraigó la fe , padeció por Cristo , y preso
el ruido , y viendo de par en par la prisión, desnudan mandó á los magistrados y los obligó á venir á la cár
do (i) su espada quiso con ella darse muerte', cre cel, y á que le rogasen que saliese della, y dio la vida
yendo se le hablan ido los prisioneros. Socorrióle P.i- del cuerpo y del alma al carcelero.
blo, diciendo con grandes gritos: «No te desesperes ; San Pablo descansaba de un camino con otro, y de
que todos estamos en tu poder.» El encendió luz; y unos trabajos con otros mayores.
entrando á reconocer las estancias y calabozos, admi Después de haber pasado por Anfípolis y Apolonia,
rado se arrojó ú los pies de Pablo y de Sila ; y sacán- llegaron áTesalónica, que antes se llamaba Halia. En
dolosde la mazmorra, pidió que le dijesen qué le con ella los judíos tenían sinagoga. Pablo (según él lo acos
venia hacer para salvarse. Respondiéronle que creyf- tumbraba), por ser los dias en que (3) ellos leian la ley
se en Jesucristo, y se salvaria él y toda su casa. y los profetas, tres sábados disputó con ellos de las es
Agradecido, en aquella misma hora los curó las llagas, crituras, (4) mostrándolos por ellas que convenia que
y con él fué bautizada toda (2) su casa. Llevólos á su el Mesías Cristo padeciese muerte y resucitase, y que
cuarto, púsoles la mesa para confortar su debilidad, este era Jesús el que predicaba. Creyéronle algunos
mostrando toda su familia suma alegría, viéndose en el dellos, y juntáronse á Pablo y Sila gran multitud de
reliaño del Evangelio. Luego que amaneció, los magis prosélitos y gentiles , y no pocas mujeres nobles. Los
trados le enviaron i mandar dejase ir libres aquellos judíos, aconsejados de su envidia, escogieron de la
hombres. Dijole á Pablo que los jueces los mandaban plebe hombres (5) facinorosos y dispuestos á cualquiera
soltar ; que se fuesen en paz. Respondió Pablo á los maldad, y aunándolos en motín, arrebataron la ciudad
que trajeron la orden : «¿Encarcelaron sin culpa á los en tumulto ; y sitiando la casa de Jason, donde Pablo y
que somos ciudadanos de Roma, y con publicidad; y Sila eran huéspedes, procuraban entregarlos a) furor
ahora quieren echarnos ocultamente? No lia de ser asi : popular y á la discordia del vulgo. No los pudieron ha
vengan ellos y suéltennos.» llar, y trajeron á Jason y otros discípulos á los principes
Ministro que á costa de sus afrentas no defiende la de la ciudad, diciendo (6) que «Aquellos hombres que
honro y la autoridad de su príncipe, en cuanto le sir han entrado en la ciudad y ampara Jason, la alborotan ;
ve le ofende. San Pablo sufrió sus azotes y su prisión; y todos son enemigos de César, publicando hay otro rey,
y cuando mandan al carcelero que le suelte, se acuer que sedice Jesús.» Inquietáronse oyendoestolos magis
da de la ofensa que se hizo al Emperador en él, siendo trados y cuantos los oian; empero oido Jason y satis
ciudadano de Roma cuyo privilegio despreciaron; y fechos, los mandaron soltar. Los discípulos con todo
sin reparar en que el emperador era Nerón , y repa cuidado de noche enviaron á Pablo y Sila á la ciudad
rando en que Nerón era emperador, dice que no ha de de Beroea, y luego que llegaron se fueron á la sinagoga
salir de la cárcel si los magistrados no vienen á re de los judíos. Eran estos judíos mas nobles que ios te-
conocer la exención de ciudadano de Roma, sacándolo salonicenses. Oyeron á Pablo con gusto, y creyeron mu
ellos mismos. Ofreciósele ocasión de dar á César lo chos por su doctrina, y no pocas mujeres gentiles y ho •
que es de César, y á Dios lo que es de Dios. No se con nestus y algunos varones. Oyendo estos progresos los
tenta él con darlo, sino que hace que quien á César judíos viles de Tesalónica, vinieron á Beroea y levanta
niega lo que es suyo, se lo dé. Aunque sea tan detes ron contra Pablo lodo el pueblo ; mas los discípulos le
table el príncipe como Nerón , en nadie tiene tan de encaminaron, para rescatarle de su furia, hasta el mar,
fendida y segura su autoridad como en los santos. quedándose allí Sila y Timolao. Los que llevaban ¿
La honra del mundo sin santidad es solo vocablo, y Pablo le acompañaron hasta la ciudad de Atenas, á los
no puede haber santidad sin honra del que la tiene. cuales dio despacho para que luego Timoteo y Sila vi
No se afrenta san Pablo deque le apedreen y azoten niesen con toda diligencia á juntarse con él. En tanto
por Cristo ; antes se honra con sus afrentas , y siente que Pablo los aguardaba, viendo toda aquella ciudad
que en darle libertad pierdan el respeto á César, y lo entregada á la idolatría se afligió con piedad, encen
pleitea, y no admite la soltura si no le reconocen en dido su espíritu en celo de Dios. Todos los dias dispu
sus privilegios. Deben los hombres sufrir el principe taba con los judíos y prosélitos. Argüían con él unos fi
malo, pues Dios le permite. La dignidad tiene vasa lósofos epicúreos y estoicos; llamábanle palabrero, otros
llos, no las costumbres. Como Dios nos le da hemos
de quererle ; no que nos le dé como le queremos. Mi- (3) estos (S.)
(4) mostrándoles (Id.)
(1) la espida <S.) : (5) facinerosos \ld.)
(2) la casi. (Id.) (6) Aquellos \,ld.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 33
embajador de nuevos demonios, porque anunciaba á bien la verdad evangélica no se embaraza en la fantas
Jesusvla resurrección. Lleváronle al Areopago, cutién ma aparente de los poderosos, sabe advertirla con de
dole g« deseaban saber qué doctrina era la nueva que coro. Con diferente método y en diferente vaso se' da
jwüoia. En Atenas, así los forasteros como los nntu- una purga á un principo queá un jornalero, y no es
tafes, no atendían & otra cosa sino á saber algo do pequeña parte del acierto de la cura esta diferencia
mero. Discurriendo Pablo por sus templos, vio un altar respectiva. Presto lo veremos platicado por san Pablo :
dedicado con esta inscripción : yo lo acordaré en sus lugares.
Al. DIOS M> CONOCIDO. Estúvose énCorinto año y medio, cultivando con su
doctrina y ejemplo aquella heredad de Dios. Siendo-
Dijolesque adoraban lo que no conocian, y con una Galion procónsul de ACaya, rebelándose unánimes to
oración doctísima y elegante se lo dio á conocer por su dos los judíos contra Pablo, lo trajeron al tribunal,
grandeza y (1) misericordias, y acabó con decirles tenia diciendo que, contra la ley, persuadía á los hombres á
señalado (2) dia de juicio , para el cual babiande resuci reverenciar al Dios que predicaba. Y queriendo Pablo
to. En oyendo resurrección , unos hicieron burla del. empezará hablar, dijo Galion á los judíos: «Yo os oye
Gires bien atentos le dijeron deseaban oirlc otra vez esto ra si (i) litigárades por algun delito ó agravio; em
miírao. Con esto Pablo los dejó, habiendo convertido pero todo esto es cuestión de palabras y nombres: lo
aíranos , entre los cuales fué el grande padre Dionisio que conforme á vuestra ley podéis determinar, que yo
areopagila y una mujer llamada Damaris. no quiero ser juez desta causa.» Dicho eslo, los echó
Con este fruto copioso salió de Atenas y llegó á Corin- con desden y enfado del tribunal. Ellos, rabiosos, em
to; halló allí á un judio que se llamaba Aquílu, yá Pris- bistiendo todos con Sostenes, príncipe de la sinagoga,
citLa su mujer, que por el edicto del emperador Clau le maltrataban delante de la audiencia ; mas Galion no
dio contra los judíos, con los demás habían salido ex hizo caso dellos.
pulsos de Italia; no obstante, (3) eran cristianos y obre Favorable se mostró Galion A san Pablo, y po?o afec
ros del Evangelio con tal mérito, que los martirologios to á los judíos ; y conociendo la malignidad suya , no
los dan á leer en el número de los santos. Habitaba Pa- dio lugar á que el Apóstol hablase una palabra. Y con
b-o con ellos, por ser de su mismo oficio, y ayudábalos decir á los judíos que si su queja fuera de alguna mal
i trabajar. Mas luego que vinieron de Maccdonia Sila y dad ó delito los oyera, aprobó la predicación de san
Timoteo, predicaba todos los sábados en las sinagogas, Pabjo; y en remitirles á que lo determinasen conformo
persuadiendo la gloria del nombre de Jesús á los grie á su ley, siguió el estilo de Pílalo con Cristo, mostran
gos y judíos. Y viendo que le contradecían y blasfema do una buena intención dejativa, una neutralidad ma
ban, sacudiendo sus vestidos, les dijo: «(Vuestra sangre ñosa y una piedad política.
sea acusación y culpa sobre vuestra cabeza; que yo sin Lorjno, siguiendo al padre Martin Antonio Delrio y ó.
esa mancha pasaré en el Evangelio la salud á las gen Baronio, tiene que este Galion fué hermano ó cuñado
tes.» Y dejándolos, entró en la casa de Tito Justo, sier de Séneca, el padre de Lucio Aneo Séneca, el cual fué
vo de Dios, ca ya habitación estaba pared en medio de procónsul, y consta de unacpíslola de Séneca, el hijo,
ia sinafrripi. Aquí fué abundante la cosecha de la pre que estuvo en Acaya. Deduce el padre Lorino el cono
dicación de Pablo : creyó en Cristo con toda su familia cimiento de san Pablo con Sétiecadesde este Galion,
Crispo arebisinagogo, y muchos de los de Coriuto se que pudo darle á san Pablo recomendación para su so- "
bautizaron. Dijole el Señor, de noche, á Pablo en vi- Ijrino» Yo añado que si esto fué así, que parece posi
son: «N'o temas, habla y no calles; que yo seré con ble, (5) que Séneca debió de solicitar á san Pablo para
tigo, y nadie podra ofenderte, porque tengo muclio que viniese á España, dándole noticia de su patria,
pueblo en esta ciudad.» con deseo de que participase déla salud de su doc
Parece que decir á uno que hable es decirle que no trina (a).
calle, y que es decir una misma cosa, y es así; mas No me persuaden las epístolas que andan con nombra
Jim en nuestro modo de hablar la repetición exprime de san Pablo á Séneca respondidas, que Séneca trató á
cmi energía la eficacia del mandato. Empero en esta san Pablo. El estilo contradice las firmas supuestas. Ni
'«sien en que Dios manda á Pablo su predicador en se lee el fuego de la caridad del Apóstol en las suyas,
las gentes, el decir: que no calle, después de haberle ni truena en la nota aquella animosa elegancia ,'j ic en
mamiado que hable, añade mucho precepto. Hay pre sus epístolas por el Evangelio milita hazañosa con cada,
dicadores que hablan, y callan cuando no dicen todo lo letra. Ni en las del filósofo resplandece la curiosa felici
Que se debe decir : muéstrense cortesanos cu el púla dad de' su estilo, ni arde la viveza de las sentencias en
lo, donde se habían de mostrar apóstoles ; disimulan la brevedad «le las cláusulas (6). Empero en sus oL/as,
ti Evangelio, no le declaran; y por ser bienquistos
de los oidos profanos, estudian mas lo que no han de (-1) litigarais 'S.)
¿«ir que lo que dirán. Pierden con sus palabras, poé (5i Séneca [Id.)
ticamente lascivas, el respeto á la palabra de Dios; y (a) Junio Anneo r.alion era hermano mavor, precisamente, ds
Lucio Anneo Séneca. Anles de su prnrotuuüito llamíbass Marco
penden que la palabra de Dios tenga respeto á los Anneo Novato, y por aducción varió el nombre. Quevedo con la
Pecados bien vestidos. Por esto quiere Dios que Pablo opinión de Lorian, olvidó la suya propia.
hable y no calle ; no falte el lenguaje que sobra á la (í) Tengo a la mano un curioso ejemplar de esta corresponden
«la pueril, para la reprehensión de los vicios. Y si cia, publicado por Juan Stedsio, c impreso en Ambcres, alio de
151(1, por Juan Grafeo. Cotí aquella forman colección la carta
que se supone escribió el rey Abgaro a nuestro redentor Jc-
(11 misericordia (S.) sucrisio; y otra de la santísima Virgen María ; quince de san Ig
!* el dii ;rf.i nacio ; dos de Dionisio areopagita ; dos de Marcial ; una de Po-
i3 que eran (Id.) llcarpo; siete de san Antonio, el ermitaño; nna de san Pablo i
Q-.i. 3
34 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS..
muchas proposiciones que centellean luces católicas, y no pocas consideraciones quo se llegan á lo místico,

los liioHir mes, seis del mismo* "Sí ñeca, yoehodc este fiMsofa di vox ínit: Miran cum sicpnssa loqui, ut qui non legitimé Imbuís
rigidas al Apóstol. Hé aquí el titulo del libro: Epístola: D. ¡gnu- sit, Uliter sentiil. Cui ego respondí, soleré déos ore iunocem™
til, Polycarpl, Karlialis , Dionysii, Anlonii maaiú, tetuslissimorwn effarl, auteoruraquipracvaricari doctrina sua non possunt; etdsli
mriplorum. qui aut Apaslolit, aut Aposlolorum discipults usi tunt eiexemplo Valinii bominisrusllculi, cui cunjduo >¡ri appaniisseit
doctoi ilius, quae praelerquam quod nalivum illum Scriplurae apiri- in agro Reatino, qui postee Castor el l'olluí suul uouiiuaü, -.¿¡a
tumief'ru»t,*upputlulanlls quoqut 10 lempore Ecclesiae faciem, al- insiructus videtur. Vale.
que res gestas mira breeilate continent.— Anluerpiae , apud Joan. IV. SEXECAt PALLES i.
tteelsnmt, InScvloButgundiac, auno úvhrislo nato, li. D. XL.
Lie el non ignorcm Caesarem nostrum rernm admirandiruin
<88 fojas en 8*.) (si quando desuní] ama torera esse, permutes lamen le mía lanli,
He aquí la correspondencia que tiene variantes de no poco Dó
sed admoncri. I'uto cuiin to graviter fecisse, qu >d ci in niititiin
menlo con tu ediciones conocidas : perferre voluisli, quod ritui et disciplinae ejus sit conircriM.
'Familiares epistolar btalitsimi l'auli tdSentctm itx, ttStnecte Cum enim ille gentium déos colat, quid libi visum sil, oihocrea
id bcalissimum Paulina ocio. scire velles, uisi nimio amore mei fecisse le boc existimen! Ha
go ergó te, ¡n fuiurum ne id agas. Ovcnduin enim est, dimite
]. SÉNECA MOLO S.
diligis, olfensam dominae facías. Cujus quidem offensairceV
Credo Paule tibí nunciatura, quid sermonis lieri rum Lucillo de erit si perseveraveril, nei|ue si non sit, pmilerit. Si <>t rejiu,
«pocrvphis, et alus rebus babuerimus. Erant quídam disclplina- non indiguabiiur , si muiíer, olfendeiur. Beué vale.
rum luamm comités mecum. Nam in hortos Salusibnos secesse-
ranius, quo in loco, il de qoibus dixi , alio tendentes , occasinne V. SÉNECA PAULO i.
nostri, visis nobis adjuncti sunt. Cerlé. quod praesentiam luam Scio te non tam tui causa commotum literis, quas sí te Jedt
' optaverimus : el boc scias-vellm : libello tuo ledo , id est de plu- de acdillone lilerarum tuarum Caesatl, quam natura reroin, que
rlmis aiiquas literas, quas ad civitatem aliquam , seu provinclae ita mentes hominumab ómnibus ariibus ctmoribus reciis rev»-
capul direxisti, mira cxborla'.ione vilam moralem continentes, cat,ut non hudieadmirer. Quippé utis qui mullís ilucumeptls bM
asque relee» fuimos. Quos sensus non puto ex le dictos, sed per jam nollssimura habeam. Igitur nunc agamus, ut si quid in prae-
te, cerlé aliquando ex te, et per te. Tanta est enim majeslas ea- terito Tactum est, faclle veniam irrogcs. MisUibi librum ie ver-
rum re rum, lantaque generositale clarent, ut vix sufíecturas pu borum copia. Vale Paule charissiine.
tero aetatcs bominum, qulbus instituí perlifique possiut. Bené te
valere ínter cupio. V. SENECAE PALLES S.

I, • SENECAE PATJLCS s.
Quoties tibi scribo, et notnen meum tibi subsecundo, fnn»
et sectae meae et incongruam rem fació. Uebeo enim mtsjepe
Literas tnssnUaris herí accepi, ad quas rescribere statim potul, protessus sum ) ómnibus omnia esse , et id observare lu toa per
si praesentiam juvenis quemadle missurus erara, habulssera. sona, quod lex Romana hooori Seiiatus concets», perleda epí
Seis enim quando, et per quem , et quo lempore , et cui quid stola, ultiraum locum eligere, ne cum aporia ct dedecore copina
dari , commitllque debeal. Rogo ergíi, nc putes te neglectum, dura efficere, quod mei arbilrii fuerit. Vale, xfatta la feckt-) ruiu-
personae qualitalem inspicio; sed quod literas a vobis alicui
bené acceptas scribis, me foellcem arbitrar tanti viri judicio. Ñe VI PAULO SÉNECA S.
que enim boc díceres censor, sophista , magisier tanti principis, Ave mi Paule cbarissime. Si mihi, nominlque meo, o«mii»
eiiam omnium , oísi quia vera diels. Opto te diu bene valere. modis, non dico, fueris juuctus , sed necessario mixtos, aclamen!
II, SÉNECA PALLO S.
de tuo Séneca. Cum sis igiiurverlex.et altissimorumomnmmiuoo-
Uum cacumen, non ergo vis laeter, si ita Ubi sin proxim», si
Quaedam volnmlna ordinavi, et eisdivisionibus suis statnmfe- aller simllís tui judicer, haud ilaque te indignum prima fraK
ci. La qnoque Caesarl legere sum deliberatus, et si modo sors epistolarum nominandum senlias , ne non lain tentare me, qtjw
prospere annuerít, ut novas aureí accommodet , eris forsitan et ludere videaris. Quippé qui sclas te civem esse Koiuanuin. .>í»
lu praesens. Sin alias, reddam tibi diem, ut hoc opusiqvicem in- qui meus, tuus, el qui apud tuos, tuus est locus, velim nt ipw
. ipiciamus, et posslm el non prlus banc edere scripturam, quam meos, meus. Vale mi Paule charissime. (r'a«« la feclu.)
tecum conferam, si modo impune hoc fleri posset, ut scires non
te praeterírem. Vale Paule cbarissime. VH. PALLO SÉNECA S.

II. SENECAE MILIS S.


Ave mi Paule charissime. Putasne me haud contristari el lurWo-
sup esse, quod de innocentia vesira subinde supplicium suauíi
Quoties literas toas audio , praesentiam tui eogito, nec aliud Deinde quod tam duré, tamquüra obnoxios reatui vos omnispop
existimo, quam omni lempore te nobiscum esse. Cúm primum lus judicet, putans a vobis Ucri quod urbi contrarium sil. x
ltaque venire coeperis , nos ínviccm é próximo videbiuius. Bené feraraus aequo animo, el utamur foro, quod sorsconcesseiii,
valere te opto. nec invicta foellcitas Unen) malis ¡mponal. Tulil e¡ pnttorB
III. SÉNECA IT LCCIUCS PALLO S. actas Maeedonem Pbilippi ülium. Persam Uarium, et '>">']-" ¿
noslrum quoque Cajum Caesarem. Quibus quícquid libuii,^ "■
Nimio tuo angimursecessu. Quid est, vél quae te res remora- Incendlum urbs Romana manifesic unde saepe patiatur. coa» ■
tura faciuní? Si indignatio domini, quae a rita et secta veteri re- Sed si effan humilitas potuisset, quid caussae sil, el "°¡™ .
cesseris, et alios rursus convertcns, crit postulandi locus , ut bis tenebris loqui liculsset, jam omnes omnia videreni. m<-
ratione faclum, non levilate boc exislímetur. Vale Paule cliaris- tiani el Judaei quasi machinalorcsincendil, supplicio aiücii.»
sime. Crassator ille quisquís esl, cui voluplas esl caruilicina, ei m
111. SENECAE ET LUCILIO PAl'LUS I. cium velamentum, tempori suo desiinalus est, et ut opum i
De ils qulbus milii sr.ripsistis, non llcet barundine et atramento que unum pro mullís donatum est capul, ita el ble <»M'"¿
loqui, qua'rum rerum altera notatet designat aliquid, altera evi- ómnibus igni cremabitur. CXXX1I domos, insulae 1 "■ »»
denterostendit, praccipué cum sciam inter vos esse, hoc est, apud bus arsere, sepllmus pausam dedil. Beitc vaieie
nos clin vobis, qui me íntelligunt. Honor ómnibus babendus est, opto. (Data v cal. april. Aprone et Capitoné coss.)
lanío magis quanlO indignandi occasionem captanl. Quibus si pa- Vilf. PALLO SÉNECA S.
tienllam demus, omnímodo eos ex qnacumque parte vincemus, si Ave mi Paule. AUegoricé et acnigmaticé multa » te usq«».«:
modo li sunt qui poenitentíam sui gerant. Bené válete.
que couduntur opera, et ideo rerum ct munerum """'«.
IV. ANNEUS SÉNECA PABLO ET THEOPHILO S. tributa , non ornamento verborum , sed culto quodam oe ^
Profiteor me bené affectum leclione litcrarim tnarum , quas Nec vereare, quod saepius te relineo dixisse, mullos q ^tJ
Calatis, Corinthils, el Achaeis misisti. Et ita invicem vivamus, ut affedent sensus corrumpere, rerum virtutes ?M™"\.CI¡¡3S
et cum bonore divino eas ¡mpleamiu. Spiritus enim sanctus in te mibi concedas velim, latinitaii morera gerere, honestis ^ j(
excelsior et -ublimior, et super le excelsos, sublimes, et satis ve- speclem adhiberc, ut generosi muneris concessio, °ifc»
ncrablles exprimit sensus. Vellera ¡laque cum res eximias profe possit expediri. Bene vale. iSin la dala.)
rís , ut majesiaii earnm cultus sermonis non desit. Et ne quid fra- VI. SENECAE PALLES S.
ter tibi surripiam, autconscicntiac rucaedebeam, confíteor Augus Perpendenti libi ea sunt reveíala, quae paucis dlvinitaiw»11
tas) sentibiu tuis pernio tum, cal ledo virlulis in te exordio isla
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 38
y doctrinas qnc rescatadas del hamo de ]a idolatría (i ) y y cerrándole muerto en Compostcla el sepulcro, leven
apartámiose, aunque con temor recatado, de sus deli las batallas en el caballo blanco y con la espada purpú
rios, se ladean al conocimiento de un solo Dios, — me rea 'pisar ejércitos y adquirir victorias. De tal manera,
persoaden le oyó atento y le trató reverente ; habién y tantas veces y tan visible ha peleado por nosotros,
dole reconocido por maestro de sabiduría, desnuda de que parece le degolló Heródes paraJerusalen, y no para
las rudezas del cuerpo y remontadaal limite de los sen España. De suerte que san Pablo suplió en Judea y
tóos, y mas allá de losesfucizos varoniles de la filosofía en tantas partes del mundo la vkla de san Jacobo ; y
estoica que profesaba. (3) el difunto, la persona y predicación do san Pablo en
Loque en aquel tiempo refiere Arriano (2) es, queco- España.
noció á Epictetn, su maestro, poniendo por ejemplo de Habiendo Pablo sufrido muchos dias persecución
verdadera y sólida virtud á sus discípulos los mártires obstinada, despidiéndose de los discípulos navegó á
cristianos. Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose el Apóstol
Sluclias razones me persuaden á que san Pablo no vi quitado el cabello en Céncris, antes parte de Corinto
no i España. Los que alirman vino, se fundan en que en (como Pera de Constantinopla ó Triana de Sea/illa)
una epístola suya dice : «Cuando vaya á España , veré;» que (4) lugar en su vecindad ó confinas. Esto hizo el
empero no dice afirmativamente: «Iré á España.» No Apóstol á cumplimiento de su voto, hecho no por con
estuvo san Pablo en parte alguna que basta las pie temporizar con los judíos, sino por mortificación pro
dras y las víboras, como se vio en la pequeña isla de pia y santificarse en ella. Llegó á Efeso , donde dejó á •
Malta, no guardasen la memoria de haberla pisado. Si Priscila y Aquila para que ensenasen- y dirigiesen al
descendiera á España , hubiera en ella inmortales pa verdadero camino aquel pueblo. Pablo, entrando en la
drones de su asistencia y predicación. No pasaba por el sinagoga, disputaba con losjudios; y rogándole ellos
mamila tierra aquel prodigio de santidad sin dejar se detuviese en su compañía mas tiempo, no selo con
señal de sus pasos ; y hoy no tenemos de que viniese á cedió. Despidióse diciétidoles: «Otra vez volveré á visi
nosotros sino una conjetura mendigada de unas pala taros-, siendo Dios servido;»' y luego se ausentó de Efe-
bras condicionales suyas, de que pudo divertirle el so, y bajando á Cesárea, saludó la Iglesia y descendió
Espíritu Santo, que muchas veces le atajó los caminos á Antioquía. Y habiendo estado allí algunos días,' se
que destinaba , llevándole adonde tenían mayor nece partió, y peregrinando la Galacia y la Frigia, confirmó
sidad de su predicación. Y juzgo que con grande gloria en la fe todos los discípulos. .-
de España le fué prohibido el venir á ella, por ser pa • Llegó á Efeso un judío que se llamaba Apolo, natu
trimonio de la predicación de san Jacobo , y los espa ral de A]ejaudría, varón elocuente y doctoen lassagra-
ñoles vasallos solariegos de su apostolado. das escrituras. Era catequizado en el camino del Se
No parece que pudo san Pablo ignorar que luego ñor y hablaba con espíritu ferviente, enseñando con
que degolló Heródes en Jerusaleu á san Jacobo, sus afecto la doctrina de Jesucristo ; trabajaba, mas no te
discípulos en navegación milagrosa trajeron á España nia noticia de otro bautismo que el de Juan. Este pues
sa cuerpo; y piadosamente se puede creer le reveló el con eficacia empezó á predicar en la sinagoga; y vién
Espíritu Santo cuánto fruto haciari *m esta mejor par dolo Priscila y Aquila, conversando con él, con mucha
te de la Europa con los milagros su cuerpo, sus dis diligencia le instruyeron en lo que ignoraba del Evan
cípulos con la predicación. Reconócese en esto la gran gelio. Determinó plisar á Acaya, y los creyentes pre
deza de nuestro único patrón san Jacobo, pues difunto vinieron á los discípulos que estaban en aquella ciu
nos suplió la asistencia y eficacia de san Pablo vivo ; dad con cartas de recomendación. Apolo en llegando
hizo mucho provecho en los reducidos, y públicamen
ííi. Certcs igrtar jan ego sum, qnod in agro fertili semen fortissl- te convencía con sus mismos principjos á los judíos,
■mm ser», non aoidem materiam quae corrompí videlur, sed ver- probándoles con las escrituras que Jesús era (5) Cristo
t»D Bei, slíbile, dcrivamcnlum boni descernís ct maociitis in
letereon, qood prudentia tua asscquuta est, iinkiicieiis íure de- prometido.
tabit, et Eihnicorura, et Israhclitarum observationes cen-cre vi- Quedóse Apolo en Corinto ; y Pablo habiendo re
Sao». Kovura te aulhorem feceris , Chrisii lesa praeconiis o- corrido las regiones superiores vino ó Efeso, dondo
Ueeiaio rbetoricis irreprebensibilem sapientiam, qnam prope- halló algunos discípulos; y solicitado de las ansias de
tr.ll» adeptus regí ti'mporali, cjusqoc domesticis atque üilis
unicis insinuaba , qolbus áspera el aegre captabilis erit persua- su celo , les preguntó si habían recibido el Espíritu
sio, tinptaeriqae eorum inmune frectantur institutiouibus luis, Santo, pues creian en Jesucristo. Respondiéronle: «Aun
í&i»us viult commodura serian Uci iiislillal novum horaincm no sabemos si hay Espíritu Santo, ni lo hemos oido.»
»'i corruptela perpetoamque animam parit, ad Dcum Islhinc
tele proptrantem. Vale Séneca, charissime nobis. {Sin la fecha.)* (6) Replicólos : «¿En qué nombre recibisteis el bautis
mo, y qué bautismo recibisteis?» El de Juan, dijeron.
Al siglo iv se remonta la noticia de estas cartas, como parece
le sai Jerónimo J s'an Agustín. Debieron pues Ungirse i Unes (7) Entonces Pablo, comomaestro, losadvirtióqucJuan
4tt interior por no nada sagaz y docta pluma; bárbaras á vcccs/cn habia bautizado el pueblo en (8) bautismo de peniten
'I estilo, ajeno a los tiempos de Nerón; ja simples , escabrosas cia, remitiéndose y mandando que creyesen en Jesús,
' iaJescifrables en el sentido; indignas de la santidad de Pablo,
t 'apropias del genio y del carácter de Séneca ; llenas de ana- que habia de venir después del. Oidas estas palabras,
crtiouaos ; falsedades en los consulados en las ediciones donde se bautizaron en el nombre de Jesucristo, y después
í=ta» se estampan i, y Hacas para resistir aun la mas somera critica.
X'St'i senense las admitió como autenticas; anotólas con bre-
vcilail Jacobo Fabro; Nicolás Antonio probó cómo eran apócrifas. (5) este difunto, (S.)
La impresión mas antigua parece que es d* París, año «le 1475, (4i es lugar (,'rf.)
h V; otra bay de Ñipóles, en folio, de I i-il ; y otra de Lcip- (5) el Cristo (M.)
»r. de Ii:i0; de Crismo es la de Baatlea de loiJ. '(6' y replicándoles: {Id.)
iti que apartándose, [A. Jí. F.) 17 1 Y entnnr.es \U.)
'I, \u conoció U. Jí.) (8) el bautismo ya".)
38 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
de la imposición de sus manos bajó sobre ellos el Espí unas custodias ó tabernáculos de plata á Diana, obra
ritu Santo ; hablaron varias lenguas y profetizaban : es que á él y á los oficiales á quien daba parte porque le
ta maravilla obró en casi doce personas. Pablo, que no ayudasen, era de mucho interés, por ser fábrica gran
consentía pasase instante en que su predicación noga- de y de muchos dias. Convocólos y díjolos :
nase jornal á la utilidad común, entróse en la sinago
ga, donde por espacio de tres meses con bien confiada oración.
valentía disputaba, persuadiendo había llegado el reino «Bien cabéis cuan grande interés se oá sigue de
de Dios. Y viéndole resistía la dureza de muchos , y aquella ocupación ; y sabéis y oís que no solo en Efeso
que sembraba en piedras, retiróse; y apartando los sino en toda la Asia, este Pablo, predicando que no
discípulos, predicaba cada día en la casa de recreación son dioses los que hacen los hombres con sus manos,
de un príncipe , haciéndola escuela de enseñanza con cada día va teniendo mas séquito y autoridad. Y si esto
su dotrina. Esto duró dos años, de tal manera, que to pasaadelante.no solamente esta parte que toca á nues
dos los gentiles y judíos que habitaban en Asia oyeron tro provecho cesará, sino el mismo templo de lagraa-
la palabra de Dios. Muchos fueron los milagros que de Diana será despreciado; y la majestad suya, que
Dios obraba por ¡as manos del Apóstol: huían de sus toda el Asia y el orbe adora, caerá con ignominia. •■>
cíngulos y sudarios las enfermedades y los demonios. En oyéndole, llenos de rabioso furor, exclamaron :
«•Gran Diana de los efesios! » Ardió la ciudad en
Viendo estas maravillas , envidiosos, .para adquirir
aplausos populares., intentaron algunos judíos supers confusión; y juntos, con ímpetu desenfrenado embis
ticiosos y dados al infame estudio de la magia , mez tieron el teatro, arrebatando en su ira á Gayo y Aris
clando sacrilegos lo profano á lo sagrado, invocar so tarco de Macedonia, compañeros de san Pablo. El
bre los endemoniados el nombre de Jesús , diciendo á Apóstol, sabiéndolo, quiso arrojarse en medio del pue
los espíritus inmundos : «Os conjuramos en el nom- blo; mas no se lo permitieron los discípulos, y algu
•bre de Jesús, que predica Pablo.» Eran los que hacían nos de los príncipes de Asia lo enviaron á rogar que no
esto siete judíos, hijos de Sceva, principe de los sacer diese su persona á la sedición numerosa del teatro.
dotes, á quienes, después de haber respondido el de Otros seguían otro parecer. Era ciego el alboroto que
monio : «Conozco á Jesús, sé quienes Pablo; vos turbaba la iglesia ; y los mas de los que le causaban no
otros ¿quién sois?» embistiendo con ellos el espíritu sabían por qué se convocaban y enfurecían.
condenado que tiranizaba aquel cuerpo, apoderándo Parece que en este motín la plebe tomó las armas, y
se dellos y venciéndolos en su furia, los obligó á que que por eso le exagera por peligroso el texto sagrado;
desnudos y heridos, saliesen huyendo de la casa don y que eso movió á los discípulos de san Pablo á prohi
de estaba. birle el oponerse á él, y á los príncipes á pedirle no
No pocas veces intenta la hipocresía vanagloriarse, entrase en el teatro. Canas tiene el retraer la codicia
mentirse apostólica y milagrosa a los pueblos; inten sus intereses 4 los templos y achacarlas al culto divi
tando. robar con embustes, acompañados de palabras no, (3) introducirlos en los retablos. Quieren que se
santas, la gloria que Dios concede á los justos. Justí oiga religión el logro, y piedad la usura. Hicieron á
simo procedimiento de la providencia de Dios es per Diana máscara de su robo, porque desconociéndole el
mitir que los mismos demonios de que se valen para pueblo, le aclamase deidad. Confiésame secuaces dcs-
su maldad, se la descubran y castiguen, obligándolos te Demetrio los codiciosos que, de ruinas de los que
á huir con vergüenza de los que buscaron sin ella. empobrecen y de saquear huérfanos y viudas y de-
Produjo este escándalo ejemplo provechoso: bastaba sustanciar las repúblicas, labran una capilla ó hacen
oirse en él (I) el nombre de Pablo, para que de tan un retablo; de los cuales dice el Espíritu Santo en los
pernicioso padre naciese tan útil hijo. Publicóse este I'roverbios\á) : (4) «Quien ofrece sacrificio de la sus
suceso por todos los judíos y gentiles que había en tancia del pobre, es como el que sacrifica en su cara al
Efeso; amedrentáronse, y era glorificado el nombre padre su hijo.» El antecesor desta vil hipocresía de
de Jesús. En los creyentes obró la devoción talos (2) Demetrio fué Judas , cuando el hurto que quiso hacer
afectos, que muchos vinieron á confesar sus culpas; del ungüento le rebozó con nombre de limosna a los
y machos de los hechiceros, que por grandes precios pobres.
habían comprado libros supersticiosos , desengañados Apartaron de la multitud que se habia juntado á
los trajeron y quemaron delante de todos, y con ellos Alejandro, compeliéndole los judíos (5). Fl, pidiendo
cincuenta mil ducados que dieron en pago del alimen silencio con la mano, quería quietar con razones el
to de su maligna curiosidad, comprando tan caro este pueblo; mas luego que conocieron era judío, gritando
arrepentimiento. Con esto crecía fortalecido el fruto todos juntos por espacio de dos horas no le dejaron ha
de la palabra de Dios. Acabado esto, Pablo propino blar, diciendo solamente: «¡Gran Diana de los efe
en pasando de Macedonia y Acaya, ir á Jernsalen, sios!» Mas levantándose un escriba, príncipe en la ciu
diciendo le convenia ver á Roma; y enviando á Mace dad, sosegó el alboroto, y dijo :
donia dos do los discípulos que le asistían, Timoteo y ORACIÓN.
Erasto, se quedó algún tiempo en Asia.
• Levantóse en esta ocasión no pequeño tumulto pa «Varones de Efeso, ¿cuál hombre hay que ignoro
ra turbar los caminos pacíficos que á la verdad ¡ba
. abriendo ta predicación. Ocasionóla un platero que se (3) introduciéndolos (S.)
llamaba Demetrio y habia tomado por su cuenta hacer (a) Es en el Eclesiástico, c. 34, t. 24.
(•1) i.iui offert sacrillcium ei subsiantia pauperum, quasi quhlí-
(1) nombre (S.) Umat filium in conspectu patris sai. •
(*) efectos, (Id.) 0) 1 «i IN
. VEDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 37
que la ciudad de Efeso adora á la grande Diana, hi
ORACIÓN DE SAN PABLO.
ja de íow? Habéis traído atropellados en vuestra saña
este tirones, que ni son sacrilegos ni blasfeman vues a Vosotros sabéis cuan celoso de vuestra salvación
tra ¡fosa. Si Demetrio y sus oGciales tienen contra ul- me he mostrado desde el dia que entré en Asia, sir
ptocausa ó pretensión de queja, tribunales hay fo viendo al Señor con toda humildad, lágrimas y traba
renses á quien pertenece oírlos ; hay procónsules, jos que por la persecución y asechanzas de los judíos
debate de quien pueden poner la demanda y acusarse he padecido; y asimismo, que por enseñaros y instrui
irnos i otros. Si sobre otra cosa es el pleito y la queja, ros en la fe, públicamente y en vuestras casas, no he
puede absolverse en la iglesia legitima ; que de otra rehusado los tormentos ni perdonado á mi vida algún
suerte estamos á peligro de ser acusados de la sedición peligro, testificando en Dios á los judíos y á las gentes
destedia, supuesto no hay culpado do quien podamos penitencia saludable y fe triunfante en Jesucristo. Y
dir razón para haber ocasionado con su delito este ahora veismeque voy llevado á Jerusalen, obediente
levantamiento. » Dichas estas palabras , despidió la ala inspiración divina del Espíritu Santo, sin saberlo
iglesia. que en aquella ciudad, que me fué tan contraria, me
No se lee en los griegos y latinos oración mas arti sucederá. Solo sé que por todas las ciudades me protes
ficiosa y sólida, y de mas nervios y elegante eficacia en ta, diciendo que en ella me aguardan cárceles y tribula
brevedad tan compendiosa, para quietar revolución ciones ; empero nada desto me atemoriza, ni tengo en
Un enconada por inducimiento de gente baja y mecá mas precio mi vida que mi alma. Mi pretensión es aca
nica. Y me persuado que la voz iglesia que repite dos bar el curso del ministerio mió y cumplir con la obli
veces, significa junto ; pues ¿ esta confusa cuando la gación de la palabra de Dios, en que me puso por su
disuelve, la llama iglesia; á cuya diferencia llamó igle misericordia, el Señor Jesucristo, para testificar la gra
sia legitima á la junta pacifica y sosegada. cia de su Evangelio. Y ahora sé que todos vosotros, á
fuego que el tumulto se quietó, llamando Pablo á quienes he predicado el reino de Dios, no veréis mas
sus discípulos, se despidió ¿ellos exhortándolos en la mi cara; por lo cual me protesto á vosotros que no
le, y se partió para Macedonia. Y después que con su ha manchado á mi inocencia la sangre de alguno. Mi
doctrina fortaleció en el Evangelio á todos los habita rad por vosotros, y velad en la guarda del rebaño en
dores de aquella provincia, pasó á Grecia, dende asis que el Espíritu Santo os eligió obispos, para gobernar
tió tres meses; hasta que supo le ponían asechanzas en la Iglesia de Dios que adquirió con su sangre. Yo sé
la navegación á Siria, por lo cual le aconsejaron vol que en fallando yo de vuestra compañía, se mezclarán
viese í Macedonia. Acompañáronle Sópatro de Pirro con vosotros lobos hambrientos y robadores, que no se
(i) beroense; y de los tesaloníccnses, Aristarco y Se apiaden del ganado ni (3) le perdonen. De vosotros
gundo y Gayo derbeo y Timoteo ; de los da Asia, Ti- mismos se levantarán hombres que enseñen perversa
qttiwvTróGmo. Estos que se adelantaron, hospedaron doctrina, para llevar tras sí al despeñadero los que son
i Lucas y á Pablo en Tróade. Navegaron después del discípulos. Por lo cual os aconsejo que atendáis des
dia de te ázimos desde la ciudad Filipense á Tróade velados, teniendo en la memoria que por tres años,
en cinco días, donde se detuvieron siete. Y como el de -día y de noche, no cesó de aconsejar con lágrimas
domingo, primero dia de la semana, se juntasen á la co á cada uno de vosotros: y ahora os encomiendo á Dios
munión de la eucaristía, Pablo , que á otro día se ha y á la palabra de su gracia, poderosa para edificaros en
bía de partir, disputaba con ellos y dilató la confe templos suyos y dar heredamiento á todos los santi
rencia hasta la media noche. Habia muchas lucernas ficados por sus méritos. No he codiciado la plata, el
en el cenáculo donde estaban juntos ; sucedió que es oro ni el vestido de alguno; vosotros sois testigos
tando sentado sobre una ventana un mancebo que se que el alimento y todo lo demás necesario para mi
llamaba Eutico, agravado del sueño, alargando Pablo sustento y el de los que me asisten, lo he recibido del
su plática, dormido cayó (2) del tercer alto, y levantá trabajo de estas manos. Todo os lo he mostrado, por
ronle muerto. Bajó luego Pablo, y tendiéndose sobre él que á los que trabajan en este.m'misterio les conviene
y abrazándole, dijo : «No temáis, que vivo está. «.Vol socorrer los flacos, acordándonos de las palabras de Je
vió arriba, comulgó con todos; y habiéndolos exhortado sucristo nuestro señor (4) . El mismo dijo : Mas bien
basta el dia, se partió. Trajeron vivo á Eutico, y ale aventurada cosa es dar que recibir.»
gráronse todos. Embarcáronse y navegaron á Asón; y Y habiendo puesto fin á su razonamiento, arrodi
Jlli se juntaron con Pablo, conforme él había dis llándose en la tierra, oró con todos. Siguió á esta acr
puesto hacer el camino por tierra. Juntóse en Asón clon un llanto universal, y arrimándose al cuello de
con los discípulos, y fueron á Mitilene; y desde allí na Pablo, le besaban, sollozando afligidos, principalmente
vegando, el segundo dia pasaron á vista de Chio, y (S) con haberle oido decir : «Ya no veréis mas mi cara.»
otro día á Samo, y el siguiente á Malla (o). Habia pro Y deshechos en lágrimas, le acompañaron á la nave en
puesto Pablo pasar á Efeso, por no detenerse en Asia. que habia de partirse, no apartando los ojos del bajel
bátase priesa por si lo era posible celebrar el día de que se (6) lo apartaba, y siguiéndole con la vista ane
Pentecostés en Jerusalen ; y enviando desde Malta á gada en el agua de su terneza y dolor desconsolado.
Efeso, porque no le detuviesen, juntó los ancianos de ¿Cuál otra boca razonó llamas tan inflamadas en ca
aquella Iglesia. Vinieron todos, y cuando los vio jun ridad? ¿Cuál elegancia de Cuantas admira la erudición
tos les dijo :
(II beratense, (A. M. P.) (3) lo perdonen. (S.)
&' it tercer (S.) (4) que dijo : (M.) •
(«'■ Aqui i hasta fin de! párrafo en ve? de Halla ha de entenderse .(5) por haberle {Id.)
KUtlt. , (G) les apartaba, [Id
33 ' OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
supo exprimir tan altos afectos, pronunciando sus en el suelo, (S) oraron; y despidiéndose recíprocamen
trañas? ¿Cuál predicador se residencia en el cumpli te, entraron en la nave. Y habiendo corrido desde Ti
miento de su oficio con méritos tan calificados? ¿Qué ro, tomaron á Ptolemaida, donde estuvieron con los
prelado díó cuenta de su residencia tan canonizad!, y discípulos un dia. El siguiente pasaron á Cesárea, y
previno los riesgos de su ausencia con tan celoso des entrando en la casa de Filipo (á quien por predicador
velo? ¿Qué padre dejó en tan amargas lágrimas sus hi del Evangelio llamaron evangelista , y era uno de los
jos? Hablando con lo's obispos, á quienes el Espíritu siete diáconos), se estuvieron con él. Tenia cuatro hi
Santo encomendó sus rebaños, en su ejemplo les deja jas que (6) profetizaban..
instrucción, enséñales en sí mismo á ser apóstoles y Sucedió que deteniéndose algún tiempo, vino de Ju-
obispos. Dice «que no rehusó algún trabajo por cum dea un profeta que se llamaba Agabo; este, llegándose
plir con el oficio que Dios le encargó». Al que le re á ellos y quitando el cíngulo á Pablo, y atándose los pies
husa, mas le valiera haber rehusado la dignidad. «Que y las manos, dijo: «Oid lo que dice el Espíritu San
no va manchado con sangre de otro : » el obispo, sal- i to. Al varón cuya es esta pretina, maniatarán desta
picado de la propia, muestra que le martirizan ; y de ¡ manera en Jerusalen los judíos, y le entregarán á las
la ajena, que martiriza él. «Que no tuvo en mas pre- | gentes. » Luego que oyeron esto los que le acompaña
ció su vida que su alma;» porque quien eslima me- ban y todos los que habitaban aquel lugar, le roga
nos su alma que su vida, fácilmente por la conserva- ¡ ron que no entrase en Jerusalen. Pablo, severo y con
cion de la salud y la comodidad del cuerpo pospone santa valentía, respondió: «¿Qué hacéis llorando?
el bien de las almas que se le encomendaron. «Que ¿Por qué afligís mi corazón? Que yo no solo estoy dis
no codició la plata, oro, ni vestido de alguno.» El que, I puesto á ser atado con cadenas y preso, sino á pade
teniendo llenas las trojes, se alegra con el año estéril ' cer muerte en Jerusalen por el nombre de Jesús.» Y
porque le aumenta el precio del trigo oro y plata co- ¡ viendo que no podian persuadirle, se sosegaron ^di
dicia. Fuera bueno el año malo, si él no fuera peor. ciendo : «Hágase la voluntad del Señor.» Pasados al
Quien vende á los pobres lo que es suyo, vende los po gunos dias, y habiendo prevenido lo necesario, pasaron
bres y los roba. Quien á la «veja, por quitarla mas de á Jerusalen. Fueron desde Cesárea con ellos algunos
raíz la lana, la desuella, el vestido la quita. Los demás de los discípulos , llevando consigo á uno que lo era
hombres, para ser ladrones, han menester hurtar la mucho tiempo habia, llamado Mnasón, natural de Ci
plata y el oro que tiene otro ; los prelados pueden ser pro, para que los hospedase. Llegados á la ciudad,
lo, no dando el que tienen. Mochos obispos ha tenido los hermanos en la fe los recibieron con alegría. Al
la Iglesia y tuvo y tiene España, que no consintieron otro dia entró Pablo con todos á hablar y ver á Jacobo,
que en sus obispados hubiese otros pobres sino ellos. donde se juntaron los ancianos; á los cuales, después
Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, (1) de haberlos saludado, referia singularmente las mise
en las lágrimas de todo aquel reino, en su fin bien ricordias que por él habia obrado Dios en las gentes.
aventurado renovó esta despedida de san Pablo. Oyéronle, y juntos dieron gracias á Dios por tan gran
Arrancados pues de los corazones enternecidos de des mercedes y beneficios. Luego le persuadió unáni
(2) los discípulos de Mileto, hicieron partenza (a); y me aquella junta tan grave, en que presidia Jacobo
navegando sin mudar rumbo, arribaron á Coo, él si obispo de Jerusalen, que por quietar á los judíos, que
guiente dia á Rhodas, y desde allí á Pátara, donde ha en grande número eran creyentes empero observado
llaron (3) nave que iba á Fenicia, en que embarcados res de la ley (los cuales habían oido decir qne él en
se hicieron á la vela. Dieron vista á Cipro, y dejándo señaba que se apartasen de Moisen, predicando que
la á la mano izquierda, enderezaron la proa á Siria y no debían circuncidar sus hijos, ni observar los ritos),
tomaron puerto en Tiro, para donde venia (4) fletado que convenia juntarlos y que le oyesen. Y pronuncian
el bajel. Allí hallaron discípulos, en cuya compañía se do este consejo por decreto, añadieron : «Haz esto que
detuvieron una semana ; los cuales, inspirados de Dios, te decimos, y con ellos santifícate á tí mismo ; hazles
decían á Pablo que no pasase á Jerusalen. Empero cum el gasto de la tonsura de sus cabezas, y se persuadirán
plidos los siete días, iban siguiéndolos hombres y mu es falso lo que de ti se dice y que guardas la ley; pues
jeres hasta que salieron de la ciudad ; y postrados en el decreto apostólico no es aun que los judíos que se
convierten no guarden la ley, sino que á los gentiles
que son creyentes nadie (7) los fuerce á judaizar.» Con
(1) en ligrimas (S.) formóse Pablo con el parecer de todos, y á otro dia en.
(1) los discípulos, los de Mileto hicieron (H.) tro en el templo, notificando el cumplimiento de los
(a) Partida. Vos italiana muy usada por nuestros escritores del dias de la purificación , hasta que por cada uno se
siglo de oro. Juan Rufo, en La» teiieienlaa apotegmas, la nsa de
este modo : «Habiendo dos días que una escuadra de galeras es ofreciese sacrificio.
taba esperando tiempo para engolfarse, no sin incomodidad de Iguales fueron en san Pablo la valentía, la humildad,
los soldados, amaneció un dia claro y sereno, y aunque perseveró el imperio, la obediencia, la sabiduría elocuente y el go
nasta la noebe, no babia rumor de partencia. • (Folio 54, impresión bierno prudencial. El circuncidó á Timoteo, precepto
de Toledo de 1596. )
IUce el italiano partenza. que supone toda la ley de Moisen ; después trata á san
Véase el opúsculo publicado en el primer tomo de estas obras, Pedro en su cara ásperamente, y escribe á los gálatasquo
eon titulo de Hundo caduco, página 176, 2.a columna, último pár fué reprehensible y las palabras que he referido, por
rafo.
El Diccionario de la lengna castellana no trae la voz partencia, que contemporizaba con las gentes y parecía temía á los
qne asi ya es propia de nuestro idioma.
(3) una nave us.) (5) hicieron oración; (S.)
(4) no tejado el bajel. {Todos ¡ni ejemplares que he tenido ata (6 1 se profetizaban. (A. Sí.)
mano. El ierro maní/lato.) (7) les ficrce (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 30
jodias; y ilion para dar satisfacción á los judíos, y que mas fácil y con santo decoro los progresos del Evange
se desengañasen de que no predica que se aparten de lio; dejando ejemplo á los ministros de que, como han
Suisenyqito no circunciden sus hijos, publica en el de saber mandar, han de saber ser mandado-, sin em
templo y en Jerusalen los dias de la purificación, en barazarse para aquello en la persona y autoridad de al
cumplimiento del voto, y hace el gasto de los sacrificios guno, ni para esto en la suya.
por lodos, para cortarse el cabello como los demás. En tanto pues que pasaban los siete días de la puri
Soberanamente resplandece el providente gobierno ficación publicados por Pablo, unos judíos de los de
desan Pablo en cosas al parecer encontradas, que se Asia, oyendo al Apóstol en el templo, convocaron con
tunan, por diversos caminos, en adquirir para el Evan tra él todo el pueblo; y poniendo en él con violencia las
gelio las gentes y no escandalizar, y poner horror álos manos, decían : «Varones de Israel, dadnos favor. Esto
judíos que, hallándose circuncidados, creían que Jesús es el hombre revolvedor que contra el pueblo y la ley y
era Cristo, y juntamente pretendían que los demás que este lugar, seduciendo á todos, ha traído los gentiles al
creyesen lo mismo se circuncidasen. Pablo (como após templo y violado este lugar santo.» Habían visto á Trófi-
tol solo, sobre quien bajó el Espíritu Santo, á quien su moefesio con él, y juzgaron que Pablo le labia introdu
gracia halló docto en la ley, no rudo y ignorante como cido en el templo consigo. Alborotóse toda la ciudad y en
los demás) por ser Tito gentil, no quiso circuncidarle, cendióse el pueblo en motín; y aprisionando á Pablo, lo
ann estando en Jerusalen metrópoli de los judíos; por sacaron fuera y luego cerraron las puertas ; y queriendo
que lo que era dispensación bien atenta en los demás darle muerte, dieron avisoal tribuno de la cohorte de que
apóstoles, no pasase á parecer miedo, vencido de las toda la ciudad se confundía en sedición. Él acudió luego
asechanzas de los judíos, que solo en el nombre eran al remedio con soldados y centuriones, y viendo la
hermanos. Reprehende á san Pedro por la razón y cau multitud al tribuno con armas y gente, cesaron de he
sa y para el fin que hemos dicho ; y circuncida á Timo rir á Pablo. Aprehendióle el tribuno y mandóle amar
teo por ser judío y porque, no estando. entre los judíos rar con dos cadenas, preguntándole quién era y qué
nien Jernsalen, sin este respeto del lugar no enflaque ocasión había dado. La plebe gritaba diferentes acusa
cíala libertad evangélica; para(l)que, como él dijo(2), ciones ; y viendo no podia averiguar la verdad por el ru
«hecho todo para todos, y judío para los judíos, lo ad mor, mandóle llevar á la fortaleza, y llegó á las gradas,
quiriese todo para Cristo Jesús.» Lo que advierte san acompañado de una escuadra, por guardarle de la furia
Agustín, lib. t, Contra mendacium : «Que se puede del pueblo. Seguíale inmensa multitud (4) de pueblo,
mudar de parecer por razón -de las diferentes circuns dieiendo con alaridos : «Muera; acaba con él.»
tancias.» San Ambrosio, sobre la epístola á los gálatas, En entrando en la torre preguutó Pablo al tribuno si ya
en aquellas palabras : A'ec ad horam cessit, dice : «Ni le era lícito hablar; dijo el tribuno: «¿Sabes la lengua
cedió entonces quien nunca cedió. ¿Cómo pues nunca griega? ¿Tú no eres el egipcio que pocos dias Irá concitas
cedió el que cedió alguna vez? Porqne ni por los falsos te un motin y llevaste contigo al desierto cuatro mil sal
hermanos no hizo lo que por sí hizo. Luego cedió por teadores?» pablo le replicó: «Yo soy un hombre judío,
ellos, loqne por sí no hiciera, humillándose á la ley en de Tarso de Cilicia, vecino de ciudad bien conocida.
circuncidar á Timoteo, para que el engaño y escan Ruégote me permitas hablar al pueblo.» Dióle licencia;
dio de los jndios cesase, que vía determinados á con y Pablo desde la escalera pidió audiencia á la multitud
fundir en alborotos la Iglesia si no, circuncidando un con la mano. Callaron todos; y él en lengua hebrea les
hijo de una judia, le ordenaba y hacia obispo.» Destas dijo con cuánto celo de la observancia de la ley había
acciones, que no lo siendo parecen diversas y contra perseguido de día y de noche los cristianos , hasta lle
rias, pruebo yo que fué falso lo que este día tenia indig varlos á la muerte. Refirió su caida, y cómo quedó cie
nados á los judios (como se lo dijo esta gran junta), que go de la luz , la voz que oyó, y últimamente cómo fué
san Pablo predicaba que se apartasen de süMoisen y no cómplice en la muerte de Estéfano, y lo que le sucedió
circuncidasen sus hijos ; y que sin contradecir su ver- en Jerusalen, y lo que le dijo Cristo Jesús, y su respues
da.), salió i darles satisfacción, purificándose en el tem ta, á la cual le dijo el Señor : «Vete; que yo te enviaré
plo con rilo legal, pneshabiaél mismo circuncidado á á regiones remotas.» En oyéndole estas palabras, excla
Timoteo. Y si no había circuncidado á Tito, era por ser maron todos : «Quita de la tierra este hombre, que no
gentil entre judíos, en que no hubo dispensación que es razón que viva.» Gritaban, (5) rasgaron sus vestidos,
pudiese (3) escandalizarlos. No les predicaba contra esparcían el polvo por el aire. El tribuno le mandó me
Moisen, la ley y los profetas; antes con ellos, alegándo ter en la torre y que le azotasen y diesen tormento, para
los, se la mostraba cumplida y sus promesas, en Jesu saberporqué causa le trataban con tanto rigor. Y como
cristo. Obedeció á la determinación deste que fué casi le ligasen con cnerdas, dijo Pablo al centurión que le
concilio, reconociendo éralo que se le ordenaba por en asistía : «¿Es lícito á vosotros azotar tiesta manera un
tonces licito, y que su acción, mortificada por la nece- ciudadano de Roma?» En oyéndole el centurión, se
sidad, era preciosa, y su riesgo haría oficio de medica fué al tribuuoylfldijo: «¿Qué has de hacer? que este
mento. hombre es ciudadano romano.» El tribuno preguntó á
Quien reprehendió i Pedro se sujeta á Jacobo; por Pablo si era ciudadano de Roma; él respondió que si. El
que igualmente en lo uno y en lo otro, sin perder el res tribuno le dijo : «A mi me costó mucho dinero el privi
peto i la intención de Cefus ni á la de Jacobo, disponía legio de ciudadano.» San Pablo replicó :'«Yociududano
nací.» Luego se apartaron del los verdugos, y el tribuno
' (1) «rao (A U. F.l
I* Si ómnibus ornóla (actas, Jadiéis etiao Jadieos, at omnu
Ucriíjcerel. (4) del pueblo, (S.)
í5j escindalUir. (5.) (5) rasgaban sus vertidos j (F. S
40 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
temió por haberle atado contra el derecho de la ciudad. vorable de lo que junto era peligro. Esto hizo con pru
Empero queriendo saber el dia siguiente por qué los dente advertencia san Pablo con la verdad de su dolri-
judías lé habian acusado, le desaló; y mandó juntar los na y la de ser hijo de fariseos. No solo los encontró unos
sacerdotes y todo el concilio, y puso en medio dellos á con otros, sino que obligó á que le defendiese la parte
Pablo. El, mirándolos á todos, dijo : «Yo en toda seguri que en la república de los judíos erado mayor crédito y
dad de conciencia lie vivido hasta hoy delante de Dios.» autoridad. En el grande ministro con útil suceso acom
Mas el principe de los sacerdotes, en oyéndole estas pa paña el ingenio mañoso al fervor alentado.
labras, mandó á los que estaban allí que le quebrasen la La noche siguiente, asistiéndole el Señor en la cár
boca ó puñadas. Pabloledijo : «Dios te castigará á tí, pa cel, le dijo : « Persevera constante, que como has tes
red blanqueada. «Reprehendiéronle el maldecir al sumo tificado mi gracia y majestad en Jerusalen, te con
sacerdote de Dios. Excusóse diciendo no sabia que era viene predicarla en Roma.» Luego que amaneció se
príncipe de los sacerdotes, y que sabia era precepto sa- juntaron algunos judíos, juramentándose y haciendo
. grado no maldecir al príncipe de su pueblo. Las mismas voto de no comer ni beber hasta dar muerte á Pablo.
palabras dijo el que dio á Cristo la bofetada : «¿Así res Eran mas de cuarenta hombres los que entraron en esta
pondes al pontífice?» Mas Pablo ignorantemente dio conjuración, y para ejecutarla se fueron á los príncipes
alguna ocasión , Cristo ninguna. de los sacerdotes y ancianos, y les dijeron : «Con última
Grande enseñanza es la deste suceso. No puede ni de resolución estamos determinados de no comer hasta
be el subdito maldecir al príncipe, aunsiendo él santo y quitar la vida á Pablo : para esto conviene que vosotros
el príncipe malo : los reyes pecan para Dios, no para sus con el concilio obliguéis al tribuno que os le entregue,
■vasallos. Poroso David, habiendo ofendido á Urías en la dándole á entender tenéis mas de que examinarle. Nos
vida y en la honra, dijo: Tibí solí peccavi; «Pequé otros en el camino le acabaremos. »
contra tí solo.» No toca al inferior la corrección de su Oyó estas asechanzas un sobrino de Pablo, hijo de su
señor. Necedad es reprehender ó decir, aun en secreto, •hermana; fué luego y dióle cuenta de lo tratado contra
mala palabra de aquei a quien solo puede castigar Dios: su vida. Pablo, "llamando á un centurión, le dijo: «Lle
él'solo es juez de los que juzgan; su dignidad usurpa va este mancebo al tribuno, porque tiene cosa de im
sacrilego quien habla licencioso del que Dios puso so portancia de que advertirle. » Llevóle : dio cuenta al
bre su cabeza. Aun (1 ) remitirle á su juez soberano para tribuno de lo que tenían trazado los judíos, y de su
el castigo, juzgó san Pablo indecente; y contras! mismo mala intención. El tribuno le mandó no dijese le habia
citó la ley, excusándole el no saber era principe de los dicho nada. Llamó á dos centuriones; y ordenóles apres
sacerdotes y sumo sacerdote de Dios. Es cosa tan privi tasen doscientos soldados y setenta caballos y (4) dos
legiada representar á Dios en la tierra un hombre con cientas lanzas, para que á la tercer hora de la noche
el poder que él le da, que el Hijo de Dios no habiendo vayan á Cesárea ; y (0) que previniesen bagaje para
dicho palabra que no fuese de su mansedumbre al pon llevar á Pablo seguro y entregársele al presideute Félix.
tífice , y dándole una bofetada un sayón, diciéndole : Dióles para que le llevasen una carta, en que le referia
«¿Así respondes al pontífice ? » respondió : «Si hablé era ciudadano romano, todo el suceso; que no le acu
mal, dime en qué; y si no ¿por qué me hieres?» Y no saban delito alguno, y la razón porqué se le remitía con
se lee que de otra cosa de tantas afrentosas y horribles tanta guarda. Los soldados en cumplimiento de la ar
como le dijeron y hicieron con él, pidiese la causa y den, apoderándose de la persona de Pablo, llegaron con
diese satisfacción. Aquí puso Cristo á los predicadores él aquella noche á Antipatra, lugar del tribu de Mana
en la presencia de sus príncipes la orilla que con las ses, que antes se llamaba Cafarsalama; y á otro dia,
olas de la reprehensión han de lamer, y no alropellar. dejándole fuera del riesgo, se volvieron, remitiéndole
Empero sabiendo Pablo que una parte do los que lo con la caballería. Los cuales, llegados á Cesárea, dieron
oian era de la secta de los saduceos, y la'otra de los, fa la carta al presidente, y ante él presentaron á Pablo.
riseos, dijo : «Yo, hermanos, fariseo soy, hijo de fa Leyó la carta , preguntóle de qué provincia era ; y como
riseos; yo soy juzgado porque enseño la esperanza de le respondiese que de Cilicia, le dijo: «Oiréte cuando
otra vida eterna después desla, y la resurrección de los vengan los que te acusan. » Y mandó que le guardasen
muertos.» En oyendo estas palabras, entre los fariseos en el pretorio de Heródes , que era el palacio donde juz
que creían la inmortalidad, y los saduceos que la nega gaba, que en hebreo se dice (6) Baperetarin' . (7) Como
ban , hubo disensión ; con que se disolvió la junta. el tribuno Lisias hubiese entendido que Félix, para
Levantóse grande alarido, y algunos de los fariseos hacer juicio conforme á derecho y razón oyendo á en
porfiaban, diciendo: «No ha dicho este hombre palabra trambas partes, aguardaba los contrarios, — después
reprehensible ; antes parece que le dicta el Espíritu de de cinco dias , por su orden , llegaron & Cesárea Ana-
Dios ó algiin ángel.» Y como se enconase en mayor nías (8) el principe de los sacerdotes, con algunos an
ira el tumulto, temió el tribuno que (2) no hiciesen cianos, y un cierto Tertulio orador, que por todos ante
pedazos á Pablo; y mandó bajar á los soldados, y que el presidente pusiese la acusación á Pablo. Y habién
arrebatándole de en medio de todos j le asegurasen en dolo citado, Tertulio empezó su oración , diciendo :
la torre.
Dividir entre si álos enemigos aunados, ardid de
guerra es y aforismo político , para valerse de la diver (4) encientas (S.)
sión , (3) y enflaquecer sus fuerzas, y adquirir algo fa- (5) previniesen (Id.)
(6) Baperatarin. (Id.)
(7) El tribuno Lisias habiendo (Todot toi ejemplarei.)
(1) remitirse (S.) (8) principe (M.)
(í) hiciesen {Id.)
(5) enHaquecer (WJ
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 4{
presidencia & Félix; el cual, por dejargustosos á los ju
MldON DE TÍRTULLO CONTRA SAN PABLO.
díos y granjearlos, dejó á Pablo preso.
•Siendo así que por tí gozamos de mucha paz, y por ¡ Qué atento está un mal ministro á cualquier pala
hipwidencia, que corrige muchas desórdenes, las bra que suena á dinero* Oyó Félix á Pablo que había
wprasdel sosiego, siempre con debido reconocimien venido á hacer limosnas , sacrificios y votos; y coli
to, eicelentísimo Félix, celebramos tu justificado go giendo caudal destos gaslos, quiso entre las limosnas
tero. Y dejando esto á cargo de la obligación de lodos, hacerlugaral cohecho, y que Pablo le comprase la li
per no alargarme , le ruego que con tu acostumbrada bertad. ¿Cómo podía juez interesado dejar de temblar
clemencia nosoigas. Hallamoseste hombre pestilencial, oyendo decir á san Pablo que había juez y juicio para
tjoe anda sembrando sediciones entre los judios por todos? Para estos, quien tiene que dar no tiene (I) cul
todo el orbe, autor de la secta de los nazarenos, de que pa; juzgan por lo que cuentan, no por lo que estudian:
proceden estos alborotos. Este procuró violar el templo; al pobre echan la ley á cuestas, y hacenque laleysaqiie
y queriendo juzgarle conforme á nuestra ley, acudió el acuestas alrico. Este aun en las limosnas quería qué
tribono Lisias , y con mano armada le sacó de nuestras le echasen. Iba y venia muchas veces á visitar á Pablo;
manos, mandando que los que le acusaban pareciesen mas viendo que se venia como iba, le dejó preso. Menos
en tu presencia. Hemos venido: tú puedes saber del •saca la inocencia de las cárceles que la dádiva. Él Após
mismo, haciendo juicio de todas estas cosas, la causa de tol nos enseña que para entrar en la cárcel no es me
nuestra acusación.» nester culpa, y que para salir no basta el no tenerla.
te judíos acompañaron estas últimas razones, di Luego que lomó Festo posesión de su ministerio en
ciendo: «Todo lo que lia referido Tertulio es verdad.» la provincia, pasados tres dias pasó desde Cesárea á
Hizo el presidente seña á Pablo para que respondiendo Jerusalen, donde los príncipes de los sacerdotes y los
«defendiese; y dijo : judios de mas autoridad le recibieron con injuriosas y
criminales acusaciones contra Pablo. Pretendían ma
0RAC1OX DE SAJi PABLO POR. SÍ. ñosamente, rebozando en celo su malignidad , gran
«Animosamente satisfaré por mi inocencia á las ca- jearle la voluntad contra la inocencia del Apóstol, ins
lammasque se me oponen, sabiendo ha muchos años tando le remitiese á Jerusalen ; y esto porque fenian
que presides á esta gente ; por lo cual no puedes ignorar determinado quitarle la vida en el camino. Festo, de
que no ha mas de doce dias que subí á adorar á Jerusa terminado á volverse luego á Cesárea, respondió que
len, yni me hallaron en el templo disputando con algu Pablo estaba con buena custodia en la prisión, y (2) sí
no, tú en la sinagoga , ni en la ciudad, ni pueden pro entre ellos había algunos que tuviesen delitos de que
barme cosa alguna de las que me acusan. Empero 5:0 te acusarle, que los oiria en justicia. Y habiéndose deteni
confies* que , según la ley que estos llaman secta, sirvo do allí mas.de ocho dias, llegó á Cesárea, y sentándose
1 mi padre y Dios, creyendo para el bien de todos todo en el tribunal mandó traer á Pablo, y con él asistieron
cuaolo estí escrito en la ley y los profetas; teniendo en aquella audiencia todos los que de Jerusalen habían
esperanza en Dios, la cual estos mismos tienen, que venido á ponerle acusaciones. 'Imputáronle muchos y
iabrí resurrección para los buenos y malos. En esto graves delitos; empero ninguno pudieron probarle, ni
procura jo tener para con Dios y los hombres sin es convencerle de culpa. Pablo, respondiendo por sí, di
crúpulo mi conciencia. Después de muchos años vine jo; «No he pecado contra la ley de los judíos ni contra
para hacer entre los mios limosnas, sacrificios y votos, el templo ni contra (3) César. En tres palabras se jus
j-en esto me hallaron purificado en el templo, no con tificó con la majestad divina y humana.
multitud, ni tumulto. Los judios que vinieron de Asia, Festo, deseando dar satisfacción á los judíos y no
que debieran haber ya venido á tu presencia si tuvie desabrirlos, y juntamente dejar á Pablo instancia para
ran de qué acusarme , ó estos mismos digan, pues estoy su defensa, le dijo: «¿Quieres ser llevado á Jerusalen,
enjuicio, qué maldad hallaron en mí, porqué me per yque allí juzgue tu causa?» Respondió el Apóstol: «Yo
siguen. No tienen otra causa, sino que estando en medio soy del tribunal de César, donde por derecho debo ser
dellos exclamé : Porque predico la resurrección soy juzgado; y como tú mejor sabes, á los judios no he
enemigo vuestro , y me juzgáis hoy por delincuente.» ofendido en algo. Si he cometido en ofensa suya algu
Difirióles Félix la determinación, como quien por su na cosa digna do muerte , no la rehuso ; y si en todo
brga experiencia sabia cómo se debía disponer y enca- lo que de mí acriminan no hay verdad, ni causa de
minar esle caso ; y dijo á los judíos : «Luego que venga condenación en mi vida, nadie me puede entregará los
Lisias os oiré;» y«maudó al centurión que guardase á judíos: yo apelda César.» Entonces Feslo, confiriendo
I'j'tilo de manera.que tuviese comodidad, y que no pro- el caso con los del consejo, dijo : «¿A César apelaste? á
nibiese el asistirlo los suyos. César irás. »
Después de algunos dias vino Félix con Drusilla su Si el ser acusado presupusiera culpa, nadie hubie
tonjer, que era judia, y llamó á Pablo, y le oía" lo que ra inocente en el mundo, y 1.1 envidia y el odio y la
'«aba á la fe de Jesucristo: hablaba de la justicia y de venganza presumieran de virtudes, dándolas por libres
la castidad y del juicio futuro. Temió esto por amena- de la calumnia, infame solar de su descendencia.. La
a>y espantado le dijo Félix: «Lo que ahora importa es acusación es hija dei odio y madre de la venganza;
que te vayas; ten la ciudad por cárcel, que cuando dícela el que aborrece, óyela el que teme. El envidio
naya logar te llamaré.» Juntamente con esta caricia es so la da voz, el tirano crédito. Esto aborrece al que
peraba que Pablo le daría por su libertad algún dinero,
í no con otro intento frecuentaba el verle y hablar con (1) no tiene culpa; (/l.)
(2) que si entre ellos iS.)
él. Pasados dos años vino Porcip Festo á succeder en ia (3) el César. ¡U.)
42 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
advierte, desprecia al que aconseja , premia al que acu preguntó si quería que él le juzgase en Jernsalen. El
sa. No advierten los miserablemente poderosos que la Apóstol respondió era del tribunal de César, y que 1
acusación mas veces mira á la introducción del que la César apelaba : calificadísimo ejemplo del cuidado que
hace que al útil del que la admite. Aquellos creen, deben tener, no solo los seglares sino los eclesiásticos
sin aguardar probanza, las acusaciones que merecen de mas sagrada dignidad, en no consentir se desprecie
padecer los delitos dellas. Suple los testigos la concien lajurisdicion real ni se quebranten sus leyes ú privi
cia rea. Festo oyó las acusaciones de san Pablo con mas legios; pues san Pablo, siendo ciudadano de Roma,
sospecha de los que las ponian que del Apóstol. Oirías poique no se violase el fuero de la ciudad y defrauda
es forzoso, averiguarlas es justo; yes aveces, aun ve sen la majestad (5) de César, apeló á él á costa de su
rificadas, más seguro prevenirlas que castigarlas. Au despacho, que por esta causa se alargó tan penosamen
gusto, por consejo de su mujer, según refiere Séneca, te; siendo cierto, como veremos consecutivamente,
con este medio consiguió la seguridad de su persona. que el rey Agripa, habiendo sabido su acusación v orló
Quien premia á los acusadores, antes se castiga á sí que le, dijo: (6) «Este hombre podía ser dado por libre si
á los acusados, y compra su inquietud, no su adver no hubiera apelado al César.» El Apóstol, por mostrar
tencia.. Siempre el calumniador viene á propósito del se fiel vasallo del que por permisión de Dios era empe
miedo del poderoso, que á persuasión de loque teme, rador, fué impedimento á su soltura.
cree lo que.oye. No es del todo inútil oír las calum Pasados algunos dias , yino el rey Agripa á Cesárea
nias, si se disimula la estimación , y no la sospecha del con Bereniceá visitará Festo. Y habiendo pasado el
que las propone y la perturbación del que las atiende. tiempo de las caricias del hospedaje, Festo ¡é*ilró cuen
No se ha dé Gar el crédito de las apariencias, porque ta de los sucesos de Pablo, diciendo : «Aqui dejó Félix
es menos peligroso oir lo imposible que lo (1) verisí un varón preso , contra el cual me informaron en Jeru-
mil, porqueta mentira se viste deste por apartarse de salen los principes de los sacerdotes y los ancianos de
aquel. ¡Miserable estado el de los que ascendieron (2) la sinagoga, haciéndome instancia para que le conde
á grandes puestos! No pueden vivir si no oyen las acu nase á muerte.» Refirióle lado lo que (7) había pasado,
saciones ; y si las oyen , no los dejan vivir. Todo este y últimamente cómo Pablo había apelado á César, y él
daño tiene lugar en los exquisitamente perversos, que le otorgó la apelación. Agripa, persuadido de lo que le
luego olvidan el beneficio, y nunca la injuria. Estos refirió Festo, le dijo deseaba ver y oir á Pablo. Ofre
para su desasosiego, impacientes de la pereza de los cióle que el día siguiente *le cumpliría este deseo. Al
chismes, solicitan malsines y les mandan que, espian otro dia vinieron Agripa y Berenice con mucha autori
do las conversaciones, les parlen lo que de ellos dicen dad y grandeza al tribunal, y acompañándolos los raro-
y quién los murmura ; siendo asi que los mas de los nes mas graves de la ciudad y los tribunos, conforme
hombres, si supiesen lo que dicen de ellos á sus espal los repartía el asiento la dignidad de cada uno; luego
das y en ausencia, después de perder la paciencia, se Festo mandó traer y entrar á Pablo y (8) dijo:
precipitarían en rabia desesperada; y los que se encar
RAZONAMIENTO DE FESTO.
gan de espiar intenciones de otros (porque el poderoso
que se lo manda no tenga por mayor la disimulación «Rey Agripa y todos vosotros, varones y magistra
de los que sospecha le aborrecen que su habilidad en dos que estáis presentes, y veis este hombre ú quien
descifrársela) inventan lo que no pudieron descubrir: acusa toda la multitud de los judíos, persuadiéndome
con que aseguran la eminencia de la malignidad , en con rencor obstinado en Jerusalen y aqui que con
que está su mérito (a). viene le quite la vida ; yo, habiendo oido sus crimi
Con esta falsedad abominable, preciándose de acu naciones y su respuesta, no hallo cansa ni razón por
sadores y falsarios de la santidad , persiguieron los ju qué deba condenarle á muerte. El apeló á Augusto par
díos á los profetas; dejaron á Dios por los ídolos; cru ser ciudadano de Roma; juzgué debía otorgarle la ape
cificaron á Cristo, y persiguieron en todas partes á san lación y remitirle á César. Es tal su inocencia, qne de
Pablo. Animosamente exclama contra su perfidia san su causa no sé lo que escriba. Por eso le he traído á
Juan Crisóstomo, sobre el vers. 17 del primero capítu vuestra presencia, y principalmente á la tuya, rey Agri
lo de la epístola á los Filípenses: (3) «¡Oh crueldad! pa, para ver si preguntado en tan esclarecida junta tu
¡Oh diabólica energía ! Víanle preso, y aun le envidia viese algo de que dar cuenta al Emperador, porque me
ban; querían que sus calamidades se aumentasen, y parece acción irracional enviar desde Cesárea á Ro
que la ira del príncipe fuese mayor contra él.» Acusa ma este hombre preso, y no decir las causas por qué
la persecución de los judíos contra san Pablo en pri le remito encarcelado.»
siones, y parece habla en la ponderación deste lugar. Es cosa dignare reparo miry aflnto ver que Festo
Oyó Festo las delaciones contra san Pablo, y oyóle á él: gentil, juzgando la inocencia de sal) Pablo entre tan
vio que no oran de crimen de lesa majestad'divina ni alentadas acusaciones, al enviarle preso sin decir la
humana, que no le probaban cosa en contrario; y por causa por qué le envía, llama cosa irracional; y no
no disgustar (4) los judíos, y dar lugar á su defensa, le dijo injusta, porque esta cabe en hombre mulo, y ú. él
le pareció era mas de bestia que de hombre, aunque
fuese perverso. Quien aprisiona sin decir por qué, se
(1) verosímil. (II. S.) confiesa por delito del que padece, y juntamente con-
(2) grandes (.4. Jf.)
(a) La pumuacion en todos los Impresos era desatinadísima.
(3i O cruitelitatem! O diabolicam cnergiam! Viclura videbant, (5, del César, IS.)
et lamen atlhur, invidebant: aoclas volebant ejus calauíítales, ma- (61 Dimiitl putera! bomo bic, sinonappellassetCaesareta.
lorujue Regís irac obnoxium (acere. |7< le lubia pasado, (5.)
U) alus judíos, (S.) (S) le dijo: (». S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 43
ka que el preso do tiene otro delito. Cuando el juez taba hiciesen penitencia y se convirtiesen i Dios, que
esculpa del perseguido, la defensa toca al tribunal de por mi predicación los llamaba, haciendo obras merito
Dios, que por la boca de la sabiduría les liene uoliíi- rias dignas del premio por la penitencia. Esta es la
eadtfigae presto y horrible aparecerá sobre ellos». causa por la cual los judíos (sin respetar el templo en
Luego que Agripa vio á Pablo en su presencia y de que estaban), prendiéndome, procuraban quitarme la
iodo el consejo, le dijo que hablase por sí. Pablo, pre- vida; empero defendido con la protección de Dios, ha
riiiendo la atención de todos con la mano, dijo : vivido hasta este dia, testificando á chicos y grandes
lo que los profetas y Moisen dijeron que seria, y por
ORACIÓN DE SAN PABLO. ellos prometió el Espíritu Santo«para la salud del mun
«Tengo por bienaventuranza, ó rey Agripa, el de do; sin apartarme de sus palabras en nada, mostrán
fenderme hoy en tu presencia de todas las acusaciones de dolo todo cumplido y desempeñada la verdad de las
los judíos, pues nadie sabe mejor que tú las costum profecías, en predicar que Cristo padeció, que después
bres de (I) los judíos, y las cuestiones de sus sectas: de muerto y sepultado, como primogénito de los muer
por lo cual te ruego me oigas con paciencia benigna. tos, fué las primicias de su resurrección, cuya fe habia
Confesarán los judíos, si quisieren decir verdad, que de amanecer la noche obscura en que yacían este pue
!i .hiéndame conocido en Jerusalen con los de mi nación blo y todas las gentes.»
y antes en mi niñez , que vivi fariseo en todo rigor, Estando pues Pablo refiriendo estos misterios, y
observante de aquella secta por su celo exquisita ; y dando razón dellos, alzando la voz Festo, dijo: «Pa
ahora, confiado en la esperanza de la repromisión que blo, salido has de juicio; las muchas letras te lian
Dios ofreció á nuestros padres, animosamente aguar- desbaratado el seso. » «No estoy loco, respondió, buen
doel juicio que de mi se hiciere: á la cual orando á Festo, antes mis palabras son con modestia reporta
Dios de dia y de noche sin intermisión, los doce tri das y con simplicidad verdaderas. Todo esto sabe el
óos esperan llegar : y porque yo espero lo mismo, soy rey en euya presencia y á quien animosamente y con
acosado por los judíos. Contradicen, incrédulos al po reverencia hablo, porque ninguna destas cosas se
der de Dios todopoderoso, la resurrección de los muer obró en ángulos ocultos. O rey Agripa, ¿crees á los
tos. No de otra manera, persiguiendo yo el nombre de profetas? No he menester que respondas ; sé que das
Jesús Nazareno, me persuadía, sabiendo que habia crédito á sus palabras.» Agripa le respondió: «En
muerto crucificado , que podría obrar contra su glo parte me persuades á creer en Cristo. » Replicó fer
ria: lo qne procuré en Jerusalen, aherrojando muchos viente en caridad el Apóstol : «Deseo, no solo que en
de los santos en las cárceles por comisión de los prin parte sino en todo, y eu lo mucho como en lo poco,
cipes de los sacerdotes, llevando la sentencia para que no á tí solo sino á todos los que me oyen, os haga el
los degollasen ; y por todas las sinagogas frecuente Señor omnipotente tales como yo, menos en estas
mente los castigaba, obligando á que blasfemasen. Lle prisiones y cadena que mé rodea. » Con esto se levan
go a tal extremo la rabia de mi furor, que los perse taron el rey, el presidente y Berenice y los que (3) los
guía sin perdonar la distanciado ciudades extranjeras. acompañaban. Y luego que se apartaron , confiriendo
Tende pues 4 Damasco con provisiones de los magis lo que habían oido y visto, dijeron unánimes : «Este
trados, arrebatado deste aborrecimiento al nombre de hombre por ninguna cosa es digno de muerte ni de
Cristo Jesús y de todos los que creían su resurrec cárcel.» Agripa le dijo i Festo: «Este varón podia ser
ción, i la hora de mediodía vi en el camino que á dado por libre si no hubiera apelado á César.».
ni y á los qne conmigo caminaban nos anegaba un Danos este suceso de san Pablo toda- la enseñanza
koracan de lumbre de resplandor más ferviente que la de la acusación apasionada y de la defensa religiosa y
taz del sol. Todos caímos en tierra fulminados. Yo oí cortés. ¡ Con cuan" desenfrenada insolencia se preci
ana voz articulada entre el espanto de las llamas, que pitan los calumniadores en presencia de los ministros
en lengua hebrea dijo: Sanio, Sanio, ¿por qué me particulares, pues los hemos visto acompañar los opro-
persigues? En vano resistes á mi llamamiento. Yo ató- brios con la violencia de las manos, y á los jueces no
aito repliqué : Señor, ¿quién eres? Respondióme : (2) solo aplaudir el furor sino mandarle! En esta audien
Soy JestB, á quien persigues; empero levántate y usa cia, en que presidia el rey Agripa, los judíos no se atre
fe las pies. Heme aparecido á tí tremendo, para que vieron á perderle el respeto, y por.fuerza tuvieron ver
por mi clemencia asciendas, de la caída, al ministerio güenza. En la presencia de las majestades se desalien
aprenvo de apóstol; y para que seas testigo de lo que ta la malicia y se anima la inocencia. Los príncipes
Tiste (cegando para dar vista á otros ciegos) y de todas soberanos, que desde su lugar superior miran á todos,
las cosas en que te asistiré, librándote del pueblo y están en cumbre donde no alcanzan la envidia ni el
de bs gentes, donde te envió ahora, para que les abras miedo, que son interesados asesores. Con hermosas
to» "jos y puedan convertirse de las tinieblas á la cla palabns dijo esto Terencio : «Hacen los tribunales fre-
ridad, y del poder de Satanás al amparo de Dios; me cuenfis agravios cuando de lástima dan al pobre lo
reciendo perdón de sus pecados y lugar entre aquellos ajeno, y de envidia quitan al rico lo propio. »
«oaidos que son santificados por la fe que tienen Festo, como ministro bien intencionado, solicitó que
■Ja. Por esto, rey Agripa, cesando en la obstinación, el rey oyese á Pablo por sí : diligencia que descami
o» foí incrédulo ni inobediente á la visión del cielo; nan con desvelo delincuente los jueces que juzgan por
antes fervoroso y diligente, primero en Damasco y Je lo que temen ó por lo que codician.
rusalen y toda la región de Judea; y á las goales exhor- El Apóstol, religiosamente retórico y (4) cortes-
¡1 filos, y lai cuestiones (S.) (3) le acompasaban; (5.)
3) Ts m; \¡d.) (4) cortesanamente (Id.)
44 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mente atento, halagó con palabras amigas los oidos de deMacedonia. Llegaron á Sidón el día siguiente ; y Ju
Agripa, diciendo la confianza que su presencia real da lio, compadecido de los trabajos del Apóstol , le permi
ba á su inocencia para defenderse, confesándole docto tió fuese á ver á sus amigos y á descansar con ellos. Sa
en las cuestiones y costumbres de los judíos. Y cuan lieron de aquel puerto, y los vientos contrarios desva
do Festo le dijo que las muchas letras le habían sa riaron su viaje á Chipre ; y navegando el golfo de Cilicia
cado do juicio , con reverencia mañosa le llamó buen y Panlil ia, arribaron á (7) Lystra ciudad de Lycia,
Festo, respondiendo antes con caricia que con enojo; donde hallando el centurión Julio un navio de Alejan
y juntamente ganó la benevolencia del rey , diciendo dría , que iba á Italia, se embarcó en él con todos los
al presidente que Agjipa entendía todo lo que él pre que llevaba á su cargo. Proejaban con los vientos con
dicaba. No estragan ni ohidan los santos la reveren trarios, que les fueron detención de muchos días, y
cia que se debe á las majestades, en el lenguaje. Pasó apenas pudieron dar vista á Guido; por lo cual les fué
Pablo á enseñar cómo se han de encaminar los prín forzoso arribar á Creta, junto á Salmón. Pasando de
cipes á lo que les conviene, cosa(l) más aprendida de lante no sin dificultad, llegaron á un abrigo que,- por
los subditos por la soberbia de los que pretenden rei ser clemente é las naves, llamaban Puerto-hermoso,
nar en los reyes (2), que por las advertencias que des cuya orilla abrigaba y fortalecía la ciudad de Thalasa.
abridamente oyen las coronas, por empezar ó por su Empezaba ya con el invierno á enfurecerse el mar y
yerro ó ignorancia. Más fruto buce quien al soberano, mostrarse intratable el cielo. Habíase acabado el ayuno
para que h:iga lo que no quiere, lo dice que lo hace, de los judíos y el tiempo estaba muy adelante, y solo
que quien le reprehende el no haberlo hecho ó le dice vian ceño en las nubes y amenazas en los vientos. Pablo,
que lo basa con resabios de mandarle. San Pablo sa viéndolos cuidadosos, les dijo por consolarlos y adver
bia que Agripa creía en los profetas, y pregúnlale si tirlos : «Mejor es fiaros ueste puerto que del golfo. Veo
cree en ellos. ¡Qué buena duda! (3) Y luego no le cli- que vuestra navegación empieza á ser peligrosa, no solo
ce imperioso: «Cree en ellos;» sino: «Sé que los crees;» á la carga y matalotaje y á la nave, sino á vuestras vi
porque el Rey no (4) oiga con ceño presunción ajena. das.» Empero el centurión dio mas crédito al piloto y
Resultó de la suavidad desle estilo que Agripa le di marineros que á Pablo ; y persuadido á que el puerto no
jo: «Pablo, en paite me reduces á creer en Cristo.» era seguro para invernar, determinaron hacer viaje y,
Atajo es para que se haga lo que conviene alabar, an si fuese posible, asegurarse en el puerto de Creta, que
tes lo que se debe hacer, que reñir ni reprehender lo llaman Fénix y mira al áfrico y al coro. Viendo que
que se hace. No hubo senda de la elocuencia por don tenian el austro en popa, juzgaron (8) conseguirían su
de no encaininase el Apóstol la persuasión á la salud. intento ; y habiendo levado ferros de Asón, daban vista
«Deseo , dijo, ó rey Agripa, que á ti y á todos los que á Creta; mas poco después embistió proceloso (9) la
me oyen os haga Dios semejantes á mí, no solo en lo nave el viento tifón, que llaman euroaquilo. Apode
poco sino en lo mucho, y enteramente, menos en lus róse en arrebatados huracanes della, que precipitada
prisiones y cadena que me encarcela. » no podia resistirse ni regir, y en poder de lds golpes de
Ministro que quiere para los otros las cárceles y las mar se dejaron á la borrasca. Y corriendo desgaritados
afrentas, j paras! so!» la salud, la medra y el descanso, á una isla cuyo nombre era Clauda, apenas pudieron
conloen nombre es mal verdugo. Colmados estaban de tomar el esquife; y valiéndose de instrumentos, con gú
gloriosos méritos aquellos hierros, que cargaban mo menas dando cabo al bajel , porque no diese en un ba
lestos y. pesadosal Apóstol ; y por ([Hitarles el horror de jío, le trajeron de remolco. El dia siguiente fué Un
que para recibir la ley de gracia era forzoso padecerlos, rabiosa la furia de las olas, que arrojaron al mar, por
los excusa de'.los, deseando le sean semejantes en la fe, aligerar el vaso por tantas partes combatido , toda la
y no en los grillos. ropa; y (10) al dia tercero, bebiendo ya la muerte, con
Quien dio esla (lotrinaáln? que gobiernan y de quien sus propias manos arrojaron todos los armamentos y
se derivó á san Pablo, fué Cristo, cuando llevándole aparejos de la nave. La razón fué tan ciega , que se llevó
preso dijo á los soldados, por la libertad de sus discípu de los ojos de todos la' noche (que cayó de las nubes) el
los : Sinite hos abire : « Dejad que estos que me siguen sol, la luna y las estrellas; dejándolos la porfía* de la
se puedan ir. » Cuando gobernaba coi poi alíñente pade fortuna deshecha, sin esperanza de remedio, anegados
ció por lodos; cuando por su. ausencia y muerte gober en muerte la vista y los oidos. Viéndolos descaecidos
naron en diferentes provincias ellos, lodos padecieron por el largo ayuno, mostrándose Pablo en medio de to
por él. No se puede negar que reina quien padece por dos constante y animoso, dijo: «Importó mucho, ó
que no padezcan los suyos, y que martiriza quien solo varones , no haber dejado el puerto de Creta cuando os
goza lo que padecen. lo aconsejé, pues hubiérades excusado este naufragio
Feslo, porque tuviese efecto la apelación de Pablo á y robo que del mar habéis padecido ; empero yo os ex
César, le entregó con otros presos á Julio centurión de horto que mostréis valor , y os aseguro que ninguno de
la cohorte Augusta, para que le pasase ¿Italia. Embarcá todos perecerá, y que la saña del piélago se contentará
ronse en un navio de la ciudad de (5) Adrumeto, y na con la nave sola. Esta noche se me apareció el ángel de
vegando cerca do las orillas de Asia.se juntó con ellos Dios, cuyo soy yá quien sirvo de ministro, y me dijo:
en el mismo bajel Aristarco (6) de Tesalónica , ciudad Pablo, no temas ; conviene que asistas á César, por lo
cual Dios te da todos los que navegan contigo , y tu
(1) mal aprendida (A. S.)
C2) por las advertencias [A. Jf.)
(3| No le dice (S.) (7) Lyslria, (S.)
(4) oyera (W.) (8) conseguirla (ir. F.) — conseguir (S.)
(5) Adrumanlo, {A. U. F.) (9) a la nave (S.)
16) Tesalónica, (A. M.) (10) el dia [id.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 45
compañía será puerto segnro á sus vidas. Con esto no supiesen nadar se arrojasen los primeros, y que como
ba-v qae temer; que yo espero en la piedad de Dios que mejor pudiesen arribasen á tierra. Hizose , y los demás
sucederá como me fué prometido en su nombre. Es ver entablas y maderos, y otros en los trozos que de la
dad que conviene, después de padecer muchas injurias nave quedaron, se guarecieron ; con lo cual todos sa-
del temporal, salir al abrigo de una isla. » Después que lierorrá salvamento en la playa. Lítelo que pisaron la
pasó el dia decimocuarto, navegando por el mar de tierra reconocieron era la isla de (0) Melíta, en que fue
Adria, cerca de la media noche les pareció á los marine- ron hospedados con grande agasajo de los bárbaros que
rosque(l)víahalguna región; ytemiendodar en tierra la (7) habitan. Bien advertidos en el rigor del tiem
sondaron veinte brazas, y navegando mas adelante, po, encendieron hogueras para contradecir con el cglor
usando de la misma diligencia, hallaron quince ; y te los hielos y vencer la mala condición del invierno. El
merosos de embestir en algún escollo, echaron cuatro Apóstol, que atendía mas á servir que á ser servido,
anclas de la popa que la fundasen inmoble, deseando habiendo juntado cantidad de gavillas de sarmientos,
que el dia anticipase la luz para certificarse del riesgo las arrojó en la lumbre por esforzarla. Sucedió que una
deaquel paraje. Los pilotos, mal asegurados, intenta víbora que con adormecido veneno iba entre los sar
ron huir del bajel y desamparar su gobierno; llegándose mientos, despertó con el calor, y mordiendo á Pablo
en el esquife á la proa, con achaque de (2) alargarlos se quedó colgada de su mano. Luego que los bárbaros
ferros. Pablo desvelado por la salud de todos, dijo al vieron que la serpiente pendía de sus dedos , empezaron
centurión y á los soldados : «Si estos no asisten en el á decir: «Este hombre sin duda es homicida, pues ha
bajel, vosotros no podéis salvaros.» biendo escapado apenas vivo de la borrasca, la ven-
Pocos que (3) desconfíen de la promesa de Dios, pue ganzaycastigodel cielo no le permite vivir en la* tierra.»
den ser causa de la ruinado muchos. Hubia prometido Mas el Apóstol, sacudiendo la víbora en el fuego, se
el Apóstol que ninguno.pereccria; y vencidos del temor mostró triunfante del más diligente veneno, cuando
dudaron los marineros, huyendo de (4) crecer el nú todos esperaban que hinchándose con la fuerza de la
mero de las misericordias de Dios. Si aun habiéndose de ponzoña, de repente había de caer muerto; empero
perder el bajel y salvarse la gente, que el sumo poder viéndole sin alguna señal de accidente, reprehendiendo
libra, no consiente que le falte un marinero , quien en su sospecha, le tenían por Dios.
trega sus naves á las cóleras del mar y al frenesí del ¡Qué poco propicia es la atención humana a los que
vienlo sin maestros y pilotos, á sí se debe los naufra padecen! No hay delito que no se (8) diga y asegure y se
gios .anticipándose disculpa á sus pérdidas en las bor crea y se aumente del poco fortunado. Porque vieron
rascas. salir de una tormenta á Pablo nadando y que la víbora
Oyendo la advertencia de Paulo, cortaron los sol le picó, aseguraron era homicida y que por (9) faci-
dados los cabos al esquife y le dejaron correr. Luego noroso le seguía la indignación de Dios. En ningún otro
que amaneció rogó el Apóstol ¿ todos que comiendo suceso se ve la liviandad escandalosa de las acusaciones
restituyesen sus fuerzas y alientos, desmayados por los tanto como en este, pues en dos renglones aseguran
muchos dios que habían trabajado sin sueño y mante que el Apóstol es Ifomicída porque la víbora le clavó
nimiento, asegurándolos no se perdería de la cabeza de los colmillos; y al instante, porque no se cayó muerto,
alguno ni un cabello. Luego tomó el pan , dio gracias á dicen que es Dios el mismo que afumaban era seguido
W»s, partióle con todos, y empezó á comer; y todos de su justicia. No hay cosa de tanto séquito como la
mas consolados hicieron tomismo. Eran las que estaban acusación. Oyen los que navegan con el Apóstol, que
en la nave doscientas y setenta y seis personas. Y ha afirman es homicida ; y habiéndole visto profetizar las
biendo esforzados* , alijaron el navio arrojando en el borrascas y la pérdida de solo el navio y que (10) de-
nurel trigo que llevaban, al rayarla luz. El dia siguiente llos ninguno perecería, según se lo dijo el ángel de
te pareció á los marineros vian en la orilla una ense Dios, y que se había cumplido todo, oyen tan san
nada, donde juzgaron podrían hurtar el bajel al peli grienta calumnia y callan, sin hablar por la santidad
gro; y levando (o) los ferros, se dejaron al mar, alar- que tenían experimentada. Presos y acusados no aguar
pando las escolas y cuerdas de los gobernalles. Hície- den otra defensa sino la del cielo. ¿Qué importa que
roo poca vela al viento impetuoso que corría , por ase- los bárbaros esperen á que reviente el encarcelado, re
aurarsede su furia, encaminándose al surgidero, que ventando ellos de envidia, sí el preso espera en Dios?
uabian considerado tan ciegamente , que embistieron Viendo á Pablo con la serpiente colgada de la mano , le
con on peñasco que se disimulaba entre dos profundi juzgan homicida y (1 1) facínoroso, cuando era con ma
dades , donde hincada la proa con el golpe y quedando jestad segundo emblema de Cristo á la de- la vara do
inmoble, era ocasión con la resistencia á que los gol Moysen, de que pendía la serpiente que sanaba á los
pes del mar desatasen la trabazón de la popa. Propusie mordidos della; pues colgada de su propria mano la ser
ren tos soldados, viéndose en el postrero riesgo, sería piente, si no sanaba como la antigua á los mordidos de
acertado dar-muerte á los que llevaban presos, porque otra, picando á Pablo perdió el veneno en él; y las mis
'yudados de la confusión forzosa no se huyesen na mas víboras en toda aquella tierra quedaron desarma
dando. Empero el Centurión deseoso de guardar la das de muerte, habiéndoles sido triaca, de por vida y ■
'ida de Pablo lo contradijo, mandando que los que solariega, la mano del Apóstol. No solo sanó Cristo pen-

!f| WiM t$.) (6) Mitilene (A. M. S.)-lfalta (F.)


Si »lar (Todas ¡es ejemplara.) (7) habitaban. Bien advenido del rigor (S.).
3 deKunEan M.| (8) diga, aspgure, crea y se aumente [Id.)
* ereer el número i tai misericordias [A. ¡1. F.) (9) (II) facineroso {Id.)
i5j fenis, (SJ (10) ellos (.Id.)
46 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
diente de la cruz los que hiríi'i la serpiente' y la muerte peranza del pueblo de; Israel, prometida por lodos los
antigua, sino que mató la muerte muriendo ; símbolo profetas, y ya cumplida, padezco las prisiones desta ca
que faltaba y se añadió en Pablo ; y esta semejanza dena que me rodea.» Ellos le respondieron: «Ni nos
arrojó la admiración demasiada de lus bárbaros á que otros hemos recibido carta que lúlios remitieses desde
le endiosasen. Judea, ni alguno de los hermanos ha hablado mal de tí;
No solo por la defensa de los inocentes, sino por la empero deseamos oir tu parecer, porque desta secta sa
suya, deben los príncipes y los jueces atender desvela bemos que en toda parte tiene contradicion.» (3) Se
dos á la ruindad de la acusación y á la malignidad de ñaláronle dia para que los satisfaciese, y vinieron mu
los .acusadores. Descubriré el mas secreto y peligroso chos á su alojamiento; á los cuales enseñaba, testifican
ingenio de la calumnia. ¿Quién creerá que el odio y la do el reino de Dios y persuadiéndoles era Jesús su hijo
venganza acusa á otro debute del Señor soberano, no unigénito y el Mesías prometido en la ley de Moisen y
para que le castigue, sino para con el juicio que del hi los profetas: esto predicaba desde la mañana hasta la
ciere acusarle á él? Dije, proponiendo esta novedad noche. Algunos creyeron la verdad que para su salva
¿quién lo creerá? Ahora digo ¿quién habrá que no lo ción los enseñaba ; otros, pertinaces, no (4) la creían :
crea? Pues en el cap. 8 de san Juan, cuando los escri apartáronse con disensión entre sí. Pablo, lastimado de
bas y fariseos acusaron á la adúltera , haciendo juez á su error y dureza, les dijo: «Bien claramente habló i
Jesucristo de ra causa, se leen estas palabras : (i) «Esto vuestros padres el Espíritu Santo por Isaías profeta, -di
decían tentándole, para poder acusarle á él.» Con otros ciendo : Vé ó este pueblo y di les: Oiréis con los oídos y
nombres duran estos en los tribunales. Acusar al delin no entenderéis ; miraréis con los ojos abiertos, y ciegos
cuente p'ara acusara! que le juzga, es la mas primorosa no veréis. Cuajado está en piedra el corazón desle
iniquidad de los malsines. Aprendan los jueces á temer pueblo ; ensordecieron y cegaron por no oir ni ver con
por sí á los que acusan delante dellos áotro. sus oidos y sus ojos ; y por no ablandar con la sabidurh
En aquella parte luida un palacio del príncipe de sus corazones, (5) huyen de su salvación y salud. Séaos
aquella isla, cuyo nombre era Püblio, y por tres dias le pues notorio para vuestra penitencia que esta salvación
hizo benigno hospedaje. Sucedió que el padre de Publio se envia á las gentes, que oyendo ú Dios, recibirán del
estaba doliente de calenturas y disenteria. El Apóstol la salud.» Luego que el Apóstol les intimó esta amenaza
entró á visitarle, oró por él, y tocándole con lus manos, y decreto, se apartaron del los judíos, revueltos y con
le dio entera salud. Viendo esta maravilla, en grande fusos en varias cuestiones.
concurso acudían á Pablo todos los enfermos de la isla, Pablo por dos años perseveró en su alojamiento, ad
y todos volvían sanos. En reconocimiento los festejaron mitiendo benigno cuantos querían comunicarle, predi
con grandes honores; y viendo que prevenían la par- cando continuamente el reino de Dios y los misterios,
tenza, largamente los proveyeron de matalotaje y rega divinidad y humanidad, nacimiento, vida, dotrina, mi
los. Después de tres meses navegaron en una nave ale lagros, muerte y resurrección de Jesucristo ; esto con
jandrina que había invernado en el puerto, cuya insig apostólica y ferviente confianza, sin que alguno se lo
nia tutelar eran los Géminis. Llegaron á Siracusa, y en prohibiese.
el puerto se detuvieron tres dias. Desde allí arribaron á
Rhcgio, y un dia después siéndoles el austro favorable, Aquí dejó san Lúeas en el fin de los Hechos Apostó
al dia siguiente tomaron á Púzol. Allí hallaron herma licos la historia de san Pablo, á quien asistió insepara
nos en la fe, y á su ruego se detuvieron, consolándolos, ble, callando su nombre y todas sus acciones, solamente
siete dias. Después desta detención caritativa llegaron manifestándose compañero del Apóstol, cuando dice
á Roma. Luego que los fíeles que en la ciudad residían «íbamos, estuvimos, llegamos». Lo mismo se lee en el
supieron su llegada, salieron hasta el foro de Apio y las evangelio de san Juan, en que calló su nombre. ¡Sagra
tres Tabernas. Viéndolos Pablo, dando gracias a Dios, da enseñanza para los que escriben vidas ó crónicas, en
esforzó su confianza en sus misericordias. El centurión cuyos acontecimientos se hallan ! Por falta del texto ca
dio á Pablo licencia que seíuese & vivir en Roma dondo nónico habré de suplir la parte que resta, de autoridad
quisiese, asistido solamente de un soldado que hiciese de los escritores eclesiásticos y de los santos, y de algu
oficio de guarda. na conjetura.
Usando el Apóstol desta licencia, pasados tres dias, Llegó san Pablo esta primera vez á Roma el año
juntó los mas principales y primeros en dignidad de los cincuenta y ocho cumplido de nuestra redención, y va
judíos, y estando en medio dellos, dijo : «Yo, herma empezado el cincuenta y nueve; y del imperio de Ne
nos, no habiendo (2) hecho ni dicho cosa alguna con rón el segundo, acabado en octubre. Así lo .siente,- si
tra la plebe ó las costumbres de nuestros padres, fui guiendo á Ensebio en sus libros crónicos, san Jeróni
preso en Jerusalen, y soy entregado en poder de los ro mo en sus Varones ilustres. Estuvo, como hemos visto,
manos; los cuales, habiendo con diligencia examinado dos años sin salir de Roma, predicando y enseñando la
las acusaciones que me ponían, quisieron darme por li ley de gracia libremente y sin contradicion, solo asis
bre hallándome sin culpa. Después, contradícíéndome tido de un soldado, que mas era compañía que guarda.
la obslinacion de los judíos, fui forzado á apelar á César, Esta benigna licencia atribuyen urfosal centurión, que
no porque tenga de qué acusarlos. Esta es la razón por siempre habia acariciado al Apóstol ; otros á Nerón, no
qué os ropué víniésedes, para veros y hablaros, pues por por su piedad sino por no hacer caso de las cuestiones
predicar la redención del mundo prometida en la es- de los judíos y cristianos. Empero ni esta permisión, to-

(1) Hoc autem ilicobant tentantes cum, ut possent «censare (3) Señalaron el día (S.) *
■cnm. (*l lo (M.>
(2j dicho ni hecho (S.) (5) huyendo de (A-)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 47
aba en Roma al centurión por su cargo, ni era minis ¿Cómo será á proposito para esta real ocupación el
terio Ae la majes tad imperial; antes debe crearse tocó que al áspid que le pica él le envenena, siendo para él
i magistrado inferior, que cuidaba (1) de la guarda de veneno que»le toca, ponzoña? '¿Quién asiste al lado de
los presos, lo que se colige de Ulpiano (2): «El procón príncipe á quien no muerda el adulador, el envidioso, el
sul determina si la persona ha de ser recibida en la cár vengativo, ó el delator, ó todos juntos 1 No es más infa
cel, j) entregada á soldado, ó á sus fiadores, ó á sí mis me población la de las pestes animadas de (4) Libia. Si
mo.» Palabras que individualmente, según el estilo, como el Apóstol, no sacude y arroja con su mano (a) es
determinan este caso. En estos dos años san Pablo con tas serpientes en el mismo fuego que despertó con el
ladolrina, comunicación y ejemplo hizo grandes pro calor su malignidad adormecida, (5) él las da la mano
gresos espirituales en Roma, confirmando á los que en que las tiene, para que puedan atosigar la majestad,
creían y reduciendo á los incrédulos. y las adiestra á su corazón.
Volvamos á la memoria, para lograr alguna atención Cumpliendo con estos fines altísimos de la providen
del entendimiento, las palabras que dijo el Apóstol en cia de Dios, estuvo en Roma Pablo; de donde, cumpli
el mas ultimado riesgo de la borrasca, que fueron estas : dos, salió á largas peregrinaciones por la salud de las
•El ángel de Dios, cuyo soy y á quien sirvo de minis gentes. Y según sienten entre los padres griegos (san
tro, se me apareció esta noche y me dijo : Pablo, no te Afanasio en la Epístola á Draconeio; san Cirilo Jeroso-
mas; conviene que asistas á César, por lo cual Dios te limitano, Catechesi, 17; san Epifanio, inPanario, hae-
da todos los que navegan contigo.» Cuida tanto la divi resi 27 ; san Crisóstomo, homilía 7, de laudibus Pau-
na majestad de la buena, saludable y santa asistencia de li; Teodoreto, en el comentario 2.° de la Epístola á Ti
los reyes, monarcas y (3) emperadores, que porque con moteo, cap. 4.° de los latinos; san Jerónimo, sobre
venia que Pablo asistiese á Nerón, lo dio las vidas de Isaías, cap. 11 ; y sobre Amas, cap. 5."; san Gregorio,
todos los que navegaban con él : precio grande, y que papa, lib. 31 de Los morales, cap. (6)53, al Un; san Isi
mostraba la importancia de tal asistencia. doro, De vita, (6) oí obitu Sanctontm, cap. 17), salió á
Estrenaba Nerón los primeros años de su grandeza, desempeñar las palabras que suenan promesa en su
cuando en la infancia del poderío absoluto mereció á Epístola á los romanos, de venir á España; y conformes,
Séneca su maestro, en los libros De Clemencia, aquellas afirman que vino y predicó en ella. Sienten lo misino
alabanzas tan bien dichas como brevemente mal logra los mas modernos, Espeuceo, Genebrardo (c), y Baro-
das y desmentidas. Persuádome que Séneca, solicitado nio ; el cual, en el año 61, afirma leyó un libio en la li
de algún temor de la variedad ó inconstancia que ante- brería del cardenal Sirleto, escrito por Hipólyto m iitir,
vía en su discípulo, porprevencion le recomendó la vir cuyo título era (d) De los doce apóstoles, en que con ase
tud i que parecía se inclinaba, más para que la conti veración afirma que el Apóstol vino á España. Adon
nuase que porque creyese, seguro do su natural, que vienense, en su Cronicón (edad sexta, año cincuenta y
1» tenia con firmeza; por ser mas bienquisto de la ma nueve de Cristo), dice que Pablo, pasando á España por
jestad el modo de enseñanza y advertencia que aprueba Francia, predico en Mena, y á la partida dejó eh aque
en el principe lo mejor. No porque lo obra, sino para lla ciudad por obispo á CrJscente (e).
que lo obre, lo ejecutó Séneca. El muy docto y muy erudito Andrés de Sousa y de
La divina presciencia, que sabia cuan sangrienta ra Paris, predicador regio y pronotario apostólico, (7)
bia yacía disimulada en el corazón de Nerón, con el prueba lo mismo con grandes esfuerzos de varia (8) lec
temblor de la mano, al firmar una sentencia de muerte, ción. Refiere que en Viena de los Alóbrogues quedó .
quiso (apiadado de tanto mundo como pendia de su al- desde entonces en proverbio este verso :
bedrio) que nc¡ le faltase auxilio para su enmienda ni
Paulas, ¡iraeco crucis,
le quedase excusa á su malicia ; para lo cual ordenó que lint tih primordio lucís-
el vaso de elección y de honor asistiese aWle ira y afren
ta- ¡Qué diferentes personas arrima Dios al emperador Y en el frontispicio de la casa consular se lee una ta-
de la« qoe él trajo y acercó á si ! Dióle por maestro el
mejor hombre de la gentilidad, y por asistente al após
tol escogido desde el cielo : él se acompañó de mimos, (i) Libia, si como (A. Jf. F. S.)
(n) el principe.
gladiatores, faranduleros, bufones y alcahuetes. Enseña (5) y las da (S.)
en este suceso el textS sagtado las partes que, ha de te (6) 42. ( Todos los ejemplares )
ner el ministro que ha de asistir á los monarcas y seño (i) el morle Sanclonm novi testamenll , cap. m.
res soberanos en la tierra, y danos por ejemplo á Pablo. (el In poslcriorem D. Panli Apostoli ad Timothenm «pistola»
Ccmmentarhu, cum Digressionibus xuiii, seu tolidein Locis com-
Ta le vimos en la borrasca ser piloto y consuelo y bo munibus, bona ex parle ad hodiernas ¡n Iteligionc controversias
nanza de las vidas de lodos ; luego no Ira de ser borrasca spectaniibus : inter qu'as peculiaiis esl tractatus de uno Dei atque
de la tranquilidad, ni peligro ni desconsuelo de los que bominum Mediatore Deo homineJcsu Chrlslo.— Colleclorc Croa-
dio Espencaeo, Parisiensi Theulogo. - Parbiií, apud Nkolaum
padecen y corren tormenta. Mordióle la víbora, habita Cbcsucau, l.'ilil ; pag. 177.
da de muerte, y viéronla pendiente de su mano ; y cuan Cilli. Cenelirardi, Theologi Parisiensis Divinarom Haebrsioamm-
do aguardaban que falleciese, no solo quedó preservado que lilerarum Professoris Itcgii, Chronographiac litit qualor. Pa-
risiis, apud Ambrosium Drnuarl, 1600; pig. 2Í6.
del veneno, sino las víboras sin él.
(rfi De los sítenla y dos discípulos.
(í) Sos palabras son : «Quo lempore creditor Paulos ad Hís
panlas pervenisse, et ArelaUeTrophimnm, Viennae Crescenlem,
H1 te lo» preso», IS.) discípulos guiis, ad praedicanrium reliquisse.
<í libro 1, de Cttiodia rttrm : Pnxonsul aestimare solet, (7) en su libro, que se intitula : De Uyslicis Galliae Scriptori-
tiran ii circerem recipienda sit persona, an milm tradenda, vel tiM, muiiipliciqve in ea Chrisliatiorum rituum origine eleclae disser-
«"«jassoñbtts commiltenda, vel eiianf sibi. lalionts, in síngalas Eccltsiae ocíales digcslac '.
3) emperadores ; porque convenía k5.) (8) elección. \S.)
48 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. *
bla de melal, en que con letras relevadas está escrito : versal, sin, excepción con pluma suspensa algunos de
Paulus,et hanc iocuit Carísima los padres antiguos, y algunos con sentir determinado.
Crescente relicto. • Siguió esto el angélico doctor santo Tomás; y al doc
Vese hoy en Arélalo el barrio que (1) hoy llaman de tor ángel toda su doctísima escuela, que tan ardiente
San Pablo, donde hay una casilla, que aun dura, consa y particular devoción tiene con la Virgen y con el mis
grada en oratorio por la veneración del Apóstol; y en terio de la Anunciación en la fiesta del Rosario, quo
Viena hay una capilla con título de los Macabeos, en la (8) puedo llamar patrimonial en la orden del gran pa
cual es tradición que san Pablo celebró la primera misa. triarca santo Domingo; pues, con muchos Padres, no
Los franceses, por asegurar en su tierra la presencia admite que no pecó en Adán ni tuvo débito, aunque
del Apóstol y su predicación, que con (2) tan auténticas con reverentísima diferencia á todos los comprehpn-
memorias defienden, afirman que vino á España, vien dií'üs en la proposición del Apóstol: de que resultó du
do que prometió pasar por ella, y no por lasGalias; y da fértil de cuestiones y controversias, que con tanto
que la certeza de haber pasado á ella las dispuso tránsito rumor han fatigado nuestra edad. Los españoles, aten
forzoso. diendo á que el Apóstol en otra cláusula universal di
Yo, español, no puedo ni debo envidiar á mi patria la ce: (9) «Todo lo cerró Dios en la incredulidad para
gloria que en la venida á ella de san Pablo liberales la tener misericordia de todos ;» consideraron sutilmen
dan tantos santos y graves autores, antiguos y moder te que Cristo, como habia Tomás dudado en su resur
nos, y en que la emulación francesa nos es propicia, y rección después de muerto, para que todos por su du
lo que con severa confianza defiende en este tiempo da creyesen, habia ordenado que otro Tomás dudase
Dausquid en su libro De la santidad de (3) san Pablo; en la concepción de su Madre antes de nacer, para
no obstante pues mi sentimiento referido acerca de ser que por éi no quedase duda; y como por aquella in
nosotros los españoles patrimonio de la predicación de credulidad habían todos conseguido misericordia, por
san Jacobo, y solar ennoblecido con su vida y su muer esta la consiguiesen los devotos de tan soberana pu
te, (4) y asistido de sus milagros y discípulos. reza.
Vencido del respeto & tantos grandes (3) padres de Onnachea y otros modernos dicen que hay Inga-
bido-, admitamos la gloria que en esto nos dan, y aña- res de santo Tomásque hacen por la opinión pia (a). El
dámonos tan esclarecida prerogalivacomocs haber san celo con que España se encendió en la defensa desta
Pablo venido á España. No callaré que reconozco nota verdad , el fervor y valentía con que lo prosiguió por
para los españoles en que, habiendo san Pablo predica muchas y graves oposiciones , el buleto qué de la con-
do en España, no haya en ella padrón ni elección (a) ni tradicion pública sacó de las llaves de san Pedro, pren
señal de haberla peregrinado ; siendo apóstol tan prodi da única parece, derivada de la asistencia de san Pablo.
gioso, que no llegó á reino, provincia, isla ó ciudad don Mucho participa de su sombra ; y tan feliz y hazañosa
de no quedase legalizada su presencia, como vimos en valentía parece se derivó únicamente del aliento de
Malla, donde con las lenguas de las víboras endureci aquellos pasos y comunicación de aquel espíritu, quedi-
das en las peñas la predican los cerros, y esto siendo cen predicó personalmente en España. Y como el Após
habitada de bárbaros, como so lee en el texto sagrado. tol no exceptóde la regla general (10) á la Virgen, tam
En tanto que me rescata desta (0) descortés melan poco la nombró excepción en la misericordia que todos
colía pluma mas bien atenta, me esfuerzo á decir que consiguieron por la incredulidad en que Dios 4o cerró
■ el monumento que prueba haber san Pablo venido á todo; porque, como su santificación estaba más clara
España y predicado en Francia, es haber los españo y autorizada en sus méritos que en su pluma, tuvo por
les asistido con antigua y fervorosa devoción, y mili más reverente presuponerla que declararla, dejándo
tado por la opinión pia de la concepción purísima de nos prevenida la respuesta á la duda en los frutos de
la Virgen y Madre del Hijo de Dios y suyo, Dios y hom la incredulidad.
bre verdadero. Referido que Pablo por Francia vino á España, en
Conjetura mia es, fundada en el más hondo silen cuya asistencia nada nos dejaron que escribir los au
cio del Apóstol, y por eso de más alto y propicio mis tores que afirman su venida, es fuerza tralar de su
terio. El texto de san Pablo, que expresa la causa de vuelta á Roma, donde murió. Llévanle por Italia con
la universal redención, tomando carne humana de Ma rodeo los sicilianos, pues afirman no solo que estu
ría Santísima, se lee en aquellas palabras: Omnes in vo en la ciudad de Mesina, sino que en ella predicó
Adam peccaverunt, «Todos pecaron en Adán;» de con tal fruto, que dándoles noticia de la vida y muer
donde viendo que todos pecaron en el primero padre, te de Jesucristo, y de su Madre Santísima, y de que
sin aguardar á santificación especialízala, envolvieron vivía y dónde era su residencia, los movió á enviarla
y contaron con todos á la que fué singular y diferente embajadores en nombre de toda aquella igualmente
de todos, y tal como no fué alguno de todos en la antigua y nobilísima ciudad, diciendo creían todos era
perfección y prerogativas. Escribieron (7) en esta uni- . su hijo Hijo de Dios y Dios verdadero; á que la Ma
dre de Dios les respondió (H) una carta, que hoy se
(1) llaman (S.)-hoy llaman de San Pablo, don£e en una casilla
(/t.¿HV
■ (2) auténticas (S.) (8) pudo \M.)— puede llamarse (S.)
(3i Son Pablo. No [A. H. F. S.) — No obstante, pues, es mi sen (9) Conclusit Deus omnia in incredulitatc, st omnium misc-
timiento el referido lS.) rcatur.
(4) y asistidos iS.) («; Jerónimo de Ormachca Guerrero, magistral de Logroño, c»
|5| prelados debido {Id.) su libro Commenlariorum i» Cántica Canliconim SalOMonts,¡iuti¡i
(a) lección diría el original , refiriéndose al breviario. cado en 1657.
(6) cortés {A.) • (10) de la Virgen, (M.Jf.)
\'¡ esta universal sin (S.) (llj con una carta, (S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. :•>
I» en so arcLívo, con estas palabras, que (1) respon conviene.» Saludable orilla escribió el Apóstol cuu
den talmente á las latinas en que hoy se ve razo este renglón al poder. No lodo lo que es lícito hacer
nad}. se conviene que se haga. Más respeto se dobc á la
CARTA.
piedad religiosa de muchos, que ú la ambición pro
pia ostentosa de erudición ; y más cuando ni alten
•Kiria Virgen, hija de Joaquín, humildísima (a) de contraria proposición de fe ni el texto sagrado, y
»bios, madre de Cristo Jesús crucificado, del tribu de solamente se procura introducir en él para ejemplo
.Jada, de la estirpe de David , á todos los (2) mesi- católico, ya venerable en el crédito anciano de una
■uenses salud j bendición de Dios Padre omnipotente. república y asistido de varones doctos y católicos.
«Consta que lodos vosotros con fe grande me habéis En España adelantan esta gloria, de conocer á Cristo,
•aviado embajadores y legados para pública enseñan á la embajada de los de Mesina ; afirmando que el
za: confesáis que nuestro hijo es Hijo de Dios y Dios iluslrísimo apellido de Quiñones se deriva de un ca
; hombre, y que subió ;i los ciclos después de su- re ballero que vendió unos quiñones (c) para ir á ver al
surrección; conocéis el camino de la verdad por la Hijo de Dios luego que nació; y afirman que hoy está
predicación de Pablo, apóstol escogido : por lo cual en poder de los condes de Luna, señores desla casa,
u vosotros y á esa ciudad damos nuestra bendición, el instrumento do la venta délas heredades. Yo lo he
¡¡queremos ser su amparo perpetuo. Año xlu de nues- nido toda mi. vida ; y estando preso en la ciudad do
itfijo, indicion i, m non. junii, luna xxvn, feria v, León, era conversación constante. ¿Nunca 1* contradije ;
fenJernsalen. y estudiosamente procuré que mi silencio, no empe
¿Varia Virgen, que aprobó arriba este escrito.» ñándome en legalizar esta acción, la fuese mas propi
Cosas Un grandes siempre solicitan con tradiciones cio que sospechoso. Reprehendió Cristo á sus discí
- la curiosidad, y se ostentan ganando mas enemigos pulos el haber prohibido que hiciese milagros en su
1»e aplausos. Yo, que estuve en Mesina (siendo virey nombre quien no creia en él ni le seguia con ellos,
¿í Sicilia el grande y glorioso, siempre vencedor y enseñando cuánto se debe permitir á la fe de aquellos
maca vencido, excelentísimo señor don Pedro Jirón, en cuyo favor se obran las maravillas. Los mesinenses
duque de Osuna) y vi la católica confianza que la ciu- tienen hijos doctísimos, á quien (6) dejo suspensa la
'Wde Mesina y todo su pueblo tiene en esta protec- respuesta á don Pirro; y para con él mi intención lo
' "ide la Madre de Dios, con una fe tan hazañosa, que ma de la pluma de san Jerónimo estas palabras, que
pan sn defensa y seguridad desprecian la custodia pacificaron mas peligrosa contienda : (7) « Cada uno
dí perlas y murallas, floreciendo siempre su memo- abunde en su juicio, y todo se reserve al juicio de
ña en aquella vara que con ramilletes de ángeles hu Dios. »
rtas acuerda (3) de la de Jesé,— apartomi juicio del (8) Acaba esta peregrinación (que sin duda fué lar
ÍV"Mi teta antigüedad , ocupándole en admiracio ga en Francia) pasando á España, con la asistencia
nes de la devoción que produce. Diferente camino si- que en elia nos dan en el Apóstol los santos, y la que á
puio don Itoccho Pirro, abad netino, en su libro cu la vuelta ó venida, según don Pirro, se toman los me-
ro Mulo es: Notitiae Siciliensium Ecclesiarum, im- sinenses ( apoyada en las palabras de Teodoreto sobre
KesoeoPilermo, (4) año 1630 (6), en la noticia se el psalm. 116, y (9) la epíst. 2 á Timoteo, cap. últi
cada, argumento primero, pág. 240, donde con estas mo : «Pablo vino á Italia y á España, y en las islas ad
flabras rigorosas empieza diciendo : Jam verá falsi- yacentes en su mar hizo mucho fruto»), lo que esfuer
w "•'Jw' hanc ad Deiparam Legationem, ejusque zan con la autoridad de san Juan Crisóstomo, homi
*W pawhronismus, atque annorum perturbatio, lía 54, en los Actos de los apóstoles, y en la homilía 2
5*™ illa ¿nwAit. No niego á don Pirro la diligen- en la Epístola á los romanos, cap. 1. Con benignidad
™ ® el cómputo de los tiempos que contradicen la escasa, dice don Pirro, no quiere privar de la predica
«m de la epístola, ni la fuerza de sus razones con- ción del Apóstol á Sicilia; y la aplica, apartándola de
£ I» autoridad del libro que se intitula L. Flavio Mesina, á los días que estuvo, según san Lúeas, en Si-
"tt,ri),ni las oposiciones á los discursos de Inchofer; racusa : en que sigue al padre Cornelio a Lapide, que
'(«norco la desautoridad que resulta de las impos- lo refiere de Octavio Caelano, en el cap. 28 de los
•aras, si son así, de Lesear y los otros que refiere,
Actos.
jj!» invenciones fueron descubiertas con risa pú- Acabado este camino, tan largo para san Pablo, tan
™a;confiésoleque aprieta la dificultad de manera, útil para la Iglesia, tan controvertidode los escritores,—
V- precisamente por la cronología parece ahorra volvió á Roma y á poder de Nerón , que aun vivia em
si camino de Mesina ó la peregrinación de san Pa- perador para castigo del imperio. En las vidas de los ti
*• «rasando á la virgen María de la nota de tal ranos continúa la divina Providencia la ruina de las
^'.-empero echo menos que autor docto y sici- provincias y las muertes de los subditos. «Vive el hu
Iuiiom se acordase, tratando del Apóstol, destas mano linaje para pocos príncipes;» palabras son precio
¡titiras suyas :'(5) «No todo loque rae es lícito me sas de nuestro Lucano en aquella élica y políticaque

'' ">fresponéen (S.) (el Tierras que se reparten para sembrar.


n ton (i) Marc. ix, 37.
? •NlHues (S., y siempre lo mismo adelante.) (G! dfjd I Los impresos Indos.y
(7) Unusiiuisqne In suo sensu abundet, ct cuneta jadíelo Doml-
Wibititjg, («.) ni rcservontiir.
¿■J"'"» Bulto» Míringhi, (8) Acabada (Todos los ejemplares qnetie visto.)
"! (,Ul> olhi liccnt, sed non omnia expediunt. (9) en la eplsi. i id.)
H
Só " OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
rebozó con el nombre de Farsaiia , cuyas venas derra- : en menos espacio , no fué (8) menor. La quiso mas ho
mó la fiera coronada de quien hablamos. guera que ciudad; y cuando los llantos pudieran ser
Coligen la primera y segunda venida del Apóstol los remedio al fuego, músico del incendio, leagradecia las
santos y padres, de las mismas palabras del Apóstol. La ruinas. Del Senado hizo teatro de comedias, y de los
primera.de la epístola 2.*áTimoteo,en la cual se acor representantes senado. La (9) escena agotó en sí la ma
dó de su primera defensa, en que fué desamparado de jestad del imperio, toda la ociosidad del pueblo , toda
todos, empero defendido de la boca del león por el am la ocupación de los magistrados. Tantas veces vían re
paro de Dios. Infieren que (1) aquí volvió á la' predi presentar á Nerón como ver representar. Mas estimaba
cación, destas razones que añade : « Empero Dios me la aclamación de buen farandulero, que la de buen prín
asistió y confortó para que por mí se cumpliese la pre cipe. No solo se igualaba con los mimos , sino que so
dicación y todas las gentes oyesen.» Además, el haber afrentaba de que se le igualase alguno dellos en las di
peligrado en la segunda, lo infieren de lo que en el mis soluciones juglares. Excederle en el primor de movi
mo lugar prosigue: (i) «Ya mi vidaem[iiczaá desatarse, mientos insolentes era delito de muerte, y crimen de
y el tiempo de mi muerte se acerca.» lesa majestad el no alabarle las vilezas indignas' delta.
Que san Lúeas dejó á san Pablo en la primera defensa Dio muerte á su madre; y muerta, paseó con los ojos en
suya, lo coligen porque en ella acabó la narración de jutos su cuerpo desnudo y las heridas de que falleció,
lo que había visto. Que en la segunda le acompañó, lo alabando mucho su belleza ; en que confesó que para él
testifica el Apóstol en la misma epístola, diciendo: (3) solo tenia hermosura la mas abominable maldad. Man
«Lúeas solo me acompaña.» dó que escogiese muerte á L. Aeneo Séneca, su maes
Entró la postrera vez en Roma san Pablo el año trece tro, porque presumió enseñarle virtudes y porque no
del imperiode Nerón, cuando la ciudad atónita padecía, aprendió de su bestialidad vicios nefandos. En esta ciu
enescándalo universal del mundo, el mas injurioso cie- dad, gobernada por este áspid coronado, ¿qué segu
■ cimiento de aquel monstruo formidable; cuyo frenesí, ridad pudieron tener san Pedro y san Pablo? ¿Cuáles
irracionalmente bruto, tenia amedrentada la humana riesgos y amenazas no los espiaban? ¿Qué otra cosa te
naturaleza y en asquerosa infamia deshonrado el nom nían mas cierta que el martirio? ¿Qué otra causa es me
bre de César Augusto. Residía en ella san Pedro, ha nester inquirir para saber por qué Nerón dio la muerte
ciendo oficio de antídoto al tósigo que respiraba aquel en un mismo diaá los dos principes de los apóstoles,
basilisco « contra los cristianos ; con cuyos cuerpos vi sino que ellos lo eran, y él tirano? Cada acción de Ne
vos enfundaba las pieles vacías de tigres , jabalíes y rón y cada costumbre era cuchillo y cruz para los vir
osos, para que azorados los perros con la apariencia, los tuosos, justos y santos. Ni pasaba la vida de los bue
despedazasen en público (4) espectáculo eu susjardines nos de aquella hora etique su inocencia llegaba á su
y huertos» (en que mandó á la naturaleza que á su pe noticia. *
sar en tierra seca brotase fuentes y dilatase estanques y De la muerte de san Pedroy san Pablo por mandado
produjese bosques, en que antes la agua parecía sudor de Nerón, dan causa bien conforme graves autores alo
congojoso que riego y las plantasaborto que parto). «Tal que desu intención be referido. Dicen que (10) habien
ansia tenia de hacer cosas increíbles.» Palabras son to do Nerón instituido en el teatro por fiesta milagrosa
das de Tácito (a) (5). A esta desatinada locura escogió que Simón mago, á quien por hechicero supersticioso
por sitio la vecindad del quemaderode los cristianos, tan y por los embustes y tropelías amaba, volase en público
coiitin á su recreación, que á la soberbia de (6) su deleito con el nombre de Icaro, por hacer verdad la mentira
servia de copete aquel lugar que infestaba con horror los quien se desvelaba en desmentir la verdad ( — Insinúa
ojos. «Era blasón de la tiranía de su podar desapodera este suceso Suetonio Tranquilo en la Vida de Nerón,
do y del ingenio de su fiereza, en lo mas oscuro do la cap. 12, con estas palabras : karus primó statim co-
noche encender vivos tantos cristianos, que sirviendo nalu juxta cubicidum ejus decidit , ipsumque cruore
de antorchas y luminarias, venciesen las tinieblas,» — respersit: «Icaro en el primer ímpetu con que se arrojó
amaneciendo, á pesar de su intención, como mártires á volar, cayó precipitado tan cerca de donde estaba
de Cristo otras tantas auroras como cuerpos , que lija viéndole, que le salpicó con su sangre;») — no bien
dos en los leños alumbraban, espléndidos sostitutos del Simón mago fiado en sus hechicerías, batiendo las alas,
sol, supliendo el día con su claridad al mas ceñudo ene empezó á provocar las raridades del viento, á sufrir el
migo de la luz. Tal era, que con las llamas que alum peso de su cuerpo, cuando san Pedro y san Pablo opo
braba la noche (7), se anochecía aquella ciudad á cu niendo á su soberbia la fe de sus ruegos , desvariando
ya fábrica concurrió todo el orbe, donde abreviándose (con la oración á Dios) las diligencias de sus alas , le
despeñaron en precipicio fabuloso; cuya vergüenza
(1) deaqnf(S0 obligó á Nerón á condenar á muerte por burladores de
(2) Ego enim jara delibor , ct terapus mese resolutionis instal.
(3) Lacas est mecum solus. sus tramoyas á los dos-apóstoles.
(4> espectáculo. A susjardines (A. II. F.)—espectáculo; aquel Nunca estos encantadores de los tiranos, á quien per
que en sus jardines y huertos mandó (6'. — Restauro el lexto, su miten alas para volar ensu presencia contra su natura
jetándome á las palabras de Tácito : Hurtos suos ei speclaculo Ñe
ro oüluterat, el Circense ludia-mu eiel/al. Víase el párrafo 44 del
leza, caen sin dejarlos manchados con su propia sangre;
libro ív de los Anulen.) porque no pueden caer sin nota de quien los permitió
(a) las que ahora se han entrecomado. En los demás ejempla levantarse.
res lo está, ó en letra bastardilla, por un craso yerro, casi la mi San Juan Crisóstomo (lib. 1. Contraía vituperación
tad de este largo párrafo.
(5) Ut erat incredlbilium copttor. (—Véase el párrafo 42 del ci
tado libro xv.) (8) menor , la quiso (i. F. S.)
(6) deleite (S.) (9) cena \A. U. F.)
(7) se anochecía. Aquella ciudad (A. H. S.) (10) habla {S.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. NI
delavidamonástica) d'icfi que la causa de mandar dego su ánimo fieramente bárbaro de tal manera, que él
llar e\ emperadora san Pablo fué, que estando Nerón con sus compañeros se convirtiesen á la fe?»
postulo de su lujuria y en esclavitud voluntaria de una Luego que aquella santísima cabeza con el filo de la
motril, que el Apóstol la convirtió y redujo á verdade- espada fué apartada de sus hombros, dio tres saltos co
rocanociiniento del verdadero Dios, con tal fervor que mo en muestra de contento de ver conseguido aquel
.«espartó de la amistad fea del Principe, negándole su ansioso deseo que tuvo de serdesatado y estar con Cris
comunicación. Por lo cual , encendido en rubia lasciva to ; voz sumamente generosa de su garganta (6). A ca
.Vi iiu, con injuriosas palabras dictadas de duplicado da salto respondió la tierra con una fuente, cuya pie
furor, mandó al Apóstol la redujese á la obediencia de dad liquida quedó perpetuo padrón diáfano del riego
su desenfrenado apetito ; y viendo que el vaso de elec fecundo de la Iglesia, y juntamente (ya que no clamaba
ción le reprehendía la instancia sin querer hacer su como por la sangre de Abel vertida), sollozando con tres
voluntad, mandó luego le degollasen. Lleváronle al lu manantiales de lágrimas, se dedico á murmurar per
gar del martirio, que Tertuliano con mejores palabras petuamente la crueldad de Nerón.
llamó cuna prevenida á eterno nacimiento (i): «Pablo Fueron en un mismo dia trasladadas las almas santí
consigue el nacimiento de la ciudad romana, cuando simas de san Pedro y san Pablo á la corte celestial, y
en ella con la generosidad del martirio renace.» Bien sus cuerpos sepultados juntamente por los cristianos
entendido Tertuliano, y atendiendo á sn agudeza, qui orientales, que cuidaron deste depósito como de teso
so decir: Pablo por haber nacido en Tarso era ciudada ro que pretendían pertenecerles. Asi el lugarde lastres
no de Roma en virtud del privilegio; empero cuando fuentes como el sepulcro de los principes de los após
muriendo en Roma renació del martirio, adquirió el toles, son hoy, y siempre fueron, celebrados con ¡nu
ser naturalmente ciudadano de Roma por haber nacido merable concurso de peregrinos de todas las naciones.
en ella. Después de tres dias de su muerte, diceNicéforoque
Consta del Martirologio romano, Bcda, Usuardo y san Pablo se apareció á Nerón, como se lo habia prome
otros, que, llevando al Apóstol ú morir con la guarda de tido, y le dijo no había otro camino para salvarse sino
reo, en el camino convirtió tres délos soldados que le la fe de Jesucristo. Gozando está del eterno y glorioso
llevaban, cuyos nombres son Longino, Acesto y Me- descanso , y cuida de solicitar el remedio y la enmienda
gísto. A<í lo refieren (2) los actos de los santos Nereo y del tirano que le martirizó.
Aqaileo, que el mismo Nerón martirizó á 2 de julio, Primero (según san Gregorio, lib. (7) iv Registri
el mismo dia que celebra su memoria la Iglesia. Epistolarum, epist. 30) los dos cuerpos bienaventura
Hasta la muerte de san Pablo fué vital ; quiso morir dos, como he dicho, fueron por los cristianos de Orien
con logro de tres vidas: no quiso aquella caridad haza te depositados en un puesto, donde se cuenta (8) el se
ñosa dar paso en su muerte sin usura de tres vidas, gundo millar de la ciudad, que llaman las Gatacumbas;
binle iél Estéfano la vida con su muerte, que él soliei- de donde procurando toda la multitud dellos mudarlos
ti.bi; iln él con su muerte triplicada vida á tres, que á lugar más particular y decente, el cielo , que guarda
fe la solicitan. ba desvelado los cuerpos que la tierra cubría, pronun
Cortó el verdugo en Pablo aque'la garganta por ciando sus enojos con truenos formidables y flechando
donde la voz pronunció todo el comercio de la verdad : sus luces en lluvia de rayos , los espantó con tempestad
aquel camino real del Evangelio se mostró via láctea, horrible. Después, juzgando ladivina misericordia la
derramando mas leche que sangre; mas parecía con posesión de tales reliquias en favor de la ciudad de Ro
ella la espada haber mamado que herido; la herida an ma, permitió que sus vecinos las trasladasen donde hoy
tes pareció ordeñar que dar muerte: igualmente se gozan universal adoración.
mostró pechos y cuello. Oigamos el panal que desta Nicéforo, lib. 2, cap. 34, De las imágenes y tradicio
leche fabricaron con elegante susurro las abejas , ó que nes antiguas, dice: « Era san Pablo pequeño de cuer
fué colmena la boca de san Ambrosio en el sermón 68 : po, cargado de espaldas; (9) el talle torcido; el rostro
(3) «¡Qué nos admiramos de que abunde de leche el con blancura agradable, en (10) el cual solamente las
que dio el pecho á la Iglesia, como (4) él dijo escribien rugas descubrían la edad. Su cabeza era chica; en la
do i los de Corinto: Leche os di á beber?» Sobredore viveza de sus ojos resplandecía graciosa y muy apacible
esta blancura de la leche san Juan Crisóstomo con sus lumbre. Las cejas descendían haciendo sombra á la
palabras de oro, en su Oración á los principes de lot vista. La nariz larga sin reprehensión. La barba espe
apóstoles: (5) « ¿Cual relicario , ó Pablo , codicioso de sa y prolongada, no menos encanecida que el cabello.»
atesorar tu sangre, nos la ocultó, pues sola vimos le San Juan Crisóstomo, en la Homilía de los principes de
che, que blanqueó el vestido del verdugo que segó tu los apóstoles , atendiendo 6 la pequeña estatura de san
cabeza; la cual sangre, desnudándose de púrpura y Pablo, dice: Paulus tricubitalis erat; «Pablo era de
vistiéndose de nieve, haciendo oficio de miel, endulzo trescodos.» Y Luciano, (11) in Philopalro, como des
carado ateísta, se burla del Apóstol, llamándole recaí-
ili lo Scorpiaco , cap. 12 : Paulas Civilatls Romanac consequi-
mstro(a).
tar lativitalem, cura íllic marlyrii renascilur generositate.
i ij lis tetas S.\ (6) Cupio dissolvi, et ew cum O.hristo.
iS.i Quid enim mirum si abundar lacle nutritor Ecclesiae, slcut (7) I. cp. 30, los dos cuerpos (Todos lot ejemplares.)
ipse ad Coriotbios dinl : Lac vobis potum dedi» (8) ¿1 el segundo {A. M.¡
(4) lo dijo describiendo iS.) (9) talle (S.)
(5¡ Qaalis locos toum, Paale, sanguincm eicepit, qui lacteus (10) la cual (M.)
aaparail ¡o eju veste, qoi te percosit, qui quidein sanguis bar- (11] i» Pkilipatro {Id.)
tirkom illius aniíanm reddens melle dniciorem, nt Ipsi una cum la) «Recalvastrum, nasonem, qui per aera incedem, in tertium
"cila, td ídem tradaeerctnr, ita fecit? asqae coelum se penelraverat, resque omnium pulcberrimas ibt
52 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Dos cabezas venerables al cielo y á la lierra ofrecen las entrañas, para que la deformidad la hiciese toda
boy á la consideración cristiana dos mujeres : la de Juan hermosa?» Esta pintura, si mi pluma no la ha borrado
Baptista, Herodías; la de Pablo, esta que fué ramera del pincel, es de san Pedro Crisólogo, que con tintas
de Nerón. Aquella porque no quiso apartarse de la do oro escribió tantos ríeles como renglones. Agradóle
amistad del Rey; esta porque, bebiéndose apartado, no tanto la insolencia de sus bailes, que juró, sin acordar
quiso volverá ella. Lo que pideá todos con instancia se de la cabeza de Juan, de darle lo que pidiese; aun
igualmente afectuosa y elocuente san Juan Crisóstomo que fuese la mitad de su reino. Ella, que solo se acor
que bagan con la cabeza cortada del Bautista (homilía daba de la predicación del Bautista, le pidió su cabeza;
14, píg. 167), pido yo que se baga para diferente fin con y por respeto del juramento se la dio. No pudo otra co
la de san Pablo. Oigamos primero las voces de la idea sa ser peor (3) que esta petición, sino el concedérsela.
de la elocuencia sagrada: «Por lo cual, ó fieles, antes Mas licito le era darle la mitad de su reino, que aque
de abora mucbas veces os be rogado que, tomando en lla santísima garganta. Los que apadrinan (4) las des
vuestra memoria la cabeza degollada de Juan que aun órdenes y demasías de sus ruegos con fines de ban
está destilando sangre caliente, de tal manera cada uno quetes, fiestas y bailes, sospechosa hacen su preten
se acompañe con ella, que se persuada ve con losojos sión. El príncipe que se la prometió solo queda obli
abiertos los suyos cerrados en muerte , y que le oye de gado, después de negársela , á castigarlos.
cir con labios cárdenos sin voz : Aborreced el juramen Ya que los reyes quedan advertidos á costa del Pre
to, que fué quien me degolló. Lo que no pudo hacer cursor (que fué cláusula de la ley vieja, á quien san
la reprehensión hizo el juramento; lo que no pudo la Cirilo Jerosolimílano (o) llama Archidux Novi Tes-
ira del ti rano, obró la necesidad en que se empeñó, por lamenti, «Primer guia del Testamento Nuevo»), aho
no ser perjuro de maldades. Y finalmente, cuando en ra, á costadel clarín del Evangelio, Pablo, (5) hablemos
público oyéndolo todos era feamente y con rigor ad con los ministros de los emperadores y monarcas.
vertido, generosamente el tirano sufrió la reprehen Vosotros, que por permisión y providencia divina
sión; empero luego que se aprisionó en los lazos del sois lados de los principes y gozáis de su mas familiar
juramento, dividió de mi cuerpo mi cabeza. Estomis- asistencia, no quitéis los ojos déla cabeza de Pablo y
mo os pido abora, y no desistiré jamás de rogaros, de su garganta. Mirad aquel semblante menoscabado,
que donde quiera que fuéremos llevemos con nosotros aquel color fallecido en amarillez, aquellas mejillas
esta cabeza y la mostremos á todos, clamando conde descaecidas y pálidas, aquel ceño cuyas rugas (6) pre
nación contra el juramento; porque, aun siendo suma dican desengaños ; aquellos labios, en (7) silencio des
mente por nuestra flaqueza negligentes y perezosos, mayado, abiertos, hablando con el bostezo mudo;
mirando los ojos de aquella cabeza que con terribles aquellos ojos apagados en muerte ; los cabellos y bar
amenazas nos mira si juramos, detenidos en el temor ba (8) congelados con lasangre helada; aquellas fibras
que nos predica con mas vehemencia que otro algún y arterias del cuello, que fué órgano del Espíritu San
freno, podrémosapartar las lenguas del precipicio, á to, desigualmente segadas del acero, que aun desañu
que el jurar nos lleva.» dadas de la vida anhelan doctrina y enseñanza. Aque
La dotrina deslas palabras, prestadas de la boca de llas cavidades habitó la gloriosa alma que , ó con el
un san Juan á otro, no solo son reales, sino de toda sa cuerpo ó sin él, fué (9) arrebatada al tercer cielo,
lud á la majestad ; pues advierte á los reyes que no falta donde vio la Esencia divina por modo de acción tran
á su palabra el que la dio de cosa contra justicia, sino seúnte, como lo siente santo Tomás. Oíd lo que con
cuando la cumple solo porque la dio. El que cumple elocuentes semblantes os dice y aconseja aquel que
juramento hecho en favor de las maldades, es perjuro (según dije de autoridad de Tertuliano) fué nuevo dis
al que hizo de no consentirlas. No es empeño promesa cípulo, dado en la transfiguración al Hijo por el Padre;
hecha en favor del facineroso y delincuente, sino gra aquel apóstol escogido por Cristo estando en el des
vamen de su culpa el haberla solicitado para seguri canso de su gloria ; aquel ministro que el Espíritu San
dad suya y nota del principe. Lo ilícito obliga á su to mandó apartar para sí con Bernabé; aquel varón
castigo, no á su cumplimiento. Ya vimos que el tirano que, dijo Dios, convenia que asistiese al emperador. In
Heródes oyó con modestia la reprehensión pública del cesablemente os está aquel rostro yerto gritando á los
Bautista; que no tuvo por indignidad la advertencia que asistís á los reyes y cerráis sus lados en vuestra
severa. Guisó Herodías con sus pies el postrero plato de asistencia- Atajad las impías maquinaciones de los ma
su banquete, sazonóle con ardiente desenvoltura en gos que los encantan, arruinad los tramoyeros que los
golosina sabrosa á sus ojos ; en la deshonestidad la re divierten, precipitad el vuelo á los Icaros que con plu
conoció por hija suya. «¿Qué pudo engendrar el (1) mas de cera osan escribir en el cielo los embustes por
adulterio sino torpeza; y aquella zizaña de los senti milagros, desatad los lazos con que la hermosura de
dos que, con pasos artificiosamente quebrados y con las mujeres obliga á los emperadores á que vayan pre
el cuerpo disolutamente vertido por diferentes movi sos de un ceño, y á que padezcan en un cabello señorío;
mientos , con malignidad estudiada (2) desencajadas temed mas ver á la majestad esclava de su apetito que
con armonía venenosa las coyunturas del cuerpo, tan
•maliciosamente que parecía con el arte se le derretían
(3) de esta S.) *
(i) los [Id.)
didlcerat; ¡s per aquam nos renovavit, impiorumque ereptos re- (a) Calechesis, x, cap. XIX.
gionihos in beatarum animarían vestigiis colloeavil.» Cesnero no |5) hablamos (S.)
tree qnc en esla pintura quisiese Luciano retratar i otro que 1 (6i predicaban (Id.)
algún doctor contemporáneo suyo. (7) silencioso desmayo, (/</.)— silencio desmayados, (lf. F.)
(1) adultero \M. S.) (8) congelada (S.)
(2) desencajadas {A.)—descansadas(Jf. S.) 19) arrebatado (id.)
VIDA DE SAN PABLO APÓSTOL. 53
enojarla. Mejor os estí padecer su castigo que dejarla varios terremotos de sediciones populares. Tú solo , ó
padecer su culpa. Si eu vuestros príncipes la naturale gloriosísimo Pablo, pudiste hacer que aquellos años,
za de hombre mancillare lo soberano de la dignidad que para lo que obraste parecen pocos, pareciesen mu
con pecados, buscad el cuchillo en su enmienda antes chos para lo que padeciste.
que su favor en su ruina. Pasad en la caridad del al Ya que en la gloria eterna (donde por singular pre-
ma mas allá de la vida el amor á vuestros monarcas. rogativa entraste segunda vez) gozas el premio de
Aprended de mí que, muerto por su orden, volví des méritos tan soberanos , vuelve esos ojos, que miran
pués de tres días á solicitar con desengaño la salud con duplicado oriente, a este tu devoto , que en pri
eterna , en el conocimiento de Jesucristo , para Nerón. sión y cadenas de cuatro años empezó á escribir para
Imimerables son los milagros de san Pablo. No los tu gloria y su consuelo las tuyas y tu martirio. Y pues
refiero, juzgando que todas las acciones que hizo, las en la persecución que le atormenta no le falta Nerón,
palabras que dijo, las letras que escribió, fueron otros asístele para que, con tus palabras libre, pueda de
tantos milagros. cirte las que tu pluma escribió á Timoteo: ('2) «Libre
Vivió sesenta y ocho años: así lo afirma san Juan estoy de la boca del Icón, libróme Dios de toda obra
Crisóstomo en la Homilía de las alabanzas de los prin mala,» — cuando saliendo por la boca del león mis
cipes de los apóstoles ; y es la más común opinión que quejas, sonaban bramidos; invención de Fálaris con
vivió igualmente los treinta y cuatro años persegui el toro, para que los llantos no moviesen á piedad. Y
dor, y los otros treinta y cuatro apóstol, defensa y pues España no solo mereció que con amor adelantado
doctor de las gentes, y perseguido. Hay escritores que y alborozo de su remedio prometieses el venir á ella,
dicen se convirtió de veinte y cinco años, por llamarle como veniste por tan dilatado rodeo , sino que la espa
san Lúeas en el martirio de san Estéfano juvenis, man da que te degolló asistiese en ella, como se ve y adora
cebo. A mi sentir no concluye la conjetura ; porque la en el convento real de la Sisla, de la orden de san Jeró
voz griega del texto sagrado es (l)vsavía¡;, que aunque nimo, en la imperial ciudad de Toledo ; ya que por in
se interpreta mancebo, también significa hombre atre signia de tu muerte con ella te coronaste,—pásala hoy
vido, feroz é impetuoso, como lo era san Pablo de del lado en que la tienes á la diestra, y en compañía de
treinta y cuatro años. la de Santiago, cuyos somos, esgrímela en defensa
Halla mi reparo dos milagros por contraria conside desta monarquía, que pretenden despedazar traidores
ración en este número de los años del Apóstol. El pri con robos y rebeliones , y herejes con falsas dotrinas.
mero, cómo pudo en solos treinta y cuatro años de vida Sienta el amparo de tu cuchilla el católico don Feli
desde su conversión peregrinar todo el orbe , navegar pe IV, rey con suma piedad poderoso, con santo celo
tan 'argos mares, enseñar á todas las gentes, llevar el justiciero, por el amparo de los suyos desvelado, en la
Evangelio á tan remotas provincias, vencer tanta du defensa y propagación de la fe valiente. Viva á su lado,
reza en los judíos , tanta ceguedad cu los idólatras, tan con ol auxilio tuyo gloriosa, doña Isabel de Borbon,
to poder en los príncipes, tanta contradicción en los nuestra esclarecidísima reina ; y crezca en años flore
tribunales y tan ultimados riesgos en todos los ele cientes con el ejemplo de sus¡ virtudes , heredero de
mentos. El segundo , cómo pudo durar treinta y cuatro todas ellas, el príncipe don Baltasar, su hijo primogé
años una vida rodeada de tantas muertes , batida de nito. Y estas frentes imperiales y siempre augustas,
Untos azotes y piedras, acosada de tan rigurosas prisio que la divina Majestad tifió con tantas coronas, reco
nes, mordida de tantos oprobrios, limada de tantas mi nocidas á tu auxilio, dilatarán la aclamación de tu favor
serias, sumergida de tantas borrascas, y aterrada con tan soberano por todo el orbe de la tierra.
(2i Líbenlas sum de are leonis. Liberavit me Domious ab omnl
(1) Xemiu, (1. M. F. 8.) opere malo.

FIN DE LA VIDA DE SAS PABLO APÓSTOL.


EPÍTOME A LA HISTORIA
DE LA VIDA EJEMPLAR Y (1) GLORIOSA MUERTE

DEL BIENAVENTURADO

FRAY TOMAS DE VILLANUEVA,


religioso de la orden de San (2) Aguitin y arzobispo de Valencia.

AUTOR

DON FRANCISCO DE QCEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO DEL HABITO DE SANTIAGO (a).

DA NOTICIA ESTE LIBRO:


DE SC VIDA. DE SUS COSTUMBRES, PARA SU IMITACIÓN. —DE SUS CARGOS, PARA EL CONOCIMIENTO D ELLOS.
DE SU MUERTE, PARA GLORIA DE SU NOMBRE. DE SUS MILAGROS, PARA GLORIA DE DIOS.

AL REY NUESTRO SEÑOR.


Vida y muerte que dejaron á España deudora de tantos beneficios, dotrina y milagros, hoy la
dallan agradecida, pues con tantas veras negocia de la Iglesia, con el amparo de vuestra majes
tad, lo que solo el tiempo detiene ¿ sus merecimientos, que es la canonización del bienaventu-

(I) religiosa muerte ( II. F. S.) Tantos sucesos desconocidos se descubrieron después,
(i) Augusliu (Estampa constantemente el ejemplar de y tales se aclararon con las indagaciones para la bealifi-
Xalencia. ) cacion y canonización de este prelado, que pareció á Salón
(a) El titulo principal , en la edición de Sancha , es diminuta su obra, resolviéndose por ello á emprenderla
Vii/a ie tanto Tomás de Villanueva. Sigúese la adver- de nuevo. Publicóla pues muy añadida y copiosa , por
leoeia A quien leyere; y después encabeza la obra el an- el mes de agosto de 1630 , á los ochenta y un años de
terior rótulo , precediendo al Capitulo primero. edad , en los mismos días en que sacaba á luz su Epitome
Juntamente con los sermones del Santo se publicó la Quevedo, trazado sobre el libro primitivo del escritor va-
primer noticia de su vida, en el año de 1572; relación lenciano.
breve, en latín, escrita por el agastiniano don fray Juan Tenia Quevedo bienes de importancia en la Torre da
'le Muñatones, obispo de Segorbe, heredero de los pape- Juan Abad, y encontrábase ligado con estrechas relacio-
les de varón tan insigne, y muy querido sujo. nes en Villanueva de los Infantes, población rica, flore-
Olio fraile, graa teólogo, de la misma orden (Miguel cientey cercana, donde vivían muchos parientes del ve-
Bartolomé Salón, á quien por su ciencia y por el paren- nerable Arzobispo. Y cuando para información de lapure-
leseo del nombre llamaban el Salomón valenciano), ha- za de fe, santidad de vida y milagros del siervo de Dios,
Dándose á punto de muerte en un grave padecimiento, expidió la sagrada congregación deRilos.enel año de 1610,
hito voto de escribir por extenso en castellano la vida letras remisorias y compulsorias á diferentes diócesis de
del piadoso Arzobispo. Informóse de sus visitadores y fa- España, inflamando con ello la pública devoción de toda
miliares, oyó á muchos religiosos viejos que le conocie- la monarquía, estimó do.x Francisco de QuEVEDOpor deuda
ion j trataron, consultó con el confesor del Santo, y cui- de honor sagrada y obligación indeclinable el trazar la
diodo de utilizar lo conocido é inipresd^dió á la estampa historia de tan peregrino modelo de prelados. Asunto fe-
tu 1S88 el libro De los grandes y singularísimos ejemplos candísimo era este para uu filósofo político, empeñado en
que dejó de ¡tentado género de santidad y virtud el padre sanar con las armas del entendimiento los males y vicios
i'tn lomas de Villanueva, particularmente en la piedad que suelen desdorar las bengalas y togas, los hábitos y.
I misericordia con los pobres : libro escrito con acierto, las mitras. Sinsabores, viajes , cargos y asuntos emhara-
•¡¡raüable estilo y singular ternura. zarou eu los diez aíios siguientes la diligencia del escritor
SB OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
rado arzobispo fray Tomás de Villanueva, cuya historia escribo. Vea vuestra majestad en esta
memoria (que por ser del justo será eterna, como dice David) un arzobispo que eligió el empe
rador Carlos V, abuelo de vuestra majestad , donde juntamente le dejó ejemplo á cuya imita-
tacion eligiese prelados, y á ellos con que electos pudiesen imitándole hacerse dignos de la pre
lacia. Ni pretendo en este Epítome otra cosa que servir á vuestra majestad de recuerdo desta
diligencia que en su favor dejó hecha en su muerte, para enseñamiento de todos los que le suce
dieren en su monarquía á aquel glorioso emperador, ni dudo que acogerá vuestra majestad con
clemencia estos cuadernos, que traían de la vida y muerte de quien fué criado de su casa y hoy
en la de Dios nuestro Señor está con tantas prerogativas intercediendo por la grandeza, salud y
vida de vuestra majestad. Madrid, 10 de agosto, 1620 años.
! Besa las reales manos y pies de vuestra majestad
Don Francisco de Qubvedo Villegas.

FRAY JUAN DE HERRERA, RELIGIOSO Y PREDICADOR DE LA ORDEN DE SAN AGUSTÍN,


k LOS LETORES.
Habiéndose ofrecido tratar con don Francisco de Q ue vedo Villegas de la información que está
á mi cargo para colocar y beatificar al venerable padre fray Alonso de Orozco, supe escribía la
vida del bienaventurado fray Tomás de Villanueva, obra grande y que no puede salir á luz con
la brevedad que yo deseaba; y viendo se llegaba el dia de la fiesta de su beatificación, le pedí hi
ciese un Epítome para informar con brevedad la noticia de todos. Acabóle en doce dias. Y por
ser obra que en pocas palabras da noticia de muchas obras , escrita con celo, devoción y cui
dado, me encargué de sacarla á luz, pareciéndorae que en breve volumen se leerían muchas co
sas bien hechas, poco menos bien dichas. El autor quiere que el poco tiempo en que le escribió
le sirva de disculpa; y yo deseo que para los que lo supieren leer le sea alabanza , y que cou esta
prenda aseguren las esperanzas déla Historia, en que há diez años que trabaja.

para enriquecer su historia con datos y documentos pre Reimprimióse en Valencia el año de 1627, y se ve in
ciosos ; y aun cuando parece que después llegó i tenerla cluido en colección desde la de Madrid de 1649.
casi concluida, fué robado el manuscrito y desapareció Este opúsculo es (según parece) el primero de nuestro
para siempre (1). autor que salió de moldea la luz pública, yelúnicodomle
Aunque el romano pontífice Paulo V beatificó al padre no se llamó señor de la Torre de Juan Abad, sino tan so
Tomás de Villanueva en 1 .° de noviembre de 1618, no pu lamente caballero del hábito de Santiago.
dieron solemnizar el suceso los recoletos agustinos de Ma Hecha la historia del libro, resta advertir los ejempla
drid, por carecer de iglesia. Concluida esta, y en 27 de res de que me lie valido para mi reimpresión, y los signos
agosto de 1620 trasladado el Santísimo Sacramento (2), dis con que señalo al pié sus diferencias.
pusiéronse famosas fiestas, para las cuales se dio comisión 0. La original, hecha en Madrid por la viuda de Cos
al activo predicador fray Juan de Herrera; quien noticioso me Delgado, el año de 1620. A este ejemplar, fuera de la
de la obra de don Francisco, le pidió hiciese un Epitome ortografía, va en todo sujeta la presente publicación.
que informase con brevedad la noticia de todos, desper V. La impresión de Valencia de 1627. Tiene todos los
tando en los fieles el anhelo de contribuir con sus limosnas principios de la de 1620; la dedicatoria al Rey, que no se
:'i los crecidos gastos de la canonización, en que ya se traba ha reproducido en ninguna de las posteriores; la adver
jaba con empeño. Acabó en doce dias el biógrafo su tarea, tencia Al que leyere, inserta únicamente en la colección
dirigióla al Rey, imprimió el libro la viuda de Cosme Del de Sancha; y el proemio de fray Juan de Herrera, que no
gado, y los ciegos le vendieron por las calles á 18 de se debió nunca haberse omitido.
tiembre (3). A. La colección que hicieron en Madrid, el año de 163",
las prensas de Diego Diaz de la Carrera , á costa de To
más Alfai. El discurso carece , como en los ejemplares
(1) Véase en Tarsia la memoria que extendió el mismo Qitevedo siguientes, de prólogos, dedicatoria y advertencia. Ea él
de los papeles que le sustrajeron en el tiempo de sus prisiones. comienza a alterarse la prosodia y a introducirse varian
(?) León rindo, Historia de Madrid, M. S., afio de 1620. tes y erratas.
(5) Fray Jerónimo Cantó, natural de Alcoy y también religiosa B. La de Madrid, por Melchor Sánchez, que costeo
agustino, compuso en metro la Vida del Santo, poema que fué Maleo de la Bastida año de 1658, conforme con la ante
Impreso la primera vez en Barcelona, por Sebastian y Jaime Mate-
vad, en 1623. rior. •
En latín «listo una historia, escrita por el flamenco Nicasio P. La de Bruselas de 1670, por Foppcns.
Daxio, 5. La de Madrid de 1700, por Sancha.
VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMAS DE VILLA-NUEVA. 87

A QUIEN LEYERE.
So es de interés á los varones gloriosos, ni de cudicia á los sanios, la memoria que dellos ha
remos en este mundo; pues aquellos que con estatuas, edificios ó historias procuran alargar su
rida más allá de la sepultura, ó engañar la muerte con estas diligencias ingeniosas , serán dos
reces desdichados, pues esperan segunda muerte, que secreta y apresurada les traerá la diligen
cia de los días y la venganza del tiempo. Unas cosas traen el olvido de otras, y lo pasado se borra
con lo presente, y lo por venir da prisa á lo que existe, para que deje de ser, y todo á grandes
jornadas corre á la muerte. Asi lo predica el JEclesiasíes con estas palabras : « No hay memoria
de los primeros, ni aun de aquellos que han de ser la habrá en los postreros; es el olvido noche de
la vanidad, fin y castigo de la locura humana.» Dieron los antiguos monarcas y emperadores á
guardar su fama, nombre y acciones á las monedas; y hoyes soberbia de los estudiosos conjetu
rar algunas reliquias de los caracteres con que las ilustraron: las de oro y plata por el precio se
venden y no se estudian ; las de bronce y cobre, despreciadas del interés, se dejan en poder de la
tierra borrar : y por esta causa mucho ? de aquellos principes son iguales con los que nunca fue
ron. Y si de algunos hay noticia, su antigüedad propia la hace sospechosa, y aguarda á tiempo en
i|ue aun eso poco no podrán defender de las edades; porque si la historia es antigua, la escura y
inmota noticia la hace dudosa y desacreditada, y si es moderna, la falta de antigüedad y la no-
tifia próxima y común la quita el precio; y juntamente la desautorizan el odio ó la pasión que
aun duran. Según esto, la memoria que se ha de buscar para que permanezca, y de la que se
permite ambición santa, es de la que da el libro de la vida á los que se escriben en él. Esta es la
que Dios promete y la que quiere deseen los justos, en el Apocalipsi cap. (1) 3, con estas pala
bras : tAl que venciere á sí, le vestiré de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
<ie la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus ángeles.» No promete Dios es
cribirle en los libros del mundo, sino en el de la vida; ni divulgar y confesar su nombre entre las
gentes ni delante dellas, sino delante de su Padre y de sus ángeles, reino donde viven los nom
bres de los bienaventurados defendidos al olvido, ignorados de la muerte. Mucho presumen los
que con sus escritos osan prometer memoria eterna á los que la merecieron, y solo en Dios la
pueden tener. Vanamente se persuaden este género de estudiosos á que están necesitados desta
alabanza los que viviendo con virtud robusta, la despreciaron por inútil y peligrosa. Debe pues
ser la intención de quien escribe vidas de santos, sola caridad de los que vivimos, poniéndo
nos delante por guia costumbres y acciones que nos lleven por buen camino y nos hallen en la
multitud de las sendas de perdición aquella vereda por donde los sabios y los buenos, que des
cansan en el Señor, arribaron á la paz y al descanso. Ni se puede dudar que quien escribe las vi
das de los justos los lisonjea cortésmentc, con dar en la relación de su vida ocasión á que otros
be animen a servir y agradar á Dios nuestro Señor; pues en cierta manera hacen que, aun des
pués de muertos, desde la sepultura estén ocasionando buenos deseos y buenas obras. Y si el es
cribir historia moral y protana es de tanta estimación en la república, porque se ofrece á quien
imitemos en virtudes grandes, no puede carecer de precio referir hechos gloriosos de los san-
tos varones, donde se alimenta el espíritu en cosas importantes á la república interior. Este celo
rae ha persuadido á escribir la vida, las costumbres y la muerte del bienaventurado (2) fray To
más de Villa nueva en este epítome; y siempre lo será la historia donde más corriere la pluma.
Si se mira lo mucho que trabajó en la virtud y las grandes maravillas que obró Dios por él, será
Liios glorificado en sus obras, los hombres tendrán de quien aprender, pues en todos estados y
ca diferentes cargos enseñó á ser subditos y prelados. Daré ocasión en que la devoción se ejer
cite, y á estos tiempos conocimiento de tan santo arzobispo, y nuevo crédito á las dignidades 3e
¡¿paña; pues en tantas calamidades nos ha acordado de los tiempos en que producía España Eu-
Reaios y Ildefonsos y otros muchos , que con su ejemplo y á su imitación y por su ruego conti
nuará Dios nuestro Señor en estos reinos.
(I) i, ( Todo* lo* impresot.) (2) Sanio Tomás (S.)
-■ i j-saa

DE LA MILAGROSA VIDA

DEL BIENAVENTURADO (1)

FRAY TOMAS DE VILLANUEVA,


de la órdco de San Agustín, arzobispo de Valencia (a).

CAPITULO PRIMERO. García, de los hijosdalgo más principales de Villanuevi


de los Infantes, y deudo y pariente de las más nobles
Nació el bienaventurado (2) don Tomás de Villaniie-
familias de aquella tierra. Llamóse su madre Lucia
vaen la villa de Fuenllana, en el campo de Montiel, el
Martínez de Castellanos; de quien no solo heredó la ha
(3) año de 1488. Fué hijo legítimo de Alonso Tomás
cienda, sino la virtud y misericordia con los pobres,
creciéndola en el lugar que con tanta razón admiramos;
(1) Santo Tomas de Villanueva , del orden (S.y la edición de
Horra.)
pues en otro cualquier hijo fuera esfuerzo lucidísimo
(a) Perdóneme el lector si le salgo al encuentro en esta nota, de la virtud continuar tan aventajada caridad , no au
con nn índice de sucesos tocantes a la historia de tan prodigioso mentarla como el Santo hizo. Con su nacimiento se re
varón. Acaso después no le parezca impertinente. cobró la salud en todo el partido, á quien Dios nuestro
Ano de 1488. Nacimiento del Santo.
1308. Siendo ya bachiller en artes, entra en el colegio de San
Señor castigaba con pestilencia ; pues el día de su naci
Ildefonso de Alcalá, (lia lunes 7 de agosto. miento cesó la peste en Villanueva de los Infantes, don
1516. Toma el hábito de san Agustín eu Salamanca, 21 de no de en mayor concurso de gente estaba apoderada más
viembre. lastimosamente. Y en memoria y agradecimiento de tan
1517. Profesa el dia 25 de igual mes.
1518. Dice la primer misa el dia de la Natividad de nuestro gran beneficio, el aposento donde nació con este santo
SeQor Jesucristo. niño la salud á todos, está venerado y lo ha estado siem
1519. Electo prior del convento de Salamanca en el capitulo pre , con tal olor, que (4) atestiguaba la asistencia del
celebrado en Valladolid , á i de mayo.
1521. Designado vicario general y visitador de la provincia, 1.' cielo, que hubo atan glorioso nacimiento.
de marzo. Su abuelo de parte de madre se llamó García de Cas
1523. Nombrado prior segunda vez, en el capitulo de Toledo tellanos, hombre de tan piadoso celo y tan liberal y ge
de 25 de abril. neroso con los pobres, que á sus (5) decendíentes des
1521. Confiéresele nuevamente en el de Valladolid , a 13 de
mayo, el cargo de comisario, visitador y reformador. heredó de la hacienda y (6) mejoró, dejándoles en su
1527. Divididas las provincias rtc Castilla y Andalucía, esta le lugar este ejemplo de distribuirla. Premióle Dios con
escoge por su provincial, en Dueñas , a 20 de mayo. lograrle de manera este intento, que Alonso Tomás
1534. llácele suyo Castilla en el capítulo de Burgos, i 25 de
abril.
García y Lucia Martinez de Castellanos, padres del
1537. Nómbrale su definidor . en Arenas, i 28 de abril. bienaventurado don Tomás de Villanueva, siendo d<¡
1542. Por febrero de este ano rehusó el arzobispado de Gra los mas hacendados de aquella tierra y valuándose su
nada. hacienda por más de sesenta mil ducados, pareció
1514. Conminado ron graves censuras, admite el de Valencia.
1555. Mnrió eo 8 de setiembre. mientras vivieron que procuraban volver á Dios más
1572. Escribe una breve noticia de su vida el agnstiniano Juan quelesdaba, por la limosna; haciendo tantas diligen
de Muftatones, obispo de Segorbe. cias por empobrecer, enriqueciendo los pobres, que si
1588. Publica una historia del Santo el padre maestro fray Mi-
g el Salón, valenciano.
Dios con inmensa largueza no les aumentara la hacienda
1601. El mismo , siendo provincial ''e su orden, comienza á milagrosamente, no dejaran ni tuvieran posesiones ni
promover la beatifleacion del siervo de Dios. muebles que dispensar á su hijo. Criaban los ganados
1603. Hizo trasladar su cuerpo i mas digno sepulcro, á 21 de para dar el fruto y esquilmo á los pobres; y con esto
noviembre.
1608. Llegan á Roma los procesos. eran pastores y padres de los pobres, que son las ovejas
1618. Publica por beato á fray Tomás la santidad de Paulo V, de Cristo. El trigo de su cosecha prestaban á los labra
á 7 de setiembre ; señalando el dia 18 de aquel mes para que en
iodos los anos se le rece el oficio divino.
1658. Alejandro Vil le declara y define por santo i 1.' de no
viembre. di atestigua (V.)
(2) Santo Tomás (siempre dice en adelante la edicto» dt Sancha.) (5) descendientes [i. B. F. S.)
\3) afio de 1487. [Todos los ejem/lares.) (Oj los mejoró (S.)
VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMÁS DE VILLANUEVA. o0
dores pobres ; no lo vendían á los mercaderes, haciendo vestido de Dios, por haber dado sus ropas 1 un pobre,
preciosa para si la necesidad ajena: pues el mal año no deque igualmente se holgaban el pobre y los padres del
le bice tanto la falta (i) del agua como la falta de sanio niño ; volviéndole á vestir de prestado , pues de
caridad en tos ricos y en los prelados, que de la nani lodo lo que tenia y traía y le daban sus padres, no
ta de los pobres hacen el precio de sus cosechas. Si el era más tiempo dueño del que tardaba en tener dello
año era bueno, por ser ellos mejores que el año , daban necesidad algún pobre. En esta edad , donde la inocen
gracias á Dios de que había dado con abundancia para cia tiene abrigada la virtud y fortalecida contra los ha
lodos; y si era malo, le daban gracias porque les había lagos del mundo , se enamoró de la penitencia de suer
dado á ellos trigo, cuando á los demás había dado ne te, que se cerraba á tener oración y (7) diciplina,
cesidad y miseria. (2) Adelantábase tanto la necesidad acompañando su terneza (8) con silicio: lo que vino i
i pedirles y ellos á socorrerla , que no tenían los pobres noticia de su santa madre por advertencia de una cria
lugar ni necesidad de hablar por si. No hace del todo da que , aliñando el aposento donde tenia su cama, ha
bien quien espera á que el pobre le importune: aquel lló escondida la diciplina, con testimonios de que (9)
paga, y no da. La voz del pobre que pide lo que le falla, la ejercitaba por devoción lo que bastara á ser peniten
áí/uien le sobra, ejecución es , mandamiento trae, á cia de sus culpas. Sintiólo con afición de madre, esti
cobrar viene. Era tan venerada en Villanueva de los mólo con el conocimiento que tenia de su inclinación;
hilantes la virtud y santidad de Lucia Martínez de Cas y admiróse, viendo cuánto se adelantaba la mortifica
tellanos, que cuando venían soldados á (3) alojar en la ción á los peligros de la naturaleza. Con sus padres in
'illa, los padres, medrosos de alguna libertad y licen tercedía por los pobres ; y en la limosna que ellos ha
cia en las costumbres de los bisónos (que piensan que cían, socorriéndolos con trigo y otras cosas, ponía los
en el desgarro y descompostura y inquietud está el ruegos por tomar parte en todo lo que fuese caridad y
miedo para el enemigo, y en el jurar la mayor diligen misericordia.
cia para la vitoria),—enviaban sus hijos, doncellas y los Murió su padre; y en poca edad, habiendo ido á
niños á que se abrigasen con su santa oración y recogi Alcalá á estudiar, quedó por amparo de su casa. Vino
miento en casa desta señora. á consolar á su madre, que admitió (10) alivio de su
La crianza (4) del santo niño fué digna de talos pa soledad con ver en el temor del , celo del servicio do
dres, pues desde la cuna no vio ni oyó otra cosa que Dios. Dejóle su padre unas casas principales en Villa-
ejemplos de misericordia ; y asi pudo decir que creció nueva, y el santo niño luego dijo á su madre que se
con él. Su madre, en lugar de las voces mal formadas ria bien enviar á su padre al otro mundo las casas que
conque los niños se regalan ó piden alimento, le en- le liabia dejado, para que después de muerto viviese en
señóádecir Marta, nombre que desde los labios le ena ellas; y que esto, siendo cosa tan nueva , se podía hacer
moró de suerte el corazón, que no gorjeaba con otra dándolas para hospital de pobres, pues (11) no lu había,
palabra. Negocióle esta terneza de la Virgen nuestra y ocupando su madre su viudez en servirlos; y que
Señora tan favorecidos regalos, que no permitió que desta manera gozaría lo que había dejado, y podría pa
acción señalada de su vida sucediese sino en día de fes sar consigo á la otra vida sus casas. Hizolo asi la madre,
tividad suya: en el dia de su presentación al templo fué y boy en día es hospital la casa, donde vive su memoria
presentado este glorioso Santo en el templo, y tomó el arrimada á su caridad. Lucía Martínez de Castellanos
hábito de san Augustin; y en la Gesta de nuestra Señora asistiendo á los pobres pasó su viudez, obrando Dios
délas Nieves dio su consentimiento para (5) acetar el por ella infinitos milagros, creciendo el trigo en sus
arzobispado de Valencia , después de haberle rehusado, trojes, multiplicando las telas que gastaba en vestir los
como se verá; en el dia de su glorioso parto dijo la pri pobres, y sanando con la señal de la cruz muchas enfer
mera misa (o); y en el dia de su nacimiento murió en medades desesperadas del remedio humano.
^slencia, año de 1555, en edad de sesenta y siete años. Volvió el Santo á proseguir sus estudios en Alcalá,
Pusieron cuidado sus padres en que aprendiese á donde en letras y virtud se aventajó de suerte, que
!wr y á escribir , y enviáronle á la escuela , donde á su asegurados de que su modestia tenia muy lejos la vani
maestro yálo3 otros niños enseñó modestia y virtud; dad, los predicadores públicamente en los pulpitos de
pues fueron tales sus veras y entereza y religión , que cían á los estudiantes que por qué no imitaban y se
solo en el número de los años se conocía su edad. Tenia guían los pasos y manera de vivir de Tomás de Villa-
por dijes de niño y por (6) juguetes la imitación de los nueva. Leyó un curso <le artes, donde tuvo pordicipulos
oficios divinos, haciendo altares, ordenando procesio los mas doctos hombres que lia tenido España eu todas
nes, haciendo pulpitos de las sillas, predicando con las facultades (6). Últimamente fué colegial mayor en el
costumbres la dolrina que aun nb cabía en su lenguaje. insigne colegio de San Ildefonso, adonde entre los va
Pfdia c*n gran cuidado el almuerzo; y advertida su rones (12) excelentes, desde su tiempo está advertida
rorreen la solicitud con que le podía algunos dias, su vida y su dolrina, para memoria (13) y lustre de
'"« de una vez le hizo seguir, y halló que le llevaba á aquella universidad.
'«* pobres, ¿ quien daba los libros. Y no teniendo más
de siete años, dos veces vino desnudo do vestidos y (7) disciplina i y adelante, lo mimo, A. B. F. S.)
(8) con silencio : (5.)
i9) ejercitaba por devoción, lo que (id.)
I* te igsa (s.) (10) por alivio de su soledad el verle en el temor [Id.)
?' Allantábanse toólo a la necesidad de pedirles (Id.) illj no lo habla, ocupando {Id.)
5 "lojarse (M.) ib) El alio de 1515. De aquellos eran Domingo Soto, j Fer<
I* te este (M.) nando Encina filósofo y teólogo sutilísimo.
¡5 "tf1»T[S.) II excelentes Ae su tiempo, y esto advertida (A.)— tiempo
(• Un de 1S18. está advenida B. F. S.¡
6¡ i«*t»etes \.0. f.) (15) ilustre (K).
66 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Llegó en estas cosas la voz de sus grandes partes á grimas por su despedida ? Jamás celebró, que al decir
Salamanca , y fué solicitado (t) con cudicra de aquella aquellas enamoradas palabras : Quia per incarnati
universidad, donde le ofrecieron por claustro la (2) verbi mysterium, no llorase con tal afecto y devoción,
cátreda de moral. Por mostrarse reconocido á la~ de que sin ser más en su mano , enternecía los oyentes.
mostración de aquella universidad, fué á Salamanca Después de profeso fué más novicio que antes en la
y leyó tres liciones; y en la postrera, donde fué oyente obediencia ; y después de superior se preció más de
el retor, leyó aquel misterioso salmo In cxitu Israel subdito : entendía como se debe entender la profesión
de Aegypto, despidiéndose del siglo con las palabras y los estatutos ; pues profesar un religioso no es para
de David , pues á otro dia tomó el hábito en el convento dejar de ser obediente y sujeto, sino para empezar á
de San Agustín. Diósele el padre fray Francisco de serlo con obligación y voto. Ser superior no ha de ser
la Parra prior del dicho convento, hombre insigne dignidad , autoridad , descanso ni diligencia; sino
en santidad y letras , uno de los muchos que ha produ trabajo y cuidado de ser tal , que mande más y pri
cido aquel religiosísimo convento. Entró en la religión mero con el ejemplo que con las palabras ; que los re
el año de 1516 en 24 de noviembre, y profesó año ligiosos obedezcan su vida, antes que sus órdenes ; que
de 1517 en 25 de noviembre, dia de Santa Caterina se trate de manera , siendo superior, que enseñe a ser
mártir-, como consta de su profesión, que va en la subditos á los demás. Esto hizo nuestro Santo de ma
Historia. nera, que su cama era tal , que para no dormir no era
Este es el nacimiento maravilloso de nuestro Santo. menester otra diligencia sino reclinarse en ella. Sa
Sus padres tales, que merecieron tener por hijo á quien vestido era limpio , pero tan modesto, que edificaba a
hoy la Iglesia por excelencia llama padre de los pobres. los otros más que le servía á. él. Dormía muy poco, por
Esta es la razón anticipada á la niñez, y la inocencia (3) dar todo el tiempo á la oración , teniendo en los oidos
la paz de perfección admirable. Esta, la mocedad ase aquellas palabras que dijo Cristo en el huerto á sus tres
gurada, y que conociendo lo que valen las horas, hizo dícípulos: «Velad, no entréis en tentación.» Su co
logro (4) de los instantes, y supo poner precio al tiem mida era un ayuno continuado , entreteniendo con ella
po. Estos fueron los estudios encaminados á verdadera la vida, no satisfaciendo el cuerpo. Amó el silencio
sabiduría, sin presunción ni vanidad, que tuvieron con tal extremo, qué nunca se detuvo en corrillos ni
por premio y dieron por fruto al santo estudiante co conversación de otros religiosos ni seglares, si no fue
nocimiento tan severo, que supo despreciar los títulos se tratando de caridad ó de obediencia , enseñando , ó
vulgares de las letras, y poner en la sagrada religión de consolando algún afligido. Su recogimiento fué tan
san Augustin en salvo sus vigilias y trabajos. santo , que entre la gente , estaba en el desierto. Mor
tificábase en salir de su celda , en dejar sus libros.
CAPITULO II. Alimentábase con la oración : decia que el buen reli
Crtrao supo ser subdito, y ensefló i ser superiores. gioso orando estudia, y estudiando ora. Molestas le eran
De sus milagros y predicación. las ocasiones que le sacaban del convento. Llamaba
peregrinación el caminar por la ciudad. En las enfer
Pasó el año del noviciado con tal ejemplo on todas merías asistía, diciendo que era la zarza, donde en es
virtudes, con tanta humildad y obediencia, que siendo pinas y fuego estaba Dios escondido. Era con su santi
novicio era maestro de profesos. Acabado el año, lue dad y diligencia, medicina y alivio de los enfermos;
go fué hecho catredático de teología (5) : cosa que os estudiaba en ellos el conocimiento de nuestra flaqueza,
de gran consideración en aquel convento, donde siem y eran sus enfermedades librería de su desengaño.
pre han resplandecido varones insignes en letras y Repartía su vida y los negocios della , y los de su
santidad. Y un año y medio después que profesó, le hi alma en cinco puestos : en el altar, celebrando ; en el
cieron prior del propio convento (a). Y se debe ponde coro, donde negociaba con la oración; en la celda,
rar por particular (6) perrogativa, que asan Juan de donde recogido se tomaba cuenta á sí propio , y se en
Sahagun, habiendo sido catredático de teología antes sayaba para la postrera, desembarazando con este exi
de tomar el hábito, no le hicieron prior hasta pasados men (7) cuotidiano el postrer dia ; en la librería, donde
cinco años después del noviciado. Y habiendo rehusado estudiaba para poder aprovechar i los que tuviesen
el ordenarse de sacerdote, parecióndole que no era ca necesidad de dotrina , y servir á la Iglesia católica y á
paz de tan alta dignidad, al lin se ordenó en edad de su religión ; en la enfermería, donde ejercitaba la ca
treinta y dos años; y cantó la primera misa el dia pri ridad. Todos los demás lugares decia que le eran cau
mero de Navidad (o). ¿Quién duda que considerando tiverio y prisión , y que no le importaban ; y que estos
aquel dia la venida del Señor en Belén , y la despedida eran patria donde descansaba su espíritu. Y si no fuera
en la Cena, no mezclaría el gozo del parabién con la por la obediencia, fué tal su recogimiento, que aun
de la puerta por donde entró en el convento no se acor
tí) con codicia (A. B. F. S.) dara. Decia que la ciudad y las calles no habían de ser
(i) cátedra, (M., que estampa siempre mis adelante , catedráti paseo para los religiosos , sino peregrinación ; y que en
co.)
tS) la pat de la perfección (A. B. F.)-j la pai de la perfec los religiosos el visitar nohabia de ser corresponden
ción [S.) cia ni cortesía, sino obediencia, caridad y celo. Si
(4) de instantes, (A. B. F. S.) habia en su casa alguna disensión , trabajaba por com
(5) del comento (V. A. B. F.) ponerla. Era la paz en todas partes donde se hallaba.
(a) Hfzose esta elección en el capítulo celebrado en Valladolid
a 14 de mayo de 1519. Era consuelo para todos los que tenían necesidad del, y
(6) prerogativa (B. F. S.)
(») Equivócase Qumoo. Tenia treinta anos el Santo cnando
cantó la primer misa. (7) cotidiano (S.¡
VIDA DEL BIENAVENfURADO PADR I FR \\ TOMÁS DE VILLANUEVA. Cl
ei maestro de los que deseaban aprovecharse. Fué de la vanidad (5) y tan despegados de la grandeza, co
priores Burgos, Valladolid y Salamanca; y en todas mo fray Tomás.»
Ble (Mides y conventos aprovechó con su dotrina, Tuvo espíritu tan encendido y razones tan eficaces,
simWara sus milagros y edificó con su vida. En que dice el maestro Porta que imperiosamente y con
Bór§ts bailó con alguna relajación las cosas del con- potestad movia (6) los corazones. Muchas veces con el
isujengran necesidad la casa; y reformó loque fervor y la devoción , arrebatado del celo apostólico, le
(«aba í la religión de suerte, que hoy se conservan vieron elevado en el pulpito, y esperó la gente con
■25 estatutos y reformaciones. En cuanto ala necesidad atención y reverencia á que volviese. Hizo milagros
ordinaria del convento, milagrosamente (i) lo reme tan grandes, que referirlos fuera crecer en gran volu
dió; de suerte que la devoción que toda la ciudad te men este cuaderno. Predicando hizo milagros en la du
nia coa el bendito Santo fué tan grande, que nunca se reza de las almas, en la obstinación de los odios, en la
i¡¿ aquel convento más bien socorrido de limosnas. Y porfía de los deseos, en la golosinado la codicia. Con
estando (como be dicho) la casa empeñada , algunas la conversación hizo milagros, disponiendo distrai
que daban de cantidad considerable , las repartía en mientos, y restituyendo los sentidos á hombres y mu
pobres (2) avergonzantes y hospitales. Murmuraban jeres enajenados de la razón por las persuasiones del
esto algunos religiosos, no alcanzando el celo y inten apetito. Hizo milagros con las palabras , con la misa,
ción de nuestro Santo; y como lo supiese, por ense con las cartas, con las manos, librando del demonio á
rarlos j atajar el escándalo, los mandó juntar, y les muchos, sanando enfermos sin esperanza de remedio.
dijo: tYodoy (3) lo que la devoción desta ciudad nos Dio vista á ciegos y pies á tullidos ; resucitó dos niños,
dj, i los pobres; porque los seglares no entiendan uno con llegar á su sepultura , yolro echándole encima
que, codiciosos, buscamos sus haciendas para nosotros tierra que tomaron della, en señal (7) que la caridad
; por nuestro provecho, y den crédito á que solo tene vive en aquellas reliquias, para resucitar los muertos.
mos codicia de sus almas. » Con esto los apaciguó. Era Tuvo don de profecía ; con que se adelantó ú la maña do
iin grande sn autoridad en todas paites, que su ruego los perdidos , anticipando los avisos á las ofensas do
acabó negocios de venganza , que se negaron á los hi Dios, y disponiendo con facilidad (8) disinios que, por
jos y i los padres. Cuando pasaba por las calles se ar otro camino corrieran, sin estorbo á perdición y rui
rodillaban todos , mortificando grandemente su verda na de los pueblos y ciudades donde vivía.
dera humildad. Siendo prior en el conventode Vallado- Dos veces fué provincial (6) ; y la postrera envió á las
lid, sucedió aquel caso tan sabido de los caballeros La Indias á predicar en Méjico aquellos valerosos soldados
sque por un delito condenó á degollar el Emperador; de Cristo (que tanta parte fueron de la conversión do
tu indignado con ellos, que habiéndose juntado los aquellas provincias con sus vidas, dotrina y milagros),
standes todos y pedidole el perdón , y viendo que se fray Cristóbal de San Martin, fray Pedro de Pamplona,
1<s negó; y hecho los deudos suyos y grandes tan fray Juan Crúzate, y por caudillo el santo fray Jeróni
iprelaáa diligencia con el principe don Felipe, que se mo Giménez; 6 quien el Santo profetizó el fruto que
moduló a su padre y se lo suplicó; y habiéndoselo hicieron, prometiéndoles de orar siempre por ellos , lo
negado i so hijo heredero,— persuadido de la caridad que ellos conocieron en los sucesos y confesaron por
por ruegos de los parientes, entró el Santo al Empera las cartas que se verá n en la Historia (9) . El año de 1 54 1 ,
dora pedir los perdonase. Á quien aquel glorioso prín en el capítulo que se celebró en Toledo, quiso el pa
cipe respondió: « Hágase luego lo que pedís ; á vos, fray dre (1 0) Si ri pando, general de la sagrada religión de San
Tomás, no os puedo yo negar nadu, conociendo que Agustín, hacerle provincial; y con este deseo, y el de
sois enviado del cielo por ministro de la caridad y ver tan santo religioso y tan docto , le mandó llamar.
miseñeordia (o).» El Santo , sospechando ó entendiendo que le quería
Fué predicador de su majestad del Emperador; á quien poner en esta dignidad , se excusó y entretuvo ; de
x con tanto gusto, que le tenia ordenado avisase dón suerte que llegó cuando ya era fuerza estar electo pro
de predicaba, porque quería oirle siempre que pudie vincial. Y consolóse con verle, recibiéndole con aque
se. Avisó que predicaba un dia en su casa en Vallado- llas palabras de la Virgen á su Hijo : Fili, quid fecisli
W; y el César, codicioso de oir al Santo, fué muy nobis sic? Ecce patcrtuus, et ego dolentes quaereba-
temprano; y á esperar la hora del sermón se entró con mus te. Y el afecto y reverencia con que este reverendí
tegrandesen el claustro, diciendo al portero : « Decidle simo general le tratase, conócese de las cartas que (1 i)
i fray Tomás que estoy aquí,que baje.» Fué el portero, le escribió, certificando no venia á España con otro de
I respondió con él el Santo á la mnjestad Cesárea que seo mayor que el de ver tan santo varón (c). Fué el
staba estudiando ; que si había de predicar, que no padre Síripando napolitano, caballero de seso, arzo
;*üa bajar; y que si bajaba, no predicaría. Pareció á bispo de Salerno por ruego y merced de Carlos V, y
'«queacompauaban al Emperador (4) despego y des creado cardenal por Pío IV para concluir el concilio de
cortesía, y diéronlo así á entender, obligando á que su
wajesiad dijese : « A ini me ha edificado lo que á vos-
'■'iKosha escandalizado; y quisiera yo mucho que to ¡5) y despegados, 'B. S.)
dos los predicadores y religiosos fueran tan desasidos (6) los corazones muchas veces. Con el fervor (O. A. B. F. S.)
(7) de que (5.)
(8) desinios (K. A. B. y lo mismo adelante.)
«I li !S.) (*) En 1527 y en 1534.
Bi wrgoamtes M. F. S.) (9) el afio de 1541. En el capitulo (O. V. A. B. F.)
(*i 1 los pobres lo que te devoción de esta ciudad nos da, por- (10) Seri pando (S. siempre.)
(11) tes escribid (O. V. A.)
¡5 ^a el Simo prior de Valladolid en los altos de 1541 y 1544. {c) La mas notable está fechada en Sevilla i 2C de Junio
W eespeio «j. y, a. B. F.) de 1541.
62 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEYTDO VILLEGAS.
Tronío, donde murió; y está enterrado en el convento do de Valencia don Jorgede Austria tío del Emperador,
de la orden de San Agustín (a). y fué promovido por la santidad de Paulo III á la igle
¡Oh gran varón, en quien tantos dones suyos juntó sia de Legi, en Alemania. Dióse cuenta al César, que
el Espíritu Santo, que por tantos trabajos, estudios y se hallaba en Flándes, desta renunciación; y luego su
vigilias, á fuerza de méritos, anduvo repartido porto- memoria que solo atendía á proponerle semejantes va
dos los cargos de la religión ; pues fué tres veces prior, rones, lisonjeando su celo con estos recuerdos, le pu
dos provincial, tres catredático , una de lilosofia, otra so delante á nuestro santo. No puede tener ningua
de moral y otra de teología ; predicador del empera ministro cerca de si el buen principe que tan de im
dor Carlos V y consultor de los mas grandes negocios portancia le sea. como (3) memoria solicita de los mé
que se trataban en sus rmiios ; en quien Dios atesoró ritos y cuidadosa de los justos y santos. Este es minis
tantas grandezas y misericordias, para que su caridad tro que Dios puso tan adentro en todos, que está ave
las comunicase y repartiese con liberalidad en socorro cindado en el alma ; y cuando los reyes (4) tienen fuera
de las necesidades y ti abajos ! de sí y permiten que otro hombre haga el oficio que Dios
encargó á su memoria, achacosa (5) tienen la volun
CAPITULO III. tad y no con buena salud el entendimiento. No lo hizo
De romo renunció nn arzobispado y aceptó otro : romo fué ar •is! el glorioso Emperador, con quien dos veces hemos
zobispo sin dejar de ser fraile, y cómo fué pobre y padre de visto negociar su memoria en distancia que pudiera
pobres.
borrarla ó entretenerla. Despachó correo al príncipe
Fué amante tan amartelado de la observancia y re don Felipe su hijo, que estaba en Valladolid, con cé
tiramiento de su religión y su celda, que desdeñaba, dula y nombramiento desle arzobispado de Valencia
no solo con desprecio sino con asco, las dignidades y en persona de nuestro santo. Era entonces prior del
cargos. Estando la majestad Cesárea en Toledo en las convento de Valladolid. Envióle á llamar, y (Jijóle cuán
casas del conde de Melito, vacó el arzobispado de Gra to se holgaba, por el aprovechamiento de aquella igle
nada (b) ; y sus méritos, opinión y santidad y letras, sia, que su padre le hubiese nombrado arzobispo de
que no se apartaban jamás con solicitud verdadera de Valencia ; que en aceptarlo baria á su majestad servi
losoidos y memoria de aquel soberano príncipe, le cio y á él placer. Dio las gracias á su majestad con
propusieron para esta vacante con tal afecto, que co alegría y reconocimiento, y dijo : « Señor, si yo me ha
nociendo ser solicitud del cielo por aquellas ovejas su llara capaz, de poder hacer el servicio de Dios como
yas, le nombró y hizo merced de aquella iglesia. El conviene, hiciera á costa de toda mi inquietud esle
santo don Tomás , con el conocimiento que tenia de la servicio al Emperador nuestro señor, acetando este ar
paz de la religión y de la seguridad de la celda, y del zobispado ; mas hombre de pocas fuerzas en cargo se
cuidado que requería el negocio propio de su alma, y mejante no sirve sino de embarazarle. Yo, que conoz
que para su salvación se hubia menester todo , renun co mi insuficiencia, y de mí puedo saber para lo qué
ció el arzobispado con humildad tan reconocida, que soy, certifico á vuestra alteza que no soy para estos
edificó al Emperador, en vez de desabrirle; y dejando puestos. V asi, le suplico promueva á esta Iglesia uno
el oficio, se mostró más digno del. Muchas diligencias de muchos que en las religiones y universidades bas
se hicieron para que acetase, y á todos respondía con tan á gobernarse á sí y á otros; que yo soy para mí
modestia y humildad , culpando su insuficiencia ; y tan grande república, que gasto la vida en pedirá
montándose pnco capaz de tan gran puesto, decia á nuestro Señor me enseñe, esfuerce y socorra para la
todos : «Cayendo y levantando voy con el poco peso de administración que de mí mismo me encargó.» Edifi
mi religión y este hábito ; y veo vacilar mis fuerzas cóse su alteza de oírle ; y cada palabra con que renun
con solo el cuidado que de mí tengo en esta correa. ciaba el cargo era un mérito nuevo para hacérsele to
¿Cómo queréis que me atreva á repartir lo que en sí es mar por fuerza. Tornóle á replicar que lo mirase bien,
tan poco y apenas basta para mí, con tantos ? » Con es y que convenia acetase el arzobispado. Tornó á decir
tas cosas los predicaba, los respondía, se excusaba, y que las cosas de su alma las tenia miradas con la pos
daba á conocer la condición de los olidos , y cuánto trera resolución, y que estaba determinado á no acetar.
pone sobre si quien los admite, y cuánto arriesga quien Fuóse, y tras él el comendador Francisco de los Co
los pretende. (I) Hiciéranse mayores diligencias con bos y el Condestable y otros muchos, persuadiéndole
censuras, para que acetara; mas no fué posible, por y importunándole que acetase. Despidiólos con agra
ser el Santo provincial entonces, la segunda vez que decimiento del celo que mostraban y la honra que le
lo fué ; y por el eitado de los negocios , no ser posible hacían. Fué al convento el cardenal Tavera, arzobispo
diferir la elección en prelado para las necesidades de de Toledo, á quien despidió con la propia resolución.
aquella iglesia. ¡ Cuánto mejor les están estos desdenes á las mitras
Después, (2) el año de 1344, renunció el arzobispa quo las solicitudes y diligencias! Viendo el príncipe
don Felipe que no era posible derribarle de su propó
do Morid i 11 de marzo de 1863 el cardenal legado Jerónimo sito, escribió al Provincial, que entonces estaba en To
Seripando, del titulo de Santa Susana. ledo, ordenándole con encarecimiento, por convenir
(*) Don Gaspar de Ávalus, sexto arzobispo de Granada, gobernó
aquella iglesia desde el alio de US) al de i'jii, en qae, a 12 de á su servicio y al de aquel reino de Valoncia, compe
febrero, pasó a la silla de Santiago. Tres meses después lomó liese con censuras á fray Tomás de Villanueva á que
posesión de la de Granada el presidente de la chancillcrla don acetase luego el arzobispado. Uízolo así el Provincial,
Fernando Niño de Guevara. Hay pues que referir a este medio
tiempo la renuncia de santo Tomas de Villanueva. Sus biógrafos
la lijan con error en los afios desde 153* i 1537. Fue pues en 134!. (3) la memoria (S.)
(1) luciéronse {A. B. F. S.) (*) le Uenen {Id.)
I»; el afio de 18&4 lid.) 15) tiene VV. A. B.)
VIDA DLL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMÁS DE V1LLANUEVA. 6.1
píBiendole excomunión mayor, trina canónica moni- muchos años anduvo con el hábito (1) que profuso,
ii«*i [íaoníiso. Acetó por no incurrir. Fué consagra rolo y remendado; los jubones entretenía mudándo
do a Vttladolid en el convento de san Agustín por les las mangas ; él (3) propio se aderezaba ; y tenia
el cardenal Tavera. Fuese luego á Valencia , tan co hilo y agujas, para ahorrar gastos que pudiese excu
mo «obispo que no quería dejar de ser fraile , y sar con sus manos á la hacienda de los pobres. Lo*
t>o como religioso que tenia por más estrecho estado que son cristianos con melindre más que con fervor,
el de arzobispo ú que había ascendido, que se fué con tendrán esto por indignidad y excusado ahorro; mas
-jIo un fraile compañero, que se llamaba fray Juan no lo entendió asi san Pablo, cuando despidiéndose
Rincón, y un mozo de á pié. ¿Cómo se podrá pasar en de sus ovejas, protestando la integridad de su oficio,
el libro de la postrera cuenta á los obispos y arzobís- dijo que sus manos le dieron de comer ú él y á los que
pos, por los contadores de Dios, la partida de los fru con él estaban, como se lee en los Arlos de los após
tos de la Iglesia que se habían de gastar en almas, po toles. Aquellas son manos de obispo católico y ver
bres y necesidades, y Se han gastado en ínulas de acom daderamente padre de los pobres y pastor de sus ove
pañamiento, coches y literas? Bien lo entendió nuestro jas, que reparten entre los pobres la hacienda de los
sato de otra suerte; que fué ú ser tesorero de la ha frutos de la Iglesia; que trabajando excusan gastos y
cienda de los pobres, no dueño y señor. Recibióle el vanidad, tan culpable en los prelados. De dos camisas
reino y la ciudad con grandísimo contento y demos que no podían servir, hacia una que servia de silicio.
traciones; y el cíelo le hizo el recibimiento que más Dos veces se vistió do nuevo, y fue del paño más ba
pudo desear, que fué socorrer con agua en abundan rato que halló en Valencia ; y la última vez anduvo
cia la tierra, que estaba perdida de manera, que en con un remiendo en las espaldas tan grande, que mo
tró haciendo una limosna general de agua á los sem vió á los canónigos y cabildo á suplicarle se tratase
brados y á los pobres, para quien apenas el buen año como arzobispo en su persona y su casa , de manera
es bueno. Tomó posesión luego, acompañado de toda que le conociesen (4) por tal. Respondió que el ser
la ciudad j canónigos, y la primera estación que le arzobispo entendía él que era para tratar bien á los
dictó la misericordia fué ir á visitar las cárceles ecle pobres y mirar por ellos, y no por si ; que le dijesen el
siásticas; y viendo unos calabozos muy húmedos, hon hábito que, siendo pobre fraile y arzobispo, admi
dos y escaros, preguntó que si habían tenido allí al nistrador de hacienda ajena, pjdia traer ; que por dar
gún clérigo. Respondiéronle que para eso se habían les gusto le traería. Convencidos con su respuesta, re
hecho. Mostró sentimiento, y mandándolos terraplenar, plicaron que por lo menos trújese el bonetillo de raso.
dijo qoe de otra manera y con otros medios más de I Mu hizo; y con una risa muy humilde, puesto sobre
centes á la orden sacerdotal pensaba advertir á los la mesa, le señalaba y decía: «Veis allí mi arzobispa
clérigos sos travesuras ; y que nunca los delitos para do.» Quiso comprar un jubón ; pidióle el oficial tros du
el castigo le olvidarían de la dignidad, para disponer cados por él, y le dijo : «Llevaldo á vender á quien
■ fodo que con más efeto y decencia conviniese, pueda gastar tanto dinero en su persona ; que con tres
íratíaisecon tanta humildad y pobreza, que los ca- ducados puedo yo vestir un pobre de pies á cabeza, y
Dúigoi] io(j0 e| cabildo determinó de servirle con á mí no me está bien jubón que cueste más de och >
coaíro mil libras para que pusiese su casa y adornase ó diez reules. «Habiéndole persuadido un amigo se vis
sa persona. Lleváronselas don Jerónimo Carroz y don tióse de raja, y viendo que era mas cara que el paño
"norato Pellicer y otros canónigos. Recibiólos con basto de que se vestía, le dijo : «Compraldo vos, que
grawe reconocimiento ; y sin detenerlas una hora en sois señor de vuestra hacienda y os la dio el Señor;
*a poder, las mandó llevar para que reedificasen el que yo de la hacienda de los pobres no puedo gastar
Mspital general, que poco antes se había quemado. Y más de lo que bastare á cubrirme con honestidad y sin
«'jo á los prebendados : «Yo no he sábulo estimar me costa el cuerpo.» En la comida era tan abstinente, que
jor este regalo qoe empleándole en la cosa de mayor cosa regalada ni de precio no la consentía traer (3) á
necesidad para los pobres desta ciudad , y asi todos casa. Su cama era de campo, la madera de su color,
erremos parte ygozarémos deste dinero: los pobres las cortinas de bocací, la cuadra colgada de esteras
-l"ergándose, yo viéndolos socorridos, y el cabildo so delgadas, sin otra cosa. Servíase con barro; tenía unas
corriéndolos. ¿Cuánto mejor es fabricar la casa á los cucharas de plata para los que alguna vez convidaba,
pobres y en ellos á Cristo, que adornar la mia, cuando que las más era limosna, por ser á pobres y necesi
ai> *J f5 '¡cito ni necesario adorno que solo sirve de tados.
«rudad, (|) D¡ puedo mudar de traje ni de trato, pues Tuvo, como hemos referido, donde profecía y
""tra solo me obliga á nuevo cuidado de otras al- poder sobre los demonios tan grande, que libró con
jju¡, no á gastos excusados ; pues Dios ni el Papa la oración infinitas personas de espíritus que se ha
'el Emperador no me encargan palacios ni colgadu- bían, defendido á los exorcismos y diligencias. No
"•> meras ni coches, sino ovejas suyas ?» Con estas ra- dificultaba sus puertas con porteros ni las escondía
aDes d'ó gracias á los canónigos por el presente, y con canceles. Paseábase en la primer sala: en viendo
qemplo con el modo de distribuirle. al pobre le salía á recebir; si estaba ocupado con
'Hiló luego todas sus iglesias, y se partió á predi- personas graves y vía algún necesitado, con los ojoi
W en todos los pueblos de su diócesis, por pequeños le hacia señas y le halagaba. Sentaba ú todos consigo -
qoe fuesen.
Virio con tanta pobreza siendo arzobispo, que por (t\ con que profesó, (5.)
|5i proprio (V.)
(1) por tal ; i que respondió (S.)
(ÍJ Di puede (F. A. B.) (5) a su casa. {A. B. F. S.)
64 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
dejaba de comer por acudir á los que le liabian me verle; no quiso que entrase en Valencia, por excusar
nester. Muchas veces venian á buscar á su visitador, las visitas forzosas de señoras que vendrían á honrar
y le topaban en la escalera 6 en el paso ; y descono le. Recibióla en una aldea (8) cercana; íbala á ver,
ciéndole por la miseria y pobreza de su traje, le pre acaricióla, y lomas presto que pudo la envió á Villa-
guntaban por su visitador, y él iba (I) y se le lla nueva, pareciéndole que las visitas le embarazaban
maba, y los guiaba. Solía estar en visita de noche y divertían de su oficio. Vinieron, llamados de la dig
sobre algún negocio con alguna persona grave, y nidad y de la mejora de estado, muchos parientes
al irse la visita, por falta de pajes, (2) tomar el can suyos con disinio de alcanzar parte de la renta y vol
delera él propio, y sajia alumbrando. ¡ Tanto estaba ver ricos. Recibíalos con grande caridad y amor ¡re
mortificado, y tan poco atendía á la pompa en que galábalos hospedándolos en su casa (hospedaje que
piensan que consiste la dignidad los que tienen los tenía más de devoción que de comodidad, por lo poco
obispados por premio de servicios y trabajos; sien que cuidaba destas cosas), y á dos ó tres dias les de
do trabajo, que pasado bien, merece mayor premio ! cía que le dijesen con qué fin íiabian venido. Decla
Recelándose la cristiandad de la armada con que rábanle (9) su pretensión, y luego les daba por res
el turco bajaba á estas costas, y habiendo advertido puesta que nunca fué más pobre que agora, pues no
i su (3) majestad del Emperador, y habiendo por tenia por suyo sino el cuidado de repartir á (10) pobres
algunos avisos los de lbiza temido venia á apoderar la hacienda que Dios le encomendó. Valíanse desto,
se de aquella isla, pidieron á su majestad los ayuda y decíanle que, pues era hacienda que se había de dar
se para hacer un fuerte y ponerse en defensa. El á pobres, que entre los que lo eran tenían mejor lu
Emperador, conociendo el riesgo manifiesto y peligro gar, con más razón, sus hermanos y madre. Y á esto
que se seguia á todas las costas de España, trató de con gran terneza, y no sin lágrimas, les decía: «Es
hacerles este socorro ; y por estar empeñado (4) con ta hacienda es de los pobres de acá, donde se cogen
las continuas guerras y gastos, envió á pedir por el Vi- los frutos ; vosotros sois pobres del reino de Toledo.
rey á fray Tomás le diese de las rentas del arzobispa Arzobispo tenéis, que os dará vuestra hacienda; que
do veinte mil ducados para socorrer á lbiza. Respon yo no puedo quitarla á los pobres cuya es, (H)pof dar
dió el Santo. con aquella apostólica libertad, que Dios lo á los que no les toca por el repartimiento de la Igle
nuestro Señor no le había encargado á lbiza, sino (S) sia, ni en eso puedo dispensar yo.» Alargábase á dar
los pobres de Valencia. Sintió esta respuesta el Virey les tasadamente para volverse, encargándolos que no
por despegada, y advirtió al Santo que podría sen se cansasen otra vez y desengañasen á los demás pa
tirse della el Emperador; y respondióle : oPesárame de rientes, que unos lo eran del Santo y otros se hacian
desabrir á su majestad; pero advierto á vuestra ex deudos del oficio. (12) Ni hay cosa que mas parentela
celencia (y enséñesela) que aun me acompaño de la acarree que la prosperidad, pues por ella se enlatan
llave de mi celda, y cada dia el arzobispado me cre descendencias que nunca se pudieran por otra suer
ce los deseos de retirarme á ella.» Y mostróse en es te mezclar. Este modo de excusarse con sus parientes
to tan buen tutor y padre de los pobres, que por con repitió muchas veces : y creo que nunca acción más
cierto sobre libranzas acetadas le prestó diez mil du apostólica ni respuesta más severa dio ninguno da
cados, que se cobraron luego. No se cómo leerán este los que en la Iglesia de Dios han preciado» de luto-
suceso los que usan de otra manera de las rentas ecle. res .de los pobres (o).
siásticas. No castigaba los delitos de los eclesiásti Nunca quiso dosel ni sitial en la Iglesia, ni se re
cos tanto con las cárceles y grillos como con su vistió sentado, ni tenia pontifical si no se (13) le pres
ejemplo. Llamaba á unos ; y después (0) de haberles taba la Iglesia, ni cáliz en su capilla propia. Cuando
con gran blandura reprehendido su pecado, cerrado visitaba el arzobispado celebraba con los ornamentos
con ellos se azotaba de suerte, por su satisfacion y en de las pobres aldeas. No se detenia en estas ceremo
mienda, que castigados y confusos y arrepentidos nias y ornatos, que no pasan de lo exterior; su cui
volvían á sus casas á ser ejemplo á los otros. Orde dado estaba atento en el remedio de las almas, y des
naba, cuando llamaba á alguno para - reprehenderle, to no le divertía ninguna cosa.
que sus ministros viniesen tan apartados del , que Da casa salía pocas veces á recreación, (14) yáes-
no pudiese nadie notar si venia preso, por evitar el pnciarse ninguna. Decía que era persona pública y que
escándalo y amparar la reputación de los sacerdotes. aventuraba mucho en faltar un punto; pues (15) aquel
Fueron infinitos los casos que castigó, empezando por instante podía ocurrir necesidad, que por su ausen
sí mismo, sin qaeror que (7) la disciplina ni la pe cia, ó careciese de remedio ó se difiriese. Sucon-
na pasase de su persona, negociando con su peniten
cia la enmienda de las culpas ajenas.
(S) cerca ; (0. V. A. B. F.)
Conoció sus parientes cuanto bastó para mostratque (9 sus pretensiones, (A'.)
se honraba con los que en mayor miseria via ; y más (10) los pobres i/</.)
se holgaba con los que por más desvalidos y en más (11) por darla (li.)
humilde estado le podian mortificar. Vino su madre á (I i] No (A. B.F.S.)
(n En la solemnísima tiesta de la canonización del Sanio bi
náronse tres ni&as muy pobres sobrinas suyas. Eran bi/DieUsile
(i)y se les llamaba, (V.) Juan Bonillo, á quien su pariente santo Tomas de Villanuerase
. (4) tomaba (S.) alargo i socorrer con un par de muías, un carro j doscientos
(3) majestad el Emperador, (Id.) pesos, admitiéndole que con esto le ponía en situación da Iraba
(* en las i i'.i jar, y hacia más de io que debía hacer,
(Si a los pobres (S.) (t3i la (O. r.)
(6) de haberlos |M.) (14) ni (O. V. A. B. F.)
(l)Udiciplina(K.) (II) en aquel (S.)
VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMAS DE VILLANUEVA. 63
Títañan no duraba más que lo necesario; porque si preguntó aparte por qué se liiVia enojado con aquel
ligan b quería llegar á entretenimiento, le decía: pobre. Dijole la cansa, y el >aiito Arzobispo le dijo:
•Eaestó negocio no son necesarias más razones, y el «¿Por eso os enojáis? ¿Qué sabéis vos si aquel pobre
tknjx) no es nuestro sinp cuando lo sabemos aprove tenia necesidad de dos raciones? Una vez le distes por
char.» Y con esto se retiraba, y despedía con adverten- vos, y os cansastes de darle otra por él. No es menos
c¡j el negociante. ¡ Oh monstruo de santidad, que su sabroso ejercitar la caridad muchas veces con uno
piste merecer los cargos, y despreciarlos y servirlos; que muchas veces con muchos. La segunda vez tuvo
i qoien fué martirio la mitra, afán el arzobispado, la necesidad de la ración y de vuestra paciencia, y esa
resta necesidad, los pobres hijos, y la grandeza, y os faltó luego. No lo hagáis otra vez, y dejaos engañar
dignidades mortificación : tan santo, que supiste for de los pobres, que es logro.» Con estas co«is quedaron
talecer la ciencia y dotrinade humildad; tan docto, tan bien dotrínados sus limosneros, que daban lo que
que bastaste á asegurar la dotrina y estudios con los les mandaba el santo Arzobispo y lo que tenían, y
tesoros de la misericordia ; tan rico, que socorriste apostaban en actos de piedad unos con otros ; y en solo
todos los pobres; tan pobre, que (1) tu desnudez, ni pa esto y la virtud y oración había competencia en aque
rientes no participaron de tu riqueza, porque acudiste lla casa. Tenia memoria de lodos los pobres (U) enver
antes á la parentela del Padre soberano, que está en gonzantes, y en papelillos les daba el dinero cuando
el cielo, que á la multitud, que se llega á los buenos salía de casa y cuando pasaba á decir misa. A otras
sucesos de la fortuna; solicitando el premio de los personas principales y de calidad , que él sabia que
trabajos desta vida para la patria, que es el cielo 1 tenían necesidad y vergüenza de pedir limosna, por (12)
excusarles algún sentimiento, los socorría engañando»
CAPITULO IV (2). los: enviaba á uno cincuenta ducados, á otro ciento,
Dt la disposición de las limosnas, con que previno la cnenla que y docientos y más, conforme era la necesidad, con
dio i Dios nuestro Señor en su glorioso j bienaventurado Un.
religiosos, diciendo que una persona que les tenia &
Repartió la renta del arzobispado de suerte, quoá cargo alguna hacienda les restituía aquella parte, y
i\ (3) no se le quedase otra cosa que el mérito de re que poco á poco iría satisfaciendo como mejor pudie
partirla 4 los mendigos. (4) Hacia cada dia el gasto, se (13). Y se desvelaba en ocultar su misericordia.
dándoles de comer y un dinero á cada uno ; y cada dia El año de 15S0 saqueó Dragut á Cullcra; y en sa
eran trecientos, cuatrocientos, y quinientos muchas biéndolo el Santo, envió«us limosneros á que rescata
Teces. Advirtióle un curioso de que los más de aque sen los cautivos y consolasen las viudas, y comprasen
llos tenían por oficio el mendigar, y que ahorraban bueyes y muías á los labradores; y todo se hizo con
la limosna dándoles de comer, y se hacían vagamun su limosna. ¡Cosa admirable y de efeto milagroso! Y
dos, y reacios en aquel estado; (5) que seria mejor (lis- por ser sin número las cosas que milagrosamente obró
tribuírio entre otro género de gentes. ¡Gran cosa, que en el socorro de los pobres, y no llegar á historia ol
no haya cosa buena sin mal comentador; y que hubo de epítome, solo referiré lo que le pasó con un jubetero
tener este de pretender enflaquecer aquella caridad tan que llamó para que le aderezase un jubón viejo. Dijo
valiente! Respondióle el Santo : « Creo que por nuestros que lo baria (14). Ordenó le dijese cuánto le había de
pecados habrá entre esos algunos mal éntremelos y llevar; el oficial dijo que era poca obra, que lo que
viciosos; mas eso no está á mi cargo: lo que me toca mandase. No quiso, sino que pusiese precio. Púso
es dar (6) la limosna á quien me la pidiere; socorrerle, le ; parecióle excesivo al Santo , siendo cosa de dos
no examinarle. Si toman muchas raciones, si piden sin reales. Regateólo tanto con el jubetero, que cansa
necesidad, si nos engañan, no es de daño para nosotros. do, le dijo lo aderezaría por lo que ordenaba; y fue
Lo qoe nos puede estar mal es engañar nosotros á los se, atribuyendo á miseria y escasez la providencia y
pobres, pues el pobre puede engañar mi inadverten religión del santo Arzobispo. Tenía dos hijas : de allí
cia á le doy dos veces por una ; pero no mi caridad, á algunos días pidiéndolas dos mancebos oficiales, y
qoe á todas las necesidades socorre, y todas las veces no efetuándose el casamiento por no tener dote que
qoe se le pone delante. Hacienda (7) es de Dios esta : él las dar, un amigo, viéndole desesperado, le dijo acu
envía estos que la cobren ; yo no tengo que introdu diese al santo Arzobispo, quo él se las dotaría y pon
cirme en calificar los cobradores que Dios elige; lleven dría en estado. El sastre, indignado, pensando se bur
lo que es suyo como quisieren y cuando vinieren.» Vio laba del, le dijo: «¿Cómo me ha de dar su hacienda
desde ana ventana, donde (8) siempre tenia por recrea á mí (15) hombre tan miserable, que se remienda los
ción el ver dar la limosna , que un criado suyo reñía jubones y regatea un dinero?» Tan bien supo el amigo
-ii un pobre, que habiendo recebído su ración, se persuadirle y desengañarle del error en que estaba,
tomó á mezclar con los que no habían (9) llegado, y no que fué al santo Prelado ; le dio cuenta del estado de
le quería dar. liando que le diese (10). Idos todos, le sus hijas. Ofreciólo remediárselas y darles trecientas
libras á cada una, que era lo que pedían (16) los mari
dos; dijo que le envíase su confesor. Informóse, del
(i) al to(S.) qué gente era, y á la mañana dijo al jubetero : alie
(i) Ttauo. (0. y. A. B.)
(3) so le quedase iA. B. F. S.)
ít Hádales (S.)
(Si y wria ild.) (il) vergoniantes, {B. S.)
*> limoso] (f.) (12) excusar [S.)
Hl de Dios es esta: (S.) (13i Asi se desvelaba (W.)
i,8 tenia siempre lid.) (14) v ordenó lid.)
19) Iterado, Ud.) (lo) un hombre [Id.)
110) i idos., Id.) (16) sus maridos ; [Id.)
Q-ii.
OBRAS DE DON FRANCISCO DÉ QUEVEDO VILLEGAS.
pensado esta noche en este negocio, y me lia parecido considerando las más urgentes necesidades, repartan
poco las trecientas libras á cada (I) una, que para esos cinco mil ducados que me quedan en mi poder;
poner tienda las habrán menester, y estarán alcanza y por reverencia de Dios no me vuelvan aquí con un
dos; y será bien dar cincuenta libras (2) á cada una, dinero solo, que en ese estará mi desconsuelo y angus
para que con (3) las veinte se puedan ayudar y entre tia. Y si boy no fuere posible acabarse, dispónganlo de
tener.» El hombre, confuso y admirado, se le echó á suerte, que mañana temprano me den este buen dia que
los pies, pidiéndole perdón; y el Santo dijo: «¿No sois deseo.» Enternecidos, y derramando lágrimas y dine
■vos quien me aderezó un jubón, y os eufadastes porque ros, socorrieron á toda la ciudad; y entendiendo la des
regateé el remiendo? Hicistes mal; que aquellas cosas pedida del santo Prelado, nadie en la limosna (con ser
en mi persona las regateo para poder tener con qué en universal la mayor que se lia visto) recibió tanto so
socorreros á vos y á otros : y estad cierto que cuando corro como desconsuelo. No fué posible por aquel dia,
muera no me hallarán dinero olvidado ni escondido. aunque lo procuraron, despachar todo el dinero. Vi
Y esto no hay que agradecérmelo, que hago lo que nieron á darle cuenta de lo que se había hecho, y cómo
debo; vuestro es loque os doy, que no mió.» habían sobrado mil y (7) docientas libras. Mostró gran
Por este camino aquella santísima alma fué ajus dolor de ver dinero de pobres en otro poder que en
fando sus negocios con Dios, y liquidando sus cuen el de la necesidad , y con lágrimas y suspiros dijo :
tas, para darlas antes que se las tomasen, y partir «Amigos, no me esté en casa este dinero esta noche :
deste mundo antes acreedor á los pobres que deudor búsquense otros pobres, déseles luego, que suyo es ; ó
dellos. Continuó esta diligencia hasta el año de 1555, llévese al hospital, y volvedme con la nueva de que
en que nuestro Señor fué servido de ordenar el des está repartido.» Por sosegarle dijeron que se diese 4
canso á su espíritu , y desencarcelar su alma de la pri las amas de los niños que él sustentaba; dijo que ya
sión del cuerpo y de los cuidados. Tenia determinado por dos años estaba eso proveído y situado. Tal prisa
el Señor, solicitada su justicia de los pecados de aque íes dio, que en durmiendo dos horas, tornaron á hacer
lla ciudad, castigarla (como lo hi/.o el año de 59) con su limosna y diligencias : y así volviendo á la mañana,
mortandad y peste, que sobrevino por los años de 57 víspera de nuestra Señora, á visitarle, le dijeron cómo
y 58; y como quien á su salvo quiere herir á uno le ya todo estaba dado á pobres, sin que hubiese sobrado
quita primero la defensa, así el Señor le quitó de de un dinero. Respiró, alegróse, alzó la voz, diciendo:
lante á nuestro Santo, para qjte no se divirtiese su ri «¡Oh cuánto habéis aliviado este espíritu y des
gor en sus oraciones y lágrimas. Enfermó á 29 de cansado mi postrer negociación ! Dios os dé el con
agosto de esquinencia, procedida de largos estudios suelo que de vuestras manos he recibido. » Y vuelto
y desvelos y penitencias. Sobrevínole una calentura; y á un crucifijo, que siempre tuvo consigo, donde se
viendo que perseveraba el mal, ó sabiendo, como se cifró su camarín y su recámara, le dijo con lágri
debe creer, que ya se llegaba lu hora de acabar de mas de gozo, en voces agradecidas, con un esfuerzo
morir en este inundo y de empezar á vivir en el otro, apostólico : « Estas ovejas , que tanto os costaron, me
ordenó que le trupseu en procesión, para ejemplo á encargas-tes; pedido os he con lágrimas favor para
todos, el Santísimo Sacramento. Recibióle de mano del poder y saber gobernarlas. Por ellas no me he excu
obispo Cebrian. Hizo una confesión general: previno sado de algún trabajo, ni me ha sido molesto ningún
la postrer hora con tantas diligencias quien toda la vida cuidado y persecución; de la hacienda suya, (8) de
gastó en facilitar este punto, y quien le salió á recibir, que he sido administrador, ni les soy á cargo nada,
como hemos visto, desde la cuna. Esto fué segundo ni en mi poder queda alguna cosa, ni se la he hecho
dia do setiembre. El jueves siguiente, tres dias antes desear, ni gastádola por mi albedrio, sino por la ne
del Nacimiento de nuestra Señora, le hallaron los mé cesidad suya. Infinitas gracias os doy, que por vuestra
dicos (4) mejoría; y con esta nueva resucitó la chiflad, misericordia puedo decir que muero pobre. » Borróle
que poco á poco iba desmayando con el dolor. Mas el un poco este contento el tesorero con decirle que aquel
Santo, á quien no quiso Dios nuestro Señor esconder dia había cobrado cierto dinero, y que los muebles
este último advertimiento, ordenó al obispo Cebrian de su casa estaban por dar. ¡Oh buen criado, que acor
y al canónigo don Miguel Vique y ¡í fray Pedro de daste mandas ú tu tuno, sabiendo que no habías de
Salamanca, que con su limosnero y tesorero se en ser partícipe deltas! El Santo, luego por apartar de ü
cargasen de cinco mil ducados que tenia en la sacris todo lo que le defendiese de morir en la mayor po
tía (5) del Aseo, diciéndoles : « Bien saben el amor que breza, oidenó que sus muebles se llevasen al retor
me deben, y yo confieso que siempre me han ayudado del colegio que había hecho: grande manda y pobre,
y consolado en todo aquello que como buenos "minis porque su mueble era el que he dicho. Dióles reli
tros del Señor y verdaderos hermanos se me ha ofre quias, que hoy veneran; no preseas. El poco dinero
cido. Hoy se me ofrece la última cosa de importancia que se Labia cobrado mandó repartir entre sus cria
y el mayor negocio de mi alma, y así se lo encargo: dos, que eran de Valencia y más pobres que todos.
llamen los limosneros de las parroquias; y con ellos Dio á un pobre la cama en que estaba; y acordándose
á toda diligencia, con todo cuidado y amor, guar de que por habérsela ya mandado no era suya , sino
dando el decoro á los pobres (6) enveryoiiiaules, y del pobre, le dijo: «Hermano, dadme licencia para
morir en esta cama vuestra; si no, bajáronte á morir
(1) ono, (0. r.) al suelo, y acercaréme más á la sepultura.» Fueron
fJ) mas a cada ana, (F. 8.) palabras estas que derritieron los corazones de todos.
(3) ellas te puedan (M.)
|4) mejor, (S.)
(5i de la Sen, IB. S.) (7) docientas (S.)
(6) vergonzante*, [S.) (8) que be «ido (0. Y. A. D. FJ
VIDA DEL BIEN AVENTURADO PADRE FRAY TOMAS DE V1LLANUEVA. 61
Dosdiu antes de su muerte vinieron de parte del de san Agustín. Preguntóles por qué le lloraban ; con
cabildo con igual sentimiento y devoción á suplicarle solólos con la vista y con las palabras, asegurándoles
se mandase enterraren su Iglesia, codiciosos de te de su descanso y gozo; y desapareció. El uno al otro
nerle siempre consigo; mas el santo religioso no lo se contestaron la aparición.
concedió, estimando mucho la caricia de sus hijos; y Otra vez, habiendo cuando murió cuidado de ajustar
«casóse diciendo que era fraile de San Agustín , y con los arrendadores de las rentas del arzobispado, que
gnejaque el arzobispado le había sacado de su con para tales plazos pagarían su débito, y habiendo toma
vento, quería que la muerte le restituyese á su re do palabra á uno que precisamente pagaría su resta para
ligión ; y así lo ordenó. Navidad , por convenir á la necesidad de los pobres así;
El sábado en la noche , víspera de nuestra Señora, y como después de muerto el Santo no lo cumpliese, —
habiendo estado un rato á solas tratando de su partida el dia de los Reyes le apareció, y le dijo que cómo se
con Dios, mandó le trujesen la extremaunción á las atrevía á usurpar la hacienda de los pobres por reme
diez déla noche. Él respondía á todo, y rezaba los sal diar sus tratos : que luego lo restituyese y pagase; don
mos con los eclesiásticos . de no , que Dios nuestro Señor lo cobraría con castigo
Domingo, dia del Nacimiento de nuestra Señora, digno de su enojo. No pagó; y el dia de la Purificación
llamó al obispo Cebrían y le dijo : «A mí me quedan de nuestra Señora, estando en su cama, tornó á apare-
pocas horas de vida ; despidámonos en la mesa que cerle, y con aspereza le riñó, diciendo : «¿Misericordia
Cristo se despidió de los suyos. Póngase un altar aquí, y os falta páralos pobres? (4) temé que os falte la de
oígase luego una misa.» Hízose así ; oyóla (i). Al decir Dios. Si pensáis que soy muerto , os engañáis ; que
Sanen», tenia ordenado que le alzasen la cabeza para nunca fui vivo sino ahora, y aun cuido de los pobres.»
poderverel altar. Cuando alzaron asistió con gran co Diciendo esto, mandó á un compañero que traía con
pia de ligrimas. Empezó luego á decir el salmo Inte, sigo le castigase : lo que hizo con una diciplina seve
Dmw, speravi, etc., «En lí esperé, Señor (2) ; » con ramente. El hombre pidió perdón y se emendó, y fué,
mocho espacio, siempre con abundancia de lágrimas, y depuso de su culpa y del castigo y aparecimien
llegó í decir el verso último , In manus lúas, Domine, to. (5) Viole una mujer en una gran necesidad, en que
wmmenio spiritum meum. Y cuando las acabó, que la socorrió, y después todos los dias se iba á rezar y
fué cuando el sacerdote acabó de consumir el Santísi llorar sobre su sepultura. Ni llegó pobre por socorro
mo Sacramento , espiró ; que parece que la muerte fué ni enfermo por salud, á quien desde el túmulo no so
aguardando con respeto á que él dijese que encomen corriese ; porque se vea que por premiar su celo per»
daba su alma en las manos del Señor , y que su vida y mite Dios nuestro Señor que el ejercicio de su caridad
la sangre de Cristo á un tiempo se consumiesen. no tuviese el limite común de la muerte.
Divulgóse (3) milagrosamente. Por la ciudad no se
oía otra cosa sino gritos, lloros y sollozos en todas per CAPITULO V.
cas y estados ; parecía haber llegado la ruina de la De los hijos espirituales que tuvo , y de sai virtudes en general,
cíodad. No hubo en todo el reino quien no perdiese pa y de su beatillcacion.
dre y maestro y amparo. Cerraron las puertas del palacio Luego que el bienaventurado Arzobispo nació á me
í»ra componer el cuerpo : vistiéronle do pontiflcal ; jor vida de entre las manos de la muerte , y puso Qu á
abrieron las puertas , y entraron por ellas toda la ciu su peregrinación y llegó á la patria (así se nombra el
dad, y avenidas de lágrimas sobre su cuerpo. Concur fin de tales varones, t orqiie en los justos y santos tiene
rieron más de ocho mil pobres que remedió, como á más corteses y consolados nombres la muerte) (a), los
otros entierros de prelados suelen concurrir pobres que hijos espirituales que instruía en la virtud vivo , los
hicieron. Nodejabun decir el oficio los pobres con gri confirmó muerto; de suerte que su voz y la de todos
te J alaridos; y con esto decían los pobres su oficio, no aguardó á las tardanzas y pereza del tiempo; sino
oiie labia sido verdadero arzobispo. Lleváronle á Nues- que luego, inspirados de Dios, le adelantaron la beati
lr> Señora del Socorro , donde se mandó enterrar en la ficación y la canonización que se esperaba. Fué tal el
«puliura ordinaria de los religiosos ; mas el cabildo concurso de gente á su sepultura, que parecía que la
ordenóqoe se pusiera en medio de la capilla mayor, en necesidad de los pobres estaba incrédula de que podía
frente de nuestra Señora, con un bulto suyo de piedra ; haber muerto (6) vida donde tan ardiente caridad res
wnde está atesorado aquel bendito cuerpo, que fué plandeció con admiración. Esta memoria, estos ruegos,
alojaniiento üe alma tan favorecida de Dios, y que tanto estas voces y lágrimas de los pobres (7) y huérfanas
co-üció para si, pites vivió de suerte, que en un ins fueron (8) el túmulo que su espíritu solicitó y edificó
ume que tardara en, morir, dejara de vivir más tiempo con trabajos y pobrezas, donde, como en cuna gloriosa,
que lulna vivi.ln. Allí está depositado, resucitando tornó á renacer. Encendiéronse los ánimos de todas las
nnierts, sanando ciegos, librando endemoniados, y iglesias, universidades y señores de España en devo
'frenando la raridad desde la sepultura y continuan- ción deste monstruo de humildad, de letras, de pobre
ilu la caridad de verdadero padre y prelado. Después za de espíritu , de oración, de milagros, que no cesa
de muerto se apareció al maestro Porta y al obispo Ce- ron de negociar con cartas su beatificación. Escribie-
Dr'an, que solos en una casa, cada uno en su aposento,
Btauau llorando su muerte. Viéronle vestido su hábito (4) temed (S.)
(5) Vióse (A. S. F. S.)
W Palabras que reprodujo Q divido al comenzar los iimki i*
1' TiliVtirrs.) quince días.
<t ton mucho espado siempre : con abundancia de lacrimas (6i una vida (5.)
«(ó li. B.i (7| y liuéi ranos (B. F. S.)
O, Büijtroiamente por la ciudad. No se ola (F. S.) 1.8) al túmulo (0. Y. A. B. F.)
68 . OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ron á Roma las más ciudades , muchos de los grandes Pintáronle vestido de pontifical, con una bolsa en la
señores, casi tudas las iglesias ; hicieron esfuerzo Sala mano, que es el báculo verdadero de pastor que apa
manca y Alcalá ; escribió el Rey nuestro señoral virey cienta ovejas , y donde mejor se puede arrimar un pre
de Ñapóles y al embajador de Roma. Y nadie hizo di lado para no tropezar por la senda estrecha de su ofi
ligencia que no fuese interesado en el suceso , y deu cio. La limosna es el báculo del buen obispo, donde se
dor de algun gran beneficio al santo Arzobispo; pues, arriman los pobres, (4) con que se sustentan los nece
como hemos dicho, su vida la repartió en ejemplo por sitados. Así que, el báculo arzobispal ha de sustentar i
todo el reino, en tan diferentes cargos y oficios y dig los pobres , no al arzobispo ; y por eso su santidad le
nidades, que los oficios que todos hicieron fuá deuda mandó pintar con mitra y bolsa, que es b;ictt lo de li
6 su ejemplo , santidad y dotrina. No necesitaba destas mosna, (5) con pobres alrededor; porque aun en' el pa
diligencias (1) la beatificación de aquel apostólico pre pel y en el dibujo tenga aquel gozo su bendita alma,
lado que trabajó en la viña del Señor con ventajas tan remediando, al parecer, necesidades. Tiene por titulo
conocidas , que llevó tras la memoria' de sus obras el al pié : El bienaventurado Tomás de Vdlanueva, por
aplauso y devoción de las gentes , y en quien la fe de glorioso titulo llamado el limosnero. Apellido es este
los necesitados no dudó cosa alguna para su remedio de limosnero que sabe mucho á la casa de Dios : tanto
temporal ó milagroso- El muerto alenló la esperanza y se arrima á su grandeza, que haciéndose padre de los
alimentó lá caridad. luciéronse las informaciones tan hijos de Dios, que son los pobres, se llega al último
fácilmente, tan copiosas, tan admirables, que se puede grado de parentesco con su Majestad. Prosigue el ti
creer disponía esto Dios nuestro Señor para mayor glo tulo : De la orden de los ermitaños de San Agustín,
ria suya. El principal testigo para ella fué el socorro de arzobispo de Valencia, excelentísimo predicador de la
lasnecesi lados, que depuso desde que nació en esta palabra de Dios. Y esto fué de tal suerte, que los
muerte temporal, hasta que murió en esta vida para sermones que hoy se leen suyos impresos (6) no de
vivir en la otra. Depuso la muerte de los que había res ben nada (¡ninguno de los santos doctores y padres
tituido ¿la salud; el cielo dijo y contó sus maravillas, antiguos; y para quien los supiere leer, y acompañare
que no por eso cesó de referir las de Dios, como dice el con espíritu la dotrina, hablan en ellos la agudeza
taimo; pues con un mismo lenguaje hablan de Dios de san Agustín y la profundidad y dulzura de otro
nuestro Señor y de sus santos las criaturas que tienen santo Tomás (6). Llámale luego la inscripción : llus
á cargo sus alabanzas.
Vio su santidad las informaciones, y determinó sn rnstro un poco moreno y agnilcflo, encendidas las mejillas, ojos
beatificación para consuelo de toda la Iglesia. Y el (2) larcos, semblante modesto y pió, mas lleno de gravedad uno ral;
no canonizarle todo junio, creo que lo remitió su san tuvo ingenio claro y sumo juicio y prudencia. Merced al deai
Francisco Roca, retratóle muerto el famoso pintor, y cabera de
tidad con particular providencia, viendo que la devo la escuela valenciana, Vicente Joánes para la colección de los pre
ción no echa menos nada en tan gran santo, y tam lados qnc adorna la sala capitular. Y por otra copia de igual nana
bién la dificultarían los gastos forzosos ; y (3) nuestro se hizo en Genova la estatua de su sepulcro.
santo, aun muerto, ahorra gastos en su persona y El encantador pincel de Murillo consagró su mayor lozanía,
desde los anos de 1670 a 1680, a reproducir tres pasajes de la
en su vida y en su muerte y en su canonización ; lo vida de este incomparable varón, dos de ellos para su altar, y
que no hiciera aun en la sepultura, si se tratara de otro para la celda del provincial en el convento de agustinos it
repartir con los pobres. Sevilla.
Hiciéronse luego velos y estampas por orden de su («i y con qne (S.)
(5) ycon pobres Id.)
santidad, donde quiso que sus armas publicasen lo que (6| no deben a ninguno (0. V. A.B. F.)
se preciaba de haber glorificado tan glorioso varón (a). tii Dejó por heredero de sus papeles i fray Juan de Mafia.
tones, quien no pudo, embarazado con la mitrado Segorbe, lo
mar sobre si la tarea de la publicación. Puesta i cargo de fray
(1) bestlovaeton <0. V. A. F) Pedro de Uceda y Guerrero, rector del colegio complutense de
3) canonizarle (S.) San Agustín, hizose en Álcali de llenares el ano de 1573, con es
Pj que nuestro santo lid.) te titulo :
(a) Fueron grabadas en Roma estampas chicas, medianas y gran Condona tacrae ¡llusMttimi ct rererendissimi D. D. Tornee *
des, con alguno di los principales milagros del Santo, y al pie Villanova, ex ordine Eremítai um díui Augutlini, Árehiepitrvpi F«-
esta letra: Icnlmi, et i* tacra Tkeologia magistri. Nmc pramm (a Jares*
B. Thomas á Villmova cognomento Eleemosynarius, Crd'tnii Ere. edita. Et cxcellentissimo prmeipí Gvnsalo Femando Coriniat, Sesa
mílcirum S. Auguatinl, Archiepücopas Valentinas, riinni veril Prae- Duci etc. nuncupalce. — Comptuti, Joanne» a Lequcrica excudebat.
iicator czrmius, miracnlis claras, snnetitate conspicuas, elecmosyms Amo 1573.
tr/a pavpera hteralmimus , Ecclesiaiticae líber tatis acérrima! Precede i la obra un snmario de la vida y hechos del Arzobis
propuqnator, obüt Valentiae auno Domtni 1555, ae latís saae&l, dic po, escrito por Mufiatones.
Nal. Bealae Virginia Marine. Igual portada tiene la segunda edición de Alcalá, salvo cnanto al
Hay también láminas de la canonización, eopiantlo los mita, impresor y el afio, porque fué aquel Fernando Ramirez.y este el
grosy triunfo del caritativo arzobispo, que en lienzo, tapices y de 1581. Ahora ¿quién podrí extrafiar, no habiendo visto la ante
estampas ostentó el arco triunfal levantado en el Vaticano el día rior don Nicolás Antonio, que esta .impresión le pareciese la pri
1.* de noviembre de 1658. Delineados y pintados por Juan Pablo
mera?
Scbor , estampólos en Roma Juan Jacobo Rossi , dedicándolos al Las prensas de Brescia, las de Colonia, en 1614, 1616, 1661 y
general de la orden de San Agustín, el padre Lanfranco. Forman 1685; las de Roma en 1659, de Ausburg, de Bruselas y de Ve-
un librito en folio menor, con quince laminas abiertas en cobre, necia, reprodujeron i poríia sus discursos; pero a todas las edi
demás apariencia que mérito ; y de ellas la primera tieuc este ciones pretendió sobrepujar la de Milán de 1760, hecha en dos
epígrafe, precediendo i una dedicatoria del grabador; gratules volúmenes por el impresor José Marello.coa no macBi&-
S. Tomae k Viluüova co retrato grabado por Mercoro.
EX AUGl'STlNIÍNO ORIHNE
La biblioteca de la universidad central de esta corte, heredera
Aacnieriscoei Vaisstuu
MlBACDU
de los restos del emporio complutense, guarda entre sus tesoros
III ACTIS CANONIZATIONIi APPB0»ATA autógrafas las obras del limosnero y piadoso arzobispo de Valen
n Vaticana ih basílica iiposita. cia, reliquia conservada hoy mny dignamente.
Fui ti padre Tomas de Villanueva de mediana disposición, «1 Es un grueso infolio coa suntuosas cubiertas de plata y oro,
VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TOMAS DE VILLANUEVA. 69
(tuto en milagros, esclarecido en la santidad, li- pudo con la caridad) (1) ni tuvieron mas que desear
VTüImiüo en dar limosna á los pobres, acérrimo de- en este santo los pobres y necesitados, ni el cielo ma
fmnf k la libertad eclesiástica. Esto contiene la ins- yores honras que le hacer, ni su santidad mas demos
rrípeoa de su estampa. Digo yo: ¿qué otra honra ma traciones con que honrarle hasta su canonización; pues
yor s menester que esta inscripción de su santidad, por titulo de una estampa le pone una honra tan gran
k'Uife cada titulo puede colocar un varón apostólico de, conociendo que beatificaba á quien con Dios está
¡a el mayor grado de santidad? Y se conoce en todas negociando á su santidad vida y salud pata el próspero
!a> cosas deste bendito santo. y feliz gobierno de su Iglesia.
£a su vida y en su muerte (pues hizo todo lo que
(cr-riaoroslsinio trabajo, dondelrazó el buril virios milagros y lié aquí li historia del códice, Justificada en el ml«rao eon do
ntnti de la vida o%l Sanio. Las armas de la casa de Medina- cumentos irrecusables. Repugnando fray Pedro deUceda enviar i
etí resalía» cinco veces repetidas en otros tantos escudos de la imprenta los manuscritos originales, encargó que los copiase
era eaaaltados sobre cada una de las dos cubiertas. Divididas i un novicio. Quedóse este con ellos por devoción, conservándo
ti diferentes recuadros, representa la primera a fray Turnas ya los tuda sn vida. Pararon después en el convento de sin Agustín
ntfieaado leolosla, tomando el bibito de San Agustín, haciendo de Granada, de cuya biblioteca los sacó para la de Sevilla el
l r-.írfwn 6 ascendiendo a la silla arzobispal, ya volviendo i un provincial de Andalucía, fray Pedro Ramírez. Pero como los pi
fjíiiüco la salud, o 1 un muerto la vida. Grabó el arle en la se- diese por reliquia , y muy repetidamente, el duque de Alcalá , don
í.'.h alraaas santas ocupaciones y milagros del Prelado, y su Fernando, la comunidad se los recaló, no sin repugnancia de los
(¡arrasa nuerte. Tiene el tejuelo del libro esta Inscripción : religiosos mis ancianos. Vino en Un a adquirirlos mochos anos
Original te Lat Olrat de S. thomai Dnilltinut* después, por compra, de los bienes libres que fueron de don Fran
cisco Enrlquez de Ribera, elduquedeMedínacell. El cual, honra
R F son las Iniciales del grabador. Lis cubiertas pesan siete do con la beca del insigne colegio mayor de Sao Ildefonso de Álca
Jan * ,;.• plata y nueve onzas de oro. li de Henares, quiso, regalándole el códice regiamente aderezado,
Al principio del códice bay uoa estampa Infelizmente esculpida solemnizar cual principe las fiestas con que celebraba eu 1661
(tr Amfrade, val Un un pedazo de cierta obligación firmada por aquel centro de sabiduría la canonización de su colegí.
ti «Ustc. cu líi", para compiobar j auicuticar la letra de todo (1) Di mas que desear los pobres (0. V. A. S. F.)
■ '. litio.

LAUS DEO.

ísU abreviad» «toma he sacudo de mi historia que estoy escribiendo, de la qne i cumpllmlrnto de «n voto escribió
con mía piedad y diligencia y c- lo el docto y reverendo padre Salón, de la orden d S: n Agustín, pra que la no-
tieú entretenga informada con brevedad, basta que en mayor volumen vea el mundo lo más que se lia podido recoger
Insta atora (a).

U' Falta en todas lis ediciones posteriores i la de 1627 esta ad El maestro fray Buenaventura Fdster de Rlven liedlo lili nue
tricada de Qccvedo. vamente i luz en 1652, siendo el impresor Bernardo Nogués.
El ¿lira de la vida tanta y milagree del ilustritimo señor don Fray Benito de Asle corrió cou otra reimpresión en Madrid el
frv Temii de Villannera, aruiitpo de Valencia , de la orden de alio de 1670.
Sn Ayuna, compuesto por el padre Salón, imprimiólo en Valen Y fray Manuel Vidal, en Salamanca en 1737.
cia Pedro Patricio Mey, en *.*, alio de 1588. La última edición i|ue de esta obra nleresante bi llegado i mi
lis copioso y añadido por su autor lo publicó de nuevo, en la noticia, es de Madrid, ea la imprenta de li viuda é bijo de Marín,
i.jina ciudad i principios de «uewbre de 1620, en i.', Juan Cri- alio de 171)3.
tóKono Garriz.

rtü bf LA VIDA DEL BIENAVENTURADO PADRE FRAY TONAS DE VILLANUEVA.


EL MARTIRIO PRETENSOR DEL MÁRTIR,
EL ÚNICO Y SINGULAR MÁRTIR SOLICITADO POR EL MARTIRIO,

VENERABLE, APOSTÓLICO T NOBILÍSIMO

PADRE MARCELO FRANCISCO MASTRILI,


napolitano, hijo del tanto patriarca de la compañía de Jeras, el bienaventurado Ignacio de Lo jola.

AUTOR EL COMÚN SENTIR,


E.1 LA FLEMA DE UN DISCÍPULO DE LOS TRABAJOS (o~).

A LA SAGRADA RELIGIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

Oí el milagro de Ñapóles, tan raro, que entre otros se debe llamar milagroso. Hálleme en Ma
drid cuando el que hoy es glorioso mártir vino á llevar su vida á las más penosas prolijidades
de su muerte. Oi el desempeño de su promesa, afianzada en profecía, que despachó el cielo con
propio, y tan propio del cielo como el apóstol de" la India san Francisco Javier, con cuya predi
cación el Oriente mejoró de sol. Leí la misión apostólica que imprimió en Lisboa el muy docto
padre Ignacio Stafford, el año 1639 (b). Dióse á la estampa en Madrid , este año de 640 la misma
misión y historia con titulo de vida del venerable y apostólico varón Marcelo Francisco Mastrili,
en mayor volumen , y tan exactamente cuidadosa, como prometía el ser su autor el eruditísi-

(s) Opúsculo inédito. Además he tenido á la vista la copia que entre los
Borrajeó Qoevedo este fragmento en 1640. Fragmentos de obras que empezó á escribir do* Kbancis-
Eo la memoria que, de los libros y papeles que le ha- co, se baila en la colección formada por don Juau Isidro
bian ocultado en el tiempo de sus últimas persecucio- Fajardo, año de 1724, la cual existe en la fiibloleca Na
les, dejó de su letra Qoevedo, encuéntrase citado asi : cional, códice M. 276.
Vito y martirio del padre Marcelo Mastrillo, de la campa- (b) Conozco la versión italiana con este titulo: Istoria
ñiait Jesús. Tai rótulo parece referirse á un trabajo della celeste vocatione, missioni apostoliche, e gloriosa
concluido y completo. morte del P. Marcello Francesco Mastrilli Indiano felicis-
Del rasgo que hoy por vez primera ve la pública luz, simo della Compagnia di Giesit. Composta dal padrel¿n&-
baee justamente un siglo que era dueño el archivero de tio Stafford della medesima Compagnia in lingua Casti-
la primera secretaria del despacho universal de Estado, gitana, e dedícala al sig. Antonio Tellet de Silva (con fe-
don Benito Martínez Gómez Gayoso. Franqueóle tan cu- cha 21 de setiembre de 1659) , hora traspórtala in Italia-
rioso papel á don Tomás Antonio Sánchez ; y una esme- no, el dedicata all' illustrissimo sig. Cario Brancaccio. In
rada copia de este be disfrutado por la bizarría de mi tier- Viterbo, appresso Bermrdino Diotallevi. n.dc.xxxxii. Con
no amigo el señor don Agustín Duran, actual dignísimo licenza de' Superiortr
bibliotecario mayor de la Nacional. En hoja suelta, unida En 1645 se publicó en la misma ciudad de Viterbo otro
á ella, léese de puño de aquel otro erudito bibliotecario: libro con la inscripción de Vita, entorte del padre Mar-
• Adviértase que el original está dividido en dos par- cello Francesco Mastrilli della Compagnia di Giesit. Com--
tes. La primera contiene un cuaderno de ocho hojas, y de posta dal padre Leonardo Cinaini , della medesima Cam
ellas cinco están escritas enteramente, y allí concluye el pagnia.
razonamiento á la ciudad de Ñapóles. Y está puesto en Por los años de 1671 publicó en Ñapóles un compen-
limpio por el mismo Quevedo. dio de estos sucesos el provincial de capuchinos fray
» La segunda parte, que empieza: Nació el venerable y Juan Bautista Mastrilli, teniendo ala vista lo que de ellos
prodigiosopele. , es una hoja en borrador, tambieu de escribió en su historia de Asia el teatino Daniel Bartoli.
mano de don Francisco Quevedo.*
72 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
roo, muy ejemplar y piadoso padre Joan Eusebio Nieremberg (a). Retiro en su alabanza mis pala
bras , conociendo cuánto mejor cobro darán de ella sus obras. Y cuando debiera acobardarme
habiendo leido esta vida y muerte, repetida en dos tan graves autores, me arrojo á escribirla. La
devoción que me anima, cuando no me disculpe el nombre de temerario, me defenderá el de
fervoroso.
Sagrada y soberana religión , acreedora de tanto bien de las almas, que á un mismo tiempo
con tus hijos en todo el orbe de la tierra estás enseñando en cátedras y pulpitos la verdad de
la fe, y álo3 gentiles y herejes, con perpetuas, controversias, la mentira de sus errores; ru
bricando las conclusiones con la sangre de tantos y tan insignes mártires, que no solo llama
como la de Abel, sino que como réplica de lo que persuadía, convence como demostración ; tú,
á quien han hecho grande, como á la Iglesia, las persecuciones ; tú, que debes tanta fertilidad al
cuchillo, como á tí debe fecundidad la pluma ; tú, que te fabricas de las baterías y te renuevas
de los contrastes, sirviéndote de refuerzo tus enemigos,— triunfa gloriosa, pues siendo tu nom
bre el de Jesús, toda rodilla se te doblará. Di con David, psalm. 117 :
Omnes gentes circuierunt me : et in nomine Domini, quia ultus sum tn eos. (V. 10.)
Circumdantes circumdederunt me : et ín nomine Domini, quia ultus sum in eos. (V. 11.)
Circumdederunt me sicut apes, el ezarserunt sicut ignis in spinis: et in nomine Domini, quia ultus
sum in eos. (V. 12.) #
t Todas las gentes me cercaron, y en el nombre del Señor me vengué contra ellos.
«Cercándome cercáronme, y en el nombre del Señor me vengué contra ellos.
«Cercáronme como abejas y ardieron como fuego en espino, y en el nombre del Señor me
vengué contra ellos. >
No sin gran misterio se refieren tres venganzas de enemigos en el nombre del Señor, que li
teralmente, ó religión triunfante, pronuncia tu nombre. Y el referir la postrera que te cercaron
como abejas, que son armas del Pontífice (b), y que ardieron como fuego en espino, dice que
siendo zánganos ó abispas, que son como abejas, ardieron como fuego en espino que le abrasa en
breve y se acaba luego.
Cuáles fueron ó son estas tres venganzas que tomaste de tus enemigos, con soberana voz las
declaras: Salutem exinimicis nostris, el de manu omnium, qui oderunt nos, c Salud de nuestros
enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecen. > Venganza canonizada volver en medi
cina el veneno, el mal en bien.
Paréceme que oigo á tu soberano fundador cuando, divino arquitecto, disponía el diseño de
tu excelsa hierarquía, tomar las palabras que para esta obra le dejó Isaías, cap. 34: Ecce ego
slernamper ordinem lapides tuos, et fundabo te in sapphiris, et ponam jaspidem propugnáculo- tua :
et portas tuas in lapides sculplos, et omnes términos tuos in lapides desiderabiles. Universos filios
tuos doctos a Domino; «Ves que colocaré por orden tus piedras y te fundaré en zafiros, haré de
jaspe tus murallas, y tus puertas en piedras labradas, y todos tus términos en piedras preciosas,
y todos tus hijos enseñados por el Señor.»
Concurrieron á tu fábrica todas las joyas : sola tu fortaleza es preciosa, por ser toda de piedras
preciosas puestas en orden ; y en tal orden , fundada en zafiros, para decir en los cielos ; tus mura
llas de jaspe, donde los colores de todas las virtudes compongan el iris que contra la disensión te
sea lozana promesa de la paz ; tus puertas en piedras labradas, que nada en ti ha de ser rudo ; tus
términos en piedras preciosas, para que tu precio no ienga términos ; todos tus hijos enseñados por
el Señor. Esto el mismo Señor nos lo enseña : lición desto es el venerable padre Marcelo Fran
cisco Mastrili, á quien del cielo envió la doctrina del martirio cuando tú cumplias de vida cien

(a) Hé aqui la portada y alguna noticia de este ya raro Con privilegio en Madrid, Por María de Quiñones.
libro: Ario m.dc.xxxx.
Vida del dichoso y venerable Padre Marcelo Francisco Protestación del autor el padre Juan Eusebio Nierem-
Mustrilli, de la Compañía de Iesus, que murió en el ¡apon berg.
por la Fé de Christo, sacada de los processos Auténticos de Licencia y privilegio. 10 marzo 1640.
su vida y muerte. Erratas. 4 mayo.
A sv Alteza del Serenissimo Principe nuestro Señor Don Tasa.
Baltasar Carlos. Aprobación del padre Nlseno. 17 efiero.
La dedica y mandé dar d la Estampa Don Gerónimo Otra del padre fray Juan Ponce de León. 3 febrero.
Valle de la Cerda y Villanueua, Cauailero de la Orden de (b) Urbano VIH. •
Calatraua.
VIDA Y MARTIRIO DEL PADRE MARCELO MASTRILLO. "?3
«ños: cíenlo si los cuenta la arismética ; si la estimación (admirada de tus doctores y de sus escri
tos, de tus predicadores y de su"s frutos, de tus sánelos y de sus milagros, de tus mártires y do sus
triunfos), el guarismo se hallará atajado. ¿Por qué pues te previene Dios por fiesta á tu cumpli
miento de años (1) el martirio de un hijo tuyo tan querido, con tales circunstancias, tan nunca
retís, que parece, digámoslo así, que Cristo le ruega con él? Fué esto animar al mundo ense-
íúdote finir, que de la muerte naces de nuevo, que eres parto de tus cenizas, que las catanas (a)
tí fertilizan con lo que eH tí cortan, que sabes hacer vientre y cuna de las llamas y de la sepul
tura; que los cien años que cumples (&) no los acabas, sino los empiezas ; que la vejez te ignora,
caiodo la antigüedad te califica; que cuentas los años, y no los padeces. No padecerás el ijltraje
de las edades, y serás gloria de todas.
Yo, que deseo mostrar el afecto que á este conocimiento debo, oso escribir este epitome,
que abultarán algunas consideraciones, no porque importa á la historia, sino á mi. Son hijos
tuyos los que han escrito de su hermano, pueden padecer la excepción de parle, y ocasionar
i los falsarios de la verdad que la agravien en ellos ; y padecerás por madre lo que ellos ga
nan por hijos tuyos. Hallóme, esto es confesar mi desdicha , apartado de ti. Conózcome indigno
de ser tuyo : esto es decir mis culpas. Escribo sin que puedan oponerme amor propio ni obliga
ción filial. Lastimosa calificación, que en mi sea solamente bueno para la vida de tan insigne
mártir lo que es malo para la mia. Sean, ó sagrada religión, de tí alabados tus dos escritores
doctísimos, que á mi me sobra para premio ser permitido; y aclamen tu natal estos versos (Vir
gilio, égloga 4.*) : , ...'.•
Atagnus ab integro seclorum nascitur ordo.
Jam nova progenies cuelo demittitur alto. .

A LA NOBILÍSIMA Y FIDELÍSIMA CIUDAD DE ÑAPÓLES,


POR EXCELENCIA GRANDE , RICA Y HERMOSA.

Ciudad honor de Italia, corona y cabeza de tan poderoso reino, la más favorecida de naturale
za por el sitio, la más admirada del mundo por el valor; tú, que has merecido el comercio del cie
lo, de donde invia en peregrinación á sau Francisco Javier, apóstol del Oriente, para que haga
oficio de médico en un hijo tuyo, dándole entre las ansias de la muerte salud milagrosa y dispo
niéndole á que con mayores ansias lleve la vida que recibe, ala muerte que desea (— cuando te le
aparta hijo, te le restituye padre): soberanas obligaciones carga sobre tu grandeza España; pues
el grande apóstol de la India san Francisco Javier, siendo español, prefiere para la corona de tan
insigne martirio tus hijos á los suyos. Inmenso amor le debe el Japón, pues navegó tantos mares
jperegrinó, viviendo, tantas provincias y regiones por ilustrarle; empero es incomparable fineza
la que por ti obró; pues viviendo, era peregrino y caminante en este mundo, que es venta; mas
estando glorioso en la patria, venir desde el cielo peregrino al colegio de la compañía de Jesús,
que te fertiliza con celestial doctrina, fué demostración de incomparable amor. No te fueran mal
quistas las quejas y la invidia nuestra, viendo que su elección te prefirió á nosotros, siendo nues
tro; ni dejará de serte agradable este recuerdo que de tan altos beneficios te hacemos. No eli
giendo por patrones (con los que tienes) tu hijo y nuestro padre, sino conociéndolos por dados de
la mano de Dios, si otros hiciste patrones para con Dios, estos recibes del. Tu blasón es la sangre
de san Genaro, milagro perpetuo, que cada año asistida de invisible corazón, líquida tiene hervores
de vida. La compañía de Jesús la da compañía en la sangre de tu hijo el glorioso mártir Marcelo
Francisco Mastrili, sangre en que se corona con laureola, por parentescos, toda la de tu nobleza.
Quien, como tú; pudo ser merecedora de tan raro milagro, afianza que sabrá ser agradecida
coalas demostraciones equivalentes, y decir con David en tus aprietos y trabajos, viendo den
tro de tus muros á san Francisco Javier de peregrino con bordón : « Virga tua el baculus tuus,
ipsame consolóla sunt, (Psal. 22, v. 4.).» Y vean los enemigos de la fe, pues somos hermanos en
armas y vasallos de un mismo monarca , que en can Francisco Javier y en Santiago tenemos los
napolitanos y los españoles patronos peregrinos. '
(1) en hijo tuyo {Los tres manuscritos.) de la compañía de Jesús, que en 1334 había fundado san
<") Catan ó catana es cierta especie de alfange indiano. Ignacio de Loyola, para predicar la palabra de Diosa los
Consiste comunmente en un palo ancho, labrado, sin cor- úneles, con absoluta dependencia del Papa en materias
ie, cojas dos extremidades so» mas gruesas y anchas que de religión, é instruir la juventud, especialmente la rus
el resto. tica, pobre y desvalida.
V») En 1540 aprobó Paulo III el instituto de los padres
FRAGMENTO.

Nació el venerable y prodigioso mártir Marcelo Mas- hijo de san Ignacio ; hijo de un marqués para serlo ds
trili, año 1603, en la ciudad de Ñapóles. Su gloria cor- dos tan grandes santos. Yo lo escribo, y su padre tem
rige mi pluma, mejor digo que empezó á nacer el año poral lo atestigua con haberle ofrecido á la Compañía
de 603, y que nació en el Japón el de 637, del vientre en naciendo.
de su muerte (a), que fecunda (entre los tormentos y Son tan endiosados los árboles desta genealogía,
el cuchillo , la sangre y el fuego) , no se desfiguró de que, como otros dice el encarecimiento que llegan con
parto bien alumbrado con liberalidad de celestiales las ramas al cielo, dice la verdad que estos llegan con
luces. los troncos. Proverbio es, que un padre basta para mu
Fué hijo de don Jerónimo Mastrili, marqués de san chos hijos; no muchos hijos para un padre. Todo es
Marzano, y de la marquesa doña Beatriz Carachola, su prodigios Marcelo, pues fué hijo que bastó para mu
legítima mujer; casas que en aquella nobilísima ciu chos padres, y sobró para el natural. Tres veces nació
dad se cuentan entre las de más esclarecida antigüe de tres padres: al mundo, á la religión y al martirio.
dad. Escribo verdad, empero no cabal. Y para que lo Tiempo es de que se lean sus tres vidas. Yo escribo la
sea, escribiré un nuevo género de misteriosa descen historia de tres hijos en uno. El natural me da la oca
dencia. sión para escribir ; los dos soberanos me alcanzarán la
Su padre engendró á nuestro mártir para hijo del gracia para qne escriba.
glorioso patriarca san Ignacio. San Ignacio le acetó por Nació el año 1603. En este año se observó la conjun
hijo de su sagrada religión, para que lo fuese de san ción máxima de cuyas influencias tan poderosas y
Francisco Javier en el martirio. Veisle aquí nieto y magníficas promesas (ó amenazan ó blasonan las ob
servaciones astronómicas) de todo su poder se desem
(a) Después de haber este apostólica varón padecido los atro peñó en este parto : con él desempeñó todas las pre
císimos tormentos del agoa y de la coeva dio , por Cristo , sa ca
beza al tercer golpe del cochillo en Nangasaqui , ciudad del Ja- sunciones de máxima.
pon, a 17 de octubre de 1637.
LA CUNA Y LA SEPULTURA,
PABA EL CONOCIMIENTO PROPIO Y DESENGAÑO DE US COSAS AJENAS [a).
POR

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


caballero de la orden de Santiago, tenor de la villa de la Torre de Joan Abad.

DEDICATORIA.

(Estéril toda mi diligencia por haber á las manos el ejemplar de Madrid de 1634, donde únicamente se encuentra,
ule fallo de este primor el presente libro : debo la noticia de que existe a la comedia del Retraído de Jáuregui.
Imaginóme que tal dedicatoria ba de ser la carta á don Tomas Tamayo de Vargas , que bailara el lector en el
Epistolario.)

(a) Estaba concluido el discurso en 13 de noviembre jueces, buscando no la corrección ni la enmienda, sino la
de 1613 , en cuyo dia lo remitió su autor al cronista don afrenta y estrago de los que airado acusaba. Llamó á esta
Tomas Tamayo de Vargas. discurso ol Libro de las confesiones de Quevedo, riéndose
>o bahía pensado por entonces Qcf.vedo en otra cosa de que las hubiese publicado antes de convertirse, cuan
que en bosquejar un introito para la traducción de Epic- do los santos las escribieron siempre después de conver
Ií'o, ren aprisionar (valiéndose de la razón) el entendi tidos. Burlábase de que pudiese creer Dos Francisco
miento de aquellos hombres distraídos con quienes puede (según se veía por la advertencia A los doctos) que muerto
poco la autoridad, por tener los sentidos y potencias más él, buscarían é imprimirían sus obras los libreros; y do
de parte Je lo que ven que de lo qne se les promete. Años líase, en fin, de perder el tiempo en desmenuzar un escrito
adelante (en la primavera #del de 1633) bizo de esta obra menguado, cuando podía solazarse con la censura de la
moral y filosófica una cristiana y ascética, perfeccionando Política de Dios, obra donde se contiene, á su juicio, la
y iistiendo aquellos áridos consejos de humana filosofía más perniciosa doctrina.
con el bálsamo dulce y suavo de la religiou del Hijo de Como bija de enconadas pasiones, la sátira de Jáurepui
Dios. carece de sólidos fundamentos ; y como ni el chiste ni el
Del primitivo trabajo no he llegado i ver edición ante gracejo fueron dones concedidos al excelente traductor
rior á la de Zaragoza de 1630, con titulo de Dotrina mo del Aminla. — á pesar de haber echado mano hasta de las
ral del conocimiento propio y del detengaño de las cota» erratas de imprenta para hacer cargos á Quevedo , su li
ajena». belo es insulso, necio y desmazalado. ¡Qué distancia eniro
La refundición de 1633 se imprimió al año siguiente en El Retraído y La Perinola! Únicamente es racional ia cri
Madrid, por Maria de Quiñones, tal vez á costa del mer tica de Jáuregui, hombre en verdad de gusto esquisítoy
cader de libros Pedro Coello. claro entendimiento , cuando nota los paralogismos y so
Distingüese en ella con el rótulo de Cuna y vida lo mis fisterías que se bailan alguna vez en el presente opúsculo,
antiguo del discurso, y lo nuevo con el de Muerte y se y cuando señala aquelbs vicios de estilo, inseparables
pultura. A lo primero añadió su autor un tratado sobre el del autor de los Sueños, como son tal cual bajeza y extra
Modo de resignarse en la voluntad de Dios nuestro señor. vagancia, no pocos descuidos é impropiedades, y en mu
Lo segundo se comprendió bajo el epígrafe de Üotrina chos periodos falta de gala y de buen aire en el decir.
para morir; cuyo rasgo, habiendo llegado á noticia del La Cuna y la sepultura ba sido impresa muchas veces.
doctor Juan Pérez de Montalban, fué anunciado en el Pa Publicada en Madrid en 1634, reprodujéronla al punto
ro-toaos en 1633 , con ei nombre de Prevención para la las prensas de Sevilla ; en el año inmediato las de Barce
muerte, como una de las obras que merecían ver la pú lona y Valencia ; en el de 1649 las de Madrid nuevamen
blica lux. te, desde cuya época va siempre incluida en colección.
Contra La cuna y la sepultura escribió el famoso don Cúmpleme dar noticia de los ejemplares que he tenido
loan de Jáuregui en 1631 la comedia del Retraído, porque i la vista para fijar mi texto , y de las letras con que in
decía que no se preciaba tanto nnestro autor de ningún dico al pié las variantes.
otro libro suyo. Afirmó que en su tarea, disfrazándose con Z. Edición de Zaragoza de 1630, de muy escaso mérito,
velo de piedad el satírico y maldiciente, se había propuesto aunque de suma rareza. Anoto aquí tan solamente sus más
como fin único tirar piedras furiosas á ios ministros y principales diferencias, porque hallándose entonces el dis-
70 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

A LOS DOCTOS, MODESTOS Y PIADOSOS.


Siendo bastantes mis ignorancias para culparme , la malicia ha añadido á mi nombre obras
impresas y de mano que nunca escribí ( algunas impresas antes de mi prisión, con nombres de
bus autores). No deja de ser nota mia el ser tal, que se me puedan achacar semejantes tratados.
He tenido aviso que prosiguen en esta persecución, por dar los riesgos de su intención á mi
persona. Y viendo cuan impíamente han perseverado en esta maldad los envidiosos de las obras
de don Luis de Góngora, sin hartarse de venganza en la primera impresión , (1) añadiéndole en
esta postrera cosas que no hizo, he determinado de imprimir lo que he escrito todo.
Conténtense con el mal que me hacen en obligarme á padecer la penitencia de mis yerros,
imprimiéndolos de miedo de que no me los aumenten, escogiendo por mejor el padecer su re
prehensión vivo que su venganza muerto. Y protesto que nada-es mió, sino (2) lo que yo, pi
diendo licencia para imprimir, sacaré á luz. Y todo lo escribo debajo de la corrección de la
santa Iglesia romana y de sus ministros.
Don Francisco de Quevedo Villegas.

PROEMIO.
AL DOCTÍSIMO Y REVERENDÍSIMO PADRE FRAY CRISTÓBAL DE TORRES,
RELIGIOSO DEL GLORIOSO PATRIARCA .SANTO DOMINGO, VERDADERO DICiPULO DE LA SANTA D0TRINA
DEL ANGÉLICO DOCTOR SANTO TOMÁS, PREDICADOR EVANGÉLICO DE LA MAJESTAD DEL REY NUESTRO
SEÑOR (a).

Son- la cuna y la sepultura el principio de la vida y el fin della ; y con ser al juicio del diverti
miento las dos mayores distancias, la vista desengañada no solo las ve (3) confines, sino juntas
con oficios recíprocos y convertidos en sí propios: siendo verdad que la cuna empieza á ser se
pultura, y la sepultura cuna á la postrera vida.
Empieza el hombre á nacer y á morir ; por esto cuando muere acaba á nn tiempo de vi vir y de
morir. Yo, que de las horas á que me prestó la cuna he sido desperdicio y "no logro, por desqui
tar mi culpa escribo dotrina, para que otros no me imiten, y me sobrescribo como peligro que
todos deben evitar. Y ya que no escribo lo que he obrado para el ejemplo público, escribo lo que
he dejado de hacer para el escarmiento : que la virtud, tanto se vale para su crédito de lo que
padece el malo que no la sigue, como de lo que goza el bueno que la obedece. Y como en mi he
reconocido la dolencia de los perdidos, determiné de escribir este tratado breve , porque no
amedrente con prolijidad el gasto de muchas horas.
Y considerando cuan poco puede con los hombres distraídos la autoridad, por estar los sen-

curso en bosquejo, y habiéndose dado á la estampa con B. La de aqut mismo, por La Bastida, 1658.
bario descuido, sus lagunas son muebas, muchos los des- L. La segunda edición que publicó este librero en
atinos , irreverencias y absurdos. En esla impresión no 1664.
tienen epígrafes los capítulos, ni al discurso precede pro- F. La de Bruselas de 1670. Plagada de yerros y des
logo ni advertencia. aliños. Talla de renglones enteros, y despojada compléta
la. La de Barcelona de 1633, muy limpia de erratas. mente de los antiguos preliminares.
Lástima que el impresor Lorenzo Deu no reprodujese la S. La de Sancha , 1790.
dedicatoriay preámbulos del ejemplar de Madrid de 1634. (i) añadiendo leen en esta postrera cosas que no hizo.
V. La de Valencia, de 1633 también, menos correcta y Hé determinado ( Errata manifiesta del ejemplar de la-
esmerada, aun cuando muy apreciable por tener en los lencia.)
principios, ya que no la dedicatoria , los dos prólogos de (2) que yo , pidiendo licencia para imprimir, lo saca-
Quf.vedo, que no he visto en otra impresión ninguna. ré (V.)
Debo el haberla disfrutado al señor don Pascual Ga- (a) En I C38 era arzobispo del nuevo reino de Granada,
yangos, á quien no cesaré do rendir gracias por su des- en las Indias,
prendimiento y bizarría. (3) con Unes ( V.)
A. La de Madrid de 1630, costeada por Alfoi.
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 77
tidos y potencias humanas más de parte de lo que ven que de lo que se les prometo (de don
de nace caudalosa la licencia en las culpas), he querida (viendo que el hombre es racional,
y que destono puede huir), valiéndome de la razón, aprisionarle el entendimiento en ella. Y
para fabricar este lazo, en que consiste su verdadera libertad, me he valido en los cuatro pri
meros capítulos de la dotrina de los estoicos. Y siguiendo á santo Tomás, que en ellos cristiana
y religiosamente impugnó el principio de la insensibilidad de afectos (lo que en la gentilidad ha*
Lian hecho Aristóteles y Plutarco), tomo otro principio en que se acomoda bien su dotrina, en lo
demás útil y eficaz y verdaderamente varonil y robusta, y que aun en la idolatría animó con es
fuerzo hazañoso las virtudes morales : dotrina que en aquel siglo, que no había amanecido Jesu
cristo nuestro señor, Dios y hombre verdadero, tuvo por séquito las mayores almas que vivie
ron aquellas tinieblas. Y porque los filósofos no usurpen con sus estudios la gloria de alguna ver
dad que escribieron (siendo cierto que la verdad, digala quien la dijere, es del Espíritu-Santo
y del viene y se deriva), afirmo que Zenon y (i) Epicteto la mendigaron del libro sagrado de Job;
trasladándola y haciendo sus preceptos de sus obras y palabras. Y si bien á la prueba universal
desto, me remito al libro que tengo escrito sobre Job, cuyo título es, Themanites rcdivivusin
Job (a), por prenda desta opinión mía la verifico dcsta manera.
En el manual de Epicteto el cap. 15" dice estas palabras (b) :
c Nunca digas que perdiste nada, sino que lo volviste. ¿Murió tu hijo? di que le pagaste.
¡Hurtáronte la hacienda? ¿por ventura no dirás que la pagaste? Dirás que no, porque es malo
quien ¿o hurtó; ¿qué te tocaá tí calificar las personas por quien cobra loque te hadado el que te
lo dio? Solo te toca gozarlo como ajeno el tiempo que te lo concediere su dueño.»
¿Quién será tan impío y tan ignorante que no confiese este precepto, que es la llave de toda
la enseñanza estoica, por hurto literal de la principal acción de la historia de Job ? En el capítulo
primero dice el texto sagrado que vino un mensajero ú Job, y le dijo que estando banqueteán
dose sus hijos y sus hijas en casa de su hijo primogénito, vinieron los sábeos y los robaron, y de
gollaron los criados. Otro vino, hablando este, y dijo: c Fuego cayó del cielo y abrasó tus ganados
y tus pastores.» Y antes que este acabase de hablar, vino otro y dijo : i Los caldeos en tres escua
drones acometieron á tus camellos y los llevaron, y pasaron á cuchillo los que los guardaban.» Y
estando hablando este , vino otro y dijo : t Estando en la casa de tu hijo mayor tus hijos y tus
hijas comiendo y bebiendo, de repente se arrojó un huracán de la región del desierto; y acome
tiendo los cuatro ángulos de la casa, la derribó, y con ella enterró tus hijos.»
Aquí se ven á la letra los sucesos que en su capitulo especifica Epicteto: muerte de hijos,
y hacienda robada por los ladrones. Y Job respondió las mismas palabras que Epicteto manda
que se respondan : «Dios me lo dio, Dios me lo quita; como Dios quiere ha sucedido : sea el nom
bre de Dios bendito. > No dice que lo pierde, sino que lo paga ; que Dios que lo dio, lo cobra. Y lo
mismo que responde al fuego que bajó del cielo y al viento que derribó la casa, responde á los
ladrones que le robaron la hacienda y los ganados. Conoció Job y enseñólo á Epicteto y á
Zenon, que no toca al hombre calificar sus cobradores á Dios. Y que como lo es el fuego y el
huracán, lo es el ladrón. Y esto, que es en lo que Epicteto hace fuerza, lo dice Job clarisi-
mamente en el cap. 19, vers. 12 : Simul venerunt latrones ejus, et fecerunt sibi viam per me , et
obsederunl in gyro tabemaculum meum; « Juntos vinieron sus ladrones , y se hicieron camino por
mí, y sitiaron en torno mi tabernáculo. >
Aquí hablando con Díos, dice que usa su providencia de los ladrones para cobradores, como
del fuego y de la tempestad; y los llama suyos. Y pomo hacer libro este proemio, no verifico todo
el manual de Epicteto, remitiéndome á mi impresión; pues este lugar, que es el mayor, da
promesa de grande crédito para los demás.
Por estas razones hallé calificada la dotrina estoica, para gastar en ella los cuatro capítulos que
con el quinto y postrero, perGciono en la verdad cristiana con la poquedad y mengua de mi do-
trina.
El tratado de la Sepultura, previniendo los riesgos de la postrera hora, he dividido en dos dc-
(1) Epitecto ( Dicen siempre la* ediciones de Madrid y (í) Jáuregui critica á nuestro antor por no citar bien el
Valencia.— Sobre este yerro de imprenta hizo graves car- capitulo deque se trata, ó por no haber advertido que no
gos Jáuregui á Qokvedo.) era posible darlo con fijeza, puesto que la obra de Epic-
(o) Don Juan de Jáuregui, en la comedia del Retraído, teto llegó á nosotros maltratada de la antigüedad, y cada
probó que era desalmado este epígrafe. intérprete ó editor la ba dividido á su auiojo.
78 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
fensas, de que á mi parecer necesita el hombre , que en poco rato abrevia cuenta de muchos
años. *
El i.' es, que no desconfie por sus pecados de la misericordia de Dios, fiando en ella y en su
sangre, y intercesión de los santos.
El 2.a, que no se con fie en algunas buenas obras que á su parecer ha hecho, porque no le con
dene la presunción propia, asegurada en sí.
Yo puedo asegurar á vuestra paternidad reverendísima que mi intento en este libro, bueno es,
si le acompaña pobremente mi ignorancia : esta confesión, ya que no lo mejora , me disculpa.
Suplico á vuestra paternidad reverendísima lleve á cuenta de su humildad, con la modestia ejem
plar que tiene, esta mortificación de verse nombrado en este proemio mió, y perdone con cari
dad lo que se baja por lo que me autoriza. Y dé Dios á vuestra paternidad reverendísima larga
vida con buena salud, como deseo y ha menester la voz de la verdad y la dotrina verdadera para
las mejoras de la conciencia. Madrid, 20 de mayo 1633.

Don Francisco de Queveoo Villegas.


CUNA Y VIDA,

CAPITULO PRIMERO. la prestan y™n qué condiciones , hallarás que no (9)


eres señor de un momento, y que todo te has menester
híorma el juicio de la opinión qne ha de tener de todas las co-
ui ; alambra el conocimiento propio ; y amanece con el desen
para dar (10) buena cuenta de ti.
file la noche de la presunción. Es, pues, la vida un dolor en que se empieza (II)
el de la muerte, que dura mientras dura ella. Considé
Dos cosas traes encargadas, hombre, cuando naces: ralo como el plazo que ponen al jornalero, que no tiene
de la naturaleza la vida , y de la razón la buena vida. descanso desde que empieza, sino es cuando acaba. A
Aquella primera (1) te solicitan y acuerdan las necesi la par empiezas á nacer y á morir , y no es en tu mano
dades del cuerpo , y esta postrera los deseos (2) del al detenerlas horas; y si fueras cuerdo, no lo habías de
na. Advierte que cu lo necesario no contradice una á desear; y si fueras bueno, no lo habías de temer. Antes
otra jantes al vivir de aquella añade esta que sea bien. empiezas á morir que sepas qué cosa es vida, y vives
Solo son contrarias cuando la una quiere para vivir lo sin gustar della, porque (12) se anticipan las lágrimas
supérfluo, que la parte del alma contradice porque em á la razón. Si quieres acabar de conocer qué es tu vida
barazan con la (3) vanidad su pretensión, que es lo y la de todos, y su miseria, mira qué de cosas desdi
mas importante. (4) Debes según esto , lo primero, chadas ha menester para continuarse. ¿Qué yetbecilla,
considerar antes que uses dcstas dos cosas, para qué qué animalejo, qué piedra, qué tierra, qué elemento
te fueron dadas; y tomar firmemente la opinión que (S) no es parte ó de tu sustento, abrigo, reposo ó líos pe
aellas conviene. Y si lo miras, tu principal parte es el daje? ¿Cómo puede dejar de ser débil, y sujeta á muer
alma, qne el cuerpo se te dio para navio desta navega te y miseria la que con (13) muertes de otras cosas vi
ción, en qne vas sujeto á que el viento dé con él en el ve? Si te abrigas, murió el animal cuya lana vistes; si
bajío de la muerte. V déntele como instrumento, que comes, el que te dio sustento. Pues advierte , hombre,
figne la condición de los demás que sirven á algún mi que (14) tienen tanto de recuerdos y memorias como
nisterio ; pues cuando tú no (6) lo gastes con el uso, él de (15) alimento. Por otra parte, mira cómo en todas
se consumirá con sa propia composición , que encierra esas cosas ignoras la muerte que recibes ; pues los
maerte y nació della. Dentro de tu propio cuerpo, por manjares con que (á tu parecer) sustentas el cuerpo (y.
peqneño qne te parece , peregrinas ; y si no miras bien es así), en su decocción, por otra parte, gastan el calor
por dónde llevas tus deseos, te perderás dentro de tan natural (que es tu vida) con el trabajo de disponerlos.
pequeño vaso para siempre. Has de tratarle , no como Vela eres : luz de la vela es la tuya, que va consumiendo
quien vire por él, que es necedad, ni como quien tomismo con que se alimenta; y cuanto más apriesa
fi'e para él, que es delito; sino como quien no pue arde, más apriesa te acabarás.
de vivir sin él. Trátale como al criado : susténtale y Considera que (16) sin los venenos las mismas cosas
lístele y mándale ; que seria cosa fea que te mandase saludables te traen muerte : un airecillo , si te coge el
quien nació para servirte, y que nació confesando con cuerpo destemplado; un jarro de agua, si sudas ; el ba
Grimas su servidumbre; y muerto, dirá en la sepul ño, la comida, si es demasiada ; el vino, el movimien
tura que por (7) sí aun eso no merecía. to, si te cansas; el sueño prolijo. En ninguna cosa tie
Bien permite la razón que vivas con el cuerpo, y nes segura (17) salud ; y es necedad buscarla, pues no
lo (8) ama; mas no se halla con caudal de sustentar puede dejar de estar enfermo (18) quien siempre en su
sus apetitos; que esos, como hijos de la vanidad, te misma vida tiene mal de muerte. Con este mal naces,
p<Urán todo el caudal , y desperdiciarán los tesoros con él vives, y del mueres. Dejo de contar los venenos
del entendimiento.
v si bien conocieres lo que os la vida, y para qué te (91 él es (F.)
(10) cuenta (Z.)
(11) de la muerte, (F.)
(1 te solicita y acuerda (Z.) (1!) te anticipan \V. D. á. B. í. F. S.)
■* 'le la alma. «Z. O. A.B.L.S.)
(13) muerte de otra cosa (Z.)
9i *eciadal (Z.) (Mi tienes Z. S.)
* neke (Z. (f.) (13) alimentos. (Z.)
£>«cUotZ.)-delle<F.) (I6i son los venenos las mismas cosas saludables ; y te trata la
|Ci iu «ajíes 2 ; muerte un airecillo, {Id-j
IT) n (M.) (17) la salud, {Id.)
9)aat»;(f.s.) (18 el que \V.)
80 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
y cosnsqnc la naturaleza crió contra tu vida : las sier su lugar, ni contenta. Obedeces al cuerpo, y hállase
pe», víboras, animales y pnces, yerbas y piedras, ó mi indigno con lo que no es suyo; y al cabo, como ruinen
nerales , que ó mordido dellas ó tocado mucres. Do- honra, se ensancha y da en tirano, y levántase con
jo los sucesos desdichados que el decreto del cielo todo. El alma oprimida padece, y atiende á sufrir la
y su providencia permite : la rtiinade las (1) casas, los que había de ocuparse en gobernar; y cuando llega la
rayos, el fuego repentino, los ladrones, la muerte vio hora postrera, que es forzoso apartarse el uno del otro,
lenta, los diluvios, las guerras, los castigos, las trai hallas que el cuerpo te deja, y que tu mejor parte es el
ciones : cosas que no puede prevenir nuestro juicio, y alma ; y para pena tuya conoces entonces que te dej iste
que las sabemos y pagamos (2) ú un punto. Y estas co á tí viviendo por lo que es mortal y ceniza, y ves tu
sas, que no esl.ín en tu mano, no las debías sentir (3) cuerpo, causa de tus delitos y de tus culpas y yerros,
ni quejarte dellas. Tu mayor miseria no es sino que en que depositado en tierra y en poder de gusanos, des
tre lodus los animales tú solo naciste contra tí mismo- engaña la estimación en que le tuviste: Un feo y dis
¿Qué enemigo tienes mayor de tu vida y quietud que forme, que la memoria de haber vivido en él te castiga.
tú , pues de las cosas ajenas te congojas ? Si el otro an Todo lo crió Dios para que te sirviese : así lo dijo él; .
da de espacio, te enfadas ; si habla inucUo , te enojas! mas como te dio razón con que entendieses, también
si le suceden desdichas, te deshaces en Mima ; si tie te mandó juntamente que era para que le sirvieses tú
ne prosperidad, te carcomes (4) con invidia ; si te di con todo. Hizo el primer hombre como que no le había
cen una mala palabra ó te dan un golpe, te afrentas y entendido, y costónos á todos caro; y aun no escar
deshaces; y no teniendo tú culpa de que el otro sea mentamos, que después vivió el hombre de suerte, qne
desvergonzado, si no te puedes vengar, te mueres de ni bastó fuego del cielo, diluvios, ni confusiones para
coraje. Y toda la vida le mueres de miedo de morirte, darle ú entender que no re mandaba solo que se sirviese
ó vives tan solicito do las cosas de acá , y con tanto tra de todo, sino que también que con todo sirviese á su
bajo como si no fueras mortal, y esta vida perecedera. Dios; y esto por el interés de los hombres, pues así lo
¿Cuál animal, por rudo que sea (escoge el más tor logran, y si no, lo pierden. Y viendo que aun se daban
pe), es causa de sus desventuras, tristezas y enferme por desentendidos, por atajar su malicia , dando la ley
dades , sino el hombre? Y esto nace de que ni se cono- ¡ él mismo, lo primero que mandó fué que amara á Dios
cé á si , ni sabe qué es su vida , ni las causas dolía , ni I sobre todas las cosas. Mal te gobernaste, hombre, pnes
para qué nació. No te ensoberbezcas, ni creas que has aguardado á que sea precepto lo que había de ser
fuiste criado para Otro negocio que para usar bien de lo agradecimiento.
que te dio el que te crió. Vuelve los ojos, si piensas Mira bien cuan diferentes consideraciones de estas
que eres algo, á lo que eras antes de nacer; y hallarás cosas, con que te ensoberbeces, son las que debes ha
que no eras, que es la última miseria. Mira que eres el cer de las que haces , y cuan diferente fruto tienen
que há poco que no fuiste, y el que siendo eres poco, y unas de otras ; lo que debías considerar para conocer
el que de aquí á poco no serás : verás cómo tu vanidad te, y conocer tu miseria: cómo fuiste engendrado del
se castiga y se da por vencida. deleite del sueño, el modo de tu nacimiento, el reci
¡Grandes cosas caben en el entendimiento del hom bimiento que te hizo la vida. Desla suerte nacieron
bre! ¡Gran dignidad es la suya, pues tiene alma seme los reyes y los (7) tiranos, los poderosos, que pien
jante á Dios , inspirada del , y eterna ! Mucho le favore san que nacieron para destruir los menores , y que
ce Dios, pues le dijo que todo lo criaba para que le crió Dios para alimento suyo á los que menos pueden,
sirviese á él lodo, y que lodo lo ponia debajo de sus habiéndolos criado para su cuidado. ¡Oh si considera
pies. ¿Quién cabrá con el hombre ni se averiguará sen cuan pequeñas y viles cosas pudieron ser cansa
con él, cierto destas cosas, que cuando se desvanece de que no fueran ni vivieran! pues el humo de un
le dejan tan divertido, que no tiene razón para consi pávilo, nn golpe, un susto, una pesadumbre, el an
derarlas como (5) deban ser, y entenderlas como se las tojo de una legumbre, el miedo de un ratoncillo, pu
dieron? do hacer mover á sus madres ; y aun estuviera mejor
Pues siendo cierto que caben grandes cosas en el en no haber sido que no ser tales como debían ser.
tendimiento del hombre , es más cierto cuan pequeñas Empieza pues , hombre , con este conocimiento, y
son las que (6) se le embarazan con la eslima de las co ten de tí firmemente tales opiniones: que naciste para
sas que solo merecen desprecio. Alma eterna semejante morir y que vives muriendo; que traes el alma en
á Dios tiene ; mas no la tiene ni la trata como á seme terrada en el cuerpo, que cuando muere, en cieita
janza de Dios ni como á eterna, mientras la hace se forma resucita ; que tu negocio es el logro de tu alma;
guir al cuerpo y la olvida por cualquier apetito. Todo que el cuerpo sirve á esa vida prestada que gastas;
lo haces al revés, hombre : al cuerpo, sombra de que es tan frágil como ves, tan perecedero como pa
muerte, tratas como á imagen de vida ; y al alma eter rece, y que es más feo que parece, y que en breve
na dejas como sombra de muerte. Ysueédcle dcsto lo tiempo lo estará más ; que tu cuidado es tu alma, y
que á la república donde reina esclavo, que se pierde y que solas (8) sus cosas son tuyas, y las demás ajenas;
asuela. Nada te está bien á tí, que eres compuesto de que no debes trabajar en otras, sino en esas, por estar
cuerpo y alma , pues no tienes cosa bien puesta, ni en á tu cargo ; que has de dar cuenta dellas al que te
las dio, y que se las agradeces solo con dársela bue
(1) cosas, (2. V.) na ; y que el premio ó el castigo (9) se te aguarda á
(?) en un panto. (F. S.)
(S) y quejarte tK. ü.)
(4) de invidia ;(Z.) (7) lítalos ; los poderosos , {A. D.L.F. S.)
(5| deben (F. S.) (8) lus cosas ;ü. L. F. S.)
¡6) se embaulan (¿. D.) — le embarazan (F. S.) (9) te (guarda (S.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 81
ü; y que pues será forzoso morir para tí , y á tu ries á los otros en oficios y dignidades, estimados y respe
go, es razón que vivas para tí, y a tu provecho (a).. tados, mandando el mundo, y que te ves despreciado
y abatido y sin que hagan caso de ti; y dices qno
CAPITULO II. no puedes dejar de desear la comodidad que el otro
Ortaa el tribunal de las potencias del alma, para que (11 preceda tiene, para tí, que te debes más amor. Dices bien en
es todas las acciones su consulta. Desarreboza los disfraces eso solo, y engañaste en lo demás. De verdad te digo,
coa que la hipocresía introduce enmascarados los vicios. hombre, que no tuvieran los hombres vanos deseos
Asegurado con las (2) opiniones dichas, debes consi si usaran del entendimiento como debían ; no los ven
derar y disponer todas las cosas del mundo que (3) cieran las apariencias de las cosas, no por cierto, ni se les
codician tus deseos, para servicio luyo, por el de atrevieran. Si de todas las cosas que to faltan y ves en
creto que hicieren las potencias de tu alma, que sen otro (") hicieras tal examen, en voz de" desearlas, tu
entendimiento, memoria y voluntad. Y no hagas lo vieras lástima ú quien tienes envidia. Debías consi
que muchos, que no tienen sino la potencia de la derar para qué cosas te hace falta & ti, cuál es en sí
voluntad, y pierden las otjas dos; porque, aunque se la cosa, y qué provecho da su uso al dueño dclla.
acuerdan y entienden, no se acuerdan sino de lo que ¿Ves la mujer hermosa, y al mancebo poseído de su
quieren. Y ha de ser al revés : que te debes acor belleza? Mira primero para qué te hace falta: para un
dar de lo que te conviene y entender lo que te está breve contento, á quien da prisa un dolor fjrzoso y
bien á ti , y luego querer eso. De otra suerte an natural, á quien precede una vergüenza enterada de
duviera el mundo si los hombres usaran destas tres su horror, y un menoscabo de las fuerzas y virtud
potencias como se las dieron y para lo que se las natural y.de la vida; pues engañada con el placer la
dieron. La memoria, de loque fueron y cómo nacie salud, sin dejar saber á los más qué es vejez, los llega
ron y para lo que nacieron, es necesarísima para no á la muerte.
entender que son mas de aquello, y que antes de Pues si miras en sí qué es la hermosura, que te
macho serán menos. Y así, estas dos potencias pre aparta de toda paz y de todo bien, verás que es un
vendrán que la voluntad no quiera la vanidad ni la cautiverio de tus sentidos, donde tu memoria, en
locura, sino la medicina y el provecho. tendimiento y voluntad padecen servidumbre de vi
No tienes memoria si no te acuerdas de tu mise cios, á quien da imperio sobre tí el regalo y amor y
ria; ni entendimiento, si no entiendes que pues tú pasión.
la mejor criatura de todas, eres tan miserable, ¿qué Verás acreditadas todas tus desdichas en las causas
serán las demás , por quien á veces te olvidas de tí porque las padeces, de manera que para tu vida aun
mismo? sea peligroso el desengaño, si no fuere imposible, por
Ni tienes voluntad si no quieres lo que por sí es ama tener hondas raíces; que las echa tales en poco tiempo,
ble ; y si mortal , no quieres lo eterno ; y si pobre, el apetito desordenado.
no quieres (4) la riqueza y tesoro; y si inquieto, no Verás un ¡dolo que solo tiene bueno para tí el en
quieres la paz; y fatigado, el descansó; y (5) menti gaño de parecerlo, ufano con la idolatría de tu alma
roso, fa verdad. eterna, y haciendo triunfo y pompa de tu perdición,
Y al fin, cuando no fuera por deuda y pnr tu in ocupado solo en aparejarte desagradecimientos. Esto
terés, por razón natural debes querer solo á Dios. Y verás; porque si miras qué es la mujer que al otro
es asi, que en el mundo inferior y superior, gene- codicias, no es otra cosa. Y no te quejarás de que en
ralisimamente dividido, no hay sino Criador y cria otras no lo (8) ha enseñado el ejemplo y el suceso que
turas: Criador, que cria todas las cosas para ti, y á es así. Si quieres ser dichoso, sé sabio con el ajeno
tí para si. Luego de las unas debes usar, y al otro peligro; y si eres sabio, sé escarmentado con el tuyo;
debes querer: por sí, que es el sumó bien; por tí, que solo el necio tiene al trabajo por solo trabajo,
que le debes todas las cosas; por todas las cosas, que pues no le sirve de otra cosa ; que en los demás es
secretamente queriéndole y alabándole, te enseñan maestro.
eso mismo. Si quieres ver qué provecho da el uso dclla á su
Dirás que los deseos te arrastran; que ves la mu galán, considera, lo primero, cómo se echa menos á sí
jer hermosa, y tienes (6) concupiscencia; que ves el mismo para todo lo que le conviene, pues no se halla
palacio suntuoso, y estás en el campo sin abrigo; que cuando se ha menester; mira su salud sirviendo al
ves oro, perlas y riquezas, y andas desnudo; que ves deleite deuna ramera y gastada en alimentar su ape
tito ; su vi'da aventurada cada punto por un gusto quo
(«1 Coa este mismo pensamiento terminan los últimos Tersos solo le deja tarde un arrepentimiento (9) porfiado; ves
■•-.-. dicto QiEvtDO poco antes de su muerte:
Cánsate ya, mortal, de fatigarte
la hacienda despendida en vanidades, banquetes y
En adquirir riquezas y tesoro; galas, que solo sirven de facilitarle la perdición; mira
Que últimamente el Uempo ha de heredarte, la honra peligrosa en este estado, sujeta á lo quo una
Y al fin te ha de dejar la plata y oro. mujercilla la necesitare; mira la religión y entereza
Vive para U solo si pudieres, de costumbres llegada del olvido al desprecio; mira
Pues solo para ti, si mueres, mueres.
U) proceda, (f.) vuelto con la costumbre naturaleza el pecado, y acre
r» cosas dichas (D. T. A. B. L. F. S.) ditado el delito con el poder. Y tras todo esto, con
(D codicien (B. L. F. S.) sidera cuan caro te cuesta el dolor, pues todo lo que
:t) s« riqueza y tesoro de virtudes, (Z.) — las riquezas y teso
ros; (S->
(Sf mentira, la verdad. (Z. D. V. A. B. L.F.,v tegim Jáuregui, (7) hiciera (V.)
U tdictou orifintí, Madrid, 1634.) (8) han enseñado (Z.)
(«) eoneopieencla ; (D. f.) — concupiscencia; {A.) (9) porQador de la hacienda despendida en vanidades [ti.)
Q-u. 0
82 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS
das por él habías de dar por no tenclle ; — y es cierto j es así, ¿"por qué no tasas tus deseos y los vas alami
que no te hallarás capaz de otra cosa que de lástima. I no, y tomas pues es lícito lo que has menester, que
Ño por esto pretendo apartar los hombres de sus le- j es (9) con lo que te está rogando naturaleza francamen
gítimas mujeres; pues antes que filósofo, me mos te, que loque te escondo y dificulta es lo supérfluo?
trara enemigo de la naturaleza , pues al amor deltas Injusto eres, pues quieres que á tí te sobre lo que á
correspondido debe el mundo el ser habitado, y nos otros falta, y quieres más tener ociosos los dineros en
otros el ser. No quiero severo reprehender el amor tu cofre, que (10) alimentando al necesitado. ¿Dejá
que se les tiene y se les debe, sino la (1) concupis ronte tus padres hacienda ? No te dejaron rico por eso:
cencia y el apetito. dejáronte con que lo puedas ser, gastándola bien. Si la
Querer á las mujeres permite la naturaleza, y la tienes y no la gastas, es como si no la tuvieses, pues
ley de gracia enseña cómo sea sin delito ; pero ado no tienes provecho della. Si la gastas, no la tienes:
rarlas y sujetará ellas el alma no lo aconseja sino luego forzosamente se colige que es bueno tenella
el deleite y vicio, que es tan poderoso, que persua para no tenella. Dirás que tienes hijos y que los quie
de tales cosas ; y no sé si lo atribuya tanto á sus fuer res aventajar. Doy que (1 1) te afanas por dejallos más
zas como á nuestra flaqueza. (2) De la mujer, como ricos, y estos á tus nietos, y tus nietos á los suyos: ¿dón
de las otras cosas, usa ; pero no (3) te fies. de ha de parar esto, que todos dejan unos á otros, y
Vives (4) pobre casa , sea cabana ; ves al podero todos lo dejan acá? Los bienes y posesiones no son
so ( á lo menos al que nos pretende hacer creer que firmes, y particularmente de nadie ; son de la sace-
lo es) en grandes palacios, ¡cosa es digna de risa! sion y la suerte. Aunque tienes tú hoy tal hacienda
¿qué te falta á tí en la cabana , que le abriga y te y tales posesiones, ellas no le conocen (12) ni respetan
cubre todo? ¿Puede el rico ocupar del palacio con por dueño, ni te tratan como á tal ; saben que has de
su cuerpo más que tú con el tuyo? No por cierto. pasar por ellas, y siempre aguardan de la mano del tiem
Pues ¿de qué le sirve lo que le sobra ó lo que no le po nuevo señor. Bajo y vil eres, pues amas tantoáquien
sirve ó lo que sirve á otros? Sin razón te quejas de la tanto te desprecia, y tienes fe con quien ninguna ley
casilla, que te da todo lo que tiene y lo que has me te guarda. ¿ Hallaste pobre? No te aflijas, que lodos lo
nester y te basta. Si tuvieras muchos cuerpos y tu son por más que tengan; y solo (13) diferencian de
grandeza te necesitara de mayores espacios, perdo- tí en que no lo quieren parecer; y (li) les llevas de
nárate los sentimientos; mas siendo uno solo, tal, que ventaja el no tener trabajo de fingir lo que es imposi
no hay aposento tan estrecho adonde no sobre habi ble disimular. ¿Con qué agradecerás á la pobreza el ha
tación, ¿qué envidias y qué lamentas? Digote de ver certe exento de aduladores que, alzándose con tus oí
dad que ni el fuego tiene hambre de las cabanas y dos, te trajeran ignorante de la verdad, y te los escon
chozas y alquerías, ni las hacen sospechosas los la dieran á la reprehensión y advertencia? Las artes que
drones, ni las amenazan las guerras ; porque los que la pobreza enseña, más las debe al miedo con que
no las perdonan, las desprecian : y en cierto modo va vive y al cuidado con que habla (cierta de que no la
el cuerdo ensayando el cuerpo para la sepultura, que guardarán respeto), que al estudio continuo. Y lo que
hecho á tales hanitaciones , no se le hará angosto el en los poderosos parece privilegio que no se les atre
ataúd ni le espantará el forzoso hospedaje de la va nadie ni les contradigan, es desdicha, pues eso
muerte. les causa ignorancia; y quien los hace libres de repre
Pobre estás, y seguro de lo que no lo están los ricos ; hensión, los niega poder saber; y la verdadera dotri-
vayase lo uno por lo otro. Ves largas rentas en tu ve na en el temor de Dios (dice el Espíritu Santo) em
cino, (5) gran cantidad de hacienda y posesiones, co pieza y la sabiduría del alma ; y en el temor de las
pia ¡numerable de oro y joyas: dime ¿qué otra cosa gentes, la de las cosas desta inferior república. Asi
es eso que desigual carga al que aun desnudo camina que, en temor empieza toda sabiduría, y quien no (15)
cargado de si propio? Sin duda (6) irá con poca como tiene temor, no puede saber.
didad, ajeno de descanso y temeroso. Veamos : este ¿ Sabes los privilegios de la pobreza ? Pues yo le
quelo tiene, ¿hade pasarlo desta vida?No. ¿Puede go los diré : nadie sino ella los ha merecido. Todas las co
zarlo en esta? Tampoco, si no lo da á los que lo han sas están sujetas á leyes; sola la necesidad libre care
menester, pues para eso lo tiene en depósito y admi ce de ley : así lo dice el proverbio.
nistración. Estás pobre, pero seguro de que la honra que se te
Puede gastarlo en su sustento y abrigo? No, que hiciere se hace á tu persona ; y tienes consuelo en la
es mucho menos lo que lia menester. ¿Qué- será pues que no te hacen, pues es cierto te la quita la fal
desto, que forzosamente (7) ha de dejar ? Gran locura ta del oro, de quien se dejan comprar y á quien cau
es, siendo esto así, gastar la vida toda en juntar cosas telosamente se venden los falsos amigos. Tan seguro
para (8) dejarlas con ella. ¿Crees que aprovecha al di estarás de ladrones, que antes te temerán por testigo
funto algo lo que dejó al otro que lo gasta ó des y huirán de tí por estorbo, que te acecharán por el
perdicia? No serás tan necio que lo creas. Pues si esto provecho.
«Esto tiene malo la pobreza» (dijo (a) un súbio), «.que
(1) concuplccncla(Z>. V.) — concupiscencia í,A. B.) (9) lo que (V.)
(2) Vives en pobre casi, sea cabana; (Z.) (10) alimentar (S.)
(3) des. (7.) (11) afanas (V.)
(1) en pobre (Z. F.) (12) por dueüo, IB. L. F. S.)
(5! grande (Y.) (13) se diferencian (Z. S.)
(6) ii.is W.i (14) asi le llevas (S.)
(7) dejare? (id.) (15) temer no puede*(B. L. F. S.)
(8) dejar con ella, (Z. D, r. A, B. L. F.) (a) el SMiv se lee, con yerro escandaloso, «a todas las «dicio
LA CUNA Y LA SEPULTURA. „
hiee ridiculos á los hombres.» Engañóse ; que la po ingratitud, es bastante á contrastar tus fuerzas- y es
brera no los hace ridiculo», sino la opinión que della tás con esto tan ufano, que por gloria y con soberbia
(ciegamente) tienen los que la desprecian. respeto de los muchos que te siguen, puedes contar
Vero hagámosle esta lisonja: concedámosle que los los pocos que te desprecian, y alabarte de que aun
hice ridiculos, que es decir que se rien todos dellos. esos, si te dejan, es no menos que por Dios.
¿Qué culpa tiene la pobreza santa, agradecida y segu Y lo que (5) esmás de considerar es que, aunque por
ra, de que el otro sea necio y de que no tenga en la prodigalidad, por el ladrón dejas á muchos, y por
tendimiento para conocerla como es, persuadido del otros casos tan feos, ninguno ó pocos dejas que se que
»ro(o)? De verdad, dice el pobre, ridiculo me hace la den ; todos se van tras tí, y por ver si te pueden co
pobreta, mas á (i te hace lamentable el dinero, que brar, trabajan de nuevo, sin perdonarse en el mar y
desde que le tienes andas inquieto con el pleito eter la tierra alguna peregrinación ó naufragio.
no sobre quién ha de ser dueño de quién, y al cabo Pasemos á las honras, oficios y dignidades que
por tener al oro le vienes á tener por señor. Tú le sir tanto codicias, en compañía de todos. ¡Oh, cómo te
ves, tú (I ) le desentierras, tú le guardas, y él aun no gobiernas mal ! Vayan delante los decretos del enten
te halla digno de algún agradecimiento, pues se apo dimiento y de la-memoria; no acompañes la voluntad
dera de las noches con el cuidado y del dia con la con los apetitos y deseos, que son apasionados. ¿Qué
solicitud. Y si mueres, él es el primero que le pesa opinión tienes de esas grandezas, que así mueres por
de que te lloren, pues luego enjuga las lágrimas á alcanzallas? Yo lo diré por tí, si tienes vergüenza.
quw'u te hereda. ¡Y que viendo esto, haya heredero Gran cosa es mandar, ser reverenciado, que todos
que se alegre con posesión que es tirana de la vida me hayan menester, y yoá nadie; poder hacer lo que
y de la muerte del que la tiene ó la sirve ! ¡ Fuerza quisiere, y al Gn gozar en este mundo todo lo que él
de hechizo tiene tu precio, (2) oro! pues con ma puede dar.
las obras y mal tratamiento granjeas sin ningún pro- El dia que tal creíste, (6) ese dia no le quedó á la
Techo voluntad tan enamorada. Considerado he que ignorancia qué vencer en tí. Todas las prevenciones
donde te crias haces inútiles los montes, intratables y reparos del entendimiento quedaron por suyos.
al ganado, ásperos , desnudos y sin yerba y estériles ¿Quién bastará á entenderte, si todo tu deseo y pre
i todas las sazones del año; que en tí gastas todo el tensión es (así lo dices) ser libre, que todos te obe
caudal de la naturaleza. De costumbre lo tienes: no dezcan, y tú á nadie ; y lo primero que haces es cau
olvidas esa condición aun fuera de las entrañas de tivarte del oficio, del cargo, de la dignidad? Mírate
los (3) cerros, pues lo mismo haces con el hombre que con atención, y quizá acertarás á conocer tus dispara
le busca y te posee. ¡ Qué estéril es de buenas obras tes, que para que tú los abomines no les falta sino es
el rico avaden lo ! No da fruto. Menos provechoso es tar en otro. Bien empiezas, pues para no estar sujeto
que el monte donde estabas; propiedad es tuya la es á nadie tomas por (7) medio hacerte esclavo de la co
terilidad. dicia y de la ambición de lo que pretendes, y alcan
i Quién bastará á entender al avariento? Para te zado de la vanidad y soberbia. Da licencia que los
nerte, cava y te desentierra; y en teniéndote, por (4) otros se rian de lo que te rieras tú si lo advirtieras en
no tenerte (que es por no gastarte), toma á cavar, y un furioso. La culpa tiene el amor propio, de que re
te entierra otra vez. prehendamos por vicioso en el vecino lo que en nos
¿Cómo pnede ser bueno quien, como tú, oro pode otros presumimos ser digno de imitación.
roso, se parece tanto á los males y enfermedades, que Gran cosa dices que es mandar ; tú me ayudas á con
lo mejor dellos y de los malos humores es gastallos? vencerle. Quede por todos quc4a cosa mejor es man
Y si no, ellos gastan la vida, y tú en gastalla eres dar. Pues dime, ¿en qué te fundas para dejar que en tí
más pródigo que ellos. manden los vicios bestiales ( siendo tu alma la mayor
Ves aquí tu mayor poder, que ni la experiencia del provincia que Dios crió en este mundo), por mandará
mal que haces en vida, pide la poca lealtad que guar otro en lo que no importa? Y al cabo lú no mandas en
das en muerte, ni el acreditado conocimiento de tu el otro, sino en las acciones suyas ; y en lo de fuera y
en tí no hay vicio que no tenga imperio.
«es, feen de I» de Zaragoza 1(30, y Barcelona 1033 ; viniendo Todas las cosas que para ti codicias, si no son de
»sl i estamparse una blasfemia , que eitrafio cómo no repararon
los caüncadores, puesto qne el Sabio, que es Dios hablando por provecho para tí, desatinado eres.Doyte que tu volun
•ota de Salomón, no pnede engallarse ni engallamos. La frase tad sea ley de todos los otros que te obedecen y es
que censura Qcevido babia de ser de un escritor profano, j lo es tán á tu disposición. Si ordenas cosas justas, ¿qué so
tu efecto: de Juvenil, sátira m, verso 153:
Kil kaoet infeliz paupertas durius in se,
berbia es la tuya? ¿No ves que la fundas en la virtud
Quim quoi ridiculos nomines fácil... ajena del observante y religioso? Y si juez en solo el
W) Hesiodo llamó a la pobreza dádiva de los dioses inmortales. nombre, lo que mandas es injusto, ¿"qué otra cosa eres
Juan de Mena en sus Trecientas (sexta orden de Júpiter) can sino disculpa y abono del que no te obedece? Y del que
to asi : ' oprimido y amenazado de tu tiranía te obedece, eres
O vida segura la mansa pobreta,
Dadiva santa desagradecida. martirio. Saca pues destas cosas lo que mejor te está ;
Rica se llama, no pobre, la vida verás cuan ajenas son de lo que pretendes.
JJel que se contenta vivir sin riqueza. Si piensas que es dignidad el mandar á los otros, y
La bienaventurada Teresa de Jesús llamó también sania i la
pobreta en el Camino de la Perfección. (5) mas es de considerar qne (Z.) — mis es de considerar (V. A.
l\)\o(V.A.B.) B. L. F.) — mis de considerar es (S.)
(SjóotoUF.) (6) podra ser no le quedó (Z.)— podía serque 00 le quedó (K.) —
(3¡ montes, pu«« (Z. S.) podía ser no le quedó (O. A. B. L )
(1) remedio (VJ
8i OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS.
que lo mereciste al cielo por ti, respóndeme si naciste Lo segundo es, que en ese estado y lagar estis cui
de otra suerte que los que llamas subditos? Si tu vi dadoso de conservarte y de adquirir.
da tiene algunos fueros diferentes, enséñame los pri Lo tercero, que andas solícito de nuevas honras.
vilegios particulares de tu naturaleza. Por más que Lo cuarto, temeroso de desgracias.
se desvele tu vanidad, no lia de hallar alguno. Luego Lo quinto, que el rato que todo esto consideras ser
cierto es que por tí no lo alcanzaste, y que el cielo asi, te hallas peligroso. Dime, ¿cuál trabajo se iguala
que te permite en tal oficio, -siendo malo, te escogió al tuyo? Si atiendes á tus negocios propios, eres teni
para azote de los que gobiernas; y tú, que no lo entien do por codicioso; si á los ajenos, eres desdichado,
des, vives ufano con tu castigo y haces majestad de la pues sirves á los demás de la república. Si das el car
miseria ajena, y llamaste juez, siendo á los ojos de go al benemérito, no te le agradece, diciendo que le
Dios verdugo. pagaste y que le diste lo que merecía y era suyo ; si
Querrás decir que no deja de tener majestad poder al indigno, ofendes á tres en un punto: áDios con la
dar muerte y destruir, y que ese poder sin duda es sinrazón, al cargo con el mal ministro, y áti con el
digno de estima. Traído has tu discurso á mi conclu mal nombre que cobras. Esos que te acompañan con
sión. Yo te lo confieso; pero advierte que lo mismo ruido y polvo por las calles, esforzando (4) tu diver
hace una yerba y una víbora y un veneno y un susto y timiento con lisonjas, y comprando tu favor con men
un aire y una piedra, y que á ninguno destos les es tiras, no pasan de tu oficio, cargo ó privanza las lison
de alabanza quitar una vida, que no tiene con que re jas; y si no, descuídate y véante sin ellos, verás por
sistirse y que ayuda contra si misma, y que su ruina quién lo hacían (5). No es dichoso aquel á quien la
consiste más en su flaqueza que en el poder dellos. fuituna no puede dar nada más, sino aquel á quien
Condenas 4 muerte al delincuente; ¿piensas que haces no puede quitar nada. (6) A la estatua pequeña no
aliio nuevo? No, que ya le tenia sentenciado la natu la hace mayor el pedestal grande, ni (7) á la men
raleza, y desde que nació empezó á sentirla ejecución gua de tu espíritu la grande basa de tu puesto. Apren
de esa sentencia.. Condenas en el pleito al pobre : quí- de de un caballo, que cargado en su propio adorno de
tasle lo que no era suyo, no le agravias; y si le quitas inmensa cantidad de oro, desea que le descarguen, y
lo que con justicia poseía, ¿tu oficio y el del ladrón, no que le alaben. Al revés lo entiendes todo, pues
dime, en qué se diferencian, pues entrambos quitáis tienes soberbia de los méritos ajenos y que no son
los bienes al dueño dellos? Y considerado, solo os di tuyos. Necio eres si andas ufano y haces grandeza, de
ferenciáis en que el ladrón hurta para sí y por su pro la humildad del que te ha menester, y no entiendes
vecho, y vosotros robáis para terceras personas. Por que (astuto, conociendo tu vanidad) hace el acompa
honra eres recto, y ¿haces pompa de juzgar á los otros? ñamiento y la visita y la cortesía cautela contra tu
Oye á San Pal. lo cuando dice severo, y advertido en presunción mal prevenida.
la soberbia, por lo cual no tienes excusa : « Todo, hom
bre que juzgas, con tu juicio te condenas (a).» ¡Gran CAPITULO III.
cosa es tu (ficio! ¿quiéreslo ver? Que en habiendo paz Descifra los miedos de la opinión vulgar j desarma las amenius
y hermandad, vaca, y no es menester; y lodo hombre de la credulidad ignorante. Morlillra y dotrina la esüoieíoa
cuerdo está fuera de tu jurisdicción y dominio; pues propia. Desembaraza de espantos la muerle: no solo prael»
solo el litigioso y el malo da que hacer á los tribuna que no es Tea, sino que es hermosa. Y allrnia la paz interior ea-
camtnando los afectos.
les. Dirás tú que también se defiende el bueno y jus
to en ellos. Dígote de verdad, y Dios te lo enseñó, que Dirás que (8) bien quo este conocimiento repri
el que lo es de todo njinto, aun acusado no se defien ma los deseos y dé seguridad y paz al alma que le
de. Mira á Cristo en las audiencias, cómo desprecia cree y estima, que deseas componerte con las opinio
con suma sabiduría y con elocuente silencio los jue nes de las cosas , las cuales las hacen terribles, y con
ces dellas, y siendo inocentísimo , quiere más la pena la persuasión bestial de las pasiones del cuerpo; y de
que la defensa y altercación. seas cuerdamente. Conviene que te certifiques deque
Dejemos esta parte, y vamos á la que más agrado la opinión hace (9) medrosos muchos casos que no lo
tiene con la codicia de los hombres. ¿Es tuya la vo son ; sea por todos el de la muerte. ¿Qué cosa más ter
luntad de tu rey? Privado eres, á tí miran todos, de tí rible, asi representada, más fea ni más espantosa'! Y
penden los negocios. ¿Dichoso te sueñas por eso? Pues si dejas la opinión que dolía tiene el pueblo, veris
despierta y mira cómo lo han pasado otros que en el que en sí no es nada de eso, y antes hallarás que hace
mundo lo han sido. Habla con sus fines, y verás que mucho por hacerse amable, y aun digna de desprecio
escarmientan y no incitan. antes quo de miedo.
Lo primero has do confesar y creer que estás en Lo primero, el ser forzosa, la excusa de prevenciones
vidiado de todos los que son vanos y desean lo (1) y diligencias ; pero advierte que es forzosa porquees
mismo : si eres bueno, te aborrecen los malos ; si eres necesaria. Dime, ¿qué descanso tuviera la vida, qué
malo, los buenos ; tu dia postrero todos (2) le desam libertad el espíritu, qué quietud el puerpo, qué fui lis
paran. Si no eres culpable, serás inocente, mas por esto molestias de la vejez, aborrecida de sí misma, si no
más envidiado ; y debes (3) considerarlo.

(a) O homo, omnis qui judi.-as. In quo enira judicas alternni, (4) tus disparates con lisonjas, (Z.)
teipsuin condenas : cadem cnira agís quae judicas. (£>. ai (5) todos. Al revés lo entiendes lodo, pues tieaes, ete.(W.)
Rom., n, 1.) (6) La estatua (S.)
(1) mismo. Lo segundo, que en este estado y lugar (Z.) (1) la mengua \ld.)
(2) le <S.) (8) es bien iA: B. L. F. S.)
13) considerar, {Y.) (9j medrosas muchas cosas (Z.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 83
hnbiera muerte? Dirás que es dolorosa y llena de con y las cosas del cielo de los astrólogos, no (8) aprende
gojas y (I) parasismos. Pues dime, si eso no hubiera rás el modo de vivir y morir de los filósofos y buenos?
enla muerte, siendo tan desdichada la vida, ¿quién ¡Cosa extraña, que creas de los vivos que es temerosa
no U tomara por sus manos? Prevenida la naturaleza la muerte, (6) no sabiendo lo que es! Los experimen
!i cercó de congojas, y la hizo parecer temerosa, para tados gozan, tras su quietud y paz, de eterno silen
que los hombres viviesen algnn tiempo. Y si bien lo cio (7). Por esto Sócrates dijo que la muerte es un
consideras, llevando á todos y no exectando á nadie, secreto reservado y una conjetura triste.
on razón ninguno puede estar quejoso. Querer tú vi Dirás que el ánima teme la muerte : por si no, que
vir siempre, fuera hacer agravio á los que murieron es inmortal; sí por su cuerpo. Sentir el dolor de su
para que (2) vivieses, y á los que aguardan que te va enemigo, excusada piedad es, y seria sentir que el
yas para venir; que ella llevando á unos, da lugar á cuerpo sea lo que es y para lo que nació, y en lugar
otros. Y asi es ley, y no pena, la muerte. de ser piadoso, seria desagradecido á quien le da li
Si has vivido contento y todo te ha sucedido bien, bertad ; y si él teme verse libre, mucho ama sus gri
harto de vida despídete delta (a). Y si todo te ha llos, mucho su cárcel.
sucedido mal, ¿para qué quieres añadir cada dia más ¿ De dónde viene este miedo de la muerte, que ha
trabajo? Vete enfadado. Y si te ha sucedido unas ve crecido tanto arrimado á la ignorancia, que aun oiría
ces mal y otras bien, no hay más que experimentar; nombrar no quiere alguno, como si por el oido secreta
cánsate de repetir una misma cosa. Poca honra tienes, mente se le entrara? Pues esté cierto el más recatado
pues sabiendo que te ha de dejar á tí la vida, aguar que presto padecerá la que ahora no quiere oír ; y que
das ese desprecio delta, y no la dejas antes, pudiéndolo en aquel estrecho , la voz nunca oida y la opinión siem
hacer. pre rehusada y la memoria que (8) se despreció, y ella
Oido habrás decir muchas veces que no hay cosa misma , se harán mas ásperas ; que sin duda, prevenida
máscierta que la muerte ni más incierta que el cuán y imaginada y creída, no lo fuera.
do. Digote que no hay cosa más cierta que el cuándo, Díme, ¿para qué guardas tu memoria, ó de qué to
pnes no hay momento que no mueras ; y que (de ver puede servir mejor que de acordarte de ti mismo? Si á
dad) siempre está 'llegando este cuándo que dices tú tí te olvidas, eres como si no fueras , y ninguna memo
que no (3) se sabe, y acertaras si dijeras que no se ria sino la de la muerte acuerda al hombre juntamente
cree. ¿Para cuándo, guardas la risa, pues no te ries lo que es y lo que ha de ser. Si tomas mi consejo y el del
del que se está muriendo y dice : Quién pensara que Sabio, que dice : «Mejor es ir á la casa donde hay lágri
yo me muriera en dos dias desta manera? Y cuando mas que á la del convite , y mejor es el dia de la muer
dicen • Fulano murió en dos dias», mienten y no lo te que el del nacimiento (6) ; » tú oirás de buena gana y
entienden, que cualquiera (aunque mue/a en. un ins buscarás las conversaciones donde se tratare de la muer
tante) muere en, tantos dias como ha vivido, y tantos te, y asólas no te acompañarás de otra cosa que de su
dias había que estaba enfermo como había que nació. memoria : y asi verás que la mucha conversación en ella,
¿Tú piensas que pasan en balde los dias? PuSs digote como en otras cosas, será causa de menosprecio. Di
que no hay hora que pase por tí, que no vaya sacan choso serás y sabio Inbrás sido, si cuando la muerte
do tierra de tu sepultura. venga no te quitare sino la vida solamente ; que en los
Pues ¿quién entenderá tan grande confusión como necios no solo quita la vida , sino la confianza necia, el
esta? Tú temes la muerte, y tu mayor deseo es que descuido bestial, el amor de las cosas temporales; todo
ie llegue. ¿Quiéreslo ver? ¿En qué otra cosa gastas la lo cual habrás tú dejado antes , y así aliviarás mucho la
'ida que en desear, siendo niño, verte mancebo y que postrera hora. ¡ Dichoso aquel que en su fin da á la
llegue el tiempo de verte mayor, y luego de verte muerte lo que pide, y desdichado del que se defien
hombre? ¿Qué verano hay que no desees que (4) se de (9) á ella, y la niega lo que la debe y ha de cobrar 1
P»se, y que llegue el invierno? Y siempre suspiras Por este modo, pues, debes apartar todas las cosas
porque llegue el dia venidero ; que no me negarás que de las opiniones que las afean y hacen espantables , y
en todo deseas tu fin, pues no puedes desear que anteponer á todo la paz de tu alma, y no tener por pre
tras este instante venga otro, sin desear que se acer cioso lo que no sirviere á la quietud y libertad de tu es
que un paso más tu muerte- ¿De qué sirve pues huir píritu.
de loque deseas , y temer el llegar adonde á toda di ¿Quieres ver cuan desdichado te haces, no lo siendo;
ligencia caminas y te llevas á ti mismo? ¿Por qué que á tí mismo y á tus imaginaciones y pensamientos
tienes miedo á la última obra de naturaleza? Lo me debes todas tus inquietudes y desasosiegos? Si oyes que
nos de la muerte temes'que es aquel punto, y lomas dicen malas cosas de tí en tu presencia, te enojas; y
della (que fué toda tu vida) pasaste riendo. afrentándote porque dices que es perderte el respeto
¿Por qué, como para saber navegar te llegas á los decírtelo en la cara, aventuras tu vida y riñes. ¿ No mi
marineros, y aprendes el arte militar de los capitanes, ras que si son verdad las cosas que te dicen, era justo
enojarte contigo, porque haciéndolas diste ocasión al
otro de decirlas; y que siendo así, habías de agradecer
(1) parasismos. (F.)
Si ti «rieses, \Z.)
W Eo este pasaje traduce Qaevcdo i Tilo Lucrecio Caro, De (5) aprendes (Z.)
fnm Miara, lib. m, «re. 9.49 : (G) y no sabiendo (F.)
Htm ti grata fnit Ubi vilo anlfteti), priorqne. ' (7) y no dicen nada. De aquí nace que la muerte ei un secre
Cv un, utyknus vitae conviva, receáii! to (Z.)
(8) despreció, {Z) — *e desperdició , (L. S.)
(3) lo sabes. (Z.) (*¡ Ecelesiastes vil 2 7 3 .
(») pase, (M.) (9) de ella,/.,
80 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tor reprehensión ló que aborreces (1)? Dirás que aun te enseña sino lo que está bien puesto ; y este solo sirve
que las cosas son así verdad, que él ñolas dice porque de que te desvanezcas con él , pues lo que está como ha
de enmiendes, sino con celo de (2) afrentarte. Pues por bía de estar, no era necesario verlo, si te miras para solo
eso, pudiendo escoger , por no darle venganza á tu ene ordenarlo que no estuviere así. En el otro ves (13) solas
migo , no habías de hacer lo que él desea , que es que te las cosas desaliñadas y mal puestas y las faltas que tie
afrontes ; sino enmendarte (3) , que es lo que te está nes. Dime , ¿ este no es el que te conviene solamente, y
bien, y tú dices que él no pretendía. Si te enojas, ya el otro el que te sobra? Pues así debes entender que
salió con su intento; tú fuiste de su parte. truecas los nombres y los oficios de las cosas.
Muchas veces dirás que dicen con mal intento lo que Pero demos que sea tu enemigo un hombre en cosas
no es verdad y lo que presumen maliciosos; y que así, de veras; más fácil es perdonarle y más justo quererle
es necesario responder por tí. Y es excusado, porque no que aborrecerle y vengarte.
sirve de nada ; que quien dice y afirma la cosa que no (14) Fonseca, doctísimo español, predicando, dijo:
es ni hiciste, no se ha de convencer con tus razones. «No solo es mejor perdonar al enemigo que vengarse,
Y si dices que ya que ese no sea, servirá la pendencia sino más fácil y más acomodado. Asi lo mandó Cristo :
de castigo ; — lo primero , eso no está á tu cargo ; lo se Amad á vuestros enemigos. Rigurosa y desabrida co
gundo, no es ese (4) el que se le ha de dar, porque sa fuera y llena de peligros, si te mandara vengar de
igualmente le padecéis entrambos con la inquietud y tus enemigos , salir á media noche (ó solo, cargado de
desasosiego. (5) El que es bueno se venga de su enemi armas, ó acompañado, de amigos) á acecharle, y al ca
go no dejándolo de ser; y el que es malo, siendo bueno. bo procurar su muerte. ¿Cuánto mejor es perdonarle,
Y en cuanto á decir que te perdió el respeto en decir- cosa que puedes hacer cenando y en tu casa y acostado y
telo en la (6) cara, declárate : si te lo dicen en la cara, con todo tu descanso? (a) »
lo llamas desprecio; si en ausencia, dices que es trai Y digote que la venganza solo es de Dios : por eso le
ción. ¿Ves cómo de ninguna suerte quieres que te digan llaman Dios de las venganzas. El solo puede castigar las
nada, y cómo son achaques para vivir á solo tu gusto? almas, que son las que con sus intenciones ofenden;
Pues ten por cierto que nunca habrás sido mejor, ni que el cuerpo solo sirve á esta composición. Quítate
tendrás necesidad de ser más santo, ni habrás tenido uno la honra, y vengaste tú en su vida, que no te ofen
más maestros para serlo, que cuando tuvieres muchos dió. Dijo uno mal de tí ; no digas tú mal del , siquiera
enemigos, cuyo miedo te traiga cuidadoso y adverti por no parecerte á él y por no imitarle. Dirás que quién
do (7). Dichoso serás cuando de los enemigos supieres podrá acabar consigo esto. Respondo que cualquiera
sacar provecho, y sabio cuando dieres lugar áque to que conozca que no hay mayor venganza del que hace
dos te digan lo que sintieren de tí ; que entonces (libre mal, quesufrille con paciencia, que lo que pretendía
de lisonjas) tus faltas serán advertidas. No dormirán tus era acabártela; y del que dice mal , desmentirle con las
vicios con descuido, y tu presunción tendrá desengaño obras. Y hazte capaz de que no te es posible vengarte
y tu ignorancia remedio. A nadie deben tanto los hom en la cosa que te ofende, y que es mal hecho ofender la
bres como á la reprehensión ; aquel es perfecto en toda cosa que* no tiene culpa, como es. la vida, la salud y el
buena filosofía, que la reprehensión no sola la oye, sino cuerpo del otro.
la agradece. ¡ Extraña locura se ha acreditado con los hombres,
De aquí debes colegir cuan agradecida cosa es amar. que crean que si uno les ha cortado las narices, con
(8) á los enemigos, quetú aborreces tanto. Y en realidad cortarle las orejas ó matarle estáu satisfechos ! ¡ Ex
ile verdad ni tú sabes cuál es tu amigo ni cuál es tu traña cosa ! Dime, ¿remedióse tu herida con la del otro
enemigo ; antes lo entiendes todo al revés. Llamas ami ó con su muerte (t 5) ? No por cierto. Pues ¿qué resultó
go al que te presta (9) para el juego , al qnejte acompa de ahí? Que sepan que tú sabes hacer tan bien ó mejor
ña en casa de la ramera , al que te divierte y entretiene, insultos que el otro : que yo aquí no hallo nada reme
al que comey cena contigo, (10) al que le hace espaldas diado, sino ofendidos entrambos, y los odios más vi
y al que te alaba (H); y enemigo llamas al que, no ha vos, y recien nacida la pendencia y más encendida la
ciendo nada desto, dice mal de ti y te reprehende y va guerra; y tú, que antes solo estabas lastimado, vives
á la mano en todo : siendo al revés , que este es amigo receloso y inqnjeto y con cuidado y miedo de mayor
tuyo, pues es amigo de tu alma, que eres tú, y el otro mal. Y al fin os Weis el uno al otro espectáculo á la
esenemigo tuyo y amigo de tu hacienda, apetito y per gente , como fieras ó condenados á muerte.
dición. Y sin duda para el provecho al enemigo solo has Y porque las desgracias todas nacen de la ira , quiero
menester; y al otro para la locura (12), entretenimiento decirte lo que es, y (16) adveróte de los malos sucesos
y vanidad solamente. Haz cuenta que tienes dos espe que á ella andan arrimados , para que sepas prevenirte
jos, y que el uno (aunque tengas muchas fealdades) no contra sus repentinas y no pensadas tiranías.

(1) por consejo. IAdición manuscrita en la eiie. de Z.) (13) solo las cosas desalmadas y mal puestas , (Z.)
(2) ofenderte y afrentarte. (Id.) (14) El padre maestro Fonseca, 1M.1
(5) de tu mala vida y costumbres, {Id.) (a) El agustino fray Cristóbal de Fonseca nació según anos en
(4) al que (K.) Maqneda, y según otros en Santa Olalla, el año de 1566. Fué docto
(5) Y en cuanto i decir (i.) en letras humanas y teólogo profundo. Obtuvo lis primeras digni
(6) cara. Declárale, (Z. D. V.) dades de su orden , y era entre los predicadores del Rey estimado
(7) en todo cnanto hicieres y dispusieres. (V.) como el mis sabio y elocuente. Murió en 1612 ó en 1616. Escribió
(8) los enemigos, (Z.) La vida de Críelo, Del «mor de Dioe, Sermonee de Cuaresma, y Ser
(9) dinero para jugar, (Id.) mone» para loe dominicas.
(101 al que te acompaña, (Id.) (15) y perdición ! \Z.)
(lli ylisonjea;(M.l (16) advierte (V.) — advierte délos males suyos y peores su
(12) y vanidad. Solamente hai cuenta (0. V.A.B. F. S.) cesos (Z.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 87
No dividamos la ira, pues masó menos, cualquiera á ser gula, ó la modestia insolencia, ó la (5) humildad
«dañosa y por sí aborrecible. La mansedumbre es (i) soberbia , ó la mansedumbre ira , — todo está pertur
el medio acerca de la ira, y ella' en si no tiene medio. bado, y los que fueron compañeros son enemigos, y
Digámoslo que es, antes que la consideremos. todo es guerra y violencia contra la naturaleza.
La ira es una breve locura y repentina , un olvido de Veamos ahora qué principios tiene la ira, porque
]j razón, y si dura, un desprecio della, un afecto re- sepamos dónde se podrá con más facilidad atajar ; y
beldeal entendimiento y un motin de la sangre y una aunque son los principios varios, todos son por un
soberbia inconsiderada. Es enfermedad del corazón, camino y de una condición, pues vienen de afuero.
peligro de la vida, confusión de sí misma , temeridad ¡Gran locura que cosas ajenas sean poderosas á qui
acreditada y valentía de cobardes y flacos. Y porque no tar la paz propia! ¿No hace el criado lo que yo le
parezca que bablámos como en causa ajena, oigámosla mandé, ó hace más de lo que yo le mandé, ó no tan
á ella misma lo que dice y confiesa de sí. Que es locura presto? Enojóme y la ira me despeña. ¡Triste cosa,
j furor y todo lo dicho (2) vedlo en un airado en el cen alma mal prevenida y poco estimada; pues el que te
tellear de los ojos, en el (3) temblor de los labios, en el tiene permite que hasta su criado pueda," todas las
ceño de la frente , en la color perdida,.en el movimien veces que quisiere, perturbarla y herirte : si lo hizo
to y dificultad de la lengua y porfiada repetición de las adrede, por la malicia ; si erró por descuido, porque
palabras. No solamente no te conocerás airado, pero te no miró lo que hizo ; y (6) si pensando acertar, por
tendrás miedo. Dame un león ferocísimo y un tigre que lo miró demasiado ! Y al fin son tantas las cau
horrendo y manchado y un jabalí espantoso ; enójense: sas de la ira ajena, cuantos pueden ser los descuidos
míralos airados y verás que no hay (4) fiereza tan y malicias ajenas , (7) aprendidas de la presunción y
grande , donde la ira no halle y añada nuevo horror. ignorancia propia, la cual enciende la sangre y arma
Así que es vicio tan feo como dañoso. ¿Qué hombre con ella el corazón descuidado. Según esto, paréceme
leerá esto, que no tenga alguna queja della; que no que fácilmente hallarás camino para defenderte dclla
llore alguna desgracia por su causa? Soy de parecer y apartar de tí tan dañoso afecto.
qoe en esto sin argumentos nos hemos de convencer Ten firmemente por cierto que á ti no te toca per
unos á otros con los sucesos propios y ajenos, con lo que turbación de lo que otros hicieren ó dijeren mal ó
hemos visto y oido. Aírase uno: dice y hace cosas aje bien ; que eso es á su cargo, aunque el mal ó bien
nas de toda razón; después vergonzosamente, como te toque á tí ó á tus cosas : porque lo que no está en
para otro. que era entonces, diferente del que ya es, tu mano y está fuera de tu poder, solo to toca, si
reducido á mansedumbre, pide perdón. lo previenes, evitarlo; si lo padeces, sufrirlo, y pro
Que no es natural la cólera prueba Séneca. Más curar remediarlo para no padecerlo. Vana cosa es que
mostramos nosotros, que es contra naturaleza, no tan rer tú que el otro no haga lo que quiere hacer, y
agudamente, pero con más facilidad. más vana querer que no haya hecho lo que ya está (8)
Solas aquellas cosas debemos llamar naturales, que hecho, que es lo que procura la ira ciegamente. ¿No
son para la conservación de la compostura y orden le quitó uno el sombrero, dióte un golpe, tratóte
deste compuesto de cuerpo y alma, y contranatu mal? Dimc, ¿el ser descortés y desvergonzado es malo?
rales las que procuran lo contrario. Claro está que Dirás que sí. Pues respóndeme: Si el otro es malo
las ponzoñas y venenos no son naturales para el hom del vicio ajeno, ¿por qué te perturbas y te enojas, de
bre, pues le acaban. Lo mismo la ira, pues su efeto biendo á la caridad (9) fraterna tenerle lástima? Cierta
no es otro que la alteración de todos los sentidos, per cosa es que si tú quieres que los otros hagan todo
turbación y fealdad de todos los miembros, inobe lo que tú deseas ó te está bien, así como lo deseas 6
diencia del alma á la razón y al entendimiento. Cierto mandas, y crees que mereces tú esto, que cualquiera
es que en los compuestos de cosas diferentes la uni cosa que te sucediere de otra suerte te (10) perturbará
dad, que forzosamente requiere el gobierno acertado y sacará de juicio.
y seguro, no es la de una de las partes, sino la que Bien cierto estoy que sabes que eso es imposible,
de la templanza é igualdad de todos resulta; porque' y que no puedes quitar la malicia de los hombres,
en los tales, luego que una parte prevalezca y do niel descuido; lo que te es posible y fácil es quitar
mine mis que las otras, es tirania y enfermedad, y de tí la presunción y opiniones erradas y la igno
no hay composición. rancia, para que no sintiendo nada de lo que no está
Así se ve en el cuerpo, donde la salud y conser en tu mano ó sucede (11) no por tu culpa, sean y las
vación de la vida consiste en la amistad y igualdad hayas como si no las (12) hubiese, y tengas en paz tu
de los humores y calidades; y la muerte , disolución y ánimo. Si ves á uno lleno de enfermedades corpo
enfermedad, consiste solo en que uno de los humores rales, te compadeces y no te enojas. Dime,¿porqué
predomine sobre los otros, como el mucho frió ó mu con aquel que tiene vicios y pecados , que son enfer
cho calor. Lo mismo es en los afectos que tienen las medades del alma, te airas y no te apiadas?
potencias nuestras, que igualmente corregidos de la Andará el mundo cuerdo y en paz cuando cada uno
razón, naturalmente conservan la paz del alma; mas el
día que la templanza crece (a) y, saliendo de sí, llega (5) vanidad soberbia, (D. V. A. B. 1. F. S.)
(6) pensando (Z>. A. B. L. F. S.)
(7) aprendidos (F.)
(1 ) vedio (F.) (8) hecho. ¡No se te quitó uno el sombrero (Z.)
C2l «uto (H.) (9) fraternal (H.)
(3) temblar (Z.) (10) perturbara y sacara (V.)
(A) tieru (F.) (11) por tu culpa, sean y las baya (D. F. A. B. L. S.)
(«} ¡itnfü con razón (obrada tachó de Impropia esta frase. (lt) hubiese. Andará el mundo cuerdo (Z.)
88 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEYEDO VILLEGAS.
sinliere solas sus culpas, y no las ajenas, y aun ten Ten por cierto que bien puedes tú ir con ira car
drá enmienda. gado de armas, mas que las armas van sin tí y sin
¿Hay ladrones? Guárdate y apártate dellos; pero si dueño que las rija; y' que yendo airado, tendrás más
te robaren, escarmienta para otra vez, que así cas razón de temerte tú á tí mismo que el contrarío de
tigarás tu descuido. Y no te enojes con el ladrón por temerte á tí, viendo que vas enojado. Y es sin duda
que lo es, que eso no está á tu cuenta, que ya cas que peligras en tí más y peor.
tigaste con el escarmiento el descuido que lo estaba.
Si dos cosas apartases de tu ánimo, tanto por da CAPITULO IV.
ñosas como por inútiles, serás buen ignorante. La Cura el seso mal informado, eon el desengaño de su ignorinci);
primera es no entristecerte en las desdiebas, y la sé- dispónele i ser sabio con ensenarle que no lo es. Adviértele
cual estudio le conviene, y en qué (4) lección le asegura, y cial
funda, no airarte ni encolerizarte en las ocasiones. debe ser la lección.
Si se te muere tu padre ó tu mujer ó tu bijo, ¿de
quien te quejas sino es del, pues él se va, que aca Resta ahora desengañarte del estudio vano y de
bó ya el camino que bacia ; que ni le lleva la fortu la presunción de la ciencia , y enseñarte cómo es
na ni otra cosa? ¿Muérestotú, y lloras y quejaste tle ninguna tu sabiduría, y ninguna cosa es más verda
lo poco que lias vivido? Advierte el disparate : que te dera de las dichas, ni más clara, ni más dificultosa
mueres tú, y te quejas y entristeces de lo mismo que de arrancar de tu estimación propia, donde tiene tan
tú haces en tí mismo. tas (5) raices. ¿Quién duda que ninguna cosa sentirás
¿Dirás que no se puede quitar este sentimiento pro tanto como que te llamasen ignorante de todas las
pio de la naturaleza? Engañaste. ¿Qué hicieron del, cosas ? Mira quién eres : y no sientes el serlo, ni aun sa
si sabes, aquellos filósofos antiguos que ó codiciaban bes que lo eres. Pues ¿qué sabrá ó podrá saber de
la muerte ó la despreciaban; aquellos soldados que las otras cosas quien de si mismo no alcanza á saber
no bailaron en ella cusa fea ni temerosa , y se ofrecie eso que es verdad?
ron ú ella y la buscaron? ¡Cuántos millares de valero Lástima tengo á la niñez que gastas en estudios me
sos mártires, soldados católicos, la pasaron con risa y nos provechosos que los juguetes y dijes, porque estos
contento ! ¿Qué te parece? Pues en estos naturaleza divierten y entretienen, y aquellos embarazan y per
humana habia, mas tenían diferente opinión de la suaden á lo que después no (6) admito sin gran di
vida y de la muerte que tú ; que si no piensas que ficultad desengaño. Quien te ve fatigaren silogismos
eres eterno tú y los que ( 1 ) te tocan y quieres bien, y demostraciones, no pudiendo , sí no eres matemáli-
sientes que no los traten como si lo fueran, y que les co, hacer (7) alguna; fatigarte en lógicas mal dis
suceda lo que es forzoso y necesario. Perdiste el dine puestas y monos importantes ; y en filosofía natural
ro, cayósete la casa, engañóte el logrero ; ¿de qué sir (así la llaman ellos, siendo fantástica y soñada); y
ve llorar y entristecerte? Dime, después que te has en las burlas de que se ríe Per.sio cuando dice que
desliedlo en lágrimas, y consumido el corazón con «andan los (8) afanosos Solones cabizbajos, horadanJo
sentimientos, y secado el celebro con imaginaciones, el suelo con los ojos, (9) royendo entre sí con mur
y fatigado la lengua con quejas, ¿bailas edificada la murio rabiosos silencios, (10) pesando con hocicólas
casa, y restituido el dinero, y deshecho el engaño? No. palabras, meditando suuñosde( ti) enfertnode muchos
Pues ¿de qué sirve ayudar al que te quiso hacer nial, días, como si dijésemos: De nada se engendra nada;
(2) y darle pesadumbre, y gastar el tiempo mal, pu en nada, nada se puede volver. ¿Por esto amarillas?
diendo la diligencia, ó recobrar algo ó socorrerlo? Así ¿Esto es por lo que alguno no come? Estos son (dice
que, lo que en las desdichas debes hacer es consolar Persio) (12) los que ríe el pueblo». Y yo te digo que
te contigo ó con los otros, así con el desprecio ó cono estos son los que hoy estima, (13) y los que debia des
cimiento de la cosa en que sucedió, como con el cono preciar (a).
cimiento y desengaño del daño que trae el dolor de
loque ya se hizo, y cuan inútil es. ■ (l! elección ifdespués lo mismo, B. L. F. S.)
Para la segunda cosa, que es no airarte en las pen (5) y tan diversas raíecs. ¿Quién duda que ninguna eo?s i»
dencias ó ocasiones, desprecios, malicias ó descuidos, cuantas te pueden decir sentirlas tanto (Z.)
á lo dicho solo añadiré que para la cosa que todos (61 admiten (V. A. B. L. F. S.) - admiten (sin gran diíeulüdj y
los hombres desean y alaban la ira, es para el cas desengaño. (D.)
(7) ninguna; fatigarse 11.)
tigo de su contrario y para la venganza de su agra (8) afrentosos solos, iZ.) — afrentosos, solo (V. A. B. 1. T.)
vio ; y en nada vale menos ni es más dañosa. Porque, afrentosos Solones iD.) — filósofos solo cabizbajos, (S.)
dime, ¿qué cosa quiere más entendimiento y discur (9, riendo (Z.í,. F.S.) — riyendo [D.Y.A.B.)
(10; pensando (V. A. B L. F.S.)
so, astucia y consejo, que hacer esto y salir bien (11 1 enfermos (Z. D. V. A. B. L. F. S.)
dello? Porque si no, cuando te vengas del otro y H2 de los que rieiZ.)
te sucede mal, tú le vengas juntamente de ti, y él (13) los que d.ebia de reir. [ld.\
sobra donde tú estás con ira, pues eres contra tí. [a) lie aquí los versos del 'satírico :
Veamos ahora: ¿parécete bien, (3) según esto, ir non ego euro
Esse quod Areesilas, aerumnosique Solones,
á la venganza y al castigo, ciego y sin razón ni en Obslipo enfile, el figenles lamine terrón,
tendimiento ninguno, ajeno de tí mismo cuando más Mármara cum team, el rabiosa silenlia rodunl,
te babias menester ? Alone aporréelo Irutinantur terba tabello,
Aegroli veleris meditantes somnia : gigni
De nihilo nihil, in nihilnm nil poste merü.
(1 ) tocan (V.) Hoc est, quod palles? Cur quis non ¡irandeal, hoc etlf
(!) pudiendo la diligencia, [A. B. L. F. S.) Bic populas ridet,
(3) que según esto es bueno ir á la venganza (Z.) (Peral!, sat. ni, 78.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA.
La mayor hipocresía y más dañosa y sin fundamento, y que la muerte y la perdición dijeron : «Oímos su fu
eb de la sabiduría; porque la del dinero fundase en ma ; nuevas tenemos delta (o). »
que le hay , y que tiene alguno el que se trata como si Esto confirma que la sabiduría no llega á oidos do
tariaa mucho. La de la virtud, hayla tamliien, y la del nadie, sino de la muerte y de los trabajos. Dirás que es
i;kr;pero la de la sabiduría, cuino no hay ninguna, temeridad y manifiesta locura decir que no supieron
sase funda sino solo en presunción. nada tantos antiguos filósofos. Y si lo miras bien, el ijuo
Parece que se han concertado los hombres, y por (3) los dio tal nombre (porque tú los llamas sabios) los
consolarse desta ignorancia se creen unos á otros lo qno trató do ignorantes; pues filósofo no dice olía eosaquo-
dicen qnc saben. Y dejando esto al voto de cada uno, si amanto de la sabiduría, que fué reprehensión de los
qoieres averiguar por su boca de todos y por la tuya que antes se llamaban socios, sabios.
que nadie sabe nada, crceá esos mismos sabios lo que Lo otro, no soy yo el primero que los llamó ignoran
dijeren, y verás cómo nadie sabe nada ; que en persua tes; que dellos aprendí ú llamárselo ; ellos me lo ense
diéndose ellos áque saben loque piensan y otros di ñaron; á imitación suya hablo, y porque los creo, los
cen, afirman que los otros no saben nada, y creen que llamo ignorantes. Y Sócrates (el primero á quien cano
con ellos ha de morir la sabiduría. Nohay modestia que nizó el oráculo), si orees á Aristófanes, era mentecato.
bastea confesar que el otro sabe más. Y si alguno con A Platón llamaron el divino, y Aristóteles reprobó toda
fiesa que otro sabe tanto , es solo adonde ¡i él le parece su dotrina ; y la do Aristóteles Platón y, en nuestros
que no le creerán y que le tendrán, en decirlo, por hu- tiempos, Pedro de Ramos y Bernardino Tilesio (t>). A
BiMe, y no por verdadero. Homero llaman Platón y Arislóteles padre de la sabidu
Ello bien podemos nosotros dejar de confesar que so ría y fuente de la dotrina ; y Escaligero y otros muchos
mos ¡Morantes, pero dejar de serlo no podemos. Toda le llaman caduco y borracho; y á ellos los tratan otros
nuestra sabiduría es presunción acreditada de la igno peor (c). Los estoicos contradijeron ú los epicúreos, y
rancia de los otros. ¡Qué soberbio eslá el gramático estos álos peripatéticos, yaquellosá los demás, y á estos
con la inteligencia literal de las voces, que ni sabe otros. Asi que de sus mismas bocas oirás mi conclusión;
qué significan ni conoce (i) el uso propio dolías en las y lo que en mí reprehendes por temeridad, hallarás
lenguas peregrinas! ¡Con qué ceño y desprecio mira á que es confesión suya dellos, y que quieres tú que sean
los demás el que dice que no hay cosa dificultosa para lo que ellos mismos dicen que no son.
él en la lengua hebrea y griega, siendo verdad que la Preguntarásme que, supuesto esto, cuál es la cosa
propia qne naturaleza le enseñó, no la sabe y queno
puede hablar ni escribir en ella sin reprehensión ! (a) Son palabras del libro de Job, cap. xiritt, vers. 14 y22.
Cierto es que todos estos hombres saben estas cosas so- (ó) tes (V.)
creso palabra, y no saben más de loqueó la cortesía ó (/>) Pedro La Ramfe, conocido con el nombre lalinn ile Ttamus,
fué de los primeros que trabajaron en sustituir la razón y la ex
i-ilj inocencia ajena les creyere. Y demos que sabes periencia a la autoriilad de los antiguos. Nació ct año de l.~02 en
todis esas lenguas y que tienes de memoria todos los una aldea del Yennandois. Destlr- sti niñe-z fatigó en las humani
hbrasqne en ellas hay escritos, ¿por eso piensas qne dades y lenguas sabias; y empeñándose muy joven en convencer
abes algo? Pues engañaste; que ni aquellos supieron i los escolásticos de que Aristóteles no era infalible, los hizo en
mudecer con su arrojo y elocuencia. Sus dos principales obras
qué enseñarte, ni tú puedes saber lo que ellos no al conlra la corrupción de los estudios se intitulan : Inilitntwncí
canzaron. Sospecharían mejoren las cosas que tú, y es- ttialeclicae ni liiríi dislinctae, y Animadreriiones i» dialéctica)»
lariaaenla menos dañosa opinión ; poro olía cosa no le Arislolclis. Impresas en París el año de l'.l", le valieron muchas
es concedida al hombre, porque la sabiduría verdadera <iuc persecuciones; pero tal reputación, que fué nombrado por Knri-
II, en l.'iol, profesor de filosofía y eloruencia del colegio de
esti en la verdad, y la verdad es una sola, y esa verdad Francia. Ociio años atlelanle mostróse hombre muy superior á su
«na es Dios solo, que por eso le llaman Dios verdade siglo, c inflexible contra los abusos, presentando i Carlos IX un
ro: y fuera del, todo es opinión y losinás cuerdos sos luminoso plan de estudios para la uuiversidad de Pjris. Ramos
lomó parte en las contiendas religiosas que asolaron la Francia,
pechan. Así debes tener por cierto que la primera lec y abrazó la reforma, cometiendo grandes imprudencias; con lo
ción que lee la sabiduría al hombre es en el día de su que atrajo sobre su cabeza nuevas persecuciones, llegando á ver
muerte, y que cuando muere empieza á aprender, y que entradas á sacomano su casa y su rica biblioteca. Pasó á Alema
sol" entonces está el alma capaz de dotrina, pues se elnia;y llamándole a París el amor patrio, pereció miseramente eu
degüello del día de San Bartolomé.
desnuda en el cuerpo de la rudeza y de las tinieblas y Sus escritos son muchos y varios. Suyas una gramática griega,
ignorancia deste mundo. Trabajosa cosa es la muerte, otra latina y otra francesa, diferentes anotaciones á filósofos y
pro docta. ¿Quieres ver cuánta sabiduría se enseña en poetas, y diversos tratados sobre retórica, aritmética, historia,
íquel postrer suspiro? Que él solo desengaña al hombre antigüedades y religión.
Bernardino Tclesio ó Tilesio contradijo también con todas sus
de si mismo, y él solo confiesa claramente lo que os el fuerzas los males del escolasticismo, oponiendo doctrina á doc
liombre y lo que ha sido. Providencia del sumo Señor trina, y apoyándose en la razón y en la experiencia para descon
«negar licencia á los- muertos para hablar con 1os vi- certar la autoridad de Aristóteles. La obra en que resumió todos
sus conocimientos y opiniones conlra los antiguos se titula : De
'«, porque los desesperaran de la pretensión con que rerum «alurl juila propria principia. Fué publicarla en Roma
* entretienen de saber algo, advirtiéndolos deque la en 1505 y traducida al italiano en Ñapóles el año de 1589, con
sabiduría empieza á tenerse en la muerte. este titulo : La Filoso/la di Bernardino Tclesio, ristretta dal Uou-
D'jo el Espirita Santo, tratando de los pregones qne limo. Tclesio, que nació en Cosenza ¡reino de Ñipóles) en l.'/X),
hizo sus estudios en Milán, sobresaliendo en la filosofía y bellas
* dan para hallar la sabiduría por sus señas , que dijo letras. Murió en su patria año l.')88, abrumado con la pena de ha
el abismo: «No la tengo ;» y el mar : «No está en mí;» ber perdido en pocos dias i su mujer y dos hijos, uno de ellos
bárbaramente asesinado.
. (c) La puntuación del presente párrafo es desatinada á mas no
poder en todas las impresiones antiguas y modernas; pero los
11' ni entiende (Z.) absurdos estampados en la de Sancha, reproduciendo las de Ma
I* U ¡inorancia ajena (F. S.) drid d« 1G50, 1058 y 1004, son para aburrir al lector.
00 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que un hombre lia de procurar aprender (—No me pa mosquees así, sino porque ellos lo dijeron; yaunloi
rece que el trabajo y el estudio del hombre se logrará en más no saben eso, sino que oyen decir, ó leen en otroi
nada, fuera de la consideración y ejercicio de las virtu que lo dijeron ellos.
des, que es solo lo que a un hombre pertenece): procu Sea que estés versado en todos los libros de gene
rar persuadirte a amar la muerte, á despreciar la vida, ración, alma y cielo y meteoros, y que sabes defender
á conocer tu flaqueza y la vanidad de las cosas que fuera todas las cuestiones problemáticamente, dime, ¿deque
de aquel solo Señor son; pues solo el buen uso (1) de te puede aprovechar á tí saber si la generación es al
todas , ordenado á aquel fin , está á tu cargo. teración, y si (8) á la alteración se da movimiento; si
¿ Qué cosa más digna de estudio y de alabanza que el la materia prima puede estar sin forma ó no, y qi:é
ejercicio del sufrimiento, armado de prudencia y mo es, y cuál; y toda la confusa cuestión de los indivisi
destia contra las insolencias de la fortuna? ¿Qué mayor bles y entes de razón y universales, siendo cosas itm-
riqueza que una humildad atesorada de tal suerte, que ginarias, y fuera del uso de las cosas no tocantes á las
ni desprecies á nadie ni sientas que te desprecien to costumbres ni república interior ni exterior, univer
dos? Estas cosas sirven á tu alma y le son de interés. sal ni particular, y que cuando las sepas, no sabes na
¿Quién te dio á tí cuidado de las estrellas y puso á tu da que á tí ni á otro (9) importe á las mejoras de la
caigo sus caminos ? ¿Para qué gastas tu vida en acechar vida, si bien sirven á la cuestión escolástica?
curioso sus jornadas? Deja el cuidado á la providencia Acaba de persuadirte á que dentro de tí mismo tie
de Dios y á la ley que las gobierna , en cuya obediencia nes que hacer tanto, que aun, por larga que sea tu vi
trabajan (2) día y noche ; que por más que te fatigues en da, te faltará tiempo ; y que no puedes saber nada
entender los secretos del cielo , no has de saber más de bueno para tí, sino fuere lo que aprendieres del des
lo que tú inventares y soñares, disponiendo las cosas engaño y de la verdad; y que entonces empezarás á
para entenderlas, y nunca las entenderás como están ser sabio, cuando no temieres las miserias, (10) ui co
dispuestas , por más que estudies. diciares las honras, ni te admirares de nada, y tú mis
¿Qué locura mayor que verte tratar déla adivinación, ino estudiares en tí; que leyéndote está tu naturaleza
y presumir de llegar con la ciencia á los dias antes que introducciones de la verdad. Cada dia y cada hora qne
ellos lleguen , y de salir á recibir los sucesos y determi pnsa es un argumento que precede pa/a tu desenga
naciones del cielo, siendo imposible saberlas, y cosa ño á la conclusión de la muerte. Y«está cierto, asi lo
justamente negada á todos? Las estrellas piensas que te dice el predicador hijo de David, (11) «que sabiduría,
han de parlar lo que no saben; y dando crédito á las ciencia y alegría , solamente la da Dios al bueno, y en
complexiones y humores, olvidas laruzon ola fuerza, su presencia;» y que sin él, y ausente y desterrado, la
que todo lo puede mudar (3). ciencia y sabiduría que tuvieres será laque te fingie
No echan menos la adivinación los sabios que saben res á tí mismo; y el contento, el que el engaño del
despreciar lo próspero y sufrir lo adverso, usar de lo mundo te persuadiere á tenerle portal. Considera que
presente y aguardar (4) lo por venir. Nada de lo que le un hombre que hubo sabio pidió la sabiduría á Dios,
conviene ignora el virtuoso ; en salvo tiene su paz y sin y él se la dio, como fuente de toda verdad ; y que la
miedo su libertad ; y el ignorante sabe solo lo que no le perdió (12) en llegándose á las cosas de la tierra. Sea
aprovecha ni pertenece. pues tu estudio, ó hombre que deseas ser sabio, pa
¡Qué ocupadas están las universidades en (5) ense ra merecer este nombre, cerca de las cosas espiritua
ñar retórica, dialéctica y lógica, todas artes para saber les y eternas. Trata con los afligidos y estudia con
decir bien ! Y ¡ qué cosa tan culpable es que no haya cá ellos, comunica á los solos; oye á los muertos, por
tedras de saber hacer bien , y donde se (6) enseñe ! Los quien hablan el escarmiento y el desengaño; ten por
maestros (según esto) enseñan lo que no saben, y los sospechosas tus alabanzas, y cree apenas á tus senti
dicípulos aprenden loque no les importa; y así nadie dos; precíate de humano y misericordioso; conténta
hace lo que habia de hacer, y el tiempo mejor se pasa te con lo que tuvieres, y no de suerte, que te aflijas
quejoso y mal gastado, y las canas hallan tan inocente si te faltare; oye á todos, y sabrás más; y en los libros
el juicio como el primer cabello, y la vejez se conoce imita lo bueno y guárdalo en la memoria, y lo que no
más en las enfermedades y arrugas que en el consejo te pareciere tal no lorepruebes; discúlpalo, si sabes;
y prudencia. Pocos son los que hoy estudian algo por disimúlalo, si puedes; que no sé yo que haya más des
sí y por la razón, y deben á la experiencia alguna ver dichado ni más ignorante género de gente que aquel
dad; que cautivos (7) en las cosas naturales de la au que muestra su estudio en advertir descuidos y yer
toridad de los^riegos y latinos, no nos preciamos sino ros ajenos, que las más veces los hacen ellos, no en
de creer lo que dijeron; y así merecen los modernos tendiendo lo escrito. Comparo yo estos (13) censores
nombre de creyentes como los antiguos de doctos. ceñudos (que se precian de severos, siendo invidio-
Contenlámonos con que ellos hayan sido diligentes, sin sos) á' los gusanos, pues no están sino donde hay algo
procurar ser nosotros más que unos testigos de lo que podrido; gente que se hace y se alimenta de la corrup
ellos estudiaron. Cualquier cosa que Aristóteles ó Pla ción. Y destos hay tantos, que los libros apenas al
tón dijeron en filosofía, defendemos, no porque sabe- canzan un letor, porque todos son ya notadores y ver

(1) deltas ordene!; aquel Qn está i tu cargo. (Z.) is, la alteración (B. L.) — en la alteración (S.)
(2) de día y de noche ; (V.) (!)) importe!
(3) y acabar. (Z.) Acaba de persuadirte (Z.)
1. 1- lo que está por venir. {Id.) (10) ni despreciares las honras, (A. B. L. F. S.)
(S) aprender retórica , (M.) (11) {Ecclesiastes, cap. 2, verso último) (B. V. A. B. L. F. S.)
16) enseñe á los maestros. Según eslo , enseñan [Itl.) (12) entregándose (Z.)
(7) de la autoridad de los gi legos [id.) {f 3J censuradores [Id.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 91
lagos. Y sin duda es mas fácil advertir faltas en los gion de sus hijos. Bien sea verdad que algunos son
mis doctos, que escribir sin ellas. No dejes de la ma tnás piadosos que doctos, y que consiente la devoción
no los Sapienciales de Salomón y la Dotrina de Epíte muchos que condenará el buen juicio.
to, tXComonitorio de Focilides y (a) Theógnis, los es Has de acudir con codicia á las conversaciones don
critos de Séneca, y particularmente pon (I) tu cuida de se trata de cosas tocantes á la grandeza de Dios;
do en leer los libros de Job; que aunque te parece que que esto es recuerdo de los olvidados del , y alimen
(«sobrará tiempo, por ser pequeños volúmenes, yo le to de los que je acuerdan, y el alivio de nuestra pe
digo que si repartes tu vida en leerlos y en enten regrinación.
demos y en obrarlos, imitándolos unos y obedeciendo Si es así verdad que el cautivo y huésped en tier
los otros, que la bas de haber gastado bien y logra- ra extraña no se aparta del que le habla del lugar
dola mejor, y que no te ha de sobrar tiempo (2). Se donde nació y de la casa donde vivía, y le da nue
rás estudiante y bueno si la lección de san Pablo fue vas de su patria, forzoso es que un alma eterna (que
re tu ocupación, y el estudio de los santos tu tarea. está cumpliendo un destierro en el cuerpo) se alegre
y consuele oyendo tratar de su natural, que es el cie
CAPITULO V. lo, y de su fin, donde camina, que es Dios. No la invi-
Ptrleiona los cuatro capítulos precedentes de la Olosufía estoica dies ese bien, ya que no se le buscas ; tenga ese con
con la verdad cristiana, acompañándolos con tres oraciones á suelo entre tantos trabajos, oiga nuevas del lugar para
Jesucristo nuestro Sefior.
que nació; lisonjéala con estas conversaciones, quo
Ya qne rnoralmente quedas advertido, quiero que todo resultará en tu interés.
en lo espiritual oigas (3) con más brevedad lo que te No hallo yo cosa tan ociosa en este mundo, ni tan sola
pnede ser provechoso y no molesto ; que estas cosas como el gusto y el contento. Nada hacen, con nadie es
son las qne más te convienen y menos apacibles te tán y nadie los halla. Cosas viles (cuya sombra es el ar
parecen, y es menester á veces disfrazártelas, ó con la repentimiento) que los hurtan el nombre, eso si halla
elocuencia ó variedad ó agudeza, para que recibas rás. Digo cierto que no tendrás gusto ni contento hasta
salad del engaño. que todas tus cosas hagas comunes ú tu sustento y á la
En esto, como en las demás cosas, debes hacer jui necesidad de tu prójimo, hasta que conozcas el bien y
cio de los libros más importantes. Ten de memoria, ó la grandeza que se encierra en la limosna. Oficio de Dios
por continua lección, los cuatro capítulos donde por es : él te lo dio á tí, y tú lo das al otro. Tú eres para el
san Mateo habla Cristo, y repite contigo muchas (4) pobre lo que Dios para ti, y en pago es Dios para ti cada
Teces aquel sermón de la propia sabiduría; y por su pobre. No te dio á tí tanto en darte la hacienda como en
plosa y comento, pon todo tu cuidado en leer y me darla necesidad al mendigo para que te hubiese me
ditar las epístolas de san Pablo, doctor de las gentes, nester. Si remedias la necesidad que sabes ó ves, aun
y no pases en ningún capítulo adelante primero que que no tu 'pidan que la remedies, liaces lo que debes,
poseas fácilmente la sentencia por la meditación ; que pero háceslo bien ; y es digna de premio tu diligencia y
así es de provecho lo que se lee, que de otra sucite tiene precio tu cuidado. Si le pide el pobre, no digas que
solo es entretenimiento. Y para aliviar con la variedad le diste, sino que le pagaste ¡que el pobre que pide al
la molestia del estudio, escoge entre los libros que se rico lo que le falta y á él le sobra, mandamiento trae, á
ban escrito los que más se llegaren á la dutrina y cobrar viene. Y advierte que la limosna no solo tiene
estilo dicho, y léelos, que sin duda son infinitos los caridad (.'i) y piedad, sino que merece el limosnero
discursos qne España debe en pocos años á la re'i- nombre de fiel, pues vuelve lo que le prestaron cuando
se lo piden.
Trampa hace á Dios el rico que no da limosna; con la
(al !fttió Tbedgnis biela la olimpiada 59 (siglo ti antes de Cris
to) en Me(ara de Sicilia, según la opinión más probable. Fué de hacienda suya se alza, ladrones. No le dirán : «levánta
Huellos poetas filósofos que se valieron del enranto del metro te, criado bueno, porque en lo poco fuiste fiel ; yo le
Fara extender y hacer amables las verdades de la moral, impul encargaré mayores negocios ó te pondré en el mayor
sando asi la civilización délos pueblos. Este poeta parecía tan puesto.»
inüfoo a los mismos griegos, que era proverbio, en tientos de
Plitarro, decir: Ya lo sabia yo de ante» que naciese Teógnis. Su Si el hombre fuese el qne trata sus negocios propios,
obra Bis celebrada en la antigüedad es el poema intitulado Sen- podría justamente dudar si tendrán próspero fin ó ad
leneits elegiacas, del que se creen parte las Máximas elegiacas. Iris verso ; mas tratándolos Dios, no hay duda. Dice el Após
Preceptos para arreglarla tiia, y las Paraneses. Aunque lian 11c-
pdo a Bosotros Los tersos de Theógnis muy desordenados, con
tol (G): «Si el Señor es con nosotros, ¿quién con
Interpolaciones de mano extraía, y con alteraciones manifiestas, tra nosotros?» Imagina tú que hubiese algún género
toa boy (ratísimos al lector y embelesan y cautivan su anillo. No de mercaduría donde estuviese segura la ganancia por
rimd Theógnis, como Focilides, áridos preceptos de moral : es cualquier camino que fuese, y que en ninguna manera
(•verdadero poeta. Las mas bellas imágenes y las más elegan
tes Famas embellecen sus pensamientos, y con el fuego inspira hubiese peligro de perder en ella; que si se hundióse
dor de Homero desaparece en las máximas lo austero y desa en la mar, ganase mucho su dueño por haberse hundi
brido. do; si llegase salva, ganase mucho, si la hubiesen ro
Soa infinitas las ediciones qne cuenta nuestro poeta. La más la
crosa es la de moDSieur Brissonade, herirá en París el alio del8i3
bado ladrones, si so abrasase ó gastase; al fin, que de
por el librero Lelevre. cualquier manera se le recreciese ganancia, y que cu
(1) grande cuidado en leer loa libros del pacienllsimoJob; (Z.) todo tuviese logro : desla manera son los negocios del
i en manera alguna. bueno, encargados á Dios y gobernados por su mano.
Capitulo quinto.
Ya ose rnoralmente, etc. \ld.) «Señor y Señor, Dios mió (dice el Profeta), ea vuestras
1 3 lo que con mas brevedad te puedo decir provechoso y no nio
esto; (M.) (5) sino que merece (Z.)
14 aquel {D. Y. A. B. L. F. S.) ifi.i Ad Itom., vm.
02 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
manos están mis suertes.» Si estuvieran en otras ma y pidiéndolas las alcanzan; que son las por que se de
nos ó en las mías, dudara si me habían de salir buena? ben hacer votos.
ó malas; mas estando en las de Dios, en su poder, sa ¡Qué ceguedad mayor que ver al negociante usure
ber y misericordia, en todo doblas el caudal (1). Así que, ro decirle á Dios : «Señor, dame buen suceso en mi
tu buena dicha solo está en resignarte lodo en las ma mal trato, y haréte veinte ó más sacrificios; vestiré po
nos de Dios. bres, haréte altares y imágenes! ¡Oh atrevimiento! Oh
Conviene pues que no te bagas juez de tu prosperi ignorancia! ¿A Dios pretendes honrar desta manera?
dad ni adversidad, ni de los bienes ni de los males. Solo ¿Ofrécesle injustas dádivas, como si tuviera necesidad
has de tener cuenta y estudio en la ley del Señor/ena (tollas? ¿ Das á quien pides? Más compras que das; sos
morando cada día más los ojos del alma, della. Para esto pechosos haces tus ruegos; por más cautelosamente que
(2) ha de entrar en juicio con su conciencia, y oír della escondas en el corazón tu intento, lo has con quien le
la amistad ó enemistad que tiene con el pecado. Con entiende (6). Cuando todo eso hagas, por tí lo haces;
esta ley mide tus obras y pensamientos, y no le entre que á Dios nada le añades ni le das. Y si recibiere eso
metas en lo demás, confiado todo de la voluntad de que le ofreces aun justamente por reconocimiento hu
Dios. «Buscad lo primero mi reino (dice él mismo), y milde, favorecido-quedas, gusano vilísimo.
eso todo se os dará después (o).» Así que, Dios no tiene necesidad de tus bienes para
Y es singular merced la que Dios hace al hombre nada. En esto ya estamos (*) convenidos. Otra (5) ne
para darle mucho, mandarle que no le pida por su vo cesidad debe de quedar escondida en vuestro corazón,
luntad. Él, que es Dios (sin duda y con evidencia), será que es de serhonrado, de ser servido de vos. ¿Pareceos
más largo en dar que el hombre en tomar dét y pedir sin duda que le cogéis por necesidad, y que en tan gran
le. Dime, ¿supiera el hombre pedirle que encarnara? cantidad de malos (que lo son con tanto extremo) esti
¿ Atrevieras» á pedirle que muriera? No. Pues eso supo ma mucho que vos le hagáis una reverencia y que le
él dar y hacer por el hombre. Según esto, dejémosle á confeséis por Señor, como necesitado de quien lo haga?
él el cuidado de lo que nos conviene. No le tasemos con No sois vos el primero que habéis caído en esta locura :
deseos ni ruegos el mal ni el bien. Grande es la sober vieja es y no vale más por serlo. Por el camino que vos
bia del miserable hombre que se atreve á poner tasa á camináis y os perdéis se despeñaron los que decían. :
tan gran señor para la manera de su prosperidad, que Templum Domini, Templum Domini, Templum Do
quiere primero mostrarle la medida y hechura de los mini est (c). Pensaban que porque en toda la tierra no
bienes que ha menester, para que por ella se los invie. había otro templo dedicado al verdadero Señor, sino ti
Hombre loco, dime, ¿qué sabiduría es la tuya para dar suyo en que le adoraban y sacrificaban, que Dios, co
consejo ala de Dios? ¿Qué bondad puedes tú señalar, mo puesto en necesidad de honra y agradecido, les ha
que no sea miseria? ¿Qué puede pedir tu pobreza, qué bía de perdonar lo demás, y no había de permitir fuesen
puedes desear ni querer para ti mismo, que nó esté mu castigados conformo al dicho de los profetas. Topado
cho más largo en las manos del Señor que te crió y te habernos con vuestra locura en las cabezas destos, y vos
redimió, y que en lo que quiere hacer por tí quiere no escarmentáis en cabeza ajena, pudiendo. Digo pues
mostrar quién es él? que tan poca necesidad tiene Dios de vuestra hacienda
¡ Cuánto acertarías mejor si, con sospecha de ti y des- para sustentarse, como de vuestra honra para ser hon
conliado de tu poquedad, de tí mismo huyeses y de tu rado. Mucho querría que tuviésedes entendido cuan i
juicio, y te pusieses silencio para que tu cscaseza no te su salvo tiene el Señor su gloria y su honra. Querer ser
destruyese; y confiarte todo de quien emplea su sabi servido y glorificado de vos , ya lo hemos dicho, gran
duría, que es infinita, en guardarte; su poder, que es dísima merced es, que os hace; descúbreos el camino
incomparable , en favorecerte ; sus tesoros, que son (3) por donde podáis ganar más : cosa es debida para quien
inestimables, en honrarte; su bondad, en comunicár es, y gran misericordia para con los hombres. Tan co
tela; su justicia, en limpiarte; su misericordia, en darte brada está su honra, que no hay poder en el mundo para
el premio que por él mereces del mismo ! estorbársela ni escurecérsela. Vos mirad lo que queréis
Entonces serás buen principiante en la filosofía cris- escoger : si le queréis dar gloria y honra por el camino
tíanacuando'no rezares escondido y entre los dientes, y de su misericordia, de grado, que es lo que os estará
pidieres por los rincones á solas á Dios aquellas cosas mejor; porque si no, de su parte os digo que, aunque
que te da vergüenza que las oigan los hombres. Pídele no queráis, se la daréis por el de su justicia y vuestro
á Dios loquea su grandeza se puede pedir y lo que no se daño. No hayáis miedo que su gloría salga del, porque
dedignará su mano poderosa de dar: no hacienda, que cuanto le quitáredes por la una parte, le daréis por la
esa es dádiva de los hombres; no oro, que le tiene la otra. *
tierra ; no honras acreditadas de la vanidad, que esa es Veamos pues (como dice Job) qué esperanza es la del
invención de la soberbia; no venganzas, que esas son hipócrita. ■Sepamos qué oración es la que reza al Señor,
persuasiones bestiales de la ira. Pide á Dios su favor, qr.e que tan confiado está en ella, sabiendo que para Dios ni
es todo amable y todo poderoso ; su gracia, en que está
toda la hermosura espiritual ; su misericordia y su au (}) «Yo me rio y aun me congojo 'tirria santa feresa de Jesús
xilio y su reino ; que estas son, no solo cosas que da él, a las monjas de San José , de Avila} de las cosas que aqui nos tie
sino cosas suyas y para llevar á sí los que las merecen, nen i encargar supliquemos a Dios, basta pedir i su Majestad res
tas y dinero ; y algunas personas que querría yo los repisasen to
dos. ..¿Hemos de gastar tiempoen cosas qae, por ventura si Dios
(1) y ganancia. (Z.) se las diese, tendríamos un alma menos en el cielo ?>
12) has de entrar en juicio con tu conciencia (S.) (i) convencidos. (Z. L. S.)
(a) Main., vi, 53. (5) necedad {S.}
(3; iHUUH'UbWí (Z.) (c) Jercm., vii,4
U CUNA Y LA SEPULTURA. 93
el infierno tiene cubierta, ni la muerte. Demos que re iglesia. Y haciendo esto, verás que las cosas con que
ías el Paternóster, oración hecha por Cristo, donde el fueres bueno y agradable á Dios, y hijo de su ley, te da
que ha de dar enseña cómo le han de pedir, que, según rán salud y vida en él cuerpo y paz y gozo en el alma.
ejto,losque rezan van seguros de no errar en el modo. Y sobre todo, atesora en tu pecho el temor de Dios, que
Sea pues así que rezas esta oración, donde está toda la ese te dará valentía en las demás cosas , asegurará los
retórica; dulzura y eficacia del cielo. En las mnnos te sucesos de tu amor y el premio del, pues en el temorde
tenemos; tú te lias traído á la prisión, que dices : Padre Dios empieza la sabiduría, crece el amor y se deshace el
nuestro, que estás en los cielos, santificado sea el tu nom miedo de las demás cosas que nos hacen terribles las
bre. ¿Burlaste con él ó díceslo de veras? ¿Es cierto opiniones recibidas. Que Dios estará en todo suceso
que deseas eso que pides, oes cumplimiento? Si es lo contigo, porque si él por su inmensa bondad busca al
segundo, engañarle quieres; por esta parte en el lazo que huye del, ¿cómo puedes tú creer que se ha de es
estás, y mis verdadero me sacas que quisiera. Si lo pri conder del que le sigue, estando convidando con
mero, ¿cómo es posible que tú de verdad deseas la glo sigo mismo á todos, por ser él quien hace nacer su sol
ria de Dios y la obediencia de sus mandamientos, y quo sobre los buenos y sobre los malos, y con cuya lluvia
hagas lo contrarío? ¿Por qué no pones en ello las manos igualmente en la tierra se alimenta y crece la mies y los
si te sale de corazón ,6 te das par vencido , diciendo : abrojos? Que á nadie niega sus beneficios ; que todos ha
«Señor, por los otros lo digo, que no por mi ; ellos os llan en él abundancia de loque han menester? ¡Dicho
santifiquen, mientras yo os ofendo»? Vamos adelante. sos los que aprovechan en su servicio; y tristes de aque
Venga á nosotros fu reino. Declarad lo que queréis de llos que lo convierten en veneno contra sí propios, y
cir; sino, declararélo yo, si os fiáis de mí. Yo os declaro; fiados en su misericordia, la llegan á (al estado, que en
asi es vuestra intención : a Venga, Señor, vuestro pei hacer pruebas della gastan la vida, cuando ella no los
no; mas en viniendo él, huiré yo, por no entrar dentro; halla capaces de si misma, y la muerte, no esperada ni
porque si quisiera ser morador del , venido es ya para creída, los deja en manos del rigor ! •
mí.» ¿Qué decís en lo demás? Cúmplase tu voluntad Tú, pues que como cristiano vives y quieres morir
asi en la tierra como en el cielo. Mirad qué desea este como cristiano, haz en tu vida todo lo que te parece que
hombre, y tomad el dicho á sus obras, que ellas lo re desearas haber hecho cuando te mueras. Y no aguardes
zan desta manera : «Así, Señor, se quebrante vuestra á que ajena voluntad dispense en las cosas de tu salva
voluntad en el cielo, como yo la quebranto en la tierra, ción ; que si tú no fuiste bueno para tí, excusado estará
para gae así como yo vivo contra vuestros mandamien contigo el heredero que no lo fuere. ¿Quién puede ser
tos, entre en vuestros reinos contra las leyes de vuestra más cuidadoso testamentario de tu alma que tú mismo,
justkia.s Pasa adelante, y dice con los labios : El pan á quien solo importan las cosas della ? Pues según esto,
de cada dia dánosle hoy , Señor, y perdónanos nuestras todo lo necesario y forzoso y de alguna importancia
deudas, asi como nosotros perdonamos á nuestros deu hazlo tú en vida, y lo piadoso solamente (por ser fuer
dores. ¿Qué digo, hjpócrita? Contra tí pides con el co za) fíalo de los hombres, que por haber hecho lo pri
razón. ¿Sabes lo ¿fue dices? pues oye á lo que haces : mero, permitirá Dios que te sea leal el testamentario; y
«No nos perdones, Señor, nuestras deudas, así como si te fallare, tendrás consuelo que no fué en lo más im
nosotros no perdonamos á nuestros deudores.» Y sí te portante ni en lo que tú pudiste hacer. « Maldito sea el
sucede todo así, ¿de qué le quejas? que tú lo mereces hombre que en otro fia;» maldición que cada dia se
a-i y lo alcanzas, aunque no lo dices asi con la boca. Da cumple. ¿Quieres ver lo que contigo liarán otros si
rás voces, dirás que no dices tal. mueres? Mira lo que tú hiciste con los que murieron y
Luego no rezas verdaderamente ni de corazón. ¿Que heredaste. Si lo sentiste, ¡ qué presto llegó el consuelo
rías que de una manera se cumpliera la divina voluntad con la herencia, y cuánto procuraste (por aumento tu
y de otra la justicia, y no en tí? Deja, hombre, de presu yo) disimular en sus mandas y trampearlas ! Tú, que á
mir codicia en la suma bondad, y no gastes muchas y Dios te encaminas en todo, para irá él lia del solamente,
vinas palabras con quien lee los corazones; que él dijo y usa de las demás cosas sin hacer dellas más confianza
que uo está en el mucho hablar la oración. Bien puedes de la que ellas dicen con sus fines y sucesos que mere
rezar con los ojos abiertos : (i) el corazón da voces, y cen. (3)
siendo puro halla á Dios siempre cerca de sí. El sabe
tus necesidades, y él te las puede remediar. No cuides K0D0 DE RESIGNARSE EN LA VOLUNTAD DE DIOS
NUESTRO SLÑOR.
t¡ ¡.i ¡mero de otra cosa que de merecer que te las re
medie ; que no ha menester que se las digas con hipo Señor, pues tu poder me hizo de nada algo sin que
cresía para saberlas. yo lo pidiese, tu misericordia me baga de malo bueno
Cree firmemente que los mandamientos de la ley de cuando te lo suplico. Llévame á que obre tu voluntad ,
Dios son todos medicina para el alma y para el cuerpo, que el premio se debe á las buenas obras, si se hacen ;
y que lodos se encaminan á tu provecho ; y asi te fiarás mas tu gracia, que no se debe, precede para que se pue
tuásdellos, y te preciarás de obediente. dan hacer. Pues te llamo padre porque me lo mandaste,
No te dejes llevar de populares aficiones (2) y de in mírame como ahijo, de quien eres juez. A tu tribunal
vencioneros acreditados por el vulgo, cosa trabajosa y alego lo flaco de la naturaleza que no escogí ; al rigor de
que distrae. tus leyes, tu sangre. Señor, mi voluntad es mis delitos;
No admitas otra declaración á las palabras de Cristo mi entendimiento, mi fiscal; mi memoria, mi miedo;
que la de la Iglesia romana, que es sola y verdadera dentro de mí vive mi proceso y el testigo que sin res-
:r ;a« qa* sirve torcer el cuello? El coraron (Z.) (3) Fih. {Edición de Zaragoza, 1630. Ya todo lo que sigue fué
(i) j de invenciones acreditadas ,Z. B. L. F, S.) añadido en 1633.)
94 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
puesta me acusa. Tú, que lias de sir c! juez, eres el ¡ suplico á tu bondad los disponga á que me perdonen,
ofendido. Si no admites por nulidad mi madre, que me por el mérito que les ocasiono y consiguen amándo
concibió «n pecado, y la tuya, que fué concebida sin él, me como tú lo mandaste; que yo, reconociendo mi
la sentencia contra mí será pronunciada. Bien sé, Dios maldad, no solo de todo corazón los perdono, antes
mió, que si me condeno daré gloria á tu justicia, y si me con agradecimiento los reverencio, por la parle que do
salvo, a tu misericordia. Conozco que, contra lo que de tu justicia tiene en mi castigo la persecución que me
bo, puedoofenderte;masconf¡esoqueno puede dejarde hacen. Ordena, Señor, que yo sea su mérito y ellos mi
glorificarte mi castigo. Para el descanso criaste al hom enmienda, para que ni en su venganza ni en mi eno
bre, y la pena para los pecados del hombre. Vuelve, Se jo se pierdan los méritos de tu pasión.- Y juntos en
ñor, por b que hiciste, que fué el hombre ; que el pe esta caridad, seamos, para tu gloria, obediencia pre
cado el 'nombre le hizo y le cometió (a). Yo supongoque miada de tus divinos mandamientos.
soy tan malo que me quiero condenar; yo sé que eres
tan bueno que quieres que me salve. Para este aprieto AL ARGEL DE LA Gl'ARDA.
guardo el decir con tu boca en tu oración : « Hágase tu
voluntad, y ñola mia.» Óyelo que me conviene, no 'o Espíritu soberano, á quien pertenece mi guarda por
que merezco, pues quien pide salvación y comete deli la voluntad divina, que en este piadoso cuidado dis
tos, no solo quiere que le den loque no merece, sino lo tribuye las jerarquías de los ángeles para la tutela de
que desprecia. Dámelo quesabesdar, quítamelo que no los hombres ; tú, parte esclarecida de su eterna mili
sé poseer. Si para asegurar las insolencias de mi mal cia, por la gracia con que permaneciste sin perder
dad conviene ninguna hacienda, poca salud, corta vida, la silla que tantos ángeles perdieron,—te ruego que me
vengan de tu mano por tu misericordia la pobreza, la guies y defiendas de la maldad de mis apetitos, de la
enfermedad y la muerte, y deje las lágrimas en la sepul debilidad de mi naturaleza, de las insolencias de mi
tura quien las estrenó en la cuna. Y en el número y con voluntad, de la malicia de los pecadores, del ejemplo
las circunstancias que están en tu memoria para el cas de los malos, del poder de los tiranos, de la venganza
tigo mis pecados, pasen por tu muerte para el perdón á de mis enemigos, de la invidia de los espíritus amo
tu clemencia, pues Dios todopoderoso me criaste, y tinados, que no perseveraron como tú, y pretenden qu¿
hombre y Dios todo enamorado me rendiste, y solo rei yo caiga como ellos. Ángel santo, yo no sé tu nombre
nas en justicia y misericordia, y eres vida y verdad y ca- para llamarte por él, mas sé tu oficio para valerme
miiio; y yo muerte y mentira y peregrino descaminado. del. Atiéndeme de suerte que mi alma logre tu cui
dado, y mi vida tu inspiración, para que por ti en la
POR LOS ENEMIGOS. gloria restaure tu encomendado el lugar que perdió tu
Señor, muchos y poderosos enemigos me cercan : yo compañero, y tú goces el fruto de tus advertimientos,
y yo el do mi obediencia ; porque yo contigo y por tu
(»} - Yolier por el pecado seria favorecerle; asi Dios no vuelve inspiración morezca el reino de la paz y de la gloria.
sino por la justicia, y es siempre contra el pecado, y siempre fa
vorable al pecador en pretenderle convertido.» (Jáurcgui, comedia Asi lo conceda el que te crió con sif poder y me redi
del Uetrmdo, jornada ju.) * mió con su sangre.

DOTMNA PARA MORIR ".


MUERTE Y SEPULTURA.
Recelar decir á vueslra merced que se mucre, es de las tinieblas, y seamos forlalccidos con las armas
acusarle el discurso de hombre y negarle la razón. de la luz. » Menester es desnudarse de las tinieblas
Bien claro se lo dijo el primer instante de su nacimien quien se quiere vestir de claridad. Debe vuestra mer
to. ¿Qué dia se lo ha callado? ¿Qué hora, qué instan ced oír lo que le digo, con gozo y no con tristeza ; res
te no ha sido cláusula con que el tiempo ha pronun tituir con dolor es negar ; obedecer con lágrimas y
ciado á vuestra merced esta ley, que llama sentencia? gemidos no es virtud, sino villanía (3) : «Los que vi
Señor, vuestra merced está ya fuera de la porfía de los vimos en este tabernáculo gemimos, porque no que
remedios y de la presunción do la medicina. Ya los remos ser despojados, sino sobrevestidos de tal mane
médicos reconocen que esto por la enfermedad ha ve ra, que sea lo mortal incluido en la vida.» Quisiéra
nido á ser paga y restitucion'á la naturaleza ; vuestra mos morir sin muerte, y que la vida nueva comutan
merced reconozca la justicia, y no haga pleitear á la en sí la ya cansada y caduca. Vuestra merced dé bue
tierra lo que la debe. Prevéngase vuestra merced, obe nas nuevas á su alma y á su cuerpo ; al uno se le pre
deciendo á san Pablo : (2) «Arrojemos pues las obras viene descanso, á la otra libertad. Necedad es temer
(t) muerte i ssroLTcn». (i. B. L. F. S.) (3) Qui sumus in lioc tabernáculo, ingemiscjmns graTsti : t»
(i) Abjlciamus crgo opera toncurarum, ct induamur arma lucis. qaod nolumus spoliari, sed supervestiri; nt absorbeatur quid
(Ad rom., mi, 12.) moríale cst, a vita. {E/iist. ti ai cor., v. 4.)
LA CUNA Y LA SEPULTURA. 03
lo forzoso, y delito negar lo debido. Ya, señor, se aca Y protesto que sola es alma mía y sentidos y poten
baron todos los negocios ; la hacienda se queda, la sa cias las que siempre te (0) confesaren, adoraren y fir-
lud nos fatiga, la vida nos deja. Solo liemos de tratar memenle creyeren todo lo que cree y enseña la san
de calificar el olvido para los unos y el desprecio para ta y sola y verdadera Iglesia de Roma. Y es declara
los otros. Toda la vida se lian llevado aquellos cuida ción que si alguna potencia ó sentido mió desesperare,
dos; levantádose lian con las horas aquellas vanida confiare sino en tí, dudare ó consintiere en algo que
des y distraimientos. Demos á la conciencia esto que sea contra esta verdad,— (7) que confieso que no es mió
ya sobra á todas estas cosas referidas, y no le aflija á y le niego, y le desmiento y le acuso, y declaro por con
vuestra merced aquel desperdicióle tantos años, abre denado, como el enemigo invidioso, que en estos tran
viado en este punto, qne nos aguijan los accidentes y ces siempre usa destas armas, por acompañar á costa
parasismos. Oiga vuestra merced a san Pedro Crisó- de tu sangre su desesperación. »
logo cómo le anima, de qué manera le exhorta (1) en Ya, señor, que nos habernos declarado, y tenemos
el sermón xlii (2) : «Esta es la grande y larga y sola iiecha tal protesta, que ha de ser nulidad cuanto el
misericordia de Cristo, que guardando todo el juicio demonio maquinare contra la valentía cristiana con
para un dia, diputó todo el tiempo para las treguas que vuestra merced se defiende, entremos con él en
de la penitencia, para que la parte que de los vicios el campo. Si dijere : «Hombre, que esperas salvarte,
recibe la niñez, arrebata la mocedad, recoge la juven concebido en pecado; y tú, pecador gravísimo, en tri
tud,— (3) ó la corrija la vejez, ó por lo menos enton bunal de Dios, cuya justicia halló mancha en sus án
ces (4) le pese de haber pecado, cuando siente que ya geles (á quien nada es oculto, ante quien tiemblan las
no puede pecar ; y deje el reato, cuando el reato le hu potestades y los serafines), ¿no te contentas de ser pe
biere dejado á él ; haga de la necesidad virtud ; muera cador, sino que añades tal insolencia como entrar en
inocente quien todo vivió en delito.» ¿Qué hay que juicio con aquel ú quien David decia que no entrase
temer con esta misericordia qne nos perdona, si de con él en juicio? «-Respóndale vuestra merced con el
jamos el pecado ; que nos admite, si el pecado nos de propio profeta, y dígale : (8) «Yo diré : Aparta, Señor,
ja ; qne guarda todo el juicio para un dia, y todos los tu cara do mis pecados, y mírame en la cara de Cristo
días para espacio, plazo y espera del arrepentimiento Jesús. »
y de la penitencia? Apadrinado deste consuelo, vengo Malo soy, Señor; mas diré con san Pablo: (9) «¿Para
á decir á vuestra merced que su vida va acabando de qué pues, como hasta entonces fuésemos enfermos
ser muerte para empezar á ser vida. Así lo espera según el tiempo, Cristo murió por nosotros? ¿Apenas
vuestra merced en los méritos de la sangre de Jesu alguno muere por el justo; aca;<f atreveráse alguno
cristo, en la intercesión de los santos, en el patrocinio á morir por el bueno? Encomienda Dios su caridad
de \a Madre de Dios. No me acuerdo de obras ni virtu en nosotros, porque como fuésemos pecadores, según
des, que no es ocasión de confiar por nosotros ; menos el tiempo, murió Cristo por nosotros. Mucho más se
de desconfiar con los tesoros de la clemencia divina. remos justificados en su sangre, ahora salvos de su
Vuestra merced está ya en estado que habiendo ira por él. Pues si cuando éramos enemigos nos re
muerto la salud propia, la enfermedad está para aca conciliamos con Dios con la muerte de su Hijo, ahora
barse. Óigame vuestra merced con atención, y empie reconciliados, mucho más seremos salvos en su vida.»
ce á militar contra los enemigos invisibles, pues nos ¿Qué confianza no nos es lícita por lasangre de Cristo con
representan la batalla. Hagamos primero una confe estas palabras del Vaso de Elección? Juntemos, pues,
sión fervorosa y ardicute, que proleste cuál estandar á estas las de san Juan en la epístola i, cap. I, donde
te seguimos. aconsejando y enseñándonos, dice lo que el ángel amo
■ Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero : tinado y rebelde nos propone cuando nos tienta: (10)
Yo, miserable gusano, que habiendo pasado tantos si «Si dijéremos que no tenemos pecado, nosotros pro
glos antes de mi nacimiento sin ser algo, el haber sido pios nos engañamos, y en nosotros no hay verdad.
algo y ser tierra y ya ceniza es prodigio para la inca Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es para
pacidad de mi miseria; confieso á tí por Dios lodo po perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda
deroso en lo que haces , todo misericordioso en lo que maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacérnosla
perdonas, todo enamorado en lo que padeciste, todo
jnsio en lo que juzgas. Te confieso por mi criador y (6) confesaron, adoraron y Brmcmente creyeron (F.l
por mi redentor ; te oso llamar padre, porque lú me (7) confieso (S.)
lo mandaste ; te pido perdón de todas mis culpas, por (S) Avene rucien) niara a peccalis meis : et réspice in faciera
gue tú (5) le prometes al verdadero arrepentimiento. Chrlsli luí Jcsu.
(9) ¿L'l quid enim Christus, cum adhuc infirmi essemus , secun
dan) tempus, pro impiis mortuus est? Vil enim pro justo qals mo-
(11 es el síroinn ililj.fD.V. A. B. F.l—en el sermoneó. (£.. S.) ritur : nam pro bono forsitan quis audeat morí. Coraracndal autora
iíi Hit est Chríslí magna, larga, sola misericordia, quae ju- charitatern suam Deas in nobis : quoniam cum adliac peecatores
if.e.am omne in diem servavil unum, el liornini totum tempus a ti essemus, seeumluru tempus Christus pro nobismortnuscst: multa
^.-fmteotiae deputavit inducías ; ut qnod de vilils infamia so- igitur magis nunc juslíllcali in sanguino ipsias, salvi eriraus ab
m '{it, rapit adolesrenlía, invadí! jnvenlus, c'orrigat vel senectus : ka per ipsum. Si enim cam iniraicí essemus, reconcilian sumas
el ie pecato, vcl tnne poenilcat, quando senlit jam se non posse Seo per mortem l'ilil ejus ; mullo magis reconcilian, salvi erimus
I . ccare, el lañe salten) , reatnm deserat , quando illum reliquerit In vita ipsíus.
jan reilo s : faciat de necessilale virtulem , morialur ¡nnocens, (10) Sí dixerimus qaoniara pcccalnra non habernos; ipsi nos
qai tolas vixlt in crimine. seducimos, el verilas in nobis non csl. Si confilcamur peccata
(3' i lo (O. V.) — ó la corrija en la vejez (F.) — ó la corrija, ó «ostra; fidelis est et justus, ut remitía! nobis peccata ilustra, et
por lo menos ¡A. B. L.) emuntlel nos ab omiii iniquitalc. Si dixerimus quoniam non pec-
\Á les iB. L. S.) cavimus; mendacem racimas cum, et verbam ejas son est in
v» la i.4 B.L.F.S: nobis.
no OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ú él mentiroso, y su palabra no está- en nosotros.» «¿Cómo el padre podrá dar á sus hijos males por bie
Pecadores somos, y en el hombre que es mentira (Om- nes, estando él dispuesto á padecer por ellos todos
nis homo mendax) , solo esto es verdad. Así lo con los malea?» Pordonaráme el Padre celestial luego, si
fiesa vuestra merced con san Pablo, y con san Agustín, yo acudo á él con verdadero dolor.
que dice: (I) «De su cosecha no tiene el hombre sino Y si dijere á esto el enemigo que con qué confianza
uceado v mentira. »No solo le confiesa vuestra merced al se promete vuestra merced esto, responderá san Pedro
enemigo que ha pecado en algo, sino en mucho, antes Crisólogo, sermón n: Qua spe? qua fiducia? qua cort-
en todo; no solo que es pecador, sino todos los pecados. fidenlia? qua spe? (el propio santo lo pregunta, y el
Esto es acusarse á si , y vencerle á él. No quería él pe mismo responde) Illa qua pater est. Ego perdidi, quoJ
cados de vuestra merced para que loi confesara á Dios, erat filii; Ule, quodpatris est, non amisit. Diga vues
sino para que por ellos desesperara de su misericor tra merced : «Yo perdí por mis pecados lo que me podia
dia ; eso quería. Mas consecutivamente san Juan , el valer por ser su hijo; mas él por su amor no perdió el
querido, el que primero se recostó en la cena tras ser padre.» No tardará en perdonarme; porque como
su maestro Dios y Hombre, en el capitulo n de la dice el propio santo llamado palabra de oro, en el ser
misma epístola dice asi: (2) «Hijos mios, esto os es món ni : (4) «¿Veis que no ve los delitos la fuerza del
cribo para que no pequéis; pero, si alguno pecare, amor? El padre no sabe qué es misericordia perezosa.»
acerca del Padre tenemos á Jesucristo abogado jus Falto de razones acudirá el demonio á la desespe
to, y él propio es sacrificio por nuestros pecados.» ración con insolencia sacrilega, y dirá: «Serás llevado
Este desesperado, que ni so puede arrepenlírni en á los infiernos.» Responda vuestra merced : (S) «Mi ca
mendar, con la verdad no se convence, antes se irrita ; beza está en el cielo.» Si le replicare : «Condenároste,»
dirá: «Dios no quiere que pequen los hombres; él man responderle: «Tú condenado eres, no condenador; ene
da que no pequen; ¿cómo salvándole, pecador, contra migo y acusador, no juez.»
dirá loque manda?» Respóndale vuestra merced y cas P. «Muchas legiones de demonios esperan tu alma.»
tigúele : «Los hombres no ló hacen , que son frágiles y R. Desesperara si no me socorriera quien venció y
vengativos; tú no lo aconsejas; tú no quieres perdón castigó vuestra tiranía. Vosotros, que no esperáis cosa
para algunos, pues ni para tí le quisiste. Dios, que buena y sois desesperados, ¿esperáis mi alma? Los án
es sumo bien y suma verdad, y como es suma jus geles, que son milicia de Dios, la defienden; los santos,
ticia es suma misericordia, manda que no pequemos, que gozan de Dios, la amparan ; la Virgen María, que
murió por nuestros pecados;' y pecando siempre, á es madre de Dios, intercede por ella; la sangre de Cris
nuestra confesión y dolor está rogando con el perdón. to y su pasión la fortalecen.
Que otro no haga lo que Dios hace, que nadie sea P. «Vana esperanza te alienta.»
como Dios, bien lo sabes tú; caro le cuesta: ¿Quis I R. Dios es verdad, y no puede mentir; y tú eres el
sicut Deus? ¿Quién como Dios? Mi defensa es hoy padre de la mentira y el príncipe de las tinieblas.
contra tí lo que fué tu sentencia cuando empezaste á P. «Lo que dejas ves, y no lo que esperas.»
ser contra Dios : yo te repito lo que Miguel le dijo.» R. Lo que veo es mortal y perecedero; lo que no veo
El con ansia confiada dirá : « ¿Tú , lleno de maldades es eterno. Más verdad dice la fe que los ojos ; mejor es
y de torpezas, irás á la gloria, y estarás descansando ver lo que no miro, por las promesas de Jesucristo, que
con Pedro y con Pablo?» Respóndale vuestra merced : seguir lo que aparentemente engaña mi vista ; tú rae
«No iré, si eso fuere, sino con el ladrón á quien, para ani quieres cegar el alma, y que solo vea con el cuerpo.
marme, dijo : Hodie mecum eris in Paradiso. Allí veré P. «Desdichada cosa es morir.»
á san Pedro y á san Pablo; y en el uno me será con 7?. Bienaventurados los que mueren en el Señor. En
suelo la negación, y en el otro la enemistad que an 1 lodo mientes; morir es descanso del cuerpo y justa
tes do convertirse tuvo con Cristo. El miró al uno y restitución á la tierra de la parte que me ha prestado;
llamó al otro; yo espero en su sangre que también es libertad del alma, que en cierta manera resucita.
para mí tendrán vuelta sus ojos y eficacia su voz. Tú me engañaste cuantas veces he creido que nací .i
El es mi Padre, él me mandó que le llamase con ! vivir, pues en naciendo empecé la muerte. Hoy no me
este nombre; yo le alego á tu pesar estas palabras que engañarás, que espero que muero para nacerá la que
dijo, y refiere san Lúeas : «Quien de vosotros pide solamente es vida.
á su padre pan, ¿por ventura darále una piedra? Y P. «Dejas el mundo y sus deleites.»
si le pide un pez, ¿por ventura en lugar de pez 71. En eso no me tientas ; por amenaza me dices lo
darále una serpiente? O si pidiere un huevo, ¿por que merecía albricias si me las pidieras. El mayor be
ventura. darále un escorpión? Pues si vosotros, sien neficio de la muerte es sacar al hombre del mundo y da
do malos, sabéis dar cosas buenas & vuestros hijos, sus gustos. Por ahí empieza á ser vida. Mi dolor es que
¿cuánto mejor vuestro Padre celestial dará buen espí no le dejé yo, antes que la enfermedad y el tiempo ido
ritu al que se le pide?» No puedes negar que estas le quitasen.
palabras no son del Padre celestial, que las dice á P. «Dejas los amigos.»
todos los que como yo le llaman. Yo le pido perdón, R. Ejercitas tu natural, que es no decir verdad; no
y tú me quieres persuadir que él me dará infierno1. los dejo, adelantóme dellos poco espacio, para llegar
Yo digo con san Pedro Crisólogo en el sermón lv : (3) donde ellos caminan tan aprisa. El aire que los de
tiene en esta vida, los embaraza; y la duración de su
(1) De suo non babet homo nlst peccatum, et mendacium.
(2j Filioli mei, bacc acribo vobis, ni non pcccclis. Sed ct si
quis peccaverit, Advocatum habemus apud Patrem , Jesum Cbris- (i) ¿Vidciis quia delicta non videt vis amoris? Tardam miseri-
tum juslum: ct ipse est proptüatio pro peccalis uosiris. cordiam pater nescit.
(3j Quomodo Pater. (ti) Capul mcuui in coclis est.
LA CUNA Y LA SEPULTURA. • . p/7
•liad es estorbo para desnudarse desta cárcel, que yo ¡ rio de la muerte, que es el demonio.» Según esto, ya
d*jo. La muerte no es pena, sino ley; es mandamiento no tienes jurisdicción en esta hora, ni puedes negar
áa soltura para la alma, que deja estos gusanos que la que no habla contigo, pues te nombra. Yo he de resu
aneo de grillos, y esta ceniza á que está amarrada. citar á otra vida eterna , no lo dudo ; firme y verdade
Pea fué del pecado; desembarazo es del espíritu; si ramente lo creo, y de tal suerte, que si se puede de
ais amigos son cuerdos, invidia me tendrán quedan cir, merezco por ello el premio que se gana por la fe.
te; si yo soy bueno, lástima tendré de que se Delante de los ojos me ha mostrado este articulo san
gwden. Pablo y los apóstoles : ellos vieron resucitar ñ Jesu
P. «Dios, que te quita y arranca de tu mujer y de cristo; y le vieron, con multitud de judíos, que resucitó
fa compañía, y la deja viuda; de tus hijos, y los deja á Lázaro; y otros vieron resucitar muertos á estos san
Infríanos, ya te empieza á condenar.» tos apóstoles; y toda la habilidad de la naturaleza con
R. Dios es padre de huérfanos y juez de las viudas (1). siste en solas resurrecciones, y no hay cosa que sea,
Según esto, no pierden mis hijos padre, antes mejoran que no resucite de la corrupción y muerte de otra. San
¿él ; mi mujer no queda viuda, pues si Dios es padre de Pablo á los de Corinto: (5) «¿Dirá alguno cómo resu
sus hijos, mejor es tener á su divina Majestad por juez citarán los muertos? ¿Con cuál cuerpo vendrán?» Res
que i mi por marido. Yo le doy muchas gracias por la ponde : (6) «Necio, lo que siembras, si primero no mue
inefable merced que mo hace de encargarse , siendo re , no renace.» Luego yo siembro este cuerpo y esta
Dios todopoderoso, eterno é incomprehensible , de la miserable vida ; que si no pasa por la muerte y la
viulii de tan miserable criatura. Y yo, no solo le dejo corrupción, no puede renacer.
obediente la mujer y los hijos que me quita, antes se ¿Lo que es agricultura de gloria llamas tormento y
los doy reconocido, y se los ofrezco de todo corazón, miseria? Por eso te llama necio el doctor de las gen
por no aguardar que la muerte, que es cobrador de tes, y dico más adelante : (7) «Siémbrase en corrupción
Dios, me ejecute por lo que yo le debo. Señor, yo pago y resucita incorruptible; siémbrase en oprobio, y re
agradecido, y no apremiado ; y en esto que dejo y vos sucita en gloria; siémbrase en flaqueza, y resucita en
recebisde mí en este paso, conozco vuestro amor, y se virtud; siémbrase cuerpo animal, y resucita cuerpo
ñas en su efeto de la salvación que espero por vues espiritual.» Y esto porque el propio santo nos lo en
tros méritos; pues como dice san Agustín: (2) «Tales señó cuando dijo : (8) «Y lo que siembras no es el
eos ama Dios, cuales hemos de ser por su dádiva, no cuerpo, que ha de ser lo que siembras» sino un grano
cuales fuéramos por nuestro mérito.» desnudo como de trigo.» Este artículo de la fe cató
P. «¿Qué sabes tú lo que será de tu alma, ni dónde lica nos le enseñan en las liazas los gañanes. El labra
iris?» dor no siembra el grano y loentierra para que vuelva
R. Yo no sé dónde iré : por mis pecados merezco á renacer el propio grano ; antes para que con su cor
ir cómico ; por mi dolor y por la sangre de Cristo, y rupción y muerte resucite en espiga vivificante. Así
intercesión de la Virgen y madre de mi juez, y por los dice san Pablo, que no sembramos estos cuerpos en la
ruegos de los santos, y por la solicitud de los ángeles, tierra, ignominiosos, flacos y corruptibles, para que
y eficacia de los sufragios de la Iglesia, espero que no renazcan y resuciten con la misma miseria, sino para
irá donde tú fuiste porque desesperaste. Tampoco sé lo que se levanten los propios, nobles, incorruptibles y
que será de mí en cuanto al juicio ; más sé que le costé espirituales : (9) «El primer hombre Adán fué hecho en
í Dios más que tú, pues al criarme añadió el redimirme. alma viviente, y el postrero Adán in anima vivifican
P. «Mira que con la vida se acaba todo ; que no hay te.» Aquel terreno me siembra y me cntierra, y este
otra vida. » segundo celestial me vivifica. Por esto, aunque me
ñ. Mientes en eso, como en todo, (3) pero con mayor siembra la muerte por el pecado, no he de ser cose
desvergüenza. Yo creo la inmortalidad del alma y la cha tuya, sino del postrer Adán, para quien fui semi
Tida perdurable, que nunca se acaba para la pena ó pa lla y cuyo soy de todas maneras. Enemigo, iwvoy á la
ra la gloría. Esta perdiste tú; estotra que niegas, la pa tierra de asiento, sino de paso; la muerte me renue
deces; y tu condenación eterna es argumento contra va, no me aniquila ; sepulcro se llama la que tiene
tu bisa dotrina. Eterna es mi alma, eternas penas me obras de cuna. Tiene prodigios en fertilidad y suce
rezco por mis pecados, eterna gloria espero por la san sión sin fin la esterilidad de la llama (que tiene pro
gre de Jesucristo. Hizo eterno tu castigo tu culpa, y piedad de consumidora, y no de fecunda ), ¿y será esté
¿uo habia de haber eternidad para mi alma, haciéndola ril la tierra, que siempre y de todo es madre, que es
Mos, que la inspiró en mi cuerpo; para mí, que me el vientre de la naturaleza, de quien decienden todas
arrepiento como puedo, ya que no como debo? ¿Hay las sucesiones de los elementos? Hacen los elementos
y habrá otra vida para ti , que pecaste sobre el peca esta fineza con un pájaro, ¿y negarásela Dios á un hom
do con la obstinación? (Es verdad que no hay otra bre? Si lo fundas en que este cuerpo es de tierra y* do
^ida, sino otra muerte sin fin y sin consuelo. ) Tú per
diste ya el imperio de la muerte ; por eso muriendo (5) I, cap. 15. Sed dicet aliquis : ¿Quomodo resurgunt mortui?
estoy fuera de tu jurisdicción. San Pablo lo dice así : (4) qnalive corpore venient?
(6) Inslpiens lu.quod seminas non viviQcatur nisi priús uio»
«Para que la muerte destruyera al que tenia el impe riatur. • .
(7) Semlnatnr in corruptlone, surget in Incorrnptione. Semina.
dí Pater orphanoram, et judex viduarum. tur in ¡(¡nubilitate, surget.in gloria. Seminalur in inllrmíute, sur
¡D tale» »o« amat Deas, quales futuri sumas Ipslus dono; non ge! invirtute. Scminalur corpas animale, surget corpusspirituale.
fules «ostro mérito. |8) Et qnod seminas, non corpas, quod futurum est seminas,
¡3. perro, (V.) sed undum granum, ut pula tritici.
(*j Ad Hebr., S. Ot per moriera destrueret eum, qui habebat I'J Sicut scrlptum est : factus est primas homo Adam in animan)
«wrü» inperium , ¡d esl, diabolum. I vivcniem, novissiinus Adam in spiritum vivilicantem.
Q-n.
03 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
lodo, enfermo y poseído de infinitas miserias, oye al cede para que se hagan. » Luego si he hecho algo bue
santísimo padre Cirilo Híerosolímitano en la Cateche- no, que no lo hallo, al que me dio la gracia para que
sis iv, tit. Delcuerpo : (1) «No consientas que alguno lo hiciese se debe. De mis obras, en diciendo que son
te persuada que es ajeno de Dios este cuerpo : luego mías, solo me defiende el arrepentimiento qne tengo
cosa de Dios es; y así también mirará por él, y no con yo de mí. Cuanto he hecho mal, lo he codiciado hacer,
sentirá que sembrado en la tierra, sea para el resuci si algo he hecho bueno, entendí que era malo cuando
tar de peor condición que el grano de cebada.» Oye, lo hacia y fui veneno de las virtudes. Y así pido á la
enemigo, á tu pesar, la docta y elegante persuasión divina Majestad perdón de todas mis obras y pensa
dcste santo padre en la dicha Catechesis, tit. De Resur- mientos y palabras, y de las buenas palabras y obras y
reclione : pensamientos que por ser buenos desprecié. Y os pi
«Que trates modestamente tu cuerpo te aconsejo, do. Señor, perdón, apadrinado de las afrentas de vues
porque con el cuerpo resucitarás en el juicio; pero si tra pasión, de todas las malas obras de que me acuer
alguna mala imaginación se te atreviere al entendi do y de todas las que no me acuerdo, como están en
miento, como que esto no pueda ser, de aquellas co vuestra memoria, y de la insolencia de no acordarme
sas que en tí son puedes ver las que no parecen. Dime de cosas que han sido en vuestro deservicio. Señor y
tú propio á mí, ¿adonde estabas ahora cien años? Ima Dios y Padre, perdóname los pecados todos que contra
gina de cuál pequenez y de cuan vil sustancia , en tan ti he cometido, y los que he ocasionado y los que he
ta grandeza de estatura y en tanta dignidad de belleza cometido contra otros. Y aunque me los hayan perdo
has crecido. Después desto, quien pudo lo que no era nado, te pido, Señor, con voces del corazón, que me
producirlo para que fuese algo, lo que ya es cuando perdones el mérito que en su mortificación, al perdo
cayere, ¿no lo podrá restituir, para que vuelva á ser?» narme las injurias que les hice, les ocasionó mi inso
Quien el trigo, que por nosotros se siembra morti lencia. Y porque no se esconda alguna cosa de tu per-
ficado, resucita cada año, ¿por ventura á nosotros,' don, perdóname, Señor, todo cuanto sabes que en mi
por quien él propio resucitó, no podrá resucitarnos? necesita de tu clemencia.
Ves tantos árboles cuántos meses están sin flor, hojas Señor, en remitiéndose el hombre á Dios, nada pue
ni fruto, que pasado el invierno reviven como de la de errar ; cara le ha salido la tentación al demonio ; no
propia muerte, ¿y podrás dudar que nosotros no re era esto lo que él queria; solicitaba satisfacción, y halló
sucitaremos más fácilmente ? reconocimiento.
La vara de Moisen por la voluntad de Dios" se mu P. «Mucho has ayunado, y el ayuno es muy po
dó en serpiente, forma tan disparatada de la suya; ¿y deroso.»
el hombre cayendo, no se restituirá en sí mismo? Yo R. Tú no dices la verdad por decirla , sino por des
no lo dudo, ni consiento contigo, que me aconsejas honrarla, haciéndola servir á una mentira. Poderoso
que no lo crea; y hay eternidad á tu pesar, para tí, que es el ayuno, es verdad ; mas que yo he ayunado mu
la acomodaste á los tormentos, y la ha de haber pava cho, no lo es. Ayunos llamas los míos, porque tú los
mí, que espero emplearla en alabanzas de la miseri quieres así, y si yo no los llorara y los alegara, hecho
cordia de Dios. habías tu hacienda. Yo confieso que muchas veces no
Señor, en esta parte de la inmortalidad no he sido he cenado ni comido , mas esto antes ha sido ahorro que
largo, sino forzoso. Este es el barranco donde muchos ayuno, y miseria que virtud, porque como dice san
se hunden y pierden el camino. Aquí los entendimien Pedro Crisólogo: (4) «Quien ayunando no da su co
tos sensuales y brutos se dejan convencer del pecado mida, sino la ahorra, pruébase que ayuna á la codicia,
y se aprovechan de las dudas de los sentidos, para li y no á Cristo; porque esta miseria, cuanto enflaquece
cencia de los apetitos. Dé vuestra merced á Dios mu el cuerpo, engruesa la bolsa.»
chas gracias que lo ha dado su auxilio para vencer la Yo ayunaba y no comía, ni daba de limosna al pobre
mejor inanición del contrario, y no entienda vuestra lo que excusaba aquel día de gasto ; esto no tué ayunar
merced que hemos acabado con él. En otra senda más yo, sino matar de hambre al ayuno y de sed, pues co
peligrosa veo que tiene á vuestra merced prevenidos mo dice el propio Santo: (o) «Hermanos, el ayuno
lazos enn otro nombre, y que disimulan el serlo. Ya muere de hambre y sed, si el alimento de la piedad no
le veo desbaratado de la parle de las amenazas y temo le sustenta, si la bebida de la misericordia no le riega:
res, muy entremetido con su entendimiento de vues hiélase el ayuno, el ayuno perece, si el vestido de la
tra merced y con su esperanza, mudando lenguaje para limosna no le abriga.» Ves aquí que mis ayunos han
no ser conocido, decirle : « Bien haces en esperar sal sido hambre y sed del propio ayuno, y desnudez y muer
varte, pues has hecho buenas obras y se les debe la te, porque como dice el propio Santo : (6) «El ayuno
gracia.» sin misericordia, simulacro es de la hambre, de nin
Stfñor, mal se cubre con rebozo tan corto, tanto ene guna manera es imagen de santidad. » Por eso me acu
migo. E\ es (2), y ahora peor. Respóndale vuestra mer so de los ayunos que he hecho, porque he sido tan ma
ced con san Agustín: (3) «Premio se debe á las buenas lo, queme he empleado en las virtudes para profanar
obras, si se hacen ; mas la gracia que no se debe, pre- te) Qui jejunans prandium siinm non eroga!, sed reponit, cn
piditati probatur jejnnare , non Cbristo qnia paratas isla
(1) Non patiaris tibi a quoquam persuaderi, quod alicnum sita quantum siccatur in corpore, tantum tumescit iu sácenlo.
Deo corpus hoc. Qui eniro alienura esse i Deo corpus credebant, (5) Serm. vm. Fratres , esurit jejuninm , jejunium sitit , qnod
tanquam alieno qaodam vase in scorlalioncm ipso facile abusi nonpietatis cibo pascllur, quod pota mlsericordiae non rigatur.
sunt. , Alget jejunium, jejunium deOcit, quod non eloemosvnae «llus
(2) malo, y ahora (S.) tegit.
(5) Merces debetur bonis operibus si flan!; sed gratis, quae non (6) Jejunium sinc misericordia simulacrum famis est, Imago
debelar, praccedit, ut llalli. nulla est sanctitatis. (/*i<f.)
LA. CUNA Y LA SEPULTURA. 99
te. Yo, como hipócrita, no adquirí precio , sino com recibido por viático con la mejor disposición que he
pré vanidad; del crédito de Dios hice negociación hu podido, y espero en sola su piedad que rne será gracia,
mana; de los remedios hice enfermedad; la santidad y no condenación, y que su sangre bebida y su cuerpo
convertí en delito, la disculpa en condenación , la se comido me ampararán con su sangre despreciada y su
guridad en peligro. cuerpo tantas veces vuelto á crucificar por mis ofen
P. «Muchas limosnas lias dado, y la limosna mata sas. Y al fin, enemigo de Dios, y por Dios enemigo mió
Ja colpa; mucho has orado al Señor. » y por tu invidia y iniquidad, te despido con decir y
7?. Todo loque refieres de mí, hicieron los fariseos ¡ confesar que ni confio nada en mis méritos ni obras,
condenados, y aquellos hipócritas malditos, que se j ni desconfio de la clemencia f piedad de Jesucristo,
contentaban con los semillantes de los hombres que los Dios y hombre verdadero.
aplaudían. Yo he dado limosna ; no he dado la que,«po- Ahora armémonos, señor, con toda la valentía cris
diaydebia dar, ni á quien debía darla, ni en la manera tiana ; pidamos á Dios lo que nos conviene; no inven
qne man ló Jesucristo que la diese. ¡Cuan grande parte ] temos oración, que pues el que nos ha de dar, nos en
del patrimonio de los pobres ha usurpado mi gula , ti señó cómo lo habernos de pedir, seguros vamos de no
rano de su alimento, y mi avaricia, robadora de su errar la manera del ruego. Diga vuestra merced con
caudal, y mi vanidad, causa de su desnudez, y mi lu migo la oración del Padre nuestro, y advierta vuestra
juria, de su oprobrio! ¡Qué sentido tengo, qué miem merced que diciéndose en la misa tantas oraciones y el
bro, que no tenga obligación de restituirá los pobres sagrado Evangelio y las palabras de la Consagración,
infinita hacienda ! Por esto pido á Dios perdón, tanto de solo cuando se llega el sacerdote á decir Pater nosler,
las limosnas que hice mal como de las que dejé de ha dice primero, previniéndose con tan humilde reveren
cer bien. Y le pido que no desquite la trompeta del cia : « Enseñados con los preceptos saludables, y infor
postrero dia lo que disfamó en los pobres la que yo to mados por la divina institución, nos atrevemos á decir:
qué cuando les daba aquello que solo bastaba á aver Padre nuestro, etc. Y Tertuliano, De oratione domi
gonzarlos con recibirlo. Yo que di con testigos , incurrí nica, cap. ix, da la razón de la majestad desta oración
en el sacrilegio que acotó el Santo palabra tle oro (1) : con tales palabras, que parece siguen causales á mi
«Por lo cual , hombre, si en el pobre logras á Dios , no discurso: (4) «¿Qué hay que admirarse? Dios solopudo
busques hombres por testigos; la fe no busca arbitros; enseñar cómo quería que le rogasen, pues ordenada la
de la verdad del que recibe duda quien no da sin me religión de la oración y animada de su espíritu, cuando
dianeros; quien disfama lo que presta, abrasa con la de la boca divina se llevase, en virtud de su privilegio
vergüenza al deudor.» Y como culpado en semejantes subiese al cielo, encomendando al Padre lo que enseñó
delitos , me acuso dellos.y pido de limosna á todos los el Hijo.» Por esto conocerá vuestra merced cuál virtud
que afrenté con mi limosna, me perdonen, porque se tiene esta oración y cuan seguro camina el memorial
logre la suya, ya que yo me perdí con lamia. que con su nota se presenta. Digámosla con estacón-
Orado he, mas no me acuerdas túde cuál fué mi fianza y atrevámonos á decirla , porque nos la enseñó
oración. Acuérdamelo la conciencia, que á pesar de mi Dios nuestro Señor, y nos mandó que la dijésemos.
olvido, solicita mi salud con todos sus dientes y me PADRE NUESTRO.
dice, prestándole la sentencia el grande padre Agusti
no : (2) « Hablar bien y vivir mal, no es otra cosa sino Grande principio para seguridad de buen despacho,
condenarse por su voz.» Por esto yo que me condeno pedir el Hijo al Padre, siendo así que dijo él (como he
mos referido) que pues los hombres, siendo malos, sa
por mis palabras, me amparo de las de Jesucristo, y de
ben dar cosas buenas ásus hijos, que él, siendo buen
sus promesas contra las tuyas.
P. « ¡ Gran sacramento es el de la Eucaristía ; gran padre, 1o hará mejor.
Esta esperanza tiene por fiador en el Evangelio estas
de eficacia tiene ! Frecuentemente le has recibido ; él palabras del propio Cristo. Hijo es vuestra merced,
es viático, no tienes que temer ; poco há que te le die
y vaá ser juzgado de su padre. Animosamente puede
ron.» entrar en este juicio, porque aunque es Dios tau justo
R. Eso me dices tú, y san Pablo dice que quien in que no perdonó á su propio Hijo, su Hijo, á quien no
dignamente le toma, que come y bebe juicio contras!. perdonó, murió porque fuesen perdonados otros hijos
Según eso, yo he comido juicio contra mi. Mas no por
que á él le bajaron á la muerte.
eso desespero; que ya sabe Dios perdonar delitos de
comida, y quien perdonólo que se pecó comiendo con QUE ESTÁS EN LOS CIELOS.
tra él, perdonará lo que se ha pecado comiéndole á él; Porque son habitación de los ángeles, que te alaban,
que quien no comulga dignamente, no comulga; por- y de los santos, que te conocieron y confesaron, y de las
qoe, como dice san Agustín : (3) «Quien no obedecen vírgenes, que te acompañan, y están abiertos para los
Cristo, ni come su pan ni bebe su sangre, aunque el sa que desta vida pasaren en tu gracia, uno de los cuales
cramento de tan grande misterio para juicio de su pre deseo ser yo por tus méritos y con el favor de tu gracia.
sunción cada dia le reciba indiferentemente.» Yo le be Que estás en los ciólos : para que se vea que no hay
otro como tú, que estando en lo excelso de los cielos,
di «¡ el sermón ir. Unde homo si in parjpcro Deo faeneras, miras lo humilde de la tierra. Esa confianza tengo, que
testes Domines non reqoiras: Deles arbitros non rcquiril. De acci-
jicotis Bde dispotat, qui sine rucdiaturibusnil Jat : qui credita por ser yo de la tierra lo más humilde, me mirarán tus
diiTinut, orit verecundia debitorem. ojos, gue tantos corazones han derretido.
rt) Benc autem loqui, et malé vivero, niliil aliud est, qttam se
tai tore damnare. (t) ¿Qnid mirum? Deus solos docerc potnit ai se vellct orarl-
<3' Qo¡ diseordat a Christo, nec panero ejas manducat, nec san- Ab ipso igitur ordinata religio orationis, et de spirilo ipsins jan;
fuinem btbil, etiarosi lantae reí Sacramentum ad judirium suae tunecum ex ore divino ferretur, anímala sao privilegio ascendit
praesuuipUonís qaotidie indifícrenter accipiat. • ln coelum commendans Patri, quae Filius docuil.
100 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Que estas en los cielos: juez y padre, que estás en i EL FAN NUESTRO DE CADA DÍA (5) DÁNOSLO HOT.
los cielos, tan apartado de las pasiones de la tierra, no
acobarda tu enojo contra mis ofensas el arrepenti Cierto es que tú, todopoderoso, que nos das tu pan, y
miento con que te llamo desde encima de la tierra, no solo nos le das sino que en pan ted-sá nosotros, que
cuando voy debajo della, para que me lleves al cielo, nos darás, siendo tus hijos, el pan nuestro de cada día.
donde estás ; pues la casa del padre es nido de los hijos; Yo te le pido boy ; dame, Señor, aquel alimento de que
aunque se huyan, se vuelven : lo que yn hago con más necesitan los descaecimientos de mi espíritu. No te
vergüenza que aquel perdido, pues en mis pecados y | pido de aquel pan por quien tu dijiste : «No en solo pan
abominaciones he guardado peores y más bajas'bestias ! vive el hombre,» sino de aquel pan hombre y Dios, en
que él. ! que solamente se puede vivir, por ser pau vivo y pan
Alegróse con el (1) pródigo el padre que estaba en la ! de* vida, que deceudiú del cielo.
tierra; más te alegrarás tú, Padre, que estás en el cielo,
PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, COMO NOSOTROS PERDONA
con el (2) pródigo de vicios, con el miserable de vir
MOS Á NUESTROS DEUDORES.
tudes.
Señor/entes que incurramos en el rigor desta cláu
SANTIFICADO SEA (3) TD NOMBRE.
sula y pidamos contra nosotros mismos, digamos. Se
Si me castigas, Señor, santificado sea tu nombre de ñor, delante de vuestra presencia y para mi remedio :
justo juez en mis tormentos ; si me perdonas, el de mi Yo perdono de todo corazón á todos mis enemigos todo
sericordioso en mi descanso; si me acoges, el de padre lo que les puedo y debo perdonar, y les pido perdona
en mi refugio ; si me consuelas, el de consolador en mi ellos de no haberlo hecho antes, y á tí de no haberte
gozo ; si me quebrantas, el de vengador en mis penas; obedecido hasta ahora. Y en virtud deste perdón y ale
que yo, Señor, no puedo, aunque lo rehuse, dejar de gándole á tu clemencia, en virtud de tus promesas, te
dar gloria y santificación á tu nombre, pues la que no pido que me perdones á mi, pues yo he perdonado á
te diere (salvándome) en el cielo (como espero de tí por (0) los que fueron mis deudores.
tí) á tu clemencia, le daré condenado, á tu justicia, lo
que temo. Por que, aunque yo he ofendido todos tus T NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN.

nombres y no los he santificado, para desenojarlos me Y pues, Señor, contra tus mandamientos, yo me he
acojo al de Padre, que tú me mandaste decir cuando arrojado y despeñado en tantas tentaciones y sé de mi
algo quisiese alcanzar. que me he de hacer caer en ellas, como padre que es
VENGA Á NOS Tü REINO.
tás en los cielos, aunque yo me deje caer en tentacio
nes por mi flaqueza, no me dejes tú caer en ellas por tu
Señor, ¡ qué misericordia no usas con los hombres ; bondad.
pues siendo nuestro bien y nuestra obligación ir nos
T LÍBRANOS DE MAL.
otros á tu reino,—viendo que huimos del, humillas la
majestad del imperio inmortal tuyo ; y porque no ca Yo me confieso esclavo y prisionero del mal, á quien
rezcamos de tu reino, nos mandas que podamos decirte ■ me entregué de mi propio albedrío. Tú eres mi reden
que lejnviesá nosotros, que no queramos ir á él; an- I tor ; líbrame del mal que yo escogí por dueño, de quieu
dando en busca nuestra y rogándonos tu misericordia ' sin tí no puedo librarme y por quien te dejé á ti, que
con su reino, que despreciamos por nuestra cárcel ! eres sumo bien.
Más elocuente que ladrón era Dímas, y también sabia Señor, yo te he pedido á ti, que eres mi padre, lo
pedir como hurtar, y con más dicha. El no dijo : a Ven- que tú me mandaste que te pidiese, con las misma*
gaá mitu reino;» sino:«Cuandoeslésentureinoacuér- palabras que tú dijiste. Óyeme en tí propio, mírame en
date de mí, Señor.» Por eso oyó : «Hoy serás conmigo la cara de Jesucristo, y aparta de mis pecados tu cara.
en el paraíso.» En tus manos encomiendo mi espíritu, pues tus manos
Yo, que no soy tan bueno como él, no me atrevo á me hicieron. Yo, delincuente más que el ladrón, te
decir que te acuerdes de mí en tu reino, sino que ven pido que, pues estás en tu reino, te acuerdes de mi,
ga á mi, para que yó entre en él. como él te pidió que te acordases del cuando (7) estu vie
ses. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Las
HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
llagas de los clavos que están en ellas te dirán que son
¡Qué mal he (4) repartido mis obras con tu voluntad efetos del amor con que padeciste por mi, y en ellas
y la mia ! Todo el espacio de mis años he dicho que se verás lo que de tu pasión se pierde, si recibiendo mi
haga mi voluntad, y la he hecho, y solo este breve ins alma en ellas, no la defiendes. Y por tus méritos y la
tante de mi muerte digo que se haga la tuya. Con to intercesión de tu Santísima Madre, que invoco y en
do. Señor, pues mi voluntad siempre ha sido de pecar cuya abogacía me afirmo, (8) me hagas partícipe de tu
y perderme, y la tuya de darme perdón y salvarme, en misericordia en el descanso de los escogidos, para que
pedir que se haga tu voluntad pido mi remedio y mi siempre te (9) alabe.
perdón. Hágase, Señor, así en la tierra, que soy yo,
(5) DÁNOSLE (S.)
como en el cielo, donde tú, eterno y clemente padre, (6) lodos los que (Id.)
estás. .■ . (7) en él estuvieses (Id.)
(8) me baga (B. F.)— no me haces (D. V. A.)
(1 j% prodigio (K.) • (9) alaben. Fin. (V.) — alabe. Fin (i).) — ... Fin ie la ciña y te-
(3) EL TU MIUDRE. {Id.) pullura. (A.) — ,,, Fi* i( I» Vi/clriiia para morir. (B. F.)
U) repetido \U.)

«N DE LA CUNA Y LA SEPULTURA.
LAS CUATRO PESTES DEL HUNDO,

LAS CUATRO FANTASMAS DE LA VIDA.

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,

CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO, SEÑOR DE LA VILLA KE LA TORRE DE JUAN ABAD (a).

VIRTUD MILITANTE

CONTRA LAS CUATRO PESTES DEL MUNDO.

(1) INVIDIA. (6)


La Iglesia católica nos lia enriquecido con la doc trecho, que ciñe en pequeños espacios corrientes de
trina de tantos santos padres y doctores, que no te profundos mares de ciencia. Empero todas estas dig
nemos ocasión de mendigar enseñanza de los filósofos; nidades de espíritu sublime, que fulmina con las razo
rarjor y más segura escuela es la de los santos. Agu nes, que hace hablar cada letra de por sí, se lee aven
dísimo y admirablemente docto fué Séneca; su estilo, tajado en san Pedro Crisólogo. Por esto yo, que quiero
con la brevedad de las sentencias, tiene obras de es- enriquecer mi discurso con el oro de sus palabras, y

• i Vulgarmente «mócense estos discursos bajo el nombre de al lin de la Virtud militante, y es su natural y legitima conclusión,
Virtud militante contra las cuatro pote» del mundo. el Afecto fervoroso del alma agonizante con las siete palabras que
Coma todas las obras postumas de don Fmscisco, fui' publica dijo Cristo en la cruz. Don Nicolás Antonio creyó con harta lige
da con ñoco esmero, e Inventado por el editor el frontis, susti reza que este rasgo piadoso permaneció inédito hasta 1660, en
tuyendo un litólo de propio capricho al que su autor quiso darle. que supone le dio a conocer Foppens incluyéndole en su colec
Bé aquí el de la primera edición , tal como lo borrajeó el mer ción de Bruselas.
cader de libros Roberto Duport, que tuvo empeño siempre en ade Cuatro ejemplares he tenido a la vista para Ajar mi texto, y sus
lantarse a publicar obras desconocidas de tan feliz ingenio : variantes van en esta forma señaladas :
Virtud militante contra tas cuatro pestes del mundo, envidia , in- Z. La edición principe, de Zaragoza de 1651.
frtOtmi, soberbia y ataricia; con las cuatro fantasmas, desprecio B. La colección de Madrid, por La Bastida, de 1658.
de l* muerte, tida, pobreta y enfermedad. F. La de Bruselas, hecha por Foppens, en 1670.
El mismo librero, sin embargo, en la dedicatoria que dirigió al S. La de Madrid de 1790, por Sancha.
focal de la orden de Santiago, don Gregorio de Tapia y Salcedo, Eo todas hay tal cual sustitución acertada y muchos descuidos
rnnlro qne con el rótulo de Las cuatro pestes y las cuatro fantas y yerros necesitados de enmienda.
mal del mundo llegó a sus manos este rasgo fllosófico-cristiano, (1) Envidia. (B. F. S.)
■eo de los mejores frutos del ingenio y recto corazón de Queve- ib. Escribió este discurso y el de la Ingratitud Quevebo en el
«e. To, con semejante dato irrecusable, no vacilé en restaurar el otoño de 1635, sin duda con ocasión de la guerra a muerte que
■tato de la obra, procurando acercarme al que nuestro autor de alevosamente le declararon el padre Niseno, Montalran y Pacheco
bí* de baber imaginado. La cual, escrita durante los anos de 1635 de Narvaez, en unión de otros cuatro escritores menudos y envi
y 1636, en dos partes se divide , encaminándose la primera a es diosos. Como el lin de ellos era desencadenar las bajas y viles
tudiar y remediar las cuatro pestes del mundo , a saber, envidia, pasiones del vulgo, concitando la animadversión pública y el rigor
afrailad, soberbia y araricin; y procurando la Otra desvanecer de los tribunales de justicia y del Santo Olido contra el escritor
las cuatro fantasmas de la tida, que son muerte , pobreta, despre- satírico y desenfadado, valiéndose de todo género de malas artes;—
am j enfermedad. por ello tuvo Don Francisco que seguir en sn Virtud militante un
Ignoro por qne el autor no dio a luz tan precioso libro. Salió rumbo enteramente Jistinto, triunfando de sus enemigos con la
por vez primera en julio de 16S1 , y parece que no entró en colec fuerza de la verdad y del raciocinio, y con la doctrina de los san
ción hasta la de Madrid de 1658. ios y de los filósofos.
Taiio ta ella como en la edición primera de 1651 imprimióse
102 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para escribir en buena moneda, empezaré con las que nombre de alabanza, con rebozo de respeto; en los
predicó en el sermón cuarto del hijo pródigo: «La in tribunales con nombre de interpretación y de medio;
vidia es mal antiguo, primera mancha, anciana pon mucha en las amistades con traje de celo; mucha
zoña, veneno de los siglos. Esta en el principio eolio en los padres con semblante de gobierno; mucha en
y derribó al ángel del cielo. Esta desterró del pa los hijos en figura de obediencia. El hombre, ó ha
raíso á nuestro primero padre. Esta arrojó de la casa de ser invidioso ó invidiado, y los más son invidiados
paterna este hijo primogénito. Esta á la progenie de y invidiosos ; y a! que no fuere invidioso, cuando no
Abrahan, al pueblo escogido, armó para la muerte de tenga otra cosa que le invidien, le invidiarán el no
su autor y de su salvador. La invidia es enemigo do serlo. Quien no quiere ser invidiado, no quiere ser
méstico; no bate los muros de la carne, no conquista hombre; y quien es invidioso, no merece serlo. El
las fortificaciones de los miembros; solo combate los invidioso es adúltero de los bienes, pues deja los pro
alcázares del corazón, y antes que las entrañas lo sien pios por los ajenos.
tan, captiva y lleva en prisión la misma alma, señora Los que más se quejan porque los invidian, son
del cuerpo.» los que siempre están haciendo porque los invidien.
Aquí está lá invidia difinida, aquí ejemplificada; Quéjanse de lo 'que hacen; en esto se verá la calidad
aquí se descubre su intento, se nombran sus armas; de lo que hacen. Muchos blasonan con vanidad el
se dan sus señas. Su linaje es el más antiguo de to lener muchos invidiosos, y estos son los peores in
dos los vicios; mas no por eso adquiere nobleza. Antes vidiosos de si mismos. De la invidia los que más fre
nació que el mundo, para que hubiese quien destru cuentemente se quejan son los propios invidiosos; y
yese el mundo en naciendo. con razón (2) ellos solos se deben quejar della, pues
La invidia fué vientre de los pecados, el pecado solo para ellos es mala, sí bien para todos es peligrosa
fué parto primogénito de la invidia. Adelantóse el án la invidia. Atormenta al que la tiene, y canoniza al
gel al hombre en este parto; succedió al ángel el hom bueno que la pade.ee. Virtud invidiada es dos veces
bre. El bien fué primero que la invidia, porque es virtud.
tan mala, que solo aguardó á tener buen» madre para La invidia está flaca porque muerde y no come.
ser ruin hija. Si el bien la hizo mala, ¿quién la hará Sucédela lo que al perro que rabia. No hay cosa buena
buena? Ella hizo ascuas del infierno las luces del sol: en que no hinque sus dientes, y ninguna cosa buens
persuadió á los serafines á ser demonios; hizo que la entra de los dientes adentro. No hay invidioso que
perdiesen las sillas de (1) gloria, y luego que el mundo confiese que lo es, y que no se queje de que lo iuvi-
fué recien nacido, procuró que el hombre no las po dian. No quiere ser lo que es, y quiere que los oíros
blase. Dilatólo en Adán ; osó estorbarlo en Cristo con sean lo que no son.
el sueño de la mujer de Pilátos, que procuraba excusar Ninguno invidia en otro la virtud; proposición que
en su muerte el medio de aquella restauración. ¿Qué sacaré de paradoja, mostrando la verdad manifiesta.
no ha intentado la invidia? En el ciclo y en la tierra Invidian al virtuoso, no la virtud : invidianle la ala
¿qué ruina no se escribe debajo de su nomine? Por eso banza que le dan, la paz deque goza, el crédito que
la llama nuestro santo «veneno de los siglos». Ellaalo- liene, el respeto que le tienen. Invidian riquezas y
siga todas las edades; ella es inducidora de muertes. hermosura; mas ninguno invidia al mar los tesoros
El propio santo en el mismo sermón lo dice: «¡Oh que anega, ni á los montes los que sepultan, ni al sol
hinchazón de la invidia! ¡En una casa grande no caben la belleza que derrama, ni á las estrellas la que cen
dos hermanos! Hizo la invidia que toda la latitud del tellean. Empero no es moderación ni modestia de la
mundo fuese angosta para dos hermanos; pues ella invidia el no invidiar su hermosura al día y sus tesoros
incitó á Cain para que diese la muerte al que era menor, al Océano, cuando invidia remedos desaliñados de
para que hiciese solo la malicia invidiosa al que la ley belleza en otro, y átomos de oro en un mendigo. No
de la naturaleza hizo primero.» Ella derribó al ángel, es (corro dije) modelación sino malicia, pues solo
sedujo á Adán, hizo á Cain fratricida, y dio la muerte no los invidian porque los montes, el sol y los mares
á Abel, cuya sangre fue la primera mancha de la tierra; son cosas que no pueden afligirse de que los invidien.
y por esto la llama san Pedro Crisólogo primera man Muchos hombres hay invidiados de olios, y mu
cha de enfermedad, que se introdujo en la salud de chos que invidian á otros, y. muchos más que se in
los ángeles, que estrenó al primer padre y al primer vidian á si mismos. Parece esta invidia nuevamente
hijo. ¿Cuál descendiente presumirá, rodeado de cuer hallada, y es la más antigua. No la vemos, porque
po, asegurarse della? Y si en el cielo ya no puede en está en nosotros. Dime, hombre, que extrañas osla
trar, de la tierra, por el pecado que introdujo, ya no doctrina, ¿qué instante vives sin que los apetitos
puede salir. Fué causa del pecado, y es su castigo. del cuerpo no te invidien las virtudes del alma, los
Conócese la vileza de la invidia en que no hay in- gustos de la tierra los gozos del cielo, los pecados
vidioso tan vil, en quien no halle otro invidioso que de tu flaqueza los méritos de tu espíritu? Segunesto,
invidiar. Do nada tiene asco, pues de sí no le tiene. tú propio en ti solo eres invidiado y invidioso. El Após
No solóse invidian los bienes, sino los males; no solo tol dijo que el espíritu militaba contra la carne, y la
las honras, sino las afrentas ; no solo la prosperidad, carne contra el espíritu. Luego tú, que eres compuesto
sino la miseria. Tanto siente el invidioso que otro destas dos cosas, eres una perpetua milicia, y tu com
tenga poco mal como mucho bien, poca afrenta como bate continuo (3) : campo de batalla eres dichoso, si
mucha honra, poca miseria como mucha prosperidad. en tí vence la mejor parte.
Grande invidia anda desconocida en los palacios con
(2) estos ÍS.)
(í) la gloria; fi.) (5) campo de batalla. Eres (Id.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
Poco he dicho en decir que el hombre es invidioso sidad del mundo cosa peor (fi) habitada y ahitada, y
de si mismo : oso (1) afirmar que todo el hombre está peor asistida que la oreja del príncipe; no la Libia,
compuesto de invidias. No tiene el hombre sentido con sus venenos animados; no ra Tesalia, con sus yer
qjenohmdie á los otros sentidos; no tiene miembro bas, milicia de la muerte; no el África, con el horror
q« m sea invidiado de los otros miembros. No nos de sus fieras. Estos en los desiertos y las montañas
¿eternos en lo material del cuerpo : no tiene po- tienen ociosa su malicia, sin ejercicio su muerte, sin
teíque no invidie á las otras potencias. Yo lo ve culpa su veneno. Advierte, empero, que todo el irá-
rificaré por su orden. fago de los soberbios, de los invidiosos, de los tira
¡Quién encarecerá la invidia que tienen los ojos, nos, de los impíos, de los crueles, de los hipócritas,
vliristadel lujurioso á los demás sentidos: pecado no sale de la oreja del principe; que cuando por
indico solamente de sentido diáfano y resplandecien su bondad no la inficionan, la embarazan, la dificul
te, que en el cuerpo humano con la luz parece que tan y hacen temerosa con grande riesgo del monarca;
solo desmiente la ceniza y el polvo mortal; que en pues si bien le es fácil no dejar que todos pasen de
!i noche de nuestra corrupción tiene presunciones de su oído, casi le es imposible echarlos de su oído á
cielo; que en tanta tiniebla de tierra hace oficio de dia; todos. Poco caso hace la maña de los que sitian las
que por su belleza parece más de casta de alma que coronas , de la libertad y desembarazo de sus ojos,
de cuerpo? ¡Oh , cuan indigna mancha es la invidia en del desahogo de su olfato , del apetito de su boca,
tan noble parte, que por su esplendor más parece cons del ejercicio de sus manos. Déjanle estos cuatro sen
telación que sentido, en quien parece que juntamente tidos desembarazados, porque embarazado en estos,
se « el alma cuando con él ve el cuerpo ! Conside les deje desembarazada la oreja. Y si se ha de decir
remos sus (2) distraimientos en el lujurioso. Por sa todo, su invidia no le deja algún sentido, pues> por
tisfacer este á sus ojos disipa su patrimonio á los de ella le cierran los ojos, le usurpan el gusto, lé es
más sentidos; no se viste, por ataviar su pecado; no tragan el olfato y le atan las manos.
come, por alimentar su perdición; no oye su enmienda La propia invidia se verifica en el gusto de la boca
y su remedio, por atender á su desvarío; no toca ni del glotón, no menos vil, y más bestial y asquerosa.
trata lo que le habia de guiar, y gasta su tacto en lo Este se bebe la vista, se come sus manos, se traga
que le atormenta y despeña. No tiene olfato para la sus vestidos y su patrimonio. No come para vivir,
hediondez de su culpa : todos sus sentidos despoja y vive para comer, y mucre porque come, y las más
pwe en esclavitud la invidia desordenada de sus veces comiendo. Nació para consumir las cosechas,
ojos. para agotar las vendimias. Este embriaga su olfato,
Pues considera el oído , que en la eminencia del aprisiona sus pies y sus manos con la gota vengadora
edificio del hombre tiene su órgano, compitiendo el de los brindis; restituye en lágrimas vergonzosas por
stiwal«(3) ojos; en la cabeza, palacio ; en la corte del los ojos las bodegas que enjuga.
discurso racional, camino retorcido y paso al comer La misma invidia (7) no menos disfamados tiene á
cio del entendimiento; locutorio angosto, en las clau los demás sentidos : el tacto, en las manos del jugador,
suras del alma retirada. Mira en el vano y presumido, del homicida; el olfato, en el afeminadamente delicio
con cuánta invidia tiraniza sus legitimas á los demás so, que afecta disimular la corrupción de su cuerpo y
sentidos. Atiende ál (4) ambicioso y vano, y verás quiere más olerá carbón disimulado en aromas y á em
que porque sos oídos, glotones de alabanzas, lisonjas belecos del celebro distilados en aguas, y á vómito pre
! adulaciones, se embriaguen en un ahito perpetuo cioso dM más fiero monstro del mar, que á hombre, sin
desta Tianda contra los ojos, no puede ver sino al ver que presto olerá mal á los hombres, y que (8) des
cauteloso que lo lisonjea, (5) al astuto que lo adula, poja los demás sentidos, por presumir de una mentira,
al mentiroso que lo alaba; que para pagar mentiras y que en tanto que los demás tuvieren olfato, no puede
fe» testimonios se empobrece y desnuda ; que por ser verdad ni desconocida. Dime, hombre, ¿qué dia no
•Me comer al qne lo engaña y desvanece, no come; padecen por esta razón unos sentidos tuyos invidia de
fie fasta lo que tiene porque le digan lo que no tiene; ¡os otros, ó uno de todos, ó todos de uno? No tiene esta
qie porque le digan que es lo que él sabe que no es, disensión medicina, si no los haces (9) servir á todos
.' |o que el que se lo djee sabe que no quiere ser, en la obediencia de la ley de Dios, que entonces con
d"ja de ser lo que es y ío que debia ser. Este no ve siderados, cada uno asiste al otro, y todos á tí.
'• que mira; este no huele en la vanidad de la adu- Llegado hemos á la invidia sediciosa que amotina
Won el humo del engaño ; este en la golosina de todos tus miembros, unos contra otros, en discordia
JJ lisonja no gusta el acíbar del peligro; este en lo rebelde. Mira en la invidia de tu cabello (que por es
Mando de la mentira no toca lo áspero de la perdi pléndido que sea, no puede disculparse de excremen
ción; lace que la vista y el gusto y el olfato y el to), el cuidado en que pone á tu cabeza la presunción
tacto sirvan violentamente á la invidia del oído. con que está encima delta, el trabajo que da á tus ma
Si esto osas considerar en los príncipes, colmarás nos su composición (10) y aliño. Nota en los afanes quo
« congojas tu consideración. No hay en la univer- los caprichos de tu cabeza ponen á tus ojos, á tu boca,
á tus manos yátus pies. ¡ Cuántas peregrinaciones debe
ltiislrnir(Z. B.)
!• distraimientos. Por satisfacer (S.) la curiosidad de tus ojos á tus pasos, cuántos riesgos
! ' ojos, en la cabeza palacio, en la corte del discurso racional. (6) abatida (B. S.)
f.!ü° B' F-,_ 'íos en '* C4be" : P»lac¡o en la wrte del dis- (7) no menos difamada tiene (Z. B. F.)
"w racional : camino (SO (8) despojados de mas (£.) — despojados los(S.)
IJj ambicioso, y veris (S.) é
(9) i servir todos (S.)
ffl Mito, ove lo adula; i,Z. B, F.) (10) d aliño. (B. S.)
104 OBRAS DE PON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
debe tu cabeza á los pasos de tus pies, cuántos peligros que yace debajo del bien, es delito y rodeo. No es bien
todo tu cuerpo á las palabras de tu boca, cuántas en perfecto el que sirve de máscara al mal. Bien que anda
fermedades á tu estómago las demasías de tu gargan con malas compañías, á nadie acompañará bien. No es
ta, cuántos temblores y sustos á tu corazón el aloja bien el mal que parece bien, antes es mal hipócrita, que
miento de tus manos! Si eres glotón, andas desnudo para ser peor añade el ser hipócrita al ser mal. Por la
por comer; si eres galán, no comes por vestirte; si eres razón que la voluntad debe huir del mal que parece
soberbio, no hay miembro que no aventures por ven bien, ha de seguir el bien que parece mal. Todo lo hace
garle ó por despreciar á los otro.;; si eres jugador, tus al revés la voluntad cuando está doliente de invidia, pues
manos te disipan todo; si lujurioso, tus ojos. Según con ella se hace (4) de las otras dos potencias. A la me
esto, tú eres una población de inviriias, que vives y pa moria la convierte en voluntad cuantas veces se acuer
deces. da desolo lo que quiere y se olvida de lo que no quiere
Hasta aquí no pasa de la corteza la invidia; yo te la acordarse, y al entendimiento siempre que entiéndelo
hallaré en lo más interior, habitando las potencias de que quiere y ignora lo que debe querer. En ella está el
tu alma, que son memoria, entendimiento y voluntad. ' acierto del entendimiento. David lo dijo en el salmo
Esta invidia es eterna y (i) facinorosa contra la sal primero cuando trató del varón justo ydel impío, cuan
vación. Prevente. do hablando de la voluntad del varón bienaventurado,
No solamente estas potencias son invidiosas unas de dice : «¥ en la ley del Señor su voluntad, y en su ley
otras, sino de si mismas. La memoria de lo que es un meditará de día y de noche.» ¿Ves cómo la voluntad,
hombre, y no de lo que no era ni de lo que dejará de que hace su oficio estando en la ley del Señor, causa
ser, mis es olvido que memoria. San Pedro Crisólogo que el entendimiento medite en la ley del Señor de día
acusa gravemente la invidiadesta memoria, qiiesehace y de noche ; y que desto resulta lo que en otra parte di
olvido y la llama causa del mayor desatino del alma en / ce el Espíritu Santo cuanto á la potencia de la memoria,
el sermón ci : « Hombre, (2) tú no te viste cuando Dios te j prometiendo que «en la memoria eterna será el justo »?
amasaba polvo ; pues si te vieras hacer, no lloraras verte j No puede la memoria alegar que el Espíritu Santo no la
morir. Vístete perfecto, vístete viviente, vístete her advirtió de su ocupación. Ya dijo : «Acuérdate de tu
moso, semejante á tu autor te viste. No sabias de qué Criador en los días de tu juventud.» Esto cuanto al al
eras, cuál eras, porque ni te viste nacer ni morir. Por ma. La Iglesia, viendo que se desentendía, por acor
esto ú la naturaleza lo diste todo, á ti mismo á tí, á Dios darla de si , la dice : Memento homo, quia pulvis es.
nada.» ¿Ves la invidia de tu memoria en (3) no querer « Acuérdate , hombre , que eres polvo.» Si la memoria
acordarte délo que oyó para tu remedio, sabiendo que te acuerda de tu Criador, que la crió de ceniza á su se
tus ojos no lo pudieron ver? Nota para tu desengaño mejanza , y de sí , que fué ceniza y la vive y lo será ; y
cuántas invídías amontonó con la suya : invidió á la na desto acuerda al entendimiento para que lo medite, y i
turaleza, con dárselo todo, los premios de la gracia; in- la voluntad para que ame á su Criador y se tema y se
vídióte los premios de la gloria, con hacer que te die desprecie á sí,—haciendo su oficio ocasionará que le ha
ses tú ú tí mismo, pues por estas dádivas descaminadas gan las demás potencias, y á ellas y á sí librará de su in
quejaste pobre de l¡ para dar á Dios algo, á quien le vidia. Persuádete, hombre, que padeces en tí más in
debías todo; invidió á tu entendimiento el reconocer vídías que en los^tros, que no solo eres invidiado y in-
se, y á tu voluntad el elegir lo mejor. vidíoso, sino república de invidias; que no solo están
. La propia invidia se tiene el entendimiento á sí pro cerca de tí y arrimadas á tu persona, sino en tu perso
pio muchas veces; cuando se da por desentendido de lo na y dentro de tí mismo.
que solo debía entender, cuando asiste á las noticias pa No lo hemos dicho todo. ¿Quién se persuadirá que
sadas, con que la memoria lo divierte, y no á los escar se sirven los hombres de las propias virtudes para in-
mientos y advertencia con que le amonesta; cuando vidíar las virtudes á los hombres? Si los que lo hacen
gasta su atención el entendimiento en loque sucedió, lo ignoran, verifiquemos esta malicia facinorosa, este
para ostentarse erudito, y no en las causas por qué su sacrilegio enconado y cruel.
cedió, y para qué, con que pudiera ser acertado ; cuando La misericordia es virtud muchas veces coronada, es
quiere más ser docto que aprovechado. Entendimiento merced enternecida, es un amor materno ; la más amar
que se detiene solamente en la narración de la memo telada diligencia para el perdón, la medicina más eficaz
ria, más se muestra memoria que entendimiento; esta, y suave para nuestras dolencias, de quien nuestra vo
invidia es que tiene al oficio de la memoria. Entendi luntad usa sin consentimiento aveces de la justicia. Esta
miento que no entiende sino lo que quiere entender, y queremos todos para los otros, y pocos para sí. Aquella
no lo que debe, antes es voluntad que entendimiento: queremos todos para nosotros mismos, y no para los de
el confiesa la invidia que tiene al ministerio de la vo más. Atiende agora, ó tú (5) cualquiera, que pretendes
luntad. informarte con útil verdad, á la sagacidad hipócrita con
La voluntad con más encarecido perdimiento se in que el invidioso, enmascarado de piedad, viendo á su
vidia á sí y á las otras potencias : ella con su culpa es amigo en trabajo y pobreza, empieza la murmu ración En
culpa y pena de las demás. No la excusa el querer el vidiosa, por la aparente misericordia, diciendo : «El co
mal, debajo de razón de bien, después que la ley evan razón melastima verá fulano pobreó preso; porque aun
gélica con sus preceptos quitó al bien el rebozo del mal. que es verdad que se ha bebido su hacienda, ó cometido
Dejar el bien que está encima del mal, y buscar el mal graves delitos viviendo perdidamente, es lástima verle
en tanta miseria y aprieto y que no se haya sabido go-
(1) facinerosa leonílanlemeiite la edición de Suncha.)
fl) dlee,(S.i (i) las otras dos (Todoi los ejemplares.)
(3) querer lid.) ' (5) que pretendes i,S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
binar.» Y si ve en honra y prosperidad al que conoció que ellos la solicitan, y todos se la fomentan y la faci
.en miseria, arrebozándose de alabanzas caritativas, le litan y califican. A nadie duele sino es al bien público.
ta la prosperidad y le mancha la honra, diciendo : Tal es la invidia que san Crisóstomo, declarando el
iGnnde virtud es la deste buen hombre, que siendo texto sagrado de san Juan, dice: «El ojo del invidioso
hi» ie gente baja y vil, y no ayudado de partes perso- se derrite con tristeza. El invidioso vive muerte con
¡ste.se ha hecho tan buen lugar con su industria.» tinua.» Y el gran padre son Agustín: «Aparte Dios
f siendo esta invidia tan delgada, aun juega lances la peste de la invidia de los ánimos de todos. La
tís sutiles, valiéndose de la caridad y de la limosna. invidia es vicio diabólico, del cual es reo el demonio,
; 01) incomparable maldad, hacer á la limosna, que es y no solo es reo, sino reo sin disculpa. No fué con
el precio de la gracia y de la salvación, tramposa de la denado porque cometió adulterio, porque robó, porque
santidad del alma, y á la caridad (corona y majestad usurpó la posesión á alguno, sino porque al hombre
y perfección de todas las virtudes, como enseña el Após- que estaba firme le invidió, luego que él cayó, su
lí'l) libeloinfamatorio del prójimo ! Sabe el pobremente firmeza.»
rico que sa conocido, que es ricamente pobre, padece Oigamos á Plutarco, porque oigan los redimidos
m secreto y con paz ( I ) tan dichosas como últimas ca con la sangre de Cristo cómo detestaron la invidia
lamidades. Haccse encontradizo con él en parte pública, los idólatras. Dice que la invidia es solo vicio del
donde la trompeta que Cristo nuestro Señor mandó que hombre, de que no participan los animales brutos.
do tenga voz, tenga voz y auditorio ; dale limosna, por Yo añado que esta verdad tiene excepción en solo el
que vean se la da, no por dársela ; dicele sus 'miserias, perro, que á su modo padece invidia y es invidioso;
porque las sepan los que no las saben. Con lo que le da, lo que le pega la compañía de los hombres. Adviér
más lo afrenta que lo socorre. No le saca de pobreza, tase la descendencia y progenitores de la invidia. San
sino i la vergüenza. Agustín dice que es vicio propio del demonio; Plu
Otro camino menos conocido y mas dañoso frecuenta tarco, que es sulo y propio del hombre. La consi
b invidia en los palacios y puestos. De las alabanzas deración colige que al hombre se le pegó de tratar
mayores se vale para derribar á los mayores ; zancadilla con el demonio, de oírle, de responderle. Es epi
qne los mal advertidos tienen por apoyo, y antes la agra demia infernal la invidia, y contagio tan dañoso y
decen que la contrastan. Para malquistar á uno no hay veloz , que no solo conviene no ser invidioso , sino
invidia más bien lograda que alabarle mucho. Esta es también no tratar con el que lo es; pues al hombre
invidia qne engendra invidia : en los principes capital, se derivó del comercio con el demonio, y al perro
en los demás sediciosa. Más privanzas han arruinado las de la compañía del hombre. Por esto es tan meri
llábanas que las acusaciones. Quien alaba en presen torio padecer la invidia, como dañoso tenerla.
cia del rey á su valido, cuanto más lo alaba, lo contrasta Rematen sagradamente mi antídoto á esta pesto
ró, porque produce la invidia donde no puede ser evi las soberanas plumas de san Agustín y de san Bue
tada, yk persecución del alabado acredita su presun- naventura. San Agustín en la enarracion al salín. 10Í
cioo. (4) § 17: «La invidia es tristeza de la felicidad ajena,
Los dicipulos de la fortuna han aprendido otro y alegría en la ajena miseria.» Graduada queda de an
género de invidia de sus locuras, más perniciosa y típoda de la caridad. Prosigue san Buenaventura : «Lo
ejecutiva que las referidas. Esta es honrar, adelantar tercero, la invidia es semejante al leproso, á Judas
y enriquecer. ¡Oh gran Dios! ¡con cuánta sangre está el traidor y al demonio; porque el leproso no querría
formidable la experiencia de la invidia de la honra! que nadie estuviese sano, y el diablo, que ninguno
U honra es la más poderosa munición de la invidia. fuese bueno; por (5) que se dijo: La invidia del diablo
No bay otro medio para librarse della, sino despre introdujo en el mundo la muerte. Judas se entriste
ciarla. Muchos burlaron todas las diligencias de la in- ció por la unción del ungüento en los pies de Cristo.»
fidia, que en (2) esta de ser honrados perdieron el Y poco más abajo dice : «La invidia se compara á la
seso, el entendimiento, la vida, y á veces el alma. nada, porque no se parece al Criador ni á las cria
La fortuna á cuantos da honras tiene invidia, á enan turas, y carece de lodo bien criado.» ¡Quién sabrá
te la niega tiene lástima. Pocos juicios hay á prueba ponderar el horror de los invidiosos, pues por serlo
de prosperidades. Hanse visto y se ven hombres en ellos todo, y que los otros sean nada, se hacen la
la pobreza ricos, en la persecución alegres, y en el nada ellos!
desprecio estimados; empero pocos se cuentan en la Tratando en presencia del rey Frederico los mé
buena fortuna cuerdos. Conoció esta verdad Darío dicos de qué cosas aumentaban la vista, y (6) aür-
toando , viéndose lleno de Vitorias y felicidades no mnndo unos que la eufrasia, otros la celidonia, otros
gradas, exclamó: «¡Oh fortuna! conténtate con dar el hinojo; Aecio, sincero varón de raro ingenio y ds
me un pequeño mal.» Conoció la treta, advirtió que (3) alta nobleza, dijo: «La cosa que más aumenta la vista
binarle era invidia, y no liberalidad. A los reyes es la invidia.» Riéronse los filósofos, y Aecío los en
más decente les es ser invidiados que invidiar. Han mudeció diciendo : «¿Puédese negar que la invidia hace
de temer siempre la invidia de la fortuna, y despre ver más altas , más numerosas y más llenas todas
ciar la de los hombres. La peor y más frecuente in- las cosas?» Toda es contrariedades la invidia: crece y
'idis que padecen algunos reyes, es la que se tienen aumenta (7) las cosas ajenas, y para deshacerlas las
ellos á sí propios. Desta pocas veces se libran, por-

i4> tomo 8: «La invidia (toa ¡mfretot.)
(1) un dichosa (S.) (5) lo que se dijo: (S.)
" esto iU.) (6) allrmado (Z.)
'3j fortunar le tíd.) V) cosas (S.)
106 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
hace mayores, deshaciéndose á sí misma. Por esto la la advertencia del Apóstol. Este postrero delito de la
invidia es injustísima y justificada; injustísima, por invidia es el más pernicioso; (6) yo acabo con él, por
que es molesta a todos los buenos y persecución á que él acaba con todo.
todos los bienes; justificada, porque carcome y ator Y siendo tan varia, tan introducida, tan multipli
menta á los que la tienen; es verdugo de si para serlo cada la invidia, su remedio es uno, es fácil, es útil.
de los otros. No hay dientes de fiera tan abominables ¿Quieres no ser invidioso? Pues ten tanto contenta
ni dentadura asistida de tan buena vianda; nose(l) ven miento de los bienes ajenos como de los propio-;
en ella sino sangre de virtuosos, pedazos de honras, tanta misericordia de las calamidades de los otros
desgarros y bocados de virtudes. Tal es , que el más como de las tuyas. ;, Qué cosa más fácil ni más útil que
sagrado mantenimiento la hace peor estómago, y (2) tener contento en lo que tienes y en lo que tienen
el bueno la enferma. Con felicidad la comparó (3) un los demás? ¿Qué cosa más fácil que persuadirte á ti la
poeta al lidia. alegría que deseas? ¿Qué cosa más útil que no hacer
verdugos de tus bieues los bienes de tus Conocidos,
Nihil aliad nis't se valet Aetna cremare :
Sic se non alias invidus ipse crema!. hacer disculpa de los trabajos ajenos los propios, y (7)
Invidus invidia comburilur Mus, et extra. mérito de los propios los ajenos? Si estás contento ton
No puede arder el Etni las felicidades de los otros, las haces tuyas; esto logro
Fuera de si olra cosa; es. Si las invidias, haces malaventuradas tus dicha;;
Asi la invidia a sf se quema sola, lo que es miseria. Si miserable te alegras de la cala
Y no i los otros; arde el invidioso
Con la invidia interior y exteriormente. midad ajena, añades al ser miserable el merecerlo
ser por delincuente. Si te apiadas, te acompañas, que
No se contenta la invidia con ser mala en todo, es género de consuelo.
en todos y en sí ; también herética y condenada, se in Afirmo con novedad católica que, reconociendo á
troduce en la predicación de Jesucristo crucificado. la invidia por origen de todos los pecados, la suma
Esto enseña san Pablo (Philippens., i, v. 15.) Quídam bondad y inmensa sabiduría de Dios, con todos lo;
quidem et propter invidiam , et contentionem : quí preceptos del decálogo quiso que sus mandamientos
dam autem et propter bonam voluntatem Christum uno por uno fuesen su medicina. (8) «Amar á Dios
praedicat. «Algunos por invidia y contención, algu sobre todas las cosas» expresamente se opone á toda
nos también por buena voluntad predican a Cristo.» las cosas que son invidia de la gloria, y bienaventu
No pudo la invidia crecer más su insolencia. Dolo- ranza que solo tienes en tu Criador, (9) y te quieren
rosamente se verifica este sacrilegio. Quien predica apartar del. «Amar al prójimo como á ti mismo»
la doctrina evangélica de Cristo, profanándola con te estorba todas las invidias de hacienda, de lionra>-,
galas de elocuencia facinorosa, y la dispone al lia - de puestos, de deleites, de venganzas, de adulacio
l;igo del oido doliente y no á la enmienda, este por nes, de odios y de homicidios; de manera que los
invidia y contención predica á Cristo. Aquel que con diez mandamientos de la ley de Dios son otras tantas
espíritu' esclavo y comprado, por adormecer la con medicinas preservalivas dcsta peste mortal. Que sean
ciencia en (4) el poderoso, y arrullarle el sueño mor remedios fáciles y suaves, corno dije, conocéroslo en
tal en que yace sepultado, trastorna con palabra^ que en todos ellos se manda que hagas todo lo que
juglares el rigor de las sentencias sagradas, violenta para la salud y paz de tu cuerpo y alma desean todos
con entendimiento tirano la verdad provechosa de los los hombres. Y no hay, ni puede haber ninguno tan
Padres: por contención é invidia predica á Cristo. malo, que por su comodidad no desee que el otro no
Quien solo estudia lo que no ha de decir por no dis sea homicida, por asegurar su vida; que no sea ladrón,
gustar, y nunca estudia lo que debe decir por (5) gua por asegurar sus bienes; que no sea lujurioso, por ase
recer, invidiosa predicación do las almas profesa. gurar su familia ; que no levante falsos testimonios, por
Quien pretende la mitra con la adulación de su doc asegurar su honra; que no mienta, por asegurar su
trina, la invidia al martirio y al rigor apostólico que noticia y su confianza. Pues dime, ¿á quién no es
ella busca. Aquel.monedero falso de textos, falsificador fácil y suave, si lo considera, ser como desea que
de doctrinas, que con novedades sediciosas viste la sean todos? ¿Y (10) general cosa más injusta, queno
predicación de trajes idólatras y herejes, por conten querer por la invidia ser invidioso, queriendo que lo
ción é invidia predica & Cristo; comprehendido es en sean todos?
(I) rUS.) (6) y acabo IS.)
(S¡ lo bueno la infama. Con felicidad (Z. B. F.) (7) méritos Id.)
0) Horacio al Etna. (M.— Cuerdamente se enmendó este pasaje (8) .Amaris Jd.)
en ediciones posteriores. Los versos no son de Horacio.; (9) te quieren ¡Z. SI. F.)
(4) lo poderoso, IS.) (10) en general (S.)
(5) agradar, Insidiosa (M.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. icrr

INGRATITUD.
SEGUNDA PESTE DEL MUNDO (a).

¿Cuál hombre escribirá contra la ingratitud, que grimas renové las almas. Los demonios (7) le confesa
acordándose du Dios no escriba contra sí propio? ¡Oh ron, vencidos. Sus palabras militaron en el prendimien
afrentosa culpa ile la razón humana, que entre todas las to. En su muerte el aire clamoreó con suspiros; el dia
criaturas, solo el hombre, que es la mejor, sea ingrata á en su juventud se vio noche; el sol se ennegreció con
Dios! Y no solo le es y fué ingrata como á Criador, sino luto, en que no tuvo parte la luna ; la tierra , con el ter
aun más ensangrentada y cruelmente como á Redentor. remoto, arrojó de los sepulcros sus muertos y rasgó
Olvidóle en la creación, desprecióle en la redención; en (8) sepulcros los montes; Iaspiedras batallaron hasta
rile ingrato, con villanía sacrilega, en el sacramento romperse unas con otras. Y todas estas demostraciones
que se llama bien de la gracia con el nombre de Euca de agradecimiento irracional hicieron por la ingrati
ristía. tud que cometía el hombre con el Señor que le crió para
Que todas las otras criaturas A su modo y con su ser señor de todas ellas y que murió por él.
(digámoslo así) le sean agradecidas en todas (1) tres Pues en el tercero beneficio del Santísimo Sacra
2«¡ones, se ve en todas las edades déla vida del mundo. mento, no fué menor sino más misterioso el agradeci
Les cielos siempre cuentan sus glorias, siempre le son miento de las criaturas. El pan dejó de ser, y sus acci
obedientes : no se ha visto molin de alguna luz fija ó er dentes se mantuvieron sin substancia de pan, califica
rante de los orbes ; nunca discreparon de la luz que les dos en velo del cuerpo verdadero de Cristo. El vino, en
puso quien las encendió en hermosura tan grande y tan competencia del agua, que en el convite de Cana se
admirable con su palabra. Si para que venciese su ca volvió en vino, en este se vuelve en sangre. La ausencia
pitán, quiso que el monarca de los fuegos celestiales se perdió sus distancias y apartamiento, quedándose el
pirase, alargando la vidaal dia, luego clavó su inmensa misino que se iba. ¿Qué hizo el hombre? Juilas lo di
velocidad en su obediencia. Si para señal de su pro rá, que le comulgó para venderle; que habiéndosele
mesa en Acáz, convino desandar sus jornadas irrevo entrado Satanás en el corazón, se atrevió á recibirle en
cables, luego se volvió los grados prefijos al oriente, su boca. Todas estas maravillas y demostraciones son
repitiendo su infancia, haciendo desdecir de sus seña dura reprehensión para el hombre, y rigurosa adver
les las sombras en el reloj del rey obstinado. Ya el fuego tencia de que entre todas las criaturas, quien menos
se fabrico en columna, y para encaminar el pueblo de debia ser ingrato á Dios, le es ingrato solamente.
b'm, substituyó el dia en las tinieblas del desierto. El He querido empezar antes por la doctrina que por la
Tiento fué cazador de su mesmo pueblo, lloviendo co definición del desagradecimiento. No es menester difi
dornices. Eu el maná (2) guisó á las condutas de Moi- nir lo que todos somos cada instante, mas por cumplir
¿*n en un manjar todos los (3) sabores. Las peñas al con el orden dialéctico, lo difluiré. Ingrato esquíen no
golpe de su vara se derritieron líquidas en fuentes; las conoce el beneficio que recibe, quien le desprecia,
aguas en el mar arrollaron sus olas en pretiles diáfanos, quien le olvida, quien le acusa : por todas estas cosas es
y enjugaron en vereda sus golfos. un hombre ingrato. Lilio Gregorio (9) Giraldo, ferra-
Tal reconocimiento tuvieron en el Viejo Testamento ; riense, hombre docto, en su libro, que intitula Contra
J en el Nuevo se encendieron en (4) las finezas. El cielo los ingratos, dice (6) : «El cual vicio, porque le juzga
llovió coros de ángeles sobre el pesebre de Cristo. Des ron execrable y abominable aquellos nuestros antiguos
pachó estrella nunca vista ni ocupada en humano minis
terio, á conducir los reyes y los misteriosos tesoros. El
(7) se confesaron vencidos. (F. S.)
agua ep las bodas (5) del Arquitriclino volvió en vendi (8) los sepulcros [S.)
mias los cántaros, mudándolos en vino. El mar pacificó (9) Itlralclo (Z. B. S.)
con su palabra sus borrascas, y á sus pies se fijó en lla \b) Lilii Cregorii Ctjraldi Ferr. Líber tiduertu» Ingratos, in ova
nura. La muerte aprendióá restituir sus despojos por su multíplices Ingratí crimínis rodices conucthintur, variisque tum
hístortis, [mu Natura- exemplis Ingratí rtfrlhtntw. — Ejusúem Li~
mandamiento. La enfermedad en su palabra no aguardó bcl'íis Quomoilo quis bujrati nomen ct crimen effugere poss'U. — Fio-
la solicitud de otra medicina. La salud se introducía en rentiae Excudebat Laurrntius Torrentinns. (1518, en 8.*)
la desesperación de las dolencias; del (6) ruedo de su ves Ciraldi, sabio profundo y latino poeta, nooiri, de padres honra
tidura sacaba el tacto remedio. El agua distilada en lá- dos aunque pobres, en Ferrara , á II de junio de 1179. Hizo tales
progresos en tas lenguas griega y lalina, en matemáticas y dere
cho, que se ganó la estimación de tos pontífices León X, Adria
I* Estaba y» «frito en 4 de febrero de 1636, hallándose el a li no VI y Clemente Vil, bien que no obtuvo nunca mayor dignidad
tar tuso Torre de Juan Abad, según carta de esta fecha, que puede que la de protonotario apostólico. En el saco de Roma (1527i per
«ree eu el Epistolario. día sus bienes y su rica biblioteca ; y su genio, la fortuna y la in
iti sus acciones, <S.) justicia se extremaron desde entonces en combatirán espíritu coa
Mi quiso Z. B.y-quitó (S.) mil géneros de trastornos y amarguras. Al Un se retiró a su patria,
¡5 sinsabores. (S.) donde con la amistad de Calcagnini y del sabio médico Munardi,
1*1 finezas. iS.) junto con la ¡ roteccion de nobles caballeros , se libró de la indi
151 deArquitriclino.Z. B. F.) gencia. Tuvo una cátedra en aquella universidad, y murió de la
V>i raido i,F. S.) gota en 1552.
103 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
latinos, ni nombre le pusieron. Cuando lo revuelvas retrato en lo que hacen, pues (4) dice «qne cuando lle
todo, no hallaris cómo llamaron los latinos la (t ) Acha- ga el tiempo de la paga piden tiempo», no por pagar,
risia ; porque lo que algunos dcSte tiempo llaman sino por pedir. «Y hablan palabras de enfado y de mur
ingratitud, y algunos doctos agora usurpan por lo mis muraciones.» No se dirá deste retrato que no le falta
mo, los más eruditos afirman que no es palabra latina.» sino hablar, pues habla. «Trampean el tiempo;! esto
Así lo advierte el doctísima maestro Barrientes en su es, por hurtar lo más precioso y de todas maneras; en el
Lima (2) barbariei, advirtiendo que por este defecto oro y en los beneficios lo que no quieren volver, y en
huyó tanto Cicerón la traducción dcsta voz A'-/ap'.;!a, el tiempo lo que no pueden volver. Dice que «aunque
que antes quiso en latín escribir griego quo nial latin, te puedan pagar, lo rehusarán de lo que recibió; cuando
lib. 9, ep. 7, ad Altic. Sed ita mentisse illum de me pague , pagará apenas la mitad y lo tendrá por dádiva
puto, ut A'-^ap'.;!*; crimen subiré non audcam. Y por que hace, no por paga que debia » ; que es peor ingra
excusar la mala palabra , en el mismo lib. 9, epíst. 2. titud que negarlo todo, pues haciendo del beneficio
Sed quia ingratianimi hórreo. Cierto es que la palabra ajeno robo, cuenta su robo por beneficio. «Empero si
ingratiludo es mal (3) latina ; mas no sin misterio los le negare cuanto le dio, será su enemigo de balde.» El
latinos pusieron nombre al ingrato, y no al vicio. A mi mundo se divide en padecer esto y en hacerlo. Conozco
ver quisieron enseñar que este vicio es el hombre, y muchos que lo hacen con muchos y lo padecen con mu-
que es vicioso y vicio. Por esta razón, ya probada bre chos. Recebir mercedes y beneficios y socorros, y ser
vemente y difinida, diremos : «Ingratitud es hombre, y enemigo del que los hizo, es pretender, es negociar,
el hombre república de ingratitudes, y la república po es ser cortesano ; dígase mis umversalmente, es vivir
blación de ingratos,» como lo probaré en sus lugares. en el mundo. (S) «Págale con afrentas y maldiciones,
Para que admitamos la palabra ingratitudo, basta que y por el beneficio y la honra le da infamia.» Aquí se co
la usa santo Tomás y los escolásticos, á quien se debe noce quién son los ingratos, que en ellos el bien se ruelvc
seguir. mal , la honra afrenta y el beneficio enemistad.
Escribió contra la ingratitud Juan Antonio Campano No hay fiera tan abominable en el mundo, qne trueque
tres libros doctos y de sólida erudición (o) ; empero, naturaleza con ellos. Todos agradecen el moderadoaga-
arrimándome en lodo lo substancial á los santos y sa sajo, y para el reconocimiento remedan la razón. Fieri-
gradas escrituras, seguiré más seguro camino. simoesel león, y el sacarle una espina de un pié pagó l¡-
He asegurado el nombre de los ingratos y difinídole; heralisimo con dar la vida al que se la sacó. Más horren-
resta dar 'sus señas y retratarlos con las palabras del doanimalesla serpiente, parto de veneno de la tierra, y
Eclesiástico, hijo de Siracli., cap. 29. Dónec accipiant, ella veneno animado. Ya se vio un áspid (así lo escribe
osculantur manus dantis, et in promissionibus humi- en su Oficina histórica Juan Felice Astolfi (6),de Juan
liant vocem suam: et in tempore redd itionis postulabit Ravisio) que, doméstico, y (6) á modo de perrillo, acu
tempus,et loqucrur verba laedii et murmurationum, día en una casa á hs horas de comer, y se alimentaba
et tempus causabilur : si autem potuerit reddere, ad- con familiaridad pacífica y (7) entretenía á los dueños.
vrrsabitur,solidi vixreddet dimidium , et computaba Sucedió, que estando comiendo un dia, parió debajo de
illud quasi inventionrm : sin autem fraudabü illum la mesa, y un hijo suyo picó en un pié aun niño de la
pecunia sua, et possidebit illum inimicum gratis : et casa; y de tal suerte se enfureció, que arremetió asa
convitia et malcdicta reddet illi, et pro honore et be propio hijuelo y lo mató y se fué, y no volvió más. ¡ Oh,
neficio reddet illi contumeliam. No los perdonó el sa si as! puede decirse, suma hon ra de áspid, (8) en afrenta
grado pincel facción, ni seña, ni sombra, ni semblan de todos los hombres, que pudiendo volver y ser mejor
te, ni ceremonia. ¡Qué parecido retrato es de muchos recebida de los dueños de la casa por agradecida des
hombres de diferentes caras! La primera señal es que pués, que antes por mansa, de afrentada de haber pari
«besan la mano alqueda, mientras reciben». La segunda, do (aunque áspid) un hijo desagradecido al beneficio,
que «en los prometimientos humillan su voz». Estos be se escondió ! Pudo esto ser verdad, y cuando no lo fue
san la dádiva, no la mano, pues no la besan sino mien se, grande afrenta es para el hombre desagradecido que
tras da; antes la muerden que la besan. «Prometen con se inventase en un áspid, para creído, lo que del no se
humildad» para recibir con soberbia. Bien lo muestra el podia esperar. Y es (9) más fácil y más conforme á ra
zón creer que (10) una serpiente aborrezca la ingratitud,
que creer que un hombre racional, hecho á imagen ;
(1) Acharislia {Los Impresos. — á-^otp'.ijíav escribe I. ¡lio en el
prefacio del libro parenético Adversas ingratos.) M dicen (S.)
(21 barbaries, (Z.B. F.) (5| «Págase (B..S.)
(3, latín; (S.) (*i Tomándolo de Juan Raylsto. Afirma que sucedió en Efip".
(a) Juan Antonio Campano , hijo de unos pobres aldeanos de y refiere el caso al final del libro segando. Ut aqai el lítalo de '•>
Cavclli, en Tierra de Labor, nació por los aiiosde 1427. Primero obra :
fué pastor de ganado, mas apreciando el párroco de aquel pueblo .Delta oficina istorica di Ció . ellee Astolfl, Libri m. M»
el buen ingenio del muchacho, le ensefló lengua latina. Perfeccionó quale si spiegann Esscmpi nolabilissimi, Anticbl, et Noderm,'
después en Ñapóles su conocimiento, y allí abrió escuela para sn Virlii , et a Diffcllu pcrtincnli. — lo Venelia , nocv. Apresso I
enseñanza. Dedicóse en Perusa á la filosofía , á las matemáticas y Sessa.» a.
á la elocuencia, trayendo a una mano el griego y la poesía, con lo Otra edición aumentada se pobli en la misma ciudad en 16»
que se hizo lugar en el ánimo de Jacobo Piccolomini tque luego Per ti Turrini.
fue cardenal de Pa\ia\ quien le iiitrndujo en la corle de Pió II, (6 armado de perrillo, (Z. F.) — amado... [Z.nltftie an
pontlllre romano. Después de %arln fortunase retiró á Siena, don tas. II.)— i modo... iS. y nsieslá en Astolfi.)
de murió en 1177. La dilección de sus obras esegidas, impresa (7i ya entretenida \l. F.)— y ya entretenía </U
en Leipzig en 17Ü4, nos ofrece la Villa de Braccio, la de l'w II (8) qne en afrenta de todos los hombres, pudiendo (S.)
los tres libros Contra la ¡rtgrati/ifl, y los dos trátalos De regentlo (9) para más fácil (Z. D.)
magislraliiv De dignilate mulrimonii. (10) un serpiente (Z.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 109
¡oiejanza de Dios, la ame ; y poes esto veo, aquello que les faltaba para poder ser lo que dejaban de ser,
creeré. Socórreme con alta consideración el salmo 90, porque no podían. El que ¡í estos tales niega lo que le
enelvers. 13 : «Sobre el áspid y el basilisco pasearás, piden, es liberal con lo que niega, y bienhechor de
ijiarisel león y el dragón.» Literalmente nombra el aquellos á quien no concede el beneficio ; y por la pro
aiwlasdos fieras más brutas, de quien yo referí los pia razón el que se leda es juntamente ingrato á sí y
terjemplos de agradecimiento, león y áspid -.así lla al que le recibe.
na estas palabras toda la fuerza y atención de la con- La segunda parte del refrán condena todo el Decá
sderacion humana . El Espíritu Santo, en el lugar citado logo y toda la ley de Jesucristo y toda la Iglesia. «Haz
del Eclesiástico, dice que el hombre, aun dejándose pi- mal,» es precepto del demonio; es decir, que (o) ha
i¿r r acocear del ingrato, padecerá su veneno. Y en el gan lo que él hace. Esta cláusula es impíamente faci-
almo, por David, dice que podrá pasear sobre el ás norosa. La necedad es añadir al consejo «haz mal», el
pid sin temer su ponzoña, y acocear al león sin pade «guarte»; (6) debiendo decir, no «Haz mal y guarte»,
cer sos garras. sino «Guárdate de hacer mal». Porque hacer mal y
Pretensiones tiene en muchas plumas doctas la in guardarse, es imposible, siendo asi que se pierde en
finitud de preceder á la invidia. (1) Presumo es pri haciéndole. Puede el malhechor guardarse con dificul
mero ser ingrato que invidioso, y aquí la ingratitud tad del ofendido, y casi no puede de la justicia. Es im
se ejercita negando el origen que le da la invidia, por posible que se guarde del verdugo; del verdugo, digo,
ser juntamente ingratitud y ingrata. No se puede ne- invisible de la conciencia y de la culpa, cuyo castigo y
pr que es primero invidiar el bien que recebirle, y pena está por cuenta del tribunal de Dios, donde el
por esto recebirle y desconocerle es parto del invi oro no tiene valor, ni la dádiva estima ; ni la negocia
erte. Luego la invidia, que es madre de la ingrati ción, poderosa voz. La santa Iglesia (7) señala sola qué
tud, incestuosamente en la ingratitud, que es su hija, cosas en aquel tribunal y juicio hacen efectivo el ale
engendra todos los vicios y pecados ; descendencia nu gato de nuestra defensa, y señala arrepentimiento, sa
merosa, como bastarda y vil, infamada en propia gene tisfacción, perdón de la parte, sufragios, indulgencias,
ración. Yo (2) no me atreveré á determinar si la in intercesión de los santos, para alcanzar gracias que (8)
vidia es peor por si que por madre de la ingratitud ; encaminen á estos medios. De manera que para no
diré, empero, que la invidia se atormenta con la vir ser ingrato dando ó negando, haciendo ó dejando de
tud j con el bien, mas la ingratitud atormenta al bien hacer, no se ha de hacer mal y se ha de hacer bien,
v (3) i la virtud. A la invidia la pesa de los beneficios mirando á quién se hace, por no hacerle mal y malo
que otro goza; la ingratitud hace que los beneficios con el bien.
que recibe sean aflicción y pesar de quien se los da y Conviene por esto, para ser verdaderamente agrade
«««de. Ella es tan abominable , que conviene más cidos y para no ser ingratos, conocer cuáles son bie
pártanos de ser ingratos que de los que son ingra nes verdaderos, cuáles aparentes ; el mal que se disi
tos, tato es mejor, por más meritorio, padecer en mula en algunos bienes, el bien que yace (9) secreto
otro el mirtirio por nuestra virtud, que ser martirio en algunos males ; la felicidad que (10) encierran las
de fa rirtud de otro. desdichas, y las desdichas que.ocultan las felicidades.
H refrán castellano que dice: «Haz bien, y no ca Por ignorar esto muchas veces, ingratos á nuestro pro
lesa quién; haz mal, y (4) guarte,» por el primero vecho, agradecemos los males, y agradecidos á nues
consejo es necio, y por el segundo necio é impío. Con tro mal, somos ingratos en él á nuestros bienes. Bene
dena el primero el Espíritu Santo con estas palabras : ficios universales son la enseñanza, el buen ejemplo y
Sí knefettris, scito cui feceris, et erit gratia in bonis la reprehensión y advertencia ; porque estos enmien
to« mulla. «Si haces bien, mira á quién, y tendrás dan las costumbres, mejoran la mente, y disponen al •
mucha felicidad en tus cosas.» Ya el texto del Ecle entendimiento para lograr los beneficios particulares,
siástico enseñó que el hacer bien y los beneficios y la conciencia para lograrlos, recibiéndolos ó dándo
acarrean enemistad y afrenta. No dice que no haga los. Estos beneficios pocas veces y en pocos se oyen
tien, sino que lo haga mirando á quién. Bien se veri- con este nombre : la enseñanza se aborrece por proli
faesto, y frecuentemente en lo político. El ruin en ja, á persuasión de la presunción propia ; el ejemplo se
Mora siempre fué acusación y ruina del que le puso desprecia por impertinente, á persuasión de las inter
fu ella. Muchos grandes ministros he visto yo en mis pretaciones del gusto ; la reprehensión se abomina por
días condenados por los que pusieron en puestos, y por injuriosa ; la advertencia por entremetida. Veis aquí
Im mismas cosas que los aconsejaron que hiciesen cómo los malos en su vocabulario mudan los nombres
Ipuedeser) para tener que acusarlos por haberlas hecho. á las virtudes, en el cual antes las infaman que las nom
'«nbien dicta la caridad que se ha de mirar á quién bran.
«hace bien, por no hacerle mal. Hay muchos que Ello es cierto que solo son bienes y beneficios los
!«do pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos me que enriquecen el alma y disponen (1 1) el cuerpo á la
recen ser pobres ; muchos que despreciados y escuras obediencia del espíritu. Son eternos; no se pueden
e muestran beneméritos de las dignidades y honras, perder, ni pueden ser robados del ladrón ni del usu
! en alcanzándolas son reos afrentosamente de las hon
ras j dignidades : y es causa desto, que los dieron lo i-Hi baga (B. S.)
(6) no debiendo decir :«Hai ma! y guárdate,» (S.)
(7) sola suministra medios que en aquel tribunal (/<*.)
¡i» Presume (Z. B. F.) - Presumo que (S.) (8) encamine (Z. B. F.)
I* Be atreveré (S.) (9) es secreto (Id.)
íl la Tinad. (M.) (10i cierran (Id.)
1*1 Plrtate, 'mmpre F. S.) (11) al cuerpo (Z. B.)
110 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
rero ; ni el fuego los halla, ni la edad los gasta, ni los suadido Adán. Dióles Dios licencia que comiesen de
embarga la muerte, ni los cierra la sepultura. todos los árboles del paraíso; exceptuóles uno; y per
Séneca dice que las riquezas ni las honras (I) dieron aquel y todos los demás por uno solo. Esta fue
no son beneficio, sino señales visibles por donde se ingratitud á Dios y á sí, y para todos la primera j la
conocen los beneficios, los cuales están radicalmente mayor. Acababan de amanecer en las manos de Dios
en la intención del que los da. En esta materia mejor la mejor criatura para reinar en todas las demás, y al
es (2) remitirme á Séneca que desaliñar su doctrina instante con ingratitud suma aceptaron el ser semejan
con mis palabras.Solo añadiré que no puede ser bene tes á Dios. Ninguno después acá, del ángel que se lo
ficio, aunque lo agradezca el que lo recibe, aquella dá ofreció á sí mismo, y del hombre que lo aceptó de la
diva que sirve al apetito ó al pecado, Agradece el ven serpiente, quiso ser á su Señor semejante, que no fue
gativo que le encaminen á su puñal su contrario, el se en la ruina y caida semejante al que se lo ofreció
lujurioso que le faciliten el adulterio, el invidioso que á sí, diciendo : «Seré semejante al Altísimo,» que fué
le crean la calumnia 7 la acusación , el ambicioso que el propio que le ofreció á los primeros padres. Y para
concedan á su soberbia los premios de los méritos. ver la fértil fecundidad de la ingratitud, luego fueron
Estos, tan ingratos son á su conciencia en lo que reci ingratos unos ó otros ; Eva á la dádiva de la serpiente,
ben como los otros en lo que dan ; y con todo, este es pues la acusó ; Adán á Eva, á su dádiva y á Dios, di
el agradecimiento que más se gasta en el mundo y el ciendo : «La mujer que tú me diste me engañó.» La
más corriente, y el que anda en mejor hábito y más ingratitud es mal contagioso y hereditario. Verificóse
espléndidamente acompañado. Discurramos en las ma (S) luego en Caín y Abel. Ofrece Abel sacrificio desús
las costumbres de la ingratitud ;'en ella hallaremos to primicias ; ofrécele Caín de las suyas : hace Dios mejor
dos los pecados mortales, y á ella en todos ellos. Es so acogida al (6) sacrificio de Abel que al de Caín, no por
berbia, por ser una de sus principales causas el amor lo material del sacrificio que le daba, sino por la in
propio. Es iñvidia, porque consta del aborrecimiento tención con que le ofrecía. ¿Veis que no es el sacrifi
del prójimo. Es avaricia de la misma avaricia, pues lo cio ni la dádiva lo que se ofrece, sino el corazón que
es de los bienes propios y de los ajenos, de lo que le ofrece? ¿Veis en Caín que hay ingratos, dando j
tiene , y de lo que (3) los otros tienen. Es homicida ofreciendo? Hace Dios á Cain hermano mayor; él, in
en el hijo, deseando la muerte al padre por la heren grato al beneficio de la primogenitura, da muerte í
cia; en el hermano contra el hermano; en el amigo Abel, porque, no contento con ser primero, quiere ser
contra el amigo, por la manda. Es ira rabiosa, nacida solo. La grandeza y los puestos superiores y primeros
del beneiicio contra el bienhechor. Es el ingrato el peor son la disposición más poderosa para inducir i la in
de los ladrones ; él solo halló modo de añadir abomi gratitud. El hombre desea para si toda la riqueza y
nación á la infamia del robo.. El ladrón es aborrecido honra que ve en los otros ; en alcanzándola, tiene por
del robado ; el ingrato aborrece al que roba. El robado infamia el agradecerla. Pretende con engaño lo que no
persigue al ladrón ; el ingrato persigue al que robó. El tiene; recibe con malignidad lo que le dan; tiene por
ladrón hurta lo que le niegan y le esconden ; el ingra desdicha el no alcanzarlo, y por afrenta el reconocer
to hurta lo que le dan y lo que pide y recibe. Del lo. El que está en la mayor cumbre, no ha de mirar
ladrón se guardan todos; del ingrato pocos. Aquel para con tanto cuidado cómo tiene los pies sobre la cabeza
robar se vale del descuido del dueño de lo que hur del monte cuanto de qué manera tiene la suya sobre
ta ; este se vale de la piedad y magnificencia del que sus pies : quien esto mirare, no caerá, no será ingrato.
le da lo que pide. El ingrato es lujurioso, y la lujuria Cundió la raza de la ingratitud en los succesores de
es toda ingratitud á la propia vida, á la salud, á la ha- Adán. Ya se vio en la torre que fabricaron á fuerza de
.cienda, al sosiego y á la honra. Tal es la ingratitud, ladrillos, donde (1) de uno en otro temerarios quisie
que á la lujuria la hace facinorosa y homicida y la ron, para subir al ciclo, introducir en méritos los esca
drona. El adulterio y el estrupo y el incesto, ¿quién lones ; no merecerle, sino escalarle. Obligó la ingra
se le dicta á la lujuria, sino la ingratitud contra el ma titud á que Dios diese licencia á las aguas para anegar
rido que le admitió en su casa, contra la parienta, con (8) la tierra : este no es el mayor encarecimiento de
tra la doncella que se fió del ingrato? Al pecado de la su iniquidad. Obligó á Dios á que se hiciese hombre;
lujuria la ingratitud le añade los gravámenes nefan obligóle á que padeciese y muriese.
dos, las circunstancias detestables. Consideremos agora cómo fueron diferentes el se
Verifiquemos esto en el cuidado que Satanás tuvo gundo Adán Cristo Jesús y la segunda Eva Maria sa
de introducir la ingratitud en el mundo, y en el que cratísima, que hasta el nombre de Eva le contradijo,
tiene de conservarla en él para destruirle. El demonio, volviéndole en el de Ave. En Adán fué primero el hom
que sabia que siendo ángel, la ingratitud le había he bre que la mujer. En Cristo (9) primero fué la mujer
cho diablo, la tomó por eficaz remedio y experimen que el hombre, en cuanto (10) Dios y hombre. Allí el
tado, para hacer demonio al hombre. ¿Quién ignora hombre dio parte de su cuerpo, para que delta se fa
que el pecado de Adán y de Eva fué ingratitud ? Desde bricase la mujer. Aquí la mujer fabrica de su cuerpo,
entonces la dádiva se confesó inducidora de la ingra y en su cuerpo, por la obra del Espíritu Santo, al Hora-
titud. Valióse dellael demonio, dióla que comiese la
fruta del árbol vedado, tomóla Eva, y (4) de Eva per-
(5) en Cain (S.)
(6) de Abel (Id.)
(1) son beneficios, (S.) (1) nao (Z. B.)
(2) remitirse ( Id.) (8) la tierra. Esto (F. S.)
(3) oíros (H.) (9) fué primero (S.)
(i) Eva persuadió a Adán, (id.) (10) bombre. Allí (I<1?
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 4ii
k«Dios en cuanto hombre. Adán, de quien sacó Dios Digo que el Verbo eterno antes de encarnaren Ma
materiales para formar la mtijar, dormía cuando para ría y untes de ser su hijo en cuanto hombre, usó con
¿tricarla le quitó la costilla. La toda santa y siempre aquella sacratísima" alma, con aquel purísimo cuerpo
piísima mujer, cuando concibió á Cristo /segundo reverencia de hijo. Ninguna cosa es más propia á los
Ai», velaba orando. Mirad cuan diferentes son en hijos que para lo que han de hacer pedir el consenti
todo te que introdujeron la ingratitud, de los que la miento á sus padres. Esto hizo Dios, que para encar
eslieran y (l) satislicieron por ello. nar en María (6) la pidió el consentimiento para que
;Oh,á\o mereciese que aquella excelsa pureza y fuese su madre. Y tanto se glorificó en ser su lujo, que
qgelh virginidad Madre, que coronada de gloria rei antes de serlo por la concepción, lo quiso parecer en el
na con su flijo, Dios y hombre , sobre los ejércitos de respeto. Pues ¿cómo ( ¡ oh piedad cristiana ! ) quien pa
ks ángeles, medispensase lumbre de sabiduría ardien ra encarnar en María y habitar en sus entrañas la pidió,
te para discurrir más allá de la miseria y poquedad digámoslo así , licencia, la daría á la culpa original
de mi talento, y fuera de las tinieblas de mi ignoran para que cupiese en ella algún tiempo, algún instante
cia, los misterios de la disposición de su parto ! Yo, lle ni parte del? Quien la escogió para «madre desde el
vado de la devoción y confiado en este ruego, ponde principio y antes de los siglos», para satisfacer por el
raré algunas cosas que puede ser baya dejado el gran pecado original, la preservó por madre. Para pagar deu
Diosa mi ignorancia, para que en todo tiempo se re da del hombre, no convenia hacerse hombre en cuerpo
verencie ysevea lo que él dijo, que escondió el Padre que algun tiempo hubiese sido deudor de la misma
eterno muchas cosas a los sabios, que reveló á los pe culpa. Y por la misma razón que todos pecaron en Adán,
queños. Y si Cristo dio gracias por esto á su Padre, no pudo pecar en Adán la madre del que pagó por to
¡cuáles se las debemos dar á Cristo los pequeños por dos. Las dificultades que á esto se oponen, todas las
lis que dio por nosotros ! (o) . previno y convenció el ángel, cuando dijo '..«Porque
Llegó el tiempo de la encarnación del Hijo de Dios, no será imposible para Dios toda palabra,» Luc. 1;
en que se desempeñaron los profetas, cumpliéndose lo Quia non erit impossibile apud Deum omne verbum.
prometido en las semanas. Y siendo el hacer Dios á Pues si acerca de Dios no será toda palabra imposible,
María sa madre la merced más colmada de divinidad, esta palabra «Concebida sin pecado qriginal» ¿cómo
envía al ángel Gabriel por su consentimiento. Si Dios le dejará de ser, no digo posible, sino toda decente?
para hacer el mayor de los beneficios á su criatura Lo que no pudo alcanzar la naturaleza humana ni la
(i) la pide consentimiento, ejemplo es que no debe mente, fué que Dios se hiciese hombro ; y eso creyó
«parlarse de la atención de los reyes de la tierra. la Virgen María en diciéndola el ángel que se obraría
Dwsao puede llamarse agradecido, pues no puede por el Espíritu Santo. Y ¿dudará alguno que Cristo,
reetbir beneficio de nadie ; y de su mano le reciben to hijo de Dios y Dios verdadero, preservaría totalmente
das Iücoms, El llueve para los buenos y los malos, y de culpa con santificación especialísima á su madre?
manda aateísu sol sobre los justos y los impíos. Toda ¿Puede haber más encarecida miseria que recatear
buen dura (3) deciende del ; sin él no hay bien, y por un instante la limpieza de la Madre d« Dios?
él edsoloyelsnmo bien. Dios como hombre (á nues Por María murió como por todos ; entiéndese que
tro modo de entender, digámoslo así) fué agradecido, murió por ella, porque tuvo delta cuerpo y ser de hom
Je A macera que se puede decir de Dios hombre. Tu bre para morir. Murió para todos, porque todos com-
vo Cristo pasiones de hombre, porque era hombre real prehendidos en el primero pecado le (7) trujeron á la-
y wdaderamente.' Empero túvolas tan eminentemen- muerte. El privilegio fué que gozase de los méritos de
te, que los teólogos modernos, para diferenciarlas de las su pasión, libre de culpa. Nació de María, murió con
nuestras, las llaman (4) propasiones. Tuvo piedad, mi María al lado, y murió por María, como hemos dicho.
sericordia y justicia, todas virtudes; empero Cristo no No murió la Virgen Madre viendo morir & su Hijo, y
se poede llamar virtuoso, porque este nombre es de habiendo muerto otras madres de dolor de ver á sus
aquella naturaleza que obra el bien, venciendo (S) re- hijos morir, con ser su amor infinitamente mayor que
pognancia que se le contradice. Digo pues que de la el de todas-, porque, como aquella muerte era para ma
niñera que Cristo fué caritativo y clemente, y piadoso lar la muerte y dar vida á todos, aun de lástima no pu
íjosto, siendo la misma candad, clemencia, piedad y do dar muerte. Yo mostraré que no ha sido digresión
justicia, fué agradecido. Y en este sentido se enten esta, y que no me he apartado del discurso de la in
derá cuando yo le llamare agradecido en alguna obra. gratitud, la que voy mostrando que Cristo y su Madre
contradijeron en Adán y en Eva. Dijo Gabriel : «Ave,
* BMideron por ella. (S.) llena de gracia, el Señor es contigo, bendita entre las
(•) Vbse en el Epistolario la caria de Qcevedo al duque de Mc-
«•"ell, fetlii 4 ite febrero de 1fi">C. mujeres.» Angelo Caninio. varón doctísimo en las len
toliieniio torto el siglo ivn i defender la inmaculada eoncep- guas orientales (6), dice que aquella palabra «llena de
"**> mitra Seiora, ¿cómo estar muda la pluma de nuestro dom gracia», que el griego dice «graciosísima»; en el pro
'wcisco en medio del general fervoroso entusiasmo? El se jacta
<«s«i amigos de haber adelantado mucho en este discurso la
pio sentido en el siriaco idioma, que razonó el ángel, se
«IfjsiJd, opinión de la limpieza de nuestra Señora. dice así : Scelam Cechimariam Malialh, Tabutha (*).
Pc,'iiolas Antonio da noticia de más de ciento setenta ospa-
S"¡í> |ii escribieron de esta materia. Pero, ¿qué diria Quevbdo (6) le (S.)
-i "■ -«.ilarulo eo 1855 contemplase el perjurio y la impiedad de (7) trajeron (B. S.)
«rtoitiaipatrioüs suyos? (/•i Nació en IS21 Ángel fanin!, en Anghlari, pueblo de Toscana.
Docto gramático, especialmente en lenguas orientales, el griego,
0 «lescieode de él ; (,V.) el hebreo y el siriaco le eran familiarísimos. Enséñalos pública
!* P'Opcnsiones. iF. S.) mente en Venecia, Padua, Bolonia, Roma, España y en la universi
|Sj 'a repugnancia que se lo contradice. (S.) dad de París, adonde fué llamado por Francisco I. Murió en Au-
H2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
« Paz á tí, María, llena de gracia ; el Señor nuestro sea Eva, Cristo ab initio disculpó á María, quitándola la
contigo.» Y advierte que aquel Tha es relativo y se culpa; (4) eso es disculpar. ¡ Mirad qué agradecimien
ñalaba persona : (1) fué lo que oblig.'1 á la Virgen á tur tos, estos referidos, tan dignos de Dios y hombre , tan
barse. Así lo dice el texto : «La cual como lo oyese, se dignos dé madre y virgen !
turbó eji las palabras que la decia, y imaginaba cuál Resta enseñar cuánto aborreció Cristo la ingratitud.
seria esta salutación.» Parecióle á Angelo Caninio que Dirélo con las palabras de san Pedro Crisólogo en el
en la salutación, cuando se turbó, no habla relación fin del sermón xlviii, sobre aquellas (5) palabras del
particular que ocasionase la turbación ; empero está Evangelio : « Y no hizo allí muchos milagros por la in
en la palabra «El señores contigo», que la palabra si- credulidad de aquellos.» Dice el Santo : «No se obra
ru pronuncia «Señor nue.stro». Considerad á la Vir allí milagro donde la incredulidad no lo merece. Si bien
gen turbada de oirse llamar llena úo gracia, y que es cuando Cristo sana no pide paga; con todo, se indigna
bendita entre todas las mujeres, y que el Señores con cuando por la honra que se le debe se le hace injuria.»
ella. Considera, ó bombre, que teme las mayores mer Dos cusas se coligen destas palabras. La una, que la
cedes y alabanzas que oyó criatura. Aprende, vilísimo ingratitud obligó á Cristo á que no obrase milagros; que
gusano, desta humildad á turbarte con las alabanzas, i fué carecer de la apelación que de la limitada virtud
temer los grandes beneficios. de la naturaleza tiene nuestra flaqueza para la omni
Óyelos María Virgen ; túrbase y teme, y pasa (si pue potente virtud de Dios ; fué carecer de los testimonios
de decirse) á dificultarlos con estas palabras : «¿Cómo de la verdad para creerla. De manera que la ingratitud
se obrará esto, porque yo no conozco varón ? » Pregun se quitó en Cristo el remedio temporal y los medios
ta que suena duda, siendo el requisito para que se efec para la salud espiritual. No obró otro algún pecado ta'.es
túe el ser madre de Dios. El no conocer varón , esa es efectos de perdición. Lo segundo que se colige es, que
la disposición en aquella angélica virginidad y pureza los judíos fueron á Cristo ingratos con todo infernal
inefable. encarecimiento; pues no solo no conocieron, no con
Nota la diferencia de María á Eva. Aquella acepta, y fesaron, no creyeron el beneficio, sino que por honra
cree de la boca de la serpiente el ser jcomo Dios. La que le debían, le pagaban (6) con injurias. No es en
siempre virgen se turba, y teme cuando oye del ángel fermedad curable incredulidad nacida de ingratitud.
que es llena de gracia, que elSeñor es con ella. (2) Andan Esta es y fué y será la dolencia de los pérfidos judíos;
Dios y su Madre compitiéndose los agradecimientos. esta llora sobre todos ellos su rey David, salmo enr,
Díccla el ángel que della nacerá el Altísimo, que será donde al principio, para remediar su ingratitud, los
madre del Hijo de Dios, que Dios hombre será su Hijo. exhorta diciendo : «Ingratos, acordaos de sus milagros
María, á quien Dios escoge por madre, agradecida no que hizo, de sus prodigios y de los juicios de sn boca.»
dice : «Yo seré su madre ;» sino : «Yo soy su esclava ; há Sabia el santo Rey que como ingratos los habían olvi
gase su voluntad.» Concibe á Cristo Jesús, páreley re dado; así lo dice, prosiguiendo en el salmo cv, des
cuéstale en un pesebre. Cristo, en agradecimiento de la pués de haber referido inmensos beneficios que Dios
humildad de su Madre, llueve ángeles sobre el portal : los habia hecho : «Olvidáronse de sus obras, y no su
da comisión á estrella embajadora que traiga reyes de frieron su consejo.» Y más abajo : «Olvidaron á Dios,
Oriente para que hagan corte el pesebre en que le tie que los salvó, que hizo milagros grandes en Egipto,
ne su Madre en vez de cuna ; para que el portal donde maravillas en la tierra de Cham, cosas terribles en el
le parió vea de rodillas aquellas majestades, á quienes mar Bermejo.» Debemos considerar la aflicción de aquel
todos liablan de rodillas en sus palacios. En el pesebre, Rey santo y profeta, viéndose rey de pueblo ingrato á
adonde acaba de nacer de madre libre de la culpa (7) Dios tan propicio y benigno, y siendo él tan agra
porque viene á morir, nace entre ángeles y reyes; en decido á los beneficios de Dios, que en el salmo exv
la cruz, donde le ponen las culpas y el pecado prime exclama con voces del corazón estas bien reconocidas
ro, muere entre delincuentes y en medio de dos la palabras : Quid retribuam Domino pro ómnibus quat
drones. Allí, que nace de purísima madre, le ofrecen retribuit mihi? «¿Qué le daré al Señor por todo lo que
(3) la mirra ; aquí, que muere por los culpados y en po me da?» No ha de pedir el buen rey siempre á Dios,
der de los ministros impuros, se la dan á beber. Cuan que le dé más; hade ocuparse en buscar qué le dará
do nace mueren por él los inocentes; cuando muere por todo lo recibido. En buscar cómo agradecer á Dios
inocente, muere por los culpados. En el Calvario el cie lo recibido está el poder conservarlo. Para recibir bene
lo se escurece, anocheciendo y ocultando el manantial ficios de Dios basta ser cualquiera criatura ; para reco
de las luces visibles; en el pesebre inventa el cielo nocérselos es menester ser justa y reconocida criatura.
nuevas luces y resplandeciente ministro de fuego. Y Dije que la incredulidad que procede de ingratitud
pues en todo, el segundo y eterno Adán fué contrario es incurable. Probé con David que esta es la dolencia
del primero, para serle propicio; como Adán culpó á obstinada de los judíos. Que sea incurable, lo pruebo
con ellos y con su dureza. Hay incredulidad que se
vergne 1 los treinta y seis aflos de edad. Escribid : I. Delocis Sa- cura fácilmente, por no ser de aquella mala casta.
crae Seripturae keliraicis commentaria. Amberes, 1000.— U.llt hel-
Irnlsmo, 1555.— III. lnslilutionu lingmrtim syrlacae, aisyriacae el Esta se vio en Tomás apóstol, cuando dijo: «Si no viere
Ihalmuiiicae una cum aethiopicae et arabicae eollaíiotu, quiius ad la figura de los clavos, y metiere mi mano en su lado,
ula est ai calcen Novi Teslamenlí mullornm locorum histórica enar- no he de creer.» Discurre en esto para mi opinión sao
ratio. París, 1554 (4.*).— IV. Gramática graeca.—X V. Una versión
latina del comentario de Simplicio sobre Elúdelo, impresa en Ve-
necia en 1546, en folio. (4' que eso (S.)
(1) que fué (A1.) (5) del Evangelio : (W.)
(2) Adán Dios, [Id.) (6) injurias, i Id.)
(3) mirra ; {Id.) (7) un Dios (/<*.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 113
Pedro Crisólogo, sermón lxxxiv. Daré á leer en estas danle á las bodas de Cañad en casa del rey del ban
pílate mocho oro, razonado de la mina de sus es quete. Va con su santísima Madre y sus dicípulos;
critos: «¿Por qné así Tomás inquiere los vestigios de falta el vino, y hace que se vuelva el agua en vino.
la fé? ¿Por qué al que tan píamente padece, tan dura Por una comida obró el primer milagro de los que
mente te examina resucitando? ¿Porqué aquellas he hizo, que fué honra grande y singular prcrogativa
ridas que rompió mano impía, así la mano devota las darles la primera señal milagrosa con abundancia tan
inquieta? ¿Por qué (i) el lado que con lanza el sol magnífica de lo que faltaba. Aquí se ofrece un lugar que
dado despiadado descubrió, porlia á desgajar la mano ha fatigado muchos discursos doctos y piadosos, para
del que obedece? ¿Por qué los dolores que causaron interpretarlos. «Dijo su madre á Cristo: No tienen vino.
las manos de los perseguidores, los renueva la mano Respondióle: Mujer, ¿qué nos toca á mí ni á ti?» Estas
cariosa del dicipulo con crueldad? ¿Por qué con tor palabras tienen semblante despegado; empero consi
mentos al Señor, con penas á Dios? ¿ Por qué, que deradas con espíritu , y consultando para su declara
riendo probar al Médico celeste el dicipulo de la he ción la pureza y excelencias de la Madre, y el amor
rida, le trata asi? Cayó la potestad del diablo, descu que su Hijo Dios y hombre la tenia, me arrojo á decir
brióse la cárcel del infierno, desatáronse las ligaduras que no solo (8) no fueron palabras dañosas , sino tan
de los muertos; muriendo el Señor, se arrancaron los favorables, que en ellas me parece pronunció el texto
sepulcros, y resucitando el Señor, toda la condición irrefragable de su purísima concepción, diciendo: «En
de la muerte se mudó ; del sepulcro sacratísimo del el oficio de redentor de la culpa original, que hoy
Señor se levantó la losa, las ataduras y sudario se empiezo con el primero milagro en Canaá, á tí y á mí
desataron, y la muerte huyó de la gloria del que re nada nos toca : á mí, porque soy Dios ; á tí, porque yo
sucitaba; volvió la vida, levantóse la carne , que no te preservé.» Y esto tiene fuerza; pues siendo Cristo
había de caer más. Y ¿por qué á ti solo, Tomás, de su hijo en cuanto hombre solamente, por la culpa ori
seas que se te (2) entreguen las heridas con dema ginal pudo decir : ¿Qué nos toca á (9) tí y á mí ? Y antes
siada curiosidad para el juicio de (3) la fe? ¿Qué fuera parece decisión que despego. Ni los de la opinión con
siestas con (4) las demás se hubieran borrado? ¿En traria podrán hablar otra cosa aquí , que á la Virgen
cuál peligro hubiera incurrido tu curiosidad? ¿Per y á su Hijo no tocase. Según esto, fué decir muy amo
suádese que no hay algunas señales de la piedad, nin- rosamente á María : «Mujer, de las faltas de los hom
pnos documentos de la resurrección del Señor, si bres á tí y á mí nada nos toca, tócales á ellos. A mí
con los manos no aras las entrañas que asi surcó la no me tocan por ser Dios, á tí por ser mi madre; no
crueldad judaica? Encaminó, fieles, la piedad esto; esto ha llegado mi hora en que con el nombre de mujer,
quiso la devoción para que después no (5) lo pudiera padeciendo en la carne que me diste, te nombraré. n
dudar la impiedad. Empero Tomás no solo curaba su Este milagro, que fué el primero con que en Canai
inceriidumbre en su corazón , sino la de todos los se manifestó, fué para que los apóstoles creyeran en
hombre;. Procuraba, habiendo de predicar esto á las Cristo. Así lo dice el texto sagrado: «Este principio
gentes, cómo podría (6) autenticar el sacramento de hizo de sus señales Jesús en Canaá de Galilea, y ma
tan grande fe. De verdad más fué profecía que duda ; nifestó su gloria, y sus dicípulos creyeron en él.»
porque ¿para qué habia de pedir tal cosa, si no hu Lo que dice el doctísimo Cayetano no lo consiente
biera conocido con luz de profecía que Cristo habia el texto (estas son sus palabras: «Fué decir: A tí,
reservado sus heridas para el juicio de su resurrec como mujer, no te toca que falte el vino; y que por
ción?» ' eso el (10) Arquitriclino llamó al esposo do las bodas,
Alambrado del Espíritu Santo este grande y elegan y no á alguna mujer»), pues el texto dice que la Vir
tísimo padre, demuestra que la de santo Tomás após gen María, y no el rey del banquete, dijo á los mi
tol no fué incredulidad ingrata, sino profética. Fué nistros: «Haced cualquiera cosa que él os dijere.»
incredulidad contra la incredulidad de los judíos y Y consecutivamente Cristo mandó que llenasen las
de las gentes. Por eso mereció que Cristo, renovando ludrias de agua, y que sacasen deltas el agua con
después de resucitado su pasión en cierto modo , le vertida en vino. De que se colige que, pues Cristo
concediese manosear sus heridas. luego hizo el milagro, socorriendo la falta del vino
Veis que á la ingratitud se le niegan los milagros, que su Madre dijo que habia, que las palabras : Mujer,
'¡'Je no se negaron al fariseo, á quien cortó la oreja ¿qué nos toca á tí (1 1) y á mi? no miraron al socorro
»n Pedro, pues Cristo se la restauró; á la adúltera, del vino, sino que forzosamente fueron misteriosas.
por quien en la tierra hizo señales tan (7) milagrosas, Ni habia de extrañar Cristo que su Madre interce
que dicen algunos padres que todos los que la acusa- diese con él por las necesidades de sus huéspedes,
bu leyeron sus pecados en ellas; á María Magdalena, ni habia de frustrar su intercesión ; pues esta fué la
de quien echó siete demonios, la pecadora de la ciu vez primera que expresamente en necesidad se halla
dad, y conocida por este nombre. No es posible enca escrito que intercedió. ¡ Dichosa boda y casa dondo
recer mis el detestable horror de la ingratitud. Cristo hizo el primero milagro, donde la Virgen hizo
Resta mostrar cómo fué Cristo agradecido. Conví- el primero ruego!
No merece nombre de digresión esta advertencia,
(f) ti lado «roe con la lanza (B.)— al lado.. (5.) pues ya que no toca á la ingratitud, la huye; pues lo
ffl eitriegiea (Z.)
(J) fe? is.)
U) lo demás Z. B. F.) (8) fueron (Z. B. F.)
(5i le IB. í.) (9) a mi ni a tí? (S.)
|6 lotenliiar (S.) (10) Arquiticlino>(Z. B. F.)
['. BilagTou» (Z.) (11) nlami?(S.)
Q-a,
114 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
fuera referir este texto y no solicitar esta explicación en á Cristo, destituyéndose de lo que tenian y dejándolo,
favor de la pureza de la Virgen. y por eso le siguieron. Los que contiadicen con sus
Dicele el ladrón : «Señor, acuérdale de mi cuando costumbres la vida de los apóstoles, dicen aquellas pa
estés en tu reino.» Y ofrécesele luego diciendo : «Hoy labras al revés : «Ves que lo seguimos todo y te deja
serás conmigo en el paraíso.» ¡ Oh inefable grandeza ! mos.» No pueden los verdaderamente pobres ser des
¡Dichoso quien persuadiere al frenesí de la honra del agradecidos á lo que reciben, porque dice Dios que lo
mundo á que se acuerde del que le acompañó en la recibe él y que á él se le da y (7) se obliga á la paga.
afrenta! ¿Quién en el mundo no aborrece el testigo de Conviene que entendamos la calidad delas.niercedes
su miseria, y al que le acuerda las ignominias que le de Dios y que son beneficios los castigos y los regalos.
vio padecer? Muere Cristo escupido, abofeteado y azo Conociólo y enseñólo Job en su miseria, cuando dijo :
tado y en una cruz, como malhechor, entre dos ladro «Si recebimos los bienes de la mano de Dios, ¿porqué
nes, y pídele el bueno que se acuerde del cuando esté no recibiremos los males?» Declara san Agustín que
en su reino, que es acordarse de su mayor oprobrio ; y estos males son bienes con este nombre : «Quien alaba
no solo acepta el acordarse del, sino el hacerle parti & Dios por los milagros de sus beneficios, alábele por el
cipe de su reino consigo en el propriodia. ¡ Grande é espanto de sus venganzas", porque amenaza y halaga;
inmenso beneficio, que apreció conforme (1) á su jus sino amenazara, no hubiera alguna corrección ; si no
ticia el conocimiento de un malhechor, que en hom halagara, no hubiera algunaexhortacion.» Deaquí nace
bre visible (que con él padecía como delincuente) creyó que los más seamos desagradecidos á Dios, porque sus
reino, y reconoció (2) entre tu borrasca de las afrentas beneficios pocos hay que no los olviden , sus castigos,
majestad soberana ! menos que no los aborrezcan. ¿Queréis ver cómo hace
Tal se mostró Cristo con los hombres cuando todos le Dios beneficios castigando, cómo da con lo que quila,
fueron ingratos, los más toda su vida, y los agradeci cómo levanta al que derriba? Poned los ojos en san
dos, alguna vez en ella. De sos apóstoles unos le deja Pablo; espántale para animarle, derríbale del caballo
ron, otro le niega y otro le duda y otro le vende; este para levantarle, quítale la vista para dársela y para que
fué Judas, llamado varón de Carioth : no perdonemos á la dé á las gentes. Lo que conviene es saber recebír
su patria esta infamia. Este fué el ejemplo de los ingra cualesquiera dádivas de Dios ; no escoger unas por be
tos, este fué la misma ingratitud, con toda su genea neficios y dejar otras por trabajos. Todo lo que da es
logía. Tuvo por madre lainvidia en el ungüento de la mercedes ; no permitamos á nuestra locura que por su
Magdalena, que invidió á los pies de Cristo; luego se antojo las ponga (8) diferentes nombres.
valió déla dádiva, que induce la ingratitud, pues para Descendamos más particularmente á la doctrina po
vender á su Maestro empezó diciendo : Quid vultis lítica, y enseñemos cómo las dádivas pueden ser perse
mihi daré? «¿Qué me queréis dar, y yo os lo entrega cución. Este ejemplo no se halla sino en Satanás y en
ré?» El ingrato no señala precio, porque lo es por poco los que le imitan, que no son pocos. «Retírase Cristo
y por mucho y por cualquiera cosa. Diéronle treinta di Jesús al desierto, ayuna «juarenta dias, y ofrécele el de
neros de plata ; tomólos y entrególe. Arrepintióse Ju monio piedras. Llévale al pináculo del templo, y dícele
das y volvió el dinero, y arrojóle y ahorcóse: era tan que se arroje de allí abajo. Súbele al monte, enséñale
malo, que aun arrepintiéndose de pecar, pecó. En esto ■todos los reinos del mundo, y dice que se lo dará todo
le imitan todos los desagradecidos. Ahorcóse por ser si cayendo le adora.» Esto mismo hacen infinitos en el
desagradecido á su mismo (3) desagradecimiento, pues mundo, que con lo que dan tientan, con lo que ofrecen
pudiendo lavarle con lágrimas, le ahogó con la soga. deshonran, al que levantan lo despeñan. No se puede
¿Cuál desagradecido logra loque recibe? ¿Cuál no se negar que son más los que hacemos ingratos con nues
desespera en tanto que es desagradecido? Todo des tros beneficios que los que lo son á nuestros beneficios.
agradecimiento es horca, donde es verdugo de si pro Hay dádiva y honra y oferta que es tentación y ruina.
pio el desagradecido". ¡ Oh todo infernal vicio ! ¡ Oh pe La desdicha es que tentándonos cada dia Satanás cou
cado todo (4) infierno, que persuades á los hombres á estas propias tentaciones disfrazadas, las aceptamos por
ser antes. desagradecidos á Dios que al hombre! Los beneficios. Dar el oficio de justicia al codicioso y venga
escribas y fariseos preguntaron á Cristo si se habia de tivo, ¿no es darle piedras para que las (9) vuelva en pan?
pagar el tributo (¡5) á César. Y Cristo, que veia cuánto Vuélveselas en pan el cohecho, y entregándole, se le
cuidaban de solo pagar al César y cuánto olvidaban lo vuelve en piedras la conciencia. Poner en las más al
que debían á Dios, sin tomar ellos en su pregunta á tas dignidades eclesiásticas al indigno, para que con la
Dios en la boca, (6) los respondió : « Dad á César lo que conciencia (10) mandada y alma venal se despeñe, ¿no
es de César, y á Dios lo que es de Dios.» Esto mismo nos es pináculo que se acepta cada dia y se rueda. cada Iií>-
dice á todos, y los más nos desentendemos dello. Cristo ra? Ofrecerlo todo el ministro Satanás, porque lo
á los que le seguían no les dijo que le trujesen lo que adoren de rodillas, ¿no es idolatría con que se ruega?
tenían, sino que lo dejasen con todo lo que pudieran ¿Quién juzgará que reduciéndose á estas tres tentacio
tener. Así lo dijeron ellos : «Ves que lo hemos dejado nes todos los que llama beneficios el mundo, que no
todo y te seguimos.» Los apóstoles fueron agradecidos merecen antes fuga que agradecimiento? ¿Quién ne
gará que el que los hace no es desagradecido con una
misma acción á Dios y á si y al prójimo? Quien me da
(1) su (B. S.)
(2) en la borrasca (S.)
(3) agradecimiento, [Id.) (7) le obliga (B. S.)
(4¡ Infernal, que [Id.) (8) diferentes. Descendamos (S.¡
(5) al César tf. B., y lo mimo detpma.) (9) vuelvan (Z.)
(6)les(S.) (10) manchada (S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. U5
loque me fallaba para ser ruin, y lo que yo deseaba la avaricia y con la lujuria. Lucifer cayó por querer ser
para poder ser ladrón, ó lo que echaba menos para ser como Dios; ellos caeránporno querer ser como él. Ha
tirano, este no me bace beneficio, sino ruin, tirano y biendo el mismo Cristo predicado para su (8) enseña
ladrón. Y aun estas maldades, que sotas tienen por be miento : «Aprended de mi, que soy humilde y blando
neficios, no las agradecen los ingratos. El ruin en hon de corazón ,» —ingrato es á Dios y á su reino quien no lo
ra, el primero á quien desconoce es al que le puso en la hace.
honra que le hizo ruin. Es vanidad de los delincuentes Descendamos al hombre en particular, y en cada
m conocer fuera de si principio en sus culpas. Los pa uno veremos que el ingrato es el que más se queja
rados de los reyes pasan sin saber qué es agradeci de la ingratitud, porque el ingrato es mentiroso de
miento, porque aunque den á todos (1) lo que piden, obras, y por eso es el peor de los mentirosos; es ava
ninguno dice que recibió lo que merece. Si (2) da el riento del bien, por ser pródigo del mal; tan veneno
privado á todos, dicen todos que los iguala y que con so, que hace desdichada la buena dicha. Es esterilidad
eso los afrenta. Si da á pocos, dicen los mismos que lo de la gracia; yo le considero dicípulo'del fuego, que
hizo 1 más no poder. Si tarda en el despacho, (3) dicen consume cuanto en él echan. Arde un árbol, y la
qne se le hizo desear, y desfalcan del beneficio los pasos llama es verdad que vuelve á cada elemento lo que
y las palabras ; si abrevia el decreto, que por no verlos le toca; más vuélvelo de manera, que antes es ofensa
ni oírlos; si hace merced á sus parientes y criados, que que restitución : al aire da su parte, empero en humo
es codicioso, que solo es mérito ser su deudo, que ser de negro y ofensivo, que le oscurece y le mancha; á la
su sangre es solo suficiencia ; si no los favorece ni ayu tierra la suya en ceniza inútil y (9) despreciada; el
da, que es demonio; que quien no honra á sus deudos, agua con ruido la dislila en vapores y la consume se
¿cómo honrará á los que no lo son? Si recibe, dicen que diento. No menos se puede afirmar del ingrato lo que
es ladrón ; si no recibe, que es mejor venderlo bien del fuego, que nunca dijo : Basta. Sucede á la canti
que darlo mal. Si (4) asiste siempre á su rey, dicen que dad del (10) beneficio en el ingrato, lo que al bulto de
le cerca y le teme ; si no le asiste, que le desprecia. Ella la encina en el fuego, que en apoderándose del, der
es una dignidad esclava del trabajo, combatida de la rama su estatura en un puño de ceniza. El es el ladrón
invidia, cercada del aborrecimiento; que siempre vive que recibe con una medida y paga con otra. La in
en peligro, que sube por asperezas trepando, que baja gratitud es el vientre de las herejías y de los herejes.
resbalada por hielos, que nadie la ve subir que no la Parto suyo son todos los venenos de la verdad y de
aguarde caer, que nadie la ve caída, qncno(5) le ahon la fe; madre fué de los herejes en todo tiempo. Hijos
de la caída para que siempre caiga. El es el solo bene suyos son aquellas pestes racionales que refieren (H)
ficio con que la fortuna siempre da codicia con el es Filastrio y Cipriano y Cirilo. Ella produjo al detesta
cándalo. Los privados son mártires fdigámoslo asi) de ble Malioma, Arrio, Pelagio, Ecolampadio, Meláncton,
la lealtad ¿sus reyes, del amor á sus patrias. Tal es la Lutero y Calvino, tósigos de Alemania y Francia; y
naturaleza suya, que el delito es la prosperidad. Y asi cada día fecunda de muertes y contagios, está engen
como el hombre adolece porque es hombre, asi el pri drando cismáticos y novatores. La ingratitud persuade
vado padece solamente porque lo es. . á los padres á cuidar de que sus hijos queden antes
Los reyes son en la tierra retratos de Cristo en eVcui- ricos que virtuosos, y á los hijos á que por la heren
dado(6) y ser pastores de los suyos, que por él le fueron cia aborrezcan la vida de ios padres, á que tengan
encomendados. Empero las facciones y señales en que por mayor beneficio que se mueran que el haberlos
se le parecen, no son las coronas de oro, que la suya fué engendrado. Y lo peor es, que ella es una perpetua
de espinas; no los cetros, que el suyo fué caña afren dolencia del hombre y una disensión que vive incor
tosa; no la púrpura, que la suya fué escarnio; no ^ro porada con él, pues hace que cada día y cada hora
ño, que el suyo fué cruz y clavos y angustias. Larsc- su cuerpo sea ingrato ó su alma, su voluntad á su
ñas son los desagradecimientos que padecen, los des entendimiento, su memoria á los dos. Ella es tam
agradecidos que tienen, los cuidados continuos, los bién zizaña de sus sentidos, pues cada uno es ingrato
desvelos desconsolados, las asechanzas aleves, las trai á los demás, y todos á cada uno. La boca del glotón es
ciones domésticas. Y estas cosas que afligen, las deben ingrata á todo el hombre, sentido por sentido, miem
los reyes estimar con reverencia, pues en virtud dellas bro por miembro; bébele los ojos, trastórnale el jui
son retratos de Cristo parecidos, y dejándolas, le borran cio, humedécele el entendimiento, embrutécele la
(7) y ofenden al original. Y pues los reyes juzgarían por voluntad, obliga á que trastornadas hagan las manos
crimen de lesa majestad y castigarían al que á su re el oficio de los pies, después de habérselos desvariado.
trato añadiese en público una cola de escorpión, unas Empalágale la vida con demasías, ahógale el estó
manos de tigre, una boca de lobo, una'lengua de áspid ; mago en superfluidades, indúcele dolencias asque
consideren cuánto más sacrilego delito cometen si en rosas, y déjale desfigurado de hombre, aun indigno
el retrato de Cristo, que son ellos, añadiesen estas fie de misericordia, y entrégale á las afrentas populares.
rezas detestables, con la crueldad, con la soberbia, con Asi la lujuria, desde los ojos del que se entrega á ella,
con ingratitud rabiosa destruye la paz de todo el
cuerpo , confunde su concordia y le revela contra la
'.<) los qie pfdem íS.I
fS dan a lodos |2. B. F.)
O que se le hizo i/¿.) (8) enseñan» : (S.)
(i asistente siempre iS.) (9) desperdiciada ; lid.)
(5 laiM.) (10) bulto de la encina en el fuego, {Id.
W: j son pastores lid.) (11) Filastro, [Todos los impresos. — Véase lo que dije de estf
(T) J ofrecen al original. (Id.f prelado en mi tomo i, pag. 3-JI.)
no OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
razón. Lo propio hace la ira y la avaricia y los de hay tiempo, que las deudas son muchas, que la ha
más vicios, que para ser totalmente infernales .en cienda no es la que se pensaba, y que cada dia van
todo encarecimiento, se valen de la ingratitud. Tal saliendo nuevas trampas, y de aqui, tras robar su ha
es, que no hay pecado ni maldad ni traición que para cienda al difunto y dificultarle el descanso á su alma,
ser en el gravamen peor no se valga detla. Doctrina es le deshonran, diciendo : «Dios le haya perdpnado, que
del angélico doctor santo Tomás (1) : «La ingratitud era un hombre perdido, sin cuenta ni razón, y á todos
es especial pecado por razón del desprecio del be nos tenia engañados ; murió como vivió ;» y otros tales
neficio, mas es circunstancia respecto de los otros oprobrios y afrentas. Ingratitud es esta la más pesada,
pecados.» y no la que menos se usa. Mas porque acabéis de co
Y siendo el hombre ingrato y ingratitud, y todo nocer á la ingratitud y al ingrato, diré su más larga,
ingratitudes, se queja de que le es ingrato el sol y primera y infame maldad.
el cielo si no llueve y se serena cuando y como su El ingrato no se contenta con ser ingrato & todos
codicia lo desea para la fertilidad de sus cosechas. y á sí viviendo, sino que pasa á ser ingrato á sí pro
Quéjase del viento, y le llama ingrato, si para pasar pio aun después de muerto. Y esto lo consigue con
su codicia á las orillas que apartó el mar, no se tasa no hacer por su alma mientras vive las cosas que le
con sus velas en su nave. Llama ingrata á la tierra, importara haber hecho (6) en muriendo; y por esto
que á su simienza no vuelve ciento por uno, siendo manda cuando muere que las hagan otros, porque es
esta cosecha solamente debida á la limosna, que él tan maldito , que ya (7) que no puede muerto hacer
contradice con su avaricia. Cada día dice que nació más ingratitudes contra los que viven, quiere, enco
en mala estrella, y es ingrato ¡í la que naturalmente mendándoles los descargos de su alma, hacer más
influyó en su nacimiento; siendo así que si oimos ingratos, pues los más hacen con los difuntos lo que
á todas estas cosas, con evidencia le convencerán de tengo referido. ¿Cuál es aquel que no ha visto esto por
ingrato : el sol , (2) con que le dio luz que no merecía otros? ¿Cuál el que no lo ha hecho con otros? ¿Quién
y que trocó á las tinieblas de sus retiradas usuras, no teme que otros no lo hagan con él? No se cansa el
que le trujo succesivamenle los días y los años que ingrato de serlo. Todos los vicios y pecados acaban
dejó pasar sin reconocimiento á Dios; el cielo, que con la vida del hombre; el ingrato á si en no dispo
se le mostró premio para sus virtudes, como trono ner su alma para morir, muerto está, y está siendo
de Dios y patria de los bienaventurados, y él le quiso ingrato.
siervo que le obedeciese á la desorden de sus codicias. Mas porque los que buscan achaques para no ser
El aire, que le fué aliento para vivir, y que, como bienhechores, no se (8) valgan desto, diciendo que
por la continua respiración tenia comercio con sus siendo los hombres ingratos y la ingratitud Un con
entrañas y veía que sus cargazones eran para robar denada, que no es justo hacerlos bien, respondo que
á los que compraba y destruir á los que vendía, le el virtuoso ha de hacer bien aun al ingrato por dos
advirtió de su descamino piadoso con borrascas bien cosas : por no (9) ser como él , y por no ser ingrato
intencionadas; y que siendo él criatura de Dios, y de á Dios. A nuestro cargo está no ser ingratos, y pro
las cuatro que en los elementos atienden á la con curar en cuanto pudiéremos que los otros no lo sean.
servación del mundo, como naturales dignidades, osó El beneficio aun en el ingrato no carece de agrade
pretender que fuese cómplice en la maldad de sus cimiento por muchos caminos, pues el hacer bien es
designios. El agua, (3) con que derramada en mares premio, y Dios agradece el que se hace; y es mérito
le fué divorcio de las naciones, en cuyos montes es solicitar con nuevos beneficios la enmienda del que
taba enterrado el precioso peligro de su vida, el ve olvida ó desprecia los pasados. Si haces bien porque
neno resplandeciente, la tierra de mejor labor y peo te le^gradezcan, mercader eres, no bienhechor, co-
res hechos, que obedeciendo su soberbia procelosa la diciow, no caritativo. No digo yo que si te pagan el
cárcel de flaca arena en que se cierra , le amonestó beneficio no recibas la paga, sino que no la codicies.
que obedeciese la que en ella le puso Dios con sus Quiero que te alegres con ella, no porque te dan agra
golfos. La tierra, (4) con que le fué madre, vistiéndole decimiento, sino porque tu prójimo no es desagra
el cuerpo en que vive, que él ha disfamado con vicios decido. Ninguna dádiva tienes en la cuenta de Dios
y torpezas tales, que le aguarda (5) de su muerte cou con mejor calidad que la que sin tu queja no te pa
horror y asco; que le ha ofrecido lo necesario, y mu garon. Por esto, no solo no has de negar tus benefi
chas veces importunada le ha dado lo superfino. De cios á los ingratos, sino rogarlos con ellos, y socor
suerte que no contento con ser ingrato el hombre al rerlos con más liberalidad sobre el engaño que cuando
ciclo y á los elementos, los llama ingratos. Y es tal la primero le experimentaste. ¿Qué otra cosa nos enseña
iniquidad de la ingratitud, que no contenta con per aquel ardiente precepto de Cristo : «Amada vuestros
seguir á los vivos, persigue á los muertos más allá de enemigos,» sino esta doctrina, tan importante, que
las sepulturas. Considerad los herederos y testamen la mandó con las palabras y con las obras? ¡Cuan inu-
tarios con cuánta prisa y puntualidad pagan el entierro merables y eternos beneficios había hecho á los ju
y le disponen, y cómo luego falla para las mandas, y díos antes de encarnar y encarnando, y viviendo y
cómo se desentienden de los descargos de la concien- predicando, y obrando milagros y padeciendo! Todos
cía; cuántas cosas hallan que se han de cumplir pri con infernal ingratitud los habían despreciado y á su
mero y cómo á todo lo importante responden que
(6) muriendo ; (S.)
(1) 2, 1, quaest. 107, «. (7) no (M.)
(2) (3) (4) porque (S.) (8) wlcn ¡/d.)
(5) en su muerte (/</.) (9) ser ingrato i Dios. {Id.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 117
acrosanta persona, hasta ponerle en la cruz como de lugares, reinando en majestad soberana. ¿Cuándo se vio
lincuente y entre dos ladrones; y cuando muere cia fineza de amor tan preferida, que dejando en poder de
ndo por sus manos, pide á su Padre que los perdo- turcos el pesebre que le sirvió de cuna, y su sepulcro,
s; «Perdónalos; que no saben lo que (I ) hacen.» Esta cargase sobre alas de ángeles aquel edificio, y solo cui
doctrina, en razón de los beneficios siempre estuvo dase de rescatar aquellas paredes? La devoción estu
wMDtada de la mente de los filósofos; por eso no diosa me dicta que le movió á Cristo á esta demostra
te sombro en este tratado, no porque los desprecio ción tan agradecida (asi se diga) el ver que aquella
[tara él, sino porque no los hallo en él. Algunos cre- sola era la prenda en que habia vivido la que sola fué
pósculos desta luz se divisan en mi Séneca, algunos sin pecado, y donde había sido concebido el que solo no
«a el doctísimo Campano; empero participan debili lo tuvo por naturaleza, y venia i. quitar los pecados
dad de la voz humana: son luz dudosa; aquí sola del mundo. Aquella casa era el solar de la redención
mente amanece colmada de divinidad, sin confinar con del mundo, siempre (3) habitado de santidad altísima,
tas sombras de la noche. de virginidad sacrosanta, de pureza inmaculada : pre
Cristo fué liberalisimo dando y pidiendo. ¿Querejs- mió Dios con tan maravillosa transmigración tan escla
lof«!Hiralde pidiendode beber á la Samaritana, para recidas prerogativas. Santísimo lugar es el pesebre
darla agua viva y salud eterna. Miralde pedir de beber donde nació, porque se reclinó en él Cristo Jesús ; em
i los fariseos en la cruz, diciendo : « Sed tengo, » para pero antes-había servido á un buey y auna muía. La
('irles agua y sangre de su costado por hiél y vinagre. cruz en que murió es un divino instrumento de nues
No se ausente para nuestra exhortación y enseñanza, tra redención y donde se obró ; señal gloriosa en que
'para temor de nuestra memoria, la parábola del que nos defendemos, estandarte que acaudilla los fieles : por .
debía al señor muchas sumas. Mandóle prender y que esto se le debe la mas preferida adoración ; empero, an
i* vendiesen la hacienda y la mujer y los hijos ; afligido, tes que Cristo Jesús muriese en ella, era patíbulo in
se hincó de rodillas, y le dijo : «Ten paciencia conmi- fame y afrentoso. La casa de María antes y después y
go. y jo te pagaré toda la deuda. » Mandóle soltar y per siempre fué albergue de toda soberana santidad, y por
donóle It deuda. Este en saliendo topó con uno que le eso su hijo quiere que aquella casa y ladrillos y pie
debía i él cien dineros, y arremetiendo á él, le ahóga dras que su Madre le guardó en pureza angélica antes,
la (i) diciéndole : a Págame lo que me debes.» Díjole : sea defendida por él, después, de captiverío, y exaltada
«Tea paciencia conmigo, y yo te pagaré lo que te de- con translación angélica. Pues si cuida con tal provi
bo.» No quiso : fuese, púsole en prisiones hasta que le dencia, estando triunfante á la diestra del Padre, de la
• Oígase. Súpolo el señor, llamóle y díjole : «Mal criado, decencia de la casa en que fué concebido, ¿cuánto más
yoteperdoné tudeuJa porque me lo rogaste. ¿No tenias se debe creer que cuidó de la inmunidad de aquella en
(Mifacúra de condolerte de tu deudor, como yo me que fué concebido? Y en privilegiar la casa íle María
apnfóditi!» Y enojado, le entregó á los verdugos has- tanto después, enseña que preservó á María mucho an
ta que pagase todo el débito. Yeis aquí con cuánta fa tes, pues con razón debió honrar más el vientre y en
cilidad perdona el Señor á sus deudores, y con cuánto trañas en que estuvo que la casa en que su Madre vi
rigor castiga á los ingratos. No siente que no le paguen vía. Consideremos, ingratos, que seguimos en obedien
toque dio, unto como siente que le sean ingratos en cia de la serpiente el ejemplo de la primera mujer y del
«o imitarle en cobrar sus deudores de los que los de- primer hombre (que introdujeron con su pecado la
tan- Dios, siendo ingratos á sus beneficios, nos hace muerte en el mundo para todos), y que dejamos el de
beneficios, para que á su imitación los hagamos á los María y Cristo, que dieron muerte á la misma muerte,
1»e nos son ingratos. á quien con la suya venció Cristo, dejándonos en su ley
Be referido losagradecimientos de Cristo Dios y nom por su pasión vida eterna. Asi nos llama : agradecidos
inen toda su vida, y antes de nacer, para encarnar en nos quiere, ingratos nos desecha. Que nos quiere agra
raMadre, los que usó con ella. Resta que diga los que decidos lo mostró expresamente con el sacramento de
W María, siempre virgen , mostró muchos años des la Eucaristía, que si se interpreta «bien de gracia, sa
loes de muerto y resucitado, por santificar con ellos cramento de gracia» (á cuyos misterios se opone el
tedas las edades del mundo. Consideración es mia; si nombre de la ingratitud), ¿qué alma cristiana no abor
« ella hubiere alguna docta y piadosa consideración, recerá vicio que se opone á la Eucaristía, que, en con
«reconozco de Dios en mi rudeza é ignorancia. Lo que tradicción de su nombre, que es gracia, se llama sin
nosnpiere discurrir con palabras decentes, es de la co ella?
secha de mí culpa y miseria. El pesebre, el portal, el Que desecha Cristo los ingratos se ve, pues cuando
r*zoen que se sentó cansado, la casa del desposado en envió á sus apóstoles á llevar en su Evangelio al mundo
knaá.otra en que fué huésped, la casa de Lázaro, la co- su gracia y la salvación en su ley, los mandó que en
toina, la cruz, el sepulcro y el rótulo, vinieron á nos las casas donde entrasen ¿ predicar redención dijesen :
otros. La cruz sacrosanta, señal de nuestra redención, «Paz sea (4) en esta casa;» y que si ingratos al mayor
¡?. 'a"ada. Las casas donde habitó y comió, y su san- beneficio, no los admitiesen, que saliesen della, que su
ísimo sepulcro, y todos los lugares santos, están en Je- paz se volvería á ellos, y que se sacudiesen el polvo de
''*>;! solamente la casa en que vivía María Virgen, los pies. ¿Veis cuánto asco quiere Dios que sus apóste
«>nde recibió la embajada, donde concibió á Cristo, les tengan de los ingratos á sus beneficios, que aun no
™ traída entera por los ángeles con milagro prodigio- quiere que en los pies lleven el polvo del lugar donde
w» Utsto, donde esti, después de haber mudado otros vive el ingrato?

(¿««hiten., (s.) (3) balitada (F.) - habitaba (S.)


(4) i esta casa;» t,Z.)
H8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
He considerado (I ) también por qué los mandó que I á los que estuvieren á su mano siniestra : Apartaos de
no llevasen el polvo, y hallo literal la declaración en ¡ mí, malditos, al fuego eterno, que está prevenido para
David, salmo i. Ha dado las señas del justo y sus felici el diablo y sus ángeles. Tuve hambre, y no me distes de
dades, y tratando de los ingratos (que asi lo entiendo comer; tuve sed, y no me distes de beber; era hués
yo, pues los opone al agradecido cuando dice que «el | ped, y no me recogisles ; estaba desnudo, y no me dis
varón justo da su fruto á su tiempo», y esto es agrade tes vestido; estuve enfermo y preso, y no me visilás-
cer), canta este verso: «No asíe) impío, no así, sinoco- ; tes» (a).
mo el polvo que arroja el viento de la cara de la tierra.» | Ya hemos oido el último encarecimiento de la mise
Por las cuales palabras se conoce que los mandó limpiar ria de los ingratos, el alto y soberano mérito de los agra
el polvo de los pies, por-ser el polvo el retrato y simili decidos. Seamos pues agradecidos á Dios por todo veo
tud de los ingratos, y de los tales se lia de huir, no solo todo ; ¡'i todos los hombres : ¿los buenos porque se les
dellós, sino de cualquiera cosa que se les parezca. Que el debe. , á los malos por no ser como ellos, porque lo de
ingrato sea como el polvo, se conoce en que así como el I jen de ser. No hagamos usura el beneficio ni interese
polvo ciega al hombre que le levanta, y le ensucia y es- mos la caridad. Hagamos bien al que no lo merece, por
curece y enturbia al aire que le alza, asi él ofende á el que Dios nos hace sin merecerle. Cristo, por san Ma
quien le saca de su bajeza y le extiende y le sublima. teo, cap. v, dice : «Si amáis á los que os aman, ¿qué
Es pecado tan feo y tan abominable como Imbeis visto, merced recibiréis? ¿Por ventura no hacen eso prupio
y tan sumamente pernicioso, que el postrero dia del los publícanos?» (3) Y por san Lúeas, vi : «Ysihioié-
inundo, en que Cristo lo juzgará, la sentencia de los redes bien á los que os hacen bien, ¿que gracias seos
buenos los declara por agradecidos, y se salvarán por deberán ; siendo así que los pecadores hacen esto mis
serlo, y la de los malos (2) los declara por ingratos, y se mo?» Hagamos lo que üios nos manda, animados des-
condenarán por haberlo sido. Oíd ú Cristo por san Ma tas grandes palabras del doctísimo Agustino: «Nada
teo, cap. xxv : «Entonces dirá el Rey á los que estuvieren manda üios que ú él le aproveche, sino á aquel á quien
á su diestra: Venid, benditos de mi Padre, poseed el se lo manda. Por eso es verdadero Señor, que no lia
reino que os está aparejado antes de la constitución del menester á su criado, yá quien ha menester su cria
mundo. Tuve hambre, y dístesme de comer; tuve sed, do. » Este Señor nos manda que hagamos hiena lasque
y distesme debeber; era huésped, y me aluergastes; es nos aborrecen : pues su mandato es merced, agradeí-
taba desnudo, y me vestistes.» Palabras son estas expre- i cámosle con'nueslra obediencia, para que con la pie
sas de paga y agradecimiento á los que le fueron agra dad que nos redimió captivos, redimidos nos salve eu
decidos en sus pobres con lo que les dio. Oid , ingratos, su juicio. Amen. • ,
las palabras devueslra sentencia: «Entonces dirá el Rey
(«) Disteis, albergasteis, recogisteis, imprimió Sancha.
(1) porque los mandó (Z. P.) (3) San Lucas, (Z. B. F.)
H) la 12. B. F.)

SOBERBIA.
TERCERA PESTE DEL MUNDO (a).

Mas fácil es escribir contra la soberbia que vencerla. estiércol : (S) asco de que ya se preció Virgilio; y en que
Escribiré lo que es la soberbia para el que la tiene, pues le imitan aquellosqtie para la verdad cristiana solamen
él solo es quien no lo sabe, ni lo quiere aprender de los te se valen de doctrinas de idólatras, mal guarecidas Je
que lo padecen. Escribiré no sin temor, porque la plu su contagio, y dejan lasque, aseguradas en el Espíritu
ma, desde que (4) abrasó la que volaba en las alas de Santo, ó establece por canónicas la Iglesia en los da
Luzbel, que en su propia ceniza escribe desconsoladas Testamentos, ó aprueba en la santidad iluminada de lo*
y eternas tragedias , tiembla en la mano, en temor de la padres. Yo tal vez referiré algo que dijeron las autores
pronunciación de su nombre. Escribiré de la soberbia ; de la gentilidad, no para enseñar al qistiano, sino pira
y temo que antes (presumiendo de darla ú conocer) in avergonzar al mal cristiano, con hacer que lea más ho
curriré en ella mal que discurriré bien. Por esto me nesto conocimiento en los gentiles sin verdadera luí y
rehuso á mí ; y teniendo por sospechosa toda la doctri fe, que en el que nació en tiempo que la una alumbra y
na de los filósofos, me valdré de las sacrosantas escritu la otra reina.
ras y de los santos padres, sabiendo que, como en aque No con soberbia desprecio para este grande tratadu
llos hay algo bueno, en estos no hay algo que no lo sea. los grandes filósofos, á quien frecuentemente citan los
Mas limpieza es buscar joyas en las minas que en el santos padres y doctores católicos. Obedezco á mi gran
Pedro Crisólogo, que en el sermón ci dice así : «Oiga»
los que del bien de la muerte revolvieron los antigua
(a) A principios de febrera de 1636, hallándose Qüevido en la volúmenes de los antiguos ; empero de su lección no
Torre de Juan Abad , trabajaba en este discurso , como parece de
una carta s'iya dirigida al tiuque de Medinaccli.
(4; se abrasó (S.— La soberbia es itucu abusó.) (5) asco de queja le preció (Todos los tjtm/Uret.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 419
pidieron lograr conocimiento de virtud ó de consuelo ; | cerse por la flexibilidad de la naturaleza ó por la (6)
porque si bien para la tolerancia de la muerte armaron corrupción del fómes actual. Segundo : Levantamiento
sas ánimos, enjugaron sus lágrimas, enmudecieron los contra el precepto, ó desordenado apetito de excelencia
agiros, acallaron los gemidos , divirtieron los dolo- en cualquiera cosa. Tercero : Desordenado apetito de
re, nada descubrieron á (I) sus lectores de esperanza excelencia , (7) á que se debe honra y reverencia. La
OHlaóde perpetua vida ó de verdadera vida. ¿Quién primera es principio y r;úz de todo pecado; la segunda
:! tabre; quién á la sabiduría? — Morir es natural ; es pecado general ; la tercera es pecado especial , y es
rere-ario es morir. Para nosotros vivieron los pasados ; uno de los siete mortales. Los soberbios son en dos gé
josilros vivimos para los que lian de venir ; ninguno neros : los unos que se exaltan sobre los otros ; los se
jara si. Virtudes querer lo que no se puede estorbar. gundos los que exultan algo sobre si.»
Admite de grado lo que has de admitir 'por fuerza. La Resta, después de la división, difluiría soberbia. El
Euerte no es antes que venga ; cuando viene se ignora. mismo (8) angélico doctor añade : «La soberbia pro
No(2) sientas pues perder aquello que en perdiéndolo piamente es apetito desordenado de excelencia, á quien
nopaedes sentirlo. — Empero cuando dijeren estas co se debe honor y reverencia ; como si dijésemos : La so
as, trfo lo dicen con agudeza , no con vida ; porque , de berbia propiamente mira al defecto de la sujeción del
Junde t cuándo y cómo y por quién vino á tí la muer hombre á Dios, según lo que un.) se levanta sobre lo
te bnoraron ; mas á nosotros el autor de la vida nos que á él está preiijo conforme á la divina regla ó me
declaró el autor de la muerte. » dida.»
Las sentencias que de la muerte refiere en este ser Conviene que se sepa cuya hija es , y qué descenden
món el doctísimo y elegante con soberano saber san cia tiene. Mateo Timpio, en su Mensa Theolo-philosophi-
Pedro Ciisólogo, son literales de Séneca ; y no exclu ca, cap. 53, de la Soberbia (n), dice en la cuest. 3, que hay
yendo en él lo sólido de la doctrina moral , lo excluye cuatro buenas madres de cuatro malditos hijos. Y lo ve
en lo demás : porque Séneca y (3) Epicteto, que vivie rifica en la verdad , que pare al aborrecimiento ; en la
ron en tiempo de los apóstoles, y veian las hazañas de prosperidad, que pare y engendra á la soberbia; la se
la fe de los cristianos y la perfección de la vida, y que la guridad, al peligro ; y la familiaridad, al desprecio. No
daban al fuego y al cuchillo, no solo con valentía, sino pueden ser mejores madres ni peores hijos. Desta mala
con gozo enamorado, confaccionaron con lo que veian casta está poblado el mundo, que valiéndose de la cali
lo que escribieron ; de tal manera , que su doctrina, dad de quien los parió, disimulan su infamia y la intro
con resabios de aquella atención, es en muchas cosas ducen. Según esto, la soberbia es hija de la prosperidad.
fen parecida á nuestra verdad : tuvieron por maestros Empero ella tiene muchas hijas. Cuéntalas el reverendo
«n la primitiva Iglesia á los mártires, y oyeron la doc padre Antonio Rufo de Tufaría, de la sagrada orden do
trina de sus triunfos. Debo al ejemplo piadoso el pon los Menores, en su (9) Manuale diffinitionum : Ambi
tear que refutando el Santo á Séneca no le nombra, ción, presunción, curiosidad, (1-0) ingratitud, adula-
í por perdonar mejor al crédito del autor idólatra, ha don, vanagloria, jactancia, inobediencia hipocre
bla antes de muchos de los antiguos, por excusar repre sía (b). ¡Oh cuan bien puestas en estado se ven estas
hensión á su nombre. Aprendamos de santo Tomás, hijas en el mundo! ¡Oh cuan casados están con ellas mu
pues él solo no se contentó con no decir algo contra lo chos hombres poderosos! No se contenta la soberbia
?ue dijeron, sino que no osó decir lo que en ellos no condarácada una un marido; no se contenta con ciento,
bailase. Tales son sus palabras en su Opúsculo confesio- ni con mil. Yo las he visto viudas de algunos, mas
wi'o.cap. 15 : «Empero otras muchas cosas hay por no de todos.
qué el hombre se debe abstener con reverencia, las oía He dividido ydifinido la soberbia, declarando su des
la no me atrevo á explicar, porque no las hallo escritas cendencia y sus descendientes. Necesario es declarar
w los santos y en los doctos. Por esto determino dejar cuál sea la causa de la soberbia en el hombre miserable.
las simplemente á la ilustración de la gracia de Dios.» Esta yo no la he leído en otro autor sino en estas pala
To empero seguiré á la doctrina del gran Crisólogo bras de san PedroCrisólogo, serm. r.i. « Hombre, cuando
en desconfiar de los filósofos, y obedeceré á santo To tu Autor te hizo á tí de polvo, no lo viste, porque si to
asen no escribir lo que no hallare en los santos, lo vieras hacer, no asi lloraras (1 1) el morir.» Lo demás ya
<¡ae san Agustín pronunció en el sétimo libro de las
Confalones, cap. 20, diciendo de sí «que en los libros (6i correpciun ^Z. B.)
platónicos jamás habia podido aprender algo de la cari (7) al 15.)
(8* ángel doctor : «La soberbia (Z. B. F.) ■
dad y de la humildad ». Remito en esto los estudiosos á
(a) En todus los ejemplares, por yerro : se estampa cap. SI. Esta
«te capítulo, y al o." del libro ni de sus Confesiones. Y libro se retóla : •Mensa Tkeolo-philosopkica , seu conviviorum p%L
para desempeñarme, empezaré este tratado do la Súber- pámenla el condimenta suavissima, Itoc esl Quaestiones symposiacae,
Wucon la división y definición del (4) angélico doctor. facetae quitlem, seriae lamen et mulla gravitóte condiloe, nec non-
per LUÍ Locos eommmes diuposilae sludio et industria Matthaeí
«Soberbia se dice de dos maneras : la primera cuando Tympii Theol. — Uonasterii Wctlphaliae. Apvd Michaelem Dalium.
excede á la regla de la razón ; la segunda por cualquier Amo m.dc.iix.
«ceso. La primera siempre es mala; la segunda á ve (9) Manual \Z. B. F.)
ces buena. La soberbia, que siempre es mala, es de (10) integridad, adulación (S.)
(*) Se da noticia individual de tales hijas a ta pSg. 332 de la
tres maneras (o). Primero : Inclinación á ensoberbe obra , cuyo titulo es : Manuale locupletissimum fere omniíim tnm
diffinilionum, tnm et iescriptionum eorum , quae i» quibusatmque
cí los lectores (S.) Conscieuliae casutim maleriis, atquesoluüonibus ocurrtre solent...
5) tienta (Z. B. F.) Per Rever, adm. Patrem Fr. Antonium Kuffum de TuTaria Ord.
I') Eplteeto (Z. B.) Min. de Obserrantia Prov. Terrae laboris. Yeneliit, m.ocxuii.
'*) injel doctor, i. í. quaeit. 182, art. 1. (Z. B. F.) ApudJoan. Antonium Julionum.
6) laclinaeion tZ. B. F.) (11) al morir. (S.)
120 ODIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
esláen la Primera pesie. Bien hubo gentiles que dije de que fué (2) hecho, la olvidó y osó contra üios.que (3)
ron que el no conocerse el hombre era ocasión de su le hizo, no es justo que sus raíces estén en la tierra.
soberbia y ruina. Eso enseñaron con aquellas palabras Quien fué tan rudo, que teniendo alma racional, no sa
ricas de salud : «Conócele ú tí mismo.» Empero tara po aprender la política de los árboles, solamente vege
zón desta salud solamente la alcanzó mi Santo, que con tativos, bien es quesea arrancado. El árbol, cuanto sube
cada palabra excede en precio todas las doctrinas de al cielo con sus ramas, tanto se va descendiendo con sus
los filósofos. Cierto es que el soberbio no se conoce. raíces en la tierra; y cuanto más se ahonda y arraiga en
¡Mirad qud podrá conocer quien no se conoce! Apren la tierra, tanto más seguramente se levanta. El sober
dió todo este discurso san Pedro Crisólogo, de Cristo, bio todo lo hace al revés : tanto como se levanta á las
cuando curó al ciego de nacimiento, que paradarle vista nubes, tanto se olvida de (4) la tierra; y so, pretensión
le puso tierra sobre los ojos con que viese, para que la es apartar sus raíces tanto della, que estén más altas
viese y se viese. Bien se conoce que el Santo tuvo este que las cimas de todos. Por esto, aunque no le derri
milagro por lección, con el discurso de no verse el hom ben, se cae : por esto es forzosa y grande su caída, y
bre hacer polvo y con la ceguedad que de su nacimiento mayor su locura. En razón desto, en el mismo salmo,
tuvo. ¡Extraordinario colirio, sanar losojosconel polvo consecutivamente dice David : (S) «Veránlo los bne-
que los ciega! A Dios nadie le puede quitar nada; el nos, y temerán y reirán sobre él, diciendo : Veis el liom- .
soberbio solo lo intenta. ¡ Tal es su perdición ! Y cuando bre que no puso en Dios su confianza, antes esperó en
eslo no puede, dándose todo á sí, nada le da á Dios. ¡Tal la multitud de sus riquezas y prevaleció en su vanidad.»
es la locura de sus pretcnsiones; tal la iniquidad desús Parece que juntó el Santo rey cosas incompatibles, di
obras! Quien á Dios da nada por darse á sí, antes se ciendo que los justos, viendo arrancar de raíz los so
quila á si mismo que se da. ¿Cómo dará á Dios algo el berbios, temerán y reirán; por ser el temor más con
soberbio que nada conoce de Dios? Do manera que tan trario á la risa que á la melancolía. Dos cosas se. lian de
sin Dios es lo que da como lo que niega. Por esto el so considerar en el soberbio: el castigo y la locura con que
berbio es el declarado enemigo de aquellos dos precep le mereció. Temerán los justos considerando el castigo;
tos en que dijo Cristo estaban la ley y los profetas : reirsehan de la locura. Yde verdad la alegría de los jus
«Amar á Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como tos nace del temor que (6) los justos tienen á Dios. Asi
á sí mismo.» Pues quien á Dios da nada, antes aborrece es principio el temor de Dios de la alegría como del sa
á Dios que le ama. Quien se da á si mismo á sí , no co ber'. Temer á Dios y reírse del que no le temió, todo es
noce prójimo, no le consiente; solo le es prójimo su temerá Dios y enseñará que le teman. Y no es pequeña
castigo. Y así como la caridad está en todas las virtudes, parte del castigo de los soberbios la risa de los justos.
dándoles vida, así la soberbia asiste en todos los peca No es la menor pena de los malos y soberbios el que los
dos, alimentándolos de muerte. No hay pecado sin so buenos serian sobre ellos, sino la mayor, y mayor que
berbia, ni soberbia á quien falte algún pecado. Por esto ser destruidos. Lo que Dios hizo con Luzbel es lo que
es sumamente á Dios aborrecible, y contra los sober dice David que hará con todos los soberbios : á Luzbel
bios llama David á Dios repetidamente Dios de las ven le destruyó, dejándole la naturaleza de ángel , sin la
ganzas : « Dios de las venganzas, señor Dios de las ven gracia de ángel ; arrancóle con la palabra Quién como
ganzas, libremente obró. Engrandécete tú, que juzgas Dios. Arrojó de su tabernáculo al que pretendía reinar
la tierra ; da su merecido á los soberbios (a).» Qué sea lo en el eterno de su Criador; arrancóle con todas sus rai
que merecen los soberbios, y cuál es la retribución que ces (que fué el séquito amotinado de tantos espíritus
Dios les da , lo dijo el misino santo rey, salmo u : comuneros como siguieron su rebelión ) de la patria de
«¿Porqué te muestras glorioso en la malicia, tú que los que viven, que esel cielo, y arrojóle á la de los muer
eres poderoso en la maldad?» Y prosiguiendo las cos tos á padecer, en noche sin fin, desesperación eterna.
tumbres del soberbio, llega al vers. 7, y fulmina esta La soberbia fué fundadora de los primeros herejes,
sentencia contra él : «Por eso Dios te destruirá en el fin, y los primeros herejes fueron los ángeles soberbios.
te arrancará y te arrojará de tu tabernáculo; y tu raiz, Fué tan agradable á Dios su vencimiento, que (7) al ar
de la tierra de los que viven.» No dice que le castigará, cángel soberano, que como capitán suyo los derribó,
sino que le destruirá. El castigo hácese á los hijos, la desmintiéndolos con la palabra Quién como Dios, se la
destrucción toca á los enemigos y condenados. Dice que dio por nombre y blasón. (K) Eso quiere decir Michad
le arrancará; no dice que le segará, que es lenguaje en la lengua sagrada. Muchas cosas enseñó Dios á los
para las semillas de buen fruto; noque le podará, que reyes de la tierra en esta batalla y con la persona de san
es diligencia para la abundancia de las vides; dice que Miguel. Lo primero, á honrar los generales que vencen
le arrancará, lo que se hace con los cardos y las malas y alcanzan Vitoria en nombre de su señor ; lo segundo,
yerbas. Dice que le arrojará de su tabernaculo.no (I) en no mudar de general cuando sirve bien. A san Mi
que le levantará ó mudará, sino con palabra de enojo y guel, porque venció esta batalla, le encomendó su pue
desprecio. Todo el lenguaje es de indignación. Y por blo y le tiene nombrado para la postrera que tendrá
que no le quede esperanza al soberbio en lo por venir, contra el Antecristo. Sepan todos los que como valien-
dice que arrancará sus raíces de la tierra de los que vi
ven. En esta tierra no ha de quedar del succosion ni
memoria. Planta que teniendo sus raíces en la tierra, (l) hedía, (S.)
(3! la di.)
(4) tierra ; Z. B. F.)
(5) «Veranlos los buenas , (S.)
(6) tienen i Dios. 1/rf.)
(a) Salmo jciii. (7) el ángel soberano, {Id.)
(1) le levantar* (Z;- levantar! (B. F.) (8) Eslo i«.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 121
le católicos se (i) opusieren i los herejes, que tienen to.» Da la razón desto doce renglones antes: «El
de soparte asan Miguel, que acabó con los primeros en ayuno sin la limosna es simulacro de la hambre;
Lucifer y su séquito, y acabará con los últimos en el do ninguna manera es imagen de santidad. El ayu
Anlecristo y sus secuaces. El primero solar de la guer- no sin piedad es ocasión de avaricia, no es propósito
nfüéel cielo, (2) en el primero principio de las cria- de templanza, porque esta abstinencia cuanto se en
lar» con guerras. El mundo ejnpezó con guerra, y con flaquece en el cuerpo, engruesa la bolsa.» ¡Grande y
pifira se acabará, y guerra es la vida en él. No hace á católica doctrina! No puede negar el rico que, si no
¿¿Tierra noble esta antigüedad, sino temerosa. El pe da de limosna lo menos que gasta ayunando, que su
cado fué ocasión de la guerra en el ángel y en el hom ayuno es ahorro y avaricia. fc
bre. Por eso Cristo, Dios y hombre, que vino á librarnos Pues en estas dos virtudes tan poderosas se intro
del pecado, nació pregonando (3) paz por la boca de los duce la soberbia disfrazada de la hipocresía. Ma
¿ágeles, y mandó a sus dicípulos que la fuesen repar teo, 6 : «Cuando haces limosna no toques trompeta,
tiendo por donde fuesen. Y cuando él iba al Padre, dijo como hacen los hipócritas en las sinagogas y plazas,
■r te dos daba su paz y que nos la dejaba. De aquí se eo- para que los honren los hombres. » ¿Veis cómo la so
I se que la guerra fué invención de la soberbia, y la paz berbia, arrebozada de la hipocresía, usa de sus apa
de la humildad. ratos en la limosna, tocando trompetas, buscando
Siguiendo la soberbia á su naturaleza, sigue á los aplausos en las plazas? Veis cómo se descubre en
poderosos, y ellos la siguen. No es opinión mía: (4) querer que por la limosna le honren á ella, y no á
¡cuan sabrosamente lo dice Antonio Abad, epist. n, Dios? Su tema de la soberbia y del (7) soberbioso es
<*í (5) Arsenoitas ! «Cosa cierta es que, como por sí querer para sí la gloría de Dios. Mendigó de los su
conozca el demonio que por soberbia y vanagloria cesos algún rasgo desta doctrina la gentilidad, pues
fué derribado del cielo, por eso él acomete á los temió tanto las malas andanzas de la soberbia y lo
que llegaron á la mayor medida («).» Mostró en este secreto de sus engañosas jornadas contra las mismas
discurso Satanás la agudeza de ángel y la malicia virtudes, que ordenaron el ostracismo y el petalis-
de diablo, pues colige contra los hombres que si la mo, con que desterraban de la ciudad á todos aque
grandeza hizo al ángel demonio, sabrá hacer demonio llos que excedían á todos en alguna virtud, ya fuese
al hombre; y usa delta como de único artífice de con en poder, ya en riqueza, ya en saber, ya en virtud;
denados, asegurando de experiencia que él padece. que como (8) sabían que todas estas cosas excelentes
No por esto dejo de confesar que bay pobres sober quedan acechadas de la soberbia, á los que las tenían
bios. Es cierto que los hay y que son los más insu los desterraban, sí no por soberbios, por hombres
fribles de todos, porque su arrogancia nace de la ini espiados de tan pernicioso vicio. Prudente adverten
quidad y desorden de sus potencias. Son soberbios cia será recatarnos en el mundo, no solo de los que
rabiosos. La soberbia es una misma en el que tiene son soberbios, sino también de su sombra. Toda
macbo y el que tiene nada. Aquel tiene con que ser esta es doctrina de las palabras referidas de san Agus
soberbio, y este lo es porque no tiene con qué. Tan tín.
soberbio es hoy Lucifer, que no tiene qué perder, Malditas son las obras deste pecado; destruye
«roo cuando tuvo qué perdiese. Ella acompaña al las virtudes, y origina y crece los vicios. Su propie
poder, y no se olvida de la miseria. No hay vicio que dad es destruir no solamente á los otros, sino á sí
do esfuerce y agrave, no hay virtud que no acometa. propia, y sus cosas y codicias. Bien nos lo dice de sí
Oigamos esta advertencia de san Agustín: «Todos los propio aquel rico soberbio del Evangelio, Lucae, 12:
Ticios solo pueden en las cosas mal hechas. La so «La heredad de cierto hombre rico llevó muy abun
berbia sola se ha de apartar en las buenas obras» (6). dantes frutos; y pensaba entre sí diciendo: ¿Qué haré,
Entrase á paso descubierto en los pecados, deslizase que no tengo donde cerrar mi cosecha? Y dijo: Esto
secreta en las virtudes, con más miedo en aquellas, haré: destruiré mis trojes, y harélas mayores, y allí
no con menor daño en estas. Son el ayuno y la li juntaré todo lo que ha nacido para mi y mis bienes.
mosna dos hermosas hijas de la caridad , reina de las Y diré á mi alma: Anima mía, tienes muchos bienes
Virtudes. Tal es, que si se apartan, se hechan mucho juntos para muchos años; descansa, come, bebe y
menos la una á la otra. Mi Santo (6) las juntó, y dijo banquetea.» Mirad al soberbio avariento cómo olvida
el gran daño que resultaba de apartarlas (sermón viu, que los pobres son las trojes donde ha de guardar la
De jejunio el eleemosyna) : «Quien no ayuna para el abundancia que le sobra. Miralde cómo piensa entre
pobre, á Dios finge. Quien ayunando no da su comi sí , porque fuera de sí no hace caso de nadie, y esto
da, sino que la ahorra, á la codicia ayuna, y no á Cris porque la soberbia le tiene fuera de si y de su cono
cimiento. Oíd lo que dice : pregúntase « qué hará, que
ti opuieron (S.)
no tiene adonde juntar su cosecha». Solo esta verdad
ti «1 primer principio de las criaturas son guerras, [id.) dijo, que no tenia dónde juntarla; porque lo que la
i." la pat i¡i.) avaricia junta y la soberbia blasona no se junta, antes
U «id cuan sabrosamente ¡M.i se derrama y se pierde. Oíd el parecer que su sober
(S Arsenos! (Z. B. F.)—Arsenios ! {Id.)
i«i Del eremita san Antonio Abad se conservan siete cartas bia da á las (9) dudas de su codicia: «Destruiré mis
dirigidas i varios monasterios de Egipto, siendo la mas notable trojes. » ¿Veis cómo empieza por destruirlo mismo
la dirigida a los arsenoitas. Floreció el Sanio en los tiempos de que tiene para guardar? Añade que las hará mayo-
Constantino j sos bijos. Vertidas las cartas al griego, lo fueron
riespoes al latín. En este idioma ha; nna impresión rara , hecha
en Ambires por Juan Steelsio, año de 1510. (7) soberbio (S.)
r*> De Seltr. el gret., cap. Í7. (8) saben (Z. ft. F.¡
i») San Pedro Crisologo, (9) deudas (5.)
122 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
res. Este es el hipo de la soberbia, hacerse (1) ma- [ bia entrado en el secreto de su mente.» No puede
yor y ensancharse; y csfo con lin de juntar todo lo ser uno avaro ni iuvidioso ni ingrato, sin ser so
que ha nacido para él y sus bienes. ¿Veis cómo con berbio, sin despreci-jr á todos por sí, sin aborrecer
tradice la caridad y olvida el precepto de amar al á todos por amarse á sí, sin acordarse que para hon
prójimo como á sí mismo? ¿Cómo niega á Dios la obe ras y hacienda hay otros, y no él solo.
diencia, y el socorro al pobre, llamando bienes suyos Dcsta enfermedad adolecieron mortalmente los ju
los que son de Dios, que se los da sin merecerlos, díos. (6) Eian soberbios por sí y por todos los que
pues él los niega á las necesidades á que los debe? los trataban y se fiaban dellos. Con novedad acom
Orí el soliloquio del con su alma: «Alina, tienes mu paño este lugar con el suceso del Centurión: «Y como
chos bienes para muchos años;» no sabiondo (2) cuán oyese las maravillas de Jesús, envió á él los ancianos
tos días ni cuántas horas tenia de vida. Llama bienes de los judíos, rogándole que viniera y (7) salvara su
del alma á los que no lo son aun verdaderamente del criado. Mas ellos, llegando á Jesús, le rogaban con so
cuerpo. Manda á su alma que se quiete en la gran licitud, diciéndole : Porque este es digno de que ha
cantidad de cosechas; no pudiendo quietarse el alma gas lo que pide; ama á nuestra gente, y él nos edi-
sino en el suinp bien, que este soberbio desprecia, Gcó nuestra sinagoga.» ¡Qué palabras tan arrogantes
que este avariento olvida. Aconseja á su alma que y soberbias por el que se ,tos encomendó y por sí
coma y beba; porque estos procuran que sus almas mismos! Dicen que es digno de que Cristo le conceda
se vuelvan cuerpos, subiendo que el alma solo tiene loque pide, porque los ama y los ha obligado; y esto,
sed de la gracia de Dios, que es agua viva. Así lo porque los soberbios sotos tienen por dignos á los
dijo David : «Tuvo sed de tí, Señor, mi alma;» y en que los quieren y los sirven. Mas el Centurión, que
otro salmo : «De la manera que el ciervo desea las conocía tocados desla peste á los judíos, y sabia que
fuentes de las aguas, asi, ó Dios, te desea mi alma. no hablaban sin la nota de la soberbia, «envió unos
Tuvo sed mi alma de Dios, que es fuente viva.» Estos amigos; y llegándose á Cristo el Centurión, y ro
soberbios no quieren de Dios algo, porque no quieren gándole, dijo: Señor, mi criado yace en mi casa pa
reconocerle en algo. Este ya se ve que es aquel so ralítico, muy apretado. Respondióle Jesús : Yo iré y le '
berbio de que he hablado, que se gloriaba en su ma curaré. El Centurión respondió: Señor, no te canses,
licia y prevalecía en su maldad; que como dice aquel porque no soy digno que entres en mi morada.» Mi
salmo : «Veis el hombre que no puso á Dios por su rad, para defender su humildad, cómo diciendo que
ayudador, sino que confió en la multitud de sus ri no era digno, desmintió, á los ancianos de los judíos
quezas.» Pues como es el mismo soberbio en la cul en su cara, que habían dicho á Cristo que era -digno.
pa, lo es en el castigo. En el salmo se dice que Dios Tan bien supo el Centurión conocer la soberbia de los
(3) lo destruirá, le arrancará, le arrojará de su taber judíos como la omnipotencia de Jesús, y por eso
náculo, y sus raíces de la tierra de los que viven. Cristo le premió, no con la salud que pedia, sino
Veis aquí qno lo que Dios prometió por el profeta con canonizar su fe. Y la santa Iglesia, continuando
rey (í) lo cumple. Díjole Dios: «Necio, esta noche el honrar sus palabras y humildad, ordenó que antes
te arrancarán el alma. Lo que aparejaste ¿cuyo será?» de dar el santísimo sacramento de la Eucaristía
Necio le llama, porque la mayor necedad del hombre diga el sacerdote á los fieles, para exhortarles á (8)
es la soberbia. Dice esta noche, porque estos no (5) humildad reverente para recibirle , las propias pala
viven claridad ni dia; por eso siempre andan trope bras quo el Centurión dijo: «Señor, no soy digno de
zando y cayendo. En todos los soberbios tiene Sata que entréis en mi pobre morada.» Cristo exaltó con
nás casa do aposento, en todos es huésped; así lo fué inmensa alabanza su fe, y la iglesia de Cristo ensalza
en este como en Judas. Mi Santo sobre esta parábola con divina recordación perpetuamente su humildad,
(sus palabras son tales, que con la singularidad lo en sus palabras. Cuanto Cristo ama la humildad, (9)
nombran): «¡ Mísero á quien hicieron la fertilidad esté aborrece la soberbia. Esto nos enseña san Cipriano,
ril, la abundancia congojado, la copia cruel, las ri epist. i.v ad Cornelium: «La exaltación, la hinchazón,
quezas mendigo! La heredad humana alimentaba al la arrogancia, la fanfarronería, no son del magisterio
inhumano señor; y lo que largamente daba la tierra, de Cristo, que enseñó la humildad; antes nacejí del
lo juntaba y cerraba con estrechez, para ser guarda espíritu del Antecristo. » Que los judíos fuesen en
de lo ajeno quien no quiso ser propagador de lo tregados á la soberbia, y que dolía proceda la dureza
propio; ingrato á Dios, para si malo, enemigo de los de su corazón, san Jerónimo lo dice del sagrado
pobres, afrenta de los ricos, cárcel de la naturaleza.» Evangelio, tratando de la soberbia, epist. xlv (a) : «El
Todos estos efectos testitican la asistencia de Satanás pueblo judío, porque pedia las primeras cátedras y
en su cora/.on, la cual declara el gran Padre pocos las primeras salutaciones en las plazas, fué borrado.»
renglones más abajo con estas palabras:. «¿Qué haré?» Por limpieza que afecten en lo que escriben los que
Voz es de quien pregunta. ¿Y á quién piensas que imitan á estos fariseos (10) en codiciar las primeras
preguntaba este? Había otro dentro del, porque ya cátedras y las primeras cortesías en las plazas, el
el diablo, su posesor, se habia entrado en sus entra mismo borrón confundirá con ellos sus doctrinas. Con
ñas; y quien se entró en el corazón de Judas, se ha
(C) Eslin soherbios (S.)
(7) sanara su orlado. (M.)
ll) y ensancharse ; IS.) (Si la humildad ilit.)
\% minias horas tenia (Id.) (9) tanto aborrece (!■'. S.)
(3) le (F. S.) (ai II iy yerro en la tila. Esto se halla en la epístola xi ti Atl:~
(4) cumple. \S.) nium ilonacum.
(5) ven claridad \,F. S.) (W) codiciaren (Z. B. F.) ,
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 123
suma grandeza difine, y con singular novedad , á la cántico, lleno de divinos misterios, le podemos llamar
soberbia el gran padre san Gregorio Niscno in Vita evangélica profecía de María Santísima. Era razón qua
J/ojsis: «Afligiéronse con la golosina de los man ella evangelizase antes que todos. Aqui fué la primera
jares los egipcios» por lo cual las serpientes fueron que dijo claramente quién era su Hijo, y á lo que venia,
enriadas; y con el simulacro de la serpiente, que pen y lo que había de hacer. Y la causa que da ú su elec
día deJ madero, guarecían. Así la fe del Crucificado ción para madre suya y reina de los ángeles., es por
aun en figura sanaba. Empero , como tuviesen por que miró la humildad de su esclava. En estas palabras
casi humilde y despreciada guardar sus ritos, procu dijo los inmensos premios que la humildad granjea de
raron introducirse en el orden sacerdotal, y no tu Dios, y luego pasa á los castigos de la soberbia. Dice
vieron vergüenza de repeler á aquellos quo por per «que desparramó los soberbios»; y por ser doctrina tan
misión divina habían adquirido aquel ministerio; mas importante, repite que derribó los poderosos de su
muchos dellos fueron de la tierra tragados, y otros asiento y exaltó á los humildes ; porque en la distribu
con rayos encendidos. Enseña pues, á mi entender, ción de la divina justicia estos siempre truecan lugares.
con esto la historia el Gn del sobrecejo y arrogancia, Caen los soberbios para que los humildes se levanten.
y á difinir así la soberbia : La soberbia es bajada á Son los humildes como el agua encañada, que tanto
ios infiernos. Empero, si de la fuerza de la palabra cuanto baja puede subir en alto. Son los soberbios co
á muchos pareciere lo contrario, porque el soberbio mo el humo (así lo dice el gran padre san Buenaventu
quiere decir el que está sobre los otros, no te ad ra), que cuanto más se levantan, más se van desvane
mires; yo quiero seguir m.ís la verdad de la divina ciendo en menores globos, con que brevemente des
historia que la imposición de los nombres, púas si aparecen, no dejando otra señal de sus caminos sino
ahiuuos se quieren levantar sobre los otros, por la tizne y hollín. Añade la Virgen Santísima «que llenó
abertura de la tierra son precipitados á Jo profundo. de bienes á los hambrientos, y que despidió vacios á
Y asi, no se ba de despreciar la dilinicion cuando de los ricos». Veis aqui la elección de los apóstoles. Veis
cimos: La soberbia es cuida á lo hondo.» aquí el precepto que les dio, de que lo dejasen todo y le
¿Quién se atreverá á no seguir esta dilinicion de la siguiesen. Veis aqui lo que los apóstoles hicieron cuan
soberbia, si no fuere la misma soberbia, y más cuando do lo dejaron todo para seguirle. Veis aquí lo que le
vemos que toda la vida de Cristo y su encarnación , ,y mandó que hiciese á aquel rico que le preguntó cómo
üxla la vida de su Madre santísima fué una perpetua alcanzaría el reino del cielo. Veis el milagro de los pa
humildad eu con tradición de la soberbia? Nace de Ma nes y los peces. Veis la historia de Lázaro y el rico-ava
dre pobiísima, elige por padre un carpintero, nace en riento. Veis aquí el artificio del riego del agua de vida.
un portal entre bestias, tiene un pesebre en lugar de Cristo, con que se fertilizan las almas, donde los arca
cuna, rescátase como pobre en la circuncisión, siendo duces llenos se vacian, y los vacios se llenan. Veis aquí
e\ Señor de quien son vasallos los cielos y la tierra y .la igualdad y la razón de las balanzas en el peso de la
todas sus poblaciones. Huye á-E^ipto aquel poder y divina Justicia. Cuanto el rico llena y carga su balanza
brazo de quien ninguna cosa puede huir. Llama por para crecer y aumentarse, tanto más se baja, levantan
apóstoles y pobres'compañeros, (i) pescadores/No tiene do con lo que se derriba la que está vacía del pobre,
¿ónéc reclinar la cabeza ; es calumniado y perseguido que la cargó de bienes (4) del cielo, que siempre cami
con soberbia, es vendido por uno de los suyos, negado y nan á su patria, como los otros temporales descienden
dudadode otros dos, y dejado de todos. Préndenle como á su centro.
i facinoroso, condenante como delincuente, crucifican Por esta comparación se ve que el soberbio mismo se
te, como á malhechor, entre dos ladrones, no habiendo hunde y desciende ; lo que el gran padre Niseno dijo,
pensado burlo ; loma forma de siervo. Ved si es divina y que juntamente con su depresión levanta al humilde.
contradicion de la soberbia del hombre esta humildad Socórreme la memoria con dos versos de David ; «¿Quién
inmensa del (2) hombre-Dios. Pondero aqui bien en su como Dios nuestro Señor, que habita en las alturas, y
lugar, que luego que la Virgen María concibió á Cristo mira lo humilde en el cielo y en la tierra, levantando
í se llamó esclava, escogiéndola por madre ; en la visi de la tierra al pobre y enderezando del estiércol al ne
tación de santa Isabel, cuando oyó ella alabanzas suyas, cesitado?» El Profeta Rey empieza á tratar de la humil
dicudasdel Espíritu Santo, y el fruto de su vientre dad , y empieza por las palabras que fueron y son y
fue adorado en el suyo de Juan (que autos de nacer co serán castigo de los soberbios : «¿Quién como Dios?»
noció por Señor al que siendo primero, nacería des Y luego, para decir quién es Dios, dice que es en todo
pués),— á todo el aplauso desta majestad respondió di diferente de los soberbios ; con (5) que muestra que
ciendo : « Engrandece á Dios mi alma, y alegróse mi estos son en todo contrarios á Dios. Nadie , sino Dios
Mpirilu. en el Señor, que es mi salud, porque miró la (dice), habitando en las alturas, mira lo humilde en el
humildad de su esclava. Por esto me llamarán bendita cielo y en la tierra : y esto porque el soberbio , habi
Was las generaciones , porque me hizo grande el que tando en las profundidades de la tierra, solo mira lo
6 poderoso, cuyo nombre es santo, y su misericordia ' alto en el cielo para competirlo, y en la tierra para ti-
P-a de una progenie á otra en los que le temen. Hizo ' ranizarlo. Parece cosa extraña decir que mira Dios lo
«I poder con su brazo , desparramó los soberbios con humilde en el cielo, donde todo es gloria, premio so-
la mente de su corazón, derribó á los poderosos de su 1 berano, vida eterna y grandeza . ¡Oh grande misterio en
acento y exaltó á los humildes, llenó de bienes á los una palabra! Es á Dios tan grata la humildad, que en el
hambrientos, y despidió á los ricos vacíos.» (3) A este ¡ cielo la mira como á pobladora del cielo, y en la tierra
(lj unos pescadores (S.)
fl- bombre j Dios (l. B. F.). (4) de cielo \l. B.)
(3) Este cid.) (5) lo que (S.)
12< OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
como á disposición de poblarle. No aparta Dios en el que tú agora acrecientas tu arrogancia? Dime, ¿adon
cielo sus ojos de la humildad, porque el Padre eterno de están estas cosas con que agora hinches tu espíritu y
no los aparta de su Hijo Dios y hombre, ni el Hijo de te ensoberbeces, con cuyo nombre encaramas tu furio
su humanidad sacrosanta, que (i) fué su humildad, ni sa presunción? Dime, ¿cuál sueño hay tan vano y me
de los que como humildes le gozan por su medio. La nos subsistente? ¿De cuál sueño proceden estas fanta
humildad antes crece con la suma bienaventuranza sías y delirios? ¿Cuál sombra tan delgada hay, á quien
que cesa. Mira Diosla humildad en el cielo, y mírala el tacto no halla, que se pueda comparar al sueño de
en la tierra para el cielo. Por esto dice el salmo que la juventud, que juntamente aparece y huye? Eslo he
levanta de la tierra al pobre y le endereza del estiércol. dicho por aquellos que por el imperfecto valor de la
Parece que David repite una propia cosa , mas no es mocedad tienen menor conocimiento. ¿Qué pues dirá
asi : yo considero grande y misteriosa diligencia. No alguno de aquellos que, ya llenos de edad, están consti
solo levanta Dios al humilde de la tierra en que le se tuidos y confirmados; en los cuales es estable la cda.l,
pulta el soberbio, sino que de la pudricion y estiércol empero las costumbres y el ingenio es instable; y jun
en que con desprecio le envuelve, le endereza á mane tamente la enfermedad de la soberbia se aumenta ; por
ra de árbol, que con la tierra podrida y el estiércol se lo cual es llamado ingenio semejante con el nombre de
fertiliza. Es providencia de Dios que con la corrup enfermedad soberbia y arrogante (6)? Los magistrado»
ción, á que el soberbio condena al humilde, se fecun y cualquiera cosa que de majestad y poder se les llega,
de, y que su desprecio sea el regalo que le hace crecer las más veces dan materia y ocasión á la soberbia. O re
y dar fruto. Oigan pues los soberbios su desengaño, del ciben este vicio del mismo magistrado, ó impelidos
grande Niseno, de quien oyeron su definición, en estas deste vicio, aspiran á la dignidad; ó las pláticas halagüe
incomparables palabras, á que no arribó otra elegancia ñas del magistrado despiertan muchas veces la enfer
ni discurso (2) : «Ensoberbécesto, y te desvaneces con medad adormecida. ¿Cuál pues será la razón que pueda
el nombre de la mocedad. Miras á la flor de la vida, y penetrar los oidos que hirió la voz del pregonero?
te glorias y le enamoras de ti, por la, buena disposición ¿Quién á los infectos tiesta peste persuadirá que no (S)
y hermosura; porque tu mano es vigorosa al movi diferencian en cosa alguna de los que representan
miento, porque tus pies te sirven al salto veloces, por en (9) teatro? Porque de verdad ellos representan uní
que el viento esparce tus cabellos; porque tu vestido, persona pulida con el arte, adornada con vestido pur
embriagado de púrpura, arde precioso en la luz del púreo, variado de la amarillez del oro, y se muestran
veneno (3) tirio ; porque tus ropas , tejidas de la mor con ostentación magnifica en carros triunfales; y coa
taja del gusano, están escritas y variadas con batallas y todo, ninguna dolencia de soberbia por la vanidad des-
cazas, ó historias que recamó el artífice. Hoy (4) has tos aparatos los enferma; antes, con el mismo cono
puesto el cuidado en los calzados , miras con deleita cimiento que de sí tenían antes de adornarse en la tra
ción presuntuosa la preciosa mordacidad de las fíbulas,- moya, salen adornados en ella. Y después que se des
con superfluidad resplandecer en lincas sobre lo ne nudan de la pompa, no sienten ni se afligen de apearse
gro. A esto miras , mas no te miras á ti. Yo te enseñaré della , ni de que los desnuden y quiten las ropas es
cómo en este espejo eres lo que eres. ¿No has visto en pléndidas. Mas aquellos que por limitado tiempo en la
el lugar público destinado á enterrar los muertos, los comedia destavida se visten la ropa del magistrado, no
misterios de nuestra naturaleza? ¿No viste los rimeros acordándose de lo que poco antes pasó, ni de lo que
y montones de huesos sin orden, revueltos unos con poco después sucederá, con el viento se dilatan y hin
otros? ¿Las calaveras desnudas de carne, que con las chan á manera de las campanillas del agua. Y estos Ules,
oscuras cavidades que fueron ojos, se muestran hor á su imitación, con la claridad de la voz del pregonero,
rendo espectáculo? ¿Viste las bocas rígidas, y los de se abultan y toman para si la forma de alguna persona
más miembros arrancados y desparcidos al albedrio de ajena, mudando el semblante natural d.el rostro y
la corrupción? Si esto viste, en ello te miraste. Dime, componiéndole en severidad espantosa; inventan por
¿dónde está la señal de la presente flor?¿Dónde la pri voz un rumor formidable para los que los oyeren, ar
mavera de las mejillas? ¿Dónde la belleza de los labios? ticulando fiereza horrible; ya no se refrenan entre los
¿Dónde la torva y espantosa hermosura de los ojos, (5) términos de humanidad, antes se ingieren é introdu
resplandeciente debajo del cerco de la frente ? (o). cen en la divina Majestad y potencia. Esto porque
¿Adonde la afilada nariz derecha, que tuvo su asiento creen que está en su mano la potestad de la vida y de
en medio del jardín del rostro? ¿Adonde la cabellera la muerte ; porque de aquellos que en su tribunal tie
espléndida, que decendia opulenta de guedejas al cue nen causas, á uno guardan con su sentencia, al otro (10)
llo? ¿ Adonde las manos que flechaban las saetas y arro • condenan á degollar. Y ann no ven estos quién verda
jaban los dardos ; los pies domadores de los caballos? deramente tiene la potestad de la vida y de la muer
¿Dónde la grana? ¿Dónde las joyas? ¿Dónde los vestidos te, y que no solo la tiene quien constituyó el principio
triunfantes? ¿Dónde los (6) tahelís? ¿Dónde las espuelas, y el fin de la naturaleza. Y verdaderamente solo basta
los caballos, los carros, el ruido (7), todas cosas por- ba para reprimir la vana hinchazón y arrogancia , ver
que muchos, gozando de grandes puestos y constitui
(1) fuese (Z. B. F.)
{% lib. De beatiluilnibut :
dos en imperio en la misma comedia de sus oficios,
(3) tirano ; (S.)
(4) ha (Z. B. F.) (b) mors antera et Ingeniam instabile est : morbos Ítem saper-
l5) resplandecientes (S.) biae aogetur : nomen atitem ejusmodi ingenii morbo, spirílas el
(a) Ubi truculenta ac torva ocnlornm pulchrltuío, sub Tallo fastos Imponitur , dice ti Santo.
prolegumenloqne soperciliorum elnceni? (8) se diferencian (5.)
(6) tahalíes ? (S.) (9) el testroT (Id.)
(7) 7 todas las cosas (M.) ' (10) condesa iZ. B.)
Las cuatro pestes y LAS CUATRO FANTASMAS. . 125
arrebatados de en medio de ( I ) sus solios y tribunales, solo destos la ciudad fuera desierta, y todo un reino
fueron arrojados en los sepulcros, en que los lamentos ruina y desolación. Muchas veces anda la soberbia en
recibieron sucesivos la aclamación de sus blasones.» tan buen hábito, que no conociéndola pasa por virtud.
Grande encarecimiento del poderío de la soberbia Admirablemente la penetró arrebozada de celo cató
es, seguí pondera el gran Padre, que turbe mus con lico en Erasmo de Rolerodam el doctísimo Ambrosio
sos nombres vanos y su pompa hechicera el seso de los Caterino, en el libro que intituló : Consideración y
magistrados representantes en la comedia de la vida, juicio de los tiempos présenles (*). Habia Erasmo es
que ei de los que para espectáculo representan en el crito un libro contra Lulero en defensa de la verdad
¡airo ; pues estos en el vestuario de la farsa se desnu católica y opugnando su opinión del albedrío esclavo;
dan con alegría las ropas y las coronas y los triunfos de y en él condena las novedades, palabras y costumbres
que se adornaron, conociendo lo que antes eran, y que de Lulero y de sus secuaces. ¿Quién no juzgará celo
lo que se vestían era representación que presto dejaría católico esta oposición tan afectuosa? Empero Ambro
de ser; y aquellos llegan al vestuario de la muerte, sio Caterino, con el (3) antojo largo de la verdad, le*"
donde desnudan la figura y máscara de su oficio, sin desenvolvió de suerte, que vio que era soberbia; y lo
conocimiento de que son representantes desta come afirmó en el libro referido con estas palabras : «Había
dia, que se acaba presto y que siempre se está acaban empezado á bajar á esta tragedia Erasmo ; mas detúvo
do, en quien no hay número de jornadas ni actos cier se. Tuvo por afrenta aquel hombre soberbio militar de
tos: porque el fin della muchas veces se adelanta al bajo de la mano de Lutero. No se atrevió claramente á
empezar de la primera jornada, y otras veces no admi pelear contra la Iglesia, para ofenderla más con tal as
te el principio de la segunda ; y ningún personaje desta tucia.» Verdaderamente son todos-diabólicos los ardi
comedia sabe si saldrá de la primera escena, porque des deste infernal pecado ; pues por la soberbia los no
ven muchos que apenas mediaron el prólogo. Muy en veleros son herejes y contradicen á la Iglesia, á los
fermizos son de aqueste achaque de soberbia los que concilios y "á los padres, y por ella los unos herejes
mandan y los que pueden sobre todos, porque tienen contradicen á los otros. Mirad si es menester cuidado
aquella grandeza que la soberbia quiere, y á que anhe para conocerla y diferenciarla del celo y de la virtud.
la v hace anhelar. Por esto una parábola que hay con No he dicho de qué es la soberbia y cuáles son sus
tra la soberbia en el Testamento Nuevo es de un juez. miembros ; mas haré que lo vein todos en la estatua
•Sabia un juez (2) en ana ciudad , que no temia á Dios deNabucodonosor. Toda ella representaba monarquías
di Mspetabaá los hombres. Había en aquella ciudad una y tiranías y poderíos que cayeron: representábalos todos
viuda, y venia á él diciendo : Véngame de mi contra con oro, plata, hierro y bronce ; porque la cabeza y lo
rio. Él no lo quiso hacer por muchos dias; mas des más principal de la soberbia es codicia, sed de tesoros,
pués desto dijo entre sí : Aunque ni temo á Dios ni res lo que siempre fué forzosa ruina del poder y de las mo
peto 4 los nombres, empero porque me cansa esta viu narquías. El pecho y las piernas eran de bronce y de
da la haré justicia.» Que este juez era soberbio antes, hierro, por la obstinación con que persevera y la dure
no puede dudarse, pues Cristo nuestro Señor dice en za con que camina ; empero los pies eran de lodo, en
la parábola, que se preciaba de no temer á Dios ni res que se ve la flaqueza de tan rica fábrica. Ruin arqui
petará los hombres ; dos cosas que son el mismo furor tecto es la soberbia ; los cimientos pone en lo alto y las
de la soberbia humana. La parábola fué predicada para tejas en los cimientos. Al contrario* la santa madre
abortar ala oración continua, con esperanza de con Iglesia,, para fortalecernos , en la cabeza nos pone el lo
seguir misericordia por su medio, y puso el Hijo de do, y nos manda poner el oro y la plata debajo de los
Dios el ejemplo en la soberbia deste abominable juez, píes. Todo lo entiende al revés la soberbia. Por esta
que !o que despreciando á Dios y á los hombres nega razón fué (4) soberbia sentencia y castigo de aquellos
ba, hizo por la importunación de los ruegos. De que soberbios, que quisieron llegar al cielo con una torre,
se colige que los soberbios no lo son menos eft el bien la confusión de lenguas. Su castigo es y será siempre
que hacen que en el que dejan de hacer : pues á mi este, y siempre es confusión de lenguas ; quiero decir
juicio este fué peor soberbio , y despreció más á Dios y que ella se confunde mudando los nombres á las cosas.
'«hombres en hacer justicia á la viuda porque no le Llama salud la enfermedad, y grandeza la hinchazón,
cansase; pues en esto no solo despreció á Dios y á los y crecimiento el peligro, y camino el despeñadero, y
nombres con la omisión, sino que con la obra prefirió descanso la carga, y poder la tiranía, y premio el robo.
so comodidad al temor de Dios y al respeto de los hom A esta confusión de su lengua se llega la confusión do
bres. Por esto dijo Cristo del : « Oíd lo que dice el juez las lenguas de los aduladores, que no le nombran ac
<« la maldad.» ¿Cuál nombre pues hallaremos, si á ción ni pensamiento suyo con el nombre que tienen,
«te le llama Cristo juez de la maldad, para dar á cono sino todo al contrario.
cer i aquel juez, que no temiendo á Dios ni reveren- Y base de advertirque los aduladores con sus humil
óado á los hombres, aun no hace justicia por librarse des sumisiones son soberbios aprendices de la pólvora
de la importunación? porque este tiene por descanso
en barriles, que se entierran y hunden debajo de los
«I trabajo del que sin fruto le ruega. Dice Jesús que en pies de los soberbios magníficos para reventar y volar
Ma ciudad había un juez de aquellos; porque si hu los. No de una manera sola es la pólvora retrato do los
biera dos dejara de ser ciudad. No dice que en una ciu-
soberbios, pues en los cohetes representa el principio,
d»d había un juez dcstos que , aun por librarse de la
importunación, no hacen justicia; porque coa uao medios y fines de todos los soberbios. Sube el cohete
con gran ruido y aplauso festivo ; en lo alto se mira es-
(II los solios (S.)
(3) anteojo (S.)
{i) la soberbia (F. 9J)
126 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ti •lli al parecer en el lugar y la luz ; instantáneamente de que usa el furor de la soberbia , con las cuales hace
desciende en humo y ceniza. Y ninguno de los que le todas sus obras á diestro y á siniestro. Todos los autores
aplauden viéndole subir, ignora lo poco que lia de du sagrados dicen que es mejor padecer la injuria y la ira
rar y lo breve en que ha de caer ; así que ninguna cosa que hacerlas padecer. De que se colige que (fi) á la
retrata tan vivamente la presunción de los soberbios soberbia siempre la toca por patrimonio el delito y el
como las bufonerías del fuego. Solamente la pólvora, pecado , el aborrecimiento y el castigo ; y á la humil
inv. 'lición infernal, pudo ser retrato de tan endiablado dad, que la padece, el mérito, la seguridad, la ino
vicio. cencia y la alabanza.
Nada desto conoce el soberbio, porque está más fuera Que sean las iras y la injuria y la venganza soberbia,
de sí ¿lie el loco ; y esto porque el loco está fuera de sí nadie lo niega, viendo que todos los soberbios son ai
por enfermedad, y el soberbio está fuera sí y de todos ; y rados, yque su gozo es (7) la injuria que hacen, y su
no solo fuera, sino lejos, y esto por malicia delincuente. blasón la venganza que toman. Ira santa hay ; esta m
*• Nada consigue la soberbia menos que lo que preten enseñan los santos cuál sea , declarando aquellas pala
de ; mas su fin es ser reverenciada, y siempre al prin bras : «Airaos, y no queráis pecar.» Mas esta no la co
cipio y al fin es aborrecida. Nadie está seguro del so nocen los soberbios, porque, al contrario, por solo pecar
berbio, y por eso el soberbio no está seguro de nadie. se airan. La ira saca fuera de si al que la tiene ; erecto y
La-soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre contagio de la soberbia. La injuria nace del desprecio
cae de donde subió. Sube el soberbio como el ahorca que de (8) todo hace; la venganza es la munición con
do, por escalones que no hada bajar; en el más alto que lodo lo quiere arruinar.
llega á la muerte. Lleva consigo la soga y por guia el En ninguna cosa es la soberbia más descubierta
verdugo. Oso afirmar que es mis execrable (1) y faci mente soberbia que en la venganza ; pues llamándose
nerosa la soberbia de los poderosos (esto en la mayor Dios «Dios de las venganzas», quiere (9), por ser
parte) , que la de los pobres ; porque aquella se atreve á como Dios, que es su sacrilego tema, que las venganzas
Dios y esta á los poderosos ; aquella dura más tiempo, sean suyas. Dice Dios en otra parte : « Para mí la ven
porque Dios aguarda más con sil castigo que los hom ganza : » pide que se la dejen á él ; y el vengativo es tan
bres ; empero desquita la tardanza con el rigor que soberbio, que toma para sí lo que Dios manda que le
acrecienta. dejemos á él. Todas estas maldades de la soberbia tie
Hermosura, fuerza, poderío, dignidad, sabidu nen el mismo fin que ella, y la burlan en todo de so
ría y riqueza son preciosas dádivas, unas de fortuna, fin : pues en la injuria quede la abundancia de so in
otras de naturaleza y de Dios, y la soberbia se intro fancia hace, solo consigue peligro; y de la vénganla
duce muchas veces en lepra destos bienes. Contra el que toma , debilidad y afrenta propria, fortaleciendo y
que había de ser menos con instable , que es la sabidu fertilizando á los que la padecen. Oid lo que dice de la
ría, nos previene deste vicio el Apóstol cuando dice : ira, cuando con todo su séquito (10) la ponderó de Ne
«La ciencia hincha, no quieras saber lo alto. » La her rón, san León papa (11): «Ya toda la inocencia, toda la
mosura y el poderío, y las dignidades y la fuerza ya nos vergüenza, toda la libertad padecía debajo del imperio
enseñó el gran padre N i seno (2) que eran lastimosamen de Nerón. Cuyo furor, inflamado por todo el esceso de
te ocasión de la soberbia, y lo propio la riqueza. Para los vicios, le precipitó al torrente de su locura de tal ma
nuestra confusión traeré unos versos de Juvenal en re nera, que fué el primero que hizo universal persecución
comendación de la pobreza, que son estos (sat. 6) : al nombre cristiano inhumanamente; como si con la
«La fortuna humilde en otros tiempos producía castas muerte de los santos la gracia de Dios se pudiera extin
matronas latinas. (3) A malos y humildes y pequeños guir, teniendo en esto los mártires su grande (12) logro:
techos (4) que llegasen los vicios no consentía el tra con el desprecio desta vida mortal adquirir la eterna.
bajo, el breve sueño, y con la lana (5) tusca las manos Prcciosa.es pues en la presencia del Señor la muerte de
duras y fatigadas, y cerca de la ciudad Aníbal, y de sus santos : no puede con ningún género de crueldad
guarnición los maridos en la torre Colina. Agora ser destruida la religión de Cristo, fundada con el sa
padecemos largamente los daños de la paz; más cruel cramento de la cruz. No se disminuye la Iglesia con
que las armas nos acometió la lujuria, y vengó el mun las persecuciones ; antes se aumenta : y siempre la he
do vencido. Ningún delito ni maldad de la desorden redad del Señor se viste de más rica cosecha , en tanto
falta desde que pereció la pobreza romana. » ¡ Oh gran que de las espigas que se quebrantan, cayendo uno a
des y prudentes palabras, acreditadas, no solo con la uno los granos, nacen multiplicados.» Con muy hermo
ruina de Roma, sino también de otras monarquías! sas palabras declara el santo Pontífice los intentos so
¡Sumo misterio político! En pereciendo la pobreza ro berbios de la ira con la injuria, en pretender destruir
mana pereció su virtud ; y esto porque con ella acabó la religión de Cristo ; y juntamente cuan afrentosamen
la humildad , y con las r¡quejas empezó sus tragedias te, burlada de su intento, la fecunda y aumenta con la
la soberbia. La ambición y la avaricia , y los vicios y la persecución, Séneca : que á mi juicio en todas las obras
locura llaman paradoja esta proposición; empero la que escribió reprehendió á Nerón, descubriéndole el
verdad y los sucesos los desmienten.
Pasemos á la ira y á la injffria, que son las dos manos (Cl la soberbia (2. 8. F.)
(7) las injurias (S.)
(1) j facinerosa (S.) (8) todos (Id.)
fí) eran (Z. B. F.) (9) el vengativo , por ser (Id.)
(3) Halos (Z. fl.i (10) lo (Z.B.F.)
(■4) consentía el trabajo que llegasen los vicio» , el breve (H.>— (H) serm. 1, i» valnli apostolonm Pelrl el Pes/i .
»o consentía (F. S.) (12l elogio con el desprecio ( S. — Máximum lucrm, toe "
(5) tosca (F. S.) Santo.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS, 127
barrer de los vicios que seguía , y la fealdad y fiereza Dice el soberbio que es grande; desmiéntele lnmuerte,
de las virtudes que despreciaba, como se ve escribiendo diciendo que es nada. Dice el mundo que es rico ; dice
ellibrode la Ira y pereza, en que fué mnnstro de t¡- la muerte que es pobre. Dice el soberbio que es todo-
nm, dejando en su poder todos sus sentidos. Este li I poderoso ; dice la muerte que miente, que todo es mi-
bro que tocaba al Principe , dedicó á Novato por caute i seria y flaqueza. Dice el mundo que da contento y
la» intento; y el libro de (I) Clemencia, virtud del puestos y posesiones y gloria; dice la muerte que
Etperador sumamente aborrecida, dedicó al mismo miente, que no da nada, que todo lo presta, y lo vuelve
i%»n. Estratagema muclias veces bien lograda, para á quitar con dolor y lágrimas. Dice el soberbio que na
reprehenderá los monarcas, alabarlos de lo que no hay die es como él, que él (6) escomo Dios, que él solo lo
cea ni tienen. ni quieren : de que da buen cobro lo pro es todo ; dice la muerte que miente, que él es vil gu
picia de su mente á la adulación, persuadiéndose (los sano ; que por querer ser como Dios es un demonio ;
que son tales como Nerón ) que los que los alaban de lo que todo lo que es, es solamente ceniza y pecado, y
qae no tienen , lo creen y lo lineen creer. Las demás ruinas y escándalo. Mirad si la soberbia y el mundo ha
obras de Séneca todas fueron antídotos para defender llarán libro del dueloque los dé salida destos mentises:
te ánimos opresos délos romanos, de tan inhumana por esta razón andan afrentados sin poder volver por su
opresión : sus títulos lo dicen, de la Providencia, de honra. ¡Oh lastimoso desconcierto del seso humano!
hTranquilidad del ánimo, de la Vida bienaventurada, ¡Que no haya hombre que no se enoje y se enfurezca
que En el sabio no cabe injuria , de los Beneficios, y las en quejas de que le comparen con otro hombre en el
Epístolas: todasson medicina á la tolerancia de las últi- saber, la riqueza ó fuerzas ó hermosura, ó con algún
ims calamidades. Digo pues que Séneca, que escribió animal; siendo cualquier hombre como otro, poco
de la ira en el tiempo que con la soberbia más furio más (7) ó menos, y conviniendo por el género de ani
sa 12) tenia corona imperial y la miraba de cerca , dijo : mal con las bestias ! Y hallaréis muy pocos que no con
«La felicidad cria la ira adonde la turba de los adulado sientan que en todas estas cosas los igualen con Dios
res cerca las orejas soberbias,» lib. 11 De Ira, cap. 21. las palabras blasfemas de los aduladores. ¡Cuántos oyen
De manera que la ira es alimentada de la feli de buena gana que son sumamente sabios, y justificadí
cidad como la soberbia, y este alimento recibe de la simos en todo, en toda perfección hermosos; que su
soberbia por las orejas. Acuerdóme que el propio Sé poder no tiene límite, que su hermosura es incompa
neca dice, lib. 111 De/ro,cap. 3: «Como en los primeros rable, que su riqueza es inmensa, que su felicidad no
libros dije , Aristóteles se muestra defensor de la ira, y tiene fin y que su dicha es incontrastable! Juzguen si
prohibe que se (3) arranque en nosotros. Dice es eslí- digo verdad los que cada instante lo oyen, los que sa
Dnlodc la virtud, y que fallando queda el ánimo dcsar- biendo que mienten lo afirman ; y no se hallará quien
"^«,(4) y para los grandes hechos perezoso é inútil.» me contradiga. Por esta causa á quien más y primero
Aquí e\ filósofo trató de la cólera, que como humores desprecia el soberbio es á sí mismo, y nada desprecia
rao; necesario en el cuerpo humano ; y llama ira á la en que no se desprecie.
«lera, á imitación y como dicípulodel grande é incom- . ¿Queréis ver cuan infame y vil pecado es el de la
FraWe Homero, que repetidamente dice de Aqui- soberbia? que preciándose los pecadores de todos los
&(5) cuando se airaba, que la ira le andaba encen pecados y blasonando con ellos, no hay pecador tan
diendo al rededor de las entrañas. Y como Homero á desvergonzado que no se corra de confesar que es so
«sta causa la tuvo por buena, haciendo la ira de Aquí- berbio, y todos lo niegan. El homicida frecuentemen
«sugetodesti grande poema (en que propone cantar te se alaba de que ha muerto tantos hombres, y que
líirade Aquíles), de aquí Aristóteles, que en todo le nadie se la hace que no se la pague. El lujurioso bla
sísoió como á fuente de aquel saber, hizo esta defensa sona adulterios, incestos y eslrupos, y su vanidad es
* I» ira que Séneca refiere en el lugar citado. La so- que no se le escapa mujer. El mentiroso y embustero
«rtij es primero intentos furiosos, y siempre que los se precia de que engaña á todos, y que hace burla de
pone en efecto es ira é injuria y venganza. No hay cosa cuantos trata, y que nadie sabe lo que tiene en su pe
que mis persuada á la soberbia que la mayoría, y el cho. El ladrón se alaba de que no hay puerta cerrada
*' primero. El mayor de los ángeles cayó, y el primero para él , y de que todos guardan lo que tienen para su
"«tos hombres. Por eso Cristo condenó pretender las ganzúa; y en el número y dificultad de los hurtos apoya
pnmeras cátedras á los fariseos y las primeras saluta- su eminencia. El usurero se alaba de que su real vale
«nes. No pongo ejemplos, porque seria escribir toda ciento. El avaro de lo que guarda y de lo que niega &
» 'ida del mundo ; y la soberbia, prevenida en su ma- la necesidad y á la limosna. Empero ningún hombre
™a, procura que los ejemplos se oigan y se interpre- dijo jamás que él era soberbio, ni dejó de correrse y
t^n y no se crean ; las sentencias se lean y no se obren ; negarlo con enfado si el otro se lo llama ; porque el
u!:6556 aleí-'uen ? no se observen ; los buenos se soberbio se tiene por tal, que todo le parece poco para
aten y no se imiten, y los malos se vituperen y se su mérito y presunción , y tiene por humildad y ba
premien : y todo este condenado aparato logra solo en jeza que á su soberbia la llamen soberbia, sino preten
'"perdición, porque la muerte se anda hecha mentís sión ejemplar y justificada.
^ soberbia y del mundo, tras todas sus acciones. Parece culpado en esta locura el amor propio, mu
chas veces delincuente y ceguera del entendimiento. (8)
JN la Clmneia, {f, $.)
Empero en el soberbio no solo es amor propio, sino em-
?■ '«iíii (Z. B. F.)
? "¡W tZ , pero salvado el verro en la fe de erratas (F. S.) (C) solo es como Dios, (S.)
I*' l»ra (S. i '
(7) a menos , iZ. B.)
,J> l»í ciando se airaba , la ira {Id.) • (8) Empero el soberbio (S. )
128 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
briaguez del amor propio, que á lo malo que de suyo vitiis, cap. n, gradu 22 (*). Por esto trata ó la soberbia
tiene, añade para este vicio la demasía y desorden. Ta como ella merece, sin perdonarla oprobrio.sanJuanCIÍ-
les son los deseos del soberbio, que quien desea que semaco : « Es la soberbia abnegación de Dios, invención de
le cumplan, desea que se hunda; y nadie desea aquel losdcmonios, madre de condenación, aumento de este
cumplimiento tanto como él propio. Por esto con lo que rilidad, ocasión de caídas, fuente de ira, puerta de disi
sube pide albricias de lo que ha de rodar, y en cayendomulación, firmamento de los demonios, guarda de los
no aguarda lástima, sino aplauso. Es el soberbio el mons-
delitos, artífice de dureza y crueldad, ignorancia de
tro más horrendo del mundo, y el más formidable y compasión y misericordia, ejecutor amargo, juez inhu
desemejante quepuede fabricar el delirio; porquequiere mano, (4) adversaria de Dios.» Si esta es la soberbia,
ser cielo, siendo infierno; serafín y gusano, humo y todo esto es el soberbio ; y con todo esto, es tal, que de
sol , Dios y demonio. Esto quiere ser, y es la nada, que
Dios solo se dice que resiste á los soberbios ; no se dice
ni se parece al Criador ni á las criaturas : al Criador,
esta palabra de los demás pecadores : «Dios resiste 4
porque no puede ; á las criaturas, porque no quiere. Eslos soberbios, yá los humildes los da gracia.» Cuanloes
como el vapor de la tierra, que subiendo hacia el cielodifícil y peligroso y violento este pecado, tanto es su re
se cuaja en nube, y en tanto que se mantiene en lo medio fácil, seguro y natural. ¿Cuál cosa más fácil, más
alto, solo sirve de (I) escurecer al sol que le levantó,
sin con tradición, más conforme á nuestra naturaleza,
de entristecer al diay mancharla luz; y solo cuando que serhumildes,pues humildemente somos engendra
dos y pobremente nacemos? Muriendo vivimos, y vivi
cae en lluvia sobre la tierra es de provecho. No hay llu
mos en muerte, en horror, miseria y forzoso desprecio.
via que tanto fertilice la virtud con el deseirgaño y el
escarmiento, como los soberbios cuando caen derra El soberbio lo es porque sale de sí; el remedio es
mados de las nubes adonde subieron. Con propiedad es volverá sí mismo. Dice Dios «que aprendamos del,
porque es humilde y manso de corazón». Pues si Dios
el oro jeroglífico destos tales desvanecidos y presuntuo
se preciado humilde, ¿quién sino el demonio no se pre
sos, siendo la calamita de sus devaneos ; pues siendo el
metal más pesado, cuanto más se extiende, es tan leve,ciará de serlo? Oigamos las palabras de Beda: «Para
que le derrama el aliento del que le mira. que la causa de todas las enfermedades se curase, que
es la soberbia, descendió y fué hecho humilde el Hijo
Misterioiíalla la consideración en que el rayo sea la
de Dios. ¿Por qué, pues, ó hombre, te ensoberbeces,
amenaza de los soberbios : sálenle (2) á recelar las altu
si Dios se humilló por tí? Pudiera ser que te avergon
ras , toca los robres y hayas, y perdona á las legumbres,
ignoradas de su llama en su humildad. Oyen pronunciar zaras de imitar á un hombre humilde; imita puesi
Dios humilde.» Tan venerables son las palabras como
sus enojos á los truenos pálidos los tiranos. Este pues
fuego superior y munición de la ira de Dios, siendo suel autor. Quien desea grandezas y gloria, ¿cuál mayor
que ser imitador, siendo hombre, de quien siendo hom
natural subir violentado, desciende para derribar al que
bre y Dios fué humilde? Toda (o) tu ansia es bienaven
siendo la misma bajeza, se violenta para subir. ¡ Oh ir
turanza , toda tu ansia es prosperidad , toda tu ansia es
racional frenesí del soberbio, siendo cristiano, quesepa
alteza. Preguntas qué es alteza, prosperidad y hiena-
que solo se exalta el que se humilla, y que se humilla^
venturanza: pregúntalo á Dios, que es todo eso. No
el que se exalta ; y para conseguir lo que desea trueque
los medios! Si el hombre no saliese fuera de sí, no se seas imitador de Pilátos, que preguntó á Cristo nuestro
Señor : «¿Qué es verdad ?» Y no aguardó la respuesta
ria soberbio ; porque dentro de si y en sí propio no tiene
cosa alguna que no le predique la humildad. Ella es la que á tí te ha dado, diciendo: «Yo soy camino, verdad
peor de las locuras, pues con blasfemia linajuda se ca y vida ; aprended de mí, que soy humilde y manso de
lifica la soberbia, probando que deciendedel cielo : macorazón.» Peor serás que Pilátos, (6) que él preguntó
la casta, decender derribada de tan alto solar; conde qué era verdad y no aguardó la respuesta ; tú la oyes j la
nado blasón es nacer (3) ángel para ser demonio; des huyes. El dice que «aquel será mayor en su reino, que
cender del cielo para poblar el infierno. No son bue fuere como el más chico». Persuádete que no tienes
nos serafines antepasados; que desde entonces son hoy otro camino para ser grande sino ser pequeño, y pan
verdugos, condenados á los tormentos eternos y á ator ser exaltado sino humillarte ; ni otro despeñadero pan
mentar. Antigua es la descendencia y la más antigua ; abajar precipitado, como subir soberbio ¡siéndolo, eres
empero por eso es señal que luego fué mala, que poco esclavo de la fortuna, que es rueda, y sube para bajar y
fué buena, que adelantó su infamia y sus castigos á to no se detiene en la altura. Vives en el mundo, que es
bola, donde con lúbricos pasos le afirmas en un punto;
dos los otros pecados. Pues si de los ángeles hizo la so
berbia demonios, ¿qué no hará de los hombres que de- vives tiempo fugitivo, que ni para ni tropieza ni vuelve
atrás; vives ceniza y salud enferma, y muerte que elpn-
11a se dejan poseer? Ella parece diligente y solícita : á
esto persuaden las continuas peregrinaciones de su de mer dia empezó, y cada día es más muerto, y el postrero
vaneo, las grandes jornadas de su locura. Empero bien lo acaba de ser : de tal naturaleza son los que te desva
considerado con la obra, es el pecado más perezoso de necen, de tal condición las cosas por que soberbióte
todos, tullido en el ocio infame del amor propio, de encumbras. Si perseveras, bien te puede parecer eres
donde no se mueve hacia el prójimo y se olvida de Dios,más que todos ; mas es tan imposible serlo, como dejar
siempre rellanada en la propia estimación. Es pensa de ser menos, pues á todos los soberbios les promete
miento de Carolo Babilio Samarobrino, libro de Seplem Dios por Ezequiel el caor de cabeza. E ¿las son las pala-

(1) oscurecer ¡F. S.) (4) adversario (S.)


(8) i recibir las altaras, toca los robles (B. F. S.) (5) sn ansia {ilempre en S.)
13) en el ángel (Z. F.J-cn ángel (B.) (6) pues él (S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 149
bm: «Por Jo cual yo daré lus caminos en tu cabeza, bras, cap. 10: «Enriquecerá el hombre, muriendo, á
diju el Señar.» Justo castigo, que aquel desvanecido las serpientes, á las bestias y á los gusanos. El principio
que pretende subir á poner sus pies sobro las cabezas de la soberbia del hombre es apostatar de Dios, por
de todos, baje de cabeza , sirviéndole de pies por los que se apartó su corazón del que le hizo; y porque es
despeñaderos Id que desvanecida subió á eaer(l) preci principio de todo pecado la soberbia. Quien la tuvicro
pitada. No dudes que te dará el Señor tus caminos en tu se llenará de maldiciones, y al lio le destruirá. Por
cabeza, y en tu cabeza escarmiento á la de otros. Y pues esto deshonró Dios las juntas de los malos y los destru
tienes atrevimiento para pedirá Dios cada día y siem yó hasta la lia. Los asientos de los príncipes soberbios
pre lo que no mereces, no tengas queja de que te dé al destruyó Dios, y sentó en su lugar & los mansos. Secó
gún día lo que cada momento le mereciste. Dios las raíces' de las gentes soberbias, y plantó '(2) los
Dé fin á mi discurso el Eclesiástico con estas pala- humildes de las mismas guilles.

11; ¿¿«nucida. No dudes ;Z. B. F.) (i)Us(í.)

AVARICIA.
CUARTA PESTE DEL MUNDO (a).

Ya que la avaricia con su caudal á nadie socorre, vidia.» Véisla peste de todos cuatro costado?, que no
socorrámosla todos con nuestro advertimiento ; si bien solamente es la cuarta, sino todas cuatro. t
es su condición tan dañada, que no socorre por no di Yo conocí un avariento; perdonóle el nombre, por
minuirlo que la sobra, ni quiere ser socorrida por no que le conocieron otros muchos. Tenia cuatro mil
obligarse á socorrer. Reciba (3) ( pues es lisonja á su ducados de renta, y más de treinta mil á ganancias
condición) la enseñanza por penitencia si no la lograre, forzosas y seguras en el logro, no en la conciencia.
ó por losjo si la obedeciere. No doy al avaro este cono Su vestido era tal, que autes obligaba á los que no
cimiento porque me dé de loque tiene, sino porque (7) lo conocían á darle limosna que á pedírsela. Los
tenga él las riquezas que le tienen á él. pobres antes le temían que le demandaban. No tenia
Escribo última peste la avaricia, no porque siempre criado ui criada, ni gastaba otra luz que la del día,
es la última, sino porque las más veces la preceden las porque el sol se la daba de balde. Acostábase do
tres. Muchas veces nace de la avaricia la soberbia y la memoria ; comía de lo más barato que hallaba (8)
iavidia y la ingratitud, y de cualquiera dellas las otras, en el público aderezado. Tenia un sobrino solo, y por
yeo cada una las padece el apestado. Todas son recí no sustentarle, ó él, amedrentado el estómago de su
procas y contagio pariente, que raramente se apartan. sustento, servia á un oficial. Vile enfermo algunas
No dejan salud en el alma donde entran, ni seguridad veces,, y uo se curaba con otra cosa sino con la cuen
en el cuerpo de que.se apoderan. Con las medicinas ta que hacia de lo que ahorraba en no llamar mé-
suelen alimentar y crecer su veneno : por esto son gra dico ni pagar barbero ni botica. Supe todas estas
vemente peligrosas. Sigamos en su definición la escuela particularidades porque todo el tiempo que estudié ,
escolástica, y oigamos la del doctor (4) angélico santo me pagaba por libranza de mis padres seiscientos ;
Tomás (5) : «Avaricia es desordenado amor de tener. ducados. Ahora con la consideración haré que esto
La avaricia propiamente siempre es pecado ; es pecado cuento sea doctrina á propósito. Dijole en mi presen
espiritual. La avaricia, según que se opone á la justicia cia un doctor de la universidad que ¿cómo un hom
deste modo, de su género es pecado mortal; es medio bre tan bien nacido y rico andaba tan bajamente
entre k>« pecados puramente espirituales y los pina vestido, y sin un criado ó criada siquiera, y no se
mente carnales ; es contra Dios , contra sí y contra el sustentaba aun como mendigo, y consentía que un
prójimo. No tiene amistad con nada ni con nadie, pues solo sobrino que tenia, sirviese? Y respondió que él
ui la tiene con Dios, ni consigo, ni con el prójimo. no era vanaglorioso ni soberbio, de que daba muchas
E.- el vicio que entre lodos se precia más de ser mnl- gracias á Dios, pues le inclinaba á modestia y hu
qui-ti^pues tiene ofendido á Dios, quejoso ni prójimo mildad; (9) que en cuanto á no tener criado, le era
y asi mismo. Siendo contra Dios, es soberbia; siendo ocasión de no vivir como poltrón sin ejercicio, y que
conlra ¡i, (6) ingratitud ; siendo contra el p'rójiuio, ¡li procuraba excusarse de gobernar gente no conocida,
puesto que sus ocupaciones eran tan poras, que asis
tiendo á ellas le sobiaba el ocio; que él aborrecía la
ta Estrilo es la primavera de 1636.
tSi pin en lisonja a su condición), (F. S.)
t* iofel I. B. F.) (7) le conoeian (S.)
5 1, % qiaesl. 110, d. 1 : (S) en público <¡d.)
$j es iacraiilud ; t&j (9j y cu cuanto \,¡d.)
Ví-ii. /
130 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
golosina y la glotonería ; qne su natural tenia la salud prójimo?. El es causa de sus mismas miserias, por
en la dieta y templanza ; que á su sobrino no le tenia que las riquezas que junta le irritan y no le hartan.
en casa, porque con el servir aprendiese humildad Es todo contrariedad, siempre está diciendo verdad
y obediencia y virtud, y no se entregase al perdi y mentira con unas propias palabras. Si le piden
miento de costumbres, viéndose herederg y con abun limosna ó prestado, dice : «No tengo ; u y siendo men
dancia de lo necesario, y esperanza de caudal para j tira , porque tiene, es verdad que no tiene para ha
lo supérduo. Considerad á este avariento haciendo I cer buenas obras; es verdad, porque él no tiene la
salud todas sus pestes, y virtudes todos sus pecados, hacienda, sino la hacienda á él. Y seria lo propio decir
y disculpándose con sus culpas. el avaro que él tiene el tesoro, que si el preso dijese
Murió este avariento, que habia vivido contra Dios, que él tiene á la cárcel. Estos en adquirir riquezas
contra sí y contra el prójimo, sin Dios y sin el pióji- j son como el que bebiese agua salada para matar la
mo y sin sí propio. Heredóle quien le hizo el testa sed. Su ansia es adquirir, y jamás tienen contento
mento que no quiso hacer ; dejó la hacienda que solo adquiriendo, porque aunque la fortuna no los'aOija
tuvo para dejarla, pues no se conoció que era suya con negarles ni quitarles lo que codician, es su alu
en otra acción, ni que la tenia, sino cuando ella no cio n cualquiera cosa que no adquieren. No quieren
le tuvo á él. Condenación es hecha por el Espíritu mucho, sino todo. No solo quieren tener, sino que
Sanio con estas palabras : « Hay otro mal que jo vi nadie tenga. Por eso en la Autentica (3) , Ut judias,
debajo del sol , y de verdad es frecuente á los hum % in fin., colurn. 2, (4) se lee : aLa avaricia es raiz de
ores : el varón á quien^lió riquezas Dios, y caudal y lodos los males ó madre.» Y por sediciosa y malhe
honra, y no le falta para su vida nada de lo que desea ; chora, dice la ley Sí quis in suo (C. de ¡nnof/k.
y no lo da Dios poder para que de sus tesoros coma, testaryent.) : «Hase de herir á la avaricia con legítimos
antes el hombre extraño se lo tragará todo : esla es golpes;» quiere decir, con heridas en la raiz de su
vanidad y miseria grande. » Ejecutóse esla sentencia maldad. Bien obedeció esta ley el pueblo de Grecia,
con todas sus clausulasen el avaro que referí, pues cuando oyendo una tragedia de Eurípides, presente
tuvo muoha hacienda, y della no comió nada, y se la el mismo poeta", y hablando en ella un personaje lla
comió toda el extraño. mado Bellerofontes, recitó estas palabras, precián
La avaricia es gravísimo pecado, es idolatría. « Ser dose de avaro:
vidumbre de los ídolos,» (1) le llama el Apóstol. A «Consiento que me llamen pésimo, como me (5)
esto añade ser el disparate de todos los pecados. To llamen rico. Todos preguntamos si uno es rico, no
dos solicitan los objetos de su apetito para gozarlos ; si es bueno. No por qué ni de dónde., sino qué tanla
esta los codicia para no gozarlos. Su fin es tener, no hacienda tiene solamente. En todas paites lanío fué
por tener, sino porque otros no tengan. Al avaro tanto uno cuanto tuvo. ¿Pregúntasme qué es malo teuer!
■ le falta lo que tiene como lo que no tiene. Gasta su nada. O deseo morir pobre ó vivir rico. Bien mue
vida en juntar hacienda, y no gasta un cuarto en man re el que muere ganando algo. El dinero es grande
tener su vida. Adquiere sin saber para quién, y sa bien del género-humano, á quien no puede ser igual
biendo que no es para él. Tiene frió y no se abriga, el deleite de la madre ni de los blandos hijuelos, no
tiene hambre y no come, tiene enfermedad y no se el padre sagrado cotí méritos. Si cosa tan dulce res
cura, tiene hijos y no los asiste, tiene mujer y la des plandece en la cara de Venus, con razón inclina á
ampara. Adquiere oro para ser pobre, no para ser si los amores de los dioses y de los hombres.»
Tico. No vive para, si ni para nadie. Guarda lo que Recitó aquel representante en estas palabras todos
tiene, tanto de sí como de todos. Junta en sus te los requiebros que el avaro dice al dinero; y como
soros deseos de su muerte , no socorros de su vida. el pueblo vio alabar tanto la avaricia, amotinado se
Niégase á sí propio lo que niega al pobre y al amigo. levantó para castigar los versos* y al autor. Empero
No saben su cuerpo ni su alma nada de sus riquezas, levantándose Eurípides, los pidió que oyesen la tra
ni las goza ai las lleva ni las deja, porque las más gedia toda , y que si aquel amante del oro no tu
veces se las quitan. Ni el avaro estima su vida, ni viese el mal fin que merecía , que le castigasen.
cree su muerte. Es el avaro invidipso de sí mismo, Sosegóse el pueblo, y al cabo padecía el avariento,
nueva y perversa invención de invidioso. No hace que allí se llamaba Bellerofontes, los castigos que
cosa buena sino cuando se muere. Vive en tal mi su avaricia merecía. Todo este .lugar es dé nuestro
seria, que quien lo descare trabajos, le deseará que Séneca, epíst. cxv. Mirad cuan aborrecido vicio es,
viva. No crió Dios criatura tan vil, ni produjo la que aun sus alabanzas en el teatro, no solo no lis
' naturaleza sabandija tan abatida. No crió animal que consintió el pueblo, sino que ofendidas las orejas, se
no fuese bueno para algo y para otros, y para quien no convocó á castigarlas.
criase muchas cosas buenas. Solo el avaro ni es bueno Muchas veces he considerado qué parte del hombre
para si ni para otro, ni para nadie ni para nada. El persuade al avariento á no gastar consigo mismo lo
es el (2) monstro de todas las criaturas. Tiene "un ser que tiene. No se lo persuade la razón, que le consti
tan inútil, que solo es útil en dejando de ser. Nace tuye en ser .racional, por ser cosa contra razón: no la
contra sí mismo y contra todos. Aborrécese á sí, y parte animal, porque esa es.toda atenta á su comodi
quiere todas las cosas para que le hagan aborrecible dad y regalo ; no sus miembros , porqué si padecen
de todos. A todos parece hombre, sino es á sí propio,
pues no se trata como tal, ni á los oíros conoce por
(3) se lee: ut jodieei Z. D. F.)
ti) b (/. s.) (4) «La avaricia [Id.)
ft) aOMltu» ifi. F, i.) [S¡ llaman M-!
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. i 31
frió desean abrigo ; si hambre, mantenimiento; si en miento y la gracia, (I) y demonio y infierno. Literal-
fermedad, remedio; si trabajo, descanso; si desvelo, ! mente entiendo deste lugar, que abren la boca á la
sueño. No se lo persuaden sus amigos, pues le abor mano de Dios y juntamente el corazón á Satanás.
recen por avariento. No los que son sus enemigos, Licuado liemos al fin infame qne la avaricia dispo
pues lo son porque lo es. Esto me persuade que es ne á los que se dejan poseer de su tiranía, y á los
castigo de Dios, y de los mayores que en esle inundo bienes y dineros que adquieren con la usura de la san
ejecuta, por la dolnrosa miseria con que aflige, y por gre inocente. (Matth., 27): «Entonces viendo Judas,
que dispone al avariento á obstinación ; pues si ad que le entregó, que le habían condenado, movido de
quiere siempre, siempre quiere adquirir; si le qui penitencia volvió los treinta dineros de plata á los
tan algo, se enfurece por desquitarlo ; si le dan lo que príncipes de los sacerdotes y álos ancianos del pueblo,
codicia, es lo propio que echar leña seca en el fuego, diciendo : Pequé entregando la sangre inocente y jus
que le hace más animoso; si le piden, piensa que se ta. Ellos respondieron : ¿Qué nos importa á nosotros?
da lo que tiene negándolo al menesteroso. Judas ve Mirároslo tú. Y arrojando las monedas eu el templo,
rifica mi discurso : fué apóstol de Cristo ; y siendo se fué y se ahorcó de un lazo.»
apóstol, porque fué avaro fué traidor, fué impeniten El doctísimo cardenal Cayetano sobre este capítulo
te, y se ahorcó. Cuando el sagrado Evangelista dice dice «que esta penitencia de Juilas fué penitencia
quién era, le llama «ladrón y robador, que traia bol del ánimo humano sin gracia de Dios, cuanto mayor
sas y se lleva lo que dan». Que el avaro sea ladrón, más peligrosa; porque la abundancia de la tristeza
se prueba con testigos que no pueden ser recusados : anega al hombre é induce desesperación. Este fin pro
el primero es el mismo avariento que depone, que se bó que era tal la penitencia de Judas (o).» Doclísima-
hurla á si propio lo que tiene; el segundo el prójimo, mente condena el eruditísimo cardenal de San Sixto
é quien hurta lo que le quila, y si es pobre, lo que las blasfemias del terco Calvino, en las heréticas con
le debe ; el tercero es el mismo Dios, pues se le queda sideraciones que hace sobre estas palabras y acciones
con todos los bienes que le da, y se los niega en los de Júdus, llamando arrepentimiento verdadero el suyo
pobres y en la satisfacción , y en sí y en los otros. Veis en la penitencia y en la confesión de su pecado y ser
aquí al avariento, en el oficio, dicipulo de Judas. La Cristo justo, y restituyendo el precio de la traición.
condición del avariento se emplea en dos cosas solas : Ydoclísimamente le castiga con sus respuestas Ti tel
en pegarle que den á otros y no á él, ; en pedir que le ina n en su libro contra este blasfemo.
den. E--U mbrna fué la condición ¿le Judas. Tuvo gran Este avaro fué tan malo, que su arrepentimiento es
dolor del ungüento que la Magdalena dio i los pies de el castigo do su pecado, en que él propio fué delin
Cristo, y cuando le vendió pidió que le diesen : «¿Qué cuente, juez y verdugo. Es la suya penitencia, mas
meqnereis dar, y yo le entregaré á vosotros?» Sa sin gracia de Dios ; es inundación de tristeza, que aho
biendo qne vendía la cosa más preciosa de la tierra y ga á los que le imitan ; no arrepentimiento que los en
del cielo, no señaló lo que quería que le diesen ; solo mienda. Sus logros son de sangre inocente ; véndenla
dijo que le dijesen lo qne por ella le querían dar : por por cualquiera precio, y juntan el dinero para arrojarle;
que el avariento solo estima que le den, no otra cosa précianse de padres de la ganancia, y mueren hijos
ninguna. No se gobierna por mucho ni por poco, pues de la perdición. Al avariento Judas le llamó Cristo hijo
es tan avaro por poco como por mucho. Sí estimara de (2) la perdición.
alguna otra cosa fuera del recebir, luego se corrigie El avariento no deja lo que junta ; él mismo lo ar
ra, porque topara con su alma y con su conciencia sin roja. No hay fariseo ni mal ministro que no tenga asco
salir de sí, y cou su cuerpo, y con la ley natural y la de recibir el dinero de sus manos. (3) Muere levan
civil y la de las gentes y la de Dios. DiéVonle treinta tado del suelo, de donde nunca se levantó el espíritu
dineros ; recibiólos ; y para la traición dio por seña del avariento. ¡Cuál destos no muere en el lazo con
que daría un beso á Cristo. ¡Extraña cosa parece que que la avaricia le tiene mientras vive, y le ahoga cuan
el avariento dé por seña el dar aunque sea un beso! do mucre!
Igualmente dio con este beso á conocer quién era Cris Verifiquemos en Judas el fin de la hacienda del ava
to j quién el avariento. No se lee que otra persona be ro. No-la tomaron del ; no quisieron, siendo 1os sacri
sase en la cara á Cristo sino Judas, ni que otro me legos compradores de su execrable venta, profanar con
tiese con él la mano en el plato. El avariento vende tales monedas el tesoro y caja del depósito del templo.
al que besa, y adquiere dinero con lo que da ; y sí Compraron una heredad para sepultura de los pere
puede tomar, no aguarda á que lo den. Deste fin se ori grinos.
ginaron estas dos acciones singulares de Judas. Én Veis cumplido á la letra el lugar del Ecclesiástieoqae
tresele Satanás en el corazou ; que el uvuro, por rece recité, donde hablando del avaro y de sus castigos, y
bir, recibe á Satanás. del fin (4) del , de sus bienes , dice en medio del lugar :
¿Queréis ver cuan snmnmcnte perverso es el ava
riento? Pues atended á que luego que recibió do la (1) el demonio í ¡ndprno (S.)
mano de Cristo el regalo en la cena, al instante reci (a) Víase Evangtliacum Vammentirüt ftevtrtnitissim} Domini
bió i Satanás en su alma : a Y como mojase el pan, se T/wmtic ie i'io l.metiini , Cariinalis Sancli Xitli , i* aualacr
Eeangelia el Acia Apotíalontm ai Graecarum codician vertíala»
le dio á Judas Simón Iscariote; y después de la sopa caslitjata , ai scusum quem tocaní Lileralem commeatarü : aun
Satanás entró en él. » (Matth. , 26.) El avariento, tras los iniíalius oportuuls , líceens jn lucen cditi. Paruiit. Apui l'once-
bienes y caricias que recibe de Dios, recibe á Satanás lum le freult. 1 J43.
por recebir de todos y de lodo. Mirad lo que junta en (ii perdición. (S.)
(3) Muere, levanta del(Z. D.)
su corazón : disposición halagüeña para el arrepentí- (i, de tus bienes, (S.)
J32 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
a Y no le da Dios poder para qnc de sus tesoros coma ; los justos conseguían aquella quietud.» Estas son pala
antes el hombre extraño se lo tragará todo.» bras de Cayetano en este capítulo.
Veis aquí lodo el dinero del logro de Judas empleado «Y él mismo llamando, dijo : Padre Abraham, ten
en sepulturas de peregrinos, que son los que más pro misericordia de mi, y envíame á Lázaro, para que mo
piamente se llaman extraños. jando en agua la punta de su dedo, refrigere mi lengua,
Ya liemos discurrido por las costumbres y el fin de porque soy atormentado en la llama.» ¿Veis que en el
los avariento? en esta vida , y de sus caudales y hacien infierno el avariento se atormenta con serlo por haberlo
das. Discurramos del avariento en los infiernos, y de sido, y que guarda en la sepultura del infierno consigo
su dañada condición en la otra vida. Para salir bien de para su tormento, su condición? Condenado está, y está
todo conviene no salir del Evangelio sacrosanto. pidiendo; pide, no una cosa, sino tres : que tenga
Lucae, 16 : «Había un hombre poderoso que se ves Abraham del misericordia, que envié á Lázaro, y que
tía de preciosas ropas, y cada día banqueteaba esplén Lázaro le refrigere la lengua, mojando la extremidad
didamente ; y babia un mendigo, cuyo nombre era Lá de su dedo en agua. ¿Queréis ver que su avaricia es su
zaro, que yacía lleno de llagas á sus puertas, deseando tormento? El pide que le envíen al que arrojó de su
hartarse de las migajas de pan que se caian de la mesa mesa ; pide una gota de agua al que negó una migaja
del rico, y ninguno le socorría.» de pan ; pide que eu su favor extienda un dedo aquel á
A las puertas del rico avariento y glotón siempre es quien con desprecio, pidiendo, le cerró toda su mano.
desprecio de sus umbrales el pobre , á quien no solo Cierto es que todo él padecía, y solo pide refrigerio para
niega su mesa lo que tiene, sino lo que se le cae. No su lengua, porque por su glotonería y satisfacer su gar
hubiera pobre sin socorro, si no hubiera avariento sin ganta con el sabor de su lengua había sido avariento;
caridad. y aun condenado, trata de refrigerarla solamente. Pa
«Empero venian los perros, y lamíanle las llagas.» dezca la lengua del avariento, que estando en boca ra
Veis aquí los perros curando las llagas del pobre, y al cional, no aprendió de las lenguas de sus perroscuando
rico acrecentándoselas. Veis aquí á Lázaro que convida los vio lamer las llagas de Lázaro.
á sus llagas á los perros, y al rico que le niega de su Mostróse este avariento inficionado de todas cuatro
mesa las migajas que da á sus perros. ¡Considerad pestes. Del desprecio, ya se vio el que hizo de Lázaro.
cuánto peor y más rabiosa es la hambre avarienta que De la invídia, digalo el Santo palabra de o ro, ser ni . cxxu :
la hambre canina! « Envíame á Lázaro. ¿Adonde? ¿Al infierno, del seno;
«Sucedió que murió el mendigo y fué llevado por del solio sublime, aLpáos ; de la quietud santa , á los la
los ángeles al seno de Abraham. Murió el rico y fué se- mentos de las penas? A lo que me parece, (4) lo que
ptilladoenel infierno; empero levantandosus ojos, como hace este rico no es del nuevo dolor, sino de la invidía
estuviese en tormentos, vio desde muy lejos á Abraham antigua; y con ella se enciende más que con el fuego.
y á Lázaro en su seno.» — Dice «que murió el pobre»; (5) Esles á estos grande mal , esles incendio insufri
y habiendo sido sepultado, lo que es cierto, no dice que ble (6) ver dichosos á los que un tiempo despreciaron.
fué sepultado, sino llevado por los ángeles al seno de Aun poseyéndole la pena, no deja la malicia al rico; que
Abraham, porque el justo que se salva nace en la sepul no dice que le lleven adonde está Lázaro, sino que en
tura á vida sin muerte, donde la muerte corporal lesirve víen á Lázaro adonde él está.» No pide que él sea lle
de partera á eterna vida. — Dice que « murió el rico y (1 ) vado adonde está Lázaro en descanso; pide que Lázaro
que fué sepultado en los infiernos » ; y no dice que fué baje del descanso á sus penas, por quitarle el gozo que
sepultado en la tierra, porque el sepulcro del que muere le envidia. En el infierno está el rico avariento, y aun
para morir para siempre, es el infierno. Y es de notar quiere que le venga á servir el pobre desde la gloria.
que del avariento no solóse dice que está en él como Esta soberbia es.
los olios , sino sepultado en él : esta consideración me Tuvo de Abraham respuesta, mas no consuelo : « Tú
persuadió á no seguir la diferente puntuación que hace recebiste tus bienes » (quiere decir, los que tuviste por
el cardenal Cayetano, poniendo el punto detrás del «fué bienes, que fueron las riquezas y el poderío, la pompa
entenado», y empezando cláusula (2) desde la palabra y la golosina ; y agora padeces los males que no temis-
«en el infierno».— «Levantó los ojos como estuviese en tes).» Lázaro recibió y padeció males» (quiere decir,
tormentos.» Cuando vivia jamás levantó los ojos al cie los que el mundo juzga por.tales en la pobreza y des
lo ni los apartó de la miseria de la tierra; y cuando está precio, siendo bienes en el mérito).
sepultado en el infierno y padeciendo sus tormentos, los Viendo que se le negaba el enviársele, prosigue, por
levanta al cielo. Todo lo hacen al revés y tarde los ava sacarle de la quietud en que está, diciendo : «Ruégate,
rientos. Cuando estaba en este mundo, no veia aun en Padre, que le envíes á la casa demi padre, porque tengo
sí mismo (que nada pue.le ser más cerca) su naturale cinco bei manos, para que los testifique este suceso y
za , ni las llagas (3) y hambre y miseria de su prójimo, no vengan í este lugar de tormentos.» Llama á Abra
que quiere decir cercano; y en el infierno ve de lejos y ham padre, y dice que envíe á Lázaro en casa de (7) su
conoce a Abraham y á Lázaro en su seno. Quien no ve padre. Para pedir tiene muchos padres quien para dar
vivo por faltarle la caridad, para mayor pena ve con la no tuvo ni conoció hermano. Toda esta petición fué va
invídia muerto y condenado. « Entonces el seno de nidad y soberbia é invídia. No dice que le envió á pre
Abraham era el limbo de los padres, porque por el mé dicar ú todos, sino á los suyos y á sus hermanos : es
rito de Jesucristo, que primero se prometió á Abraham,
(t\ que liare (Z. B. F.\
H) fué (S.) ¡5) Esles á esius grande mal el incendio insufrible, ver (U.)
(2 1 desde las palabras (U.) (6) de ver ¡S.)
(3) ni la hambre (¡i.) (7) sus padrea. Jd.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. i 33
ruego de interés, no de caridad. No lo pide porque sus un dedo. Pidió tan escasamente como si (S) pidiera á
hermanos se salven, sino porque con ellos solos, por ser sí, que menos que esto negó á Lázaro; todo con infernal
sus hermanos, se haga lo queá otros no se concede. En malicia, para disimular con esta humilde petición la
el condenado ni puede caber piedad ni caridad, ni que luego hizo de pedir como avariento tau gran cosa
otra cosa que condenación obstinada. Según esto, no como la resurrección de un difunto.
deseaba estorbar su venida á sus tormentos por virtud Desto nace la consideración segunda : ¿Por qué pidió
ni amor : luego puede colegirse que, de avariento, aun que Lázaro fuese á la casa de su padre á .decir á sus
do quería que participasen de sus tormentos. hermanos su condenación, y no pidió que le enviase &
« Respondióle Abraham : Tienen á Moisés y á los pro él, para que (6) la viesen en él, puesto que la vista se
fetas; óiganlos. Mas él respondió: No, padre Abraham; juzga por más eficaz que el nido? No quería, no, el ava
empero si alguno de los muertos se les apareciere, ha riento la conversión de sus hermanos : quería que Lá
rán penitencia.» No consta claramente si esta fué pa zaro, como fué despreciado en su casa, jio fuese creído
rábola ó historia. San Lúeas no la da nombre de pará en la de su padre ; quería que á su padre y hermanos
bola, y el nombre de Lázaro la muestra historia. Yo por fuese aborrecible por el espanto, como á él lo fué por la
historia la tengo, persuadido destas razones y de la au pobreza ; quería que se lograse contra Lázaro la pon
toridad de san Juan Crisóstomo (oración De adversa zoña que tenia en su seno, y que Lázaro dejase de gozar
valetudine, digamos De la enfermedad), hablando de de la quietud del seno en que estaba : su tema es sa
Lázaro, a Era de los que fueron antes de la gracia ;» pa carle del seno de Abraham , ya que echándole de los
labras que certifican historia. Y del texto se colige que umbrales de su puerta, fué ocasión deque Abraliamlo
fué realmente en este tiempo, pues dice : «Tienen á recibiese en su seno. Veis aquí las pretensiones del ava
(I) Moisen y á los profetas ; » tiempo antes de la gracia ; riento, aun sepultado en los infiernos. Si algo preten
y de que se colige que Moisen vivia en aquel tiempo, den, esquitar el descanso á los que vivos negaron el
pues si fuera muerto, no respondiera el avariento que socorro. No hallamos escrita la obstinación y perfidia,
no creerían sino á un muerto. hasta en los infiernas, de otro pecador que del rico ava
Pasemos á la consideración, y aprendamos de Cristo á riento, teniéndola todos.
referir las historias para el ejemplo y el escarmiento. En No envió Abraham á Lázaro, como el avaro lo pedía.
las del mundo el pobre es á quien se llama aun vulgar Empero Cristo, que refirió esta historia para desenga
mente quídam pauper, «cierto pobre.» La lisonja no le ñar á los hombres de que no creyendo á los profetas ni
halla nombre, cuando al rico le da su nombre y (2) so á los vivos, ni á él, que era hombre y Dios, menos cree
brenombres, y le carga de «peludos y blasones y des rían á los muertos, resucitó con el mismo nombre de
cendencias. En la boca de Cristo es todo esto al revés : el Lázaro al hermano de Marta y María. ¿Qué resultó des-
pobre tiene su nombre, y el rico es quídam díves, «cier tedifunto resucitado ?Dícelo el Evangelio, Joann., 12:
to rico;» porque Cristo Jesús es vida, y en el libro de la «Determinaron entre sí los principes de los sacerdotes
vida se escriben los nombres de los justos. Asi lo dice que matasen á Lázaro, porque por él muchos de los ju
el Espíritu Santo. díos se apartaban y creían en Jesús.» San Pedro Crisó-
(3) Advertid la desvergonzada presunción y soberbia logo(7) en estas palabras, sermón lxvi, dice : «No
deste avariento, que habiendo él muerto de hambre á quieren que les cuenten lo que vieron aquellos, que lo
Lázaro (cuando le pedia sus migajas de pan para vivir, que oyeron no quisieron creer. Sabemos que está apa
con ellas), ahora muerto y en los infiernos, osa pedir que rejada vida para los buenos y tormentos para los ma
á su instancia y por el servicio de su casa y familia re los; empero, mientras captivos de los vicios no quere
sucite : quiere que Abraham resucite con milagro por mos que se llegue el tiempo, fingimos ignorarlo que
su mandado al que él mató con avaricia por su iniqui sabemos, y no queremos que venga del infierno quien
dad. Considerad su hinchada locura, que se arroja ú en nos diga lo que hay después de la muerte ; pues vinien
señar á Abraham, diciéndole que no es eficaz el medio do Cristo del cíelo y volviendo del infierno, enseñó con
que él da de que oigan i Moisen y & los profetas, y le la palabra y afirmó con el ejemplo lo que está preveni
pretende enseñar el modo, diciéndole que si alguno de do ú los justos en el ciclo y á los impíos en el abismo.
los muertos se les apareciere, harán penitencia. Mas por ventura no creemos estas cosas, ni queremos
Dos cosas se me ofrecen dignas de consideración. La que Cristo venga, porque no queremos que el mundo
primera : ¿Por qué este avariento pidió que Lázaro mo pase; antes no porque no queremos que el mundo
jase, para refrigerarle la lengua, la última extremidad pase , sino porque nos pesa que nuestros vicios pasen.
de la punta de un dedo, y no que mojase la mano y le re Cristo vino, no por ahuyentar la vida, sino la muerte;
frescase? pues á tan grande ardor como padecía, no revocar el mundo, no quitarle ; destruir los vicios , no
fueran beneficio los golfos del mar. Realmente los ava su criatura.»
rientos, vivos y muertos, siempre buscan y piden lo que ¿En cuál filósofo se pudo hallar rastro de tan alta
no los puede aprovechar : lo otro, (4) aun duraba en doctrina? No niego empero que alcanzaron y rastrearon
su lengua y estómago y corazón el asco de las llagas algo de la miseria y peste mortal deste mal vicio, lo que
de Lázaro, y por eso con melindre condenado pide que ingeniosamente enseñaron con la fábula de Midas, rey
le toque con la menor parte que pudiere de un dedo de Frigia, hijo de Gordio. Fingen moralmente que co
suyo lá lengua. Pidió nna gota de agua y una punta de mo hospedase á Baco, y él le dijnpe que pidiese lo que
gustase, y Midas fuese avaro insaciable úe dinero, le
(I) Hoysés (tiempre la edicto* de Sancha.)
f?i sobrenombre (S.) (5) se pidiera (S.)
-3 1 Advertir (írf.i (6) la viese l. JJ.I— le viesen (S.)
(4) que aso duraba {Id.) (71 sobre eslas (S.)
134 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
pidió que le fuese concedido que cuanto tocase se le de quien el Evangelio dice que fué sepultado en los in
volviese en oro. Buco se lo concedió. El luego tocó su fiernos. ¡Cuánto peores avaros son estos, que no solo
casa y todas sus murallas de la ciudad, gozoso do verse no los dan algo, sino que los quitan á los pobres lo qne
aumentado en tan inmensa copia de oro. Empero como, tienen ! Consideración es esta de san Juan Crisóstomo,
obligado de la sed y de la hambre, fuese á beber y co Oratione de Avaritia : «Si Lázaro, no habiendo reci
mer, y viese que en tocando el agua ó el vino se le vol bido del rico alguna injuria, solo porque no le había
vía en metal, y la comida se le cuajaba en oro, pereda dejado gozar de lo que tenia, le fué acérrimo fiscal,
do rica muerto y de hambre y sed preciosas, empero ¿de cuál defensa se valdrán aquellos que después do
mortales. Fábula fué esta en la narración; (1) historia negarles lo que tienen, les quitan lo que ellos tienen?»
es en los sucesos. ¿Cuántos son aquellos que porque Bien claramente enseña el gran Padre cuánto peores
todose les vuelva oro no comen ni beben ni viven? Don avaros son estos que quitan á los pobres y los afligen,
de Baco, dios falso de la embriaguez y glotonería , fué el que aquellos que solo les niegan algo de lo que tienen.
de Midas. Midas fué (2) el que insta contra si, como lo son Aquellos para tan grande robo y tan enorme delito so
todos los avarientos. Este fué el que juzgó tan mal en confian en sus riquezas, y desprecian la misericordia
la conlionda de Pan y de Apolo, que en castigo Apolo le de los pobres. Por esto el propio santo, Boca de oro, los
disfamó con orejas de asno. Pena.es que padecen los ava fulmina con estas palabras temerosas y ardientes, y
rientos, porque oyen con bestialidad y no les agrada la porque no se desentiendan, habla con ellos, ubisupra:
voz del cielo. Sus orejas son de asno y sus espaldas, «Tenéis vosotras poder, riquezas y dinero; empero
pues cargados de oro, le padecen peso y no fe gozan tienen ellos las armas más fuertes, gemidos y lamenta
caudal. . ciones, y el mismo padecer injuria, con que atraen el
No ignoraron que los avarientos morían ahorcados, socorro del cielo. Estas armas asuelan las casas, derri
y quo su postrera enfermedad era el lazo. Algo dijo ban los fundamentos, arruinan las ciudades, y con ave
aquel epigrama del avaro que en un escondrijo guardó nidas han trastornado todas las naciones. Tanto muestra
gran suma de oro ; y yendo otro avariento á ahorcarse Dios su providencia en favor de los que son ofendidos.»
con una soga porque le faltaba el oro, y parecíéndole Estos malditos, que quitan á los pobres para dar a
aquel mismo lugar i propósito para su desesperación, los ricos, no les quitan para dar, sino para quitarse á si
hallando el tesoro que el otro había escondido, dejando loque quitan, y empobrecer con la dádiva necia quien
la soga donde (3) le halló, se fué contento. Vino el que lo enriqueció con el robo sacrilego. No dan al rico, no; la
escondió; y no hallándolo, y hallando la soga, de pena suya no es dádiva, sino anzuelo ; es cautela para que los
se ahorcó con ella. Mirad cuál es la avaricia , que tiene den, es mohatra y usura. Quien da al más rico, más
desesperación y pobreza dichosa, y riqueza y dicha ahor quiere recebir que dar; comprar quiere, mercader es.
cada. Mirad cuál es, que al que trae soga para ahorcar Codicia la poquedad del mendigo, y por eso se la quita ;
se le da el oro, y al que da el oro le da soga con que se codicia la abundancia del poderoso, y dale por engai
ahorque. Escondió el avaro el oro, y estando contento társela. Cúmplese en él la justicia de Dios que le sigue,
de hurtársele él á sí propio y ser ladrón de sí, se ahorcó y empobrece con el rico quien se hizo rico con el po
porque le hurtó el otro avariento lo que él se bahía bre. Tantos avarientos hay destos, que están fuera de
hurtado. Aquel dinero iba oliendo á esparto : al que le nuestra cuenta ; empero tantos como son, uiuguno esti
perdió, la loga (4) lo llevó arrastrando; y el que lo llevó, fuera desle castigo.
llevaba arrastrando la soga, pues merece que lo ahor ¿Queréis ver cuan populoso es este pecado, que por
quen por ladrón, como el otro mereció ahorcarse por él se gobiernan todos los demás? Es tal, que á las mis
avariento. mas pestes las apesta. ¿ Quién no conoce la avaricia de la
No quiero que algunos ricos que dan y gastan, lujuria, que con el interés y por el oro y las galas atro
piensen quo engañan ú la verdad, y que por esta razón pada la honra y la castidad? La avaricia hace mercan
no los condena por avarientos, si bien ellos se agre cía (7) la fe conyugal en el adulterio, la virginidad en
gan (3) al nombre de liberales. Destos hay muchos, y el (8) estrnpo; hace los cuerpos venales en las rame
son de los más perniciosos; descúbrelos y nómbralos, y ras. La soberbia es la más rica tienda de su trato. Por
señala su castigo el Espíritu Santo, (Prov., 22 j: «Quien el poder y el tesoro y el puesto preferido y la opulencia,
calumnia al pobre por aumentar su riqueza, dura á otro la arma contra Dios. La invidía por ella ceba en su pro
más rico que él, y empobrecerá.» pio corazón sus dientes : ella la arma de venenos los
_ Castigo tan grande como justo (6), que el"que se hace ojos, ella se los desvela. La gula aprendió de la ava
rico con los pobrcs.se haga pobre con los ricos; que ricia á no' tener por alimento el qne no es tesoro, ó no
quite al que le falta \o que ha menester, para dar al que le costó. No gusta de lo sabroso si id es caro, no tieno
lo sobra lo que no ha" menester, y no ha menester lo que por comida la que no costó un patrimonio, no mata la
le da. No podia quitar estas máscaras y rebozos otra luz sed con el vino ó agua en el barro, si no la bebe en
que la del Espíritu Santo, que lee lo secreto de los co cristal ó oro, porque tiene asco del vaso que no es joya
razones. Avariento es quien no quitando al pobre nada, ó caudal. Hase pegado este contagio aun á las mismas
no le da de lo que tiene ; y este fué el rico avariento enfermedades, que siendo el desengaño de nuestra mi
seria (por enriquecer, no por curar los malos humo
res), se beben en las pócimas el oro que no se pnededi-
(1) pero historia en los sucesos. (S.)
(íi al que insta (Z. B.) girir, las joyas qué no dan alimento ; siendo asi que ni
P) la (S.)
(4) le |F. S.)
(5) el (S.) (7) de la fe (S.)
(6) es que (W.) (8j e*tuj.:.i; [F. S.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 133
cana la dolencia, ni engalanan, ni hacen otro erecto i los avaros atentamente, los que padecéis la enfermedad
jue ibulur con el gasto la vanidad. Si se beben estas gravísima de Judas. Oídme para que huyáis esta pes
cosas por llevarlas en su cuerpo á la sepultura, por más tilencial dolencia ; porque si el que juntamente vivía
ámbar y perlas y esmeraldas y jacintos y oro que junte con Cristo, que oia de Cristo la doctrina que hizo mi
su estómago en las confecciones, será aquella tierra que lagros, deste achaque se precipitó en el profundísimo
toseibriere solamente mina de gusanos y de horror. abismo de los males, más fácilmente os precipitaren
Sí a juntasen los acreedores del hombre en un dia á vosotros, que ni oistes las escrituras y estáis arraigados
«¿rarlo que es suyo, y él blasona por propio, cosas en en las cosas del siglo. Aquel cada dia estaba con el que
fae funda su soberbia y su avaricia, hallariase mucho no tenia adonde reclinar la cabeza, y cada dia era ins
más desnudo que la más humilde bestia y que la más truido con sus palabras y obras, para que no quisiese
imperfecta sabandija. Considérale vestido de púrpura, tener oro ni plata ni dos túnicas; y con todo no pudo ■
pesada y pálida con el oro, granizada de perlas, en reprimirse. ¿Cómo pues esperas, sin gran desvelo y di
cendida en diamantes ; ó pomposo en el lustre de la se ligente cuidado, huir el contagio (4) deste mal? Terri
da, variado de labores: y supon que el animar, cuya ble es cierto, terrible esta bestia; empero si quieres,
sangre es la grana, le pide su veneno, los cerros el oro, facilísimamente podrás asegurarte della. No tiene esta
¡as conchas sus perlas, las minas y pedrizas de Oriente codicia el origen de la naturaleza.»
tus diamantes, los gusanos su mortaja, de que hace ga Por esto es fácil huir la avaricia, porque no se ori
la; las ovejas su lana, los ganados sus pieles; el lino y gina de la naturaleza, y no hay cosa más fácil al hombre
el cáiiamoy otras yerbas sus lienzos, holandas y (i) cam que acomodarse y restituirse á la naturaleza, ni más
bra yes. Fuerza era que el miserable hombre, si volviese descansada, pues cuanto della se aparta se violenta. La
estas cosas á sus dueños, quedase más desnudo que los naturaleza conócese por origen ; y reconoce por parto
erizos y las arañas, á quien ninguna cosa puede pedir suyo á las sierpes y animales más ponzoñosos, empero
parte alguna de su traje, vestido y ornamento. ¿Por no al avariento. Este es contra toda la naturaleza y con
qué pues, 6 avariento, anhelas por tener lo que las tra las naturalezas de todos. Es contra Dios, contra el
cosas más despreciadas del mundo te pueden con razón prójimo y contra sí. A su cuerpo, que se sustenta con
Vfcáir, y de que, como ajenas, no puedes tener alguna las viandas, se las niega por ahorrar; y ásu alma, que
presunción, (2) que las has de dejar, que han de de no come, la ruega con los mantenimientos. Tal se lee en
jarte'? Sois los ricos para los pobres lo que para vosotros el Evangelio, de aquel que se prometía largos años de
las grandes posesiones. Tú eres, si sabes ser rico, he vida, y tratando (5) de deshacer las trojes para hacer
redad del jKibre, como la heredad es. hacienda para tí. las más capaces, murió aquella misma noche.
Dióte Dios los bienes para que los dieses, no para que El avaro aun á sí mismo destruye. El avaro es común
\os Viciescs inútiles. Dios, que te da lo que tienes, te enemigo de todos los hombres y de todos los elemen
pule en «da pobre que le des de lo que le dio ; no por tos. Hace bolsa su alma. Más quisiera al sol de oro para
quitarle lo que te lia dado, sino porque puedas con la acuñarle, que de luz para ver y vivir. Quisiera que el*
caridad merecer que te lo multiplique. Si eres interesa airé lloviera dineros, y no agua ; que los ríos y las'fuen
do, no digo que no lo seas, sino que sepas ser bien inte tes le manaran; que la tierra, como edifica las grandes
resado. Daleí Dios lo que te pide por el pobre, que él estaturas de los montes de peñascos, las (6) compusiera
fe ofrece en lo que te pide ciento por uno. No puede de plata. El avaro se congoja con lá fertilidad de los
haber mayor ganancia ni más cierta. O no quieres la tiempos, y con la abundanciase encoge; y aborrece todas
ganancia, 6 dadas del que la promete ; si no la quieres, las cosasdequenopuedejnntar moneda jyalcontrario,
ya eres pobre; si no la crees, ya eres infiel. ¿Por qué, sufre todas las arrentas, como le ocasionen interés de
ó ao'rUI, con el pensamiento presumes las cosas ma un dinero. Aborrece á todos los hombres, pobres ó
yores, cuando por la fe desesperas de las menores? ricos : los pobres porque no le pidan , los ricos porque
Grandes palabras son las con que san Pedro Crisólogo, no le dan y porque tienen. El se persuade que todo lo
sermón cuní , nos exhorta al desprecio destos bienes que los otros poseen debia ser suyo, y por eso los abor
ensolo el nombre : « ¡ O miserable y dignísimo de toda rece y es aborrecido dellos. (7) Este no sabe qué cosa
infelicidad ; pues dándote un reino, suspiras por un pe- es llenarse; ignora la hartura. Por eso tan miserable es
dazode pan; pues dándote la perpetuidad, lloras por como bienaventurado el que sigue la virtud contraria
■• bebida ; que vistiéndote de inmortalidad, lamentas á su pecado. Discurso es este de San Juan Crisóstomo
por la vestidura del cuerpo! » en la homilía (8) 81, in Matth.
Teófilo Alejandrino compara la avaricia al infierno : Si el desdichado avariento quiere la bienaventuranza
«El infierno no se llena de muertos ; antes cuantos más del que no lo es, los pobres, á quien él aborrece, le
recibe, más desea : imítale la avaricia , que no puede ruegan con ella. Es el pobre la máscara de Dios, con
hartarse, pues cuanto más tiene más desea. p que anda entre nosotros disfrazado : este nombre le da
Crisóslomo alza la voz preciosa, y con boca de oro san Juan Crisóstomo, como lo refiere Damasceno, (Pa-
pronuncia contra los avarientos estas, palabras espan ral., cap. 37). En unos trae por máscaras las llagas, en
tosas para ellos, aun siendo pronunciadas por el metal otros la desnudez, en otros los remiendos, en otros la
que adoran, (homil. (3) 81, ín Matth.): «Oíd esto todos hambre, en otros la enfermedad, en otros la cárcel y

1) caabra;. \l. B. F.) (4) de este mal terrible? Es cierto terrible esta bestia; (F. S.)
8: ,qu* las has de dejar? qné lian de dejarte? ( Tudas las edi- 15. deshacer (2.1
Md.l (6) compusieran [l. B. F.)
13) tt\Ttdtt les ejemplares. — Es la hornilla 80, que otros cs- (7) El do sabe IS.)
'>•» 81, sobre el cap. uvi de sao Mateo.; (8) 18 {Los ejemplares ledos.
136 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
la persecución. No puedes ignorar ya que el pobre es en la cárcel con el preso. Los demás pobres son po
máscara de Cristo ; ni negarlo, pues él dijo en el Evan bres con si solos y por si solos. Jesucristo es pobre
gelio que él tenia sed en el qne la tenia, y hambre y en todos los pobres y por todos los pobres.»
desnudez; que pndecia cárcel él con el preso, y que Quilate, ó avariento, la máscara de tu hipocresía,
estaba enfermo y no le visitaron. y conocerás que cada pobre es máscara de los dis
De aqni el grande Salviano dice, lib. i ad EecL, fraces de Cristo. Aprende á liberal, de las venas de
5 (a) : a Los avarientos replican que no era Cristo Cristo y de su sangre. Dióla á la circuncisión recien
el que tenia hambre y sed.» A que responde: «No nacido, porque se la pidió la ley (siendo sombra), él
solamente afirmo que Cristo es pobre entre los po la luz de la ley de gracia. Pidiósela la congoja en el
bres, sino mucho más pobre que todos los otros; huerto, y sudóla. Pidiéronsela los empellones y caí
forque entre los pobres no es la pobreza igual, por das, y los juncos marinos en la corona, y los golpes
que hay algunos que están desnudos, mas no ham de la caña, los azotes y la columna, los clavos y los
brientos; á otros falta acogida y tienen vestidos : y al golpesde los martillos; á todos la repartió. Y pidién
fin, aunque á algunos falten muchas cosas, á ningu dosela la lanzada después de muerto, cuando la sangre
no le faltan todas. Jesucristo es solo pobre de todo, no corre, dio sangre y agua, y vista al que le dio la
porque él tjene sed con el qne la padece, y hambre herida. Si eres avariento, aprende á ser liberal de la
con el hambriento, está dejando con el desnudo, y sangre de Cristo, pues es el más precioso tesoro; co
nózcale tu sed, y hártese. Enriquécete con lo que da
(a) Mejor habría dicho Qt'EvF.no : «en el cuarto de sus libros
Cmilrn ovaritiam, publicados enn el nombre de Timolheo, j diri quien no empobrece dando, ni se quita nada de lo
gí !us wl Ecctlñam Calholicam.» que dio, ni le hace falta para dar ¿ otro lo mismo.
VIRTÜB MILITANTE

CONTRA LAS CUATRO FANTASMAS DE LA VIDA,

MUERTE.
PRIMERA FANTASMA DE LA VIDA, (a)

CARTA los gentiles, pretensiones invo más que de hombre


que declara eímo es loable el temor de la muerte, y cómo puede quien pretendió que no se temiese la muerte ni los
ser necio j reprehensible. trabajos : entonces fué pretensión vana; hoy fuera más,
pues la temió Cristo, que siendo hombre, fué Dios y
AL DOCTOS DON MANUKL SERRANO DEL CASTILLO. (1) hombre. No fué en agonia por no morir, que no po
Don francisco de Que ved o (2) ViuVgae, día rehusarlo quien encarnó para morir. No dijo:
«Pase de mi, si es posible, este cáliz,» porque rehu
Escríbeme vuesamerced lia leído con gusto la saba de beberln, habiendo reprehendido á san Pedro
doctrina de (3) Epicteto en mi traducción, y la de tan ásperamente "porque diciendo que iba á morir, le
fensa de los estoicos y de Epicuro. Esta alabanza no dijo: Absit o te Domine: «No es el morir para ti,» y
llega á mi estudio, ni sale de Epicteto ni de Zenon. habiendo dicho á san Juan y á san Jacobo que habían
lliosson los consonantes, accidente muy delgado, si de beber su cáliz y que le beberían. Aquella congoja fuá
bien de buen sabor á la memoria. Díceme vuesa providencia en el que era masque hombre, para que en
merced que se convence de que se lia de sentir la la naturaleza se viese era (4) verdadero y naturalmente
muerte y los trabajos, y que en favor de las virtudes hombre ; y que como hombre temía la muerte, siendo
lo entiende así con los santos padres; y pregúntame Dios, porque venia á satisfacer por Adán, que siendo
vuesamerced qué calidad ha de tener aquel senti hombre no la temió, por ser como Dios. Fueron con
miento para no ser reprehensible, antes loable. Doc goja á Cristo los que interviniendo en su muerte cor
trina es esta más para enseñármela á mí que para poral, habían de fabricarse su muerte eterna. Y aquel
preguntármela. Yo, Señor, por malo no lo sé obrar, temor de Cristo y aquel sudor sangriento está ani
por ignorante no (o sé decir. Esta cuestión tiene anto- mando de gozo en su muerte por su ley á todos los
lidid resuella por quien la obra, no por quien sola- mártires, en quien el amor divino vence á la natura
menle la estudia y la parla. Lo que me toca es obe leza humana : lo que siendo imperfecto, pretende fre
decer al amigo, que sabrá perdonarme si no sé obe cuentemente (a) el amor frenético del apetito por un
decer. bien mentiroso que se propone. Empero este amor
Ya que no me puedo valer para el acierto de la per falsificado no vence la naturaleza, antes la ciega; solo
fección de la vida, que inculpable en los buenos hace al amor de Dios es permitida la victoria destos te
hermosa la muerte, me valdré de las miserias que mores. En el mártir tiemblan con los tormentos los
en los distraídos y delincuentes hacen aborrecible la miembros; encógense con el fuego, desátanse con el
vida. Por diferentes caminos el pecado y la virtud cuchillo, enflnquécense desangrados, desfigúrense <.6)
alivian el temor de la muerte. Aquel con el fastidio defuntos; y esto cuando el alma goza constante, como
de lo pasado, esta con la esperanza de lo futuro. Entre enamorada. No necesitan de sentimiento las cosas para
(4 Hasta aquf es mío todo el epígrafe : no se halla en ninguna hacer demostraciones de su muerte. La llama que en
Imprrsiun. Tero como son postumas, y el frontis de la primera la vela se muere ó es apagada, á su modo se lamenta.
apócrifa a do dorfar, merced al derecho que los libreros se abro- ¿Quién desliará una trenza, que no deje feos los tor
proa siempre de alterar i su antojo los litulus de las obras
postemas de Qcivedo. echo de menos en este paraje tan nalural
zales que fueron labor? ¿Qué lazo ó nudo (7) no se rc-
ditision, terco que la habría determinada ti autor i haber dado
1 la rslampa so libro. (4) verdadera íZ. B.)
ili Estríbeme vuesamerced (F. S.) lüi en el amor (S.)
(I) ; Hurgas. <Z. B.) (6) difuntos; (B. F. S.)
ül Epitelio \¡d.) 17) resista al que le deshará? (í.i
433 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
iiste al que le desata? ¿Cómo se deshará un edificio miedo atiende á enmendar la vida, por quien se temo
sin que se hienda la tabla, sin que se maltiate la viga, la muerte. Este solo temor se permite á la razón, y
sin que se rompa el clavo? ¿Cómo podrá dejar deoirse esto porque antes es temor de la vida que de Iá muer-
él golpe del martillo? ¿Quién enmudecerá los estalli ' te. Por esto el consuelo de la muerte es la vida. Si esta
dos de la madera que se quiebra? (I) Pongan estos i es trabajo, aquella es descanso ; si es descanso, asegura
símiles delante de los ojos la razón de las ansias en | que no (3) vuelva á ser trabajo. Cierto es, señor don
. el que padece, de los paroxismos en el que muere. I Manuel, que la muerte trae al dichoso lo que teme, y
No puede. alguna dialéctica persuadir al ojo que no se al miserable lo que desea. No se origina la diferencia
cierre al polvo que le ciega, ni á la cabeza que no (2) della sino del error do los hombres. Para que se acer
se aparte del golpe que la busca. No tuvieran ejerci que no basta desearla, para que se defiera no basta
cio la constancia y la fortaleza del espíritu sino tu temerla. Ella cumple sus cláusulas sin injuria de al
vieran que moderar en la flaqueza del cuerpo. Na guno, aunque con quejas de muchos. Ella llega á los
turaleza es, según esto, temer la muerte, y ella es monarcas porque son hombres, y no se olvida de los
temerosa al pecador, y por ser pena del pecado. Vir pobres hombres porque no son monarcas. Acércala á
tud y mérito es saber animar el espíritu contra este cada uno su propia naturaleza, no su crueldad ó su
temor. Necio es quien le tiene porque se le acaba la malicia ; que es igual y piadosa, lntrodújola el pecado,
vida; injusto si le teme porque se le llega la muerte, es verdad; empero no se dedignó de padecerla quien
á que él se llega, á que él se va. Nacemos para vivir, quitó el pecado, quien no le tuvo por naturaleza, y qui
y vivimos muriendo y para morir, y morimos para so que muriese su madre, que no lo tuvo por gracia.
nacer á segunda vida. Mejor séquito tiene el morir Y ¿se dolerá de morir el heredero del que con su culpa
que el nacer; á la vida sigue la muerte, i la muerte introdujo la muerte, y aquel que por sí la está obede
la resurrección. Vivimos tiempo, que ni se detiene ciendo cada dia? ¿Qué codicia el hombre en la vida
ni tropieza ni vuelve. Está en nuestra mano lograrle, más larga, sino más muerte? Cada dia que pasó fué en
no hacer que se pare; de tal condición, que ni lo fermedad del que ha de venir, y en cada dia que vive,
pasado se lia de sentir después, ni lo por venir antes. cuenta tantas enfermedades incurables como horas,
De aquel es medicina el olvido, deste la prudencia. tantos pasos hacia la muerte como instantes. Todo lo
Quien se embaraza en sentir lo pasado, pierde lo pre es maestro para este desengaño, y siempre será rudo
sente y aventura lo porvenir. Lo que fué, como no es. dicípulo de las aves y animales, que murieron para
Do puede dejar de haber sido; lo que es, como no era darle sustento, de las que murieron para darle abrigo.
poco antes, dejará de ser poco después ; lo que aun no La noche con el sueño, que cada dia le descansa del
es, si se desea ó si se teme, se padece. No hace la co afán de todo el dia, le acuerda de la muerte, que es
dicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no el descanso de la vida. Por esto llaman al sueño her
suceda lo que recelamos. Si lo pasado fué bueno, lo mano de la muerte. Y algunos que apuran más este
que alegra con el haber sido bueno, entristece con linaje de la muerte, la llaman sueño, y al sueño muer
haber pasado ; si fué malo, lo que alegra con no ser, te cotidiana. Todos los días, dice el grande Séneca,
aflige con haber sido. ¡Oh miseria humana, no solo muestran cuan nada somos, y con algtiti nuevo argu
fugitiva, sino instantánea é invidiosa de algún mo mento amonestan á los olvidados de la fragilidad, cuan
mento de reposo y consuelo; que si llegas, te vas; que do atendiendo á las cosas eternas, nos fuerzan á mirar
si pasas, no vuelves; que antes de venir molestas; ve á la muerte. ¿Cuál criatura más hermosa que el sol,
nida huyes, y pasada no tornas! Vivimos tiempo, sin y con tantas apariencias de eterna, y todos los días le
poder decir cuál antes que se pase, sin poder decir vemos nacer y morir, y su tarca es pasar de la cuna
cuánto antes que se acabe. En un propio instante se á la tumba? ¿Qué ocupación tienen la razón y el dis
vive y se muere. Ninguno puede vivir sin morir, por curso en el hombre, que cuando teme que ha de morir,
que todos vivimos muriendo. ¿Qué puede presumir no conoce cuánta parte suya y de su vida es muerta?
quien no posee su propia vida en algún punto de se Señor don Manuel , hoy cuento yo cincuenta y dos
guridad? ¿Qué puede saber quien no sabe si vivirá años, y en ellos cuento otros tantos entierros mios (a).
otra hora? ¿Qué ama en su vida quien sabe que á no Mi infancia murió irrevocablemente; murió mi ni
volver se ausentó la pasada, que á toda prisa se le ñez, murió mi juventud, murió mi mocedad ; ya tam
huye la presente; quién no sabe si añadirá otro ins bién falleció mi edad varonil. Pues ¿cómo Hamo vida
tante á su vida? La vida no por eso se debe despreciar, una vejez que es sepulcro, donde yo propio soy entierro
antes lograrse; y du la misma suerte, no se debe temer de cinco difuntos que he vivido? ¿Por qué, pues, desea
la muerte, sino prevenirse. Ninguno se ha quejado de ré vivir sepultura de mi propia muerte, y no desearé
no haber sido tantos siglos antes que naciese, y todos acabar de ser entierro de mi misma vida? Hanme des
se quejan de dejar de ser después de haber sido; sien amparado las fuerzas, confíésanlo vacilando los pies,
do asi que aun no fuera menor -locura quejarse de temblando las manos; huyóse el (4) color del cabello,
aquella nada, en que ni era cuerpo ni alma ni com
puesto de los dos, que desta disolución de cuerpo y (Sí vuelve {S.\
(o) ¡.Que es esto? ¿Quitábase altos nuestro filósofo, papado él
alma, donde si no es el compuesto, dura espíritu in también tributo a semejante flaqueta humana?
mortal y cuerpo depositado, para volver á la primera Ideó la presente carta despnes del mes de maro de 1635, 7 la
nnion. acabó en 16 de agosto, habiendo sido ocasión de ella la favorable
censura que mereció al doctor Serrano del Castillo «^ libro i*
Bueno es temer la muerte por la mala vida, si aquel Epicteto, sacado a luí en abril por Qüevedo.
Esté pues, contaba i la sazón cincuenta y cinco, y no cincuenta
H)POD0(S.) y dos años, como dice aqui tan formalmente.
<t) aparto {U.) (i) calor (í. B. F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 139
ttMíAm de ceniza la barba ; los ojos, inhábiles para | los muertos, porque no tenemos con ellos comercio los
fecebir la luz, miran noche; saqueada de los años la vivos. Hase de pedir á los viejos, que vivos, todo el (5)
boca, ni puede disponer el alimento ni gobernar la tráfigo de sus personas le tienen con la muerte. Sola
w ; las venas para calentarse necesitan de la fiebre; mente el ser viejo al que conocimos mancebo es lec
la ragas lian desamoldado las facciones ; y el pc- ción muy docta. Mejor doctrina dan umversalmente los
!lfjoa»e disforme con el dibujo de la calavera, que viejos vistos que oídos ; porque hay viejos de tales cos
,-..•(' se trasluce. Ninguna cosa me da más horror tumbres, que si no es contándole* los años, son mucha
pe el espejo en que me miro : cuanto más fielmente chos. Puede la conversación y las acciones entretener;
me representa , más fieramente me espanta. ¿Cómo empero la figura no puede dejar de predicar y desmen
pnesamaré lo que temo? ¿Cómo desearé lo que huyo? tir las locuras y fantasmas con que se quiere desvivir.
¡Cim aborreceré la muerte, que me libra de lo que Todos los que viven, si fuesen buenos, tienen obli
ilorrwco y me hace aborrecible? gación de saber loque es la muerte, pues no pueden
La iida en todos empieza con los accidentes de la vivir sin morir. El muchacho en quien murieron siete
muerte, que son lágrimas y suspensión del ejercicio de años de niño, y el mozo en quien murieron veinte y
te potencias y sentidos. El que nace aun no le tiene, el cinco, saben lo que es la muerte, como el viejo en quien
me mucre ya no le tiene. Nace el hombre y vive sin murieron ciento. No es menos muerte la de veinte años
!;-&erqtie vke, y empieza á vivir y i morir juntamen- que la de cuarenta, si bien es muerte de menos ó más
le. No abe la boca hablar, y grita ; no sabe el pié andar años.
ra el camino de la vida, y sabe caminar en el de la Del vivo al muerto no va otra diferencia sino que el
tuuerle. Malicia delincuente esrehusar y temer el born vivo está muriendo cada dia y la postrera hora. El que
éela muerte natural, cuando en las pendencias y guer muere no tiene más que morir; y el que vive tiene que
ra la busca (I) y solicita, y la sale á recibir por el in morir más. Luego si la muerte es temerosa por muerte,
terés Je la paga, ó por la ambición de la honra, ó por más la debe temer el que la padece para padecerla, que
el capricho de los principes, ó por su venganza ó por el que la padece para acabarla de padecer. Todo, señor
¡o malicia; y rehúsanla, siendo ley común irrevocable don Manuel, lo hacemos al revés ; tememos la muerte,
) universal, siendo fin forzoso de la vida, siendo dis y queremos más muerte ; deseamos que no se llegue y
posición de gloria para el espíritu, del descanso para queremos que no se acabe. Toda nuestra ansia es vivir
«I cuerpo. Antes se debiera sentir el envejecer que el la muerte, y todo nuestro miedo (temiéndola) es quo
tforir, y ninguno rehusa el envejecer, (2) y es ben (6) acabe nuestra muerte de morir.
dición agradecida el llegar á viejos. ¿ Quién desdo Yo no buscaré la muerte ni la llamaré ; que las juz
retiene razón no desea pasar de unas edades á otras? go acciones dictadas del humor negro. Dispondréme i
t'^iín (3) no desea que á la edad varonil no se añada aguardarla sin sobresalto, á pasarla con prevención ca
|J,*¡*rt De manera que todos deseamos llegar á vie- tólica. Ella me está aguardando donde me llevo yo sin
K y todos negamos que hemos llegado. Queremos parar. Yo no sé dónde me aguarda ; empero sé que ya
qie se alargue la vejez y tememos la muerte, y'cuan- no me puede aguardar mucho tiempo. Yo envió delante
¿fl estamos peleando con ella, la rehusamos*, y antes se la consideración, porque de mi parte la asista el enten
pífete qne se cree. Tememos que vciidrá la que no te dimiento, para que su comunicación le habilite á dispo
memos habiendo venido. ner mi voluntad.
k '¡Ja es toda muerte ó locura ; y pasamos la mayor Murió Cristo nuestro Señor, Dios y hombre verdade
I°rte de la muerte, que es toda la vida , riendo, y ge ro (que vino ádar salud al mundo), de treinta y tres
mimos un solo instante delta, que es la postrera hu años, y ¿me quejaré yo de morir de cincuenta, quo
todos ellos he sido enfermedad y escándalo del mundo?
tía cobardía más parentesco tiene con la mala con ¿A cuántas travesuras de niño debo la vida? ¿A cuántas
tienda qne con la flaqueza del natural, y pnr esto se locuras de muchacho? ¿A cuántos delitos de mancebo?
adoctrinar con la enmienda y el arrepentimiento. ¿A cuántas desdichas de hombre? No las puedo contar
iQoétemembs fuera del castigo de las culpas y el ri- por infinitas, y las puedo asegurar por ciertas. Debo
g r de la cuenta, que estos son santos temores? Dirán pues gastar este espacio que me resta, en reconoci
í"e la disolución desto compuesto; y diré yo que se mientos á Dios destas muertes, deque quiso librarme
lew con poca razón, pues en ella nada se pierde, atin para que llegase á la que no (7) puede dejar de llegar.
ge se divide. Lo que anima, que es el alma, es inmor- Yo he respondido á vuesnmerced en razón del te
J'; ti qne fué animado, que es el cuerpo.se desata y mor de la muerte lo que mi poca capacidad alcanza.
demma, no se aniquila. El compuesto que do los dos Vucsamerced con su doctrina me dará enseñanza, y
resultaba y falleció, que es el hombre, se suspende has con sus oraciones socorro espiritual, de que necesitan
tia cierta resurrecion. Es depósito breve, no divorcio los descaecimientos de mi espíritu. Jesucristo nuestro
¡•erpétuo. La tierra, de que fué hecho, le guarda como Señor dé á vuesamerced su gracia y larga vida, cou
JMdrs; recíbele como semilla, para que renazca de (4) buena salud, y le aparte de mal. Madrid, 16 de agosto
" ^'refacción. Obras de siembra tiene el entierro. de I63S.
to> se puede aprender la doctrina de la muerte, de
Don Fbancisco de Qcevedo Villegas.
¡JJ Jh sofeta y ti ule (B.)- la solicita y sale (3.)
"f siímo bendición (S.) (S) tranco (S.)
1*1 testa \1. B. F.) 16' te acabe [ti.)
A m-ehceloii. (S.) (7) puedo \Ji.)
140 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QIEVEDO VILLEGAS.

POBREZA.
SEGUNDA FANTASMA DE LA VIDA.

k DON ALVARO DE BONSALVE, que le adoren, y pídele el diablo que caiga y le adore. í
siendo lo contrario do lo que pretende, juzga que es lo
canónigo de la sanU iglesia de Toledo ¡s) t\ propio, convencido de la palabra «Todo te lo daré».
Don Franciico de Quevedo Villegas. Por esto es tan difícil salvarse el rico como serlo. Oi
gamos el peligro del i ico en las palabras de Cristo nues
El tratado es de*la pobreza, y el caudal con que le tro Señor, (Matth., 19): «De verdad os digo que el rico
escribo es pobre, y mis estudios la pobreza misma. No entrará difícilmente en el reino de los cielos. Y otra
por esto me acredito, acreditando la pobreza : la que vez os digo : Más fácil esqne pase un camello por el ojo
alabo es virtud, la que padezco ignorancia. Muchos pre de una aguja, que entrar el rico en el reino de los cie
sumirán digo mal de la riqueza, porque no la alcanzo; los.» Oso declarároste lugar con novedad; quiera Dios
y de verdad yo digo bien de la pobreza porque me la que me muestre útil, y no temerario. AGnno que el ri
aparta. Novedad tiene mi estudio en este discurso. He co, que aquí se compara al camello, es literalmente
aprendido qué cosa sea la (2) pobreza de las anatas de los aquel rico que para tener el todo que Satanás le ofrece,
ricos, y lo que es la (3) riqueza de la paz de los pobres. le da las dos cosas que le pide por lo que le promete,
¿Quién creerá que el poderoso cnseíia lo que es la mi que son «caer y adorarle». Verifícalo el camello, ani
seria, y el mísero cuál sea el poder? No sabe la condi mal que cae, y de rodillas recibe la carga que le quieren
ción de lo que le falta (para su consuelo) el necesitado, poner. Cristo nuestro Señor, á quien el demonio dijo
si no mira á lo que sobra al próspero. Mejor diligencia que cayese y le adorase, y le daría todos los reinos y la
es para huir la grandeza, considerarla en el dichoso que gloria dellos, dice que es más fácil entrar un camello
la padece, que en el despreciado que lio la sufre. El (que cae y se hinca de rodillas para que le carguen) por
peligro de la abundancia de manjares, más horrible se el ojo de una aguja, que el rico en el reino de los cie
ve en la apoplegia del glotón, que la falla en la debili los, que á manera de camello cae y adora á la ambición,
dad del hambriento. Siempre la hambre es medicina, que le ofrece todas las cosas. Sé que KájMjXo? es el
siempre el ahito enfermedad. Más fácilmente se añade camello, y que Ká¡At).o; es gúmena de navio; lo que ha
lo que falta, que se quita lo que sobra. El mendigo pi sido ocasión á que personas de erudición hayan aplica
de que le den lo que no tiene, el rico que le añadan á lo do la interpretación de la voz griega ala maroma, y no
que le sobra. Al opulento, á pesar de lo que tiene, le al animal, por ajustarse más al enhebrarla por una agu
hace mendigo lo que desea ; porque no se juzga rico el ja. Empero, á mi entender, cuanto el camello es roas
que tiene mucho, si no lo tiene todo. Cierto es que na despropositado al pasaje de la aguja que la maroma,
die puede cu este mundo tenerlo todo, empero despre (4) tanto mejor deba aplicarse la interpretación al ani
ciarlo todo puede cualquiera. Uno solo lo ofreció todo á mal, y no á la maroma, por ajustarse más al intento de
uno, y ese fué Satanás; el sagrado Evangelio nos ense la doctrina : lo que esfuerza literalmente mi aplicación
ña que aquella no fué dádiva, sino tentación. Oigamos á las palabras de la oferta del demonio en la tentación,
al sacrosanto oráculo : Iterum assumpsü eum diabolus y la de sus dádivas y socorros : « Di que estas piedras so
in montem excelsum valdé, etc. : «Otra vez lo arrebató vuelvan (S) panes;» propio socorro suyo al que no tie
el demonio y lo llevó á un monte sumamente excelso, ne panes, darle piedras. Esto, que fué lo primero que
y le enseñó todos los reinos del mundo y su gloria, y le intentó con el Hijo de Dios, es lo primero que intento
dijo : Todo esto te daré, si cayendo me adorares.» con los codiciosos : en viéndolos con hambre, les»
Quien ofrece lo que no puede dar, y pide lo que no le piedras, que antes son arma villana que alimento noble.
deben dar, antes es tramposo que liberal. Todo se lo Lo propio es.daráuno piedras, para que teniendo ham
promete á Cristo nuestro Señor, cuyo es todo, el demo bre se harte, que darle oro si desea ser rico, para que
nio, que solo tiene condenación desesperada. Nadie no sea pobre ¡siendo así que para enriquecer no es el
ofrece tanto como el que nada puede cumplir. Para en remedio añadir dinero, sino quitar codicia. No dio pa
riquecer á Dios hombre le dice que caiga , y se enlien- ne», sino piedras que hiciese panes : no da oro, sino co
de literalmente en la tentación de tenerlo todo, y que dicia, usura, latrocinio y invidia, para que dellos¡hagan
adore al que pretende hacerle caer efl ella y derribarle. oro. Si lleva á los ambiciosos á la santa ciudad y al tem
Del propio estilo usa la codicia que el demonio : todo plo, es para subirlos al pináculo; y si los sube, es pan
Jo ofrece á todos los. que cayeren en su oferta y adora aconsejarlos que se arrojen de lo más alto. No fuera w
ren al que los derriba. Desea el codicioso levantarse y propósito se entendería este pináculo, donde los enea-
(a) Véase la pig. 381 del tomo primero de estas obras y el Er'u-
lolario. (i) y no al animal, por ajustarse mis i ella J al intento 4e l>
(1) El tratado (F. S.)
IS riqueza iM.l doctrina; \ZB.F.)
(3) pobreza lZ. B. F. S.) (5; en panes ; (S.)
LAS CUATRO PESTES. Y LAS CUATRO FANTASMAS. 14)
rsim para que ?e despeñen, un mal confesor que ani ' munican. Estos son monstro? , pobres con las riquezas,
ma ■„ codicia y acredita la usura ; y absuelve el pecado ¡ pobres de sí propios, pobres para sí y para todos. Estos
ajeno con el suyo; y el robo, aplicándose á sí la resti- se hurtan lo que tienen y lo que hurtan ; hacen ajeno lo
tecion del hurto que perdona, con el que comete. Pues propio, antes de nadie. Más inocente fué el oro enterra
■ il que presumía Satanás hijo de Dios (dudando si lo do en la mina que en su poder. Son balsas que juntan
■jad que lo era sin •luda), en la necesidad .y hambre y el agua corriente, para corromperla. Gastan la vida en
stWad le ofrece piedras, le aconseja que se precipite, juntar dinero, y no gastan un dinero en sustentar su vi
líftle que caiiía y se arrodille, ¿qué dará, qué acón da. Son como el mal estómago, que no gasta el alimento
tala, qué pedirá al que sabe es hijo de otro hombre; que recibe, y gasta la salud y se gasta.
tabre, digo, pecador y concebido en pecado? Según Yo conocí un hombre destos, que siendo muy rico, se
(•lo, la defeusa está en valemos de las tres respuestas acostaba con la luz de las postrimerías del sol, por ahor
¿e Cristo, que le volvió las piedras á la cara, le arrojó rarse de gastar aceite para un candil; y reprehendién
del pináculo, y diciendo : Vade, Sut hana : «Vete, Sata- doselo, dijo : «Cuando Dios quiere que el mundo esté á
fc,«ledespidió cuando le pedia que le adorase, le der- escuras, no he de contradecir sus órdenes, ni contraha-
riKcoando le pedia que cayese. cerel día con torcidas.» Por ahorrardegastoandaba des
¡Grande texto contra la riqueza el qne ocasionó la nudo; y respondía todas las veces que se lo afeaban, que
comparación del camello y la aguja! Cuando aquel le era tan apacible la docilidad de los vestidos viejos, co
príncipe, de rodillas, preguntó á Cristo Jesús qué haría mo molesto el domar con sus coyunturas vestidos recien
¡ara entrar en la vida eterna, y le respondió guardase acabados. La cosa más fresca de su casa era la chimenea,
todos los mandamientos de Dios, refiriéndoselos ; á que y la más limpia ; tanto aborrecía el humo por parlero de
replicó que todos los guardaba desde su juventud,—dí- (3) banquetes, como por señal de incendio. Hallaba ra
jok el Señor : «Una cosa te falla, sí quieres ser perfecto; zón aparente para todo lo que era negarse el regalo, el
'(te j vende todo lo que tienes, y dalo á los pobres, y alimento y el vestido. ¥ bien considerado, solamente
tendrás tesoro en el cielo, y vén y sígneme.» Luego que tenia razón en tasar su vida y su salud en tan bajo pre
'«¿esto el mancebo, se fué triste y afligido; y viéndole cio, que no (i) le merecía mi ochavo de gasto.
Cristo melancólico, dijoá sus discípulos :a¡Cuan dificul Cuestión es forzosa cuál sea peor rjobre, el rico que
tosamente los que tienen dinero entrarán en el reinó de gasta en su glotonería, lujuria, vanidad y soberbia
Diw!» Luego no tener loque para entrar en el reino de cuanto posee, ó el rico que se muere de hambre y de
fe es menester dejar, no es pobreza, sino diligencia ; frió, pomo gastar algo de lo mucho que le sobra. Yo,
y el tentilo no es riqueza, sino estorbo. No dice el Se— por errar menos en la comparación, juzgo que ninguno
ñor qne es imposible, sino difícil; empero dice que es de los dos puede ser peor y que cada uno lo parece. A
tu difícil, que parece imposible. Forzoso es declarar aquel (o) lo empobrecen los vicios, y este los empo
<pé <* entiende por aquella palabra «el que tiene diñe- brece á ellos; aquel se queja de sus pecados que le
i)».DUilo sagrado lo (I) decide yseñala : que el que cuestan caros; deste se quejan sus pecados, que los
letitne.seeiititiiile aquel que no lo da á los pobres y se quiere de balde. Entrambos son enemigos de su ha
alriíifce de que los pobres se (2) lo piden , y de que cienda : el uno porque la da á los otros,' el otro poique
felemandequese lo dé; porque el que tiene dinero se la niega á los otros y á sí ; el uno la hace ajena con
para darle y leda, ese no le tiene para tenerle, que es la dádiva, el otro con no gozar dolía. Verdaderamente
el peligro, sino para que le tengan los necesitados, que estos dos pobres son delincuentes. Otro tercero pobre
e^a»gnridadyelméríto. los sigue en el número : aquel que si no lo guarda y si
E' nombre de pobra más veces le reparten la ignoran nulo gasta en vicios, lo gasta cu su pompa, acompa
cia, la soberbia y la codicia, que la verdad. El codicio- ñamiento y excesivo adorno ; este con mala salud tiene
» que tiene más de lo que ha menester, y codicia lo que el seso tanto de loco como de espléndido. Gasto donde
«tiene, se llama pobre, porque no lo tiene todo. El la caridad no hace buenas algunas partidas, pocas pue
•obertiio en excesivo caudal llama pobre al que tiene den ser buenas.
|Wiw hacienda que él, aunque exceda á muchos con Hemos dicho de los hombres qne el mundo llama
h hacienda que tiene. Y si esta razón constituyera en ricos siendo pobres; digamos de los que llama pobres
[waa, todos fueían pobres unos respecto de otros, y siendo ricos, sin hacer cuenta de (6) & aso, que solo tenia
«««iparacion hiciera pobres á los grandes monarcas por espléndido y rico aquel que podía sustentar un ejér
Moscón otios. La ignorancia llama pobre, con su mal cito. Comunmente llamamos pobre al necesitado y men
k^naje, é cuantos les falta lo superfino, sobrando á digo; yo no sé qué persbna está fuera de la nota-desle
Wos lo necesario; siendo estos los solos seguramente nombre. Pide el pobre al rico, pide.el rico al podero
"c*8, pues tienen lo que nadie les puede quitnr, pues so, el poderoso al príncipe, el príncipe al monarca; y
«lo niega Dios á nadie, y la naturaleza ruega con ello esta soberana dignidad, porque no escape de mendiga,
itodos. •
cuando todos la piden á ella, pide ella á sus vasallos.
Resta decir quiénes son los pobres en quien la po- Según esto, ser mendigo no puede ser nota; ¿serálo el
™«a es trabajo y el nombre infamia. Son los primeros ser mendigo del sustento de cada día, de un remiendo
* 1'ie careciendo de los bienes de fortuna , gastan y de una limosna? Aquí está el engaño, pues forzosa
^conciencias en adquirirlos. Son los peores los que mente es menos mendigo el que lo es de cosas peque-
Peyendo mucho, desean más. Son los terceros los
loe tienen sumas riquezas, y no las gozan ni lascc-
(3) banquete, Z. B. F.¡
{41 lo ¡ i.l.)
'¡¡«tófa.tr.í.F.) (5) le IS.)
«km.) (6; Creio [Id.)
142 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ñas que quien lo es de cosas grandes, y con más breve deán, son movibles? Antes el propio movimiento (3) es,
consuelo, pues es mus fácil alcanzar lo poco que lo mu y un continuo contraste. No digo que se muévela tier
cho. Demos que ei mendigo sea el pobre; bablemos ra, sino que toda ella padece mudanzas, continuos ro
del bien, pues hablamos de todos, y el que no es pobre bos de los rios, perpetuas invidias del mar, frecuentes
lo fué cuando nació y lo será cuando muera. Vulgar agravios y delirios de la fortuna, poi fiadas transmuta
sentencia es, que ninguno nace tan pobre que no muera ciones y diferencias de la hambre del tiempo. Toda esta
más pobre. ¿Parecerá paradoja decir que todos nacen máquina visible va enfermando cada día para el pos
más pobres que mueren? Yo probaré que parezca ver trero, en que será alimento de lasllainas, cuando quien
dad. Nada trae á la vida el que en esta vida nuce. El extendió como pieles los cielos, arrolle y revuelva á su
• que mucre todo lo deja y nada lleva; caudal es tener brazo sus volúmenes resplandecientes. Tal es la situa
que dejar. Quien nace ha menester lo que no tiene; ción que blasona de su socorro el rico, y la finca (4) la
quien muere no ha menester lo que deja : luego en que señala el albedrío de cada hora; sabiendo una mis
aquel es necesidad y en este alivio. Aquel empieza & ma ser madre y madrastra, pues acontece que un mis
ser menesteroso de todo lo que este deja, porque ya no mo instante se goce y se padezca. Más segura es la
lo ha menester. El que nace empieza (1) la jornada, para situación del socorro del mendigo, más constante su
que necesita de todo lo que no tiene; el otro la acaba, finca. Tiene el pobre su hacienda en los tesoros de la
y por eso no le hace falta lo que deja. El uno está con providencia de Dios; su finca es graduada por la conta
fín & los umbrales de la nada, de que salió nueve me duría de la caridad : ni puede faltar la una ni ser tram
ses antes; el otro está confín a la eternidad, que le peada la otra. No puede quebrar la Providencia; nunca
aguarda poco después. El uno nace para vivir vida mor experimentaron falido su crédito, ni los bijos de los
tal, el otro muere para vivir vida eterna. ¿Quién ne cuervos ni la más despreciada sabandija.
gará que el que nace no es más pobre dé caudal y de Cristo nuestro Señor amó la pobreza. No puede dejar
esperanza que el que mucre? ¡Oh cuan liberal y gene de ser hermosa y santa cosa que mereció el amor do
roso es el morir! ¡Cuan mendigo y misero el nacer! Jesucristo. Amó los pobres para padres, amólos para
Este todo lo pide, aquel todo lo da. Si el hombre cuando dicípulos. Precióse de pobre con tal encarecimiento,
nace tuviera entendimiento como cuando muere, todas que dijo que las aves tenían nidos y las bestias cuevas,
las criaturas me sirvieran do textos y autoridades para y que él no tenia adonde reclinar la cabeza. Lo que
mi opinión. Sirva este discurso de disposición á mi in Cristo escogió para sus padres, para sus dicípulosypara
tento, y descendamos á quitar el temor de la pobreza si, grande y soberana prcrogativa goza en su elección.
al mendigo, á quien llaman pobre de solemnidad. Veamos si de tanto bien comunicó Dios algunas vis
Digo que está mejor situado y á mejor finca el caudal lumbres á los gentiles. Jenofonte, en el libro i de las
del pordiosero que el del poderosamente rico. Dos gé Sentencias con Anlifon, ledijo (a) : a Yo creo que el no
neros de bienes blasona el mundo; unos muebles y otros tener necesidad de cosa alguna, es cosa propia de Dios;
raíces. Consintamos que se llamen bienes, respecto á y tener (5) necesidad de cosas pocas, sea propio de
que dellos se puede usar bien y con ellos se puede ha aquellos que más se avccinanjíDios.» Estos que tienen
cer bien. Empero no esde permitir que se llamen raíces (6) necesidad de cosas pocas probado está que son los
y estables, pues son tan moviblescomo el tiempo ycomo pobres. Evangelicemos pues esta vislumbre. Cristo Se
la fortuna, que á su albedrío disponen dellos. ¿Quién ne ñor nuestro en el lugar citado dijo á aquel rico : «Vé y
gará que las monarquías del mundo, los reinos y los se vende todo lo que tienes, y dalo á los pobres, y tendrás
ñoríos no son bienes movibles, no pudiendo negar sus tesoro en el cielo; y vén y sigúeme.» Literalmente manda
mudanzas, su instabilidad, su fuga do unas en otras Jesucristo, Dios y hombre , que para llegarse á él ven
personas.de uñasen otrasgenles?El mundo, que fué de dan lo que tienen y lo den á los pobres ; para que siendo
los asi ños, pasó á los persas ; destosa los medos ; á estos pobres, se puedan llegar A Dio?. Conocieron que no ha
le quitaron los griegos, y á estos los romanos. En unos bía otro medio de llegarse á él y de llegarse á Dios y
fuécansa el vicio de los príncipes que poseían, en otros seguirle, como más cercanos, y por eso le dicen : Ecot
la invidia de los vecinos, en otros la ambición de los nos reliquimus omnia, et sctwti sumus te. «Yes que
apartados. Pues si los reinos y monarquías y los imperios nosotros lo dejamos todo y te liemos seguido.» ¡Grande
son bienes movibles, ¿ qué serán los que debajo de su do prerogativa es la del pobre, estar, por necesitar de. me
minio tuvieren los vasallos y particulares? La verdad á nos cosas, más cerca de Dios , que no necesita de algu
todos los llama bienes muebles : á los unos porque los na; carecer de todo por haberlo dejado, para poder se
lleva adonde quiere el dueño; á los otros porque los guirle !
lleva donde quiere, sin dejarlos reposar, el tiempo y la Juzgó Cristo Jesús por peligroso lodo lo que no se
fortuna, que hacen golfo lo que (2) era heredades, y por gastaba con los pobres, y por poco útil, Lucae, 14: Dice-
otra parle enjugan en heredades los golfos; lo que era batautemetei, qui, etc. a Decía al que le había convi
ciudad es campo, y lo que era campo es ciudad. La mis dado : Cuando das comida ó cena, no llames tus ami
ma naturaleza en el grande cuerpo de todo este mundo gos ni tus hermanos ni tus parientes ; no acaso ellos to
reconoce por movibles sus mayores partes y sus mejo vuelvan á convidar y cobres la retribución. Empero
res miembros. ¿En qué seguridad permanente podrán
estos bienes, que se llaman raíces, afirmarse en quie (3) es un continuo (S.)
(1) que señala i W. i
tud, si la tierra en que se fundan y el mar de que se ro- [«i No hace sentido ; el periodo esta falto. Acaso en et original
se leeria lo siguiente : • Jenofonte, en el libro i de las Sentencias?
dichos famoso» de Sócrates, trae un insigne testimonio dille. W"
(1) i la (2. B.) pulando Sócrates con Antifun, ledijo.»
(i) eran (/. 3.) 1.5 y 6,i necesidad de cosa poca t¿>.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 143
coando haces banquete, llama á pobres, débiles, cojos, za, pues solo la pobreza hace pobres. Este no solo es el
ciegos, y serás bienaventurado, porque no tienen con más pobre, sino el más maldito pobre. Dale Dios el más
qné poder pagarte el convite.» ¡ Oh cuánto resplandece extraordinario castigo, permitiendo que quien enri
la liberalidad de Dios en loque recibe! ¡Oh cuánto se quece con lo que quita, empobrezca con lo que da. Asi
muestra miserable y usurera la dádiva y liberalidad de se lo amenaza el Sabio : Qui calumnialur pauperem,
los hombres ! Aqui dice Cristo que es inconveniente ut augeat dioilias suás, dabit ipse diiiori et egebtí.
para con su Padre lo que es incentivo para con las gen «Quien calumnia al pobre por aumentar sus riquezas,
tes. Dice á su huésped que no convide á los ricos , por dará al más rico que él y empobrecerá. »"¡Qné docto y
que acaso no le paguen el convite ; y los ricos no con justificado castigo és, que quien destruye al pobre por
vidan con otro fin. Mándale que convide á los pobres, aumentarse, dando al rico se destruya á si ! Ordena Dios
porque no le podrán convidar á él otra vez ; siendo asi que (2) quien quitó al pobre destruyéndole, se quite 4
que porque los pobres no pueden pagar el banquete sí para que se empobrezca. Este, si edifica con lo qua.
nadie los convida. Toda la pretensión de Dios en estas quitó á los pobres palacios y vinas, ni los vive ni las be
palabras es tener al hombre por acreedor. Dicele que be. Literalmente lo dice el Espíritu Santo por Amos,
convide al pobre, porque no recibirá del retribución; cap. S : Idcircópro eo, quoddiripiebatis pauperem, etc.
empero que la tendrá en la resurrección de los jus «Por eso y porque despojábades al pobre yquitábadei
tos : re-fr»6ueíur enim tibi in resurrectione justorum del presa escogida, edificaréis casas de sillerías, con
dice consecutivamente Cristo nuestro Señor. Para con piedras cuadradas, y no habitaréis en ellas; plantaréis
él tiene grande crédito el pobre ; no hay paga de cosa viñas de todo regalo, y no beberéis su vino.» Y si esta
alguna que reciba ó deuda que no acepte. Solicita Dios desdichado, que enriquece de lo que quita á los po
por este camino ser deudor al hombre. Este lugar dictó bres, sacrificare de su 'caudal á Dios, no le ofenderá
i san Pedro Crisólogo tales palabras : Da potum, da menos que aquel detestable que sacrifica el propio hijo á
vtstimentum , da teclum, si Deum debitorem, non su padre. Palabras son del Espíritu Santo, Eccl., 3i: Qui
judicem vis habere (a), o Da la bebida, da el vestido, offert sacrificium ex substantia pnuperum quasi qui
da albergue, si quieres tener á Dios por deudor, y victimat filium in conspectu patris sui. «Quien ofre
no por juez.» ¿Cuál socorro será tan seguro como el ce sacrificio de la substancia de los pobres, escomo
que Dios abona ? ¿ Quién será aquel que no pague letras aquel que sacrifica el hijo delante de su propio padre.»
aceptadas por Dios? ¿Cocino será rico quien por los po No pudo la maldad inventar pobre más ultimado que
bres no tuviere con Dios buena correspondencia con los este; si quita para enriquecer, empobrece con dar:
intereses de ciento por uno? quita al que lo ha menester, para dar al que no lo lia
No solo da Dios al pobre y manda que todos le den, menester. Si en este mundo edifica palacios y viñas y
ñno que la propia pobreza es merced y dádiva de Dios. jardines con el robo del pobre, ni los unos los habita
Alcanzaron esta piadosísima verdad los gentiles : ni los otros goza. Si del propio caudal , para aplacar á
Lucan. , V,b. 5 : Dios, ofrece sacrificio, en cada pobre que robó le de
güella un hijo. Según esto, pierde dando lo queadquiere
.... O til«e lula faculta» con el robo, pierde lo que edifica y pierde lo que ofrece
Pasperit, anguslique lares .' ó minera nondum
¡ntelíeela Deum! quibus koe confluyere templa, á Dios. Esta fuera la pobreza más feamente falsaria de
Áut peluít muris, uulla trepidare tumultu, la verdadera pobreza, si no se hubiera introducido otra
Catsarea pulsante mam? más peligrosa por más bien vestida al uso de la verdad.
Desta me dio noticia aquel ferviente y santo ruego
w en que está la salud del alma : Divitias, et pauperta-
tem, ne dederis mihi (6). «Señor, no me des riquezas
, Oh privilegio de la poca hacienda,
Y del pobre seguro!
y pobreza.» Todos entienden esta petición, afirmando
¡Oh didivas de Dios 110 conocidas! que pide que no le dé Dios pobreza extrema ni rique
¿A que murallas o a qué templos pudo zas demasiadas. Yo (quiera Dios que acierte) entiendo
Acontecer el no temblar con ruido, que pide que no le dé riquezas y pobreza, que son dos
Toando en ellas la cesárea mano? .
contrarios ; y poseído de contrarios, será conlradicion
Dádiva de Dios llama el privilegio seguro de la pobreza y contraste y batalla. Declaróme más. Pide que no le
y de la hacienda miserable. Es empero de advertir qiic haga rico pobre comocl que hemos referido; que no sea
i la pobreza santa y preciosa y encomendada de Dios, le rico en el caudal y pobre en el nombre, que es ser hi
socede lo que á los metales preciosos y á las piedras, pócrita; que no le haga rico que, siempre lomando más,
qoe se andan los falsificadores tras ellas por enriquecer buscando más, engaitando más, sea siempre más po
bre, por ser siempre más rico. Persuádome que ya me
con el engaño su alquimia, que la contrahace. Tiene la
entienden todos, menos los (3) ricos, que harán como
pobreza, como el oro y la hipocresía, su monedero
que no me entienden. Contra estos se instituyeron (i)
falso.
en la Iglesia católica (5) los sagrados órdenes mendi
Ninguno es más pobre que aquel que enriquece de lo
cantes, que con la limosna que reciben hacen á Dios
que quita á los pobres. Es evidencia que es más pobre
qoe los pobres quien ha menester quitarles su pobreza
para ser rico. Y este rico que para serlo hace pobres y fi quito ,Z. fl.) '
deshace pobres, no solo es pobre, sino la misma pobre- ti Meiidinliilem el dicilias ne dederit miki, es como dice el sl-
1 gruí» teito. Pro*. , »«., 8. •
(5) reos, que harán ¿. B. F.)
tai sermón iu;. (i) la Iglesia Z .8.1
(i) que sign¡0ca:(F.5.j (i) las sagradas \F. S.)
144 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
deudor de quien se la da. Estos san Pablo los nom dia y que obran el mal en sus aposentos, y dice i qué
bra, n, Timoth. 3 : Ex his enim sunt, qui penclrant do hora ; que codiciaron los campos, que turnaron y arre
mos et captivas ducunt, etc. «Destos son los que pene bataron violentamente lascasas, como si dijera qtiesa
tran lascasas y se llevan captivas las mujercillas cargadas derecho es la fuerza. Ypor(l) ultimada iniquidad aña
de pecados, siempre aprendiendo, sin llegar jamás á la de que, después de arrebatada la casa, calumnian ala
ciencia de ia verdad.» Importa tanto conocer á estos, casa y al varón y á su heredad. [Oh ingenio de la am
que los tres evangelistas san Mateo, san Marcos y san bición, hurtar la hacienda y deshonrarla, y á su dueño,
Lúeas relierén diferentes s«ñas que Cristo nuestro porque loque hurtan estos pobres ricos parezca que lo
Señor dio de sus acciones y costumbres, Matth., 23; reciben delincuente para santificarlo! Quitan las casas
Atare, 12; Lucas, 20 : Dicuntenim, et non faciunt. y heredades á sus dueños y las honras, porque parezca
Alligant autem, etc. « Dicen y no obran. Juntan cargas que pues no merecían tcnellas, fué justicia quitárse
graves é insoportables, y póuenlas sobre las espaldas de las, y no codicia. Es traición tanfacinorosa.que por eso
los hombres, y no quieren moverlas con el dedo. Hacen dice Dios que destina mal sobre esta familia; de que se
todas sus obras para que las vean los hombres. Quieren colige que es familia esta de los escribas pobres y ricos.
andar con estolas. Quieren los primeros lugares en las Amenázalos que no librarán sus cuellos ni ayudarán
cenas y en los convites, las primeras cátedras en las I soberbios. Colígese que estos andan, para asegurarse del
sinagogas y las cortesías en la plaza. Engúllcnse las ca golpe, torciendo los cuellos, ya al un lado y ya al otro.
sas de Tas viudas con pretexto de prolija oración. Quie Señala el tiempo malísimo, y dice que será el dia de su
ren ser llamados de los hombres, maestros.» Da Cristo castigo cuando sean proverbio, que se cantará cántico,
nuestro Señor á sus fieles señas vivas por donde los co y que serán destruidos con desolación.
nozcan en lo que hablan, en To que obran, en loque Mucho dice Miqueas, empero hemos de buscar en
aconsejan, para cargar á los otros y aliviarse a sí en su Habacuc quién son los que han de hacerles proverbio y
traje, en los lugares que afectan, en los banquetes, en clamar contra ellos. Cap. 2, lo dice con estas palabras :
las cátedras, en las cortesías con que los saludan, en Et quemado vinum potantem, etc. «Cuino engaña el
la plazas, en las casas que visitan y devoran, en el nom vino al que le bebe, así sucederá al varón soberbio, y
bre que quieren para sí de maestros, y porque se mez no será reverenciado el que dilata como el infierno su
clan en todo y lo quieren todo, se dan las señas de todo alma, siendo él como muerte que no seharta; ycon-
y de todas las acciones destos escribas. gregará consigo todas las gentes y juntará á sí todos
El evangelista san Juan no quiso dejar de advertir los pueblos. ¿Por ventura todos estos no tomarán pro
destos escribas, que discurren como veneno y se difun verbio contra él, y hablilla de sus enigmas?» Claramente
den como contagio. Reprehendiendo la soberbia de uno dice el Profeta que se levantarán contra él todos los
destos hambrones de la primacía de la Iglesia, en su pueblos y todas las gentes que habrá juntado él mis
epístola canónica 3, dice : Scripsissem forsitam, etc. mo.
«Hubiera escrito á la Iglesia; empero Diotrefes, Bien singular seña es decir que harán hablilla desús
que codicia administrar el primado, no nos recibe. enigmas, que es decir que será enigmas su lenguaje;
Por esto, si viniere, advertiré las obras que hace bar cosa escura y que con apariencia y equivocaciones de
bullando con malignas palabras contra nosotros, y co lo que no es, oculta loque es. Es la enigma cosa de mis
mo si á él no le bastasen estas cosas, ni él recibe los primor cuanto menos se acierta, y tanto ser tiene de
hci manos, y prohibe á aquellos que los reciben y los ex enigma, cuanto dura de enigma y mentira; y acaba de
pele de la Iglesia.» Hablar contra el evangelista sagrado serlo en acertando la verdad. Esto es cuanto á los que
con palabras malignas, usurpar la primacía de la Igle le perseguirán. Y pocos renglones más abajo dice : La-
sia, no recibir los hermanos, prohibir á los que los re pis de pariete clamabit, et lignum, quod ínter jun
ciben y expelerlos de la iglesia, señas son y perfiles que turas aedificiorum est, respondebit. «La piedra cla
los retratan por otro lado. Previnieron la advertencia mará desde la pared, y el madero que está entre las
contra estos pobres ricos los profetas, y amanecieron junturas délos edificios responderá.» Parece que diga
el maridaje adúltero de pobreza y riqueza que piden. que los edificios que este pobre rico hiciere á costa de
Miqueas, cap. 2, lo refiere con execración lastimosa : todas las gentes y pueblos que juntará á sí, clamarán
Vae qui cogilatis invidé (o), etc. «¡Ay Je vosotros, que contra él. Eso es, que «clamarán las piedras», que se in
pensáis con invidia y obráis mal en vuestros aposentos ! troducirán en fiscales. El Evangelio promete estas acu
A la primera luz lo obran, porque es contra Dios su saciones de las piedras, cuando dice : Si tacuerint,la-
mano. Codiciaron los campos, y con violencia tomaron pides loquentur (6). «Si estos callarcn.hablaránlas pie
y arrebataron lascasas; y calumniaban al varón y .1 su dras.» Como el miedo ó la adulación pueden hacer ca
casa, y al varón y á su heredad. Por eso dice esto el Se llar las lenguas, la justicia de Dios hace hablar las
ñor: Veis que yo destino mal sobre esta familia; por piedras. Saben las piedras hablar bien contra el que
lo cual no libraréis vuestros cuellos, ni ayudaréis so sabe obrar mal. La venganza de Dios tiene palabras ¡
berbios, porque el tiempo es pésimo. En aquel dia se clamores en las piedras. Dice en el lugar referido Mi
tomará proverbio contra vosotros, y se cantará con sua queas que pensaron con invidia y obraron mal en sus
vidad cántico de los que dicen; Coa desolación fuimos aposentos. Por eso dice Habacuc que las piedras délas
destruidos.» paredes clamarán como testigos de quien fiaron sus
Los demás lugares habian dado sus señas y dicho lo obras estos malditos. El proverbio español dice que las
que hacen y desean ; este dice que lo piensan con invi-
(1) última iniquidad (S.)
(») Si Ai lacurrinl, lapidet clamaHnl, es lo que el safrado til"
(«) toutilt, te baila en el texto, dice. Luc, m, io.
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. ■li-i
paredes oyen : dales el refrán oídos; añádeles el pro con él una heredad de un alfarero para sepultura de
feta lengua y voz y clamor. Conviene considerar más los peregrinos, por lo cual hasta el dia de hoy se llama
delgadamente por qué clamarán las piedras y respon aquella heredad Heredad de Sangre.»
derá el madero que está entre las junturas de los edi Estos príncipes de los sacerdotes, que dan dineros á
ficios. Acordémonos que uu lugar del Evangelio dice Judas por la sangre del Justo, y con el dinerode la pe
que penetran las casas, y otro que se las engullen, y nitencia de Judas, que se le trae á su casa y se le arro
otro que deshonran la casa y el varón. Si las penetran, ja, compran heredades, son los pobres ricos hipócritas,
forzosamente liarán sentimiento; si las comen, ruido que dan el dinero para comprar la maldad y le reciben
han de hacer las piedras entre los dientes; si las des del arrepentimiento del malo, y le emplean en posesio
honran, responderán por sí y por el varón. Empero nes ; y lo que aconsejaron dicen que no les toca a ellos ;
es necesario averiguar por qué á estos pobres ricos (I) y si dan dinero, es para heredarlo de la condenación
los ha de responder el madero que está entre las jun del que lo recibió; y se justifican con no echarlo en su
turas del edificio, y no el varón ; y qué obra hace en la bolsa cuando lo emplean en heredamientos de sangre.
casa este madero y qué nombre tiene. Esta aplicación aprendí de san León, papa. Tales son
Dejo la diferente lección rigurosa, siguiendo la Vul- sus palabras: (o) «¿Decuálcorazonesestadisimulacion?
gaíajydigoqtie, á mi parecer, el madero que está entre La conciencia de los sacerdotes recibe lo que no recibo
las junturas del edificio son las puertas y ventanas, que el arca del templo. Témese el precio de aquella sangre,
están realmente entre las coyunturas de los edificios y de quien la efusión no se teme.»
son de madera ; y digo que á ellas toca el responder á Conozcamos la hipocresía infernal. Hacen escrúpulo
losclamores délas piedras, (2) como ásabidorasde sus i de echar en su depósito y arca el dinero que de su
entradas y salidas, de sus pasos y de sus acechos, de sus mano recibió Judas por la venta de Cristo ; y no le ha
pies y de sus ojos : saben á quién se cierran y á quién cen do habérsele dado porque le vendiese. Pretenden
se abren, que luz admiten y adonde miran, son testigos ! excusarse de darle y volverle ú recebir, con no echarle
Je su comercio. Las puertas y las ventanas saben de en su arca; empero empleante en posesiones. Estos
dia y de noche quién es pastor y quién es ladrón. Cristo hacen las ventas y las compras por mano ajena, para
nuestro Señor lo dice : (3) «Yo os digo que quien no que se pierda quien las hace. Son causa de perdición, y
entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que dicen que no tienen culpa en la que ocasionan. Estos so
sobe por otra parle, es robador y ladrón.» valen del séquito de Cristo contra el mismo Cristo.
Según estas palabras, alas puertas y á las ventanas, Ahórcase el ministro que obra la traición que le pa
que son el madero que está cu las junturas de los edi gan, y ellos son herederos-de la paga de Judas y del
ficios, toca responder quién es pastor y quién ladrón; precio de su maldad. Siempre han sido dolencia de las
quién entra por la puerta y quién por la ventana. Para edades estos pobres y ricos ; que, como el Sabio pide
entrar por la puerta se usa de los pies; para subir por que no le dé Dios riqueza y pobreza, ellos piden que
las ventanas ó terrados , de las manos. Por eso san Pa lesdé riqueza para tener y pobreza para no socorrer con
llo, para decir que había entrado como pa.-tor por la ella á otros pobres, y para pedir siempre con ella & otros
puerta, y no como robador por las ventanas, habla por ricos. Si los he dado á conocer, no he sido largo ; si los
sus manos : (4) «No codicié oro, plata vestidos de he mostrado aborrecibles, no he sido inútil. Muchos
alguno, como sabéis vosotros misinos, porque para las malos pobres que se llaman ricos he desconsolado
cosas que me eian necesarias á mí y á los que estaban con ellos; quiero consolar al pobre que llaman men
conmigo, estas manos me lo dieron.» Trabajaba san Pa digo. _
blo con sus manos, por no comer del trabajo de las aje No hay hombre tan pobre qne te falte para vivir, ni
nas; trabajaba por no ser carga con pedir limosna. pobre á quien no sobre para vivir bien; pjics cuanto
Veamos estos pobres ricos, contra quien responden menos tiene do bienes deste mundo, tiene .mejor apa
las puertas y las ventanas á los clamores de las piedras, rato para los del otro. La fortuna á muchos dio dema
cómo se sirven de las manos', cómo contrahacen con siado, mas no harto. El recebir della. es enfermedad,
su avaricia la pobreza, cómo entran por las ventanas. que crece con la misma dádiva. Con lo necesario ruega
San Maleo, 27, nos lo pone delante de los ojos : «Enton la naturaleza ; lo superfino no es caudal, sino demasía;
ces viendo Judas, que le vendió, que le habían conde no es hacienda, sino carga. De nada hace Indias quien
nado, traído de la penitencia, volvió los treinta dineros se contenta con nada. No es poco lo que basta, pues
de plata á los pi íncipes de los sacerdotes y á los ancia basta poco. Hacienda que da codicia de más hacienda,
nos del pueblo, diciendo : Pequé entregando la sangre no es más hacienda , sino más codicia. Lo mucho se
inocente. Mas ellus dijeron : ¿Qué nos toca á nosotros? vuelve poco con desear otro poco más. Lo que bebe el
Miráraslo tú. Y arrojadas las monedas de plata en el hidrópico, no le mata la sed, antes le aumenta la hi
templo, se fué, y yéndose se ahorcó con uu lazo. Los dropesía que le mata. Si algún hombre se contentara
" príncipes de los sacerdotes, tomando el dinero, dije con ser muy rico, pudiera llamarse rico ; empero pocos
ron: No es lícito echarlo en nuestro depósito, porque se tienen por muy ricos en tanto que ven en otro algo.
es precio de sangre. Mas juntando concilio, compraron Por esto en el mundo no puede tener "quietud quien tu
viere cosa en que quitándosela pueda otro medraré
enriquecer. Querer coger riqueza con la codicia, es
(i) le» (P. S.)
(a ¡r como sab¡doras(S.) querer coger agua con harnero. En el infierno es pena,
(3) Amen amen dico vobis : Qoi non Intrat per ostinm in ovile
oriom, sed ascendit aliunde, Ule fur est et latro. (Joann., 10.) (5) Cujus cordis est isla simulatio? Sacerdotum consdenlia ca-
H) Argén tom ct aunim, aut vesíem nullius concupivi, etc. pll, quodarcaTcmpli non recepit. Timetur iilius sangoinjs ijxalio,
(irían™, 20.) cujus non timetur effusio,
10
Q-ii,
U6 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
que refieren los poetas ; en el mundo locura en que so d is. Todos huyen del pobre, cuando el pnbre no huya
disfaman los avarientos. La ambición es vaso quebrado, dellos. El adulterio y el homicidio y la gula y la sober
que vacia cuanto recibe; si siempre se está llenando, bia se gobiernan por el precio, se andan tras el oro, se
siempre se eslá vertiendo. Un cuerpo tenemos, solo, facilitan con el caudal. Cuando su inclinación sea mala
flaco y corruptible, que no le puede fortalecer ni pre para apetecer los vicios, su miseria es buena para que
servar el oro; una sá^ud enferma, á que ni es medici los vicios lo desprecien a él. Verdad es que el pobre no
na ni sanidad; una vida trabajosa, á que no es alivio tiene aduladores, empero tiene ocasión de serlo; no
breve, á que no es dilación. Tenemos un alma eterna teme ladrones, empero témenle por ladrón. De todo
que no le ha menester para alimento ni para ornato. esto se asegura el pobre que eslá contento de serlo.
Si quiere el hombre ser rico, disponga que el oro suba Santa es la pobreza alegre. Mas ¿cómo siendo alegre y
á la patria del alma, que es el cielo; estorbe que baje santa será pobreza ? La mayor vileza de los pobres es
el alma á la patria del oro, que es lo profundo de la tier el pedir; empero no los condenó á pedir quien mandó
ra. ¿Quién dirá que esto no es lo que se debe hacer? álos ricos que les diesen lo que les sobra. Si les dan
¿Quién lo hará? Todos aprobamos lo bueno y todos lo el socorro antes que se le pidan, son fieles y liberales;
huimos. Sabemos dónde eslá y en qué la felicidad y la si aguardan á que se le pidan, pagan apremiados lo que
verdadera riqueza, mas no caminamos á ella. El hom deben ; si lo niegan, son ladrones de lo que guardan.
bre cuando nace, solo trae necesidad de cuanto ha me La hipocresía, que pretende dar buen color á la co
nester para vivir. La naturaleza le da el sustento, que dicia, dice que el pobre no puede favorecer á nadie;
ni puede buscar ni pedir, y en creyendo que le puede que es gran bien hacer mucho bien, y que se hade
recebiry pedirle, desconfía de la naturaleza y sigue á buscarla riqueza para hacer bien á muchos. Esto di
la fortuna. Nada falta al que se contenta con lo necesa cen para buscarla y en tanto que la buscan; y en ha
rio, al que se contenta con lo que á otros sobra, con lo llándola y poseyéndola, nada de lo que dicen hacen.
que otro desprecia, con lo que le dispensa la caridad Estos, en decir que el pobre no puede hacer bien i
por la limosna. Si llamas pobreza no tener con que sus nadie, mienten. El pobre á todos hace bien: así el pri
tentar muchos criados, considera que naturaleza te dio mero, porque la pobreza tiene bien ordenada caridad;
uncuerpo, y no muchos; no te debe más alimentos que luego hace bien á todos los ricos, á quien da ocasión
para uno. Si te afliges porque tu aposenlillo no es gran de mérito y de ganancia en los cambios de la gloria.
de palacio, considera cuánto espacio del sobra á tu per Hácele seguro su tesoro, multiplícale eternamente,
sona y dejas desocupado, y le darás gracias por lo que ocasiónale el buen uso de sus riquezas. Solamente lo
te sobra, y no quejas por.loque te falta. Si te congo que se da al pobre se asegura de fuego y de ladrones y
jas que estás pobremente vestido, acuérdate que na de todas las venganzas de la fortuna, porque aquellas
ciste desnudo y que á las sedas y bordados del rico en dádivas que recibe el pobre las paga Dios. ¡Gran dig
su postrera hora sucederá una mortaja, con que ha nidad la del pobre, tener por pagador de sus deudas i
brá de contentarse, y que su heredero condenará la Dios! Más pidió Cristo con mandar que les diesen á los
peor sábana para que le envuelvan. El año, cuando se pobres, que ellos para sí. Cristo á todos llamó alo me
muestra mal acondicionado con el frió ó el calor ex jor. El llamó al rico que estaba en el banco, para que
cesivo, no se enoja y enfurece con la pobre lana ni se fuese pobre. El aconsejó que fuese pobre al príncipe,
mitiga cohechado con el oro. Muchos remiendos, uno dando su riqueza á los pobres. El dijo que con él se
sobre otro, son de tanta defensa como una tela sobre hacia lo que se hacia con cualquier pobre. El nos en
otra; no son' tan rica defensa, empero son más ba señó que el rico que no quiso dar al pobre una migaja
rata. Más abriga al pobre la costumbre de no tener de pan en la tierra, le pidió desde los infiernos una
abrigo y de padecer las heladas, que al poderoso las gota de agua, estando el pobre en el seno de Abralian.
pieles de fieras. Más calibeadamente se aforra el po En la gentilidad, hasta los poetas pusieron en el in
bre con lo que desecha otro hombre, que el rico que fierno al rico avariento ; y fué pena infernal la avari
se aforra de lo que desecha un lobo ó un gimió. En cia para la impiedad : eso representaron en la sed de
muchos aquella piel no muda do fiera, aunque muda Tántalo en medio de las aguas y la hambre con la fruta
de lobo. Dirás que tu comida es desazonada, que co que le alborozaba los labios, cuando una y otra le bur
mes lo que no se guisó para tí; y padeces engaño, que laban huyendo. Virgilio, entre otras pestes, puso en el
tu hambre sazona para tí cuanto los cocineros guisan umbral del infierno la torpe pobreza : Et turpiseges-
para los demás. Ella te adereza lo crudo, te multiplica tus. Empero no dijo que la pobreza, por ser torpe, era
lo poco, te hace agradable lo austero. Fáltale algunas aparato de la condenación, sino que aquella pobreza
Teces el alimento al pobre, y entonces es medicina la que era torpe, lo era. ¿Cuál cosa más torpe que la que
falta. Pide, y no le socorren : el rico pierde la cosa más no halla lo que (i) tiene? y esa es la del rico avarien
bienaventurada, que es el dar, y el pobre la menos, que to, que en las aguas no halla bebida, que nadándose
es el recebir. Cristo nuestro Señor lo dijo : Beatius abrasa, que en la fuente se muere de sed. Puede ser
est magis daré, quám accipere, «Más bienaventurada que morulmente y á la letra sea yo el primero que haya
cosa es dar que recebir (o).» Sigúese que el rico que dado luz provechosa á este lugar.
da menos, menos bienaventurado es que el pobre. Te El angélico doctor santo Tomás, en el opúsculo que
ner y no dar es culpa del que tiene ; pedir y no alcan intitula De la erudición del. Principe (i), tratando de
zar es mérito del que pide, y siempre es culpa del que los que no se contentan con no dar á los pobres, y te
no da. La pobreza es hastio de todos los vicios y peca-
(1) tiene, y esta et (*".)—tiene .' Esta es (&|
WAct.,«,». (í) lib. 4, cap. 6.
las cuatro pestes y LAS CUATKO FANTASMAS. 147
gtiün (á quien (I) llama raptores), dice : (2) «Podrá ¡ que borrará el tiempo. No gastará en desvanecer sus
d diablo justificarse el dia del juicio con la compara- gusanos con túmulos magníficos lo que debía gastar
ánade los arrebatadores, diciendo : Señor, yo afligí á en acallar el gusano de su conciencia. Aguardará el po
¡pellos que te habían ofendido; empero estos arroba bre el postrero dia sin presunción. Por eso c! Señor (así
nte robaron y afligieron á los que no lo merecían.» lo dice David, salmo 71) (9) «juzgará los pobres del
¡T«aerosasy grandes palabras son! Prosigue esla ame pueblo y salvará á los hijos de los pobres y humillará
rasen el cap. 7 : (3) «Sí se condena quien no da lo al calumniador.» Y luego da la causa : «Porque librará
gwtíeneá los pobres, ¿qué sucederáá quien lesquita al pobre del poderoso, y al pobre que no tenia socorro.
toque tienen?» San Juan Crisóstomo, en la Oración Perdonará al pobre y al necesitado, y salvará las almas
it acaricia, da esta doctrina ejemplificada : (4) «Si de los pobres, (lü) Redimirá de las usuras y de la mal
Lian» no habiendo recibido alguna injuria del rico, dad sus almas, y delante del será honrado su nombre.»
solo porque no gozó de lo que era suyo, le fué acerbo Este sí es epitafio eterno, que vive en la presencia de
rasador, ¿de qué defensa se valdrán aquellos que, Dios, sin que lo gasten en las losas los pasos de las ho
¡Jímásde no dar de lo que tienen, quitan también ras. No se sabe dónde estuvieron los sepulcros de infi
fosjeno?» Infinitos más son los que están en el infierno nitos monarcas, en que consigo enterraron con los gas
por lo que quitan á los pobres, que por lo que no les tos excesivos las provincias exhaustas. ¿Qué pues se
das. La perfección cristiana es quitar de si para dar sabrá de sus huesos, que perdidos de la locura de sus
te. No poso Dios á los ricos y poderosos encima de pirámides, peregrinan vagos en (H) polvo desconocido?
Is cabezas de los pobres y humildes, porque le son Dura el grito de las locuras de Alejandro, del furor
mis preciosos, sino porque le guarden lo más precio de (12) Cambíses, de los delirios de Jérges.de la fiereza
so. Diga esto el angélico Doctor en el mismo opúsculo, de Nerón, de los vicios de Calígula, de la malicia de
ib. i, cap. i: (5) «Frecuentemente por la utilidad de los Tiberio, de la ambición de Julio César, de la temeridad
sabditos se pone uno en tal estado antes que por la Mi de Aníbal, sí; empero de sus cuerpos no hay ceniza,
ra, y el fieltro se pone sobre los demás vestidos por (6) no hay polvo que dé noticia á los curiosos. Desprécianse
^conservación dcllos ; no por su bien, no por másque- en los metales viles sus retratos, y en los preciosos se
lili, sino antes porque él solo se llueva.» venden por la codicia. ¿De qué pues sirvió la suma ri
Dios nuestro Señor guarda los pobres con los ri queza? ¿De qué ; pues no ha podido defenderlos del ol
cas; de fieltro quiere que los sirvan. Prtnelos encima vido, ni rescatar las urnas en que se guardaron des
de la humildad de los pobres, no para que se defien atados en hogueras? De Midas se sabe volvía oro cuanto
do, sino para que los defiendan. Aquel es buen íiel- tocaba, y juntamente que á puro oro murió de hambre.
Iro que no deja pasar las inclemencias del tiempo en ¿Quién será aquel que llamará rica esta muerte, y no
tie,B, (i) lluvia y granizos al vestido que cubre. Aquel miserable y pobre , pues si dejara de volver en aro una
es buen rico que defiende de la desnudez, hambre y cebolla (pobre y humilde mantenimiento) viviera?
sed alpoim que le trae sobre su cabeza. Sea pues el El santo y maestro Job es el ejemplo del buen pobre
consolado y el defendido el mendigo; sea el comba - y del buen rico. Hízole riquísimo y poderoso Dios; y
Moj el defensor el poderoso. Este trabaje para que viendo que sabia defender su inocencia de los peligros
el otro descanse. de la prosperidad, le solicitó él mismo la persecución
Nació el mendigo pobre, vivió pobre y murió pobre. y pobreza, sabiendo que quien fué humilde siendo ri
'at° nenos, tiene menos de que dar cuenta y menos co, seria constante siendo pobre. Veamos cómo fué rico
pe dejar. Vivió como nació y como había de morir. en sus propias palabras, cap. 29: «¿Quién me dará que
fué solo una persona. Conoció por madre & la natura- me vuelva á aquellos tiempos en que yo era favorecido
Mino padeció por madrastra á la fortuna. Fuera de Dios, cuando resplandecía, como el sol, su gracia so
'fia vida no tuvo qué quitarle la muerte. Murió con bre mi cabeza, y á su luz adestrado caminaba seguro en
Mima de todos y sin albricias y regocijo de herederos. las tinieblas; como fui en mi adolescencia, cuando se
-¡Herráronle los ascos del olfato, los melindres de la cretamente Dios se dignaba dé habitar en mi taberná
llsts, tos horrores de la imaginación, si faltó caridad culo, cuando el Omnipotente me asistía, y yo estaba
iD tos vecinos. Enterráronle sin pompa, empero sin cercado en torno de mis criados ; cuando la abundancia
l'Kjosu ni acreedores. Fuéle la tierra, sin mármoles y y fertilidad demis ganadoscra tanta, que pisaba la man
alH cobierü y no carga. Careció de epitafio (que teca, y las piedras me eran manantiales de oleo; cuando
'rabien tienen su soberbia los sepulcros y su vanidad salía á la puerta de la ciudad, y en la plaza me (13) eri
* muertos) ; empero no temerá la segunda muerte en gían trono? Veíanme los mozos y escondíanse de ver
* Uuoo.es de su memoria, que acallarán los días; (8). güenza ; y los viejos, levantándose, estaban en pié por
respetarme. Los príncipes callaban, y sellaban su boca
con su mano. Detenían los capitanes generales su voz,
"' ">■» (Z. B. P.)
S. Potórit diabolus se joslifleare comparatione raptorom tn die y de turbados se les pegaba la lengua al paladar. El
■"■'■, iitento: Domine, e^o ¡líos solos amiil, qui te orfende- atento que me oyó me bendecía, y me eran testigos los
.Wtaptores isli illos depraedaverunt, tt afflixerunt. aul que estaban presentes : y esto porque habia defendido
>> BtntriBt.
u Si «I» damnanlnr qo¡ saa pauperibus non dislribuunt, quid
"««raiboaaeommauferont? (9) Judicabit paupercs populi , et salvos faciet fllios panpernm :
•' >n Uiarns nulla aífectus injuria 1 diiite, ete.
et homlüabit calumniati>ri-m.
reqoeoitr propter otilitatem, hasta deturpelur, etc.
(10) Redimirá dolías usuras (Z.)
í ">»wrsatI0Ddeello»;(S.) (ID el polvo (S.)
w lorias (li.)
(12) los Cambíses (/</.)
'I J borrara (M.)
(13) cregian ¿Z. B.)
148 OBRAS DE DON FRANCISCO bE QlEVEDO VILLEGAS.
al pobre que gritaba y el pupilo que carecía de favor. recto», cuando dijo : «Dios lodió, Dios lo quita.» Ésto
Caía sobre mi la bendición del que estaba pereciendo, es simplicidad y justicia, confesar que de sí no tuvo al
y consolé el corazón d» la viuda. Vestíme de justicia y go, y que todo era de Dios, que cr.bró lo que habia da
adórneme, como con ropa y diadema, con mi juicio. do. «Temeroso de Dios», cuando dijo : «Como Dios
Fui vista al ciego y pies al tullido. Era padre de los po quiso, asífuéheeho.»Noquejarsedel fuego, ni del vien
bres, y la causa que no sabia, diligentemente la inves- ¡ to, ni del terremoto, ni de los ladrones, reconociéndo
tigaba. Quebraba las quijadas á los perversos, y arran los por cobradores de Dios y reverenciándolos como á
cábales la presa de entre los dientes. Decia : Yo moriré ministros de su voluntad, es temer á Dios con temor ce
en mi nido y multiplicaré mis dias como la palma.» hijo, que respeta con alegre obediencia lo que le qui
lisiaba Job en el muladar cuando en estas palabras tan sus criados por orden de su padre. «Que se apar-
pronunció la bistoria de sus riquezas. Lo primero dice di ( í) de mal», cuando pidió que «fuese el nombre de
que Dios (1) lo favorecía , que habitaba con él, que le Dios bendito;» pues es cierto que no se puede apar
asistía (2) su luz y que con ella andaba por las tinieblas. tar (5) de mal quien no pidiere que sea bendito el nom
Esto refiere primero que sus acciones, porque se. vea bre de Dios. Todo el bien está en que sea santificado el
confiesa que lo que tuvieron (3) bueno procedió de nombre de Dios : la primera petición es de la oración
Dios y de su gncía. Dice que le honraban con trono en del Señor, después de llamarle Padrenuestro; conque
la plaza, que los mozos con respeto se retiraban de su ajusto mi explicación. Debe pues el pobre ser simple y
presencia, y que los viejos por veneración estaban en recto, temeroso de Dios y apartado de mal ; virtudes en
pié, que callaban los príncipes y los capitanes; y esto que está la verdadera riqueza. A este tal fáltanle los
dice que no lo hadan porque era rico, sino porque con ganados, la casa, los hijos, la salud, la mujer y (G) los
la riqueza defendía al pobre, amparaba al pupilo, y con amigos; empero no le hacen falla : quédale el conoci
el socorro granjeaba lu bendición del que estaba en el miento que tuvo cuando los tenia deque no era suyo le
peligro postrero ; consolaba el corazón de la viuda, y se que tenia. Mírase en el estiércol, con el séquito de gusa
vistió de justicia ; fué ojos al ciego y pies al cojo , fué nos con que los vivos ven con horror en las sepulturas á
padre de los pobres; quebrantó las quijadas á los per los muertos, y no se admira, antes los tiene por compa
versos y arrancóles la presa de los dientes. ¿Cuándo ñía más fiel que á la hacienda y á los hijos y á la mu
rico tan fiel y tan humilde y tan reconocido á la bondad jer y á los amigos, pues cuando todos le dejan , ellos le
y omnipotencia de Dios? ¿Cuándo se vio riqueza tan asisten : antes íe hacen compañía que agravio. Bendice
bien empleada? Más encareció. Dios estas alabanzas, á Dios, que lo permite; noinaldiceálosqueloejecutan.
pues dijo á Satanás, cap. i: «¿Por ventura conside Job supo qué cosas eran bienes y qué precios tenían
raste mi siervo Job, y que no hay varon.semejante á todas las cosas. Supo lo que vale el temor de Dios, la jus
él en k tierra?» Inmensa estimación es la de un justo, ticia y la simplicidad , y que esta no es moneda con que
pues Dios sumo y eterno Señor de todo, se precia y bla se han de comprar otras cosas ni darse por ellas, sino
sona de tener un criado entre tantas criaturas, asimple por ellas todas las demás. Fácilmente dio al pobre el
y recto y que le teme y se aparta de mal.» alimento consu hacienda, consueloá(7) la viuda, amparo
Para ver la dignidad y aprecio de los méritos de la al huérfano, socorro al opreso,y libertad al que era pri
pobreza, basta considerar que para premiar Dios un ri sionero de los dientes del tirano. Empero no le pudieron
co, canonizado por su propia boca por incomparable, obligar Satanás, ni su hacienda, mujer, hijos y amigos,
echó mano del medio de hacerle pobre en el mayor ex ni su propiasalud y vida, áque gastase algode su pacien
tremo que pudo maquinar la invidia del demonio y cia, de su desengaño, de su constancia ni de su verdad.
recebir la vida del hombre. Dios premió á Job con ha I Oh cuan al contrario entienden y platican esto
cerle pobre el haber sabido ser rico, y Job conoció á la hinchazón de los ricos y la ignorancia.de los que
Dios el haberle hecho rico con saber ser pobre. Job- fué no saben ser pobres! Aquellas cosas solas pensamos
más pobre que rico, porque pudosermás rico y no pudo que vendemos, portas cuales recebimos dinero; y de
ser más pobre. Faltóle la hacienda, faltáronle los hi balde llamamos lo que adquirimos dándonos á nosotros
jos, fuéle persecución la mujer, fuéronle acusación y mismos. Llamamos caro lo que nos cuesta mucho dine
escándalo los amigos, fallóle la salud; era unas llagas ro ; y como nos cueste poco dinero, llamamos barato lo
animadas, población de gusanos; albergábale con horror que nos cuesta nuestras almas. Las cosas que no qui
y asco un muladar; parecia vivir por desprecio de la siéramos comprar si por ellas nos pidieran nuestra ca
muerte, no por duración de la vida, que ya extrañaba sa, nuestra heredad, nuestro jardín, nuestras joyas,
en su cuerpo la corrupción de los cadáveres; solo se le esascompramoscon ansia y con peligro á trueque de
detuvo eq la piel el alma, y en ella la paciencia. Ha nuestra conciencia, de nuestra paz y de nuestra libertad.
bíanse conjurado contra él ladrones, fuego del cielo, Da el hombre la quietud por una venganza, la libertad
terremotos y huracanes. No dijo que habia perdido na por un oficio, el alma por un gusto; y como no le cues
da, sino que lo habia pagado á quien se lo dio : «Dios te hacienda, dice que nada le costó. Sigúese que el ma
lo dio, Dios lo quita ; como Dios quiso así se ha hecho; lo y el necio no tiene á su parecer en si cosa más vil
sea el nombre de Dios bendito. Desnudo nací del vien que asi mismo, ni cosa que valga menos; pues por lo
tre de mi madre, desnudo volveré áél.» que se da á sí mismo, dice que (8) da nada. ¡ Dichoso
En esta respuesta con tres razones se desempeñó de aquel que no será culpado eu esta mercancía! Ño puede
lo que dijo Dios que era, mostrándose « varón simple y
(4 j 5» del mal (Z. B.)
(1) le (F. S.) (6) sus amigos; i.S.)
(í) y su luz, que coa ella \Z. B. F.) (7) las viadas, {¡i.)
P) üt¡ bueno [F. S.) 18) nada da. [Id.)
LAS CUATRO PliSTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. HO
ser rico quien da lo precioso por lo vil. No puede na no se fulminará con otras razones, sino con no haber
ser pobre quien compra con lo vil lo precioso. Este es el dado al pobre estassohrasyestas cosas de tan poco valor.
modo de adquirir riquezas y conservarlas : guardar las El propio Evangelio lo dice : «Entonces dirá el Reyá log
del alma , y repartir y dar las del cuerpo. Y pues quien que estuvieren á su mano siniestra : Apartaos de mi, mal
conserva y guarda aquellas cuando le faltan estas es ri ditos, al fuego eterno, que está prevenido para el diablo
co, bienaventurado es el pobre que lo fué por no dejarse y sus ángeles. Tuve ha.'iibre, y no me distes de comer;
comprar deloro, del puesto, del séquito, del regalo y de tuve sed, y no me distes de beber; era huésped, y no me
la vanidad. Sucederále lo que á Job, que le dio Dios ri recogisles; desnudo, ynome distes vestido; estuve en
quezas grandes para que las despreciase, y suma pobre fermo y preso, y no me visitastes.» Dice el texto sagra
za para que la eslimase sumamente; y porque estimó la do que replicarán los malditos lo que los justos, mas
pobreza extrema, le restituyó duplicado cuanto había con diferente conciencia, y dirán que á élnunca le vieron
perdido. Quitóie lo que tenia, y porque se lo volvió con con hambre ni sed, peregrino, desnudo, (3) enfermo
reconocimiento, se lo volvió con multiplicación. ¿Quién y preso ; y el Rey respnnderá que vieron á los pobres,
dudará que Dios socorrerá al pobre, si Dios y liumbre y qne en el menor dellos lo despreciaron á él y le ne
lomando y encargó tan repetidamente? garon todo lo referido.
Sea fin ú mi discurso lo que será fui para el castigo Si esta doctrina del postrero dia del mundo platicasen
en el fin del mundo. políticamente los reyes todos los días, castigando por
Cristo Jesús dice por san Mateo, cap. 23, tratando desamparo suyo el del menor de sus vasallos y premiando
del juicio finul: «Entonces dirá el Rey álos que estu por beneficio propio el socorro, lograrían todos sus días
vieren á su diestra : Venid, benditos de mi Padre, po en buen juicio, y el postrero del juicio le esperarían favo
seed el reino que os está aparejado antes de la constitu- rable. Porestodijo san Pedro Crisólogo: «Da la comida,
tucion del mundo. Tuve hambre, y (1) dístesme de da el hospedaje, da el vestido, si quieres tener á Dios por
comer; tuve sed, y dístesme de beber; era hués deudor, y no por juez.» Alentémonos pues los pobres,
ped, y me albergastes; estaba desnudo, y me ves- viendo que en el postrero tribunal nuestro socorro dicta
tistes.» Y porque los que siguen la interpretación de sentencia de gloria y pronuncia salvación, y nuestro
Judas en el ungüento de la Magdalena no acomodasen desamparo sentencia de condenación y de penas eter
su malicia con achaque de los pobres á su provecho y nas. Contentémonos con que Dios reciba lo que nos dan.
usura, replicarán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos Conténtese el rico con que Dios le premie con su gloria
hambriento , y te alimentamos; te vimos con sed, y te lo que nos dio.
dimos de beber ; cuándo te vimos peregrino, y te alber He sido mucho mis largo en consolar la pobreza que
gamos ; ó desnudo, y te vestimos ; cuándo te vimos en fui en consolar la muerte, porque aquella allige toda ta
fermo j en la cárcel, y te visitamos? Y respondiendo el vida y cada hora y cada momento, pásase y padécese
R<?y, Ws dirá : De verdad os digo, cuantas veces hicis- infinitas veces ; y esta sola una vez es forzosa á todos, y
te¿ eso con uno de mis hermanos los más mínimos, lo universal, lo que no es la pobreza. Si no he conseguido
hicisles conmigo.» ¡Oh gran dignidad del pobre! ¡Oh mi intento (á lo que fácilmente me persuado), la pobre
inefab/e raíor de la pobreza ! Que el día del juicio la úl- za del ingenio y de los estudios y de la virtud me dis
timairrevocable sentencia, yaenfavor.no daiáotracau- culpará con la misma pobreza, que por fallarme todas
sa í la salvación eterna sino el haber socorrido al pobre estas partes, queda quejosa de mi dolrina. Jesucristo
el mendrugo de pan, el jarro de agua, el albergue, el nuestro Señor dé á vuesamcrced su gracia y larga vida,
vestido y la visita ; y (2) sentencia de condenación eter- con buena salud. Madrid, 4 de setiembre de 1635.
Don Francisco de Quevedo Villegas.
(li disteisme... albergasteis.. .vestísteis... (S. constantemente.)
Ü! U senteocia (Id.) (3) ypreso;(S.)
I

DESPRECIO.
TERCERA FANTASMA DE LA VIDA.

AL DOCTOR DOS MAITEEL SARMENTÓ DE MENDOZA, ciado del mundo? Como habitación del cuerpo, le debe
canúoigo magistral de la santa iglesia de Sevilla (a) (i), mos despreciar; como enemigo del alma, le debemos
vencer. De todas maneras tenemos batalla en él y con
Don Francisco de Quevedo Villegas. él. El desprecio del mundo es (5) la primera puerta para
entrar el hombre en las sagradas religiones, veredas
Si despreciar el mundo, señor don Manuel, no solo ciertas por donde sube el alma al reino de la paz glo
es bueno, sino santo, ¿cómo podrá ser malo ser despre- riosa. Bien puede cualquiera despreciar el mundo sin
(«S Fcé natural de Bdrgos, hijo de ilustres padres, hombre de de él Gil González Dávila en su Teatro eclesiástico, don Nicolás:
erudición y doctrina. Celebró Justo Lipsio con el mayor encare Antonio en sn Biblioteca, y Ortiz de Zúoiga en los Anales ie Se
cimiento a don Manuel, cuando regia Con aplauso la famosa uní- villa.
tersidad de Salamanca. Disfrutó muchos arios la canongla magis (4) Si despreciar (F. S.)
tral de Sevilla, y morid por los de 1650- Hacen especial mención (5) primera (A'.)
ISO OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
entrar en religión ; mas no con tanto mérito como en- condenación. ¡Oh cuan grande es el número de fulle
tramlü en ella. Grande precio añade la obediencia sobre ros en la virtud, que ss llaman despreciados, siendo
la voluntad. El mundo cuando desprecia al que le des- despreciadores ! Quien tiene más de lo que merece,
precia, enlutar de vengarse, le asegura si es cuerdo, | poique no le -dan más de lo que desea, dice que le
le fortalece si es bueno. No puede despreciar el mundo desprecia quien (4) lo cura. Iulinitos tienen por me
quien no se despreciad sí; y quien se despreciad sí, esti nosprecio propio la estimación ajena, y dicen que los
ma que todo el mundo le desprecia. Hoy, que escribo las desprecia quien los dio mucho, si no se lo dio todo.
alabanzas del desprecio, sentiré el ser tenido en poco; Estos despreciados sou iulinitos, porque cada hombre
y esto por la desautoridad que ocasiona al crédito de lo destos es (5) muchos despreciados cada dia. O noseliu
que escribo. de dar y hacer bien á otros, ó ellos se-han de tener por
Mucho espíritu tiraniza al hombre verse despreciar, despreciados. Estos, como no tienen número, no tienen
de otro hombre, porque sabe que la naturaleza, el nacer remedio. No trato de consolarlos, sino de huir dellos.
y el morir no desigualan! uno de otro. Nosiente menos Quien desprecia las cosas para que lo precien los
que el que puede haga más caso de otro que de él. Pa hombres, es loco, y solo consigue su internó del que
dece invidia rabiosa que le enajena y enciende en ira lo es. Desprecia en público lo que adora en secreto;
impetuosa; porque la ira es parto fecundo del desprecio. tiene por premio el aplauso de los que lo ven; págase
Así lo dice Plutarco, libro de Refrenar la ira. Así lo en del ambicioso ; y hace más caudal de los testigos de
seña Homero eu el principio de la litada, pues dice que su hipocresía que de la verdad de su conciencia. Es
la ira perniciosa é implacable de Aquíles resultó de ver taba el cínico en la mejor hora del dia, y en medio ild
que Agamenón le despreciaba, quitándole á Briscida, mayor concurso del pueblo, enterrándose en polvo y
que era el premio de sus vencimientos ; por lo cual afeándose con lodo; viole el divino Platón, y desci
Aquíles solo se queja de que le despreciaba. frando su maña, dijo : « Idos todos, y no se nioitilicará.
Si el desprecio no es estimado y venerado del que Dejalde solo, y dejará descansar los muladares que
se ve en él, no solo es vientre de la ira, sino de cuan inquieta revolcándose.»
tas abominaciones puede engendraren la flaqueza hu Hay un género de desprecio soberbio, y es este con
mana con desenfrenada licencia la ignorancia. que Uiógenes se burlaba de los ojos populares. En
Afean el desprecio los malos nombres con que le estos tiene más presunción la basura que el oro. Me
infaman los ambiciosos. Llaman al despreciado, hom recen asco, y solicitan admiración. Ninguna cosaprodu-
bre de quien no se hace cuenta, de quien no se liace ce peor soberbia que el desprecio fingido. Lo primero,
caso; vulgarmente dicen que le tienen en poco, que desprecian la verdad y la conciencia, y las advertencias
no es bueno para nada. Si la locura hace esta cuenta, divinas, y luego los juicios y entendimientos de todos.
prerogatíva es que no haga cuenta del despreciado. Si Son ladrones del premio de la virtud, encubridores
la fortuna hace el caso, seguridad es que del no le de la impiedad facinorosa. Hacen que la humildad,
baga. Si es la soberbia quien le tiene en poco, eso toda sagrada, sirva de máscara á la arrogancia, tala
■poco le vale mucho. Si la nada para que no es bueno, sacrilega. Hacen embusteros los instrumentos de la
es la ambición y vanidad, á quien el sabio llama Hada) penitencia. Son estos muy peligroso escándalo, porque
nada tiene tan bueno como no ser bueno para nada. es dañoso creerlos y temeridad juzgarlos. Solo es se
Si el sabio y el bueno despreciados miran á los que* guro cautelarlos por aparentes, y tratarlos con sospe
los desprecian, conocerán que los llaman lo que ellos cha de lo que no se vu y de lo que pueden ser. Mis
son, (1) que los dan el nombre del desprecio que ellos se ha de temer en estos la falsificación que en las jo
padecen con nombre de estimación. yas y en la moneda. No se ha de fiar del loque, í
Dividamos el desprecio antes de difinirle, que de quien burlan las muchas hojas; es menester limarlas
otra manera incurriremos en confusión. Dos géneros para reconocer el alma de plomo.
hay de desprecio, uno por inutilidad y defectos pro Hay otra alquimia del verdadero y santo desprecio,
pios, y este es castigo del que le pasa ; otro por defectos que tiene pobre y desacreditado el comercio del mun
ajenos y mal intencionado conocimiento de los pode do. Esta es la negociación ambiciosa. No hay mayor
rosos, y- este es premio del que le padece, y ejercicio ni peor ni más mal (6) entretenido negociante que
de la virtud. El que se desprecia á si y desprecia al el desprecio político. Este es artífice de aduladores y
mundo, sabe ser despreciado. Despreciar el mundo y fabricador de tiranos. Muchos con el deprecio han es
sentir ser. despreciado del mundo, es ser más soberbio calado los puestos, las dignidades, el poder, y á veces
que el mundo. Despreciar el mundo para ser (2) des los imperios. Invención suya es el ruin en honra. Es
preciados del, es ser perfectos. Muchos saben despre ganzúa que no dejan de la roano los que prc'.enden.
ciar, pocos ser despreciados. Muchos desprecian el Es escala, de que se valen contra sus señores los que
mundo, pocos se despreciará sí. Los hipócritas quie sirven; tan engañosa, que por donde parece que bajau,
ren ser tenidos por gente que desean ser despreciados, suben. Las corles y los palacios serán mis historias y
empero no que los desprecien. Desprécianse para que mis textos, y cada uno en su casa con su familia mo
los estimen. Dicen que son los más malos, porque será testigo.
los tengan por los mejores. Llámanse viles, porque no Ninguno so desprecia más que se desprecian los
se (3) los llamen. Son tales, que los castiga quien los aduladores y lisonjeros á si propios; y solo es más des
cree. Desprecio negociador de estima es mohatra de preciado dellos el que los cree. El adulador se deslíaos

«) y inie les (5.) (4) le (F. s.)


(«) despreciado de él, (1&) (8) de muchos despreciado í W.)
8) lo [F.S.) (6) euireraclido \B, F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 151
ka sentidos y las potencias, él so ciega para ver los cidos la hambre de sumisiones; porque su soberbia
(fefctosdel poderoso. ¡Raro ingenio de la malicia, juzga por suficiente el que con menor menoscabo suyo
ngarsa para cegar! Si el principe es pequeño, ó le los adora, alimentando su ambición de bajezas nego
tñade b estatura llamándole mediano , ó hace repre- ciadoras. Sea la verdad juez, y determine cuál es más
heosibles las que no son (1) diminuidas. Si es tuerto, despreciado, el que mañosamente se desprecia para
étceqnele agracia la lision, y le compara con la vista despreciar á otro, ó aquel que se vende ¿ tan vil pre
dd da. Si la calva le tiene la cabeza con la desnudez cio, neciamente defraudando el premio y el puesto 1
jae se sigue á la hambre de la sepultura, acusa por la severidad inocente de los méritos. No se valen de
¿futilidad los ornamentos del cabello. Si las facciones otras artes los que llaman atentos y mañosos, ya pre
fe burrajean la cara, en lugar de formársela, dice tendan, ya sirvan; contagio y epidemia que inficiona
pe tiene semblante perfectamente varonil, y culpa los lugares magníGcos. Verificase en los tramposos
i benignidad apacible de los aspectos hermosos. Si del valimiento con sus señores. Estos tienen la vida
bwrcoTa le hace montuoso el talle, y fragosos el pe de los sueños, que dura en tanto que duerme la cabeza
cho jks espaldas, ó se introduce en jibado, por va de que se apoderan, y en cerrando los ojos, empiezan
lerse de la imitación, ó le califica por señas favorables á fabricar apariciones, ya medrosas, ya entretenidas,
te promontorios. Si el color del rostro es asustado ó sirviendo de juguete y de embeleco á su ociosidad.
difunto, se vale de una filosofía espuria, para persua Hácenlos el celebro teatro de ilusiones, y autor de
dirle qne lo .aciago es apacible, y todo se ocupa en comedias la fantasía , donde representan los sentidos
desentenderse de que él tiene ojos ni el principe en fábulas y marañas. Para adormecerlos el letargo se
tendimiento. No hace menor desprecio de sus oídos valen del desprecio propio que afectan, en que disi
(tundo las necedades que le oye las aclama senten mulan operaciones de beleño; y advirtiendo que el
cias, y las locuras advertimientos. ¡Oh cuánta sa trabajo es enemigo del sueño, los persuaden que es
liva desperdicia en las exageraciones, que fuera más indigno de su grandeza, y que toca á la servil con, li
bien empleada en ascos! No contentn^con deshacerse ción y bajeza del que sirve. Con esto se apoderan de
a lañarte corporal, se desprecia más rematadamente los negocios y cuidados, y los encaminan por el des
sa las potencias del alma. Si el señor es avariento, le canso (5) el sueño. Desmídanlos y acuéstanlos para
Dama próvido; si perdido, magnánimo; si mentiroso, que á escuras empiece la farsa de sus embelecos á
Muco; si impío, sagaz; si cruel, justiciero; si blas apoderarse de su modorra. Si se desprecian ó le des
femo, afectuoso ; si disoluto, entretenido; si cobarde, precian, pregúntenlo á los sucesos, que no callan la
prudente; si glotón „ robusto. Cuanto el principe hace verdad ni la disfrazan.
nal, él k) hace peor. Confiesa que no lo puede ni Más hemos dicho que escrito destos hipócritas de
sabe nacer, y dice que aprende de lo que se escanda- su misino menosprecio, porque en estas materias se
tila. Estos tales solo desprecian más que á si al que I entiende más que se lee; y las palabras pronuncian al
engañan con despreciarse. Estos son con cola, como ¡ juicio lo que callan al oído, razonando sin voces con
la (2) tatema, que alumbra al que la lleva y no la la consideración, porque no tenga la culpa de todos
ve, y encandila al que en ella pone los ojos. Son como los advertimientos la pluma.
/a lombriz del anzuelo, que viste de un gusanillo las Llegado hemos al verdadero y santo desprecio, y &i
lengüetas, para que despreciando su pequenez el pes docto que yace preciosamente despreciado. Conso-
cado, abriendo la boca al alimento/ la (3) cierre á la laréle, no (6) porque lo ha menester, siendo bueno y
prisión. sabio, sino porque lo han menester los que, siendo
Los pretendientes exceden á estos en el desprecio : bueno y sébio, lo desprecian. Es noble y valiente', es
desaparécense en la profundidad de las reverencias, docto y virtuoso, es -benemérito por experimentar, y
adonizan la habla, y con voz desahuciada más pronun modesto y humilde. Ve gobernar los ejércitos al co
cian caitas que razones. Traen la vista arrastrando barde, cuya sola valentía fué el caudal con que com
por la tierra, y no hallan dignos los ojos de su cara pró el generalato. Ve al idiota de letras y de virtudes
& ota puntería que la de las suelas de sus zapatos. establecer sobre los inocentes por ley su ignorancia
Ocúpense en levantar lo que se cae, en enfadar los en los tribunales. Ve al incapaz, á quien solo el ma
rincones de las antecámaras , para adquirir conmise nejo de las maldades y la abundancia de las mentiras
ración. Estudian semblantes angustiados, gestos y introdujeron, apoderado en los mayores ministerios,
meneos mendigos; requiebran ¿ todos los criados de escogido para la conciencia de los delitos. Hállase sin
«ministros; introdúcense en limpiaderas contra las premio, sin asistencia, sin estimación, derribado en
""tu y pelusa de los ferreruelos de los porteros, y el más encarecido menosprecio. ¿Tendrá, señor dou
w las casas de los príncipes no hay (4) telaraña segura Manuel, por esto razón de afligirse y quejarse?
¡ksosctpas. A nadie llaman, que ellos no respondan. Claudiano, doctísimo poeta, y culto con felicidad , no
Wie se sienta, á quien no lleven silla. Nadie sale, á solo dice es justo que se aflija el benemérito desprecia
qoien no precedan con candelero. Compiten con la do, sino que con desesperación se lamenten los que le
^ria humana en acompañar á todos. Deshácense ven despreciar. El lo hizo con elegantísimo arrojamien-
ffJ que los hagan. Bájanse para alcanzar. Hacen to, empezando con este dolor el primero libro contra
í'Kiosa su vileza, pues con ella hartan á los desvane Rufino. No haré españolas sus palabras en versos,
porque desatados sus números, se mezclen más con
cí faainidii. Si tnerto dice que le agrada la lesión, (S.) la prosa que escribo : «Muchas veces trujo dudosa mi
«.. launa (M.)
*titn»l»prüion. (Z.B.) (5) al suefio. (5.)
WitalaraaatM.) (6) por lo que lo tía menester, (Z. B. F. SJ
U52 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mente la opinión si los dioses cuidaban de las tierras (Ád Rom., 1 ) : «Los que tales cosas hacen son dí»nos do
ó si no las asistia algún gobernador, y (1) las cosas muerte; no solo los que las hacen, sino también los
mortales procedían por acontecimiento incierto. Em que consienten con los que las hacen.»
pero como hubiese examinado las confederaciones que En quién le desprecia está el tercero consuelo. Esto
disponen el mundo, y los términos prescriptos al mar, esquíen, inobedienteal Apóstol, da lugar al diablo y con
y las vueltas y caminos del año, y las sucesiones de trista el Espíritu Santo de Dios. ¿Quién no se alegrará
la noche y la luz; entonees-jnzgaba que todo se esta de que no le dé lugar quien sé le da al demonio? ¿Quién
blecía con la providencia de Dios, que mandó á las es se alegrará con dádivasde aquel que contrista el Espíritu
trellas que se moviesen con ley; que en diferente Santo de Dios? Da la hacienda, que empobrece el espí
tiempo naciesen las mieses; que la varia luna con ritu; da la honra, que afrenta el alma; da la dignidad,
' ajeno fuego se llenase, y el sol con- el suyo; que alar que.envilece la conciencia ; da el oficio, que aprisiona
gó las orillas á las ondas, que suspendió la tierra en la libertad. Da lo que quita, como el reloj, que da al oí
el centro. Empero cuando vi revolverse las cosas de do las horas que quita ala vida", que da lo que se puedo
los hombres en tanta noche, y florecer mucho tiempo contar, y no se puede tener ni detener. Los que dan la
los malhechores alegres, y ser despreciados los pios, gar al demonio, dan como el demonio; él dice que da
de nuevo desmayado fallecí á la religión.» De tanto á quien quiere, no á quien merece (Dlcas, 4) : «Porque
escándalo es verá los indignos premiados y alegres, y á mí me lo entregaron, y yo lo doy á quien quiero.» En
despreciados y abatidos los beneméritos, que le desma todo miente : en decir que á él se lo entregaron lodo, y
yó el crédito de la Providencia al gran poeta el verlo, que lo da. Todo lo perdió por la soberbia, menos la na
coutra la demostración con quo á confesarla le habían turaleza; todo lo promete para el engaño; con lo quo
convencido los cielos con todas sus estrellas y imáge ofrece lienta, y no socorre. ¿Quién pues, á trueco do
nes, y el gobierno de la monarquía de la luz, las aten, que le prometa lo que no tiene, querrá ser de los quo
ciones del año, la obediencia del ímpetu del mar á la ley el demonio quiere? El dice que todo se lo da á quien
que se le escribió en la arena, y el peso de la tierra, quiere ; emperojo dice para qué le quiere, por ser su
que suspendido, se aCrma inmoble. Yo he temido mis lin la condenación de su querido. Todo cuanto está en
versos, porque sé reverenciar los exámetros de Clau- la mano deSatanás es perdición. Para el primero hom
diano, para que hablase mi lengua con números. Quien bre alargó la mano á la primera dádiva ; dióleuna man
se atreviere á justificar el no temerlos, podrá repre zana, y recibió muerte para sí y para todos. Puso Dios
henderme. en su mano todos los bienes de Job, y luego fueron to
Aflíjase el celoso del bien público, viendo despre dos disipados por el fuego, parios huracanes y parios
ciado al benemérito, con la caridad bien ordenada. ladrones. De nada da buen cobro su mano; lo malo da,
No se aflija el despreciado; ocúpese empero en agra lo bueno quita. ¿Cómo pues será desdichado ni tenido
decer á Dios en su menosprecio su paz, su defensa, su en poco quien no recibiere del ni de aquellos que en
medicina y su libertad. Estas cuatro cosas son la di- el mundo le sirven de brazos visibles ?
finicion del santo desprecio. Esto hará fácilmente con ¿Eres virtuoso, y no tienes los premios de la virtud?
siderando qué desprecian en él, y porqué, y quién lo No eres tú el despreciado, sino los premios que ala vir
desprecia. Lo que desprecian es la disposición negada tud debo la república. No careces de premios, puestos
á la asistencia de los delitos, la aversión á ser cóm mereces; los premios sí carecen del virtuoso, que bus
plice, el no ser á propósito para los engaños, el juz- ' can. Dalos el tirano al facinoroso para que los disfame;
garle por inútil la mentira, por leal la traición, por | niégatelos á tí para que no lo infames á él. Lo que
mudo la lisonja, por reportado la violencia. Luego al ! dan áotro no es culpa tuya, sino descanso y paz. Elba
despreciado enseña el desprecio que padece lo quo ¡ de dar cuenta de loque da al indigno y de lo que qui
en él es verdadera y cristianamente precioso, como i ta al benemérito. El principal negocio del virtuoso es,
son la aversión á los delitos, la discordia con'los mal- ! no solo carecer de su estimación, sino amedrentársela.
hechores, ser inútil para engañar, ser descartado de La más hazañosa valentía suya es acobardar con su ino
la mentira, ser leal para la traición, mudo á la lison cencia su liberalidad de tal manera, que siempre huya
ja y reportado para el ímpetu. Por qué desprecian del, que su verdad sea horrará sus oidos, y su justifi
en el temeroso de Dios estas cosas, es el propio gé cación formidable á su conciencia.
nero de consuelo para él. Despreciadas por embarazo No solo no has de recibir algo del tirano, antes le
á sus robos, por reprehensión á sus costumbres, por has de dar horror y miedo, para que no te dé ni te ofrez
estorbo á sus maquinaciones, 'por impedimento á todos ca, si sabes estimar las comodidades del menosprecio.
los intentos de la tiranía; por lo cual los propios que El desprecia en tí la humildad y la inocencia; estoes
le desestiman por malo para el mal, á su pesar lo crimen. Tú desprecias en él la soberbia, la vanidad y
estiman por bueno para el bien. ¡Oh cuan sacrosanto la ambición; esto es mérito. A ti Dios te juzga precio
precepto del apóstol san Pablo ejecuta el que es des so, á él despreciado; por esto no has de tener queja
preciado porque no es bueno para partícipe con los del, sino lástima.
ministros de la injuria! (AdEphes., 4): «No deis lugar Emplea tu consideración en los furiosos que en su
al demonio, y no queráis contristar al Espíritu Santo contorno anhelan á sacarle 'de sus manos el caudal de
de Dios, en el cual estáis señalados en el dia de la re su poder, y verás que su más eficaz diligencia para al
canzarlos es acreditarse de peores que los otros; y aquel
dención.» Todo esto hace quien adquiere el desprecio
consigue, que le persuadió que ninguno era tan malo
de los malditos revolvedores del mundo por inútil á sus
para desacreditarse con él. Los unos á los otros se achi
execraciones; y esto porque, como dice el Apóstol
can bondad y se levantan virtudes, porque saben que
11) si las {F. S.) serán excluidos en creyénduúií, como embarazosos alo
LAS CUATRO "PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 153
^id«!o de sus (I) disinios. Por esto se andan siempre I tes ha habido y hay buenos; empero estos mis se mor
fcmintiendo de bondad, y verificándose de facinoro- tifican en aceptar las dignidades que se exornan con
ms y sacrilegos, y apostando á ruines para merecer la ellas. Aventurada presunción es prometerte que serás
rieccion ; y con injuriosa maldad son hipócritas de los uno dellos. De verdad, más seguridad es temer los
rieiosque no han podido acometer. puestos que solicitarlos. Quien teme el ser juez en el
Eresraliente, experimentado y dichoso en la guer tribunal, bien teme el tribunal en que Dios es juez.
ra; m te dan el generalato, que embaraza al cobarde. Dirásme que note afligen el obispado, la cátedra, la
¿anerte que en esto el tirano desprecia el triunfo y la plaza ó la presidencia que te niegan ; sino el decir
niorú.no tu persona. En no dártele, solo te quita el que no te la dan por encogido, poco activo (4) é igno
estelo perpetuo, el cuidado solicito, el frecuente peli rante.
gro. ¿Qaécosa buenadeja dedartequien te quita cuan- De muy pocos hombres han dicho todos que son
¡o es malo? ¿Cómo (2) para la venganza de Dios en su sabios ó buenos. No está la sabiduría ni la bondad en
castigo se perdieran los ejércitos, se acabaran las mo- las alabanzas ajenas, sino en las noticias y bondad
nirqoías, si no permitiera Dios la ceguedad en las de propia. Cuando siendo sabio no sintieres que te des
terminaciones de los que gobiernan ? .Debes tú recono precien pornecio, entonces te puedes sospechar sabio.
cer m desprecio por disposición soberana á estas ruinas. El aplauso de la ciencia y de la virtud, antes la con
Iii debes sosegar tu deseo en la elección que Dios hace trasta qucla celebra. Aquel desprecio que te esconde,
Je tí, apartándote de la que en otros hicieron los pode te defiende. El despreciado es semilla y cosecha de Dios;
rosos. No mandas en el ejército; empero obedeces á levántase y fecúndase del estiércol que con su bajeza
Dio;, que manda en tí. No vences á los otros, mas ven le fertiliza. El Espíritu Sanio dice «que Dios es labra
óle á tí propio. Si te dieran el generalato, muchos dor, que" del estiércol levanta al pobre». Del modo
dijeran con invidia que por qué te lo habían dado. No pues que el trigo debe al estiércol el colmo de sus espi
le le dan, y por emulación del que le tiene, dicen que gas, debe el abatido á su desprecio la abundancia de
por qué no te le dieron. Juzga tú cuánto es mejor la sus frutos. Es el desprecio tan divino bienhechor, que
iprobacion(3) despreciado, que el vituperio preferido. le debemos todo lo que nos quita; que le somos deudc-
Ganó la batalla el cobarde general ; alégrate de que resde todo loquenos niega. No tendrá razón la legum
Dios glorifique su poder, con los viles de quien echa bre de estar malcontenta de la naturaleza porque no
mano para mortificar la presunción de los hombres. le dio en el monte la corpulencia del (o) robre, cuan
Perdió la batalla ; da gracias á Dios, que no echó mano do el rayo, que le abrasa por grande, la perdona por
de ti para que la perdieses. Para ti , si snbes estimar chica. Muchas cosassedefienden por ignoradas, queuo
la desprecio, todo es Vitoria, así la de los contrarios co pudieran defenderse por fortalecidas. Con grandes y
rnil toja. Milicia es tu vida ; no dejas de ser solda- doctas palabras exageró Lucano los privilegios y pre-
uo en Unto que eres honbre; no dejas de vencer en rogativas del desprecio en la cabana pajiza de Ami
Unto que perseveras en ser buen hombre. No mandas das, «cuando locándola la mano cesárea, no tembló es
i lis otros, y por eso no te juzgas por gobernador. tremecida.» Y dice para muy ponderada enseñanza:
GnoJe gobierno tienes en tí de por vi Ja ; virey eres «¿A qué templos ó á qué muros pudo acontecer esto?»
de Dios en tu alma. ¿Cuál provincia es mayor; cuando Por esto muchos desprecios son estimación, y mu
le sobrará tiempo para gobernar en tí y mandar en chas estimaciones desprecios. Muda sus nombres elsen-
I»; pasiones, para obedecer lo que Dios te manda? timiento vulgar, que ni sabe lo que precia ni loque
Siempre tienes oficio honroso y ocupación muy im desestima. Esclarecidos varones se engañaron enestas
portante, si te ocupas en tu oficio. veredas; y eligiendo sendas descaminadas, fueron á dar
¡Eresdocto,.y té niegan la cátedra, la plaza, la presi á la parto do adonde huían. Desavínose. Julio César
dencia ó el obispado? Buenas cosas son las que te nie- con el desprecio en que estaba, cuando conjeturándo
§¡n; mas difíciles y peligrosas. Bueno es ser presiden le Sila por su desaliño, decía: a Conviene guardarnos
te ó obispo, empero es menester serbuen obispo y buen deste mozo mal ceñido;» fuese encaramando por los
presidente. Muchos buenos han sido obispos, que en puestos que adquiere la maña, hasta los mayores á que
siendo obispos dejaron de ser buenos. Hay muchas bon sabe trepar la violencia; con sed de adquirir, no solo
dades que duran con la pretensión y se acaban en po estimación, sino la suprema, arrebató para su ansia
diendo. Uno es el que pretende y otro el que goza. todo el albedrío de la fortuna; y el día que juzgó ha
Las dignidades á muchos dan lo que echaban menos ber arribado á la suprema estimación, se precipitó en
[ira ejecutar sus malas inclinaciones. Muchos preten el más vil y sangriento desprecio. Por el contrarío,
den serjueces, más para ser delincuentes sin castigo, Scipion se vio mayor acreedora Roma de lo que Roma
loe para darle á los que lo son. Muchos hombres se podia satisfacerle. Temió sus méritos, y que sus haza
condenan á sí en lo que condenan en otros. Mas rigu ñas le granjeaban más invidia de la que podia vencer
rosamente lo dice san Pablo, á los romanos, 2: «Inex el que venció las furias de Aníbal. Desprecióse á sí,
cusable eres, ó todo hombro que juzgas; en lo que al y despreció la ciudad. Juzgó por más conveniente que
«tro jurgas, 4 tí mismo te condenas, porque haces lo Scipion faltase á Roma, que obligar á que Romafaltaseá
propio que condenas.» Luego debes reconocer que el Scipion. Retiróse pobremente á unos baños, que sobrán
principe que no te da estos puestos, antes te preserva doles horror para cárcel, le servían de palacio. Ycuando
que te desfavorece. Muchos jueces, obispos y presiden- se (6) despareció á la admiración del mundo y al reu
(I! dfsioios. ifl. F.) ní ó ignorante. (F.S.)
StiipjraiZ. B.F.) (5) roble, («. S.)
9l despreciada , (S.) (6) desaprecio («.j-desapareciO £.)
1S4 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cor de la invidia, donde pobremente murió en tan vo Bien puede temerse que quien tiene por cosa torpe
luntario desprecio, entonces empezó su adoración no en el ser despreciado, no tendrá por torpeza el despreciar;
menos sublime afecto que en el del grande Séneca ; porque quien busca medio contra la virtud, la hace
pues sus baños, donde estaba su sepulcro, le obligaron extremo y viciosa; pues ella es el medio : si no aris-
ú decir en la espístola lxxxvi tales palabras: «Esto te cs- mético ni geométrico, lo es músico.
scribo, estando mal convalecido, en la misma quinta de Estimemos, señor don Manuel , el desprecio con an
«Scipion Africano, habiendo adorado las cenizas y aras sia de que cada dia se aumente. ¡Dichoso aquel á
»que yo creo es sepulcro de varón tan grande. Persuá- quien hallare la cuenta del postrero dia solo estima
»dome que su alma volvió al cielo, de donde descen- dor de su desprecio mismo! ¡Bienaventurado aquel á
»d¡ó, no porque gobernó grandes ejércitos (lo que hizo quien el mundo despreciare porque le despreció; que
«también Cambíses rabioso, que usó felizmente de su no deja algo que lesea precioso en el mundo; que no
«furor), sinopor su admirable moderación, más admi- ha gastado su estimación en otros bienes que en aque
» rabie en haber dejado la patria que cuando la libró.» llos que nos causó por guarecer nuestros males aquel
No adoró Séneca el polvo de Scipion porque mereció señor de quien se dijo «que se apocó á sí mismo, re
mucho, sino porque despreció lo que merecía. No ala cibiendo forma de siervo»: Exinanivit semetipsum
ba el haber librado su patria de A ni bal, sino el haber forman servi aecipiens» (a)\ Seguramente podrá
la dejado, despreciándose y despreciándola. Por estos vuesamerced y cuantos lo leyeren desestimar este pa
pasos llegó el desprecio á la adoración. pel por mió, y será ejercitarme, y no ofenderme; em
Estos debemos seguir, señor don Manuel : Scipion pero en mi desprecio me será lícito solicitar estima
defendió su patria peleando, y se defendió de su pa ción á mi intento, pues será gravamen á mi atrevi
tria huyendo. A generosa y bien sana imitación nos miento yá mi ignorancia. Yo merezco ser despreciado,
convida. Seamos despreciados, y viviremos seguros. y no sé serlo. Si como merezco el desprecio le conso
Despreciemos cuantas cosas nos quisieren hacer or lara, tanto me debieran los buenos como yo debiera
gullo nuestro desprecio; despreciemos á nosotros pro al bien. Yo me contentaré con haber dado enestees-
pios, no empero despreciemos á alguno, pues el pro crito alguna razón modesta, si no docta, de mi ocio.
verbio anciano amonesta « que pequeña centella des Dé Dios á vuesamerced su gracia, larga vida, con
preciada, muchas veces produce grandes incendios». buena salud. Madrid, 2 de setiembre de 1635.
Seamos despreciados , no despreciadores de los otros;
y no solo no aborrezcamos á los que nos deprecian, Don Francisco de Qultedo Villegas.
antes los miremos con el afecto que el enfermo á la
medicina preservativa de todas sus dolencias. No tiene
sabor cristiano aquel verso que dice :
Conlemni lurpe esl , legem donare mperbum.
(í) Sed semetlpsom exinanivlt formam serví acc¡plens.(SinP»-
Torpe cosa es ser despreciado ; dar ley es soberbia. blo á lot ftlipenset, n , 7.)

ENFERMEDAD.
CUARTA FANTASMA DE LA VIDA.

AL ILÜSTBÍSIMO SEÑOR DON OCTAVIO BRANQUIF0RTE, grato á su esclarecida memoria, cuya recordación
obispo de Chephalu en Sicilia (i) (»), acompaño con haber vuesa señoría aceptado por heren
Don Francisco de Quevcdo Villegas. cia aquella aticion con que siempre me hizo merced.
Hame socorrido la memoria con aquella epístola en
que Séneca escribió á Lucilo que para estudiar el
No puedo olvidar la amistad que estando en ese rei consuelo de la enfermedad molesta y de la muerte
no (cuando (2) gobernaba el grande y siempre victo forzosa, se fué á comunicar á Auftdio, varón incompa
rioso duque de Osuna ) tuve conel señor duque de San rable, que militaba con dolencias continuas, fatigado,
Juan, padre de vuesa señoría. No me es licito ser in- mas no vencido, de la poca salud (c). Yo, que hoy
arrojo el ánimo á este propio argumento, ahorro aque
(1) No puedo (F.S.) lla peregrinación para mejor estudio, repitiendo en mi
(í) El ilustrlslmo y reverendísimo don Octavio Brancíforte, hijo
de Hércules y de Ágata de Lanza, duques de San Juan , condes de ánimo la constancia con que vi á vuesa señoría ro
Canmarata, nació en Palermo, año de 1599. Mozo de veinte y un
anos, perdió i su padre, quedándole ocho hermanos huérfanos. en 1636 y 37, y en 8 de mano de 1638 pasó al obispado de Cati-
Estudió con los jesuítas de aquella ciudad filosofía y teología ; mas nia, donde su piedad, erudición, solicitud y prudencia eran mor
por consejo del principe Fílíberto se vino a Espafia , donde- la de antiguo conocidas y apreciadas.
protección de Jerónimo Coloni (después cardenal ) y del conde-du Sospecho haberle dirigido Qumso el presente discurso i fines
que de Olivares le llevó i las primeras dignidades eclesiásticas. de 1636.
Fué sumiller de cortina de Felipe IV; en 1634 subió á la silla
(U le gobernaba (S.)
episcopal de Cefalú; presidió los parlamentos del reino siciliano
(c) Esta epístola es la xxx.
1
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 153
deado de achaques importunos y peligrosos; antes in gastándola, y si no se gasta, no se goza. No hay peor
ducidos de invidia maléfica que de flaqueza corporal. pobre que el rico que por no gastar su moneda no
Vile atender más al estudio que ¿ la medicina, más goza delta ; ni peor enfermo que aquel que por no
á los libros que á los accidentes , más á la erudición gastar su salud no la goza. El temor supersticioso de
que á les aforismos, más á enseñar que á quejarse. Por enfermar es más honesta dolencia que la desorden,
esto me ha parecido, pues hablo de vuesa señoria, empero no es menor. Seguir la naturaleza; satisfacer
hablar con vuesa señoría. Óigame como amigo, auto la, no cargarla; que el alimento sea fácil y no costoso;
ríceme como texto. el que apetece, no el que la inducen y persuaden la
Mi Séneca en la epístola lxxvni dice estas palabras : imitación ó la lisonja de los otros sentidos : esta es una
Tria haec in omni morbo gravia sunt, etc. «Estas tres bbena receta de ingredientes y seguros ; mantiene sa
cosas son en toda enfermedad graves : miedo de la lud nativa y cuerpo acomodado á las edades y del á
muerte , dolor del cuerpo y intermisión de los delei la vejez. Menos burlas padece quien se cura para no
tes. » enfermar, con esta doctrina, que quien para sanar
AtréVome á añadir la cuarta (no solo por la prime se cura con esotra.
ra, sino por la mayor), en la necesidad de la medicina, Yo he vivido una vida que con razón está agra
dispensada por el médico en conjetura dudosa, que se decida á mi salud, por robusta y larga; he tenido
padece y se paga. Y pues si en esta parte hubiera cer enfermedades que no están quejosas de mi condi
teza se desterrara por entonces el temor de la mueite, ción : dos han sido. Helas padecido con paciencia,
se aliviara el dolor del cuerpo, se alentara la suspen no las he contradicho juntas; he convalecido de bal
sión de los deleites, determino empezar por ella, como de y presto, no sin reprehensión de los amigos, que
gravamen de los demás. me juzgaban temerario, y de mis vecinos, que por
Quien en su misma vida tiene mal de muerte, ¿cómo no ver mi zaguán asombrado de muías á todas horas,
presume que algún dia ni hora de su vida tiene sa me juzgaban sin remedio. Si treinta años de vida pa
lud? Quien tiene salud enferma, ¿qué novedad le hace sada no se han graduado de médicos para quien los
la enfermedad? Quien tiene cuerpo mortal y caduco, ha vivido , poco tiene que asegurarse de otros médi
¿cuál accidente extraña? ¿Por qué dice que está enfer cos : con diferentes palabras dijo un emperador esto
mo/ y no que nació enfermo? ¿Porqué dice que tiene propio. Yerdad es que no llamo , estando enfermo,
enfermedad, y no que lo es? Poca verdad se oye en dotor; que así llaman á quien sabe tanto como crea
los lamentos de los enfermos. Dice que le dio una apo- nuestro miedo , al que medra con nuestro peligro. Si
plegia el que debiera decir que se la comió; que se le el morir no hay médico que lo estorbe, y hay muchos
encendió un tabardillo, el que se hirvió con vino de que lo inducen; si la salud es su pobreza, si la enfer
masiado la sangre ; que le lia dado una calentura, quien medades su caudal, ¿qué hacen de su juicio los que
se \a ha dado con sus excesos. No cree para sus desórde se persuaden que los médicos (3) los desearán una sa
nes que puede enfermar, y por eso se queja de haber lud que no les vale nada, y que acabarán una enfer
enfermado. Pésale de tener el mal que gustó de tomar, medad que los es contribución y tesoro? No dudo que
sin advertir que el perder la salud está en su mano tan algunos seguirán la virtud, ni dudo que muchos aten
fácil, como difícil restituirla por la del médico. Seve derán á las exhortaciones de la codicia. Innumerables
ramente fué docto Hipócrates, eruditamente fué doc son los enemigos que tiene la vida del hombre, innu
to Galeno ; empero ninguno de los dos fué tan docto merables son, mas baratos; el mayor añadimos en el
y erudito, como obscuras y contingentes las causas médico, y este comprado. Muriendo le pagamos el
y principios do las dolencias. Muy excelentes médi delito ; sanando , la ignorancia dichosa. Cuando sin
cos ha habido y hay en el mundo ; empero todos cu saberlo que se dice, amenaza que se muere el do
ran con lo que saben, por lo que conjeturan de lo que liente, si (á su pesar) sana, se encarama en milagro.
ignoran y no ven. La parlería más cierta de que se valen Si diciendo que no hay que temer, se muere, se ab
es el movimiento del pulso, la color y otras señas de suelve con que llegó su hora ; que si le tomaran su
bí i) urina; mas estos son chismes de la naturaleza, no declaración, se supiera quien la trujo para que lle
confesión. (2) Juzgan con el uno la desigualdad ó la gase. ¡Grande privilegio es, mas doloroso, que solo (t)
intercadencia, en la otra lo claro ó lo turbio, lo encen en el médico sea precioso y honrado el homicidio!
dido ó lo benigno, lo seroso ó lo delgado ; empero ne Si los ajusticiados hubieran podido dar la honra á sus
cesita el físico de la sospecha para rastrear las causas, ministros como el interés, la brida del esparto noin-
que pueden ser inQnilamentediferentes: por donde sin vidiara á la de las muías. Algo he desenfadado el es
culpa de la ciencia se ocasionan los errores en las cu tilo; mas no sin cansa he serenado el ceño al discurso,
ras mas judiciosas. todo funesto : sirva esta cláusula de juglar á la pesa
Es enfermedad la ignorancia, á cuya causa nos cu dumbre de las veras. Todos enferman por los excesos
ramos de una enfermedad con otra. Ignora el enfermo ó contagios, sustos, golpes ó heridas; mas de ninguna
la causa por qué padece, y el médico la que cura. Cuan enfermedad se muere sin asistencia de la medicina:
do tenemos salud, despreciamos los excesos, confiando pocos males son tan hábiles, que sin la mano del fí
en la medicina ; en enfermando , que hemos menes sico sepan acabar con el hombre. Aun en las muertes
ter la medicina , desconfiados delta, ó la desobedece violentas toman parte, y no hay puñalada con que no
mos dudosos, ó la admitimos cobardes. La posesión sean cómplices sus tientas; apenas le basta á uno que
de la salud es como la de la hacienda, que se goza le maten para que no le visiten : llámanlus al muerto

(1) orina (B. S.) (3) le» (S.)
(Jj Juzgas (Z, B.) (4) el medico [ti.)
i 86 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para ver si lo esta, para que lo declare. ¡Oh miseria por cierto que la escamonea , y otras (3) cosas tale!
humana, qut» (1) te curo la yerba y la raíz y el mineral no escogen, sino que arrebatan sin elección las más1
con piedad, y que solo el médico te sane con lástima! veces; que van por lo que no hallan, y sactn lo que
Viene á ser tan poderosa la' paga, que sienten que se no buscan; que sacan algo de lo que pretenden, y que
acabo el enfermo, porque se acaba la cura", no la vida. se sale con ellas mucho de lo que no conviene; que
La receta facinorosa nos hace pagar en el barbero las nunca hacen tanto provecho con lo que sacan co
heridas, en el boticario el asco, en sus visitas la sen mo daño en entrar á sacarlo. Tongo por sospechosa la
tencia. Dannos los jarabes y brebajes, porque ha me crianza de los medicamentos entre codicia y oficiales,
nester venderlos la botica, no porque ha menester to y recelo andan con malas compañías entre el cobre y
marlos el doliente. Créese y págase la jerigonza en las el pozo, y no será temeridad decir que hay mis adul
recetas, y bébese la zupia. La basura en los botes la terios en las composiciones que en los matrimonios.
estima el peso, aunque la está acusando la escoba. Bien Confieso que hay excepción de excelentes y fieles y
conoció esto el doctísimo Comendador griego (o), cuan doctos médicos y artífices ; mas (4) no presumo lía-
do estando enfermo, todos los jarabes que le recetaron liarla yo. No por esto los desprecio, si bien los excuso;
los médicos para darle una purga, y la misma purga, y cuando más no pueda, que será algún día que ya no
iba echando donde había de purgar. Vinieron los mé puede venir lejos , los llamaré no para escapar, para
dicos, y preguntándole si habia purgado, dijo que sí. morir como es uso y costumbre. Pagarélos : ceremo
Registraron los cursos; y viendo tan espantoso color, nia introducida, no socorro eficaz. Llamaré á que me
dijeron: «¿Cómo quería vivir quien tal tenia en su cuer cure el que sé que pelea ; y moriré, como hombre, de
po ?» A que respondió : «Por eso no entró en él.» Según un dia tras otro, y trillado del paseo de las horas, sin
. esto, mandan que tomemos aquellas cosas que viéndo que tenga culpa en mi acabamiento otra cosa que mi
las, juzgan que no puede vivir quien las toma. Ahor composición, donde se muere por ley, y no por venia.
ro es de vida, ya que no de costa , comprarlas para Esto procuro yo : no sé qué estorbo me pondrán los
verterlas. Más ricos mueren en poder de sus juntas, sucesos contingentes.
que pobres desamparados deltas. No niego que sanan Probado he no solo que en el enfermo es la coarta
muchos á quien visitan; mas estos sin ellos alcanza molestia la medicina, sino la primera y la más grave, y
rán la propia salud de balde y limpia ; porque la natu que puede añadirla á las tres que dijo Séneca. Vál
raleza, que trata al hombre por de dentro y de cerca ganme por alegación todos los dolientes, y los vivos que
litiga con los achaques, es más docta que todos los fi lloran por cuenta della sus difuntos.
lósofos. Asi que, sanando cobran lo que se debía á la Resta consolar ala vidadestasamenazns, desta cien
naturaleza, y matando lo que ellos le deben. cia y de las falencias deste ministro. Lo primero, la
Por esto siempre he llamado, para guarecer, la dieta certidumbre que he mostrado de la medicina, es jun
(esto es, comer en mi casa), á la sed y al hambre, médi tamente medicina y eficaz exhortación á la templan
cos que andan al paso de la razón , como estotros al de za y conservación de la salud. Debemos el temor sa
sus muías. Tengo una vida que se desentiende de mi ludable de enfermar al miedo de no sanar si enferma
edad y la desmiente, aunque no la niega ; salud confiada mos, y el gusto de las viandas saludables al horror
en la templanza, las venas sin herida : y si bien ya mi de las pócimas, jarabes y purgas mal acondicionadas
edad es para sentir los motines de los humores, la mo y peligrosas. La preservación á que persuade este te
deración de la garganta ha pasado á más años la moce mor, no solo es barata, sino ahorro de cura contingen
dad, y el ejercicio robusto entretenido á pedazos el co to, de botica desapacible, de barbero facinoroso. Si la
lor del cabello, que en menor estación de tiempo suele medicina fuera infalible, hubiera quien enfermara por
desparecer, desconsolando la presunción de la barba. negociación y por hipocresía y por vanidad; sirviera
Ni es mal arbitrio, en razón de medicina, el no beber la enfermedad á la astucia y á la intención. Los ena
lo que sea necesario arrojar. El plato regalado de la morados la hicieran fineza, los ministros exageración
razón fué siempre lo que basta con alegría, el apetito de cuidados, los soldados resulta de servicios, los hi
por cocinero, la hambre por reloj: banquete espléndi pócritas penitencia, las mujeres perdidas tal vez
do en un manjar, de quien nunca estuvo qupjoso el afeito y tal vez achaque para demanda. Esto no se
cerebro ni la garganta ; que sustenta y no embaraza; puede dudar, cuando vemos que todos estos la fingen
que es juntamente alimento, médico y medicina. Me cuando no la tienen ni se aventuran á tenerla. Son
jor quita la moderación lo supérfluo que Galeno. Yo demostración deslo los pobres, que las llagas que se
desconfio mucho del tiento de las bebidas, temiendo pueden sanar se las abren verdaderamente para adqm-
que en los (2) retiramientos del estómago y en los escon rírlimosna por la conmiseración. Finalmente, señordon
drijos del pecho, si sacan lo más fácil, es la vida. Tengo Octavio, si la medicina no padeciera duda, y lascnras
errores, fuera más numeroso oficio ser enfermos que
(1) se enre \Z. B. F.) médicos. Y de la manera que en las borrascas no hu
(a) Fernán Nuílez de Guzman, llamado el Pinciano por haber biera santos propósitos, arrepentimientos, enmienda
nacido en Valladolid, fué de los sabios españoles que más contri de vida, votos pios ni escarmientos, si se supiera arte
buyeron al engrandecimiento de nnestras letras, lliscípulo estu
dioso de Nebrija, jr después de la universidad de Bolonia, colabo para resistir al furor de los vientos y desenojar las
rador en la impresión de la famosa Biblia complutense, catedra- iras de los golfos ; as! carecieran las enfermedades de
üco de retorica en Salamanca , comendador de la orden de San los desengaños de nuestra presunción y de los recuer
tiago, y fuera de España siempre respetado y aplaudido, murió en
Salamanca a los ochenta alíos de edad, en el de 1553. Hizo grabar dos á nuestro olvido, cuando no dudara enlossocor-
en su sepulcro este letrero llaitmum vitae bonum morí, y dejó su
riquísima biblioteca a aquella universidad famosa. (3) tales cosas 'S.)
(íj retraimientos \S.¡ (*) presumo <Z. B. F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. «37
radela medicina. Pues siendo esta enseñanza de El segundo trabajo de la enfermedad (3), en mi dispo
untó precio, ningún cuerdo negará la utilidad que sición, es el miedo de la muerte; y el primero en el or
ifcne, para doctrinar los motines de nuestra naturale- den y distribución de Séneca.
n la duda de los remedios y la incertidumbre de los ¿ Cómo puede temer la muerte quien no teme el ha
utilices. ber nacido? Y quien teme el haber nacido ¿por qué te
A los animales limitó Dios en el apetito la desorden me la muerte ? ¿Cómo puede dolerse de morir quien se
likosa. Cada uno apetece su alimento propio; su alegra de ser hombre? ¿Qué razón halla el hombre mor
[ulular carece de golosina. Dióles por médico el ins tal de temer lo quees? ¿De qué sirve temer lo que no
te. Al hombre dio apetito sin límite y sabor, que se puede evitar? Fuerza es que quien teme la muerte
íitndo licencioso, despuebla para servirá la gula todos tema la vida, porque toda la vida es muerte. Teme el
los elementos, hasta calificar en manjares las serpien hombre el postrer instante de su muerte, y ama los
te, en guisados las fieras, y tal vez son potaje y salsa muchos años 'dolía. ¿Quién es tan necio que tema que
d«neníidos los venenos. Empero dióle la razón por so acabe lo que aborrece? La verdad responde que todos
físico; j los desenfrenados usan peor delta que del ins aquellos que temen el acabar su vida, que es su muerte.
tílalas bestias. Sulo el hombre sabe lo que le hace Grande es el desacierto de los hombres : cuando
m il, y solo al hombre le sabe bienio que le hace mal. tienen salud, ni temen la muerte ni se acuerdan delta;
Dióle Dios, en el entendimiento, médico dentro de sí, cu perdiendo la salud y enfermando, temen la muer
vfcale fuera en el entendimiento de otro. Conoce te, como si la salud propia no fuera enfermedad incu
que le es daüosa la demasía, y quiere más curarse de- rable, y no mirara igualmente á todos el forzoso que ni
¡liqueeicusarla. Solamente le imita en la golosina la cuenta años ni se embaraza en grandezas ni desprecia
mosca; y por eso se la dio por persecución, para que humildades. Quien teme la muerte tiene miedo de sí
tiendoen la mas inmunda sabandija su defecto, le abor propio. No es la muerte cosa forastera ; con nosotros
reciese igualmente, como la aborrece, molesta, gloto nace y crece y vive. La muerte de cada uno es su cuer
na, sncia y porfiada. ¡Oh providente caridad de Dios, po; dentro de nosotros habita : no hay vena, no hay
que diese al hombre por reprehensión asistente un miembro donde no resida. Bien considerado, todo
animal tan asqueroso como pequeño, para que conó nuestro cuerpo es (4) posadas de la muerte. ¿Cómo
cese el horror de su voracidad ! pues se temerá la muerte y se amará el cuerpo? Mani
Dos grandes utilidades sacamos para nnestro consue fiesta locura es amar y aborrecer una misma cosa. Se
lo déla contingencia y peligro de las medicinas y de ñor don Octavió, tal es la persuasión bestial del pecado,
los médicos. El uno, el temor que nos amonesta ala que hace que tema nuestra vida la muerte, cuando en
templanza y buen regimiento , para no padecer las unas juntar y acercar nuestra muerte gastamos nuestra vida.
titeotros. El segundo, si adolecemos (1) por nuestro ¿Porqué pues tememos que se acabe de juntarlo que
cw.ramiento, para desengaño de nuestra fragilidad, cada dia y cada hora juntamos? La golosina de los ban
pnjprewncion de nuestra conciencia; puesainennza- quetes, que tanto se celebra; las delicias y placeres de
dosdeladolen.ia.y con poca confianza délos remedios, la lujuria, quo con tan grandes ansias se buscan y com-
iMdilalaelciieri'o niel viituosoel apresto de su espí pran ; las solicitudes aventuradas de la codicia, que (5)
ritu. £1 enfermo que en necesitando de médico no se nos son tan apacibles ; los deleites de las venganzas te
desahucia, y aguarda & que le desahucie el médico, mu merarias, el sabor halagüeño de la molesta ociosidad del
cho tiempo invidia á la cuenta de su alma : más siente juego, ¿qué otras cosas son sino recogedoras de muer
que se llegue el tiempo de darla que (2) darla. Mal con te, que con sus desórdenes (6) la juntan, la acercan,
sidera que si toda su vida era corto espacio para preve la abrevian y laanticipan? No son otra cosa sino dispo-
nir el juicio de una hora sola , que una hora ni un dia siciony aparato de la muerte que tememos; y ninguno
ni d« son espacio muy aventurado. Cierto es que un negará que todo nuestro regocijo le tenemos en estas
breve arrepentimiento puede dar buen cobro del hom cosas referidas, que nos fabrican y disponen la muerte.
bre mas perdido; empero no es buena diligencia para ¿Qué pues tememos, habiéndola nosotros fabricado
morir con él, vivir sin él. Salvóse en poco tiempo el un por sumo entretenimiento?
Uron, empero en el misino se condenó el otro. Salvó- Disculparán algunos el error de su mente con Aris
mDíihjj; mas no ha de morir otra vez Cristo Dios y tóteles, que en la Retórica, lib. i, cap. del Miedo,
hombre, como entonces murió. Quien se vale del buen dice : «Miedo es un dolor y una perturbación de áni
ladrón para la confianza, acuérdese del malo para el te mo, que nace de la imaginación de un futuro mal.»
xtor; crea que Dios puede disponerle para que se salve Empero esta definición excluye á la muerte por mal
ca un momento ; mas no viva algún momento sin dispo futuro; porque la muerte no es mal, ni está por venir,
nerse para salvarse. La enfermedad incurable es nacer; si bien está por acabar de venir. La muerte no es mal,
Pies en naciendo, es forzoso morir. Quien dcsta no se sino bien. No es malo morir, sino morir mal ; como no
piale curar, ¿cuándo podrá decir que está sano? ¿Qué es bien el vivir, sino el vivir bien. Morir es ley, y no daño
sJnd espera de las yerbas? ¿Qué convalecencia de los ni ofensa. En el propio capítulo dice el filósofo Sta-
■nédicos! No ha de ser el cuidado hacer que la vida sea girila: «Las cuales cosas luego (7) espantan, cuando
larga.sino buena. Nuestra muerte no reconoce otro mé están cerca; porque de verdad las cosas que están lejos
dico eficaz y docto para su salud, sino la buena con no espantan. Séamc indicio desto que todo hombre sa-
ciencia. Paralas enfermedades de la vida, solamente es
J&cdicina preservalivala buena muerte. (3) de mi disposición , (S.)
{i) posada {Id.)
(5) no son (/<f.)
(11 pira naeslro (F. S.) (6) le (Z. B.)
P) le darla, tz. B. F.) (7) que espantan, (Z. B. F. S.)
158 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
be que lia de morir ; mas porque no sabe que su muer ca de la cárcel mi alma.» A estas utilidades se llega el
te está cerca , por eso no la teme.» Perdóneme Aris ser logro el morir. Asegúralo el Apóstol: «Para mí Cris
tóteles, que no puede ignorar alguno que tiene cerca la to es vivir, morir logro.» ¿Luego debemos codiciar la
muerte ; pues todos saben que pueden morir cada ins muerte por preciosa? Tal es en la presencia del Señor la
tante, y deben saber que no solo la tienen cerca de sí, muerte de los santos. Con sabrosa elegancia nos ense
sino dentro. Por esto dirán los enfermos que la temen, ña lo que somos, y lo que son y para qué la vida y la
porque ven sus mensajeros en los accidentes y dolores; muerte, san León papa, serm. 1, De Resurrectione :
y los viejos, porque la ven con los ojos que ella les cier «A cualquier hombre, que de otro en otro por al
ra. Empero la muerte no es de las cosas que unos ni guna conversión se muda, es fin no serlo que fué, y
otros deben temer porque la tienen cerca : no la han de nacimiento ser lo que no fué. Mas conviene saber para
temer, sino disponerla; no la han de temer, sino reci quién se muere ó se vive ; porque hay muerte que es
birla. Quien la acaricia, hace lo que debe; quien la re causa de vida, y hay vida que es causa de muerte.»
husa, hace lo que no puede hacer. Ella se difiere, mas Débese pues solamente temer esta vida , y débese
no se evita. Muchas enfermedades suelen dilatar la vi amar aquella muerte.
da en años, y muchos con salud robusta se precipitan Después de haber dado sagrada doctrina á los que
en la mejor edad. Muchos viejos y caducos ven en enfermos temen la muerte, quiero enseñarlos, no sin
terrar niñeces y juventudes recien amanecidas y flore vergüenza, con el sentir de los gentiles, que vivieron
cientes. La muerte tan cerca está del primero cabello sin luz. Sea el primero mi Juvenal, en la sátira i; poe
como del último. O la han de temer todos ó (1) ninguno. ma en que excedió en la doctrina á todos los filósofos,
Yo aconsejo que ninguno tema la muerte, y que todos (5) en la elegancia á todos los poetas :
teman la mala muerte ; que ninguno la tema , y que
Hase de desear que en cuerpo sano
todos la dispongan. Sófocles dijo, serm. cvn, «que la Reine la mente sana. Pide fuerte
muerte era el postrero de los médicos.» Yo, que el pos Animo, que carezca de temores
trero y el mejor, porque de una vez libra , no solo de De la muerte, que ponga entre las dádivas
todas las enfermedades, sino de todos los otros mé De la naturaleza los postreros
Espacios de la vida, y que tolere
dicos. La muerte sola cura los males , las demás medi Cualesquiera trabajos.
cinas los entretienen. ¿Quién temerá enfermo su pos
trero médico y el mejor? Por esto dijo Séneca: «La Menandro dijo : «A quien los dioses quisieron bien,
muerte es remedio de todos los males. ¿Quién temió el permiten que en la juventud muera.» Sotades(a)la
remedio del mal que padece?» Y en otra parte el gran llamó «Puerto de todos los mortales». Esquilo: «¡Oh
de Español : «Necio es el tirano que da la muerte por muerte ! ruégote que no desdeñosa me difieras el lle
pena al que con la muerte libra de la pena que le pre gar á tí. Tú sola curas los males incurables, y ningún
tende dar.» Según esto, el enfermo no debe temer la dolor sigue á los muertos.» Anaxágoras decia: «Hay dos
muerte, antes estar agradecido á la enfermedad. Dice doctrinas de la muerte: la una, el tiempo antes que
el gran padre (2) san Jerónimo: «La fortaleza delcuerpo naciésemos ; la otra, el sueño.»
es enfermedad de la muerte,y laenfermedad del cuerpo Examinadas estas dos doctrinas, arribaremos al ver
es fortaleza del alma.» Y esto porque acuerda al hom dadero conocimiento de los gentiles. Nuestro Séneca,
bre de Dios y de sí, despierta su advertencia y castiga que en la eternidad del alma repetidamente dicen se
su presunción; desátala de sueño ignorante para que contradijo, (6) en partes habla con sentimiento casi
se levante. Dijo el Apóstol : «Porque cuando enfermo, católico, lo que se lee en la epístola lxxix : «Entonces
estoy más fuerte. La virtud en la enfermedad se perfi- tendrá nuestro ánimo que agradecerse á sí, cuando
ciona.» ¿Qué otra cosa puede ser tan amable como la libre destas tinieblas en que se revuelve, mirare la
enfermedad, que perficiona la virtud que nos perficio- claridad, no con vista flaca, sino que admitiere todo
na? No carece deste bien la vejez, (3) que Cicerón di el dia, y fuere vuelto á su cielo, cuando recibiere
jo: «La misma vejez es enfermedad.» Y yo, por el con aquel lugar que ocupó con la suerte del nacer. Arriba
trario y no con menos verdad , digo que la misma en le llaman sus principios. Llegará allí aun antes que
fermedad es vejez. No pues á laenfermedad le sea mo sea desalado desta cárcel, luego que se limpiare de
lesta la muerte con el temor de la opinión cobarde que vicios, y puro y leve resplandeciere en las contem
tenemos della. Por muchas razones debemos perderle placiones divinas. O Lucilo, esto nos importa obrar;
el miedo y aguardarla con afición. «La muerte (dice á esto hemos de encaminarnos con diligencia, aunque
mi Juvenal) sola confiesa cuántos son los (4) corpezue- lo sepan pocos, aunque lo vea nadie.» Palabras son
los humanos.» Bien merece esta noticia antes curiosi estas verdaderas, no solo doctas, sino devotas, y que
dad de saberla que horror para ignorarla. hacen por acreditar la correspondencia de san Pablo
Pasemos al consuelo sagrado y verdadero. Oigamos á con Séneca, si el estilo de las cartas tuviera paren
san Pablo : «Desátese la casa desta habitación; edifica tesco con las canónicas. No menos se afirma en la in
ción tienen de Dios.» (u, Corint., 5.) Por esto decia: «De mortalidad del alma en la epístola lxxxvi, cuando dice
seo ser suelto y estar con Cristo.» ¿Luego la vida es ven estaba en la villa de Scipion reverenciando sus aras
ta de que se debe desearsalir ; luego es prisión deque se y cenizas, como sepulcro de tan grande varón : «De
debe procurar libertad? David lo dijo, salmo ciu : «Sa- verdad su alma subió al cielo, de donde vino.»
Olvidando la confesión expresa destos lugares J
(1) ningunos, (z*. B. F.)
(2) Jerónimo : [Id.) (5) y en elegancia (S.)
(3) de que Cicerón (S.) (a) Poeta lascivo, natural de Crcto.
(i) cucrpczuelos (Ji.) (6) que en partes (Z. B. F.)
LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 130
k otros machos. Tertuliano, en el principio del libro cuando adormece el cuerpo, y la recoge en sí des
iiLa resurrección de la carne , le acusa en tales pala- cansada de las molestias de pasiones y afectos quo
ins: «Nada hay después de la muerte, es de la escuela padece, derramada por los sentidos y atenta á di
de Epicuro. Dice Séneca : Todo se acaba después de ferentes operaciones.» El sueño, según esto, es una
i¡ mueiie, también ella.» No coligió bien Tertuliano doctrina cotidiana de la muerte, que nos va persua
contra nuestro Séneca, pues necesariamente de aq ne diendo con su sosiego que es descanso del trabajo, y
to palabras se colige que Séneca afirmó la inmorta- no trabajo; por esto le llaman imagen de la muerte,
ÍM del alma y otra vida ; pues si todo lo mortal se por esto hermano. Y asi como el sueño es alivio del
aoSa con la muerte , y la misma muerte , forzoso es que vive, así la muerte es sueño del que muere. La
que se acabe con nueva vida y con nacer de nuevo á Iglesia católica le da este nombre cuando en las pos
Tilia eterna. Lenguaje es sacrosanto matar la muerte, treras palabras de los difuntos ruega: «Descansen en
i ser muerte de la muerte. Cristo nuestro Señor la paz.» Son tan parecidos hermanos el sueño y la muer
(lió muerte con su vida, para que viviésemos sin te- te, que así como el largo desvelo es grave enfermedad
Mrli. Opónenle, ó los que (1) lo aborrecen por es por la falta del sueño, asi la vida larga es grande pe
pañol ole invidian por admirable, que dijo: «¿Unie ligro (5) por las tardanzas de la muerte. Quien en
res »ber lo que serás después de muerto? Mira á lo esta vida durmiendo estudia en el sueño que duerme,
que fabtes antes de nacer ; » siendo así que en estas se previene docto para el sueño de la muerte, quo
palabras trató del compuesto que resulta de cuerpo y aguarda. Y de la manera que el sueño nos es dulce
alma, y de sus operaciones, en las cuales le repre porque nos descansa del trabajo, nos debe ser apaci
sentó que el ocio de la usacion dellas seria semejante ble mucho más la muerte, que nos rescata del.
al que precedió £ su concepción. Y en estas palabras Si temiera el hombre la muerte por las enferme
Séneca tocó la primera de las dos doctrinas de la dades del alma, fuera su miedo útil y loable; mas te
muerte que Anaxágoras afirmó que habia, diciendo merla por las dolencias del cuerpo, que las mis veces
que la primera era el tiempo antes de nacer, y la se son medicina de las del espíritu, es necedad y delito.
gunda el sueño. ¡Oh, señor don Octavio, cuan descaminados son los
. EsU postrera, que del todo destierra el temor de afectos humanos! Pocos, teniendo salud corporal y alma
la muerte, la declaró doctamente y piadoso Themis- apestada, estando muertos, se acuerdan de que son
t¡o, serrn. cxvn. De laude mortis (*), cuando res- mortales ; y los más, en sintiendo un pequeño acci
pendiendo Timón á las oposiciones de Patrocleo, que dente, tiemblan de la muerte.
acreditaba los temores de la muerte, dice: « Las pro Diferente conocimiento tuvo el grande Platón de
pias toces con que hablamos del que murió, enseñan las enfermedades del cuerpo, pues las buscó para la
1« en la muerte no hay algo grave, y son estas : salud de su alma, yéndose á vivir en lugares panta
apartóse, fuese, descansa; significando claramente nosos y mal sanos, porque el contagio del aire, debi
partida, trinsito y sosiego. Lo primero, la propia pa litándole el cuerpo para los afectos, se le dispusiese á
cora, carees nombre de la muerte, no significa bajar la virtud y contemplación. Valiente voz pronunció
í loar subterráneo, sino subir al asiento de los dío- (6) Stilpon, filósofo (a), cuando dijo que los hombres
**; por lo cual es probable que el alma, como de- enfermos eran como los presos en cárcel flaca y rota
atada de las ligaduras del cuerpo luego que muere, y en prisiones débiles, que por la flaqueza dellas te
«moya libre, recreándose y descansándose, se junta nían fácil la libertad.
a Dios y depende del. Demás, se ha de considerar Demócrito, filósofo de vista muy perspicaz, cegó
i'* la palabra qne significa nacer, por el contrario, para poder mejor contemplar el cielo, temiendo la (7)
significa caer en tierra y bajar, porque baja á aquella sanidad de los ojos corporales por divertimiento de los
parte qne muriendo el hombre asciende. » Y más de la muerte. Y nosotros, que con la luz del sol de
akjo, en el propio discurso, el mismo autor : «O justicia, Cristo, vemos lumbre eterna, ¿temeremos las
Patrocleo, entenderás que el alma fuera de su na dolencias y defectos de la salud y del cuerpo, que nos
turaleza se junta al cuerpo y se ata á él, y esto por- sirve de sombra y de sepulcro portátil, con que vivi
1« d sueño es el más suave de nuestros afectos. Lo mos muriendo para acabar de morir? Oigamos á san
primero, acalla en todos , los dolores de los sentidos, Pedro Crísólogo, serm. xlv: «Qué cosa más enferma
P°rar deleite agradable y familiar. Demás dcsto, ex- que el hombre, á quien engaña el sentido, burla la
^dí todos los deseos, aun cuando son más veliemen- ignorancia, cerca el juicio, ofende la pompa, el tiempo
<<s. Por lo cual, los que encarecidamente son dados deja, la edad muda, entorpece la infancia, la juven
i la música, luego que el sueño desciende á sus ojos,' tud precipita, la vejez quebranta?»
jo le pueden vencer; y los abrazos fuertes y deleites
^ los amantes los desata. Mas ¿de qué sirve referir (5) para las (S.)
otras cosas, cuando aquel contento que la diciplina y (6) Stildon filosofo (£. B.)
woyersacion y la filosofía producen, (2) ocupándonos el («) Natural de Megara : floreció 306 aOos antes de Cristo. Do
sueno, (3) lo aparta del ánima, como llevados y su tado de suma viveza de ingenio, hizo prodigios en las ciencias
exactas, j fué recibido de los atenienses con muestras de ad
mergidos de (4) una corriente apacible ? Los demás miración ínanditas. Si como hombre de recto juicio supo des
afectos anuirán al cuerpo el alma ; el sueño le aparta preciar el politeísmo, no careció Stilpon de suücicntc prudencia
para no oponerse á las preocupaciones populares, bien que no
bastó para que al fin los atenienses dejasen de perseguirle y des
(ti le (£*".) terrarle. Murió, muj anciano ya , en la isla de Eglna , habiéndose
3 «apandólos rz. B. f. S.\ arrebatado i la vida, según el decir de varios escritores, con el uso
mi*.».) inmoderado del vino.
(»¡U(Z.B.) (i) santidad \Z. B.)
160 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El tercero gravamen es el dolor del cuerpo y las ! claro á la presunción humana, y (7) en lenguaje de
ansias que ocasiona, las quejas & que obliga, Iris lá- ' que no puede desentenderse. Las enfermedades sin
grimas que exprime. Séneca dice (a) «que todo eslo dolores tienen mucho de lisonjeras; los que las traen,
hacen tolerables los espacios de la intermisión , por- nada que convenga callan : no se contentan con decir
que la intensión del dolor sumo tiene fin. Ninguno al hombre la verdad de su miseria; antes (8) hacen
puede' padecer mucho dolor mucho tiempo. Tales nos j que la confiese 6 gritos. Grande bien cs'desengaño
dispuso la naturaleza, enamorada de nosotros, que , persuadido. La verdad más desnuda que amonesta
dispuso el dolor ó tolerable ó breve. Los grandes do nuestra flaqueza son los dolores; ¿cómo pues los se
lores consisten en las más tenues y delgadas partes remos ingratos? ¿Para qué cosa será de provecho una
del cuerpo : los nervios y los artejos, y todo cuanto es cabeza que con un dolorcillo se vence y se descon
menudo, acérrimamente fatiga luego que concibe en cierta? Bueno es vivir sin dolores, empero (9) mejor
lo estrecho los malos humores. Empero estas partes es, teniéndolos, sufrirlos. Vivir sin ellos ninguno pue
luego se amortiguan, y con el mismo dolor pierden de, sufrirlos pueden todos. Lo que merece al dolante
el sentido del dolor: ó porque el espíritu, prohibido la purga, siendo amarga, y á lodos los sentidos des
del curso natural y mudado en peor, pierde la fuerza apacible, ¿por qué (10) se lo niega al dolorbien sufrido?
con que nos aflige y (I) amonesta; ó porque el humor Este con más certeza es medicina saludable, que la
corrompido, no teniendo donde corra , él mismo se otra bien pagada y bebida. Más enmiendas lian resul
quebranta : y con estas cosas, que (2) en demasía tado de los dolores, que convalecencias de las purgas.
llenó, quita el dolor ó el sentir. Así la podagra y Enfermedades hay en que es indicación de salud el
la quiragra, y todo dolor de (3) niervos, se quita dolor, y muchas veces el no sentir el dolor es señal
luego que entorpece la parlo que atormenta. De todos de muerte.
estos el primer acometimiento aflige, y la duración Ya hemos llegado á la postrera y cuarta molestia
acaba (4) el ímpetu; y el fin del dolor es la insensibi de la enfermedad, que es la suspensión de los deleites.
lidad que el mismo dolor causa. El dolor de los dien El enfermo á cuya dolencia es gravamen la inter
tes, de los ojos y orejas, por (5) esto son muy agudos, misión de los deleites, está malo y es malo ; tan acha
porque nacen en partes angostas. Este es pues el cosa tiene el alma como el cuerpo. Ama la causa de
consuelo del dolor grande, que es necesario dejarle su mal, que fueron sus deleites , y aborrece su mal.
de sentir cuando le sientes demasiado.» Hasta aquí Tal era aquel vicioso que en el (11) Mercator de Plau-
son palabras de Séneca. Digolo porque las he tradu to dijo : «Iré al médico, y allí con tósigo me daré i
cido ; que si no, fuera locura persuadirme que ellas no la muerte, pues me quitará aquellas cosas por cuya
se daban á conocer entre mis borrones. Atreveréme causa deseo vivir.» Habíale enfermado el beber vino,
á decir algo, no añadiendo á Séneca, sino imitándole. la lujuria y la glotonería; y temía que el médico le
Ningún hombre lloró ni se quejó de la causa de quitase el uso tiestas cosas, por las cuales solas él de
su dolor, que fué su desorden; y todos lamentan su seaba vivir, y con las cuales no podia dejar de morir
dolor. No es posible no sentir los males, mas es fácil se. Tal es el desenfrenamiento de nuestro apetito, que
sufrirlos y es gloria vencerlos. Un nervezuelo en una nos aflige (12) breve suspensión de los vicios; siendo
muela podrida triunfa del sufrimiento y do la pa así que la intermisión dellos es apetito para volver á
ciencia y (fi) fortaleza de un hombre, y le disfama ellos. La medicina no los quita, sino los suspende ; y
la boca con quejas, y los ojos con lágrimas, y el ros el hombre ni puede sufrir ¡a enfermedad que le oca
tro con visajes mujeriles. 'Destos tales, es más verdad sionan, ni estar un punto sin la ocasión de su en
decir que los tiene el dolor á ellos, que ellos al dolor. fermedad. Quítale el arte el vino, para quilaile [afie
Si se aplacara con llantos ó con gestos, pudiéranse bre; quítale la glotonería,4)ara disponerle los humores;
disculpar por medicina. quítale el uso de las mujeres, porque se fortalezca; J
Consultemos, señor, con nuestra conciencia nues el mal enfermo quiere más morir gozando destas des
tros dolores: de ella oiremos que son acusación justa de órdenes, que vivir para gozarlas. Quiere ser vicioso de
los distraimientos del miembro que los padece. Con- tal manera, que por no dejar de ser vicioso deje de
cíbennos en pecado , párennos con dolor, y extraña ser hombre. No siente la enfermedad delcuerpo, sino
mos vida dolorosa. Mucho más conveniente fuera cu porque siente que le limiten las del alma. Esto suce
rarse los hombres de la impaciencia de los dolores de. Y da la causa san Pedro Crisólogo (senn. in»)¡
«porque el hombre yace voluntariamente en los deli
que de ellos, cuanto es mejor guarecer de los acha
ques del espíritu que de los de la carne. Razón es tos y por fuerza en las enfermedades.»
. ¿Piensa el hombre que porque en la cama no hace
mitigarlos con remedios, mas no añadir vicios y locu
alguna cosa eslá ocioso? Engáñase; que la ama con
ras á los dolores. No hallo razón por qué los dolores la enfermedad es teatro para ostentar las fuerzas del
sean pesados á la enfermedad y al enfermo, sino con
suelo de la una y del otro. A muchos han hecho en alma y las del cuerpo. Sus batallas tiene el lecho, y
sus hazañas la dolencia. Si el hombre luchando con
mendar la vida, á muchos codiciar la muerte. Hablan los dolores los vence, más es buen soldado que mal
enfermo ; si agradece al mal la intermisión de los de-
(a) En su epístola liiviii.
(1) molesta; \S.)
(2) en mas de si llevó , quitar (Z. B.) — quita (F. S.) (et liis (7) el lenguaje (S.)
quae nimls implevit, dice Séneca.) (8) hace (Z. B. F.)
(3) nervios , (S.) (9) es mejor en teniéndolos, (S.)
(4) al Ímpetu; (id.) (10) no se lo niega iM.;
(5) estos (Z.) («) Mercader [Id.)
(6) la fortaleza (S.) (12) la breve (Id.)
Las cuatro pestes y LAS CUATRO FANTASMAS. ' 161
leites, gloriosa victoria adquiere su alma; gran valen noca hemos referido, y Séneca me persuado lo apren
tía es luchar bien con la calentura y demás acciden dió de Job. Dice que el enfermo que no puede mover
tes : si no te fuerzan, si no te afligen, si no te derri los pies ni las manos, puedo aprender y enseñar.
ban, grande y provechoso ejemplo eres. ¡Oh si los Jub en todo su libro enseña y da doctrina, sin pedir
enfermos tuvieran auditorio y aplauso , cuan grande ■ en algún lugar medicamentos : desea aprender, y
ocasión de gloria fuera estar enfermo ! Voz es de Sé [ pide que le enseñen cuando dice: «Enseñadme y ca-
neca: aNo te vea alguno, nadie te (1) atienda, mírate I liaré; y si acasoignoréalguna cosa, instruidme.» (Capí
tiá tí propio, tú te alaba.» El tabardillo y el dolor de tulo vi, 2 i.) Cátedra es la cama, lugar es de doctrina,
costado prohibe al que pasea, el andar; y al que jue estudio es la enfermedad; en los temerosos y flacos,
ga, las manos; empero no estorba ni aprisiona alguna y asidos al cuerpo y á sus deleites, es patíbulo, dondo
operación del espíritu. Padeciendo estos males rabio están á la vergüenza, donde son justiciados de su do
sos, puede el hombre aprender y enseñar, ejercitar lor por la culpa de su pusilanimidad y torpeza. Acuér
la caridad y la paciencia, ostentar la fortaleza y la dase Job de que tuvo salud y fué opulento; empero no
cooslancin, enseñar á la dolencia pestilencial y vene pide la salud ni la riqueza ; antes refiere la gravedad
nosa qne tiene alma en que guardar vida, que no teme y el asco de sus males. Suyas son estas razones, ca
su muerte. pítulo xvi : «Yo aquel otro tiempo opulento, fui des
Llámase desdichado el enfermo, y crece su mal con liedlo de repente; venció mi cerviz, quebrantóme y
sus lamentos, porque en el verano, con los hielos en púsome como por blanco. Rodeóme con sus lanzas, hi
tretenidos á pesar del calor, no bebe copiosamente en rió mis costados, no perdonó, y mis entrañas las der
julio la condición del invierno ; porque no bebe los ramó (8) en la tierra. Cargó sobre mí una herida sobro
vinos (2) que con la peregrinación han adquirido ma otra ; como gigante embistió conmigo. Vesti saco sobro
yor fuerza y precio ; porque no ve en (3) su mesa los mi piel , y cubrí de ceniza mi carne. Hinchóse mi cara
ostiones y marisco que la gula fué á buscar entre las con el llanto, y mis párpados se anochecieron. Esto
ondas, que la golosina descerraja de las clausuras de padecí sin delito de mis manos , teniendo inocentes
sus conchas ; porque no puede ser pródigo de su vida mis rungos en la presencia de Dios.» Consuélase el
á persuasión de la miseria de su lujuria. ¡Oh mal santo Job de tan graves enfermedades del cuerpo con
aventurado enfermo , que lloras la falta de aquellas la salirtl que tiene en su alma. No pide á Dios que lo
cosas mismas por (4) quien sientes la falta de tu salud alivie de aquellas; dale gracias porque le limpió destas.
propia! Las enfermedades muchas veces las da Dios por ejer
Los sagrados apóstoles nos enseñaron & buscar la sa cicio á los buenos y á sus amigos ; y así sucedió con
lud. No se puede llegar á ella, si no se deja todo pri Lázaro : (Joann., 11) «Luego que oyó que Lázaro estaba
mero'. aVes que lo hemos dejado todo y te seguimos,» enfermo, se detuvo en el mismo lugar.» Habíanle es
dijeron a Cristo , que es salud y vida. Aquella mujer crito sus hermanas : a Ves que está enfermo el quo
que padecía el flujo de sangre nos enseñó á curar amas:» y aguardó á que le escribiesen: «Señor, si
nos: primero con la fe que tuvo , de que tocando al estuvieras aquí, mi hermano no hubiera muerto.»
ruedo de la vestidura de Jesús guarecería, se curó de Conocieron que la muerte (9) es ejecutiva adonde no
la enfermedad del espíritu ; y luego, tocando, de la está Cristo. Y dijo á sus discípulos : «Lázaro es muer
corporal. Job fué una población de llagas, todo su to, y me alegro.» ¡Oh lenguaje de Dios hombre, quo
cuerpo enfermedades ; raíase los gusanos , no los la para su mérito deja luchar con la enfermedad al quo
mentó; mirábase las úlceras, no las lloraba; no litigó ama , y para el ejemplo y el misterio se alegra de quo
por sanar, no llamó médico, no pidió medicina , no muera! Siempre da Dios más y mejor que le pedimos.
se mudó de muladar ; toda su batalla fué despreciar Las hermanas pedían para Lázaro salud, que pudiera
estos males, y curar del horror que de verle en ellos adquirir humanamente con la medicina; Cristo las da
tenían los entendimientos de sus amigos, la ignoran resurrección. Pídenle cura, y dales milagro. Persua
cia de su mujer. ¡Oh qué valiente guerrero! Ningún dámonos, si Dios nos deja en la enfermedad, que con
capitán general triunfó de sus enemigos como él de sus viene ; y si acabamos en ella, que nos (10) ha de restituir
amigos y de sus calamidades. Opóncse á las (a) enfer la resurrección la vida.
medades del espíritu, no del cuerpo ; persevera en su La vida nuestra el último dia se acaba, y el prime
inocencia y en su fortaleza ; estima sus calamidades ro empieza á acabarse. La muerte no se muestra igual
por Ocasión de sus victorias; osténtalas, no las acusa; mente cerca en todas las cosas, mas en todas está cer
blasónalas, no las padece. Su consuelo dice que osera ca; porque no sabemos en qué lugar nos aguarda, de
que (6) afligiéndome con dolor, no me perdone , ni bemos esperarla en cualquier lugar. Por no atender
contradiré á las palabras del (7) Santo.» (Cap. vi, 10.) á esta consideración , muchos mueren antes de em
¡Oh animosas palabras! Siempre habían de asistir cu pozar á vivir. A esta causa el malo cuenta muchos
los oídos de los enfermos por aforismo de la carne y años de tiempo , y ninguna hora do vida. Cierto es
del espíritu. quo quien siempre contempla la muerte , nunca la
Seoor don Octavio , Job nos verifica lo que de Sé- teme. La enfermedad y la vejez son doctrina contra los
espantos de la muerte: quien las estudia tanto como
(li atiende, (Z. B.Fl las padece , doctamente acaba de morir. El dolor del
tí) con la peregrinación «pie (/<?.)
(3> la mesa i B. 5.)
¡i quienes (5.) (8) sobre la (S.)
í5i calamidades del espirita , (M.l (9i está ejecutiva (2. B.)
■0 sGipié.idole con dolor, no perdone (Z. D. F.) (IOi la ha de reitünir la resurrección. La vida nuestra el últi
G> Esiiirila S -nto. (Z. B. F. S.) mo (Z. B. F. S.)
102 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
cuerpo es medicina para el sosiego del espíritu ; la lugar. La muerte por si es mandamiento de soltura
intermisión de los placeres y gustos en la dolencia, es para todos : igualmente suelta á los inocentes como
conocimiento de que no son placeres ni gustos los que á los reos. Desdichado del que sale de prisión tempo
se lian de dejar para tener salud , y de que solo lo son ral para la eterna; este solo empieza una muerte sin
aquellos que ni la enfermedad los suspende ni la fin, del fin de otra muerte.
muerte los acaba, cuando antes los aumenta y asegu Y porque la verdadera esperanza en Dios nos quita
ra. Ya que vivimos muriendo, muramos para vivir. los miedos inconsiderados del amor desta vida, y Cris
Conservemos la salud, para que sin los atajos de vicios to nuestro Señor antes de espirar en la cruz dijo siete
y desórdenes la acabe en nuestra composición el pa palabras, para enseñarnos que en su pasión gloriosa
seo del tiempo : para esto es (I) bueno no adelantar hay caudal para nuestra verdadera salud y para hacer
nos al tiempo ni cesar en él. Precioso es el dolor que la muerte fecunda de vida y de salvación ,—yo acabaré
nos amonesta la fragilidad de nuestra carne: perdoné este tratado (que es el postrero de todos) con las mis
mosle lo congojoso por lo útil. Bien intencionada es mas siete palabras con que acabó Jesucristo su vida
la enfermedad quo nos va abriendo las puertas de para matar nuestra muerte, y para que cualquiera
nuestra prisión ; lo que nos toca, siendo forzoso salir cristiano acabe con ellas de manera que pueda empe
della, no es cuándo saldremos, sino cuales y para qué zar (2) por ellas; diciendo :

AFECTO FERVOROSO DEL ALMA AGONIZANTE,


CON LAS SIETE PALABRAS QUE DIJO CRISTO EN LA CRUZ.

Jesucristo, Hijo de Dios y Dios y hombre verdade Luego, para esforzar la flaqueza de nuestros méritos,
ro : con los ojos nadando en muerte, antes de espirar y por mostrar que tu Santísima Madre era con su in
te hablo con las palabras que antes de espirar dijiste tercesión la puerta del cielo, dijiste á Juan :
á tu Padre. •
Tú, Señor, para mostrar que en tu pasión hay vir Discípulo, ves ahi á tu Madre.
tud poderosa á reducir (.1) pecadores impenitentes, A tn inmensa liberalidad ¿qué la quedó por dar,
dijiste: pues á tu discípulo diste tu Madre? ¿Qué misericor
dias no esperaré si las pido á tu muerte por tu Madre?
Padre, perdónalos; que no saben lo que (4) hacen. Pues das lo que nadie se atreviera á pedirte, concé
Esta palabra dijiste por pecadores que no se cono demela salvación con que ruegas á mí, que te la-pido.
cían ni arrepentían, y por ellas se volvieron hiriendo Si no la merezco por los pecados con que te (7) ofendí,
en los pechos, y se convirtieron después. No se niegue, alego á tu piedad que diste vista al que después de
Señor, este arrepentimiento, qiic obró en los pecado muerto te dio una lanzada. Usa con el hierro de mi al
res que te crucificaron y le veían crucificar, al peca ma y vida la magnanimidad que usaste con el de la lan
dor por quien te crucificaron y que crucificado te za. Y porque cuando con tu muerte se cumplía tu tes
adora. tamento en Juan, que solo de los discípulos asistía tes
Después, para mostrar cuánta eficacia tiene el cono tigo, se representó la congregación de los creyentes,
certe y el rogarte, al ladrón queen el último trance de de la cual la major parte era de pecadores que no (8)
tu vida y la suya te conoció, dijiste: se conocieron, y después alcanzaron luz de verdadera
fe; y por medio de la penitencia fueron lo que signi
Hoy serás conmigo en el paraíso. fica la palabra Juan, que se interpreta «en quien está
El te dijo que te acordases del cuando estuvieses en la gracia» ; por esto pues dijiste á tu Madre :
tu reino ; yo te digo que te acuerdes de mí cuando estás
en él ; y al ladrón le digo que interceda por mí, para Mujer, ves ahi á tu hijo ;
que cobre un compañero, con las proprias palabras (5) porque los fieles de la Iglesia, que en él se figuraban,
que se perdió el suyo. Señor, en el proprio oficio usa supiesen que en tu Madre los dejabas madre.
rás conmigo la misma misericordia, pues toda mi vida Y porque conociésemos el tesoro de méritos á que
he sido ladrón de mi propia vida, hurtándola á tu ser nos diste derecho en tu pasión, dejándolos para caudal
vicio. Si le fué prerogativa morir á tu lado, yo muero de nuestro rescate.
& tus pies; y tu lado, después de muerto, se abrió pa Dijiste :
ra mí como para todos : dio vista á quien le rompió
con hierro ; no la (6) niegues á quien te la pide con lá D ios m io, Diosmio, ¿por qué me desamparaste ?
grimas. El no llegó tarde, aunque llegó á tí al fin de su «Padre, pues sin tener yo culpa me (9) dejas en tan
vida ; no llegue tarde yo, aunque vengo al ün de la mía. grande pena , dales á los hombres que merecen pena,
gloria por mis merecimientos. Y pues yo pago su deu
(1) muy bueno (B. S.) da, el desampararme sea causa de ampararlos ; que yo
(2) por ellas. Afecto Fervoroso (S.) nosoy capaz de recebir perdón de culpas, por ser mi al
(3) pecados impenitentes, (Z. B.)
(i) te hacen. (S.) . ai ofendo, (Z. B.)
(5) que le perdió (F. S.) (8) le conocieron, (S.)
(6; niegue a quien se ia pide (Z.) (9; dejaste en tan grande [Id.)
•LAS CUATRO PESTES Y LAS CUATRO FANTASMAS. 103
m bienaventurada; y así le he merecido paralas cul Padre de misericordias, con las palabras que espi
pas de los que lian ocasionado mi muerte. Y por esto. raste por mi, espiro. Si la Iglesia promete que con sola
Padre, la sed que tengo, de que ampares al esclavo del una palabra que digas mi ánima será sana y sulva, por
petado es, pues lias desamparado á tu Hijo.» las siete que dijiste por mí, y yo (2) te repito con dolor
Tú, Señor, Dios y hombre, dijiste que tu padre te de mis malas obras, espero merecer tu clemencia ar
Láa desamparado ; y yo, miserable gusano, puedo mando mi flaqueza desta confianza. Con más consuelo
decir que nunca me desamparaste, y que me ampararé muero yo, que fui causa de tu muerte, que tú ; pues
rala desamparo. siendo por mis iniquidades tu enemigo, oigo que tu
Dijiste: primera palabra es por el perdón de tus enemigos; y
Sed tengo; que después cuidas de la soledad de tu Madre y do tu
discípulo querido ; habiendo sido la segunda palabra
porque tienes sed de mi. ¿Dejaste el vino amargo, y prometer tu reino al ladrón. Si espirando tienes sed,
no lienes asco del acíbar de mis ofensas? ¿Tuviste sed te dan hiél; yo espirando, si pido bebida, me dan tu
del que te dio la bebida, siendo peor que hi hiél que te sangre en tu cuerpo. Y pues veo que mueres, siendo
data? Según esto, no llega á mal tiempo mi vida, es- vida , ¿ por qué temeré morir, siendo muerte? Si te veo
pr.de pecado?, con la amargura dellos. desnudo y pobre, siendo señor de todo, ¿por qué teme
Clamaste con voz grande : ré la pobreza, siendo nada? Si le veo despreciado, sien
do Hijo de Dios, ¿por qué, yo, concebido en pecado,
Ya se ha acabado;
temeré el desprecio? Si te veo herido por muchas par
(I) quefoédecir : «Todas las profecíassehan cumplido, y tes, y que desde la planta del pié hasta la cima de la
elser obediente hasta la muerte , con la muerte ,» por cabeza no hay sanidad en tu cuerpo, y que no hay dolor
que jo fui hasta la muerte inobediente toda mi vida. como tu dolor, ¿porqué yo, gusano vilísimo, temeré el
Base acabado el ser tú sacrificio cruento, y la reden dolor de la enfermedad? Nada temeré sino mis peca
ción del linaje humano. dos y tu justicia , mas de tal manera la temeré, que do
Señor, ya yo me acabo ; y te suplico que, por los mé ti, ofendido como juez, me (3) ampare como hijo.
ritos de tu pasión, pueda empezar á vivir contigo. No Y espero que por tu bondad me darás tu gracia para
tengo mejor modo de lograr este beneficio, arrepentido que en tu gloria te alabe con el Padre, á quien rogaste
<ie mis delitos y acompañado de tu santísimo Cuerpo por mí ; y con el Espíritu Santo, que enviaste para mi ,
pw viático, que decir fervorosamente contigo : como para todos los que fuesen en tu ley y pasión capa
En tus manos; Señor, encomiendo mi espíritu. ces de sus dones; y con tu Santísima Madre, á cuya
protección, con todos los verdaderamente creyentes,
En las de Adán y Eva se perdió en el árbol; en las en tí me encomendaste.
'«as en el árbol de la cruz se restaura. Allí la sierpe, Seas, Señor, bendito por los hombres en la tierra,
que persuadió ú la mujer á la primera culpa, quebrantó por los ángeles y santos en el cielo, por los siglos de
k otea de la mujer, que era Adán. Aquí la mujer los siglos. Amen. (4)
'í«e así misteriosamente llamaste á tu Madre) que
iranto i La propia serpiente la cabeza.
(8) repito (S.)
(3) ampararé (Id.)
ffl Qiiere decir : (S.)
O) Lacs Dio. (Z. F.)

FUI DE LIS CUATRO PESTES DEL IMWDO T LAS CUATRO FAHTASBAI DI LA VISA.
PROVIDENCIA DE DIOS,
PADECIDA DE LOS QUE LA NIEGAN, Y GOZADA ÜE LOS QUE LA CONFIESAN.

DOCTRINA
ESTUDIADA EN LOS GUSANOS Y PERSECUCIONES DE JOB. (o)

AL PADRE MAURICIO DE ATTODO,


K U SAGRADA BELlGIOIf DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, T LECTOR DE TEOLOGÍA EN EL COLEGIO DE LA CIUDAD DE LEÓN.

Scelin decir por oprobio de lo que se juzga vil , que parece hallado en un muladar ; y quien
deste tratado mió lo dijere, acierta y no desprecia, pues le hallé en el de Job. Muladares hay y
estercoleros agradecidos á quien los escudriña, y más si es la soberbia humana, á quien es usu
ra el desengaño de lo que somos con el recuerdo de lo que seremos. Si Virgilio sacaba joyas del
estiércol de las obras de Enio, mejor puede esperarse que sacaré yo tesoros del que fué cáte
dra y teatro á las palabras y obras de Job. A vuestra paternidad debo el aliento y el caudal para
emprender este tratado. Lo que resta es lo que dice Plinio Segundo en su primera epístola : que

{«) Tares el verdadero título que puso Qdevedo 4 este Hé aquí la portada general imaginada en 1713:
admirable libro, y tal el epígrafe con que la primera mi- Providencia de Dios: obra postuma de don Francisco de
U'i del gran fragmento que á nosotros ha llegado se Quevedo y Villegas, caballero del orden de Santiago, se
publicó en Zaragoza en 1700, por diligencia de don Juan cretario de S. M., y señor de la villa de la Torre de Juan
Lois López, regente del supremo consejo de Aragón. Lo Abad : dividida en tres partes. Hermosos y útilísimos tra
demás era entonces desconocido, y no salió á luz basta tados, que como medios prueban la Providencia divina.
«liño de 1713, en que los herederos del librero Gabriel El primero es la inmortalidad del alma. El segundo, la
k León prestaron en Madrid este servicio á nuestra lite— incomprehensible disposición de Dios en las felicidades y
mira ¡bien que sin tener en cuenta aquel esmero que sucesos prósperos y adversos, que los del mundo llaman
r* ama semejante clase de útilísimas publicaciones, bienes de fortuna. El tercero es la constancia y pacien
i la desgracia de verse impresos con el mayor descui cia del santo Job en sus pérdidas, enfermedades y perse
do .os discursos postumos de don Francisco, suélese unir cuciones.
liuíKtar mutilados, alterados y refundidos por el ca- Nólcse.el frontis que pusieron al primer discurso:
friebo de los editores. Ya los atusan , desvirtuando im Inmortalidad del alma. Tratado primero : con que se
portantes alusiones políticas y galanas sátiras , cual su prueba la Providencia de Dios, para consuelo y aliento de
cede en la Hora de todo» y la Fortuna con teso. Y ya dis los católicos y vergonzosa confusión de los herejes. Obra
frazan con churriguerescos adornos la dedicatoria hecha postuma de don Francisco de Quevedo y Villegas, caba
son pontífice para que sirva á otro que lo llegó á ser llero del orden de Santiago y señor de la Torre de Juan
noche después de muerto nuestro escritor, como pasa Abad.
coa la Segunda parte de la Política de Dios y gobierno de Repárese el del
Critío. Mas por lo que hace al tratado que llena estas pa Tratado segundo. La incomprensible disposición de Dios
jinas, imposible parece que los libreros hubieran teni en las felicidades y sucesos prósperos y adversos, que los
do i mano , según afirman en la Advertencia previa, los del mundo llaman bienes de fortuna. Obra postuma de don
psfeleí originales de Qeevedo: con tan poco respeto y Francisco de Quevedo y Villegas, caballero del orden de
tamo desaliño lo dieron á la estampa. Santiago, secretario de S. M., y señor de la villa de ¡a
Desde luego blzose alteración en el titulo, para que no Torre de Juan Abad.
« pareciese al de la impresión incompleta de Zaragoza ; Intitúlase el mal llamado
se anadió como última parte del libro, el inédito de Job, Tratado tercero. La constancia y paciencia del santo
qoe nuestro polígrafo tenia ya bosquejado en 1633 ; y se Job en sus pérdidas, enfermedades y persecuciones.
"«ió con su rótulo particular cada una de las tres en Cúmpleme ya reproducir á continuación la
péseles antojó dividirlo. tAdvertencia previa y recomendación de estas obras pos
166 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ni vuestra paternidad se arrepienta de habérmelo mandado, ni yo de haberle obedecido. Dé Dios
á vuestra paternidad su gracia, larga vida con buena salud, y le aparte de todo mal. En este con
vento, (1) 11 de diciembre (2), 1641.
Fray Tomás de Viuanueva. (5)

turna» de don Francisco de Quevedo. —Entre los papeles berel aplauso». Y le describió asi: « Tratado de la in
originales de eslas obras postumas de don Francisco de mortalidad del alma , que habiéndole visto y alabado el
Quevedo y Villegas, todas escritas por su mano, se han padre Juan Antonio Velazquez, cuya pluma y prudencia
encontrado cuatro cartas de aquel incomparable varón el ha dado nuevo lustre á la Compañía de Jesús, queda to
ilustrisimo y reverendísimo señor don Bartolomé Santos davía inmortal después de perdido. » Este jesuíta, natu
de Risoba, obispo que era de León cuando don Francisco ral de Avila , é intérprete de las Sagradas Escrituras en
de QoEVEDolas escribía ; de cuyo prelado, en el tomo pri el real colegio de Salamanca, era famoso en 1626 por
mero de su Teatro Eclesiástico Hispano , el maestro Gil sus eruditos trabajos, dados ya entonces á luz en su ma
Gonzalo Dávila hace un elogio y recomendación tan bono- yor parte por las prensas de Valladolid.
ritica, como podrá ver el curioso. Este insigne varón ha Permítaseme ahora, con presencia del sntógrafo, decir
llábase gobernando aquella diócesi, como pastor vigilan- cómo escribía don Francisco ciertas palabras, y recordar
tlsimo, al tiempo que don Francisco de Quevedo estaba algunos desús giros: l'alma (con apostrofe casi siempre),
preso en el convento de San Marcos de León, lleno de la alma (muchas veces), el alma (rariíima vez); año 1503
trabajos, enfermedades y horrores ; y como los hombres (sin preposición), codicia, codiciar, decender (y por mi
grandes tienen cierta simpatía y parentesco en las almas, lagro descender), deslizando los peces (y no deslizán
halló don Francisco, no solo consuelo en sus grandes tra dose), despiadado, deslázase, del, desta, dale, deslo,
bajos con la comunicación de este grande y piadosísimo discípulo, efeto, escribir mayor volumen, espirar (por
principe, sino que es tradición constante que le exhortó á infundir), formidable d los montes, frasi, frásis, innu
escribir estos tratados, para que el desengaño que logró merables, inoscencia, guiso, guésped , haüdstete, tinta
en sus últimos años, llenos de calamidad y miseria, don do, invidia, ligitime, obligaréle, oprovio, oprobrio,perdo-
Francisco, los comunicase al bien público; y lograse este nar á vida que lia de volver (por perdonar vida que ha de
fruto dichoso la república cristiana para bien de las al volver ),proprio, propio (alguna vez), requiere su coer
mas. Remitíale libros de su gran librería; y remitíale cido, sancto , sepoltura y sepultura , solenes , trugeron ,
don Francisco los cartapacios que iba escribiendo, para ú (siempre por ó, Juan ú Pedro), y (poco e, y inmortali
corregirlos; y en lugar de corrección se los volvía exhor dad). Alveario, vaxar, vajeles, vesar, véstia, verrasect,
tándole á proseguir, venerando su erudición y estudio, estorvo, provar, recivir. Abariento, buelba. Veteado.
como un humilde discípulo á un maestro sapientísimo. Y Quando, delinquenles , esquerzos, pesquezo. Cre (por
porque las cartas todas de mano de este gran prelado in cree). Officios. Philosopho. A (por ha), ai (por hay), cur
dican algo de lo que pasaba, se ponen á la letra, para que ie, ahórmelo, avilidades, abilacion, avilo, astlo, herejet
se conozca el aprecio y estimación de la obra {a).» y ereges, herror (siempre), charidad. Cuitando, cuiida-
Yo he reputado como deber mió restaurarla, separan dosa, juiicio, muii. Cygüeña, hystoria. Cuta, huta,
do lo genuino de lo apócrifo, y dando cuenta por nota, de iendo, io (en lugar de yo), oió , papágaio , Trota. Exem-
las modernas alteraciones hechas indebidamente. plos , muxer, páxaros. Asumpto, esempto, esenlarse. f»-
Por fortuna la llamada primera parte existe original riaga (por zurriaga). Psalmo. Sptritu, espiritual. DodU-
autógrafa en la Biblioteca Nacional: reliquia preciosa simo, generalissimo , ignorantissimo, perdidissimo, etc.,
del Job de nuestros poetas españoles, perteneciente á la cathedra, theatro, theologfa, thesoros. Actháliics, Et¡-
época de sus persecuciones más terribles. Este cuader phorbo, Pylhágoras, Tertulliano, etc. Divide las palabras
no, en 8.°, de 73 fojas (nueve pliegos y medía cuartilla) y de este modo: cob-arde, ell-os, mue-rte, nteg-as, subid-
3 hojillas sueltas , todo de su puño , escrito en el horren uria , etc. Las letras mayúsculas se prodigan basta para
do calabozo donde no penetraba la luz del día. y con las partículas; y nombres propios se suelen escribir con
las enmiendas que el mismo autor hizo á estímulos del minúscula. La puntuación es ilógica y arbitraria como
obispo de León, muestra el número 284 del estante se ella sola ; necesitándose un Edipo para descifrar el sen
ñalado con la letra V en dicho establecimiento. tido. Esto que parece impertinencia es útil , como tam
Comenzóse á escribir á 11 de diciembre de 1641 ; y se bién notar la afición de Quevedo á usar con profusión de
acabó lo que boy.conocemos, en el verano de 1642. La conjunciones, en lo cual mucho cuidaron de corregirle
obra debía terminar probando y justificando la providen la plana las colecciones publicadas á fines del siglo ante
cia dé Dios con los epítomes de las vidas de Adán, primer rior.
. hombre ; de Saúl , primer rey del pueblo escogido ; de Va concordado el texto en vista de los códices y edi
Salomón , el más sabio y rico ; de Judas Iscariote , Di mas, ciones, cuyas diferencias se marcan al pié en esta forma:
y san Pablo ; del macedonio Alejandro, Aníbal y César ; y MS. original, autógrafo.
con las vicisitudes de Roma, señora del mundo. Pero ó G. Una buena copia manuscrita, del siglo. anterior,
no se llevó á cabo esta empresa ó han desaparecido sus que debo á mi amigo el señor don Manuel González Her
frutos. nández, archivero de la casa de los duques de Frías.
El libro no tiene capítulos ni otra división alguna. Z. Impresión original de Zaragoza de 1700. .
Perdido á la muerte de Quevedo, anunció su título Tar- P. Parte tercera de la colección de Madrid de 1720.
sia en 1663, para que «si acaso con el tiempo saliere de- S. La edición de don Antonio de Sancha, de 1794.
bajo de otro nombre, sepa la posteridad á quién ha de de (1) (de San Marcos de León) (Z. P. S.)
(2) de 1641. (P. S.)
jo) Víase el Epistolario, (3) Por don Francisco de Quevedo. (P. S.)
PROVIDENCIA DE DIOS. w

En mogona cosa se ecna de ver con tanta infamia ni hay Dios ni Providencia ; y son muy pocos los que
del entendimiento humano la torpeza bestial, y la no la niegan , que confiesen hay Dios. Mas estos negaron
che que derrama é introduce en el hombre el peca su providencia, como fueron Epicuro y Lucrecio, De~
do y el vicio, como en haber necesitado de que se es mócrito y Heráclito, que afirmaron habia Dios ; mas no
criba y defienda que hay Dios, que su .providencia que cuidase de algo, atribuyéndolo todoá la fuerza de
gobierna el mundo, y que las almas son inmortales. naturaleza. Cuanto á Epicuro, me remitoá m! en lo que
Solo el perdimiento más rematado pudo persuadir escribí en su defensa en el Epicteto, que traduje (6).
que las cosas todas sin Criador se criaron y sin Hacedor Pocos fueron tos que absolutamente negaron que
se hicieron ; y que no habiendo choza sm dueño en el habia'Dios. Sacaré á la vergüenza los que tuvieron me
mundo, el mundo no tiene dueño. Y ¿negarán que le nos, y son: Diágoras milesio, Protágoras abderítes, dis
tiene el universo, viendo en el cielo la cuidadosa obe cípulos de Demócrito y Theodoro (llamado Atlieo vul
diencia de tan dilatada república de luces, y la armo garmente), y Bion borysthenítes, discípulo del inmun
nía de sus movimientos, que resbalando de dia y de do y desatinado Theodoro. Crece este número Luciano,
noche, traen con sus pasos en la noche y el dia los par cuya eminencia fué reirse y escarnecer de un Dios y
tos de la tierra y la fecundidad de los demás elemen de alguno y de todos, enemigo jurado de los cristia
tos, repartiendo médicos por las cuatro estaciones del nos. Sigue la infamia deste, Punió, lib. n, cap. 7 (c).
año el gobierno délas cuatro calidades para correspon
dencia pacífica de los humores, (1) para la producción (i) Epicuro, filósofo de los mas célebres de la antigüedad , na
de tan diferentes obras? ¿Quién vio la soberbia del mar ció de una ilustre familia, en Sanios, trescientos cuarenta y un
amotinada con las cóleras rabiosas del viento llegar á años antes de la era cristiana. Consagrado desde muy nido al es
tudio de la filosofía, la enseñó en Atenas cuando habían robuste
la orilla (2), formidable á los montes, y besar humilde cido su entendimiento la edad y la experiencia. Vivió setenta y dos
la ley que se le escribió en la arena , que niegue que años. Jamas quiso casarse , i pesar de que preceptuaba con tesón
hay dirina Providencia, que aprisionó en la resistencia el matrimonio.— Entre los manuscritos del Hcrculano han apa
recido algunas.de sus obras; de las cuales se empezó a publicar
del polvo aquel furor que congojó la estatura de los en Ñapóles, en 1814, su tratado Sobre la naturaleza, de los cosan.
montes y dio cuidado á las nubes? ¿Cómo puede ser que Queveoo es de los primeros que han desentrañado en los tiempos
un hombre, que solo en (3) Taima racional inmortal se modernos el sistema filosófico de Epicuro, brindando con una sen
da de aplausos á Gassendo, Durondel, Balteux y algún otro criti
diferencia de las bestias, quiera, negándose esta razón co apreciable.
(4) y inmortalidad, no solo ser igual á los brutos, sino Tito Lucrecio Caro cantó el mismo asunto de La naturaleza de
inferior en el conocimiento á las moscas y arañas, co te cosas, en un poema, que ha inmortalizado su nombre, al
zándole ¿1 par de los mayores poetas latinos. Lucrecio nació no
mo en su lugar probaré? venta y cinco años antes de Jesucristo ; fué amigo del virtuso y es
¿Cuál destos, si otro hombre como él, en peor clarecido Mcmraio ; presenció las proscripciones de Mario y Sita,
hábito ó más bajo puesto, le dice que es su igual y y vivió en la época más grande de la corrupción y desenfreno de
Un bueno como él, se contenta con desmentirle, Roma.
Vemicrito y Heráclito han llegado a ser el prototipo de dos ge
sin arrojarse á matarle? Y olvidados deste duelo, po nios opuestos; uno pronto «icnipre i burlarse de las locuras hu
cas veces justificado, sin aguardar á que el sapo y la manas, otro i lamentar sus miserias; uno que siempre rie, otro
víbora digan que son sus iguales, y tan buenos como que siempre llora. El carácter acedo, cáustico é insociable de He
ellos, ellos lo dicen y lo afirman y lo porfian, y su sen ráclito, asi como la ísonomia festiva y risueña de Demócrito y el
gracejo y chiste.de sus escritos, han dado origen á esta opinión
timiento es que no los crean. Adviértase qué honra vulgar, tan arraigada y eltendída. Heráclito floreció en la olimpia
tiene el rico que se afrenta de que el pobre le diga da 69. Demócrito nació en Abdera de Tracia cuatrocientos se
que es su igual, y tan bueno como él, cuando blasona tenta años antes de Jesucristo, de padres ilustres. Debió á los
caldeos y magos el conocer la astronomía y la teología ; aprendió
que él es igual á tos perros y que no es mejor que los la geometría , de los sacerdotes egipcios ; y viajando por el Asia y
lobos. la Pcrsia, y penetrando en la Etiopia y en la In¿la, adiestró su en
Estos hombres se llaman en griego sin Dios, con esta tendimiento. Peregrinaciones tan costosas destruyeron su hacien
palabra atheütas, que se han usurpado las lenguas vul da ; mas como una ley de los abderi taños privase de sepultura á los
que disipaban su patrimonio, Demócrito, para librarse de tamaña
gares. (5) La secta se dice á6eta. afrenta, mostró á sus conciudadanos el fruto de la ciencia á tan
Los que no creen la inmortalidad del alma dicen que tos sacrificios adquirida, leyendo su libro tobre el gran mundo.
Entusiasmado el pueblo, decretó se alzasen estatuas al fllósofo,
(O Manuscritos é impresiones carecen de este epígrafe. que el tesoro público pagase sus funerales, y le hizo cuantiosí
simos regalos. Demócrito vivió más de cien afios.
(1)7 para (S.) (e) Diágoras nació en Mélos (una de las Cicladas! y fué discípulo
■t, en formidables montea, (6.)— formidable de los montes, (S.)
(J) la alma (G. Z.y— el alma (P. S.) de Demócrito. Muchos le confunden con nn poeta del mismo nom
(41 ( inmortalidad, (G. S.) bre, de quien se cuenta que habiendo depositado el importe de cier
(5¡ Los que ao creen la Inmortalidad (Z. P. Si ta obra dramática en poder de un amigo suyo, y alzádose este coa
JOS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
La Providencia, fuera de los referidos, negó Cicerón, Agttstin, lib. ni de Civitate Dti, cap. (1) 17. Los que
lib. n de Divinatione, negando la Praescientia futu- quieren acreditar su error con el grande nombre de Aris
rorum que dependen del libre albedtío. Refútale san tóteles, dicen que negó la Providencia en el lib. (2) xtv
de la MeXhaphiska, cap. 9, donde dice : Absurdumes-
el dinero, negando el depósito, como el crimen quedase Impune, se primam mentem de rebus quibusdam cogitare , et
se hizo Implo y ateo. Nuestro filósofo es mucho menos antiguo que I meliusesse quaedam non videre,quám videre. Empero
el poela. Vino i Atenas cuatrocientos diez y seis años antes üe la
era vulgar, cuando Mélos fué arruinada por Alcíbíades. Allí ridi- ' á la contraria opinión parece que se llega en el lib. s
culizaba las divinida des como en Eléusls los misterios ; burlábase Ethicorum, cap. 8, de donde el doctísimo padre Lessio,
de la Providencia en sus escritos, y atrajo con esto sobre si gra en su opúsculo de Providentia, dice que se inclina á
ves persecuciones. Tuvo que huir de la ciudad, vio puesta en pre- i
cío su cabeza ; pero los de Corinto le brindaron cou un asilo, don-
resellarle de tan envilecido (3) oprobrio.
do murió. Empozaré por la inmortalidad (4) de Palma, paraqtio
Al arte con que Prolítgoras abderitano llevaba dispuesto nn | enterado el hombre de sí mismo en la mejor parte, sea
haz de Irüa sobre los hombros para disminuir el peso, debió que capaz de esotras dos verdades. No gastaré tinta en res
Dcmócrilo conociese su ingenio y se empeñase en cultivarlo.
Imaginación viva y fecunda, feliz memoria y suma elocuencia, fue ponder á los argumentos con que Lucrecio porfiada
ron las dotes de este solista, que tuvo á Platón por enemigo de mente osó probar que era mortal la alma del hombre;
clarado. Sus dichos impíos hicieron que los magistrados le con porque ni el responderlos será ingenio, ni el confun
denasen a muerte. Algunos dicen que hubo de conmutarse en des dirlos difícil*. Y lo que en esto se pudo hacer, lo hizo
tierro y que pereció en una tempestad. Vivió setenta años. US8
—418 años antes de Jesucristo. ) el muy erudito y elegante (5) Aonio Paleado en la obra
Theodoro de Cyrene floreció a fines del siglo iv anteriora la era que contra esta opinión de Lucrecio escribió, cuyo tí
cristiana. Discípulo de Arelas y sucesor de Annlccrisen la escue tulo es de [mmortalitate animarum.ea lalinyen
la cyreníica, se atrajo por lo extravagante y atrevido de las doc
trinas enemigos sin cuento. Desterrado de su patria, solazábase
versos exiitnetros, no solo con el mismo estilo de Lu
con que no podía ser" castigo venir de Libia en Grecia. Púsosele crecio, sino con las mismas (6) frásis y palabras obso
el nombre de aleo por su libro sobre los Dioses; pero con facili letas. Escribieron de esto muchos muy cuidadosamen
dad infamaba el pueblo con este epltelo i los que solían contra te, y (7) mayor volumen el doctísimo Glósofo y mé
riar sus errores supersticiosos y la desaforada multitud de sus ído
los. El descrédito dcThcodoro no debió ser grande, sin embargo, dico (8) Marsillio Ficino. El sutil y admirable Tomás
entre los griegos, cuando Ptolomco I, tan hábil político, lo envió de Vio Cayetano, siendo generalísimo de la sagrada re
de embajador suyo á Lyslmaco, rey de Tracia. Este lilósofo es fun ligión de Predicadores (que fué después cardenal de
dador de la secta Thcodoriana, una de las tres en que la escuela San Sixto), predicó un sermón al sumo pontífice Ju
cyreníica se divide.
Bion, llamado Dorysthenes por su patria, población griega si lio II, en la primera dominica de Adviento, año (9)
túa, la á las orillas del rio de su mismo nombre i hoy el Dniéper), 1503, de la inmortalidad de las almas, tan felizmente
floreció doscientos setenta años antes de la era vulgar. Estable metafisico, que á media hora debe el conocimiento
cióse en Atenas, donde unido á Crátes, muy luego tuvo entrada
con los cínicos. Habiendo recibido lecciones de Theodoro el ateo
aquella eternidad casi demostrada. Escribióel doctísi
y de leofrasto, quiso filosofar á su modo, sin afiliarse en ninguna mo y nunca bastantemente alabado reverendo padre
secta, y de esta suerte se indispuso con todas. Murió en Calas. Lessio, de la Compañía de Jesús, letor y honra de la
Era aficionado i gracejar moralizando. Escribió murhas obras, y insigne universidad de Lobaina, en sus opúsculos, un
los fragmentos que de ellas se encuentran en Slobeo escitan la
curiosidad y nos hacen echarlas de menos. tratado (10) de Providentia, y otro de Immortalitati
Tuvo Luciano por suelo natal á Samosata , ciudad de Siria no animarum (a). Escribió Terlulliano unlibro de Anima,
lejos del Eufrates, y floreció en los tiempos de T rajuño empera
dor. Dedicado en su niñez á la estatuaria , hubo de abandonarla
muy pronto, para enseñar públicamente retórica en la Calía y en vero juicio y doctor de los más grandes de la Iglesia, que insertó,
otras provincias del imperio romano. Vuelto. á Siria, y consagrado no sin oportunidad, mucha parte de cien una de sus hornillas su-
en Antioquía á defender causas en el foro, tuvo tan mal éxito en bre el evangelio de san Juan. Qi'evrdo, que tanto confronta en el
sn nueva ocupación, que se disgustó du ambas ; pero acertó á es estilo con Luciano, que de él tomó la traza de envolver entre las
coger la de escribir, i lo que le llamaba su claro, vivo y regocija sombras de un sueño sus críticas y censuras, que le Iguala en gra
do ingenio. A los cuarenta años comenzó á filosofar, escogiendo cejo, en invención, en el donaire con que muerde, en el arte ele
la Maccdonia para hacer alarde de sus conocimientos y estudios. disfrazar las alusiones que mortifican, y en la sagacidad de decir
Viejo ya, entró en palacio y en la servidumbre del César, con el la verdad en burlas, desconcertando la soberbia de los viciosos y
carácter de procurador del príncipe en Egipto. El áulico Timó- corrompidos, no perdonó en su modelo jamás la falta absoluta de
eles, Celso y Quintilo fueron amigos suyos. Escribió muchos li creencias, ni qne hubiese hecho profesión el maldecir, sia mos
bros en griego; pero solamente ciento setenta y uno han llegado trar á los hombres el verdadero camino de la virtud y los medios
i nosotros. Nada se sabe de seguro sobre su muerte ; lo más pro de conseguir la perfección en su vida y costumbres. Aírionaiio
bable es que fué de gola á los ochenta años de su edad. Suidas, Quevedo á los anagramas, halló qne con las mismas letras de Lt-
no obstante, asegura que pereció destrozado por unos perros. ciaría, se formaba el nombre de ¿alvino.
—Asiático en el estilo y en la riqueza de imaginación, escéplico (1) 9 (Todos los ejemplares.)
en creencias, mordaz por naturaleza, renovó la dicacidad de la ¡2) 12 (M.)
comedia antigua, sin imitar su petulancia. En sus obras agota los (3) oprobio. (.S^
chistes, las gracias y donaires, y los punzantes epigramas, para ;.l de la alma G. Z.) — del alma (P. S.)
zaherir á todas las sectas de filósofos, no perdonando en los pla (5' Antonio Palearlo (C. S.)
tónicos y pitagóricos las imposturas, ni en los estoicos el ceño in (6i frases (Id.)
soportable. Con igual desenfado se mofa de las deidades gentíli O) en mayor (S.)
cas ; y si es suyo El Peregrino, lleva no solo su impiedad á bur (8) Marsillio, Ficinio, y el sutil (id.)
larse de la Providencia divina , sino la infamia á calumniar é in (9¡ de 1S03, [Id.)
juriar en sus cavilosidades al mismo Redentor del mundo, llamán (10) de Providencia, (US. original.)
dole con feroz rabia y por ludibrio el sofista crucificado. No falla (a) Aonio Pa Icario, uno de los buenos escritores del siglo i",
quien afirme que en un principio Luciano abrazó el cristianismo, nació en Véroll, territorio romano Tuvo por verdadero notnore
y que fué iniciado en sus misterios sacrosantos, pero vino i de Antonio dclla Paglia; pero lo transformó a lo antiguo, segas el
sertar de sus banderas muy luego por la volubilidad de su carác gusto do aquellos tiempos :
ter. Otros, por el contrario, finos apasionados del escritor, niegan
que sea suyo El Peregrino, y loman en buena parte cuanto en sus Aonms <¡ni ntinc es, eras Antonlus olim :
obras se dice relativo i la providencia de Dios. Su diálogo, titula Aonii Aontdum dal Ubi numen Amor.
do El Cínico, deleitaba tasto a san Juan Crisóstomo, varo» de se- Cuando el saco de Borbon por Carlos V en 1527, buyo de la
PROVIDENCIA DE DIOS. 160
donde so elocuencia centelló más vivas luces ; empe siendo hombre afirmo que soy como el jumento, ¿quién
ro mancilladas con algunos errores, y principalmente podrá negar que no soy bestia, y afirmar que soy ra
con afirmar que Taima tiene un género de cuerpo, mal cional?» Mas la respuesta es concluyeitte, y se (2) lo
persuadido de un verso de Lucrecio (1). En nuestros concede y se lo niega. Que sé hizo bestia por el pe
tiempos siguió esta opinión errada el doctísimo poeta y cado (3) y por los vicios y por la ignorancia, se lo con
Ciúsofo Torcuato Tasso en el diálogo que intitula El cedemos; mas que habiéndole Dios hecho hombre, no
mensajero, en boca de su genio; habiéndose cautelado tiene alma eterna ni es racional , en que se diferencia
en la dedicatoria con estas palabras: «Permítaseme de los demás animales, se lo negamos. No traigo auto
discurrir como filósofo, creyendo como cristiano.» Pu ridades de la Sagrada Escritura y de los santos, poique
diera discurrir mejor como cristiano filósofo, y ennoble los ateístas, negando que hay Dios, Providencia y alma
ciera más su tratado la verdad que Platón, si tomara inmortal, consiguientemente desprecian á todo loque
el consejo de Aristóteles tan repetido : «Amigo Platón ; con Dios se autoriza ; es arte bajarnos desta cumbre pa
empero la verdad más amiga.» ra hallar gente tan baja. La cigüeña, si no se abate, no
Aun argüir no saben en su defensa Iosque creen que traga ni aprisiona á la culebra que arrastra. Quiero der
«i alma es mortal, y que son como los brutos en la ribarme á la tierra para hacer presa en estos escuer
muerte ; pues su argumeuto más eficaz era este : «Si zos, que la tienen por alimento, y no se levantan de
ella. Sea discípula desta ave mí pluma, que introduce
las suyas y su pico en antídoto de las pestes animadas
dfdad eterna, refugiándose 1 Perusa y laego l Siena, donde con del suelo, que con vuelo cosario de venenos, limpiándo-
trajo matrimonio jr abrió escuela de Qlosofia. Mostróse favorable
i la protesta religiosa , y en 154í fué acusado de hereje. Defién
losdesabandijas ponzoñosas, hace tratables los campos,
dese con sagacidad , jr aunqne logra ser absuelto , no puede con y desarma do peligros contra el pié y la mano del la
seguir la rátedra pública de elocuencia , que era el blanco de lo brador los surcos.
dos sus deseos. Al fin, para desempeñarla , es llamado en 1546 i Salga en público la intención destos que pretenden
Laca , y después a Florencia ; señálasele nn sueldo considerable,
y se decretan en favor suyo todo género de distinciones é inmu- hacer infame ú la naturaleza; destos arrepentidos do
aidades. De esta misma prosperidad vino su perdición y misera ser hombres, y convertidos en fieras ; destos que, me
ble mina. La acusación de herejía fulminada contra él, renació reciendo ser como dicen que son, tienen el castigo en
a&oj adelante ; dljose que habia sostenido y ensenado las opinio- no ser como quisieran haber sido.
aes de Lulero, y afirmado no existia el purgatorio; que en los tem
plos no debian enterrarse los cadáveres, y que la Inquisición era Es el cuerpo con los apetitos, inclinaciones y vicios,
u alevoso puñal alzado contra las letras. El tribunal de la Fe lo el que tienen igual con las bestias; y ellos dicen que
arrojó en las cárceles secretas de Roma, y le hizo retractar sus Taima. Nunca dicen que viven como bestias, y siempre
errares. Dispúsose Aonio á morir piadosamente, y fué ahorcado y
estregado su cuerpo á las llamas el dia 3 de julio de 1570. Su poe que mueren como ellas. Tienen en la mentira que creen,
sía de la ¡mortalidad del alma, trazado sobre el de Lucrecio, en la conveniencia que se fingen. Para no temer el vivir
versos exámetros, y publicado en Lyon en 1336 y 1554, es uno de como animales,quisieranmorircomo ellos. Dítne, hom
los BOBíaentos de la poesía latina de aquel siglo. Viniendo á ma bre, á tu pesar animal racional á más no poder, ¿qué
nos deSadolet, aconsejó este á Paleario se dedicase lodo á las
letras, y huyese delicadas y peligrosas cuestiones. responderás á quien viéndote, de miedo de la muerte,
Mirtino Fieiao, filósofo platónico, era hijo de un médico de Cos huir en una pendencia, temblar en una enfermedad,
me de Mediéis. Nació en Florencia á 19 de octubre de 1433, en gritar en un espanto, pasmarte en un susto, llorar en
cayj catedral, habiéndose hecho clérigo á los cuarenta y dos anos,
enluto una canongía. Discípulos sujos fueron Ai:gelo Policiano, una aflicción, (4) teapreguntare que porqué temes la
Afeolti, Calderino y Cavalcanti. Estimáronle sobre manera Cosme, muerte, aborreciendo la inmortalidad? Responderás
Pedro y Lorenzo de Médicis, enriqueciéndole cnanto sn modera que temes la del cuerpo, que ves, y que niegas la de
ción consentia. Escribió muchas obras. Aquella á que alude Qi'E- la alma, que no es visible. Por dos causas no la puedes
vteo Ueva por titulo : Theologiae Plalonicae de immorlalHate «ni-
tuna librí mu. (ín Agro Caregio 14S8 la edición principe). Mu ver : porque no tiene cuerpo, y porque la aborreces.
rió a l.- de octubre de 1439, y Angelo Policiano le hizo este epi No puedes negar que tienes pensamientos, imagina
tafio latino : ción y deseo ; y no viéndolos, crees que los tienes. Re
llores, ingenhm, musas, sophiamque tupremam plicarás que también crees que tienes alma, mas no in
fu uno dieam nomine ? Marsillius. mortal, (5) sino como los animales; y añades que no
Toáis de Vio llamóse Cayetano por su patria, Gaeta , donde na has visto resucitar á ninguno, y niegas las resurreccio
dó á ¿0 de febrero de 1469. Hlzose á los quince afios fraile domi nes sagradas, y tantas apariciones como refieren aun
nico, sabiendo i general de esta orden en 1508. Elevado á la púr-
para romana en 1517 por León X, obtuvo la distinción de que le los autores profanos, griegos y latinos, y particular
encargase el Pontillce al aüo siguiente visitar la Alemania con ob mente Plinio Júnior, varón eminente y de juicio seve
jeto de reducir 1 Lulero y sus sectarios; empresa que vino á ma ro y bien reportado.
rrarse, no por falta de ciencia, talento y mansedumbre en el le
gado, sino por el hábito que veslia. Prelado de Gaeta en 1519, El probarte la inmortalidad de tu alma está á cargo
prisionero en el saco de Roma ocho afios después, y rescatado por de los castigos, pues huyes de que te la enseñen los
una gruesa snma, falleció en la capital del orbe cristiano, el dia 9 premios. Quiero confundirte con afrentas, ya que no
de agosto de 1334. Son muchos sus escritos : comentó la Biblia, te (6) reduzgo con razones. Morir todo y para siem
la Sxsu de santo Tomás, la Filosofa de Aristóteles j defendió
con ardor la autoridad del Papa. Melanchthon le retrató afren pre, última miseria es y desconsuelo ultimado; decirte
tosamente ; Bossuet reivindicó su moderación , su caridad y su que no mueres todo ni para siempre, y que tu alma
dalzura. es eterna, y que tu cuerpo mortal ha de resucitar con
El célebre jesuíta Leonardo Lesslo vino á la vida en Brechtan
aldea del Brabante, á 1.* de octubre de 1554. Hijo de padres hi
dalgos , entró á los diez y ocho afios en la compañía de Jesús, y (i) le concede, y se le niega. (Z. P. S.)
profesóla filosofía en Douai. Con general sentimiento espiró en (3) y por vicios, (P.) — por vicios, (S.)
Lovaina el dia 5 de enero de 1623. Clemente VIII habia hecho de (4) que por qué temes {US. original.)
tu mérito el más pomposo elogio, |5) y añades que no has visto (C. Z. P. S.)
(ll j en nnestros tiempos (S.) (6; reduzco (G. S.)
170 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ella á vivir sin fin, nueva es que merece albricias, ¿Hallastete presente'cuandoyendoArtefio(lO) de cami
cuando no fuera verdad como lo es, por lisonja y por no, oyó chillar unos pájaros, y dijo : «Estos dicen que
dignidad que se te atribuye sobre las otras criaturas con una legua más adelante de aquí se le desaló junto i
quien le igualas. Sabes que eres vilmente cobarde, y una encina un costal, que llevaba un labrador al mo
te precias de valiente y agradeces que te publiquen lino, y que dejó derramado mucho trigo ;» y llegando á
por tal. Siendo ignorantísimo, si te llaman docto, lo la legua y señal, vieron el trigo que dijeron los gorrio
admites; siendo necio, que te tengan por discreto; y nes? Responderás que no; mas que es cuento quedes-
pobre por rico, y villano por noble, y avariento por de que naciste has oido, y que está impreso. ¿Fuiste
liberal. Veste feo y de mal talle, y si te llaman hermo testigo de alguno de los prodigios y habilidades que de
so y galán, lo crees y lo agradeces, siendo (t) cosas que todos los animales refiere Plutarco, y más encarecida
tú mismo sabes y ves que no tienes. Y teniendo alma mente del elefante, en su diálogo, cuyo título es el (1 1)
y diciéndole que es inmortal, lo niegas y te enfureces. de tu error : Que los animales usan de ratón ? Dirás que
Alegas que hay muchos animales en quien te admira no ; empero que lo has oido referir, ó leídolo en libros
el entendimiento y la razón, prudencia, astucia y sa que lo dicen citando á Plutarco, ó sea que lo viste eo
biduría (estos nombres profanas en ellos); y te arrojas él. Puesdime, afrenta de los hombres y vituperio de tí
a contar sus virtudes : la piedad en la cigüeña, en los misino (que llamarte perro y hormiga y pájaro, es dar
perros y en las hormigas; afirmas que se entienden vaya á los pájaros, hormigas y perros), ¿para dar muerte '
los pájaros, como lo dijo el rematado Ai lefio, y que á tu alma das crédito en lo que no viste ni él vio á Tá
(2) Wokero en sus Secretos (i) trai las tablas que hizo cito, Artefio y & Plutarco, y á cuentos y á consejas y i
para entenderlos (a); y concluyes que, pues tienen en las fábulas de (12) Isopo ; y para que sea eterna, como lo
tendimiento y prudencia y virtudes, y hablan y se en es, se le niegas en los dos Testamentos á los patríarcasy
tienden como el hombre, y mueren en ellos cuerpo y á los profetas, y á la misma Sabiduría, y á los evange
alma,—que de la misma manera mucre el hombre con listas y apóstoles, y al mismo Hijo de Dios, y á los
alma y cuerpo. Caido has en el lazo. No esperes des muertos que han resucitado, y á las almas que se lian
atarle del. Pregunto yo: ¿Viste el perro, que habien aparecido, y á los santos que refieren que los hablaron,
do degollado a su amo, y llevándole á echar con una con circunstancias legalizadas y auténticas? Si despre
pesa en el (4) Tibre, se fué tras 61, y viéndole arrojar, cias los santos, oye á todos los filósofos, liisloriadotes,
se echó tras él al agua, y por tenerle, (5) le asió de un poetas y oradores. Si tienes hastío de lo divino y de la
brazo, y nopudiendo (6) sustentar el peso, por no de Iglesia, oye á los idólatras en esta parle: á los platóni
jar á su señor, se fué con él al fondo y se ahogó con él ? cos, peripatéticos, stóicos, pitagóricos. Lee en Ovidio
Dirás que no, masque lo leíste ciiCornelio Tácito. ¿Viste la lección que Pitágoras leyó, y verás (13) cómo aun
salir enlutadas á las hormigas á ganar la obra de mi aquel ingenio, tan lascivamentedistraido, te desmíenle
sericordia que les atribuyes enterrando los muertos, con estas palabras, que empiezan el verso sexto (b) :
cuando trayéndolcs difunta una hormiga de su pueblo
¡lorie carent animar.
(7), otras de diferente familia la salen á recibir y la lle
van al seno en que viven y la cntienan; y luego agra Hasta la mentira obstinada y el error contumaz de
decidas traen granos de trigo, que dan por paga de su tan diferentes sectas de herejes, que todos creen la in
trabajo alas que la trujeron? Dirás que no; empero mortalidad délas almas, castigan tu desatino con elfue-
que lo has oido contar y que te (8) lo han dicho ó lo go que por otros errores merecen ; y puedes en este
has leído en las obras de un santo y padre de la Iglesia. (9) punto aprender vergüenza de ellos, ¿alvino, cuyo nom
bre es anagrama de Luciano, siendo abominable hereje,
quemó vivo, poique tenia tu opinión, (14) á Joan Ser-
(i) cosa(S.)
(2) Vvellero (C. Z.)-Vvcqnero (P. S.)—Vvekcro (MS. original.) ved (e). Mira cuál eres, que hasta de los heresiarcas
(31 trac \G Z. P. S.)
(o) De Arlrpo lie dado ya noticia en el tomo i , pag. 320. (10) camino (JfS. original y edición de Zaragata.)
Juan Jacob» Wecker, módico, nació en Basilca el aflo de 1528, (11) de su error (G. Z. P S.)
de una familia originaria del país de los Grisones, En 1557 ob (12) Esopo;(S.)
tuvo en aquella ciudad la cátedra de dialéctica, i que unid la de (13) como en aquel ingenio (Id.)
retórica tres aüos mis adelante. Señalóse por su actividad y acier (b) Melamorph., lib vi, 158.
to en la peste de 1562, y murió en Colmar el año de 1586. Suyas (14) Juan (Z. P. S.)
son las ubras siguientes : Antiiolarium speciale. Basilea, 15G1.— (c) Quiso decir Queveoo Miguel Serpea 6 Sene!, famoso anti-
Autidolariuin genérale. lbi<Í, 1570. — Medicar syntaxis ulriusque ex trinitario, nacido en Villanueva de Aragón el ano de 1509. Corso
gr.Jat. elarab. tkesauris cotícela. Ibid, 1562. — Praclicae mtiiici- el derecho en Tortosa, donde lerendo sin guia ni preparación li
nulií-generalii libri vn. Ibid, 1585, en 16." — Anatomía mtrcurüs Biblia, plagóse de errores, y moio de veinte y dos anos aeomfM
sjiargyrica. Hala , 1620. la temeraria y loca empresa de atacarlos principales doto" it
Pero la obra que á se redere Qüevedo, y por la cual le pintó en el nuestra santa religión. Escandallados hasta los mismos herejes,
infierno en Las zahúrdas de Piulan-, llamándole pordiosero todo tuvo que refugiarse i Lyon y después i Paris , en cuya univer
lleno de andrajos, es la que lleva por titulo : De secrelis libri xvit sidad esludió harto superficialmente la medicina. Ateo en rlli
ex variii auctoribvt collccH, impresa en Basilea el alio de 1682, cual en moral, no inspirando^ conllania i los enfermos, to«
en s." La mejor edición es de 1750, aumentada con notas y obser al fin a abandonarla y i dedicarse a la tarea de corrector de no-
vaciones de Th. Zwinger. Tradüjolos al francés un anónimo prenta. Pertinai en su propósito de hosliliiar el cristianismo,
en 1584, y J. Duval publicó en Ginebra otra versión el año no perdía coyuntura de sembrar por donde quiera sus impíos,
de 1616. heréticos y extravagantes pensamientos. Quemáronle en et|>e
14) Tiber, (C. P. S.) en Vicna, el ano de 1533, juntamente con sus obras; y w»o
(5) lo asió {G. t. P. S.) aportase a Ginebra, ambicioso de ser cabcia de nna nuca re
(6) sustentarle el peso ( Z. P. S.) forma , Calvino, que estaba enfurecido contra él , trabajo te
(7) otra íS.) nazmente porque los magistrados de aqnel cantón le persiraie-
(8) ban dicho [MS. original.) sen, escribió cierta obra para señalar uno por uuo todos s«s er
(9) ¿Te bailaste i.Z. P. S.) rores e impiedades , y logró al Un que le condenasen i ser que-
PROVIDENCIA DE DIOS. 171
eres condenado. Es tan bestial tu error, que es forzoso Hombre mal persuadido de la elocuencia de tus vi
«vencerte con las mismas bestias, cuyo entendimien- cios, no eches la culpa de tu error á tu muerte, sino á
lodicesque te convence. Ninguna te parece tan visi tu vida. No quieres inmortalidad porque la dudas, sino
blemente entendida como el perro perdiguero. De este porque la temes. Vives como bestia, porque no rehu
dices que tú propio, sin relación ni referirte á autores, sas de merecerlos castigos eternos; y pomo padecer
vescada día muchas veces habilidades y advertencias, y los no admites eternidad, como sieso excluyera la in
le «Tojas á llamarlas maravillas. No te contradigo sus mortalidad de tu alma. Engañaste como los necios, que
ííkuí y atención, ni las diligencias de su olfato, ni la dicen que todo es vida hasta la muerte, siendo muerto
niiiadosa velocidad de su movimiento, ni las parlerías toda la vida, y lo que llamas muerte su último y menor
¿esu hocico, (I) ni la suspensión desús pies, conque instante. No porque lo dices dejas de morir cada hora
¡taido el paso, advierte al cazador y asegura la caza, que vives. Ni porque digas que tu alma muere, dejará
yolrasmnclias cosasque con facilidad aprende su pron- de vivir, como inmortal. Tu enfermedad atribuyes á tus
U naturaleza, como los gozques de los ciegos. Dime: ojos : crees lo que ves; y lo que no ves, niegas. Yo te
¿si estando contigo á solas y á tus pies este animal, á probaré (4) que se ve mejor lo que se cree á persua
quien lias visto hacer aquel dia todas las cosas con que sión de la razón, que lo que se mira con los ojos en las
tí persuades á que tiene entendimiento, le vieses to cosas mismas que se ven con ellos. Tratarlos de menti
marte un libro de las manos, y leer en él y declararle y rosos no es desacreditarlos, porque no mienten por su
«ajilar contigo y responderte á propósito, no te asus culpa ni por mentir ni engañar, ni dicen la mentira si
tarías, presumiendo que era más que perro y que algún no la ocasionan. Todo el circulo del sol le ves en su ca
demonio hablaba en él ; y era fuerza tecausase espan bal circunferencia (5) menor mucho que una rueda de
to! Pues respóndeme. Si al perro, por verle leer y ha molitio; yCleomédes dice que Epicuro, como quien
blar, le tienes por cosa mayor y no menos que por espí con captivo discurso creía á los sentidos, afirmó que no
ritu, y con asombro, ¿cómo puede ser queá tí, en quien era mayor de lo que (6) se via; y por este desatino le
o;esy Tes estas (2) cosas y otras mayores, te juzgues llamaelThersítesdelosfilóstifos, como si dijera el mo
en el alma y entendimiento igual al perro, y no te harrache (6). Y con razón le trata asi, pues con eviden
¿tribuyas el espíritu que le atribuyes á él? Ponderas cia matemática se prueba con la diminución y aumen
q« hable un tordo y una picaza y un papagayo y un to de su distancia y con su difusión, que es muchas veces
tuerto; ¿y no ponderas la industriadel hombre, queen- mayor que toda la tierra, y sus eclipses lo demuestran.
señó á hablar á las aves? Pyerio y Eliano cuentan de Advierte que los ojtis te persuaden á creer una mentira
«nimpio embustero, llamado Saphon, qué, para que la más de sesenta veces mayor que el globo de la tierra y
gente le adorase por dios, dotrinó muchas destasaves, del mar. Ves desde muy lejos una torre ó edificio, que
enseñándolas á deci r : «Adorada Saphon, que esdios.» perfectamente es cuadrado, redondo; y no puedes de
Soltólas, y por varias partes iban volando y diciéndolo; cir ni afirmar otra cosa, creyendo á los ojos, á quien se
de que admirados los pueblos, le reverenciaron por le torneó la distancia, donde llegó su fuerza limitada.
fc(a).0esta casta es tu admiración en las habilida Las montañas y cetros de peñascos tienen el color par
des de las bestias, (3) que ose lasenseñó el hombre por do ó blancode la tierra, y el verde de su yerba y árbo
financia mecánica, ó por entretenimiento casero, ó por les; y siendo así, desde lejos tus ojos te (7) los mues
MoelecocomoSaplion,y Mahomaá la paloma con trigo tran de azul ultramarino, porque juntándose la obscu
i venirse á sa oreja, para decir que le hablaba al oido. ridad de tu vista (que tiene esfera de actividad limitada
y desfallece fuera de ella), con la claridad y luz del me
■ritmo. Falto Servet, en sus últimos instantes, de la flrae- dio y del objeto, resulta aquel color que consta de obs
utKiiíii ostentado siempre, murió sin dar ningunas señales curo y claro. Miras muchos hombres de un misma ta
'•"repeatimienlo. Calvino y Tlicodoro de Bcza puhlicaron pocos maño en diferentes distancias : (8) juraras por lo que
Brtís después un libro defendiendo la sentencia de Servet, y jus-
Marto el derecho de castigar ejemplar y mortalraente i los he-
ves, que unos son mucho menores que otros y desigua
[fjn- iT esto escribían en la sazón que los protestantes se que- lísimos, siendo iguales; y la (9) prospectiva con la ra
ptutn mis ahinco délas persecuciones de los católicos, apos- zón y con la demostración te enseña que la desigualdad es
■f^otos de bárbaros y feroces! de las distancias, y no de los cuerpos. Pudiera conven
■' «i las suspensiones (C. Z. P. S.)
- .' otras mayores, te juzgues (S.)
cer á los ojos de otras muchas hurlas que hacen ; mas
i'*«Pítritl por otro nombre Vaterlmo Bolzanl, fué nalu- estas bastan por todas. Pues si la razón te enseña la ver
"1 h Brllano, en la marca Trevisana, donde nació de una familia dad de la mentira de tus ojos, y te desengaña del en
i-aavaií pobre, el aflo de t!77. Su maestro Sabéllico le mudó
gaño que ves, no puedes negar que so ve mejor loque
|.3anbre de Pedro en Pierio, con alusión i las musas. Debió
1 «¡taris J Valla el conocimiento de las lenguas griega y lali- se cree á persuasión de la razón, que lo que se mira con
JM decidida protección al cardenal Bembo y i los pontillces los ojos. Pues si la razón del hombre asegura más lo
r" 5 > Clemente Vil. Hecho canónigo, rehusó los obispados de
jí> d'lslria y de Avignon , por vivir entregado i las letras. Nu-
■■> n Pidua i ios ochenta y un aflos de su edad, en el de 1558. (4) que sabe mejor (Z. P. S.)
<•'■»*> Enano vivía en Roma bajo el imperio de Heliogábalo y (5) mucho menor (G. Z. P. S.)
■i Alejandro Severo. Ambicionando el titulo de solista, puso el (6) no se veia; (S.)
¡b) Cleomédes vivió algunas nfios antes de la era cristiana. So
yritinco en poseer la lengua griega , en cuyo idioma se leen
tJisos obras. No se sabe si es este el mismo Eliano que dice hizo la primera impresión de las obras de este escritor griego,
traducidas al latin , en el alio de 1498 , con el titulo De Mundo, site
«mi nació en Proteste y fué gran sacerdote, y de quien cita lar- circularía inspeccionis meteororum libri dúo. La versión mas cor
,oj irijmejio6 de un opúsculo sobre la Providencia. De nuestro
recta de la Teoría circular de los astros se debe ;i Roberto Balfo-
i'11 m conserva el tratado de Jarías historias, la colección reo, quien en Burdeos la dio 1 la estampa el aflo do 1005, en 4.*
, tf""" rusticas, y los Dtes y siete libros te la naturaleza de
(7) lo (Z. P. S.)
"!_"mstti.
l3¿ loe se las ensenó (G. Z. P. S.) (8) jurarás (S.)
(9) perspectiva (Z. P. S.)
172 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS.
que por ella so cree que lo que se mira, ¿con cuánto se conócela mejora que adquiere con la compañía del
mayores ventajas y prendas se asegura lo que se cree espíritu. Hasta ahora ni en el parto no está diferente
de Dios por la fe con él, que todo lo que se ve sin ella? de los otros animales vegetativos y sensitivos en las
Después que me desembaracé de darte á conocer operaciones. No usa de la razón ; no porque no tiene al
los animales que te persuadían á que eras bestia, me ma racional, sino porque aun no tiene órganos capaces
voy acercando á ti, para hacerte argumento contra tí de su uso. E<to parece que llora en naciendo, viendo
propio. suspendido el entendimiento con que se diferencia
No puedo enseñarte tu alma, que ni es visible ni tie con majestad de todos los animales, y por esto desde
ne cuerpo; mas procuraré que (1) tu cuerpo mismo le luego revienta por hablar ; que parece que la alma ha
enseñe la dignidad de su alma, y que con las potencias ce caso de honra que aun (6) pocos meses con su asis
de ella vuelva por la honra que la quitas con sus senti tencia use de las operaciones solas de que usan las bes-
dos, haciéndole habitación de un bruto. No puedo po lias. En esta tardanza se reconoce la dignidad en que
nerte en paz más cortesmente que con esta discordia. se aventaja lo racional á lo vegetativo y sensitivo, pue3
Tú quieres ser todo cuerpo, y tu cuerpo anhela seralma. (7) requiere su ejercicio más estudiosa disposición de la
Aprende del á tener buenos pensamientos. Yo te pro naturaleza. Después que ha enjugado los pechos de su
baré que desde su primera formación, y en todos sus madre, ó si tuvo por ocupación mecánica su crianza
estados, y con su fin, y en él (2) te contradice y repre los de su ama, empieza áser juguete entretenido, dos
hende y enseña todo lo contrario de lo que dices. veces hermoso, por la vida nueva que estrena, y por la
' Ni te viste engendrar, concebir ni nacer : de aquí recomendación de la inoscenciaque agracia sus jugue
procede que á la naturaleza atribuyes todo tu ser; á la tes. Pasa en los siete años (8) del primer climatérico,
fortuna y al (3) caso, todos tus sucesos; y á Dios nada. y empieza á resplandecer como en centellas la lumbre
Quiero volverte al vientre de tu madre y á la semen del entendimiento ; y poco á poco se va dilatando como
tera de tu cuerpo. La naturaleza es venerable. Oye á llama espléndida, ó atizada de la imitación útilmente in-
Tertulliano, libr. de Anima, cap. 27: Natura ve vidiosa, ó fomentada á soplos con las palabras de la boca
neranda est, non erubescenda. Concubitum libido, del maestro, ó asistida de la atención propia. Mirale, hom
non conditio foedavit. Excessus, non status est impu- bre; y considérala armoniade aquel[vivo edificio, admi
dicus. Siquidem benedictus status apud Deum : Cre- rando en cuan poco bullo se ven epilogados el superior
scite et in inultitudinem proficite. Excessus vero ma- é inferior orbe, abreviados sin ofensa de su dignidad,
ledictus, adulteria, etslupra, et lupcmaria. Escribiré los menos espaciosos, no menos cultos. Óyele, y verás que
secretos de tu fonnacion con términos, no solo hones su discurso, á pesar de la altura y profundidad, haes-
tos, sino reverentes á tus oídos, reconociendo que peli cudriñado los claustros del cielo, y acechado los más
gro mis en la vergüenza que en la prueba. callados pasos de sus luces y la recatada inclinación da
Fuiste engendrado del deleite del sueño y del su sus aspectos, ydesenvuelto no solo los senos de la tierra,
dor espumoso de la substancia humana en el vientre de sino sus entrañas, hallando aquellos metales y piedras
tu madre, y amasado con el humor supérfluo, veneno á quien por veneno precioso, para esconderle, echó la
vestido de sangre, que médicos y auxiliares derraman naturaleza (9) encima los montes (a). El juntó con na
los meses por la conservación de la salud del cuerpo leño las infinitamente distantcsorillas, á que fué divor
de la mujer. Fuiste masa de horror y asco y ponzoña, cio con rabiosos golfos el Occeano, abrazo líquido de la
forzosos ingredientes de muerte, y arrojado el uno por tierra. Burló las amenazas de las borrascas; y sirvióse
contrario á la vida y buena disposición, tósigo á las yerbas de las iras del viento, deteniéndole en las velas, paraca-
y animales que respira con vaho nubloso bajidosá lo diá minar tanto como (10) le estorba su paso. Halló en la
fano del cristal. Desta manera en la oficina de venas y piedra imán los amores con el norte; y en los éxtasis da
arterias hierves informe embrión, aun para imaginado la aguja dividió las guias de camino tan borrado de no
desapacible. Desta verdad cada dia pueden informarte ticias y señales. Si vuelan las aves en los campos vacíos
tus ojos en abortos ó casuales ó con malicia prevenidos del aire y en las vecindades del cóncavo de latí ira, en
á la madurez de la animación, donde se comete por la cuentran con el señorío del hombre. (U) Desl izándolos
intención homicidio, sin hombre, anticipado (4) al que peces por los sinuosos volúmenes del mar, no pueden
habia de serlo. Verás uncáosconfuso,yfeamentey con liuir el vasallaje del entendimiento humano. Las fieras
desaliño (al parecer) revuel to, en que solo conocerás ma horribles, en las uñas armadas de iras, fonnidableseu
teriales para provocar el vómito ; cosa tan suya, que la las fuerzas y ligereza, que fian su seguridad del ceño de
señal del preñado más frecuente son vómitos y ascos. los montes y de la ceguedad anochecida de las grietasy
Luego que los dias disponen este aparato con órganos simas de la "tierra; y las serpientes, que escupen muerte
capaces de la alma. Dios se la infunde y empieza & vivir,
y proporcionarse y ennoblecerse con la asistencia de la
(Ci en pocos (S.)
alma, que explayándose por aquel envoltorio de humores (7) quiere (G. Z. P. S.)
corporales rebujados, le va fabricando en persona con to (8) de su primer (Z. P. S.)
das sus dimensiones, hasta que con moverse (5) y sentir (9) los montes. (G.Z. P. S.)
(a) Prendado de este hermoso pensamiento Qcewio, en la w-
va III de la Musa Caliope dijo del oro : que la naturaleza,
(1) so cuerpo (Z. P. S.) Por dañoso y contrario i quien le estima,
(2> se contradice, {Id.) Y por mas escondernos sus lugares,
(3) acaso, (P. S.) Los montes le echó encima,
U) el que habia de serlo. Veris un cios confuso, feamente (G. Sus caminos borrd con altos mares.
Z. P. S.) (10) lo (S.)
(5) y sentirte, conoce (Z. P. s.) (11) Deslizándose [Ul.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 173
Tmíran con ella, en quienes militan las pestes armadas les obstinadamente duras y corazas de concitas ; lo
de veneno ; todas á su pesar, no solo reconocen el dom i- que se ve en el escudo del jabalí, y en la abada, que
jiode la razón del hombre, sinoque(l) la sirven esclavas. se muestra muralla viva de cuatro pies. Tú, para que
h majestad de los elementos no lia podido exentarse conocieses la dignidad de tu alma, naciste con un cuer
Je su imperio. Al entendimiento humano sirve la tier po más desabrigado que las ovejas y los corderinos, y
no ja pechera, tributándoleel fruto de tan innumera tan débil y sin defensa, que un mosquito ejecuta en
bles labores, ó ya sosteniendo el peso de tantas duda- él heridas, y una picadura de una araña le enferma y
ees, para cuya fabrica ve navegar sus cerros en pedá le derriba. Y siendo el valentón del mundo el enten
is, ¡en cuyo ornamento ve en estatuas mentir vidas dimiento humano, y á quien solo debes la victoria
sus marmoles. Las aguas, en su obediencia, atienden á universal do lodo, te ocupas en disfamarle. No puedes
librea de oficios mecánicos, ó moliendo las semillas, negarme que tu alma y entendimiento no son dife
¿a-errando árboles, ó llevando (2) maderadasá cuestas, rentes de las de los animales, pues te lu he probado
ifreniliendo á servir por su albedrio en los rios las cre- con ellos mismos, viendo que solos los brutos tienen
ciiitó, en el mar las borrascas. El mandó trabajar al aire autoridad contigo.
en b bombas ; y le ensenó á que su fuga, por evitar el (9) Obligaréte ahora que conozcas que cuando tú
Taño, sacase tras sí las aguas volando sin sentir su pe- pretendes que la alma racional sea cuerpo, el cuerpo se
ffl. ti le aprisionó en los fuelles, para multiplicar el fue- engrie en presunciones de ser alma.
£' ¡animar en incendio una chispa ; le recogió en las Mira una mujer, en quien naturaleza ocupó los
telas, para que cuanto más le detuviesen, llevase más pinceles de más cuidadosa hermosura, cuánto estudio
teloimente sus bajeles; y halló que en el estorbo de su pone en desconocerse del ser humano en todo. Añá
¡trnada consistía las expedición de la suya. Al fuego, dese la estatura con el chapín, disimula con zonas de
que nose deja tratar, que como monarca de todos tie plata y bordaduras de ámbar y oro el corcho; vis
ne su Irono confín con las estrellas, le halló escondido te en pirámide pomposa la dimensión de su persona ;
alas entrañas del pedernal, hizo que concibiese del miente el bulto que la falta. Añade á su blancura el
llamas la yesca ; conque contradice las tinieblas de la ampo artificial, baña de resplandor sus mejillas, en
Kdie ¡suple las ausencias del sol. Disimulóen menudo ciende en rubíes sus labios, apriétase el cabello con
I*!'o sus impaciencias, y aprisionó su ímpetu en los ca un zodiaco de diamantes, en que no arde menos en
tones de metal, que con truenos y relámpagos imitan cendido el sol. Con joyas y manillas, arracadas y
fe enojos délas nubes. Con él burló las defensas de sortijas remeda el tirmamento, sembrada de conste
bisrmas y de las murallas, hizo que por la puntería laciones centellantes, persuadiendo á los ojos que es
diesen más muertes los ojos que las manos, y pasó la esfera racional : con que hipócrita de divinidad, es
ftoia del valiente al certero. Y á tan severo y (3) des- maravilla tirana de los sentidos y potencias más
P'iiido elemento hizo juglar (4)y ocasión de risa en las bien (10) reportados, aprisionando en una vista des
fie=tas,aláídole en un papel. cuidada, en un movimiento casual las letras en los
Wlrepues á desandar tu ser y tu vida desde es doctos y las armas en los valientes; aherrojando en
telado en que dominas con solo tu entendimiento un cabello libertades presuntuosas y magnílicas, en
J (5) li alma aves, peces, animales, tierra, agua, cendiendo en volcanes la nieve, que la muerte con el
fes°í aire, á lo que fuiste antes que la alma ra último Invierno de la vida ventisca en las canas. Y
cional te ennobleciese: hallároste una masa vergonzo por la última y más insolente de sus hazañas, gran
sa de asco y horror, sazonada con veneno. Pues di jea la idolatría, falsilica la religión, multiplica here
ñe: alma que habilitó á tanta grandeza materiales jes, es deslizadero de los virtuosos, despeñadero de
tw disformes, confecionados con ingredientes de los malos, moneda falsa que muchas veces nos com
fuerte, ¿cómo puede ser de su condición y natu pra lo temporal, y no pocas lo eterno. Esta, pues,
raleza moi tal ? ¿Quién dirá que el muerto y el que ilusión vanagloriosa (que á fuerza de martirios en su
d» 'ida son de un linaje? ¿Ni la vida y la muerte? persona, embustera de divinidad, siendo tierra 'ama
«nos (6) podrás afirmar que tu alma y la de las sada en carne y huesos, apuesta con el cielo más bien
'"$ti8 son una misma cosa, ni tu entendimiento enjoyado á luces, y se hace más apetecible á los ape
J *l suyo ; pues nunca pueden ni saben salir ni titos (H) desenfrenados) no solo se afrenta de ser cuer
alarse del vasallaje en que las pone tu entendi po, no solo presume de ser cielo , sino de ser preferida
miento; pues por los dotes corporales todos los bru- á él. No se contenta con atribuirse presunciones de al
105 le exceden en fuerzas, en ligereza, en osadía, y ma, sino con obligar á que los persuadidos de su elo
Mocóos con grandes ventajas (7) el volumen del cuer- cuente embeleco la llamen alma de su alma, y que
1*7 h estatura; armados por naturaleza de armas el vencido la diga: Mi alma. ¿Y este impio delirio, este
feivas, (S) y defendidos de las artificiales con pie- sacrilego frenesí llaman requiebro? Que creen que lo
es, coníiésanlo con no reparar en perder su alma tan
I' letZ.P.s.) frecuentemente como por ella la pierden.
I* «¿tras i P.S.) Y lo mismo has de considerar en los hombres, que
Pi apiadado a. P. S.) arrepentidos de serlo, desmienten el sexo varonil, afe
* * Instrumento [añadió y iorró el autor.) minando la robustez- decente con la belleza forastera y
W Jflalma aves, (P.i— y alma las aves, (5.)
•'Wiilfi. Z. P. S.)
t| «el volumen {¡i.)— en el Tolúmen del cuerpo y en la csta-
ara. lEsn-ito ie primera Mención el autor. ) (9i Obügartelie ahora á qoe (S.)
*' J tei>»sivJS 5 refundidos de las artificiales con piedras obs- (10) reportadas, ild.)
«Mwutte darás, ;Z.p.S.) (11) mas desenfrenados ; (G. 2. P. S.)
174' OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
(1) comprada. ¡Cuan grande número verás de viejos ¿Ves la locura de tu cuerpo, y aquel (7) cnlona-
que lo quieren ser en secreto, y que los ojos den crédito mienlo soberbio que te he referido, con que osa ser
al tintero, y noá la pila, procurando liacercejar las remedo del cielo, y desmentirse humano, y menlirse
edades atrás y acercarse al nacer por donde vinie divino, y desconocerse tierra, y encaramarse en todo
ron! Las bocas, que les desempedráronlos años, las vida y todo alma, hasta en los movimientos? Pues si
arman de canillas de animales y de huesos farandu lo adviertes, no esotra cosa sino una invidia desapro
leros, que limados en dientes, representan lo que no vechadamente competidora de la -hermosura, perfec
son; cualquiera tos los arroja, cualquiera estornudo ciones, inmortalidad y grandeza de su alma. Todas
los escupe, y deja sus quijadas pacificas sin las amena .estas cosas afecta ; y si no las tuviera su alma, le fal
zas de morder. Miraá los más desnudar con el vestido tara noticia de ellas para presumirlas y ocasionpara
toda su persona: con las calcetas se descalza las pan- imitarlas. El cuerpo y la alma no están cerca, sino
torrillas, con el jübon lo ancho y airoso del talle y juntos componen un hombre toda la vida: su com
los colchoncillos que desaparecieron lo fragoso de las pañía es la más intrínsecamente apretada. Un ejemplo
corcovas y lo mal inclinado del espinazo; á las sába cortesano te facilitará mi discurso. Muchas veces te
nas se confiesa esqueleto, y á los colchones, montuo ha sido enfado, enojoso hasta vencerte en la murmu
so. (2) Deslázase el cabello postizo, y confiesa, calvo, á ración la modestia y la paciencia , el ver en fas
las almohadas los primeros trozos de calavera. Dile á corles un hombre bajo , rodeado de pajes y escon
este (que pasados los sesenta y tres años, estando en dido en familia muy lucida, vivir (8) la casa en que
lajurisdicion del más ejecutivo climatérico, aun no conociste algún señor de gran porte; hacer pialo,
lleva cabal á la sepultura en su cuerpo lo que la de gastar un patrimonio en una fiesta, llevar otro en sor
be) que está acabado, y verás con cuánto sentimiento tijas en los dedos; dar por un caballo lo que podia
responde que nunca estuvo mejor, y que las canas son ser hacienda de un caballero, y más de lo que pidió el
complexión, y las arrugas pesares, y la falta de dien dueño, que porque no se (9) le comprasen puso pre
tes corrimiento; no confesando que alguna cosa es cio desaforado, y al fin quedó vencido su encareci
edad. Si de enfermedad está (3) desafuciado, y para miento de su locura. Y con estas y otras acciones,
prevenirle dicen que se muere , replica que no puede advirtiendo tú que se desemeja de lo que es y se trans
ser; (4) que ¿cómo puede ser? que se siente con fuerzas, figura en lo que no puede ser, te admiras, y pregun
que no se siente tan malo. ¿Quién bastará á entender tas de dónde le viene á este hombre ordinario esta
á este ateísta de lo humano y de lo divino? No cree grandeza y gravedad. Responderánte es nieto de un
que su cuerpo se puede morir, lo que muchas veces tendero muy poderoso, desde niño dio en andar y
ve cada dia; y cree que su alma muere, lo que nunca tratar con grandes señores, y hánsele pegado las cos
ha visto, oyendo siempre y casi á todos lo contrario, tumbres de principe, y añádese con el gasto y ornato
y sin excepción á todos los santos y padres y filóso lo que le falta en la calidad. Lo propio te respondo de
fos de mejor nota. ¿Qué principio tendrá este engrei los entonamientos del cuerpo : todos sabemos que es
miento del cuerpo, cuando con joyas se hace resplan polvo y ceniza y enfermedad y muerte; mas como
deciente, cuandocon artificio se aumenta, se enmienda desde que nació anda y trata con su alma, llena de
y se disimula? De sí no puede ser: ya te le he desci grandeza hermosísima y inmortal, liase querido in
frado. De su alma, si es la misma que la de las bestias, troducir en las mismas dignidades de su compañía,;
menos. Pruébolo con evidencia; porque en todos los con la limitada imitación disimular su bajeza; y cuando
animales, aves (o) ni peces, ni has visto ni leido no puede con la calidad, lo intenta con el gasto y ti
ni oido que alguno se haya descontentado de la feal ornato : lo que en ras bestias nunca se ve, porque no
dad, fiereza (6) ú disforme figura con que nació. El tienen alma que las despierte (10) á esta semejanza. Y
león, medio desnudo, á quien la greña es limitada mu- por esto el cuerpo del hombre es capaz deste delirio
ceta, nunca intentó añadirla para disimularla flaqueza magnifico, y no ellas.
desabrigada de sus espaldas y ancas ; ni el camello, No perdonas las injurias, porque no quieres qne (II)
todo disforme, esconder el pescuezo en adornos, ni tus venganzas tengan fin. No te apartas de la usura,
la j iba con trastos añadidos. Bastan estos ejemplos, porque no tenga fin tu codicia. No te contentas con lo
pues en contrario no hay alguno. Luego si este en demasiado, porque no se acabe tu ambición. Para tí
greimiento le participa el hombre , aunque reprehen solólo quieres todo, porque tu soberbia y (12) tu invidia
siblemente, déla compañía de su alma, sigúese que sean eternas; y solo quieres que sea mortal y tenga fin
su alma es diferente que la de las bestias. tu alma. Tus pecados y abominaciones te deben deseos
Confesarásme precisamente que es diferente, de ma- de inmortalidad; y tu espíritu, de corrupción y d*
yordignidad y perfección ; mas negando quesea eterna. muerte (o). Descubierto he quiénes son los que te per-
Ya que á tu pesar te he sacado de bruto, y diferen suadentan grave error. Para que todos los neciamente
ciado tu alma de la suya, quiero persuadirte que es impíos como tú crean la inmortalidad de Palma, no
inmortal. Tu maldad podrá contradecirme; tu enten era menester más de que hubiera otro tal que os di-
dimiento no sabrá responderme.
(7) entendimiento soberbio (Z. P. S.)
(1) comparada. (C. Z. P. S.) (8) en la casa \}i.\
(2) Desenlazase {Escribió primero el autor y te halla impreso (9) lo (H.)
eiempre. ) (10) de esta (C. Z. P. S.)
(S) desahuciado (C. Z. P. S.) (11) sos venganzas (Z. P. S.)
(i) que se siente con faenas (S.) (1» envidia (P. S.) .,
(5) y peces , [Id.) (a) Hasta aquí va el Interrogativo en (irrito en todas Us edi
(6) j disforme (G. Z. P. S.) ciones.
PROVIDENCIA DE DIOS. \r;
jera que después de la muerte no había castigos para tando sus nombres del olvido, sin que la ancianidad
los malos: con esto (1) b abrazúrades por dignidad, de tantos años los haya podido enmudecer uí acallar;
lo creyérades por prerogativa y por consuelo de no y siendo verdad disfamada con fábulas, no puedes ne
dejar de ser totalmente; mas queréis ser tales, que an gar que no tiene precio (3) honra y estimación que se
tes queréis dejar de ser para siempre, que temer los defiende á la noche, que derrama la fuga de los años,
tormentos que merecistes por haber sido como no de- que llevándose envueltos en el polvo de sus pasos las
bíades ser. Mejor cortesano se mostró que tú, siendo ciudades (4) y reinos, y las monarquías obscuras y mu
de la misma opinión, Lucano, qué en algunos versos da», los respeta y privilegia tan preferidamente, —¿qué
de sa Pharsalia pronuncia este error, y en muchas le pues dirás de los infinitos gloriosos mártires , cuyas
bosteza, abriendo sin palabras la boca, tartamudeando santísimas almas fueron capaces de muerte, no como
todo el ateísmo, y con más voz en negar la Providen aquellas por industria de igualdad de ánimo premedi
cia; en que tuvo por discípulo á Tácito, como lo mos tada, sino porque por el sacramento de la fe les fué
traré en su Tratado. Este, pues, docto poela en la dado el Espíritu Santo, y con el Espíritu Santo cono
noche de la gentilidad, en el primero libro (a) recono cieron á Cristo, y por Cristo á Dios, y por él y en él la
ce que creer la inmortalidad de Taima, aunque fuese verdad, que sin él no pudo ni puede alcanzarse? Apren
error, es error feliz. Óyele: de pues (5) de otro ateísta la dignidad que alcanza
en el mundo la opinión, aun mal enseñada y tan de
Longae {emitís H eognlta) vitae fectuosamente creída, de la inmortalidad del alma; y
Uers media est. Cerli populi , quos despleit Arclet,
Felices errare sao , quos Ule , limorum de las palabras de Tertullíano, el camino de hallar la
U.uimus, hiud urget leli netas, ludí rutntli verdad, para conseguir gloría eterna, exentado la lima
lnferntm ikens prona tlrls, animaeque capaces del tiempo, que tiene postrero día para aquella fama,
Hcrfis: et ignacum reditaras pariere vitae.
y (6) hora que será sepulcro á todas las grandezas y
Y si bien este lugar de Lucano habla de los que blasones del mundo. Sea la conclusión, que si en esta
creían que la alma no padecía muerte con su cuerpo, materia el creer defectuosamente y sin verdad , tiene
sino que en peregrinación continua pasaba de unos alabanza y precio, y es ocasión de hazañas y proezas
á otros, trata de la inmortalidad de ella, y la afirma admirables, ¡de cuánto más esclarecidas obras y más
engañada con la opinión, en la tarea en que la pone. inestimables maravillas y milagrosas acciones lo será
Sen dignas de reparo tres palabras en los exámetros saberlo creer con verdad infalible, y obrarlo con gra
referidos. La primera, llamar (el que no creia la in cia soberana para corona eterna!
mortalidad de Taima) felices con su error á los que la En estas tres verdades : que hay Dios, que hay Pro
creían, de que se colige forzosamente que tenia por videncia, que hay alma inmortal, el texto de Job ha de
desdichados con su verdad á los que la negaban. Ni tu ser mí texto. ¿ Por qué piensas que Job en trabajos
misma bestialidad es posible, y cuanto es mayor me nunca vistos y en persecución tan cruelmente dilata
nos, qne tenga por acierto el que hace infelices y por da tuvo paciencia siempre victoriosa y triunfante, y
error al que hace bienaventurados. La segunda es alma, no solo capaz de muerte , sino de calamidades
llamar á la muerte medio para otra vida, y no que se (7) la hacían desear? Porque creyó ysupo creer
fio. Y llama felices con su error á los que creen que la inmortalidad de Taima, cap. xix, vers. 23 : Scio
la alma no muere, porque dcsta opinión procede el enim quod Redemptor meusvivit , et in novissimo die
ánimo que exento de temor se arroja á los peligros , de térra surrecturus sum: Et rursum circumdabor
despreciando las amenazas del hierro. Y las almas ca pelle mea, et in carne mea videbo Deum meum. Afir
pias de muerte : esta es la palabra tercera. Coméntase mando misterios tan grandes, como (8) son, que hay
y llámalas asi, añadiendo que por esto juzgan es flo Dios, resurrección de la carne, alma eterna, que
jedad y vileza perdonar (2) á vida que ha de volver. aguardaba Redentor, y su resurrección con la suya;
No puedes negar que el tener las almas capaces de no dice creo sino sé, para enseñar que solo con infa
muerte en los gentiles, hizo inmortales y gloriosos y lible ccrtcza.se sabe lo que de Dios y por Dios se cree- '
aclamación de todos los siglos y naciones á Scévola, á Es la paciencia el valentón que arma para vencedor
Lucrecia, á Catón , á Sócrates y á Marco Bruto y á de batallas el espíritu del hombre con su inmortali
otros muchos; no obstante que, como dice Tertullíano dad; es señal de endiosamiento en el hombre, y fué
en el libro de Anima, cap. 1: Adeo omnis illa tune la señal en que principalmente debieron los judíos co
tapitntia Socratis de industria venerat consultae acqua- nocer que Cristo, siendo hombre, era Dios. Discurso
nimitatis, non defiducia comperlae veritalis. Cuienim es del eminente pensar de Tertullíano, en el libro de
neritas comperta sine Deo, cui Deus cognitus sine Patientia(b). Mira aequanimüatis fides! Qui in ho-
Christo, cui Christus explóralas sine Spirilu sancto, minis figura proposuerat latere, nihil de impatientia
<*»" Spiritus sanclus accomodalus sine Fidei sacra hominis imitatus est. üinc velmaximé Pharisaei Do-
mento? minum agnoscere debuislis : patientiam hujusmodi
Dime pnes: si persuadirse á que no moría la alma nemo homifium perpetraret. Cristo solo no participó
aquellos capitanes y filósofos (no por confianza de la nada de la impaciencia de hombre. Job participó algo,
verdad que sabían , sino por la industria de la igual
dad del ánimo, por conmodidad acetada), los hizo (3) y honra {US. original.)
ocupación de la fama, de las lenguas y plumas, resca- (4) los reinos, (S.)
(5) de oíros, atóla, (Z. P. S.)
(6) honra (S.)
(!) los abraiiredes (5.) 0) le («•)
(•) Verso 457. (8) que hay (C. Z. P. £.)
(I) U rida (G. Z. P. S.) (») Cap. ni.
i 16 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
aunque levemente ; no en las obras ni en las palabras, ! Ierra : (c) sed mitle manum tuam , et tange (minia
sino en el modo de decir algunas. El doctísimo Pedro quae sunt ejus, nisi in faciem tuam benedixerit Ubi.
Blesense, en sus Advertencias á Job sobre aquellas i Quid est, mitle manum tuam , eum ipse vellet ñutie
palabras : In ómnibus his non peccavit Job labiis suis, re ? Sed quia ipse non posset mittere manum suam,
dice que de dos maneras se peca con los labios : ú no ipsam potestatem , quam accepit á Deo , manum Dei
diciendo lo que se lia de decir, ú diciendo lo que se appellavit. Yo, por comento al discurso del gran padre,
lia de callar; y afirma que de ninguna deslas dos ma digo que en este sentido dijo Satanás, cap. tt, vers. 5:
neras liubia pecado. Mas olvídesele la tercera, que es no Alioquinmitte manum tuam, et tange os ejus, etcar-
decir loque se lia de decir como debe decirse; y en esta nem , et tune videbis , quod in faciem benedicat tibi.
fué reprehensible después, como se colige de las pala Respóndele Dios, cuando Satanás le pide que le toqui
bras del mismo Dios, con que empezó á argüirle (a) : con su mano : Ecce in manu tua est; veruntamenani-
Quisest iste involvens sententias sermonibus imperitis? mam illius serva. En la mano de Dios ¿qué pedía?
Y esto porque en unas partes decia que Dios era justo, Pedia el poder que le faltaba. Y diciéndole Dios que
y en otras que le quitaba su justicia, que no le juzgaba estaba en su mano, concedió el poder á su mala vo
con igualdad. En lo uno hablaba de la voluntad de Sata luntad, que es la mano del demonio. Desdichadamente
nás, que siempre es mala y suya (1); en lo otro, del po padece quien trueca estas manos. El demonio (5) sola
der, que, por tenerle de la permisión de Dios, siempre tiene una mano. Quien sabe que es manco de la del po
es justo en sus fines, que pocas veces alcanzan los hom der, no le teme; quien sabe que es de Dios, noseaíli-
bres, maliciando otros á propósito de su odio ú vengan ge. (6) Esclarecido elogio de Job nos dejó san Agustín.
za. Envolvió Job con la pasión celosa y el dolor vehe Llámale «aquel Adán en el estiércol». Dice que in
mente estas dos cosas, tan encontradas, en palabras co trínsecamente manaba inmortal idad, y extrínsecamente
léricas. Empero San Gregorio, libro n de los Morales, gusanos, habiendo dicho dos renglones antes: El iíli
cap. 10, las desenvuelve y desahoga con estas: Scien- Adam in stercore (7) cautior, quam Adam in para-
dum (2) vero est, quia Sathanae voluntas semper ini- diso. Nam Adam in paradiso consensit mulieri, vi
qua est , sed nunquam potestas injusta ; quia a semet- de paradiso emitteretur : Adam in stercore respuit
ipso voluntatem habet, sed á Domino potestatem. Quod mulierem , ut ad Paradisum admitlerelur. Hasta en
enim ipse faceré iniqué appetit, hoc Deus fieri non ser llamado segundo Adán fué Job figura de Cristo.
nisi justé permittit. Conócese que aquestas razones Y fué disposición suya que lo fuese, pues con él tomó
son arrulladas por aquella soberana Paloma, que como satisfacion la divina Majestad , con mortificación de
nido frecuentaba la oreja del gran padre, (6) San la inobediencia de Adán y de la soberbia con Job.
Agustín nos dio con el texto de Job esta misma doc Pues, (8) si él en el paraíso, siendo señor de todo, lo
trina en que se deposita todo el consuelo de los afligi perdió todo por la golosa persuasión de su mujer; este,
dos. Sobre el salmo xxiz : Et Job (nempé diabolus oc- que era el mayor de los reyes del Oriente, habiéndo
cidit filios ipsius, diabolus tulit omnetn substantiam selo Dios quitado todo, y arrojádole en un muladar (de
ipsius), et Ule quid? Dominus dedit, Dominus ab- tal manera, que antes pareciaítroque güéspeden él),
ttulit ; sicut Domino placuit, ita faclum est; sit nomen en vez de darcréditoá su mujer, la reprehendió áspera
Domini benedictum. Non triumphet inimicus, quia mente ; en que se desquitó de la elocuencia de Eva I»
ipse fecit : novi ego, inquit, á quo sit permissus: dia- divina Justicia. Afrentó con Job al demonio, que bla
bolotribuatur nocendi voluntas, Domino meoproban- sonaba de haber vencido al monarca de lodo el mundo,
di potestas. Y más ahajo, tratando de la respuesta que la incomparable hermosura del paraíso, y (9) la inos-
dio á las palabras de su mujer, son incomparables á cencia , venciéndole con pobreza ultimada con gu
nuestro propósito, y en alabanza de Job : Quid ergo sanos y llagas, con ceniza y estiércol. Tan calificada
Ule Adam in stercore parturiens immortalitatem in- venganza solo pudo tomarla por medio de la paciencia,
trinsecus, vermibus ¡luescens extrinsecus, quid ait mu- de un Adán y Eva con otro, la divina Providencia;'
licri? Tamquam una ex insipientibus mulieribus locu- de la misma serpiente con ella misma. Job, Adan.salis-
ta es. Si bona percepimus de manu Domini, mala (3) fizode ellos á Dios; y Cristo, segundo Adán (así le
non sustinebimus? Iterúm, et Ule manum Domini di- señala san Pablo) , satisfizo á Dios por ellos. Débanme
wit in se, quod eum diabolus percusserah quia non este lugar los comentarios de Job y sus devotos ; que
attendebat quis percuteret , sed quispermitteret. Nam- yo se lo debo á san Aguslin.
que (4) et ipse diabolus eamdem potestatem, quamsibi Todas las batallas sangrientas y formidables que
volebatdari, manum Domini appellavit. Nam obji- venció la paciencia de Job, tuvieron por caudillos la
ciens crimen justo viro, cui Dominus perhibebat te- siempre mala voluntad de Satanás y su poder, justifi
stimonium, ait Deo : Numquid gratis Job colü Domi- cado en la permisión de Dios que se le dio. Hete referi
num? Nonne tu vallasti eum ac domum ejus, univer- do en lo divino y lo humano algunos de los infinitos
samque substantiam ejus per circumilum ? Operibus blasones que prueban que cuanto hay grande y mag
tnanuum ejus benedixisti, et possessio ejus crevit in nífico y glorioso lo han obrado y obran los hombres
por creer que su alma es inmortal. Ahora te pregunto
(a) Job, xxxviii, 2.
(1) y en el otro del poder, qne (S.) («) Unta bona lili dedisti, propterea te eolit; sed mitle, ctt.
(í) est (Todos loo ejemplares.) (5) solo(C. Z. P.S.)
(i) Desde aquí hasta Analizar el párrafo es, en el Original, adi (6) Encarecido [Id. )
ción de mano del propio autor, hecha en dos hoj illas sueltas, y (T) est (Todos los ejemplares.)
llamada a su sitio por una cruz. (8) si en el paraíso <;. Z. P. S.) ..
l3< aulem quare non sustineamus? (Iodos los ejemplares.) (9) ultimada con gusanos y llagas, con ceniza y esUéreoM»- w
(4)ips«t/<f.) — ... con sus gusanos... (S.)
PROYIDEN'CIA DE DIOS. 177
que me digas si lias leído ú oíste decir de alguno y deseos ; á cuyos actos concurren magistralmente
de lus que la dudan ó no la creen, cosa en obras ó memoria, entendimiento y voluntad , potencias prín
palabras que no sea vil, infame, injuriosa, nefanda y cipes de Taima, que por ser acto del cuerpo físico
detestable. Los nombres de los que lo fueron no sir y orgánico, ó se detiene y embaraza en su turbada
ven de otra cosa sino de que los maldigan y abominen disposición , 6 se difunde y explaya por la bien con
todas las lenguas y las plumas ; la memoria que de corde y capaz de su armonía. Esto se ve claro en los
ellos se hace es su afrenta. Quiero disponerte á más hombres sabios y necios. Y pues no pudiendo ningu
interna consideración con un inconveniente que no se nas almas ser tontas, hay personas que lo son, se
puede conceder. Desde las primeras niñeces del mun sigue que la causa es el cuerpo, que en los unos
do basta el día de boy todas las gentes y nackines sirve (5) á Y alma de estorbo, y en los otros de ins
han tenido religión y culto, dios ú dioses; creido trumento hábil. A lo humilde, si da conocimiento de
alma eterna, otra vida, y en ella premio ó pena; lo grande , se le ha de perdonar la vileza y agrade
guardado ley, observado ritos y ceremonias, hecho cer el beneficio. Alcance de tí esta estimación la com
ofrendas, y acompañado con ellas los cuerpos de los paración de tres linternas: su oficio es alumbrar en lo
difuntos en las hogueras y sepulturas; ()) abstenído- obscuro; quiero que contigo hagan su oficio. (6) Fin
se de muchas cosas apetecibles, por no violar los pre ge que una tiene la tapa de' hierro, otra de güeso,
ceptos; vertiendo su sangre, sacrificando sus hijos, y otra de cristal. En todas tres hay lies iguales luces
otros sus vidas. Esto han hecho siempre los hombres cerradas. Si te preguntan en cuál hay más luz, di
en todas las partes del mundo, en todas las repúbli rás que en la de hierro no hay alguna, que en la
cas, reinos, gobiernos y ciudades; sin que se lea ni de güeso hay poca y turbia, y en la de cristal mu
se sepa que jamás ha habido de ateístas, no digo mo cha y clara; y no te permitirá la vista, que se ter
narquía , reino ni república , gobierno ni ciudad ó mina en el objeto y se gobierna por el medio y la
pueblo corto; sino corta familia, que aunada pro distancia, decir otra cosa. Mas abiertas las tapas, co
fese tal error. Pues si no hay alma eterna, premio noces y ves que las luces son y fueron iguales , y
ni castigo, ni otra vida, y toda religión es mentira, que tan {1) grande diferencia ocasionó la materia den
seguiráse que no solo los animales y brutos más viles, sa ú diáfana que cegaba la una y descubría me
que no creen esto, aciertan, sino que (2) solos ellos nos ó más las otras. Tan claramente se reconoce
son capaces de la verdad y de razón; y que solo el
que el defecto es de los cuerpos en su composición,
hombre ni tiene la una ni conoce la otra.
Y por consiguiente, que los cristianos, que solos y no de las almas; y que ilustrándolos, como las
creemos (3) en verdadero Dios y ley, somos menos luces á las linternas, son diferentes de ellos, como
racionales, no solo que todas las malas sabandijas, la lumbre de ellas. Pensamientos y imaginaciones
sino que todos los idólatras , que adoraron piedras y y deseos, y las demás operaciones de la alma racio
palos y animales y sierpes y moscas. Esto no puede nal no constan de materia y forma, que son dis
ser: luego lo contrario es forzosa verdad. Por honra posición caduca y mortal y corruptible, como, sin
por vergüenza, por respeto de ley , por religión, por excepción , las cosas que de ellas se componen : luego
premio de otra vida, ningún animal se modera en el son espirituales. Ni puede negarse que cualquiera po
apetito ni en la comida ni en el robo ni en la ira, tencia ó hábito, aunque más libre sea de concre
ni se quita nada de comodidad , ni ama la muerte, ni ción (llamémosla embarazo y ocupación material),
desprecia la vida ; y el hombre por todas aquellas ra tiene naturaleza de accidente, que necesita y busca
zones se priva de todas estas cosas con gozo y espe alguna substancia en que se funde como sobre cimien
ranza. Si aquellos aciertan todos, este en todo yerra. to, en que estribe como basa, como suelo, sobre cuya
Si ellos conocen la verdad, este soto , entre todas las estabilidad se afirme como vientre de donde proce
cosas criadas, no tiene de ella conocimiento. Pues con da. (8) Eso mismo es nuestra mente, y por eso es ne
ceder absurdo tan grande, aun en las mismas bestias cesario que tenga su arrimo y apoyo; y este no puede
no puede caber. tenerle en naturaleza diferente de la suya, que no sea
Hete arrinconado á razones sin salida, para tenerte, libre y exenta de toda materia; y siéndolo solo el áni
si no más reducido, más atento. Las cosas de fe no mo humano, es forzoso que él sea la substancia de ta
pueden con argumentos probarse. Empero hay argu les accidentes. El cual, en vez de ojos, aplica su in
mentos que prueban por qué deben creerse siendo teligencia no para detenerse en (9) percebir solamente
de fe, prefiriendo á todos el mérito de su falta de los singulares, sino para que, como entregado en una
vista, pues se ve mejor creyendo con su ceguedad selva inmensa do cosas que pueden ser conocidas, pa
que vítudo con los ojos. sando de lo limitado de los particulares, de que no se
Veamos si esta alma tuya, que ya confiesas diferen da ciencia, colija los universales, divida, dilina, dis
te de la de los brutos y más perfecta, si es diferente curra, y de los antecedentes ligilime las consecuencias
y más perfecta que tu cuerpo. Esto te han de enseñar en que (10) descansa de los rodeos espirituales por don
en ti propio á ti las operaciones que, por ser espiri de vino á la demostración. De manera que, no solo el
tuales, forzosamente han de ser del espíritu , y no de discurso es espiritual, sino también sus operaciones;
la carne. (4) Son estas pensamientos, imaginaciones, porque estas (como dice Aristóteles en el lib. vn, Ethi-
(S) el alma (S.)
(6,i y tinge (Id.)
(I) absteniéndose (C. Z. P. S.) (7) gran(Z. P. S.)
(í¡ solo (/</.)
(8) Esto (S.)
(3l nn verdadero (S.l (9) percibir (Id.)
(4) Son estos pensamientos (G. 1. P, s.) (10) descansa lo verdadero de los rodeos [Borrada en el original i
Q-n.
13
<78 OBRAS DE DON FRANCISCO DE.QUEVEDO VILLEGAS,
corum , cap. I .) siempre siguen la naturaleza. Y lo quo autoridad del reverendo padre (3) Bartolomé Jacqui-
para lí importa más que su autoridad, aunque se la nocio, de la compaiiiade Jesús (que le hace en su libro,
dio la ventaja de su razón, es que, no solamente la in cuyo título es Hermes christianus), exquisitamente
teligencia y discurso (1) son cuerpo ni le tienen» docto, de tan fervorosa piedad, de tan sabrosa devoción,
sino que, á serlo, no pudieran hacer alguna de sus ope que en las traducciones ha sido golosina de todas las
raciones. ¿Cómo pudieran escudriñar el mar sin mo lenguas. ¡Oh, no consiéntala caridad estudiosa que sola
jarse? ¿Tratar el fuego sin encenderé? ¿Espiarlos pasos mente la española esté en ayunas del! Ande en las manoi
del sol y del cielo sin llegarse á ellos ni poderlos de todos, y de ellas solo pase al corazón de cada uno (6).
seguir? ¿Entrarse en lo profundo de la tierra sin rom Entrar en la compañía de Jesús y dejarla ó salir de
perla? ¿Ser capaces de tanto mundo, y sin tardanzas ella, no promete buenos pasos ni suceso. Por esto Jel
de tiempo y distancias caminar extremos tan apar padre Jacqninocio me paso al padre Lesio, en el opús
tados y incompatibles, sin cansancio? Esto no lo ne culo citado. No trasladaré sus argumentos; aprovecha
garás, porque lo haces infinitas veces, cuando desde dme de los asuntos para acompañarlos, y seiáme nor
tu aposento en España te pascas por las Indias, de te fijo para seguir diferentes rumbos.
. donde con la misma velocidad te mudas ú las opuestas, En esta vida hay buenos y malos, vicios y virtudes,
y te entras, si estuviste allá, en la casa en que vivías, delitos y méritos. Si no hay otra vida, ni las virtudes
aunque la puerta esté cerrada, y te paseas por los tienen premio, ni los vicios castigo, ni los malos pena,
aposentos, sin que te vean los que los habitan. ni los buenos gloria. Este absurdo no se puede conce
Consideróte afligido con las veras de la filosofía. der, porque en los mismos virtuosos y en los mismos de
Quiero darte lugar para que respires, y con provecho, lincuentes lo contradicen, en aquellos la confianza del
advirtiéndote algo importante deslc nombre Alma ó premio por que obran bien, despreciando las comodi
Anima. No quiero que presumas, cuando dices «Mue dades y aumentos del mundo; y en (4) estos, aunque
ra mi alma», que tu voz, siendo el más flaco y co pequen sin testigo y sin respeto á superior, el temor y
barde y vil de los hombres, es la misma que la del censura de la consciencia, que ejecutiva sigue á la
■ más fuerte, que fué Sansón, cuando dijo en el capí maldad : y ni la confianza ni la consciencia son corpo
tulo xvi do los Jueces : Moriatur anima mea, «Mue rales, sino operaciones de Taima. El justo espera lo que
ra mi alma.» Has de saber que los hebreos Mamaron merece; el impío lo que merece teme. Pues si espe
Nephes & la alma, que en el cuerpo es ministra de la rasen y temiesen loqueno ha de haber, (S) fueran por de
vida mortal; y (2) RVAHII&h alma y espíritu in más ; y esto no puede oirse : porque si es cierto aquel
mortal; y por esto no dice en el lugar referido el tex axioma y innegable que la naturaleza nihil fecit fru
to RLAHH, sino Nephes. Los latinos imitaron este stra, «nada hizo por de más,» ni en la más vil sabandija
cuidado, que al espíritu inmortal del hombre llama ni en la yerbezuela más abatida, ¿cómo en cosa tan
ron Animus, ánimo; y a los de las demás criaturas importante se dirá que son por demás dos ministros
Animas. Jovenal, sat. xv (a), te es maestro cou mag espirituales, en quien está el aliento y la exhortación
nificas palabras: al bien y el reconocimiento del mal? Y lo mismo se
siguiera del deseo y discurso humano, que (6) ni tienen
Srpnrat neo nos orilla ni limite, ni hartura ni quietud en las felicidades
A ¡rege mutorum, alque ideó venerahile so!¡
Soríili inaenium, dieinorumque capaces, humanas.
Atque exercendis, capiendisque arliíusapti ¿Cuál avaro juntó tanta riqueza, que no se desvelase
Sensum á coelesli demissum traximus arce, por aumentarla, aun con lo poco que tiene el mendigo;
Cvjus egent prona, el Itrram speclautia. Hundí
Principio indulsit commums conditor Hits que no esté más amarillo, que su oro con la invidiadel
lantum animas, nol/is ammum quetiene más? ¿Quién tiene tan grande puesto, que no
le aflija otro si le tiene tan grande; que no le enferme si
Ninguna cosa te quiero persuadir que no la diga Ju- le tiene mayor? ¿Quiéninventó los ladrones, sinolacob-
venal con elegancia casi devota: que nos aparta del dicia de lo ajeno? ¿Quién los traidores, sino querer el
concurso de las bestias el entendiniieto, y que los hom vasallo ser rev ? ¿Quién los tiranos, sino el querer ser
bres solos tenemos ingenios dignos de veneración y ca Dios, y que él no lo sea? ¿Cuál gusto hay Un pretendido,
paces de las cosas divinas, hábiles para aprender y que quien (7) le alcanza no le desprecie? No hay cosa
ejercitar lasarles, y que le tenemos inviado del cie Un grosera para los deleites humanos como la posesión
lo; del cual carecen los animales, á quienes dio almas de ellos. ¡Qué descortés seles muestra y míe desabri
solamente y á nosotros ánimos. Con menos hastío oyes da! Pues siendo esto asi, á' no ser inmortal la alma í«
á los poetas y á los gentiles que á los Padres. Acaba de
avergonzarte de que el idólatra tenga semblante en las (3) nartholorac Jacqninolio IMS. original.)
palabras más de cristiano que tú, y no olvides estas di (»i Jarquinot. que tino 4 Dijon, cabeta del dofido de Dore,mi.
por patria, loma el habito de la compañía de Jesús a los «wi
ferencias; con cuya verdad no profanarás algunos luga odio años de edad, en el de 1587. En ella obuvo los primer»
res déla Sagrada Escritura, quedices quéestudias cuan puestos, merced a sn erudición, laboriosidad y prudencia , mr
do la persigues, pues en ella solo buscas sentencias que riendo regir el colegio de Lcon, presidir la casa profesa ««
puedas entender mal y aplicar peor. v Tolosa, v administrar varias provincias. Sus obras nas apr
Apadriné en el argumento pasado mi pluma con la bles son : Hertms christianus. León, 1619, en 12. - » >» «
tilae, ad Dei culliim i* sácenlo instiluendae. Lcon, 1WI. »"»»>,
y 1656, en 8.*—Christianus ad aras. Lcon, 1648.
(4l aquellos, aunque [US. original.)
(1) ni son cuerpo, ni le tiene ; (Z. P. S.) (5) fuera (Z. P. S.)
(2) Rü AHH i Z. P. S. en las dos partes.) (6) no [id.)
{■<¡ lo [Id.)
(o) Verso 142.
PROVIDENCIA DE DIOS. 479
no haber en otra vida otros bienes, ¿obraran sin algún albedrio ú merece premios 6 penas, ú padece ú goza.
Gn estas generosas operaciones del espíritu, que con no Dime : ¿parécete justo y posible que baya castigos pa
sosegar en alguna cosa humana, confiesan que su ocu ra el cuerpo del pecador, verdugo y juez; y que no
pación cd estas cosas es inducida de los apetitos j sen haya uno ni otro para el pecado, que le hizo pecador y
tidos, y divertimiento fastidioso de su descanso? Res reo? Forzosamente dirás que no. Pues eso que niegas,
ponde, si sabes. Si en el mundo no hay (1) bienes que quieres que sea, negando alma inmortal. En el salmo l
lo sean verdaderos aun para los apetitos de los malos, dijo el santo Rey David, lavando con lágrimas sus cul
¿cómo (21 los habrá para premio de los buenos? Pues no pas, y baptizando con ellas delante de Dios su arrepen
tener los malos castigo en esta vida, y tener los virtuo timiento : Tibí soli peccavi, «A ti solo pequé.» Claro
sos tan gran Castigo en ella como no tener premio, está que también pecó contra el marido con el adulte
aunque no hubiera otra vida, no se podia pensar; y rio, y contra la mujer con el homicidio. Esto no lo ca
solo habiéndola, se permite con logro. A ti mismo llaron sus gemidos; empero considerando que por ser
quiero alegarte. Si tienes un criado ladrón, aunque lo rey, aun para el escarmiento en la tierra, no podia pa
seade lo que tú hurtaste, y otro fiel y cuidadoso, ¿á cuál decer en el cuerpo el castigo que se da al pecador; y
premias, á cuál castigas y despides? Forzosamente al por ser el pecado de la alma, por ser de la voluntad,
ladrón. solo Dios podiacastigarle, — dijo que á él solo había pe
Pues ¿en qué fundas que en tu casa haya dueño jus cado. Y por esta misma razón en el salmo (a) xcm Humó
to y justicia, y nO en la tierra ni en el ciclo? Replicarás ú Dios «Dios de las venganzas, señor Diosde las vengan
que sean como tú, ambiciosos, avaros, invidiosos, sen zas», pues siendo las ofensas y agravios de la voluntad,
suales y soberbios, y gozarán de los bienes que gozas. solo Dios, que puede castigar el espíritu, puede dar ven
Respondo que los hombres buenos consideran que los ganza de las sinrazones y demasías. Y por esto dko
tesoros y cargos y gustos que se permiten á los malhe Dios (b) : Mihi vindicta m; ego retribuam, « Déjeseme
chores, son como el vino y el regalo que dan al que He— la venganza, que yo la daré.» Los hombres vengativos,
vau á la horca, para animarle y que llegue con más brío con sus desagravios prueban esta verdad cada día. Dice
al suplicio. Cuando ven que al feamente poderoso le uno á otro que miente : el desmentido, sin tratar de que
llevan con ruido y aplauso por las calles en peso, se dijo verdad, leda un bofetón; este al que se le dio
acuerdan de los que llevan en brazos al homicida que apalea, y el apaleado mata al otro. Y yendo de mal en
arrastran, que tuviera por mejor caricia que quitándole peor, dicen que van quedando bien: tan fuera de pro
de la horca, le llevarán arrastrando á sa casa , que lle pósito, que sin tratar de si mintió ú no, que fué el
varle en hombros al cordel y á la muerte. origen, dice que cobra en el rostro lo que dijo la .bo
Aquí (3) aclamas victoria, y dices que, pues en el ca; y el contrario con el palo en la cabeza, la demasía
mando hay azotes, cárceles, prisiones, cuchillos, hor de la mano ; y la daga en el corazón, la superchería
cas y fuego, que ya hay castigos para los malos, y que del brazo. Y no habiendo sido interlocutores ni cóm
no es menester (4) otra vida para esto. plices en la ofensa estos miembros, sino sola la inten
Óyeme con más atención y con más bien purgado ción y la lengua del arrojado, el desatino los absuelve,
oído que hasta aquí. En el mundo no hay verdugos ni y busca la satisfacion en quien no tuvo parte en nada.
tormentos para los pecados, sino para los pecadores. Y porque los ateístas ois con ceño palabras de los
Quien peca es la voluntad, y esta es potencia espiritual santos y (C) autoridades de la sagradaEscritura, quiero
del alma ; está fuera de la jurísdicion del cuchillo y do darte en los idólatras sospechas bien habladas de que
la soga y del fuego. Si no hay otra vida y alma inmortal las venganzas han de dejarse á Dios y los castigos, yquo
r Dios, el pecado se queda sin pena y sin juez. Los tri él (7) cuida de ellos. Oye estos versos de Lucano,4i-
bunales de la tierra ajustician al homicida, al ladrón y bro ív (8) de su Pharsalia (c) :
il adúltero, para conseguir los efetosdel escarmiento.
Félix Roma quidem, civesque kabltura leales.
Mi Séneca dice no cuelgan al robador porque hurtó ; Si tibertalis tuperis lam cara placeret,
lino para que no hurte más, ni otro se atreva á hur Quam vindicta placel
tar : mucho dijo en estas palabras que centellean lum
bres desta verdad. Cada dia ves en los animales y aves Dice que « fuera. Roma feliz , y bienaventurados sus
todos los delitos que unos hombres castigan en otros : ciudadanos, si el cuidado de la libertad agradara tanto
robos, heridas y muertes y otros muchos ; y no se pue á los dioses como el de la venganza».
de decir ni ha habido quien llame pecado el hurtar el Agradó de suerte el precio destas palabras á Come-
lobo, ni el herir y despedazar el león. Y esto no por lío Tácito, que, sin temer el nombre de ladrón, come
otra cosa sino porque no obran con voluntad, que es tió el robo de ellas. Historiarum , lib. i (</) : Nec enim
la autora de la culpa, y solo obedecen su naturaleza. unquam atrocioribus Populi Romani cladivus, magis-
Que no tienen voluntad las bestias pruébase con que ve justis indiciis approbatum est , non esse curae Deis
no tienen>entendimiento. Que no le tienen ya lo probé; securitatcm nostram, esse ultionem.
y es imposible que sin entendimiento pueda haber vo Ninguno de los dos, por fulla de verdadera luz, su
luntad, porque son potencias de la alma racional, que (5) po decir cómo era Dios de las venganzas, aunque di
sola habita el cuerpo del hombre , que por el libio
[a) Está en blanco la referencia en el MS. origina!.
(¿1 En la epístola de san Pablo a los romanos, cap. zil, 19.
I I ■ bles {Errata del US. original.) (6) autoridad (C. Z. P. S.)
«Si habrá (S.) (7) cnide (Id.)
(S) climas (6. Z. P. S.) (8) de la (S.i
U) otra vida. Para esto óyeme (lá.) (c) Verso 807.
[d) cap. tu.
180 . OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
jeron que las venganzas eran de Dios ; y se conoce ofende. Si dijeres, sacrilego y blasfemo, que no hay de
que las cosas están mejor tratadas en el dueño que en monios, responderéte que ¿cómo, si no los hay, estás
el ladrón. Lncano, hablando condicionalmente , dijo endemoniado? Cuando tu iniquidad (5) niegue la his
que Roma fuera feliz si á los dioses agradase tan toria divina, no puedes desquiciar el discurso que en
to el cuidado de la libertad como la venganza. Y si ella se apoya. Reconoce en esto la majestad de las San
bien el discurso se muestra estropeado, el de Tácito tas Escrituras, que aun en la noche de mi ignoran
tiene más feo achaque , cuando afirma : «Nunca con cia (6) su estudio amanece la verdad, que fuera de ellas
más atroces calamidades del pueblo romano , ó con se busca en vano. Cosa cierta es que las causas remo
más justos juicios, futí aprobado no tener los dioses tas y secretas se conocen por sus efectos. Estuviéronse
cuidado de nuestra seguridad y tenerle de nuestras cerradas en la clausura de su retiramiento todas las co
venganzas. » sas del cielo, que se ven y no se tratan, y las que se
El doctísimo Lipsio más se muestra en estos renglo pultan las entrañas de la tierra , si la parlería de sus
nes fiscal que comentador suyo. La (1) Providencia efectos no descerrajara su noticia. Los hervores del
divina de todo cuida; error fué de pocos, que de nada. crisol califican la composición del oro por la más bien
Mas , como no merecía por sus maldades Roma la li compuesta de parles entre los metales, cuya sólida
bertad que dice Lucano, ni la seguridad que se lee en amistad la apura, y no la des ila la poifia del fuego. Y
Tácito ; y por los agravios que á tantos inocentes y el mismo crisol enseña la colérica impaciencia del azo
libres habían hecho, quitando su ambición á todos la gue, cuyo cobarde semblante de plata huye en humo
seguridad que tenían, y Dios los castigaba conminas á las primeras diligencias de la llama. ¿Quién dijera
tan atroces,—parecía que solo le agradaban las vengan que la víbora, con cuerpo habitado de peste, era antí
zas y que solo tenía cuidado de ellas. Y como es cosa doto al veneno, si no lo aprendiera de la triaca?
que un hombre no puede tomar de otro ligítimamen- Este es principio innegable á los sentidos y poten
te; ni en este mundo, sin Dios, un pobre de un rico, cias, y doctrina autorizada por el experimento de cada
un vasallo de un rey, una ciudad de una monarquía, día, maestro de lo que mejor supieron los filósofos. A
ni una casa de una ciudad,—Dios, que es suma justicia, esto sigue lo que dijo la razón con la pluma de Aris
atendiendo á los agravios, dispone (2) estas venganzas. tóteles, capítulo primero del primero libro de Anima :
Y se conoce que son (3) permisión suya, en que todos Si igitur operationwn animae vel affcctuum, aliqtiis
los grandes reinos, imperios y emperadores se han per proprius sit ipsius , fieri potest ut ipsa anima sepa-
dido por donde pensaron levantarse; y su aumento ha retur. Sin vero nullus sil rjits proprius , non separa-
sido su diminución, y sus fuerzas su flaqueza. Y esto bilis est. «Si de las operaciones de Taima ó los afectos
no es del discurso humano , sino sobre él, y obra de es alguno proprio suyo, puede ser que la alma mis-
Dios, de quien se dice que es Capientem calidum in mase separe. Empero si ninguno es proprio suyo, no es
. calidilale sua, «quien coge al astuto en su astucia ;» separable.» Esto se debe conceder y no (7) puede ne
al opuesto de los hombres, que no pueden cogerá otros garse. Y porque no entiendas que, pues Aristóteles pre
sino en su ignorancia desapercibida. gunta esto, lo duda, óyele en el cap. i: Intellectus au-
Sea conclusión que castigar al pecado y premiar las tem advenire videlur, el sub.itantia qunedam esse, ac
virtudes, solo Dios puede, en cuya jurisdicción está la non eorrumpi. Y pocos renglones más ahajo : Intelle-
alma ; cuyo es por los actos libres de la voluntad uno clus divimtm quid est fortassé, passionrqiíe vacat. Y en
y otro; y que las venganzas son de Dios, y que Dios el lib. n, cap. 2, que parece le había de alegar á tu
lo es de las venganzas, porque él solo puede darlas y bestialidad, desconfiando de tí, se comenta : De intel-
to triarlas. leclu , vero, conlemplativaque potenlia , nondum quic-
Este disparate sangriento, esta rabia facinornsa, esta quam est manifestum. Sed videlur hoc animae genus
furia delincuente en lo divino y humano, que se inti esse diversum, idque solúm perindé alque perpcluum
tula Libro del Duelo, tiene la infamia de su descen ab eo, quod accidit, sejungi, sepnrarique potest. Cae-
dencia tan antigua como el mundo. El ángel comune teras aulem animae parles separabiles qitidem non
ro, para ser demonio fué soberbio, invidioso y ingrato; esse, ut quídam asserucrunt , ex his quae diximus pa-
y en siéndolo, fué astuto y vengativo. Luego que per tet. Y al lin, tratando del' alma, dice: Etenim ipsa cor-
dió la honra, inventó el duelo; luego que perdió el pus non est, est autem corporisaliquid. Repite este
estado de la gracia, inventó la materia de estado. Con sentir suyo Aristóteles por cumplir con la dignidad de
esta destruyó el inundo, pues por materia de estadoy la materia que trata, la cual reconoció por tan retira
ser como Dios pecaron los primeros padres : conócese da ú la razón humana en soberana majestad, que en
en que Dios le dio después en cara á-Adan con esta el primero capitulo del primero libro previene la di
frenética presunción. El duelo Cain le rubricó con la ficultad de la averiguación de la naturaleza de l'alma
sangre de Abel; y desde entonces discurre zizaña ho con estas palabras : Veriim enim omni ex parte, atque
micida, no falto de leyes y textos, antes cómplices que omiiinó dif/ifillimum est, fídem aliquem de^pm tán
doctos, y no puede negar el linaje, y ser su fundador dem accipern, «Mas de verdad, de toda parte y total
Satanás : pues como él, viéndose afrentado y sin honra, mente es dificultosísimo que alguno finalmente reciba
tomó la venganza en el hombre, que no le ofendió, los fe de ella.» Solo Aristóteles supiera decir estas pala
que le profesan se desagravian en lo que no (4) los bras, sin saber lo que decia en ellas ni para cuán
do. Reconoció que era sumamente dilkultoso que al-
(1) divina Providencia (S.)
(2) esta vengama. (G. Z. P. S.) (5) niega 'G. Z. P. S.)
(3) permisiones su jas, {Id.) (6) sin estudio i Z. P. S.)
(4J les {Id.) (7j debe negarse. (G. Z. P. S.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 181
puno recibiese Te de Taima; empero no alcanzó que sas luces, cuanto más de cerca trata los confines da
la podían recibir todos solamente del que la (1) espi la muerte.
ró en el cuerpo, y la redimió; y que aun á él, siendo Cuando quieres dar lugar á que tu entendimiento
Dios y hombre, le costó infinito. Permitió la Majestad desembarazado contemple las cosas sin cuerpo y abs
eterna que portas plumas de los filósofos se deslizasen traídas del (eso llama el filósofo fantasmas), tú pro
algunos resplandores de la verdad, anticipados con pio te retiras adonde los oidos, que no pueden negarse
providencia para vencer con su disposición la ignoran á la voz, vaquen su atención por el silencio en que
cia contumaz; loque se reconoce en Aristóteles, cuya los escondes; cierras los ojos, porque los objetos no
dotrina es prólogo admitido de la teología escolástica, los (8) distraigan; y si eres en tu especulación vehe
con cuya lógica, filosofía y metafísica (2) se confaccio- mente, desconfiando de la clausura de los párpados,
nan todos los argumentos de las escuelas católicas, jnntaudo las ventanas, excluyes el sol y el dia; y si
sirviendo de antídoto á la doctrina de Platón, con la es de noche, apagando la luz, te aseguras de la clari
cual, al opuesto, todos los herejes informaron sus er dad sustituida en la vela; compones el cuerpo todo en
rores. Censura es esta del severo jjuicio de Tertulliano, quietud (9) olvidada de sus acciones, de tal manera,
lib. de Aiiimm, cap. 23 : Dolco bona fije, Platonemom- que parece te ensayas para difunto en la prisión y ti
níum haereticorum condimenlarium factum. nieblas de la sepultura. Más es esto que confesar y
Parécerne que tuvo razón el doctísimo africano de conocer que el entendimiento puede separarse del
tenerle lástima, y no respeto, pues no solo lo dice, sino cuerpo, y existir después de la desunión del compuesto
que lo verifica. Ño es poco importante esta diferencia sin él ; pues tú mismo para que obre te prestas muerte
entre Platón y Aristóteles, para justificar el bien pre por aquel espacio, y ves interiormente que, separado
ferido séquito que este tiene. del cuerpo ', señorea las causas y los efelos, los géne
Si yo te pruebo que V alma tiene operaciones y afec ros, especies y diferencias de las cosas, exprimiendo
tos propios suyos, no podrás negar que es separable. desta manera las sciencias. No por otra cosa hicieron
Apercíbete que has de ser probanza contra ti. Para tanto caso los antiguos de las palabras que decían ago
otros ya queda esto probado; mas tu terquedad nece nizando los que ya tenían dudosa vida. Pasó de crédito
sita de que te prueben la misma probanza. No sola á religión el creerlas en lo porvenir, pareciéudoles que
mente el entendimiento es (3) afecto y operación pro la alma racional, estando casi desatada de las prisiones
pia de la alma, por lo que con él obra ( estando unida del cuerpo, podía por sí, desembarazada de la tarea
con el cuerpo) fuera del, sino poique el entendimien mortal, dar luces de la divinidad participada en su
to, para oblar como quien es, tiene por estorbo los origen. Esto se verifica en Homero, occeano que rebosó
sentidos. por arroyos todos los filósofos de Grecia ; y del lo imi
El entendimiento obra tan independientemente del taron otros muchos gentiles de los que pueden lla
cuerpo, que no (4) siente los afectos que dependen marse escritores de mejor nota y (10) sabor.
parciales de su compañía con la alma. Antes, si la men Califiquemos esto con más anciana anligüedad, con
te toda se engolfa en la imaginación, ni los ojos ven lo piélago más abundante, con palabras de may#r peso,
que miran, ni los oidos oyen la voz que los solicita; con sabiduría de mejor linaje, asistida de santidad
ni el cuerpo , si la contemplación arrebata en éxtasi canonizada, que corrija la (11) demasía sin distinción
sobre los cielos el espíritu, siente aun los recuer ( en pronunciar lo futuro ) de la opinión precedente.
dos molestos del dolor; porque de tal manera se Esto toca á Job, que es sustentante desta conclu
para la meditación fervorosa el entendimiento de la sión como de las demás. Perdió los ganados, la fami
parte corporal y sensitiva, que como (5) viuda del al lia, la casa, los hijos, y todo cuanto le hacia entre los
ma, si no muere, cesa. Es verdad tan recibida, que reyes orientales grande. (12) Todo esto dispuso el en
fué adagio griego (ti) Noü; opio xcu voü; axoet. «El en tendimiento de Jub á que solo se mostrase con pocas
tendimiento ve, el entendimiento oye.» ¡Cuántas veces palabras pacicnlMiiio, humilde y reconocido; antes
lo has experimentado en otros, cuando hablándolos y fiel que docto y sabio : esto dispone en el varón justo
viendo que no te responden, les dices que ó estaban la pérdida de los bienes de fortuna. Mas luego que Sa
en otra parte, ó divertidos (que es la frasi vulgar); y no tanás amotinó con pestilencial plaga todos los humo
menos veces te lo han dicho á tí ! Pues ¿quién negará res discordes contra la paz de su salud, extendiendo
que puede la alma existir apartada del cuerpo, si el las llagas por toda su estatura, y, desapareciéndole el
entendimiento, que es su operación, no solo se aparta semblante de hombre, derramó en podre sus entra
del, aun animándole la alma, sino que en parte parece ñas, hecho alimento y manantial de gusanos; no solo
que le desanima con remedos de muerte, y mostrando desfigurado de vivo, no solo con señas de muerto y
que á su vuelo le (7) es peso la carne y estorbo los cuerpo enterrado, sino reducido á las sobras que del
sentidos? Estos, como corruptibles y mortales, cuanto cadáver deja con hastío la hambre de la tierra. Enton
más se van llegando á la vejez, caducan más y se ano ces pues su alma y entendimiento, como (13) quien
checen; el entendimiento se esfuerza con más aninio- sacude la tierra adonde cayó, so alegra de levantarse,

(1) Inspiró (S.) (8) distingan; (G. Z. P. S.)


líi se confeccionan (W.) (9) olvidado (Z. P. S.)
(3) efecto (P. S.) (10) saber. (Id.)
(4; sienten l. P. S.) il I demasía lsin distinción en pronunciarle. Z. P. 5.)
15; noida de la alma (G. t. P. S.) (12) Quedóle su mujer sola para última persecución. {Borrado
16) «El eotcndímienlo i Z. P. S.) por el autor en el J/.S. original.)
¡7) espesó ig'.)— esperó la carne y estorbó los (Z. P. S.) (13) que sacude (Z. P. S.)
182 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
y sacudiendo el polvo, se limpia. (1) Como el que deja Algunos pasos dio en este camino la consideración
en la prisión el peso trabado de los grillos se resti de mi Séneca en la epístola xxx á Lucilo, donde re
tuye libre á la propia agilidad , así se explayó por los fiere que se iba á visitar á Baso Aufidio, hombre de
tesoros de las sciencias divinas y humanas, remon mucha edad y agravado de enfermedades y que ya
tándose en misterios inacesibles, confundiendo con conversaba con la muerte, do por cumplir con la obli
sumamente elegante verdad los doctos y los sabios. gación de amigo, (4) cuanto por aprender la sabidu
En herir á los enemigos y cortar lazos de argumen ría del que se moría , ya que no podia del muerto.
tos se mostró espada, desnuda de la vaina que apri Refiere con admiración las palabras que entre (5) los
sionaba sus filos; en el vuelo, ave generosa que dejó paroxismos pronunciaba aquel cadáver, dictadas del
las tardanzas de las pigüelas. Si la muerte no fuera conocimiento cercano, y de Taima, que viendo ya
docta, no fueran los mejores y más útiles maestros inhabitable el cuerpo, estaba de partida.
de los vivos los muertos. Sin duda está depositada en Quiero darte la mano para que vayas ascendiendo
ella y (2) en sus vecindades alta sabiduría. La vejez, por esta escala racional. Llanamente confesarás que
que contina con ella, lo certifica; á quien aguardan en de las cosas juzgas con el entendimiento, porque la
el hombre el juicio, la prudencia y el desengaño. memoria es depósito y la voluntad elección. Y de la
Que Job vivo parecía antes esqueleto que cadáver, misma suerte darás por constante que el juez no so
no consienten sus palabras que sea exageración, ca ha de inclinar á ninguna de las partes ni tener afec
pítulo 19, v. 20 : Pelli meae, consumptis camibus, to que las toque. Pruébalo la experiencia de la natu
adhaesit os meum , et derelicta sunt tantummodo la raleza, pues para discernir bien qué cosa es dulce ú
bia circa dentes meos. Y como quien experimentaba amarga conviene que el gusto no esté asistido del
en si cuánto resplandecía el entendimiento desemba uno ni otro sabor. Al enfermo, sea agrio, ó dulce,
razado del cuerpo, no porque la alma depende del, todo le amarga, porque la cólera posee con su amar
sino porque le acompaña ; tratando de la Sabiduría, gura el gusto; y sucede lo proprio en los demás sen
en el cap. 28, v. (3) 12 et 13, pregunta : Sapien- tidos, porque en todos es una misma y común la
tia vero ubi invenitur? Et quis est locus intelligen- razón del juicio. Luego si nuestro entendimiento dis
tiae?—Nescit homo pretium cjus, neo invenitur in cierne todas y cualcsquier cosas que están con la ma
térra suaviter viventium. Clara y literalmente dice que teria concretas (y esto nadie puede negarlo, porque
no se halla la sabiduría en la tierra de los que viven no hay alguno en quien el entendimiento no haga este
en delicias suaves y en dichosa abundancia., á su pre juicio), necesario es que nuestro entendimiento, que
gunta : Abyssus dicit: Non est in me ; et mare loqui- es arbitro de toda la naturaleza corpórea, carezca to
tur: Non estmecum. Y en los versos siguientes (nom talmente del impedimento de ser cuerpo. Si el juez
brando todas las riquezas, joyas y metales, y la que á una de las partes se inclina, es mal juez, por
soberbia de la púrpura) dice que ella es más preciosa . que, inclinándose por afecto á una de ellas, dejada
que todo, y que nada es comparable con ella; á mi ser juez, y es la parte á que se aficionó; y si la razón
parecer, consolándose de haber perdido todas estas prudente, que es autora délas" leyes, da por recusado
cosas, y totalmente la salud, por haber participado, al juez pariente ó deudo del que litiga, ó con quien
por medio de los asomos á la muerte, fama y alguna tenga familiar amistad ó haya tenido enemistad algu
voz de la sabiduría. Y por esto consecutivamente dice na , ¿cuánto más incapaz seria de la judicatura el en
en el v. 20 y 21 y 22 : Undé ergo sapientia venit? tendimiento que, no solo tuviese afecto á una délas
Et quis est locus intelligentiáe?—Abscondita est ab partes, sino todos los mismos afectos de todas? Y
oculis omnium viventium ; volucres qtioque coeli la- ¿cuánto más justa seria la recusación en el entendi
tet. —Perditio et mors dixerunt : Auribus nostris miento, ser cuerpo para juzgarle, que tener afinidad
audivimus famatn cjus. Otra vez repetidamente afir con él ó conversación, y ser de una propia naturale
ma que la sabiduría está escondida á los ojos de los za, que ser amigos? La alma, animando el cuerpo,
que viven, y que solamente á los oidos de la perdi entiende, no solo las cosas corporales en particular,
ción y de la muerte llega su fama. La perdición, nin sino en los universales con las causas de ellas; y esta
guna fué más universal y ultimada que la suya; la inteligencia es suya y en si, y es espiritual; y, por
muerte, sobrábale disposición para ella; mas estaba simple y no compuesta de materia y forma, incor
detenida en su corrupción con aquellas palabras de ruptible (6); y separable de. ella, y por sí existente, y
Dios, cap. 2, v. 6 : Ecce in manu lúa est; verum- no deducida de la potencia de la materia. No quiero
tamen animum illius serva. De suerte que Job habló negar á tus réplicas aun lo que no sabes, por poco tiem
de sí y de todo su trabajo y calamidad, desquitando po. Te presto contra mi el nudo ciego que se lee en
la pérdida do la hacienda, de la salud y del cuerpo Aristóteles en estas palabras : Si intelligere sil phan-
con el logro que se le siguió en el desembarazo de su tasia, vel non sine phantasia. «Si el entender es
alma y entendimiento. Corona este discurso el Espí fantasma, ó no sin fantasma.» Nudo ciego es; roa?
ritu Santo en el Eeclesiástico, cap. 41, v. 3 : O mors, yo le daré vista : y para esto me (7) dará los ojos-*!
bonumest judicium tuum homini indigenti,.et qui venerable y doctísimo Padre Francisco (8) Xuarez,en
minoratur viribus, defecto aetate. Este lugar cuenta su tratado de Anima. Y porque oigas sin miedo y no
los requisitos que dije : pobreza, enfermedad y vejez;
y exalta el juicio de la muerte.
(4) sino por aprender (G. Z. P. 5.)
¡5) los parasismos {Id.) m
(1) Como quien deja (Z. P. S.) (6) .de ella, y por si iM.)
(í) sus vecindades (SO i"i prestara los ojos [Id.)
(3) II, pregunta : [US. original y G. Z. P.) 18) Miareí, [Id. constantemente.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 183
te asuste la palabra fantasma, empezaré por su signi gustamos, olemos y palpamos; y este conocimiento no
ficación, que la hará apacible (a). pertenece á alguno de los cinco sentidos que referí ; (3)
Lo que se llama fantasma ó fantasía es la imagi porque de las operaciones de los sentidos externos no
nación. Su oficio es juntar las cosas sensatas, quiere puede pertenecer el conocimiento á la fuerza inteli
decir sensibles entre sí ; y es como un tesoro de las gente, ni á la potencia que llaman atención ó ad
imágenes ó semejanzas del sentido común. Que hay, vertencia; porque percebir todas las diferencias de los
demás de los cinco, este que llamamos sentido común, externos sensibles, y juzgar de las percepciones de
afirma, contra algunos que le negaron, toda la es los sentidos singulares, no es cosa que excede la facul
cuela peripatética, y de común consentimiento los tad de 1' alma sensitiva , como quiera que administren
filósofos. Dicelo Aristóteles en el libro ni de Anima, otras obras más aventajadas los animales brutos; por
cap. 7, testo 31, y en el libro de Morte et Vita, cap. 1 . lo cual no se debe atribuir & mayor grado del alma.
Pruébase que le hay, de la necesidad de su ministerio, Que los sentidos no perciben sus operaciones, es opi
el cual es diferente del que tiene cada uno de los ein- nión asentada: Epicuro en el Canon los llama irracio
co: lo que es tan evidente, que cada uno se es demos nales. Los ojos nos persuaden que el círculo de la
tración desta verdad. Lo primero, porque, como acos llama del sol no tiene mayor diámetro que la linea do
tumbre la naturaleza, cuanto la es posible, reducir dos palmos. Que ningún sentido conoce por la re
la multitud á unidad, por conseguir la perfección flexión sus operaciones, se prueba porque esta re
arismética con la orden de los números , disponiendo flexión ó vuelta sobre sí mismo es obra de la facul
la multitud en método comprehensible y fácil, — as! tad inteligente. La cual primero procede por rectitud
convenía que hubiese un sentido que, juntando en sí casi geométrica, y después, como si perficionara un
todos los sentidos externos, se llamase propiamente círculo, vuelve á sí misma ; de lo cual no es capaz la
común; porque, como todas las líneas de la circunfe potencia material , que según el temperamento del
rencia se juntan en el centro, asi se juntasen en él órgano, está determinada á solo obrar con recta ope
todas las imágenes de las sensaciones de los otros, co ración. Y con esta no puede el sentido percebirla: lo
mo de los ojos (1) las colores, lo sonoro de las orejas, que se concluye de que ninguna potencia se extiendo
los olores del olfato, los sabores de la lengua, y de más allá de los límites de su objeto , por ser asi quo
todo el cuerpo la cualidad del tacto. Usó Aristóteles la operación del sentido no es su objeto, como no loes
desta comparación del centro en el libro ni de Anima, de la vista el ver, (4) sino el color ; y así en los demás.
cuando llama al sentido común «uno en sí, y medio En estas noticias te lie dado munición contra mí
entre los sentidos externos». La más evidente prue para que me combalas con el argumento de más
ba de que le hay es lo que obra ; y los mismos cinco fuerza, y que al parecer batió en ruina las fortifica
sentidos son proposiciones que (2) le confiesan : por ciones de la (5) mente en Aristóteles. Las palabras su
que nosotros mismos conocemos que oímos , vemos, yas , en que parece que vencido se rinde á que el en
tendimiento no es separable, son estas: Si operatio
(«i El padre doctor Francisco Xuares i Stiarez, de la Compañía est phantasia, vel non est sine phantasia, non est se
it /esos, honra no solo de mi patria Granada, sino de Espa
ña entera , nació en esta ciudad á 5 de enero de 1513. fueron parabais, «Si la operación es fantasía ó no es sin
íss padres Gaspar Xnarez de Toledo , abogado de la cnancillería, fantasía, no es separable.» (6) La palabra griega del
y Antonia Vázquez de Utiel. Pasaban su candor y encogimiento texto c¡iavxaj(xaxa ó <pccvca<jía se interpreta en latín
plaza de simpleza en sus floridos anos ; pero al llegar i sazón su phantasmata ó phantasia. Las fantasmas no son otra
entendimiento prodigiosamente brotó en un fecundísimo y peren
ne manantial de teología , de donde salieron tantos y tan doctos cosa sino formas sin materia ; no son las mismas cosas
litros que llenaron aquel siglo y los siguientes de admiración y sensibles, sino sus simulacros. Hay otra máxima del
espanto. Leyó artes en Segovia, y teología en Valladolid, Al- Filósofo: Oporlet intelligentem phantasmata speculari,
cali de Henares, Salamanca, Roma, Evora y Coimbra, i cuyas
dos ultimas poblaciones se trasladó por mandado del rey don Fe «Es forzoso que el inteligente especule las fantasmas.»
lipe, y donde, a instancia de las mismas nniversidades, fué gra Quiere decir sus formas, sus simulacros ó imágenes,
duado de doctor y proclamado el primer teólogo de su tiem -que se guardan en la imaginación como deposito del
po. Tal acogimiento, y la holgura y regalo de la tierra, empeñá sentido común.
ronle en comunicar por medio de la prensa el fruto de sus graves
estadios; asi que en el tiempo de sn permanencia, en Portugal Paréceme que sientes por carga molesta los térmi
escribió la mayor parte de sus veinte y cuatro volúmenes en folio, nos y palabras de la filosofía. Suuédete lo que al que
y por mandado de Paulo V su famoso Defensorio de la fe, para des se previene para pelear, que cuando so viste el peto
concertar a los herejes de Inglaterra, frenéticos enemigos de la
Iglesia católica romana. Recibióse con tanto aplauso el libro, y ó la cota, y se ajusta el casco ó morrión, se em
produjo tal sobresalto en los protestantes, que el rey Jacobo 1 hi baraza ; mas de lo que le pesa entonces , se alegra
zo que en Londres fuese quemado por mano del verJugo. A igual después, en la ocasión, cuando hiere con ellas seguro
suplicio condenó el Parlamento de Paris esta obra, como lo había de ser herido. Yo te armo contra mí; no te afli
hecho ya ton la del padre Mariana De rege el regís iwtilutione.
Pero al oírlo el padre Xuarcz exclamó : ¡Ojala con mi sangre lo jas ahora con la molestia de las armas; guarda el
grara sellar las verdades que ha defendido mi pluma ! sentimiento para cuando, habiendo liádole de su defen
Erudición extraordinaria , y taeto exquisito para extraer la ver sa, veas que no te aprovechan; y consuélate luego de
dad de entre las opiniones al parecer mas contradictorias, gran
faena de dialéctica, sumo orden y precisión en los escritos, eran conocer que son inútiles contra la verdad, pnra des
Jas dotes de su entendimiento, unidas a una memoria prodigiosa. cansarte de tan molesta prevención contra ella. No lo
Tantas prendas valieron al célebre teólogo el dictado de doctor falta Vitoria al que, pretendiendo vencer á la verdad
eiimio, que le dio el romano pontifico en una bula; y con él es
conocido en las escuelas este hombre extraordinario.
con engaño, vencido de ella, los vence en si propio.
Murió en Lisboa Xuarez a. 2o de setiembre de 1617, de sesen (3) porqne a las operaciones (C. Z. P. S.)
ta y nueve arios de edad. (4) ni el color; Z. P. S.)
II) los colores, (G. Z. P. S.) i!> muerte de Aristóteles. (S.) .
llj la coníesan ; ( Id.) 1$; Las fantasmas no son otra cosa (Z. P. S.)
184 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
La verdad vence á la fiereza con su hermosura ;' por tra mí, diciendo que «ol entender de Taima, junta con
eso vence más desnuda que adornada y con armas. el cuerpo, con las fantasmas, y no sin pilas (por ser
Quien combate sus aciertos, siempre viene cargado necesario qtteel inteligente especule las fantasmas), no
de hierros. es porque el mismo acto de entender por si dependa
Supuesto lo dicho, para probar que la alma no tiene de la actual imaginación, sino solo por cierta natural
operación propia suya, y que el entendimiento noto es, simpatía ú concomitancia, la cual se sigue de la natu
y que así no es separable del cuerpo, dirás: Si el en ral unión de Taima con el cuerpo.» Esta dependencia
tendimiento es necesario que especule las fantasmas, accidental y concomitante te la asimilo al hombre que
que son las formas de las cosas sin materia , ó él es en un aposento de espejos (como yo le vi en casa de
fantasma, ó no puede ser sin fantasma. Si lo es ú no Juan Baptista Porta, en Ñapóles, hombre curiosamen
puede ser sin ella, sigúese que no es propia operación te docto) no ve sino lo que los espejos le representan;
de Palma. Luego Taima no es separable. y no obstante que el ojo que ve, no puede verse á sí,
Que Taima, estando unida al cuerpo, no entienda ni el uno al otro, ni los dos (i) el aspecto donde están,
sin especular las formas ó simulacros de las cosas sin sin el reflejo, —no por eso la potencia visiva csel refle
materia, confiésalo en todos el entendimiento , pues jo, ni depende del por sí, sino condicional y acci
nada entiende sin estos simulacros y formas. dentalmente. Lo mismo sucede á Taima, en el cuerpo
Este es el lazo más difícil de romper, y el argumen cerrada, donde la imaginación la cerca de espejos,
to que parece que triunfa con la conclusión. Congojó que la muestran imágenes, simulacros y formas sin
á Averroes y á Filopono, y no lograron su respuesta; materia.
pues poco á propósito dijeron que aquellas palabras El decir el filósofo que conviene que el inteligente
«O no essin fantasma», se debían entender como ins contemple las formas sin materia, no es decir que
trumento de la" inteligencia. Santo Tomás dice que de sin ellas absolutamente no puede entender. Avicena,
, dos maneras se debe afirmar que el entender no es sin en su Compendio de Anima, afirma que para el uso
fantasía: ó como instrumento, ó como objeto. Como de la sciencia no se requiere tal contemplación; y los
instrumento es falso, como objeto es verdad; porque intérpretes griegos dicen es superfina y vana para cuan
aunque la fantasma se compare al entendimiento por do T alma atiende á lo común y (S) material. Irrefra
modo de objeto, con todo, el propio entender, conforme gablemente se bu de entender que T alma, por lo me
á sí mismo, es propria operación de Palma, que obra nos, junta con el cuerpo no glorioso , necesariamente
por sí misma y no por órgano corpóreo. La respuesta contempla las fantasmas en las comunes ú ordinarias
es como del Santo; mas ó la profundidad te servirá de intelecciones; empero en las extraordinarias, por la
niebla, ola agudeza te será difícil. Amanece aquella misma razón no es necesario. Pregunto yo á Aristóte
obscuridad que (1) tu falta de vista y agudeza ocasiona, les: cuando trató de las inteligencias, ¿cómo pudo con
el reverendo y doctísimo padre Francisco Xuarez en templar formas sin materia de lo que carece de mate
el libro citado : Videtur ergo dicendum praeter depen- ria y forma, por ser espirituales? Y lo mismo, cuando
dentiam alicujus operationis a phantasia, ut ab órga trató de los cielos, de la materia prima de la forma, y
no vel instrumento , seu facúltate eliciente operatione, de la privación. Y ¿qué fantasmas contempló cuando
duobus aliismodis posse aliquam operationem non esse trató ¿estas proprias fantasmas y de la intelección, y
sine phanlasma. Unomodo antecedenterperse,etcausa- de la eternidad del mundo, que porfiadamente dispu
liter; alio modoconsequenter, vel concomitanter, et qua- tó, siendo así que de eternidad ninguna fantasma pudo
si ex accidenti. Priori modo pendent affectiones appe- ocurrirle? Forzosamente respondiera qué él dijo que
titus senlientis á phantasia ; quia licet non sint actus convenia contemplar las formas sin materia al inteli
eliciti ab illa, nihilominus sine illius praevia opera gente en las ordinarias inteligencias. ¡ Cuántas veces
tione, et motione esse non possunt. Posteriori autem el entendimiento discurre en lo que nunca fué, en lo
modo dicitur intelligere animae conjunctae non esse que nunca será, en lo imposible ! ¡ Con cuánta ansia
sine phantasia, quia necesse est intelligentem phan- pretende que le sea presente lo futuro; y con los pasos
tasmata speculari, non quia ipsum intelligere per se de su discurso desaparecer las distancias, y aguijarla
spectatum ab actuali imaginatione per se pendeat,.sed pereza del tiempo á lo porvenir! ¿Qué fantasmas (6) les
solum per quandam naturalem sympathiam, seu con- pudieron 'disponer las parlerías de las estrellas, que
comitantiam, quae sequitur ex naturali unione ani blasonan los astrólogos por divinacion? Quien contem
mae ad corpus. ¿Quién no conoce que la doctrina del pla á Dios infinito, eterno y omnipotente, Inmutable, y
padre Xuarez razona efectos de luz en la claridad apa trino en personas y uno en esencia, y que siendo
cible con que ilustra (2) pacífica las tinieblas? Su plu Dios se hizo hombre, y que siendo Dios y hombre
ma (que aun militando contra herejes, conservó en lo murió, y el misterio de la Eucaristía, claro está que
belicoso lo auxiliar) fué colirio de quien era cauterio, no puede contemplar fantasmas de ningún modo, por
para la vista y la consciencia del serenísimo rey de ser cosas altísimamente remontadas , no solo sobre la
Ingalaterra, con aquel libro en que la verdad no (3) pa naturaleza, sino sobre el mismo entendimiento racio
deció el achaque de amarga y fué estéril del odio que nal que las contempla. Luego T alma en el entendi
el proverbio dice que pare. miento tiene operación suya propia y en sí misma,
No con menor claridad amanece la noche de la pro por (7) lo cual se prueba que es separable, incorrup-
posición disjunctiva de Aristóteles, que te presté con-
(4) al aspeelo (Z. P. S.)
(1) su falta de vista (Z. P. S.) i!¡' inmaterial. (JfS. original.)
(2) y pacifica (S.) {(•» le pudieron (S.)
(5i pareció {Id.) t") la cuaUZ. P.S.)
PROVIDENCIA DE DIOS. 183
tibie y eterna ; y evidentemente se conoce que aun jumento amplius : cuneta subjacent vanitate, et om
asistiendo en el cuerpo , puede existir sin él. nia pergunt ad urium lucum: de térra facta sunt, el in
¥ porque no extrañes el decir que se demuestra con terram pariter revertuntur. ¿Puede igualarse á tu des
razones la inmortalidad de Taima, siendo fe, lo primero atino algun rematado frenesí? Pues para solamente
teadvierlo que es de fe, porser verdad que se lee en negar todo el Testamento Viejo y Nuevo, das crédito
muchos lugares del Testamento Viejo. Está difinida en al sonido y superficie destas palabras , pretendiendo
el concilio Lateranense , confirmado por León X (a), que la Sagrada Escritura solo sea verdadera en lo que
sesión vin, con estas palaGras : Damnamus, sánelo ap te parece que se desmiente á sí misma en todo; pues
robante Concilio, omnes asserentes animam intelle- quien niega la inmortalidad de Taima, niégala figura
dkam esse mortalem (6). Y añade el Canon que cons y lo figurado. Uno de los textos más literales contra tu
ta el uo ser mortal del Evangelio: «Que el enemigo pue opiniones esteque alegas por ella. No alegaras la cláu
de dar muerte al cuerpo, no á Taima.» Compruébalo sula deste libro sagrado, si leyeras todo el libro. Con
también el concilio Vienense sub Clemente V (c) , y todos sus capítulos te respondo, sin que pormia puedas
refiérese en la segunda Clementina de Trinitate et Fide recusar alguna palabra. El padre Francisco Xuarez, en
Calhdica, § Porro. Lo que opones á mis demostra el libro citado, cap. 10; respondiendo á losargumentos
ciones opongo á tus dudas, para mostrarte que sin ser contrarios á este , que es el primero, dice : In hoo
condenado en cosa de fé, no puedes tenerlas. Y para loco Eccles., 3, solúm fit comparatio Ínter hominem et
absolverme de haber dicho que con razones demuestro bruta anima! ia, qoadeonditiones, quae corporis nwr-
verdad que es (1) de fe, te refiero pocos renglones de talitatem consequuntur. Cita por esta interpretación la
lospadresde la Compañía do Jesús del colegio de Coim- autoridad de san Hierónimo ; hace al cabo mención de
bra, y del curso que imprimieron de filosofía, que la respuesta de Hugo, imitando al gran padre ; de Salo
es solo en el que Aristóteles habla (2) con su lengua: mo vienense, de Olimpiodoro qui aliaminterpretatio-
ttilo, y no chisme de lo que uno dice de otro, que nemadhibet, nomine iume^torum homines secundum
dice que lodijo. Da la filosofía elocuente y (3) escolística sensum vívenles intelligi. Rubrica este sentir el padre
y erudita (4) el latin sin el sayago de barbarie; enseña Xuarez con la siguiente nota : Sed illa mystica est.
y deleita. Los maestros que leyeren por él, fácilmente Para el entendimiento bien acostumbrado esto so
liarán á sus discípulos maestros. bra por solución; empero el tuyo, tan distraído, juzgo
Vengamos á las palabras: son enel comentario*; Ani que necesita de ser porfiado para ser persuadido. No
ña, en el tratado de Anima separata, disputación i, eres capaz de aquella luz por (5) la falta de la vista.
de Immortalitate, et natura animae, articulo 3, pági Mejor guia el palo al ciego que una hacha; por bordón
na 510, al Gn : Oppones lumen non videri posse de te ofrezco mi sentir en este lugar. Salomón, á mi en
monstran' animae nostrae immortalitatem , cum sit tender, escribió este libro del Ecclesiastes contra los
dogmade Fide tenendum. Sedoccttrrendum.nonomnia ateístas, que solo tienen por dios al vientre, por glo
|)«aeF¡ii« docet supernaturali cognitione teneri opor- ria los deleites, por felicidad y bienaventuranza la go
iere, ti alioquin satis sint perspecta nalurali lumi- losina, probando que los persuade el vicio á que, pues
w.ulomnium hominum fuíurum interitum, metal- su vida muere como la de los anímales, que la vivan
lorum venas in üispania, quae cum naturalia sint, n» como ellos ia viven. ¿Y este es el lugar que enseñando
turaetjueiumine nota, in divinis lamen oraculis ha- quieres que escandalice? Pretendió Salomón curar
tmtuT. Secüs de propositioneilla Deus est , quam li deste error á los hombres, y desengañarlos de todos
nt natwalí lumine quis notam habeat , ad justi/ica- los halagos y pretensiones del mundo y terrestres; por
titintm lamen requiri, ut supernaturali cognitione ap- eso tantas veces repite : Omnia quae sub Solé fiunt,
pnktur docent meliores Théologi , ob illam D. Pauli «Todo lo caduco que está debajo de la luz del soKn
smlmtiamad Ilaebreos, u : Credere oportet accedentem Para poder persuadir á esto, exagera en el primero y
<"¡Deum,quiatst. segundo capitulo su grandeza, diciendo que fué rey
Va que no puedes negarme la dignidad de tu alma, poderosísimo, (6) sus tesoros, refiriendo sus incom
«naturaleza ni la independencia para poder existir parables riquezas , su opulencia ; contando los jardi
«parada del cuerpo, quiero aliñarte el entendimiento nes, los palacios, su sabiduría en el sumo grado que
í barrer del el polvo y la basura con que le tienen des la tuvo, sus deseos, sus pensamientos, sus gustos; y
aseado las falsas aprehensiones, que en él te han sido esto para que los que desengañaba diesen crédito sin
guéspedes desagradecidos , pues pagan la posada en podérsele negar en cosa tan halagüeña, á experiencia
'urna y desprecio. Fuiste a' graduar tu locura de docta, tan llena de majestad y scicnc.ia tan eminente. Y pul
í la impiedad de sacrosanta, y tu ignorancia de sabi- que no se ofendiesen con el desengaño, empieza en sí
wia, con las palabras del sabio Ecclesiastes , 3: propio á llamar vanidad cuanto fué y hizo y tuvo y
l-mu mteritus est hominis, 'et jumenlorum , et aequa
supo; con lo cual la reprehensión se admitía por (7)
«ñaque conditio: sicut moritur homo, sic et illa mo- calidad derivada de tan esclarecida corona , y no se
tmtar: similiter spirant omnia, et nihil habet homo
aborrecía por nota. Dice mi Séneca que si los pobres
<«) A 19 de diciembre de 1513. que desean ser ricos se aconsejasen con los que lo son,
■» 'Io' SJCro aprobante Concilio damnamus et reprobamos ani- que oyendo los cuidados que tienen, las invidias que
"'"¿4teVíc"™ mattilCm Cssc-* Qü£,1!I") "" cu'd(> dc '» Pan- padecen, los temores que sufren, las solicitudes que
1 Celebróse en Vicna del Delflnad'o ( Francia ), ano de 1312. los arrastran, los ladrones quo los acechan , que nin-
I »e fe le refiero. Pocos renglones {US. original.)
W en so lengua : (G. Z. P. S.) .
W escolástica (M.) (5) falla (5.1
(*i en latió yz. p. s.) (6) reliriendo sus tesoros, (/A)
(7) la calidad {Id. i
186 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
gun mendigo desearía ser poderoso. Por esto sobera los que temen á Dios? Empieza (2) el cap. 9 casi re
namente Salomón, para que su consejo sea recibido copilando los antecedentes en severo desengaño:
de los que codician dignidades , riquezas , entreteni Omnia haec tractavi in corde meo, u¿ curióse intelli-
mientos, gloria en edilicios, deleites y estudio de cosas gerem : Suntjusti, atque sapientes, et opera eorum in
humanas, afirma que tuvo y fué lo uno y lo otro. Des 7)K7H ií Dei; et tamen nescit homo uírum amare, m
de el tercero capítulo, donde está el lugar desta con odio dignus sit : sed omnia in futurum servantw in-
troversia, empieza á referir lo que vio en el mundo y certa, eó quóduniversa aequé eveniant justo, et impío,
■en los suyos. Advierte que no dice que no hay otro bono, et malo. Cuan sublimes puntos de teología tuca
bien para el hombre sino el comer y el beber, siuo que esta cláusula, no es deste discurso el ponderarlos; solo
conocía que no le había; y en otras partes, que lo vio. es del caso advertir cuan evidente razón da coa silogis
Que los hablaba con ironía , en el mismo capítulo se mo formado, de la eternidad de la alma , del juicio de
conoce, y en todo el libro lo probaré, v. 16 : Vidi sub Dios para ella en la segunda vida. Y para declararse Sa
solé in loco jwlicii impietatem, et in loco juslitiae ini- lomón en qué cosas habló irónicamente, en cuanto alo
quitatem. Et dix\ in corde meo : Justum et impium que parece aconseja de beber y comer, y deleites ypa-
judicabü Deu», et tempus omnis rei tuno erit. Ya ves sar en ellos la vida y juveniud (que es el primero pun
que este lugar dice que hay Dios y juicio en que su to), dice en el cap. 1 1 y penúltimo: Si annis multisvi-
providencia desagraviará el mundo. Este (1) antece xerit homo, et in his ómnibus laetatus fuerit, menú-
de al que tú alegas: quiso qiíe, como triaca, previ nisse debet Unebrosi temporis, et dierum tmi/forum:
niese el veneno que se le seguía. El hablar irónica qui cum venerint vanilatis arguentur praeterita.
mente es sagradamente misterioso, es lenguaje de Laetare ergo, juoenis, in adolescentia tua, et inhotio
la Sagrada Escritura, es de Dios. Desta manera habló sit cor tuum in diebus juventutis tuae, el ambula in
á Adán, Génesis, cap. 3, v. 22 : Ecce Adam quasi unus viis cordis tui, et in intuituoculorum luorum:elscilo
ex nobis factus est. Y Míqireas á Acab , cuando á su quod pro ómnibus his adducet te Deus in judicium.
primer pregunta sobre si iría ala guerra, le dijo : «Vé á ¿Qué ironía más clara que decir: «Alégrate, mance
Rliamoth Galaat,y vencerás;» siendo así que á otra ins bo, en tu mocedad y espacíese tu corazón en bienes
tancia del Rey le dijo que si iba, moriría, y donde, en los días de tu edad floreciente , y entretente en los
y de qué, con las señas horribles de su muerte en su caminos de tu deseo, y satisfácete de cuanto vieren tos
sangre. Este estilo sigue frecuentemente Salomón en ojos» (que es todo cuanto parece que ha aconsejado),
este libro; loque se prueba con evidencia de las pro añadiendo consecutivamente: «Y sabe que por todo esto
posiciones que, repartidas por él, asisten como antí te juzgará Dios»? Desempeñé mi sentir en descifrar el
dotos, y de la conclusión del cap. 12 y último. Las pro intento deste libro cuanto á la primera parte, de dos
posiciones son estas : Melius est videre quod cupias, que trata.
quam desiderare quod nescias : sed et hoc vanitas est, La segunda es probar que habló de la misma manen
et praesumptio spiritus (a). «Que es mejor ver lo que en el lugar que ocasionó este discurso, en el cap. 3:
se desea, que desear lo que no se sabe. » Es decir, «Uno mismo es el fin de los jumentos y el del hombre,
que se dé más crédito á los ojos que á la fe. Y esta es y igual la condición de entrambos; como muere el
la raíz literal de todo el ateisino. Pues destas palabras, •Jiombre, mueren ellos ; (3) de una misma manera es
condenándolas, no solo dice Salopion que son vanas, pira todo , y nada tiene más el hombreque el jumento;
sino presunción del espíritu. En el cap. 7, v. 2 : Me todo está sujeto á vanidad, y todo camina á un mis
lius est nomen bonum , quam ungüenta pretiosa : et mo lugar ; de tierra fueron hechos, y igualmente vuel
dies iitortis die nativitatis. Melius est iré ad domum ven á ser tierra. ¿Quién supo si el espíritu de los hijos
luctus, quam ad domum convivii : in illa enim finís de Adán sube á lo alto , 6 si el espíritu de los jumentos
cunctorum admonetur hominum , et vivens cogitat desciende á lo bajo?» Ya está respondido que los igualó
quid füturum sil. Melior est ira risu : quia per tri- en (4) ser mortales y en el morir los hombres y las bes-
stitiam vultus corrigitur animus delinquentis.— Cor lias. Añado yo que, para que se corriesen, se lo dijo
sapientium ubi tristitia est , et cor stultorum ubi loe- por ironía tan repetidamente y sin distinción alguna.
tilia. Pruébalo el cap. 12 y postrero, que empieza (8) ponién
Esta cláusula sola era bastante á probar con evidencia dole ceniza : Memento Creatoris tui in diebus juven
que en todas las que dice que son de igual condición tutis tuae, antequam veniat tempus afllicttimis , et
y que mueren de una manera los hombres y las bes appropinquent anni, de quibus dicas : Non mihi fio-
tias, que su bien y felicidad es comer y beber y pasar cent. Todo el capitulo le pone delante de los ojos la
con alegría su vida,—no solo habla irónicamente, sino ruina de su cuerpo y la diminución de su hermosura
queda vaya, digámoslo así, para afrentar á los impíos. y fortaleza, en metáforas doctísimas, porque los frag
En el cap. 8: Etenim quia nonprofertur citó contra ma mentos de su presunción le den doctrina, y noasco. Mas
los sententia, absque timore ullofilii hominum perpe- por declarar que habia asimilado al hombre con los
trant mala. Attamen peccator ex¿o quod cent\es fa- jumentos en el fin del cuerpo, dice al fin : Et rever-
cit malurh, etper palimliam sustentatur ; ego cognovi tatur pulvis in lerram suam unde eral ; cosa que en
quoderit bónum timentibusDeum, qui verentur faciem
ejus. ¿Cuál amenaza más rigurosa que esta, ni que más
claramente hable con los que tienen por solo bien sus
(í) en el cap. 9 casi recopilando loa antecedentes : es sctko
apetitos y deleites , pues dice que solo habrá bien para
desengaño : (Z. P. S.)
(3) en un» misma (S.) .
(1) antecedente al que (Z: P.S.) Uj el ser (G. Z. P. S.)
(a) Eclemstes, cap. ti, 9. (5) poniendo la ceniía : (W.)
PR0VIDENC1A DE DIOS. i81
aquella parte sucede de la misma manera á las bes dijo Dios á Noé : Et ingredieris arcam tu, et filii tui,
tias. Y por haber dicho: «¿Quién sabe si el espíritu de uxor tua , et uxores filiorum tuorum tecum. Et ex
los hijos de Adán sube, ó si el de los jumentos baja?»— cunctis animantibus universae carnis bina induces
para que no se entienda que lo pregunta porque lo in arcam, ut vivant tecum. ¿Ves qne cuando salvó en
duda, como si respondiera: «Yo lo sé,» añade consecu- el arca al hombre , en ella juntamente salvó los ani
tivameüíe : Et spiritus redeat ad Deum, qui dedit males? Porque salvares en esta parte amparar, de
illum, 11Y el espíritu vuelva á Dios, que le dio.» Debe- fender y conservar. Y en el capítulo 8, v. 1 : Recordalus
rásme por lo menos el saber que Salomón no solo hizo autem (6) Dominus Noe , cunctorumque animanlium,
este libro, sino que le hizo comento de sí propio en et omnium jumentorum, quae eranteumeo in arca, ad-
unos capítulos eon otros, (a) No solamente Salomón duxit spiritumsuperterram,et imminutae sunt aquae.
respondió al que pregunta : «¿Quién sabe si el ánimo Como su misericordia dispuso que entrasen en el arca
del hombre sube?» sino mi Séneca, al principio de la los animales con el hombre, para salvarlos con él de la
epístola lxizvi : In ipsd Scipionis Africani villa ja- universal inundación, se acordó de ellos y del hombre
etns haec tibi scribo, adoralis manibus ejus et ard, cerrados en el arca, para enjugar con su espíritu las
quam sepulchrum esse tanti viri suspicor : animum aguas y volver el mar á la prisión de sus orillas ; des
quidem ejus in caelum, ex quo erat, redisse persuadeo ahogó (3) las cabezas de los montes, porque aquel bajel
mihi. Todo lo dijo: que subia, con decir que «volvió al (que navegaba flota postuma de un mundo, paraempezar
cielo»; y con decir «de dónde era», declaró la naturale otro) descansase en sus frentesde tan largo naufragio. No
za é inmortalidad de la alma. Advierto que es error de solo salva Dios el género de los animales en sus especies,
los que dijeron que las almas estaban criadas, decir sino un animal solo: en la jumenta de Baalán verás esta
que vinieron del cielo. Hasta en esto no resbaló Séne misericordia providente. Números, cap. 22, v. 32 : Et
ca. «Del cual era,» dijo ; ligitimándole por digno del dixit ei Ángelus Dei: Cur percusisti asinam tuam ter-
cielo en sus virtudes, que pondera. tio hoc ? Et ecce ego exii in dilationem tuam, quia non
Y porque los sin Dios, cuando no pueden defender est urbana via tua ante me. Et cum vidisset me asina,
que son como las bestias con este lugar que he declara declinavit á me tertio hoc: et nisi declinasset, nunc sa-
do, para mostrar, blasfemos, que tienen las bestias igual né te quidem interfecissem, illam vero incolumem con-
mérito con Dios que los hombres, alegan en el salmoi xxv servassem. Asi se Ice en los Setenta.
de David el verso 7 : Homines-, et jumenta salvabis, Nose contentó Dioscon dar á la jumenta, para su de
Domine , «Salvarás, Señor, los hombres y los jumentos fensa, habla con milagro tan raro; sino que añadió,
(So entendiendo la palabra «Salvarás Señor», des para salvarla de la ira del Profeta, un ángel que le ame
confiáis de respuesta en cosa que no tiene dificultad),— nazase, y la defendiese con tan severas palabras para él
el salmo empieza : Dixil injustus ut delinquat in y tan favorables para ella. Hasta la bestia que no quiere
¡emetipso, «Dijo el injusto para pecar en sí mismo.» ir (4) donde lá manda su dueño, por ser contra Ja vo
Parece qne habla este primero verso con el que in luntad de Dios, tiene palabras dadas del cielo y ángel
justamente, alegando el otavo verso, peca en si, com- que la ampare.
paríndoseen la salvación á los jumentos. El gran padre Claramente conoces que ni el lugar del Ecclesiastes
san Agustín (esto es nombrarle dos veces), escribien citado (¡5) te mancomunó en Taima con las bestias, ni
do sobre este salmo y verso dice: Magna est miseri- el del salmo xxxv las mancomunó contigo. Solo hay
tordia lúa, et multiplex misericordia tua, Deus :et hanc en la Sagrada Escritura un lugar, á cuya imitación
das et hominibus et jumentis. Salus enim hominum habías de igualarle con ellas; es en la historia derprofe-
i quo? A Deo. Nunquid salus jumentorum á Deo ta Jonás. Cap. 3, v. 7, trata de los vicios y pecados bes
non est? Qui enim fecit hominem, ipse fecit et jumen- tiales de la ciudad de Nínive y de su rey ; y cómo, de
la; quia utrumque fecit , utrumque salvat : sed salus miedo de las amenazas del Profeta, arrepentido y aco
jumentorum temporalis est. Sunt autem, qui pro ma- giéndose al sagrado de la penitencia, mandó pregonar:
pohoc petunt á Deo, quod deditjumentis. Multiplicata Homines, et jumenta, et boves, et pécora non gustent
e;t misericordia tua, Deus, uf non solum hominibus, quidquam : nec pascantur, et aquam non bibant. Et
set etjumentis deiur (I), quae datur hominibus , ista operiantur saccis homines, et jumenta, «Los hombres,
camalis et temporalis salus. Ergo homines non ha- los jumentos y los bueyes y las demás bestias no coman
bent aliquid apud Deum exceptum, quod jumenta non cosa alguna, ni las consientan pacer, ni beban agua ; y
mereantur, et quojumenta non perveniant? Halent pla cúbranse con silicios los hombres y las bestias.»
ñe. Et ubi est quod habent ? Filii autem hominum sub He reparado en que no pudiendo el ayuno de las bes
iHjmine alarum tuarum sperabunt . Palabras, que en el tias ser mérito, sino ahorro, parece delitio el decreto
mismo verso octavo se dieron prisa á mostrar la di del rey de Nínive; y mayor, mandar que hombres y ju
ferencia entre los jumentos y el hombre. Satisfecho mentos vistiesen un mismo traje de dolor y arrepenti
quedarás del entendimiento propio del verso dejtavid ; miento; y que juntamente mandase el ayuno y silicios
mas yo (2) te Ugltimaré las palabras. Decir que Dios á los hombres y animales. Por otra parte, consideré que
salva tos hombres y los jumentos, no solo es frasi de no podia ser despropósito, habiéndole dictado tan ver
I>av¡d, sino de Dios. Cap. 6 del Génesis, v. 18 y 19, dadera y fervorosa contrición, que mereció se revocase
sentencia pronunciada con tan misterioso acuerdo y
:: Desde aijnf a! Un del párrafo, es en el MS. original adición
n u papelillo suelto de letra del mismo Quevido. (b) Deas ¡Vde.
11 Que datar hominibus? lta carnalis et temporalis? Ergo (3) a las (S.l
IMS. ori/iiul. C. Z. P. S.) . (4) adonde i/rf.)
,% t^as legitimare >Z. P. 5.) (5) se mancomunó en el alma (Z. P. S.)
188 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. '
notificada con tan eficaz pregón. Y me persuado que otra vida. Mira cuan diferentes pensamientos tenemos
esta fué la diligencia más morliticada y la confesión de los dos, que cuando tú me preguntas y opones esto,
sus culpas más meritoria, por cuenta de su vergüen quería yo oponerte y preguntarte que por qué razón al
za ; pues habiendo aprendido de los brutos la bestiali gunos (y no pocos) no temieron la muerte que les da
dad irracional en los vicios y abominaciones, quisieron, ban; otros la tomaron por descanso y medicina y liber
confesándose discípulos suyos, castigarse afrentosa tad ; muchos la desprecian por cualquier cosa cada dia;
mente en sus maestros. Y entonces mostraron que les y muchos más la han codiciado enamorados de ella en
pesaba de haber vivido como bestias, y que su peniten los innumerables mártires.
cia era por haberlo sido, cuando las igualaban consigo Asentemos que el compuesto que resulta (4) de
en la penitencia y en el traje de ella; que fué decir: cuerpo y alma, que se llama hombre y es el que se di
«Pues no nos diferenciamos de los jumentos en la vida, suelve, naturalmente teme la muerte (pues el cuerpo
no nos diferenciemos en el tratamiento de reos.» Véase solo no es hombre, sino cadáver; y f alma separada no
como padrón infame la penitenciado los hombres, bes es hombre, sino espíritu) ; y haber sido engendrado el
tias por malicia, en las bestias por naturaleza. Solo cuerpo para la alma, y ella criada para animar el cuer
desta manera quisiera yo que te igualaras con los bru po, y aunádose en una vida por toda ella en compañía
tos, por haberte dejado persuadir de ellos que lo eres ó tan intrínseca, no solo por naturaleza, sino por razón
que tienen la misma alma que tú y el proprio entendi de amistad, deben sentir el divorcio, aun creyendo que
miento. la resurrección los lia de restituir. En los amantes, con
No me contento con haberte quitado las cataratas (1) flaqueza, en los amigos, con amor, nos facilita este
con que no vias; quiero quitarte las nubes de los ojos, punto la ausencia forzosa ; pues sabiendo que han de
porque no veas mal. Tú te contentabas de estar ciego ; volver y restituirse los unos á los otros, se apartan aque
yo no me contento de que veas poco y mal, sino bien y llos con lágrimas, estos con tristeza.
mucho. Oido habrás á algún desalmado y mortal ene Esto supuesto, digo que son muy pocos los que te
migo de la inmortalidad, que en el concilio Constanti- men la muerte, y muchos los que temen el acabar de
nopolitano (a) vj, acto 11, se afirma que la alma no es morir. Cierto es que el hombre desde que nace empie
inmortal por naturaleza, sino por gracia (6); y que aun za á morir, y que el pié reciennacido, que no puededar
que la sentencia (2) esdeSofronioíc) en su epístola, fué paso en la vida, le da en la muerte; y que la muerte tie
recibida de todo el concilio, y que pudo fundarse en las ne en su poder todo lo que pasó ; y asimismo que en la
palabras de san Pablo, i, Timolh., 6, en que dice, ha juventud está difunta y sepultada laniñez, y la juventud
blando de" Dios : Qui solus habet immorlalitatem. en la mocedad, y esta en la edad varonil, y la edad va
Responde el padre Francisco Xuarez: Animatn esse in- ronil en la (o) consistente , esta en la vejez, y la vejez
morlalem beneficio Dei creantis el conservantisillam, en la decrepitud : de manera que quien más vive, es
quod beneficium ¡alo modo gratia inlcrdum vocatur, seis veces difunto y seis veces sepulcro de sí mismo.
utin prolegomenis de Gratia latiüs explicamus. Huic También es verdad, por esta razón, que son raros los
etiam gmtiae juxta praesenlis materiae capacitatem, hombres que saben contar su vida. ¿Quién no dice «vein
opponitur immortalitas, seu perpeluitas, quae nullam te ú cuarenta años tengo», debiendo decir, « no tengo
dependentiam, aballerius volúntate libera, ejusque in- veinte ú treinta ó cuarenta años»; pues no se puedeue-
fluxuhabeat,etsicdicitursolusDeusimmortalis: i, Ti gar que los ya vividos los tiene la muerte? Por lo cual
molh., 6. Niliilominus tomen anima licét á Deo con- (ti) es sin duda que la mayor parte de la muerte pasa
servantependeatnalura sita, mérito etiam natura sua mos en risa y fiesta, y que solamente humedecemos con
immortalis dicilur, túm quia per mortem, et propriam lágrimas el último dia suyo. Estas más son señas de
corruptionem desinere non potest: tum etiam quia ex amarla que de temerla, pues el sentimiento es da
nulla potentia intrínseca, ad ulíum desinendi modum que se acabe y cuando so acaba.
per extrinsecam Dei potentiam annihilari possit , ut Cuenta, si puedes, los hombres que con vidas ven
in citato loco fusiús explicavi. Hasta aquí el venerable dibles á miserable sueldo, no solo de su voluntad, sino
y doctísimo doctor y padre Francisco Xuarez. alegres, han rogado consigo á losejércitos, sabiendo que
Sin perjuicio de la inmortalidad del alma, es verdad en sus oídos no ha de asistir otra voz sino mata ó mue
que Dios solo tiene inmortalidad sin principio como re. Suma, si alcanza á su infinidad el guarismo, los que
sin fin; pues la alma, aunque no tendrá lin, tuvo prin han degollado las Vitorias, los que han «caba Jo las He
cipio cuando fué (3) espirada. chas, los que ha despedazado la artillería, los que el
Ya no puedes apelar á olía cosa sino al temor que di fuego ha hecho ceniza, los que el mar ha sumergido.
ces que todos tienen á la muerte; y que este, tan uni Junta á estos los que la gula ahoga, los que la soberbia
versal y tan grande y tan propio de la naturaleza, no le despeña, los que la invidia consume, los que la lujuria
tuviera el hombre si la alma fuera inmortal y hubiera apestados que la avaricia envenena, los que la ira alo-
siga (7). Añade los gladiatoresde la venganza, cuyasú-
(1) con que velas ; (G. Z. P. S.) das sofi facinoroso espectáculo del mundo; y con estos los
■...' tu, y vi ecuménico. Celebróse el afio 680, imperando Cons ambiciosos, inventores de tragedias, que tienen manclia
tantino IV, Pogonato.
(4) Et nullalenus quidem moriuntur, ñeque corrumpuntur, jux
ta quod sensibilia defilumil, atque pertranseunl: non lamen sunt
immoitalia per naluram, naque in esscnliam incorruplibilcm tran (í) del cuerpo (S.)
se mu ; sed (¡ratianí eis largitus est, a corruptioue ea, et a morte (5) consistencia , (Escribió el autor de primera intención, j asi u
coérecntem. halla siempre impreso.)
12) de Sorronio (C. Z. P. S4 16| no se puede negar (horrado en el original, y sobrescrito es
(c) Arzobispo de Jerusalen, sin duda.)
(3) inspirada, $.) (7) y los que la percia aniquila. (G. Z. P. S.)
PROVlDENCtA DE DIO§. 189
das con sangre las historias, y la noticia con ceño de es tado del martirio que, cuidadoso, fué á buscar el cielo á
cándalos y escarmientos. No olvides los que las conjetu Ñapóles para el Jupón, despachando con esta legacía un
ras de la medicina ó los yerros del médico enlierran. santo español por un italiano: á san Francisco Javierre,
Compáralos con los que viven sus dias, y venís con cuán- que á las mismas regiones fué á buscar el cuchillo, que
locxceso son más los que buscan la muerte que los que se escondió á su cuello, (3) para que llevase á él el del
)j aguardan; los quese van y venden á ella, que los que nobilísimo y venerable mártir Marcelo Mastrilli. Dejo,
la esperan; los que se matan, que los que se mucreir. la relación del milagro, remitiéndome al libro que do
Confesarás que tiene muy poco séquito la muerte natu su vida y muerte escribió el muy docto y erudito padre
ral en los difuntos. JoanEusebioNieremberg, déla (4) Compañía de Jesús-
Pues dime, ¿ qué miedo es este de la muerte, que Toda la cindad.de Ñapóles, toda Italia vio partir al padre
me opones en los hombres, si cosas tan viles como am Marcelo Mastrili (6) en busca del martirio con gozo y ale
parar Troya un robo de una mujer liviana y vengar gría incomparable ; vímosle en la corte todos; viéronlo
la Grecia una liviandad suya, persuadió á buscar la sus majestades, de quienes se despidió; fué testigo la
muerte por mar y tierra tantas naciones y á hacer sole ciudad de Lisboa del alborozo y afecto con que iba á bus
dad la Asia? Si las ambiciones competidoras de César y car la muerte, que le estaba aguardando en (5) el Ja-
Pompeyo, armando los padres contra los hijos y contra pon; viéronlc en Nangasaqni morir como lo dijo y lo
si misma la república, y contra ella lodos los contornos deseó; vímosle hacer con su muerte finezas prometi
del mundo, calentaron las espadas en las vena* parien- das á la Esposa, pues por ella dejó padre y madre. Esto
tas, y con ansia se fueron á empalagar con la abundan hazañoso enamorado de la muerte, nuestros ojos le han
cia de sus cuerpos la hambre de los lobos, despreciando visto. Tres virtudes desaparecieron el miedo de su cuer
con fastidio sus cadáveres los buitres; si por el frenesí po: fe, esperanza y caridad. Estas de Taima son ; y con
de Alejandro y por (t) la inconsideración de Jérjesy el ellasl'alrna, dando conocimiento de la inmortalidad ni
odio de Aníbal y la rabia precipitada de Sita y Mario, cuerpo, debajo de las fianzas de su resurrección le
hicieron al orbe de la tierra y al mar sepulcros de su amartela de la muerte , que por si temia.
habitación; —¿qué temor puede ser esto, que le vence Y porque ya qne no puedes negar con razón alguna
pequeño interés , que le consuela un apetito infame, la inmortalidad de Taima, no resbales á la opinión ridi
qne le desprecia una fama de corto vuelo, que le disua cula y fabulosa de Pitágoras (que decia que las almas se
de á infinitos la locura ó la venganza ó la ambición ó la pasaban de unos cuerpos en otros, repitiendo en diferen
crueldad de uno, sin admitir preceptos del escarmiento tes personas nueva (6) vida ; esto llamaron ¡jlstejjuj/u^oj-
ni consejos de los desengaños, desde el principio de la o-w)ó enladeEmpédocles(quenombraban ¡j.sTE\icr<oij.á-
vida del mundo hasta hoy? Pues si el temor de Dios •ctújtv, quiere decir volver las almas de los hombres, ó
(que es todo espiritual y divino), con fe, esperanza yca- en premio ó en castigo, á vivir en cuerpos de bestias, y
ridad, virtudes de Palma teologales, encaminan la vo (7) las bestias en cuerpos do hombres) —, estas locuras
luntad y dan eficacia al entendimiento para persuadir aun el buen seso no las tolera en los poetas si no los so
al hombre con este temor, no solo el desprecio del te corre la alegoría ; ¿cómo lo consentirá en los filósofos ?
mor déla muerte corporal, sino ansia codiciosa de pa De Pitágoras refiere Ovidio que dijo se acordaba que
decerla ; claramente se conoce que hay en nosotros mis él mismo había sido antes en la guerra de Troya Eu-
mos caudal eterno y sabidor de otra vida sin fin. forbo; (8) y que en Délfos conoció, siendo Pitágoras, el
Que esto sea asi , recorre tu memoria por toda la je- escudo que traia cuando era Euforbo, y daba particu
rarqnia de innumerables mártires, y los verás dar mú larmente razón de las señales que en él había. Teitu-
sica con himnos á los garfios que los arrancan las entra llíano, tratando destoen el libro DcAnima(c), dice: Quo-
ñas, abrazar cariñosos las cruces que los suspenden, modo credamnonmentiriPythagoram,rjuimcntüt:rut
aura recibir con las gargantas el golpe de los cuchillos; credam ? «Ninguno puso tanto precio al engaño, á na
bendecir las ñoras que los despedazan, y ser apacible die debió tanto el embuste : siete años estuvo debajo
ilimento á su hambre; guisarse én el fuego con alegría, de tierra con paciencia de cadáver, ensayándose de di
que los sazona para Dios en la inmortalidad. No escri funto en sepoltura estudiada, componiéndosede muer
ben esto los escritores eclesiásticos solos ; léese en to en la color y fiereza inculta, con la humidad y lobre
los idólatras. Cornclio Tácito dice «que á los cristia guez, solo porque viéndole creyesen que había resuci
nos vivos los revestían de pieles de fieras, para que fue tado los que, pomo haberle visto, creyeron había muer
sen montería apetecible al coraje de los lebreles ; y to. ¡Extraño y costoso frenesí, querer ser vivo y muerto
Hue Nerón los encendía en luminarias vivas, quevencie- todo junto; y con hacer creer que resucitaba un vivo,
sen con su resplandor la noche». Y á su pesar vencie persuadirque siendo Pitágoras, había sido Euforbo y
ron, ardiendo, la déla idolatría : pues donde fueron ce que él se conocía otro que fué! Quien tal fábula inven
nizas, son venerados ; y las cenizas que fueron escarnio
son reliquias; y donde los justiciaron los adoran, y si" de octubre de 1837, y el padre Nleremberg publicó su vida en
donde tuvieron horcas tienen altares. la imprenta de María de Quiñones en 1640. — Nuestro autor por
Y porque note acojas á que todo esto se lee, ayerle escribir 1637, puso la fecha corriente.
(3) para que le llevase a el del nobilísimo (Z. P. S.)
dio la compañía de Jesús (2) un ejemplo á tí y al mundo, (4) misma Compañía. Toda (G. Z. I'. S.)
singular, en mil y seiscientos y cuarenta y dos años de (») tic.
nuestra redención (a), un mártir, pretendido y solici- (5) Japón ; (JfS. original.)
(6) vida, 6 en la de Empecíneles que hacia volver las (2. P. S.)
(1) U consideración (5.) (7) las de las bestias ((,'. í. V. S.)
(S) con do ejemplo (C. 1. P. S.) (8) y daba particularmente (Id.)
(a) Asi se lee en el original y en todos los impresos ; pero fué (c) capitulo S8. — En el MS. original al márpen se ve un mo
mi distracción de Quevedo. El venerable Hailrilli murió mártir nograma que parece quiere indicar el nombre de TERtuliaO.
190 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tó con injuria de la salud propia, con engaño de la mes- mil años, que es el plazo que Pilágoras puso, y no con
ma vida por siete años sepultada, padeciendo hambre, secutivamente á la mortandad , lian de volver á ser
ocio y tinieblas ; que tuvo en tanto precio el fastidio del vivos los muertos? pues si luego no se (10) rehace lo
cielo, y perseveró en esquivar la luz del sol, ¡,& qué te acabado , peligra de acabarse en tanto tiempo lo poco
meridad no se arrojaría? ¿cuál curiosidad le quedaría que restaba. Si las almas que vivieron en otros cuer
portentar, para informarse de la señal de aquel escudo pos sen diferentes en los que vuelven á (11) vivir, va
que embrazaba para defender su embeleco? iix son los mismos los vivos de los que (12) murieron.
«Respondamos á la opinión. Silos que mueren ó mu Si son las mismas, han de volver (13) con las mismas
rieron son los que volvieron á vivir y viven, siempre condiciones y inclinaciones por que fueron conocidas,
fuera uno (I) mismo el número de los hombres, y los para que las conozcan.
hombres los mismos, y cada hombre muchos: (2) pudie »En tanto número de vivos y muertos solo lia ha
ran conversar, uno que es con muchos (3) que ha sido; bido un Pitígoras que fué cuatro veces alma de cua
los primeros hombres vivos fueran de los muertos, y los tro diferentes hombres, lo que él solo dijo de sí. Afir
muertos otra vez de los vivos; y volvieran á ser vivos los ma que había sido Euforbo , que fué soldado (li)
mismos muertos; y supuesto que de los mismos se hacia valiente y famoso por las armas y en las batallas; y
esta (4) repetición, siempre hubiera el mismo número, él fué tan cobarde y afeminado, que huyendo de las
ni más ni menos. Esto contradice toda la verdad aun en guerras en que ardía su patria Grecia, se fué á Italia,
los profanos comentarios de la antigüedad, afirmando donde (15) todo se entregó á la geometría, astro-
que de pequeño número fué creciendo el humano lina logia y música: natural tan contrarío al (16) Euforbo
je poco á poco ; y era forzoso que lodos aquellos que po que dice fué. El Pirro, que afirma haber sido, solo
blaron el primero mundo, no hubiesen sido otros, y se deleitaba en pescar peces ; Pitágoras ni comerlos
que siempre sean y hayan sido los mismos; y vemos que quería, por ser animales. Fué, según blasona, Eli-
después acú crecieron en tan inmensa multitud las gen lides y Hermotimo : estos comían con golosina ha
tes, que congojaba el concurso las ciudades y fatigaba bas; Pitágoras las aborreció de manera, que mandaba
los claustros de los (E>) reinos, obligando las molestias á sus discípulos que aun no pasasen por donde Labia
de los sobrados á descansarse con solenes transmigra habares. ¿ Cómo pues son las mismas almas las que
ciones (6), que llaman (xsxoixía; (a) : deseando desem se recuperan, si son de tan diferentes ingenios, de tan
barazarse de la inundación popular, vertían enjambres opuestos institutos y tan (17) contrarias á sí propias?»
de vulgo en otros unes, inundándolos. Y como vemos, Hasta aqui Tertuliano, cuyas palabras, sin laensanclta
el orbe cada dia crece en cultura, adornado con mejor de alguna paráfrasi, no cupieran en mi pluma. No lie
aliño que el primero. temido parecer largo , porque ahorrar razones suyas
«Todo tiene disposición, todo está conocido ; cual no fuera brevedad, sino hurto ó miseria: muchas joyas
quier parte es tratable. Las famosas soledades, por an no son carga, sino tesoro, como pocas piedras siempre
cianas, ya las (7) borraron amenísimas caserías; las he son peso. Todo lo que dejo de tan admirable discurso,
redades domaron lo cerril de los bosques ; las arenas es deuda que me pedirá con razón quien no lee á Ter.
aprendieron, sembradas, á dar cosechas; á las peñas en tulliano en su texto.
señaron á consentir los árboles que en ellas se plantan; Pasemos á la (18) metensomátosis (así llaman al vol
enjúganse las lagunas; y hay tantas ciudades como en ver las almas de los hombres á cuerpos de animales, en
otro tiempo chozas. Ya ni las islas que hurtaron premio de virtudes ó en castigo de vicios). La infamia
al mar la tierra, y se hurtaron á la tierra con el deste desatino menguado es de Empédocles : Quia se
mar, ni son peligro ni amenaza ; ni los escollos ame Deum delirarat (dice Tertulliano) , ideireb opinot á(-
drentan. En todas parles hay casas, pueblo, república dignalus aliquem se heroum recordari, Thamnnsd
y vida : sumo testimonio de la continuada frecuencia ' piscis fuit: inquit cur non magis et pepo tam insulsus,
humana. Pesados somos al mundo/apenas nos bastan el chamaelon tam Ínflalas ? Plañe ut piséis, ncaliqm
los elementos , angosta nos viene la tierra, el aire ta sepullurae conditio reputesceret , assum se mdvil m
sado á la respiración; ya no puede la naturaleza sufrir Aelhna praecipitando. Atque exinde in illo finita «|
nos. Por esto la peste, la hambre, las guerras, las Metensomátosis ut aestiva coena post assum (o) . Mereció
(8) ruinas y naufragios se han de acetar por remedio, el inventor desta bobería bestial por respuesta el escar
como tonsura (digámoslo así) de la superfluidad inso nio; y solo pudo Tertulliano, en su afrenta, sazonarle
lente del género humano. ¿Y cómo, semejantes hoces y con donaire tan sabroso. No se ha de poner estudio en
guadañas (9) derribando de una vez tanta infinidad satisfacer con argumentos á las necedades torpes j *
de vidas, nunca después de los mil años temió el las locuras brutas , sino en castigarlas con desprecio
mundo esta restitución de muertos á vivos? Y esto afrentoso. Ocasionólas, en estaparte, vanidad Tertullia
lo hubiera hecho sensible la igualdad de la pérdi no en ocuparse respondiéndolas con veras de lilosoüa.
da y de la restitución. Y ¿ por qué, pues, no antes de
(1) el número (C. X. P. S.) (10) hace (C. Z. P. S.)
(S) pudiera (Z. P. S.) (11) animar, ya no son {Id.)
(3) que han sido ; (S.) (1?i se murieron. i/J.)
(i) reposición, (Z. P. S.) (13) i correr las mismas condicione* e (li. )
(5) reyes, obligando (S.) i Ut famoso y valiente (li.)
(6) y deseando desembarazarse (Z. P. S.) (15) se entregó (Z. P. S.)
(a) (iSTOlXÍBÍa^. (16) de Euforbo i li.)
(7) buscaron amenísimas (Z. P. S.) (17) contrarios á si propias? (Z. P.S.)
(8) riñas y naufragios (S.) (181 mattnsomitosis IMS. original.)
(9j derribaron {¡¡1.) (*) Cap. 32 del libro De Anima.
PROVIDENCIA DE DIOS. 101
Yo sofamente proseguiré el donaire referido con que lagartijas, antes era dar venganza de él á Dido , que
empezó, sin apartarme del en los asuntos. remunerar sus virtudes y Vitorias. Descubrióse por
Digo, lo primero, que en los secuaces é inventores juez y legislador desta tropelía Empédocles , hombre
desta secta reconozco el intento é ingenio y pretensión tan desatinado, que afirmando que había sido pez, se
de los demonios; pues, como se lee en el evangelio de mudó en tan contraría y opuesta naturaleza, que murió
san Lúeas, cap. 8, sabiendo que habían de ir á-las pe mariposa del Etna; y á vista del mar.de quien había
nas del abismo, en saliendo del cuerpo del hombre, por sido pueblo, se precipitó en el fuego.
bo ir al infierno escogió una legión de ellos entrar en Ha sido necesario escarnecer la metenpsícosis y la
nna manada de techones; lo que les concedió Cristo, metensomátosis, porque Simón Mago con aquella quiso
¡«be su alma destos que en saliendo de su cuerpo ha cimentar sus embustes, diciendo que una Elena, ra
de ser precipitada al infierno; y por excusarle (como mera descarada que traía consigo , había sido la mis
siles valiese), se persuaden entrarán en cuerpos de ma Elena causa de la desolación de Troya. Afirmó la
osos y bueyes y peces y pojaros y culebras. Que ca recorporacion Carpócrates, perdidísimo hereje; la opi
lladamente les dictó esta opinión el demonio, asegú nión de remudar sus (4) cuerpos los hombres con los
ralo su ancianidad, y él lo conflrmó con el suceso re de las bestias. Porque no resbalen en ella los ateístas
ferido. Es autor muy antiguo para discípulo de Empé- (pues quien se juzga no diferente de las fieras en el
docles, y la doctrina en los resabios le confiesa autor. alma, no tendrá asco ni horror de trocarse con ellas;
Forzosamente concederán que la justicia que en pre siendo cierto que no solo l'alma del hombre es dife
mio ó pena reparte las almas á los animales y á las rente de la del animal, ave ú pez, sino la carne; y es
ates, es la de Dios. Examinemossi merece por su (I) to es de la autoridad de san Pablo , ad Corinthios , i,
justificación serde tal juez. Con ser blasfemia tan des cap. 15, v. 39.) : Non omnis caro, eadem caro : sed
vergonzada no ha de provocar mi averiguación á enojo, aliaquidem hominum, alta vero pecorum, alia volu-
sino i risa; ha de entretener, no indignar. Tertulliano crum, aliaautern piscium; texto sagrado que confunde
refiere de Hesíodo que Homero fué vuelto en pavo la metenpsícosis y la metensomátosis.
(debiólo de leer en obras de aquel poeta , que no lle No he pretendido, con defender de tí para tí la in
garon á nuestros tiempos): ¡bien proporcionada re mortalidad, ser más bienquisto de tu alma que de tu
muneración, en pago de haber cantado mejor que todos cuerpo; pues de ella se origina, por la muerte y resu-
arrebatando en suspensión el mundo, embutir aquella reccion de Cristo, su resurrección con dotes gloriosos.
a'ma en nn avechucho que solo para graznar tiene voz! Pues por el amor que le tenias, dudabas la eternidad
Ea vez de laurearle le empluman; y á aquel antepasa de tu alma, alboroza ese amor con las nuevas de su re
do de toda la sabiduría de Grecia (de quien deciende surrección, á que te persuade el cielo con los días y
la Academia y el Pórtico, peripatéticos y pirrónicos, á con las noches, las semillas que ves enterrar, y por
quien refiere Eliano, en su Varía Historia, que pinta medio de la corrupción volver á vivir. No te aflija tu
ban rebosando sciencias, y á todos los filósofos satisfa incredulidad, que sabe conseguir misericordia y ser
ciendo la sed de dolrina con lo que de su vómito be preciosa ; oye al Apóstol ad Romanos , cap. 1 1 , v. 30 :
bían) toé premio andarse por los terrones repelando Sicut enim aliquando el vos non credidistisDeo, nunc
yerbas ó mendigando cucarachas, y cuando más, dán autem misericordiam consecuti eslis propter incredu-
dose (z) una hartazga de salvados. Tuvieron pleito muy litatem illorum. Ita et isti nunc non crediderunt in
reñido siete ciudades sobre cuál era la patria de Ho veslram misericordiam, ut et ipsi misericordiam con-
mero; y en satisfacion de su eminente ingenio, le hacen sequantur. Conclusit enim Deus omnia in increduli-
pájaro por quien, á persuasión de la gula no delicada, tate, ut omnium misereatur. Son tan remontadamen-
sino fanfarrona, solo litigan el regatón y el despensero te grandes estas palabras , que el mesmo Apóstol , en
sobre si irá al asador ú al horno por diez ú doce rea acabándolas de decir, exclama, arrebatado en Dios: O
les. Demos que Píndaro el inimitable fué cisne, que así altiludo diviliarum sapientiae el scientiae Dei ! quám
parece que lo (3) quiso Horacio: antes parece castigo incomprensibilia sunt juditia ejus, el invcstigabiles
que galardón , á quien cantó siempre con tan suave viae ejus! etc. Encamínate á ganar, y no á perder.
grandeza, reducirle á músico agonizante y cantor de Cree al seguro. Si no hay otra vida, hallaráste nada;
tolos parasismos; que fué trocarle los himnos en res así lo soñabas. Si hay otra vida, como es cierto, halla
ponsos, y achicar un poeta sublime en una ave vaga ráste reo y serás castigado: Si quis aliterdocet, et non
bunda de estanques, de cuya carne no tienen noticia acquiescit sanis sermonibus Domini nostri Jesu -Cris
ni las cocineros ni la hambre plebeya : muy contenta ti, el ei quae secundum pietalem est doctrinae; su-
de competir la blancura á la nieve ; solo ocupada en perbtts est, nihil sciens, sed languens circa quaeslio-
contonearse resbalando por el agua, arrendajo de barco nes, et pugnas verborum Est autem quaeslus ma
de espuma. Si hay esta justicia distributiva, no se pue gnas pietas cum sufficientia. Esto aconsejó san Pablo á
de dudar que, por la piedad con su padre, el pió Eneas Timoteo en la (í¡) segunda carta, cap. 6. Si no te (6)
fué inviado á enfundar una cigüeña y á ser título del quietas en las palabras de Cristo, á Ü dice aquellos
verano en competencia de las golondrinas. Pues ver oprobrios ; si tienes piedad con suficiencia, el logro es
aquel héroe hecho plumaje de los tejados, con una zur tuyo. (7)
riaga por cuello y un chuzo por pico, andar espulgando Séneca ad Marciam, capítulo xxiv ; Eaec quae vides
las hazas y prados, de escuerzos, culebras, alacranes y
(i) cuerpos, porque no resbalen (G. Z. P. S.)
(5) primera carta, (Z. P. 5.)
(1) satisfacción ser de (Z. P. 5.) (6) aquietas (G. Z. P. S.)
(* n hartligo (Id.) (7) Fin. (De letra del ultimo tercio del ligio xtu en el MS. ori
(3) friere ifi. Z. P. S.) ginal.)
192 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ossa circumvoluta ncrvis, et obductam cutem, vultum- En probar que hay Dios, sola una dificultad hallo,
que, et ministras manus, el celera quibus involuti su- y es persuadirme hay contra quien, y hombre con
mus, vincula animorum, tenebraeque sunl. Obruilur quien hable. David me da al necio. Salmo mu : (4)
his animus, offuscatur, inficitur, arcetur á veris, et «Dijo el necio en su corazón : No hay Dios.» El texto
suis, in falsa conjectus : omne illi cum liac carne gra- hebreo Süa "IQN< 1ue vuelve la Interlineal de Pagni-
vi certamen est, ne absirahatur et sidat: nititur illó, no: Dixil neb.uk> ( — Id est tenebriones, qui men-
unde dimissus est : ibi illum aettrna requies manet, é daciis, et astutiis suis, nebulam quamdam , et te-
confusis crassisque pura et liquida visentem. nebras objiciunt, vcl quod molles sunt, inanes, et
■ San Pedro Crisólogo, Sermón lxxiv, al fin : Granáis vani, ut nébula : así explica Donato la fuerza de la
demenlia est hoc , hominem nolte credere, quod sibi palabra latina. Entrambos significados competen al
desiderat evenire (a). que dijo en su corazón que nú hay Dios : de necio,
de tenebroso, que con mentiras astutas envuelve en
noche nublosa vanamente la verdad ).
OüE HAY DIOS T PROVIDENCIA DIVINA.
Peligrosos y delincuentes son los hombres que tie
nen el corazón charlatán y muda la lengua; quien no
San Agustín, sobre el salmo lxhv : Deus inneffa- se atreve á pronunciar su corazón, condena su plática
bilis est. Facilius dicimus quid non sit, quám quid sit. por facinorosa con su silencio. Oigamos á san Agustín
Terram cogitas, non est hoc Deus : mare cogitas, non en este verso, y no habrá más que oir. (2) Dice el gran
est hoc Deus : omnia quae sunt in térra, homines et Padre que son raros los hombres que dicen aun en su
animalia, non est hoc Deus : omnia quae sunt in mari, corazón que no hay Dios; empero que considerándolo
quae volant per acrem, non est hoc Deus : quidquid de otra manera, esta blasfemia, que se hallaba en po
lucet in coelo, stellae, sol et luna, non est hoc Deus : cos y en raros y casi en ningunos, se ve en muchos.
ipsum coelum, non est hoc Deus : Angelos cogita, Virtu- Estos dice que son los impíos y perversos, que se
tes, Polestates, Archangelos, Thronos, Sedes, Domina- persuaden que sus robos, homicidios y adulterios y
tiones, non est hoc Deus. El quid est 2 Hoc solumpolui tiranías agradan á Dios. Esto cada dia lo vemos, y cada
dicere, quid non sit. Quaeris quid sit? Quod oculus hora lo oye Dios. ¡ Cuántos prometen al Señor sobera
non vidit, nec auris audivit, necin cor hominis ad- no de todo dádivas porque les dé ganancia en las usu
tcendit. ras y felicidad en las mohatras! ¡Cuántos ladrones
Decir que hay Dios, es repetir lo que siempre han rezan con cuidado el rosario, no porque los ayude á
dicho todas las criaturas: las racionales, con las pala salir del vicio de robar, sino porque robando los de
bras; las irracionales, con todas sus acciones; los ele fienda de la justicia y del castigo! No tienen número
mentos, con religiosa obediencia; toda la monarquía los que con el fin de perseverar en sus torpes gustos,
del universo, con la providente consonancia de tan fe hacen votos á Dios por la salud de la mujer con quien
cunda armonía. Es proposición que en el firmamento le ofenden ; ni aquellos rabiosos y sedientos de sangre
se Ice escrita con misterios encendidos : en él las es que con sacrificios le importunan porque les permita
trellas hacen oficio de caracteres de oro ; no con me hartarse de venganzas en el que aborrecen ó invidian.
nos preciosa ortografía debió escribirse en las hojas de Todos estos prueba el santísimo Doctor que dicen en
zafir tan sacrosanta verdad. El ministerio de los cielos su corazón no hay Dios , pues creen le agradan las
es ser sus relatores, y de la gloria de Dios: así lo dice maldades suyas, no pudiendo ser Dios quien no las
el salmo Coeli enarrant gloriam Dei. El primero que aborrece. Y aunque le pidan que en esta conclusión
confesó esto, si bien con iutento traidor, fué el sera- los libre de la lógica de Agustino, no se lo concederá.
fin comunero cuando dijo: Similis ero Altissimo; y Sirva al sagrado Maestro el sutil y profano Epigrama
con las mismas palabras fué castigado, respondiéndole
el Arcángel: Quis sicut Deus? «¿Quién como Dios?» ir, Dlxit insipiens in corde suo : Non est Deus.
Con lo mismo provocó la inobediencia de los prime (í) Itarum liominum genusest qui dicant in corde sno, Non est
ros padres, diciéndoles que comiesen del árbol prohi Deus. An vero alio intellectu discussum, invenitur csse in pluri-
bus, quod in paucis et raris et pené in nullis esse putabamus?
bido , y serian como Dios. De que se colige que haber Prodeant in médium qui malé vívunt, inspiciamus facía flagitioso-
Dios es verdad tan asentada, que los demonios cuan rum, facinorosorum , sceleratorumque hominum, quorum magua
do se rebelaron y cuando quisieron vengarse, quieren turba est; qui fovent quotidié peccata sua, qui factis in eousuclu-
dinem versis, etiam verecundiam pc-rdiderunt. Hace Unta homi
ser cómo Dios ú que sea como Dios el hombre ; mas num multitudo est, ut inler eos posilum Corpus Christi, vii aodcit
siempre dicen que hay Dios. ¿Qué será el que negare reprehenderé, quod non cogitur admitiere, et pro magno sibi pu
lo que Lucifer confiesa soberbio, lo que ya Luzbel re- tei servari integritaleminnoecntiac, ne facial quod culpare janf per
pile envidioso ? consuctudineni, autnon audeat, aut si ausus fuerit, facilius erum-
pat reprchensio et reclamatio corum qui malé vivunt, quam vox
libera eorum qui bené vivunt. Et isli tales sunt, ut dicant in corde
(u) Terminan aqut el autógrafo de Quevtso y el MS. del señor suo, Non est Deus. Tales convinco. Undé convinco? Facta sua
González. Deo placeré arbitrantur.
Lo que signe va cotejado por solo el ejemplar impreso de 1720 Qui usque adeó credunt esse Deura, ut eidem Deo arbitrentur
y con la edición de Sancha, habiéndome parecido oportuno bajar placeré quod faciunt. Atqui si inlelligas prudens, quia imprudens
al pié los largos textos latinos y pirraros que son verdaderas no dixitin corde suo. Son cstDeus, si advertas, si iulelligas, si di
tas del autor. Publicóse en 1713 como discurso aparte con este scutías, qui putat Deo placeré facta mala, non eum pulat Denm. Si
epígrafe : enim Deus est, justus est ; si justos est, displicel ei injustitia, di-
Tratado segundo. La incomprehensible disposición de Dios en splicet iniquitas. Tu autem cúm putas el placeré iniquitatem, ne-
las felicidades y sucesos prósperos y adversos , Que los del mundo gas Deum. Si enim Deus est cui displicet iniquitas, tibi autem uon
llaman tienes de fortuna. Obra postuma de don Francisco de Que- videlur Deus cui displicet iniquitas, non est autem Deus nisi cui
tedo y Villegas , caballero del orden de Santiago, secretarlo de su displicet iniquitas. Cum dicis in corde tuo, Favet Deus iniqoiU-
majestad y señor de la villa de I» Torre de Juan Abad, tibus uicis , oibil aliad dicis quiñi , Non est Deus,
PROVIDENCIA DE DIOS. 193
tario: ¿1 nos da otro que dijo con la boca que no ha do que podían endiosar las sabandijas y los venenos,
bía Dios, y que el cielo estaba sin habitación y va se llamaron dioses, y mandaron que se lo llamasen.
cío : (I) Después, temiendo en el misterio de la Trinidad (que
ó les habia sido revelado , ó le colegian do los patriar
AV/<m este Déos , Inane coelttm
Affirmat Se/iut , probalque, quoi se cas y profetas) la pluralidad de las personas de Pa
ftcíum , dum negat kaec, tidel tieatum. dre, Hijo y Espíritu Santo, persuadieron que no habia
Dios á los filósofos, que se infamaron con esta blasfe
Dice que probó que no había Dios con que mientras mia: en callar sus nombres limpio de asco este trata
blasfemo negaba que le había, era dichoso y bien do. Vino Cristo: declaróle el Padre eterno por su Hi
aventurado, como si dijera: «Si hubiera Dios, aborre jo; él nos dio noticia de su Padre, prometió el Espí
ciera los sacrilegos; y pues siéndolo soy tan feliz, no ritu Santo, y envióle. La ansia de pluralidad en Dios
le hay.» Este ateísta más quiso decir que no habia Dios descansó en las tres Personas ; y la certeza de la uni
con la boca ( pues sus maldades en vez de castigo te dad , en una esencia. En Cristo se vía ya el hombre,
nían premio), que decir en su corazón que no habia no solo como Dios, sino Dios y hombre. No quedó á
Dios , pues le agradaban sus maldades. En el silogis Lucifer camino de competirle, de negarle ni de aña
mo de Augustino la boca de Celio es antecedente para dirle. Ya parecía haber espirado el ateísmo, cuando
la conclusión que convence el corazón del ignorante. valiéndose de siniestras interpretaciones en los here
Aquel sin voz dijo que, pues le agradaban sus delitos, jes, le creció en séquito innumerable. Encargóse do la
no habia Dios; este, que no le habia, pues no le des propagación de los noveleros y sectarios la licencia
agradaban. desenfrenada, el vicio torpe y halagüeño; y con fe
Los pecados permítelos y toléralos; mas no le agra cundidad sediciosa inundaron la paz del mundo la
dan en el necio que ignora cuánto castigo es ser carga discordia delincuente, los estudios faciilorosos. Los
á la paciencia de Dios, y desperdiciar sus misericor herejes no niegan á Dios el ser ; mas no quieren que
dias. Consiente las riquezas, la comodidad, las honras, sea como es , ni quieren ser como él quiere que sean.
los pupslos, la sucesión al impío por gravamen, no por Oyenle; mas no quieren que se obedezcan sus man
premio; a veces por halago que le reduzga, y otras damientos como él los dio, sino como ellos los en
por aparato en que pueda crecer su dolor. Si entendie tienden. Disponen, que la obediencia que se debe á su
sen los hombres, verían que Dios (á quien nadie que divina voluntad se pague á su descaminado entendi
da á deber algo, porque no quiere deber algo á na miento. Reducir á Dios á solo vocablo y frasi des
die) en la moneda baja de bienes de fortuna y de nuda, es deponerle y negarle. Dicen que hay Dios
tierra les paga el buen pensamiento y la buena pala supersticiosos, para negarle impíos. Nombrarle con
bra, y el acto de virtud aun breve, y la limosna aun tra sí, astucia es; no religión. Hay Dios en sus pa
arrojada. Está Dios rematando con esta alquimia nues labras, y no en sus obras. Cada hereje es juntamente
tra cuenta, para cobrar en nuestras almas; y presu aleisla y anti-Crislo.
mimos que nos paga menos de lo que nos debe. Sucé- Quien ve la discordia concorde del universo y la ba
dele á Dios con los ateístas lo que á los bienhechores talla amiga de los elementos, que se abrazan y se con
con los ruines, que por negar la deuda, le niegan ; hu quistan con un brazo de guerra y otro de paz, y que en
yen del como de acreedor; quieren que les dé, no ellos la disensión parienla es matrimonio perpetuo, de
que haya quien les haya dado. cuya fecundidad proceden todos los partos de la tierra,
Para negar á Dios es menester ser necio y ingrato. por la variedad hermosos , por la multitud admirables;
Al serafín rebelde la ingratitud le hizo demonio. Vióse y quien niega que hay Dios, — confiesa que le pesa de
amanecido en preferidos resplandores; y en lugar de que le haya, no que ignora que le hay. Si mira aquellas
ilustrarse con la propia lumbre, se deslumhró con dos lumbres, entre las otras princjpes, que traen y lle
ella; no se contentó con ser luciente, quiso ser la luz van resbalando veloces la noche y el dia, y.en la vida
de la luz ; era lucero, y por ser el sol descendió en ti y la muerte parece que tienen absoluto y moro mixto
zones. imperio;' que siempre hierven en llamas de majestad
Derivemos el ateísmo desde su principio, pues es augusta, con presunciones espléndidas de Dios; ha
tamos ea el. llará que su tarea es servil, su ejercicio y ministerio
Las espíritus amotinados lo primero intentaron ser esclavo, y que son una obediencia resplandeciente
como Dios, que era deponerle. Después de la caida de aquella voluntad infinita, de aquella sabiduría in
intentaron que el hombre fuese como Dios , por des mensa, de aquel poder omnipotente, que pudo y su
autorizarle con el polvo y el lodo. Vieron castigados po y quiso darles tan preferida hermosura, quitán
á los primeros padres ; viéronsc castigados en la ser doles en tan indispensables peregrinaciones y jornadas
piente; á la tierra maldita, á la naturaleza enferma tan largas un instante de quietud y reposo, ocupan-
con el pecado. No eran capaces de escarmiento; por ihjlas en el fastidio de repetir siempre unas mismas
eso no desistieron, antes trataron de deshacer á Dios veredas. Estas todas son señales tan claras como el
confundiéndole, diciendo que no era uno, sino mu sol y la luna, de que la luna y el sol sirven y no rei
chos; y persuadieron á las gentes que podían ha nan. Dio por antídoto ú su belleza contra la idolatría
cer cuantos dioses quisiesen. No quedó becerro, ni la enfermedad que padecen con los eclipses, que los
mosca, ni pescado, ni serpiente, ni ave, ni fiera, ni desaliñan y manchan. Mandóles trabajar de dia y de
mójistruo, ni piedra, ni tronco que no alcanzase titu noche en las minas, oficio para los jornaleros mecá
lo y adoración de Dios; y los mismos hombres, vien- nico, para los delincuentes de rigurosa condenación.
Quien los dio belleza tan superior, lugar tan alto,
(1) Marcial lib. iv, epig. 21. grandeza tan sublime ,. y pudo ocuparlos en tan servil
Q-u.
13
m OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
obediencia, bien muestra con las infinitas ventajas de Estas dos cosas confesó Claudiano in liufmum, empe
su ser, que solo es dueño y señor de todo, y que todo zando el libro primero :
tiene dueño en el que lo crió y lo hizo, sin ser hecho Stiepr milú dubiam traxit senlenUa mentm ,
ni criado. Pues si estas criaturas, en cuya grandeza CtftretU Superi Ierras, an nullus tnesirl
parece que se desalienta la admiración y queda ab Rector, el incerlo ¡lucren! mortalia casu.
sorto el espanto, se confiesan atareadas a superior vo
luntad , y que sirven sin albedrío obedeciendo ley, Dice que «muchas veces dudó si habia Dios que go
¿cuál despreciada y torpe sabandija viviente, cuál bernase las cosas de la tierra , ó si todo sucedía acaso
aborto de la corrupción de la tierra negará que hay sin certidumbre». Luego añade :
Hacedor que lo sacase todo con su poder de la nada, Kamciimdtsposilí quaesissem foedera mvndi,
dando á las unas tan espléndido ser y lugares tan al Praescriptosque mari fines, annisque mealus,
tos, duración tan incontrastable en tan inmensos vo El lucís, noctisque rices : tune omitía retar
Constlio firmóla Deí.
lúmenes, que sobran á la capacidad de los sentidos
del hombre, en que oo caben; y alas otras, que exce «Empero cuando via las confederaciones con que es
diendo apenas á los átomos, contentas con ser algo y taba dispuesta la concorde enemistad de los elementos
dejar de ser nada, hizo capaces de vida, instinto, en el mundo ; y aprisionada la soberbia del mar en
movimiento en cuerpos' que con la pequenez burlan cárcel de arena, donde padecían sus borrascas prisio
las atenciones de la vista? Los mosquitos, que sin po nes de polvo; y las recíprocas resurrecciones del aüo,
derles hallar la boca y sin saberlos descubrir el pul donde la muerte era padre del ser que habia fallecido;
món tocan instrumento sonoro y ejecutan heridas; la y la sucesión continua de losdias y las noches, no usur
polilla, que roe sin dientes y muerde sin quijadas y pando jamás un minuto de jurisdicción la luz alas ti
digiere sin estómago ; las pulgas, de quien se sabe, nieblas,—entonces me persuadía que todo estaba fon
más porque se sienten que porque se ven, que tienen dado en el consejo de Dios.» Consecutivamente, añade,
la defensa en lo imperceptible, que ven en lo obscuro las causas de su escándalo, en que resbalaba en el
y apenas son visibles en lo claro. ¿Quién hizo labra ateísmo :
dores á las hormigas, y tan próvido aquel pueblo ne Sed cim res homimm lantS calígine vohi
gro y menudo? ¿Quién en tan pequeño jornalero como Adspicerem , loctesque din fiorere nocentes ,
la abeja cerró ingenio geométrico? ¿Quién hizo á la Yexarique pios : rursus labefacla cadebat
vid tierna inteligente de sus obras, pues solícita con Relligio.
sus abrazos se sostiene y arrima porque no arrastre su «Empero, como viese los sucesos de los hombres en
fruto, y impaciente de la disciplina rústica, ama lo que vueltos en tan ciega tiniebla, y florecer alegres en du
toca, porque se da más prisa á asegurarse del inge ración los malhechores , y padecer afrentas les pió?,
nio propio que de la pereza de la disciplina ajena? otra vez caía mi religión desmayada.»
¿Quién ensenó á trepará la yedra, y tan generosa pre Sigúese que todas las cosas enseñan al hombre que
sunción , que si mano envidiosa la oprime , á pesar del hay Dios; y que solo el hombre, contradicíéndolas i
ultraje, se encarama y asciende á lo alto sin guia, que todas, se persuade que no le hay, creyendo que noliay
riendo más introducirse en la pared ó tronco, selva providencia ni gobierno digno de Dios, pues los bue
tejida, que consentir que la pisen con injuria vo nos padecen y los malos triunfan. Y este discurso con
luntaria? La tierra es vientre de todas las cosas, que tra la Providencia le hacen los malos; sin advertir que
concibe de la virtud varonil del cielo. Ejercitan su pa es eficacísima prueba de la Providencia, que los mis
ciencia todas las artes; es sola elemento sin paso, só mos impíos se condenen á sí propios tan rigurosa
lido, firme y sosegado : ni corre como el agua, ni vuela mente , que afirmen que no es posible haya Dios,
como el aire, ni trepa como el fuego. Según esto, no pues ellos no arden en 1as hogueras ni penden en las
puede dar habilidad á las plantas ni instinto á los horcas.
animales ni razón á los hombres, porque nadie puede Por eso trataré , para probar que hay Dios y alma
dar lo que no tiene. Dirás que todo eso da Ta natura inmortal, de la Providencia divina, que es el tropezón
leza; y si esta lo recibió de otro, daremos proceso in que se ponen estos para caer en semejantes errores;
finito, y este ninguno le concedió. rematando el discurso antecedente con estas palabras
Si á la naturaleza llamas principio de todo sin prin de mi Séneca, EpM. cxvii :
cipio, necesariamente confiesas que hay un Dios. Pó- «Para nosotros argumento es de verdad lo que lodos
nesle nombres, mas no le niegas; llámasle como quie dicen, como que hay dioses ; y colegimos esto, mitre
res, no como debes. Ni el necio que dijo en su corazón otras cosas, porque la opinión de que los hay, en todos
que uo habia Dios; ni el descarado Selio, que dijo con está arraigada.- Ni hay alguna gente tan fuera de las
la boca que no habia dioses, dejaron de conocer, por leyes y de las costumbres arrojada, que no crea taj
todas las criaturas y por el orden y concierto del uni algunas deidades.» (DeBenef., iv, 1) «NingunobayUn
verso, que habia Dios. Negáronle juzgando que, si le miserable, tan despreciado, ni que naciese á tan duro
hubiera, hubiera Providencia ; y que no la habia, pues liado y pena, que no reconozca algo de la munificencia
los delincuentes disfamaban las honras y los facinorosos de los dioses.» En el proemio de las Cuestiones natura
afrentaban las riquezas y los impíos desacreditaban los les pregunta : «¿Qué es Dios? Mente del universo. ¿Que
os Dios? Todo lo que ves y todo lo que no ves. Asi se le
puestos más sublimes, cuando los beneméritos pobla
vuelve toda su grandeza, porque no puede imaginarse
ban las cárceles, y los inocentes ensangrentaban los
cuchillos, y el desprecio arrinconaba á los doctos, y la cosa mayor, siéndolo todo él solo : su obra la tiene afuera
locura daba las armas de los valientes á los cobardes. y adentro. ¿Qué diferencia hay entre la naturaleza de
PROVIDENCIA DE DIOS. 195
Dios y la nuestra? Nuestra mejor parte es el ánimo: en le colocó en el catálogo de los escritores eclesiásticos,
él no hay alguna paite fuera del ánimo; todo es men- y san Agustin frecuentemente le citó, y otros gravjsi-
■ le.» Y eo el iv De los Beneficios, para enseñar que no mos escritores católicos.
hay muchos dioses, sino uno, y que los muchos son Pasemos á hacer la causa de Dios, que, como es jus
te nombres de sus beneficios, dice : «Tantos son los to y debido, es fácil. La verdad no está añudada ni se
nombres de Dios como las mercedes que hace.» Y en rodea de lazos ni se confunde en laberintos; es luz
el u de lis Cuestiones naturales, cap. 45: «Y de ver que juntamente hace visibles las cosas, y que los ojos
dad no creyeron que Jove era, como lo vemos en el Ca las puedan ver. El error es noche : todo lo esconde; y
pitolio y en los demás templos, tirando rayos con la hace que se tropiece en lo mismo que se busca, y que
mano; antes juzgan es Júpiter, como nosotros le en se caiga en loque se huye. Sea lo primero declarar qué
lodemos, guarda y gobernador del universo, ánimo y es Providencia.
espíritu, seüor de la obra desle mundo y artífice, a Los griegos la llaman Upávoca, los hebreos nrutyn
quien todo nombre conviene. ¿Quieres llamarle hado? (2) Haschgahhah, de un verboque significa «considerar
no errarás. El es de quien todo pende, de quien son. y mirar con atención vehemente». Cicerón en la Retóri
todas las causas de las causas. ¿Quiéresle llamar pro ca : Providentia est per quamjuturum aliquid videlur
videncia? bien dirás. Pues es coa cuyo consejo se di ante quámfactumsit. Oigamos en san Agustin DeSpi-
rige este mundo, para que discurra sin estorbo y ex ritu et Anima, esta sombra que habló el grande ora
plique sus acciones. ¿Quieres llamarle naturaleza? no dor, espléndida y crecida: Providentia est notio futu-
pecaras. Pues es de quien tiene naturaleza todo, con rorum, perlractans eventum, cujus officium est ex
coa cajo espiritu vivimos. ¿Quieres llamarle mundo? praesentibus futura perpendere, adversus advenien-
no le engañas. El es todo lo que ves, y se sostiene tem calamitatem se consilio praemunire. Habló el fi
con su fuerza.» En la epístola lxziu. «No son fastidiosos lósofo y orador y habla el santo de la providencia de
los dioses, no tienen invidia. A los que se encami los hombres en sus acontecimientos y disposiciones.
nan i ellos los reciben y dan la mano. ¿ Admiraste Esta providencia humana no tiene herejes : ninguno
que los hombres vayan á los dioses ? Dios viene á la niega, antes la afectan todos, y no hay persona tan
te nombres ; antes ( lo que es más cercano) en los dejada y poco atenta , que no presuma de providente ;
hombres viene. No hay alma buena sin Dios.» ¡Grandes y llega á tanto la locura furiosa, que niegan á Dios lo
palabras, confines á los mayores misterios de nuestra que no niegan á ninguno, ni consienten que ninguno
le! Pondero con admiración que dijo dioses en plural les niegue.
cuando dijo que los hombres van á los dioses ; y dijo Veamos cómo se difine la divina Providencia. Boecio,
Diosen singular, consecutivamente, tratando de que lib. ív. De Consolatione, dice que es :'(3) «Divina razón
lite Tenia al hombre y en el hombre. Por estas y constituida en el sumo principe de todo, la cual todo
(tas cláusulas me. persuado que Séneca comunicó á lo dispone.» Santo Tomás, i, part. q. 22, arl. 2, di
san Pablo; no por las cartas que del uno al otro se leen ce : (4) «Providencia es razón de orden en todas las
ton as nombres sin su estilo. En el libro segundo de cosas, que las encamina y dispone al fin, la cual
la Coeiíiones naturales, 37 , como en el lugar pre existe en Dios.»
cedente mostró semblantes de teólogo místico*, los Santo Tomás pone la providencia en el entendimien
nuestra de-escolástico ; y se arroja á tratar de la pre to, como las ideas. Algunos autores quieren que per
destinación de Dios, y cómo, siendo infalible, no quita tenezca á la voluntad en cuanto al decreto de su eje
el libre albedrío al hombre. Reconozco que estropeó con cución ; lo que parece sintió Damasceno, lib. n De l-'ide
te términos profanos algo que ó leyó ú oyó de san Pablo, orthodoxa, cap. 29, con estas palabras : (5) «Providen
¡Limando hado la predestinación ; y que no fué ca cia es la voluntad de Dios, por la cual todas las cosas
pa de (analta doctrina. Empero sin el baplismo, de que son, reciben conveniente gobierno.» No hay con-
fendió el libre albedrío, que niega Martin Lutero con él, tradicion en sus palabras, y concuerdan, diciendo
y después de tantos padres y doctores de la Iglesia y que initiativé consiste la providencia en el entendi
««cilios. Después de haber explicado en qué, y cómo, miento, y completivo cuanto á la ejecución, en la vo
sabiendo cierta presciencia divina, hay libre albedrío, luntad. Aquella palabra in finem de la diiinicion de
para responder á lo que en contra pueden oponerle, santo Tomás, se entiende del fin cierto quem D,eus
dice : (I) «Estas cosas suelen oponernos para aprobar sibi propositum habet ; «.del fin cierto que Dios se tiene
que nada se deja á nuestra voluntad , y que todo el propuesto á si mismo.»
mando es del hado. Diré de qué manera, habiendo Las funciones ú operaciones generales déla divina
hado, hay algo en el arbitrio del hombre. » Colígese Providencia son dos : creación y gobierno. En esta
que en tiempo de Séneca se porfiaba esta cuestión. función de gobierno se contienen los actos siguientes:
No he podido dar á los ateístas y herejes tapabocamés conservación, cooperación, predifinicion, impedimen
afrentoso que este con la mano de Séneca, filósofo gen to de muchos males, el movimiento de los cielos, la
til, sin haptismo, y maestro de Nerón ( primer perse iluminación de la naturaleza racional, la redención de
guidor en Roma de los cristianos entre los emperado
res), y el más feliz ingenio y la pluma de mejor sabor (2) íimOT Aschnachah (P. — Un espacio en blanco deja para
que se reconoce por todos en aquellas tinieblas ; tan ¡a palabra verdadera la impresión de Madrid de 1729 — ... Sancha
utilmente modesto en su doctrina, que san Jerónimo omite el hebreo.)
(3) Divina ratio in summo omniurn Principe constituía , qnae
cuneta Hisji.mil.
(1) Isti nobis opponi solent, nt probetur niliil volnntati nostrae (4i Providentia est ratio ordinis rerum in linem, in Deo existens.
f.iftan, etomne jus fato tradilum. Dicam, quemadmodem ma- (5) Providentiam esse votunutem Dei , per quam omnia quac
UUt rit«. «liqaid »it in hominis arbitrio. sunt, cunveiikuicflj gubersalionem accipiunt.
198 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
los hombres, la justificación, la remuneración, el cas unoenla mano una joyayhacerquelatengaapretadaen
tigo. Por esto tiene todo ser y orden y gobierno, y sin el puño, y abriéndole él mismo hallarse con un escaraba-
esto nada fué ni será. No es deste tratado discurrir jo,ysacarlajoyaquelediódelabolsacerradadeolroque
por todas estas partes. Mi pretensión no es enseñar ñola tenia ; meter á otro en la boca un confite, y sacarle
cómo obra la divina Providencia, sino que hay Provi una lagartija; quemar un pañuelo con llama viva, y mos
dencia divina. Aquella disquisición se queda para los trarle sano ; cortar una cinta, y dejarla entera; enseñar
que la creen; esta habla con los que la niegan. un mismo libro, una vez todo blanco, otra todo negro,
La raíz deste error no es que los malos tienen pre otra de todos colores, ya da aves, ya de animales, ya de
mio y descanso en este mundo, y los buenos castigo peces; meter á uno por la garganta el cuchillo y dego
y trabajos; sino que los impíos ignorantes no saben llarle sin sangre ni herida, antes con risa que con lás
diferenciar al bien del mal, ni conocen el castigo que tima de los que lo ven; ajustar con nudo ciego la sogaá
los unos padecen en sus prosperidades, ni los premios la garganta, y sin desatarla ni romperla, sacarla entera
y méritos que los otros gozan en los desprecios y aflic y añudada por la desigualdad de la cabeza sin sentirlo
ciones : y porque no entienden la Providencia, la oyen ■el muchacho, que se temió ahorcado ; repartir en dos
nombrar con ceño y la ruegan. Curémoslos primero de naipes á uno una sierpe y á otro una dama, y hallarse
la ignorancia. ¡Qué á propósito dijo Séneca: «Muchos el que recibió la dama con la sierpe, y el que recibió
hombres son propicios á otros; á Dios ninguno» (mejor esta, con la dama; poner dos medidas, una llenado tri
dijera si escribiera «pocos»)! Sálvase esta universal go y otra vacía sin un grano, y sin trocarse , estar la va
por encarecimiento en cosa tan execrable , donde los cía llena y la llena vacía. Ninguno de los que lo ven
pocos, respecto de tantos, se nombran con la diminu sabe cómo se hacen cosas tan contrarias; y nise indignan
ción de ninguno. (1) ni se corren de ignorar lo que obra un charlatán vaga
Empero nuestro cordobés en la epístola xxxi me da mundo, antes se alegran y entretienen y le pagan, sin
estas animosas palabras, contra el pensar destos: Nemo hartarse de verlo ; y el que más se admira, atribuyelas
novil Deum : multi de illo malé existimantet impune. que juzga maravillas á que se obran por arte del diablo,
Dijo en medio renglón la causa de negar la Providen siendo engaños mecánicos que los dedos de un picaro
cia, que es ignorar á Dios, con que se siente mal del ; hacen á las atenciones de los ojos, á la presunción de
y la Providencia, en añadir que sentían del mal sin los entendimientos, que las compran y no las con. enan.
castigo, no porque les falta, sino porque no le conocen. Y porque ven á la providencia de Dios volver los leso-
Tal es su ignorancia, que no conocen lo que padecen. ros en áspides al que los recibió, y los áspides en tesoros
Por esto es culpa", y castigo enellos la ignorancia. Que á los que los padecían ; abrasaren llamas al mártir, no
la palabra nemo , ninguno, no sea exclusiva de todos, solo sin ofenderle sino ilustrándole, y ser nueva vida y
sino encarecimiento de pocos, Persio en el principio eterna los cuchillos y las sogas á la garganta; y llenar
de su primera sátira lo enseña, v. 2 y 3 : de frutos al que ha de carecer de ellos, para colmar de
ellos al que está vacío ; dar á unos lo que cierran para
Quts le/el haeet Min' tu islud ais? Nemo heratlt. fiemo!
Veliuo, vel nemo. no tenerlo, y cerrar lo mismo en el que no lo tiene; ha
cer que los hombres subiendo bajen, y bajando suban;
¿Quién se podrá averiguar con los desconciertos de que padeciendo gocen, que gozando padezcan; que
la cabeza del hombre ? Vérnosle con vanidad preciarse muriendo vivan , y viviendo mueran; — porque no lo
de quenosabe muchas cosas. Blasonan algunos, y no de entienden, no solo no se entretienen, sino se escanda
los plebeyos, de no saber escribir; muestran gran sen lizan. Y habiendo consolado su ignorancia en las trope
timiento de que alguno imagine que saben contar, y lías con persuadirse que puede ser por arte del diablo,
no se hartan de dar satisfacciones de que no lo entien en los misterios se desalientan ; y niegan que pueden
den, siendo la aritmética la razón del universo, y la jus obrarse por arte y poder y providencia de Dios estas
ticia de la comunicación Ips números, sin la cual ni pue cosas tan dignas de su gobierno, tan niveladas con su
den gobernarse ni gobernar ; cosa tan fácil, que en po justicia. Veamos cómo es esto verdad, y veráse quelas
cos días la aprenden los niños en la escuela. Y por otra nubes están en los ojos, y no en las cosas.
parte, se indignan de no entender los secretos de la Sea el primer colirio, que no todos los malos que
providencia de Dios y sus pasos inexcrutables;y porto ocupan honras y puestos, los consiguieron por im
que debían reverenciar los humildes, los desprecian píos y delincuentes, ni quien se los dio tuvo esta culpa.
sacrilegos. Otros hombres tienen por fiesta el ver á otro Los más, en excesivo número, coa la humildad reco
hacer cosas que ni las entienden ni saben cómo las ha nocida, con el silencio prudente, con asistencia agra
ce; en las cuales todo el entretenimiento consiste en la dable, con paciencia servil alcanzaron las dignidades,
ignorancia del que las ve. Y si yo acertase á declararme y con ellas luego se hicieron indignos de ellas. Muchos
con esta similitud, seria grande hazaña hacer que las fueron buenos hasta hallar quien los tuviese por tales;
burlas fuesen maestros para entender las veras : infinitos se hicieron malos luego que los premiaron
¡Con cuánto gusto ven todos las sutilezasde un jugador por buenos. Son sin número los que esperan entre bue
de manos! Venle con las pelotillas arrojarla que tiene, y nas costumbres, para ser ruines, solo ó verse en honra;
tener la que arroja; mostrarla donde no está, y desapare otros, .y no son pocos, no se cansan de ser virtuosos,
cerla de donde la puso; descubrir tres donde no había hasta que adquieren con qué poder ser impíos : tienen
una, y no dejar alguna donde estaban cerradas tres; dará paciencia para ser humildes mientras no tienen poder
para ser soberbios. El príncipe y las repúblicas dieroná
(1) Frase es del salmo tu , v. 4 : «Omites declInaTernnt, simul los que juzgaron beneméritos lo que lamentamos que
Inútiles íacti sunt : ron est qul facial bonom , non ett usque ad pase en indignos. La culpa es de los que se hicieron
UWbr
PROVIDENCIA DE DIOS. 197
nulos con el bien; la desdicha, de los que dieron el bien dece. Su paseo es correr más aprisa por donde le manda
ate que usaron del mal, juzgándolos por buenos. la usura, por donde le arrastra el logro, por donde le
Coligense dos cosas por la divina Providencia: la una, despeña el juego, por donde le hacen delincuente y fa-
que la achacan los malos, que ella no premió ; los cuales cinoroso los vicios. El diamante, sudor de la congoja
se hicieron maloseon lospremiosque los dieron porbue- délos cerros de Oriente, exprimido por el rigor de los
nos. Dirán que por lo menos permite que esto suceda ; soles que los afligen continuos, es guija desgarrada de
respondo que este es privilegio del libre albedrío, que los pedernales ; y nace tan mal vestido, que rudo le ti
si Dios no se le concediera al hombreóle quitara los mé rara el que le ve, si no asegurara su linaje quien le ven
ritos, y en ellos los premios. de ; tan anegadas en guigarro sus luces, que rescatarlas
U otra, que tienen tanto de peligros estos que 11a- del rebozo de tierra cuesta tanto como después le da
ma:i bienes, de que gozan los malos ( pues hacen de los de precio la locura : joya que si no se padece á si misma,
beneméritos indignos), que es merced de la divina se queda en el desprecio de canto ; nacida para encar
Profídencia apartarlos de los justos, y castigo consen celada, y siempre con grillos de oro presa. Y con pre
tirlos á los impíos. Con que se prueba que todo lo en sumir de constelación, de noche para que sepan donde
tienden al revés estos sacrilegos, que se usurpan ju está, aguarda á que la hiera la lumbre de una torcida ó
dicatura sobre las disposiciones de Dios. ¿Cómo pues la chispa de un tizón; y cuando con mayor pompa en
los bienes, honras y dignidades del mundo harán al ciende sus reflejos con la fanfarria del oro, le pone ver
malo bueno, si al bueno le hacen malo y al perverso gonzosa ceniza un gusanillo, queso miente estrella de
peor? ¿Quién pues los tendrá sin riesgo? Quien los noche; á quien enciende la oscuridad, cuando él apa
rebasó, quien los teme, quien los desprecia, quien gado no se diferencia del sombrero donde es cintillo, ú
ks padece; quien los tiene, sin que ellos le tengan. del dedo que abraza sortija, abreviando un patrimonio
Donde son carga y penitencia, no son peligro, sino lo en resplandor que se equivoca con el cristal , con el vi
gro; donde son blasón y pompa, son riesgo que fácil drio y con una gota de agua. ¿Quién negará que estos
mente se desliza á culpa. No sin. misterio, en la lengua tesoros en el nombre, que se levantan con el corazón
anta (que los brota aun en los puntos) esta palabra Ton de los que en ellos ponen su felicidad, no son el opro
qoesignifica misericordia, piedad, beneficio y bondad, brio y desprecio de la tierra? á quienes, como sabidorá
salifica también oprobrio, cosa tan contraria. Empero de su contagio, escondió con tanto cuidado la natura
wiflcáronse todas estas significaciones en Cristo, en leza, que los cargó los montes encima, borrando sus ca
quien el oprobrio fué piedad, misericordia, beneficio y minos con los golfos y apartándolos de nuestra coilicia
bondad. De ion, se llama la cigüeña nTDn» por ser con el divorcio de todo, él Occeano. ¿Quién no ve la vi
timbólo de la piedad, no sin oprobrio; pues ejercitando leza de su principio y las indignidades de su disposi
la piedad en la decrepitud de sus padres, tiene por ali ción, y que deben su belleza y precio á los oprobrios que
mentólas pestes de la tierra, y comiéndolas hace bene padecen , y que les viene de casta el ser martirio y pe
ficio i los hombres, á quien son asechanza. Aquel ligro de quien los posee? Pregunto álos contadores de
hena que bajó del cielo y púsola mesa asan Pedro, ha- la bienaventuranza caduca, si saben de alguno qUe
ciado oficio de manteles, donde las viandas eran anima adquiriese estos bienes sin desvelo, sudor ó afrenta;
les inmundos, de que le dijeron que comiese, ¿qué otra que los posea sin miedo y invidiosos ; que los deje sin
cosa fuéqne convidarle á misericordia, á piedad, á be- arrepentimiento, que los pierda sin dolor. ¿Cómo
neficiosy áoprobrio; para significar que en este mundo, pues llaman dichosos á los impíos que padecen tantos
sin padecerle, no tienen lugares otras virtudes, como tiranos como tienen joyas y dinero ; y malaventurados
sin el veneno de la vibora, la salud de tantos ingredien- á'los virtuosos, que libres de la insolencia destos ver
tesen la triaca no son remedio ? dugos magníficos, gozan de paz desembarazada y segura?
Ninguna cosa que no se confecciona con el padecer, Es tan sólida esta verdad , que ninguno de los ma
tiene estimación. Aprendámoslo de las joyas, con cuyo los que están ricos y tienen honras, dignidades y pues
esplendor, sin culpa suya, nos engañamos. Repasemos tos, con no haber tenido vergüenza de conseguirlos
te martirios que de nuestra codicia padece el oro, que con medios facinorosos y infames, tendrá desvergüenza
parece que el color pálido le tiene del susto, y no de la para confesar la abominación de las maldades y la vi
naturaleza. Persigúele el hierro, rompiendo por las leza de los delitos y miedos con que los conserva y po
entrañas de su madre ; sacándole de sus venas hecho see. Luego todos aquellos de quien Dios los aparta, le
polvos y despedazado, le amasan con azogue; condo deben carieia y regalo; y los que los consiguen, juntan
líanle al fuego en horno ú crisol, derrítenle en humor castigo y tormento.
con el rigor plebeyo del solimán; viértenle en rieles, Opondránme que hay muchos buenos ricos y en
de donde empieza el ejercicio de su paciencia ; alar dignidades , y muchos malos pobres y en desprecio. Si
gante en pasta , donde á fuerza de golpes se extiende no hubiera esto, no hubiera Providencia y faltara la
m láminas debajo de la porfía de los martillos; de don demostración que la prueba evidentemente. No de otra
de pasa delgado á padecer, antes de ser joya, los dien suerte se conociera que puestos, dignidades, hon
tes de la lima que le muerden y las heridas del cin- ras y riquezas, desprecio, abatimiento, persecuciones
c'l que le cortan; siendo la orina afeite asqueroso, á y pobreza, son de si csa< indiferentes, buenas ó malas
quien debe el color su hermosura. Para ser moneda, por la virtud ó la iniquidad de los que usan de unas y
«fqne consiste toda su soberbia, se aumentan sus otras. Si no hubiera, como los hay, hombres temero
mortificaciones : hácenle pedazos por el albedrío del sos de Dios y ricos, no tuviera la caridad con quedar
P*so; pónete el cuño marca como á esclavo, hácele áspe alimentos & los necesitados; no tuvieran los pobres ha
ro «m amias y letras, en que se lee el señorío que pa cienda, y carecieran de patrimonio las miserias públi
ios OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cas ; ni hubiera quien enjugara las lágrimas á las viu ¿Quién vio al rico glotón vestido de púrpura, en que
das y fuera de por vida la desnudez de los huérfanos; la lana estaba no solo teñida sino embríagadadel veneno
ignoraran el oro y la plata el camino por donde su peso de Tiro; en cuyo aparador las minas edificadas en va
asciende desde lo profundo de la tierra á lo más alto del sos, con la capacidad demasiadamente corpulenta ad
cielo ; no supiera la moneda introducir su valor en'el vertían las avenidas de su sed? ¿Quién le vio beberse
comercio eterno» ni correr en la bienaventuranza laque las vendimias, y engullirse las monterías, y cerraren
arrastra en el mundo; no se supiera que-hay hombres un vientre todas las habitaciones y pueblo de los ele
buenos á quien la riqueza no hace malos; y por ellos se mentos; y tan medrosos de su hambre á sus lebreles,
sabe que la virtud la hace buena, que debe á la pie que comían con susto los huesos y migajas que se caían
dad y misericordia el precio, y no á las minas; que el de las manos, porque no acabase en ellas y con ellos!
rico es el que tiene para dar, y el pobre el que guarda pa ¿Quién pues le vio, que no le llamase rico y podero
ra tener ; que este es bolsa, y no rico, y en vez de ser so? Murió y fué sepultado con pompa y grandeza, por
poderoso, es desapoderado; que es laguna de los bie que en él juzgaron la opulencia y los tesoros por bie
nes del mundo, donde están presos y detenidos en ocio nes, que él mismo en el iufierno (que le festejaron
inútil, dejando sedientas las plantas y coiifesarrtlo lo es por túmulo) conoció que eran males que pudieron
tantío con el olor, el cieno y la cria de sabandijas in ser bienes. ¿ Quién vio en su presencia á Lázaro, el
mundas. Todos estos desengaños y la salud de tan es santamente pobre y sumamente desconsolado mendi
clarecida doctrina se debe á los varones que saben ser go, antes llagas con alma que hombre con llagas, sin
ricos y misericordiosos. otro vestido que el que por toda su persona continua
No es menor enseñanza la que recibe la atención ban las hilas y las vendas, convidar liberal con sus
religiosa, de los impíos abatidos y pobres. Si no los úlceras á los perros, que piadosos se las lamían; cuan
hubiera, se juzgara que umversalmente estaban los do el epulón negaba una migaja de pan á quien des
bienes temporales hipotecados por legítima forzosa pués pidió una gota de agua, porque se viese cuánto
de los ruines y de los impíos. No tuviera excepción peor es la hambre avarienta que la canina? Murió Lá
el error en esta materia capital, de los que oponen á zaro y salió el alma de aquel cuerpo, que por las ro
Dios que solamente los delincuentes y malos tienen turas tan de par en par estuvo para su libertad; y fué
bienes, honras y puestos ; siendoasí que la mayor parte llevada por los ángeles al seno de Abrahan, adonde
de ellos miserablemente mendiga y padece abatida, y se conoció que los gusanos eran mérito, la miseria
muchos dignos y virtuosos están con esplendor exalta tesoros y riqueza, el oprobrio honra, y que del íene-
dos. Hay buenos que gozan y tienen felicidad temporal, no hizo medicina, como el avariento de la medicina
y buenos que padecen desamparo y desprecio; y sucede veneno. El pedir toca al pobre, y no al rico; pide el ri
lo mismo en los impíos : cou que se prueba que no son co, y no el pobre, para que se vean en su boca las men
las riquezas ni la mendiguez por sí malas ni premio ó tiras de su soberbia. Primero pide para refrigerarse
castigo destinado á unos ú á otros. Todo lo que Dios una gota de agua, y luego que vaya Lázaro á desen
hizo, vio que no solo era bueno, sino muy bueno : Et gañar á sus hermanos : prefiere su alivio en la extre
vidit cuneta quae fecerat : et erant valdé bona. midad de la lengua á la salvación de los suyos; estilo
Hacen demostración de esto todas las cosas á la in de condenado. En los infiernos está , y aun presante
credulidad ciegamente infiel de. los ateístas. No hay de mandar á Abrahan, y de que le baje á servirel po
veneno en yerba, ave, pez, animal, piedra ú metal, bre ; aun en hablar con el gran patriarca Abrahan, y
en quien el buen uso no halle salud y remedio, si el no con Lázaro, tuvo vanidad de rico. Dejan al avarien
malo halla peste y contagio. El napelo es tósigo y pon to cuando muere, las comodidades, los regalos, las
zoña de los campos ; y alimento de las codornices. riquezas ; y pasan con él á la otra vida las costumbres
Venenosa es la cicula : con ella murió Aníbal, el más y achaques de su pecado, y tanto como le acompañan
valiente capitán general que padeció Roma; Con ella le atormentan : son verdugos, f no cortejo. ¿Quién en
engordan las gallinas. Venenos son el azogue, el an vidiará felicidades que nos dejan con desden, y cos
timonio, el tártaro y el diagrídis(o); y preparados son tumbres que ni dejan en la sepultura; ni dejan des
purgas , que eficaces contradicen la enfermedad , des
cansar después del entierro el espíritu?
embarazándola en las oficinas del cuerpo de los humo
El santo Job, como catedrático que me preside en
res discordes y demasiados. Los alacranes son médicos
estas conclusiones, nos enseña qué son las riquezas y
de sí mismos ; así los escorpiones(6) . La araña, horror y felicidades, qué la pobreza y miseria perseguida, de
asco de la vista (que contenta con la noche de un agu quién son dádiva, cuáles han de ser el rico y el po
jero atesora, en las enemistades con la luz, ponzoña ra bre; que son igualmente morced y beneficio de Dios»
biosa), aprisionada en la cascara de una nuez sabe ata en que su divina Providencia, no solo se deja conjetu
jar la porfiada tarea de la cuartana. La víbora, que en rar, sino que la tratemos y mostremos visible coa
los círculos de su cuerpo se flecha arco y saeta homi
cida , en la triaca se opone á las heridas de su diente. nuestras acciones y sucesos.
El fué grande entre los príncipes de Oriente, pode
No de otra manera los tesoros, las felicidades, las hon
rosísimo en ganados y posesiones; floreció en (iij¡«¡
ras, los grandes puestos, la pobreza, la calamidad, el tuvo muy abundante familia, cosecha de la bendición
abatimiento son venenos en unos, y remedios y antí de Dios, que liberalísima asistió á fertilizar y fortale
dotos en otros. En el efecto que hacen, no en el nom cer su casa en circuito , sin que algún ángulo Mi
bre que tienen, está la verdad de lo que son.
careciese deste amparo. Oigamos de su boca qné «*'
(a) Confección medicinal ojie tiene por base la escamonea.
(») l'orqne »e dice que par» la picadura de alacrán es gran re tuvr» su prosperidad dcsta grandeza, cap. 29: A''™
medio poner sobre ella un alacrán machacado. audiens beatificabat me, et oculus videos testimoniín*
PROVIDENCIA DE DIOS. i 99
rtádebat mihi. No le beatificaban los ojos y los oidos que cante los lloros, volverla en himnos los gemidos,
[or el poder y los tesoros (alabanzas que, siendo de hacer lira el corazón que fué clamor, es el consuelo
coas ajenas en Job, fueran lisonjas cortesanas) ; ben de la caridad magnánima. Las promesas, caudal de la.
decíanme, dice, v. 12: Eó quod liberassem paupe- avaricia ; las palabras regaladas , muchas veces minis
wn vociferantem , el pupillum cui non esset adju- tras del engaño ; la compasión aparente, de que usa la
tor. Benedictio perituri super me veniebat, et cor hipocresía por ahorro, detienen Ips lloros en las meji
íhku consolatus sum. Justilia indutus sum : et ve- llas de la viuda, no los enjugan; suspéndenlos en su
sfivime,ñeut vestimento et diademate, judicio meo. corazón , no los alegran. Vestime de justicia y adórneme
Otti/w fui caeco , etpes claudo. Pater eram paupe- con mi juicio como con diadema. La Interlineal : (3)
rwn : et eausam quam nesciebam diligentissimé investi- «Vestíame la justicia, y vestíame á mi mi juicio como
¡jSam. Conterebam molas iniqui, et de dentibus illius palio y diadema.» El rico y el príncipe que no se vis
mfertbam praedam. Colígese que el poder y la riqueza tiere de justicia, no será coronado con su juicio. La
de Job, como rico y rey, era ojos á los ciegos, pies á los justicia es la púrpura con que están hermosamente
tullidos, socorro á los huérfanos, alegría á las viudas, colorados; la púrpura sin justicia es vestidura con que
defensa á los opresos, remedio á los que perecían, pa están colorados, vergonzosamente, antes con la librea
trimonio á los pobres, justicia á los litigantes : y por de la afrenta que de la grandeza. Vestíase él la justi
tílo beatificación del rey y del rico , en quien el poder cia; no dejaba que otros se la vistiesen, porque no le
diba defensa y no miedo, y las riquezas no se conta- trocasen el vestido en que solo tuviese el nombre, y
tnii por blasón y se repartían por alimentos. ¿Qrtién porque no le vistiesen de la justicia que cada uno quie
nejará que la hacienda era de los pobres, y el cuidado re para sí y no para los otros. Conócese que temía esto,
del que la tenia? La riqueza y el poder que saben pues dice : (4) Examinaba diligentemente la causa
sdo, son mérito en el que la posee, y socorro y cau- que no sabia. Quien tiene el entendimiento en otra
dil en los menesterosos ; en los tiranos y avarientos cabeza, tiene por entendimiento la voluntad de otro;
tienen esclavos, y no dueños ; tienen á los que los tie sabe lo que el otro quiere que sepa, no lo que debe
nen. Tanto les falta lo que poseen como lo que codi y puede saber: su entendimiento es relación, no po
cian; adquieren para tener lo que todos tienen; no tencia del alma; antes impotencia y flaqueza suya.
para gozarlo, sino porque ninguno lo goce; más quie Por eso para el premio y para el castigo con sumo des
ren tener ladrones que se lo roben, que necesitados velo investigaba la causa que no sabia. ¿Qué pues era
qne se lo agradezcan. Estos, cuanto más guardan lo lo que obraba con esta diligencia? El lo dice : (5) Que
que tienen, pierden más lo que guardan. ¡ Exquisito braba las muelas al ladrón, y desús dientes sacaba la
ingenio de la codicia! ¿Qué mayor locura que acusar á presa que habia hecho. Quitar la presa de la boca
'.» divina Providencia de que da bienes á los malos, que la hurtó y pasarla á la propia, es mudarla de unos
siendo tan penosos males estos que llaman bienes; y dientes á otros, no librarla; es tener por perros de
que leparte á los justos calamidades, cuando son des- caza los lobos. La liebre quien la mata es quien tie
osas, desembarazo y seguridad? Útil y á propósito ne galgos que la cojan , para pasarla de su boca á la
será la meditación de las palabras referidas de Job. suya ; no la mata el que la busca, el que la descubre,
Wce que libró al pobre que daba gritos. Siendo estos el que la alcanza, sino el que se la come. El que quie
los qne habían de oir los sordos, son los que, por el bra las muelas al que muerde la presa, es quien la li
eiifalo que reciben los ricos, ensordecen á los que bra de sus dientes y la rescata. Hay meses vedados
oyen. Antes se cansan del trabajo que gritan, que los para la caza y pesca por su conservación ; y no los hay
descansan del trabajo. Si callan, dicen que no los oyen; ni un dia ni una hora para la montería, redes y lazos y
si dan Toces, no los quieren oir. En estos las orejas anzuelos y tiros de la avaricia y usura, porque no se
i» son órgano del sentido, sino achaque contra el jus acaben y perezcan los pobres, los huérfanos y las viu
to sentimiento del que clama. Al que .tuvo estas ma das. Junta á esto el santo Job, rey poderosísimo, que
ñas Cristo le llamó (1) «juez de la maldad». Y él fué ojos á los ciegos y pies a los tullidos. Los ricos
mismo dijo de sí : «Aunque no temo á Dios ni hago que no pjieden ver á los ciegos,' peores ciegos son;
taso de los hombres, daré despacho á esta viuda, por- quien ve al ciego que no puede verle, ese es sus ojos ;
qoenome sea más molesta.» Este, arrojó la justicia, quien va al tullido que no puede venir á él, es sus
i» la bizo; tiróla el amparo, no se le dio: no por des pies y sus pasos. Según esto, el pobre se sirve del rico,
ensarta con él, sino por descansarle della; haciendo y el rico es pies del pobre ; aquel tiene el cuidado de
i-ücia, se hizo reo. La real clemencia con ninguna mayordomo y las ansias de padre, este el descanso,
"vi se adorna tanto como cuando la bendición del que y socorro y regalo de hijo ; al uno sobra lo que al
serecioen último desamparo, la comprehende. Bendi- otro le falla, para que al otro lo que le falta le sobre.
wu que dicta la muerte, deben codiciarla los jueces ¿Quién negará que este repartimiento de la divina
r los principes : solamente la merece piedad imitadora Providencia no es tan justificado como maravilloso y
le Dios. Dice que consoló el corazón de la viuda. Lee igual? Practicanta al revés los impíos y avarientos; y
l'ígnino : (2) « Hacia cantar el corazón de la viuda.» de lo que ellos estragan y confunden , se esoandalizan;
i Con cuánta gala enseña cómo se ha de consolar el co- y acusan á Dios, de las propias culpas con que.le ofen
üon de la viuda lo misterioso de la lengua santa !
i;\x nsaS» aSl- No es consuelo enjugarla las lágri dí Justitiam induebam ; et indnebat me Unquam pallium et <¡L
mas; nácelo el tiempo y la costumbre de lu pena. Hacer darim juüicium meum.
(i) Causam quam nesciebam, diligentlssimt! investigaban..
ft Jadn íniquitatis. (5) Cuntcrebam molas iniqui, et de dentibus illius aufeícbam
% Ei cor vMuo ciñere ticlesin. praedam.
iOO OMUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
den, cuando les. permite los puestos, las dignidades loque no hábia de ser combatido, y dejó sin armas la
y las riquezas. ¿Qué culpa ti^no el que dio á otro la flaqueza de toda su fortificación. ToJ.is nuestros des
.cadena de oro para cfue la trújese al cuello por gala, velos son este sueño de Nabucadnezar, pues ni pone
de que él añudándosela por soga se ahorque con ella, mos cosa alguna en su lugar, y lo erramos todo de
y la haga lazo? Por el error y ignorancia de los hombres pies á cabeza. Si hay tanto peligro en perder la hacien
■vemos desesperación dichosa y dicha desesperada, da y en no hallarla , y en no saber dónde se lia de
con una misma ocasión, en el avariento que en el se colocar, ¿cuál riesgo será el poseerla y ser de ella po
no más escondido del monte ocultó su tesoro. Otro seído? El Evangelio nos lo enseña, diciendo con las pa
que perdió cuanto tenia, mal persuadido de la nece labras de Cristo : «Más fácil es enhebrar un camello
sidad, tomó una soga para suspenderse, y añudarse por el ojo de una aguja su cuerpo montuoso, que en
con ella su vida; buscando lugar secreto para su trar un rico en el reino de los cielos.)- Luego el que
desesperación, eligió el mismo donde el miserable deja la riqueza se abre la entrada , se allana para ser
liabia escondido su caudal ; y teniendo ya la soga apre capaz della , y se quita el estorbo ; y á este hábil para
tada á la garganta , para alcanzar á atarla do rama el paso do toda felicidad, juzgan por infeliz; y á aquel
de donde pudiese ahogarse, quitó una piedra que cu que lleva i cuestas su impedimento á todo bien, acla
bría el tesoro del otro : viole , y socorriéndose con él man bienaventurado.
y consolándose, quitóse el lazo y dejóle en el mismo Es tan difícil , y es tan gloriosa hazaña ser poderoso
lugar, y llevóse el rico depósito. Vino el que le dejó y bienaventurado en todo, y juntamente varón simple
allí; y no hallándole, y hallando la soga, de pena se y recto y temeroso de Dios, y apartarse de mal, queDios
ahorcó con ella. Mirad los desatinos del dinero : quien blasonó que en Job, que lo era, tenia un amigo des-
le pierde, se va á desesperar ; quien no le halla se des tas calidades; y añadió que no habia otro en la tierra
espera : el que busca la horca, halla el tesoro; y el semejante á él. Y no hizo esta ponderación cuando
que busca su tesoto, halla la horca. ¿Con qué dis permaneció en su simplicidad, temor y justicia, des
curso se llaman bienes los que al desesperado ofre pojado de todo, habitado de gusanos, dejado y escar
cen tesoro, y al dueño dellos la desesperación jijo necido de su mujer y perseguido de todos sus amigos;
na? Y si en esta maldad no habrá quien culpe á la porque las calamidades dan mejor cuenta del seso hu
riqueza, ¿cómo puede haber quien culpe á Dios, sien mano que la prosperidad. (1) Hombre bueno á prueba
do los delincuentes aquellos espíritus avarientos, que de la felicidad, de los trabajos bace defensa, y con la
solo se juzgaron por dignos de vida mientras poseye batería que le dan se pertrecha y fortalece.
ron el metal que los juzgó por dignos, no solo de Que la prosperidad humana, que á estos escanda
muerte, sino de muerte infame? Muchas veces nos liza, que la permita Diosa los malos.seatiágicayque
castiga Dios concediéndonos lo que importunos le pe siempre obligue á deletrear sangre en las historias, los
dimos. ¡O cuántos deben á sus ruegos las calamidades idólatras lo conocieron. Exclamólo en su Farsalia Lu-
que lloran! Pedimos á Dios con oraciones los castigos cano :
que su piedad nos detiene. Muchos hombres lie visto
dichosos por no haberles sucedido loque han deseado, Detlecori est Fortuna prior, quhquamne tecuadis
Tradcrc se fatií andel, nisi marte parata}
y pocos por haber conseguido sus deseos.
Rico desengaño y espléndida doctrina nos dio la Espantóse de que hubiese alguno que se atreviese á
gentilidad con la fábula de Midas. Su avaricia aun se ser dichoso sin tener primero tragada la muerte. ¡0
pudiera disculpar en un pobre, empero no en uu rey. espanto lleno de animosa doctrina! Bien á propósito di
Pidió á Jove que á su tacto concediese instantánea ce Séneca que si los pobres que desean ser ricos, y los
mente producir el oro que en la tarea de tantos años despreciados que desean puestos lo consultasen con
engendra el sol : quiso que se abreviase en sus dedos los que son lo uno y gozan las di^ui.lades, que atemo
y labios el ingenio del monarca de las luces. Conce rizados se apartarían de tales intentos.
diéndoselo Júpiter, cuajábasele en metal la bebida en De los prosperados dice san Agustín, serm. u sobre
tocándola con los labios, endureciasele la comida, y el salmo xlviii : Isti ergo quibus mors pastor eit, vi-
murió de sed preciosa y de hambre opulenta. Este, dentur florere ad lempus, eljusli laborare : sed otwre?
miíerte pidió llamándola oro. Requebramos nuestros Quia nox est adíate. Quid cst , nox est ? Non apparenl
males poniéndolos nombres de bienes : pedimos poder, merita justorum , el quasi nominalur felicitas impía-
para ser desapoderados; y honras, para juntar afrentas; *um. Tam din videtur herba laetior quám arbor, quám
y puestos, para ser capaces de deposición ; queremos diu hijems est. Hcrba eniui per hyemem viget, arbor
subir, para tener de donde caer. Veis al pobre virtuoso per hyemem quasi árida cst : cum sol exieril fer-
liundido,y teneisle por bajo; al rico soberbio en la cum ventior tempore aestatis, arbor quae per hyeweM
bre, y teneisle por alto. No es grande la hormiga por árida videbatur, expletur foliis, proferí fructvs;
estar sobre un monte , ni pequeño un gigante por es herba autem arescit. Este salmo cania la divina Pro
tar en lo profundo de un valle. Mal arquitecto es la so videncia, y la enseña dando luz a todas las tinieblas,
berbia : fabrica contra el arte. Miremos la- estatua de de que se valen los que ó la niegan ó la acusan; y como
Nabuco : lo fuerte y sólido puso en el tejado, hacien doctrinado universal remedio, empieza pidiendo aten
do de oro la cabeza ; y el barro en los cimientos , ha ción á todos, Audile haec, omnes gentes : auribus per-
ciendo del los pies. La Iglesia á los pies pone el oro, cipile, omnes qui habitaj,is orüem : quique lerrigenM
y el polvo en la frente y sobre la cabeza ; y esto lo ha el filii hominum : simul in unum dives el pauper.
ce , ne offendas ad lapidem pedem tuum, cuando una
guija es sobrada munición contra los pies de aquel
(I) Son deste sentir las palab'is ile san Agustín : «Noli» i''*-
coloso, que gastó el metal, el bronce v el hierro eu licitas frangí! ouem nulla felicita* currumuit. •
PROVIDENCIA DE DIOS. 201
Con el verso 15, dictó á san Agnstin cosa al pare rio desvaría. El primer salmo dice que el justo y el
cerían nueva, como llamar pastor á la muerte, oficio santo erit tamquam lignum quod plantatum est secus
Un contrario al suyo: Sicut oves in inferno positae decursus aquarum, quod fruclum suum dabit in tem-
mrspastor est eis. Nuestra Vulgata exprime riguro pore suo. Empero los malos no son asi, no : Sed tam
samente el texto hebreo : Sicut oves in inferno po- quam pulvis quem projicit ventus o facie lerrae. El
lüisunt : mors depascet eos. No se extrañará menos texto hebreo dice que es como yerba seca, pues tal es
que las ovejos se pongan en el infierno, pues el Evan lo que en latín llamamos gluma y en español lamo del
gelio nos dice que las ovejas serán apartadas al lado grano de trigo : es la palabra del texto sagrado irina;
derecho para ser conducidas con bendición al cielo. no polvo, sino gluma ; y exprime lo mismo la Vulgata,
Püt estas dificultades nos previno David en este sal pues el tamo de seco se desata en polvo.
mo, f. 5, diciendo : Indinaba in parabolam aurem Veamos cuál es el tiempo en que el árbol, que asimila
m«m : aperiam in psalterio propositionem meam. al justo, ha de dar su fruto, puesto que no es siempre ni
Gran maestro, oye las parábolas y enigmas para decla cuando juzga la advertencia curiosamente descaminada.
rarlas con la suavidad de la música. Su tiempo es cuando Dios se lo pidiere. Llega Cristo á la
Propiamente se llaman ovejas en el infierno, aque higuera y pídela higos cuando no era tiempo de pro
llos que la muerte, que es el pecado, mintiéndose el ducirlos : maldícela, sécase y cáensele las hojas. Pues
nombre de pastor por el tiempo limitado dcsta vida, ¿cómo. Señor? ¿En este salino no tiene el buen árbol
apacienta en toda hartura de perdición. Ellos propios sentencia en su favor tan contraria á este castigo: «Será
k conGesan ovejas infernales literalmente en el libro como el árbol que plantado en la vecindad de las aguas,
déla Sabiduría, cap. 2, v. 8 : Coroncmus nos rosis dará su fruto en su tiempo, y no se le caerán sus hojas;»
Kttqwm marcescant : nullum pratum sit quod non tan expresa, que parece previene la ignorancia desta
ferlranseat luxuria nostra; estaciones son estas de higuera á quien se le cayeron las hojas, porque no dio
recorrer todos los prados de oveja de los rebaños de su fruto cuando no era su tiempo para darle? No lo en
la muerte. Y porque se dan prisa á coronarse de rosas tendemos : enigma es propuesta , que no la acertará
antes que se marchiten, dice el gran Padre : hli err¡o quien la juzgare por el árbol plantado y por la higue
fui&M mor» pastor est, videnlur florere ad tempus. ra sin higos. Uno y otro son el varón perfecto, que tiene
Su pasto y gala es tal y tan momentánea , que, como su voluntad en la ley del Señor, y en su ley meditado
aben que ella se da prisa á caducar en pocos dias, y día y de noche. El tiempo de dar el fruto es cuando
quemen horas por edades, se adelantan á cogerle; Dios se le pide: esto es mandarle que le tenga preve
no comen bocado sin susto de muerte, ni visten rosa nido en todo tiempo, porque ni sabe el dia ni la hora.
qoenohaganmal acondicionada las espinas. No se les Empléase el castigo que lastimó á los apóstoles en la
iiel nombre de ovejas por la mansedumbre y el fru higuera, porque se logre en el hombre la advertencia
to del esquilmo , tino porque el seguir unos á otros á costa de un tronco. Si el malo está con hojas de fea
wo la imitación de los malos pasos, los precipita. licidad humana, pomposo es, porque aun no lia lle
Llámase el pecado muerte y pastor malo, en oposición gado el tiempo de Dios, en que le pida su fruto ; y
del buen pastor : este conoce sus ovejas , y sus ovejas queriendo pagar con ellas solas, con la maldición se le
lí conocen; aquel es desconocido, pues si sus ovejas caigan. Si el virtuoso yace en el desprecio y persecu
ie «nocieran, ttiviéranle por lobo, no lo siguieran por ciones, sin el fruto de sus méritos y paciencia, es por
pastor; debe los hatos que tiene al no ser conocido de que aun no ha llegado su tiempo en la voluntad de
ellos, y el engaño le junta el caudal. ¿Lie que pues so Dios en que se le pida. Este tiempo se debe aguardar
alimentan estas ovejas? De (lores y de yerbas que na en unos y otros, para reconocer la justicia de la divin-
cen á corta vida : las unas ve nacer y morir un mis- Pfovidcncia ; y ni tener envidia á las hojas de la hi
no sol, las otras una limitada porción del año. Por guera loca, ni lástima del árbol que en el Invierno ca
e>to dice el Santo : «Estos pues, á quien la muerte es rece dellas, y á la vista no se diferencia del que to
pastor, parece que algún tiempo florecen, y que son talmente está seco, hasta que el verano muestra planta
iflieidos los justos. Empero ¿por qué? Porque es de con vida el uno, y leño difunto el otro; aquel duerme,
nw.be. ¿Qué es ser noche? No se ven aun los méri este yace. El justo duerme sueño, el impío muerte :
tos de los justos, y casi parece que se nombra la feli eso se entiende en los amantes deste mundo cuando
cidad de los impíos. La yerba por el Invierno está dellos se dice que durmieron su sueño, salmo uxv:
'«rde, el árbol en el Invierno casi está seco; mas Dormierunt somnum suum, el nihil invenerunt omne$
cuando el sol por el estío con mayor fuerza cueco en viri diviliarum in manibus suis ; porque loque tenían
bervores de luz las niieses y los campos, el árbol que en sus manos ora el misino sueño, de que nunca des
por los hielos y fríos parecía seco , se viste de hojas piertan.
í se carga de frutos; la yerba que en el Invierno es Ha hecho dar gritos á grandes espíritus el ver los
tiba lozana y fresca, enferma y seca se cae.» malos bien afortunados y sin el castigo que merecen,
¿Quién no conoce aquí la diferencia de las ovejas y y oprimidos los buenos. Habacuc, cap., i, parece que
los pastores, y del pasto del malo que goza, y el bueno introduce e6ta queja en acusación, y que, profeta, hace
1'ie padece? El árbol nunca se seca ; solo en el rigor del el oficio de fiscal. (!) Con eslu respuesta satisfizo Dios
«ivierno parece que está seco, mas en llegando el vera
no desmiente ¡(quel semblante tres veces, con hojas, flo
res y frutos. La yerba verdaderamente so seca con ersol (1) «Usqaeqno Domine clamabo, el non exaudios? voelferabor
(pie fecunda los troncos y ramas. El justo siempre fué ad te vira patiens, el non salvabis? Quare ostendisli raihi iniquiti-
asimilado al árbol que da el fruto en su tiempo, no en tem el laborera , >idere praeilam, el injuslitiam contra me? el faelnin
est judicium , el cunlradlclio potendor. Propler hoc lacerata e.-l
todos tiempos, no en los de la fortuna, cuyo calenda lex. et non penenit usque ad Oucni judicium : quia impius prae-
202 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
en Hababuc á todos : «Lo que se lia de ver está lejos ; poseen todo. A los que no saben padecer las cargas j
mas veráse al fin y no mentirá. Si se tardare, espéralo, obligaciones de los tesoros , honras y dignidades, los
porque vendrá á toda prisa y no se detendrá.» En estas padecen las dignidades y honras, y sus almas antes son
cosas no es lo que se ve lo que se admira en las felici poseídas de su impaciencia que poseedoras.
dades, sino lo que se manifiesta al fin. Esto lejos está ¿ Por qué no haremos con Dios, cuando se nos repre
á nuestra impaciencia, tardase á nuestro deseo; y no se sentan estas fantasmas y enigmas, lo que hacemos con
detiene, y camina á toda prisa las jornadas que le destina los jueces y magistrados de la tierra? Consideración es
la tolerancia de la divina Providencia. Que no es lo que de san JuanCrisóstomo: (3) «¿Están acaso las cosas hu
se lia de ver lo que se mira en estos infelizmente di manas concluidas en los términos desta presente vida
chosos, dccláranlo estas palabras del mismo profeta, del todo? Espera el fin ; del sabrás loque mereció la vida
refiriendo su castigo, que resultará de todo lo que go de cada uno. No te alborotes antes del premio y la
zan: (1) «¿Por ventura todos estos sobre su vanidad corona. Cuando veas delante del tribunal sentenciar
no formarán parábola y hablilla de sus enigmas?» al bueno y al malo, entonces harás juicio de entram
Enigmas llama sus dichas y riquezas. Y los enigmas, bos. ¡Cuántos salteadores rodean hoy los camino,!
con lo que dellos se oye y se ve, encubren lo que ¡Cuántos escaladores de casas rompen las puertas y L.s
son; y solo puede acertarlos quien no dice que son lo tapias! ¡Cuántos testamentos de los que mueren sa
que muestra su pintura, sino cosa muy diferente : como falsifican! ¡Cuántos ajenos casamientos se insidian!
si para hacer un enigma de la aguja de coserse pinta ¡Cuántos con venenos quitan las vidas á otros! ¿Por
se un cíclope con un ojo en la frente todo armado de esto, dime, murmuras del juez? De ninguna manera.
acero. Quien dijese que era Polifemo ú hombre de ar Mas cuando diese la sentencia, si castígase al que pa
mas tuerto, seria ridículo. No pues es menos enigma deció agravio de otro, y premiase al delincuente r
el avariento cargado de oro, ni el impío puesto en dig malhechor, entonces era digno de nota y de extremo
nidad, ni el humilde despreciado, ni el inocente per rigor. Empero cuando no son presentados al juicio
seguido. Lo que se ve es la pintura del enigma. Yérra del magistrado, ni está concluido el proceso, licito
le quien á aquellos llama ricos y felices, y quien á es el cargo y concluso para sentencia, sin razón le ade
tos llama miserables y desdichados. Enigma son el lantas á disfamar la integridad de su oficio. Replica
pobre, que cargado de leña, desnudo y descalzo pasa rás que aun en este estado y aquí convenía castigar
por un monte, y el rico que hace el propio viaje á ca los pecadores. ¡Oh hombre! Éntrate por tu con
ballo, con criados y maletas y vestido precioso. ¿Quién ciencia y considera cómo has vivido hasta ahora, Y
no dirá que aquel es miserable y abatido y que va mu creo mudarás de parecer, y cancelando tu voto, ala
riendo, y este espléndido y dichoso y que va acomo barás á Dios por su longanimidad misericordiosa;
dado? Salen ladrones á entrambos : al mendigo le es la porque si en esta vida hubiera de castigar á todos
carga y la infelicidad pasaporte y salvo-conducto; al según sus culpas, no hubiera durado hasta nuestro
caballero, las joyas y las balijasy la recámara, infortu siglo el género humano. » Si al hombre que ofendido
nio y muerte. Quien aguardare á que llegue la hora de de otro, ansioso le busca para satisfacerse, aun k ¡li
cada cosa, que dice el Espíritu Santo que sobrevendrá mamos rabioso y fieramente vengativo (siendo asi que
de repente como ladrón , acertará lo que son estos si no se adelanta y se tarda, el contrario puede esc»
enigmas, que nos descaminan el juicio, persuadiendo dérsele ó ausentarse, ú armado y con gente de su sé
los ojos con las disimulaciones de colores lisonjeros ú quito, no solo defenderse del, sino darle la mueit?);
de borrones desaliñados. No puede ser rico con el oro, Dios, de quien ninguno puede huir, ni hallar en A
ni honrado con los puestos quien no posee los puestos cielo ni en el infierno seno ni distancia que le ocult?,
ni el oro. Nada posee quien no posee su alma. Todos ni en la tierra armas ni compañía que le defienda, ¿qué
tienen alma y solo la poseen los que tienen paciencia. os espanta que detenga su ira en sus misericordias, si
Por eso dijo Cristo á sus apóstoles cuando les notificó nadie puede huir do su justicia y poder? Aguardad,
sus persecuciones y peligros y martirios: (2) «En vues pues él aguarda, á que se cumpla el término legal, qui
tra paciencia poseeréis vuestras almas.» La paciencia él le tiene prefijo á las causas y procesos de los «cim
es la que da el derecho de la posesión. Por eso Job po bres. ¿Cuál es este? Su sola y mayor y más larga mise
seyó sus riquezas, porque poseyó en su paciencia su ricordia. (4) ¿Alguno de vosotros,queconlenguasbks-
alma. Quien no le posee en ella, nada posee; tiénelo femas fiscalizáis á Dios, renunciara para sí este piar»?
como la bolsa y el arca. Nadie dijoque estas cosas sin Ninguno. Pues ¿por qué persuadís á que le renuncien
alma poseen lo que tienen, sino que lo tienen y lo en otro3, y queréis que Dios le anule? No le renuncio el
carcelan. Solos aquellos que sabeu padecer lo que tie Buen Ladrón y espiró santo, quitolusvixit in enti
nen, poseen sus almas en su paciencia, y con ella lo ne; renuncióle el malo, y murió en los delitos con <r*
habia vivido. ¿Cuál enigma más obscuro que ver ¿Ju
valct adversos justum, propterea egreditur judicium perversum.»
das discípulo, y al ladrón delincuente escogido pon
Y afuilr : .Ojiare respicis super iniqíia agentes, el taces devorante
im|iio jusliorem se?» A tan encarecida exclamación satisface el Pro (3 1 Scrm. IV, de VroridenHn et falo.
feta en el cap. 2, diciendo : «El respondit milii Dominas, et dixit : (4) Uno y otro se lee en estas palabras de san Pedro Crisíl "'f« ;
Scritic visuin, et explana cum super tabulas, ut percurrat qui le- «Uaec est Chrisli magna, larga, sola miserieoidia, quaejaditi»»
gerlt eum. Quia adhuc visas procul, el apparebit in linera, et non omne in diem servavit unum, et bouiini totura liuipus ad pocaitfjj-
mentictur; si moram fecerit, experta illum: quia venicns vcuiet, tiac deputavit inducías, ut quod de vitüs infamia susfípíi, na»
et non laidabil.a adolescentia, invadit juventus, corrigat vcl senectus: el ie f*«"«
(ti Numquid non mimes isti super eum parabolam sument, et tel tune poeniteat, quanilosentit jainse nonposse pcccirt.rluB
loquelam aenigmatum ejus? sallem, reatum desserat, q nando illum reliqucrit jain reatas :''£al
vi. iLucae, i\, v. 11*. ) lu patieulia vestís possidebilis animas de nece5silate vitlulcm, niotialur inno'cens, qui lotos ríunac'-
res tras. rnine.i
PROVIDENCIA DE DIOS. 203
deshonra de la muerte de Cristo? ¿Quién ¡c declaró? escuelas , desde el leer hasta las cumbres escolásticas
El linde entrambos, que mostró al apóstol traidor des y expositivas y en todas ciencias, criando sugetos
esperado en la horca, y al ladrón apóstol con esperanza que en todas las demás religiones merezcan las mitras
en lacruz. Si queréis acertar, aguardad á que el juicio y la' liara : coronándose con solo el mérito desla dispo
de Dios amanezca las tinieblas del vuestro. sición. Antes que viniísen al mundo-, hubo en todas
Y porque la peor casta de ciegos son los que no ven las religiones santísimos y doctísimos prelados; empero
toque miran, quiero haceros ver lo que miráis. Mi no hubo estatuto ni religión que profesase la privación
rad lo que digo, y veréis con mis palabras. Llenaréos propria de todas las dignidades eclesiásticas ni seglares,
losj)jos de la Providencia divina , visible en las rique y el criar sugetos para que en todas las universidades,
zas, honras y dignidades, cuyo desvarío á vuestro sen iglesias y religiones las mereciesen. Convino ala divi
tir os tiene mal persuadidos. Atended al cuidado que na Providencia que se viese que en sus rebaños habia
tuvo Dios para qne el poderío y tesoros de los prínci ovejas que no llevaban para sí la lana, aves cuyas plu
pe, reyes y emperadores se lograsen para su bien y mas no hacían para sus hijos el nido, abejas que no
el de las monarquías, en la fundación de las sagradas fabrican para sí los panales , y labradores que no ge
religiones monacales y mendicantes, y eremíticas. Los mían detras del arado para sus cosechas. Su tarea
unos con la liberalidad de los monarcas, en soledad es , que en el nombre de Jesús se dublé toda rodilla e.n
cultivada, con asistencia á la oración, y obediencia y la tierra y en el infierno como en el cielo. Esto consi
estudios, fecundan las rentas y opulentos edificios y guen con la universal y no limitada enseñanza , con la
heredamientos, de plumas para los escritos, de voces predicación y el ejemplo en los hijos, de la Iglesia ; y en
páralos pulpitos, de maestros para las cátedras, de el infierno, militando contra los herejes incesablemen
pastores para las mitras, de pontífices para la liara, te, basta hacerlos arrodillar convencidos al nombre
de mártires para el riego de la Iglesia (testigos, eso de Jesús, que les da el nombre y denominación; consi
significa el nombre, que rubrican la fe que tienen y guiendo la misma victoria entre los idólatras, envian
laque üacen, con su sangre). Los otros, que en todo esto do al ciclo innumerables mártires, que al nombre do
tienen numerosísimo caudal, porque el de los particu Jesús y con él doblen las rodillas. Según esto, con
lares, y la hacienda de la plebe, aun fuesen solicitados las sagradas religiones previno la divina Providencia
pan este logro, y se escondiesen á los acontecimientos, y con las obras piadosas al buen uso y logro de las ri
» do pudiesen perderse, con mortificación caritativa, la quezas y de las dignidades y honras ; y con las univer
recuerdan con su necesidad de puerta en puerta. No sidades y colegios, á la disposición de la suficiencia :
menos asisten en este punto á la divina Providencia todo fundado del tesoro común de las repúblicas. Estas
los que en los desiertos, sin la comunicación de la gen- cosas no pudo disponerlas humana fragilidad, que
l«, vestidos de yerbas y cortezas de árboles, y alimen siempre las contradice; ordenamiento es de la eterna
tados de legumbres y raíces y yerbas, enseñan que se Sabiduría, para vencer cuando sea juzgada. Conoció
puede vivir en el mundo sin él, y que Dios hace el David esta intención , siendo discípulo de su arrepen
gasto á los suyos sin el medio del dinero y tráfago y timiento, cuando dijo : (1) «Para que te justifiques
(Murcio humano, para que también las cosas inani- en tus palroras, y venzas cuando te juzgan.»
iraias participen en su género de la dignidad de ser ¿Quién son los frenéticos que juzgan á Dios, siendo
vir al sustento de los suyos. Y con estudio (digámos justísimo juez de todos? Estos impíos que dicen que no
lo así) tas de su eterna sabiduría atiende Dios á esta cuida del gobierno de lo que crió con su omnipotencia,
prueba de su divina Providencia, que después de tan- de lo que redimió por su amor con su sangre; que da los
angélicas repúblicas en diferentes religiones mona bienes y honras á los malos, y los males y afrentas á
cales y mendicantes, en nuestros tiempos sacó en Es los buenos: á estos vence cuando le juzgan, con esta sa
paña, de la milicia en que fué blasón, al nobilísimo grada disposición referida. Arguye Jeremías á Diosen
cántabro, al grande patriarca san Ignacio de Loyola; el capítulo )2; (2) respóndele Dios con el dia postrero
fíraqueen su sagrada religión, que ni aun se cuenta que tiene señalado por plazo perentorio al proceso desla
monacal ni la quieren mendicante, aunadas y jimias vida (3) : «¿Pregúntasme por qué los malos tienen pros
tn una compañía , engarzado el un estado y el otro, peridad en su camino, y sucede bien á los que preva
wmpusiesen una joya , en que juntas luces tan sobe- rican? Yo te digo que porque no ha llegado el dia del
fanas, fabricasen un sol que rodease de rayos el nom cuchillo: júntalos como ganado para la víctima de mi
bre de Jesús; atareada á la salud universal de las al justicia, & quien han de ser sacrificio.» David con
ma?, espíritu de ejemplo y doctrina, dilatado para la fiesa que esta consideración, no solo le congojaba,
salud común por todo el orbe. De tal manera, que pa sino que le hizo dar traspiés : (4) «Casi vacilaron mis
rece los describen aquellos versos del grande poeta : pies, y faltó poco que resbalasen mis pasos.» ¿Cuál
Spirinw inltu alit, letamque infusa per artas tropezón pudo turbar píes que pisaban tan. fumes?
¡tais agitat moltm. Consecutivamente lo dice: (5) «Porque se escandalizó
S« hijos, como fieles albaceas del Testamento Nuevo, mi celo en los pecadores , viendo la paz de los pecado
mjtiíablemente trabajan en mostrar cómo se cumplió
«Viejo, y en solicitar que las mandas del Nuevo? que (1) Ut jusliOceris in sermonibus luis, et vincas cum judicaris.
»n sus mandatos, se cumplan ; gastando sus vidas en (i) Quare vía impiorum prosperatur : bcnc cst ómnibus qui prac-
iriarir las trampas de los herejes y los robos de. los varicanlur, el iniquéagnnt?
(3) Congrega eos quasi gregem ad victimara, et sancüQca eos in
•oolaíras. Desapropiólos el santo fundador de sí mis- áie occIsIodís.
m«=. y vinculólos para todos. Ni en su orden quiso (i) Sjlmo LHB.) Mei auiem pené moti sunt pedes : pené effust
Wttwseo pretender para sí, ni fuera della; con los •uní gressns mei.
l5t Quia «lavi super Iniquos, paccm pcecatorum videos.
201 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
res.» Víase David en perpetua aflicción, era siempre ra de Virgilio, poeta idólatra. Sepan de los versos del
su voz clamor de gemidos, eran sus ojos urnas de lá gentil, que en esta vida no se diferencia el rostro déla
grimas; no contaba un dia pacifico ni una hora sin máscara que le cubre ; que solo en la muerte el jui
asechanzas ; su proprio liiju le fué batalla ; via á los im cio eterno da á conocer quién fué benemérito y quién
píos gozar de paz y quietud. '¿Qué pues le allanó el delincuente. En el sexto de la Eneida se leen estas
camino en que se embarazaba,.y le dio firmeza? Oigá palabras (trata de los castigos que padecen los impíos
moslo de su boca en el siguiente verso. Están en la paz en el infierno) :
deste mundo los impíos, (1) porque su muerte está
Gnossius han Rhaiamanthm habet darhsima regna:
cierta en su fin para, la eternidad ; y es firme y inevita Castigatque, atutitque dolos : subigttque [aterí •
ble su castigo, aunque ahora no padecen los trabajos Quae '/ais aptut Superas, furto lucíalas inasí,
que padecen los hombres , ni el azote que cae sobre Uistulit in uram commusa ptacuta mortem.
los hombres cae sobre ellos. Por esto la soberbia que
crece para mayor y más arduo despeñadero de sí mis «Tiene el cetro destos durísimos reinos el Gnosio Ra-
ma, los tiene para despeñarlos. Quien de los ángeles damanto ; y castiga y oye las maldades y compele i
hizo demonios, ¿qué hará de los hombres? ¿Qué no que conliesesus delitos cometidos en esta vida, á cual
hará? El rigor hebreo lee : <t La soberbia los aprisiona quiera que alegre con robo inútil difirió el castigo eu
rá con el collar, y su maldad los amortajará con sus muerte tarda.»
galas. Su corona en la cabeza es prisión , su collar es Reparo con admiración en tres cosas : la primera,
sogaá la garganta ; su ornamento amortaja, y no ador consecutiva á mi discurso, que los impíos dilatan el
na. Habitados deste tósigo, dijeron : ¿Cómo puede castigo de sus culpas en las prolijidades de su muerte.
saber Dios que somos felices, pues somos impíos? ¿Qué La segunda, que es gran parte de la pena el obligarlos
sciencia puede tener el Señor soberano, pues á poder con ella á confesar sus delitos y lo que fueron y disi
de pecados y maldades sacrilegas nuestra vida se dilata mularon con el rebozo de la vida. Lo que vimos en el
en contento y paz , nuestra sucesión se continúa fe epulón con Abraliam, que con lenguas de fuego pidió
cunda, y florece magnífica; nuestras riquezas, lison una gota de agua á quien con su lengua había nega
jeras á nuestra codicia, si no la hartan, la cargan?» «En do una migaja de pan. Pidiendo, le obligaron á confe
esto (dice David) llegué al resbaladero con los pasos sar que su riqueza le empobreció; y pidiendo el so
asustados, y dije : ¿Luego sin causa, despreciando estas corro de Lázaro, que su miseria le hizo rico. Confesó
comodidades, justifiqué mi corazón, y lavé mis manos la bondad que en él había despreciado, presumiendo
entre los inocentes, y atesoré en mi paciencia los tra bajaría á dar alivio á quien le había dado tormento.
bajos, cuando los azotes de mi castigo madrugaban á Ved en la boca del avariento tantos verdugos como
prevenir con advertencia mi conocimiento? ¿ Qué pues confesiones forzadas á poder de castigos. La tercera,
haré? ¿ Hablaré como ellos? ¿ enseñaré esta doctrina? y más digna de grave ponderación, es decir que los
No, que condenaré á los hijos tuyos, que son los justos obligan en el infierno á confesar los delitos que en la
y santos. Secretos son estos retirados á las riquezas vida cometieron alegres con hurto inútil.'
de tu sabiduría ; el conocimiento dellos no le alcanza De manera que la alegría que los ignorantes admi
el hombre; para tenerle ha de disponerse á recibirle: ran en los malos, es .la que tienen de ser ladrones de
presumile; empero mis ojos, tropezando en nieblas, se los bienes que poseen y de los puestos que ocupan ;
anochecieron. Consuélame que esta ceguedad no du robándolos á los beneméritos y usurpando con las ri
rará más de hasta que llegue á tu oriente (que amane quezas el patrimonio á los pobres ; negando á la cari
ce en tu tabernáculo las sombras) y.sus postrimerías dad la finca para los alimentos de huérfanos-y viudas,
me restituyan á la inteligencia. Entonces conoceré que cuyo ministerio está á cargo de su magnanimidad; dis
los pusiste en lazos con nombre de honras, y en des famando el nombre de jueces y ministros con obras de
peñaderos, que llamaban prosperidades, y que los tiranos, cuyos textos son odio y venganza, interpreta
derribabas encumbrándolos. Suben, como los ajusti dos por el temor y la envidia, autores de todas las tra
ciados, muchos escalones que no han de volver á gedias. No se contenta con llamarlos ladrones ; dice
bajar, jjorque han de ser precipitados desde el más que su hurto es inútil y vano. Al codicioso nunca se le
alto y el postrero. » He nivelado la paráfrasi deste cumple su deseo, porque no solo quiere tener mucha
salmo con la versión y mente de san Agustín. La con haciendo, sino que nadie tenga alguna; no poseer más
clusión que de tan fuerte silogismo nos saca David, que todos, sino todo lo que poseen todos. Tenerlo uno
es que las postrimerías de todos en el tribunal de Dios todo es imposible, como es fácil que cualquiera lo des
dan la inteligencia destos enigmas, que disimulan lo precie todo. Luego inútil y vana es su alegría en el
que son con lo que parecen. hurto que comete. Quierequitarloquelosotrostieneo
Después que los hemos ensenado con la arpa de con usurasylogros,noporserrico,sino porqueninguno
David, sagrado profeta y rey, afrentémoslos con la li- lo sea; no para tener los bienes, sino para que le tengan
á él. Hurta á todos con sus maldades lo que le roba su
misma avaricia. Tómenle todos por lo que les quita,
(1) Qnla non cst respectus morll corom; el nrmarocnlnm in pla y él teme á todos por lo que les ha quitado. El ambi
ga eorum. In labore huminum non sunt, el cum hominibus non
íagellabuntor. Ideo tenuit eos superbia : oporli sunl iniquilate cióse? que subiéndosele la soberbia á la cabeza, se em
et Impletatc su|... El diierunt : Quomodo scit Deus, et si est sclen- briaga de vanagloria; no se contenta con ir delante de
tia in excelso! Ecce ipsi peccatores, et abundanlcs in sájenlo, muchos, si uno solo va delante de él ; no se cansa de
oblinucrunt divitias... Veramtamen propler dolos posuisli eis : de- trepar, si ve otro más cerca de la cumbre; cuando la
Jecistí eos dnm allcvarentur. Quomodo facU suntin desolalionein,
subilo derecerunt : perierunt propler iuiíiuiíalcm snam. [Pará pisa, pretende acocear las estrellas. No tiene por es
frasis.) carmiento los que ve rodar del lugar adonde aspira
PROVIDENCÍ A DE DIOS. $03
por donde sobe, sino por desembarazo. Fabricare de humano más fuerzas contra su error sacrilegamente
las ruinas de los que cayeron ; sin ver que es edificio blasfemo, y probará juntamente que Cristo fué Dios y
de recuerdos y amenazas , desvélase en no tropezar que Dios tiene providencia, con las mismas cosas y cau
en los pasos de la subida para llegar á la altura, don sas de que coligen no la tiene. En mis palabras se leerán
de es forzoso el resbaladero colmado de precipicios. las del padre Jacquinocio, acompañadas de la pluma
Alegrase ■vanamente de ascender de donde es forzoso elocuentísima de san Juan Crisóstomo, Orígenes y otros
el despeñarse, pues crece en peligros tanto, como en modernos , cuyo origen probaré que desciende del
puestos. No de otra suerte el cohete sube con aplauso Evangelio y de los libros canónicos.
y admiración del vulgo, estrella festiva, á equivocarse Fué Cristo hijo de muy humildes padres. Nació el
en lo alto con las estrellas, para caer humo y ceniza año en que Augusto César mandó registrar el mundo
muda. Hasta este remedo de luz, hipócrita de hermo por edicto. 'Su Madre peregrinó en esta obediencia los
sura, desengaña con su On del embeleco resplandecien postreros dias del último mes de su preñado, tan des
te á que debe la admiración. tituida de todo socorro humano, que en la noche más
Los ojos humanos se ocupan en mirar enigmas. Ven rigurosa del Invierno, no pudiendo parirle entre gen
la pólvora negra, en cuyo carbón se disimulan llamas tes, le parió entre bestias, siéndole cuna un pesebre
t las coleras del fuego, sorda y sin movimiento : aplí- y abrigo el heno y las pajas; desamparo que no se lee
canla una chispa; truena, vuela, resplandece, alum del más ultimado rigor de la pobreza: Creció y vivió
bra ; pásase de un enigma á otro. Júzgala estrella la faltó de lodo lo necesario, alimentado del sudor humil
vista , cae esqueleto de papel y cuerda : aprenden los de de un carpintero.
ojos la verdad de dos engaños con un cadáver, á que Hago recuerdo á los que leyeren, de qne para ser
se reducen ficciones tan contrarias. Cristo obediente hasta la muerte empezó aserio antes
Prevenidos destos ejemplos y discursos, encenda de nacer, pues en las entrañas de su Madre caminó al
mos luces i estas tinieblas, por donde vamos á tien cumplimiento del bando imperial. Todas las cosas an
to, en el mismo sol de justicia Cristo Jesús, Hijo de tecedentes fueron como prólogo á la venida de Cristo;
Dios y Dios y hombre verdadero. Vean los ciegos con razón era lo fuesen las del mismo tiempo. Diré cúmulo
su doctrina y con su ejemplo, pues vieron, los ojos del fueron. Augusto fué hijo de Julio César, que vivo nun
qne nació sin vista, con el lodo que suele cegarlos. Es ca fué emperador, y muerto violentamente por el Sena
peremos firmemente que podrán sus palabras con sus do, con su muerte instituyó el imperio de Roma; y
obras lo que pudo su saliva con la tierra, pues trata para esto fué el medio eficaz el leer y divulgar su tes
mos de que vean los que nacieron con vista y se cega tamento.
ron con la malicia y la ignorancia. El reverendo padre ¿Quién no reconoce que esta fué una sombra cercana
Bartolomé Jacquinooio, natural de Aviñon del Papa, de Cristo, que vivo fué pérsegjiido y condenado á muer
en Francia, doctísimo y religiosísimo hijo de san Igna te por el senado de Ios-judíos; y muerto, por su Testa
cio, en la Compañía de Jesús , en su libro, cuyo título mento Nuevo, que legalizó, instituyó el imperio uni
es Hermes Christianus, ó Arte de instruir la vida versal de la Iglesia, mudando las águilas en llaves, los
conforme á la ley de Dios, en la segunda parte (pa Nerones en Clementes y Pios, y en nave la ciudad?
radigma de la ocasión y primera razón de mezclar en Aquella paz común que entonces hubo en el mundo,
las conversaciones pláticas saludables), para probar la le disponía para el gobierno del Rey de la paz, que
certidumbre de nuestra sagrada religión, hace el ar la trujo al nacer y.la dejó al irse. Aquel edicto que
gumento mismo que yo dilataré ahora, para probar, no mandó registrar todo el orbe, para Cristo le convocaba,
solo la Providencia divina y su uniformidad, sino la efi que es y siempre fué señor del; no para Augusto,
cacia y suavidad de los medios que elige para sus fi que en él tenia limitado señorío. Vinieron los reyes
nes (a). . de Oriente á adorar en las ruinas desdiñadas de un
Toda la victoria desta controversia es, que aunque portal al oriente de los reyes, y adoráronle en aquel
los impíos tengan prosperidad, riquezas, dignidades y abatimiento, ofreciéndole tesoros. Aquí se descubrió la
reinos, y los virtuosos, desprecio, calamidad, pobreza y malicia de los bienes temporales ; pues oro, mirra é in
castigos, hay Providencia divina, que permite lo uno y lo cienso, encaminados por una estrella, en manos de tres
otro páralos premios de su clemencia y para los castigos majestades tan santas, al Hijo de Dios, trujeron tras sí y
de su justicia, pues por esta razón el perverso le da gloria consigo.la envidia y la persecución facinorosa y tantos
cuando padece, y el justo cuando goza. peligros de muerte. Sábese que huyó á Egipto. Por lo
Ahora probaré que las armas triunfantes y los instru que toca á los tesoros, no se lee que usase dcllos.
mentos poderosos y la munición eficaz de la Providencia ¿Qué pues pueden esperar los hombres de los que les
divina contra los poderíos, tesoros y dignidades, sen encaminare la codicia por mano de la usura , de la
pobreza, calamidad, persecución y desprecio. Para los adoración que los trujere la ambición solícita?
que creen que Jesucristo fué Hijo de Dios, la fe sacro Volvamos á los oprobrios de Cristo, pues con ellos
santa es demostración y evidencia desta verdad, ejem lisonjeamos su amor. No tuvo casa en que abrigarse
plificada en toda su vida , cuya imitación prosiguió y ni heredamientos ni hacienda; pobrísima parentela;
proseguirá siempre la Iglesia católica romana para los careció de oro y plata y alhajas ; no tuvo bienes al
detestables y nefarios herejes que negaron ser Dios. Por gunos raíces ni muebles. Todos los treinta años de su
la misma causa mi argumento cobrará en el discurso vida asistió humilde á la sierra y al cepillo de Josef,
donde el mayor caudal era de bastillas, entre golpes
(«1 Berna christionm, ten Arstibe ex De¡ nula ¡n Sanio instl- desapacibles y ruido molesto. ¿Quién ignora que luego
ttetdt. Anclote II. P. Dartholomoeo Jacquinoiio, Societatii Jen.
Ofui Céltico M Laüuxm ttrmonet» canferswn.— Lugdum, Svmpt. que desencerró la luz de su doctrina y descendió á la
tiurtUi Cardón, m.dciii , 8.* pública arena, se le opusieron los poderosos, los doc
206 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tos, los maestros, los magistrados, los presidentes, los ellos quedaron ; que resucitó al lercerodia ; que subió
pontífices, los monarcas, disfamando su doctrina con á los cielos ; que Dios es uno en esencia y trino en per
el pueblo; y que aunados en su desprecio y persecu sonas : todas coaas tan superiores al entendimiento hu
ción, le llamaban Hijo de un carpintero, "endemoniado, ' mano. Esto cuanto á los misterios. Cuanto á la ense
revolvedor, glotón, amigo de pecadores y gente ruin, ñanza: que se han de amar los enemigos; que al que
estudiando en sí mismos oprobrios que decirle y delitos da una bofetada, se le vuelva la otra mejilla; que ven
que levantarle? Tomaron piedras para tirárselas, com da uno todo loque tiene y lo dé á los pobres; que haga
práronle de un discípulo suya por vilísimo precio; y él lo penitencia, que ayune; que cada uno se cargue mi
estimó en tan poco, que pidió por él lo que quisiesen cruz; que quien no aborrece su vida, la pierde; que
darle. Prendiéronle como á malbecbor, lleváronle ma- los habían de prender y perseguir, entregándolos en
nialadoá la cárcel, y arrastrando por diferentes tribuna las sinagogas con guardas ; que son bienaventurados lus
les, donde le trataron como á loco ; escupiéronle; dié- pobres, y los que lloran y los que padecieren persecu
ronle una bofetada delante del juez. El dia del privile ción por justicia. Todas estas eran proposiciones, al
gio de la Pascua juzgó todo el pueblo por más digno parecer, antes para destruir un intento que para esta
de soltura á Barrabás que no á él. Azotáronle tanto> blecerle; cada una bastante á encender en rebeliones
que aun parece imposible haber podido los verdugos las ciudades y en motin vengativo todos los reinos con
darle los azotes -que padeció. Condenáronle á muerte, tra los que lo proponían, quitando el regalo y delicias Je
crucificáronle entre dos ladrones; si el uno le siguió, la vida, las riquezas, y prohibiendo al apetito y pasio
el otro no le quiso por compañero. De doce discípulos, nes naturales los gustos y el entretenimiento, y acon
uno le había vendido, otro le negó, todos huyeron. sejando que se nieguen así mismos los hombres.
Espiró tan pobre, que aun no tuvo (como decimos) ¿Qué resultó deste aparato de miserias, de castigos, Je
sobre qué caer muerto, pues Josef, varón de Axima- desprecios, de rudeza y de ignorancia en los ministros?
lliea, le dio el sepulcro suyo nuevo, cavado en una Que los mismos gentiles degradaron del nombre de
piedra, y la mortaja de una sábana limpia, y el sudario. diosesa los troncos y mármoles que adoraban; depu
Ni vivo tuvo dónde reclinar la cabeza, ni muerto el sieron sus templos del vocablo sacrosanto usurpado,
cuerpo; historia llena de honor, con aparato antes de fabricando altares á la cruz, hasta entonces disfamada.
espantar con escándalo quede atraerá la vista huma Esto no en una ciudad ni en una provincia ni en solo
na con ejemplo. • un reino, sino en todo el orbe universal de la tierra;
Veamos qué discípulos y qué género de personas es peregrinando, no con ejércitos formidables, que lle
cogió por ministros para que persuadiesen era Hijo de van por razón el poder; no con armadas navales, sino
Dios y Dios verdadero, quien pareció en lo que padecía con pies descalzos, con cuerpos desnudos, sin un bá
el más abatido y facinoroso de los hombres. Eligió en culo auxiliar al cansancio, que pudiese ser amenaza
apóstoles para cosa tan ardua unos pescadores igno á un gozque; sin prevención, que de agua y pan siquie
rantes y rudos, que apenas juntaban una palabra con ra pudiese asegurar vil alimento al hambre. El car
otra ¡familia ronca délas borrascas, que pronunciaban denal Justiniano, sobre estas palabras del salmo:/"
con los acentos de las olas las razones; desfigurados omnem terram exivit sonus corum : el in fines nrbh
conel mal tratamiento.de las furias del aire, de la ra terrae verba eorwn, en la nota marginal dice: Esto se
bia del mar y de los incendios del sol; hombres al fin cumplió en tiempo de los Reyes Católicos, doña Isabel
desechados de la tierra por inútiles á su labor. Estos, y Fernando, siendo el instrumento Cristóforo Colon,
después de su muerte, más proprios para disuadir que ginovés, cuyo nombre se interpreta -«el que lleva á
para persuadir, se arrojaron en medio de los maestros Cristo»; oficio que hizo aquel santo, de que tomó el
y doctores, de los escribas y fariseos, de los concursos nombre.
armados del pueblo, de los príncipes, reyes y empera Y si bien consta desta profecía de David que
dores, desnudos y solos por todo el orbe de la tierra. habia de llegar el sonido de la ley de gracia á lodos
Lo que predicaban era, que creyesen que un hombre los circuitos de la tierra, y los apóstoles y sus pala
que era hijo de un carpintero, abofeteado , escupido, bras hasta los últimos fines del orbe, historíalments
azotado y crucificado entre ladrones, era Hijo de Dios y se verifica; y los mismos ángulos del universo lo con
Dios verdadero. Afirmaban á los judíos que era el Me fiesan con inscripciones y anales suyos. Dio nolicia
sías prometido, y que en estas afrentas y ignominias desta verdad en los reinos de la China el eruditísimo
se habian cumplido la Ley y los profetas. A fes idóla é incomparable varón en noticia de todas las lenguas
tras, que sus dioses eran demonios, y sus simulacros in orientales, doctísimo padre Atanasio Kirelierio Ful-
fames, y sus templos abominación, y todos los que los dense Buchonio, de la Compañía de Jesus, en su libro,
adoraban bestialmente sacrilegos. Unos de ellos mu cuyo título es Prodromus Coptus sivé Aegypliacus ¡o).
rieron desollados, otros clavados en la cruz, otros en Cap. iu, fol. 58, dice, declarando la tabla de piclra
aspas, otros con el filo de la espada, otros con piedras, que se halló en la China, escrita con sus caracteres:
otros á poder de fuego derramados en ceniza. ¿Cuál fin «Reinando Tái-cúm-veum-huamt¡ , vino de Jadea un
. puede parecer y cuál fruto más contrario y diferente varón de suma virtud, llamado Old-puén; y que en
del que procuraban? La doctrina : que Dios eterno, in el año Chin quoñ y íeú sié, que es el año de Cnslo
menso, incomprehensible tenia un Hijo unigénito; que seiscientos y treinta y seis, publicó y asentó euhCliiM
este se hizo hombre en María Virgen ; que le concibió la ley de Cristo, que llamaron kim ki oó, que se in
sin obra de varón ; que fue Virgen antes del parto y en terpreta ley clara y grande : » de que se colige lia mil
él y después; que siendo Dios, murió; que les dio en pan
y vino su carne y su sangre ; y que transustanciados, co («1 Dado a luí en Roma , en la imprenta de la sagrada Cmxi-
men su cuerpo mismo debajo de los accidentes que de g>c ion lie propaganda Fiic, año 1636, en 4. *
PROVIDENCIA DE DIOS. 507
r seis años gne la gloría de la cruz tuvo adoración en grande dificultad como la suya y tan ardua la hayan
la China (a). No se contenían los padres de la Compa vencido en lo pasado tantos millares de hombres, cuan
ñía de Jesús con haber llevado en su predicación y en do hoy tantos procuran lo mismo. Y de verdad, sien
señanza el tesoro de la pasión de Cristo con tan colma ella (para creerla sola) hubiera aquella dificultad que
do fruto atantes y tan remotas partes; sino que, por te excedeal humano sentidoyentendimienlo,—como con
ner mérito con los que tantos siglos lia la llevaron, y cediera a los mortales todas aquellas cosas que la carne
acompañar aquellos pasos, peregrinan para darnos la y la sangre apetecen, de ninguna suerte me admirara
noticia de los que la llevaron : de que resulta' gloria al que la abrazaran infinitos, ni de que la llamase el Pro
nombre de Dios y á su ley y al celo de aquellos apostó feta monte puesto sobre los otros montes : porque una
licos embajadores. vez permitida laliberlad de la carne, nada qnecreyesen
Si oprobrios, abatimiento, persecuciones, cárceles, más allá de la razón se les propondría íi los hombres,
cadenas, azotes, bóreas, cuchillos, hogueras, po que ellos nojuzgasen que con entrambas manos y todas
breza y muerte afrentosa y desamparada , con tales las fuerzas no se debía abrazar y defender. Y ¿quién
ministra, ignorantes para persuadir, rústicos para propuso cosas más absurdas y disonantes á la razón hu
iablar, vencieron las delicias, las comodidades, las mana que Mahoma? Y con lodo eso, las tiene por orá
psDdezas, los reyes, los reinos, los emperadores, los culos divinos sin alguna duda tanta infinidad de gentes,
imperios y todo el globo de la tierra y las inmensas y con fuerza y armas las defiende. Pregunto: ¿porqué?
llanuras del mar, sobre quien en cada Apóstol se vio De verdad porque concedió al cuerpo y apetitos lo que
pasear el espíritu del Señor otra vez sóbrelas aguas, querían, y esta permisión predicóse derivaba de Dios.
¿cómo los que niegan la divina Providencia podrán Esto es pues grande milagro y digno de estupor y ad
decir que estas cosas son castigo de los malos, y no miración, que siendo la religión cristiana monte excel
carona, victoria y triunfo de los justos? Y ¿ cómo de so, no solo cuando propone que se crean las cosas invi
jaría de confesar el poder y majestad que tienen sobre sibles y remontadas al juicio humano, que está hecho &
Ib que llaman felicidades en ios malos, pues son atro juzgarlo todo por el sentido; sino cuando manda la
pelladas y pisadas por los que llaman miserables? ! austeridad de la vida y cnlrar por la puerta angosta y
Aquellos tienen carga de que los alivien, peligros de i que lleven su cruz por toda la vida los hombres naci
que los aparten, enfermedades de que los curen; estos, dos de la carne y acostumbrados muchos años á su li
desengaños, luz y medicina con que los remedian. bertad ;—tantos millares de varones, de mujeres, de ni
la certeza de nuestra fe ¿en qué piedra no halla ojos, ños, tantos viejos, no espantados con tanta aspereza del
tbrando tan soberanos efectos, con instrumentos á todo camino con tan fragosa subida, alegres hayan aco
saber y poder humano tan repugnantes á la consecución metido con aquella ansia, propensión é ímpetu subirá
de su fin? Ponderó esto admirablemente y con atención la cumbre deste monte, con el cual los ríos acostum
seria y de gran peso el doctísimo y eruditísimo reve bran bajar precipitados de los corrosa fertilizar los valles.
nido padre Francisco Forerio, de Lisboa, predicador ¡Oh monte llano! ¡Oh caminos herniosos de Dios! ¡Oh
de! rey de Portugal , que asistió en el concilio deTrento, yugo suave ! ¡Oh carga leve !» Hasta aquí Forerio.
d* la sagrada religión de Predicadores, sobre el capitulo ¿Cuál demostración más clara de la providencia que
segundo de Isaías, declarando el verso 2 (6) ( 1 ). Pondera tiene Dios del mundo, que despreciar el mundo para
¡atiiísimamente que dice que correrán los pueblos su— conquistarle; que aborrecer los gustos y deleites para
lieodoála cumbre del monte, que lo es respecto de los no padecerlos ; que huir de las riquezas para no ser po
lemas montes (siendo la propria acción del subir tre bre ; amar la pobreza para ser rico? A los que esto no co
ír y del bajar correr); y nota la fuerza que tiene la nocen, la ignorancia les apagó todas las luces ; no solo
ulabra yu <uthar en el texto hebreo, que es correr están ciegos á las divinas, sino á las humanas. Oigamos
tm ímpetu, á manera de tos ríos que descienden pre- el azote de Juvciial, poeta idólatra. En los versos de la
ipitados de las cumbres con movimiento natural y no ¡ sátira vi expresamente dice que los trubajos y la perse
iolento. Poreste monte, que llama de Dios, se entiende cución y los enemigosy el abatimiento y la pobreza no
1 de Tsion, que la Vulgata lee Sion (como se colige daban logará los vicios para entrar en las chozas cuque
elverso 3), y por él la ley nuestra de gracia. Dice el vivían los romanos ; que esto los hizo grandes y glorio
idísimo Forerio : IIoc uno verbo significat nobis Spi- sos y opulentos ; y la prosperidad, grandeza y opulencia,
i'vs Sandus , quod eliam si hominibus juxta carnis viles, tiranos, vencidos y esclavos.
aiuram ardua videalur Christiana perfectio , sui
ímen splendore , tía ánimos hominum raperet, uí eo Praestaíat castos Iiumiíis fortuna Lnlinis
T'fdu ad eam consequendam anhelarent, quo solent Qnontlam , nec vitiis coulingi parva sinebtit
Tecla labor, somnique Irenes, el reitere Tusca
mina in praeceps labi. Prosigue : «Y á mi pare Vexatae, daraeque manas, ac próximas tirbi
ar, ninguna cosa hay que tanto acredite más nues- Uanuibat , et stanles Collina in turre ninriíi.
a religión ni que así ilustre su verdad, como que tan Nunc patímur tongae pacis mala : snevior armis
tuxuria incubuit , vichmique ulciseitur orbem.
Nullum crimen aliest, facinusque libiiiuis, ex quo
Paupcrlas Ilomaua peril.
(' tu 1645 escribía naeslro antor.
(*¡ Utiae propketae tetas elnova eiüeiralco tersio. P. Francisco ¡Oh palabras alentadas con esfuerzo generoso! ¡Lás
"trio, tlyuíptnenti S. Theologite professore Dominicano, et Coa-
"Icre Htfic Auctore Antuerpia, Aputt Pkilippum Xutium sub CU tima es que mereciendo oidos católicos, no fuésedes
''«i, i.D.Litn, 8.* Conozco otra edición en folio, de Venc- pronunciadas por lengua cristiana! «La fortuna hu
1,1363. milde hacia castas á las romanas antiguamente, y el
" ' El crit in iKuissimis diebus praeparatas mons domos Do- trabajo cerraba en las cabanas el paso á los vicios; el
iii io lenice manUam,et eletabilur super colies, el lluoat ud
w «unes ceníes. sueño breve, y las manos ásperas y duras con los ve
2i)§ OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
llones de Toscana, y arrimado á la ciudad Aníbal, y mo trastornar los imperios no emplea Dios toda la ma
asistiendo á su defensa los maridos en la lorre Colina. no; con dos dedos lo obra. Leamos este estilo en la
Aliora padecemos largamente los males de la paz : más pared de Baltasar, donde tres palabras fueron los pos
crueles que las armas, se apoderaron de Roma las de tres de su banquete y de su señorío. Trujo los vasos
licias; y dan venganza della al mundo, que ella ven sagrados de los sacrificios á los brindis, del altar al
ció. Ningún crimen ni maldad de la concupiscencia aparador. Pudo la mano que apareció en la pared qui
falla desde que pereció la pobreza romana.» Hacen tarlos de la suya, y quitarle con ella la vida; y solo
auténtico este grito los sucesos todos de las edades que escribió medio renglón. No condena Dios sin hacer
ha vivido el mundo ; y no hay que temer que en lo por cargo, y dar traslado y razón de la sentencia á la parte.
venir pierda la fueiza de sentencia difinitiva, ejecu En dos causas criminales ha escrito Dios: en esta pa
toriada enjuicio contradictorio con tantas repúblicas, ra condenará un rey; en la de la adúltera para con
reinos y monarquías. La paz hace soldados contra sí denar la intención de los acusadores, y enmendarla
mismos á los que se fían della : olvídalos de que son con el perdón. En esta escribió en la tierra , y con
hombres, y acuerda á los enemigos de que ya no lo inclinarse á ella mostró que la perdonaba á interce
son. La pobreza es advertida y desembarazada y solíci sión de la flaqueza humana. En la de Baltasar escri
ta : carece de peligros, porque nadie la envidia; todos bió en la pared, porque leyese su proceso en su gran
la huyen, nadie la busca; y su mayor valentía es el deza, y para que supiese que el palacio que le cubrió
desprecio en que la tienen , y el aprecio que ella no descubría su culpa. Estas palabras, según el texto he
hace de nada , porque la presunción confiada es gran breo, fueron las escritas : Mcué, Tekcl , Upharsim,
de autora de tragedia?. Generosa y seriamente lo dijo que nuestra Vulgata lee : Mane, Thccel , Pitares , qne
Lucr.no en el primer libro, dando las causas de la rui se interpretan por su orden con estas tres cláusulas:
na de la república : «Contó Dios tu reino, y llenóle. — Fuiste pesado en
las balanzas, y se halló que tenias menos. —Tu reino
Kamque ul opes nimias mundo Fortuna subacto
lnlulit , el retía mores cessere secundis , es dividido, y dado á los medos y persas.» Reparo mió
Praedoque, el hostiles luxum miasere rapinae: es por qué Dios da por cuenta y recibe por peso, cuan
fecunda tirornm do la loma al que recibió. Prevención es de los que
Paupertas fngitttr , loloqne arccssitnr orbe.
¡Une usura tórax , aridnmque i» tempore foenut,
tratan con tramposos y monederos falsos, qne por la
El concussa piles , el mullís ulile bellum. cuenta de las unidades suelen volver el mismo número
de dinero ; empero ó robado de la lima ú lamido de h¡
Pues si en lo humano la calamidad, la pobreza y aguas fuertes, y por esto descabalado; lo que descu
los enemigos son causa de aciertos, de aumento y bre el peso al disimulo de la arismética. No da buena
conservación; y la abundancia, paz, prosperidades y cuenta á Dios el que recibió doce ú veinte ó más pro
riquezas, de ruinas; y en lo espiritual aquellas mise vincias, volviéndole numeralmente otras tantas, si el
rias triunfan dcstas felicidades y grandezas, ¿quién no peso con que las recibe las reconoce falsificadas y dis
conoce que estas tienen con qué ser vencidas, y aque minuidas en la condición del valor.
llas con qué vencer; y que es providencia divina dar El periodo de todos los principados, repúblicas y
á los buenos las armas vencedoras, y permitir á los reinos siempre para acabarse fue el faltar á este peso,
malos bienes Inducidores de su desolación, y paz insi y en este punto tuvo fin su cláusula. Verifícalo este
diosa que milita contra ellos? suceso; pues en averiguándole á Baltasar su hurto en
Mahoma, el peor de los embusteros, negó que Cristo este peso, y en notificándole la culpa y la sentencia,
había padecido y muerto, y afirma que en el prendi murió luego, y sus estados fueron divididos y en po
miento Dios se le llevó al ciclo. Ño lo niega con ignoran der de los modos y persas. Isaías, cap. 28, v. 17 : El
cia, sino con diabólica malicia. Reconoció las hazañas ponam in pondere judicium, ct justitiam in mensura :
de las afrentas y la valentía de los oprobrios de la cruz, et subvertet grando sprm mendacii. Por esto dice el
y cuan infinitos eran los que se alistaban á la imitación salmo que tardará el castigo de los malos quoad-
suya por el martirio ; y por desarmar su ley de las proe usquejustilia convertatur in judicium ; y este, según
zas de los trabajos, quiso cancelarlos del soberano ejem Isaías, esta en el peso. Dirán que ¿por qué Dios nu in
plar. Prcgunlaránme que ¿cómo reina por tantos años pesado en tantos siglos tiranía tan soberbia como la de
en tantos imperios ley que quitando el freno á los vi los turcos? Respondo que porque no le ha acabado de
cios, bárbaramente licenciosa en los deleites de que se hacer el cargo. Hale contado su imperio, mas no se le
avergüenza la naturaleza , adora delirios y cree lo ha llenado; no porque no es mucho loque le hadado,
curas rematadas? Respondo que aquella es secta des sino porque hay mucho que quite á otros para castigo
almada, solnmente corporal. No la tienen por ley; de sus culpas. No le añade lo que merece tener, sino
óyenla por lisonja sus apetitos, por adulación sus lo que merecen perder otros. No le hizo tan poderoso
pecados. Sígnela su codicia por el robo, como el la para exaltarle, sino para diminuir á otros con su
drón al tesoro. No la guardan por útil, sino por delei aumento. Dale las fuerzas que quita á otros que usa
tosa. Ñola persuaden, sino la violentan; balállanla, ron mal dellas, para que pueda ser azote de otros
no la predican. El séquito que tiene es el de las culpas; que no escarmientan. Entre los malhechores se escoge
dásele la flaqueza humana, no la razón. Arrástralos, el verdugo; y so atiende á que sea feroz y cruel, y
y no los persuade. Digamos por qué ha permanecido hombre de muchas fuerzas, que pueda ejecutar los
tantos siglos. Para esto hemos de ver cómo da Dios los castigos, que haga correr impetuoso el lazo, cortar
reinos, cómo pide cuenta dellos, y cuándo y por qué velozmente al cuchillo, que corte, en los tormentos con
los quita para darlos á otro. Para cosa tan grande co- los cordeles los huesos. Asi el turco, entre los paganos
PROVIDENCIA DE DIOS 209
yperdidos herejes , fué elegido por verdugo de la cris Pues si estas cosas so hubieran de conseguir con los
tiandad; con él nos azota y da tormento Dios, y nos medios humanos, y que los mal engañados juzgan por
ajusticia por nuestros delitos : dale poder para que pue bienes y por dicaces, ninguna olía cosa era más opor
da quebrantarnos, y nos obligue á confesar nuestras tuna y favorable; siendo así que los fines han de cor
culpas. Si queremos que no sean verdugos de Dios él responder á los medios. » Hasta aquí Jacquinocio.
y los herejes, no le merezcamos á Dios verdugos; em Luego si con estas artes y negociaciones, los que eran
pero mientras nuestra enmienda no les vacare el ofi semidiosas en la tierra, queriendo hacerse dioses del
cio , gozarán de los emolumentos y gajes de verdugos; cielo, con muertes viles fueron oprobrio del mundo y
pagarémosles los azotes que nos dieren, y como ropa son asco y horror de la memoria; colígese que, pues
de ajusticiados, la nuestra será suya. El cargo en el Cristo, pobre y despreciado y perseguido y afrentado,
indigno, el poder en el tirano, la riqueza en el usu con todo lo contrario consiguió para el bien del mun
rero y ladrón, tufo de verdugos tienen, y infamia de do el ser adorado por Dios, que hay Providencia di
Ules. Llenará su número Dios cuando nos hallare ca vina, y que sus medios y instrumentos sou los que ú
bales en su peso, y acabará con ellos bailándolos fallos la ignorancia de los que la niegan convencen sin res
en él. Cuando un verdugo no hace bien su oficio ó puesta. (1)
falta en él, se le castiga con otro. Así lo hace la jus
ticia de la tierra, á imitación de la del cielo, cuyo esti (1) Oigamos este panto , ponderado por san Juan Crisóstomo :
lo vemos ejecutado en unas naciones con otras. No trocarános en buena moneda el oro de su boca las palabras. Sobre
solamente castiga y ajusticia á los cristianos con los el primer capitulo de la primera ad Corintliios, hom. ni, iv, vn, es
cribe diferentes cláusulas, que porque se aunan en el sentido, con
inüeles, y á los infieles con los cristianos, sinoá unos tinuaré : «Dic euiía si viri duodecim rci milita ris ignari, non sutura
y á otros consigo mismos. Obra es de los pecados pro- inermes, sed etiam corpore débiles, Ímpetu faito in innumerabi-
prios, y del exceso dellos. Cuando los franceses aca lem et armatara niililum aciem, ab lilis quideni niliil malí passt
baron de echar los ingleses de Francia, después de ha esseul, ñeque innuuierabilibus telis appeliti esscut sauciati ; in mi
do aulein corpore jacula habentes inllxa, omnes stravissent, non
berla poseído mucho tiempo, un francés, con el orgullo armis utentes, sed manu ferientes : deindé alios quidein Inleremis-
de la victoria, viendo salir los ingleses, por burla dijo sent, alios autem captivos abduxissent, ipsis nullis acceptis vul-
á su general : «Diine ¿cuándo nos volveremos á ver en neribus; disceret ne aliquis esse bumanum quod gfslum esl'í At-
qui Apostolorum tropaeum est illu longé admirabilius. Nam quod
Francia?» Respondió : «Cuando vuestros pecados sean iraperituset illiteratus ct piscator superarit tantam dicendi vehe-
mayores que los nuestros. » mentiam, clueque a paueitale, ñeque ü paupertate, ñeque a peri-
Ya que be respondido á lo que podian oponer á Fo- culis, ñeque ab ea quae praeoccuparal cousuetudiiie, ñeque á lati
rerio estos ignorantes, que por desembarazar á Dios rá rerum quas jubebat acerbilate, ñeque a quotidiaois caeitibus,
ñeque ab eorutn quidom a qua fuerat cactus raulliludine, ñeque ab
del gobierno de las cosas le deponen, siendo así que eorum qui deceperant auctoritatc fuer» proliibitus, — est longe
nada puede ser embarazo á su inmensidad; y ya que admirabilius, et magis praeler opiniunem, qujm nudum non Cssc
probamos con qué medios y con cuáles ministros y con sauciatum.
•Nam quod per sylloglsmos non potuerunt efücere Philosoplii,
qué doctrina se estableció la ley de Cristo en todo el lioc recle fecil quae videbatur esse slultitia... Quantum laboravit
mundo, y el soberano y eterno imperio de su cruz; Plato et ejus asseclae, de linea ct ángulo et puncto, ct numeris
veamos si con las opuestas disposiciones de honras, paribus et imparibus, el ínter se aequalibus et inacqualibus, el
poderío, riquezas, dádivas, delicias, ejércitos y ar de bis quae sunl hujusniodi, dissorens quae nobis sunt aranearum
madas lo ha conseguido otro alguno, no hallándose telae? Ea ením non magis quara íllae tclae vitae prosunt ; el cuín
inde nec parvam , nec maguara uiilitatcm attullsset, vitum linivtt.
hijo de un carpintero, sino emperador; no solo pre Quantum laboravit conans ostendere, quod anima sit immottalis!
tendiendo el ser adorado por Dios , sino rogándole con ct cum evidens, nibil dixisset, et nullí audilori persuasissel, sic ex-
la adoración el mundo. El padre Jacquinocio en el li cfssit. Crux autem persuasit per homines imperitos, el persuasit
toti orbi terrarum ; nec de rebus quíbuslibct, sed de Uco disserens,
bro citado dice: «Antiguamente intentaron esto no ct vera pictate, ac religione, et de angélica vitae iustitutione, el
una vez, los poderosísimos emperadores Nabucodono- futuro judicio; et rústicos et indoctos omnes fecit Pbilosophos.
sor, Alejandro Magno, Calígula, Domiciano, Heliogá- «Age verú, bodie quoque id ipsum persequamur oratione, ct
ostendamus lieri non potuisse, ut id instrucrcnl el cogitaren!, uisi
balo y otros, que pretendieron ser tenidos por dioses. Cbristum secura habuissent : non quoniam ¡mbecllli adversus for
Para conseguirlo usaron de todas las fuerzas del poder tes; nec quoniam pauci adversus mullos; non quoniam'paupc-
suyo y de su industria. Eneáta empresa gastaron los res adversus divites; nec rudes et ignari adversus sapientes strue-
erarios; en choques emplearon todas las amenazas de bant aciem; sed quoniam magna quoque vis est pracoecupatae opi-
nionis. Scitis cnim apud bomines nibil esse aeiyie validum tyran-
las armas , la fortaleza de sus capitanes, la valentía de nide veteris consuetudinis. Quamobrcra si non fuissent duode
sus soldados, la elocuencia de sus oradores, los ar cim soliira, ñeque adeó viles abjectique, ct tales; sed etiam alius
gumentos de los filósofos; sobornaron los pueblos con orbis terrae,' ct ei respondentera secura instructam habuissent mul-
espectáculos, halagáronle con los teatros, compráronle litudinem, aut etiam longé plures, sic quoque fuisset quod Qebat
difllcile. Nam illis quidem opera ferebat consueludo; his autem ad-
con socorros y donativos; no dejaron camino ni senda versabatur novitas. Nibil enim adeo conturbat animuin , etiam si
sin negociación, ni artificio de que no se valiesen. Y id Bal ob aliquid utile, quam Innovare et peregrinum ac exterum
con todo eso, no hallamos que consiguiesen otra cosa aliquid faceré, et máxime quando hocjaclum fuerit de Dei culto,
sino ser infamados en la boca del vulgo, y divulgada religioneque, et opinione.
•Non solura enim trahebant a ennsuctudine in consucludinem ;
con escarnio su impiedad desvergonzada y su locura sed a consueludine ab omni metu libera, ducebant ad res quae mi-
temeraria y su soberbia sacrilega : por lo cual toda su nabantnr pericula. Oporicbat enim eum qui credebat, statim pu
divinidad acabó con sus vidas; y los cadáveres do al blican, expelli, á patria exularc, extrema mala perpeli , ct ab
ómnibus odio haberi, communera esse liostem, ct suls, ct alienis.
gunos dellos, arrastrados congaríiós, fueron sepul Quamobrem etiam si vocarent á novltate ad consuetudinem, sic
tados en las necesarias y precipitados en las escalas quoque res esset difllcilis. Cum autem a consueludine vocarent ad
Geoionias, lugar infame, depósito do los condenados, novitatem, el baec adessent mala : cogita quantum esset inipedi-
como gente á quien la desaforada ignorancia juzgaba mentum.» ¿Qué distancias tuvo el discurso, que esta pluma del gran padro
aun indignos do pequeño túmulo y pobre sepultura. no penetrase? ¿Que cumbres esta doctrina, 4 que no ascendiese su
Q-u. 14
210 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Si la flaqueza vence la fortaleza, y la humildad la cida del sufrimiento generoso? Anaxarco es admirado
soberbia, y los tormentos ú los tiranos, y la pobreza á con alabanza , Nicocreonte aborrecido con detestación.
los tesoros, y los ignorantes á los sabios, ¿quién no El uno vive ejemplo, el otro escándalo. Mejor cuenta
confesará la certeza de nuestra fe , y la verdad de su dieron deste filósofo los martillos, que el imperio y
doctrina y misterios? Y ¿quién podrá negar la divina las águilas, de Nerón y de Claudio y Calígula. Mira ¡í sus
Providencia, si aun , como hemos probado con los mis fines, oye á sus memorias; nadie se acuerda dellos
mos idólatras, abundancia, regalo, riquezas, poderío, sin asco, ni los nombra sin vituperio , ni los lee sin
mando, dignidades y paz, derriban, inficionan, enfla horror.
quecen y desarman á los que los tienen por bienes? (1) Luego, mejor es padecer lo que has de go
Cuando te ves en trabajos, considera que Dios solo zar, que gozar lo que has de padecer. No te prueba
está fuera dellos, y el virtuoso encima, dellos. Cuan Dios con las adversidades para saber lo que en tí tie
do todo te falta y todos te persiguen , acuérdate de ne , que siempre lo supo ; sino para que otros sepan
que el capitán general , en los peligros de la guerra, lo que tiene en tí, y para lo que te tiene. Esle agra
para que los padezca y se oponga á ellos, echa mano dable que venzan los suyos. Tertuliano dice, en el li
del valiente y del generoso; y por cobarde é infame bro rfe Paciencia, que cuando triunfaba Job (en el pa
deja al tímido y vil en el ocio y segundad de su mie lenque del muladar) de las escuadras de gusanos, del
do: este desprecio es, como aquel riesgo estimación. ejército de enfermedades, de la munición de llagas, (3)
Gloriosas son las proezas de la paciencia combatida, «reia Dios». ¿Cuál será que no quiera ser parte de
pues vence la fuerza que la combate. Si tienes pacien que tenga Dios este buen rato á tan poca costa suya,
cia, todos no te pueden vencer, y con ella los puedes y con tanto logro, en tan corto rato como tiene de du
vencer á todos. Por impaciente do las maldades del raciones la vida? Si á Dios le consideras padre, con
tirano Nicocreonte fué condenado (2) Anaxarco á que sidera que te castiga como á hijo, por tu corrección
vivo le moliesen el cuerpo con martillos de hierro. y para tus mejoras; si amigo, que por esforzado y va
Ejecutóse, hartando de venganza los ojos del prínci leroso te escoge para la ocasión importante ; si capitán
pe; Anaxarco atormentado le atormentaba diciendo : general de los ejércitos de que se llama Dios, que te
«Maja, maja el costalillo de tierra, que ni alma.de pone en la primer hilera, te envia á reconocer las
Anaxarco no alcanzan tus golpes. » Quebrábanle los baterías, te expone á los tiros y acometimientos por
huesos los martillos; y él martillaba con sus huesos buen soldado; y que esto es preferirte y no arrojarte,
quebrados al tirano. ¿Quién no juzgó esta por victo cuando el reservado destos trances tiene en la mili
ria, y aquella pormaldad y fiereza, burlada y cscarne- cia tanta nota como seguridad, pues vive por su cul
pa para su desprecio.
Quiero enseñarte á envidiar. Ten envidia del que
Tuelo? Justlsimamentc tratando de la elocuencia en todas sus par supo padecer ; mas lástima del que nunca padeció. Es
tes, llama i este gran Padre idea suya ei doclisimo Nicolás Cau- ta que llamo envidia, santa emulación es. Si tienes
sino en su Retórica ; de cuyo juicio puedo decir lo que el santo trabajos, no es pequeño alivio considerar que los me
Magno Félix Ennodio (en el libro i de sus Epístolas, en la 5 á Faus-
toUijo de otro : «Quidquid Altica, quidquid Romana praecipuum reces tener. Si ves á otro en perpetua prosperidad, las
habet lingua, cognovit. Aurum Ilemosthenls, ct ferruin Clceronls tímate de que no merece las advertencias y recuerdos
expendí!. » Y en comparación del oro de Crisdslomo, tan de hier de los trabajos. ¿Quieres aceitar? témele; no le ala
ro como el de Cicerón juzgo el oro de Demóstenes. bes ni le admires. Quien por las felicidades se olvida de
(1) ; Quién no tendrá por desdichado al que está enfermo 1 Oiga,
mosá san Jerónimo, libro vil de sus £¿)fsío/as, en la 26: «Nuperme Dios y de sí, con ellas mal se acordará de sí y de Dios.
cujusdam araiel languor admonuit, óptimos csse nos dum inlirmi La calamidad es maestro que enseña y advierte. La
sumus. Qucm cnim inOrmum, aot avarltia, aut libido solicita!? Non grandeza es farandulera, que con fábulas y mentiras
amoribus servil, non appeül honores, opes negligit, et quanlulura-
cumque, ut reliclurus satis habet: tune Dcum, tune homlném esse divierte y entretiene. (4)
meminit, invidet nemini, neminem miralur, nemincm despicit, ac Según esto, no podemos antever por dónde al casti
ne sernionibus quidem malignis, aut attendit, aut alitur. . go ú al premio encamina sus jornadas la divina Pro
Véameos si la abundancia de todas las cosas en los malos, de videncia en los vivos; empero yo mostraré en los muer
que acosan á Dios los que niegan su providencia, es'prcmíod cas
tigo. Crísóstomo, sobre el suceso del rey Ollas, n, Paralipom., 26, tos las veredas de sus pasos. La medicina, que vio
y aquéllas palabras del texto : «Cum potens csset, datura est cor morir á los dolientes contra la doctrina de sus pro
ejus,» homil. i , de Ozia, tom. i , dice : «Nec enim hoc modo nos nósticos y aforismos, y que las enfermedades burlaban
docuit, quod fui! clatum corejus, verum addit unde ful! datura.
Cum potens esset, inquit, elatum est cor ejus. Non ferebat Prin-
tercas hasta la muerte las diligencias de los remedios;
cipatus magniludincm, sed quemadmodum ex edacitate nascitur
Ígnea inflalio, ex inflatíone gignitur febris, deinde ex febri pleruní-
que mors. Itidem , ct hic ex rcrum abundantia nata est superbia : (3) ridebat Deus.
• (•»! Para verificarte esto por la divina Providencia, lomaré el
nam quod in corporibus est indalio, hoc in animis est superbia.» consejo que da san Agustín, libro De dirersis Quarsttonilius orfus'»-
Resta probar la utilidad de la guerra. Por el temor que se tiene al latritius, quest. 36: «Ut aute mliineatur Deus, divina providenlia if p,
enemigo ¡cuan preciosa es. y cuan docta y bien intencionada la universa persuadendum est; non tara rationibus, quas quí polesl
calamidad, y cuan insidiosos los entretenimientos y delicias de la inirc, potest jara , et pulchrltudinem sentiré virlntis, quam cin«-
paz! Dígalo exclamando y i gritos san Agustín, libro i de la Ciu plis, vel recentibus si qua oceurrunt, vel de historia, et ca maiimc
dad de Oíos, capitulo 33, lomo y: «O mentes ámenles! Quis est quae ipsa divina Providentia procurante, sivé in Veterl, sivé ¡»
hic tantus, non error, sed furor, ut exitium vestrum (sicut audi- Novo Testamento, cxccllentlssimam auctorilatem Beligiouis rere-
vimusl plangciuibus oricntalibus populis, et maximis civitatibus
In remotissimis terris publirum luctum macroremque ducentibus, pit.»
Porque tenga buen lado quiero arrimar i estas palabras m de
tos theatra quaercrcüs, intrarelis, implcrclis, et multo insaniora, curso. Inexcrutablcs son los caminos de Dios y sus secretos. E«l*'
quam fucrant antea, faceretis?... Volebat vos Ule Scipio Ierren ab molo san Pablo : «O altítudo divitiarum sapientiae et scienliae Üei •
lioste, ne in luxuriam flucrelis: vos nec contriti ab hoste luxuriam quam inromprehensibilia sunt judíela ejus.et investieabílesviie
repressistis : perdidistis utililalcm calamitatis, et pessimi perman- ejus! Quis enim cognovit sensum Domini? Aut quis cotsiliinm
■Istis.
(2) Auaxigoras (Aq.ul y mis atajo las ediciones Mas.) ejus rail'.' Aut quis ct prior dedil illií»
PROVIDENCIA DE DIOS. 211
Tiendo que en el cuerpo vivo del hombre aun no podían ción, haré anatomía de algunas vidas de los más ilus
conjeturar los principios ciertos del motin de los humo tres y considerables: la de Adán, primer hombre; la
res, ni de la discordia del temperamento humano, ni las de Saúl, primer rey del pueblo de Dios; la do Salo
veredas de la malicia de las dolencias, se valieron de la món, el rey más sabio y rico. Por la gentilidad, la de
piadosa crueldad' de la anatomía. Cortaron el difunto, Alejandro Magno, la de Aníbal, la de Julio César.
y fué descubierta con heridas proranas la naturaleza. Por el Testamento Nuevo, Judas, el Buen Ladrón, san
Registraron los ojos la corte de la vida en el corazón, Pablo. Por el estado político, la república de Roma,,
L- oficinas del estómago, los miembros, ministros en la monarquía de Roma, la tiranía de Roma. Diurna
lis entrañas; los depósitos de las venas, y en la cabeza mente, Roma desquitada y enmendada; y restituida, de
el alcázar sublime de las potencias y sentidos. Apren esclava, á universal señora de las gentes por los santí
dieron lo que no pudieron conjeturar; y Hiéles adver simos sucesores de san Pedro.
tencia el arte facinorosa, y el muerto despedazado Descubriré en tan esclarecidos cadáveres tantas ad
fué docta y útil lección páralos vivos. Galeno por este vertencias como partes y fibras, y dejaré para mayor
camino se confiesa discípulo de una cebolla, pues lo enseñanza en los huesos el bulto que opaco los escon
que no pudo entender en el que curaba cuando vivia, día (a).
supo abriéndole después de muerto.
Yo pues, para mostrar por dónde vino en los hom (o) Paréceme que el epitome de tales vidas debió quedar en
bres h divina Providencia á los fines de su justifica solo proyecto.

rilf DE LA PROVIDENCIA DE DIOS.


-
LA CONSTANCIA Y PACIENCIA

DEL SANTO JOB


EN SUS PÉRDIDAS, ENFERMEDADES Y PERSECUCIONES, (a)

OBRA POSTUMA

DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, SECRETARIO DE SO MAJESTAD, I SEÑOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE JOAN ABAD.

El FIN QCE TUVO DIOS EN APURAR LA PACIENCIA DÉ JOB, Y EL SUMO RIGOR DE SUS TRABAJOS; EL PRIMOR
INIMITABLE CON QUE LOS DISPUSO, Y EL SOBERANO MÉTODO CON QUE LOS ESLABONÓ.

Brete comentan» de todo el libro, y descansado discurso de los designios de la Divina Providencia, donde las advertencias
no se abultan con alegaciones.

DISCURSO PREVIO, TEOLÓGICO, ETICO Y POLÍTICO.

PIECEDE NOTICIA DE JOB, QUE ESCRIBIÓ SU LIBRO, T CÓMO; no contando á Abraham, fué Isaac el primero, el segun
OIJE LE TRADUJO MOISÉN ; EN CUÁL LENGUA UNO T OTRO, do Esaú, tercero Rahnél, cuarto Zara, quinto Job, que
COS COAL ESTILO T MÉTODO. antes se llamó Jobáb, de quien con este nombre hace
mención Moisés en el cap. 36 del Génesis. Que-se lla
Coatro opiniones hubo de la naturaleza de Job. Unos mó así antes de la calamidad, se colige de Aristéas y es
dijeron era cañan eo , otros israelita, otros nacorita, opinión de Epifanio.
otros idumeo. Los hebreos tuvieron fué nacorita; esto Nació el año 130 de Esaú; de quien descendió
autorizó san Jerónimo. Empero la común opinión es Job, para que el biznieto de Esaú fuese consuelo de
que fué idumeo, con Los Setenta, que llamando Ausíti- su rebisabuelo Abraham, y (siendo tan querido de Dios,
de la tierra de Has , que está en los confines de ldumea y que dijo, canonizándole, no habia en la tierra varón
y Arabia, en el 36 del Génesis, djeen : «Primero se lla semejante en la virtud) desquitase á la sucesión del
maba Jobáb; luego que se casó con mujer arabisa, en- santo Patriarca aquellas palabras tan rigurosas, y en
geudró un hijo, que se llamó Emmon.» De manera que todo opuestas destas, que el mismo Dios dijo del San
to: (1 ) «Amé á Jacob y aborrecí á Esaú.»
(«i Deslumhrando las cartas del obispo de León , dos Bartolo- De hombre tan querido de Dios como Abraham, des
Be Santos de Risoba, i las personas que corrieron con la edición cendió Esaú aborrecido ; y de Esaú aborrecido, Job tan
íe Madrid de 1713, incluyeron en ella. como tratado tercero ó úl-
lioa parte de la Providencia de Dios el presente opúscnlo. Aqnel amado. Nadie presuma por la culpa ajena, del mérito
otro ocupaba tres cuadernos, i qoe se refieren las tales cartas ; pero propio. Mortifica Dios al buen ascendiente con el mal
ti número de tres bizo desvariar a los editores. nieto, y con el bueno cobra lo que se perdió en el ma
Este discurso fué trazado en 1631 , con el inoportuno titulo de lo. "Reparó en esto san Ambrosio : (2) «Que de Esaú
Ttemimta redivivusinJob, según se infere del Para todos de Mon
tunas, publicado al año siguiente, y como parece del proemio a
descendiesen buenos y fieles, lo prueba Job, que es de
fray Cristóbal de Torres en La cuna y la sepultura de nuestro Qce- los hijos de Esaú quinto desde Abraham ; esto es, nieto
tuo, refundida por entonces. Sin embargo, el señor de Juan desde Esaú.»
Abad le amplio y retocó en su calabozo de San Marcos de León, Doctrina es esta para que cada uno procure merecer
por octubre de 1641 ; y asi resulta en el mismo libro, página 230.
Varióle el rótulo de Tktmtmita redivivas r cediendo a la Justa á Dios la gracia que á ninguno debe, ó para continuar
pero sangrienta censura de Jauregui, en su comedia de El re la bondad de sus ascendientes, ó para mejorar la nota
traía:
La constancia y paciencia de Job, postumo, salió i luz por vez (1) Et dilexi Jacob, Esaú autem odio habui.
primera en 1713. (!) Quod de Esan sint boni et íldeles probat Job, ex DliisEsau
Con la» reimpresiones de 1720 y 1791 va concordado mi texto. quintas ab Abraham ; hoc est, nepos ab Esau.
214 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
desús culpas : no fiar del linaje ni de sí, sino de Dios. ad consilium meum; verso 22 : Verbis meis adiere i¡¡-
De manera que en Job tuvo Abraham otro Isaac, cuyo hil audebant, el super Ules stillabat eloquium meum;
sacrificio escribo, y soberana recompensa de Esaú, que donde se nombra maestro, que fué el cuarto sigmli-
le fué aflicción. cado. Y es tan literal esto, que en todo el capitulo no
Gran prerogativa fué lo que por su fe y obediencia lamenta otra cosa, sino que en otro tiempo fué lodo lo
mereció Abraham, linaje predestinado á sacrificios. A que' señalan estos atributos, que significaban en el
él le manda Dios que le sacrifique su hijo; y cuando el nombre Jobáb, con que primero le nombraron.
filo del cuchillo de Abraham estaba ya precipitando el Ei autor deste libro fué Job. Escribióle en lengua
golpe sobre el cuello do Isaac, la voz del Señor, que le sira, que participaba del arábigo ; lo que se reconoce
desnudó, le suspende. Allí experimentó que tenia sier repetidamente en el idioma. Es opinión de san Grego
vo que le daria su hijo. Quiere experimentar, para con rio, que no admite á los que dicen fué Moisén autor y
fusión del infierno, si habrá hombre que por su amor que aprendió la historia de los hijo? de Esaá. Es em-
dé los mayores bienes de la tierra : no un hijo, sino f ero opinión de Orígenes que Moisén la tradujo en
todos; no la salud y vida ajena, sino la propria. Y como hebreo, para alentar en el desierto la paciencia y con
esto importa tanto .4 su Providencia, á la venida de su fianza del pueblo de Dios con tal ejemplo, yqueáMui-
Hijo y á la Iglesia, buscó el varón en el linaje experi sén reveló Dios el coloquio suyo con Satanás; siendo
mentado, en Job, sexto nieto de Abraham (en cuyo se tan posible se le revelase al mismo Job. Y parece se
ñorío el avariento vio con gloria á Lázaro, que entre colige con mejor consideración le tradujo Moisés y se
su mesa y aparador vieron perros, con tantas llagas y le comunicó á los israelitas, no en el desierto, sino en
paciencia, como á Job el muladar). Arte de Dios es Egipto, donde por el cautiverio necesitaban de tan ve
honrar al varón justo con hacerle ascendiente de va hemente exhortación ; y lo mismo siente Polyclironio,
rones sufridores de adversidades y depósito de perse in Catena.
guidos y despreciados. En Egipto padecían al tirano; en el desierto la tar
La opinión más recibida se contenta con decir que danza de la peregrinación, á que era alivio el huir del
Job antes de la persecución se llamaba Jobáb, sin dar cautiverio; y en otro pueblo menos ingrato fuera con
alguna causa desta diferencia del nombre; antes es suelo. En el desierto, torneado el fuego en columna, los
reconocimiento de los misterios que en estas diversi contrahaciade noche el sol; la nube de día los era tol
dades usa la Sagrada Escritura en los dos Testamen do, dispensándoles la luz sin calor; la piedra desataba
tos, que arrojada curiosidad, buscarla ocasión en la su dureza en fuentes; el rocío se guisaba en maná.
lengua sagrada. La diferencia es, que llamándose Jo Llovió el austro sobre sus reales turbiones de codor
báb se quitaron al nombre las dos letras finales, que nices : fuéles despensa el viento. Bebióse el mar Ber
son ab; y quedó Job, que significa el afligido, el mejo unas olas en otras para enjugar su golfo en ca
que llora, jk q&> que es la partícula que se quitó, mino, por donde pasaron ; y auxiliar á los hijos de
en la lengua siro-caldea significaba un género de ador Israel, se vomitó en borrascas, que tragaron á Faraón
no que consta de muchas especies; significa principal, y á su ejército en las confianzas del que juzgaron va
primero en cualquiera obra y arte ; en hebreo padre, do. No consintió oficiosa la salud que necesitasen de
primero, señor, doctor y maestro. medicinas; gozaron de preservación, no padecieron
Ya se declaran los nombres : en la prosperidad se lla cura. No supieron -sus vestiduras de los menoscabos
maba Jobáb, el doliente, el que lloraba con ornamento, del uso, del ejercicio y de los años. De manera que
en todo género el primero, el principal, el padre, el en el desierto todos los elementos les servían; y en
maestro. En la persecución, donde solo le quedó el do Egipto, en el cautiverio, ellos servían á todos los ele
lor y las lágrimas, le llamaron Job, que significa este mentos por el albedrío del tirano , que sabe hacerlos
estado, desnudo; y le quitaron el 2H> qtie es el orna martirio de la naturaleza, á quien por la suya misma
mento, principal, primero, padre y maestro, que son son tutelares.
las cosas que perdió en la hacienda, en los hijos, en Según esto , en Egipto hubieron menester el ejem
la autoridad y en la sabiduría y doctrina que le negaban plo de la paciencia de Job, en la traducción de su libro
sus amigos. hecha por Moisén; no en el desierto, donde gozando
•Claramente parece que se lamenta Job de que carez con libertad comprada á milagros y mantenida con
ca de todas las significaciones del nombre de Jobáb ellos, de la ausencia del tirano, debian asistir gozosos
(que la calamidad le mudó en el de Job), cap. 29, v. 2: al agradecimiento. Ensayábanse los judíos en esta in
Quis mihi tribuat, ut sim juxta menses prístinos, se~ gratitud á su rescate, para la que continúan per
cundumdies, quibus Deus cuslodiebat me? Quando versamente obstinados al soberano de la sangre de
splendebat lucerna ejussuper capul meum, el ad lu Cristo.
men ejus ambulabam in tenebris? Este esplendores Procuraré llegar á razón ( tan esforzada , que valga
el ornamento que dijimos ser primera significación por prueba ) la conjetura de que Job fué autor de su
de la palabra ¡iMi en que acababa su nombre en otros mismo libro, y de sí mismo historiador.
tiempos. En el verso 8 : Videbanl mejuvenes, et abscon- Que deseó Job con ansia vehemente que su historia
debanlur : et senes assurgentes stabant; esto dice fué y sus palabras se escribiesen, él lo exclama en el capi
el primero. Y el principal, pues prosigue : Principes tulo 19, v. 23: (l ) «¿Quién me diera que se escriban mis
cessabant loqui, et digitum superponebant orí suo, palabras? ¿Quién me concediera que se impriman en
que es el segundo significado. Con el verso 16: Pater (1) Ónis mtbi tribnat nt scrlbantar sermones mei? Qais mihi
eram pauperum, que es el tercero. En el 21 : Qui me det ut exarentur in libro, stylo férreo, el plombi lamina, vel «Iw
audiebant, expectabanl senlenliam, et intenti tacebant sculpantur.in sílice!
JOB. SIS
lihro de láminas de plomo con punta de hierro, ó que deseo que quiere que Dios le oiga, es, que escribiéndo
seescolpan con cincel en pedernal?» En la versión de se sus palabras, tenga oyente; y que el mismo Dios
san Jerónimo se lee certcuo celte. Uno y otro se lialla que le juzga, escriba el libro. No tiene por oyentes á
en diferentes Biblias y por ambas parles hay graves au susamigos, sino por contradicion. El Parafrastes decla
tores. En una que yo tengo de vitela manuscrita, cuando ra la primera demanda, y toma otro camino en la se
bo labia impresión, está celle, que significa el buril; gunda : Quis decernit mihi ut exaudiar? Ecce desi
tplíVulgata de la recognición de Sixto Quinto tam derium meum est Omnipotens: respondeat mihi , et
bién. Indicio fué que en el texto hebreo no se leia voz libellum scribat homo contenlionis meae.
qite respondiese á celte, cincel ; pues 7j?S laghad sig- En el capítulo 1 9 pidió que le fuese concedido que se
mka eternamente , siempre, para otro tiempo; y lo escribiese un libro de sus palabras, sin decir porquiéii
Redecimos basta. Lo mismo signilica certe, enten ni señalar autor: ahora loaseñula, y dice le escriba el
diéndose por no faltará; y no calla esto la palabra celte, mismo que le juzga, que es Dios, según la versión Vál
cincel ó buril, pues con lo perpetuo lo incluye en el gala; y según el Parafrastes, sus enemigos; eso es fto-
fwkrnal.yañade el instrumento conque se esculpe en mo contenlionis , hombre de contienda. Ni temia la
finirás. (I) suma rectitud del juez, ni la obstinación de su contra
No solo desea Job que se escriban sns palabras, sino rio. Empero no debemos admitir el albedrío con que
<¡n» se abran con buril en libro de láminas de plomo, y hebraiza el Parafrastes.
con cincel se escriban en pedernal. De cuánta importan- El rigor de la letra hebrea es tal en la versión de
cu fué que sus palabras quedasen escritas, impresas Pagnino : Utinam haberem judicem audientem me.
; esculpidas, este repetido deseo lo manifiesta, y ser Ecce signum meum est Omnipotens, qui testificabitur
so* palabras y sucesos el texto de toda la filosofía de pro me , et liber quem scripsit vir judicii mei. Socor
li paciencia santa y de la teología de la materia de re mi paráfrasi ; y parece que pues donde la Vulgata
Previdencia ; lo que con brevedad probaré. pide oyente, pide aquí juez que le oiga, que allí usur
Cosa que importaba tanto y á todos, ¿á quién se de pa el nombre de oyente (como los españoles y curia ro
bía encomendar , que al que dijo las palabras y sus mana, que llaman oidores y auditores á los jueces; y
tentó el acto contra todos los argumentos del infier- lo mismo el arte militar álosque lo son en el ejército).
do? No se pudo fiar de los amigos, que fueron conven Y esencialmente difine al juez el nombre de oidor;
cidos de mentirosos , y declarados ( por sentencia de porque sin oír ninguno puede ni debe juzgar. Puedo
Dios) hombres que no habían hablado lo que era jus un juez sin oir á ninguna de las partes hacer justicia;
to. Pues remitirlo á la relación de los hijos de Esaú, mas no puede ser justo : acertó acaso en el derecho,
era noticia mendigada, que no merecía para su traduc y erró de malicia en el oficio.
en tan esclarecido intérprete como Moisén. Pues con Los Setenta diferencian más las palabras desta in
jeturar que revelación que Dios hizo á Moisén , lo terpretación: Quis mihi tribual auditorem? Et ma-
escribió, es introducir sin necesidad la revelación; que num Domini si non timui, syngrapham vero, quam
leritiraamente se excusa con que Job escribiese de sí habui contra quempiam. Tantos versos diferentes pa
K> que él había dicho y padecido. Si Moisén lo escri- rece este solo, como se leen interpretaciones; y es fe
iiifl (que fué después de Job), no se le concediera á cundidad del texto sagrado en sentido, no contrarie
Jotel ver escrito lo que deseaba; eso claman aque dad. Unos traducen loque la letra dice, otros lo que
tas palabras : (2) «¿Quién me dará á mi que se es quiso decir, otros lo que piulo ; los judíos y los here
trilan mis palabras ? » Si él no las escribiera, conce- jes lo que quieren que diga ó su propósito.
üérasele el verlas escritas y el escribirlas, á otro y á San Jerónimo vuelve las palabras ipse qui judicat ;
otros. ¿Quién ejecutorió contra sus enemigos pleito Pagnino vir judicii mei, riguroso y gramático signi
pitísimo, á quien no se concediese sacar su propria ficado destas palabras 1311 epn te fibi, que el Para
ejecutoria? Esta de Job era de honra y reputación en frastes lee : Homo contenlionis meae. Lo propio es ra
ti cuerpo y en el alma. No era capaz de dilación la no- ro» de mi contienda, varón de mi juicio, y el mismo
licii auténtica de la victoria ; tocábale á Dios su parte que juzga.
tn que este libro se escribiese. Todo se lo concedió Dios 6 Job. Pidióle que sus pa
No se contentó Job en desearlo en este capítulo; que labras re escribiesen con buril en láminas de plomo;
« el 31, verso 35, empezando con las mismas palabras, eso fué escribirlas Job en siriaco, para la duración. Pi
insta : (3) «¿Quién me dará á mí oyente, porque oiga dió que se esculpiesen en pedernal, para que durasen
el Omnipotente mi deseo, y escriba el libro el mismo eternas : tuvo efecto traduciéndolas Moisén en hebreo.
(pie juzga?» Palabras de Job, tan graves y de tanto pe Tocaban á Moisén estos escritos en piedra: no se vieron
so, que siendo las últimas cláusulas de su postrer cá en otra mano libros impresos en mármol, sino en la
ptalo, en que respondió á sus amigos, con ellas los suya ; así lo testifican las Tablas de la Ley. El era im
enmudeció. presor de pedernales, pues tenia á cargo imprimirlos
Pide dos cosas : oyente, para que Dios oiga su de- preceptos y la Ley en los corazones empedernidos de
*>, y que escriba el libro el mismo que juzga. Pedir los judíos.
oyente para que sea oido su deseo , es decir que el Fuéle concedida la segunda petición, de que este li
11 F.l Parafrastes caldeo hermana estas liciones : « Quis Iribuat
bro escribiese el que juzga, revelándole Dios todo el
fót «1 Kribantur sermones mei : quis del ut signcnliir In libro argumento y ocasión del libro; que fué lo que él igno
«Tío férreo, ti plumbi lamió!, in aeternum in pclra scribantur. ró que habia precedido entre Dios y Satanás.
'■•■ Quis mihi. Iribuat.
El solo deseó con tanto afecto que se escribiese libro
8. Qois milii iribuat auditorcm, ut desiderium meum audiat
Oanifoieas : et librum stribat ipse qui judicat! de sus palabras ; y así él solo pudo cuidar de guardar
213 OBRAS DE DON FRANCISCO DE Qt'EVEDO VILLEGAS.
las en la memoria, y alcudia igualmente al aparato que doy luz á Claudíano en el rapto de Proserpina;
deste deseo y á su defensa. Hasta en esto le volvió Dios tpse mili fiillus srtüo, «¡¡¡Taque verendas
duplicado lo que le tenia. No consintió que el demonio llc.jcstalexcdct . snualcnl immania foedo
le quitase la vida ; empero obligóle, no solo á desear Seeptrn sita , sublime capul maestissimn nubes
Axperat, el dirae riíjetiaciementia formae.
la muerte, sino no haber nacido, y á maldecirla hora Terrorcm dolor augebat
en que nació : por esta vida muerta le volvió dos vidas,
en su historia y en la traducción de Moisés. El dijo que Habla de Pluton, que estaba triste porque le nega
le pesaba á su alma de su vida : Tacdcl animam meam ban mujer ysucesion, comoá los demás dioses. Y como
vitae meae; y si él mismo no escribiera su historia, no la nube sobre la cabeza era señal de tristeza, dice que
se desquitara deste desconsuelo en favor de la ino una tristísima imbele hacia horrible la cabeza. Y sí en
cencia de su vida. Y confiriendo con sus amigos-, que Dios tener debajo de suspiés las nubes es señal de eter
fueron ocasión y contradicion de sus palabras y grande no y alio dominio, el ponerlas sobre las cabezas do los
parte del volumen, pudo solo escribirle puntual y con hombres lo era de sujeción; y en la antiquísima gen-
testigos sobre toda excepción; pues eran tres reyes, tilidad, como he dicho, de tristeza aun en los dioses
que le legalizaban como partes interesadas en el mis mentirosos, y de tristeza y amenaza en los hombres.
mo proceso. Ycon esto se cumplió haber escrito el li Hasta los gentiles reconocieron en los judíos reve
bro el mismo Job, y el hombre de su contradicion (que rencia y adoración á las nubes y á Dios solamente. Ja-
lee el Caldeo), que son sus amigos; y el mismo que juz venal, sátira xiv :
ga, que es Dios (.según la Vulgata), revelando el coloquio Quídam sortiti meluentem sabíala palrem ,
con Satanás delante de los ángeles, que precedió á los Kilpraeter nubes, et coeli Numen adoran!
sucesos y palabras y lo dispuso todo.
Este poeta tuvo más noticia de los ritos de los judío!
que otro alguno de los latinos; y se puede colegir vio
DEL ESTILO. el volumen de Moisén de los versos que siguea i
estos :
Este libro (llamémosle así) es en cierto género un Nec distare pulanl humana carne suiltnm,
poema gramático, una gravísima tragedia, enque hablan Qua paler abslinuil : mox el ¡naeputia pomiiit.
personas dignas dolía, todos reyes y principes; el len Romanas autemsolili coníemaere leges ,
Judaicutu ediscunl, et servan!, acmetuuntjus,
guaje y locución digna de coturno; magnífica y deco Tradidit arcano quodeumque roluinine Moses.
rosamente grande. Persnádome fué la idea en que es
tudió el arte Aristóteles viéndola ; y primero, de los Te Mejor informado habla Juvenal de los judíos que
llices, los antiguos trágicos como Sófocles; y que des- Cornelio Tácito, con ser historiador. .
ta obra aprendían á guardar el decoro á Dios en no sa Coronaré esta nota con una advertencia al propósito,
carle al teatro : lo que se ve en Sófocles en el Ajax fla- si bien nueva, misteriosa ; sin salir del tratado de ha
gelifero, que introduciendo á Minerva, no la descubre, blar Dios en nube y oírse desde la nube su voz : cere
sino hace que Ulises oiga su voz solamente. monia toda real.
Esto en este libro deJob precedió; pues cuando Dios Cristo nuestro Señor, como quien vino á cumplir,
learguye, se oye la voz de Dios en la nube, que tem no á desalar la ley, se mostró con ella tan cumplido,
pestuosa fué prólogo á su majestad y mandó el silencio que cuando se transfiguró en el monte delantede Pe
á Job y á Eliú con reverencia amedrentada, sin que dro, Diego y Juan (Matth. 17), dice después de las pa
Dios se manifestase ; en lo que concuerdan todos. labras de Pedro : Adhuc eo loqucntc, ecce nubes lucida
Inquieren aquella nube, de que se oyó la voz, ¿dón obumlravit eos. El ecce vox de nube dicens : ¡lie «1
de estuvo? Y concuerdan que cerca de Job; y en esto, filius meus dilectus. Vino allí nube, habló Dios ea la
como en todo, doctísimamente discurre el reverendo nube, y de ella se oyó la voz, porque habían aparecído-
padre Pineda. Conjetura es, y en las conjeturas no se se á los lados de Cristo visibles Moisén y Elias (Elecce
niega el discurrir, aunque sea á tan pobre caudal como apparuerunt Mis Moyses et Elias cum eo loquentcs): y
el mió: paréceme que la nube estaría sobre la cabeza como en los dos se representaba la ley antigua, y la ha
de Job por cénit ; era lugar más debido á la majestad de bía dado por Moisén, no quiso mudar de estilo enque
la voz, soberano sitio de dominio y de amenaza. No es su voz se oyese desde nube y en que nube visible los
indecencia que las letras humanas sirvan en los ritos y cubriese. Que asistiese esta nube, y Dios hablase en ella,
observaciones alas divinas. Virgilio, en el vde su Enei y desde ella se oyese su voz respecto de Moisés y Efe,
da, sobre la cabeza de Palinuro dice estaba la nube que pruébalo el mismo Evangelista, cap. 3, al fin. Tratando
le dio tanto cuidado: del bautismo de Cristo, donde se hallaron Cristo y el
O/li coenileus supra caput astilil imber, Bautista, á quien Tertuliano llama cláusula de la ley y
Noetem hycmemque ferens délos profetas, dice asi: Et ecce aperli suntei coeli:
et vidit Spiritum Dei descendentem sicut columbam,tl
Que la nube sóbrela cabeza era señal de tristeza, venientetn super se. Et ecce vox de coelis dicens : Htc
adverlílff en Quinto Cálabro Esmirneo, Derelictorum esl filius meus dilectus.
ab Homero, donde tratando de la junta de todos los Para decir Dios las mismas palabras de Cristo en el bau
dioses, en que se consultaba la muerte de Aquíles, tismo que dijo en la transfiguración, dice se oyó la voí
dice: «Estaban alegres todos los que favorecían á Tro de los cielos, que las decia; sin hacer mención de na
ya; y cada uno de los que favorecían á Aquíles tenían bo. Era el Testamento Nuevo cielo claro sin nubes; por
una nube sobre la cabeza en señal de su tristeza.» Con eso no hace mención dellas ; y para disponer á Moi
JOB. 217
sen y Elias, que representan el Viejo, en que todo era lanlis ingenii, qua orationis assurgit gravitáis, quod
sombras y nubes deste cielo sereno, se oye la voz de floribus luxuriat, quot vegelis et illuminalis Ithetorum
Dios, para decir lo mismo desde la nube, por halagar coloribus accendilur? Videas quippe apud cum des-
los con que oigan su voz en la forma que habían oido. cripliones omni expolitione distinctas, et Ha vividas,
Cuando como sol de justicia despedía las nubes y som ut rcm magis vide.re, quám audirete credas. Sume Ubi
bras y jubilaba á Moisén y Elias en presencia de los ex tanto numero cquum bellicosum, el videquám au-
tres apóstoles (á quienes con los demás encargaba el daci genio á viro sánelo expressus est.
nuevo ministerio), con mayores prerogativas honró á Trata del caballo en el cap. 39, vers. 19 hasta el 25
los dos Cristo con sus lados, y hablando con ellos de en la Vulgata, así:
su pasión. No despide tan gran Señor los ministros con Nwnquid praebebis equo forliludinem, aut circum-
menoscabo, sino con premio. Hasta la nube con voz dabis eolio ejus hinnitwn?
fué despedida con medra: Ecce nubes lucida, «Veis Numquid suscilabis eum quasi locustas? Gloria na-
nube resplandeciente.» Habia asistido siempre á la voz rium ejus terror.
de Dios procelosa y sonora con tempestades y amenazas; Tcrram úngula fodil, exullat audacter : in oceur-
y aqui apareció preñada de luz y bañada de hermosura. sum pergil annatis.
San Jerónimo en el primero prólogoá Job dice: «Des Contemnit pavorem, nec ceditgladio.
de el principio del volumen hasta las palabras de Jub, Supcr ipsum sonabil pharelra, vibrabit hasta et
en el texto hebreo está escrito en prosa ; empero des clypeus.
de las palabras de Job , en que dice : Pereat dies in Fcrvens etfremens sorbet tcrram, nec reputal tubae
■vía natus sum, el nox , etc., hasta el lugar donde sonare clangorem.
dice : Idcircó ipse me reprehendo, et ago poenitentiam Ubi audieril buccinam, dicit : Vah , procul odoralur
u favila et ciñere, son versos hexámetros, dáctilos y bellum , exhortationem ducum, etululatumexercitus. .
spondeos, corrientes; y que reciben el idioma de la len Advierte el padre Nicolao Caussino que donde san
gua otros pies, no de las mismas sílabas, sino de los Jerónimo vuelve: Aut circumdabis eolio ejus hinnilum,
mismos tiempos. También á veces el mismo ritmo leido el texto hebreo con el rigor de la letra, dice:
corre dulce y sonoro.con desalados pies; lo que mejor Numquid indues collum ejus tonilru? (Esto es lo que
entienden los lectores poéticos que los simples. » Petronio aconseja que se haga en la poesía: Praecipi-
Y por eso el eruditísimo señor doctor Benito Arias tandusesl liber spiritus.) San Jerónimo eleganlisima-
Montano, religioso y perpetuo comendador de la orden mente moderó la interpretación, por ser más proprio
de Santiago, hijo del real convento de San Marcos de del cuello del caballo el relincho que el trueno; Los
León, ynatural en Extremadura de Fregenal de laSier- Setenta volvieron temor, Pagnitio temblor, el Para
ra, cuidó que en la Biblia regia se imprimiese este li frastes furor : persuádome extrañaron el vol ver trueno
bro en el texto hebreo, verso á verso, que cualquiera es lo que con felicidad san Jerónimo volvió relincho.
tudioso de la lengua santa podrá medir como los de Intentaré volver esta descripción en la habla castella
Homero y Virgilio; reconociendo que hasta esto apren na ; adornándola , por mayor declaración , del sentir de
dieron griegos y latinos de los hebreos. todas las versiones.
Coligese del mismo san Jerónimo, en el proprio prólo «¿Podrás animar de fortaleza al caballo; ó articu
go, que en el hebreo está en verso (que es la traducción lando su furor en relincho, hacer que el trueno rodee
de Moisén) : asi lo afirma el lugar referido; y no en si su cuello?
ró ni en arábigo; porque cuando trata deslas dos len «¿Podrás distribuir sus jornadas en escuadrones,
guas no hace mención de versos ni ritmo. (I) Y pa imitando el marchar de las langostas, cuando el resuello
rece esta curiosidad más propia de Moisén que de que anhelan sus narices es amenaza?
Job : porque Job le escribió libro para enseñanza de «Cava sonoro la tierra con las uñas ; con atrevimien
tan alta doctrina y confusión de tan perniciosos dog to se engrio, ostentoso sale á recibir las escuadras.
mas; Moisén le tradujo para que con el ejemplo de tan No conoce el temor y desprecia el resplandeciente
valerosa y santa paciencia en tan sumos trabajos, el concurso de las espadas.
pueblo de Diosen el cautiverio se fortaleciese y alen «Sobre él sonará ronca laaljaba poblada demuertes ;
tase; y porque les fuese más suave lectura y más fácil será vibrada impetuosamente la lanza, y el escudo em
mente familiar á la memoria, le dispuso en versos cor brazado; será robusta conti adición á las heridas.
rientes y numerosos. Ardiendo con coraje humoso, sorbe la arena que con
El doctísimo y eruditísimo padre Nicolao Canssino, los pies arranca; y clarín de sí mismo, no aguarda otra
de la compañía de Jesús, en su libro, cuyo titulo es trompa.
De Eloquentia sacra el humana (obra tan grande »En el confuso rumor de cajas y instrumentos de la
en todos estudios, de tan grandes y provechosas noti guerra el tropel de sus ¡miopes pronuncia: «Cierra.» Eri
cias, de juicio tan desinteresado, de lima tan severa, zadas las crines y atentas las orejas, anticipadamente
que habiendo escrito después de tantos, cuando fuera percíbelas señas de la batalla, los movimientos de los
solo, no se echara menos alguno), en el libro xv, De for reyes, la aclamación de los soldados. »
ma et charactere sacrae eloquentiae, pág. 035 (o), dice : Esta locución se pierde de vista á los griegos y lati
Ai Jobus Ule virnon minúspatientis animi, quámpraes- nos : sus frases caben en los labios y en la garganta ;
la de Job no cabe en el pecho. •
Réstame dar razón de la panifrasí que hice á las pa
í\) Estas son sus palabras : «Hace autem translalio nullum de re-
tfribos seqaitni» interpreten), sed ex ipso hace Hebraico, Arabico- labras : Numquid suscilabis cum quasilocustas? que yo
qoe sermone, et interdnm Syro.» traduje : «¿Podrás distribuir sus jornadas en escuadro
(«) de U quinta edición, de León de Francia, 1637, nes, imitando el marchar de las langostas?» Viendo que
21 8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
no hacia a! propósito el declarar la letra desnuda, sin He referido los versos de Virgilio y de Lucano, para
atenderá lo profundo del sentido, que en la similitud que en la comparación se reconozcan las ventajas en la
de las langostas se me descubrió legítimo, arrimé la elocuencia, copia, hermosura y propriedad, que los ha
pluma en el cap. 30 de los Proverbios á los ver cen las palabras del santo Job, no solo en este lugar,sino
sos 24,25,26, 27 y 28: en otros innumerables.
Quatuor sunt mínima ierrae, el ipsa suntsapien- El que quisiere, gastando poco tiempo y logrando ma
íiora sapientibus. cho estudio, averiguar con todos sus números los años
Formicae, populus inprmus, quipraeparat in mes- del nacimiento de Job y de su vida, y gozar en pocas
te cibumsibi: hojas exactísimo comentario y paráfrasis del Litro del
Lepusculus, plebs invalida, qui collocat inpetra santo Job, lea el mucho más que precioso tesoro que,
cubile suum : con nombre de Annalcs, escribió desde la primera ni
Regem locusta non habel, el egreditur universa per ñez del inundo hasta la venida de Cristo, el incompara
turmas suas: blemente docto, el inimitablemente erudito, reverendo
Stellio manibus nilitur, el moratur in aedibus re- padre Jacnbo Saliano, de Aviñon, hijo del glorioso pa
gis. triarca san Ignacio de Loyola; el primer tomo (a). ¡Olí
No hay escrita cosa de las langostas, que se pueda apli cuál, oh cuan sublime escritor! En no haber prose
car á la guerra, sino esta, en que dice la Sagrada Es guido desde el año de la redención del mundo, mucho
critura que no teniendo rey, marcha en escuadrones ledebe el nombre del eminentísimo cardenal Biruuio;
tan inevitables, que ninguna cosa los resiste ni los de y más le debiera el mundo á él, si lo hubiera escrito.
tiene. España, en la recusación que ha hecho al eminentí
Todo el mayor y más culto esfuerzo de la lengua simo Cardenal acerca de la venida de su único patrón
latina se remató en decir Virgilio del caballo : Santiago, y del reino de Sicilia, escogiera por acom
Slalsonipes, ac fraena ferox spumantia mandil. pañado, con segura esperanza de su justicia, al padre
Saliano; siendo francés (aunque habiade pasear lame-
Y en otra parte : moria por las vísperas sicilianas)^ asistiéndole la emu
Quadrupeianle putrem sonitu quatit úngula campitm.
lación antigua deslas dos naciones : porque el ser re
ligioso de la compañía de Jesús, en todas las naciones
Esto no pasa de un pulido rasguño y de curiosidad es antídoto á las populares dolencias y al contagioviil-
estudiosa. gar. Aquella alta y soberana doctrina de su instituto,
Mi Lucano, que en ingenio, agudeza y sentencias no violentando la naturaleza, la perficiona ; y aquella
éticas y políticas excedió, no solo á los poetas, sino á regla, nivelada por la cruz de Cristo, siempre recta,
los historiadores y oradores (pues, habiendo tenido no consiente vuelta á pasiones, ni desigualdad en las
tantos ladrones como lectores, que se han enriquecido lincas que á la utilidad común tira derechas é iguales
con su robo, siempre podri con el caudal que añudan desde su centro á toda la circunferencia del mundo.
sus palabras enjoyar á otros muchos), en el libro ív de Ya que nodecimos cuan diferentemente escribió Sa
la eterna Pharsalia suya, habla del caballo, aunque en liano que Baronio, ños contentaremos con decir, vien
diferente ocasión, que parece algo á esta inimitable des do cuino ha escrito, cuan diferentemente escribiera.
cripción de Job : Lo mejor no es reprehensión de lo bueno, sino venta
ja, como el esplendor del sol á las estrellas.
Quippe ubi non sonipes molus clangore tubarum
Saxa quatit pultu, rígidos texanlia freno»
Ora lereni, spargitque jubas, el surrigil aurcis,
Ineer loque pedum pugna! non store tumultu.
Fessa jaeel eervix, ¡itmanl sudoritus artus ,
Oraque projeela squalent arentia lingun. JOB.
Peclora rauca gcumnt, qiíae creber anhelitus urge!.
El defecla gravis hngé trafiil ifia putsus , ¿POR QCÉ BLASONÓ DIOS EN LA JUNTA DE SUS HIJOS, DANDI-
Siecaque sanguineis duresiil spuma túpala.
SÉ I1ALI.Ó SATANÁS, LAS VIRTL'UES INCOMPARABLES DE
Jamque gradum ñeque verberibus, stimulisque coaclf,
ft'ec, qnamvis crebris jussi calcaribuí addunt, SU SIERVO JOB?
Vulneribus coguntur equi. ¿QUÉ FIN TUVO EL ESPÍRITU SANTO EN PERMITIR Á LA ENVI
DIA DE SATANÁS TAN ULTIMADA Y UNIVERSAL T LARCA
Julio Scalígero (que en su Poética censura con el PERSECUCIÓN CONTRA JOB?
odio á la nación española, no con el juicio) por esta
abundancia llama á Lucano demasiadamente ambicio Dos fines universales tuvo Dios en esta formidable
so, y snpérfluo con ostentación sobrada. No de otra calamidad de Job :
manera murmura el mendigo invidioso la opulencia El uno respecto de la enseñanza de los hombres, ca
del rico. Ladren contra Lucano los Scaligeros, hijo y lificando la condición del amor que se le debe.
padre; que antes se quebrarán los dientes que se los El otro mira á la exaltación de los trabajos y hu
hinquen. Oigamos al gran Severino Boecio, en su Con mildad despreciada de su unigénito Hijo ; á los mar
solación, libro iv, prosa 6, cuyas son estas palabras: El tirios desapiadados por los tiranos en las vidas y en los
victricem quidem causam düs:viclam verá Catoni cadáveres de los santos, que le habian de alabar en la
placuisse familiaris noster Lucanus admonuit. ¿Quién
no se preciará más de tener por familiar á Lucano (de (n) Debite el folio 608 Intitúlase : Amales Eccjeaiastici Teleris
quien tanto se precia Boecio) que de discípulo de la Testamenti. Auctore Jacobo Saliano Arenionensi, Socielalis Jen'
estudiosa malignidad de los Scaligeros? l'ruesbijtero. Luletiae Parisiorum. u. pe. m.
JOB. 219
b*a de la espada y con las lenguas del fuepo. Atien ofrecía holocausto por cada uno. Decía : No acaso lu
da las continuadas persecuciones de su Iglesia en los yan pecado mis hijos, bendiciendo á Dios en sus cora
edictos de los emperadores, en las proposiciones blas zones. Esto hacia Job todos los días.»
femas de los herejes, discípulos de las pestes del peca
do, y plumas cuya tarea es trasladar y traducir á los CONSIDERACIÓN.
corazones mal atentos el veneno infernal , en que, sa
Hijos dignos de tal padre: tan hermanos, que tienen
inada con la libertad de los vicios, distilan muerte en
por alimento antes la concordia que la comida : junta
traje de alimento.
En esta historia litiga su propria y antigua y sobera- la mesa los que dividieron los partos. En diez no hubo
un Cain, cuando en dos solos hubo uno que quiso ser
n hidalguía la divina Providencia, á quien pretendió
solo. No se acuerdan las tres hijas desús dotes, ni los
empadronar (en nombre de los demás villanos á Dios)
tres hijos de las herencias : aliendeu al amor, y no al
Satanás, porque pagase pecho como ellos á los bienes
caudal. La arismética los cuenta muchos , la vista los
delatíerra, de quien no apartan su asistencia y espe
ve diferentes, la paz uno. Los días, que todo lo apar
ranzas, sin hacer más caso del cielo, que cuando opor
tan, los juntaban á todos cada dia. David dice que esta
tuno los asiste con lluvias y calor para la abundancia
era obra de Dios, «que hace habitar en una casaá los
de sus cosechas temporales; pretendiendo que con to
das sus estrellas sirva puntual y tasado ásu codicia. Al de una misma costumbre».
iin, enjuicio contradictorio en todas instancias, des ¿Qué, pues, temía Job, que los enviaba á santificar,
pacio la ejecutoria de su nobleza , en posesión y en cuando parece debiera bendecirlos? Habían quedado
propriedad, la eterna Providencia. los convites con malos resabios desde aquel que hizo
la serpiente á Eva, y contagiosos desde el que hizo
TEXTO. Eva á Adán; y duran más los ejemplos que las cos
«Hubo en la tierra de Hus un varón, cuyo nombre tumbres. Poco he dicho : los ejemplos mudan lasque
era Job; y era aquel varón simple y recto y temeroso ludían, introducen las que quieren. De aquí se derivó
deüios, y que se apartaba de mal. Tuvo siete hijos y el convite de Baltasar, donde el sacrilegio de profanar
tres hijas. Tuvo en sus posesiones siete mil ovejas y los vasos sagrados del templo, bebiendo con ellos á
tres mil camellos, y quinientas yugadas de bueyes, y dos manos, castigó Dios con dos dedos. De aquí el
quinientas bestias de labor y de carga, y muy numerosa banquete de Herúdes, adonde fué precio á los pies do
fiínilia; y era aquel varón grande entre todos los prín una ramera la cabeza de san Juan. En aquel los cogió
cipes de Oriente.» Dios de manos á boca, en este de pies á cabeza. El
más sagrado convite que vieron la tierra y el cielo fué
CONSIDERACIÓN. el de la cena de Cristo ; y cuando Dios y Hombre sa
Las plumas que Dios dedica á escribir las memorias cramentado se entraba por las bocas de sus discípulos,
de sas siervos, primero hacen mención de sus virtu se entró Satanás en el corazón de Judas.
des ; bienes espirituales que de los de naturaleza y Las pendencias, las desórdenes, las porfías , los
íortuna : estos son tan peligrosos , que si no se afian excesos, las enfermedades feas, los vicios vergonzosos,
zas en aquellos, se vuelven males. La atención bien consecuencias han sido y serán siempre do los convi
informada no pudiera leer sin susto relación que em tes. Por esto dijo el Espíritu Santo : «Mejor es ir i la
pozara por tanta opulencia y grandeza. La felicidad hu casa del llanto que á la casa del banquete.» Por eslo
mana adolece de contagio de vicios que la son palíen se prevenía Job á santificar á sus hijos, no por Incul
le: soberbia, ingratitud, avaricia, envidia : pestes del pa, sino por el peligro y disposición para ella.
mondo, y tales, que antes se buscan remedios puraque Madrugaba á ofrecer holocausto porcada hijo suyo,
« peguen y no se despeguen, que para que se curen y en el dia que convidaba á los otros.
¡« aparten. Por esto empezó este libro diciendo era Adelantábase muy do mañana al mediodía, porque
Job varón simple y recto y temeroso de Dios, y que es mejor preservar del mal que curarle. El prevenir
«¿parlaba de mal ; y para que, cuando se leyese tan fe no es arte de perezosos ; negar los ojos i\ sueño y dar
cunda sucesión, hacienda tan gruesa, tan espléndida los ala tentación, no es tanto dejar de dormir como
familia, descansase el discurso de las amenazas de la dejar de ser ciego : hacer que los ojos sean para lo que
prosperidad y de las temerosas conjeturas que oca- son, que es ver, es restituirlos, no violentarlos. Cuan
sima la abundancia y la grandeza, mal acondicionada do despierta el cielo, el que duerme quiere ser noche
f peor avenida con la paz de la conciencia. Son los de sí mismo, á pesar del dia. David, en el salmo c,
bienes de la tierra tan achacosos, que sin aquellas vir- en que refiere el desvelo con quo asistía al oficio de
Wes no se pueden tener sin peligro, y con ellas se rey (expurgando de su lado ministros sospechosos, y
pueden perder con ganancia. Uno y otro veremos en limpiando sus oidos del asco de las lenguas murmura
feo. doras, que con la adulación, el odio y la invidia tra-
ginan muerte), en el verso últimodice: Inmalutino in-
TEXTO. ter/iciebam omnes peccatores lerrae; lo que vuelvo
«Ysus hijos se convidaban unosá otros recíproca Pagnino, según el rigor hebreo: Singulo mané succi-
mente, un dia en la casa del uno y otro en la del otro, debam impíos terrae; en nuestra habla: «Al amanecer
wsia que dando la vuelta, se cumplía el número, pa acababa ó a'rrancaba todos los pecadores de la tierra.»
ludo el banquete cada uno á los otros en su dia; y Claro está que no los daba muerte corporal á todos;
convidaban ¿ sus hermanas para que comiesen y be madrugaba á prevenir que su maldad no pudiese ser
biesen con ellos. Y luego que acababa la rueda de los dañosa á otros, ni ocasionarlos ruina ó muerte. Impe
«untes, Job los sanliücaba ; y madrugando con el dia, dir el ejercicio de la malicia, lo¿ furores de la sober
220 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bia, la rabia de la envidia, la voracidad de la avaricia, que oyendo la ruina del que invidia ó aborrece, dicet
es quitar la vida á los malos. A esto madrugaba el celo «Bendito sea Dios, que me quitó este enemigo de delan
de-Job en la dirección de su familia, á esto David en te,» pecando alaba á Dios. Y el que viendo doliente ú
la administración de su reino. Buen rey y buen padre, su hermano mayor, á quien sucede, si mucre y le he
apuestan con el sol en desterrar tinieblas, en diferen reda ofrece áDios sacrificios, ¿qué otra cosa hace?
ciar las cosas, en aclarar los caminos, y en descubrir Aun los idólatras tuvieron noticia y horror deste mo
malos pasos y despeñaderos. El que no lo bace, confe do tan sacrilego de pecar. Aulio Persio, en la segunda
derado está con la noebe, afecta el séquito de las aves sátira :
nocturnas, y desperdicia sus audiencias en voces de Illa síbi inlrorsüm, el sub linguti immurmurat: 0 ti
mal agüero. E liullíl ptilnti pracclarum fumi! El, 6 ti
Dice Job que se desvelaba en bacer tan continuos sa Sub rastro crepel argenli mihi sena deliro
crificios, por si acaso sus bijos, habiendo pecado, ben Uercule ! pupillumve ulinam, quem proximus h'aeres
Impelió , expungam ! Kamquc esl tcabiostts, el acri
decían á Dios en sus corazones. Hile tumel. Nerio jnm tertia ducittir mor.
Ha hecho dificultad á todos el pecar y bendeciráDios Hace sqneté ut poseas, Tiberino in gurgile mrryls
en su corazón; pues la queja de Dios tan repetida por Uane capul bis lerque, el nociera Ilumine purgas.
Heus age, responde : mínimum esl quod scire laboro.
David siempre fué : «Alábame este pueblo con la boca, De Jove quid sentís? Estne , ul praeponere cures
y su corazón se ha alejado de mí.» Por esto los comen Hunc eviquam? Cuinam? Vis Staiot An sciüiel haeres ,
tadores entienden benedicere por maledicere. Hasta Quis potior judex, puerisve quis aptior orbis?
Pagnino, que vuelve rigurosamente la letra, lee male Iloc igitur, qtto tu Jotis aurc mimpellere lentas ,
Dic agendnm Slaio. Vroh Júpiter! O bene, clamet,
dicere. El Parafrastes caldeo : Et non oraverintin no Júpiter .' Al sese non clame! Júpiter ipse 1
mine Domini in cordibussuis. San Jerónimo y Los Se
tenta vuelven benedixerint. Y esto es conforme á la Nada le quedó por decir á Persio , ni pudo encender
letra tahrea ; porque la palabra -o-ai del texto quiere más la reprehensión celo gentil. Cuatro diferencias
decir alabar y bendecir , de yo, bendecir, saludar, deste género de pecar describió, y el cuidado religioso
alabar. ' con que se preparaba para agradará Dios. Severamente
Seguir la letra con san Jerónimo y con Los Setenta te pregunta : «¿Qué sientes de Dios cuando esto haces
ni es novedad ni atrevimiento, y menos faltar al res y dices; siendo maldades tan execrables, que si las dije
peto que se debe á tantos grandes expositores que si ras á Stayo, que fué el peor de los hombres, clamara á
guen la interpretación contraria, cuyas palabras reve Dios? Y ¿dudas que Dios, con quien lo obras y á quien
rencio. lo dices, clame á sí mismo?» Cuando lo abominó tanto
Pecar y alabará Dios en el corazón, entre los pe Persio , escritor idólatra, ¿qué haria el santo Job , te
cados es el más frecuente, porque apenas hay pecado miendo pecasen tan feamente sus hijos?
sin él; y oso decir que en este pecan los demás peca ¿Habrá habido algunos que por haber alcanzado su
dos. Hablase del poco, con este nombre, porque es venganza, ó logrado su envidia, ú satisfecho su ira, ú
tan interior y entrañado en el hombre, que solo el conseguido su pretensión deshonesta, hayan en su co
corazón y Dios, que le descifra , saben del. Ninguno razón dado gracias áDios de que todo lo que intentan
le oye de otro, y pocos no le atienden en sí. Por esto les sucede bien? Si deponen las conciencias, llega la
es el más peligroso , y noel menos descarado á la di maldad ¡i tanto , que no solo se arroja el pecador i
vina Justicia. eso, sinoá pedirá Dios que le ayude y favorezca para
Saquémosle á la vergüenza de los ojos y los oidos. Se ofenderle. Que lo han hecho algunos, se puede leer;
pa el corazón humano el veneno que alberga; para que si lo han hecho muchos se puede sospechar.
despida tan alevoso huésped, yno solo se desembarace, Temia Job que viéndose sus hijos muchos y aunados,
sino que con David, en el salmo l, pida á Dios «que le y muy poderosos en hacienda y familia, no diesen gracias
crie limpio de nuevo.» No quiere menor medicina su á Dios y le bendijesen porque los habia multiplicado en
contagio. todo; y con tal conformidad, que nadie podrá oponér
Pecar y alabar á Dios, es no conocer á Dios ni al seles ni resistillos: género de amenaza facineroso. Te
pecado. ¿Cuál ignorancia se iguala á no conocer uno mió que viendo la abundancia de sus mesas, bendijesen
lo que hace ni á quién le hizo? Diónosle á conocer el ;¡ Dios en su corazón por habérsela coucedido, y que
Espíritu Santo cuando dijo : (!) « Quien ofrece sacrifi pecasen en la templanza de los banquetes, de donde
cio de la sustancia de los pobres, es como el que sacri- se resbala en todos los delitos. Y por esto madrugaba
iica el hijo á su padre.» ¿Veis aquí al que peca, y alaba á ofrecer holocausto por todos, y á bendecir al Señor
y bendice á Dios? Peca quitando la sustancia á los con los sacrificios, porque no permitiese que sus hi
pobres; alaba á Dios y le bendice, ofreciéndole sacrificio jos pecasen, y sin conocer su pecado ni á él, le bendi
della. ¿Qué hace este? ¿Qué? Degollará Dios en su jesen en sus corazones. Enseña Job á los padres lo que
presencia sus hijos en los pobres. Poco he dicho: sa baiule temer en sus hijos, y que sus mejoras se ase
crifica al mismo Cristo. El dijo: «Lo que hicicredes guran en Dios con las oraciones y sacrificios mejor que
con uno destos pobres, hacéis conmigo.» con sus consejos ; que no solo se ha de temer en los
El usurero que hace decirmisas de salud al enfermo, hermanos la discordia, sino la unión; que los banquetes,
á quien con mohatras compró su hacienda (Je por vida, aunque sean tan parientes, pueden ser municiona to
¿qué otra cosa hace sino pecar y bendecir á Dios? El dos los vicios. Tndos bendicen la comida al principio,
pocos con ella bendicen á Dios al fin. A más han sido
Ki) Qoi offert sacriflrlom ex nnhstantia pauperum, quasi nal mortaja los manteles que las sábanas. Las malas cos
victimat lilium in conspeclu patrissui. tumbres de los convites tienen manchadas con sangro
JOB. 221
las historias, disfamado el seso y desacordada la me ¡Oh cuánto precia Dios un buen siervo ! Parece que
moria y mojado el entendimiento : no hay sentido que blasona el tener á Jub y que hace grande aprecio del,
do desquicien. Tanto debe la muerte á los banquetes jactándose, digámoslo así, de sus virtudes. Las pa
como á las batallas. Ellos multiplicaron las medicinas, labras son magníficas y llenas de inestimable ponde
los remedios y los médicos, inventando enfermedades ración. Decir que no había en la tierra otro mejor, ó
voluntarias. Muchos acaban de comer con diferentes que él lo era, fuera mucho menos que decir que no
costumbres que empezaron : pocos son uno mismo en tenia semejante, porque esotro ya se medía, segun
un banquete ; á más platos y más tazas es otro. Los masó menos; empero no tener semejante excluye aun
brindis son transformaciones líquidas. ¿Qué no desha remota comparación.
cen en quien los hace? Y siendo ingratitud, es bien Dios nos enseña en todo lo que hace y dice. Apren
quista. Ved si son muchos los temores que á Job le damos del á estimar un buen criado, y juntamente
desvelaban, y si debía temer que tanto aparato de cómo ha de ser, para que el señor ó el príncipe se
peligros introdujesen tan abominable pecado en sus precie do tenerlo. Simplex , simple ; esto es , verda
lujos. dero, no doblado, no engañoso, no lisonjero ni en
TEXTO. vidioso ni soberbio; porque todos estos venenos son
partos de la mentira y nietos de la duplicidad. Ha
o Empero, como un dia viniesen los hijos de Dios de ser recto, para que la caridad sea bien ordenada
para asistir en su presencia, también estima Satanás y la justicia bien distribuida ; para que esta no ad
entre ellos, á quien dijo Dios : ¿De dónde vienes? Res mita la persona de alguno, y aquella las admita to
pondió: Cerqué la tierra, y andúvela toda. Díjole Dios: das : con esto la caridad será ajustada y la justicia
¿Acaso consideraste á mi siervo Job, que no tiene se caritativa. Parece que en estas dos palabras se abrevia
mejante en la tierra , hombre simple y recto y teme todo ; empero, como simplicidad y rectitud no se pue
roso de Dios, y que se aparta de nial? A esto respon den adquirir ni conservar sin el temor do Dios, por
dió Satanás: ¿Por ventura Job teme á Dios de balde? eso añade : Et timens Deum, «Y temeroso de Dios.» Si
¿Acaso tú no le prosperaste y fortaleciste á él y á su este temor no precede, no se alcanza; si no se sigue,
casa, y á todas sus cosas en contorno? ¿No bendijiste no se mantiene.
las obras de sus manos, y su posesión creció en la El temor de Dios es principio de la sabiduría, y
tierra? Mas si quieres, extiende un poco tu mano, y ella fué el principio de lodo; el temor de Dios es
toca todo cuanto tiene, y verás si te bendice en tu el vientre donde el amor de Dios se concibe ; y aun
cara. Dijo pues el Señor á Satanás : Ves aquí que dejo la Madre pulchrae dileclionis, la Virgen María, temió
en tu mano todos sus bienes; solo no la extenderás en para concebir á Dios. ( — Colígese de las-palabras del
su persona. Con esto se partió Satanás de la presencia Ángel: Netimeas , Alaria, «No temas, María;» cierto
de Dios.» es que tuvo algún temor. El gran padre san Agustín,
en la homilía xliv del tomo x, sobre estas palabras di
CONSIDERACIÓN.
ce : Non timeas acuitan libidinis , sub tantae umbrá
Este dia en que delante de Dios vinieron sus hijos, culo sanctitatis. Fué menester leerlas de su pluma
le llama el Parafrastes caldeo «dia de gran concilio.» para no extrañar las dos palabras acslum libidinis.) El
Hasta en esto se pareció Job á Cristo, representándole. temor fué de Dios y para Dios y por Dios ; y fué que
Júntase concilio grande para su pasión, como se había ; las palabras todas de la salutación por nunca oídas,
de juntar para determinar la de Jesús ; y como allí fué i y la embajada en su retiro sacrosanto por no aguarda-
Satanás, vestido del corazón de Judas, el instrumento; ! cía , y el embajador, la asustaron ; el voto de perpetua
lo fué en Job, hallándose en este concilio delante de virginidad ofrecida á Dios, y la purísima clausura, y
Dios entre sus hijos, que así llama sus criaturas. (a palabra «bendita entre las mujeres», hasta su sobera-
Dícele Dios á Satanás : «¿De dónde vienes?» Poco di ¡ na entereza y en los propósitos de su purísima alma,
ferente pregunta de la que hizo Cristo á Judas : «¿A qué ! pudo congojarla por haber renunciado todo lo que es
bas venido?» Tres preguntas de Dios hallo tan confi i mujer en la naturaleza. Esto juzgo que temió; y colí-
nes, que parecen una. La primera fué á Adán: «¿Dón ¡ jólo de que el ángel, que la dijo que no temiese, fué
de estás, Adán?» La segunda en este capitulo á Sata amaneciendo toda la oscuridad destos puntos, hasta
nás: «¿De dónde vienes?» La tercera á Judas: «¿A en el modo y las circunstancias. ¡ Gran prerogatíva
qué veniste?» Todas tres fueron preguntas y respues del temor de Dios, haberle tenido la Virgen antes de
tas. Preguntar Dios al que pecó primero y para tocios, concebirle!
que dónde estaba, fué responder que fuera de su gra Quiero quitarle al temor de Dios el ceño que tiene
cia. Preguntar á Judas Iscariot : ¿A qué veniste? fué en el vocablo ; pues todo temor presupone tristeza y
decir de discípulo á enemigo, de apóstol á traidor. congoja. No tuvo noticia desta casta de temor Aristóte
A Satanás: ¿De dónde vienes? que de calumniar al les, ni aun , con su divinidad usurpada, Platón. Esta es
tribunal en que siempre acusa. Vese en que respon- doctrina de rey, no de filósofo. Coronémosla en David,
dió-por otras palabras lo mismo: «Rodeé la tierra y óigase con majestad. No solo no es triste y congojado
peregrinóla.» Después que perdió el cielo, y en la ser el temor de Dios, sino alegre ; y de tal suerte, que solo
piente que le arrebozó fue condenado á comer tierra, el corazón que se alegra es capaz del. Dícelo el santo
la tiene por alimento; y por tarea el escudriñarla. Profeta, salmo lxxxv, v. 11 : Laetetur cor meum ut
Dicele Dios : «¿Consideraste á mi siervo Job, que timeat nomen luum. Alegrarse el corazón para temer,
lio tiene semejante en la tierra, hombre simple y es proposición que juzgará paradoja la Academia y el
recto, temeroso de Dios, y que* se aparta de mal?» ' Pórtico; y los que me vieren entender estos lugares á
222 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
diferente luz, me notarán de temerario. Yo sigo á los y aumentaste sus posesiones propicio? ¿Qué mnclio
Padres por diferente vereda: sendas que se apartan, «que te sea reconocido? Mas si quieres ver cómo lo es, y
•conducen á Un propio fin ; cada uno escoge el vbje con lo que en él tienes, suspende tus favores: tócale con la
forme á su aliento. Yo , que no puedo volar como los pérdida de loque largamente le has dado, y veremos
doctores sagrados, ni vencer las cumbres con la dili cómo te bendice en tu cara.»
gencia de los pasos, hago mi jornada arrastrando, y No pudo descararse Satanás con Dios con más atrevi
busco el camino por donde más leve y fácil pueda res da "disolución que dar á entender que Dios por sí no es
balar mi humildad. Defiéndome con las palabras de san amable, y que á intercesión de los bienes de la tierra
Bernardo, que pronunció en su defensa: Judicabor que da, es reverenciado, y que la hacienda y las po
superfluus, aut praesumptor , quod videlicét post Pa sesiones le compran el séquito y el reconocimiento.
ires, quihunc ipsum locum plenissimé exposuerunt, Provocó á Dios ú volver por la honra de su amor y de su
rursus in eodem novus Expositor ausus fuerim mitle- siervo. Alábase un hombre particular de que tiene un
re manus. Sed si quid dictum est post Paires, quod amigo fiel y que le asiste ; y si le dicen que bien lo de
non sit contra Paires , nec Patribus arbitrar , nec cui- be á lo que por él hace , se siente , porque le atribuyen
quam displicere deberé. Cuando estas palabras me ex la amistad á sus dádivas, ynoá su persona y parles.
cusen de seguir diferente senda, y no contraria, me Tiene punto el pecado , siendo rematada afrenta; y si
mostrarán culpado de pretender que las razones que un lascivo, que se honesta con nombre de galán, se
son en favor de tan ilustre doctor y tan gran santo, lo jacta de que una ramera le favorece y quiere bien, y
sean en el mió. El sol que cria el oro , no tiene por in le replican que lo agradezca á las dádivas y jcas y ga
dignidad de su luz el cuajar en el proprio cerro la bas las que la da, se afrenta y niega su liberalidad, por
tardía del cobre. Proseguiré, cuando no absuolto, pre mantener su persona en méritos de querida por sí. ¿Y
venido. atrévese Satanás á tocar á Dios en que si tiene un buen
El temor confieso con Aristóteles en el libro 11 de siervo, no es por su inmensa bondad, sino por lo que
la Retórica, que es Ex imaginalione futuri mali le da de hacienda y posesiones, familia y hijos; y osa
corruptivi , ac dolorem inferentis ,perlurbatio quae- remitir su blasfemia á la prueba de que, quitándotelo
dam, ac dolor ; y que con todas sus propriedades el que le ha dado, verá que por el interés proprio lees-
temor excluye alegría. Y aun se conoce mayor oposi taba reconocido?
ción en la división que del temor hace Juan Damasceno, Díjole Dios : «Yo dejo en tu mano todos sus bienes;
libro ii, capitulo 15 : Timor dividilur in sex : in segni- solo no la extenderás á su persona.»
tiem, erubescentiam , verecundiam , admirationem, Satanás destruye todas las cosas en que pone la roa
sluporem, et agoniam ; mas esto es verdad en el temor no, y solo tiene manos para destruir. Nada deja Dios en
humano, que excluye toda alegría y no puede estar su mano que no se pierda. El demonio cuenta por bie
sin tristeza. Y por la misma causa el corazón se ha de nes solos los deste mundo, que no lo son; Dios las vir
alegrar para temer á Dios , porque quien teme á Dios, tudes, que solamente son bienes.
no teme nada; y como para temerle se han de excluir Desta verdad mucha noticia tuvo Séneca ; mayor
todos los temores del mundo, y quien se desembaraza Epicteto. Vivieron en el tiempo que los apóstoles vi
de temores, se limpia de tristezas,— alégrase y queda vían : estudiaron esta doctrina en las acciones de los
capaz del temor de Dios , que excluye los demás mie primitivos cristianos; fueron sus ojos discípulos de sus
dos, con que rescata de agonia el corazón que le admi persecuciones y cadenas ; oyeron su sangre, que desde
te. Decir David: «Alégrese mi corazón para temer el la de Abel hizo oficio de lengua y articuló voz der
nombre del Señor, » fué decir : Arroje de sí mi corazón ramada en los mártires.
en los demás temores la tristeza y estupor y agonia, pa Ya estamos en uno de los dos fines deste libro, que
ra que esté dispuesto á recibir el temor de Dios. Que fué que Dios es amado por sí; y que los que son sus
en Job el temer á Dios hiciese este efecto literalmente siervos tienen en precio solo su temor y amor, no solo
como David lo escribe, presto lo verificaré con sus obras no teniendo por bienes los de naturaleza y fortuna, si
y palabras. no despreciándolos por carga y embarazo. Teatro es
' Añade el texto al temer Job á Dios : « que se aparta este capítulo de la contienda entre Dios y Satanás, re
ba de mal.» Los Setenta leen: Ab omni mala re. Te mitida la victoria á la paciencia de Job.
mor que quita todos los temores, y en cada temor las Es la paciencia el valentón del alma, y tan hazaño
seis enfermedades que enumeró Damasceno , torpeza, so, que vence con lo que padece, como otros con lo
afrenta , vergüenza , admiración, asombro y agonia, que hacen padecer. Era Job santo á prueba de prospe
¿de qué cosa mala no rescata, pues no hay pecado ridad y riqueza , batería que más ofensiva es á la virtud.
que no traiga consigo una deslas cosas , ú todas ; y Quienes simple y recto siendo poderoso y opulento,
esto es lo más frecuente? ¡ Dichoso el señor que tuviese poco riesgo tiene en la calamidad. Esto alcanzó Séneca,
siervo que, por ser simple y recto y temeroso de Dios, y y lo dijo en la consolación á Helvia: Neminem adverso
apartarse de mal, pueda blasonar que le tiene ! Este es fortuna comminuit, nisi quem secunda decepit. Des
y será la mejor alhaja de los príncipes ; solos estos bie pués dijo lo mismo san Agustín: Nulla infelicitasfran-
nes ha de estimar en su siervo. Así lo hizo Dios, para git, quem nulla felicitas corrumpit.
que lo bagamos así. Pues si ninguna adversidad vence al que ningún*
Empero Satanás con igual desvergüenza y malicia prosperidad engaña, y á Job la felicidad no le engañó,
respondió: «Si Job teme A Dios, ¿acaso témele de bal mal suceso tendrá el intento de Satanás. Bien sabia el
de? i Tú no le prosperaste á él , y fortaleciste su casa y que el hombre en honra no entiende (Homo cum **
todas sus cosas? ¿No beudijiste las obras de sus manos * honore esset,non iutellcxit), y que entonces pierdeel
JOB. 223
entendimiento; y qae en la afrenta y el trabajo se cono que preñada del, parió á los demonios ; en que alude a
ce y se restituye á su razón. Más sabia Snlanás que Sé la significación de Lilith, «noche y demonioy lamia y
neca, no ignoraba esto; empero por la falta de la-gracia, espanto.» Fué maldito discípulo de los rabíes.
su entendimiento no asiste ú la verdad, sino al abor
recimiento. La trampa que más logra.su fullería más CONSIDERACIÓN.

cierta es la buena dieba. Siempre anda quejoso de los Es Satanás tan desaladamente estudioso de gravá
trabajos y escarnecido de la miseria y vencido de la po menes en las persecuciones, que para las de Job esco
breza, y huyendo de los perseguidos, con tanta infamia gió el dia del más célebre convite, por ser en la casa
como los que persiguen. Su malicia no se desalienta en del hijo primogénito. El nunca hizo nada; para referir
loqnesabe; por eso la ejercita en lo que teme. Quitar sus acciones se ha de referir loque deshizo. No secon-
poder y riquezas y abundancia y felicidad en iodo al tenló con las calamidades; quiso que el oirías fuese más
hombre para que se olvide de Dios, siendo estas cosas penoso queel padecerlas. Llegóel primer mensajero con
lasque más le borran de su memoria, delirio patuca la pérdida de los bueyes y bestias; y estando aun hablan
del diablo. Diganos el suceso qué nombre merece. do, llegóel segundo con ra pérdida de las ovejas ; y no
habiendo acabado de hablar este, llegó otro con el robo
TEXTO. de los camellos; y sin dejar que este acabase, llegóel
cuarto con la ruina de la casa y la muerte de sus hijos
«Sucedió que como nn día sus hijos y sus hijas co y hijas, y total desolación de su familia. No le consentía
miesen y bebiesen vino en la casa de su hermano pri respirar de la una pérdida con esperanza de seguridad
mogénito, vino á Job un mensajero que le dijo: Los en las demás; inundábale de sustos, jorque le anegase
bueyes araban y junto á ellos pacían las yeguadas y bes el espanto ; encarcelábale el corazón en la congoja , ar
tias; acometieron los sábeos ; robáronlo lodo, pasaron rinconábale el espíritu en las clausuras de ansia porfia
«cochillo los gañanes y pastores; y solo yo escapé pa da; reservó á lo último el golpe más cruel en la muerte
ra que te lo contase. Y estando aun hablando este, vino de lodos sus hijos; porque cargando sobre sufrimiento
otro, y dijo : El fuego de Dios cayó del ciclo y consu combalido de los demás, miserablemente y sin remedio
mió las ovejas y los zagales , y solo yo escapé para que cayese precipitado. No se remató aquí el ingenio de la
te lo dijese. Y también, estando aun hablando aquel, invidia ; mas sutil veneno entretejió en todas las nue
vino otro y dijo : Los caldeos hicieron tres escuadrones; vas que le traían. No llegó mensajero que no le dijese:
acometieron ¿los camellos y se los llevaron, degollandoú «Degollaron á todos los pastores, guardas, gañanes y
los que los guardaban; y yosolo huí para referírtelo. Yaun criados; murieron todos; yo solo escapé para que te lo
estando hablando este, vino otro y dijo : Tus hijos y tus dijese.» No dice: «Fui dichoso en escapar yo solo;» ó:
hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su «Libróme Dios.» Todos dicen, cada uno de por sí, que
hermano primogénito; de repente se levantó un torbe escaparon solo para darle las malas nuevas, y no para
llino furioso de la región del desierto, y sacudió tan otra cosa. Los bueyes y las bestias le robaron y los ca
violento loscuatro ángulos de la casa, que arrancada de mellos; empero en las ovejas llovió fuego del cielo, que
sus cimientos, cayó sobre tus hijos, y los mató y sepul las hizo ceniza ; y la casa que dio muerte y enterró todos
tó en su ruina; y yo solo huí para contártelo. Entonces sus hijos, un huracán de viento, que vino de la región
se levanlóJob y rompió sus vestiduras, y rapada la ca del desierto, de repente la derribó. No quiso que le
beza, cayendo en tierra, adoró y dijo : Desnudo salí del afligiese la maldad de los robos, que no suponían el de
vientre de mi madre, desnudo volveré á él; Dios lo dio. lito en él, sino en los ladrones de Sabá y Caldea. Quiso
Dios lo quita ; como Dios quiso, así sucedió; sea el nom que viendo caer fuego del cielo sobre sus rebaños, y
bre de Dios bendito. En todo esto no pecó Job con sus que el viento (á quien solo Dios manda) le derribaba la
I; bios, ni contra Dios dijo cosa descaminada. » casa sobre sus hijos, se persuadiese que Dios mili
Advierto para la erudición, que el Parafrastes caldeo taba contra él, y que desconociese su mano, y cono
donde la Vulgata y el texto hebreo y Los Setenta leen' ciese la de Dios enojado en su castigo. Tal fué el aprieto
oAcomelieron los sábeos,» dice "raion NroSn Tfhh desta persecución, la disposición della tan habitada
acometió «Lilith, reina deZamargad.» Juzgo que fufi de malicia infernal, y tan solícita, no de congoja sino
pala epidictica (a) de la mente del Parafrastes ; como si de aborrecida desesperación, que la pluma rehusa,
dijera : «Acometió la furia que reina en Sabá ;» que eso atemorizada, el escribirla ; y referida, se padece con
es en el dialecto caldco Zamargad ; porque la voz horror.
rrVl significa «bestia uraña de la soledad, que habi Lo que Job hizo fué tan hazañoso, que Satanás no
ta el desierto,» y esto porque aulla de noche ; y ^b> de pudo sospecharlo de hombre humano, y solo Dios pudo
quien se deriva tuV}. significa «noche». San Jerónimo prometerlo de él. No dudó nada; no fué á ver si se ha
vuelve lamia, bruja; otros «ave que se sustenta del bía escapado alguna res, niá ver si en la ruina de su
viento», otros «bestia que sale con la noche», otros casa algina parte della guardaba algún hijo suyo vi
«furia», otros «demonio silvestre», otros «ave que vo, ó si alguno herido podia guarecerse : cosas que en
vuela de noche» ;Pagnino,«írt¡;cm. Deque se coligeque semejantes fracasos suelen suceder; ni acudió luego si
significa en todos los intérpretes cualquier espanto ó quiera á enterrarlos como á hijos difuntos, ni á descu
visión nocturna, y que en ningún autor es nombre pro- brir y poner en salvo los vasos y preseas y hacienda quo
prio de reina ni de alguna persona. Hasta Mahoma en el estaba sepultada en tierra y'leños. No era culpa dudar
Alcorán, entre todos sus^mbustes, dice que Adán an calamidad tan prodigiosa ; irá ver si había quedado al
tes de Eva tuvo otra mujer , que se llamó Lilith, y go, prudencia era ; acudir el padre, si no á socorrer, á
enterrar todos sus hijos, religión piadosa. Todo lo ere
(o) Exornara, poética.
224 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
yó Job, porque erasíntpfe. Acudió antes ú alabar á Dios, Estas palabras dijolas el filósofo con los labios , Job
que á sus pérdidas y difuntos, porque era recto. No te con las obras. Todo esto pronuncia la acción referida.
mió perder lo que la solicitud humana, si acudiera, Paciencia tan generosa, tan liberal resignación en Dios,
podia restaurarle , porque solo era temeroso de Dios. '■ sentimiento tan cortesmente santo, queja tan inflama
Apartóse de todos los medios y diligencias mortales, ' da de amor, no es de casta de conocimiento gentil. Ha
porque se apartaba de mal. Y con esto aun en lo que bló el idólatra el silencio del texto; viole como los es
no hizo verificó el blasón suyo, en que se empeñó Dios, toicos, y dijo lo que coligió. Séales premio á Séneca y á
diciendo : «Era varón simple y recto, temeroso de Dios él que suplen con sus plumas parte de comento á libro
y que se apartaba de mal, y que no tenia semejante cu tan sagrado, y con cláusulas en que se conoce inte
la tierra.» Quien fácilmente cree las desdichas, niaven- rior medula de su mente, dignas de que cada dia las
tura ni desprecia el crédito. Quien le gasta en persua pronuncien afectos católicos. Ya hemos visto las accio
dirse felicidades, se burla y le malogra. ¿Quién es el nes donde estáu sin voz : veamos las palabras donde es
temerario que en esta vida se atreve áser dichoso, sin tán con ella.
tener primero tragada y presupuéstala persecución y Y dijo Job : «Desnudo salí del vientre de mi madre,
la muerte? ¿Quién tiene cosa, que otro, si es de esti desnudo he de volver. » En esto mostró su simplici
ma ú de honra, no la codicie para sí? ¿Quién, acecha dad y su verdad. Confiesa que á la vida nada trujo;
do desta envidia, la tiene segura? Poder y hereda que nació desnudo , y que solo los ojos sacó cubier
mientos, puestos y dignidades, son engaños opulentos tos, mas fué de llanto. Reconoce lia de morir como na
y mentiras magníficas. Muchos pueden tenerlos, dete ció ; que el patrimonio de la naturaleza es pobreza y
nerlos pocos. Son como la vida, que desde que se em lágrimas; que el de la vida es trabajo y dolor, que el
piezan ágozar, se empiezan á perder. Adquiérense con de la muerte es ceniza y gusanos. Quien considera có
afrenta, póseénse con trabajo , piérdense con dolor y mo nació, vive como ha do morir; desembaraza la hora
déjanse con arrepentimiento. Los que Dios da, ó son postrera, sabe que todo es empréstito y nada propriedad.
prueba del ánimo ó ejercicio de la virtud ; los que qui Atiende como deudor á la paga , no como dueño al do
ta, alivio, rescate y premio. El tesoro es tentación rica; minio. Aquel aguarda al acreedor reconocido, este le
solo quien le desprecia le merece. Las desdichas, las teme ingrato.
prisiones, pérdida de hacienda, de la casa y de los hi Añadió Job : « Dios lo dio, Dios lo quita.» Muéstrase
jos, llámase desgracia, y es antidoto al veneno del cariño recto y justo. Él le dio los ganados, la familia, las po
con que se tienen. Veámoslo en Job y oigámoslo de su sesiones, la casa, los' hijos. Estos le quitó el viento
boca. tempestuoso; el fuego, las ovejas; los ladrones, los
Luego que oyó la tragedia universal de todas sus bueyes y los camellos. A todos los reconoce por co
cosas y familia, en que fueron interlocutores ladrones, bradores de Dios, pues sin hacer mención dellos, dice
el fuego del cielo y huracanes, se levantó y corlándose que Dios se lo quitó. La comisión de su divina Pro
e! cabello, se arrojó en la tierra y adoró á Dios, habien videncia reverenció igualmente en los ladrones que
do rasgado sus vestiduras. De cuanto tenia, sola su per en el fuego del cielo. No repara en quién son los ejecu
sona había quedado en pié, y él la derriba. No le que tores, sino de quién lo son.
daba otro ornamento sino el cabello, y él so le corta ; ni Prosigue en la versión de Los Setenta, que no está en
otro abrigo sino el vestido, y él se le rasga para adorar el texto hebreo, ni la leen san Jerónimo, Pagnino ni
á Dios y darle gracias, no por ceremonia de sentimien el Parafrasees : «Como Dios quiso, así se ejecutó.» Es
to. Si tuvo alguno, fué de que Dios le hubiese quitado te parece consuelo que se da de que Dios, como él dice,
lo que él quisiera haberle ofrecido. Por eso le da lo que se lo hubiese quitado lodo, cuando él se lo quisiera ha
le queda cuando- le quitó lo que tenia. Quisiera que ber ofrecido. Esto es mostrarse temeroso de Dios; pues
lo hubiera recibido y no cobrádolo: ¡tanto amaba á Dios contra el rendimiento de su deseo se conforma con su
y tan poco á sus bienes ! Aquella que llama Séneca en el voluntad en haberle quitado los bienes con que, á sa
libro De Providentia : «voz animosa de Demetrio,» —el ber que los quería , le rogara.
título del i ibro la acusa errata, y d ice q ue fué de Job. Estas Descansa de todo con decir: « Sea el nombre del Se-
son las razones, que en una gran aflicción suyarefiereque ñor bendito.» Esto es apartarse de mal. El mal á que
dijo : aDeus imnwrtalis, de te quaeri possum, quód non el demonio queria llegarle y que se llegase , era á que
ante voluntatem tuam notam fecisti. Prior enim ad ca- no bendijese á Dios; y lo que aseguraba que haría con
lamitalem venissem, ad quam nunc vocalus adsum.v la licencia, que pidió para perseguirle, y con la per
Vis bona sumere? same, omniaá teaccepi. Visaliquam secución, fué que no había de bendecir á Dios; por
pnrtem corporisP sume. Non magnam rem promitto, que si le alababa, era por la prosperidad que le habia
citó tolum relinquam. Vis spiritum? Quid ni? milla m concedido ; y que. si se la borrase , veria cómo le ala
moram faciam, quominús recipias, quod dedisti; ávo- baba. Y al fin en total miseria alaba á Dios , y ben
lentcferes, quicquid pelieris. Quid ergó est? maluissem dice como merece su bondad ; no como solicitó su
offerre quám tradere. Quid opus fuit auferre? accipe- malicia.
rc poluisli; sed ne nunc quidem aufers : quia nihil eri- Ya verifiqué que Job fué simple y recto y temeroso
pitur, niti relinenti. Nihil cogor, nihil patior invilus : de Dios y que se apartaba de mal, en todo lo que no
nec servio tibi,scdassentio; eó quidem magis, quód hizo. Ahora se verifica que lo fué en todo lo que hizo
scio omnia certa, et in aeternum dicta lege dccurrcrc. y dijo.
Si scissem, ante cesissem (o). Esto modo de orar de Jolt perifraseo con otras pa
(«) Qocveoo varia completamente la lección, y ademas en labras del mismo Tertuliano (en el libro De Fuga in
Séneca se endereía toda i los diosa, inmortales. perscculione) : Dominuscsl, potcns esl : omnia illius
JOB. 223
sunt: ubi fuero, in manu ejus sum : facial quoá vult, es grande. No hay dia que sus hijos, ó ya los llamen án
non discedo : el si perire me volet , ipse me perdat, geles, no estén delante del ; ni Satanás puede escon
dúmme ego servo illi. Malo invidiamei faceré per derse de su presencia y juicio. Job no había cometido
voluntatem ipsius pereundo, quám bilem, per meam pecado en nada; así lo dice el texto. ¿De qué delitos
evadendo. ( Curemos una palabra con una lelra. Conó pues y de quiénes seria esta remisión? Pocos dias ama
cese yerro, en aquellas palabras : Malo invidiam ci fa necen que la inmensa piedad de Dios no loshaga de gran
ceré, que refiriéndose á Dios, se acusan de adulteradas. juicio y de remisión de pecados. Si esto no fuera, no
Yo leo : Malo invidiam mei faceré, repetida sola la m tuviera el sol para quién amanecer. Juntemos a esto
en que acaba el nombre invidiam, que engañado de la que, por la grande victoria que la paciencia de Job habia
final antecedente, hurtó ó la velocidad del amanuense tenido de Satanás,—para desempeño de loque Dios por
úla del impresor.^ su mayor gloria habia dejado en la fineza de su constan
Corona esta victoria el texto con tales razones : « En cia, era dia de hacer mercedes. Por esto en el dia pri
todo esto no pecó Job con sus labios , ni contra Dios di mero en que se determinó el contraste, solo le llama:
jo cosa descaminada. » «Dia de concilio grande ;» y en este, en que ya esclare
Las palabras que habló Job fueron solamente las re cidamente triunfaba Dios en su siervo Job, dice el Pa
feridas; y fueron tan reverentes y santas, que parece rafrastes que fué « dia de grande juicio, y de remisión
no necesitaban desta declaración de la narración. Y délos delitos».
yo las entiendo por encarecimiento de su paciencia y Cuan grave era el negocio que disponía Dios, se re
humildad como si dijera : En tan gran turbión de per conoce en estos dos consejos grandes, convocados en
secuciones, y en tropel tan injurioso de calamidades, orden á él. Tratábase de canonizar la justicia y verdad
aun con mover ó torcer los labios por el albedrío de la de la razón de estado (llamóla asi) de la divina Providen
naturaleza no se desmandó (ni en delgado semblante ni cia. Sabia Dios cuántos la dudarían , cuántos la habían
en suspiro) su constancia; ni permitió voz alguna á su de negar, y que esta incredulidad habia al amanecer el
inocencia, enmudeciendo basta los acentos con que mundo madrugado enCain, introducido la muerte vio
socorre al espanto la fragilidad humana, que no signi lenta en Abel , y que habia sido el primer estipendio que
ficando nada, son lenguas del susto. el pecado del padre primero cobró de su primogénito.
Esta opinión refiere de otros el Parafrastes hieroso-
TEXTO. limitano, como la refiere Fagio en defensa de la Vulga-
la : Alii sentiunt eum amicé, ac fraterné loculum fuisse
«Sucedió pues que en cierto día , en que vinieron Abeli, dissimulando odium, <¡uo facilius ipsum in rus
los hijos de Dios á estar en su presencia , y Satanás en pertraheret, atque ita incaulum ibi opprimerel: et
tre ellos, dijo Dios á Satanás: ¿De dónde vienes? El díxi'í Cain ad Abel fratrem suum: Veni, et egredia-
cnal respondiendo dijo : Cerqué la tierra y peregrinóla. mur in agrum. Et accidit, cum egressi cssent ambo
Y dijo Diosa Satanás: ¿Acaso consideraste á mi siervo in agrum, respondit Cain: iYon csljudicium, nec Ju-
Job, que no tiene semejante en la tierra, hombre simple dex, nec saeculum aliud, nec merecs bona projustis,
y recto, y que teme á Dios y se aparta de mal, y que nec poena pro impiis, nec Dei misericordia crcatus
todara defiende su inocencia? Tú me excitaste contra esl mundus, eó quód suscepta est oblalio tua cum be
él para que en balde le afligiese. A quien respondió Sa neplácito , mea vero non est suscepta cum beneplácito.
tanás diciendo : La piel por la piel, y todo cuanto tiene Respondit Abel, el dixit ad Cain : Est judicium , est
el hombre, dará por su vida; y si quieres verlo, alarga Judcx, estque saeculum aliud, merces ilem bona pro
tu mano, y toca su carne y sus huesos, y entonces ve justis, et poena pro impiis ; y por no ser prolijo en
rás que te bendice en tu cara. Dijo pues Dios á Satanás: referir, prosigue Abel desmintiendo en favor de la pro
Yesque le dejo en tu mano; empero guarda su vida. videncia de Dios á Caín proposición por proposición.
Habiendo pues Satanás salido de la presencia de Dios, lie citado estas palabras del Parafrastes, porque se vea
hirió á Job con Haga pestilentísima desde la planta del defienden la Vulgata aun los mayores enemigos (a) ;
pié hasta la cumbre de la cabeza. El cual con una teja pues del se colige do dónde la Vulgata y Los Setenta
se nía los gusanos, sentado en un muladar. Dijole su tomaron ocasión de escribir en su versión aquellas pa
mujer: ¿Aun permaneces en tu simplicidad? Bendice labras : Egrediamur foras, que no se leen en el hebreo,
á Dios y muérete. El cual la dijo : Como una de las mu y por eso no las vuelve Paguino. No sin mucha causa
jeres necias hablaste. Si recibimos los bienes de la
roano de Dios, los males ¿por qué no los recibiremos? (a) Pablo Fagio, teólogo protestante, nació en Saverne , aldea
Eü todo esto no pecó Job con sus labios ». del Palalinado, afio 1S01. Su apellido era Búcher ; pero según la
costumbre de su siglo le latinizó: ác fagus(e\ haya), Fagiiu. En
CONSIDERACIÓN. Slrasburgo aprendió el hebreo con el famoso Wolfango Capitón,
cuya cátedra \ino i obtener después ; y logrando renombre de en
El Parafrastes caldeo dilata este principio : Et fuü tendido sacó ;i luz diferentes obras. Pasó á Inglaterra anheloso de
diesjudiciimagni, dies remissionis delictorum, et ve- sostener la Reforma, pero al llegar á Cambridg murió en 12 de
noviembre de 1549. Ocho años después fué desenterrado su cuer
nerunt catervae Angelorum, ut starent injudicio co- po y quemado públicamente por orden de la reina María; bien
ram Domino : et venit etiam Sathanas in medio eorum, que luego Isabel cuidó de rehabilitar su memoria. Los libros a
ut slaret injudicio coram Domino. que nuestro Quevf.do se reitere son :
Expositio ¡iteralis ínquatuor priora rápita Orárseos, ni arces-
La brevedad del texto en la lelra se explaya en el sit tezttis hebraici, etparaphraseos chaldaichae rollatio. Isny, 15-41.
sentido por la paráfrasi. En él solo se lee: «Que en Brrres aunotalionrs in Targtrn, seu paraphrasis chaldaicka On-
cierto dia;» y aquí le llama «dia de grande juicio, dia kcli in Prnlalrurnum. Alli también, 1546.
Y la Versión ¡atina de rste mismo Tíir¡um, sacada i lili ea
de remisión de los delitos. » Siempre el juicio de Dios Slrasbuifc'O el propio ajjo, cu folio.
Q-u. 13
226 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
juzgo que la Vulgata y Los Setenta añadieron del Pa mayor premio de padecer por Dios, que ver lo que
rafrastes hierosolimitano aquellas palabras. Y me pare Dios blasona y estima el valor de los suyos? Defender
ce que el coloquio que introduce acerca de los dos her Jub que amaba á Dios por sí, y no por ninguna de tan-
manos, le colige literalmente de las palabras que dijo las felicidades como tenia, fué antes del Decálogo de
Diosa Caín, como previniéndole con su presciencia el fender el primer precepto: «Amar á Dios sobre todas
coloquio y proposiciones que habían de ocasionarle la las cosas.» Job lo hizo antes que fuese precepto ex
muerte de su hermano {Génesis, i, v. 7) : Nonnc si preso, para ejemplo de cómo se había de obedecer
bené egeris, recipies : sin autem malé, statim in fori- cuando lo fuese. El no aguardó á que se lo mandasen,
bus peccatum aderit? Estas dos fueron las primeras y el mandato aguardó á que él le fuese precursor.
dos proposiciones en que el Parafrastes introduce á Replicó Satanás : «La piel por la piel ; y todo cuanto
Cain blasfemo, negando la divina Justicia y Providen tiene el hombre dará por su vida. Y si quieres verlo,
cia, el premio á los justos y el castigo á los malos. Yo alarga tu mano y toca su carne y sus huesos, y entonces
no doy más autoridad á aquel Rabí de la que le dan verás que te bendice en tu cara.» Mientras el hombre
los Padres; y entre los targumes prefiero á Oukelos por tiene qué perder, tiene Satanás qué porfiar. La calum
más bien reportado que Jonathán y Joseph Ceco ; y dar nia, aunque quite mucho, en poco que quede tieue
algún fundamento bastante, no es autorizar al Rabí, ocupación y oficio. La persecución, aun en el que aca
sino servir á la versión Vulgata y á Los Setenta en lo ba está quejosa, porque no pudo aniquilarle. No la tiene
que no le juzgaron indigno de séquito (a). contenta el que ya no es á fuerza de su rigor; solo por
Restituyéndome al discurso de donde me apartó que fué no la harta de venganza lo presente , porque
larga digresión, digo que, por ser el negar ó dudar no pudo ser peste en lo pasado, y no puede ser veneno
la divina Providencia pecado que nació con el peca en lo porvenir. No le ha quedado á Job sino su perso
do, y que habia de perseverar con la vida del mun na, la salud y la vida, sin tener con quién vivir ni con
do, escándalo universal de las gentes; cuando se trata qué ni para quién; y le envidia Satanás aun esta mi
de mostrar en Job, y de demostrar su verdad, se seria, á que solamente la muerte podía ser descanso.
junta la corte de los hijos de Dios en consejo pleno: No se envidian solos en otros muchos bienes, sino
el infierno en Satanás, los elementos en las persecu muchos más males. Tanto siente el envidioso poco mal
ciones, la mujer y los reyes en los amigos; para que en el que aborrece, como mucho bien en el que com
en tan copioso teatro nadie ni nada pueda ignorar la pite; último ingenio de la malicia del demonio con
victoria. Preguntó Dios & Satanás lo mismo que el largo séquito en los hombres. Dijo pues Dios á Sata
primer dia, y respondió lo mismo. Prosiguió Dios en nás : «Ves que le dejo en tu mano, empero guarda su
todo repitiendo las mismas palabras basta las pos vida.»
treros de su alabanza, en que dice que se aparta de Estos concilios grandes, donde la majestad de Dios
mal; y de nuevo añade: «Y que todavía defiende su preside á sus espíritus y corte celestial, solamente los
inocencia. Tú me excitaste contra él para que en he leído en este libro (donde se trata de cosas tan gra
balde le afligiese.» Esto ya es blasonar de la victo ves en la persona de Job , rey el más poderoso de los
ria de su siervo y del vencimiento de Satanás. ¿Qué orientales, cuya virtud ó verdad permite Dios seaexa-
minada con inmensas calamidades) y en el libromde
(a) Onkthí, rabino afamado, prosélito solo (según el Talmud», Los Reyes, capítulo 22, v. i 9, en que para castigar al rey
como harto lo demuestra su nombre , se Ignora cuando vivid, Re- de Israel , que despreciaba la verdad y solicitaba la
pútanle escritores judíos y cristianos discípulo de Gamaliel y
condiscípulo de san Pablo; hay qui»n le confunde, sin lino, con
mentira , se convocó otro concilio tan copioso como
Aquil», autor de una versión griega del Antiguo Testamento', he estos, y con la misma solemnidad. Dice Miquéas, pro-
cha en tiempos de Hadriano ; y no falta alguno que fuera de todo futa de Dios, al rey de Israel : Vidi Dominum seden-
razonable discurso retrase la existencia del Rabí hasta el siglo tem super solium suum, et omnem exercitum coeli
tercero. Lo más cierto es que si no fué contemporáneo de Nuestro
Señor Jesucristo, vino muy poco después á la vida. Generalmente
assistenlem ei á dexlris, et á sinistris : et ait Domi
se le atribuye el tárgura ú paráfrasis caldaica del Pentateuco, re nas : Quis decipiet Achab Regem Israel, utascendat,
putándola formada de las explicaciones orales de su maestro Ga et cadat in Ramolh Galaad? Et dixit unus verbo Ati-
maliel, y de los comentarios de Hillel y Schammai. Esta obra y la
de Jonathán son de alguna importancia para la inteligencia de los
juscemodi, et alius aliter. Egressus est autem spiritut,
libros sagrados, y donde los católicos hallan no pocas armas pa et stetit coram Domino , et ait : Ego decipiam illwn.
ra desconcertar á los incrédulos judíos. En lodas las poliglotas va Cui locutus est Dominus : In quo? Et Ule ait: Egtf-
incluso el Tárgum, repugnándolo algunos doctos que se duelen diar, et ero spirilus mendax in ore omnium propia
de ver entre la sacrosanta verdad de la Escritura los sueños y su
persticiones de los antiguos rabies. El Tárgum se imprimid por tarum ejus. Et dixit Dominus : Decipies, et praew-
vez primera en Bolonia, año de 1482 ; tradüjole al latin Allonso de lebis : egredere, et fac Ha.
Zamora para la Biblia complutense; y también Fagio, como se ba No fué para menos útil enseñanza este concilio que
dicho ya.
los dos de Job. Advierte á los reyes que entre todos
Jonathán Ben Dzlel, en las plumas de los talmudistas sube á la
edad de los profetas Aggeo, Zacarías y «'alaquias, haciéndole los espíritus solo el que es espíritu de mentira en la
discípulo de Hillel. La crítica moderna prueba que es muy poste boca de sus consejeros, esquíen los engaña y lle
rior á la ruina de Jerusalen y dispersión total del pueblo judio. va á la muerte. Temerosísimas son las palabras de
Tiénesele por autor del tárgum, versión ó paráfrasis caldaica su
mamente dilatada y libre, de lo que dejó por glosar Onkelos; esto
la pregunta de Dios : Quis decipiet Achab Rege"
es, del libro de Josué , de los Jueces, de Samuel, de los Reyes, Israel, ut ascendat, el cadat? «¿Quién engañará a
de Isaías, Jeremías y los doce profetas menores. Este Tárgum Acáb , rey de Israel , para que suba y caiga ? » El
sirve de complemento del otro , y ambos son reverenciados como engaño está en subir, y el castigo en caer. En este
los más antiguos y auténticos entre los judíos. La primera edi
ción del de Jonathás es de 1402; pero juutauieulc COU el de Un mundo no se sube para eslar : pocos bajan, muchos
idos se publicó después en Ventcia. ruedan ; menos descienden que se despeñan. Quien
JOB. 227
sube muy alto; no crece su dicha, sino su despeña que mostró que le era grato" y que le recibía con en
dero. El espíritu que persuade la subida, previene el viar fuego del cielo que le consumió; y que sinaguar-
precipicio. ¿Con quién no lo liará, si al Hijo de Dios dar á que él le ofreciese todas las suyas, envió el fue
le subió al pináculo para decirle que se arrojase del? go que se las consumiese. En este puesto y ansia
Muchos misterios cierra en cada palabra el tratado colijo que le cogió la enfermedad que le llagó y hizo
desta junta, que no caben en esta consideración. Séa- pasto de gusanos su cuerpo ; pues luego se sentó en
nos propria doctrina, que para ejercitar la paciencia de medio de la ceniza, que solo en este lugar la habia.
un rey santo, y para castigar la impiedad de un mal Si no va descaminado este pensar mió, no va por
rey, como cosa tan importante, convoca Dios estos con mal camino. Ir sin compañía no esculpa, sinosoledad.
cilios grandes. Yo ine fundo en el suceso y en el texto hebreo, que.
Dale Dios licencia á Satanás para que toque y com dicen «ceniza». No faltará contradicion que la quite
bata la persona de Job ; cosa que le habia exceptado en de Job y me la ponga á mí ; que yo, si de tanta virtud
la primera persecución. No quiere, á costa de su siervo fuere capaz , en Job me prevengo de paciencia. Tertu
y para su gloria y mérito, que le quede réplica á la ca liano dijo algunas cosas dignas de Job, que se coligen
lumnia. Pártese el demonio de la presencia de Dios del texto y no se leen en él , como lo mostraré ade
en el concilio, y caudaloso de enfermedades y corrup lante.
ción, le puebla de llagas y úlceras el cuerpo desde la Con mucha propriedad al montón de ceniza llamaron
planta del pié hasta la cumbre de la cabeza. El se raia san Jerónimo y Los Setenta «esterquilinio», estercolero
con una teja los gusanos, sentado en un muladar. Dí ú muladar, nombre que se daá la inmundicia y ba
ganos desde su libro De Patientia Tertuliano, pues le sura junta de Job. En este estercolero parece que se
estudió en este, qué hacia Dios con este espectácu acordó David cuando dijo : De stercore erigens pau-
lo. El lo enseña cuando lo pregunta: (I) «¿Cuál otro perem ; pues ninguno más pobre , ni otro estuvo en
artífice, sino Dios, fabricara de llagas y úlceras y de el estiércol, á quien Dios, levantándole del, exaltase
un esqueleto un carro triunfal? ¿Quién sino él, habi tanto. Son infinitos los lugares que del libro de Job
litando la podre y los gusanos para matiz y joyas, bor coronó David en sus salmos, haciendo que los la
dara con ellos la bandera de su victoria?» Abraham mentos fuesen canciones en su arpa.
en Lázaro trató las llagas con respeto de joyas, guar Raíase con una teja los gusanos, no con las manos su
dándolas en su seno. Llagas merecidas por Dios son yas, porque deltas llovieran más que quitara. Viole en
dignidades, son gala. Resucitóla humanidad de Cris esta calamidad su mujer, pues no le habia dejado, vién
to enjoyada con ellas ; dióselas Cristo en su cuerpo á dole sin ninguna hacienda ni hijos, en sucesos tan
san Francisco por soberano blasón : vivo era retrato de formidables: buena era y leal. El decirle : «¿Aun
Cristo, y para más gloria resucitado. Dióle sus llagas permaneces en tu simplicidad? Bendice á Dios y mue
por armas al rey don Alfonso Enriquez , primero rey re;» fué dictado de la fragilidad del sexo. Si no ha ha
de Portugal. bido otro hombre que haya tenido tanta paciencia como
El primero y más antiguo solar de las llagas es Job ; Job, es de admiración que no la igualase su mujer,
el mas ilustre, Cristo, en quien pasaron de nobles á que con él hasta este trance habia padecido las mis
endiosadas. Donde san Jerónimo lee que estaba sen- mas pérdidas y persecuciones; y que antes parece que
lado en un muladar, Pagnino y el Parafrastes leen : mostró grande amor en consolarse con su persona,
«Sentado en medio de la ceniza;» porque la palabra cuando todo la faltaba; pues que flaqueó cuando vio
del texto hebreo i£N quiere decir «ceniza». No puedo que su persona padecía, no solo la muerte, sino vivo
negar una advertencia á esta rigurosa significación. la corrupción y gusanos de los muertos. Job, consi
Persuádome que esta segunda persecución no fué derando que siendo criatura más flaca que él , ha
el raesrao dia que la primera ; y que antes (pues esta bia perdido lo mismo y padecido tanto, no la dice
empieza: «Sucedió pues que cierto dia etc.») se co que habla como una de las malas mujeres y deslea
lige claramente distancia del uno al otro. En esta pues, les, sino como una de las necias; y por eso la ense
nosin propósito, colijo que Job acudió como padre á ña diciendo : «Si los bienes los recibimos de la mano
descubrir sus hijos muertos y á darles sepultura, y á de Dios, ¿por qué no recibiremos los males?» No niego
sus criados, pastores, gañanes y mayorales, que fueron que la mujer no le fué también persecución con la iro
degollados. No respiraba en esto Job , ni estaba sin nía que le dijo : «Bendice á Dios y muere.» Todo lo
ejercicio su paciencia, antes padecía más doloroso exa que pudo perseguir á Job, le persiguió : la mayor
men, cuanto es más congojosa y ultimada pena ver to- malicia, en Satanás ; la más doméstica ignorancia, en su
doi sus hijos en diferentes formas despedazados, y mujer (gravamen es sobre propria necia); la amistad
muertos (digámoslo asi) hasta los mismos cadáveres, más enemiga y el consuelo más pesado, en los tres
ya borradas las señas de cuerpos en troncos, queoir amigos que le vinieron á ver; en Eliú le arguye la
decir que murieron. Andaba el santo Job las estaciones ciencia humana más presumida ; y finalmente en Dios,
de su martirio hartándose de tormentos. Llegó al lu la suma sabiduría eterna. Ni pudo padecer más, ni
gar de las ovejas, adonde cayó fuego del cielo y hizo otro padeció tanto.
ceniza, con los pastores, todos sus rebaños. Ejercitaba Si Job dijera á su mujer : «De Dios se han de reci
la paciencia, considerando que Abel fué pastor de bir los bienes y los males, » no hacia tanto efecto co
ovejas, y que de las mejores ofreció sacrificio úDios, mo preguntar: «Si los bienes se reciben, ¿por qué
los males no se recibirán?» Supone no hay quien pueda
(i) Qoale ¡n ¡lio viro feretrum Dous de alabólo exstruiil ? Quale responder; porque lo primero, es de advertir que
lenllum de iuimieo gloriae suaeeitulit, ciim ¡11c homo ad omuciii
aceffcum miaban), niuü » ore promereí, nUi Dco graiias ?
ninguna cosa que da Dios es mala, y que aquí llama
228 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
males, no los que lo son sino los que los hombres lacio á que por ver su grandeza se peregrina), de sesen
disfuman con ese nombre. Llamamos bienes rique ta y un años de edad, crecidos de prisiones de doce
zas, posesiones, estado, familia, palacios, sucesión y años, de nueve de navegación y caminos, ya huésped
salud; males, el carecer de todo esto. A Job le quitó molesto al cuerpo, con once heridas, y las dosabiertas,—
todos aquellos bienes para darle pobreza, soledad, des que me prendiesen dos alcaldes de corte, con más de
precio y enfermedades asquerosas. Que estos son bie veinte ministros; y sin dejarme cosa alguna, y tomán
nes, dándolos Dios, los sucesos cada dia lo enseñan. dome las llaves de todo, sin una camisa ni capa ni cria
Quitóle el demonio aquella riqueza y salud, no porque do, en ayunas á las diez y media de la noche, el
la tenia, sino porque usaba bien dolía; dióle Dios po dia 7 de diciembre, y en un coche con uno de los al
breza, llagas y gusanos, porque usase dellos mejor. caldes y dos alguaciles de corte y cuatro guardas, me
Quiere el hombre tomar d£ Dios, no que él le dé ; que trujesen con apariencia más de ajusticiado quede pre
sea depósito de donde saque, no manantial de donde so, en el rigor del Invierno, sin saber á qué ni por qué
reciba : no quiere pedir, sino hurtar. Semblantes tiene ni adonde, caminando cincuenta y cinco leguas, al
esto de ladronicio. ¡Oh blasfema osadía del hombre, convento real de San Marcos, en León, de la orden
querer tomar de Dios por su antojo, y no recibir del de Santiago ; donde llegué desnudo y sin un cuar
por su providencia ! ¡ Desdichado de aquel á quien to, y donde estuve seis meses solo en un aposento y
permite Dios esto! ¡Cuántos ha castigado solo con el cerrado por defuera con llave ; y adonde sin salir del
concederles lo que desean! ¡A cuántos ha premiado convento he estado dos años, que voy prosiguientlodes-
negándoles lo que pretenden! ¡Cuánto mejor les hu de 7 de diciembre de 39 hasta hoy 20 de octubre de 41,
biera sido á muchos, si les sucediera lo que temian con que son catorce los quecuento de cárceles rigurosas;
que lo que codiciaban! En lo que Dios quita, enmien sin hacienda, por los gastos tan grandes, como minease
da lo que el hombre erró en alcanzarlo, lo que pecó hicieron en prisión de caballero particular; sin corres
en poseerlo. ¡ A cuántos de muchas fuerzas vieron, pondencia humana; muertos en este tiempo los criados
fiados en ellos, morir rabiosos miserablemente los dé que me servían; molestado con nuevas de que me habían
biles y los flacos! ¡A cuántos, preciados de la agilidad cortado la cabeza; disfamadode las causas quedabaná
propria, vieron precipitados y muertos los impedidos! mi trabajo los noveleros, y del crédito que las daban
¡Cuántos cobardes llevaron hechos pedazos al sepul mis enemigos? Nunca pusiera yo nombre de mcrce.iá
cro á los valientes! ¡Cuántos hambrientos bostezando alguna destas cosas; siempre huyera pálido de la me
■vieron boquear de apoplejía á los poderosos! ¿Qué
nor; siempre consideradas juntas me fueran pasmo, j
despreciado no fué testigo de las afrentas del opulen levemente referidas las padeciera asombro. Puesyotes-
to? ¿Quién tiene hacienda, que no pueda perder dig tifico en la presencia de Dios trino y uno á todos los
nidad ú puesto? ¿Quién tiene tanto dinero, que no tema que esta confesión mia leyeren, que en ninguna otra
más ladrones, que no cuente más cuidados? ¿Quién cosa en este mundo en mi favor se ha mostrado tan li
los adquiere, que no los quite á otros? ¿Quién los beral su mano omnipotente. Acordóse de mí cuando
bereda sin la amenaza que han de heredarle? ¿Quién menos lo merecía, para que me acordase del cuando
los hurta, que los logre? Nadie tiene hijos sin inquie lo habia menester más. Permitió que me dejasen to
tud: algunos temen los que desearon, otros los pade dos, porque de necesidad; cuando no de virtud, me
cen, muchos los lloran. ¡ A cuántos padres han sido volviese á él. No quiso que en abundancia de pecados,
enfermedad! ¡A cuántos afrenta! ¡A cuántos condena atesorando condenación, llegase al postrero dia. Quiso
ción! La salud ¿en qué otra cosa se ostenta sino en (él sea bendito) cobrar mi penitencia en la moneda de
desórdenes de la gula, en excesos de los pecados? ¿No los bienes de la tierra, que antesembaraza que enrique
son los adulterios y los incestos y los raptos y los estu ce. Mi remedio estuvo en que me quitó lo que yo de
pros, las aprobaciones de la hermosura y de la gala? biera haber dejado, y me dio la medicina deque huía.
Todo esto es lo que se desea, y solo esto lo queque Hízome discípulo de los trabajos. ¿Cuál houra mayor
ren los más de los hombres que los dé Dios. Esto le que aprender del maestro que lo fué de Cristo en la
piden. ¡O cuan á propósito habla con estos desde la sciencia experimental? San Pablo lo dijo: Christuscum
gentilidad con magníficas palabras el poeta severo! esset Filius Dei, didicit ex iis quae passus est. Lo más
Evertére domos totas optantilus ¡píis
y primero que me enseñaron fué á desaprender el mil
Di¡ fáciles (1). que sabia. Diéronme á conocer los que me engañaban
el conocimiento. Hicieron que me dejasen ingrata
«Los dioses, fáciles en conceder los ruegos, destru los que no me dejaban molestos. luciéronme fácil el
yeron muchas casas, deseándolo sus dueños.» Cabe en amar á los enemigos, que no me quieren dejar, dán
aquellos versos esta perifrasi ; lo que admira es, que dome á conocer los amigos que me han dejado. Librar
en pluma idólatra cupiese aquella sentencia. con prisiones, descansar con tormentos , regalar con
Según esto, mejor es ser desdichado con mi gemido, castigos, enriquecer con pérdidas, sanar con enfer
que dichoso con el ajeno. Quiero hablar de mí mismo: medades, — solo Dios lo hace, en oposición de las tro
deberé á mi pluma lo que quien leyere deberá ámi pelías del mundo, que con la libertad encarcela, con
ejemplo. ¿ Supiera yo pedir á Dios, ó supiera alguna los descansos aflige, castiga con los regalos, empobre
elocuencia persuadirme ú que le pidiera por merced, ce con los tesoros, y enferma con la salud.
estando huésped de un grande señor, no en compara No es del todo forastero deste Comentario ni deste
ción de otros chicos, sino de otros grandes, y grandes lugar mi suceso, pues le escriboen la prisión, donde es
en letras y virtudes, en las casas del duque de Alba (pa- toy armando de paciencia mi corazón con estudiarla.
{1} Juvenil, sátira i. Sobrarán censores que digan leí libro que no entendía;
JOB. 229
resppnderélos que ya fué cansa de la salvación de al cipes disimulan discordias', no las reconcilian; y las
guno leer en libro que no entendía. En el capítulo 8 de asistencias, en vezde obligar, irritan. Gran demostración
los Actos de los Apóstoles se refiere de aquel etíope desta verdad es nuestra España, que de tantos socor
eunuco, gran ministro de la reina de Etiopia, Canda- ros y de tan recíprocos matrimonios ha cobrado y cobra
ce, el cual venia á adosar en Jerusalen. Y dice el texto: inhumanas hostilidades. Gravísimas son las palabras de
El revertebatur sedeña super currum suum, legensque Tucídides, como historiador, principe y soldado, que to
Isáiam Prophetam. Dixit autem Spiritus Phílippo : móla pluma para escribircon la mano que lo supo obrar
Accede, etadjunge te ad currum istum. Accurrens au y disponer. En el libro ív, en boca de Hermócrates si-
tem Philippus, audivit eum legentem Isaiam Prophe racusano, hijo de Hermon , dice: Humaninamque in-
tam, et dixit : Putasne inlelligis quae legis? Qui aü: genii natura compertum est, ut submittenti se praesit,
El quomodo possum, si non aliquis ostenderit mihi? caveat ab invadente. Quae quisquís nostrum cognoscü,
Oyó á Filipo en razón de lo que leia ; pidió el bautismo, nisi probé prospiciat, atque hoc antiquissimum judicet
y fué bautizado. Empero la ocasión fué leer en libro que communem metum esse communcm omnium salutem ,
no entendía, y lo confesó él ; que siendo el libro fallitur.
bueno, de siervo de Dios ú de sus profetas, al que le De donde se colige que sola la igualdad del temor
lee, aunque no le entienda, ó le negocia maestro del Es efectúa y asegura las paces entre los principes : aforis
píritu Santo ó le es él mismo maestro; porque lo que mo es del mismo autor en otra parte. Va la diferencia
no se alcanza leyendo una vez, se alcanza otra, ó lo de coger sentencias de Tucídides á de Tácito y otros,
descifra la meditación asistente. que va del que coge fruta al que coge flores; este va
Da fin el texto referido con las proprias palabras que más galán y menos embarazado ; aquel con más peso y
el pasado, diciendo: «Y en todo esto no pecó Job con más rico. Aquella gala afectada en el decir entretiene;
sus labios.» esta sustancia mantiene sólida. ¿Cómo pues nos pro
TEXTO. meteremos segura y útil amistad de tres reyes vecinos
de otro, que yace en miseria; y cuando ellos están en
«Oyendo pnes tres amigos de Job todo el mal qne le su poder florecientes, le ven con lo que de su cuerpo ha
babia sobrevenido, vino cada uno de su corte : Elifaz sobrado á las llagas hacer el gasto á los gusanos, y
temanítes y Baldad subítes y Sofar naamatites. Habían sentado sobre el cadáver de todo su reino en un mon
concertado que, viniendo juntos, le visitasen conso tón de ceniza?
lándole. Empero como levantasen sus ojos desde lejos, Dice el texto que vinieron porque habían oído todo el
no le conocieron; y gimiendo lloraron, y rompiendo mal que le sucedió. Sospecho que Satanás llevó ú der
sos vestiduras, cubrieron de polvo sus cabezas, mi ramó estas nuevas. Decir todo lo malo, suyo es y de los
rando al cielo. Y sentáronse con él en la tierra sietedias suyos. Ninguna otra cosa molesta tanto la noticia y la
con sus noches ; y ninguno le habló palabra : vian que atención como lenguas y plumas que lo bueno lo hacen
cu dolor era vehemente.» malo, y lo malo peor ; que dicen todo lo malo, y callan
todo lo bueno. Esto parece le sucedió á Job, pues su
CONSIDERACIÓN.
pieron todo el mal que le habia sucedido; y no se hace
Usando Satanás de su comisión, que era como dejase mención de lo bien que logró sus pérdidas, que es señal
á Job con la vida, que de todo lo que tenia hiciese lo que que se lo calló la gaceta del infierno. Y parece indubita
quisiese ; y habiendo visto que no le había contrastado ble, pues si supieran la humildad, la resignación con
la pérdida de todos sus bienes y sus hijos, y menos la de que á todas sus pérdidas habia respondido bendiciendo
toda la salud de su cuerpo ; y que la propria mujer, con á Dios y dándole gracias por todo, nopodianargüirle de
que habia contrastado en Adán su inocencia y todo el presumido contra Dios y de ingrato, como lo hicieron
género humano, en Job no le habia sido de algún efecto; después. Las relaciones de Satanás poco se alargan en
alista contra él tres amigos que tenia. Los Setenta di buenas nuevas; las que no callan, dudan. Para todo lo
cen eran reyes, nombrados con estas palabras: Eliphas malo no hay hombre mudo; para lo bueno pocos con
Taemanorum rex, Baldad Sauchaeorum tyrannus, lengua, y menos que no sean sordos. De concierto vi
Sophar Minaeorum rex. Reyes amigos de otro rey, y nieron juntos á consolarle ; empero como levantasen los
caído, menos instigación les basta que la de Satanás pa ojos de lejos, no le conocieron. ¿Quién conoce al desdi
ra dejarlo de ser, ó para no acertar á serlo ó para ser ene chado? ¿Quién mira de cerca al afligido? ¿Qué señas
migos. Que Job fué rey, muchos lo dicen ; y el doctísi no borra la desventura? El miserable no solo es otro,
mo y eruditísimo padreSaliano lo prueba de las palabras sino ninguno. ¡Severa lección para los reyes, que pue
del mismo Job, en su primer tomo. La amistad délos den parar en un muladar, que el ceño de la majestad
reyes entre sí es como la de los elementos, que siempre puede desnudarse de púrpura y vestirse de gusanos,
que se abrazan con una calidad, se destruyen y com que unos reyes á otros (amigos y vecinos) so mireu en
baten con otra ; y esto les viene de que ellos son los los trabajos de lejos y no se conozcan!
elementos políticos que presiden á la composición délas Dieron gritos, lloraron, rompieron sus vestidos, cu
repúblicas, que se componen de su paz y se destruyen brieron de polvo sus cabezas. Ver al pobre y dar gritos
con su discordia. Ninguno dellos predomina, que no y no socorro; ver al desnudo, romper el vestido y no
sea enfermedad de los otros. La salud común es su cubrirle con él,—sino es alharaca, es ademán que tieno
igualdad : esta puede ser que la haya ; mas es raro que más de mañoso que de caritativo. Estas demostraciones
alguno se contente con ella. Más sospechoso es el Rey confiesan que le conocieron tan desfigurado, que los
vecino que el apartado ; porque en este lo está el reino , movió á hacerlas alguna lástima. Reparo en que tres re
y en aquel el íiiüno. Casamientos y parentescos de prín- yes que viuieron á verle en un muladar, como otros
230 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tres á Cristo en un pesebre (que hasta con esto en aque bras referidas deste capítulo, & la pérdida de los bue
llas sombras dibujabaestaluz),nopod¡andejardetracr yes y bestias, y á la de las ovejas y camellos, y á la de
gran cantidad de criados y recámara; y no se lee que los hijos las de la indignación ; siendo así el corriente
mandasen que le sacasen de la ceniza, que le curasen y de la letra, que su sentir fué este: «Cuando perdí ga-
le vistiesen, mudándole á lugar decente : estupor fué nadosy familia y hijos y la salurj, disimulé, callé y quié
negociado de las nuevas que los encaminó Satanás. Lo teme con ver era voluntad de Dios.» Todo esto habia
que hicieron fué sentarse con él en la tierra siete días pasado; después vinieron los tres amigos á consolarle;
con sus noches, sin hablarle á él palabra. En esto tan sentáronse con él y estuvieron viendo su calamidad
despiadado fué lo que hicieron como lo que dejaron de sin hablarle siete dias con sus noches. Esto sintió más
hacer. Hizo efecto la mala y defectuosa información que todo ; por eso maldijo el día y la hora en que na
que traían , persuadiéndose era justo castigo de Dios, y ció, y por esto dijo : (2) «Y viene sobre mí la indig
temieron ofenderle con amparar al que él desamparaba nación.»
y consolar al que él afligía. Mucho tuvo de ignorancia Por qué sintió más esta desazonada visita de sus
el error destos tres amigos. No padeció Job persecu amigos y este sospechoso cuanto largo silencio que
ción tan sensible como esta. Silencio de siete días con todo lo que habia padecido, no será pequeño logro
sus noches, ¿qué no otorgó? ¿Qué no dijo? ¿Quénocon- conjeturarlo del texto mismo. Para desenvolver estas
tradijo? Esta fué la primera vez que los ignorantes tinieblas nos encenderá luces la consideración de las
fueron pesados callando. Vinieron por consoladores de palabras que precedieron á estas referidas : «Porque
sus trabajos , y pénense muy de asiento á ser testigos : el temor que temia me sobrevino, y me aconteciólo
sirven de aplauso á los gusanos y á la calamidad de Job;
que recelaba.» En todo este suceso no hallo que Job
que tres reyes sus amigos en tan ultimada pobreza aun
haya temido otra cosa, sino en el capítulo primero : (3)
palabras no quieren gastar con él. ¿Qué le quedó que «No acaso hayan pecado mis hijos y hayan alabado á
esperar? Más sintió verlos escandalizados de sus llagas
Dios en sus corazones.» Cuan descomedido y grave pe
que tenerlas.
cado sea este de pecar y bendecirá Dios en el corazón
Y cuando con esta prueba aguardaba Satanás que ya lo he ponderado, y la solicitud con que Job madru
maldijese á Dios, como él le habia asegurado que lo gaba á ofrecer sacrificio á Dios por sus hijos, temiendo
haría, Job maldijo el dia y la hora en que nació, por hubiesen incurrido en él ó que incurriesen. Pues este
que luego no fué trasladado del vientre á la sepul temor que tuvo, y este recelo que tembló en sus hijos,
tura; execrando por todo el capitulo 3 afectuosísima- es el que en este capítulo dice que le sobrevino y le
mente el haber nacido ó no haber tenido por su cuna
sucedió en sus tres amigos, que es pecar y bendecir á
el túmulo; y acaba, como por causa desta conmoción,
Dios. Que los tres amigos cometieron esto pecado á
diciendo: Quia timor, quern timebam, evenitmihi: et
porfía unos con otros, y porfiadamente contra Job, á
quod verebar accidil. Nonne dissimulavi? nonne silui?
quien leyere este silencio tan demasiado y todas sus
nonne quievi? et venit superme indignatio. El Para
proposiciones se lo confiesan ellos. Pecan repetida y
frastes caldeo se espacia por estas cláusulas (1). En
frecuentemente en llamar áJob temerario, presumido,
castellano las palabras de Job, según la Vulgata, son
soberbio, jactancioso, hablador, injusto, blasfemo y
estas : «Porque el temor que temía llovió sobre mí; y
maestro de perversos dogmas; y cuando le persiguen sin
lo que recelaba y temblaba me sucedió. ¿Por ventura
causa y le acusan sin culpa y auxiliares á Satanás, con
no disimulé? ¿Por ventura no callé? ¿Por ventura no
tradicen las palabras con que Dios le canonizó dos ve
me sosegué? Y viene sobre mí la indignación.»
ces, negando su divina providencia : siempre están ben
Estas palabras, en vez de comentarlas Joseph Ceco,
diciendo á Dios y alabándole, y exaltando sus obras y
tenido por autor dcste tárgum, las confunde sin alguna
disculpa; y en su paráfrasi en muchas partes muestra aclamando su poder, y blasonando que le defienden,
ser poco atento y en otras fabuloso y descaminado. Uno y que hablan por su justicia, y que son abogados de su
y otro probaré refiriendo en nuestra habla sus palabras : omnipotencia y bondad. No es necesario verificarlo
«Porque me sucedió el temor que temía y el espanto con sus palabras, porque en cada argumento y capitu
que recelaba, me aconteció. ¿Por ventura no disimulé? lo no se lee otra cosa, ni ponen acusación que no sea
¿Por ventura no me quieté cuando me dieron la nueva de pecando y bendiciendo á Dios en sus corazones (y díé-
los bueyes y de las bestias ? ¿ Y no dormí cuando me di ronse tanta prisa á incurrir en esta culpa, que Job la
jeron el incendio de las ovejas? ¿Y no me quietó cuando supo de su silencio) : porque callando siete dias con sus
supe la pérdida de los camellos? Y vino la indignación noches, sin consolarle en tan nunca padecida miseria,
porque me dijeron la muerte de los hijos.» ni socorrerle ó curarle, pecaban, mostrándose escanda
Todas las pérdidas oyó Job con igual silencio, quie lizados de las culpas con que había merecido tan in
tud y paciencia; y en reconocimiento de todas hablócon mensos castigos; y en romperse las vestiduras y cu
unas mismas palabras á Dios y le díó gracias por ellas, brirse de tierra las cabezas, y gemir y sentarse juuto á
y en eso estuvo la perfección de su inocencia. Luego él eh la tierra , bendecían á Dios. Por eso Job, que en
Josef el Ciego mostró que lo era en distribuir las pala- todas sus calamidades habia dicho á Dios requiebros,
cuando Satanás esperaba blasfemias y maldiciones,
aquí rompió la voz en gemidos, y maldijo el dia y la
(1) Con estas palabras: «Quia timor quem timebam venit mihl; hora en que nació. Hagamos con estos tres amigos y
ct quod formidabam evenit mihi. Nonne dissimulavi, ct nonne los que se les parecieren lo que aconseja el gran Ter-
quievi, quoniam nuntiatum cst mihi de bobus, et asinis? Et nonne
dormivi, quoniam nuntiatum cst de incendio ovium? et nonne
quievi quamlo nuntiatum est milii de camellis? Et venit iudiguatio (2) Et venit super me indignatio.
quoniam nuntiatum est míai de marte ülioruni.» (3) Ne forte peccaveriut lilu inei, et benedixerint Deo in cordi-
bus suis.
JOB. 231
taliano con la postrera clánsula del libro de Corona Mi- que le asistieron ; esto llamó venir sobre él la indig
litis; pues Job es el soldado que se debe coronar, por nación ; esto sucederle lo que habia temido : por esto
haber legítimamente peleado: (!) «Conozcamos los in con tan elegantes ansias maldice el dia de su nacimien
genios del diablo, que afecta algunas cosas de las di to. ¡En tanto estima que sin culpa suya su calamidad
vinas para confundirnos de la fe de los suyos y juz sea tropezón donde sus amigos despeñen sus lenguas!
garnos.» Los hipérboles y encarecimientos de la verdadera y
Que estos tres amigos procuran confundir á Job, él ferviente caridad son tan animosos, que dan cuidado á
se lo dice en el capítulo 19, v. 3 : (2) «Veis que diez quien no la tiene. Algunos á quien esta virtud, sobre
veces me confundís, y no tenéis vergüenza oprimiéndo todas coronada y coronada de todas, no calienta, han
me.» Que le juzgan y le condenan, no se lee en ellos reparado que en los dos dias de calamidades dice el
otra cosa: en el capítulo 15, versos 4 y S, Elifaz temaní- texto : In ómnibus his non peccavit Job labiis suis.
tes: Quantum in te esl, evacuasli timorem, et tulisti pre Y coligen erradamente que fué prevenir como que
ces eoram Deo. Docuit enim miquilos lúa os tuum, et hasta allí no más no excedió en las palabras; empero
tmitaris linguam blasphemantium. Que afectan, no que aquí se mostraba indignado, y que si no habia per
solo algo sino mucho, y siempre de lo divino, se lee en dido la paciencia, se le habia turbado en estas razo
qne todo lo achacan á Dios y no le dejan de la boca. nes;—sin reparar en que en las demás pérdidas dice el
Elifaz temanítes en la respuesta á este capítulo de Job, texto que no pecó en cosa alguna que dijo; y en esta
cap. 5, v. 8 : Quamobrem ego deprecabor Domi- persecución de sus amigos , como acabo de referir, ol
num , et ad Deum ponam eloquium meum. Luego co mismo Dios á los tres amigos dice que su furor está
nocido está en estos tres amigos el ingenio del diablo, airado con ellos , porque no han hablado rectamente
pues afectan lo divino para confundir y juzgar. En como su siervo Job. En Job y en san Pablo respiró á
ninguna cosa se deben ocupar más los ingenios que boca llena la caridad, rica de sus mayores incendios.
en conocer estos, que en malos amigos andancon bue En Job lo hemos leido en este capítulo; en san Pablo
nos nombres, retrayendo á lo sagrado por delincuente lo oimos donde dijo : (3) «Deseaba ser anatema por mis
lo maligno. El facinoroso y el devoto no salen de la hermanos. » No excede en lo animoso todo el capítulo
iglesia; empero el templo en aquel cubre á quien ase en que Job maldice su dia, á estas dos palabras. ¡Cuán
gura sus maldades; en este al que religioso viene á to sudó en declararlas san Juan Crisóstomo, y en mos
limpiarse dellas. trar que el ceño de su sonido era llamarada de aquel
Sintió tanto Job ver que tomaba ocasión con sus volcan de caridad, á quien sobre la epístola ad Calatas
calamidades y enfermedad estudiada por la envidia de llama Cor mundi ! De estas locuciones tanto como se
Satanás, la ignorancia de sus amigos á tantos errores tiene de caridad, se entiende. (4) San Pablo así lo juz
opuestos á la providencia de Dios (con no ser el escán gó ; fué el Job del Testamento Nuevo : derribóle Dios
dalo activo de su persona, sino pasivo en ellos, por re para levantarle , cególe para que viese, elígele por ar
cibir escándalo de quien les daba ejemplo y ocasiones ma defensiva ( eso es vas electionis) y expresamente
de mérito á su caridad ), que iudamado de la que ardia para que padezca por la gloria-de su nombre : así lo
en sus entrañas, maldijo el día en que nació, aborre dijo Dios á Ananía : Ego enim ostendam illi quanta
ciendo con piadosos hipérboles su vida. Como si hu oporteat eum pro nomine meo pati. Fué el Apóstol
biera oido y incurrido en aquellas palabras de Cristo perseguido de todos los elementos, de propios y de
nuestro señor por san Mateo, capítulo 18 : Qui aulem extraños : él cuenta por blasones cárceles, prisiones,
scandalizaverit unum de pusillis istis, qui in me cre- cadenas, destierros, puñadas, azotes, borrascas, hasta
dunt, expedit ei ut suspendatur mola asinaria in eolio ser otro Jonás, de quien el mar todo fué ballena, te
ejus , et demergatur in profundum maris. Vae mundo niéndole en sus senos; no le faltó el mismo interlo
a scandalis ! Necesse esl enim ut veniant scandala : cutor que á Job, que él dice que el espíritu de Satanás
lerumtamen vae homini illi per quem scandalum ve- le atormentaba : Spiritus Sathanae colaphitans me.
nit,—consideraba que no era uno de los pequeños, sino Pues en hablarle con terremoto y espanto Dios, aun
tres reyes, en los que Satanás hacia suerte sirviéndose parece creció las demostraciones en san Pablo.
de su ignorancia más contra Dios que contra él. No Hasta aquí llega el primero fin : que Dios de sus sier
maldice el día en que nació porque ha perdido hacien
vos es amado por su infinita bondad, no por las barate
da, estado, hijos y salud ; ni tanto porque pierde tres
rías de los que llaman bienes aquellos que tienen su co
amigos, como porque ellos se pierden con ofender á
Dios, y provocar contra sí su ira. El mismo se lo dijo á razón en su tesoro.
Desde aquí empieza el segundo ñn tocante á la di
Elifaz en el capítulo 42 y último : Postquam áutem lo-
cxUus est Dominus verba haec ad Job, dixtí ad Eliphaz vina Providencia. Vieron los tres amigos á Job aun
Themanitem : Irattis est furor meus in te, et in dúos para un muladar huésped asqueroso. Oyeron sus pri
amicos tuos, quoniam non estis local i coram me re- meras palabras en respuesta de su silencio hablador;
clum, sicut servus meus Job. No fué, no, leve su peca loma la mano Elifaz, y dase por entendido de que Job
do, sino tan grave, que no solo dice Dios que habían habia descifrado la iniquidad de su silencio: Si coepe-
provocado su ira, sino que su furor se había airado rimus loqui tibi, forsitan molesté accipies; que fué de
contra ellos. Esto le dijo á Job el silencio injurioso con cir : «Haste enojado de vernos callar, y si hablamos aca
so lo tendrás por pesadumbre.» Acuérdale que enseñó
(1) Agnoscamos ingenia diaboli , id circo qnaedam de dlvinls y fortaleció á muchos y los socorrió consolándolos; y
sficctinUs, nt nos de snoram flde confundantet jodicel.
(2¡ En decies coafandiü» me, et non eriieeseitis oppruneiites tus(3)meis.
Optabam enim ego ipse anathema esse a Christo pro fratri-
(4) San Pablo, Job del Testamento Nuevo, (Al mirgtn.)
232 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
luego envenena estas recordaciones diciendo: Nunc que ningún inocente pereció, y que los buenos nunca
autem venit super le plaga , el defecisti : tetigit te , et fueron borrados, y que los que obran maldad son con-
conturbatus es. Ubi cst timor tuus, fortitudo tua, pa- sumídosde la ira de Dios, y que siembran dolores.y que
tientia lúa, etperfectio viarumtuarwn? Recordare, ob de dolores es su cosecha. Quien acusa, se olvida de
secro te, quis umquam innocens periit? Aut quan- todo lo que no es calumnia. Por esto no se acuerda
do redi deleti sunt? Quinpotiús vidieos, qui operan- Elifaz de Abel, que siendo justo pereció y fué borrado
tur iniquitatem , ct seminant dolo-res, et metunt eos, con su sangre. Confedérase con él en este desacuerdo
fiante Deo perisse, et spiritu irae ejus esse con- Joseph Ceco en su tárgum sobro este lugar, como
sumptos. judío confederado con los que crucificaron á Cristo,
•(I) El hombre en la dicha no se conoce; en la des cuya cruz y pasión Job se anticipó á defender. Tal es
dicha ninguno le conoce. Peor enfermedad es aquella el desvariado discurso deste parafrastes : «Acuérdate
que esta. Disfamada cosa es la calamidad: no hay hom ahora quién es aquel justo como Abraham que luya
bre á quien muchos no se la deseen ; y no son menos perecido , ó adonde los rectos como Isaac y Jacob lian
los que viéndole en ella no se la crezcan: raros son los sido borrados.» Y afectadamente tampoco hace men
benignos al caído. Del que padece nadie da causa tan ción del justo y santo Abel. Los dos contra él sostiln-
fea que no sea creída. Es colérica la envidia, no aguar yen á Cain. Como aquel mató su vida, estos pretenden
da informaciones. La mala intención másquiere suplir con el silencio matar su muerte y enmudecer su san
los testigos que examinarlos. El mal ajeno siempre es gre, cuya voz aun hoy clama. (3) Importóles muclwi
auténtico. Legaliza la malicia cuanto inventa la ven Elífazy al Parafrastes olvidar á Cain y á Abel, porqueta
ganza, cuanto miente el aborrecimiento. Ninguna so dos hermanos desmienten sus dos temerarias proposi
lemnidad faltará á un falso testimonio en los oídos se ciones contra la providencia de Dios. Abel, cuando pre
dientos de calamidades. Si prenden, si destierran á uno, guntan que cuándo algún justo pereció y fué borrado,
y dicen que por ladrón, el más benigno dice: «Siem responde que cuando él fué muerto por su hermano.
pre lo temí;» si por homicida : «Luego lo sospeché;» si Cuando dicen que los malos son destruidos, dice Cain
pnr traidor: «Juráraloyo; el corazón me lo daba; nun que nadie fué peor que él, pues fué fratricida; y que
ca le pude ver.» La persecución oída no halla palabra no sojo no murió por ello , sino que Dios lo aseguró
en su favor ni conjetura que la disculpe ; vista, no de que nadie le mataría, y dijo que lo pagaría con las
llalla quien la conozca, quien la consuele. El perse setenas quien lo hiciese; y le puso seña! para que nin
guido, aun en sí mismo es otro. El día y la hora infe guno lo intentase. Casóse Cain, tuvo un hijo, edificó una
liz es borrón de amistades y parentescos. Cede la na ciudad en que blasonó su nombre, floreció en descen
turaleza á la desgracia, pues en ella, quien aun es el dientes; ninguna felicidad del mundo faltó áCain. Pri
mismo, ya no es alguno. Todos tememos esto, y por sa se dio la verdad en desmentir por la justificación de
esto somos temidos todos. Pocos so quejarán de que la Providencia á Elifaz, pues en la niñez primera del
les ha sucedido con sus amigos, que por lo mismo no mundo en los dos primeros hijos de Adán lo hizo.
tengan quejosos á otros. Más peligro tiene el dichoso, Lo mismo hace en el Testamento Nuevo la historia
que entre su persona y su dicha no sabe quién le ama, de Lázaro y del rico avariento, que algunos lian queri
que el desventurado que no puede ignorar que todos do llamar parábola, viendo que calla el nombre del
le aborrecen. Ni la peste ni la hambre ni la guerra rico, aunque dice el del pobre; siendo así que el Evan
saben despoblar en comparación de la desgracia. Esta gelio en esto nos enseña á callar el nombre del que so
hace soledades en los concursos, y yermos entre la refieren afrentas, vicios y condenación; y á nombrar al
gente. Con razón echaba Job en tan doloroso estado virtuoso y al santo. Allí se ve el justo , el inocente en
menos la muerte, pues ella trac al venturoso lo que última miseria, poblado de llagas, desnudo, hambrien
más teme, y al desventurado lo que más desea. Y lo to, despreciado, echado á los perros. El avarientoardien-
peor es, que contra este género de ruines, que en do en púrpura y en oro, con suma riqueza opulento,
viendo al amigo en trabajos , le crecen el número sirviendo en vajillas á su apetito las minas y joya? del
dellos, no puede ya ser consuelo, y nunca lo supo ser, Oriente, y á su gula los elementos, que tiene despobla
loque dicen, que esto es condición de gente baja. Hoy dos de su pueblo la desorden de su garganta. A las dos
(a oímos, hoy la experimentamos coronada en estos tres proposiciones de Elifaz grandes excepciones son estas,
reyes que vinieron á consolar á Job, y en llegando le y que afirma san Crisóstomo en la oración de Pana
miran de lejos y no le conocen, y oyéndole gemir ca da, que Lázaro fué en la ley de naturaleza; que pue
llan, y oyéndole hablar le acusan y condenan con las de computarse, según esta opinión, en tiempo de Job
palabras referidas, que pasaré á nuestra habla con pun ó antes, pues Job fué quinto desde Abraham y antes
tualidad : «Ahora vino sobre tí la plaga, y te rendiste; que Moisén. Pobreza, persecución , afrentas, traición,
tocóte, y baste conturbado. ¿Adonde está tu temor, tu calumnias, falsos testimonios, tormentos, prisión, por
fortaleza, tu paciencia y la perfección de tus caminos? sí sabe Dios (que las padeció hecho hombre, con muer
Yo te ruego encarecidamente que te acuerdes cuándo te afrentosa) que no solo caben en el inocente j santo,
algún inocente pereció ó cuándo los buenos fueron sino en el tres veces santo , que ni pecó ni pudo pecar.
borrados. Mas antes bien vía aquellos que obran mal Ni les faltó á sus trabajos el desamparo de sus discí
dad y siembran dolores y los cogen , perecer soplando pulos en viéndole preso y muerto. Crisólogo dice:
Dios, y ser consumidos con el espíritu de su ira.» «Uno le niega, otro le vende, otro le duda, y w®
(2) En abriendo la boca, su primera proposición fué huyeron.» Por Dios empezaron las criaturas á ser in-
(H Efectos de la calamidad. [Almirgn.)
0?) Providencia. («.) (3) Cain J Abel. (Mmirgn.)
JOB. 233
pitos. El primer íngel en la dignidad , fué inventor Del afligido no se lia de tener miedo, tuno lástima.
je las comunidades y motines en el cielo contra su Ojos cobardes, que temen el mal que ven en otro, no
Criador. La primera mujer, contra el precepto divino, son facción de aspecto real. El ciego que teme loque no
sgae la interpretación del demonio. El primer hombre ve es prudente. Menos mal indiciados fueran aquellos
peca para todos, y nos deja por patrimonio la culpa. ojos ciegos. Quien va á ver al enfermo, y en viendo su
8 primer hijo dio muerte á su hermano segundo, enfermedad teme, peor enfermedad trae. ¿Qué temie
(¡míen calamidad se queja de que alguno le niegue, ron estos que vinieron á ver á Job en viendo su plaga?
i^ne alguno le venda, de que otro le dude, deque No temieron la plaga, sino el parecerles que estaban
Ib vitos le dejen, de que muchos se den prisa á ser- obligados á remediarla. Job se lo dijo consecutivamen
¿iraitos, ó loco presume que sus beneficios mere te: (4) «¿Por ventura díjeos: Traedme socorro, ú
cen mejor correspondencia que los de Dios, ó sacrí- dadme de vuestra hacienda, ó libradme de la nimio
kco se afrenta de parecerse en las persecuciones á del enemigo, y defendedme de las manos de los valien
Cristo en algo. tes?» Pues ¿por qué teméis lo que no os he pedido ni por
Veamos cómo á estas proposiciones responde Job, á limosna ni por socorro , ni que como amigos me libréis
guien, por el más docto y mejor estudiante, encargó de mi enemigo; ni como reyes, de los poderosos?
Dios que sustentase estas conclusiones, por el mérito Dióles á entender que la causa de su temor era de más
qot i sn amor se le debe , en que ya venció ; por la baja casta que su miedo; y juntamente dice que no
tara del Hijo de Dios, en la cruz por nosotros; por se le ha ocasionado con su ruego. La última villanía
fes mártires, en las hogueras, en las cruces, en los del ánimo es temer su obligación.
maíllos y en los tormentos por él : lo que ahora em- El miserable que va á visitar al preso , no teme la
piffi á defender. cárcel en que está el amigo, sino la obligación que
tose Job por entendido de su intención en sus pa tiene á sacarle della.
to, autorizadas con visiones y sueños; y responde El cobarde que ve á su amigo acosado de muchos,
a H capítulo 6: (t) «Ojalá los pecados por que merecí no teme el aprieto que le ve padecer, sino en el que
iiraj la calamidad que padezco, se pusieran en un se halla de socorrerle. Peor es el que va á ver la des
pe»: esta pareciera más pesada que la arena del mar; dicha para temer la obligación de socorrerla, que quien
p« lo cual mis palabras están llenas de dolor.» No de miedo no va á verla. Entre ruines hay más y me
rehusa el examen de las balanzas, antes le desea. Ni nos. Aquel se precia de ser ruin, este se avergüenza.
leáesa porque se vea cuánto es el peso de sus traba Este se queda solamente desconocido, aquel se añade
jos, t su culpa (á que se atribuyen) cuan ligera ; solo el ser persecución. Quitólos Job la máscara, y (liólos
pisque sus amigos aprendan á juzgar de la ver- á conocer; desarrebozólos, y quedaron de par en par;
dfcl dil peso. Ven la inmensa pesadumbre de las ca- enseñónos las costumbres que tienen los bachilleres,
laitóúesque Job padece; (2) sospechan las culpas que que toman el argumento de Satanás, muy presumidj»
eí lieae ni ven , y sentencian contra su inocencia : este de réplicas porfiadas y contenciosas: también se lo
uses frenesí que juicio. Por esto algunas veces tiene dijo, y que le arguyesen con verdad, y no con tema li
ei íx-o nombre de juez. Las malas sospechas son de tigiosa y fraudulenta, en el mismo capítulo: (5) «En
'jo «centrada y desmentida calidad, que cuando son señadme, y yo callaré; y si acaso ignoré algo, adver
imí mentirosas, tienen algo bueno, y cuando son ver tidme. ¿Por qué murmurasteis de las proposiciones do
beras, mucho malo. Yo sospecho, yo pienso, yo en- la verdad, siendo así que ninguno de vosotros puedo
Mo, jo conjeturo, primero prueban la malicia pro argíiirme? Solo para reprehenderme componen, sofis
pia que la culpa ajena. Son los jurisconsultos de la terías y habláis al aire.» Job les pide que le enseñen;
iniquidad ; palabras son en que se desaparece todo el si ignora, quiere aprender. Igualmente es dócil y mo
brecho: la absolución no las oye. Son textos de la ca- desta la inocencia, empero es animosa : no disimula
Mmiatan cerriles, que ni consienten interpretación la culpa ajena por no hacerla propia consintiéndola.
''s'osa, ni siguen méritos ni aguardan respuesta. Quien pide la reprehensión para sí, no la niega á quien
Preconoció que contra él gastaban esta munición; la merece. Por eso los pregunta que porqué murmu
PWfso empieza su respuesta en este capítulo dándo ran las proposiciones de la verdad , sin poder ellos
la i entender que los entiende. En el verso 21: Nunc argüirle sino con quimeras fabricadas en el aire.
"úftis-.et modo videntes plagara meam timetis, «Aho- Y después que dice; lo que él desea y lo que ellos
"emsteis, y ahora, viendo mi plaga, teméis;» Pagni- procuran, y con cuáles medios, aun no rehusando sus
i'-Quianunc estis símiles torrenti praedicto, vide- cavilaciones, les dice: «Sobre el pupilo os precipitáis,
'* (rttctionem, et timetis; Los Setenta: Nunc autem, y contumaces procuráis arruinar vuestro amigo. Con
'('« insurrexistis in me sine misericordia, ¡taque todo eso acabad lo que empezasteis; dadme oidos, y
Kfrnfc» ruínus meum tímete,; el Tárgum : Quoniam mirad si miento. Ruégoos que me respondáis sin te
i"K wtistis, quasi nonessetis, vidistis interitum, ma, y hablando lo que es justo, haced el juicio de mí.»
' timuistis. Las palabras y alguna locución tienen di- Veamos para qué los apercibe y pide audiencia, y los
raicia, no el sentido; antes la diversidad sirve de ruega que miren si falta á la verdad. Prosigue Job esto
'mentó. Claro les dice que vinieron á ver su miseria
itemer: pasos neciamente perdidos (3). (4) Numquid dhü : AITcrte tnihi, et de substantia vestra dónate
milii? Ve!, libérate me de manu boslis, et de maiiu robustprum
(1i l'iinam appendcrentur peccata mea, quibus iram metui: et
emite me?
iffiílisqujm palior, instatera. Quasi arena maris haec gravior (5) Docete me, et ego tacebo: et si quid forte ignoraíi, instruí-
'Prereí: onde et verba mea dolore sunt plena. te me..Q_uare dclraxislis sermonibus verilalis, cum é vobisnullus
'J1 Sospechas que se introducen á jueces. {Almárgen.) sit qui possit argucrc me? Ad iucrepanduní Unluní elocjui» con-
3/ Ver j temer al amigo afligido, (/d.) cinnatis, et iu veatum verba profertis.
234 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
capítulo 6 con el 7, en que dice : «Milicia es la vida del les; para que tengan los necesitados socorro, los mé
hombre;» y cuenta sn brevedad y miseria, verificán ritos premio , los avarientos reprehensión, los piadosos
dolo en la suya, yacaba-.(l) «Pequé: ¿qué podré ha ejemplo ; para que el oro sepa, desde las entrañas de la
cer para aplacarte, o guarda de los hombres? ¿Porqué tierra, subir al cielo su peso con las alas del corazón
me pusiste contrario á ti , y soy pesada carga á mí que no se depositó en él ; para que los metales, que tu
proprio? ¿Por qué no quitas mi pecado, y por qué no vieron sn cuna en las vecindades del infierno, á inter
apartas mi iniquidad?» Dice que pecó. Pregunta que cesión de la limosna y habilitados con el cuño de la
por qué Dios le puso contrario á si, y no quita su pe caridad , en el cielo hagan oficio de estrellas ; y lado á
cado y aparta su iniquidad : palabras con que ya que no lado con el sol, que los produjo profundos y oscuros,
los enmudeció, los vence. Ellos, en lugar de asirse á su resplandezcan espléndidos y encumbrados.
piopriacoufesio, huyendo la dificultad, en el capitulo 8 En el molo y despiadado se ve que las riquezas son
replica Baldad subites: Numquid Deus supplantat ju- tierra; en el justo y piadoso, que pueden ser cielo.
dicium? Aut Omnipotens subvertit quod justutn est? En este la miseria y trabajos muestran que son exa
A esta mayor, que llaman los lógicos, sigue esta me men , prueba y mérito y regalo ; en aquel las desdichas,
nor: Si mundus et rectus incesseris, statím evigila- la pobreza y las afrentas, que son castigo. En tanto que
bü ad te, et pacatum reddet habitaculumjustitiae tuae. Job fué varón grande entre todos los orientales, sus ami
Cierra el silogismo con esta consecuencia : Deus non gos le tuvieron por justo y recto; y para tenerle hoy por
projiciet simplicem, nec porriget manum malignis. Y pecador, la razón que dan es, que está sin hacienda,
les parece que lian concluido lo más recóndito de la y que le ven en un montón de ceniza, montón de gusa
providencia de Dios , condenando á Job , que pues Dios nos. ¡Tanta autoridad tiene la prosperidad con tos
le castiga, no es simple; y canonizándose ellos con hombres!
dne, pues florecen y el tabernáculo de su justicia es Ha sido siempre el escándalo de los filósofos y de los
tá pacífico, y Dios los da prosperidad , que no son ma poetas ver en ef- mundo padecer los buenos y gozar los
lignos, sino santos. Resume Job en dos proposiciones malos : hacíalos titubear en si había Dios ó no. Con su
y confunde su malicia, y la previene en el capítulo 9, ma elegancia Claudiano, en el primer libro contra Ru
v. 2 : (2) «Verdaderamente sé que es as!, y que no fino :
se justifica el hombre comparado con Dios.» Estas
palabras, que tan encarecidamente confiesa, son Saepe mihi dubíam traxíl sentenlía mentem ,
Curare»! Superi térras , an mllus inesset
las que sus tres amigos olvidan para tener que acu Rector , el incerto fluerent mortaíia casu.
sarle : pues siempre le hacen cargo de que se com Nam ciim dispositi quaesissem foedertt mundi,
para é iguala con Dios, y por esto le llaman blasfemo. Pi aescriptosque mari fines, annisque meatus,
Quien tiene mala voluntad, nunca tiene buena me Et lucís noclisque rices: tune omnia rebar
Consitto fírmala Bel , qui legt moveri
moria; nadie olvida peor que quien no quiere acor Sidera, qui (ruges diversa lemporenosH,
darse. Memoria obediente á la malicia, es potencia Qui variam Phoeben alieno jusserit igne
del alma, es flaqueza de la conciencia: Compleri, Solemque suo : porrexerit undis
Lillora : te/lurem medio libraverit axe.
(3) Remala nuestro Job con la segunda proposición Scdciim res hominum tanta calígine vohi
capital, verso 22: (4) «Una cosa es la que he dicho : al Adspicerem, laelosque diu /lorere nocentes,
inocente y al impío él le consume.» En sta cláusula Vexnrique píos : rursus labefacta cadebat
consiste el hecho deste pleito, y el derecho y justicia Iielllgia, caussaeque viam non sponte sequebar
Allerius, vacuo quae currere semina mola
de la Providencia divina. Da Dios trabajos y persecu Afflrmat, magnumque novas per inane figures
ciones al inocente, y con ellos le consume la hacienda y Fortuna, non arte, regí : quae Numino sensu
la salud , para ejercitar sus virtudes, para que adquiera Ambiguo, reí nulla putat, reí nacía nostri.
méritos, para que alcance victorias, para que goce triun
fos. Dalos Dios ó permítelos al impío, ó para que se Con hermosas palabras y curiosa felicidad declara la
acuerde del, ó para que sea escarmiento á otros, ó para borrasca que corria su entendimiento: «Pues viendo
castigarle con las mismas cosas viles y momentáneas las confederaciones con que el mundo estaba dispues
porqueseapartadél. Por la misma razón da Dios bie to, la soberbia del mar encarcelada en las orillas, y la
nes deste mundo á los impíos, ó por premio de al sucesión eslabonada del dia y la noche, — entonces
guna virtud que tuvieron, á quien no se debe paga juzgaba que con el consejo de Dios se gobernaba todo.
eterna, habiendo por culpas mayores merecido casti Empero cuando vía los sucesos de los hombres revuel
go sin fin, ó porque viendo las vanas felicidades del tos en oscuridad tan tenebrosa, y florecer con larga
siglo, y sus grandezas en poder de hombres detesta duración alegres los malhechores,— la religión fallecía
bles, ó los conozcan con desprecio, ó las renuncien en mí desmayada, y ine parecía que esta distribución
con asco, ó las traten con miedo. Dáselas á los inocen no tenia dueño y que todo era acontecimiento frenético
tes y justos, porque á los que solo tienen el nombre y caso desvariado.»
de bienes, la caridad les dé el ejercicio y obras de ta- Están aborrecible cosa ver al ruin en honra y al bue
no en afrenta, que pusieron en Claudiano duda en si
(1) Peccav¡:qoid faciam Ubi, A costos hominumTQuareposuisti
me contrariara Ubi, et factus sum mihimetipst gravis? Car non habia Dios que gobernase el mundo. Léese un frag
tollis peccatum meura, et quare non aufers iniquitalem meara? mento de Menaudrocon este arrojamiento: «Oprobrio
(2). Veril scio quod ita sit, et quod non justiucetur liomo compo- es de Dios cuando los malos son bien afortunados.»
situs Deo.
(3) Fines déla Providencia en castigos y premios. [Al margen.)
Con más palabras y no mejor reportadas, siguen este
(4) l'num esl quod locutus sum. et innocentem et impium ipse sentir los amigos de Job. Veamos aquella tormenta en
coosumit. que vacilaba la mente de Claudiano, si amainó, y con
JOB. 215
aró El lo dice, consecutivamente á los versos refe el diablo; y como la logró, no la deja de la boca en los
ridos: que tienta. Génesis, 3: (2) «Empero era la serpiente más
Aislulit kmc tándem Kufiai pona lumullum, astuta que todos los animales de la tierra que había he
Absokilque Dioí. Jan non ad culmina remos cho el Señor Dios; la cual dijoála mujer: ¿Porqué os
Itjastos érame queror. Tollunlur ¡n altum,
VI ¡■¡¡•su graeiorc ruant..... mandó á vosotros Dios que no comiésedes de todos los
árboles del paraíso?» Toda la astucia de Satanás estudió
•Onietó, dice, al cabo este tumulto el castigo y esta palabra por qué, para empezar con ella á pronun
■ürte sangrienta de Rufino, y absolvió á los dioses. ciar aquel veneno linajudo, que se incorporó en el lina
bao me quejo de que los injustos y delincuentes He je humano y discurre herencia de padres á hijos, ha
ndíala más sublime cumbre de la grandeza. Son ciendo la muerte patrimonio de todos. El fué el prime
talados á la mayor altura para que su caida sea ro que preguntó: ¿Por qué Dios? y fué la primer pala
wjor.j ¡Grave discurso y verdadero ! Rastreó Clau bra de su pregunta. Discípulos de la retórica de la ser
dia») algún paso de la divina Providencia. Aprendió piente son los que preguntan lo mismo. El mal olorquo
de verle caer despeñado los fines de su crecimiento, trujo de aquella boca que la estrenó, duraba en la de
con tal desengaño, que afirma que ya no se quejará de los escribas y fariseos. Frecuentemente le preguntaban,
weo altos lugares á los impíos, porque sabe que para tentarle; hablaban lazos, y no razones: (3) «¿Por
oda paso más que se adelantan, crece su precipicio y qué tus discípulos no se lavan las manos?» No gastan
■infelicidad. Esforzada palabra fué y escrita con me estos menos serpiente en el Evangelio, empezando con
ten, decir que la ruina total de Rufino absolvió á el mismo porgué, que Satanás en el Génesis (Matth. 15):
tediases. Imputábales culpa en que concediesen pros- Tune accesserunt ad eum ab Ierosolymis Scribae et
pmMá hombre tan detestable; acusábalos, y titu Pharisaei, dicentes : Quare discipuli tui transgrediun-
ba si entendimiento en razón de si los degradaría de tur traditionem seniorum? Non enim lavant manus suas
feo si negaría que los hubiese. Más pertinaces están cumpanem manducant. Allá preguntó, para que en el
te íiqigos de Job, q ue arguyendo contra la parte opues- comer no se guardase por Eva y Adán la ley que Dios
tiieste suceso, que es que los buenos padecen cala les puso con el precepto; y aquí pregunta la misma cu
midades (lo que Claudiano confiesa y admira) , ni ab- lebra con la misma palabra, para que se guarde la tra
¡«ItenáJobni á Dios, que siendojusto y recto y lleno dición de los ancianos en el comer. Respondiólos dis
iesii temor, para gloria suya permite sus pérdidas y to con enojo, reconvínolos con sus enormes pecados,
pewcuciones. convéncelos de que por su tradición quebrantan el man
Llega el furor impio de los hombres á juzgará Dios. damiento de Dios de amar y honrar padre y madre; y
fea lo dijo : «Muchos hay propicios á«otros hom- añade : Hypocritae! benc prophetavit de vobis Isaías,
ws;iDios pocos.» Más expresamente David, en el sal dicens: Populus hic labiis me honorat: cor autem eo-
mo i: ttjusti/tceris in sermonibus tuis, et vincas cum rum longé est á me. ¿Qué más claro se puede probar
jatooró. iPara que te justifiques en tus palabras y que estos mal intencionados, que preguntan por qutS
wmss «ando seas juzgado.» (I) Temeridad parece Dios liacc ó manda ó consiente que se haga ú deje de
san píBsar que puede haber hombre tan perdido que hacer algo, son hipócritas, que visten de pregunta la
J«?se¿Dios, siendo así que no se oye otra cosa más fre- obstinación afirmativa de su malicia ?—¿Por qué Dios?
«fiiíe. ¿No es juzgarle decir : «Dios ve esto? ¿Cómo con la intención de la serpiente, inventora desta locución
«ente Dios esta maldad? Este, que merecía estar en hipócrita, es pecado. ¿Por qué el Rey? que representa á
11 torea, ¿cómo tiene la dignidad que se debe al que Dios, y está en su lugar y reina por él, es osadía desleal
!«e contra toda razón arrinconado?» Diránqueespre- y descomedimiento entremetido. Esta palabra ¿Por qué
P»oU;digoyoque presuponeduda.no solo poco cortés, Dios? escúpanla las bocas cristianas, no la pronuncien.
w> mal sonante. Aprenda el poco piadoso cristiano del Quitemos la apelación á los tercos. No faltará quien di
teofo gentil ; y para confusión suya oigan al stúico ga que en el demonio todo es malo, y que en escribas y
speteto en el capitulo 38: «Sabeque es lo principalcer-
fariseos nada es bueno. Veamos si el por qué replicado á
»de la religión de los dioses inmortales, tener dellos
Menas opiniones, como creer que los hay y que todo lo Cristo en alguno de sus discípulos tuvo algún desabri
miento. Mostrarélo,noenunode los doce, sino en la ca
«ministran bien y justamente; que se les ha de obede
beza del apostolado. San Juan, en el capítulo 1 3: (4) «Pre
cí conformarse con su voluntad en todo loquehi- gunta san Pedro á Cristo: Señor, ¿dónde vas? Respónde
:ieffo; y que se ha de seguir lo que ordenaren sieni-
le que donde va, entonces no podía seguirle ; que le se
*», como cosas gobernadas por la suma sabiduría. Si guiría después. Replica fervoroso y alentado san Pedro:
•naces así, nunca los acusarás ni te quejarás de que
¿Por qué no te puedo seguir ahora? Pondré mi alma
"¡«precian.» Contra los que acusan á Dios y se que- por tí. Respondióle Jesús : ¿Tu alma pondrás por mí?
todél, escribe; y para que no incurran en tan sa-
De verdad, de verdad te digo: No cantará el gallo hasta
wga soberbia. Quien tuviere de Dios buenas opinio-
ri> como creer que le hay y que todo lo administra
(2) Sed et serpens eral callidlor candis anknantibus tcrrae.'qoao
J*11 ¡justamente, no acusará á Dios ni tendrá queja fiv.er.it Dominas Deas. Qai dixit ad mulicrem : Car praecepit vo
-'. ni con ignorancia impaciente preguntará : «¿Por bis Deus ut non comederctis de omni ligno Paradisi ?
»* Dios consiente? ¿por qué da? ¿por qué quita ? ¿por (5) Quare discipuli tui non lavant manus?
«castiga?., ó «¿por qué premia?» Esta palabra por qué, (4) Dixit ei Simón Petrus : Domine, quí> vadis? Respondí! Je
sús : Quo ego vado , non potes me modo sequi : sequeris antem
Q lo que Dios hace y manda, fué la primera que habló postea. Dicitei Petrus: Quare non possum te sequi modo? animara
meara pro te ponam. Respondí! ei Jesús : Animam tuam pro mo
1 Ja¡ía * Dios 'os temerarios y inadvertidos. (AI mirón.) pones? Amen, amen dico tibi : Non cautal.it gallus, doñee ter me
neges.
236 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que me niegues tres veces.» Reconozcamos que le cos ha persuadido á que no hay Dios. David en el salmo un :
tó sin duda grande susto á san Pedro el haber replica Dixit insipiens in corde suo: Non est Deus; y los insi
do el porqué no podia seguir áCristo entonces, habién pientes y necios son muchos. El comenta el primer
dole dicho él que no podia. Mucho tuvo de severa re verso con el 2 y 3 : Dominus de Codo prospexit super
prehensión la respuesta. Repetirle la bravata de que filioshominum, uí videat si est intelligens, aut requi-
pondría su alma porél con interrogación, y repetir: «De rens Deum. Omnes deelinaverunt, simul inútiles facti
verdad, de verdad te digo,» cláusulas fueron congojo sunt: non est quifaciat bonum, nonestusqueadunum.
sas. Pues el decirle que le negaría tres veces, claro está No son pocos de los que habla el libro de la Sabiduría
que dejaría en dolorosas y desconsoladas ansias aquel capitulo 2: Dixerunt enim cogitantes apud se non recle:
corazón asistido de la más aventajada y hazañosa fe. Exiguum et cum taedioest tempus vitae nostrae, et
¿Quién no escarmentará con esto de preguntar en lo non est refrigerium in fine hominis, et non est qui
que Dios hace ú deja de hacer, por qué no lia sido, ó agnitus sit reversus ab inferís : quia ex nihilo nati su-
por qué no será? Habré sido largo en esto, si no he mus, etpost hoc erimus lamquam non faerimus. Estos
sido provechoso. Mi intento ha sido desacreditar con de la misma manera niegan á Dios, al cielo y la inmor
los fieles esta frase, tantas y tales veces peligrosa, y res talidad. Veamos por qué lo niegan. Por la riqueza, por
baladiza á más culpa, que poco respeto á Dios. el regalo, por los bienes deste mundo; ellos lo dicen:
(1) No faltará quien ladre el haber yo referido en libro Venite ergo, et fruamur bonis quae sunt, et utamur
sagrado versos de Claudiano, poeta latino. No alego que creaturatamquamin juventute celeriter. Vino pretioso
hay quien dice fué cristiano: no lo conozco en sus obras et unguentís nos impleamus : et non praetereat nos fias
para afirmarlo; y benigno á tan ilustre ingenio, no temporis. Según esto, no persuaden alconocimienttule
quiero contradecirle tanto bien ; más quiero suspender Dios por sí las riquezas, el regalo y la felicidad : riesgo
el juicio que precipitarle. Cuando hubiese sido gentil, tiene su asistencia. No se dice esto de la miseria y los
hágame tolerable en esto san Agustín en el sermón De trabajos en los que los padecen.
Resurrectione corporum contra infideles. La materia ni Ni aconseja el Espíritu Santo que quien ve á los per
puede ser más grave ni importante ; en él cita y pon seguidos, se espante ni amedrente, ni haga juicio poco
dera dos versos de Virgilio en el vi de la Eneida, con propicio dellos. Eclesiastés, capítulo 5, v. 7 : Si videris
estas palabras : Exhorruit quídam auctor ipsurum, cui calumnias egenorum, et violenta judicia, et subvertí
demonstrabalur , vei qui inducebat apud inferos de- justítiam in provincia, non mireris super Iwc negotio:
monstrantcm patrem filio. Nostis enim hic propé quia excelso excelsior est alius , et super hos quoque
omnes, atque utinam pauci nossetis: sed pauci nostis in eminentiores sunt alii. La voz del susto y del dolor y
libris, multi in thealris, quia Aeneas descendit ad in del trabajo^ de la enfermedad y de la afrenta, es : Bay
feras, etostendit illi pater suus animas Romanorum Dios. La de la prosperidad y buena dicha en Selio
magnorum venturas in corpora : expavit ipse Aeneas, oímos que es : No hay Dios. Eli el Eclesiastés : <Oio hay
el ait : otra vida ni eternidad.»
O pater! anne aliquas ad coehm hinc ireputandum est No oigamos á estos acomodados la aclamación de sus
Sublimes animas, iterumque in tarda revertí gargantas y de la insolencia de su codicia ; oigamos el
Corpora ? por qué de los lamentos de Job entre ceniza y gusanos,
Senliendum est, inquit, quod eant ad Coelum, et ite- en que desengaña los blasones que sus tres amigos os
rúm redeant? Quae lucís miseris tam dirá cupido ? Me- tentan de su prosperidad (capítulo 21, v. 7) :
liús filius intelligebat, quám pater exponebat. Repre «¿Por qué pues viven los impíos y son sublimados y
henda cupiditatem animarumrursus in corpora rediré confortados con riquezas? Su generación permanece
volentium. Dixit diram cupiditatem, dixit eas mise en su presencia, y multitud de parientes y nietos delan
ras, necerubuit cas ('). Hasta aquí el gran Padre. Dete te dellos. Sus casas están seguras y quietas, y no des
nerse á allanar el camino, ni es perder tiempo ni de ciende sobre ellos el castigo de Dios. Sus vacas son fe
jarle; sino querer proseguirle sin estorbo. cundas y no abortan, paren y logran las crias. Tra
Los tres amigos de Job lo eran solo de la prosperidad. vesean como en manadas sus hijos pequeños, y sus ni
Quieren que quien padece trabajos, sea pecador; y ños se entretienen jugando. Tocan el tímpano y la cita
justo y favorecido de Dios quien goza paz, descanso, ra, y al son del órgano se alegran. Pasan en deleites los
salud y riquezas y dignidades. Siendo Selio hombre de dias de su vida, y en un punto descienden al infierno
testable y blasfemo, siente lo contrario de la felicidad con muerte sosegada, sin ansias y penar. Estos quedi-
que estos tres arguyenles de Job. Nótalo el aragonés jeron á Dios que se apartase dellos y que no quciiau la
Marcial, libro ív, epigrama 21 : sciencia de sus caminos ; ¿quién es el Omnipotente,
Kullos esse déos, inane coelum para que le sirvamos? ó ¿qué nos aprovechará si orá
Afflrmat Selius, probatque, quid se remos á él? Empero esté lejos de mí el consejo de los
Factum, dum negat hoc, videt teatum. impíos, pues sus bienes no están en su mano y poder.
«AGrma Selio que no hay dioses, que el cielo está va Todas las veces que la luz de los impíos fuere apagada,
cio, y lo prueba con que es bienaventurado mientras y que les sobreviniere el castigo de Dios que los inun
niega esto.» No solo da á entender Selio que ser di de, y su juicio, que se divide en premiosy castigos, los
choso no es señal de ser bueno y amigo de Dios, sino diere los que merecieron, serán entonces como aris
que para él, por ser bien afortunado, es prueba de que tas arrebatadas de la cólera del viento y como pavesas
no hay Dios y de que el cielo está vacio; pues mientras que violento esparce el torbellino. Guardará Dios el do
afirma lo uno y lo otro, goza de felicidad. Esta á algunos lor y afrentas del padre á sus hijos, para que atormen
(1) Excusas» de citar y ponderar autor profano. {Al margen,) tándole con él sus herederos, le duren verdugos; y
JOB. 237
cuando lo padezca, para mayor pena loentenderá tar su confianza y písele la muerte, á manera de rey que
de. Verá con sus ojos su minina ceguera, que fué causa triunfa de sus enemigos.»
de loda su desolación, y beberá en abundancia el furor Job los responde en el capítulo 1 9 consecutivamente,
del Omnipotente. Esto es lo que le pertenece de su casa y después de haberles referido todas sus calamidades y
que gobernó mal, de sus hijos que crió peor, después persecuciones, y la suma miseria en que se halla, des
de sus dias, y que no viva la mitad dellos. Desengá amparado de todos, dice : «Mis huesos, consumidas mis
ñense los malos, y crean que á Dios nadie le puede en carnes, se han llegado á mi piel, y solos me han quedado
señar sabiduría; él juzga á los que juigan. Uno mucre los labios, que acompañan á mis dientes. Apiadaos do
robusto y sano, rico y feliz, sus entrañas llenas de sus mí, apiadaos de mí, por lo menos vosotros, que sois mis
tancia y sus huesos macizados con medulas; otro mue amigos, porqueta mano de Dios me tocó. ¿Porqué me
re á poder de ansias y congojas, sin algún alivio, en perseguís como Dios, y os hartáis de mis carnes?» Nun
ultimada pobreza y desamparo : y con ser tanta la ca los llama enemigos suyos. ¡Oh gran voz de la pacien
diferencia, juntos duermen en la sepultura, cubiertos cia del justo! Por amigo suyo tiene al que le persigue
de gusanos; y ni la riqueza excusó losgusanos al pode y le ejercita el mérito; él enemigo es, empero de sí
roso, ni la miseria quitó que no durmiese al pobre. En propio. La causa que da para que tengan del piedad,
esto conoceréis que os be leído los pensamientos y las no es lo mucho que padece, sino que lo padece porque
malas intenciones que contra mí tenéis. Mostráislo Dios lo ordena así.
preguntándome: ¿Adonde está el palacio del princi A Dios le toca castigar ó probar al hombre en aflic
pe; dónde los tabernáculos de los impíos? Por mí lo ciones; á otro hombre socorrer ó consolar al que las
decís, viendo mi casa arruinada y todos mis grandes padece. Por eso los pregunta: «¿Por qué me perseguís
lieredamientos. Si no os responde lo que os lie d icho de la como Dios?» Que fué advertirles el atrevimiento que
felicidad de los malos y de la duración de su casa y fa mostraban en hacerlo. Y se lo reprehendía con más par
milias, preguntádselo á cualquiera caminante de los ticular advertencia en el capítulo 26 á Baldad su hites :
que han andado en el camino de vuestra felicidad ó en (3) «¿A quién favoreces paraqueacabe con un cadáver,
el de mi desdicha; y veréis que de uno y otro entiende que está enfadando ia ceniza y dando asco á un mula
lo mismo. Y por esto será lo que os dirán , que si dura dar? ¿Es por dicha algún débil? ¿Y sustentas el brazo
mucho la felicidad del malo y su vida, es porque es de alguno que no puede, para deshacer una piel que los
guardado al día de la perdición, y para ser llevado al gusanos han vencido y roto sin dientes? ¿A quién dices
del justo juicio. Entonces ¿quién le podrá corregir su lo que debe de hacer? ¿Acaso á alguno falto de sabidu
mala vida y encaminarle, estando ya en poder de la ría, por hacer ostentación de tu grande ciencia? ¿Qui
condenación ; y qué fruto podrá coger de lo que tenia, y siste ser maestro, y enseñar no menos queá Dios, cuyo
cómo cobrará algo de loque para su descanso hizo? Se poder ligó la vida en lo líquido de la respiración fugiti
rá llevado al sepulcro; y en el confuso montón, donde va?»
los muertos para descansar duermen, él á poderde tor Bien se conoce cuan delincuentes y facinorosas
mentos velará. Tragarále con ansia y alborozo la ham- son todas estas locuras mal presumidas. Pues todas las
bredel infierno, porque con su mal ejemplo después de comete quien viendo á otro en trabajos y calamidades,
sí traerá muchos, habiendo delante de sí enviado más. se las agrava y aumenta ; como sí Dios necesitara, para
¿Por qué pues os cansáis por demás en querer darme acabarle de arruinar, de que le asistiesen auxiliares su
á entender que me consoláis, persiguiéndome; siendo invidia ó su odio. Y los que viendo á otro preso, dicen
asi que he mostrado que vuestras respuestas son repug que había de estar en un palo, no exceden en aconsejar
nantes y contrarias á la verdad ?» á Dios lo quepresumenque debe hacer y no hace. Pon
No le quedó qué decir á Job para encaminar por la dere el castigo que merece esta culpa, y comente á Job
advertencia á sus tres amigos á la verdad. Empero los otro rey y proteta : hable una corona por otra, David
que se empeñan en la persecución de otro, no acusan por Job. Salmo lxviii, versos 26 y 27: (4) «Sea su habita
pecados; invéntanlos. Destos habló el Espíritu Santo ción desierta, y no se halle quien quiera vivir en su taber
en los Proverbios, capítulo 18, v. i: (1) «Quien desea náculo, porque persiguieron al que tú heriste, y añadie
apartarse del amigo, busca ocasiones; siempre será dig ron dolor al dolor de mis llagas.» Del que Dios castiga
no de condenación. No admite el necio las palabras de ó ejercitacon dolores y persecuciones, autes se debe te
la prudencia, si no dijeres lo que él revuelve en su co ner invidia que horror. Sí fuera lícito afligir al afligi
razón.» do, ningún lugar se dejaba á que la misericordia tuvie
Elifaz y sus compañeros no tenían ocasión para ra obras, pues sus obras solo en los que padecen y en
apartarse de su amigo Job, y buscáronla y halláronla losafligidos tienen ejercicio. Quien persigue á los que
solo con hallarle en trabajo. Duran sus réplicas sin ad lloran, á los necesitados, á los presos, á los que padecen
mitir desengaño, porque las palabras de Job son con persecución, — á los bienaventurados persigue : este
trarias á lo que ellos revuelven en sus corazones : esta nombre les dio el Hijo de Dios. Todas las bienaventu
es la causa que da el Espíritu Santo. Había Baldad su- ranzas persiguen en Jub sus amigos ; y por emendarlos,
hites, en el capítulo 1 8, esforzado su calumnia y azorado repetidamente los advirtió. Empero en el mismo capí-
con más enojo el estilo, hasta decir lo que deseaba que
sucediese á Job: (2) aSea arrancada de su tabernáculo (3) Cujusadjutor es? numqu¡dimbcc¡llis?et sostenías brachium
ejus qui non est fortis? Cui dedisli consilium? forsüan illi qui
(1) Ofensiones qnaerit qn¡ vult recedere ab amtco : omni tempo- non habet sapienliam : et prudentiam tuara ostendisti pluriniani.
teeril eiprobrabilis. Non recipit slultus verba prudenliae : nisi Úuem doccrc voluisti? nonne ruin qui fecit spiraraentum?
ca dixeris quae versanlnr in coi do ejus. (4) Fiat babitatio eorura deserta : et in tabernaculiseorum non
{% Avellatnr de tabernáculo sao liducia ejus, et calcet super sil qui inhabitet. Quoniam quero tu percussisti , persecuü sunt : el
eso, qaasi Reí, ioterilus. super dolorcín vuluerum meorum addiderunt.
238 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tulo 10, por declararlos que no defiende la inocencia en los sucesos suyos y la raíz de sus palabras, él lo dice á
los trabajos por s! proprio, sino principalmente por los sus amigos consecutivamente al texto que Perifraseé,
que había de pasar el Hijo de Dios , hecho hombre en verso 28 : Quare ergo nunc dicitts : Persequamur ettm,
verdadera carne humana, les dice : (1) «Sé verdadera y et radicem verbi inveniamw contra eum? que fué de
firmemente que vive mi Redentor, que ha de redimir, cirles : «¿Por qué habiéndoos dicho yo que sé que vive
hecho hombreyencarnehumana, todo el género huma mi Redentor, y que me ha de librar y restituir, resu
no, y á mí destos trabajos y miseria , que os sirve de citándome con su resurrección ; y que le he de ver con
escándalo ; y que he de resucitar de la prisión del se mis ojos en mi carne y en carne humana, que es la raíz
pulcro el día que él resucitará del suyo ( triunfando en de mi cierta esperanza y de mis palabras,—perseveráis
sus llagas y heridas gloriosas), que será el dia postrero persiguiéndome, y buscáis la raíz que yo mismo os de
de la jurisdiciondel pecadoy de la tirania del infierno ; claro con mis palabras y obras? Persuadios que ni ha
y entonces otra vez me vestiré esta piel ; y en ella las llaréis otra raíz, ni arrancaréis esta que en mi seno se
cicatrices con que hoy la rompen los gusanos, me serán arraiga con mi espíritu y está plantada en la eternidad
gala y harán oficio de joyas, para que hasta en la librea de mi alma.»
acompañe á mi Redentor. Entonces reconoceréis el fin No se dieron por entendidos de tan grandes miste
que tiene ahora (y no queréis creer) en dibujar mi cuer rios, ni fué capaz de su luz la tinieblaque los anoche
po de afrentas y úlceras ; y entonces veré yo á mi Dios cía los entendimientos. Enfurecíanse en oyéndole decir
en mi carne, no solo hombre en verdadera carne huma que no merecía por pecados que tuviese, los trabajos
na, sino tantas veces herida y con tantos golpes, que que tenia; que era inocente, y que Dios no le castigaba
os convenceréis deque fui su borrador, en que diseñó como justiciero, sino que le probaba como clemente;
parte de sus infinitas afrentas. Yole veré, yo mismo ; y que no era laque en él hacia, justicia sino misericor
estos ojos que ahpra no ven sino podredumbre y ceniza dia. En Tucídidesse leen unas palabras tan singulares,
y gusanos, con los cuales aun las lágrimas se muestran como á propósito á lo que Job defiende, en su Historia,
esquivas, de cuyos párpados el sol recata laluz, estos pues libro vil , donde consolando Nícias á los griegos en su
le verán. Yo le veré con ellos ; no vosotros, que no ha ruina, los dice : «Yo pues, de ninguna manera me hallo
béis querido ver en mis trabajos las promesas de los su en mejor estado que vosotros; en las fuerzas, ya lo veis
yos, teniendo horror de los rasguños de su pasión en la por mi debilidad y falta de salud. No en las riquezas,
mia. Y no entendáis que esta esperanza me la podréis con las cuales, comoquiera que para el sustento y las
quitar con vuestros argumentos; que no la guardo en demás cosas necesarias , á ninguno en ningún tiempo
esta piel, por tantas partes rota, que está vertiendo en po he sido inferior, ahora en el peligro que igualmente
dre mis carnes : guardóla en el seno de mi alma, reti corremos todos, soy contado entre los sumamente mi
ramiento que no le aportillan ni combaten los gusanos, serables; no obstante que con mucha religión lie ve
sin abertura ni resquicio adonde pueda aun asomarse nerado los dioses, y con mucha justicia y bondad he
vuestra malicia.» asistido á los hombres.» No dudó alguno de las pala
He perifraseado este lugar de Job, por ser tan im bras de Nícias, ni se escandalizó de que dijese (refirien
portante como difícil y controvertido. Lo primero, por do la falta de salud y de hacienda , y sus desventuras j
expresar con tanta energía y afectos la resurrección miserias y peligros , habiendo sido bien afortunado,
de la carne, la de Cristo, y la suya con él ; opinión muy robusto y muy rico) que le sucedía habiendo venerado
recibida de los Padres. Lo segundo, por la variedad de con reverencia á los dioses , y con mucha justicia ^
la letra on las versiones que siguen el texto hebreo, que bondad asistido á los hombres. Y estos amigos de Job
aunque no contradicen la Vulgata, suenan diferentes. se enfurecen de que en semejantes pérdidas , si bien
Quien leyere los Comentadores y la Caleña (a), y á todos mayores, diga Job que las padece sin haber ofendido á
en el muy reverendo y doctísimo padre Juan de Pine Dios ni á los hombres, habiendo adorado á Dios con
da, verá sí merece benigna atención la novedad que suma simplicidad, y socorrido con bondad grande y con
hallare en esta breve paráfrasi mia, en el sentido y en la piadosa justicia á los hombres. Empero hay una dife
deducción causal para la contextura (6). rencia muy digna de consideración : que Nícias habla
Con este lugar pruebo evidentemente que á Job le ba de sus pérdidas y pobreza y miserias entre los que
escogió Dios para que con sus trabajos, padecidos con arruinados padecían las mismas calamidades ; y Job
tanta paciencia, siendo inocente y justo, dejase antici se lamentaba ú tres reyes , que poderosos y permane
pada doctrina de los secretos de la providencia de Dios cientes en su grandeza , vían su desolación y abati
para el nacimiento, vida , pasión, muerte y resurrec miento. Do los males se aprende la compasión de los
ción de su Hijo. Que este fué el fundamento de todos que los padecen. El gran poeta de Mantua lo dijo :
fíon ignara malí, miseris suecurrere disco.
(1) Scio enim quod Redemptor meus vivit, et in novisslmo dio Este es el agradecimiento que un afligido hace á olro
de térra surrecluras sura : etrursura circumdabor pelle mea, et in
carne mea videbo Deum meum : quem visurus sura ego ipse, et por la compañía que le hace. La prosperidad pocas ve
oculi mei conspecturi sunt, et non alius : reposila cst haec spes ces es propicia a la miseria. El sublimado raras veces
mea in sinu meo. atribuye el desamparo del abatido á injusticia que le
(o) De Ollrapiodoro, y san Juan Crisástomo.
(í) loannis de Pineda Societatií Jesu Commenlarlontm in Job hacen, y frecuentemente sí á deméritos que tiene. En
Ubri Iredecim, ailjuncta slngulis capiltbus sua paraphrasi, quae et el que padece, la culpa que no hay no se dice; se
tongiorli commtntarii summum aintind. — Hispali , tu collegio
D. Ermenegildi rjusdem Soctetutis. ci3.ic.xcvm.
presupone.
Tomemos esta doctrina de los apóstoles y de
Nicolás Antonio dice que la primera edición del tomo primero
ei de Hadad, 1597, j la del segundo de 1601, Cristo, y sus palabras absuelvan ü Job. Joann-, <*pi
JOB. 239
talo 9: (1) «Pasando Jesús, vio un hombre ciego des bia enviado Dios por sus culpas, sino para que en este
de su nacimiento. Y preguntáronle sus discípulos: milagro se exaltasen las obras de Dios. ¡Dichosísimo
Maestro ¿quién pecó, este ó sus padres, en cuyo cas Job, dichoso ciego, que el uno con sus bienes y lla
tigo nació ciego? Respondió Jesús : Ni este pecó ni gas, y el otro con los ojos, hicistes á vuestra costa
sus padres: nació ciego para que las obras de Dios el gasto á las obras de Dios, y fuistes pobres para
se manifestasen en él.» ¡Dichoso hombre, que no ser en cierto modo caudal de la divina Omnipotencia!
buscando él á Cristo , le busca Cristo á él ! Este En este ciego cobró Job de la boca de Dios-Hombro
ciego nació sin vista ; vivió perpetua tiniebla ; no la aprobación que antes de serlo le habia dado, y era
tenia de la luz aun la noticia que tiene una ave noc deuda á pagar en Cristo ; pues Job padeció promesa de
turna, que pues la huye, la conoce; para él el mun lo que habia de padecer sin culpa. Y como este mi
do nunca se desnudó la noche ; era racional á liento ; lagro del ciego era solución de los argumentos hechos
sobrábanle los ojos en el rostro; no le eran sentido, por estos tres amigos de Job contra la Providencia divi
sino sentimiento; no le cegó enfermedad , aconteci na, en que se negaba que podía padecersesin culpa, fuó
miento, desorden ó herida; el parto le negó la luz á el más dudado y calumniado de cuanto obró Cristo.
que le arrojaba, pues los discípulos dijeron que habia Dice el texto que todos se espantaron.; que unos de
nacido ciego, ó era conocido por tal, ú lo supieron cían, viendo que via, que era el mismo que habia
del clamor de su plegaria, con que pedia limosna. El nacido ciego; otros que no, sino otro que se le pa
no vio á Cristo, mas Cristo le vio á él ; ese fué su recía. Hubo entre ellos scisma; lleváronle á los fari
remedio. No desespere el que con sus ojos no ve á seos, examináronle, conlradijéronle, llamaron á sus
Dios, si Dios le mira con los suyos : cuya eficacia an padres; preguntáronles si era su hijo que nació ciego,
sioso nos la enseña David, pidiendo tantas veces á Dios dijeron que sí. luciéronles repreguntas, que ¿cómo
que le mire, que ponga en él los ojos. En este, mi habia sanado? Respondieron que él tenia vista, que
rándole fueron colirios de la ceguera del cuerpo; en se lo preguntasen á él, que edad tenia para decirlo.
san Pedro, cuando negó, de la del alma, con mirar Volvieron otra veza llamar al ciego, tomáronle larga
le. Aquella, que fué enfermedad corporal , remitió al confesión, siempre contestó con las demás; maldijé-
agua de Siloé ; esta de su apóstol, quo fué espiritual, ronle, y á Cristo ; tuvo valor para responderles por él ;
á la de su llanto. De paso que mire Dios al que no enfurecidos, le arrojaron de sí. Súpolo Cristo ; llamóle,
le ve, le da vista con que le mire. Luego que los dis díjole que si creía en el Hijo de Dios. Preguntóle quién
cípulos vieron que babia nacido ciego, lo atribuyeron era. Respondióle : «Yo, que hablo contigo.» Dijo quo
i castigo de algún pecado suyo ú de sus padres : no sí : arrojóse en tierra y adoróle. Estos mismos fueron
dudaron que fuese efecto de culpa, sino quién era el los trances de Job ; estas estaciones anduvo de una
Yeo. ¿Con quién tendrán opinión de inocentes las ca calumnia en otra. Tuvo el fin que Job, y el mismo
lamidades, si á los apóstoles fué sospechosa de delito premio. Dióle á Job Dios duplicado lo que habia per
esta? Preguntaron esto los apóstoles; no por serle dido; de la misma suerte á este ciego, pues le dio
poco benignos, sino como habían oido á Cristo, cuando la vista del cuerpo y la del alma. Job, en el lugar ci
sanó al paralítico, decirle: «Levántate y no peques más,» tado, dijo : «Con mis ojos veré á Dios humanado,» y
juzgaron que la ceguera procedía de delito. Enestus le vio, como queda dicho; y este ciego le vio con
dos milagros enseñó Cristo que en el padecer no se ha sus ojos en carne humana. Este ciego se llamaba Ce-
de nacer regla general , pues aquel paralítico lo esta lidonio, como se lee en la historia de santa María
ba por haber pecado, y este, sin haber pecado él ni Magdalena, y vino á Marsella en la nave, acompañán
sus padres, estaba ciego. Este ¿no fué tapaboca á dola: era flota de la Providencia de Dios. A ella, quo
todos los que son espantadizos de los trabajos? Hoy tenia pecados y era pecadora, la sanó de siete demo
está Cristo con un mismo milagro y unas mismas pa nios y de sus pecados; á este, que no los tenia, lo
labras, abriendo los ojos á este ciego y cerrando los la dio la vista. Embarcólos juntos, para que se conoz
bios á los tres amigos de Job ; da vista á uno y en ca en todas partes que sin pecados hay trabajos ; y que
mudece á tres. Y porque se reconozca que en esta aunque haya pecados, hay perdón y premio. Vióse en
maravilla responde por Job , como si le nombrara, tonces otra vez, para estos fines que tanto importan,
después que dijo que ni sus padres ni él habían pe el espíritu del Señor sobre las aguas navegando.
cado, que fué lo que le preguntaron, dijo lo que no Veamos si en el examen de Job, para la aprobación
le habían preguntado, y fué que nació ciego para que que Dios le dio, pronunciando sentencia en su favor, si
las obras de Dios se manifestasen en él. ¿Quién dudará los tres amigos y Eliú tienen excepción que alegar ó
que fué el mismo fin el que Dios tuvo en permitir y nulidad ; y mostremos el cuidado con que en todo rigor
solicitar, digámoslo así, las calamidades de Job? Pues se procedió, para que aun escrúpulo no hubiese.
todas (él mismo lo dijo así canonizándole) fueron para Acúsanle en competencia acérrimamente á Job los
que sus obras fuesen exaltadas en él con su pacien tres amigos suyos hasta el capítulo 25. Respóndelos Job,
cia. No porque el texto dice que ni este ciego ni sus sin dejar su defensa de la mano, en los seis capítulos
padres pecaron, se ha de entender que ni él ni ellos siguientes; y en los tres postreros refiere la felicidad y
pecaron; pecado habían, mas la ceguera no se la ha- estimación que tuvo, las virtudes que ejercitó, el bien
que hizo , de los vicios y pecados que se abstuvo y guar
■ l; Et praeteriens Jes as vidií bominem caetnm a nativltate : et dó; loque ha perdido, la miseria en que se halla, las
¡sttrrogavcrunt enm discipnli ejus : Rabbl, quis peccavit, liic. aut afrentas que padece de todos, el desprecio en que le
párenles ejus, nt caecus nasceretur? Respondí! Jesús : Ñeque hic
peccant, fleque paréales eju : sed al «aaifestentur opera Dei iu tienen los que él sacó de despreciados, la burla que ha
Uto. cen del los más abatidos. Y como uno y otro habían vis
240 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lo y vian sus amigos, en el capítulo 32 callaron, porque cado su verdad y enturbiado la luz de sns proposicio
les pareció que Job era justo: Omisserunt autem tres nes, y que con esto había dado ocasión ¡i los argumentos
viri isti responderé Job, eó quód juslus sibi vide- de Eliú. Pues para que Eliú se satisfaga , empieza re
retur. prehendiendo á Job esta leve culpa, y Job la coatíes!,
Callar el que acusa al justo, porque le parece que no como se lee §n el texto referido , y hace penitencia delta
tiene culpa, y no decir que es inocente, es confesar la con tan humildes palabras. Absuelve Dios á Job ; y
suya y su malicia. Pues argüir ó colegir Job que porque para mayor crédito suyo, acabando de ser su más rigu
callaban y no le respondían , que ellos no habían tenido roso fiscal, es su juez: encamina el celo de Eliú y
razón, era pronunciar en su favor la parte , condenar á alúmbrale el juicio; autorízale confirmando la senten
sus enemigos, y padeciera excepción. Pues porque esto cia que había dado en favor de Job contra sus tres ami
se sanee, loma Eliú, que los había oido y á Job, y era de gos. Y á estos, nombrándolos, los condena en su error, y
su facción, la mano; y en el mismo capitulo (1): «Airó les manda ofrezcan sacrificio por su perdón; y les man
se y indignóse Eliú, hijo deBaraquel bucíles, déla pa da que acudan arrepentidos á Job para que ruegue por
rentela de Ram; empero enojóse contra Job, porque ellos, y ofrece que por su intercesión los perdonara :
había dicho que era justo delante de Dios. Demás deslo, para que la sentencia no solo quede legalizada en favor
s¿ indignó contra sus amigos, porque no habiendo de Job, sino por su patrocinio en el suyo, y conozcan
hallado á sus razones respuesta razonable, solo habían en sí mismos los efectos de la verdadera santidad, que
tratado de condenarle.» Veis aquí que un hombre (no tanto han combatido con sus temosas contradiciones. V
solo airado, sino indignado contra Job, y que le acusa séanos enseñanza que á veces se pone Dios de parte de
con indignación) condena cuanto han dicho contra Job los contrarios del hombre, para defenderle dellos; y
sus amigos, cuando contra Job toma el argumento que responde por él mismo á quien arguye; y que es
dellos. No puede ser mayor testimonio de inocencia que traza de su sabiduría ser fiscal riguroso del que quiere
el que da enojado el enemigo, y amigo confederado á ser juez propicio , y que espantoso sabe ser examen del
los contrarios, contra ellos ; y se declara contra ellos en mismo á quien ha de ser premio.
favor de Job con tan señaladas palabras: Sed ut video, (2) EslubaJob sentado en un montón de ceniza, acla
non est qui possit arguere Job , el responderé ex vobis mando su resurrección, cuando renovado en la salud
sermonibus ejus, «Empero, según veo, no hay alguno y restituido en duplicados bienes, se levantó. Estome
en vosotros que pueda responder á Job ni argüírle.» acuerda del fénix para hablar del. Quo le hay escri
Este Eliú, lleno de aventajada sabiduría á los tres, ben Plinío y Solíno y Mela : los poetas le celebran. Esto
príncipe de admirable elegancia , después de haber con no asegura que hay esta ave, que se oye y no se ve, y de
denado á los tres, empieza á poner su acusación contra quien no han tenido noticia los escritores en el Oriente
Job ; y la prosigue sin dejarla, con esforzada energía, que poseemos (a). Ya hubo quien escribió libro entero,
por seis capítulos consecutivos, hasta el 38, que parece probando que no habia unicornio con las condiciones y
los opuso contados á los seis, sin interpretación, con virtudes que del se refieren ; y no negó á menos auto
que Job enmudeció á sus amigos. Pues á este, que de res la cortesía, que negará quien dudase el fénix, Mis
nuevo, y mds apretadamente cnanto con mejor intento, en este hacen fuerza dos cosas: la una, que algunos
acusa á Job ( fundándose en celo de asistir á la causa de santos le nombran, y entre ellos san Ambrosio y san
Dios y hablar por él , á quien sojo Dios podía responder Jerónimo dicen vive quinientos años. Entre los padres
y desengañar), sucede el mismo Dios, espantable en Tertuliano en el libro de Resurrectione carnis trae al
tempestades, arguyendo á Job y atemorizándole con fénix por hermoso argumento que la prueba. Estas son
estas palabras, no solo despegadas, sino amenazantes: sus palabras en castellano , que por su grande elegancia
Quis est iste involvens sententias sermonibus imperi- y agudeza padecerán algunos agravios en mi versión,
tis? «¿Quién es este que rebuja las sentencias con pa burlando mi cuidado: «Recibe este firmísimo ejemplo
labras necias?» Y en cuatro capítulos le apura, pre de la esperanza en la resurrección, pues es cosa anima
guntándole lo que él solo pudo saber, y todo lo que él da que vive y mucre : quiero decir aquel pájaro, proprio
solo puede obrar, en sagrados enigmas de su Providen del Oriente, famoso por la singularidad , por la posteri
cia divina y poder omnipotente, hasta arrinconarle en dad monstruoso; que se renueva sepultándose á sí mis
el último retiramiento de su penitencia , diciendo á Dios mo voluntariamente; que espira con fin nativo, ysn-
en el capítulo 42 : «Sé que todo lo puedes, y que ninguna cediéndose así fénix; cuando ya ninguno, otra vez el
imaginación se te esconde. Conozco que soy el que re mismo; quien ya no es, es otro él mismo ya. ¿Qué cosa
buja y obscurece el consejo, por no tener sciencia: el más expresa ó más señalada en esta causa; ó á qué
que tú preguntaste quién era, porque sé que preguntas otra cosa sedió tal documento? También Dios en sus
lo que sabes. Por eso he hablado como necio, y cosas Escrituras: El justo florecerá como el fénix.»
que infinitamente exceden mi sabiduría. Con el sentido Tertuliano le afirma animal que vive y que muere , y
del oído te o! ; ves que ahora te ven mis ojos. Por eso yo le trae documento á materia tan alta. Y toca la otra cosa
mismo me reprehendo, y hago penitencia en pavesa y que autoriza esto, con decir que Dios en sus Escritu
ceniza.» ras nombra al fénix, y cita el lugar del salmo xci. Em
Vio Dios que Job con el dolor y el celo habia intrin- pero en él la Vulgata y Pagnino no leen del texto fénix,
sino palma; de manera que es el intérprete, y no el
(1) tratas, lndlpiatosqoc est Ella tillas Baraeliel Dóciles, de texto, quien nombra el fénix. En Job, capítulo 29, v. 18,
cognalione Ram : iralus est autem adversum Job, eó quódju-
slnm se esse diceret coram Deo. Porro adversum amicos ejus in (í) Fénix. (.4' margen.)
dígnalas est, eó quód non invenissent responsionem raUonabilem, (a) Como propio de la corona de Portugal, cuyo derecho i la
sed tantummndó condcmnassenl Job. sazón sostenía Espafia.
JOB. 541
lee la Vulgata (1): «Y decia : Moriré en mi nido, y mul los perfumes que han de ser hoguera ; que viéndola
tiplicaré mis días como la palma.» Algunos, después de arder la naturaleza, se congoje medrosa de perder su
Rabbi Salomón y los antiguos hebreos , han leido fénix maravilla; que sea el difunto comadre de si mismo, y
en lagar de palma; loque sigue Cayetano. Y lo inter el entierro parto ; que abolorío continuado desde el
preta del fénix, Filipo presbítero, persuadido de la pala principio del mundo, sea sucesor de su descendiente;
bra nido, que es asiento más de ave que de palma. La que confundidas la vida con la muerte en tan breve
consideración es sutil; empero en el texto hebreo se confín, no diferencie, ni la una lo que acaba, ni la otra
lee así ^inzt '■ «Y como palma. » Palma leen aquí Los lo que empieza ; que empiece á ser otra la que no ha
Setenta, y añaden : «Como tronco de palma» (Aelas dejado de ser la misma. Todos la dan esto ; nadie la da
mea senescet, sicuttruncuspalmae). El Tárgum caldeo más á esta ave, que oida se propone enigma y viva se
lee : «Como arena» (Et dixi : Cum forlitudine mea in muestra tropelía.
nido meo deficiam; et sicut arena multiplicabo dies); De mal se le hace al entendimiento conceder á la
porque esta voz Vin se colige del texto sagrado, que naturaleza tantos misterios en un pájaro, y á la ra
tiene estas dos significaciones de palma y arena, con zón tantas contrariedades en paz. Quiero vencer la
la autoridad de la Vulgata, que aqui vuelve la palabra condición y contradecirme á mí solo, por no contra
Hhol palma, y la misma arena : Deuter., cap. 33, v. 19; decir á tantos ; que por lo menos es ahorro. Con to
y en el salmo cxxxvm, 18 : Super arenan multiplica- das estas prerogativas, si la hay, no supo ser fénix ni
buntur; y en Oseas, cap. i, v. 10 : Numerus filiorum prodigiosa, en comparación de Job. Todas las cosas
Israel quasi arena maris. De manera que fénix es in con que vive son vida y lo mejor della ; con lo que
terpretación, no de la palabra del texto, sino pres muere y renace, aromas, no solo médicos, sino por su
tada, por la alusión á nido y ala vida larguísima que fragancia vitales. Rudo discípulo fuera la fénix para
dan al fénix. Y me parece se llegaron mejor á la letra aprender de Job á serlo. La maravilla es renacer de un
Los Setenta, leyendo, no solo palma, sino «como el muladar ó estercolero ; y de llagas y hediondez, pudri-
tronco de la palma», por el verso en que prosigue Job: cion y gusanos enjoyar su renovación y ser otro y el
Radix mea aperta est secus aquas, que es propio mismo. Esta es habilidad de la gracia , no de la natu
de tronco de árbol, y no de pájaro, que Filipo por raleza; toca á los santos, no á las aves.
apropriarel nido leyó fénix, digo lo interpretó así; lo Supongo que no hay fénix, y que es ficción moral;
que en el sentido es lo mismo, y lo alabo. De manera pretendo lograrla mejor negada que creida. Esto
que autorizar que hay fénix con decir que se Ice en la supuesto, digo que los que primero la dieron este
Sagrada Escritura, no tiene fundamento en el texto nombre, estudiando su composición en los sucesos
ni en la Vulgata ni en Los Setenta. Esto he escrito para de Job, á él mismo le pusieron aquel nombre y lo
que se desembarace de que tropieza en religión la du vistieron (para disfraz, que no le desconoce) las
da. Sea asi que hay fénix como la escriben : debido propriedades y la riqueza de las plumas; y que Job es
respeto esa tantos graves autores de la gentilidad por el fénix y quien dio motivo literalmente á su compo
los sagrados que la pasaron de sus plumas á las suyas. sición, como se refiere por todos. Acreedor soya fé
No he de ser yo muerte de quien la muerte es vida. nix, pues le saco de fábula poética y le hago historia
¿Ouién no perdonará á quien perdona el fuego? sagrada. Muchos han escrito con utilidad de los es
Digo que hay esta ave, que siendo linaje de sí pro- tudiosos, ó la razón de no creer las fábulas como Pale-
pria , renace y vuela con todos sus antepasados, después fato (a), ú declarado el fundamento que tuvieron en la
que nace del vientre de la ceniza que se engendró de la filosofía ó en la historia para componerlas, añadiendo
llama, cuya voracidad hace fecunda ; en quien la muer los ornamentos que las hiciesen sabrosas. Esto hago yo
te hace oficio de padre, y el sepulcro de cuna; que deja en decir que Job fué el fundamento que hubo de ver
de ser la que es, para ser la que fué, y que ya es otra dad pava fabricar los prodigios del fénix; y á él le está
para ser la misma; que compite á las estrellas la her mejor que Job sea fénix que ser él pájaro ; que pues
mosura y la duración; que el sol hace el gasto á su Dios, en los capítulos en que largamente arguye á Job
alimento, de su resplandor más puro ; que la aurora suda (donde refiere y pondera cuanto maravilloso obró en
para que beba; que digiere tesoros su estómago ; que aves, peces y animales), no hizo mención della, ha
en sus alas vuelan sin peso el oro y la plata ; que su ciéndola del águila y del gavilán y de otras sabandijas,
pico está cruento con el rubí ; que gasta en su vestido sospechosa puede ser su admiración. Y no porque ex
todas sus joyas el Oriente ; que cuando, después de ha cluyamos la fénix ave, descabalaremos el hermoso ar
ber vivido hermoso protocolo de muchas edades, can gumento de Tertuliano, referido arriba, para probarla
sada de repetir siglos, y deseosa por linda de repetirse resurrección de la carne ; que sus razones consu pluma
asi, junte todos los olores y aromas de Pancaya y sá sola cada una tiene las que ha menester para ser fénix.
beos; y perfumando los aires, vuele con ellos; y com Fuera de que en Job le doy otro, de quien no se coli
poniéndolos en su nido, la sirvan de mortaja y manti ge por señas y conjeturas la resurrección ; sino se oye
llas; que sobre estos hazos funestos y natales, con las testificada con ponderaciones y palabras que la testifi-
alas batiéndolas forme clamor, y con la voz ya agoni
zante pida al sol disposición para que recien nacida (a) Gramático, dicen si egipciaco ü ateniense, que ademas se ig
gnrjee; que el sol, desclavándose del rostro (aunque nora cuando floreció; aunque por haber profesado la filosofía pe
haga falta al dia ) el rayo más puro, le envié á encender ripatética ba de eslimarse posterior i Aristóteles. De sus muchas
obras sobro sucesos fabulosos, ba llegado con aplauso 4 nosotros
la de hcredibilibus ¡listorii», en que se explican diversas fábulas,
impresa, ya en griego ja en latín, por los moldes ingleses j ale
(1) hieebamque : tn nidalo meo moriar, ct sicut palma mulii-
manes. La mejor edición es de Amsterdam , 1688, en 8.'
r'icabo dies.
1G
O-H.
242 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
can, como quedan referidas y ponderadas, siendo las es viviente sin testigo; cuyo ser contradicenlos mis di
primeras y más afirmativas y claras, y por su autoridad ligentes investigadores, que son los viciosy desórdenes
innegables. del hombre (que bailaron aquellas cosasá lascuales,
Lo primero, Job y el fénix son de un solar, que es para escondérselas, echó la naturaleza los montes enci
el Oriente: aquel famoso y más opulento en él ; este ma, como son los metales y piedras preciosas, y descu
tiene la misma fama. El fénix tiene por blasón el ser brieron las entrañas de la tierra, que yacen retiradas
único en boca de los escritores ; Job tan único, que en la noche de su profundidad); ave, pues, que para
no hay varón en la tierra semejante á él en la boca engañarla garganta del glotón no han bailado las di
de Dios. Blasonan del fénix que el sol le asiste fami ligencias de la gula ; que no ha desplumado para abul
liar con su luz; Job, tratando ya de renovarse, fecun tar la fanfarria de los penachos la vanidad pomposa;
dando de vida la ceniza en que está sentado, acor que la codicia por el oro de su cuello no acrisola para
dándose de la juventud de su felicidad , en el capí engarzar con él el rubí de su pico; que no lia servi
tulo 29 dice : «¿Quién me dará que vuelva á acercar do á ningún espectáculo de aquellos para cuya os
me á los años antiguos, junto á los dias en que Dios tentación los emperadores escudriñaban el pueblo de
me amparaba, cuando su sol resplandecía sobre mi la tierra y del aire : él disculpa que le dudemos pá
cabeza, y á su luz andaba yo en las tinieblas?» Aquí jaro, y debe agradecer que le afirmemos enseñanza
le vemos coronado de luz de Dios, y que le su y moralidad sagrada.
plía el sol en las tinieblas. Parece que Claudianovió Digo, pues, que la antigüedad (respecto de nos
estas palabras, y las imitó en la imprecación que po otros no solo anciana, sino decrépita, que en fábulas
ne en la boca del fénix, lamentándose al sol de su de animales, aves y peces disfrazó su teología enlos
vejez en su nido, como aquí Job, verso 18: (1) «Mo dioses, las estrellas y cielos, las causas naturales y los
riré en mi nido, y como palma multiplicaré mis elementos, y todo lo recóndito de su doctrina), viendo
dias.p esta vida y suceso de Job, compuso esta ave para en
Literalmente trata Job de morir y resucitar en nido señar cuan único y solo y sin semejante es sobre la
para multiplicar los dias de la vida con la muerte. tierra el varón perfecto, simple y recto y temeroso de
Renace Job de ceniza, como del fénix cuentan, por Dios y que se apartado mal; cuan constante hace da
que no asista á esta maravilla un rayo escaso del las riquezas muladar, y del muladar riquezas; cómo
sol, como al fénix. Hizo Dios á Job padre del día en su vida la ve reducir á ceniza, y edificar su ceniza en
una hija; y porque no falten aromas, de la casia en vida; cómo por la virtud , sabiendo dejar de ser el
la segunda; y para que le sobre todo lo precioso, le da que fué, siendo ya otro vuelve á ser el que ha sido;
en la tercera la abundancia, y el que llaman por eso cómo la inocencia es solo el artífice que sabe fabri
cuerno de Amaltea, que se pinta brotando perfumes car arruinando; cómo la santidad multiplica loque
en yerbas, rosas y flores (o). pierde por mantener el temor de Dios constante. Por
La común y antigua pintura del fénix es un pájaro hacer él asco del muladar precioso, le hicieron (í>) nido
agonizando sobre un montón de cenizas, y sobre su de aromas ;á Job, horrible en contagios, pájaro her
cabeza todo el sol anegándole en tempestad de luz y mosísimo ; la sangre rubí, los gusanos plumas, las lla
rayos. ¿Quién negará que esta pintura no es copia, gas joyas; acariciando la atención con la gala, y gas
y que Job no es el original delta? En el capítulo 40, tando en sus alas y cuello el oro, — como la medicina
verso 1 : (2) «Empero respondiendo Dios á Job desde en las pildoras , para que el acíbar '•on semblante de
la tempestad, dijo.» Ya queda dicho que Dios habló rico disponga la salud, disimulando lo amargo.
á Job desde una nube espantosa en tempestad de re Resta averiguar cuánto tiempo duró este combate
lámpagos, y que esta nube y luces estaban sobre su en una enfermedad tan espantosa, que poseía todo el
cabeza, cuando él, sentado en un montón de ceniza, cuerpo de Job, de tal manera horrible, que más pa
agonizaba para renovarse; pues, como se lee en el ca recía muerto ya vencido de la corrupción que mortal.
pítulo antecedente, que es el 39, ya habia puesto si Varías son las opiniones : todas las refiere el doctí
lencio á su postrero clamor, verso 34, penúltimo : (3) simo y eruditísimo padre Saliano, en el primertomode
«Yo me cerraré la boca con mi mano.» sus nunca bastantemente admirados Anales [c). Tres
Que vuelve la misma con todo su adorno la fénix; son las que varían este tiempo. La primera dice que
que es matrimonio sin compañía ; que renovándose, fueron muchos meses, deque se colige seria un auo.
va á hacer sacrificio al sol que la dio vida nueva, Esta se defiende en las palabras de san Juan Crisós-
acompañada de todo su séquito, — traslado es del sa tomo, en la homilía v, al pueblo antíoqueno : /Hf'-
crificio que hizo Job á Dios , que le restituyó dupli peste crat foetor Ule moleslior: idque non duodecw,
cado todo cuanto habia perdido, siéndole acompaña non viginti, non centum dies , sed mullos menses; de
miento , como lo dice el texto, toda su parentela y donde infieren que, pues nombró dias y meses, }' o°
familia, amigos y conocidos. años, que cuando más fué uno. Lo mismo siente
Esto es lodo cuanto de la vida y la muerte y naci aquel autor, que sobre Job se llama Orígenes, supues
miento se cuenta del fénix : de quien podemos decir to; y fúndase en aquellas palabras de Job: floto»"1*"
ses vacuos; y esto lo porfía con muchas razones, re
futando á los que dijeron que duró tres años y medio,
(1) In ntduto meo moriir, et sicnt palma mnltipllcabo (lies. en figura de los que duró la predicación de Cristo nues
(a) "Y iuvo siete hijos y tres hijas. Y llamó el nombre de la
primera Dia, y el nombre de la segunda Casia, y el nombre de tro Señor : y esta fué la opinión segunda. La WWB
la tercera Cornustibio.» {M, xiu, 13 j 14.)
(í> Respóndeos autem Dóminos Job de turbinc, dtxit. (¿) Los antiguos.
(3) Manum meam ponara super os uicum. (e) Paginas 639 y 716.
JOB. 213
asienta que doró siete años la enfermedad de Job. | pió sus vestidos , se cubrió de tierra, se arrojó en ella
frénela Cirilo Alejandrino en el comentario sobre el y bendijo á Dios.
mismo libro, Olimpiodoro en la Caleña, Tornielo en Aquí pasaron algunos dias, que Satanás dio á Job
másde un lugar. A la misma se llegan Comitolo, Pi ! para que se atormentase con el dolor de lo que le
neda (en el cap. 2, sect. 12), Pererio en el cap. 36 del faltaba, y de ver los cadáveres de su familia, la ceniza á
Génesis, TÁm. 23. La cual al reverendo padre Saliano que estaban reducidos susganados,y muertos y hechos
parece mas probable ; con tal limitación , que no se pedazos todos sus hijos, y la casa del mayor vuelta
entienda que todos siete años continuos estuvo Job sepulcro de todos, y el dia del banquete fraternal
en el muladar descubierto al sol y á la lluvia y al noche de lágrimas y sangre. Estos pasos y considera
frió, sino que el echarle en el campo en el estercole ción de espectáculos tan dolorosos fué maña infernal
ro fué el séptimo año de su tragedia, habiendo los seis que le durasen muchos dias, porque le fuesen más
precedentes pasado en su cama y debajo de cubierta la eficaces verdugos sus ojos con lo que vian que sus
enfermedad y dolores, asistido de médicos y familia. oidos con lo que oyeron. Literalmente se colige este es
Esfuerza el mismo doctísimo padre este sentir : «Que pacio, del texto, cuando en la segunda junta que hi
quiso Dios tapar totalmente á Satanás la boca, porque cieron los espíritus de D.os delante del, empieza el ca
no pudiese cavilar algo en razón de haber sido de pítulo 2 : Factum est autem cúm quadam die, «Sucedió
poco tiempo la enfermedad ; » palabras son de san Juan pues que como en un dia, etc. ;» palabras que mues
Crisóstomo, en la epístola tercera, á Olimpiades : Vo~ tran diversidad de tiempo, que por las razones dichas
hiüDomimu, ut ne impudentis quidem ullius obje- no pudo ser corto ; y la prudencia le puede contar por
diomsumbram aliquamhaberet, quampraetenderet.* algunos meses, siendo asi que la fuerza de aquella
V así juzga que debió ser tan largo el tiempo desta persecución de todos los bienes y los hijos, no se mos
enfermedad : pues Dios en Job determinó mostrar el traba sin dar tiempo en que uno y otro se echase me
mayor ejemplo de la paciencia ; y con el mismo estilo nos en la comodidad y en la compañía.
alargó cuatro años la ceguera de Tobías, y al inocen Después deste intervalo salió Satanás con poder
tísimo Josef tres años la prisión y diez la esclavitud; de Dios, y le enfermó con plaga horrible desde la plan
siete años la esterilidad de Raquel, veinte la de Rebeca ta del pié hasta la cima de la cabeza , sentado en un
j más de sesenta á Sara, y veinte y ocho años de mar- muladar, donde se raia con una teja los gusanos.
lirio á Clemente, obispo ancyrano, y ¡i sus compañe Sucedióle consecutiva la tentación de su propia
ro;. Esto alega por su opinión en confirmar la de los mujer. Luego damos tiempo para que sus tres ami
siete años de enfermedad en Job el eruditísimo padre gos supiesen su miseria y sucesos, y para que vinie
gloria de Aviñon. sen á consolarle : este no pudo ser largo, por ser veci
Licito es en lo que se conjetura, replicar por seguir nos y venir con ansia de socorrerle. A este se añaden
la parte más probable ; y estas instancias suelen ser los siete dias que callaron llorando con él. Job dio luego
■liles. Por esto con toda reverencia me llego á la principio á su lamento; ellos sin dejar sus réplicas, á
primera opinión de que duró toda esta tragedia y en su persecución, con argumentos proseguidos por Eliú
fermedad solo un año, siguiendo lo que se colige de y fenecidos por Dios que determinó la causa. Esto
fas palabras referidas de san Juan Crisóstomo , y no tuvo algunos dias, aunque pocos; pues no parece po
despreciando la del Orígenes bypobolimeo, que en sible que hombre en tal calamidad y sin alguna sa
bü porte sigue á los hebreos, que tienen duró esta lud , pudiese mantener acto tan largo y congojoso, sino
plaga de Job los doce meses que duraron las plagas de repartido en dias; ni los amigos sin descansar, en
Egipto. Léese en el Seder-Holam, capítulo 3; y es sumo sitio semejante. En todo esto repartido un año, y me
«carecimiento que un hombre durase doce meses en nos (que yo esto tengo, pues san Juan Crisóstomo
»m plaga, para su vida doce veces mayor que las de no le nombró de dia á meses), espacio parece legíti
Egipto. No carece de misteriosa correspondencia, que mamente contado por la misma letra de la historia.
1» emulación maligna de Satanás, como Dios envió Y para enfermedad estudiada por todo el infierno, ó
MnelUs para vencer la dureza de Faraón, él introdu inventada para esto solo con circunstancias de corrup
je esta para rendir la paciencia deJob. ción en todo un cuerpo adonde nunca supo llegar la
La narración no parece que da lugar á los siete años, malignidad de la peste, aun un mes parece término
«i aun i ano cabal. Sus espacios son estos: juntar que excede la facultad natural y fuerzas humanas, y
Kos sus hijos ó espíritus, hacer á Satanás memoria más cargando sobre un corazón combatido de pérdi
& las virtudes de Job , contradecirlas él , pedirle li das de tan vivo sentimiento. Aforismo es que las en
cencia para perseguirle ; dársela y partirse : esto es fermedades grandes ó acaban presto ó se acaban. En
"jstanláneo. Robarle y quemarle los ganados y lia— Séneca se lee, y en todos se experimenta; y la enferme
tienda, derribarle la casa y dar muerte á sus hijos : dad de Job no solo fué grande , sino la mayor, por ser
» razón persuade que los sucesos fueron (por la dis de resolución del cuerpo y de la piel en gusanos, in
tancia de las posesiones y disposición de los sábeos y capaz de remedios, y sin ellos y en el campo en un
caldeos, que vinieron á robarlas y degollar los cria- estercolero.
** J pastores) en diferentes dias; empero previ No son á propósito para fundar la duración de los
niéndolo de tal manera, que en un mismo dia y en siete años en esta enfermedad, los ejemplos referi
P°w espacio del , llegasen los diversos mensajeros dos de estar preso Josef y ciego Tobías, y estériles
°»« le trujeron las nuevas. Esto es indubitable en el Raquel, Rebeca y Sara ; porque la prisión y esclavitud
texto, pues dice en todos : «Aun estando hablando el quita la libertad, no la salud. La ceguera la vista, no
"no, llegó el otro y dijo ;» y este mesmo dia Job jom- la vida ; y hay quien nace ciego ó cegó en naciendo, y
244 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
•vive ciego muchos años, y es defecto y no achaque. do en sí mismo gusanos y podre; pnes si no los traga
La esterilidad en las mujeres antes es esfuerzo y re ba, se los vían mascar con los dientes? ¿Quién oirá
medio que dolencia. Nada las acaba tanto corno los decir que un hombre vivió desta manera una semana,
partos ; son la vejez de su mocedad y el menoscabo que no lo atribuya antes á misterio y milagro que á
de su hermosura. Proverbio suyo es: «¿Cómo no ha complexión natural? Estas razones me lian movido .i
de estar buena si no ha parido? » Todas las fecundas tener por mucho más probable la opinión deque la ca
echan la culpa de su vejez á los partos, y ninguna á lamidad duró un año (antes algo menos que mis),
los años. No se puede equiparar la tolerancia destos que los siete que tan gravísimos y doctísimos escrito
defectos con una total corrupción de carne y huesos ¡ res defienden. Para fundar la opinión de los siete
y piel, que no solo fué una enfermedad, sino batallón años, supone el padre Jacobo Salianoque á Job sus
de todas las enfermedades y dolencias, hasta quedar criados y parientes, luego que enfermó, le pusie
en él solos los dientes, que se defienden en las cala ron en su casa en la cama, y le asistieron con rega
veras después de consumido el cadáver. Job lo dice los y medicinas. Parece que el texto no lo admite:
de si en el capitulo 19, como queda referido. Aun no pues la enfermedad no la introduce en crecimientopo-
estaba como cuerpo muerto, sino como esqueleto ya co á poco, sino en todo rigor ultimado. Dice que Sata
roído de la hambre del sepulcro. Impiedad será pen nás le enfermó ulcere pessimo á planta pedís, w¡w
sar que los de Job eran encarecimientos : no los ad ad verticem capilis; y que desde luego se raía la po
mitían sus males, ni la santidad gasta ese lenguaje. dre con una teja sentado en un estercolero. Y san Juan
Tan cadáver se vio, que él mismo dijo, capitulo 17, v. 1 : Crisóstomo claramente en las palabras referidas afirma
"h O'HM ; que la vulgata vuelve : «Solo me falta el se que Satanás no le dejó casa ; y sigue esta consideración
pulcro;» y Los Setenta : «Aun los sepulcros se me textual , de que su enfermedad entró de una vez con to
hacen derogar;» y la versión rigurosa en Pagnino: da su malicia. Y el mismo Job, haciendo ponderación
«Los sepulcros me están preparados á mí. » Y ponde consecutiva y dolorosa desde sus primeras desdichas
rando san Juan Crisóstomo la corrupción en que Job en el robo de los ganados, excluye asistencia de criados,
via verter su carne toda y derramar su vida, acu vecinos, conocidos, parientes y amigos (capítulo 19,
diendo al lugar que dice : (1) «Raíase la podre con una verso 11): «Enojóse contra mi furor, y túvome como i
teja,» — dice en la Caleña : «¿Por qué no se raía los enemigo. Juntamente vinieron sus ladrones, y se lu
gusanos ni con las manos ni con los dedos? Conviene cieron camino por mí y sitiaron en torno mi taberná
á saber, porque la cura no fuese más asquerosa. El culo. Apartó de mí mis hermanos muy lejos; y mis co
propio era tormento de sí mismo y verdugo : no rom nocidos huyeron de mí , como de un extraño. Dejáron
piéndose él el costado, sino apartando la podre que ma me mis parientes, y olvidáronme los que de mí tenían
naba como de fuente, raía con lodo inanimado el lodo noticia. Los inquilinos de mi casa y mis criadas me
con vida. ¿Por qué estaba sentado en el estercolero? trataron como á ajeno, y fui como peregrino á sus
Para que la podre y gusanos, que caian en lluvia de ojos. Llamé á mí criado, y no me respondió; rogábale
su cuerpo, se cubriesen con la tierra. ¿Porqué en el con mi propia boca. Mi mujer tuvo horror de mi alien
campo? Porque el hedor pestilencial no le diese muer to, y suplicaba á los hijos mios. Hasta los ignorantes
te ; lo cual es cierto sucediera á estar en aposento cer me despreciaban, y cuando me apartaba dellos, mur
rado.» Y añade que Satanás no le había dejado casa. muraban de mi ; y los que un tiempo fueron mis con
¿Qué hombre podrá vivir un mes desta manera, que sejeros, me abominaron; y aquel á quien más amor
su duración no se atribuya á milagro : enfermedad que tenia, me contradijo.» Desde que se dispuso la trage
referida se padece? Y con estar ponderada tan sutil y dia en la primera junta y vinieron los ladrones caldeos
scientificamente, aun adelantan su horror dos lugares y sábeos , hasta el estado dcste capítulo, excluye el
del mismo Job. El primero capítulo 7 : Induta est caro mismo Job asistencia de criado ni criada, huésped
mea ¡mtredine, et sordibus pulveris: cutis mea aruit, el ni vecino, conocido, pariente, amigo, hijos ni mujer.
contracta est (lo que vuelven Los Setenta : Conspergi- Y confirma este desamparo universal cuando dice á sus
tur corpus meum in putredine vermium : infundo au- tresamigos consecutivamente en este capítulo, versoSl:
tem glebas terrae á sanie radens ; «Desmorono y desha Miseremini mei , saltem vos amici mei, «Siquiera vos
go los terrones con la podre»): de que se colige lo viscoso otros, que sois mis amigos, apiadaos de mí ; o y no di
y corrosívode las materias que manaban ; y que como se jera esto si alguno se hubiera apiadado del.
deshacían limpiándolas los terrones, se tapiaba las lla Si alguno preguntare qné hacia Dios y qué Satanás,
gas, enterrándose vivo con sus manos. El otro lugar ex viendoá Job padecer y llevar con paciencia lo mismocon
cede en el honor á todos, y bastaba referirle solo; capí que le perseguía tanta majestad , responderéle con Ter
tulo^, v. 14: (2) «¿Porque despedazo mis carnes con tuliano en el libro De Palienlia, en que considerándolo
mis dientes?» De las manos llagadas corría tanta pudri- mismo, se pregunta y se responde : (3) «¿Qué? Reíase
cion y gusanos, que antes los añadieran que los quita Dios. ¿Qué? Atormentábase eldemoniocuandoJob con
ran. El adobe se deshizo, los terrones se desmoronaban; grande paciencia limpiaba la inmunda redundancia de
y por eso con sus proprios dientes se barría las llagas sus llagas.»
y apartaba la piel para verter la corrupción. ¿Pueden Halló Tertuliano con su docta atención fundamento
ojos humanos durar, viendo servir una boca en minis en el texto sagrado de Job para decir que Dios se reía:
terio tan asqueroso, y á un rey en un muladar pacien-
(5) Quid? riilcbat Deus : Quiíl? dissccabalur malus, ciun !■■
(1) Testa sanlcm radebat. immnmbm ulceris sui redundanliam magna afuiuitioiilaie de-
(i) Quarc lacero cantes meas dentibas meist slringrrci.
JOB. 245
acordóse en el capítulo 9, v. 23 destas palabras : Sifla- atrevida. No está en lo que el Santo dice, sino en que no
gellat, occidat semel, et non de poenis innocenlum ri lo leemos como él quiso que se leyese. Persuádome que
deat, «Si castiga, mate de una vez y no se ria de las pe la dificultad que en este lugar (como está en el texto afir
nas de los inocentes;» que según la Vulgata, parece mativo) se ofreció á san Jerónimo, fuéel decir que Dios
que cuando Job estaba padeciendo, vía que se reia se reiadeias penaste los justos; porque seacordabaque
Dios. Es lugar que parece (leído así) que si no toca en David, hablando de Dios en el salmo ii, dice : Quarefre-
enfado, tiene algún desenfado ; por eso liaré reparo en muerunt gentes, et populi meditati sunt inania? Asti-
él, dándole la luz que pudiere caber en mis ojos, pues terunt Reges terrae, et Principes convenerunt in unum,
todos le reconocen por oscuro. Pagninolce: Si flagel- adversus Dominum, et adversus Christum ejus. Dirum-
lum estabeo, occidat súbito impium qui poenas in pamus vincula eorum : et projiciamus á nobis jugum
nocenlum subsannat , «Si el azote es de Dios, dé muer ipsorutn. Qui habitat in Coelis irridebit eos : et Domi-
te súbitamente al impío que hace burla de las penas' de nus subsannabit eos; y que el mismo Dios en los Pro
los inocentes ; » Los Setenta : Quia nequam homines in verbios, capítulo 1, verso 26, hablando de los impíos,
magna morte erunt, sed justi deridentur; en la Regia : en venganza y amparo de los inocentes, dice : Ego quo-
Quoniam mali in morte indecenti, sedjusti deridentur. que in interitu vestro ridebo et subsannabo. Reconoció
No me amedrenta que Pagnino y el texto griego lean que Dios se ha de entender se rie de dos maneras : una
este Terso en opuesto y contrario sentido á san Jeró de la muerte y trabajos de los impíos, haciendo, digá
nimo. moslo así, burla de sus vanos intentos (eso essubsan-
flízome animoso en estos aprietos Tertuliano, De Re- nare); y en este sentido dice David que Dios se reirá de
surrectionecarnis, con esta singular advertencia: (l)«El los que contra él se amotinan, y Dios dice de sí que se
sentido divino está en la medula, no en la superficie, y reirá de los malos. La otra manera de reírse Dios es, no
muchas veces émulo de lo que manifiesta con las pala reírse de las penas de los inocentes, sino con ellas y con
bras.» Añadí á la traducción palabras, porque eso llamó ellos dellas. En español es diferencia legítimamente
superficie. Esto se verifica con muchos ejemplos en la verificada y común, sin excepción. Reírse de uno es
Sagrada Escritura ; ahorremos con uno millares. Cristo burlarse ; reirse con él, alegrarse y caricia. Pues viendo
en las bodas de Cana dijo á su madre : Quid mihiet ti- el gran Padre que Dios solo se rie de las penas y muerte
bi est, mulier? palabras que en la superficie pronun de los malos ; y que no sin misterio se añadió por David
cian reprehensión y despego, y en la medula son favor al reirse el subsannavit, que es hacer burla; y que
y halago misterioso. Con esta doctrina he de procurar cuando él dice á los malos : « En vuestra muerte yo me
serenar el semblante de la versión del grande doctor y reiré,» añade el subsannabo : «Haré burla;» — ha
padre, y descubrir la sustancia de su medula. El de las llando á Job santísimo y canonizado por Dios, porque la
lenguas que sabia, más parece don que estudio : no palabra ríase, que se lee consecutiva á las penas de los
se las dio, como á los apóstoles, el Espíritu Santo ; mas inocentes, no se extendiese con burla, como en los ma
asistióle al uso dellas. Los herejes con lo que del muer los, añadió el non, diciendo : Et non de poenis innocen-
den, se quiebran antes los dientes que se los clavan. tium rideat. Empero no se ha de construir : Et non
El Tárgum vuelve : Si in furore occidit súbito, rideat de innocentium poenis, «Y no se ria de las penas
quando tabescent innocentes ridebit. Que habla Job de los ¡nocentes ;» sino : Rideat, et non de poenis inno
con Dios es lo más probable, y así lo asienta el padre Pi centium, «Ríase, y no de las penas de los inocentes;»
neda, y de todo el capítulo se colige. Filípo presbítero pues eso él mismo dice que ha de ser de las de los im
nota estas palabras de licenciosas, y dice qne en decir píos y rebeldes.
las pecó Job, aunque levemente ; y que por esto dijo en Tengo un ejemplo que acredita esta construcción
el capítulo 39, v. 34 : Qui leviter locutussum, respon mia, tan literal, que turbó á hombres doctísimos, por
deré quid possum ? Y todo el rigor desta advertencia, y no juntarla á la mente del autor. Virgilio en la Geór
la dificultad grande que en él han reconocido todos, la gica, libro ni, tratando de las señales y partes que ha
ocasiona la palabra non, la cual no está en el texto he de tener el caballo para ser bueno, y diciendo lo que
breo. Y por eso leen Pagnino y Los Setenta y el Para se debe hacer con el que siendo tal, ha servido y está vie
frastes lo contrario; pues san Jerónimo, añadiendo el jo ó enfermo, dice :
non, lee : Etnonde poenis innoecntum rideat; y ellos,
conformes al texto, afirmativamente dicen que se reirá! ¡lime quoque, ubi mil merlo gravi», mi! jam segnior anuís
Déficit, abde domo, nec lurpi ignosce senectae.
Los Setenta : «De las penas de los justos;» Pagnino :
«que si el azote es de Dios, en breve dará muerte á los Siendo Guillermo Cantero varón largamente doctísi
impíos, que se rien de las penas de los justos ; » el Tár mo, como construyese este medio verso juntando el nec
gum: «Sien su furor da muerte brevemente, cuando con el ignosce, leia : «No perdones á la torpe vejez.» Afir
los justos padezcan se reirá.» Pagnino antes mostró mie mó en sus Varias lecciones estaba feamente errado, y le
do ala dificultad, huyendo della en paráfrasi, queri- enmendó. Y su enmienda fué el yerro, porque la cons
goren la versión; pues dice el texto : «Si azota, mate de trucción habia de empezar por el ignosce, «perdona,»
una vez , y de las penas de los inocentes se ria.» nec turpi senectae (nec, no) , «á la no torpe vejez;» quie
Mostraré ahora cómo solo san Jerónimo supo recono re decir, que no es reprehensible ni indigna de recono
cer la dificultad; y entendella y darla á entender, con cimiento: porque junto el nec, no, con el perdones, era
añadir la palabra nm, que al parecer la contradice y hace decir : «No perdones á la torpe vejez;» y contradecíase
Virgilio en un mismo verso, pues le empezó diciendo:
«Al ya grave por la enfermedad ó inútil por los años, abde
(II Ritió julem divina in mcdull» ese, non in superarte et domo, jubílale en tu casa, y perdona á la no torpe vejez.»
Y la verdad estuvo y la sentencia en saber juntar otro no.
246 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Do manera que con el no que anadió san Jerónimo, que no habia con ellos acusado á Job, se hallan de la
leido en su lugar, comenta sutil y eruditamente lo que misma suerte convencidos de las maravillas de Jub y de
traduce; como si dijera (y á mi parecer se lee, aunque su santidad; duelo el capítulo 32: Omisserunt autemtres
no está escrito) : «Riase, y node las penas de los inocen viri isti responderé Job, eó quódjustus sibi videretur. Y
tes, sino con ellas,» en el sentido dicho. Yasí lo entendió no bien estos se confiesan convencidos, cuando Eliú les
Tertuliano cuando dijo : Quid? ridvbat Déus, «Holgába dice, condenando su ignorancia, con más palabras lo
se.» Era risa favorecida; y se prueba, porque preguntan mismo, verso 5: Cúm autem vidisset quod tres responde-
do de Satanás qué hacia victuio padecer á Job, responde: re non potuissent.iratus estvehementer; y en el verso 12:
Dissecabatur, «Se atormentaba.» Adviértase queen los Sedut video, non est qui possit arguere Job, et responde
santos, aunque á muchos sentimientos faltan letras para ré ex vobis sermonibus ejus : que fué decirles que no
leerlos, sobra voz para oirlos. No es nueva la petición sabían nada para acabar con Job y concluirle. Y esto di
de pedir Job á Dios que acabe con él : con ella empezó, y jo para argüirles él más acérrimamente, como lo hizo
diciendo que ese seria su consuelo, capitulo 6, v. 9 y 1 0: con mayor fuerza. Es tanta la similitud desta acción de
Et qui coepit, ipse me conleral : solvat manum suam, et los amigos y los fariseos y escribas, y de Eliú y Caifas,
suecidat me? Et haec mihi sit consolatio, ut affligens que solo se diferencian en lo que de Cristo no pudo ca
me dolare, non parcat. Y la palabra rjNj-|NS, Pithom, ber en Job.
aquí se vuelve propiamente áa&reuiar; eso es, dar muer Los ladrones que asistieron á la pasión de Cristo, no
te de una vez, no dilatar el castigo, el fin ó el intento; faltaron á la calamidad de Job, capítulo 19, v. 12: SimuJ
y casi en aquel sentido en que Cristo nuestro Señor dijo venerunt lalronescjus, et fecerunt sibi viamperme.X
por san Juan, capitulo 13, v. 27 : Et dixit ei Jesús : el decir, hablando de Dios, sus ladrones, parece que no
Quod facis, fao cüius ; porque aun estas palabras de su puede decirse por otros, y que proféticamente hablaba
pasión se previniesen en esta paciencia. délos de Cristo, y que se ensayaron en él para asistirle;
El reverendo padre Pineda con feliz curiosidad juntó, que sin violencia lodaá entender la cláusula: «Por m¡
así en dos estampas á los ojos (a) como en discurso aparte hicieron para sí el camino.»
para la noticia, todas las acciones y palabras en que Job La palabra «Dios mió, Dios mío, ¿por qué me desam
había sido, como dice Filipo presbítero, la más copiosa y paraste?» en el capítulo 30, v. 20 y 21, la pronunció:
continuada semejanza de las de Jesucristo. No quiero Clamo aii te, et non exaudís me : sto, et non respicitme.
usurpar á los estudiosos algunas que me dejó ; y como Mulalus es mihi in crudelem .
piadosamente liberal, no las menos preciosas. Leemos en La otra: «Padre, perdónalos, que no saben lo qnelia-
san Juan, capítulo8,v. 46, en boca del Hijo de Dios: Quts cen» (que fué rogar por la ignorancia de sus enemigos?
ex vobis arguet me de peccato? Si veritatem dico vobis, por ellos y alcanzarlos perdón), Job lo hizo, capítulo^,
quare non creditis mihi? Job, capítulo 6, v. 23 : Quare v. 10 : Dominus quoque conversus est ad poeniten-
detraxütis sermonibus veritatis, cúm é vobis nullus liam Job, cúm oraret Ule pro amicis suis. Ellosenemi-
sit quipossü arguere me? Y no solamente son las pala gos acérrimos suyos fueron, y de su parte faltó la amis
bras y sentencia las mismas, sino la ocasión ; pues los tad ; nunca en Job, que por la suya y los méritos de su
escribas y fariseos y los tres amigos de Job trataban de paciencia, siempre fué su amigo y los llamó así ylos tuvo
que había pecado en el uno y en el otro, y que eran pe portales. No repugnoque uno sea mi enemigo, y yo ami
cadores; y lo más misterioso es, q ue sobre esta acusación go suyo; la amistad en uno puede faltar y no en otro.
se concluyeron los dos procesos con un mismo género Más intrínseca cosa es padro y hijo, pues nopuedeba-
de junta. Sea Dios loado, que se sirvióde hacer capaz mi ber unosin otro, y dice el suavísimo Crisólogo :£<?<> f"m
indignidad de estas consideraciones y de las que se si didí, quod erat (Mi: Ule, quod patris est, non amisit : y
guen, á mi ignorancia. esto en boca de un hijo á un padre.
San Juan , capítulo 11 , v. 47 : Collegerunt ergo Pon Hemos llegado á la cuestión de cuando fué J"b res
tífices et Pharisaei concilium, et dicebant : Quid faci- tituido á salud; las opiniones son diferentes. Yo (m-
mus quia hio homo multa signa facit? Si dimütimus guiendo al texto) tengo por más probable que súbita
eum sic, omnes credent in eum : et venient Rotnani, et mente se halló bueno y renovado en vigor y fuerzas al
tollent nostrum locum, et gentem. Unus autem ex ipsis fin deste verso décimo, no al principio; pues empieu
Caiphas nomine, cúm esset Pontifex anni illius, dixit diciendo : Dominus quoque conversus est ad potniten-
eis: Vos nescitis quidquam. Aquí los pontífices y fari tiam Job, cúm oraret Ule pro amicis suís ; y la palabra
seos, que siempre habian perseguido á Cristo, calum poenitentia significa toda la calamidad. Y fuéle á Dios
niando sus obras y sus palabras, ya convencidos se en tan agradable verle orar y pedir por sus contrarios, qu*
mudecen y no saben qué hacer; y lo dicen : «¿Qué hace consecutivamente dice el texto: Et addidit domina
mos? porque este hombre hace muchas maravillas.» omnia quaecumque fuerantJob.duplicia; en que for
Y Caifas, que no se había mezclado con ellos en las zosamente entra la salud. Y en el principio desle capi
persecuciones y calumnias que habían hecho á Cristo, tulo aun se estaba en el montón de ceniza padeciendo,
para perseguirle él con último rigor, los trata de igno verso 6 : Idcircó ipse me reprehendo, el ago poeniten-
rantes, diciéndoles : Vos nescitis quidquam, «Vosotros tiam in favilla et ciñere.
no sabéis nada;» en vosotros no hay sabiduría. Los Y por si algún terco en contradecir porfiare en que mi
tres amigos de Job, que tan injuriosamente le habían interpretación no tiene lngar.por llamar Jobáestos sus
tratado de pecador y blasfemo en la primera junta de amigos y por llamarlos Dios amigos de Job, le acuerJ
los tres solos; en esta postrera, donde se añadió Eliú, que Cristo llamó á Júdasamigo cuando le ibaá prender,
diciéndole : Amice, ad quid venislí? «¿A qué viniste,
(») Al frente del segunda lomo. Cada ana consta de once vi amigo?» Y no habrá quien diga que Judas traidor, en
telas ingeniosamente imaginadas.
JOB. 247
cu yo corazón se liabia entrado Satanás, hijo de perdición, Quiafecit mihi 'magna qui potens est, en que resu
era amigo de Cristo, sino enemigo; siendo así que el Hi me que Dios es poderoso; y en el 52: Deposuit po
jo de Dios aun entonces departe ele su clemencia le era tentes de sede. De manera que muestra á Eliú que en
tan amigo, que llamándole nombre tan regalado, solici sus palabras hubo mentira, y que no probaron perfecta
taba contra su desesperación su arrepentimiento ; y es sciencia en decirque porque Dios es poderoso, no humi
to sabiendo que no liabia de aprovechar, porque de par lla y derriba los poderosos, diciendo: «Dios, que es el
te de su misericordia nada quedase por hacer para su poderoso, depuso á los poderosos de su silla.» Defirió
remedio. esta respuesta hasta su encarnación, la cual Job había
Prodigioso diseño fué Job de Cristo; mostraré la di profetizado y defendido, para que no solóse supiese que
ferencia. Respecto de Cristo, fué Job un dibujo hecho Dios poderoso humillaba los poderosos, sino su poder,
con carbón; y Cristo la pintura admirable que da ser con que era el misterio que Job sustentaba. Puso esta res
hermosísimos colores á lo que confusas y jevueltas, ni puesta en la boca de su madre, por ser ella quien , por
sé si diré mejor que prometieron ó amagaron los bor haberle concebido, ascendía á la mayordignidadde to
rones de las llagas, heridas y aflicción de Joba las del Hi das las criaturas ; y quien había bajado á ser criatura al
jo de Dios ; va lo que diré, sin salir del dibujo, á lo que Criador poderoso de todo. Dijo este cántico, y en él es
se borda después en él: aquel I as fueron picaduras de al tas ra-.ones la Virgen, respondiendo en la visitación de
filer, y estas clavos, martillos y lanzada; aquellas en un santa Isabel al suyo , cuando estaba preñada de san
papel ; estas en la tela riquísima de su soberana huma Juan Bautista. Vino ó honrar, aun antes de nacer, al
nidad. precursor de su Hijo en el Testamento Nuevo; y su Hijo,
Diré ahora en recomendación del santo Job la mayor por boca suya, no aguardó á nacer para defender y hon
gloria y la más soberana prerogativa. Fuera de la consi rar á Job, que no aguardó al Testamento Viejo para ser
deración deudora mi pluma, si yo no lo fuera á la medi su precursor en la ley de naturaleza. No le tuvo menos
tación de su paciencia. costa el oficio que á san Juan ; pues si no murió por él,
Digo qne la Virgen Marta, luego que concibió al Hijo fué porque Dios no quiso, mandando á Satanás que le
de Dios, respondió por Job al argumento más pondera dejase la vida : Verumtamen animam Ulitis serva.
do de Elió, por concluyente contra su inocencia. La no Tan admirable fué en Job el no morir como el morir
vedad es grande, el misterio mayor. Mi alabanzaapren- en Moisén; aquel, porque mandó Dios que no muriese ;
da de Job paciencia, hasta que me lea quien no me co este murió mandándolo Dios. Deuíeronomt'o,capítulo34
nozca ; que estimación y quietud, el sepulcro las da y y postrero, verso 5 : Mortuusque est ibi Moyses servus
la vida las quila. Job, capítulo 36, v. 4 y 5 : dice Eliú, Domini, in térra Moab, jubente Domino.
el más docto y elegante de los amigos de Job: (1) «De Murió Job el dia 10 de mayo, según el calendario
verdad en mis palabras no hay mentira, y yo te probaré romano; empero según el menologio de los griegos
la sciencia perfecta. Dios á los poderosos no los arroja, á 6. Que fué santo, Dios lo dijo; que fué profeta, na
porque él mismo es poderoso.» Que fió la victoria de die lo duda; que fué rey, muchos graves autores lo
todos sns argumentos desta proposición, se conoce en afirman, otros lo niegan. El doctísimo cardenal Caye
que la previene, asegurando que verdaderamente en tano se empeña más en esto que todos; y afirma que
sus palabras no hay mentira; y blasona que con ella le de sus palabras se colige, cuando dijo de s!, capitulo 29,
probará la perfecta sciencia. A esto no dio lugar Dios á v. 25: Cumque sederem quasi Rex, circumstante exerci-
que Job respondiese; pues en acabando Eliú el ca tu. Colige que si lo fuera, no dijera de sí que á la mane
pítulo 37, con que prosiguió el 36 referido, el 38 em ra de rey se sentaba. Olvidósele lo que dice de sí, ca
pieza : Respondens autem Dominus Job de turbine, pitulo 19, verso 9 : Abstulit coronam de capitemeo;
dixit. Hago reparo en que no habiendo hablado sino «Quitó la corona de mi cabeza.» Si reparara en que el
Eliú (no en un capítulo sino en seis arreo, y largos), diga texto solo dice que fué varón grande entre los orienta
que Dios respondió á Job, que no había hablado, y no les ; y que contando su grandeza, solo dice ganados y
á Eliú, que solo acababa de hablar. Y fué la causa esta posesiones y familia, no vasallos ni ciudades ni reino;
proposición tan exagerada por él, de que Dios, por ser y si trujera á cuestión si el reinar entonces se liabia in
él poderoso, no arrojaba y humillaba los poderosos; y troducido, aun diera alguna fatiga á la respuesta. Em
por ella misma, habiendo apretado Eliú á Job mucho pero llamándole rey Los Setenta y muchos padres, con
más que los tres amigos, cuando condena la opinión tan leve fundamento sobrada solución tiene.
suya nombrándolos, no hace mención de Eliú ni le re Conjetura probable y decorosamente el padre Pine
prueba lo que habló ni le manda hacer sacrificio por sí, da que su cuerpo está en una pirámide en la tierra
como á los otros. Mas luego que Dios mismo (que es el deHus, á los confines de Idumea, por ser costumbre
poderoso que dijo Eliú, que por serlo no humillaba los de los de Arabia y Egipto que los sepulcros de sus re
poderosos) se humilló y se bajó de tal manera, que se yes fuesen suntuosísimas pirámides, según Plinio, Dio
pudo decir del : Semelipswn exinanivit, formam nisio halicarnáseo , Stófano de Urbibus, Solino y He-
serci accipiens, haciéndose hombre ; — ordenó que su rodoto, Strabon y otros autores que siguieron á estos.
madre, luego que le concibió, respondiese (concluyendo Esto no me persuade, porque fué mucho más anti
con demostración) al argumento de Eliú, resumiéndole: guo Job que los tiempos en que estos autores di
como se lee en san Lúeas , capítulo i, en aquel divino cen se inventó este género de sepulcros piramidales ;
cántico : Magníficat anima mea , en el verso 49 : y aun se contradicen para el fin que se edificaron las
pirámides : unos dicen que para trojes y graneros y
(1) Ver* enim absqne mendicio sermones mei , et perfecta
stieniia probibltar Ubi. Deus potentes non abjicit, cum et ipse
guardar ganados ; otros para entierros. Lo que es más
lil potras. á propósito son las palabras de Nitelas (in protheoria
248 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.'
primi capitis) : Exlare etiam nuncJobi sepulchrum palabras de Tertuliano, libro De Anima (tantas joyas
«fl Arabia, atque sterquilinii palaestram, ubi speciosas se cuentan en ellas como letras se leen) : Undeet
coronas adeptas est, anniversariisque honoribus illum ignorare tutissimum est : praestat per Ueum n«cire,
indigenae prosequuntur. Los teatros geográficos lo lian quia non revelaverit, quam per hominem scire, quia
seguido de buena gana ; y en la tabla de la Tierra San ipse praesumpserit : pigüelas son, que si impiden el
ta, en la tierra de Hus se ve una pirámide, y debajo: vuelo, aseguran las alas, y en ellas las plumas.
Sepulchrum Job. El doctísimo padre Pineda bizo á la pirámide en que
Si fué rey ó si fué sepultado en pirámide, no lo está Job sepultado un excelente epitafio con las cláu
afirmo ; y por ser cosa decente al santo vivo y muerto, sulas solemnes del rito antiguo funeral. Yo, por imitar
repito las palabras de los que dicen que si : valiéndome esta piedad, quiero que Job con sus palabras sea epi
(para mi cortesía) de su empeño, en todo el tratado tafio de sí mismo, porque aun sepultado bable de sí, y
de la mujer de Job y su culpa, y que no la repudió y aun difunto le podamos oír. (a)
que tuvo en ella los postreros hijos.
Constantemente sigo al doctísimo y eruditísimo pa
dre Saliano en el tomo primero, admirando que en seis (a) Solo be visto el epitafio de Qoevedo en el ejemplar de 1790.
hojas comentó la paciencia de Job, sin cargarla. Aquí termina sin él la edición de Sancha.
Advierto que el primer mote hebreo significa Dioj lo iH, y Din
En las demás cuestiones, en que solamente la conje lo quitó; pero el último, con las mismas palabras, llene sentido
tura determina, detengo la pluma en estas preciosas inverso : Dios lo quilo , y üios lo (lió.

EPITAPHIUM PYRAMIDATI SEPULCRI JOB, IN TERRA HUS.


Dl'M M1IUCULA PATIENTIAE PYRAM1DIS HÜJÜS LOQU1TUR HUS,
BARDARA PYRAM1DUJI SILEAT MRACULA UEMPU1S.

npb mrm ira nw


Ql'IS SIM QUAERIS VtATOR?
Interroga quemlibet de viatoribus.
Loquere terrae, et respondebit tibi.
Ego Ule quondam opulentas, magnus inter omnes Orientales, nomine job,
repente contritus sum : Omnipotens spoliavit me gloria mea, et abstulil coronam de capite meo :
non pepercit, et effudit in térra viscera mea :
concidit me vulnere super vulnus : irruit in me quasi gigas.
Saccum consui super cutem meam , et operui ciñere carnem meam.
líaec passus sum absque iniquitate manus meae, cum haberem mundos ad Deum preces; sedens in sterquilini»,
EX Ql'O SDSCITAVIT HE,
SUSCITANS Á TERRA INOPEM, ET DE STERCORE ERIGENS PAUPEREM.
Ecce nunc in pulvere dormio. .
Scio enim quod Redemptor meus vivit : et in novissimo die de Ierra surrecturus sum , et circumdabor pelle mes,
et in carne mea videbo Deum.
et i»e umbra mortis, et foetor, et paupertas obrueiient, et foedarent ossa mea,
Dies luce, Cassia odore soavitatis, Copia divite fecunditate, filiae dulcissimae uteris mei,
hunc mii1i sepulcrtih momentes et mgro questo erexerukt.
aih , sat tuis oculis dedes.

Tria nwi npb nw

FIN DE LA COMTANCIA V PACIENCIA DEL SANTO JOB.


INTRODUCCIÓN
á

LA VIDA DEVOTA.
COMPUESTO

POR EL BIENAVENTURADO FRANCISCO DE SALES,


PRÍNCIPE V OBISPO DE COLONIA DE LOS ALÓBROGES.

TRADUCIDO

POR DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO DEL HÁBITO BE SANTIAGO, T SEÑOR DE LA VILLA DE JUAN ABAD, (a)

ALA MAJESTAD CATÓLICA REINA NUESTRA SEÑORA, EMPERATRIZ DE AMÉRICA.


Ofrezco á vuestra majestad el fruto de las flores de lis, que bajó como ellas del cielo en las
alabras del bienaventurado san Francisco de Sales , obispo y principe de Aurelia, en los Alóbro-
es. Hele vestido de la lengua española, porque dos veces sea vasallo de vuestra majestad quien,
ís) Publicólo san Francisco de Sales en 1008 , falto de nal Lorenzana , arzobispo de Toledo , otra nueva transla
gnnos capítulos y de oíros primores y enmiendas , que ción , que por mandado suyo corre de molde desde 1793
u y añadió posteriormente ; cuyos mismos defectos se con general aplauso.
iian en la interpretación latina del maestro Hermanno Cuatro pues son las versiones más célebres castellanas
ortelbeck, natural de Múnster, en Westfalia (impresa del libro isagógico de san Francisco de Sales.
1 1611), como calcada sobre el primer original. Héaqui el título de la primera que quiso enmendar la
Francia, España , Italia , Flándes , Alemania é Inglater- plana á nuestro don Francisco :
«i sus idiomas respectivos, y en el latino el mundo Introducción a la vida devota, que en francés eseri-
tero, poseen la admirable obra del principe y obispo vio, el glorioso señor S. Francisco de Sales, obispot
Ginebra, fundador de las monjas de la Visitación de y principe de Geneva , fundador de la orden de la Vi
cu María, que pasando á mejor vida en 28 de diciem- sitación de S. Maria, y tradvxo, enmendó, y añadió
e de 1628, fué canonizado á 19 de abril de lOGíi. el Lie. D. Francisco Cubillas Don-Yague, Presbítero,
Poco esmerada y pura fué la translación castellana, que Abogado de los Reales Consejos; con vna declaración
i prensas de Bruselas sacaron á luz en 1618, debida á mística de los Cantares de Salomón, para tener Ora
baslian Fernandez de Eyzaguirre, ayuda de cámara del ción Mental. Compuesta por el mismo Santo y traduci
:hiduqne Alberto ; pero siguiendo también el primer da por el dicho Autor. Dedicado á la iluslrissima seño
mplar, ypor lo tanto incompleta. Y de aqui el pretender ra doña Aldonca Fernandez de Córdoba y Mendoza Car
etedo gozase nuestra nación tan precioso libro, con la rillo y Guzman , etc.—Año 1663.— Con privilegio en Ma
reza y elegancia que merecía. drid. Por Diego Diaz de la Carrera, Impressordel Reino.
Las alteraciones que hubo de introducir en su opúsculo Dióse muchas veces ala estampa, y en Madrid año de 1733,
Sanio, y que no tuvieron á la vista los piimeros inter en la imprenta de Domingo Fernandez Arrojo, á costa de
nes, empeñaron al licenciado Cubillas Don-Yagüe, en Francisco Manuel de Mena. Pero la mejor edición es la
eva traducción al castellano; y en cubrir de asteris- que publicó en 1759 don Joaquin lbarra, dirigida por el
5 y cruces todo el papel , para justificar su intento, seña- obispo de Tarazona don José Laplana y Castellón , muy
ido con ellas las correcciones y enmiendas hechas al tra literato y entendido.
jo de Dos Francisco db Qcevedo. En verdad acertó á Qbevedo en Dn publicó en Madrid su libro en la im
¡j orarle alguna vez; quedando siempre, sin embargo, prenta Real, año de 1634, de advertencias, prólogos y
r bajo de su predecesor, en lo castizo y galano del estilo dedicatoria (1) precedido. Pero con otros discursos as-
■n el arle de interpretar el sentido de la manera más
opia y elegante. Hizolo asi ver palmariamente el juicioso (1) ¿Habrá errata en el epígrafe de ella , debiendo decir A la
esbiiero don Pedro de Silva , cuando consagró al carde majestad católica de la Rema, etc.? No parece creíble.
250 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
siendo moderno apóstol de Francia, hoy goza de aquella gloria, donde con la predicación y
ejemplo procuró encaminar todo aquel cristianísimo reino. Sus obras le coronaron en la bien
aventuranza; y sus obras solicitan, traducidas en todas lenguas, esta corona para lodos los que le
supieren imitar y obedecer. Fué elección de la majestad de Enrique IV su prelacia, que en esto
dio más á Francia que tuvo en tan soberano dominio. Herencia es en vuestra majestad de tan glo
rioso padre el asistir con la devoción á padre tan santo y admirable en sus obras, á que asiste el
fervor y celo católico del rey nuestro señor don Felipe el Grande. El Espíritu Santo dice que las
almas de los justos están en las manos de Dios : vea «1 mundo que su espíritu en su dotrina está
en las manos de los reyes ; pues siendo vuestra majestad la reina más esclarecida que reverencia
el mundo, tendrá en ellas con estos documentos los jacintos de que la esposa tenia llenas las
suyas.
Humilde vasallo y criado de vuestra majestad,
Don Francisco de Quevkdo Villegas.

PEDRO MALLARD A LA NACIÓN ESPAÑOLA, (a)


Habiendo visto el fruto copioso y santo que este libro del bienaventurado Francisco de Sales
ha hecho en Francia, su patria , Alemania y Flándes, y cuan afectuosamente le han dado ásu
habla todas las naciones, testificando su aceptación las muchas impresiones que del se han he
cho; y hallándome en España, con deseo de mostrar la afición que tengo á la nación , pedí á don
Francisco de Quevedo Villegas le tradujese, restituyéndole á la pureza de su original , agraviado
hasta ahora en infinitas cláusulas , y añadiéndole en otras muchas que le faltaban á lo hecho : y
yo le imprimo con deseo de que todos le impriman en sus corazones; no por ganar, sino para
que todos se ganen. Quien le compra, si no se aprovecha , más le vende que le compra. No es su
precio la paga, sino la mejora. Por estas razones no he podido mostrar á la nación española mi
voluntad y afición con mejores obras.

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


AL PUEBLO CATÓLICO CRISTIANO EN LA OBEDIENCIA DE LA SANTA IGLESIA DE ROMA.

Eáte tesoro, que hallé en lengua francesa, escrito por el bienaventurado santo Francisco de
Sales para la enseñanza de todos los fieles, en quien se hallan tantas joyas como se leen letras,
vino á mis manos traducido en la lengua española y impreso en Ambéres, tan desfigurado de
la pureza de su mina y falto de muchas cláusulas, que por el interés público me determiné á
trabajar en restituirle á sí propio , imitando én este cuidado al que limpia el oro , que solo atien
de á descubrirle, sin gastarle; advirtiendo que quien le disminuye, más roba que limpia, yan
tes merece nombre do ladrón que de artífice. Por esto, yo con desvelo religioso he solicitado
no profanar la castidad apostólica de sus palabras con afectadas locuciones, que antes la adultc-
célicos le reimprimió 5 costa de Tomás Alfay, en 16Í6, dos estos ejemplares y del francés más autoriíado.
Melchor Sanche/., formando la oportuna y hoy rara colee- Suelto reimprimióse en Ambéres , año de 17Í6, éígnoro
cion que lleva por titulo : Las obras qve cscrivio don Fian- si lo ha vuelto á ser posteriormente.
cisco de Qvevedo y Villegas , cavallero del abito de San- Al pié del texto encontrarán los lectores de la Biblioti-
tiago, Y Sefwr de la Villa de luán Abad, para inlrodvzir ca las adiciones más importantes que se hallan eo lain-
i'i vn católico a vna perfecta Vida, y vna perfecta muerte. terpretacion de Cubillas Don-Yagüe, que para el caso,
Al principio éclianse de menos varios de los preliminares por más antigua , prefiero á la de Silva. Llevan por marta
de la edición principe. las iniciales C-D.
Desaparecieron completamente cuando salió en colee- («) Este librero adquirió de non Fn.iscrsco el manus-
Cion inserto en la Parle segunda de las obras en prosa crito original para Imprimirlo por una sola vez, reservan-
de nuestro autor, año de 1658; y asi ha continuado pu- do al escritor el privilegio de poder sacar de nuevo i h>x
blicándose, con supresiones y erratas, hasta hoy quo su obra por tiempo de diez años. Sin duda alguna por el
le restituyo á la verdad de su original, & vista de lo- mismo Qoevedo están puestas las présenles lineas.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA; 231
ran qtre la pulen. Hallo sus discursos vestidos de palabras elegantes, como eficaces, vivas y ar
dientes, que hermosamente adornan sus sentimientos con gravedad honesta y majestad humana
y tratable á la atención de los lectores. Adulternonquaerit prolem, sed deléclationem, tEl adúltero
no búscala decendencia, sino el deleite;» nuestro gran padre búscalos hijos espirituales, deleitan
do el espíritu. Hay muchos que hablan solo por hablar : estos son igualmente inútiles para sí y
para los que los oyen. Otros hablan y escriben solo porque los alaben : estos son más desdichados
cuando consiguen las alabanzas, como cuando no las consiguen; muéstranse vanos, y no doctos.
Otros hay que hablan y escriben por enseñar á los ignorantes, encaminar á los perdidos, des
engañar á los engañados y consolar á los miserables : método que solo se aprende de las divinas
letras por la meditación , y con el estudio de los santos padres y doctores de la Iglesia. Uno des-
tos espirituales maestros fué nuestro santo, pues en sus palabras y en su pluma no se oyó ni lee
otra doctrina ; por esto, fecunda y limpia de novedades sediciosas, fácil, segura y agradable.
Parece que hablaba deste libro el glorioso doctor san Agustín en su libro De Gralia et libero
arbitrio, cuando dijo: c Repetid continuamente este libro, y si le entendéis, dad gracias áDios;
y si no le entendiéredes , acudid con la oración á Dios para poderle entender, que Dios os alum
brará el entendimiento. Acordaos que está escrito: Si alguno de vosotros tiene falta de entendi
miento , pídasele á Dios, que es quien con liberalidad le reparte á todos. > Si, como hemos dicho,
solo Dios da luz al maestro para que enseñe , en solo Dios la debe buscar el dicípulo para apren
der. Por esto pidió la Esposa al Esposo en los sagrados cánticos que la besase con el beso de su
boca : quiere su dotrina, mas quiérela de su boca, no pasada por otros labios ó formada por
otra lengua. Hay verdades que las enferma el aire que forma las palabras, que las adultera la
pronunciación , ó balbuciente ó precipitada. Los católicos citan á san Pablo como él habló ; los
herejes como ellos quieren que hable. En aquellos se oye el apóstol; en estos los apóstatas. Los
que no se contentan con seguir á los santos, solo se contentan con perseguirlos; y por no decir
lo que dijeron, dicen lo que ellos mandaron que no se dijese. Por esto nuestro bienaventurado
autor, ceñido en sus dotrinas y asegurado en el fundamento de la fe, enseña la sabiduría de la
caridad, que es la útil; asi lo dice san Agustín sobre el evangelio de san Juan: «Añade la ciencia
á la caridad, y será provechosa la ciencia, no por si, sino por la caridad. » Que la caridad sea
plenitud de ciencia, lo dice el propio santo sobre el psalmo 78 : «Preguntas : ¿De qué manera
seré lleno de ciencia? ¿quién llena de ciencia? Tienes de dónde te puedas llenar de ciencia : la
caridad es plenitud de la ley. No te distraigas por muchas cosas ni te derrames; espanta el es
parcimiento de las ramas, llégate á la raíz, y no atiendas á la grandeza del árbol; haya en tí ca
ridad, que necesario es que se le siga plenitud de ciencia : ¿qué ignora quien sabe caridad , ha
biéndose dicho, Dios es caridad?» Cuánta y cuan grande y cuan fervorosa fué la que tuvo
nuestro santo, la ciencia de los libros que escribió lo dice: el del Amor de Dios, que parece lo
escribió de sí el amor mismo; el de los Entretenimientos espirituales, cuya meditación parece
que adelanta los de la patria; este de la Introducción de la vida devota , en que el más malo y el
más ignorante hallará enmienda , razón y luz. Los frutos de su caridad fueron más de treinta mil
almas que convirtió con su predicación, asistida de su ejemplo; y otra innumerable infinidad quo
con sus obras reduce cada dia, y reducirá, siendo para las tinieblas espirituales sol sin ausencia
anochecida, cuyo dia ni los antípodas nos le usurpan, ni nosotros á ellas, por estar amaneciéndo
les siempre en entrambos polos la impresión , que en todas partes y á todas horas por este oficio
piadoso adquiere nombre de oriente perpetuo. Léese en este libro la devoción santa y cortesana,
la Sagrada Escritura en entrambos Testamentos, con declaraciones suaves, profundas y litera
les. Acompáñanse los preceptos, de erudición grande y opulenta, empero aplicada sin pompa y
presunción; de comparaciones propias, doctas y sutiles, de tal manera asistidas de las palabras,
que ni á la verdad la falta adorno, ni ellas con la demasía embarazan á la verdad; tan decentes,
tan ajustadas, que se oye en ellas la verdad vestida, y se ve desnuda. Da el Santo á su dotrina
adorno que es honesto , no elocuencia profana; sigue en todo á los santos. Ellos lo enseñan; san
Jerónimo á Pamachio: «La interpretación eclesiástica, aunque tenga hermosura elocuente,
debe disimularla, y huir de hablar solamente para las ociosas escuelas de Los filósofos, sino para
todos los hombres. » Y san Ambrosio, sobre las epístolas de San Pablo: « La predicación cristia
na no necesita de la pompa y cultura de las palabras, porque no parezca ser de la astucia de la
humana sabiduría, y no de la verdad : allí se busca la composición de las palabras, adonde
testificándolo la virtud, no se muestra la verdad.» En este libro la virtud testifica, y la verdad sfl
2o2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
muestra tan opulenta de luz, que en solo este libro se leen las dolrinas de los filósofos mejora
das y con enmienda; las proposiciones estoicas, cristianas y limpias; y tan católicamente cor
regidas, que si Sócrates, Zenon , Epíteto y Séneca vieran esta Introducción, leyeran lo que no
acabaron de saber , y supieran lo que no pudieron alcanzar : sabiduría que solo halla en las Sa
gradas Escrituras y en los santos Padres quien, lleno de caridad santa , tiene el amor de Dios
nuestro Señor Jesucristo por librería , y su temor por intérprete.

CARTA
DE LA CONGREGACIÓN GENERAL DEL CLERO DE FRANCIA, A LA SANTIDAD DE URRANO OCTAVO,

en razón de la beatificación del reverendísimo tan Francisco de Sales, obispo en Aurelia de los Alóbrogfs,

Muy santo Padre : después de haber besádoos los pies humildemente, nosotros representamos
á vuestra santidad que el muy reverendo padre Francisco de Sales , obispo y príncipe en Aurelia
de los Alóbroges, de muy gloriosa memoria, ha vivido entre nosotros una vida tan ejemplar,
que cada uno, arrebatado de la admiración , procura imitar su piedad entre las otras virtudes
raras que en él resplandecen. De suerte que nosotros creemos que este generoso atleta, des
pués de muchos trabajos, acabó su carrera gloriosamente, y ascendió al lugar de la gloria y del
reposo. Esta pérdida ha dejado, no solamente un extremo deseo á toda la Francia, mas concibe
ahora una tan grande opinión de la inocencia y santidad de tal prelado, que habiéndole honrado
vivo, de la misma suerte le tiene en su corazón en tan grande veneración después de su muerte,
que le estima como beatificado. Esto es lo que á todos nos hace esperar que vuestra santidad no
rehusará á nuestros ruegos lo que es con tanto ardor deseado de cada uno. Pues vos solo estáisen
la tierra que podéis canonizar y deificar (digámoslo así) los hombres, haced que aquel que nos
ha confortado mientras vivió, ahora nos asista con su intercesión después de muerto; y si, poseí
dos de caridad de uno de nuestros hermanos, deseamos esto, nosotros creemos que vuestra san
tidad no juzgará nuestro celo por temerario en procurar lo que nosotros hemos tenido por sacri
lega impiedad diferir más : el dar este testimonio de un prelado que ha sido reverenciado de todos
por su grande piedad, por la moderación de su espíritu y por la santidad de una vida que, ade
más de la afición pública que se granjeó, inflamó los corazones de todos al amor de Dios. Asimis
mo nosotros le hemos visto vivir en esta dignidad episcopal con una grande humildad; y si bien
fué adornado de rara erudición y de elocuencia incomparable , cada uno vía en él juntamente
tan grande dulzura y modestia, que por solo su aspecto y sus palabras cualquiera hombre era
atraído y como inflamado á imüar su virtud. Que esto sea así, se conoce en que todas las veces
que subió al pulpito (lo que en muchas ocasiones hizo, y más frecuentemente en Paris) era se
guido de tan innumerable concurso de oyentes, que apenas todos podian caber en las iglesias;)'
cada uno se sentía tan vivamente tocado en lo interior después de haberle oido, que todos testifi
caban con lágrimas en los ojos su conversión, mejorando de allí adelante la desorden de la vida
pasada. Esto fué lo que esparció de tal manera la fama deste gran padre, que muchos acudían
á él de países muy remotos, por gozar de su dotrina ó por verle la cara. El se mortificaba en
perpetuas penitencias; y como acostumbraba su cuerpo á todas suertes de austeridad, sin con
sentirle la menor delicadeza, él no descansó jamás destos ejercicios, aunque algunas veces ca
yese oprimido del peso de las mortificaciones, porque nada le podia suceder tan agradable
como el tiempo que se ocupaba en adquirir, como un tesoro, muchos méritos. Murió en León
con un tan grande sentimiento de la villa y con tal dolor de todo el reino, que cuando la nueva
desta pérdida lamentable fué pública por la Francia , no hubo persona , por poco religiosa que
fuese, que no se entristeciese como de la muerte de su padre. No porque, juzgándole bienaven
turado, tuviesen envidia á su gloria, antes fué el dolor de ver que el ataúd nos arrebataba el
socorro que nosotros habíamos acostumbrado recebir; víanle ir áotra parte, donde, sino prece
de el oráculo de la sagrada boca de vuestra santidad, nadie ya osaría acudir á sus sufragios. To
dos desean esto con entrañable afecto, y más que todos, los de Paris, que le han visto en el pul
pito tantas veces, y comunicado con admiración su piedad y su elocuencia. Lo propio desean
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 2S3
losdeLeon, que, depositarios del corazón de tan digno prelado, le ven milagrosamente conser
vado en su sepultura , con un color vivo , sin descolorirse ni enjugarse, y tal se ve el dia de hoy.
Santísimo Padre, pues que vuestro imperio espiritual asimesmo mira las cosas del cielo, Vos
determinaréis, si tal fuere vuestra voluntad, por los muy humildes ruegos de toda vuestra Con
gregación y por los votos de tantos pueblos, que sea verdaderamente tenido y declarado por
bienaventurado por vuestra santa autoridad , á fin de que no estando tenido por tal sino por
una simple opinión, lo sea de aquí adelante por fe y por creencia. En Paris, en la Congregación
general del clero de Francia.
Vuestros muy humildes y muy obedientes subditos y capellanes de la santa Iglesia Romana,
los cardenales, obispos, arzobispos y eclesiásticos, convocados en cuerpo de congregación ge
neral.
Por mandado de los ilustrisímos y reverendísimos cardenales, arzobispos, obispos, y de to
dos los diputados eclesiásticos en la Congregación general del clero de Francia :
Leonor D'Estampes, obispo de Chautres.

PREFACIO.
Amigo lector, ruégote leas este prefacio por tu satisfacción y la mia.

La jardinera Glicera sabia tan propiamente diferenciar la disposición y la mezcla de flores que
acomodaba en los ramilletes, que sin aplicar otras diversas en color, se variaban en labor desco
nocida los unos de los otros; de suerte que el pintor(-l) Parrasio quedó vencido intentando con
trahacer al vivo esta diversidad elegante de labores, porque nunca supo mudar su pintura en
tantas diferencias como Glicera sus ramilletes. De la misma manera el Espíritu Santo ordena y
dispone con tanta variedad los preceptos de la devoción que reparte á las lenguas y plumas de
sus siervos, que siendo la doctrina siempre una misma, no por eso los discursos dejan de ser muy
diferentes, según los diversos modos de que están compuestos. Cuanto á mí, no quiero ni debo
escribir en esta introducción sino aquellas cosas que han sido antes publicadas por mis predece
sores acerca deste sujeto. Las mismas flores te presento, lector mió; mas el ramillete que te
bago será diferente , á causa de la diversidad y aseo con que va compuesto. Los que han tratado
de la devoción, casi todos han mirado á la instrucción de personas muy retiradas del comercio
del mundo, ó por lo menos han enseñado una suerte de devoción, que conduce las almas á este
entero retiramiento. Mi intención es instruir los que viven en las villas, en las familias y en las
cortes , y que por su condición están obligados á pasar una vida común cuanto á lo exterior. Los
cuales de ordinario, con pretexto de una pretendida imposibilidad , no quieren ni aun imaginar
en la empresa de la vida devota; pareciéndoles que, como ningún animal osa gustar el grano de
la yerba llamada Palma Chrisli, así ningún hombre debe pretender la palma de la piedad cris
tiana mientras vive en medio las ocasiones y negocios temporales. Y yo los mostraré que, como
la madre perla vive en medio del mar, sin que por eso tome algún gusto de agua marina, y
como hacia las islas Celidonias hay fuentes de agua dulcísima en medio de las saladas ondas, y
así como los piraustes (a) vuelan por medio las más reforzadas llamas, sin que por eso sus alas pa
dezcan algún detrimento,— así puede un alma vigorosa y conslante vivir en el mundo sin recibir
ningún humor mundano; hallar los manantiales de una dulce piedad en las ondas amargas des-
te siglo; y volar en medio de las llamas de tantos apetitos como el mundo enciende de todas
partes, sin quemarse las alas de los sagrados deseos y santas aficiones de la vida devota. Verditd
es que esto es dificultoso; y así, querría que á este fin empleasen muchos su cuidado con más
ardor y solicitud que hasta aquí han hecho. Pero conociendo yo mi flaqueza y débiles fuerzas,
¿cómo me atrevo por medio deste escrito á dar socorro á los que con un corazón generoso inten
tan esta divina empresa?
(I) Parrasias (La edición original.)—Pausias (imprimió fingieron los antiguos, vivia en el fuego únicamente. En
el Santo y repitió Cubillat.) la edición original se lee . phirautfs , con jeno mani
la) Tanto como pyrautla y pyratit : insecto alado, que Tiesto.
234 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Podrá servirme de disculpa el no haber sido por mi elección ó inclinación el salir esta hitro-
duccion á la luz del mundo. Un alma en extremo enamorada de la virtud, habiendo (tiempo há)
alcanzado de Dios la gracia de querer aspirar á la vida devota, deseó á este fin mi particular
asistencia; y yo, que la tenia diversas obligaciones, y que habia mucho tiempo antes notado en
ella gran disposición para este dcsinio, procuré con todo cuidado instruirla; y habiéndola con
ducido por todos los ejercicios importantes á su deseo y condición, la dejé por escrito algunas
memorias, para que en ellas hallase ayuda que pudiese mejor facilitar su intento. Comunicólas
después al docto y religioso Juan (1) Ferrier, teólogo de la Compañía de Jesús, entonces rector del
colegio de (2) Chambery, que parcelándole podrían muchos aprovecharse dellas, me exhortólas
publicase; cosa que me persuadió fácilmente por tener su amistad para con mi voluntad el lugar
debido á su merecimiento, y su juicio una grande autoridad para con el mió. Para que esta obra
fuese más agradable, la he vuelto á ver, iugeriéndola y juntándola muchos avisos y doctrina
propia á mi intención. Y puédeseme creer haber hecho todo esto casi sin ninguna manera de
lugar; causa por que no verás aquí nada con la postrer mano, sino sola una junta de adverti
mientos de buena fe , los cuales explico por palabras claras y inteligibles (ó por lo menos lo he de
seado); y en cuanto pertenece al ornato del lenguaje , no he querido ni aun imaginarlo, como
quien tiene otras muchas ocupaciones.
Encamino mis palabras á Filotea, porque queriendo reducir á la utilidad común de muchas
almas lo que primero habia escrito para una sola, la doy el nombre común á todas aquellas que
quieren ser devotas, porque Filotea quiere decir «amante, enamorada de Dios».
Mirando pues en todo esto á una alma que por el deseo de la devoción aspira al amor de Dios,
he dividido esta Introducción en cinco partes. En la primera de las cuales procuro, por algunas
exhortaciones y ejercicios, convertir el simple deseo de Filotea á una entera resolución; que á
la fin toma, después de su confesión general por una sólida protestación, nacida de la santísima
comunión, en la cual dándose á su salvador, y recibiéndole, se entra dichosamente en su san
to amor. Hecho esto, para adelantarla más, la muestro dos grandes medios para unirse á su divi
na Majestad ; muéstrala también el uso de los sacramentos, por los cuales este buen Dios viene á
nosotros; y la santa oración, por la cual nos tira á sí : y en esto empleo la segunda parte. En la
tercera la muestro cómo se ha de ejercitar en diferentes virtudes, propias á su adelantamiento,
no deteniéndome sino en ciertos avisos particulares, (3) de que entonces de sí misma no se hubiera
podido aprovechar. En la cuarta la descubro algunas enboscadas de sus enemigos, mostrándola
cómo se ha de librar dellas, y pasar adelante en su empresa dichosa. Finalmente, en la quiula
parte hago se retire un poco en sí misma, reparando y rehaciendo las cansadas fuerzas, para que
después pueda más dichosamente ganar tierra , y adelantarse en la vida devota.
Miserable es esta era; y así, me persuado que muchos dirán no pertenece sino á los religiosos y
gente de devoción el dar tan particulares instrucciones á la piedad; que estas requieren más lu
gar que el que puede tener un obispo cargado de peso tan grande como el mió , y que esto dis
trae el entendimiento, el cual debe emplearse en cosas más importantes.
Pero yo, amado lector, te digo, con el gran san Dionisio, que principalmente á los obispos per
tenece el períicionar las almas, por cuanto su orden es suprema entre los hombres, como la de
los serafines entre los ángeles; de manera que el tiempo no muy ocupado no puede emplearse
mejor que en este ejercicio.
Los antiguos obispos y padres de la Iglesia tenian por lo menos tanta afición á sus cargos como
nosotros, y no dejaban por eso el cuidado de conducir las almas que querían valerse de su asis
tencia, como se ve en sus epístolas; imitando en esto á los apóstoles, que en medio de la siega
general del universo, recogían ciertas espigas con una especial y particular afición. ¿Quién no sa
be que Timoteo, Tito, Filemon, Onésimo, santa Tecla y Apia eran los amados hijos del gran san
Pablo, como san Marcos y santa Petronila de san Pedro (santa Petronila digo, la cual, como
muestra doctamente Baronio y Galonio , no fué hija carnal, sino espiritual de san Pedro)? Y san
Juan escribe una de las epístolas canónicas á la devota Electa. Pena es grande, yo lo confieso, el
conducir las almas en particular, pero pena que antes alivia, igual á la de los segadores y ven
dimiadores , que jamás se ven tan contentos como cuando están cargados de obra y trabajo. Es
un trabajo que descansa y conforta el corazón, por la suavidad que resulta á los que le padecen.
(1) Ferier, (Edición original.) (3) que no pudiera fácilmente bailar en otra parle, ni
(2) Cambraj, {Id.) por sí misma. (C-fl.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 25b
Dicen que la tigre habiendo hallado alguno de sus hijuelos (el cual la deja el cazador en el ca
mino para engañarla y entretenerla mientras se lleva los demás pequeñuclos), se le carga por can
sada que esté ; sin que por eso se halle más pesada , sino que antes más ligera corre á su guarida,
para salvar el ligero peso que lleva. ¡ Con cuánta más gana un corazón paternal tomará á su cargo
un alma cuando la halla con deseo de la santa perfección, llevándola en su seno como una
madre hace á su hijo, sin que por eso sienta la amada carga! Pero sin duda es necesario que sea
este un corazón paternal, razón por qué los apóstoles y hombres apostólicos llaman á los dicí—
pulos, no solo sus hijos, sino aun más tiernamente, sus pequeños hijos.
Cuanto á lo demás , amado lector, verdad es que escribo de la vida devota sin ser devoto, más
no cierto sin deseo de serlo , y aun es esta afición la que me da ánimo á instruirte; porque, como
decía un gran letrado, la buena manera de aprender es el estudiar, la mejor es el escuchar, y
la bonísima es el enseñar. «Muchas veces sucede (dice san Agustín, escribiendo á su devota Flo
rentina) que el oñcio de distribuir sirve de merecimiento para el recibir, y el olicio de enseñar
de fundamento para aprender. >
Alejandro hizo pintar la hermosa (1) Campaspe, á quien con todo extremo amaba, de mano del
único Apeles. Apeles, habiendo forzosamente de considerar largo espacio el hermoso rostro de
Campaspe, por cuanto le iba imitando en la pintura que hacia, imprimió de suerte en su cora
zón una pasión tan amorosa, que conociéndolo Alejandro, y apiadándose del, se la dio por mu
jer propia , privándose por amor de Apeles de la prenda que más en el mundo amaba : en lo
cual, dice Plinio, mostró la grandeza de su corazón, como pudiera por una muy gran Vitoria.
Paréceme pues, amigo lector, que siendo obispo quiere Dios que pinte en los corazones de las
personas, no solo las virtudes comunes, sino la muy cara y muy amada devoción; y yo lo em
prendo de buena gana , tanto por obedecer y hacer lo que debo , como por la esperanza que tengo
de que grabándola en los espíritus de los otros, el mió, por ventura, podrá santamente enamo
rarse. Si su divina Majestad me ve vivamente tocado de afición, ella me la dará en casamiento
eterno. La hermosa y casta Rebeca, abrevando los camellos de Isaac, fué elegida por su esposa,
recibiendo de su parte zarcillos y brazaletes de oro; asf yo me prometo de la inmensa bondad de
Dios, que guiando sus caras ovejas á las saludables aguas de la devoción , hará á mi alma esposa
suya, poniéndome en las orejas los zarcillos de las palabras doradas de su santo amor, y en mis
brazos la fuerza del bien ejercellas, que es en lo que consiste la esencia de la verdadera devo
ción. La cual suplico á su divina Majestad me otorgue, y á todos los hijos de su Iglesia, á la cual
sujeto mis escritos, mis acciones, mis palabras, mi voluntad y mis pensamientos. En (2)Annecy,
diade Santa María Madalena, 1608.
(1) Conipaspe, (!' más abajo también, ¡a edición ori- (2) Necy, (La original.)— Anessy, (Imprimió el Santo y
S'mal , siguiendo al Santo.) vino i reproducir Cubillos.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.

PRIMERA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN,


r.N LA CUAL SE CONTIENEN LOS AVISOS Y EJERCICIOS NECESARIOS PARA CONDUCIR EL ALMA DESDE
SU PRIMER DESEO DE VIDA DEVOTA HASTA UNA ENTERA RESOLUCIÓN DE ABRAZARLA.

CAPITULO PRIMERO. amor de Dios, y antes no es otra cosa sino un verdade


Descripción de la verdulera devoción. ro amor divino; y no amor como quiera, porque en
cuanto el amor divino hermosea nuestra alma, se lla
Querida Filotea , siendo cristiana, bien sé que aspi ma gracia, haciéndonos agradables á su divina Majes
ras á la devoción, por ser esta una virtud en extremo tad ; en cuanto nos da fuerza de bien hacer, se llama
agradable á la Majestad divina ; mas por cuanto las caridad ; mns cuando llega al grado de perfección , en
faltas pequeñas en que se cae ni principio de cualquier el cual no solamente nos hace bien hacer, sino obrar
obra se refuerzan y crecen en el progreso della, y cuidadosa, frecuente y prontamente, entonces se llama
son á la fin casi irreparables, es necesario, ante todas devoción. Los avestruces no vuelan jamás; las gallinas
cosas, sepas lo que es esta virtud de devoción ; porque vuelan poco, aunque pesaday raramente; mas las águi
como no hay sino una verdadera, y gran cantidad de las, palomas y golondrinas vuelan á menudo, aprisa y
falsas y vanas, si no conoces la cierta y segura, podrías alto. Así los pecadores no vuelan en Dios; antes ha
fácilmente engañarte y seguir alguna devoción imper cen todos sus cursos en la tierra y para la tierra. La
tinente y supersticiosa. buena gente que aun no ha llegado á la devoción, vue
Aurelio pintaba todas las caras de las imágenes que la en Dios por medio de sus buenas acciones; pero ra
hacia, á semejanza con el aire de las mujeres que ama ra y pesadamente. Las personas devolas vuelan en
ba; y cada uno pinta la devoción según su pusion y fan Dios frecuente , pronta y altamente. En fin , la devo
tasía. El que se da al ayuno se tendrá por muy devoto ción no es otra cosa sino una agilidad y vivacidad
solo porque ayuna, aunque por otra parte tenga el co espiritual, por medio de la cual la caridad ejercita sus
razón lleno de rencor y malicia ; y sin osar tocar su len acciones en nosotros, y nosotros por ella obramos pron
gua avino ni agua por templanza, no se le dará nada ta y aficionadamente ; y como pertenece á la caridad el
de meterla y cebarla en la sangre de suprújimoá fuerza hacernos guardar los mandamientos de Dios, general
de murmuración y calumnia. Otro se tendrá por muy y umversalmente pertenece también ala devocionel
devoto porque cada día dice una gran multitud de ora hacer que los guardemos pronta y diligcntementejcau-
ciones, aunque después desto desbaga su lengua en sa por qué el que no guarda todos los mandamientos
palabras enojosas, arrogantes y injuriosas, así con sus de Dios no puede ser tenido por bueno ni devoto, por
domésticos como con sus vecinos. Otro sacará de bue que para ser bueno es necesaria la caridad, y para ser
na gana limosna de la bolsa para dar á los pobres, y no devoto es necesaria (además de la caridad) una gran
podrá sacar del corazón dulzura y piedad para perdo vivacidad y prontitud en las acciones caritativas.
nar sus enemigos. Otro perdonará sus enemigos, y no Y como la devoción consiste en cierto grado de ex
querrá componerse con sus deudores sino á fuerza de celente caridad, no solamente nos hace prontos, ac
justicia. Todoseslos son tenidos vulgarmente por devo tivos y diligentes en la observación de todos los man
tos; nombre que de ninguna manera le merecen. Bus damientos de Dios, sino que fuera desto nos provo
cando la gente de Saúl á David en su casa, puso Mi- ca á hacer pronta y aficionadamente las más de las bue
col en una cama una estatua cubierta y adornada de nas obras que podemos, aunque las tales no sean de
los vestidos del mismo que buscaban; con que hizo ninguna manera de precepto, sino solamente aconseja
creer á la gente de Saúl que el que al parecer dormía das ó inspiradas ; porque do la misma manera que un
era David, que estaba enfermo. Asi muchas personas hombre que acaba de sanar de alguna enfermedad, ca
se cubren de ciertas acciones exteriores, aparentes ala mina aquello que le es necesario, pero lenta y pesada
santa devoción, con que el mundo las tiene por verda mente, así el pecador, habiendo sanado de su iniquidad,
deramente devotas y espirituales, no siendo en suma camina aquello que Dios lo manda, pero también lenta j
sino estatuas y fantasmas de devoción. pesadamente hasta que llega áalcanzar la devoción; por
la verdadera y viva devoción, ó Filotea, presupone que entonces, gomo un hombre bien sano y dispuesU>,M
INTRODUCCIÓN k LA VIDA DEVOTA. $37
solamente camina, pero corre y salta en el camino de los Contempla la escala de Jacob, porque esta es el verda
mandamientos de Dios, y de mejor en mejor, va corrien dero retrato déla vida devota. Los dos lados, éntrelos
do en las sendas de los consejos y inspiraciones celos- cuales se sube, y á los cuales los escalones se tienen,
te*. En Gn, la caridad y la devoción no son m.ls di representan la oración; la cual alcanza el amor de Dios y
ferentes la una de la otra que la llama lo es del fuego, los sacramentos que le confieren. Los escalones no son
por cuanto la caridad, siendo un fuego espiritual, cuan otra cosa sino los diversos grados de caridad por los cua
do está muy inflamada se llama devoción: de manera, les se vade virtud en virtud, ó bajando (por la acción)
que la devoción no junta nada al fuego de la caridad, al socorro y favor del prójimo, ó subiendo (por la con
sino la llama, con la cual se hace la caridad pronta, templación) en la unión amorosa de Dios. Mira ahora,
activa y diligente, no solamente en la observación de te ruego , los que están sobre la escalera, verás que
los mandamientos de Dios, sino en el ejercicio de los son hombres angélicos ó ángeles que tienen cuerpos
consejos y inspiraciones celestes. humanos. No son mozos, pero parecen serlo, por cuan
to están llenos de vigor y agilidad espiritual. Tienen
CAPITULO II. alas para volar y arrojarse á Dios por medio de la santa
Propiedades y excelencia de la devoción. oración, y también tienen pies para caminar con los
Los que desanimaban á los israelitas el ir á la tierra hombres por medio de una santa y amigable conversa
de promisión, decían que era una tierra que tragaba ción. Sus caras son hermosas y alegres, porque reciben
los que la habitaban ; como decir que el aire era tan todas las cosas con dulzura y suavidad. Tienen las pier
maligno, que no podían vivir mucho tiempo, y que los nas, brazos y cabezas desnudas, porque sus pensamien
balotantes eran gigantes tan prodigiosos, que se co tos, intentos y acciones no llevan otro disinio ni mo
mían los otros hombres como langostas. Así el mundo, tivo sino agradar á Dios. Lo demás del cuerpo tienen
n¡¡ querida Filolea, infama cuanto puede la santa de cubierto, pero de una vestidura ligera y hermosa ; y es
voción, pintando las personas devotas como enojadas, to porque usan dul mundo y cosas mundanas con cora
tristes y macilentas, y publicando que la devoción cau zón puro y sincero, no tomando de todo sino aquello
sa humores melancólicos y insuportables. Mas como que no excusan, según su condición y manera. Tales
Josué y Caleb aseguraban que no solamente era buena son las personas devotas. Créeme, querida Filotca, quo
y hermosa la tierra prometida, sino que también la po la devoción es la dulzura de las dulzuras y la reina de
sesión seria dulce y agradable; de la misma manera el las virtudes , por cuanto es la perfección de la caridad :
Espíritu Santo por la boca de todos los santos, y nues si la caridad es una leclje, la devoción es la nata; si es
tro Señor por la suya misma, nos asegura que la vida una planta, la devoción es la flor; si es una piedra pre
devota es una vida dulce, dichosa y amigable. Ve el ciosa, la devoción es su lustre y claridad ; si es un bál
mundo que los devotos ayunan, rezan y sufren las in samo precioso, la devoción es el suave olor que confor
jurias ; sirven los enfermos, asisten á los pobres, ve ta los hombres y alegra los ángeles.
lan, reprimen la cólera, detienen y enfrenan las pasio
nes, se privan de los placeres sensuales y hacen tales y CAPITULO III.
otras suertes de acciones, las cuales en ellas mismas y Que la devoción es necesaria i toda suerte de estados
dc¡ su propia substancia y calidad son ¿sperasy rigurosas; y profesiones.
pero el mundo no ve la devoción interior y cordial, la Mandó Dios en la creación llevasen las plantas sus
cual "vuelve todas estas acciones agradables, dulces y frutos, cada una según su género; así manda también X
fáciles. Mira las abejas sobre el tomillo, que chupando los cristianos, que son las vivas plantas de su Iglesia,
sacan un zumo muy amargo, conviniéndole después, produzgan frutos de devoción, cada uno según su cali
porpropiedad que tienen, en dulcísima miel. Las al dad y estado. Diferentemente han de ejercer la devo
mas pues devotas (ó mundanos) es verdad que hallan ción el hidalgo y el labrador, el vasallo y el soberano, la
mucha amargura ensu ejercicio de mortificación; mas viuda y la doncella, la soltera y la casada ; y no solo
continuando en él, lo más amargo vuelven dulce y sua esto, pero es necesario acomodar la prática de la de
ve. Los fuegos, las llamas, las ruedas y las agudas es voción á las fuerzas, á los negocios y á las obligaciones
padas parecían á los mártires flores hermosas y precio de cada uno. ¿Seria á propósito, dime, Filotea, que el
sos olores, y esto porque eran devotos; que si la de obispo quisiese seguir la soledad del cartujo, y que los
voción puede dar dulzura á los más crueles tormentos casados no procurasen adquirir ni juntar más que los
y á la muerte misma, ¿cuánto más fácil la será el darla capuchinos ; que el labrador se estuviese todo el diaen
á las acciones de virtud ? El azúcar hace dulces los mal la iglesia como los religiosos, y que el religioso estu
maduros frutos, corrige y templa la crudeza de los viese, como el obispo, siempre expuesto á cualquier
qne están muy maduros. Así la devoción es la verdade suerte de encuentro, por el servicio del prójimo? Esta
ra azúcar espiritual, que quita la amargura á las mor devoción ¿no seria ridicula, desreglada y insuporlable ?
tificaciones y el daño á las consolaciones; quila la cuita Con todo eso, vemos caer en esta falta muy de ordina
á los pobres y la soberbia á los ricos, al oprimido la rui rio; y el mundo, que no discierne ni quiere discernir
na y la insolencia al favorecido, la tristeza al solitario y entre la devoción y indiscreción de aquellos que pien
la disolución al que está en compañía; sirve de fue'«o san ser devotos, murmura y vitupera la devoción, la
en hivierno y de rocío en verano; sabe abundar y su- cual no por eso es causa de semejantes desórdenes.
fnrpobreza, hace igualmente útil el honor y el me No, Filotea, la devoción (cuando es verdadera) no
nosprecio, recibe el placer y el dolor con un corazón corrompe nada, antes lo perficiona todo; pero cuando
casi siempre semejante , y nos colma el espíritu de una es contraria al legitimo estado de cada particular,
maravillosa suavidad. entonces sin duda es falsa. La abeja, dice Aristóteles,
Q-u. 17
238 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
saca su miel de las flores , sin dejarlas ajadas ni mar tremo. Y así, antes y después della, muchas almas
chitas, sino enteras y frescas como antes. La ver devotas, para mejor sujetarse á Dios, han humillado
dadera devoción aun hace más , porque no solamen sus voluntades á las de sus mismas criadas y domésti
te no daña ninguna suerte de estados ni negocios, cos; lo cual santa Catalina de Sena alaba infinitamente
sino antes los adorna y hermosea. Toda suerte de pe en sus Diálogos. La devota princesa santa Isabel con
drería echada en la miel, sale más reluciente y hernio extrema humildad se puso debajo de la obediencia del
sa, cada una según su color; y cualquiera se hace más doctor M. Conrado. Y aun me acuerdo de uno de los
agradable en su estado. Juntándole á la devoción el consejos que el gran san Luis dio á su hijo, antes de su
cuidado de la familia, se hace apacible ; el amor del muerte. Dijole asi: «Confiésate á menudo y elige un
marido y mujer más sincero, el servicio del príncipe confesor idóneo, que sea hombre prudente y que te
más fiel, y toda suerte de ocupaciones más suaves y pueda enseñará hacer las cosas que te son necesarias.»
amigables. El amigo fiel, dicela Santa Escritura, es una fuerte
No solo es error, pero herejía, el querer desterrar la protección; el que le ha hallado, ha hallado un tesoro.
vida devota de la compañía de los soldados, de la tien El amigo fiel es un medicamento do vida y inmortalidad;
da de los oficiales, de las cortes de los príncipes y de la los que temen á Dios, le hallan. Estas divinas palabras
familia de los casados. Es verdad, Filotea, que pura miran principalmente á la inmortalidad, como ves, pa
mente la devoción contemplativa, monástica y religio ra la cual es necesario ante todas cosas tener este üel
sa no puede ejercerse en estos estados; mas también amigo, que guie nuestras acciones con sus avisos y
(fuera destas tres suertes de devoción) hay otras mu consejos, librándonos por esto medio de las embosca
chas propias para perficionar los que viven en el estado das y engaños de nuestro enemigo : seranos como un
seglar. Abraham, Isaac y Jacob, David, Job, Tobías, tesoro de sapiencia en nuestras aflicciones, tristezas y
Sara, Rebeca y Judit dan fe en el Viejo Testamento trabajos ; servirános de medicina para aliviar y conso
desta verdad ; y cuanto al Nuevo, san Josef, Lidia y san lar nuestros corazones en las indisposiciones espiritua
Crespin fueron perfectamente devotos en sus tiendas; les; guardarános del mal, y harános el bien mejor; y
santa Ana, santa Marta y santa Priscilla, en sus familias; cuando nos venga alguna enfermedad, estorbará que
Comelio, san Sebastian ysan Mauricio, en los ejércitos; no sea de muerte.
Constantino, Helena, san Luis y san Eduardo, en sus Mas ¿quién hallará este amigo? El Sabio responde:
tronos reales. «Aquellos que temen á Dios ;» quiere decir, los huniil-
También se ha visto que muchos han perdido la per des, que con veras desean la medra espiritual. Pues
fección en la soledad , siendo esta tan deseada para lle que te importa tanto, ó Filotea, el caminar con una
gar á una vida perfecta; y la conservaron antes en me buena guia en este santo camino de la devoción, ruega
dio la multitud, pareciendo esta tan poco favorable á Dios con una grande instancia te dé una, que sea se
á la perfección. LQth, dice san Gregorio, que fué tan gún su corazón ; y no dudes, porque cuando debiera
casto en la villa, no supo serlo en la soledad. Donde enviarte un ángel, como hizo al joven Tobías, te en
quiera que estamos, podemos aspirar á la vida per viará una fiel y buena.
fecta. Siempre ha de ser esta para tí un ángel ; quiero de
cir, que cuando la hayas hallado, no la has de consi
CAPITULO IV. derar como un hombre simple; y esto sin coiiüarieen
De la necesidad de un conductor para entrar y liaccr progreso ella ni en su humano saber, sino en solo Dios. El cual
en la devoción. te favorecerá y hablará por medio deste hombre, po
niéndole en la boca y corazón aquello que fuere nece
Habiéndole mandado á Tobías el menor que fuese á sario para tu salud; yasí, le debes escuchar cuino i M
Rages, dijo: «De ninguna manera sé el camino.» «Anda ángel que baja del cielo para guiarte á él. Has de tra
(replicó el padre), y busca algún hombre que te enca tar con él con abierto corazón, con toda sinceiídail yli-
mine.» De la misma manera te digo yo, Filotea mia. delidad, manifestándole claramente tu bien y tu mal
¿Quieres con más seguridad caminar á la devoción? Bus sin fantasía ni disimulación ; y por este medio tu bien
ca pues algun hombre virtuoso que te adiestre y guie. será examinado y más seguro, y tu mal será corregido
Aquí consiste el advertimiento de los advertimien y remediado: hallaráste aliviada y fortificada en lus
tos. Aunque más busques, dice el devoto Ávila, jamás aflicciones , moderada y reglada en tus consola
hallarás tan seguramente la voluntad de Dios como
por el camino desta humilde obediencia, practicada y ciones. Pondrás en él una grande confianza, mezclada ae
,
estimada en tanto de todos los antiguos devotos. La una sagrada reverencia, do suerte que la reverencia
bienaventurada madre Teresa, viendo que doña Cata no desminuya la confianza, y que la confianza no es
lina de Córdoba hacia grandísima penitencia , deseó torbe la reverencia; confia en él con el respeto de una
mucho imitarla en esto, contra el parecer de su confe doncella para con sus padres, respétale con la con
sor, que se lo defendía, al cual estuvo tentada á des fianza de un hijo para con su madre. En fin, esta amis
obedecer en este particular ; y Dios la dijo: «Hija mia,
tad ha de ser firme y dulce, santa, sagrada, div¡na J*¡
tú llevas un seguro y buen camino ; y aunque miras á
piritual. A este propósito dice Ávila: «Escoged «"»
la penitencia quo esotra hace, estimo en más tu obe entre mil;» y yo digo entre diez rail; porque se naiu»
diencia.» Tanto amaba esta virtud, que fuera de la obe muchos menos que pensamos, que sean capaces dest
diencia que debía á sus superiores, hizo particular vo oficio. Hadescr I leño de caridad, de ciencia y de pruden
to de obedecerá un hombre excelente y virtuoso, obli
cia; y faltándole una destas tres partes, será falta"*
gándose á seguir su dirección y consejo ; de manera mucho. Pero también digo otra vez que le pidas
que con esto quedó la. bienaventurada consolada en es-
INTRODUCCIÓN A I A VIDA DEVOTA.' 259
Dios; y habiéndole hallado, perseveres con él, dando ben pues nuestras imperfecciones; porque nuestra per
graciasá su divina Majestad, y no buscando otras nove fección consiste en el combatillas ; y no las podremos
dades, sino irte siempre por el camino que tu guia te combatir sin verlas, ni vencerlas sin encontrarlas. Nues
nuestra, simple, humilde y confidentemente ; y con tra vitoria no consiste en sentirlas, sino en no consen
eilo harás un dichoso viaje. tirlas.
No es puesconsentirlas el recibir sus incomodidades;
CAPITULO V. y asi, es necesario que para el ejercicio de nuestra humil
Que es necesario comenzar por la puriDcacIon del alma. dad quedemos algunas veces heridos en esta batalla es
Las flores (dice el Esposo) se muestran ya en nuestra piritual ; pero nunca nos tenemos por vencidos sino
tierra, y el tiempo de limpiar y cortar ha llegado. Las cuando hemos perdido ó la vida ó el ánimo. Las imper
flores de nuestros corazones, oFilotca, son los buenos fecciones pues y pecados veniales no nos pueden privar
deseos; y tan presto como estas se muestran, debemos de la vida espiritual , porque esta no se pierde sino por
echar la mano á la hoz para cortar de nuestra con el pecado mortal. Solo se ha de procurar que no per
ciencia todas las obras muertas y superfinas. La don damos el ánimo. Líbrame, Señor, decia David, de la
cella extranjera para poderse desposar con el israelita cobardía y desfallecimiento. Es pues una dichosa pro
rabia de quitarse la ropa de captividad y cortárselas piedad nuestra en esta guerra espiritual el hallarnos
uñas v cabello. El alma que aspira á tanta honra como siempre vencedores, con que no huyamos nunca el
es ser esposa del Hijo de Dios, también se ha de quitar combate.
las vestiduras viejas del pecado y vestirse las de virtud; CAPITULO VI.
después lia de cortar toda suerte de embarazos que
De la primera purificación, que es la de los pecados mortales.
puedan estorbar el amor de Dios; porque el principio
de nuestra salud es el purgarnos de nuestros humores La primera purificación que se debe hacer es la del
pecantes. San Pablo en un momento quedó limpio con pecado. El medio para hacerla es el santo sacramento
perfecta limpieza , como también santa Catalina (1) de de la penitencia. Buscarás pues el más digno confesor
Genova, santa Madalena, santa Pelagia y otros ; pero esta que pudieres ; sírvete de algún libro hecho á este pro
serte de purificación es milagrosa y extraordinaria en pósito , que ayuda á la conciencia á bien confesarse,
b gracia, como la resurrección de los muertos en la como Granada, Bruno, Arias, Auger; léelos bien, y no
naturaleza; cosa que no debemos pretender. La limpié ta de punto en punto en lo que hubieres ofendido á tu
is ! salud ordinaria, sea de los cuerpos ó ya de los es Dios desde que tienes uso de razón hasta la hora pre
píritus, no se hace sino poco á poco, por progreso de sente, y si no te fiares de la memoria, pon por escrito
mejoría en mejoría, y esto no sin trabajo y tiempo. lo que hubieres notado. Y habiendo por este medio
Aunque los ángeles de la escala de Jacob tienen alas, preparado y juntado los humores pecantes de tu con
* f*r eso vuelan , antes suben y bajan por orden, de ciencia, los detestarás y abominarás, mediante una
««alunen escalón. El alma que se levanta del pecado á contrición y desplacer tan grande cuanto tu corazón
h devoción, es comparada al alba, la cual al levantarse puedasufrir, considerando estas cuatro cosas : que por
«o despide en un mismo instante las tinieblas, sino po el pecado perdiste la gracia de Dios, y con ella el paraíso;
co apoco. que recibiste las penas eternas del infierno, y renun
La cura (dice el aforismo) que se hace con espacio ciaste la visión y el amor eterno.
* tiempo, es siempre la más segura. Las enfermeda- Bien ves, Filotea, que hablo de una confesión gene
«sde corazón, como las del cuerpo, vienen á caballo ral de toda la vida, la cual también te confieso no ser
Jiwlaposta.y vanse á pié y ápaso muy lento. Menester siempre absolutamente necesaria; pero también consi
«paes ser animosa y sufrida, o Filotea, enestaempre- dero que te será en extremo provechosa en este princi
B. ¡Cuánta lástima dan algunas almas, que viéndose pio; y así, te la aconsejo con todas veras. Sucede mu
íojelasádiferentes imperfecciones, despuesde haberse chas veces que las confesiones ordinarias de los quo
t¡*re¡tado algún tiempo en ladevocion, comienzan á in viven en vida común y vulgar están llenas de grandes
quietarse y desanimarse, dejándose llevar de la tenta faltas, porque de ordinario ó no se preparan ó muy
ción tanto, que olvidándose de la virtud, vuelven á sus poco, ó no tienen la contrición necesaria ; y así sucede
primeras costumbres. También, por otra parte, tienen muchas veces irse á confesar con una tácita voluntad
Pan peligro las almas las cuales por una tentación de volver al pecado, por cuanto no quieren evitar la
contraria se persuaden que están purgadas de sus im ocasión devolverá él, ni tomar los expedientes nece
perfecciones , cuando apenas se. han puesto á ello ; te sarios á la emienda de la vida, y en todos estos casos
niéndose por perfectas sin serlo y arrojándose á volar es la confesión general muy necesaria para asegurar el
únalas. En gran peligro están estas almas, 6 Filotea, de alma. Fuera de todo esto, la confesión general nos lla
»mar á recaer, por haberse desmandado de presto y ma al conocimiento de nosotros mismos, nos convoca á
apartado de las manos del médico. «No te levantes, di una saludable confusión para con nuestra vida pasada,
esel Profeta, antes que haya llegado la luz ; levántate hácenos admirar de la misericordia de Dios, que nos ha
después que hayas estado asentado.» Y él mismo, prati- esperado tan largo tiempo; apacigua nuestros corazo
«odoesta lición, y habiéndose ya lavado y limpiado, nes, alegra nuestros espíritus , incítanos á buenos pro
9"i«re lavarse de nuevo. pósitos, da sujeto á nuestro confesor ú que nos dé los
£l ejercicio déla purificación del alma no se puede avisos más convenientes á nuestra condición, y ábre
^ se debe acabar sino con nuestra vida. No nostur- nos el corazón para que con más confianza nos declare
mos en las confesiones siguientes.
1*1 áe CenMl {Edición írfjm«/0-de Gennes, (El Santo.) Hablando pues de un renuevo general de nuestro co-
260 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
razón y de una conversión universal de nuestra alma á CAPITULO VIII.
Dios por medio de la empresa de la vida devola, paré-
Del medio para hacer esta segunda purificación.
cerne que no dejaré de tener razón, Filotea, en aconse
jarte esta confesión general. El medio pues y fundamento desta segunda puri
ficación es la viva y frecuente aprehensión del grave
CAPITULO VII. mal que el pecado nos ha causado, por cuyo medio nos
disponemos á una profunda y vehemente contrición;
Déla segunda purificación, que es la de las aficiones del pecado. porque de la misma manera que la contrición (con lal
Todos los israelitas salieron en efecto de la tierra de que sea verdadera), por pequeña que sea, y principal
Egipto, mas no todos de buena gana ; causa por qué en mente juntándose á la virtud de los sacramentos, nos
el desierto muchos de entre ellos ecliaban menos el ca purga bastantemente del pecado; así también, cuando
recer de las cebollas y carnes de Egipto. Así también es grande y vehemente, nos purga de todas las aficio
hay penitentes que en efecto salen del pecado, sin que nes que penden del pecado. Un rencor ó un aborreci
por eso pierdan la afición que le tienen ; esto es, que miento flaco y débil es causa de que veamos de mala
proponen de nunca más pecar, pero con cierto senti ganaá aquel que aborrecemos, y nos hace huir su com
miento que tienen de privarse y abstenerse de los des pañía; pero sí es un rencor mortal y violento, no solo
venturados deleites del pecado. El corazón destos re aborrecemos á aquel á quien le tenemos, sino antó
nuncia el pecado, procurando apartarse del; mas no por aborrecemos y huimos la conversación de su parentela
eso deja de volverse de su bando, como hizo la mujer de y amigos, cuanto y más su retrato ni cosa que le parez
Lolh hacia el lado de Sodoma. Abstiénense del pecado ca. Asi cuando el penitente no aborrece el pecado sino
como los enfermos de los melones, los cuales no comen por una ligera aunque verdadera contrición, es verdad
porque los médicos los amenazan de muerte si los prue que se resuelve de no pecar más ; pero cuando le abor
ban; mas no por eso dejan de sentir esta abstinencia: rece con una contrición grave y rigurosa, no solo abo
hablan en ellos, preguntan si seria posible el comerlos, mina el pecado, sino antes toda la afición y dependencia
quieren por lo menos olerlos, y tienen por dichosos á los que del procede. Esnos pues necesario, Filotea, procurar
que pueden gustarlos. Así también estos flacos y débi que nuestra contrición y arrepentimiento sea la mayor
les penitentes se abstienen por algún tiempo del pecado, que pudiéremos, paraque así se extienda hasta la mayor
mas contra su propia voluntad ; querrían bien poder pe parle del pecado. Desta suerte perdió la Madalena en su
car sin ser condenados; hablan con sentimiento y gus conversión el gusto del pecado y los vanos placeres que
to del pecado, y tienen por satisfechos á los que le co en él hallaba, que jamás volvió á pensaren ellos; y Da
meten. Un hombre resuelto á vengarse mudará de vo vid protestaba no solo aborrecer el pecado, sino tam
luntad en la confesión, pero poco después le hallarán bién todas sus sendas y caminos. Eneste(l) punto pues
entre sus amigos deleitándose en hablar de la penden consiste el renuevo del alma, que este mismo profeta
cia pasada, diciendo que si no hubiera sido por Dios, compara al renuevo del águila.
hubiera hecho tal y tal cosa, y que la ley divina en este Para venir pues á esta aprehensión y contrición es
artículo es difícil de observar, y que pluguiese á Dios necesario que teejercites con cuidado en las meditacio
fuese permitida la venganza. ¿Quien pues no echa de nes siguientes ; las cuales, siendo bien platicadas, des
ver que, aunque este pobre hombre estáfuera de peca arraigarán de tu corazón (mediante la gracia divina) el
do, no por eso deja la afición que le tiene; y que hallán pecado y las principales aficiones del pecado, para cuyo
dose en efecto fuera de Egipto, apetece aun los ajos y uso las he hecho yo expresamente. Haráslasla una des
cebollas que solia comer; como la otra mujer, que ha pués de la otra, como yo las he señalado, sin tomar
biendo dejado sus lascivos amores, no deja por eso de más de una para cada dia; la cual, siendo posible, lia
recrearse con los requiebros y agasajos que la hacen? rás por la mañana, que es el tiempo más propio para to
Averiguadamente semejantes gentes están en no pe das las acciones del espíritu, y las volverás á meditar y
queño peligro. rumiar lo restante del dia. Y si no estuvieres hecha á la
Asi, Filotea mia, pues tú quieres emprender la vida meditación , mira lo que se tratará della en la segun
devota, no solo has de dejar el pecado, sino limpiar da parte.
también tu corazón de toda afición que él te pueda causar; CAPITULO IX.
porque, fuera del peligro que habría en la recaída, po Meditado* primera.— De la Creación.
drían estas miserables aficiones desmayar perpetuamen
PREPARACIÓN.
te tu espíritu y agravarle, de manera que no podría
ejercer las buenas obras, pronta, diligente y frecuente i. Ponte en la presencia de Dios.
mente, que es en lo que consiste la verdadera esencia 2. Ruégale que te inspire.
de la devoción. Las almas que habiendo salido de las
CONSIDERACIONES.
ataduras del pecado, tienen aun estas aficiones y de
seos, semejan (á mi parecer) á las doncellas opiladas, 1. Considera que no ha más de tantos años que tú
las cuales no están enfermas, pero todos sus achaques no estabas en el mundo, y que tu ser era un verdadero
sonde enfermo; comen singusto, duermen sin repo nada. ¿Adonde estábamos nosotros, o alma mia, en aquel
so, ríen sin alegría , y antes querrían las arrastrasen tiempo? Había ya tanto que el muudo duraba, y "«
que caminar cuatro pasos. De la misma manera estas nosotros no había memoria alguna.
almas que he dicho, obran el bien con tanto cansancio 2. Dios te ha hecho salir desle nada para hacerle lo
espiritual, que hace perder la gracia á sus buenos ejer
cicios, pocos en número y pequeños en efecto. (1) pucvlo pues, [Edición original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 261
que eres, sin qoe tuviese necesidad de ti, sino por sola
CAPITULO X.
su bondad.
3. Considera el ser qne Dios te ha dado, porque es Vedllacion 11. — Del fin para el cual somos criados.
el primer ser del mundo visible , capaz de la vida
eterna, y de unirse perfectamente con su divina Ma PREPARACIÓN.
jestad.
i . Ponte delante de Dios.
ARCIONES T RESOLUCIONES. 2. Ruégale que le inspire.
f. Humíllale muy de veras delante de Dios, dicien
do de corazón con el Psalmista: «O Señor, yo soy de CONSIDERACIONES.

lante de tu divino acatamiento un verdadero nada; y 1 . Dios no te ha puesto en este mundo por alguna
¿cómo tuviste memoria de mí para criarme? ¡Ay de mí, necesidad que tuviese de tí , que le eres del todo inútil ;
mi alma! tú estabas anegada en ese antiguo nada, y aun mas solamente para ejercer en tí su bondad, dándote su
al presente lo estuvieras si Dios no te hubiera sacado gracia y su gloria. Y por esto te ha dado el entendi
dé!. Y ¿qué harías tú en ese nada?» miento para que le conozcas, la voluntad para que le
2. Da gracias á Dios. ¡O mi soberano buen Criador! ames, la imaginación para representarte sus beneficios,
¡Cuan grande es la obligación que te tengo, pv.es has los ojos para que veas las maravillas de sus obras, la len
ido á buscarme dentro de mi nada, para hacerme por gua para que le alabes ; y así de las demás facultades.
tu misericordia lo que soy! ¿Quécosa podré jamás hacer 2. Siendo criada y puesta en este mundo con esta
para bendecir tu santo nombre y agradecerte tu in intención, todas las acciones contrarias á ella se han de
mensa bondad? evitar; y las que para este fin no son de algún servicio,
3. Confúndete. Mas ¡ay de mí, mi Criador! En lu deben ser menospreciadas como vanas y supérfluas.
gar de unirme contigo por amor y servicio, toda con- 3. Considera la desdicha del mundo, que no piensa
t.a ti me he vuelto rebelde por mis desregladas afi en ello, antes vive como si creyese no haber sido criado
ciones, apartándome y alejándome de ti, para juntarme sino para levantar casas, plantar árboles, juntar ri
con el pecado y la iniquidad; sin tener más cuenta con quezas , decir donaires y truhanear.
honrar tu bondad que si no hubieras sido mi Criador.
AFICIONES V RESOLUCIONES.
4. Abájate delante de Dios. ¡O mi alma! sabe que
el Señor es tu Dios; él es el que te lia hecho, que tú 1. Confúndete reprehendiendo á tu alma su miseria,
no te has hecho á tí misma. ¡O Dios! yo soy la obra de qne por lo pasado ha sido tan grande, que no ha pen
tus manos. sado en todo ello poco ni mucho. ¡Ay de mí! (dirás tú)
Ya de aquí adelante no quiero tomar más compla ¿en qué ocupaba yo mi pensamiento, ó Dios mió,
cencia en mí misma ; que de mi parte no soy nada. cuando no pensaba en tí ? ¿ De qué me acordaba yo
¿De que te glorificas tú, ó polvo y ceniza? Pero antes, 6 cuando á tí te ponía en olvido? ¿Dónde se encamina
verdadero nada, ¿de qué te enzalsas tú ? Y para humi ba mi amor cuando no amaba á tí? ¡Ayde mí! yo me
llarme, quiero hacer tal y tal cosa, sufrir tales y tales debia apacentar de la verdad , y me hínchia de la va
menosprecios ; quiero mudar de vida, y seguir de aquí nidad, y servia al mundo que solo se hizo para servir
adelante á mi Criador, y honrarme con la condición del á mí.
ser queme ha dado: empleándolo todo enteramente en 2. Abomina la vida pasada. Yo os renuncio, pensa
la obediencia de su voluntad, por los medios que me mientos vanos y imaginaciones inútiles. Yo os abjuro,
fueren enseñados, á los cuales no haré falta para con ó remembranzas detestables y frivolas. Yo os renuncio,
mi padre espiritual. amistades infieles y desleales, servicios perdidos y
miserables, gratificaciones ingratas, complacencias
CONCLUSIÓN.
enfadosas.
i . Agradece á Dios. Bendice, ó alma mia , á tu Dios, y 3. Conviértete á Dios. Y tú, mi Dios, mi Señor, tú
tudas mis entrañas loen su santo nombre, porque su serás de aquí adelante el solo objeto de mis pensamien
bondad me ha sacado de nada y su misericordia me ha tos ; no, jamás aplicaré mi espíritu á imaginaciones que
criado. no te agraden. Mi memoria se llenará todos los días
2. Ofrécele. ¡O mi Dios! yo te ofrezco el ser que me de mi vida de la grandeza de tu mansedumbre, usa
lias dado, de todo mi corazón. Yo te le dedico y con da con tanta dulzura para conmigo. Tú serás el re
sagro. gocijo y los deleites de mi corazón, y la suavidad de
3. Ruégale. ¡Oh Dios! fortifícame en estas aficiones mis aficiones.
y resoluciones. ¡O santa Virgen! encomiéndalas á la Tales pues y tales quimeras y entretenimientos, £
misericordia de tu Hijo, con todos aquellos por quienes que yo me aplicaba ; tales y tales vanos ejercicios, en
estoy obligada de rogar, etc. Pater noster. Ave María. que empleaba mis dias ; tales aficiones, que empeña
AI salir de la oración, paseándote un poco, junta un ban mi corazón , temé de aquí adelante en aborre
ramillete de devoción de las consideraciones que hu cimiento ; y con esta intención, me aprovecharé de tales
bieres hecho, cuyo olor te recree el sentido la resta y tales remedios.
del día. CONCLUSIÓN.

1. Agradece á Dios que te ha hecho para un fin tan


excelente. Tú me has hecho, ó Señor, para tí, para
que goce eternamente la inmensidad de tu gloria.
2ea OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
¿Cuándo seré digna dclla , y cuándo te bendeciré como ese gran bienhechor. Y ¿cómo, alma mía, no serás tú
debo? desde hoy sujeta á Dios, que ha hecho lautas mara
2. Ofrece. Yo te ofrezco, ó mí amado Criador, to villas y gracias en mí y por mí?
das estas mismas aficiones y resoluciones con toda mi Retira pues, Filotea, tu cuerpo de tales y tales vo
alma y todo mi corazón. luntades; sujétale al servicio de Dios, que ha hecho
3. Ruega. Yo te suplico, ó Dios, tengas por bien de tanto por él; aplica tu alma para conocerle y recono
aceptar mis deseos y votos, y dar tu santa bendi cerle con tales y tales ejercicios que para ello se requie
ción á mi alma para que los pueda cumplir, por el ren. Emplea con mucho cuidado los medios que la
mérito de la sangre de tu Hijo, derramada en la Iglesia tiene para salvarte. Yo amaré á Dios, sí; yo fre
cruz, etc. cuentaré la oración , los sacramentos: yo oiré la santa
Haz el ramillete de la devoción. palabra, yo praticaré las inspiraciones y los con
sejos.
CAPITULO XI. CONCLUSIÓN.
Meditación III. — De los beneficios de Dios.
i. Agradece á Dios el conocimiento que ahora te ha
PREPARACIÓN. dado de tu deber y de todos los beneficios que ya has
1. Ponteen la presencia de Dios. recibido.
2. Ruégale que te inspire. 2. Ofrécele tu alma con todas tus resoluciones.
3. Ruégale que te fortalezca para praticarlas fiel
CONSIDEKACIONES. mente por el mérito de la muerte de su Hijo ; implora
i. Considera las gracias corporales que Dios te ha la intercesión de la Virgen y de los santos. Paler nos-
dado, qué cuerpo, qué comodidades para entretenerle, ter. Ave Maria.
qué salud, qué consolaciones, qué amigos, qué asisten Haz el ramillete espiritual.
cias ; pero considéralo con una comparación de tantas
otras personas que valen más que tú, las cuales carecen CAPITULO XII.
destos beneficios. Los unos gastados de cuerpo, de salud Meditación IV. — De los pecados.
y miembros; los otros puestos á la merced de los opro
bios, del menosprecio y de la desbonra ; los otros re PREPARACIÓN.

matados de pobreza, y Dios no ha querido que tú 1 . Ponte en la presencia de Dios.


fueses tan miserable. 2. Ruégale que te inspire.
2. Considera los dones del espíritu : cuántos hom
CONSIDERACIONES.
bres hay en el mundo torpes, rabiosos, insensatos, y
por qué no eres tú del número dellos. ¿líate favo 1 . Piensa cuánto há que comenzaste á pecar, y mira
recido Dios? ¡Cuántos hay que han sido criados rústica cuánto se han multiplicado los pecados en tu corazón
mente y en una extrema ignorancia ; y la divina Pro desde ese primer principio , y cómo todos los días los
videncia te hadado una honrada y civil crianza I has ido acrecentando contra Dios, contra tí mismo,
3. Considera las gracias espirituales, ó Filotea. Tu contra tu prójimo, por obra , por palabra, por deseo
eres délos hijos de la Iglesia; Dios te ha enseñado su y pensamiento.
conocimiento desde tu juventud. ¡Cuántas veces te lia 2. Considera tus malas inclinaciones y cómo laslias
dado sus sacramentos! ¡Cuántas veces inspiraciones, seguido; y por esos dos puntos verás que las culpas
luces interiores, reprehensiones para tu enmienda! son en mayor número que los cabellos de tu cabeza
¡Cuántas veces te ha perdonado tus faltas ! ¡Cuántas ve y aun el arena de la mar.
ces librádote de las ocasiones á que, en tu ruina y perdi 3. Considera aparte el pecado de la ingratitud para
ción, estabas expuesta! Y lósanos pasados ¿no han sido con Dios, que es un pecado general, que se extiende
ellos un espacio y comodidad para adelantarte en el y dilata por todos los otros , y los hace muy más
bien de tu alma? Mira un poco por lo menudo cuan inormes. Mira pues cuántos beneficios te ha hecho
dulce y propicio te ha sido Dios. Dios , y que de todos ellos has abusado contra él, que
te los dio; particularmente cuántas inspiraciones me
AFICIONES T RESOLUCIONES. nospreciadas, cuántos buenos movimientos hechos inú
i. Maravíllete la bondad de Dios. ¡Oh que mi Dios tiles ; y sobre todo, cuántas veces has recibido los sa
es bueno para conmigo! Oh que es bueno! Oh que cramentos, y dónde están los frutos dello. ¿Qué se
tu corazón, Señor, es rico de misericordia y liberal han hecho esas preciosas joyas con que tu querido es
con mansedumbre! O mi alma, contemos para siempre poso te había hermoseado ? Todo lo lian cubierto tos
cuántas gracias nos ha hecho. iniquidades. ¿Con qué preparación las has tu recibi
2. Maravíllate de tu ingratitud. Pero ¿qué cosa soy do? Revuelve esta ingratitud en tu pensamiento, que
yo , Señor , que tú hayas tenido memoria de mí? habiendo Dios corrido tanto tras ti para salvarte, siem
¡Oh que mi indignidad es grande ! ¡ Ay de mí, que yo pre le has huido el cuerpo para perderte.
lie atropellado tus beneficios , yo he deshonrado tus
AFICIONES Y RESOLUCIONES.
gracias convirtiéndolas en abuso y menosprecio de tu
soberana bondad ! Yo he opuesto el abismo de mi i. Confúndete en tu miseria. ¡O mi Pios!¿cómo
ingratitud al abismo de tu gracia y favor. me atrevo á parecer delante de tus ojos? ¡Ay de mí!
3. Despiértate en el reconocimiento. Ea pues , ó mi yo no soy otra cosa que una postema del mundo y un
corazón : no quieras ser más infiel, ingrato y desleal i remate de ingratitud é iniquidad. ¿Es posible que yo
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 263
haya sido tan desleal, que siquiera uno de mis sentidos ¿por qué no he seguido este hermoso y agradable ca
ni una de las potencias de mi alma no lie dejado que mino ? Entonces los pecados que parecían pequeños te
no haya gastado, violado y ensuciado; y que no se ha parecerán grandes como montañas, y pequeña tu de
pasado un solo día que no haya producido tan depra voción.
vados efectos? ¿Es este el cambio con que yo debia 3. Considera las grandes y ansiosas despedidas que
pagar los beneficios de mi Criador y la sangre de mi hará (1) tu alma deste mundo; despediráse de las ri
Redentor? quezas , vanidades, de las vanas compañías, de los pla
2. Pide perdón, y arrójate á los pies del Señor como ceres y pasatiempos, de los amigos y vecinos, de los pa
nn Hijo pródigo, como una Madalena , como una mu rientes y hijos, del marido y de la mujer, y de toda
jer que con todas suertes de adulterios ha manchado el criatura, y al fin, de su cuerpo, el cual dejará amarillo,
lecho de su matrimonio. ¡O Señor! misericordia sobre espantoso, deshecho, feo y hediondo.
esta pecadora. ¡Ay de mi! ¡O vivo manantial de com 4. Considera los embarazos que habrá para levan
pasión ! ten piedad dcsta miserable. tar este cuerpo y esconderle en tierra ; y que hecho es
3. Propon de mejorar tu vida. ¡ O Señor ! nunca to , el mundo no pensará más en ti, ni quedará más
más, mediante tu gracia ; no , nunca me arrojaré más memoria que la poca que tú también de los otros hicis
al pecado. ¡Ay de mi, que no he hecho otra cosa sino te. Dirán, cuando mucho: Dios le perdone. ¡Oh muerte,
amarle demasiado! Yo le abomino, y te abrazo, o Pa y cuan impetuosa y digna de consideración eresl
dre de misericordia. Yo quiero vivir y morir en tí. 5. Considera que al salir del cuerpo el alma, toma
4. Para borrar los pecados pasados me acusaré ani su camino, ó á la derecha ó á la izquierda. ¡Ay de mí!
mosamente dellos, sin que quede alguno que no des ¿ dónde irá la tuya? ¿qué camino tendrá ? No otro sino
pida y lance de mi. aquel que hubiere merecido en este mundo.
5. Yo pondré lo último de mis fuerzas para desar
AFICIONES Y RESOLUCIONES.
raigar enteramente de mi corazón las plantas dellos,
particularmente de tales y tales que más me enfadan. 1 . Ruégale á Dios y échate entre sus brazos. ¡Ay de
6. Y para lo hacer, abrazaré con mucha constan mí, Señor! recíbeme en tu protección en aquel dia es
cia los medios que me fueren aconsejados, parecién- pantoso. Alcance yo aquella hora dichosa y favorable,
dome que jamás podré cumplir para reparar tan gran aunque todas las otras de mi vida me sean afligidas y
des faltas. tristes.
CONCLUSIÓN. 2. Menosprecia el mundo. Pues no sé la hora en la
cual tengo de dejarte, ó mundo, no quiero abrazarme
i. Agradece á Dios que te ha esperado hasta la hora
contigo ; y vosotros , caros amigos y amados parientes,
presente y te ha dado estas buenas aficiones.
permitidme que no os tenga más afición sino la de una
2. Hazle ofrenda de tu corazón para efectuallas.
santa amistad, la cual pueda durar eternamente; por
3. Ruégale que te fortifique , etc.
que ¿ de qué servirá unirme con vosotros de suerte que
CAPITULO XIII. sea (2) necesario deshacer y romper la tal atadura?
Meditado» V. — De la muerto. 3. Quiero prepararme desde ahora, y tomar el cui
dado importante para hacer este camino dichosamente;
PREPARACIÓN. quiero asegurar el estado de mi conciencia con todas
1 . Ponte en la presencia de Dios. veras, y poner orden en tales y tales faltas.
2. Pídele su gracia.
CONCLUSIÓN.
3. Imagina que estás en la cama enfermo, y sin es
peranza ninguna de escapar de la muerte. Da gracias á Dios por esta resolución que te ha dado;
ofrécela á su divina Majestad, ruégala de nuevo te
CONSIDERACIONES. dé una dichosa muerte por el merecimiento de la de su
1. Considera la incertidumbre del día de tu muer precioso Hijo. Implora la ayuda de la Virgen y de los
te. ¡O alma in¡:i! un dia has de salir deste cuerpo, santos. Pater noster. Ave Muría.
¿cuándo será? ¿Será en Invierno ó en verano? ¿en la
villa ó en la aldea? ¿de dia ú de noche? ¿será de CAPITULO XIV.
repente ó con aviso? ¿será de enfermedad ú de acci Meditación VI.—Del juicio.
dente? ¿tendrás tiempo para confesarte ó no? ¿asistí— PREPARACIÓN.
rale tu confesor y padre espiritual? ¡Ay de mí, alma i . Ponte delante de Dios.
roía, que de todo esto no sabemos nada I Solo es seguro 2. Suplícale que te inspire.
que moriremos, y que siempre es más presto de lo que
pensamos. CONSIDERACIONES.

2. Considera que entonces el mundo se acabará pa 1. En fin, después del tiempo que Dios ha señalado
ra contigo, que no tendrá más para tí, que volverá lo al curso deste mundo, y después de una cantidad do
de arriba abajo delante de tus ojos ; porque entonces los señales y presagios horribles, por los cuales los hom
placeres, las vanidades, los gustos mundanos, las afi bres temblarán de miedo y espanto, viniendo el fue
ciones vanas, se nos representarán como nubes y fantas go como un diluvio, quemará y reducirá en ceniza toda
mas. ¡Ah pobre de mi, y por qué juguetes y quimeras la superficie de la tierra, sin reservar ninguna de las
he ofendido á mi Dios, pues le he dejado por nada ! Al cosas que sobre ella había.
contrario, la devoción y las buenas obras te parecerán (1) tn mal deste mondo; (Edición original.)
entonces tan dulces y dignas de desearse. ¡ Ay de mil (i) necesaria \.ld.)
20 i OBRAS DE DON FRANCISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS.
2. Dcspaes deste diluvio de llamas y rayos, lodos j
CAPITULO XV.
los hombros resucitarán de la tierra (fuera de aquellos
que han ya resucitado), y á la voz del arcángel se jun Meditación Vil.—Del infierno.
tarán en el valle de Josafat. Mas ¡ ay, y con cuánta dife P. nPAlUCION.
rencia! porque los unos estarán en cuerpos gloriosos i . Ponte en la presencia de Dios.
y resplandecientes, y los otros en cuerpos hediondos y 2. Humíllate y pídele su favor.
horribles. 3. Imagina una villa tenebrosa toda ardiendo m
3. Considera la majestad con que se mostrará el azufre y pez , hedionda , llena de ciudadanos que no
soberano Juez , rodeado de todos los ángeles y santos, pueden salir della.
delante de sí la cruz, más resplandeciente que el mis
mo sol , cierta señal de gracia para los buenos y de CONSIDERACIONES.
rigor para los malos. 1. Los condenados están en el abismo infernal co
4. Este soberano Juez (por su justo mandamiento, mo en una desventurada villa, en la cual sufren tor
el cual será luego ejecutado ) aparará los buenos de los mentos indicibles en todos sus sentidos y en todos
malos, poniendo los unos á su diestra , y los otros á su sus miembros, por cuanto así como han empleado lo
siniestra ; separación eterna , después de la cual nunca dos sus sentidos y sus miembros en el pecado, asi su
más estas dos compañías tornarán á juntarse. frirán en todos sus miembros y en todos sus sentidos
5. Hecha esta separación , y abiertos los libros de las debidas penas al pecado. Los ojos, por su falsa y
las conciencias, se verá claramente la malicia de los lasciva vista, sufrirán la horrible visión de los diablos
malos, y el menosprecio de que han usado para con su y del infierno. Las orejas , por haberse deleitado con
Dios. Asimismo se verá la penitencia de los buenos, y discursos viciosos, no oirán jamás sino llantos, lamen
los efectos de la gracia de Dios que han recibido ; y nin taciones y desesperaciones; y asi los demás.
guna cosa será escondida. ¡O Dios! ¡qué confusión 2. Fuera de todos estos tormentos, hay uno aun
será para los unos, y qué consuelo para los otros! más grande, que es la privación y pérdida de la glo
6. Considera la última sentencia de los malos : «An ria de Dios, al cual están ciertos no verán jamás.
dad, malditos, al fuego eterno, aparejado para el de Si Absalon halló que la privación de la amigable ca
monio y sus compañeros.» Piensa estas tan pesadas ra de su padre David era más enojosa que su destier
palabras: Andad dice, que es un mote de perpetuo ro, ¡ó Dios, y qué ansia será el verse para siempre
desamparo , del cual usa Dios con tales desventurados, privado de vuestra dulce y suave cara !
desterrándolos para siempre de su cara. Llámalos mal 3. Considera sobre todo la eternidad destas penas,
ditos. ¡O alma mía! ¿qué maldición es esta? Maldición la cual sola consideración hace el infierno insuporta-
general , que comprchende todos los malos ; maldición ble. ¡Ay de mí! si una sola pulga en nuestra oreja,
irrevocable, que comprehende todos los tiempos y la si la calor de una pequeña calentura nos hace una
eternidad, juntando con todo esto el fuego eterno. corta noche larga y enfadosa, ¡cuánto más espantosa
Considera pues, ó corazón mió , esta eternidad inmen será la noche de la eternidad con tantos tormentos!
sa. ¡O perpetua eternidad de penas, y cuan espantosa Desta eternidad nacen la desesperación eterna, la ra
eres ! bia y blasfemias infinitas.
7. Considera la sentencia contraria de los buenos:
«Venid,» dice el Juez (palabra agradable y de salud, por AFICIONES Y RESOLUCIONES.
la cual Dios nos tira á sí y nos recibe en el seno de su Amedrenta tu alma con las palabras (<) de Isaías;
bondad), «benditos de mi Padre» (¡O amada bendi «¡O alma mia! ¿podrías tú vivir eternamente en estas
ción, que comprende toda bendición !), «poseed el llamas perdurables, y en medio deste fuego eterno?
reino que os está aparejado desde la constitución del ¿Quieres tú dejar á tu Dios para siempre?»
mundo.» ¡Oh Dios , y qué gracia ! poique este reino no Confiesa que le has merecido muchas veces. De aquí
tendrá jamás fin. adelante quiero tomar el contrario camino : ¿para qué
tengo yo de bajar á este espantoso abismo?
AFICIONES T RESOLUCIONES.
Yo haré pues tal y tal esfuerzo para evitar el peca
1. Tiembla, ó alma mía, con esta memoria. Dios do, el cual solo me puede dar esta muerte eterna.
mió, ¿quién me podrá asegurar para este dia, en el Da gracias, ofrece, ruega.
cual las colunas del cielo temblarán de espanto?
2. Detesta y abomina tus pecados , pues solos ellos CAPITULO XVI.
pueden hacer te pierdas en este espantoso dia. Meditación ¥111.—Del paraíso.
Quiero juzgarme á mí mismo porque no sea juzga
PREPARACIÓN.
do; quiero examinar mi conciencia, condenarme, acu
sarme y corrigirme, porque el soberano Juez no me 1 . Ponte en la presencia de Dios.
condene en aquel terrible dia. Confesaréine pues, y 2. Haz la invocación.
recibiré los avisos necesarios, etc. CONSIDERACIONES.

CONCLUSIÓN. 1. Considera una hermosa y serena noche, y cuan


agradable es ver el cielo con tanta multitud y varie
Da gracias á Dios que te dio medio para asegurarte dad de estrellas. Junta ahora esta hermosura con la de
en este dia, y tiempo para hacer penitencia; ofrécele
tu corazón para mejor hacflr'a ; ruégale que te dé la
gracia para bien cumplirla. Paier noster. Ave Marta. (1) de Job : (La edición original , reproduciendo una errata id
ejemplar (rancie.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 203
un hermoso dia, de suerte que la claridad del sol no
te impida la vista de las estrellas ni de la luna, y des CAPITULO XVII.
pués di seguramente que toda esta hermosura junta ílcJilucioii IX. — A manen de elección del paraíso.
es nada en comparación de la excelencia del gran pa
rBEI'ARACION.
raíso. ¡Cuan amigable y digno de deseo es este lugar
dichoso, y cuan preciosa esta hermosa ciudad ! ^. Ponte en la presencia de Dios.
2. Considera la nobleza, la hermosura y la mul 2. Humíllate delante del, rogando que te inspire.
titud de los ciudadanos y habitantes dcstn dichosa
ciudad; los millones de millones de ángeles, de que CONSIDERACIONES.
rubines y serafines; la compañía de apóstoles, de már Imagina que estás en una campaña sola con tu buen
tires , de confesores , de vírgenes y santas ; la multitud ángel, como estaba el joven Tobías yendo á Rages, y
es innumerable. ¡Cuan bienaventurada es esta dichosa que te hace ver acá arriba el paraíso abierto, con los
compañía ! El menor de todos es más hermoso á la placeres representados en la meditación que has hecho
vista que todo este mundo visible. ¡Qué gusto será del paraíso; y después por la parte inferior que te haco
el verlos todos! ¡O Diosmio, y cuan dichosos son! ver el infierno abierto, con todos los tormentos des
Siempre cantan el dulce canto del amor eterno, siem critos en la meditación del infierno. Figurándote todo
pre gozan de una constante alegría ; los unos á los otros esto por imaginación, y puesta de rodillas delante de tu
se causan mil contentos indicibles, y viven en el con buen ángel ,
suelo de una dichosa y indisoluble compañía. 1 . Considera que es verdaderísimo que estás en me
3. Considera, en fin, el bien que tienen todos en dio del paraíso y del infierno, y que el uno y el otro es-
gozar de Dios, el cual les gratifica para siempre con ti'm abiertos para recibirte, según la elección que hi
su amigable vista, por la cual derrama en sus cora cieres.
zones un abismo de regalos. ¡ Qué bien tan grande e¿ 2. Considera que la elección que del uno ó del otro
el estar para siempre unido á su principio! Están allí se hace en este mundo, durará eternamente en el otro.
como dichosos pájaros que vuelan y cantan para siem 3. Y aunque el uno y el otro estén abiertos para
pre en el aire de la divinidad, el cual los cine por todas recibirte, según tú eligieres, por eso está Dios apa
parles con increíbles placeres. Allí cada uno á porfía, rejado á darte, ó el uno por su justicia ó el otro por
y sin algún trabajo , canta las alabanzas del Criador : su misericordia. Desea pues con un entrañable deseo
«Bendito seas para siempre, ó soberano y dulce Cria que aciertes á escoger el paraíso, y que tu buen án
dor nuestro, que tan bueno eres para con nosotros, gel te ayude con todas sus fuerzas, ofreciéndote de la
comunicándonos tan liberalmentc tu gloria.» Y recí parte de Dios mil gracias y mil socorros para animarlo
procamente bendice Dios con una bendición perpetua á tal subida.
todossus santos : (l) «Benditas seáis para siempre (dice 4. Desde lo más alto del cielo te está mirando Je
el Señor), mis caras criaturas, que me habéis servido, sucristo con su acostumbrada mansedumbre , y amo
J que me alabaréis eternamente con eterno amor y con rosamente te está convidando.«Vén (ó amada alma mia)
eterno contento.» al reposo eterno entre los brazos de mi bondad, que
te ha prevenido los inmortales regalos en la abundan
AFICIONES T RESOLUCIONES.
cia de su amor.» Mira con los interiores ojos la santa
1. Engrandece y alaba esta patria celeste. ¡O, y cuan Virgen, que maternamente te está convidando : «Alién
hermosa eres, mi amada Jerusalen, y cuan bienaven tate, hija mia, no quieras despreciar los deseos de mi
turados son los que te habitan! Hijo, ni tantos suspiros como yo doy por tí, inspirando
2. Reprehende á tu corazón el poco ánimo que ha juntamente con él tu eterna salud.» Míralos santos quo
tenido hasta ahora, como es el haberse apartadodel ca le exhortan, y un millón de santas almas que amiga
mino desla gloriosa morada. ¿Por qué me he apartado blemente te convidan, no deseando sino ver un dia tu
jo tanto de mi soberano bien ?¡Ah miserable de mí, corazón junto al suyo para alabar á Dios para siempre.
que por estos ligeros placeres sin placer he mil y También te aseguran que el camino del cielo no es tan
mil veces dejado estos eternos y infinitos regalos! ¿Qué trabajoso como el mundo le hace; antes te dicen: « Ami
entendimiento era el mió cuando menospreciaba bie ga muy amada, quien considera bien el camino de la
nes tan dignos de desear, por deseos tan vanos, cadu devoción, por el cual nosotras hemos subido á tanta
cos y perecederos? dicha, verá que hemos venido á estos regalos por re
3. Aspira, después desto, con un vehemente ardor galos sin comparación más suaves que los que el mun
á este tan regalado dia. Pues has sido servido, mi so
do vende por más preciosos. »
berano y buen Señor, de enderezar mis pasos en tu
santo camino, jamás volveré atrás. Vamos pues, ó alma ELECCIÓN.
mia, vamos á este eterno descanso ; caminemos á esta i . O infierno, yo te abomino ahora y para siempre ;
bendita tierra que nos está prometida. ¿Qué es lo que abomino tus penas y tormentos, abomino tu infortu
nacemos en esta miserable Egipto? Yo me desembara nada y desventurada eternidad, y sobre todo, aquellas
zaré pues de las cosas que me divierten ó apartan deste eternas blasfemias y maldiciones que eternamente ful
camino. minas contra mi Dios. Y volviendo mi corazón y mi
Haré tales y tales cosas, que pueden guiarme á él. alma de tu lado, 6 paraíso hermoso, gloria eterna, fe
Da gracias, ofrece, ruega. licidad perdurable, digo que ahora para siempre, y ir
revocablemente, escojo la morada y asiento de tus sa
(1) • Benditos seáis, [Edición oritliial.) grados y hermosos palacios y de tus santos y apetecí
266 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bles tabernáculos. Yo bendigo (o Dios mió) tu mise fin, mira los ojos del Salvador que los consuela, y que
ricordia, y acepto la ofrenda que gustas de hacerme. todos juntos aspiran á él.
¡O Jesús, salvador mió! yo acepto tu amor eterno, .1. Si bien tú has dejado á Satanás con su triste y
y consiento en la adquisición que has hecho para mí desventurada tropa, por medio de los buenos deseos
de un lugar y casa en esta dichosa Jerusalun , no tanto que has concebido, y con todo eso, no has aun llegada
por ninguna otra cosa, como para amarte y bendecirte al rey Jesús, nijuntádotcá su dichosa y santa compañía
para siempre. de devotos; antes has siempre estado entre los unos y
2. Recibe los favores que la Virgen y los santos te los otros.
presentan ; promételos que te encaminarás á ellos; alar 4. La santa Virgen con san Joset, san Francisco, san
ga la mano ú tu buen ángel para que te guie; anima Luis y otros mil que están en el escuadrón de los que
á tu alma á esta elección. han vivido en el mundo, te convidan y animan.
5. El crucificado Rey te llama por tu nombre pro
CAPITULO XVIII. pio: Vén, ó mi bien amada, vén para que yo te corone.
Meditación X. — A manera de elección que el alma hace de la
vida devota. ELECCIÓN.

PREPARACIÓN. 1. ¡O mundo abominable ! nunca más me verás se


! . Ponte en la presencia de Dios. guir tu bandera. Ya he dejado para siempre tus vani
2. Humíllale delante su cara y pídele su ayuda. dades y locuras, ¡o rey de orgullo, rey de desventura,
espíritu infernal! Yo te renuncio con todas tus vanas
CONSIDERACIONES. pompas, yo te detesto con todas tus obras.
1. Imagina que estás otra vez en una campaña sola 2. Y convirtiéndome á tí, mi dulce Jesús, rey de
con tu buen ángel, y que á tu mano izquierda ves el bienaventuranza y de gloria eterna, yo te adoro de lodo
diablo asentado en un grande y elevado trono, con mu mi corazón, y te escojo, ahora y para siempre, por mi
chos espíritus infernales cerca de sí, y al rededor del rey y por mi único príncipe : ofreciéndole mi invio
una gran tropa de mundanos, todos los cuales le re lable fidelidad y haciéndote un homenaje irrevocable,
conocen y hacen reverencia. Mira el ademán de to sujetóme, Señor, á la obediencia de tus sanias leyes j
dos los infortunados cortesanos deste abominable rey; preceptos.
mira unos furiosos de enojo , de envidia y de cólera; 3. ¡O santa Virgen, amada Señora mia! yo te escojo
otros que se matan; otros tristes, pensativos y emba por mi guia y me pongo debajo de tu estandarte, ofrecién
razados en adquirir riquezas; otros solo atentos á la dote un particular respeto y una especial reverencia.
vanidad, sin ninguna suerte de placer que no sea in ¡O ángel santo! guíame & esta santa junta y no me
útil y vana; oíros perdidos, hediondos y podridos en desampares hasta que llegue con esta dichosa com
sus brutales pasiones. ¿No ves cómo todos estos están pañía, con la cual digo y diré para siempre, en testi
sin reposo, sin orden y sin concierto ? Mira cómo so monio de mi elección : ¡Viva Jesús, viva Jesús!
menosprecian los unos á los otros, y cómo no se aman
sino con fabos semblantes. En (in, verás una miserable CAPITULO XIX.
república, tiranizada deste rey maldito , y tal, que te Cómo se ha de hacer la confesión general.
hará no poca compasión. Ves alií, mi querida Filolea, las meditaciones impor
2. A tu lado derecho ves á Jesucristo crucificado, tantes á nuestra intención. Cuando las hubieres ejer
que con un amor cordial ruega por estos pobres ende citado, vé luego animosamente y con un espíritu hu
moniados, para que salgan desla tiranía, llamándolos á milde á hacer tu confesión general. Pero ruégotenole
sí. Mira una gran tropa de devotos que están al rede dejes inquietar de ninguna suerte de aprehensión. El
dor del con sus ángeles; contempla la hermosura deste escorpión cuando nos pica es venenoso, pero su mis
reino de devoción ; cuan agradable es la vista desta mo aceile es una muy gran medicina contra su misma
tropa de vírgenes, hombres y mujeres, más blancosque picadura. El pecado no es vergonzoso sino cuando le
(I) la Cor de lis ; esta junta de viudas, llenas de una cometemos ; pero convirtiéndole en confesión y peni
sagrada mortificación y humildad. Mira la compañía de tencia, es honroso y saludable. La contrición y confe
muchas mujeres casadas, que con tanta suavidad viven sión son tan hermosas y de buen olor, que quitan la
juntas con un espíritu reciproco, el cual no puede ser fealdad y disipan la hediondez del pecado. Simón el
sin una grande caridad. Mira cómo estas devotas almas leproso decia que la Madalena era pecadora , pero
mantienen el cuidado de su casa exterior con cuidado nuestro Señor dice que no ; solo habla de los perfu
de la interior, el amor del marido con aquel del esposo mes que derramó y de la grandeza de su caridad. Si
celeste. Mira { eneralmente por todo, veráslos á todos es que somos humildes, Filotea, nuestro pecado nos
en una santa continencia, dulce y amigable, y cómo desagradará mucho, viendo que con él tenemos á Dios
están todos oyendo á nuestro Señor, deseándole impri ofendido ; poro la acusación de nuestro mismo pecado
mir en medio su corazón. nos será dulce y agradable, por cuanto en ella nuestro
Alégranse, pero con una alegría graciosa, caritativa Dios es honrado. No poco descanso es para el enfermo
y bien reglada; amanse, pero con un amor sagrado y el informar bien al médico del mal que le atormen
purísimo. Los que tienen sus deseos en este pueblo ta. Cuando habrás llegado delante tu padre espiritual,
devoto, no se atormentan mucho ni pierden punto. En imagina que estás en el monte Calvario, debajo de los
pies de Cristo crucificado, cuya sangre preciosa, que
(1 las azucenas; (C-/>. — plus Manche que lys, dice el lexto por todas partes derrama, es para lavar tus iniquida
francés ; y lis vale azucena, litio.) des; porque aunque no sea esla la propia sangre del
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 267
Salndor, es el merecimiento desta sangre derramada: vida presente y de toda la eternidad. Y conviniéndo
laque rocía y se derrama en abundancia al derredor de me á mi buen Dios, deseo, propongo , delibero y me
Jos penitentes en los confesionarios por medio do la con determino irrevocablemente servirle y amarle ahora
fesión. Abre pues bien tu corazón para que mejor salgan y para siempre, dándole áeste fin, dedicándole y con
los pecados, porque á medida de como ellos salieren, sagrándole mi espíritu con todas sus facultades, mi
los preciosos merecimientos de la pasión divina entra alma con todas sus potencias , mi corazón con todas
rán i binchirle de bendición. Di todo lo que te acusare, sus aficiones, mi cuerpo con todos sus sentidos ; pro
no con rodeos, sino simple y desnudamente , conten testando de nunca más emplear parte ninguna de mi
tando y satisfaciendo á tu conciencia, que es á lo que ser contra su voluntad divina y soberana Majestad : á la
te dispusiste. Hecho esto, escucha los advertimientos cual me sacrifico y ofrezco en espíritu para serle para
y todo aquello que te ordena el siervo de Dios, y di en siempre leal, obediente y fiel criatura, sin que jamás
la corazón: «Hablad, Señor, que vuestra sierva os es quiera desdecirme ni arrepentirme. Y si porsugestion
cucha.! Si, es Dios, Filotea, el que escucha, pues dijo del enemigo ó por alguna enfermedad humana me
el Señor a sus vicarios : «Quien os oye, me oye.» To sucediese contravenir en algo á esta mi resolución,
ma después entre manos la siguiente protestación, la desde ahora protesto y propongo , mediante la gracia
cual sirve de conclusión a toda tu contrición. Medítala del Espíritu Santo, levantarme y volver en mí al pun
y considérala bien primero, leyéndola con el mayor to que conozca mi falta, convirtiéndome de nuevo á la
sentimiento y atención que te sea posible. misericordia divina, sin tardanza ni dilación alguna.
Esta es mi voluntad, mi intención y mi resolución in
CAPITULO XX. violable y irrevocable, la cual consiento y confirmo sin
Fnlcstitíon auténtica para Grabar en el alma la resolución de réplica ni excepción en la presencia divina de mi
servir a Dios y concluir los actos de penitencia.
Dios, á la vista de la Iglesia triunfante y á la cara de
Yo afirmo, constituyo y establezco en la presencia la Iglesia militante, mi madre, que entiende esta mi
de Dios eterno y de toda la corte celestial , habiendo declaración en la persona de aquel que como artífice
considerado la inmensa misericordia de su divina bon della me escucha en esta acción. Sírvele pues, ó mi
dad para conmigo, indigna y apocada criatura, y que buen Dios, eterno, todopoderoso y benigno, Padre,
me ha criado de nada, conservado, sustentado, librado Hijo y Espíritu Santo , confirmar en mí esta resolu
de tantos peligros, y colmado do tantos bienes recibi ción, y acetar este mi sacrificio cordial y interior, en
dos; y sobre todo, considerando esta incomprehensible olor de suavidad ; y como has sido servido de darme la
dulzura y clemencia, con la cual este buen Dios me ha inspiración y voluntad de hacerle , dame también gra
sufrido en mis iniquidades, inspirádomc tana menu cia y fuerzas necesarias para acabarle. ¡ O Dios mió!
do ; tan amigablemente, convidándome á la enmien tú eres mi Dios, Dios de mi corazón, Dios de mi alma,
da, esperándome con tanta paciencia á penitencia y Dios de mi espíritu ; y por tal te reconozco y adoro
¡rrepeutiroiento, hasta este Ñ. año de mi edad, no aliorS y para siempre. ¡Viva Jesús I
obstante mi ingratitud , desleultad y infidelidad, por
las cuales difiriendo mi conversión y menosprecian CAPITULO XXI.
do sus gracias, le he ofendido con tanta desenvoltura. Conclusión para esta primera purgación.
Después de haber considerado que en el día de mi Hecha esta protestación, oye atenta con todo tu co
sagrado bautismo fui tan dichosa y santamente votada razón y espíritu la palabra de tu absolución, la cual el
y dedicada para ser su hija, y que contra la profesión Salvador mismo de tu alma, sentado en el trono de su
que entonces fué hecha en mi nombre, he tantas y tan misericordia, pronunciará desde el trono de su Majes
tas veces tan desdichada y detestablemente profana tad en el cielo, delante todos los ángeles y santos,
do y violado mi espíritu, empleándole y aplicándole al mismo tiempo que en su nombre acá abajo te ab
contra la Majestad divina ; en íin, volviendo ahora en suelve el sacerdote; y alegrándose toda esta compañía
mi, postrada de corazón y de espíritu ante el trono de de bienaventurados con tu buena suerte , cantará el
'ajusticia divina, me conozco, tengo y confieso por canto espiritual con una sin igual alegría, dando todos
Intimamente convencida y culpable de la muerte y el beso de paz y amistad á tu corazón , puesto ya en
pasión de Jesucristo, y esto por los pecados que he co* gracia y santificado.
metido, por los cuales murió y sufrió el tormento de la ¡O querida Filotea, y cuan admirable es este contra
cruz; de manera que soy consecutivamente digna de to, por cuyo medio haces un trato dichoso con su divina
perdición y condenación eterna. Majestad; pues dándote á ella, vienes á ganarla y á ga
Pero volviéndome hacia el trono de la infinita mise narte, mediante la vida eterna! No falta pues otra cosa
ricordia deste mismo Dios eterno, después de haber sino que tomando la pluma en la mano, firmes con tu
detestado con todo mi corazón y fuerzas las iniquidades corazón el acto de tu protesto, y que después vayas al
Je mi pasada vida, invoco y pido humilmente piedad, altar donde Dios recíprocamente firmará y sellará tu
é'racia y perdón, con entera absolución de mi crimen, absolución y la promesa que te hará de su santo reino,
en virtud de la muerte y pasión deste mismo salvador poniéndose él mismo por su Sacramento, como una nema
de mi alma; en la cual apoyándome, como en el único y sello sagrado, sobre tu renovado corazón. Desta ma
fundamento de mi esperanza, rehago y renuevo la sa nera me parece, Filotea, que quedará tu alma purgada
cra profesión de la fidelidad, hecha de mi parte á mi del pecado y de todas las aficiones que del dependen.
Dios en mi bautismo ; renunciando al diablo, mundo Mas por cuanto estas aficiones renacen fácilmente en
y carne; detestando sus desdichadas sugestiones, va el alma, por causa de nuestra fragilidad y concupis
nidades y concupiscencia por todo el tiempo de mi cencia (la cual, aunque mortificada, no puede morir
268 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
durante esta mortal vida), te daré avisos; los cuales, da y dañarán la suavidad del ungüento; esto es, la
bien praticados, te preservarán de pecado mortal, santa devoción.
para que nunca más tenga lugar en tu corazón. Y por Las arañas no matan las abejas ; mas si se detienen
cuanto los mismos avisos aun sirven para una purifi en los panales, dañan y corrompen su miel, (I) y enre
cación más perfecta, quiero, antes de dártelos, de- dan y rompen los hilos de la tela que hacen , quedan
ciite alguna cosa cerca desta pureza, á la cual deseo do las abejas sin poder continuar en su obra. As! el
conducirle, pecado venial no mata nuestra alma, pero piérdela
devoción, y ocupa tanto las potencias del alma con
CAPITULO XXII.
malas costumbres y inclinaciones, que la impide el
Que es menester purgarse de las andones que se tienen ejercicio y prontitud de la caridad , en la cual consiste
i los pecados veniales. la devoción ; pero esto se entiende cuando el pecado
Cuanto mayores la luz del dia, tanto mejor y más venial se junta en nuestra conciencia por la afición
claramente vemos en el espejo los defectos y manchas que le tenemos. No importa, Filotea , el decir alguna
de nuestro rostro; de la misma manera, cuanto mayor pequeña mentira, desreglarse un poco en las palabras,
es la luz interior del santo espíritu con que alumbra en acciones, en vestidos, en alegrías, en juegos, en
nuestras conciencias, tanto más clara y distintamente danzas, como al mismo punto que estas arañas espiri
vemos los pecados, inclinaciones y imperfeciones que tuales hayan entrado en nuestra conciencia las rechace
nos pueden estorbar el conseguir la verdadera devo mos y despidamos della, como hacen las abejas con las
ción. Y la misma luz que nos hace ver estas faltas, nos arañas corporales. Mas si las permitimos se queden en
anima al deseo, para purgarnos y limpiarnos dellas. nuestros corazones, y no solo esto, sino que nos incli
Descubrirás pues, amada Filotea, que fuera de los namos á detenerlas y multiplicarlas, presto veremos
pecados mortales y sus aficiones, de que te has pur nuestra miel perdida, y la colmena de nuestra con
gado por los ejercicios ya dichos, tienes aun en tu ciencia infectada y deshecha. Y así digo otra vez, ¿en
alma muchas inclinaciones y aficiones á los pecados qué razón cabe que un alma noble se deleite en des
veniales. No digo yo que descubras los pecados venia placer á su Dios, y se aficione á serle desagradable,
les, sino la inclinación y afición que les tienes. Lo y quiera intentar lo que sabe que le es enojoso?
uno es bien diferente de lo otro, porque realmente no
podemos estar del todo limpios de pecados veniales, ó CAPITULO XXIII.
á lo menos para perseverar largo tiempo en esta pureza ; Que se ha de purgar de la allcion que se tiene i las cosas Inútiles
mas podemos bien no tenerles ninguna afición. Una y peligrosas.
cosa es mentir una vez ó dos por alegría de corazón Los juegos, los bailes, los festines, las pompas, las
en cosa de poca importancia, y otra cosa es el deleitar comedias, en su sustancia, no son de ninguna manera
se en mentir, y tener afición á esta suerte de pecado. cosas malas antes indiferentes , por cuanto su ejerci
Digo pues que es menester limpiar el alma de to cio puede ser bueno y malo ; con todo eso, todas esta?
da la afición que tienes á los pecados veníales, esto cosas son peligrosas, y el aficionarse á ellas aun mis
es, que no se ha de criar la voluntad de continuar y peligroso. Digo pues, Filotea, que aunque se permita
perseveraren ninguna suerte de pecado venial; por el jugar, danzar, adornarse, oir honestas comedias,
que también seria una gran flojedad el querer adrede banquetear, no por eso el tener afición á todo oslo de
guardar cu nuestra conciencia una cosa tan desagra ja de ser contra la devoción, y por extremo dañoso y
dable á Dios , como es la voluntad de quererle despla peligroso : no es malo el hacerlo acaso, pero es malo
cer. El pecado venial, por pequeño que sea, desagra el aficionarse á ello. Lástima es el sembrar en la tierra
da á Dios, aunque no tanto, que por él quiera perder de nuestros corazones aficiones vanas y locas; esto
nos ó condenarnos. Y si el pecado venial le desplace, ocupa el lugar de las buenas impresiones, y estorba
la voluntad y afición que se tiene al pecado venial no que nuestra alma no se emplee en buenas inclinacio
es otra cosa sino una resolución de querer desagradar nes. Así los antiguos nazarenos se abstenían, no solo
á su divina Majestad. ¿Será pues posible que una de todo aquello que podía cansarles embriaguez, sino
alma noble quiera, no solamente desagradará su Dios, también de las uvas y pámpanos; no porque la uva y
mas deleitarse en desagradarle? el pámpano emborrache, sino por el peligro que ha
E<tas aficiones, Filotea, son directamente contra bía, comiendo el pámpano, de despertar el deseo de
rias ;"i la devoción, como las aficiones que se tienen comer la uva, y comiendo la uva, de provocar el ape
al pecado mortal son también contrarias á la caridad ; tito á beber el mosto y el vino. (2)
las primeras desmayan las fuerzas del espíritu , estor Los ciervos, hallándose cargados y repletos del de
ban las consolaciones divinas , abren la puerta á las masiado pasto, se retiran y esconden cu sus guaridas,
tentaciones, y aunque es verdad que no matan el al conociendo serles la gordura tan pesada, que no po
ma , con todo eso la enferman en extremo. Las mos drían usar de su veloz curso si acaso fuesen embes
cas (dice el Sabio) que mueren en el suave ungüento, tidos. Asi el corazón del hombre, cargándose destas
echan á perder y dañan su suavidad; mas las que de aficiones inútiles, superfinas y peligrosas, es cierto
paso comen del, no dañan sino lo que loman, que que no puede pronta, ligera y fácilmente correr á su
dando lo demás libre de alguna ofensa. Asi los peca
dos veniales , cuando llegan á un alma devota , y no se (1) y las embarazan con los hilos de la tela que (t"« P^""
detienen mucho tiempo en ella, no la dañan mucho; mente el texto francés.)
(2i No digo yo que no se puede usar de estas cosas p»l¡gtoía .
mas si estos mismos pecados hacen asiento en el alma pero digo y allrmo que jamls pondremos en ellas la 'Ucion »
por la afición que ella les tiene, harán perder sin du- arriesgar la devoción. \C-1).)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 269
Dios, que es el verdadero punió üe la devoción. Los ha contra su voluntad. Hay algunos que de su natural
niños pequeños se aficionan y corren tras las maripo son fáciles, otros tardíos, otros duros en recebir las
sas; cosa que nadie tiene por mala viendo que son opiniones ajenas, otros inclinados á la indignación,
niños; pero es cosa ridicula y aun lamentable el ver otros á la cólera, otros al amor; y en suma, se hallan
á hombres ya hechos darse y aficionarse á cosas tan muy pocas personas en las cuales no se pueda señalar
indignas de madurez como las cosas que he nombra alguna suerte de imperfecciones. Y aunque estas sean
do ; las cuales, fuera de su vileza, nos ponen en peli como propias y naturales á cada uno, si es que por el
gro de desreglarnos y desordenarnos en su alcance. cuidado y afición contraria se pueden corregir y mo
Por esta razón te digo, querida Filotea, que es nece derar, también se podrán desechar y despedir, y aun
sario purgarte deslas aficiones; que aunque los actos es necesario, Filotea, que lo hagas. Si se lia hallado el
no sean siempre contrarios á la devoción, con todo eso, modo de trocar los almendros amargos en almendros
las aficiones le son siempre dañosas. dulces solo con agujerarles el pie, para que por allí
salga el humor, ¿por qué no podemos nosotros hacer
CAPITULO XXIV. salir nuestras inclinaciones perversas, para que así
Que se bi de purgar de las malas inclinaciones. nos mejoremos? No hay natural Jan bueno, que no
Aun tenemos, Filotea, ciertas inclinaciones natu pueda malearse con costumbres viciosas, ni hay tam
rales, las cuales, por no haber tomado su origen de poco natural tan arisco y malo, que por la gracia de
nuestros pecados pailiculares, no son propiamente Dios primeramente, y después por la industria y dili
pecados, ni mortales ni veniales, mas llámanse im gencia, no pueda domarse y vencerse. Quiero comen
perfecciones, y sus actos defectos y faltas. Por ejem zar pues á darte avisos y proponerte ejercicios, por
plo, santa Paulina, según recita san Jerónimo, tenia cuyo medio purgarás tu alma de la afición que á los
una grande inclinación á las tristezas y melancolías, pecados veniales tienes, de todas aficiones peligro
y en la muerte de sus hijos y marido fué tanta su sas y de las iinpcrfeciones; y así asegurarás de más
tristeza y sentimiento, que hubo de morir de pena. en más tu conciencia de pecaJo mortal. Déte Dios la
Esta era imperfección, y no pecado, por cuanto obra- gracia para bieu praticarlos.

SEGUNDA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN,


LA CUAL CONTIENE DIVERSOS AVISOS PARA LEVANTAR EL ALMA A DIOS POR LA ORACIÓN
¥ SACRAMENTOS.

CAPITULO PRIMERO. manera que la luna de un espejo no podría detener


De la necesidad de la oración.
nuestra vista si no estuviese por detrás cubierta de
estaño ó plomo, así también la divinidad no podría ser
i. La oración pone nuestro entendimiento en la cla bien contemplada de nosotros en este mundo inferior,
ridad y luz divina, y expone nuestra voluntad al calor si no estuviera junta á la sagrada humanidad del Sal
del amor celeste; no hay cosa que limpie tanto nues vador, cuya vida y muerte son el objeto más propor
tro entendimiento de sus ignorancias, y nuestra vo cionado, saludable, regalado y provechoso de cuantos
luntad de sus depravadas aficiones. Es el agua de podemos escoger para nuestra meditación ordinaria.
beui'.cion, que con su rocío hace reverdecer y flore No en balde se llama el Salvador «Pan bajado del cie
cer las plantas de nuestros buenos deseos, lava nues lo» ; porque así como el pan se hade comer con todas
tra alma de sus imperfecciones, y mata al corazón la suertes de viandas , así el Salvador debe ser meditado,
sed de sus pasiones. considerado y requerido en todas nuestras oraciones y
2. Mas sobre todo te aconsejo la mental y cordial, acciones. Su vida y muerte está dispuesta y distribui
y particularmente la que se hace á la vida y muerte da en diversos puntos ( para mejor servir á la medi
de nuestro Señor. Mirándole á menudo por medio de tación), por diversos autores. De los que te aconsejo
la meditación, toda tu alma se llenará del; aprende que uses son san Buenaventura, (1) Belintano, Bruno,
rás de su dotrina, y formarás tus acciones al modelo ¿apella, Granada , Puente.
de las snyas; y pues es la luz del mundo, en él, con 3. Emplea cada día una hora antes de comer, si
él y por él hemos de recebir gracia y luz. Es el árbol pudieres, y esto luego que te levantes, porque enton
del deseo, á cuya sombra nos debemos alentar y re ces tendías el espíritu menos embarazado y con más
frescar. Es la viva fuente de Jacob, donde hemos de sosiego, por seguir al reposo de la noche. No emplees
lavar todas nuestras manchas. En fin, los niños, á puro tampoco más de una hora si tu padre espiritual expre
oir las madres y gorjear con ellas, aprenden á hablar samente no te lo mandare.
su lengua ; así nosotros , morando con nuestro Sal 4. Si puedes hacer este ejercicio en la iglesia , y
vador por la meditación, y observando sus palabras, hallas en ella bastante sesieg», te será una cosa fácil
sus acciones y sus aficiones, aprendemos, mediante su y cómoda, porque ni padre ni madre, ni mujer ni
gracia, á hablar, querer y hacer como él. Esto es bien marido, ni otro alguno le podrá con justa razón eslor-:
consideres, Filotea ; y créeme, que no podremos ir á
Dios Padre sino por esta puerta; porque de la misma (t) Belljntanl, Druno, Caplglia, {El lexío francli)
270 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bar el quedarte una liora en el templo de Dios ; y es por nuestra desventura pocas'pcrsonas saben en esta
tando á la sujeción de alguno , por ventura no podrás era ; causa por qué te presento un simple y breve mé
en tu casa alcanzar esta hora libre. todo á esle fin , esperando que por la lectura de dife
5. Comienza toda suerte de oración (sea mental rentes libros compuestos á este sujeto, y sobre todo
sea vocal) por la presencia de Dios, y ten esta re por el uso, puedas más seguramente quedar instruida.
gla por sin excepción, y verás en poco tiempo cuan Primeramente te pongo la preparación , la cual con
provechosa vendrá á serte. siste en dos puntos : el primero es el ponerse en la
6. Si me crees, dirás tu Padre nuestro, tu Ave presencia de Dios, y el segundo invocar su asistencia.
María y el Credo en latin; pero entendiendo las pala Para ponerte en la presencia de Dios te propongo cua
bras que contienen en tu vulgar : porque diciéndolas tro principales medios, de los cuales te podrás servir
en la lengua común déla Iglesia, puedas también sa en este principio.
borear y gustar del sentido admirable y regalado des- El primero consiste en una viva y atenta aprehen
tas santas oraciones. Las cuales se han de decir fijando sión de la verdadera presencia de Dios, esto es, que
profundamente tu pensamiento, y excitando tu afición Dios está en todo y por todo, y que no hay lugar ni
al sentido deltas ; no dándote de ninguna manera priesa cosa en este mundo donde no esté con una verdade
por decir muchas, sino procurando que las que di ra presencia; y así como los pájaros donde quiera
jeres sean dé corazón : porque un solo Pater noster que vuelen hallan siempre el aire, asi nosotros don
dicho con sentimiento, vale más que muchos dichos de quiera que vamos ó estemos, siempre hallamos á
aprisa y no sentidos. Dios presente. Cualquiera sabe esta verdad, mas no
7. El rosario es una muy útil manera de rezar, sa cualquiera la aprehende con atención. Losciegos.no
biéndole decir como conviene ; y para esto tendrás viendo un príncipe que tengan presente, no dejan de
algún librillo de los que enseñan á rezarle. También tenerle respeto, siendo advertidos de su presencia;
es bueno el decir las letanías de nuestro Señor, de pero á decir verdad , como no le ven , fácilmente se
nuestra Señora y de los santos, y todas las otras ora olvidan que esté presente, y olvidados, con más faci
ciones vocales que están en el Manual y Horas aproba lidad le pierden el respeto y reverencia. ¡Ay de mí,
das. Y esto se entiende con condición que si gozas el Pilotea 1 nosotros no vemos á Dios , aunque le tene
don de la oración mental, la guardes siempre el prin mos presente ; y aunque la fe nos advierte de su pre
cipal lugar; y esto de suerte que si después della, ó sencia, como no le vemos con nuestros ojos, fácilmente
por los muchos negocios ó por alguna otra razón, no nos olvidamos, y entonces hacemos como si Dioses-
puedes usar de la oración vocal, no por eso tomes tuviese bien lejos de nosotros.
cuidado, contentándote con decir simplemente, antes Porque aunque sabemos bien que está presente
ó después de la meditación, la oración dominical, la á todas cosas , como no lo pensamos como debria-
salutación angélica y el símbolo de los apóstoles. mos, es lo mismo que si no lo supiésemos. Por esto
8. Si haciendo la oración vocal sientes tu corazón debemos siempre antes de la oración provocar nuestra
arrebatado ó convidado á la oración interior 6 mental, alma á un atento pensamiento y consideración desta
no huyas el entrar en ella, sino antes procura que tu presencia de Dios. Esta fué la aprehensión de David
espíritu ejecute lo que en esla parte desea: y no se te cuando decía: « Si subo al cielo, allí, Dios mió, te
dé nada de no haber acabado las oraciones vocales que hallo; si bajo á la tierra, allí también te hallo.» De
habías propuesto; porque la mental, que en su lugar bemos usar también de las palabras de Jacob, el cual,
harás, es más agradable á Dios y más útil á tu alma; habiendo visto la escala sagrada : « ¡ O cuan teme
pero entiéndese haciendo excepción del oficio ecle roso este lugar! verdaderamente Dios está aquí, y
siástico cuando hay obligación de decirle, porque en yo no sabia nada.» Quiere decir que no pensaba en
este caso, antes se ha de cumplir con lo preciso. ello, porque cuanto á lo demás, no podia ignorar que
9. Si sucediese pasársete toda la mañana sin este Dios estaba en todo y por todo. Viniendo pues á U
ejercicio sagrado de la mental oración, ó por los mu oración, 6 Filotea, dirás de todo tu corazón y á tu co
chos negocios ó por otra causa (procurando cuanto razón : « ¡O corazón mió, mi corazón ! Dios está ver
te sea posible no ocupar este tiempo en otra cosa), daderamente aquí.»
procurarás reparar esla falta después de comer en al El segundo medio de ponerse en esta sagrada pre
guna hora, la más apartada de la comida, porque ha sencia , es el pensar que no solamente Dios está en el
ciendo esto después della , antes que la digestión esté lugar donde tú estás, sino que particularmente está
muy adelantada, te sobrevendría alguna debilidad, la en tu corazón y en lo más íntimo de tu espíritu, al
cual interesaría tu salud. cual vivifica y anima con su divina presencia, estando
Y si en todo el día no pudieres hacer este ejerci allí como corazón de tu corazón y espíritu de tu espí
cio, repararás esta pérdida multiplicando las oraciones ritu ; porque como el alma, estando extendida por todo
ordinarias, y leyendo en algún libro de devoción con el cuerpo, se halla presente en todas sus partes, y
alguna penitencia que supla esta falta ; y con esto re reside, no obstante esto, en el corazón con una espe
suelve el enmendarte el dia siguiente, y continuar tu cial residencia,—así Dios, estando presente á todas las
ejercicio devoto. cosas, asiste especialmente á nuestro espíritu. Y por
CAPITULO II. esto llamaba David á Dios, Dios de su corazón; y san
Breve mílodo para la meditación, y en primer logar de la pre Pablo decia «que nosotros vivimos , nosotros nos mo
sencia de Dios. Primer ponto de la preparación. vemos y somos en Dios». En la consideración desta
Puede ser, querida Filotea, que no sepas cómo has verdad , incitarás á una gran reverencia á tu coraion
de hacer la oración mental, porque es una cosa la cual para con tu Dios, que íntimamente le está presente.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 271
0 tercero medio es considerar nuestro Salvador; brica de lugar, y los otros lición interior; y no esotra
el coalen su humanidad mira desde el cielo todas las cosa sino proponer á la imaginación el cuerpo del mis
personas del mundo, y particularmente los cristia terio que se quiere meditar, como si real y verdade
nos, que son sus hijos, y más especialmente ;i los ramente le tuviésemos en nuestra presencia. Por ejem
que están en oración , de los cuales nota las acciones plo, si quisieses meditar á nuestro Señor en la cruz,
y contenencia. No es esto, Filotea, una simple imagi imaginarás estar en el monte Calvario, y que ves todo
nación, sino una verdadera verdad; porque aunque lo que se hizo y dijo el dia de la pasión; 6 si quieres
nosotros no le vemos, él desde lo más alto del cielo (porque todo es uno), imaginarás que en el mismo
nos considera. Asi le vio san Esteban al tiempo de su lugar donde estás crucificaron á nuestro Señor de la
martirio ; de manera que podremos bien decir con la manera que los evangelistas lo escriben. Lo mismo te
Esposa: «Vele alli, que está detrás de la pared , vien digo cuando meditares la muerte, así como ya he
do por las ventanas y mirando por las rejas.» dicho en su meditación como también en la del infier
La cuarta manera consiste en servirse de la simple no, y en todos los oíros misterios semejantes donde
imaginación, representándonos el Salvador en su sa se trata de cosas visibles y sensibles; porque cuan
grada humanidad, como si estuviese junto á nosotros ; to á los otros misterios de la grandeza de Dios, de la
así como nos representamos á nuestros amigos, y á excelencia de las virtudes, del lin para que somos cria
mes decimos: Yo imagino ver un tal, que hace tal dos (las cuales todas son cosas invisibles), no es nece
y tal cosa, y aun me parece que le veo, ó cosa seme sario servirse desta suerte de imaginación. Verdad es
jante. Has si el santo Sacramento del altar estuviese que se puede emplear alguna similitud y comparación
presente, entonces esta presencia seria real, y no para ayudar á la consideración; mas aun esto es en
puramente imaginada; porque las especies y aparien alguna manera difícil, y no quiero tratar contigo sino
cia del pan seria como una vidriera , detrás de la cual muy simplemente, y de suerte que tu espíritu no so
nuestro Señor, estando realmente presente, nos ve y trabaje demasiado con tantas imaginaciones. Por me
considera, aunque nosotros no le vemos en su propia dio desta imaginación encerramos nuestro espíritu en
(orina. Usarás pues, Filotea, de uno destos cuatro me el misterio que queremos meditar, para que no ande
dios para poner el alma en la presencia de Dios antes corriendo á diversas partes , ni más ni menos como
de la oración ; no empleándolos todos juntos, sino uno cuando encierran un pújaro en una jaula, ó como
cada fez, y este breve y simplemente. cuando atan el halcón ú las pigüelas porque haga asien
CAPITULO III. to en el puño. Algunos te dirán (no obstante esto) que
De la invocación. Sepnilo punto de la preparación.
es mejor usar del simple pensamiento de la fe, y de
una simple aprehensión mental y espiritual en la re
La invocación se hace desta manera: Sintiéndose presentación destos misterios; ó bien considerar que
ln alma ya en la presencia de Dios, se postrará con estas cosas se hacen en tu propio espíritu. Mas todo
una extrema reverencia, conociéndose indignísima esto es demasiado sutil para el principio; y hasta que
de hallarse delante tan soberana Majestad. Pero sa
Dios te levante más alto, yo te aconsejo, Filotea, to
biendo que esta misma bondad lo quiere, le pedirás
detengas en este primer escalón que te muestro.
gracia para bien servirla y adorarla en esta medita
ción; } si quieres, bien podrás usar de algunas pala CAPITULO V.
cras breves y fervorosas, como estas de David : «No De las consideraciones. Scgnnda parle de la meditación.
me desechéis, Señor, ¡oh Dios mió! de la presencia de
TDestra cara, y no me neguéis el favor de vuestro san Después de la acción de la imaginación se sigue la
acción del entendimiento, la cual llamamos medita
io espíritu. Aclarad vuestra cara sobre vuestra hija, y
ción. Y no es otra cosa sino una ó muchas considera
considerará vuestras maravillas. Dadme entendimien
ciones hechas para levantar el corazón á Dios y á las
to, ymirnré vuestra ley y la guardaré con lodo mi
corazón. Yo soy vuestra sierva; dadme el espíritu;» cosas divinas; en lo cual diferencia la meditación
del estudio y de otros pensamientos y consideraciones,
j tales palabras semejantes á estas. Serviráte también
los cuales no se usan para adquirir la virtud ó el amor
(I) juntar la invocación de tu buen ángel y de las
de Dios, sino por otro algún fin y intención, como
«gradas personas que se hallaron al misterio que tú
para hacerse docto, para escribiré disputar. Habiendo
meditas : como en el de la muerte de nuestro Señor
pues encerrado tu espíritu, como he dicho, en lo en
podrís invocar á nuestra Señora, san Juan, la Mada-
cerrado del sugeto que quieres meditar, 6 por la ima
l«na,el buen Ladrón, para que los sentimientos y
movimientos interiores que recibieron te sean comu ginación si el sugeto es sensible, ó por la simple pro
nicados; y en la meditación de tu muerte podrás invo posición si es insensible; comenzarás á hacer sobre él
consideraciones, para lo cual hallarás ejemplos for
car tu buen ángel , el cual se hallará presente para
mados en las meditaciones que ya te he dado. Y si tu
inspirártelas consideraciones convenientes; y así lia
espíritu halla bastante gusto, luz y fruto en alguna do
ras en los otros misterios.
las consideraciones , detendráste en ella sin pasar ade
CAPITULO IV. lante, haciendo como las abejas, que no dejan la flor
Bt '., proposición det misterio. Tercero punto de la preparación. hasta que hallan la sabrosa miel. Mas si no hallas el
Después destos dos puntos ordinarios de la medita- fruto que deseabas en la una de las consideraciones,
ciou, hay otro tercero, que no es común á toda suerte después que hayas detenídote un poco en ella, pasa
de meditaciones : este es el que los unos llaman (2) fá- rás áotra; yéndote poco á poco y simplemente en esta
(•) de jomar {Edición original.)
obra, sin afligirte ni acongojarte.
ffi composición de lagar, \C-D.)
272 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
guíenle : los que se han paseado en un hermoso jardín,
CAPITULO VI. no salen del de buena gana sin coger cuatro ó cinco
De las nOcloncs y resoluciones. Tercera parle de la meditación. flores, en cuyo olor hallan todo aquel día regalos : raí
nuestro espíritu. Habiendo discurrido sobre algún mis
La meditación cansa buenos movimientos en la vo terio por la meditación, debemos escoger uno, dosó tres
luntad y parte afectiva de nuestra alma, como son : el puntos que hayan cuadrado más á nuestro entendi
amor de Dios y del prójimo, el deseo del paraíso y de miento, para que estos queden en nuestra memoria
la gloria , el celo de la salud de las almas, la imitación todo aquel dia, gozando espiritualmenle de su suave
de la vida de nuestro Señor, la compasión, la admira olor. Esto se haceen el mismo lugar donde hemos me
ción, la alegría; el temor de la desgracia de Dios, del ditado, entreteniéndonos ó paseándonos con soledad
juicio y del infierno; la confianza en la bondad y mise algún tiempo después.
ricordia de Dios, la confusión para con nuestra vida pa
sada : y en estos deseos y aficiones nuestro espíritu se CAPITULO MIL
debe extender y derramarlo mis que le sea posible. Ysi Algunos avisos muy provechosos sobre el sujeto de la
meditación.
quieres hallar ayuda para esto, lee el primer lomo de
las Meditaciones de don Andrés Capilla, y ve su pre Sobre todo es menester, Filotea , que al salir déla
fación, porque en él muestra el modo de dilatar estas meditación tengas en la memoria las resoluciones y de
aficiones y deseos; aunque más ampliamente lo halla liberaciones que habrás tomado, para praticarlas cui
rás en el padre Arias en su Tratado de la oración. dadosamente en aquel dia. Estecsel mayor fruto de la
No por esto, Filotea, has de detenerte tanto en estas meditación, sin el cual es muchas veces no solo inútil,
aficiones generales, que no las conviertas en resolucio pero dañosa ; porque las virtudes meditadas y no pra-
nes especiales y particulares para tu corrección y en tícadas hinchan y desvanecen á veces el espíritu j
mienda. Por ejemplo: la primer palabra que nuestro ánimo, pareciéndonos que somos ya los mismos que ha
Señor dijo en la cruz causará sin duda una buena afi bernos resuelto y deliberado de ser : lo cual es sin du
ción de imitación en tu alma, es á saber, el deseo de da verdadero, siendo las resoluciones vivas y sólidas;
perdonar tus enemigos y amarlos. Digotc pues que aun pero no son tales, sino antes vanas y peligrosas, no
estocs muy poco, si no juntas una resolución especial siendo praticadas. Menester es pues de todas maneras
en esta forma : «Ahora propongo y digo que no me pi procurar praticarlas; y para esto buscar las ocasiones
caré más de tales palabras enojosas que un vecino ó grandes ó pequeñas. Por ejemplo: si yo he propuesto
vecina, mi doméstico ó doméstica dicen de mi; ni de de atraer por amor el espíritu de los que me lian ofen
tal y tal menosprecio que me hacen algunas personas; dido, procuraré este dia encontrarlos, ó por lómenos
antes diré y haré tal y tal cosa pura apaciguarlos y atraer decir bien dellos, yrogarporellos á Dios.
los;» y por el consiguiente en lo demás. Por este me Al salir desta oración cordial, tendrás cuenta de no
dio, Filotea, corregirás tus faltas en poco tiempo ; co inquietar tu corazón, porque seria perder el bálsamo
sa que por la sola afición, sin resolución, no podrás si que has recibido por medio de la oración : esto es, que
no tarde y con dificultad. has de guardar (si te fuere posible) un poco de silencio,
y rumiar poco á poco en tu corazón el pasado ejercicio,
CAPITULO Vil. teniendo en la memoria, el más tiempo que puedas, el
sentimiento y las aficiones que hubieres recibido, l'u
De la conclusión y ramillete espiritual. hombre que recibiese en un vaso de hermosa porcela
Hase de concluir la meditación por tres acciones, las na algún licor de gran precio, para llevarle á sn casa,
cuales deben hacerse con la mayor humildad que sea este tal iria poco á poco, no echando la vista á ninguna
posible : parte, sino delante de sí, temiendo deslizar en alguna
La primera es la acción de las gracias, dándoselas á piedra ó dar algún paso falso, mirando siempre lo que
Dios de las buenas aficiones y resoluciones que nos ha lleva, de miedo no se derrame. Lo mismo debes hacer
dado y de su bondad y misericordia; la cual hemos des tú al salir de la meditación. No te distrayas luego, sino
cubierto en el misterio de la meditación. mira simplemente tu camino; pero si encuentrasalguno
La segunda es la acción y ofrenda, por la cual ofre á quien estés obligado de oir ó entretener, no liayreme-
cemos á Dios su misma bondad y misericordia, la muer dio : entonces es menester te acomodes al caso; pero de
te, la sangre, las virtudes de su Hijo, y juntamente con suerte que mires también tu corazón, porque el licor
ellas nuestras aficiones y resoluciones. de la santa oración no se derrame sino lo menos que
La tercera acción es aquella de la suplicación, por la sea posible.
cual pedimos á Dios nos comunique las gracias y virtu También es menester acostumbrarte á usar de la ora
des de su Hijo, y dé la bendición á nuestras aficiones y ción enlodas suertes de acciones que tu vocacionó pro
resoluciones, para que así las podamos ejecutar fiel fesión justa y legítimamente requieren , como el abo
mente. Despuesdesto, rogamos á Dios por la Iglesia, por gado abogando, el mercader en su trato, la mujer casa
nuestros prelados, parientes, amigos y otros, poniendo da en la obligación de su matrimonio y casería de su
para esto la intercesión de nuestra Señora, de los ánge casa: y esto con tanta suavidad y tranquilidad, que
les y de los santos; diciendo á la fin el Valer noster y no por eso se turbe el espíritu ; que pues lo uno y lo
el Ave Mario, que es la general y necesaria oración do otro es según la voluntad de Dios, liase de hacer tam
todos los fieles. bién paso de lo uno á lo otro en espíritu de humildad y
Después de todo esto, me ha parecido que será bien devoción.
coger un ramillete de devoción ; quiero decir, lo si- I Sabrás también que te sucederá algunas Teces,
INTRODUCCIÓN Á LA VIDA DEVOTA. 273
luego qne hayas Iieclio la preparación, moverse toda tea, á la santa oración, pura y simplemente, para cum
tu afición en Dios. Entonces, Pilotea, menester es de- plir con nuestra obligación y atestiguar nuestra fide
jalla la brida, sin querer seguir el método que te he lidad; que si es servida la divina Majestad de hablar
dado : porque aunque es verdad que ordinariamente la nos y entretenerse con nosotros por sus santasínspiracio-
consideración deba preceder ala afición y resolución, nes y consuelos interiores, seranos sin duda una gran
cono el Espíritu Santo te dé antes la afición que honra y un placer muy regalado. Pero si no es servido
la consideración, no debes buscar la consideración, de hacernos esta gracia, dejándonos allí sin hablarnos,
tiendo que esta no se hace sino para mover la afición. como si no nos viera ni estuviésemos en su presencia,
Ei lio, siempre que las aficiones se te presentaren, no por eso debemos salimos, sino antes quedarnos de
te de recibirlas y hacerlas lugar, sea que lleguen lante esta soberana bondad con nn semblante devoto
ules ó después de las consideraciones. Y aunque y apacible. Y así infaliblemente le agradará nuestra pa
jo baya puesto las aficiones después de todas las con ciencia, y notará nuestra continuación y perseverancia ;
sideraciones , no lo he hecho sino para mejor dis y otra vez cuando volviéretnos á su presencia, nos fa
tinguir las partes de la oración; porque en lo demás, es vorecerá y se entretendrá con nosotros por medio do
una regla general que jamás se han de detener las afi sus consolaciones, haciéndonos ver la amenidad de la
ciones, antes se les ha de dar lugar á que salgan cuan santa oración. Y cuando no hiciese esto, contentémo
do se nos presentan. Y esto que digo, no solo se entien nos, Filotea, con que nos es una honra en extremo
da por las otras aficiones, sino también por la acción grande el estar cerca del y á su vista
de las gracias, el ofrecimiento y rogativa; que se pueden
hicerpor medio de las consideraciones, dándolas tam CAPITULO X.
bién logar como á las otras aficiones : bien es verdad Ejercicios para la maSana.
que para la conclusión de la meditación es menester Fuera desta oración mental entera y formada, y las
uéücionarlas y repetirlas. Mas cuanto á las resolucio otras oraciones vocales que estás obligado á hacer cada
nes, es menester hacerlas después de las aficiones, y dia, hay otras cinco suertes de oraciones, que sirven
J linde toda la meditación, antes de la conclusión ; por como de adelantamiento y ayuda á la otra grande ora
raanto habiéndonos estas de representar objetos parti ción. Entre las cuales la primera es la que se hace á la
culares yfamiliares, si las hiciésemos en medio de las mañana, como una preparación general para todas las
aficiones, nos pondrían en peligro de distraernos y di- obras del dia. Haráse pues desta manera.
wiiraos. i. Da gracias y adora á Dios profundamente por la
En medio de las aficiones y resoluciones es bueno el merced que te ha hecho en conservarte la noche prece
usar de coloquio y hablar, ya con nuestro Señor, ya con dente ; y si en ella hubieres cometido algún pecado,
ta íogeles y con las demás personas representadas en pídele perdón.
el ta\ misterio; con los santos, consigo mismo, con su 2. Mira que el día presente se te ha dado para que
coraion.con los pecadores y aun también con las cria- en él puedas ganar el venidero dia de la eternidad, y
Ira insensibles ; como se ve que David hace en sus harás un firme propósito de emplear á este fin bien el
pateos, y los otros santos en sus meditaciones y ora dia.
ciones. 3. Prevee qué negocios, qué tratos 6 qué ocasiones
puedes encontrar este dia para servir á Dios, y qué
CAPITULO IX. tentaciones te podrán sobrevenir para ofenderle ó por
PjfJ los desabrimientos que suceden en la meditación. cólera ó porvanidadópor otro desconcierto. Y con una
S te sucede, Filotea, sentir desabrimiento y des santa resolución prepárate para emplear bien los me
asado en la meditación , ruégote no te inquietes, si- dios que se te ofrecieren para servir á Dios y adelantar
M que antes abras la puerta á las palabras vocales, tu devoción; y al contrario, te dispondrás á evitar,
lamentándote tú misma de tí misma á tu Dios. Confiesa combatir y vencer lo que se presentare contra tu sa
1» indignidad, ruégale que te ayude, besa su imagen, si lud y gloria de Dios. Y no basta el hacer esta resolu
k dieres presente, y dile estas palabras de Jacob : «No ción, sino que se han de preparar los medios para bien
18 dejaré, Señor, hasta que me des tu bendición ;» ó ejecutarla : por ejemplo, si yo preveo que he de tratar
aqnelUs de la Cananea : «Sí , Señor, yo soy una perra ; de algún negocio con alguna persona apasionada y
ñas los perros comen de las migajas de la mesa de su pronta á la cólera, no solo resolveré no ofenderla, sino
Jwiior.» antes prepararé palabras blandas para prevenirla, ó la
Otras veces toma nn libro y léele con atención, hasta asistencia de alguna persona que la pueda contener. Si
Ite despierte tu espíritu y vuelva en sí; hiere alguna preveo que he de visitar un enfermo, dispondré la ho
lHÍ tu corazón con algún movimiento de devoción exte- ra, las consolaciones y socorro que tengo de darle. Y
™r, humillándote en tierra, cruzando las manos so asi en lo demás.
to el pecho, abrazando un crucifijo (entiéndese esto si 4. Hecho esto, humíllate delante de Dios , recono
•j^s en algún lugar retirado). Y si después de todo lo ciendo que de ti misma no podrías hacer nada de lo que
■«lio no hallares consuelo, por grande que sea el des- has deliberado, sea para huir el mal ó para ejecutar el
'oñmiento, no por eso te desasosiegues, sino antes bien ; y como si tuvieses tu corazón en tus manos, ofré
twtinúa en tener una humildad devota delante tu cele con todos tus buenos designios á la divina Majes
D|os. ¡Cuántos cortesanos hay, que van cien veces á la tad, suplicándola le reciba en su protección y le forti
Cjmara de su príncipe, sin esperanza de hablarle, sino fique, para que mejor se aplique á su santo servicio;
.úñente ,Para mostrar que cumplen con sus obliga- haciendo esto con tales ó semejantes palabras interiores:
cwo.es! Así debemos nosotros venir, mi querida Filo- « ¡O Señor 1 Ves aquí este pobre y miserable corazón,
Q-u. 18
274 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que por tu bondad ha concebido muchos buenos deseos; Llama á tu espíritu las más veces que pudieres al
mas ¡ay de mí! que de suyo es muy flaco y débil pa dia, á la presencia do Dios por uno de los cuatro mo
ra efetuar el bien que desea, si tú, Señor, no le repar dos que ya te he dicho ; y mira lo que hace Dios y lo
tes tu celeste bendición. La cual á este fin te pido, ó que tú haces, verás sus ojos vueltos á tu lado, y per
padre de mansedumbre, por los merecimientos de la petuamente fijos en tí con un amor incomparable. Di
pasión de tu precioso Hijo ; á cuyo honor consagro este rás pues: ¡O Dios mió ! ¿por qué no te miro yo siem
dia y lo restante de mi vida.» Invoca á nuestra Señora, pre como tú siempre me miras? ¿Por qué piensa?,
tu Ángel de la Guarda y los santos, para que á este fin Señor mío, en mí tan á menudo ; y por qué pienso yo
te ayuden. en tí tan pocas veces? ¿Dónde estamos pues, ó alma
Todas estas aficiones espirituales se han de hacer mía? Nuestro verdadero lugar es Dios; ¿dónde pues
breve y vivamente, antes de salir del aposento (si fue nos hallamos ?
re posible), para que por medio deste ejercicio todo lo Como los pájaros hacen sus nidos sobre los árboles,
que hicieres en el espacio del dia sea participante de la donde cuando han menester hallan su retirada ; y los
bendición del Señor. Ruégote, Pilotea, no faltes jamás ciervos tienen sus malas y sus fuertes, en los cuales re
en esto. celosos se encaman y cubren , gozando el fresco de la
CAPITULO XI. sombra en verano; así, Filotea, nuestros corazones
deben tomar y escoger cada dia algún puesto (ó sobre
Del ejercicio de la noche, y el examen de la conciencia.
el monte Calvario, ó en las llagas de nuestro Señor, ó
Como antes del comer temporal haces tu comida es en otro lugar cerca del), para hacer nuestras retiradas
piritual por medio deda meditación, así antes del ce en cualquier suerte de ocasiones, y allí consolarnos y
nar has de hacer una pequeña cena, ó ú lo menos una recrearnos éntrelos negocios exteriores, estando allí
colación devota y espiritual. Procura pues algún lu como en un fuerte, de donde se defenderá do las tentacio
gar un poco antes de la hora del cenar, y postrado delan nes. Dichosa será el olma que podrá decir con verdad
te de Dios, recogiendo tu espíritu en Cristo crucificado á nuestro Señor: «Tú, Señor, eres mi casa de refugio,
(el cual te le representas por una simple considera mi muralla segura, mi techo contra el agua y mi som
ción y vista interior), vuelve á encender el fuego de tu bra contra el calor.»
meditación matutina en tu corazón con vivas aspiracio- Acuérdate pues, Filotea, de retirarte muchas Teces á
ncs.humildadesy muestras amorosas; que harás en ho la soledad de tu corazón, mientras que corporalmente
nor deste divino Salvador de tu alma, ó bien repitien estás en medio las conversaciones y negocios ; que
do los puntos en que habrás hallado más gusto en la esta soledad mental de ninguna manera puede ser im
meditación de la mañana, ó bien excitándote á otro su pedida por la muchedumbre de los que tienes presen
jeto nuevo, según mejor te pareciere. tes, porque estos no están al rededor de tu corazón,
Cuanto al examen de la conciencia, que se debe ha sino solo de tu cuerpo. Procurarás pues que tn cora
cer siempre antes de acostarse, cualquiera sabe cómo se zón solo esté en la presencia de Dios solo. Este era
hade praticar. el ejercicio que hacia el rey David en medio de tantas
1. Dase gracias á Dios por habernos guardado el pa ocupaciones como tenia, como vemos en mil pasos de
sado dia. sus psalmos. «¡O Señor! siempre estoy contigo; yosiem-
2. Examínase cómo se ha gobernado en todaslas ho pre veoá mi Dios delante de mí ; mis ojos he levantado
ras del dia. Y para hacer esto más fácilmente, se consi á tí, o Dios mió, que habitas en el cielo; mis ojos están
dera dónde, con quién, en qué ocupaciones se ha es siempre en Dios.»
tado. También las consideraaciones no son de ordinario de
3. Si se halla haber hecho algún bien, danse á Dios tanta importancia, que no se pueda á tiempos retirar
las gracias; si al contrario, se ha hecho algún mal con el corazón á esta divina soledad.
pensamientos, palabras ó obras, pídese perdón á su di El padre y madre de santa Catalina de Sena, habién
vina Majestad, con resolución de confesarse en la pri dola quitado todas las comodidades, como lugary tiem
mera ocasión, y de enmendarse cuidadosamente. po para rezar y meditar en nuestro Señor, la inspiró hi
4. Después desto, se encomienda á la Providencia ciese un interior oratorio en su espíritu; dentro del
divina el cuerpo, el alma, la Iglesia, los parientes, los cual retirándose mentalmente, ejercitaba en medio de
amigos ; rézase á nuestra Señora, al Ángel de la Guarda, los negocios exteriores esta santa y cordial soledad.
á los santos , para que nos amparen y sean nuestros Y cuando el mundo después la perseguía ó tentaba,
intercesores ; y con la bendición divina se va á gozar no por eso recebia ninguna incomodidad ; y esto de
del reposo, no excusado & estaparte mortal. cía que era porque en tales ocasiones se encerraba en
Este ejercicio no debe jamás olvidarse, así como el el camarin interior de su entendimiento, donde se con
de la mañana. Por el de la mañana abres las ventanas solaba con su celeste Esposo. Y asi, desde entonces
de tu alma al Sol de la justicia; y por el déla noche las aconsejaba á sus hijos espirituales hiciesen un aposento
cierras á las tinieblas del infierno. en su corazón, donde pudiesen vivir seguros.
Retira pues á veces tu espíritu á tu corazón, donde
CAPITULO XII. separado de todos los hombres, puedas tratar cordial-
Del retrete espiritual. mente de tu alma con tu Dios, diciendo con David: «Yo
Aquí es, querida Filotea, donde con aficionado de he velado y he sido semejante al pelicano de la soledad,
seo debes seguir mi consejo, porque en este artículo y me he hecho como el buho en el domicilio y como el
consiste uno de los más seguros medios de tu adelan pájaro solitario en el tejado.» Las cuales palabras, fue
tamiento perpetuo. ra de su sentido literal (que atestigua cómo este gran
INTRODUCCIÓN Á LA VIDA DEVOTA. 275
rey reservaba algunas horas á la soledad en la con que verdaderamente son muy útiles ; pero á mi pare
templación de las cosas espirituales), nos muestran en cer, Filotea, no te atarás á ninguna suerte de palabras,
su sentido místico tres excelentísimas retiradas, y antes pronunciarás, ó de boca ó de corazón, las que
como tres ermitas, en las cuales podemos ejercer nues el amor te enseñare, porque él te dará las mejores.
tra soledad á la imitación de nuestro Salvador: el cual Verdad es que hay ciertas palabras que tienen parti
en el monte Calvario fué como el pelícano de la soledad, cular fuerza para contentar el corazón en este parti
que con su sangre da vida á sus polluelos muertos; en cular, como son los fervorosos asaltos, que tana me
su natividad en un pesebre desierto, fué como el buho nudo hallarás en los psalmos de David ; las invocacio
en el domicilio, plañendo y llorando nuestras faltas nes diversas del nombre de Jesús, los pasos de amor
y pecados ; en el día de su ascensión fué como el pá que están impresos en el Cántico de los Cánticos. Las
jaro, retirándose y volando al cielo, que es como te canciones espirituales sirven también al mismo efecto,
cho del mundo : y en todos estos tres lugares pode cantándose con atención.
mos hacer nuestras retiradas en medio la confusión de En fin, como los que están enamorados de un amor
los negocios. El bienaventurado (1) Elizario, conde de humano y natural tienen casi toJos los pensamientos
Arian, en Provenza, habiendo estado mucho tiempo en la cosa amada, lleno el corazón de afición para con
ausente de su devota y casta Delfina, ella le envió un ella, la boca llena de sus alabanzas, no perdiendo en
correo para que la trajese nuevas ciertas de la salud ausencia ocasión de mostrar por cartas su afición , ni
de su esposo, y él respondió: «Yo estoy bueno, mi ama hallando árbol en cuya corteza no escriban el nombre
da compañía ; y si me quisiéredes ver,buscadme en la de quien aman; así los que aman á Dios no pueden
llaga del lado de nuestro dulce Jesús, porque allí es cesar de pensaren él, respirar por él, aspirar á él y
donde yo habito y donde vos me hallaréis ; y en otra hablar del; y quisieran, si fuese posible, grabar en el
parte será buscarme en vano.» Con razón se podia Ha- pecho de todas las personas del mundo el santo y sa
mar á este caballero cristiano. grado nombre de Jesús.
A lo cual todas las cosas los convidan, y no hay cria
CAPITULO XIII.
tura que no les anuncie la alabanza de su bien amado;
De lis aspiraciones, oraciones jaculatorias y buenos y (como dice san Agustín , después san Antonio) todo
pensamientos.
cuanto hay en el mundo los habla con una lengua
Retirase á Dios, por cuanto se aspira á él, y aspírase muda, pero muy inteligible, en favor de su amor; todas
para retirarse; de manera que la aspiración en Dios y las cosas los provocan á buenos pensamientos, de los
la retirada espiritual se conservan la una á la otra , y cuales nacen después muchas salidas y aspiraciones en
entrambas provienen y nacen de los buenos pensa Dios. Y ves aquí algunos ejemplos.
mientos. San Gregorio, obispo de Nazianzo (según él mismo
Aspira pues á menudo en Dios, Filotea , por cortas, contaba á su pueblo), paseándose á las orillas del mar,
pero ardientes salidas de tu corazón; admira su her consideraba cómo, adelantándose las olas sobre la tier
mosura, invoca su ayuda, échate en espíritu al pié de ra, dejaban almejas , conchuelas, caracolillos, tallos de
Ja cruz, adora su bondad ; pregúntale á menudo por yerbas , ostrecillas pequeñas, y semejantes menuden
tu salud, dale mil veces al dia tu alma , fija tus ojos cias que la mar desechaba, ó por manera de decir,
interiores en su dulzura, alárgale la mano come un escupía á las orillas; y volviendo después con nuevas
niño á su padre, para que él te conduzga; ponle sobre olas, tornaba á tomar y recoger parte délo que liabia
tu pecho como un ramillete regalado ; arbólale en tu dejado, mientras que las rocas de alrededor quedan
alma como un estandarte, y haz mil suertes de diver firmes y inmóviles, por más que las combatía con la
sos movimientos en tu corazón, para darte á tí misma resaca furiosa continuada. Sobre esto fabricó este es
el amor de Dios, y ejercitarte á una apasionada y tierna piritual pensamiento: que los flacos, como las alme
dilección deste divino Esposo. jas, conchuelas y caracolillos, se dejan llevar , ya á la
Así se hacen las oraciones jaculatorias que el gran adición y ya á la consolación, puestos á la voluntad de
san Agustín aconseja cuidadosamente á la devota dama las ondas y olas de la fortuna ; pero que los grandes
- Proba. Filotea, nuestro espíritu si se da al trato, pri ánimos quedan firmes y inmóviles á cualquier suerte
vanza y familiaridad de su Dios, se perfumará todo de de borrasca. Y deste pensamiento hizo nacer estos fer
sus perfeciones. Y, mirado bien , no es nada dificul vorosos afectos de David: «¡O Señor! sálvame, porque
toso este ejercicio, porque se puede entrelazar en to las aguas han penetrado hasta mi alma. ¡O Señor 1 lí
dos nuestros negocios y ocupaciones, sin que por eso brame del profundo de las aguas, que me han lle
se estorben ; por cuanto (sea en el retrete espiritual, vado al profundo de la mar, y la tempestad me ha su
ó sea en estos asaltos interiores) no se hacen sino pe mergido;» porque entonces se hallaba en grande
queños y cortos divertimientos, los cuales no estorban aflicción, viendo que (2) Máximo intentaba usurpar su
de ninguna manera, antes sirven mucho al progreso obispado.
de lo que hacemos. El peregrino que toma un poco San Fulgencio, obispo de Ruspa, hallándose en una
de vino para alegrar el corazón y refrescar la boca, junta general de la nobleza romana , la cual hacia
aunque se detiene un poco , no por eso rompe el ca Teodorico, rey godo , y viendo el resplandor de tan
mino, antes recibe fuerzas para acabarle más presto tos señores que estaban en hilera, cada uno según su
y más fácilmente, no deteniéndose sino para mejor po calidad, dijo : «¡O Dios mío, y cuan hermosa debe
der andar. ser la Jerusalen celeste, pues aquí abajo se ve tan
Muchos han juntado diversas aspiraciones vocales, pomposa Roma la terrestre ! Y si eu este mundo al
W) EUear Ifiict ti texto francisy rc¡ir<iduj<>Citl>ill«¡ Dun-YagU.) lí) Maximus (Edición original.)
276 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
can/.an tanto resplandor los amadores de la vanidad, ■ olas, dijo así : a Mi alma no tendrá jamás reposo, lias-
¿qué gloria será la que en el otro mundo se reserva la que se vea anegada en el mar de la divinidad , que
para los amadores de la verdad?» es su origen.» Y santa Francisca considerando un
Dícese que san Anselmo, arzobispo de Cantorbia (cu agradable arroyo, á cuya orilla estaba arrodillada pau
yo nacimiento han con extremo honrado nuestras mon hacer oración, fué arrebatada en éxtasis, repitiendo
tañas), era admirable en esta prática de buenos pensa muchas veces estas palabras en baja voz : «La gracia
mientos. Una liebre perseguida de los perros fué á gua de mi Dios camina y se extiende con tanta dulzura
recerse debajo del caballo deste santo perlado (que por como este pequeño arroyuelo.» Otro, viendo los árboles
entonces hacia una jornada), como á un refugio que la floridos , suspiraba , diciendo : « ¿ Por qué yo solo
salvaría del inminente peligro de la muerte; y los estoy sin flor en el jardín de la Iglesia?» Otro, vien
perros, ladrando al rededor, no osaban acometer do unos pequeños polluelos abrigados de las alas de
violar la inmunidad á la cual la presa había enca la madre, «¡O Señor! (dijo) conservadnos debajo Je
minado su curso : espectáculo cierto, extraordinario, y la sombra de vuestras alas.» Otro, viendo el tornasol (o),
que hacia reir todos los asistentes, mientras el gran dijo : «¿Cuándo será el tiempo, Dios mió, que segui
Anselmo lloraba y gemía. « Vosotros os reís (decía), rá mi alma las atracciones de tu bondad?» Y viendo
mas la pobre bestia no se rie. Los enemigos del alma, otro en un jardín la flor que llaman pensamientos ¡ti,
perseguida y rnal guiada por diversos rodeos en mil hermosa á la vista, pero sin olor ninguno, repelía
suertes de pecados, espéranla al estrecho de la muerte diciendo: «¡ Ay de mí ! tales son mis pensamiento-;
para arrebatarla y tragársela; y ella, espantosa y me hermosos para dichos, mas sin efecto ni produccisu.»
drosa, busca por todo socorro y refugio; y si no le ha Ves aquí, Filotea, cómo se sacan los buenos pen
lla, sus enemigos se burlan y ríen.» Dicho eslo, pro samientos y santas aspiraciones de aquello que a
siguió su camino gimiendo y suspirando. presenta en la variedad desla vida mortal. Desventu
Constantino el Magno escribió con mucha reverencia rados son aquellos que desvian las criaturas don
á san Antonio, de que los religiosos que estaban alre Criador para allegarlos al pecado ; y dichosos aquellos
dedor del se espantaron mucho; y él les dijo : «¿Cómo que las atraen á la gloria de su Criador, y empleaos»
os espantáis vosotros de que un rey escriba á un hom vanidad en honra de la verdad : «Cierto (dice san
bre? Espantaos antes de que Dios eterno ha escrito su Gregorio Nazianceno), yo be acostumbrado traer to
ley á los mortales, hablániloles boca a boca, en la per das las cosas á mi provecho espiritual. » Lee el devo
sona de su Hijo. » to epitafio que san Jerónimo hizo á santa Paula, por
San Francisco, viendo una sola oveja en medio una que es un gran consuelo ver cuan sembrado está de
aspiraciones y contemplaciones sagradas, de las cual*
tropa de cabras, dijo ásu compañero : «Mira, y ¡cuan
mansa va la pobre ovejuelaen medio de tantas cabras! usaba ella en cualquier suerte de ocasiones.
En este ejercicio del retrete .espiritual y de las ora
Así iba nuestro Señor manso y humilde entre los fari
ciones jaculatorias se funda la grande obra de la de
seos.» 'Viendo otra vez un pequeñuelo corderillo, y que voción. Puede suplir la falta de todas las otras ora
le comía un puerco, dijo : «¡O pobre corderillo, y ciones; pero la suya casi no puede ser reparada por
cuan al vivo representas la muerte de mi Salvador!» ningún otro medio. Sin este ejercicio no se puede
Aquel gran personaje de nuestra edad, Francisco usar bien de la vida contemplativa ; y aun no podría,
de Borja, porentonces aun duque de Gandía, yendo sino mal, ejercerse la vida activa. (2) Sin él el repo>o
á caza, hacia mil devotas consideraciones : «Con razón no es sino ociosidad, y el trabajo, congojoso aprieto.
debo admirarme (decía) de ver que los halcones vuel Por esto pues procuro persuadirte le abraces con ludo
ven á la mano, se dejan cubrir los ojos y atar á la
percha, y que los hombres se muestren tan ariscos á tu corazón, sin que jamás te apartes del.
la voz de Dios.» El gran san Basilio dice que la rosa
entre las espinas da á entender á los hombres lo si CAPITULO XIV.
guiente : «Lo que es más agradable en este mundo, De la santísima misa, y cómo se hade oir.
ó mortales , está mezclado de tristeza ; no hay cosa 1. Aun no le he hablado, mi Filotea, hasta ahora de!
pura: el pesar sigue siempre á la alegría, la viudez al sol de los ejercicios espirituales , que es el santísimo,
casamiento, el cuidado á la fertilidad, la ignominia sagrado y soberano sacrificio y sacramento de la mw.
á la gloria, (I) el gasto á la honra, el disgusto á los re centro de la religión cristiana, corazón de la devoción,
galos, y la enfermedad á la salud. Es una hermosa flor alma de la piedad, misterio inefable, que compren
(dice este santo) la rosa, pero caúsame una gran triste de el abismo de la caridad divina; y por el cual üi*.
za, adviniéndome de mi pecado, por el cual la tierra aplicándose realmente á nosotros, nos comunica mit,
ha sido condenada á traer espinas. » Mirando una alma
devota un arroyo, y viendo en él representado el cie níficamente sus gracias y favores.
2. La oración que se hace en la unión deste aw
lo con sus estrellas en una noche serena, dijo : «¡O sacriflcío tiene una fuerza indicible; de suerte, fi
Dios mió! estas mismas estrellas estarán debajo de lotea, que por él abunda el alma de celestes &««■•.
mis pies cuando tú, Señor, me alojes en tus santos como apoyada en su verdadero bien: el cual la mu<■*■
tabernáculos; y como las estrellas del cielo son repre de manera de olor y suavidad espiritual , que p^
sentadas en la tierra, así los hombres de la tierra son una coluna de humo de madera aromática, de nui ,
representados en el cielo en la viva fuente de la cari
dad divina.» Viendo otro un rio ondear y levantar
(o) Girasol.
(t) Viólelas, enmienda sin alpm tino Cttbíllas.
(1) el gusto {Edición original.) 12) Siu el reposo \,E<iirion original.)
INTRODUCCIÓN Á LA VIDA DEVOTA. 277
de encienso, y de todos los polvos odoríferos, como se Pero, si quisieres durante la misa hacer tu medita
dice en los Cánticos. ción sobre los misterios que vas continuando de dia
3. Procura pues con todas veras liallarte todos los en dia , no será menester que te diviertas en estas par
dias en la santa misa, para ofrecer, juntamente con el ticulares acciones; antes bastará que al principio en
sacerdote, tu Redentora su santo Padre por tí y por dereces tu intención á adorar y ofrecer este santo sa
toda la Iglesia. Húllanse siempre los ángeles presen crificio por medio del ejercicio de tu meditación y
tes en gran número (como dice san Juan Crisóslo- oración; pues en toda meditación se hallan las accio
mo) para lionrar este santo misterio; y hallándonos nes arriba dichas, ó.expresa ó tácitamente ó en virtud.
nosotros con ellos, y con una misma intención, no
podemos dejar de recebir muchas influencias propi CAPITULO XV.
cias por medio de tal compañía. Los corazones de la
De los otros ejercicios públicos y comunes.
Iglesia triunfante y de la Iglesia militante se vienen á
atar y juntar á nuestro Señor en esta divina acción, Fuera desto, Filotea, es menester hallarse las fies
para que con él, en él y por él arrebatemos el corazón tas y domingos al oficio de horas y vísperas, mientras
de Dios Padre, haciendo su misericordia muy de nues te dieren lugar tus obligaciones, porque eslos dias
tra parte. ¡ Qué dicha tiene un alma en contribuir son dedicados á Dios, y conviene en ellos mostrar más
devotamente sus aficiones y deseos por un bien tan acciones de virtud á honra y gloria suya. Sentirás mil
precioso y digno de desear ! dulzuras de devoción por este medio, como hacia san
4. Si por alguna forzosa ocupación no pudieres Agustín ; el cual nos muestra en sus Confesiones que
bailarte presente á la celebración deste soberano sacri oyendo los oficios divinos al principio de su conver
ficio, á lo menos será necesario asista tu corazón con sión, su corazón se deshacía en suavidad y sus ojos
«na espiritual presencia. A cualquier hora pues de la en lagrimas de piedad. Y es cierto (y esto quede di
mañana irás en espíritu , si no pudieres de otra ma cho para adelante) que encierran siempre mayor bien
nera, á la Iglesia , y unirás tu intención á la de lodos y consuelo los oficios públicos de la Iglesia que no las
los cristianos, y harás las mismas acciones interiores acciones particulares, por cuanto ha Dios ordenado
en el lugar donde estuvieres, que hicieras si estuvie que la comunión (t) se prefiera á toda suerte de par
ras realmente presente al oficio do la santa misa en ticularidad.
alguna iglesia. Entra de buena gana en las cofradías del lugar don
5. Para oir, 6 realmente ú mentalmente la santa de resides, y particularmente en aquellas cuyos ejer
Visa Cuino- conviene: cicios traen más fruto y edificación, porque en esto
1. Desde el principio (a) hasta que el sacerdote se mostrarás una suerte de obediencia muy agradable á
haya llegado al altar, liarás con él la preparación ; la Dios ; que aunque las cofradías no son expresamente
cual consiste en ponerse en la presencia de Dios, co mandadas, son , con todo eso, encomendadas por la
nocer tu indignidad y pedir perdón de tus fallas. Iglesia, la cual para mostrar que desea que muchos en
2. Desde que el sacerdote está en el altar hasta el tren en ellas, da indulgencias y otros privilegios á los
evangelio considera la venida y vida de nuestro Se cofrades. Fuera desto , es siempre una obra de mucha
ñor en este mundo, con una simple y general consi caridad el concurrir con muchos y cooperar con ellos
deración. por sus buenos disinios. Y aunque puede acaecer
3. Después del evangelio hasta después del Credo usar de tan buenos ejercicios retiradamente como se
considera la predicación de nuestro Salvador, protesta usan en las cofradías en común, y que podria ser so
de querer vivir y morir en la fe y obediencia de la gustase más de usallos en particular; con todo eso,
santa palabra, y en la unión de la santa Iglesia ca Dios es más glorificado en la unión y contribución que
tólica. le hacemos de nuestras buenas obras con nuestros
4. Despnes del Credo hasta el Pater noster aplica hermanos y prójimos.
tn corazón á los misterios de la muerte y pasión de Lo mismo digo de todas suertes de oraciones y de
nuestro Redentor, que son actualmente y esencial vociones públicas, á las cuales debemos, cuanto nos
mente representados en este santo sacrificio; el cual, sea posible, mostrar buen ejemplo para la edificación
con el sacerdote y demás pueblo , ofrecerás á Dios del prójimo y particular nuestro, encaminado todo á,
Padre, á honor suyo y por tn salud. la gloria de Dios y intención común.
5. Después del Pater noster hasta la comunión
procura levantar en tu corazón mil deseos, pidiendo CAPITULO XVI.
en ellos el estar para siempre junta y unida á tu Sal-
Tador por amor eterno. Que se han de honrar y invocar los santos.
6. Después de la comunión hasta el fin da gracias Pues nos envía Dios tan á menudo las inspiraciones
& su divina Majestad por su encarnación, por su vida, por sus ángeles, también debemos nosotros, y por el
por su muerte, por su pasión, y por el amor que nos mismo medio, enviar al cielo nuestras inspiraciones.
asegura en este santo sacrificio; pidiéndole por él te Las santas almas de los difuntos que están en el paraí
sea siempre propicio á tus parientes, á tus amigos y so con los ángeles , y como dice nuestro Señor, igua
ú toda la Iglesia. Y humillándote de todo tu corazón, les y parejos á los ángeles, hacen también el mismo
recibirás devotamente la bendición divina que nues oficio de inspirar en nosotros y aspirar por nosotros
tro Señor te da por mano de su sacerdote. mediante sus santas oraciones.
(o) Esto es, desde que el sacerdote comienza i revestirse, basta
que sale. (1) prcQera ¿ilición original.)
278 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Filotea mia, juntemos pues nuestros corazones á que le decimos en nuestras oraciones, & medida de
estos celestes espíritus y dichosas almas; porque así como recogemos las que él nos dice en la predicación.
como los pequeños ruiseñores aprenden á cantar con Ten siempre á mano algún buen libro de devoción,
los grandes, así por el santo comercio que haremos como son los de san Buenaventura, de Gérson, de
con los santos , sabremos mejor rezar y cantar las ala Dionisio cartujano, de Luis Blosio, de fray Luis de
banzas divinas : « Yo diré el psalmo (decía David) á la Granada, de Stela, de Arias, (1) de Pinelo, de Ávila, el
vista de los ángeles.» Combate espiritual, las Confesiones de san Agusün,
Honra, reverencia y respeta con un especial amor las Epístolas de san Jerónimo, y otros semejantes; y
la sagrada y gloriosa virgen María, que pues es madre lee cada dia un poco con grande devoción, como si le
de nuestro soberano Padre, por consiguiente será yeses cartas misivas que los santos te hubieran envia
nuestra abuela. Valgámonos pues della, y como hijos do del cielo para mostrarte su camino y darte ánimo
suyos , arrojémonos en su regazo con una confianza de ir allá. Lee también las historias de las vidas de los
perfecta; á cualquiera hora y en cualquier ocurrencia santos , en las cuales, como en un espejo, verás el re
invoquemos esta dulce y piadosa madre, invoquemos trato de la vida cristiana, y acomoda sus acciones á ta
su amor maternal y procuremos imitar sus virtudes : provecho según tu manera de vivir; porque, aunque
sea para con ella siempre nuestro corazón como el de es verdad que muchas acciones de santos no son abso
nn hijo para con su madre. Hazte muy familiar con los lutamente imitables por los que viven en medio del
ángeles, míralos á menudo invisiblemente presentes mundo, con todo eso, pueden todas ser seguidas ó de
á tu vida, y sobre todo, ama y reverencia el de tu obis cerca ó de lejos. La soledad de san Pablo, primer er
pado, al cual estás encomendada ; también los de las mitaño, es imitada en tus retiradas espirituales y ra
personas con quien vives, y especialmente el tuyo; les, de las cuales hablaremos y habernos hablado ;k
suplícalos á menudo, alábalos de ordinario, y pídeles extrema pobreza de san Francisco, por la prática de U
su ayuda y socorro en todos tus negocios, sean espiri pobreza, de que adelante trataremos; y así en lo de
tuales ó temporales, para que cooperen en tus santas más. Es verdad que hay ciertas historias que nos dan
intenciones. más luz que otras para conducir nuestra vida , como
El gran Pedro Fabro, primer sacerdote, primer la de la bienaventurada madre Teresa, la cual es ad
predicador, primer lector de teología de la santa Com mirable á este fin ; las vidas do los primeros jesuítas,
pañía del nombre de Jesús, y primer compañero del la del bienaventurado cardenal Borromco, de san Luis,
beato Ignacio, fundador della, viniendo un día de de san Bernardo, las corónicas de san Francisco, y otras
Alemania, donde habia hecho grandes servicios á honra semejantes. Hay otras donde hay más sujeto de admi
y gloria de nuestro Señor, y pasando á este obispado ración que de imitación, como la de santa María
(lugar de su nacimiento), contaba que habiendo pasado Egipcíaca, de san Simón Stilites, de las dos sansa
muchos lugares de herejes, habia recebido mil con Catalina de Sena y de (2) Genova, de santa Angela, y
suelos saludando luego que llegaba á cada parroquia, á otras tales, las cuales no dejan por eso de darnos un
los ángeles protectores dellas ; en los cuales habia co grande y general gusto del santo amor de Dios.
nocido sensiblemente haberle sido propicios, así para
librarle de las emboscadas de los herejes, como para CAPITULO XVIII.
darle muchas almas blandas y dóciles á recibir la sa Cómo se han de recebir las Inspiraciones.
ludable doctrina. Y decia esto con tanto espíritu, que Llamamos inspiraciones todos los atraimientos, mo
una mujer de calidad, entonces moza, habiéndolo oido vimientos, contradiciones, remordimientos interio
de su misma boca, lo contaba no há sino cuatro años res , luz y conocimiento que Dios obra en nosotros,
(esto se entiende más de sesenta años después) con previniendo nuestro corazón en su bendición por su
un extremo sentimiento. El año pasado recibí no pe santo y paternal amor, para despertarnos, excitarnos,
queño consuelo consagrando un altar en el mismo impelernos y acercarnos á las santas virtudes , al amor
lugar y puesto donde fué Dios servido naciese este celeste, á las buenas resoluciones, y en suma, átodo
grande varón, que fué en Villaret, aldea pequeña en aquello que nos encamina á nuestro bien eterno. Esto
tre nuestras más ásperas montañas. es lo que el esposo llama tocar á la puerta y hablar
Escoge algunos santos particulares, cuya vida pue al corazón de su esposa, despertarla cuando duerme,
das mejor gustar y imitar, teniendo en su intercesión gritarla cuando está ausente , convidarla á su dulzura
una particular confianza. El de tu nombre ya se te se y á coger manzanas y flores en su jardín, y á cantar y
ñaló desde tu bautismo. hacer resonar su dulce voz en sus orejas.
Usaré de una similitud para mejor hacerme enten
CAPITULO XVII.
der. Para la entera resolución de un casamiento de
Cómo se ha de oir y leer la palabra de Dios. ben intervenir tres acciones cuanto á la mujer que
Sé devota de la palabra de Dios, sea escuchándola quieren casar ; porque lo primero la proponen (3) la
en discursos familiares con tus amigos espirituales , ó parte, lo segundo agradece la proposición, y lo tercero
bien oyéndola en el sermón. Óyela siempre con aten consiente. Así Dios, queriendo hacer en nosotros, por
ción y reverencia; aprovéchate bien della, y no per nosotros ó con nosotros alguna acción de grande cari
mitas que se te caiga en tierra ; antes la recibe como dad , lo primero nos la propone por su inspiración , lo
un precioso bálsamo, dentro de tu corazón, á imitación segundo la agradecemos, y en fin, en tercer lugar coa
de la santísima Virgen, que conservaba en él cuidado
samente todas las palabras que decia su precioso Hijo. tí) de Pinelli, de da Pont, d'Avila, (Ejemplar francés.)
(S) Genes, ¡Edición original.)
Y acuérdate que nuestro Señor recoge las palabras (J) el interno, (C-D.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.- 279
sentimos ; porque , así como pnra bajar al pecado hay si la inspiración es verdadera ó falsa ; por cuanto el
tres gradas : la tentación , la delectación y el consenti enemigo, viendo un alma pronta á consentir en las
miento ;—así hay también tres para subir á la virtud : inspiraciones, la propone muchas veces las que son
la inspiración, que es contraria á la tentación ; la delec falsas , para engañarla ; lo cual no puede jamás hacer
tación en la inspiración, que es contraria á la delecta mientras que con una perfecta humildad obedeciere á
ción en la tentación ; y el consentimiento á la inspira su conductor.
ción, que es contrario al consentimiento en la tentación. Habiendo dado el consentimiento , es menester con
Cuando la inspiración durase todo el tiempo de nues un gran cuidado procurar los efetos, y venir á la eje
tra vida, no por eso seriamos de ninguna manera agra cución de la inspiración, que es el colmo de la verda
dables á Dios no tomando gusto en ella ; antes su divina dera virtud ; porque tener el consentimiento dentro
Majestad estaría ofendida , como lo estuvo de los israeli del corazón , sin venir á su efecto, seria como plantar
tas cuando estuvo con ellos cuarenta años (como él mis una viña sin querer que llevase fruto.
mo lo dice) solicitándolos á convertirse , sin que jamás A todo esto sirve maravillosamente el bien praticar
quisiesen entenderle; causa por qué, movida su ira con el ejercicio de la mañana y las retiradas espirituales, de
tra ellos , j uro que jamás entrarían en reposo. También que ya se ha tratado ; porque por este medio nos pre
el galán que hubiese largo tiempo servido una dama paramos á hacer el bien con una preparación, no solo
se hallaría muy desobligado si después de tantos ser general, sino también particular.
vicios no quisiese ella de ninguna manera oir tratar del
CAPITULO XIX.
casamiento.
El gusto que se recibe en las inspiraciones es una De la santa confesión.
gran guia á la gloría de Dios, comenzando ya con él á Nuestro Salvador ha dejado á su Iglesia el sacra
agradar á su divina Majestad; porque aunque este delei mento de penitencia y confesión, para que en él
te no es aun un entero consentimiento , es una cierta nos lavemos de todas nuestras iniquidades todas y
disposición que camina á él ; y si es una buena señnl y cuantas veces nos halláremos sucios. No permitas pues,
cosa muy útil el oir con gusto la palabra de Dios, que Filotea, que tu corazón quede mucho tiempo infecta
es como una inspiración exterior, también es bonísi do del pecado, pues tienes un remedio tan fácil. La
mo y agradable á Dios el recebir gusto en la inspiración leona que se dejó cubrir del leopardo, va corriendo á
interior. Este gusto y placer es del cual hablando la lavarse y limpiarse del hedor que después del acto
esposa sagrada, dice así : a Mi alma se ha deshecho de siente; y esto, porque viniendo después el león, no se
placer cuando mi bien amado habló.» irrite. El alma que ha consentido el pecado debe te
También el galán está contento con la dama que sir ner asco de sí misma, y limpiarse lo más presto que
ve , y se siente favorecido viendo que la son sus finezas pueda, por el respeto que debe tener á los ojos de su
agradables y bien recebidas. divina Majestad, que la está mirando. ¿Por qué mori
Mas eu fin el consentimiento es el que acaba el acto remos pues nosotros de muerte espiritual, teniendo un
virtuoso; porque si siendo inspirados y habiéndonos remedio tan soberano?
agradado la inspiración, no obstante esto rehusamos el Confiésate humilde y devotamente cada ocho dias, y
consentimiento á Dios, somos por extremo desconoci siempre (si pudieres) cuando comulgares, aunque no
dos y ofendemos grandemente á su divina Majestad, por sientas en tu conciencia ningún rastro de pecado mor
que parece que en esto mostramos un grande menos tal; porque por la confesión no solo recebirás absolu
precio. Esto fué lo que sucedió á la esposa; porque, ción de los pecados veniales que confesarás, sino tam
aunque la dulce voz de su bien amado la tocó el cora- bién una gran fuerza para evitarlos de adelante, una
zoo con una santa alegría, no por eso ella le abría la gran luz para bien discernirlos, y una gracia abundante
puerta, sino antes se excusó con una excusa muy frivo para borrar toda la pérdida y daño que te habían traido.
la ; de lo cual el esposo justamente indignado, pasó ade Platicarás así la virtud de humildad , de obediencia,
lante y la dejó. También el galán que después de haber de simplicidad y de caridad ; y en sola esta acción de
mucho tiempo requerido la dama y haberle mostrado confesión ejercitarás más virtud que en ninguna otra.
estima y agradecimiento á sus servicios , y que al fin se Ten siempre un verdadero disgusto de los pecados
viese despedido y menospreciado, con más justa razón que confesares, por pequeños que sean, con una firme
tendría sujeto de quejarse, que si sus servicios no hu resolución de corregirte adelante. Muchos confesán
bieran sido agradables ni favorecidos. Resuélvete pues, dose (por costumbre) de los pecados veniales, ó como
Filotea , de acetar de corazón todas las inspiraciones por manera de curiosidad, sin pensar de ninguna ma
que será Dios servido de hacerte; y cuando llegaren, nera en el corregirse, sequedan toda su vida cargados;
recíbelas como á embajadores del Rey celestial, que de y por este camino pierden muchos bienes y provechos
sea tratar contigo casamiento. Oye con apacibilidad espirituales. Si te confesares pues de haber mentido,
sus proposiciones, considera el amor con el cual eres aunque sin causar daño, ó de haber dicho alguna pala
inspirada, y estima y acaricia la santa inspiración. bra desreglada ó de haber jugado, arrepiéntete y ten
Consiente, pero con un consentimiento cumplido, firme propósito de enmendarte ; porque es manifiesto
amoroso y constante, la santa inspiración; porque des- engaño el confesarse de cualquier suerte de pecado,
ta manera Dios, á quien no puedes obligar, se tendrá sea mortal ósea venial, sin querer purgarse del; pues
por muy obligado á tu afición. Pero antes de consen la confesión no se instituyó sino á este fin.
tir en las inspiraciones de las cosas importantes ó ex («)
traordinarias, para no ser engañada, aconséjate siem (1) No hagas solamente estas acusaciones supérfluas , que mu
pre con tu guia y padre espiritual, para que examine chos hacen por costumbrí, diciendo : Fio he amado i Dios como
280 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
No te contenles con decir tus pecados veniales cuan brá cooperado en tu pecado, y esto cuanto te sea po
to a la obra, sino acúsate del motivo que te ha induci sible.
do á cometerlos. Por ejemplo : no te contentes con de Repara en una cantidad de pecados que viven yrci-
cir que has mentido sin ofender persona, sino también nan muya menudo en la conciencia, para que te pue
si ha sido ó por vanagloria, alabándote ó excusándote, das limpiar dellos; y á este efecto lee con atención el
ó por vana alegria ó por obstinación. Si hubieres peca capítulo sexto, veintisiete , veintiocho, veintinueve,
do en el juego, acúsate si ha sido por la codicia de la treinta y cinco y treinta y seis de la tercera parte y el ca
ganancia ó por el placer de la conversación; y así en los pitulo octavo de la cuarta parte.
otros. Di también si te has detenido mucho en tu mal, No mudes fácilmente de confesor; sino en escogiendo
por cuanto con el largo espacio del tiempo crece mu tino, continúes en darle cuenta de tu conciencia en los
cho ordinariamente el pecado ; porque hay mucha di días señalados para esto, diciéndole desnudamentelos
ferencia de una vanidad pasajera, que habrá ocu pecados que hubieres cometido; y de tiempo en tiem
pado nuestro espíritu un cuarto de hora, á otra en la po, como digamos de mes ames, ó de dos en dos me
cual se haya detenido nuestro corazón un día, dos ó ses. Dile también el estado de tus inclinaciones, aun
tres, etc. Menester es pues decir la obra , el motivo y que por ellas no hayas pecado, como si te hallas ator
el espacio de tiempo de nuestros pecados; porque, aun mentado de tristeza, de congoja; si te dejas llevar ¿la
que comunmente no haya obligación de tanta puntua demasiada alegria y deseo de adquirir hacienda, j se
lidad en la declaración de los pecados veniales, y que mejantes inclinaciones.
de la misma manera no sea preciso el confesarlos,—con
todo eso, los que quieren bien apurar y limpiar sus al CAPITULO XX.
mas, para mejor alcanzar la santa devoción, debrian De la frecuente comunión.
con mucho cuidado mostrar al médico espiritual el mal,
por pequeño que sea, del cual quieren ser sanos. Dicen que Mitridates, rey de Ponto, habiendo in
No dojes de decir lo que se requiere para dar bien á ventado el mitridático, reforzó con él de manera sn
entender la calidad de tu ofensa, como el sujeto que has cuerpo, que procurando después con muchas veras
tenido de encolerizarte ó de sufrir á alguno en su vi emponzoñarse (por no sujetarse al romano yugo), jimís
cio. Por ejemplo: un hombre, el cual me desagrada, le fué posible.
me dirá alguna palabra ligera y de risa; yo lo tomaré á El Salvador ha instituido el sacramento de la Euca
mala parte y me irritaré á cólera. Y si otro, que me es ristía, que contiene realmente su carne y su sangre,
agradable, me dice cosa mucho más digna de enojo, no para que quien le come viva eternamente. Por esta
por eso lo siento, sino antes me causa risa. Entonces cualquiera que le usa á mentido y con devoción forta
diré á mi confesor: «Yo me he arrojado á decir palabras lece de manera la salud y la vida de su alma, que es
enojosas á una persona, habiendo tomado á mala parte casi imposible sea emponzoñado de ninguna suerte de
cierta cosa que me dijo ; y esto no por la calidad de las mala afición ó depravado intento. No podemos ser sus
palabras, sino por serme la tal persona enfadosa y des tentados desta carne de vida y vivir de aficiones j
agradable.» Y si fuese menester particularizar las pa deseos de'muerte. Así como los hombres, viviendoenel
labras para mejor declararte, pienso que seria bueno paraíso terrestre, no podían morir según el cuerpo,
decirlas : porque acusándose desta manera simple y por la fuerza de aquel fruto vital que Dios había puesto
llanamente, no solo se descubren los pecados hechos, en él ; así pueden también no morir espiritualrnenle,
pero también las malas inclinaciones, costumbres, há por la virtud deste sacramento de vida : que si las
bitos y otras raíces del pecado ; con lo cual el confesor frutas más tiernas y sujetas á corrupción, como son
recibe un más entero conocimiento del corazón que jas cerezas, los albricoques y las fresas, se conservan
trata y de los remedios que le serán propios. Es menes fácilmente todo el año estando en conserva de azúcar
ter después dusto no declarar nunca el tercero que ha- ó miel, no es de maravillar si nuestros corazones, aun
que frágiles y débiles, se preservan de la corrupción del
pecado, estando en el dulce azúcar y miel de la incor
debo, no he rezado con tanta devoción como debía , no he amado ruptible carne y sangre del Hijo de Dios. O Filotea,
i mi prójimo cuanto convenia, no be redhibo los sacramentos
con la reverencia necesaria; y otras semejantes. La razón es, por los cristianos que se condenarán, se hallarán sin ré
que diciendo esto , no te acusas de cosa particular, que pueda dar plica cuando el justo Juez les mostrará cuan sin rato»
i entender al confesor el estado de tu conciencia , porque todos murieron espiritualrnenle, siéndoles tan fácil el man
los santos del cielo y todos los hombres de la tierra pudieran de
cir lo mismo si se confesaran. Mira pues por qué causa particular tenerse en vida y salud por el alimento de su cnerpo,
haces estas acusaciones, y en hallándola, acúsate del defecto que el cual les dejó á este fin. «Miserables (dirá), ¿por qué
has cometido, simple é ingenuamente. Pongo por ejemplo : tú te os habéis muerto, teniendo á vuestro mandado el fruto
acusas de no haber amado al prójimo como debias ; esto pudo
ser asi, porque habiendo visto algún pobre muy necesitado , al y la vianda de vida?»
cual pudieras fácilmente socorrer y consolar, no tuviste cuidado El recebir la comunión de la Eucaristía todos losdias,
de eso. Acúsate pues de esta particularidad, y di : Habiendo vis ni yo loalabo, ni tampocolo vitupero; maselcomulgar-
to un pobre necesitado, no le socorrí como podia, por negligen se todos los domingos, yo lo exhorto y aconsejo á cual
cia, 6 por dureza de corazón, ó por menosprecio, según cono quiera : y esto se entiende llegando á tener el espíritu
cieres la ocasión de esta falta. De la misma manera no te acuses
de no haber rezado con la devoción que debes; pero si has teni sin ninguna gana y afición de pecar. Estas son las pro
do rezando distracciones voluntarias, ó por negligencia has deja pias palabras de san Agustín, con el cual ni vitupero
do de tomar el lugar, el tiempo y la postnra necesaria para tener ni alabo absolutamente el comulgarse cada dia, sino an
atención en el rezo, acúsate de todo simplemente, segnn hallares
haber faltado , sin alegar esta generalidad, que ni enfria ni ca tes dejo esto á la discreción del padre espiritual del
lienta en la confesión. lfi-D.) que se querrá resolver sobre este punto; porque I»
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 281
disposición necesaria para una tan frecuente comunión, deuda, si la devoción le provoca á este justo deseo. En
antes de ser muy exquisita, no es bien ni se puede la primera iglesia los cristianos comulgaban todos los
aconsejar generalmente ; y por cuanto esta disposición, dias, aunque fuesen casados y benditos de la genera
aunque exquisita, se puede hallar en muchas buenas ción de los hijos. Por esto pues he dicho que la fre
almas, tampoco se puede divertir ni disuadir en gene cuente comunión no traerá ninguna suerte de incomo
ral, antes esto se debe tratar por la consideración del didad ni á los padres ni á las mujeres ni á los maridos,
estado interior de cada uno en particular. Impruden con que el alma que comulga sea prudente y discreta.
cia seria el aconsejar indistintamente á todos este tan Cuanto alas enfermedades corporales no hay ningu
frecuente uso; pero también seria imprudencia el in na que pueda estorbar legítimamente esta santa parti
juriar por usarle á alguno, y más cuando sigue el avi cipación, sino es la que muy de ordinario provoca al
so ó parecer de su confesor. La respuesta de santa Ca vómito.
talina de Sena fué graciosa, cuando diciéndola (por ver Para comulgarse cada ocho dias conviene no tcnerni
la comulgar tan á menudo) que san Agustín no alababa pecado mortal ni ninguna afición al pecado venial, y tener
ni vituperaba el comulgarse todos los dias, respondió: un gran deseo de la comunión ; mas para la continua
«Pues san Agustin no lo vitupera, ruégoos no lo vitu ción de cada dia es menester, además tiesto, haber ren
peréis vosotros tampoco, y con eso estaré contenta.» dido la mayor parte de las malas inclinaciones, y que
(O esto sea (como tengo dicho) por el aviso del padre es
Hallarás con todo esto otros muchos legítimos em piritual.
barazos, no de tu parte, sino de aquellos con quien
tratas y vives, que darán ocasión á tu confesor para CAPITULO XXI.
que te diga no comulgues tan á menudo. Por ejemplo : Cómo se ba de comulgar.
sítate hallas debajo de alguna sujeción, y que aquellos
áquiendebes la obediencia y reverencia son tan mal ins Comienza la noche precedente á prepararte á la san
truidos y sospechosos, que se inquietan y alborotan en ta comunión por diversas aspiraciones y salidas de
verte comulgar tan á menudo; por ventura, conside amor, retirándote un poco más temprano, para que
rado bien, será lo mejor condcccnder con su gusto, y así te puedas levantar más de mañana ; y si desperta
no comulgar sino de quince en quince dias, entendiendo res en la noche, hinche luego tu corazón y tu bocado
esto en caso que no se pueda de ninguna manera vencer algunas palabras de adoración, por cuyo medio tu al
la dificultad. No se puede quitar esto en general; so ma quede perfumaila para recebir el Esposo, el cual,
lo se ha de hacer lo que el confesor aconsejare. Bien velando mientras tú duermes, se prepara á traerte mil
es verdad que puedo asegurar que la mayor distancia gracias y favores, si es que de tu parte estás dispuesta
de las comuniones es la de mes á mes entre los que á recebirlos. Levántate á la mañana con grande alegría,
ameren servirá Dios devotamente. por la buena suerte que esperas; y habiéndote confe
Si fueres prudente, no hay ni padre ni madre que sado , vé con gran confianza y una grande humildad
puedan estorbarte el comulgar á menudo ; y esto por á recibir esta vianda celeste, la cual te alimenta á la in
que el día de tu comunión no por eso te olvidas del mortalidad. Y después que habrás dicho las palabras
cuidado ordinario de tus obligaciones según tu estado, sagradas: «Señor, no soy digna,» no muevas más tu ca
mostrándote antes más apacible y afable con tus pa beza ni tus labios, sea para rezar ó sea para suspirar;
dres, superiores ó amos, no rehusándoles ninguna sino abriendo mansa y medianamente tu boca, y levan
suerte de justa petición que te hagan. Con lo cual, no tando tu cabeza lo necesario pata que el sacerdote vea
hay apariencia de que quieran apartarte de ejercicio lo que hace, recibcllenade fe, esperanza y caridad Aquel
tan virtuoso, viendo que no les trae ninguna incomo el cual, al cual, por el cual y para el cual tú crees, es
didad; sino es que fuesen de un natural por extremo peras y amas. ¡O Filotea! que como la abeja, habiendo
áspero y poco llegado á razón; y en este caso (como ya recogido sóbrelas ñores el rocío del cielo y el zumo más
te be dicho) aconsejaráste siempre con tu padre espi exquisito de la tierra, y habiéndolo reducido á miel, lo
ritual, tomando tu resolución de la que él te diere. lleva á su colmena; así el sacerdote, habiendo recogido
Habré de decir una palabra á los casados. Hallaba sobre el altar el Salvador del mundo ( verdadero Hijo
Dios malo enla ley vieja que los acreedores pidiesen lo de Dios, que como un rocío descendió del cielo, y ver
que se les debía en los dias de fiesta ; pero no hallaba dadero hijo de la Virgen, que como flor salió de la
malo que los deudores pagasen y volviesen lo que de tierra de nuestra humanidad), lo vuelve en vianda de
bían á sus acreedores. Cosa es indecente (aunque no suavidad dentro de tu boca y dentro de tu cuerpo.
gran pecado) el solicitar la paga de la deuda nupcial Habiéndole pues recebido, excitarás tu corazón á que
el dia que se comulga, pero no es cosa mal sonante, rinda las debidas parias á este Rey de salud, tratando con
antes meritoria el cumplirla ; y asi por esto, ninguno él de tus negocios interiores ; considerarásie dentro de
debe dejar de comulgar porque rinda la paga de la tal tí, donde se puso por tu buena suerte ; harásle, en fin,
todo el mejor acogimiento que te será posible, portán
(1) Pero Filotes, ya ves fue san Agustín exhorta y aconseja mu- dote de suerte que se conozca en todas tus acciones que
eboqoe se comulge tudos los domingos; bazlo asi mientras te Dios está contigo.
(aere posible- Y paos, como be presupuesto, tú no tienes suerte
alguna de afición al pecado mortal, ni de inclinación al venial, Cuando no pudieres gozar este bien de comulgarte
Tienes i estar en la verdadera disposición que san Agustin requie realmente en la santa Misa, comúlgate á lo menos de co
re: y aun es mis excelente, pues no solamente no tienes afición razón y de espíritu, uniéndote por un ardiente deseo á
i pecar, pero ni tampoco inclinación al pecado. Y asi, cuando le
pareciere á tu padre espiritual, podrís útilmente comulgar con
esta carne vivificante del Salvador.
mas frecuencia que todos los domingos. ifi-D.) Tu principal intención en la comunión debe ser el
282 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
adelantarte, fortificarte y consolarte en el amor de Dios, mullicarle á menudo con quien es tu perfección, tn fuer
porque debes recibir por amor lo que el solo amor te za y tu médico. Diles que los que no tienen muchos
hace dar. No puede el Salvador ser considerado en una negocios mundanos deben comulgar á menudo , por
acción más amorosa ni más tierna que esta, en la cual cuanto tienen la comodidad ; y los que tienen muchos
se aniquila (por manera de decir) y se reduce á vianda, negocios del mundo, porque tienen necesidad; y que
para penetrar nuestras almas y unirse íntimamente al aquel que trabaja mucho y está cargado de penas, de
corazón y cuerpo de sus fieles. be también comer viandas sólidas y á menudo. Diles
Si los mundanos te preguntan porqué comulgastan que recibes el Santísimo Sacramento para aprender á
á' menudo, respóndeles que es por aprenderá amará bien recibirle ; porque es casi imposible el hacer bieu
Dios, por purificarte de tus imperfecciones, por librarte una acción, no habiéndola ejercitado muchas veces.
de tus miserias, por consolarte en tus aflicciones, por Comúlgate á menudo, Filotea, y lo más á menudo que
fortificarte en tus flaquezas. Diles que dos suertes de pudieres, con el aviso y parecer de tu padre espiritual;
gentes deben comulgar á menudo: los perfectos, por y créeme, que las liebres en invierno y en medio de
que bailándose bien dispuestos, liarían muy mal de no nuestras montañas se vuelven blancas; y esto porque
llegarse al manantial y fuente de perfección ; y los im no beben ni comen sino sola nieve. Y á fuerza de ado
perfectos, para poder justamente pretender la perfec rar y comer la hermosura, la bondad y la pureza mis
ción; los fuertes para que no se debiliten, y los débiles ma en este divino Sacramento, tú también te volverás
para que se fortifiquen ; los enfermos para que sanen, perfectamente hermosa, perfectamente buena y per
y los sanos para que no enfermen; y quu cuanto á tí, fectamente pura.
como imperfecta, débil y enferma, has menester co-

TERCERA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN,


EN LA CUAL SE CONTIENEN MUCHOS AVISOS NECESARIOS AL EJERCICIO DE LAS VIRTUDES.

CAPITULO PRIMERO. deben ir mezcladas. Virtudes hay más excelentes, mas


no por eso su uso será tan necesario. El azúcar es n¡ ¡s
De li elección que se debe hace» cnanto al ejercicio de las excelente que la sal; mas la sal tiene más frecuente j
virtudes. general uso. Por esto se debe siempre tener buena v
El rey de las abejas no se sienta en los campos si no pronta provisión destas virtudes generales, pues se
está rodeado de todo su pequeño pueblo. Así la caridad lia de servir dellas casi de ordinario.
no entra jamás en un corazón que no aloje consigo todo Éntrelos ejercicios de las virtudes debemos preferir
el acompañamiento de las otras virtudes, ejercitándo aquel que es más conforme á nuestra obligación, y no
las y poniéndolas en obra, como hace un capitán á sus íí nuestro gusto. Era el gusto de santa Paula el ejerci
soldados; pero no las ejercita todas de una vez ni tarse en la aspereza de las mortificaciones corporales,
igualmente, ni en todos tiempos ni en todos lugares. para gozar más fácilmente de los regalos espirituales;
El justo es como el árbol que está plantado sobre la mas no por eso dejaba de tener más obligación á la
corriente de las aguas, el cual da su fruto á su tiem obediencia de sus superiores. Por esto san Jerónimo la
po, por cuanto la caridad , regando un alma, produce tenia por digna de reprehensión , viendo que, contra el
en ella las obras virtuosas, cada una en su sazón. La parecer de su obispo, se ejercitaba en inmoderadas abs
música (aunque en sí tan agradable) es importuna y tinencias. Al contrario, los apóstoles, que tenian cargo
enfadosa en un luto ó entierro, dice el proverbio. Es de predicar el Evangelio y distribuir á las almas el pan
una gran falta en muchos, que aplicándose al ejerci celeste, juzgaban que era indecente el embarazarse
cio de alguna virtud particular, porfían en cualquier para este santo ejercicio por practicar la virtud del
tiempo y ocasión que las acciones no salgan nada de cuidado de los pobres, aunque de sí es tan excelente.
aquello que desean, como aquellos antiguos filósofos, Cada estado ha menester practicar alguna especial vir
que siempre lloraban ó siempre reian ; y aun hacen tud. Unas son las virtudes de un prelado, otras las de
peor cuando menosprecian y censuran á los que como un príncipe, otras las de un soldado, otras las de una
ellos no ejercitan siempre estas mismas virtudes. «Es mujer casada, y otras las de una viuda ; y aunque to
menester alegrarse con los alegres y llorar con los que dos estos deben tener todas las virtudes, no por eso
lloran (dice el Apóstol), y la caridad es paciente, be deben todos practicarlas igualmente, sino que cada
nigna, liberal, prudente y condescendiente.» uno debe particularmente darse alas que se requieren
De la misma manera hay virtudes cuyo uso ha de al género de vida que pasa.
ser casi universal, y que no solamente deben ejercerse Entre las virtudes que no miran á nuestra obligación
sus acciones aparte, sino antes tomar sus calidades y particular debemospreferir las más excelentes, y no las
acciones de todas las otras virtudes. No siempre se más aparentes. Los cometas parecen ordinariamente
ofrece ocasión de practicar la fuerza, la magnanimi más grandes que las estrellas, y ocupan mucho más lu
dad, la magnificencia; pero la apacibilidad , la tem gar en nuestra vista; mas no por eso deben compararse
planza, la honestidad y la humildad son ciertas virtu ni en grandeza ni en calidad á las estrellas: ellos parecen
des cou las cuales todas las acciones de nuestra vida grandes solo por cuanto están cerca de nosotros, y en
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 283
nn sujeto más grosero en comparación de las estrellas. nar é instruir las almas perdidas y descarriadas ; los
De la misma manera hay ciertas virtudes, las cuales por otros á adornar los templos y honrar los santos; y los
estar cerca de nosotros, sensibles, ó por mejor decir otros á procurar la paz y concordia éntrelos hombres.
materiales, son en extremo estimadas y preferidas siem En lo cual imitan á los bordadores, que sobre diversos
pre del vulgo. Así prefieren algunos comunmente la fondos ponen con hermosa variedad las sedas, el oro y
limosna temporal á la espiritual, el silicio al ayuno, la la plata para hacer todas suertes de flores ; porque de
desnudez á la disciplina, y las mortificaciones del cuer la misma manera las almas piadosas que se emplean
po k la dulzura, benignidad, modestia y otras mortifi en algún particular ejercicio de devoción, se sirven del
caciones del corazón. Escoge pues, Filotea, las mejores tal como de un fondo para su bordado espiritual, sobre
virtudes, y no las más estimadas; las más excelentes, y el cual practican la variedad de todas las otras virtu
no las más aparentes; las mejores, y ñolas más bizarras. des, teniendo desta suerte sus acciones y aficiones
A cualquiera es muy provechoso el escoger un ejer mejor unidas y pareadas; y esto por la conveniencia
cicio particular de alguna virtud, y esto no para dejar que tienen con su principal ejercicio, con que pueden
las otras, sino para mejor tener el espíritu ejercitado y decir que á su espíritu
ocupado. Una hermosa y joven doncella más relucien
te que el sol, vestida y ornada realmente, y coronada En su vestido , de oro recamado,
con una corona de oliva, apareció á san Juan, obispo de La aguja varias llores ba sembrado.
Alejandría, y le dijo: «Yo soy la hija mayor del Rey; si
tú me puedes alcanzar por tu amiga, yo te llevaré de Cuando nos sentimos combatidos de algún vicio, nos
lante su. cara.» Conoció que era la misericordia para conviene, cuanto nos sea posible, abrazar la práctica
con los pobres la cual Diosle encomendaba; causa de la virtud contraria, encaminando á estalas demás;
por qué después se dio de manera al ejercicio desta porque por este medio venceremos nuestro enemigo,
virtud, que era llamado de todos san Juan el Limosne y no dejaremos de adelantarnos en todas las virtudes.
ro. Eulogio Alejandrino, deseando hacer algún servi Si yo me siento combatido de soberbia ó de cólera,
cio particular á Dios, y no hallándose con bastante conviene que en toda cosa me incline y vuelva al lado
fuerza, ni para abrazar la vida solitaria ni para po de la humildad y afabilidad, encaminando á este fin
nerse debajo la obediencia de otro, recogió consigo los otros ejercicios, como la oración, los sacramentos,
un pobre hombre en extremo leproso y llagado, para la prudencia, la constancia y la templanza: porque
ejercitar con él la caridad y mortificación ; y para que como los jabalís para aguzar los colmillos los aprie
pudiese conseguir esto mejor, hizo voto de honrarle, tan y estriegan con los otros dientes, los cuales recí
tratarle y servirle como un criado haría á su amo ó procamente quedan afilados y agudos; así el hombre
señor. Consintieron después, asi Eulogio como el le virtuoso, habiendo emprendido el perficionarse en la
proso, en una tentación, que era de apartarse el uno del virtud de que tiene más necesidad para su defensa,
otro; sobre lo cual aconsejándose con el gran san An la debe limar y afilar con el ejercicio de las otras vir
tonio, les dijo: «Guardaos bien, hijos míos, de aparta tudes. Las cuales afilando las otras, quedan todas más
ros el noo del otro ; porque hallándoos los dos cerca de excelentes y mejor pulidas, como sucedió á Job, que
Tuestro fin, si el ángel no os halla juntos , correréis ejercitándose particularmente en la paciencia contra
gran peligro de perder vuestras coronas.» tantas tentaciones como tuvo, se hizo perfectamente
El rey san Luis visitaba (1) los hospitales, y servia santo y virtuoso en toda suerte de virtudes. Y como
los enfermos con sus propias manos. San Francisco dice san Gregorio Nazianceno, que por una sola ac
amaba sobre todo á la pobreza, á la cual llamaba su se ción de alguna virtud bien y perfectamente ejerci
ñora; santo Domingo la predicación, de la cual su or tada, vino una persona á la cumbre de las demás
den ha tomado el nombre. San Gregorio el Magno se virtudes; alegando á este propósito á Raliab, la cual,
deleitaba en acariciar los peregrinos , á ejemplo del habiendo con puntualidad ejercitado el oficio de la hos
pitalidad, llegó á una gloriasuprema. Y entiéndese esto
gran Abraham ; y como él también en forma de pere
grino recibió al mismo Rey de gloria. Tobías se ejerci cuando tal acción se ejercita con excelencia y fervor
taba en la caridad de amortajarlos difuntos. Santa Isa de caridad.
bel, con ser tan grande princesa, amaba sobre todo el
menosprecio de si misma. Santa Catalina de (2) Genova, CAPITULO n.
luego que enviudó, se dedicó al servicio de un hospi Progreso del mismo discurso de la elección de las virtudes.
tal. Casiano cuenta que una devota doncella, deseosa
de ejercitarse en la virtud de paciencia, acudió á San Agustín dice excelentemente que los que co
sanAtanasio, el cual, á petición suya, la dio porcompa- mienzan en la devoción, cometen ciertas faltas, las
ñera una pobre viuda, enojosa, colérica, enfadosa y in cuales son dignas de reprehensión segun.el rigor de las
sufrible; de cuya mala condición perseguida la devota leyes de perfección; y fuera desto, son dignas de ala
doncella, tenia no pequeña ocasión para practicar la banza por el buen presagio que dan de una futura exce
apacibilidad y mansedumbre. Así entre los siervos de lencia de piedad , á la cual asimismo sirven de disposi
Dios los unos se dan á servir los enfermos, (3) los otros ción. El miedo, que es el que engendra los excesivos
i procurar el adelantamiento de la doctrina cristiana, escrúpulos en las almas de los que nuevamente salen de
enseñándosela á los de tierna edad; los otros á encami- las ligaduras del pecado, es una virtud importantísima
en este principio, y presagio cierto de una futura pure
(1) como ti fuera asalariado para ello, (C-D.) za de conciencia; pero este mismo miedo seria digno
(íl Genes, .Edición crigigal.) de vituperio en los que están muy adelantados en la
(3; otro» i socorrer los pobres, (C-D.)
284 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
virtud, en cuyo corazón debe reinar el amor, el cual ¡ bilidades, impasibilidades, uniones deificas, elevacio
poco ¡i poco desecha esla suerte de servil miedo. nes, transformaciones y otras tales perfecciones, de las
San Bernardo en sus principios era muy riguroso y cuales tratan ciertos libros, los cuales prometen levan
áspero con ios que buscaban sudoctrina, á los cuales la tar el alma hasta la contemplación pura intellectual, á
primera cosa que decia era, que para venir á él dejasen la aplicación esencial del espíritu, y vida supereminen
el cuerpo y viniesen en solo espíritu ; oyendo las con te. ¿No ves tú, Filotea, que estas perfecciones no son
fesiones, abominaba con una extraordinaria severidad virtudes, sino recompensas que Dios da por las vir
cualquier suerte de faltas, por pequeñas que fuesen, y tudes, ó (por mejor decir) vislumbres de las felicida
procuraba de manera instruir en la devoción á estos des de la vida futura ; las cuales á veces se le figuran
pobres aprendices, que á puro apretarlos á este fin, al hombre para hacerle desear los eternos bienes del
antes los desviaba de su propósito, porque congojados paraíso? Mas con todo esto, no se han de pretender las
desmayaban, viéndose apretar y aguijar en una tan de tales gracias, pues no son de ninguna manera necesa
recha y áspera subida. ¿No ves, Pilotea, que era un rias para el bien servir y amará Dios, la cual debe ser
celo ardientisimo de una perfecta pureza el que provo nuestra única pretensión; y muchas veces también no
caba á este gran santo á esta suerte de método, y que son gracias que puedan adquirirse por el trabajo y
este celo era una grande virtud, pero virtud, con todo industria, viendo que son antes pasiones que acciones,
eso, que no dejuba de ser reprehensible? También el las cuales podemos recibir, mas no hacer en nosotros.
mismo Dios por una sagrada aparición le corrigió, der Añado á esto que nosotros no habernos intentado hacer
ramando en su alma un espíritu dulce, suave, amiga nos sino gente de bien, gente de devoción, hombres
ble y tierno ; por cuyo medio habiéndose vuelto otro, piadosos y mujeres piadosas: causa por que nos con
se acusaba después de haber sido tan exacto y severo : viene emplearnos bien en esto ; que si Dios es servida
hízose de manera tratable y apacible con cualquiera, de levantarnos hasta estas perfecciones angélicas, tam
que se hizo á todo con todos para ganarlos á todos. San bién seremos buenos ángeles. Pero mientras las espe
Jerónimo, habiendo contado que santa Paula, su amada ramos, ejercitémonos simple, humilde y devotamente
hija, se mostraba no solo excesiva, pero contumaz en el en las pequeñas virtudes, cuya conquista nuestro Señor
cjercicíode las mortificaciones corporales, hasta llegará ha puesto en nuestro cuidado y trabajo, como la pa
no admitir el aviso contrario que san (1) Epífanio, su ciencia, la mansedumbre , la mortificación de corazón,
obispo, la habia dado ú este fin ; y que fuera desto, se la humildad , la obediencia , la pobreza , la castidad, la
dejaba de manera llevar del sentimiento de la muerte de blandura para con el prójimo, el llevar con paciencia
lossuyos, que casi siempre eslabaenpeligrode morir;— sus imperfecciones, la diligencia y santo fervor. Deje
en fin concluyedesta suerte: «Dirán sin duda que en lu mos voluntariamente las sobreeminencias á las alnas
gar de escribir alabanzas desta santa, escribo acusaciones relevadas, que nosotros no merecemos puesto üa
y vituperios. Hago testigo á Dios, al cual ella ha servido, alto en el servicio de Dios. No poco dichosos seremos
y yo deseo servir, que no miento ni de una parte ni de en servirle en su cocina, en su panetería, en ser laca
otra; antes digo llana y lisamente lo que ella es, como yos, ganapanes, criados humildes; que después le to
cristiano de una cristiana : esto es, que escribo la verda cará (si le pareciere justo) el hacernos de su cámara
dera historia, y que sus vicios son las virtudes de otros.» y consejo privado. Esto es asi, Filotea, porque este rey
Quiere decir que las faltas de santa Paula hubieran tenido de gloria no recompensa sus criados según la dignidad
lugar de virtudes en un alma menos perfecta, como ver de los oficios que ejercen, sino según el amor y humil
daderamente vemos que hay acciones que son tenidas dad con que los ejercitan. Saúl, buscando los jumen
por imperfecciones en los que son perfectos, las cuales tos de su padre, halló el reino de Israel; Rebeca, abre
antes serian tenidas por grandes perfecciones en los que vando los camellos de Abraham, se hizo esposa de su
son imperfectos. Es buena señal en un enfermo cuando hijo; Rut, espigando con los segadores de Booz, y
al salir de su enfermedad se le hinchan las piernas, por echándose á sus pies, mereció el ser su esposa. Yes
que lo tal arguye que naturaleza ya reforzada despide cierto que las pretensiones tan levantadas de las cosas
los humores supérfiuos ; pero esta misma señal seria extraordinarias están por extremo sujetas á ilusiones,
mala en uno que no está enfermo, porque (2) denotada engaños y falsedades; y sucede á veces que los que
nohallarse naturaleza con bastantes fuerzas para disipar piensan ser ángeles , no son ni aun buenos hombres; y
y resolver los humores. Filotea mia, mucho nos convie que en sus hechos hay más grandeza en las palabras y
ne el tener buena opinión de aquellos ú quienes vemos términos de que usan que en el sentimiento y obra.
practicar las virtudes, aunque sea con imperfección, No por eso se ha de menospreciar ni censurar teme
pues que los santos mismos las han muchas veces prac rariamente nada, sino que dando gracias á Dios de la
ticado desla suerte. Pero cuanto á nosotros, nos convie eminencia de los otros, nos quedemos humildes en
ne el tener cuenta de ejercitarnos, no solo fielmente, nuestro camino, más bajo, pero más seguro; menos
pero prudentemente, y áeste fin observar el aviso del excelente, pero más cómodo á nuestra insuficiencia y
Sabio, de no apoyarnos en nuestra propia prudencia, pequenez ; en la cual si conversamos humilde y fiel
sino en la de aquellos que Dios nos ha dado por con mente, Dios nos levantará á grandezas bien grandes.
ductores y padres espirituales.
Hay ciertas cosas que muchos tienen por virtudes , y CAPITULO III.
que de ninguna manera lo son , de las cuales es necesa De la paciencia.
rio diga algo. Estos son los éxtasis ó raptos, las iuseusi- «Necesaria os es la paciencia, para que haciendo la
(1) Epifano, [Edición original.) voluntad de Dios, gocéis la promesa» (dice el Apóstol);
C2) lo denotaría [Id.) porque como pronunció el Salvador : «En vuestra pa
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 285
ciencia poseeréis vuestras almas.» Suma felicidad del bulacioncs. Cuando te viniere algún trabajo, opótile
hombre, Filotea , es el poseer su alma, y cuanto mayor los remedios posibles, lícitos y justos, porque hacer
es la perfección de nuestra paciencia, tanto más per otra cosa seria tentar á su divina Majestad; pero he
fectamente poseemos nuestras almas. Menester hemos cho esto, esperarás con una entera resignación el afecto,
pues, perGcionarnos en esta virtud. Acuérdate muy á que másá Dios agradare. Si fuere servido que los re
menudo cómo nuestro Señor nos ha salvado padeciendo medios venzan el trabajo, darásle gracias con humil
y sufriendo, y que de la misma manera debemos pro dad; mas si fuere servido que el mal pueda más que
curar nuestra salud con sufrimientos y aflicciones, lle los remedios, conviene bendecirle con paciencia.
vando las injurias, contradiciones y desplaceres con la Signo el parecer do san Gregorio. Cuando justa
mayor mansedumbre que nos sea posible. mente fueres acusado de alguna falta que hayas co
Ño limites tu paciencia á tal ó tal suerte de injurias metido, humíllate cuanto puedas, confesando mereces
y aflicciones, sino extiéndela umversalmente á todas más que la acusación que te han hecho; y si la acu
las que Dios te enviare y permitiere. Hay unos que no sación fuere falsa, excusaráste mansamente, negando
quieren sufrir sino las tribulaciones honrosas: pongo el ser culpable; y esto por cuanto debes esta reve
por ejemplo el ser heridos en la guerra, ser presos en la rencia á la verdad y ala edificación del prójimo. Pero
batalla, ser maltratados por la religión, ó el empobrecer también si después desta verdadera y legitima excusa
por alguna pendencia ó desafio, en el cual hayan que continúan en acusarte, de ninguna manera te albo
dado vencedores; y estos no aman la tribulación, sino rotes ni te canses en procurar sea recibida tu excusa,
la iionra que esta á su parecer les trae. El verdadero porque después de haber dado á la verdad lo que de
paciente y siervo de Dios lleva igualmente las tribula bes, debes también dar lo mismo á la humildad ; y
ciones, así las que se juntan con la ignominia como desta suerte no ofenderás al cuidado que debes te
las honrosas. El ser menospreciado, reprehendido y ner de tu fama, ni á la afición que dehesa la tranqui
acusado de los malos, fácil le es de sufrir á un hom lidad , mansedumbre de corazón y humildad.
bre animoso; pero el ser reprehendido, acusado y Quéjate lo menos que pudieres de los agravios que
maltratado de la gente de bien, de los amigos y do hubieres recibido; pues es cosa cierta que ordinaria
los parientes, aquí es donde se conoce el verdadero mente quien se queja peca, por cuanto el amor propio
siervo de Dios. En más es de eslimar la mansedumbre nos hace parecer las injurias mayores de lo que en sí son.
con que el bienaventurado cardenal Borromeo sufrió Y sobre todo le aconsejo no des tus quejas á personas
mucho tiempo las reprehensiones públicas que un gran fáciles á la indignación y malos pensamientos : que si
predicador (1) contra él pronunciaba, que otras mu fuere importante el quejarte á alguno, ó por remediar
chas molestias que de otros recibía ; porque de la la ofensa ó por quietar tu espíritu, será bien quo esto
misma manera que las picaduras do las abejas dan sea á almas sosegadas y devotas ; porque de otra suer
más pesadumbre que las de las moscas, déla misma te, en lugar de aliviar tu corazón, le provocarán á
manera el mal que se recibe de los buenos , y sus mayores inquietudes , y en lugar de quitarte la es
contradiciones, son mucho más insu portables que las pina que te pica , te la fijarán más adentro del pié.
otras; y con todo esto, sucede muchas veces que dos Muchos, hallándose enfermos, afligidos y ofendidos
buenas intenciones, sobre la diversidad de sus opinio de alguno, no se ocupan sino en quejarse y mostrar
nes, una á otra se persiguen y contradicen. mucho melindre ; y porque esto á su parecer (y es ver
Sé sufrida, no solo en lo principal de las afliccio dad) denotaría una gran falta de fuerzas y generosidad,
nes que te sobrevinieren , pero también en lo acce desean por extremo y procuran con muchos artificios
sorio y accidental que dellas dependiere. Muchos que todos se duelan dellos y les tengan mucha com
querrían tener trabajos, con condición que los tales pasión, y estimen por no solo afligidos, pero pacientes
no les trujeseu incomodidad. No siento (dice uno) el y animosos. Esto verdaderamente es paciencia, pero
haber empobrecido, sí esto no me estorbara el servir paciencia falsa, y que en efecto no es otra cosa sino
y regalar mis amigos, engrandecer mis hijos y vivir una tácita y fina ambición y vanidad. «Estos tales re
honradamente, como yo deseara. Otro dirá: Nada se me ciben gloria(dice el Apóstol), mas no para con Dios.»
daría, si no fuese por ver que el mundo pensará haber El verdadero paciente no llora su mal ni desea que
me sucedido esto por mi falta. Otro sufrirá con mucha se le lloren; habla del desnuda, verdadera y simple
paciencia la detracción del maldiciente, con condición mente, sin lamentarse, sin quejarse y sin engrande
que nadie dé crédito al que del murmura. Otros hay cerle; y sí se le lloran, sufre con paciencia que so
que querrían tener alguna incomodidad de trabajos le lloren, mas no que le lloren mal que no tiene : por
según su parecer, pero no por entero. No pierden la que asi declara modestamente que no tiene el tal
paciencia ( dicen los tales) por verse enfermos, sino mal, y queda desta suerte sosegado entre la verdad y
por verse sin dinero para poder regalarse, ó por ver la paciencia, confesando su mal, y no quejándose dól.
la importunidad de los que les sirven ó acompañan. En las contradiciones que te sobrevinieren en el
Digote pues, Filotea, que conviene tener paciencia ejercicio de la devoción (porque estas no lo faltarán)
no solo del estar enfermos, pero del ser de la enfer acuérdate de las palabras de nuestro Señor : «La mu
medad que Dios quiere, (2) y con las incomodidades jer mientras está de parto tiene grandes congojas ; pero
que quiere; y déla misma manera en las otras tri— viendo su hijo ya nacido, las olvida, por cuanto le lia
nacido en el inundo un hombre.» Así tú has concebido
di de un orden muy reformado, (C-B.) en tu alma el más digno hijo del mundo, el cual es
3) en (I lugar que gustare, entre las personas que dispusiere,
Jfon las incomodidades que ordenare; y asi en otras tribulacio Jesucristo : cuando este, después de bien formado, esté
nes. (Id.) para salir á luz, no excusarás el sentirte dei trabajo;
286 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
pero ten buen ánimo, porque üestos dolores pasados te del linaje, el favor de los grandes, la honra popular,
quedará un eterno gozo, viendo has sacado á la luz del todas estas son cosas que no están en nosotros, sino en
mundo tal hombre. Habrásle pues del todo sacado á luz nuestros predecesores ó en la estima de otros. Hay
para tí, cuando por entero le hayas formado en tu co algunos que se muestran fieros y arrogantes porque se
razón y en tus obras por imitación de su vida. ven sobre un buen caballo, porque tienen un gran pena
Cuando estuvieres enferma, ofrece todos tus dolo cho en el sombrero, por verse vestidos suntuosamente ;
res, penas y trabajos al servicio de nuestro Señor, y pero ¿quién no ve esta locura? porque si en esto cabe
suplícale los junte ú los tormentos que recibió por ti. alguna gloria, la tal será del caballo, del pájaro y del
Obedece al médico, toma las medicinas, viandas y sastre. Pues ¿qué flaqueza de ánimo es el hacer esti
otros remedios por amor de Dios, acordándote de la mación de la que da un caballo, una pluma ó un ves
(1) hiél que él tomó por amor de nosotros; desea sanar tido? Otros hacen caso, y aun se desvanecen, porque
para servirle, no rehuses el padecer por obedecerle, y tienen el mostacho relevado, por la barba peinada, por
disponte á morir, si desto fuere servido, para que así los cabellos crespos, por las manos blancas, porque sa
puedas alabarle y merezcas gozar de su presencia. ben danzar, tocar y cantar; pero ¿no son eslos tales
Acuérdate que las abejas en el tiempo que hacen la bajos de pensamientos, pues quieren fundar su valor
miel comen y se sustentan de un mantenimiento muy y apoyar su reputación en cosas tan frivolas y locas?
amargo; y que así nosotros no podemos Ilacerados de Otros por un poco de ciencia quieren ser honrados y
mayor mansedumbre y paciencia, ni componer la miel respetados del mundo, como si todos hubiesen de ir
de excelentes virtudes, sino mientras comemos el pan á su escuela y tenerlos por maestros. Otros se estiras
de amargura y vivimos en medio las aflicciones. Y y ensanchan en la consideración de su hermoson,
como la miel que se hace de la flor del tomillo, yerba creyendo con ella llevar tras sí los ojos del mundo.
pequeña y amarga, es la mejor de todas, así la virtud Todo es en extremo vano, loco y impertinente, y la
que se ejercita en la amargura de las más viles, bajas gloria que se toma de tan flacos sujetos, se llama va
y desechadas tribulaciones, es la más excelente de na, loca y frivola.
todas. Conócese el verdadero bien como el verdadero bál
Mira á menudo con los ojos interiores á Jesucristo samo. Rácese la prueba del bálsamo destilándole den
crucificado, desnudo, blasfemado, calumniado, bal tro del agua , y si va al fondo y hace asiento en lo bajo,
donado, y en fin, perseguido de todas suertes de eno es tenido por muy fino y precioso. Asi , pan conocer
jos, de tristezas y trabajos ; y considera que todos tus si un hombre es verdaderamente sabio , entendido,
sufrimientos, ni en cantidad ni en calidad son de nin generoso y noble, se ha de mirar si sus bienes mina
guna manera de comparar con los suyos , y que jamás á la humildad, modestia y sumisión, porque entonces
podrás sufrir nada por él, comparado á lo que él ha serán verdaderos bienes; pero si quieren mostrarse
sufrido por tí. y andar siempre por lo alto, serán bienes tanto me
Considera las penas que los mártires sufrieron, y las nos verdaderos, cuanto serán más aparentes. Las per
que tantas personas sufren, más pesadas sin ninguna las que se congelan y crian al viento y ruido de los
comparación que las en que tú estás, y di : ¡Ay de mi ! truenos, tienen lo exterior de perla y lo interior va
mis trabajos son consuelos, y mis espinas rosas, en cío. Así las virtudes y hermosas calidades de los hora*
comparación de los que sin socorro, sin asistencia, bres que se crian y viven en altivez, soberbia y vani
sin alivio viven en una continua muerte perseguidos dad, no tienen sino una simple aparencia de bien, sin
de aflicciones infinitamente mayores. jugo, sin médula y sin solidez.
Las honras , los puestos, las dignidades, son como
CAPITULO IV. el azafrán , que se mejora y crece con más abundan
De la humildad para lo interior. cia cuando le pisan con los pies. No es honra el ser
hermosos cuando desvanecidos nos miramos ; la her
«Pide emprestados (dice Eliseoá una pobre viuda) mu- mosura para tener buena gracia ha de ser menospre
chos vasos vacíos, y echa en ellos el olio.» Para reci ciada ; la ciencia nos deshonra cuando nos hincha
bir la gracia de Dios en nuestros corazones, menester y desvanece y da en charlatanería.
es tenerlos vacíos de nuestra propia gloria. El cerní Si somos puntosos por los puestos, por las cortesías
calo, gritando y mirando los pájaros de rapiña, los es ó por los títulos, fuera de que exponemos nuestras ca
panta por una propiedad y virtud secreta ; causa por lidades al examen, á la inquisición y á la contradi-
que las palomas le aman más que á todos los otros pá cion, las volvemos viles y abatidas; porque la honra,
jaros, viendo viven seguras en su compañía. Así la cuando es recibida en don es por extremo hermosa,
humildad rechaza á Satanás, y conserva en nosotros pero hácese vil cuando es buscada y pedida. Cuando
las gracias y dones del Espíritu Santo ; y por esto to el pavón para mirarse hace su rueda, levantando sus
dos los santos, y particularmente el Rey de los santos hermosas plumas, lleva con ellas todas las demás,
y su Madre santa, han siempre honrado y amado esta hasta que muestra lo disforme y feo : las flores, que
santa virtud más que otra ninguna entre las mo plantadas en tierra son hermosas, se marchitan cuan
rales. do se manosean : y como los que huelen la mandragora
Llamamos vana la gloria que nos atribuimos, ó por de lejos y de paso, reciben mucha suavidad, yalcon-
cuanto no está en nosotros, ó porque está en nosotros trario, los que la huelen de cerca y de asiento se ador
sin ser nuestra, ó porque está en nosotros y es nues mecen y desmayan;—así las honras traen un no pequeño
tra, sin que por ella debamos gloriarnos. La nobleza consuelo al que goza de su olor desde lejos y de paso,
(1) que él tomo [Edición original, y todas las posta ¡ora.) sin divertirse ni embebecerse; pero al que por extre
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 287
ino dellas se aficiona , y con extremo las procura, son cimiento engendra el reconocimiento; pero si viendo
por extremo reprehensibles y vituperables. las gracias que Dios nos lia hedió, nos llegase á inquie
El seguimiento y amor ile la virtud comienza á ha tar alguna suerte do vanidad, el remedio infalible
cernos virtuosos, pero el seguimiento y amor de las será el acogernos á la consideración de nuestras ingrati
honras comienza a hacernos dignos de menosprecio y tudes, de nuestras imperfeciones y do nuestras mise
vituperio. Los ánimos nobles no se embarazan en tan rias. Si consideramos lo que habernos hecho cuando
rateros pensamientos como es reparar en los puestos, Dios no ha estado con nosotros, conoceremos claro quo
salutaciones y otros puntillos, porque piensan en cosas lo que hacemos cuando está con nosotros, no es de
más sólidas y mayores; y así, esto solo toca á los ánimos nuestra cosecha. Alegrarémonos pues y regocijaré-
mis apocados. Los que pueden alcanzar perlas, no se monos en la consideración de los bienes recebidos;
carguen de caracolillos ni conchuelas, y los que pre- pero daremos á solo Dios las gracias, por cuanto es el
lenden la virtud, no se desvelen por las honras. Cual autor.
quiera puede ocupar su puesto y mostrarse en él sin Asi la santa Virgen confiesa que Dios obró en ella
violar la humildad, con tal que esto sea sin que cueste cosas maravillosas; pero no fué sino por humillarse y
inquietud ni cuidado. Porque como los que vienen del engrandecer á Dios : «Alma mia (dice), engrandece al
Perú, fuera del oro y plata que sacan , traen también Señor, por cuanto ha hecho en mí cosas grandes.»
jimios y papagayos, tanto por el barato precio con que Decimos muchas veces que no somos nada, que so
los compran, como por lo poco que les carga los baje mos la miseria misma y la basura del mundo; pero no
les; así los que pretenden la virtud no dejan de tomar poco sentiríamos que nos tomasen la palabra, y que
los puestos y honras que les son debidas; pero nocos- nos publicasen tales cuales nos llamamos. Y al contra
tá niloles mucha atención y cuidado, ni admitiendo nin rio, fingimos escondernos y huirnos para dar mejor lu
gún desasosiego, inquietud, disputa ni contención. Y gar á que nos busquen y pregunten por nosotros ; da
esto no se entiende con aquellos cuya dignidad mira mos á entender que gustamos de ser los postreros y
el público, ni de ciertas ocasiones particulares que cau asentarnos á los pies de la mesa, para que nos den la
sarían una grande consecuencia ; porque en tal caso cabecera. La verdadera humildad no procura dar apa
conviene que cada uno conserve lo que le toca , con rentes muestras de serlo, ni gasta muchas palabras de
tal prudencia y discreción, que vaya acompañada de humildad ; porque esta no solo desea esconder las otras
caridad y cortesía. virtudes, pero también, y principalmente, procura
esconderse á sí misma ; y si le fuese permitido men
CAPITULO V. tir, fingir, ó escandalizar el prójimo, produciría ac
De la humildad más interior. ciones de arrogancia y fiereza, para debajo dellas
Bien si, Filotea, que desearás te conduzga más ade mejor encubrirse. Este es mi parecer, Filotea : ó no di
lante en la humildad, porque loquedella hasta aquí gamos palabras de humildad , ó digámoslas con un
he tratado, antes se puede llamar sabiduría que humil verdadero sentimiento interior, conforme alo queex-
dad. Ahora pues quiero pasar adelante. Muchos no teriormente pronunciamos; no abajemos nunca los
quieren ni osan pensar ni considerar las gracias que ojos sino humillando nuestros corazones; no demos á
Dios les ha hecho en particular, temerosos de des entender querer ser los postreros, si es que deseamos
vanecerse y vanagloriarse. En lo cual se engañan ; por ser los primeros.
que (como dice el gran doctor angélico) el verdadero Tengo pues esta regla portan general, que no tieno
modo de alcanzar el amor de Dios es la consideración ninguna excepción ; solo diré que la buena crianza
de sus bienes recibidos, porque cuanto más los conoz requiere que á veces ofrezcamos los mejores luga
camos, tanto más le amaremos; y como los beneficios res á los que manifiestamente sabemos no han de
particulares mueven más que los comunes, así deben tomarlos : lo cual no por esto es doblez ni falsedad
también ser considerados con más atención. Es cierto de humildad , porque en tal caso el solo ofrecimiento
que nada puede humillarnos tanto delante la mise de ventaja es un principio de honra; y pues no se
ricordia de Dios como la muchedumbre de sus bienes le puede dar por entero , no es mal hecho el darle
recibidos; ni nada podrá humillarnos tanto delante alguna parte. Lo mismo digo de algunas palabras de
su justicia como la multitud de nuestras maldades. honra ó respeto, quo en rigor no parecen verda
Consideremos pues loque él ha hecho por nosotros, y deras; pero sonlo, con todo eso , bastantemente, con
lo que nosotros habernos hecho contra él ; y como con que el corazón del que las pronuncia tenga una verda
sideráremos por menudo nuestros pecados, considere dera intención de honrar y respetar al que las dice;
mos también por menudo sus gracias. Y no se ha de porque, aunque las palabras significan con algún excesj
temer que el conocimiento de los bienes que ha pues aquello que decimos, no por eso hacemos mal en em
to en nosotros ha de hincharnos , con condición que plearlas cuando el uso común lo requiere. Verdad es
notemos esta verdad : yes, que loque hay bueno en que también querría se juntasen las palabras á nues
nosotros no es nuestro; sino, dime : ¿los mulos dejan tros corazones lo más que fuese posible, para seguir en
de ser torpes y hediondas bestias porque estén carga todo y por todo la simplicidad y pureza cordial. El
dos de olores y muebles preciosos del príncipe? «¿Qué hombre verdaderamente humilde querría más quo
tenemos nosotros bueno, que no lo hayamos recibido? otro dijese del que es miserable , que es un nada y
y si lo habernos recibido, ¿por qué nos queremos enso que no vale nada , que no decirlo él mismo ; por lo
berbecer (<j)?p Al contrario, la viva consideración de las menos, si sabe que lo dicen, no lo contradice, sino lo
gracias recibidas nos hace humildes, poique el cono sufre de buena gana , porque creyendo firmemente lo
to) San Pablo, i , ai Cerina. tal , se huelga que sigan su opinión. Muchos dicen que
288 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
dejan la oración mental para los perfectos, y que ellos porque si la humildad me estorba el hacer del sabio,
no son dignos de hacerla. Otros protestan que no osan la simplicidad y llaneza me estorbarán también el ha
comulgar á menudo por no hallarse bastantemente lim cer del loco; y si la vanidad es conliaria á la humil
pios. Oíros temen de ofenderá la devoción si se meten dad, el artificio, la afectación y el fingimiento es con
con ella, por causa de su grande miseria y fragilidad. trario á la llaneza; que si algunos grandes siervos de
Y oíros rehusan emplear su talento en el servicio de Dios han fingídose locos, para que más así el mundo
Dios y su prójimo, por cuanto dicen los tales que los despreciase , á estos tales debemos admirar , pero
conocen su flaqueza, y que tienen miedo de ensober no imitar, por cuanto para esto tuvieron motivos Un
becerse si son instrumentos de algún bien, y que en particulares y extraordinarios, que no debe nadie para
señando á los otros, ellos se pierden. Todo esto no es sí sacar de lo tal ninguna consecuencia. Y cuanto á
sino artificio, y una suerte de humildad no solo falsa David, si danzó y saltó un poco más que la ordinaria
pero maligna; por la cual quieren tácita y sutilmente decencia pedia delante el arca, no era porque qui
despreciar las cosas divinas, y cubrir con un pretexto siese hacer del loco, pero simplemente y sin artificio
de humildad el amor propio de su opinión, de su hu hacia estos movimientos exteriores, conforme á la ex
mor y de su pereza. traordinaria y sin medida alegría que sentía en ; i
«l'ide áüios una señal arriba en el cielo, ó abajo en corazón. Verdad es que cuando Micól, su mujer,
el profundo del mar,» dice el Profeta al desventurado le reprehendió como de una locura, no por eso mos
Acáz, y respondió : «No, no la pediré, y no tentaré al tró sentimiento viéndose despreciado, antes , perse
Señor.» ¡Malignidad grande! Hace semblante de una verando en la natural y verdadera representación de
extremada reverencia para con Dios, y con cubierta de su alegría, daba testimonio de su contento en recibir
humildad se excusa de aspirará la gracia á que su di por su Dios un poco de menosprecio. En seguimiento
vina bondad le llama. Pero este tal ¿no ve que cuando de lo cual te diré que si por las acciones de una ver
Dios nos quiere gratificar, es arrogancia el no admitir; dadera y natural devoción te tuvieren por vil, abatidí
que los dones de Dios nos obligan á rccebiiios, y que y loca, la humildad hará te alegres con tan dichoso
es humildad el obedecer y seguir sus deseos con la oprobrio, la causa del cual no está en ti, sino en los
puntualidad posible? El deseo de Dios es que seamos que (i) le hacen.
perfectos, uniéndonos con él, imitándole lo más que CAPITULO VI.
podamos. Que la humildad nos hace amar nuestro propio desprecio.
El soberbio tiene bien ocasión de no osar intentar
nada; pero el humilde es tanto más animoso cuanto Pasando pues más adelante, te digo, Filotea, qaeea
se conoce más incapaz; y cuanto más se tiene por ma todo y por todo ames tu propio desprecio. Pero sin da
lo, tanto más se hace atrevido, por cuanto tiene toda da me preguntarás lo que quiere decir «amar sapto-
su confianza en Dios, el cual se sirve de engrandecer pio desprecio.» En latín «desprecio» quiere decir «hu
su poder en nuestra flaqueza, y levantar su miseri mildad », y «humildad» quiere decir «desprecio». Así
cordia sobre nuestra miseria. Meneste/ es pues hu que, cuando nuestra Señora con su sagrado Cántico di
milde y santamente osar todo aquello que es juzgado ce que, por cuanto nuestro Señor ha visto la humil
propio á nuestro adelantamiento por aquellos que con dad de su sierva, todas las generaciones la llamarán
ducen nuestras almas. bienaventurada; quiere decir que nuestro Señor ha
Pensar saber lo que no se sabe, es una expresa lo mirado de buena gana su desprecio, vileza y bajeza, para
cura ; querer hacer del sabio en aquello que se cono colmarla de gracias y favores. Diferencia hay, con todo
ce no saberse, vanidad es insuportable. Cuanto á mí, esto, entre la virtud de la humildad y el desprecio; por
no querría hacer del sabio aun en aquello que sabria, que el desprecio es la pequenez, bajeza y vileza que esti
ni tampoco del ignorante. Cuando la candadlo manda, en nosotros, sin que lo tal pensemos; pero cuanto á la
menester es comunicar llana y apaciblemente con el virtud de humildad, es el verdadero conocimiento y vo
prójimo, no solo lo que le es necesario para su ins luntario reconocimiento de nuestro desprecio. El prin
trucción, pero también lo que le es provechoso para cipal punto pues desta humildad consiste en nosolo reco-
su consuelo; porque la humildad que esconde y cu noccrvoluntariamente nuestro desprecio, sinoen amar
bre las virtudes para mejor conservarlas, las hace no le y gustar de amarle; y esto no por falta de ánimoy
generosidad , sino por exaltar tanto más la Majestad divi
obstante parecer cuando la caridad lo manda, para au
na, y estimar mucho más al prójimo que á nosotros mis
mentarlas, engrandecerlas y perficionarlas : en lo cual
parece á aquel árbol de las islas de Tylos, el cual de mos. Esto pues, Filotea, te exhorto; y para que mejor
noche encierra y tiene como con llave sus hermo lo entiendas, sabe que entre los males que sufrimos,
sas flores , sin que las abra sino al salir del sol ; de los unos son despreciados y los otros honrosos ; muchos
suerte que los habitantes de aquella tierra dicen que se acomodan á los honrosos , pero casi ninguno se aco
moda á los despreciados. Mira un devoto ermitaño roto
estas flores duermen de noche. Así la humildad cubre
y friolento, que todos honran su hábito pobre coa
y esconde todas nuestras virtudes y perfeciones huma
nas, y no las deja jamás mostrar sino es por la caridad, compasión de su sufrimiento; pero sí un pobre oficial,
la cual siendo una virtud no humana, sino celeste, no un pobre hidalgo ó una pobre señora padecen lo mis
moral, sino divina, es el verdadero sol de las virtudes, mo, serán antes despreciados y escarnecidos. Ves aquí
sobre las cuales debe siempre dominar; de suerte que pues cómo su pobreza es despreciada. Un religioso re
las humildades que perjudican á la caridad son indu cibe devotamente una áspera censura de su superior,
bitablemente falsas. ó un hijo de su padre, á que llamarán todos moitiüca-
No querría yo ni hacer del loco ni hacer del sabio; (1) la batea. (Erfirio» 9ri¡ml.\
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. ¡489
c ion , obediencia y sabiduría ; sufrirán también lo mis raré la cura, pero no el olvido del desprecio, el cual
mo de alguno un caballero y una dama, lo cual si acaso he recebido. Si hubiere hecho alguna locura que no
sufren por amor de Dios, todos lo llamarán cobardía ofenda á persona , no me excusaré della, pur cuanto
y pusilanimidad. Ves aquí pues otro mal despreciado. aunque esta tal es una falta, visto que no es perma
Una persona tiene un zaratán ó cáncer en un brazo, nente, no será el excusarme sino por evitar la abje
otra le tiene en la cara. El primero no tiene sino el cion que della me queda; cosa que la humildad no
mal , pero el segundo tiene con el mal el menosprecio, puede permitir. Mas si por descuido ó locura he ofen
el desden y la abjecion (a). Digo pues ahora, que no solo dido ó escandalizado á alguno, repararé la ofensa con
se na de amar el mal (lo cual se hace por la virtud de alguna verdadera excusa ; y esto por cuanto el mal es
paciencia), sino también la abjecion ó menosprecio, permanente, y que la caridad me obliga á quitarle.
lo cnal se hace por la virtud de humildad. - Sucede también algunas veces que la caridad requie
Hay también virtudes desechadas y virtudes honro re que remediemos la abjecion por el bien del pró
sas : la paciencia, la mansedumbre, la simplicidad y la jimo, al cual es necesaria nuestra reputación; pero en
humildad son virtudes que los mundanos tienen por tal caso, luego que quitemos la abjecion delante de
viles y despreciadas ; y al contrario estiman mucho la los ojos del prójimo, conviene que la cerremos y es
prudencia, la valentía y la liberalidad. También hay condamos dentro de nuestro corazón, para que se edi
acciones de una misma virtud, y las unas son menos fique.
preciadas y las otras honradas. Dar limosna y perdo Pero querrás sin duda, Filotea, saber cuáles son
nar las ofensas son dos acciones de caridad ; la prime las mejores abjeciones. A que digo que las más
ra es honrada de cualquiera, y la olra menospreciada provechosas al alma y agradables á Dios son las que
& los ojos del mundo. Un mozo ó una doncella que no nos vienen por accidente ó por el estado de nuestra
se dejare llevar de la persuasión de los que desregla vida ; y esto por cuanto no las habernos escogido, sino
damente se daná las conversaciones, juegos, danzas, recebido tales cuales Dios nos las ha enviado, cuya
banquetes y vestidos supérfluos, será murmurada y elección es siempre mejor que la nuestra : que si fuese
censurada de los otros, y su modestia será llamada ó necesario escoger, las mayores son las mejores ; y aque
hipocresía ó afectación. Amar esto, es amar su des llas son llamadas mayores que son más contrarias á
precio. nuestras inclinaciones, como sean conformes á nues
Daréte otro ejemplo : pongamos caso quo vamos tro estado; porque (acabando con esto) nuestra elec
á visitar los enfermos. Si me envian al más misera ción gasta y disminuye casi todas nuestras virtudes.
ble, me será un desprecio, según el mundo, por ¿Quién nos dará gracia para decir con el gran Rey :
lo cual le amaré ; si me envian á los de más calidad, «Yo he escogido el ser menospreciado en la casa de
ser&me también un desprecio según el espíritu , por Dios, antes que el habitar en los tabernáculos de
cuanto no hay tanta virtud y merecimiento, y así ama los pecadores » ? Nadie puede , querida Filotea , sino
ré también este desprecio. Cayendo en la calle, fuera aquel que para exaltarnos vivió y murió; de suerte
del mal, se cae en vergüenza ; este desprecio también que fué el oprobrio de los hombres y la abjecion del
debe amarse. pueblo. Muchas cosas te he dicho que, considerán
Hay también faltas en las cuales no hay ningún dolas , te parecerán ásperas ; pero créeme , que prati-
mal, sino la sola abjecion ó desprecio; y la humil cándolas te serán más que el azúcar y miel dulces.
dad, no obstante, no permite que expresamente
se hagan; pero mándanos que no nos inquietemos CAPITULO VIL
cuando las hubiéremos cometido. Estas son ciertas
locuras, descortesías y inadvertencias; las cuales, Cómo se ha de conservar la buena fama , praticando
la humildad.
así como se han de procurar evitar antes que se hagan
por obedecer la cortesía y prudencia, así debemos tam La alabanza , la honra y la gloria no se dan á los
bién llevar con paciencia y amarla abjecion que come- hombres por una simple virtud, sino por alguna vir
tulas, dellas resultare, para mejor seguirán la santa tud excelente; porque por la alabanza procuramos per
humildad. suadir á los otros la estimación de la excelencia de
Diiéte aun más : si acaso me he desreglado, por algunos; por la honra protestamos estimarla nosotros
cólera ó disolución, en palabras licenciosas é inde mismos; y la gloria no es otra cosa (á mi parecer) sino
centes (con las cuales he ofendido á Dios y al pró un cierto hijo de la reputación, el cual nace del ayun
jimo), arrepentiréme vivamente, sintiendo en extremo tamiento de muchas alabanzas y honras : de manera
la ofensa, la cual procuraré reparar lo mejor que me que las honras y alabanzas son como piedras preciosas,
sea posible; pero no por eso debo aborrecer la abjecion de cuya junta se muestra y sale la gloria como un es
y menosprecio que me resultare : y si se pudiese se malte. No pudiendo pues la humildad sufrir que ten
parar lo uno de lo otro, yo desviaría de mí el pecado, y gamos alguna opinión de aventajar ó ser preferidos
guardaría humilde la abjecion. á los otros, no puede tampoco permitir que busque
Pero, aunque amamos la abjecion que se sigue del mos ni procuremos la alabanza, la honra ni la gloria,
mal, no por eso se ha de dejar de remediarel mal que las cuales cosas son debidas á la sola excelencia. Es
la ba causado , por medios propios y legítimos, y prin verdad, con todoeso, que nos consiente lo que nos amo
cipalmente cuando el mal es de consecuencia. Si yo nesta el Sabio, que es tener cuenta con nuestra faina,
tengo en la cara alguna ocasión de desprecio, procu por cuanto la buena fama es la estimación, no de al
re) Los culteranos que afectaron pronunciar como lot latinos, guna excelencia, sino solamente de una simple y común
dijeron abyección; j asi ha prevalecido basta hoj. integridad de vida; la cual la humildad no estorba que
Ü-U. 19
290 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
reconozcamos en nosotros mismos, ni por consecuente que quiere tomarla de aquellos á quien los vicios hacen
que deseemos la reputación. Es verdad que la humil verdaderamente infames y deshonrados.
dad menospreciarla la fama, si la caridad no la hu La reputación no es sino como una señal, la cnal
biese menester; mas, por cuanto esta es unode los fun muestra dónde aloja la virtud. La virtud pues debe
damentos de la comunicación humana, y que sin ella en lodo y por todo ser preferida. Dirá á veces el mal
somos no solo inútiles pero dañosos al público, por diciente que eres un hipócrita, porque ve que te das
causa del escándalo que recibe, la caí ¡Jal manda y la ó la devoción ; y si el tal te tuviere por hombre de
humildad tiene por bien que la deseemos y conserve poco ánimo, porque perdonaste la injuria, búrlate de
mos preciosamente. todo esto: porque, fuera de que tales juicios son siem
Fuera desto, así como las hojas de los árboles , qne pre de necias y locas gentes, cuando se debria per
de suyo no son de eslima, sirven con todo eso de mu der la fama, no se debria dejar la virtud ni apar
cho, no solo para hermosearlos, sino también para tarse de su camino , por cuanto siempre se ha de pre
conservar los frutos mientras están tiernos; así tam ferir el fruto á las hojas ; esto es, el bien interior y
bién la buena fama, que de sí misma no es cosa que espiritual á todos los bienes exteriores. Bien es que
con ahinco deba desearse, no deja por eso de ser seamos celosos, pero no idólatras de nuestra fama; y
muy útil , no solo para el adorno de nuestra vida, pero así como no se debe ofender el ojo de los buenos, así
también para la conservación de nuestras virtudes, y también no se ha de querercontenlareldelosmalos.
principalmente de las virtudes tiernas y débiles. La La barba le sirve al hombre de adorno, y el cabello
obligación de mantener nuestra reputación y de ser á la mujer. Si se desarraiga y arranca del todo el pelo
tales cuales nos estiman, despierta un ánimo gene de la barba y el cabello de la cabeza, fácilmente
roso á una poderosa y dulce violencia. Conservemos podría no volver jamás; pero si solamente se corta,
nuestras virtudes, querida Filotea, por cuanto estas poco después saldrá con más abundancia, más fuerte
son agradables á Dios, principal y soberano objeto de y espeso. De la misma manera, aunque la fama se
todas nuestras acciones. Mas, como los que quieren vea mordida y cercenada de la lengua de los maldi
guardar los frutos no se contentan con solo confitar cientes (que es, dice David, aconio una navaja afila
los, sino que los ponen en vasos propios á su conser da»), no por eso debemos inquietarnos, porque bien
vación ; así también, aunque el amor divino sea el prin presto toi nará á crecer y á mostrarse , no solo tía
cipal conservador de nuestras virtudes, podemos tam hermosa como de antes, pero más sólida y maciza;
bién emplear la buena fuma como muy propia y útil que si nuestros vicios, nuestra flojedad y nuestra mak
á este fin. vida nos (2) quitan la reputación, será muy posible tu
No por esto debemos mostrarnos muy fogosos, exac volverla á cobrar jamás, por cuanto queda arrancad!
tos y puntosos en esta conservación, porque los que la raíz. La raíz pues de la fama es la bondad, lacual
son tan delicados y cosquillosos por su reputación, mientras estuviere en nosotros, puede siempre pro
parecen á los que por cualquier suerte de achaque lo ducir la honra que le es debida.
man medicinas, los cuales, pensando conservar la sa Hase pues de dejar la vana conversación , el uso
lud , la estragan del todo. Así es (i) qne otros querien inútil, la amistad frivola, el trato alocado, si es qne
do mantener con tanta puntualidad su reputación, daña á la fama, porque la fama vale más qne toda
vienen enteramente á perderla; porque por esta deli suerte de vanos contentos. Más si por el ejercicio de
cadeza se hacen enojosos, aborrecibles y insuporta- piedad, por el adelantamiento en la devoción, y buen
bles, y provocan la malicia de los maldicientes. pasaje al bien eterno, murmuran, fisgan ó calumnian,
La disimulación y menosprecio de la injuria y ca dejemos ladrar los mastines; porque si pueden sem
lumnia es de ordinario un remedio más saludable que brar alguna mala opinión contra nuestra reputación,
el senlimieuto , la porfía y la venganza. El menospre y por este medio cortar y arrasar los cabellos de la
cio los hace desmayar; mas si se recibe enojo, parece barba de nuestra fama, importará poco, porque bien
proceder del sentimiento de injuria justa (a). Los coco presto tomará á renacer, y la navaja de la murmu
drilos no dañan sino á los que los temen, ni tampoco la ración servirá á nuestra honra como la podaderaáia
murmuración sino á los que por ella se penan y fa viña, que la hace abundar y multiplicar en fruto.
tigan. Tengamos siempre los ojos puestos en Jesucristo
El miedo excesivo de perder la fama muestra una crucificado; caminemos en su servicio con confian»
grande desconfianza del fundamento della, que es la y simplicidad, pero sabia y discretamente. El será el
verdad de una buena vida. Las villas que tienen puentes protector de nuestra fama; y si él permite qoela
de madera están expuestas ¿ que cualquier suerte perdamos , será para volvernos otra mejor, ó para ha
de avenidas las rompa y lleve tras sí ; pero las que cernos aprovechar en la santa humildad, de la cual
las tienen de piedra viven seguras y sin miedo, si no una sola onza vale más que mil libras de honras. Si
es de algunas extraordinarias crecientes. Así los que nos injuriaren injustamente, opongamos apacible
tienen un alma verdaderamente cristiana desprecian mente la verdad á la calumnia; y si perseveraren,
de ordinario los rebatos y ofensas de las lenguas in perseveremos también nosotros en el humillarnos.
juriosas; mas los que se sienten débiles y flacos, del Poniendo desta suerte nuestra reputación con nuestra
menor chisme se inquietan y alborotan. Créeme, Filo- alma en las manos de Dios, no podremos asegurarla
tea, que quien quiere tener reputación con todos, la mejor. Sirvamos á Dios por la buena ó mala faun, i
pierde con todos; y merece perder la honra aquel ejemplo de san Pablo, poique podamos decir con Da
(1) otros (Eildon original.)
(o) U semble j»V» la atvoul , dice el ao Uguo texto francés. lí) quita Edición original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 291
vid : «¡O Dios mió! por roses que yo he sufrido el I pues en el camino los unos con los otros; caminemos
oprobio y que la confusión lia cubierto mi rostro.» con la tropa de nuestros hermanos y compañeros, dul
Con todo esto, (1 ) no dejo de hacer excepción de cicr- ce, amigable y apaciblemente. Y más te digo, que de
txs maldades tan atroces é infames, que ninguno debe ninguna manera te enojes, si fuere posible, ni abras
sufrir la calumnia cuando justamente puede recha la puerta de tu corazón á ningún enojado pensamien
zarla, y ciertas personas , de cuya buena reputación to; porque dice Santiago : «La ira del hombre no obra
depende la edificación de muchos ; porque en seme la justicia de Dios. » Hase de resistir el mal y reprimir
jantes casos se debe pretender (2) la reparación contra los vicios de los que tenemos á cargo, constante y va
el agravio recebido, siguiendo en esto el parecer de los lientemente, pero suave y apaciblemente. Nada aplaca
teólogos. tanto el elefante airado tomo la vista de uncordcrillo,
capitulo vra. y nada rompe tan fácilmente la fuerza de la artillería
como la lana. No se eslima tanto la corrección que
De la mansedumbre para con el prójimo, y remedio procede de pasión, aunque acompañada de razón, co
contra la ira.
mo la que no tiene otro origen sino la razón sola;
El santo crisma, del cual por tradición apostólica porque el alma racional, estando naturalmente sujeta
usan en la Iglesia de Dios para las confirmaciones y ó la razón, no está sujeta á la pasión sino por tiranía,
bendiciones, es compuesto de olio de oliva mezclado y así por esto, cuando la razón está acompañada de pa
con bálsamo; que representan, entre otras cosas, las sión, se hace odiosa, siendo su justa dominación apo
dos caras y muy amadas virtudes que resplandecen cada y abatida por la compañía de la tiranía. Los prín
en la sagrada persona de nuestro Señor, las cuales cipes honran y consuelan infinito los pueblos cuando
nos ba singularmente encomendado, como si por ellas los visitan con séquito de paz ; pero cuando traen es
nuestro corazón debiera especialmente estar consagra truendo de armas, aunque sea por el bien público,
do éso servicio y aplicado á su imitación. «Aprended son siempre sus venidas desagradables y dañosas, por
de mi (dice) que soy manso y humilde do corazón.» cuanto, aunque hagan exactamente observar la disci
La humildad nos perGciona para con Dios, y la man plina militar entre los soldados, no por eso pueden
sedumbre para con el prójimo. El bálsamo, que (como tanto que no haya siempre alguna desorden, la cual
he dicho arriba) toma siempre el fondo entre todos disminuye el buen nombre (a). De la misma manera,
los otros licores, representa la humildad ; y el olio de mientras la razón reina, y apaciblemente ejercita los
oliva, que toma lo alto, representa la apacibilid.id y castigos, correcciones y reprehensiones, aunque estosea
mansedumbre, la cual excede todas las cosas y sale rigurosa y exactamente, todos la aman y la aprueban;
cutre las otras virtudes, como quien es la flor de la pero cuando trae consigo la ira, la cólera y el enojo, que
caridad: la cual (según san Bernardo) está en su per son (dice san Agustín) sus soldados,se hace más espan
fección cuando no solo es paciente, sino cuando, fue tosa que amable, y su propio corazón queda ofendido y
ra desto, es mansa y apacible. Pero advierte, Filotea, maltratado. «Mejor es (dice el mismo san Agustín escri
que este crisma místico, compuesto de mansedumbre biendo (3) á Profuturo) el rehusar la entrada á la ira ca
y Iiamildad , esté dentro de tu corazón , porque es uno bal y justa, que el recebirla, por pequeña que sea; por
(Je los mayores artificios del enemigo el hacer que mu que recibiéndola es trabajoso el despedirla, por cuanto
llios se embaracen en las palabras y apariencias exte- se entra como un pequeño pimpollo, y en un instante
liores destas dos virtudes; y no examinando bien sus se hincha y engrosece ;» que si llega á ganar la noche,
iliciones interiores, piensan ser humildes y mansos, y el sol se acuesta sobre nuestra ira (lo cual el Após
uo siéndolo de ninguna manera en efeto : lo cual se tol defiende), convirtiéndose en odio y rencor, apenas
conoce por cuanto, no obstante su ceremoniosa manse hay remedio de desecharla ; por cuanto se cria de mil
dumbre y humildad, é la menor palabra que ligera falsas persuasiones, y un hombre enojado.no piensa
mente los dicen, ¿ la menor injuria que reciben, se nunca que su enojo es injusto.
sacuden y saltan con una arrogancia insufrible. Dicen Mejor es pues el procurar saber vivir sin cólera que
que los que han tomado el preservativo que comun el querer usar della moderada y sabiamente ; y cuando
mente llaman el betún de san Pablo, no se hinchan por imperfecion ó flaqueza nos bailamos arrebatados
estando mordidos y picados de la víbora, con tal que della, es mejor el rechazarla con presteza que detenerla
el betún sea del fino. De la misma manera, cuando la un solo punto en nuestro corazón ; porque, por poco es
humildad y la mansedumbre son buenas y verdaderas, pacio que la den de asiento, se hace dueño del lugar, y
nos defienden de la hinchazón y ardor que las injurias hace como la serpiente, que tira fácilmente todosu cuer
suelen provocar en nuestros corazones. Y si hallándo po donde puede poner la cabeza. Pero ¿cómo la rechaza
nos picados y mordidos de los maldicientes y enemigos, ré yo? me dirás tú. Es menester, mi Filotea, aue al pri
nos ¡linchamos, embravecemos y amostazamos, es se mer toque suyo que sientas en tí, juntes prontamente
ñal clara que nuestra humildad y mansedumbre no tus fuerzas, no áspera ni impetuosamente, sino suave
son finas y verdaderas, sino artificiosas y aparentes. mente; porque, como vemos en las audiencias de mu
Aquel santo y ilustre patriarca Josef, enviando sus chos senados y parlamentos, que los ugieres gritando
hermanos de Egipto á la casa de su padre, les dio este silencio, hacen más ruido que aquellos á quien pre
solo aviso : «No os enojéis en el camino.» Lo mismo te tenden hacer callar, también sucede muchas veces
digo yo, Filotea : esta miserable vida no es sino un ca que queriendo con ímpetu reprimir nuestra culera,
mino para la otra bienaventurada ; no nos enojemos
(a) par le quel le bon-hommt est foulé, dictó el Santo ; «cera el
(1) «o deje (Edición original y fotleriares.) cual los hombres buenos sean oprimidos», tradujo Cabillas.
\i) la reputación lid.) (3) a Profuturus, (Edición onoinal.)
292 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QL'EVEDO VILLEGAS.
levantamos más alboroto en nupstro corazón, que ella que la segunda cólera arruina la primera, y no obs
pudiera haber hecho; y hallándose asi el corazón al tante, sirve de abertura y paso para una nueva cólera
borotado, no puede más ser dueño de sí mismo. en la primera ocasión que so presente; fuera deque
Después deste suave esfuerzo praticaiás el aviso aquella cólera y mollina que toman consigo mismos
que san Agustín, ya viejo, daba al joven obispo Auxilio. procede de manifiesta soberbia, y no tiene origen sino
«H 17. (dice él) lo que un hombre debe hacer : que del amor propio, el cual se alborota y inquieta vién
si te sucede lo que el hombre de Dios dice en el psalrno: donos imperfectos. Menester es pues tener de nuestras
Mi ojo está turbado de grande cólera,— acude á Dios, faltas un pesar modesto, sosegado y firme, porque de
diciendo : Ten misericordia de mí, Señor; poique la misma manera que un juez castiga mucho mejor los
extienda su diestra y reprima \a enojo.» Dígole pues malos, dando sus sentencias por razón y espíritu so
que es menester invocar el socorro de Dios cuando nos segado, que no cuando las da por ímpetu y pasión
vemos asaltados de cólera, á imitación de los apóstoles, (por cuanto castigando con pasión no castiga las fal
atormentados del viento y borrasca en medio de las tas según ellas son, sino según es él mismo); así nos
aguas; porque él mandará á nuestras pasiones que ce otros castigamos mucho mejor nuestras fallas con ar
sen, y la tranquilidad, extendiéndose, traerá la bonanza. repentimientos sosegados y constantes que con arre
Pero, con todo esto, te advierto que la oración que se pentimientos agrios, apretados y coléricos; porque
hace contra la cólera presente, de quien te hallas opri estos arrepentimientos hechos con Ímpetu, no se ha
mido, debe praticarse suave y mansamente , y no con cen según la gravedad de nuestras faltas , sino segaa
violencia; lo cual se ha de observar en todos los re nuestras inclinaciones. Por ejemplo: aquel que amali
medios que se platican contra este mal. castidad sentirá con grandísimo extremo la menor Llu
Con esto, luego que percibas haber caido en algún que contra ella cometa, y no hará sino reírse de la mayor
acto de cólera, repara la falta con un acto de suavidad murmuración en que caiga. Al contrario, aquel que
prontamente, ejercitada con la p*rsonacon quien te aborrece la murmuración se atormentará por haber
encolerizaste; porque, de la misma manera que es un caido en la menor detracción, y no hará caso de una
soberano remedio contra la mentira el de-decirse lue gran falta contra la castidad; lo cual no sucede por
go que se ha cometido, así también es un buen reme otra causa sino que los tales no hacen el juicio de su
dio contra la cólera el repararla luego con un acto con conciencia por razón, sino por pasión.
trario de suavidad ; porque (como dicen) las llagas Créeme, Filotea, que de la misma manera qne ks
frescas son más fáciles de remedio. amonestaciones de un padre hechas suave y cord'ut-
Fuera deslo, cuando te hallares con tranquilidad y mente, tienen más fuer/a para corregir un hijo qae
sin ningún sujeto de cólera, haz grande provisión de la demasiada cólera y enojo; así cuando nuestro cw*-
suavidad y mansedumbre, diciendo todas tus pala zon habrá hecho alguna fulla, si le reprehendemos con
bras y haciendo todas tus acciones , pequeñas ó gran amonestaciones suaves y sosegadas ( teniendo más com
des, en el más apacible modo que te sea posible; acor pasión del que pasión contra él), animándole á la en
dándole que la Esposa en el Cántico de los Cánticos, no mienda, el arrepentimiento que concebirá tomará
solo tiene la miel en sus labios y en la punta de su len más raíces y le penetrará mejor que no haría por un
gua, sino que también la tiene debajo de la lengua, arrepentimiento enojoso, arrebatado y tempestuoso.
quiere decir, dentro del pecho. Y no solo hay miel, sino Cuanto á mí, sí yo tuviese (por ejemplo) gran deseo
también leche; porque también no solo se ha de tener de no caer en el vicio de la vanidad, y que no obstante
la palabra dulce para con el prójimo, sino también todo esto hubiese grandemente caido en él, no por eso
el pecho : esto es, todo lo interior de nuestra alma; y querría reprehender mi corazón desta manera : «¿No
asimismo, no solo se debe tener la dulzura y suavidad eres tú miserable y abominable, que después de
de la miel, que es aromática y odorífera (esto es, la tantas resoluciones te has dejado llevar desta vanidad?
suavidad de la conversación civil) con los extranjeros, Muere de vergüenza, no levantes más los ojos al cie
sino también la dulzura de la leche entre los domésti lo, ciego, imprudente, traidor y desleal á tu Dios;*
cos y vecinos cercanos : en lo cual yerran grande sino antes querría corregirle por razón y vía de com
mente los que en la calle parecen ángeles, y en casa pasión : «Ahora bien, pobre corazón mió, fesnos aquí
demonios. caídos denlro del foso, del cual tantas veces habíamos
CAPITULO IX. resuelto el escaparnos. ¡Alt pobres de nosotros! Le
vantémonos y huyámosle el cuerpo para siempre; re
De la suavidad para con nosotros mismos.
clamemos la misericordia de Dios y esperemos en
Una de las buenas prácticas que podemos hacer de ella, que ella nos ayudará para de aquí adelante ser
la suavidad, es aquella de la cual el sujeto está en más firmes; y volvámonos al camino de la humildad.
nosotros, no amohinándonos jamás contra nosotros mis Animo pues, corazón mío, no seamos ya más tan fá
mos ni contra nuestrasimperfeciones; porque, aunque ciles : Dios será servido de ayudarnos ; con que no ha
la razón quiere que cuando caemos en faltas nos mos remos poco.» Y querría aun más : sobre esta reprehen
tremos pesarososy tristes, no poreso debemos admitir sión fabricar una sólida y firme resolución de nunca
un pesar agrio, mohíno, enfadoso y colérico. En lo más caer en la falta, tomando los medios importantes
cual hacen una gran falta muchos, que hallándose co á este fin y de la misma manera el aviso de mi
léricos, se en i ja u de haberse enojado, se amohinan de maestro.
haberse amohinado, y tienen enfado de haberse en Y si no obstante esto, hallare alguno que su corazón
fadado, porque por este medio tienen su corazón em no se mueve bastantemente por esta suave correc
bebido y empapado en la cólera; y asimismo parece ción, podrá el tal emplear la coutradicion y ana re
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 293
prehensión áspera y fuerte para excitarle á una pro Harto presto se hace la cosa cuando se hace bien. Los
funda confusión; contal que, después de haberle con zánganos hacen mucho más ruido y andan mucho más
rudeza reprehendido y enojado, dé fin con un consue embarazados que las abejas; pero no hacen la miel,
lo, acabando toda su ansia y enojo en una suave y santa sino la cera. Asi, los que se congojan con un cuidado
confianza en Dios, á imitación de aquel gran penitente, extraordinario y una solicitud impertinente, no hacen
el cual viendo su alma afligida, la consolaba desta jamás ni mucho ni bien.
suerte: «iPorqué estás tú triste, ó alma mia, y por Las moscas no nos inquietan por su fortaleza , sino
queme alborotas tú? Espera en Dios, porque yo le ben por la muchedumbre; así los grandes negocios no nos
deciré aun, como la salud de mi cara y mi verdadero desasosiegan tanto como los pequeños, cuando son mu
Dios. » chos. Recibe pues los negocios que te vinieren, con so
Levanta pues tu corazón , cuando cayere , con sua siego, y procura despacharlos por orden uno después
vidad, humillándote grandemente delante tu Dios del otro ¡porque si los quieres hacer todos juntos y con
por el conocimiento de tu miseria, sin que de ningu desorden, será trabajo vano y cansarte el espíritu,
na manera te espantes de tucaida; pues no es cosa y será lo más cierto el rendirte en su alcance sin consi
de admiración ver que la enfermedad sea enferma, la stir ningún buen efecto.
flaqueza flaca, y la miseria apocada. Abomina, fuera En todos tus negocios arrímate siempre á la provi
desto, con todas tus fuerzas la ofensa que Dios ha re- dencia de Dios, por la cual sola todos tus desinios de
cebido de tí ; y con un grande ánimo y confianza en su ben efectuarse. Procura asimismo de tu parte de co
misericordia, vuélvete al camino de la virtud, que ha operar con ella, y después cree que si hubieres con lia
bías abandonado. _, do bien en Dios, será siempre el suceso que te viniere
CAPITULO X. el más provechoso para tí, ja te parezca malo ó bueno,
según tu juicio particular.
Que se ba de tratar de los negocios con cuenta ; pero sin congoja Haz como los niños, que de la una mano se tienen
j cuidado.
á sus padres y con la otra cogen las fresas ó frutillas
La cnenta y diligencia que debemos tener en nues que se les ofrecen á los ojos. De la misma manera, jun
tros negocios son cosas bien diferentes de la solici tando y manejando los bienes deste mundo con la una
tud, cuidado y congoja. Los ángeles tienen cuenta de de tus manos, tendrás con la otra la del Padre celes
nuestra salvación, y la procuran con diligencia ; mas tial , tornándote á veces á él y viendo si le es agrada
no por eso tienen solicitud, cuidado ni congoja : por ble tu vida y tus ocupaciones. Y guárdate sobre todas
que la cuenta y diligencia pertenece á su caridad; pero cosas, de dejar su mano y su protección, pensando
la solicitud , cuidado y congoja seria contrario á su juntar y recoger aun más, porque si te abandona, no
felicidad. Así que, la cuenta y diligencia pueden darás paso sin dar de ojos en tierra. Dígote aun más,
estar acompañadas de la tranquilidad y paz de espiri Filotea : que cuando te vieres en medio de los ne
to; pero no la solicitud y cuidado, y mucho menos la gocios y ocupaciones comunes, que no requieren una
congoja. atención tan grande y cuidadosa, mires más á Dios que
Ten pues cuenta y diligencia en todos los negocios á los negocios. Y cuando los negocios fueren de tanla
que tuvieres á cargo, Filotea mia, porque Dios , ha importancia, que requieran toda tu atención para
ciéndotelos confiado, quiere que tengas una gran cuen acabarlos bien, que mires de cuando en cuando á Dios,
ta con ellos ; pero si fuere posible, no pongas solicitud como hacen los que navegan en el mar, los cuales,
ni cuidado : esto es, que no los empieces con inquie para ir á la tierra que desean, miran más arriba y al
tud, ansia ni ardor , ni te congojes en su alcance; por cielo, que no abajo donde navegan. Así Dios trabaja
que toda suerte de congoja turba la razón y el juicio; rá contigo, en tí y por ti, y tu trabajo será lleno de
y nos impide asimismo el acierto de la cosa que de consuelo.
seamos. CAPITULO XI.
Cuando nuestro Señor reprehende i Santa Marta,
dice: «Harta, Harta, tú estás muy solicita y te albo De la obediencia.
rotas por muchas cosas.» ¿Ves tú cómo si ella se hu Solamente la caridad nos pone en la perfección, pero
biera mostrado simplemente cuidadosa, no se hubiera la obediencia, la castidad y la pobreza son los tres gran
alborotado ; más por cuanto estaba demasiado cuida des medios para adquirirla. La obediencia consagra
dosa y inquieta, se congojó y alborotó, que es en lo que nuestro corazón, la castidad nuestro cuerpo, y la po
nuestro Señor la reprehende? Los ríos que mansa breza nuestros medios al amor y servicio de Dios. Es
mente corren por las llanuras, traen los grandes baje tas son las tres ramas de la cruz espiritual, todas tres
les y ricas mercancías , y las aguas que caen poco á fundadas sobre la cuarta, que es la humildad. No diré
poco en la campaña, la fecundan de yerba y de grano; nada destas tres virtudes, en cuanto son solemnemente
pero las torrentes y rios que con gran furia corren so votadas, y notocar esto sino asólos los religiosos; ni tam
bre la tierra, arruinan su comarca y son inútiles al poco en cuanto son simplemente votadas, por cuanto,
comercio, y asimismo las aguas vehementes y tempes aunque el voto da siempre muchas gracias y mereci
tuosas asuelan los campos y las praderías. Jamás obra mientos á todas las virtudes, para lo que yo pretendo
hecha con Ímpetu y congoja fué bien acabada. Las co no es necesario que sean ó no voladas, con tal que so
sas se han de acabar poco á poco, como dice el anti observen : porque, aunque siendo votadas (y principal
guo proverbio (a). Aquel que se da priesa (dice Salo mente solemnemente), ponen al hombre en estado de
món) corre peligro de tropezar y resbalar de pies. perfección, basta, no obstante esto, que sean observa
(«) ilfut áépecher toul telltmtnt. das para perücioiiarle; habiendo, no obstante esto, no
294 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
poca diferencia entre el estado de la perfección y la cia solemnemente votada al superior de su orden, se
perfección, pues que todos los obispos y religiosos es obligó por un voló simple á obedecer al padre Gracian;
tán en el estado de la perfección, y no por eso todos ó que sin voto nos dediquemos ala obediencia de al
están en la perfección, como se ve más de lo que justo guno ;— siempre esta obediencia se llama voluntaria á
fuera. Procuremos pues, Filotea, practicar bien estas razón de su fundamento, que depende de nuestra vo
tres virtudes, cada uno según su estado; porque, aun luntad y elección.
que ellas no nos pongan en el estado de perfección, Hase de obedecer á todos los superiores, á cada uno
nos darán, con todo esto, la misma perfección; y tam en aquello de que tiene cargo para con nosotros : co
bién estamos todos obligados á la práctica destas tres mo en lo que toca á la policía y cosas públicas se ha
virtudes, aunque no á practicarlas todos de una misma de obedecer á los príncipes ; á los prelados, en lo que
manera. toca á la policía eclesiástica ; en las cosas domésticas,
Hay dos suertes de obediencia : la una necesaria al padre, álamo, al marido; y cuanto á la direc
y la otra voluntaria. ción particular del alma, al maestro y confesor par
Por la necesaria debes con humildad obedecer á ticular.
tus superiores eclesiásticos, como al papa, al obispo, Haz que te ordene las acciones de piedad que de
al cura, y á aquellos que de su parte fueren puestos; bes observar tu padre espiritual, porque asi serán me
debes obedecer á tus superiores políticos, esto es, jores y tendrán doblada gracia y bondad : lo uno por
á tu principe y á los magistrados que el tal hubiere sí mismas, por ser piadosas; y lo otro por la obedien
establecido en tu tierra; debes también obedecer cia que las habrá ordenado, en cuya virtud seria
á tus superiores domésticos, como á tu padre, ma hechas. ¡Dichosos los obedientes, porque Dios no per
dre, amo y ama. Llámase pues esta obediencia ne mitirá nunca que se descaminen ni pierdan!
cesaria, por cuanto ninguno puede negarla á tales
superiores, habiéndolos Dios dado la autoridad de CAPITULO XII.
mandar y gobernar cada uno en aquello que le toca De la necesidad de la castidad.
mandarnos. Haz pues lo que los tales te mandaren,
pues esto es de necesidad; y si quieres perficio- La castidad es la flor de las virtudes : esta hace á los
narte, sigue aun sus consejos, y de la misma manera hombres casi iguales á los ángeles ; nada es hermoso
sus deseos y inclinaciones, con tal que la caridad y no acompañado de la limpieza, y la limpieza de los
prudencia te lo permita. Obedece cuando te man hombres es la castidad. Llámase la castidad honestidad,
daren cosa agradable, como comer, usar de alguna y su profesión honra. Llámase también integridad, j
recreación; porque, aunque parece que no es gran su contrario corrupción. Tiene, fuera desto, su gloría
de virtud el obedecer en tal caso, seria también el separada, por ser la hermosa y blanca virtud del alma
desobedecer no pequeño vicio. Obedece en las cosas y del cuerpo.
indiferentes, como traer tal ó tal vestido, ir por un ca Jamás nos es permitido dar á nuestros cuerpos nin
mino ó por otro, cantar ó reir, y esta será una obe gún impúdico placer, de ninguna manera que sea,
diencia de no poco merecimiento. Obedece en cosas di sino en un legítimo matrimonio, del cual la santidad
ficultosas, ásperas y rudas, y la tal será una obedien puede, poruña justa compensación, repararla falta
cia perfecta. Obedece, en fin, suavemente sin réplica, que causa la delectación. También en el matrimonio
prontamente sin tardanza, alegremente sin enfado, y se lia de observar la honestidad de la intención; por
sobre todo, obedece amorosamente por amor de aquel que, si hay alguna malicia en el deleite, no haya sino
que por amor de nosotros se hizo obediente hasta la honestidad en la voluntad.
muerte de la cruz, el cual (como dice san Bernardo) El corazón casto es como la madre-perla, que no
quiso más perder la vida que la obediencia. puede recibir ni una gota de agua no viniendo del cie
Para aprender fácilmente á obedecer á tus supe lo; y asi él no puede recibir ningún placer sino el del
riores , condeciende también fácilmente con la volun matrimonio, el cual es ordenado del cielo. Fuera desto,
tad de tus semejantes, cediendo á sus opiniones en lo no le es permitido ningún pensamiento deshonesto,
que no fuere malo, sin ser contencioso ni porfiado. voluntario y entretenido.
Acomódate de buena gana con los deseos de tus infe Cuanto al primer grado desta virtud, guárdale,
riores, cuanto la razón lo permitiere, sin usar con Filotea, de admitir ninguna suerte de deleite que sea
ellos de ninguna autoridad superior mientras fueren prohibido y defendido, como son aquellos que se re
buenos. ciben fuera del matrimonio ; de la misma manera en
Es manifiesto engaño el creer que si fuésemos re el matrimonio, cuando se usan fuera de la regla del
ligiosos ó religiosas obedeceríamos fácilmente, hallan matrimonio.
do dificultad en obedecer á los que Dios nos dio por Cuanto á lo segundo, te apartarás cuanto te sea po
superiores. sible de los deleites inútiles y supérfiuos, aunque lí
Llamamos obediencia voluntaria aquella á la cual citos y permitidos.
nos obligamos por nuestra propia elección, y la cual Cuanto á lo tercero, no pondrás toda tu afición en los
no nos es impuesta por ningún otro. No se escoge de placeres deleitosos que son mandados y ordenados,
ordinario el principe y el obispo , el padre y la ma porque aunque se hayan de usar los deleites necesa
dre, ni tampoco muchas veces el marido; pero escóge rios, esto es, los que miran (i) al fin y institución del
se bien el confesor, el maestro. Pongamos pues caso santo matrimonio, no por eso debemos atar á ellos el
que escogiéndole se haga voto de obedecerle, como corazón y el espíritu.
se ha dicho que la madre Teresa, fuera de la obedien- (1) el fin {Edición original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 293
En lo demás todos tienen gran necesidad desta vir zan, pasa fácilmente de la permisión á la disolución,
tud. Los que están en viudez deben tener una animo y del uso al abuso. Y como se ve que muchos ricos
sa castidad , y que no solo menosprecien los objetos hurtan, no por necesidad, sino por avaricia; asi también
presentes y futuros, pero que resistan ú las imagina se ve mucha gente casada desreglarse á los placeres
ciones que los placeres lícitamente recibidos en el ilícitos solo por intemperancia y lubricidad, no obs
matrimonio pueden producir en su espíritu ; los cua tante el legítimo objeto con el cual se debrian y po
les por esto son más fáciles á los atraimientos desho drían contentar; siendo su concupiscencia como un
nestos. A este propósito san Agustín encarece la pureza fuego ligero que va quemando á una parte y ¿ otra, sin
de su amado Alípio, el cual había totalmente olvidado asirse á ninguna parte. Es siempre peligroso el tomar
y menospreciado los deleites carnales, habiéndolos, no medicamentos violentos, por cuanto, si se toman más
obstante esto, experimentado en su juventud. Yes cierto de lo necesario, ó que no estén bien preparados, se
que mientras los frutos están enteros, pueden conser recibe gran daño. El matrimonio ha sido ordenado en
varse, unos sobre la paja, otros entre la arena, y otros parte para el remedio de la concupiscencia, y es sin
en su propio follaje; pero estando una vez decentados, duda un bonísimo remedio, pero violento y por el
es casi imposible el guardarlos, si no es en conserva de consiguiente, peligroso, si no se usa con discreción.
miel y azúcar. Así la castidad que no está aun tocada Añado á esto que la variedad de los negocios hu
ni violada, puede guardarse de muchas maneras ; pero manos, fuera de las grandes enfermedades de que
estando una vez sentida ó decentada, nada la puede suele ser causa, aparta muchas veces los maridos de
conservar sino una excelente devoción, la cual (como con sus mujeres. Por esto tienen los maridos necesi
ya he dicho muchas veces) es la verdadera miel y azú dad de dos suertes de castidad: la una por la abstinen
car del espíritu. cia absoluta que deben tener cuando están separados
Las virgines han menester una castidad extrema en las ocasiones que he dicho; y la otra por la mode
mente simple para despedir de su corazón toda suerte ración que deben observar hallándose juntos. Es cierto
de curiosos pensamientos, y menospreciar con un ab que santa Catalina de Sena vio entre los condena
soluto menosprecio toda suerte de placeres inmundos; dos muchas almas en extremo atormentadas por haber
los cuales verdaderamente no merecen ser deseados de violado la santidad del matrimonio; lo cual sucedió
los hombres, pues más que los hombres, son capaces (decia la misma santa), no por la grandeza del pecado,
dellos los jumentos y brutos. Guárdense pues estas al porque los homicidios y las blasfemias son más enor
mas puras de dudar que la castidad no sea incompa mes, sino por cuanto los que le cometen no hacen caso
rablemente mejor que todo aquello que la es incom del , y por el consiguiente continúan en él largo es
patible; porque (como dice el gran san Jerónimo) el pacio.
enemigo aprieta violentamente las virgines, provocán Bien ves tú pues que la castidad es necesaria átoda
dolas al deseo de la prueba de los deleites, representán suerte de gentes. «Seguid la paz con todos (dice el
doselos infinitamente más gustosos y regalados de lo Apóstol), y la santidad, sin la cual ninguno verá á Dios.»
que ellos son ; lo cual muchas veces las inquieta mu Porta santidad pues se entiende la castidad, como
cho, por cuanto (dice este santo padre) ellas tienen san Jerónimo y san Crisóstomo lo han bien notado. No,
por más dulce y gustoso aquello que ignoran. Porque, Filotea, ninguno verá á Dios sin la castidad; ninguno
como la pequeña mariposa, viendo la llama, va curio habitará en su santo tabernáculo, que no sea limpio de
samente volando al rededor della, por probar si es tan corazón ; y como dice el mismo Salvador, los sucios y
dulce como hermosa, y apretada ¿esta fantasía, no deshonestos serán desterrados, y bienaventurados los
cesa hasta que se pierde á la primer prueba ; asi la limpios de corazón, porque ellos verana Dios.
gente moza muy de ordinario se deja de tal manera
asaltar de la falsa y loca estimación que hacen del pla CAPITULO XIII.
cer de las llamas lascivas, que después de muchos Aviso para conservar la castidad.
curiosos pensamientos, se van en fin á arruinar y per
der : más locos en esto que la mariposa, por cuanto Estarás siempre, Filotea, pronta y aparejada á apar
esta tiene alguna ocasión de pensar que el fuego sea tarte de todos los caminos, halagos y cebos de la lu
regalado, pnes están hermoso; y ellos, sabiendo que bricidad, porque este mal crece insensiblemente, y
aquello que buscan es por extremo deshonesto, no de por pequeños principios hace progreso á grandes acci
jan por tanto de preferir la loca y brutal delectación. dentes. Mucho más fácil es el huirle que el sanarle.
Pero cnanto á los casados, es cierto (no obstante Los cuerpos humanos parecen álos vidrios, que no
que el vulgo no lo siente así) que les es muy nece pueden traerse tocándose los unos con los otros, sin peli
saria la castidad , por cuanto esta en ellos no consiste gro de romperse; y á los frutos, los cuales, aunque
en abstenerse absolutamente de los placeres carnales, enteros y en su sazón, no dejan de recebir gran daño
sino en el contenerse entre los placeres. Asi como tocándose los unos con los otros. El agua también, por
este mandamiento: «Enojaos, y no pequéis,» esa mi fresca que esté en un vaso, siendo tocada de algún
parecer más difícil que este: «No os enojéis,» y que animal terrestre no puede conservar largo espacio su
es antes más fácil el evitar la cólera que el reglalla; frescura. No permitas pues, Filotea, que ninguno te to
asi es también más fácil el guardarse de todo punto de que livianamente, ni por manera de burla ni juego;
los deleites carnales que el guardar en ellos la mo porque, aunque puede ser conservarse la castidad por
deración. Verdad es que la santa licencia del matrimo estas acciones antes livianas que maliciosas, no por
nio tiene una fuerza particular para apagar el fuego de eso deja de recebir mengua y detrimento la frescura y
la concupiscencia; mas la flaqueza de los que del go- flor de la castidad ; y cuanto al dejarse tocar desho
296 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Desfámenle, es siempre la total ruina de la castidad. labra de Dios es casta y hace á los que sa deleitan en
La castidad depende del corazón , como de su orí- ella castos : y así, la compara David al topacio, piedra
gen , pero mira al cuerpo como su materia. Por esto ; preciosa, la cual por su propiedad mitiga el ardor de la
pues se pierde por todos los sentidos exteriores del concupiscencia.
cuerpo, y por los pensamientos y deseos del corazón. Considérate siempre cerca de Jesucristo crucificado,
Imputlicidad es el mirar, oir, hablar, oler y tocar cosas espiritualmente por la meditación , y realmente por la
deshonestas, cuando el corazón se detiene y recibe santa Comunión ; porque, de la misma manera que los
en ello gusto; y san Pablo dice que, no solo (1 ) no se ha que descansan sobre la yerba llamada agnocasto se
de pensar en la fornicación, pero ni aun mentarla. Las hacen castos y honestos, de la misma manera , repo
abejas no solo no quieren tocar los cuerpos muertos, sando tu corazón en nuestro Señor, que es el verda
sino que huyen y aborrecen con extremo toda suerte dero Cordero casto y sin mácula , verás cuan presto ta
de hediondez y mal olor. La sagrada Esposa, en el Cán alma y tu corazón se hallarán purificados de toda lu
tico de los Cánticos, tiene sus manos que distilan mir bricidad y torpeza.
ra, licor preservativo de la corrupción ; sus labios son
de unrubipurpúreo.señal de la vergüenza de palabras; CAPITULO* XIV.
sus ojos de paloma, por causa de su limpieza; sus orejas De la pobreza de espirita observada entre las riquezas.
tienen zarcillos de oro, muestra de pureza; su nariz Bienaventurados los pobres de espíritu, porque po
semeja á los cedros de Libano, madera incorrupti seerán el reino de los cielos. Desventurados pues les
ble. Tal debe ser el alma (2) devota : casta, limpia y ricos de 'espíritu, porque poseerán la miseria del in
honesta de manos, de labios, de orejas, de ojos y de fierno. Rico es de espíritu aquel que tiene sus rique
todo su cuerpo. zas en su espíritu, ó su espíritu en sus riquezas. Pobre
A este propósito quiero traerte lo que el anciano pa es de espíritu aquel que no tiene ningunas riquezas en
dre Juan Casiano dice como pronunciado de la boca su espíritu, ni su espíritu en las riquezas. Los alciones
del gran san Basilio; el cual, hablando de sí mismo, hacen sus nidos cubiertos por todas partes , no dejan
dijo un dia : «Yo no sé lo que son mujeres; y con to do sino una pequeña abertura por arriba; háccnlosá
do eso, no soy virgen.» Verdaderamente la castidad se la orilla de la mar, pero tan Gimes y impenetrables,
puede perder de tantas maneras como hay deshonesti que aunque los cojan las ondas nunca puede entrarles
dades y lascivias ; las cuales, según son grandes ó pe el agua ; antes nadando siempre sobre ella , quedan en
queñas, las unas la debilitan , las otras la hieren y las medio de la mar, sobre la mar y dueños de la mar. Ta
otras de todo punto la matan. Hay otras pasiones, no corazón, amada Filotea, debe ser de la misma manen:
solo indiscretas, pero viciosas; no solo locas, pero abierto solo al cielo, y impenetrable á las riquezas y
deshonestas; no solo sensuales, pero carnales; y por cosas caducas. Si destas tuvieres abundancia, ten
estas la castidad queda por lo menos muy ofendida y tu corazón exento de la afición dellas ; de suerte que
interesada. Dije por lo menos, por cuanto muere y pe tenga siempre la parte superior, y que en medio de
rece do todo punto cuando las lascivias dan a la carne las riquezas esté sin riquezas, y se haga dueño, y no
el último efecto de placer deleitoso; porque entonces esclavo dellas. No pongas tu espíritu celeste en los
padece la castidad más indigna y desventuradamente bienes terrestres , sino sobre ellos , y no en ellos.
que cuando se pierde por la fornicación, y no solo por Diferencia hay entre tener ponzoña ó estar empon
la fornicación, pero por el adulterio y incesto : porque zoñado. Los boticarios tienen casi todos veneno para
estas últimas especies de torpezas no son sino pecados, servirse en ciertas ocurrencias , mas no por eso están
pero las otras (como dice Tertuliano en el libro de la venenosos; porque no tienen el veneno en el cuerpo,
Honestidad) son monstruos de iniquidad y pecado. sino en las boticas. Así puedes tú también tener rique
Casiano no cree, ni yo tampoco, que san Basilio tropeza zas sin estar emponzoñada dellas ; esto será si las tu
se en este desconcierto , cuando se acusa de no ser vieres en tu casa ó en tu bolsa, y no en tu corazón. Ser
virgen ; y así , pienso que no decia esto sino por los rico en efeto, y pobre de afición, es la gran dicha del
malos y viciosos pensamientos, los cuales aunque no cristiano, por cuanto por este medio tiene las comodi
hubiesen manchado su cuerpo, habían no obstante (3) dades de las riquezas para este mundo, y el merecí»
contaminado su corazón, cuya castidad celan en extre miento de la pobreza para el otro.
mo las almas generosas. Vemos, Filotea, que jamás ninguno querrá confe
No converses de ninguna manera con las personas sar ser avaro ; todos aborrecen esta bajeza y vileza de
deshonestas, principalmente si son también escandalo corazón ; excúsanse con lo que obliga el cargo de los
sas (como lo son casi siempre) ; porque, como los ca hijos, con que la sabiduría manda que se establezcan en
brones cuando tocan con la lengua los almendros dul medios y fuerzas. Jamás tienen demasiado , hállause
ces los vuelven amargos, así estas almas hediondas y siempre necesitados de tener aun más ; y asimismo los
corazones infectados no hablan á nadie, ni del uno más avaros, no solo no confiesan serlo, mas ni aun
ni otro sexo , que no le hagan apartarse algo de la ho piensan en sus conciencias que lo son : porque la ava
nestidad. Tienen los tales el veneno en los ojos y en el ricia es una (4) fiebre prodigiosa, la cual se hace tanto
aliento, como los basiliscos. más insensible cuanto es más ardiente y violenta. Moisés
Tratarás pues las gentes castas y virtuosas; pensarás vio el fuego sagrado que quemaba una zarza, sin que de
y leerás á menudo en las cosas sagradas, porque la pa- ninguna manera la consumiese Pero al contrario, el
(1) se ba de pensar (Edición original.) fuego profano de la avaricia consume y acaba los ava-
(2) casta, limpia [lil.)
¡3) contraminado (ti.) (4) figura prodigiosa, [Edición original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 597
lientos, sin que de ninguna manera les queme, ó por poner en tu corazón la riqueza y la pobreza juntas, nn
lo menos, en medio de su ardor y calor más excesivo les grande cuidado y un grande menosprecio de las cosas
parece que su alteración insaciable es una sed natural temporales.
y suave. Ten mucho más cuidado que los mundanos tienen,
Si deseares largo espacio con ansia y inquietud los en que tus riquezas sean más útiles y provechosas. Di-
bienes que no tuvieres, aunque te parezca que así no me: los jardineros de los grandes príncipes ¿no se mues
los deseas injustamente, no por eso dejarás de ser avaro. tran más cuidadosos y diligentes en el cultivar y her
Aquel que desea con ansia mucho tiempo y con inquie mosear los jardines que tienen á cargo, que si fuesen
tud el beber, aunque el tal no quiera beber sino agua, suyos propios ? Y ¿ por qué hacen esto ? Por cuanto sin
no d<>ja por eso de dar muestras de tener accidente. duda consideran estos jardines como jardines de reyes
No sé, Filotea, si es un deseo justo el desear tener y príncipes, á los cuales desean agradar por tales servi
justamente lo que otro posee justamente, porque pa cios. Amada Filotea, las posesiones que tenemos no son
rece que por este deseo nos queremos acomodar por la nuestras : Dios nos las ha dado paraque las cultivemos, y
incomodidad ajena. Aquel que posee un bien justa quiere que las hagamos fructuosas y útiles; y por esta
mente, no tiene más razón de guardarle justamente, razón le agradamos en tener cuenta dolías.
que nosotros de desearle justamente. ¿Por qué pues Mas es necesario quo este sea un cuidado mayor y
alargamos nuestro deseo ú su comodidad para privarle más sólido que el que los mundanos tienen de sus bie
della ? Por lo menos, si este deseo es justo , no será ca nes, porque los tales no se embarazan sino por amor
ritativo ; porque nosotros no quemamos de ninguna dellos mismos, y nosotros debemos trabajar por amor
manera que ninguno desease (aunque justamente) lo de Dios. Como el amor pues de sí mismo es violento,
que nosotros queremos guardar justamente. Este fué inquieto y alborotado ; así el cuidado que del resulta
el pecado de Acáb, que quiso tener justamente la viña está lleno de desasosiego, inquietud y desabrimiento. Y
de Naboth, el cual la quería aun más justamente como el amor de Dios es dulce, suave y apacible, así el
guardar ; deseóla con ansia niuclio tiempo y con in cuidado que procede del (aunque este sea por los bie
quietud, y por esto ofendió á Dios. nes del mundo) es amigable, dulce y apacible. Tenga
Procura, Filotea, desear los bienes del próximo mos pues este cuidado apacible de la conservación , es
cuando comenzare á desear dejarlos, porque enton to es, del aumento de nuestros bienes temporales,
ces su deseo hará el luyo, no solo justo, pero caritati cuando se presentare alguna justa ocasión , y cuando
vo; que bienquiero procures acrecentar tus medios y nuestro estado lo requiera, porque Dios quiere que ha
facultades, con tal que esto sea mansa y caritativa gamos esto por él.
mente. Pero tendrás cuenta que el amor propio nn te engañe,
Si amas con extremo los bienes que tienes, y para porque á veces este contrahace tan bien el amor de Dios
esto andas siempre muy embarazada poniendo en ellos que dirían que es el mismo. Para estorbar pues que no
tu corazón, y asida á tus pensamientos, temiendo con te engañe, y que este cuidado de los bienes temporales
un vivo miedo el perderlos, créeme que tienes alguna no se convierta en avaricia, fuera de lo que he dicho en
suerte de accidente ; porque los que le tienen beben el capitulo precedente, nos es necesario praticar muy á
el agua que les dan con una cierta ansia, con una menudo la pobreza real y efectual en medio de todas las
suerte de atención y gusto, lo cual falta en los que es facultades y riquezas que Dios nos ha dado.
tán «anos. Es imposible agradarse mucho de una cosa Deja pues siempre alguna parte de tu hacienda , dán
sin tenerla mucha afición. dola de buena gana á los pobres y necesitados, porque
Si te sucediere perder hacienda y conocieres que tu dar lo que se tiene es empobrecerse de otro tanto; y
corazón se atormenta y aflige mucho, créeme, Filotea, cuanto más darás, tan tomas te empobrecerás. Verdad es
qae la tenias mucha afición ; porque nada atestigua que Dios te lo volverá, no solo en el otro mundo, pero
tanto la afición para con la cosa perdida como la aflic en este, con grande abundancia; porque no hay cosaque
ción de la pérdida. tanto haga prosperar temporalmente como la limosna; y
No desees pues con nn deseo entero y formado los esperando que Dios nucstroseñor te lo vuelva, te habrás
bienes que no tienes. No arraigues tu corazón dema ya empobrecido de otro tanto como hubieres dado.
siado en los que tienes. No te aflijas per las pérdidas que ¡Oh cuan santa y rica pobreza es la que viene de la li
te sobrevinieren; y así darás algún indicio de creer mosna!
que siendo rica en efecto, no lo eres de afición ; sino Ama los pobres y la pobreza, porque por este amor te
que eres pobre de espíritu, y por consiguiente, bien harás verdaderamente pobre, pues, como dice la Escri
aventurada, pues como á tal te pertenece el reino de tura : «Nosotros somos hechos como las cosas que ama
los cielos. mos.» El amorigualalosamantes.«¿Quiénestá enfermo,
con el cual no esté yo enfermo?» dice san Pablo. Podía
CAPITULO XV.
decir : ¿Quién está pobre, con el cual no esté yo pobre?
Cómo ie ba de praticar la pobreta real, quedando con todo eso Y esto por cuanto el amor le hacia semejante á los que
realmente ricos.
amaba. Si amares pues los pobres , tu serás verdadera
El pintor Parrasio pintaba el pueblo ateniense por mente participante de su pobreza, y pobre como ellos.
una invención muy ingeniosa, representándole de un Si amas pues los pobres, trátalos á menudo; toma
natural diverso y variable, colérico, injusto, inconstan gusto en que te visiten y en visitarlos ; convérsalos de
te, cortés, clemente, misericordioso, altivo, glorioso, buena gana, huélgate de que se alleguen áti en las igle
humilde, arrogante y fiero, y todo esto junto. Pero yo, sias, en las calles y en cualquier parte. Sé pobre de len
amada Filotea , querría hacer aun mis, porque querría gua con ellos, habiéndoles como compañero; pero sé rica
298 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
de manos, repartiéndoles de tu hacienda, como más derle ; y al contrario, por cuanto el pelo de las manos
abundante delta. de Esaú estaba asido al pellejo (el cual de su natural
¿Quieres hacer aun más, querida Filotea? No te con tenia todo cubierto de bello), quien se le hubiese que
tentes con ser pobre como los pobres, sino que seas rido arrancar le hubiera causado no poco dolor: yo
más pobre que ellos. ¿Cómo pues podrá ser esto? El aseguro que hubiera bien gritado y opuéstuse á la
criado es menos que su amo ; hazte pues criada de los defensa.
pobres : velos á servir en sus camas cuando están en Cuando nuestras haciendas ocupan nuestros corazo
fermos, y esto se entiende con tus propias manos; sé nes, si la tempestad, si el ladrón, si el tramposo nos
su cocinera á tu propia costa. O Filotea mia, este arrebata alguna parte della, ¡qué llantos, qué aflicio-
servicio es digno de más triunfo que el gozar de un nes, qué impaciencia tenemos! Mas cuando nuestras
espacioso reino. No puedo acabar de maravillarme del riquezas no están asidas sino al solo cuidado que Dios
fervor con que praticó este aviso uno de los mayores manda que tengamos, y no á nuestros corazones, si nos
reyes que ha descubierto el sol ; digo gran rey en toda las roban ó menguan, no por eso perderemos el juicio
suerte de grandeza. Servia muy á menudo á la mesa de ni la tranquilidad.
los pobres que él sustentaba, y hacia venir ala suya tres Esta es la diferencia de las bestias y de los hombres
casi todos los dias, y muchas veces comia loque les so cuanto á sus vestidos, porque los vestidos de las bes
braba, con un amor increible. Cuando visitaba los tias están asidos á la carne, y los de los hombres solo
hospitales (lo cual hacia muy á menudo) se ponia á ser aplicados al cuerpo, de suerte que se los puedan poner
vir á los que tenían males más horribles, como lepro y quitar cuando quieran.
sos y acancerados y otros semejantes. Servíales descu
bierto y de rodillas, respetando en su persona el Salva CAPITULO XVI.
dor del mundo, y acariciándoles con un amor tan tier l'ara praticar (2) la pobreza de espirita en medio la pobreta real-
no como pudiera una madre á su hijo. Santa Isabel,
hija del rey de Hungría, conversaba ordinariamente con Si fueres realmente pobre, querida Filotea, sélo
los pobres ; y para recrearse se vestía algunas veces de también de espíritu. Haz de necesidad virtud, y apro
pobre mujer, acompañada de sus damas , diciéndolas : véchate desta piedra preciosa de la pobreza , pues tiene
«Si yo fuera pobre, yo me vistiera ansí. ¡Oh buen Dios, no pequeño valor. Su lustre no es descubierto en este
querida Filotea, y cómo este príncipe y esta princesa mundo, mas no por eso deja de ser en extremo her
eran pobres en sus riquezas y ricos en su pobreza ! moso y rico.
Dichosos son los que así son pobres, porque les per Ten paciencia , pues gozas de buena compañía.
tenece el reino de los cielos. «Yo he tenido hambre, Nuestro Señor, nuestra Señora, los apóstoles, tan
turne la has satisfecho; yo he tenido frió, tú me has tos santos y santas han sido pobres, y pudiendo ser
vestido ; poseed el reino que os está preparado desde ricos, han menospreciado el serlo. ¡Cuántos mundanos
la constitución del mundo, » dirá el Rey de los pobres hay que con no pocas contradiciones ni menos cuida
y de los reyes el dia del juicio. do han salido á buscar la santa pobreza , asi en los
No hay ninguno que en ocasiones no tenga alguna monasterios como en los hospitales, trabajando con
necesidad y falta de comodidades. Sucede algunas ve todas veras por hallarla! Dígalo san Alejo, santa Paula,
ces venirnos un huésped, á quien querríamos y de- san Paulino, santa Angela y otros muchos. Y lo que
briamos regalar y agasajar ; esnos por entonces imposi más (considerado) debrias estimar es, que la pobreza
ble. Tenemos nuestros vestidos y galas en una parte ; y tan buscada de tantos santos, ella misma te viene á
liabríamoslas menester en otra, donde deseábamos buscar y á salir al camino, hallándola sin pena ó tra
lucirnos. Sucede que todos los vinos de la cava se ma bajo alguno. Amala pues como á amiga amada de Jesu
lean y enturbian, sin que queden sino los peores. Ha- cristo, el cualnació, vivió y murió con ella, siendo su
llámonosen el campo(l)en una bicoca donde todo falta; querida todo el tiempo que vivió (a).
no tenemos cama ni aposento, mesa ni ropa blanca. Tu pobreza, Filotea, tiene dos grandes privilegios,
En ün es cosa fácil el tener muchas veces necesidad de por cuyo medio puede traerte no poco merecimiento.
alguna cosa, por ricos que seamos. Esto es, pues, ser El primero es el no tenerla por tu elección, sino por
pobres en efeto de aquello que nos falta. No te pese, la sola voluntad de Dios, que te ha hecho pobre , sin
Filotea, destos acaecimientos; recíbelos de buena ga que haya habido alguna ocurrencia de tu propia volun
na, y súfrelos con alegría. tad. Lo que recebimos pues puramente de la volun
Cuando te sobreviniere algún infortunio que te em tad de Dios, le es siempre muy agradable, con Ul
pobrezca poco ó mucho, como suelen hacer las tem que lo recibamos de buena gana y por amor de su
pestades, los fuegos, las grandes avenidas, las esteri santa voluntad. Donde hay menos nuestro, allí hay
lidades, los latrocinios ó los pleitos, entonces es el más de Dios. La simple y pura aceptación de la volun
verdadero tiempo de praticar la pobreza, sufriendo tad de Dios hace al sufrimiento en extremo puro.
con mansedumbre estos trabajos, y acomodándose pa El segundo privilegio desta pobreza es el ser una
ciente y constantemente á estas pérdidas. Esaú se pre pobreza verdaderamente pobre. Una pobreza alabada,
sentó á su padre con las manos todas cubiertas de pelo, acariciada, estimada, socorrida y asistida, esta tal no
y Jacob hizo lo mismo ; mas, porque el pelo que cubría deja de tener en sí alguna riqueza , ó por lo menos no
las manos de Jacob no estaba asido al pellejo, sino á es del todo pobre; pero una pobreza desechada, abor
sus guantes, fácilmente podrían quitársele sin ofen-
(2) la riqueza de espíritu {C-D. — La rlckesse d'spril, dice d
(1) en alguna renta donde (C-D. - Bieeca es castillejo, forti lí'\lo trances.)
ficación pequeña y de poca defensa.) la) ijiu ¡ut ja nourrice IMt sa vit, escribió el Santo.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 299
recula y abaldonada , esta tal es verdaderamente pobre bre el acónito, de que es abundante esta región, — así
za. Tal es pues de ordinario la pobreza de los segla la amistad fundada sobre la comunicación de falsos y
res; porque, como los tales no son pobres por su elec viciosos bienes, es de todo punto falsa y mala.
ción, sino por necesidad , no hacen mucho caso dellos; La comunicación de los vicios camales es una reci
y por cuanto son desestimados, su pobreza es más proca propensión y cebo bruto, la cual no puede ni de
pobre que la de los religiosos. Bien es verdad que esta be tener nombre de amistad entre los hombres, más
tiene una muy grande excelencia, mucho más digna que la de los jumentos y caballos en semejantes efec
de estimación, y esto por causa del voto y de la inten tos. Y sino hubiera ninguna otra comunicación entre
ción por la cual ha sido escogida. los casados, tampoco habría ninguna amistad; mas
No te quejes pues, amada Filotea, de tu pobreza, por cuanto fuera desta tienen la comunicación de la
porque nunca nos quejamos sino de aquello que nos vida, de la industria, de los bienes, de la afición y de
desagrada; y si te desagrada la pobreza, no serás po una indisoluble fidelidad, es la del matrimonio una
bre de espíritu, sino rica de aGcion. amistad verdadera y santa.
No te aflijas si no fueres tan bien socorrida como La amistad fundada en la comunicación de los place
habrías menester, porque en esto consiste la excelen res sensuales es de todo punto grosera, y indigna del
cia de la pobreza. Querer ser pobre, y no recebir nin nombre de amistad , como también la que se funda en
guna incomodidad, antes es una muy grande ambi virtudes frivolas y vanas, por cuanto estas virtudes
ción, porque entonces es querer tener la honra de la dependen también de los sentidos.
pobreza y la comodidad de las riquezas. Llamo placeres sensuales los que están asidos inme
No tengas vergüenza de ser pobre ni de pedir la li diatamente y principalmente á los sentidos exteriores,
mosna por caridad ; recibe la que te dieren con humil como el placer de ver una hermosura, de oír una dulce
dad, y acepta el rehusártela con mansedumbre. Acuér voz, ó la de varios instrumentos, y otros semejantes.
date i menudo del camino que nuestra Señora hizo á Virtudes frivolas llamo ciertas habilidades y calida
Egipto, llevando á su amado Hijo, y cuánto menospre des vanas, á quien los juicios apocados llaman virtudes
cio , pobreza y miseria la convino sufrir. Si tú vivieres y perfecciones. Si oyes hablar la mayor parte de las
asi, tú serás rica en tu pobreza. mujeres y de la gente moza, verás que dirán siempre:
Fulano es muy virtuoso, tiene muchas perfecciones;
CAPITULO XVII. danza bien, juega bien á todas suertes de juegos, vís
tese bien, canta bien, tiene buen talle; y desta ma
De la amistad , y primeramente de ta mala y frivola. nera tienen las mas veces á los charlatanes por los
El amor tiene el primer lugar entre las pasiones del más virtuosos, siendo estos bufones y hombres ju
alma; este es el rey de todos los movimientos del co glares. Como todo esto pues mira á los sentidos, así
razón, el cual convierte todo lo demás en si, y nos también las amistades que de aquí resultan, se lla
hace tales cual es la cosa amada. Ten cuenta, pues, man sensuales, vanas y frivolas, y merecen antes el
Filotea, de no tener ningún mal amor, porque á la nombre de locuras que de amistades. Estas son de or
misma hora serás tú también de todo punto mala. La dinario las amistades de la gente moza, fundada solo
amistad pues es el más peligroso amor de todos, por en el mostacho relevado, en el cabello crespo, en las
que los otros amores pueden ser sin comunicación; miraduras lascivas, en los vestidos de gala, y en la
pero como la amistad está totalmente fundada sobre charlatanería y discursos vanos; amistades dignas de
ella, es casi imposible tenerla con una persona sin los amantes, que no tienen ninguna virtud sino en
participar de sus calidades. apariencia, ni ningún juicio sino en agraz. Tales amis
i. Todo amor no es amistad , porque podemos amar tades no son sino de paso, y así se acaban y deshacen
sin ser amados, y entonces hay amor, pero no amis como la nieve al sol.
tad ; y esto por cuanto la amistad es un amor recíproco,
y cosiendo reciproco, ya no es amistad. CAPITULO XVIII.
2. Y aun no basta que sea recíproco, sin que las De los amores vanos (a).
partes que se aman sepan su reciproca afición ; porque
si estas la ignoran, tendrán amor, mas no amistad. Cuando estas amistades locas se practican entre gen
3. Es menester con esto que haya entre ellas alguna te de diverso sexo y sin pretensión de matrimonio, se
suerte de comunicación, que sea el fundamento de la llaman amores vanos, porque no siendo sino ciertos
amistad. abortos ó fantasmas de amistad, no pueden tener el
Según la diversidad de las comunicaciones, la amis nombre de amistad ni de amor verdadero, por su in
tad también es diversa , y las comunicaciones son dife comparable vanidad y imperfección. Por estas pues
rentes, según la diferencia de los bienes que se comu los corazones de los hombres y de las mujeres quedan
nican. Si estos son bienes falsos y vanos, la amistad presos, empeñados y entretejidos los unos con los olios
es falsa y vana; si son verdaderos, la amistad será ver con vana y loca afición, fundada sobre frivola comuni
dadera; y cuanto más excelentes fueren los bienes, cación y errados entretenimientos, de los cuales he ha
tanto más excelente será la amistad : porque, asi como blado arriba. Y aunque estos amores locos paran de
la miel es más excelente cuando se coge de las flores ordinario y se abisman en carnalidades y lascividades
más exquisitas, así el amor fundado sobre una más deshonestas, no por eso es este el primer designio de
exquisita comunicación es el más excelente ; y como los que los ejercen, porque entonces ya no serian vanos
hay miel en Heraclia del Ponto que es venenosa y vuel amores , sino deshonestidad y fornicación manifiesta,
ve locos á loo que della comen, por cuanto se coge so- (o) DnamourcUcs.
300 OBIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Asimismo se pasarán á veces muchos años sin qne su piensas hacer? ¿Dar amor? No. Mas nadie da de buena
ceda entre los que son tocados desta locura ninguna gana que no tiene lo necesario. Quien gana, es gañi
cosa que sea directamente contraria á la castidad del do en este juego. La yerba aproxis recibe y concibe íl
cuerpo, no alargándose los tales á más que comuni fuego luego que le ve: nuestros corazones soudeb.
carse los corazones con deseos, suspiros, ternezas y misma manera ; porque luego que ven un alma infla
otras semejantes boberias y vanidades , haciéndolo por mada de amor por ellos, al mismo punto se abrasaa
diversas pretensiones. Los unos no tienen otro desi- por ella. Diráme alguno que bien querrá tomar ó reci
nio sino el satisfacer y hartar sus corazones, enamo bir amor, pero no mucho. ¡ Ah pobre de tí, y cómo le
rando así los ajenos como los propios , siguiendo en engañas! que este fuego de amor es más activo y pene
esto su amorosa inclinación. Estos no miran otra cosa trante de lo que te parece. Entenderás no recibir sino
en la elección de sus amores sino ú su gusto y instinto, una centella; pero espantaste no poco de ver que en un
pues luego que se les ofrece algún sugeto agradable, momento se habrá apoderado de todo tu corazón, redu
sin examinar su interior ni calidad, comienzan esta co cido en ceniza todas tus resoluciones, y en humólo
municación de amor, metiéndose voluntariamente en reputación. El Sabio se lamenta: «¿Quién tendrá com
su miserable red, de lo cual para salir después habrán pasión de un encantador picado de la serpiente?» Y jo
de padecer no pequeño trabajo. Otros se dejan llevar me lamento después del : ¡Oh locos y desatinados! ¿pen
desta locura por vanidad , pareciéndolcs qne no es pe sáis encantar al amor para poderle manejar á vues
queña gloria el prender y ligar los corazones con amor; tro apetito? ¿Quereisos burlar con él ? El os montó?
y estos, como hacen su elección por vanagloria, echan picará hasta lo vivo. ¿ Sabes tú pues lo que diráades-
sus anzuelos y tienden sus redes en lugares espacio pues ? Todos se burlarán de tí , y se reirán de qne ta
sos, relevados, raros y ilustres. Otros se dejan llevar yas querido encantar al amor, y de que debajo de m
tanto por su inclinación amorosa como por su vani falsa seguridad bayas alojado en tu seno una culebra
dad, y juntan estas dos cosas; y así, aunque estos ten tan peligrosa , la cual te ha echado á perder y des
gan el corazón inclinado al amor, no por eso quieren truido alma y honra.
emprenderle sin alguna ventaja de gloria. Estas amis ¡Oh Dios, y qué ceguera es esta! querer jugara! fiado
tades son todas malas, locas y vanas. Malas por cuanto sobre prendas tan frivolas la principal pieza de nuestra
á la fin se terminan y acaban en el pecado de la carne, alma! Si, Pilotea: esto es así, porque Dios no quiere
y que las tales roban el amor, y por consiguiente el al hombre sino por el alma , ni el alma sino por
corazón á Dios, á la mujer y al marido, en quienes de voluntad, ni á la voluntad sino por el amor. Fuen
bía estar. Locas, por cuanto no tienen fundamento ni desto, no tenemos ni con mucho harto amor, astro el
razón. Vanas, porque no traen ningún provecho, hon que habíamos menester; quiero decir , que nos lilla
ra ni contento; antes por el contrario, pierden el tiem amor en infinito para el que debriamos tener paraanat
po y embarazan la honra, sin dar ningún gusto, sino a Dios , y no obstante esto , le desperdiciamos y derra
el de una ansia de pretender y esperar, sin saber lo mamos en cosas locas, vanas y frivolas, como si tu
que se quieren ni lo que se pretenden ; porque les pare viéramos demasiado. Nuestro Dios , como quien se
ce siempre á estos apocados y flacos ánimos, que hay reservó para si el solo amor de nuestras almas en re
un no se qué, digno de desear en las muestras que les conocimiento de su creación , conservación y reden
dan de recíproco amor ; sin que sepan decir qué sea . i ción, nos pedirá cuenta bien estrecha destos nuestros
razón de que su deseo no se termine jamás, sino que locos placeres; que si sabemos que ha de hacer un
antes aumentándose siempre , los aprieta el corazón axacto examen aun de las palabras ociosas, ¿qué hará
con perpetua desconfianza, inquietud y celos. de las amistades ociosas, impertinentes, locas y perni
San Gregorio Nazianzeno, escribiendo contra las ciosas?
mujeres vanas, habla maravillosamente sobre este su El nogal daña grandemente las viñas y campos donde
jeto. Esta es una pequeña parte, y buena para en está plantado, que, como es tan grande, tira ásítoda
trambos sexos : «Tu natural hermosura basta para tu la virtud de la tierra, la cual no puede después bastar
marido ; que si esta es para muchos hombres como una al nutrimento de las demás plantas. Su hoja es tan es
red tendida para una tropa de pájaros, tal verás que pesa, que hace una sombra grande y cerrada, tirando
te agrade, á quien también agradará tu hermosura. á sí los pasajeros ; los cuales, por coger de su fruto, da
Entonces pagarás una ojeada con otra y un semblante ñan y pisan su contorno. Estos amores vanos hacen te
con otro, siguiendo luego las risas y dichos amorosos, mismos daños al alma, porque la ocupan de manera I
arrojados al principio á hurto; pero domesticándose, tiran con tanta fuerza sus movimientos, que quid*
bien prestóse pasará á manifiestas desenvolturas. Guár después imposibilitada de ninguna buena obra. Sus
date bien , o lengua mia parlera , de decir lo que des hojas, esto es, sus entretenimientos, divertirme;1105
pués sucederá ; con todo eso, no dejaré de decir esta y atraimientos son tan frecuentes, que disipan y pie'"
verdad. Ninguna cosa de cuantas la gente moza dice y den todo el tiempo ; y en fin , tiran á sí tantas tentacio
hace en estas juntas y locos discursos está libre de nes, distraimientos, sospechas y otras consecuencia
agudos anzuelos, que tiran y llaman á mil viciosos que tienen todo el corazón destruido y dañado. Y últi
enredos ; todas las patrañas destos que se llaman ena mamente, digo que estos amores vanos destierran, no
morados están eslabonadas la una con la otra , y se si solo al amor divino, mas también el temor da Dioí,
guen ni más ni menos que un hierro tocado de ia pie debilitan el espíritu, menguan la reputación; son,
dra imán , que tira á sí consecutivamente otros mu en una palabra, el juguete de los corazones, mas son
chos.» la peste dellos (a).
i Oh qué bien dice este gran obispo ! ¿Qué es lo que («) Le joicties court, mais le peste det coeurs, dietó el Sisn.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA; 301
que caminan por el llano no' han "menester darse la
CAPITULO XIX. mano, sino los que se hallan en caminos ásperos y
De las verdaderas amistades. escabrosos, porque entonces se asen y ayudan los
unos á los otros para caminar con más seguridad; así
Amarás á todos, Filolea mía , con un amor grande y los que están en las religiones no tienen necesidad de
caritativo, pero no tendrás amistad sino con aquellos particulares amistades, sino los que están en el inun
que puedan comunicar contigo cosas virtuosas ; y cuan do , para ayudarse y socorrerse los unos á los otros en
to más exquisitas serán las virtudes que comunicares, el pasaje de tantos peligrosos pasos. En el mundo no
tanto más será tu amistad perfecta. Si comunicas las todos conspiran á un mismo fin, ni todos tienen un
ciencias, tu amistad será sin duda digna de alabanza; mismo juicio. Menester es pues, sin duda, ponerse
y más si comunicas las virtudes, como la prudencia, aparte y hacer amistades según nuestra pretensión;
discreción, fuerza, justicia. Pero si tu reciproca comu y esta particularidad hace una parcialidad, pero par
nicación fuere de la caridad, de la devoción y de la per cialidad santa; la cual no hace ninguna división, sino
fección cristiana, ¡oh, buen Dios, y cuan preciosa será tu la del bien y el mal, de las ovejas y las cabras, y de
amistad! Será excelente porque viene de Dios, excelen las abejas y los zánganos : separación necesaria.
te porque mira á Dios, excelente porque su atadura es No se puede negar que nuestro Señor no amase con
Dios, y excelente porque durará eternamente en Dios. una más dulce y especial amistad á san Juan, Lázaro,
¡Oh cuan bueno es amar en la tierra como se ama en el Marta y Madalena, porque la Escritura nos lo mues
cielo, y aprender á querernos en este mundo como ha tra. También se sabe que san Pedro amaba tierna
remos eternamente en el otro! Y no trato del amor sim- mente á san Múreos y santa Petronila, como san Pa
p\e de caridad, porque este debemos tener á todos los blo también á su Timoteo y santa Tecla. San Grego
hombres; solo hablo de la amistad espiritual , por la rio Nazianzeno se precia cien veces de la sin igual
cual, dos ó tres ó más almas se comunican su devoción, amistad que tuvo con san Basilio el Magno, y le escribe
sus deseos espirituales, y se hacen entre ellas de un desta suerte: «No parece sino que en nosotros dos no
solo espíritu. Con justa razón podrán cantar estas di » hay sino una sola alma en dos cuerpos; que si no se
chosas almas : «¡Oh cuan bueno y cuan agradable es n lia de creer á los que dicen que todas cosas están en
el habitar los hermanos juntos!» Si, porque el bál ■ «todas cosas, no por eso hemos de dejar dedarcré-
samo regalado de la devoción, distilado de uno en otro I » dito á que entrambos á dos estamos en el uno de los
corazón por una continua participación , se puede decir » dos y el uno en el otro. Una sola pretensión tene
que Dios derrama sobre esta amistad su bendición y smos entrambos , que es de cultivar la virtud yaco-
la vida hasta los siglos de los siglos. « niodar losdesinios de nuestra vidaá las esperanzas
Paréceme que todas las otras amistades no son sino «futuras, saliendo así fuera déla tierra mortal antes
sombras, comparadas con esta ; ni sus ligaduras sino «del morir.» San Agustín nos muestra cómo san Am
cadenas de vidro ó frágil barro, para con las liga brosio amaba únicamente á santa Ménica por las raras
duras de la santa devoción, que son todas de oro. virtudes que vía en ella, y que ella recíprocamente le
No hagas pues amistades de otra manera : quiero amaba como á un ángel de Dios.
decir, de las amistades que tú hicieres ; porque no Mas no tengo razón de detenerme y embebecerte en
se debe por esto dejar ni menospreciar las amistades cosa tan clara. San Jerónimo, san Agustín, san Grego
que la naturaleza y las precedentes obligaciones te rio, san Bernardo y todos los mayores siervos de Dios,
obligan á entretener, como de los parientes , de los han tenido particulares amistades sin daño de su per
aliados, de los bienhechores , de los vecinos y otros; fección. San Pablo reprehendiendo el abuso de los gen
solo hablo de las que tú por tu elección escoges. tiles, los acusa de haber sido gente sin afición ; esto
Muchos te dirán (podrá ser) que no se ha de te es, queno tenían ninguna amistad. Y santo Tomás,
ner ninguna suerte de particular afición ni amistad, como todos los buenos filósofos, confiesa que la amis
por cuanto estas ocupan el corazón, distraen el es tad es virtud. Habla de la amistad particular, pues
píritu y engendran las pesadumbres; mas engáñanse como dice : « La perfecta amistad no puede extenderse
en su consejo : que como han visto en los escritos de á muchas personas.» La perfección pues no consiste en
muchos santos y devotos autores que las amistades no tener amistad, sino en no tenerla sino buena,
particulares y aficiones extraordinarias dañan infinito sauta y sagrada.
á los religiosos, piensan que se entiende lo mismo
CAPITULO XX.
coa todos los demás del mundo. Pero la diferencia
es grande : porque, debajo de que en un monasterio De la diferencia que hay entre las verdaderas
y vanas amistades.
bien reglado el disinio común de todos mira á la de
voción, no es necesario el hacer particulares comu Aquí tienes pues, Filotea mia, el más principal
nicaciones (de miedo quo buscando en particular lo aviso de cuantos puedo darte cerca deste sujeto. La
que es común, no se pase de las particularidades á las miel de Heraclia, que es venenosa, parece á la otra
parcialidades); pero cuanto á los que están entre los que es saludable. Gran peligro pues se corre de tomar
mundanos y que abrazan la verdadera virtud, les la una por la otra, y de tomarlas mezcladas; porque la
es necesario el alentarse los unos á los otros con una bondad de la una no imriidiria la malignidad de la
santa y sacra amistad, porque por este medio se ani otra. Menester es pues tener cuenta para que no te en
man, se ayudan y se encaminan al bien. Y como los gañes en estas amistades, principalmente cuando estas
•son el juguete de las cortes, mas la peste de los corazones,» tra- son entre personas de diverso sexo, debajo de cual
di'o coa acierto Cabillas. quier pretexto que sea; porque en un momento Sa
302 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Unas hace volver la casaca á los que aman. Comienzan da, cerrará las orejas por no oirel grito del pavón y
por el amor virtuoso , pero si no hay mucha pruden la voz del encantador que la quiete encantar con fi
cia, bien presto se mezclará el amor frivolo, después nezas; que si le oye, ¡oh Dios, y qué mal agüero!
el amor sensual, y después el amor carnal. Yaunde porque lo será sin duda de la futura pérdida de su
la misma manera hay peligro en el amor espiritual, si corazón.
no se tiene buena cuenta ; aunque en este sea más La gente moza, que hacen señas, finezas y caricia»,
difícil la mudanza, por cuanto su pureza y blandura ó dicen palabras en las cuales no querrían ser oídos
dan mejor á conocer las manchas con que Satanás pro de sus padres, madres, maridos, mujeres ó confesores,
cura amancillar las almas. Por esto pues cuando lo muestran que tratando cosa ajena del honor y la con
intenta es con tanta fineza, que procura hacer deslizar ciencia. Nuestra Señora se turbó viendo un ángel en
ú las deshonestidades casi insensiblemente. forma humana, porque estaba sola, y que la decia
Conocerás la amistad mundana entre la santa y vir extremas, aunque celestes, alabanzas. ¡O Salvador del
tuosa, como se conoce la miel de Heraclia entre la mundo, la pureza teme un ángel en forma humana!
otra. La miel de Heraclia es más dulce á la boca que ¿Por qué pues la inmundicia no temerá un hombre,
la ordinaria, por causa del acónito, que la da aun ma aunque estuviese en figura de ángel, cuando la alaba
yor dulzura; y la amistad mundana produce ordi con alabanzas sensuales y humanas?
nariamente gran cantidad de palabras azucaradas,
CAPITULO XXI.
una junta de ciertos motes apasionados , y alabanzas
fundadas en la hermosura, en la gracia y en las cali Aviso ; remedios contra las malas amistades.
dades sensuales. Pero la amistad santa tiene un len ¿Qué remedio pues contra este género y forma de
guaje simple y noble , y no puede alabar sino la virtud locos amores, locuras y deshonestidades? Al punto que
y gracia de Dios, único fundamento sobre el cual se vieres en ti las menores señales , vuélvete luego del
funda. La miel de Heraclia, luego que se ha comido, otro lado, y con una detestación absoluta desta vani
causa un desvanecimiento de cabeza; y la falsa amis dad, corre á la cruz del Salvador y toma su corona
tad provoca á un desvanecimiento de espíritu, que de espinas para rodear tu corazón , porque estas ra
hace titubear á la persona en la castidad y devoción, posinas no se le lleguen ; guárdato de venir á ninguna
trayéndolaá señas afectadas, tiernas y inmoderadas, á suerte de trato con este enemigo; no digas : Oiréle,
caricias sensuales, á suspiros desordenados, aciertas mas no haré nada délo que medirá; ni: Prestiréle
quejas de no ser amado, á pequeñas pero buscadas y la oreja, mas rehusaréleel corazón. ¡Oh! no. Rióla;
halagüeñas ceremonias y galanterías. Camina poraqui por amor de Dios te ruego seas rigurosa en tales oca
para llegar á la licencia de los actos, familiaridades y siones. El corazón y las orejas se entretienen el uno
favores deshonestos ; presagios ciertos é indubitables al otro; y como es imposible el detener una corriente
de una cercana ruina de la honestidad. Mas la amistad que ha tomado su curso por la caida de una montan},
santa no tiene sino ojos simples y vergonzosos, ni ca así es dificultoso el estorbar que el amor que ha caído
ricias sino puras y nobles, ni suspiros sino para el en las orejas no baga al mismo punto caída en el
cielo, ni familiaridades sino para con el espíritu, ni corazón. (1) Verdad esque Aristóteles lo niega: no séen
quejas sino cuando Dios no es amado ; señales infali qué lo funda ; pero bien sé que nuestro corazón alienta
bles de la honestidad. La miel de Heraclia turba la por la oreja, y que como aspira y exhala sus pensa
vista, y esta amistad mundana turba el juicio; y de mientos por la lengua, respira también por la oreja,
suerte, que los que son tocados delta piensan hacer bien por la cual recíbelos pensamientos ajenos. Guardemos
haciendo mal, y entienden que sus excusas, pre pues con cuidado nuestras orejas del aire de locas pa
textos y palabras sean verdaderas razones ; temen la labras, porque de otra suerte nuestro corazón será al
luz y aman las tinieblas. Pero la amistad santa tiene punto apestado. No oigas ninguna suerte de proposi
los ojos claros y no se esconde, sino antes parece de ciones sobre ningún pretexto que sea: en entesólo
buena gana delante la gente virtuosa. En fin, la miel caso no importa mostrarte descortés y rústica.
de Heraclia da una grande amargura en la boca : así Acuérdate que has votado tu corazón ¿ Dios, y que
las falsas amistades se convierten y acaban en palabras tu amor le está ya sacrificado. Sacrilegio pues serii
y demandas carnales y hediondas; ó en caso que estas el quitarle un solo bien: sacrifícale antes de nuevo con
no se admitan, en injurias, calumnias, embustes, tris mil resoluciones y protestaciones ; y asegurándote en
tezas, confusiones y celos; lo cual todo para bien tre ellas, como (2) un ciervo en su guarida, reclame: á
presto en brutalidades y desatinos. Pero la casta amis Dios, y te socorrerá, y su amor tomará el tuyo en su
tad es siempre igualmente honesta, comedida y ami protección, para que viva únicamente por él.
gable, y jamás se convierte sino en una más perfecta Ysi estás ya cogida entre las redes destoslocosamnres,
y pura unión de espíritu; imagen viva de la amistad ¡oh Dios, y cuánta dificultad habrá en el sacarte dellas!
y bien dichoso que en el mismo cielo se ejerce. Ponte delante su divina Majestad; conoce en su
San Gregorio Nazianzeno dice que cuando grita el presencia la grandeza de tu miseria , tu flaqueza y va
pavón luego que hace la rueda de sus plumas ex nidad; después con el mayor esfuerzo de corazón que
cita en extremo á las hembras que le oyen, á la lubri te sea posible abomina estos comenzados amores, de
cidad. Asi cuando vemos á un hombre galantear, com testa la vana profesión que has hecho dellos, renun
ponerse y llegarse con halagos, ternezas y embustes á cia todas las promesas recebidas,ycon una grande y
las orejas de una mujer, sin pretensión de un justo (1) Las cabras, se«tia Alcmeon, respiran por tu orejas, v do
matrimonio, sin duda que lo hace para provocarla á por las narices. (C-D.)
alguna deshonestidad. Entonces la mujer, si es honra- (») an cuervo en su [Edición trtgiml.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 303
absoluta voluntad resuelve en tu corazón de nunca res, ó á lo menos con alguna alma fiel y prudente; y
más entrar en estos juegos y entretenimientos de no dudes sino que Dios te librará de todas pasiones,
amor. como tú continúes fielmente en estos ejercicios.
Si pudieres alejarte del objeto , aprobarélo infinito; Dirásmesin duda: Pues ¿cómo? ¿No será una grande
porque, como los que kan sido mordidos de las ser ingratitud el romper una amistad con tanta vehemen
pientes no pueden con facilidad sanar en presencia cia? ¡Oh qué dichosa es la ingratitud que nos hace
de los que otra vez han sido heridos de la misma mor agradables áDios! No, Filotea, no será ingratitud; an
dedura; así la persona que está picada de amor, sana tes será un gran beneficio que harás al amante, porque
rá con dificultad desta pasión, mientras estuviere cer rompiendo tú tus ataduras, romperás también las su
ca de la otra que ha sido tocada de la misma picadura. yas, pues estas os eran comunes. Y aunque por en
La mudanza de lugar sirve en extremo para apaciguar tonces no apercebia su buena dicha, él la conocerá poco
los ardores y inquietudes, sean de dolor ó de amor. El después sin duda, y cantará contigo por acción de gra
mozo de quien habla san Ambrosio en el libro se cias: «¡Oh Señor! tú has rompido mis ataduras; yo sa
gundo de la Penitencia, habiendo hecho un largo ca crificaré la hostia de alabanza, y invocaré tu santo
mino, volvió de todo punto libre de unos locos amo nombre. »
res que había tenido ; y de tal manera trocado , que CAPITULO XXII.
encontrándole su loca enamorada, y diciéndole : «¿No
me conoces por ventura? Mira que yo soy, yo misma;» Algunos otros avisos sobre este sujeto de amistaa.
«Sí serás (respondió el mozo), mas yo no soy yo mis Aun tengo un advertimiento de importancia cerca
mo.» La ausencia le fué causa desta dichosa mudanza. deste sujeto : la amistad requiere una gran comuni
Y san Agustín dice que para aliviar el dolor que re cación entre los amantes, ó sin esta, ni podría nacer
cibió en la muerte de su amigo, se salió de (1) Tugaste, ni subsistir. Por esto sucede muchas veces que con la
logar donde murió , y se fué á Cartago. comunicación de la amistad nos deslizamos á otras
Pero quien no pueda alejarse, ¿qué es lo que hará? muchas comunicaciones, indignas ó veces de una
Habrá menester dejar absolutamente toda conversa verdadera amistad. Sucede esto principalmente cuan
ción particular, todo entretenimiento secreto, toda do estimamos en extremo á aquel á quien amamos; por
dulzura de ojos, todo semblante risueño, y general que entonces abrimos de tal suerte el corazón á su
mente toda suerte de comunicación y cebo que pue amistad, que con ella se nos entran por entero ycon
de alimentar este fuego hediondo y humoso. Y si el facilidad sus inclinaciones y impresiones, ya sean ma
tal no excusare hablar al cómplice, que sea para de las ó buenas. Vemos que las abejas que hacen la miel
clararle entonces por una atrevida , corta y severa pro de Heraclia no buscan sino la miel, pero con ella
testación, el divorcio eterno que ha propuesto y jurado. chupan insensiblemente las calidades venenosas del
Torno pues á decir en alta voz á cualquiera que hu acónito, sobre el cual hacen su cosecha. ¡Oh Dios, Fi
biere caido en el lazo destos vanos amores, que le lotea! menester es platicar bien en este sujeto la
corte, despedace y rompa. No es bien detenerse en palabra que el Salvador de nuestras almas solia de
descoser estas locas amistades; rasgarlas es menester. cir, y conforme nuestros pasados nos han enseñado:
No se han de desanudar las ligaduras ; mejor es cor «Sed buenos cambios y monederos (ó) ; » quiere decir:
tarlas y romperlas; así como asi sus cuerdas y atadu «No recibáis la falsa moneda con la buena, ni el oro
ras no valen nada. No es bien regatear el desasirnos bajo con el fino; apartad lo bueno de lo malo.» Sí,
de un amor que es tan contrario al amor de Dios. porque no hay casi ninguno que no tenga alguna im
Pero después que habré desta suerte rompido las ca perfección. ¿Qué razón hay pues para recebir las faltas
denas desta iufame esclavitud , aun me quedará algún é imperfecciones del amigo con su amistad? Justo es
resentimiento, y las señales y forma de los hierros se por cierto amarle, no obstante su imperfección; mas
mostrarán aun impresas en mi pié, esto es, en mi no por eso se ha de amar ni recebir su imperfección,
afición. No harán (a) , Filotca , como hayas abomi porque la amistad requiere la comunicación del bien,
nado tu mal tanto como merece; porque, si esto hi pero no del mal. Así como los que codiciosos buscan
cieres, no verás en tí otro movimiento sino un hor entre las ricas corrientes del Tajo sus doradas arenas,
ror del vano amor pasado y de todo aquello que del que separando el oro dolías para llevársele , dejan lo
depende, y quedarás para con el objeto ya dejado, libre arenisco y cenagoso alas orillas; así los que gozan de
de toda afición y dolo con aquella de una purísima la comunicación de alguna buena amistad deben se
caridad para con Dios. Mas si por la imperfección de parar la arena de las imperfecciones , sin dejarla en
tu arrepentimiento te queda aun alguna mala inclina trar en sus almas. San Gregorio Nazianzcno dico que
ción, procura poner tu alma en una soledad mental, amando y admirando las virtudes de san Basilio, mu
según se te ha mostrado atrás, y retírate cuanto puedas; chos le procuraban imitar hasta en sus imperfeccio
y con mil retiradas y asaltos de espíritu reconoce todas nes exteriores, en su hablar lentamente y con un es
tus inclinaciones, abomínalas con todas tus fuezas, lee píritu abstracto y pensativo, en la forma do su barba,
los libros devotos más que lo ordinario, confiésate y en ciertas retiradas que hacia cuando andaba. Yaun
comúlgate más á menudo que sueles; confiere con hu vemos hombres, mujeres, niños y amigos, que hacien
mildad y rectitud todas las sugestiones y tentaciones do grande estima desús amigos, padres, maridos y
que aceica desto sintieres, con tu maestro, sipudie- mujeres, se les pegan mil malas aunque pequeñas
impropiedades en el comercio de la amistad que
(11 Tajas, lEdiríon original.)
(•j aouda JicelU, FUotea, (Non feront, Filotiie,) (í) cambistas y monederos.
304 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
platican. Esto pues no se debe de ninguna manera tiene á Jesucristo en su corazón, bien presto le tetó
hacer, porque no hay á quien no le basten sus malas en todas sus acciones exteriores. Por esto pues he
inclinaciones, sin cargarse de las de los oíros; y no solo querido ante todas cosas grabar y escribir sobre tu co
no requiere esto la buena amistad, sino antes nos obliga razón Viva Jesús ; seguro de que después desto,
á ayudarnos uno áotro, para que así reciprocamente tu vida ( la cual procede de tu corazón como on
nos podamos librar, y dejemos toda suerte de imper almendro de su pepita) producirá todas sus acciones,
fecciones. Menesteres sin duda el sobrellevar al amigo que son sus frutos, escritas y grabadas del mkno
mansamente en sus imperfecciones ; pero no el lle nombre de salud ; y que, como este dulce nombre de
varle á ellas, y mucho menos el traerlas á nosotros. Jesús vivirá dentro de tu corazón, vivirá también ea
Hablo solo de las imperfecciones; porque, cuanto á todas tus obras, y se mostrará en tus ojos, en tu boca,
los pecados, ni se han de llevar ni sobrellevar en el y en tus manos, y aun hasta en tus cabellos; y podía?
amigo. Amistad es ó débil ó mala, el ver perecer santamente decir, á la imitación de san Pablo: «Yo
al amigo y no socorrerle; verle morir de una poste vivo, pero no más yo; antes Jesucristo vive en mi.» Ea
ma, y no osar llegarle la navaja de la corrección para lin, quien ha ganado el corazón del hombre, lia ganado
salvarle. La verdadera y viva amistad no puede durar todo el hombre; pero este mismo corazón por el cu!
entre los pecados. Dicen que la salamandria mata el queremos comenzar, pide que le instruyan y enseñen
fuego sobre que se echa; y el pecado arruina la amis cómo ha de portarse en sus costumbres y accioues ci
tad donde aloja. Si es un pecado pasajero , la amis teriores ()).
tad le pondrá en huida por la corrección; pero si Si puedes llevar el ayuno, harás bien de ayunarii-
permanece y se domestica, al mismo punto la amistad gunas veces, sin lasque la Iglesia nos manda ; ponjie
perece, porque esta no puede durar ni subsistir sino fuera del efeto ordinario del ayuno , como es levantar el
sobre la verdadera virtud. ¡ Cuánto menos pues se espíritu, reprimir la carne, pralicar la virtud, y id-
debe pecar donde hay amistad ! El amigo es enemigo quirir mayor recompensa en el cielo.es ungran biea
cuando nos quiere conducir al pecado, y merece per el ver que por su medio se destruye la misma gula j
der la amistad cuando quiere perder y condenar al se tiene el apetito sensual y el cuerpo sujeto á la ley
amigo. Asi es una de las más seguras señales de falsa del espíritu. V cuando no se ayune mucho, el enemigo
amistad el tenerla con persona viciosa, comunicando con todo eso nos teme más cuando conoce que abe
con ella cualquier suerte de pecado que sea. Si aquel mos ayunar. Los miércoles, viernes y sábados son los
á quien amamos es vicioso, sin duda que nuestra dias en que los antiguos cristianos se ejercitaban má
amistad es viciosa ; que, pues esta no puede mirar la en la abstinencia. Escoge púas destos dias te fie
verdadera virtud, es fuerza que considere alguna vir tu devoción y la discreción de tu confesor le acon
tud loca y alguna calidad sensual. sejaren.
La compañía que se hace entre los mercaderes por De buena gana diría yo como san Jerónimo deciaa
el provecho temporal no tiene sino la imagen de la la virtuosa Leta : « Los largos é inmoderados aynaos
verdadera amistad ; porque esta se hace, no por el me desagradan mucho, principalmente en los que están
amor de las personas , sino por el amor de la ga en muy tierna edad.» He aprendido por experiencia qM
nancia. el pequeño jumentillo, hallándose cansado en el cami
En Gn, estas dos divinas palabras son dos grandes no, procura despedir de sí la pesada carga; esto es, que
colunas para bien asegurar la vida cristiana. La una es la gente moza, cayendo en las enfermedades por el esce
del Sabio : « Quien teme á Dios tendrá por consi so de los ayunos, se dan fácilmente á la delicadeza y re
guiente una buena amistad.» La otra es de Santia galo. Los ciervos corren mal en dos tiempos, cuaudo
go: «La amistad deste mundo es enemiga de Dios.» están muy cargados de gordura y cuando muy flacos.
As! nosotros estamos muy expuestos á las tentaciones
CAPITULO XXIII. cuando nuestro cuerpo está muy repleto ó muy flaco;
porque lo uno le hace insolente en su placer, y lo
De los ejercicios de la mortificación exterior.
otro desesperado en su pesar. Y como no le podemos
Los que tratan de las cosas rústicas aseguran que llevar cuando está muy gordo, así no nos puede él lle
si se escribe alguna palabra sobre una almendra entera, var cuando está muy flaco. La falta desta moderación
tornándola á meter después en su cascara, doblándola en los ayunos, disciplinas, cilicios y asperezas, lacea
y cerrándola con curiosidad, y plantándola desta suer inútiles al servicio de la caridad los más floridosaM'
te, — en toda la fruta del árbol que saldrá después se de muchos, como hizo también á san Bernardo, qn«
hallará escrito y grabado lo mismo que antes se habia se arrepintió de haber usado de demasiada austeri
escrito. Cuanto á mí, Filotea, nunca he podido apro dad: y cuanto esta al principióle maltrató, le lison
bar el método de los que para reformar al hombre jeó á la fin (a). ¿No hubiera sido mejor hacerle un trata
comienzan por lo exterior , por las demostraciones, miento igual, y proporcionado á los oficios y trabajos
por los vestidos y por los cabellos. Paréceme lo con á que su condición le obligaba?
trario, y que se debe comenzar por lo interior : «Con El ayuno y trabajo amortiguan y abaten la carne.
vertios á mí (dice el Señor) de todo vuestro corazón. Si el trabajo que hicieres fuero necesario, ó muy pw
Hijo mió, dame tu corazón ;» porque siendo el cora
zón el manantial y origen de las acciones, ellas son (1) pan que no solo so vea en él la santa devoción, sino a*
bien una grande discreción jr prudencia. Por esto le quiera •"
tales cual ¿les. El Esposo divino, convidando al alma,
brevemente algunos avisos. (C-0. 1 . ^
aPonme, dice, como un sello sobre tu corazón, como («1 el i'autant qa'ilt ton mal traille ctf coaatuceaei», •» "~
un bello sobre tu buzo.» Si, Filotea , poique quien contraíate ie le ¡taller i I» fin.
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 305
vechóso al servicio de Dios, más quiero que sufras la las razones naturales nos encomiendan grandemente
pena del trabajo que la del ayuno. Asi lo siente la las mañanas como las mejores y más fructuosas ho
Iglesia, la cual por los trabajos útiles al servicio de ras de nuestros dias, y que nuestro Señor mismo es
Dios y del prójimo, (1) descargad los que los ejercen llamado sol de oriente, y nuestra Señora alba del dia,
de los ayunos, aunque sean de precepto. Uno tiene — pienso que es un cuidado virtuoso el tenerle en re
trabajo en ayunar; otro en servir los enfermos, visitar cogerse temprano luego que anochece, para poder des
los presos, confesar, predicar, consolar los afligidos, pertar y levantarse de mañana. Es cierto este tiempo
rezar, y semejantes ejercicios. Esta pena vale más que el más gracioso, el más dulce y el menos embarazado;
estotra ; porque, fuera de que cansa igualmente, tiene en él hasta los mismos pájaros nos provocan á que re
en si frutos y provechos mucho más dignos de desear. cordemos y demos gracias á nuestro Dios : de suerte
Y hablando generalmente, mejor es conservar más que el levantarse de mañana sirve á la salud y á la san
fuerzas de las que hemos menester, que arruinar las tidad.
que hemos menester ; porque bien se pueden abatir Balaam sobre su asna iba á buscar á Balac ; mas, por
cuando se quiere, mas no se pueden reparar siempre cuanto no tenia recta intención , el ángel le esperó en
que se quiere. el camino con una espada en la mano para matarle. La
Paréceme que debemos tener en grande reverencia asna, que via el ángel, se paró por tres diversas ve
la palabra que nuestro Señor dice á sus discípulos: ces (3); Balaam la apaleaba con crueldad, procurando
«Comed lo que fuere puesto delante de vosotros.» hacerla pasar adelante, hasta que á la tercera vez, de
Mejor virtud es (según entiendo) el comer sin elección jándose tender de largo á largo debajo de Balaam, le
lo que te presentan y en la misma orden que te lo habló milagrosamente, y dijo : «¿Qué te he hecho yo?
presentan, sea ó no á tu gusto, que el escoger siempre ¿Por qué me has apaleado ya por tres veces ? » Poco
lo peor ; porque aunque esta última manera de vivir después los ojos de Balaam fueron abiertos , y vio el
parece más áspera, la otra tiene más de resignación, ángel, que le dijo: «¿Porqué has apaleado tu asna?
porque por ella no solo se renuncia su gusto, pero tam Si ella no se hubiera apartado de delante de mí, yo te
bién su elección ; y también no es poca aspereza el hubiera muerto y la hubiera reservado. » Entonces Ba
hacer el gusto de cualquiera otro, y tenerle sujeto á laam dijo al ángel : «Señor, yo he pecado porque yo
cualquier semejante ocasión ó encuentro. Fuera de que no sabia que tú te oponías contra mí en el camino.»
esta suerte de mortificación no se echa de ver, ni desa ¿Ves, Filotea? Balaam es la causa del mal, y tras eso
comoda la persona, y es únicamente propia para la vida maltrata y apalea la pobre asna, que no tiene culpa.
civil. Retirar una vianda para tomar otra, tocar y pe- Esto nos acaece muchas veces en nuestros negocios.
Itizgar todos los platos, no hallar nunca nada bien ade Porque la otra mujer ve á su marido ó hijo enfermos,
rezado ni limpio, hacer misterios á cada bocado; todo luego corre al ayuno, al cilicio y á la disciplina, como
esto es señal de un corazón delicado y atento á los pla hizo David por un semejante sujeto. ¡Oh amiga mia! tú
tos y escudillas. En más estimo que san Bernardo be maltratas la pobre asna; tú afliges tu cuerpo, sin que
biese aceite por agua ó vino, que si bebiera agua de tenga ninguna culpa de tu mal ni de que Dios haya
ajenjos con atención ; porque esto era señal que no pen desenvainado su espada para tí. Corrige tu corazón,
saba en lo que bebia. En este descuido pues en lo que que es idólatra deste marido y que permitió mil vi
sé come ó bebe, consiste la perfección de la plática desta cios al hijo, y le destinó al orgullo, á la vanidad y á la
palabra sagrada (2): «Comed lo que fuere puesto delante ambición. El otro hombre ve que cae muy á menudo
de vosotros.» No dejo por esto de hacer excepción de y torpemente en el pecado de la lujuria, y que el re
las viandas contrarias á la salud ó que desacomodan mordimiento interior le acusa la conciencia, mos
el espíritu , como hacen á muchos las viandas ca trándole una espada desnuda para herille con santo
lientes, especias humosas y ventosas, y ciertas ocasio miedo ; y luego el corazón, volviendoen sí: «¡ Ah, indó
nes en las cuales la naturaleza tiene necesidad de al mita carne! (dice al cuerpo desleal) tú me has hecho
guna recreación y ayuda para poder continuar algún traición y vendido ; » y ejecuta luego grandes castigos
trabajo á la gloria de Dios. Una continua y moderada sobre esta carne , grandes é inmoderados ayunos, pe
templanza es mejor que las abstinencias violentas, sadas disciplinas y cilicios insu portables. ¡Oh pobro
hechas á diversos tiempos y entreveradas de grandes alma! si tu carne pudiera hablar como la asna de
excesos. Balaam, ella tediria: «¿Porqué me maltratas, mise
La disciplina tiene una maravillosa virtud para des rable? Contra tí, ó alma mia, Dios arma su venganza;
pertar la devoción , usándola con moderación. El ci tú eres la delincuente. ¿Por qué me llevas tú alas malas
licio amortigua en extremo el cuerpo ; pero su uso conversaciones? ¿Por qué aplicas mis ojos, mis manos
no es de ordinario propio ni á la gente casada, ni á y mis labios á las lascivias? ¿Por qué me inquietas y
las delicadas complexiones, ni á los que tienen obli alborotas con malas imaginaciones ? Ten buenos pen
gación de pasar por otras grandes penas ó trabajos. samientos, y yo no tendré malos movimientos. Conversa
Verdad es que en los días más señalados de la peniten la gente honesta, y yo no seré combatida de mi concu
cia se puede traer, y esto con el parecer del confesor. piscencia. ¡Pobre de mí ! Eres tú quien me arroja en
Ha de tomar de la noche para dormir cada uno, medio del fuego ¿y no quieres que me queme? Tú me
según su complexión , tanto cuanto le es necesario pones el vino á los ojos ¿y no quieres que se inflamen?»
para velar con utilidad el dia. Porque la Escritura Dios sin duda os dice en tales casos : «Maltratad, rom
santa en muchos lugares , el ejemplo de los santos y ped , herid y despedazad vuestros corazones princi-
(1) descargan (Edición original.)
(i) No dejo por esto de hacer excepción (Edición orieinal.) (j) como Tolvtendo atrás; (C-D.)
Q-u. 20
300 OBRAS DE DON FRANCISCO la QUEVEDO VILLEGAS.
i :i luiente , porque contra ellos se ha mi enojo armado.» nos bien en la devoción el conversar con las almas
Para sanar la comezón no es tan necesario el lavarse y devotas.
bañarse como el purificar la sangre y refrescar el hí En todas conversaciones la sinceridad, simplicidad,
gado: asi, para curarnos de nuestros vicios, bueno es mansedumbre y modestia son siempre preferidas. Hay
el mortificar la carne ; pero sobre todo es necesario el algunas personas que no hacen ninguna suerte de ac
purificar nuestras aficiones y refrescar nuestros cora ción ni movimiento sino con tanto artificio y afecta
zones. En fin, en todo y por todo no se deben empren ción, que no hay á quien no. enfaden. Y como aquel
der las asperezas corporales sino con el parecer de que no querría nunca pasearse sino contando sus pasos
nuestro maestro espiritual. ni hablar sino cantando, seria cansado átodoslosdemás
hombres ; así los que tienen un ademan artificioso y
CAPITULO XXIV. que no hacen nada sin afectación, importunan y can
De las conversaciones y de la soledad. san en extremo la conversación ; y en esta suerte de
gente hay siempre alguna especie de presunción. Bne-
El buscar las conversaciones y el huirlas son dos no es que de ordinario mostremos en nuestras conver
extremos dignos de vituperar en la devoción civil, saciones una alegría moderada. (1) San Romualdo y san
que es aquella de que te hablo. El huirlas tiónese á Antonio son en extremo alabados de que, no obstante
desden y menosprecio del prójimo, y el buscallas todas sus asperezas, tenían siempre la cara y la pala
huele & ociosidad inútil. Hase de amar al prójimo como bra llenas de alegrías, regocijo y afabilidad. «Reíd con
á sí mismo. Para mostrar que le amamos, no se ha de los que ríen, y alegraos con los alegres.» Digote ana
huir el estar con él; y para verificar que nos amamos otra vez con el Apóstol : « Está siempre alegre , pero
á nosotros mismos, nos hemos de agradar cuando es en nuestro Señor ; y que tu modestia parezca á todos
tamos con nosotros. Estamos pues con nosotros mis los hombres. »
mos cuando estamos solos. «Piensa en tí mismo (dice Para alegrarte en nuestro Señor es menester que el
san Bernardo), y después en los otros.» Si ninguna sujeto de tu alegría sea no solo lícito, pero honesto.
cosa te obliga ir á la conversación, ó recibilla, quédate Digo esto porque hay cosas lícitas, y que no por eso son
contigo misma, y entretente con tu corazón; mas si la honestas; y para que tu modestia se conozca, guir-
conversación se te ofrece, óalgun justo motivo te con daráste de insolencias, las cuales sin duda son siempre
vida áella, vé con Dios , Filotea , y mirad tu prójimo reprehensibles. Hacer caer al uno, tiznar al otro, pi
con buen corazón y buen ojo. car al tercero, y hacer mal á un loco, las tales son risa
Llámanse malas conversaciones las que se hacen y alegrías locas y insolentes.
por alguna mala intención , ó cuando los que inter Fuera de la soledad mental , á la cual te puedes re
vienen en ella son viciosos, indiscretos y disolutos. Y tirar en medio las mayores conversaciones (según se bi
cuanto á estas, se les debe huir el cuerpo, como las dicho atrás), debes amar la soledad local y real ; no se
abejas huyen de los zánganos y moscones; porque, co entiende para ir á los desiertos, como santa María Egip
mo los que han sido mordidos de perros rabiosos tie ciaca , san Pablo, san Antonio , Arsenio y los otros pa
nen el sudor , el aliento y la saliva peligrosa, y prin dres solitarios, sino para estar algún rato en tu apo
cipalmente para los niños y gente de delicada comple sento ó en tu jardín, ó donde más á tu gusto puedas
xión ; así estos viciosos y desordenados no pueden ser retirar tu espíritu á tu corazón, y recrear tu alma con
frecuentados sino con grande peligro, principalmente buenas meditaciones y santos pensamientos, ó con
de los que son de devoción aun tierna y delicada. alguna buena letura : á ejemplo de aquel gran obispo
Hay conversaciones inútiles á toda otra cosa sino á Nazianzeno, que hablando de sf mismo, «Yo me pasea
la sola recreación, las cuales se hacen por un simple ba, dice, yo mismo conmigo mismo sobre el sol de
divertimiento después de las ocupaciones importan oriente (a), y pasaba el tiempo sobre la costa del mar;
tes. Y cuanto á estas , como no debe darse á ellas, porque yo he acostumbrado usar desta recreación pa
se les puede dar también el lugar destinado á la re ra rehacerme y sacudirme un poco de las pesadumbres
creación. ordinarias.» Y luego discurre del buen pensamiento
Las otras conversaciones tienen por su fin la hones que de aquí le nació, como he referido. Y á ejemplo
tidad, como son las visitas recíprocas, y ciertas juntas también de san Ambrosio. Del cual hablando san Agus
que se hacen para honrar el prójimo. Y cuanto á estas, tín, dice que muchas veces, habiendo entrado en su
como no se debe ser supersticiosos en el practicarlas, aposento (por cuanto no (2) rehusaba la entrada á nin
también no se ha de ser del todo descorteses en el me guno) le miraba leer; y después de haber esperado
nospreciarlas, sino satisfacer con modestia á la obli algún tiempo, temiendo desacomodarle, se tornaba
gación que se tiene, á fin de evitar igualmente la rusti sin hablar palabra, pareciéndole que aquel poco tiem
cidad y la liviandad. po que le sobraba á aquel gran pastor para rehacer y re
Restan las conversaciones útiles, como son aque crear su espíritu después de la tarea de tantos nego
llas de las personas devotas y virtuosas. ¡ Oh Filotea! cios, no se le debia quitar. También después de haber
estas y su encuentro te causarán siempre un notable un día los apóstoles contado á nuestro Señor cómo
bien. La viña plantada entre los olivos trae la uva ju habían predicado y trabajado mucho, «Venid, les di
gosa y tiene un gusto que tira á la aceituna. Un alma jo, á la soledad, y reposad un poco.»
que se halla á menudo entre la gente virtuosa, no pue
de dejar de participar do sus calidades. Los zánganos (I) San Rombal y san Antonio [Edición original.)
(a) sur le toleil couchant, a la puesta del sol , a la caida de Ji
solos no pueden hacer miel ; pero con las abejas se tarde.
ayudan á hacerla. Es una gran ventaja para ejercitar (4) rebasaban {EilicUi» original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 307
nes mujeriles, son estimados en todas partes como
CAPITULO XXV. hermafroditas ; y las mujeres vanas son tenidas por de
■De la decencia de los vestidos. poca castidad, ó por lo menos, si la tienen, no es visi
ble entre tantas bujerías y bagatelas. Dicen ellas que
San Pablo quiere que las mujeres devotas (lo mis no piensan mal , pero yo replico (como he hecho otras
mo se lia de entender de los hombres) se vistan con veces ) que si ellas no, el diablo sí , y siempre. Cuanto
decencia, adornándose con vergüenza y templanza. á mí, yo querría que mi devoto y devota estuvieran
La decencia pues de los vestidos y otros adornos de siempre los mejor vestidos de la junta, pero los menos
pende de la materia, de la forma y de la limpieza. pomposos y afectados ; y como se dice en los Prover
Cuanto á la limpieza, debe casi siempre ser igual en bios, que se adornasen de gracia , decencia y dignidad.
nuestros vestidos , sobre los cuales cuanto nos sea po San Luis dice en una palabra que nos debemos vestir
sible nos hemos de guardar de que haya ninguna man según nuestro estado, de suerte que los sabios y bue
cha ó suciedad. La limpieza exterior representa en nos no puedan decir: «Tú haces demasiado;» ni la gen
alguna manera la interior honestidad. Dios mismo en te moza : «Tú haces muy poco.» Pero en caso que los
carga la honestidad corporal on los que andan cerca de mozos no se quieran contentar con la decencia, nos
sus altares y que üenen el principal cargo de la de debemos arrimar al parecer de los sabios.
voción.
Cuanto á la materia y la forma de los vestidos, la CAPITULO XXVI.
decencia se considera por muchas circunstancias,del Del hablar; y primeramente cómo hemos de hablar de Dios.
tiempo, de la edad, de las calidades, de las compa
ñías y de las ocasiones. Parece de ordinario mucho Los médicos toman gran conocimiento de la salud
mejor el adorno en los dias de fiesta, según la grande ó enfermedad de un hombre por la inspección de su
za del dia que se celebra. En tiempo de penitencia, co lengua. Asi nuestras palabras son verdaderos indicios
mo en cuaresma, no hay quien dude la honestidad y de las calidades de nuestras almas. «Por tus palabras,
simpleza que se debe observar en el traje. En las bo dice el Salvador, tú serás justificado; y por tus pala
das se traen los vestidos nupciales, y los de luto en las bras tú serás condenado.» Vese que aplicamos luego
juntas fúnebres. Los que andan cerca los príncipes es la mano al dolor que tenemos, y la lengua á aquello á
tiran las fuerzas, y con ellas las demás acciones, las que nos aficionamos.
cuales deben moderar entre sus domésticos. La mujer Si fueres pues verdaderamente enamorada de Dios,
casada se puede y debe adornar según el gusto de su Filotea, tú hablarás siempre de Dios en los discursos
marido y cuando él lo desea ; y si en su ausencia hace familiares que hicieres con tus domésticos , amigos y
lo mismo 'preguntarán sin duda que á qué ojos quiere vecinos; si, «porque la boca del justo meditará la sa
agradar 6 favorecer con adorno tan particular. A las biduría, y su lengua hablará el juicio.» Y como las
doncellas se les permiten más dijes y galas, por cuan abejas no hacen otra cosa sino la miel con su pequeña
to pueden lícitamente desear agradar á muchos, aun boquilla, así tu lengua estará siempre ocupada en la
que esto no sea sino con fin de ganar á solo uno para dulzura de Dios, y no tendrá mayor suavidad que el
un santo matrimonio. No se tiene ya por malo que las sentir deslizarse por entre tus labios alabanzas y ben
viudas (I) se adornen en alguna manera, con tal que no diciones de su santo nombre : como dicen de san Fran
den nota de liviandad y locura ; que como han sido ya cisco, que pronunciando el santo nombre del Señor,
madres de familia , y pasado por el sentimiento de la chupaba y mamaba sus labios, como para sacar la ma
viudez, tienen el espíritu puro, maduro y templado. yor dulzura del mundo.
Pero cuanto á las verdaderas viudas , que lo son no solo Hablarás pues siempre de Dios como de Dios ; esto
de cuerpo sino de corazón, ningún adorno les es con- es, con reverencia y devoción, no haciéndote docta ni
Tiniente, sino la humildad , la modestia y la devoción ; predicadora, sino con un espíritu de dulzura, caridad
porque, si es que quieren «namorar á los hombres , ya y humildad ; distilando cuanto pudieres (como se ha
no son más verdaderas viudas ; y si no es esta su preten dicho de la esposa en el Cántico de los Cánticos) la miel
sión, ¿para qué traen los instrumentos dellas? Quien no suave de la devoción y de las cosas divinas gota á gota,
quiere recibir los huéspedes , menester es que quite la ya en las orejas del uno , y ya en las del otro ; rogando
insignia de su casa. No hay quien no se ria de la gente á Dios en lo secreto de tu alma sea servido de hacer
vieja cuando quiere pulirse y estirarse demasiado, por pasar y penetrar este santo rocío hasta lo íntimo del
que esta es una locura solo á los mozos sufrible. corazón de los que te oyen.
Andarás aseada, Filotea , de suerte que no haya nada Sobre todo se ha de hacer este oficio angélico blanda
sobre ti que arrastre ni esté mal aliñado. Menosprecio y suavemente, no por manera de corrección, sino por
es de aquellos con quien conversamos el ir con ellos en manera de inspiración; porque es de maravillar, cuanto
hábito desagradable; pero guárdate de los adornos im á la suavidad y amigable proposición de alguna buena
pertinentes, vanidades, curiosidades y locuras. Man- cosa , cuan poderoso cebo es para atraer los corazones.
tendráste siempre cuanto te sea posible en la simplici No hables pues nunca de las cosas de Dios por mane
dad y modestia , que es sin duda el mayor adorno de la ra de entretenimiento, sino siempre con atención y
hermosura y la mejor excusa para la fealdad. San Pe devoción. Digo esto por librarte de una notable vani
dro advierte, principalmente á las mujeres mozas, de dad que se halla en muchos que hacen profesión de
no traer los cabellos crespos, rizos y ensortijados. Los devoción ; los cuales á cualquier propósito dicen pala
hombres que son tan apocados que se dan á estas accio- bras santas y fervorosas (por cierta manera de mesu
(t) que pretenden catarse, (C-D.) rada costumbre), sin que por eso sientan lo que dicen.
308 OBRAS DÉ DON FRANCISCO DE QUEVEDÓ VILLEGAS.
y después les parece son tales cuales sus palabras Cuanto á los juegos de palabra que se hacen los
muestran , lo cual es ú veces muy al contrario. unos con los otros con (1) modestia, regocijo y alegría,
estos pertenecen á la virtud llamada de los griegos
CAPITULO XXVII. eutrapelia, que nosotros podemos llamar 6ueiw«m-
versacion. Por estos pues se goza de una honesta j
De la honestidad de las palabras y del respeta que se debe i las
personas. amigable recreación en las ocasiones frivolas que las
imperfeciones humanas nos traen; hémonos de guar
«Si alguno no peca de palabra (dice Santiago), el tal dar de deslizamos desta honesta alegría á las burlas.
es hombre perfecto.» Procura cuidadosa de nodejarse te Las burlas pues provocan á reir, y esto por el menos
escape ninguna palabra deshonesta , porque, aunque tú precio del prójimo; pero el regocijo y alegría provo
no la digas con mala intención , los que la oyen pueden can árcir poruña simple libertad, confianza y fami
darla otro sentido. La palabra deshonesta, cayendo en liaridad , juntamente con la gentileza de alguna palabra
un corazón flaco , se extiende y dilata como una gota bien dicha. San Luis, cuando los religiosos le querían
de aceite sobre el paño, y á veces se apodera de suerte hablar de cosas relevadas después del comer, «No es
del corazón , que le hinche de mil pensamientos y ten tiempo de alegar, decía, sino de alegrarse por medio de
taciones resbaladizas; porque, como el veneno del cuer algún honesto entretenimiento; cada uno digalo que
po entra por la boca , también el del corazón entra por quisiere, como sea con honestidad : » lo cualdeciapor
la oreja , y la lengua que le produce es matadora ; por favorecer la nobleza qne tenia al rededor de sí, fío
que aunque el veneno que haya arrojado no haga su extrañarse con ella. Pero pasemos de manera el liem-
efeto por haber hallado los corazones de los oyentes popor la recreación, Pilotea, que conservemos la suta
apercebidos de algún* contraveneno, no por eso ha que eternidad por devoción.
dado por tu malicia el no haberlos muerto. Tampoco
me diga nadie que no lo pensaba, porque nuestro Se CAPITULO XXVIIL
ñor, que conoce los pensamientos, ha dichoque «la De los juicios temerarios.
boca habla de la abundancia del corazón». Y si nosotros
no pensábamos mal, el demonio sí, y se sirve siempre «No juzguéis, y no seréis juzgados (dice el Saltador
destas malas palabras para penetrar el corazón de algu de nuestras almas) ; no condenéis , y no seréis conde
no. Dicen que los que lian comido la yerba que llaman nados.» «No (dice el santo Apóstol), no juzguéis ules
angélica tienen siempre el aliento dulce y agradable; del tiempo, hasta que el Señor venga, que revclirie'
y los que tienen en el corazón la honestidad y castidad, secreto de las tinieblas y manifestará el consejo de te
que es la virtud angélica, tienen siempre sus palabras corazones.» ¡ Oh y cuan desagradables son los ¡úcte
limpias , comedidas y vergonzosas. Cuanto á las cosas temerarios á Dios! Los juicios de los hijos de los nom
bres son temerarios, porque no son juzgados losónos
indecentes y locas , el Apóstol no quiere ni aun solo que
de los otros; y juzgando ellos, usurpan el oficio de
las nombren, asegurándonos que «nada corrompe tanto
nuestro Señor. Son temerarios por cuanto la principal
lasbuenas costumbres como las malas conversaciones».
malicia del pecado depende de la intención /conse
Si estas palabras se dicen disimulada y encubierta jo del corazón, que es para nosotros el secreto de las
mente con cierta arte y sutileza, entonces son sin tinieblas. Son temerarios porque cada uno tiene harto
comparación más venenosas; porque como un dardo, quehacer e,n juzgarseá sí mismo, sin querer juigarasu
cuanto es más agudo de punta, tanto más fácilmente
entra en nuestros cuerpos, así un dicho, cuanto es prójimo. Es cosa igualmente necesaria para no ser juzga
más agudo, tanto más penetra nuestros corazosies. Y dos, el no juzgar á los otros y juzgarse así mismos,
los que piensan ser muy bizarros y discretos usando porque, como nuestro Señor nos enséñalo uno, el
de tales dichos con los que conversan, no saben para Apóstol nos ordena lo otro, diciendo: «Si nosotros nos
qué se hicieron las conversaciones; porque estas deben
juzgamos ¿ nosotros mismos, nosotros no seréroosjuz-
ser como enjambre de abejas juntas para hacer la miel gados.» Pero vemos por nuestros pecados cuan al con
de algún dulce y virtuoso entretenimiento, y no como trario hacemos, pues lo que nos es defendido hacemos,
junta de moscones, amontonados solo para lamer y
chupar alguna hediondez. Si algún loco te dice pala juzgando en cualquier ocasión á nuestro prójimo; J»
que nos es mandado, que es el juzgarnos ánosou*
bras indecentes, muéstrale que tus orejas se hallan
ofendidas, ó volviéndole luego el rostro ó de otra mismos, no lo hacemos jamás.
Por lo cual, según las causas de los juiciostemeranosi
manera , según tu prudencia te enseñare. se les debe aplicar el remedio. Hay corazones agrios
Una de las peores condiciones que uno puede tener amargos y ásperos de su naturaleza, que vuelven asimis
es el ser fisgón. Dios aborrece en extremo este vicio , y mo agrio y amargo todo lo que reciben , y conviene
ha hecho por él en tiempos pasados extraños castigos. (como dice el Apótol ) «el juicio en absintio, no juz
No hay cosa que sea tan contraria á la caridad, y mu gando jamásdel prójimo sino con todo rigor y aspereza.»
cho más á la devoción , como el menosprecio del próji Estos tales tienen gran necesidad de caer entre las roa-
mo. El escarnio pues y la burla no se hace jamás nosde un buen médico espiritual, porque siéndoles na
sin este menosprecio, causa por qué es muy grande tural esta amargura de corazón, es dificultosa de vencer,
pecado ; y así los doctores tienen razón de decir que y aunque en sí no sea pecado sino una imperfección, es
el escarnio es la peor suerte de ofensa que se puede con todo eso peligrosa, por cuanto introduce J ,l,ce
hacer al prójimo, por cuanto las otras ofensas se iiaccn
reinar en el alma el juicio temerario y la detracción.
con alguna estima del que es ofendido, y esta se hace
solo con menosprecio. (1) una modestia, (Edición original.)
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 309
Algunos juzgan temerariamente, no por acedía de co bajo de la planta de los pies la esclarianota (a). Así esto
razón, sino por soberbia, pareciéndoles que (1) cnanto pecado de juicio temerario es una tericia espiritual, que
más abaten la honra ajena, tanto más relevan la propia: hace parecer todas las cosas malas á los ojos de los que
juicios arrogantes y locos, que se maravillan de sí mis están tocados della; mas quien quiere sanar, es menester
mos y se levantan tan altos en su propia estimación, que póngalos remedios, no en los ojos, no en el entendi
que miran todo lo demás como cosa pequeña y baja, miento, sino en las aficiones, que son los pies del alma.
u Yo no soy como los otros hombres.» decia el loco Si tus aficiones son benignas, tu juicio será benigno;
Fariseo. Algunos no tienen este orgullo maniQesto.sino si son caritativas, tu juicio será de la misma suer
solo un cierto y pequeño gusto en la consideración del te. Daréte tres ejemplos admirables. Isaac había dicho
mal ajeno , para saborear y hacer saborear más dulce que Rebeca era su hermana. Abimelech vio que ju
mente el bien contrario, de que se juzgan dotados ; y gaba con ella; esto es , que la acariciaba tiernamente,
este adrado ó complacimiento es tan secreto y imper y juzgó luego que era su mujer. Un ojo maligno hu
ceptible , que si no se tiene buena vista , no se podrá biera antes juzgado que era su amiga, ó si era su her
de ninguna manera descubrir; y en sí mismos los que mana , que era un incesto. Mas Abimelech sigue la más
son tocados del no le conocen si no se le muestran. caritativa opinión que en tal caso podia tener. Menes
Otros (por lisonjearse y excusarse á sí mismos, y por ter es pues hacer siempre lo mismo, Filotea, juzgando
templar los remordimientos de su conciencia) juzgan en favor del prójimo cuanto nos sea posible ; que si
fácilmente y de buena gana que los otros son viciosos, una acción pudiera tener cien caras , debemos mi
y en el vicio á que ellos son dados, ó en algún otro rarla en la que fuere más hermosa. Nuestra Señora
por lo menos tan grande, pareciéndoles que la mu-i estaba preñada, san Josef lo via claramente, mas co
ebedumbre de reos hace su pecado menos reprehen mo por otra parte la consideraba enteramente santa y
sible. Muchos se dan al juicio temerario por el solo enteramente angélica, no pudo aun creer estuviese
gusto que reciben en filosofar y adivinar las costum preñada contra su deber; y dejándola, resolvió de de
bres y condiciones de las personas, por manera de jar el juicio á Dios ; y aunque el argumento fué violen
ejercicio de espíritu ; y si por suerte aciertan alguna to para hacerle concebir mala opinión de la Virgen, no
vez con la verdad en sus juicios, el atrevimiento y de quiso, con todo eso, jamás juzgarle. Mas ¿por qué? Por
seo de continuar crece en ellos de manera, que no hay que (dice el Espíritu de Dios) era justo. El hombre jus
quien los aparte deste vicio. Otros juzgan por pasión, to, cuando no puede más excusar ni el hecho ni la in
y piensan siempre bien de aquello que aman y siem tención de aquel á quien ha conocido hombre de bien,
pre mal de aquello que aborrecen ; sino (2) en un caso, aun no quiere juzgarle, sino antes procura desechar el
admirable y no obstante verdadero , en el cual el exce tal pensamiento, dejando el juicio á solo Dios. Crucifi
so del amor provoca á hacer mal juicio de lo que se cado nuestro Salvador, no pudiendo excusar por entero
ama : efeto monstruoso , como en fin nacido de un el pecado de los que le crucificaban , por lo menos dis
amor impuro, imperfeto , alborotado y enfermo, que minuía la malicia, alegando su ignorancia. Cuando no
son los celos; los cuales (como todos saben), por una podemos excusar el pecado , hagámosle por lo menos
sola y simplo vista , ó por la menor risa ó correspon digno de compasión , atribuyéndole á la causa mis
dencia, condenan las personas de maldad y adulterio. soportable que podamos (3).
En fin, el miedo, la ambición y otras semejantes fla ¿Luego no podemos nunca juzgar al prójimo? No
quezas de espíritu son causa de ordinario de seme cierto, jamás : el mismo Dios es , Filotea, el que juzga
jares sospechas y juicios temerarios. á los reos en la justicia. Verdad es que se sirve de la
Pero ¿qué remedio para esto? Los que beben el zumo voz de los magistrados para hacerse inteligible á nues
de la yerba llamada ofiusa de Etiopía, por donde quiera tras orejas: estos son sus ministros y intérpretes, y no
que extienden la vista les parece que ven serpientes y deben pronunciar cosa fuera de lo que han aprendido
cosas espantosas; y los que lian alojado á lasoberbia,á la del, como en fin oráculos suyos. Y si hacen otra cosa,
envidia, á la ambición y al rencor, no ven cosa que no siguiendo sus propias pasiones, entonces serán sin du
bailen mala y digna de menosprecio. Aquellos para da ellos los que juzgan, y los que por consiguiente
verse sanos debrian tomar vino de palma, y lo mismo serán juzgados; porque es prohibido á los hombres, en
digo para estos otros: bebed lo más que podáis el vino calidad de hombres, el juzgar los otros.
serado de la caridad, que él os evacuará destos malos El ver ó conocer una cosa no es juzgnrla; porque
humores, que os llevaban á hacer juicios criados. La el juicio (según la frásis de la Escritura) presupone
caridad no solo no busca el mal , pero teme de encon alguna pequeña ó grande, verdadera ó aparente difi
trarle; cuando le encuentra, vuelve la cabeza y disimu cultad , la cual sea necesario resolver. Por esto dice
la, y aun cierra los ojos antes de verle al primer ruido quecos que no creen, son ya juzgados ; por cuanto no
que apercibe, y después cree por una santa simplici hay duda en su condenación. ¿Ño será pues mal he
dad que no era mal, sino solo la sombra ó alguna fan cho el dudar del prójimo? No, porque no es defendido
tasma suya; y si por fuerza reconoce ser el mismo mal, el dudar, sino el juzgar ; pero tampoco es permitido
al mismo punto procura despedir este pensamiento y ni el dudar ni el sospechar, sino solo aquello que las
olvidar su figura. La caridad es el gran remedio para razones y argumentos nos fuercen á dudar ; de otra
todos los males , y principalmente para este. suerte las dudas y sospechas serian temerarias. Si algún
Todas las cosas parecen amarillas á los ojos délos ate- ojo maligno hubiera visto á Jacob cuando besaba á Ra
riciados. Dicen que para sanarlos se les ha de poner de- quel junto al pozo , ó á Rebeca cuando acetó los brazale
(1) cuando (Edición original.) te) Celidonia mayor, escrofularia : en francés se llama éclaire.
(í) es un caso (/rf.) (3) como a la ignorancia o a la flaqueza. ifi-D.)
310 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tes y zarcillos de Eliezer, liombre desconocido en aque los maldicientes, dice : «Afilado han sus lenguas como
lla tierra, sin duda que el tal hubiera pensado mal destos una serpiente, » La serpiente pues tiene la lengua
dos ejemplosde castidad, pero sin razón y fundamento; hendida y con dos puntas, como dice Aristóteles; j
porque cuando una acción es de sí misma indiferente, tal es la lengua del maldiciente, la cual con un solo
es una sospecha temeraria el sacar della una mala con golpe pica y emponzoña la oreja del oyente y la repu
secuencia, sino es que otras muchas circunstancias den tación de aquel á quien habla.
fuerza al argumento. Ruégote pues, amada Filotea,no murmuresjamás de
Es también juicio temerario el sacar consecuencia persona, ni directa ni indirectamente; guárdate de im
de un acto para injuriar la persona. Diré luego esto más poner falsas culpas y pecados al prójimo, y dedescubrir
claramente. los que son secretos, y de engrandecer los que son ma
En fin, los que tienen buena cuenta con sus con nifiestos; y de interpretar en mal la buena obra, yde ne
ciencias, pocas veces se hallan sujetos al juicio teme gar el bien que sabes cabe en alguno, yde disimularle
rario; porque, como las abejas, viendo revuelto el aire maliciosamente y disminuirle con palabras ; porque de
en el tiempo nubloso, se retiran á sus colmenas á mi todas estas maneras ofenderás á Dios en extremo; y
rar por su miel , — así los pensamientos de las buenas sobre todo acusando falsamente y negando la verdad en
almas no salen ni se muestran sobre los objetos re perjuicio del prójimo, porque es doblado pecado elmen-
vueltos ni entre las acciones lóbregas y nublosas de los tir y ofender juntamente al prójimo.
prójimos; antes, para excusarel encontrarlas, se en Los que para murmurar ó maldecir hacen cierta
cierran en sus propios corazones , para imaginar las prefacios de honor, y entreveran ciertas pequeñas gen
buenas resoluciones de su propia enmienda. tilezas y habilidades de los que murmuran, sonto
Es muy de una alma inútil el embarazarse con el más finos y venenosos maldicientes. «Yo aseguro(dicen
examen de las vidas ajenas. Hago excepción de los que los tales) que le amo, y que en lo demás es ana buena
tienen cargo de otros, así en la familia como en la persona ; más no obstante esto , si es que se ha de de
república ; porque una buena parte de la conciencia cir verdad , no tuvo razón en hacer tal y tal bellaque
destos consiste en el velar y mirar por la de los otros. ría. Es una doncella muy virtuosa, pero dejóse enga
Hagan pues los tales su deber con amor, y después ñar ;» y á este tono, según su mala intención les dita-
desto retírense en sí mismos para mirar por sí ¿No ves tú, Filotea, este artificio? El que quiere tirar
mismos. el arco, tira cuanto puede la flecha á sí, mas total noes
CAPITULO XXIX. sino para arrojarla con más fuerza. Parece que aquellos
retiran la murmuración á sí, mas noes sino parali
De la murmuración.
zarla con más firmeza, para que así penetre más ato-
El juicio temerario produce la inquietud , el menos tro en el corazón de los oyentes. La murmuración di
precio del prójimo, la soberbia, y la satisfacion yagra- cha en forma de regodeo, es aun. la más cruel de todas.
do de sí mismos, y otros muchos efetos perniciosísi La cicuta, de su natural, no es un veneno muy fuerte,
mos , entre los cuales la murmuración tiene (a) de los sino antes flojo y lento , y que fácilmente puede reme
primeros lugares , como la verdadera peste de las conver diarse ; pero tomada en vino es irremediable. Así la
saciones. ¡Oh quién tuviera una (le las brasas del santo murmuración, que de sí fácilmente se entraría porla una
altar, para tocarlos labios de los hombres, y que así oreja y se saldría por la otra (como dicen vulgarmen
quedasen limpios de iniquidad y pecado, á imitación te), queda más firme en la memoria délos oyentes
del serafín que purificó la boca de Esaiasi'Quien qui cuando se da dentro de algún concepto ó dicho sutil y
tase la murmuración del mundo, quitaría una gran alegre. « Tienen los tales , dice David , el veneno del
parte de los pecados y iniquidades. áspid debajo de sus labios.» El áspid hace su picadura
Cualquiera que quita injustamente la buena fama 4 su que casi no se apercibe, y luego su veneno causa una
prójimo, fuera del pecado que comete, está obligado á comezón gustosa, por cuyo medio el corazón y las
hacer la reparación, aunque diversamente, según la di entrañas se dilatan y reciben el veneno, contra el cual
versidad de las murmuraciones, porque ninguno puedo después no hay ningún remedio.
entrar en el cielo con el bien de otro'; y entre todos los No digas nunca: Fulano es un borracho, aunque le
bienes exteriores, la buena fama es el mejor. La murmu hayas visto borracho ; ni es adúltero, por haberle vista
ración es una especie de homicidio ; porque , así como en este pecado ; ni es incestuoso, por haberle hallado
nosotros tenemos tres vidas, es á saber, la espiritual, que en esta desventura ; porque un solo acto no da el nom
consiste en la gracia de Dios, la corporal, en el alma, bre á la cosa. El sol se paró una vez en favor de la
y la civil en la buena fama ; el pecado nos quita la pri Vitoria de Josué, y se obscureció otra en favor de la
mera, la muerte la segunda, y la murmuración la ter del Salvador del mundo ; mas no por eso dirá ninguno
cera. El maldiciente, por un solo golpe de su lengua, que sea inmóvil ó obscuro. Noé se emborrachó una vez
hace ordinariamente tres homicidios : mata su alma y Lototra; y aun más hizo este, que cometió un grande
y la del que le escucha con un homicidio espiritual, incesto ; mas no por eso fueron borrachos ni el uno ni
y quita la vida civil á aquel de quien murmura ó mal el otro, ni Lot incestuoso ; ni san Pedro sanguinolento
dice; porque (como dice san Bernardo) «aquel que porque derramó una vez sangre, ni blasfemo porque
detracta, y aquel que oye tal maldiciente , todos dos blasfemó una vez. Para tomar el nombre de algún vicio
tienen el diablo sobre sí; sino que el uno le tiene en y de alguna virtud, menester es que hayan hecho algún
la lengua y el otro en la oreja». David, hablando de progreso y hábito. Engaño es pues el decir que un
(al uno de los primero» lugares — estampó Sancha, enmendando hombre es colérico ó ladrón por haberle visto enojar
(1 {aticismo del traductor. ó hurtar una vez.
Introducción a LA VIDA DEVOTA. 311
Aunque un hombre haya sido vicioso mucho tiempo, pío : Si yo vitupero la (3) estrechez de aquel mozo y de
aun hay peligro de mentir cuando le llaman vicioso. aquella doncella, por cuanto es muy indiscreta y pe
Simón el leproso llamaba á la Madalena pecadora, ligrosa, menester es, Fiiotea, que tenga la balanza
porgue poco antes lo habia sido; pero mentía con todo bien justa para no engrandecer la cosa ni un pelo. Si
sso, porqne ya no lo era más, sino una santa penitente; no hay sino una flaca aparencia, no pasaré de aquí.
[ también nnestro Señor toma en su protección su can— Si no hay sino una simple imprudencia, tampoco diré
¡a. El otro loco fariseo tenia al publicano por gran pe más desto. Si no hay ni imprudencia ni verdadera apa
lador, y aun podría ser por injusto, adúltero y gran la rencia del mal , sino solo un no sé qué (4), en que algún
ta; pero engañábase en extremo, porque al mismo espíritu malicioso puede tomar achaque de murmura
ifcUnlc quedó justificado. ¡Ay de mi! pues la bondad ción, ó no diré ninguna cosa, ó no saldré de la verdad.
I Dios es tan grande, que un solo momento basta Mi lengua, mientras juzgo al prójimo , está en mi boca
m alcanzar y recibir su gracia, ¿qué seguridad po como una navaja en la mano del cirujano que quiere
bos nosotros tener deque un hombre que fué ayer cortar entre los nervios y ternillas : es menester que
¡odor lo sea hoy? El dia precedente no debe juzgar el golpe que diere sea tan justo, que no diga ni más
. presente, ni el presente debe tampoco juzgar el ni menos délo que fuere conviniente. En fin, es me
wedeiite: solo el último es el que los juzga todos. nester observar, sobre todo cuando se reprende el vi
lamas pues podemos decir que un hombre es malo cio, el perdonar cuanto sea posible la persona en quien
'i peligro de mentir. Lo que podemos decir, en caso está.
le nos sea necesario el hablar, es que hizo un tal acto Verdad es que de los pecadores infames, públicos y
ib, que vivió mal en tal tiempo , ó que hace mal manifiestos, se puede hablar libremente; con tal que
.frésente ; pero no se puede sacar ninguna conse esto sea con espíritu de caridad y compasión, y no con
nsúa de ayer á hoy, ni de hoy al dia de ayer, ni me arroganciani presunción, ni por holgarse del mal aje
ntal dia de mañana. no ; porque esto último es muy de corazón vil y abati
¿naque nos es necesario ser muy mirados en no de- do. Hago excepción, entre todos, délos enemigos de
ir mal del prójimo, debemos asimismo guardarnos clarados de Dios y de su Iglesia, porque á estos tales
>m extremo en que algunos caen , los cuales, por se les ha de infamar cuanto se pueda ; como son las
alarla murmuración, loan y dicen bien del vicio. Si sectas de los herejes y cismáticos, y las cabezas dellas.
'«lia una persona conocidamente maldiciente , no Caridad es gritar al lobo cuando está entre las ove
gas por excusarla que es libre y franca; una persona jas ó en otra cualquier parte.
inifiestamente vana , no digas que es generosa y par No hay quien no se tome la licencia de juzgar y cen
alar; y las familiaridades peligrosas no las llames surar los príncipes, y murmurar de las naciones en
mplicidades ó bondades. No afeites la desobediencia general , según la diversidad de aficiones que tienen
*b ¿nombre de celo, ni la arrogancia con nombre de en su particular. No caigas, Fiiotea, te ruego, en esta
Sheftai, ni la lascivia con nombre de amistad. No, falta, porque, fuera de la ofensa que se haceá Dios,
Verija Filotea, no es bien, pensando huir el vicio podría causarte mil suertes de pendencias.
de la mormuracion , favorecer, lisonjear y mantenerlos Cuando oyes murmurar, haz dudosa la acusa
(Ijfta; antes se ha de decir clara y libremente mal ción, si es que lo puedes hacer justamente; y si no
fel mal y afear las cosas feas. Y haciendo esto gloriíi- pudieres, excusarás la intención del acusado; y si aun
swsá Dios, con que esto sea con las condiciones si esto no pudiere ser, mostrarás tenerle compasión, pro
fuéules: curando mudar de propósito; acordándote, y haciendo
Para afear los vicios de otro con justa causa, es acordar á los demás, que los que no caen en falta de
iMtster que la utilidad ú de aquel de quien se habla ben dar toda la gracia á Dios. Procura reportar al
ide aquellos á quien se habla, lo requiera. Veo que maldiciente por algún apacible modo, y di algunos
sentan delante de algunas doncellas las familiarida- bienes (si los supieres) de la persona ofendida.
esseretas de tales y tales (2) que son manifiestamen-
! peligrosas; la disolución de un tal ó una tal en CAPITULO XXX.
«labras ó acciones que son manifiestamente lúbricas. Algunos otros avisos (5) tocante al hablar.
"yo no afeo libremente este mal, sino antes le pre
sado excusar, tomarán ocasión las que oyen, y po Debe ser nuestro lenguaje dulce, agradable, sincero,
ra fácilmente imprimirse en sus tiernas edades el natural y verdadero. Guárdate pues de los dobleces,
«eo de seguir alguna destas cosas. Y así, su utilidad artificios y fingimientos; porque aunque no sea bueno
sqoiereque libremente afee tales acciones ; y al mis el decir siempre toda suerte de verdades, tampoco es
tó instante, si no es que pueda reservar el hacer este permitido el ir contra la verdad. Acostúmbrate á nun
«en oficio más á propósito y con menofc daño deaque- ca mentir adrede, ni por excusa, ni de otra manera,
tó de quien se habla, en otra ocasión. acordándote que Dios es el Dios de la verdad. Si ves
Fuera desto, me tocará hablar deste sujeto cuando que mentiste por descuido, y puedes enmendar la
wde los primeros de la conversación, porque si en falta al punto con alguna explicación ó reparación, en
luces no hablo, parecerá que apruebo el vicio; que miéndala. Una excusa verdadera tiene más gracia y
1 soy de los menores , no debo intentar hacer esta cen- fuerza para excusar que la mentira.
ora, sino mostrarme cabalen mis palabras, de ma Bien es verdad que alguna vez se puede con discre-
lera qne no diga una sola demasiada. Como por ejem-
(3) altivez de aqnel mozo {Edición original.)
III peligros; antes [Edición original.) (¿j en algún (Id.)
")5q»ewaiw.) (5) tocantes {C-D.)
312 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cion y prudencia arrebozar y cubrir la verdad por algún | CAPITULO XXXI.
artificio de palabra; mas no por eso se ha de practicar
esto sino en cosa de importancia, cuando la gloria y ser De los pasatiempos y recreaciones, y primeramente de los licitas
y loables.
vicio de Dios manifiestamente lo requieren. Fuera
desto, los artificios son peligrosos, porque como dice Fuerza es el dar algunas veces á nuestro espíritu y ¿
la sagrada palabra : «El Santo Espíritu no habita en un nuestro cuerpo alguna suerte de recreación. San Juan
espíritu fingido y doblado. » Evangelista (como dice el bien afortunado Casiano) fué
No hay ninguna fineza tan buena y digna de desear un día hallado en el campo por un cazador con una
como la simplicidad. Las prudencias mundanas y ar perdiz sobre el puño, á la cual acariciaba por manera
tificios carnales pertenecen á los hijos del siglo, mas de recreación. Preguntóle el cazador queporqué, sien
los hijos de Dios caminan sin rodeo y tienen el corazón do hombre de tal calidad, pasaba el tiempo en cosa tan
sin dobleces. «Quien camina simplemente (dice el Sa baja y vil. Y san Juan le dijo : «¿Porqué tú no traes
bio), camina con seguridad;» la mentira, el doblez y siempre tu arco tendido?» «De miedo (respondióelca-
el fingimiento son siempre de un espíritu lluco y zador)que teniéndole siempre curvo no pierda la fuer
agudo. za por el demasiado estirarse , y le falte cuando rae
San Agustin había dicho en el cuarto libro de sus haya menester servir del .» «No te espantes pues (replicó
Confesiones , que su alma y la de su amigo no eran el Apóstol) , si yo me aparto algunos ratos del rigor
sino una sola , y que esta vida le era aborrecible des y atención de mi espíritu, para tomar un poco den-
pués de la muerte de su amigo, por cuanto no quería creacion, pues no es sino para poder después emplesr-
vivir á medias ; y que asimismo y por este respecto te me mejor y más vivamente á la contemplación.» Vm
mía también el morir, porque muriendo él, no murie es sin duda el ser tan rigurosos, agrestes y salvajes,
se su amigo de todo punto. Estas palabras le parecie que no (I) quieran tomar para sí ni permitir alosónos
ron después muy artificiosas y afectadas, y asi las ninguna suerte de recreación.
revoca en el libro de sus Retractaciones , y las llama Tomar el aire, pasearse, entretenerse con discursos
una inepcia, que es lo mismo que una necedad. ¿Ves tú, alegres y amigables, tocar el latid y otros instrumen
amada Filolea, esta alma santa y hermosa cuan tierna tos, cantar música, ir á caza; todas estas son recreacio
se muestra en el sentimiento de la afectación de las nes tan honestas, que para usar bien dellas no bar
palabras? Cierto es un gran ornato de la vida cristiana necesidad sino de la común prudencia, que es la que
la fidelidad , llaneza y sinceridad de lenguaje. «Ya he da á todas las cosas orden, tiempo , lugar y medida.
dicho que tendré cuenta con mis caminos para no pe Los juegos en que la ganancia sirve de precio y re
car en mi lengua. ¡Oh Señor! ponme guardas en mi bo compensa ala habilidad y industria del cuerpoóRfi-
ca, y una puerta que cierre mis labios;» decía David. ritu, como los juegos de pelota, balón , mallo, d cor
Aviso es del rey san Luis el no desmentir á nadie, rer la sortija, el ajedrez, las tablas,—todas estasson re
no habiendo pecado ó gran daño en lo contrario , y creaciones de sí buenas y lícitas. Solo se ha deguanlar
esto por evitar todas contiendas y disputas. Cuando im del exceso, sea en el tiempo que se emplea ó en el
porta pues el contradecir á alguno y oponer su opi precio que se pone. Porque si se emplea muclio tiem
nión ¡í la de otro, menester es usar de grande man po, ya no es más recreación, sino ocupación; y así, nose
sedumbre y destreza, sin querer violentar el espíritu alivia ni el espíritu ni el cuerpo, antes al contrario, se
del otro ; porque, así como así, no se gana nunca nada desvanece y oprime: habiendo jugado cinco ó seis ho
tomando las cosas cen aspereza. ras al ajedrez, al levantarse se halla el espíritu Oojoy
El hablar poco, tan encomendado por los sabios an cansado; jugar mucho tiempo á la pelota, ya no es
tiguos, no se entiende porque sea menester decir po recrear el cuerpo, sino molelle. Si el precio (esto es,
cas palabras, sino no decir muchas inútiles; porque loque se juega) es muy grande, las aficiones de los
en materia de hablar no se mira la cantidad, sino la ca jugadores se desreglan; y fuera desto, no es justo el
lidad. Y me parece que se deben huir dos extremos: poner tan grandes precios á habilidades y industrias
porque hacer del demasiado entendido y severo, rehu de tan poca importancia y tan inútiles, como son las
sando el contribuir en los discursos familiares que se habilidades de los juegos. Mas sobre todo tendrás
hacen en las conversaciones, parece que es, ó falta de cuenta. Pilotea, de no poner tu afición en todo esto,
confianza ó alguna suerte de desden; el hablar lamhicn porque, por honesta que sea una recreación, esview
siempre, sin dar ni lugar ni tiempo á los otros para el poner en ella su corazón y su afición. No digo jo
que hablen á su gusto, también es señal de desvane que no se haya de tomar gusto en el juego mientras*6
cimiento y liviandad. juega, porque de otra suerte no (2) recrearía; peroaigo
San Luis no hallaba bueno que estando en compa que no se ha de poner en él la aiicion para desearle,
ñía se hablase en secreto y en consejo, y particular para embebecerse y para embarazarse con él. (3)
mente ala mesa, por quitar la sospecha que se po
dría engendrar en tales secretos, de que se hablaba (i) quieren (Edición original.)
mal de los otros. «Aquel (decía el buen rey) que está (2) se recrearía; (Id.) ,,
(31 Capítulo muí.— De los jueio» prohibidos. -IMlW")f.
á la mesa en buena compañía, y que tiene que decir los dados, de los naipes y otros semejantes, coya P"""» „
alguna cosa alegre y de gusto, debe decirla que todo el pende principalmente de la suerte, no solamente son reerc* '
mundo la entienda ; si es cosa de importancia, se debe peligrosas, como las danzas, pero son simple y nat>ral»«
las y vituperables. Por esto están prohibidas por las leyc-
callar sin decirla.» y eclesiásticas. Pero ¿qué, tan grande es el mal que en esto w-
dirás. La ganancia en estos juegos no viene segoo la ní°D' "
conforme la suerte, la cual de ordinario cae i aquel que
INTRODUCCIÓN A LA AÍDA DEVOTA. 313
porosos, tiran fácilmente toda la infección y corrup
CAPITULO XXXII. ción que tienen al rededor de sí; y así, estando cer
De los bailes y pasatiempos lícitos , pero peligrosos. ca de las serpientes, reciben su veneno. Los bailes, las
danzas, y semejantes juntas tenebrosas, tiran de or
(Las danzas y bailes se entienden por los festines que dinario los vicios y pecados que reinan en un lugar,
se usan en Francia y Flándes, los cuales son siempre las pendencias, las envidias, las burlas y los autores
de noche.) [a) locos. Y como estos ejercicios abren los poros del
Las danzas y bailes son cosas indiferentes de su na cuerpo á los que los usan, así también abren los po
turaleza; pero, según el ordinario modo con que este ros del corazón ; después de lo cual, si alguna serpicn-
ejercicio se hace, es muy inclinado y pendiente á la le;vieneá soplará las orejas alguna palabra lasciva, al
parte del mal, y por consiguiente lleno de riesgo y guna terneza engañosa, algún requiebro vano, ó algún
peligro. Hácese de noclie y en medio de las tinieblas basilisco arnija miraduras deshonestas y ojeos amo
y obscuridad, y asi es fácil el deslizarse á muchos acci rosos, ¿quién duda que entonces el corazón está muy
dentes tenebrososy viciosos en un suje toque de sí mis aparejado á dejarse asaltar, rendir y emponzoñar?
mo es muy susceptible del mal. Trasnóchase dema ¡Oh Filotea! estas impertinentes recreaciones son de
siado , y después se pierden las mañanas del dia si ordinario peligrosas: disipan y pierden el espíritu de
guiente, y por el consiguiente, el medio de servir á Dios devoción, debilitan las fuerzas, resfrian la caridad y
en ellas. Y en una palabra, digo que es locura el trocar despiertan en el alma mil suertes de malas aficiones.
el dia con la noche, la luz con las tinieblas, las bue Por esto pues se deben usar con una gran prudencia.
nas obras con las locuras. Llevan todos á los bailes va Pero sobre todo, se dice que después de los hongos
nidad á porfía; y la vanidad es una tan grande y cierta se debe beber vino precioso, y yo digo que después
disposición para las malas aficiones y amores pul ¡«ro de las danzas se debe usar de algunas santas y bue
sos y reprehensibles, que fácilmente se engendra lodo nas consideraciones, que estorben las peligrosas im
esto en las danzas. presiones que el vano placer que se ha recibido podría
Digote pues, Filotea, de las danzas, lo que los médi causar en nuestros espíritus. Pero ¿qué considera
cos dicen de las golas y hongos : dicen pues que los ciones ?
mejores no valen nada. Y así también te digo que los 1. Af mismo tiempo que tú estabas en los bailes,
mejores bailes no son muy buenos ; pero, con todo eso, muchas almas ardían en el fuego del infierno por los
si hubieres de comer getas, procura que estén bien pecados cometidos en la danza ó por causa de la
aderezadas. Si por alguna ocasión (de la cual buena danza.
mente no pudieres excusarte) hubieres de ir al festín 2. Muchos religiosos y gente de devoción estaban á
ó baile, procura que tu danza eslé bien aparejada. la misma hora delante de Dios, cantaban sus alabanzas
¿Cómo pues hade estar aparejada? De modestia, de y contemplaban su bondad. ¡Oh, y cómo su tiempo ha
dignidad y de buena intención. Comed pocos y pocas sido mucho más dichosamente empleado que el tuyo!
veces (dicen los médicos, hablando de los hongos), por 3. Mientras tú danzaste, muchas almas se despidie
que, por bien aparejados que estén, la cantidad les ron desta vida entre mil ansias y congojas; mil millares
sirve de veneno. Danza poco y pocas veces , Filotea, de hombres y mujeres han sufrido grandes trabajos en
porque si lo haces de otra suerte, correrás peligro sus camas, en los hospitales y en las calles : la gola,
de aficionarte á esta vanidad, yá tropezar en las que la piedra, las recias calenturas. ¡Pobres dellos, que no
del la dependen. han tenido ningún reposo! ¿No tienes tú pues compa
Los bongos (según Plinio), como son esponjosos y sión dellos? ¿Piensas tú que un dia no gemirás, como
ellos, mientras otros danzan, como tubas hecho?
n industria ni habilidad merece cosa alguna ; y en esto es ofendida 4. Nuestro Señor, nuestra Señora, los ángeles y los
la razón. Pero dirásme: Asi nos liemos convenido. Eso es bueno santos te han visto en el baile; sin duda que le han
para mostrar que el que gana no hace agravio :'i los otros. I'ero de
ahí no se sigue que la convención no sea contra toila razón, y e| tenido lástima, viendo tu corazón embebecido en tal
¡lego también; porque la ganancia, que debe ser precio de la in desatino y alentó á semejante necedad.
dustria, lo Tiene á ser de la suerte, que no merece precio al., uno, 5. ¡Pobre de mí, que mientras lú estabas allí el
pues no pende de nosotros.
Demás de esto, estos juegos tienen nombre de recreación y se tiempo se pasó y la muerte se acercó! ¿No ves cómo
inventaron para eso ; pero de ninguna manera lo.son, sino violentas estase burla de tí y que te llama á su danza, en la
ocupaciones: porque, ¿cómo puede dejar de ser ocupación tenei el cual los gemidos (1) de tu corazón servirán de violones, y
espíritu atado y oprimido con perpetuas inquietudes, aprehensio donde no harás sino una sola mudanza de la vida á la
nes y congojas? ¿Hay atención más triste, mis melancólica ijiic la
de los jugadores? Por esto no se ha de hablar cuando se juega, ni muerte? Esta danza es el verdadero pasatiempo de los
reír ni toser, porque será darles una pesadumbre. mortales; pues pasan en un momento, de tiempo á la
En Oo, no hay gusto en el juego si no se gana. Y esta alegría eternidad de gloria ú de pena. Hete puesto estas pe
¿puede dejar de ser injusta, pues no se puede tener sino es con la queñas consideraciones; pero Dios (si es que vive en
perdida del placer del compafiero? Verdaderamente este regocijo
«infame. Por estas tres razones son prohibidos los juegos. tí su temor) te traerá otras al mismo sujeto.
Sabiendo el gran rey san Luis que su hermano el conde de Anjou
y el señor Gautier de Nemours jugaban, se levantó, aunque estaba CAPITULO XXXIII.
enfermo, y entró en su aposento titubeando; y cociendo las ta Cuándo se puede jugar y danzar.
blas y los dados con parte del dinero, lo arrojó por una ventana al
mar, enojándose mocho con ellos. La santa y casta doncella Sara, Para jugar y danzar lícitamente es menester que
hablando con Dios de su inocencia, le ilecia : «Vos sabéis, Si ñor, sea porrecicacíon, y no por afición; por poco tiempo, y
que no lie conversado jamás con los jugadotes.»— Capítulo muí.
— De tos bailes tj pasatiempos, ele. [C-ü.) (11 de tos proches scnuvnl Jeito francés)—ie tus más cercanos
(a) Nota de Qglvzdo. servirán (C-D.)
314 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
no hasta cansarse y desvanecerse; y que esto sea ra yo. Estos pequeños sufrimientos cuotidianos, elmil
ramente, porque siendo esto de ordinario, ya es hacer de cabeza, el mal de dientes, la dellusion, el bra
de la recreación ocupación. ¿En qué ocasiones pues se vear del marido ú de la mujer, el romper de un vi
puede jugar y danzar? Las justas ocasiones de la danza drio, el menosprecio ó ceño , la pérdida de guan
y del juego indiferente son más frecuentes; las de los tes, de una sortija, de un pañizuelo, la pequeña inco
juegos prohibidos son más raras, como también tales modidad que recibimos en irnos á acostar temprano j
juegos son mucho más reprehensibles y peligrosos. levantarnos de mañana para rezar, para comulgar; la
Mas, en una palabra, te digo danza y juega (según las pequeña vergüenza que se tiene haciendo ciertas accio
condiciones que te he apuntado) cuando por condes nes de devoción públicamente; en fin, todos estos pe
cender y agradará la honesta conversación en que es queños sufrimientos , tomados y abrazados con amor,
tuvieres , la prudencia y discreción te lo aconsejaren; contentan en extremo á la bondad divina, la cual per
porque la condecemlencia, como pimpollo de la cari un solo vaso de agua ha prometido la mar de todas
dad, hace las cosas indiferentes buenas y las peligro felicidades á sus fieles. Y porque estas ocasiones se
sas permitidas , asimismo quita la malicia á las que presentan á cada paso, es un gran medio para juntar
son en alguna manera malas. Por esto pues los juegos muchas riquezas espirituales el emplearlas bien.
de azar, quede otra suerte serian reprehensibles, no Cuando vi en la vida de santa Catalina de Sena Un
lo son si alguna vez la justa condecendencia nos lleva tos raptos y elevaciones de espirita , tantas palito
á ellos. llame consolado el haber leido en la vida del de sabiduría , y asimismo de predicaciones hecte
bienaventurado Cario Borromeo, que condescendía con por ella, no dudé que con este ojo de contemplaos
los esguízaros en ciertas cosas, en las cuales, por otra hubiese robado el corazón de su Esposo celeste; p-
parte, era muy severo; y que el bienaventurado Ignacio igualmente me consoló cuando la vi en la cocina k
de Loyola, estando convidado á jugar, lo aceptó. Cuan su padre atender humilmente al asador, atizará
to á Santa Isabel de Hungría, también á veces fuego, aparejar la vianda, amasar el pan y hacer teló
jugaba y se Lallaba en las juntas de pasatiempos, sin los más bajos oficios de la casa con un ánimo lleno
perjuicio de la devoción; la cual tenia tan bien arrai de amor y dilección para con su Dios. Y no estimati
gada en su alma, que, como las rocas que están alre en menos la pequeña y baja meditación que hacia i
dedor del lago de Rieta crecen siendo combatidas de vueltas destos oficios viles y abatidos , que los éitasisy
las ondas, así su devoción crecía en medio las pom raptos que tana menudo tenia, los cuales puede ser
pas y vanidades á que su grandeza la exponía. Estos ton no la fuesen dados sino en recompensa desta unici
los grandes fuegos que se inflaman y crecen al vien dad y desprecio. Su meditación pues era tal: I»-
to ; mas los pequeños se apagan no llevándolos cu ginábase que aderezando la comida para su pate,'*
biertos. aderezaba para nuestro Señor, como otra sania Sa
CAPITULO XXXIV. ta ; que su madre tenia el lugar de nuestra Seüon, i
sus hermanos el lugar de los apóstoles; ejerci
Que es necesaria la fidelidad en las grandes y ptf)ncOas tándose desta suerte en servir en espíritu toda U
ocasiones.
corte celeste, empleándose en estos servicios humil
El Esposo sagrado , en el Cántico de los Cánticos, des con una grande suavidad y mansedumbre, por
dice que su Esposa le ha arrebatado su corazón con cuanto sabia la voluntad de Dios. Hete dicho esta
uno de sus ojos y uno de sus cabellos. Entre todas las ejemplos, Filotea , para que sepas cuánto importa el
liarles exteriores del cuerpo humano no hay ninguna enderezar bien todas nuestras acciones , por viles que
más noble , sea por el artificio ó sea por la actividad, sean, al servicio de su divina Majestad.
que el ojo, ni más vil que los cabellos. Por esto pues Por esto te aconsejo cuanto puedo imites esta moja
el divino Esposo quiere hacer entender que no solo le fuerte, á quien el gran Salomón tanto alaba; la cual,
son agradables las grandes obras de las personas de como él mismo dice, ponia la mano en cosas fuerte!,
votas, pero también las menores y más bajas ; y que generosas y relevadas ; y no obstante, no dejaba de hi
para servirle á su gusto se debe tener gran cuidado de lar: «Puso la mano en cosa fuerte, y sus dedos tona-
servir bien en las cosas grandes y altas y en las cosas ron el huso.» Pon la mano en cosa fuerte, ejercitán
pequeñas y humildes, pues podemos igualmente por dote en la oración y meditación, en el uso Se los sí
las unas y por las otras robarle el corazón por amor. cramentos, en dar amor de Dios á las almas, en der
Aparéjate pues, Fi lotea, á recibir muchas y grandes ramar buenas inspiraciones en los corazones, yená
aflicciones por nuestro Señor, y asimismo el marti en hacer obras grandes y de importancia, según ti
rio. Resuélvete de darle todo lo que tuvieres por más vocación. Mas no olvides tampoco tu huso y tu rueci;
precioso, si se agradase de tomallo : padre, madre, esto es, que practiques aquellas pequeñas y humikte
hermano, marido, mujer, hijos, tus ojos mismos y tu virtudes, las cuales como flores crecen al pié de U
vida, porque á todo esto debes aparejar tu corazón. cruz ; el servicio de los pobres, la visitación de los en
Mas mientras la divina Providencia no te envia aflic fermos, el cuidado de la familia, con las obras que M
ciones tan sensibles y grandes, y que no quiere de tí dependen, y la diligencia útil, la cual nunca te dejara
tus ojos, dale por lo menos tus cabellos. Diréte cómo : ociosa; yá vueltas de todas estas cosas, aplicarás pala
lleva con paciencia las pequeñas injurias, las peque bras y consideraciones semejantes á las que te he dicha
ñas incomodidades, las pérdidas de poca importan de santa Catalina.
cia que te son cuotidianas ; porque por medio destas Las grandes ocasiones de servir á Dios se presentan
pequeñas ocasiones , empleadas con amor y dilección, raramente, mas las pequeñas son ordinarias. «Qnj*
ganarás enteramente su corazón, y le harás todo tu- fuere pues fiel en lo poco (dice el Salvador mi»»)"
i INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA 315
establecerán en lo mucho.» Haz pues todas tus cosas la menos que podemos. Y como dice la Escritura,
á honor de Dios, y todas cosas serán bien hechas, a los labios engañosos hablan en un corazón ; » y decir
sea que comas, sea que bebas , sea que duermas, un corazón, quiere decir que tienen dos. Y el tener
sea que te recrees, sea que des vueltas al asador, con dos pesas, la una pesada para recibir y la otra ligera
tal que sepas aprovechar tus negocios. Adelantáoste para dar, es cosa abominable delante de Dios.
mocho delante de Dios, haciendo todas estas cosas, Sé pues, Filotea, igual y justa en tus acciones;
porque Dios asimismo gusta de que las hagas. ponte siempre en el lugar de tu prójimo, y á él ponle
en el tuyo, y así juzgarás bien. Haz cuenta que ven
CAPITULO XXXV. des cuando compras, y que compras cuando vendes,
y así comprarás y venderás justamente. Todas estas (I)
Que se ha de tener el espíritu justo v racional. injusticias son pequeñas (por cuanto no obligan á res
Somos hombres solo por la razón , y por esto es titución) (2) si solo nos quedamos en los términos del
esa rara el hallar hombres verdaderamente raciona- rigor para lo que nos es favorable ; mas no por eso
lis, por cnanto el amor propio nos apartado ordina nos dejan de obligar á la enmienda, por ser en efecto
rio de la razón , trayéndonos insensiblemente á mil grandes faltas de razón y caridad (3). Y asimismo no se
suertes de pequeñas pero peligrosas injusticias y ini pierde nada en vivir generosa, noble y cortésinente,
quidades, las cuales, como las pequeñas raposillas y con un corazón real, igual y racional. Acuérdale,
(de quien se habla en el Cántico de los Cánticos), pier Filotea mia , de examinar á menudo tu corazón , si es
den las viñas; porque, como son pequeñas, no se re tal para con el prójimo como querrías que el suyo
para en ellas, y como son en cantidad, no dejan de ha fuese para contigo, si estuvieras en su lugar; porque
cer mucho daño. Dime : las que te diré ahora ¿no son este es el punto de la verdadera razón. Trajano, siendo
iniquidades y sinrazones? censurado de sus confidentes porque (á su parecer)
Acusamos por poco al prójimo, y excusémonos á familiarizaba demasiado la majestad imperial con los
reotros en mucho ; queremos vender muy caro, y particulares , respondió : «Así es verdad; mas debo yo
comprar muy barato; queremos que se haga justicia ser tal emperador para con los particulares, cual de
en la casa ajena, y que en la nuestra haya misericordia; searía yo encontrar un emperador si yo mismo fuera
queremos que tomen & buena parte nuestras palabras, un particular.»
; somos cosquillosos y delicados con las que nos dicen; CAPITULO XXXVI.
quemamos que el prójimo nos dejase su hacienda pa De los deseos.
gándosela, siendo más justo que la guarde á él, deján
donos nuestro dinero; enojámonos con él porque no No hay quien no sepa que nos debemos guardar del
sos quiere acomodar, como si no fuera másrazoneno- deseo de las cosas viciosas, porque el deseo del mal
ptse él porque le queremos desacomodar. nos hace malos. Y aun te digo más, Filotea : que no
Si nos aficionamos á un ejercicio, menospreciamos desees las cosas que son peligrosas al alma, como son
No lo demás y contradecimos todo lo que no es á los bailes, los juegos y semejantes pasatiempos, ni
noeslra gusto. Si hay alguno de nuestros inferiores las honras y cargos, ni las visiones y éxtasis; porque
que no tenga buena gracia ó á quien alguna vez ha hay gran peligro de vanidad y daño en tales cosas. No
yamos reprehendido , cualquiera cosa que haga nos desees las cosas muy apartadas, como son las que no
parece mal, sin que dejemos nunca de molestarle y pueden suceder en mucho tiempo. Esto hacen muchos,
punirle por las causas más leves ; al contrario , si al y por este medio cansan y disipan sus corazones imiiil-
pino nos es agradable por alguna gracia sensual, no mente , y se ponen en peligro de grande inquietud. Si
cae en cosa mala que no la excusemos. Hijos hay tam un mozo desea con mucha ansia el ser proveído en al-
bién virtuosos, á quien los padres y madres no pueden gun oficio antes de tiempo, ¿de qué le sirve este deseo?
casi ver por alguna imperfección corporal ; otros hay Si una mujer casada desea ser religiosa, ¿á qué propó
viciosos , que son los favorecidos por alguna gracia sito? Si yo deseo comprar la hacienda de mi vecino
corporal. Era todo y por todo preferimos los ricos á antes que él se determine á venderla, claro es que pier
1* pobres , aunque no sean ni de mejor sangre ni do el tiempo en tal deseo. Si estando malodeseo predicar
mas virtud ; asimismo preferimos los mejor ves ó celebrar la santa misa , visitar los otros enfermos y
tidos. Queremos nuestros derechos exactamente y hacer los ejercicios de los que están con salud , estos
por entero, y que los otros usen de cortesía en la co deseos ¿no son vanos, pues en tal tiempo no está en mi
branza de los suyos. Guardamos nuestros puestos mano el efectuarlos? Entre tanto también estos deseos
puntosamente, y queremos que los otros sean hu inútiles ocupan el lugar de otros que debria tener, co
mildes j condescendientes. Qnejámonos fácilmente del mo el ser bien sufrido, bien acondicionado , bien mor
prójimo, y no queremos que nadie se queje de nos- tificado, bien obediente y bien manso en mis trabajos,
oíros. Lo qne hacemos por otro nos parece siempre que es lo que Dios quiere que yo platique por enton
mocho, y ¡o que él hace por nosotros nos parece ces. Pero nosotros engendramos de ordinario deseos
siempre nada. Somos, en On, como las perdices de Pa- de mujeres preñadas, que quieren cerezas y fresas en
Oagonia.qne tienen dos corazones, porque tenemos el otoño , y uvas frescas en la primavera.
un corazón dulce , gracioso y cortés para con nos De ninguna manera apruebo que una persona asida
otros; y un corazón duro, severo y riguroso para con á alguna deuda ó vocación se embarace en desear
e' prójimo. Tenemos dos pesas , la una para pesar
nuestras comodidades con la mayor ventaja que nos (1) sin justicias (Edición original.)
(2) sino solo (/¿.»
K posible, y la otra para pesar las del prójimo con (3) que vienen i parar en embelecos y embuslcs. {C-D.)
316 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
otra suerte de vida fuera de la que le es conviniente á dos y en todo ; esto es , en todas sus partes. A todos,
su deber, ni ejercicios incompatibles á su condición porque las vírgines mismas le deben honrar coa hu
presente , porque esto disipa el corazón y le aparta de mildad. En todos, porque es igualmente santo, asi en
los ejercicios necesarios. Si yo deseo la soledad de los tre los pobres como entre los ricos. En todo, porque su
cartujos, perderé el tiempo, y este deseo ocupará el origen, su fin, sus utilidades, su forma y su materia
lugar del que debria tener de emplearme bien en mi son santas. Es el seminario del cristianismo, que hin
oficio presente. Asimismo no querría que se desease che la tierra de fieles para cumplir en el cielo el nú
tener mejor ingenio ni mejor juicio; porque estos de mero de los escogidos. Asi que, la conservación del
seos son frivolos y vanos, y ocupan el lugar del que bien del matrimonio es en extremo importante á la
cada uno debía tener do cultivar el suyo tal cual fuere; república, porque es la raiz y manantial de todas sus
ni que se descasen para servir á Dios los medios que corrientes.
no se tienen, sino que se empleen üelmente los que Pluguiese á Dios que su amado Hijo fuese llama
se poseen. Entiéndese esto pues cuanto á los deseos do en todas las bodas como lo fué en las de Cana:
que embebecen y ocupan el corazón, porque cuanto á no faltaría jamás el vino de las consolaciones y ben
los simples deseos, nobacen ningún daño, con tal que diciones; y el faltar este en ellas de ordinario, pues
lio sean frecuentes. no hay sino un pequeño bien á los principios, es por
No desees las cruces, sino á medida de como hubie que en lugar de nuestro Señor hacen venir á Adonis,
res llevado lasque tuvieres presentes, porque es mani y Venus en lugar de nuestra Señora. Quien quiérete-
fiesto engaño el desear el martirio, y no tener ánimo ner corderinos hermosos y manchados como Jaca,
para sufrir una injuria. El enemigo nos procura mu menester ha (como él) cuando las ovejas se juntad
chas veces traer glandes deseos; da objetos ausentes aparearse, ponerlas á los ojos las varillas hermosas j
y que no se presentarán jamás, para divertir nuestro de diversos colores ; y quien quiere tcuer un dichoso
espíritu de los olijetos presentes, en los cuales, por pe suceso en el matrimonio, debria en sus bodas poner
queños que sean, nos podríamos aprovechar mucho. se á los ojos de la consideración la santidad y dignidad
Queremos combatir los monstruos de África por ima deste santo sacramento. Pero en lugar desto suceden
ginación , y nos dejamos matar en efeto de las me mil desconciertos en pasatiempos , en festines y en
nores serpientes que están en nuestro camino por falta palabras ; y así, no es de maravillar si los efelos son
de atención. desreglados.
No desees las tentaciones, porque seria temeridad; Sobre todo, exhorto á los casados el amor reciproco
sino emplea tu corazón para esperarlas animosamente, que el Espíritu Santo les encomienda tanto en li Es
y defenderte cuando se te ofrecieren. critura. Y no por esto se entiende quesea bastante el
Lu variedad de viandas, principalmente si la canti amarse el uno al otro con un amor natural, porque
dad es grande , carga siempre el estómago , y si este es las tórtolas aun hacen esto ; ni el amarse cou un amar
flaco, le arruina. N<> hinchas lu alma de muchos deseos humano, porque los paganos han usado lomismo;si-
mundanos, porque estos te la dañarán de todo pun no que hagáis como dice el gran Apóstol : « Maridos,
to; ni tampoco espirituales, porque to embarazarán. amad vuestras mujeres como Jesucristo ama á su Igle
Cuando nuestra alma está purgada, sintiéndose des sia. Mujeres , amad vuestros maridos como la Iglesia
cargada de los malos humores, tiene un gran apetito ama á su Salvador.» Dios fué quien llevó á Eva á nues
de las cosas espirituales ; y como hambrienta , no hace tro primer padre Adán, dándosela por mujer. Dios
sino desear mil suertes de ejercicios de piedad, de mor también es, amigos mios, quien con su mano invisi
tificación, de penitencia, de humildad, de caridad y ble ha hecho el nudo de la sagrada atadura de vuestro
de oración. Es buena señal, Filotea mia, el tener tan matrimonio, y el que os ha dado los unos á los otros.
vivo el apetito, pero mirarás si podrás bien digerir to ¿Por qué pues no os acariciáis con un amor entera
do lo que pretendes comer. mente santo , enteramente sagrado y enteramente
Escoge pues, con el aviso de tu padre espiritual, divino?
entre tantos deseos los que pudieres praticar y ejecu El primer efeto doste amor es la unión indivisible
tar al presente, y en los tales procurarás aprovecharte do vuestros corazones. Si se pegan dos pedazos de pino
bien. Hecho esto, Dios te enviará otros, los cuales juntos, como sea el betún fino, la unión será tan fuer
también pratieaiás á su tiempo; y desta suerte no te, que faltarán antes los pedazos por las otras parles
peiderás ninguno con deseos inútiles. No digo yo que que por la de la conjunción ó ligadura. Dios pues junta
se hayan de perder ninguna suerte de buenos deseos; el marido á la mujer en su propia sangre; y por esto
sino que se deben ejecutar por orden, y los que no esta unión es tan fuerte , que antes se debe separar el
pueden efeluarse al presente, que se encierren en al alma del cuerpo del uno y del otro, queelmaridode
gún rincón del corazón hasta que se les llegue el tiem la mujer. Y no se entiende esta unión principalmente
po, y entre tanto efetuar los que estuvieren maduros del cuerpo, sino del corazón , de la afición y del amor.
y cu su sazón. Lo cual no digo solo por los deseos es El segundo efeto deste amor debe ser la fidelidad
pirituales, sino también por los mundanos, sin lo cual inviolable del uno para con el otro. Antiguamente los
no podríamos vivir sino con inquietud y embarazo. anillos que traían en los dedos estaban sellados, como
también la Escritura santa nos lo muestra. Este pues
CAPITULO XXXVII. es el secreto de la ceremonia que se hace en las bodas.
Aviso para los casados. la Iglesia por la mano del sacerdote bendice una sor-
El matrimonio es un gran sacramento , digo en lija, y dándola primero al hombre, da á entender co
Jesucristo y en su Iglesia; es honroso á todos, en to mo sella su corazón por este sacramento, para que
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA: 317
jamás después ni el nombre ni el amor de otra nin de su bondad, pureza y perfección; porque la perfec
guna otra mujer pueda entrar en él mientras viviere la ción de la amistad presupone la seguridad de la virtud
que le ha sido dada por propia. Después el esposo tor de la cosa amada, y los celos presuponen la incerti-
na á poner el anillo en la mano de la esposa, para que dumbre.
recíprocamente sepa que jamás su corazón debe aficio Si queréis, 6 maridos, qne vuestras mujeres sean
narse de otro ningún hombre mientras viviere el que fieles, enseñaldas esta lición con vuestro ejemplo:
nuestro Señor acaba de darle. «¿Con qué cara (dice san Gregorio Nazianzeno) que
El tercer fruto del matrimonio es la producción y réis pedir la honestidad á vuestras mujeres , si vosotros
legitima crianza de los hijos. Con razón debéis esti mismos vivis en deshonestidades? ¿Cómo las pedis
mar, ó casados, el ver que Dios queriendo multiplicar vosotros lo que no las dais a ellas? ¿Queréis que sean
las almas para que eternamente puedan bendecirle , os castas? Pues llevaos castamente con ellas.» Y como dice
ha hecho los cooperantes de una tan digna obra por la san Pablo: «que cada uno sepa poseer su vaso en santi
producción de los cuerpos, dentro de los cuales der ficación ; que si al contrario vosotros mismos las ense
rama, como rocío celestial, las almas, mandolas como ñáis las glotonerías, no es de maravillar que recibáis des
las cria y las infunde en lus cuerpos. honra en su pérdida. Pero vosotras, o mujeres, cuya
Conservad pues, ó maridos, un tierno, constante honra está inseparablemente junta con la vergüenza y
y cordial amor para con vuestras mujeres. Por esto la honestidad, conservad celosamente vuestra gloria, y
mujer fué sacada de la costilla más cercana al corazón no permitáis que ninguna suerte de disolución manche
del primer hombre, para que fuese amada del cordial la blancura de vuestra reputación.»
y tiernamente. Las flaquezas y enfermedades, sean Temed toda suerte de ocasiones, por pequeños que
del cuerpo ó del espíritu de vuestras mujeres, no os sean; no deis lugar nunca á ninguna suerte de requie
deben provocar á ninguna suerte de desden , sino an bros. Cualquiera que os alabe vuestra hermosura y
tes á una dulce y amorosa compasión ; pues Dios las vuestra gracia , os debe ser sospechoso , porque cual
ha criado tales, para que dependiendo de vosotros, quiera que alaba una mercancía que no puede com
recibáis más honra y respeto. Tenedlas pues por com prar, de ordinario está tentado en extremo de hur
pañeras, pero de tal suerte, que nodpjeis por eso de tarla. Y si alguno á vuestras alabanzas junta el menos
ser los maridos superiores. Y vosotras, ó mujeres, precio de vuestro marido, será ofenderos infinito. Es
amad tierna y cordialnieutc y con un amor lleno de claro que no solo el tal os quiere perder, pero que os
respeto y reverencia los maridos que Dios os ha dado; tiene ya por medio perdidas ; poique es cierto que es
porque verdaderamente Dios por esto los ha criado de tá ya hecho la mitad del precio con el segundo merca
un sexo más vigoroso y predominante, y quiso que la der, cuando nos disgustamos con el primero.
mujer fuese una dependencia del hombre, un hueso Las damas , así antiguas como modernas, han usado
de sus huesos, una carne de su carne, y que fuese el ponerse á las orejas perlas en número, por el gusto
producida de una costilla suya, sacada de debajo del (dice Plinio)que tienen en oir la armonía que hacen
brazo, para mostrar que debe estar debajo de la mano y unas con otras juntándose. Pero cuanto á mí (quo
guia del marido. Toda la Escritura santa os encomien sé que el grande amigode Dios Isaac envió dos zarci
da estrechamente esta sujeción ; la cual, no obstante, llos á la casta Rebecca por las primeras arras de sus
la misma Escritura os hace dulce, queriendo, no solo amores), creo que este ornato místico significa la pri
que la llevéis con amor, pero ordenando á los maridos mera parte que un marido debe tener de una mujer, y
que la ejerciten con grande dilección, terneza y suavi la que la mujer le debe fielmente guardar. Esta es la
dad. « Maridos (dice san Pedro) , llevaos discretamen oreja, á fin de que ningún lenguaje ni ruido pueda
te con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, entrar en ella, sino el dulce y amigable son de las pa
respetándolas con amor.» labras castas y honestas, que son las perlas orientales
Pero mientras os exhorto el engrandecer de más en del Evangelio ; porque nos debemos siempre acor
más este recíproco amor que os debéis, mirad que no dar que se emponzoñan las almas por la oreja, como
se convierta en alguna suerte de celos; porque sucede los cuerpos por la boca.
muchas veces que , asi como el gusano se engendra de El amor y fidelidad juntos engendran siempre la fa
la manzana más delicada y madura, así los celos na miliaridad y confianza. Por esto pues los santos y san
cen del amor más ardiente y vivo de los casados; (1) del tas han usado de muchas reciprocas caricias en su
cual no obstante , dañan y corrompen la sustancia, y matrimonio, caricias verdaderamente amorosas , pero
poco á poco engendran las riñas, disensiones y divor castas ; tiernas, pero sinceras. Así Isaac y Rebecca, el
cios. Es cierto que los celos nunca 'se arriman á la más casto par de casados del anciano tiempo, fueron
amistad que recíprocamente está fundada sobre la ver vistos por una ventana acariciándose de tal suerte, que
dadera virtud: por esto pues son una indubitable se aunque sin ninguna muestra deshonesta , conoció bien
ñal de un amor en alguna manera sensual y grosero; Abimelecb que no podían ser sino marido y mujer. El
y así , se llegan siempre á lugares donde encuentran gran san Luis, igualmente riguroso para con su carne,
ana virtud manca, inconstante y sujeta á desconfian y tierno para con el amor de su mujer, fué casi re
za. Es pues una loca jactancia de amistad el querer prehendido en ser abundante de tales caricias. Es ver
la exaltar por los celos, porque los celos son una cierta dad que, bien mirado, antes merecía alabanza, pues
señal de la grandeza y groseza de la amistad , mas no sabia templar su espíritu marcial y animoso con estas
menudencias lícitas á la conservación del amor conyu
gal; porque, aunque estas pequeñas muestras de pura
(1) el cual (Eduion orifimt.i y honesta amistad no ligan los corazones, con todo eso
318 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
los acercan y juntan , y sirven de un entretenimiento á la cual se debrian llevar uno á otro. Hay frutas, como
agradable á la recíproca conversación. el membrillo, que por la aspereza de su zumo no son
Santa Mónica, estando preñada del gran san Agustin, muy agradables sino en conserva ; hay otras , que por
le dedicó por medio de muchas ofrendas á la religión su ternura y delicadeza no pueden durar si no se ponen
cristiana y al servicio de la gloria de Dios, según él también en conserva , como son las cerezas y albaricc—
mismo nos muestra, diciendo: « Que ya él habia gus ques. Asi las mujeres deben desear que sus maridos es
tado la sal de Dios dentro del vientre de su madre.» tén confitados en el azúcar de la devoción, porque el
Es una grande enseñanza para las mujeres cristianas hombre sin la devociones un animal severo, áspero y
el ofrecer á la divina Majestad los frutos de sus vien- rudo ; y los maridos deben desear que sus mujeres sean
t res aun antes que hayan salido á luz; porque Dios, que devotas, porque sin la devoción la mujer es en extremo
acnpta las oblaciones de un corazón humilde y volun- frágil y sujeta á caerse y apartarse de la virtud. San Pa
tario, fecunda de ordinario en tal tiempo las buenas blo dice que el hombre infiel es santificado por la mujer
aficiones de las madres: testigos Samuel , santo Tomás fiel, y la mujer infiel por el hombre fiel; porque en esta
de Aqnino, san Andrés de Fiésola y otros muchos. La estrecha alianza de! matrimonio puede el uno fácil
madre de san Bernardo, madre digna de tal hijo, to mente llevar al otro á la virtud. Mas ¡ qué bendición
maba sus hijos en sus brazos luego que habian nacido, es cuando el hombre y la mujer fieles se santifican el
y los ofrecía á Jesucristo; y desde entonces los amaba uno al otro en un verdadero temor de Dios 1
con respeto como á cosa sagrada y que Dios se la ha En lo demás deben sobrellevarse recíprocamente ei
bía confiado: lo cual la sucedió tan dichosamente, que uno al otro ; y con tanto cuidado y amor, que no lle
en fin fueron todos siete muy santos. guen jamás los dos á enojarse juntos aun mismo tiem
Luegoque los hijos comienzan á servirse de la razón, po y de repente, para que asi entre ellos no se vea nin
los padres y las madres debrian tener un gran cuidado guna disensión ni riña. Las abejas no pueden residir en
de imprimirles en el corazón el temor de Dios. La buena lugares donde se oyen los ecos y zumbidos y las repe
reina Blanca hizo fervorosamente este oficio con sn hijo ticiones de voces, ni tampoco el Espíritu Santo en una
el rey san Luis, porque le decia muy á menudo : «Mucho casa en la cual hay discordias, réplicas y alborotos de
más querría, ainado hijo mío, verte morir á mis ojos, gritas y alteraciones.
que el verte cometer un solo pecado mortal.» Lo cual San Gregorio Nazianzeno dice que en su tiempo ha.
quedó de suerte grabado en el alma deste santo hijo, cian fiesta los casados en el dia aniversario de sus bo
que, como él mismo contaba, no habia dia en que no das. En verdad que yo aprobaría que esta costumbre
se le acordase, trabajando cuanto le era posible en bien se introdujese, con tal que no fuese con aparejos de
guardar esta divina doctrina. Las razas y generacio recreaciones mundanas y sensuales; sino que, conte
nes son llamadas en nuestra lengua casas; y asimismo sados y comulgados los maridos y las mujeres en Ul
los hebreos llaman á la generación de los hijos edifica' dia , encomendasen á Dios con más fervor que de or
cion de casa : porque esto es, en este sentido que se ha dinario el progreso de su matrimonio, renovando los
dicho, que Dios edificó casas á las sabias mujeres de buenos propósitos de santificarle de más en más por
Egipto. Esto es pues para mostrar que no es hacer una recíproca amistad y fidelidad, tomando ánimo en
una buena casa el abastecerla de muchos bienes mun nuestro Señor para llevar y cumplir con las obliga
danos , sino el bien industriar los hijos en el temor de ciones de su estado.
Dios y virtud.
En esto pues no se debe rehusar ninguna suerte de CAPITULO XXXVIII.
pena y trabajos , pues los hijos son la corona de los pa De la honestidad de la cama nupcial.
dres. Asi santa Mónica combatió con tanto fervor y
constancia las malas inclinaciones de san Agustin, que La cama nupcial debe ser inmaculada, como el
habiéndole seguido por mar y por tierra, le hizo más Apóstol la llama, esto es, exenta de deshonestidades
dichosamente hijo de sus lágrimas por la conversión y otras manchas profanas. También el santo matrimo
de su alma, que no habia sido hijo de su sangre por nio fué primeramente instituido dentro del paraíso
la generación de su cuerpo. terrestre, donde nunca hasta entonces habia habido
San Pablo deja á cargo á las mujeres el cuidado de ninguna desorden de concupiscencia ni cosa des
la casa. Por esto muchos tienen esta verdadera opinión honesta.
de que su devoción es más frutuosa á la familia que No deja de haber alguna semejanza entre los deleites
la de sus maridos, los cuales, como no hacen una or vergonzosos y los del comer, porque entrambos á dos
dinaria residencia entre sus domésticos , no pueden miran á la carne. Bien es verdad que los primeros, i
|K>r consiguiente guiarlos tan fácilmente á la virtud. razón de la vehemencia brutal , se llaman simplemente
A esta consideración Salomón en sus Proverbios hace carnales. Explicaré pues lo que no puedo decir de
derivar la buena dicha de toda la casa, del cuidado y los unos, por lo que diré de los otros.
industria de aquella mujer fuerte que escribe. 1 . El comer es ordenado para conservar las perso
Vemos en el Génesis , que Isaac viendo su mujer nas. Como el comer pues simplemente para mantener
Rebecca estéril, rogó al Señor por ella; ó (según los y conservar la persona es cosa buena, santa y manda
hebreos) rogó al Señor frente á frente della; porque el da, también lo que se requiere en el matrimonio para
uno rezaba del un lado del oratorio, y el otro del otro. la producción de los hijos y multiplicación de las per
También la oración del marido , hecha en esta forma, sonas es una cosa buena y muy santa, por cuanto este
fué oída. Es la mayor y más frutuosa unión del mari es el fin principal del casamiento.
do y de la mujer la que se hace en la santa devoción, 2. El comer, no por conservar la vida, sino por con
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 319
servar la recíproca conversación y (1 ) condescendencia Y aunque algunos herejes de nuestfó tiempo, cien veces
que nos debemos los unos á los otros , es cosa muy j us- más reprehensibles que los cínicos (de quienes habla san
tu y honesta ; y de la misma manera la recíproca y legí Jerónimo en la epístola á los efesios), hayan querido
tima satisfacción de las partes en el santo matrimonio decir que era la perversa intención deste mal nombre
es llamada por san Pablo deber, y aun deber tan grande, la que desagradaba á Dios ; la Escritura nos muestra, al
que no quiere que la una de las partes pueda eximirse contrario, y asegura en particular, que la cosa misma
del sin el libre y voluntario consentimiento de la otra; era detestable y abominable delante de Dios.
ni aun asimismo por los ejercicios de la devoción, se 7. Es una verdadera señal de un espíritu perdido,
gún tengo dicho en una palabra en el capítulo de la villano, abatido y infame, el pensar en las viandas y
santa Comunión cerca deste sujeto. ¡Cuánto menos manjares antes del tiempo del comer; y aun más cuan
pues se podrán eximir por las caprichosas pretensio do después del se divierten con el gusto que han reci
nes de virtud , ó por las cóleras y desdenes 1 bido en la comida, entreteniéndose con palabras y pen
3. Como los que comen por el deber de la recíproca samientos , y revolviendo su espíritu por la memoria
conversación, deben comer libremente, y no como del deleite que han recibido al comer de los bocados,
por fuerza, sino antes dando muestras de tener apetito; como hacen los que antes del comer tienen el pensa
también el deber nupcial debe cumplirse fiel y franca miento en el asador, y después en los platos: gentes
mente, y de la misma manera que si fuese con espe dignas de servir en la cocina; los cuales hacen (corno
ranza de la producción de los hijos, aunque por alguna dice san Pablo ) un dios de su vientre. La gente de
ocasión se carezca de tal esperanza. honra no piensa en la mesa sino cuando se sienta &
4. Comer, no por las dos primeras razones, sino ella, y después de la comida se lavan las manos y la
simplemente por contentar el apetito, es cosa suporta- boca , para que no les quede ni el gusto ni el olor de lo
ble , mas no digna de alabanza ; porque el simple pla que han comido. El elefante no es sino una bestia gro
cer del apetito sensual no puede ser objeto suficiente sera, pero la más digna de alabanza de cuantas viven,
á hacer una acción loable ; basta pues que sea supor y que tiene más sentido. Quiero decirte un poco cer
tóle. ca de su honestidad. Cuanto á lo primero, no muda
5. Comer, no por simple apetito, sino por exceso y nunca de hembra, y ama tiernamente la que una vez
desorden, es cosa masó menos vituperable, seguu es ha escogido, con la cual, no obstante, no se junta sino
el exceso grande ó pequeño. de tres en tres años y por solos cinco dias; y esto con
6. El exceso pues de comer no consiste solo en la tanto secreto, que nunca es visto en el acto; pero es
demasiada cantidad, sino también en el modo y mane visto el sexto dia, en el cual, ante todas cosas, se va de
ra de comer. No es poco de notar, amada Filotea, el recho á alguna ribera, donde se lava enteramente to
ver que la miel, siendo tan propia y saludable á las abe do el cuerpo, sin querer de ninguna suerte volver á la
jas, las pueda, no obstante, ser dañosa, y tanto , que á tropa hasta haberse primero limpiado y purificado.
veces las enferma, como cuando comen demasiado en la ¿No son, dime, las deste animal hermosas y honestas
primavera ; porque entonces las da un flujo de vientre, propiedades ? Por las cuales muestra á los casados á no
y algunas veces las hace morir sin remedio, como quedarse empeñados de afición en las sensualidades y
cuando tienen enmelada la cabeza y alas. Es cierto que deleites que según su vocación hubieren ejercitado,
el comercio nupcial, que es tan santo, tan justo, tan sino que (pasados estos) se laven el corazón y la afición,
digno de recomendación y tan útil á la república, es, y se purifiquen cuanto antes, para que después con to
no obstante, en ciertos casos peligroso á los que le pla da libertad de espíritu puedan practicar las otras accio
tican ; porque á veces los enferma en extremo las almas nes más puras y relevadas. En este aviso consiste la
de pecado venial, como sucede por los simples exce perfecta práctica de la excelente doctrina que san Pa
sos ; y á veces las hace morir por el pecado mortal , co blo da á los corintios: «El tiempo es corto (dice):
mo sucede luego que la orden establecida para la pro menester es que los que tienen mujer sean como si no
ducción de los hijos es violada y pervertida. En el cual la tuviesen ;» porque, según san Gregorio, aquel tiene
caso , según se apartan más ó menos desta orden, los una mujer como si no la tuviese, que goza de tal suer
pecados se hallan más ó menos execrables, pero siem te de los consuelos corporales con ella, que no por esto
pre mortales ; porque , como la procreación de los hijos se aparte de las pretensiones espirituales. Lo que se
es el primero y principal fin del matrimonio, jamás se dice pues del marido, se entiende recíprocamente de
puede lícitamente apartar de la orden que esta requie la mujer : «Que los que usan del mundo (dice el mis
re, aunque por algún otro accidente no pueda la tal mo apóstol) sean como si no le usasen.» Que todos
por entonces ser efeluada : como sucede cuando la pues usen del mundo, cada uno según su estado;
esterilidad ó preñez estorban la producción y genera pero de tal manera , que no empeñando la afición , se
ción , porque en estas ocurrencias el comercio corpo hallen libres y prontos al servicio de Dios, como si no
ral no deja de ser justo y santo, con tal que las reglas usasen del. Es el mayor mal del hombre (dice san Agus
de la generación sean observadas. Y esto porque nin tín) el querer gozar de las cosas de que solo debria
gún acídente puede jamás perjudicar la ley que el fin usar, y el querer usar de aquellas de que debria so
principal del matrimonio ha impuesto. Por cierto la lo gozar. Debemos pues gozar de las cosas espiritua
infame y execrable acción que Onam hizo en su casa les, y solo usar de las corporales, de las cuales cuan
miento era abominable delante de Dios , según di do el uso es convertido en gozo, nuestra alma racio
ce el sacro texto del treinta y ocho capitulo del Génesis. nal se convierte también en alma brutal y bestial.
Pienso haber dicho todo lo que quería decir, y hecho
W descendencia {Edición original) entender (sin decirlo) lo que no querría decir.
320 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
3. Es menester aun más , que la viuda pan ser
CAPITULO XXXIX. verdadera viuda, esté separada y voluntariamente des
Aviso para las viudas. tituida de los contentos profanos. «La viuda que vi
San Pablo instruye todos los prelados en la persona ve en placeres (dice san Pablo) está muerta en vida.»
de su Timoteo, diciendo : «Honra las viudas que son Querer ser viuda y gustar, no obstante esto, de qne
verdaderamente viudas. » Para ser pues verdadera la enamoren y acaricien; querer hallarse en los bailes,
mente viuda, son necesarias, estas cosas : danzas y festines; querer andar perfumada, afeitada y
1. Que la viuda no solo sea viuda de cuerpo, sino de muy compuesta ; esto es ser una viuda viva cuanto al
corazón. Estoes, que ha de vivir con una resolución cuerpo, pero muerta cuanto al alma. ¿Qué importa
inviolable de conservarse en el estado de una casia (dime por tu vida) que la insignia de la casa de Ado
viudez ; porque las viudas que no lo son sino mien nis y del amor profano esté hecha de garzotas blancas
tras esperan la ocasión de tornarse á casar , no están (1) puestas á manera de penacho, ó de un velillo negro
separadas-de los hombres sino según el deleite del cuer extendido á manera de redes, y al rededor de la cara.si
po; pero están juntas con ellos según la voluntad del las más veces lo negro se pone con más vanidad sobre
corazón. Que si la verdadera viuda para conservarse en el blanco, para mejor relevar la color? La viuda, como
el estado de viudez, quiere ofrecer á Dios en voto su ha hecho prueba del modo con que las mujeres pueden
cuerpo y su castidad, juntará sin duda un gran atavio agradar á los hombres, sabe ponerlos en sus almas
á su viudez, y pondrá en gran seguridad su resolu cebos más peligrosos. La viuda pues que vive en estos
ción ; porque viendo que después del voto no está locos placeres, en vida está muerta ; y no es, hablando
más en su mano el dejar la castidad, sin dejare! paraí con propiedad , sino un ídolo de viudez.
so, vivirá tan celosa de su promesa, que no dará lugar «El tiempo de cortar ha venido ; la voz de la tírtob
ni un solo momento en su corazón á los más simples ha sido oida en nuestra tierra,» dice el Cántico. El
pensamientos de casamiento ; porque el voto sagrado cortar las superfluidades mundanas es necesario á cual
pondrá una fuerte barrera entre su alma y toda suer quiera que quiere vivir piadosamente , y principal
te de trazas contrarias á su resolución. San Agustin mente á la verdadera viuda; la cual, como una casia
aconseja extremamente este voto á la viuda cristiana; tórtola , acaba de llorar, gemir y lamentar la pér
y el antiguo y docto Orígenes pasa aun más adelante, dida de su marido. Cuando Noemi volvió de Moab
porque aconseja á las mujeres casadas hagan voto y se á Belén, las mujeres de la villa, que la habian conoci
destinen á la castidad vidual (en caso que sus maridos do al principio de su casamiento, decían unas á oira;
viniesen á morir antes que ellas), para que entre los pla «¿No es esta Noemi ?» A que respondió ella : «No me te
ceres sensuales que podrían tener en su matrimonio, méis Noemi, os ruego» (porque Noemi quiere decir
puedan, no obstante, gozar del merecimiento de una graciosa y hermosa); llamadme antes Mará; porq»
casta viudez por medio desta anticipada promesa. El el Señor ha henchido mi alma de amargura ;« lo «al
voto hace las obras hechas en su seguimiento más decia por cuanto su marido era muerto. Así, que la
agradables á Dios, fortifica el ánimo para el hacerlas, viuda devota noquiere jamás ser llamada niesumadaní
y no solo da á Dios las obras (que son como los frutos por hermosa ni graciosa, antes se contenta con ser lo
de nuestra buena voluntad) ; pero le dedica aun la vo que Dios quiere que sea; esto es, humilde y mortificada
luntad misma, que es como el árbol de nuestras accio á sus djos.
nes. Por la simple castidad prestamos nuestro cuerpo Las lámparasquetienen el olio aromático despidende
á Dios, no dejando por eso de quedarnos la libertad de sí un más suave olor cuando las apagan la luí. Así las
entregarle otra vez á los placeres sensuales; mas por viudas cuyo amor ha sido puro en su casamiento, der
el voto de castidad le nacemos un don absoluto é raman un precioso y aromático olor de virtud de casti
irrevocable del, sin que nos reservemos ningún poder dad cuando su luz, esto es su marido, es apagada por
de desdecirnos, haciéndonos por este medio dichosa la muerte. Amar al marido mientras vive, cosa es no
mente esclavos de Aquel cuya servidumbre es mejor dificultosa entre las mujeres ; mas amarle aun des
que el mayor reino. Así como apruebo infinito los avi- | pués de su muerte, no puede desearse mas ; grado es
sos destos dos grandes varones, así desearía también de amor, que solo pertenece á las verdaderas viudas.
que las almas que fueren tan dichosas que quieran se- j Esperar en Dios mientras el marido sirve de apoyo,
guirlos, sea prudente, santa y sólidamente, habiendo no es cosa tan rara ; mas esperar en Dios quedando
examinado sus fuerzas, invocado la inspiración celes sin tal arrimo , cosa es digna de gran alabanza, tu
te, y tomado el consejo de algún sabio y devoto maes esto pues se conoce más fácilmente en la viudez la per
tro ; porque desta suerte todo se hará más fructuosa- fección de las virtudes que se ha tenido en el casa
mente. miento. ., .
2. Fuera desto, es necesario que esta renunciación La viuda que queda con hijos que tienen necesidad
de segundas bodas se haga pura y simplemente, para [ de su enseñanza y guia, y principalmente en lo I11?"11™
que con más pureza pueda poner toda su afición en Dios al alma y establecimiento de su vida, no puede ni debe
y juntar por todas partes su corazón con el de su divi abandónanos; porque el apóstol san Pablo dice clara
na Majestad; porque si el deseo de dejar los hijos ri mente que son obligadas á este cuidado, porque asi
cos , ó alguna otra suerte de pretensión mundana, hace paguen el mismo que sus padres y madres tuvieron; y
quedar la viuda en viudez, seguirásele (podrá ser) también porque si alguno no tiene cuenta de los suyos,
alabanza, pero no delante de Dios; porque delante de y principalmente de aquellos de su familia, es peor
Dios nada puede tener verdadera alabanza sino lo que
se hace por Dios i (1} puesto \Edicion original.)
INTRODUCCIÓN A LA. VIDA DEVOTA. f¡2(
qoe infiel. Mas si los lujos se hallan en estado que no quena violeta de marzo, que despide una sin igual sua
tengan necesidad de la educación de sus madres, en- vidad con el olor de su devoción, guardándose casi
• tonces la viuda debe poner toda su afición y pensamien siempre escondida debajo las anchas hojas de su mis
to en aplicarlos más puramente á su adelantamiento mo menosprecio, y por su color menos viva verifica:
en el amor de Dios. la mortificación; procura siempre hallarse en los lu
Si alguna fuerza forzosa no obliga la conciencia de gares quietos y solos, por no ser combatida de la con
la verdadera viuda á los embarazos exteriores, como versación de los mundanos, y conservar mejor la fres
son los pleitos, yo la aconsejo se aparte dellos de todo cura de su corazón contra todos los ardores que el
punto, y siga el método en el conducir sus negocios deseo de los bienes , de las honras, y asimismo de los
que sea más sosegado y modesto , aunque parezca no amores, la podrían acarrear. « Será la tal bienaventu
ser el más fructuoso : porque seria necesario que los rada (dice el Apóstol) si persevera desta suerte. »
provechos de semejantes diferencias fuesen muy gran Todria decir otras muchas cosas cerca deste suje
des para ser comparados con el bien de una santa tran to; mas habrélo dicho todo cuando habré dicho que
quilidad ; dejando aparte que los pleitos y otras tales la viuda, celosa de la honra de su estado, lea con aten
marañas disipan el corazón y abren muchas veces la ción las doctas epístolas que el gran san Jerónimo es
puerta á los enemigos de la castidad, mientras que por cribe á Furia y á Salvia, y á todas aquellas otras damas
agradar á aquellos de cuyo favor tienen necesidad, que fueron tan dichosas, que merecieron el ser hijas
usan de acciones y ademanes indevotos y desagrada espirituales de untan gran padre; porque no se puedo
bles á Dios. añadir cosa á lo que él dice, sino este advertimiento :
La oración sea el continuo ejercicio de la viuda; que la verdadera viuda no debe jamás ni menospreciar
porque, como no debe tener más amor sino para con su ni censurar á las que pasan á segundas, ó asimismo á
Dios , asi también no debe tener casi más palabras sino terceras ni cuartas Lodas, porque en ciertos casos
para con su Dios. Y como el hierro, que impedido de Dios lo dispone así para mayor gloria suya; y deben
seguir la atracción del imán por causa de la presencia tener siempre delante los ojos esta doctrina de los an
del diamante, se arroja al mismo imán luego que el tiguos, que ni la viudez ni la virginidad tienen pues
diamante se le aparta; asi el corazón de la viuda, que to en el cielo, sino aquel que les es señalado por la hu
buenamente no podia del todo arrojarse á su Dios ni mildad.
seguirlos atraimientos de su divino amor durante la CAPITULO XL.
vida de su marido, debe luego después de su muerte
correr con ardor y diligencia al olor de los perfumes Una palabra á las vírgenes.
celestes , diciendo, como á imitación de la sagrada Es No tengo, ó vírgenes, que deciros sino solas estas
posa: «i Oh Señor! ahora, que soy toda mia, recibidme tres palabras, porque por ellas podréis percibir lo de
toda por vuestra; llegadme cerca de vos; corremos, más. Si pretendes el casamiento temporal, guarda
Señor, al olor de vuestros ungüentos.» rás pues celosa tu primer amor para tu primer ma
El ejercicio de las virtudes propias á la santa viuda rido. Pienso que es un gran engafio el presentar en
son la perfecta modestia, la renunciación de las hon lugar de un corazón entero y sincero, un corazón
ras, délos puestos, de las juntas, de los títulos y de usado, trasegado y contaminado de amor. Pero si tu
tales suertes de vanidades ; el servicio de los pobres y buena dicha te llama á las castas y virginales bodas
enfermos, la consolación de los afligidos, la introduc espirituales, y que quieres para siempre conservar tu
ción de las doncellas á la vida devota, el hacerse un virginidad , — conservarás tu amor lo más delicada
verdadero ejemplo de todas las virtudes para con las mente que puedas para este Esposo divino, que como
mozas casadas (a). La limpieza y la simplicidad son los es la pureza misma , no ama cosa tanto como la pu
dos atavíos de sus vestidos, la humildad y la caridad reza, y á quien las primicias de todas las cosas son
los dos atavíos de sus acciones, la honestidad y man debidas, y principalmente las del amor. Las epístolas
sedumbre los dos atavíos de su lenguaje, la modestia de san Jerónimo te abundarán de todos los avisos que
y honestidad el atavío de sus ojos, y Jesucristo cruci te son necesarios. Y pues que tu estado te obliga á
ficado el único amor de su corazón. la obediencia, escogerás una guia espiritual, debajo
En fin, la verdadera viuda en la Iglesia es una pe- de cuya educación puedas más santamente dedicar
(«) mu jema famts es lo que dice el original francés. tu corazón y tu cuerpo á su divina Majestad.

CUARTA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN,


EN LA CUAL SE CONTIENEN LOS AVISOS NECESARIOS CONTRA LAS TENTACIONES MÁS ORDINARIAS.

CAPITULO PRIMERO. marán tu mudanza , diciendo que es hipocresía, su


perstición y artificio; dirán que el mundo te ha mos
Qoe no nos debemos embebecer con las palabras de los btjos trado mala cara, y que por no quererte él te acoges á
del mundo. Dios ; tus amigos procurarán con todas veras hacerte
Luego que los mundanos conocerán que quieres se infinitas amonestaciones, muy prudentes y caritativas
guir la vida devota, mostrarán contra tí mil efectos á su parecer. «Vos vendréis á dar (dirán otros) en algún
de su maldiciente lengua. Los más malignos calum- humor melancólico; perderéis el crédito con el mua
Q- li 21
322 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ilo, haréisos insufrible, envejeceréis antes de tiempo, cólera será generosidad, su avaricia casería, sus de
padecerán vuestros negocios domésticos. Menester es masiadas familiaridades, entretenimientos honrados.
vivir en el mundo como en el mundo. Salvarnos po Las arañas ofenden siempre y dañan la obra de I»
demos muy bien sin tantos misterios ;» y otras mil so abejas.
fisterías á este tono. Dejemos este ciego, Filotea, grite cnanto quisiere,
Filotea mía, todo esto no es sino una loca y vana como la lechuza , para inquietar los pájaros del día.
charlatanería; tales personas no tienen ningún cuidado Seamos firmes en nuestros designios, constantes en
ni de tu salud ni de tus negocios. «Si tú fueras del nuestras resoluciones : la perseverancia hará bienw
mundo (dice el Salvador), el mundo amaría lo que es si es cierto y verdadero el habernos sacrificado áDios
suyo; mas por cuanto no eres del mundo, por esto te y dedicado á la vida devota. Los cometas y los planetas
aborrece. » Vemos muchas veces hombres y mujeres son casi igualmente luminosos en aparencia; mas los
particulares pasar la noche entera, y aun muchas no cometas se desaparecen en poco tiempo (por cuauíoiu
ches continuadas, en jugar al ajedrez y á los naipes. son sino ciertos fuegos pasajeros), y los planetas tienen
¿Hay por ventura atención más desabrida, melancólica una claridad continua y perpetua. Asila hipocresía y la
y triste que esta? No; mas, no obstante esto, los mun verdadera virtud tienen entre sí, y cuanto á lo exterior,
danos no lo reprobarán ni los amigos lo afearán. Y por grande semejanza ; mas diferenciase fácilmente la una
la meditación de una hora, ó por vernos levantar un de la otra : y esto porque la hipocresía, como acción
poco más de mañana que lo ordinario para preparar emprestada, no puede durar largo tiemposinsercono-
nos á la comunión, todos correrán al médico para sa cida, y así se pierde y disipa como el humo; mas'la
narnos del humor melancólico y de la tericia. Pasarán verdadera virtud es siempre firme y constante. Notas
treinta noches en los bailes y danzas, y no habrá quien es pequeña comodidad , para mejor asegurar el prin
se queje ; y por solo haber velado la noche de Navidad, cipio de nuestra devoción , el recebir oprobrio y calum
no habrá quien no tosa y se queje de todo el cuerpo nia, porque por este medio evitamos el peligro desa
el dia siguiente. ¿Quién dejará de ver que el mun nidad y soberbia, que son como las parteras de Egipto,
do es un juez inicuo, gracioso y favorable para sus á las cuales el Faraón infernal mandó matases todos te
hijos, y áspero y riguroso para con los hijos de hijos varones de Israel el mismo diade su nacimiento.
Dios? Somos crucificados en el mundo, y el mundodebe ser
No podremos pues estar bien con el mundo sino nos crucificado; él nos tiene por locos , tengámoslepor
perdiéndonos con él, ni es seguro ponernos á conten desatinado.
der con él, porque es demasiado de bizarro. «Juan CAPITULO II.
es venido (dice el Salvador) no comiendo ni bebien
do , y tú dices que está endemoniado ; el Hijo del hom Que debemos tener buen ánimo.
bre ha venido comiendo y bebiendo, y tú dices que es La luz, aunque hermosa y deseada de noestrosojos
samaritano.» Verdad es, Filotea , que si nos dejamos los encandila y deslumhra después que han estado lar
llevar por condescendencia á la risa , al juego y á la go espacio en alguna grande escuridad; y antes q»«
danza con el mundo, que el tal se escandalizará; sino nos familiaricemos con los habitantes de alguna aira-
lo hacemos, nos acusará de hipocresía ó melancolía; ña tierra, por corteses y apacibles que los tales sean,
si nos componemos ó ataviamos, lo interpretará á al no dejaremos de hallarnos por algún tiempo algo ex
gún malicioso designio; si andamos humildes y sin traños. No dudo, querida Filotea, sino que en esta
ningún adorno, lo atribuirá á poquedad y vileza de mudanza de vida sentirás muchos asaltos y contradi-
corazón; nuestros regocijos serán llamados del diso ciones en tu interior, y que aquella grande y gene"'
luciones, y nuestras mortificaciones tristezas : ymirán- despedida que has hecho de las locuras y boberíasdel
donos, desta suerte, de mal ojo, jamás le podremos mundo te causará algún resabio de tristeza y cobar
ser agradables. Engrandece nuestras imperleccionesy día. Si esto te sucediere, ten un poco de paciencia, que
las publica por pecados ; de nuestros pecados veniales no será nada, ni otra cosa sino un poco de espanto, qw
hace mortales, y nuestros pecados de enfermedad la novedad acarrea ; pasado esto, tendrás cien mil con
los convierte en pecados de malicia. En lugar que suelos. Enfadaráte (puede ser) al instante el dejar li
(como dice san Pablo) «la caridad es benigna, al con gloria que los locos y burladores te daban en tus sani
trario el mundo es maligno;» la caridad nunca piensa dades. Mas ¡oh Dios! ¿querrás tú perder la eterna?*'
mal, y al contrario el mundo siempre piensa mal; y dadera que Dios te dará? Los vanos embebecimiento'
cuando no puede acusar nuestras acciones, acusa nues y pasatiempos en que empleaste los años pasados se
tras intenciones. Ya tengan los carneros cuernos ó no, representarán aun á tu corazón, para cebarle y hacerle
ya sean blancos ó negros, no por eso el lobo dejará de volver de su banda. Pero ¿tendrías tú ánimo de renun
comerlos, si puede. ciar esta dichosa eternidad por tan engañosas livianda
En cualquiera cosa que hagamos, siempre el mun des? Créeme, Filotea, que si perseveras no tarda*
do nos hará la guerra: si nos tardamos mucho delante en recebir mil dulzuras cordiales, tan regaladasyajT5"
el confesor, admirará la tardanza y dirá qué es lo que dables, que confesarás que el mundo no tiene sino hiél
podemos decir tanto tiempo; si nos tardamos poco, en comparación desta miel, y que un solo dia de de
dirá que no nos acusamos por entero. Expiará todos voción vale más que mil años de la vida mundana.
nuestros movimientos, y por la menor palabra de cóle Mas bien ves que la montaña de la perfección cristia
ra afirmará que somos insufribles; el cuidado de nues na es en extremo alta ; pues ¡ pobre de mí! (dirás tu)
tros negocios le parecerá avaricia, y nuestra manse ¿cómo podré subir á ella? Animo, Filotea. Cuando üs
dumbre necedad. Y cuanto á los hijos del mundo, su pequeñas mosquillas de las abejas comienzan át*1»
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 323
forma, nosaben volar sobre las flores ni montes ni sobre en medio de las tentaciones, y no darte jamás por ven
las colinas vecinas para juntar la miel ; pero poco á po cida mientras las tules te desagradaren, observando
co, criándose de la misma miel que sus madres las pre bien esta diferencia que hay entre sentir y consentir:
paran, vienen á criar alas y fortificarse de manera, que esto es, que las podemos bien sentir, aunque las tales
después vuelan á buscarla por todo el pais. Verdad es nos desagraden, mas no las podremos consentir sin que
que nosotros, siendo pequeñas abejas en la devoción, nos sean primero agradables, porque el placer de ordi
no podríamos sabir según nuestro intento, que no es nario sirve de escalón para llegar al consentimiento.
menor que de llegar á la cima de la perfección cristia Póngannos pues los enemigos del alma cuantos cebos
na; mas si comenzamos á tomar forma por nuestros quisieren, ó quédense siempre á la puerta de nuestro
deseos y resoluciones, las alas nos comenzarán á salir. corazón procurando entrarse en él , ó ya nos hagan
Menesteres pues esperar que algún dia seremos abe cuantas proposiciones quieran; que mientras tuviére
jas espirituales y que podremos (1) volar en la perfec mos resolución de no agradarnos de ninguna de sus
ción. Criémonos en este ínter de la miel de tantos salu proposiciones y halagos, no es posible que ofendamos
dables consejos y santa doctrina como los antiguos de ú Dios : (2) no más que el principe, esposo de la princesa
votos nos han dejado; y roguemosáDiosqueél nos dé que he representado , no puede con razón tomar á mala
plumas como de paloma, para que no solo podamos parte el mensaje que la fué propuesto, con tal que con
volar durante el tiempo de la vida presente, pero tam él no recibiese ninguna suerte de placer ó gusto. Hay,
bién reposar en la eternidad de la futura. con todo esto, esta diferencia entre el alma y esta prin
cesa, tocante á este sujeto : que la princesa, habiendo
CAPITULO III. oido la proposición deshonesta, puede (si quiere) des
pedir el mensajero y no oirle más ; pero no está siem-
Déla naturaleza de las tentaciones, y deis diferencia quena;
entre el sentir la tentación y consentir en ella. preen el poder del alma el no sentir la tentación, aun
que esté siempre en su poder el no consentirla. Por esto
Imagina, Filotea, una joven princesa, amada en pues, aunque la tentación dure y persevere mucho
extremo de su esposo, y que algún mal intencionado, tiempo, no nos puede dañar mientras la tal nos fuere
para perderla y manchar su cama nupcial , la envia desagradable.
algún infame mensajero de amor, persuadido á que Mas cuanto al deleite que puede seguir á la tenta
trate con ella su dañado intento. Lo primero, el tal ción , por cuanto tenemos dos partes en nosotros , la
mensajero propene ¿ esta princesa la intención de Su una inferior y la otra superior, y que la inferior no si
amo. Lo segundo, la princesa agradece ó desagradece gue siempre la superior, sino que antes hace su hecho
la proposición y la embajada. En tercero lugar, ó ella aparte; sucede muchas veces que la parte inferior se
consiente ó ella rehusa. Asi Satanás, el mundo y la deleita en la tentación, sin el consentimiento de la
carne, viendo una alma desposada con el Hijo de superior y contra su voluntad. Esta es la disputa y
Dios, la envían tentaciones y sugestiones, por las guerra que el apóstol san Pablo describe cuando dice
cuales : que su carne pelea contra su espíritu, que hay una
i. El pecado le es propuesto. ley de los miembros y una ley del espíritu; y semejan
2. Y sobre esto, ella se agrada ó se desagrada. tes cosas.
3. Ven fin, ella consiente ó rehusa, que son las ¿No has visto nunca, Filotea, un gran brasero de
tres gradas para bajar á la iniquidad : la tentación, la fuego cubierto de ceniza, que cuando vienen diez ó
delectación y el consentimiento. Y aunque estas tres doce horas después á buscar lumbre, no hallan sino
acciones no se conocen tan manifiestamente en todas una poca en medio della, y aun esa uosin trabajo; mas
otras suertes de pecado, no por eso dejan de conocer no por eso dejaba de haberla, pues se halló, pudiendo
se palpablemente en los grandes y enormes pecados. con ella después encender todos los otros carbones ya
Cuando la tentación de cualquier pecado que sea muertos? Da la misma manera es la caridad, que es
dorase toda nuestra vida, no podría la tal hacernos nuestra vida espiritual en medio las grandes y violentas
desagradables á la Majestad divina, contal que ella no tentaciones: porque la tentación, como pone su delec
nos agrade y que no la consintamos. La razón es, por tación en la parte inferior, cubre al parecer toda el
cuanto en la tentación nosotros no hacemos, sino su alma de ceniza, y trae el amor de Dios á gran mengua,
frimos; y pues no recebimos placer, no podemos tam sin que este se muestre en ninguna parte, sino en me
poco tener ninguna suerte de culpa. San Pablo sufrió dio del corazón, en el fondo del espíritu, y aun parece
mucho tiempo las tentaciones de la carne , y no solo que no está allí, y así, con trabajo viene é hallarse.
por esto no fué desagradable á Dios, sino antes fué Dios Pero en fin está allí, porque aunque todo esté alboro
glorificado por tal medio. La bienaventurada Angela tado en nuestra alma y en nuestro cuerpo, tenérnosla
de Foligny sentia tan crueles tentaciones carnales, que resolución de no consentir en el pecado ni en la tenta
pone lástima cuando las cuenta. Grandes fueron tam ción; porque el deleite que agrada á nuestra alma en
bién las tentaciones que sufrió san Francisco y san Be lo exterior, desagrada en lo interior ; y aunque esté al
nito, cuando el uno se arrojó en medio de las espinas rededor de la voluntad, no por eso está dentro della:
y el otro dentro de la nieve para mitigarlas ; y no por en que se ve que tal deleite es involuntario, y siendo
eso perdieron en nada la gracia de Dios, antes la au tal, no puede ser pecado.
mentaron en mucho.
Menester es pues, Filotea, mostrarte muy animosa (S) asi como el Principe (la impresión de Sancha , enmenimit
ate coma otros gandimos de Quuvedo tn la traducción.)
(1) volter «a la perfección, (fAcim original.)
324 OBtUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
CAPITULO IV. diéndola rendir, la hubieran sin duda vencido, en
trándose dentro y siendo recebidos con placer del
Dos ejemplos importantes cerca deste sujeto. libre albedrio; por este medio hubieran dado la moer-
Impórtate tanto entender bien esto, que no dificul te á tu alma. Mas, por cuanto estaba yo dentro dells,
taré el alargarme en su explicación. El mozo de quien ponia este desplacer y resistencia en tu corawn, por
habla san Jerónimo, que acostado y atado con bandas cuyo medio rehusaba cuanto podia la tentación; y do
de tafetán bastantemente fuerte sobre una cama bien pudíendo tanto cuanto querría, senlia en sí un mayor
mullida, se via provocado con toda suerte de inmun desplacer, y un mayor aborrecimiento contra ella y
dos tocamientos y atraimientos de una insolente mu contra sí mismo. Y así estas penas eran de un gran
jer, la cual se liabia acostado con él, solo por hacer merecimiento y una gran ganancia para tí, y de un
titubear su constancia, ¿quién duda sino que el tal gran crecimiento de tu virtud y fuerza.»
sintiria extraños movimientos carnales? Estarían sus ¿No ves tú, Filotea, cómo aquel fuego estiba cu
sentidos sin duda asaltados del deleite, y su imagina bierto de ceniza, y que la tentación y deleite habiaa
ción en extremo ocupada de la presencia de los obje asimismo entrado dentro del corazón, y liabiaa ro
tos deleitosos. Pues no obstante esto, en medio de tan deado la voluntad ; la cual sola, asistida de su Salta
tos alborotos y en medio de una terrible borrasca de dor, resistía con amarguras, desplaceres y detec
tentaciones, muestra claro que su corazón no está ven ciones del mal que la habia combatido, rehusando
cido, y que su voluntad (la cual se siente rodeada du perpetuamente el mostrar ni tener contento en el pe
tantos deleites) no consiente en ellos de ninguna ma cado que la rodeaba?
nera,—porque su espíritu, viéndolo todo rebelado con Oh Dios, y ¡cuánta tristeza tiene un alma que un
tra él, sin que tenga más ninguna parte de su cuerpo su á Dios, en no saber si le tiene en sí ó no, y si el amor
jeta á sí sino la lengua, se la cortó con los dientes, y la divino por el cual ella pelea está de todo punto muer
escupió sobre la cara desta alma deshonesta , la cual to ó no en ella ! Pero es la fina flor de la perfección
atormentaba la suya por medio del deleite , más cruel del amor celeste el hacer sufrir y pelear el amante por
mente que hubiera podido el más fiero verdugo con el amor, sin saber si tiene el amor, para el cual ¡por
los más rigurosos tormentos. (1) También el tirano, que el cual pelea.
pensaba vencerle por medio de los dolores, pensó su CAPITULO V.
jetarle por medio destos placeres.
Dase animo y esfuerzo al alma que se halla en las icinr»'-
La historia del combate de santa Catalina de Sena,
en un semejante sujeto , es en extremo admirable; Filotea mia , estos grandes asaltos y estas tettó-
esta es pues la suma. El espíritu maligno tuvo licencia nes tan poderosas nunca son permitidas de Dios ano
del Señor para asaltar la honestidad desta santa vir con las almas que quiere levantar á su puro y esté
gen con la mayor furia que pudiese, con tal que de lente amor; mas no por eso se sigue que después de*
ninguna manera la tocase. Sembró pues toda suerte de puedan quedar aseguradas de llegar á él, porque ka
lascivas sugestiones en su corazón , y para moverle con sucedido muchas veces que los que habían sido»-
más vehemencia, viniendo con sus compañeros en tantes en semejantes y violentos asaltos, no corres
forma de hombres y de mujeres , hacían mil y mil suer pondiendo después fielmente con el favor divino, se
tes de carnalidades y lubricidades á su vista , juntan han hallado vencidos en bien pequeñas tentaciones.
do con esto palabras y llamamientos deshonestísimos. Todo lo cual digo para que, si te sucediere bailarle
Y aunque todas estas cosas fuesen exteriores, no obstan afligida de alguna grande tentación, sepas que Dios lo
te, por medio de los sentidos penetraban no poco dentro favorece con un favor extraordinario, por el cual mues
el corazón de la virgen ; el cual (como confesaba ella tra que te quiere engrandecer delante su presencu;
misma) estaba tan ocupado, que no la quedaba más mas que, con todo eso, te muestres siempre humilde y
que la fina y pura voluntad superior, la cual no fué temerosa, no asegurándote de poder vencer las peque
movida desta tempestad de sucio deleite carnal. Lo ñas tentaciones después de haber señoreado las gnu-
cual todo duró mucho tiempo , hasta que un dia nues des, sino es por medio de una continua fidelidad pu
tro Señor se la apareció, y ella le dijo : «¿Dónde estába- con la Majestad divina.
des, mi dulce Señor, cuando mi corazón estaba lleno Cualesquier tentaciones pues que te sucedan, f
de tantas tinieblasy suciedades?» A lo cual la respondió: cualquier deleite que á las tales siga, mientras tu '0-
«Yo estaba dentro de tu corazón, hija mía.» «Y ¿cómo luntad rehusare el contento no solo á la tenue»
(replicó la virgen) habitabais vos dentro de mi corazón, sino también al deleite, no tienes de ninguna manen
dentro del cual habia tantas inmundicias? ¿Habitáis que turbarte, porque en esto aun no tienes á ft°!
vos pues por ventura en lugares tan deshonestos?» A lo ofendido. Cuando un hombre está pasmado, y quen,)
cual la dijo nuestro Señor: «Dime, ¿estos sucios pen da más ninguna muestra do vida, pénenle la mal'°
samientos de tu corazón, te daban placer ó tristeza,» sobre el corazón, y por poco que" se sienta en él*
amargura ó deleite?» «Extrema amargura y tristeza movimiento se juzga que tiene vida , y que por med'O
de alguna agua preciosa ó alguna piclima le pwrJj
(respondió la virgen). «¿Quién era el que puso es taamar-
gura y tristeza en tu corazón (replicó el Señor), sino hacer volver en su primera fuerza y sentido. Asi su
yo, que estaba escondido dentro de tu alma? Cree , hija cede algunas veces que por la violencia de las tenta
mia, que si yo no hubiera estado presente, que aque ciones parece que nuestra alma ha caido en semejan e
llos pensamientos que rodeaban tu voluntad no pu- desfallecimiento de sus fuerzas (2); mas, si quisiéremos
(i) Asi el tirano, que dcsconüo vencerle oor los dolores, pensó (2i y que como pasmada , no tiene si más vida ni mí» *•"'
sujetarle por estos placeres. [Q-D-i miento espiritual ; (C-D.)
INTRODUCCIÓN Á LA VIDA DEVOTA; 323
conocer lo que esto es, pongamos la mano sobre el Cuando el deleite que sigue á la tentación ha podido
corazón. ser evitado, y que no obstante no se ha evitado, habrá
Consideremos si él y la voluntad tienen aun su mo siempre alguna suerte de pecado, según lo poco ó
vimiento espiritual (esto es, si hacen su 'deber en mucho que en él se hubieren detenido, y según la
rehusar el consentir y seguir la tentación y deleite); causa del placer que hubiéremos tomado. Una mujer,
porque mientras el movimiento de la contradicion es la cual no habiendo dado ocasión de ser festejada y re
tá en nuestro corazón , seguros estamos que la caridad, cibe gusto, no obstante esto, en serlo , no deja de ser
vida de nuestra alma, está en nosotros, y que Jesu reprehensible, si el gusto que recibe no tiene otra
cristo, nuestro Salvador, se halla dentro de nuestra al Causa sino el solo festejo. Ejemplo : Si el galán que
ma , aunque escondido y cubierto. Asi que, mediante la festeja y enamora tañese por extremo un laúd , y
el ejercicio continuo de la oración , de los sacramentos que ella recibiese gusto, no con las finezas y amor del
y de la confianza en Dios cobraremos nuestras pri que la solicita, sino con la dulzura y armonía del ins
meras fuerzas, y viviremos una vida cabal y apacible. trumento , en esto no habría pecado ; bien es verdad
que no debria continuar por mucho tiempo en este gus
CAPITULO VI. to, temiendo no pasar del al deleite de ser solicitada. De
Como la tentación y deleite pueden ser pecado. la misma manera, si alguno me propusiese algún es
tratagema llena de invención y artificio, y esto para
La princesa de quien atrás hemos hablado, no fué vengarme de mi enemigo, y que yo no tomase gusto,
culpada de la proposición deshonesta que la fué hecha; ni diese ningún consentimiento á la venganza propues
pues que, como hemos presupuesto, la sucedió con ta, sino solo á la sutileza de la invención del artífice,
tra su grado. Mas si al contrario, hubiese por medio sin duda que yo no pecaría. Bien es verdad que no es
de algunos atraimientos y halagos dado motivo al al acertado el embebecerme mucho en tal gusto , de mie
cance, intentando sembrar amor en el pecho del que do que poco á poco no me lleve al deleite de la ven
la solicitaba, indubitablemente ella seria culpada aun ganza misma.
en el haberla solicitado ; y aunque se disimulase de Sucede á veces ser asaltados de algún leve resen
melindrosa, no dejaría por eso de ser digna de repre timiento de deleite, el cual inmediatamente sigue á
hensión y castigo. Así sucede muchas veces, que la so la tentación antes que buenamente se haya podido
la tentación nos pone en pecado, por cuanto somos apercebir; y esto no puede ser sino un ligero pecado
causa della. Ejemplo: Yo sé que jugando, fácilmente venial. El cual se hace mayor si, después que so ha
juro y blasfemo, y que el juego me sirve para ello de percebido el mal en que se ha caído, se queda por ne
tentación ; yo peco todas y cuantas veces jugare, y soy gligencia algún tiempo como regateando con el mis
culpado en todas las tentaciones que me sucedieren mo deleite si se debe ó no aceptar ; y aun mayor, si en
en el juego. De la misma manera, si yo sé que alguna apercibiéndole se queda en él algún tiempo por ver
conversación me trae tentación y es causa de que dadera negligencia, sin ninguna suerte de intento de
caiga en alguna falta, y voluntariamente la busco , in rechazarle ; porque luego que voluntariamente y con
dubitablemente seré culpado de todas las tentaciones propósito deliberado nos resolvemos en agradarnos con
que en ella recibiere. tales deleites , este propósito mismo deliberado es un
Cuando el deleite que procede de la tentación pue gran pecado, si el objeto por el cual recibimos el de
de evitarse, será siempre pecado el recibirle, según leite fuere notablemente malo. Es un gran vicio en una
el placer que se toma y el consentimiento que se da, mujer el querer entretener malos y lascivos amores,
faere grande ó pequeño, ó por largo ó breve espacio. aunque realmente no quiera jamás abandonarse al
No dejará de ser cosa reprehensible para la joven prin enamorado.
cesa de quien hemos hablado, que no solo oiga la pro CAPITULO VIL
posición sucia y deshonesta que la fué hecha, sino que
Remedios para las grandes tentaciones.
también después de haberla oido tome gusto en ella
y entretenga con él su corazón ; porque, aunque no Luego que sientas en tí algunas tentaciones, haz
quiera consentir á la ejecución real de lo que la fué como los niños cuando ven el lobo ó el oso en la cam
propuesto, consiente, no obstante, en la aplicación es paña, que al mismo punto corren á guarecerse entre
piritual de su corazón por medio del contento que los brazos de su padre y madre, ó por lo menos los
recibe : y es siempre cosa deshonesta el aplicar ó el llaman á su ayuda y socorro. Acude de la misma ma
corazón ó el cuerpo á cosa deshonesta ; y antes la nera á Dios., y invoca su misericordia y socorro. Este
deshonestidad consiste de manera en la aplicación del es el remedio que nuestro Señor enseña: a Orad á fin
corazón , que sin esta la aplicación del cuerpo no puede que no entréis en tentación.»
ser pecado. Si vieres que, no obstante esto, la tentación perseve
Cuando fueres pues tentada de algún pecado, con ra ó que se aumenta, correrás en espíritu á abrazar
sidera si voluntariamente diste causa á ser tentada, la santa cruz, como si delante de tí vieras á Jesucris
porque en tal caso la tentación misma te pone en es to crucificado. Protestarás allí que no consentirás en
tado de pecado por el peligro al cual voluntariamente la tentación, y pedirásle socorro contra ella, y conti
te arrojaste. Y esto se entiende habiendo tú podido nuarás siempre en la protestación de no querer con
cómodamente evitar la ocasión y habiendo tú antevisto sentir mientras la tentación durare.
ó debido antever la llegada de la tentación; mas, si no Mas haciendo estas protestaciones de no dar lugar
hubieres dado ningún motivo á la tentación, no podrá al consentimiento, advierte que no mires la cara á la
de ninguna manera ser imputada á pecado. tentación, sino solo mirarás á nuestro Señor; porque
320 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
si mirares h tentación , principalmente cuando es po tiernas y enamoradas. No es dificultoso e\ no dar
derosa , podria ser te luciese desmayar el ánimo. compañero de cama al marido, ni compañera ala mu
Divertirás tu espíritu por medio algunas ocupa jer cuanto al duerpo ; mas no será tan fácil el no darla
ciones buenas y loables, porque estas ocupaciones, cuanto al'corazon. Facilidad tiene el no manchar la
entrando en tu corazón y tomando en él lugar, recha cama matrimonial , mas no la tendrá el no menosca
zarán las tentaciones y sugestiones malignas. bar el amor matrimonial. No es dificultoso el no har
El principal remedio contra todas tentaciones gran tar los bienes ajenos; pero serúio el no desearlos. Fá
des ó pequeñas , es el desplegar el corazón y comu cil es el no levantar en juicio falso testimonio, pero
nicar con el maestro y padre espiritual nuestras su difícil será el no mentir en conversación. Con facili
gestiones, sentimientos y aficiones; porque la pri dad excusaremos la embriaguez ; pero con dificultad
mera condición que el espíritu maligno pone con el usaremos de la sobriedad.
alma que pretende engañar, es del silencio, como Facilidad tiene el no desear la muerte de otro; pero
hacen los que quieren engañar á las mujeres y á las dificultad el no desearle su incomodidad; fácil es el
doncellas, que al primer envite las defienden no di no disfamarle, mas difícil el no menospreciarle. En fio,
gan nada ni comuniquen sus proposiciones á los padres estas pequeñas tentaciones de cólera, de sospechas, de
ni á los maridos. Pero al contrario , Dios en sus ins celos, de envidia, de amores vanos, de locuras, de
piraciones pide sobre todas cosas las comuniquemos vanidades, de duplicidades, de adornos superitóos,
con nuestros superiores y confesores. de artificios, de pensamientos deshonestos,—estostoa
Y si después de todo esto la tentación persevera en los continuos ejercicios de los que asimismo son ais
inquietarnos y perseguirnos, no debemos hacer otra devotos y resueltos. Por esto pues, amada Filotei,»
cosa sino perseverar también de nuestra parte en la necesario que con gran cuidado y diligencia nos pre
protesiacion de no querer consentir; porque, como las paremos á este combale; y asegúrate que tantas Vi
doncellas no pueden ser casadas mientras dicen de no, ! torias cuantas ganáremos contra estos pequeños ene
así el alma, aunque alborotada, no puede jamás ser migos, tantas piedras preciosas serán puestas en la
ofendida mientras también dijere de no. corona de gloria que Dios nos prepara en su santorei-
No disputes con tu enemigo ni le digas jamás una no. Por esto, pues, digo que esperando combatir con
sola palabra , sino solo la que nuestro Señor le respon ánimo y valentía las grandes tentaciones cuandoacaso
dió, con la cual quedó confundido: «Vete lejos de mí, nos vengan, nos es necesario con diligencia y caidado
Satanás ; tú adorarás al Señor tu Dios, y á él solo ser defendernos de las pequeñas y menores.
virás. » Y como la mujer casta no debe responder ni
una sola palabra, ni aun mirar la cara del atrevido CAPITULO IX.
que la solicita y propone alguna deshonestidad, sino Cómo se han de remediar las pequeras teataciouc!.
antes, volviéndole las espaldas al mismo punto , debe
volver su corazón hacia su esposo, y ratificar la fide Cuanto á estas pequeñas tentaciones de vanidad, de
lidad que le ha prometido, sin embebecerse en otra sospecha, de congoja, de envidia, de amores vanos]
cosa; así la devota alma, viéndose asaltada de alguna semejantes cosas, que como moscas ó mosquitos pisan
tentación , de ninguna manera debe embebecerse en por delante de nuestros ojos, picándonos y» «i «I c""
disputar ni responder, sino simplemente volverse ha rilloyya en la nariz,—por cuanto es imposible vemos
cia Jesucristo , su esposó, protestándole de nuevo su de todo punto libres de su importunidad, la mejor re
fidelidad, y el ser para siempre toda suya. sistencia que se les puede hacer, es el no atormentar
nos : porque todo esto no puede ofendernos, aunque
CAPITULO VIII. en rigor pueda ofender, con tal que tengamos firme
Que se debe resistir a las pequeüas tentaciones. resolución de querer servir á Dios.
Menosprecia pues estas pequeñas tentaciones,! m
Aunque se deben combatir las grandes tentaciones te embebezcas solo en pensar lo que las tales quieren
con un ánimo invencible , y que la Vitoria que desto decir, sino dejarlas antes volar al rededor de tus ore
conseguimos nos es en extremo útil, podria ser por jas, tanto cuanto quieran, y que corran al rededor de
ventura que consiguiésemos aun más provecho en bien ti , como las moscas hacen ; con tal que cuando venga'
combatir y rechazar las pequeñas tentaciones; porque, á picarte y las veas que en alguna manera se detienen
como las grandes aventajan en calidad á las pequeñas, en tu corazón, no hagas otra cosa sino simplemente!!'1"
también las pequeñas aventajan en tanto extremo en tarlas de tí ; no combatiendo con ellas, ni respondí*0'
número á las grandes , que su Vitoria puede ser com dolas, sino haciendo acciones contrarias, cualesquie
parada á la de las mayores. Los lobos y los osos son sin ra que sean , principalmente del amor de Dios : |»r'
duda más peligrosos que las moscas; mas, con todo eso, que si quieres creerme, será mejor que no porfiesen
no nos causan tanta importunidad ni pesadumbre, ni querer oponer la virtud contraria á la tentación q«e
prueban tanto nuestra paciencia. Cosa es fácil el apar sintieres, porque esto seria casi qnerer disputar con
tarse del homicidio, pero será dificultoso el evitar las ella; sino que después de haber hecho una acción de
pequeñas cóleras , de las cuales las ocasiones se pre la virtud, derechamente contraria, si es que has teni
sentan á cada paso. Fácil es á un casado y una casada do tiempo de reconocer la calidad de la tentación.
el no caer en adulterio; mas no será tan fácil el no vuelvas simplemente tu corazón hacia Jesucristo cm-
caer en ciertas señas cuidadosas , en procurar sembrar cificado, y por una acción de amor para con él beses
afición ó recibida, en intentar granjear voluntades sus sagrados pies. Este es el me<or medio de venccrel
y aleanjar pequeños favores, en decir y oir palabras enemigo, tanto en las pequeñas como en las grande5
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 327
tentaciones; porqne el amor de Dios, como contiene I apretaren, usarás entonces de acciones de la virtud
en sí todas tas perfecciones de todas las virtudes, y contraria ; y si las ocasiones no se te presentaren , irás
más excelentemente que las virtudes mismas, es tam á buscarlas, porque por este medio fortificarás tu co-
bién un soberano remedio contra todos los vicios; y tu ' razón contra la tentación futura.
espíritu, acostumbrándose en todas tentaciones á esta
acción general, no estará obligado á mirar y examinar CAPITULO XI.
cuáles tentaciones le inquietan; sino simplemente, ba De la inquietud.
ilándose congojado, acudirá á este grande y soberano
remedio. El cual, fuera desto, es tan espantoso al espí La inquietud no es una simple tentación, sino nn
ritu maligno, que cuando ve que sus tentaciones nos origen, de! cual y por el cual proceden muchas tenta
provocan á este divino amor, cesa de tentarnos. ciones. Diré pues algo cerca desto. La tristeza no es
Esto es cuanto á las pequeñas y frecuentes tentacio otra cosa sino el dolor de espíritu que tenemos del
nes , con las cuales, quien se quisiese detener por me mal que está en nosotros contra nuestro gusto, ya sea
nudo, se cansaría y no haría nada. el mal exterior, como pobreza, enfermedad, ó menos
precio ; ya sea interior, como ignorancia, sequedad, re
CAPITULO X. pugnancia ó tentación. Cuando el alma conoce pues que
tiene algún mal , siéntelo ; y de aquí le nace la tristeza,
Cómo debemos fortificar nuestro eoralon deseando al mismo punto librarse del mal, y procuran
contra las tentaciones.
do los medios para defenderse del. Y hasta aquí tiene
Considera de tiempo entiempoquépasiones dominan razón ; porque naturalmente cada uno desea el bien y
más de ordinario en tu alma ; y habiéndolas descu huye lo que piensa estarle mal.
bierto, escogerás una manera de vivir, que les sean de Si el alma busca los medios para librarse de su mal
todo punto contrarías en pensamientos, en palabras y por el amor de Dios, buscarálos entonces con pacien
en obras. Pongo por ejemplo : Si te sintieses inclinada cia , mansedumbre, humildad y tranquilidad , esperan
á la pasión de la vanidad, pensarías á menudo en la mi do su libertad, más delabondady providencia de Dios,
seria desta vida humana, y cuánto sus vanidades serán que de su pena, industria o diligencia. Si busca su li
enojosas á la conciencia el dia de la muerte, cuan in bertad por el amor propio, se congojará y fatigará en
dignas son de un corazón generoso, pues solo son buscar los medios, como si este bien dependiese más
disparates y embebecimientos de criaturas simples; y della que de Dios. Y no digo yo que ella piense esto,
semejantes cosas. Hablarás á menudo contra la vanidad; mas digo que se congojará como si lo pensase.
y aunque te parezca que esto sea contra tn corazón, Si no halla luego lo que desea , cae en grande inquie
no dejes de menospreciarla, porque por este medio tud y impaciencia; lo cual, no quitando el mal pre
ganarás reputación con la parte contraria ; y á fuerza cedente, antes aumentándole por el contrario, entra
de decir contra alguna cosa, nos movemos á aborrecer el alma en una congoja y tristeza increíble, con un fa
la, aunque á los principios mostremos tenerla afición. llecimiento de ánimo y fuerzas, que le parece ya su
Haz obras de desprecio y humildad las más veces mal no tener más remedio. Bien ves pues que la tris
que pudieres, aunque te parezca ser contra tu gusto ; teza (la cual al principio es justa) engendra la inquie
porque por este medio te habituarás á la humildad y tud , y la inquietud engendra después un crecimiento
diminuirás tu vanidad ; y de suerte que cuando venga de tristeza, que es en extremo peligrosa.
la tentación, tu inclinación no la podrá del todo favo La inquietud es el mayor mal que puede venir al
recer, y tendrás más fuerza para combatirla. Si eres alma, excepto el pecado; porque como las sediciones
inclinada á la avaricia , pensarás á menudo la locura y alborotos interiores de una república , la arruinan
deste pecado , que nos hace esclavos de lo que no es totalmente, y la estorban que no pueda resistir al ex
criado sino para servirnos; y que al fin, cuando llegue traño,—así nuestro corazón , estando alborotado y in
la muerte, será necesario soltarlo todo y dejarlo en quieto en sí mismo, pierde las fuerzas de mantener
manos de quien podrá ser que lo sepa muy bien des las virtudes que había adquirido , y asimismo el medio
perdiciar, ó sea cansa de su ruina y condenación; y de resistir á las tentaciones del enemigo : el cual en
semejantes pensamientos. Hablarás á menudo contra tonces procura con todas sus fuerzas pescar, como di
la avaricia, y alabarás mucho el menosprecio del mun cen, en agua turbia.
do ; harás limosnas y obras caritativas, y excusarás al La inquietud procede de un deseo desordenado de
gunas ocasiones de adquirir. librarnos del mal que sentimos, ó de conseguir el bien
Si estuvieres sujeta á enamorar ó ser enamorada, que nos deseamos. Y no obstante esto, no hay cosa que
pensarás á menudo cuánto este embebecimiento es pe empeore más el mal, y que aleje más el bien que la
ligroso, tanto para tí como para los otros; cuan indig inquietud y congoja.
na cosa es el profanar y emplear en pasatiempos la más Los pájaros quedan presos en las redes y lazos, por
noble afición que hay en nuestra alma; cuan sujeto está que hallándose ya empeñados en ellos, trabajan y for
esto al menosprecio de una extrema liviandad de es cejan cuanto pueden para escaparse; con lo cual antes
píritu. Hablarás siempre en favor de la pureza y sim tanto más se enredan y enlazan. Cuando tuvieres pues
plicidad de corazón, y usarás lo más que te sea posible deseo de librarte de algún mal , ó de llegar á algun
de acciones conformes á esto , evitando todas afecta bien, pondrás ante todas cosas tu espíritu en reposo y
ciones y palabras enamoradas. tranquilidad, y asentarás el juicio y la voluntad, y
En fin, en el tiempo de paz, esto es, cuando las después con blandura y dulzuí a procurarás el fin de
tentaciones del pecado á que te hallares sujeta no te tu deseo, tomando por orden los medios que serán
328 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
convenibles. Y cuando digo con blandura, no quiero ' que parados buenas corrientes, que proceden de su
decir con negligencia, sino sin congoja, alboroto ni : origen, hay seis bien malas, como está dicho.
inquietud; que de otra suerte, en lugar de conseguir ¡ El enemigo se sirve de la tristeza para usar desús
el efeto de tu deseo , lo echarás á perder todo y te em tentaciones con los buenos ; porque, así como procura
barazarás más cada instante. se alegren los malos en su pecado, así procura entris
«Mi alma está siempre en mis manos, ó Señor, y yo tecer los buenos en sus buenas obras; y como no pue
no he olvidado tu ley,» decia David. Examina más de de procurar el mal sino haciéndole parecer agradable,
una vez al dia, y á lo menos á la noche y á la mañana, así también no puede hacer apartar del bien sino ha
si tienes tu alma en tus manos, ó si alguna pasión yin- ciéndole parecer desagradable. El espíritu malignóse
quietud te la ha arrebatado. Considera si tienes tu co deleita en la tristeza y melancolía , por cuanto él es
razón á tu mandado, ó si se te ha escapado de las ma- I triste y melancólico, y lo será eternamente; causa por
nos, para empeñarse en alguna afición desreglada de que querría que todos le imitasen.
amor, de enojo , de envidia, de codicia, de miedo, de ¡ La mala tristeza alborotad alma,póne1aen inquie
enojo ó de alegría ; y si se ha escapado, le buscarás ante tud, causa temores extraños , quita el gusto de la ora
todas cosas, y llevarás poco á poco á la presencia de ción, adormece y oprime el celebro; priva el alma de
Dios, remitiendo todas tus aficiones y deseos debajo consejo, de resolución, de juicio y de ánimo, y abale
la obediencia y orden de su divina voluntad. Por las fuerzas : es, en fin, como un áspero invierno, que
que como aquellos que temen perder alguna cosa pre priva á la tierra de toda su hermosura y entorpece to
ciosa, la tienen bien cerrada én su mano; asi á la imi dos los animales; quita toda la suavidad del alma, j
tación deste gran rey debemos siempre decir : «¡Oh la hace casi imposibilitada y incapaz en todas sus fa
Dios mió! mi alma está puesta en gran peligro; y así cultades.
por esto, Señor, la traigo siempre en mis manos, y des- Si por ventura, Filotea, te sucediere caer enesli
ta suerte no he olvidado tu santa ley.» mala tristeza, praticarás los remedios siguientes : «Si
No permitas á tus deseos, por pequeños que sean y alguna está triste (dice Santiago), queorc.» La oración
de pequeña importancia, que te inquieten, porque des es un soberano remedio, porque levanta el espírituen
pués de los pequeños, los grandes y más importantes Dios, que es nuestra única alegría y consuelo. Enca
hallarán tu corazón más dispuesto al alboroto y desa minarás en tu oración las palabras con que rearé-,
sosiego. sean interiores ó exteriores, á la confianza y araorde
Cuando sintieres acercarse la inquietud, enco Dios; como si dijeras: « ¡Oh Dios de misericordia, mi
miéndate á Dios, y resuélvete en no hacer nada de buen Dios, mi Salvador, manso y benigno, Dia-demi
todo cuanto tu deseóte pidiere; y esto se entiende no corazón, mi alegría, mi esperanza, mi amado es?«o,
habiéndose pasado del todo la inquietud , porque en el bien querido de mi alma!» y semejantes palabras.
tonces no se puede diferir. Luego pues es menester Procura con cuidado mostrarte contraria á lo quele
con un suave y sosegado esfuerzo detener la corriente inclina tu tristeza, y aunque te parezca que lo que
de tu deseo, templándole y moderándole cuanto te haces en tal tiempo es con frialdad, desabrimientos
fuere posible ; y después desto, obrar, no según tu de cansancio, no dejes por esto de hacerlo ; porque el
seo, sino según la razón. enemigo, que pretende entibiarnos en las buenas obras
Si puedes descubrir tu inquietud al que conduce tu por medio de la tristeza, viendo que no por eso deja
alma (esto es, á tu confesor), ó á lo menos á algún con mos de hacerlas, y que hechas estas con resisten
fidente y devoto amigo, no dudes sino que al mismo cia, son de más mérito,— cesa entonces de afligirnos
punto serás apaciguado ; porque la comunicación de más.
los dolores de corazón hace el mismo efeto en el alma Canta cánticos espirituales, porque el enemigo por
que la sangría en el cuerpo del que está con calentu este medio ha muchas veces cesado en sus operaciones.
ra continua. Es este, en fin , el remedio de los reme Dígalo el espíritu que poseía á Saúl, cuya violencia re
dios. También el rey San Luis dio este aviso á su hijo: primía y templaba la música de David.
«Si tuvieres en tu corazón algún descontento, dile al Es muy bueno el emplearse en obras exteriores v
mismo punto á tu confesor ó á alguna buena persona; el diferenciarlas cuanto más se pueda, para divertir
y así podrás llevar tu mal fácilmente, mediante el con el alma del objeto triste, purificar y calentar los es
suelo que se te dará. píritus, por cuanto la tristeza es de complexión WJ
seca.
CAPITULO XII. Usarás de acciones exteriores fervorosas, aunque
las tales sean siu gusto, abrazando la imagen de un
De la tristeza. crucifijo, llegándotele al pecho, besándole los pie* í
«La tristeza que es según Dios (dice san Pablo), obra manos, levantando tus ojos y tus manos al cielo, ar
la penitencia para la salud; la tristeza del mundo obra rojando tu voz á Dios con palabras de amor y confian
la muerte.» La tristeza pues puede ser buena y mala, za, como las que se siguen : «Mi bien amado es nw,
según las diversas producciones que causa en nosotros. y yo suya ; mi bien amado es para mi un ramillete *
Verdad es que causa más malas que buenas, por mirto, el cual guardaré entre mis pechos. Mis ojos *
que mirado, no causa más de dos buenas : estas son deshacen en tí, ¡ ó Dios mió ! diciendo : ¿ Cuándo me
misericordia y penitencia. Para estas hay seis malas; consolaréis vos? ¡O Jesús! sed mi Jesús; viva Jesús, j
mi alma vivirá. ¿Quién me separará del amor de mi
y son: congoja, pereza, indignación , celos, envidia y
impaciencia. Lo cual hizo decir al Sabio : «La tristeza Dios? »
arruina á muchos, y no causa ningún provecho;» por- La disciplina moderada cí buena contra la tru^ew,
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA 329
por cuanto esta voluntaria aflicción exterior alcanza el I vida, ni el dolor presente, ni el temor de los acci-
:onsuelo interior; y el alma, sintiéndose délos dolo- I dentes futuros, ni los artificios de los espíritus malig-
gestemos, se divierte de los que son internos. La I nos, ni la grandeza de los consuelos, ni la profundidad
recuentacion de la santa comunión es excelente, por- de las aflicciones , ni la terneza , ni el desabrimiento,
|ue este pan celeste fortifica el corazón y alegra el es no nos podrán jamás separar desta santa caridad, fun
trila. dada en Jesucristo.
Descubrirás todos los resabios, aficiones y stigestio- Esta tan absoluta resolución de jamás abandonar á
«squc resultaren de tu tristeza, ú tu maestro ó padre Dios ni dejar su dulce amor, sirve de contrapeso á
•¡«ritual, con humildad y fidelidad. Buscarás las con nuestras almas para tenerlas en la santa igualdad en
flaciones de personas espirituales, tratándolas lo medio de la desigualdad de los diversos movimientos
sis que pudieres. Pondráste, en fin, en las manos de que la condición desta vida la acarrea. Po'rque, asi como
líos, resolviéndote de sufrir cualquier género de tris- las abejas, viéndose sobresaltadas del viento en la cam
iza pacientemente, como justo castigo de tus vanas paña, se abrazan de las pedrezuelas que pueden, para
legrias. Y no dudes de ninguna manera que Dios.ha- poder así abalanzarse al aire, sin verse tan fácilmente
iéndote por este medio probado , te dejará de librar expuestas al rigor de los vientos; asi nuestra alma, ha
; tal mal. biendo con vivas veras y entera resolución abrazado el
precioso amor de su Dios, queda constante en medio
CAPITULO XIII. la inconstancia y mudanza de los consuelos y afliccio
De los tonsnelos espirituales y sensibles, y cómo debemos nes, así espirituales como temporales, exteriores co
gobernamos en ellos. mo interiores.
Continúa Dios el ser deste gran mundo en una per Fuera desta general doctrina, nos son necesarios al
ita mudanza, por la cual el d ¡ase trueca en noche, gunos documentos particulares.
a primavera en verano, el verano en otoño, el otoño i. Digo pues que la devoción no consiste en la dul
si Memo, y el invierno en primavera ; y cada uno de zura, suavidad, consuelo y sensible terneza de corazón,
sfo no parece jamás en todo al otro : vemos unos lo cual nos provoca á las lágrimas y suspiros, y nos da
tibiados, otros acuosos, otros secos y otros ventosos; una cierta satisfacion dulce y agradable en el uso deal-
iriedad que trae al universo una admirable hermo- gunos ejercicios espirituales. No , amada Filotea : la
íra. Lo mismo es del hombre, el cual es, según sen- devoción y esto no es una misma cosa; porque hay
«ia antigua, un compendio del mundo. Vemos esto muchas almas que tienen estas ternezas y consuelos, y
»r cuanto nunca está en un misino estado, cuya vida no obstante no dejan do ser muy viciosas, sin que ten
: estiende y dilata por la tierra como las aguas, cor- gan por consiguiente ningún verdadero amor de Dios,
raido y ondeando con una perpetua variedad demo- y mucho menos ninguna verdadera devoción. Saúl si
ramealos, los cuales ya le levantan á grandüs esperan- guió á David para darle muerte : el cual huyendo de
as, ule abajan por el temor, ya le inclinan A lo justo su persecución por los desiertos de Engadi, se entró
I« el consuelo, ya á lo injusto por la aflicción, sin con los suyos en una cueva para mejor esconderse,
omjamás sea uno solo de sus días, ni aun de sus ho- donde Sau¡ descuidado entró solo; y aunque pudiera
*,precida por entero ala otra. entonces David matarle, no solo no quiso hacerlo, ni
titees pues un grande y importante aviso. Por esto aun amedrentarle, sino antes, habiéndole dejado salir
«conviene el procurar tener una continua y inviolable á su salvo, le llamaba después para mostrarle su ino
¡saldad de corazón en una tan grande desigualdad de cencia y hacerle conocer cómo había estado entre sus
sidentes. Y aunque todas las cosas se truequen y va- manos. ¿Qué es lo que hizo pues después desto Saúl,
«n diversamente para con nosotros, nos es necesario para mostrar cómo su corazón se habia enternecido
astrarnos constantes y inmóviles en lasóla mira del para con David? Nombróle por su hijo, y púsose á der
"icio de nuestro Dios. Tome el navio la derrota que ramar gran cantidad de lágrimas, alabándole y confe
lisiere, que corra al ponienle ó levante, á mediodía sando su benignidad; rogaba á Dios por él y por su
»l setentrion , ó ya se vea azotado del más furioso y futura grandeza, y encomendando su posteridad para
Wrario viento, no por eso su aguja de marear mi tara después de sus dias (o). ¿Qué mayor dulzura y terneza
"» la hermosa estrella del polo. Ya se revuelva todo de corazón podia mostrar? Y con todo eso, jamás trocó
"le abajo arriba, y no solo digo en lo exterior, sino en su alma, ni dejó de continuar su persecución contra
'Mitos mismos ; esto es, que nuestra aliñase vea tris- David con la misma crueldad que antes. Así se hallan
o alegre, consolada ó sin consuelo, pacifica ó atri- personas que, considerando la bondad de Dios y la pa
dsda, en claridad ó tinieblas, en tentación ó en sión del Salvador, sienten grandes ternezas de corazón,
P05», en gusto ó disgusto, con desabrimiento ó ter haciéndoles estas arrojar lágrimas, suspiros y oracio
eque el sol la queme, el rocío la refi esque,—siem- nes, con acciones de gracias muy sensibles, y de ma
r« hemos de procurar que la punta de nuestro cora- nera que diñan que las tales tienen el corazón asalta
"i. nuestro espíritu , nuestra voluntad superior (que do de una bien grande devoción; pero viniendo á la
muestra aguja) mire sin cesar y se extienda perpetua prueba, se halla que como las lluvias pasajeras de un
nte al amor de Dios, su criador, su salvador, su ardiente verano (que cayendo á groseras gotas sobre la
rilC0 ? soberano bien. «O que nosotros muramos, ó tierra, no la penetran, ni sirven sino á la producción
ne nosotros vivamos (dice el Apóstol), síes que so-
"Kde Dios, ¿quién nos separará del amor y caridad (o) «Llamóle hijo suyo ; púsose a llorar reciamente, á alabarle,
e bws?» No, jamás nos podrá apartar cosa desle amor: 4 a contesar su benignidad , á rugar a nins por el , á presagiar su
futura grandeza, á eiiniinoiiilarli' su pinieridjil para después d¿
1 « tribulación, ni la congoja, ni la muerte , ni la ! sus dias. tC'-i>. «ii nidí lino y (¿actitud.)
330 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
de los hongos, gotas y semejantes menudencias), asi | grande dulzor, que no sienten ni hambre ni sed, asi
estas Ingrimas tiernas, cayendo sobre un corazón vicio- > aquellos á quien Dios lia dado este maná celeste de
so, y no penetrándole, le son de todo punto inútiles. Y , suavidades y consuelos interiores, no pueden desear
así' vemos que los tales no por eso dejarán un solo ma ni recebir los consuelos del mundo, para lo que es to
ravedí de la hacienda mal adquirida que poseen, ni | mar gusto y embebecerse en ellos. Son estos, princi
renunciarán una sola de sus perversas aficiones, ni ¡ pios de suavidades inmortales , que da Dios i las al
querrán haber tomadolamenorincomodidad del mundo mas que le buscan ; son granos azucarados que da á
por el servicio del Salvador, á quien habían encomen- sus hijos para cebarlos; son aguas cordiales que les
liado sus lágrimas. De suerte que los buenos movi presenta para confortarlos, y son también á veces las
mientos que tuvieron, no son sino ciertos hongos es arras de recompensas eternas. Dicen que Alejandro
pirituales; los cuales no solo no son la verdadera de Magno , navegando en alta mar, descubrió primera
voción, sino manifiestos engaños del enemigo, que mente la dichosa Arabia por medio de los suaves olo
engañando las almas con estos pequeños consuelos, res que el viento le sacudía, con que tomó ánimo, j
las hace contentarse y satisfacerse desto, para que asi se le dio á todos sus compañeros. Así nosotros recebi
no busquen más la verdadera devoción. La cual consis- ! mos muchas veces dulzuras y suavidades en este mar
te en una voluntad constante , resuelta, pronta yactiva, de la vida mortal, las cuales sin duda nos hacen antes
en el ejecutar todo aquello que supieren ser voluntad gustar los regalos de aquella patria dichosa y celeste, á
de Dios. la cual aspiramos.
Llorará tiernamente un niño cuando sangrando á 3. Pero dirásine, sin duda, que pues hay consuelos
su madre, ve que rompe la vena el barbero; pero si ¡ sensibles, que son buenos y vienen de Dios, y no obs
al mismo tiempo su madre, por quien lloraba tanto, i tante hay otrOs inútiles, peligrosas y aun perniciosos,
le pille una manzana ó un papelejo de grajea, el cual , que proceden ó de la naturaleza óasimisino del enemi
tenia en la mano, de ninguna manera querrá dársele. ; go, ¿cómo podrás discernir los unos de los otros, y
Así son la mayor parte de nuestras tiernas devociones, j conocer los malos ó inútiles entre los buenos? Es pues
Viendo dar un golpe de lanza, que traspasa el corazón ¡ una general doctrina, querida Filotea, cuanto á los
de Jesucristo crucificado, lloramos tiernamente. ¡Ah i deseos y pasiones de nuestras almas, que las debemos
pobre de mí, Filotea ! Bueno es el llorar en la consi conocer por sus frutos. (2) El corazón es bueuo que
deración desla muerte y pasión dolorosa de nuestro tiene buenos deseos , y los deseos y pasiones son bue
Padre y Redentor; mas ¿por qué no le damos nosotros nas cuando producen en nosotros buenos afectos y
muy do grado la manzana que tenemos en nuestras santas acciones. Si las dulzuras, ternezas y consueto
manos, la cual nos pide con tantas veras ; esto es, nues nos hacen más humildes, pacientes, tratables, carita
tro corazón, única manzanadcamor(l)? ¿Poiqué no le tivos y compasivos para con e.1 prójimo, más feno-
resignamos nuestros menores deseos , deleites y com rosos en mortificar nuestra concupiscencia y malasia-
placimientos; lo cual nos quiere quitar de las manos clinaciones, más constantes en nuestros ejercicios, mis
\ no puede, por cuanto es nuestra grajea, de la cual manejables y obedientes para con los que debemos
somos más aficionados y golosos , que deseosos de su obediencia, más simples en nuestra vida; sin duda,
celeste gracia? ¡Ah pobre de mi! Todas estas son amís- Filotea, que los tales consuelos y ternezas serán de Dios.
tadesde niños, tiernas, pero flacas; fantásticas, pero sin Mas si estas dulzuras no tienen dulzuras sino para nos-
efeto. La devoción pues no consiste en estas ternezas y id ros , y nos hacen curiosos, agios, puntillosos, impa
sensibles aficiones, las cuales muchas veces proceden cientes, porfiados, fieros, presuntuosos, duros para
de una naturaleza en sí blanda y susceptible de la im con el prójimo; y que pensando ya ser pequeños san
presión que la quieren dar; y algunas veces vienen del tos, no queremos sujetarnos más á la dirección ni 4 la
enemigo, que para engañarnos en esto, excita nuestra corrección, — indubitablemente que estos talesserin
imaginación á la aprehensión propia á tales efetos. consuelos falsos y perniciosos. Un buen árbol no pro
2. Estas ternezas y afectuosas dulzuras son, con todo duce sino buenos frutos.
esto, á las veces, muy buenas y útiles, por cuanto mue 4. Cuando sintiéremos estas dulzuras y consuelos,
ven el apetito del alma, confortan el espíritu, y juntan menester hemos humillarnos mucho delante de Dios.
á la prontitud de la devoción un santo regocijo y ale Guardémonos pues de decir cuando estas dulzuras nos
gría, lo cual hace nuestras acciones hermosas y agra arriben : «Yo soy sin duda bueno. » No, Filotea : estos
dables, aun en lo exterior. Este es aquel gusto que se son bienes que no nos hacen mejores, porque, como
tiene en las cosas divinas, del cual David decia: « ¡O tengo dicho, no consiste en esto la devoción. Digan»
Señor, y cuan dulces son tus palabras á mi paladar! antes : «¡Oh, y cuan bueno es Dios con los que esperan
Son más dulces que la miel á mi boca.» cu él, y con las almas que él busca ! »
Y es cierto que el menor consuelo de devoción que \ . El que tiene el azúcar en la boca, no puede decir
recebimos, vale de cualquiera manera más que las más que su boca sea dulce ; mas podrá decir que el azúcar
excelentes y mayores recreaciones del mundo. Los pe es dulce. Así , aunque esta dulzura espiritual es muy
chos y la leche, esto es, los favores del Esposo divino, buena, y Dios, que nos la da, es bonísimo, no por eso
son mejores al alma que el vino más precioso de los pla se sigue que aquel que la recibe sea bueno.
ceres de la tierra. El que ha gustado dellos, tiene to 2. Conozcamos ser aun pequeños niños, que lew
dos los demás consuelos por hiél y ajenjos. Y como los mus necesidad de leche, y que estas grandes dulzuras
que tienen la yerba scitica en la boca reciben un tan (2l Nuestros coraiones son arboles, nuestras afecciones yu
siones son sus ramas, y nuestras obras ó acciones son los "»'
(1) que este querido Salvador solicita le demos? (C-D.; tos. yi.-n ¡
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. . 331
nos son dadas, por cuanto aun tenemos el espíritu tier sierta, infructuosa y estéril, en la cual no liay ni sen
no y delicado, y que tiene necesidad de tales cebos y da ni camino para hallar á Dios, ni ninguna agua de
mantenimientos para ser tirado al amor de Dios. gracia que la puede rociar, por ser su sequedad tan
3. Mas después desto (hablando generalmente y por grande, que parece quererla volver de todo punto es
lo ordinario), recibamos con humildad estas gracias y téril. ¡Ah pobre de mi, y cuan digna de compasión
favores, y tengámoslas por en extremo grandes; no es el alma que se ve en este estado, y principalmente
tanto por cuanto lo son en si mismas, como porque es j cuando este mal es vehemente! porque entonces, á
la mano de Dios quien nos las pone en el corazón, como j imitación de David, se sustenta de lágrimas noche y
baria una madre que por regalar á su hijo, ella mis ', dia, mientras el enemigo, por hacerla desesperar, se
ma le metiese los granos de grajea en la boca uno ; burla delia, diciéndola : «¡ Ah pobre de tí ! ¿dónde está
éuno : porque si el tal niño tuviese algún juicio, mes tu Dios? ¿Porqué camino le podías tú hallar? ¿Quién
estimaría la dulzura del agasajo y caricia de la madre, te podrá volver ya más la alegría de su santa gracia?»
que la dulzura de la grajea misma. Asi que , Filotea, ¿Qué es lo que harás tú en tal tiempo, Filotea? Ten
no es poco el tener semejantes dulzuras; pero es la drás pues cuenta de dónde te viene el mal. Nosotros
dulzura de las dulzuras el considerar que Dios con su mismos somos muchas veces causa de nuestras este
mano amorosa y maternal nos la pone en la boca , en rilidades y sequedades.
el corazón, en el alma y en el espíritu. 1 . Como una madre rehusa el azúcar á su hijo vién
4. Habiéndolas recebido con esta humildad, em dole sujeto á las lombrices , así Dios nos quita los
pleémoslas cuidadosamente según la intención del que consuetos cuando en ellos recebimos algún vano com
nos las da. ¿Por qué pensamos pues que Dios nos da placimiento , y nos ve sujetos al gusano de la sober
estas dulzuras? Para hacernos dulces y mansos para bia y presunción. Saludable me es, ó Dios mió, que
con todos, y enamorados para con él. Da la madre la vos me humilléis; y esto sin duda porque antes que
grajea al niño porque la bese. Besemos pues también vos me hubiérades humillado, yo os había ofendido.
nosotros á nuestro Salvador, pues nos acaricia por me 2. Cuando nos mostramos negligentes en recoger
dio destos consuelos. Besar pues el Salvadores el obe las suavidades y regalos del amor de Dios á su tiempo,
decerle, el guardar sus mandamientos, el hacer su vo entonces nos los quita, en castigo de nuestra pereza.
luntad, el seguir sus deseos, y en fin, el abrazarle tier El israelita que no cogia el maná muy de mañana,
namente con obediencia y fidelidad. Cuando hubiére después no podia habiéndose mostrado el sol, porque
mos pues recebido algún consuelo espiritual, menes entonces se deshacía todo.
ter es aquel dia mostrarnos diligentes en el hacer bien 3. Vémonos á veces echados en una cama de con
y en el humillarnos. tentos sensuales y consuelos perecederos, como se via la
5. Es menester, además de todo esto, renunciar de esposa sagrada en los Cánticos. El esposo de nuestras
cuando en cuando tales dulzuras de consuelos y terne almas* llama á la puerta de nuestro corazón, inspíra
zas, separando nuestro corazón deltas, y protestando nos que nos volvamos á nuestros ejercicios espiritua
que aunque las recibamos humilmente , y las ame les; pero nosotros regateamos esto con él, por cuanto
mos por cuanto Dios nos las envia, y que nos provo sentimos el dejar estos vanos embebecimientos, y el
can á su amor,— no por eso son las tales las que bus apartarnos destos falsos contentos : por esto pues pasa
camos, sino Dios y su santo amor; noel consuelo, sino adelante y nos deja atollados. Después, cuando le
el Consolador ; no la dulzura, sino el dulce Salvador; queremos buscar, tenemos no poco trabajo en hallar
no la terneza, sino aquel que es la suavidad del cie le; pero habérnoslo bien merecido, pues nos mostra
lo y de la tierra. Y en esta afición y deseo debemos re mos tan infieles y desleales á su amor, que rehusa
solvernos y quedar firmes en el santo amor de Dios, mos el ejercicio espiritual por seguir el de las cosas
aunque en toda nuestra vida no recibiésemos ningún del mundo. Mas quien se sustenta de la harina de
consuelo. Y así, diremos igualmente sobre el monte Cal Egipto no es bien participe del maná del cielo. Las
vario, como sobre el del Tabor : ¡Oh Señor, y cuún bien abejas aborrecen todos los olores artificiales; y las
me está el estar con vos, ya estéis en cruz ó ya estéis suavidades del Espíritu Santo son incompatibles con
en gloria ! los regalos artificiosos del mundo.
6. Finalmente, te advierto que si te viniese alguna 4. La duplicidad y disimulación de ingenio, ejer
notable abundancia de tales consuelos, ternezas, lágri citado en las confesiones y comunicaciones espiritua
mas y dulzuras, ó alguna cosa de extraordinario en les que se hacen con el confesor, causa las sequedades
ellas, las confieras y comuniques con fidelidad con y esterilidades ; que pues tú mientes al Espíritu Santo,
tn confesor, para que así aprendas cómo te has de mo no es de maravillar si él te rehusa su consuelo. Pues
derar y comportar en ellas; porque está escrito : « ¿Has tú no quieres ser simple y sin doblez como un niño,
bailado la miel? Come laque te basta.» tampoco tendrás la grajea de los niños.
5. Tú te hallas muy bien sola con los contentos
CAPITULO XIV. mundanos, y así no es mucho si los regalos espiritua
les se te dan escasamente (a). Las palomas ya solas (dice
De tas sequedades y esterilidades espirituales.
el antiguo proverbio) hallan amargas las cerezas (6).
Harás pues como te acabo de decir, querida Filo- «Hinchido ha de bienes (dice nuestra Señora) á los
tea , cuando tuvieres semejantes consuelos. Pero este
tiempo hermoso y tan agradable no durará, no, siempre; (a) Yous-vous esleí bien saulé des cmtextemens mondains; «ti te
hallas harta de contentamientos mundanos.»
antes te sucederá hallarte á veces tan privada de la. (4) Las palomas hartas, etc. : 'Leí coloraba saoules trowimt
devoción, que te parecerá ser tu alma una tierra de- ameres les ctriset*
332 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
hambrientos, y á los ricos lia dejado vacíos.» Los que r tra, sea hecha.» Y quedémonos en esto con el mayor
son ricos de placeres mundanos no son capaces de los reposo que nos sea posible; porque Dios, viéndonos
espirituales. en esta santa indiferencia, nos consolará con más gra
6. Si hubieres conservado bien los frutos de los con cias y favores : como cuando vio á Abraham resuello d«
suelos recebidos, sin duda que tendrás otros nuevos : privarse de su hijo Isaac, que se contentó viéndole
porque á aquel que los tiene se le darán aun más; y indiferente en esta pura resignación, consolándole por
á aquel que no tiene los que se le lian dado, más á quien una visión y su dulce bendición. Debemos pues en toda
los ha perdido por su culpa, se le quitarán aun los que suerte de aflicciones, así corporales1 como espiritua
no tiene; esto es, que le privarán de las gracias que les, sumiéndonos semejantes distracciones ó sus
le estaban preparadas. Vemos que la lluvia vivifica las tracciones en la devoción, decir de todo nuestro cora
plantas ya verdes ; mas á las que no lo están, antes las zón y con una profunda sumisión : « El Señor me lia
quita la vida que aun no tienen , porque al mismo pun dado consuelos, el Señor me los ha quitado: sea ben
to las podrece y daña. Por muchas y semejantes cau dito su santo nombre;» porque perseverando en esta
sas perdemos los consuelos devotos, y caemos en se humildad, sin duda nos dará sus regalados favores,
quedad y esterilidad de espíritu. como hizo á Job , que constantemente usaba seme
Examinemos pues nuestras conciencias, y veamos si jantes palabras en todos sus trabajos.
hallamos en nosotros semejantes faltas. Mas notarás, 5. Finalmente, Filotea, entre todas nuestras seque
Filotea , que no se debe hacer este examen con inquie dades y esterilidades, nunca perdamos el ánimo; sino
tud ni demasiada curiosidad; antes, después de haber antes, esperando con paciencia los consuelos, si
con fidelidad considerado cerca desto nuestras accio gamos siempre nuestra derrota : no dejemos por esto
nes, si es que hallamos en nosotros la causa del mal, ningún ejercicio de devoción ; antes, siendo posible,
daremos gracias á Dios; porque el mal se tiene por multiplicaremos nuestras buenas obras : y nocien
medio sano cuando se ha descubierto la causa del. Si do presentar á nuestro caro Esposo las confituras
al contrario, no vieres nada en particularque te parez liquidas, presentémosle las secas, porque lo uno j lo
ca haber causado esta sequedad , no te embebezcas ni otro será lo mismo, con tal que el corazón que se las
detengas en buscar con más curiosidad la causa; sino ofrece esté perfectamente resuelto en el querer amar
con toda simplicidad , sin más examinar ninguna cu le. Cuando la primavera es hermosa hacen las abejas
riosidad , haz lo que te diré. más miel, y crian menos, porque al favor del buea
i. Humíllate cnanto puedas delante de Dios, cono tiempo se embebecen y ocupan tanto en lia>.*r si
ciendo tu poquedad y miseria. ¡ Ay de mi ! ¡ Qué es lo cosecha sobre las flores, que se olvidan ile su pro
que soy yo, cuando en mí misma no soy otra cosa, ducción. Mas cuando la primavera es áspera y mato
6 Señor, sino una tierra seca , la cual, abierta por todas sa, entonces hacen más abejuelas y menos miel ; poi
partes, muestra la sed que tiene de las aguas del Sielo; que, como no pueden salir á hacer su cosecha, se
y es el mal que entre tanto el viento la disipa y reduce empican entonces en su multiplicación. Sucede mu
en polvo! chas veces, querida Filotea, que viéndose elalmaen
2. Invoca á Dios y pídele su alegría : « Volvedme, la hermosa primavera de los consuelos espirituales,
ó Señor, la alegría de vuestra salud. Padre mió, si es se embebece tanto en el juntarlos y gustarlos, que con
posible, traspasad este cáliz de mí.» ¡Quítateme de de la abundancia destos dulces regalos hace muchas me
lante, ó vicio infructuoso , causa de la sequedad de mi nos obras buenas-, y al contrario, hallándose en las
alma ; y vén tú, ó gracioso viento de los consuelos, asperezas y esterilidades espirituales, multiplica tanto
y sopla en mi jardín, y así sus buenas aficiones y de más las obras sólidas y virtuosas, cuanto se ve priva
seos derramarán olor de suavidad! da de los sentimientos agradables de devoción, abun
3. Acude á tu confesor, ábrele bien tu corazón, dando en la generación interior de las verdaderas vir
y hazle ver todos los dobleces de tu alma. Toma los tudes de paciencia, humildad, abjeccion de si misma,
avisos que te diere, con gran simplicidad y humildad; resignación y abnegación de su amor propio.
porque Dios, que ama infinito la obediencia, hace Es un grande abuso de muchos, y principalmente
muchas veces útiles los consuelos ajenos, y en parti de las mujeres, el creer que el servicio que hacemos
cular los de los confesores, aunque por entonces no á Dios sin gusto, sin terneza de corazón y sin senli-
haya grande apariencia : como hizo provechosas á miento, sea menos agradable á la Majestad divina;
Naaman las aguas del Jordán, de las cuales Elíseo, sin pues al contrario, nuestras acciones son como las rosas,
ninguna apariencia de razón humana, le mandó usara. las cuales, aunque es verdad que estando frescas tie
4. Mas después de todo esto, nada hay tan prove nen más gracia , con todo esto , cuando secas tie
choso, nada tan frutuoso en semejantes sequedades nen más olor y fuerza. Y de la misma manera, aunque
y esterilidades, como el no aficionarse ni desvelarse nuestras obras hechas con terneza de corazón, nos son
en el deseo de librarse dellas. No digo yo que simple más agradables (digo á nosotros, por cuanto no mira
mente no procuremos el huirlas ; pero digo que no de mos sino á nuestro propio deleite) ; con todo eso, las
bemos procurarlo con porfía, sino antes dejarlo á la que hacemos con sequedad y esterilidad tienen más
sola voluntad y especial providencia de Dios, para que olor y valor delante de Dios. Sí , Filotea : en tiempo de
él se sirva de nosotros cuanto fuere servido en medio sequedad y desabrimiento nuestra voluntad nos lleva al
de semejantes espinas y trabajos, bigamos pues á Dios servicio de Dios como por fuerza ; y por consiguiente ha
en tal tiempo : «¡ O Padre ! si es posible , pasad de mí de ser de necesidad más rigurosa y constante que en
este cáliz.» Mas juntemos también palabras de grande tiempo de terneza. No es mucho el servirá un principe
ánimo : «Con todo esto, no mi voluntad, sino la vu.es- en ia dulzura de un tiempo prospero y apacible y en
INTRODUCCIÓN k LA VIDA DEVOTA. 333
medio de los regalos de la corte ; pero el servirle en la mo estás tan pensativo y pesaroso, cosa tan fuera de tu
aspereza de la guerra, y en medio de las revueltas y costumbre?» Entonces Godofredo, con un profundo sus
persecuciones, será sin duda una verdadera señal de piro del alma, respondió así: «Hermano mió, sabrás
constancia y fidelidad. que ya en mi vida podré estar alegre.» Con cuyas pala
La beata Angela Foligno dice que la oración más bras, movido el amigo á piedad, se fué luego con un
agradable á Dios es la que se hace por fuerza y con celo fraterno á contarlo al común padre san Bernardo;
trición : esta es aquella á la cual nos ponemos, no por el cual, viendo el peligro, se entró en la primera igle
algún gusto que tengamos ni por inclinaciou, sino sia, donde rogó á Dios por él. Godofredo durante esto,
solamente por agradar á Dios, á lo cual nuestra vo combatido de la tristeza, y apoyando la cabeza sobro
luntad nos lleva como constreñidos, forzando y re una piedra, se quedó dormido; pero después do pe
pugnando las sequedades y repugnancias que se le queño rato se levantaron entrambos, el uno de la ora
oponen. Lo mismo digo de toda suerte de buenas ción con la gracia ya alcanzada, y el otro del sueño con
obras, porque cuantas más contradicciones tuviére la cara risueña y serena. Maravillándose desto su ami
mos en el hacerlas, sean exteriores ó interiores, tan go, viendo en él tan arrebatada mudanza , no pudo (li
to más estimadas y preciadas son delante de Dins ; jar de reprehenderle amigablemente lo que poco antes
cuanto menos particular interés hubiere en el segui le habia respondido. Godofredo le replicó : «Si antes le
miento de las virtudes, tanto más la pureza del amor dije que jamás yo me vería contento , ahora te aseguro
divino lucirá en nosotros. El niño besa fácilmente á su que jamás yo me veré triste.» —
madre cuando le da azúcar, pero será señal clara de Tal fué el suceso de la tentación desta devota perso
amarla en extremo si la besa después de haberle dado na. Notarás pues en lo que se te ha contado , Filotea :
amargos ajenjos. 1. Que Dios da de ordinario algún anticipado gusto
CAPITULO XV. de los regalos celestes á los que entran en su servicio,
para retirarlos por este medio de los deleites terrenos,
Conírmacion y aclaración de lo que se ha dicho, por un ejemplo y animarlos en el seguimiento del amor divino, corno
notable.
una madre que para tirar y cebar su hijuelo á la teta,
Para darte toda esta instrucción más evidente, quiero le pone la miel en el pezón della.
ponerte aquí un excelente pedazo de la historia de san 2. Es también este buen Dios quien á veces (según
Bernardo, como lo he hallado en este docto y enten su sabia disposición ) nos quita la leche y la miel do
dido autor. Dice pues asi : «Es cosa ordinaria casi á to los consuelos, para que por este medio aprendamos ;i
dos los que comienzan á servirá Dios, y que no están comer el pan seco y sólido de una devoción vigorosa,
aun experimentados en las substracciones de la gra i ejercitada á la prueba de disgustos y tentaciones.
cia ni en las mudanzas espirituales, que viniéndoles á 3. Que á veces de las sequedades y esterilidades do
faltar este gusto de la devoción sensible y esta agra espíritu se levantan muy grandes tentaciones, y que
dable luz que los convidad darse priesa en el camino entóneosnos es necesario combatirlas animosamente,
de la devoción, pierden al mismo punto el ánimo, y porque las tales no son de Dios ; pero debemos sufrir
caen en pusilanimidad y tristeza de corazón. La gente las sequedades , pues Dios las ha ordenado para nues-
bien entendida da esta razón : que la naturaleza racio ! tro ejercicio.
nal no puede por largo tiempo durar hambrienta y sin 4. Que no debemos jamás perder el ánimo entro
algún deleite, ó celeste ó terrestre. Como las almas los enojos interiores, ni decir, como el buen Godofre
pues relevadas sobre sí mismas, con la prueba de los do: «Jamás yo me veré alegre;» porque en medio de la
placeres superiores, renuncian fácilmente los objetos noche debemos esperar la luz. Y recíprocamente en
visibles, así también cuando por la disposición divina el más hermoso tiempo espiritual que podemos tener,
les esquitada la alegría espiritual (hallándose también no debemos tampoco decir : «Jamás me veré triste;»
por entonces privadas de los consuelos corporales, y no porque (como dice el Sabio) en los días dichosos de-
estando aun acostumbradas á esperar con paciencia la hemos acordarnos de la desdicha. Hase deesperaren-
.vuelta del verdadero sol ), les parece que están ni en el tre los trabajos y temer entre las prosperidades ; y
cielo ni en la tierra, y que han de quedarse sepultadas tanto en una como en otra ocasión debemos humi
en una noche eterna ; y como niños pequeñuelos, que llarnos.
se airan cuando les quitan la teta , asi también se que 5. Que es un soberano remedio el descubrir su mal
jan, lloran y se muestran importunas y enojosas, prin á algún amu¿o espiritual que nos pueda dar consuelo.
cipalmente consigo mismas. Esto pues aconteció en el En fin, para conclusión deste advertimiento tan
viaje, del cual hay cuestión , á uno de la tropa, llama necesario, noto que en todas las cosas, y asimismo
do Gotlofredo de Perona, nuevamente dedicado al ser en estas , nuestro buen Dios y nuestro enemigo tienen
vicio de Dios. Este pues, hallándose de improviso con también contrarias pretensiones ; porque Dios por ellas
ana cierta sequedad y falta de consuelo, y ocupada el nos quiere conducir á una gran pureza de corazón , á
alma de mil tinieblas lóbregas y interiores, comenzó una propia renunciación de nuestro propio interesen lo
i volver á la memoria sus amigos mundanos , sus pa que es de su servicio, y á una perfecta desnudez de nos
rientes, los ejercicios y vanidades que poco há habia otros mismos. Pero el enemigo nuestro procura em
dejado ; por cuyo medio fué asaltado de una tan áspera plear sus fuerzas para hacernos perder el ánimo, y
tentación, que no pudiéndola encubrir en el semblan hacernos volver del lado de los placeres sensuales, ha
te , se lo conoció uno de sus más confidentes y amigos. ciéndonos enojosos para con nosotros mismos y los
£1 cual llegándosele con disimulación y dulces pala otros , para afear y disfamar la santa devoción. Pero si
bras, le dijo eu secreto : «¿Qué es esto, Godofredo? ¿CO observas los documentos que te he dado, verás cómo
334 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
aumentas en extremo tu perfección en el ejercicio que Mas el remedio en esta ocurrencia es el alentar el
usares entre las aflicciones interiores, de las cuales no cuerpo con alguna suerte de legítima recreación y en
quiero acabar el propósito, sin decirte aun una palabra. tretenimiento. Así san Francisco ordenaba ¡i sus reli
Algunas veces losdisgustos, las esterilidades y seque giosos que fuesen de tal manera moderados en sus tra
dades proceden de la indisposición del cuerpo , como bajos, que no destruyesen el fervor del espíritu.
cuando por el exceso de las vigilias, de los trabajos y Y á propósito deste glorioso padre, una vez se vio
ayunos, nos hallamos combatidos del cansancio, ador contrastado y perseguido do una tan profunda melan
mecidos y pesados, y con otras tales enfermedades; colía de espíritu, que no podía dejar de mostrarla
las cuales , aunque proceden del cuerpo , no dejan de en sus movimientos; porque si quería conversar con
incomodar el espíritu, por la estrecha atadura que hay sus religiosos, no podía; si se apartaba dellos, se ha
entre ellos. En tales ocasiones pues, debemos acor llaba peor. La abstinencia y mortificación de la carne
darnos siempre de hacer más actos de virtud con nues le afligían, y la oración no le aliviaba nada. Vióse dos
tro espíritu y voluntad superior; porque, aunque pa años desta suerte, y de manera, que parecía estar de
rezca estar toda nuestra alma dormida y acabada de todo punto abandonado de Dios; mas en fin, después
cansancio y desabrimiento , no por eso las acciones de de haber con humildad sufrido esta áspera tempestad,
nuestro espíritu dejan de ser muy agradables á Dios; el Señor le dio en un momento una dichosa tranquili
y podemos decir en tal tiempo, como la Esposa sagra dad. Esto es para darte á entender que los mayores
da: «Yo duermo, pero mi corazón vela.» Y como he I siervos de Dios están sujetos á tales sequedades; y que
dicho atrás, si hay menos gusto en el trabajar desta los menores uo deben espantarse si se bailan en al
suerte, no por eso deja de haber más merecimiento y gunas.
virtud.

QUINTA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN,


EN LA CUAL SE CONTIENEN LOS EJERCICIOS T AVISOS NECESARIOS PARA RENOVAR EL ALNA
Y CONFIRMARLA EN LA DEVOCIÓN.

CAPITULO PRIMERO. debe desarmarle y mirar todas sus piezas una 4 ocv,
estoes, todos sus deseos, aficiones y pasiones, pan
Que debemoa cada año renovar los buenos propósitos por los que así pueda reparar todas sus faltas. Y como el relo
ejercicios siguientes.
jero unta todas las ruedas, los traveses y el muelle coa
El principal punto destos ejercicios consiste en el algún aceite delicado, para que sus movimientos seas
conocer bien su importancia. Nuestra humana natura más mansos y seguros , y que esté menos sujeto al orin
leza se aparta fácilmente de sus buenos propósitos por la y herrumbre , así la persona devota, después de haber
fragilidad y mala inclinación de nuestra carne , la cual desmontado ó desarmado su corazón para mejor reha
agrava nuestra alma, y la procura tirar y inclinar hacia cerle y renovalle, le debe untar por medio de los sacra
abajo, si á menudo no se levanta hacia arriba á viva mentos de la confesión y de la eucaristía. Este ejerci
fuerza de resolución. Así como los pájaros tornan ;í cio reparará tus fuerzas abatidas del tiempo, confortará
menudo á caer en tierra» no continuando en el romper tu corazón, hará reverdecer tus buenos propósitos, J
el aire para mantenerse por este medio en su vuelo; reflorecer las virtudes de tu espíritu.
asi también , amada Filotea , tienes tú necesidad de Los antiguos cristianos practicaban esto con mucho
reiterar y repetir muy á menudo los buenos propósi cuidado en el dia aniversario del bautismo de nueslt»
tos que hubieres hecho de servir á Dios , temiendo que Señor; en el cual , como dice san Gregorio, obispo d»
no haciendo esto, no caigas en tu primer estado, ó en Nazianzo , renovaban la profesión y las protestaciones
otro por ventura mucho peor : porque las caidas espi que se hacen en este sacramento. Hagamos lo raisn»,
rituales tienen esta propiedad, que nos ponen siempre querida Filotea, disponiéndonos y empleándonos i
en más bajo estado que aquel en que nos' hallábamos esto con muchas veras y alegría.
cuando subimos á lo alto de la devoción. No hay reloj, Habiendo pues escogido el tiempo conveniente, se-
por bueno que sea, que no sea menester subirle la cuer gun el parecer de tu confesor, y habiéndote retirad»
da dos veces al din, á la mañana y á la noche ; y después algo más á la soledad real y espiritual que lo ordina-
desto,es menester también desarmarle por lo menos rio, harás una , dos ó tres meditaciones sobre los pun
una vez al año para limpiarle de todas sus piezas, en tos siguientes, según el método que te he dado ea»
derezar las torcidas, y reparar las que están usadas. Secunda parte.
Asi también el que tiene un verdadero cuidado de su CAPITULO II.
amado corazón , debe remontarle á Dios á las noches Consideración sobre el beneficio qne Dios nos hace lia«a«4oM'
y á las mañanas por medio los ejercicios ya dichos; á su servicio, según la protestación arriba dicha.
y fuera desto, debe considerar á menudo su estado,
enmendándole y acomodándole cuanto pueda al ser i . Considera los puntos de tu protestación. El pri
vicio de Dios; y en fin, por lo menos una vez al año mero es el haber dejado , desechado, detestado J re
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 333
noticiado para siempre todo pecado mortal. El segundo ! por gran felicidad el súber hablar á Dios por medio de
ese] haber dedicado y consagrado tu alma, tu corazón, | l:i oración ? ¿ El tener deseo de quererle amar? ¿El ha
la cuerpo, con todo aquello que desto depende , al ber templado y pacificado muchas pasiones que le
amor y servicio de Dios. (1) El tercero es, que si te su inquietaban? ¿El haber evitado muchos pecados y em
cediese caer en alguna mala acción , te levantarás al barazos de conciencia? ¿Y en fin, el haber comulgado
mismo punto, mediante la gracia de Dios. ¿No son pues, tan á menudo; cosa en que antes ponías tanto descui
dime, estas hermosas, justas , dignas y generosas re do, uniéndote á este santo manantial de gracias eter
soluciones? Piensa bien en tu alma cuan santa, justa nas? ¡Ah Filotea , y cuan grandes son estas gracias!
y razonable es esta protestación. Menester es pues, Filotea mía, pesarlas en el peso
2. Considera i quién has hecho esta protestación, del santuario. La mano derecha de Dios es pues la que
qne es á Dios. Si las palabras de razón dadas á los ha obrado todo esto. «La buena mano de Dios (dice
tabres nos obligan estrechamente , ¿ cuánto más David) ha hecho virtud ; su diestra me ha relevado.
obligarán las que damos á Dios ? « ¡ Ah Señor! ( decia No moriré pues, sino viviré, y contaré de corazón, de
David) á vos es á quien mi corazón lo ha dicho; mi boca y con obras las maravillas de su bondad.»
corazón ha trazado esta buena palabra : jamás las ol Después de todas estas consideraciones , las cuales,
vidaré.» como ves, nos colman de buenos deseos, debemos
3. Considera en presencia de quién, y que ha sido concluir simplemente por una acción de gracias y una
5 la vista de toda la corte celeste. La Virgen, san Jo- oración encaminada al aprovechamiento de lo dicho,
sef, tu buen ángel, san Luis, toda esta celeste com retirándote con humildad y gran confianza en Dios ; no
pañía te miraba y aprobaba tu protestación, mirán haciendo el fin destas resoluciones hasta después del
dole con ojos de un amor indicible , (2) postrado tu segundo punto deste ejercicio.
c«i¡on á los pies del Salvador, consagrándose á su
servicio; por lo cual hicieron uña general alegría por CAPITULO III.
(oda ta celeste Jerusalen, y aun harán ahora la con Del eximen de nuestra alma sobre el adelantamiento en la vida
memoración , si con entero corazón renuevas tus bue devota.
nos propósitos y resoluciones. Este segundo punto del ejercicio es un poco largo, y
4- Considera por qué medios hiciste tu protestación. asi cuanto á su práctica te digo que no es necesario le
¡Ay de mí, y cuan manso y dulce se te mostró Dios en hagas todo de una vez, sino en diversas veces : como si
este tiempo! tomases lo que mira á tus acciones para con Dios, y es
Dime pues por tu vida, ¿no te viste convidada con to por una vez; lo que mira á ti mismo, otra vez; lo que
nul dulces halagos del Espíritu Santo? Las cuerdas toca al prójimo, otra; y la consideración de las pasiones,
«i que tiró Dios tu pequeña barquilla á este puerto la cuarta vez. No será tampoco necesario que estés de
te salad, ¿no te parece que fueron de amor y cari- rodillas, sino al principio yá la fin, con que secom-
tea titira cómo te fué cebando con su divino azúcar, prehenden las aficiones. Los otros puntos del examen
pw los sacramentos, por la lectura y por la oración. los podrás hacer con utilidad paseándote, y aun mejor
¡l]iemi, amada Filotea! tú dormías y Dios te vela- en la cama, si por ventura puedes estar en ella por al
h, poniendo en tu corazón pensamientos de paz, y gún tiempo sin desabrimiento ni gana de dormir. Para
meditando por ti meditaciones de amor. hacer pues esto, es necesario haberlos antes bien leido.
5. Considera en qué tiempo Dios te tiró á estas No obstante esto, es necesario el hacer todo este segun
pandes resoluciones; porque si fué en la flor de tu do punto en tres días y dos noches por lo más, tomando
*dad , fué , Filotea, no pequeña dicha el aprender tan de cada dia y de cada noche alguna hora, digo algún
P^o lo que no podemos saber sino muy tarde. San tiempo , sea el que pudieres ; porque si este ejercicio
Agustín, habiendo sido tirado de Dios de edad de no se hiciese sino en tiempos muy distantes el uno del
treinta años, decia: «¡O antigua hermosura! ¿cómo otro, perdería su fuerza y causaría impresiones muy
le he conocido yo tan tarde? ¡Ay de mí, que te vía flojas.
J no te conocía!» Y tú también podrás decir: «¡Odul- Después de cada punto del examen, notarás en lo
nra antigua! ¿por qtió no te he yo antes gustado?» ¡ Ay que hallas faltar, y en lo que tienes falta, y los princi
te mi, que no obstante esto , no la conocías tú enton- pales distraimientos que has sentido, para declarar
^ Y. por esto, reconociendo cuánta gracia te ha hecho te y tomar consejo, resolución y alivio espiritual. Y
Dios de tirarte así en tu juventud, di con David: «¡O aunque en tales días que hicieres este ejercicio y los
•fe mió! tú me has alumbrado y tocado desde mi ju otros, no sea necesario el retirarte absolutamente do
ventud; y para siempre yo invocaré tu misericordia ! » las conversaciones, con todo eso, no se excusa el re
> si ha sido en tu vejez, hallarás, Filotea, haberte tirarte un poco, particularmente hacia la noche, para
"ios hecho no pequeña gracia en que después de haber que así puedas acostarte más temprano, reposando el
tan mal perdido tantos años precedentes, al fin Dios cuerpo y el espíritu, necesario á la consideración. Y
1( na llamado antes de la muerte, parando el curso de entre dia habrás también de hacer frecuentes aspira
tu miseria eo tiempo donde, si hubieras continuado, ciones á Dios, á nuestra Señora , á los ángeles , á toda
quedaras miserable para siempre. la Jerusalen celeste ; es también necesario que todo
6. Considera los efectos desta vocación, y hallarás en esto se haga con un corazón enamorado para con Dios,
• «gun entiendo , una dichosa mudanza , comparan y la perfección de tu alma. Para comenzar pues bien
do lo que eres con lo que fuiste. ¿ No tienes tú, dime,
este examen :
"j Li tercera es [Eilitín original.) 1. Ponte primeramente en la presencia de Dios.
»í tntruto (id.) 2. Invoca el Santo Espíritu, pidiéndole luz y clari-
338 OBRAS DÉ DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
dad para que puedas bien conocerte, como san Agus- ¡ 6. Sí vuelve un casado de alguna jornada larga, al
tin, q no se lamentaba (1) delante de Dios en espíritu mismo punto que su mujer le oye y siente su ro,
de butnildad , diciendo : «¡O Señor! haced que os aunque por entonces se halle embarazada y embebeció
conozca y que me conozca;» y san Francisco, que pre con alguna violenta consideración, con todo eso, no de
guntaban Dios : «¿Quién sois vos, y quién soy yo?» jará de olvidar todos los otros pensamientos porpen-
Protestarás no notar tu adelantamiento para lo que sar en su recien venido y amado marido. De la misma
es regocijarte en tí misma, sino para alegrarte en Dios; manera sucede á muchas almas amadoras de Dios, que
ni para glorificarte, sino para glorificar al Señor y dar aunque se hallen más embebecidas y embarazadas de
le gracias. negocios, luego que les toca al corazón la memoria de
Protestarás también que si, como tú piensas, des Dios, no hay cosa que no olviden ni de que no se des
cubres el haber aprovechádote poco, ó bien atrasádote, hagan por no perder esta dulce y bien venida memoria.
que no por eso to entibíalas ni refresca ras con ninguna Señal en extremo buena.
suerte de miedo ni flaqueza de corazón ; sino que al 7. Considerarás cuál es tu corazón para con Jesucris
contrario, procurarás animarte más, humillarte y re to Dios y hombre, si recibes gusto con él. Lasabejis
mediar las faltas, mediante la gracia divina. gustan mucho de andar cerca de su miel, y los mosco
Hecho esto, considerarás mansa y sosegadamente do nes de andar cerca la hediondez y porquerías : asi
qué manera hasta la hora presente te has llevado para las buenas almas tienen su gusto cerca de Jesucristo
con Dios, para con el prójimo y para contigo misma. y sienten una extrema terneza de amor para cou él;
mas las malas solo se alegran en medio de las va
CAPITULO IV. nidades.
Eximen del estado de nuestra alma para con Dios. 8. Considerarás cuál es tu corazón para con nuestra
1. Considera cual es tu corazón contra el pecado Señora , con los santos, con tu ángel ; si los amas mo
mortal, y si tienes una resolución firme de nunca más cho, si tienes una especial confianza en su benevolen
cometerle por ningún caso que pueda venirte , y si esta cia; sí sus imágenes, sus vidas y sus alabanzas te son
resolución ha durado desde tu protestación hasta al agradables.
presente. En esta resolución consiste el fundamento de 9. Cuanto á tu lengua, considerarás cómo hablas de
la vida espiritual. Dios ; si te agradas en decir bien del , según tu condi
2. Considerarás cuál es tu corazón para con los ción y fuerzas ; si te deleitas en cantar los cánticos.
mandamientos de Dios, si los hallas buenos, dul 10. Cuanto á las obras pensarás si tienes en dan
ces, agradables. Quien tiene, hija mia, el gusto en zón la gloria exterior de Dios, y si haces alguna «a
buena disposición, y sano el estómago, el tal apetece á su honra; porque los que aman á Dios, aman caá
las buenas viandas y desecha las malas. David el ornato de su casa.
3. Considerarás cuál es tu corazón para con los pe 1 1 . Notarás si te has apartado de alguna afición
cados veniales. Mal podríamos guardarnos de caer en mala, y si has renunciado alguna cosa por Dios; por
alguno por un camino ó por otro; mas notarás sí hay que es una buena señal de amor el privarse de alguai
alguno á que tengas particular afición , y también ( que cosa en favor de aquel que se ama. ¿Qué es lo que lias
aun esto seria peor) si hay alguno á que tengas afición tú pues dejado por el amor de Dios?
y amor.
4. Considerarás cuál es tu corazón para con los ejer CAPITULO V.
cicios espirituales; sí los amas, sí te enfadan, si te dis Examen de nuestro estado para eon nosotros mismos.
gustan, ú cuál dellos tienes tú más ó menos inclina
ción : el oír la palabra de Dios, el leerla, discurrir' i. Mira cómo te amas ú tí misma, sí te amas de
della, meditar, aspiraren Dios, confesarte, recibir los masiado para este mundo; porque, si es asi, desearás
avisos espirituales , aparejarse á la comunión , enfrenar quedarte siempre en él, y tendrás un extremo cuidado
sus aficiones. Mirarás cuál desto bailas repugnar tu co en arraigarte en la tierra. Pero si te amas para el ciclo.
razón ; y si hallas alguna cosa á que tu corazón tenga desearás, ó por lo menos te quietarás fácilmente en el
menos inclinación, examina de dónde le procede c¡>le tiempo de la partida deste siglo, cuando llegue labora
disgusto , y qué es la causa. que Dius fuere servido de darte.
5. Considerarás cuál es tu corazón para con Dios 2. Mira si tienes buena orden en el amor de timia
mismo ; si se alegra en acordarse del , y si siente en ma, poique el mayor enemigo que tenemos es el amor
esto una agradable dulzura. Dice David: «Yo me be de nosotros propios. El amor pues ordenado quiere q«s
acordado de Dios, y me he deleitado.» Mirarás si sien amemos más el alma que el cuerpo ; que tengamos ma>
tes en tu corazón una cierta felicidad en amarle, y un cuidado en adquirirlas virtudes que otra ninguna co
gusto particular en saborearte con este amor. Notarás sa; que tengamos más cuenta con la honra divina que
sí tu corazón se recrea en el pensar en la inmensidad de con la baja y caduca. El corazón bien ordenado mu
Dios, en su bondad, en su suavidad; si esta memoria chas más veces dirá en sí mismo: «¿Qué dirán los ánge
de Dios te viene en medio las ocupaciones del mun les si yo pienso en tal cosa?» Yno: «¿Qué dirán 'os
do y sus vanidades; si se hace hacer lugar, si harta tu hombres?»
corazón, si te parece que tu corazón se vuelve de su 3. Mirarás qué tal es el amor que tienes á tu cora
lado , y si en cierta manera va como marchando delan zón, si te enfadas de servirle en sus enfermedades.
te. Es cierto que hay almas desta manera. No es pequeño, Filotea, el cuidado que debes te
II) de Dios ¡Eüichti original. — Qui s'cuioil devaut Oicu, son
ner en socorrerle y hacerle socorrer cuando sus pa
palabras del Sania.) siones le atormentan, dejando por esto todo lodenik
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. . 337
4. Notarás cuál te estimas tú delante de Dios. Será los otros; porque es cierto que debemos desear el fia
en nada sin duda ; mas advierte que no es grande hu del uno y del otro.
mildad si una mosca no se estima en nada en com En nuestros deseos, tocante á los haberes, tocante
paración de un gran monte, ni si una gota de agua á los placeres y tocante á las honras.
se tiene por nada en comparación del mar, ni si una En el temor de los peligros de pecar, y de las pérdi
sola centella de fuego se conoce por nada en compa das de las posesiones deste inundo; porque de ordina
ración del sol. La verdadera humildad consiste en no rio se teme demasiado lo uno, y muy poco lo otro.
estimarnos más que los otros, ni querer ser estimados En la esperanza puesta en el mundo y en las criatu
de los otros en más que ellos. ras, y muy poco en Dios y en las cosas eternas.
5. Cuanto ala lengua, mirarás si te alabas de una En la tristeza, si es muy excesiva por cosas vanas.
suerte y de otra, y si te adulas y alabas á tí propia, En la alegría, si es muy excesiva y por cosas in
hablando de ti misma. dignas.
6. Cuanto á las obras, notarás si recibes algún pla Miraremos en fin qué aficiones tienen nuestro cora
cer contrarío á tu salud; quiero decir, placer vano, zón ocupado, qué pasiones le poseen, y en lo que prin
inútil, demasiado, desvelado y sin sujeto; y seme cipalmente se hubiere distraído.
jantes. Porque por las pasiones del alma conocemos cuál es
su estado, tocándolas una después de la otra; porque
CAPITULO VI. I asi como un músico de laúd tocando todas las cuerdas,
Ciámen del estado de nuestra tima para con nuestro prójimo. i las que halla disonantes las viene á templar, sea baján
dolas ó ya subiéndolas , así después de haber tocado y
Menester es amar mucho el marido y la mujer, y reconocido el amor, el odio, el deseo, el temor, la es
esto con un amor dulce, sosegado, firme y continuo. peranza, la tristeza y la alegría de nuestra alma, si es
Debe pues hacerse esto en primer lugar, por cuanto que hallamos lodo esto malsonante al tono que quere
Dios lo ordena asi. Lo mismo digo de los hijos y parien mos tocar, que es á la gloria de Dios, podrémoslo acor
tes cercanos , y también de los amigos ; cada uno según dar muy bien, mediante su gracia y el consejo de
su puesto. nuestro confesor.
Mas para hablar en general, mirarás cuál es tu cora
zón para con tu prójimo, si le amas cordialmente y CAPITULO vm.
por amor de Dios. Para bien discernir esto habrás me Aflclanes que debemos tener después del eximen.
nester representarte ciertas personas envidiosas y des
agradables; porque con estas es donde se ejercita el Después de haber con blandura (a) considerado cada
amor de Dios para con el prójimo, y mucho mejor con punto del examen (i) y visto el estado en que estás, da
los que nos hacen algún mal , ú de efecto ú de palabra. rás tugará las aficiones siguientes:
Examina si tu corazón es franco en su particular, y si Darás gracias á Dios por la enmienda que hubieres
sientes gran contradicion en el amarlos. hallado en tu vida después de tu resolución ; y recono
Mira si te hallas pronta en el hablar del prójimo mur ce que ha sido su misericordia sola que ha obrado en
murando, y en particular de aquellos que no te aman; tí y por ti.
si haces mal al prójimo, ó directa ó indirectamente. Humíllate cuanto puedas delante de Dios, recono
Por poca razón y discurso que uses , conocerás pues ciendo que si no te has adelantado más, ha sido por tu
todo esto. falta, y por no haber con fidelidad , animosa y constan
temente, correspondido á las inspiraciones, claridades
CAPITULO Vil. y movimientos que te ha dado en la oración (2). Y en
Eximen sobre las aQcioncs de nuestra alma. tonces
Prométele alabar para siempre por las gracias reci
Heme extendido en los puntos dichos, porque enm bidas; y así te retirarás de tus inclinaciones, y llega
examen consiste el conocimiento del adelantamiento rás á la emienda.
espiritual que se ha hecho; porque cuanto al examen Pídele perdón por la infidelidad y deslealtad con que
de los pecados, es solo para las confesiones de los que has correspondido.
no piensan adelantarse. Ofrécele tu corazón para que se haga de todo punto
No es pues necesario el trabajarse sobre cada uno señor del.
destos artículos, sino con suavidad, considerando el Suplícale te haga fiel de todo punto.
estado en que nuestro corazón se ha hallado tocante á Invoca á los santos, la Virgen, tu ángel, tu patrón,
ellos desde nuestra resolución , y qué faltas notables san Josef y otros.
son las que hubiéremos cometido.
Y para abreviar todo esto, es menester reducir el CAPITULO IX.
examen al conocimiento de nuestras pasiones ; y si nos Consideraciones propias para renovar nuestros buenos
enfada el considerar tan por menudo (como se ha di propósitos.
cho) cuáles habernos sido, podremos examinamos en Después de bien hecho el examen, y haber bien
esta forma, cuáles habernos sido, y de qué suerte nos conferido con algún digno conductor las faltas y su
hemos comportado :
En nuestro amor para con Dios, para con el prójimo (ai Qit.vf.do y Cnbillas traducen mal el adverbio doucemenl, que
y para con nosotros mismos. vale con detenimiento.
(1) y voto en que cslas (Todas las ediciones españolas; pero el
En nuestro aborrecimiento para con el pecado que errata manifiesta : el veí ii quoy vous en estes, dice el original.)
se baila en nosotros, y para el pecado que se halla en (2) y faerc deila. (c'-fi.)
¡M OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
enmienda, tomarás las consideraciones siguientes, ha hermosas son; haz comparación de las virtudes y Vi
ciendo una cada dia por manera de meditación , y em cios que les son contrarias: la suavidad que hay en la
pleando el tiempo de tu oración; y esto que sea siempre paciencia, comparada á la venganza ; en la mansedum
con el mismo método (1) que has usado en las medita bre, comparada ala ira y enojo; en la humildad .com
ciones de la Primera parte : poniéndote ante todas co parada á la arrogancia y ambición ; en la liberalidad,
sas en la presencia de Dios, implorando su gracia, para comparada á la avaricia; en la caridad, comparadailá
que por su medio puedas establecerte en su santo amor envidia; en la templanza, comparada á las desórde
y servicio. nes. Las virtudes tienen esto admirable, que deleitan
CAPITULO X. el alma con una dulzura y suavidad incomparable,
después que se han ejercitado; y al contrario, los vi
Consideración primera.—De la excelencia de nuestras alma».
cios la cansan infinito, la descarrian y pierden. ¿Por
Considerarás la nobleza y excelencia de tu alma ; qué pues, no procuraremos nosotros adquirir estas
que tiene un entendimiento, el cual conoce no solo suavidades ?
todo este mundo visible , mas conoce aun que hay ún De los vicios vemos que quien tiene pocos noesli
geles y un paraíso ; conoce que hay un Dios soberaní contento, y quien tiene muchos, menos. Mas de las
simo, bonísimo y inefable; conoce que hay una eter virtudes, el que tiene bien pocas, alcanza aun conten
nidad , y conoce más lo que es propio para vivir en este to, y quien muchas, mucho más. ¡Olí vida devola, y
mundo visible, y para juntarse con los ángeles en el cuan hermosa eres, cuan dulce, agradable y suave! Tú
paraíso, y gozar de Dios para siempre. mitigas las tribulaciones, y haces suaves las consola
Tiene más tu alma una voluntad del todo noble, la ciones. Sin tí el bien es mal, y los placeres, llenos de
cual puede amar á Dios y no le puede aborrecer en inquietudes, alborotos y desvanecimientos. ¡ Ay de mi!
sí misma. Mira tu corazón y verás cuan generoso es; y que quien te conociera, pudiera bien decir con la Sa-
que asi como no puede nada detener las abejas en nin marítima : Domine, da mihihanc aífuam; «Señor, da
guna cosa corrompida, antes solo se detienen sobre las me esta agua;» aspiración muy frecuente á la beata
Dores, así tu corazón no puede tener reposo sino solo madre Teresa y á sania Catalina de Sena, aunque por
en Dios, sin que ninguna criatura pueda satisfacerle ni diferentes sujetos.
hartarle. Si no, piensa en los más amados y diverti
dos embebecimientos que otras veces has ocupado tu CAPITULO XII.
corazón ; y dime la verdad , si los tales no estaban lle Tercera consideración.—Sobre el ejemplo de losan!»
nos de inquietud y molestia, y de pensamientos carco
midos y cuidados importunos, en medio de los cuales Considera el ejemplo de toda suerte de santos:^
tu pobre corazón se vía miserable. es lo que ellos no hicieron para amar á Dios y ser ais
Va tu corazón corriendo para las criaturas con gran devotos. Mira los mártires , invencibles en sus reso
des ansias, pensando poder contentar sus deseos; pero luciones, qué tormentos dejaron de padecer para mío-
tan presto como lia ejecutado cuanto imaginaba, echa tenerlas. Mira sobre todo tantas hermosas doncell»,
de ver la vanidad de su intento, pues nada le puede más blancas que la azucena en pureza, y másencarna-
satisfacer ni contentar. No quiere Dios, Filotea, que das que la rosa en caridad, que las unasá doce, las
nuestro corazón baile ningún lugar donde pueda repo otrasá trece, quince, veintey veinte y cinco años, so
sar (de la misma manera que la paloma salida del Arca frieron mil suertes de martirios, antes qne apartarse
de Noé), para que así se vuelva á su Dios, del cual ha un punto de su resolución ; y no solo en lo que tocaba
salido. ¡Ah, y cuánta hermosura de naturaleza hay á la protestación de la fe, sino en lo que tocata á I>
en nuestro corazón! ¿Por qué pues le detendremos protestación de la devoción : las unas , muriendo antes
nosotros contra su voluntad en el servicio de las cria que abandonar su virginidad ; las otras, antes que de
turas ? jar de servir á los afligidos y consolar los atormentados
¡O alma mia! (dirás tú) tú puedes oir y querer á y amortajar los muertos. ¡Oh buen Dios, y cuánta
Dios. ¿Por qué pues te embebecerás tú en cosa me constancia ha mostrado este sexo frágil en semejantes
nor? Si tú puedes pretender la eternidad, ¿qué hay ocurrencias !
que detenerte en los momentos? Esta fué una de las Mira tantos santos confesores con qué valor bao
quejas del hijo pródigo, que habiendo podido vivir re menospreciado el inundo, cómo se han hecho úiws-
galadamente á la mesa de su padre, comia suciamente cibles en sus resoluciones. Nada les pudo hacer pre
en la de las bestias. ¡O alma mia! tú eres capaz de Dios. varicar, pues las abrazaron tan animosamente, jte
Desventurada de tí si te contentas con menos que Dios. mantuvieron sin excepción. ¿Qué es lo que dice sao
Levanta mucho tu alma en esta consideración; mués Agustín, de Mónica ; con cuánta firmeza seguía su em
trala como eterna y digna de la eternidad ; llénala de presa de servir á Dios, en su matrimonio y en su viu
áuimo cerca este sujeto. dez? ¿Y san Jerónimo, de suainada hija Paula en medio
de tantos traveses y en medio de tanta variedad de
accidentes? ¿Qué es lo que nosotros de buena raio»
CAPITULO XI.
dejaremos de hacer con tan buenos patrones? Todos
Segunda consideración. — De la excelencia de las virtudes. estos eran lo mismo que nosotros ; hacían lo que hacii»
por el mismo Dios y por las mismas virtudes. ¿Pcr
Considera que las virtudes y la devoción pueden so
qué no haremos pues nosotros otro tanto, según nues
las contentar tu alma en este mundo. Mira pues cuan
tra vocación y estado, por medio de nuestra resolución
(1) cuanto a la preparación y afecciones, que has (C-JX.) y santa protestación?
J
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 339
estar grabado en tu alma, para mejor conservar y man
CAPITULO XIII tener tu resolución, la cual ha sido tan estimada en el
Cuarta eoiuMerafúm.—Del amor que Jesucristo nos tiene. corazón de tu Salvador.

Considera el amor con que Jesucristo nuestro Se CAPITULO XIV.


ñor ha sufrido tanto en este mundo, y particularmen
Quinta consideración— Del amor eterno de Dios pan coa
te en el jardín de Olivety monte Calvario. Este amor
nosotros.
te miraba , y por medio destas penas y trabajos alcan
zaba del Padre eterno buenas resoluciones y protes Considera el amor eterno que Dios te ha tenido,
taciones para tu corazón ; y por el mismo medio alcan porque antes que nuestro Señor Jesucristo siendo
zaba también todo lo que te es necesario para mantener, hombre padeciese en la cruz por ti, su divina Majes
alimentar, fortificar y consumir estas resoluciones. tad te tenia en su soberana bondad, y te amaba en
¡Oh santa resolución , y cuan preciosa eres ! hija en fui extremo. Pero ¿cuándo comenzó Dios á amarte? ¿Co
de tal madre como la pasión de nuestro Salvador. ¡Oh menzó pues cuando comenzó á ser Dios? ¿Y cuándo
cuánto te debe amar mi alma, pues fuiste tan ainada comenzó á ser Dios? Nunca; porque siempre lo fué,
de mi buen Jesús! ¡Oh Salvador mió! vos moristes pa sin principio ni fin. Y asi también te ha ainado desda
ra adquirirme estas buenas resoluciones: dadme pues, ab aeterno : por esto pues te preparaba las gracias y
Señor, la gracia que yo muera antes de perderlas. favores que te ha hecho. Y él mismo lo dice por el
¿No ves tú, Filotea mía, cómo el corazón de nues Profeta : a Yo te amo (contigo habla de la misma ma
tro amado Jesús veía el tuyo desde el árbol de la cruz, nera que con otro) con una caridad perpetua, y por
y le amaba ; por cuyo amor te alcanzaba todos los bie esto te he tirado, teniéndote piedad.» Pensado ha pues,
nes de que gozas y gozarás, y entre otras, nuestras entre otras cosas, en hacerte tomar resolución de ser
buenas resoluciones? Si, amada Filotea, bien pode virle. ¡Oh buen Dios, cuáles resoluciones son estas,
mos lodos decir, como Jeremías: «¡O Señor! anlesqnc pues Dios las ha pensado, meditado y trazado desda
yo fuera, vos me mirábades y me Uamábadcs por mi su eternidad ! ¡Cuan caras y preciosas nos deben ser
nombre. » Y esto porque verdaderamente su divina las tales! ¿Qué es lo que nosotros debriamos sufrir
bondad prepara en su divino amor y misericordia to antes que perder la mínima parte deltas? Antes que
dos los medios generales y particulares para nuestra hacerlo debriamos ver perecer todo el mundo; porque
salvación, y por consiguiente nuestras resoluciones. también sabemos que todo el mundo junto no vale lo
Así como una mujer preñada apareja la cuna , los pa que un alma, y un alma no vale nada sin nuestras
ñales y mantillas, y asimismo un ama para la criatu buenas resoluciones.
ra que espera, aunque la tal aun no esté en el mundo;
asi también nuestro Señor , habiéndote concebido en CAPITULO XV.
5n bondad, y pretendiendo sacarte á la luz del mun Aficiones generales sobre las consideraciones precedentes,
do para tu salvación, y hacerte hija suya, prepara so- y conclusión del ejercicio.
breel árbol de la cruz (1) todo lo que era necesario ¡ Oh amadas resoluciones mías ! vosotras sois el her
para tu buena dicha. Estos son todos los medios, to moso árbol de vida que mi Dios lia plantado por su pro
dos los atraimientns y todas las gracias con las cuales pia mano en medio de mi corazón , el cual quiere asi
induce tu alma y la quiere guiará la perfección. Nues mismo mi Salvador regar con su sangre para hacerle
tro Señor pues, según esto, estaba en estado de pre que lleve fruto. Antes pasaré mil muertes que dar lugar
ñez cnando estaba en el árbol de la cruz. áque ningún viento (2) me le desarraigue. Ni la vani
¡Ab, buen Dios, y con cuántas veras debriamos dad, ni los regalos, ni las riquezas, ni las tribulaciones
arraigar esto en nuestra memoria! ¡Es posible que haya serán bastantes á ello. Mas, oh Señor mió, qu« bien sé
yo sido amada, y amada con tal dulzura de mi Salva ser vos mismo quien ha plantado, y en vuestro seno
dor, que se pusiese á pensar en mí, en mi particu paterno guardado eternamente este árbol hermoso pa
lar, y en todas pequeñas ocurrencias, por las cuales ra mi jardín. ¡Cuántas almas habrá que no han sido
me ha tirado á sí ! Con razón debemos pues estimar favorecidas desta suerte! ¿Cómo pues podré yo ja-
y amar todo esto, y emplearlo á nuestra utilidad. másjiumillarme bastantemente delante vuestra miseri
Nota esta consideración. Aquel corazón amigable de cordia?
mi Dios pensaba en Filotea, la amaba, y la procuraba ¡Oh hermosas y santas resoluciones! si yo os conser
mil medios para su salvación ; tanto como si no hubie vo , vosotras me conservaréis. Si vosotras vivis en mi
ra habido otra alma en el mundo en quien hubiese alma, mi alma vivirá en vosotras. Vivid pues para
pensado. Así como el sol, alumbrando una parte de la siempre, o resoluciones mias, eternas en la miseri
tierra, no la alumbra menos que si no alumbrase otra cordia de mi Dios. Estad y vivid eternamente en mí,
parte más que aquella sola ; de la misma manera nues para que nunca os abandone.
tro Señor pensaba y cuidaba por todos sus amados hi Después destas resoluciones, es menester que par
jos, y de suerte que pensaba en cada uno de nosotros ticularices los medios importantes para mantener es
como si no pensara en todos los demás. «El me ama,» tas amadas resoluciones; y que protestes el querer
dice san Pablo, «y se dio por mí; » como si dijese: siempre aprovecharte dellas con fidelidad , y de la fre- '
aPor mí solo, de la misma manera que si no hubiera cuencia de la oración, do ios sacramentos , de las bue
hecho nada por los demás.» Esto pues, Filotea, debe nas obras, la enmienda de las faltas reconocidas cu el
(t) todo cnanto hilo por ti, tu cusa espiritual , tus mantillas y
látales, tu ama, iC-ü.) (2) me la desarraigue. [Edición original.)
340 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
segundo punto , (<) y el seguimiento do los avisos que hacerlos sino á su tiempo y lugar, y cada tino según
te serán dados á este fin. la ocurrencia. ¿Cuántas leyes hay civiles, las cuales
Lo cual hecho, como (2) consecutivamente protes deben ser observadas? mas se entiende según las ocur
tarás mil veces que continuarás en tus resoluciones; rencias, y no que sea necesario practicarlas todas cada
y como si tuvieras tu corazón, tu alma y tu voluntad dia. Cuanto á lo demás, David, rey cargado de nego
en tus manos, la dedicarás, conságralas y sacrificarás cios dificultosísimos, usaba de más ejercicios que vo
6 Dios, protestando no volverlas á tomar más, sino te he puesto aquí. San Luis , rey admirable así enli
dejarlas en las manos de su divina Majestad, para se guerra como en la paz, el cual con un cuidado sin
guir en todo y por lodo sus mandamientos. Ruega á igual administraba la justicia y manejaba los negocios
Dios te renueve de todo punto, que bendiga tu re más graves, oia dos misas cada dia, decia vísperas
nuevo de protestación, y que la favorezca. Invoca á la y completas con su capellán , hacia su meditación, vi
Virgen, tu ángel, los santos, y san Luis. sitaba los hospitales, confesábase todos los viernes,
Irás con este movimiento de corazón á los pies de diciplinándose ; oia los sermones muy á menudo,
tu padre espiritual. Acnsaráste de las parles principa hacia muchas veces conferencias espirituales; y con to
les que hubieres notado haber cometido; después de do esto, no perdía una sola ocasión del bien públia,
tu confesión general recibe la absolución de la misma que no la ejecutase diligentemente, siendo entonces
manera que hiciste la primera vez ; pronunciarás de su corte más lucida y festejada que en tiempo de sus
lante del la protestación, y confirmarásla; y en fin irás predecesores. Usa pues, sin temor dcstos ejercicio?,
á unir tu corazón renovado á su principio y Salvador; según te he enseñado; y Dios te dará bastante lugar;
esto es, al santísimo sacramenlo de la Eucaristía. fuerzn para acudir á los demás negocios , aunque yin
ello debiese hacer parar el sol , como hizo en el tiempo
CAPITULO XVI. de Josué. No es poco lo que hacemos cuando Dios tra
De los resentimientos que se deben tener después deste ejercicio. baja con nosotros.
Dirá el mundo que llevo yo la mira á que mi Filo-
El dia que hubieres hecho este renuevo y los si tea tenga el don de la oración mental, y que no obs
guientes, repetirás muy á menudo de corazón y de tante esto, no todos le pueden tener, y que asi eti
boca aquellas fervorosas palabras de san Pablo, de san Introducción no servirá para todos. Es verdad, y sin
Agustín, de santa (3) Catalina de Genova y otros: duda he llevado siempre esto fin ; y es también Tenia!
«No, yo no soy más mía. O que yo viva , ó que yo que lodos no tienen el don de la oración mental; pero
muera, yo soy de mi Salvador. Yo no tengo más de también lo es que casi todos le pueden tener,! M
mí, nimio; y mió es Jesús, mi mió es el ser suya (a). hasta los más groseros , con tal que tengan toR
¡O mundo! tú eres siempre tú mismo, y yo siempre confesores , y que ellos quieran trabajar para adqmrii-
lie sido yo misma ; mas de aquí adelante yo no seré más le tanto cuanto él lo merece. Y si se halla faltar este
yo misma. No, nosotros ya no seremos nosotros mis don en alguna suerte de grado ( lo cual pienso no po
mos, porque tendremos el corazón trocado ; y el mun der acaecer sino muy raramente), el prudente confe
do, que nos ha tanto engañado, será engañado en nos sor hará fácilmente suplir esta falta por la atención que
otros : porque no apercibiendo nuestra mudanza por enseñarán tener en leer, ó en oír leer las mismascoii-
ser pocoá poco, pensará que somos siempre de los de sideraciones que están puestas en las meditaciones.
Esaú , y seremos de los de Jacob.»
Será menester que todos estos ejercicios reposen CAPITULO XV11I.
dentro del corazón, y que apartándonos de su consi
deración y meditación, entremos con tiento en los ne Tres Últimos y principales avisos para esta /«írodwd»
gocios y conversaciones, temiendo que el licor de Harás todos los primeros dias del mes la protesta
nuestras resoluciones no se derrame y pierda, por ción que está en la Primera parte, después de la medi
que es menester que se deshaga, y penetro bien todas tación ; y todos los momentos que puedas protestara
las partes del alma; y que no obstante, sea todo esto el quererla observar , diciendo con David : «Nunca |'-
sin forzar el espíritu ni el cuerpo. más olvidaré tus justificaciones, Dios mió, porque ti
ellas, Señor, me has vivificado.» Y cuando sintieres
CAPITULO XVII. *
algún distraimiento en tu alma, tomarás tu protec
Respuesta i dos objeciones que pue.len ponerse sobre esta ción en tus manos, y postrada en csmritu de humil».
Introducción.
la pronunciarás de lodo tu corazow; y asi hallarás u.i
Diráte el mundo, Pilotea mia, que estos ejercicios
gran alivio y consuelo.
y avisos son en tan grande número, que quien los Harás profesión abierta de querer ser devota; y o»
quiera observar no podrá atender á olía cosa. ¡ Ay de digo de ser devota, sino de querer serlo; y note'1?'
iní, amada l'ilotea! Cuando nosotros no hiciéramos vergüenza de las acciones comunes y importantes Que
otra cosa, haríamos harto bien, pues haríamos lo que nos guian y conducen al amor de Dios. Procura siem
dcbriaiuos hacer en este mundo. Verdad es que si fue pre ensayarle en la meditación, como en querer tam
se necesai io hacer todos estos ejercicios lodos los dias, bién antes morir que pecar mortalmente. Protesta»
no nos daiían lugar i otra cosa; ñus no es necesario también que has de frecuentar á menudo los sacramen
(1) del evitar las malas ocasiones, (C-D.)
tos , y seguir los consejos de tu director ( aunque me
(i) por una recuperación de aliento y tuerza , protestaras {Id.) chas "veces no sea necesario el nombrarle por mncn*>
(3) Catalina de Sena j otros : {La primera y posteriores edicio razones): porque esta libertad de confesar que quere
nes.)
(a) man míen, c'est d"catre tieme. mos servir a. Dios, y que nos hemos consagrado ¡>
INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA. 341
amor con una especial afición, es muy agradable ásu puerta, la trompeta (dice san Gregorio Nazianzeno)
divina Majestad, que no quiere que tengamos vergüen toca á la retirada : cada uno se prepare , porque el jui
za del ni de su cruz ; pues vemos que esta antes corta cio se acerca.» La madre de san Sinforiano, viendo quo
el camino á muchos enredos que el mundo á cada pa le llevaban al martirio, le gritaba cerca de sus orejas:
so desea ponernos, y nos obliga á su seguimiento. «Hijo mió, hijo mió, acuérdate de la vida eterna ; mira
Los filósoíbs se publicaban por filósofos porque los al cielo, y considera quién reina en él. El fin cercano
dejasen vivir filosóficamente , y nosotros debemos ha terminará bien presto el breve curso desta vida.» Lo
cernos conocer por deseosos de la devoción porque nos mismo pues, Filotea mia, puedo yo decirte. Mira al
dejen vivir devotamente. Que si alguno te dijere que cielo, y no le pierdas por la tierra; mira al infierno, no
se puede vivir devotamente sin la práctica destos avi te eches en él por los que son solos momentos. Mira á
sos y ejercicios, no por eso lo niegues; pero respondé Jesucristo, no le reniegues por el mundo. Y cuando la
rosle amigablemente que tu flaqueza están grande, pena de la vida devota te pareciere dura, cantarás
que ha menester más ayuda y socorro que los otros. con san Francisco: «Los mayores trabajos me pare
En tin, amada Filotea mia, yo te conjuro por cuanto cen pasatiempos , considerando los bienes que después
hay sagrado en el cielo y en la tierra ; por el bautismo dellos espero.»
que has recebido, por los pechos que Jesucristo mamó, Viva Jesús , á quien con el Padre y Espíritu Santo
por el corazón caritativo con que te ama, y por las en sea honra y gloria, ahora y para siempre, y en los si*
trañas de la misericordia en que esperas, que conti glos de los siglos. Amen. (1)
núes y perseveres en esta dichosa empresa de la vida
devota. «Nuestros dias se pasan, la muerte está á la (1) Fin. {Edición original.)

PIK TE LA IHTRODÜCCIOH A LA VIDA DEVOTA.


1
LO QUE PRETENDIÓ EL ESPÍRITU SANTO
CON

EL LIBRO DE LA SABIDURÍA,
¥ EL MÉTODO CON QUE LO CONSIGUE.
DISCURSO

DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, (a)

La enfermedad que con más universal contagio ha todos los que lian escrito, halló este camino, para que
siJo y es peste de las almas, fué el no saber en qué siempre se siga el seguro, y se diferencien del los
consiste la verdadera sabiduría, cuáles- son sus efe- despeñaderos, y sepamos que por las sendas más ás
tos, cómo y con quiénes los obra, dónde se ha de bus peras se llega á la patria, y que por los halagos de los
car, cómo y á quién ha de pedirse. De ignorar esto, y más cariciosos y abiertos caminos se da en los pre
tener por sabi duria,la descaminada presunción ó el cipicios.
estudio defectuoso, se originaron las varias sectas de Empieza hablando con los que juzgan la tierra : Di-
tantos filósofos, pitagóricos, peripatéticos, académicos, ligite justit iam qui judicalis terram. No habla con los
estoicos, pirrónicos, y otros innumerables, y después reyes y jueces, sino con todos aquellos que sin justicia,
de la luz del Evangelio, la multitud de errores y here juzgando las cosas que suceden en la tierra confor
jías, que fiándose del nombre de sabiduría (que solo me su ignorancia, reciben escándalo déla doctrinado
es máscara de la malicia astuta y revoltosa), confunden la divina Providencia, y ejemplo que los persuade
grande parte del mundo en discordia pertinaz. Para imitación de la pompa de los delitos. Pruébase con
que túnese cura este daño universal y esta dolencia, que el capítulo u empieza con estas palabras: Dixe-
que por el nombre magnífico de sabiduría fantástica runt autem cogitantes apud se non redé: Exiguum et
no padecen, antes le blasonan los hombres, le profe cum taedio est tempus vitae noslrae, et non est refrige-
san y le enseñan, dictó el Espíritu Santo á Salomón este rium in fine hominis. Y todo el capítulo confirma lo
libro , donde la doctrina de la verdad y el desengaño que digo.
de la mentira se leen en diez y nueve capítulos, dis Sigúese que para ser capaces de la sabiduría con
puestos con tan soberano método, que de uno y otro que se debe juzgar la tierra, es necesario amar la jus
fabrican un silogismo demostrativo, cuya conclusión ticia, porque la sabiduría es justicia.
alienta los unos, y amenaza los otros. Pueden no obe Consiguientemente la define mandando : Sentite de
decerla, empero no pueden negarla. Por esto juzgo Domino in bonitate , et in simplicitate cordis quaerite
este libro por llave del tesoro que por fruto llevan illum : quoniam invenilwab his qui non tentant illum:
las hojas de todos los volúmenes sagrados, y que hace apparet autem eis qui fidem habent in illum : perver-
ei oficio de aguja para navegar sus golfos y descubrir sae enim cogitationes separant á Deo : probata autem
sus ludias; sin desvariar como la nuestra por los deli virtus corripit insipientes : quoniam in malevolam
rios del imán , siempre tija al norte del Espíritu Santo, animam non introibit sapientia, nec habitabit in cor-
que la dictó. Vuestra paternidad reverendísima, entre pore subdito peccatis.
Es pues la sabiduría de que trata este libro : «amar
la' Inédito.
Encuéntrase en el tomo n , pág. 217 de la colección hecha por la justicia, sentir de Dios en bondad, y buscarle con
don Juan Isidro Fajardo, año de 1724 : Biblioteca Nacional, es simple corazón ; porque le hallan los que no le tientan,
tante U., número 277. aparece á los que tienen fe en él; y apartan del las
La Academia de la Historia posee copia de fines del siglo pasa imaginaciones perversas, y la virtud examinada cor
do : estante 23, grada 5., C, núm. 36.
Consta , por el final del párrafo primero, que i un religioso di rige los necios. La sabiduría no entra en el alma ma
rigí* nuestro autor este papel escriturario. A ser (como sospecho) lévola , ni habitará en el cuerpo subdito de los pe
el padre Mauricio de Attodo, de la Compartía de Jesús, lo escri cados.»
bió Qliíído en 1640 ó 1611. Pero si fuese el dominicano fray
Cristóbal de Torres, siete anos por lo menos debo retrasarse la De todos los gentiles ninguno, tratando de la sabi
tecla. duría ni de Dios, alcanzó una palabra destas; solo
344 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Epictcto prctmnció esta cláusula con aliento piadoso, carse sino es por el Hijo de Dios, que es la sabiduría
capitulo xxx : «Sabe que lo principal y primero acer del Padre. Qué se les siguió de aborrecer la justicia
ca de la religión de los dioses inmortales, es tener y de no juzgar en bondad , lo dicen el verso veintiuno
dellos rectas y buenas opiniones; de tal manera, que y veintidós : Haec cogitaverunl, et erraverunt: eme-
creas hay dioses, y que bien y justamente lo adminis cavit enim illos malitia eorum. Et nesciertmt tam-
tran todo, que lian de ser obedecidos, y que por esto menta Dei, ñeque mercedem speraverunt justitiae.nte
hemos de conformarnos con todo loque con su permi judicaverunt honorem animarum sanctarum. «Esto
sión sucediere, y que lo hemos de recebir alegres, co imaginaron, y cayeron en error, porque los cegó su
mo precedido de la mente soberana. Con esto, nunca malicia. Ignoraron los sacramentos de Dios, desespe
los acusarás, ni tendrás queja de que te olvidan ú des raron de la merced de la justicia, y no entendiéronla
precian.» Parece doctrina expresada deste primero ca honra de las almas santas.»
pítulo do la Sabiduría , y recogida en vaso idólatra, Veis aquí que la Sabiduría attingitergoálineustivt
cuyosabor se conoce solamente en la pluralidad de dio ad finem forliter, et disponit omnia suaviter. Desde
ses. el fin de la Ley vieja (que fué en la pasión de Crisio,
El método es el que se sigue. La difinicion de la con que se cumplió) tocó con fortaleza hasta la Gn
verdadera sabiduría para los que quisieren juzgar con del mundo, venciendo con la humildad la soberbia,
justicia las cosas de la tierra es: «Amar la justicia, con la desnudez las armas, con la pobreza los leso-
sentir de Dios la bondad, y buscarle en la simplici ros, con los pescadores los monarcas, con la igno
dad del corazón.» rancia la sabiduría del siglo; enseñando en los sacra
Este primero capítulo se distribuye por todos los mentos de Dios la salud eterna; asegurando la mer
diez y ocho, verificando en cada uno otras diez y ocho ced de la justicia , y en su iglesia eterna la honra de sus
cláusulas suyas, demostrando los efetos que esta sa santos : esto con fortaleza tan hazañosamente vencedo-
biduría obra en las almas que la atesoran; los males ra de todo el ejército infernal, y juntamente dispuesto
que padecen, los engaños que se siguen, los desenga con suavidad tan benigna, que, solo, pagó loquede-
ños que juntan contra sí las que dolías se apartan. La biamos todos, que murió porque muriese nuestra
primera cláusula : Diligite justitiam qui judicatis muerte , para que su muerte nos fuese vida. El mismo
terram ; sentite de Domino in bonitate, habla en el se nombró sabiduría cuando dijo: Cum semperái-
capítulo 11 ; y en él con los que aborrecieron la justi lexisset sitos , in finem dilexit eos ; cuando estaba to
cia y sintieron de Dios en maldad : Diocerunt enim cando fuertemente del un fin al otro, no solo coa sua
cogitantes apud se non redé. Véislos aquí juzgando vidad sino con perpetuo amor; pues pagaba en la
mal, á persuasión desús maldades, hasta el verso do golosina de Eva y en la inobediencia de Adán cilps
ce, donde en lugar de amar justicia, la aborrecen con ajenas con la propia sangre.
el justo: Circumveniamus ergo justum, quoniam in- Entra mandando en este capítulo primero Dios quí
utilis est nobis, ti contrarias est operibus nostris, et amemos la justicia, y en el segundo trata de la muerte
improperat nobis peccata Legis , et diffamat in nos pee- de su Hijo, porque veamos cómo la amó él.puesw
cata disciplinae nostrae. Promilit se scientiam Dei perdonó al propio Hijo suyo unigénito, que publicó
habere , et p'lium Dci senominat. portal, llamándole muy amado.
No solo habla esto literalmente de los fariseos y De todo este discurso, legítimamente colijo, pira
escribas y de Cristo, sino que parece hablan los mis inteligencia del intento y fin historial deste libro, que
mos contra Cristo , pues lo que le dijeron fué repetir es mostrar desde el principio del mundo hasta el fin,
estas mismas palabras formales , hasta en murmurar cómo la sabiduría de Dios toca fuertemente desde
que se nombraba Hijo de Dios. Asi prosiguen indivi un fin á otro, disponiéndolo todo con suavidad, ea
dualmente hasta el verso diez y ocho : Si enim est ve- que se incluye su divina Providencia. Prueba nú
rus filius Dei, suscipiet illum et liberabit eum de ma- intento el capitulo x (prosiguiendo el fin del capí
nibus contrariorum. Contumelia et tormento inlerro- tulo ix : Nam per sapientiam sanati sunt quicump»
gemus eum, ut sciamus reverentiam ejus, et probemus placuerunt Ubi, Domine, á principio) con estas pala
patientiam Ulitis. Morte turpissima condemnemus eum. bras : Haec illum qui primus formatus estáDeople
¿Quién negará que esto es leer la pasión de Cristo, y orbis terrarum, cum solus esset creotus, custodia!,
aborrecer la justicia, que se debe amar, y sentir mal et eduxit illum á delicio suo , et dedit Mi «'»**■
de Dios? No podía empezar la Sabiduría á ejemplifi continendi omnia.
SOBRE LAS PALABRAS QUE DIJO CRISTO
Á su santísima madre

EN LAS BODAS DE CANA DE GALILEA,


DISCURRE

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, (o)

FRAGMENTO.
Et die tertia nuptiae faclae «uní fn Cana Gali- Siempre para entenderlas me fueron difíciles. Em
Jaeae, et erat Mater Jesu ibi. Vocatus est atitem et Jesús pero nunca me consintió escrupnlearlas por despega
tt discipuli ejus ad nuptias. Et deficiente vino , dicit das, el ver las decia á tal madre tal hijo; antes (3) reve
Mater Jesu ad eum : Vinum non habent. Et dicit ei rencié mayor misterio en lo que deltas entendía menos.
Jesús : Quid mihi et Ubi est , mulier ? Persuadíme que aquella soberana boca á los sacro
«Y el tercero dia se celebraron (1) bodas en Cana santos oidos pronunciaría sacramentos, y no rigores :
de Galilea ; y estaba en ellas la Madre de Jesús. Y desembaráceme de asistir á regalarlas por ásperas, y
también fueron llamados ú las bodas Jesús y sus ocúpeme en penetrarlas por cariñosas. Yo aseguro
discípulos. Y faltando vino, dice a Jesús su Madre : No que lo he procurado; otros juzgarán si lo he conse
tieneu riño. Y Jesús la dice : Mujer, á tí y á raí ¿ qué guido. Si como está en salvo mi intentoen la piedad, lo
nos toca?» estuviese mi discurso en lo que escribo, grande seria
Siempre los ojos, leyendo estas postreras palabras la usura de mi trabajo. Mi pretensión sabe ser cortés;
que respondió Cristo á su Madre, llamándola mujer, pido que me consientan, no que me alaben. No blasono
juzgaron que tcnian ceño ; y los oidos extrañaron , si alguna novedad, que fuera mostrarme antes temerario
nodesden, sequedad. Los santos padres y doctoresan- que ingenioso. Si algo pareciere nuevo, no es otra cosa
tiguos y modernos reconocen por difícil el sonido de sino haber buscado en las tinieblas camino con la luz
las palabras, y las declaran y ajii'tan á diferentes senti de los santos. A la claridad del sol se debe la vista do
dos, para que ladevocion, que fervorosa las extraña, dis- las sendas que borró la noche, no á los pies que las
cipula de (2) su doctrina sagrada las reconozca amoro caminan. Dirá verdad el caminante si dijere que halló
sas. las veredas, y mentirá si negare que se las enseñó el
(«) Así se intitula este fragmento inédita en el eódice M. 177
dia.
(folio Í05. de la Biblioteca Nacional ; pero el original autógrafo No excuso algunas advertencias que precedan al tra
no tenia rótulo ninguno. Poseíalo, a mediados del siglo anterior, tado. Sea la primera : que eslas bodas eran de san Juan,
el ya referido archivero de la secretarla general de Estado, don Evangelista con una de las vírgines dedicadas á Dios,
Benito Narlinei Gomes Gajoso; y de él sacó una copla don To
mas Antonio Sánchez, de que me valgo para esta impresión. Allí
que después vivió en compañía déla siempre Virgen (4)
se advierte que el autógrafo constaba de cuatro hojas j media co Madre de Cristo Jesús. Tienen esta opinión san Agustín
folio, ocupando tres solamente lo escrito, y que era copia en lim sobre san Juan , en el prólogo y en la glosa, san Jeróni
ito que del borrador hacia Qoevedo. mo y Alberto Magno sobre san Joan; y Ruperto sobre el
La de Sánchez me ha sido franqueada por el señor don Agus
tín Duran. Sus variantes llevan la marca D. ; las del citado códi segundocapítulo de san Joan, acaba (5) con estas pala
ce, M. Otra existe en la biblioteca de la Academia de la Historia. bras : ínter quos, et hunc Johannem Evangelistam, re-
Acaso este tratado sea parte de un libro que escribía Qcevebc* lictisnuptiis, ipsius enim istas fuisse nuptias , opinio
con titulo de Consideraciones sobre el Testamento Nuevo y tida de fere omnium est, ipsum Dommum sequi coepisse arbi-
Cristo, el cual, dice, le sustrajeron con otros durante sus últimas
persecuciones. Véase la Memoria de ellos que inserta el biógrafo tramur (6) . Tienen la contraria san Crisóstorao, Origines
Tarsia.
Las citas que abora van al pié, en el original autógrafo esta (3) reverencio (V.)
ban al margen. (4) María de Cristo (0.)
(ti las bodas 'D.) (5) en estas i Id.)
(1) sus doctrinas sagradas [Id.) (») tapera Abbatls Monasterii Tvitiensls, e reglone Agrlppinat
316 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
v Victorino ; cuyos argumentos disuelve doctísimamen- en la segunda venida, glorioso. Admiremos la confor
te el eruditísimo doctor y maestro Silvestre de Prierio, midad misteriosa del Hijo y de la Madre. Cristo dice :
de la orden de Santo Domingo, en el tratado tercero de « Mujer, á ti y á mí ¿qué nos toca?» y no la llama (la
las Cuestiones sobre los Evangelios . Ha prevalecido, dre. La Madre dice: «Haced cualquiera cosa que os
por más célebre y más dignamente probable, la afirma dijere,» y no dice «mi Hijo». Los que extrañan por
tiva, pues el reverendo padre Fortunato Fanense, en sequedad la palabra que dijo Cristo, ¿porqué no extra
la Biblia quejuntó de las cuatro versiones, en la pre ñan la que dejó de decir Maria, siendo la temara más
fación al Evangelio de san Joan dice : « Este es Joan propia en las madres, y el mayor blasón de la tierra
Evangelista, uno de los discípulos del Señor, que fué y del cielo tener tal hijo? No hay comento para las pa
escogido por Dios virgen; al que de las bodas, tratando labras de Jesús, sino las de María. De sola ella dice el
de casarse, llamó Dios (1) (a).» Evangelio que «todas sus palabras las conservaba en so
La razón que dan los autores que cité con san Agus corazón », cuando le perdió en el templo, donde le halló
tín, es: que fué muy conveniente que estas bodas fue enseñando á los doctores (que Cristo, aun niño, se pier
sen de san Joan y que no se efectuasen, porque conve de por enseñar). Engastaremos este trozo á su tiempo.
nía que luego, en favor de la virginidad, se mostrase Que estas bodas fuesen de san Joan, mejor se asegu
que con su gracia se podía disolver el matrimonio tra ra con su estilo que con las conjeturas ni autores. El
tado. Y persuádese por otra razón que no era verisímil nunca en acción suya, que fueron tantas y tan colmadas
que en otras bodas estuviera la Madre del Señor, como de gloria preferida, se nombró, nombrando á todos. De
consta de la explicación del texto (2). Exprimiré con manera que el más fuerte argumento de que fué él, es
la consideración algo que está retirado en estas pala el no decir él que fué. Es suyo solo nombrarse cuando
bras de los santos. La quinta esencia del ámbar suya se calla.
eia ; y siéndolo, se debe muebo al que la saca; y á los La Virgen nuestra Señora extrañara bodas que M
alambiques, el dará todos lo que guardaba el simple en fueran de tan cercano pariente. Costumbre fué siem
su retiramiento, no con avaricia para negarlo, sino pre ir á las que fuesen desta obligación ; y aun á estas
con providencia para no perderlo. Lo que la naturaleza no fuera la Virgen y suHijo (4) sise hubierandeconsu-
esconde á la ignorancia, ofrece al estudio. Todo está mar. Cuando Cristo empezó á obrar maravillas, no pa
en los santos ; mucho dan á los ojos que lean en lo que rece conveniente que con su (5) santísima Madre bom -
escriben ; mucho guardan á la asistencia de la medita se antes las bodas que la virginidad. Vinieron í ellas,
ción más allá de las palabras. Con las mismas letras porque deltas triunfase la virginidad, siguiendo ti
callan mucho en loque dicen, y dicen mucho en loque esposo y la esposa.
callan. Habia llamadoCristopara discípulos á algunosfcta
¡Dichosas bodas y casa! en ellas hizo Cristo el primer redes , llamó á otro del cambio ; convino que Haraw
milagro, en ellas su Madre la primera intercesión ; en á Joan, de las bodas, que es la red más fuerte, pueslia-
está casa, dice el texto sagrado que manifestó su glo blando de la esposa en el matrimonio, dijo Dios : «Por
ria (3). Quítale al Tabor el poder blasonar solo estas esta dejará el hombre su padre y su madre;» jen
palabras. Cede el monte á las bodas en la asistencia que razón que se viese que á esta la dejaba Joan por
tuvo Cristo en la siempre Virgen. Si allá dijo el Padre: Dios. Dejóla , mostrándose primero el amante que el
«Oídle á el,» aquí su Madre dijo: «Haced cualquiera amado.
cosa que os mandare;» que es lo mismo. La Madre (G) Parece inconveniente, y es misterio, en la virgi
dice quehagan cualquiera cosa que mandare; el Padre nidad de Joan, estar por esposo en bodas, aunque las
solo que le oigan: porque, como asistían Elias yMoisés, renunciase. Habia de dejarle su Madre por madre,
príncipes del Testamento Viejo, supiesen los apóstoles habiascle de dejará su Madre por hijo, y calificó á su
que solo á Jesús se habia de oír, y que á ellos en per imitación su virginidad : pues como á su Madre, ha
sona seles habia mandado el silencio, y que los oidos biendo de ser siempre virgen, quiso que fuese despo
solo se debían á la voz de Cristo. Llamólos para des sada, ordenó que Joan fuese desposado para ser virgen;
pedirlos con premio: á Moisen, que había tanto desea porque pareciéndose en algo á su Madre, el nombre
do ver su cara, se la enseñó, y vio al que esperaba ; y de hijo se acompañase con alguna similitud.
Elias, el que habia de esperar hasta la fin del mundo Hay quien diga que san Josef habia muerto, y q»'
por esa razón no fué convidado, y que la Virgen Mam
estaba ya en la custodia de su Hijo, Dios y hombre.
Colonia ¡n Rlieni rlpa sítl, ordinis S. Benedlctl, uiri, et uitae Esta conjetura es tan respetiva, que puede hacer fuer
sanctimonia, ct sacrarum literarum peritia precian, CommetHa-
rionm, /» Euangelium lohannis, Libri xmi. —Arnulilt Birckman. — za, y la duda que se le opusiere podria peligrar de
Apud Fuelicem Cnloniam ano. salutis. «. o. nuil, pagina xtn. poco cortés. En estas bodas, ni después en el Evange
(1) Hie est Johannes Evangelista unus t\ discipulis Uoraini, qni lio, no se hace mención del santo. Y es cierto que
virgo a Dea electus est : quem de nuptiis volcntcm nubcre voca- al tiempo de la muerte de Cristo no vivía, pues enco
vit Dous.
l«) Sacronim Bililiorum Ex Vulgata Edilione, et alijspluribus mendó Cristo su Madre á san Joan.
Traiislationibus : ojusdem Fratls Fortvnati l'aiiensis Ordinis Ercm. Siendo cierto que san Josef murió , he admirado por
S. Auguslini Sluüio et labore, cunt eodem ordine, congeslorum celestial providencia la de los evangelistas , que dejaa
Vnrs altera.—Venetiii Antonium Pinellum. u. dc. ix., pagina 115. en silencio su muerte, y el tiempo y el lugar y la se
{% Hüc enim rst valilé conveniens, quod Cbristns sialira tan-
Inm faveret virginilati , nt Ipso fado oslenderet quod matrimo- pultura. Respeto fué estudioso, no olvido ni causan-
niuin nonconsumalum, gratia ejus posse dissolvi.Suadeturet alia
ralionc, quia non est verisimile ut alibi fuisset Mater Domine, ut ; (4) si no se hubieran («.)
patet in explicatione tc\ius. (5) sacratísima (Id.)
(3) Joan, 2. Et manifestavit gloriam suam. (6) Hit quien diga que parece {Id.)
BODAS DE CANA DE GALILEA. 347
ció de plumas tan divinamente atentadas. Era esposo porque no eran menester más; siendo irrefragable que
de la Madre de la vida; llamábase padre del que era a san Joan, solo por ser suyas estas bodas, le pudo lla
Hijo del eterno Padre ; advertido del ángel, huyendo á mar «marido y virgen ». Y el no nombrar elsanto doc
Egipto guardó la vida al Hijo de Dios y Dios y Hombro tor á Cana de Galilea , que es lo que echa menos el
Terdadero. De su Madre recibió el ser de hombre ; de doctísimo Maldonado, es prueba de que era tan cor
san Josef el llegará hombre, de recien nacido. Fué Jesús riente opinión entonces, que no hacia falta á la inte
parto de María, y en cierto modo, digámoslo asi, lo fué ligencia déla historia. Y siendo así que san Jerónimo
de la fuga de Josef. La frase española lo comenta: «hoy tuvo esta opinión, no extrañará nadie que la tuviese
se nació,» decimos al que se libró de manifiesto peli san Agustín en el prólogo citado . Y en tanto que al
gro. Decir que murió el esposo de María, nombre que guno no me especificase en él por qué no es digno del
{«equivoca en el sonido con el Espíritu Santo, que Santo, yo creeré es suyo, reverenciando las palabras
murió el padre de Jesús (así le llamó la Virgen cuando del admirable Ruperto, que dice que esta es opinión
«perdió: «Yo y tu padre te (1) buscábamos afligidos»), casi de de lodos ; pues á no ser de san Jerónimo y de
equivocábase el sonido de las palabras, en el sentido, san Agustín, fuera casi de nadie.
con el Padre eterno. Pues decir solamente murió Jo Estaba en las bodas la Virgen antes que Cristo y sus
sef, eso fuera enterrar en silencio los dos blasones apóstoles fuesen convidados á ellas. El doctísimo Mal-
más gloriosos que se oyeron jamás. Fué tan soberana donado : «Parece que el Evangelista quiso dar tácita
mente prodigioso san Josef, que se pudo decir del mente la causa, conviene á saber, porque su Madre,
era esposo de la Virgen, y la Virgen decir á Cristo que tomo consta, estaba (5) en ellas convidada antes.»
era su padre; y fué tal, que los evangelistas no hallaron Añado que, por la misma razón, se colige que la
cómo poder decir que murió. Presumió Marta que si Virgen estaba en las bodas antes, porque sabia quecon-
Cristo estuviera en su casa, su hermano no muriera, (2) vidado habiade venir su Hijo después con sus discípu
porser su amigo; asi le llamó: «Lázaro, nuestro amigo, los. Y porque como eran bodas en que había de haber
iierme.» Y ¿no será reverente misterio el no darse por desposado que fuese virgen, era bien que la que era
entendidos los evangelistas de la muerte de san Josef, virgen y desposada precediese al Hijo, á quien para
esposo de María y padre putativo de Jesús? Es tan concebirle precedió el ser lo uno y lo otro.
misterioso, que por quedar san Joan , con nombre de Preguntóme : ¿Por qué no vino acompañada de su
lijo, encargado de María, a falta de Josef, se presumió Hijo y de sus discípulos? No sé si podré pronunciar el
éntrelos apóstoles que no había de morir, y hay fervor de mi respuesta. Haga cuenta quien me oyere
opiniones si es muerto ó si vive en la sepultura, ó si que oye á un mudo, que si no le descifran las ansias
murió, y está en cuerpo y en alma en el cielo, para de lo que quiere decir y no puede explicar (6), leyén
wmr con Cristo en el fin del mundo. En tocaniln j dole los semblantes, más le desconsuelan que le
asistencia y custodia de María todo es vida y etei ni- oyen.
dad; nadie se acuerda de muerte ni de palabras de su Desde que se perdió en el templo Cristo, y desde que
séquito. Pase por digresión este punto, que poco le ti li Cristo llamó discípulos A su compañía, no se lee qtia
tará el nombre. llevase á su Madre santísima consigo ni con ellos. Una
£1 texto sagrado dice que la Virgen estaba en las vez se lee que, estando predicando, le dijeron que allí
bodas, y que después fué Cristo y sus discípulos convi- estaban su Madre y sus hermanos, mas no que viniese
dadoá ellas. Para amanecer mi discurso ha de ir por ni se fuese con él. Fué tras él al Calvario, y asistió á
el díala pluma del doctísimo Joan Maldonado, blasón la cruz cuando todos le dejaron menos Joan y las Ma
inmortal de la nobleza de Zafra, honra de España, ad rías con quien iba. Quien para tener porhijoá Dios no
miración del mundo, hijo de la sagrada religión de la tuvo lado de hombre (sino á san Josef, que ya era di
Compañía de Jesús ; y en el nombre del querido suyo, funto, y fué misterio y esposo), aun para (7)asistiiiafué
bable un Joan de otro (a). decoro, y no sequedad, que no le tuviese ni en sus
Dice en el título deste evangelio, que el ser estas discípulos mientras vivía su Hijo. El me declara, pues
bodas de san Joan es opinión vulgar , empero no de á la última hora sola de su vida la dio por hijo á Joan.
aatores vulgares, pues citan por ella á san Jerónimo, Aunque aventure que juzguen los doctos por entre
isan Agustín y al doctísimo Ruperto. Advierte que el metida y presuntuosa mi consideración , me esforza
prologo (3) deste evangelio enquese cita á san Agustín, ré á averiguar ¿por qué Cristo y su Madre y sus discí
« duda si es suyo, y no se sabe el autor ; que san Jeró pulos estuvieron en la comida destas bodas ; y en la
nimo (en el libro i contra Joviniano, sin nombrar á Cana cena, donde se obró el misterio inefable de la Eucaris
de Galilea) solas dice estas palabras : « Juntamente fué tía, estando él con sus discípulos, no llevó á su santí
loan marido y virgen (4). sima Madre ; pues era de sus entrañas el cuerpo y san
Yo juzgo que san Jerónimo dijo solas estas palabras gre que allí se transubstanció?
No he visto en otro el reparo. No digo que es nuevo,
sino que no le he visto : esto es reservar mis ojos para
(fl tocamos afligidas»), equivócase { 0.) mi disculpa; temo que me suceda lo que á muchos,
f2 Domine, si fuisses hic, frater meus non fúisset mortuus.
« ¡oanit Meldonati Andalvsii, Socielatis Iesv Tbeologi , Com-
que por decir lo que no dijo nadie, dicen lo que nadie
inUrií ¡a qyatvor Evangelistas : Ex duobus in vnum Tomara re- quisiera haber dicho. La devoción que me lleva me
ii'M. Ad Serenissiovm Lotbaringis Ovcem. Hac tenia editione
"raía dilígenliüs recognita, ac eméndala. — Lvgdvni, Sumptibus
lomáis Baptislaj Bnysson. n.oci. (Columna luí y 1341.) toi convidada en ellas antes. (Jf.)
'3 í este; O.i (6) leyéndoles {Id.)
t*¡ Maritum simal et virglnem fnisse. (7) asistirle (¡d.)
3i8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
adiestra; «que en las escrituras quiero antes saber me- Referiré una mucho antes de encarnar, y otra much)
nosque contra ()).» después de haber muerto y resucitado. Conoceráse en
Solo el Hijo de Dios escogió madre, y así miró tanto aquella cuánto se adelantó su gozo por tal madre; cu
por su decoro como por su elección. Nació de mujer; esta cuánto continúa en la observancia de hijo.
mas escogida para nacer della. Escogióla Dios para David en el psalmo xxi, todo evangélico de la pasión
hacerse hombre. Antes de concebir A Jesús la dijo el de Cristo, que empieza con una de las palabras con
Ángel : «Llena degracia, y el Señor es contigo.» Mucho que espiró: «Dios, Dios mió, mírame; ¿porqué me des
dijo ; empero más fué María, pues luego que concibió amparaste? (2) (3)»
fué llena de Dios, y Dios estaba en ella. A mucho se
obligó Dios cuando nos obligó á mucho.
Veamos las finezas y atenciones con que su amor (2) Dcus, Dcus mcus, respire in me : quarc me dereliqaisti'
desempeñó su poder. (3) queson las mismas pai;i! rns que dijo Cristo espirando : ,'£/*,
Eli, ele, siendo esle psalmo lodo literal de la pasión y sucesos
de ella (U.)
(1) Malumus ¡n scripturis minas sapere quam contra.

FIN PE ESTE FIUÜilOTO SOÜI'.E LAS BODAS DE CASA.


HOMILÍA
DE LA

SANTÍSIMA TRINIDAD,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

FRAGMENTO. W

Lis palabras que la Iglesia nos propone este día, son panes y dos peces bicistes á los cinco mil tan abundan
las últimas con que san Mateo da fin á su evangelio. te plato, que sobró después de satisfechos tantos, de
Dice Cristo: «Háscrae dado toda potestad en el cielo y lo poco mucho? ¿Por qué no, cuando en la resurrección
en la tierra. Yéndoos pues, enseñad á todas las gentes, de Lázaro, á vuestra voz obedecieron lo inaccsible de
baptizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y Espí la muerte y lo irrevocable de la vida, la incapacidad del
ritu Santo ; enseñándolos á guardar todo lo que os cuerpo ya poseído de gusanos, la libertad del alma ya
mandé. Y veis que yo estoy con vosotros todos los «lias rescatada de su prisión? Estas, obras fueron en que se
hasta la consumación del siglo.» Palabras son estas que vio teníades todo el poder del cielo y de la tierra. Sí
dijo Cristo después de babcr resucitado. fueron, y vos siempre tuvisteis este poder, mas solo di
Señor, ¿ por qué no blasonastes todo el poder en el jisteis que os había sido dado después que resucitas
cielo y en la tierra , cuando en el desierto vcncis- teis en la propia virtud. Sacar de Ins manos de la
tes aquel duelo á que os provocó tres veces el prin muerte un muerto, acción es de Dios y de toda la po
cipe de las tinieblas? ¿Por qué no, cuando coa cinco testad ; mas hacer que la muerte se padezca á si misma,
que la muerte muera con vuestra muerte, que con vos
resuciten todos; que, por vos y con vos resucitados,
(a) Inédito. salgan de lus mazmorras del infierno los padres, rom
May poca esmerada es la copia que de este y del siguiente dis
curso hiio, en 1734, don Joan Isidro Fajardo para sns tres tomos per sus puertas, triunfar de sus tinieblas,—esto mere
de Obras manuscritas de Quevcdo, como puede advertir quien ma ce que después de ejecutado se blasone todo el poder
logre el tiempo cotejando lo que allí resulta ( Biblioteca Nacional, en el cielo y en la tierra , y que se reserve á estas
e.jdice M 377, folio lio) y lo que ofrezco á mis lectores en las
presentes páginas.
acciones tan soberano elogio.
lie la colección que formó don Alfonso de Avellaneda base ha Veamos qué ordenáis cuando decis que os ha sido
blado ya en el tomo i, pan. Í74. Pues bien, en el vi de ella, fo dada toda la potestad en el cielo y en la tierra. ¡Extra
lio 19, con mucho tino veíanse copiadas la primera salutación y ña cosa! Dice á sus discípulos : «Id y enseñad á todos.»
la segunda homilía completa, cuales hoy las disfrutamos; y de todo
facó traslado el bibliotecario don Tomás Antonio Sánchez, qne Juráralo yo, que en Cristo todo el poder en el cielo y
tengo á la vista , merced i la bizarría de mi caro amigo el señor en la tierra habia de emplearse en el bien de todos,
don Agustín Duran. sin eceptar alguno. Es Cristo perdido por enseñar (mo
Sánchez creyó haber compuesto Qoevedo su discurso para qne
le predicase algún eclesiástico, i quien obsequió dándole a esco
do es de decir nuestro, mas literal en sus acciones):
ger en dos introducciones. I'cro mi opinión sigue en esta parte acordaos que una vez que se perdió, fué por enseñar,
camino muy diferente, por lo que voy i decir. pues le hallaron sus padres leyendo í los doctores en
Autógrafo poseo el original completo de la Homilía & la Santí el templo. Mal entienden esto los que en la tierra tie
sima Trinidad, que imprimo i continuación del presente fragmen
to. Hállase en pliegos sueltos doblados en cuarto, foliadas las ho nen todo el poder en algún ángulo della, pues en
jas. Principia en la 7, lo cual supone que se ba perdido pliego tienden que dejan de ser poderosos si no son desapo
y medio. Juzgo pues que el exordio suelto conservado hasta hoy, derados. — «Eiiíeñad á todos.» Quien tiene todo el
debió ocuparlas dos primeras fojas, y el pliego siguiente lo demás
del discurso, extraviado por desgracia quizá desde el siglo ívu.
poder del cielo y de la tierra , no aborrece los enseña-
So sé en qué tiempo escribió do» Kriscisco este cuaderno de oíos, sino los ignorantes. Los tiranos (que se desentien
homilías. La marca del papel, en el autógrafo, es una cruz den den deste ejemplo,, y tienen el peligro en ser entendi
tro de cierta figura que parece corazón, del cual pende peijoeflo dos), porque no haya entendidos, mandan que no en
circulo, en cuya área se divisa una como aldabilla, que pudiera re
presentar la letra T : suele encontrarse en documentos de la se señen á alguno. — «Baptizándolos en nombre del Padre,
gunda j tercera di-cada del siglo xv u. del Hijo y Espíritu Santo.» Manda que enseñen á todos
X,0 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
baptizándolos. Señor, el baptismo ¿no es sacramen tomó en el vientre de la Virgen, poso en la fuente del
to que limpia y santifica? Sí. Pues ¿cómo es dotrina? baptismo ; dio al agua lo que dio á su madre. La virtud
Cómo, ó qué enseña? Responde la alteza de vuestra del Altísimo y la obumbracion y el sobrevenir del
sabiduría (que admiró £ Pablo): que enseña el baptismo Espíritu Santo, que hizo que María pariese al Salvador,
á toilosá renacer, á desnudarse del hombre primero, la misma hizo que el agua regenere al creyente.»
y á vestirse de Cristo ; á limpiarse del pecado, y á ador ¡Oh sacramento, que en cierto modo es, para renacer
narse de la gracia; á dejar uno de ser el que nació, y nosotros, el vientre virginal de que nació Cristo! pues
empezar á ser el que renace; á remudar la decenden- el origen que del lomó, puso en él para nosotros áli
cia infecta por la culpa, por la soberana genealogia que agua, á quien dio lo que dio á su Madre: obumbrán-
se deriva del agua y del Espíritu Santo, con el nombre ('ola como á ella el Padre, y sobreviniendo en ella el
del Padre y del Hijo. Espíritu Santo. Debido le es el blasón de todo el poder
Esto se enseña á todos con el baptismo; es ciencia en el cielo y en la tierra.
que tiene absorta á la naturaleza, poblado el cielo, Mas ¿por qué estas palabras que dan la forma del
fertilizada la tierra y endiosados los hombres. Re baptismo, después déla resurrección, las señala mus-
conocemos inmensa bondad la majestad deste sa ira madre la Iglesia por tema del sermón de la Santí
cramento; empero siendo el de la Eucaristía el que sima Trinidad? De mi ignorancia es preguntarlo, y del
por excelencia entre todos tiene este nombre, y una agudísimo Crisólogo responderlo con estas palabras, en
obra del mayor amor y del poder más soberano, ¿por el sermón lvh del Simbolo : «Tres días de su sepultura
qué en él no blasonasteis que se os había dado todo gastó Cristo en tres habitaciones, que habían de apro
el poder en el cielo y en la tierra? vechar á los infiernos, á la tierra y al cielo, para res
Pueblo católico, el baptismo es regeneración y es taurar lo que en los cielos está, para reparar lo que hay
puerta y principio; sin él nadie es capaz de la sagrada en la tierra, para redimir los que estaban en el limbo;
Eucaristía ni de otro sacramento , y con él de todos y juntamente por repartir á los hombres para su salud,
es partícipe. Prevenid la atención para oir prerogativas con el sacramento , la gracia de la Trinidad dada ea
deste sacramento, estudiadas en la ponderación de san los tres días.» Luego sobre todo el poder en el cie
León papa (á quien la santa sínodo Calcedonense llamó lo y en la tierra y en el infierno cayó el blasón de toda
Tersanctumetoecumenicum Patriarcham, «Tres veces la potestad q ue dijo Cristo le había sido dada en ellos. Y
f arito y ecuménico patriarca»), sermón iv de Nati- esto, como dice la palabra de oro , para repartir para la
vitate : «La tierra de la carne humana, que en el salud de los hombres la gracia de la Santísima Trini
primero prevaricador fué maldita, en solo el parto dad. Y pues hoy es su dia, y su gracia se reparte,-flffl
de la gloriosa Virgen produjo fruto bendito y ajeno saber recogerla es necesario pedirla. Y pues las rea
de la enfermedad de su raíz. Cuyo origen espiritual bras que nos propone el sagrado texto obran qoe d
consigue cada uno en la regeneración; y á todo hom baptismo sea para el hombre como el vientre de Sana
bre que renace, el agua del baptismo le es en cierto para Cristo, y con ellas dio Cristo á la agua lo quepan
modo el vientre virginal , llenando la fuente el mis su nacimiento dio al vientre de su Madre, pidámosla
mo Espíritu Santo que llenó la Virgen; para que el nos alcance de su Hijo la gracia con las palabras que
pecado que allí evacuó la sagrada concepción, aquí le la confesaron llena delta, diciendo Ave María.
quite el baño místico.» Y más abajo: «El origen que

homilía a la santísima trinidad. '"


Data al mikl omnlt polutas i* ctelo el h ten-
Ex Evangélica lectione Hatthiei, cap. veintiocho j ti
linto, y son las postreras palabras de su evangelio.

Osan los desvarios del seso humano y los desacuer bre inefable de la Santísima Trinidad, qne se estreche
dos de laarismética ambiciosa (que ponen la dignidad en un dia, y que no tenga nombre de pascua y el
de las solemnidades en la abundancia de números y séquito de horas sucesivas que se guardan en l»s
distancias) extrañar que siendo esta festividad de hoy que celebramos ; sin advertir que el nombre de pas
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, con el nom- cua significa «tránsito» en hebreo, y «pasión» en griego»

(a) Inédita. en el bolsillo algún tiempo, con el propósito, sin duda, de ir co


Poseo autógrafo el original. Consta de seis pliegos y medio, giendo la homilía de memoria para predicarla.
ton veinte y cuatro fojas útiles en i.', numeradas, empezándola El texto va ajustado con religiosidad suma al original, me*»
numeración por la 7. Véase lo dicho en la nota al discurso prece en la parte de ortografía que no afecta, ó por yerro afecta i la pro
dente. nunciación. Por eso no se reproducen los latinismos S/>m'»s**'
Cada hoja muestra cuatro dobleces y señales de haberse llevado lo, Chritto, Thcoiocion, Ptrayluástet , eutncia, $mUki—, «•
HOMILÍAS a la santísima TRINIDAD. 351
gne la de Resurrección es la pascua , y que á las dormís za, sino para encomendársele á la fe. Hoy necesito
se les da este nombre. Nuestra madre la Iglesia, que de abundancia de gracia; para alcanzarla pondré por
el Padre fundó inviando su Hijo unigénito, iluminada medianero al sagrado evangelista san Juan, con la Vir
»rel Espíritu Santo, á cuya fábrica concurrieron las gen Maria nuestra Señora , á quien Cristo se la dio por
res personas que atienden á su conservación,—deter madre, para que obligándola nosotros con las palabras
minó que íiesta de Dios uno y trino, de tres personas del ángel , nos la alcance del Padre, de quien es hija;
runa esencia se biciese en la unidad de un solodia; del Hijo, de quien es madre; del Espíritu Santo, de
iretedad no corta, sino misteriosa. Mayor dignidad es quien es esposa. Ave María.
le un snlo día , ser capaz de la solemnidad de la majes-
id del Padre y del Hijo ( cuyas son las tres pascuas TESTA.
le Resurrección, Natividad y Reyes) y del Espíritu
¡Hilo (cuya es la cuarta), que repartirlas, siendo un Cum autem venerit Paraclitus, quem ego miltam
lisias tres personas, en número de dias. Las cuatro ¡ vobisáPatre, Spiritumverilatis ,qui á Paire proce
on pascuas en diferentes dias y semanas ; este dia es el da, Ule testimonium perhibebit de me. Ex evangélica
iad" todas las pascuas, y todas las pascuas son desle lectione Joannis, decimoquinto cap.
ia. No se miden las glorias de Dios uno y trino con «Cuando viniere el Paráclito, el cual enviare yo A
I tiempo sucesivo. Oigamos esta dotiina del doctor vosotros, espíritu de verdad que procede del Padre, él
e los doctores, Augustino; sus palabras son estas, ba dará testimonio de mi.» Palabras de Cristo nuestro
lando con Dios en el libro once de las Confesiones, ! bien, referidas por su discípulo querido. Aquí se bien
ip. 13: Anni tui dies unus, et dies tuus non quoti- i las tres personas de la Santísima Trinidad , donde el
iised hodie, quia hodiernus tuus non cedditerastino, I Hijo da testimonio del Padre, que le dio del en el la
iqw enim suecedit hesterno. Hodiernus tuus aeterni- bor y en el Jordán, y que le invió para que le oyesen;
lu:«Tus años son un dia, y tu dia no es cada dia, y del Espíritu Santo, que procede del Padre, á quien
a» hoy, porque tu hoy no cede á mañana ni su- dice ¡miará para que dé testimonio del. Yo lie de em
(de al que pasó ; tn hoy es eternidad.» ¿Quién no co- pezar este sermón por un principio que no le tiene.
«cerá que el santísimo doctor comenta con estas pa- Ya empieza á lobreguecer la vista de mi entendimien
ibrasel intento de la Iglesia en señalar un dia solo, to en las eminencias del misterio. He de discurrir en
ueni cedeá mañana ni sigue al ayer, y que es un cosa que no entiendo, y llegar á fin que lo es de todo,
ot eterno á la festividad de Dios trino y uno. Padre, y no le tiene. Ya se cerraron en alta noche las sombras,
l¡jo y Espíritu Santo; y que en una luz se celebrasen y viendo mi espíritu desfallecido titubear en obscuri
os que son un fuego y una luz? cuando el evangelista dad tan densa, desconfiáis de mi desempeño. ¿Veis es
an Juan (águila que examinó su vista á estos rayos, tos soberanos enigmas, tan retirados en nublos, y tan
meando en llamas sus plumas para escribir resplan anochecidos al talento humano? Pues tan densa obscu
decen su evangelio) tuvo tanto cuidado de que no ridad está preñada de auroras y de soles, que pródigos
% entendiese que había más de una luz, que habien- de luz, nos han de brotar resplandores. Dios uno y tri
do dicho que «el Baptista fué inviado para dar testi no es loque estas tinieblas esconden. Empero el evan
monio de la luz, para que todos creyesen por él :» Ut gelista san Juan dijo : El lux in tenebris lucel, et tene-
btimmium perhiberct de lumine, ut omnes crederent brae eamnon comprehenderunt; «La luz alumbra en las
vMitm,— con escrúpulo celoso, digámoslo así, con tinieblas, y las tinieblas no la comprebendieron.» Bien
tentivamente dice : Non erat Ule lux, sed ut testimo- podéis despertar y abrir los ojos, porque ya estas pa
mmjjerhiberet de lumine ; «El no era luz, sino para labras amanecen. Hace cuenta que se rie la mañiina
pe diese testimonio de la luz.» de vuestra desconfianza. Es Dios luz que alumbra en
Eran los ojos de Juan los mejores discípulos que tenia las tinieblas; cercanía , mas no la comprehenden , las
I esplendor eterno ; habia platicado con el amor del tinieblas. ¿No habéis visto nube descomedida, que
Sjo, de quien fué querido, las lumbres del Padre de opuesta al sol, muestra ceñudo el dia y enluta con
alumbres, y los incendios del Espíritu Santo. Por sombras las cumbres que él sobredoraba, no deján
so aun no babiendo dicho que el Baptista era luz, aña dole ver? Mas también habéis visto que los rieles de
sque no era luz, y repitió que solo daba testimonio oro que enriquecen sus extremidades, confiesan quo
ela luz; y esto en el evangelio en que escribe la ge- el monarca de las estrellas pasa rebozado, mas no com-
eracion eterna. preliendido. ¡Cuanto más se explayará Dios fuera de las
Yo he de predicar en una hora el misterio que se sombras que cubrieren su trono ! Posuit tenebras
ílebra en un dia , que abrevia las eternidades ; no pa- latibulum suum , dijo el santo y rey y profeta en el
i declararle al entendimiento , pues ninguno le alcan- psalmo xvii.
Es estilo de Dios, desde la primera ancianidad del
í « imprime rao, feminidad, euangelh, tórraseos, imhlar , suecs- mundo, ilustrar las tinieblas con luz. En el primero
*», ¡ir, Httlrt, bolber, anzianidad, graúa, hiciese, alcance, pec- capítulo del Génesis, en que el doctísimo Ruperto ha
'to.f'arta.qnanto, monarcha, conceplio», triumphante, segír, gija, lló las tres personas divinas de que tratamos, en aque
'"■ oi , cuidado , maxestad , hixo, desentelar , baxar ', ámeles,
iinirtr, aviar (con tan autorizado texto podíase dar un tapa- llas palabras : In principio creavit Deus coelum el ter-
*> al aotorde los Opúsculos gramático-satirices, por sostener que ram (donde por la palabra Dios entiende el Pudre, y
'mutis, como hoy los franceses, pronunciaba Quitóte y no Qui- por la palabra principio el Hijo, lo que san Juan en su
•".«fon estampó la Academia Española ; ¡Iluminación, immoble,
*T«r, f raras, rrail, arciitectura, mfrimiento, bolublcs, búmilo, evangelio confirma), prosigue el santo profeta de lo pa
*t>lmi,luio, saphir, Bethclem, Air altan, Ackat, Teitulltwo, San sado, Moisen: Et tenebrae erant super faciem abyssi:
■*""• HiToieliMtloMo, Jtnetis, etc., etc. et Spiritus Dei ferebatur super aquas ; « Y las tinieblas
3o2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cílaljnn sobre la cara del abismo, y el Espíritu de Dios la Iglesia. Discurso historial de todas tres personas,
discurría sobre las aguas,» donde se nombra la tercera que son un solo Dios verdadero , trino y uno.
persona. Lee el Parafrastes caldeo : fovebal aquas; Que hay Dios, es verdad por sí notoria; nadie lo du
y Teodociun : volitabat super aquas; «volaba sobre las da, aunque muchos con su vida parece que lo niegan;
aguas. » Allí volando sobre las aguas nos figuró el Espí y estos no lo pronuncian con los labios, dícenlo sin
ritu Santo el baptismo de Cristo, cuando volando sobre voz en su corazón : Dixit insipiens in carde suo : Non
las aguas del Jordán en forma visible de paloma , se est Deus. A estos desmienten en su silencio los cielos,
declaró que Jesucristo era lo figurado , diciendo (¡lie contando las glorias de Dios : Coeli enarrant gloriara
est ¡'Mus meus düectus ) la voz del Padre : «Este es Dei; « Los cielos refieren la gloria de Dios , y las obras
mi Hijo ainado.» de sus manos testifica el firmamento.» No hay cosa
Luego que vio Dios que los primeros habitadores del criada que no sea ó reprehensión ó mentís ¿ este necio
abismo eran las tinieblas, y le oyó ciego, consecutiva que, arrinconando su impiedad en lo profundo de su
mente , Dixit Deus : Fiat lux. Et facía est lux ; «Dijo corazón, lo osó decir. Y ninguno dcslos ignorantes que
Dios : Hágase la luz, y fué hecha la luz.» Pues si encen dice en su corazón que no hay Dios, lo dice porque
dió con su palabra la luz, por desnudar al abismo de las cree que no le hay, sino por querer vivir como si no le
tinieblas que le escondían, ¿por qué no esperaremos hubiera. Ya hubo alguno, de quien escribió la salde
que nos mandará la luz para desembarazar de las som Calalay mi , que sazonó de gracia la lengua latina (a), que
bras inacesibles, por inmensa Majestad remontada, el decia : «No hay dioses algunos, el cielo está vacio;» y lo
¡ibismo deste misterio de su ser uno y Liino, en cuanto probaba con decir que, siendo él detestable, era dicho
fuere capaz de su consideración la porción mortal so. ¡Cuántos hay, discípulos deste, que vuelven en des
nuestra? Alta noche de incomprehensible distancia le precio de Dios las piadosas tardanzas de su justicia , los
esconde; que uohay sombra tan densa como los des plazos dilatados de su misericordia! Mirad cuáles son,
alientos de la vista donde desfallece. Empero noche que de ver que los consiente el cielo, coligen que esti
hay docta, y que dasciencia á. la noche: palabras son sin dueño, no porque no le hay, sino porque no le pa
de David : Noxnocti indicat scientiam; «La noche co decen ; no porque el no es, sino porque ellos son. ¡Abo
munica .'ciencia á la noche.» Verifiqúese esto en que la minable género de impíos, que impacientes de que
noche, inescrutable por su grandeza, del ser uno en Dios no los castiga, le niegan ser Dios, porque con p*-
esencia y trino en personas, reparta sabiduría á la ciencia los aguarda!
noche de mi discurso. Con mordiiza de oro en sus palabras les aprisiona
Estaba el Atlante de las sagradas Escripturas, san las lenguas san Pedro Crísólogo; oid las minas que
Agustin (que con muchos cuerpos sostiene los dos del gastan estas razones suyas en las Indiasque escribe^)):
Nuevo y Viejo Testamento), á la orilla del mar, absorto //cree est Chrisli nagua, larga, sola misericorii»,
en la investigación deste misterio, que todos debemos quaejudicium omne in diem servavit unum, el homiiu
seguir, sabiendo que nadie le puede alcanzar ; y vio un totum tempus ad poenitentiae deputavit inducios, etc.;
niño que con fatiga desaprovechada y ansia varonil iba «Esta es de Cristo grande y larga y sola misericordia,
y veuia de la mar con una concha pequeña, y cogía que todo el juicio reservó á un dia, y reservó al hombre
agua, y la vertía en un hoyo menor. Llevóle la caridad todo el tiempo para las treguas de la penitencia; por
adonde estaba, y preguntóle qué pretendía con tanta que lo que la niñez recibe de los vicios , arrebata la ju
fatiga. Respondióle: «Enjugar todo el mar, y descansar ventud, acomete la mocedad, ó lo corrija la veja, y
sus orillas, cerrándole traspalado con aquesta concha ó del pecado entonces se arrepienta, cuando ya siente
en aquel agujero.» «¿No ves tu locura, mirando lo in que no puede pecar, y entonces por lo menos deje la
menso de esos golfos y los ejércitos de montañas volu culpa, cuando la culpa le hubiere dejado ; haga de k
bles que le hacen formidable, y que el sol mira titu necesidad virtud , muera inocente quien todo vivió
beando sus borrascas ; y que es, aun en tu niñez , en delito.» Más quilates hay en este oro razonado que
delirio sin disculpa querer con los hurtos de tan pe en el de Tíbar ; con premio le trocara Ofir por el suyo.
queño vaso cerrarle en el hoyo en que le lloras á lágri ¿Pudo la ingratitud crecer más el descaramiento da
mas?» «Lo mismo y más difícil es, le respondió, querer su villanía, que porque la paciencia de Dios con esta
tú ser capaz del misterio de la Santísima Trinidad. » espera usa con el hombre perverso esta misericordia
Aquí donde parece que de razón había de espirar des- (que llama grande , porque es tregua para la salvación;
afuciadomi entendimiento, se anima; y la concha que larga, porque dilata el juicio de toda la vida, no solo al
me desengaña, me enseña y me alienta. No hay repre dia postrero de ella, sino á su último instante; solí,
hensión que no enseñe. Dice el ángel: «Quiero cerrar porque es la sola misericordia que igualmente usa
el mar en aquel hoyo;» y confiesa que es imposible; con todos); que por este sufrimiento solícito de nuestra
empero no sacar del mar inmenso lo que cabía en la remedio nieguen que hay Dios los que no tienen otro
concha, y echarlo en el hoyo. Esto imitaré yo, sacando remedio sabiendo que le hay ?
deste misterio sin orilla lo que cabe en mi capacidad , No se os haga, no digo imposible, sino nuevo, que
vertiéndolo en vuestros oidos, hoyos que van á dar por se niegue lo que se sabe que es así ; no se ve otra cosa
los sentidos á las potencias del alma. cada dia y en cada hombre , y cada uno de sí y en si.
Procuraré desempeñarme con este método : Primero ¿No estáis empalagados de losque sabiendo que soa
trataré de Dios en sí , antes de todas las cosas , que crió mendigos, se llaman ricos? de los que siendo cobardes
cielos y tierra. Luego, de Dios con el mundo y con el
hombre en el Testamento Viejo. Luego, de Dios hombre (a) Marcial.
y con los hombres. Y será Un, Dios para la Iglesia y con (1) Sermón 41 (*/ mir/tn.)
Homilías a la s ANTISIMa TRINIDAD, 3b3
con experiencias feamente padecidas , se legalizan va j dum veniens staret stipra , ubi eral puer. Pudo hacer
lientes? de los presumido?, en blanco por fulla de le esta estrella grande iuvidia al sol y á la luna , que se
tras, que se califican para los puestos en que se vio sobre el que los pisa. Fué llama escogida en el cielo
congojan los cursos más lucidos con los primeros gra para mostrarnos en la tierra visible la segunda persona
dos en más esclarecido aplauso? ¿Cuál de vosotros no de la Santísima Trinidad encarnada. Trujo tres reyes
lia visto á uno destos que se nacen en su relación , y se áque adorasen en uno á tres, que son un solo Dios.
engendran de los padres que escogen, poblando su vi Abraham vio tres, y adoró uno ; los Magos vieron uno,
leza de ilustres genealogías, sabiendo él y los que le y adoraron á tres : aquella adoración fué teóloga de la
oyen que, si no nació en las malvas, fué porque aun esencia, y esta de las personas. Grandes misterios so
eílas le faltaron? Pues ¿qué mucho que niegue el im encargaron á esta estrella, y no fué pequeño el traerá
pío lo que cree , si cree que de otra manera no puede Dios reyes que, adorándole, volviesen con mayores
vivir, cumo descreído? tesoros que le trujeron. ¿Veis cuánto se adelantan los
Haber Dios es verdad tan notoria, que la enseñan to servicios que hace el cielo en la ley de gracia á los
das las criaturas. ¿Qué otra cosa predican esas liquidas que hizo en la ley escrita? El sol que se paró en la ba
campañas de los cielos, que el sumo Señor extendió talla y retrocedió en el reloj de Acáz, perdió pasos,
como pieles con su mano, y que arrollará el postrer mas no lustre y decoro de la majestad de su hermosura;
dia con su brazo , cuando, como dice el Profeta Rey, el agravio hizole á la noche, alzándosele con las horas,
cuentan las glorias de Dios? Coeli enarrant gloriam mas no á sí; empero en la muerte de Cristo, no solo
Dei. ¿Qué otra cosa el firmamento, escrito de misterios desaliñó con sombras sus rayos, antes borró con noche
encendidos? El sol, corazón del cielo, progenitor del sus resplandores, apagóse en cadáver de luz, y el dí.i
dia, ¿no lo confesó dando pasos atrás en la velocidad de quedó esqueleto tan formidable de tinieblas, que en
su curso, en el reloj de Acáz? Cuando resbalando por Atenas el espanto arrancó del pecho á Dionisio Areo-
\o cóncavo de su orbe, se precipitaba al occidente, ¿no pagita estas grandes palabras : a O todo el mundo se
se fijó inmoble , alargando la vida al dia para abreviar acaba, ó muere el Aulor de la naturaleza.» Y este asom
la de los contrarios de Josué? El mar arrollando su gol bro le trujo á conocimiento, no solo de que había Dios,
fo, ¿no fabricó en diques sus borrascas y enjugó sus sino de Dios hombre, y de Dios uno y trino.
profundidades en camino, para que en él pisase polvo De Dios grandes cosas dijeron los filósofos, y más
el pueblo de Dios, mirando el fondo con [miedo y mayores que todos, Séneca. Empero de la santísima
pendientes sobre sí las montañas volubles , que exten generación eterna sola se lee una centella, que anu
didas en llanura diáfana, le halagaban con ondas car blada, alude á este misterio. Dice Oifeo, referido por
mesíes? ¿No desfrenó en sonoras tempestades las mu Apuleyo :
rallas en que pacifico se había edificado vereda segura, Júpiter ti mu cst, etique iiítn itymphs pcrcmxis ;
y anegó á Faraón con su ejército, ejecutando el mar
Bermejo las mañas de su color? El pez grande que «Dios es varón, y el mismo es ninfa perene. » Y no
tragó á Jonás cuando le lanzaron de la nave, y sir le pareció desacordada locución esta (si bien es im
viéndole de bajel viviente su postrero peligro , le vomi propia) al gran Sinesio, pues la trasladó en un him
tó para que predicase en Ninive, ¿no predica que hay no suyo á la Santísima Trinidad , quizá persuadido
Dios, que socorre en los naufragios con los portentos; de aquellas 'palabras : Ex útero ante luziferum genui
que con el postrero sepulcro de los ahogados libra al te; «Engéndrete del vientre antes de la luz.» Esto, y lo
que arrojan para que se abogue ; que hace que lleve que se lee en Trimcgisto, son enigmas en que la con
una ballena donde él quiere , al que no quiere ir donde jetura curiosa ó halla ó inventa semblantes que alu
él le manda ; que guarda en el vómito de un pez la den á este misterio. Empero es tan incomprehensible
conversión de una ciudad opulentísima? Tales fueron y tan remontada su grandeza, que no fué capaz de
las demostraciones con que confesaron á Dios los cié dar noticia del, otro que una de las tres personas de la
is, el sol , y el mar y su habitación en el Testamento misma inefable Trinidad : esta fué el Hijo, Cristo Jesús.
Viejo, de cuya lección los filósofos mendigaron alguna ¿Por qué pues en el baptismo dio esta noticia de su
luz. Empero en el Testamento Nuevo, no solo el sol, Padre y del Espíritu Santo? Hágoos recuerdo de que
los cielos y el firmamento predicaron que había Dios, cuando Dios crió el hombre dijo : Faciamus hominem
sino que le señalaron y dieron á conocer, desempe ad imaginem et similitudinem nostram; «Hagamos el
ñando las animosas palabras de David : Coeli enarrant hombre á nuestra imagen y semejanza.» Hagamos es
gloriam Dei, et opera manuwn ejus annuntiat firma- plural, ¿á quién consultaría Dios? ¿A los ángeles? No,
mentum. Dies diei eructat verbum, et nox noel i indi- que eran sus criaturas. Luego hablaba con el Hijo y
cat scientiam; a Los cielos refieren la gloria de Dios, y el Espíritu Santo, que eran segunda y tercera persona,
el firmamento anuncia las obras de sus manos.» ¿Que y una esencia con él y un solo Dios. No era consulta
réis ver cómo el firmamento enseñó y dio ú conocer á de duda, sino de misterio, ¿qué digo? de todos los
Dios Hijo, recien nacido en Bellheem?Oid lo que depo misterios. Mostraba que* hacia el hombre, para cuyo
nen tres reyes : «Vimos su estrella en Oriente, y veni reparo había de iuviar su Hijo, el cual halda de in-
mos á adorarle con tesoros, » Despachó el firmamento viaral Espíritu Santo para su enseñanza. Así lo dijo y
resplandeciente conductor á los Magos ; no solo les en lo hizo : Ipse docebit vos; «El os enseñará.» Y como el
señó el camino, sino el portal ; teniendo por mayor mi hombre era criatura por quien toda la Santísima Tri
nisterio el ser guía á un pesebre que joya clavada en el nidad habia de obrar maravillas de amor (tan raras,
octavo cielo. San Maleo en el cap. 2 dice que se como en el Pudre no perdonará su Hijo unigénito, y
paró encima del lugar donde estaba el niño Dios: Usque el Hijo encarnar y morir, y el Espíritu Santo bajar á
Q-u. 23
354 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VÍLLEGAS.
enseñar á los'npóstoles y & asistir á la Iglesia ^manco A la soberbia siempre so opuso toda h Santiám
munó las tres personas en la palabra « hagamos al hom Trinidad. Déjase persuadir Eva de una serpiente nt
bre», interesándose en hacerle , redimirle y enseriarle hablada; persuádese que será como Dios do obeJí
toda la Santísima Trinidad. Pues como el pecado dese ciendo á Dios, y obedeciéndola á ella. Solariego es i
mejase con mancha tan fea en el hombre la imagen pecar por comer las mujeres , y dar crédito al peí
de Dios, y para reducirse á la semejanza borrada fuese consejo, y ser golosas délo que las vedan, y persa;
necesario que renaciese del agua y del Espíritu San dir á sus maridos á lo que las persuaden; gobernar
to (lavándule el agua y purificándole el fuego); y era por lo que oyen y por lo que ven , y dar crédito á
mayor obra dejarle sin la culpa contraída, que hacerle hermosura y parecer agradable. (I) «Vio la mujer qi
de la tierra sin ella , y obra más costosa para Dios des era bueno el árbol para comer, y hernioso á los oji
hacer lo que el hombre habia hecho en sí, que hacerle y delectable en la forma , y comió y dio á su van
del polvo como quiso;— por eso en el haptismo no solo que comiese, y comió: y abrieron los ojos entra
da conjetura de si la Santísima Trinidad con hablaren bos.» Bien se conoce que Eva juzgó que el árbule
plural y decir «hagamos», sino hablando la una de bueno para comer y hermoso á los ojos, á ojos cern
jas tres personas, las pronuncia todas tres, diciendo : dos; que pues ella y Adán los abrieron después de bi
«Enseñad á todos baptizándolos en el nombre del Padre ber comido, no hay duda que los tenían cerra.»
y del Hijo y del Espíritu Santo.» Padrea quien ningún verdadero conocimiento. Pues como este pecado (i
sucesor echaiá del reino ( palabras son de san Cirilo de soberbia , por querer ser como Dios, dijo al asi
Hierosoliinilano: Qucmnuliussuccessoreiejicktdere- garlos y echarlos del paraíso (con ironia que casual
gno); quesolo, tiene, tuvo y tendrá siempre sucesor sin su presunción): «¡Veis que Adán ha sido hecho au
dejarle ;á cuya generación no precedió matrimonio, uno de nosotros!» refiriéndose al Hijo y al Esfoi
porque le engendró en sí mismo, sin haber sido prime Santo, pues no hay otros por quien lo pudiese «a
ro el Padre que el Hijo; y de los dos procede el Espí Así lo siente el bienaventurado y doctrino Ruwt
ritu Santo, siendo una esencia con el Hijo y el Padre, que como la soberbia ofende la omnipotencia q»
y tres personas diferentes y un solo Dios verdadero. compite, y la sabiduría de Dios que pretende,)^
Herejes hubo que negaron la fecundidad á Dios , ne- por el amor propio el Espíritu Santo, que proccciá
gíudole el Hijo. No querían que fuera padre quien lo los dos , — siempre se le opone como ofendida eo>a
es de todo; querían estéril para sí y en sí, al que tres personas toda la Santísima Trinidad. ¿Qowli
es fecundidad de todos. Y negando el Hijo, negaban ver repetido para conocer es estilo de la divimteti-
el Padre, pues sin hijo no puede serlo ; y con el Padre cía? Fué tan desacordada y sacrilegamente tea»
y el Hijo, el Espíritu Sanio, que procede de los dos. soberbiado los de Babilonia, que osaron triar, pa
¡Oh soberbia sacrilega! Querían que Dios fuese como estar pared en medio del cielo, una torre qoeite»
ellos querían, y no como es. Es Dios monarca supre de tierra y cal, señoreando con desprecio el nií)¿*
mo, es uno y solo : así lo confesamos, creyendo en un las aves y desdeñando la alteza de las nubes, [•>"-'
solo Dios verdadero ; mas siendo trino en personas, triunfante por la región del fuego su estatura, |w)**
no deja de ser solo, sino solitario. A la primera persona, su capitel hacer medrosa vecindad á la luna. Vio fe»
que es el Padre, se atribuye poder; á la segunda, que mal ambiciosa arquitectura de su delirio, ydiceel lo»
es el Hijo, la sabiduría; á la tercera, que es el Espíritu sagrado: Descendit autem Dominus, ut videretckiti'.^
Santo, el amor. ¡Oh misterio retirado más allá del et turrim, quamaedi/icabant filii Adam; «DenrM
vuelo de los querubines ! Es Dios omnipotencia pues el Señor para ver la ciudad y la torre que ediliuta
que engendra sabiduría eterna, do quienes procede los hijos de Adán.» Claro está que á la vista de Dios w ■
infinito amor. Bien se ve que esto solo Dios lo es; pues cansan distancias, y que para ver la torre y la ciuA«l*
vemos que potencia limitada en unos átomos deste había menester bajarse. Creedme que nadie derrüaa»
punto de la tierra (á quien nuestra vanidad hace creer fácilmente al que sube que el que desciende, J sil*
que son reinos), engendra ignorancia, de que procede, se levanta que el que cai. Levantóse la soberbia «1
en vez de amor, enemistad y inviiiia. Sabiduría, hija tatúa que vio Nabuco, desde el lodo de sns pies, fJJ
de gran poder (no digo de omnipotencia), es parlo todos los metales hasta el oro; y una guija que <v
muy ajeno de la generación humana: güérfana vive de un monte , sin manos la derriba. Que paradero!*
aun la sabiduría limitada nuestra de gran poder que al soberbio que se levanta, no es menester tener ¡M*
la sea padre. En Dios la omnipotencia es Padre de sino caer. « Descendió el Señor para veri» torre,
lasabiduría, quecsel Hijo; en los hombres el poder ciudad que edificaban los hijos de Adán, y dijo
grande es padrastro de la sabiduría: por eso destos queel pueblo es uno, y un labio el de todos ;;«•
dos procede el aborrecimiento, como de aquella om zaron á hacer esto , y no desistirán de sus i»!"*
nipotencia y sabiduría el amor, que es el Espíritu hasta que los cumplan con la obra; venid Poes?
Santo, siendo tres personas y un solo Dios verdadero mos, y confundamos allí sus lenguas.» En plural I"
en trinidad inefable. Dios : «Venid y bajemos,» dijo. Claro estique™
Es Dios incomprehensible ; no lo fuera sí le pudiéra trataba con los ángeles, que no había menester»
mos comprehender. Antes es este misterio como no sultarlo , ni por consejo ni por socorro. Era P^
podemos entenderle, que como le queremos entender; de soberbia, que provoca á toda la Santísima Trui»
es fácil ala fe que le cree, imposible al entendimiento trátalo con el Hijo y el Espíritu Santo ensi.qoeq
humano que le investiga. Parala salud basta saber y unidad de la escueta es IraUuiu consigo solo.
confesar que Dios es trino y uno; para averiguar couio
es uno y trino, ningún discurso basta. (1) Gcuc. m. {Al márten.)
homilías a la santísima trinidad. 3S5
Es muy importante esta ti odrina del peligro que tiene dancia y de fondo. No así las cóleras ruidosas de los
•1 que sube en el que desciende, y del que se levanta en arroyos, que precipitados por guijas , con el estruendo
el que cae. Higoús recuerdo de las palabras ansiosas que amenazan el oido, pronuncian el corto caudal
de Isaías, en el cap. 64: Utinam dirumperes coelos, que tienen , pues se rompe en las piedras y guijas, por
et descenderé*; «Ojalá rompieras esos cielos y descen donde en alta corriente se deslizan los rios mudos y
dieras.» ¿Para qué, evangélico profeta, deseáis que bnje pacíficos. Son dos virtudes en que se afirma la cari
tan apresurado Dios, que para bajar rompa los cielos? dad, sin la cual ninguna virtud lo es : quien es manso
¿Para qué? También se dtó prisa en decirlo: A facietua y humilde de corazón ama á Dios sobre todas las co
montes defluerent ; u Derritiéronse en tu presencíalos sas, y al prójimo como así mismo, en que se cierran
montes. » Por los montes entiende los soberbios (dejo los diez preceptos. No puede ser soberbio quien fuere
que muchos entienden esto de layeuida de Cristo); aprendiendo de Cristo humilde y manso de corazón. Y
¿oís cómo para que caigan los soberbios pide que des porque no siéndolo no tendrá en su oposición, para su
cienda Dios? Cuando los montes (1) suben descolla castigo, á toda la Santísima Trinidad, — por eso hoy la
dos, embarazando la región del aire, á introducir los persona del Hijo dice á los suyos que enseñen lo que
robres con las estrellas en tan descortés comercio con les mandó que aprendiesen de él.
las lumbres eternas; el rayo que baja, á quien su Instituye el baptismo , y antes, de instituirle dice
atrevimiento sale al camino, los castiga y enciende en que vayan y enseñen á todas las gentes, baptizándolos
padrones del escarmiento. Y entendiéndolo de Cristo, en el nombre (no en los nombres, por la unidad de
ya se ve que bajó á la tierra, del cielo , y esto á der la esencia) del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
ribar la soberbia del pecado, que le tiranizaba el Y después dice : «Enseñándolos á guardar todo lo que
mundo; aun desde la tierra tuvo más que bajar, que os mandé.» Es el Hijo que nos declara el misterio, la
fué á los infiernos, donde bajó á castigar la soberbia Sabiduría, y es su oficio enseñar; por eso repite dos
de aquella noche melancólica que se levantaba con veces que enseñen lo que aprendieron del y lo que
las almas de los santos padres. ¡O frenética y mal cie los ha enseñado. Luego prosigue diciendo : «Y veis que
ga soberbia, que creces para crecer tu precipicio, que yo estoy cotí vosotros basta la consumación del siglo.»
te aumentas para despeñadero de tí propia ! necia, ¿qué Esta promesa, mejor diré esta merced, parece la
esperas? ¿Que la que de los serafines hizo demonios, debíades pronunciar el dia que os sacramentastes,
y de las llamas esclarecidas del cielo tizones, que de pues por la Eucaristía (que se interpreta hiende gra
los hombres hará ángeles? Tienes, soberbio, en tu opo cia) vemos que cada dia estáis realmente con nosotros
sición á toda la Santísima Trinidad, ¿y prosigues obs y en nosotros, y creemos que estaréis hasta la consu
tinado, y porfías contumaz? Desdichado de ti, que obli mación del siglo. Mas ahora se entienda de vuestro
gas £ Dios á que baje porque subes, para que caigas cuerpo y sangre sacramentados, como algunos quie
porque desciende. ren, por seras!, ú de Insistencia vuestra, — estas pos
Engacemos este trozo moral con nuestro evangelio. treras palabras son del dia de hoy, en que después
Diceles Cristo á sus discípulos : «Id, y enseñad á todas de resucitado, instituyendo el baptismo, nos expre-
las gentes, baptizándolas en el nombre del Padre y sastes el inefable misterio de la Sanlisima Trinidad.
del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándolos á guardar ¿Cuál entendimiento no queda absorto en éxtasi go
todo lo que os mandé. zoso oyendo estas palabras : «Veis que estoy con vos
¿Qné mandó á los suyos? Lo primero que apren otros todos los dias hasta la consumación del siglo?»
diesen del: Discite á me,quia mitis sum, et humi- Y á raíz dcstas palabras, os vais al Padre en ascensión
lis corde; «Aprended de mí, porque soy manso y hu triunfante; y parece que, según lo que hicistes, subien
milde de corazón. » Entrambas son las dos cosas que do al cielo, dehiérades decir: «Veis que yo, que estoy
más rigurosamente se oponen á la soberbia ; y por con vosotros, me voy este dia.» No es dado á los oídos
ellas dice que aprendan del Señor. No hay otras más y á los ojos juzgar de vuestras obras y de vuestras pala
reales virtudes (digámoslo asi) en el Hijo de Dios, que bras. Claro está: decís que estáis, y vaisos ; oímos asis
mansedumbre y humildad de corazón. No parecen vir tencia , y vemos ascensión. Ven los ojos accidentes de
tudes reales : «la mansedumbre segura es, mas sirve,» pan en el color; y es cuerpo vuestro, y no pan, lo que se
Séneca lo dijo. Pues ser uno humilde de corazón, en recibe. Los sentidos que no tienen por asesor á la fe,
el mundo contagio tienede vileza ; no parecen propie nada juzgan bien. Ahora entiendo que fué severa re
dades dignas de corona inmortal. Hombre humilde de prehensión á vuestros discípulos aquella voz que dijo,
cimos, para decir bajo y vil. Empero á la verdad ha cuando os miraban subir á los cielos, espantados : «Va
blamos como vivimos, y la frasi más confina con rones de Galilea, ¿por qué mirando al cielo estáis ad
sacrilega que con elegante. Ningunas virtudes son tan mirados?» Pues habiéndoles vos dicho que os quedá-
patrimoniales de la majestad como humildad y man bades con ellos todos los dias hasta el postrero sol de
sedumbre. ¿Quereislo ver? ¿Qué pretenden los áni la vida del mundo, no os habian de mirar como hom
mos generosos? ser exaltados. Pues eso la humildad bres que se quedaban sin vos, sino como árey eter
sola lo consigue. Oid este aforismo de las medras y no que se iba al cielo aquel dia, quedándose con ellos
vituperios : Qui se exaltat hwniliabitur, qui se hu- todos los dias en la tierra.
müiat exedtabitur; «Será humillado quien se exalta, El bienaventurado Ruperto (de quien graves autores
será exaltado quien se humilla.» Pues la mansedum afirman escribió con iluminación celestial) dice que el
bre basta en los rios es señal de grandeza , de abim- tesoro escondido en el campo, que se lee en el Evange
lio, es el misterio sacrosanto incomprehensible de la
(1) «m tasen {El »*U$rif)>.) Santísima Trinidad ; y que el campo donde estuvo es
356 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
condido fué el Testamento Viejo. Estuvo oculto en los á meterme en trinidades ; y diréis bien, pues he de pro
lugares que hemos referido, y en el Génesis, al princi bar que esta Señora es el libro donde primero se des
pio, en aquellas palabras: In principio creavit Deus cubrió este misterio. Dar ala Madre de Dios y conce
coelum et terram; donde por la palabra Dios en liebreo derla cuantas prerogativas fueren posibles, malsepo-
se leeefoím, «dioses,» en plural, y en este plural es drá llamar prodigalidad, siendo deuda; regatearla alga
conden las personas; y en el verbo crio, singular, la lia, miseria será feamente descortés. ¿Qué cosa habrá
unidad de la esencia. Dejo si bayo no heloa en singular, que no se deba á quien debemos á Cristo? ¿Qué no ca
y si este nombre eloim significa «jueces, ángeles, prin brá en quién Dios cupo, si no es mancha ú señal de
cipes y dioses.» Contradice por el rigor de la lengua un culpa? Antes fué misteriosa en esto la duda de santo
impío, docto en ella, de nuestros tiempos, que tenga Tomás, si la tuvo, que poco afecta. Para que fuesen
esto misterio; si bien con prolijidad devola lo defiende iguales la Madre y el Hijo, dudó el un Tomás en el
el agudísimo doctor y maestro en teología, Silvestre de Hijo y el otro en la Madre; y como el uno dudó para que
Prierio, de la sagrada religión de predicadores, en su todos creyesen, el otro dudó para que todos afirmasen
libro cuyo título es: Rosa áurea, en el primero sermón que sin duda no tuvo mancha original en su concep
desta fiesta. Estuvo escondido este tesoro en la palabra ción. Digo pues que Cristo sacramentó su cuerpo por
Spiritus Domini ferebatur superaquas; por quien el que era de la sangre y entrañas de María; porque, como
gran Ruperto entiende el Espíritu Santo. Y en el psal- el primero hombre pecó para todos por lo que le dio
mo l le vemos menos oculto con su propio nombre : la mujer, asi todos los hombres se guareciesen con lo
Spiritum Sanctumtuumne auferas á me; «El Espíritu quede la mujer tomó Cristo, comiéndolo en la hostia
Santo tuyo no le quites de mí.» ¿Quién duda que en Da como él en la fruta. Y por eso cuando al pié de la cruz
vid, á quien podemos llamar profeta evangelista, habia la vio á su lado, la llamó mujer, y no madre ; para que
de estar con algunas más señas oculto?Mostró magnifi viesen que lo que destruyóla mujer que salió del lado
cencia de rey en no regatearnos tanto este tesoro, pues del primer hombre, lo restauraba laque estaba al Wo
en él se leen las tres personas con sus propios nombres: del hombre y Dios. Quiso tanto á Maria santísima, que
aquí el Espíritu Santo ; en el psalmo u : Dominus di- no solo vivo mostró la diferencia que habia deella á En,
xit ad me: Filius meus es tu, ego hodiegenui íe;«Díjo- sino que muerto, porque Eva salió de la costilla de
me el Señor: Tú eres mi Hijo, boy te engendré.» No hay un lado que Dios abrió á Adán durmiendo, permitió
parte en todo el campo del Testamento Viejo, pudie que con una lanza le abriesen el costado, de donde
ra decir renglón, donde no se reconozca hoy que estu salió sangre y agua; porque se viese que el hará»
vo enterrado este tesoro. Léase todo el tratado del santo que lava el pecado , que indujo la que salió de/Wi
abad Ruperto, De glorificatione Trinitatis, y la epís de Adán, manaba del lado del cuerpo de Cristo, que
tola decretal del papa Alejandro I despachada á todos habia tomado de Maria.
los cristianos ortodoxos en tiempo de Trajano Augusto, Traído habernos la asistencia de cada dia, que hw
y creo no se tuviera á arrojamiento haber dicho que nos promete el Hijo de Dios, al misterio del baptis
estuvo escondido en todas las palabras de aqnel campo. mo en la sangre y el agua del costado. Antes que
¿Quién pues lo pudo descubrir en la ley de gracia, si Dios, para mortificación de la soberbia, que de verse
no el Hijo , segunda persona de la misma Trinidad, tan grande y tan hermoso en su variedad (o) el mundo,
cuyo Espíritu lo habia escondido en la ley vieja, en los le criara de nada ; y antes que por esos golfos de luí
profetas, santos padres y patriarcas, reyes y sacerdo descogiera esas campañas transparentes, yantes que
tes? Pues si fué tan alto tesoro, que para descubrir encendiera con su palabra el sol, para que en hervo
le fué menester que se hiciese hombre el Hijo; des res de oro ardiese el dia ; antes que escribiese con
cubierto, (1) no le habia de dejar sin su asjstencia entre imágenes de fuego su gloria en esos ocho volúmenes
los hombres; y por eso hoy, que le descubre en las de zafir; antes que á las cóleras del aire las diese
palabras del baptismo, dice que está con los hom aliento para que en abrazo líquido sostuviese en niel
bres todos los dias hasta la consumación del siglo. peso do la tierra ; y antes que aprisionase en la orilla
Tesoro tan grande, quesin alcanzarle el entendimiento las impaciencias del mar, para que tan revoltoso
le goza la fe con los ojos cerrados , necesariamente elemento obedeciese la ley escrita en la arena; y*
para alentarla requería la asistencia eterna de la per tes que criara toda la esclarecida milicia de espíri
sona de Cristo, Hijo de Dios. Esta gozamos cada dia tus angélicos,— era Dios trino y uno ; era un solo uto
en elsantísimo sacramento de la Eucaristía, donde, co mas Dios no estaba solo : siempre el Padre engendran
mo dicen los teólogos, están por concomitancia el Pa al Hijo, siempre del Padre y del Hijo procedió el Es
dre y el Espíritu Santo con el Hijo. píritu Santo. Estaba Dios donde solamente puede es
Fuerza es tratar por qué sacramentó Cristo su carne tar, que es en sí. Admirad las palabras de Tertuliano
y su sangre. Dejo lo que otros dijeron, venerándolo; ar (2): Ipse sibi locus, et inundas; «El se era á sí lugar J
rojóme í lo que se me ofrece, y si lo docto no excusare mundo.» Dirélo de otra manera: era Dios huésped j
mi pensar de arrojamiento, valdrále el sagrado de lo de hospedaje de sí mismo. Hay hombres tan asidos á esUs
voto ypio. Digo que Cristo nuestro Señor se sacramentó criaturas que vemos, que les parece queantes de criar
por ser su cuerpo y su sangre de las entrañas de la Rei las, y sin ellas, estaba Dios solitario y pobre de famij
na de los ángeles, nuestra Señora , María siempre vir lia. i Oh cuan densas son las cataratas de la ignorancia-
gen y madre. llalla ahora he hablado de la Trinidad, y Pudo una virtud idólatra y una sabiduría aiiocbecid»
solo ahora temo que, como se dice, diréis que empiezo
(a) tiene
(1) áeuuMerto, \El autógrafo.) $ Tciuilmnut, centra Praxcam, 6, 5. U' miflf*-)
HOMILÍAS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD. 357
blasonar en Sócrates «quo nunca estaba menos solo Cristo no hable de su Padre? ¡Cuín frecuente es esto
que cuando estaba solo», y se lo creyeron; y duda el en el Hijo! En su concepción no snlose nombran el
mil curioso, de Dios que pueda con decencia estar Padre y el Espíritu, sino que obran. Dice el ángel á la
solo, quien solo es, y por quien todo es. Pudo el otro siempre virgen : Spiritus Sanctus supervenía in te,
filósofo saliendo , no solo sin hacienda, sino desnudo, et virtus Altissimi obumbrabit Ubi; «El Espíritu Santo
responder á los que le preguntaban que cómo iba sin sobrevendrá en tí, y la virtud del Altísimo te obum-
sus bienes, responderles, fiado en su entereza desánimo: brará. »
«Conmigo llevo mis bienes todos;» ¿y habrá á quien (i) Esla fué la primera vez qne se manifestó el misterio
parezca que á Dios solo, en sí antes de todo, le hacia de la Santísima Trinidad. Mirad cuánto debemos á la
falta esta máquina cuyo antecesor fué la nada, que Reina de los ángeles, y cuál fué su merecimiento, que
indigesta tuvo al caos por vientre, de quien fueron para que concibiese al Hijo, la obntnbra y asiste el Pa
primeras habitadoras las tinieblas: Et lenebrae erant dre, que le invia, y sobreviene en ella el Espíritu Santo.
tuper faciem abyssi; «Y las tinieblas estaban sobre la Carguemos la consideración en los efectos deste miste
cara del abismo?» rio. Dícela el Ángel: «Dios te salve, María, llena de gra
Osan otros, enmascarando de pregunta su atrevi cia, el Señor es contigo, bendita entre las mujeres.»
miento, preguntar: ¿Qué hacia Dios solo y en sí , tan La cual, oyéndolo , fué turbada en su razonamiento;
inmensos espacios que precedieron á la creación de no sabia cuál era esta salutación. Veis que oyendo
todo? Pudiera responderles con las palabras de san que era llena de gracia, y que el Señor era con ella
Agustín : De Deo, etiam vera dicere periculosum est; y que era bendita entre las mujeres , se turba y no
« üe Dios, aun el decir verdad es peligroso » (ó porque sabe qué salutación era, y obliga al ángel ¿ que la
no se dice todo, ó no se dice bien); ó exclamar con diga: «No temas, María; porque bailaste gracia acerca
el Apóstol: «¡Oh altura de las riquezas de la sabiduría de Dios.» Angélico aforismo es, que no tema quien ha
y sciencia de Dios 1 jCuán incomprehensibles son sus lla gracia cerca de Dios, en quien solo hay seguridad.
juicios é investigables sus caminos! ¿Quién conoció el «Ves que concebirás en el vientre un hijo, y su nom
intento del Señor, ó quién fué su consejero, y tedió bre será Jesús; este será grande, y se llamará Hijo
antessu parecer? y se lo agradeceremos á él.» Empero del Altísimo; y darále el Señor Dios el trono de su
siendo esto así, es forzoso hacer cara con alguna razón padre David, y reinará en la casa de Jacob eternamen
i esta demasiada curiosidad. Digo que Dios estaba en- te, y su reino no tendrá fin. » Y con todas estas pre-
genJiandoen si su Hijo, que es su sabiduría, y del rogativas y señas que la da en nombre de Dios el án
Hijo y el Padre estaba procediendo el Espíritu Santo, gel, cuando no se turba ni teme ni duda, pregunta el
que es el amor. Pues mirad si la omnipotencia en el Pa modo: «¿'Cómo será esto? porque no conozco varón.»
dre, y la inefable sabiduría en el Hijo, y el amor infinito Respondió el ángel: «El Espíritu Santo sobrevendrá
en et Espíritu Santo, tenían soberana ocupación en en tí, y la virtud del Altísimo te obumbrará; y por
amarse y entenderse, no pudiendosino es en sí ejer esto lo que de tí naciere santo, será Humado Hijo do
citar infinito amor, inmensurable sabiduría y omnipo Dios.» Luego qne oyó descubiertamente el misterio
tencia investigaba. En una eternidad tan sin principio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu San
difirió Dios trino y uno el descoger de la nada esos to, dio el sí, diciendo: «Ves la esclava del Señor;
cielos, criar la luz y conglobar delta esa masa del sol, hágase en mí según tu palabra. » De suerte que la
que sirve de corazón al mundo; de animar los vientos, primera criatura á quien se manifestó el misterio de
de retraer los abismos del agua á los senos del mar, la Santísima Trinidad fué á María siempro vírg«n; y
de aürmar la pesadumbre de la tierra en las raridades fué ocupación de todas tres personas, y sola Hija del
del aire, de criar los ángeles, de hacer al hombre, Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu Santo;
porque se viese que no hacia esta fábrica visible para pues la Palabra del Padre fué concebida por la obra del
tener compañía, ni república, ni ocupación, ni séqui Espíritu Santo: de manera que María es librodonde se
to. Hízolo y criólo porque es sumo bien, y porque el estudia este misterio inefable de palabra y de obra. Llá
ser comunicable es de razón de bien. Y todo esto lo mala el ángel llena de gracia, antes que dé el sí y conciba,
hizo el Padre con el Hijo; por eso dice : In principio para mostrar que en ella no había instante primero ni
creaoit Deus coelum et terram ; «En el principio crió segundo sin gracia; no se pudo llamar llena de gracia,
Dios el cielo y la tierra. » Por el principio se entiende la que no se pudiese llamar sin pecado á boca llena.
el Hijo, que es la sabiduría; y así lo que hizo con él, lo No es ofensa al Doctor ángel seguir, no la opinión, sino
reparó con él; de manera que siempre Dios fué uuo en las palabras afirmativas del Ángel embajador enviado
esencia y trino en personas. de Dios, que si pudo como Dios preservarla, quiso como
Ya hemos dichoque este misterio es el tesoro escon Hijo encarnar en las entrañas virginales por obra del
dido en el campo, y que este campo fué todo el Testa Espíritu Santo.
mento Viejo; y que se descubrió en el Nuevo, bajando Y esta carne y esta sangre de que se formó el cuerpo
á eso la persona del Hijo (enviada del Padre), que des de Cristo , con asistencia del Padre y por obra del Es
pués envió al Espíritu Santo. Y de la misma suerte que píritu Santo ; que habia de ser escarnecida, y escupi
el tesoro deste misterio altísimo no estuvo escondido da y crucificada en su pasión, — antes de ella, en la
en uua ó dos partes del Testamento Viejo, sino casien cena la sacramentó en los accidentes de pan y de vino.
todas, como queda dicho; así se manifestó en todo el Piadosamente juzgo que esta anticipación á sus afren
Testamento Nuevo. ¿ Qué evangelio se predica en que tas miró al decoro que se debía á las entrañas de su
Madre, de donde la tomó, sin la culpa por que pade
(1) le {Htdio terrado en ti aulójmfo.) ció después con ella ; y para que, pues el manjar que
338 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
recibió Adán de !a mujer fué muerte , la carne y la uno, dónde laarismética no sabe de sf, y se ve tan
sangre que él recibió de la mujer y su Madre santí alcanzada de cuenta , que acude á la fe por doctrina,
sima fuese vida en manjar ; disponiendo que en este pues ella sola, creyendo en este misterio, ajusta la re
sacramento se cumpliese lo que hoy ofrece á los suyos: gla de tres! ¡Oh Virgen, cuyos pies calza la luna para no
que estará con ellos todos losdias hasta el fin delmundo. padecer menguas, para inhibir las tinieblas; i quien
Veis aquí que con el misterio de la Santísima Trini viste el sol, para vestirse de luz y gozar inmunidad de
dad , para ser concebido y hacerse hombre , baja el eclipses; á quien coronan estrellas, para crecer en soles!
Hijo del cielo á la tierra; y para subir de la tierra al ¡Virgen para ser madre ; y siendo madre virgen, para
Padre, después de la resurrección, se despide con él que los asombros de la gracia admírenlas presunciones
en el baptismo. de la naturaleza! ¡Templo divinamente humano de la
¡Oh Padre eterno de eterno Hijo, que siempre fuis Santísima Trinidad , donde el Padre asiste con la om
te Padre del que siempre fué Hijo! ¡Oh Hijo de aquel nipotencia, donde el Hijo se cierra con la sabiduría,
omnipotente Padre que ni fué primero ni más an en quien el Espíritu Santo obra con el amor! Pues i
ciano! ¡Oh Sabiduría que engendró en sí la Omnipo tí, Señora, acudimos en la salutación, con tu propia sa
tencia sabia, igualmente omnipotente ! ¡Oh Espíritu lutación por la gracia; á tí hemos de acudir, para que
Santo, que procedes de Padre y de Hijo, sin principio, con ella en esta vida, podamos conseguir la gloria en
porque no le tienen, sin fin, porque no le conocen; la otra , que el Padre nos dispuso con inviar á su Hijo,
que procediendo de los dos, de ninguno de los dos eres para que por obra del Espíritu Santo lo fuese tuyo:
precedido; que siendo la tercera persona, que procedes tres personas y un solo Dios verdadero , que viven y
de la primera y de la segunda, eres un solo Dios con reinan por los siglos de los siglos. Amen.
ellas! ¡Oh misterio de uno que es tres, y de tres que son

Ft¡» Di LAS HOMILÍAS k LA SANTÍSIMA TRIMDAB.


DECLAMACIÓN DE JESUCRISTO,
HIJO DE DIOS,

A SU ETERNO PADRE,
EN EL HUERTO;

A QUIEN CONSUELA, ENVIADO POR EL ETERNO PADRE, UN ÁNGEL, (a)

TE1U.
Tune tenll Jesús cum Mis ¡u tíllam, qiirtt dtritur
Ceihsemtni, el díxil dtscipulis suis : Sédete Me, doñee
tadam illue, etorem. Main., mi, (1) 56.

ANTÍDOTO. •
tres veces volvió á reconocerlos ; y los halló durmien
do; y en Pedro solo, como en la cabeza, reprehendió
Pon kber Marlin Lulero , veneno destos tiempos y el sueño de los demás. Y habiendo ya concluido con su
esle nacida en Sajonia, y sus secuaces ios antima- Padre la ejecución de su muerte, les dijo : Dormite
iauilas profanado esta tristeza de Cristo en aque- jam,etrenuiescite: ecce appropinquavit hora,etFilius
las palabras: Si possibile est, irmisealá me calix iste, hominis tradetur in manus peccatorutn; dándoles á
-¡nigo forzoso el declarar cómo en buena teología, entender que sola su muerte les puede guardar el
teniendo la muerte, no la rehusó. sueño, y sola su pasión el descanso. Cuando les dijo:
Hay tdicion absoluta y condicionada; términos son «Dormid ya y descansad,» no lo dijo porque durmie
escolásticos, como si dijésemos : querer absoluto y con- sen, pues consecutivamente añade : Surgite, eamus:
&M3ilo, que compadeciéndose con él, puede ser capaz ecce appropinquavit qui me tradet. El sentido de aque
«fe tristeza y sentimiento. No de otra suerte el mercader llas palabras, dormite jam , con las mismas lo declara
ifK do puede rescatar el bajel y su vida de la borrasca, el modo de hablar español : que cuando alguno que
tinoes arrojando al mar su hacienda, la arroja con voli estaba cuidadoso queremos asegurarle de su temor,
ción absoluta por salvarse ; y en la misma acción y tiem decimos que ya puede echarse á dormir. Ya habia des
po, con volición condicionada, quisiera no perder su te pejado de su humanidad, con haber concluido el des
soro. Asi en Cristo habia absoluta voluntad de reci pacho de su muerte , la agonia y la tristeza. Ya estaba
bir la muerte, la cual pronunció con aquellas pala alegre, pues no solo aguardaba al que le viene á en
bras; Fiat voluntas tua; y juntamente la volición tregar y á los que le han de prender, antes con albo
condicional que se oyó en estas : Si possibile est, Iran- rozo se da prisa á saurios á recibir. Esto fué cumplir
«a á me calix iste. su palabra. Antes de apartarse dellos para orar les di
CONSIDERACIÓN LITERAL.
jo : Tristis est anima mea usque ad mortem. No dijo
que la muerte ni el morir entristecían su alma, sino
Jesucristo, que cuando se apartó de sus discípulos que su alma estaba triste hasta la muerte ; como si di*
para orar les mandó que velasen , oró tres veces, y jera que la amaba tanto , que hasta verse en ella esta
(* Escrita parece estando frescas aun las idees de la precedente ría triste. Por eso en concluyendo este tratado con el
«mí lia. Padre cesó la congoja.
Orara» que Cristo nuestro Señor hizo 6 su Padre en el huerto, Mas, pues estaba determinado ab-aeterno que había
Mnlaeste rasgo el sobrino de Queyedo, en el prólogo de Las tres
■w» fruían» castellana».
de encarnar y morir como hombre, ¿qué pudo añadir
Copia ninguna be visto del siglo xvii ; habiéndome sido por lo al decreto eterno la consulta del huerto? No la reso
'*!« Tonoso atenírne i la malísiml de don Juan Isidro Fajardo, lución, que como Dios con el Padre habia acotado;
«tu en nu (Biblioteca Nacional , códise N 277, folio 18*). sino las circunstancias, que ya como verdadero hom
fon Antonio Valladares de Sotomayor la saco i luz, poco más
««mdamente, aüo de 1787, en el tomo vi, pág. 216 de suSema-
bre calificasen por suya la obediencia, testificando
«erio endito. las ansias la humana naturaleza ; y para que como la
'•' Uitas, 22; Mare. , 14; Joann. ,28. divina obró tan prodigiosa maravilla en tomar cania
EsuiíióiA noN Francisco be Quevedo Villegas, cadauero del
°U" m S»s Jacoso.
humana, la humanidad, temiendo como mortal por
Sis emecttne Sanctte CalhgUcae Romanae Ecclcnac. {El mu- sí y por su madre, no sólo muerte sino la más afren
*u"Hn t el impreso.) tosa, saltándola ú recibir, hiciese como en competen
360 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cia tan milagrosa ln/niín. Resucitar muertos, peuln- ipsum audite; que fué decir era sn Palabra, pues es la
nar pecados, dar vista ;i los njos que la liabian perdido, que se oye). Si la sepultura de Moisen se ignora, no la
y á los que nacieron sin ella; dar salud con sola una muerte; y la de Juan no se sabe. Si Elias obró mila
palabra , ser medicina el tacto del ruedo de su túnica, gros y dio muerte á aquellos profetas, Jacobo ha de
multiplicar cinco panes en troj copiosa, y dos peces gollado más ejércitos que él acabó personas. Si subió
en abundante pesquería; mandar la quietud alas bor en un carro de fuego al paraiso, él baja del cielo, como
rascas , y la calma al viento ; pascar sublime las ondas hijo del trueno, á caballo en un rayo. Luego trujo á los
del mar liquidas ; desalojar los espíritus inmundos, con dos para despedirlos con la voz del Padre (que dijo que
la voz, de los hospedajes de los cuerpos que tiraniza ya no habia que oir sino á su Hijo); y él con la suya los
ban ; ayunar cuarenta días sin que la muerte , que na honró, desempeñándolos en lo que del habían dicho y
turalmente se signe á los siete, se le acercase por la les habían oido, cuando dijo: Consumatum est; «Todose
falta del alimento; hacer que con el agua vuelta en ha cumplido.» Y parece que con ellos hablaba desto,
■vino, las hidras fuesen lagares; descoger la luz glorio pues loquebantur de excessu. Llevó á los tres para que
sa que tenia doblada en su humanidad, y transfigu viesen á quiénes sucedían en los misterios de la ley
rarse-; y traer para testigos, del paraíso á Elias, del seno de gracia ; y para que en el muerto y en el vivo viesen
de Abraliam, á Moisen ; hacer que un ángel descienda era Señor de la vida y de la muerte; y en la luz que
visible por embajador de su nacimiento á los pastores; bañó su cuerpo., la muestra de las galas que para
hacer que, flamante parto del cielo, se estrene una es su resurrección guardaba á su humanidad. Y atino
trella en el oficio de conductora, atrayendo tres reyes estaba tan vecino á legalizar su Nuevo Testamento con
del Oriente á un pesebre, — son obras que desde que su sangre, que le fué rúbrica, los trujo para testigos
nació basta este dia le manifestaban Dios y le disimu del que cierra, porque lo fueron del que trató de cum
laban hombre. Y fué menester para que le creyesen plir con los ministros del. Y por enseñarnos que si los
hombre como Dios, no solo que muriese, puos habia prefirió en llevarlos consigo al monte donde vieron su
de resucitar, sino que aunque habia de resucitar te gloria, que no los reserva deste, donde vieron y oye
miese el morir. Convino que ya que como hijo de su ron su agonía y tristeza; donde sudó sangre, no de
Padre habia de resucitar, que como hijo de su Madre congoja de verterla , sino de que habia de haber hom
muriese ; y que como había de subir á él glorioso, bres que, Moviéndola él para el remedio de todos, ¡u-
della se aparte triste. Fué halago de Dios y cortesía de bian de pedir á voces que para su condenación Morios
Dios Hombre, con el miedo de su muerte, agradecer sobre ellos y sobre sus hijos.
la el que tuvo al concebirle; y misteriosa correspon- San Agustín, en el psalmo cxi, sobre el capilla ü
diencia que, como á su Madre la quitó aquel miedo un de san Lúeas, dice : Oravit Jesús, intenta oratioM, <«
ángel, otro le quitase este, que en su Hijo era agrade sudavit sanguinem. Quid est de tolo corpore sangut-
cimiento de aquel. n is effluxio, nisi de tota Ecclesia martyrum passio? ¡Oh
Escogió Cristo entre todos sus discípulos á Pedro, agonía magnánima! Oh tristeza generosísima ! Quiere
Jacobo y Juan para la transfiguración en el Tabor ; y Cristo que toda la Iglesia y los mártires deban á su san
á los mismos tres para la agonía en el monte Oliveti. No gre la que han de verter por él. Tanto los ama, que se
á los dos por primos ni á Juan por querido ; que no se adelanta á sudar los trabajos que han de padecer: efica
gobernaba por la carne y la sangre, sino por la voluntad císima dignidad del martirio, que saque primero san
de su Padre. Hoy dio la propia de sus venas, y su cuer gre de Cristo que de los mártires. Padecer porque pa
po en manjar y bebida, á los que han de huir, al que decerán, es premiar el martirio antes que al mártir,
le I13 de dudar, si que ha de negarle, y al que le está para que al mártir sea sagrado premio el martirio.
Tendiendo; y ahora en sudor la da á la tierra , no pa
DECLAMA CRISTO Á SU ETERNO T-ADRE.
ra que clame como la de Abel, sino para acallarla del
clamor antiguo. ¡O eterno y soberano Padre, de quien siendo uni
Grande misterio tuvo llevar á los tres á dos accio génito Hijo, no puedo ser sucesor, porque la unidad
nes tan diferentes. En la primera, como estaba tan de la esencia no admite antes ni después! ¡O Monar
cerca de cumplir el Testamento Viejo, trujo á Moisen ca omnipotente, cuya majestad están incom pable, que
yá Elias, que le representaban, para enviarlos (como la grandeza de tu Hijo es no necesitar de heredar tu
dice Tertuliano : Expunctos of/icio) despedidos. Y reino para reinar! Tú, que mandaste que me oyesen
llevó á Pedro, Juan y Jacobo, para que viesen las cuando en el Tabor permití que por los nublados de
ventajas que los ministros del Nuevo Testamento los la humanidad amaneciese mi gloria, oye, o soberano
habían de hacer en todo loque habían sido maravillo Padre , de tu Palabra las palabras. Ya las hebdómadas
sos. Pues si á Elias se le habia dado poder para cerrar traen mi hora ; que mi obediencia solo ha contado por
el ciclo por tiempo corto, á Pedro se le habia dado mia la de mi muerte. Ya las promesas de los profetas
con las llaves del, para abrirle y cerrarle micntrasdura- se desempeñan, los deseos de los padres descansan,
re la vida del mundo. Si á Moisen le fué revelado el de los yermos del cielo aguardan habitación, las pobla
cir : In principio creavit Deus coclum et terram, y cómo ciones del infierno,yermo, la vida gloria, resurrecckm
fué hecho hombre Adán,—á Juan le fué revelado el po la muerte, muerte el pecado, y la muerte con la mia.
der decir : In principio eral Verbum , et Verbum erat Véase que en no perdonar al propio hijo, el amago fué
apud Deum, y toda la inefable generación divina, y de Abraliam , y el golpe tuyo. Ya estoy en la estacada
cómo fué hecho Dios hombre, diciendo: Et Verbum caro contrapuesto á Adán para su remedio; solo conformes
/ocíum e.<í (misterio que como águila supo descifrar de la en el remedio y en el sitio. Yo en el huerto , él en el
voz del Padre cuando dijo; líic ett Filius tneusdilectus, paraíso ; él puesto en boma , yo en agonía; él duerme,
ORACIÓN QUE HIZO CRISTO EN EL HUERTO. 861
y su compañía vela ; la mia duerme , y velo yo; á él le legio de la Pascua á tu Hijo un malhechor, sea clavado
dan fruto suave y hermoso á la vista que coma.á mí en la cruz entre dos ladrones ; si el uno me sigue, el
cáliz amargo que beba ; él quiso ser como uno de nos otro me desprecia por compañero. Conviene á tu jus
otros ; por eso en mi uno de nosotros bajó á ser como ticia que se sepa cuánto vale morir á mi lado, y que se
él; Adán echó la culpa á la mujer, yo en mi madre tema que es posible condenarse quien á mi lado mue
aparté de la mujer la culpa por disculparle; A esto ba re. Sálvese un ladrón porque dice que me acuerdo
jé del cielo á la tierra, y en esta obra ya son pocos, del ; ahorqúese un discípulo porque se olvida de mí ;
mas dolorosos, los pasos que me faltan por dar. desconoce rame en las maravillas el apóstol, y conocerá-
Desde antes que desdoblases por los espacios vacios me rey, clavado en un madero, el ladrón : conózcase que
esos volúmenes del cielo, y que encendiese tu voluntad el que mira con tu gracia tiene vista, y el que con su
la Loguera del dia en el sol , y la llama de la luna y las cobdicia, ceguera. Arrojará el precio de mi sangre el que
centellas de los astros para contradecir las tinieblas; me vende, y será condenación suya el que es rescate
cuando yo estaba componiéndolo todo , y la nada aun de todos ; porque se vea que para condenarse es menes
no era antecesora del universo ; y tú eras huésped y ter arrojar y desposeerse del precio de mi sangre. La-
hospedaje de ti mismo, ni en soledad por las perso varáse Pilátos las manos de haberla entregado á los
nas, ni en multitud diferente por la unidad ; y en el judíos, y no lavará con ella la culpa de condenarla.
principio que nunca empezó, porque siempre fué, — Enseñen al mundo los tesoros de tu sabiduría mis tor
tupe esta jornada mia y los sucesos della ; la costa que mentos, pronuncien tus misterios con sangre mis heri
había de tener mi paciencia y mi sangre, los autores das ; este sentimiento le tiene el cuerpo como humano,
de mis tormentos, los cómplices en mis afrentas y empero la agonía que ahora delante de ti me derriba
muerte , y cuantos del precio de su rescate liarán re en tierra, es de mi alma por mi cuerpo. Obedecerte y
matado cautiverio : siempre supe lo que siempre será. amar á la madre que me escogiste , es ser tu hijo y
No siento el padecer, que es á lo que vine, pues sen suyo; en el relicario de su vientre recibí esta carne
tí que Pedro me disuadiese el padecer. El verdadero suya, de que se vistió tu Palabra. La sangre de mis
cuerpo mió hasta en el temor natural se muestra ver venas, dádiva fué de sus purísimas entrañas. O Padre
dadero y á mí verdadero hombre, contra los que cie todopoderoso, ¿ella misma ha de ver esta humanidad
gos no han de querer permitirme, confesándome Dios, que recibí della, hartando de venganza á los judíos?
que sea lo que busqué. Antes es esto sacramento que hecha escándalo de las gentes? acobardando el amor de
miedo. Mi causa hace el cuerpo con su congoja, y yo la los más de mis discípulos? no solo desconocida, sino
de mi cuerpo con la mia. rasgada y tan copiosamente cruenta? ¿Qué, yo, hijo tuyo,
Como hombre tengo madre, que tú me escogiste, que seré el martirio de mi madre? Yo crucificado en la cruz,
el Espíritu Santo me dispuso; prenda de tu elección, ¿la crucificaré en mí? ¿Espiraré yo á sus ojos, cuando
depósito de todos sus dones ; criatura de quien lo fué su amándome más que todas las madres á sus hijos, no
criador, y tal, que he menester caudal de Dios para serla morirá de dolor porque mi muerte, que solo es para
agradecido como hombre. Hálleme con mi madre en la dar vida, aun de lástima no puede dar muerte? ¿ Oirá-
comida de las bodas de Canú, donde hizo la primera in me clamar á tí, que eres mi padre, que porqué mo
tercesión y obré el primer milagro; díjome que no te desamparaste, cuando ella no mc.desampara? ¿Obliga-
nían vino cuando yo la estaba diciendo : « Mejores que ráme la terneza á llamarla mujer, porque la sequedad
vino son tus pechos.» Allí volví la agua en vino, y la dije piadosa mitigue el sentimiento debido al nombre de
que no era llegada mi hora , en la cual había de volver madre? ¿Trocaréla en las palabras el hijo, y con el
en mi sangre el vino; lo que he hecho en la cena. discípulo querido mi madre, porque en la sustitución
Aquella terneza de mi amor no la convidó, porque no se divierta la pena? ¿Correrán igualmente lágrimas de
viese que el cuerpo que me dio y la sangre de sus en sus ojos y sangre de mis venas? ¿Veráme con la hiél
trañas eran manjar y bebida del traidor discípulo que en los labios la paloma sin hiél , y tendrála en el cora
me ha vendido y viene á entregarme. No quise que, en zón? ¿No la beberé yo, y beberála ella?
su presencia, en aquel corazón sacrilego tras mi cuer Más larga ha sido la pasión de mi madre que la mia :
po entrase Satanás. Quise que la permisión mia y tuya no ha tenido gozo en que no padezca. El primero fué la
guardasen el decoro á la mujer que enmendó á Eva. embajada que de tu parte le dio el ángel para concebir
Si tras el bocado que ella dio á Adán, se apoderó el me ; temió y turbóse. No tuvo dolores en el parto, mas
demonio del por el pecado, y dando yo otro á Judas se no tuvo en qué envolverme ni dónde abrigarme. Vióse
apoderó del, — no convenia estuviese presente la que madre mia, mas vióme en un pesebre; vióse entre los
volvió en salutación el nombre de la que indujo la cul pastores que me adoraban, mas vióme entre dos bestias.
pa (a). Ya, Padre, viene por caudillo de los soldados el Despachaste una estrella que fué conocida por tuya al
hijo de perdición , á prenderme. El precio de los trein Oriente, que le llevase nuevas de mejor sol y de auro
ta dineros es ajustado á la profecía, no á mi valor; tan ra más esclarecida , para que trújese sus reyes de los
to me desprecia quien no da más por mi como quien palacios á ser vasallos en un portal ; vio en las ruinas
me da por ellos. Empezando en su beso las afrentas de aquel edificio arrodilladas las majestades, y ofreci
de mi rostro, no extrañará las afrentas y el bofetón: dos el oro, el incienso y la mirra, misteriosos emble
más ignominiosa será esta caricia que aquellos opro- mas del precio de la incorruptibilidad y fragrancia;
brios; más sentiré el tacto de sus dos labios que la trujeron los tesoros los tres reyes, mas con ellos la
batería de cinco mil azotes. Sea preferido en el privi- persecución de otro rey, que buscó mi garganta entre
los cuellos de los niños , cuyas cabezas por mí antes
{*) De Era , leyendo al revés, «ale Ate. tuvieron heridas que cabello ; que apenas habían con
362 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
vertido la leche que mamaban en la sangre que por mí ¡ tus lágrimas al sepulcro, «ponme por señal sobre tu
derramaron. Huyó á Egipto, amonestada del ángel, i corazón y sobre tu brazo. » En el primer requiebro
Agradóla el cántico de Simeón , empero hirióla el co que me dijiste, bien recelabas que en mi rostro había
chillo que me circuncidaba. Grande gozo sintió con de haber otro beso de otra boca, pues cuidadosamente
mi compañía, teniendo mi niñez en su tutela, mas pediste el de la mia.
perdióme en el templo; consolóse con hallarme, mas Esme tan suave por debida esta pena, que sintién
dila que pensar, diciendo que yo había de asistir á dola como hijo, la celebran mis gemidos con los can
cumplir tus órdenes, en que la notifiqué forzosa sole tares de la esposa como amante.
dad de mí. Empezaron los años del oficio de reden
EL ÁNGEL CONFORTA Á CMSTO DE PARTE DEL ETER50
tor, para la predicación y enseñanza; ansiosa vino á
verme cuando predicaba, respondí al misterio, y noá PADRE.

la madre; apartóme de su amor, que me buscaba, por Tu soberano Padre, Hijo soberano y eterno, qne
seguir el aborrecimiento, que me huia : retiré tas ter mandó que en el Tabor te oyesen, te ha oido; y tanto
nezas de hijo en severidades de maestro. Pues ¿cómo, como en aquel monte se agradó de tí transfigurado con
ó Padre, que en tí mismo me engendraste, la madre gloria, tantodesligurado con la agonía se agrada en este.
que para que me engendrase hombre me escogiste, Ha hecho tu oración este huerto teatro de tus mayor?;
después de haber padecido por mí tantas pasiones co proezas : bate visto luchar con el amor, cuya fuera,
mo dias, en mí padecerá estos dias mi pasión? Como siendo Dios todopoderoso, díó contigo en tierra. Y
Dios, bien sé que ha de ser; mas siento que haya de si pudo tanto el que tenias al hombre que pecó, ¿cuál
ser, como hijo. será la valentía del que tienes á tu Madre, en quien
Pido que si puede ser, pase de mí este cáliz, sa nunca cupo pecado? E«ta es la pasión de tu alma; por
biendo que no ha de pasar y que no conviene que eso precede á la de tu cuerpo. Aquí con la ternes de
pase; porque el rehusarle en la oración cumpla con hijo te padeces á tí mismo, que eres infinito, con !js
el cariño, como el beberle con la obediencia. Esto es congojas de tu meditación enamorada, que hace suma
querer morir como tu hijo, pareciendo hijo de mi ma mente (con el contraste decoroso) meritoria la obe
dre. Yo, que soy como hijo tuyo tu entendimiento, y por diencia. Si le cuesta tanto Adán, por quien te hiciste
eso contigo espiro la voluntad (que es el Espíritu San hombre, tu Madre en quien fuiste hecho hombre,
to), como segunda persona en unidad de esencia, quiero debió de coslarte todas estas ansias.
que tu voluntad se haga. La de mí humanidad, decen Cuando de cara te arrojaste al suelo, todas las jar
te es que la oigas, pues me diste la que me la dio. Más quías desearon tejerte de sí mismas alfombra «ate
tormentos padezco en saber que me los verá padecer mi nías. Tu omnipotente Padre nos decia : «Cuandoeod
madre, por ella que con ellos. Yo te doy gracias porque principio del mundo dije: ¿Veis que Adán es hecho»-
cuando decretaste que siendo Dios bajase á ser hombre, uio uno de nosotros? misteriosamente en aquella ironía
fué en tal criatura, que me congojo de dejar aun por prometí que uno de nosotros seria hecho como Adán.
solos tres dias de ser hombre, siendo Dios. Eché el primer hombre del paraíso, y puse de posta asa
Esta es la noche de los dos cálices con que el amor puerta , porque no entrase en él , un serafín con espada
satisface toda su sed :-e\ que he dado á los mios, que tú fulminante; esta cortará de manera en mi Hijo, que
me diste, es de vida; el que me dais de muerte, he- satisfecha con las heridas suyas mi justicia, quedará
beréle, y no pasará de mí. Mas como tu cáliz nunca se la puerta libre á los que se armaren con ellas. Verá
agola, pusará por mí á Juan y á Diego, á quien le tengo Noé que las reliquias del mundo que él rescató en el
prometido. Por eso truje conmigo á los que han de be arca (cuando por las culpas universales lloró lanío
berle por mí: el primero Jacoho, Juan el último; duer el cielo, que sus lágrimas en diluvio inundáronla
men ellos y Pedro. Saben desde la borrasca, que si yo tierra), mi Hijo con el mundo antecedente, el que se
duermo peligran ellos vejando, y que velando yo, están siguió, el que es y será, las salva, soberano piloto de
seguros durmiendo: todos descansen, pues yo peno por vida, en un madero de muerte. Por eso á su humani
todos. Bien sé que mi madre (que es huerto cerrado), dad tengo prevenido asiento á mí diestra, y los tronos
cuando me cantaba sus amores como á esposo, me llamó de las majestades del mundo por escabel de sus pife;
á este huerto diciendo: «Vén, querido mió, á tu huerto, que eso serán sus apóstoles, que peregrinando lien-
y come el fruto de tus manzanas.» Este cáliz que bebo tan su nombre á todos los confines de la tierra.
es el que me dieron. »Con rehusar beber el cáliz por la carne que reci
Ya estoy en él, purísima madre, esposa toda her bió de su Madre , y con beberle por ministerio de
mosísima; ya vienen los soldados, ya se desnudan las redentor, cumple como Dios y Hombre, con la obli
cuchillas, ya rodean de lanzas para mi prisión este gación de Hijo mío y suyo. Aflígele en la grandeza
sitio. «Ves aquí el lecho de Salomón. Sesenta fuertes de Dios, en la correspondencia de amante, ver que
de los más de Israel le cercan , todos con armas en el cuerpo de que le vistió su Madre se le ha de vol
las manos y doctísimos en hacer guerra, cada uno con ver tan maltratado, que toda la sangre de sus venas,
su espada al lado por los miedos de la noche.» Presto siendo esmalte, ha de hacer oficio de mancha , no
dirán tus lágrimas lo que dijeron tus cantares : «Mi solo sin lustre, sino por muchas parles lastimosamente
alma se ha derretido luego que habló; busquéle y no rolo; y esto, sabiendo que en la propia virtud,ha de
le hallé, llámele y no me respondió.» Y al pié de la resucitar al tercero día, resplandecientes en hervores
cruz, recibiendo en tu regazo mi cuerpo difunto , « tu de oro los golpes y señales, y enjoyado con sus pro
mano estará debajo de mi cabeza, y tu mano derecha pias llagas y heridas : al amor breves tardanzas le
me abrazará.» Y antes que des mi cuerpo ungido con congojan. Más fineza es volvértele ú vestir la alma de
ORACIÓN QUE HIZO CRISTO EN EL HUERTO. 363
mi Hijo en el sepulcro, yerto y desfigurado y con meo. Desde entonces la llamó al mismo huerto á que le
tantas roturas abierto, que lo fué ponérsele flamante había llamado; apercibiéndola que jahnbia cogido la
como salió cortado de las telas de aquellas purísimas mirra que habian de mezclarle con el vino; que habia
entrañas. Si en la cruz se conociere el desaliño de comido en la cena, para despedirse, su panul con su
las manos que se le desnudan, en la resurrección miel, y bebido su vino con su leche : eso fué el vino
se conocerá la majestad del que vuelve á vestírsele. vuelto en la sangre que á sus pechos mamó. Recípro
«Primero entrará el ladrón en el paraíso y con él, camente se llamaron, concordes están, entrambos
que su Madre; dicha es de Dimas y prerogaliva suya. cálices tocan á su Madre : al uno dio, con su lecha en
Aun á sacar á los profetas y patriarcas no ha de bajar el vino transubstanciado en sangre, la bebida; al otro
al infierno la Madre de Dios, que para que los fuese da su Hijo que le beba. ¿Quién, sino mi Hijo y s'i Ma
á sacar le bajó del cielo á sí. Primero entrará con los dre , pudieran llorar los cantares y cantar los lloro*?
Padres en la gloria de los cielos, que su Madre en En él se vea el lilio entre espinas , en ella se oiga la
el dia de su asunción los pise : esto es prevenir corte voz de la tórtola.»
que la reciba como á reina , y que los que la son deudo Esto dice tu Padre omnipotente ; y pues lo sabes,
res (como á medianera que dio en la sangre el precio de no te lo refiero por noticia , por consuelo te lo repito.
so rescate) se prevengan familia y se muestren cortejo. Envíame, en nombre de todas las jerarquías, para
Yo la aguardaré como á hija, el Espíritu Santo como á que (pues todos los espíritus que al serafín comunero
esposa, mi Hijo comoá madre, vosotros, milicia es se llegaron por no adorar el misterio de tu encarna
piritual de mi trono, como á reina. Decencia es de la ción, fueron precipitados del resplandor al humo de
majestad aguardar, en las entradas de sus reinos, que noche eterna) los que permanecimos por haber reve
se junte el acompañamiento debido para recibirla. renciado tu humanidad, gocemos de la gloria en ago
Esta es providencia reverente, no dilación regateada. nía triunfante ; sea tu tristeza como rescate de los hom
»;Oh cuánto me agrado en la tristeza de mi Hijo, bres , premio de los ángeles.
pues me obedece tanto en lo que teme la muerte como Ese sudor, Señor, que desciende por tu rostro al suelo
me obedecerá en el morir ! Más se padece á sí mismo en lluvia piadosa, no ya le exprimen las ansias, no ya le
en esta agonía, que padecerá en poder de las iras de los impelen congojas. Terneza enamorada transminan por
judíos : su mayor tormento es, que ha de ser tormento tu frente tus venas, para que sé vea es fuerte la dilec
de su Madre, y esta es la mayor gloria que su Madre ción, tanto como la muerte lo es. El amor en si der
le debe; pues cuando las manos más viles y los hom rama sangre sin lanza ni clavos, lo que después la
bres más sacrilegos le martirizarán, él , Hijo mió y Dios muerte hará á fuerza de golpes y de heridas. No lo han
hombre, martirizará á su Madre. ¿Qué blasón puede de hacer todo los verdugos : empiécelo el amor, y ellos
igualarse á las ventajas del artífice de la pasión xle su lo acaben. Hoy que ha sido tu sangie bebida, sea su
Madre, i los que lo serán de la suya? Prestará su dor. Beba en él la tierra el remedio de la comida que la
cuerpo tres dias al sepulcro, de cuyo claustro saldrá sin enfermó. Esta noche, que te guisaste manjar, y al pan
abrirle como salió del sagrario de su vientre ; porque le hiciste cuerpo tuyo (permitiendo que del perma
hasta én esto su amor se saboreará repitiendo el milagro neciesen los accidentes, porque quedase algo del que (I )
de su nacimiento. Y pues por ella abrevió el plazo de será vida), suda tu rostro sangre para que el hombre,
las hebdómadas para encarnar, por ella abreviará el que por castigo en Adán hasta ahora comía el pan en
de estar en el sepulcro descabalando horas de los tres el sudor de su rostro, por remedio le coma en el del
dias. tuyo.
«Padezca mi Hijo en su Madre. Sea cruz de su Cogiera de la tierra en que cae ese rocío purpúreo
Madre mi Hijo. Ella le llamó á este huerto cantándole para llevarle al cielo; mas, como es precio del hombre,
amores, cuando dijo : Veniat dilectus meus in hortum podrá pedírsele por hurto á mi veneración. Y pues In
tuum, el comedat fructum pomorum suorum ; palabras de restituirle la resurrección á tu cuerpo, en él subir i
á que él respondió, llamándola al mismo huerto, con al impirio tan glorioso, que de paso ennoblecerá las
decir. Veniin hortum meum, sóror mea, Sponsa, messui luces del sol, llevando gloria á la gloria.
myrram meam cum aromatibus meis : comedí favum
meum cum melle meo, bibi vinum meum cum lude (i) ceda toda. Suda íEIUs.)— le da vida) saila {Elimprtu.)

MU DI U OHACION QUE HIZO CRISTO CM EL DCSItTO.


Til j i

LA PRIMERA Y HAS DISIMULADA PERSECUCIÓN


DE LOS JUDÍOS

CONTRA CRISTO JESÚS Y CONTRA LA IGLESIA,


EN FAVOR DE LA SINAGOGA, (o)

D. Petrns Clirysologns, serm. xt.tx : Moyses signa ley de Dios, que dejaron por un novillo hecho de joyas
fecerat multa. Elias máxima monstraverat documen y por el dios de las moscas. De que se colige que los
ta virlutum, nec dissimilta opera fecerat Elisaeus : judíos no permanecen en la verdad , y que obstinados
cur nemo personam discutil; cur nemo status commo- perseveran en duración, que compite con la eternidad
vet quaestionem ; cur nemo unde essent , quive essent, en la mentira y en el error. Esperaron á Dios hasta que
undtista et per quem facerent curiositatesic requisivit vino, y luego que vino al mundo intentaron negar su
ingratus. venida y confundirla; y para alargar la vida á su Sina
Psalmo ni. Illic trepidaverunt timore, ubi non erat goga y estorbar el principio de la vida del Testamento
timar. Nuevo en el Autor de la vida, con astucia infernal,
San Pablo, en la epístola ad Hebraeos , casi epiloga arrebozada en preguntas y respuestas , principalraen-*
todo el Testamento Nuevo, y en el capítulo penúltimo te se valieron de Elias. Verifiquemos este ingenio de
hace mención de los padres entre los hebreos mara su abominable malicia.
villosos. Nombra á Moisen y á Enoch, con otros mu Oyeron al Baptista, que venia á preparar los ca
chos; y no sin misterio no escribe de Elias , por ser minos al Señor, y enviáronle á preguntar si era Elias :
de cuyo nombre se valieron los judíos contra Cristo y (1) «¿Eres tú Elias? Dijo : No soy. ¿Eres tú profeta? Y
el Baptista. dijo : No. » Queríanle antes Elias ó profeta que precur
Frecuentemente se lamenta David de la perfidia, sor ; porque siendo precursor, los profetas y la ley no
idolatría, ceguedad y dureza de los judíos. Y habiendo pasaban de su predicación; y siendo profeta ó Elias;
cargado yo la consideración sobre los sucesos que del iba adelante y proseguía la Sinagoga. Conoció Cristo
pueblo hebreo escribe Moisen, y que (cantando sus lá que con capa de Elias querían prorogar las sombras
grimas) llora el real Profeta en sus psalmos, afeando su de la ley vieja y oscurecer las auroras de la ley de
ingratitud con repetir los grandes beneficios que de gracia en san Juan; y por eso dijo : (2) «Porque todos
Dios recibieron, y las infinitas maravillas con que no los profetas y la ley hasta Juan profetizaron ; y si que
solo los defendía, sino los ilustraba,—hallo que son tan réis recibir el mismo, es Elias que ha de venir. Quien
¿nica y exquisitamente detestables, que en tanto que tiene orejas de oir oiga.»
Dios los hablaba y gobernaba y defendía, ensalzán Todo mi discurso amanecen estas palabras de Cris
dolos con victorias donde militaba su brazo y su nom to. Dice que la ley y los profetas llegaron hasta Juan;
bre, les daba ley y libertad y triunfos, — adoraban al y porque estos judíos querían que diciendo que era
becerro, á Beclzebub y á Baalim ; le despreciaban, de Elias, pasasen del, añade: «Si queréis recibir el mis
jándole por simulacros y dioses ajenos , mentirosos y mo, es Elias. Empero no el pasado, ni el que se fué
ridículos; y estando esperando la venida suya en el y despareció, sino el que ha de venir.» Y con grande
Mesías, cuando vino y le vieron , le crucificaron ; y des misterio añade : «Quien tiene orejas de oir oiga, por
pués qne por esto perdieron el sacerdocio y el cetro, y que los que las traen cubiertas y tapadas, como los
al mismo Dios, con pertinacia inflexible guardan la judíos, esos no traen orejas de oir.»
Viendo que no conseguía efeto esta astucia con Juan,
(•) inédito. se vuelven á perseguir á Cristo con la misma capa do
Escrito en 1619. Ndtanse varias aluslunes i algún poeta judai-
unte , ó persona que el autor debía tener entre ojos. Elias, no siendo suya, ni celo suyo, sino envidia : (3)
Va ajustada la impresión i la copia de 1744 que existe en la Bi
blioteca Nacional, códice II 377, folio 259. (1) Joman, i. ¿Elias es tu? Et dixit : Ron tan. ¿Propbeta es
El «flor don Agustín Duran me ha franqueado otra de Unes del tu? Et respoudit : Non.
siglo ai ii, falta, desatinada por extremo, y de ningún mérito, en la tí) Matihaei, cap. xi. Omnes enlm Propbetae et lex usque ad Joan-
caal te da por autor del discurso al maestro Toribio de Armuelles, nem prophetaverunt : et si vultis recipere, ipse est Elias qnt Tea-
lateral de la Tilla de Naval Pilóla, beneficiado en San Juan del turas est. Qui babet aures audiendi , audlat.
Bote. (3) Lucae, ix. Audivitaulem Herodes Tetrarcha omnta quae flebant
Ya tan lejos de la verdad semejante soposlcion , que nadie me ab eo, et haesitabat eo quod diceretur a quibusdam : Quia Joannea
dianamente diestro cu conocer el estilo de don Francisco, le ar- surrexit a mortuis ; a quibusdam verá : Quia Elias apparuit; ab alus
rtiíuu la propiedad de este curiólo rasgo. amen : Quia Propaela anua de intlquia surrexit.
30(5 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
» Oyendo Hetódes tetrarca las maravillas que Cristo mero los apóstoles, después los profetas. » Y san Ci
obra lia, se admiró, porque se decia por algunos que rilo Hierosolimitano prefiere, con elegante y bien
Juan liabia resucitado de ios muertos; por otros, que seguida comparación, á san Pablo á Elias, con Unto
Elias habia aparecido; otros, que un profeta de los cuidado, que me persuado reparó en que los sacer
antiguos resucitó.» Toda su ansia era que san Juan dotes y fariseos habían porfiadamente querido que
fuese Elias ú otro profeta, porque no fuese el pre san Juan no fuese precursor ni Jesucristo Mesías;
cursor; y que Cristo, para que no fuese creído por el sino Cristo, ó san Juan ó Elias ó profeta ; y san Juan,
Mesías, fuese Elias ó uno de los antiguos profetas : y ó Cristo ó profeta ó Elias.
con Elias y los profetas querían negar al que ellos Y parece que desde el suceso de san Pedro (sobre
mismos prometieron á los que con ellos le querían hacer los tres tabernáculos, y los dos para Elias y
contrastar. Moisen), quedaron los apóstoles recelosos desta perse
En el propio Evangelista y capítulo (\): «¿Quién dicen cución tan disimulada en dos tan grandes santos; pues
las turbas que soy? Respondieron y dijeron : Juan Bap consecutivamente en el propio capítulo preguntaron á
tista; otros Elias; otros que ha resucitado uno de los Cristo sus discípulos : (6) «¿Por qué dicen los fariseos
profetas primeros. Díjoles : Y vosotros ¿quién decís que y escribas que conviene que Elias venga primero?»
soy? Respondiendo, dijo Simón Pedro : Cristo de Reconocieron los apóstoles que los judíos feamente sé
Dios.» Aquí se le cayó á la mala intención la capa de Elias valían de Elias, diciendo que habia de venir primero,
conque se arrebozaba, y quedó de par en par la ca para negar que Jesús no era el prometido, pues no habia
lumnia. A san Juan preguntan si es Cristo ó Elias venido Elias antes. Respondiólos Cristo Jesús diciendo:
ó alalino de los profetas; y á Cristo dicen que es san Elias, cum venerit primó, restituet omnia : et guo mal)
Juan ó Elias, ó alguno de los primeros profetas re scriptum cst in Filium hominis, ut multa patiatur et
sucitado : porque no le quieren creer Mesías, ni que contemnatur. Sed dico vobis quia et Elias venit, et fe-
le crean, por dilatar las edades de la Sinagoga, y no cerunt illi quaecumque voluerunt, sicut scriptum está*
dar lugar á la fundación de la Iglesia y principio del eo. Facilitemos la inteligencia destas palabras con las de
Testamento Nuevo. san Mateo, cap. xvn, v. 10: «Y preguntáronle sus discí
Cristo, como Dios y Hombre verdadero, se dio por pulos , diciendo : ¿Por qué dicen los escribas que con
entendido desta mañosa persecución con sus apósto viene que Elias venga primero? Mas él, respondiéndote,
les en la transfiguración, cuando le vieron entre Elias y dijo : De verdad Elias ha de venir, y lo restituirá todo;
Moiscn, con quien hablaba de su partida. Y diciendo empero yo os digo que ya vino Elias, y no le cono
san Pedro : (2) « Hagamos aqui tres tabernáculos , á ti cieron, antes hicieron en él lo que quisieron. Asi el
uno, áMoisen uno, á Elias uno,» añade el Evangelis hijo del hombre padecerá por ellos. Entonces ento-
ta : (3) «No sabia lo que decia.» San Ambrosio, dieron los discípulos que los habia hablado de Isa
deFide, ai Gratianum : (4) «No sabia lo que decia, Baptista. »
porque á Moisen y Elias los igualaba con Cristo.» Véase el cuidado en que pusieron los escribas i los
Séame lícito, con el aliento destas palabras, pronun apóstoles con Elias, y reconózcase el intento de los
ciar alguna novedad que espero, no en la letra. Digo que judíos. A Juan Baptista le preguntaron si era Elias;
como Cristo glorioso trujo á Moisen y á Elias visibles pa él dijo que no, y desta respuesta se valieron para
ra tratar de su partida (que era de su muerte y pasión , decir que, pues Elias no habia venido antes, qo*
en que, como dicesan Pablo, se cumplía su Testamen Cristo Jesús no había venido ni era el Mesías. Y obli
to), y los trujo á que en 6ii gloria y luz viesen el fin gan con esto á los apóstoles á que pregunten á Cristo
de las sombras déla ley y de los profetas, y san Pe que por qué dicen los judíos que conviene que Elias
dro dijo : «Hagamos tres tabernáculos, uno para Cristo, venga primero; á que responde que ya vino, y que
otro para Moisen y otro para Elias;» y ya solo habia no le conocieron, y que el Elias que habia de venir
de haber el nuevo tabernáculo de la Iglesia, en que antes era Juan Baptista. De manera queal Baptista,
Moisen y Elias no habían de tener mansión ni lugar que no era el Elias que ellos preguntaban, le niegan
por haber pasado con la Sinagoga ;—por eso dice el tex el ser el Elias que habia de venir el primero que
to sagrado que no sabia lo que decia. Santos fueron Cristo, como vino; y á Cristo, que es el prometido qaa
gloriosísimos y admirables, mas Pedro no los ha de esperaban después de Elias , dicen que es Elias. Des
fabricar tabernáculos, pues sobre él, como piedra, dijo vergonzada trampa intentaron hacera la verdad, usan
Cristo que fabricaría su Iglesia, como la fabricó. do inicuamente del santo nombre de Elias. La casi
No parece que apadrinan de muy lejos las palabras que dejó Elias á Elíseo, dióle, como dice el texto : (7)
de san Ambrosio mi consideración, pues san Pablo «Espíritu duplicado; » mas la que estos toman, para
no solo quiere que no los comparen con Cristo, sino con capa de Elias negar á Jesús el ser Cristo, dales
que los antepone los apóstoles diciendo: (o) «Pa espíritu doble y traidor.
Mucha fuerza me hace la ponderación que me ofre
to ¿Quemmedirontesse turbae? Atilli responderunt, ct diie- ce el ver que cuando san Pedro en la trasfigu ración
niut : Joannem Baptislam , alü aulem Eliam , alii vero quia uiiuü quiso hacer tabernáculos á Elias y i Moisen, dice el
Prophett de prioribus «urrexit. Diiii autem i I lis : ¿Vos autem quera Evangelista que no sabia lo que decia; y que aun es
me ose dicitis? Respondona Simón Pelrus clmt : Chrislum Dei.
i2i Faciaaius bic iría ubernacula, Ubi unum, Mojsi onuní, c:
tando san Pedro diciendo aquellas palabras, se oyj
Eliaeunum. una voz que dijo : « Este es mi Hijo amado, en que ya
(3) Non enim sciebat quid diccret.
(4) Nesciebat quid diceret , quoniam Moysera el Eliam , Chriito (6) ¿Quid ergo dicunt Pharisaei et Scribae, quia Eliam oportct
•eqaabat. Teñiré primnm?
(5) Priniuin Apostólos, fecundo PropbeUi- (7j Dúplex spiritus.
LA PRIMERA PERSECUCIÓN DE LOS JUDÍOS CONTRA LA IGLESIA. 387
ne he andado bien ; oidle á 61.» Que fué decir: Ya sando del santo nombre del santísimo profeta Elias,
io s» lia de hacer cátreda ni tabernáculo 4 Moisen que la prosiguieron hasta la postrera hora de su vi
; á Elias, ni se ha de oir á ellos , sino solo á Cristo, da. Pues, estando espirando en la cruz, as! como dijo :
lijo del Pa<lre eterno. Y lo que san Pedro no supo Eli, Eli, que se interpreta «Dios mió, Dios mió», di
lecir, cuando en este lugar no supo lo que dijo , lo jeron: «A Elias llama este.» Y eran ellos los que va
upo decir y disputar san Pablo, Ad Hebr., cap. ix: liéndose de la alusión de la voz, llamaban á Elias, para
Ubernaculum enim factumest primum, in quo erant dar á entender que Jesús no era Dios, sino inferiora
anidabra et mensa et propositio panum, quae dicitur Elias, pues se quejaba de que le desamparase (que eso
meta. Este era el tabernáculo de Moisen ; habla luego dicen las palabras Eli, Eli lamma sabaethani , no
el de Cristo : Christus autem assistens Pontifex futu- asablhani, porque no se deriva de la palabra hebrea
oru tí bonorum, per ampliús et perfectiás tabernacu- asab, «desamparar», sino de la Síra sabak, que sig
im, non manufactum. Fué loque no supo san Pedro, nifica lo mismo). Y viendo que luego le dio uno en la
pee! tabernáculo de Cristo no había de ser hecho con esponja á beber vinagre con una caña, dijeron : (1)
b manos, como le quería hacer; y que el de Moisen ya «Deja; veamos si viene Elias y le libra.»
abia pasado, hecho con las manos por sombra deste. Sé que se disculpa esto, para mi intento, con haber
1 hay gran misterio, á mi propósito, en la correspon- muchos graves autores que dicen que se conoce que
eiiciadel lucar de san Mateo, cap. xvi, versos iü, 16. los que dijeron que llamaba á Elias eran romanos, y
7, por ser de Cristo, como lo hemos visto : «¿ Quién no judíos; porque si lo fueran no ignoraran que Eli
lecian los hombres que esa el hijo del hombre? Res- significa «Dios», y añadida iod, que se pronuncia Eli,
«utliéronle que unos decían era Juan Bautista, otros quiere decir «Diosmio», y no «Elias». Yo procuraré
fes, otros Hieremías, otros uno de los profetas. Di convencerque eran judíos precisamente, y no romanos;
stes Jesas : Vosotros ¿quién decis que soy? Res- esto reverenciando la opinión contraria.
pwdió Simón Pedro : Tú eres Cristo hijo de Dios vivo. En san Marcos, cap. xv, verso 34, se leeEloi, Eloi,
Respondióle Cristo diciendo: Bienaventurado eres, en siriaco, que era la lengua que después de la cau
&r*n Barjona, porque la carne y la sangre npte lo tividad se hablaba ; si bien en la Regia se lee Ail, Ail,
Meló, sino mi Padre, que está en los cielos. Yo te en el texto siriaco. Si Cristo exclamó desta suerte, no
ligo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré había equivocación ó alusión á Elias ; empero del
iilglesia;»y otras favorecidísimas mercedes que se contexto citado es cierto dijo Eli, Eli, en hebreo, y
fien. Cuando Pedro mezcla y iguala á Cristo con la variedad en san Marcos nace de la diferenciado la
fen y Elias, dice el Evangelista que no sabia lo voz en la lengua siriaca.
pe decía; y no le dejan edificar. Cuando tratándose Los romanos doctos, y que leian y buscaban noticias,
kEliasyde los profetas, igualándolos con Cristo, él no leemos que hiciesen, tratando de los judios, men
«o te loma en la boca, y confiesa á Jesús por Cristo, ción de otro que de Moisen ; del cual la hace Conidio
Bija de Dios vivo,— entonces le edifican á él en pon Tácito, y en lo que escribe del pueblo hebreo, con tan
te, y sobre él la Iglesia, con promesa que tan presto tos hierros, que por ellos y otros de los cristianos le
se Cumplió. llama Tertuliano en el Apologético : (2) «Aquel insigue
ft'fte que los escribas, porque no se sintiesen los charlatán de mentiras Cornelio Tácito. » Juvenal solo
l»** con que encaminaban esta persecución, se des hace mención de Moisen cuando dice que les enseñó
ataron, á imitación de Moisen cuando se llegó á la ritos :
ora que se ardia y no se quemaba. Empero estos
llegábanse á un espino que se quemaba por quemar, TrtiiiU arce.no qnoicumque volum'uu Mostl.
JS'is pisos fueron descubiertos por el mismo Cristo; «Con arcano volumen Moisen.» Y ninguno hace men
pnes diciénúolo ellos que ¿porqué no hacia milagros ción de Elias ni de otro profeta, ni muestra haber
en su patria como en Cafarnaun? les respondió : «Elias tenido tal noticia. ¿Cuánto menos la tendrían aquellos
™ enviado á sola una viuda en Sarepta de Siilon, ha- soldados que estaban de presidio en Jerusalen, para
kiendo otras muchas viudas en Israel.» Y debiendo entender la palabra Eli por Elias?
'«Pitar la respuesta por ser con el suceso de Elias, Puede ser que yo me engaño ; mas parece que pre
'loien tanto veneraban , se enfurecieron y le qui cediendo estas notas, se convence fueron judíos, y
to"» despeñar desde la cumbre de un monte; con no romanos. Porque si no se leyera en el Evangelio
ferido que se valían de Elias para solo oscurecer á otra cosa que haber dicho Cristo -E/i , Eli, pudiera
««to í no dar lugar al Evangelio, y producir los tér afirmarse que habían sido romanos; empero, como
saos de la Sinagoga, los que no se pueden alargar dijo: Eli, Eli, lamma sabaethani (que quiere decir :
Bi producir. Y si alguno dijere que si en verso, lo «¡Dios mío, Dios mió! ¿porqué me desamparaste?»),
Nrí hacer en silabas, no en misterios. A Elias se no fué posible que ellos , siendo romanos , entendie
* ca?o la capa ; así se lee en el cap. 2 del ív de los sen lo que quería decir lamma sabaethani. Prué
*!/"* • Et levavü pallium Eliae quocl ceciderat ei.
base que lo entendieron, pues luego dijeron : «Deja,
'* estos que con capa de Elias favorecen la Sina- veamos si viene Elias y lo libra. » Y esto fué en
Wfi. nose les cae la capa, antes le quitan la capa tender quo había dicho «por qué me desamparas
jj»e ni les deja ni les da ; y debe esperarse que el
te»; y como el fin de los judíos era negar á Cristo
■"ano santísimo profeta hará, para castigarlos, de su
el ser Mesías con llamarle Elias ú otro profeta; y no
«fra de fuego brasero.
•m tan obstinada la persecución que los judíos dar lugar áque, confirmado el Testamento Nuevo,
"wroaálajjiona du Jesucristo, Dijo deDios.abu- (1) Sinc vldeamus an venial Elias liberans cura.
('2; Cornelias Tacilus Ule mendaciorum loquacissinraa.
368 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS;
acabase su Sinagoga. (Y se confirmaba con la muerte Hombre verdadero y el Mesías prometido, fué valién
del testador Cristo, como dice san Pablo : (t) «Por dose de Elias y de Moisen y de los profetas; siendo
que el testamento es confirmado en los muertos ; de ellos mismos los que á él mismo se le prometieron i
otra manera no vale mientras vive el que testó.») ellos, y que le aguardaron, y á quien el mismo Cristo
Pues como les iba tanto en este punto, que era el últi sacó para su reino, bajando á los infiernos. Y princi
mo, no se contentaron como hasta allí con decir era Elias; palmente con capa de Elias, como con capa de virtud
sino, valiéndose de la equivocación ó alusión de la pa (así lo dice la frasi española), procuraron que san Juan
labra Eli, Eli, y de las siguientes, que entendían bien, fuese el Elias que no había vuelto, y que no fuese el
«porqué me desamparaste,» le mostraron inferior á que vino primero que Cristo ; y divulgaron que Cristo
Elias, pues necesitaba de su socorro. Esfuerza esta in era Elias , porque no le tuviesen por Cristo, y para que,
terpretación mia, con que tendrá autoridad, san León alargando la edad á la Sinagoga, ella no acabase como
papa, sermón, xvn, de Pasione Domini; en que pon acabó, y no tuviese su principio la Iglesia.
dera fueron mucho más prontos á conocer & Cristo por Por esto, cuando se oyere ó leyere cosa que tenga este
Dios los soldados romanos que los judíos. Estas son sabor, ó que se encamine (aunque por rodeo, aunque
sus palabras: (2) «Empero como el Centurión, que afecte buen traje y pasos modestos) á igualar con Cristo
era guarda del suplicio, espantado con aquellas cosas á Moisen , á Elias ó á los profetas, ó á autorizar la Sina
que via, dijese: Verdaderamente era Hijo de Diosesa goga en competencia de la Iglesia; al que tal osare,
hombre;— la impiedad judaica, más dura que los mo volviéndole la pólvora ala cara, sea el que fuere, se
numentos y las piedras, ninguna compunción se sabe le puede decir : Eliam vocat iste ; á Elias llama este.
que la mitigase ; para que se conociese que fueron Porque Dios le ha dejado de su mano, que eso es hi-
más prontos entonces ú creer que era Hijo de Dios los berleDios desamparado, y no podrá quejarse de que
soldados romanos que los sacerdotes de Israel.» se entiendan contra él las palabras que él entendió
De todo lo referido se colige que la primera y más contra Cristo Jesús , que está sentado á la diestra da
arrebozada persecución que los judíos hicieron á Cris Dios Padre, y desde allí ha de venir á juzgar los vivos
to, para ponerle pleito al ser Hijo de Dios y Dios y y los muertos ; á cuyo advenimiento precederá Elias
(1) Ai Htbr., cap, u, v. 17. Testamentan) enim in morluis eontlr-
para oponerse al Ante-Cristo, de quien se confiesas
matnm est: alioquin nondum vilet, ilum vivit qui texlatus cst. centellas los sacerdotes de los judíos, que toman»
(i\ Cumque castos supplicit Centnrio territus lis quue viderat, su nombre contra el mismo Cristo.
diceret : Veré tilias Dei erat homo iste; impietaiem lamen Judai- Todo lo dicho en este papel sujeto á la corrección
eam, monumentis et petrís ómnibus duriorem, nulla proditur mi.
tigasse compunctio, ut appareatparatiorcs ad intclligendum fllium de la santa Iglesia romana y de sus ministros. £s Al-
Dei tune fuisse Romanos milites, quam Israelíticos sacerdotes. val Pilona, á 12 de marzo de 1019.

FIN BE LA PRIMERA PERSECUCIÓN DE LOS JUDIO» CONTRA LA IGLESLW


DÉLOS

REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA:


LIBRO DE LUCIO ANEO SÉNECA, FILÓSOFO ESTOICO, Á GALION. («)
TRADl'CIDO

POR DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO, SEÑOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD,

COK ADICIONES SUYAS EN EL FIN DE TODOS LOS CAPÍTULOS, QUE SIRVEN DE COMENTARIO, [b)

AL DUQUE DE MEDINACELI,
conde de la ciudad y grao Puerto de Santa María , marqué» de Alcalá y Cdgolludo, tenor de (1) Lobon,
De»a y Encito, y comendador de la Moraleja, del hábito de Alcántara, etc.

Este librillo mió no busca en vuestra excelencia amparo; va á reconocer el que de vuestra ex
celencia han recibido mis escritos y mi persona, pues debo á la grandeza de vuestra excelencia tan
preferidas honras y mercedes. Doy á vuestra excelencia lo menos, que es mi reconocimiento, y
quedóme con lo más, que es mi obligación. Dar consuelos quien los ha menester, es liberalidad de
buena casta. Doylos á vuestra excelencia, de quien los recibo ; restitución con nombre de dádiva.
Aírevíme á traducir y á imitar á Séneca ; por eso invio á vuestra excelencia que estime en él y que
(«•) En 1474 sacó á luz en París Pedro Cesario este li Pero tres años antes de Sancha, había dado en Madiíd
bro De Remedü» fortuilorum , y fué reimpreso eu Leipsic mismo completos al público Los remedios de cualquiera
año de 1500. fortuna el impresor Manuel González, con todos los prin
Duda Justo Lipsio que sea del Filósofo ; pero ni se cipios oportuna y debidamente colocados, en cuyo apre
puede negar que suyas son todas las sentencias, ni han de ciadle ejemplar encuéntranse al final de cada capítulo, no
vencer opiniones del insigne crítico el testimonio vene tan solo el comentario ó adición de Quevedo, sino otro de
rable de Tertuliano : Multa apud votad lolerantiam dolo- don Francisco Arias Carrillo, y otro de don Diego de Tor
ri» et morti» hortatur, ut Cicero in Tusculanis, ni Séneca res (Villaroel).
in Fortuitis. Va anónimo escribió 6 mediados del siglo xvn , Imitan
(6) Terminó su obra nuestro don Francisco en Villa- do á Séneca y á Quevedo, treinta y una aflicciones con
nueva de los Infantes, á 12 de agosto de 1G53. sus correspondientes consuelos, y mejores pensamientos
La imprimió en Madrid, dedicada al duque de Medi- que estilo ; consérvanse manuscritas en la Biblioteca Na
naceli, año de 1638, en la oficina de Juan Martínez; ejem cional , códice T. 277, donde ocupa 126 hojas en 4."
plar en 12.°, que estimo ya perdido. No han dado fruto Para fijar mi texto y acercarle en lo posible á su pri
alguno mis diligencias de muchos años para tenerle á mitiva pureza, me he valido de varias curiosas ediciones,
mano por pocas horas y fijar mi texto. y saco al pié sus variantes, marcadas con los signos si
Digo lo propio de la reimpresión que se supone hecha guientes :
en 1644. G. La preciosa reimpresión de Manuel González, 1787.
Incluyóse en la primer colección de Madrid . de 1618, M. Colección de Madrid , año de 1648.
que costeó Pedro Coello, y tiene por titulo Enseñanza A. La que en 1650 costeó Tomás Alfay.
entretenida y donairosa moralidad ; pero falla de la de D. La que en 1693 imprimió Diego Díaz de la Car
dicatoria, del proemio, del juicio del libro, y de las po rera.
cas líneas que dirige Séneca á Galion ; en cuya forma lo I!. La que en 1658 sacó a luz Mateo de la Bastida.
han reproducido cuantas colecciones se encuentran pos F. La que hizo en Bruselas Francisco Foppeus, año
teriores. Sancha , después de reimpreso el tratado, año de 1670.
de 1790, hubo de adquirir uno de la edición de 1638, y S. La de Madrid, por Sancha, 1700.
copió al fin aquellos rasgos preliminares con el desorden (1) Lodon (G. S.)
consiguiente.
Q-n. >i
370 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
enmiende en raí. El que bien leyere , no pasará de su texto ; quien no se cansare de leer, verá mis
adiciones. No se me debe reprehender el imitarle, menos el no saberle imitar : porque como aquello
es conveniente ; saber imitarle, para mí es imposible, para todos difícil. Yo conozco que sirvo solo
de hacer á Séneca prolijo. Vuestra excelencia , siempre ocupado en el socorro de la limosna, sa
brá estimar los consuelos que otros escriben, como quien los obra; y entretenido seriamente ea
la lección sagrada , no extrañará la docta y bien intencionada melancólica de Séneca en este tra
tado, Dé Dios á vuestra excelencia su gracia, y larga vida, con buena salud y la sucesión que deseo.
Madrid, 20 de mayo de 1638.
Don Fbancisco de Qüevedo Villegas.

AL MAS DESDICHADO HOMBRE.


Considera en tu miseria, que pues es cierto que el mal y el bien en esta vida duran poco, i
que te consuela en el mal , aflige al que tiene el bien. La muerte trae al desdichado lo que mas
desea, y al venturoso lo que mas teme. No sabe la lástima lo que se hace en este mundo; pues la
que se ha de tener al fortunado , se tiene al infeliz. Más descanso es en el trabajo esperar descanso,
que en el descanso temer trabajos. Dieta saludable es para la salud del seso humano la falta de di
cha. Si crees á Séneca por docto, y á mí por desdichado , la lástima que los muy afortunados te tu
vieren, en lugar de agradecérsela, se la tendrás; y enseñaráslos en quién han de gastar la compasión.
Mira en Jesucristo, nuestro Señor, la majestad de los desprecios, y en el poder los vituperios de las
prosperidades, y deberás á mi advertencia pobreza alegre, paz victoriosa, vida sin desprecios, y
muerte desembarazada, quoadusque justitia convertatur injudicium, c hasta que la justicia se
vuelva enjuicio.» (Psalm. xciii, v. 15.)

JUICIO DESTE LIBRO DE L. ANEO SÉNECA,


CUTO TÍTULO ES:

DIALOGO ENTRE EL SENTIDO Y LA RAZOX.

Justo Lipsio, varón doctísimo y lleno de religión y piedad , en el Séneca que imprimió (mejorado
con sus enmiendas, ilustrado con sus notas), llegando á este tratado dice que, si bien se conoce no
ser de Séneca por el estilo, le imprime en muchos lugares restituido, por no defraudará los estu
diosos de obra que lia merecido su nombre. Yo no solo afirmo ser de Séneca todas las sentencias y
palabras, sino este mismo estilo ; porque en Séneca hallamos, primero que en el Petrarca, el estilo
de repetir una palabra muchas veces, y consolarla, y declararla repetidamente de diferentes mane
ras. Léese en la epístola xlvu á Lücilio : Servi sunt? imb homines. Servi sunt? imb contubernalfr
Servi sunt'! imb humiles amici. Servi sunt? imb conservi. Y más abajo : Servus est? sed fortassll^'
animo. Servus esl? Iwc illi nocebit? oslende quis non sit. Por esto no sigo la censura de Lipsio; em
pero añado que , cuando no fuera el tratado ( digo la disposición del ) de Séneca , es cierto que todas
las razones y sentencias lo son, sin mudar las palabras, como se convence de la lección desús
Epístolas, donde á diversos intentos se leen todas, sin faltar alguna. Ni tuviera al autor por más an
tiguo que el Petrarca (pues aquel estilo desde su Próspera y adversa fortuna se lee), si no hallad
en la antigüedad este ejemplar, de quien puede ser imitación. Y este libro y el De Paupertatc fue
ron epílogos en aquellas cuestiones, de cuanto Séneca en diferentes tratados escribió; y por esto
son preciosos y útiles , dignos de su gran nombre y de suma reverencia. Asi me parece , hasta quo
más docta advertencia me encamine á más bien corregido conocimiento.
Don Francisco de Queyeoo Villegas. (6)
(a) Falta la suscripción en el ejemplar de 1787.
DE LOS

REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA.

DESDICHAS QUE CONSUELA LUCIO ANEO SÉNECA. todo lo deshace. De todo lo que tememos toca á la
muerte la salida, y de las demás cosas á que da vuelta.
1. Morirás. 10 A/ligeme la pobre Témenla aquellos que otra ninguna cosa temen. Cual
2. Serás degollado. za. quiera otra cosa que tememos tiene remedio ó con
3. Morirás lejos. 11. No soy poderoso. suelo.
4. Morirás mozo. 12. Perdí el dinero. Tú pues fortalécete de tal manera, que si alguno te
5. Carecerás de sepul 1 3.Perdí los ojos. amenazare con la muerte, claramente burles todos sus
tura. 14. Perdi los hijos. espantos pueriles.
6. Estoy enfermo. 15. Caí en manos de la
SÉNECA.
7. Mal juzgan de ti los drones.
hambres. 16. Perdi el amigo. De la muerte.
8. Serás desterrado. 17. Perdi buena mu 1. «Morirás.» Esto es naturaleza del hombre, no pe
9. Padezco dolor. jer. na. «Morirás.» Con esta condición entré, de salir. «Mo
(a). rirás.» Derecho es de las gentes volver lo que recibiste.
SÉNECA Á GALIOS. (6) «Morirás.» Peregrinación es la vida: cuando hayas ca
minado mucho, es forzoso volver. «Morirás.» Entendí
Annqae los versos de todos los poetas siempreilus- decías alguna cosa nueva. A esto vine , esto hago , á
tren tu ocupación , me ha parecido dirigirte esta obra esto me llevan todos los dias. La naturaleza en nacien
contra los sucesos fortuitos; de la cual tienen necesi do rae puso este término: ¿qué tengo de que poder
dad, no los precedentes, sino los futuros acontecimien me quejar? A esto me obligué. «Morirás.» Necedad es
tos. ¿De dónde pues te parece que debo empezar? De la temer lo que no puede estorbarse. Esto no lo evita
muerte. Dirás que del último, antes del mayor. Este quien lo dilata. «Morirás.» Ni el primero ni el postrero.
es el que principalmente temen los hombres; y no Muchos murieron antes de mi; todos después. «Mori
te parece á ti que le temen sin causa. Todos los demás rás.» Este es el fin del oficio humano. ¿Qué soldado viejo
temores dejan algún lugar detrás de si ; la muerte lo se enojó de que le licenciasen? Adonde va el momio
acaba todo. Otras cosas nos atormentan ; la muerte voy yo. Pues ¿ignoro yo que soy animal racional mor
tal? Con esta condición so engendra todo. Lo que em
(«) En el ejemplar de 1787 i continuación hallase esta pezóse acaba. «Morirás.» ¿ Por qué es molesto lo que
• Advirtescu. 1.35 palabras fortuna, ando, suerte, que se leen
en Séneca, por ser traducción las dejo como dimes; error suyo, se hace una vez? (I) Conozco el caudal por ajeno, no
condenado por nuestra sagrada religión.» por mió. Finalmente, yo hice este concierto con el
(*) Era Galíon hermano mayor de .Séneca , también cordobés, y acreedor, de que no puedo quejarme. «Morirás.» Mejor
decíase antes Marco Aneo Novato ; pero adoptado por Junio Ca
tión <soldado y ministro de las traías de Seyano, el favorito de lo hicieron los dioses, pues nadie me puede decir que
Tikrrioi, tomó según estilo su sombre, y entró a formar parle moriré, que no sea mortal.
de su familia. Fué senador y orailor iusigne, según alirma san
Jerónimo, ilion celebra un chiste suyo en la apoteosis de Clau DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
dio César, dispuesta por Nerón y Agripnia , sus ocultos asesinos:
decía que el Emperador había sido arrastrado al cielo congir/ios, «Morirás.» Fuera verdad entera si (2) dijeras: Has
aludiendo i la costumbre de sacar los verdugos los cadáveres de muerto y mueres. Lo que pasó lo tiene la muerte;
Ico reos desde las cárceles arrastrando, y arrojarlos al Tiber lo que pasa lo va llevando. «Morirás.» Desde que nací
U ■■•:.->.
Desempeñando Galion el cargo de procónsul de Acara , tuvo la lo sé; por eso lo espero y no lo temo. «Morirás.» No
dicha de favorecer contra los judíos al apóstol de las gentes san dices bien ; di que acabaré de morir, y acertarás, pues
Pablo, con la dulzura, tino y moderación que refieren Los hechos con la vida empecé la muerte. «Morirás.» Dicesme lo
de U>s Apóstoles i xun , v. 1 2 al 10 , cuyas mismas prendas nata- que sé, y callas lo que no sé, que es el cuándo. «Mori
rales celebran en él Ovidio y Aqullcs Estacio.
Créese con algún fundamento que es suyo el libro de los Retó rás.» Con todos hablas; y todos to sacarán vcidado-
ricos, publicado como de Cicerón. ro, y tu vida á ti propio. «Morirás.» Si he vivido bieu,
Dióse la muerte a si propio en el ato duodécimo del imperio
de Nerón, acosado de haber mostrado mucho senlimieuto en la (1) Conozea í Jf. A. D. B. F.)
muerte de Séneca , su hermano. ¡2) me dijeras : (S.)
57S OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
empezaré á vivir; si mal, empezaré á morir. aMori- cuidado de la providencia de Dios. «Degollaránte mal.»
rás.» No me alborota hacer lo que todos lian lieclio y lo Poco importa si yo muero bien : en mano del verdu
que todos harán. «Morirás.» Primero me lo dijo la na go está que yo pueda morir trabajosamente, jen la
turaleza. «Morirás.» Es vana amenaza, pues ninguno es mia que yo muera constantemente. Los golpes del
tan necio que rehuse lo que hace : no hay hora que yo cuchillo pueden ser muchos , mas yo no puedo ser
no muera ; ¿por qué he de temer lo que hago? ¿por degollado sino una vez. «Degollaránte y quedará tu
qué he de rehusar llegar adonde me llevo '? «Morirás.» cuerpo apartado de su cabeza.» Eso no me toca, pues
Ño viviera con esperanza de descansar , si no esperara primero será apartada mi alma de mi cuerpo.
morir. «Morirás.» Con el propio contento que quien
SÉNECA.
navega llega al puerto, y (!) quien peregrina, á su pa
tria. «Morirás.» Y los apetitos y vicios, si muero mozo; Morirás léjol.
y las enfermedades y miserias, si muero viejo. «Mori 3. «Morirás lejos.» En cualquiera parle hay camino
rás.» Y si muero dichoso, la (2) invidia que me tienen; para el sepulcro. «Morirás lejos.» Yo estoy dispuesto
y si desdichado, la que yo tengo. «Mori ras. » Y los cuida á pagar lo que debo : vea el acreedor dónde me lla
dos y desvelos si soy rico, y el desprecio y las calamida ma. «Morirás lejos.» Ninguna patria es ajena al muerto.
des si soy pobre. «Morirás.» Si hablas con el cuerpo, no «Morirás lejos.» No es más pesado el sueño fuera que
lo puedo excusar por la naturaleza ; si con el ánima, te en casa. «Morirás lejos.» Esto es llegar sin viático í li
pueden desmentir las virtudes y la gracia. «Morirás.» patria.
Si hubiera alguno á quien (3) no lo pudieras decir, me
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
entristecieras. «Morirás.» No podré de otra manera se
guir á muchos y ser seguido de todos. « Morirás. » No «Morirás lejos.» Fuera desdicha si en micaapndie-
hay otro camino para pasar á vida sin muerte. Mien ra excusar el morir. «Morirás lejos.» La otra vida igual
tras lo dijeres á todos no podrás mentir; y no hay en mente dista de todas partes. «Morirás lejos.» Todoel
todos uno en quien no puedas mentir, si le dijeres mundo es una casa, las provincias son aposentos; ;:
que vivirá. no mudo de casa, sino de aposento. «Morirás lejos.» Ee
todas partes mi cuerpo pisa la tierra y ve el cielo: íu
SÉNECA.
una debo el cuerpo, y al otro el alma. ¿Cómo es posi
Degolláronte. ble que me aparte de mis acreedores? «Morirás lijo»
2. «Degollaránte.» ¿Qué más importa que muera por Quien muere en sí, cada día se acerca más ú si un
el filo que por la punta? «Empero serás herido mu te. «Morirás lejos.» Los que dejo en mi casa muera,!
chas veces, y muchas espadas cortarán en tí con mu los que están en la que peregrino también. «Moriré'*-
chas heridas. » No puede ser mortal sino uua sola. jos.» Eso tiene la muerte, que siendo partida , so se
camina; y siendo jornada , es igual desde cualquier!
DON FRANCISCO DE QUEVEDO. parte. «Morirás lejos.» Eu ningún tugarse puede es-
«Degollaránte.» No (4) hará el cuchillo más en mi torbar el morir , y en todos para vivir hay estorbos.
que hiciera mi naturaleza. «Degollaránte.» No hay par «Morirás lejos.» Nada me puede hacer falta para morir,
te en el cuerpo por donde no pueda entrar la muerte y y cuanto más me faltare, moriré con menos dolor. «Mo
salir la vida. «Degollaránte.» Muchos capitanes, gene rirás lejos.» Conmigo llevo la tierra y la muerte. «Mori
rales, señores, reyes y emperadores murieron dego rás lejos.» El mundo es punto, la vida instante; ¿quién,
llados, y otros no alcanzaron tan descansada muerte. si no es loco, hallará distanciasen un punto? ¿quién
«Degollaránte.» Si di causa para morir, eso sentiré; hallará espacios en un momento, si es cuerdo?Solo
si no, siéntalo quien me condenare. «Degollaránte.» Lo mucre lejos el que en su propia casa se persuade que
mismo es que el cuchillo abra por donde salga la san está lejos su muerte.
gre, que cerrar el cordel por donde no salga el alien
SÉNECA.
to. Cuchillo, y no soga, vanidad es de los muertos,
no de la muerte. «Degollaránte.» Lo mismo hace con (5) Morirás molo.
infinitos la medicina con sangrías en la cama , que 4. «Moriris mozo.» Bueno es morir antes de ¿>
el verdugo con algunos en el cadahalso. «Degollaránte.» sear morir. «Morirás mozo.» Esto es lo que igualmen
Morir por sentencia de letrado ó por sentencia de mé te sucede al mozo y al viejo : no somos (6) citadosprf
dico, todo es morir. «Degollaránte.» Peor lo hiciera con antigüedad, ni se mira al número de lósanos; yí&
mi vida y con mi alma una apoplejía y una mueitc niños y á los mancebos se lleva una misma necesiiW
repentina que el verdugo. «Degollaránte.» Saldré de del liado. Bueno es morir cuando conviene vivir. «Mo
dos cárceles , de la vida y de la prisión. «Degolla rirás mozo.» Cualquieraque llega á lo último de su lu
ránte.» Si cometí delitos, seré ejemplo ; si muriere do muere viejo. No se mira cuál es la edad del hombre,
inocente, seré escándalo: pagar lo que debo es cum sino á cuál esel término. «Morirásinozo.»Pordiclu,w
plir; si no, pagarálo quien me condenare. Todos tie algún mal me libra la fortuna ; y cuando no de otro.de la
nen juez sobre sí. Dios juzga á los que juzgan. Más vejez. «Morirás mozo.» No aprovecha contar cuántos
rigor es permitir mi muerte para que otro peque, años tengo, sino cuántos me dieron. Si no puedo vi
que permitir que yo muera sin culpa : uno y otro es vir más, esta es mi vejez.
(1) cuando peregrina (S.) (5) Padetco dolor. 4. Morirás («. i. D. B.)
(2) envidia [G. A. D. B. F. S.) (6) criado» por (S.)
(3) lo pudieras («T. A. D. B.)
(i) haré (*.)
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 373
los vivos. Enterraráme quien quisiere vivir en mi casa;
DON FRANCISCO DE QL'EVEDO.
si muriere en la calle, quien pasare por ella ; si en el
«Morirás mozo, a Tanto menos tendré que mo campo , quien anduviere en él. Por esto dijo Dióge-
rir cuanto menos viviere. «Morirás mozo.» Menos nesque ¿qué importaba más que le comiesen gusanos
agravio hace la muerte á quien menos quita. «Morirás debajo de (5) tierra, que pájaros encima della? No hay
mozo.» Harta vida son pocos años, cuando muchos cosa que no sea sepultura para el hombre muerto. La
s>>n poca vida. « Morirás mozo. » Eso es llegar antes tierra le padre, la agua le deshace, el aire le enjuga,
donde voy. ¿Qué caminante aborreció el atajo? «Mo el fuego le seca, los gusanos le comen, los animales
rirás mozo.» Grande bien es no llegar viejo á verme le despedazan, las aves le pican, los peces le tragan.
muerto. La muerte me quita lo que, si viviera, de Dos cosas no le pueden faltar al hombre : si vive,
seara yo que me hubiera quitado, y viera que lo desea muerte; si muere, sepulcro. «Carecerás de sepul
ban los que me vieran. «Morirás mozo.» El necio, tura.» Esa es amenaza para la sepultura de mi al
aun decrépito, muere muchacho en su deseo; el sabio ma, que es mi cuerpo; no para mi alma. «Carecerás
muere viejo en su mocedad. «Morirás mozo.» El bue de sepultura. » Enterraráme quien me quisiere bien,
no más deja de vivir en una hora que vive más, que por honrarme; quien me quisiere mal, por no ver
viviera en muchos años más que viviera. «Morirás me; (6) quien me quisiere bien, por no afligirse.
mozo. » Sola la mocedad es vida en la vida ; luego en « Carecerás de sepultura. » Vivo la deseo , y muerto
la vejez solo me quita más muerte la muerte. « Mo no la he menester. « Carecerás de sepultura. » La
rirás mozo.» Muchos son los que no llegan á mozos, y Iglesia la da á todos los fieles. La justicia no la nie
más los que no llegan á viejos, (t) y pocos los que lle ga á los ajusticiados. Los cristianos entierran á los
gando á viejos no les pesa de haber llegado. «Morirás moros en el campo; (7) los moros á los cristianos.
mozo.» La vida es representación, Dios el autor; á él El mar, que no admite cuerpos muertos, cria pes
toca dar largo 6 corto el papel , y repartir los perso cados que los tragan enteros y los sirven de sepulcro
najes de rey, de vasallo, de pobre ó rico. A misólo vivo. «Carecerás de sepultura.» Mandarse enterrar
rae toca hacer bien el que me repartiere (2) lo que me los que mueren, es la primera manda de los testa
durare. mentos; y pues los herederos, que no cumplen las
SÉNECA.
demás ó las difieren, no solo cumplen esa sino que
la dan (8) prisa, á nadie faltará sepultura. «Carece
Carecerás de sepultan. rás de sepultura , porque pondrán tu cabeza en una
5. «Carecerás de sepultura.» ¿Qué otra cosa res parte de la ciudad, en otra tu mano, y repartirán
ponderé, sino las palabras de Marón: (9) el cuerpo en los caminos.» Sé que hay reinos don
FJcil pérdida es la del sepulcro? de se hace por castigo, sin que haya dia, como en
otros, que se apiade de los (10) justiciados; mas tam
Si nada siento, no me toca á mi que mi cuerpo ca bién sé que al que no entierran los hombres, le gasta
rezca de sepultura. Si siento, para todos es tormen el sol, le consume el aire, le pudre el agua, le se
to la sepultura. « Carecerás de sepultura.» pultan las aves. Pocos son los cuerpos que guarda la
Con el cielo se cobre tierra enteros; en breve tiempo derrama por sus senos
Quien no tiene túmulo.
la compostura del cadáver. Los emperadores gastaron
¿Qué importa más : que me consuma el fuego, ó en guardar sus cenizas, con pirámides inaccesibles en
una Cera, ó el tiempo, última sepultura de todas las urnas preciosas, los tesoros del mundo; y hoy no sa
cosas? Esto, para el que no siente es supériluo; para ben las urnas de las cenizas que guardaron. De nada
el que siente, carga. «Carecerás de sepultura.» Y se burla el tiempo tanto como de la vanidad de los
tó, ó abrasado, ú soterrado, ó cerrado, ó podrido, 6 muertos; ¡qué presto borran los días la soberbia do
sin entrañas embalsamado, ú oprimido, ó entregado los difuntos en los epitafios de las piedras! Estos que
á una losa que te consuma y te seque. No hay sepul con piedras y sepulcros y letreros pretenden dejar
tura alguna; no nos entierran, que nos arrojan. «Ca memoria de si, no se hartan de morir; pues (como dijo
recerás de sepultura. » ¿Por qué tiemblas entre las se Boecio en su libro De Consolación) aguardan segunda
guridades? Este lugar está seguro, (3) fuera del tér muerte en su nombre propio. Los gentiles tuvieron por
mino délas penas. Mucho debemos á la vida, á la más limpia y autorizada sepultura el fuego, y su cui
muerte nada. No se inventó la sepultura por causa dado fué (como dice Petronio) que su sepultura no
de los muertos, sino de los vivos. Para quitarnos de tuviese ni guardase cosa que pareciese á su cuerpo.
delante los cuerpos feos y hediondos, unos sepulta Los cristianos guardan el cuerpo y le entregan á la tier
la tierra, otros consume la llama , otros se encierran ra, de que fué formado, áque le (II) desfigure; y la
en piedra, que los (4) reduzga á huesos ; no perdo sepultura de los principes romanos, en que estuvo su
namos á los difuntos, sino á nuestros ojos. majestad, la ordenan hoy á los herejes, á los nefan
dos y monederos falsos. Desta manera castigan unos
DON FRANCISCO DE QL'EVEDO.
tiempos la vanidad de los otros. «Carecerás desepul-
«Carecerás de sepultura.» Cuando lo ordene la in
humanidad , no lo consentirán la vista y el olfato de (5) la tierra (S.)
(6) y quien (M.)
(7) y los moros {Id.)
(I no les pesa de baber (M.A. D. B. F. S.) (8) priesa 1 A. D.B.F.S.)
lí) el tiempo que me dnrare. (S.) (9) tu cuerpo (S.)
(3) y fuera (S.) (10) ajusticiados (/). B. F. S.)
V*) rcduigan (fi.) — reducá a huesos ; y do (S.) (11) desfigures ; (Jf.) — desfigure; (D.)
374 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tura.» Mi cuidado es vivir bien en naciendo; y viviendo, la ambición ; y con la gula, mis costumbres; y no haj
procurar morir bien. Mi solicitud no pasa de la muer- pecado en el alma, que no sea también enferme
té: á los vivos toca lo demás. «Carecerás de sepul dad del cuerpo. Viejo , la vejez propia es enferme
tura.» Buscar buena muerte me importa. Lícito es de dad (común axioma es); y no hay enfermedad de que
sear buena sepultura; contingente es (t ) alcanzalla, yde no venga acompañada la vejez : hasta el cabello li
ningún inconveniente no (2) tenella, pues ba de ve confiesa; el pellejo no la calla, antes con arrugas la
nir tiempo en que no la tenga. Todos debemos estimar escribe. Pues si en naciendo estuve enfermo , si es
nuestro cuerpo, como parte del hombre que fué hecho tuve enfermo mozo, si estaré enfermo y seré la pro
i semejanza de Dios, y que con el alma ha de ser par pia enfermedad viejo, para decir verdad he de decir:
ticipe de la pena ú ile la gloria. «Carecerás de sepul (9) Estuve, y estoy, y eslaré enfermo. Ni paede ni
tura.» Para resucitar, en cualquiera parte le hallará sabe la medicina desmentir esta verdad. Cuando me
mi alma; para que se pudra, en (3) cualquiera lugar cura, no me deja sano, sino menos enfermo en un ac
lleva la corrupción consigo. Al cuerpo no le entierran cidente de una de mis enfermedades. «Estoy enfermo.»
para que se pudra, sino porque ya se pudre. Más se Y lo están todos, y nadie puede dejar de estarlo. «Quí
pulturas se deben al asco y al horror que á la pie tame la enfermedad la gana (10) del comer, enflaqué
dad. ceme, (11) disfigt'irame , no puedo salir de la cama.»
SÉNECA. Estos , que por males de la enfermedad cuento, soa
bienes y remedios eficaces á otras enfermedades mías
Estoy enfermo. mayores. Son bienes, porque me ocasionan la pacien
6. «Estoy enfermo.» Llegó el tiempo en qilft hiciese cia , me ejercitan el valor, me acrisolan el espiritóme
experiencia de mí. No solo en (4) el mar y en la guer dan á conocer loque soy, diferencian los buenos ami
ra se da á conocer el varón fuerte: en la cama se mues gos de los aparentes, me recogen á mí mismo. Son me
tra también el valor. «Estoy enfermo.» No puede esto dicinas, porque me tienen en dieta contra la gula, que
durar todo el siglo; (5) u yo dejaré lo calentura ó ella me causó la enfermedad; me desarman la ira, jen
me dejará. No podemos estar siempre juntos; con la ella las venganzas; me desmayan la sensualidad,; en
enfermedad batallo; ó ella me vencerá (6) ú yo la ella tantos escándalos, torpezas y abominaciones. «Es
venceré. toy enfermo. » La enfermedad no es impedimento ni
estorbo para ninguna obra buena, y en tal estado, to
DON FIMNCISCO DE QUEVEDO.
das las que desea uno hacer hace, y ocasiona j*to
«Estoy enfermo. » ¿Cuándo no lo estuve, pues en mi otros hagan muchas buenas obras con él. «Estt¡ffr
propia salud tengo mal de muerte? «Estoy enfermo.» fermo.» Estoy como están todos; y el conocerlo (lt)
Después que el pecado enfermó1 la naturaleza , mi pro yo y el confesarlo, es solamente la mejoría que poete
pia naturaleza es enferma, y yo soy una enfermedad tener la enfermedad. «Estoy enfermo; quien me n
viva. Si dijera : Yo estoy sano, no lo pudiera probar, se enfada, quien me sirve se cansa, quien me hereda
y mi composición desmintiera mis palabras. «Estoy se alegra.» Estas, que se tienen por calamidades, son
enfermo.» Eso es decir que estoy hombre: ¿cómo liciones y aforismos para mejorar la salud. Más enfer
puedo ignorar lo que soy; ni (7) tener por novedad medad es ver al enfermo y enfadarse, qne estar enfer
lo que he sido desde que soy, y lo que seré hasta que mo. Peor enfermedad es en la caridad cansarse de ser
deje de ser? «Estoy enfermo.» Toda mi vida es cuatro vir al enfermo, que estar enfermo. Gravísima enferme
enfermedades de todos mis miembros, sentidos y po dad es la codicia del que, por lo que hereda, se alegn
tencias. Recién nacido no tuve potencia para otra ac de la muerte del que le deja lo que él ha de dejar. Lo
ción sino para llorar, los pies enfermos sin movimien peor de la enfermedad es, que no se puede curarsiuo
to, la vista tierna, los brazos sin fuerza, la boca sin con enfermos de peores enfermedades.
dientes, el cuerpo sin vigor, los sentidos sin discur
so, (8) las potencias aun no despiertas. Niño tuve el SÉNECA.
movimiento débil por la terneza; la fuerza, peligrosa por Tienen de U mala opinión los hombres.
la travesura ; el apetito, del alimento por lo insaciable ;
los humores, amotinados por el hervor ; el conoci 7. «Tienen de tí mala opinión los hombres. » E"1-
miento, confuso por la falta del juicio ; las operaciones, pero son malos. Inquietárume si de mí hablaran mi
ciegas por la falta de la experiencia; las inclinaciones, Marco Catón, si Lelioel sáhio, si otro Catón, si los*»
Enfermizas por la falta déla cordura; tuve obligación de Scipiones ; empero alabanza es no agradar á los mal*
purgarcon el sarampión y las viruelas el alimento que i No puede tener alguna autoridad la sentencia don»
me hizo el gasto en el vientre de mi madre, evacua condena el que habia de ser condenado. «Mal hablan
ción casi universal y que frecuente se hace por la fuer- de ti.» Inquietárame si el hacerlo forera juicio, rau
la de tal veneno con la vida. Mozo, el vigor del cuer es enfermedad. No hablan de mi, sino de sí. «Mala»1
po y el apetito natural, achacoso cou la cólera y con blan de tí. » No saben hablar bien. No hacen lo q»«
merezco, sino lo que acostumbran. La misma natura
leza tienen algunos perros que ladran por costumbre,'
(1) atcaniarla, (4: D. B. F. S.)
(i) tenerla (M.) no por ferocidad.
(3) cualquier (D. B. F. S^
[i: la mar 4. D. B. F. S.) (9) que estufe, estoy (S.)
(5) (6) ó yo («.) (10) de comer, (Id.)
(7) tiene i Jf. A. D. B.) (it) desngúrame (G. S.)
(8) y las potencias (S.) (li) boy, y el confesarlo (B. F. S.)
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 375
\ ras conocido.» Menos lo soy donde me arrojan. «Na-
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
i diese dolerá de tí.» No me harán novedad, saliendo
«Tienen de ti mala opinión los hombres.» Lo que (I) de donde salgo. «Trataránte como á forastero.» Ese
me importa es no sacarlos -verdaderos. «Tienen de ti consuelo llevo después que sé cómo se trata á los na
mala opinión los hombres.» ¿Qué importa, si son los turales. Cristo dijo que nadie es profeta en su patria;
que de nadie tienen buena opinión? Los buenos ,de con esto acreditó la que tienen por ajena.
nadie piensan mal. Los malos de nadie piensan bien.
Quien piensa de otro mal , muestra que él es malo, y SÉNECA.
que desea que sea malo el otro. Quien piensa de otro Padezco dolor.
mal, antes quiere hacer malo á quien no lo es, que
hacer bueno al malo. No hay cosa más fácil que pen 9. «Padezco dolor.» Si es pequeño, sufrámosle,'
sar mal de otro, ni más vil. «Tienen de ti mala opi que leve paciencia es. Si es grande , suframos, que no
nión los hombres.» La opinión no es verdad , y los es pequeña gloria. Saque el dolor clamores, como no
hombres se engañan. «Tienen de ti mala opinión los saque lo que debe estar secreto. No puede el hombre
hombres.» Hácenlo por no tener cosa buena. «Hablan ser igual al dolor, ni el dolor á la razón. «Dura cosa
mal de ti.» Si dicen verdad , no hablan mal ; si mien es el dolor.» Antes tú eres blando. «Pocos pueden
ten, hacen mal. «Hablan mal de tí.» No porque saben sufrir el dolor.» Seamos de los pocos. « Hemos nacido
que obro mal , sinoporque no saben hablar bien. «Ha flacos.» No quieras infamar la naturaleza; ella fuertes
blan mal de ti.» Si hiciera caso dellos , tuvieran razón; nos engendró. « Huyamos el dolor.» ¿Para qué, si el
pues pretenden , no que me enmiende, sino que me en dolor sigue á quien le huye?
furezca. «Hablan mal de ti.» El despreciarlos es fácil,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
el satisfacerlos imposible. «Hablan mal de ti.» Por
no (2) imitallos hablaré bien dellos. «Hablan mal de «Padezco dolor.» Con sufrirle me padecerá á mí el
ti.» Calidad es ser malquisto de los malos. Si no me dolor, a Padezco dolor.» El sabio le siente, el necio le
es dañosa su murmuración por desvanecerme con me padece. «Padezco dolor.» Si le opongo la naturaleza,
recerla, no lo será con afligirme. venceráme ; si la razón , venceréle. « Padezco dolor.»
No le padeceré, si como mi flaqueza está de su parte,
SÉNECA. está mi sufrimiento de la mia. Pues hay en mí quien
Serás desterrado. le asista á él, mengua será que falte en mí quien me
asista contra él. «Padezco dolor.» El milita contra los
8. «Serás desterrado.» Cuando haga todo mi poder, sentidos de mi cuerpo ; contra él militan las potencias
no podré salir de mi patria. Una es para todos ; fuera de mi alma. Si me vence , solamente me muestro cuer
della ninguno puede salir. «Serás desterrado.» No po ; si le venzo, me muestro hombre. Las quejas y la
mudo patria, sino lugar; á cualquiera tierra que llego, paciencia caben en un dolor , porque es fuerza ser hu
Tlego á mi tierra. Ninguna tierra es destierro; es em mano y es razón mostrarme racional, a Padezco do
pero otra patria. « No estarás en tu patria. » Patria lor. » Si le padezco como (4) Anaxarco (a) , bien le pa
es (3) en el lugar donde se está bien. Aquello por que dezco. Martillábale en una pila de piedra el cuerpo
se está bien, en el hombre está , no en el lugar ; y afir Nicocreonte tirano, y decia estas animosas palabras:
mo que está en su mismo poder la fortuna desto. Si es «Muele , muele el costal; que Anaxarco está más allá de
sabio, peregrina; si necio, padece destierro. «Serás donde llega tu martillo.» Quebrábanle los martillos los
desterrado.» Lo que dices es, que seré dado por ciu huesos, y parecía que los huesos eran los que ator
dadano á otra ciudad. mentaban á los martillos. «Padezco dolor.» La causa
por que le padeces te enseñará á (5) despreciarle con
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
sufrirle. Lo primero, considera que «l dejarte vencer
«Serás desterrado.» Esa comisión solamente la tie del , antes le aumenta que le remedia. Si por tu culpa
ne la muerte. «Serás desterrado.» Creo que hay quien le padeces, tolérale como satisfacción de tu culpa ; si
quiera desterrarme, y sé que no hay quien pueda. Pa le padeces sin ella , súfrele , por no culparte con no su
searme por mi patria puedo , mas no mudarme, a Se frirle. Los gentiles idólatras alcanzaron de la filosofía
rás desterrado.» Eso mandará la sentencia , mas no lo esfuerzo para saber padecer los dolores ; empero los
consentirá el mundo, que es patria de todos. «Saldrás mártires de Jesucristo nuestro Señor tuvieron gracia
desterrado.» Saldré sí, mas desterrado no. Puede el para gozarle en ellos, descansaren el fuego, (6) coro
tirano mudarme los pies, mas no la patria. Dejaré mi narse de los martirios. Cristiano, será afrenta no igua
casa por otra, y por otro lugar el mió; mas nunca larme á los idólatras ; será delito no imitar á los cris
podrán hacer que deje mi tierra. Saldré del lugar don tianos. «Padezco dolor.» Yo nací para padecer con el
de nací, mas no del lugar para donde nací. «Saldrás cuerpo ; empero nací para saber padecer con el alma:
desterrado.» Dejaré una parte de mi patria por otra. haga el dolor su oficio, que es afligirme; haga yo el mió,
■ No verás tus hijos ni tu mujer ni tus parientes.» que es vencerle.
Estando yo con ellos, me pudiera suceder. « Alejaránte
de tus amigos.» Iré donde pueda tener otros. «No se- (4) Anasagoras {Todoi los impreso*, y lo mimo después.)
U) Véase la nota (m del tomo i, página 37}.
(5) desprecialle (M.)
(1) mi» inporta (A. D. B. F. S.) (6) y coronarse (S.)
(i) imilarloa i/«\)
(3) el logar (5.)
378 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
i
SÉNECA.
largo para tragar, el cuerpo montuoso y desigual ;pj.
rece compuesto de diferentes brutos : así el avariento
Moléstame la pobreta. en sus costumbres. «Pobre soy.» Rico fué el avariento,
10. «Moléstame la pobreza.» Antes tú molestas S la y pidió desde el infierno una gota de agua al pobre
■pobreza. No está el mal en la pobreza, sino en el po- que estaba en el cielo , á quien negó una migaja en la
'bre; ella es desembarazada, esalegre, es segura. «Soy tierra. «Pobre soy.» San Pedro Crisólogo me dice lo
pobre.» No conoces que padeces la opinión que tie que he de hacer para ser rico. El aconseja que el ora
nes de la pobreza , y no la pobreza que tienes. « Eres suba á la patria (3) de la alma, que es el cielo; que la
pobre.» Porque te parece que lo eres. «Pobre' soy.» alma no baje á la patria del oro, que es la tierra.
Nada falta á las aves. Las bestias viven para un dia.
Para el alimento de las fieras es suficiente su soledad. SÉNECA.
«Recibió el otro mucho dinero.» Por el consiguiente No sojfpoderoso.
mucha soberbia.
II, «No soy poderoso.» Alégrate, que por eso no
DO» FRANCISCO DE QUEVEDO.
serás desapoderado. «Podrán injuriarme.» Alégrate,
«Moléstame la pobreza. » La pobreza no molesta pues no podrás injuriar. «Tiene otro mucho dinero*
sino al que no sabe con ella ser rico. Aquel es pobre, Juzgaste hombre, y es arca. ¿Quién invidió al era
á quien falta lo que tiene. Aquel es rico, á quien sobra rio? ¿quién á los talegos llenos? Este, á quien tie
lo que le falta. Epicuro dijo: Si quieres ser rico, no nes por señor del dinero, es bolsa. Mucho posee, es
añadas dinero, quita codicia. «Soy pobre.» De lo ne avariento ó pródigo. Si avaro, no lo tiene; siprófa,
cesario ninguno es pobre; de lo superfino ninguno es no lo tendrá. Este que tienes por bienaventurado, mu
rico. «Soy pobre.» Nadie lo puede tener todo, y cual chas veces se congoja, muchas suspira, a Muchos le
quiera lo puede despreciar, para tenerlo todo. Este acompañan.» Las moscas siguen la miel, los lobos los
puede, y aquel no. ¿Con qué razón llamas rico al que cadáveres, el trigo las hormigas. El robo sigue esta
no puede lo que quiere, y pobre al que puede lo que multitud , no el hombre.
quiere? «Estoy pobre.» Dijeras verdad si dijeras: Yo
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
me hago pobre, no porque no tengo mucho, sino por
que no me contento con poco. La naturaleza es hacien aNo soy poderoso.» (4) Si lo fueras contigo, lo foe-
da de todos. Ella es magnifica; no consiente pobres: ras. Quejaste de no ser poderoso con otros, jute
no hay gusano, pez, animal, ave ni planta que se que quejas de no serlo contigo. «No soy poileroso.i(¡««
je de que le dio corto patrimonio. Solo el hombre, pa no puede lo que no debe querer, ese es poderoso; f a
ra quien por voluntad de Dios produjo todas las cosas, puede lo que no debe querer, es desapoderado. *
la disfama, y dice que es pobre ; no porque le (1) falta soy poderoso.» Si quieres lo que no has menester, eres
lo que ha menester, sino poique no le sobra lo que (2) necio; si loque otros tienen, eres malo; si lo imposi
haga falta á los otros. Aquel es rico, por quien ninguno ble, eres loco. «No soy poderoso.» Si quieres lo qn*
es pobre. Aquel es pobre, por quien muchos son pobres. está en tu poder, luego serás poderoso; si loquea
«Soy pobre.» Si nadie te pudo llamar pobre cuando en el ajeno, nunca lo serás. «Podrán injuriarme.'
•nueve meses fuiste peso átu madre, porque sin cui En el sabio no cabe injuria; doctrina estoica es. Sen
dar tú de tí te dio naturaleza lo necesario para formar tí cabe , más eres necio que injuriado. «Tiene otro ma
te, ¿por qué te llamas pobre cuando para vivir no te cho dinero.» No dices bien , que el mucho dinero ti«B
niega nada? Si no quieres volverá tu principio, acér al otro. Si tiene el dinero, no le gasta ; si no le gasli,
cate á tu fin (pues te acercas á él ), y aprenderás á vivir no le goza; si le gasta, no le tiene. El dinero sea1'*
de cuando empezaste y de cuando acabes. « Soy po quiere con trabajo, se tiene con cuidado; se pierde y
bre. » ¿ Por qué? ¿ porque fortuna no te da lo que de se da y se deja con dolor. Destas calamidades tieiw
seas? Eso es querer la fortuna que seas rico, aunque muchas quien tiene mucho dinero. «Tiene otro nucí»
no quieras. Mas difícil es alcanzar de la fortuna que te dinero.» Si lo heredó de otro, otro lo heredará del; s
dé lo que pidieres, que alcanzar de tí propio que no la se lo dio alguno , alguno se lo puede quitar ; si lo ad
pidas. Puede ser que alcances que te dé lo que deseas, quirió, lo puede perder. «Tiene otro mucho dinero.»
mas nunca te dará hartura en lo que te diere. «Soy A tí (S) parece mucho, á él poco, pues desea afc
pobre.» De oro y de ladrones, de oro y de iuvidiosos, ¿Vés cómo la hacienda es pobreza, pues siempre w*
de oro y de aduladores ; no tengo hacienda ni miedo, ne con necesidad de más al que más tiene? Quien crea
no tengo hacienda ni desvelo. Más rico eres en no te con poco , no es mucho ; quien se llena con poco,
ner esto que en tener aquello. ¿Ves cómo lo que te es. Al avariento tanta falta le hace lo que tiene como
falta te hace rico con lo que te quita? Cristo, Dios y lo que no tiene. El pródigo él se hace falta á sí de lo
hombre, dijo que eran bienaventurados los pobres de uno y de lo otro. El pobre solo es rico si está contento
espíritu; y en el Evangelio, que era más fácil entrar con lo poco que tiene, y no está quejoso de lo mucho
el camello por el ojo de una aguja , que entrar un rico que otros tienen. El pobre no es invidiado, porque e;
en el reino del cielo. Tiene el camello la condición del pobre. El pobre no es invidioso, porque sabe ser pfr
rico, que es el animal que solamente se hinca de rodi bre. Dijo Juvenal que la pobreza hace á los pobres
llas á quien le carga. Tiene el talle del rico , el cuello ridículos. Dice la pobreza que la riqueza hace á te
(3) del alma (F. S.)
(1) falte (S.) (A) Si lo fueras; contigo (.1. D. B. F. S.>
[*) falta (M. A. D. B. F.) (S) te parece {A. B. B. F. S.)

L .
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 377
ricos lamentables. Machos acompañan al rico ; mu ta es delincuente, solo es dichoso el que le pierde, so
chos , es verdad , pero malos. Los que dices que le lo virtuoso el que le siembra en los pobres, siguiendo
acompañan, le acechan; son persecución , no acompa la agricultura de la limosna.
ñamiento. Acompáñanle porque es rico, es verdad,
mas es verdad que le acompañan para dejarle pobre. SÉNECA.
Dirás que si el ser pobre es bueno y santo y segu Perdí los ojos.
ro, que ¿porqué mandó Cristo á los ricos que diesen
su hacienda á los pobres, pues con ella dejarían de ser 43. «Perdí los ojos.» También la noche tiene sus
pobres? Respóndete que Jesucristo no mandó que les deleites. «Perdí los ojos.» ¡ A cuántos apetitos cegué el
diesen limosna para que dejasen de ser pobres, sino camino! ¡ De cuántas cosas carecerás, que por verlas
para que lo pudiesen ser. Quien da lo que le sobra al te debieras sacar los ojos! ¿No sabes que es la ceguera
que le falta, restituye, paga y no da; á sí se desemba parte de la inocencia? A este enseñan sus ojos el adul
raza, y al otro socorre. Por esto no has de afligirte de terio, al otro el incesto; á uno la casa que codicie, á
no ser poderoso. Pilatos se preció de poderoso contra otro la ciudad , y todos los males. De verdad ellos irri
Jesucristo diciendo : «¿No sabes que soy poderoso para tan los vicios y guian las maldades.
crucificarte y para librarte?» Pilatos condenó á Cristo,
DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
Cristo murió. Mira tú cuál juzgas por poderoso; que
de aquella casta es el poder que echas menos. «Perdí los ojos.» Perdí los que pierden á muchos.
Mal es el no ver, mas peor es el ver para mal. «Perdí
SÉNECA. los ojos.» Perdi un sentido, por donde suelen perderse
todas las potencias. «Perdí los ojos.» No digo bien;
Terdi el dinero.
perdiéronlos los apetitos desordenados, los afectos per
48. «Perdi el dinero.» Pudiera ser que el dinero niciosos. Cerré las puertas á la entrada de todos los
te perdiera á tí. « Perdí el dinero. » Pero Invístele. vicios. No £é por dónde voy, ni los delitos saben por
«Perdí el dinero.» Por eso tienes menos peligros. «Per- dónde venir á mí. No viendo , voy tentando; y si viera,
di el dinero.» ¡ Oh lú dichoso, si con él perdiste la ava fuera tentado. «Perdí los ojos.» Y tropiezo en lo que
ricia! Mas si ha quedado contigo, eres en cierta mane no veo; mas era peor, cuando via, caer en lo que mi
ra dichoso en haber faltado materia á tan gran mal. raba. « Perdí los ojos. » No es gran pérdida la que
«He perdido el dinero.» Y él á muchos. Ahora irás en substituye un palo, la que suple un perrillo, la que
el camino más desembarazado, y estarás en tu ca disimula un niño. «Perdi los ojos. » Hombres y muje
sa (1) más seguro. No le tienes, y no temes heredero. res ha habido que por su quietud se los han sacado. Si
Si lo entiendes , la naturaleza te descargó , y te puso no hubiera visto, sintiera no ver ; mas como sé que
en más seguro lugar. Llamaste daño, y es remedio. (2) son pasadizo de todos los pecados, me consuelo de ha
Lloras y gimes, llamaste desdichado porque has sido ber perdido la vista. «Perdí los ojos.» Y el distraimicn-
despojado de la hacienda: por tu culpa es tan triste | to del entendimiento, y el divertimiento de la contem
para (i esta pérdida. No la sintieras tanto, si le hubie plación, y el contagio de la voluntad. Quien conoce
ras tenido como cosa que se podia perder. «Perdí el los males que ocasionan , con tanto gusto los cierra pa
dinero.» Conviene á saber, el que para que tú le tu ra no ver como para dormir. Son de tanto desasosiego,
vieses, otro lo perdió antes. que solo descansa el hombre cuando los cierra. Mejor
los cierra quien los pierde que quien los cierra, pues
DON FIUNC1SCO DE QUEVEDO.
no podrá volverlos á abrir. «Perdí los ojos.» Poco an
«Perdí el dinero.» El descuido, que te le quila, es tes que los habia de perder. De la muerte es esta doc
remedio del daño que te hizo el cuidado que te le dio. trina. Hasta que el hombre pierde los ojos, (3) no em
•Perdí el dinero.» Si lo dices por alabarte, puedes; pieza á descansar. Tales son, que Jesucristo nuestro
si por quejarte, tan perdido como el dinero estás. Señor dijo «que si el ojo fuere malo, lo será todo el
«Perdi el dinero.» Si le deseas cobrar, él te ha perdi cuerpo»; y mandó «que si el ojo derecho me escan
do i tí ; si no, á tí y á él has ganado. Es perdido quien dalizare , no solo le saque , sino que le arroje fuera
siente haber perdido lo que habia de sentir haber ga de mí.» Estas palabras para quien tiene ojos son pre
nado. Perder uno lo que ha de dejar, es prevención, cepto ; para mí , que los perdí , consuelo.
y no pérdida. Si te le anegó el mar, más cuidado
tiene el mar de tu quietud que tú mismo. Si te le SÉNECA.
hurtó el ladrón, no te quejes de quien tu enfermedad
Perdí los hijos.
la quiere para sí. Este, médico es, no ladrón. «Perdi
el dinero.» Lo peligroso fué adquirirle ; lo malo, sentir 44. «Perdí los hijos. » Necio eres, pnes lloras los
el perderle. Más se han perdido por tenerle que por sucesos de los mortales. ¿Qué tiene esto de nuevo ni de
perderle. Peor cuenta da del juicio del hombre la admirable? ¡Cuín pocas casas hay sin este suceso ! Llo-
abundancia que la necesidad. Para que otro me quite I ras por infeliz el árbol que viviendo él se le cae la hoja,
lo que tengo , es menester que otro sea malo. Para te pues tus hijos son tu fruto. Ninguno está fuera del tiro
nerlo, es menester que muchas veces lo sea yo. Si que hiere. Sácanse mal logrados entierros de las casas
quien tiene el dinero es desdichado , y quien se le qui- plebeyas , y sácanse de las reales. ¿No es una propia or
den la del hado que la de la edad? No como cada uno
(1) seguro (JT. A. D. B. F.)
(2) j lloras j times. Llamaste (S.) (3) no le empieza '■!.)
378 OBMS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
viene, sale. ¿Qué tienes de que indignarte? ¿Qué te su-
DON FRANCISCO DE QCEVEDO.'
cede contra lo que esperabas? Mueren los que habían
de morir. « Empero deseaba yo que me siguieran.» Mas «Caí en (4) las manos de los ladrones.» En naciendo
ésto nadie te lo prometió. «Murieron mis hijos.» Te caíste en ellas, pues caiste en las manos del tiempo,
nían otro de quien ser más que de ti; de prestado es que es el mayor ladrón de todos, y el que á todos los
taban contigo. Diótelos la fortuna para que los criases; ladrones hurta lo que hurtaron. El tiempo te hartó k
recibiólos, no los quitó. vida que tenias, te hurta laque tienes, tehurUri
«Padecí borrasca.» No pienses en lo que perdiste, la que tuvieres. Poco dije en que fué tu ladran desde
sino en que escapaste. «Salí desnudo.» Empero salis que naciste; más antiguo ladrón es y más sutil; en el
te. (1) « Perdílo todo.» Mas pudiste perderte con todo. vientre de tu madre empezó á robarte á ti mismo
en los nueve meses ; él da la niñez y la hurta; él da
DON FRANCISCO DE QUEVEDO. la mocedad y la roba ; él da la vejez y la escala. Pre
«Perdi los hijos.» Si se habían de perder, fué ga tenderá por disculpa que hurta lo que da; por e*) es
nancia. «Perdí los hijos.» Quien dice que pierde lo peor ladrón, pues da solo para tener que hurtar. Tam
que debe cuando lo paga, niega lo que debe. «Perdí bién nos hurta el tiempo lo que no da, como la hacien
los hijos. » Más propios eran de quien te los prestó y da, la salud ; aquella nos dio el negocio, la solicitad»
los cobra, que de tí, que los pagas. Deudor eras, y pa el suceso; esta el temperamento, la región, ola lea-
dre te llamabas. Delante van los que vinieron después planza y abstinencia. «Caí en las manos de los latkt-
de ti; quien te los dio los lleva; á tí te toca no mirar nes.» ¿Por dónde irás, dónde estarás que nocaigass
cuánto vivieron , sino cómo vivieron (o). Quien te dio ellas? La mujer propia con su hermosura y su com¡*
los hijos los dio la vida ; como le agradeciste lo uno, le nía te hurta las fuerzas y la salud ; tus hijos la quíei*)
has de agradecer lo otro. « Perdí mis hijos.» Porque con el cuidado; los criados la paciencia con sus des
lo eran, ó los habías de perder, ó te habían de per cuidos. «Caí en las manos de los ladrones.» Si Uevabu
der ellos. Si te murieras , te quejaras de dejarlos des que te robasen, tú los hiciste ladrones; si no, ellos ca
amparados; si se mueren, te quejas de que te dejan yeron en tus manos. « Tengo grandes enemigos.» I»
solo; no quisieras morir ni que se murieran. Dirás remedios tienes : uno , despreciarlos con b««ildad,é
que vivieron poco; ¿de qué sabes si vivieran más, si padecerlos con virtud , ó desarmarlos con padená.
murieran peor? iuvenal dice que se pidad Dios ánimo De los grandes enemigos no te puedes guardar m
esforzado, que carezca del terror de la muerte ; que con la disimulación. No hay remedio contra lapss-
cuente entre las mercedes el último espacio de la vida. cucion délos poderosos, sino dar á enleoderp»
Teme que Dios castiga muchas veces á los hombres se entiende. Asi dice Tácito lo hizo Agripinacaí»
concediéndoles lo que desean. La muerte ejecuta los entendió era su hijo quien la mandaba matar. Si
plazos que dio el acreedor ; al que debe solo le toca enemigo poderoso agradecieres lo que le padeces,*!*
pagar. Alégrate de ver á tus hijos fuera de la obliga padecerá. «Tengo grandes enemigos.» No puede»
ción, (2) y disponte á salir de la tuya. «Dirás que eran grande quien persigue al menor. Aprovéchate de sa
mancebos, y tú viejo.» La muerte acaba los años, no enemistad, y te vengarás de él.
los cuenta; deja al que sale, y llévase al que viene. Tú,
que los engendraste, no les diste más vida, (3) ¿y te SÉNECA.

lamentas de lo que no les diste? Todos viven hasta la Perdí el amigo.


muerte; tus hijos vivieron lo que todos. «Dirás que
quedas sin heredero.» Yate dije que el tiempo te lo 16. «Perdí el amigo.» Luego cierto es cpie le invis
dará. Los hijos que perdiste cuando murieron, halla te. «Perdí el amigo.» Busca otro, y búscale donde 1»
rás cuando te mueras. Según esto, no digas que los puedas hallar; entre las arles liberales, entre lt< ho
pierdes, sino que los sigues. nestas, entre los oficios rectos ; búscale en los trabajo*
El amigo no se busca en la mesa; busca algooods
SÉNECA.
provecho. aPerdíel amigo.» Ten ánimo constantes
fué uno , ten vergüenza si fué único. La culpa üea«
Cal en manos de ladrones. de estar en tanta borrasca sobre una ancla.
15. « Caí en manos de ladrones.» Y otros en acosa DON FRANCISCO DE QCEVEDO.
dores, otros en salteadores, otros en embusteros. Llena
está la senda de asechanzas. No te quejes de haber caido «Perdi el amigo.» Si por tu culpa, arrojástele.»
en sus manos; alégrate de haber salido deltas. «Tengo le perdiste; si por la suya, no perdiste amigo. «M>
grandes enemigos.» Como buscas defensa contra las el amigo.» Si no tienes otro, á ü perdiste ; si le tienes,
fieras y contraías serpientes, búscala también contra ni á él le perdiste. «Perdí el amigo.» Si murió, coa
los enemigos, con que, ó los apartas ó los acalles, ó esa condición (5) le ganaste; no eslá perdido, si»
lo que mejor es, los reconcilies. «Tengo enemigos.» ausente. «Perdi el amigo.» No te ocupes tanto en ees»
Lo peor es que no tienes amigos. menos el perdido como en buscar otro que te le res
taure ; y por la propia razón que sientes que ■■!
te falte , has de buscar otro. Búscale, como te dice Sj-
(I) «Perdfstelo todo.» (C. If. A. D. B. F.) ueca, en los trabajos. Yo diré la causa por queseas.1
(«) Nació el pensamiento de este de Séneca, epístola 2i: ¡V«mo
fuám iene vivat, tea quantum , ewrat.
(8 y dispónete iJf.) (4) manos de ladronea.» (S. «fui»*» ItsáotteettfunP^
(5) i lamentas Cid.) (8) le negaste : UY. A. D. Jt.)-I* aceptaste : (f.)
DE LOS REMEDIOS DE CUALQUIER FORTUNA. 379
á los trabajos por seminario de buenos amigos ; Virgilio toda descubierta, traginada por el lugar, ve el pueblo
Marón lo dice mejor (autor es que mereció en la filoso igualmente como el marido ; con cuyos trastos no se
fía estoica ser citado de mi Séneca en boca de Dido) :___ vuelva angosta la casa. A esta fácilmente la reducirás
No ignorante ¿ tus costumbres , porque aun no la han (7) maleado
de miles , i los miseros aprendo las públicas, a Perdí buena mujer.» ¿No tienes ver
1 socorrer. güenza de llorar, y de llamar esta pérdida intolerable?
Todos aprenden de lo que padecen, á socorrer á los Solo esto falta saber , si lloras ó no. Cuando te conoces
que padecen. Queda con esto la doctrina de los traba marido, conócete hombre. «Perdí buena mujer.» Bue
jos con crédito, mas no con satisfacción. Quiératela na hermana no se puede recobrar, ni buena madre.'
canonizar con las palabras de san Pablo, ad Hcbraeos, La mujer es bien advenedizo. No se cuenta entre las
v. 8. ¿Quién, sino el Apóstol, (1) las supiera decir cosas que sola una vez suceden. Muchos te puedo nom
ni se atreviera á decirlas? (2) « Cristo, con ser Hijo de brar, (8) á quien, muerta una mujer buena, sucedió
Dios, aprendió la obediencia de lo que padeció.» Mira otra mejor.
enán calificado maestro son los trabajos. Y pues dellos
se aprende obediencia , que es lo necesario para saber DON PBASC1SC0 DE QCEVEDO.
ser amigo y tenerle, entre los que padecen se lia de «Perdí buena mujer.» Tu dicha fué merecerla, si
buscar. ; la hallaste; tu sabiduría, si la hiciste buena; y tu
SÉNECA. alabanza , si teniéndola buena, no la ocasionaste á de-
PerJi buena mujer. | jarlo de ser. «Perdi buena mujer.» Entre los aconte-
17. «Perdí buena mujer.» ¿Di si la hallaste buena, ó | cimientos del matrimonio, solo el de la pérdida de la
la hiciste? Si la hallaste, por eso mismo te es licito es i mujer no puede ser afrentoso, porque si la mujer es
perar que hallarás lo que hallaste., Si la hiciste buena, | mala, se gana con perderla; si es buena, con perderla
bien esperas : pereció la obra, vive el artífice. « Perdí ; se asegura de que no lo deje de ser. Dificilísimo es que
buena mujer.» ¿Qué alabas en ella? ¿La honestidad? I la mujer mala se haga buena , (9) con ser tan fácil quo
Huchas son las que la guardaron, y la perdieron. ¿El I la buena se haga mala. «Perdi buena mujer.» Por eso
decoro? Muchas empezaron á ser entre los oprobríos del te deja conocimiento de cómo ha deserta que has de
orden matrimonial, (3) de entre el ejemplo de las nom buscar. Si no te olvidas de la que pierdes, hallarás
bradas. ¿Deleitábate su fe? Muchas vemos de buenos otra que te acuerde delta siempre. Muchas mujeres
casamientos venir á malísimas, y de los diligentísimos, hay buenas; sí las sabes buscír, hallaráslas. Quien
¿ disolutas. De verdad el ánimo más resbaladizo de perdió una buena mujer y halló otra, se puede decir
todos los imperios es el mujeril. Si tuviste buena mu que muda de cuerpo, y no de mujer; que donde la
jer, no puedes afirmar que permanecería firme en el bondad es una, (tO) poco diferencian las personas. No
mismo propósito. Ninguna cosa (4) tan movediza co pierdes del todo la mujer buena, que con su memoria
mo la voluntad de la mujer, ni tan vaga. Sabemos los te enseña muerta (lt) á buscar otra semejante. «Perdi
repudios de los casamientos antiguos; y más feos que buena mujer.» Si fuiste causa de perderla, dices tu
el divorcio, las riñas de los mal avenidos. ¿A cuántos culpa; si no, dices tu desdicha. «Perdí buena mu
que amaron en la común mocedad dejaron en la ve jer.» Gran pérdida es ; y fuera (12) la mayor, si no so
jez? ¡Qué de veces hemos reído divorcios caducos! pudiera restaurar. Tuviste lo que todos desean, y lo
¡Qué de veces se ha mudado el amor público de mu que pocos alcanzan. Alégrate quo fuiste de los po
chos en más público aborrecimiento ! «Esta fué bue cos. Busca otra, que en buscar otra, más la estimas
na; y si viviera, lo fuera.» La muerte te hizo que lo que la ofendes. Pequeño bien es aquel que sin él so
puedas afirmar sin peligro. «Perdí la mujer.» Halla- puede pasar, ó buscar (13) otra como ella fué. Confie
rásla , si no buscas otra cooa sino que sea buena. Tú sas que no puedes vivir sin ella, ó sin otra que sea
no lias de mirar á las ejecutorias, á los abuelos ni al como ella. Si puedes con tu naturaleza, mejor es la
¿ote, á quien ya ha cedido la misma nobleza. Eslas continencia; si no, san Pablo dijo que es mejor casar
cosas no repugnarán muclio tiempo con la forma. Más se que arderse, (a)
fácilmente regirás el ánimo no hinchado con alguna Aquí en diez y siete capítulos acabó Lucio Aneo Sé
vanidad. No está muy ¡éjos del desprecio del marido neca su libro de los Consuelos á todas las desdichas,
la que se estima demasiado. Cásale con la bien (5) dirigido á Galion ; y don Francisco de Quevedo Ville
dotrínada, limpia de los vicios de su madre ; no con la gas sus adiciones en todos los capítulos. En Villauue-
que de entrambas orejas cuelga dos patrimonios; no va de los Infantes, á 12 de agosto de 1633.
con la que (6) ahogan las perlas; no con la que rompe
más en vestidos que tiene en el dote ; á la cual en silla (7) malvado [A. D. O.) -malbaratado (S.)
(8) a quienes (S.)
(91 por ser .G. if. A. D. B. F.)
(!) los a A. D. B. F.\ (lfl) poco diferencia (S.)
(Si Ckriitut , aun esset Films De¡ , dtdielt ex iil quae passus tst (11) buscar (il. A. D. B.)
tMienliam. (11) mayor (». B. F. S.)
(3) entre \Toioi lo» ejemplares ; Qu'im mnllae ínter probatas (13) otro (l/.t
maironalis ordinis, e»se eoeperant postea ínter exempla mutarom? (a) En este da punto la impresión de 1"S7. Qsevwo olvido)
díte Sínica.) traducir el parrando con qne el libro termina :
U bar lan movediza S.) llors, exilium, luelus, dolor, non sunl supplieia, sedlriiula »i-
(5) doctrinarla, y limpia S.) tendi . Ñeminem illaesum /ata traiismitlunl. Félix al, non qni «íü*
(6) anegan I» perlas; (C.) tidetur , sed qui sisi.

FIN DE IOS REUEDlüg DG CUALQUIER fOBTUiU.


NOVENTA EPÍSTOLAS DE SÉNECA,
TRADUCIDAS V ANOTADAS, (o)

FRAGMENTO.
EPÍSTOLA V. plata y oro. Procuremos seguir mejor vida que el vul
go, no contraria; de otra manera espantamos á los que
Que procures con pertinacia, dejándolo todo, sin pretendemos enmendar, y los despedimos. También
embarazarte en otra cosa , hacer lo mejor cada día, ocasionamos que no quieran imitar nada nuestro, mien
lo apruebo, y me alegro; y no solo te aconsejo que tras temen (I) que no se ha de imitar todo. Esto es lo pri
perseveres, sino te lo ruego. Empero te advierto que, mero que la filosofía promete: sentir comunmente, hu
no al modo deaquellos que no quieren aprovechar, si manidad y comercio; de la cual profesión separará la di
no parecer, hagas algo que en el hábito tuyo ú en similitud. Procuremosqueestas cosas por que queremos
el género de vida sea notable. El traje áspero y la gre ser admirados, no nos hagan ridículos y odiosos. Con
ña erizada, la barba con desaliño, y las enemistades viene saber que nuestro instituto es vivir conforme á
publicadas con la plata, y la cama por el suelo, y cual naturaleza. Es contra naturaleza atormentar el cuerpo
quier cosa que sigue la ambición por camino perver propio , aborrecer la limpieza fácil, apetecer el desaseo,
so, la debes evitar. Harto invidioso es el mismo nom y no solo usar de comidas viles, sino horribles y feís.
bre de la filosofía , aunque con modestia se trate. ¿Qué Como desear cosas delicadas es superfluidad, de la mis
será pues si empezamos á retirarnos del trato de los ma suerte huir las acostumbradas y baratas es locura.
hombres? Interiormente sea diferente todo; nuestro La filosofía busca la moderación, no la pena : puede
semblante con el pueblo convenga. La toga no sea res ser la templanza no afectada. Este modo me contenta.
plandeciente, ni sucia. No tengamos plata en que haya Témplese la vida entre las buenas costumbres y las
descendido la escultura del oro sólido ; mas no presu públicas, todos miren atentamente nuestra vida, pero
mamos que es seña de frugalidad haber carecido de conózcanla. ¿Qué pues? ¿Haremos lo mismo que los otros;
(«) loídito. rió el bueno del tipógrafo de extender por el mundo aquella obra,
Anterior al mes de diciembre de 1639. no valiéndose de tinta ni pluma de ave ó estilo de metal, sioo de
Asi retula Qcevepo este libro en el prólogo del Maree Bruto, cierta invención singular y artificiosa de imprimir ó caracterltar.
y dice que, embargado con los demás papeles suyos al tiempo de En 1494 volvieron á reproducirlas, por industria de Claudio Jam-
so ánima prisión, no le fué restituido. mar, las prensas de Paris, en 8.*; las de Leipsic tres años después;
Tarsla, en la Vida de nuestro gran repdblieo, guárdase de Ajar y las de Venecia en 1499, por Sebastian Manilio Romano.
el número de las epístolas, expresando solamente que fueron al- Tengo sobre mi mesa la traducción que , por orden de don Juan
paos las ocultadas y perdidas. el Segundo, mandó hacer el famoso historiador y poeta Fernán Pé
Afortunadamente (a mas de una de Plinio), once de Séneca tradu rez de Gnzman, señor de Batres, de las setenta y cinco primeras
cidas han llegado i mis manos ; y también cuatro del mismo don epístolas, trasladándolas de lengua toscana en lengua castellana,
Fíloscisco, imitando el estilo, reproduciendo pensamientos y má sobre la versión de Ricardo Pedro, ciudadano de Florencia. lié
ximas del filosofo cordobés, y acomodándose á su genio y gus aquí el frontis de este raro ejemplar : Las epístolas de Séneca con
to. Hiiolo en 1641 para disimular con tal nombre lo amargo de vna summa siquier introducios de philosophia moral en romanía
salir», quejas y censuras contra el gobierno de Felipe IV. con tabla ; impreso en Toledo por setiembre de 1510.
Estos fragmentos preciosos, que por vez primera boy ven la pú Hay también otra española traducción de algunas de las cartas,
blica lux, se hallan en el tomo u , folio 1 1I de las Obras mnnus- qne se debe á Juan Helio de Sande, publicada en Madrid por Al
criptas del caballero de Santiago, que juntó en 1724 el curioso pa fonso Martin, alio de 1612, con este rótulo : Doctrina moral de
pelista donjuán Isidro Fajardo (Biblioteca Nacional, M. 277). In tas epístolas que Lucio Aneo Séneca escribió á Lucilio.
titulan se alli : Epístolas de Séneca, traducida» por don francisco de Réstame decir que, sin sacar al pié todas las diferencias entre el
Qnetede y Villegas; y tienen la siguiente colocación : primero la 41 único manuscrito de que me he valido y mi testo, son muchas i
y su comento ; luego las 43, 32. 10, 44, 5, 31, 54, 110, 75, 39, causa de lo estragadlsimo de aquel. Pero tranquilícese el lector:
3, 29, 103, 116; y la de Plinio. por un cotejo escrupuloso del original latino y de la versión espa-
CUnto veinte y cinco son las cartas que se conservan de Séne fiola fijase la lección verdadera, despreciando las erratas indispu
ca i su intimo amigo Lucllio (el cual fué del Arden de los caba tables; y se llenan las pequeñas lagunas sin necesidad de llamar
lleros y tuvo el empleo de procurador del César en Sicilia); parle la atención sobre ello. ¿A qué, v. gr. en la primera epístola adver
correspondencia verdadera de ambos filósofos, parte escritas co tir la desatinada puntuación qne hace desesperar i un santo, ni
no dirigidas á Lucilio para completarla y poder hablar con más que á perecer se ha sustituido parecer; á teen — ú en ; a el suela
holgura y desenfado de los hombres y de las cosas. por la cama —la cama por el sucio ; á fragilidad — frugalidad? Mal
¿Será ocioso estampar aquí alguna noticia bibliográfica de las difícil era purificar el texto de las originales preciosísimas de Qui-
famosas ciento veinte y cinco epístolas de Séneca? Imprimiéronse veoo á imitación de Séneca, y pienso haberlo conseguido.
en París, años de 1470 y 1475, en 4.* ; y esta segunda vei también (1) lo qne han de imitar todo. (El «».)
ti Roma (en folio; por maestre Amoldo Pannartz, alemán. Se glo-
382 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
no habrá diferencia de nosotros á ellos? Mucha. Sé- alguna cosa. Y aunque cumplas los votos antiguos
pase que somos diferentes del vulgo, cuando más de á los dioses, empéñate en otros; pide buenamen
cerca nos meditare. Quien entrare en nuestra casa, te, buena salud del alma, después del cuerpo. ¿Por
antes -nos admire á nosotros que á nuestras alhajas : qué muchas veces no harás estos votos? Ruega í Dios
grande es aquel que usa del barro como de la plata, y osadamente, cuando no le pidieres algo de lo ajeno.
no es menor quien asi usa de la plata como del barro. Empero por inviar, como acostumbro, con alguna
De ánimo enfermo es no poder padecer las riquezas. joyuela mi carta ; es verdad lo que hallé en Aie-
Mas para comunicar contigo hasta el pequeño logro de uodoro : «Sabe que entonces estás libre de todas lis
hoy, hallé en nuestro Hecaton (o) que el fin de los de codicias, cuando llegares á tal perfección, que no pi
seos aprovecha aun para los remedios del temor: «De das ¿ Dios si no lo que en público puedas pedirle.)
jarás (dijo) de temer si dejares de esperar. » Dirás : Ahora pues,, ¡cuan grande es la ignorancia de los hom
¿Cómo estas cosas tan diversas son tan iguales? Asi es bres! entre dientes piden á Dios cosas, que si otro
mi Lucilio, y como se ven apartadas, están juntas. De la hombre aplica el oido, callan ; y lo que no quieren que
misma suerte que la cárcel junta al preso y á la guarda, sepa el hombre, dicen á Dios. Mira pues no paedi
así estas cosas, que son tan diferentes, se aunan igual mandársete esto saludablemente: vive asi con los hom
mente. El miedo sigue á la esperanza. Y no me espan bres como si Dios te viese; habla con Dios como sito
to que estas cosas anden así : entrambas son del ánimo oyesen los hombres.
que pende, (i) entrambas del que es solicito de lo fu-
turo. Pero reconózcase la mayor causa de ambas, en EPÍSTOLA XXXI.
que no nos acomodamos á lo presente, antes inviamos j
á lo más lejos nuestras imaginaciones. Por lo cual la I Reconozco ámi Lucilio, empieza á mostrarse como so
providencia, bien el mayor de la condición humana, prometió.
se ha vuelto en mal. Las fieras huyen los peligros que Prosigue aquel ímpetu del ánimo , con el cual pi
ven, en librándose tienen seguridad; nosotros con lo sando los bienes (2) populares, ibas á todos los me-
pasado y lo porvenir nos atormentamos. Muchos bie jores. No deseo que seas mayor ni mejor de lo jk
nes nuestros nos dañan. El tormento del temor la me destinabas. Tus cimientos ocuparon mucho siüo;oh
moria le vuelve, la providencíale anticipa. Nadie es tanto como empezaste, y trata aquellas cosas quena-
solo miserable con lo presente. giste en tu ánimo. Finalmente serás sabio si cernía
los oidos; para lo cual no basta la cera, es necesario
EPÍSTOLA X. más bien amasado betún que el que nos cuentan qa;
• usó L'lises. Era blanda aquella voz que se temia, mas do
Es así, no mudo el parecer. Huye los muchos, huye pública; empero esta que has de temer, no resuena de
los pocos, huye de uno. No tengo persona con quien un escollo, sino de todas las partes de la tierra. Deja
desee te comuniques; y mira adonde va mi juicio: ¡ atrás, no un lugar con las asechanzas de los deleites
atrévome á fiarte á ti mismo. Crates (así lo dicen), sien- !i sospechoso, sino todas las ciudades: muéstrate sordo
do oyente deste mismo Stilpon, de quien hablé en la á los que más amas. Con buena intención te desea»
primera epístola, como viese un mancebo que á solas mal ; y si quieres ser dichoso, ruega á Dios que noto
se paseaba, preguntóle: «¿Qué haces aquí solo?» Res- acontezca algo de lo que se desea. No son bienes los
pondió : «Hablo conmigo.» Díjole Crates : «Ruégote que que estos te encaminan ; solo un bien hay, que es cao-
te guardes , y con diligencia atiendas no hables con al sa y firmamento de la vida bienaventurada; fiarse a1 si,
gún hombre malo.» Acostumbramos guardar al que llo Esto no puede alcanzarse sino es habiendo despreciado
ra y al que teme, porque no use mal de la soledad ; no el trabajo, y teniéndole en el número de aquellas co
se debe dejará sí mismo alguno de los imprudentes. sas que ni son buenas ni malas. No puede serqueura
Entonces solicitan los malos consejos, entonces maqui cosa sea ahora buena y ahora mala ; ahora blanda, J
nan los futuros peligros, ú para otros ú para ellos mis que puede sufrirse, ahora horrible. El trabajo no es
mos; entonces ordenan los malos apetitos, entonces bien. ¿Qué pues es bueno? El desprecio del trabajo.
vierte el ánimo cualquiera cosa que el miedo ó la ver Por lo cual en vano culparé é los fatigados; cuanlortó
güenza detenia ; entonces afila el atrevimiento, irrita afanaren y menos permitieren ser vencidos y que les
la concupiscencia, instiga la ira. Finalmente , aquella permitan tomar aliento, los admiraré aclamániioloi
comodidad que la soledad tiene solamente (de anadie Levántale otro tanto mejor y respira; y si puedes, so
fiar algo, no temer juez), perece en el necio; él mismo brepuja esta cumbre de una vez. El trabajo alamenU
se delata. Mira pues lo que de tí espero, antes lo que á los ánimosgenerosos. No hay cosa que debas escoger
mí me prometo. La esperanza del bien incierto no es del voto antiguo de tus padres, ni querer que te su
más de nombre. No hallo con quién más quiera que es ceda, ni que puedas desear; y á quien por las mayor»
tés que coutigo. Acuerdóme con cuan grandeánimo has cosas esvarón perfecto, torpe cosa es aun ahora fu
pronunciado algunas palabras, cuan llenas de valentía. gará los dioses. ¿Qué necesidad tienes de ruegos? Bar
Luego me di las gracias, y dije : Esto no procede de la te tú mismo dichoso. Conseguiráslo si entendieres qoo
extremidad de los labios; estas voces fundamento son bienes aquellos con que la virtud está mezclara,
tienen ; este hombre no es uno de los del pueblo, y males los que acompaña la malicia. De la suerte qo
mira la salud. Habla asi , asi vive ; mira uo te abata sin la luz nada es resplandeciente; nada obscuro, s»
lo que anochecen las tinieblas ó participó a'6l> de
(a) Estoico, discípulo de Paséelo, natural de Rodas,
(i) porque no noi acomodamos I lo presente, [El m. Be tupli-
do la imiu.) (t¡ temporales, ibas(,£ím».)
epístolas de séneca traducidas. 383
sombra; y de h misma manera que sin intervención del | aquellos á quien pregunto en qué te ocupas, me res
fuego nada es cálido, nada sin aire frió;—asi hace lo ponden que no lo saben. Es saludable no conversar con
honesto y lo torpe la compañía de la virtud y de la los desemejantes y que codician diferentes cosas. Ten
maldad. go confianza que no te podrán torcer, y que persevera
¿Qué es pues el bien? La ciencia de las cosas. ¿Qué rás en tu propósito aun cuando te cerque multitud
es el mal? La ignorancia dellas. El que es artiüce solícita. ¿Qué pues? No temo que te muden, temo que
prudente conocerá el tiempo en que ha de elegirlas te impidan. Mucho daña el que detiene; principalmen
ó apartarlas ; empero no teme lo que aparta ni admira te en vida tan breve ; la cual hacemos con la incons
lo que escoge, si ya tiene grande é invencible ánimo. tancia más corta, haciendo que cada dia tenga otro
No te permito el sujetarte y el abatirte. Poco es no principio. Desmenuzárnosla en partículas, y despe
rehusar el trabnjo , pídele. Dirás pues : ¿Cuál es el tra dazárnosla. Date pues, carísimo Lucilio, prisa; y con
bajo frivolo y sin fruto? Aquel que las causas frivolas sidera si el enemigo viniera á tus espaldas, cuan veloz
ocasiona. No es malo no más que aquel que se emplea te adelantaras, si un caballo ligero sospecharas que
en las cosas hermosas ; porque del ánimo es la misma venia en tu alcance borrando tus pisadas. Esto suce
tolerancia, que se exhorta á lo duro y áspero y dice: de, vante á los alcances; aguija á librarte. Ponte en
¿Por qué cesas? No es de varón fuerte temer el sudor. salvo, y desde allí considera cuan hermosa cosa es
Llegúese á esto y á aquello, para que (I) la virtud sea acabarla vida antes de la muerte, después aguardar
perfecta, y la mmlitla y compás de la vida igualmente se 1 seguro la demás parte que resta de tu tiempo, puesto
concuerden en todo ; lo cual no puede ser si no concur ! en la posesión de la vida bienaventurada, la cual no
ren ciencia y arte, por las cuales se conozcan las cosas i crece la bienaventuranza haciéndose más larga. ¡ Oh,
humanas y divinas. Estees el sumo bien, que si le ocupas > cuándo verás aquel tiempo en que sabrás que el tiem-
empiezas á ser compañero de los dioses, no siervo. > po note pertenece, con el cual tendrás tranquilidad
Preguntas ¿cómo se llega á esto? No por el monte I y gozo, sin hacer caso del dia venidero, y estarás en
Peoino ó Gravo, ni por los desiertos de Candavia, ni has i suma hartura de ti mismo! ¿Quieres saber qué hace
de pasar las Sirtes, ni Scila ó Caribdis, todos los cuales ! á los hombres ansiosos de lo futuro? Nadie está con-
peligros atravesaste llevado del precio de un oOzuelo. 1 tentó consigo. Otras cosas desearon tus padres para
Camino es seguro y agradable al que la naturaleza te tí ; empero yo, al revés , deseo para tí el desprecio
llamó. Dióte lo que si no lo desamparares, te levanta- de todo lo que ellos te desearon. Sus votos despojabati
ras igual á Dios. (2) Igual á Dios no te hará el dinero: muchos para hacerte rico : cualquier cosa que ú tí ha
Dios ninguno tiene. Ni el vestido magnífico : Dios está de añadirse, se quita á alguno. Yo te deseo poder en
desnudo. No la fama ni tu propia ostentación, ni der tí mismo, para que la alma combatida de vagas imagi
ramada por los pueblos la noticia de tu nombre : ningu naciones las resista y tenga certidumbre , y se agrade
no conoció á Dios; muchos piensan mal del , y sin cas así; y entendidos ios verdaderos bienes, pues jun
tigo. No la multitud de los criados, que llevan tu litera tamente se extienden y poseen , no necesite de añadir
por las calles de la ciudad y por los caminos : aquel edad. Aquel finalmente está de la otra parte de las
Dios grande y poderosísimo , él mismo lo lleva todo. Ni violencias, y jubilado y libre, que vive acabada la
la hermosura ni las fuerzas te pueden hacer bienaven vida.
turado; ninguna cosa destas deja de padecer vejez. liase EPÍSTOLA XLI.
de buscar lo que cada dia no se haga peor, lo que no
pueda ser ofendido. ¿Qué es esto? El ánimo ; mas este, Haces cosa buena y para tí saludable, si, como escri
recto, bueno y grande. ¿Qué otra cosa dirás que es este bes, perseverasen ir á la buena mente; la cual es ne
sino Dios, que es güésped en cuerpo humano? Este cedad desearla , pudiendo alcanzarla de tí. No se han
puede habitaren un caballero romano, en un libertino, de levantar las manos al cielo, ni rogar al sacristán para
en un esclavo. ¿Qué es caballero romano, esclavo ó li que, introduciéndonos hasta las orejas de los simula
bertino? Nombres que nacieron de la ambición ú de la cros, podamos ser oídos mejor. Dios está cerca de tí,
injuria. ¿Puede subirse al cielo desde un rincón? Le contigo está, está dentro. Así lo juzgo, Lucilio: sagrado
vántate ahora y «fíngete que tú también eres digno de espíritu habita dentro de nosotros, observador y guar
Dios». Fingirlo has, no con oro, no con plata; no se da de nuestros males y bienes; este así nos trata como
puede con estos materiales hacer imagen semejante á le tratamos nosotros. No hay varón bueno sin Dios.
Dios. Considera que cuando fué propicio era de barro. ¿Por ventura puede alguno sobre la fortuna, si él no le
favorece, levantarse? El da consejos magníficos y rectos.
EPÍSTOLA XXXII. En cualquiera de los hombres buenos habita Dios; cuál
Dios no se sabe. Cuando con ancianos árbores, cuya
Contra ti inquiero, y pregunto i todos los que vie altura excediese con exceso la ordinaria, te ocurre un
nen desa región, qué haces, y dónde y con quién ha bosque frecuentado, y que con la densidad de ramas
bitas. No puedes engañarme (3) : estoy contigo. Así entretejidas esconde á tu vista el cielo,—aquella gran
vive como el que hace lo que he de oír ; más, como deza de la selva, lo arcano del lugar, y la admiración
el que lo ve. Preguntarás de las cosas que de tí oigo, de la sombra tan densa y tan continua en descubierto,
cuál me deleita más. Que no oigo nada ; porque todos alguna deidad testifica á tus ojos. Y si alguna sima coa
peñascos ya casi roídos de la edad suspende en su con
(1) la vida sea perfecta, j su medida y compás igualmente cavidad un monte, moverá tu ánimo con sospecha de
(8) El dinero : Dios (M.) ""'' religión . Veneramos las cabezas do las grandes riberas;
(3) Pree untar*» de las estas [El tu. Falta h iemtti.) el súbito nacimiento do grande rio, por parto ignora
38Í OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
da, tiene aras. Reveréncianse las fuentes de agua ca- | tenia, pues en esta epístola reprehende á Séneca, no
tiente, y lo opaco y lo profundo consagró algunos lagos. • tanto como cristiano al gentil , cuanto como francés
Si vesun liombreintrépidoen los peligros, entre losape- vivo al español muerto, sobre aquellas palabras: Quam
titos intacto, entre las adversidades dichoso, en medio stultum est optare ( bonam mentem), cum possii i te
délas terapestadessereno, que mira desde lugarsuperior impetrare. Dice : Impietatis et stultitiae plena haec
á los nombres, de iguala los dioses, ¿no te moverá á ve sententia Stoicorum fuit. Y tratando del grande Hora*
nerarle? ¿No dirás : Cosa es esta mayor y más alta de lo ció : Uac slultitia imbutus Horatius, itacecinü:
que puede caber en este c n er pozuelo, y presumirse del?
¡late satis estofare Joven, quidonatet aufert:
Fuerza divina bajó á este, ánimo excelente y moderado, Del vitam, del oyes: aequum mi animum ipse paraba!
que con desprecio pasa por todo, quejse rie de lo que
tememos y deseamos; poderío celestial le gobierna ; no Y introduciéndose en expurgatorio, añade : Immó
puede cosa tan grande mantenerse sin asistencia sobe vero, nugalur, iste aequus animus vel máximum Da
rana. Por lo cual con la mayor parte suya está allá de donum est : ñeque obtingere tibí, nisi divino beneficio
donde vino. No de otra suerte que los rayos del sol potest. Despropositada devergüenza fué llamará Ho
tocan la tierra, sin desclavarse de donde son enviados; racio burlador.
así el ánimo sagrado y grande enviado á estos vasos frá Dice Séneca á Lucilio que de sí mismo puede al
giles, para que de más cerca conociésemos lo divino, canzar la buenamente, mas no dice que sin el favor
conversa con nosotros, mas no se aparta de su origen: divino, antes dice repetidamente que con él. Suyas
de allí pende, allí mira y se afirma; en nuestras co son estas palabras : «No hay varón buenosin Dios; ¿por
sas interviene como mejor. Pues ¿quién es este? Ani ventura puede alguno sobre la fortuna, si él no le
mo, que en ningún bien se funda, sino en el propio. favorece , levantarse? El da los consejos magnifleos y
¡Qué cosa más necia que alabar en el hombre lo ajeno! rectos ; en cualquiera de los hombres buenos habita
¡Quién más loco que quien admira cosas que breve Dios.» No solólo dijo, sino consecutivamente á las
mente pueden transiente áolro! No hace mejor al palabras que Mureto condena. ¿Cuál cristiano negará
caballo el freno de oro. Otro es el león que con greña que el hombre, con el libre albedrío , no tiene mucha
dorada se rinde, mientras se deja manosear, y es forzado mano en perderse ó ganarse; pues si no, ni mereciera
con fatiga á recibir con paciencia los adornos; y en castigo ó premio? No conocieron los estoicos estos tér
todo diferente del inculto con espíritu entero. Este minos, gracia ni auxilios; empero no ignoraron ow
con el ímpetu formidable, como quiso la naturaleza que todo el bien dependía de Dios : favor y ayuda;»*-
fuese, hermoso de puro fiero, de quien lo horrible es tentamiento llamaron esto. Esta epístola lo dice mío;
decoro, que sin temor no puede mirarse, es preferido y de todo se desentiende Mureto. Epicteto fué está».
al lánguido y enjoyado. Nadie se ha de gloriar sino de y no incurre en esta acusación; ni Horacio, como en
sus cosas propias. Alabamos la vid si carga con el fruto muchos lugares suyos se ve, tropezó en los Tersos
los sarmientos, si las estacas con que la sustentan, con referidos en excluir á Dios : trató solo de la parte
el peso de los racimos que produjo las derriba en tier que para esto está en mano del hombre. Oigamos con
ra. ¿Acaso preferirá alguno á esta vid, una que admiración á Juvenal, sátira x:
tenga las uvas de oro, con hojas de oro cubiertas? En Nil ergo optalunt nomina? Si consilium vis,
la vid la fertilidad es su propia virtud ; de la misma Permitles ipsis expenderé tiumhibus , quid
manera en el hombre ha de alabarse lo que es suyo. Conveniat nobis, rebusque sit utile nostris.
Tiene hermosa familia y casa magnifica, mucho siem Nam projucundis optissima quaeque dabuni Dii,
Carior est Mis nomo, quim sibi. Nos animonm
bra, mucho adquiere; nada desto es en el mismo, sino impulsa el coecd magníqae cupidine ducti,
cerca del. Alábale lo que ninguno puede quitarle ni Conjungium petimus , partumqae uioris : al illis
darle, lo que es propio del hombre. Preguntas ¿qué Kotum , qui pueri , qualisque futura sil tutor.
es? Animo; y en el ánimo, la razón perfecta. Animal ra Orandumest, ut sit meas san» i* eorpore sane.
cional es el hombre ; consumará su bien si cumple Fortem posee animum , et mortis ferrare carente*
aquello para que nació. ¿Qué es pues lo que esta ra Qui spntium vitae ezlrcmum Ínter muñera pona!
zón le pide? Cosa facilísima: vivir según su naturaleza; fíalurae , qui ferré queat quoscumque labores;
Nesciat irasci, cupial nihil.—
mas esto hace difícil la común locura. El uno al otro
nos rempujamos en los vicios. ¿Cómo pues serán res Dice que se ln de pedir á Dios la buena mente f
tituidos á la salud los que nadie detiene y el pueblo im el ánimo fuerte, que ni tema la muerte, ni se enoje, m
pele? codicie cosa alguna.
Ningún otro gentil dijo que no pidiésemos á Dios
NOTA. señalándole los bienes, sino que nos remitamos asa
Exclama el doctísimo Justo Lipsio en el argumento voluntad; que él solo sabe dar lo que conviene, y qu«
desta epístola : O pukhram , altamque epistolam ! él por lo que apetecemos nos da lo provechoso; q¡'e
Leia sin pasión , juzgaba sin envidia, no se conocía en ama Dios más al hombre que el hombre á si mismo-
sus comentos su patria, lo francés no pasa del naci Gran ventaja hacen á todos los filósofos y poetas los
miento á la pluma. ¡O mi Lipsio, grande honra de Fran- j que dellos fueron en el tiempo de las persecuciones^
cia ! tanto como España debe á Córdoba porque le dio i los mártires cristianos ; viéronlos despreciar la vida,
á Séneca, te debe España porque se le resucitas y se , triunfaren la muerte, predicar el Evangelio; pudie
le defiendes. ron oir á los apóstoles, y por esto excedieron en la
No así, no, Marco Antonio Mureto, hombre (no se ! doctrina á los demás. Son ejemplo Séneca, Epicteto,
lo negamos) erudito, disimula lo enemigo, antes lo os- I Juvenal y Persio, que entre las cosas que se liabian de
EPÍSTOLAS DE SÉNECA TRADUCIDAS. 383
pedir á Dios, dice en la sátira n, empezando el octavo go y salir á la mayor felicidad de todas ? Si alguna
verso : Mens bona ; que es la mesma cláusula que en otra cosa hay buena en la filosofía, esto es, que no
esta epístola acusó Murcio á Séneca, á Horacio y á mira á los blasones. Todos, si al primer origen se mi
los estoicos; siendo asi que en toda la epístola repe ra, descienden de Dios. Eres caballero romano, en
tidamente dice Séneca que pende de Dios , que viene esta dignidad te colocó tu industria; mas de verdad
del, que ella mantiene. ¡Qué no dijo en aquellas pala para muchos se cierran los catorce asientos. No á to
bras : « No puede cosa tan grande mantenerse sin dos admite la curia : los ejércitos fastidiosamente es
asistencia soberana»! No hago á Séneca teólogo cris cogen los quereciben, para el peligro y el trabajo. La
tiano ; rescatóle de filósofo necio y de la calumnia de mente buena á todos está patente ; para esto todos so
Mureto. mos nobles. Ni despide á alguno la filosofía ni le es
Que está Dios en el varón cuya mente es buena, me coge , para todos resplandece. Sócrates no fué caba
jor lo dijo Lucano en el libro íx de su Farsalia, en llero, Cleántes fué aguador y regó un huertecillo con
aquellas animosas palabras de Catón ; lo primero lla sus manos ; la filosofía hizo noble á Platón , no le re
mándole lleno de Dios, á quien traía en su mente cibió noble. ¿Qué te obliga á desconfiar de poderte
callada: igualar con estos? Todos estos son tus antepasados,
Ule Tico platas , tacita qutm mente gerehat. si vives digno de que lo sean¿ Y seráslo si luego te
persuades que nadie te excede en nobleza. Igual es el
Lo segundo, y con más alta y artificiosa ponderación : número de los que á todos nos preceden : no hay al
Estne Dei sedes, nisi Ierra , et pontos, et aer, guno cuyo origen no esté más allá de la memoria se
Etcoeltun, et tirtusf pultado. Afirma Platón que «ningún rey deja de ser
Donde creciéndola oración, juzga más digno asiento descendiente de esclavos, y ningún esclavo de reyes».
de Dios á la virtud que al cielo. Larga variedad mezcló todo esto, y la fortuna barajó
En la epístolas, que el mismo Mureto anotó, dice, lo supremo con lo ínfimo. ¿Quién es generoso? el bien
tratando de lo que se ha de pedir á Dios : ñorja bonam compuesto de naturaleza para la virtud. Esto solo ha
mentem , bonam valetudinem animi, debute corporis. de mirarse; empero si a la antigüedad te vuelves,
De que se prueba que la acusación en Mureto no fué ■ ninguno hay que no descienda de aquella parte; nin-
falta de memoria, sino de voluntad. ¡ guno solo á quien no preceda la nada. Desde el primero
j nacimiento del mundo hasta hoy, nos ha traído alter
EPÍSTOLA XLIII. nativamente el orden de la sucesión por lo esclare
cido y lo vil. No hace ¡noble el camarín (a) cubierto con
¿Preguntas que cómo llegó esto á mi clara noticia? retratos ahumados de ilustres progenitores. Nadie vi
¿quién me dijo que pensabas lo que á nadie dijiste? vió para nuestra gloria, y lo que antes de nosotros
Aquel que de todo sabe mucho, el rumor. Dirás : ¿Tan fué no es nuestro. El ánimo hace noble al que de
grande cosa soy, que puedo causar rumor? No es razón cualquiera estado puede levantarse sobre la fortuna.
que mirando al puesto que ocupas te midas; mira á este Imagina pues que no eres caballero romano, sino li
en que vifes. El que entre las vecindades es mayor, bertino; puedes conseguir esto, que solo seas libre
grande es donde sobrepuja á los otros. Porque la gran éntrelos caballeros. Dirás. ¿De qué manera? Si para
deza no tiene cierta medida, la comparación ó la le diferenciarlo malo de lo bueno, no tuvieres al pue
vanta ú deprime. La nave que es grande en el rio, es blo por autor. No ha de mirarse de dónde vienen,
pequeña en el mar; eltimon que es grande en un navio, sino dónde van. Si hay algo que pueda hacer la vida
en otro es pequeño. Tú ahora en la provincia, aunque bienaventurada, aquello por si mismo es bueno, por
te desprecies átí mismo, grande eres: pregúntase y que no puede depravarse con el mal. ¿Qué es pues
sábese qué haces , cómo cenas y duermes ; por esto en lo que se yerra? En que, como todos desean la
has de vivir con más cuidado. Júzgate entonces dicho vida bienaventurada, por ella tienen sus instrumen
so, cuando puedas vivir en público, cuando tus pare tos, y mientras la buscan, la huyen; porque como la
des te alberguen y no te escondan : no afectamos las suma de la vida bienaventurada sea la seguridad só
clausuras y encerramientos para vivir más enmenda lida y la incontrastable confianza dolía , juntan las
dos, sino para pecar más ocultos. Yo me declararé causas de la solicitud, y por el insidioso camino de
para que entiendas nuestras costumbres. Apenas ha la vida, no solo llevan la carga, sino la arrastran. Y
llarás alguno que pueda vivir abierta la puerta ; los por esto siempre se apartan lejos del efecto que bus
porteros no los opuso la soberbia , sino la conciencia : can, (I) y cuanto mayor fatiga emplean, tanto mas se
de tal manera vivimos, que ser vistos de repente es embarazan y vuelven atrás; lo que acontece á los que
ser presos. ¿De qué aprovecha esconderse y evitar los aguijan en el laberinto , que la propia velocidad los
ojos y las orejas de los hombres? La buena conciencia enreda.
llama el concurso, la mala en la soledad está acongo
jada y solícita. Si es honesto lo que haces, todos lose- EPÍSTOLA L1V.
pan; si torpe, ¿de qué sirve que no lo sepa alguno, si Larga prevención desea mi poca salud : embistióme
tú lo sabes? ¡O miserable, si desprecias este testigo! de repente. ¿Con qué accidente y cuál enfermedad? me
EPÍSTOLA XL1V. preguntarás, y con razón, pues no hay alguna que ig
nore. Empero á una nací casi destinado, la cual no
¿Otra vez te me haces pequeñuelo y dices que pri
meramente se te mostró maligna la naturaleza, des (a) Atrinm.
pués la fortuna; esto cuando puedes eximirte del mi - [\> J vuelven itras; (Elms. Lo demás falta.)

Q-u. 23
386 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sé por qué la ha dé nombrar con tu palabra griega : desprecia, sin duda le pisa, mas pasa. Nadie ofende per
.A^sfyia ú O'pOóitvotav, pues harto propiamente se tinazmente ni con cuidado al que desprecia; hasta en el
puede decir suspiro. Es ímpetu breve, y semejante á la escuadrón no se repara en el caído, pelease con el cons
tempestad, acaba en una hora. ¿Quién suspira más tiem tante. Evitarás la esperanza de los malos, si no tuvieres
po. Todas las incomodidades del cuerpo ó peligros han cosa que despierte la cobdicia ajena y delincuente, si
pasado por mí, ninguno me parece tan molesto. ¿Por no posees algo insigne; porque se codician las cosas
qué? Lo demás, sea lo que fuere, es estar enfermo; esto señaladas, aunque sean poco conocidas. Así también
espirar. Por esto los médicos llaman á esta dolencia huirás la invidia si excusase! registro de los ojos, si
meditación de la muerte. Hará alguna vez aquel suspiro no alabares tus prendas, si supieres cerrar en tu seno
lo que muchas ha intentado. ¿Juzgarás te escribo esto tu gozo. Desta manera evitarás el odio por ofensa , no
alegre porque guarecí? Si con este (in, como en segura ofendiendo á alguno sin causa: desto te defenderá el
salud, ine deleito, tan ridiculo soy como aquel que sentido común ; esto fué peligroso á muchos. Muchos
porque dilató el día señalado al pleito piensa que ven tuvieron enemistad sin enemigo. Daráte el no ser te
ció. Mas yo en la misma falta de respiración no dejé de mido y la mediocridad de la fortuna y la blandura del
quietarme con imaginaciones alegres y fuertes. ¿Qué ingenio, luego que supieren los hombres eres persona
pues es esto ? ¿tantas veces me experimenta la muerte? á quien pueden ofender sin peligro. Tu reconciliación
Prosiga, que yo la experimento muchos días. ¿Dirás que será fácil y cierta. Ser temido, tan molesta cosa es en
cuándo? Antes que naciera. La muerte es no ser, y eso casa como fuera, tanto de los esclavos como de los li
fué antes, empero ya sé cuál es; después de mí se sigue bres. Para ofender todos tienen bastantes faenas.
lo que fué antes de mí. Si en esto hubiera algo de tor Añade que teme el que es temido ; nadie pudo ser te
mento, era forzoso lo hubiera habido antes que na mido con seguridad. Resta el desprecio, cuya como
ciésemos á esta luz, y de verdad entonces ninguna didad tiene quien le llegó á sí, el que es despreciado
molestia sentimos. ¿No dirás que es necísimo el que porque lo quiso ser, no porque mereció serlo. Lasioco-
pensase que á la lucerna le va peor después de muerta modidades deste apartan los buenos estudios, y las
que antes de ser encendida ? Nosotros así nos encende amistades de aquellos que pueden con algún poderoso;
mos y nos apagamos ; padecemos algo en el interme á los cuales conviene aplicarse, no (1) ligarse dema
dio. A entrambas cosas asiste alta seguridad. En esto siado, porque no sea más costoso el remedio que el pe
pues, mi Lucilio, si no me engaño, erramos ; juzgamos ligro. Nada aprovechará tanto como la quietud, y ta
que la muerte nos sigue, cuando ha precedido y nos blar con los otros muy poco, mucho consigo. Tttñt
viene siguiendo. Todo lo que fué antes de nosotros es cierta dulzura la conversación resbaladiza y haliaifl».
muerte. ¿Qué diferencia hallas entre no empezar y te que rebosa los secretos, no de otra manera quetliaw
ner fin? El efecto de entrambas cosas es no ser. Con y la embriaguez. Nadie callará lo que oyere, nadie ti
estas y otras exhortaciones mudas (porque no había lu biará cuanto oyere. Quien no callare la cosa, no calUi
gar para las palabras) no dejó de hablarme; después el autor. Tiene cada uno amigo á quien fia tanto coma
poco á poco aquel suspiro , que ya había empezado á le fian á él, para guardar su locuacidad y contentar
ser anhélito, hizo mayores intervalos; retardóse y se con los oídos de uno, (2) hasta saciar el pueblo : a¿i
fuese disminuyendo. Ni aun ahora, aunque cesa, se lo que fué secreto es rumor.
deriva de la naturaleza el espíritu: siento algún impe Grande porción es de la seguridad no hacer cosí
dimento y tardanza ; sea de la manera queqnisiere, en mala. Viven confusa y asustadamente los desapodera
tanto que no suspirare del ánimo. Esto puedo asegu dos; tanto temen como ofenden, y no descansan algo»
rarte de mí, que no temeré en lo último; estoy prepa instante; tiemblan luego que obran mal, no les deja
rado, nada pienso del dia. hacer otra cosa la- conciencia, y les obliga á que la oi
Admira y alaba á aquel que no rehusa la muerte gan : penas padece quien las aguarda, porque quien
cuando le es útil la vida. ¿ Qué valor es salir cuando las aguarda las merece. Algo en la mala conciencia da
te arrojan ? Y con todo, en esto hay valor. Soy echado, sosiego , nada seguridad : juzga que si bien do le han
mas salgo como si yo me fuera. Por esto nunca es im preso, pueden prenderle; entre sueños huye, y cum
pelido el sabio, porque ser arrojado, es salir impelido ias veces refiere maldades ajenas, imagina en las pro
de aquella parte de donde te apartas á tu pesar. El pias. No juzga que están bastantemente olvidadas;
sabio nada hace forzado ; huye lo forzoso , porque cubiertas. El delincuente alguna vez tuvo dicha de es
quiere lo que forzosamente ha de ser. conderse, nunca confianza.

EPÍSTOLA CV. ROTA.


Diréte las cosas que has de observar para vivir mis Aquella palabra del texto populum faeiet, ni es 49
seguro. Oye si me crees estos preceptos, como si te sabor de Séneca ni buen latín, y disuena á lo q«
aconsejara de qué mauera conservarías la salud en el antecede y sigue. Pinciano lee: poculum faeiet, me
ardeatino(o). Considera cuáles son las cosas que insti nos á propósito, y contradiciendo al contexto. Yo lee:
gan al hombre al daño de otro , y hallarás son la espe populum satiat, lo que confirma la mente de Séneca,
ranza, la invidia, el odio, el miedo y el desprecio. De y fué fácil el yerro.
todos estos, el desprecio es tan leve, que muchos se re (I) porque no sea (El me. Falta la traducción te la paltirtto-
mediaron escondiéndose en él. A cualquiera que uno plicari.)
(4) basta el pueblo: (Elmt. la ñola tioulenle ¿eQvtnDQU"
(a) ruando reina el viento ni bueno ni saludable que Tiene de fiere á explicar la frase del talo populum faeiet taariftU»if
la parle de Aldea, ciudad del Lacio. ti cree yerro, por populum saUal, nacía elpatUtJ'
EPÍSTOLAS DE SÉNECA TRADUCIDAS. 337
1 tememos en la luz , todo lo hemos hecho tinieblas para
epístola ex.t nosotros: nada vemos, ni lo que daña ni lo que con
viene; toda la vida vagamos, ni por esto nos detene
Desde el Nomentano mió te escribo (o), y mando que mos ó ponemos el pié con más cuidado; conoces pues
tengas buen conocimiento y mente buena; estoes, pro cuan furiosa cosa es el ímpetu á oscuras, y de verdad
picios los dioses todos, los cuales tiene de su parte y lo que hacemos es ocasionar que nos reduzgan desde
favorables quien á si misino es propicio. Diferencia en más lejos ; y no sabiendo dónde somos llevados, per
esto que te digo lo que agrada á algunos. A cada uno severamos en ir adonde propusimos. Empero si quere
de nosotros es dado por ayo un dios , no de los ordina mos puede amanecer; de una manera puede: si alguno
rios , sino de inferior nota , del número de aquellos que recibiere esta noticia de las cosas humanas y divinas;
Ovidio llama dioses de la plebe. Empero quiero que si no se bañare en ella, si no se embebiere; si la
de tal manera lo diferencies, que te acuerdes cómo misma, aunque la sepa, la repitiere y muchas veces la
nuestros mayores, que creyeron esto, fueron estoicos; á volviere á sí ; si buscare qué son bienes, qué son ma
cada hombre dieron un Genio, á cada mujer una Juno. les, áqué cosas falsamente se les da este nombre ; si
Después veremos si están los dioses tan desocupados, inquiriere de las cosas honestas, de las torpes, de la
que cuiden de los negocios de los particulares. En tanto providencia. Ni se detiene la sagacidad del ingenio
esto conviene que sepas , que ó ya estemos consigna humano en estos limites; arroja la vista fuera de los
dos , ó con desprecio dados á la fortuna , que á nadie términos del mundo, dónde es llevado, dónde se le
puedes desear cosa más grave que si deseares que vantó, á qué fin aguija tanta velocidad de cosas. Arran
consigo mismo tenga ira. Mas no liay causa bastante camos el ánimo desta divina contemplación, y arras
para que desees, aun á los dignos de castigo, que ten trárnoslo por lo asqueroso y humilde , para que sirviese
gan á los dioses enojados; acontece tenerlos indigna á la avaricia, para que (dejando el mundo y sus térmi
dos aun cuando parece que se aumentan con su cui nos, y á los dioses, que como señores de todo, lo dis
dado y favor. Aplica tu advertencia, y mira qué son ponen) escudriñase la tierra, buscando qué calami
nuestras cosas , no cual nombre les dan ; y sabrás que dad podría sacar della, no contento con las que lo
son más los males que nos pertenecen que los que ofrece.
nos suceden. ¿Cuántas veces fué causa y principio de Cualquiera cosa que nos habia de ser bien, Dios y
la dicha lo que se llamaba calamidad? ¿Cuántas veces Padre nuestro nos la puso cerca. No aguardó nuestra
se recibió con alborozo la cosa que de sí misma se fa solicitud, delante nos la puso ; lo dañoso hondamente
bricó despeñadero ; y á alguno ya eminente le exaltó, nos lo sepultó. De nada sino de nosotros podemos que
como si todavía hubiera de estar allí , de donde más jarnos; sacaremos de lo más hondo aquellas cosas con
seguramente habia de caer? Mas aun aquel propio caer que hayamos de perecer, no solo negándonoslas la na
en si no tiene algo de malo, si miras al Gn fuera del turaleza, sino resistiéndonoslas. Aplicamos el ánimo
cual á ninguno arroja la naturaleza. Cerca está el tér al deleite, siendo el entregarnos á él principio de todos
mino de todas las cosas, cerca está sin duda aquel de los males. Entregárnosle á la ambición y á la fama , y á
donde arrojan al dichoso, y aquel de donde sale el las demás cosas igualmente vanas é inútiles. ¿Qué pues
infeliz. Nosotros entrambas cosas (I) extendemos y te aconsejo ahora que hagas? Nada de nuevo, porque
alargamos con la esperanza y el temor ; empero, si sa no se buscan los remedios con nuevos males; mas que
bes medirlo todo con la humana condición , encogerás contigo atentamente examines cuáles cosas son nece
igualmente la alegría y el miedo (2). ¡Es de tanta im sarias, cuáles demasiadas. Las que te son necesarias
portancia no alegrarse ni temer por nada largo tiem en toda parte se te ofrecerán ; las demasiadas siempre,
po! Mas, ¿por qué disminuyo este mal? No hay cosa y con todo el ánimo habrás de buscarlas. No tienes
que te debas persuadir á temerla. Vanas son estas por qué alabarte demasiado si desprecias las camas de
cosas que nos inquietan, que nos traen atónitos. Nin oro y el menaje enjoyado. ¿ Qué hazaña es despreciar
guno de nosotros examinó lo que era verdad, mas nos lo que sobra? Entonces te admirarás de tí, cuando no
damos el temor los unos á los otros. No hay quien se hicieres caso de lo forzoso. Ni es gran cosa que puedas
acerque á lo que le perturba, ni á saber la naturaleza vivir sin aparato real; y que teniendo ya fastidio de
y el bien de lo que le atemoriza. Por esto pues las todos los animales, no desees los jabalíes de mil libras
cosas falsas y vanas aun tienen crédito ; ninguno hace ni las lenguas de los fenicópteros, eligiendo do cada
dellas examen: tanto vale solo abrir los ojos. Lue uno miembros determinados, y otros portentos de la
go se verá cuan breves, cuan vanas, cuan inciertas demasía. Entonces me admirarás, si no despreciares
son, cuan seguras las que se temen. Tal es la confu los mendrugos del pan negro; y te persuadieres á ti
sión de nuestro ánimo, como lo juzgó Lucrecio : propio que cuando hay necesidad, nucieron las yer
bas no solo para las bestias, sino para el hombre; si
Cono tiemblan los niños que con ojo*
Ciegos lo temen todo en las tinieblas, supieres que los cogollos de los árboles saben ser hartu
Asi nosotros en la luz tememos. ra del vientre, en el cual asi arrojamos tantas cosas pre
ciosas como si guardara lo que recibe: liase de llenar
¿Qué pues? ¿No somos más necios que todos los niños
sin fastidio. ¿De qué provecho es juntar mucho que
los que tememos en la luz? Mas no es así, Lucrecio; no reciba quien todo lo que recibe lo corrompe? Delei
tante aderezadas las viandas que se buscan por mar
(a) Ea Momento, ciudad de los sabinos , tenia viBas y hacienda y tierra : las unas más agradables si vienen á tu mesa
Cl blósofo.
ll; entendemos con la esperanza (Elms.) recientes desdo que cayeron cu la red ó el lazo; las
(*/ 4 o», ííor qué disminuyo este malí (¿4, Falla ¡o icmtt.) otras, si do mucho tiempo cebadas, engordaron por
3SS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
fuerza, tales que se derriten y apenas detienen su nos, se ha dudado muchas veces. (1) Nuestros estoicos
gordura: deleítate la lindeza destas cosas buscada con los expelen de sí, los peripatéticos los templan; jo no
el arte. De verdad esto con solicitud inquirido, y ade veo cómo pueda ser saludable ni útil la (2) medianil
rezado de muchas maneras diferentes, luego quedes- del achaque. No temas , nada te quitaré de lo que no
ciende al vientre es ocupado de una misma fealdad. quieres que te niegue. Hallarásme fácil en concederte
¿Quieres despreciar el deleite de los manjares? Con las cosas que pretendes, ya sean las que juzgas necesa
sidera su salida. Acuerdóme que Átalo, con grande rias á la vida, ó útiles ó gustosas ; quitaré el vicio.
admiración de todos, decia: «Muelio tiempo me tuvie Porque cuando te prohibiere codiciarlas, te permitiré
ron hechizado las riquezas ; admirábame cuando via quererlas, para que hagas lo misino sin turbación y
resplandecer alguna parte dellas desde uno á otro lu con más cierto consejo , y sientas más los placeres.
gar; juzgaba serian semejantes las que no via alas que ¿Como así? Más los gozarás si los mandares que si los
estaban patentes. Empero en una fiesta vi todas las sirvieres. Pero es natural, dirás, que me atormente
riquezas de la ciudad labradas de oro y plata y de con el deseo del amigo; da tiempo á las lágrimas, que
aquellas cosas que vencieron el precio de la plata y tan justamente caen. Natural es que nos gobernemos
del oro ; exquisitos colores , y galas no solo traídas mas por las opiniones de los hombres (3), y por la triste»
allá de nuestros fines, sino de esotra parte de los de en las adversidades; ¿no me permites este miedo tan
nuestros enemigos. Por una parte multitud de mucha honesto de la mala opinión? No conseguirás que aca
chos jarifos, con la hermosura y el adorno; por otra, be, si le permites que empiece ; ningún vicio viene
de mujeres, y lo demás que la fortuna del sumo im sin padrino, ninguno dejó de seral principio vergon
perio, reconociendo sus cosas, había obstentado. ¿Qué zoso y comedido, pero así se ensancha más. No conse-
otra cosa es esto , dije , sino irritar la codicia de los gnirásque te dejo, si le permites que entre. Todoafecto
hombres, que por sí se incita? ¿A qué propósito es al principio es débil, después él se anima, y cnanto
esta pompa de dinero? Hémonos juntado á aprehender más va, más se apodera; más fácilmente se excluye
avaricia ; mas de verdad yo vuelvo de aquí con menos que se expele. ¿Quién negará que todos los afectos
codicia que truje. Desprecié las riquezas, no por inú nacen de un principio como natural? La naturalea
tiles, sino por pocas. ¿Vistes en cuan pocas horas pasó nos dio á nosotros el cuidado de nosotros; pero si con
aquella bien ordenada y lenta obstentacion ? ¿Ocupará cedemos más á esto, es vicio. A las cosas naturales
toda nuestra vida el aparato que aun no pudo ocupar mezcló la naturaleza deleite, no para que leboscjV-
un día entero ? A esto se llega, que me parecieron de mos, sino para que aquello sin lo cual no poderoasri-
ton poco provecho para los que las tienen como para vir, nos fuese más agradable con la sazón añadida ; a
los que las miran. Por lo cual me digo á mí mismo to viene de por sí es lujuria. Así que, resistamos átaqu
das las veces que cosa tal me embaraza los ojos, siem entran; que como dije, es más fácil no los dejar entnr,
pre que miro un palacio espléndido, acompañamiento que echarlos. Dirás : Permíteme algo de dolor, ja*
soberbio con familia lucida, la litera suspendida en algo tema. Ese algo alárgase, ni acaba donde tú que
hombros de bien dispuestos y hermosos mancebos: ras. El sabio tiene seguro en guardarse sin solicitud,
¿Deque te admiras? ¿De qué te espantas? Esto es pom y sus lágrimas y deleites pararlos adonde quisiere;
pa ; muéstrnnse estas cosas, no se poseen, y mientras y poique á nosotros no nos es fácil el volver atrás, es
agradan pasan. Vuélvete pues á las verdaderas rique lo mejor de ninguna manera dar paso.
zas, aprende á contentarte con poco, y exclama grande Paréceme que respondió elegantemente Panecio i nn
y animoso aquella voz : Tengamos agua y harina, y mozuelo que le preguntó si el sabio había de amar.
pongamos al mismo Jove pleito en la felicidad (a). «Del sabio, dijo, es cuestión aparte para ti y para mí,
Compitámosela aun si esto nos faltare. Fea cosa es po que estamos muy lejos de ser sabios ; pero cuerdo es el
ner la vida bienaventurada en el oro y en la plata , y no aventurarse á caer en cosa que es tan inquieta, tan
de la misma suerte en la harina y el agua. ¿Qué pues desapoderada, de que otro es dueño, y para si afrento
haré si aun esto me faltare? ¿Preguntas cuál es el re sa ;» porque si nos miró nos irritamos con so agrado,
medio de la extrema necesidad? Responderé que la y si nos despreció nos encendemos en la soberbia. H
hambre acaba á la hambre. De otra manera, ¿qué im amor fácil y el dificultoso, igualmente daña: la facilidid
porta que sean grandes ó pequeñas cosas las que te nos cautiva, con la dificultad peleamos; y así, reconoci
obligan á servir? ¿ Qué aprovecha medir cuánto sea dos de nuestras pocas fuerzas, descansemos. No fiemos
lo que puede negarte la fortuna ? Esta misma agua y nuestro ánimo flaco , ni al vino ni á la hermosura, n
harina caen en arbitrio ajeno. Libre es, no aquel en á la adulación ni á ninguna de las cosas que blandí-
quien puede poco la fortuna, sino nada. Ello es asi: mente nos arrastran.
conviene desees nada, si quieres desafiar á Jove, que Lo que Panecio respondió del amor al que le pre
nada desea.» guntaba, digo yo de todos los afectos (b). Cuanto pi
Esto nos dijo á todos Átalo ; á todos lo mandó la na diéremos nos apartemos de lo resbaladizo; aunen ¡>
turaleza. Las cuales cosas si frecuentemente quieres seco estamos poco firmes. Saldrásme aquí con aquelli
meditarlas, conseguirás antes el ser dichoso que el pa- pública vozopuesta á los estoicos: «Cosas prometéis con
recerlo, y parecértelo á tí , no á otros. ■ exceso grandes, y mandáis demasiadamente duras.

(i) Yo no veo rómo pueda ser i El M.)


EPÍSTOLA CXV!. (1) medicina «el achaque. (M.)
(3) y la tristeía de las adversidades. No conseguirás («••>
Cuál sea mejor, tener demasiados afectos ó ningu» (*) Panecio, iluSsofo estoico , maestro y familiar de fcsfif»
Africano, de3pnes de Polibio, tuvo su escuela «a Rodas.
(a) Palabras de Epicoro.
EPÍSTOLAS DE SÉNECA TRADUCIDAS. 380
Nosotros somos anos hombrecillos que no podemos vicios los defendemos , y queremos más excusarlos que
negarnos todas las cosas ; tendremos dolor, pero poco; despedirlos. Harto caudal dio la naturaleza al hombre
codiciaremos, pero con templanza; si nos enojamos, si usamos del, si juntamos nuestras fuerzas y las em
nos aplacaremos.» pleamos en nuestro favor, y no contra nosotros. No
¿Quieres saber por qué no podemos estas cosas? querer está en nuestra mano ; pero se pretende que
Porque no creemos que las podemos ; antes de verdad no se puede.
otra cosa hay en el hecho. Porque amamos nuestros

flN DE UJ EPÍSTOLAS DE SÉSECA, tr Hliv.lDAS.

i • .. . :in<
EPÍSTOLAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO

Á IMITACIÓN DE LAS DE SÉNECA, (fl)

epístola ni. (6> de su igualdad, sino al reo. Quien condena sin oír i
entrambas partes, puede hacer justicia, no ser justo.
Aflígete en este destierro largo, mi soledad. Es verdad Persuádome que alguno me delató, y que fué mi más
que aquí estamos solos el preso y la cúrcel ; mas si familiar amigo; si el ser acusado presupusiera colpa,
me cuentas por vivo, en mí tengo compañía, y nunca nadie hubiera inocente. A quien me dice que es ter
me vi más acompañado que ahora que estoy sin otro. rible cosa que yo padezca sin causa, respondo con lis
Doyme todas las horas, y tengo conversación con la di palabras de Sócrates á su mujer: «¿Quieres que padez
vina Providencia, el entendimiento; con la soberana ca con ella?» Cuando me arrancaron de mi casa, todas las
Justicia, la voluntad;con los escarmientos, la memo invidias y los odios populares se descansaron alriba-
ria; razonan conmigo los libros, cuyas palabras oigo yéndome cuantos delitos satisfacían sus venganza; y
con los ojos. Esta asistencia es de academia, no de sus deseos. No fueron menos derramados en mi casa-
yermo; nunca, sino ahora, fui todo mío y para mi. go, pues me quitaron tantas cabezas, que era idhw-
Mayor y más preciosa parte rescata en mí la prisión, ter creerme hidra para creerlos : á mi me preguBütai
que encarcela, cuanto vale más el tiempo que el di por mi garganta, habiéndoles por ella. Dirás: ¿Qoéstto-
vertimiento. Tiénenme cerrado en una cuadra, mas cieron tus amigos? Responderé que siendo machos,
á pesar de las vueltas de la llave estoy libre; detié- uno solo traidor ; todos los demás más amigos. Desqui
nenme un cuerpo, á quien paró antes la vejez que las tóme de la infame maldad de aquella prodigiosa pie
guardas. dad destolros : aunque estaba labrado para instrumen
No es poder el mandar que no salga quien no puede to decoroso, era de metal bajo, como los demás de
levantarse; quien guarda lo que aborrece, mi Luci oro; al examen del crisol de la calamidad, el uno des
llo, más peca en cobarde que en avariento : quíten cubrió su escoria, los muchos sus quilates. Amigosde
le al más rematado delincuente cepos, cadenas y gri hierro , cuanto se apuran se pierden. No solo me fué
llos; pónganle mis pies y mi edad, y gritará que se los usura su alevosía, aumentando en los verdaderos amigos
vuelvan. El ánimo, que está fuera de lajurisdicionde la caridad, sino dándome por amigos á cuantos supie
cerraduras y candados, se despacha desde la tierra al ron la afectada ruindad de su maligna ingratitud.
cielo, y va y viene descansado de jornadas inmensas. Engañó el ánimo del Príncipe, todo clemente jraag.
Si mis enemigos tienen rencor, yo tengo paciencia. nánimo, no el entendimiento; pues ya que justamente
Pueden darme muerte; hazaña es de que se encargó me trata como á delatado, me permite piadoso vrrirco-
desde que nací mi propia naturaleza. Si no me quejo mo- á inocente. Quien más resiste por mí su acusación
de mí, que cada dia acabo mi vida, menos meque- criminosa, es el mismo juez, á quien irritó paran»
jaré del que diere ayuda á lo que hago en mí. ruina con ella. ¿Cuándo pues se acabarán los trabajos!
¿Pregúntasme por qué estoy preso? Respondo que por Necio es quien les espera otro fin , sino el desta vid».
lo qué no sé ; y esto no puede ser poco, y debo de ser Cuidado es de la muerte, y única merced suya; ella
muy rudo, pues en tantos años no lio podido saberlo. trae al dichoso lo que más teme , y al desdichado loque
Pues padezco por lo que no sé, padezco por ignorante; más desea. Hame dado Diosalta y lastimosa vergüeña
si es culpa serlo , despoblaránse las ciudades y pobla- sin habérsela pedido; y pidiéndosela, no me hadado
ránse las cárceles. No es la sinrazón que yo esté pre libertad : aquella porque se la dejé, esta porque laquie-
so, sino que no lo estén muchos. No diréyoquesoyino- ro para mi albedrío.
cente, mas el silencio de mi culpa publica que lo pa Ya, Lucilio, ni la crueldad puede quitarme mu
rezco. Las leyes no se deben á sí solas la conciencia chos años (debí decir meses) ni la misericordia permi
tírmelos. Si alguno se deleita de verme padecer, el
(si Inéditas.
climatérico más desafuciado le invidia la duración;
Escritas quizis en los primeros meses de 1641 y dirigidas proba sonle auxiliares en mi favor tantas calamidades como
blemente al inquisidor D. Juan Adán de la Parra. tienen desmoronado mi cuerpo y trillada mi salud.
(*> Toda es una viva pintura délas persecuciones y padecimien El ceño destas montañas, cuyos vientos rabiosos son
tos de Qüevudo, y de-la entereza con que sobrellevaba su encierro
de San Míreos de León ; las noticias que contiene, interesantisi- súbita locura, traen noche y hiviemo ; y en un mismo
nas para completar la Vida del Job de los poetas castellanos. dia del verano, que aquí es solo vocablo, hacen vinr
epístolas a imitación DE LAS DE SÉNECA. 39t
repartidos por las horas todos los meses del Invierno. alta no solo sale á recibir los rayos, antes llega á sa
Este es con tanto rigor frió, que lia menester buscar cárselos á Júpiter de las manos; quien de todos se des»
con qué calentar la lumbre quien quisiere calentarse, iguala, á todos desafia. Ninguno se queja más de la
pues del fuego solo se participa el humo, y del abrigo discordia que quien la ocasiona : los progenitores de
la costa. nuestra república fueron pocos, ladrones de solo un
Dichoso aquel que cuando el mundo está titubean robo; y multiplicóse con él, hizose poderosa con di
do para desquiciarse, pisa, como yo, el lugar donde ferentes hurtos, fuéle fácil á ella sola quitará todos lo
han de pisarle y donde ha de caer! Ya se tienden las que tenían, y por eso será más fácil que todos la qui
insignias de la muerte por todo mi rostro, tiempo ten lo que ella sola tiene; ella persuadió contra sí la
es de prevenir buen recibimiento al postrero dia. Lle discordia que la destruye, arruinando á los que la com
gue pues, que pues no puedo apartarle, no he de te baten.
merle; solo conviene prevenirle : Uevaráme, mas no Crecer en dominio y señorío es peligroso, y llámase
me arrancará. Desembaracemos los odios y dejemos aumento. Enfermedad es de las grandezas no poder
ociosa la invidia; harto tiempo he sido golosina de su hacerse menores, injusticia no poder igualarse ; más
hambre : ya es tiempo de obligarla á que mude áotro fácilmente se deshacen todas que se moderan. A los
pasto su gula, pues solo ha quedado de mi lo que á reinos poderosos antes los ejercitan las guerras exter
los trabajos ha sobrado de asco, no de hartos. nas que los menoscaban. Las civiles, no impelidas de
alguno, los postran, son contagio que se pega, y dis
EPÍSTOLA XXIX. (o) curre por los que viven juntos; y la comunicación del
padre con el hijo es pasadizo de muerte del uno al
Escríbesme, o Lucilio, el mejor de los hombres, que otro : es parte que respira contra sí el mismo comer
te aflige ver el mundo revuelto. Dígoteque eso es ver cio pariente. No hay persona que no confine con suí
el mundo; haz que tu memoria te vuelva al siglo que contrario, no se cobdicia lo que se sospechan se dice,
quisieres, y verás que lamentaron lo mismo. Hoy nos sino lo que se ve y se pudo contar por la vecindad;
parece más grave , porque lo pasado es relación de las ciudades están habitadas de batallas, las casas
otros, y lo presente carga nuestra; aquello se oye, esto de motines, los caminos de rebelión.
se padece; suspira el que lleva la carga, no el que la El pueblo hambriento no sabe temer, porque solo
ve llevar. No seas de los vulgares que dicen que todo teme la hambre, y en padeciéndola no puede sufrirla.
tiempo pasado fué mejor, que es condenar al porve Dicen que el sacrilego Vérres, que vino cargado de ocul
nir sin conocerle ; pues forzosamente dirá el futuro, en tos despojos y triunfos de la paz, los desnudó ; que Ca-
llegando, que es mejor este, no por bueuo, sino por tilina les quitó el sosiego; Mario y Silla les derramó la
ya pasado. En el mundo con más verdad se reparte sangre; que les arrebataron la libertad Pompeyo y Cé
peorymalo, que buenoy mejor. Débanos nuestro tiem sar; que este sin ser puesto sobre sus cabezas, se subitf
po alguna lisonja ; muchos han pasado peores, muchos sobre ellas. Van los soldados despeñándose por todas
se pueden seguir menos malos. Hoy por las guerras las maldades, delincuentes con las manos y el hierros
civiles dices que no se puede vivir ; no olvides en c uá li solo en la pobreza píos.
tas edades desearon no baber nacido. ¿Cómo quieres que no esté revuelto el mundo,
Nadie jamás fué tan obedecida del mundo como la cuando infinitos miserables (piden á pocos poderoso,
discordia: perpetuamente reina en los elementos, sin todo lo que les falla, viendo que les sobra mucho?'
que pueda tener tregua su guerra; no consiente un ins Mucho sufre la república enseñada á servir, nada la
tante de paz á nuestros humores; si crees á los astrólo que fuerzan á que sirva ; no hay mejor servicio que
gos, todo el cielo es una discordia resplandeciente, no esclavos sujetos, ni peor que oprimidos. El poder di
hay estrella que no se oponga á otra, y todas militan con vertido juzga por pequeña diferencia lo que hay de su
aspectos contrarios; con ella vivimos, della somos com jeto á oprimido, siendo la misma que del extremo al
puestos, á ella estamos sujetos por naturaleza. Mucho medio, y la que hay de virtud á vicio. Nunca es prin
tiene de providencia esta disensión, que compone, sus cipio de la ruina de gran monarquía cosa grande, que
tenta y vivifica. dándole cuidado la advirtiera, sino cosas tan peque
Replicarásme que esto no se puede decir de la dis ñas, que ó las desprecia su confianza , ó no alcanza á
cordia que introduce la malicia. ¡ O Lucilio ! si mi verlas desde su cumbre.
ras á quien la permite (que es la eterna Deidad), y no Toda esta sangrienta confusión y aparato, que con
á ella, la llamarás antes misteriosa que necia, como la muerte y las armas tiene atónito el circuito de la
la llamó Virgilio : Discordia demens. Ella castiga lo tierra y fatigados los golfos del mar, no se mueve, ó
soberbio y derriba lo mayor; esto es justicia y es ver Lucilio, por tí y por mí ; designios ocultos son de la
dad, que corre en proverbio: a Con la concordia las eterna Providencia. Cuando Dios castiga, no es por
cosas pequeñas crecen, con la discordia las mayores que los hombres agotamos su paciencia, sino porque
caen.» Su oficio es cercenar demasías, y acortar exce la desechamos y no la merecemos.
sos , y corregir grandezas insolentes. Esto más tiene de Confórmate pues con que el mundo viva su vida, y
atención divina que de favor humano. La cumbre más déjale tener su condición. Dispon tu ánimo á padecer
tai Al fin de pila se lee en el manuscrito de Fajardo : «Esta los sucesos, no á gobernarlos. Los tumultos que te afli
epístola la hito don Francisco de Qaevedo, i imitación de las de gen no los puedes evitar ; puedes despreciarlos, porque
Séneca.» Dios lo permite, porque lo consiente; palabra es que
Su argumento es la rebelión de Cataluña en junio, y la de Por se ladra contra Dios cuando se pronuncia.
tugal en diciembre de 1640, originadas de pequeñas causas por Seamos algunos propicios á Dios, que á todos es pro»
los desaciertos j tiránico gobierno del conde-duque de Olivares.
392 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
picio. Muchos quieren más enmendar á Dios que en pienso vivir masque él.»Ponderaácuánl»rgjsjomite
mendarse; estos ni pueden ser más detestablemente destina noventa y seis años. Fabrica túmulo para que
impíos ni más ignominiosamente necios. se entierre á sí mismo primero que á él; no para si
cuando él muera, sino para que él muera en si.
EPÍSTOLA XXXIX. (a) O mi Lucilio, el negocio principal del hombre es vi
vir, y acabar de vivir de manera, quela buena vida que
Buscar buen entierro y mala muerte, muchos lo ha tuvo, y la buena memoria que deja le sean ama y epi
cen y todos lo yerran ; morir santamente importa, es tafio. El acierto está en desnudarse biendeste cuer|»,
tar magníficamente enterrado no. Solicitar la comodi no en cubrirle con la fanfarria de los Jaspes ni la sober
dad aliñada de sus gusanos y hospedaje opulento para bia de las pirámides. De aquellas maravillas en cap !i-
bu corrupción ó cenizas, locura prolija es, que pasa de brica se derramó el sudor de tantas provincias, sola lia
la muerte; cuidar que el túmulo llegue al cielo y no quedado una maravilla, y es, que ya no lo son , y te-
la alma, más es descuido que cuidado. Cualquier tier radas del tiempo , no saben de las cenizas para cuya
ra, o Lucilio, es nuestra madre: ¿cuál regazo nos hará guarda las levantaron. Otra vez te dije: A la vidadebe-
más cariñosa acogida? Ella nos cobra, pues nos debe mos mucho, á la muerte nada.
mos á ella. No defraudémosla agricultura de la muer Ahora, porque la muerte acabe también la carta,
te : semilla es nuestro cuerpo para la cosecha del pos digo que debemos morir, y nada á la muerte; mis
trero día; mejor cuenta da de la siembra la tierra que bemos saber morir. Esto sabe quien á la muerte m.
las piedras; mas descubren nuestra vanidad las colum deja otra cosa que le quite sino el postrer aliento,
nas y pirámides que cubren nuestros güesos; acábese que ocupa su vida en desembarazar de temoresyij
con la vida la locura, que aun fuera bien no hubiera peranzas la última hora; digámoslo de una vez: elp
empezado en ella. No parezcamos aun después de es difunto antes de acabar de vivir.
muertos, incrédulos, los que ya no somos; ¿puede haber
frenesí como pagarse un hombre de que dé admiración EPÍSTOLA LXXV. (c)
la fábrica que guarda lo que da horror aun considera
do? Enjoyar el desprecio, antes es despreciar las jo Desear que todos sean buenos, y creer qne lo sai*
yas que adornarle con ellas ; morir dignos de que otros eos, es virtud y cordura. Muchos hombres debe dele
le fabriquen templos, no es pretensión , sino mérito; ber buenos, todos lo deben ser, muchos paratp
fabricársele así viviendo, sospechada de que se idolatra lo son; y lo son pocos. ¿Qué pues haremos pin ád
y no se conoce. Por mucha riqueza que gastemos en No fiarnos de la apariencia ni culparla, tratemos.!»
cubrir este polvo, siempre seremos el asco, y el edifi acosa dudosa; no huyamos della por no ofenderá,»
cio el precio; disfrazaren palacio la sepultura, engaño la creamos por no ofendernos ; comuniquemos!» ta
es, no confesión. recelo, y tratémosla sin peligro. Vivir ydejarriwl
Ya conoces á Décimo Marro (6), hombre de tantos el aforismo de mejor seso para la comodidad politia-
años, que pudiera haber sido arreo tres veces viejo; Muchos fueron buenos hasta que hallaron qniea I»
tan consumido, que ni ve con los ojos si mira, ni si tuviere por tales. Muchos se hicieron malos Incoqa
le miran le alcanzan á ver los ojos, que ya se pierden los premiaron por buenos. Hay quien aguarda es»
de vista emboscados en la maleza de las cejas; en quien buenas costumbres, para ser ruin, solo á verse en liona.
el movimiento es temblor, y la habla parasismo pro Otros no se cansan de ser buenos hasta qne adquten
nunciado. Este pues que de estafar güérfanos y de- con qué poder ser inicuos; tienen paciencia para ser»
sustanciar con usuras la república ha juntado tantos tuosos hasta queadquieren caudal para dejar de serle.'
delitos como dineros, me llevó á que viese la máquina he visto quien daba con piedad lo poco que tenia, ka
con que ha ilustrado su sepultura, tan espléndida y que con artificio tuvo mano para quitará todos lofl
primorosa, que merecía cubrir las cenizas y reliquias tenían. En muchos el reprender los vicios, detestar
de los Pompeyos ú de los Fabios. Las cláusulas del crueldad, los robos y adulterios, no es religión,»
epitafio pudieran leerse á propósito y ajustadas sobre invidía. De nadie son tan perseguidos los irop¡« I
el cadáver del divo Julio. Llama al pasajero, para que llegan á medrar, como de los que lo son; codician »|
sepa de quién ha de huir; llámase piadoso, liberalí- dicha, no su enmienda. No los derriban pordeijnj
simo , patricio, padre de la patria, benemérito y otros viar el puesto que infaman, sino por ocuparle er^
muchos requiebros que mandó que le dijese el már frecuentemente se ve acusar un delincuente i otoV
mol duro hablador. Consideré que este, por mentir para que le den el castigo que merece, sino pan
aun muerto , se había de levantar estos elogios; ó por cederle en el oGcio con que le mereció.
no dejar de hurtar, usurpaba estos blasones. Viéndole Mi Lucilio, los que te parecen rostros, son más:
á él más acabado que su túmulo, le dije : «Aquí tu ca no te detengas en lo que ves, sospecha lo que p*
dáver solo falta, no se le hagas desear ; más disculpa esconderte. Sabe la traición reírse, y la vénganla nn
ble locura fuera enterrarte vivo por gozarle , que fué
erigirle para no gozarle muerto. No seas pesado á la
tierra, puespidesque te sea leve.» Respondióme: «Aun
rarse. La bestialidad podrida pasa por modestia ; la 1*1
teza promete consolación, y muchas veces es 'w^r
Suspende el juicio, y no le arrojes. Dirás que iiatt'^
ha de creer, de quién nos hemos de fiar? Responded
i
(«) Es sátira contra algún poderoso enemigo del autor, acaso
el mismo jaez, que labraba capilla magnífica para su entierro. (c) Importantísima, i cansa de nunifestar f»lloadJf"'?,*
Ai , Sera alusivo este nombre de apariencia romana '.' Décimo ella nuestro Qcevedo quién le ac«s<¡, edmo y p»' !**■ ° ' a
¡lacro puede significar el «Dierim'Jor que enflaquece y estruja al bre de 1639 á Felipe tv ; villanía que le trajo los calato®
r«e¡>/«« j también el •Diezmado» enjillo j Itaco». Marcos de León.
EPÍSTOLAS A IMITACIÓN DE LAS DE SÉNECA. 3*3
con el jornal que gané hoy á la lección. Voz es de Speu- traidor á quien debia mucho más, no repararía en
sippo : «Hase de creer poco y á pocos, antes nada y á serlo conmigo, solo asistí á agradecerme el haber ser
ninguno. » Yo digo que ni & nosotros mismos es seguro vido al confidente. Ejecutóse mi proscripción, y toda
creernos : no hay peores consejeros que el amor propio, la tarde que precedió á la noche en que fui arrancado
nuestros apetitos y afectos. Creamos á la verdad, que de mis huertos, se estuvo conmigo, haciéndose guarda
nada nos finge; ala sabiduría, que todo lo mejora; á desús miedos. Tú sabes con cuan insolente desdeña
la muerte, que todo lo iguala; á los libros, que advier otro dia volvió el rostro á mis libertos y le escondió
ten sin interés; á los autores ancianos , que por estar á mis amigos, y que aun le faltó vergüenza para cor
ya desotra parte de muchos siglos, ni pueden lograr rerse de los que se afrentaban de verle. Carga la consi
los oprobrios ni comprar aplausos con las adulaciones. deración sobre las circunstancias desta maldad, y ve
Su reprehensión no enoja al perdido que la lee, ni su ris que no solo los anzuelos engañan con el cebo y
alabanza desvanece al virtuoso. Los maestros difuntos disimulan la muerte en la caricia. ¿Qué se podrá creer,
son tolerables, porque hablan contra los vicios , con si en creer esto y á este me engañé? Por esto te aconse
las personas que los tienen, no contra las personas. jo que ni á mí me creas , pues me dejé engañar, y que
Cree, Lucilio, que no se hade creer en los hombres; creas á mi suceso, pues te enseña con mi desengaño;
no á mi, sino á mi suceso. ¿Conociste ú Publio Hat te- dichoso eres, mi trabajo hace la costa á tu escarmien
rio, en quien se via decoroso aparato de grandes méri to. Creer ¿ los acontecimientos ajenos es felicidad y
tos? Los que dan los nueve meses con el parto : noble ahorro.
za heredada, y agradable disposición de la persona, y ¿Quieres saber al Pórtico lo que debo, y á su filo
rostro con lo afable negociador de aficiones ; ejercitado sofía varonil ? Con ella hice maestro pura mí al que
en la lección griega y latina ; no derramado en las solo quiso ser mi verdugo; hallé la misma usura en
palabras, ni supersticioso en el silencio ; modesto sin sus persecuciones que el niño en los azotes, cuando
afectación, humilde sin soberbia ( repartimiento haza le hacen que aprehenda lo que le importa saber. Si el
ñoso, pues hay muchos que de aquella virtud fabri malo puede disimular que lo es, y el bueno dejar de
can este vicio). Ya en él la nieve de las canas aseguraba serlo, tratemos con sospéchalo que puede ser el uno
i la cabeza del humo que arrojan los hervores de la y dejar de ser el otro. Para penetrar cómo puede ser
mocedad, olvidado de aquel color el cabello. Estas se cualquiera hombre, no necesitamos de salir de nos
ñas parece que van á dar á la igualdad de Sócrates ó otros ; miremos cómo somos y cuáles hemos sido ó
á la entereza contumaz de Catón. Asi lo juzgué, mas querido ser muchas veces, y veremos cómo es posible
llevaron otro camino. Tú le viste, y toda Roma, no solo que sean los demás.
amigo mió, sino amartelado, y que en cinco años le fué El mejor caudal de la vida es un buen amigo ; bien
continua estación mi quinta. No conté dia alguno sin tan raro , que ha de ser único. Por esto le sucede lo
dos asistencias suyas; tenia quejoso mi estudiólo pro que al fénix: todos le alaban, muchos afirman que lo
lijo de su continuación. De su boca supieron muchos hay y nos le describen , y ni le vieron ni le vemos.
el agradecimiento, que, no por pequeños beneficios, me Buen amigo, si Dios no le da, nadie presuma de saber
debía. Nada tan público, sino su maldad después. Per- le hacer ni merecer hallarle. De sus enemigos se han
snadió la fantasma destas cosas á César que le colo librado muchos, de sus amigos pocos. Reprehendien
case en grande ministerio. Primero engañó á él y á la do yo á Valeriano Scauro, y advirtiéndole era público
república que á mí. Esto refiero, no por consuelo, que que cometia adulterio con la mujer del amigo que le
fuera perezoso ; no por disculpa, que fuera necia; sino tenia en su casa, de cuya liberalidad vivía, respon
por gravamen i su iniquidad y á mi ignorancia. Per dió: «¿Quieres que busque mi deleite donde no mo
suadióme la familiaridad que el afeite era hermosu admiten , y me aguardan con una lanza á la puerta?
ra propia, engañó afrentoso á ojos enamorados. Donde se fian de mí, tengo la seguridad que les quilo.»
Vino un dia rebosando su interior, comunicóme una ¡Qué no hizo este! ¡qué no dijo , pues por su maldad
ingratitud infamemente alevosa contra la persona á pretendió fuese reprehendido el inocente! Si la puerta
quien se debia todo. Adverlíle con severa verdad de armada da más seguridad que el beneficio, mejor es
su descamino, convenciendo su intención sin respues tener la amenaza por llave que al amigo por güésped.
ta. Restituyóse a su cautelosa hipocresía; llamóme su Procuremos, o Lucilio, que este compuesto de cuer
remedio, su amparo, su padre, abrazóme repetida po y alma tenga amistad con la razón, y no echaremos
mente; dijo que había nacido de mi advertencia. Cri menos otro amigo ni peligraremos en alguno.
mine ab uno disce omnes, y reconoce las zalemas y
los requiebros de la traición. Fuese; y sospechando que
yo seria como él , y que en su acusación fundaría mis
aumentos, maquinó contra mí calumnia que obligase PLINIO EN EL LIBRO VIH DE LAS EPÍSTOLAS.
al príncipe me relegase á Córcega , porque la distancia
y prohibición del comercio asegurase los sustos de su C PUMO Á GEM1MO, SU AMIGO.
conciencia (a) . Yo, que pudiera reconocer que quien era
(«) Con efecto Séneca tai desterrado i Córcega el afio primero
¿Por ventura conoces á estos, que siendo esclavos
del imperio de Claudio, por sospechas de haber sido cómplice en de todas las maldades , de manera se enfurecen con los
el adulterio de que ¡por Mesalina! fué acusada Julia, bija de Ger vicios de otros, como si los invidíasen; y gravísima-
mánico. El destierro duró ocho arios nada menos. mente castigan á los que con mayor cuidado imitan ?
De esta circunstancia se aprovecha Qokvedo para desahogar mas
libremente sa corazón j pena, oculto con el nombre del filósofo siendo así que aun á los que no tienen necesidad de la .
español. clemencia de otros, nada les conviene tanto como la
394 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
misericordia? Por lo cual juzgo por sumamente bueno pecado, noel pecador.» Lo que Thrasea quiso decir
y inculpable á aquel que á los demás perdona como si es , que el pecar es tan propio del hombre, que quien
cada día pecara, y así se aparta de pecar como si no aborrece el pecado aborrece al hombre; queda dicho
perdonara á alguno. Según esto, conviene que observe que se hade aborrecer al uno y no al otro.
mos en casa, en la plaza, en toda la vida el ser impla Séneca, en la consolación á Marcia , abrevia esta car
cables contra nosotros, y piadosos para estos que ta en dos renglones :
no saben perdonar sino á sí mismos. Atesoremos en la «Ninguna cosa juzgo más hennosa en los qne están
memoria las palabras que el blandísimo, y por esto exaltados en la cumbre, que dar perdón de muchas
también máximo, Thrasea repetidamente decia: «Quien cosas, y de ninguna pedirle.»
aborrece á los vicios aborrece á los hombres.» Cicerón , pro Marcello , amplia esto hermosamente
Acaso preguntarás con cuál ocasión escribo esto. con tantas flores como palabras :
Cierta persona poco há.... ; empero mejor cuando nos «Domaste gentes, con la fiereza bárbaras, por la
veamos. Aunque ni entonces. De verdad temo, no sea multitud innumerables, por los lugares infinitas, bien
que el reprehender y referir lo mismo que condeno que asistidas de todos los socorros; empero vencistes aque
aquellos sigan, repugne & esto que principalmente man llas cosas que tienen naturaleza y condición para po
damos. Sea quien fuere, y como fuere, cállese; nom der ser vencidas. No hay tan grande fuerza ni tan
brarle, nada tiene de ejemplo; no decir quién es, mu grande abundancia, que con hierro y fuerza no pueda
cho de humanidad. Ten salud. ser debilitada y rota; mas vencer el ánimo, enfrena!
la ira, templar la victoria al enemigo, que por no
ROTA. bleza y ingenio es ilustre, no solo levantarle caído, ¡¡iao
aun amplificar su antigua dignidad, — al que hace esto,
Débese hoy condenar la sentencia de Thrasea, pues no solo le comparo con los varones sumos, sino 1'
opuestamente dicen los santos: «liase de aborrecer el juzgo muy semejante á Dios.»

Hit DE US EríSTOLAS k IMITACIÓN DE LAS BE SÉNECA,


DISCURSOS CRÍTICO-LITERARIOS.
CUENTO DE CUENTOS,
DONDE SE LEEN JUNTAS LAS VULGARIDADES RUSTICAS, QUE AUN DURAN EN NUESTRA HABLA,

BARRIDAS DE LA CONVERSACIÓN

ron

! ON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO DE LA ORDEN 01 8AOTUG0. SEÑOR DE LA TILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD, (a)

A DON ALONSO MESIA DE LEIVA. (¿)


La habla que llamamos castellana y romance tiene por dueños todas las naciones : los árabes,
(a) Quien, formando parte de la real servidumbre, en refundió, limó é hizo más decentes sus escritos de bur
la jornada que á principios de 1636 hizo á la corona de las-veras (en el otoño de 1629), acicalando el presente y
Aragón Felipe IV, acabó este opúsculo para festejar á un acompañándole con La culta latiniparla, vino á publicar
verdadero amigo , ilustre y prudente caballero. Y sospe le de nuevo entre los Juguetes de la niñez y travesuras
cho que tan gracioso discurso vio por entonces la pública del ingenio. En tan ingenioso rasgo fué donde pudo ago
luz en Huesca , donde con motivo de la universidad lite tar nuestro satírico las imaginaciones que embarazaron
raria había mercader de libros. su tiempo, según éi mismo lo advirtió á los lectores, ex
Como viniese un ejemplar á manos del desterrado con presando en la tabla, que ofrecía ahora el Cuento de
fesor de Felipe III , fray Luis de Aliaga entregó desdo cuentos i entero».
Huele a la estampa en la imprenta de Huesca también Desde entonces lo han reproducido asi las prensas cas
(de que era dueño Pedro Blusón) el papel de la Vengan tellanas y flamencas.
za de la lengua española contra el autor del Cuento de No habiéndome cabido la suerte de poder fijar el texto
cuentos. Mas hizolo con fingido nombre; que era bien no del Cuento de cuentos á vista de la impresión de Madrid
fallase a Qoevedo la gloria de verse herido á traición por de 1629, hecha por el mismo autor, súplolo cotejando va
la misma pluma que se atrevió á la inmortal obra de Cer rias estimables , cuyas diferencias señalo al pié con estas
vantes. Y aquel aseglarado religioso que en 1GI1, para in siglas :
sultar impune y cobardemente al manco de Lepanto, qui P. El curioso ramillete de obras políticas, satírico-
so llamarse licenciado Alonso Fernandez de Avellaneda, morales y festivas de Quevedo, que sacó á luz en Pam
natural de Tordetillas , disfrazóse desta vez con nombre plona Carlos de Labayen, año de 1631.
de don Juan Alonso Laureles, caballero de hábito y peón D. La reimpresión de los Juguetes de la niñez, hecha
de costumbre, aragonés liso y castellano revuelto. en Barcelona por Lorenzo Deu , año de 1635.
Tengo noticia de las siguientes ediciones del Cuento M. La colección de Madrid, de 1648 , que costeó Pedro
de cuentos : Coello.
En la colección de obras satíricas y festivas de don A. La de Alfay, también en esta corte, 16S0.
Francisco , hecha en Barcelona por Pedro Lacavalleria, C. La que imprimió Diaz de la Carrera en 16S3.
ano de 1629 (con titulo de Desvelos soñolientos y discur B. La madrileña, de Mateo de la Bastida, 1G58.
sos de verdades soñadas), entra al folio 129. V. La que publicó Foppens en Bruselas, 1670.
Suelto hubo de reimprimirle, en Valencia, Miguel do S. La que Sancha , en Madrid , 1790.
Sorolla este mismo año, y ( parece que junto con la sátira B. Copia manuscrita contemporánea que, incompleta,
del padre Aliaga) Esteban Liberós en Barcelona. posee la Academia de la Historia , perteneciente á la bi
Carlos de Labayen, impresor del reino de Navarra, in blioteca de Salazar y Castro. Su marca es L. 69.
cluyóle en su colección de 1631, al folio 388. Véase la desatinada opinión de los enemigos de Qoe
Diminuto, y con libertades insufribles para correr do vedo en el Tribunal de la justa venganza, año de 1635 :
molde, le dieron á luz lodos los ejemplares navarros, ara cEl último discurso es á quien llama Cuento de cuentos;
goneses y catalanes ; por lo cual , luego que nuestro autor en que, por no haberle ya quedado eu lo divino y humano
de quién decir mal, ni á quién atribuirle infamias, no
quiso que nuestra lengua castellana (siendo también su
Vrtlirrtt. Unta l.'= Don Fr ándito de Querida Vltlegll, t don An ya) se quedase loando. Y para ultrajarla de bárbara, no
tea!* de Ucee 7 Lthrn. Le. bible que llimemos cetlelleni (H.) dejó taberna , bodegón, matadero, rastro , ni rústicos al
i-cu.ro di Ckiiui. Per den Priociico de Qucvedo, A don Aleóte (P.)
t. A remenee <B ) deanos de quien no inquiriese las voces más bajas y de
deeleí i ledei lti necloou : (K) menos significación, que en tales lugares y por tales per
398 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.'
los hebreos , los griegos. Los i órnanos naturalizaron con la vitoria tantas voces en nuestro idioma,

sonas se hablan, huyendo y callando las que con elegante hermosa como nnas flores y mis ladina y alegre que otro tnta.
energía usa la gente principal y los autores graves que Al fin, y después de haber estado i pique de no atrapar i üitrní
en ella han escrito en prosa y verso, que á no ser tan no de los tres, se casa esta con Pep de Quelo, que era el mi! tabi
cón, y asunto concluido.
torio y tantos en número los refiriera. Pero liaste por re «En la obra hay reunidos más de mil y quinientos retenes, «•
convención el saber que los hombres más graves y doctos ees, modismos y vulgaridades del dialecto valenciano ; pcdieUt
de las otras naciones se precian de saberla y de hablarla, asegurarse que vence á los modelos de Qpevedo yTürrestgud
y de traducir en la suya muchos libros de los nuestros.» altor quiso imitar) en la verosimilitud de los lances, en la »w
Cúmpleme recordar en esta nota que desde muy jo piedad de los caracteres, en la riqueza de frases y lococioiesie-
ven, á la edad de veinte años , se regocijaba ya nuestro fi pulares, y sobre todo, en la claridad de la narración ; («estila
lólogo en sacar á la vergüenza las idiólicas frases del vul ambos autores, c»mo dice el valenciano, debieron creer qoi cia
to más recargaran su cuadro de las vulgaridades q«e eriheua,
go, las hipérboles y sonsonetes extravagantes, y, en fin, tanto mis gracioso y divertido resultaría ; asi es qoe i veces cas
los inútiles bordoncillos que embrollaban la conversa en tal contusión, que no hay modo de entenderlos, cobo lo pia
ción y el estilo de escribir cartas , teniendo viciada la ban las notas y explicaciones que Seijas acumula pan el Uní
buena prosa y enfadado el mundo. Para ello téngase pre- de cuentos. De eso no necesita la Rondalla de rondalla.
lente cuanto queda ya dicho en el tomo i, página 429. •Cirios Ros fué solo editor de este opúsculo , del qae co
Antigua costumbre fué la de escribir esta especie de dos ejemplares del siglo pasado , y uno del año 189). Estría
mosaicos literarios y hacer tales juego de rompe-cabe- fray Luis Galiana , hijo de la referida villa de Onteniente, i
nació á 9 de junio de 1740, y en 1755 tomó el hábito de sasifc.
tas, incrustando en ingeniosas fábulas ó chistosos diá
mingo en el convento de su patria, profesando al año it.il
logos ahora muletillas de la conversación , ahora pro y ascendiendo á lector de filosofía todavía muy joven. Escril
verbios vulgares, ya disticos famosos, ya frases castella rías obras, particularmente sobre antigüedades valencianas,;!
nas ó latinas afortunadas. Viénense fácilmente á la me larga y erudita correspondencia epistolar con su célebre
moria al tocar este punto las Cartat en refranes de Blasco vincíanodou Cregono Mayans. Los improbos trabajosnol
de Garay, racionero de la santa iglesia de Toledo ; el en que se entregó le hicieron contraer una tisis , que tcrsÉ»
tremés Las civilidades de Luis Quiñones de Benavente, dias en 1771.
copiando á nuestro Qbevedo; las loas del mismo saladí •Pues bien ; morando en el risueño campo de Oateaienu
tro afios antes, escribió la Rondalla, que aunque en desttíia
simo poeta, compuestas de versos y celebradas senten y alegre estilo, nada contiene que pueda ofender el oído nal
cias del romancero ; la Fábula de Dido y Eneas que el licado; y sin embargo, el padre Galiana, por respeto al itü
maestro Juan de Avellaneda, fraile Jerónimo, escribió en que vestía, ni le dio su nombre ni quiso publicarla. En viva
Salamanca año de 1639, en espinelas, entrando cu cada es tan popular la Rondalla como en Castilla el Cunte tVraet
una enteros cuatro versos de Góngora, Quevedo, Cal •No quiero dejar de añadirte que cierta fracción poüárt
derón ó Lope ; la Fábula de Orfeo , baile famoso de que por desgracia contamos en nuestra nación, incensüuall
Cáncer; la Mogiganga de Don Gaiteros, compuesta con según entonces se dijo, el suntuoso convento de doniBtf»s#
teniente ; era en lo fuerte de la guerra civil, y fama «.»■■>
títulos de romances antiguos y modernos por don Vicen
íruim los nidos para que no pudiesen toleer los ptjarot. Sfl
te Suarez de Deza; las varias sátiras contra don Juan de quiera, el incendio no se apagó, y entre desconsoladores
Austria formadas de rótulos de comedias ; y los estu bros se perdieron los manuscritos y las cenizas del pata
pendos baturrillos enciclopédidos de León Marchante, Luis Galiana , uno de los más ilustres varones de nao de le*
dulce estudio de los barberos del siglo pasado. Pero so ilustres pueblos valencianos. Ella no merece baldo», cawr
bre todo, ¿quien olvida El perro y la calentura de Pedro merece España por los desafueros de ligónos de sus 14% 9"
de Espinosa; la Historia de historias de don Diego de Tor este siglo de las luces andan ciegos, desatentados y lotos i sa*
•Adiós, querido Aureliano; sí alguna de esas noticias t¡
res Villaroel ; la Rondalla de rondalles del padre Galia
para el tnagnum opus con que enriqueces i tu patria, me ale
na , obras todas calcadas sobre el Cuento de cuentos? de haberte escrito ; si no, rompe este papel, y manda i ti ■
Acerca del rasgo ingenioso de este escritor valencia fiero y amigo — Joaquín José Cervino. — Madrid, 15 fe
no, me dice lo siguiente mi tierno amigo el felicísimo de 1855.»
cantor de Sara, de Judit, de la Fe, y de las Siete pala Concluyamos, advirtiendo & los lectores que, i h1
bras; tan excelente poeta como entendido y recto cova- no afear el texlo plagándole de llamadas, ha pareridor
cholista cuando Dios queria : jor lleven todas las variantes un número, correspoo-J'
•Querido Aurellano : Al verte aplicado tan de continuo, y con el te al de la linea de la columna en que se encuei
provecho que todos confiesan, á la restauración j comento del como también llamar al pié con letra bastardilla la*
gran Qoeveoo, hube de reparar anoche en lo mucho que hus cion sobre los giros y palabras que se explican!
meaba nuestro ilustrado amigo don Francisco de Paula Seijai
fran en el comentario.
tras de orígenes, analogías, refranes, tipos y copias para ilus Cada plana se divide pues en tres secciones : mu de»
trar el célebre Cuento de cuentos de tu autor favorito. Y como por
hallarse escrita en valenciano, y haber corrido poco fuera de su to, otra de variante!, y entre ambas el comentará, p«*
so estudio que debo á mi cariñoso amigo y antigo* c*
provincia, acaso no te sea conocida la imitación mas feliz, si al
guna hubo, del saladísimo opdseulo de Quivedo, yo, que pasé mi pañero don Francisco de Paula Seijas y Paiiño;deof
niñez y mi juventud en la antigua , populosa y bellísima villa de dominio y peregrinos conocimientos en nuestra casi*
Onleuiente, provincia de Valencia, voy á darte noticia del liberto i na lengua fuera insigne prueba este, si ya no lepa»
que me refiero, y se intitula : Rondalla de rondalles i conseja de por la mano otros doctos é ingeniosos desenfados.
consejas ) á imitacii del Cuento de cuentos de don francisco de (6) El mismo que, viendo impresas en Aragón jot*
Quevedo, y de la Historia de histories de don Diego de Torres;
composta per un curios apasiona! d la llcngua llemosina : u treta i parles (fuera de los reinos de Castilla) las obras a»
Iban per Carlos Ros, nolari pUlic... Valencia, 1768. cas y festivas de Quevedo , con tanta malicia, I**'?
»Ei opdseulo valenciano tiene 76 páginas en 8.', j se escribid con conocían de su autor,— como las tuviese trasladadas
objeto de reunir y tildar muchas de las vulgaridadesdel habla lemo- propio original, determinó, dándole cuenta, resii^
sina, al modo que Qüevedo había jugado con las de la castellana. a su pureza y limpiarlas de errores y descuidos, en iw
El argumento se reduce á contar los amoríos y pendencias de tres Quevedo permitió á don Alonso esta lima, j dócil sujf _
hermanos, cada cual de genio y figura distintos , y cada cual em i ella ; pero si en lo general suavizó largas tiradas i«j*
peñado en casarse con una labradorcilla, hija de buenos padres,
tas y desapacibles á piadosos oidos, violentó en no r*|
ocasiones y desgració alguno de los desenfadadas r»^
I. «tioeos, y loi romanos nituraliaaron c»> U vitorl» t»nui vece»
nueiito idioma, que le mcede (.P.) del satírico. La colección reformada por MfsU «*'
CUENTO DE CUENTOS. 399
que la sucede lo que á la capa del pobre , que son tantos los remiendos , que su principio se equi
voca con ellos.
■sujetándose á satisfacer los reparos de los calificadores adverbial al último, y los otros quedan á ella sujetos; con lo
del Santo Oficio de la Inquisición, se relula Juguetes de que no hay sonsonete, y sale la frase gallarda y limpia, y no po
cas veces con majestad y elegancia. Ya quisieran poder hacerlo
la niñez y travesuras del ingenio. otras lenguas que padecen de la misma dolencia.
Eu ella aparece el Cuento de cuentos menos inteligible, Hubo de hacer títere a los académicos de la nuestra en el pasa
y menos deleitable por lo tanto , á causa del embrollo y do siglo aquello que dice Qobveoo de «No quiero nada, peca en
confusión que producen en el argumento los nombres de las dos negaciones, y debe decirse quiero nada», cuando nos acon
pupilera , lia , licenciado , bribón , fregona y casa ; en vez sejaron huir por viciosa semejante locución ; bien que luego, me
de abadesa, mala monja, vicario, guardián, fraile , moti jor avenidos con la costumbre, suprimieron el consejo, é hicie
lón, andadera de monjas y locutorio. Pero anduvo no na ron perfectamente. Porque en latin dos negaciones afirmen, ¿ha
de ser lo propio en castellano? A más que la máxima es cierta,
ja cuerdo y demasiado libre don Francisco al introducir
siempre que en la frase no vaya acompañada la partícula so de
en su fábula per.-onas sagradas, antes para escándalo que las palabras nada, nadie, ninguno; y asi es oración de sentido
para corrección de las costumbres; y poco acertado el afirmativo con apariencia negativa , no es inmortal el hombre, y
prudente don Alonso en el quid pro <¡w de estados y ofi csU otra , htzolo no sin mengua de su fama. Pero no hay ninguno,
cios de las figuras. no ti á nadie en tu casa, son negativas en la forma y en el fun
do ; y creo para mi que con justicia , si se atiende á que la partí
COMENTARIO AL CURNTO DE CUENTOS, cula no que hace la oración negativa, va Un pegada á la signifi
POR DOX FRANCISCO DE PAULA SEMAS. cación del verbo, que ya no puede variarse. Y si bien se observa
Prólogo y comentario necesitaba esta al parecer bagatela, que en los ejemplos anteriores, se verá que todos niegan, como que
llenase dos Untos del presente volumen; asi es de socorrido el la afirmación nace de un juicio posterior del entendimiento. Por
asunto; pero serian monstruo deforme al lado déla obrilla, y que en los primeros hay la negación de un sujeto ó cualidad nega
no se han de perder, aun por la fecundidad de la materia, las leyes tiva, que supone otro sujeto ó cualidad afirmativa, sobreentendi
de la consonancia. da en el hecho de la negación,— no es inmortal el hombre no quie
Qcevedo escribid el Cuento it cuentos mis para mostrar la re decir es mortal , puesto que en voz de verdad solo niega que
pía de su ingenio y el supremo dominio que tenia en el habla ;ea inmortal; pero tal negativa Indica aquella afirmación. En los
castellana, que para zaherir al vulgo y castigarle su gárrula in segundos, se niega una negación absoluU, una cuantidad, y por
vención. Ciertamente movió gran polvareda en la familia literaria, ende no tiene idea completa que pueda sustituirle : una cosa so
qoe le miraba hosca y de través ; pero más fué culpa de ello el es inaccesible, porque es accesible ; so es inexpugnable, porque se
nombre del autor que el objeto de su trabajo. puede rendir. Pero no es nadie, no es nada, no es ninguno es eso
De pasada, y sin alardes de gramático, señaló en el prólogo al mismo, porque sus contrarias ideas Unto podían ser alguno co
gunos reparos á la lengua, que no se le cocian en el cuerpo, y mo muchos ó todos , algo ó todo , alguien ó pocos , ó ciertos y de
fíese derecho al grano, Ingiriendo y enredando con maravillosa terminados : el que no ve á nadie á nadie ve , porque no puede
arte en una fábula , ni fría ni deslabazada , cuanto idiotismo y pa imaginarse que vea otra cosa. Hé aqui el modo cómo se comprenda
labra vulgar le vino á las mientes y le cuadraba á su propósito. que estando en la oración tales palabras pueda suprimirse la par
Quiso traer i la vergüenza todo el asco de la conversación, según tícula no siempre que se anteponga ; de otro modo no lo permita
so felicísima frase; aunqne se detuvo en los principios, y se la construcción gramatical, porque no hay verdadera frase nega
comentó con lo más granadito , bastante en número, pero todo ni tiva sin que la negación vaya delante del verbo.
por pienso. Ni ¿dónde hubiera podido meter el copioso arsenal •¿Por qué hemos de decir el alma, y no la alma, cuando no nos
que el pueblo babia ido formando en el trascurso de los tiempos, es licito concordar el alma bueno?' Porque los oidos castellanos
y que no pasa dia sin que aumente y enriquezca? Mas, cosa rara: son más que medianamente delicados , y no pueden resolverse a
creyó con ello condenar al desprecio y relegar al olvido , las que consentir ese martilleo de las ios' aes, yantes quieren trastor
él consideraba manchas del lenguaje ; y acaeció todo lo contrario, nar el género al articulo. Paréceme que á lo poco que dice nues
porque tomaron autoridad en su boca , y muchas de ellas viven tro autor basta lo dicho para no pecar eu prolijo y enfadoso.
porque les levantó monumento, y tuviéronse por buenas. Y ¿qué En cuanto á las frases que tacha de bordoncillos y asideros, sin
hubiera acontecido, caso de salir con su intento? Acabados aque los cuales, como que no puede seguirse el hilo de un discurso,
llos modos de decir, habrían luego nacido otros; porque, como á y las vulgares y corrientes que tienen su natural asiento en la con
todos nos toca nuestro poco de inventiva, unas veces con fortu versación llana y familiar (de las que apuntó algunas en el prólo
na, otras sin ella, vamos, sin advertirlo siquiera, reconstruyendo go, y las demás forman toda la estructura de la fábula), explicadas
el derruido edificio. Guárdeme Dios de hacer apologías en pro de van en el discurso de la obra , como hemos sabido y podido eje
semejantes invenciones; pero como no puede negarse lo que cutarlo, faltos de ciencia y experiencia. Algunas, sin embargo, por
es, dígolo y basta. Por lo demás, algunas con razón harta po triviales y conocidas han pasado sin glosa , otras por no encon
drían merecer grandes encomios, si no por hijas del buen gusto, trársela apropiada y verdadera. Razón tendrían en llamarnos mo
a lo menos como destellos seductores de imaginación viva y de lestos y algo más los que vieran gastado el tiempo en comentar ua
atención y escrupulosidad más que medianas; y asi alcanzar per ahora bien , llámese como se llamare , ni por esas ni por esotras,
dón, que les podemos dar y se lo hemos dado con tranquilidad de teme a* me tengas, por tantos y cuantos, ver veamos, que otro
inimo y aplauso de la conciencia. tentó, sin más ni más, dores y temares ,á tal y i cual, ahora es y
No se me acuerda bien si lie dicho que de soslayo, y como no acaba , calla callando , asi y asado, á tanto más cuanto , de cla
quien teme entrar en sitio peligroso, apuntó Qoeveoo algunos ro en claro , por un si es no es, qué me sé yo ; y otras por el es
escrúpulos gramaticales que le traían algo inquieto y receloso. tilo y del mismo jaez , verdaderas garrulidades y pleonasmos sin
Hitólo en el prólogo (que aqiel era su lugar) ; y después de repa tino, que bien zaheridos están, aunque anden remisos en darse
sados bien , solo tres pueden llevar este nombre : ano es de eti por condenados.
mología , dos más quieren ser de la sintaxis. Hay otras Un descriptivas y de Un claro sentido, que seria gra
Eternamente, ricamente, altamente, y tantos otros adverbios de duar al lector de necio detenerse en discurrir qué significan, porque
calidad hechos con la misma terminación, dan guerra a Qcevedo, bien se adivina á tiro de mosquete. ¿Quién no sabe que para comen
y pone el grito en las nubes , sin acordarse de que este achaque, zar mi Urea debi decir manos á la obra, que bien pude estar d par
i mis que á nuestra lengua , atañe ó todas las romanas , por ser de muerte para concluirla, echando los bofes y con el agua hasta
traducción del ablativo absoluto, usado por el adverbio en la ba aquí, porque se me puso entre ojos el asunto , y no era para hom
ja latinidad. Sane fué mentí sana, lanamente que decimos nos bres de" pro dar tajos á diestro y siniestro ; que si vergüenza tengo,
otros. Mas no pueden quejarse los escrupulosos , que bien ahor me habré de poner mus colorado que unas brasas, pues por ello
ramos la terminación siempre que tenemos ocasiones para ello : me arriesgo á que me digan los nombres de las fiestas; si hablé
hé aqui que vamos á poner tres ó cuatro adverbios de calidad, y mal , gritarán a más y mejor como unos descosidos los que me cri
lisa, llana y desembarazadamente dejamos Un solo la terminación tiquen; y entonces qué hacer, sino rabo entre piernas irme por
esos trigos de Dios sin decir esta boca es mia? Y bien se me al
i. que la sirve <ie l> que i li capa de pebre, (B.) canza que lo que voy ensartando no se diré á ciegos ni á sordos,
capa «I pobre, (Jf.) y sin ser vistos si oidos tendreme lo que me espero por mi loca
loa remiendo. , que au patio IC equivoca t»n «Uos. También se ha
fauíísia. ¿Valia esto, lector despreocupado, que te cansara con
kcca» lew» fe M i*".)
400 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
En el origen della han hablado algunos linajudos de vocablos, que desentierran los hueste á
las voces, cosa más entretenida que demostrada ; y dicen que averiguan lo que inventan.
También se ha hecho Tesoro de la lengua española, donde el papel es mas que la razón j obra
grande, y de erudición desaliñada.
Ninguno ha escrito gramática ; y hablamos la costumbre, no la verdad, con solecismos.
El alma decimos ; y supuesto que el alma bueno no se puede decir, el, que es articulo mas
culino, ha de ser la, y pronunciar la alma.
No quiero nada peca en lo de las dos negaciones, y debe decirse : «quiero nada.i
Bien considerable es el entremetimiento desta palabra mente, que se anda enfadando las cláu
sulas y paseándose por las voces eternamente, ricamente, gloriosamente, altamente, santament/,
y esta porfía sin fin. ¿Hay necedad más repetida de todos que finalmente, cosa que algún Utora
me quiera excusar de no haberla dicho ?
Mal hablado llaman al que habla mal, habiéndole de llamar mal hablador.
Mire lo que le digo , decimos todos por óigame ; pues no se parecen los ojos y las" Orejas. A<¡m-
te, por este; agora, por ahora. Son infinitas las veces que, pudiendo escoger, usamos lo pe*
¡ Hay cosa como ver á un graduado , con más barbas que textos, decir enfurecido : «Voto á Diav
que se lo dije de pe apa!» ¿Qué es pe apa, licenciado? Y para enmendarlo dice que sí está
á erre todo el día.
¿Qué será no dar á uno una sed de agua , que tan frecuente se oye en las quejas de los amig
y de los criados? Y hacer bailar el agua delante ¿es á propósito?

sermones largos y fastidiosos? Pues como esas quedan tinas cuan sacó tantas expresiones : del migo y de la germíolí, que «nj
tas qoc no son para repetidas, y podrías figurarte qne te hablaba también. Ellos le dieron cuanto hubo menester : aquel fsiid
con sonsonete. nes , sus metáforas atrevidas , sus exactas comparaciones >
¡Cuan expresivas son para encarecer la comodidad y la holgura traslaticios sentidos; esta su picaresco vocabulario y sus
estas frases conejo por barba, verilees como tierra y casa como cados extravagantes. A la propia mina acudieron Can; can «ni
una colmena, cuanto el subirse el humo á los nances para demos navente, Suarez de Dexa como Torres, y 1 la misna bol
trar el enfado, y para estar servido en todo i pedir de toca! He- nosotros para explicar lo oscuro de tal y tal locución ?■-"•
cha de cera bien claro publica la suave condición ; rubia como el Cuento de cuentos.
unas candelas, lo rubio del cabello y lo sano del rostro; y hecha No nada linajudos de palabras apenas hemos qneridí r»
de hiél, lo amargo del gesto. No hay pues sino indicarlas, y aun caza de etimologías por el coto de las imaginaciones, ei»^
decir qne bien valen que se conserven , por más que hayan estado y coincidencias ; sabiendo á ciencia cierta que en el refm
en la picota que les levantó Qüevkdo. Huchas no tuvieron tanta fiol que dice : «¿quién puso puertas al campo?» ese uspís
fortuna , porque fortuna fué ; y otras han nacido con el tiempo, de de las conjeturas precisamente.
las que no pocas apuntó en su Historia de historias el doctor Algo más apetecería el gramático, no poco el filólogo,'**
don Diego de Torres con menos gracia y harta más liviandad que el erudito; pero seria pedir cotufas en el golfo, cuneos*
nuestro satírico poeta. ¡Quién quita al pueblo sus Ídolos! ¡Quién mos procurado que se entienda á Quevxdo y se eche iüt
le arrebata á Juan Lanas y Pedro Botero, Mari Ramos, Pateta, comentario.
Pero Grullo y Zafra ! Se acordará de ellos cuando vea maridos Expliquemos pues al por menor algunas frases del tetó:
simples , ó recuerde las penas del infierno , d oiga maullar el gato,
ó decir una sentencia aguda y verdades como puDos, ó cuando la Tesoro de la lengua castellana ó espaüota , compuesta par "t
lluvia amenace sus sembrados. Proverbiales son ya la casa de Tó cenciado D. Sebastian de CovarruMas Orozco , capellán lt
came Roque y el campillo de Manuela; proverbiales el rey que ra majestad, maestrescuela y canónigo de la Santa Iglesia d; i"
bió, la sopa boba, ¡a boca de un fraile, y hasta el mismo don Qui ca y consultor del Santo Oficio de la Inquisición. —Nairii."
late; y no hablo de otras por no meterme en el escurridizo terreno Luis Sánchez, 1611.
de la política. Mal hablado.— El que habla mal de todo. Manera es esüitl
Más que semejantes idiotismos (al Un nacidos en nnestra tierra marnombres en nui-slra lengua, idiótica y frecuente; y asi ítai
y que visten nuestro propio traje), condeno tantas otras palabras mal pensado, bien hablado. La considero menos antilógica e¡¡
y aun frases que de fuera nos vienen , muy bien peinadas y traídas cional que la estiman otros, sin contar á nuestro autor, p«¡M
por gentede buen porte , que son de puro similor, y no gastan la curre entre burlas y veras. El tiempo pasivo se ton» ,:<SJ«
holgada ropilla de nuestros abuelos. Mientras no desaparezca el más enérgico para signillcar la costumbre de siempre, j i,w,*l
autor (y ¿cuándo podrá ser?), un dia tras otro Irá aumentándose en que se dice : mal pensado , que ha pensado mil sienpríldJJ
caudal tan rico ; porque de este arsenal, y no de otro, Qoeveoo ra también; mal hablado, que ordinariamente habla aulst
Sustantivar el participio es muy coman entre nosotros, pw
i. y erudición (P.) nillcar estado y modo de ser: de aqui «hombre leído, er"
8. y no la verdad, (Id.) do; » elegancia de la lengua latina.
a. decir, porque el et articulo masculino, y habla de ser la, (fd.) De pe apa. — Desde el principio al fin, enterameilí ; J
0. en lo de las negaciones, (P. S.) más exacto, con toda claridad, como se ensena á leer delcS
9. entretenimiento desta palabra mente, (B.P. A, SJ
enfadando clausula! (P.) do : p o po ¡pe á pa que se dice, corrompida la ortosrafu "
41. necedad tan repetida de todos igu almente? cosa que (Jo*. A. C.B.F. den).
$.) — necedad tan repentina de todos.... (D.) —necedad tan repartida de Erre á erre. — Con tesón, tercamente ; t ornada de la
todo, finalmente, (U.) de las primeras letras, por lo difícil que se hace i tunebos ti
IX. de haberla do lio? Mal habla le llaman at qne halda mal, debiendo nunciar la r, y alcanzarlo á fuerza de repetfrla. Es aiy pa
llamarle (P.) — de i.o haber dicho ? Nal hablado llamamos {//.) al sonido de la frase el que forma la sien -a ó lina, a"**!
14. Mire l» que digo por óigame; (—Falta desde aquí una hoja en el
manuscrito.) pulir alguna cosa que necesita gran trabaja .sor su doren."*!
no te parecen los oídos A las orejas. (P.) tencia ; y tal vez como figurativo del raido, d jérase U locan*
4S. Infinitas voces que pudiendo (D.) — infinitas las veces que pudien- ffo dar 6 no deber á uno una sed de agua- -Vale ser «n*™
ñMM.A.C.B.r.S.) no prestar el menor alivio, no dispensar el mi !aor favor; w*
<(.. iVoto i tal que te lo dije (P.) le familiar é idiótica, no dar, no solo ni agua, pero ni u»P*" '
17. dice erre erre todo el día. (ti.)— erre que erre (S.)
1'.' iso dar uno á otro una sed (P.) sed de ella. , '■,
Bailar el agua delank. — Es serrircoa er>» dUig«eiill"r
Un frecuentemente se oye (B. S.)
CUENTO DE CUENTOS. 401
Encarece uno su verdad, y dice : Yo le dije dos por tres. Y decir dos por tres, ¿quién negará
que no es decir una cosa por otra? Había de decir : «Yo le dije dos por dos. »
¡Pues uno que encareciendo su diligencia, dice que vino en un santiamén! Deben de tenerlos
santiamenes gran paso. ¡Y los que para encarecer su prudencia dicen que lo escogieron á moco de
candil! Miren qué juicio tendrá un moco de candil para escoger. •
Un enojado que dice á otro que le trae sobre ojo, es (con perdón) llamarle nalgas ; que para
decir que le atiende, lo propio era «traer los ojos sobre él». Y el blasón tan presumido de te
ner sangre en el ojo, más denota almorranas que honra; y pierdo doblado si lo juzgan los
pujos.
Hablen cartas y callen barbas; sin haber quien haya oído decir á las barbas : «Esta boca es mia; »
aun cuando las calean y las rapan.
¡ Qué de hombres se hacen mog ¡gatos ; y nadie sabe qué son estos gatos mogi !
Verse y desearse no pasó de Narciso.
Poner pies en pared no sirve de nada ; yo lo he probado , viéndome en trabajos , como oia de
cir : «jYo hay sino poner pies en pared;» y solo sirve de trepar ó dar de cogote.
Andar la barba sobre el hombro , quien lo tuviere por buen consejo, lo pruebe; y andará hecho
corderito de Agnus Dei.
Dióme un remoquete es dádiva de catarro.
Llevar la soga arrastrando dicen que es la mayor desdicha. Yo he llevado arrastrando sogas, y
hallo que es peor que la soga lleve arrastrando al hombre.
Para decir que uno es muy malo dicen que ni teme ni debe. ¿Puede ser mayor necedad, pues
solo es bueno el que ni teme ni debe? Habian de decir que ni teme ni paga; y esto pregúnten
selo á los mercaderes y á todos los que fian.
JVo me lo harán creer cuantos aran y cavan. Considere vucsamerced qué letrados ó teólogos
buscó, sino gañanes.
titnd, y partee venir de las triadas, que en tiempo de verano, ruan se hinchan y ensangrientan con la ira ; traer sobre ojo por la pro
do sqs amos llegan de fuera refrescan las piezas y los patios con pia razón. Y no ha de criticarse el uso del singular, porque esto,
pretiera, y va el agua sallando por los ladrillos y azulejos, que pa aunque no tan común en nuestra lengua como en otras, no deja de
rece qae baila. Explícalo asi Covarrubias, y lo confirma Clemenein, hallarse muchas veces; y asi se han traducido las frases de la Bi
añadiendo que en ese caso debió tener origen en Andalucía, don blia en que entra esta palabra. Tener sangre en el ojo, significa ser
de es mas frecuente semejante nso. honrado ; bien porque no sufro cosquillas el que se afirma en sus
Le dije dos por Int.—A dos por ¡res se usa hoy para expresar honrados hechos, y siempre esta avizorado y dispuesto a soste
qne alguno dice ó hace alguna cosa con prontitud 6 sin miedo ni nerlos; bien porque descendiéndolos nobles en los primitivos
reparo; tan pronta como se multiplica dos por tres. tiempos de los godos, dijose de ellos de sangre azul, porque es
iantiamt*. — Instante, momento, como se dice en un verbo, por te color tienen las venas en los de blanca tez, y suelen sus ojos
la prisa con qne se concluyen en el rezo las oraciones, cuyo final estar más teñidos de sangre que en los de color moreno.
es el mismo y se sabe de memoria; sobre lodo al santiguarse: es ¡¡oblen carias y callen barbas.— Refrán antiguo, mencionado por
común decir boy, en menos que se persiana un cura loco; no lardó el marqués de Santillana , que indica ser ociosas las palabras cuan
a* credo. do hay instrumentos para probar lo que se dice.
A moco de candil. — Con sumo cuidado y examen, ya sea por la Mogigato.— Disimulado, hjprócrita , que afecta humildad para
escasa luí qne suministra el candil, lo cnal hace mayor y más lija conseguir su intento, ó el beato que hace escrúpulo de todo. Dale
la atención coando se busca alguna cosa, ya, como quiere Covar Covarrubias dos orígenes: uno de mitígalo, y corrompido mogiga-
rubias, porque los huevos se escogen examinándolos a través de lo; y otro de mogate, que significa el bailo que cubre alguna cosa,
la lar para ver si son frescos. y es nombre arábigo. Entiendo que lo es también mogigato, de
Enojar.—Causar ira. Muchas son las palabras que de ojo se for \mohhshl) y (gatah) cubrir.
man en castellano, todas de significación adecuada y a propósito: Verse y desearse. — Pondera el cuidado y fatiga que cuesta eje
mojar y desenojar, antojar, ojear y ojeo, ojeriza, ojera, ojeroso, cutar alguna cosa; frase elíptica, que explicada es verse 6in fuer
jotras. zas y desear tenerlas.
Traer sobre ojo , tener sangre en el ojo. —Burlóse (¡divido de Poner piís en pared. — Empellarse con tenacidad en conseguir
estas frases con mis gracia que verdad en su critica. Son los ojos algnna cosa, por el apoyo qne bnsca en el muro ó pared el que
espejo del alma, según expresión de muchos sabios, y la mas no trata de forzar ó desprender algo.
table facción del rostro; asi, «que mucho acudiera el vulgo a ellos Andar ó traer tu barba sobre el hombro.—Estar alerta : expresión
como precioso arsenal , para sus significativas y graciosas locu figurativa de la postura del qne mira atrás y 4 los costados, para
ciones? Formó la lengua enojar, por irritar; traer en ojos, porque ver si le siguen , y lleva la barba sobre los hombros, por la incli
nación de la cabeza.
Remoquete. — Moquete ó puiiada qne se dan unos á otros, que
€.r««i««UJ«(!>.) suele ir dirigida á las narices, y por eso se llamó asi. Por exten
9- Había de decir : Doi per doa. iPües uno que, por encarecer su di- sión vale dicho agudo y salado, acordándose entonces más de
ligeacla, vino {id ) mueca ó gesto. También es cuidada y galanteo.
6. la cd licítelo que dice i otro (M.) La soga arrastrando. — Explica qne alguno ha cometido delito
v. lo propio en decir qae trie loi ojoi sobre «I. T et bleion Un pre*
ciado de tener (id.) grave, por el que va siempre expuesto al castigo; dicho expresivo y
9. loe pujos. Verte p astearte no peta de Narciio. (Id.) feliz : su delito ya le tiene ahorcado y arrastrando la soga.
«f. aun cuando leí cajeen y {".)—aun cuando las caldean y (C.D.F.S.) Ai teme ni debe. — Significa la temeridad y arrojo en acometer
4.4. y yo lo he probado, (fl. /'. S.) empresas, confiado en el propio valor y osadía, sin consultar la
«a. y dar de cogote. (P ) prudencia. Frase elíptica de esta otra : Ni teme, ni debe temer, ni
«S. Dijüme un remoquete [Id.)
VI. {Puede haber mayor necedad, pues solo es bueno el que no teme ha por qué.
al debet beblende de decir (fd.) Cuantos aran y cavan. — tNadie es capaz de eonvencerme de lo
•X. prefdnlento (fa*.) contrario; aunque lo dijeran todos, no lo creería.» Debe ser uio-
Q.-n. 26
402 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
¿Vuesamerced ha visto algún bazo cagado? Que yo no sé por dónde entran á proveerse enun

¿Hay cosa tan mortal como zas? Más han muerto de zas que de otra enfermedad ; no se cuenti
pendencia que no digan : c Y llega, y zas y zas, y cayó luego. »
No es el mundo tan grande como tris : toda, está en un tris , y no hay dos trises ; estaban
un tris; estuvo toda la ciudad en un tris; todo el reino estuvo en un tris. ¿Y espantaran*
que la fénix sea una, siendo el iris uno siempre?
¿Y aquellos majaderos músicos que se van cantando las tres añades, madre; que no canta
las dos, si los queman, ni la cuarta?
Considere vuesamerced el buen talle destas voces, que senos hacen reacias en laten;
no las podemos escupir : zurriburri, á cada triquete, traque barraque, zis zas, zipizape,*
risco, irte á chitos, chichota, con sus once de oveja, trochimoche, y cochite hervite; es decir que

bien por el conjunto de gente inculta y de mal protcJfr:


do de decir antiguo, del tiempo en que apenas habla otra ocupa
ser imitativa del murmullo que forman las voces de los q
ción que la labranza; y eipresa por tanto la generalidad de las
blan i un tiempo, cosa frecuente en las personas de poca»
gentes. na educación.
Bazo cagado.— «¡Qué general solemnidad se habrá hecho a aque
lla su pregunta, si se ka visto algún bazo cagado! Yo diria que Trague barraque.—A todo tiempo y con cualquier i
sin haberlo visto lo está el suyo todo entero; porque este estilo de venir del arábigo (traq) y (barákk). Terreros lo hace sitl
hablar tan cagativo, no puede ser efecto de otra cosa en su perso rifla, pelasga, y trae al propósito los siguientes versos:
na sino de opilación de su cagado baio, que despide humores tan Como cierto bulle bulle,
biliosos y fétidos, que él parece que caga y ella culo. ¡Que no ha Que siempre está dile dale.
de ser limpio en sus dias , señor de Juan Abad ! ¡Qué mal parece Se venga con tlquís miquis,
en un tal cortesano, si acaso le parieron cu la calle alguna noche, lia de haber traque barraque.
y por su mala dicha le dieron por mantilla un volador sombrero,
Lliroaso traque el estallido que da el cohete, y (asbieal
que lo envolvió y dejó cagado para mientras viva! Mas ya me ha- •'e pólvora fna que se pone entre los cationes de luí te Ir
te asco este vocablo, y asi digo que a ser él menos sucio, el pro
mos para que se enciendan prontamente; y inrriieeenn
verbio es a propósito para declarar un gran enfado; porque (como corta de artillería de campaña y reforzada. De la uíioaf»
señala el Ulósofo, enseña el médico y da a conocer el anatómico) eiou du las dos palabras dijose, i mi ver, esta.
en la tercera decocción que se hace del sustento, se le pegan al ba Zw zas.— Describen perfectamente el ruido del golf.
lo unos escrementos, que si no lo cagan lo ensucian, lo agravan; «obre todo si es con espada, mandoble, ó cualqwi
y si son con eiceso, lo opilan y endurecen gravemente. ¿No advierte
ahora cómo el proverbio, si fuera menos sucio, no era malo ?• — vibre en el aire.
Zipizape—Riña ruidosa y con golpes, tomada de las IM
Venganza de la lengua española contra el autor del Cuento de cuen
que concluyen espantándolos con tales ó semejantes J™
tos. Por don Jujn Alonso Laureles , caballero de hábito y peón de xipi parece que se indica la llamada de los gatos de c
costumbre, aragonés liso y castellano revuelto (fray Luis de Aliaga). se aparten de la contienda, y zape es la voz con quesea
Esto basta para explicación y comentario, y como muestra del modo i los extraños; tal vez por eufonía se dijo zipizape par»
corles y aderezado con que endilgaban criticas i nuestro autor, por Abarrisco.— Sin distinción, consideración ni repare; i
su estilo franco y resuelto. (<i*iorJsn) ó (ahwarish). Covarrubias quiere que veip *»'
Zas. — Voz imitativa y onomatopéyica ; significa el ruido del gol latino venere, barrer todo lo que hay, que es llevárselo san
pe, y por traslación el golpe mismo. La vibración producida al sa
cudir con fueria palo, espada ó cosa tal, tiene un sonido semejante ni razón.
Gil Vicente) dice en sn Triumpho io Iverno, en nota a¡ "
i la construcción silábica de esta palabra, y por eso se adoptó co
mo gráfica y expresiva sobremanera. Sepan todos, abarrisco.
Tris.— Es el sonido leve que hace una cosa delicada al quebrar Que me voy Juan de la Greña,
se, y es palabra imitativa del ruido mismo; por extensión se dice Estragador de la leña
Y sembrador del pedrisco,
1 or nonada, cosa pequeña : en un tris, por en un momento, en na Dios de los trios vapores
da, quizá porque del golpe á quebrarse un vidrie, nada hay. Quie Y señor de los nublados.
ren algunos que venga de Opto-, cabello; pero me parece que no Peligro de los ganados.
hay que acudir tan lejos para conocer su origen. Tormento de los pastores.
Cantando las tres ánades, madre— Tomó la frase el vulgo, de /,-jíí eni/M.—Aun se conoce el juego de la ekilt, <
una coplilia antigua que dice: de donde está tomada esta frase para significar que tJJ
■ Tres ánades, madre, gando en juegos y pasatiempos : nada puede baber» *
Tasan por aquí; más exactitud, pues ocupación es esu de muebacnos
Mal peuaná mi; vagabundos.
Chichota.— Se usa solo en esta frase si* fallir
para significar que alguno va su camino alegremente. La boga que sin faltar la mis mínima circunstancia; cuál sea ««i
en su tiempo alcanzaría el cantar, originó sin duda la frase y su
aplicación. infiero. . «i
Con sus once de oveja. - Se usa para dar á entcnaer
Ziirrihirri.—Se toma por el sujeto vil y de baja esfera, y tam- se entromete en b que no le importa. Atribuye tal SK
Academia á esta frase, pero el sentido en nuestro MW|
conforme al general en Andalucía, dándose á enten"
I. entran i cagarle en un bazo. (P.) bre y humildad fingida. Ni en una ni en otra aplicaei»
S. enfermedad ; j no ta cuenta pendencia qu» n» digan «j zi>, y zli J
cayo lui'fi'i.» (Zf.) averiguar el origen. .
*. que no le diga : «llego, j til ; y cayó (P.)- que no digan ! «V llega, Trochimoche.- Según Covarrubias esti tomado ■<»
y za,, y cayd (0.) la corta de leñas; y se aplica al que desmoeba I"""*"
5. tan grande como un trll : {//. P.) jar guia ni pendón, y las corta por el pié, que es >M".
6. ¿Y espántame que et ave fénli (P.) trochar 6 tronchar, y mochar al desmochar. Por eso a
9. tu doi ni I» cuatro «l loa queman 1 (fi.) — laidoi, al loa quema significa disparatada é inconsideradamente, por metalen i
ran, ni la cuarla?'(D.)
10. hacían rehada» IB. S.) risima formación de la palabra.
41. cada tríqut , trague barraque, (B.) Cochite hervite. — Coa celeridad y atropellamlf»t¡> ; <
y d cada trique traque, traque barraque, (P.) de las voces cocido y hervido, por lo que vale M¡""fzL.
alpe, tape, (P. II.) . a cocer y hervir al momento. Te cocí , te herti ; noli, uw"
It. ine iicmi*-, calle*, coniut anca U aveja , ttoclumbcht, eíciw»
UntU;(H chite hervite.
CUENTO DE CUENTOS. 403
tiene vergüenza para deslizarse en una historia y entremeterse en un sermón ; y están tan ha
lladas, que pocas plumas las desdeñan.
Y para ver á cuál mendiguez está reducida la lengua española , considere vuesamerced que , si
Dios por su infinita misericordia no nos hubiera dado estas dos voces ahora bien, nadie se pudiera
ir ni se despidiera de una conversación. Todos dicen : « Ahora bien , ya es hora ; ahora bien,
ya es tarde ; ahora bien , ya vuesasmercedes querrán cenar. » Y hay hombre que , por no acordar
se dcllas , se detiene hasta que enfada y mata , y en topando con su hora bien , se va.
Yo, por no andar rascando mi lenguaje todo el dia, he querido espulgarle de una vez en esta
jornada, donde yo solo no tengo qué hacer. Y en este cuento he sacado á la vergüenza todo el
asco de nuestra conversación, que si no tuviere donaire ni mereciere alabanza, no carece de es
timación el trabajo en recoger tan extraños desatinos. Ahora va este papel haciendo lugar á obra
más de veras, en que trataré (ni sé si tan docto como desvergonzado) que ni sabemos deletrear
nuestra cartilla ni razonar con la pluma. En tanto vuesamerced, que hace buena acogida á mis
borrones, se divierta y tenga larga vida, con buena salud. Monzón, 17 de marzo de 1626.
Don Francisco de Quevedo Villegas.

i. no Ututo vergu>nta (P. n.) — no tiene deivergüenia (C. B. S.) — c, vneíamerced querrá cenara (P. )
do titeen deavergilenxa (D. Jf. A.P.) 8. he requerido espulgarle (Id.)
3. a cumia mendiguez (P.J II. trabajo en rehacer Un exlraSoe detallóos. ili.)
la lengua castellana * considere (ff.) si. veras, que trataré, no sé si soy tan docto (H.)
considere vuesamerced y si Dios (O.) 43. Eo tanto que vuesamerced hace (P. II.)
l. Boooshuhiern dado ahjru bien, ahora bienyaes horo, atiera bltit I*, buena salud. Uonson, á 19 de marxo de 16U nfioi. Cff ara (ff.J —
tb ti tarde ; ( II ) boena salud, etc. Cdkkto [P )
5 it al despidir (P.) IB. Don francisco Quevedo (fl.)
CUENTO DE CUENTOS.

Ello se ha de contar; y si se ha de contar, no hay era vivo como una cendra, y amigo de hacer tracum
sino, sus , manos á la obra. dañas, y baladran. El padre lo sentia á par de nise
Digo pues que en Sigüenza había un hombre muy mas él ni por esas ni por esotras.
cabal y machucho, que diz que se decia Menchaca, de El mayor era hombre de pelo en pecho, y ecloa
muy buena cepa. Estaba casado con una mujer, y esta bofe por una mozuela como un pino de oro,
mujer era mujer de punto y más grave que otro tanto. da, veme no me tengas, alharaquienta. Era «id
Llámese como se llamare. sumando (como digo de mi cuento) murió; y (Tu
Tenían dos hijos que, como digo, eran pintiparados se tuvo barruntos que ella le había dado con L
y no le quitaban pizca al padre. El uno dellos era la
piel del diablo, el otro un chisgaravís; y cada dia an Vivo como una cendra.— Entiéndese claramente que «s
daban al morro por quítame allá ésas pajas. El menor la persona que tiene mucha viveza, y parecerá exacta lict
cion si se explica el significado de cendra; pero aqaiHfl
los etimologistas. Cendra es y denota la pasta compoela li¡
Cuesto de cuestos. — Cuento de altercados, embrollo. za lavada y huesos quemados, con que se hacen copelutn
Cuento era en lo antiguo equivalente de millón ; significaba ade nar el oro y la plata. Sin acudir á mayores y más grites «¡sal
mas novela corla y tradicional. Tanto puede aplicarse traslaticia puédese averiguar porqué se dijo viro como unicaéti al
mente lo uno como lo otro: millón de millones, fábula de Tabulas, una clase de lejia, y muy sabido que en el lenguaje teta:
embrollo de embrollos, cuento de muchos y variados sucesos ; es ma vivo por equivalente de inerte; y asf, solemos euliav:
to quiere decir el titulo del presente discurso. salsa está visita,» quiero decir, pica mucho. En la frase t»»
Su.— El, arriba; interjección para provocar i otro a la pronta sino una traslación de significado y nn juego de pausa'
ejecución de alguna cosa. Covarrubias dice que vale lo mismo que muchos en que abunda la lengua y que notaremos eneas!
suprrl, y quiere que sus y suso (anticuado , que significa arriba, y Fatlganse en tanto los etimologistas buscando el ori«s»j
de donde ba venido por sincope sus}, traigan su origen del latió cabio, y hay quien lo bace derivar del árabe sendaref,
surgo, sursüm; ó del griego Oocto. que olro reparo no presenta, fuera de la impropiedad»»»
Machucho.— Sosegado, juicioso, de pese y razón. Uachüch, es, cacion á una cualidad moral. Otros, del francés coi»,
en aljamiado, hombre del norte ó setentrional ; pudo decirse de y otros en fin, más acertados, hacen venir cendre j «sin
aqui por la gravedad y apostura de la gente de aquellas tierras. ral latino, ciñera. Pero hay que acudir, como llevamos i*
De muy buena cepa.— De buena casia; traslaticio de lo que se ili- traslación del significado y juego de palabras para eipliorW
co de las vides, que se llaman de buena cepa las que son de bue se, que parece lo mejor teniéndola por hija de la imapslS*
na calidad. vulgo. (V. Diccionario de la Academia, Tesoro de Connsto;
De punto. — Puntosa; de pundonor y nimia en la etiqueta. Muy riña, Catálogo de voces arábigas; y el Glosario delasrpaü
socorrida es esta palabra punto, y muchos sus significados, ya se tillana, del sefior Amador de los Ríos.)
mejantes al anterior, ya diferentes. Este es llano, porque llamán Tracamundana. —Trueque ridiculo de cosas depotaíaf
dose punto i la honra (de donde se dijo pundonor, punto de honor), cia ; voz de formación vulgarísima y caprichosa del vertsf^
hombre de punto, quiere decir que estima su bonra. Baladran. — Llamábase baladro antiguamente el grito, >t
Pintiparado.— Parecido, semejante, loque es á propósito de lo ó voz espantosa ; y de aqui sedijo baladren por el fufin»*!
que se trata; voz de composición vulgar de pintado y parado : pin cinglero, y baladronada, fanfarronada.
tado, que se dice de lo que está tan bien, que parece que no lo ha Usáronle los latinos. Horacio, lib. 1.', sát. 4." :
' tocado nadie, que; ¡nía bien ; parado, que para ó cae i su natural Ambubajarunl collegia, pharmacapolae,
y justamente. Mendici, mimae, batatrones : hoc gnus cmt
Pilca.— La porción mínima ó muy pequefia de alguna cosa ; de Uoestum ac sollicitum esl cantora morte TiftuX
origen árabe Utkah y Htkaq, «fragmento, parte de alguna cosa.» •Baladrado llanto», dice liseüor García Blanco eisstni
Chisgaravís.—El entremetido y bullicioso, de cuerpo pequeño y de los Trenos de Jeremías,
mala figura. El padre Alcalá, en su Vocabulista arábigo en tetra De pelo en pecho.— Esforzado, porque es común opiníot
castellana, lo deriva de za;ayari/(ckiquituelo!, chico, á un más pe vulgo que el hombre de vello, sobre todo en el pecho, es f¡
queño. Shoghayyir diminutivo de shaghir, (parvus, exitis); el ori y valiente.
gen es de shagár ( parvus fuit, tum corporis mole, tum qu tullíate Pino de oro. — Sirve para denotar que una personi es»
etpraetio. Contemtus, filis fuit).—(Véase á Freytag, Lexicón.) apuesta. Gallardo el pino por su altura y enhiesta co¡».
Morro.— Es el bezo especialmente grueso y sobresaliente de los de oro, afjaüe el valor á la gentileza ; frase galana y sip'1
labios ; y por tanto se dijo andar al morro por andar á golpes, que Clemencin dice que se denominó asi una especie ie ato»!
van dirigidos los primeros 4 las narices y boca. Morro es tam llevaban antiguamente las mujeres en el tocado.
bién, por extensión, cualquier cosa redonda semejante á la ca Alharaquiento.— Es el que bace alharacas tí deraostntitg
beza, un monte v. g. manifiesta vehemencia por cosas ligeras y baladies; » «I
Por quitante allá esas pajas. — Por cosa de poca importancia. árabe : alhharáq, de hhariq, «rechinó los dieetesen nu>*
Son muchas las frases que se forman con la palabra paja, para sig dignaeion.» ^
Barruntos.—Si barruntar es preveer 6 conjelnrar por i.f™j
nificados semejantes i este ; y es claro, si se atiende á la levedad fial ó indicio, y barruntos esa previsión, no se ve bita tur»
y poca sustancia que tiene el callizo de los trigos, cebadas y otros
granos, que asi se denomina.
I. trieamandenas, y balandrón. (P.)-taniraea»io»«"»,,''t'an
i. hombre cabal y machucho j que dia (P.J — hombre muy calvo, ma
chucho, que diz (II.) 8. pino de oro. Era viuda, (P.) - pino de oro, dilles»», J< "*"'
8. como le llamare, tentó dos hijos (P. B.) me tangas. A la cuenta era viuda [11.)
40. pitea á su padre. (P.) 8. y dix que tuvo (P.)
«I. lai>cldeW¡«Mo,jelotiolP.)-l«peldeldírMo:elotr»(.*.L,,B.f'.) 0. dado con la del martes. T estuvo en un ul¡ (W¡
CUENTO DE CUENTOS. 405
martes. Estovo en untrisde suceder una de todos los Era la pupilera mujer de chapa y no amiga de ca
diablos. El padre, qne era marrajo , lloraba hilo á hilo, rambolas, y el licenciado persona de tomo y lomo. La
y iba y venia en estas y estotras. Y un dia, entre otros, moza, que vio esto, viene y loma , y ¿qué hace? Sin
que le dio lugar la murria, la dijo su parecer de pe á más ni más, como quien no quiere la cosa, escribe á
pa ; y seco y sin llover, mandóla que se metiese en un su galán, que ya andaba con mosca, diciéndole que
convento al proviso. Ella se cerró de campiña ; y asi se todo era agua de cerrajas, y que ella había puesto
estuvieron erre á erre muchos dias, hasta que el padre, pies en pared, y que quisiese que no 'quisiese, se iria
que ya estaba atufado, la dijo que por tantos y cuan con él cantando las tres ánades, madre; que atase él
tos que había de hacer y acontecer, ver veamos si han bien su dedo, y se riese de toda la zalagarda, y tra
de ser tijeretas; y en justos y en verenjustos dio con que barraque.
ella en una recolección. Pues el diablo del mozuelo (que estaba más ena
morado que otro tanto, y estaba sobre las afufas), como
gen de la palabra antigua barruntes, espía. «Barrantes son llana- se vio señor del argamandijo, no hacia más dea troclii
dos aquellos bornes que andan con los enemigos 6 saben sus fechos
dcUos, porque aperciban a aquellos que los envían, que se pue diciendo Tijeretas han de ser; y cuando ya no pudo hablar, sacó el
dan guardar, de manera que les puedan facer daño é non lo reci brazo, y extendidos los dosdedosde la mano, le daba a entender
ban.» 'Ley 11, til. 26, part. 2.')—El que barrunta una cosa, espía sus que debían de ser tijeretas.» Si este es ó no el origen, averigüelo
séllales; los barruntos indicios son y espías de lo que deseamos Vargas; lo cierto es que significa porfiar necia y tercamente so
averiguar. ¿A qué meternos a indagar si viene de barrus, elefante, bre cosas de poca importancia.
porsu perspicacia; de farras señal ó mancha del rostro que sale En justos v en verenjuslos. — En estos altercados, en si es no es,
en la pubertad ; ni del verbo hebreo barah, toreare» , 6 según Co- mientras se disputaba si era ó no justo : justum vel injustum, que
varrabias eligeref dijo el latino. Lo corrompió el vulgo romanzándole en justos y ve
Barita uno en la del martes.— «Zaherir ó burlarse de alguno, renjustos. O bien de justum aul veri injustum.
cebándole en cara sus defectos;» esto dice la Academia, pero ese Carambola. — Un lance del jnego de trucos y billar que se hace
so es el significarlo que resulta de nnestro autor, antes bien con tres bolas, arrojando una de suerte que toque a las otras dos.
parece que se alude a que la mujer de quien va hablando, dio yer De aquí traslativamente se dijo por carambola lo que se acierta ó
bas ó tósigo 4 su marido. Siendo esta la interpretación mis natu consigne por casualidad, pesiando en otra cosa, indirectamente,
ral; también lo sera traiga su origen de la maza de Fraga, por ser por rodeos. No amiga de carambolas, quiere significar poco a lirio-
opinión del común de las gentes qne el desgraciado caso de Alonso el nada a lances y juegos aviesos y torcidos. Paréceme inexacto por
Batallador en 1134 ocurrió en martes, aunque Zurita cree pasó en esto el origen que á dicha frase da Covarrubias, tomado del ave
«erees; y el vulgo tuvo desde entonces por aciago este dia de la que se dice torombola, diestra en huir del gavilán con grandes
semana. I'or tanto, y sin ello, hay que desechar lo que en edicio artificios é invenciones.
nes anteriores de su Diccionario decia la Academia, de que provi líe tomo y lomo.—De importancia, de gran cuerpo ; quiere decir
no la frase de publicarse la Gaceta en martes, pues la Gaceta no tanto como de extensión y volumen : porque tomo es volumen,
corna entre la plebe cuando se escribió el Cuento de cuentos. cuerpo; y lomo, el canto de los libros, grande por su anchura y
Marrajo.—Asi se llama al toro qne no arremete sino a golpe se superficie.
guro. Marti, del yerbo maraja, vale «confundió, embrolló al Con mosca. —Es picado, inquieto ; á la manera de las bestias,
guno los asuntos»; por donde se dijo marrajo el astuto y de mala perseguidas tan tenaz y molestamente por estos animalillos, quo
intención. El pez tiburón también se llama marrajo. las ponen azoradas y revueltas.
Murria.— Tristeza y desasosiego que obliga al hombre a andar Agua de cerrajas. — Las cerrajas son yerbas de uso medicinal,
cabizbajo y melancólico. Dicese en latín moeror, moeslitia ; pero su pero sin sustancia; y de aquí sin duda vino metafóricamente el lla
origen, a mi entender, es godo, de máurnax que dijo después el mar agua de cerrajas a todo lo que es de poco momento.
alemán marren, el sueco murra y el ingles mourn. Atar bien su ¡ledo.— Saber asegurarse en cualquier negocio, y
Secaysin llover.—Sin preparación ni aviso; metáfora tomada tomar las precauciones para ello. Quiza es traslaticio de la cos
déla labranza, en que se aguardan las primeras aguas del otoño tumbre del jinete, de sujetar al dedo la crin del caballo para ca
para preparar el campo y comenzar la sementera. Sembrar sin ser balgar y desmontarse ; ó tal vez, del uso de atarse cinta ó cordeU-
tiempo ni haber llovido. 11o al dedo para acordarse de alguna cosa.
Al proviso. — Al instante : de provisum, proveído , acordado. Al Zalagarda.— La emboscada dispuesta para coger descuidado al
protUo, esto es, á ejecutar lo mandado : locución forense. enemigo ; y de aquí vino el llamar familiarmente y en «entido
Cerrarte de campiña.—Obstinarse en su opinión; no contestar metafórico, zalagarda el alboroto repentino de genle ruin para es
directamente a lo que se desea. Modo figurativo, por arrugar las pantar á los que están descuidados. La construcción de la voz y
cejas y bajar el cabello 1 la frente, estrechando su distancia, que su significado, claramente muestran su origen de los árabes. Va
acostumbran los tercos de condición y duros de mollera. Es in rios otros términos militares de aquel linaje de guerra que ha
geniosa la frase é hija de justa observación. En Andalucía hay la dan en nuestro suelo, han quedado en la conversación familiar,
frase cerrarse la campiña, cuando el cielo se encapota y cubre de tales como alboroto, algazara, etc. Zalagarda viene (según Harina)
nubes por todas las montañas que cercan una cuenca ó valle, y es
de sálan-ghard.
anuaeio de largo y recio temporal ; de aquí provino tal vez, como Afufar. — En el Vocabulario de germania de Juan Hidalgo há
déjanos apuntado, figurativa y traslaticiamente esla locución. llase la palabra afufar como equivalente de irse huyendo, y este
Han de ter tijeretas.— Llamanse asi en las vides cada una de las mismo significado le da el Diccionario de h Academia. Según Ha
puntillas largas y redondas, como cordelillos, que se van retorcien rina, es de origen árabe, de kafaf. Covarrubias se leda hebreo,
do y enredan en lo que encuentran. A propósito de esta frase trae pero no se comprueba lo bastante.— /I/u/Vj es huida ; asi la frase
Covarrubias la anécdota siguiente de una mujer muy porfiada : de Qosveao, estaba sobre las afufas, quiere decir que el mu
• Viniendo de las viñas con su marido, puso este i los clavículas
chacho se hallaba dispuesto a escaparse con la mozuela.
otro nombre, que debia ser común en aquella tierra ; mas ella por Argamandijo.—Conjunto de varias cosas menudas que sirven
ra > mucho que no se habían de llamar sino tijeretas. El marido, para algún arte ú oficio, ó para otro fin determinado. Su origen es
curando en colera, la ecbó de la puente abajo en un rio, y ella iba árabe, de khareamandukhah.— Dice Covarrubias : •Argadillo, cuasi
arcadillo, un género de devanadera hecha de muchos arquillos.»
! marrajo Iba y venia aa estas cosas. T nn dtt (P.) — ... lloraba hilo i Argadijo parece significar lo mismo, y argamandijo cosas hechas
hito y venia eo ettn cosu. T un dia (17.) ...é Iba y venia en estas. Y un de arquillos y palillos ; como trampas , que cuando ton para este
día (D. tí. A.) ...venia en citas y estotro,. Y un dia (C.) In se llaman armadijos.
a. le dijo su parecer (P.) — la dijo muy bien su parecer (D.)
«. convento. II proviso ella (II A. C. II. F. S.)
7. erre que erre (5.) — erre erre {tí.) J ¿que hace? y sin mis (D. Jf. C.B.)
9. que la bable de hacer y econtecer; y veamos (P.) 7. quisiesen que no quisiesen ella se irte (tí.)
10. y en benejastos (P.) — y en ver en justos (F.) — y en gustos y en 8. elase bien su dedo, y que se ríese do toda zalagarda; y traque bar*
verengustos {tí.) raque y si seBor. (P.)
I I. recolección. Era la Abadesa mujer de chapa y no amiga de ca II. que andabn más enamorado {tí.)
rambolas ; y el l'icorso persona (P. Jíj tí y estaban sobre las atufas), (D. K.A.C. D. F. S.)
406 . OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
moche escribirla billetes y más billetes ; y ella leer tillas cuanto ella había dicho. El otro hermaniUo. qnt
que leerás, á tontas y á locas. se venia al husmo, se hizo mequetrefe y faraute del ne
Pues (como digo) yendo (lias y viniendo días, la pu gocio, y por apaciguarlas, empezó á darlas ripio á k
pilera, que tenia pulgas, soltó la taravilla y la dijo ra mano á sabiendas.
samente que ella era mujer de sangre en el ojo, y que La pupilera se hacia carne, llorando de ver el mar
con ella no babia cháncharras máncharras; que andu- | mullo y la tabaola que habían metido en so casa. Q
viese con pié de plomo y la barba sobre el hombro,
porque de manos á boca baria de hecho. La mozuela, A pié ¡mullas. — Con los pies juntos; y por extensión se la
creer una cosa á pié jmtillas, por firmemente, con terqneda»,!
que era sacudida, casi casi estuvo para envedijarse con cierra-ojos. Hay en nuestra lengua ejemplos varios de til»
ella, y levantar una cantera de todos los diablos. Ella cordancias como la presente , formadas por el vulgo parí si
se resolvió en decirla que para qué eran tantos arre car juegos de muchachos, como el que denota la presente tn
de muchachos é indoctos nació la expresión, no es eitnii
muescos y dingolondangos, siendo todo un papasal; dijeran á pies júntalas, á ojos cegarritas y otras.
y sepa que ya estoy el agua hasta aquí. Hacia grandes Husma (andar á la\ — Es andar inquiriendo para saberla
extremos, diciendo que bien entendía la zangamanga. ocultas, sacándolas por conjeturas y señales. El mismo '■'.:>
La pupilera lo quiso meterá barato, negando á pié jun- significado tienen husmar y husmear. Gráfica é imitativa la bul
cion de esta palabra, ingeniosa etimología mereció a Cotatü;
que la deriva del sonido que hace con el hocico y narices d
A tontas y á locas. — Desbaratadamente, sin orden ni concierto; de caza , atrayendo el aire para adentro con alguua (uera;
con maneras tontas y locas, á tontas y á locas acciones. Elipsis que también de los golosos.
clara y natural. Mequetrefe. — El hombre entremetido, bullicioso y <le c<vi|
Tener pulgas.— Ser mal sufrido d resentirse con Facilidad. Tam verbo. Entiendo que esta palabra se compone 6 deriva ¡le ■
bién se dice tener malas pulgas y tener moscas, de los caballos; que en lo antiguo significaba carne de trefe ó de trifs,
son locuciones figurativas por la impaciencia del hombre ó bruto nos. Su origen hebraico de la raíz taraf, • imagen, espejan
que se ve molestado por estos insectos, como hemos dicho antes. se ven las cosas futuras,» aludiendo á las entradas de i» id
Taravilla. — Asi se llama la citóla del molino ; y también el zo- les, medio de las adivinaciones. Otros quieren que veojidít
quctillo de madera que sirve, clavado al marco, para cerrar las puer be trehhe ó quebd, 6 trefe, «hígado». Y aun en la atetad
tas y ventanas (cuasi aldabilla'', üe uno y otro significado puede fuerte usa el Arcipreste de Hita trefudo; pero esto no esttíii
venir el sentido metafórico de esta palabra : taravilla, el que habla se atiende que lo mismo decimos boy hombre de bipd.-s. U
mucho y aprisa como anda la citóla en el molino; soltar la taravi dorde los llios : Glosario del marqués de Santillm. )
lla, dejarla andar, poner el molino en movimiento. O bien abrir la Quizá de nec trefe, siné trefe, se dijo mequetrefe.
ventana y dejar paso al aire, hablar mucho. Faraute. — El que lleva y trac mensajes de una parte i «B,
Cháncharras máncharras. — Rodeos d pretextos para dejar de tre personas distantes ó ausentes ; y de aquí se llamó asa?"
hacer alguna cosa ; se usa mis comunmente con el verbo andar. guaje familiar el bullicioso y entremetido que quiere darles]
(V. el Diccionario de la Academia.) que lo dispone todo. Antiguamente se tomaba por ¡ntéraaatfl
De manos á boca. — Esto es, de repente, impensadamente ; pú de armas de segunda clase. En cermania so llama asi eJeabj
dose decir esta expresión figurativa , bien de la corta distancia y mujer pública. Y este era el nombre dado al queal prindaáaJ^^
tiempo con que, i pesar del refrán, llevamos la comida de las ma comedias antiguas recitaba el prólogo ó argumento. Asi
nos 1 la boca ; d bien (y está mas en la índole de las frases vulga der, esta palabra es del mismo origen y signiücarioo [■"»• a
res) de la actitud con que paramos el golpe repentino, poniendo las heraldo ó heraule, como dicen las antiguas crónicas; jh«tT
manos delante de la cara.
Sacudida. — Es participio del verbo sacudir, y se toma por re
suelta , descarada, esto es, que se saende y limpia lo qae le estor
venir más bien del godo ó del germánico que de forjsm,*
rendo, como asegura Covarrubias. Las razones que pan tí
son las siguientes : heraldo se traduce en inglés por trH,>
l
ba. Asi decimos leido, mal hablado, etc. sueco por hatrald, en italiano araldo, en francés por »eroi,eiI
Envedijarse. — En su sentido natural es enredarse d hacerse ve latin de la edad media faraldus, en alemán hcrold,ctiiiMÍ&
dijas; y traslaticiamente, enredarse unos con otros viniendo 1 las za con el sustantivo céltico herod es grande. De keretís itf»!
manos, envueltos como los vellones de lana, que se entrelazan. ¿no pudo decir nuestra lengua faraldo, faraute, hernli.ia^t
Arremuesco. —Lo mismo que arrumaco y arremueco : demostra Además de esto, el verbo antiguo alemán harén sipiiSía if**J
ción de cariño que hacen las personas con gestos ó ademanes. Su la voz, gritar, y de aquí se hizo herr, seflor ; holi, en nr**%
origen árabe, de hhareméq. significa sumiso , fiel, vasallo, subdito , leal. Y ya se to»?»"-P
Dingolondangos.— Palabra sin significación precisa, formada por harén y hold, vasallo que grita, ya de herr y hola, stbiitt
el vulgo para denotar halagos, cortesías y demostraciones cariño fiama del señor, hay analogía con su actual signií«J>
sas. Tal vez tiene un origen onomatopéyico y musical, del ruido ciencia etimológica alcanza verdad, este parece el eaai» *
de las sonajas, canciones y movimientos cadenciosos y agradables contraria.
con que se procura adormecer á los muchachos. Dar ripio á la «nano.—Ripios son los residuos que qietó *
Papasal. — Llámase asi en el lenguaje familiar cualquier baga guna cosa, principalmente de los ladrillos y materiales de ls-
tela ó cosa insustancial, d que sirve de entretenimiento; y está to Dar ripio á la mano dice el Diccionario de la Atadrmt q« »
mado de cierto juego en que se divierten los niños haciendo unas con abundancia y facilidad alguna cosa ; pero creo na
rayas en la ceniza, y al que lo yerra en castigo, se le da un golpe á la analogía de la frase y al sentido qtre le da nuestro ai'*V
con un palio de ceniza debajo del papo ó de la barba; y á esto pallo vale tanto como ayudar, asistirá alguno en un negocio. TI"1,
suelen también decir papasal. {Diccionario de la Academia.) en qne el ripio sirve para la fábrica de obras de albaíilcni
Zangamanga. — Embuste para engallará alguno. Voz compues ripio á la mano parece que en su sentido natural debe ser
ta quizá de tanga, especie de juego de naipes entre cuatro, y man lar el trabajo del oficial, alargándole los materiales.
ga, red; por los juegos, artificios y redes que usan los tahúres. Hacerse carne. — Es, hablando de los animales canuteras,
Barato. — Meter una cosa á barato es confundiría y embrollar tar, hacer riza ; y por extensión se dijo por herir ó malwari
la ; porque barato es equivalente en muchas partes de feria ó mer Frase hiperbólica, convertirse, identificarse con la caras u
cado , donde se venden mnchas cosas á bajo precio para atraer se ceba el animal.
compradores. Y por la confusión y mezcla de muchas baratijas que Tabahola. — Lo mismo que batahola, nombre ais zs»»0
bay en baratos y baratillos, dijose meter i barato. el dia; y da á entendei raido ó bolla de voces descompasa*"^
qne hablan muchos sin entenderse, causando gran coafasio '
orden. Según Covarrubias, el padre Gnadix lo hace derivaréel
S. dles, la Abadesa, qut tenia (P. //.) bigo y sus voces taba, «tozó tonada,» y tul», «desatada»; pe»"
4. taravilla, y dijo mámente que ella era mujer que tenia sangre (P.)
8. i boca bario un hecho que fueso sonado. La mozuela (Id.)
40. con ello, levantar (ir. A) I. cuanto le babia dicho. El otro hermanitlo [B.)
II. en decir (O.) J. al lnism»,(n.)
oran unios arrtmaneoa y dingolondrango», (P.) — ara tantoi arruma- ». y para epeclguarla» (P. B.)—darlee ripio (P.) dirlu ripie» («
coi (U.) B. La Abadesa te bacía carne (P. A.)
13. ya Mtoy basta «ojal. Y bada (P.) murmullo (Id)
la. langatnaoga. U Abadesa (P. O) ' 9. que hablan metido en el locutorio. El bormulta ('<-)
CUENTO DE CUENTOS. 407
hermanillo, por desmentir espías, la empezó á traer y á cual que todo lo habia de llevar abarrisco. «¿Qué
la mano sobre el cerro. Y en estas y estas, cala ¿qué . es abarrisco en mis barbas?» dijo el padre, y zas.
Lace el diablo? Hételo el padre, sin más ni más. | Llegó á punto crudo el licenciado, cuando andaba
Atolondráronse todos, y en volandas llegaron á las ¡ el zipizape. Metiólos en paz ; mas á cada triquete an
inmediatas; dijéronse los nombres de las Gestas, y daban á tnia sobre tuya. Y viendo el pelotero, llcvósela
hubo muchos clares y tomares, si lia de salir.no el padrea su casa, porque no se metiese en dibujos.
ha de salir. « Yo saldré , » dijo la viuda, zurrian Y en llegando, tris tras ó la puerta.
do como un rayo; «mas para esta...» Aquí fué ello, El viejo tenia barruntos de que un hermano de la
que como la tia no las tenia todas consigo, empezó á mozuela, que no la quitaba pinta, y tenia muy malas
tartalear, y dizque dijo: «¿Qué ha de haber? ¡Miren mañas, enguizgaba el negocio. No quiso abrir. Esto fué
quién se mete en docena! Yo la aseguro que ha caido el diablo, que empezó á decir (y agora es, y no acaba)
la vindica en el mes del obispo.» «Tanto monta,» dijo que no habia de (lijar roso ni velloso, ni piante ni ma
la niozuela. Y replicó la pupilera : «No, sino el alba.» mante , y que los habia de traer al retortero á todos, y
El berinanillo, viendo que andaban al morro, votó á tal
¿punió crudo.— En el mismo instante. Dlcese crudo por rigo
roso, cruel: asi, tiempo crudo, entrañas crudas. De aqui la forma
eiimolngista quiere que salga de labal, que traduce confundere,
ción familiar y jocosa de <t punto cruda: de esta frase redundante
aunque los mis entendidos lexicógrafos le dan el de fingere, im-
y antitética se burló Quevedo en las Zahúrdas de Pintón.
mergere, romo se halla eu varios pasajes bíblicos en su traducción La mía sobre la luya. — En disputa y contienda ; andar sobro
más propia. cuil razón es mis valedera, si la mia o la tuya : como se levanta de
Putar la mana por el cerro.— Halagar; porque se acaricia i los ordinario cuestión entre gente rústica sobre qué prenda ha de es
caballos j animales domésticos pasándoles la mano por el lomo ó tar encima, cuando las amontonan y reúnen para comenzar las la
cerro; y de aquí el sentido traslaticio.
£n volanda*. — Kn el aire, en un instante; de claro significado bores. ,
Pelotero.—El modo con que usa la palabra nuestro autor mues
y de tulgarisima formación, como á pié júntalas y oirás. tra bien claro no ser ezacta la acepción que da la Academia i la
Llevar a las inmediatas.— Indica el venir i las manos, i lo mis
frase traer al pelotero, y si mis cierta la de Covarrubias. Dica
estrecho y Tuerte de la conlienda ; esto es, del principio de la riña aquella en su Diccionario, que es traer i alguno engallado con es
se viene i lo inmediato, i lo que es lógico y natural. peranzas inútiles, sin dejarle quieto en cosa alguna; pero eso es lo
Decirse los nombres de las /¡estas. — O de las pascuas : inju que significa traer al retortero. Covarrubias y Qutvtoo ezplican la
riarse reciprocamente, echarse en cara los defectos. No sé el ori palabra por «revuelta., particularmente de mujeres que llegan i
gen, vulgar sin duda, que pudo tener. pelarse los cabellos ; hoy decimos pelotera. El mismo origen traen
Zurriar. — Voz imitativa, es sonar broncamente alguna cosa al pelota , pelote, pelasga, pétamela, pelón, ya en sus acepciones na
romper con violencia el aire; y traslaticiamente hablar con desen
turales, ya en las traslaticias.
tono y contusa pronunciación. fío meterse en dibujos. — Es no florear las cosas ni decir imper
So tenerlas ludas consigo. — Denota el temor; recelo con que tinentemente mis de lo que corresponde; ir al grano: ezpresiva
alguno va i ejecutar una cosa. Quizi de una frase elíptica, de no
llegar consigo todas las armas, de ir medio armado, dijose luego locución.
Tris tras. — La acción de llamar, tomada del sonido de la alda
por lo que acabo de manifestar.
Tartalear. — Es turbarse de modo que no se acierta i hablar, y ba al golpearla.
So quitarle pinta.— Parecerse mucho en rostro y carácter; por
también moverse sin orden, precipitada y descompuestamente : que pinta es mancha y sedal. De aqui se dijo no quitarle pinta, por
palabra imitativa del sonido que emitimos al comenzar i hablar es ser copia liel que no ha quitado, ó dejado de poner del original, ni
tando turbados. Viene del irabe tartar y tatártara, «languidez
el mis pequeño ápice.
en el cuerpo y en las palabras;» de aqui tartamudo y tartajoso. Enguizgar. —Aguijar, aguijonear, incitar, estimular. (Dieeioiía-
Meterse en docena.— Se usa para significar que uno se entro
mete en conversación siendo desigual i las personas que hablan: rio de la Academia.)
Llimase gunque en algunas provincias el aguijón de la abeja
Es frase de origen familiar, de la elección que se hace cuando se y su picadura. Tal vez se diría de aqui guisgar y enguizgar.
compra algo por docenas, dejando lo mas batadí. Roso ni eelloso.—Roso vale tanto como rojo, velloso se entien
Caer en el mes del obispo. — Uicese cuando se esti en oportuno de bien; y el modo adverbial no dejar roso ni velloso, es «total
tiempo para lograr lo que se desea ; y tomóse de aquellos meses en mente, sin excepción.» Y bien pudo decirse, como indica Covarru
tie los beneficios que vacan, conforme al derecho canónico, son bias, por similitud de las frutas cubiertas de cierto vello ó pelícu
de libre provisión del diocesano, cuyos pajes y adhieres se rego la , mucho mis crecido y manifiesto cuando eslin verdes , que no
cijan al ver llegado su agosto. cuando maduras y de rojo y encendido color. No dejar verde ni
Tanto manta. — Vale «tanto una cosa como otra». Fué célebre maduro, roso ni velloso, vale lo mismo que «todo por igual».
esta frase por baberla tomado por empresa ó mote los Reyes Ca ' Piante ni mamante \no dejar 6 quedar). — Da i entender que no
tólico*, y débese su invención, según varios autores, al clarísimo quedari viviente alguno ni de los que pian ni de los que maman,
Antonio de Lebríja. Han discurrido copiosamente sobre el origen ni aves ni cuadrúpedos.
que pudo tener Jovi , el padre Sigüenza , y en nuestros tiempos Retortero {al).—Traer i uno 1 vueltas, de un lado i otro. Dijose
Washington Irving. Atribuyese i cierta cuestión de etiqueta oca así de retorcer, para lo que se dan vueltas, y como en latin tor
sionada por haber firmado la Reina Católica provisiones del reino cido es lorlus, de aqui retortero. O bien de retortera, que tiene
de Aragón, y como se allanase el Rey, dijo : «tanto monta , monta el mismo origen, y es la rodaja que las hilanderas ponen en el
tasto Isabel como Fernando.» buso para cargarle.
So sino el alia.— Locución irónica para responder i quien pre El famoso don Gutierre de Cirdenas , factótum del matrimonio
gunta lo que sabe ó no debia ignorar por ser comunmente cono de los Reyes Católicos , compartía su poder en la corte de tan fa
cido. {Diccionario de ¡a Academia.) No adivino su origen. mosísimos principes con el cardenal don Pedro González de Men-

t. ea e«U» y otru , cata aqut qué hace el diablo : hétele (P.) l. de llever abarrltco. «»En mil barbas*» dijo el padre ; y cul llega
4. Aloloodrandoie todo», (O. MAC B. F. S.) i punto crudu el Vicario, cuendo (!'.)
5. nambree de lea fleilaa, el he de salir, no he de seltr.(P. Jf. a C. B. i. cipe tape, mat á ceda trique trique (S.)
r. s. a. i . trique añilaban (P.)
1. teniendo como un ayo; (P.y— corriendo como uo rayo;{jj.) 5. tolire la luye. (O.)
9 qae como te mata monja no les tente todas contigo, (P.) — que co e. ceta. Y llegando , tria tret (H.)
metleienendlbujoi. (D.) — meiieie en tm dibujo». (S.)
no le monja (Jí.) «. muy melti menchet (O. M. *. C. B. S. «.)— ••«"">■» '» »»«**•»«
ll) .Que he de hacer* Miren quién (II.)
diré qaién te mete (P.) — Miran (O.) (P No
) quito ebrlr, y empeló i decir, ahora et y no acaba (fl.)
il. Te le eeeguro que ha caido le viuda (P.)
1S. T replico le Abatata : «No alno (P. a.) «1. y ahota(D. K. A. C. U.f. S.)
u. i mam (P.) 1*. retortero, y taiga (P.)
408 [OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
salga si es hombre. El pobre padre no hacia sino chi- Desto los vecinos tomaban el cielo con las manos
ton , como entendía el busilis. y se desgañifaban; y andaban unos en pos de otros u-
La hija, que olió el poste y hendía un cabello en el hiriéndose. «No nos hable con sonsonete,» dijo uno;
aire, escurrió la bola, temiendo que el padre la me «que al cabo al cabo ha de venir á la melena.»
nearía el zarzo ; ¿qué hace? sino váse á chitos. El pi Decia ella : «No dijera más Pateta: yo he de hacer
caron, por no hacer una borrumbada, dijo: «Arda mi gusto, y esotro es cosa de morenos, y do quiere
Bayona, y esos turronazos no con miquis;» y acogióse cuentos con serranos; yde una hasta ciento ;»qii« se
calla callando. Iba la hija saltando bardales, sin decir descalzaban de risa de ver al viejo hecho de hiél, yi
oxte ni moxte, en busca del bribón, corriendo á puto ella que se iba á cencerros atapados, con un zurri
el postre, con la lengua tan larga. burri refunfuñando.
El licenciado, que pensó que ya mordía en un con
fite , y que eran uña y carne, con mucha sorna se i
dota, con don Joan Chacón, adelantado de Morcia, contador ma
yor de Castilla y mayordomo del Rey, y con don fray Alonso de
Burgos, obispo de Falencia, confesor del monarca y fundador del para no ser el último. La razón es bien clara, yes hoyenilp
colegio de San Gregorio en Valladolid ; y era tanto y tan conocido partes imprecación de los muchachos cnaudo corren ensj.it
este valimiento, qu» se hizo copla, que decia de esta manera : Tomar el cielo con ¡as manos.— Denota el grande enfadosa
Cárdenas y el Cardenal, jo que causa alguna cosa si hacemos demostraciones de ella. I
Y Chacón y fray Mortero se nacida de la acción misma del qne se enoja, que I
Traen la corte al retortero; brazos en alto, como queriendo subyugar á los demás.
qne explica , Oja y determina el significado de la frase. Desoañifar.— Vocear, gritar con mucha fuerza; coi
Chiten.— Es una interjección que se usa para imponer silencio, gañir, voz imitativa de los sonidos de la garganta , jtitoáet.
y se ha formado imitando el sonido de los labios al hacer callar. Venir á la melena. — Lo mismo que someterse, precisa
Busilis.— Con esta voz se pondera el punto en que estriba la di i que ejecute alguna cosa que no quería hacer. Y se dice*
ficultad de que se trata : a un fraile indocto y nada avisado , en ta piel blanda que le ponen al buey en la frente debajo ¿di
los puntos de examen de latinidad, tocó uno de los capítulos del • Al llamado del que le piensa viene el buey á la melcaa,ie)g
Evangelio que principian ¡n diebus Mis, y dijo : Indie son las In verbio antiguo; y no hacen al caso para el significado lai t
dias ; pero el bunio, no se me alcanza qué pueda signilicar. glas de la palabra.
Oler el poste— Prever el dailo que puede suceder. En el Is- Paleta. — Apodo que suele darse á los que tienen altan
tarillo de Tormes, y en la burla que este hiio en Escalona al de conformación en los pies. Hay muchas frases tomad» i
ciego para vengarse de sus aviesas intenciones y malas jugarre ¿I, quejse refieren á algún personaje del vulgo, ta! Teteu
tas, disponiendo que tropezase y se descalabrara en un poste al (Asi denomina Luis Vélez de Guevara á Asmodeo.l 1j ;;<■
saltar un crecido arroyo, quiza tuvo su origen la frase : ■Olistes Paleta, por se ha perdido; no dijera más Pateta, pana
la longaniza, y ino olistes el poste!» dice Lázaro. la gran disonancia que causa alguna acción ú cxpresioi
Hender un cabello.—Cortarle, partirle en el aire; tener gran pers Es cosa de morenos. — Es cosa de negros: quiere (
picacia 6 viveza en comprender las cosas, por difíciles que sean : y servidumbre, y propio de esclavos. En lo antiguo 1
por la dificultad que tiene el hender un cabello á causa de su de morenos i los negros : 'Ninguno huelga de oir al jos»»!
licadeza. cion, calidad, estado, talle ni figura ; y así al rey apiáti
Escurrir la bola.—Vale huir, escapar, irse de nna parte sin des titulo de monarca, al señor el de principe, al caballera dé
pedirse. Expresión significativa, por la facilidad que tiene para flor, al hidalgo el de caballero, al villano el de hióaleo;)!
escaparse y escurrirse la bola i causa de su redondez : tal vez de chico de cuerpo se le ha de llamar mediano, al morena i
alguno de los lances del juego de trucos. y al negro moreno.' ( Las seiscientas apotegmas At ¡tul
Zarzo.—Llámase en el lenguaje común el tejido de varas, cañas lio IOS, impresión de 1596.)
6 mimbres que forma una figura plana. Pero entiendo que se dice Cuentos con serranos.— Cuento equivalía en lo antiguo i n
aqui por sano, que es en germania sayal, y de esto viene la frase y en este sentido debe estar aquí tomado, por noqoererfo!
menear el ¡arto, por dar golpes, pegar. Los gitanos pudieron ni historias con ellos, por lo testarudos, cavilosos j zatai
llamarle asi tomándolo de la semejanza que tienen la trama de las son los de sierra.
telas y los taños de mimbres. De una hasta ciento.— Dlcese por un gran numero de ni")
Borrumbada ó barrumbada.—Es acción descompasada, gastos ríos dichos á otra persona ; expresa la gradación que ¡¡ato
excesivos hechos por jactancia. Derivado por el vulgo de rumbo. injuriar, que siempre comienza por poco.
Arda Bayona.—Antigua locución familiar, que expresa el poco Descalzarse de risa. — Es reir con vehemencia y i
coidado que se le da al que no le cuesta nada, de que se gaste mu descompasados. Frase hiperbólica, tomada de la exari
cho en alguna función. (Diccionario de la Academia.) No es fácil desorden que en algunos causa la risa extraordinaria.
averiguar su origen ; aunque puede venir de lo poco que nos im A cencerros atapados ó tapados.— Oculta y secretamente;
porta lo que no nos pertenece ó está en ajenas manos, como Ba nada más bullicioso ni atronador que loa cencerros, viaja
yona d otro cualquier pueblo extranjero. sidad de taparlos en las recuas, cuando conviene no ser seal
Turronaio. —Turrón en germania se llama i la piedra, y turro 6 hay temor en el espanto de los animales. Boipite i
nada y turronato al golpe y pedrada. {Vocabulario de Juan Hidalgo.) cían los antiguos.
Calla, callando.— Ocultamente, con disimulo : frase de forma IUlnafuñar. — Dar muestras de enojo 6 disgusto :
ción vulgar para dar i entender la continuidad y persistencia en imitativa del sonido bajo de palabras entrecortadas, áictoi
el silencio ; y hay algo de elíptica en ella , refiriéndose al tiempo lera y á media voi.
anterior, esto es, se calla y sigue callando. Morder en un confite.—Explica la amistad y eonfiatza P*
Bardal.— Barda se dice la pared 6 tapia de un cotral , y bardal de dos personas. (Diccionario de Terreros.)— Comer eaasl
el sitio donde hay muchos vallados ó bardas. mo plato es locución figurativa, cariñosa, y que denota aits»'
Oxte ni moxte. — La interjección oxie vale tanto como aparta , tnogencidad de pareceres que la fraternidad engendra, forb."
quítate, arre allá: oxte puto. Sin decir oxte ni morir rs sin hablar se olvidan las leyes de lo ceremonioso y atildado.
palabra, sin pedir licencia. La segunda voz no tiene significado; Uña y carne. — Muy amigos y compinches, por lo adlcnof
estímese una de esas invenciones tan frecuentes en nuestro len
guaje familiar, que no han más origen que la consonancia , como
ni paula ai maula, y otras del mismo jaez. í. otros cajínrloje, diciendo: «No nos bable con «asóse»'""
A puto el postre.— Su asa para denotar el esfuerzo que se hace esbo y al cabo (íf.)
3. «No nos bable con consonantes, dijo (F.)
t>. Dijo ella : (id.)
6. mi gusto, y ándese ta gaita por el lugar, que lo ítmli i
6. barrumbada, dijo • itnda Bayona, (P.) morenos, j no quiero perro con cencerro Di caemos coo serru:'
7. turronitog no too para mi ,■ y acogióse (/i.) «. el viejo Hd.)
no ton michi«;> (O.)—no col miebia>;(Jf. A. C. B. F.) de
»0. hieles (C.)
refunfoneando. El jnardian que tí penií moidlen» "■
». Iba la vieja saltando (P .) Ote, y que era una j come , y mis amigos qoe otro tsata, «•
». en busca da motolito, corriendo (Id.)— ... del motolito (B.)
10. lengua de un palmo. Daito (P.) sorna (P, // )
CUENTO DE CUENTOS. 409
mano sobre mano, hecho gaticade Juan Ramos, dicien muy sobresaltado, y de hoz y de coz se metió donde no
do entre sí : «Yo la haré á la tal por cual, que muerda le llamaban. Quiso embestir, mas el bribón puso haldas
en cinta. Dijo el pobrete: «Yo soy hombre de pro, y
en el ajo.» conmigo no hay levas.» «Yo pajas,» dijo el bribón, y
El padre, que le vio venir á lo de mi suegro , y le
traia entre ojos, empieza á dar voces; y alza Dios tu asentóle un tanto. El pobre no chistó ni mistó, y vol
ira, y á diestro y á siniestro le puso del loco, asiéndo vióse dado á perros, y jurando que le había de dar su
sele de los andularios, que no podian desengarrafar recado. Y sobre esto hubo la mayor turbamulta del
le, según tenia la hincha con él. mundo.
El licenciado daba los gritos que los ponia en el cie Mas viendo la rapzuela que el bribón la daba en el
lo ; mas no se dormia en las pajas. Allí fué ella , que chiste, estúvose acurrucada, por excusar dimes y di
el compañero, viendo que andaban á pescuezo, le dio retes.
un pan como unas nueces, sin irle ni venirle.
A la tabaola se entró un vecino con sus once de oveja. De hoz y de coi.—Es introducirse en alguna parte ó asunto con
empeño y sin reflexión. Según Covarrubias , trac su origen del
modo de segar, que echada la hoz á la mies, la quebrantan de la
coz que le dan con el pié, y asi se corta y siega más fácilmente
', la carne se halla la uúa, formando en el hombre casi un mismo
y se recoge mejor.
cuerpo. Poner haldas en cinta. — Disponerse para hacer alguna cosa ;
Sorna.— Espacio 6 lentitud con que se hace alguna cosa. No feo prepararse i marchar, es su'sentido recto. Se toma el modo 6
clara la derivación que le da Covarrubias , de saburra (la arena medio por la causa, como en poner el pié en el estribo, quitarle
que se echa por lastre en la galera ó navio), y de aquí torrera 6 á uno el sombrero , y otras de este jaez. Usándose antiguamente
torrera a la que camina pesadamente, y soma, pesadez. Es voz vestidos largos, natural era recogerlos en la cinta ó cinto para te
de germania que denota la noche, y quitas mas bien de aqui ven ner expeditas las piernas cuando se emprendía á pié un largo viaje.
ga si significación, porque de noche hay necesidad de caminar á Hombre de pro.— Hombre de provecho, que eso significa pro ;
tientas y despacio ; tanto mas cuando «ornar es dormir; con sorna buena pro le haga, dicese todavía.
es con sueño, con calma intencionada y maliciosa. Leva— que viene de levar 6 levantar, indica la salida de las em
Mtno sobre mano.—Estar ocioso y sin hacer nada: descripti barcaciones del puerto, porque levan ó levantan ancla; y de aqui
va y exacta locución, porque el que está una mano sobre otra na el levantamiento ú enganche de tropa , y la recogida de vagos y
da hace ni puede hacer ; además de que es costumbre de perso gente de mal vivir hecha por los ministros de justicia.
nas desocupadas y perezosas. Yo pajas. — Interjección que responde, según Terreros, á «lo
Hecho gótica de Juan fiamos.— Con humildad y melindre ; acer mismo, no lo he de ser menos, no menos». Así , fulano es un trai
ca Je su origen véase la curiosa nota puesta por el colector de dor, pues zutano pajas; esto es, no lo es menos 0 es del mismo
Qcevedo en el tomo i, fagina 118, volumen xxm de esta Binuo- modo; pudo derivarse üe los juegos de los muchachos, que acos
TECA. tumbran <i echar pajas al comenzar, para ver á quién le toca ser
Morder en el ajo. -Hacerle á uno morder en el ajo significa
libre.
mortificarte, hacerle rabiar: quiere Covarrubias que salga de la Asentóle un lanío.— Pegar, sentar la mano ; tal vez se dina del
costumbre de los que criaban antiguamente gallos para pelear juego de trucos, bochas y otros semejantes, en que se sienta ó
con otros , que les daban a comer ajos para que se animaran. Sin tarja en la tablilla ó el suelo los tantos que llevan los jugadores.
eso el ajo es tal de fuerte y desapacible, que bien hará rabiar al A'o chistar ni mistar.— Chistar es hacer ademan de hablar; voz
que por fuerza lo muerda. imitativa del sonido en que se prorumpe para imponer silenf iu. Y
Andultnos.—Mamase de este modo la vestidura larga, sin du mistar expresa el ruido casi imperceptible que se íorma frecuente
da por el movimiento que trae cuando se marcha, estorbando los mente eon la boca ; por eso la frase siguitlca, sin responder pa
pasos. labra , callandito.
Desengarrafar.—Desprender y soltar lo que está asido con las Darse á perros— Irritarse mucho ; porque el verbo dar es en
manos. Tomando oorraí por manos , se dijo agarrar, y engarrafar algunas ocasiones equivalente de convertirse, llegar á ser, entre
mas enérgico; desengarrafar es su contrario por el prolijo des. garse todo: darse al vicio, ser vicioso : darse á beato, convertirse
Con esta palabra compuso Lope de Vega cu su Gatomaquia el en santurrón; darse á perros, emperrarse.
nombre del paje Carro/' : Dar su recado.—Suministrar lo necesario para alguna cosa :
Cuando Garraf, su paje, llámase recado al conjunto de útiles para una operación determi
Si bien de su linaje, ele nada; asi recado de escribir, de decir misa, etc. Llevar su recado
es ir reprendido d castigado.
Y Cenantes dice : Turbamulta.— Concurso grande de (gente confusa y desordena
Engarráfela Torote, da ; ha venido directamente y sin corrupción de las dos palabras
Y todos cuatro á la par, latinas, con frecuencia unidas y en concordancia en los autores,
Con mudanzas y meneos fur4,¡ multó, y sobre todo, en los libros sagrados, y más particu
Den principio á un cuntrapSs.
larmente en el Evangelio.
(Novelas ejemplares. Ilustre fregona.) Dar en el chiste.—Acertar una cosa , herir su dificultad ; como,
Hincha — Odio , encono 6 enemistad; voz descriptiva del infla por ejemplo, descubrir la gracia que tiene un epigrama ó cuento,
miento de las narices y rostro en el que está irritado. dicho en embozadas palabras eon equívocos i juegos de vocablos
So dormirse en las pojas.—lisiar con vigilancia y aprovecharse delicados y de difícil penetración. Aquí tiene un sentido algo torpe.
de las ocasiones : el sentido traslaticio de la frase es bien mal Acurrucarse. — Encogerse , arrimar mucho la ropa al cuerpo
nifiesto y el mismo, aunque mas enérgico, que el de no dormirse. para abrigarse. I'arccc provenir del árabe acafass, «corrompido, de
Andar á pescuezo—k golpes, porque á este sitio se dirigen las carfass, «contraer, encoger las manos y los pies.» En la segunda
manos para asirse y van encaminados en una riña los primeros forma es «envolverse en el vestido»; y vino de aquí sin duda
remoquetes y puñadas. curfúsáh, el modo de sentarse de suerte, que se encoge el cuer
Le dio un pan como unas nueces. — Le pegó y sacudid de lo po juntando las rodillas con el vientre , y poniendo las manos de
lindo. bajo de los sobacos 6 en las rodillas mismas. (Marina, Catalogo de
Sin irle ni venirle.—Significa que no nos importa aquello de voces arábigas.)—Covarrubias quiere que venga del ave curruca,
que se trata. Expresión descriptiva, y tomada del hecho material que se recoge para empollar los huevos.
de ir y venir en los asuntos que requieren pasos. Dimes y direies-.-Uisputas y porfías ; frase descriptiva, dime
li, y dirile yo.

L de Mari Ramos, (P.) . y muy sobresaltado, que de hoz y de coz se entra donde no ir. Ha-
i. le traia ya (id.) — le trata entre dientes, (C.) t
.t>an. Quiso embestir, mas el motilón puso aldas (P.)~ ... faldas (ü.)
Toce» y alaridos ; y alza (P.) ruaban
i. dijo el vlgardo. Y asentándole un lauto, el pobre (P. B.)
6. le puso de lodo, asiéndole ( P. S.) - dol lo ,1 o (,( C. 0. F ) 6. perros, Jurando que le había de dar su recaudo. (P.)
7. podía desengamonarse. El Vicario daba gritos (I'.)— que no ['Otila
aua deseogarrularse. gt Vicario daba los gritos (A.) 9. mosuela que el fraile la dalia (P. U.)
10. se durmió en las pajas. Allí fu* ello (P. U.) (O. acorrucada (P.) — asumizada (O.)
410 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
El picaron andaba lisio como una jugadera, de ceca Era el bellaco socarrón y mal hablado, y dijo que tu
ánieca, engolondrinado, dándose tantas en ancho como le cagasen el bazo, que noera barro casarse, y que él
en largo, que le podían hender con una uña. no se había de casar á medio mogate : «¿No más de
« Esto lia de dar un crujido,» dijo el hermanitlo, llegar, y zas, candil? A osadas, que lo entiendo lodo.»
que estaba de manga. El padre pensaba que tenia el Saltó el licenciado y dijole: «¡Gentil chirríchole!
oro y el inoro , y estábase en sus trece, diciendo que Danle una moza como mil relumbres, hija de sus pa
si le hacían, habían de ir rocín, y manzanas con todos dres, más rubia que las candelas, que no sabe lu que
los diablos; y echó de la oseta. se tiene, hecha de cera, que le viene de molde, ¿y
La viuda y el que nos vendió el gjlgo, digo el bien nácese de pencas? ¿Para qué es unto lilao ? sino i
hadado del novio, se dieron sendos remoquetes acer
ca del casamiento que se estaba en jerga.
Bellaco. — Es equivalente de malo, picaro, ruin, en sentido
Jugadera. —Lo mismo que tornadera, un instrumento de que menos graduado, y de menor cuantía. En cnanto á su erice»,
usan los tejedores para pasar el hilo. Por el movimiento con que dice Mayans en los de ¡a lengua castellana : «Este nombre Mu
se la lleva y trac en el telar, se compara á ella la persona que sir co también se entiende por las historias. Valaca es propiamente
ve de juguete á los demás ó está yendo y viniendo. el natural de Valaquia , cuya nación antiguamente era muy ¡acu
Ve ceca d (ó en) meca. — Ceca viene de zécak, «casa de devo nada i la fraude y engalío. Por eso los hombres astutos se llam
ción ó ele purilicacion ;» por excelencia llamábase asi la de Cór rón valacos, después bellacos, nombre que solemos dar á los que
doba, y por esta la traduce Francisco López Tamarid en sus Voca son cautelosos.» Entiendo, sin embargo, que más bien pudo de
bularios arábigos. Como por Urbs entendíase siempre Roma, asi cirse de villano, cuasi villaco, natural 6 habitante de?i«o, porsft
nada de extraño tiene que andar la ceca y la meca , 6 de ceca en en lo antiguo gente rahez, sin origen ni prosapia, y mal inclinada.
meca (en por d) aludiera á las peregrinaciones de los musulmanes Socarrón. — Astuto y disimulado, y bien pudo decirse del vertí
para visitar el cuerpo del Profeta y el templo más notable después socarrar, que significa pasar una cosa por el fuego, que ni ti»
del de la Meca. esté asada ni bien cruda. Al que es disimulado, larde 0 nunca se
Engolondrinarse.—Eipresion familiar, que vale tanto como en- adivina su carácter, porque la apariencia engaña.
greirse, subirse á mayores, encariñarse. Covarrubias dice que No ser barro casarse. — No ser cosa fácil y hacedera , ni tu
está tomado de la golondrina, que se entra en la casa y hace su acomodaticia y manejable como lo es el barro, que así se presta i
nidoen la techumbre de ella, canta y se recoge con gran liber formar una teja como á modelar una estatua.
tad é inquieta al señor; y una vez alicionada al paraje que deslina Mogate. — Es el baño ó barniz que cubre alguna cosa ; del iri-
para vivienda, vuelve á él todos los años. b'vio yhaltah, .cubrir., moghntty, «lo que cubre». Deaqui vinodeur
Tantas en ancho como en largo.— Vale •cumplidamente, i toda á medio mogate, por cosa hecha coa poco cuidado y sin perfeedo,
satisfacción»; y es modo traslaticio de hablar : tanto por uu lado i medio barnizar.
como por otro, cuadrada, enteramente, por todos lados. Zas, candil.— Zascandil es hombre despreciable, bullicio»;"*
Poderse hender con nna u/la.— Mostrarse sumiso , blando y dócil redador, que pretende tener autoridad entremetiéndose j é>
como la masa, que por lo tierna puede hendirse con la uña. ciendo cosas que no puede cumplir. Zascandil también sedntl
Estar de manija.— üc concierto con otro para conseguir más se golpe repentino, voz figurativa y compuesta de ¡as \ candil; it ¡fc
gura y recatadamente lo que se desea, sin que se conozca la inten de nació sin duda llamar zascandiles i los bulliciosos que t*ln!)
ción. Frase figurativa , tomada tal vez de la costumbre de tirarse manchan y perturban con sus enredos. Zas , candil, tuvo ernta
de la manga al advertido, para darle á entender alguna cosa sin que de los bailes y reuniones de gente grosera y matona, queside
reparen los circunstantes. tener por cabo el matar el candil de un golpe das) el más atrevi
Tener el oro y el moro.—Locución para encarecer el engaño en do , para cometer á mansalva todo linaje de excesos.
que se está de ser cosa grande la que se espera ó posee. ¿ Ks tal Aosadas.— Osadamente. Y además : ciertamente, i fe mu, cu
vez tenerla presa y el cautivo, aludiendo á lances de nuestras guer presteza , luego.
ras con los alarbes y africanos ?
Estarse ensus frece.—Persistir con insistencia en una cosa que Alisadas corret, que por miedo non dezeda nadé.
se ha aprendido ó empezado á ejecutar. Frase de origen vulga (Poema del Cid, ver. 449.)
rísimo. Aosndas, Campeador,
Aventurar rocín y manzanas.—Hallarse decidido i llevará cabo Dadme vuestros caballeros...
alguna cosa, aunque sea con riesgo y pérdida; aunque se aventure (El mismo, ver. 3187.
la carga y la cabalgadura. Amador de los Ríos, Glosario del marqués de Santiluuta.)
Echar de la oseta.— Oseta es «cosa que pertenece á la rufianes
ca": voz de gemianía, inserta en el Vocabulario de Juan Hidalgo. Chirrichole. — Necio , presumido ; según el Diccionario it la
Asi echar de la oseta es hablar recio jurando y perjurando, di Academia, tiene boy uso en algunos lugares de la Mancha. No pií
ciendo cuanto se viene á la boca. do alcanzar la etimología de Covarrubias, que dice trae su oriien
El que nos vendió el galgo. — Con tal giro se da á entender lo del clérigo francés que anda peregrinando por España, y pronun
muy conocida que es una persona por algún petardo que ha dado: cia en la misa chirríeteismt. La creo palabra de vulgarísima y an
expresión de origen vulgar, no fácil de averiguarse. tojadiza formación, del verbo chirriar, chillar, cantar desentona-
Estar en jerga.— Es la jerga una tela ó paño tejido groseramen cl amen te ; á no ser que se diga que el verbo tiene el origen que
te, y de ahí salió jergón, nombre arábigo, de shérkah. Hallarse Covarrubias le da, y no la imitación del sonido, como i mí me pa
esto ó lo otro en jerga íque signiuca estar empezado y no perfec rece.
cionado, ó confuso), bien pudo decirse por lo grosero de la fa Hacerse de pencas.—Resistirse i hacer alguna cosa, armándose
bricación de la jerga, como cosa que requiere mayor pulideza de dificultades y reparos. Quizá se dijo atendiendo á que pena ts
para su uso; ó bien como equivalente úcjerigonza, porque jerga la hoja dura y espinosa de ciertas hortalizas con que cubren y con
á veces liénese por toda manera de hablar confusa y torpe ó con servan el fruto ú la parte tierna y sabrosa. En germama se llama
particular convenimlento, que no alcanza i entender el común de penca el azote del verdugo.
las gentes. Asi también se dice estar en gringo en otra signillca- Lilao. — Vana ostentación, alharacas, lilailas. Tal reí trae si
cion análoga, aunque más restringida. origen de lililí, como llamó el castellano al famoso U Alá iü
Alá, lluhamad llosa/ Ala, le gatib lié Alá, «no es dios sino Alá, tb-
homad enviado de Alá, no es vencedor sino Alá j» exclamación de
i. it« cíc» en meca [P. C B. F. S.O.) los trabes ai entrar en batalla.
I. lodo engolondrinado (P.)
tamos en ancbo (ff.)
3. con la una. (p)
i. tía de dar un estallido.) (ti.)
7. y mantanas. La viuda y el que (Id.) l. socarrón, malhablado, (P.)
8, con los diablos. La viuda (0.) •. iás, candil . Salid el Vicario y dIJoK : (P. B.)
40. se dieron sentidos remoquetes (O.) C. Dándote una mota (0. B.)
II. casamiento que tua te citaba (P. •?,) bou como rail ores, bija (P.)—moza con mil relumbre», bij" (SJ
CUENTO DE CUENTOS. 411
ojos cegarritas déjese de recancanillas y cásese, pues tusco. El echaba de vicio, y ella le cantaba la sorna,
le viene muy ancho. » diciendo que más quería andarse á la flor del berro, y
Atolondrado el novio , así como oyó decir que le qué me sé yo.
vendría muy ancho, dijo : «¡Tras que me venga muy En esto estaban á toca no toca, cuando á la zacape
ancho ando yo ! Déjenme que lo meteré todo á la ven lla que traía la gente bahúna, vino un alguacil en un
ta de la Zarza, y volveremos las nueces al cántaro.» santiamén y un escribano en volandas, respailando, y
Púsose el bribón más colorado que unas brasas ; y dijeron «que de atrás los traían sobre ojo, y que no
dijo que «llevado por bien, harían del cera y pabilo, dejarían de embocar la moza en la cárcel por todos los
y que le diriatodo lo que deseaba saber, sin faltar haberes del mundo, que bastaba la mueca».
chichota. » El licenciado replicó que no se habia de hacer todo
El berganton le dijo dos por tres que mentía, y si cochite hervite. Mirábale de hito en hito el hermanillo.
no lo ha vuesamerced por enojo, se tornaron á en- El escribano estaba con el ojo tan largo. «No estoy de
vedijar, y andaban al pelo. gorja, dijo el padre, ni me mamo el dedo.»
El licenciado, quevíó la baraúnda, echólo á doce. Empezó el maridillo á echar verbos: «¿Alguacil en
El hermanillo cascó la mollera al cuñado. Todos anda
ban hechos una pella y al estricote. Echar de «icio.— Hablar con descaro y desombozadamentc, sin
Pues vea aquí vuesamerced que si no es por la reparar en nada. Pudo decirse asi a semejanza de ciertas plan
viuda, el licenciado paga el pato, con todo su apa- tas que se cubren de ramaje mas de lo necesario, y luego no son
tan fructíferas ; que á esto llaman viciosas, porque brotan ó echan
hojas por vicio y sin necesidad.
A ojos cegarritas.— A medio entornar los ojos : tomado del cor Cantor la torna. — Covarrubias, que dice soria, quiere que valga
to de vista, que necesita recogerla mucho para ver; y es concor lisonjear á alguno para engañarle. Según él, citando al Uroccnse,
dancia del vulgo, de las que hay muchas en castellano, como lle es tanto como cantarla suasoria. Enliendo que viene de la voz de
naos dicho. gemianía sorna, noche; y sera el cantar con que se aduerme 1 los
Recancanilla. — Modo de andar los muchachos como cojeando; niños para que no inquieten.
voz imitativa. Por extensión se dijo de la intención con que se ha Andar á la flor del berro. — Darse á diversiones y placeres, es
bla, acentuando las palabras sobre que se quiere que se ponga to es, descabezando las mejores yerbas, sin buscar los alimentos
cuidado. sanos y uutrilivos que vigorizan el ánimo.
Venir noy ancho. — Bien se entiende el sentido traslaticio de Zacapella. — Riña ó contienda : paranomasia de gazapela, péla
esta frase, por ser sobrada alguna cosa para el merecimiento de mela y otras que vienen á significar lo mismo. Véanse escarapela,
la persona : no le cae ni le viene al justo, no llena su puesto, el y pelotero, donde todas van explicadas.
eoal pide otros méritos y circunstancias. Bahúno.— Se dice de la gente soez y baja; 6 bien de baho por
Melcr á la venia de la Zana.— Meterlo á barato, de; modo que su poea limpieza, ó de bajo por su condición.
acabe en palos como el rosario del Chite. Respailar. — Hacer algo como por fuerza y regruñendo. Terre
Volver las nueces al cántaro. — Es tornar á la dispula, como se ros le pone esta significación ; pero en algunos pueblos imás con
hace en los sorteos , que acabadas de salir las bolas ó nueces, ó forme con el significado que le da Qutvüoo) vale ir con velocidad
\o que sirva de lote, vuélvense a echar en el cántaro para comen y presteza, con anhelo.
tar de nuevo. Mueca.— Ademan que se hace con el rostro ; palabra imitativa
Hacer de alguno cera y patito.— Quiere darse i entender la fa del gesto que se produce al pronunciar la i» con cierta fuerza.
cilidad con que se reduce á otro a que haga lo que se desea. Es De hito en hito. — Vale lijar la vista en algún objeto' sin distraer
frase expletiva, porque hacer de alguno cera, ya expresa su blan la á otra parte. Fito era en lo antiguo lo mismo que fijo, hito, del
dura y docilidad; pero se dice, por encarecimiento en ,1a frase, no figere latino, y de aqui llamarse también filo el mojón 6 poste de
solo cera, sino pabilo también. piedra que señala los linderos y da á conocer la dirección de los
Andar al pelo.—A golpes. Frase figurativa, porque al pelo se di caminos. (Véase Bernardo Aldrete,Voca»»/ari» del fuero, etc.)Mirar
rigen las mujercillas, para hacer presa cuando contienden. de hilo en hito es pues expresiva frase que denota la atención del
Baraúnda.—Ruido y confusión grande. Pudo decirse de baraha, que camina por lugar desconocido, valiéndose de estas señales.
palabra despreciativa con que se denostaba en Toledo (con una Con el ojo tan largo. — Con cuidado y atención ; modismo imi
ebanzoneta cuyas coplillas todas acababan «y la baraha») el canto tativo, porque parece que dilatamos los ojos cuando miramos con
de los judíos, tomando la misma palabra con que ellos lo deno atención, y más particularmente si lo hacemos al soslayo.
minaban de la raíz barach, •benedixil,salutavih. Hacer los judíos Eífar de gorja—Estar alegre, de burlas, de broma. Dicese gor
la baraha es lo que los moros el zalá. ja i la garganta, pero mas bien me inclino á que en esta frase es
Echarlo á doce. — Meterá bulla alguna cosa para que se confun tá corrupto el italiano gioia, alegría, contento :
da y no se hable más de ella. Es del refrán antiguo, recogido por Tal, che mi Irahe del cor ogni allra gioia. (Petrarca.)
el marqués de Santillana : «Echémoslo a doce, siquiera nunca se Dice nuestro autor :
venda;» y vendrá de los tratos de mercaderes. Parióme adrede mi madre;
Hechos una pella. — Revueltos, mezclados, apretados y amasa Ojalá no me pariera.
dos como una pella. Ojie estaba mando me hizo
Al estricote. — Vale tanto como al retortero 4 a mal traer ; quiza De gorja naturaleza.
del juego de pelóla llamado asi. Esta frase se encuentra en el Ar Mamarse el dedo. — Expresión irónica que se dice del que se
cipreste de Hita, en la comedia Pedro de Vrdemalas de Cervantes, hace el simple, y parece que no comprende lo que no quiere; pero
y en el Quijote. no mamarse el dedo vale tanto como ser despierto y no dejarse en
Pagar el palo.— Llevar alguno el castigo qne merece otro; de gañar. Tomóse de los muchachos pequefiitos y de los simples, qne
origen vulgar y tomado acaso de algún juego ó diversión. siempre tienen los dedos en la boca, y no es signo por cierto de
Apatusco. — Es adorno, regularmente pueril y ridiculo. agudeza.
Echar verbos. — Decir improperios, juramentos y amenazas;
quizá de verbum, palabra, se dijo la frase con este significado, por
1. s]Oi MtTtdllO» (P.) que el que jura é impropera no es tan ejecutivo como parece.
dejarse de reucncanillaa y catarse, (ff.)
Z, le OJO decir (/'.)
5. la murro toda i barato, ó i renta 4 de (1(1.)
T. Púsose el motilón mas colorado (P- B.)
4*. una chichota.» (id.)
I. Ii toma, dictando (P.)
«. aa tomaban a envedljor.y indar al pelo. El guardián que vio (P.) 4. eaeepela(/d\)- «rapeta (B. F. S.)
e. respailando, (P. F. S.) -respingando, (H.)
— so volvieron otra vei i envedljar, y andaban... (" )
7. traía (P.) — lo traían (D.) ....
««. lodo » doce. (P.) 9. haberes del mundo. Le inora entonces habló al al«oac¡l muy so
15. molíala (D. M. A. C. B. F. B.) brepeine (P. Sijise en la lineo 1 ." «te ¡a coltimntz.'.paa. Itt.J-corets
17. ve aquí (B. P. S.) por todo ti mundo, El Vicario «píleo (B.)
18. la viuda, al guardián pl<a(P. z/J
4JS> OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mi casa ? » Y en esto iba y venia. «Yo traigo un man ees la moza habló al alguacil muy sobrepeine, y le
damiento tan gordo, que no vengo á humo de pajas,» aconsejó que no se anduviese regodeando, y que a
dijo el escribano. acordase de la demarras, y que era lodo fruslera, j
«¿Mandamiento?» dijo el licenciado ; «no me lo ha que no había de tener más así que asado; que toda en
rán en creyentes cuantos aran y cavan.» Y sobre esto gente honrada, escogida á moco de candil, y personas
se batió el cobre lindamente. de chapa. El alguacil gritaba como un descosido, vien
Dijo el alguacil : « Yo no doy mi brazo á torcer.» do que la mozuela le habia dado entre ceja y ceja con
Replicó el hijo: «Ni yo me dejo agraviar en el blanco la del márles; y tomó la hincha con ella. Elescribano
de la uña; y esta casa no es como quiera, y míreme á decía que no se la habia de cubrir pelo. La madre i
la cara. ¿Qué quería? ¿llevarse de bóbilis bóbilis mi el padre, que se estaban á más y mejor, dijeron: «Euó
hacienda? Antes me dejaré hacer trizas; y advierta va de rota; no hay sino hacer de las tripas corazón, j
que no somos todos unos, y me mataré con mi padre ojo al badil ;» gritando : « No me hagan , que echaré
en dos paletas, y me haré añicos.» por esos trigos; y á toda ley habe de tuyo.»
«Arda Bayona, dijo el alguacil; que estoy ya hasta pide el carbón cnando'arde, <S el pedernal cuando te hiere uai !
el gollete, y lie de hacer mi oficio.» eslabón. De aqui no parecerá extraño que echar chispas sea eün
El escribano oslaba de mampuesto, diciendo que no enojado y enfurecido, esto es, ardiendo y caloroso, como (ensa
le untasen el casco, que los pegaría á mantiniente con tan los iicoreí, que despiden su calor en chispas que se ciérna
la superficie.
la de rengo. Estar en jolito.— Quedarse en suspenso ó chasqueado ; r ■■
El hermano se fué rabo entre piernas, el maridillo mino marinero, cuando las galeras están ancladas ó no aLdasi<
echando chispas, y todos se quedaron en jolito. Enton- navios de alto bordo por falta de viento. Slare in giolilo dices»»
lo mismo en italiano, y vendrá corrupto de gioire, gioilo. Cu»
es el alimento que se toma, particularmente en los viajes.
A humo de pajas. — Ligeramente, sin refleiion ni consideración. Sobre peine. — Expresa en sentido figurado «ligeraBeme.a
Tomado de la costumbre de quemar ios rastrojos y restos de las reflexión»; y en el natural «por cima del cabello y sin ahondar la
trillas, cuyo humo lleva el viento alimentando el fuego. chos, como cuando se corta, poniendo debajo el peiie siripi
Batir el cobre.— Tiene varias significaciones familiares trasla vaya bien la tijera y no apure mucho.
ticias de su material sentido, y todas expresivas y de exacta sig Heyodear.— Deleitarse en lo que gusta 6 se goza, detenientes
nificación. Búlese el cobre con fuerza y golpes continuados y vi en ello, y también estar de chacota ; en vascuence es ertsuin,
vos, y asi este giro vale tanto como tratar mi negocio con viveía y regodeo eragodea. Creo, sin embargo, que venga de jets, fe
y empello, con calor y constancia. que saldría regoio y regosar, y corrompido regodear j rtsaK
No dar el brazo á torcer. — No mostrar flaqueza 6 necesidad, ó formado este más bien del nuevo verbo.
no cederá otro: locución traslaticia, que explica lo mismo en su Lo de marras.- El tiempo que ya pasó ó en que suce4¡¡«t»
sentido natural y más estrecho; no torcer el brazo, es ser fuerte na cosa. Nombre arábigo qne viene de marrah, «lo que pav. fe
de miembros. rina, Catálogo de toces arábigas.)
De bóbilis bóbilis. — Vale de balde y sin trabajo; i lo bobo; fra Fruslera.—Es el dicho ó hecho de poca sustancia ó narsaa.
se inventada y compuesta bárbaramente por el vulgo. Llámase fruslera el metal que se hace de las raeduras cíe na
Triza. - Es pedazo pequefio ó partícula de algún cuerpo, y asf del latón 6 azófar cuando se tornean , y de aqui el sentido nato
hacer triías es destrozar. ticio de la palabra.
En dos válelas.— Brevemente, con prontitud. Tálela es nombre Persona de chapa.— De seso, de formalidad; tomado de li a?
de varios instrumentos de hierro 6 madera, que tienen diferentes de metal ti otra materia que sirve de firmeza y adoran 4t sn
usos. Uno de ellos equivale á badil, y en este sentido tal vez se di obra, que se llama chapa. Asi se dice hombre de chopal ckjh
jo «en dos paletas ó paletadas se hizo esto ú lo otro». do, bien aforrado y sujeto con su propio juicio.
Hacerse añicos. — Romperse en mil pedazos, ó deshacerse por Ceja y ceja (entre).— Es hablar á uno de manera que lotan
ejecutar algo, en su sentido traslaticio. Llámanse añicos los qne responder; y según Covarrubias está tomado de los cunte-
fragmentos de una cosa rola 6 desgarrada. res, que el mejor tiro que pueden hacer al conejo 6 liebr» a
De mampuesto. — De repuesto, de prevención ; y tomóse de las darle entre ceja y ceja. También se dice boy ponérsenos sm ' »i
obr.is de manipostería, en que se llama asi lo que se sobrepone entre ceja y ceja, por estar firmes en nuestro proposito, sioáüi
á otra cosa. Voz compuesta de mano y poner. por la opinión de ser gente testaruda la que frunce el cefio.
Untar los cascos.—Adular i uno, alabándolo con afectación; tal No se le había de cubrir pelo. — Es frase figurativa, por nopa-
vez traslaticiamente, por la costumbre de untar y teñir los cascos der medrar ó ser poco afortunado , que no ha de salir de arta
de los caballos para que parezcan más negros y brillantes. A mus ij mejor. — Grandemente, con excelencia y primor, ::
A mantiniente.—-Voz de vulgar pero expresiva formación, y vale solo más, sino mejor todavía.
con toda la fuerza de la mano ó con ambas manos. Teniendo las ir de rota. — Rota es la pérdida de una batalla, y retirada íe i
manos en alto: manteniendo, descargar el golpe. ejércitos rotos y destrozados; de donde se dijo ir de reía, por ¡r*
Dar con la de rengo.—Lastimar ó desgobernar á uno de las re vencida, y súbita y desordenadamente.
nes 6 caderas, y también engañarle después de entrelenerle con Hacer de tripas corazón. — Esforzarse en disimular el sifis «
esperanzas. Hacer la de rengo, es Ungir enfermedad para excusar sentimiento ; frase figurativa é ingeniosa : al que le falta corúa
se del trabajo. Derrengar se diría directamente de los renes, y para estar tranquilo, hágalo de las tripas, qae ascienden ia
después el pueblo formaría la frase con la palabra rengo y renco. cavidad del pecbo cuando se retienen los suspiros.
cojo, derrengado. Un valiente araucano, famoso por el poder de su Ojo al badil.—Badil es la pala de hierro para coger la Is¡s>k
brazo, por lo pesado de su maza y lo certero de su honda, de quien déla chimenea, que dice el latín balillum; aunque los alciouí*
habla Ercilla no pocas veces con elogio, apellidábase de esta i etimologías quieran qne salga del arábigo, como astfan ■'
manera ; y ¡quien sabe si á él aludiría la frase anterior? padre Guadix, 4 de la raíz hebrea badal, ueparavil, discreta' ."-
Echando chispas. — Chispa es la parte pequeña que se despren mu d por qué se originó la frase presente para significar alera,
de de algún cuerpo, y mis particularmente las de fuego, que dcs- cuidado? Covarrubias dice que los ministros de justicia, asi ras)
llevaban las fasces ó segures, asi también iban con ti badil o pah
con que se herraba en la cara á los condenados á esta peti ; !
*. dijo el Vicario ; < no me lo harin entre y entre cuantos harin [II.) quizás por ello, y dar aviso de tener cuidado, se dijo la ín»
8. blanco de la uBa, que aoy mis conocido que la ruda, no nací en equivalente á la comunísima de ojo ti Cristo, que decimos a«j.
las malvas, y esta case no et {Id.) llal/c de ftnyo.—Dice nn proverbio que de las aves la perfil, ff-
1 1, hacer irosos, y advierta que somos [Id.)
15. paletas.! «Arda Bayona, (la.) i. y que se acordase de marras, y que era todo trastería, (r\)
16. que no le contasen et casco [Id.) fruslería, (S.)
17. les pegarla (C. B.r.S.) 8. con la de marras; rD.ar. A. C. B. T. S.)—del mlrtfs. ej»edart»s
manteniente (O. S.) uo corte en esto?) (P. Stiue en la linea 8 de la columna i.', fíf. "*-'
19. el marido (5.) 11. badil ; • girando : (*. A. C. B. F. <¡.i- ojo al candil; ffl.l
10. quedaron xollto. (D.) 13. ate de tuyo,. (í>, *, A. C, *, FJ - iva dtl Ujc • (»J
CUENTO DE CUENTOS. 413
« ¿No ha de mediarse esto?» dijo el licenciado, viendo «Yo los meteré en pretina, 6 podré poco.» «Yo les
la escarapela. Empezaron todos á encogerse de hom liaré, dijo el escribano, que me bailen el agua delanto,
bros, y a decir que se rujia cierta cosa; y que aunque y los dejaré en el pelo déla masa; que no ha de ser
no importaba un bledo , bastaba el run run y el qué todo cháncharras máncharras, y basta ya la trisca.»
dirán ; y que si no se estorbaba, era fuerza que el algua Oyó el padre lo que trataban, y dijo: aOxte, pulo;
cil llevase una tunda de coces. mas á mi no se me da un ardite, que ni temo ni debo,
El no dijo esta boca es mia , y tieso que tieso. « Ahi y al cabo habrá dello con dello. »
me las den todas, decía el bribón; que en manos está «¿No daremos un corte en 'esto?» (dijo el licenciado),
el pandero, etc. » No lo dijo á sordos, que se quemó cuando á sabiendas el mozuelo, muy remilgado y ca
de oírlo el escribano, y le dijo: «Para mino son me riacontecido, dijo que «estaba entre dos aguas, y dos
nester tantas arengas, que sé dónde me aprieta el dedos de irse por ese mundo adelante, en justos y en
zapato ; y lo que apuntó la señora lo tengo al cabo del creyentes; que citaba cansado de traer los atabales á
trenzado; pero las razoncitas yo las guardaré como oro cuestas».
en paño.» Alégresele la pajarilla al alguacil, y dijo:
está liarlo de la molestia de alguno. El bato es el depósito de la
ro afirma otro que, de las aves, la mejor es el ave tic tuyo : juego alegría, y parece más interesado que otra alguna entraña en las
de palabras por iabe de tuyo, ten de lo tuyo, junta hacienda; y hipocondrías, ictericias y molestias semejantes.
Meter en pretina. — Estrechar á alguno á que ejecute una cosa
de aquí la frase j el refrán.
Escarapela. — Vale lo que rifia ó cuestión en que al Sn se ara- ó cumpla con su obligación : viene de la pretina ó ceñidor con
Dan y tiran de los cabellos. Es familiar y de la misma formación que se sujeta la ropa á la cadera, de donde se dijo pretina todo
lo que ciñe ó rodea, y se formó la metáfora.
idiúlica que zacapela, pélamela, pelotera y otras.
BUdo\nosemcduun\.—Planta anua de tallos rastreros, demedio Lo dejaré en el pelo de la masa.— Anlítesis que vale liso, llano
pié de largo, con las hojas aovadas, de un verde oscuro, y las y mondo , como el pelo de la masa , qne no le tiene.
flores pequefias, y amontonadas formando racimos; cómese el ble Trisca. — Bulla, algazara y estruendo ; por extensión de su sen
do en muchas partes , y es desabrido y de poca sustancia. (7>¡e- tido natural, que es el ruido que se hace con los pies en alguna
etemorio de la Academia.» Por su casi ningún valor sin duda dljo- cosa que se quebranta. Dicese triscar principalmente del gana
íc la frase no se me da un bledo, por no me importa. Expresiones do, que salta por montes y vericuetos , y de aquí la traslación del
semejantes son muy comunes en nuestra lengua, y luy muchas sentido.
Oxte , pulo. — Interjección que significa aparta, quilate, tomada
recogidas en el Cuento de cuentos.
sin duda del modo con que los pastores apartan las reses, y las
Arregostóse la vieja i los bledos . corraleras los pavos. Véase lo ya expuesto en la frase sin decir
Y no dejó ni verdes ni secos.—(Refrán.)
oxte ni inerte.
An ntn.— Rumor : está tomado del ruido que se percibe lejano, Ardite.— Era cierta moneda de poco valor que bnbo en Castilla
confuso, ininteligible. y en toda la Provenía, de donde se ha conservado en Cataluña ;
Tieso que tieso. — Que expresa la terquedad ó pertinacia de al quieren algunos que tenga origen provenzal, de ardel;y otros se le
eono : figurativa locución, definiendo lo que no se dobla ni cede dan árabe, de ardhét. Por el poco valor de la moneda se dijo no
por más esfuerzos que en ello se pongan. tale un ardite, la cosa despreciable.
Ahi nulas din todas. — Cuéntase de un alguacil, que yendo i haber dello con dello. — Da i entender qne es precioso mez
ejecutar cierto mandamiento, fué abofeteado ; fuese, y dijo al Cor clar la dulzura con la dureza, los males con los bienes ; y también
regidor : • Sepa vnesamerced qne le han dado de bofetones.» sirve para significar cosas opuestas entre si. Es frase elíptica
«¿Cómo eso?» contestó el inei. «Cuando voy por orden de vue- haber de ello y de ello, de esto y de eso, mezclar esto con
samerred á ejecutar una comisión, repuso el alguacil, no le repre aquello.
sento? Pues en la que ahora he llevado, en esta cara de vuesa- Entre dos aguas. — Perplejo y confuso. DIjose tal vez del riesgo
mereed (dijo setialando la suya) ban caído más de dos docenas é indecisión qne tienen las naves en las desembocaduras de los
de bofetadas.» «¡Hombre! contesto el Corregidor, si es asi, abi me ríos, donde las corrientes los llevan y traes, con mucho peligro, y
las den todas.» Significa pues, no me importa, no se me da nada. á veces sin poderse valer.
En manos está el pandero que le sabrá bien tocar. — Indica que Estar dos dedos de algo. — Da i entender que una persona
se puede Uar cualquier negocio á alguna persona , por la seguri esti casi resuelta á decir ó hacer alguna cosa ; le faltan dos de
dad qne se tiene en sn pericia. Refrán antiguo, mencionado por dos de distancia para llegar al punto ( que á la verdad no es
el marqués de Sautillana : «En manos está el pandero de quien lo mucho).
sabrá tañer. • i's justos y en creyentes.—Ei frase familiar para asegurar que
So sabéis dtnde me aprieta il zapato.— Pro verbio con que se da nna cosa es cierta : «en voz de verdad, por los qne alcanzaron ser
i entender qne cada nno conoce mejor lo que le conviene ; y no contados entre los justos ypor los creyentes, afirmo qne haré esto.»
puede haber frase mis expresiva , ó gráfica como ahora decimos, Expresión con tanto sacada de nuestras creencias, y no de dnnde
porque nadie sabe mejor que el qne la tiene puesta, si una prenda la hace venir Covarrubias con diversa y no aplicable significación.
le incomoda ó no. En zapato ceñido y ajustado podrá presumirse Encreyente llámase al incrédnlo en la siguiente estrofa de Alonso
que lastima; pero dónde, lo conoce únicamente el que lo lleva. Alvatei de VUlasandino :
Tenerlo al cabo del trenzado.— Es haber entendido bien y con Amigo, si algo eserevlstes
todas sns particularidades un negocio, tener llena de él la cabeza. A mi nunca fue mostrado,
Guardar como oro en paño. — Explica el aprecio que se hace Sy ion ya vos fuera dado
de alguna cosa por el cuidado que con ella se tiene , como las de Loor cuanto merecistes;
oro, qne se conservan entre patos para que no se ensucien ni Sy de saña enfengistes.
Yo seyendo ynoccnlc
arañen. * Non vos fagan encreyente
Alegrarse las pajarillas.—Con esta frase se pondera el gusto y Que con saber me fccjstes.
satisfacción grande que nos causa la vista ó el recuerdo de una (Cancionero de Baena, pig. 261.)
cosa agradable: expresión figurativa y traslaticia, porque la paja Traer ¡os atabales a cuestas.— Para decir que uno es madrigado
rilla es el bazo del cuerpo del animal; mas particularmente del y bellaco , que ha pasado por todo y no se espanta de nada ; por
cerdo , y nadie ignora que los afectos , pasiobes y calidades tie que las bestias que los llevan , como sienten tan gran ruido enci-
nen en el lenguaje común su asiento en las entrañas y otros órga
nos. Asi llámase duro de cabeza al tenaz ;,de mal corazón, al fiero;
y al cruel, de malas tripas ; se tiene frita la sangre, cuando se S. en el pelo de te címlie ¡ (*. 4. C. B. P. S.)
«.lodo ihaearracbacarra,(D. Jf. A.)
basta la Inica. {A. C. B. F. S.)
1. filo?' dijo el guardián, viendo (II.) t. corte en eatoh (dijo el Vicario), cuando i «hiende» dijo el tnoiue-
I. importaba un icio, {Id.) lo(PS)
» decía el noltiea; que en mano (id.) 10. doa dedos, de Ine (JVo hay más tn el manuscrito)
II. donde apriete (O.) 11. mundo, en juatoi y encreyentei; y que (P.)
ta. uanaido; ('d.J 1*. atabalea.» ¿Quien (<d.)
414 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
"¿Quién fuiste tú, que tal dijiste? No es creible la có vautem deste negocio, tiene muy malas maneras, 'no
lera del padre, pues llegándose áél, le asentó una ta- ¡ » le alcanza la sal al agua, y iodo es carantoña. Yo que
balada. El no chistó ni mistó. «Bergante (dccia el jido la más amarga del mundo y echada porpuerUs;y
viejo), téngote como cuerpo de rey, comiendo mil j » sé que él y su mujer me están royendo los zancajos.
gollorías, dándote conejo por barba, y perdices como » Que le advierto que si no calla, le ha de costar la tor-
tierra , y vino como agua , repapilado, y hecho un trom » la un pan; y que entiendo poco de filis; que no se ponga
po, vestido á las mil maravillas, la casa como una col » conmigo á tu por tú ; y me crea que estoy muy arnos-
mena, ¿y tanto lilao? Mírame á la cara, que el casa » tazada de ver que se haga zorrocloco, y nps venda ba-
miento se ha de hacer de haldas ó de mangas. Quitaos » las; que se guarde del diablo, que ahora es todo tartas
de cuentos, y no andéis en tanto más cuanto, que se » y pan pintado ; y que todo esotro es andarse por la
me va subiendo el humo á las narices, y conmigo no » ramas ; y que por mal término no hay hacer carre-
tendréis un si es no es.» » ra conmigo; que le veré la boca á la pared, y no le
Entre estas y estotras, entróse de claro en claro una «daré una sed de agua. »
fregona con un canastillo que se venia á los ojos, y Levantóse un remusgo, que hasta allí podía llegar,
unos bizcochos que saben que rabian, y yo me comia y daban todos diente con diente, y tiritaban de oir ti
las manos tras ellos. Anduvimos ala arrebatiña, y no les cosas.
fueron vistos ni oidos. Traía un billete de la pupilera
para el licenciado; diósele, y él dijo: «Hablen cartas
y callen barbas . Aquí está quien no me dejará men Malas manchas.—Mala Índole ; esto es, señales en el rostrsp»
ticularmente, por donde puede inferirse lo atravesado del aiii'i
tir. » Y el papel decia ni más ni menos :
«Señor licenciado, ese belitre, que se hace el ru- negro del corazón.
A'o le alcánzala salalagua.- Estar alguno tan fallo dr asa
que no le alcanza lo que tiene para su manlcuimienlo precia §
pérbole significativa y de ingeniosa aplicación.
mi de sf y sobre las orejas, en haciéndose 5 ello pierden el es Carantoña. — La mujer fea y vieja que se afeita y composíia
pantarse. vV. Covarrubias. ) — Y sin eso, es traslaticia la expre disimular su fealdad; es palabra despreciativa, y de este pa»
sión ; lomada en sentido general : traer los alábales ó la casa á hav muchas vulgares é idiúticas en castellano : de la misBiíanr
cuestas, es venir con toda su hacienda y menester; como echar la cion y origen que carátula, carantamaula y otras.
casa por la ventana es derrochar. Echar por puertas. — Gastar á uno el caudal que ln.ii;»*>*
Tabalada.— El golpe fuerte que se da cayendo violentamente en en estado de ir de puerta en puerta mendigando el susto»
el suelo ; puede que de tabalario {tafanario) se dijera tabalada, Roer tos saneados.— Murmurar O decir mal de álguim, caí»
tomo de costilla, costalada; voces de vulgarísima formación. do sos defectos más pequeüos en ausencia suya ; locuamiíP
Golloría. — En sentido familiar es manjar exquisito y delicado, despreciativa, pero enérgica, para dar a entender al que san*
y por extensión delicadeza. Llámase gallaría i una especie de que se parece á los gozquecillos, que ladrau y muerden ei i»» \
cogujada sin penacho; y tal vez aludiendo á ella se dijo andar en por detrás á los perros grandes, huyendo luego.
gullorias ó gollerías, por andar con delicadezas, escogiendo los Costar la torta un pan. — Significa que una cosa cuesta sis»
pajarillos y carnes tiernas y exquisitas. lo que vale, 6 que uno se expone i riesgo que no ha pm»» •»
liepapilarse.— Rellenarse de comida y relamerse saboreándola; presión traslaticia que tiene el mismo valor en su seniido ta»
esto es, hartarse de comer hasta el papo, i no poder más : cosa No entender de filis. — Esta palabra de formación del n!¿> *
frecuente en algunas aves doinésilcas, que después de hartas niflca habilidad, gracia y delicadeza; y asi decíase tamaian,
mueven el buche á menudo para facilitar el paso del alimento. guete pequeño de barro que solian usar las señoras pre>44>
Hecho un trompo.— Redondo , pesado y torpe. brazo ; quizá de hilo, cosa delicada y tenue como el tilo- >»
lie haldas ó de mangas. — A tuertas ó á derechas , que quieras tender de filis es no estar en esas menudencias.
que no; compóngase la ropa, ya salgan los pedazos de las man A tú por tú. — Descompuestamente y sin respeto ; por to> 9
gas ó de las faldas. riñen de tal modo que pierden la cortesía, apeándose, el Inüai*
Venirse d los ojos. — Que llama la atención ; frase significativa, to y tratándose mutuamente con desprecio, de tu á tú.
porque parece que aquello que nos agrada se viene á los ojos, 6 Zorrocloco.— El hombre tardo en sus operaciones, qsf pi,!
mejor los ojos se van tras ello, como también se dice. Ya en otro bobo, pero que no se descuida en su utilidad y provecí» ,*
lugar queda ponderado cuántas frases comunes y graciosas tiene compuesto de torro y clueca, zorro y gallina (tonta y parala,'*'
nuestra lengua relativas á los ojos. lo están cuando empollan)? ,
Saben que rabian. — Significa el vivo sabor de alguna cosa, y Vender bulas. — Anles se encomendaba por carga eoncflü u stj
también la extrema habilidad ó ciencia ; es juego del vocablo ministracion y expendicion de bulas en cada pueblo, j de ai»
saber, que además de interpretarse tener ciencia , significa tras frase que significa unas veces imponerle á uno carga o pw
laticia é ingeniosamente lo que tiene gusto, sabor fuerte y percep y otras, reprenderle severamente; por la riguridad conaai»t<
tible, que á veces puede llegar i tal extremo, que pique tanto que giaTortas
el recaudo.
nos haga rabiar. y pon pin/dio (no ha de ser todo). —Con esto se *iik",
Comerse ¡as manos tras algo.— Denota el gusto con que se dice, alguno que se queja de pequeño trabajo, que habrá de te»»'3"
hace ú oye alguna cosa. Expresión tomada de la costumbre de mayores; quiere decir : «no todo es el dia de la boda,»p«5"
gente grosera que se chupa los dedos y los relame cuando come este solia gastarse en el convite un pan con bafio porcuna s»
daba cierlo lustre. Aun en Andalucía se conserva la cesaew
manjar de su gusto.
Belitre.— Picaro, ruin y de viles costumbres. Es el belitre fran hacer en tales dias panes con labores, figuras de talco y ■•■"
cés, traído sin alteración al castellano : voz de germanía, y la in seda, á lo que llaman pan pintado. Es antigua<ocncioo«*^
sería Juan Hidalgo en su Vocabulario. como indica Cleraencin en sus notas al Quijote, cap. 19,'- ' #
Ver [ó pegar) la boca á la pared. — Callar lf necesida' «■'
Tuautem. — Es el sugelo que se tiene por principal y necesario
para alguna cosa, 6 la cosa misma que se considera precisa; y está padece, por grave que sea; expresión figurativa, y qmta i«E'
tomado sin duda de que con semejantes palabras terminan ma la práctica de los musulmanes para confesarse de sus tal»»-
chos de los retos comunes de la Iglesia. Remusgo El ambiente algo (rio y penetrante.

1 etlera del padre, que llegándose (D.) •


I. del negocio (P.)
5. b«rt>i, perdices (P.) «. laranloña. (D.)- carantonas. (C B. F. S.)
». como aguí , vestido » las mil maravilla!, y la casa (id.)
8. Miradme (íd.)-«¡reme («. S.) 5. Y le advierto (C. B.F.S.)
13 en claro una andadera de monja» con un canastillo (P.) 0. y que no se ponga (P.)
47. uu billete para el Vicario ; dioiele, y el dijo ; Calleo BtiBU y ha» 7. amostuzada de que se baga (Id.) , Bi¡ ti
». diablo, que lu demás es andarle por 1(1 ll»a« ".«• '"
bien cartas, (id.)
to. ai menos : •Paire nueatro, cit belitre lid.) 13. j daban diente tvn t" )
CUENTO DE CUENTOS. 415
El mozo se ciscó ; mas ella se estaba repantigada á que no habia de ser todo echa y derrueca, supuesto
lo de mi suegro, como si fuera el padre, con mucho no habían de poder dar con ellos al traste, aunque los
aquel. Juró que le había de dejar en porreta si no se ca persiguiesen abanderas desplegadas; y que más valia
saba ; y sobre esto porfiaron hasta tente bonete. El hijo que por bien se llevasen su buen por qué , y se dejasen
decia que él había hecho cala y cata del negocio, y de cuentos. El alguacil decia que les habia de poner
qne le habían de soñar; que por qué y por qué, no te ras con ras la casa al menorete , hablando de talanque
niendo ella cogijos , habían de obligarla á que las apel ra, con mucho qué me sé yo. El escribano decia : «Yo
dase ; que se iría con el alma en los dientes, y los lle callaré ahora, mas yo les daré en caperuza.» «Cada
naría de bote en bote de lo que eran todos ; y añadió uno mire por el virote (dijo el licenciado), pues ha
que ya el viejo estaba calamocano. de ir á todo moler; y no echen de vicio, que podría
¿Calamocano dijiste? Fué un dia de juicio, y suce heder el negocio más ahina que piensan.»
diera muy mal si no se echara en chacota. El alguacil , que vio que el licenciado era de los
La mujercilla, que ya tenia asomos del negocio, más del asa, y que todos los demás era gente delgordillo,
engolondrinada que otro tanto, empezó á hacer espa
vientos , y dijo que todo era así al pié de la letra ; mas Echay derrueca.— Vale «de prontoy sin consideraciones», y
quizás estará tomado de los juegos de bochas y trucos, de echar
y derrocar, esto es, tirar y caer los palos.
Osearse.— Es soltarse 6 evacuarse el vientre, y de aquí tomar Dar al traste. — Destruir alguna cosa, perderla ó abandonarla.
gran miedo. ¿Vendrá de cisco, carbón? No merece su significado Púdose decir de dar al través, como cuando vuelca la nave por
graedes discusiones. una de las bandas, ó bien áe\ostrasles de la vihuela. Covarrubias,
Rtpaniigaio.— Esiar arrellanado en el asiento y extenderse para además de esto, dice que pudo venir de transirá, los bancos de la
mayor comodidad. Dijose de panza, repandlear, repantigan galera. Dar los trastes al agua, volcar.
Aquel. —Úsase esta voz en lugar de la cosa que no se quiere ó no Un buen porqué.— Siendo porqué conjunción causal, hacemos
se acierta a decir. ( Diccionario de la Academia.) El indicativo d familiarmente porqué, sinónimo de causa y motivo : el porqué de
demostrativo aquel snple el nombre. todas las cosas. Es idiótico en nuestra lengua sustantivar todas las
Dejar auno enporrela. — Dejarle en cueros; llámanse porre partes la oración : asi decimos el ay del moribundo, el más allá.
tas las hojas que brotan de la raíz reciente del puerro, y de cual
Una incrédula de años
quier cebolla , y se arrojan separándolas de la parte comestible. De las que ignoran el fué,
Metáfora vulgar, por quitar lo necesario, dejando á uno como las cantó Qccvedo. Además tómase porqué en vez de paga, importe :
porretas- le dieron su porqué; y en este sentido un buen porqué es una buena
Hasta tente bonete. — Con exceso, con demasía. Antiguamente porción ; equivale al quid latino. Ya antiguamente se usó en nues
recibíanse las ofrendas por los sacerdotes en el bonete, y de aquí tra lengua por el bachiller Fernán Comez de Cibdareal, para lo
Tino la frase : tente, no te vuelques. Tirarte los bonetes, es dispu que pueden verse las notas al Quijote, cap. 13, 1." parte.
tar con calor, costumbre de claustro. lias con ras. — Es la igualdad de unas cosas con otras ; ras es
Cala u cala. — Reconocer una cosa bien y detenidamente, y ya apocopado de raso. En el Cauciónelo de Baena, pág. 189, dice Al
M ve que su significación esta tomada de los dos modos con que
vares de Villasandino :
te prueban y examinan los víveres : cala se bace de los sólidos, y
tata de los líquidos. Que no finque solitaria,
Mi vegéz de rras en rras.
Coaijos.— La desazón 6 pena que proviene de leve causa ; lláma
se asi también la sabandija. Quizá de aqui venga el significado Aquí está por «absolutamente, del todo». De esta palabra ras, 6 si
traslaticio de esta voz, si no se quiere aceptar la que le da Cavar- se quiere de raso, se dijo rasar y arrasar y rasero, que confirman
rubias i cogendo. el significado.
Apeldar.—Vale escaparse, huirse, salir corriendo dando voces, Al menorete. — Al por menor, i lo menos, por lo menos; dimi
6 haciendo lo que antiguamente se llamaba apellido. Viene de nutivo familiar y de desprecio del adjetivo menor.
apellidar, y este del latino apellare. Véase el Glosario del Can Talanquera. — Mámase asi el artificio de tablas que se pone pa
ra seguridad , defensa y asiento de los que asisten á las fiestas de
cionero de Baena, y en estos versos de Ferrant Manuel de Lando:
toros; y de aqui se dijo, hablar de talanquera, por los qíe estando
Tamaño como un sorsal en lugar seguro, hablan y murmuran de las acciones de los que se
Vino don Pedro bien tarde, hallan ocupados en cosas de valor y peligro.
Fasiendo muy graml alarde
E llegó fasta el umbral : Dar en caperuza.—-En la cabeza (de capul caperuza); hacer daño
Desque vio en el portal i alguno, frustrándole sus designios; dejarle cortado en la dis
Sonaban los golpes lodos, puta. Figurativo de la pronta parada que con la caperuza tiene el
Apeldó por esos lodos qne recibe por delante algún golpe ó demostración de él en la ca
Cavallero en su cbival. beza. No hay que decir que la caperuza es una especie de bonete
Covarrubias deriva apeldar, del nombre griego aptletish, 6 del ó montera.
latino pello, it, empujar. Mirar por el viróle. — Llámase virote á cierto género de saeta
De bote en bote. - Dicese de cualquiera lugar 6 estancia que guarnecida con un casquillo; y de aqui dijose metafóricamente
están llenos, de suerte que no cabe mas ; sin duda viene del fran mirar por el tiróle, por atender con cuidado y diligencia á lo que
cés de bont a bout, de cabo a cabo, de extremo a extremo. importa; semejando á la puntería que se hace para herir al enemi
Calamocano. — Quien ya está caliente con el vino , y empieza 1 go, mirando y enfilando la saeta. Virote viene del latín terutum.
dar ealamonadat y traspiés. Aplicase por extensión al viejo chocho. Significaba también el mozo soltero ocioso, galán y paseante.
Chacota. — Es bulla y alegría con chanzas y carcajadas con que A todo moler.— Con priesa y velocidad, tomado traslaticiamen
se celebra alguna cosa. Hacer chacota de algo, burlarse de ello. te de los molinos ; como para significar lo mismo, se dice á toda
Quiza vino de cachinnus. vela, lomado de la navegación.
E'patiotto. — Demostración excesiva ó afectada de espanto, ad Ser del asa. — Asa es la parte que sobresale en cualquiera vasi
miración ó sentimiento ; se dijo en nuestra lengua del spavcnio ja, para.noilerla asir, y eu gemíanla se Mamau de este modo las
italiano.
f. tnpnflito que (P.)
í (como il no toera el padre) (P.) é. se llevase {Id.)
5. que lo habí» {Id.) y que se dejasen (Id)
6. de sonar, 7 porqué y porqué no, teniendo (/d.) 6. poner la casa ras con ros al {Id.)
porque, teniendo ella cosijas,(0. B.) I. ahora, y les daré (14.)
7. los apéldate: (P.) leí .lar* caperuza. ( Jf. A.fC.B. F. S.)
S. que se ira (D.) «. (dijo et Guardian), (/'.)
V los llevaría [Id.) pues be de ir (15. )
«o. que el viejo (P.) II. negocio mas y mas que piensan. (P.)
1*. engolondrinado (Jf.) II. que vio el C»ardian era de loa de cata, y que los demás era (Id.)
15. espaviento* (O. S.) 13. eran gente (0.)
410 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
juzgó que el írsele venia á pedir de boca. Quitóse el ; mientras el licenciado contemplaba en las musarañas.
sombrero , y ni paula ni maula , sino \iene y vase. El ! Mas no se le quedó por corta ni mal echada ;j como
padre, que vio el mal recado, fuese tras él dando co- i tomó el negocio á pechos, dijo : «A mí se me quedal»
setadas, por malos de sus pecados ; y esto dio una es- i en el tintero lo mejor ; » y con mucha pausa se fué al pa
tampida terrible. «Ahí me las den todas,» decía la dre y le dijo: a Acabemos con este mazacote, quei»
viuda. Replicó el marido: « A mí no se me da unar- | son menester tantas zarracaterías, ni andar teniplaiki)
díte, que con andar pié con bola me reiré de todos.» gaitas.» «Cásese, que todos le bailaremos el aguí de
El bribón, que vio que esto iba de capa caída, y que lante, y no se meta en dibujos. » El, que vio que an
iban de romanía, y que el mozuelo traía la soga ar daba ya de capa caida, dijo: «Una por uua, jo roe
rastrando, y que la muchacha no era amiga de recan casaré; mas luego roeré el lazo;» y otras mil (ato
camusas, y que tenia garabato, díjola: «Aquí no hay chadas.
sino , sus, y alto á casar, que estas son habas conta Casóse ; y aunque la boda se hizo á somormujo, lo
das. 9 dos se repapilaron. El padre le dio una linda traganto
La viuda, por una parte no quiso estar ú diente; por na con el dote; encajóle todos cuantos cachivaches
otra, viendo que el mozo se moría por sus pedazos,
estuvo hecha de sal y muy donosa , diciendo de aque mace los franceses, al gesto 6 visage. Covarrubias le da varias
lla boca, que daba grima. El maridillo cantó de plano, mologias de schema, crymosjckrima (Agora estopeada, frió ii
so, juicio ó concurso judicial), nombres griegos, cuya analopaa

orejas, que no son de desperdicio para alguaciles y soplones. Ser


del asa, vale ser amigo intimo de otro d de sn parcialidad, como
encuentro con esta palabra.
Cantar de plano.— Confesar nno todo lo que se le preza*
sabe. Cantar es en germanía descubrir alguna cosa; y de pina '
1
si dijéramos, de los que á él se asen y unen. El hombre furnia a
modo de dos asas con los brazos cuando coge a otro , por lo que
á esta postura aislada, llámase muy propiamente ponerse en asas,
en jarras.
Gente del j»rd¡to.—Nómbrase asi la gente más baja del vulgo,
6 de la plebe. (Véase el Diccionario de la Academia.) No sé de don
cese jurídicamente, de la resolución tomada en el acto de ú
las partes, sentenciar de plano, con solo lo expuesto. Y te
formóse la frase.
Contemplar lat musarañas. — Mirar á otra parte que adonis
dt-be, por estar distraído. La musaraña es un cuadrupla
habita oculto debajo de la tierra en los prados, y por ti1
i
de pueda traer su origen. cualquier sabandija ú animal pequefio; sin duda por szbucj
Cosetada. — Paso acelerado ó carrera, de coletear, corretear, Iidad y provecho se origino la frase, dando i entender qw
voces derivadas de coso, plaza de lidia. persona se distrac por y en cosas de poco valor.
Dar pié con bota. — A lo justo y cabal, rasamente; tal vez de al iVo quedar por corla ni mal echada. — Poner todos los
gún juego antiguo. Hoy se dice no darpii con bola, por estar des oportunos, para conseguir alguna cosa ; está tomado del.t»?'
acertado y poco Teliz. los bolos en que se pierde echando mal la bola ó qued»*<"*'j
Ir de capa caida.— Padecer una gran decadencia en los bienes, [Diccionario de la Academia. )
fortuna ó salud, como, va el borracho que no se puede tener, y á Mazacote. — Turnase traslaticiamente por el bombn
la manera de los árboles y los campos, que dejan al agostarse la pesado, de su significación natural, que es una mezcla de al.
capa de verdura que los engalanaba : ese es su oriiten. na y casquijo, que sirve para los cimientos de las casas, persa*
Ir de romanía. — Explica esta palabra el Diccionario de Terre reza y resistencia. Muchos orígenes dan. i esta palabra lo:
ros, diciendo que pertenece a la marina, y signilica bajar todas las logistas: quién la hace salir del miscere latino, quién de jH^ilíS
velas, ó caer ellas por si á un mismo tiempo. De aquí dice Gil go, quién, por último, de la raiz hebrea maiag, mnuscml;ittír-
González Dávila (Teatro de las grandezas de Madrid) amainar de vino al árabe y siriaco.
romanía, por bajar las velas, alude á arriar la bandera para en Zarrocafcria. — Miseria, regatería ; y viene de itmtsts jfj
tregarse al enemigo. En su tiempo, según afirma, ya no estaba en ion y miserable), nombre arábigo diminutivt , formado i< urit
uso la voz, ni se tenia noticia de ella. y sarcát, «el ladrón y la acción de hurtar, ó adquirir algún "
Ir de romanía, será ir de capa caida, amansar los fieros. furtivamente.» (Marina, Catálogo de voces arábigas.)
Recancamusas. — Cancamusa es artificio con qne se trata de en Templar gaitas. — Usar de contemplaciones para desenojar ii
gañar á nno, por medios disimulados; y recancamusas (que no apa guno; y vendrá sin duda del modo como en los instraaiftí»f '
rece en los diccionarios comunes) parece que debe significar lo cuerda y viento se tocan todas las llaves y registros para irwi
mismo. De su origen nada se me alcanza. zar los tonos. Es frase familiar de graciosa y exacta forana»
Corábalo. — Asi se llama un instrumento de hierro, cuya punta Roer el laza.— Huir de un aprieto ó peligro, como hace p«i <
vuelve hacia arriba en semicírculo, y sirve para tener colgada al caparse el animal que en la red ha caído.
guna cosa. Por eso decimos de las mujeres dotadas de garbo y Patochada. — Disparate, dicho necio ó grosero, propio íe «t
gentileza, que tienen garabato, gancho; esto es, atractivo y modo lañes.
de prender en sus redes : expresión significativa y apropiada. Somormujo. — S>e llama asi la cerceta marina 6 cuerva atiá*
Habas contadas.—Dicese por ser una cosa cierta y clara, porque y se da en general este nombre á las aves acuáticas, ojie tina
las habas y otros granos fueron en largo tiempo, medio de echar propiedad de zambullirse y andar debajo del agua. Deattid
suertes y hacer cuentas en los usos domésticos , y aun en los pú la frase primera á lo somormujo, «por debajo del agaa'
blicos de muchos pueblos. laciamente, «de manera oculta y cautelosa.» Dicese kubieiii
Estar á diente.—No haber comido ; modo imitado de estar i pan $ujo, y se aplica á los buzos : este nombre tiene verba y <
y agna, i dieta y otros parecidos. Hay refrán antiguo que dice : derivados, de la propia significación.
« Estar á diente como haca de buldero.» Tragantona. — Comilona ; la acción de tragar haciendo fura,
Hecha de sal. — Mostrarse graciosa, do buen humor. Sai tiene el por susto ó pesadumbre. Y por extensión; la violencia que fea"'*
guno á su razón para creer d pasar por alguna cosa extraía. »•
significado de gracia, agudeza ; y se llama salada á la que se halla
adornada de esta dote. Salada y sal están tomadas aquí por sazón, flcil ú inverisímil. (Diccionario de la Academia.)
condimento, y extendido su significado. Cachivache. — Entiéndese por ésta palabra el pedazo 4t al?
Dar grima. — Causar desazón, estremecimiento, horror alguna vasija quebrada, ó el trasto Inútil y viejo que se arriscóla;?"*
cosa terrible. Grimo llaman los Italianos lo viejo y arrugado; ygri- traslacion.el hombre ridículo, ¿embustero é inútil. De fofjH"»1

2. sombrero, y ni buena ni mala, ai no viene (P.) I . mientras'el Vicario cantaba lat musarañas; (/',)
3. El padre que oyó [Id.) • I», ni padre, que estaba ficelio'UQ pelmazo, y le dijo : (M)
i. coletadas, (2>.) 7. menester zarracaterías.* iCáieic que todos le bailaran (/¿4
S. un estampido (P.) •Cásele (O.)
1. i pi« (M.) todos la bailaremos (ir. A.C.B. F. S.)
8. El motilón, que vid que esto iba (Id.) it. la boda bizo asomar 1 mutuo», iodos i a repapilare». (W)
ft. tus, sus, (Id.) somormujos, (D.)
IB. pedazos, becbt do sal y muy donairosa decía (Id.) 13. repupllarou. (li)
CUENTO DE CUENTOS. 417
tenía en casa; y si se quejaba, decia que hablaba ad mujercilla estaba de veinte y cinco alfileres, y le dijo
efesios, y que no se gobernase por su caletre, que se para qué se metia de gorra.
quedaría in puribus, que era un maniaco. Y aunque «Déjense de filaterías , que una por una ya están ca
calló entonces, después lloraba los quirics, y propuso sados (dijo el licenciado); y si hablamos más, nos
de hablarle papo á papo, porque otra vez no se le subie echará el gato á las barbas , y volveremos las nueces al
se á las barbas. cántaro.»
Con estas cosas le metió las cabras en el corral, y ca «Libertad me fecit.-a dijo el hermanillo.
lla callando hizo su negocio, y el hermanillo le escu Ycon esto, se fueron todos á la deshilada, con muy
chaba hecho un bausán. Estaba en cuclillas detrás de grandes cogijos, sin respetar el coromt'oti'í del padre,
la puerta la recien casada, oyendo al muchacho con la que daba gracias á Dios de ver acabada tan grande'
oreja tan larga, y entró con un tropel de los diablos. carambola.
El, por lo que podía suceder, venia hecho un reloj. La
equilibrarlos los humores; como el reloj, que anda con cierto
vulgar y semejante i troekimoche, cochilt kervite y otras qne en compis y medida, señalándolas horas ; andar como un reloj, te
este cuento aparecen, — es como si dijéramos pedazos de vasija, ner esactitud y método.
cackos de voto, caekivaio, cachivache. De veinte y cinco alfileres.— Compuesta y bien aderezada ; pun
Adefesio* — Palabra corrupta de Ai Epheshs, i los de Éfeso, i tualidad con que expresa el vulgo ingeniosamente lo nimio y pro
quien predicó san Pablo, y dirigid muchas epístolas. Hablar ai lijo del tocado de una persona , en el que , y sobre todo en la mu
Epitelios, i los que no nos entienden, ni entendemos ; 1 otros con jer, los alfileres son parle muy principal y precisa.
quien no tenemos nada que ver, did pié a que mas latamente lue Meterse de gorra. — Acostumbrar i comer en casas ajenas sin
go se dijese adefesio toda cosa rara y extravagante. No hay, pues, estar convidado, y vivir siempre i costa de los demás : corra , voz
que acudir i otros orígenes, mas eruditos tal vez, pero no mas de germanla, significa la estafa y el estafador, sin duda por los
apropiados. ( Véase el Tesoro de Covarrubias. ) medios lisonjeros y aduladores con que, mis que ningunos otros,
* Caletre. — Tino, discernimiento; tal ves de formación idiótica facilita el engallo.
del verbo colar, conocer, comprender una cosa. Filatería. — Es demasía de palabras para explicar algún con
Llorar los quines. — Lamentarse, condolerse 1 voz en grito ; to cepto con mayor menudencia de la que se necesita. Voz quizá
móse de las muchas notas, compases y tonos con que suele dila también de composición vulgar, y como queriendo explicar el
tarse el canto del kyrie cleyson en las misas mayores. enredo y confusión son la semejanza de los hilos, hilaiera, hila-
Hablar papú a papo. — Hablar cara i cara, ó decir i otro en su deria, filatería.
rostro con desenfado lo que se ofrece -. locución figurativa y que Echarle i uno el gato i las barbas.—-Es sacudir de si el peligro
expresa bien la acción osada del audaz , que adelanta el cuerpo y para echarlo en otro ; ponerle en ocasión de trabajo : expresión
la garganta para hablar con otro. figurativa y bástanle gráfica.
¡subirse é las barbas. — Juegan las barbas mucho en los refra A la deshilada.— Quiere decir,' uno i uno y con disimulo, calla
nes é idiotismos castellanos, ya por ser parte principal del rostro damente : tomjMo de la milicia, que rorapia la fila y marchaba
del hombre, ya por la suma veneración y respeto qne de antiguo calladamente, durante la noche, por sitio estrecho para sorpren
se les ba tenido, bijos tal tez del aspecto grave y reposado con der al enemigo. Tal vez por eso se llamaron desfiladeros seme
tinente que dan a la fisonomía. Subirse a las barbas es, pues, jantes lugares. A la deshilada, expresa cómo se deshace ó deshi
faltar al respeto, llegarse y atreverse a lo mis sagrado de la cara, la una tela, marchándose ó sacando uno á uno los hilos que com
do guardar consideraciones i lo que las pide y merece. ponen la trama.
Meter ¡as cerras en el corral. — Es poner miedo y atemorizar Coramvobis. — üe gran presencia y abultado vientre. Voz latina
i alguno; traslaticia y figurativa locución, porque asi se obliga i incorrupta, y compuesta de corum y tobis.
sujetar y poner a buen recaudo los ganados ajenos que hacen
dado en nuestras fincas ó i los propios que son triscadores y avie- Nota. Por la dificultad de encontrar caracteres arábigos y he
tos. breos que concertaran con la letra en que va impreso este Co
Bausán.— Tomóse esta palabra en el sentido que hoy tiene (de mentario, al par que para mayor inteligencia de los lectores, so
bota y simple, que se queda con la boca abierta), del antiguo arte han puesto en equivalencias fónicas las palabras que derivan de
estratégico. Nuestros mayores llamaban asi i unas figuras que ambas lenguas. Ganaran los no entendidos en ellas y excusamos
embotidjas de paja ó heno , y completamente armadas, ponían de- vana pedantería.
tris de las almenas para engallar al enemigo presentando mis nú
mero de gente del que era en realidad.
Cuclillas.— Cierta manera de sentarse las mujeres, muy frecuen I. que estaba de veinte y cinco alfilere*, le dijo (I*.)
te en Espala , tal vez traída de los moros ; y i la que, según Co- 4. (dijo el Boticario); y el (fd.)
varrubias, se dio este nombre por parecerse el que asi esti senta 7. hermano. (Id.\
t. el coramtabit (Id. S.)
do , i la gallina cuando empolla, que se llama clueca; de aquí II. cerembole. Con esto, y con qne til que me lee* te enmiendes de
cluequilla y cuclillo. lo mol sonado; y poniendo frenillo 4 la sinhueso, candado A tus la
Venir kecko un reloj. — K ponto, estar bies dispuesto, bien bios y grillos 1 tu voluntad (si es que la tienes propia , que no será poco
milagro), des una escobada a las vulgaridades de tu jerigonza,— te veras
mil limpio de malos vocablos que armiño, y quedarla en gracia de len
I. en in can; (£*.) gua . que será lastima conserves puerca y. desvergonzada. (Kn una co
5 hablnll* (I* ) — bablsr{D .) pia ene vio «! leñar CastcUanoi, pero lo estimo yo cntromcUmicnlo de
• . le niüfiba hecho un pauian.(P.) otra pluma.)
II. éa lodo* los diablos. (Id.)

F1S DEL CUENTO DE CUENTO?.

Q-IU 27
LA CULTA LATINIPARLA,
CATECISMA DE VOCABLOS PARA INSTRUIR A LAS MUJERES CULTAS Y HEMBR1LAT1NAS.

LLEVA UN DISPAIUTAMO COMO VOCABULARIO, PARA INTERPRETAR Y TRADUCIR LAS DAMAS JERIGONZAS
' QUE PAULAN EL ALCORÁN MACARRÓNICO ; CON EL LABERINTO DE LAS OCHO PALABRAS.

COMPUESTO

POR ALDR03AND0 ANATEMA CANTACUZANO, ,


GRADUADO EN TINIEBLAS, DOCVO A ESCORAS, NATURAL DE LAS SOLEDADES DE ABAJO.

DIRIGIDO

A DOÑA ESCOLÁSTICA POLIANTEA DE CALEPLNO,


•eñora de Trilingüe y Babilonia, (a)

DEDICATORIA.
Siendo vuesamerced más conocida por los circunloquios que por los moños , de tan Inés»"
nédoques y cacofonías, y tan airosa de hipérboles y tan nebrisense de palabras, que tiene más»

Notas.—Catecisma (y no catecismo, segnn por descuido poco aparecer docta y erudita (—Domingo Nanni de MirabfUí IM
piadoso imprimieron en 1660 ios libreras flamencos, y de aquí primer poliantea, deseoso de excusar trabajo de revolver 18»» '
luego Iodos los espalíolesl , pues que el tratado presumía de ins los predicadores i; y S.* de Calepino, de Diccionario, Sonsit*
truir y educar al sexo femenino. KoetrJ^Tjo-t; vale instrucción, de que imprimió en 1503 Antonio Calepino, agusliniauo, qc- '■
donde el satírico y festivo pudo fantasear la voz catecisma. mentaron y corrlgieron muchos ilustres varones, entre otras Jan
Disparatarlo , i modo de vocabulario, diccionario, recelarlo, Paseracio y el jesuíta Juan Luis de la Cerda. Señora te Tritap-'
antidotarlo (colección, de muchas voces, de muchas recetas.de (de las tres lenguas) y Babilonia , no es menor grandeza <¡ne ii
muchos remedios), es la colección de muchos disparates, delirios fuese de las tres Arabias y de la torre de Babel.
y desatinos. Con el disparatarlo se dispone un buen disparatorio, Nebrisense. Arte de Antonio. — El gran Aristarco espaulol, ti*
conversación llena de necedades. ria de la toga romana, Antonio de Lcbrija, ó de Nebrija , case
Significativos, cual los de su mecenas, son los apellidos del vulgarmente se dice, nació en aquella villa por los aios de lWL
buen Aldrotando. Viénele el Anatema por las execraciones y ater Por él la gramática técnica , que apenas dio paso entre los t*
radoras palabras que acompañan la excomunión mayor ; y el Can- guos, comenzó i tener carácter propio, yá ser ciencia diferente
indiano (sin tener parentesco alguno con Juan Cantacuceno, de la retórica y poética. Restauró las letras latinas y abrig* el
usurpador del imperio de Constantinopla, aunque hecho i su se primero el generoso pensamiento de fijar por reglas y arte el ro
mejanza este nombre) vale tamo como aquel que canta estribillos mance vulgar castellano, por estar ya entonces la lengaa en m
sin ningún sentido ni significado, á la manera del cus cuí, zara- alia cumbre, que más se podía temer el descendimiento ierfa
bullí de la Veracrui, ridiculizado en El entremetido, la dueña y el que esperar la subida. El arte de Antonio, i que se refiere C¡1-
soplón. vedo, son sus Introducciones á la aromática latina coopeníi*';
Doña Escolástica (esto es, la mujer qne remeda con afectación refundidas y transformadas de real orden por el padre Juan L<"
lo. hábitos, fas muletillas y lenguaje de las escuelas) tiene por déla Cerda, cuyo nombre jamás llevaron, sino el de Lebnji.'
sobrenombre : 1.* el de Poliantea , como si la apodáramos colec pesar de un duro decreto que sobre ello expidió Felipe Ulil*
ción de lugares comunes para, con poca ciencia y menos fatiga, fiir la corona.

(a) Vid la luz por vez primera en la colección que dio A. La de Alfay, también de esta corte, iCSO.
QtJEYEDoi la estampa con titulo de Juguetes de la niñez C. La que en ella costeó Pedro Cotilo, é id
y travesuras del ingenio , Madrid , 1629. Diaz de la Carrera, i 653.
Kl texto que ofrezco á mis leclores va concordado á B. La de la misma capital , costeada por Maleo de U
vista de las ediciones siguientes, cuyas diferencias señalo Bastida , 1638.
al pié con las iniciales respectivas, y con el número cor F. La que publicó Foppens en Bruselas, 1670.
respondiente al de la linea del texto donde resulta la va S. La que Sancha en Madrid , 1790.
riante. Las notas é ilustraciones están, como siempre, sen»-
D: Reimpresión de los Juguetes de la niñez hecha en das ordjualmente por letras.
Barcelona por Lorenzo Deu, año 1653.
L. La que en la misma ciudad y año hizo y costeó Pe V ..HrlTíf.-— i. cite rilm o (F.S.)
dro Lacavallería. I. dlipiralorlo, (S.)
A. macarrónico ron (AT.)
M. Colección de Madrid, de 1CI8, que cosíeó Pedro . 0. CanUcuceno, (AT. A.C.B. F. S.)
CoeUo. ' 7, ouicurai, (A. C. B. F. S.)
LA CULTA LATINIPARLA. 419
nativos que galanes ; y siendo la dama de más arte (de Antonio) que Sj ha visto ; más merlincocayca
que Merlin,—obligación le corre al más perito (y no es fruta), de encimarla en los precipicios inac-
oesos de otra, si no tan sidérea, estimación aplaudida, si bien de menos trisulca pena (Plauto sea
sordo), dirigiéndola este candil, para andar por las prosas lúgubres. Es vuesamerced adevinanza
perene, y tiene enigma lluvia, y pueden á su menor visita examinar ordenantes. Es vuesamerced
más repetida por su estilo que el susodicho, aquel hidalgo que no dejadescansar renglón en los pro
cesos. Son vuesamerced y la algarabía más parecidas que el freir y el llover. Un papel suyo leimos
ayer yo y un obispo armenio y dos gitanos, y casi un astrólogo y medio doctor. íbamos por él tan á
escuras como si leyéramos simas , y nos hubimos de matar en un obstáculo y dos naufragantes, que
estaban al volver de la hoja. No bastó construirle ni estudiarle, y así le conjuramos; y á poder de
exorcismos se descubrieron dos medios renglones, que iban en hábito de Pacuvios, y le lanzamos
los obsoletos, como los espíritus. Mil Tucídides eché á vuesamerced como bendiciones, que discurre
tan á matar candelas, que la podemos llamar discreta paulina. Si vuesamerced escribiendo tan
¿i porta inferí acaba de lobreguecerse, dirá que su lenguaje está como una boca de lobo, con tonta
propiedad como una mala noche, y que no se puede ir por su conversación de vuesamerced sin lin
terna. Aurore Dios á vuesamerced y la saque de princesa de las tinieblas, que es relativo del demo
nio, pues es príncipe dellas. Vale, encuito, no en testado de escribano. Pridié idus. Ya entiende vue
samerced ; y si no, haga cuenta que se oye.—Licenciado Cantacuzano.

AL CURO, DIAFANO, CHIRLE, TRANSPARENTE Y MERIDIANO LECTOR


DE LENGUAJE TAPIDO, Y Á BUENAS NOCHES.

Doliéndome de ver aporreada la blandura de los requiebros en conchas de latines de acarreo , y


los ruegos enamorados, con el silicio de gramaticales cerdas; ry considerando con el pujo que los
enamorados en romance deletrean lo culterano de las damas, que ahora hablan nublado y retazos
de Quis vel Qui; y compadecido de que alas hermosuras legas, por justos juicios, se les haya reves
tido en el cuerpo tan extraña jerihabla ; y viendo que los chuñistas de noche al son de campanilla
dicen : tAcuérdense, hermanos, de los que están en pecado mortal y de los que andan por la mar,
y de aquellos y aquellas que están en poder de culteros; »—por todas estas cosas he resuelto de fa
bricarte este Lampión contra palabras murciégalas y razonamientos lechuzas. Todo debajo de la
corrección de los clarísimos de Venecia, y no es pulla.

LAMPIÓN.
Es conveniente que las que siguen esta' dotrina y chirrían confusiones, lo que antes, cuando
eran legas, fué : «Cierta persona dijo esto , González dijo estotro, bien dijo don Juan, » hoy sea
Platón enseña, dogma es del Estagirita, asi lo razona Homero. En las visitas al levantarse echará

Merlincocayca llama i la culla , por no limarle desarrebozada- Ordenantes los que confieren las órdenes , y también los que las
mente el epíteto de macarrónica: lodo alusivo i Los macar rímicas reciben ; pero aqui esta en la primer acepción.
del poeta manluano Merlin Cocajo (Teófilo Folengo), célebres En hábito de obsoletos Pandos : con oscuras ,' incorrectas é
desde 1517. intricadas razones. Pacuvio, poela de Brindis, que floreció en
Tritulca pena .-pluma de tres puntas, esto es, diestra en los el siglo vi de Roma, compuso tragedias ( cuyo estilo Cicerón cali-
tres idiomas, griego, latino y castellano. Oca de malo y revesado), y se hizo notable en la pintura. Obsoleto
Planta tea sordo. La voz pena recuerda al escritor el Peno de vale desusado, olvidado, viejo.
Plauto, y el gran trecho que tiene esta comedia escrito en lengua Thucydiies, famoso y antiguo ateniense, de familia de reyes, fué
pánica , que vanamente han pretendido los sabios descifrar : todo general de la armada en Tracia. Desterrado por la facción deCleon,
a propósito para comparación de U algarabía que usaban las mu escribió los ocho libros de su admirable Historia del Peloponeso.
jeres a principios del reinado de Felipe IV. Llamar á nna mujer edicto discreto de excomunión (que eso
Enigma //tirio esta formado a semejanza de sangre lluvia ó vuelve la \oi paulina) es chistosísima ocurrencia.
menstrua ; desenfado poco limpio.

I. t ■■■• lerllneocaya (i>. £.) 19. mediano (O.) — meridiano (A.)


4. adivinante (id.) ( II. aparcada (ti. /. )
«. , aa casi atlrdlogo (S.) 15. da romance (/d.)
de*or. (O. L ) J3. clamlnlilas (A. C. B. F. S.)
• a obecurai, [A. C. B. P. S.) •, 17. tas remello rubricarte eile Lamprion (0. 1.)
«». a mala candela,, (S.) •I. chineen (/d.)
«*. logobrecerae , (D . L. M. A. C. B, P.J. SI cCierte pereona, dijo eso Gooialeí , dijo estotro (D. Jf. A. C. B. f.)
<a. Autora (A. C B. >'. S.) *-... j dijo ctciíro (S.)
(í. Caalacaeeao. (S.)
420 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
menos un Plutarco, que se le cayó de la manga; tendrá críticos de faldriquera como huevos, y
autores de falda como perrillos; y enviará á pedir por la vecindad prestado un Tertuliano para
cierta advertencia. Idiotas y plagiarios y magistas son otro tanto oro para decir mal de los moder
nos. Y cuando las otras digan que hacen vainicas, si la preguntaren qué hace, diga que comenta
rios, notas y escolios, y sean á Plinio, si fuere posible. Tenga achaques de varias lecciones; y si es
tuviere preñada, se le antojen Escallgeros crudos. Y á las joyeras pregunte si tienen cintas de Mus-
sato, ó tocas de Casaubon , que son buenos nombres. Alabe sin qué ni para qué la fatiga de los ul-
tramarinós, cuando en las visitas traten las otras del mal de madre. Y si la preguntaren que conque
se lava, responda que con algo de la Vaticana; que aunque no es á propósito, es culto. Cada momen
to ha de hundir la casa á voces y gritos, que alboroto el barrio, sobre que ha de parecer el Quintilk-
no, si se hunde el mundo; que no piensen que hade ser como el Macrobio (y aquí se ha de desgañifan;
que con esto, Dios delante, no la entenderá nadie; ni aun ella se entenderá, y gastará lenguaje her-
mafrodilo. Y si dijeren : cYate entiendo,» será Santanton, y no culta. Solo en el pedir han de gas
tar vucsasmercedes claridad infinita, porque el dar es rudo, y no traduce ni gasta otro comento qiií
el de No-he.

De los Escalígeros apunté algo en el tomo primero, pági lentes versiones, comentarios, notas y escolios importante. £3
nas 319 y 343. Londres murió, año 1614.
¡lussato, célebre historiador paduano y apreciable poeta, escri ¿01 ultramarinos : los sabios italianos y alemanes.
bió la historia del emperador Enrique Vil. De humildes princi Con algo tagua, dice una edición) de lava-6-emi : es 01 ¡ut¡
pios subió á grandes honores eu Padna y Florencia, merced á su ingenioso de llamar vieja á la rulta.
grande ingenio, instrucción y suaves costumbres; pero volvién Aurelio Macrobio Ambrosio Teodosio, varón consolar Id si
dosele adversa la fortuna, murió septuagenario, desterrado en la glo tv de Jesucristo. Comentó el Sueño de Escipion del gran su
isla de Chioiza, hacia el alio de 1330. dor romano, y escribió siete libros de los Saturnales.
Itaac Casaubon, teólogo calvinista y critico sábi.i , nadó en Gi Santanton, esto es, san Antonio Abad, que conoció y sapo toir
nebra, adonde sus padres, huyendo del DeIGnado, habfanse acogido las tentaciones del demonio, será quien pueda entender á la li
por' evitar los castigos de la Inquisición. Escribió con el seudóni ta ; pero no otra tan infernal mujer como ella.
mo de iiortibonus. Los clásicos griegos y latinos le deben exce-

I. faltriquera (O. L S.)- íjlrtiquer» (V. A) •■ que con agua de ta Vaticana ; (F.)
7. Husaaco, ó locae de Caiaubon, (D. L. M. A. C. B, t. S.) IS. aeren aantanlon, (A. )
8. traen las otras del mal (/>. L.) IS, Mo«. (B. L. U.A. C.B.f.)
9. que coa qué ae taire, responda (/i.) *

SIGÚESE EL DISPAMTAMO,
CON QUE EN MUY POCO TIEMPO, 8IN MAESTRO, POR SÍ SOLA CUALQUIER MUJER SE PUEDE ESPIRITAR
DE LENGUAJE , Y HACERSE ENFADOSA , COMO 81 TODA SU VIDA LO HUBIERA SIDO , QUE LOS PRO
PIOS DIABLOS NO LA PUEDAN SUFRIR , Y ES PROBADO.

CULTIGRACIA.
A su marido, por el hastio que causa el tal nombre, que se le asen, 6 que se le envíen (que es lo más risi
le llamará «mi quotidie , mi siempre;» y á él se le ble), no le nombre, por excusar la compasión de lo
deja su sempiterna á salvo para cuando nombre su que le acuerda ; llámele a desgallo ó tiple de pluma»-
mnjer. Para decir caldo sustancial dirá «licor quiditatvsw.
Si se ofreciere decir que despabilen las velas, dirá : A las rebanadas de pan llamará planicies-,
«Suena catarro luciente, excita esplendores , panizue- Y porque la palabra gota es muy facinorosa, y fM
la de corte.» los oyentes abunda de cosquillas, si se ofreciere decir.
Curtido llamare á las criadas no diga : hola Gómez, Déme una gota de agua, ó déme dos gotas de Tino-
hola Sánchez, sino alinda Gómez, unda Sánchez;» que diga: «Denme una podagra de agua, ó denme dosj»-
uncía, y ola son lo propio, y ellas, aunque no lo entien dagras de vino.»
den en latín, lo obedecen en romance, pues lo hun Al nudo ciego llamará «nudo rezante».
den todo. Al queso, «cecina de leche.»
Si hubiere de mandar que la compren un capón, ó Podagra. Esto recuerda la traducción literal del ¡cimu w ">
de ti! en manduco me ¡lumen de te.
S6. ae «cuerda; (O. L.)
Si. DUnaratorto, (If. A. C. B. t. S) M. Denme una gota de aguí, 4 dinmo de» galga [S¿
!3. eiDcriMu(D. L.) 15. cenlia da lecha. (0. 1.)
LA CULTA LATINIPARLA. 421
Al escudero llamará manipulo. de puro untada vnele por las chimeneas, no ha de de
Para no decir: Estoy con el mes ó con la regla,—se cir que se afeita; dirá : «Vengo bien mentirosa do
acordará de que las Gestas de guardar se escriben con facciones.»
letra colorada, y dirá : «Estoy de guardar;» y si el Y para decir que se pone mudas en las manos dirá:
interlocutor es graduado , dirá : « Teugo calendas pur «Yo traigo con calladas los diez embelecos. »
púreas.» Á los chapines llamará «posteridades de corcho,
Cuando la preguntaren: ¿Cómo va vuesamerced?— adiciones de alcornoque, tara de la persona, ceros de
por no responder con nota de agua va y la palabra la estatura.»
fregona , al servicio de vuesamerced , dirá : «Estoy á Si se ofreciere decir: No vengo apercebida, dirá:
vuesamerced oficiosa y afecta. » Y si se quisiere en «Vengo inerme;» y encomiéndese á Vegecio.
carnar más en el latín, diga: adjecta. El burlar llame frustrar.
La riña llamará palestra, al espanto estupor, supi- A las dueñas llame funestas; y si al epíteto pusie
nidades las ignorancias. Estoy dubia, dirá; no estoy ren pleito los cipreses, en tanto que lo juzgan las len
dudosa. Al arrope llamará «crepúsculo de dulce ó tejas, llamará las deshombradas.
abrigue sabroso» ; que arrope y abrigue todo es uno , y No dirá aunque la asierren: Estoy preñada en tres ó
digalo en invierno. cuatro meses; pero dirá: a Dos en tres, dos en cinco,
Dame vino, no lo dirá; sino, cultivándola embria dos en nueve;» y al cabo añadirá: a Yo me entiendo;»
guez, dirá : «Dame llegó,» que llegó y vino todo es uno, que para eso se hizo el chiste.
y no se disfama el gaznate ; y una dama pide taberna En las visitas no dirá: Arrastra esa silla, qne es
en buen hábito; que yo conozco búcaros que sirven ajusticiarla- dirá: «Aproxima réquiem,» sin temor
al tragazo de carátulas de Portugal, con poco temor de de los responsos.
los empegados. Ingredientes llamará á los entrantes, aunque lo gru
Al moño en culto llamará herencia, pues queda de ñan los boticarios y alquimistas.
las difuntas; y en plusquamcullo dirá : «Traigo el eco No dirá zapatilla de pocos puntos, ni calzo ó tengo
del malo rizado, ó el enemigo sin di» (pues dimoño pié pequeño; dirá: «Tengo pié lacónico, ó Calzo viz
es el enemigo, y en quitándole el di, es moño, dia caíno.»
blo mudo); y también le llamará el casi-diablo; y ad Si se ofreciere pedir: Quisiera aloja y barquillos,—
vierta no resbale, y le llame el cachidiablo de pelo. antes la buena cultosa reviente de sed que diga bar
A la olla llamará «la madre meridiana»; y para de quillos y aloja ; dirá : «Traigan vive y rumores de
cir : No como olla, dirá: «Es lo y desoltada,» y podrá acer oblea;» y si hubiere suplicaciones, llámelas «preces
tar con dos verdades. Al ruido llamará estrépito; á la volubles». Y haga Dios lo que fuere servido, que aloja
boguera, pira. y vive, para con Dios todo es uno; y asi se platica en
Para decir: Yo gusto de beber frío de nieve, dirá: las casas de posadas.
«Debo con armiño del frió, con requesones de agua, Es hombre onusto dirá, por no decir pesado.
con vidrieras de diciembre, con algodón llovido, con Al pastel llamará «picaro de masa».
pechugas de nubes;» que poder remudar frasis es lim Para no decir: Vengo mal tocada, dirá : «Vengo mal
pieza. adjetivada.»
Ninguna culterana de todos cuatro vocablos ha de Al paje llamará intonso.
llamar al coche coche , porque no la respondan los Está inmediata , para decir está cerca.
regüeldos ó los cochinos. Debe decir: «Auriga, pon Por no decir: Estoy al cabo, dirá: «Ya agonizo;» y
el pasacalles;» que aunque va á riesgo de una arreba Dios la oiga.
tiña de barberos , es mejor voz á pagar de mi prosa. A las medias llamará no enteras.
Si la culta fuere vieja, como suele suceder, para Circundada dirá , no cercada.
no decir á la criada que la afeita: Macízame de pego Al veinticuatro de Sevilla ó de otra parte: «El señor
tes de solimán estas quijadas y los carcabuezos de las dos docenas; » y es cuenta cabal.
arrugas,—dirá: «Jordáname estas navidades cólica vas.» Soy poco fausta, por .soy poco dichosa.
Y si hubiere de mandarla que la liña la greña de ca
nas, la dirá: «Peléame esos siglos candidos, oscuré Flivio Renato Yegeeto escribió i mediados del siglo ir de Jesu
ceme esas albas.» cristo, con vario estilo según los escritores que eitraclaba, cuatro
libros del arte militar, compuestos con especies y noticias de Ca
Si llegare á mandar que por falta de dientes la lle tón, Celso, Paterno, Frontino y Varron, j de los decretos do
nen la boca de chitas forasteras, dirá : «Fulana , em Augusto, Trajano y Adriano.
piédrame la habla; que tengo la voz sin huesos.» Deshombradas, sin hombre. Doefia es opuesto a doncella; j pa
Si fuere moza, aunque tenga una cara bruja, que ra sustituir aquel nombn-, no se puede ecbar mi.no de olro Un
expresivo como el que se oenrre al escritor malicioso.
Reguiem, descanso : «Tríeme donde jo descanse.»
7. le preguntaren (S.) •
I. agua va la palabra [Id.)
II. en lalin,((>. 1.) 5. conralladoi (D. L.) — con callados (C. B. F, S.)
II abrigo sabroso : (id.) 9. apercibida, («. S.)
li. hibierno. (*. B.) II. pusieron (D. L.)
41. distante (O. L.) 19. Arrastre (Id.)- Arrastra eiU (F.)
4S. no ae resbale, (S.) a 10. con temor (0.)
1». llamara .madre [O. i.) M. llamar! los errantes (M.)
43 turra rieja (A. C.) «. Lecdnlco, [A.)
44 que la afeite macizamente de pagotes (D. I .) 17. 81 se ofreciere decir: (C. *. f.S.J,
tí. •Vélame (r\ S.) 34 hombre honesto ID.L)
obscuréceme {A. C, B. J.S.) 4». Circundada, no cercada. (Id.)
13. Si fuera (O.) 44. velóle y cuatro (/>. L. Jf.)
la cara (S.) 40. por pocu dichosa, l'ur no medir: (O. ¿1
422 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Por no decir : Me acaba, dirá: «Vuesamerced me Por no decir: Antes es apretado de bolsa que dadi
extrangula ; » y es cosa muy lucida. voso, dirá : «Vuesamerced antes es estítico de bola
Suele ser forzoso pedir un guisado 6 un pastel de que diurético.»
turmas, y por no empreñar la prosa, se irá castrando Y porque si dura la visita ó conversación macho,
la palabra desta manera : «Denme un pastel de virili suele acabarse á algunas cultas la cultería, y tienen
dades, ó hágase hombre el guisado.» conversación remendada de lego y docto, y se quedan
Mesticia es mejor que tristeza. á buenos romances, como á buenas noches,—se ha de
Por no decir : Tengo ventosidades, dirá : «Tengo valer del laberinto de las ocho palabras que nunca se
colos ó céfiros infectos.» acaban.
Pide el médico el pulso 6 otra cosa á alguna perso LAS OCRO PALABRAS SON ESTAS*.
na ; no se ha de decir : «Tome vuesamerced,» ni esta «Si bien, ansí, de buen aire, descrédito, desasead),
maldita voz se oiga en boca de hembra. Tome, digan cede, aplaudir, anhelar.»
ellos ; y la cultísima dirá : Aprehenda, ó accipia. Dánseles por aforro y acompañadas las siguientes:
En los pésames ha de encadenarse la palabra sin «Galante, fino, sazón, emular, lo cierto es, esfuer
gultos por sollozos, atros por lutos, sarcófago por zos , ejemplo , aunque.»
sepultura.
La palabra sepelido no se olvide. INCIPIT CULTIGRATIA.
Y si el viudo ó apesamado consiente, se dirá manes,
con sus sidéreas sedes , y su polvillo de parcas. Hilván perpetuo de dislates , sin salir de las ocho
Los rudimentos de la mesa se han de llamar los an palabras en todas materias, cuando la doña Tal Lati
tes , y los postres la contera del mascar. niparla suelta la taravilla, y dice asi:
Para decir: Tráeme dos huevos, quita las claras y « Aunque ceda el descrédito , es galante la fineza, si
trae las yemas, dirá : «Tráeme dos globos de la mu aplaudida-anhela; si bien emular es desaseo de poca
jer del gallo, quita las no cultas, y adereza el rema sazón ; asi más, no deja de ser galante por fino; vio
nente pajizo.» cierto es asi , que no se está de buen aire en el descré
Huevos frescos son «globos instantáneos». dito ; asi por aplausos de la emulación ; así cedida á ks
Encomiéndasele mucho , aunque no venga á propó esfuerzos desacreditados en lo galante, de mejor aire,
sito, estas palabras: Lenta, intestina, palumbe;y so si bien desacreditan esforzados así.»
bre todo patibulo y truculento. Y con volver á lo « Cierto es», que es coynnrsrj de
Estoy con fábricas dirá, por no decir cámaras. todos los desatinos, y sembrar la plática de «Ans'fs»,
Si hablare de predicadores, llámelos «metódicos, irú la buena culterana salpicando de necedaísw
provectos, eruditos, facundos, invectivos y hiper donde quiera que hablare.
bólicos». Si así lo hiciere , el latin la ayude ; y si no, i r>
A la melecina ó jeringa llamará « ojeriza de azófar»; manee la lleve. Amen.
y á la cala, «entremetida en cosas particulares».
8. de laberinto (V.)
4. empe fier (D. I.) (I. Dámele (S.)
16. supoltura. {A. C. B.) 45. ejemplo». (D. L.)
i\ manar. (O. L. Jf. A. C. B. F.) 28. de lodoi ros (icsíliñot, (A.C. B. P. S.)
t¡. iracme lu biemu, (O., y en luiot blemeiO 31. ti Uert. (IT i*o máe la de Sancho)

FIN DE LA CULTA LATINIPARLA.


SU ESPADA POR SANTIAGO
SOLO T ÚNICO PATRÓN DE LAS ESPAÑAS.

CON EL CAUTIVERIO DE LA VERDAD

Y LA RESPUESTA DEL DOTOR BALBOA DE MORGOVEJO DEL AÑO PASADO AL DOTOR BALBOA
DE MORGOVEJO DE ESTE AÑO.

POR DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,


CABALLERO PROFESO EN LA ORDEN DE SANTIAGO.

Accitigere glaiio tuo super fémur hmm potentlsstmc.


(Un escudo.) (a)

Osmio mi correcñone Sanctae matris Eccluiat, (i)

AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR CONDE-DUQUE, GRAN CANCILLER.

Cosfveso, Excelentísimo Señor, que perseguido y acusado, más decente disposición tengo para
merecer prisión y castigos que audiencia de su majestad (que Dios guarde), y favor y merced de
vuestra excelencia. Mas no siempre, ni las más veces, ni muchas, el ser perseguido es culpa, ni el
ser acusado verdad. Si esto fuera, ninguno hubiera inocente en el mundo, ni pudieran en algún
tribunal defenderse las virtudes. Cuánta calamidad sean persecución indigna y calumnia mentiro
sa, bien lo supo Cristo nuestro Señor por sí. No hay mérito de varón grande y esclarecido quejo
(a) Un escudo á frange, hecho lindamente de pinina, 1. En nombre del padre general de los carmelitas des-
con las armas del conde-duque de Olivares. Compó:iese calzos, y de tuda la orden, su procurador fray Luis de
de los diez armiños negros en campo de plata y de las dos San Jerónimo, á veinte y cuatro días de octubre de 1617,
calderas jaqueladas de azul y oro en campo azul, á quien hizo petición al reino, junio en Madrid encones, para
sirven de asas diez culebras, blasón de los Guzmanes. que fuese admitida santa Teresa por patrona y abogada
Por orla tiene los siete castillos y siete leones de la casa de las Españas.
real de Castilla. Por timbres, la corona ducal y la cruz 2. Asi lo acuerda el reino á 16 de noviembre.
de Santiago. 5. A 18 de agosto de 1618. Cartat de Felipe III y del
(b) Inédito. presidente de Castilla, don Fernando de Acevedo arzo-
El original , de gallarda letra del amanuense de Que- hispo de Burgos, á las ciudades, comunicándoles el
vedo, con la firma autógrafa, y evidentes señales de ser decreto de las cortes para que le obedecieran y cúm
el propio memorial que hizo poner en manos del Monarca, pliesen.
existe en la Real Academia de la Historia, biblioteca de Sa- 4.1.° de setiembre. El metropolitano de Granada,
lazar, N. 27, desde el folio 76 hasta el 1 14 inclusive. Allí fray Pedro González de Mendoza , y su cabildo acorda-
tainhien, folio 37, se encuentra con muchas enmiendas y ron no cumplirla orden cuanto al rezo y patronato,
arrepentimientos el primer borrador de la carta misiva al hasta que su santidad determinase.
Conde-Duque, donde es thoy 5 de mayo» de 1628 la fe- 5. Carta defendiendo el patrocinio exclusivo del Após-
cha ; y de un dia antes en el limpio. Perteneció este có- tol, dirigida á la majestad de Felipe (¡I por e¡ metropoli-
dice al marqués de Monlealegre, presidente de Castilla, tino de Sevilla, don Pedro Vaca de Castro y Quiñones, A
según resulta del catálogo de su Biblioteca selecta , ¡m- i de setiembre de 1618 , desde el Sacromonle de Ora -
preso en 1677. • nada.
Hé aqui alguna noticia (difícil de extender con acierto) 6. Respuesta impresa que le dieron devotos de la santa
de papeles y documentos relativos al único patronato de madre Teresa de Jesús.
Santiago y al simultáneo del Apóstol y santa Teresa de 7. Memorial de la iglesia de Santiago y de su prelado
Jesús. don Juan Deliran de Guevara , sosleuieudo lo que esii- .
424 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. ■ .
ignore. La sangre de los mártires lo'dice ; y bajando de los martirologios á las historias, no hay
dignidad que no lo experimente. Pregúntelo vuestra excelencia al puesto que para bien desta
monarquía y servicio de nuestro grande rey padece ; que la respuesta será desengaño de unos y
consuelo de otros. •
Yo escribí por Santiago como parte ; y padezco libelos donde, sin nota de mi nación, no debí te
mer respuesta de otra parte que de África. Defiendo yo al Apóstol , y persiguen mis costumbres
y los estudios de que yo tengo arrepentimiento, no satisfacion. -Señor, no respondo á hs sátiras
y coplas que me han hecho y impreso (no porque me falte natural acreditado y belicoso para tan
facinorosos distraimientos), solo porque, como he visto este pecadosde mi niñez fuera de mi in
clinación en otra boca , he conocido su horror y su asco.
Aunque muchos graves padres han pedido les dé este segundo memorial , que en mi poder han
visto, no lo he querido hacer, ni presentarle hasta que vuestra excelencia le vea ; porque creo fir
memente son tan eficaces las evidencias y desengaños que representa, que en solo vuestra exce
lencia ha de negociar, sin otro camino, el remedio desta novedad tan desasosegada. Y de camino
solicitará recogimiento forzoso , por la verdad católica y honra de Jesucristo, á muchos escritos,
y pública censura para algunas proposiciones que merecen castigo. Yo tengo los papeles, sermo
nes y estampas que acuso ; y si se me ordenare, con ellos verificaré los monstros y abominacio
nes que delato.
Esto quiero yo que mi humilde intercesión lo deba al grande talento y muy conocida piedad

maba aquella uno de sus mayores títulos; alegando 24. Otro de Piadosas conjeturas , por el mismo reli
nulidad en lo dispuesto, y mostrándose parte. gioso, en favor del patronato de la Santa; memorial dado
8. Parecer sobre si podrá ser patrona de estos reinos á Felipe IV.
la gloriosa virgen Saula Teresa de Jesús, no estando ca 23. Defensa del único y singular patronato de Sanl¡i«o,
nonizada. por el licenciado Pedro de Losada y Quiroga, am¡n
9. Otro, se halla inserto en la réplica al papel del doc de Jaén. Impresa en Santiago, año 1628, ydiripdxl
tor Balboa por el doctor Benito Méndez de Andrade. prelado de aquella metropolitana.
10. Información en derecho de don Francisco de la 26. Respuesta impresa á este y otros Tarios pijels
Cueva y Silva, jurisconsulto famoso, por los padres de la del tal licenciado, por un devoto de la Sania.
Reforma. La recogió el Santo Oficio. 27. Otras dos, que corrieron de mano.
1 1 . Carla de Felipe III, refrendada por Jorge de Tovar, 28. Sermón del padre fray Francisco Boi!, combalietó
á!2de noviembre de 1618, mandando suspender todas el exclusivo de Santiago.
las gestiones relativas al compatronato. 29. Otro del padre Francisco Plmentel, jesuitt, ptfr
12. A 12 de marzo de iQ'2-2 fué canonizada la beata ma dicador de S. M. con igual objeto.
dre Teresa de Jesús. 30. Catorce sermones más de losapasionadosdebSa-
13. Carla de Felipe IV, desde Zaragoza, al presidente ta, en alguno de los cuales sostuvo el orador que San
de Castilla don Francisco de Contreras, en los primeros tiago no vino á España nunca. Esto empeñó ardiente
días de febrero de 1626 para que volviese á proponer en mente á infinitas plumas en probar su venida.
las cortes el compatronato de la Santa. 31. Copia del auto capitular que hizo lasanUisltt»
14. Lo conceden los procuradores; y el reino imprime de Jaén en 31 de deciembre de 1627, tocante i la dtftntt
testimonio de ello al año siguiente. de la singularidad del patronazgo del apóstol Sulisi»-
15. Breve de Urbano VIII determinando el compatro Impreso.
nato de santa Teresa de Jesús, á 21 de julio de 1627. 32. Copia de la carta que la santa iglesia de Btitjn
16. Carta de Felipe IV á las ciudades, circulando el escribió á su majestad del rey don Felipe lili, ntestrsu-
breve y el decreto de las cortes de 1626. ñor, tocante al pretenso patronazgo de santa Teros *
17. Memorial del metropolitano de Santiago á Felipe IV, Jesús, á 14 de enero de 1628. Impreso.
Contradiciendo la concesión. 33. Memorial de non Francisco de Qcevedo, sostenien
18. Papel, sin nombre de autor, y con el titulo de Justa do la protección del Apóstol, impreso en febrero.
cosa ha sido elegir por patrona de España y admitir por 34. Otro de don Francisco Lucio de Espinosa.
tal d la gloriosa madre sania Teresa de Jesús. Morovelli 33. Papel de don Fernando Mieres Caravajal, coalnrio
dijo babercaido este y los dos siguientes de la pluma de á los religiosos de la Reforma.
un gran prelado. Se escribió en noviembre de 1627. 36. Pap</del obispo de Córdoba en favor de la Sino-
19. Adición áeste discurso, por su propio encubierto 37. Otro de don Francisco- de Melgar, canónigo de ü
autor. doctoral de Sevilla, á igual intento. Hay dos impresio
20. Papel tercero del mismo, insistiendo en su propósito. nes, la segunda tan enmendada y añadida, qu» viene i
21. Memorial por la iglesia de Santiago y clero de Es ser discurso diferente. El primero salió á nombre de 1)
paña. iglesia de Sevilla.
22. Otro , combatiendo el nuevo patronato, de don 38. Por la sagrada religión de los carmelitas ¿mi
Alonso Kodriguez de León, canónigo y cardenal de la zos, el doctor Juan de Balboa Mogrovejo, catedrático*
propia metropolitana. prima de cánones en Salamanca.
23. Papel respondiendo al Arzobispo compostelano y á 39. Respuesta que le dio el doctor Benito Mende! J¡
su Iglesia, de fray Pedro de la Madre de Dios, carmelita Andrade, canónigo lecloral de Santiago y autor deT!'
descalzo, tio del duque de Medina de las Torres. Este rios otros papeles sobre la propia nuteria.
duque era el yerno , ó mejor diré , bijo muy amado de 40. Defensa de santa Teresa , por D. Melchor Alfonso
O.ivares, favorito del Rey. Mogrovejo, arcediano de Olmedo j canónigo de A*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 425
de vuestra excelencia; antes que el cielo mire por sus mayores vecinos, y santa Teresa, ofendida de
que la achaquen lo que no pide y de que la den lo que no quiere , y Santiago de que le quiten lo
que se le debe , y Cristo nuestro Señor de que le revoquen lo que dio, nos dejen en poder" de nues
tra perdición. Y los que dicen que los santos no se enojan de que les sean ingratos , mienten con
tra los santos. Asi se lo dice con el Evangelio S. Pedro Crisólogo en el sermón 48 De invidia
sobre -aquellas palabras de S. Mateo : i Et non fecit ibi virtutes multas propter incredulitatem
illorum.i Non fit ibi virtus, ubi incredulitas non moeretur. Et si mercedem cumsanat, non exigit
Christus : indignada- tamen dum pro honore sibi fertur injuria. Esto, Excelentísimo Señor, por
verdad ha de ser creido, y por amenaza se debe tomar, y por ejemplo verificado en Cristo Jesús
se debe reverenciar.
Juzgando vuestra excelencia esta causa , yo me atrevo á decir que no pasará la porfía más allá
deste papel mió. Para que vuestra excelencia manue que se le lean, y disponga que le vea su
majestad, le encargo la conciencia; y se lo suplico por la sangre de Jesucristo y por la limpieza
de su Santísima Virgen y Madre. Y si le pareciere que no se quite al santo Apóstol esa demostra
ción de sus milagros y grandezas y méritos, mandaráme vuestra excelencia que lo imprima,
borrando lo que la prudencia y ardiente caridad de su ánimo y conciencia le dictare. Y esto será
hacerme á mi muchas mercedes juntas, y tantas como servicios muy agradables al santo Apóstol ,
que alcance de Dios para vuestra excelencia aumentos de su gracia y larga vida, con buena salud.
Aquí solo en la Torre, á 4 de mayo de 1628.
41. Poema, en favor del Apóstol, que hubo de atribuir Invectiva in novatorem quemdam Hispalensem Maurtan
te i Quevedo. Billium. Authore Doctore Moram Sminos.
42. Respuesta brusca y descortés , en verso y por los 53. Declamación hispana d la apostólica protección y
mismos puntos, de fray Gaspar de Santa María (en el si patronazgo de Santiago.
glo don Gaspar León de Tapia), carmelita descalzo, na 54. Breve de la santidad de Urbano VI 11, derogando el
tural de Granada. que dio en favor del patronazgo de la gloriosa santa Te
43. Carta de Queveio a su santidad , en 26 de marzo resa. Su fecha fué de 8 de enero de 1630.
de 16i8, suplicándole volviese por el Apóstol, cerran 53. Regocijo de la muy noble y leal ciudad de Santiago
do con la llave de Pedro la puerta a las calumnias , y con de Compostela y su ilustrtsimo cabildo, en la noticia que
la espada de Pablo ahuyentando á los que descarada después de mediodía jueves 21 de hebrero de 630 tuvodela
mente impugnaban la protección de España , encarga declaración que hizo tiuestro santísimo padre Urbano VIH
da al Santo por Jesucristo. del único patronato de las Espartas en favor de Santiago
44. Su espada por Santiago. Memorial dirigido al rey Zebedeo. Canción del dolor don Antonio de Gayoso Figue-
Felipe IV por Quevedo, fecha 4 de majo de 1028. Sale roa y Moscoso.
boy a luz por vez primera en estas páginas. 56. Sermón predicado en el real monasterio de Santi-
45. Memorial á lot jueces de ¡a verdad y doctrina, del spirilus de Salamanca en el tercer domingo de cuaresma,
célebre jesuita Juan Bautista de Poza, sobrino del cri en la fiesta que celebró del patronato de Santiago. Por
tiquizante Morovelli de Puebla. fray Agustín Duran, lector jubilado y de prima del con
46. Iiiscurso del licenciado don Martin de Anaya Mal- vento de nuestro padre san Francisco.— Salamanca, en
donado, canónigo del convento de Santiago de Sevilla, casa de Antonia Ramírez, viuda, 1630.
en nombre de su comunidad , y contrario á la pretensión 57. Información por el deán y Cabildo de la santaigle-
carmelitana. sia apostólica y metropolitana de Santiago, único patrón
47. Don Francisco Morovelli de Puebla defiende el pa de las Españas. Con la religión sagrada del Carmen des
tronato de santa Teresa de Jesús, y responde á Quevedo, calzo, sobre et breve de Urbano VIII. Por el licenciado
Melgar y otros. Escrito á 22 de abril, impreso en mayo. don Pedro Astorga de Castillo, prior y canónigo déla (li
Fué el autor, amigo del sabio fray Juan Márquez; y en dia iglesia.—Impreso en aquella capital por Juan de León,
Salamanca, discípulo de don Francisco Márquez, per i 1.a de setiembre de 1631.
sona docta que al tiempo de estas disputas, era ya obis 58. Codicilo de Carlos II , otorgado i 30 de octubro
po de Ávila. de 1700. En la cláusula sexta encargó el Monarca a sus
48. Centura contra este libro. Corre de mano atribuida sucesores dispusiesen el compatronato.
al señor de la Torre de Juan Abad y la imprimo á conti 59. Proposi ion hecha á 3 de setiembre de 1811 por el
nuación del presente. diputado de Guatemala don Antonio Larrazábal, para que
49. Memorial del doctor don Andrés de Torres , abad lo llevasen á efecto las corles generales de Cádiz.
de Santiago de Peñalba, dignidad y canónigo de lectura 60. Memorial á las mismas del prior y comunidad do
en la iglesia de Astorga, defendiendo el antiquísimo tí Carmelitas, en 21 de abril de 1812.
tulo del Apóstol. 61. A 14 de mayóla con ision especial eclesiástica de
90. Defensa de la verdad que escribió don Francisco las Cortes emitió favorable dictamen sobre esta preten
de Quevedo Villegas; contra los errores que imprimió don sión ; y de él se dio cuenta en 23 del mes siguiente.
Francisco Morovelli de Puebla. Autor, Juan Pablo Mártir 62. Las Cortes, en 28 de junio de 1812, restablecieron
Rizo; julio de 1628. lo acordado por las de Madrid de 1617 y 1616, declarando
01. Defensa de la única protección y patronazgo de compalrona de las Españas á santa Teresa de Jesús.
Santiago apóstol, cuando se trató que fuese patrón de es Las vicisitudes políticas desde aquella época hasta hoy
tos reinos el glorioso arcángel san Miguel. han anulado y restablecido varias veces este decreto, hoy
52. Vruiio pro nobili Francisco de Quevedo Villegas. vigente.
SU ESPADA POR SANTIAGO.

A LA MAJESTAD CATÓLICA DEL REY NUESTRO SEÑOR DON FELIPE CUARTO, (a)

Señor : Cierto es que vuesa majestad desea más la alargue por muchos y bienaventurados anos; cuyo
gloria del santo Apóstol, solo y singular patrón de las estado el apóstol Santiago, nuestro único y singular
Españas, que todos los que, como partes, os importu patrón, dilate hasta que no haya nación tan desdichada,
namos con solicitud y memoriales ; y por la propia ra que no os reverencie por señor y por padre.
zón el más justo esplendor del nombre de santa Teresa Dividiré este discurso en los tratados siguientes:
de Jesús. Pero os más cierto que ni vos, Señor, que 1. El primero será una protesta de mi intención en
réis quitar al Apóstol para dar á la bendita Santa, y que esta defensa, y del respeto y reverencia que se debe
ella, tan rica de gloria de Dios en el cielo y en la tierra, al muy piadoso intento de vuesa majestad.
no atenderá á estas solicitudes que introduce el fervor 2. El segundo una confesión fervorosa y rendija .j?
de sus hijos y el celo de sus devotos. Señor, este reco los milagrosos méritos de santa Teresa de Jesús.
nocimiento de la suma igualdad y justificación de la real 3. El tercero , respuesta del dotor Balboa del ido
y soberana persona de vuestra majestad lia sido hazañoso pasado al dotor Balboa desle año.
en quitarme el miedo, que las partes contrarias afectan 4. El cuarto, desengaño de aparentes suposiciones
introducir con ponernos á vuestra majestad y grandeza y causas politicas y piadosas que han divulgado yak-
delante , interesada con enojo en proseguir esta nove gan los padres de la Reforma.
dad, asomando á traición la humildad de nuestros rue 5. El quinto será la única irrefragable verdadíet!
gos; porque , como vasallos de verdadera lealtad y de patronato, amanecida á pesar de la noche en qatU
cuerdo y desinteresado respeto , deseamos hagáis in detienen, menos los que la callan que los que la co
formado (si fuere vuestra voluntad) lo que procuran mentan.
atrepelléis inducido. Pretendemos que, oyéndonos 6. El sexto será el cauterio de la verdad para las
vuestra majestad , la sagrada religión de la Reforma re proposiciones, argumentos, causas y otras diligencias
ciba, y no tome. Y cuando fuere forzoso quitar al santo que se han escrito y impreso y predicado e» deíeus»
Apóstol el patronato, no se le quite también la defensa, ueste compatronato de santa Teresa.
porque siquiera este agravio se le excuse.
El dotor Balboa de Morgovejo ha escrito por la San PRIMERO TRATADO.
ta y por este compatronato una muy abundante infor
mación. Y porque tan grave autor padezca contraste de PROTESTACIÓN.
diamante, hoy le labraremos consigo propio; de tal
manera, que lo que escribió el año pasado contra la Esta, que llamo defensa en tanta variedad de infor
compañía de Jesús le convenza este por los padres car maciones y discursos, mucho tiene de embaraiopara
melitas descalzos; y conocerá vuestra majestad cuán las forzosas ocupaciones de vuesa majestad , mucho de
to inconveniente es que un propio sugeto en una mis persecución para su quietud; empero no se puede ho
ma causa sea diferente dotor cada semana. Y quien hoy nestamente excusar esta demasía de réplicas, por el lo
escribe lo que le piden , y ayer escribió loque quiso, gro del mejor acierto en cosa tan grave. Así lo dice
cuando no escribe la voluntad propia escribe la ajena, aquel severo maestro Quintiliano en el libro 12, capí
y la razón y la justicia no conocen su alegación. tulo 8: Non enim lam obest audire superwcva, qwi»
Vuestra majestad, como á procurador de Santiago, ignorare necessaria; «Porque no daña tanto oir lo de
como á caballero profeso en su sagrada religión , como masiado como ignorar lo importante.» Creo no estre
& parte legitima que soy en este pleito entre partes, nará los oidos de vuesa majestad esta molestia, siendo
me debéis oir : que para mi sois juez por vuestra gran la oreja del príncipe la cosa del mundo á quien asiste
deza, y sois parte por la fe católica que profesáis y más pernicioso séquito. No viven fuera della las ca
mantenéis, y por el nacimiento y texto expreso que lumnias, patria es de la invidia, y el comercio más
dicide esta contienda, por los inmensos beneficios y frecuentado de la venganza ; dolencia es del oficio , no
mercedes que en vuestra monarquía acumula la gran de las personas; solo en Dios tiene contento y alivio.
de y esclarecida sucesión de los siempre gloriosos an Dícelo un rey que lo supo ser ; dicelo David, rey y san
tecesores de vuesa majestad , cuya vida nuestro Señor to , á quien desconfió la experiencia de la conversados
de los hombres, y dijo en aquel psalrno con que pufo
(a) En el original no hay semejante encabezamiento, comienza tantas veces á Dios que le reedificase de nuevo: Audr
desde luego con la palabra SeSor; pero lo suplo en consonancia
a tollos los demás discursos.
tui meo dabis gaudium, et laetitiam, tí exultabui»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 427
ossa humiliata: «Darás á mi oído gozo y contento, y la resolución tomada más este arrepentimiento de tan
se alegrarán los huesos humillados.» Estos, pues el rey grave y tan docto cabildo , que la resistencia de todos
es cabeza, son los vasallos que oprimen aquellos que los demás; y puede ser en caso semejante no se haya
con sus razones destilan veneno en el corazón real. visto en el mundo otra cláusula tan temerosa. Vuestra
Señor, oid á Dios, que él dará descanso á vuestros majestad oiga las palabras de Teodorico rey, en la
oidos y contento á vuestros humildes vasallos; que to epístola 35 del libro 4, que son las que debéis respon
do el séquito de palabras que rodea la atención de los der á los que humildemente os suplicamos nos resti-
monarcas (digo que se la sitia), poca- salud tiene, y tuais nuestro patrón; palabras tan ajustadas y tales,
grande peligro disimula. Todo lo dijo David, comoqnien que tengo satisfacion de haberlas hallado en un rey
lo padeció todo, en el psalmo 101 : Tota die exproba- para otro mayor : Si petitio vestra á veritate non de'
bant me, et qui laudabant me adversum me jura- viat , et intra annorum spalia deget , quibus hoc be-
bant; «Todo el dia me contradecían mis enemigos, y neficium leges sacratissimae praestiterunt , nihilque
los que me alababan juraban contra mi.» ¿Qué callan est,quod jure contraferatur Patronum vestrum sale-
estas palabras, si á vuestra majestad enseñan lo que ha mni causa cognita t'n integrum restituí nostra quoque
de oír con miedo , y á mi lo que debo deciros con re permilit auctoritas. lia lamen ut omnia secundum
verencia; pues es más sabrosa, importunidad bien in justitiam legesqueperaganlur, quia sic supplicantiüus
tencionada, que alabanzas perjuras como las que acu considere volumus, uteorum adversarios per justitiam
sa David? non gravemus. Entonces, Señor, se trataba de restituir
Yo conozco cuánta obligación tenemos los vasallos un patrón , y ahora se trata de lo mismo. Y dijo el Hoy
de vuestra majestad á obedecer rendidamente las señas que, conocida en justicia la causa, permitía su autori
de vuestra voluntad, á seguir vuestras órdenes, á re dad que fuese restituido. Donde veréis , Señor , que
verenciar en todo vuestras acciones, aun á costa de hoy os es lícito lo propio, y que á vuestra autoridad es
nuestra propia dignidad. Así lo he aprendido del gran permitido restituir á España su patrón , y que los con
de Casiodoro (Variarum de libra pondere , el men trarios que instan sobre persuadiros que tengáis por
sura): Studiosé nos oportel erigere quos statuit regalis indecencia loque será enmienda y mejora, temen el
f tetas sublevare; nam quibus dominorum clementia juicio y la prueba; y luego se reducen á que vuesa
voluit concederé convenitetiam iis subjectosde propria majestad lo hizo y lo quiso y lo ha de mantener, y
dignitate praestare. Y siendo asi que esto se ha de ha quieren que aun no sea lícito informaros. Aquí viene
cer con los criados y vasallos que la majestad del prin á propósito el texto de Tácito en Nerón , que el dotor
cipe quiere honrar, ¿cuánto será más forzoso con los Balboa nos aplica á nosotros, número 8 TacitiAnnal.,5:
santos , y tan grandes como la santa Teresa de Jesús? Igitur non crimine, non aecusatione existente quia spe-
Todos los procuradores de Santiago queremos, Señor, ciem judicii induere nonpoterat ad vim domina! ionis
y lo suplicamos á vuestra majestad, deis á la Santa muy conversus. Los padres, Señor, son los que se vuelven á la
grandes y muy preeminentes honras. Mas porque lo fuerza de la dominación y del poderío, pues en caso
que se quita á otro en su perjuicio no es dádiva para tan grave y tan nuevo quieren que deis espanto, no
alguno (así lo dice san Juan Crisóstomo, oración de sentencia. Nosotros queremos nos deis audiencia en
avaricia: Lie enim mihi si quos dúos videres, alterum juicio riguroso, y no se puede negar que usa mejor de
quidemnudum, alterumvero veslitum, deindeexuto eo, vuestro poderío quien con él anima que quien con él
qui vestem habuit nudum vestires, non ne injusté fa amenaza, y más sabiendo que para ser rey al corazón
cetes? Nemini id quidem dubium; « Dime : si vieras de Dios habéis de poder decir aquellas palabras con que
dos, uno vestido y otro desnudo, y quitaras el vestido al David calificó su cetro y su oficio en el psalmo 100: Ñon
que le tenia, y vistieras al que estaba siri él, ¿no hicie proponebam ante oculos meos rem injustam : facienles
ras injusticia? Nadie lo duda.»),— por esto, Señor, es praevaricationesodivi.Nonadhaesilmihicorpravum:
obligación de vasallo informar á vuestra majestad de las declinantem a me malignum non cognoscebam. Dc-
causas por qué esta del compatronato nó es ni puede trahentem secreto próximo suo.hunc persequebar. Su
ser dádiva ni licita donación para vos ni para la glo perito oculo, et insaliabili corde, cum hoc non ede-
riosa Santa. Con claridad y verdad lo tengo examinado bam. Oculi mei ad /¡deles terrae ut sedeant mecum:
en mi información impresa. Y esta no es de las cosas ambulans in via immaculata, hic mihi ministrabat.
que dependen solo de vuestra voluntad y elección , por Non habitabit in medio domus meae qui facit super-
ser caso eclesiástico y resultar del preceto á las igle biam : qui loquilur iniqua, non direxit in conspectu
sias; cosa que hablando della Teodorico rey, en la oculorum meorum. In matutino interficiebam omnes
epístola 27 del libro 2 de Casiodoro, dice : religionem peccatores terrae : ut disperderem de civitate Domxni
imperare non possumus , nemo cogitur ut credat invi omnes operantes iniquitatem. Vos, Señor, que hacéis
to*. Y que en este caso del compatronato se alegue esto por conocimiento, por obligación, por herencia
fuerza por alguna iglesia , vese en la carta escrita á de vuestro santo y glorioso padre, de vuestros esclare
vuestra majestad , impresa por el cabildo de la santa cidos abuelos, cierto es que no oiréis en secreto á los
iglesia de Badajoz , donde al fin della, siendo de las que que detraen, no de su .prójimo, sino de su padre, del
admitieron y juraron este-año por patrona de Españaá nuestro/de vuestro capitán, del apóstol primo de Cris
la gloriosa santa Teresa, dice así : « Y los que tan pun to, nuestro único patrón y libertador. Que igualmen
tuales fuimos en la obediencia di vuestra majestad con te á vuestra majestad y á todos los que hoy somos en
tra nuestro consentimiento, más lo seremos en el nue España, y á todos los que han sido, asi santos como
vo acuerdo que vuestra majestad tomare.» Cláusula es pueblo católico, viéndonos olvidados de lo que sin él
esta que merece en vos grande atención. Y entristece fuimos y de lo que por él somos, está diciendo á gii
423 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tos por san Pablo , epist. Ad ephes. , cap. 2 : Pro- pauci hic hodie nobis adsunt quidnam fae causal
pter quod memores stote, quod aliquando vos eratis est? Marlyrum memoriam peragimus , et nemoai noi
gentes in carne, qui eratis illo in tempore sine Christo, aecurrit; « Pocos nos acuden hoy aquí; ¿qué es la causa
alienati á conversatione Israel, et hospites testamen- desto? Tratamos de la memoria de los mártires, y na
torum, promisionis spem non habentes , et sine Deo die se llega á nosotros!» Este desconsuelo es de los quo
in hoc mundo. Nune autetn in Christo Jesu, vos qui no se llegan, no de los mártires. Oiga vuestra majestad
aliquando eratis longe, facti eslis prope in sanguine á Tertuliano, en el libro Ad martyres, que lleva tos
Chrisli ; «Por lo cual tened memoria que otro tiempo ánimos divertidos en esta paite de temor. Consuela i lo»
vosotros érades gentes en carne, que érades en aquel mártires contra quien les hace sinrazones: Judexex~
tiempo sin Cristo, alejados de la conversación de Israel, pectatur de judicibus sed vos estis de judicibus ipsit
y güéspedesde los testamentos, y que no teníades es judicaturi; « Juez se aguarda de los jueces, pero vos
peranza de la promisión, y sin Dios en este mundo; otros habéis dejuzgará losjueces mismos.» Esta, Se
mas ahora los que estábades lejos de Cristo Jesús estáis ñor, queá los tiranos es amenaza de todo el poder di
cerca en la sangre de Cristo.» Puédense apenas refe Dios enojado, será advertencia de su misericordia en la
rir estas palabras sin dolor, no pueden oirse sin lágri grande piedad y suprema justicia que siempre ha cre
mas; ¿y querrán, Señor, que no las oigáis, ó que oyén cido en vuestro real ánimo en tan católica graudeza.
dolas, no deis audiencia á quien os dio á vos y á toda
España el conocimiento de Cristo Jesús? SEGUNDO TRATADO.
Comedida es nuestra pretensión, encogida y desigual COKFESIO!» DE LOS SOBERANOS MÉRITOS DE SARTA TEMÍA.
á la de los padres : ellos os piden para santa Teresa el
patronato que ha poseído el santo Apóstol mil y seis Esta confesión es tan justo hacerla, que por la no
cientos años, y vos les distes piadosamente vuestra inter toriedad de las maravillas fuera culpable por supér-
cesión: nosotros para Santiago os pedimos audiencia so flua, si no la ocasionararrlos escritos del dotor Balboa,
lamente, en defensa vuestra tanto como de nuestro pa número 83: «Pues ¿por qué hemos de dudarsi santa Te
trón ; pues los padres por escrito culpan á vuestra majes resa merece el nombre de patrona ó no t Esta duda in
tad de principio, medio y fin desta novedad, y confiesan digna es de ponerse en ningún tribunal de justicia.»
que ni ellos ni su gloriosa santa tenia necesidad (leste Dice verdad el dotor Balboa , mas dice poco : que est!
compatronato. Así me lo escribió á mi en un papel (que duda no solo es indigna, sino delincuente; no es (W,
guardo) el padre fray Francisco de la Concepción, prior sino desvergüenza de mala casta, y que tiene |*m-
del convento de San Hermenegildo en esta corte. De tesco con error y con la impiedad. Palabras queentan
suerte, Señor, que ante vuestra majestad protesto, como soberanos merecimientos muestran , no duda, tas
vasallo y como caballero y como clérigo, que lo prime tibieza, no decienden de buen linaje en la religa.
ro pretendo que vuestra majestad dé grandes honras Dice el dotor Bal boa, eíi su información número 3:«í
y haga muy extraordinarios servicios á la Santa y á su loque más admira, juzgándola por indigna destasicci-
religión, dando todo aquello que pueda ser dádiva ; sin dontales glorias... ;»y en el mesmo número, más abajo,
perjuicio, novedad y diminución del santo Apóstol ni repite : « Pero algunos pretenden que no es digna dele
de otro cualquiera santo. nombre honorífico en la tierra.» Y en el número 13:
* Lo segundo, pretendo desengañar S todos del miedo «Porque aunque confesemos una cosa tan ajena de ra
y horror que con vuestro soberano poder y vuestra real zón y en que se fundan , videlicet, que esta prerogaü-
persona procuraron poner los padres de la Reforma á va que su mnjes'ad concedió á santo Teresa, y su santi
las iglesias y orden de Santiago y á los reinos, que dad confirmó,, fuera perjudicial é la república...» Y en
reclaman, mostrando : que distes el patronato á la Santa, el número 23 : « Y demos caso, como las partes contra
informado que era dádiva y lo podia ser, y que por la rias alegan, aunque contra toda raz«n, que su majes
propiarazon atcndcF á vuestra majestad con la benigni tad, con estenombre de patrona de Castilla, excedióyla
dad que acostumbra, las rayones que le mostraren lo dio más de lo que merecía, como en su memorial dice
contrario. Y últimamente, protesto que no quiero otra el señor arzobispo de Santiago...»—Señor, llamar ala
cosa que ser oido en justicia, con ánimo dispuesto á Santa indigna y que no merece, no son palabras, son
cautivar mi dictamen, si me oyéredes en ella, como á delitos; horror tengo de referirlas, y se me infama el
parte legitima que soy; y á sujetar mi obediencia, si es papel con trasladarlas. Mas resto ver quién las di«,
to se me negare (que no sucederá), en el poder de vues porque el arzobispo de Santiago no las imprimió en si
tra majestad , reverenciando en todas maneras vuestra memorial. En dos lugares habla de santa Teresa con
determinación. Instando, empero, por el mejor acier desigualdad al santo Apóstol, cosa que el orden de la
to, sin perdonar diligencia alguna ; que la pereza de los Iglesia excusa de reprehensión. El primero es en el fo
hombres en la solicitud de la gloria de los santos suele lio 4, página i, renglón 3.° : «Y la bienaventurada san
ser muy culpable, y tanto, que Varron en un frag to Teresa, aunque es tan gran santa, y á quien tenemoi
todos particular afecto, pero es'mucho menos que el
mento osó decir tales palabras : * Se timere ne pereant
santo Apóstol, y menores mucho sus beneficios; y as
Dii, nonincursu hostili, sed civium negligenlia; «Qu'él
debe ser menor la honra qué se le haga.» Aquí do esta
temía no pereciesen los dioses, no por combate de
la cláusula que dice que no merece y que es indigna,
enemigos, sino por negligencia de los ciudadanos.» Yo,
ni desta se pueden quejar los padres , ni acusarla el
Señor, temo que esta causa corra por esta r.tzon riesgo;
dotor Balboa; porque el dotor Balboa del número 2 dis
y así repetidamente la defiendo como me es lícito, to
culpa y aprueba lo que condena el dotor Balboa del ni"
mando con ansia de la oración de Non contemnenda
mero 23, diciendo así : «No es el intentó que preteit
Ecclesia, á san Juan Boca de Oro estas palabras : Per
SU ESPADA POR SANTIAGO. Í29
demos defender en justicia ni en conciencia , ni en otra
razón de conveniencia alguna, en igualar, en poco ni TERCERO TRATADO.
en mucho , á nuestra Santa, aunque tan grande santa, RKSPOSDE EL DOTOR BALBOA DEL ANO PASADO AL DTTOK
con las glorias y grandezas de nuestro gran Apóstol; BALBOA DESTE AÑO.
que esta competencia fuera necia y peligrosa temeri
dad.» Más tiene de comedimiento decir que es mucho Hago recuerdo á vuestra majestad que en el primer
menos, que decir que ni en conciencia ni en justicia ni punto le cité las palabras con que David, rey santo y
en conveniencia alguna quiere igualar, ni en poco ni en valiente, calificó su oficio y su corona en el psalmo 100:
mucho, á santa Teresa con Santiago. Más lejos está esto Non proponcbam ante oculos meos rern injustam : fu
que aquello, y se pudo excusar el «en poco ni en ma tientes praevaricaliones odivi ; «No proponía delante
chón. Y decir luego que esta competencia fuera necia y de los ojos cosas injustas, y aborrecía ¿ los prevari
peligrosa temeridad, es más grosero encarecimiento cadores. » ¿Quién hay que no sepa que en esta parte
que lo que acusa contra toda razón en el Arzobispo. hace vuestra majestad lo mismo, que no propone cosa
Bastante era decir lo que la Iglesia ordena : Primum mala delante de los ojos, y que aborrece á los que pre
apostólos, que es el primer orden, que se llama lux varican? Y yo creo que.Dios ha traído á vuestra majestad
mundi; el segundo el de los evangelistas, el tercero y el glorioso Apóstol ocasión de verificar este aborreci
el de los profetas , el cuarto el de los dolores, el quin miento tan justo.
to el de los mártires, el sexto el de los confesores, el Prevaricadoresson, Señor, los que engañosos ocultan
kélimoel de las vírgenes. Y Santiago tuvo las dignida verdaderos delitos: Dicitur aulem praevaricator quasi
des de todas siete órdenes, y santa Teresa fuá virgen. varicator,ávariaccrtatione(utff. depren. pertotum).
Y cuando con todo esto alguno la comparara con los már Y las leyes de la Partida hablan en la nota y en el casti
tires y dolores y con los confesores, sino se lo con go que merecen los que lo son. Y debe considerar vues
cediera no me enojara , y antes le tuviera en estima tra majestad que si por preceto de toda salud dice san
ción por demasiado piadoso que lo reprehendiera por Pablo con fervor tan encarecido estas palabras : Si qua
temerario. ergo consolatio in Christo , si quod solatium charita-
El otro logar del Arzobispo es al principio del fo tis , si qua societas spiritus, si qua viscera misera-
lio 5, página 1 , renglón t : « Pretendiendo engrande tionis: impletegaudium meum, ut idem sapialis, eam-
cer á santa Teresa con este titulo para humillará San dem charitalem habentes unánimes, id ipsum sentien-
tiago, y desta manera descomponer á entrambos, al tes; «Si hay consolación en Cristo, si gusto en la caridad,
uno quitándole lo que se le debe , y al otro dándole lo si alguna compañía del espíritu , si entrañas de miseri
que no se le debe; que en fin , á santa Teresa dásele cordia, llenad mi contento (dice el Apóstol) para saber
el nombre de patrona, sin tener los títulos por los cua lo mismo, uniendo una misma caridad y sintiendo
les Santiago lo es.» Aquí menos se lee la palabra «in una propia cosa;» —fácilmente se colige que no unien
digna y no merece», ni hay cosa aquí mal sonante ni do unidad de espíritu y una propia caridad y sintien
indigna de la pluma de tan docto y tan grave prelado. do de una manera, que no hay consolación en Cristo
Y todo se verifica en los dos santos : que á Santiago se ni entrañas de misericordia. Y si esto es así; y tan de
le debe el patronato, no lo niega el dotor Balboa; que á testable entre muchos creyentes, ¿qué nombre tendrá
santa Teresa noseledebepor los títulos queá Santiago, esta división en un hombre propio, si cada día en unos
también es evidente verdad, y que no la puede alguno propios casos sintiese encontradamente, y fuese otro
contradecir. Pues, Señor, ¿es buen modo de alegar por cada dia , y diferente de sí mismo?
una santa añadir en lo que se cita aquellas descom El dotor Balboa de Morgovejo deste año, en el núme
posturas que hagan desatinadas y delincuentes las ale ro 4, al fin: «Y bastará sola la real voluntad devuesa
gaciones? Las palabras son detestables, y hasta ahora majestad , que en este caso no depende del consenti
tiene la nota dellas quien las refiere ; pues no hay otro miento de nadie.» Y en el número 7: «Esta defensa que
que se atreviese á decillas, ni se hallan en poder de pretendemos, toca de lleno en 1 leño á su majestad y al pro
otra pluma. pio reino en cortes, que son los que principalmente la
Digo, Señor, que si como solo Santiago es patrón deben defender. Lo primero, porq ue su majestad y el rei
único de las Españas, lo fueran todos los doce apóstoles no hicieron elecion de nuestra santa para patrona; por
por razón de méritos, para ser patrona con ellos los que ella intercediese por ellos á Dios, y esta elecion la
tiene santa Teresa , y hoy la Sobran para compatrona de confirmó su majestad después de muchas consultas. De
muchos mundos que Dios hubiera criado y quisiera que resulta que á ¡a grandeza y autoridad de la majes
honrarlos con tal protección. Para lo que en la Santa no tad católica pertenece la firmeza de sus acciones.» Pro
hay méritos, ni ella los quiere, es para despojar á San sigue largamente en razón de probar que las cosas que
tiago violentamente de lo'que le dio Cristo, de lo que los reyes ordenan y hacen han de ser irrevocables. Y
ganó en la guerra, de lo que le pagaron los reyes y en el número 14 refiere y aprueba el consejo de Bal
pueblos por la fe y por el conocimiento de Jesucristo do, 826 , libro i : Quod malum capiunt consüium pro
que le deben. Y esto porque en acompañarle en el pa Rege, et ejus /Mis, qui eis consulunt,ut rem concesam
tronato está el quitarle todo lo que le han dado las Es- rescindant, vel minuant ; hoc enim est periculosum et
pañas, sin dejarle alguna cosa de honor accidental, co manifesta iniquitas; «Mal consejo toman por el Rey y
mo severa con demostración en el tratado quinto, sus hijos quien los aconseja que revoquen lo que una
en que la verdad para gloria de la bendita Santa y de vez concedieron, ó lo diminuyan ; esto es peligroso, y
fensa del glorioso Apóstol valdrá por largo acompa manifiesta maldad.» ¡Bueno le ponen estas palabras al
ñamiento de textos. dotor Balboa del año pasado, pues pretendió repetida
430 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
mente que vuestra majestad revocase dos cosas que ha- patentes, que quien huye el rostro á los tribunales de
bíades hecho con dos memoriales: el uno adelgazando justicia , bien conoce que tiene mal pleito. » Y las par
vuestro poder con todo extremo, y el otro contradicien tes de Santiago no pedimos sino ser oídos en justicia,
do la merced hecha de los estudios reales á los padres para que se vea que si el Reino no supo dar ni pedir,
de la Compañía! El dolor deste año dice en el núme supo su santidad conceder, pues puso tal cláusula en la
ro 12: «Porque este texto y el capítulo i De Censib- bula , que quien no la admite la cumple.
por ningún caso permiten que el Principe pueda re * Las personas que vuestra majestad llamó, vinieron
vocar el privilegio y gracia hecha á la Iglesia , cuanto con poderes corno procuradores de cortes, sin ellos como
más á este ó al olio santo. » Después ponderaré á vues particulares. Empeñados por los padres de la Reforma,
tra majestad todos estos lugares. se juntaron á empeñar vuestra autoridad parala inter
Ahora suplicoá vuestra majestad oiga al dotor Balboa cesión que en Roma no os dejó excusar la grande pie
de Morgovejo del año pasado', contra vuestro poder y dad de vuestro real ánimo. Y al Gn, Señor, vos interce-
contrae! dotor Balboa deste año. Dice ahora (como he re distes, y ellos hicieron y votaron en la forma referida.
ferido) en el número 4 : «Y bastará sola la voluntad de su Decir que los procuradores no supieron conceder no
majestad.» Y ahora seis meses dijo en su memorial, nú es atrevimiento, sino muy cortés lamentación de lo
mero 8: aNec valebit dicere q ue no es preciso ni bien q ue que el año de 1617 hicieron con su santo apóstol y úni
en todas las cosas vuestra majestad haya de acudir á sus co patrón, puesá una petición de un fraile carmelita
consejos, y máscuandoson des ta calidad y quedependen concedieron el patronato particular de España parala
de lamerá voluntad.» Y después de gran familia de tex santa Madre; sin acordarse ni hacer mención en todo
tos y párrafos en favor de que no ha de acudir vuestra aquel decreto, que se imprimió (y está en mi poder),
.majestad al Consejo en las cosas queson de mera volun del nombre del apóstol Santiago.
tad, responde, número 9: aPero respóndese fácilmen Señor, armería es el memorial del dotor Balboa del
te que además que esta ponderación no es conforme año pasado, muy copioso, de viva y ardiente munición
á la caridad y templanza cristiana que profesan los ca contra si propio, pues en el número 16 dice:* «Siendo
tólicos reyes de España , tan diferente de aquel absolu así que muchas veces, con pretexto de santidad y re
to imperio de los antiguos emperadores , tampoco es á ligión, padecen los príncipes mayores engaños; y por
propósito deste caso : lo uno , porque estos lugares que este camino quizá se consigue lo que, entendida la rer-
se ponderan, hablan en las acciones particulares, y no dad, no se escuchara.» Señor, de buena gana seaparia
en las públicas y de tanta importancia ; y cuando tan de la Compañía en su pretensión , y se nos entupir
de veras conviene examinar esta novedad, si la introdu las plumas estas grandes palabras, que me atrewito-
ce el interés particular ó el particular afecto.» Señor, marlas y no me atreviera á decirlas. *.Oso afinan i
esta causa de único patronato es causa pública, toca á vuestra majestad que ellas se hallan mejor militando
cada hombre, á toda España, á todas las iglesias y uni contra este compatronato que contra aquellos estu
versidades, yá toda la orden de Santiago, de monjas dios (conmigo tienen seguro el acierto de su adverten-
religiosas ycaballeros. Luego, aunque sea cosa de mera cia, y contra los padres de la Compañía dudoso). Pus
voluntad, conforme al propio dotor Balboa, no puede decir el dotor Balboa que aquel es más grave casoque
bastar vuestra voluntad sola, como dijo ahora, sino que este, no puede ser, ni se estará á su deposición: por
ha de remitirse al Consejo, como doctísimamente lo que , como catedi ático de prima, puede ser interesado
probó el año pasado; añadiendo aquellas divinas pa en la falta de los oyentes y del concurso que teroe;l«
labras de grande providencia, más para este disinio otro, porque allí se trata de que haya en Madrid, donde
de los padres de la Reforma que para el de la Compa hay estudios, algunas cátedras más, y se reduce á ma
ñía: «... examinar esta novedad, si la introduce el in teria civil la queja del dinero y renta, y los padres do
terés particular ó el particular afecto.» Creo que no hay se entremeten en el nombre de universidad que tiene
ninguno, mas puede haber muchos y grandes y ex Salamanca, ni en la sustancia de cursos y grados. T
cesivos. aquí se trata del nombre de patrón único del sanio
Dice ahora el dotor Balboa , y en esto hace gran fuer Apóstol (que es todo loque al santo Apóstol hadado
za el padre fray Pedro de la Madre de Dios, que ha España), en perjuicio suyo y de todos los santos, natu
biéndolo vuestra majestad hecho, no puede ni debe re rales de España y no naturales. Porque, Señor, pan
vocarlo. Y el año pasado dijo el dotor Morgovejo en el ser patrón no importa el nacimiento ; que este dere
número 15: «Y cuando esté hecha la gracia, ¿quién cho no se adquiere por vi^iereditaria. Pues negar qM
duda que con solo representar el agravio del reino y no es más diño de exclamación perjuicio hecho al
universidades , han de ser oídas, y suspendida la eje nombre del santo Apóstol y á sus méritos, y alas igle
cución , siendo tan claras las dolrinas y vulgares? » Y sias que á la universidad , seria cosa escandalosa. La
allí doctísimamente con varia erudición de textos. causa, Señor , es eclesiástica , es divina ; viene á par»'
Aquí, Señor, en este compatronato está hecha la gra en obediencia de los eclesiásticos contra la costumbre
cia por los procuradores del reino, y hoy (salva vues inmemorial de las iglesias de España. Y si la universi
tra intercesión) contra los procuradores todo el reino dad quiere, y el dotor Morgovejo entonces tan docta
clama por su agravio : las iglesias y universidades y mente pretendió, que, no porque los padres de la Com
mi orden. Luego, han de ser oídos, y suspenderse la pañía hacían universidad se revocase la merced he
ejecución , si ya no fuese que las leyes lo sean y val cha, sino porque, concedido esto, temian fácilmenü
gan contra Santiago, y no por él. Y más abajo, en el harían universidad (así lo dice número 126), ¿porq*
propio número , nos presta enojo contra los padres de hoy el dotor Balboa no quiere que se revoque lo q«¡
la Reforma con tales palabras; «Estas son verdades no se teme, si no se padece ya ; pues siempre pidiera»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 431
el nombre de patrón, y hoy, en perjuicio del santo Após san Pablo; número 12, otro de Salomón ; número 14,
tol, y contra la mente expresa del Sumo Puntillee , lo un lugar del Evangelio de san Mateo; número 17, tres
quieren poseer? Debe vuestra majestad hacer loque di lugares de san Agustín; número 18, lugar de san Jeró
ce el año pasado el dolor Balboa, número 17: «Oirá to nimo; número 19, lugar de san Ambrosio; núme
dos, y examinar quién es oveja y quién es lobo con ro 21, lugar de san Isidro; número 24, lugar de san
piel de oveja. » Y palabras que se dijeron de la preten Agustín; número 26, san Jerónimo y Caetano, y lodo
sión de la Compañía, respeto desta tan moderada bien es de escolásticos ; número 31 , lugar de san Bernardo ;
se pueden tomar del propio dolor Balboa para los pa número 32, Tertuliano; número 36, Augustino y Cri-
dres de la Reforma ; que por lo menos no es hurto ser sóstomo sobre san Mateo ; 54, lugar del Paralipóme-
virse á sí propio. Número 20, prosigue de tal suerte y non; 55, cuatro lugares de san Pablo ; 57 , lugar del
tan encarnizado el dolor Balboa contra sí, que dice: Eclesiastes; 61, san Augustin, santo Tomás, Da
«Y esto corre con más claridad en este caso, adonde, vid ; 62 , lugar del profeta Junas , y bien predicable , y
aunque hoy esté hecha esta gracia, ha sido clam et fur- aun allí se predica largo; 64, palabras de Dios, y lugar
tivé, sin conocimiento de causa y sin audiencia de las de san Pablo ; 65 , Augusliuo ; 66, dos lugares de san
partes interesadas,que ponderó Ulpiano,tn íeoei,»etc. Juan Crisóstomo; 81, lugar de san Juan; 1!2, lugar
Y üllidoelísi mámente la causa de Santiago. Señor, no de san Marcos, y otro de san Jerónimo y san Isi
se ha de defender en nada sin maravilla , ni por el mo dro; 123, lugar de san Augustin; 123, lugar de san
do ordinario. Grande cosa que los que lo contradicen Jerónimo y de los Proverbios; 125, lugarde san Augus
rogados, lo delienden espontáneamente ; milagro es de tin y de Jeremías. Al fin, de lo que más abundante está
que ha echado mano Dios otras veces. Está el dolor aquel papel contra los esludios generales de la Compa
Balboa contradiciendo los estudios de la Compañía , y ñía, es de la Escritura y dotrina de santos y concetos
defendiendo en el principal punto el patronato único predicables, y tales que revisten en pulpito la infor
de Santiago; y previniéndose contra sí, sin nuestro mación. Y el dotor Balboa deste año dice que en plei
ruego, para cuando, importunado, escriba menos con tos no se han de alegar, siendo los que se citan por parte
tra nosotros que contra sí. ¿Qué nos queda que decir de Santiago, el diezmo y aun no de los que él predica
i nosotros en nuestra defensa y en demostración de en sus escritos. Si ya no es que pretendan las partes
nuestro agravio, habiendo dicho el año pasado el pro contrarias que los santos pierdan la autoridad para de
pio dolor (número 14), «que no hay principio en dere fenderse á sí propios; siendo así que el mejor derecho
cho más sabido, que las gracias de los príncipes no es el divino, y ese es la Escritura, y los jurisprudentes
deberse entender en perjuicio de terceros, ni tal es ja en él son los santos.
más su ánimo?» Ydeciende á más el mesmo número Señor, ya vuestra majestad conocerá que, según las
en estas palabras : « Pues cuando el Príncipe niega esta dos informaciones del dotor Balboa, á los padres de la
audiencia, dicen graves doctores que puede el agra Reforma toca darle las quejas, y á nosotros las gracias;
viado recurrir al Pontífice, y lo notan todos» {[ncap. pues el año pasado concluyó por nosotros, á costa de la
Licet, etincap. Ex tenore, y allí doctísimamente). Mas, Compañía: que es licito á los reyes revocar las cosas
Señor, los vasallos de vueslra majestad sabemos de su que ordenaron por mala información y defectuosa y
real ánimo que , reconociendo lo mucho que puede por en perjuicio de tercero. Y esto, aunque hoy to procura
gracia de Dios y por los méritos del santo Apóstol, no deslumhrar y deshacer, no puede negar lo que dice el
querrá hacer lo que no pueda contra el propio santo papa Juan XXII en la extravagante que trae Bartulo (in
que le alcanzó el poder. Y asi, estas dotrinas y dolores trae. minor.):Non debetreprehensibile judicari sica-
que nos conceden poder respirar á el sumo pontífice nonum conditor cañones á sel. á suis praedecesoribus
de vuestras órdenes, aunque sean verdaderas y decen l. aliqua in eis contenta revocet; y Gregorio XIII (en la
tes, como dice Balboa, güelen á comuneras y sedicio constitución üe publicisresignat.): Humano vix ju-
sas. * A nosotros nos basta enterar á vuestra majestad del dicio tío bene quidquam et prudenter polest diffiniri,
perjuicio, novedad y diminución, y nulidad; y saber quin usus saepe aperiat, doceatque id quod salubre
que sois tan poderoso con vos para deshacer el agra sperabatur minus experiendo prodesse. De solo Dios
vio que hubiéredes hecho mal informado, como para es no mudar lo que una vez determina, no obstante
conquistar y regir el mundo. Porque si esto no pudié- el ejemplo de Nínive y otros. Y así dice Tertuliano:
sedes con vos mesmo, ya se quedaba fuera de vuestro Si lex tua erravit, pulo ab homine concepta est , nec
poder la grandeza vuestra, detenida en la relación de enim de coelo ruit , miramini hominem aut errare
fectuosa del interesado; y esto no era poder, sino no potuisse, aut resipuisse inreprobanda. Y Dios, como
poder más. dice Séneca , libro vi De benef. , cap. 23 : a No perse
Tío se contenta el dotor Balboa de allanamos este vera en la ley por mantener lo que una vez hizo y dijo,
punto, en que se afirman tanto los padres de la Refor sino porque sin poderse engañar, vio lo que era mejor.»
ma, sino que escribiendo este año, números, dice Oid, Señor, las palabras de aquel español de Córdoba,
que « las razones que para fundar esto se alegan de que con su memoria es hoy vuestro vasallo y n uesli o bla
parte de Santiago son ajenas de un pleito entre partes, són : Nec unquam primi consilii Déos poenitet. Sine du-
fundadas en lugares de la Escritura, entendidos alegó bio stare illis et desciscere in contrarium , non licet. Sed
ricamente y como consideraciones del pulpito». * Y no non ideó, quia vis sua illos in proposito tenet, ex imbe-
se le acordóque el año pasado lo mis frecuente que alegó cillitate permanent, sed quia non licet ab oplimisaber~
contra los padres de la Compañía, siendo pleito entre rare. Perseverar en la acción perjudicial y defectuosa,
partes, fueron lugares de santos y de la Escritura: porque se hizo una vez (lo que hoy contra sí propone el
numero 10, santo Tomás; número 11, dos lugares de dotor Balboa), no es poder, ya lo ae dioho ; Séneca lo
432 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
llama flaqueza, ex imbecilüate permanent. ¡Puesdecir cuando estando así, y siendo verdad todas las coas to
en el número 4: «Pretendemos pues probar con todo mo estaban y eran cuando hice la promesa, no la cum
rigor de justicia que su majestad tiene obligación á pliré. De otra suerte cualquiera cosa deltas que se mu
defender el patronato que destos reinos ofreció á nues de, da libertad á consultarlo de nuevo. Prometí wa
tra santa, y que este pleito es con la majestad católica»! advocación, después pareció para aquella causa peí-
* Es cosa bien extraña llamar ofrecimiento lo que fué juicio á mi padre.» Este lugar no se trai, no se ciu;
intercesión, rogada con petición hecha por los padres; y él se nace. Dijole Séneca , mas con tales palabras, q«
decir que vuestra majestad tiene obligación á defender parece solo pudieron juntarse para responder en &it
la patronato, que dicen que ofrecistes. Mirad vos cuánto caso donde se prometió una advocación, y resultó pa-
mayor obligación os corre á defender el patronato que juicio del padre. Y lo que más admira en la legitima
debéis, y á quien debéis todos vuestros reinos. Lo que ción deste lugar más á este pleito que al libro deSéne-
se ofrece ha de ser libre y propio y sin perjuicio, para ca, es que empieza este propio capítulo con esta caosv
que se pueda y deba cumplir; y quien promete lo aje inseparable deste suceso y de los méritos destapwj
no hace peor en cumplir la promesa, que hizo en ar tensión : Si quod Mi pollicitus sum , patria sibi mi k-
rojarse, porque es fuerza se culpe en despojo y resti rejusserit? «¿ Por qué si lo que yo le prometí, la pal
tución. Y quien no cumple lo que prometió en agravio me manda se lo dé á ella?» Señor, hoy la patria os
de tercero, dijo mal, pero no le hizo, y fué la suya deparas! lo que habéis mandado ala Santa; y c
acción loable por disculpa y por enmienda. Y debe do es por quitar perjuicio y agravio del santo apc
considerar vuestra majestad cuan mal cubierto anda el Santiago, y la desautoridad de su nombre en faw
engaño, y que no alcanza la ficción á rebozarle todo. la elección de Cristo nuestro Señor, bien se pued»
Dicen «que los privilegios no se pueden revocar sien mitir sobre vuestra corona la palabra jusserit,\«n
do remuneratorios y á santos».* Pues ¿cómo facilitan á cierto que los reyes mandan á los hombres, y ieli
vuestra majestad el revocar tantos como tiene de espe justicia y las leyes: así lo dijo el Emperador.
cial patrón y único de las Españas Santiago, y tienen y Y si dijere el dotor Balboa, ú gritare la unida
juzgan por indecente revocar una concesión, reclama nidad de los padres de la Reforma, que esta bi ^
da casi de todo el reino y de tantas iglesias y ciudades, ley; que Séneca no es jurisconsulto; que va mi
por su autoridad y antojo? Quieren armar contra vues de Digestís á libro, y de capítulo á párrafo-
tra majestad en la posteridad una consecuencia muy Señor, que Séneca escribió la fuerza de la nw,
desautorizada , pues sera más fácil á vuestros suceso con las mejores razones ; y que la razón y li
res (quiera Dios viva vuesa majestad inlinitos añosj no es ley, antes las precede y las prefiere,
revocar lo que vos solo habéis deshecho, que á vos solo es alma de las leyes, y el derecho por quien t
deshacer lo que hicieron todos, y lia reverenciado el rechos lo son. No es Séneca jurisprudente de (4 .,
curso y suceso de mil y seiscientos años, con asistencia ni de estilo forense y litigioso , mas eslo, y el prisa*
y aplauso de tantos gloriosos reyes y emperadores. Pues en el irrefragable conocimiento de la juslitoa**
esto no ha de ser así; queá vues'.ra majestad solo ha de disposición de las costumbres. Y es tanta verdad im
deber Santiago mas en que se tenga lo que es suyo y que no hay ley ni autor de tan descarriada ploma y
siempre ha tenido, que á todos los príncipes de España parecer tan distraído, en toda la inmensidad de losé
„en darle lo que le dieron : porque ellos mostraron reco rechos divinos ni humanos, que contradiga ala
nocimiento voluntario, asistido de la gratitud y deuda destas palabras referidas de Séneca. * Pondere es»
universal ; y vos, Señor, haréis más fineza en restituir suceso, en semejantes casos tocantes á religión ;«
le con tan asistente persecución y con ímpetu tan ex Señor, lo que refiere Valerio Máximo (libro i, tit.firl
traordinario. Bien decentemente os lo aconsejó Plinio, ligioneneglecta; «De la religión despreciada») soffl
libro viii, epist. ad Afaxi. : Reverere gluriam veterem, á Masinisa, rey : At non similiter Masinissa res...;*
et haiio ipsam seneclutem, quae in homine venerabi- lo hizo así Masinisa, rey de Numidia, cuando el p*
lis, in urbibus sacrata est ; «Reverencia la gloria an de su armada, arribando á la isla de Malta, quii*1
tigua y esta propia vejez, que en los hombres es ve templo de Juno ciertos colmillos de elefante gra«J
nerable y en las ciudades sagrada.» Y por esta causa mos, y se los presentó por cosa rara. Mas lúe?»
debéis en el cumplir promesas oir y obedecer á Séne Masinisa supo de dónde venían y cuyas eran (o), Ib
ca ; en quien la razón de que no puede excusarse vues vio en restitución á Malta con una nave quiuqoei
tro celo dice así, libro ív De benef., cap. 35 (pala mandando se pusiesen en el propio lugar de
bras son que el hecho y el derecho obligan á que vues quitaron; habiendo hecho entallar en ellos cierUtf
tra majestad las responda á los padres de la Reforma tras, que en su lenguaje decían cómo elReyignoi
como Séneca las escribió; tan justas son, tan ajustadas mente los habia acetado y espontáneamente los
á vuestra obligación y á su hipo) : Tune fidem fallam, restituido.» Los sucesos que á vuesa majestad ipli
tune inconstantiae crimen audiam , si cum omnia serán con tal propiedad y naturaleza, que do I*
eademsint, quae erant prominente me, non praesti- acordar en la aplicación, de los cabellos á qn'ienks
tero promissum. Alioquin quidquid mutatur, liberta- yere. Rey era Masinisa, Señor; y en las cosas p*
tem facit de integro consulendi , et meam fidem libe profanas y que eran despojos de bestia que w
ral. Promisi advocationem : postea apparuit per iílam porque sirvieron de ocupar una par.'d del tempj»
caussam praejudicium in patrem meum quaeri. Y más tuvo en tal reverencia , que no habiéndolos él qn*
abajo: Omnia essedebent eadem, quae fuerunt, cum sinorecibídolos, le obligó á restitución, y tan re*
promitterem, ul promittentis fidem teneos; «Entonces dosa, que mandó entallar en ellos para que en d^*
faltaré á la fe , entonces me podrán llamar inconstante, (aj Las reliquias.
SU ESPADA POR SANTIAGO. ■í'U
pa de su memoria lo leyesen todos , que los recibió con distinción. Sea principio la jurídica ; esta ha intro
ignorantemente, y espontáneamente los restituía. De ducido el dotor Balboa en estas palabras, número 9:
manera, Señor, que en cosas que no son eclesiásticas, « Porque su majestad , y lo mismo diremos del reino,
sino trastos viles , y que solo porque embarazan el rin está obligado., porque así lo quiso en fuerza de pacto y
cón de un templo adquieren tal majestad , que obliga contrato reciproco, á conservar esta elección ; pues en
á los reyes á que en su restitución confiesen su igno pago della quedó santa Teresa obligada á rogar á Dios
rancia y su inocencia (o). Y esto no solo es lícito, sino por estos reinos , y mientras ella no faltare á su obliga
digno de tan grande estimación y alabanza, que para ción , no puede faltar su majestad á la suya, ni en jus
gloria de aquel príncipe y enseñamiento de otros loguar- ticia ne ¡n conciencia ex vulgari regula teoc. in l. Ju-
dan las plumas esclarecidas, que alargan las vidas ¿ lianus offerri, ff. de actionibus empti, et ibidem co
los príncipes y guardan y detienen las edades en sus pióse Bartholus.» (Y allí muchos que son irrefragables
escritos, como lo hizo Valerio Máximo. Pues, Señor, si en la materia de contratos, y que no los pretendemos
es lícito y glorioso y forzoso á un rey restituir lo que negar, antes valemos dellos.) Una cosa sola omitió el
otro quitó á una pared sagrada en falsa religión, y con dotor Balboa, que era la que importaba : que este era
fesar que lo admitió ignorando el hecho, y que lo res contrato de los que hablan las leyes y el derecho, en
tituye espontáneamente, ¿á qué obligará á vuestra ma tre vuestra majestad y el reino y la Santa, con las so-
jestad lo que , mal informado, quitare, no de la pared, lenidades que se requieren. No lo olvidó, Señor; no
sino del santo Apóstol, de su dignidad, de la devoción lo pudo probar aun aparentemente, y supúsolo con
de toda España, de la costumbre de todas las iglesias, trato uste: nomen juris quoties ea, quae adunantursunt
de su santo sepulcro, de la elección de Cristo , de los volúntales , et ad id in quo adunanlur est aliquid, pe
privilegios de todos los reyes vuestros antecesores? cunia , mensurabile , et eum obligationes est vero no
¿Qué me detengo en estas ponderaciones? Cuanto vues men facti, quando obligatio nutla oritur. Llámase así
tra majestad es mayor rey que Masinisa, porque sois j ex con et traho, quo tres distantia in unum adunan-
más celoso ; cuanto debéis más á Santiago que él á ' tur. Es pues el contrato ultro , curo , id est, hinc inde,
Júnon; cuanto va de su templo al propio santo Após obligatio ex volúntate partium surgens proprié (l.labeo
tol, y de dos colmillos de elefante al patronato de las contractum). Y si una parte se obliga sola, se dice
E> pañas;—tanto vuestra res ti tucion será más fervorosa, contrato impropio, y si ninguna, impropísimo. Es
vuestras palabras en ella de mayor piedad. Con su también de advertir á vuestra majestad que Contractas
mo decoro se acompaña esta dotrina del edito que simula tus, ex eo qui est, et non ex eo, qui fingitur ju-
Plinio Secundo, en el libro 20 de sus Epístolas, pone dicatur (C. Mu vos depignore); aEl contrato lingidose
con este título : AEdictum Divi Nervae. Quadam sitie juzga de lo que es , no de lo que se finge. » Y vos , Se
dubio, Quintes, ipsafoelicitastemporumedicil,necex- ñor, aquí halláis la controversia y el pleito. Y para que
pectandus est in his bonus Princeps, qui bus illumin- veáis con buena luz el desengaño que tan enmascara
telligi satis est. Cum hoc sibi quisque civium meorum do nos citan, es de considerar y de tener por cierto
spondere possit, me securitatem omnium quieti meae (como lo es), que si yo contrato con otro, y le obligo lo
praetulisse; ut et libenter nova beneficia conferrem, et que no es mió y es ajeno y no puedo y debo obligar, que
ante me concessa servaren. Non tomen aliquam gau- antes cometo estelionato que celebro pacto ó contrato.
dis publicis afferat haesitationem, vel eorum, qui im- No se puede dudar esto ni responder. Pues veamos
petraverunt diffidentia , velejus memoria, qui prae- ahora en este que llama el dotor Balboa pacto y contrato
stítit necessarium, pariter credidi ac letum obiam du- entre la santa Teresa y vuestra majestad y el reino, qué
bitantibus indulgentiam meam mittere. Nolo existimet obliga la Santa. Dirá que su intercesión; después ve
quisquam (¡uaealio Principe, vel privatim, vel publi- remos si es buen lenguaje este de obligar la Santa su
ce eonsequtus , ideo saltim á me rescindí ut potius intercesión y méritos propter retributionem mutuam :
miki debeat, si tila rata, et certa fecero. Este edito pase ahora , y tenga este argumento algunos renglones
del Emperador no hallo en él tan bastante ocasión de de vida. Veamos qué da vuestra majestad y los procu
promulgarle como á vuestra majestad seta ofrece el glo radores á la Santa. El patronato de las Españas. Este
rioso apóstol Santiago. Y en él y en el suceso creo firme ¿'es de vuesa majestad, ó suyo? No ; ya lo tenemos pro
mente me desempeñará ; pues quien lo contrario pre bado en el Memorial. Es de Santiago, único y singu
tende , os pide que , por favorecer su porfía , deis en lar patrón de las Españas. ¿Cómo se prueba eso?
vuestro ánimo lugará la pertinacia. Y yo, que me pro ¿Cómo, Señor? Atended á la probanza. Mil y seis
meto de vuestra majestad .tan forzoso y tan decente re cientos años continos, pocos menos, presentan tantos
medio , conozco la candidez y la pureza de vuestra so testigos como instantes, tantos como batallas vieron,
beranía, y cuan imposible es introducir en vuestra tantos como peligros pasaron los reyes y pucblosque los
piedad y grandeza la culpa de la obstinación. vivían. Dicen y deponen y confiesan esto todos los reyes
que han reinado hasta vos , unos con el consentimien
CUARTO TRATADO. to, y otros con palabras expresasen sus privilegios. Es
DESENCAÑO DE SUPOSICIONES APARENTES T CAUSAS de Santiago el patronato de las Españas por derecho
POLÍTICAS T PIADOSAS. divino; cúpole en el repartimiento de losapóstoles, sien
Las suposiciones, Señor, en esta pretensión y pleito do por donapion de Cristo, como se prueba esto con el
entre partes miran á diferentes fines: unas son piado propio santo Apóstol. El dijo que Críelo le había da
sas, otras políticas, y una sola jurídica ; irélas notando do el patronato de España ; refiérelo así en su pri
vilegio el rey don Ramiro ; confirmanlo otros muchos
(ni Desatinado periodo da construcción defectuosa. reyes, que dicen lo propio. No se puede contrastar
Q.-1U 24
434 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
con apariencias el derecho divino , ni es contrasta- | de nuestra enferma naturaleza. La propia sama Teresa
ble la legalidad de los reyes de Castilla y de sus cnan acusa este lenguaje y manera de hablar , por grosero
cillerías. Luego vuestra majestad y los procuradores de y desaseado, con los ciudadanos de la gloria. Todas las
cortes, conforme Balboa, dieron lo que era de otro; grandes mercedes que su padre y abuelo de vuesa ma
dieron lo que era de Santiago, dieron lo que Cristo jestad dicen recibieron de la Santa 4 no emanaron de
quiso fuese de su primo solamente; y de necesidad este lo generoso de su misericordia, graciosamente 1 Pan
contrato, por ser con simulación , es comprendido en hacerlas ¿ esperó pacto ú contrato, ú echóle metó
los que dice (C. illos vos de pignore contractus simu Pues ¿quién ahora os dice que no proseguirá si no sí fe
la tus ex eo, qui est, et non ex eo, qui fingitur, judi da su premio , si no se le ofrecen honras? ¿Qué piula
en tur). los hombres dar, que no sepa á supequeñei1¿Qi
Por esto forzosamente, pareciendo por el engaño tiene el mundo, que el tiempo no lo disfame coa su t*-
contrato, y siendo estelionato á su modo, ha de ser juz certidumbre? Los gentiles alcanzaron esta verdad^
gado como tal, y no como pacto. * Empero, Señor, ¿con reprehendieron por descortés este modo de interta
qué razón los padres de la Reforma y el dotor Balboa los dioses para alcanzar su favor con dádivas. Con»*'
mezclan á vuesa majestad en el pacto de los procura ma elegancia lo dijo Persio, sátira 2:
dores de cortes, ni en sus acciones, no estando vuestra Non la prece poscis emd.
grandeza comprehendido en ellas? Los procuradores Nadie de aquel tiempo dijo tanto y tan bien en si
de cortes concedieron, y con nombre de pacto come palabra, y más á nuestro propósito: «Nopideslao
tieron este estelionato (llamóle asi); vos, Señor, no ruego comprador.» Este género de ruegos logreros!
habéis interesado vuestra conciencia en dádiva, ni en buenos para los hombres , no para Dios ni para tea
concesión, ni tal parece escrito ni impreso, ni en el tos. Honrarlos á ellos con dones y sacrificios, serviril
testimonio que el reino imprimió el año de 1627, ni en majestad de Dios con todo, es debido, esjuslo;i
la bulla de su Santidad. En todo este pleito vuestra ma decir ú Dios: «Señor, concédeme esto, y harélemls
jestad ño tiene sino una muy decente y piadosa in pío,» más tiene de negociación interesada que de roejí
tercesión, ganada sí con información siniestra. Pues Y entender que los santos si no les dan noiotera
¿por qué quiere el dotor Balboa y los padres acompañar den, impiedad es. Hablando con este que tal pisa
con vuestra dignidad y soberanía , contra la verdad del de los bienaventurados, dice :
hecho, los arrujamientos culpables de los unos y el De Jote quid ¡entis t
ímpetu de su celo en los otros? Señor, yo no he de «¿Qué sientes de Dios? Qué opinión tienesE-f
mezclaros en lo que no os toca. Los padres de la Re
forma pidieron á los procuradores de cortes; ellos con más abajo más claro :
... aut quiinam est, qua la merceie Deorm
cedieron lo que no era suyo, vuestra majestad interce Emeris aurículas pulmoni, ti lactibus tacíis.
dió con su santidad para que os concediese y confir
mase lo que los procuradores habían hecho ; y con «Dime (replica Persio) con qué mercedes 6
compras las orejas de Ios-dioses, con pulmones y
suponerse que el reino lo pedia, su Santidad lo conce ñas y otras ofrendas?» Bien dice Persio lo mal I»
dió absque praejuditio, innovalione , vel diminutione de aquellosque compran las orejas de los santos cm(
aliqua patronatus sancti Jacobi. De suerte que hoy divas y con ofrendas. Y esto lo aprendió la geiililiM
quien tiene á cargo este suceso son los procuradores la verdad que el Espíritu Santo comunicó á los I*1'"
de cortes , que dieron lo que no era suyo ni podían dar, en la Sagrada Escritura , pues de los profetas menAl
y los padres de la Reforma, con quien habla el Si quis ron todas estas verdades preciosas y eternas.' lsaias,<
agensjusti {de Act.) : Illosqui plus petebant olim causa pítulo 1 , verso i l : Quo mihi multitudinemvictimM
cecidisse nemo dubitat. Y Calistrato, cap. i , De interro- vestrarum ? dicit Dominus ; plenus sum : holta*
galione, dice: Interdumpluspetendoaliquiddamnisen- arietum,etadipempinguium,etsanguinemvi\¿f*
tiat. Jacobo Revardo, Variorum, lib. 3: Ñon dubito, quin et agnorum , et hircorum nolui; «¿Para qué* «
sic scripserit Calislratus interdum plus pelendo cau multitud de vuestras víctimas? dice Dios; He-»8
sa cadat, et pro causa cadat Tribonianus, aliquid da- de holocaustos de carneros, y la gordura de te™
mni sentiat. Aun el pedir mucho derribó las causas, y ños de los carneros, de los corderos y délas cabra
las fué detrimento pedir mucho y con perjuicio de la quise.» Y para ver que casi trasladó Persio el te
otro. Circunstancia es, y grave. Examinemos ahora si es del ProTeta, demás de usar de las propias pal*
platicable que los santos que nos ruegan con su inter pulmone, et lactibus unctis , veamos qué dice*
cesión , que para ayudarnos y favorecernos no aguar que quiere Dios: Lavamini, mundi estote,aufe*t**
dan nuestra pereza y descuido , que se desvelan por lum cogitationum vestrarum ab oculis meis : <¡u«"
nuestra miseria en socorrer nuestras necesidades, que agere perverse, discite benefaceré; «Lavaos, esta"!
tienen por oficio la intercesión de los hombres, y no pios, quitad de mis ojos la maldad de vuestros j>a
la granjeria , hagan y celebren pactos tales y con so mientos , deja de hacer mal , y aprended á hacer ha
lemnidad tan profana como esta: «Yo te ayudaré, reino, * Persio dice que se ha de decir esto propio, eauaw
porque tú me des el honor del patronato ; y mientras
yo qo faltare á mi promesa, tú no puedes faltar á la ra 2 :
ComposUumjus, [asque animi, sanctosqu rettva
tuya.» Nunca, Señor, otra cosa como estaje haescrito, iieutis , et incoctum generoso pecios honesto !
ni de nota tan achacosa, para amancillar aquella libe Veamos si esta verdad de Isaías descaeció d«
ral piedad de los bienaventurados , que atienden sin diendo de la figura á lo figurado.' Cristo nuestro h"
dependencia ni memoria de alguna poquedad de la
¿qué nos enseña para pedir á él y á sussaaís* w*
tierra d las mejoras de nuestra salvación , á la defensa
SU ESPADA POR SANTIAGO. 435
tercesores? Solo dice que pidamos: Pelüe.etaccipietis; mándolo él? Y esto por la honra de Dios, por nuestro
* Pedid y recibiréis;» no dice reciba yo y recibiréis: Púl bien , no por el suyo.
sate, etaperielw; «Llamad y abriros han;» Quaerite, et Véase además, Señor, si el reino todo puede dar po
invenietis. De manera que en Diosla merced y la interce deres en perjuicio de tercero, y esto tendrá toda su
sión no secompra. Pues en la primitiva Iglesia bien se ob- fuerza irrefragable en el capítulo siguiente.
servóestadotrina. A Simón Mago, que quiso comprarel Pues mirando esta pretensión conforme al estilo de
Espíritu Santo por dinero, le respondió san Pedro co pleitos, ya que lo es ( por nuestros pecados), y las pre-
mo merecía; y de los que daban á la Iglesia, por dar y rogatívas del santo Apóstol andan sedientas de audien
servirá los apóstoles y á la religión, se recibia. Pues cia y de oidos , no se ha visto cosa con tantas nulidades
Señor, veamos á qué se arrimará esta dotrina de asen ejecutada. 'Señor, el año de 1617 se pidió esto por los
tar pacto y contrato jurídico de mutua retribución en frailes de la Reforma con petición; que no se puede ne
tre la Santa y los procuradores de cortes, con cláusula gar al reino que no hablaba en ello , y que , como he
de que «en tanto que ella no dejare de interceder no probado , ni tenia poder ni le podia tener ni era parte.
puede el reino dejar de conservarla el nombre de pa Concedieron, sin dar traslado á la iglesia de Santiago y
traña». Y ¿don Je está este rescripto de la Santa, ó hecho ásu orden y á las iglesias; mandóse ejecutar, sin consul
en su nombre, para celebrar este contrato litigioso en tarlo con las iglesias y prelados y universidades ; opu
que dice que admite ser patrona y se encarga de nues siéronse y mostráronse partes la iglesia de Santiago y
tra intercesión, con tal que se le dé el patronato de la de Sevilla; fueron oidas, y suspendióse la ejecución
E-paña y se le defienda y conserve? No hay tal papel, y el rezo, y la información en derecho por el patronato
ni le puede haber. Y sin esto, ¿cómo puede ser contra que hizo por los padres de la reforma don Francisco de
to ni pacto? Luego los procuradores no pueden estar la Cueva. Pues señor, ¿cómo ha podido ahora, sin dar
obligados por via de contrato, ni la Santa, á quien no traslado ni citar ala parte de Santiago (que ya eslaba
puede ni debe obligar otra cosa que su santidad y amor desde el dicho año introducida en el pleito), resolverse
á estos reinos y á todos los que la invocaren. En que c/am y //urttvé este negocio? Pues es cierto que, conforme
se puede, Señor, reparar de parte de los procuradores ;í derecho, con ello se habia de sustanciar la causa ; y que
de cortes, para desistir deslo; pues ellos, como eviden el verla tan defectuosa y agraviada, movióá la santidad de
temente be probado, no están obligados con pacto; y Urbano VIH, santísimo y doctísimo vicario de Cristo, á
vuestra majestad no está empeñado en nada del hecho poneraquellas palabras no pedidas por los contrarios, en
ni ha concedido cosa alguna, y solo ha interpuesto in el dicho breve, ni solicitadas por nosotros, que lo igno
tercesión piadosa. rábamos , fiados en seguridad muy justa : absque tameu
Escrita tengo en mi Memorial la causa por qué los praejudicio, innovatione , vel diminutione sancti Ja-
procuradores de cortes ni vuestra grandeza no podéis cobi Apostoli. Señor, muchas gracias y honras han
tralar del patronato deSantiago.* Ahora, porque á mayor acrecentado los sumos pontífices al nombre é iglesia
abundancia se conozca por todos caminos la certeza de de Santiago; mas el santo y España á nadie tiene tan
mi proposición , digo que cosa es sabida y cierta y perpetua y grande obligación como á la santidad siem
fuera de disputa que los procuradores que las ciuda pre gloriosa de nuestro muy santo padre Urbano VIH :
des invian á las cortes, vienen con poderes limitados * pues, cuándo los procuradores de cortes hacen un de
consultivos para tratar aquellas cosas á q ue se convocan; creto tan lamentable en favor de los padres de la Refor
y que si resolviesen alguna fuera de aquellas que expre ma (dando á su bendita santa el patronato de las Es-
sa su poder, seria nulidad. Pues, Señor, siendo esto así, pañas, que es de Santiago, de quien es todo el reino
para repartir una blanca en la harina, ó conceder un por elección de Cristo), sin tomar en la boca al glorioso
repartimiento, no es dubitable que será forzoso el pro Santiago, ni acordarse del aun de paso (que apenas tan
pio poder para tratar de cosa de tanto peso, como qui grande olvido , tratando de su perjuicio , pudo ser sin
tar á Santiago todo lo que el reino á su servicio debe cuidado), su Santidad le nombró y defendió , conce
por reconocimiento de tantas mercedes. Y es cosa cier diendo á la facilidad de los procuradores lo que pedia;
ta , no solo que las ciudades no le dieron , mas que no mas con tal cláusula, que concediendo, advirtió cómo
le quieren ni quisieron dar; y lo que más es, que no se le debiera pedir.
pudieron darle. Que no le quisieron dar las ciudades, Y porque es bien que estas cosas que á vuestra gran
hoy el reino lo dice; pues todo reclama con gritos y deza con humilde suplicación represento, estén por
lágrimas que no podían darle aunque cosa tan desorde todas partes fortalecidas, digo que oigáis las palabras
nada quisieran hacer. Vese pues derogar el derecho di- de Nicolao Gandaviense, en los cuatro libros que es
Tino , y entrarse en cosa por tantos caminos eclesiástica, cribió De repub. (libro 2, tit. Pacta), donde trata
y debida al conocimiento del Sumo Pontífice, y que ha del pacto y contrato con los demonios, y de los hom
bía de empezar mandando á todas las iglesias. Es fuera bres con los santos. Y creo en esto es autor singular,
del poder de todo el reino y de las ciudades. Baja visi y en él no hay la gloria del interés por causa de la in
blemente del cielo el san to Apóstol, y aparécese al rey don tercesión. Dice así : Si t'eró bonum aliquod Deo, Dei-
Ramiro, y acúsale porque temia en la batalla de Cla- que ministrispromiltamus, quod tamen alioquin, ne-
vi jo, con estas palabras (que en su -privilegio refiere el cessario tenendum non fuit, cum statim ipsi nobiscum
propio rey, y tengo citadas): «¿Por ventura fio sabes consentiant, pacto satisfaciendum est, quo adfieri po~
que, como á otros apóstoles mis hermanos dio Cristo test. Léase, Señor, todo este tratado y título, que en
otras provincias, á mi me dio á España para que fuese el propio caso declara la demasía de lo que se alega con
su patrón ?» Pues quien acusa el temor sabiendo que tan poco decoro de la gloriosa Santa. Pues más abajo
es nuestro patrón, ¿qué hará el negarle el serlo afir dice : Materia contracluum res est aliqua , vel actio,
438 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quae sit in riostra polestate; « Materia de los contratos sit. Y este enseña que es incomunicable á otro sanio
es la cosa ó acción que está en nuestro poder.» Esto el patronato de Santiago de las Españas ; porque patrón
concluye que el patronato que es de Santiago especial- ' civilmente es el que liberta el esclavo conforme á de
im-nf --, no es materia de contrato ni pacto. recho. Señor, Santiago solo es y puede ser pairan di
¿Y aquella cláusula, «mientras ella no faltare á su España, porque él solo , siendo esclava , la libertó. Y
obligación?» No sé cómo se puede decir bien, pues es no sé yo cómo no supieron esto los defensores, estan
imposible que á su obligación falte la Santa; ni con qué do, no solo en los jurisconsultos, sino muy frecuente
igualdad se puede obligar con nosotros, ni en qué fue en Planto: De ¡lio qui alium manumittit,et swprat-
ro. Doy que la da España el patronato, porque la ampa sidio defendit, que es bien ajustado á Santiago: «Pa
re y defienda; que se ofrece batalla, que la pedimos trón se dice el que rescata al esclavo ú le defiende con
Vitoria, y nos perdemos: tal ha sucedido muchas ve su amparo;» Mostel.,1, 3, 7; y Men., 5, 7, 24. Tam
ces. ¿Cómo entrara aquí el contrato y pacto litigioso? bién largo modo se dice : Patronus causarum adtwn-
Porque quitarle el patronato, y decir que porque no tus, quia advotatur in causa ; a Llámase patrón de las
cumplió con su obligación, es cosa escandalosa, des causas el abogado deltas. » Ved , Señor, la falsa suposi
pués de ser ridicula : siendo cierto que los santos y su ción : que esta parte del nombre de patrón t$le se usur
intercesión nunca nos falta , aunque lo que pedimos no pa en este sentido, y de qué son capaces los nntníj
suceda ; porque , ó nos dan lo que pedimos , ó nos nie amigos y letrados y procuradores, porque en ella ha
gan lo que no conviene por las causas que para si tie llaron color á su pretensión la trujeron ; y aquella ci
ne reservadas la providencia de Dios. Asi, Señor, el vil, que es la propia, ni la canónica (donde solo es pa
que ofrece á los santos ó iglesias, de solo ofrecerlo trón aquel que habet potestatem praesentanü), porqnt
queda obligado. «Mas ha de ofrecer cosas suyas y que con la ley del reino los excluye totalmente, se desen
estén en su poder, y' lo debe cumplir,» quoad fieri tendieron delta, y la recataron de la noticia de vuestra
potest. Por esto dijo Gregorio VIH (Re., 5): Quod laten- majestad. Pues es cierto que no pasara vuestra interce
teraul per vim, vel aliter üliciter inlroduclum est, sión deste desengaño, y más, expresando que paire-
nulladebet stabilitate subsislere; a Lo queá escondi num faciunt dos, aedificatio, fundus. (Gl. c. pra«w«-
das ú por fuerza ú de otra manera ¡licita se introdujo, tis 16, q. 7, cap. Aba. li. 18, q. 2. Panorm. el omw
no debe durar, ni proseguirse con alguna estabilidad.» in c. cum Ecclesia. Volateira de elect. con». 2,»/¿.,
Hablando con los padres de la Reforma, Caro (L. í>2): num. 7.)
Non videt quisquam id capere, quod e¡ necesse est alus Señor, en esta pretensión rio se ha dado pasosurí-
restituere. Pues decir (como de don Francisco de la Cue bozo. Dice el derecho que patrón es el que ¡tartiel
va en su información, recogida por el Santo Oficio, re esclavo : cosa que difine á Santiago singular y cus
pite el dotor Balboa y todos los demás) que porque se ca y civilmente por patrón de España. Y callan esto, t
hizo y está tan adelante se debe proseguir, no lo dicen que es patrón el abogado y el procurador. Esta»
aprueba Licinio (L. 210): Quae abinitioinuttlis est in- es alegación, sino trampa, ni este sueño merece díí
slitutio, temporis traclu convalescere non potest; «La cuidado, pues el desprecio no le viene mal.
institución que en su principio fué inútil, por el curso Lassuposiciones piadosas y políticas (nosé si encargo
del tiempo no puede calificarse.» Eso es convalescere, la conciencia en llamarlas así) todas abultan y crecen
adquirir la fuerza y derecho que por sí no tuvo. las planas del memorial que dio á vuesa majestad el pa
Señor, esta es la verdad deste punto que llaman de dre fray Pedro de la Madre de Dios. Ellas son rnneto,
justicia. Advertid, Señor, que las leyes no dan ni ha pero son tales, que sin aguardar respuesta, juntamente
cen el derecho y la razón de las partes; solamente le las más se deletrean y se refutan ; esto antes es agrade
juzgan , le declaran y le defienden ; y que la verdad que cimiento que queja. Dice el muy reverendo padre fray
no tuviere el hecho no se la pueden dar cuantas leyes Pedro en la primera parte, párrafo 11: «El derecho que
hay en el mundo; que una, merecida de la realidad de tiene santa Teresa para que España la honre, valiéndo
la pretensión, vale más que mil citadas á ruego de las se della como de patrona, consiste, lo primero, en que,
parles. antes desta solene elecion y publicación, la tenia cjids-
tituida en posesión particular desta propia dignidad
SUPOSICIONES PIADOSAS t POLÍTICAS. la particular devoción y singular afecto de la naciwj
Pretenden dar á entender que patrón no es otra cosa tenia ya conquistados los españoles pechos, y no*
que abogado. Así lo dijo en su primero artículo don cómo ya eran suyos.» Señor, viendo yo que si anís
Francisco de la Cueva en la dicha información ; y el me desta elecion la Santa hubiera estado eonstitaida en es
morial sin nombre hecho en defensa de la Santa, que ta propia dinidad de patrona, que los padres no pidiera
empieza: «Acerca del patronato de la santa Teresa;» lo á los procuradores de cortes por merced lo que tena".
me afligí sumamente; más me socorrió el propio padre
propio aquel papel, papel poco docto y menos cortés,
fray Pedro de la Madre de Dios, acabando toda esU cláu
que salió en respuesta de la carta del arzobispo de
Sevilla; y luego repitiendo lo mismo fray Pedro de la sula afirmativa con decir: «Y no sé cómo ya enn su
Madre de Dios, el dotor Balboa y el papel sin nombre yos.» Pues no habiendo sido, no podian saber cóm»
eran para esto del patronato ; y el suceso lo dice bu»
que cité en mi memorial. Esto, Señor, no necesita de
respuesta; la ley de la Partida está en romance, y ella el año de 17. Y ahora añade una cláusula con paro*
dice bien claro qué es patrón y qué se requiere para harto agraciadas : «Si santo ó santa se conocen el»
serlo. Yo la tengo citada, todos los jurisconsultos lo de hoy queá lo hechicero haya ganado coraiones,*
dicen: Patronus dupliciter summitur loqueado juridi- santa Teresa.» ;Alo hechicero, santa Teresa! Sí w*
cé , primé civilüer , el est Ule qui servum manwnis- juntara, fuera malsonante y aun se tuviera á km*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 437
y aquí se leen lado á lado sin nota ; y con tanta satisfa- el memorial, y si lo dice, que no lo quiso decir; pues
cion desta frasi , que ocupa en el baptismo desta, «A lo si lo dijera asi, ya toda su orden se contradecía, ofen
hechicero , » el discurso, y dice: « Cristianando con el día gravemente y civilmente á la gloriosa Santa , y oca
nombre de santa á el nombre de hechicera española.» sionábame el decirle que si el ser patrona de España
* Yo, santísima Madre, contradígoosel nombre de pa era honra que por gajes la podia pedir una Santa,
traña, porque es ajeno, no porque no le merecéis; y es también la puede y debe defender un santo apóstol que
peor daros nombre de hechicera española que quita la tiene y se la quieren quitar por petición, y 110 por
ros aquel que vos no queréis ni habéis menester para contrato , como nos quieren hacer creer los letrados.
nada ; y ser molesto quien quita, excusa , tiene y ado Considere vuestra majestad que la justicia de Santia
lece de forzoso achaque ; mas serlo quien da es habi go es tan clara, que sus procuradores defendemos más
lidad muy extraordinaria. á sus contrarios que á él.
Segunda suposición piadosa, número 7. En el propio * La suposición del número 20 dice : «Se le debe el
da por causa la multitud de imágenes que hay de la título por fundadora de tantos conventos, que ruegan á
santa Madre, en estas palabras: a En las tiendas de Dios por la salud de su majestad.» Esta causa es común
pintores y escultores y plateros.» Señor, estas imáge de muchos santos, y de todas las religiones, que hacen
nes, aunque son infinitas, son menos de las que merece lo propio, y es muy esclarecida para todo reconoci
la recordación de tan gran santa, y de las que puede miento posible. Mas no hace fuerza en el caso presen
alimentar la ansia de su devoción. Y no están en las te , pues esto le sobra á Santiago , con monjas , religio
tiendas de pintores, plateros y escultores; que el fer-, sos y caballeros y hespitales, donde sus hijos y hijas
vor con esta santa no las da lugar á que se detengan atienden á lo activo y á lo contemplativo, á todo estu
allí solicitando compradores : la devoción del inundo dio, predicación y cátedras, á la guerra, y á la caridad
está poblada dellas, iglesias y oratorios, camarines, y refugio y alivio de los pobres y enfermos : cosa que
galerías, pechos y nóminas. Esto no es contradecir el en todos estos actos no la hay en otra religión en tanla
texto, sino pulirle. Y ni esta suposición, ni la de los abundancia. Y si no es de caballería, dos cosas della,
libros , impresiones y traducidles vienen á propósito que son hospitales y soldados, en otra ninguna lo hay ;
para quitar el patronato á Santiago, nuestro único pa y siempre están como capellanes, que lo son, y soldados
trón; pues en ninguna manera son causa ni disculpa, de vuesa majestad, rogando á Dios en santo retiramien
ni vale por más que por una relación de lo que merece to y clausura (solo excedida de la cartuja), con estu
mayor aplauso , aunque tiene todo el del mundo. dio y coro, por vuestra vida y estados. Esto he dicho
Pasa en el número 8, y da por causa «el ser natu porque las fundaciones, hijos y hijas, no es caudal que
ral de España». Cosa que para ser uno patrón no se ha le falta á Santiago, antes en él no le iguala alguno.
de admitir, ni es razón escribirlo ; pues hoy defen Bien sabe vuestra majestad cuan grandes vasallos, con
demos con toda la verdad y el derecho divino y huma sejeros, capitanes y generales ha tenido esta sagrada
no que es único patrón quien no es español , y de tal religión ; cuánto mundo le han dado y cuántas gran
manera, que excluye el serlo con él ningún natural. Y des Vitorias. Comprobar esto es trasladar las historias;
en los santos no hay patria, y menos estando en la pa cuántos santos y santas, será lo propio. Los grandes pa
tria; ni estas cosas participan de carne y de sangre, ni dres en todas facultades y ciencias no tiene número;
puede ni debe excluir la tierra al cielo : eso es negar y poco se puede leer en lo divinoy humano, sin pro
las honras á los santos porque no son deste lugar , y nunciar esta verdad en que ahora se ha hablado por
dárselas porque son del. Llama el padre fray Pedro en fuerza : que Santiago no cuenta sus frutos, porque quie
este número , renglón primero, « conquistadora de Es re que para defensa destos reinos y servicio de Dios
paña» á santa Teresa. Yo creo quiso decir Santiago; no tengan cuenta. Y nos contentaremos, Señor, con
si ya no dura hasta aquí la cláusula de que « conquis que nuestra grana valga tanto como el sayal de los pa
tó á lo hechicero».* Y acaba condecir: «Es buena her dres, que reverenciamos como merece, aunque le pa
mana , que como tal quiere á España , y como agente decemos como se ve. Y hablo en esto como religioso
de sus negocios en el cielo, pide los gajes librados en con vuestra majestad, que con un oido sois mi prior (así
el honor de patrona.» Poco es «buena hermana» á quien llamó santo Tomás de Villanuevaá vuestro bisabuelo),
es soberana y milagrosa madre y poderosísima auxi y con el otro sois nuestro rey y nuestro juez.
liadora. Y la palabra «agente y gajes» , para tan sobe Número 11. Es suposición «que concurren á un
rana fundadora y santa tan milagrosa, liallóselas acaso, mismo querer España y santa Teresa en la conquista
no las estudió devoto , y esta cláusula la imprimió por de herejes, á quien conquistó Santiago con la espada
descuido, Señor; que en esto yo le he de disculpar. y santa Teresa con la oración.» Esto de embarazar á
Pues confesando en lodos sus memoriales los padres Santiago con solas las cuchilladas no lo consienten los
que solo vuestra majestad ha hecho esto, y el reino, sin breviarios ni la Iglesia, que siempre está diciendo:
que ellos hayan hablado palabra ni solicitádolo , y Praecibus sancti Jacobi Apostoli, y no dice Ense
que ha sido voluntad de Dios (así lo dice el propio Sancti Jacobi ; y dice lo uno y lo otro , y tantas veces
autor más abajo, haciendo desto gran caudal), ¿cómo nombra su oración como su espada. Y no porque santa
Labia de confesar ahora tan claramente, no solo que Teresa no tenga espada y tenga oración, no lia de tener
pideo el patronato ellos, que era lícito, sino que la Santiago oración con la espada ; que ni la Santa ha me
Santa pide por gajes de agente la honra de patrona? La nester lo que no tiene, ni á Santiago le puede faltar
Santa, Señor, ¿había de pedir gajes, y por agente; y lo que le callan. Dice en el propio número el padre fray
ella había de pedir honras , siendo de las más honradas Pedro: «¿Quién, sino España, mantiene en sus estados
de Dios, y el patronato? Digo, Señor, que no lo dice con pureza la fe, de ejecutoria y de solar conocido?»
438 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Esto pondera, y con mucha razón, por la mayor gloria Dice estas palabras el padre fray Pedro.habiendo *0r
de España y mayor beneficio que Dios la hace. Pues, pero prevenido con prólogo el sinsabor para sus vísalos
Señor, yo probaré con dos testigos santos y doctos, y de aquella revelación que refiere del purgatorio, coi
predicadores de vuestro abuelo, que esto debe España acometimientos á conjeturas temerosas. Aunmedsé
á Santiago, nombrándole ellos, no aplicándolo yo. El referirlas; que no hay oído á quien no hagan dar grit»;
santo arzobispo de Valencia don Tomás de Villanueva, «El señor rey don Filipe murió santamente, y uisi
en sermón de Santiago , su día , en vuestra capilla gobierno tan prolongado en los año? cuanto notable^
(Brixiae, 1603): Ecce Acaya, AEgyptus, India, Assia, los casos que en él sucedieron ; por los cuales, mn
Graecia omnes perdilae sunt,. ex provinciis christia- nunca se pudo pensar peligrara la salvación de Lato.
nis multae infeclae, Hispania máxime fidem serval tólico rey, pero mirando el rigor y puntualidad i
illaesam meritis, et patrocinio hujus sancti Apostoli; juicio divino , y residencias tremendas de otros jiee
«Veis aquí Acaya, Egipto, la India, Asia, Grecia, to ocupados aun en materias menos considerables, i
das se han perdido, y de las provincias cristianas mu fuera mucho desmán de la imaginación arremeta
chas se han inficionado ; España sola principalmente á pensar que habia de tener largo purgatorio.! ka
guarda la fe pura por los méritos y patrocinio deste si fuera y si fué mucho desmán decir que se p>'
santo Apóstol.» Este testigo dice con claridad las mis temer padecería largo purgatorio (habiendo pasad»
mas palabras del padre fray Pedro, y las atribuye al cláusula por aquellas palabras: «Aunque nunca se |
santo Apóstol, nombrándole. El olro es el venerable pa do dudar peligraba su salvación ») quien erapea
dre Orozco , que llamarle santo no es demasía, sino an c iendo lo que fué verdad: « El señor rey donFíin
ticipación piadosa. Predicando ü Felipe 11 dia del santo abuelo de vuestra majestad , murió santamente:.':
Apóstol(en el libroqueintitnla Declamaciones, impreso dearle largo purgatorio por tal cláusula,—mncM
en Salamanca, año de 1 373, folio 273): O summi mtmi- man es ; y bien excusado discurrir en la salvat*
nis, magna erga nos clementia! Assia, Graecia, AEgy los reyes y en sus cargos y cuentas. Prosigue:' «Id
ptus, ct multae nationes, proh dolor! culium Dei reli- así, no acabó el novenario, salió del purgatorio.»!
querunt ! Al in noslra Hispania fides intacta Christi otras cosas. «Luego al octavo día, dándose Di»
Jesupermanet, permanebitque, Domino opitulante non satisfecho de cualquier defeto con este breve pq
nostris meritis sed praecibus B. Jacobi Apostoli, sub admitiendo en discuento tres cosas: la primera,»!
cujus protectione sumus ; « ¡ O suma clemencia para ber sacrificado su hijo como Abraham ; la set-js*,
nosotros de la majestad de Dios! Asia, Grecia, Egipto, gran celo de la fe y justicia que tuvo ; la tema,
muchas naciones ( ¡ gran lástima ! ) dejaron la fe. Pero haber amparado y defendido desde sus princf»
en nuestra España vive intacta la fe de Cristo Jesús, y humilde rebaño de nuestra descalzez.» Esto»*
permanecerá, siendo Dios servido, no por nuestros mé versa con el pleito y pretensión. Y para decírqtn
ritos, sino^or las oraciones del santo apóstol Jacobo, de purgatorio al otavo dia (que yo hasta alien,»
debajo de cuya protección somos.» de su justicia y virtudes y sufragios y trabajos
Señor , esta no se contenta con ser probanza ; es un que una hora no habia estado en el purgatorio*
raro milagro que, hab.ando de Santiago (en lo que hoy generosa alma de vuestro grande abuelo), no era
le ponen á pleito los padres de la Reforma, que son las nester bambolearle la salvación á raiz de canoa»
oraciones, y quiriendo apropiar ásu gloriosa santa lo y luego conjeturarle purgatorio. Y par» salir
puro de la fe en España solamente), dos santos en dife decir la causa de haber sido devoto de la santa
rentes tiempos y en un mismo sermón, hablan no y favorecido el bendito rebaño de su descaliei
solo una cosa, sino con unas mismas palabras. Pues de mar en la boca el sacrificio de su hijo, que es p
tal modo contestan , que probando lo que digo por San que cuando él murió, aun los responsos la tratii
tiago, con la propia probanza se hace otra de que el recalo , y las conjeturas se desentendieron en 1»
Espíritu Santo es quien para desengaño de vuestra ma torias, de la preñez de aquel suceso; y el autor*"
jestad pronunció una propia verdad por dos bocas frazó, sin ser menester, con la comparacion.-
dispensadoras de su luz y su dolrina, y que él propio no solo le cuesta á Santiago y á esta pretensión
depone lo que dos escribieron. vuestro abuelo y á vuestro tío no le sale de balde-
Número 13 : «Presupone el padre fray Pedro los to dieron noticia el hermano fray Francisco '
muchos beneficios que uno en vida, otro en muerte, Jesús, y el padre fray Francisco por sobrem
deben á la Santa vuestra majestad y su abuelo.» Esto es diño. El tercero se calla hasta que Dios asegure
muy cierto, Señor, y el reconocerlos , forzoso y debido ; tidad con la bienaventuranza que por vivo no
mas no es á propósito del patronato; pues«gradecer Fray Pedro le asegura lo que Dios no le ha asea*
vuestra majestad lo que debe á la Santa á costa de San con la bienaventnranza que por vivo no gota. W*
tiago, á quien se debe todo, no es piedad ni convenien ne en el cielo á su majestad , y esto no tiene q»
cia. Ni excuso olvidar entre los que recibieron benefi con que se quite á Santiago el patronato único i
cios de la santa madre, al muy esclarecido y piadoso Españas para santa Teresa.
señor nuestro, que Dios tiene, don Filipe 111 ; pues es Prosigue este punto con una obligación per=a»
cierto le socorrió la santa madre siempre ; y saltaren vuestra majestad , y dice : « Deber á la Santa el «
este caso del hijo al abuelo, sin tocar en el padre, pue vida de que gozáis.» Esto (asi lo dice el mei*1
de parecer olvido , que se venga de haber suspendido se debe al hermano Francisco del niño Jesús, w»|
lo que hoy contradecimos. Y no es justo que faltede re- dice que se celebró pacto por el nacimiento de •
laciou tan favorecida quien tuvo tanta parte en ella, y majestad por seis mil ducados. Grandes sones*'
quien lo confesó así del señor ley don Filipe II. laciones , y de las que el concilio manda que sfl
SU ESPADA POR SANTIAGO. 439
quen primero que se impriman ó hagan publicar. Y bierto las traiciones dolos eunucos Bagalan y Thares,
siendo asi solemne este pacto celebrado, y personal del que querían degollar al rey Asuero.» Este texto sagra
dicho hermano Francisco, la obligación jurídica corre do es la historia de Santiago con los reyes de España
en vuestra majestad respeto del dicho siervo de Dios; en profecía ; pues leyendo vuestra majestad las historias
que la gloriosa Santa no lia menester para nada valer y annales antiguos, llegaréis en cada renglón adonde
se de los méritos de sus hijos, habiendo ella enrique- se trate de las insidias y .traiciones con que los moros
i ¡.lulos á todos, y sobradóla para si pudiera darse el han querido degollará los progenitores de vuestra ma
compatronato de mil Españas. jestad y á vuestra majestad y á sus padres y hermanos,
* Número 14 dice : «Suplico á vuestra majestad repa como en la conjuración de los moriscos ; la cual se des*
re en esto, y sea la parte y el juez desta ejecución que cubrió y se puso por obra su castigo por caballeros de
sobre paga adelantada acometo. » Acometer ejecucioD, laórden de Santiago.—Texto: «Lo cual como lo oyese el
solo aquí viene bien , porque tiene mucho de osadía y Rey, dijo: ¿Qué ha recibido por esta lidelidad de honra
poco de justicia. Prosigue el padre fray Pedro: «Menor y de provecho Mardoqueo? Respondiéronle sus criados
recibo fué el del emperador Asuero, referido en el libro y sus ministros : Ninguna merced ha recibido.» Vuestra
de Ester, cap. 6 y 9.» * Lo razonado que sigue á estas majestad debe, oyendo tantas glorias de Santiago, pre
palabras , para mi poco talento es un laberinto de re guntar lo mismo, ¿qué premio tiene? qué honras? Y los
cuerdos, espías, siguros, topes, alevosos, y solazar, y criados, mirando á lo que merece, le han de responder
acumulo. Yo no lo entiendo; por alabanza lo digo y que ninguna. Y hoy responderán la verdad, porque,
para.su mayor estimación ; que, como hombre forastero quitado el patronato único , no tiene alguna, ni España
desta cultura, no sé devanar en algún sentido estos, le ha dado otra cosa al santo Apóstol , como se verá en
que serán misterios. Para mí , Señor , los que escriben el tratado quinto. Señor, dije que este capítulo es his
cor. nota tan preciada de peregrina, matan las luces á su toria en profecia del santo Apóstol; desempeñóme.
discurso y déjanme á buenas noches. Por esto me voy Véase que quiere decir Aman en hebreo, rr¿T\
á la Sagrada Escritura y al lugar citado, donde está lo Conturbans ac tumultuans, «revolvedor y tumullua-
que el padre fray Pedro no ha permitido que yo penetre. dor;» y Mardoqueo (en quien se representa Santiago,
Señor, yo también os suplico reparéis en este ca como quiere el padre fray Pedro, pidiendo atención á
pítulo y historia, que le tengáis por texto, y queseáis vuestra majestad para este lugar), íynfi Docens con-
el juez á instancia de entrambas partes, pues en él para trilionem, «el que enseña contrición.» Aplique ahora
la sentencia nos comprometemos voluntariamente. vuestra majestad (como hizo el reyque leyó los annales
Tales son las palabras que se leen en el libro áe Ester, antiguos) el revolver y tumultuaren Aman, y el ense
cap. 6. Y advierta vuestra majestad queen la Sagrada ñar contrición en Mardoqueo; y pregunte el premio que
Escritura no se abre por parte alguna, ni se cita por los se le ha dado al uno, y estudie lo que se ha de hacer
contraríos lugar que no sea expreso en favor del patro con él: que el capitulo no calla nada, y no lo desperté
nato único de Santiago ; y esto literal, no alegóricamen yo para este caso.—Texto: «Al punto el Rey dijo:
te, y con tanto mayor fuerza, cuanto es traído con su- ¿Quién está en el atrio? Habia Aman entrádose en lo
maconfianza por las partes contrarias.—Texto. Noctem interior del atrio de la casa del Rey, para mitigar al Rey
Mam: «Aquella noche la pasó el Rey desvelado, y man y mandar colgar á Mardoqueo de la horca que tenia
dó que le trujesen las historias y los annalcs de los aparejada.» ¡Qué asistentes son, Señor, en palacio, y
tiempos antiguos. » Señor, haciendo vuestra majestad con grande antigüedad , los que instigan y acusan ; y
esto propio que hizo el rey que le proponen por ejem- qué desterrados los que merecen y sirven ! ¡ Qué en
Íilo, mandará que le traigan las historias y los auna tremetida es la calumnia, y qué encogida la virtud!
ra antiguos; y acabaráse la pretcnsión de los padres Pregunta el Rey quién está en su casa, y respón
de la Reforma con la sentencia que merece el pleito dele la persecución que tiene fabricada la horca para
y pretendo yo en favor del glorioso apóstol Santiago. aquel á quien debe el premioelRey,y la vida. — «Res
Porque en las historias y annales antiguos hallaréis que pondiéronlos criados: Aman está en el portal. Dijo
»e han dado en España cuatro mil y setecientas bata el Rey: Entre.» Mal se cautela el que se goza en
llas campales á los moros, contando las de Castilla, ser llamado de los reyes, y tiene mal advertida ale
Aragón y Portugal y Navarra. * Hallaréis que han muer gría. Ya se ve que á veces llaman para trocar el casti
to en España en ellas once millones y quince mil y tan go con los que le aconsejan para otro.— «Y como en
tos moros. Hallaréis que el santo Apóstol, peleando per trase, le dijo : ¿Qué se ha de hacer en el varón que el
sonal y visiblemente, ha dado las Vitorias y la muerte Rey quiere honrar? Y pensando Aman en su corazón
a tan ¡numerables enemigos. Esto hallaréis si os des que el Rey no quería honrar á otro sino á él, respondió:
veláis como el rey que os citan, y leéis las historias Al hombre que el Rey desea" honrar, hale de vestir de
antiguas. * No puedo, Señor, despejar mis palabras de las vestiduras del Rey, ponelle en el caballo que es
muy desconsolado sentimiento, cuando veo que hoy en de la silla del Rey, y ponerle la corona real sobre su ca
so España se obliga al santo Apóstol á que por los tri beza ; y el primero de los principes de la sangre y de
bunales presente, como soldado desconocido, sus pape los grandes sea su lacayo , y vaya pregonando por las
les para ver si sus servicios valen y merecen únicamen calles y por las plazas de la ciudad : Asi se ha de hon
te el patronato que tiene , y si esto lo tasaron bien tan rar á quien el Rey quiere honrar.» Luego que acabó
tos reyes que le han conservado su honor con suma de decir estas palabras tan alevosas y sacrilegas Atn.in,
reverencia.—Prosigue el texto sagrado: «Los cuales, la propia horca que estaba para Mardoqueo, sin esperar
como se leyesen en su presencia, se vino á aquel lugar la sentencia del Rey, se dedicó á la garganta de vasallo
adonde estaba escrito cómo Mardoqueo había descu que desnudaba á su príncipe de los venidos, honra y
UO OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
corona, para vestir con la majestad soberana de su se vos. Pues ¿cómo será bien venida á vuestra templan
ñor al criado y al vasallo. Este consejo de Aman , sin za , tan católica como generosa , esta proposición lan
otra culpa, fué digno de muerte. «Asi se ha de hon desenvuelta: «Basta para causa querer ;» ni cómo ad
rar ó quien el Rey quiere honrar,» fué levantamien mitiréis una propia dotrina vos , príncipe de Cristo en
to y motin , no pregón para merced y premio de servi la Iglesia católica, y los tiranos aborrecidos de Dios*
cios. Ándase la horca tras aquellos que pretenden, aun Número 16. Trai el autor un argumento arismélico
por señas y entre sí propios, la corona y las insinias de acreedores y deudores en diez y en veinte, inGere
reales ; ellos piensan que es premio el que Iossigue, y unas suposiciones , y supone: « Dejando á Santiago,
es soga ; creen que es dicha, y es lazo; entienden que que no hay santo en nuestros tiempos á quien España
es favor, y es verdugo.—¿Qué hizo el Rey? «A toda di tanto haya obligado,» cosa que por muchas causas no
ligencia toma mi estola y caballo, y haz lo que has di la concederán. Mas como esto no puede ser razón pa
cho con Mardoqueo, judío, que está sentado delante de ra el patronato, y todas sean conjeturas , no me deten
las puertas de palacio.» No le concedió esto el Rey por go en su consideración ; solo reparo en estas palabras
lícito á Mardoqueo; permitiólo en su virtud y por sus que dice mas abajo, haciendo á la santa Teresa deudo
servicios, para horca verdadera del maldito Anión, que ra: «¿De quién ha de cobrar España, sino de sn deudo
pidió al Rey para sí lo que no se debe concederá algu ra , y más hallándola tan descansada , tan sobrada, tan
no; y esto lo hizo para justiciar con la invidia á la sober rica, tan poderosa con Dios?» Esto de descansada y
bia, por ser poco castigo una horca material para quien sobrada (como suena y ello se dice), Señor, supone que
merece muchas. Dio á Mardoqueo la corona y honra que el padre fray Pedro sabe de otros santos alcanzados y
no pedia, porque fuese castigado en su propia desver empeñados de puro interceder, que están ahorran*
güenza el que pidió para si la corona y honra de su intercesión ; y si no es así , no es posible entenderse
rey. Y al fin deste capítulo, citado con tanta satisfa- de otra manera; si son asi , no es justo sufrirlas. To
cion y prevenciones, es aforismo forzoso y literal que dos los santos, Señor, están descansados y sobrados,
el rey que desvelado hace le lean las historias y anua porque la continua intercesión no gasta ni empobrece
les antiguos, no da las honras á Aman, que las pide, a los santos , ni estos modos de hablar se usan sino
sino á Mardoqueo, á quien las debe porque le libró la donde hay miserias y puede haber pobreza.
vida. Quería Aman que le sirviesen de lacayos y prego Número 17. Por encarecer cuánto derecho tiene, por
neros los príncipes y grandes , y fuélo él de su propia y ser de la patria, al patronato la santa madre, ycuia
más viva horca. Dice pues por cláusula de grande so forzosa razón es para que la obliguemos por ella,—trae
lemnidad el padre fray Pedro, que me acordó esta el lugar de san Lúeas, cap. 4, 22, de la quejadeto
historia: «Dejo la historia, y tomo della que para hon judíos, que, no mereciéndolo, decían á Cristo : final»
rar los reyes, basta por causa querer, como aquí se di audivimus facta in Capharnaum ,fac ethic ínpatria
ce.» Yo no dejo la historia, que no lo merece, y tomo tua; «Cuantas maravillas oimos que has hecho en b-
della lo que es verdad : que los reyes honran al que de farnaum, hazlas aquí en tu patria.» Este lugar todos
ben honrar, y ahorcan al que pide las honras y las derechamente contra lo que pretende el padre fray Pe
aconseja para sí, y más si son con tan delincuentes ce dro; porque Cristo respondió á la Sinagoga : Am
remonias como estas. Y esto ya se ve cómo es verdad, dico vobis, quia nemo Propheta acceptus est infa-
y á quién se dio la honra y á quién el castigo. iria stta; «De verdad os digo que ningún profeta»
* Señor, por vuestra persona, por vuestra benigni bien recibido en su patria.» Y les trai el ejemplo de
dad, por vuestro intento y celo, y por todocuanlo en Elias en Israel , que pereciendo por la hambre toda ¡u
vos se ve de hombre y se reverencia de rey , yo paso tierra , no fué inviado á ella , sino solo á una viuda en
de vasallo á admirador con un conocimiento amartela Sarepta de Sidonia; y el de los leprosos de Elíseo, que
do, de las excelencias de vuestra condición y natura no curó sino á Naamán siró. Y al fin, Señor, trayen
leza. Heos seguido dos jornadas, no apartado de la noti do este lugar para decir cuánto hacen los santos por
cia de vuestras acciones, ni de la asistencia á vuestro los de su patria , se convence con él de que antes no
servicio del Conde-Duque, grande ministro vuestro, y hacen nada; que así lo hizo Cristo, Elias y Elíseo: y
el primero y que más padece en la tarea de los ne pidiéndole ellos milagros, no los hizo, y antes le aco
gocios , y que por vuestros mayores aumentos le pode metieron y quisieron despeñar. Y es un lugar, como
mos llamar esclavo de las conveniencias del universal vuestra majestad ve , fuera de su propósito, y que te
provecho. Testifico, Señor, en Dios y en toda verdad santos le entienden como se ha de entender, y I*5
que os he visto rogar á vuestros pueblos con terneza todos es muy mal acomodada similitud.
lo quedebistes mandar con imperio; que os he visto Número 18. «Gran cosa es una hermana intercesort
solicitar con caricia lo que se os debe con rendimiento; y patrona; que esto aun los muertos y sepultados, como
que os he visto desentender de enojos con quien en mi Lázaro, lo experimentan. » ¿Quién ha dicho que santa
ánimo no he podido yo perdonar la terquedad con que Teresa dejará de ser intercesora si no la dan el patro
respondía á vuestra grandeza. Desapiadado discurso nato? Nadie lo puede decir ni lo debe pensar; algunos
tiene quien no descuenta á vuestros empeños y suce lo quieren dar á entender. Extraña cosa es, como pro
sos las disposiciones antecedentes á vuestros dias. bar con Lázaro esto de ser gran cosa tener nna her
Conceden os, Señor, la herencia destos reinos, y para mana patrona y intercesora, leyéndose en el Evange
la queja os niegan la de las calamidades. Vos no sabéis lio que, preguntando Cristo dónde estiba para resuci
qué es querer para obrar ; solo atendéis á lo que os es tarle, fué ella quien le puso dificultad, y le dijo qo*
lícito y debéis ; ni ha habido otro príncipe en el mundo ya hedia y que era cuatriduano; yes cierto que Mar»
que con más consultas detenga su poder soberano que y María no fueron patroiias de Lázaro.
SU ESPADA I>0R SANTIAGO. 441
Numero 19. «Ahora vea vnesa majestad cuan des distinción, antes peligrosa; que todos los santos se
cansadamente puede la Santa salir destos empeños.» ! han de honrar, sin mirar á tiempo ni patria ni naci
Sf ñor, ¿cómo se puede apropiar la palabra empeños á miento.
los santos? Favorecer es su olido; no aguardan para Número 32. «Introduce san Lúeas, cap. 18, 2, un
hacerlo promesas y honras; todas las del mundo se les juez tan sacudido y tan áspero, que dice del: Deumnon
deben por lo que son. A los santos y á los templos y á timebat, et hominem non reverebatur; No temia á
las religiones nada se les lia de dar pensando que ellos Dios ni reverenciaba al hombre.» ¡A propósito es. Se
lo codician , ó que tienen dello necesidad. A todos I03 ñor, llamar sacudido y áspero á un juez que ni teme
ruegos de España puede satisfacer santa Teresa con su á Dios ni reverencia hombre; siendo lo áspero y sacu
intercesión , y con ella remediar todas las necesidades dido cosa que puede caber y se ve frecuentemente en
del mundo, no solo descansadamente, sino gloriosa buenos jueces, y que las más veces son así ó lo pare
mente. Dice el autor consecutivamente: «Quedándole cen! Prosigue el padre fray Pedro : «Pero al ruego de
el brazo sano.» Esto no tiene duda, y se le concede y una mujer viuda que le dijo: Vindica me, de adversa
es muy cierto ; y no sé que haya alguno dudado en la rio meo, rindió luego audiencia grata y afectos hu
sanidad de brazo tan poderoso , y está muy bien asegu manos.» Lo más cortés que he podido pensar de las
rado ; mas no habla esto con el patronazgo. alegaciones del autor, ha sido. Señor, que debe de en
Número 22. Impugnando al muy docto y muy ¡Ilus tender no hay en el mundo otra Biblia sino la suya. Y
tro y ejemplar prelado el arzobispo de Santiago, en su así, sin recelo de comprobaciones, cita sobre su pala
papel por el santo Apóstol, y en razón de si se puso bra todo lo que se alega , ó lo más. Es desta manera ;
perpetuo silencio á este patronato en tiempo de vues díf-'alo el Evangelio : Judex quídam erat in quadum
tro padre don Filipe 111, dice.: «Hablen cartas» (que civítate, qui fíeum non timebat, et hominem non re
es la mitad del refrán y lo lampiño del), y trai ia carta verebatur. Vidua autem quaedam erat in chilate illa,
del secretario Jorje de Tovar, escrita á las iglesias et veniebat ad eum, dicens: Vindica me de adversario
cuanto al rezo. Y fuera mejor no la haber traído, y que meo. Et nolebatper mullum tempus. Post haec autem
callaran cartas; porque della consta lo siguiente : que dixit intra se : ÉtsiDeum non timeo, nec hominem re-
sir majestad entonces llama justas las causas por don vereor; lamen quia molesta est mihi haec vidua, vindí-
de suspende el rezo y el patronato. Lo segundo, que cabo Mam, ne in novísimo veniens sugillet me. Ait
el Rey no la recibió por palrona, ni en tal acción se autem Dominus : Audite quid Judex iniquitatis dicit;
mezcla; dice asi : « Y del haberla recibido el reino junto «En cierta ciudad había un juez que no temia á Dios ni
en cortes por palrona. » Lo tercero que confiesa su ma reverenciaba los hombres. Y en aquella ciudad habia una
jestad, que esto que hizo el reino, que fué recibirla, no cierta viuda, y venia á él dicíéndole: Véngame, Señor,
lo pudo hacer sin sabiduría de su Santidad. Y para ver de mi enemigo. Y no queria por mucho tiempo ; mas
vuestra majestad cuál es esta causa, nadie la defiende después desto dijo entre sí : Aunque no temo á Dios ni
que no tenga contrario parecer del otro : Balboa dice reverencio á los hombres , pero porque me es molesta
que es causa que toca á su Santidad; el autor sin nom esta viuda la vengaré. * Y dijo Cristo : Ved lo que el juez
bre (que cité en mi Memorial) dice que no es menes de la maldad dijo.» Vea vuesa majestad este lugar; el
ter asenso ni sabiduría de su Santidad, y que no im ÍMangelio dice: «Y no queria por mucho tiempo;» y el
porta que lo revoque; el padre fray Pedro dice que lo autor, contra el texto sagrado, dice: «Rindió luego
puede hacer el reino y vuestra majestad sin otra causa audiencia grata y afectos humanos;» que también es
que querer ; y esto, Señor, más tiene de confusión que contra el Evangelio, porque Cristo dijo: «Mirad loque
de prueba. dice el juez de la maldad.» Y san Augustin, De verbis
Y porque el autor puede ser crea convenció al arzo Domini in Lucam , s ermon 36 , dice deste juez :
bispo de Santiago, en cuanto á que no se puso per Victus taedio, non pietate inclinatus ; « Vencido de la
petuo silencio á la pretensión del patronato, pregun porfía, no inclinado de la piedad.» Y esto es de fe,
to yo: Recoger la inquisición con censuras la única in porque el Evangelio dice : Sed quia molesta est mihi
formación que hizo en derecho por el patronato de la haec vidua. Y dice, contra el texto sagrado el autor,
santa Teresa, el prodigio de la abogacía, don Francisco «que rindió audiencia grata y afectos humanos,» sien
de la Cueva, ¿no fué perpetuo silencio , y aun mal si do lo contrario, como he probado, fe católica.
lencio? Y á todo esto se arrojó, por aplicar el conceto de la
Número 25. F.espondicndo á una verdad evidente del viuda, y que se concede todo á las mujeres ; como si á
arzobispo de Santiago, sobre y en razón de los que son la Santa, que tanto merece, se le hubiera de dar por im
únicos patrones, habla en alegación de tan gran pre portuna (como á la viuda de su ejemplo), y como si la
lado con tal estilo : «Aunque quien leyere el tal memo Santa pidiera venganzas contra sus enemigos, pues no
rial. » Siendo irrefragable la proposición del Arzobis lo son suyos, sino los que lo son de Dios ; aunque el pa
po y bien informada; y el compatronato de san.Millan, dre fray Pedro amenaza con ella como vengativa á los
tal como tenemos probado en nuestro Memorial (pues que por su servicio contradecimos este compatronato.
de España nunca ha sido patrón particular, sino de un Bravatas son estas de venganza y enojo, muy mal aco
obispado ; y esto tuvo ocasionen el conde Fernán Gon modadas ala grande santidad desta gloriosa virgen. Y lo
zález, que era vasallo del Rey),— dejo ahora esta com más digno de ponderación es, que acaba de repetir «que
probación , que declara el rezo del breviario de san Be pedirá á Dios que la vengue», hablando de la bendita
nito. Santa; y esto lo dice muchas veces y consecutivamente
Números 31 y 32. «Es suposición : que por ser santa respondiendoal arzobíspode Santiago. Purqne dice «quo
nueva.» Desto tengo respondido que no es saludable se p Jede temer no se dé el santo Apóstol por ofendido»;
44$ OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sin haber renglón en medio, en un olvido de sí propio pre adestrado de la clemencia y amor de vnestrosTn-
mortal y soñoliento , dice : «No hay temer nada desto ílos. Y el agradecimiento con Santingo en vuestra m».
mientras el cielo estuviese en su lugar, y adonde con jeslad cierra muchos sacramentos, por extenderse des
el ángel cayó la invidia. Lenguaje es este ajeno de bue de los reinos á la fe y al conocimiento de Jesucristo. Yg
na teología, pues ella enseña que los bienaventurados Valerio Máximo, en el libro 5 De la ingratitud, habla»
se gozan cou la gloria accidental de los otros ; y mal se do de Pompeyo, principe digno de toda alábanla, des.
compadece con esto que el Apóstol se dé por ofendido pues de afirmar que de sus glorias estaban líen
del honor de santa Teresa.» Luego mal se compadece lo y la tierra, dice estas palabras: «Mas no por eso auror*
que «anta Teresa se enoje de la gloría que Santiago tie callásemos, dejara de vivir guardado en la memoria de
ne y se le debe , de solo patrón de las Españas , si ya los hombres, ó Pompeyo, con nota tuya y repreheii'
no es que quiera el autor que en el cielo sola se pueda cómo por tu mandado fué muerto Gneo Carbón;
enojar santa Teresa de la gloria de otro santo; y esto cual, en el tiempo que tú eras muy niño , fué defei
no lo quiere la bendita Santa, que está llena de gloria tu hacienda, que entonces andaba en pleito ;»—¿qi
y de piedad. Dejo de ir respondiendo á cada letra, por presumirá que vuestra majestad, sabiendo cuín
que aunque todas merecen respuesta, á muchas para son de horror estos desagradecimientos , y que
su confusión basta ser leídas ; pues los ojos , sin aguar tiernos años debe á Santiago el amparo de sus
dar al discurso, las convencen. sobre que ha litigado y litiga toda la invidia del
Número 41. «Bien tienen que temer los que por ha de querer cargarse destanota; y que cuando
fuerza quieren meter la invidia en el cielo , hasta hu cumis obligar á santa Teresa con nuevos servil
millar á Santiago, no en sí misino, que esto no puede taréis de desautorizar y despojar al Apóstol, que
ser, sino en estos sus zelantes.» Juzgue el autor lo que el poder y los reinos para hacerlo?
dice, que eso basta. ¿Puede ser de alguna manera jn-
vidía defender uno lo que tiene y le quieren quitar? QUINTO TRATADO.
Cierto es que no; porque invidia es dolor del bien de LA IRREFRAGABLE ÚRICA VERDAD DESTE HECM.
otro. Pues esto hace Santiago, y yo por él y por toda
su religión. Luego no queremos meter invidia en el Señor , por defender en este caso la causa |
cielo; antes no queremos consentirla en la tierra. Los go, apóstol, único y singular patrón, basta i
padres, Señor, piden á vuestra majestad el patronato de pues no hay vida ni fe en España donde no I
Santiago , que es gloria suya ; la conclusión yo la remi cutoriados sus privilegios y dignidades. TV
to al autor, y que se conozca cuáles son los zelantes peles que por su defensa están escritos
que acusa. orgullo de los contrarios, sin hallar otra cosa q
Número 44. Dice « que han admitido á la Santa por cer. Y bien pudiera yo excusar cuanto á la i
patrona tantas iglesias catedrales y colegíales, y las este punto; mas es tal la ansia de los salicitadood
ciudades, y la universidad de Salamanca y Alcalá.» No santa Teresa, que donde sobra el silencio nosn
cuenta el autor en cuan excesivo número exceden las de la prolijidad. Por nosotros los españoles lubliti
que, no solo no la han admitido, pero escrito informa vuestra majestad Jeremías: Recordare, Don'
ciones y hecho contradicion; y que en decir que Al acciderit ntibis: intuereel réspice opprobriumn
calá la ha recibido, engaña á vuestra majestad. Y es de Haereditas noslra versa est ad alíenos : i"
advertir que entre las pocas iglesias que la recibieron, ad extráñeos. Pupili factisumus absqutf.
la de Badajoz ha impreso doctísimamente su arrepenti date, Señor, de loque nos ha sucedido; mira r
miento, pidiéndose revoque este compatronato; cosa oprobio ; nuestro caudal se ha pasado á los aje
nuestra casa á los extraños; hemos quedado comej
de grande horror.
Estas son las suposiciones jurídicas, políticas, pia fanos sin padre. » Cierto es que sin el único |
dosas, tales como vuestra majestad lia visto; estas las de Santiago, estamos sin caudal, sin casa y sin p
Haga vuestra majestad lo que dice el cántico de I
razones con que se fortalecen. Y si las miráis con aten
sés, Deul. 32, y lo averiguará: Memento dierwni
ción , veréis que militan más , y primero contra los
padres de la Reforma que contra el apóstol de Dios, quorum, cogita generationes singulas : intei
trem tuum, el annuntiabit Ubi ; maiores luot,l
de quien sois alférez, y todos hijos, y el reino liberto;
y que el defenderle cu lo que posee es forzoso, y el de cent tibí; «Acuérdate delosdias antiguos,
todas las generaciones; pregunta á tu padre, y él f
sistir de lo que llaman empeño la negociación de los
pondera ; y á tus mayores , y te lo dirán. » ti pwr.
benditos frailes y el descuido de los procuradores de
Corles. * La cláusula de su Santidad dice que os es risprudente del mundo, el portentoso legislador)!
decente; porque el quitar lo ajeno no puede caber en os encamina el interrogatorio y os da noticia (
testigos, y teneisobligacion de hacerle tal.—Puesdfj
vos, y restituir lo quitado contra razones vuestro pro pió santo Apóstol habla á vuestra majestad coniqr
pio oficio. Señor, quien persevera en el error no es
constante, sino obstinado; y si advertido de su engaño palabras de David, 2, Re^.,22: Salvabismtá<
dictionibxis populi mei: custodies me in ¡vi*1 i
persevera, no tiene valor, sino vergüenza de acertar.
lium; «Salvarásme delasconlradieicinesiiemip"
Quien se enmienda, se disculpa como sabio de lo que no> guardarásme para cabeza de las gentes. » A Sanf
acertó como hombre ; quien prosigue en su desacier
contradice su pueblo, y es lo misino guardarle p
to, avisado de los inconvenientes, desprecia la verdad
cuando obra, y los verdaderos cuando porfía; y estos son tron que para cabeza de las gentes, q'ie boy <
achaques de la desesperación , no de vuestra grandeza el mundo son entera y puramente de t:
ni de vuestro talento, tan dócil á la ley de Dios, y siem- La verdad, Señor, es ley de todas lascu.-a-,?
SU ESPADA POR SANTIAGO, 443
es porqae es verdad y porque la sirve ; y no es la me cielo ; solo dijo: «¿Quién como Dios?» El no haber otro
jor grandeza de la verdad tener por hechuras y criatu como él, hasta en Dios es lo que en primer lugar so
ras á las leyes. Esto, que es lo más del mundo, es poco; defiende. Y en nuestro santo Apóstol hubo don de sin
la verdad es Dios , y Dios es la verdad ; ella lo dice gularidad : él fué llamado de los primeros, él murió el
porque lo dice Dios : « Yo soy camino , verdad y vida.» primero, él fué escogido para las acciones singulares
Luego lo que en este caso y pleito del patronato úni de Cristo ; y aunque fué con otros dos , fué uno de los
co de Santiago fuese verdad , es ley y es Dios ; y co tres que llamó singularmente. Su predicación (á lo que
mo ley prueba, y como Dios manda. escribe Juan Belec) fué tan singular, que convirtió
Verdad es, serenísimo, muy alto y muy poderoso uno solo , oíros escriben nueve. La peregrinación de
Señor, que el patronazgo de Santiago fué elección de su cuerpo y su sepoltura fué singular; su vida y sus
Cristo, que precedió á los reyes y á los reinos : esto en milagros singularísimos. * Escribiólos el pontífice Calix
el Memorial primero mió, y en este lo tengo probado. to , que es cosa bien singular , y lo que pasó por escri
Y también es verdad que el reino y los reyes no tuvie birlos : pues el propio dice « que, robándole ladrones,
ron parte en él, y así lo confiesan. También es verdad no le dejaban otra cosa sino el libro de los milagros del
que no la pudieron tener, pues los unos y los otros santo Apóstol ; que cayendo en los ríos, el libro solo no
aun no eran : la tierra era de idólatras, y después de se mojaba ; que se le quemó la casa , y todo ardió sino
moros ; los reyes estaban desposeídos y depuestos. Y fué el libro.» Señor , no permitáis que seamos tan ru
no solo es verdad que no tuvieron parte y que no la dos, que de todos los elementos no aprendamos á re
pudieron tener en el patronato, sino que no quisie verenciar los milagros que se hicieron para nosotros.
ron. Pues hoy, tan ansiosamente reclaman de haberlo Maestro nos fué el ímpetu del agua , la hambre del fue
intentado los padres, yconcedídolo los procuradores go y la iniquidad de los ladrones; y hoy nos importa
de las ciudades, que, como junta particular, solo pudo ser sus discípulos en esta parte.
su asenso instituir esta cofradía personal para los que (o) Los reyes, Señor, armaban caballeros en España;
eotonces asistieron en las Cortes por las ciudades. mas á los reyes Santiago los armaba caballeros: de su al
También es verdad que es mentira decir que pa tar tomaban las armas y la espada, y el bulto del santo
trón es lo mesmo que abogado solamente , pues liemos Apóstol les daba la pescozada en el carrillo. Así lo dice la
probado con la ley del reino qué es patrón, y por qué historia del rey don Alonso con estas palabras: «E ciñóse
razones puede uno serlo, y qué es patrón civil y canó su espada, tomando el Rey todas sus armas del altar de
nico, y que Santiago lo es desta manera , conforme al Santiago; é la imagen de Santiago, que estaba sobre el
rigor de las leyes; en cuya observancia ninguno olio altar, llegóse el Rey-á ella, y fizóle que le diese la pesco
santo ó santa pueden pretender el patronato que el san zada en el carrillo.» Pues ¿cómo pretenderán los padres
to Apóstol tiene. de la Reforma que Santiago os dé armas á vos, y que las
También es verdad , Señor, que el ser único en una volváis contra él; que de su altar toméis la espada, y
dignidad es lo más estimable della , sea la que fuere, que le quitéis vos la que él tiene en su mano, para dársela
á santa Teresa, á quien sus mismos hijos han hecho ■
porque entonces es propria y toda, y en teniendo com
pañero es falta ; que la compañía , ni tiene lo único eslampar con una rueca? La pescozada, Señor, anti
ni lo deja tener; y es tan estéril, que no toma para guamente Santiago la daba á los reyes ; hoy quieren los
sí lo que quita; y la dignidad rara de las cosas se procuradores de Corte que los reyes se la den á Santiago
pierde. Tertuliano, De habitu muliebri , cap. 7 : Haec en la cara. A vos os lo proponen sin conocer que sois
amnia de rarilate , et peregrinitate sola gratiam posi- el mejor alférez que el santo Apóstol ha tenido, y que
<Ient; y más abajo : Denique abundantia contumeliosa sabéis con cuan reconocido vasallaje han hablado del
in semetipsa est ; « Estas cosas de la raridad y de lo santo Apóstol los reyes sabios y grandes vuestros ante
peregrino tienen gracia. Y finalmente, la propia abun cesores , como se ve en el testamento del señor rey don
dancia es contumeliosa.» No se puede aplicar esto ú Alfonso el Sabio, impreso, con estas palabras: «Otrosí
machos intercesores santos, quesería error poco ho rogamos á san Clemente, en cuyo dia nacimos, y á san
nesto; mas viene bien al título de único patrón de Es Alonso, cuyo nombre habernos , y á Santiago, que es
paña, que ha poseído siempre Santiago. Y no porque nuestro señor y nuestro padre, cuyos Alfonsos so
le ba tenido únicamente han dejado de ser intercesores mos, etc.» Quien le llama Señor, por criado se confiesa;
por España todos los demás santos, ni la misma Santa; quien padre, por hijo. Vea vuestra majestad lo que lo
antes todas las mercedes que ha hecho la gloriosa San callan los padres, y lo que le dice la sabiduría de su
ta á España han sido siendo Santiago único patrón de antecesor.
España. San Jerónimo , Ad Pamachium , en la conso La devoción á su santo sepulcro es cosa tan singular,
latoria dice: Clarus honor vilescil in turba, etapud como vimos en la revelación de santa Getrudis ; y es
viros bonos, indigna fit ipsa dignilas, quam multi in- tal, que dice Nicolao de Lira, glosa ordinaria, fo
digni possident. En este lugar me descaminan la apli lio 1627, tales palabras: Ut praepararetur via, aliter
cación aquellas palabras , turba y indigna ; por esto, tamen polest exponi , et magis proprie ad literam , ut
aunque le escribo, no me valgo del , viendo no se pue videlurde Carolo Magno, qui invitatusá beato Jacobo,
de aplicar á quien es tan digna desta y de mayores purgavit viam ad ejus sepulchrutn prius ignotum;eo
honras. quod tola Hispania erat á Sarracenis oceupata, ut
Señor, no tener compañero en un a dignidad es bla Vasconia et Navarra , quos cum multis laboribus et
són tul , que Dios, una vez que se atrevió su criatura á bvllis Carolus partim occidit, partim fugavil , partim
ponelle demanda á su grandeza, á querer ser como él,
no blasonó de que hizo los serafines , ni de criador del (a) Este párrafo es adición al mirger. , de la misma letra.
iii OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS. .
fidei Christianae subjecit; « Para que se preparara el tantemente tenéis; yo he seguido pisadas de otro : i
camino , de otra manera se puede declarar, y más pro vosotros y á mi nos dio la fe Santiago; yo do abrí dien
piamente á la letra, como se ve de Carlomagno , que te nueva, como Santiago os la abrió, eu el desierto «
llamado de Santiago , limpió el camino de su sepulcro, la gentilidad y de la morisma.» Nazianzeno lodijo.an-
que antes no se sabia ; porque toda España estaba ocu ta Teresa lo puede decir, y vos debéis conocer queiw
pada de los sarracenos, como los vascones y navarros, se sirven los santos de que les den lo que rehusan, |>o«
los cuales con muchos trabajos y guerras Carlomag eso no es servirlos; hacer tales honras es tentar áh
no parte degolló , parte ahuyentó , parte hizo recibie vivos y desagradar á los muertos. Sepan, Señor, la
sen la fe de Cristo. » procuradores de Cortes que las honras del que primen)
Bien singular cosa es esta, Señor, venir Cario Mag les dio la fe, no solo no las pueden dar ellos á otrossao-
no , tan grande Emperador, solo á descubrir y desem tos; mas que los santos, cuando ellos temerarios seis
barazar para el concurso de la devoción de las naciones den, justificadas, no las admiten y las acusan. Testos
el camino del sepulcro de Santiago por tantas guerras este referido, de que no se pueden desembarazar I»
y trabajos. Y advertid que el santo Apóstol mandó á los conjeturas ni la solicitud, y que estoy cierto en el resl
emperadores que le desembarazasen el camino, y que ánimo de vuestra majestad y en la bien experimento!»
apartasen con el cuchillo y la muerte los estorbos que asistencia á vuestro servicio hallará el lugar y la obe
se ponen al séquito y frecuencia de sus devotos. Y con diencia que merece.
ser esto tan singular, lo es más el celebrar su fiesta en No basta ser mal hombre para persuadirse quera
el cielo. Aquí veréis que á Santiago no le faltan revela habéis de consentir se le quite al santo Apóstol lo
ciones. Dice santa Getrudis (que no es de la orden de es suyo y tiene , debiéndosele infinitamente más. .(,>•
Santiago ni española , y es santa de admirables prodi gusto César, que no fué tan grande monarca toa
gios, libro 4 Insinualionis divinae pietatis, cap. 48), vos , tabulas velerum aerarii debilorum , wl jiraí
hablando de la fiesta de Santiago, que preguntando puam calumniandi materiam, excusalí; «Lasresttt
«qué cansa hubo de tan singular veneración como se de las deudas antiguas del erario, ó la principal mue
hace en España á sus reliquias, » la respondieron del ra de las calumnias quemó.» Refiérelo Suetonio en 9
cielo lo que tenemos citado; empero, dando esta causa, vida, cap. 32. Parecióle á Augusto cosa indigna cato
que alli callamos para esta ocasión : a Que era mayor lo que se le debia; y ¿podrá vuestra grandeza sera,^
que la que se hacia á los cuerpos de los otros após de quitar lo que debéis aumentar, no del deudor,.*
toles, en recompensa de haber sido el primer mártir de de quien es acreedor de vuestro reino , de vuestuni
todos ellos.» Del cielo dicen que en justicia, por re y de vuestra alma? Quemó los libros y registroséel*
compensa de haber sido primer mártir, se le hace ma que le debían , solo porque de aquellas cuentas n-
yor fiesta que á los cuerpos de los otros apóstoles; y pre le acordábala calumnia y la venganza y tai»,
¿ querrán los padres de la Reforma que se le haga igual dia, y nunca el celo. No lo hizo él solo: con losjodi»
fiesta con otros santos que no son iguales á los apósto hizo lo propio Juliano Apóstata, como se ve en la efe
les? Y diciendo esto santa Getrudis, y á santa Ge tola que escribe á la república de los judíos: Tobé*
trudis el cielo , que ellos quieran no me espanta; mas que incendi , quae in meis scriniis ad vos opriwni»
que queriendo ellos solos, digan que no han tratado custodiebantur ; «Quemé las cuentas que en mi cae
desto , y que ni ellos ni la Santa lo habian menester, taduría se guardaban para oprimiros.» Y en las Cm>;
caso es bien extraño; y ver que carguen á vuestra majes liluciones del derecho oriental , que imprimió Hecrié
tad de todo este alboroto y rumor, y más diciendo ellos Slufano en griego, se lee esta con este título: «ft*
con estas palabras: «Que ha sido sin ser menester.» levacion de las deudas fiscales. Luego que fué efce*
La Santa, cierto es que no lo ha pedido, porque estas to emperador Botaniades, el tercer dia fué core**»
cosas no las piden los santos, y en los premios de los que con la real diadema del patriarca ; y lo primero**
plantan no se introducen los que riegan; ni losque oran aquella señal de libertad, que mandó con nn e*
piden lo que se debe á los que pelean, antes lo rehusan. magnífico borrar de las tablas cualquiera cosa que»!
No lo digo yo, el gran Nazianzeno lo dice, tomo i, debia al fisco, y hacer otras de nuevo.» Si lo que se leí j
orat. 27, hablando de sí mi«mo , donde se admira de debe, por no calumniar, no solo no lo piden los «*•
que le veneren ; y da la razón: * Ñeque vero fidei rectac peradores buenos y los malditos, y borran y qoen*
doclrinam, quam arctissimo' complexu tenetis.vobis los libros de su contaduría, ¿cómo podrá serquee»
primum praedicavi; sed aliena dumtaxat vestigia se- nadie aconsejaros que pidáis lo que tiene Santiago jt
quulussum. Esto dice porque ya habia predicado la fe suyo, para darlo á quien no lo pide ni lo quiere ni»
en Constantinopla Alejandro contra Arrio, y concluye : ha menester? Vuestra majestad mande que le acó*
Ergo non novum fontem vobis rupimus , quetnadmo- den destostres lugares, y conocerá cuan poco crece!
dum Moyssesab Aegipto profugientibus in arenti loco los reyes por cobrar deudas de sus vasallos y bosaf
demonslravit ; «Ni yo os prediqué primero la fe verda chismes en ló*s archivos contra las haciendas de I»
dera que constantemente tenéis, pero he seguido pisa- subditos, y cuánta obligación le corre de no prosega*
dasde otro; no os abrí nueva fuente, comoMoisen mostró en esta intercesión , que si empezada fué piailo*
en el desierto seco á los que huían de Egipto.» Señor, no dejada será piadosa y justa.
tuvo mas ocasión Nazianzeno para decir estas palabras, Vuestra majestad, cierto es que no quitará natía *
excusando la honra que le hacían , que hoy tiene santa su gloria ni de su dignidad á Santiago, y mucho m»
Teresa para rehusar la del patronato : y santa Teresa querrá quitalle todas las glorias que le bandado este
tiene la misma de decir las propias palabras: « Españo reinos, sus libertos, sus esclavos, sin dejarle con alg*
les, yo no soy la primera que os dio la fe, que tan conc- dellas.Pues, Señor, yo lo he de decir; que vuestro*
SU ESPADA POR SANTIAGO. 4íj
seo de acertar en todo me da licencia. Hablar tengo con 1 barazo al colegio de los pontífices para que ninguno
claridad. Digo, Señor, que en dar vuestra majestad por dellos dejara de decir libremente su parecer , ni al
compañera en el patronato á santa Teresa, le despoja y , cónsul Marcelo le hizo dificultad el gasto que se le
desnuda al santo Apóstol de todo cuanto el reino le lia ¡ aumentaba porque á la religión se le guardase su cos
dado. Sin duda congojarán á vuestra majestad estas pa tumbre y observancia.»
labras; no excusé el decirlas, y menos puedo dejar de i Este ejemplo, Señor, no aguarda á que le apliquen;
verificarlas. Más quiero y debo dejaros desabrido que i en leyéndole , se entra por los oídos y se acomoda con
culpado. I la razón á mandar la voluntad. Dice Valerio Máximo
El ser Santiago patrón de España no se lo dio Espa que debieron los dioses favorecer con lan gloriosos
ña, diúselo Cristo; esto es demostración divina y hu aumentos el imperio romano , porque en las cosas de
mana: dícelo el santo Apóstol, dícelo el Rey y muchos religión cuidaron de acciones tan menudas, y tuvieron
tantos y graves autores. Hizole Dios patrón de Es escrúpulo de mancomunar en una intercesión y á ua
paña que ya no era , para cuando por su intercesión, suceso diferentes patrones y abogados. Diferentes tem
por su dotrina y por su espada volviese á ser. Hizole plos mandaron hacer á dos dioses, no porque ellos
patrón de la fe que aun no teníamos, para que la tu no estuvieran en paz y contentos, y más la Honra y la
viésemos. En esto no hay duda, ni desenvoltura tan Virtud; ordenáronlo por la distinción de sus votos, im
descarada que no lo conGese. Pues, Señor, si Santia portante reconocimiento y debido á los sucesos; y excu
go no tiene , hablando del propio , otra cosa de España saron la desordena la piedad de los hombres, que ave
sino ser su patrón, y eso no se lo dio ella, sino Dios, ces tiene más ambición en pedir á los santos que en
convéncense que no le ha dado algo España; no quise tomar de los hombres. Bien intencionado recelo tuvo la
detenerme en decirlo, porque aun no estuviese medio prudencia en esta desunión de las cosas, pues en la te
renglón padeciendo la nota de ingrata. Dióle, Señor , y ma de la pasión humana, acudiendo por una propia
bale dado hasta el año pasado lo único del patronato que necesidad, uno llevado déla religión y de su dictamen
Dios le dio, hale dado lo que no le ha dado, que ha sido á la Honra, y otro á la Virtud,—osara cada uno desatar
compañero ; y vos hoy le daréis lo que le quitáredes, lá unión de la mente divina , por mostrar más poderoso
quesera la compañera. * España le halló patrón, y solo su dios y más efetivo su abogado ; y esto no por la
pudo darle el que lo fuese solo, y esta no es dádiva, sino verdad , sino por desempeñar su elecion.
fidelidad y respeto. Pues si solo, como es demostra ¡Qué á raíz de mis palabras dirán los contrarios que
ción matemática le hemos dado que sea patrón, quien estos desvarios los pudo haber en la fabulosa religión
le da compañía ¿no le quita todo lo que le hemos da de los romanos, empero que en la luz de la fe católica no
do? No dos quita toda la fidelidad que le debemos? No se deben temer! * ¿Pues no puede haber alguno que,
le despoja sin reverencia y contra razón ? Ni los frai siendo patrón Santiago y santa Teresa , si sucediese al
les lo pueden negar, ni los procuradores lo deben pro gún favor ó beneficio del cielo, le atribuyese á santa
seguir; ni vos, Señor, lo debéis mantener. Esto no Teresa, y no á Santiago? Pues, Señor, para esto quiero
es honrar los santos, Señor. Y suplico á vuestra ma particular audiencia de vuestra majestad y de su santi
jestad, de parte de' la propia santa Teresa y en nom dad y del real consejo de Castilla, y la asistencia tan
bre de Santiago, con toda la alma atienda á este suce piadosa del Conde-Duque, ministrode vuestra confian
so de Valerio Máximo, lib. 2, De relig. , cap. 8: Non za, esclavo de vuestra inmensa tarea. Digo, Señor, que
mirumigitursi pro eo imperio augendo; *«No es pues no solo se puede y debe temer que haya quien cuando
de maravillar que la bondad de los dioses esté cons suceda algo diga que lo alcanzó santa Teresa, y no San
tante, y persevere siempre en mirar vigilantes por el tiago, sino que ya ha habido quien lo ha dicho repeti
aumento y conservación deste imperio romano; por damente y con mayor exageración. No puede retaTdar
que, como se ve, examina y cuida de las cosas que to un hombreen tal proposición su desempeño. El padre
can á la religión y los puntos más menudos della ; y Pedro Pimentel, predicador de vuestra majestad, doctí
también porque nuestra ciudad de Roma jamás apartó simo y religiosísimo padre en la Compañía de Jesús, en
los ojos del perfeto culio de los dioses. Como el. cónsul su sermón, predicado por orden de vuestra majestad en
Marcelo la quinta vez que lo fué quisiese dedicar un el convento de las madres Carmelitas descalzas (impreso
templo á los dioses patrones de la honra y de la virtud, porlos padres de la Reforma en Madrid, por Juan Gon
que por voto tenia obligación ( hecho por la Vitoria que zález, folio 76, pág. 2, último renglón): «Muchas veces
tuvo primero de Clastadio y después de la ciudad de saldrá mejor despachado el que invocare á Teresa que á
Siracusa), el colegio de los pontífices se lo impidió, ne Santiago.» Aquí empezó á decir lo que temieron los ro
gándole que se podia dedicar un templo á dos dioses; manos que se dijese ; que aun allá no se verificó. Decla
porque, fundándolo en razón, decían que podría suce róse seis renglones más adelante: «Y que podamos tener
der que si en la ciudad aconteciese algún prodigio ó ca estaconfianza, que como patrona nuestra alcanzará pri
lamidad, no se podría entenderá cuál de los dos dioses mero nuestro remedio que Santiago.» Y no solo dice esto
se había de sacrificar; y también porque no estaba en una persona por tantos títulos venerable,sinoque se fa
costumbre ofíecer sacrificios á dos juntamente, sino era tiga para demostrarla con razones y con ejemplos. —El
aciertos dioses á quien esto era lícito. Finalmente, pudo papel impreso sin nombre, que cité en mi Memorial,
Unto la razón y la autoridad de los pontífices, que, se número 5 contesta, y dice lo propio en estas palabras:
gún su parecer, se resolvió que Marcelo pusiese los si * «Y lo que él no puede solo alcanzar de Dios, lo alcance
mulacros de la Virtud y de la Honra en dos casas que con ayuda de Teresa.» Por dos cosas no aplico mi con
para templos les hizo en lugares diferentes. De modo sideración á vuestra majestad en esto que he referido:
que ni la autoridad de un varón tan grande causó em- porque no me atrevo, y porque la gran piedad de vues
44G OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
Ira real dignidad y el muy aventajado talento que Dios cion de vuestra majestad en la i ntercesion, y de la asis
nuestro Señor fué servido dedaros, no solo me excusan, tencia piadosa queá esta causa ha dado el Conde-Duque,
antes con superioridad me lo manda (a). Señor, para presuponiendo honor y servicio en la gloriosa Santa,
este caso tiene Dios vuestro corazón en su mano, para «sin menoscabo, agravio y diminución del santo Após
esto os dio custodia duplicada: conózcase la mano de tol.» De quien el breviario de la iglesia de Salamanca
Dios, que os le aprieta , en lo que escribiéredes decre dice, fól. 98, colum. 2 : Apostóle Christi aífermrejú
tando; y los dos ángeles que asisten, á vuestro oGcio miles invictissime , qui Ínter praeclaram AposUAwum
unoyá vuestra persona otro , en lo quedispusiéredes curiam, ut sol micans ínter ostra, refulges ín piona;
oyendo; que seria temer en este pleito mal suceso dudar «Apóstol de Cristo, Jacobo, invictísimo soldado del Rey
del acierto en la mano de Dios , que os adiestra el co eterno en la preclara corte de los apóstoles, como sol
razón; y de la inteligencia de los dos ángeles que os fulgurante entre las estrellas, resplandecesenlagloria.i
asisten para que seáis el tercero con ellos. Supremas palabras son estas, que si fueron en el rezo
Resta que sepáis que en declarar especial patrón á de Salamanca oración , hoy lo son , y cargo de lo que
nuestro santo Apóstol no hacéis novedad, sino que obe la propia iglesia ha hecho con el santo Apóstol. Pues
decéis á la Iglesia y seguis la piedad de vuestros glorio diciendo y rezando que en la corte de los apóstoles,
sos ascendientes. Especial, Señor, es vozopuesla (¡dual que son soles de la Iglesia y primera luz, incomparable
y&plural en nuestra lengua; enséñalo la razón y el uso con otros santos, Santiago resplandece como sol entre
de las voces. Que el apóstol Santiago sea especial, di- estrellas,—hoy siendo sol entre soles, la propia sanü
celo en su privilegio el rey don Fernando el Segundo, Iglesia le hace estrella igual á otras estrellas, y rezán
citado en mi Memorial: «Quien quisiere conservar el dole especial, le acompaña con generalidad; siendo
reino de España y dilatalle, este consejo ha de seguir: cierto, como el derecho dice, que Speciale illud dteittir,
que procure tener propicio al apóstol Santiago, cierto y quod á generalitate abslrahitur. Estas verdades, Se
especial patrón de las Españas.» Fray Pedro de la Vega, ñor, si con vos mostrasen encogimiento, y pudiendo
docto y muy venerable escritor de la santa religión de llegar confiados, llegasen temerosos, con poco decoro
san Jerónimo, en su Flos Sanctorum , en la vida de tratarían vuestra virtud y vuestro talento. Ni es bien
Santiago el Mayor (impreso en Zaragoza, año 1516 , fo quejusticia tan clara en agravio tan patente, y restitu
lio 246, pág. 2), dice «que fué este santo Apóstol hijo ción tan forzosa en despojo tan indino, ruegue espan
del Zebedeo, no solamente según la generación de la tada y cobarde ; que seria á persuasión de las amena»
carne natural , mas aun según la etimología y declara de los contrarios, y á costa de vuestra benignidad;*-
ción del nombre ; ca Zebedeo quiere decir dante ú da mencia, mostraros malquisto de los méritos deloele,
do; y Santiago fué dado asimesmo á Dios por la muer cuando toda vuestra ansia es hacer muy fervorosaitea-
te del martirio, y fué dado de Dios al mundo, especial te esfuerzos maravillosos en la honra de los santos.
mente á la provincia de España en patrón». Aquí, Señor, Santiago apóstol, primo de Jesucristo, pa
Señor, se afirma que le dio Dios á España por patrón riente de su Santísima Madre, restaurador de las E-pa
y por especial patrón. Y el breviario antiguo de Sala ñas, redentor de los españoles dándoles la verdadera fe,
manca, en el rezo del santo Apóstol, folio 196, dice: único y solo patrón nuestro, pudiendo pediros cnanto
O beate Jacobe, omnium corde , ore , voce cantande : tenéis, pues se le debéis todo vos y el reino,* y entre
o patrone singularis. Y el breviario asturicense, im tantos santos que le debéis, le debéis la mesma santa
preso en Astorga, año 1560, en el rezo de Santiago, fo Teresa,— se contenta hoy con que no le quitéis lo que
lio 404, colum. 2 : O lux , el decus Hispaniae sanctis- ni le distes ni pudistes dar. Y esto no porque el Sanio
sime Jacobe, qui ínter caeteros Apostólos primatum pierda nada en el patronato ; solo porque la memoria
tenes, primus eorum marlyrio laureatus : o singulare de mil seiscientos años no os acuse por contradicion
praesidium! «¡O Santiago apóstol, luz y honra de Espa de tantos reyes y gentes como con ellos han reveren
ña, que entre losapústoles tienes primacía, porque pri ciado y agradecido, la elecion de Cristo y beneficios y
mero que todos fuiste laureado con el martirio; o sin maravillas suyas , obradas en exaltación de vuestra co
gular amparo! » Cierto es, Señor, que singular excluye rona. Mirad que dando quitáis , y que os pedimos cosí
dual y plural; las declinaciones lo dicen, y la gramática tan barata como llamar dádiva vuestra el dejar qa«
latina y griega. Y porque no digan que amparo singu Santiago tenga lo que le toca , siendo poco, y debién
lar no es lo propio que patrón, el mesmo breviario, fó- dole infinito. Ni los procuradores de Santiago podemos
lio-402, colum. 2 , dice de Santiago : O patrone singu mirar á otro fin ; yo creo que los padres de la Refornu
laris, como queda referido , «o patrón singular.» no tienen otro. Leed, Señor, el memorial que se dio"
* Ya, Señor, no hay duda que la Iglesia en España le á vuestro grande padre, escrito por el doctísimo padre
llama singular patrón; y que (pues sin duda ni réplica, Sosa , en la seráfica orden de san Francisco generalí
singular excluye dual y plural) quien le acompaña le simo, y después obispo de Canaria y Osma, impreso con
quita el singular, y como he probado, todo lo que le licencia, sin que se haya reclamado contra su verdad.
ha dado España; y según esta demostración, que hay En él resistió las fundaciones de capuchinos, y en el
perjuicio, innovación y diminución : condiciones que fól. 11 , pág. 2, dice estas palabras , -que, por *r
el buleto de su santidad , lleno de divina providencia y muy á propósito y en propios términos, hablando de
de inmenso reconocimiento para estos reinos , niega los padres carmelitas que hoy nos fatigan, no las esca
expresamente. Y expresamente no concede lo que se pi so : « Lo último se advierte que en estas ocasiones*
dió, y de necesidad es todo fuera de k mente y inlen- querer fundar , suelen proponer los que las pretende»
ofertas con que facilitar su intento, y persuadienw
utilidad sin daño» (—eu esto el padre Sosa hablaba en
(n) ¡¡cutían, boj diríamos.
SU ESPADA POR SANTIAGO. 447
tonces hacia nosotros); «y todo es invención y cosa ri nes que he de referir, porque son tales, que me ahor
diculas—aunque me presta estaspalabras, no las quie ran los excesos de la ponderación ; y ni les hará falta mi
ro), aporque solo se pretende conseguir el intento ; que i malicia, ni vuestra majestad echará menos algún co-
después nadie los ha de ejecutar sobre el cumplimiento í mentó. Tales son , que yo no lie querido en esle tralndo
de lo que ofrecieron. Y es muy sabida la ley de estado: otra parte que la de la fidelidad en trasladarlas propo
Hágase una vez, que lo hecho ello se defenderá. » Ca siciones y las defensas , que son estas :
mino se les hace á estos renglones por el patronato de La primera fué una Respuesta impresa (que estilen
Santiago; y no es mucho, pues la jornada (leste discur mi poder) á la carta del arzobispo de Sevilla, don Pedro
so fué por los padres de la Reforma bien adentro, como Vaca de Castro; que en nada excedió de la modestia que
lo verifica, prosiguiendo: «Constará desta verdad, man debia tener, y solo porque contradijo lo que hoy con
dando vuestra majestad se vea un memorial que no há tradice toda España , fué por los contrarios declarada
muchos años se presentó en su Consejo por parte de los por delincuente, y su nota por facinorosa. Y después de
que dieron principio á la Reforma de los carmelitas des ajar con desenvoltura su dignidad y persona , se mez
calzos. Los cuales dijeron que su pretensión es resu cló (en la respuesta) sátira á su reputación, de que par
citar la vida eremítica (que fué el intento de los prime ticipó algo que con asenso piadoso se venera.
ros fundadores de la religión dicha, por esto, del monte Número 1. «Parece que le pesa al señor Arzobispo
Carmelo), y esto sin ningún gravámen«de la república, que hable el Rey de la Santa con palabras muy honro
antes con mucha utilidad delta, porque han de traba sas; y como corrigiéndole, habla su señoría dellacon
jar y ganar con su s manos la com ida ; con lo cual no se palabras contemptibles, llamándola beata y doncella,
ria impedimento á los demás pobres, antes se remedia nombres con que llamamos la gente muy ordinaria do
ría en parte el abuso de llevar los oficiales excesivo acá.» ¿Cuándo pudo ser ni fué palabra de desprecio
precio por su trabajo, viendo la moderación con que llamar beata á una persona , ú doncella ? Y hase de ad
ellos se contentaban. Y pareciendo esto cosa del cielo, vertir que entonces, que solo estaba beatificada la glo
se dio licencia para fundar , y en los conventos se pu riosa Santa , era , y se debia llamar, y se llamó en todos
sieron telares y otros instrumentos de oficios honestos, los escritos, la beata madre Teresa de Jesús. El nombro
para ganar la comida. Y este memorial se divulgó para de beata es tal , que en la Escritura no se lee'otra ma
obviar contradiciones, y fundan los autores del su sen yor cosa : Beatam me dicent omnes generationes. Y es
tencia en lo que el apóstol san Pablo afirma de sí y to es siempre. Pues las que hoy en el inundo la piedad
de sos compañeros: Laboramus operantes manibus cristiana llama beatas, ¿no es temeridad decir que es
nottrit.v nombre contemptible y afrentoso, siendo nombre que
Según esto, Señor, no ha mudado de faciones en tan las religiones sagradas dan á las mujeres desengañadas
tos años la negociación de los padres; quien la vio en y dadas al espíritu y oración , que se dedican á la mili
tonces la conoce ahora, no pasa dia por ella. Yermo, no cia de alguno de los fundadores deltas , como se ven las
quieren nada , trabajar para el bien de todos, sin daño de san Francisco, santo Domingo, la Compañía, san
de nadie, publicar informaciones y alegar á san Pablo; Augustin; de las cuales beatas tan frecuentemente en
—esto propio es hoy, no hay diferencia en nada. Con nuestros tiempos hay muchas colocadas por insigne
razón , Señor, dice el padre Sosa que pareció cosa del santidad y por grandes milagros y revelaciones? i\¡ so
cielo, y lo era, y lo es. Pero de la proposición y del ha llamado beata sino es en este pleito, por afrenta, ni tal
prometimiento sepamos el fin que tuvieron. Dice el ha imaginado nadie. Pues decir que doncella es pala
propio muy ejemplar prelado y docto padre, después bra que se llama á gente ordinaria , y que es voz de des
de haber referido lugares de santos que hablan de la precio, suena muy mal y muy en la cara de todas las
profesión de aquellos que trabajan, siendo religiosos, vírgines que están en el cielo, y de todas las que solo
para comer y no mendigar : aY si se ejecutó algo dello, con ser doncellas son ángeles en la tierra. Esta es pro- -
duró pocos dias; véase ahora la multitud de conventos posición y manera de decir á que responde nuestra
que se han fundado en tan poco tiempo desta reforma, Señora la Virgen María, cuyo nombre es doncella, pa
y si están solamente en los desiertos, y si viven del tra labra de la mayor dignidad y precio que se ha dicho
bajo de sus manos, y si piden limosna y tienen rentas.» ni se ha podido decir á ninguna mujer , y que la oye la
* Con más facilidad hace una propia persona loque Madre de Jesucristo, entre todos los blasones que se le
otra vez ha hecho que lo que nunca hizo. Si esto se dan, por el de mayor dignidad; y de tanta, que el ser
puede temer, vuestra majestad lo juzgue, y si se debe lo, y no dejarlo de ser siendo madre , es su más sobe
remediar, vuestra majestad lo ataje, porque aquel dis rana gloria.
curso verificado no se confirme á costa del apóstol San En el propio número es tal el furor del autor, que
tiago. acaba diciendo del arzobispo de Sevilla con ironía pro-
félica : « ¡ Buen fin tendrá ! » Extraño enojo y desmen
SEXTO Y ÚLTIMO TRATADO, (a) tido con el suceso, pues el fin que tuvo fué con todos
DI LAS RAZONES , ARGUMENTOS Y DISCURSOS CON QUE SE
los sacramentos y piedad posible. Extraña cosa, Señor,
DEFIENDE LA PRETENSIÓN DEL COMPATRONATO.
que el defender á Santiago en lo que es suyo enfurezca
estos procuradores, no siendo alegación, en amena
Yo escribo, Señor, muy agradecido á las proposicio- zarlas almas.
Número 9. Osa decir en la tercera suposición: «Y
(a) A Unes de 1617 escribía Qoevedo un papel qne intitulaba otros hay á quienes les ha dado todos estos dones jun
Cauterio ie I* xrriai; le anunció al folio 53 vuelto del Memorial,
impreso en febrero de 1628 ; y es precisamente mondado y acomo
tos, como se los dióá la bienaventurada madre y vir
dado al nuevo sujeto, esü última parte del presente discurso. gen santa Teresa. » * Yo no só por dónde se euciminó
418 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
en la boca de un católico tal proposición de llamar á bítero de la ciudad de Toledo, imprimió en Sevilla, S23
santa Teresa madre y virgen : ó se lia olvidado de nues de julio del año de 1500 , un libro en romance, que se
tra Señora ú de la santa madre. Si no fuera esto cosa intitula Carro de dos vidas, donde no hay cosa alguna
tan detestable , pudiera ser consuelo a los procurado que no trate de la teología mística , arrobos , éxtasis , vi
res de Santiago que , cuando al Santo se le quita y siones, internas uniones, copilazando todo cuanto los
toma el nombre de patrón único, se le equivoca á la Ma santos y autores graves Ricardo y san Buenaventura
dre de Dios el de virgen y madre. * Y no es decir, Señor, escribieron; libro, que como del se colige, fué impreso
que es descuido de este escritor; es cuidado tan atento, ciento veinte y ocho años há, mucho antes que naciese
que en las estampas que vienen de Flándes ( y yo ten la santa Madre. Y esto que yo digo no detrae en parte
go en mi poder) dicen : Sancta virgo et mater Teresio. alguna la divina ciencia, inspirada y aprendida del pro
Que afectan esta equivocación, pruébase ; pues pu- pio Cristo, que escribió la santa Madre. Solo digo que ya
diendo escribir Sancta mater Teresia de Jesús virgo, había su divina Majestad inspirado esta teología propia
que ya con el divorcio de virgen y madre se quitaba á san Buenaventura y á otros santos, y la habla puesto
mucho de lo malsonante , no han querido sino llamar en español el dicho autor ; libro que tengo en mi po
la a virgen y madre». Que se equivoque á nuestra Se der, de mucha estimación. Y la Santa nunca dijo que
ñora lo único deste milagro, solo posible en la Madre ella era la primera que había enseñado la teología mís
de Dios, pruébase con demostración : pues hasta ahora tica; y asi, en estg se desengaña á los que lo dicen, no li-
virgen y madre se entendía y decia de sola la Madre niendo la gloriosa Santa necesidad de que la añádanlo
de Dios, sin que fuese necesario llamarla santa Alaría ajeno, sobrándola tan maravillosas glorias en santidad,
para entender que era ella de quien se hablaba ; hoy, en milagros, en dotrina, en ejemplo de hijos y üijas,y
habiendo santa á quien se llama «virgen y madre » , lo en fruto espiritual. Yes más, que habiendo enseñado
singular de la antonomasia se le quita á nuestra Señora, tantos santos y autores antes la teología mística, los li
y es menester decir santa María. Y lo propio se puede bros solos de la bendita Santa se impriman , se lean, se
hacer con la madre Luisa : pues es virgen, llamarla vir traduzgan en todas lenguas, que no si fuera sola, yno
gen y madre; y con la beata Juana, llamarla virgen y excediera en esta aceptación á otros. Más gloriosa esla
madre ; y con la madre Águeda y con todas las santas contienda vitoriosa, pues así la quieren, con personas
vírgenes; y vendrá á ser prerogativa común la sola tales, que la suposición contradicha de la realidad.
dignidad de la Madre ^de Dios. Si dijeren que esto no En el número 8 habla del Monte Santo el autorfw-
es así, porque la llaman madre porque fué madre de mo se lee en él ) diciendo « que contienen los escri
la reforma, y virgen porque lo fué,—habéis de advertir tos proposiciones del Alcorán, echando hacia Hatea
que el error se lee y el comento no parece , y que este aquellas cruces, y diciendo al Arzobispo que notesv
es un acometimiento de mucho horror y digno do re tiende»; sin acordarse que aquel obispo lo conlraip,
medio muy veloz ; y así , Señor , os lo represento , y no y otros muchos lo han aprobado , y que es sanlaa»
habrá alguno que no os lo exagere mucho más. Puede hoy con permisión de la Iglesia, y que le ha defendido
ser, y es cierto , que ha sido un celo de devoción muy ministro tan grande, maestro tan docto en todas facul
adelantado , por no haber advertido tan malsonante tades, como Gregorio López Madera , de vuestro conse
inconveniente, y que haya sido uno de los esfuerzos jo supremo en Castilla. Y todos estos furores dice el
para este pleito , pues , como vemos, es una de las ale autor al santuario y al Arzobispo, solo porque dijo que
gaciones por él. era negocio grave este del patronato.
Folio 5. Dice este autor, de la gloriosa Santa, « que Y en el número 14: «Si el señor Arzobispo escri
fué dotora como ios Isidros y Ildefonsos , fué fundado biera á guineos bárbaros, pudiera decirles estas cosas.'
ra como santo Domingo, fué apóstola de España para Este estilo se tiene en este memorial , Señor, y esU
que enseñase en ella y en todo el mundo la teología defensa se hace con tales proposiciones.
mística. » Señor, la gloriosa Santa fué prodigio de san Dejo el Memorial de don Francisco de la Cueva.vfii
tidad , sus escritos son divinos , el ser dotora como los entonces le vi; era como de aquel mónstro de la ju
Isidros y Ildefonsos , y fundadora como santo Domingo, risprudencia elegante , de quien se ha derivado toda la
y apóstola, como el autor dice , no lo examino yo ; que defensa piadosa y aparente, con modestia á los memo
la Santa me parece á mí todo cuanto hay que ser y riales quehan cscritoalgodesto. Recogióle el Santo Un
que venerar. ció; esto basta á la causa de Santiago, cuando era el
En el decir « que enseñó la teología mística en Es mejor y más docto y el más reverente ; no hemos me
paña y en todo el mundo», hablaré en ello, porque la nester lacausa, pues eu aquel tribunal sobra para loque
Santa no quiere nada á costa de tantos santos de quien se hace.
la pudo' aprender la santa Madre. Esta verdad es per Otro papel se ha impreso sin nombre de autor, q«
ya en mi i/emorí'a! citó en bien extrañas cosas; es so
se nota. San Buenaventura escribió mística teología, á
titulo : Justa cosa ha sido elegir por patraña de Espa
que no se ha añadido nada ; dejo otros infinitos santos
y escritores, por ser cosa muy común en la noticia de ña y admitir por tal á la santa Teresa de Jesús.
En el número i2 deste papel , donde cita el lugar ee
todas las naciones. Ricardo escribió la Arca misticat
océano desle ejercicio espiritual. Y no se puede decir Marta y el del Génesis á que se respondió, dice: «Y¿¡
su majestad diese oidos á tal revocación , perdería a
que antes de la gloriosa Santa, aunque san Buenaven
tura y Ricardo y otros muchos santos y autores escri Roma mucho de su autoridad y reputación.» Siendo*
bieron, que en vulgar no se había tratado deste género oir vuestro oficio forzosamente, dice este autor*
palabras que he citado; y osa escribir y le consienk
de oración y teología en España hasta que la santa Ma
dre vino y escribió ; pues uomez García , clérigo pres- imprimir, que vuestra autoridad y reputación en Bu
SU ESPADA POR SANTIAGO. 449
ma ni alguna parte del mundo se puede perder, y me j tesco de los citados; tal , que me he persuadido es de
nos por oir; pues solo no oir puede ser ajeno de vues j algún hombre qnedeseadesaereditaresta pretensión de
tra grandeza. ' los padres de la Reforma, con capa de que la defiende.
En una adición que hizo este autor sin nombre al ; No leí en él cosa alguna que no sea contra la dicha pre-
discurso citado, y la imprimió , se leen tantos despeña ¡ tensión, y en sus propios renglones no se halla paz , y
deros como letras. ¡ O bendita y gloriosa Santa, que es un número desmiente á otro ; y considerado, todos tres
tando vos tan defendida para mayores honras que acom papeles es un motín que han hecho ruines proposi
pañar nn patronato, por vuestra divina elegancia, ale ciones para revolver y confundir este pleito. El dice
guen el rumor confuso y la contienda mal razonada! que el Papa lo hizo y que pudo; y luego sale tras sí
Por vos habláis vos propia ; ¿quién mezcla á vuestros propio con que el Papa no importa que lo revoque ni
méritos tal confusión? Nombraros basta, leeros sobra. lo conceda. El dice que no se hace perjuicio al Santo;
Estos devotos tempestades, que con torbellinos de te y luego dice y aconseja y califica que se le hagan, y
meridades y airojamientos os embarazan cuando pre pone utilidad en el perjuicio de Santiago.
sumen que os sirven, mejor merecen el conjuro que Tal es, Señor, esta alegación y esta defensa, y en
h atención. Así empieza la adición del incógnito: todo enojosa para el estado eclesiástico, arrojada con el
« He entendido cómo los contrarios del patronato de oficio y dignidad de los apóstoles, temeraria con San
santa Teresa insisten en que es perjuicio del de San tiago , y poco cortés con vuestra majestad y con vues
tiago quitarte el ser patrón único de España ; y aunque tra reputación. Y es tal, que aun para refutada es tai
esto está satisfecho en el primer papel que hice por el achacosa como fácil.
mes de noviembre próximo pasado , probando que en En los sermones, Señor, también se ha combalido
esto no hay perjuicio ninguno, y que si lo hay, el Papa el único patronato de Santiago, y se han dado razones
le supo y le quiso hacer...» Para decir y imprimir que para defender el de santa Teresa; yo trasladaré lo que
el Sumo Pontífice hizo agravio á un apóstol , no solo se ha dicho en algunos. El padre fray Francisco Boíl,
entendiendo quenolehabia, sino que le hizo porquo en el sermón que predicó en el convento de los padres
se le quiso hacer, me parece que es necesario que lo de la Reforma en esta corte á este compatronato, fo
escriba hombre que esté en el expurgatorio, y no en Es lio 7, pág. 2.*, renglón 19, dice : « Apuremos ; que po
paña. No se puede presumir , ni se debe , que el Papa co se sabia de Dios antes que la Iglesia naciese, y po
haga agravio á un esclavo ó criado suyo por hacérsele, quísimo antes que hubiese Teresa.»
y ¿se puede decir que le hizo agravio á Santiago por Señor , poquísimo es menos que poco; de donde se
agraviarle? Esto á su Santidad toca ; y á vuestra majes infiere que todos los santos y dotores de la Iglesia, que
tad, saber si la fecha deste papel, si ella es destos reinos fueron antes de santa Teresa , de Dios casi no supieron
ú de más lejos. Y no solo dice esto, más con sabor se nada, y el casi doy de graciaá la proposición. Persuádo-
pasea por este discurso y dice: me que es yerro de traslado ú de impresor; que hom
* *Pero agora añado y respondo que, sin agravio de bre tan docto y excelente predicador no ignoraba los
la verdad susodicha, confesamos el dicho perjuicio; grandes padres y escritores de la Iglesia, santos y san
pero no se puede negar sino que si el patronato de tísimos, que de Dios habían alcanzado y escrito antes
santa Teresa fuese perjuicio para el Santo , á lo menos de santa Teresa mucho , y á la misma iglesia por los
que es muy provechoso para reyes y reinos de España.» concilios y decretos de sumos pontífices y por las plu
¿Es creíble, Señor, que tal cosa se haya escrito en mas de sus dotores. El Espíritu Santo había dado muy
vuestro tiempo, y hablando de Santiago con vuestra grande y muy admirable noticia. Y la gloriosa Santa
persona, y por santa Teresa en España ; y que diga y no admite mucho ni poco, este poco y poquísimo tan
escriba y imprima este autor que, siendo perjuicio de á costa de toda la universidad de los padres y santos,
Santiago, será muy provechoso para reyes y reinos? Es que lo fueron suyos en la fe católica. Sea este error de
to, Señor, delito es leerlo y excusado condenarlo, la impresión , pues se puede ahijar á lo mal barajado
cuando la verdad y la religión lo hacen ; no se contenta de los moldes, y no á lo bien entendido del autor.
con ser obstinado de levi, sino que pasa á serlo de *EI padre Francisco Pimentel, doctísimo y gravísimo
vehementi. Y dice, cuatro ú seis renglones más abajo : predicador de .vuestra majestad, y muy ejemplar reli
«Pues si es, como es, esto así, en la caridad bienorde- gioso en la sagrada compañía de Jesús, en el sermón
rada se comienza de sí mismo. Y así sigamos ahora lo que por vuestra orden predicó en este compatronato
que nos conviene, que es tener patrón y patrona; y de la Santa, fól. 16, pág. 2.*, dice: * a Para que el po
dejémonos de tal disputa, de si es ó no es de perjuicio bre y afligido que acudiere á Santiago, y. no alcan
para el patronato de Santiago ; que aunque no le hay, zare remedio de sus necesidades, acuda á Teresa y le
pero cuando le hobiese, hemos de seguir y abrazar lo alcance.» Y en la propia plana, renglón último : * «Mu
que al reino conviene.» * De suerte. Señor, que, según chas veces saldrá más bien despachado el que acudiere
este dolor perjudicial, puede ser de provecho de Espa á Teresa que á Santiago.» Y en la hoja 17, página i.',
ña perjuicio de Santiago, que por mil y seiscientos y renglón octavo : * «Y que podamos tener esta confianza
veinte y siete años, con las oraciones y con la espada, él de Teresa, que como patrona nuestra alcanzara primero
solo y único patrón ha evitado todo cuanto ha podido nuestro remedio que Santiago, constará de una noble
ser perjuicio de los reyes y de los reinos. Yo digo á tal condición de Dios," más inclinado á conceder á una mu
escritor lo que san Miguel al demonio : Non est ausus jer lo que le pide que á un hombre ; acá tenéis vosotros
judicium inferre blasfemiae, sed dixit imperet. lo mismo.» Y más abajo dos renglones : * aY así, si San
El propio autor que escribe y imprime sin escampar, tiago como hombre, llega á pedirá Dios por nosotros, y
hadivulgado otro papel tercero, tiue no niega el paren- Teresa como mujer, aténgome á Teresa ; pues será más
Q-n. 29
450 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
dificultoso negarla Dios lo que pide que no á Santiago.» j vuestro abuelo Felipe II, de gloriosa recordación , «l
Y esto lo confirma con ejemplo en el propio santo Após- ¡ santo'padre Orozco en su sermón de Santiago. Mas esto
tol. Y en el fól. 18, pág. 1.", renglón 20: * o Que bien I es para mí ; en lo demás, siendo ciertas las proposi
anda, segnn esto, el (lia de hoy España en no contentarse ciones referidas por tan grave padre y Un religioso
solamente con el patrocinio de Santiago, sino añadir y esclarecido escritor, el patrocinio de Santiago após
el de Teresa; para que asi el español afligido, que por tol se declarara por inútil ó forzosamente por dudo
la intercesión de Santiago se hallare clara y descubier so y lardo, respeto al de santa Teresa, que es cierto;?
tamente frustrado de su intento, acuda á Teresa, que el de todos los santos respeto de las santas, por ser ma-
saldrá despachado, ule costará su vergüenza á dis jeres. Y conforme á esta verdad y fundamentos, bien,
to el no hacerlo. » Y en la propia hoja, pág. 2.', ren y muy bien, han hecho los procuradores del reino en
glón 1 : «Júntese gloriosamente el amparo de Teresa escoger á santa Teresa ; que á más se extiende la fuer
al de Santiago; que si él está hecho á que Cristo le za deslos argumentos. De todo lo demás, creo lie de
niegue lo que pide sin costarlc nada, es bien que ten fendido al Santo; desto él propio se defienda y los san
ga Kspaña palrona tal, que sin dificultad no se le nie tos hombres, y empiece Santiago á pelear para sí desde
hoy ; si bien yo por mi parte no pienso mudar mis me
gue lo que pide. » gos, contentándome con el patrón heredado y acudiendo
Estas proposiciones, Señor, son las que nos ame
drentan y nos contrastan, no solo á los procuradores á santa Teresa , sin miedo de que por esta fidelidad me
de Santiago , mas al propio Santo. Ni tenemos qué res niegue su divino amparo y patrocinio.
ponder ni qué decir, ni vos tenéis más que leer en Estas, Señor, son las razones y proposiciones con
vuestros dias (que Dios dilate por muchos y bienaven que se defiende el compatronato de santa Teresa, pre
turados años) : porque si el que pide á Santiago queda dicadas y alegadas en pulpitos y impresas en informa
defraudado, y el santo Apóstol está hecho á que le nie ciones en derecho. Y siendo tantas, y los sermona
gue Cristo lo que pide ; y el que acudiendo á Santia diez y seis, no se han contentado con ellas ni con
go no alcanzase remedio, es cierto lealcanzará acudien estas formas de respuestas, viendo que la del pulpito
do á santa Teresa ; y el padre Pimentel, persona tan le falta al santo Apóstol ; sino que han echado mano
grande', lo afirma, y que muchas veces saldrá más bien de la sátira y libelo infamatorio , cosa muy en nuestro
despachado el que acudiere á santa Teresa que á San favor.
tiago ; y tratando con sus nombres de la intercesión de Esto verifica en uno que en verso han hecho contra
los dos santos , comparándolos, dice : « Aténgome á Te- mí menos que contra el Santo, con nombre snpi/estó
rosa,B— nosoloesforzosoceder, masnadieacudiráá pe (o), impreso sin licencia, repartido con pliegos edu-
dir á Santiago interceda por él , pues su intercesión se dos en las estafetas, achacándome liras y respoaiiá
da por desierta y dudosa y tardía. Lo otro, Señor, si
los hombres cuando ruegan á Dios desean alcanzar, y (o) Helo aquí. Fué su autor, con el seudónimo d« *»
los santos hombres, aunque sean apóstoles, alcanzan Valerio Vicencio,e\ padrefray Gaspar de Sania Marii. car
poco y tarde, y Dios les niega lo que piden sin dificul melita descalzo, natural de Granada , que en el siglo tuto
tad, y á las mujeres concede luego lo que le piden, y por nombre don Gaspar León de Tapia (-véase laC«v>s-
de mejor gana que á los hombres, y negarles algo le ca de su orden, libro xvni, capítulo xl, fulio9i3); iquiea
adelante califica de morisco y le retrata el seuor de Ja»
cuesta su vergüenza,— todos acudirán á las santas y de
jarán desiertos los oídos de los santos. En esto de los Abad.
ruegos, lo que se quiere es alcanzar; y si este, no so al poema dílIbico (esto es, lleno de delirios) i* wa nis
lo le dan por el mejor medio, sino por el solo eQcaz, CISCO DE QEEVEDO CONTRA EL PATRONATO DE LA GL01WSA
VIRGEN SANTA TERESA, PATRONA DE LOS REIMOS DE CASTILLA
asi se hará.
POR NUESTRO MUY SANTO PADRE ORDAXO, PAPA OCTAtO,
Aqui un) lie perdido yo; destono sé defender áSanlia-
go ni oso; que son proposiciones afirmativas y presu DON VALEBIO VICX1ICIO.
ponen sabiduría. No las contradigo ni las admito pa
ra mí, porque el ejemplo de la madre délos hijos del Poema de don Francisco de Quevedo.
Zebedeo no me acomoda con él á este propósito el sa i De viento lenguas y de bronce Ubios
grado Evangelio; pues nunca Cristo en el uno ni en el Publiquen los agravios
otro lugar citados, respondió á la madre ; antes es cues Del gran natrón de EspaOa,
No pastoril espirita de cana,
tión , ¿por qué, pidiendo la madre, respondió á los hi Pues ya ve nuestra esfera
jos? "Lo otro, si porque Cristo negó esto á Santiago Venera que ninguno la venera.
S Suene mi voi y las entrañas rompa,
solamente, se dice que está hecho á que le nieguen lo Cual belicosa trompa,
que pide,— ¡en buen paraje se hallará la intercesión de Al céllro sonoro,
Que si puede escuchar mi triste lloro
san Pedro, á quien se le negó, y riñó tantas veces con Y débiles congojas .
aspereza misteriosa lo que hacia y lo que proponía, y Y mansas quejas, moverá las hojas.
3 Yo pues con el respeto que cousiente
él negó! Empero eneste caso es de advertir que el El caso, humildemente,
angélico dotor santo Tomás dice que ni les negó ni Del patronato nuevo
O nueva carja , i imaginar me atrevo
les concedió esta petición , y da la causa. Y santo To One le pesa 4 Teresa,
más de Villanueva, en el lugarque cité en mi Memorial, Has que al gallego Allante no le pesa.
4 Que una santa se ve con evidencia
del sermón que predicó del santo Apóstol, dice «que No querer competencia
les concedió su petición, á lo menos después de muer Con un apóstol santo , _„..
Pues por ser grande en el terrestre BinW
tos, dando & san Juan la silla derecha en Asia, y a San Y en el azul que huella,
tiago la izquierda en España». Lo mismo predicó á Tiene los piiji doude loa hombros «lia»
SU ESPADA POR SANTIAGO. 451
dome maldades ; cuyo título es : Al poema delírico de costumbres del verdugo, que cobran de los azotes que
don Francisco de Quevedo. Yo le tengo, que le recibí dan. En él se desapoderó la desvergüenza y se desver
con porte y le pagué, que el papel y el autor tienen gonzó la blasfemia y berejía ; llámala respuesta á mi

5 Y ilendo dos colanas desiguales, Matrona habla de ser, y no palrona.


En grandeza no tales, 20 Y no falta quien esto lo acredita
Fácil se conjetura Con que no se le quita
Que solamente la de mis altura A Santiago la fama,
Sera quien sufra sola En darle compañía, cuya llama
El peso de la maquina espadóla. Huerta está más anuente;
6 Y al un no puede darnos luz la luna Pero á todos respondo lo siguiente.
Junto a su sol alguna, SI Por solos en el campo, llevan palma
Si no es que alguno quiera Un corazón, una alma;
Poner, como en la fábrica primera, Y ser mejores fundo,
En nuestra monarquía Un cetro , un papa , un rey, un sol, un mundo :
Un patrón á la noche y otro al día. Luego con evidencia
7 Porque dar á Diana efeto nuevo, El ser solo patrón es excelencia.
Será eclipsar á Febo 22 Y aun Dios ser Dios sin duda no pudiera,
Con tales accidentes, Si único no fuera;
Que los males futuros y presentes Y si no fuera gloria.
A su eclipse atribuya No volara tan alto á la memoria
Quien llegare á sentirla fuerza suya. La fénix, que prolija,
8 La luna, silos rayos de su un Madre se enciende y se renueva en hija.
El sul no le prestara , 23 Uno dice principio, que no es poco;
Quedara escurecida; En dos esto no loco ;
Así Te resa es cosa conocld» Más se estima una rosa,
Qué á Santiago le debe, , Siempre fué la abundancia fastidiosa,
Pues que á Espada dio luz , la luz que bebe. Y hasta en los ricos senos
9 Y pues antorcha ha sido y es sagrada, Más se codicia lo que se halla menos.
Sin consumirse nada, 24 En fln , ser solo es alta preeminencia;
¿Por qué, tspaüa, deseas Y será insullcicncia
Malaria, ó (como suelen tus aldeas) Dejar de serlo un dia.
Que no dé luz pretendes, Asi Diego en la nueva compañía ,
Y en su lugar un cabo nos enciendes? Si bien tan soberana,
10 Y no 1 Teresa juzgo recusada Pierde renombre, y crédito no gana.
Para ser abogada, 25 Que aunque ninguno en el celeste asiento
Has de patrón el nombré Tiene mengua ó aumento,
Solo en derecho se concede al hombre Si á Cristo le olvidamos, .
Que libertad profesa, Parece que de nuevo lo clavamos;
Como es Santiago ; pero no Teresa. Y si hay quien del se acuerde,
11 El, como Cid, del africano imperio Gana renombre, y crédito no pierde.
Saco decaptiverio 26 Y cuando Diego no perdiera el nom. re,
La caldüca gente; ¿Qué irracional, qué hombre,
Cid, en fln, cuyo nombre de valiente, Tan bruto á dar se atreve
Y que ganado había. A otra virgen el honor que debo
Parece que lo pierde en solo un dia. Dará la siempre bella
W Aun con razón á alguno le parece Estrella de la mar, del mundo estrella?
(Pues coadjutor le ofrece 27 Que sí bien á Teresa jo por chica
Tan cuerdoi con su lado. La fama la publica,
Que debe de estar viejo y arrugado, Ha de haber diferencia
Yque sin ver la esgrima. En la veneración y reverencia;
Deja la espada y al bordón se arrima. Pues que la misma fama
» Mas si del no tenemos confianza, A Santiago el mayor, mayor lo llama.
¿Qué dirá Italia y Francia? 28 Y si el premio al trabajo corresponde,
Qué Alemania? Qué el mundo? ¿Cuándo, cómo y adonde
Fuerza será de hoy más que en su profundo Teresa hizo en España
Sagrario, de extranjeros De las que Diego la menor hazaña ,
Helados no florezcan los romeros. Para que á su persona
1* . A Adán en solitario paraíso, Tan igual le pongamos la corona?
Consorte dalle quiso 29 Fuera de que, hacer dos capitanes,
Su Dios, con que se abona Es hacer dos imanes.
Que es bien donde hay patrón haya pationa; Que la una i la olra impida,
Y el que más lo atropella, Para que España, de ambos atraída,
Dice que es justo por lo del y delta. Venga sin mas reposo
i» Estola junta del clavel y rosa ■ A verse romo el güeso milagroso.
Causé tan presurosa; 30 La aguja que del mar es Urania,
Pero fué sin pregones. Solo un norte la guia;
Por no escuchar las causas y razones Y si entre dos se halla,
De tanto impedimento Este ni aquel no puede gobernalla:
Que d rimen su tálamo violento. Asi con ansia fea ,
lo Oulen dudare á Teresa de tal pago. La Religión de Kspafia nos desea.
La hace igual á Santiago, 31 Ni obsta que la esfera cristalina
O á Santiago lo humilla. ' Con dos nortes camina,
Pues ¿ qué respuesta me dará Castilla . . Porque á eso respondo
Pues ni Teresa es tanto, Que anda la esfera en circulo redondo ;
Mi se puede humillar tan grande santo? Y desto mismo inliero
« Que si á Teresa en globo de zafiro Que hemos de andar co.i dos al retortero.
Ser una perla miro, 3* Que aunque el Papa dio el breve de su oficio,
También dirá el más ciego Aliadiii «sin perjuicio
Que es perla hija de la concha Diego, Del Apóstol sagrado*;
Y que es fuerza tenerla Que , siendo como lo es, tan declarado
Por mayor i la conelia que i la perla. Y en daño de su espada,
1* Dicen que en un patrón España tiene ¿Quién duda que i Teresa no did nada?
Dn ojo, y que conviene 33 Lo mismo al Rey tercero se propuso ;
Que dos ojos le demos; Y estando casi intruso,
Serán pnes los patronos Polifemos, Lo espantó de Castilla
O en el rostro que implico, Solo un bramido que se dio en Sevilla,
Los ojos uno grande y otro chico. De una Vaca , que entonces
19 Alegan más los hijos del Carmelo: Se trasladó á los mármoles y bronces.
Que Teresa en el suelo, 34 Y pues la cosa tan preñada anduvo ,
Y en eras no prolijas. Y parto al fln no tuvo,
Supo ser madre de sus bellas bijas: ¿Por qué lo que les dalla
Mas por esla corona Quieren parir las víboras de España ,
4o2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
disciirsoymemorial, donde yo no ocasioné con alguna li la espada de Santiago á unos ha cortado la pítima'»
bertad tan atroz y sacrilega pluma. Y es así que en la otros los abuelos. * De mí todos pueden decir lo que qui
nota de mis escritos y en la desle papel se conoce que sieren ; mas de Santiago , si no es un güérlano de tu

Si contra su mal parto En defensa de vuestra celebrada


Ha de salir el vencedor lagarto» Opinión, larga suma.
35 lie ti , Cuarto planeta, que en tn ciclo Pues tiene corle y servirá de pluma.
Influyes con buen celo, so Vos el que hizo poblar á Compostela,
Al orbe dando vida, Adonde siempre vuela
Sin que tu curso natural se impida, Devoto el peregrino ,
Dar quejas .10 se trata Que si en el cielo mira su camino ,
Sino del movedor que te arrebata. Juzga, libre de enojos,
56 Y |iues alférez del Apóstol eres, Que van los pies por donde van los ojos.
¿Por que, Señor, pretieres
Aiena banderola
Al tafetán que tu valor tremola,
Y al que en campaña rasa
Tu escudo siempre fue, que ya no pasa?
57 Mis ya que Diego lia sido despojado , Respuesta de don Valerio Vicencio.
Luego ha de ser llevado
A su primera pompa ;
Antes que en su caballo el cielo rompa, 1 Lengua más pura j vista no de dia
Y con mas incentivos Pide la teología ;
De la paciencia pierda los estribos. De virtud se acompaña ,
53 Las carias que se ¡miaron á las cortes, No de chocante espíritu de caña,
Y los hombres comportes, En quien ve nuestra esfera
Pues sin poder tralallo. Venera que ninguno la venera.
Arrojarlo quisieron del caballo , 1 Suene mi voz, y el duro mármol rompa
• Sepan que en sus locuras Con sonorosa trompa,
Sus Trentes han de ver sus herradoras. No ya el céllro fresco;
59 Que cuando no tuvieran otros cargos, Viendo que un picaril genio burlesco,
Sino por siglos laigos Con mano ya segada,
Haber sabido Diego Mete en ajena mies la hoz vedada.
Ser único patrón a sangre y fuego. Oh tú, vasto de España Polifemo,
Debieran por tal pago A Dios si no blasfemo,
Temer que un Diego les dará un santiago. De sus santos si mengua ,
40 Y si el rayo no muestra fuerza viva Escucha que ha de ser mi tosca lengua
Contra el laurel ni oliva, (Aunque te halle ciego)
Guárdense no les hiera ; De tu ojo toscanoLlises griego.
Pues en tal tiempo temerá cualquiera Claudicante Ksraronte (y no de mano
Algún rnmun desmayo, De aquel bilbilitano.
Y que el hijo del trueno ha de ser rayo. Que tan bien los pulla),
41 Mas si como relámpago se acaba Con lástima miré la tiranía
La novedad, que alaba Con que tras las razones
Aluuii discreto loco, Tus consonantes van á rempujones.
Muciio valdrá Santiago; pero poco Dejo los versos, las ratones busco;
Valdrá para quien mueve No hallo ni aun rebusco,
Un Drere que sin duda será breve. Y admiro que razones
42 Los que de dentro escuros ve cualquiera, No halle el gran maestro de Buscona.
Si blancos por defuera, Asi claman tus liras;
No quieran oponerse . Que tudas tus razones son deliras.
Contra quien tanto sane defenderse; Vn lea no, de los cielos abatido,
Pues pnesios en rencillas, Cojo de haber caído.
Su capilla es mayor que sus capillas. Si i'n tus confusas naguas
43 Y si en ninguna religión humana A Júpiter tan bobos rayos fraguas,
Cupo cosa lan vana. No matará un gigante
Habiendo tanto es|iaclo En veinte siglos monseñor Tonante.
En Lorenzo, Domingo, Isidro, Ignacio, Pregunto yo : ¿qué forma , qué Agora
Juzguen los más serenos Tu argumento asegura?
Si el más descalzo se desnuda menos. Mas sin duda has dispuesto
44 L'n general eligen á su modo, Tus argumentaciones en tu gesto;
Que en toda parte es todo; Y asi en tal molde hechas.
Y en partes diferentes. Será imposible salgan á derechas.
Priores que gobiernan diligentes De Santiago tu celo furibundo
Algún breve distrito: Mira y admira el mundo;
Pues desta suerte su opinión limito. Y mira y no se espanta
45 Santiago ge-eral patrón se quede De ver que Horacio Flaco J Coia caatt,
De España , pues que puede; En favor de Santiago,
Y la que hoy se pregona , Liras que azote son del aire vago.
En Avila ó en Alba sea patrona; ¡Que mal te aconsejabas con tus males!
Que es justo. le haga salva Pobre, en demandas tales
A su lucero, d á su luz el alba. Medrarás poco ó nada ,
46 Con Santiago en la boca solia España Porque el rigor del homo de ahumada
Salir á la campaña. Muv mal paradas deja
Diciendo en todo «trago: A liara vista y á picante abeja.
«España cierra; á ellos, Santiago;» ¡Donoso frenesí! Donde no pudo
tías ya que le hacen guerra. Hallar el más agudo
También Santiago con E>pafia cierra. lia/unes de momento,
47 Tú, inventora de trajes y de voces, Un novelero i por mostrar talento)
España, no conoces 1.a sacra teología
Los que causas ultrajes. Con razones esfuerza de poesía.
Pues á ejemplo de voces y de trajes. 5 Ya con torpe letargo
Después de lo que abonas, Fantaseando largo,
inventarás patrones y patronas. A Teresa imaginas
48 No al Un , contra una virgen bella y pura Con pesar de estas honras tan divinas;
Mi lengua se apresura, Mas, pues Dios á Teresa
Pero si contra aquellos Autor fué destas honras , no le pesa.
Que su pluma no ven en varios cuellos, Con los pinceles de tos sienes flacas
Y dicen que al medil'a. Imagines nos sacas.
Pues tiene corte, se verá cuchilla. Que en todo te parecen ;
O Vos , oh patrón «Je España soberano Démosles pues el nombre que merecen :
Moved, moved la mano, Fantasía» insanas.
Escribid con I» tapada, Se tus Sueños legítimas hermanas.
SU ESPADA POR SANTIAGO. 453
bontes, nadie hablará, como nliora verá vuestra majes- , responde con mentiras supuestas, porque se vea í qué
tad. Y por esto pido yo que esta sátira se me dé licen- ¡ se lia reducido la defensa, como se verifica en ella;
cia pan imprimirla Con mi memorial primero, áque j y excusaráse de camino la nota de que se atrevan á

I Con Santiago Teresa es evidencia De entrambos sexos la diversa suerte.


No querer competencia ; Si el alma pues, de todo sexo ajena,
Pero de li me espanto De sangre sarracena
Que llames competencia odiosa tanto, El verde campo esmalta ,
Que Castilla en so empresa Al alma de Teresa ¿que le falta,
Ve la oración se v.ilga de Teresa. Si al alma , separada
No es coluna Teresa un pequeña ; De sexo femenil, no resta nada?
Un oráculo ensena M,is de cómo sucedan las visiones,
( lie graves referido) Marañadas cuestiones
Qoe el patronato tan controvertido, Dejo á doctores tantos;
No es ya de España esquiva. La v i-i fi.id cierta es que de los santos
Has de toda la Iglesia en ella viva. La oración nos alcanza
Ñapóles por patrona la venera. Salud el paz ; en guerra, espada y lanza.
De Malla la bandera Mientras Mjisen en cruz a Dios oraba ,
Espera efetos grandes. Su pueblo se esforzaba
Fiestas la hace sunluosas Flándcs, Y al contrario vencía ;
Y al lin Méjico y Francia Mas si oración y brazos remitía.
So patrocinio invocan con ganancia. El pueblo que lialiia sido
i cuando en todo el orbe honras arrastra, Primero vencedor, ya era vencido.
España le es madrastra; Símbolo que nos dice con voz viva
Mal digo, España ¡Ilustre Que en la oración estriba
Tiene á Teresa por patrona y lastre, El valor y victoria.
Que solo le hacen guerra ¡Con cuánta insumía, en la superna gloria,
Pensamientos nacidos de la tierra. l'ur estos reinos ora i
¿Guindo se vid jamas tal ventisquera Quien de oración les fué madre \ dolora!
Desde la edad primera? ¿Qué pedirá que no le sea debido
¿ Que esrritor le dio caza ? Estando prometido?
¿Con qué verdad católica se abraza Quien puede cuanto qniere.
Aqueste remolino? La dará cuantos bienes le pidiere;
¡Rszon de estado mera a lo divino ! Que puesta la promesa.
En siglos diez y seis jamás ba oido De justicia se deben á Teresa.
La Iglesia este ruido; 11 ¿Por qué te pareció que solo un dia
Carne y sangre lo intenta , Píenle su valentía
Titulo colorado lo fomenta, El cid glorioso Diego?
Sin ver que sus razones Porque Teresa impetra con su ruego
Abren camino á nuevas opiniones. A España nuevas pompas.
Luna es Teresa ; mas del Sol divino ¡Oh, plegué á Dios que mala albarda rompas! ,
Quien tuvo de comino 12 Bien; aunque viejo, nuestro Diego esguuia.
Los rayos en la tierra, El palo en que se arrima,
Tama en el cielo agora luz encierra , Que le da tu mollera,
Que entre luces mayores Mucho mejor por ciego te estuviera;
Tienen mucho que ver sus resplandores. Mas recelo que luego
Estrcl.ero , que astrosa astrologia Tuerto nos has de dar palo de riego.
Para afirmar te guia 13 «Qué novedad ha hecbo España ahora ,
Que se ha de eclipsar Febo Buscando tal tutora,
Si damos 1 Diana efeto nuevo, Sí huella en las pisadas
Supones lo que quieres, De los píes de la Iglesia señaladas?
Y de una boberla ciento infieres. ¡Por qué sin confianza.
A Santiago Teresa agradecida Preguntas qué dirán Italia y Francia?
Refiere luz y vida ; Dirán que hace España lo que Komi,
Mas decir no se debe Y dos patrones toma,
Jamás que bebe luz : luz qoe se beba Y lo que otias naciones •
(Con Gnngora te pago), Que adoptan cada cual machos patrones.
A San-Trago se debe, y no i San-Tiago. Sin oponerse alguno
El i'ontiiicc y juicio de la Rota A su bien , y á sus santos importuno.
Tus discursos azota; Yo espero en Dios, quo es padre clementísimo,
Cabo á Teresa* llamas , Romero celosísimo.
Y ellos lumbrera insigne; coyas llamas Que el fuego de tu celo
Con aumento fecundo Ha de vencer de hoy más cualquiera hielo,
Al mundo abrasan, y dan luz al mundo. Con que aunque estén en cueros,
10 Palrona , entre los doctos, y abogada Sin helarse florezcan los romeros.
No difieren en nada; 14, 1S Tu desbocado espíritu atropella
Si ile patrón el nombre Cuanto ya del y della
Solo en derecho se concede al hombre, Prelado docto tanto
Sellóte la mamona: Con testimonio reforzó de un santo;
Teresa no es patrón , sino patrona. Quedando victoriosa
Teólogo argumento te convence De ti la junta del clavel y rosa.
Si por milagro vence El tálamo en tus coplas se corrija,
O Teresa ó Santiago : Que casan padre y hija,
El principal ageniedese extrago Pensamiento soñado,
Es Dios, sin faltar luego, De tu libre soltur.i disparado:
Instrumento no mas, Teresa ó Diego. Asi el muudo mormura
Por esto á la mujer también pregona Igualmente tu Sueüo y tu soltura.
La Iglesia por patrona, 16 ¡Mirad de sus razones con qué anhelos
Y al cargo satisface; Los ingeniosos vuelos
Que para el furor bélico ¿qué bace, Conformarse rehusan
Varón o mujer sea, Con lo que todas las iglesias usan :
Si igualmente por ambos Dios pelea? F.sU elección es mala.
Mas, cuando á la morisma Diego ardients Porque á Teresa con Santiago iguala!
Salía de repente, ¿Mácela apóstol? No. ¿Padre la forma
Quebrantalla y vencella Que en la fe nos Informa?
ÍVínole de ser él, y no ser ella ; Tampoco. .Mácela prima
) porque caballera De Jesucristo? No. Pues ¿qué escatima
Romper podía en el bridón ligero? Galicia en dalle ahora
El cuerpo de Santiago está en Galicia, Solo el cargo de ser su intercesnra?
Que el orbe nos codicia ; ¿Esto fué el igualar con tan gran santo
lie donde cierto infiero A la que es menor tanto?
Que no anduvo en las lides caballero Lnrgo cuando señala
Su cuerpo : en quien se advierte Patrón á Diego, España jalo iguala
454 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
imprimir y divulgar libelos tales, sin respeto de vues to; esto no es agravio, sino verdad: llamarme por n
tras órdenes y consejo. nombre es querer que responda. Dice que soy coj»]
A mi , Señor, llámame inorante y tonto y menteca- ciego; si lo negase , mentiría de pies á cabeza, i pea

A Cristo, i quien da nombre Y solo en los peligros te abalances;


Pablo de patrn» único del hombre. Y al Un, Juan Abad solo
Para rumiarían riego desatino, Te haga obsequios en tu mauseolo.
Mezclando lo divino Mi Panfilo, yo doy de buena gana
Con razones humanas, Que en muchos casos gana
Escandalosas parte y parte vanas, La unidad, mas no en iodo;
Ouieres con tus consejas Pues no podrás negar de ningnn modo
Estremecer del vulgo las orejas. Que e* ruegos y favores
Tanto es Teresa , tanto , que el tanteo Mis que uno valgan muchos valedores.
De aquel ardiente empleo. Digalo de la Iglesia el sacrosanto
Liberal, maniroto, Uso que vale tanto,
Que hizo i Dios de si (haciendo voto Que, de uno no contento,
De harer lo mas perfeto Invoca intercesores ciento i ciento;
En todo , y lo cumplió con el efeto), Y en los coros y altares
Solo su esposo pudo tantearle,. Siempre invoca millares i millares.
Que pudo gracia darle Concluyes que ser solo es excelencia;
Para tales extremos. Tu mentida evidencia
Los hombres afirmar solo podemos, Con la cierta conquisto:
Deste tanto, que es tanto, Luego la Iglesia nace agravio i Cristo,
Que no se ovó jamás de ningnn santo. Buscando otros patrones
A fe de caballero que me holgara Sin distinguir mujeres de varones.
Que adelante pasara Asi disparató micer Calvino,
la risa que movías Cuando infirió sin tino
En mi ron ty ricura y bobcrlas; Que quedaba agraviado
Mas pasa de dislate Cristo, porqueta Iglesia le habla dado
Decir que honrar un santo al otro abate. A la Virgen sagrada
Dios de sus santos la medida tiene, En la Salve el renombre de abogada.
Y mulo cual conviene Y si hay en los casos diferencia ,
Su paloma sencilla ; Da en mi favor sentencia :
Celebrando unos mas , otros no humilla ; Pues, si bien lo miramos.
Que si esto se probara, En la Virgen y en Dios distancia bailamos,
Con Laurencio Santiago se humillara. Sin cuestión, infinita;
17 ¡ Oh cuanlo en escurrir te precipitas Y en ia patrona v el patrón finita.
Cuanto á Diego limitas! 14, 25 De gloria accidental, mengua y aumento
Si fuera concha Diego En el celeste asiento
(Cual dicesl y Teresa perla, ciego, Concederse debia ;
. Más una perla vale Mas i quién os mete l vos con teología!
Que cuania concha i las arenas sale. De la nial , haré bueno
18 De las razones las fundamentales Que se os entiende romo i puerca el freno.
Dejas, y las rabales, Que á Cristo crucifica, Pablo escribe,
Y con juicio mal sano El hombre que mal vive ;
De aquellas echas solamente mano, Este lugar áulicas,
Que los predicadores Y tal sin explicarte haces copllcas,
Dijeron por retóricos primores. Que el que te pica y muerde,
Aquí se ceba lu rigory salla, Gana renombre, y crédito no pierde.
Aquí burlas de Espalla , Que aquel que nunca erró divino labio
Aqui truena y fulmina Dice que el hijo sabio
Tu ruidosa betónica doetrlna; Es de su padre gloria.
Y cual león ahito, Esto quédete Ojo en la memoria;
Vomitas embarazos de nn mosquito. Que ya va lu dotrina
Aqui redero el ojo grande u chico Pidiendo más severa disciplina.
• En el rostro que implico ; 18 Por singular, se llama hiuerdulla
Y si tú me creyeras, La honra de María;
Nunca en materias de ojos te metieras, Pero no es consecuencia
Siendo los tuyos tales. Que i oirá se le dé unta excelencia,
Que ojalá solo fueran desiguales. ■ Sí le es comunicada
19 ¿Quien se valió jamás de las razones La carga de patrona y abogada.
Que por Atlantes pones 27 Annque la fama, de excelencias riel
Al cargo de Teresa? A Teresa publica.
Formólas imal pecado) la tnrqnesa Entre la reverencia
De tus cascos varios, De Diego y snya , hay pande diferencia;
De donde salen tales desvarios. Asi en vano trabajas,
¡Qué agudo estuvo el inferir matrona Mejor te sustentaras con tus pajas.
Tan virginal persona , 18 Ño aun á mis hazañas corresponde
Por lograr un conceto (i Y cómo , cuándo y dónde?)
Redó' ilo como pata de mulcto , El hábito crozado,
Con eran no prolijas. Que en ello mal bnbiérades medrado;
Para dar consonante <¿ bellas hijas! Demás que ser patrona ,
*", II, ¿Para qué en tantos unos te derramas, De cargo tiene más que de corona.
22, 23 Andando por las ramas? 29 Será Teresa imán de corazones,
Mejor nos concluyeras Opones ó supones,
Si en ti mismo el ejemplo nos pusieras; Y qne también es Diego;
Pues i un tuerto y á un cojo Ni el español lo niega ni lo niego.
Mejor le está una pierna y solo un ojo. Mas, aunque más afanes,
Y pues que tantos unos desembolsas , No le están mal i Espala dos imanes.
Un chanflón en tus bolsas, Fuera bácia el uno , ó hlcia el otro fiera,
En tus trojes un grano De los dos en cualquiera
Tengas no mas, y un dedo en cada mano, Hallará paz, reposo.
Una ceja en tu frente, Vida, salud, lo dulce y provechoso;
Y una muela en la boca y solo nn diente; Y si della tiraran.
Solo un hongo te sirvan i la mesa, Desde un cielo i otro cíelo la llevaran.
Y roce tu dehesa Pero dejemos nos de miserias;
Una oveja con lilis. Que tomamos porfías
Solo una cepa halles en tn viña, Como si España fuera
Y porque note enfades, Hecha de hierro, ¡ved qnt friolera!
Comas siempre conserva de unidades; Con las veras que loma.
8 Solo un soldado tengas en la guerra Argüir con milagros de Maboma.
ue defienda tu tierra, Y aun dice (referirlo apenas oso)
n solo amigo alcances, 1 Que es güeso milagroso
SU ESPADA POR SANTIAGO. 453
mis ojos y de raí paso. Achácame laalbarda, y en mi son las voces, mas verifícalas en qne escribí los Sue-
rsona gasta gran caudal de pullas; y en lo demás, to ños y otras burlas. No niego que los escribí; libros son
la obra sabe al natural del autor de la sátira. Viles de mi niñez y mocedad, de apariencia distraída, mas

El zancarrón inmundo Los que Jueces fueron


lie aquella lie z pestífera del mundo , Y son de todo el mondo?
Siendo cierta sentencia ¿Con qué argumento aprietan tan profundo,
Que milagro concierne omnipotencia ! Qué razours proponen.
30 Si a la aguja que a dos polo» se halla Si á falta drllas ja coplas componen? *
No pueden sujetalla, 36 Eres alféiez del Apóstol, y eres
A España hay quien abona El que siempre prefieres
Oh--' no se mudara á la ardiente zona; Su antigua Danderola;
Y cuando allá se fuera. Si alguna con Teresa se tremola,
No por esta razón aguja fuera. Por los cirios se halla
.Mas con tu misma aguja entablo el juego : Que se honra Santiago con honrilla.
Teresa lleva a Diego, Hermosísimo Folio, el desacato
Que imposible es que tire No le salga barato
Honra a la bija sin que al padre mire; A este viejo mancebo;
Como aguja que guia , No tiene luces solamente Febo,
Al mu ie v por él loma al mediodía. También para Pitones
31 Opones que la esfera cristalina Se guarda» en su aljaba los arpones.
En dos polos camina, 37 Impia, errada y sacrilega dolrina
Y respondes: -llespondo Impaciencia imagina
Que anda la esfera en círculo redondo;» En los santos del cíelo;
Y. jo quedo admirado De los censores de la fe, y su celo,
De que no fuese el circulo cuadrado. Tales proposiciones
Supuesta tan ridicula premisa, Esperen la censura y los tizones.
Dices, moviendo a risa: 38 tú, de las Cortes mal juez, condenas
•Y desto mismo murro Tantas acciones buenas;
Que hemos de andar con dos al retortero ;• Y con loa que espanta.
Ni hubo de que inferillo, El Pontífice al cielo las levanta.
Y loco atrevimiento fué dccillo. Has á creer me aplico
Luego trae Dios al retortero al mando. Al sucesor de Pedro que á Pablico (a).
Filósofo profundo, Celestiales legítimos motivos
Mediante el movimiento Les serán defensivos.
Que sobre norte y sur tiene sn asiento, De las que tus locuras
Con tan varia influencia A sus frentes anuncian herraduras;
Lo rige la divina Providencia. Queá tí por despeado
Y a imitación del rielo, acierto fuera Servir mejor pudieran de calzado.
Que la española esfera 39 Iteino que elecion hizo tan pnfeta,
Se moviere en dos polos; Por Diego se prometa
Has sf se moverá, porque i ellos solos Ver las inipírras cumbres;
La elecion se refiere Y un cruzado que es de las costumbres
Hecha por Dios , que hará lo que quisiere. Con sus libros extrago,
3Í Conclusión es del todo descarada, Tema que un Diego le dará un santiago.
Decir que no dio nada 40 Pues el rayo no muestra fuerza viva
Brete que tanto abarca, Contra laurel J oliva,
Y i ruegos expedido de un monarca, Laurel es la Vitoria
i De qué burla se escapa Con que la verdad triunfa de tu gloria;
Quien introduce burlador i nn papal Al derecho ú soslayo,
Y que el indulto sea sinptrjukio. Itbajo este laurel no'ofendeel rayo.
Antes es claro indicio 41 Hacer lo que la Iglesia siempre aclama,
Que lo que se concede Novedad no se llama;
Sin perjuicio ninguno darse puede; Presunciones de lira
Si no es que el Papa ignora Querer hacer verdad á su mentira.
El perjuicio que nn ciego ha visto ahora. Mas al que asi se alreve,
Aqueste es el legitimo sentido Rofrenáralo un breve muy en breve.
Del breve que has traído, 42 Los manchados corderos quepastora
Nn el que dan tus razones; Rige de Alba el auiora,
No son los breves Sueñot ni Buscones Y con pasos iguales
Para engallar el tiempo En dehesas repasta celestiales,
Con excusado ocioso pasatiempo. Aunque pisan la tierra,
S3 Llamar no puedes con razón intruso Corderos son , i nadie mueven guerra.
Lo que nn reino disenso; Los que debieran ampararlos, antes
Y que pudiera hacerlo. Mastines vigilantes,
Salamanca se opuso a defendello; A clandestinos robos
Has por entonces dibse Antes llaman que espantan a los lobos;
Al liempo liemno, y a mejor guardoso. Hasta que el león ruja,
Hasta que el Papa al Un se consultase. Y el pastor mayoral la honda cruja.
Mando que se guardase 43 A diligencia se atribuye humana
El Rey esclarecido; (Que vanos llaman »ana)
Y no fué causa dello aquel bramido. El patronato y honra
Asi enrrid la fama. Con que á Teresa Dios y el mundo honra;
Has no es siempre verdad lo que derrama. Mas el refrán lo abone :
■>* La que ya hizo España elecion nueva, Propone el hombre , pero Dios dispone.
Yel Pontífice aprueba, Del Espíritu Santo la asistencia
Es de víboras parto Humana diligencia
Por lograr el conceto del lagarto; Ni excusa ni rehusa,
Que tiene por gran mengua Si ya no es que el temerario acusa
Verse en tu pecho y no morder tu lengua. Con loco supercilio
03 Y tú , Cuarto planeta, que en tu ciclo Las justas diligencias de nn concillo.
Influyes con buen celo, • Loablemente diligencian tantos
Benigno y agradable, Diademas á sus santos;
Siempre sera el influjo saludable Y el Papa, que se informa ,
De tu condición noble. De humanos dichos los procesos forma.
Siendo el sumo Pastor tu primer moble. Pero si determina.
Pides devoto, y con moción divina Niegue el hereje que es moción divina.
el Papa lo examina,
Jénlo los purpurados;
Y después de procesos mil formados,
El vice-Dios concede. (a) Pablico no es aqui aan Pabto, como en la pagina siguiente del dtf-
Para acertar un rey ¡qué hacer mas puede? cur,o quiere QoKvroo que se e ntienila ; es el Buscan l'abtoa , cuya vida
clnniureahan tus enemigos de uow Fiuscisco fia la suya propia. Y esto
¿Qué vea estas lechuzas , que no vieron en la primera sslsnclt del admiro M si prueba y íjs.
456 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
de enseñanza y dotrina sabrosa ; asi lo dicen las impre rios dio ocasión de ladrar contra mí. s Señor, esto dict
siones que se han hecho. Doy que no lo sean ; yo escri el Santo, y yo reparo en la palabra «por dinero»: qm
bí la Vida de santo Tomás de Villanueva, y la Política ahora se han inventado asasinos de coplas.
de Dios, que pudieran desquitar algo. No lo desquiten ; Todo el poema libelo es tal como vuestra majtsaj
háblese solo de lo escandaloso, que dicen estos que ha puede mandar ver, que su atención no lia de ser d*
cen y publican libelos en defensa de santa Teresa. ¿Qué carnada por semejantes maldades. Referiré ate.»
concluyen contra mi ? ¿Que he escrito cosas profanas, y cosas bastantes á conocer la vergüenza y la cristo
sátiras? se*a así. * Hoy escribo defensas de un apóstol, dad del autor, y aun la edad de lo cristiano. 'Dice a
y'cllos maldadesy sátiras y blasfemias contra él. Luego en la respuesta á la estancia octava, que finge :
he trocado con ellos lo detestable y lo delincuente; y
lo que dicen de mí porque lo hice, lo dicen de sí por A San-Trago se debe, no i San-Tiago.
que lo hacen.
Quiero limpiarme de hablar destos , y tomar para mí Esto es mezclar con desprecio lo sagrado i lo pro!»
unas palabras que san Jerónimo escribió á Pamaquio, no; cosa que no admite el concilio. Parecióle íei
por su defensa contra un maldito que le perseguía. Yo que malsonante solo era cosa de risa y poca mal-la
me valgo deltas en cuanto fuere yo (que soy tan des Y en la respuesta á la estancia que numera diez, er.
igual y miserable criatura) capaz de la defensa de tan estancia cinco dice :
grande dotor. Dice (podría ser á mi propósito) con se
El cuerpo de Santiago está en Calida,
ñas no añadidas: * Quídam pseudo Monachus,velacce- Que el orbe nos codicia ;
pta pecunia , ut perspicua intelligi datur, vel gratuita De donde cierto infiero
malilia, ut in casum corruptor nititur persuadere, ' Que no anduvo en las lides caballera
Su cuerpo : en quien se advierte
compilatis chartis ejus et suptibus, Judas faclus est De entrambos sexos la diversa suerte.
proditor : deditque adversariis latrandi contra me oca-
sionem; oCierto fraile supuesto y mentido, ó por di Esta es desvergüenza sacrilega, y España debeaír»
nero que recibió, como claramente se conoce, ó por su tarso de que haya nacido en ella quien la imprims ■'
natural malicia, como procura persuadir el embustero, porque desmiente á los señores reyes de Espaiu.in
juntando sus cartas, fué Judas traidor, y á los contra- lo vieron y lo deponen, y á los santos, que loescntKt,

Prorure el hijo pues honrar tal madre, Entre sus devociones ,


Cima lainviilia y ladre, Que en el cielo traslada sns pasiones.
• Y déle nombre indino 50 Td, don Pablo, la flor de socarrones,
De vano, que rl espíritu divino Que con los bobarrones.
Su partido mejora Llamas la láctea vía
Y dice que riquezas atesora. | Que muestra el cielo en despidiendo el día;
Gestas riquezas , pues , destas preseas Camino de Santiago,
Vestida el alma veas; No te quejes de mi si burla hago.
Y siendo de virtudes Otro se te olvidó grao pensamiento,
El liábilo (aunque mis colores mudes), Digno de tu talento :
Juzgan los más serenos Decir que cuando truena ,
Que el mAs descalzo se desnuda menos. El ruido que al tronar la nube suena,
14,43 ¿Quién es este mojón, que asi liuita , Como dice Juanico,
Honra á la carmelita. Lo hace de Santiago el cabtllico.
Tales jurisdicciones? Más dijera , mas quédese mi pluma,
Menos tuertos pedían los mojones. Porque no se presuma
Mas esta bella aurora Que quiero echar borrones
Tanto horizonte como Apolo dora. En los justos encomios y blasones
46 Quien hace guerra á Espaua es el perjuicio Que á Santiago acomodas,
Que, convirtiendo el Juicio A quien pocas serán las lenguas todas.
tumi en sueño insano, . Patriarca, patrona y virgen madre,
Causastes i la fe y al pueblo hispano ;- Y gloria de tu padre,
Que con tantos sudores Un gusanillo exlraíio ,
Diego en Cristo engendró y purgó de errores. Que no mereció ser de tn rebafio,
47 Si es convenir, o España, en tus ultrajes Te ofrece esta defensa ,
El multiplicar trajes Gravemente ofendido de tu ofensa.
lArquiloco porfía ', Mucho mejor tus hijos la hicieran,
Iglesia , cielo y tierra y teología Y al contrario oprimieran
Abonan lus razones: Con sns ingenios bellos;
Multiplica patronas y patrones. Pero i qué importa ? Cuando callen ellos,
48 Mucho contra esta virgen bella y pura Otros hayinfinitos :
Tu lengua se apresura, Las piedras hablarán y darán gritos.
Midiendo su granileza,
üc quien Dios solo ticno la certeza. CONCLUSIÓN AL CANDIDO LETOt.
Asi mientas en vana
Tirarla piedra y esconder la mano.
Destrozar vicios no es glorioso menos Este es aqnel ingenio peliagudo,
Que matar sarracenos; O letor, que nacer pudo
Todo el mundo lo advierte , Que lo seilale el dedo ;
Pasmado de mirar mujer tan fuerte, Este es el don Franeiscí, este el Quaem,
Que su pluma haya hecho Por cosa mal segura
Cuchillo á la cerviz , y vira al pecho. En poesía y en prosa y en figura.
49 Hijo del trueno , rayo , esplendor nuestro,
Patrón, padre y maestro,
Fues no menos castigas
Los errores que huestes enemigas,— La Biblioteca Nacional tiene copia de lo inibu-
Castiga la Insolencia Qüeveoo, códice, T. 133, folio 211 ; pero lo qoe^j
Del que pone en tu animo impaciencia.
Da devoción de veras á un profano , co es propio de mi excelente amigo el seDordon .ip»
Qoe roedor gusano Duran, y perteneció al bibliotecario don Tomas ^
Devoto se introduce;
Si bica i los más ciegos se trasluce Dio Sanclicz.
SU ESPADA POR SANTIAGO. 437
y al rezo de la Iglesia, que lo canta. Y es herejía univer padre fray Pedro de la Madre de Dios, oque á ello le
sal coníra lodos los santos y sus aparecimientos; pues mueven justas causas.» Esto acompañó el Santo Oficio
dice que infiere cierto que, estando su cuerpo en la se con recoger la información en derecho que hizo don
pultura, no se puede aparecer caballero en las guerras. Francisco de la Cueva en favor de los padres de la Re
El papa Calixto me parece que desde su libro da voces forma.
al Santo Oficio contra este poeta (en el que escribió de Prendas fueron estas para descansar y asegnrarso
los milagros del santo Apóstol), cuando refiere el gran las partes de Santiago en este pleito , y las iglesias y ciu
milagro de Santiago con aquel obispo griego que se lla dades. No fué descuido, Señor, sino confianza reveren
maba Esteban, en el cerco de Coimbra ; el cual, oyendo te como desdichada ; pues el año pasado, cuando nadie
decir que Santiago se aparecía con armas y caballo y pudo ni debió recelar tal cosa, se ganó el búlelo de su
peleaba, dijo: «Santiago era pescador, y no caballero;» santidad, y se hizo notorio y se ejecutó y fué admitido
y aquella noche se le apareció, y le dijo que no dudase en los pocos lugares y iglesias que casi son patria de la
más de su caballería ni apariciones ; y el dia siguiente gloriosa Santa ; reclamando todo el resto de las demás
abrió el santo Apóstol , viéndolo el dicho obispo y todo y toda la orden de Santiago, como reclama , protestan
el ejército , con unas llaves que traia en las manos, las do los agravios y nulidades que hay en el hecho y en el
puertas de Coimbra. Mas este poeta debe de tener los derecho; asi comp yo lo hago en mi nombre, como parte
milagros sagrados por cuentos y fábulas ; él lo confie legítima que soy , y en el de toda mi sagrada, glorio
sa hoy en España , como no se atreviera en Holanda. sa y esclarecida religión, y en el del santo Apóstol. Y ú
Pues respondiendo á su estancia veinte y nueve, en vos, Señor, verdaderamente informado, =
la estancia tercera, cansándose de que yo alego en mi Suplico con toda reverencia y humildad, de vos pro
Memorial milagros hechos por Santiago contra los rao- pio, y apelo de quien puedo y debo apelar, de todo b
ros, dijo: hecho y actuado contra derecho en agravio y perjuicio
' Con las veras que toma , de mis partes. Y pido que, pues al vuestro Consejo to
Argüir con milagros de Mahoma. ca este conocimiento en razón de retener ó no las bulas
apostólicas, le mandéis remitir en este artículo este
T porque yo irrefragablemente me valgo de la ine pleito. Y os pido y suplico de parte de Dios nuestro Se
fable autoridad de san Pablo en mi primer memorial, ñor, y del santo Apóstol, y de la propia santa Teresa,
en razón de que plantó la fe san Pablo, y que Apolo re que pues su padre de vuestra majestad y vuestra majes
gó, y en el lugar del escándalo también me fortalece su tad habéis mostrado que esta causa toca á su santidad
autoridad,—dice este que se llama devoto de santa Te por eclesiástica , intercedáis en Roma solo por el breve
resa, tan indignamente en su fól. 6, pág. 2, colum. 2, despacho della.
respondiendo á la estancia treinta y ocho en la estan Esto pido á vuestra majestad, y estome tienen conce
cia primera : dido vuestra dignidad y grandeza, y así lo espero de
'Mis i creerme aplico vuestra real persona. Y que si algún escrúpulo ú duda
Al sucesor de Pedro que i Pablico. congoja vuestro piadoso celo, consultaréis para tomar
expediente las universidades de vuestros reinos; queasí
Papel que tales canciones tiene , y tan execrables en casos tales lo hicieron vuestros,gloriosos progenito
blasfemias canta, creo que dura porque hasta el fue res, como se ve en el rey don Juan el Primero, en el cap. 7
go tiene asco de sus atrocidades. Todo lo demás es tan de su historia año n , y en el cap. 1 , año m , habiendo
confín á esto, q ue lo menos es, comparando á Santiago cisma en la Iglesia entre Urbano VI y Clemente VII : que
4 la concha , y á santa Teresa á la perla , responder que no se contentó el Rey, para dar la obediencia á Clemen
"ale más una perla que muchas conchas. te, con el ejemplo del rey de Francia, que se la dio, y le
Invencible, serenísimo , muy esclarecido y muy alto informó coa embajadores y letrados ; ni con las razones
Señor: en este papel refiero lo que puedo, refuto lo que y ruegos de don Pedro de Luna, cardenal de Aragón, su
sé que se debe refutar, acuso y delato de lo que como embajador ; ni con la consulta que en Medina del Cam
católico cristiano y vasallo vuestro debo. Y os advier po hizo ; sino que recurrió á la universidad de Sala
to que este ha sido el modo dejustiücar ydefender este manca, y con su parecer resolvió el dar la obediencia á
compatronato, y por parte de los muy religiosos padres Clemente : * que las universidades son á su modo un
de la Reforma son estas las palabras y proposiciones que concilio provincial perpetuo en vuestros reinos, y un
se han escrito y predicado y impreso. oráculo doméstico muy socorrido para los negocios que
El principio y origen fué pedir los dichos carmelitas sondeste linaje.— Y si hoy, Señor, tenéis piedad como
descalzos, con una petición de su propio y solo motivo, devoto de la Santa, tendréis memoria como hijo de
este patronato de España, propio y solo de Santiago , ú Santiago, reverencia como su alférez, reconocimiento
los procuradores de Cortes. La concesión dellos fué em como su hechura; y el gloriosísimo apóstol de Dios,
pezando portan grande y conocida nulidad, como es primo de Jesucristo y de su santa Madre (solamente ma
<le aquella petición no dar traslado los dichos procura dre y virgen), padre destos reinos, defensa desta mo
dores á las partes legítimamente interesadas; y así, el narquía, único y solo patrón de las Españas, interce
resolverlo entonces no fué sino ocasionar quejas y plei derá por vuestra vida , y peleará por vuestros reinos , y
to. Prosiguióse esto con grandes y justas contradicio- orará por vuestros cuidados; debiéndoos masen loque
ics del arzobispo de Sevilla y del de Santiago ; oyólos no lequitáredes, importunado déla negociación, que cu
ni majestad , que está en el cielo, y mandó por sus car cuanto vuestros antecesores por mil y seiscientos años
as se suspendiese todo; y dice, como hemos visto en le conservaron y ofrecieron, reconocidos á su libertad y
la de Jorje de Tovar, presentada en su memorial por el salvación. Acabe Séneca la prolijidad de mi ruego , en
458 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
abono de mi intento, epístola 25 : An profecturus sim la corrección y enmienda de los ministros que para esto
nescio; malo successum mihi, quám fidem deesse; a No tiene señalados.
sé si he de aprovechar, empero antes quiero queme (o) Besa los reales pies y manos de vuestra majes
falle á mi el suceso que faltar yo á mi obligación.» — tad su vasallo
Salva in ómnibus, etc. Don Francisco de Qüeveoo Villegas.
5 Todo lo que en este discurso se leyere que no sea
conforme á la verdad de la Iglesia católica romana, so (a) La cortesía y la firma autógrafas.
la y verdadera Iglesia , y á las buenas costumbres, lo He puesto el asterisco * en las diversas partes del discurso don
de llanta el autor la atención soberana ya con una manecilla, He
retrato desde luego; porque mi intento es no exceder cha, un ojo, la cruz de Santiago, un rayo, concha, ó real corona,
de la verdadera dotrina y fe que profeso. Y lo pongo en no sin intención colocados.

m Di SU ESPADA POn SANTIAGO,


CENSURA
DEL PAPEL QUE ESCRIBIÓ DOS FRANCISCO DE MOROVELLI DE PUEBLA, DEFENDIENDO ÉL PATRONATO
DE SANTA TERESA DE JESÚS, Y RESPONDIENDO A DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABA
LLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, A DON FRANCISCO DE MELGAR, CANÓNIGO DE LA DOCTORAL DE
SEVILLA, Y A OTROS QUE HAN ESCRITO CONTRA ÉL. (o)

Toribio González, sacristán desta iglesia de Santia importuna de vuestra prisión, con que agradastes al
go, á vos don Francisco Morovelli de Puebla, sa mundo, y ahora lo enfadáis, y asi errastesen llamarla
lud, etc., para que no os sangréis tantas veces como lastimosa ; y si no lo entendéis , así como decís que
cuando escribisteis el papel en defensa de santa Tere tampoco sabéis la causa della, yo doy por verdadera
sa de Jesús; aunque vos debéis tener estilo de sangra vuestra inocencia y os tendré por verdadero ¡nocen
ros en saludj como parece por las prevenciones que ha te. Pero quisiera saber de vos qué papel hacéis en el
céis á vuestros yerros, excusándoos con la enfermedad mundo, porque aquello de que no perderán los siglos
y brevedad , y habéroslo tomado un amigo. Mas de la memoria de vuestra prisión, no sé que se pueda de
cualquiera manera, os aconsejo que no os sangréis más cir de ningún monarca que haya sido preso con mudan
que una vez en la vida, y esa sea de la cabeza. za de fortuna y pérdida de estados ; cuanto más de un
Vuestro papel llegó á esta santa iglesia, y habiíndo- pobre hombre preso por chanza, y asombrado con
lo visto estos señores della, me encargaron su censu paparrasolla, como niño, y luego vuelto á su casa como
ra, por parecerles que no merecía otro censor más estaba de antes. Pero al fin os debéis de imaginar ali-
grave ; y aunque será proceder en infinito querer es quid magmim, como Simón mago. Y ya que no habéis
pecificar loque tiene que censurar, diré lo que pudie de ser papa , por lo menos se os ha puesto en la testa.
re , pues nemo ad impossibile obligatur. En cuanto á las alabanzas del lenguaje , no es posible
Cuanto á lo primero, digo que sois como las gitanas, sino que no habéis leido libro ninguno bueno , ó ha
que hablan tanto en sus buenas venturas, que aciertan bléis irónicamente: porque quien, demás de escribir lo
en algo; aunque si algo habéis acertado, es en lo menos tan ordinario, dice la civilidad de «faldas en cinta», y
importante, porque en lo más no habéis dado un solo otras asi; y la cafonía de «lo omito», con otras tales sina
golpe en el clavo. Y juntamente he considerado que lefas víanles y desagradables; y las «ni temía del que
tiene la verdad por propiedad el ser preciosa, pero todo lo supo y no ignoró nada», y las impropiedades de
amarga, y la mentira el ser gustosa , pero vil. Tomáis «desplegar la boca», por decir los labios; y que las he
de vuestras verdades no más de lo amargo, y de vues breas captivas parían hijos «fuertesy magnánimos», por
tras mentiras lo vil; y así venis á ser como Bartolillo el decir robustos y de grandes fuerzas,—ni sé que sepa len
de Pontevedra , que siendo su padre cojo y su madre guaje ni qué cosa es. Pero en cuanto á la lisura del, he
tuerta, nació él con entrambos defectos. considerado que así como el animal engendra un seme
Lo primero que me dio en los ojos fué la repetición jante á lo que imagina en el acto de la generación, asi lo

(a) Inédito. apóstol Santiago; asunto menos plausible que el de una


Borrajeado en 1628. Apología por la ciudad de Sevilla, escrita en agosto
Una copia antigua de este papel , atribuido a Qoevedo, de 1629 contra Juan Pablo Mártir Rizo, que dijo haberse
existía entre los manuscritos de don Alfonso de Avellane aquel pueblo mezclado en las comunidades contra Car
da, curioso bibliófilo del siglo xvm ; y de ella se sacó la los V ; discurso docto, si hubiera sido menos acre. Es
que me ha franqueado el señor don Agustín Duran para autor de las Anotaciones á la política de don Francisco
mi empeño. de {/¡teredo, citadas en el tomo primero, por demás sa
Dos posee la Biblioteca Nacional : una de ningún mé tíricas y maliciosas. Hubo de sufrir, sin saberse la cau
rito, H. 43; otra de 1724 : códice M. 276, colección de sa, una estrecha prisión en la casa del teniente mayor de
don Juan Isidro Fajardo. Sevilla á fines del año de 1625. Y septuagenario murió,
Ya en mi primer lomo, pagina 222, hube de dejar en enMidrid, el de 1657, dejando inédito cierto curioso
trever cuánto trabajo me costaba dar asenso a que este' tratado acerca del Origen del linaje de Morovelli, ilus
rasgo fuese de la pluma de nuestro satírico, pues aunque tre en la república de Luca. Parece eran borgoñones
docto, es por demás indigesto y árido. Si quiso rebozarse sus padres.
con el anónimo y disfrazar su estilo, á fe que supo ha Sobre el asunto de esta Centura hartos datos hallará el
cerlo á las mil maravillas. lector en nuestro tomo primero , pág. 221 ; en las notas
El ingenioso y erudito sevillano Morovelli defendió, del discurso precedente, y en el Epistolario, año de 1628.
por abril de 1628, el pretendido derecho de patronato de La obra censurada irá entre las Ir.vectivas contra Mué
santa Teresa, que sus devotos querían tuviese con el vedo. •
460 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
engendrado obra semejante á quien lo engendró cuan pues con él comenzáis la Relación desgraciada déla»
do está imaginando en él. Yasí, sin duda que pensába- fiestas que no mereció salir á luz, y de la avenida del
desen vuestro padre cuando escribiades algunas cláu rio, en que bícistes á Fariñas semejante á Dios en estar
sulas, especialmente dos de la foja 27 que comienzan : en todas partes cuando no le veían en ninguna; y agora
«El rey don Alonso;» que pienso están en francés, á lo comenzáis este tratado con el mismo. Y aunque en to
menos ellas no están en castellano, porque aquellos das partes lo acomodáis mal, en esta ha sido más mal
truecos de razones ni sé si son hipérbatones, si parén que en otras: porque mientras todos los de Corinto
tesis, ni qué son. andaban ocupados en las prevenciones y ejercicios de
Cáeme muy en gracia con la autoridad que decis que la guerra, volteaba Diógenes su tinaja, sin entreme
no os ha faltado otra desdicha sino ser poeta. Advertid terse en lo que los otros hacían. Por manera que en
pues, aunque el ser poeta no es necesario, el saber tremetiéndoos vos en lo que hacen hoy los demá
poesia lo es para no hacer el yerro que hacéis, dicien que tratan de santa Teresa, no os parecéis á Diógenes;
do nihxl dos veces en el pentámetro de Marcial : y así, sí decís en la hoja 25 que «es de hombres que sa
Si nil, Cima, petií; nil Ubi, Cima, negó. ben poco querer acomodar lo que saben á lo que tra
tan , sin considerar si se ajusta al intento que se intro
Que aunque podéis echar la culpa á el amanuense ó duce,» bien dicen algunos que no sabéis cosa de prove
al impresor, yo tengo por más cierta y segura opinión cho. Pero yo digo que no es la causa desta repetición,
que es ignorancia vuestra, y no descuido dellos : por sino que, como sois hueco y habláis siempre en tinaja;
que entendéis que no hay más que tirar tajos y re ó al contrario, como habláis siempre en tinaja, sois
veses á diestro y á siniestro, teniendo por valor el hueco y vano.
acometer siempre, aunque se salga con las manos en Decis en la hoja 2 que os habéis de contener den
la cabeza ; siendo contra la prudencia , que pide que tro de los límites de la modestia, absteniéndoos de
se mire á quién y cómo se acomete, y se excuse el sa palabras picantes y ofensivas ; y traéis los versos de
lir con heridas en cuanto lo permite la importancia Plauto (6) :
y el honor; pero al fin, como tudesco ó borgoñon ó
hile ett Ihrsaurus tlullis i* lingua tifus,
lo que sois, reñis dando y recibiendo sin destreza. Vt quaestui habeant, maté loqui mcliarbut.
Y porque entremos en los yerros de mayor con-
tfa , paréceme que se puede decir : «Al primer ta Pregunto yo: ¿A quién se le ajusta más este ikk
pón zurrapas ; » pues entráis en vuestro papel pro que á vos en toda España? supuesto que no liabasie-
fanando el Dirupisli vincula mea del psalmo exv, cho en vuestra vida obra ninguna, sino siemprt ¡a
acomodándolo á la señora condesa de Olivares. Si ig estáis á la mira de lo que otros hacen , buscando site-
noráis que esto está prohibido, mucho ignoráis; y si non matadura, como mosca de asno (hablando c«a
sabiéndolo lo hacéis, mucho pecáis. Mas no es nuevo perdón); y cuando no la halláis la buscáis ó imagi
en vos el pecar, que siempre habéis sido pecador, náis, como si los otros fueran tales como vos. Yasi,es-
y más en no saber acomodar aquel dicho de Sileno, perábades que don Martin de Anaya dijera mátame, j
égloga vi (a) : que se le debía el pati onazgo de los redentores ordina
Quó vincula nectilist
rios que van á Berbería , y Pedro Losada dijese que
había tres ó cuatro mil años que Santiago era patrón;
que venia harto más á pelo. Y luego añadís yerro á como si él echara millares á poco más ó menos, como
yerro diciendo á la misma señora que fué mayor y más echáis vos á vuestros mayores (c).
cierto su favor en vuestra libertad que el de la santa Últimamente , ya que no podéis acertar ni aun con la
Teresa. ¡Gentil modo de hablar! porque esta es mayor imaginación, levantáis testimonio , notando á ana per
gentilidad que la que dijo Virgilio: sona como don Francisco de Melgar de que ignora el
rezado , siendo así que él solo dice verdad en que solo
Ditisum imperium rum Jote Caesar habet.
san Isidro es de la primera clase, y vos decis mentira
Y tan grande como vos hacéis en la hoja i5, confir en decir que san Clemente también lo es, siendo de la
mando la pluralidad de patronos entre los católicos segunda. Y á quien no entiende el cuadernillo en ro
con ejemplo de la gentilidad. Y cuando no errárades mance, justo seria que le llevasen á la escuela; si n
en esto tan bastantemente , bastaría para reírnos de no quisiera ir primero á otra casa más cerca de la suya,
vos el ver que haciendo tratado particular en favor de que es de san Marcos.
la santa Teresa, hacéis á otra persona mayor que á ella: Y en el folio S decis cosa como de vuestro calw-
por manera que es fuerza que todas las alabanzas en trueno, que «¿por qué habernos de pedir razón para
tendamos que las decis sin perjuicio ni diminución de que santa Teresa haya de ser patrona; » con lo qoe
la señora Condesa; ó que hacéis por ignorancia loque dais ¿ entender que obráis como bruto, pues á estas
el maestro Farfan por discreción, que pidiéndole horas no ha llegado á vuestra noticia que es fuera
unas monjas les predicase del mayor santo del cielo, •obrar el hombre por razón, respecto de ser animal
les predicó de san Cristóbal, entendiendo ellas del racional. Y para calificar vuestro disparate dais á en
Baptista. tender que la Iglesia no tuvo razón particular para
Y porque la masa sea tan vinagre como la levadura, poner los santos que están en el canon de la Mw,'1'
comenzáis el tratado con el hecho de Diógenes, cue te- los jurisconsultos para constituir diferencia eulre te
neis de estampa para comenzar todas vuestras obras,
(A) En el Pómulo.
{«) Virgilio, Bucólica vi, íi. • (c) Alude al libro del Linaje delíarotrilL
CENSURA CONTRA MOROVELLl. 411
tores nuestros. Y la Iglesia romana es nuestra matriz,
testigos de los testamentos, y los tiempos de la pres
cripción; y conlirmaislo con la ley que dice: Non las catedrales sus parroquias, y las parroquiales sus
omnium quae á majoribus accepimus, ratio reddi capillas, y las religiones partes y ángulos de capillas;
potest. Por vuestra vida, que toméis mi consejo, y de manera que la reforma de una religión será ángulo
no os pongáis á escribir estando sangrado, porque de un ángulo de capilla. Mirad, conforme á esto, cuan
poco escaso anduvo don Martin de Anaya con vuestra
bien veis el mal efecto que hace la cólera alterada,
y queenvia humos al celebro, con que turba el jui- religión, que tanto alabais, aunque no tratáis á sus frai
les ; y en verdad que es gentileza preciaros de no li
cio. Pero, por si estáis agora más sosegado, os quie
ro dar á entender que nuestros mayores tuvieron sonjearlos, como si fueran sugetos capaces de lisonja.
fundadísimas razones para todo lo que hicieron; mas, Cuanto á la arrogancia, de que es tan copioso vuestro
como nuestros entendimientos son naturalmente tan tratado, de notar ó vituperar á todos los que leen li
cortos , estaremos excusados de no saber las que nobros y no los entienden , se os debe agradecer el que
nos dejaron escritas, y esto es lo que dice la ley;rer ser su compañero: porque mostráis bien claramente
mas no estaremos desobligados de investigarlas en que sois como ellos, en la hoja 8, adonde, por querer
despuntar de agudo, caistes en la ratonera que arma ha
coanto nos fuere posible, para ser sabios y curiosos;
y los que se preciaren desto no tendrán por excusadodes, asentando que no fué Santiago el que trujo la no
ticia de la fe á España. Y lo queréis probar con el lugar
el dicho de la ley, porque será grande frialdad alegar
de Dextro, en el año de 35 , que dice que en la persecu
lo muy á menudo. Y esto es en cuanto á las cosas pasa
das muy antiguas y hechas por otros , aunque en las ción que se levantó en Jerusalem, en el martirio de san
presentes es diferente, porque nosotros estamos obliEsléban.se esparcieron por Asia y Europa másde quince
gados á dar razón de todo loque hiciéremos; y pode mil hombres de los que habían creído por la predica
ción de los apóstoles : Ex his plusquam quingenti navi
mos preguntará los demás que por qué hacen sus obras;
Cypro educti Portum Carthaginensem Hispaniae per-
y si nos pertenecieren á nosotros, deberán dar la dicha
razón. Y esto hacen los sumos pontífices en sus bretingnnl , diversi per Bispaniam mortem Christi, re~
surrectionetnque denuntiant, totam Provinciam undi-
ves y motus proprios, y los reyes en sus leyes y pre-
que mirificis, et inauditis nuntiis complent. Por vues
máticas ; y dadas esas razones, dan licencia á los subdi
tos para que les supliquen y adviertan otras razonestra vida, que me digáis, pues entendéis tan bien los la
particulares, mediante las cuales vemos cada dia re bros, ¿dónde hay en este lugar palabra que signifique
vocarse y suspenderse leyes y decretos gravísimos; y dar noticia de la fe; que yo no la hallo. Mas porque en
tiendo que os habéis escandalizadocon leer aquel mor
desto no sé que se pueda dudar. Y fuera dcsto, que toca
al gobierno, vemos la fuerza de la razón del hombre.tem Christi, resurrectionemque denuntiant, os quiero
Y el ejemplo dello sea el camino, que se podia mediradvertir que en aquel tiempo no bautizaban tan á espacio
como ahora á los adultos, sino en oyendo el sermón y
por jornadas y dias, y no embargante eso, se hn hecho
una medida tan ajustada como Urde leguas, divididasconvirtiéndose, los informaban lo mejor que el tiempo
y la multitud daba lugar, los bautizaban, y después se
en millas, y cada milla en tantos pasos, y cada paso
en tantos pies, y cada pié en tantas manos, y cada iban instruyendo en la fe más copiosamente, como le
sucedió á el eunuco de la reina Cundáces, que bautizó
mann en tantos dedos, y cada dedo en tantos granos de
san Felipe, y lo mismo se hace hoy en Guinea. Estos
cebada. Pues ¿cómo, siendo esto así, queréis que se ha»
recien convertidos fueron los que huyeron cuando
ga una acción tan grave y general sin razón alguna , y
apedrearon á san Esteban, y como tan tiernos en la fe,
notáis á los que tratan dello de indevotos ó inconside
atemorizados con la persecución, iban turbados y du
rados 6 impíos? no mirando que en los actos específicos
dosos, como los discípulos que iban á Emaús, y por
se atiende al fin para que se hacen, conforme á lo que
se varían: como si un hombre bien entendido tratase donde quiera que iban referían la muerte y resurrec
de un caballero en una conversación, es cierto que ción de Cristo, sin que tratasen de otra cosa más que
diría muchas alabanzas del (porque allí no tiene más de referirlas, ni obrasen en los oyentes más que ma
ravillarse dellas, y discernir cada unoá su modo. Y
fin que honrar al tal caballero); pero si se le trajesen
para yerno, claro está que discurriría diferentemente.
as!, prosiguió Dextro diciendo que los españoles, y en
Así en tratando de la santidad de santa Teresa, todostre ellos principalmente los judíos, enviaron embajado-
nos haremos lenguas en sus alabanzas; pero en cuanto rei á los apóstoles, pidiéndoles que lo más presto que
á tenerla por patrona, es menester hablar y discurrir pudiesen viniese alguno dellos á esta provincia para
más profundamente. que los informase más verdadera y copiosamente de
Y no puedo creer que el padre Juan Baptista de aquellas cosas que les habían referido de Cristo; de
Poza diga lo que vos alegáis del, porque no seria de la
forma que ni la relación había sido totalmente ni bas
Compañía, donde se discurre con la eminencia que todo tante ú darles á entender lo que habían menester sa
el mundo sabe ; sino que sospecho que le imponéis ber. Con esto , vino nuestro glorioso patrón á España,
una cosa como esa, para que parezca vuestro sobrino. y les lío la noticia de la fe con la autoridad y funda
En la plana segunda de la misma hoja 7 os angustiáis
mento que convenia. En todo rigor y propiedad se ha
de que don Martin de Anaya llama capilla á la religiónde decir que fué el primero que la dio, como lo han di
fundada por santa Teresa. Y para quitaros la angustia cho todos, hasta vos, que sois el primero que queréis
os quiero decir que las religiones, para el efecto quequitar 3Ste honor al Apóstol ; porque en vuestra boca
tratamos , no se han de medir por los méritos espiri ningún) está seguro, aunque sean los santos; pero guar
tuales que vemos, sino por el lugar de jurisdicion daos desu caballo, que sabe tirar coces, y á quién las ha
que ocupan en la Iglesia, en que se tienen por coadju de dar j í quién no ; por manera que, con ser caballo.
K2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sabe mus que vos, que no distinguís los santos de los tes tantos años criando alas como la hormiga. Verdad
pecadores. es que aquel sentido es de Teofilacto y otros, pero no
En el folio 14 traéis un testimonio de personas que dicho con la presunción y grosería del término que tos
oyeron á Valderrama decir que «se habían visto en al- ponéis, ni ha sido seguido de los que han escrito des
piin tiempo imágenes de nuestra Señora con san Juan pués; porque es sentido muy simple y material para
Baptista á el lado derecho. » No puedo, no, alubaros de respuesta de nuestro Redentor , que nunca habló pala
piadoso, pues en cosas tan graves creéis las cosas bra sin misterio y doctrina. Y allá en el derecho que
traídas de una cuchara en otra, como el artificio de decis habéis estudiado, se dice que Secundum qua-
Juanelo; y lo mismo en los milagros que referís tan lüatem, et conditionem personarían verba intelligi
aGrmados, que, como antiguamente hubo en esa ciudad debent (§ Plenum ff. de twu et habit) ; y las circuns
un don Diego del Milagro, también podremos decirque tancias de aquella ocasión pidieron sin duda alguna
hay un don Francisco de los Milagros. Y dejando los respuesta más misteriosa y doctrinal que otras. Con
que están certificados por don Fadríque de Toledo, forme á lo cual parece que quiso su Majestad decir i
pregunto: ¿quién os dijo á vos que la artillería se había Marta : «Marta, vos estáis ocupada en el aderezo del
pla'itudo en el Brasil por divina Providencia en un con manjar corporal , que es el menos necesario y más
vento del Carmen? porque si aquel convento era el de trabajoso de buscar y aderezar (que es aquel Circo
los Remedios de Triana y alcanzaban las balas al Brasil, plurima); yo y María estamos ocupados en el manjar
yo lo doy por milagro; mas si él estaba más cercano al espiritual, que es mi palabra, como el más verdadera
enemigo y más á propósito para la puntería, remítolo mente necesario y más suave y fácil ; no será razón de
á la Sede Apostólica y á quien dello debiere conocer, jar lo más por lo menos.»
para que diga en eso loque habernos de creer. Mas lo En el folio 23 acomodáis también al glorioso Apóstol
que os sé decir es, que piensoque ahora habéis de tener y á santa Teresa aquello del Génesis: Non esl bomm
tantas victorias de vuestra vida y milagros, que os ha esse hominem solum : faciamus ex adjutorium simiíe
béis de olvidar de los del Brasil. sibi. ¡Pues, bendito sea Dios, al fin de tantos siglos qae
En el folio 20 procuráis defender, grosero en los ha estado Santiago solo en su patronato, le halláis que
términos que usa, un papel que alegáis; el cual dice no es bien que esté solo, porque está más viejo ó más
que «podrá ser que lo que Santiago no pudiere alcan cansado! Pero lo mejor del caso es la satisfacción coa
zar de Dios por sí solo, lo alcance con ayuda de santa que quedáis cuando acabáis este pensamiento, diciendo
Teresa»; del cual término se escandaliza justamente que habéis juntado en él la contera con la guarnid»;
don Francisco de Quevedo. Y es lo bueno que escan y en verdad que habláis con propiedad sin aclwrtirai
dalizándose él , le satisfacéis á toda la proposición ente ello : porque la espada que tiene junta la contera «ala
ra, como el pintor que pidiéndole un cuadro de san An guarnición no está de provecho en razón de espada,
tonio, daba la imagen de nuestra Señora del Rosario. Y ni vuestro pensamiento en razón del propósito á que fe
más, que la satisfacción es como vuestra; porque aco traéis.
modáis á Santiago y á santa Teresa como uniformes en En el folio 27 teméis que no os envié Dios malos tem
santidad, las palabras de Cristo nuestro Señor, por san porales por haber hecho esta contradicion. Bien olvi
Mateo: Confíteor tibí, Pater, quia abscondisti haec a dada tenéis la gravedad de vuestros pecados , y el daño
sapientibus et prudentibus, et revelasti ea parvulis ; las que tenéis, por hacer mal oficio á todos: pues no teméis
cuales dijo Jesucristo considerando cómo su Padre nos destruya Dios por ellos, y teméis que nos castigue
eterno negaba á los fariseos y cafarñaitas soberbios el por contradecir en el término debido y permitido, un
conocimiento de sus misterios, y los anunciaba á sus patronato voluntario como este, y que el primero qae
discípulos humildes. Por manera que queréis decir le contradijo fué el gran don Pedro de Castro , arzobis
no muy oscuramente que lo que Dios negare á San po de Sevilla, de tal manera, que por él se suspendió
tiago como á los fariseos , lo concederá á santa Teresa la primera vez, sin castigarnos Dios por ello. Pero al .
como á sus discípulos, haciendo á aquel soberbio, yi fin no estáis olvidado de todo cuanto debéis tener en
esta santa humilde.— Esta, hermano Morovelli, de la memoria; y así , no quiero pasar adelante, porque
buena marca es , si no os excusara ja ignorancia. Pero si estáis dispuesto, como decis en el folio 1, á conocer
mirad por vos, no os metáis en lo que no sabéis, que vuestros yerros y engaños, bastan los referidos; y si
tenéis en casa los grillos de aquella lastimosa prisión no estáis dispuesto, no quiero me diga el emblema
vuestra, y cuando un difunto queda con los ojos abier de Alciato :
tos dicen que llama á otro.
Abluís Aelhiopem quid frustra 7 Ak iesine : noclit
Pero el fin de todo lo saboreáis con el gusto de ¡Ilustrare nigrae ncmopotcst tenel/ras.
aquella olla que hacéis guisar á santa Marta en el fo
lio 21 , que guisada de su mano, no dejará de ser muy Sosegaos , por vuestra vida , y contentaos con los
sabrosa. Pero quisiera saber quién os dio autoridad ejercicios de capa y espada, y cuando hayáis de tratar
(confesando vos mismo que no sois teólogo) pira de de cosas de estudio , sea dentro de los límites de la cul
cir que la olla me basta ó el ordinario, era el sentido tura, y no más ; porque en saliendo dellos, se os dirá:
literal de loque dijo Cristo; como si fuéredes catedrá
Ak Corydon,Corydo»,quae te detnentia cepitr
tico de prima de teología en Salamanca, donde ssluvis-

tU DE U CENSURA COSTRA >0B0VELL(.


(«)
PERINOLA.
AL DOCTOR' JUAN PÉREZ DE MONTALBAN,
graduado no te «abe dónde; en lo qué, ni «e sabe ni ¿1 lo «abe.

Estando tres dias luí unas doncellas hilando mil sal destos que les apunta la copla como el bozo, y les hier
tos á las castañetas, haciéndome andar á puntadedos, ve lo culto como la sangre, entró diciendo: «Aquí le
tomo ú puntapiés, por entretenerse, — un maucebito traigo. » Dejáronse todas en el bufetillo el saca hacia

(«) Desde que (según queda apuntado en el tomo prime amigo siempre de gozar con el mal del prójimo , plato más
ro, paginas lxvii y 485) bácia los años de 1637 persiguió de su gusto; yasí, le recibió con estrepitosos vítores, y co
Queveso por falsificador, y venció en los tribunales de pió cien veces, comentando aquella invectiva, y perifra
justicia al librero Alonso Pérez, su hijo el doctor Pérez seándola de propia cosecha.
de Montalban bubo de cobrarle invencible odio, hacién Mas para atajare! daño, se apresuró á salir á la defensa
dole cruda guerra. Contaba el poeta dramático muchos el padre Niseno, grande amigo del Doctor; y anónima y
amigos, émulos del satírico unos, otros quejosos de él, y de mano, hizo correr una Censura del libro que compuso
todos se conjuraroirpara la venganza, disparándole enve Juan Pérez de Montalban , intitulado Para todos ; y res
nenadas censuras, disfamándole traidoramente, y logran puesta á la Perinola , que contra ¿I escribió con este titu-
do que en 1631 prohibiese la Inquisición todas sus obras. lo dos Francisco de Quevedo Villegas. Comienza: «.Mán
I¡uy pronto dox Francisco tuvo ocasión de mortificar dame vuesamerced que dé mi censura ; > y acaba : i ten
la vauidad del doctor, hiriéndole en el amor propio. Me drá disculpa mí modo de hablar, si he errado, y no ha
diado mayo de 1632, sacó á luz Montalban, con aprobacio sido en deseo de servir á vuesamerced , á quien guarde
nes del maestro José de Valdivielso y de fray Diego Ni- nuestro Señor. » Posee copia moderna de ella el señor
seo, provincial de los Basilios, un libro de misceláneas, don Serafín Estébanez Calderón.
intitulado: Para todos, ejemplos moralet, humanos y divi Embistió inmediatamente al buen Juan Pérez un doc
nos, en que se tratan diversas ciencias . materias y facul tor Vera (dicen que ocultaba este nombre á Pedro déla
tades; repartidos en los siete dias de la semana. Su pa Ripa ), vulgarizando, á 8 de julio de 1632, en Salamanca
dre, cuya tienda estuvo en la calle de Santiago, costeó otra breve, pero ciega diatríva contra aquel á quien lla
h impresión , y puso al frente el retrato del autor que (se maba fecundísimo ignorante. Principia : «Cuando creí que
gún cierto furioso critico de entonces) «era la misma vuestra excelencia.» Manuscrita de aquel año, la be visto
inocencia»; la propia lámina, sin duda, que precede al en poder del referido señor Calderón; y me ha servido por
Orfeo en lengua castellana , abierta nueve años antes. Es extremo para adquirir exactos pormenores de la edición
ta edición completamente se ha perdido. Ya no llegó á primera del Para todos, de todos ya desconocida.
conocerla don Nicolás Antonio, y no se sabe que exista A deshora vino á enzízañar más i moros y paladines,
ejemplar ninguno en biblioteca pública ó privada , espa cierta tenebrosa Lvi deldesengaño, d la Censvra del libro
ñola ni extranjera. Tal cual , y muy raro, se' baila tan solo Para todos que escrivia el Doctor Geronymo de Vera. Di
de la tirada que hizo en Huesca Pedro Blusón al año in tela el Dolor D. Fvlgencio Lvcero de Clariana. Con li
mediato de 1633. cencia, en Lérida: Por Enrrique Cantan , y la Viuda An-
Baturrillo el Para todos de cuanto sabia y no sabia el g'ada: Año m.dcxxxii. Folleto de cuatro pliegos, que
poeta notario del Santo Oficio , abría inmenso campo á la tiene por contera, en elogio de Montalban y de los siete
critica de los doctos y á la rechifla de los maldicientes; días en que se divide su libro , la siguiente décima:
mmi aplauso y regocijo de los que trabajaban por inutili-
;jrle ante el público, admirador de sus comedias. Muy Monte del alba florido ,
uonto pues sobre él cayó una nube de sátiras espantosa. De so luí primer cuidado,
Qoevxno fué el primero en acometerle con su saladisi- Siete veces coronado
na Perinola, desenfado que compite, sí no aventaja, al lid sol , de laurel vestido;
Vive i triunfa, do entendido
'rete Jacopin, del Condestable; Loscatarriberas, deSa- De la noebe oscura y fría,
axar; El Bodoque, deMoret; las Notas al correo délos One tan ciegos muñimos cria ;
iegot y la Carta de Paracuellos, del bibliotecario don Pues la verdad te promete
romas Antonio Sánchez. No podía ofrecerse al público, Que no ha de atreverse a siete
La que suele á solo un dia.
Vinimi.-1. U Pítima i. Al Ooctor Juan Peres de Montalban , (ra
llado do ae sabe donde , ni en qué , ni por que. Estando tres dias hace
asa doncellas bailando al sonoro compás de un pandero de pellejo de I. ocur.o {A. S.)— cntlo como la sangre, entró por medio del solemne
arra.coo unas castañuelas de alcornoque, haciéndome andar de pun- fandango, quebrantando la autoridad del asqueroso auditorio, dicien
i de pida; (O. Y.) do: (O. I.)
*. Monlabaneo... ea que... ni el sebe. Psiisou.M.) ». bufeUlo , en el que estaba una perinola con el asea hiela arriba.
*. bailando mu t*\)—hilando á la pirinola, haciende bailará pun- Déla prinera arrancada con que embistieron al mancebilo deldfisfto
idedoa, (I>.) traigo, pirecid le querían descabellar, diciendo unes: Venga; otras:
s. a punta, da dsdot, {US.) Saqu» ; ) las mis : O.uiléisoselo a tumbones j pellín»», (id.)
464 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
arriba, y acudieron al traigo, de daca arrancada; an ma Para todos; adivinen qué será para todos.» Cni
daba el venga y el saque muy aprisa. El entonces sa- dueña (que con una cara de guitarra juntaba en tena-
cando un libro recien encuadernado y regordete, y le zula barba y la nariz , y estaba para enbebrar una aguja,
vantándole sobre la cabeza con meneos de sonajas y | dando de calabazadas en los párpados del ojo della, í
punta de folias, dijo : «.Para todos, Para todos.» Una una hebra de hilo con que pretendía, casamentera de
dellas dijo: «Para mí;» otra ;« Para nosotras ; » otra trapajos, juntar de pizcas de camisa vieja una sábana)
con una voz sin hueso y uuas palabras mamadas á ta-
dijo: «¿Es la seguidilla
bletazos de las encías, dijo : «Si es para todos, será la
Para lodos alegre, muerte. » Replicó el maldito mozuelo , que andaba re
Para mi triste?» voloteando con el libro : «No es la muerte.» Unaber-
El mozuelo , que las vio confusas , dijo : «Este se 11a- mejuela abucltornada de rizos, y con más colores que

, Esta , que parecía defensa del Para todos , exasperó á La ojeriza, qnc áspides aborta ;
La presunción , que el mérito atropella;
su aulo'r y 4 sus amigos, que la calilicaron de obra trai La vanidad, que con el sol se estrella ;
dora y solapadamente dispuegta , bajo nombre fingido de La ignorancia , que miente lo que saos
caballero andante, aparentando defender á Moulalban Y. la soberbia , que aun en si no cabe ,
para hacerle más daño , con persuadir á la multitud que Le aplaudan, aunque sea con engaño
él mismo era quien respondía, oculto en aquel seudóni Que lus malos , tal vez temiendo el daño
mo. Y dispararon una Apología por el D. ¡van Pérez de De que la voz común los tenga en menos,
Echan por el camino de los buenos.
¡íontalvan. Contra DonLvzero de Clariana. Escrivela Pe
dro Rivera; sin año, ni lugar de impresión, que debió Afirma Tarsia que el almirante de Castilla, don Jais
de ser Zaragoza. Fué dedicada al carmelita observante Alonso Enriquez de Cabrera, y otros magnates de b ar
fray Martin Jiménez de Embun , catedrático de Escritu te amigos de nuestro caballero, persuadíanle a que ce-
ra cu aquella universidad. He visto un buen ejemplar en helase á tan follones malandrines con el canon desahu
manos del señor Calderón. ma ; y que se hubo de excusar el satírico, diciendo: .feo
Entonces quiso terciar en la contienda un quídam de fuera, señores, ser yo tan ruin como ellos, j el ñato
esos que presumen estar bien Con todo el mundo, y con me aconseja no responder al loco según su locura.. Pe
todos quedan mal; y al propósito borrajeó miserable car- ro irritable Quevedo como poeta, no pudo cortea*
tapel, elogiando sin ton ni son el libro critiquizado, y ju se' y por despique trazó su admirable poema «i*
rando no ser ni poder ser Je Quevedo la Perinola, «por necedades y locuras de Orlando el íwmava*;-*
desdecir del estilo de sus escritos, y ser hombre leido y yas figuras pintó á sns enemigos, hartándose^
entendido, que funda bien lo que propoue.» Retülase: mar olra vez al Doctor, nielo de conversosly *£►
La zurriaga de Perinola, y censura del libro que compuso gados por la Inquisición; injuriando á su *****
Juan Pérez de Monlalban, intitulado Para todos. (Biblio maestro de esgrima, con los apodos de don Hez, e^
teca Nacional, E, 70, folio 281.) cador de geometría , descendiente de carda y *.»*
Llovían libelos, sátiras , prosas y versos en pro y en y Diego Moreno hasta los codos. En la Perinola***
contra ; y lo que era de esperar, lejos de perder con ello bia detenido en llamar á quién bardaje, á f™^
el libro , ganaba honra y provecho , entrando el vulgo en á este, enfermo de malos males ; al otro, jodio, bijoja*
codicia de comprar lo que era causa de tamaña polvare tode judíos. ¡Qué literatos, siempre solícitos «*
da. De él llegaron á hacerse en nueve años siete edicio mutuo descrédito ; qué empleo tan indigno del m,■ ■■
nes lo menos, pues lautas son las de que tengo noticia. cuánta miseria, cuánta ceguedad , cuánta locura. T*
Mas herido por la Perinola Monlalban en lo más vivo, y vía en 1638, celebrándose las- exequias de Moni w> ■
aguijoneándole sus camaradas el padre Niseno, el diestro Same de un túmulo y en las bóvedas de, uo tempJ£
Pacheco de Narvaez y otros cuatro del servil rebaño de lian palabras de venganza contra Qcevedo de ta I*
escritorzuelos vergonzantes, pertrechados de osadía y de un orador sagrado, y la ira ocupaba el lagar ***»
atrevimiento , compusieron y publicaron en Valencia, por sedumbre y perdón en las palabras del P"™M^¿
el otoño de 1635, el ¡úfame Tribunal de la justa venganza. Basilios. ¿Puede ser más desvergonzadamente vengau-
En este libro impreso llaman á Quevedo «ignorante, foi- vo y soberbio el gremio de los hijos de AnoloT
nicario, blasfemo, hereje, borracho y ladrón» (epíte Volvamos al Para todos y á la Perinola. Aquel bb» £
tos que ya le prodigaron ocho años antes en la Apolo lió imitadores en el Para algunos que Mallas de lo
gía al sueño de la muerte, añadiendo que vestia sin razón yescompuso é imprimió en Madr.d ano de *««».»
el hábito de Santiago, por haber sido zapateros alguios aprovechando la coyuntura de hablar mal sa «£
de su familia) ; y en romances sacaron á la vergueó cuando, le parodiaba atentamente; y en el P«"«¿ it
la nombres propios de maridos y de mujeres casidas Juan Fernandez? Peralta, que salió de lo» m\
para infamarlos con el nombre de Quevedo. Y como si no Zaragoza , año de 1661. Títulos semejante me ecu
estuviese aun Monlalban satisfecho , decia por do\ Tiun- el que cierto rabí puso á una obra suya , rotulando»
cisco, pocos dias después, en la Fama postuma de Lope: Kara decir que todas las cosas allí se «ojj*
Lainvidia.que del odio se alimenta; como si no hubiera en el mundo sabandija i. ■«£
La calumnia, que todo lo ensangrienta; que en tal composición su n.do o nicho noi lunese.
La detracción , que como espada corta; taba de los preceptos de la ley y •«■","¡£?l,
Ejemplos se encuentran de Ules potajes hteranosen
a. «rriba, acudieron (A.)
J. venga, el saque (i*d.) ». juntar da pleías do camisas viejas (B. E. I- 1. S.)
B. lollr,, (/d .(-tollón, (E. L.)-'»»"». »■) , . . .... „,.
8. Para rol; olra que tenia el talle de morcón mal he cío, dUo.Pa- sabana que con (A.)
7. huesos (/di • ...ua,!! HI1"
a nosotras ; otra dijo esta seguidilla : 9. muerte—Pues no es la mueite, dijo al mald.lo (*. »
Fué el domingo de Pascua ,
SI lo advertí» le. 40. en al libro. Una (A. D.)
Pora lodos alegre, it. abochorriada (A.) . , ¡t
Para nutriste. U». W risos, i con unos ojos de mas colores (A. B. u. ». ". i
t. Para todas alegre (S.)
PERINOLA. 4C5
barba teñida, dijo : «Ya sé lo que es, venga el libro. Si con bien enlutada hermosura, una pelinegra, que se
es para todos, él es el Bien que viniere ; así lo dice la servia de la contradicción de su propia blancura, con
empuñadura de las consejas : , ojos de rúa, vestidos de negro (que las niñas de color
'Érase que se era, miran de camino), volviendo la cara con reposo de
Que en hora buena sea, aguileña y gracia de fea, dijo : «Libro que es para to
El bien que viniere dos guárdele; que el autor, sea quien fuere, confiesa
Para todos sea.» que es obra vulgar y bazofia; porque umversalmente
Todos celebraban el donaire de la azofarada, cuando para encarecer el primor de una cosa buena se dice
que no es para todos; y por la misma razón, siendo
para todos, es bodegón y olla de mondongo. Guarde su
dos los siglos, desde la*ntigüedad mas remota; boy ¿qué libro, que yo quieto cosa que sea para pocos, porque
sou nuestros periódicos , por ventura'/ La forma diferen las tales son muchos menos los que la saben hacer.»
te, ana misma la esencia.
El don Blas (que asi se llamaba el que le trujo) re
Fío corrió de molde la Perinola hasta que hubo de in
cluirla en el tomo i de su Semanario erudito don An plicó, dando un sopapo con el libro en el bufetillo, y
tonio Valladares de Sotomayor, año de 1788; pero tan tapándome á mí el saca, y enterrándome en volumen :
diferente de su original, refundida con ignorancia tan «Acertó vuesamerced como si le hubiera leído; ahí
supina, tan perifraseada y amplificada , que no la conoce tienen el Libro
la madre que la parió. En parte ninguna he visto manus Para todos, del doctor
crito parecido al que sirvió de basa para esta impresión, Juan Pérez de Montalban,
ni antiguo ni moderno. que el nombre es verso y copla. » — «Eso, dijo la pe-
Con más acierto la publicó don Antonio Sancha en 1794, lijudas, ¿es uno que fué muchos años retacillo de
valiéndose de apreciable copia , aunque sin purificarla,
ni fijar el texto con el escrupuloso cotejo que be hecho Lope de Vega, quede cercenaduras desús comedias
jo de trece códices, cuyas más importantes diferencias
señalo al pié de mi edición oportunamente. Ojosdcrua: negros á causa de ser entonces este el color del tra
Don Vicente Castelló en 1843 reprodujo la de Vallada je de calle. Tiene por de camino, en consecuencia, i las pupilas
res, salva alguna adiciónenla fie poca monta y algunos azules, verdes ó meladas.
más errores. El doctor Juan Pera de Montalban nació en Madrid ano de
1602; estudio ct*n aprovechamiento en Alcalá, graduándose en ü-
Con presencia de estos tres ejemplares, y real y verda I losofla y teología ; fué presbítero á los 23 anos , y entrí á poco en
dera de los siguientes manuscritos, va concordado mi ¡ la congregación de san Pedro, de sacerdotes naturales de Madrid.
testo ; cuyas variantes determiuau las iniciales respec En 1619 comenzó á escribir para el teatro. Lastímesele de tal ma
tivas: nera la cabeza con su afición i la lectura , que llegó i perder el
A. Uno contemporáneo, muy apreciable, de que es juicio, viviendo cerca de un atlo en el estado mis infeliz. Murió,
dueño el ya citado señor Estébanez Calderón. con general sentimiento, á 25 de junio de 1638,y fué sepultadoen
B. Otro, muy conforme á él y antiguo, de la Real Aca la parroquia de San Miguel. Ciento setenta y seis poetas lo llora
ron , y de sus composiciones formó ramillete el licenciado don Pe
demia déla Historia. (Adiciones á la biblioteca de Salazar, dro Grande de Tena, con título de Lágrimas panegíricas * la tem
número 35, folio 324.) prana muerte del gran poeta y teólogo insigne , doctor Juan Peres
C. Otro incompleto y de amanuense desaliñado, que de Montalban, clérigo presbítero y notario de la santa Inquisición;
gnanlala Biblioteca Nacional: M, 7, folio 17. De cuy o es Madrid, Imprenta del Ileino, 1639. Discípulo y amigo del fénix de
tablecimiento son también los ocho que van á continua los ingenios, ha de reconocerse como uno de ios más aprecíables
ción: dramáticos del siglo xvn , por más que sea desigual, desatinado
D. Copia de excelente original, hecha en el segundo ter casi siempre, gongorino con frecuencia , y extravagante. Sin em
bargo, i veces sorprenden en sus poemas rasgos tan valientes,
cio del sigloxvn:M, 123. caracteres tan bien delineados, situaciones tan ingeniosas, que
E. Otra de 1679: H, 49, folio ni. es fuerza ver en ellos la dirección atinada y el sabio consejo de
F. Traslado de este propio tiempo, no desprecia un maestro como Lope de Vega. Sobre cincuenta comedias su
ble: H, 43. yas han llegado ú nosotros, siendo treinta y seis las que tenía
G. Otro de escaso mérito en el mismo legajo. escritas cuando compuso el Para todos. Varias, i más de las in
H. En la colección de Fajardo, de 1721, lomo n, M.277 cluidas en este libro, forman dos lomos que se imprimieron en
/• Q, 244. Madrid y Alcalá, año de 1639. Sus demás obras son el poema he
K. T, 155, letra del siglo anterior. roico de Orfeo,en lengua castellana, Madrid, 1624; las novelas,
impresas aqui también el propio atio; y tres después, la Vida y
L. Ce, 59, folio 7. Purgatorio de san Patricio. En 163G sacó á luz la Fama postuma*
II. Otra del siglo pasado, en la biblioteca del duque de la vida y muerte del doctor frey Lope Félix de Vega Carpió. Qoi-
Osuna. vzoo, al censurar el Para todos, se fué como cuervo á la carne
N. Colección de varios opúsculos , no impresos , de muerta ; critico apasionado é injusto que no quiso reparar en lo
Jcevedo. Códice que me franqueó mi difunto amigo el mucho bueno que á vueltas de mucho malo tiene el libro.
señor don Antonio López de Córdoba , y existe hoy en la Pelijudas. Si es limpieza remudar vocablos, no se descuida
academia de la Historia, de que fué miembro aquel dis nuestro autor en nombrar con variedad á la doncellila bermeja.
Como esta , dicen , era la color del pelo de Judas, el apodo no
tinguido y celoso diplomático. puede estar mejor formado.
Sigo en la impresión el orden de texto, notas y varian-
Ut. adoptado en los discursos precedentes.
S. ojot de rita, venidos (A.B. D. I. S ) — ... riza (£. I
Notas. Aufarada llama i la bermejnela , por el color amarillo 5. y coa gracia (.4. B. D.)
10. mondongo de esquina. Guarde (0. S.) — mondongo? Guárdete SU
leí azófar ó latón , metal artificial que se hace mezclando cobre y libro. Repito que el que yo baya tte celebrar y aplaudir quiero sea para
alamina. pocos; y por esta misma razón y siendo para todos, es preciso sea obra
de baratillo, papel de ciego y libróle de tendajo., (O. V.)
11. quiero que sea para pocos; y por la misma ratón siendo para lo
S. la empuntara da tu cod tejas ¡ (S.) dos, es bodegón porque loa tales son muchos menos loa que la saben
nacer. El doctor Bla»(S.)
•. celebraron ID. S.)
a*, sopapo en bufetillo (B. S.)
azafranada, (0. /. $,)
10. tEie dijo la peliaguda, [Id.)— „ otrt moiuela castiza , (O. V.)
Q-ii.
30
í66 OBIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
se sustentaba, hasta que dio en escribir media con ' palabras que aun le arrastraran á Aristóteles. De ma
limpio (poeta de la calle de los Negros), juntándose nera que este no es libro , sino coche de Alcalá ¿ Ma
con otros para hacer pasos á escote? ¿un estudiantino drid, donde se embutan y van juntos, dándose hombre
de encaje de lechuza, hijo de un librero de Alcalá ?» con hombro, una vieja, una niña, y la buscona , y 4
«Ese propio, respondió don Blas. Y por hacerse tratante, y el corchete, y la alcahueta y el capigorra
copia de Lope de Vega, se ordenó ; y sin duda presto con el fraile.
se echará elfrey, por no quitarle pizca. Hízose doc »EI Doctor es azúcar de retama , donde son más la
tor por equivocarse con Mescua, y está graduado por pajas, los palos, las moscas muertas, la basura y el es-
el mérito del camino; y por no echar más dinero á tiércolque lo dulce. El pobre en lo que escribe parece
mal, no trujo graduada la muía de alquiler. A este hombre que pelea de tejado, que tira cuanto se topa
pues llaman Hominicaco, por lo chico y por los hur con la furia : el vidrio quebratíb, los cascos de la olla,
tos, porque se averiguó que aniñó una comedia entera las calzas viejas, el estropajo y la urraca muerta. ¡ Pues
áVillaizan; y el primero testigo mayorde toda excepción ver las márgenes verbeneando de autores , que pare
fié loque había escrito antes y lo que escribió después. cen propiamente márgenes de laguna, donde se jno-
Y ahora para enmendado y ostentar suficiencia , ha he ta la ortiga y el romero y la juncia y la adelfa ! Allí se
cho este libro, que intitula Para todos : en él hay no ve junto á Séueca con Barbadillo, Roa con Flulara,
velas, autos sacramentales, sátiras, declaración de la
misa, comedias, instrucción de predicadores, alma Monto Jerónimo de Salas Barbadillo, ingenio sazonadísimo al
naques, reportónos, lunarios, amores y cuestiones tura! de Madrid, publicó sns poesías en 1616; dio al teatro arfa
teólogas; junta los santos á los bergantes ; cita bati rías comedias , y escribió novelas con suma novedad y gracia , «s»
dos los idiotas y los filósofos, los chaconerosy los pa salieron a luí desde 1613 a 1655; en cuyo año, ó a fines del «*
rior, hubo de fallecer miser?ble y pobremente, como había vivida.
dres de-la Iglesia; alaba al autor de la Naqueracuza, Hónrale Felipe IV con el titulo de criado de su casa ; Ceroeies,
como al de' la Iliada ó Eneida; celebra al autor délos Lope, Montalban, Valdivielso, Bocingel y otros machos pr*tl'iJ-
tórligus, mórligos, tirigimorlos, chinchirrimallos, tu- ronle grandes elogios. Su comedia del Galán tramposo y pobrt a
noiable por lo cómico y chistoso del dialogo , y por las eicelrrü;
rigurigallos, mucho masque al del Pimandro, y con redondillas que la esmaltan. No son de menos momento s¿> (*■
tremeses de La Ventosa, El Caballero bailarín. El Prado it it-
Media con limpio decíase en las casas de pósala, el ajuste de dtid, y El Padrote y las hijazas. En la novela de Den Etfr* ii
sola media cama por la noche, i conilicion de tener por compañero Noche, impresa en Madrid, ano ríe 16i3, se halla la si fíifíüf car
uno limpio de liña , sarna ó cualquier molestia contagiosa. En la ta, que muchos han atribuido sin razón i Qosvido, J Bsescsi»-
comedia de Entre bobos anda eljuego, de Rojas, dice Cabellera: ponen dirigida, creo que infundadamente ,
A las dos de la noche, "que ya han dado,
lie mi media con limpio me has sacado; %Al doctor Montalban, habiéndole silbado una eemetti.
Y discurrir no puedo
Donde agora me llevas. aMortales somos todos los hombres, y asi los poetas «Vasca ta
mo los maridos pacienles están sujetos a silbos. Si la eoaeínQ'i
Poeta de la calle de los Negros. En ella vivian los abastecedo muchas tramoyas, y se ejecutaron mal por culpa del artiSce.if <e
res de los ciegos, en miserables posadas. silbaron, que no al poela; no juzgue vuesamerced a despeen» ha
El doctor don Antonio ¡lira de Mescua , caballero hijodalgo, y berla silbado , sino á que se holgaron tanto todo» en ella, «.teta
arcediano de la catedral de Guadix , su patria , retiróse a ella des hicieron el mismo tratamiento que 4 los toros. qoe es la fisuaui
pués de haber sido capellán de honor de Felipe 111 y Felipe IV y celebrada en España). ¡Quién le dijera 4 vuesamerced caá»*»»
de la capilla real de Granuda. Estuvo antes en Ñapóles con el escribía con tanta confianza, que habla de ser usa de lasceavíiu
virey conde de Lémos, de olicial de su secretaria en 1610. Insig de toril , muriendo desjarrciada enire sílbalos, tenores y u>W
ne poeta cómico y lírico, supo con nuevas galas y encantos her Aseguróle que tuve por mal agüero el ver para las tramoyas usa
mosear su lengua y la de las musas; y por junio de 1611 fantaseaba tabla junta ; porque me pareció disposición de tablados , y que se
todavía los autos sacramentales para las Restas del Corpus de Ma podia disculpar el vulgo, si lo conviniese en llesla de lucos Ha!
drid, con gran estimación de doclos é indoctos. aconsejado fué vuesamerced en llevar 4 ella música de chirrias,
Hominicaco , pusilánime y de mala caladura. Juega con las dos -sabiendo que con ella se hace siempre la sefialen la plan toas»*
últimas silabas, descomponiendo la palabra para aludir al célebre tocan al desjarrete. Cuando yo vi meter aquel caballo velo» p-n
ladrón del Lacio que mala Hércules. echar el resto, temí que habia de pasar la comedia un de cíip r>
Don Jerónimo de Villauan y Carcis, natural de Madrid, letrado (como le sucedió), que ni fué vista ni oída. Las mujeres farros u
famoso, escribid Ires comedías ; de las cuales, Ofender con lot /)- j primeras que empezaron 1 silbar; provocados deltas, disparír-a
nems, no parece sino que explica con el titulo cuánto se dio por | los mosqueteros toda la mosquetería; de modo que la ci-n^-».
agraviado de los elogios de Montalban. , ya como toro murió entre silbos, ya como soldado valiente i Ba
De las coplas de la Naqueracuza, estrenas y aguinaldos del poe quetazos. Sedición fué de todo el pueblo, de quien fueron las ag
ta de los picaros, que llenó el mundo de disparates y locuras , he iera capitanes ; consuélese vuesamerced , pues que en este «¡>-
dicho ya no poco en mi tomo i , plg. 370 y siguientes. tin las que son pies de la república se hicieron eabeza. 8*1
El autor del Htmandro es Mercurio Trisinegislo, USO de los guarde a vuesamerced, el juicio digo, que no tanda; que tri
mas grandes teólogos de la antigüedad pagana. pues de semejante suceso, os lo que corre mayor peligro. .
Licenciado Gabriel de ««a—Compuso algunas comedias y pa
stas sueltas. Monlalban le incluye en su Memoria de los ose cítn-
ben comedias en Castilla; y le cita en su üisowjo del ma>Us c*
referencia i cierto elogio del marqués de Velada en Oran, al sur
t. Mccebic f.4.)
5 iKie propio ei el autor de eile soquete con letras, (0. V.) gen de un párrafo donde dice que «Marte inuuye, de las anr>,«-
8. Motcua ; i por no echar (5.) bre los azores, basilisco», salamandras, escorpiones, btutnsr
to K ene pues llaman Uominicaeo, (O. V.)
demás aves de rapiña.»
41. te le averi|íuil tS.)
15. enmendarlo y honestar (B.)
■uauacleocia (B. S.)
19 reportarlos, amores (A.) 1. que lo arrastraran (A.)
SO. sanios ion los [B. S.)
II. lot Ululólos, los ehocarrerot (D. O. S. V.) I. lino un coche (S )
S. donde se juntan y embuten (/rf.)
li. Njiiueraeuia, (.4 /.)— Naluraleía (L ) 1. nina, labuicone, un traíante, ol corcheta , la akahncu j «►
1». lurittimorloi... iliimliirimallos, luri^uríinallni, (S.)
15 mas que al de Primatio , j ello con palabra! que le arromaran gorrón. Y ea alücar(/d.)
<S. Silícea y Barbadlllo, J Rol (í.)
ú Aristóteles, con ser un iragador do embrollos ; (O. V.)
PERINOLA. 467
jrreño con santo Tomás, Lnquillas con Aviccna ; Be- hebreo ; mas esto le perdono porque lo merece el in
i vente, diciendo á Quintiüano que se liaga allá á pu- genio del Doctor, que también es dolor y creo que son
s matracas, que no cabe y no le deja apuros burun- deudos. Con todo eso, le hace un agravio : que da el
ingorros, móngorros.chóngorros, lugar para inedia principado en los autos á Valdivielso; y como que to
¡clamacioti. Este no es loco, que es poco, es una casa do lo ha escrito bien el Godinez, ha salido en algunos
í locos ; porque ha hecho un libro podrido, como olla, autos mucho, y es más señalado por los autos que todos.
ate<ládoIe de cuantas legumbres, bazofias, cachiva- «Escribe la creación del mundo, y declara la obra
les, tronchos y chucherías ha hallado por las plazas de los siete días; lo cierto es que para dar buenos días
tiendas de aceite y vinagre , tabernas y despensas. Y no se han de dar los que él escribe : porque ha sido
i más gracioso es, que los autores citados están en las tal, que todo lo que Dios hizo en siete días, y vio que
íárgenps como vendidos, sin saberqué hacen allí; por- era bueno, él en siete días lo ha querido destruir y mos
ne los de historia están en lo que ha trasladado de los trar que era malo. ¿En qué alforja de pobre se verán
lmanaques, y los teólogos en los que escribe de güer juntas tales cosas como en cada dia destos se Icen?
as, y los filósofos en la teología ; y es tal el baturrillo Todos los hizo martes y aciagos ; parece propiamente
e citas perpetuas, que se echa de ver por letor de mo- el entremés del Hablador y una vaya de mozos de
o, que el autor no hizo sino trasladar la memoria muías y segadores.
e todos los libros que ha vendido su padre, y sollado «Pues ¿á quién no quiebra el corazón velle decir
horretadas dellos á trochemoche por aquellas márge- que el mejor pontífice es el Papa, y el mayor rey el de
es, caiga donde cayere. Cita á Godinez, y no á san Be-
ito; y no le cita delante de Dios, sino con la misma
onderacion que pudiera al gran Filón judío ó á León dios de su patria para que el César les conservase ciertos privi
legios que gozaban desde los reyes Tolemeos. Siguió la secta de
los fariseos ; pero no es cierto que profesase la religión cristiana. A
Licenciado Baltasar Porteño.—Natural de la ciudad de Cuenca,
veinte y ocho suben las obras de que bay noticia escribió sobre la
:ura párroco de las villas de Sacedon y Coreóles , escribió Los di
escritura, filosofía, moral y bellas letras, cuya mayor parte se ha
rías y hacho* del rey Felipe II; obra muy apreciable por sus cu- perdid ■>.
i'gus noticias. Tradujo en octavas y comentó los Oráculos de las
León Hebreo.—Conócese con este reaombrcal rabiJchudahben
toce Sibilas , que dio a la estampa en Cuenca, aflo de 1621.
Izrhaq Abarbanel, que habiendo nacido en Lisboa, residió en Cas
Lacas de la Peño. —Medico , i lo que se i 1 1 11 e re de las dos citas tilla basta que fueron expulsados de ella los judíos año de 1192.
rae de é\ hace Montalban en el Discurso del sábado, y del dicho
Volvió á su patria , de allí pasó á Ñapóles y Genova, ejerciendo la
le Qcetepo. No le mencionan , ni don Nicolás Antonio, ni los mo
filosofía moral y la medicina, con universal aplauso. Compuso en
lernos historiadores de la medicina española, don Antonio Heñían
le! Norejon y don Anastasio Chinchilla. latin los Diálogos de amor, traducidos hoy á todas las lenguas , J
El licenciado Luis Quiñones de Benavenle, natural de la imperial celebrados siempre.
[olido, fué por su gracejo y donaire, por su agudeza y llorido in y creo que so» deudos.—Repetidamente echa en rostro Qüeveoo
genio, el roas hermoso adorno y gala de nuestro antiguo teatro, i Montalban en la Perinola ser de familia de conversos.
con sus incomparables loas, bailes y entremeses. En todos ha) El maestro José de Valdivielso, capellán mozárabe de la primada
purlo coman un gran pensamiento filosófico; lo artificioso del con- | de Toledo, y de honor del infante cardenal don Fernando de Austria,
texto es admirable, los caracteres delineados con prodigiosa ver unió la bondad de corazón á la robustez de ingenio. Tuvo pronta
dad; y las sales y rasgos más felircs de Cervantes y QoEVEno, de siempre la pluma en elogio de sus contemporáneos, yá su examen y
Lope y Góngora, y de los clásicos antiguos abrillantan el diálogo, i aprobación pasjba el Consejo de Castillo casi todas las obras de
Atenloá sus enfermedades, ó distraído de sus cuidados, retiró amena literatura. Di' limpias costumbres y dulce trato, mereció
del teatro la pluma en 1613, y le dejó huertano y tristc.no habien con justicia la estimación general. En su poema de Son José hay
do otra qne pudiera snplirtan festivos desenfados. Dehíó algunas cantos, como el de la anunciación á los pastores, de lo mejorque
itonciones a don Mario Mastrillo Deliran, residente de la arrhidu- tiene l.i castellana lengua. A borbollones brota la poesía en su
íorsa Claudia de Mediéis en la corte de Espada ; y á él por tanto Romancero espiritual, donde no sé qué admirar más, si la since
¡even dedicados sus mayores donaires, juntos por don Manuel ridad, sencillez y pureza de ánimo, si la gala y novedad con que
tntonio de Vargas ¿ impresos aflo de 1645, con titulo de Jocose trata los más delicados misterios de nuestra santa religión. Salas
ria, burlas teros, 6 reprehensión moral y festiva de ¡os desúrde Barbadillo dice que esle ingenio fue el primero y el que mejor
les públicos. compuso los Autos sacramentales cu España. Parécemc ociosa y
Kurtmcltírorrosmongorros.—Húrtese Qcevepo, con su sal y pi ridicula la cuestión de primacía entre Valdivielso, Godinez y Mira
lienta , de lasmuletillas vacias de sentido con que Benavenle ade de Mescua.
eiaba las coplas de sus bailes á imitación délos ditirambos grie El doctor Felipe Godinez , natural de Sevilla, eclesiástico, teó
¡os; estribillos de que gusta el vulgo en sus canciones todavía, y logo y predicador insigne, era aun joven cuando Cervantes le elo
lúe el entremesista variaba prodigiosamente en sus versos, á este gió en su Viaje del Parnaso (1614\ entre los primeros ingenies que
nodo: allí nombra. Poeta dramático fecundo, grave y sentencioso, incli
No le deis cordelejo, silbando nóse al género místico , mostrándose en él fácil y correcto versifi
A quien de pensallo temblánrioos está; cador. En noviembre de 1641 dijo la oración fúnebre del aprecia-
Zmrlt , pirili , nariiti, tiritando. ble historiador de Madrid, Jerónimo de Quintana.
turnia, que la vida me da. El entremés del Hablador ¿ será el de los Habladores de Miguel
Filón judia, natural de Alejandría, de raza sacerdotal é ilustre de Cervantes, incluido en la Parte sétima de las comedias de Lope
■oília , fué de sus contemporáneos el más docto en los dogmas de Vega? Hay anónimo uno de La habladora y casamentero , im
Ir Pitagoras y Platón. Muy viejo hizo el viaje de Romo en tiempo preso en colección, año de 1640, que empieza: «Yo, mi señora, soy
le Caligula y hacia el alio 40 de Jesucristo, diputado por los ju- casamentero.» En otra colección de 1613 se halla el de Las habla
doras de Luis Quiñones de Benavenle, cuyo principio es: .Ven,
Lorenza, á la puerta nos sentemos.» Todos están compuestos con
4 bungorros, ehdugorroi, mdngorros, (S.) anterioridad á la Perinola.
i loco, que es una cosa (A.) El mejor pontífice.— F.n el dia sétimo de la semana trae Montal
I. y aeetUdole de cuantas (Id.) ban un discurso que se llama Lo mejor de lo mejor, dividido en
9 vinagre. T lo mas (S.) cien conclusiones.
II. margenes tendidos, sin saber qué hacer (Id.)
•í. historia están en los almanaques {Id.)
13. «n lo que escribe de guerras, (Id.)
14. el vatiilillo de cilas que hay por peras, que (F. L.,
15. ciua por perras, (A. E.)— ... por perros (L¡— ... por porras, (S.) I. meresce lu Ingenio del Dolor, que también Dotor (A.)
letor de mono, que el tal autor (A.)—letor de mono, que el autor (S.) 4. en los autos 4 Valdivieso; romo (S.)
19. y no al Benito; (S.l— - al Benedictino ; (0. V.) 9. han lido Ules... hito Dios (Id.)
468 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
España; y trinchar el refrancico, «de los pescados el cual, es que en el dia cuarto, folio 155, página intra
mero, de las carnes el carnero, de las aves la perdiz», tando de las yerbas que curan lus malelicios, cau
en tres tarazones, y hacer del tres capítulos? Dic?. (ra cionándolas, acaba con estas palabras: «el hipérico»,)
ra cosa y recóndita) que el oro es el mejor metal , que el azufre, y otras yerbas.» Yo no sé qué hortelano a
el Paraíso es el mejor de los jardines, que el león es el los infiernos consultó, que le dijo que el azufres
mejor de los animales, y aquí rucia de poetas d<¡\ Ago yerba; y luego cita el poema de Santiago elVerdy.
nal de Pellicer, solo para que se lean muchas letricas á Rodiginio y Plinio : concertáme esos aiuíres y ea'
mayúsculas. Dice que de los sepulcros es el mejor el de verdes. .
Cristo : ¡qué de estudio le debió de costar esta conclu «Pues no le fué mejor á nuestro dotor en la dec
sión! Do los trajes dice que es el mus majestuoso el cion de la misa, pues en el folio 72, plana 2.',
que está labrado todo de oro. Y para ver en qué rum con inescrutable ignorancia : «El levantar los o
bo de la casa de los locos tiene este autor la cabeza, no cielo es una imitación de Cristo , cuya persona re
hay mus que ver que, tratando de los mares, dice que senta el sacerdote ; pues es cierto que quien Ijs
el mayor es el Mediterráneo; y para aderezarlo dice vantó para resucitará Lázaro, también los IcTídUÍ
que al Mediterráneo llaman el mar grande. Pues la ca para convertir el pan y el vino en su cuerpo y sana
zuela que bate de vientos, juntando los nombres de la Que este buen dotor, que dice que borra (y se «
marinería océana con la mediterránea, los griegos con borra, porque no se ve sino borra y más borra'
los latinos, y con estos los de los gañanes, no es po borrase esto, no me espanto; mas que los que le
sible creerla. Dice que de las horas del dia la más ven barón, en cosa tan importante no supiesen que!
turosa es la de la media noche , porque en ella nació el se habia de decir que los levantaría, sino afina
Salvador; y luego dice que de los meses el más cele mente que los levantó en la institución del Sd¡
brado es el de marzo, y acógese á Moisen y á los he Sacramento, es lo que se debe admirar; y esl
breos, cuya festividad fué sombra y cesó; podiendo autor que lo dice cada dia, y no lo entendió ene*
por la misma razón de la mejor hora, decir que es el gundo dia, que lia sido nublado como los demás. I
más celebrado en el que nació el mismo Salvador. diera Valdivielso horrar esto, y fuera de mejora»
«Aparte, en la conclusión de los amores (en que escrehir una aprobación muy estudiada detipí
nombra un varraco antiguo y un moderno entre algu quis, tan graciosamente como decir estas paüfer"
na gente honrada), prefiriendo á todos el amor de Ja su aprobación : «Y el doctor Montalban, tm k
cob y Raquel , cita á Felipe de Godincz, y le llama ex barazo bienhechor en beneficio común, «¡¡sí
celentísimo predicador y teólogo ;' y siendo cosa del da á todos; cláusula de las oraciones de Ate»!
Testamento Viejo no cita á otro autor. miremos por la honra de Alceo, que él no llctnll
»Eu la conclusión 24 dice nuestro dolor, que de los cir « haciéndose de todas las cosas para todos'.c
santos es el mayor san Juan Baplista, porque Dios le diferentesluces.de sí mismo lo dijo el sagrado día
llama el mayor entre los nacidos; y el dolor muestra en las gentes. Caro le cuesta al buen Valdivielsoel
esto que no sabe leer, porque el texto sagrado no dice á Montanbanco, el citarle y darle margen dei[»
Ínter natos mulierum majar est Joannes , antes dice, y si él viera que está citado con los propios rq
nonestmajor, «ninguno mayor;» yes grandeladiferen-
cia ; porque el que es mayor no admite igual, y el que muchachos ya las almas pandas y maleantes. Seguíale Sfl
de quien hablaremos en la aprobación de Qt tuno i l)! •
no hay otro mayor que él , puede tener muchos igua festivas de Lope. A otro apodaban Pollo Crudo, r «W
les. El autores pretendiente de Antecristo, por los lo brado, juntamente con Binorre, por el tenia de los itiff»8
cutorios á ratos ; ama mucho y sabe poco. Yo le perdo guna de sus comedias, y dos veces en el présenle opaa*
de ellas en unión de Jigorro, tontiloco también.
no, y afirmo que estas conclusiones son hermanas de Lo dice cada dia, en el sacrificio de la misa.
habilidad como de leche de las profecías de Pedro La aprobación de Valdivielso no se baila en las reiaiíresai
Grullo. Para todos que he visto, inclusa la de Huesca de 1KU.
Alceo de Mililené, contemporáneo de Safo, iavealée!"
«Mas lo que hará perecer de risa al propio don Pas- caico; declamó contra los tiranos Periandro y Pitaco "
ello le quitó la vida, seis siglos antes de la era crisui
Fitsta Agonal. — Pellicer junW en ella poesías de diferentes In Montanbanco—Juega Queveoo con el nombre de »
genios discurriendo sobre un mismo asunto , i modo de certamen. modo que eacite en ellecior ya la idea de galeote, pw <*■
Don faecuatel de la Corle y Binorre fué uno de ios varios lo rados estos al duro banco del remo; ya la de igaom»-'."1
cos célebres por aquel tiempo en Madrid, que servían de solaz á los el banco término de comparación hablando de esiapi*^

I. refrancito (/».)—refrancltlo (í.) g. coruullo que el atuíre (S.)


1. mero, ríe. y nacer dé; tres tiritones. Dice rara [S.) «. al poeta S. Tiago el verde, y Roí Iglnlo [Id.)
U. del Agón al l'elhcer, (0. S. Y.) t. concertadme </d.)
17. por que no labe aleo borra j mas borra), j »e («•)
14. que es el mejor el Mediterráneo ; (5.) 16. espaulo; mas los que le apiobaroo (4.)
17. oceeanaJA.) to. no habia... decir levantarla {Id.) ,u»tii
«a. creerlo. (S.) ti. autor, que lo que batey dice cada discuto" C"*"
que lai ñoras {A.) sacriOcio ile la misa, no lo entiende. (O. Y.)
ti e» mano {Id.)
15 im.iien.il. poner te misma ratón de la mejor hora, que el mesmo y no le entendía (5.)
mes era mas celebrado en «l que nació el Salvador (S.) B. y fuera mejor que escribir (M.)
t6. amores, que es uo barranco de lepra j podre, dice que es prefe 17. decir: •relDodor {A.)
rido S todos (O. V.) t». sol, clausula (M.)
SO Ciíusula» por cierto de las ortclonec de arree»™. ' <\
Si. nuestro autor... el mejor San luán Bautista (S ) cir que eteribe para lodos (bien que ello "•.m"""\,^4
38. porque él es mayor {Id.) tollos, que es proposición mal sonante, pues s «'"""V
40. es pariente del Auletristo por los locutorios y raptos; ama {Id )— jo de si el sagrado doctor de lea gentes ; y debía biur * >™
es pariente de Amello , que por su» locutorios y raptos se ama mu- la. u.víoss pslabras. (0. V.)
cbo, (O. V) SI. Arceo, que «I no llegara (S.)
43. perder de rita (S.)
PERINOLA. 469
Roa, Orejuela, Barbatulo, Jíureguí , Quintana, Pelli- j templacion de un librero de Zaragoza. Y dirigiendo los
cer, Blasillo, y oíros tales autores, él mirará lo que Dias á tan grandes personas y á tan discretos caballeros
aprobaba y lo que decía. como al señor duque de Medina de las Torres, al gran
»No toco en la aprobación del padre Niseno, que se condestable de Castilla, al señor don Luis de Hato (pri
está lastimando de que el autor le sacase el Soneto, de mogénito del marqués del Carpió, y por sus partes,
la celda á pública plaza ; que á persona que escribe con estudios, cordura y humanidad, ejemplo raro, poco
trapuntos predicables, sacarle sonetos en libro de ta imitado, si bien reverenciado y conoscido del inun
baola, es burla pesada. Solo advierto que su paternidad do por idea de los que tienen tan esclarecida sangre),
afectó poner todos los autores que escribieron misce y ai conde de Villafianca, y al conde de Puñonrostro,
láneas, antigüedades y varias lecciones; y porque para y al secretario Huerta, y al retor del hospital genrml
poner veinte y tres cabales, vio que !e faltaba uno, hizo don Francisco de Torres,— dirige el índicei don Juan
de ánodos, citando con sus comas en medio: «Fici- de Vidaí te, hijode Vidárte, librero navarro, que vivió
nios, Marsilios;» y ello de verdad fué un mismo autor y conoscimos todos en la calle Mayor, hombre harto
que se llamó Marsilio Ficino. Harto fué conoscelle, ha vii tuoso y de verdad, y el hijo dado á estudios y poe
biéndole vuelto lo de atrás adelante ; y poniendo á Lip- sías diferentes. .
sio ó á Meursio, pudiera llegarlos á veinte y tres auto »Peio ¡olí inmenso Dios! ¿quién bastará á ponderar
res, sin trinchar á este. Mas su paternidad no pagó el el intento con que el doctor Montanhancn amasó esto
verse citado, á menos precio (perdone nuestra amislail) libro Para todos? brevemente lo diré. Pues fué sola
que YaldivieisQ. Mas huélgome que va con tantos y mente para decir mal , con todas sus muelas, de Vi-
más elogios el doctor Felipe de Godinez, y que hormi llaizan ; y sin acordarse de la tienda de su padrn y
guea de letra menuda en las márgenes; y no aprobó, los antecesores de la tienda, cargar la sátira subte la
ni le cuesta locura alguna. botica, y examinar cuál es más calidad y mejor; sin
»Una cosa ha hecho bien honrada el Juan Pérez (asi acordarse del macear el papel y el cortarle, y el en
se llamaba Pablillos el bobo de la comedia, y pur eso grudo y las correas, y que es sastre de libros y enco-
se añadió el Montalban por contera, y el doctor por em lador y zapatero de volúmenes; y que es más noble y
puñadura) : que ha honrado á los libreros cuanto ha más importante servirá la república en la salud que en
podido; porque en la Introducción a la semana pone el escándalo : porque su buen padre ha sido mesonero
don y hace caballero á un Francisco de Bonilla, á con- de comedias, novelas, chaconas y romances, y no ha
vendido cosa que no baya sido la sedición de las buenas
Elpttdre Martín de Roa, cordobés, de la compafiía de Jesús, ri costumbres. Y no admite respuesta lo que diré ahora
gió los colegios de su patria, Jerez, Sevilla, Málaga y Ecija, ilus (tragúelo el Doctor y reviente con ello), que el librero
trando las antigüedades de estos pueblos con elegantes obras, es meramente mecánico : porque no es forzoso que el
llenas de erudición y curiosidad, y que serian de mayor precio
si el autor do hubiese dado crédito á los falsos cronicones. Falle ■ librero sepa nada de Ids libros que vende , ni de las
ció en Homilía i 5 de abril de 1637. sciencias necesita , sino de coser bien y engrudar y
Orejuela. -No alcanzo a quien de los autores citados por las már estirar las pieles y cabezear y regatear; y el boticario es
genes pueda aplicarse esle apodo. forzoso que sea latino, que sepa la filosofía y el arte
Dn Joan de Jáuregui , el célebre traductor del Aminta.
Quinina.— En el Para lodos se hallan citados los dos autores nobilísima de componer los remedios; y en él está
contemporáneos de este apellido: el ya expresado historiador Je
rónimo, y su sobrino el doctor Francisco, gran teólogo y predica Don Juende Vidarte.— Muy diferente noticia nos da, en sus Hijos
dor, que escribió dos ingeniosas novelas. de Madrid, el laborioso AlvarezBaena acerca de aquel poeta heroi
Masillo.—No hallo por las márgenes del Para lodos ninguno de co, autor de algunas silabas, romances y epigramas.
este sombre de quien pueda hablarse tan despreciativamente. Madrideño, fué hijo de Juan de Vidarte, caballero hidalgo de
El padre fray ¡litio Niseno, fraile basilio, de cuya orden fué pro Navarra, con casa solariega y privilegio en ella del oQcio de con
vincial en diversas partes, era natural deAlcazarén, lugar de Cas tinuo de la casa real de Castilla. Sirvió á Felipe IV en tal empleo
tilla la Vieja. Tuvo disposición singular para el pulpito; y sus y en el de librador de la real caballeriza , y murió en 1.* de julio
sermones tal aplauso, que traducidos al italiano y al lalin, fue de 1615. Escribió diferentes poesías sueltas, y fué loado por Lope
ron ocupación de las prensas de Venecia, Colonia, Maguncia y en el Laurel de Apolo.
Cracovia. Murió en Madrid á 16 de octubre de 1656.
Marsilio Fiemo.— Recuérdese la pág. 169 de este tomo.
De Justo Lipsio hay noticia adelante en el Epistolario.
t. grandes personajes (S.)
Juan Meursio, nació en Utrerht, arto de 1571); i los 31 de su edad 5. partes, y ettudios, (Id.)
obtuvo en Leyde la cátedra de historia , y luego la de lengua grie 7. si Iden poco reverenciado y conocido en el mnodo (Id.)
ga ; quince después fué por el rey de Dinamarca, Cristiano IV, 8. sangre), al conde de Villarranqueza (A. 0. |Y.) — sangre), i quien
nombrado profesor de historia y política en la universidad de So- dedico el tratado de los Hijos ilustres de Madrid; ai conde de Viiiarran-
ra ; y falleció en 1641. Muchas son sus obras ; versan las más so quexa, que le consagra el mamotreto de almanaques; al conde de Pu
bre Grecia y los antiguos escritores. ñonrostro, i quien dedico las comedias ; al secretarlo Huerta , a quien
le ofrece la taracea de sonetos y coplea de ciego; al rector... Torres, su-
A m Francisco de Bonilla. Esto es adelgazar mucho la critica: gcio de mucha erudición y literatura, a quien encajo por mecenas «te
Montalban pudo sin reparo nombrar á las Uguras de su libro-no los autos sacramentales, novelas, sallras 7 las cuestiones teológicas;
vela , como mejor le viaieft en talante. v para cerrar con llave de oro este cdraulo de dedicataiias hechas á
tan grandes seflores, dedica lo postrero , que es la Instrucción de pre
dicadores, a Jnan de Vidarte (aunque el la pone don), (O. V.)
40. Sor. Guerta, y al Rector (.4. 0.)
«. Roa, Rodrlgnllln, Birbaidllo, (0)—Boa, o Bejnel», Barbadllto, [£.) 47. Monlalbanco (S )
4. Siseoo, que ese esta lastimado da que... saque (0.) t'j mal con todas sus -saulis, del celebra Vlllalzan ; (O.'V.) mal con.
5. escribe puntos (S.) tra todas sus muelas (S.)
8. pate roidad ha hecho poner (Id.) le. libros, y encalador (A. 0.)
ti. con sus concas en medio : (4 ) ífj. Importante el servir (S.)
II. Piolólo v Varsllio; (S.) 18. chaconas, Romanceros, y no (A.)
i». Lipsio A á Mauricio, (O. S. V.) 19 sido sedición de las costumbres. (S.)
17. pagó verfte (A.) St. 0 reviente (A.)
I», (flélfome (fd.) St. aefenrias, ni necesita sino {A. S,)
13. por us atadlo (S.) 37. nobilísimo (S.)
470 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
depositada toda la legalidad de la medicina y todo el de ingenios. Pero yo se lo perdono porque Dios me
arle y sciencia ; y yo he visto en Madrid boticarios exa perdone.
minados curar, y en Alcalá salir de boticarios para ca- j «Pasemos á tomar alientoen las comedias. La Deun
tredáticos. Y para ser librero no sé que sea menester castigo dos venganzas, bien se sabe que no fué suva
masque lo dicho, y no tienen examen ni cosa que no otra cosa sino aquella disoluta y desvergonzada acción
sea común con hormas y cerote por razón del oficio. Y de aquella mujer infernal.
pudiera el Doctor dejar la botica, siquiera porque hay »En la del señor rey don Felipe II, que llama £1
en su libro de todo como en botica, y su padre vende segundo Séneca, el pobrecito librero (nacido entre
sus novelas pesadas, y El coche de Madrid y El me daca y toma de la tienda, y criado en tanto más cuan
són del mundo, y este libro suyo y infinitos de come to, y crecido entre regateos y encuademaciones ) trató
dias , que son recipes para purgar las virtudes y echar aquella historia llena de majestad y admiración, ün
las de los cuerpos con todos los bienes ; y los boticarios graciosamente como verán vuesastuercedes. Habla en
venden recipes para purgar los malos humores y otros la primera jornada de una dama que cerraba un papel,
males. Y cuando le nombra en el Índice de los inge y en una décima dice :
nios ,• por desirle algo de la botica, dice que sus obras ¡No la ves poner la nema
saben al maná; pero sin temer que el Villaizan podia, A un papel , qne en el color
El papel y el resplandor
si fuera como el Doctor, con mayor agudeza decir : De la mano en un nivel
«Montalban, el maná mejor es venderle en poblado, Se miran! pues ella y él
que cogerle en el desierto.» Pero Villaizan tiene dife Parecen, vistos de plano,
rente lengua : ya se conoce su pluma, ya se ha visto; Él, papel de aquella mano
Y ella, mano de papel.»
harto bien me ha parecido á mí que no haya aplicádose
á estas malicias, y que desprecie tales vilezas. —« Visto de plano, dijo la bermejuela, es cosa de cie
»Y hace cuerdamente en dejarlo, porque yo creo que gos, como cristiana, manada y falacia. ¡ Pues bien
el Consejo recogerá el libro por escandaloso y lleno de considerado, una mano que parece mano de papel será
sátiras y vicios, y el Santo Oficio porque mezcla con muy notable, compuesta de pliegos en lugar de dedos!
desvergüenza lo sagrado con lo profano, como no se ha Ese poetilla hasta en los coucetos gasta de su tienda.!
visto jamás. Y si se da en el chiste auna novela que al La pelinegra con hermosa melancolía y habla descan
gunos han descifrado ya, creo que se escapará por ser sada dijo: «El retruécano hiede á
sacerdote, pero que el libro irá con el de Pantaleon, Verde y flores que prometen
por el mismo intento, en peores cifras. Mas diganlo Verde y florida esperanza ;
otros, que el Pérez no ha de perder por mí; aunque
no me ha metido entre los ingenios, habiendo yo es V ella mano de pape /.— Montalban no era solo quien infarta m
crito dos villancicos, y teniendo más há de diez años metáforas de tan mal gusto. Óigase al gran Lope en El Acer» li
firme propósito de hacer una comedia, y habiéndome Madrid, escena 4." del acto 1.° Dice Lisardo, galán:
honrado l'rey Lope de Vega en el Laurel de Apolo y en •Guante, si con vos no hago
\aJerusalen. Muy bien pudiera el Doctor alabar mi co Locuras, es porque quiero
Ver este papel primero ;
media en profecía , como hace de otros, en el cartapel ' Perdonadme si no os pago
El ser cubierta importante
Deste precioso favor.
Cogerle en el desierto.—Véase adelante la nota i Escrtte'sde Bo- Pobre estaba , pues amor
Pidió limosna en tal guante.
ceguillas, página 472, columna 2." « Pero , ¡. qué mucho que en él
Honrado en el Laurel de Apolo y en la Jerusalen ;— donde tuvie Venga el papel que me envía ,
ron aposento cuantos versistas hubo en tiempo de Lope de Vega. Pues allá también cubría
En la Jerusalen, impresa año de 1609, nombró pocos ingenios; Una mano de papel?
pero si tuvo la generosa y peregrina idea de mezclar anrgosy Y pues por ella le gano,
Y de mano tanta fe.
maestros sujos entre los capitanes que embarco para Sicilia Al Con justa cansa diré
fonso VIII, anacronismo agradable por extremo. Quevedo no fi Que tipliego de aquella mano.'
gura entre los cruzados ; pero si un pariente, sobre el cual llama
el poeta la atención del Principe: Cristiana, manada y falacia.—Voces qne en sus coplas intr,>is-
cian siempre los ciegos, vinieran á cuento ó no; desaliño g¡e
Fija la vista en este que sin miedo ya censuró en el cap. 9.* de la segunda parte del Buscan do* IV
Puedo ponerla al sol , por hijo propio blo , nuestro Don Fbancisco :
Peí montañés Silvestre de Quevedo ,
Y sus rayos seguir como eliolropio. Pidámosle sin falacia
Corona el timbre de la cruz de Oviedo Al alto Rey sin escoria.
(Que no es á su virtud blasón impropio) Pues ve nuestia pertinacia.
De plumas la celada; y las montunas, Que nos quiera dar su gracia,
Del claro resplandor de sus hazañas. Y después allá la gloria. Amen.
El retruécano hiede á Verde y flores. — Dardo que va derecho «1
doctor Juan de Salinas. Fué natural díNájera, favorecido del Ja
i. y no llene examen ni cosa que sea común (S.) que de Florencia y del papa Clemente VIH , que le agracio rea
7. ítpjar la botica, y a su padre venda (fd.)
43. humores y los males. {A.) una canongia de Segovia. Pasando i Sevilla, nombróle sn ñsí>
45. decir algo (S.)
46. mana. Mero Villaizan tiene diferente lengua :(Id.)
25. y con victos i.l.i
mezcla lo sagrado (S.)— ... lo humano con lo divino, (B.) a. que no fué otra cosa (S.)
57. novela disfrazada que tiene, y no hago puntual declaración de ella 7. Felipe el segundo Salomón, que el pobrecito (A. B.)
porque medien muy altos respetos , no creo que su autor escapara por 41. décima dice Momia : (0. Y.)
sacerdote; porque el libro ira con «I de Pantaleon , (O. Y.) 13. bermeja, (A.)
18. algunos han disfrazado, yo creo que (B. /. L. S.) 14. cristiana ; que bien considerado (S.)
30. cifras. Díganlo (.4.) 18. melaiicolla dijo : Babia descansada; el retruécano (f<t.)
32. no me metió.. , togenlos ; mas yo (Id.) 19. hiede verde (A.)
PERINOLA 471
y no es el primero que hizo esos revoltillos ; que yo mo Montalbnn ó Monlalbanco (que todo monta) juntase f>n
acuerdo de haber leído en una comedia del Sastre de callar los amores, á Dios con la dama y con el guian?»
Toledo, esta copla al pelo de una dama : La aguileña , acostando la vista en lo dormido de los
Si de agüese pelo apelo
ojos, dijo: «Eso no se lia de borrar sitio con un car
Pelicano, vendré a ser bón del brasero del Santo Oficio. Acuerdóme qiiR apro
La piel del diablo, Rísclo; bó el libro uno que llaman Niseno; y pues aprobó es
Y pues tercio en tu querer, to, llámese Ni-sé; y el no está de repuesto al cabo para
Quiero ser m terciopelo.
remudar el ni, y llamarse No-sé.» Prosiguió el mal
Infórmese vuesamerced si la mano de papel era de las dito dicienio: «Pues luego reprehendiendo el Rey á tu
de costera, que así las lia vendido su padre.» — «¿Oes- hijo, le dice :
to se espantan? dijo el hablador. Pues la segunda jor To lengo poras razones,
nada la empiezan don Cristóbal de Mora y Alvaro, cria Pero tengo muchas manos.
do, y dice: Eso es modo de hablar de mozuelo que se aporren en
Alvaro. ¡Murió Santoyo! la esgrima. ¡ Y esto se representó, y lo oyeron á falta
Don Cristóbal. A todos ha pesado. de silbos, que fuera mejor oírlos con su séquito de cen
Airare. ¡ Quísole bien el Rey ! cerros, y métete ! ¡ Eso nos trae para entretenimiento ! »
Don Cristóbal. Su amito era.
— «Oye : ¿sabe qué ha de hacer, si quiere que ese li
Hombre que dice que el Rey era amigo de Santoyo, bro luzca y haga ruido? véndale para cohetes, que no
siendo aquella majestad que saben todos, y Santoyo tiene otro remedio. Y no le venda á los especieros ten
su ayuda de cámara; si borra , ¿cómo deja esto así ? deros, que si en él envuelven las especias, de andar
¿Para cuándo guarda los borrones?» La vieja, que oyó con malas compañías, echarán á perder las ollas; y si
decir Santoyo y murió, asiendo del Santo, dijo con la se hacen cartones, se hallarán los pechos mejor con za
voz. oleada : «Cuando murió ese bendito Sanio ¿ se to ratanes que con ellos.» El acusador dijo: «Pues esto
caron las campanas?» Cosa que se rió á gestos entre to no es nada, para ver en respuesta desto al príncipe don
dos, porque la vieja no se corriese. Carlos (á quien pinta furioso y temerario) acabar sus
«Pues ¿qué dirán vuesasmercedes desta coplita (di desgarros eu concetosde alma de auto, convertida, di
jo el que trujo el libro)? y la dice don Juan de Austria, ciendo :
que no la dijera el diablo: Llegar si pudiese a ver
Las torres, los muros altos
T un amor para ser cnerdo ,
De aquella ciudad , adonde
Solamente ha de saberle El Cordero inmaculado
Dios, el galán y la dama,
Fue pastor, siendo cordero,
Que callan cuando se ofrece. Y le sirvió su cayado
¿Puédese creer que un doctor y clérigo y Juan Pérez y De arrimo, aunque doloroso,
Pues le rasgó pies y manos. >

dor el Arzobispo ; y la ciudad , administrador del hospital de San


Aquí con semblante de Oíosle perdone, ladueñc-
Cosme y San ¿lamían , que llaman de las Bubas comunmente. En cita pujó un suspiro; y la bermeja, cumpliendo con las
este cargo Falleció, cargado de aüos.elde 1C17, y tuto sepultura rabias de su pelo, dijo el tale, late (que ya no se usa),
en el convento de dominicas descalzas. Sus endechas y romances y añadió: «No quiero oir más de las comedias de aques
compiten con los de Lope y Góngora; pero casi todos se hallan
incluidos en los Romanceros sin el nombre de su autor. Si bonus te doctor; solo pido se llame Juan Pérez de la Encina,
dormitat Homerus, ¿cómo «Inflar que alguna vez no delirase el y quédese lo Montalbnn para Reinaldos.»
terso y elegante Salinas? Deliró por todas en aquel romance, que — «Si así son las novelas (dijo la pelinegra, bien
jo tengo de su pudo y letra : enlutadas las maravillas de su cara, y rizada una no
Ala jineta, y vestido che en sus cabellos, en quien las propias tinieblas de
De verde y dures de piala.
Verde y flores que prometen-
Verde yjlnrida esperanza; Juan Peres de la Encina. — Por los disparales trovados del céle
Por divisa un corazón bre y excelente poeta Juan de la Encina, que comienzan :
Morado y blanco en la adarba,
BUico que es blanco, á que lira Anoche de madrugada,
La que deja en blanco a lanías; Ta después de mediodía , cíe.
Rusra el callardn Arbolan
Su bella mora Guaríala,
Mura que en su pecho mora,
Hora que enamora y mata Etc. t. con callar... y et galán (S.)
S. acortando la vltia \ld)
Dice ion Juan de Austria. —No, por cierto, sinn sn amada dona 5. aprobó uno eae libro que llaman (1(1 )
Leonor de Menéses. Quien reprende , sea, ya que no irreprensi 6. aprobó rilo ea con fea ion Ntie, y «I no {A.ri. E. /.I— ... eate, au nom
ble , menos precipitado. bre tea JVÍae; (E. /.)— ... eato, au nombre ea confesor JViar, (C.)— esloea
conlusUn JViie, (K.)— ... eato. va declara au ignorancia, y aun au apelli
do la teattUca, puea A'uc elgmOca que no aabe , y el no {O. V.)
14 repreientó, y lo oyeroo loa hombrea a falta de aniroalel, que fuera
4. aqueste ptlo (S.) maa acertado, porqu» le liarían el aéquito que merece, con el coropaa
B. vengo i ser, )Id.) de loa cencerrea, ya que se echaron menos loa silbo»! (O. V.)
6. diablo recelo ¡ lid.) 15. con aéipilios efe cencerros y lo merece; y eso nos trae por enlretcnl-
7. eo au querer. / S.) mientot Sabe (S.)
5. iu leí cío pelo. (5.) tO. vuelven las especies, (A.)
9. Infórmente vuesascaercedes (Id ) ti. si se liace cartones, (5.)
era aio coaloraa, que iu padre aal laa ba vendido. Deito [A.) tu de ese doctor, 'A. ti.)
VI. «liando aguarda (S.) ti. )«i deje lo llonlaltao (S.l
%L asiéndose del aaoto, (Id.) 44. cabello»), si asi «un las novelas, él no ve loa zompas y locuras
ti. oleada : cT cuando {Id.) que hay en sus nbras ; y asi , por niego de la p;isiu.i prupla , merece un
U. de>la copla {Id.) castigo Imponderable.»— «Las novelas (dijo el escorp on de don Blas) oo
U. Juan y Perca y Monlalvu a Munlanbancof.t.} son nóvalas, ni fibulaa, ni consejas , ni candiles de mvliueíos, que,
472 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
la color sostituian estrellas), más quiero Peñas que bo freir, ¿era decente? Luego, sin poderse reslaiiar las
Montan Pérez.»— «Las novelas (dijo el escorpión de locuras, dice ; •
don Blas) que digo, no son ni fábulas, ni comedias,
Un risco que la mira con capole ,
ni consejas, ni no-velas, ni sí-velas, ni candiles, con Quizá enfadado, por si acaso piensa...
ser tan sucios; no tienen pies ni cabeza. La de Al ca
bo de los años mil es tal que el cantarcico estuviera ¡ Acordóse del chiste «Miróme con capotillo». Pues las
mejoren Peralvillo que en ella, retulándola; y ha ju- voces quizá y quizás , y plegué y pluguiera son de
' rado de sacar las aguas de su segundo verso, porque las que la escoba barre de los escritos que no son de
volviendo por do solían ir, np se enturbien en el cieno Bocegnillas. Y aquel pienso es una traslación muy gar
de la novela. El lenguaje, de cansado, jadea ; los dis- j rida entre cerros, riscos y arroyos : porque ¿ quién ha
cursos son tahona, que muelen cómo bestias ; no cuen- | visto que los riscos piensen ? Luego dice :
to las impropiedades, porque son tantas como los dis- | Aquí le sirve una robusta peda
lates ; el suceso, si así le tiene el autor , no acabará en de tajador á un lobo que arrogante
bien. Y para agravarlas más, las hizo tan largas co Quito a la madre un recental del pecho;
mo pesadas, con poco temor y reverencia de las que Y en las alforzas de la inculta breña.
Siendo su boca el plato y t\ trinchante.
imprimió el ingeniosísimo Miguel de Cervantes. Le Iraga sin mascar, i su despecho.
»Mas la nata de las locuras de la calabaza del autor
está en su punto en una canción que escribe y embute Esa propriedad es grande, que como llaman al lobo
en ella al cerro que corona el santuario de nuestra Se carnicero, le da tajón oculto, que no habia menester,
ñora de Monserrate. Dice en el principio y al fin el Pé tragándose sin mascar al pobre cordero. Mas al Gn él
rez que la escribió muy de mañana; y quien á tales es dotor del rastro, como canónigo mendicante de los
disparates madruga, bien muestra que en la cabeza no desolladores. ¡Pues la clausulita de la boca y pialo y
tiene quien le guarde el sueño ni el seso. Pintando la trinchante tiene mil donaires! Y el buen Pérez doctor
altura de Monserrate, escribe :
Escritos de Boceguillas.—Es este un lugarejo en el obispado y
Porque Un alto está. Un levantado, provincia de Segovia, distante veintiuna leguas de Madrid , es ¡i
Que desde los extremos de su cumbre, carretera de Francia , donde no eiisten hoy sino cincuenta j «3*
Por lerna ó por costumbre, vecinos. Algunos de los que contaba en los siglos xvi y ira en»
A la ciudad del frió judíos conversos ú descendientes de conversos; yqnizáesireeflM
Parece que el rocío un abuelo de Montalban, i quien, según parece, hubo de serse-
Antes quiere chupar que caiga al suelo ; guir la Inquisición. Pero es imposible disculpar á QctHMÍfli
Y después escalando el cuarto ciclo,' saña y vileza con que remueve las cenizas de los aséentela fe
Porque el primer lugar halló muy frió. su adversario, por mis que este 6 sus amigos hubiese! j-u
Empina la garganta macilenta, echado en cara al ilustre caballero de la cruz roja , el cerote? Ls
Y á la región del fuego se calienta. tranchetes de pariente d antepasado suyo. En el poema teres»
de Las necedades \¡ locuras de Orlando el enamorado ¡«dirigüe il
En la margen desta aslrologia meteóricahabia de citar hombre mas maldito del mundo,» que para Quevedo era Soaa:-
¿ Jigorro y á Pollo Crudo : porque decir que el cerro ban ) se ciega y achica hasta el extremo de apostrofarle coi esa
de Monserrate escala el cuarto cielo (que es el del sol, infamia :
en todo lunario y almanaque, sin que haya cosa en con Doctor, á quien por borla diá cencerro
Bocegulltas, y el grado de marrano;
trario); y que por templar la frialdad que allí había, Tú, que cualquiera padre sacas perro ,
empinó la garganta para calentarse en la región del Tocándole á tu padre con tu mano;
Casado ipor comer) con un entierro,
fuego (que, según Aristóteles, está en infinita distan- Con que pudiste ser vieja cristiano;
cía más abajo del cóncavo de la luna),— es cosa inso Que por fallarte en cristiandad anejo,
Fuiste cristiano vieja, mas no viejo.
portable; debiendo decir que derribó el gaznate, pues El alma renegada de tu abuelo
lo baja él tanto, y fué tan de mañana cuando descri Salga de los infiernos con un grillo...
bió este Monserrate el buen Montalban. Que dijo dos Llamábase marrano el recién convertido al cristianismo, debuta:
se lenia ruin concepto, por si era la conversión Sngida. Cuan*}
veces frió, en un mismo sentido; que si aun el pri en Castilla recibieron la fe cristiana los judíos, logróse 1 (audi
mer frió fuera frió, por frió, nombre, y el segundo ver- ción de no obligarlos a comer carne de cerdo, atento á que les
causaba nansea y fastidio. De aqui el nombre de marranos. Pw
ignominia, afrenta y desprecio, se daba también el de perra i
lío» quiero Peñas. — Esto es, matasanos chirles como Lúeas de los moros yjudíos. Cojado contó» entierro, esto es, clérigo de
la Peña, va citado en estas notas. escalera abajo.
Jigorro y Pollo Crudo.— Véanse en nota , á la pág. 468, col. 2."
Dijo dos veces frió.— Y ciertamente sin desaliño, puesto que la
vez primera lo emplea como sustantivo, y la segunda como adje
tivo. 5. Acordóse el chille : (S.) - -_
c pluguiera, que estaban en mucho luje en tiempo del rey Carreje-
cas, son preciosas. ¿Y 4 quien no plrte el cortton de rita . .1 eir decir
que los riscos piensan? Tal ves se verle esto también en tiempo áe.
mismo rey. Sin detenerse «enmendar del atajo de disparates, 4«e:
con otar tan aucloi y asquerosos , ton una plata Junto i la pudre de at (0. V.l
las , sean lo que tu autor quisiere, que yo uo me atrevo a distinguir 7. de los escritores (S.)
8. trasladacion {Id.)
lo. La de (O. V.) 9. garrid». Ki muy amigo de parejtt: frío y mu frío; peBaagen.'
4. estrellas); esta pues dijo : * Si sii ton las novelas, mas quiero pi
fias que Montalban Peres. • {K. S.) mas pellas. (D.)
«royos: Aquí le sirve una robusta pena (A. ». L.)
5. Blas) son que digo. No son ni rábulas , ni cornejas, (.1 .) 18 le dan tajón ocullo y doctor de retiro, como canónigo menduftE-
1. ni novelas , ni sibilas, ni candiles (S.) te los desolladores. (C. 0)-le da tajón oculto. | »y. doctor del rae».
47. Has la notad? las locuras (A./).) como canónigo menilicante lot desolladores! i*.)— ...¿Habrá, doctor»
de la cabeza ifl.) rastro, ó canónigo de los desolladoret , como elle» (0. Y.)
58. almanaque lo verá, sin que haya (S.) W. canónigo vendigante lot desolladores. (A.)
Al. está ínnmla(/<i.)
4i. abajo, eu lo cóncavo (A. B. D.)_ ...en el cóncavo (C.) tú lat clausulillat de la «oca... Uene(S.)
PERINOLA. 473
pone aqní un aparador de lobos hcclio y derecho, con dos los poetas manchada, el Doctorla llame bordada (y
tajón, plato y trinchante; que si se da traslado ¡í los quédeseel Pérez por saca-manclias de tigres); pero ha
maestresalas de que junta al lobo trinchante con ta cer á la tigre maestro de esgrima y dalle montante, es
jón , le han de trinchar el grado. Luego dice : todo cuanto se puede desatinaren buena tigresía. No
T allí desde nn repecho , bien dejó la tigre con su montante, cuando dio tras las
Que quiso srr peñasco, abejas con tratamiento de oso ; y pintando su solicitud,
Vestido de damasco. y cómo y deque trabajan, dice :
Baja el lagarto que la cola ondea ;
Y como arroyo verde se pasea , A las novicias muestra
Asolando las mata» de nn carrasco. Cómo han de hacer la carga ;
Hasta que el silbo de su dama escucha, Ya de la flor amarga ,
Corriendo en poco sallo tierra mucha. Ya de la vid y ya de la lenteja
Fabrícalos panales la mas vieja.
Lo primero, este dolor sabe el intento de los repechos,
pues sabe que este quiso ser peñasco (que es mucho La maldita vieja tuvo la culpa de una cosa tan infa
saber); y luego viste al lagarto de damasco, y no de ta- me como fabricar miel de la lanteja, que es miel tris
bi ni de terciopelo. Mas esto el lagarto se lo ha de agra te y para la cuaresma ; que si es moza escribe :
decer al peñasco, porque si el verso dijera :
T allí desde un repecho. Ya de la vid y ya de toda broza
Que pretendió ser pella, Fabrica los panales la mis moza.
dice forzosamente : Y siendo el romero el mejor material de Va miel, lo
Vestido de estameña;
que el consonante hace el gasto á los poetas para estos trocó aquella infernal vieja en lanteja; esta vieja debia
vestidos. ¡ De buena se escapó el lagarto ! Pues el pa de tener algo con Esaú, pues se le parece en el trueco.
searse como arroyo verde es ingenioso , no habiendo Prosigue el doctor colmenero (como oso):
arroyo verde en el mundo; si él se acuerda de Preside el rey, la cera se descuelga ,
Rio verde, rio verde, La miel huele á tomillo, y nadie huelga.
Mis negro vas que la tinta,
Aqu! ', según lo que ha escrito y los materiales que ha
lo acierta, y escribe : dado, había de decir :
Y como Rio verde se pasca ;
La miel huele 1 lenteja y nadie huelga ;
y pone & la margen : « Granada, insigue doctor y poe
ta heroico , cómico y lírico ;» y allá va con los demás porque no ha tomado el autor ni la abeja el tomillo en
citados. Pues consideren los doctos en lagartos este la boca. Y el «nadie huelga» se entiende de las abejas y
lagarto que se pasea azotando las ramas de un carrasco, de los letores dellas y de toda la canción : porque el
que es un árbol alto, y verán cómo el autor es un cas peñasco dice que está con pesadumbre y con capole,
cabel (no encogerlos, como el que vimos en Madrid, el cerro arrufaldado, un rio atollado en el mar, el lobo
sino en pintarlos). Y llamar dama ala culebra ó lagar trinchando en el tajón, los toros con los estoques retor
ta es cosa para que los mismos lagartos se mueran de cidos abrasándose vivos, la tigre con el montante, la
risa. Acaba con este verso : miel con la lanteja, la vieja fabricando pañales. Así está
' impreso. Mas yo, que no soy amigo de calumnias, digo
Corriendo en poco sallo fierra mucha. que sin duda dijo el autor panales, sino como el impre
Y demás de ser esto imposible, no se entiende poco ni sor vio escrito con tan donosa energia, «y nadie huel
mucho. Luego, hablando de una pelea de toros, dice : ga», dijo: si nadie huelga, trabaje esta n que dice
panales; y echóle una tilde acuestas, hizola trabajar,
De marfil los estoques retorcidos. y dijo pañales. No apruebo yo andar acusando erratas,
Marfil llama el cuerno , sin dejar su derecho á salvo á ni soy de los letores achaqueros á fuer de Mesta, cuan
los tinteros y cabos de cuchillos; y estoques retorcidos, do las locuras se escriben á cántaros y á borbollones.
siendo eso siempre de losalfanges, y nunca de los es Bien pudiera yo haber preguntado dónde eu la pintura
toques. Pasa adelante el doctor con su canción y dice: de la cigüeña dijo en esta canción :
Hasta que con el miedo se reprimen Da calor ia cigüeña i cuatro huevos ;
De una tigre bordada, que arrugante
De su cueva salió puro montante. ¿porqué no dijo á cinco ó áseis huevos? Mas ya he dicho
El Dolor no está graduado en tigres, á lo que parece, que no soy amigo de calumnias, ni quiero que rae res
pues ignora que en Monserrate no se crian tigres ni
se han criado jamás. No me meto en que, llamándola to-
t. y quede et Peres {A.)
4. tigreria. (K. S.)—en loda le tlgresla. No bien dijo la tigre (D.)
I. trinchante, como «I doctor Peres; piro ha; que temer que il se 6. con tratamientos de oro ; (S )
da traslado a los buenos reposteros ó maestros de cocina , le ría ríe trin tt. Prosigue el doctor como empesd, y dice : {O.)
char el grado , por embocar los Instrumentos de su otlcis, donde sirvan 80. pessdumbre, el cerro coo capole, un rio (.4.)
solo a lobos. Luego dice : (O. Y.) Si. estoques, abrasándose vivos, {A. B. C. D.)
13. este eotor sabe (S.) 94. lenlejs, (S.)
15. damasco y no de tafetán, ni de terciopelo. (C.) 37. famosa eoergta (D.)
ti. con vestido de dueña ; (E. I. 0. S. V.) 39. a cuestas, y quedóse panales (A.)
ti. de suerte que el consonante (A\ 5.) 40. anclar cazando erratas (O.)— andar cansándose en erratas, <S.)
13. lagarto: por poco no le mete fraile !(**.) u. ateste, donde las locuras (A.)
45. y nunca de los estoques (B. F. K. S.) • 41 borbotooes. Prosigue pues, su canción ú cbBOiOilslu nuestro doe-
ít. et doctor: Hasta que con el miedo (A. B F.) lor, y dice : Allí un marchito valle (0. V.)
Si. moto que, llamándola todos minchada, (id.) 40. cinco y á seis {A .)
474 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ponda qne nole perdono una tilde donde hay cosas co cuanto al monte es capote, cigüeña, rio atollado, cna.
mo estas : tro lentiscos, cuatro huevos, lagarto de damasco, lobo
Allí un marchito valle deste yermo, con tajón y trinchante, toros con estoques de marfil,
Seco de sed, por mil abiertas bocas tigre con montante, rogativa de rosales, monje enfer
Agua pide a las peñas y los riscos ;
Y aquí viene á regarle un monje enfermo. mo, ermitaño inquieto, lanteja y vieja. Vayase el Doc
Si bien a tanta sed son gotas pocas, tor noramala y eche á perder el monte de Toroios, y
Pues no hay para mojar cuatro lentiscos. no á Monserrate, que aun esas sabandijas él tendrá as
Ya considero á vuesasmercedescon cuidado de saberde co de tendías.
qué mal estaba enfermo este monje, si de catarro ó j »¿Y escribió otras novelas aqui?» — «Otras dos, di
tercianas, ó jaqueca; y lo cierto es que estaba enfermo ' jo don Blas : El Palacio encantado y El Piadoso ban
de yermo y de monje. Muchas gracias á Dios, que si dolero. Y cada una es peor que la otra; y siempre ha;
el Doctor se halla más á mano desierto que yermo, le peor en la que es peor, si se vuelve á leer.»— «Pues
mata y dice : yo no quiero desencantar ese palacio, que el Doctor le
Aquí viene a regarle un monje muerto;
habrá hecho caballeriza, dijo la pelinegra. Y porque
ese bandolero cumpla su palabra y sea piadoso, do
y fuera cosa de ver regar á un monje muerto. Y sin quiero leerle; que si le leo, siendo tan cruel y Un pe
haber dicho con qué regaba ni con qué no, dice : sado, me matará.»
SI bien a tanta sed son gotas poeai. — «En los autos (dijo la dueña) no habrá nada ¡que,
como son sacramentales, es fuerza que estén aproba
Presnpónese las de la regadera ó cántaro ó herrada ó dos dos veces, una para representarlos, otra para im
puchero ; y nadie se espante que al monje enfermo le primirlos. » — «¿Cómo que no habrá nada? dijo don
atribuya gotas pocas, que como es doctor, nivela el Blas. No hay nada que no sea execrable, indecente j
pulso. También son cuatro los lentiscos como los hue escandaloso; son tales, que no digo que los censaron-
vos; él es poeta de «¡á cuatro, y ya van á cuatro, !» y no que los delato.
no hay para él ni tres ni cinco. Luego dice : »Lo primero, en el auto del Polifemó hay ona nove
Los rosales (ariscos dad : que basta agora había diablo cojuelo solamente, y
Por sns pardas espinas) ahora hay diablo tuerto con solo un ojo, porque IV
Para las clavellinas.
Que están en embrión, ruegan al monja lifemoesel diablo.» No cabria un cabello entre el
Que por los pies la tierra les esponje ; oir «diablo» y clamorear la vieja con las quijal»* »n
Y el atento á las voces campesinas... arredro vayas. Y prosiguiendo don Blas, dijo: «Pac ir
Diera un ojo de la cara por ver rogar á los rosales, que con la fábula, hace á Cristo Ulíses. Esta no es aleja»
fuera cosa muy de ver y oir aquellas voces campesinas, sino algarabía; no hiciera cosa tan mal sonante ni in
que deben de ser notables. Y por cerrar con llave de decente un moro buñolero : porque la persona deCris-
oro, escribe el Doctor : to no se ha de significar por un hombre que los pro-
Al ruido de la música y la flesta píos gentiles idólatras le llamaron engañador, embus
Un ermitaño se levanta inquieto. tero y mentiroso. Ya se ve en Homero que repetida
¿Q'iién fuiste tuque tal dijiste, que se levantaba inquie mente le nombra lleno de engaños y engañador; y en
to un ermitaño? En oyéndolo se espeluzaron de miedo* Sófocles, Minerva le llama casador de chismes y em
los toros, y la cigüeña, y el lagarto, y el capote, y los bustes y instruido en astucias. Virgilio le llamó duro,
huevos, y la tigre, y la lenteja, y la vieja, y el monje
uní iuri miles l'lixi ;
enfermo. Y el acabar no hay más qué decir ; después
de todo lo dicho, acaba con este verso : y ninguno le trata de otra suerte. Pues ¿cómo dejará de
Aquesto es Monserrate, cnanto al monte.» merecer un tapaboca de tinta perpetuo quien la per
sona de Cristo nuestro Señor, que por santa y por ver
—«De manera, dijo la bermejuela, que Monserrate dadera y por clemente , y por todo es incomparable
con otro hombre ni con otro santo ni con criatura al
•¡A cuatro, y ya van á cuatro!»—Modo de pregonar las verduleras guna, la viste y ajusta á un hombre embustero, de
y fruteras por calles y plazas. la misma gentilidad conocido por la astucia? Que e>
Aquesto es Monserrate.—Largos trechos de tan disparatada can
ción incrustó Montalban en la segunda escena de su comedia A lo
hecho no hay remedio, y Principe de los montes, que es la pri 4. lagarto, damasco (4.)
mera en uno de los tomos de las colecciones de Madrid y Alcalá, 5. tajón, trínchente... toros, esloques (Id.)
6. noramala con las palss de esas colotes , y eche a perder (í-i-a*-
1659. ramala , y eche a perder el monte de Torosos y oo el de Hootenitif1'
aun los mismos bichos, avecbuebos, insectos y sabandijas qt>'<rJ>
tcnJrAn asco de que se pinte a su monte y habitación con UDUstsat-
4. no perdono (S.) mldades. (0. V.)
ti. golas poras, uue como «1 dottor no punte darle ninguna sustan 7. que de esas sabandijas, tendré él asco dellas. (S.)
cie , mienlree menos dé , menos forraje de basura se liallau. El es poe 44. pelinegra. Y porque ese doctor cumpla (fot.)
ta <le a cuatro en ringla ; y aun por«lii mismo no quiso que fuesen mea tO. represéntanos M.)
que cuatro los lentiscos. Luego dice: (O. V.) 51. execrable y decente (td.)
81. Diera cuanto tengo y cuanto valgo, por oír a laa clavellinas rogar 30. con uo arriedro (fot.)
al monje que las esponjase la tierra porlos pies. Esto seria una admira 33. bonetero :(fd.)
ción ; porque oir hablar a las clavellinas , y que el monje, atento a sus J8. Minerva calador de cKUtntt y embutía. Introducido m •
compasivas voces,, hacia lo que te pedían (sin embargo de estar en citu. (S.)
fermo), basta abora nadie lo lia vislo.nl ha dicho otro que este doctor 41. se trata desta suerte. (A .)
tnaiimo. El cual prosigue su estupenda j asombrosa canción asi: (Id.) 43. seflor, que persona por verdadera (Id)
ver regar a los rosales, (A. II.) 44. ledo, es incorporable (Id.)
>( ermitaño'! Se espeluiaron (4.) 43. ni otro santo ni criatura (5.)
M. verso perverso : (6. S.) 47. por su astucia? (11.)
PERINOLA. 47S
por lo que era ajustado para diablo mucho más que doctor en cnanto escribe se toma de las necedades co
Polifemo : porque de Ulíscs se dice la misma palabra mo del vino. Miren qué coplas estas ;
que del demonio : Serpens erat callidior , « era ser
De la sangre que me d:ó
piente astuta;» y de Ulises se dice la misma palabra Su cuerpo, envidias sentía;
callidior. Pues ¿cómo será Ulises representación de Porque aunque al Yerbóse unia,
Cristo con los atributos y propiedades del diablo? Y Parece que se inclinaba
Más al Dios que en mi miraba
es lo peor que dice Polifemo ó Pulidiablo estas pala Que al Dios que en su unión lenia.
bras: Yo entonces (¡qué atrevimiento!)
A tocarle voy , y al punto
Se recogió con los sayos Veo que muda el difunto
A la parte mis secreta De forma , no de elemento.
De la cueva, y prometió
Hacer de su sangre mesma . ¿Habrá teólogo escolástico que se pueda averiguar con
Un vino, con cuyo olor
Antes de probar su Tuerza estas envidias que tenia el cuerpo de Cristo más al Dios
Me perturbó los sentidos. que en él miraba, que al Dios que en su unión tenia?
¿Devanara alguno misterios tan divinos, sacramentos
Esto está vuelto del revés en un misterio tan grande, tan grandes, por tan mala parte? ¡Pues, decir que
porque es de fe indubitable que en el Sacramento el trocó de forma, y no de elemento! No se ha escrito ja
vino se vuelve en sangre de Cristo, y no la sangre en más en tal materia la diferencia de forma y de elemen
vino ; porque allí hay sangre y no vino, y Cristo propio to. Y sin poderse ir del desatino , prosigue con tules
dijo que era aquel cáliz de su sangre , y también dijo : versos :
Qui manducat mcam oarnem et bibit meum sangtli-
Porque en la cruz Hombre y Dio
ntm, «quien come mi carne y bebe mi sangre,» y no No pudo crecer en si ;
dijo quien come mi pan y bebo mi vino. Y en estas Mas Dios, en la cruz y en mi
materias todo lo que se ha de hablar ha de ser con las Es lo mismo, y eslo en ¿os.
No puede excederse Dios ;
mismas palabras que habló Cristo nuestro Señor, sin Mas Dios en mi aposentado,
quitar ni poner nada. Y lo más execrable y endemo Viene a estar multiplicado :
niado es , que más abajo dice el Dotor estos versos : Pues es (visto a buena luz)
Una vez Dios en la cruz,
Dime , antes que me duerma , Dos veces Dios comulgado.
Tu nombre; dime ¿quién eres?
Y él entonces con cautela : ¿Qué terremotos de imaginaciones formará en los en
«Yo soy yo mismo, • me dijo. tendimientos de un oficialejo y de una mujercilla este
Dios multiplicado, y este una vez Dios y dos veces
Pues aunque vuesasmercedes no son Niseno ni Valdi Dios?»
vieso, miren si aprobaran el decir el autor, de su pro La aguileña dijo, arrufaldada de ademan : «Dios se
pia sentencia (hablando de Cristo, á quien hace Ulises), lo perdone á vuesamerced, que nos fia traído ese asco y
que Cristo dijo con cautela : «Yo soy.» Esto es calum ese escándalo encuadernado: por ninguna cosa quisie
nia de los escribas y fariseos (á que respondió Cristo: ra haber incurrido en verle. Vuesamerced le desapa
Egopalam locutus sum ; «Yo lie hablado en público ;» rezca al instante, y no nos diga del ni una palabra.»
y en otra parte : Ego sum via, veritas et vita; «Yo soy El don Blas se le zabulló debajo del brazo y dijo:
camino, verdad y vida;») y también es proposición «Pues no he de dejar de decir algo de la postrera parte
de los cristitnástiges, en el libro blasfemo, que intitu del libro, que llama índice ó catálogo de losingenios
laron De tribus impostoribus mundi, que acabó que de Madrid; hácele tan desconocido, que no hay cosa
mado con sus autores en Alemania. Pues ¿cómo se ha cou que comparallo. Lo primero pone á trochemoche
de defender decir que Cristo habló con cautela ; y pa (como dicen) cuantos se topó en la basura y heces del
sar con dos aprobaciones, y la postrera de un teólogo ocio de todas partes del mundo, por naturales de Ma
y provincial tan grave?» drid; y junto á los obispos y predicadores pone á los lo-
La bermeja se estaba de admiración cruzando la ca 'cos de cadenas laureados con tronchos y cascabeles; á
ra de santiguaduras , y dijo : «¡ Buena cosa nos ha traí vagamundos, á idiotas, á los que no han escrito nada,
do vuesamerced! Ese auto del Corpus, harto será que
do sea de inquisición presto.»— «Pues no se enmen
dó en el de Escanderbech , replicó don Blas; que sin i. del vino , siempre que escribe, y mas en asuntos sagrados , puea
hace de ello uu baturrillo de proposiciones Indignas y mol sonantes que
duda se le subieron los desatinos á la cabeza, que el ni el mas refinado hebreo pediera decir mas. Miren ¡O.) — ... decís mas-
Y cata que es hombre de sotana y estala , que por e.to peca mas A sa
biendas. V los que asi tratan hebraizantes, son de suso mayores diablos;
4. afollada para el diablo {A.) y mas agenciadores de almas para el infierno que las alcahuetas, cople
3. era la serpiente (S.) ros y farsantes de panlorrillas; pees que si estas tres clases de demonios
7. vei Polidiablo :(<«.) regalan i Pluloo con carne en leche, macerada, y aun podrida, aquellos
13. dijo : Mi .pan y mi vino; por que esotro ya se ve con que herejes le llevan brujas hisopadas y matronas abonetadas y de cervlguillo, i
comunica. T en estas materias todos saben que se ha de hablar cou guisa de rectoras del pecado y roedoraa de conciencia de cura. Miren
las ¡A B. C. D. E. I. I.) (»'•)
16. nada. Y no más execrable (A.) 18. elemento! Y sin poderse Ir al desatino , come a la mano, prosigue
83. aprobarían, como ellos aprobaron neciamente, el decir el doctor con tales versos: (D.)
de su propia escritura (hablando de Cristo , (O. V.) 38. encuadernado ; cuya lección, aunque nos la ba encajado A (rozos 6
86. (a quien respondió (S.) tarazones, puede ponerse en confuso tumulto cualesquler atendi
39. y vida;») y también es aproposito Cistimatlles en el libro blasfemo, miento y potencias mujeriles. Por ninguna cosa (O. V.)
que Intitularon (F.) ««. t» ... e tal conocido, no hay... compararle. M-)
proposición de loe herejes, en el libro [A.) 48. y jumó a los obispos y predicadores á locos (S.)
*». cautela ; y para con dos (id.) 48. laureados de {A.)
476 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
y á los que piensan escribir, sean de donde fueren. t que compite con Juan.de Pina, aunque lo puso en su
»A vivos que han escrito públicamente les quita la catálogo, le rapó á navaja todas las obras siguientes:
tercera parte de sus obras, como se ve en el licenciado un Diálogo del pescador y la caña y el Origen de las
Andrés de Tamayo , cirujano famoso y poeta excelen mayas de España ; otro que se llamaba Antidoto al
tísimo, que escribió la comedia A la hambre no hay pronóstico nuevo; Consideraciones murales de las pla
pan malo, y la de Ansi me lo quiero ; y un poema he gas de Egipto; Oración declarando por qué se dijo
roico que anda de mano, suyo, del Embuste de doña aSan Jorge, mata la araña», llena de antigüedad y
Ana; y en su facultad en romance, los Delitos de la erudición admirable.
tienta, y Los entremetimientos de las hilas ; y en la «Quitó á don Josef Pellicer y Tobar, Salas, Abarca,
tín un libro raro que se intitula Gladiator sive medi Moneada , Sandoval y R»jas los cinco apellidos postre
áis : obras doctísimas y estupendas. ros, y todos estos volúmenes : en griego, el 7Vopó
A Juan Baptista de Sosa, raro y ejemplar ingenio, Glouloon Diacoterio Philokérdes; en latin, SuppU-
menlum Livii; Historia infinita temporis aique aeter-
nitatis; Opusante Chrislum adversus universos hujus
A vivos les quita la tercera parte de sus otras.—No fué nunca el mundi scriptores ; Concordantiae discordantes; y en
Intento de Monialban componer una biblioteca de los Ingenios de
Madrid. Pero el critiquiíante , para cumplir con el pon de la Peri romance le usurpa un poema heroico de Joannes de
nola, i vueltas de pocos libros realmente olvidados, atribuye en Vigo ; Observaciones árticas y antarticas de los poetas
burlas infinitos i los autores, que ni en sueños pasaron por deste mundo y el otro ; un libro admirable que llama
tu mente jamas ; y con cuyos títulos alude i Tallas y yerros de su
vida privada , calumniosos tal vez y dictados por el resentimiento
Las recogidas, por ser todo de obras que andan suel
siempre. De escarmiento sirva la Perinola, y de mortificación y tas sin ton ni sin son.
sambenito á su propio autor, Unto como al que, con el «ceso de ■«Al falso doctor Pollo Crudo, insi¿ne poeta, y á quien
su vanidad y inimo vengativo, puso en manos del satírico la plu
ma. No se escandalice el lector; y estimando vejamen apasionado Juan Izquierdo de Pita.- El mayor y mis antiguo amigo del graa
esta invectiva, niegue el crédito a los asertos injuriosos de quien Lope, i quien debió un estimable legado. Nació en Buendta, so
vengarse pretendía , exasperado por la guerra de sos émulos. en Madrid , como supone Montalban. Residió si en esta tapial,
Licenciado Andrés de Tamayo.—Natural de Madrid, médico y ci donde fué escribano deprovincia, familiar y notario del Santo 04-
rujano de cámara del rey don Felipe IV, quien le nombró primer cio. Escribió y publicó varias obras novelescas y alguna cosedia,
profesor de la armada que a la recuperación del Brasil llevó en que son muy raras. Su hijo, el licenciado Jacinto de PiSa.cos-
16?5 el general don Fadrique de Toledo. Escribió un Tratado de currtó también i los certámenes poéücos de san Isidro, en sUirií,
álgebra (fracturas! y del garroiillo, que publicó en Madrid, 16M; por los aüos de 1620 y B.
contiene casos práclicos muy notables y dignos de estudio. Las Don José Pellicer de Ossau, Salas y Tobar. Cronista aun* le
obras que le atribuye QuEVEno son desvergonzadas Imaginaciones; los reinos de Castilla y Aragón, caballero de la orden «VSitó»-
sin embargo, biógrafo ha habido, Alvares Baena, que de buena go escritor polígrafo, i quien pudiéramos llamar el segaiá»Ta
fe creyólas habla compuesto Tamayo, y adicionó con ellas el redu lado nació en Zaragoza i M de abril de 160J. Sus padres, véa
cido catalogo de las de este autor. nos tíe Madrid, se trasladaron i aquella ciudad i principios í'fc-
A la hambre no hoy pan malo.—Con tal titulo injuria al licenciado, cbo año ; de aquí el error de Montalban y del historiador Cana
suponiendo que el hambre le llevó á pasar por algo repugnante ó na que'le tuvieron por hijo de esta coronada villa, en la caal &-
criminoso.—Ansí me lo qniero. Comprende la alusión, hoy desco lleció i 16 de diciembre de 1679. Jurisperito, graduado enas¡>«
nocida, a Tamayo y a la religiosa dona Eugenia de Contreras—El derechos vicc-recior de Salamanca en su primera juventud, en
embuste de dota Ana. Siendo aquel escritor cirujano de cámara, y docto en las lenguas hebrea, griega, latina, italiana y francés.
doha Ana de Guevara , la antigua nodriza de Felipe IV, que con su A los veinte ysiete afios rué cronista mayor de Castilla , á lostreis-
majestad conservó siempre gran valimiento, el embuste será alguna ta v cuatro de Aragón, i los treinta y ocho de todos los reinos, uso
intriga palaciega.—Los delitos de la lienta: inculpación gravísima, dos veces y la necesidad de sostener la grave carga del raatrino-
hija de la maledicencia del vulgo. A 30 de julio de este mismo ailo de nio le llevó i escribir doscientas obras, ranchas de genealogías;
163Í murió el infante don Carlos , hermano del Rey , después de eoneorino é hiperbólico en el estilo de todas. En sn mocedad ce
haberle sajado un tumor que en vergonzoso lugar le mortificaba. dió i la tentación de Ungir falsos cronicones; pero i la ve 'i
La calumnia dijo que, llevando veneno, por orden del tonde-du- nrncuró la enmienda, aunque no se retractó con la sincera can
que de Olivares, los entremetimientos de las hilas ocasionaron ta dad y franqueza que merecía el delito. Mas esto serla pedir suelto
maña desgrada.— Gladiator sive medicas , es modo de llamar ase de un hombre. A ello alude el dístico suyo :
sino al cirujano. Servi i la vanidad , bebí el veneno
Juan Bautista de Sosa y Ciceres. — Nació en Madrid, aflo de Del vaso de la falsa vanagloria.
1580. Fué hijo del licenciado Juan de Sosa , corregidor de Logro- Tronó Gloutoon Diacoterio Philokérdes.-Revatraesc que esas
do, y de dona Ana de Ciceres, poseedora de un mayorazgo en es veiimen lo que escribía Quevedo, y que no se detenía en avewe-
ta corte. Hizo sus primeros estudios en Salamanca , pero no con* rar las mayores injurias y aun calumnias contra sus enemigos . par
cluyó la carrera de leyes, á que se dedicaba. Fué regidor de Madrid; ticularmente jóvenes. Con tales nombres griegos moteja a Pellice:
casó dos veces, la primera con doila Antonia de Solís y Guzman,
la segunda con dofla Juliana de Henao , hermana de doria Ana Ma de sodomita bardaje por avaricia.
mtoria sin fin , del tiempo y de laetern.dad.- Censura de Ma
ría de Henao y Riaflo, madre del inmortal Calderón. Tuvo mucha la, escritores de este y del otro mundo.-Concordancas dumrt**
afición al estudio de la antigüedad griega y romana, y compuso L, "Ton burlas de la deplorable fecundidad literaria del etcnur.
varias obras, de las cuales únicamente imprimió la titulada Sos-
, de su afición i notas, escolios y comentarios.
sia perseguida.... En que se trata del honor paterno y amor filial, ¿Era el tontiloco Pollo Crudo aficionado i versos' ¿Iban pores-
con otras cosas de curiosas y buenas letras de humanidad; Madrid,
Diego Flamenco, 16Í I, *.' Al frente de este libro se lee unao-
nelo -Ae don Pedro Calderón Riaflo, al autor, su tío». Quevebo
tendría en poca estimación sus estudios .cuaudo le atribuye tan ri 1. Pilla, le rapó (A. B. B. /. L.)

diculas obras. i' s'lTa «™ »«.,« Mtot* . I ato. . Tovar. «onc.d. S„d.v... I.
dos apellidos liltimos, y todos estos volúmenes (A. D_B l. L.)
(I Tropo olotón Diacoterio PMlocoponc, ; Mi- Tropo íh>'« £*
,«o n/o«po»«;(«.)-Troo« joto» diacolmc rHUocoP<,na. !>»>
i. escrelitr, (A.) Zutaellupiraparl, nviclopen.el; (C.) - Tropiooo con, !>«.,*£
S. tercia parte (S.)
8. demos de la tiendo, (C. S.) — ... de la tinta, y los entretenimiento! foglJn.mco-Un-vo PHUocopane. . en latín (F.,- Tropo rot>. >
de la» lila»; (AT. 1. 0. V )— ... de la tienta y los atrevimientos de las hijas; «lerfo/üo«p»«;(ír. V.)-»iacole»io PkUopotanes ; (F.)
(B. /.)— ... y los entrelenlmieotoa de las sillas; (0.) 16. poema heroico de Juan Cla»ljo,(S) ■._,__. ilI
il. obras rarísimas y estupendas (S.)- ... y que el doctor bodoque no 10. sin ton ni sin son. A la.eüora Dona Rugen!» de Conifera. 1.1 >
tuvo noticia de ellas , pues ni una nombra en su desalmado índi
C. D. F.)
ce. (O. Y.)
PERINOLA. 477
debe nuestra España los sonetos de treinta y cinco ver tensio le cercena la oración que hizo en verso y prosa
sos sin cola, le quitó lo más admirable de sus obras, en Salamanca á la majestad de Filipo III, y está im
como es la Vida del caballero sin escarpines; La en presa; y gran suma de poemas divinos y humanos,
diablada detrás de b Chimenea; y una Oración muy escritos divinamente.
devota contra los duendes. »AI padre Juan Velez Zabala, oráculo destos siglos,
»A la señora doña Eugenia de Contreras le quita el aunque le nombra , le calla el Comento sobre los pro
comento que hizo sobre Iremos cantando las tres ána fetas menores.
des , madre; y el Ansi me lo quiero. »A Juan Pablo Mártir Rizo le calla la Vida de Séneca,
»AI reverendísimo don Tomás Tamayo de Vargas le la Defensa contra el contagio en las calumnias de
quita la Pegadomea y el Argentum farcimini , tradu Flándes, la Vida de Mecenas, el JVcríe de Principes,
cido después in Vinculis Coronae. todas impresas; y también la Vida del Duqw.de Virón,
»No nombra en su libro al padre Esteban de Villa- de que debia acordarse el Doctor por la comedia que
verde, de los clérigos menores, doctísimo varón y insig hizo deste libro.
ne predicador y natural de Madrid, que lia escrito un li- »A don Francisco de Quevedo le usurpa el libro que
broadmirabteque intitulaba Sermonespara todoel año. llama Polilla de las repúblicas, y la Historia del año
»AI muy docto y muy elegante padre maestro Hor- de 31.

desaguadero sus disparates? ¿Provino su nombre de haberse El padre don Juan Vela Zarala.—Nació en Madrid, año de 1590,
tragado algún empollado huevo, como aquel italiano que dio ori hijo de Juan Velez y de dona María de Zavala. Tomó el habito de
gen al refrán de tarde piache? los clérigos menores en su patria. Fué varón ilustre en letras y
Doña Eugenia de Contreras. — Según Montalban, fué religiosa vida religiosa; doctísimo teólogo, uno de los primeros maes
francisca en el convento de SantaJuana de la Cruz, próximo á Cu tros de su orden ; dos veces provincial de ella , predicador del rey
bas. Sapo la lengua latina , hito versos en la castellana con mu d on Felipe IV y de la reina doña Isabel de uorbon. Electo obispo de
cho acierto , y escribid en prosa con perfección por tener un inge Ariadneen Italia, y de Guadalajara de Indias, no fué confirmado
nio prontísimo para todo. Álvaret ¡faena, diligente biógrafo de por Urbano VIII; pero del sucesor de este pontífice, obtuvo la
los bijos ilustres de Madrid, no hace mención de esta señora.— En mitra de Zamora, cuya diócesis rigió hasta su muerte, acaecida en
las noias al Cuento de cuentos ya se b( dicbo lo bastante acerca 25 de enero de 1646, con general sentimiento , qne el Rey mani
(¡el cantar cilio vulgar: festó, diciendo al recibir la noticia : «¡ Murió mi predicador!»—No
Tres ánades, madre, consta que diese i luz obra alguna.
Pasan por aquí: Comento sobre tos profetas menores , en otro manuscrito sobre
Mal penan á mi. los poetas menores. Dejémonos de explicar la enfermiza intención
Din tomi» Tamayo de Vargas.— Cronista general de Castilla y del satiríco.
de las Indias, doctoral de la santa iglesia de Toledo, consejero de El licenciado Juan Pablo Mártir Rizo, prestltero, biznieto del
las Ordenes y de la Suprema, teólogo, lengiiisla, historiógrafo y famoso Pedro Mártir de Angleria (del consejo del emperador Car
elegante versificador, nació en Madrid el día 8 de enero de 1589. los V , embajador á la república de Venecia y al soldán de Egipto),
Fueron sus obras mas en número que sus años. Murió cuatro me fui natural de Madrid. Vivió en Cuenca largos afios, dirigiendo la
ses antes de cumplir los cincuenta y tres , el 2 de setiembre de educación del hijo segundo de los marqueses de Cafiete, y en ob
161». sequio suyo escribió la Historia de esta ciudad , impresa en la cor
La Pegadomea.—Argentum farcimini.—Vinculis Coronae.—Tres te aíio de 1629. Allí, cuatro antes, habia dado á la estampa La
fantásticos libros con que al cronista pretende echarle en rostro vida de Elio Seyano, La muerte de Enrico IV y ¿a prosperidad in
haber estado enfermo de malos males; hecho remedios de los que feliz de Felipa de Catánea, versiones las tres de obras del cronis
pudieran aplicarse á las hinchazones de las cabullerías; y sufrido ta de Francia Pedro Mateo. Entonces , en 1625, compuso y dio 1 la
por tales escarceos el sonrojo de verse en la cárcel de la Corona, estampa su Historia de la vida de L. A. Séneca, y al afio siguiente
que asi llaman la de los clérigos. Indisculpable demasía del satí la de Hecénas, y también el Xorle de principes. Dio al público,
rico fué llevar la censura (si hubo motivo para ello) á la vida pri en Valencia, 1627, sn Historia de las guerras de Flándes, jen
vada de persona muy respetable ; y todavía mayor exceso en quien Málaga, 1628, una Defensa de Quevedo contra Morovelli. Las pren
tuvo, cual humano, su tejado de vidrio. sas de Barcelona sacaron i Inz un alio después la Historia del du
El padre Esteban deVillaverde.— Matritense, originario de Viz que deüiron. Dejó inéditas las odio Décadas ocíanos de su bisa
caya , se crió desde la edad de siete afios en la casa real de sus buelo, traducidas; un tratado de las Casas solariegas de Espaia,
majestades don Felipe II y don Felipe III, que le mandó dar es La Filióla , y nna Censura de ¡a Jerusalen de Lope. Este dijo en el
tudios basta que vistió el habito de los clérigos menores. Fué pre Laurel de Afolo:
dicador insigne, celebrado por Lope de Vega en el Laurel de Apo
En el retrato de Juan Pablo Rizo
lo. Escribió tres tomos en folio de sermones, bajo el titulo de Mira la imagen del dorado Febo.
Yiridario Sacro, 6 Discursos ¡¡orales, en cuya dedicatoria á Feli
pe IV da estas noticias. El padre ingirió su apellido en el titulo Don Fhascisco de Quevedo se atribuye falsamente dos libros con
dei sermonario ; rasgo de mal gusto que recuerdo en la Sossia doble sentido : 1.*, La polilla de las repúblicas , llamando asi los
perseguida, de Juan Bautista de Sosa ; en el Sol solo y para todos, hombres que encizañan los reinos, persiguen y roen los escritos de
de don Esteban de Pujara/ (1657); y en El Jovial cristiano, de un los sabios, y se desvelan por el descrédito de afamados y estudio
tal Jove il7j3j. sos, aludiendo á Montalban; y 2.", la Historia del año de 31, que no
Sermones para todo el aSo.—En otros manuscritos se lee el pi es otra que la de los pasos que dio este buen' notario del Santo
cante chiste de Ser manual para lodo el mundo. Oficio, y todo lo que hubo de afanarse para que la Inquisición
Acerca del maestro fray Hortensia Filix ¡aravicino y Arteaga, prohibiese, como lo hizo, casi todas las obras del señor de Juan
dataos noticia más adelante , en el Epistolario , alio de 1624. Abad , impresas y manuscritas hasta aquel afio.

9. A It reverendisima Tamayo dt Vargas (C.)— Al mu; revenado dolor B. elgloe , le calle (A.) — elglae, aunque le nombra la calla lai obras
Tamayo (».) siguientes: La vida dé Séneca, la Defensa contra (O. V.)
Vargas, la Pegadomla y el Argentin (UrcediUU, (A. 0.\— ... la Pe- 6. sobre los poetas menores. (C.)
ilacmia, el Aroumentum furcedllle. (D )— ... Pedagomia y el ArgenUn 4». acordarse por la comedia (A.) — ... que puso en este mismo libro
fureedtli, tF.y—... Pegadomea y el Argumento ¡arcUUle, (A*.)—Pegado- menos el co. /' )
mi*. No nombra {B )—... la l'mgtdomea y el arruínenlo farrile, de tradu i4. Al señor don Francisco de Quevedo y Villegas (con todo este res
cido ¿espute te Vinculis Ctinone IV.)— ... Pegadoria y el Arargentum peto me nombró el maldito y ceruuron üou Blas), que hasta ahora no
¡areetUe, L.) ha dicho sobre mi largo escrutinio, ni esta buca es inia, tal ves porque
13. ir. mulo Ser manual para todo el mundo. (C.) conoceri la raxon con que he hablado del doctor Monlalban y de so
año, y otro que llamo Viaje que d la gran corta de la gloría hace libro, le uiurpó la Polla de tas repúblicas , y la historia del año de 37;
el alma santa, abra estupendísima 4 inimitable. [0. V.¡ de cuyas obrai diría alguna alabaucilla a no estar su merced presen
<•■ podra fray Hortensia la cercena {A.) te. io. r.)
473 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
»AI señor Gregorio López Madera calla muy doctos y digo que si vuesamerced toma mi consejo, con ejecu
severos escritos en derecho admirados de los juris tar en su libro, con el todo que tiene, el saca y el pos
consultos, eruditísimos tratados impresos, la obra y el deja, quedará que no haya masque pedir. Deje
grande de La Concepción de nuestra Señora, y mu vuesamerced de alabarse de muy honrado y muy mo
chas homilías de grande dotrina y sutileza. desto; y deje de alabar la librería ; y deje la botica; y
»A1 licenciado don Pedro de la Barrera, secretario deje de encarecer sus sonetQ?; y deje la Escritura Sa
que fué del obispo de Oviedo, no le nombra, siendo grada ; y deje la teología, y deje "las malicias; y deje las
gran teólogo, gran predicador y gran humanista, y ha novelas para Cervantes ; y las comedias á Lope, á Luis
biendo escrito singulares tratados llenos de erudición Velez, á don Pedro Calderón y á otros; los dias á lase-
y enseñanza. mana ; y la semana al Tasso, al Passer y al Bartás; y
»A Manuel Ponce le quita un discurso que intitula deje el almanak al almanak. Y saque de su libro las
Crisol de la lengua castellana, un libro Del Genio ; y tres novelas, las tres comedias, los dos autos, el ín
otro, comentando algunos lugares difíciles de Virgilio. dice, la semana, las conclusiones ; saque los discursos
nPero después se desquita, añadiendo obras á otros historíales, militares y astrológicos; saque la taracea
que ni se han visto ni se han oido. De manera que es de sonetos y romances encajados sin propósito. Y por
abominable por lo que añade, por lo que quita, por el pon, ponga las cotas infinitas de las márgenes, en
lo que dice, por lo que calla.» casa de un armero.
— «Cierre esa boca, dijeron los oyentes, y no nos Y con esto, el libro, sin nada, será Para todos; y yo
rompa la cabeza; solo nos diga á qué precio se vende se lo aconsejo, pues nos toca á todos : que yo , peri
ese pelmazo de libro. » El las respondió : «A diez rea nola, tengo también mi todo en el rollo, como cada
les.» Dijo labermejuela: «Pues múdele el título, y no hijo de vecino.
le llame sino : Para el que le vende, diez reales. Más Doctor, adiós : y advierta á mis letras, aplicadas á
quiero perderlos en el todo de la perinola que emplear quien él es con toda verdaJ :
los en ese todos; vayase con ese esportón de nece S. P. D. T.
dades.» Y diciendo y haciendo, le pusieron en la calle. Soy Poeta De Tienda.
Hasta ajui, señor Doctor, es chisme de lo que pasó
con aquel maldito y aquellas damas. Ahora entro yo, El licenciado '.¡bruno Oh Doctor, tn Para todn
Dicen que por varios modos Entre el engrudo y la cola,
que por el todos, me toca á mí su libro y su título; y Hizo un libro Para todos. Es juego de perinola
No siendo Para ninguno. Digno de otros mil apoJü
El tenor Gregorio López Madera. — Madrideño, hijo del insigne Al principio es importuno, Pues en él de varios nadas
doctor Gregorio López Madera , primer médico de Carlos V. A los A la postre os almanaque, Para idiotas y gabacho»
Baturrillo y badulaque. Mezclas berzas con gaija&s.
diez y ocho años lo era en leyes por la universidad de Valen Y así suplico al poeta Quítale el saca y el bou
cia; después catedrático de la misma facultad en Alcalá, y ;i i .iiie en el libro no me meta, Y el deja, y será peón
los veinte oidor de la audiencia de la contratación de Sevilla. Des Y si me metió me saque. Para todos los muchachos.
empeña sucesivamente los cargos de fiscal de la chancillerla de
Granada , corregidor de Toledo, alcalde de Corte , otros elevados
en la judicatura, el de consejero de Castilla, y obtuvo por últi
mo habito de Santiago. Murió en Madrid pocos afios después del
de 1640, habiendo publicado varias obras de jurisprudencia y de his Cuillermo Salustio de Borlas, llamado asi por tra territorio ea
toria ; las Excelencias de san Juan Bautista , el Tratado de ¡a Con Armagnac, sirvió con su espada y con su musa al majno Enrice
cepción (1658), y algunas poesías sueltas. Alvarez Baena dice con de Francia. Kué calvinista, y murió de cuarenta y seis años en el
yerro manifiesto, deslumhrado por una mala copia déla Perinola, de 1590. Su libro de Comentarios sobre la semana de la eresdet,
que compuso también (por hornillas) comedias hoy desconocidas. incorrecto, lleno de imágenes repugnantes, y todo él en estilo
Don Pedro de la Barrera.—Censura Qdevido á Montalban por impropio, débil y bajo, tuvo tal boga, que en poco más de cinco
no haberle nombrado en su catalogo ; pero el censor habla de me años logró sobre treinta ediciones.
moria. Véase, si no (en la edición de Huesca de 1635, y en la de Sevi Perinola es i según la Beal Academia Española) opiececita pe
lla de 1756, que tengo a mano) el número 275 del índice, que dice queña de madera ú otra materia, que tiene cuatro caras iguales y
asi: 'Pon Pedro de la Barrera, de ingenio agudo y curioso, com remata en punta. Por arriba es plana , teniendo en medio nn pa
positor de extremados versos, y dotado de ingenio particular para lito delgado, el cual se toma con dos dedos; y torciéndola caá
disponer y trazar una comedia.»— Alvarez Baena , tantas veces ci ellos , baila el tiempo que le dura el impulso. En las cuatro caras
tado, olvida á este ó estos sujetos, si hubo dos de un mismo hay en cada una una letra , que son S, P, D y T. La S sijrniifa
nombre. saca; la P, pon; la D.deja ; y la T, todo. Sirve para el juejo «V
Manuel Pence.—En 1622 concurrid a la justa poética de la cano este nombre ; de suerte que el que echa la perinola , si al acabar
nización de san Isidro , escribiendo un soneto que no fué premia de bailar le cae arriba la letra S, saca un tanto de los que estit
do. Por entonces compuso el Discurso á las fiestas que se hicieron puestos; y si le cae la letra T, lo lleva todo; pero si le cáela letra P
de los cinco santos , san Isidro , san Ignacio de Logóla , san Fran pone otro tanto, y si le cae la letra D, deja, y no gana ni pierde-
cisco Javier , santa Teresa y san Felipe Neri. Don Nicolás An
tonio le atribuye también el Cris/a/(¿Crisol?i de la lengua caste 10. ponga tal coses infinitas en las ($.)— ... tai cotias (O.)
llana y los Comentos de algunos lugares de Virgilio. El colector 10. te le aconsejo, (A.)
del Semanario erudito publicó en su tomo primero, como obra de toca a todos.
Ob doctor, to Para lodos...
este l'once , una Oración fúnebre en la muerte de don Rodrigo Cal para lodos tos muebacboa.
derón , que Alvarez Baena sospecha con fundamento sea la misma To Perinola tengo también (£.)
que Nicolás Antonio atribuye a Manuel de Ocampo. SO. Y yo perlnolero tengo (C.)
11. vecino, no puedo callarlo ; ni menos de despedirme, dtcleaata
con ella : Doctor metralla, adiós ; y adviene bien en mis letra*, qoe es-
8. grande humanista, y habitado singulares (A.) tan aplicadas a quien ares con toda verdad : Perioola Soy De Tien
It uii libro de Ingenio (D.) da. Fin. (0. 1'.)
18. Ciérrele en (A.) SS. verdad: Perinola Soy Poeta de Tienda. Fin. (A. B.K. O.)— ...ir:.
fl. vermeja: (Id.) (£".)— ... Al libro de Para todos de Montalban. Décima :
JB. perderlo! i lacras de la Perinola (C.) El licenciado lebruno. (A.)
I*, eiporton de uovedadol.i (A )— ese todo de necedades.» (C.) —verdad : El Perinola y Poeta De Tienda. (O ) - ... Perinola. (F )— „ Pe
lí. pmierou de palas en la calla, (i.) rinola Soy, Doctor Tandero, (5.)— ... Perinola Soy De Tienda. ¡ K.)

F1HDIU PENSÓLA.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS
EN LIBROS AJENOS.

CURIA DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO A AGUSTÍN DE ROJAS, (o)

Cuando á la voz de Buen repúblico volví ¡i sa autor una república. Porque si de buenos ciudadanos será la
los ojos, reparé si (á prueba de su opinión) Pitúgoras mus perfecta, modelo es el que saca á luz para gober
nos daba otro discípulo, cuyo espíritu pregonase ha narse el más desconcertado. En que no merece menos
ber oído en la escuela de su doctrina; que, á ser ver gloria por la traza de su compostura, que por atraer
dadera su sentencia, no dudara volvía Platón á darnos con entretenimientos á la enseñanza de su perfección;
de su República otro plato por mano de Agustín de esmaltando el oro de sus documentos con la diversidad
Roj.is; pues como deseoso de verificar lo que liabia de otras lecturas, para agradar con sus visos á los que
aprobado, mostraba en sus escritos venir a mejorarse l.legaren á mirarlas. Pues al volver de la hoja de lo que
en este tiempo. Mas sin recurrir al pasado (buscan en su nacimiento le señalan los astros , se ve el asiento
do en su liceo otro Valerio, lámblico, Sócrates ó Aris de su vida, y en ella la nobleza que descubre. Para que
tóteles, que por memoria informasen el cuerpo de tan de boy más, si Madrid se preciare de tal hijo, Smirna,
cabal repúblico), Rojas nos muestra en el presente Rodos, Colofón, Salatnin, Cos, Argos, Atenas, como
haberse aventajado á los antiguos, descubriendo la pru por otro Homero, litiguen sobre tener en su ciudad tan
dencia de su ingenio en las cosas de que adornarse rithe buen repúblico.
(o) Fué escrita amos del 11 de marzo de 1611, esla que nuestro presa en la hoja oncena del libro cjíédló á luz en Salamanca por
eritiu llama eficaz alabanza recldrica (Caria ypiloí,; y se Te im- aquellos dias, con tiinlo de El buen república, Aguslin de Ro
jas , regocijado farsante, escritor ingenioso y autor del Viaje en
6. dí-flsulo Mplrltu «Ejemplar de 1CI1J tretenido. El elogio de Queveoo aparece con las erratas que señalo
n, voltli plaion ¡II ) al pié.
4*. (turado en «u liceo {Id*)

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABALLERO DE LA ORDEN DE


SANTIAGO, SEÑOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD, Á DON LORENZO VAN DER HAMEN
Y LEÓN, VICARIO DE JUBILES. (6)

Con tal estudio y diligencia ha desembarazado vue- marión á que haya abreviado la vida de aquel monarca,
snmerced de la prolijidad de los volúmenes la historia que codician eterna las comodidades de todos los si
de Filipe II, que le estamos agradecidos con toda esti- glos : el estudio se ha logrado cou la elección del me-
#
(4) Carta del afiode lfiii. la pintura, mientras que Lorenzo alcanzó merecido aplauso con su
Hallase impresa a la vuelta de la hoja coarta del epitome que se Historia de don Juan de Austria; el Elogio panegírico á son Juan
d tita I a don Filipe el Prudente, segundo desle nombre, rey de tai evangelista, y las Excelencias de los nombres de Jesús y Haria.
.'¿P'iTÍas y Piueeo-Mundo. Compuso una Historia del Brasil y una Apología a la política de
Su amor don Lorcnso van ier Hammen y León , hijo de Juan (na- Dios, de don Francisco de Qoevedo, que se han perdido; y lo
iral de Bruselas, arenero del Uey, pintor de flores) y de Dorotea atribuye con yerro don Nicolás Antonio la Cosa de los locos de
¡liman , nació en Madrid a 10 de agosto de 1589. Fué gran bu- amor.
lanista ; sirvió de secretario al arzobispo de Granada don fray Su epítome á la vida de Felipe II (publicado por vez primera
edro González de Mendoza , desde 1610 a 1616, y entonces oblu- en Madrid, alio de 1625, y reimpreso en I632| tiró al blanco de des
) la vicaria de Jubiles, en la Alpujarra, amén de otros heneó virtuar la que Pedro Mateo, elocuente cronista de los revés de
os eclesiásticos. Subid al sacerdocio a 21 de julio de 1625, lo Francia , escribió con artificioso lenguaje y envidioso estilo , cnt-
ando la capellanía mayor de la venerable congregación de San dando mas de la erudición y elegancia que de la verdad, por com
■1ro en 1630, y una prebenda en la capilla de los Reyes Calóli- placer al ofendido Antonio Pérez. Por ello entre los libros históri
s de Granada, el alio de 1633; aun la disfrutaba en 1653, y qui cos de aquel siglo ocupa un lu¡;ar muy ¡miiortanle la obra del vi
en 1664. cario de Jubiles.
Hermano suyo fué Juan van der Hammen, i quien hizo famoso
480 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS,
jor hombre, del más prudente príncipe, del más atina se arrojan á hablar por sí, y por todo un tnnndo pasa
do seso que examinaron la prosperidad y grandeza, el do que refieren. Más nos da vuesamerced en loquen,»
odio y la envidia, con el ocio sospechoso de la paz y la excusa, que otros en lo que nos añaden. Vuesamerc*;,
confusión de la guerra. docto, fidedigno y modesto, deja vivir su vida al prino-
Admírame el juicio con que vuesamerced hace tra pe, y quiere que se lea lo que fué, no lo que quiere qs
table la noticia deste rey , grande en todos los dotes crean, ó loque quisiera que hubiera sido, sin achacó
dignos de su corona, descansándola de los discursos le discursos soñados; y enseña el camino de aliviar j
forasteros, con que otros escritores son más abultados memorias de los reyes. Para los estudiosos nada reu
que doctos. Las acciones suyas nacieron en todo suceso al ejemplo, mucho excusa á la prolijidad; sin dw-
con ponderación ; su talento, retirado y combatido de lar defensa forzosa i la invidiade los extranjeros, q«
inquietudes domésticas, y sitiado de desabrimientos han querido deslucir en parte el esplendor de todas la
de la edad, valia por ejércitos; era su semblante eje edades para gloria nuestra. Bienaventurado morara,
cutivo, y su silencio elocuente, y su paz belicosa. ¥ sucesor del César ; padre de Filipo III, glorioso sew
así sus motivos, referidos razonan por sí sin la pre nuestro que pasó á mejor vida ; abuelo de FilípeHj
sunción délos historiadores, atreviéndose á proporcio nuestro señor, que viva muchos y bienaventúrala
nar ambición de entendimiento, sujeto al retiramiento años, para que esta suma que vuesamerced da á luz H
ae los discursos soberanos, que no sin majestad están antecesor , sea ensayo para grande historia de sm»
remontados y detenidos en su secreto y su grandeza. clarecidas acciones. Guarde nuestro Señor ároea
Habla en esto el obispo de Cominge con severidad pro merced, etc.
vechosa, no bien acondicionada para los conmistas que

JUICIO A LAS OBRAS DE PEDRO MATEO, POR DON FRANCISCO DE QUETE


Y VILLEGAS, CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO Y SEÑOR DE LA TORRE DE JUAN ABAD, ¡a]

Pedro Mateo, historiador francés, cuyos escritos de su lengua á la nuestra sin agravio, antes tu
tienen estimación y alabanza, hombre elocuente sin diligencia, el traductor.
ambición, de juicio más lozano que igual, que ni disi En dos partes Pedro Mateo no pudo vencemí
mula el amor á su patria, ni se desembaraza del abor donar la caluma á los reyes de Aragón, á que
recimiento con los extranjeros, escribió historia gran ce con su margen Juan Pablo; y en otra, escri!
de, en partes menos legal que bien razonada. Y der el desafio del rey Carlos y Pedro, con tanta lien
ramando la pluma por los sucesos de los principes, descortesía, que agravia menos al rey de Aragón f
escribió la vida de Elio Seyano ( que pasó á nuestra la verdad , y cara á cara escribe contra ella. Ya
habla, de la versión italiana, Vicencio Squarzafigo), y biendo visto este libro, propuse no responderá1 P¡
aunque no la dio entera, hasido sabrosa letura ; hacien Maleo; que quien niega lo que sabe, y contradice lo oj
do mucho de su parte con nuestra malicia , leer la mi ve, y desmiente á todos, menos hará en noreóroi
seria de la felicidad ajena, á quien no han podido de que hizo en desatinarse. Escribiré la historia de FeB
fender de la envidia tantos siglos. Y con titulo de La de Catanea con toda certeza y diligencia, para qne.bi
prosperidad infeliz, acompañó el Seyano con la vida de informados los que atienden á tales esludios, leitjl
Felipa de Catanea (que Juan Pablo Mártir Rizo ha traído noticia sin mancha. Entretenido en corregirla ya*
á nuestro idioma, del original francés), acontecimiento «icaria, he aguardado que sea vulgar la que contri
bien digno de memoria, para escarmiento y enseñanza go, para que todos puedan ser jueces, y mi nacioii
de los mal advertidos. deba, si no la defensa, el primer sentimiento.
En el Seyano, Pedro Mateo fué adestrado de Come- Desteautor dio don Lorenzo van der llamen ilnstoáal
lío Tácito, antes le tradujo ; y como para la catanesa los que él llamó Pedazos de historia : modestia es**!
le faltó este caudal que allí sobrescribió con su nombre, que los escolios más compiten el texto que le aiíS* j
la diferencia se lee en cada renglón, y los advertimien fían. Y con la relación de la muerte de Enrico IVf*
tos carecen de aquella fuerza y agudeza que nunca aca también traduce de francés Juan Pablo Mártir, t«
barán de alabar los atentos. Mácele falta este esfuerzo mos en castellano lo que ha escrito Pedro Mato, I
de Cornelio para no ser igual al Seyano , mas no para imitación , por sí solo, por amistad y por dolor; y
dejar de ser obra grande y muy excelente, y que pasa debe aguardar con alborozo La muerte lamenté'^
grande Enrico, así la llama él en francés, porque «
(a) Bosquejado l principios de 1611, en que salid i luz la Histo tro las fuerzas del ingenio, del reconocimiento y *
ria de la prosperidad infeliz de Felipa de Catanea; escrita en fran piedad; obra grande, y de que se deberán alabanm
cos por Pedro Maleo, conmista del Rey Cristianísimo; y en caste que nos la da , sin echar menos el estilo en í
llano , por Juan Pablo Mártir Rizo. A don francisca de Calata-
yud, secretario de tu majestad. Año 162o, con licencia, en Madrid, nació.
por üieio flamenco. Hallase i la hoja sena.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 481

ÓMNIBUS ET SINGULIS DOMINUS FRANCISCUS QUEVEDO VILLEGAS, (a)

Psalm lxxim , vers. 16. Tuus est dies, el tua


est nox, tu fairicatus es Aurorjtm et Solem.

Fuit Julianus Imperator multiformi eruditionis su- et purpuram, quae sunt Imperii insignia ipsi prae-
pellectile instructus, et cultioris litteraturae eonsul- bens. At licet ejusmodi sigtiis cusa Juliani numisma-
tissimus, et in Musarum sacris jugiter operabatur. Jm- ta minimé reperiri licuerit: hissimillima reperiuntur,
peratoriam majestalemnon solum armis munitam, sed nimirum Juliani vultum cum inscriptione Serapidis,
etlegibus decora tam esse decet: proh dolor! Impera cuiásinistrisinhaereteffigieslsidis,quibusimaginibus
tor noster lege divina aliquando fuit decoratus ; sed apud Aegyptios Sol, atque Luna repraesentari solebat.
postea seductus legum multiludine, et usus animara, Hucusque Sozomenus. Medullitus, ut ait Plautus, ama-
et Imperium amisit Tam dives est summi Dei unitas et bat Solis numen, lumen, ac nomen; et de ipso majori
veri tas, utin hac re pluralitassit inopia. At Julianus to- reverenlia loquitur, quám de reliquis Diis. In epístola
tum deorum vulgus,etLarium plebemresti'tueredecre- ad Máximum Philosophum, quam scripsit in Gallia,
vit ; et ut viam aperiret perditioni, de Rege Sale tam ele- haec verba scripsit :
gans encomium scripsit, splendore suo obscurare cona- Ic;ü) Zeu;, ?c;tú ^¡ar^hoe, , ffiú A8J¡va ;
batur patris luminum diem. Sed non erat Ule lux, ipse
Juppiter et testis, tetlis magma Sol, tettis Minerva.
Filius erat lux vera, quae illuminat omnem hominem
venientem in Imnc mundum. Solé, et splendore idola- Magnum vocat non Jovem, non Minervam, sed So
Iriae tenebras restilucre nitebatur; sed frustra liominum lem. Et ut omnes gentes in suum errorem praecipitrs
raaütia ausu profano aeternae mentis numen violare traheret, noverat quantum potest apud imperitum vul-
nitilur. ultra virium nostrarum ictus divina Majestas gus Principis exemplum. In eadem epístola bis verbis
sedet aeternumque sedebit, immobilis etincomprelien- de se loquitur: üeos publicé, et palam colimus, et
sibilis,etimmensurabilis. Scripsit igiturJulianuslibel- totus meus exercitus pietatcm amat. Nos aperté boves
lum de Rege Solé, adhoc utmirabilihujuscrealuraepul- immolamus, Diis gratias egimus mullís Hecatombis.
cliritudine deceptae populorum mentes, etoculorum Regumdignitatem Solitribuerecon licet, necberbis,
persuasione seductae, truncos et saxa, et nomina vana nec lapidibus : majorem auctorem agnoscunt, et irra-
limerent, materiam vatum falsique película mundi. Eó tionalia quaeque, vanitas vanitatum, ait Ecclesiastes,
quoqueaudaciaeprorupit, ut adversus sacrosanctum et omnia vanitas. Numeral postea Solis labores : «ori tur
noslrae redemptionis vexillum praeceps ferretur; de- Sol, et occidit , et ad locum suum reverlitur ; » verba
dilqueoperam utin publicis irnaginibusjuxta ipsum sunt Concionatoris. At divino Cbristi ore, Sol non Rex,
Juppiter depingeretur, velut é coelo apparens coronara sed servuscoruscans, etflammeus minister speciosus
appellatur; qui oriri facit Solem suum super bonos et
(»> Advertencia escrita en 1625. malos. Et ideó Regius Vates cecinit: A Solis ortu usque
Precede a la versión latina del Panegírico al sol, que el empe ad occasum laudabile nomen Domini ; non Solis sed
rador Joliano Apóstata compaso, cuando pretendía ¡frenética ce-
gnrdad! oscurecer con pulidos encomios dirigidos al re; de los Domini ipsius Solis. A Rege Propbeta servus Domini
astros, la viva y eterna luz del Redentor del mundo. appellatur Sol,ab Imperatore autem Apostata Rex. Ideó
Kn la lengua de Cicerón trasladó aquel rasgo de ingeniosa, pero Permanete in fidefundati et st ahiles, el immobiles á
descaminada oratoria, el valenciano Vicente Mariner, y a la pági
na 547 de todas sus obras, impresas enTornay, año tic 1633, co spe Evangeiii quod audistis : Paulus Culos, i cap.
mienzan las presentes lineas de Quevedo.

EL DUEN ENTENDEDOR AL QUE ACABA DE LEER, DICE': (6)


No he querido que pare un punto en mi mano este to tiene de nociva ejecutada, porque á tí, que la aca
>reve epílogo, que de sus execrables costumbres me bas de leer (si eres prudente) te será de nueva adver
ia dedicado don Reimundo, tan fuera de propósito, tencia y prevención contra tan inútil y dañosa com
orno él mismo confiesa; sino que pase de gente en pañía, y á tí (que conoces de tu condición que eres
¡ente , hasta la desolación del mundo ; que tanto líe esparcido , hallado , jovial , amigo de ver , de oir y de
le de provechosa esta perversa intención escrita, cuan- contar) te avisará que todos esos son accidentes que

( i) Al final de la noventa intitulada Don Raimundo elEntremelt- cas. Imitó en la tal novela el Buscón de Quevedo , por lo que mu
o, que, anónima y sin data, se imprimió en Alcalá de Henares chos la atribuyen a este; pero del Para todos de Montalban il63-2)
or Antonio Duplastre , yo creo que en 1627. y de la Bibliotkeca nova de don Nicolás Antonio , consta evidencia
Su autor fué, sin disputa ninguna, don Diego de Tovar y Val do el verdadera dueño. Sin embargo, por un manuscrito déla Bi
en- 'nía, jurisconsulto y poeta cómico y lírico. Nació por acét blioteca Nacional (H, 43), se ve que Tovar envió i dos Fmscisco
ente en Valladolid, cuando estuvo allí la corte; vistió el habito su libro, y que el señor de Juan Abad lo selló con estas breves
c Santiago, y dio a la estampa en 1645 unas Instituciones polili- lineas.
QrU. 31
482 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
te anuncian la incurable y peligrosa enfermedad de rados en otro, te representarán horror y aborrecimien
este miserable hombre, que acabas de oir. No te per to más vivamente que examinados en tí mismo, donde
suado á que arredres de tu inclinación semejante ins el amor propio te los confunde con las virtudes mis
tituto de vida, con más eficaces razones que las que parecidas á ellos. Dios te guarde. — El buen enten
habías hallado en lo que has leido ; que los vicios mi dedor.

A LOS QUE LEYEREN, A LOS QUE VAN, A LOS QUE ENVÍAN. — DON FRAN-
CISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS, CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO Y SEÑOR DE LA TURBE
DE JUAN ABAD, (o)

Grpnde es el cuidado con que asiste España á los via don Manuel Sarmiento de Mendoza, animó su celo;
jes de las (Iotas que van á traernos, en el oro y la pla persuadió su doctrina, para escribir esta (llamémo-U
ta, aquella miseria honrosa que se llama riqueza, aquel así) arte de navegar predicadores; donde enseña lo-
metal que alimenta las demasías, que viste las culpas; rumbos que deben seguir los que llevan á esotn
muy preciado, no solo de que olvida los hombres de mundo la palabra de Dios : con tanta evidencia, qm
Dios, sino de solo dios para los hombres ; comunero de ann no pueden desentenderse delta la codicia ni ii
los sentidos y motin de la paz del corazón, inducidos maña; con tanta doctrina y varia y sagrada erup
de codicias extranjeras, que nos le truecan á disparates ción, que ensena á Dios con sus palabras, sinmewi-
viles y culpables, y nos dejan burlados y pobres. Gran gar autoridad profana de las buenas letras que \t¡o-
de es, por el consiguiente, el descuido del buen apresto bran; con tal elegancia , que en ninguna dim'i *
de la flota espiritual de los viajes del Evangelio. Los aparta el deleite del provecho. El que leyere es!í J<-
sucesos acusan esto tnás vivamente que mis razones; bro por informarse, logrará de paso bien aegcraA
pues vemos que los que van á llevar la paz de Jesucris conocimiento de los varones de Dios, y tendn^
to á lus idólatras se dividen en disensiones y guerras, constantes de los que hacen tienda de la doclri»!
y unos son estorbo á los otros y escándalo á las gentes. ponen precio á la salud de las almas. Él que 'íai
Doce hombres desnudos y solos, apartados en dife capaz de motivos de ministro en tales peregrinacio
rentes provincias, llenaron el mundo de la fe verdadera nes, tendrá un breve maestro en pocas hojas, conta
y católica; y tanta multitud hoy aun tienen dudosa la tos nortes como letras. Y los príncipes y ministros!
asistencia en el Oriente y en el, Occidente. Y esta po consejeros, si le estudiaren y le obedecieren, un sesn-
breza y desmedro del aprovechamiento tiene su raíz ro de sus órdenes, una medicina poderosa de enferme
en los que envían, primero que en los que van ; y gran dades tan aborrecibles á- Dios. Y si no le atenfen
parte adolesoe de los medios y disposición en estas mi con tal celo, un proceso de sus desórdenes y un fiscal
siones apostólicas, que hoy logran con el martirio los impreso en el postrero tribunal de las vidas y deto
méritos de muchas almas de nuestras religiones, como almas.
se ve. Mas el logro de los idólatras no es tan copioso Y á los unos y á los otros digo, de parte de la jus
como se debia esperar. ticia de Dios, que en tanto que no se mirare por ti
Esta consideración congojó el ánimo del maestro patrimonio de su preciosa sangre (que se píenle por
su culpa en aquellos bárbaros), que el oro y la plata ^
aquellas tierras no ha de servir de otra cosa que *
(a) Ocupa tres hojas, desde la sexta del libro: Muela evanfé- comprarnos afrentas y pérdidas y enemigos ; y qlie*
lico, para contrastar la idolatría de los gentiles, conquistar almas,
derribar la humana prudencia , desterrar ¡a avaricia de los minis poder de riqueza hemos de ser pobres de todo, [»fíl!
tros. De don Manuel Sarmiento de Mendoza , maestro y publico pro- sea nuestro verdugo nuestra ambición, y los te»*
;essor de ¡a S. Teología, y dos veces redor de la universidad di arrebatados se infamen con nuestra desolacioa [*■
Salamanca, canónigo magistral de la santa iglesia de Sevilla ; Ma
drid , por Juan Gonialez, 1628. nuestras culpas.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 433

DESENGAÑO A LAS PRISIONES DEL SEPULCRO, MORTIFICACIÓN A LOS BLA-


SONES BE LA MUERTE, DESENCIERRO DE LAS CLAUSURAS DEL OLVIDO. — ACREDÍTALE DON
FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, CON LA ESCLARECI
DA MEMORIA QUE ESCRIBE A LA MAJESTAD DE DON FILIPE III , NUESTRO SEÑOR , DOÑA ANA DE
CASTRO EGAS, INTELIGENCIA Á NUESTRO SIGLO DE GRANDE ADMIRACIÓN, Y AL SEXO DE SUMO
OBNAMENTO. (a)

Llamar panegírico esta venganza docta de los despre don en lo que elige. La sentencia es viva y frecuente,
cios de lu muerte (siempre descortés á la habitación del los afectos eficaces y debidos; pues sin digresiones fo-
alma), en la autora deste escrito es modestia ; y será rasterasdeja vivir su vida al Príncipe. Llámale piado
religión debida á los milagros de su pluma, afirmar que so con bien considerada providencia (epíteto con quo
resucita el principe que escribe , pues nace á nueva se contentó la inmortalidad de aquel héroe que resca
vida del parto deste ingenio : cuidado se conoce del tó del fuego los dioses y su padre), virtud entre las «tras
cielo en disponer autora prodigiosa á tan admirables coronada, toda real y digna de cetro, epílogo de las
virtudes. ¡Qué vano estaba el retiramiento del túmulo obligaciones santas de los príncipes ; y en el nuestro
con aquellas cenizas queatcsoró avariento, cuando este (á quien llama santo , anticipadamente al precepto no
estilo, poderoso á contrastar lo irrevocable de los di al mérito ) fué la piedad tarea de su celo, halago de su
funtos, las fabricó de nuevo en vidaexempta de som justicia, y paz de su semblante. Conoció el precio que
bras y de lutos! la puso san Pedro Crisúlogo en el sermón octavo del
De tres vidas que ha participado el muy alto y muy Ayuno y la limosna.
poderoso monarca don Filipe III, nuestro señor, la Dedicó la obra á su eternidad; esto pudo excusar,
que debió á sus padres fué mortal por la condición ; la pues la eternidad siempre se dedica á tales trabajos.
que á sus grandes virtudes dispuso la muerte, es eter No quiso la autora quitar esta prerogativa á su mo
na por su fin ; y la que esta pluma poderosa (con feli destia, cuando pródiga de eternidad su pluma, reci
cidad) le añade, puede con razón despreciar la dura be de sí la que da. — Nació este glorioso rey tercer
ción de la primera, y sin reprehensión osar competir la infante, para ser tercero Filipe, y fué precio de la
segunda, pues es memoria del justo, y el Espíritu San sucesión suya, vida de dos hermanos. Vivió recono
to dice que será eterna. Todas las naciones se ocupa ciendo á Dios nuestro Señor lo costoso deste paso,
ron por deuda en admiración y alabanza deste santo abierto por las entrañas de su mejor sangre; y desqui
rey; faltaba que lo imitasen entrambos sexos, y hoy tó á los reinos estas pérdidas tan maravillosamente,
doña Ana de Castro desempeña el suyo y excede el que fué heredero costoso, y no caro. Pasó á mejor
nuestro, dejándonos tan reconocidos como puede en vida lleno de temores meritor-ios y de esperanzas'bien-
vidiosos, cuando excusamos el serlo pos no desconso aventuradas. Fué hijo de Filipe II (aquí empezó su
lar más el vencimiento con el delito. grandeza), fué padre de don Filipe IV, nuestro señor
El volumen es descansado, el estilo pulido con (aquí se colmaron y crecieron sus esclarecidos bla
estudio dichoso, las palabras sin bastardía mendigada sones), y en las grandes virtudes de. tal hijo se dis
de otras lenguas , que en algunos cuadernos, por bla culpó de mortal con sus reinos. Dejónos, sí, mas de
smar noticia, desaliñan la nota, y cuando más presu jónos sucesor y infantes, que no nos dejan que muerto
men de joyas, mejor se confiesan manchas. Tan docto le contemos por difunto. Mereció, así lo entiendo,
escrúpulo ba tenido en lo que deja, como cuerda elec- eterno descanso. Mereció, así lo deseamos, eterno he
redero. Mereció eterna memoria : tal es la que se leerá
en esta apacible brevedad de renglones, en este dilata
(«A En Ii foja 29 vadla del folleto que se nombra Eternidad del
rey don Tüipe III, nuestro señor, el Piadoso; discurso ile su vida do discurso de advertencias.
y santas costumbres. Al serenísimo señor el Cardenal Infante, su Así lo juzga la miseria y desprecio de mi vida ; de
hijo. Por dona Ana de Castro Egas ; Madrid, por la viada de Alon jando lo importante y las ponderaciones de mejor lu
so Martin , 1629. cimiento, á los ingenios que los malos tratamientos de
Después de treinta y seis composiciones poéticas en elogio de
la autora, de los mis insignes vales espa&oles, aparece este proe- la suerte tuvieren desembarazados del padecer para el
oio de nos Fbascisco, discurrir.

A DON MANUEL SARMIENTO DE MENDOZA, CANÓNIGO MAGISTRAL DE LA


SANTA IGLESIA DB SEVILLA, — DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, (b)

Si de la manera que vuesamerced ha sido pródigo en nes en la virtud y los letras, cuidando con caridad des
alentar los varones que en su tiempo han sido insig- velada de preservar sus memorias y alargar la vida á
(*) A la quinta foja del precioso libro que se rotula Otras pro- de algunos psalmos y capítulos Ce Job : autor, el doctísimo y reve
pías y traducciones latinas , griegas y italianas; con la paráfrasis rendísimo padre fray Luis de León , de la gloriosa orden del gran-
434 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
sus escritos, hubiera desembarazado su modestia de es turas, cuanto más sabrosas, de más peligro. Yo 0M1
crúpulos encogidos, en que detiene grandes tesoros de cí á su orden de vuesamerced y á mi deseo, defe
sus vigilias en entrambos Testamentos y en toda lec dolas al Conde-Duque, en cuya grandeza deben te
ción,—con mejor fruto se hubiera gastadoel papel estos amparo, y encuyo talento con eminencia puedtu k
años. Dejóme vuesamerced estas obras grandes en es llar cabal la estimación de su precio.
tas palabras doctas y estudiadas, para que sirviesen de Así me desempeño con el autor y con vuesamerce
antídoto , en público, á tanta inmensidad de escándalos á quién dé Dios larga vida con buena salud.
que se imprimen, donde la ociosidad estudia desenvol-
de doctor y patriarca tan Agustín.—Sacadas de la librería de do» vedo Villegas, caballera de la orden de Sanlago. Madrid, ií"
llcmet Sarmiento de Uendoia, conmigo déla magistral de la san ta del Reino, 1631 (16.*).
ta iglesia de Sesillo.— líalas i la impresión sos Fhax cisco de Q vi-

AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR CONDE DUQUE, GRAN CANCILLER, MI SEÑOR

Por si hablan, excelentísimo Señor, las obras del re de la lengua ; porque la gente baja y ignoran!;
verendísimo fray Luis de León con mejor pluma y admira loque menos entiende.»
lengua que lo podrá hacer algún apasionado suyo. Son Dispuesto este discurso con tal autoridad, prepri
en nuestro idioma el singular ornamento y el mejor dré el texto del escándalo, que en la Poética <k Jts
blasón de la habla castellana; con inclinación tan se tóteles dice así : A¿£etú¡; o! ápe-rq; basta, porqueta
vera á los estudios varoniles, que aun en el desenfado más fe, empezar el texto de que es tal la versión: A
de las vigilias positivas y escolásticas, desto le sir clionis autem virtus , et perspicua sil, non ta
vieron los consonantes. Nos dio fácil y docta la filoso humilis ; quae igitur ex propriis nominibm cad
fía de las virtudes ; y dispuso tan apacibles á la memo bit , máxime perspicua erit ; humilis tama, em>
ria los tesoros de la verdad (que con logro del enten plum sit Cleophontis Slheneli. Quae poesis&rst-
dimiento ocupa su recordación) que, faltos deste decoro, randa, et omne plebejum excludens, quaffi"
embarazan escritos, ó vanos ó escandalosos. nis utitur vocabulis : peregrinum vocovariim»
En la parte primera, que es toda de intentos que eli guarum, translationem , extensionem, íamowi»;
gió la madurez de su seso, la dicción es grande, propia que á proprio alienum est ; «La virtud de li flwi
y hermosa, con facilidad; de tal casta, que ni se des ha de ser perspicua, no humilde : la que conste!
autoriza con lo vulgar, ni se hace peregrina con lo im nombres propios será perspicua; sea ejemplo &
propio. Todo su estilo con majestad estudiada es de humilde la poesía de Cleofonle y de Stenelc. Uf
cente á lo magnífico de la sentencia, que ni ambiciosa Ha es venerable y excluye todo lo que es pleito, •
se descubre fuera del cuerpo de la oración, ni tene usa de vocablos peregrinos ; peregrino llamo la i
brosa se esconde ; mejor diré, que se pierde en la con riedad de lenguas, translación, extensión, j I"*
fusión afectada de figuras, y en la inundación de pala que es ajeno de lo propio.» Este lugar del filósofo i
bras forasteras. La locución esclarecida hace tratables que descansaron en este punto la lección (temienJ*
los retiramientos de las ideas, y da luzá lo escondido larga jornada la de su desengaño, estando en olM
y ciego de los conceptos. Esto mandaron con imperio glon inmediato ) ha dado ocasión de errar, no M
los que escribieron artes de poesía, y escribieron desta escribir; son hombres que despiden el estudio es
suerte los que tienen el imperio de los poemas. Y en to gando á la cláusula que desean. Aclaman estos rea
das lenguas, aquellos solos merecieron aclamación uni hes por texto expreso, en disculpa de los barbirs
versal , que dieron luz á lo obscuro, y facilidad á lo di y solecismos que escriben , de que resulta la mi)
ficultoso; que obscurecer lo claro, es borrar, y no escri pocos pasos que dieran los ojos en el libro, leyera
bir; y quien habíalo que otros no entienden, primero desengaño en estas palabras consecutivas: l'"1*
confiesa que no entiende loque habla. Séneca, epís quis haec omnia simul congerat , vel o«i¡j*mí?
tola xXn, lib. 2 : Irridenda facundia , quae rem non vél barbarismum : aenigma quidem si Iranslat*
explicat, sed involvit; «Hase de menospreciar la facun barbarismum quidem si linguas; n Empero si if
dia que antes envuelvo la sentencia que la declara.» rebuja todas estas cosas juntas, ó hará enigma c»
Y si los que afectan esta noche en sus obras, quieren barismo: enigma, si amontona translaciones; nif«J
alabanza, pordecirtiene dificultad el escribirnudos cie mo, si lenguas.» Aquel vel que la versión pi&v*5
gos, ynoserinteligibles,—San Jerónimo ad Nepotianutn tóteles en el texto lo usurpa por et, f¡ aNi^A
los desnuda desta presunción cuando dice : Nihil lam PapSapiaaói;; y débese entender así. Pocoduróea
facilé, i/i/úm vilem plebic'úlam, et indoctam concionem rozo á los mezcladores de lenguas y translación"5'
linguae volubilitate decipere, quae quidquid non intel- porque no se dude qué es enigma en estos estilos
ligit plus miratur ; «No hay cosa tan fácil como enga propio Aristóteles prosiguiendo lo dice : A*'f|
ñar la indocta plática y la vil plebe con la taravilla forma ea erit oratio scilicet, quae ex minir* "
gruentibus ex se constet ; o Aquella seré la foco
(o) Eo la hoja nona del libro anterior. enigma queconstare de cosas menos congrueni»"
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 483
sí.» Hoc itaque per nominum eompositionem minimé alias laudatus, in stilo lasciviebat verhis affectatis et
ef/icipotest; per translationem vero potest : ut vidi igne, compositione insolenti frequenter indulgens. Auguslus
atque aerevirum viro inhaerenlem unum; «Y esto por contra , verbum insolens quasi scopulum fugiendum
Ja composición de los nombres no se puede hacer; pue essedicebat; «Mecenas, por otras virtudes varón muy
de hacerse por la translación desta manera: Vi con fue* celebrado, escribió con estilo lascivo y afectado, y se
go y metal, varón á varón encima uno. » Quiso decir dejaba llevar de la composición insolente. Al contra
el escritor enigmático: Vidivirum supervirocucurbi- rio Augusto, la palabra insolente, decia, se debía huir
tvkm aeneam interventu ignis applicantem; fué trans- como escollo.» Y refiere que solo cuando escribía á
Lición fuego por llama, y segunda translación metal Mecenas, por burlardél le escribía en aquel lenguaje
por cucúrbita , y tercera aglutinare, que es metáfora, ridículo; y refiere estas locuciones : Vale, mel gentium,
según la proporción. No me malquistaré con aplicar metuelle; ebur ex Helruria , láser Aretinum, adamas
esto, ni decir de qué estilo sea apodo ; desde el texto supernas, Tiberinum margaritum , Cilneorum ' sma-
del filósofo es fiscal la cláusula de muchos escritos. ragde,jaspis figulorum; esto más fué dar vaya á Mece
Hablar con vuestra excelencia en verificar este desca nas que fin á su carta. Y prosigue la nota : Ñec Tiberio
mino de la pluma, es la autoridad mayor, ya se ve ; más pepercit interdum recónditas et obsoletas voces aucu-
docta, ya se sabe : pues siempre haescrito tan fácil nues panti. Marcum Anlonium increpabat velut ea scriben-
tra lengua, y tan sin reprehensión como se ha leido en la tem, quae nomines mirentur potius quám intelligant ;
instrucción que vuestra excelencia dio al duque de Me «Ni perdonó á Tiberio, que á veces usaba de voces re
dina de las Torres, su hijo; tratado que juntamente le cónditas y por la antigüedad desechadas de lá conver
mostró buen padre y buen maestro ; discurso que ateso sación. Reprehendía á Marco Antonio, como á hombre
rarán las edades por venir, y que obedecerán en ellas los que escribía lo que admirasen los oyentes, y no lo que
qne en grandes lugares quisieren asegurar el acierto, y entendiesen.» Este lugar es sentencia contra los que
hacer bienquista la virtud eminente en la buena fortu escriben y los que los admiran porque no los entien
na. Escribió vuestra excelencia otra carta, que impri den, juntándole el lugar que cité de san Jerónimo,
mió el duque de Carpiñano, donde con las dudas en habla de la plebe, y dice : Quae quidquid non intelli-
sena, y con las preguntas reprehende los halagos que gitplusmiratur; «Que admira más lo que no entien
desecha; y pidiendo vuestra excelencia advertimientos de.» Y Augusto reprueba en Marco Antonio que es
pra la tolerancia de lo molesto en las audiencias, ense- cribe antes lo que admiran que lo que entienden. Cré
io al autor lo que debió escribir y lo que pudo excusar dito y respeto se debe al parecer de Augusto, y venera
sin afectación ni dificultades, enseñando juntamente á ción, cuando le apadrina en estaparte tan gran padre
escribir y á obrar. Ni ha mostrado vuestra excelencia de la Iglesia.
afición á otro estilo. Admitió con benignidad las obras Reprehendió estos escritores , como si hoy los le
úe Fernando de Herrera, tesoro de la cultura española, yera, Francisco A'ndreirii de Pístoya, cómico geloso,
siempre admirado de los buenos juicios. Prendas son en su libro, cuyo título es : Le Bravure del Capitán
tudasquealentaron este discurso para enriquecerse con Spavenlo, fól. 6o, pág. i : «/ó v'intendo voi alie volte
su nombre y asegurarse ; pues sale cobrando enemigos úsate certe parole che non sonó intese cosi da ogrí
k balde. uno; e fate come fanno certi componilori moderni, i
Pues lo que Aristóteles dice no es malicia mia; quali gonfiano gli scriti loro d'alcune parole fores-
menos cuando Demetrio Falereo, en el libro De tiere e composite, che la materia ch'esi trata no di
iocutione, parece que le traslada y le repite: Dictionem venta non volcado la predica del Piovano Arlotto, la
utem in hac figura orationis exquisitam, et immula- (¡uale non era intesa nt da lui, ne da chil'ascoltava;»
im, necnimis vulgaremoportetesse; tic enim ampli- «Hacéis como hacen ciertos poetas modernos, que hin
¡Aincm, et dignitalem habebit. Propria autem et chan sus escritos de algunas palabras forasteras y com
ntatadictio, dilucida quidem semper est; verum hoc puestas, que lo que escriben, sin querer se vuelve plá
mo fucilé contemnitur. Primum igitur transía! ionibus tica de Piovano Arlotto, que ni él la entendía ni los
¡í ultndum (hae enim, vel máxime et voluptatem , el que le oían.»
"^itudinemeonferuntorationibus); non tamen cre- Este modo de sentir, con suma elegancia se oye en el
ris, et frequentibus : alioquin dithirambos loco ora- donaire de nuestro Marcial, lib. x, epig. xxi:
onis scribemus : ñeque longé petitis, sed ex ipsa re , et Scritere te, quae vix inLlligal ipse Modestia ,
asimile sumptis; a Conviene que sea la dicción en Et vix Claranus; quid, rogo, Srxte,juvat?
¡ion lecíore luis opusest, sed Apelline, lilirú :
ti figura de oración, exquisita, inmutable, y no dema- Judice te major Cima Marone fuit.
idamente vulgar; asi tendrá amplitud y dignidad. Sic lúa laudentur : sané mea carmina, Sexle,
¡ro la dicción propia y usada , siempre es dilúcida, Grammalícis placean!, el sine grammaticit.
to por eso se desprecia fácilmente. Lo primero se ha ¿Qué aprovecha escribir lo que Modesto
i usar de translaciones, porque estas dan autoridad y Y Clarano entender podran apenas,
Supersticioso Sexto*
r á la oración, mas no han de ser frecuentes : de otra No han menester letor tas libros , solo
■ i tu , en* lugar de oración haremos ditirambos. Y Han menester por adivino a Apolo.
se han de buscar de cosas remotas, sino de las pro- Si lo juzga tu musa peregrina,
■ ". nus y semejantes.» No deja Demetrio disculpa á los Mejor poeta que Marón es Ciña.
Tal alabanza tus escritos gocen ;
e interpretan mal al filósofo; y es cierto que todos Pero mis versos, Sexto, jo deseo
orrecieron la afectada obscuridad .y los enigmas. Que sin gramaticales prevenciones
Grande ejemplo es el que trae Erasmo en las apoteg- Agraden a los más gramaticones.
is de los filósofos, trataudo de Augusto: Maecenas vir Y Estado, en el libro v de las Silvas (Epicedün in
486 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
patrem), hablando de los poetas, cuando trata de Lico Effugiendum est ab omni veroorum («f ita dicam)
fron , que fué quien en griego enseño; esta seta, dice vilitate; et sumendae voces á plebe summotae, vi jut

Carmina
escondrijos
Battiaiae
dellaltbrasque
ennegrecidolucophronis
Licofron. atri; Odi profanum tulgus, et arceo;

« Hase de huir de toda la vileza de los vocablos, y lian-


No se pudieron estudiar palabras de mayor oprobio. se de escoger las voces apartadas de la plebe, porqués
Latebras atri, «Escondrijos del denegrido Licofron ; » pueda decir : Aborrecí el vulgo profano. » Mas debes;
y Licofron aun tuvo disculpa, pues escribió un vatici juntar esto con lo que dijo al principio de su lito
nio, que llama Alexandra. Que la^alabra ater es «con (que más parece, según viene á propósito, ungido que
denada» en el estilo de los poetas, consta de Horacio en citado; él dice con quienes habla): Pactvestra lictal &
h At te poética : añsse, primi omnium eloquentiam perdidistis. Leoiks
em'rn, atque inanibus sonis ludibrio quaedam excita
Vlr bonut et prudem venus reprehende! inertet;
Culpabit duros; incomptis allinel atnm
do, effecistis ut corpus orationis enervaretur, etea-
Transverso cálamo sigmtm; ambiliosa rectdet deret. Nondum umbraticus doctor ingenia delevenl...
Ornamenta ; parum clara lucem darecoget. Granáis, et ut ita dicam, púdica oratio non est mam-
Tradúcelos con elegancia el docto y ingenioso Vicente losa, nec túrgida; sed naturalipulchrtludineexurgit.
Espinel en sus Rimas : Nuper ventosa isthaec et enormis loquacitas Alkenasa
A sia commigravit; animosque juvenutn ad magna m-
El varnn bueno y de prudente pecho gentes, veluli pestilenti quodam sidere adflavit, km
Los versos daros libremente culpa. carmen quidem sani colorís enituit; «Séame licito de
Los que carecen de arte reprehende;
A los mal adornados, con la pluma cir, con vuestra licencia, que sois los primeros qn?
Una negra señal los pone encima ; echaron á perder toda la elocuencia ; y componien*
La demasía de ornamento corta ; cosas ridiculas con vanos y leves sones, hicistes que
Los poco claros manda que se aclaren. el cuerpo de la oración desmayado cayese. Aun nota-
De suerte que no solo es reprehensible escribir es bia el dotor escuro y sombrío borrado los ingenios...
La grande y decorosa oración no es monstruosa y hin
curo, sino poco claro. No le perdonó esta reprehensión
al poeta escuro, en la Alexandra, Falereo cuando dijo: chada, antes se endereza con natural hermosura. Púa
háqué esta inorme y fanfarrona parlería de Asara»
Dictione iniqua. Aristóteles ait, frigidum quatuor mo-
disfieri,s: quando utimur peregrino , et obscuro vo- á Atenas; y los ánimos de los mancebos quesetóoü-
cabulo , ut Lycophron, Xerxem, Pelorium hominem; ban á grandes impresas los hirió de con tagii i ma
nera de pestilencial -constelación, y de ventó «i «a
«Con dicción reprobada. Aristóteles dice que la frial
verso se vio de buen color.» Siempre las raimes le
dad de cuatro maneras se escribe, conviene á saber :
Petronio en otra pluma echaran menos sus palabras;
cuando usamos de vocablo peregrinó y obscuro, como
mas si bien yo las desaliño con mi versión, no te te
Licofron hublando de Jérjes, hombre Pelorio.» Súple
borrado las señas que da del dotor umbrático, de J
se estoen Falereo, del tercer libro de la Retórica de
Aristóteles; adonde irán por defensa los que escribien parlería fanfarrona y del verso de mal color.
Ni sé qué codicia ú qué gloria mueve á los charlatanes
do hoy de galantería á una afición amorosa, escriben
de mezclas, y á los que escriben taracea de razonar
estos escondrijos denegridos (a), cuando Properciolos
prosa espuria y voces advenedizas y desconocidas, de
reprehende, lib. i, elegía 9, con tan ingeniosos gritos:
tal suerte que una cláusula no se entiende con la otra.
Quid Ubi nvtc misero prodest grave dicere carme», Notienemuchaedad este delirio, que pocos años baque
Áut Amphioniae moenia ftere ¡yrae? algunos hipócritas de nominativos erapezaronásilpicar
Plus tu Amore valet Mimnrrmi versas Homero,
Carmina mansuetus tenia tuaerit Amor. de latines nuestra habla que, gastando de su candi,
7, quaeso, et Irisleis islas depone líbellos : enriqueció á Europa con tan esclarecidos escritores a
Et cañe qüod quaetis nosse puella velit. prosa y en versos; y hoy duran de aquel tiempo ma
chos que sirven de antídoto con sns obras á la ed«.
Yo con alguna licencia lo imité en estos versos, que preservándola de la inundación de jerigonzas; jonw
pueden pasar por traducion : ' que hoy florecen con admiración de las naciones. s¡-
j De qué te sirven, di, los versos graves, brosamente y con sazón bien elegante lo dijo Anlífe
Ni de Tébas llorar los fuertes muros, hablando de Filogeno, en sus fragmentos: Longém
De Troya el fuego, ni los hechos doros est supra poetas omnes Philogenus. Primwn rnwi«-
Que los griegos hicieron en las naves!
Mis en amor Mimnermo blando agrada minibus propriis, et communibus utitur ubique; ds»
Que docto y grande el sin igual Homero: de modorum, et cantuum variationibut et chromte,
Condena blando amor el verso fiero, ut probé Deus in hominibus temperavit; erat pmw
T dios desnudo pluma ensangrentada.
Deja pues de llorar la muerte llera
Ule et veré musicam tenebat. Qui vero num a»
Que i Turno quiso dar el hado adverso ; poetae, hederaceos, fontanos et lloridos cantusac re
Y escribe en blando y dulce y fácil verso meros vanis nominibus implicantes, edunt áltenos"*
Cosas que cualquier ñifla entender pueda ib).
dos : ulrum cum dicturus sit ollam, dicam toml*
gamentum fabrefactum, in alieno matrtsawtW'
El arte es acomodar la locución al sujeto. Todo lo
cío? annovelli vero gregisin secoaoulalaclmutria^
dijo Petronio Arbitro mejor que todos; oiga vuestra ex jungi corpora irretientem? Dic boni saltcet, et nur
celencia sin prolijidad la arte poética en dos renglones: bis me : si mihi nolis verbis et plané dicas, carm
(a) Recuerde la nota la) de la pig. 4S2 de nuestro tomo i. ollam, benedices; «Con muchas ventajas es mejor pow
{b) Descuido del poeta, consonar pueda con fiera.
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 487
q-ie todos los demás Filoxeno. Lo primero, usa de nom esto, donde no hay la propia condición de ritmo. Y
bres propios y comunes en cualquiera parte; demás aun desta mala invención no han sido autores los que
desto, usa de diferentes modos y variedades de cantos presumen de serlo; que ya había escrítose esta demasía
y tonos, como Dios elegantemente ordenó en los hom en España, como se lee en muchas partes del Cancio
bres ; era doctísimo, y sabia con eminencia la música. nero general más antiguo, en Qoscan y Garci-Laso. Al
Mas los poetas que se usan, enyedrados, fontanos y flo guna vez Francisco de Figueroa dijo :
ridos, que revuelven los cantosylosnúmeroscon nom Estos y bien serán pasos contados.
bres vanos,—estos sacan composiciones desconocidas:
por ventura queriendo decir olla, ¿será bien decir del El capitán Francisco de Aldana, doctísimo español,
torno purgameuto labrado, hecho de la tierra, cocido elegantísimo poeta, valiente y famoso soldado en
enajeno techo de la madre ; 6 los cuerpos del tierno muerte y envida, dijo:
ganado quejuntan ensí los coágulos qneapremian mez Tantas le viste llores, que parece.
clados los lactinutrios? Por ventura acaburias conmigo
si dijeses con palabras conocidas y claramente: carne en Léese en Soto Varahona y en don Alonso de Ercila.
la olla ; que era hablar bien. » Lugar es ajustado y que En los griegos, por ser las voces de muchas vocales
dice lo uno y lo otro. Cansóse deste lenguaje broma el hubo otra necesidad más frecuente que las transpo
sumamente elegante Aristófanes, en la comedia in siciones latinas para medir los versos, y fué el partir las
titulada Ranas, que hasta el título de la comedia se voces en el principio de uno y en el fin del otro. Pin-
apropia al estilo que hace ruido desapacible y no se darus Olimpia i.
entiende, y es, por lo escuro y turbio, música del cieno. oüy¡p ti; i7.TCTa! ti XaOé-
Acto 4, scena 2 : Omnino igitur decet utiliter nos to ¡xsv 1'pStov, ánjiapTávei.
qui, Eurípides. An ergo licabetos et parnasos cum tu
memoras, hoc sit bona et aequa dicere, quem humané Vir oliquis desiderat quídpiam late
toqui eonvenit? «he todas maneras, conviene hablar bien re faciens, fallilur.
con utilidad, Eurípides. Por venturo, cuando tú dices En español se escribiría así:
licabetos y parnasos ¿es hablar bien y ajustadamente, Si algún varón desea
cuando conviene hablar como humano?» Que alguna cosa que hizo no se se
Excelentísimo señor, hablar como humano llamaban pa, engaitase sin duda.
la habla decente y propia á lo que se escribia; así Pe- Y an la primera de los Pitios:
tronio se burló del poeta : Saepiús poetice, quam huma Xpujea <f6p\uy£} \it6Xkta-
né locutus es ; «Mas veces has hablado como poeta que vo?.
como humano.» Gravemente afrenta estos fanfarrones
de voces Epíteto (apud Arrianum, lib. Disertationum) Áurea cilhara Apolli-
nis.
con tales palabras : Scholasticum esse animal quod ab
ómnibus irridetur; «El culto es animal de quien todos Y así muchas veces en cada plana, cosa que disuena y
se ríen.» No es achaque de mi malicia traducir la pala bien áspera al oído y á la vista. Y con todo eso Horacio lo
bra escolástico culto : véase lo que dice Ritershusio imitó una vez, como se ve en sus obras (Carminum li
sobre Salviano en esta propia palabra y sentencia. bro iv, ode n) :
De todo esto se asegura quien ama la propiedad y la Pindarum quisquís studet aemulart, I-
luz, y la escribe y las razona. Severo censor esQuintilia- ule, ceratis ope Daedalea;
no, y en el libro vm de sus Instituciones, cap. ni, alaba
en Virgilio lo que un mal culto usurpador deste buen y pocos ringlones más abajo lo hizo otra vez: aquí tra
renombre arrojara por bajo y asqueroso. Virgilio en la taba de que Píndaro era inimitable, y parece ingenio
Geórgica, lib. ív. Saepé exiguus mus; «Muchas veces el mostrarlo con la imitación que hace del en esta parte,
pequeño ratón.» Pondera el severo Fábio : Nam epi- queél frecuentó tanto, departir las voces. Sinesta nece
thelon exiguus, aptum proprium efftcit , ne plus ex- sidad lo hizo Horacio en el libro i Carminum, ode u :
pectaremus; etcasus singularis magis decuit, et clau
tatito- (rips Jote non probante) U-
sula ipsa unius sylabae non usitata addit gratiam, xortus anuís.
Imitatus cst utrumque Horatius : Nascetur ridiculus
mus; «Porque el epíteto pequeño, acomodado y propio, Y no faltó quien imitase esto. El capitán Francisco
previene para que no esperemos más, y el caso singu de Aldana en unas estancias, reprehendiendo la codi
lar fué más conveniente, y la cláusula de una sílaba cia, dice :
añadió gracia. Las dos cosas imitó Horacio: Nacerá el Aguija, corre, vé, camina, perma
ridículo ratón.» neciendo triste. Etc.
Diferentes cosas estima Quintiliano que los supers Y nuestro autor el doctísimo fray Luis de León , en la
ticiosos y legos. En estas cosas se debe imitar á los traducción que hizo déla nave de Horacio, cuandojuz-
poetas, no en los achaques que nopudieron excusar por gó las traducciones de Francisco de Espinosa, de Fran
la ley del ritmo : corno las transposiciones latinas, que cisco Sánchez de las Brozas y de Juan de Almeida. Es
introdujo la posición de vocales mudas ú liquidas , no tal la tercera estancia :
el estudio, sino las breves ó largas ; como se ve :
lude loro pater Aneas ríe orsus ab alio; No tienes vela sana,
No dioses i quien llames en tu amparo,
Desde el asiento padre Eneas asi hablo alto.
Aunque te precies vana
Más ridicula cosa es que el ratón de Horacio, imitar mente de tu linaje noble y claro,
488 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Y seas, noble pino, dentia, et subjectione eorum ab oculos quae dicuntur;
Hijo de pino noble en el Enxlno. «Lo primero diremos de la claridad, que siempre es la
Es de advertir que esto no lo hicieron por elegante primera y la mayor virtud de la oración. Esta , unos
ni agradable ; luciéronlo por la fuerza del consonante, la alcanzan con cierta pureza y castidad de las diccio
que era vana, y no mente. nes, otros con la explicación, distinción y elegancia;
De buena gana lloróla satisfacción conque se lla otros, finalmente, con la evidencia, y poniendo delante
man hoy algunos cultos, siendo temerarios y mons de los ojos lo que dicen.» Por eso, siendo vulgar sen
truosos; osando decir que hoy se sabe hablar la lengua timiento, dijo Virgilio en el ív de la Eneida :
castellana, cuando no se sabe dónde se habla, y en l, sequen Italiam ventis.
las conversaciones aun de los legos tal algarabía se Vé, y sigue a Italia.
usa, que parece junta de diferentes naciones, y dicen Y en otra parte:
que la enriquecen los que la confunden. Quos ego... Sedmotos praesiat;
Excelentísimo Señor, en mi poder tengo un libro A quien yo... Mas conviene por ahora.
grande del infante don Enrique de Villena, manuscrito, Y al fin:
digno de grande estimación ; infante á quien la igno • Hactenut AccasorOr, potui.
rancia popular ha vuelto el túmulo de piedra que tie Y por representar delante de los ojos lo que decía, no
ne su cuerpo en San Francisco desta corte, en redoma. excusó la menudencia en Palinuro :
Entre otras obras suyas de grande utilidad y elegancia, Mat¡iáa cum vate gravalum ;
hay una de la Gaya ciencia, que es la arte de escribir Cargado con mojada vestidura;
versos : dotrina y trabajo digno de admiración, por ver y en Dido
con cuánto cuidado en aquel tiempo se estudiaba la Ter seas adtollens cuHtoave adnixa levaiit:
lengua castellana, y el rigor y diligencia con que se Ter revoluta toro al.
pulían las palabras y se facilitaba la pronunciación, Tres veces afirmándose en el codo
Procuró levantarse.
cuando por mal acompañadas vocales sonaban ásperas ú
eran equívocas ú dejativas á la lengua ó al número, aña Y el repetir sese, «asi, así,» es poner delante de les
diendo y quitando letras; estudio de que no hay en ojos las acciones.
otro libro noticia, y que sin ella mal se puede dar ra Largo ha sido mi discurso, y con todo no llega i
zón de las voces tan afectuosas de Las Partidas. medirse con la raíz que ha echado esta zizaña de
Hoy, Señor, por no decir lo que sin asco ni escrúpulo nuestra habla. No hago cargo á la grandeza de nestn
es lícito, hay algunos que dicen lo que es torpe y abo excelencia, de que por elección mia le dedico escritas
minable; Quintiliano lo enseña: Obscena vitabimus et de tanto precio, Señor; antes ha sido necesididfet-
sórdida el humilia. Y en el propio libro vm, cap. 2, acusa zada, porque no conozco otro que con tal afecta 5 es
á estos que ni saben dejar ni escoger : iVec video quare timación haya admitido autores desta nota, ni quien,
clarusorator duratos muría pisces , nilidius esse cre- deje de molestar la atención ajena, hablando ó escri
diderit, quám ipsum id quod vitabat; «Ni veo por qué biendo, con estas demasías mendigadas, si no es vues
el claro orador creyó era mejor decir los peces con la tra excelencia.
muria, que lo misino que quería decir.» Sea ejemplo, Estas obras se dividen en propias, y estas en mora-
si en España alguno, por excusar la voz cabrito, que es Jes ó espirituales. Las ajenas, en traduciones de Hora
decente, y no es sucia ni vil ni deshonesta, dijese cuer cio, Píndaro, Virgilio, Petrarca, Monseñor de la Cas»,
no; que es todo esto junto con ignominia, y de mala que es la parte segunda. La tercera, en perífrasis de
composición de letras. psalmos y cánticos, y capítulos de Job y de los Pro
No tienen en nuestra España, en los grandes y fa verbios. Tan decente volumen obligación fué darle á
mosos escritores de aquel tiempo, comparación las vuestra excelencia, que con solo recebirle aniquilará la
obras de fray Luis de León, ni en lo serio y útil de licencia en escribir; pues moderando esta desorden
los intentos, ni en la dialéctica de los discursos , ni sabrosa, y acogiendo obras como estas (todas de virtud,
en la pureza de la lengua, ni en la majestad de la dic y todas verdaderamente doctas), la esclarecida memoria
ción, ni en la facilidad de los números ; ni en la clari de vuestra excelencia tendrá pública aclamación ; y el
dad, virtud de quien hago tres diferencias : esta es estilo descaminado y extraño, castigo autorizado y efi
su nomenclatura, Syvóttj; , 'e'uxpíveía , fvápY«a. caz, que en los que hallare vergüenza dejará enmienda.
Encarécela con tales palabras Antonio Lullo, lib. vi Dé Dios á vuestra excelencia su gracia y larga vida,
De oratione , cap. 2 : Ac de claritate quidem prin con buena salud, y le defienda de todo mal. En Madrid,
cipio dicendum videtur: quae prima semper et máxi 21 de julio de 1629. — Excelentísimo Señor. — Besai
ma virtus exislimata est orationis. Hanc alii puritate et vuecelencia la mano—Don Francisco de Quevedo Vi
castimonia quadam dictionis assequntur, alii explana- llegas.
tione seu distinctione et elegantia; alii demun evi-
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 489

AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR RAMIRO FELIPE DE GUZMAN, DUQUE DE MEDI


NA DE LAS TORRES, MARQUÉS DE TORAL , ETC. DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS , CABA
LLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO, (d)

Las otras de Francisco de la Torre, que por tan leza y la arte negaron al suyo), doy al nombre de vues
tos años ha ocultado con malicia algún ingenio men tra excelencia; y es razón, que pues en aquel robo
digo (de los que, siendo 'hipócritas de estudios, padeció lo que no merecía, en esta protección ad
piden á la invidia y al trabajo ajeno lo que natura- quiera lo que más podía desear. Justo es que vuestra

(ji Obsequió nuestro autor, en el verano de 1629, al yerno del afectos. Milite en la escuela de Garcilaso, imitando, copiando y
faToriio de Felipe IV, dedicándole el precioso libro que se retula compitiendo el buen gusto de la antigüedad griega y romana , su
Obru del bachiller Francisco de la Torre , sacado á luz en Madrid, po sacar provecho de los viajes y marciales excursiones, para le
imprenta del Iteino, ano de 1631. vantar á su mayor altura las letras de su patria, trayéndole, al vol
Recuérdese lo que be dicho ya con ocasión de esta dedicatoria, ver, los sazonadísimos frutos de su aplicación é ingenio. De
a las plginas mu y 215 del tomo i. asiento en el suelo natal, obsequiado de los sabios maeslroscom-
En el último, juntas con las Musas de Qüeveoo, irán los exce plulenses y recibiendo incesantes aplausos de sus compatriotas,
lentes versos del mal llamado bachiller de la Torre. procedió con tal recato respecto de las circunstancias de su vida,
Ahora me apresuro a estampar algunas conjeturas y noticias, que nadie le pudo jamás oír la menor de ellas. Sus versos, y aun
para que fatigando en ellas los eruditos y bibliófilos completen la su memoria tal vez, hubieran perecido, á no venir afortunada
averiguación de quién fué tan culto y galano poeta, infelicísimo en mente los borradores á poder del señor de Pozuelo , y después al
vida, al decir suyo, y más infortunado todavía después de muerto, del cronista Luis Tri baldos de Toledo , que en Lisboa los di j á la
cuando en lela de juicio se le ponen los dulces hijos de su inge estampa, año de 1626, tres antes que intentase hacer lo mis-jo Qo»
nio soberano. Helas aquí: veoo con los de Francisco de la Torre , que les son tan parecidos
Nació en pueblo de la ribera del Jarama , quizá Torrelagnna, en asunto , índole , forma y hasta en la de pasar al dominio de la
de donde, según costumbre de su edad, pudo tomar el apellido. prensa. ¿Harían camarada ambos españoles en los estados italia
No fui bachiller, titulo que por error hubo de atribuirle Qut- nos, confrontando en profesión, inclinaciones, estudios y gustos,
nno. corriendo una misma fortuna en sus amores? Uno y otro celebran
Pasó de soldado a Italia ; y por el emperador Carlos V y sn hijo las orillas del Jarama y Tajo, uno y otro á Filis y Dáfnis, uno y
Felipe II, de guarnición á fortalezas situadas orillas del Po y del otro se jactan del amistoso afecto de llamón; suspiran ausentes,
Tesiuo, Pavía quizá d muy inmediato sin duda. desdeñados ó mal correspondidos.
No está fuera de ella si antes ó después (aunque me inclino á lo El ignorado vale lija que vivía en Uempo de insignes empresas
primero) se detuvo larga temporada en aldeas de la cuenca del guerreras (tal vez las de San Quintín y Gravelinas), y califícale de
Tajo, puestos los ojos y todo el corazón en una hermosa dama, glorioso , pero no de apetecido ; y de aquí sospecho que hubo de
alio imposible ó por su estado ó por su alcurnia , origen de los florecer para las musas por los años de 1565.
tormentos, persecuciones é infortunios que en sus versos lamen En sus obras, fuera de las imitaciones de la antigüedad pagana,
ta. Pero ni las amenas campiñas del Hilanesado le hacían olvidar carácter especial del renacimiento literario" y artístico en el si
de so amada ausente, ni menos de los caros rios de su patria, glo xvi, las hay muy determinadas del italiano Varchi y de Garci
desalándose el estro y la memoria, para recordar uno y otro, en laso. Y si no son casuales coincidencias, fueron imitados ó imi
melancólicas endechas. tadores del buen Francisco de la Torre, fray Luis de León, Herre
Dolado de corazón ardiente y sensible , muestra en sus compo ra , el Camoens , y ¡ cosa peregrina ! el propio Miguel de Cervantes
siciones amor con ¡guales quilates á sugetos distintos , á quienes Saavedra.
enrarece su pasión bajo seudónimos diversos. ¿Pudo ser artificio Quizá cuando por aventura hubo de residir Francisco de la Tor
eslo para alejar toda sospecha? Quien en su primera afición pa re en la provincia de Salamanca, viejo y á mi ver sacerdote, por
rece tan confiante y memorioso, ha de cifrar sn carillo en una so loque mostraba escandalizado sn ánimo de las mismas poesías
la mujer únicamente. que en el frenes! de su mocedad había compuesto, vinieron estas á
Consta de sus poesías que esta señora habitaba el mismo ú manos del ilustre caballero lusitano don Juan deAlmeída, de quien
otro no muy lejano pueblo del de donde era natural Francisco de "fué ayo el famoso Pedro Chacón. Apreciólas como oro purísimo
U Torre, y que solia residir á veces, en Toledo, á la sazón corte tan discreto caballero, quiso comunicarlas con el Brócense, cate
imperial de España. drático de retórica en aquel emporio de las letras humanas y divi
Vióseá toda hora combatido de enemiga suerte, y necesitado i nas; y del voló de Francisco Sánchez pudo nacer el disponerlas
morir casi siempre en aldeas ó solitarias cortijadas, á gran dis para la estampa. Ello es, que con la aprobación de don Alonso
tancia de las ciudades y del dueño de sus pensamientos, acaso en dcErcilla, tal vez en Italia amigo y camarada del poela.yjun-
el desempeño de algún empleo ó cargo militar. Con ello la sole tamente con las licencias del Consejo y del Ordinario, halló Qde-
dad le encendía sn pasión, aguzando el platonismo exquisitamen vedo el manuscrito en tiempo y lugar donde no habla del autor
te pulcro que profesaba ; y por tan selvática tristeza apodábase ya noticia alguna. Al Un del original hubo de juntar el hidalgo Al-
Montano, ya Palemón, ya Amintas , exhalando tiernos y enamora meida traducciones de Horacio y del Petrarca que le facilitó el
dos suspiros en las arboledas que baña el Tessino y el Po, el Ta mismo maestro Sánchez Brócense (de su puño existen boy en la
jo, el Duero y el Jarama, que repetían el nombre de Dáfnis y el biblioteca particular de nuestra Reina) , otras propias suyas , y al
carísimo de la toledana Filis. guna de Alonso de Espinosa y de fray Luis de León ; todos gene
Es creíble pereció la dama violentamente, caso infeliz, que llo rosos varones contemporáneos.
ra el poeta en nna de sus canciones más hermosas. Pero, ¿quién fué don Juan de Almcida? El señor de Contó de
Enemigo yo de juicios anticipados, sin embargo, no ceso de Avintes , hijo de don Francisco , capitán general de Tánger, del
batallar con la aprensión de ver en el Damon de sus églogas é consejo de Felipe II. Tuvo inclinación natural á la poesía, y por
idilios al famoso Pedro Lainez, que falleció de pagador, siguien su amor al estudio y por la claridad de su ingenio el renombre de
do la corte deValladolid, año de 1605; y sobre todo, en el árcade el Sabio. Dejó manuscritas varias obras, y su mérito hizo que
Tirsi á Francisco de Figneroa, natural de Alcalá de Henares, don Jacinto Cordeiro (Égloga de los poetas lusitanos, estancia 2.") co
de nació por los años de 1540, para ornamento y lauro de las ma locase al autor entre los más insignes vates de Portugal:
sas espalólas. Estuvo Figueroa también en Italia , y allí tomando
ora la pluma, ora la espada, y señalándose en todo género de eru «Muerto don Juan de Almeida, cuya gloria
dición y amena literatura , pudo adquirir aquella suavidad de ex Entre su muerta luz más resplandece.
Lágrimas frecuentándola memoria ,
presiones, fluidez, amenidad y pureza de estilo, y sonoras y ele A su túmulo ¡ilustre el lauro ofrece.
fantes frases , con que significaba la admirable dulzura de sus ¿Quién, prosiguiendo sn infelice historia ,
490 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
excelencia con su grandeza desquite á tan esclarecido verdadero y modesto , que hacia del mención Bo;can
y docto escritor los borrones, con que cegó su nom en las Estancias :
bre quien osó cargar su talento de obras tales, que En el umbroso y lúcido oriente ;
ya que no decían el dueño, le mostraban ladrón, y donde, entre los grandes poetas que celebra, dice:
no poeta. Y el Bachiller que llaman de la Torre (a),
Hallé estos poemas, por buena dicha mia y para
grande gloria de España , en poder de un librero, que ponderando la grandeza de su estilo , y lo magníGco de
me las vendió con desprecio. Estaban aprobadas por la dicion en sus versos. Antigüedad á que se pone duda
don Alonso de Ercila, y rubricadas del Consejo para el propio razonar suyo , tan bien pulido con la mejor
la imprenta, y en cinco partes borrado el nombre del lima destos tiempos , que parece está floreciendo hoj
autor, con tanto cuidado, que se añadió humo á la entre las espinas de los que martirizan nuestra habla,
tinta. confundiéndola; y al lado de los que la escriben pro
. Mas los propios borrones (entonces piadosos) con las pia, y la confiesan rica por sí , en competencia de la
señas parlaron el nombre de Francisco de la Torre, griega y latina , que soberbias la daban de mala gana
autor tan antiguo, que me advirtió el conde de Año- limosna en las plumas de escritores pordioseros, que
ver, caballero de ingenio grande, asistido de estudio piden para ella lo que la sobra para otras (6).

Parca, de td rigor no se enternece, torizados por un varón septuagenario y sacerdote. Pensó avalorar
Si en lanío sentimiento el llanto ordena sus imaginaciones con tal cual fácil analogía en poemas de büoj
Dejar la pluma por llorar la pena?» otro, cuando en su índole desemejan como el día y la noche, lo fe-
(Barbosa , Biblioteca lusitana , tom. II , pig. 581.) gro y lo blanco, una bizarrísima dama de veinticinco alfileres, y sa
Almeúla alcanzó los tres ó cuatro primeros aüos del siglo xvn, mocetona del bureo , con pañolón de seda medio caldo, arrastras-
y \.i debía de haber algunos que habia dejado de existir Francis do por barrizales. Y olvidó algún verso entero de Francisco d* la
Torre , incrustado en un soneto del editor; y que cierta égloga de
co de la Torre.
Parece que hiela los de 1594, hallándose el monstruo de la na aquel, y la canción del pastor Crisóstomo, de Miguel de Cervai-
turaleza, Lope de Vega, sirviendo la plaza de secretario del duque tes, parecen una misma.
de Alba, en la capital de sus estados, recorriendo lospueblecillos Luzan, MontianoyLuyando, López Sedaño, Puibnsrjne, Tictoar
que bañan el Tormos y el Duero , conoció en alguno al Insigne y varios críticos propios.? extraños aceptaron por moneda corrin-
poeta ; apreció su ingenio sazonadísimo ; y treinta y seis años des te la ingeniosa cavilación del marqués de Valdeflores. Partelfj
pués , no olvidando su memoria , la vino á cantar en el Laurel de que de no haber publicado nuestro editor la aprobación ¿e Em-
Apolo , con el yerro , dicen , de imaginar que antes que 61 le habla 11a y la licencia del Consejo, se infiere ser todo ficción é ispsa-
ya elogiado Carcilaso. Y ¿quién sabe si en efecto se conocieron ra Que no existió semejante Francisco de la Torre, aasíMa
en Italia, y este ponderó el ingenio de aquel, tan conforme al su lo nombran ni don Luis Zapata en el canto xxxvm di ss Or
yo, en alguna canción que se ha perdido? Dijo Lope en 1630: lo famoso ; ni Gregorio Hernández de Velasco en El pata ¡t ¡i
Virgen; Juan de la Cueva en su Ejemplar poético; Crístóba'. 4efc-
«Humíllense las cumbres del Parnaso sa al li'n de La restauración de Espaiía; Gil Polo en el Cal) tú
Al divino Francisco de la Torre, Turia; Vicente Espinel en La casa de la llemoria; ni Censales
Celebrado del mismo Garcilaso, en el Canto de Caliope y en el Viaje del Parnaso; i pesar d? pi
A cuyo lado dignamente corre;
Mas ya Febo socorre le cita Lope en el Laurel de Apolo; y de que habent sua Tata (¡Mu
Su lira , que llevaba como á Orfeo, No hallan raslros en las poesias de la Torre para adivinarais^
La suya el Estrimon , esta el Leteo ; circunstancias de su vida, ni tampoco en documentos de los si
Porque puedan las musas castellana* glos xvi y xvn. Y entienden que rebozándose Qceveoo con un sea-
Salir hermosas sin teñir las canas.» dónimo discreto , mostraba ser tales versos parto de su mocedaJ,
Cuando sacó a luí tan precioso libro Qceveoo, por carecer de es cuyos extravíos y desórdenes amorosos no quería dejar autoriza
tas noticias, y llevarle un exceso de consideración a deferir á las dos á los tiempos futuros con su nombre!!...
opiniones del conde de Añover (que ni llenaban ni podian llenar Si por ventura se rae preguntase mí opinión acerca de semeja*-
de convencimiento su buen juicio) , mostróse favorable i la es tcs asertos , manifestaría enteramente la contraria.
pecie de que Francisco de la Torre era el bachiller encomiado de (a) Helas aqui Oiabla de la pasión amorosa, por quien ban sid»
Boscan. Vino pues, ¡indisculpable ligereza ! á confundirle con el inmortales los poetas):
buen Alfonso de la Torre, autor de la Vision deleitable, que fue Y (por pasar al vuestro castellano)
coetáneo de Juan de Mena , Juan Rodríguez del Padrón, Garci- Esta puso al de Urna en gran altura,
Sanchcz de Badajoz , Luis de Vivero y demás trovadores famosos Y le movió su alma v su sentido
en la corte de Juan II de Castilla. A cantar : «¡Av dolor del dolorido!»
Por este gravísimo yerro, y por haber negado el crédito al irre Y al Bachilírr que llaman de la Torre
Esta esforzó la fuerza ile su estilo;
cusable testimonio de Lope , dos años después de muerto el fénix Tanto, que del la fama tira, y corre
de los ingenios españoles, y seis de publicadas tan elegantes poe . Del Istro al Tajo, y del Tajo al Nilo.
sías, vio Quevedo mortificado su amor propio con una acerba cen E otro que agora á la memoria oeorre,
sura de Manuel do Farla y Sonsa, caballero de la casa real, en Que por amar perdió del seso el hilo,
su comentario á las Lusiadas de Luis de Camoetu, principe de los Garci-Sanchei se llama ; esta le puso
En las llnezas que de amor compuso.
poetas de España. Esta también al andaluz de ¡foro
Pero ni entonces ni en un siglo después, amigos y adversarios, Le levantó , sus versos levantando ;
biógrafos y apolojistasAcrdugos y detractores del señor de Juan Y le hizo que al mundo fuese raro,
Abad, nadie puso lenguas en que tales versos fuesen de poeta Sus tormentos de amor morüücando.
mucho más antiguo que el editor, ni en que este hubiese prestado Y al de Vivero dio juicio claro,
a las letras mayor servicio que el mismo que deben por las rimas Sus escritos moviendo y concertando ,
Y haciéndole, de puro enamorado ,
de Figueroa á Luis Tribaldos de Toledo. Comenzar: -Si no os hubiera mirado.»
Sin embargo, en 1755, un hombre de mérito Indisputable (don Y á aquel que nueslro tiempo trujo urano.
Luis José Velazqucz) sostuvo ser Qdeveoo el verdadero autor de El nuestro Garcilaso de la Vena,
aquellas excelentes obras. Recordó sin paridad de causa el ejem Esta virtud le dio con larga mano
plar del dominicano fray Jerónimo Bermudez, cuyas tragedias se El bien que casi á todo el mundo mega
publicaron con nombre Ungido de Antonio de Silva; y la travesura (») Asi resiste, aun cuando con flaco ánimo, el bueniastii»
de Lope, rebozado en el disfraz de Burguillos: como sien el pri de Quevedo la antigüedad que á este autor atnbuia ti conde a
mer caso no fuera el seudónimo necesario por el hábito religioso
del poeta ; y en el segundo , para que las bizarrías de La Gatoma- Añover.
íuiaylos galanteos i la señora Juana no causasen escándalo, au>
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 491
Yo juzgué á vuestra excelencia, muy esclarecido Se de, y á vuestra excelencia lo mejor que liallé. Dé Dios
ñor, para consuelo de tan grande ingenio, muy in á vuestra excelencia su gracia , y larga vida con bue
genioso y bien advertido lelor para los méritos de na salud , como deseo. — Don Francisco de Quevedo
sus obras. Doy á Francisco de la Torre lo más que pu- Villegas.

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS , CABALLERO DEL HABITO


DE SANTIAGO, Á LOS QUB LEERÁN, (a)

No he podido averiguar la patria de Francisco de la se conoce en la palabra apena, que es enmienda déla
Torre, sintiendo mucho lo que esta ignorancia la qui que comunmente se dice apenas. Así nuestro autor en
ta de verdadera gloria. El era castellano , vivió antes el libro ii, soneto 11, v. 3:
de Boscan, como se lee en las estancias que imitó
Se rige apena en pié.
del Bembo (6) :
No trato aqui si esta es voz culpable. También tomó
En el lumbroso y lúcido oriente,
el decir mientra , no mientras. Nuestro autor en la
cuando dice : oda 3, del primer libro, estancia 13, v. 1 :
Y el Bachiller qne llaman de la Torre; Y mientra le permite sol dorado.
donde admira la grandeza de su estilo , que fué talen En el articulo feminino, que restituyó á esta voz al
aquella antigüedad , que se conoce en el propio Bos ma, diciendo la alma. En la voz corona y cerco, que
can y en algunas voces del excelentísimo poeta Gar- no solamente tomó Herrera , sino también la frecuen
cilaso de la Vega, nunca bastantemente aclamado. te repetición dellas. Las voces salve, ostro, aura,
Y lo que más admira, y se puede contar por milagro mustio, orna, cuidosa, despartiendo , perdimiento,
del ingenio, que el corriente de los versos, la blandu despiadada , yerto invierno , conducir, cuitado, er
ra, la facilidad no esté achacosa con algunas voces an rando la selva, y la y repetida en los epítetos. (2) Solo,
cianas y que después ha desechado la lengua. Cosa de y callado, y triste, y pensativo. Relucientes llamas de
que aun en los que escribieron después de Roscan se oro. Mira Filis furiosa onda De nieve , y ostro , y de
repara, como frecuentemente en Fernando de Herre cristal ornada. Esquivar.
ra, doctísimo y elegantísimo escritor, y que, como se Y por no cansar , todas las palabras y dicciones , el
(I) leerá en estas obras, tuvo por maestro y ejemplo á estilo, la contextura, lo severo de la sentencia ; cosa
Francisco de la Torre , imitando su dicción y toman que no la dijera, á no creer que es tan grande y
do sus frasis y voces tan frecuente, que puedo excu calificada recomendación del docto juicio de Fernando
sar el señalarlas ; pues quien los leyere verá que no son de Herrera en imitarlo, como del ingenio de Francis
semejantes, sino uno. co de la Torre en haberlo enseñado primero. Mas con
Sea prenda para demostrar esta verdad , advertir esta ventaja, que no le fué ejemplar á estas voces, que
que la mis cuidadosa lima de Fernando de Herrera con algún ceño se leen en Fernando de Herrera, oto-
sa, pensosa , poción , crispar de ojos, relazar, sañosa,
(«) Signe asta advertencia í la dedicatoria anterior, en el mismo ensandece , ufanía , pavor, adola , espirtu (síncopa,
litro. que no tiene otro misterio , sino que en el verso no
(*) Contradieelo Manuel de Farla y Sonsa en el comentario que cabe espíritu); como las voces do por adonde, y vo
«impuso S las Lusiadas, con tales palabras : «De algunos fué imi
tado Camoens. Dellos don Alonso de Ercilla, en su segunda parte, por voy, que si bien Francisco de Rioja dice se hizo
lueosierdaderamente laquele honra, y digna de un valiente es con cuidado y examen docto, consta de las obras no
pidió poético. Francisco de la Torre; no el llamado Bachiller con ser otra cosa, sino no caber en el versóla palabra adon-
est« apellido en el Cancionero general, como con notable engallo de, y voy; porque muchas veces, y siempre donde cabe,
se dejó creer non Francisco oe Qürvedo, pnes consta que fui co-
Mttó» ie Lope de Vega; y quien tuviere conocimiento de los esti dice adonde, y voy ; y en las partes que no cabe dice
los de las edades, vera fácilmente, leyendo unas y otras obras, do, y vo. No es menos desapacible la voz porfioso des-
que las del Bachiller son de aquel tiempo, y las de Francisco de vario; y de más sonora composición de letras usa, tra-
1» Torre deste ; portándose cada uno conforme al que le cupo en yo, cuitoso, lasa voz, dudansa, giro del fuego, con
suerte. Lope de Vega es el grande , tercero en edad , que le ha
'Hilado continuamente.» puro lampo. Las unas voces son latinas todas, que es
Y al fln del argumento general del poema : tA todos venció el cribiéndolas en sonetos amorosos, y á mujer, incur-
>«o, dulce y feliz Garcilaso. Compite con él Francisco de la Tor ren en la reprehensión de Propercio :
re qust le siguió, como consta de mejores diligencias que la de
TU" ' COn laslimo8, omisión de la buena diligencia, le llama Ba- (3) Et cañe quod qutevis nosse vuelta velit.
«illerdela Torre, qne vivió en los tiempos de Garci-Sanchei,
siendo Francisco de la Torre, que vivid en los de don Alonso de Las otras son de composición áspera y poco necesa
grilla , sin bachillería , dejándose creer que se pudo hablar de
jquel mt<> « tiempo de Garci-Sanchez, que realmente era cosa rias , pues sustituyen voz decente y elegante.
isijntc á extinguir las más recias cataratas.» (Tomo i, impresión
\l ú de 1659> d05 afios an,H Preparada, páginas 73 y 136.) (?) Sonelo 17. Solo,
(3) Scrite quod
492 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Advierto que el divino ingenio de Herrera sacó en Y sea corona del nombre de nuestro autor , y vene
su vida las rimas, que se leen en pequeño volumen, rable túmulo de su memoria el haber escrito en la pri
limpias de las más destas voces peregrinas que se mera hoja de sus obras estas palabras : Deliraba™, cun
leen en la impresión que después se hizo por Fran hoc faciebam, el horret animus nunc; aCon frenesí es
cisco Pacheco , pintor docto y estudioso y de grande cribí esto, ahora se me escandaliza el ánimo.»
virtud, en mucho mayor volumen. Creo fué el inten Sabe reconocida la sabiduría humilde, intitular con
to darnos, de tan grave y erudito maestro , hasta lo que ceniza escritos de oro; como la soberbia mal persua
él desechó escrupuloso ; que de tales ingenios, aun dida , ignorante , retular con oro obras de ceniza.—
las manchas que ellos se quitan , pueden ser joyas pa Don Francisco de Quevedo Villegas.
ra los que sabemos poco, y su sombra nos vale por dia.

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABALLERO DE LA ORDEN


DE SANTIAGO. — A LOS QUE LEYEREN ESTA COMEDIA, (o)

Esta comedía Eufrosina, que escrita en portugués, día este idólatra del oro. Oyéronle, y Belerofonte ea
se lee sin nombre de autor, es tan elegante, tan docta, la fábula tenia el castigo que merecía su insolencia
tan ejemplar, que hace lisonja la duda, que la atribuye Hasta aquí son palabras de Séneca, que aprobando
á cualquier de los más doctos escritores de aquella na la buena composición y ejemplar de Eurípides, previ
ción. Muestra igualmente el talento y la modestia del no desde entonces aplauso y alabanza á nuestra ¿ufro-
que la compuso; pues se calló tanta gloria, que hoy sina, donde están distribuidas las ruinas y las afren
apenas la conjetura halla sugelo capaz á quien poder tas sobre los vicios, y los premios sobre las virtudes j
atribuirla. méritos. No quede sin alabanza aquel vulgo (pe se
Mañosamente debajo del nombre de comedia enseña amotinó en el teatro contra la insolencia de las gla
£ vivir bien, moral y políticamente, acreditando las bras, cuando no se lee de los jueces y magistrados al
virtudes y disfumando los vicios con tanto deleite gún enojo.
como utilidad; entreteniendo igualmente al que re Con grande gloria de la virtud y buen ejemplo, sí
prende y al que alienta : extraña habilidad de pluma, han escrito en España con nombre de comedias (Fuen
que sabe sin escándalo ser apacible, y provechosa con de las fábulas), historias y vidas, que á la virtud y al
dición, que deben" tener estas composiciones. Así lo valor enseñan y mueven con mas fuerza que otra al
juzgó Séneca (eptst. 115). Refiere que en una trage guna cosa; como se ve con admiración en las de Lope
dia de Eurípides, Belerofonte, que era la persona que de Vega Carpió, tan dignas de alabanza en el estilo y
hablaba, dijo tales palabras: «Deja que me llamen dulzura, afectos y sentencia, como de espanto por el
maldito, como me llamen rico ; pues todos pregunta número demasiado para un siglo de ingenios, cuanto
mos si uno es rico, no si es bueno. No preguntan por más para uno solo. A quien en esto siguen dichosa
qué y de dónde, sino cuánta hacienda posee : en toJa mente muchos que hoy escriben este entretenimiento
partees cada uno tanto como tiene. Preguntas, ¿qué decente á soberanas ocupaciones; que el ocio délos
cosa nos está mal tener? Respondo que nada. Y quiero reyes tiene estatutos de majestad, y no debe admitir
vivir rico; y si soy pobre, morirme: bien muere quien alivio que no sea calificado.
muriendo gana algo. Si en la cara de Venus resplande Por esto tiene lugar en los oidos de los príncipes
ce cosa como la riqueza y el oro, con razón enamora á este de las comedias, á quien han dado su atención,
los hombres y á los dioses. » En acabando de pronun contra la prolijidad de los cuidados, los mas y mejores
ciar estas palabras postreras, todo el pueblo se levantó monarcas del mundo; sin que á esto ofenda lo que al
con ímpetu á apedrear al representante y á los versos; gunos malician para reprobar los ingenios que dicho
hasta que Eurípides mismo se levantó entre todos, pi samente se ocupan en esta composición ; ni el entrete
diendo que aguardasen á ver qué fin tenia en la trage- nimiento que ofrece, gustoso, docto, ejemplar y limos
nero, por el socorro frecuente con que alimenta los es
(a) La Eufrosina, vertida de lengua portuguesa en castellana
por el capitán don Fernando de Ballesteros y Saavedra, impresa píritus.
en 1631, pero corriente para la estampa desde el año anterior. Ba Pocas comedias hay en prosa de nuestra lengua, si
llesteros escribía con elegancia, naturalidad y soltura, sin inO- bien lo fueron todas las de Lope de Rueda ; mas para
cion de culterano; y pueden verse noticias suyas, mas adelante, leídas tenemos la Selvaga , y con superior estimación
en el Epistolario al lin del alio 1642.
Tíénese con bario fundamento por autor de la comedia Eufrosina la Celestina , que tanto aplauso ha tenido en todas las
i Jorge Kerreyra de Vasconcelos, aun cuando el padre Itels no ba. naciones. En portugués hay una de Camoens, dos dei
ga mención de ella. Por vez primera salió de molde en Lisboa, doctísimo Corte Real, y esta Eufrosina, de que care-
afio 1566; y después, en el de 1616, corregida y enmendada por
Francisco Rulz Lobo, pero los ejemplares de 1566 estío prohi ciamos ; porque su original , no cercenado por Lobo,
bidos. es difícil por los idiotismos de la lengua ylosprover
JUICIOS, PRÓLOGOS Y ADVERTENCIAS. 493
bios antiguos, y que ya son remotos á la habla moderna. como nació, donde empieza ahora á vivir. Merece don
Don Fernando de Ballesteros y Saavedra con suma Fernando grande alabanza en haber hecho que tenga
diligencia le lia traducido; de suerte, que hablando Castilla |iarte en obra tan grande y digna de encareci
castellano, no deja de ser portugués ; ni deja de verse da estimación. — Don Francisco de Quevedo Villegas.

NOTICIA, JUICIO Y RECOMENDACIÓN DE LA UTOPIA, Y DE TOMAS MORO.


— DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS , CABALLERO DEL HÁBITO DE- SAN JACOBO , SEÑOR
DE LAS VILLAS DE CETINA Y LA TORRE JUAN ABAD, (a)

La vida mortal de Tomás Moro escribió en nuestra con ceño algunas proposiciones deste libro, juzgan
habla Fernando de Herrera, varón docto y de juicio do que su libertad no pisaba segura los umbrales de
severo; su segunda vida escribió con su sangre su la religión; siendo así que ningunas son más vasallas
muerte, coronada de victorioso martirio. Fué su in de la Iglesia Católica que aquellas, entendida su men
genio admirable, su erudición rara, su constancia san te, que piadosa se encaminó á la contradicion de las
ia, su vida ejemplar, su muerte gloriosa, docto en la novedades, que en su patria nacieron robustas, para
lengua latina y griega. Celebráronle en su tiempo Eras- tan llorosos fines. Escribió aquella alma esclarecí la,
mode Roteradaino y Guillelmo Budeo, como se lee en con espíritu de tan larga vista , que (como yo mostré en
dos cartas suyas, impresas en el texto destaobra. Lla mi Carta al Rey Cristianísimo) antevio los sucesos pre
móla Utopia, voz griega, cuyo significado es no hay sentes, asistiendo con saludable consejo á las cabeías
tal lugar. Vivió en tiempo y reino que le fué forzoso de los tumultos.
para reprender el gobierno que padecía, fingir el con El libro es corto ; mas para atenderle como merece,
veniente. ninguna vida será larga. Escribió poco y dijo mucho.
Yo me persuado que fabricó aquella política contra Si los que gobiernan le obedecen, y los que obedecen
la tiranía de Inglaterra , y por eso hizo isla su idea, y se gobiernan por él, ni á aquellos será carga, ni á estos
juntamente reprehendió los desórdenes de los más prín cuidado.
cipes de su edad. Fuérame fácil verificar esta opinión; Por esto viendo yo á don Jerónimo Antonio de Me-
empero no es difícil que quien leyere este libro la ve- dinilla y Porres, que le llevaba por compañía en los ca
riliqíie con esta advertencia mía : quien dice que se minos, y le tenia por tarea en las pocas horas que lo
ha dehacer lo que nadie hace, á todos los reprende; dejaba descansar la obligación de su gobierno de Mon-
estolmo por satisfacer su celo nuestro autor. Hurto tiel, le importuné á que hiciese esta traducion ; ase
son Je cláusulas de la Utopia los más repúblícos Ra- gurándome el acierto delta lo cuidadoso de su estilo,
gwttos delBocalino; precioso caudal es el que obligó y sin afectación, y las noticias políticas que con lar
¿que fuese ladrón á tan grande autor. ga lección ha adquirido, ejecutándolas en cuanto del
Ko han faltado lectores de buen seso, que han leído servicio de su majestad se le ha ordenado; y con gran
providencia y desinterés, en el gobierno que tuvo des-
lt Don Jerónimo Antonio de Mcdinilla y Forres, madrileño, ca
tos partidos.
ballero de la Orden de Santiago, caballerizo del rey Felipe IV, sc- Quien fuere tan liberal que en parte quiera pagar
í»r de las Tillas de Bocos, Rozas y Remolino, corregidor yjusU- algo de lo que se debe á la santa memoria de Tomás
íii mayor de la cindad de Córdoba y su tierra, yantes gobernador Moro, lea (en la Scelta di Lettere de Bartolomé Zuccbi
ile Murcia, Monliel y so. partido, tradujo aquella obra del infortu-
cadu pan canciller de Inglaterra, sacándola en Córdoba a luí, de Monza) la carta que escribió el cardenal de Capua á
techa española , afio de 1637. monseñor Marino, cardenal y gobernador de Milán , y
Dejó sin publicar un libro intitulado El método de la historia verá cuántos méritos tuvo su muerte para canonizar las
ir ha Bodino; y murió en la década de 1650 a 60.
Repárese que en este encabezamiento Qoevedo se intitula sefior alabanzas de su vida y de su doctrina. En la Torre de
de Cetina, i pesar de estar i la sazón viudo desde tres anos Juan Abad, 28 de setiembre de 1637. — Don Fran
ules. cisco de Quevedo Villegas.

DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, -AL QUE LEYERE ESTE LIBRO, [b)

Los que enseñan el arte nobilísimo de la caza y mon cício honesto y saludable, sino también al uso militar;
tería, no solo disponen los espíritus generosos á ejer- de tal suerte, que los que pasan de la fatiga de los bos-
« El Arte de ballestería y montería, de Alonso Martínez de Es- Imprimióse el libro en 1644, y le elogió y aprobó Quevedo por
Pinar, que daba el arcabuz al rey don Felipe IV ; ayuda de cámara noviembre del ailo precedente , cinco meses después de su vuel
del principe Don Baltasar Carlos Felipe de Austria, y luego del ta de laa cruelísimas prisiones de San Marcos de León.
Monarca.
494 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
ques y montes á la disciplina de los ejércitos, no ex que ha asistido en los bosques á la majestad sobera
trañan el aran de su desvelo ni la incomodidad de la na de don Felipe IV, rey nuestro señor. El estilo es
campaña; de tal manera van doctrinados en la pacien descansado de afectación y demasías sobradas ; las pa
cia adquirida, desenvolviendo las malezas en el ardor labras propias y decentes, que significan lo que tratan
de los soles y el rigor de los hielos, que ninguna in con decoro y claridad: lenguaje de persona que se crio
clemencia de marchas y sitios los experimenta biso- en la corte del mayor monarca del mundo, con perpe
íios. A esto se añade el ser capaz de méritos de caridad tua asistencia eu su palacio, sirviendo .de dar el ara-
este ejercicio de la ballestería, disminuyendo en mu buz á su majestad, y de su ballestero principal, y de
chos animales la siega á las cosechas de los labradores, ayuda de cámara del Príncipe nuestro señor; oficies
á cuyas hoces se adelantasu hambre, y justiciando en de grande y preferida confianza, pues solos, asisten ojo
la voracidad del lobo el menoscabo de los ganados, que armas de fuego á la persona real desacompañada de
como ladrón de los rebaños enteros, asuela con hurtos. otros criados en la soledad de los bosques. A cutí
Esta piedad encendió las entrañas dementísimas del causa , fuera de su ejercicio, los honró tanto el señor
Rey nuestro señor á perseguir con mayor continuación rey don Alonso el Onceno, que en la carta que escribiu
los lobos que las otras reses, librando de las más delin al abad de San Pedro de Cárdena don Juan de Campo,
cuentes y facinorosas el caudal de sus vasallos más dice estas palabras, pidiéndole la cruz del Cid , que se
importante ¡i la república. entiende la espada : Don Alfonso, etc. Al abad de San
Todos estos fines pretende conseguir Alonso Martí Pedro de Cárdena , salud y gracia. Sepádet qutyst
nez con este libro, facilitando la enseñanza con el mé la gran devoción que habernos con la cruz del Cid, la
todo de dotrina en que dispone los preceptos : cosa en cual llevamos la otra vez cuando fuimos sobre X¡-
que es solo y único entre tantos autores, que en todos brallar, tenemos por bien de enviar por ella para lit-
idiomas y naciones han escrito esta arte; de tanta esti varia con nosotros en esta ida que irnos á Portugal; \
mación á los príncipes y monarcas, que el emperador enviamos allá para que nos la tragan á Alvaro Rá¡
Antonino el Filósofo, por su libro en versos De venatio- é á Juan García, nuestros ballesteros; é vos, queentie-
ne, escrito en griego, le dio tan gran cantidad de oro des dos monjes con ellos. Y para mostrar la estimaciou
á Oppíano, que apreció en monedas deste metal cada que hizo deste servicio, añade : Otrosí, bien sak-
renglón. Ni en España se dedignó el señor rey don des en cómo lodos los prelados é las órdenes de nues
Alonso de escribir libro de la Montería, que hoy tene tro señorío nos sirven cada uno de ellos con quüas^i
mos impreso. ciertas de maravedís para estas guerras que lakis(t¡;
No.es nuestro autor el primero ni el segundo que ha habíamos ordenado que vos el dicho aba¿ <¡ con
escrito en esta facultad; empero en el orden con que vento nos sirviésedes con tres mil maravedís; t por
escribe, en las noticias que da, en las novedades que la devoción que habernos en ese lugar, é en la dicta
enseña , no tiene antecesor ni primero. Dedica Alonso cruz, tenemos por bien de vos las quitar, é quelatw
Martínez esta obra al Príncipe nuestro señor, que Dios paguédes. Por la utilidad deltas cláusulas de impor
bendiga y guarde muchos años, no solo por obliga tante erudición , pueden los letores perdonar el nte
ción de criado, sino por deuda, confesando deber el que mi prevención les ha sido estorbo a la lección dtv
mejor conocimiento destos primores á la atención con ta obra.
CENSURAS Y APROBACIONES.

CENSURA DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS, CABALLERO DEL


ORDEN DE SANT-IAGO, SEÑOR DE LA VILLA DE JUAN ABAD, INSIGNE INGENIO ESPAÑOL, Y DOCTÍ
SIMO EN SCIENCIAS Y LENGUAS, (o) ,

De orden del señor don Juan de Velasco y Acebedo, con inteligencia; la noticia tan copiosa de autores de
vicario general desta villa de Madrid , lie vislo el Fé todas facultades, que cita, alaba y acusa; la interpre
nix, de don Joséf Pellicer de Salas y Tobar, y su His tación, tan nueva como docta, de textos sagrados y pro
toria natural; y confieso que es uno de los más doc fanos, — hacen que se estime y agradezca en tan pocos
tos y más varios libros que en extranjeros y naturales años tanto tesón en los estudios y tanta doctrina en
he leído : porque la erudición tan" lionda; la diversi sus libros; pues no solo no tiene este cosa qtic con
dad de las lenguas, bebrea, griega, latina, francesa ó tradiga á la religión católica, sino muchas y raras
ilaliana (que de toda - estas se muestra docto), cuyos contra los herejes enemigos del la. Y asi, de justicia
lugares examina, emienda y averigua con maestría y se le debe la licencia que pide, y premio para que se
anime á sacar otros trabajos que tiene prevenidos.
{si Salida luí en Madrid (en la imprenta del Reino, año de 1630) Este es mi parecer, en Madrid, á 3 de febrero de 1628
la ilustración que el señor de la casa de Pellicer, cronista de Cas-
lili', anadio a su poema del Fénix, compuesto a imitación de Clau- años.;— Don Francisco de Quevedo Villegas.
iiuo.

CENSURA DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO. (6)

Muy poderoso Señor: He visto por comisión de posición, agradable, con donaires honestos y decentes,
diestra alteza este libro, cuyo titulo es El culto sevi que hacen sabrosa su lección ; es todo contra las malas
llano; escribióle el licenciado, Juan de Robres, benefi costumbres, y muy erudita ocupación de la ociosidad.
ciado de la iglesia parroquial de Santa Marina de Sevi Porque es merecedor su autor de que vuestra alteza le
lla. £s de buena y sana doctrina , sin contradecir á la conceda la licencia que pide. En Madrid, á 22 de se
de nuestra santa fe católica ; es de enseñamiento muy tiembre 1631 años. — Don Francisco Quevedo- de Vi
útil; la doctrina, verdadera y bien estudiada; la dis llegas.
to ínElcvlio sevillano, de Robles ; libro que Ignoro si se llegó nía, conde de Niebla, marqués de Casaca, en África , capitán gene
á imprimir, j cuyo original existe en la biblioteca de la catedral ral del mar Océano y costas de Andalucía, caballero del insigue or
de Sevilla (Colombina : EZ.,tab. 133, núm.28,4.', pergamino. den del Tusón de Oro, del consejo de Estado y Guerra de su majes
Desde el folio 49 al 91 estropeadas de polilla tiene algunas ho tad, gentilhombre de su cámara, etc.— Por el licenciado Juan de Ro
jas. Preceden 4 de licencias y aprobaciones y portada. Siguen 13 bles, beneficiado de la tglesiaparroquial de Santa Marina de Sevilla.
en blanco y sin Foliatura. Va después la obra, y arranca de aqni la A continuación, de diferente letra : Es de don Andiés de Silva
lomeraeicm seguida basta el Un con 191 folios, pero las últimas y Almoguera; el dorso en blanco.
son 8 hojas en blanco. En la tercera da principio la «Censura del padre fray Juan
Este códice original, como lo praeban las adiciones, enmien Ponce de León, de la orden de los mínimos de san Francisco de
das r suplementos al folio 191, da principio con la censura autó- Paula, caliñcador del Consejo de su majestad en el de la suprema
frifi del licenciado Rodrigo Caro, que concluye a la vuelta , fe y general Inquisición, y por su drden, visitador de todas las li
cha en Sevilla a 19 de febrero de 1631. Sigue inmediatamente la brerías de Castilla y reinos de su majestad.» Fecba en la Vicaria
licencia para la impresión, dada tres dias después por el doctor de Madrid en 19 de agosto de 1651.
don Luis Venegas de Flgueroa , provisor y vicario general del emi- Parte de la vuelta y la primer cara de la hoja cuarta ocupa la
neuiisimo señor don Diego de Guzman , arzobispo de Sevilla. Ucencia de imprimir, dada por «el licenciado don Juan de Velas
Vengamos a los principios. Léese en la primera boja una nota co y Acebedo, vicario general de esta villa de Madrid y su partido
del doctor Figueroa rubricada por él : «En 19 de setiembre de 1631. por su alteza el serenísimo Infante Cardenal, administrador per
Remítese este libro al señor licenciado Rodrigo Caro, juez de la petuo del arzobispado de Toledo, etc., en 20 de agosto de t631«.
■anta Iglesia, para que lo vea y dé su parecer.! Sigue la indica A la espalda hallase la censura de «don Francisco Quevedo de
ción del estante, tabla y numero ya copiados. La vuelta en blanco. Villegas,» escrila toda de su puno, por encargo del supremo Con
Ala otra la portada , que dice asi : sejo de Castilla.
Primera parle del Culto sevillano. — Al excelentísimo señor don (— Su i 'i y traslado son de mi entrañable amigo el doctor don Josi
*mtl Alonso Pcrcz do Gama» el Bueno, duque de Medina Sido- Marta de Álava, catedrático de la universidad do Sevilla.)
496 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

APROBACIÓN DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, SEÑOR DE LA


VILLA DE LA TORRE DE JUAN ABAD, CABALLERO DEL HÁBITO DE SAN JACOBO Y SECRETARIO Da
REY NUESTRO SEÑOR, (o)

Por mandado de los señores del supremo Consejo del licenciado Tomé de Burguillos, escrito con donai
de Castilla he visto este libro, cuyo titulo es: Rimas res, sumamente entretenido, sin culpar la gracia en
(a) Al frente de lis Rima* del licenciado Tomé de Burguillos, pu •Aqui , dond'apaeen taba Y como el qn'en alegría
blicadas en Madrid 4 los postreros diis de noviembre de 1634, La vista, mirando aquella Sa futuro mal inora.
pocos meses antes qne pagase el común tributo Lope de Vega Car Que de contémplala y veila Las veces qu'esto hacia ,
El alma s'alimentaba, Siempre'n su canto decía:
pió, su autor verdadero. Gloriücándos'en ella; ¡Dolorido del que llora!
Al lector dirá la siguiente carta de nno de nuestros mis erudi Aquí, donde celebró • Y repanindoá'aqai ,
tos y modestos biblióOlos, que por lo menos es de dos ingenios I-.! uombre desta pastora , En el semblante mostraba
la nota que estampo a continuación : Qu'en tantas partes dejo; Muestras que'n loque cantaíi,
A'iui es do uño y cantó Pronosticaba de sí
• Amigo y señor don Aureliano: Gran placer recibí anoche cuan :on mas contento qu'ahara. Lo que d'otro imaginaba.
do me puso de manifiesto las muchas y apreciables noticias que •Tan de su daño inorante, Y vuelto de su acídente.
junta para probar que las rimas conocidas por de Tome de Bur Cuamo d'amur confiado ; Canta y suspira no en van,
Y cantaba el desdichado Doliéndose tiernamente
guillos son del monstruo de la naturaleza. Y sobre todo en mi al Endechas del triste amante Del triste que llora y siente
ma le agradecí me franquease la Relación (que boy apenas se Que fue de tal bien privado. Pesar firme y bien límate.'
halla) de lat fiestas reales de 1623, escrita por don Andrés de Men
doza, asi como los desconocidos y sazonadísimos Discursos de En nuestro juicio, indican los términos de qne se vale el ala
don Pedro Godoy sobre la nueva invención del agua de la tida. revisor que ya era muerto el vate cuya contraria suerte drp!«n
En ellos fantaseó cierta célebre redondilla i que hizo V. bien en El segundo testimonio que acerca de él hallamos, es del tí.e-
reservar para esta cuestión ) , copleja , con que se hace el bu, bre Juan Rufo en Las seyscientas apotegmas (Toledo, 1596, fei. O
desde principios de este siglo, a cuantos sostienen la verdad res • Cenando una noche con don Alonso de Guzman , eabaHero ¡u-
pecto del legitimo autor de La Galomaquia. Yo antes que V., tural de Córdoba y criado del Rey, él (Rufol y BurgruilU» el i/a
mi amigo, he pretendido esclarecer tan curioso punto literario; dor de repente, que fué la primera vez que se vieron, le eij» Bar-
alia van en forma de articulo mis observaciones, para que V. guillos : Si vos me glosáis un verso que os daré, me oauf» i re
complete las suyas, disponiendo, como puede , siempre de su in conoceros ventaja, aunque ni cincuenta afios que metrúto * re
variable— Cayetano Alberto de la Barrera.— 1 .' de enero de 1856.» pente y de pensado, sin conocer igual en lo ono ni stfennatí
otro. Sabido pues el verso dificil, fué este:
1 Joan San ch ez Burguillos t el licenciado Tone di Bibcwllos
{fren Lope Félix de Vega Carpió ). •Tan sin él que es mejor medio.
Una combinación tan extralla como casual de coincidencias y •Y (Rufo) le glosó desta manera:* etc.
de semejanzas, de obscuridad y nombradla, de ficción y de rea La vez última que le hallamos citado por sus contempsritttt
lidad , ba dado origen por una parte 1 las cuestiones sobre si en es en el Ejemplar poético, de Juan de la Cueva (concluido il ««-
tiempo de Lope de Vega existid un poeta llamado Tomé de Bur cer en Sevilla , año de 1603), cuando pondera las ventajas del ve
guillos, y si este fué en efecto el autor de las famosas rimas que so corto :
con su nombre publicó el inmortal dramático; y por otra al olvi •Baltasar del Alcázar en graciosas
do del discreto Juan Sánchez Burguillos, confundido y equivo Epigramas lo usó, y el numeroso
Burguillos, en sus dulces y alias glosa*.*
cado, cuando no desconocido, por nuestros historiadores con el
Tomé imaginario ú verdadero. Solo alguna que otra ha llegado i nosotros. ¿Parecerá iajefi-
Esclarezcamos hasta donde nos sea posible tan curioso articulo nencia insertar aquí dos más, la primera inédita, la segasda re
de nuestra historia literaria, en estas tres conclusiones: cién publicada? Encuéntrase en el códice M, 90 de la Biblioteca
I. Juan Sánchez Burguillos, poeta castellano de singular dis Njcjonal , esta de La bella :
posición y talento, floreció á mediados del siglo xvi, y probable Hase en mi favor mostrado
mente murió antes de comenzar el inmediato. Tanto el amor y fortuna,
Que he triunfado y gozado
II. En el primer tercio del xvu existió otro Burguillos, qnizi De toda suerte de estado
coplero y loco ; de cuyo nombre hizo disfraz el Apolo español, Sin contradicción alguna ;
deseoso de sazonar con burlas veras los certámenes poéticos. Solo el desden zahareño
III. Lope de Vega es el autor verdadero de las Urnas humanas De la hermosa casada
y divina» del licenciado Tomé de Burguillos, dadas a la eslampa Me aflige , cansa y enfada ;
Por lo que mi fe os empeño
en 1634. Que jamás me quite el sueño
I. La bella mal maridada. Etc.
La más antigua noticia qne tenemos de Juan Sánchez Burguillos En el excelente discurso que precede ai Cancionera de B>^!
es del insigue cantor de la batalla de Lepanto, Fernando de Herre (publicado año de 1851), saca á luz el señor don PeJro José de fc
ra. En la pág. 433 de sus anotaciones a las Obras de Garci Lasto dal este otro desconocido rasgo:
(Sevilla, 1580), dice, al comentar aquello de la égloga 1.', Villancico de Franciaco; rey de Francia.
Y en este mismo valle, dond'agora
M'entrisiezcoy me canso en el reposo, Corasen, no desesperes ;
Estuve ya, contento y descansado: Que mujeres son mujeres.
• En el segundo y en el tercer verso hay hermosísima contra COPLAS i ESTE VILLANCICO, DE BCP.GniLOS,
posición de entristezco y carao, contento y descansado. Porque pa Deja al tiempo, con paciencia.
rece que trata este inesmo argumento que esta estanza una glosa Hacer lo que te conviene,
de Juan Sánchez Burguillos, la pondré aquí , y porque se vea lo que Pues en sus mudanzas tiene
pudo el ingenio desnudo de letras en este hombre, dlno de ser La cura de tu dolencia.
estimado entre los mejores poetas españoles, si la miseria de su Si te hacen resistencia.
No por eso desesperes ;
fortuna do le hiciera tanto impedimento : Que mujeres son mujeres.
•En aqueste prado ameno, Aquí, do se vio ensalzar Como no pueden forzar
Donde con tanta Vitoria Sobre todo el ser humano; Sn propia naturaleza.
Mereció gozar la gloria , En este mesmo lugar Por Ira ni por braveza
De qu'amor lo tiene ajeno Qu'ahora le ven llorar, Ño debes desconfiar;
Y muerto con su memoria; Aqui cantaba Silvano. Que mediante el esperar.
CENSURAS Y APROBACIONES. 407
malicia, ni mancharla con el asco de palabras viles; cente, sino raro, en qne la lengua castellana presume
Razana de que hasta agora no he visto que puedan bla- I Vitorias de la latina) bien parecido al que solamente
.sonar otras sales sino estas. El estilo es (no solo de- lia florecido sin espinas en los escritos de frey Lope

Vinas i haber lo qne quieres ; Trayendo el mordicante Ctingora al retortero, como secuaces
Que mujeres son mujeres. de Lope, turbas de chiquillos enfadosos, ciegos hambrientos, frai
No te prives de esperanza
Por firmeza de mujer, les motilones, estúpidas dueñas, monjas impertinentes, sacrista
Que muy pocas suelen ser nes é idiotas, amén de los locos Binorre, Candil y Burguillo.no
Las que no hacen mudanza. cabe duda de la existencia real y verdadera de este último, justi
Asi que, ten confianza ficada con la del primero, que lo esta por infinitos testimonios de
Y espera con cuanto vieres ; aquel siglo.
Que mujeres son mujeres.
Due si por su honestidad III.
Son lirnii's algunas dellas.
No tanto que falte en ellas Qne Lope de Vega suscribía poemas suyos con el nombre de
Mudanza de voluntad. Burguillos, usurpándole para libertades y bizarrías, qne en su
Pues enn tal seguridad, dignidad sacerdotal pudieran parecer travesura, y aun ocasionar
No hay razón por que no esperes; escándalo, es boy cosa evidente. Que se complació las más veces
Que mujeres son mujeres. en descubrir él propio so disfraz, está fuera de duda. Escribamos
Tenemos pies en el sigle xvt un poeta en quien resplandecía la historia de esta verdad indisputable.
instinto peregrino de versificación forzada á determinados concep En el aüo de 1620 celebróse en Madrid una;'tum poética para
tas y palabras, que le hizo con solo el talento natural, sin ornato festejar ¡a beatificación de san Isidro labrador. Lope, con la ca
alguno de letras, aventajarse i muchos de sus contemporáneos. rátula de Itnr'guillos, presentó en ella diez composiciones joco
Proverbial era su desenfado en el decir y componer de repente, samente escritas, qne fueron la sal y el alma de todo ; y como
y en la discreción con quevencia la estéril dificultad de las glosas; imprimiese después él mismo este certamen, eslampó en sn re
trivio pobre y miserable : con lo que ha pasado á la posteridad lación la siguiente cláusula :
Oscuro el nombre de Juan Sánchez Burguillos. «...Pero advierta el lector que los versos del maestro Burguillos
II. debieron de ser supuestos, porque él no pareció en la justa y todo
Desde 1600 á 1650 fneron célebres en la corte varios tontilocos lo que escribe es ridiculo, que hizo sazonadísima la fiesta. Y co
«bobos, irrisión del despiadado vulgo por calles y plazas, y sus mo no pareció para premiarle, fué general opinión que/itdper-
Don>l>r>s servían de término de comparación en sátiras, comedias sona introducida del mismo Lope.»
y romances. El Viaje del Parnaso, tai cual drama de Lope, diver Y al fin , hablando dé los premios repartidos, añadió :
sas invectivas de Góngora, alguna jicara y vejamen de Qdivedo «Solo se ha de advertir que por donaire se le dieron al maestro
recuerdan al mentecato don Quincoces, coplero; a Gijorro, Can Burguillos doclentos escudos de premio (por haber escrito á lus
dil , Pollo Crudo, Binorre y Burguillos, locos rematados. nueve certámenes), en una cédula sobre los bancosdeFlándes.Y
Llamábase el penúltimo, don Pascual el de la Corte y Binorre; y aunque el referido maestro era graduado en su facultad, era tan
los autores del Tribunal de la justa venganza (pág. 255) dicen ignorante de la cosmografía marítima, que llaman hidrografía,
qoe ¡os sevillanos le llegaron á tener en su ciudad , sin duda para que no sabia que estos bancos estaban en la mar, siendo unos
diversión de chiquillos atrevidos y porfiados, de mozos insolentes bajíos de arena de gran peligro; mas luego que se desengañó de
y ociosos, y de almas endurecidas y pandas. la burla , escribió esas estancias , qne por recreación del letor, y
Ya mofándose (antes del ano 1608) de la hidalguía que Lope para que conforme la opinión antigua de que la indignación hace
de Vega Carpió blasonaba, ya pasando revista crítico-burlesca á versos, los quise poner aquí :
las qaiuce partes de comedias y demás obras que hasta 1621 ha «¿Dónde se sufre, se consiente, dónde ?t etc.
bía publicado,— contra él borrajeó don Luis de Góngora estos dos Con semejante libertad y desenfado no se habla sino de perso
sonetos, menos caritativos que ingeniosos, en los cuales se ha na fantástica.
llan ¡os nombres de Candil, Binorre y Burguillo, a vueltas de Dos años después, en el de 1622, fué canonizado el insigne pa
gentes despreciables y raeces; como si.no tuviera el padre del trono de Madrid; y á los diez asuntos del certamen con que hubo
teatro español otro auditorio ni aplauso : de celebrarse tan fausta nueva, compuso Lope once poesías, re
Por tu vida , Lopillo, que me borres pitiendo la misma ficción de llamarse el maestro Burguillos. Pero
Las diez y nueve torres de tu escudo; nótese que en el romance panegírico de los poetas justadores
Porque , aunque todas son de viento, dado (que , en lugar de vejamen , insertó con su propio y verdadero
Que tengas viento para tantas torres. nombre al fin de la relación de aquellas fiestas, dada entonces á la
¡ Válgante los de Arcadia! ¿ No te corres estampa ) , clara y terminantemente expresó que él era el invisible
De armar de un pavés noble un pastor rudo? Bnrguillos, y suyas las composiciones desconocidas. Léanse con
¡Oh tronco de Mi-col! ¡Nabal barbado!
¡Oh brazos leganeses y binorres! advertencia estas significativas estrofas; repárense las alusiones,
No le dejéis en el blasón almena; 1 recuérdense circunstancias de la vida del inmortal dramaturgo:
vnelva á su oficio, y al rocín alado
En el teatro sáquele los reznos. Oh miserable Burguillos,
No fabrique más torres sobre arena ; Poeta jamás soberbio,
SI no es que ya segunda vez casado, Aunque parece imposible,
Quiere volver las torres en torreznos. ¡Adonde te lleva el tiempo!
¿Qué es de tus afios pasados,
« ¡ Aquí del conde Claros !• dijo ; y lnego 0 tu paciencia á lo menos?
Se agregaron á Lope sus secuaces: jQué has hecho? ¿A quién has servido?
Con La estrella de Venus cien rapaces, ' ¿Qué aguardan tus pensamientos ?
T con mil Soliloquios solo un ciego ; ¿Nada pides, nada intentas?
Con la Epopeya un lanudazo lego. ¿Siempre has de estar, pobre y necio
Con la Arcadia dos dueñas incapaces, Filósofo de tí mismo,
Tres monjas con la Angélica, locuaces, Entre dos libros y un huerto?
I con el Peregrino, un fray borrego ; Tú , ya no de la fortuna,
Con el Isidro un cura de una aldea , De mil locos estafermo,
Con los Pastores de Belén Burguillo, Sur tienen por valentía
Y con la Filomena un idiota. uehrar lanzas en l. pecho;
Binorre, Tills de la Dragontea, ¿Con qué les haces pesar?
Candil , farol de la estampada dota Dinie, por Dios te lo ruego, *
De las Comedias, siguen su caudillo, (a) ¡l'.n qué eslinge depositas
(•) V«n •Justados 1 los originales que posee el colector. jPor ventora Este público secreto?
llanera a Lope Nabal barbudo ( mentecato barbudo) per ser de muy es- En razón de lo demás,
pe» barba según los retratos? 1 Micol ;person¡llcara su segunda mujer, 1 Cómo vives tan comento?
'- i.a Juana da Guardia , hija de Vecino de Madrid y natural quita da JV/rn que le quieren triste.
Ufanes , cuyos padres no ba rallarlo quien diga (Ignoramos et íunda- Mira que te quieren muerto.
■tnlo) eran, ya hortelanos, ja trancantes en ganado de cerda? Entonce* Partéeme que respondes
a ello podía aludir la vos. («reine». Lavandera hijo Lope en el Burgut- Que se lo pregunte al lienzo
fes A eu sebón Juana, Donde lautos perros ladran
A quieii so repara en ellos.
Q-u. 12
493 OBRAS DE DON FRANCISCO DE Ql'EVEDO VILLEGAS.
Félix de Vega Carpió, cuyo nombre lia sido universal- tal suerte saben ser doctas y provechosas, que enseñín
mente proverbio de todo lo bueno; prerogaliva que no con el entretenimiento, y entretienen con la enseñan-
La concedido la faina á otro nombre. Son burlas que de za , y tales, que he podido lograr la alabanza en ellas,

Machas honran, muchas honras; Tenia ya el gran poeta cumplidos setenta y do» alio», se vela u-
Provechos, nunca provechos... cerdole, se contemplaba con nn pié en el sepulcro; solos nucí!
Dios le consuele, Burgurllos, meses vivió luego. ¿Cómo autorizar con sn nombre los galantees i
Mientras reparto los premios. la señora Ju mi, la Catomaquia y La Pulga? Por otra parle, ¿coto
j Queréis saber quién era el poeta representado en es* lienzo, dejar abandonado on hijo tan hermoso del ingenio? Lope cusspliJ
quién era ese Durguillos, mal premiado del .Monarca y de sus mi con las exigencias sociales dándole padre Ungido, pero euidaaii
nistros? Oidlo de la pluma del doctor Juan Pérez de Montalban, sagazmente descorrer el velo; y para mayor firmeza , poniendo or
en la Yida de Lope de Vega (Fama postuma, impresa en 1636). les seriales en el libro, que no quedase duda ninguna de la verdal.
Contando las manilas que el fénix de los ingenios dejó en su (es Vedlasaqui: i.' El seudónimo de Burguillos, con que ya se le co
tamento, dice: • Y á mi , por sn alumno y su servidor, un cuadro nocía desde 1020; esto es, catorce años antes. — 2." Una poruii
en que estaba felralado cuando era mozo, sentado en una silla y de burlas, en que de veras se afirma no haber salido de manos del
escribiendo sobre una mesa que cercaban perros, monstros, tras autor ni de sus amigos, los originales de tales poesías.— 3.' Cuid ir
gos, monos y otros animales, que los unos le hacían gestos, y los que en la aprobación del maestro Valdivielso se trasluciera su sue
otros le ladraban; y él escribia sin baccr caso dcllos. • lo, con la especie de que abandonando por un instante las suso
Pero volvamos al certamen. Sigue la lista de los poetas premia del teatro («depuestos los coturnos severos» es la frase), hoy se es
dos, y concluye de esta manera : tregaba á las gracias, gente moza y alborozada. «Y á no ser tan esa*-
• Al maestro Burguillos una pensión de alabar á lodo el mundo cido en los certámenes públicos, donde se ba merecido los aplastas
mientras viviere, y una libranza de quinientos ducados en el Hiode ' y los laureles, se d.era á conocer en lo discreto y jocoso y relevaere
la Plata, a cinco meses vista después del dia del juicio. Dios nos le destos versos, parle felii de ingenio grande.'— 4.* Permitir .,;..<
dé a todos en esta vida, y rn la otra su gloria.» ¿Quién, sino Lo lo aclarase, más explícito, lf utvi.no en la censura que promueve J
pe, tuvo la pensión de alabar á lodo el mundo, cuando no salia obra presente nota con aquellas palabras : « El estilo es bien pareada .
en su tiempo, sin que los autores le estrechasen para ornarla con que solamente ha florecido sin espinas en los escritos te ¡rey Ir
algún rasgo suyo poético? ¿Quién, sino él, hizo naturaleza del elo Félix de Vega (.arpio, enyo nombre ha sido umversalmente pre
gio en su Laurel de Apolo ? Aquello de • Dios nos dé juicio i to verbio de ludo lo bueno.» — 5.' La dedicatoria al duque de Sen,
dos-, encierra una alusión al loco de Burguillos ; asi como otra mecenas insigne de nueslro vate, con palabras de su amor y gra
igual el jeroglifico burlesco en la justa de IH-iO: «Píntese una da titud, é indicación de estas burlas —6.' El mismo Adcerttmiaml
ma mirando mi loco con un mico, en la plaza, con esta letra: Lo señor lector; en donde fingiendo tirar al blanco de persméVie
cas isle miqui placel. • que -no es persona supuesta como muchos presumen' el tal Indi
Vino pnes a hacerse famosísima la regocijada persona del Un ciado, y que se fué á Italia , no sin que antes le trasladase al un
gido trovador, y estribillo el sacarla a cuento aun en las relaciones el famoso pintor catalán Ribalta, — se le recuerdan \n ¡e¡us
más serias. de 1G2U y 1622, y que »este pequeño libro sale i lux amen/se-
Tal prueba la que don Andrés de Mendoza imprimid, déla fiesta ra expósito, por donde se conocerá cuál es el ingenie, tacrp
de loros que la muy noble villa de Hadad hiio al serenissimo Prin condición de su dueño •. Las noticias del mentido Lturpí Ijs «!•
cipe del, ales, hijo del Bey de la Gran Britania, mostrando la afición vienen á su editor; y la aserción de que no es sopueau^r-
tue le tiene, como á persona que lanío eslima su magestad, este uno sona del licenciado, refiérese mentalmente al sujeta ii mil
te 16i3 1a 1.' de junio. Dos pliegos de Impresión, mis la portada, nombre ú apodo, y no al autor de los versos; con lo caaltJeHt-
en fallo). Entre los caballeros que salieron á torear, nácese especial siástico septuagenario no mentía. — 7." El soneto del coate Ca
mención de los duques de Cea y de Maqucda, condes de Tenclilla, ros, Lope (asile apellidaban los gongorínos, y de ello biza él
Cautillana, y Villamor, de don Cristóbal de Caviria y don Gaspar cnerdamente alarde en lugar de sentimiento), donde eaozaenlas
de Itonifjz, apellidado Matatoros. •Entro (se lee) don Fernando de siete grandes poetas españoles; y como la alabanza propia envile
Vuiciedo, alias el caballero de la Morcilla, que entre estas veras ce, se contentó con saludar a Burguillos de pasada.— 8.' Lisié-
a el maestro Burguillos de tos certámenes de Lope de Vega, que cimas de don García Salcedo Coronel, caballerizo del serenism
entraba a probar fortuna con lanza y adarga. Mandáronlo rechazar Infante Cardenal lá quien Iturguillos dirigió el soneto del fóüotí>
por pi-za vieja. • - que dicen el secreto á voces:
De modo que la opinión general tenia al maestro Burguillos
pnr fantástico personaje, de pura invención, introducido de Lope Estos números, que citraúa Agradecido procura
en los certámenes para su mayor aderezo y guslo. Tu cuidado en breve suma, Venerar en e-la lira
Con mas afectada seriedad habló Lope de Burgnillos en la Do- llasgos son de alguna pluma Tan discre'a bao nvntiro
rotea, obra que compuso mozo aun, pero que en 1632 retocó y Del noble Fénix de España: Que la verdad asegura.
auadiii al imprimirla. Dice pues en la escena ni do la segunda Mentido el nombre te engaña. Si escrupulosa murmura
No su culta luz; que en vano La envidia y su aplauso i:e¿i.
parle: Podrá artificiosa mano Muda elocuencia, no ciega,
«Jolio. ln verbo pulga. Ya que la habéis nombrado, quisiera de Sepultar el sol ardiente Prestará la admiración ,
ciros una canción que hizo el maestro Burguillos a. cierta De quien es aun poro oriente Si es lengua en esta oosiia
todo el orbe castellano. La menor Sor de una Vegt.
pulga.
César. Dila , por tu vida , Julio...
9." El retrato que se halla al frente de las poesías, representase,
Julio. Espíritu lascivo
aunque con imperfección estudiada , las facciones del sin itsU
De los remos de amor libre tirano etc.
ingenio español. A ello alude la voz utrumqne puesta s/ibreri
Lfdovico. ¡Qué cosa tan propia de sn condición 1
tarjeton supeiior, por si quedaba duda; asi como el Dru otas
Cesab. Nunca el maestro Burguillos hizo elección para sus masas
har t. lia fecil se refiere i la holgura y espacio que para faatasnr
de mas elevados asuntos.»
tuvo el poeta , merced al bizarro duque de Sesa , quien le dio s¡Ja
Y más adelante, allí mismo: en dinero más de 13,000 duros. — 10.' El soneto del rol. i", roa
el cual «responde el poeta i un elogio que se hizo en Roma a sa
•Julio Pero, sin detener los caminantes, al sepnlerode una
muerte Ungida , y habla de vera?, porque en la muerte so k»y
dama muy alta y muy Daca dijo el maestro Burguillos: burlas». — 11." El excelente soneto del ful. 71, con que reputo i
Doíla Madama Roanza » etc. . don Luis de Góngora , cuando este condenaba su manera llana te
Asi disculpaba las libertades de tales versos, y disponía con escribir, y le ofrecía como perfecto modelo que imitar, el esll*
destreza al público para que alriun tiempo después recibiese bien oscuro é intrincado de don Pedro Soto de Hojas, canónigo ir ii
los rasgos faceciosos de su juventud, que iba a la sazón coordi colegial de Granada, abogado de la Inquisición y padre de U
nando. cultos. Por mil títulos debemos trasladar aqui el epigrama:
Hemos llegado al alio de ira l, en que estos salieron i luz.
Intitulándose: Rimas hvmanas y divinas del licenciado Tome di Liblo,70 siempre ful vuestro devoto,
Berjuiltos, n» sacadas de biblioteca nwgvna ( ««i en Castellano se Nunca á la fe de la amistad perjuro;
Vos en amor, como en los versos, doro,
¡tama Librería ) sino de papeles de amigos y borradores suijos. Al Tenéis el lazo á consonantes roto.
excelenlissimo señor drque de Sessa, Cran Almirante de Ñapóles. Si vos Imperceptible, si remoto,
Par (rey Lo¡t filis da \cga Carpió, del ¿tito dt tan luán. To blando, fácil , elegante y ptuo;
CENSURAS Y APROBACIONES. 499
lejercitar la censura. No hay palabra que disuene á i la licencia que se pide para que la imprenta la repar-
verdad católica, ni palabra que no se encamine á *• *-« —
ta. Asi ■>- ■■
me parece. En ■ ■ > á- 27
Madrid, -- de
■ agosto de 1634.
"'
¡atar las baenas costumbres: méritos que granjean —■ Don Francisco de Quevedo Villegas.
Tan ola ni escriba como vos escaro; Don Pedro Gonzalo de Godoy, que tal era el nombre del folletis
Lj Vega es llana, y intiirado el Soto. ta, quien escribió versos latinos al Certamen poético de la cano
también soy yo del ornamento amigo:
Solo es los tropos imposibles paro, nización de San Juan de Dios, no hubo de bailar reparo en hacer
Y deste error mis números desligo ; con esta gustosa redondilla alarde de su ingenio, siguiendo las
Eo la sentencia sólida reparo, huellas del poeta cómico don Jerónimo de Cáncer, el cual babia
Porque dejen la pluma y el castigo fingido como de Quevedo aquel epigrama que hasta hoy pasa por
Escura el borrador, j el verso claro. del Luciano español. Incrustándolo en unas redondillas 1 san Je
rónimo:
y última. La canción con motiva de haber mormurado «al
ti la parte donde amaba , por los versos que bacía a. Asi prln- Porque en Cicerón lela ,
i a la vuelta del fol. 81 : Grandes azotes le dan
"Los ángeles á porfía ;
Ya pues que todo el mundo mil pasiones. i Miren loque del seria
si leyera en Montalban!
¡puede ver suscrita por Lope de Vega, pero con variantes sin
uro, y diluvio de incorrecciones y bajezas, que luego enmendó, En 1795, el colector de nuestros antiguos poetas qne se dlsfrazí
id libro impreso bacia ya veinte y nueve aflos : en la Ptimera con el nombre de don Ramón Fernandez (dicen es el escolapio
t ii les llore» de poetas ilustres de España, ordenadas por Pe- don Pedro Estala) no llevó con paciencia el disfraz del fénix de
Espinosa ; Valí adolid, 1605. Allí al ful . 88 tiene por comienzo : los ingenios, y ofreció publicar una .voluminosa disertación, en
que se mostrará con bastante evidencia que Burguillos fué hom
Pues que ya de mis versos y pasiones. bre real, y no fingido, y que sus obras no son de frey Lope de Ve
lié le parece al lector! ¿ Ofrece por si solo pocas pruebas el ga Carpió». Si hubiese llevado i cabo este proyecto, habría sin
i para clamar que frey Lope Félix de Vega Carpió es su autor duda evidenciado la existencia de Juan Sánchez Burguillos, ó la
aé<ra? Pues como si no fuesen bastantes, menudean insig- del otro Burguillos el loco; tal vez hubiera hablado de los dos,
.iirííragables testimonios posteriores. tal vez los habría confundido; pero estando siempre muy distante
te Lope , y al escribir la vida del gran maestro su predilecto de probar que no son de Lope los versos que este dio i la estam
ifilo (el doctor Juan Pérez de Montalban, para que precediese pa, atribuyéndolos porcauto y magnifico desprendimiento á Tomé
¡elogios y fama postuma de aquel irígenio soberano, publica- de Burpviillos en 1G54. .
itccs de febrero de 1636), hace catálogo de todas sus obras, iQueda sobre esta verdad el menor escnipulo? Pues desécheso
lio, despaes de La Dorotea, El Burguillos. Mas hacia el fin como mal pensamiento. Nuestro común amigo el bizarro escritor
toro i fol. li6) corta y desvanece toda contienda el laborioso don Cayetano Rosell, acaba de mostrarnos dos códices autógra
« delconsejo de indias, Antonio de León Pinelo, con su poe fos de Lope, de que hoy son dueños los excelentísimos señores
tó Fruir mantuano, en estas claras y terminantes palabras: don Agustín Duran y doif Pedro José de Pidal. Alli ¡cosa admi
•Y porque en Vega tan florida cabe rable! de letra del gran poeü, de su mismo pudo, están los bor
Lo yocoso tal vez entre lo grave, radores originales, plagados de tachones y enmiendas, de nada
Si Homero dio la Batracomiomaquia , menos que diez composiciones, impresas como de Burguillos; i
Lope la Catomoquia, saber, las que comienzan :
Que con versos agudos y sencillos Dos cosas despertaron mis antojos.
Cantó su musa y publicó Burguillos.*
Peniso amigo, codiciar mi muerte.
tan con llave de oro estas pruebas conchyentes aquel don Dulce pastor que nuestro valle pisa.
*íe Salcedo Coronel , autor de las espinelas arriba copia- Corderito, corderlto.
Cando dio sus versos, en el alio de 1650, á la imprenta de Espíritus celestiales.
f> Díaz de la Carrera , y se publicaron con titulo de Cristales Con respeto se retrata.
Míeme , hizo en ellos lugar (ful. 139 v.) a las estrofas pane- Aunque ya, mi bien, tengáis.
'", poniéndoles tal encabezamiento: 'Décimas en el libro Porque no echéis i perder.
tonpaso Lope de Vega y salió en nombre del licenciado Bar- KH o, pastor soberano.
'i>, al lector. » Quien hubiere visto un nlffo.
-"no sostener ya ni por un momento siquiera ser personas Es pnes un axioma histórico literario que pertenecen al Inco-
it»s Lope y Burguillos? No lo pudieron dudar jamás el ílus- nio de Lope de Vega las rimas llamadas de Tomé de Burguillos.
»o Caramuel en sn Trismegisto, ni don Nicolás Antonio en su
iMiesnova. Pero ved que el autor de dos folletos de burlas,
1 en chistes, cuentos y casos llenos de novedad, agudezas y Vida, y mi Apología*. Enqve entre bvrlas, y veras, se dicen veras, y
'¡disparados contra cierto enrandero que traia la corte slbo- borlas ; Aora uveramente sacada d tus por vn Quldan., que queriendo
» toa el Agua de la vida, sánalo-todo!, inventa en 1682, 6 tener ramo, «o tiene nombre.—Ano ( un» viñeta j 1082. — Impresa en
mii si fué de invención ajena, un cuento más inclinado Mantua Carpentana , por vn vecino de ella.
(Censura burlesca.— Prólogo.— Diicurio.
"Míe al agua; y con ello, sin imaginarlo nunca, apresta para 45 fojai en ».", do» de ellas de preliminares: componen cuatro plie
wrtaal armas de cartón pintado á críticos de poco meollo gos menos cuartilla, basta la signatura D. )
iMUd enfermiza. La anécdota dice así en el secundo de los —Discvrso serlo-iocoso , sobre la nieva intención del Agua de la Tlda,
■nos: y si*i Apologías. En que entre Burlas, y Veras, te diicn Veras, y Bur
•stabín reñidos Lope de Vega y non Francisco de Qteveoo ; las ; acra mecamente sacado d tvx par vn Quidan , que queriendo
nado Burguillos por la calle de Santiago, le dijo uno: ¿No tener fama , no tiene nombre.—Añadido , corregido, y enmendado por
su Autor.— Año (una medalla de emperador romano) tosí.— Impremí en
'««amereed cómo ya han hecho paces los dos contrarios, laragofo cum permisium. Véndese en la Portería de San Martin, y en
« están merendando en casa de Montalban? Y Burguillos, Palacio.
™> isa pluma en la librería, les escribió de reposte esta (Esta segunda edición está en 10 fojas, i.' : do» de portada y princi
ídlila; * pios y 55 p»g. hasta la signatura E.)
—Sejrndo discvrso tcrio-locoso, sobre la nveva ¡mención de la Agrá
• Hoy hacen amistad nueva, da la Vida ; en qve respondiendo d vna Apología, entre veras, y bvrlas,
Más por Baco que por Keho, se nace» la» bvrlas veras.— Compuesto por el Quídam , Que teniendo
Don Francisco de Que... ..Bebo ya nonti e, no jmere tener fama, sino elucidar la verdad.— Año
Con el buen Lope de Beba. • («) ét MDCLIXXll.
(10 te)»», 6 sean S pliegos, en 4.a, batía I» ilgnatnra E. Al rol. 1 ratera
don Pedro Godoy que tale» detentados ion de »u pluma. La anécdota
de QuavBDoee baila al 7 vuelto.
DUctrto strto-Ucoto, sobra la nuera Invención delAgva de la Pertenecen esto» tres curiosos y apenas conocido» CoUato» A mi bizarro
amigo el tenor don Pascual do Gtiango».)
SOI OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

APROBACIÓN DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, {a)

Por mandado de vuestra alteza he visto estas doce en los teatros. El grande nombre de su antor las acre
comedias de frey Lope Félix de Vega Carpió, del hábi dita , y sus estudios las aseguran de palabra indecen'e
to de San Juan. Son todas de muy honesta enseñanza, ó mal sonante á las buenas costumbres ó a la verdad
y otros tantos ejemplos elegantes y entretenidos para la de nuestra sagrada religión.
advertencia moral. Merecen ser leídas ; y en ra impre Por esto juzgo que merecen la licencia que á vues
sión, la aprobación igual al aplauso con que se oyeron tra alteza pide, para que consiga las alabanzas qne
merece, y la lengua española el ornamento que !a
(«) Para la Impresinn de la Veinte y una parte verdadera de lo»
comedios delfemí de España , que por entonces vio la luz en Ma ilustra. Madrid, 19 de mayo de 1635. — Don Francis
drid. co de Quevedo Villegas.

CENSURA DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABALLERO


DEL HÁBITO DE SANTIAGO, SEÑOR EE LA VILLA DE LA TORRE DE JUAN' ABAD. (¿>)

Por mandado délos señores del real y supremo Con sus discursos; que para remontarse, primero se pos
sejo de Castilla lie visto este libro, que se intitula Com traron reconocidos á ia verdad de la fe , de qne parti
pendio geográfico y histórico del orbe antiguo, es ciparon robusta salud aun las palabras:
crito por don Jusepe Antonio González de Salas, caba Hablar, según lo que alcanzo, de la seguridad de U
llero del hábito de Calatrava : obra tan importante doctrina, toca hoy á mi obediencia. Las alabanzas de
que sin sus noticias en toda la historia antigua, y no la obra no se contienen en los términos de esta cen
en pequeña parte de la sagrada , se ignora mucho de sura, y severamente aquí ias excusa su autor. Aljukto
lo que se Ice. quedan pues de los doctos, que en balanza rigurosa
Las novedades en él contenidas hicieron cuidadosa las ponderan, y proporcionan con los méritos. An-i lo
y prolija mi atención; empero dejóme sin escrúpulo siento. Madrid] 25 de octubre de 1643. — Dmírm-
alguno el bailar bien asistidos de reverencia católica cisco de Quevedo Villegas.
(//i Libre ya del bárbaro encierro de San Hircos de León , y pendió geographico, yhislorieo deel orbe antigvo, y destripan U
qnilalado por la paciencia el oru de la corona de su ingenio jr el sitio de la tierra, escripia por Poinponi Meta ; obra que ii/a íetli-
sabiduría, vióse el Job do los poetas españoles, á su vuelta a cula á don IVilro Pacheco Girón, del supremo Consejo de Cub
Jl.nlivl , halagado por algunos pocos espíritus generosos que sa ila y de la general luquisicion. El autor ó el mecenas delirtü»
bían poner én su pumo el valor de hombre tan extraordinario. influir, a no dudar, para que se honrase i Qcevedo, eoañas'.a-
Su amigo, don Jusepe Antonio González de Salas, caballero de le la censura del libro, que no salió i lux basta el aüo siguetít
la Arden de Calatrava y señor de la casa de los González de Va- de 1641
didia, acababa de ver impresos ios últimos pliegos de su Com-

APROBACIÓN DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS, CABALLERO


DEL HABITO DE SANTIAGO Y SEÑOR DE LA TORRE DE JUAN ABAD, (c)

Por comisión del señor licenciado don Gabriel de aprender, ninguna cosa que advertir; promesa qw
Aldama, consultor del Santo Oiicio y lugarteniente alianza la utilidad á los curiosos. No hay en él coa
de vicario general desta villa, corte de su majestad, que disuene á la verdad de nuestra santa fe catóüu
he visto este libro, cuyo título es: Arte de ballestería ni á la decencia de las buenas costumbres. Es nn
y montería , escrita con método para excusar la fatiga maestro descansado para el ejercicio más honesta
que ocasiona la ignorancia, escrito por Alonso Mar mente varonil, y la más apacible y bien acondicionas
tínez de Espinar, ayuda de cámara del Príncipe nues introducción al arte militar : ocupación calificada por
tro señor, y quien á su majestad da el arcabuz, ha tantos príncipes, y más esclarecidamente por ia destre
biendo servido á su alteza, padre y abuelo, con toda sa za y agilidad con que la ha ejercitado nuestro gran
tisfacción en la ballestería. En él he hallado mucho que monarca. Razones todas eficaces para dar al autor L>
licencia que pide. Asilo siento. Madrid, 21 de no
(e) Para que se pudiese imprimir el libro poco antes citado,
que compuso Alonso Martínez de Espiuar, con titulo de Arte de viembre do 1613. — Don Francisco de Quevedo Vi
ialtattna y montería. llegas.
ta DE LAS CENSURAS V AMIOI-ACIOSES,
REBUSCO DE «ASIENTOS AUTÓGRAFOS

DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS, (o)

I.— Para el evangelio de los panes y los peces, psal V.— Petri Blesensls, epístola 56 , Tólio 26.
mo uxvii, v. 19. «Et male locuti siint de Deo; dixe- En el texto hebreo se lee rigurosamente : aNumquid
runt: Numquid poterit Deus parare mensara in de- indues collum ejus tonitru?»
serlo?»
En el capítulo íx del Libro de los Jueces está el VI.— Séneca, De vita léala, cap. 21 : «Gemite, et
apólogo que empieza: ulerunt ligua, ut ungerent infelicem linguam bonorum excrcete convicio. ínstate,
superseRegem.» commordete : citiüs multó frangelis dentes, quám im-
La oliva, la vid, la higuera, el ramno. Cómo se ve primelis.»
rificó esto en Cristo. Y declarado el verso del psalmo : Psalmo xxi, Vulgala: «Deus, Deus meus, réspice
«Priiisquam intelligcrent spinae vestrae rhamnum.» in me: quare me dereliquisti? Longé & salute mea
Zaith. En español se conserva la voz poco corrupta verba delictorum meorum.»
aceite. Traslatio heb. Sanctes, Pagnini: «Deus meus,
Deus meus, ut quid dereliquisti me? elongatus á sa
II.— Parala estatua que soñó Nabucodonosor, que lute mea, et verbis rugitus mei.»
derribóla la piedra, que cayó sin manos. — Threnorum Jeremiae, in primo alphabeto:
El verso del psalmo: «Qtii habitat in adjutorio Al- Lamed, Vulgala: «O vos óranos, qui transitis per
feimi Angelis suis mandavit de te : ut custodiant te viam , etc.»
in ómnibus viis tuis. In manibus portabunt te ; ne Pagninus; «Non sit vobis grave : omnes qui transi
forte odendas ad lapidem pedem tuum.» Sobre pies tis per viam, etc.»
mezclados de hierro y de barro no tiene seguridad
(Hoja en 8.*).
floro, la plata, el metal, ni el hierro contra la pie
dra que cay sin manos. Solo se defiende de la piedra VIL — CAÍ dorso de carta del prior de Ucles, estrila en esta
sin manos quien se asegura en manos de ángeles. villa i 15 de agosto de 1642, un apuntamiento que es ocioso co
Guija que derriba la estatua de todos metales, crece piar aquí. Parece traía de un comentario i los diez primeros ver
en monte y lo ocupa todo. sículos del Litro de la ¡jabiduria. Dqce proposiciones de los cin
co primeros forman doce capítulos, el sexto, uno solo, y toi
(2 ii"j 1 5 en 16.' este y el anterior. ) cuatro restantes, seis; en todos, diez y nueve.

ni.— (El texto del Litro de lo» Reyes que se cita en la p5g¡- Vni.— «Sciens Jesús quia venit hora ejus, ut trart-
ta 281 del tomo i. Una boja en 8.') seat ex lioc mundo ad Palrera : cum semper dilexisset
IV. — ( Del salmo liiiv, el verso 11 ; del livih, el 16 y el 17. suos, in finem dilexit eos.»
Del a;liólo xxvi de Job, el verso 1. Una boja 8.' ) A su Madre dijo en las bodas de Canaá : «Quid

(o) Entre los papeles que le fueron' sustraídos al tiem merada copla de sus hallazgos al erudito don Tomás An
po de su última prisión, y después no parecieron, contó tonio Sánchez. Vinieron estas á poder del señor don
su biógrafo Tarsia Diferentes muy curiosos de otros auto Aguslin Duran , dignísimo director de la Biblioteca Na
ra, observados y margenados por don Francisco. cional , y merced á su proverbial bizarría , pasan ahora i
Don Nicolás Antonio en el catálogo de obras de nuestro dominio de la prensa.
flúor, cita haber escrito diversas Observaciones á toda ¿Cómo prescindir hoy de poner de molde apuntamien
(late te escritores , hebreos, griegos y latinos. tos de que los biógrafos y antologistas modernos han for
Esto puso en los bibliómanos, durante el siglo ante mado registro minucioso, dando i imaginar que era cosa
rior, codicia de reunir cnanto de puño de Qoe vedo halla demás importancia? Y habiendo de henchir con este re
ban , ganosos de completar tal cual fragmento conocido, busco en el tomo presente poca vendimia , no es exceso
ó adivinar alguno de los muchos trabajos importantes su ocupar tres hojas, cuando, á desentendernos de tales no-
jos, de qne hay vaga noticia ; ó lo que es más cierto , por tillas, corríamos riesgo seguro de exasperarla bilis de
una especie de veneración muy disculpable bácia lodo lo algún criticón avinagrado y cejijunto. .
lie perteneció al ingenio del gran repúblico. Van en estas páginas con al^un orden, si es posible
El conde de Saceda fué quien mostró mayor diligencia dárselo, cosas láo desligadas. •
«n semejanie búsqueda, y quien permitió sacar ílel y es-
502 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
milii ettibi, mulier? Nondum venit hora mea.» Y aquí, post Chrístua Dei spiritus dicitur, qnod videtur pertV-
para entrar en la postrera cena, y sentarse en la últi nere ad errorem veterum, qui etiam Spirilum San-
ma mesa, dice : Sabiendo Jesús que llegaba su hora. ctum illum vocabant, de quo latius in prolegomenis.t
Allí faltó el vino, y volvió en vino el agua ; aquí volvió Amo, amo te, doclissime Pamelli.ob haecjudicia
el vino en sangre. Y lo demás que se considera para —Tertullianus, De Resurreclione: «Ratio autem di
declarar el un lugar con el otro. —In finen. En el mun vina in medullaest, non in superficie, et plerumqoe
do nadie ama hasta el fin , ni en el Gn ; no pasa de aemula manífestis.»
los principios el amor de los hombres. Ejemplificarlo Incodcm libro: «Phidrae manus Jovem Olympínm
en todo y en todos hasta en la alma y el cuerpo. ex ebore molilae adorantur, nec jam bestiae et qui
¿Por qué en la cruz la Mamó mujer, diciendo: « Mu dem insulsissimae dens est, et summum seculi ña
lier, eccc filins tuns?» Eslimóla tanto, que viéndose men elephantus.»
en tantas afrentas en la humanidad preciosísima que Locus depravatissimus : elephas non insnlsissima
de ella habia tomado, no quiso decirla madre de un bellua, Cicerone teste et Plutarcho; eleplianto bel-
justiciado, sino mujer; pues padecía por Eva (que fué luarum milla prudentior. Corrige: «Insulsissimos
mujer, y fué seducía y persuadió á Adán), y no por su dens est, sed summum seculi numen est...»
madre, qne por serlo fué exenta de la culpa original. Ideo dens insulsissimos, quia nec ¡lio mandit.et
Y como murió por la voluntad de su padre (que á su extra os minaci foeditale prosilíit.
propio Hijo no perdonó), por eso nombró, muriendo, á DeExhortatione castitatis, prope fincm : «Christiani
su padre, y no á su madre-. Gran favor, que espirando illius nescio...» Rhenanus corrigit et legit: «Chri
encomienda á su padre su espíritu, y su madre ú san stiani illi sues,» non recle una voce addita alia sol
Juan ; dicele : Discípulo, ves ahí á tu madre. Era su íala. Ad sensitm Rlienani corriga. Lege potiüs (exüs-
querido : fué llamarla madre de su amor. Por eso no le dem ve: bis restituo) sic: «Christi an illius nescio, •
nombra, porque cuando le llaman su querido, no dije propter nocturnos et promiscuos concubilus, quos
ron Juan, sino el discípulo á quien amaba Jesús. falso christianis imponebant , et ipsomet Cliristo. E't
Cuando trata de morir, siempre se llama hijo del eral detestandum convitium, quo videntes, cujuslibet
hombre, nunca de la mujer. christiani filium proferebaut , ac si dicereut: Nescio
an ille filius, sil filius Christi, au illius ; id est, ignoro
IX. — «Unusqnisque tollat crucero, suam, et se- cujus sit filius.
quatur me.» Esto á sus discípulos y a todos; y solo á (2 hojas en 8.')
san Ignacio le da su cruz para que le siga : recibió san
Ignacio de mejor mano la cruz que Cristo. Aquella XI. — Tertullianus in Apologético adversas geates.
se llama compañía, que dos hacen en una misma cosa Capítulo. 4.° : «Nulla lex vetat disculi, quod prohibe!
legítimamente : deciende el nombre de Compañía de adinitti.» Infra : «Nulla lex sibi soli conscientiim
Jesús á esta sagrada religión , pues Cristo é Ignacio justitiae suae debet, sed eis á quibus obsequimn ei-
hacen compañía en una cruz misma. La cruz misma pectat.»
de Cristo nadie la ayudó á llevar sino Simón Cirineo, Capítulo 6." : « Nunc in foeminis prae auro nullum
que fué llamado de los ministros , no de Cristo, y lle leve est membrum.prae vinum nullum liberumest
vó parte de ella desde cerca de Jerusalen al Calvario ; osculum : repudium vero jam et volum est, quasi
empero á Ignacio llamóle Cristo, y de sus hombros matrimonii fructus.n
se la cargó en los suyos, para que la llevase por todo Capitulo 21 : «Ea omnia super Chrislo Pilatoset
el mundo, y la pasase al Oriente y al Occidente. No ipse jam pro sua conscientia chrislianus , Caesari
solo quiere que le ayude á llevarla, sino que le des tum Tiberio nunciavit. Sed et Caesares credidissent
cause. super Christo, si apt Caesares non essent seculo neces-
( Hoja en 8.' este número y el anterior.) sarii, aut si et christiani potuissent esse Caesares.»
De Anima, cap. 27 : «Denique ut adhuc vere
X. —Tertullianus, De Oralione dominica: «Opor- cundia magis pericliter quám probalione, in illo ipso
tebat cnim in hac quoque specie novuin vinum no- voluptatis ullimae acstu quogenitale virus expellitnr,
vis utribus recondi.» (Ad explanationem difíicillimi nonne aliquid de anima quoque sentimos exire, st-
loci Joann.) «Caeterum quicquid retro fuerat, aut que adeo marcescimus et devigescimus cum lucís de
demutatumest, uteircuncisio, aut suppletum, utre- trimento?»
liqua lex : aut impletum, ut prophetia: aut perfe- In Apologetici capite primo, scit ínter extrañe»
ctum, ut fulos ipsa.» facilé inimicos invenire: «Quid hinedeperit legibas
Capítulo 3.' « Nomen Dei Patris nemini proditum in suoregno dominantibus, si audialur? An hoc ma
fuerat : etiam qui de ipso interrogaveratMoyses, aliud gis gloriabitur potestas earum, quod etiam inaudi-
quidemnpmen audierat.» tam damnabunt veritatem? Caeterum inauditam si
Capitulo 2." altem in Patre Filius invocalur. Ego damnent, praeter invidiam iniquitatis etiam snspicio-
enim, inquit, et Pater unum sumus. Ne mater qui- nem merebuntur alicujus conscienliae, nótenles ao-
dera ecclcsia praeteritur. Si quidem in Filio, et Patre dire, quod auditum damnare non possíut.»
Mater recognoscitur.» In fine Apologetici: «Mullí apud vos ad tolleru-
Capítulo 3.' «Jam enim Filius novum Patris nomen tiam doloris et morlis hortantur, ut Cicero in Tusen-
est.» lanis, ut Séneca in Forluitis.n De que se colige que «I
Capítulo 1.° «Deijspirítus, et Dei sermo.» Pamel- libro de Séneca áGalion es de Séneca, aunque lo de-
lius in haec verba: «Nove autem, et lúe, et paulo da Justo Lipsio.
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 503
De Anima: aUndeet ignorare tutissiraiim est, prae- la carta que envió el príncipe de Gales al rey don Enri
stat per Ueiiiu nescire, quia non revelaverit, quám per que, dice : «E por ende vos rogamos é requerimos de
liominem scire, quiaipse praesumpserit.» parte de Dios y tlei mártir san Jorge.» Y en el propio
En el mismo tratado, tres iiojns mas abajo, usa de folio, en la carta que á esta responde el rey don Enri
estas raras locuciones: «Quemadmodum et incedunt que, dice : «Por ende vos rogamos é requerimos con
qnaedain sitie pedibus manante ímpetu , quod angues: Dios é con el apóstol Santiago.»
et insurgente conutu, quod vermes: etspumante re- La misma historia (año v, fól. 23, cap. S.8). Dando
platu, quod limaces.—Sed nemo unquam cunctunti de razón de si don Juan Alfonso de Alhurquerquc delante
exitu an'imae mulsam aquam de eloquio Platonisin- del rey de Portugal á los embajadores del rey don Pedro,
fudit, aut micas de minutiloquio Aristotelis inlersit.» que contra él iban, y para mostrar que había usado bien
Llama á Séneca a nuestro Séneca», en que muestra de su privanza, dice : «Otrosí pecho ninguno nuevo en
r u \n aléelo le era : « Sicnt et Séneca saepe nosler. Ín el su señorío y reino nunca consentí que se echase en
sita sunt nobis omnium artiuiu et aetatum semina.» cuanto yo le goberné. »
De Velandis virginibus : «Sed Dominus nester Cliri- — En el libro de los Milagros de san Isidro, cap. 32,
stus veritatem se, non consueludiuem, cognominavit.» fól. 61, pág. 2, al principio, exhortando san Isidro al rey
1 2 hojas en 8.') don Alonso para que ganase á Baeza, le dijo : «Yo soy
Isidro, doctor de las Españas, subcesor del apóstol
XII. — Tertulianus, De Anima : «Quid autem aliud Santiago por gracia y predicación ; esta mano derecha
saperet vir quilibet injuria dainnatus, practer inj uriñe que anda conmigo, es del mismo apóstol Santiago, de
solamen? Adeo omnis illa tune sapientia Socratis de fensor de España. E dichas estas palabras, desapa
industria venerat consultaeaequaniiuitatis,uon de li- reció.»
ducia comperlae veritatis.» En la parle tercera, De la traslación dclciierpo desan
1 —Joannes, cap. 13, v. 27 : «Et post buccellam in- isidro, de Sevilla á León, fól. 18, pág. 2, dice el mes-
troivit in euin Sathauas. Et dixit ei jesús : Quod facis, mo san Isidro en una aparición : «En este monumento
fjc citiüs.» hallaréis mi cuerpo, y España se gozará de telierme por
(Hoja en 8.') su patrono; pero mucho más se gozará la ciudad de
León.»
XIII. — De diversis sermoníbus d!vi Augustini. Ser- En los Milagros desan isidro (cap» 32, a de cómo el
mo~3: aNeglige'ns inimicilias finiré obliviscitur. rey don Alonso, con ayuda de san Isidro, tomóá Baeza»),
Perlinax veniam non vult concedero , enm rogatur. en el fól. 62: «E luego aquellos obispos y condes que
Superbé.verecundus vcniain pelero dedignalur. Ilis allí oslaban, dando atisiiiiismo innumerables gracias á
tribus vitiis inimicitiae vivunt.» Dios nuestro Señor, ordenaron juntamente que lue
Lo de los dos árboles, el seco y el verde en invierno. go, en comenzando á esclarecer la mañana , fuesen i
Lo de las dos pieles, una llena y otra hinchada. dar en los enemigos con la voz é apellido de san Isidro
Lo del Parafrastes sobre el fin del capítulo Pe y del apóstol Santiago.»
rcal dtes : «Non ne timui {que temió), ne forte pecca- Milagros., cap. 44, fól. 86. Se aparece san Isidro á
verint tilii mei, etbenedixerint Deoincordibussuis.» san Marlino y le dijo: «Vay luego al rey don Fernando,
La paciencia de Dios : el primer ángel, el primer y salúdale de mi pai te , y díte que digo yo quo se vaya
hombre, la primera mujer, el primer hijo. Las primi á Ciudad-Rodrigo, porque viene gran multitud de mo
cias de sus obias las mayores, todas fueron del peca ros á tomar aquella ciudad ; é yo seré con él, é el bien
do, en su ofensa. aventurado apóstol Santiago.»
No será pequeño logro conjeturarlo del texto mis Milagros, cap. 16, fól. 42, pág. 2. Llama san Isidro
mo. Si mereciere mi estudio mis autorizado nombre, ala ciudad de Toledo, «más noble délas ciudades de
se le dará quien leyere. España.» Y en el fól. 43 dice que la dicha ciudad de
(Alguna idea de tiles textos aprovecha Qcsyedo en la Virtud Toledo, que «es dedicada á la Virgen nuestra Señora,
mtiiídiilc. lioja en 8.*) madre de Dios, santa María».
-^HoracíoTurselino, lib. 4, en la Vida déClaudioNe-
XIV.— Sahtiago. ron, dice : «Pasaron diez años desde la múerle de Cris
— Juan Sedeño en la letra R , escribiendo la vida to á la de Santiago ; y es tiempo en que cabe venir á Es
le Rodrigo de Vibar, llamado el Cid, en su Summa de paña y volver de ella á morir én Jerusalen.»
¡arones ilustres, fól. 306, dice : «En estos días, como Palabras que se refieren haber dicho el arzobispo
►1 Cid estuviese en su cama solo, revolviendo en la don Rodrigo Jiménez, arzobispo de Toledo, en el con
memoria las cosas que le eran necesarias para dar la cilio Latéranense, tratando de la venida de Santiago á
u Ui lia al rey Búcar, se le apareció san Pedro, el cual España: «Ego tamen elegí datam ei potestatem praedi-
i reveló que dende á treinta dias pasaría desle mundo, candi in Hispaniam. Sed interino, cuín per Judeain et
que después de muerto vencería al rey Búcar, con Samariam divinam legem seminare!, sub Herode, 11; e-
i ayuda de Dios y del apóstol Santiago.» rosolimis trúncalo capite, exalavit animara et Douiino
Y más abajo, en la victoria, dice que peleó el após- reddidit.»
.1 Santiago, trayendo en la mano siniestra una liande- Y Pedro de Valencia (en el tratado doctísimo que hi
í colorada con una cruz blanca, á la cual seguía mu zo, y anda manuscrito, Sobre los actos de los apóstoles
lta caballería celestial ; y en la derecha, una e-nada de y la epístola ad Galatas) colige dellas mismas que
jugo , con fl ue hacia grande estrago en los moros. vino vivo y predicó.
—Historia del rey don Pedro, año xviu, fól. 94, en (3 aojasen 4.*)
804 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
XV.— Sanhaco. ¡ En el verso en que dice Virgilio :
— vu libro de las Memorias de Messer Guillaume du { « liquefacto témpora plumbo,»
Bellay, ful. 264, página segunda al principio : oEt y yo enmiendo :
mesmcment pourc'e qu'au ditjour estoil la feste de liquefacta témpora plumbo ;«),»
sainct Jacques apostre, le quel d'une part les espagnols se colige del mesmo Virgilio que liquefa cta quiere de
tiennent et revcrent d'ancienneté commc le singulier cir hecha pedazos.
patrón et protectcur de leur nation et patrie.» Aeneidos, lib. m, 576.
(Hoja suelta rn el códice N 27, biblioteca de Salazar, en la Real •Erigit eructans; liqnefactique saxa son auras
Academia de la Historia.) Cum gemilu glomerat. »
Arma, tum latiné, tutu grecé, sumuntur pro instm-
XVI.—Escribió en latin Mario Equicola, gentilhom mentis cujuscumque artis. Calepinus , verbo arma :
bre italiano, una Apología contra los maldicientes déla «Non solum hoc nomine bellica, sed etiam orunium
nación francesa. Ti adujóle en francés Michel Rote; im feréartium instrumenta intelliguntur.» Y lo conQrmí
primióse en Paris por Vinccncio Sertenas, año 1550. con César, De bello civili ; Plauto, Plinio ; y Virgilio,
Refuta ridiculamente los lugares de Julio César, Cayo Georgicorum, i, 1 60.
Tácito, Lito Livio y Lucio Floro. Escribió Equicola de «Dicendum et qnae sint duris agrestibus arma.
Amor, y fué hombre erudito. »Unde rusticorum arma vocamus rastra , ligones et
Escribió en latin Víctor Tuarlio Pro Franco Gallis, htijtismodi. »
contra mendacia, imposturas , et calumnias Joannis Y Cerda, sobre el mismo verso, nota 2, poniendo i
Meinardi Frisii , in accademia Pictaviensi leguleji. la margen arma, pro instrumentis, dice : «Hoc dictan
Parisiis apud Bartholomaeum Maccum, anno 1611. more Graecorum, qui instrumenta cujuscunque artis
Ni el uno ni el otro necesitan de respuesta, pues todos vocant oTtXot, •zeijti, Svxea.»
sus libros son un esfuerzo infeliz del ingenio, ó manda Y sobre el verso 181, i, Aeneidos :
do ó vendido. Desearon defender á Francia, y no pue •Tnm Cererem corruptam undis, Cerealiiqne arma
den defender su defensa. Expediunt;»
Aelius Lampridius in Vita Alexandri Severi: «Verum en la nota 7, poniendo á la margen también arma, pro
Gallicanae mentes, ut sese habent durae ac retrogadae, instrumentis , dice : «Sic dictuin, ut A pollón : f>ci
et saepe Imperatoribus graves , severitatem hominis Sai-ro?, arma convivii, id est, instrumenta. Quae rerte
nimiam, ellongé majorem postíleliogabalum, non tu- sumpsit ab Homero, Odyss., 7. »
lerunt.» Y explicando las palabras de Palinuro :
( Manuscrito al dorso de una hoja blanca, que precede a hermo Sle ieinde ¡aculas, '
so ejemplar impreso en papel marquilla, de la Carta á Luis XIII: Colligcre arma jubet,
fue sin duda el que nuestro autor reservó para si, como lo dicen
enmiendas y adiciones; y existe en el mismo códice de la Aca (á la margen : «Arma in re náutica, quae sint») no
demia de la Historia.) ta 8, dice: «Discat tándem juventusquae sint aran,
sive armamenta, in re náutica, non omnia nautarnm
XVII. — Cicero proRoscio: «Perditissimi igiturest instrumenta, sed tantüm vela , funes, rudentes, el ulu
hominis, fallero eum ,'qui laesus nonesset nisicredi- hujusmodi. » De suerte que quiere que solamente se
disset ;» es de hombre perdidísimo engañar á aquel que signifique por el nombre arma todo lo que llamamos
no fuera ofendido si no creyera. jarciasen la marinería; y no los remos ni el mástil, etc.:
(Añadido en el propio ejemplar, al fin del primer párrafo del nihil ligneum, non malus, non rostrum, non remtii,
fdl. 7, que es el primero de la segunda columna, pag. 263, de mi sed omnia linea; — contra Étnico Stefano, que quiere
tomo i.) se signifique por el nombre arma todo género de ins
trumento naval, sin distinción.
XVIII.— ¿Qué entienden los latinos por arma? (2 hojas en 8.*)
Virgilio, v, 15, describiendo el peligro en que se via
en una grande borrasca Palinuro, dice : XIX. —El llevar los espolios de los obispos y obispa
«Colligete arma jubet, validisque iucumhereremis.» dos los papas, llevándolos antes los reyes, se empezó
Estas armas que mandaba recoger, eran las velas y á introducir, reinando, los Reyes Católicos, en el año di
las entenas, porque llamaban arma todo lo que gober 1497, siendo pontífice Inocencio VIH. Replicaron los
naba el bajel. Pruébolo del mismo Virgilio, lib. vi, 349, Reyes Católicos ; no bastó. Hizo j unta Felipe II ; no (uto
con el mismo Palinuro, que cantando cómo cayó en el efecto.
mar, dice : El rey don Alonso hizo donación de parte del espolio
«Namqu» gubcrnaclum multa tí forte revulsum, á la iglesia de Astorga, y es la data de la donación á 15
Cuidatushaerebatn custos, eursúsque regebam, de octubre, año de 1255. Tráila Gil González.
Praecipilans, traxi meenm. María áspera juro,
Non ullum pro me tantumeepisse limorem, (No es autógrafo, pero si parece dictado por Qumno.— Acta
Quam tua, nespoliata armis, excussa maglstro, esto seria una nota para los Anata de quince Hat, en las reSexi»
Deliceret tanlis navis surgenllbus undis.» nos que hace allí sobre la pragmática de 14 de enero de 1621)
Dice que asido con el timón cayó, y que lo que más
temia era el peligro en que la nave quedaba, despojada XX. — (El apuntamiento ya impreso en el tomo i, pág. 217.)
de armas y de piloto, que llama maestro. Y pues él no
llevó consigo sino el timón, de que la nave quedó des .(a) No puede admitirse esta conjetura, porque entonces "jura
pojada , es fuerza que al timón llame arma. ba el verso errado.
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 805
XXI.— Joannes, rx : «Scimus antem quia peccato- XXVI.— Martialis In Gargilianum, libro vn, 65 :
s Deus non audil.» Proposición del ciego nato, según «Lis te bis decimae numerantem frlgora brumae
común sentir de los judios. De aquí los donatistas Conterlt una tribus, Gargiliane, forls.
nautur probare, irrita esse sacramenta per peccalo- Ab miser, ct demens! viglnti lüigat annis
I administrata. Quisquam, coi vinel, Gargiliane, llcet'i
Menos errado anduvo Terencioque los judíos y he En la antecedente In Cinnamum:
les, Adelfos, acto iv, escena v, 708 : «Quiíl fácil infeliz et fugitiva quiesf»
tucmros.
Abi, Palér, XXVII.— Marcial, libro v, epigrama 6 :
Ti pollas Déos comprecare : nam libi eos cerlb scio , •Nlgris pagina erevit nmbilicis.»
Qao úrmelior multo esquamego, obtemperaturos magis.
Umbilicus, Porphirio teste, erat ornamentum, quod
orque eres mejor, te oirán mejor.» No niega que é extremis partibus librorum addebatur, vel ex osse, vel
jo le oyeran, sino que se mostrarán mas fáciles i su ex ligno, unde dicitur : res pervenit ad umbilicum. Nos
Iré, por ser mejor. cantoneras dicimus (a).
San Augustin con el ejemplo del publicano prueba —Ab Homero Ulysses semper dicitur TciXifiaxta, «va-
í oye Dios á los pecadores. Y así, la margen á Te ren- rii, et multiplicis animi» (6).
,en este lugar, en el comentado por Ante-Signa- —Libro vi, epigrama 66, De praecone puellam vén
es sospechosa, y es esta : oNam peccatores Deus dente. Para los que son tan hediondos y infames, que
i exaudit.» con su aprobación desacreditan la cosa que aprue
toja suelta en 8.') ban (c) :
• Dum puram cnplt approbare candis,
K1I.— Xenofon, De faclis etdictis Socralis, lib. iv, Aliraxit prope se manu negante ni;
5o: «Dicebat Homerum id circo Ulyssem securum Et bis, terque, quaterque basiavit.
nOasse oratorem, quod per ea quae vulgo nota sint, Quid profeceril oséalo, reqairisT
eral ánimos eorum qui audirent, quo instituti es- Sexcentos modo qui dabat , negavit.»
t, adducere.s [Hoja en 4/)
toja en 8.') •
XXVIII.—Juvenalís, satyra xv, 108, libro v :
3111— Tacitus, Annalium, libro vi: «Sibi satis • Sed Cantaber nnde
lis: ñeque aliud poenitendum , quara quod Ínter Stoicus, antlqni praesertim aetate Metelli!»
•liria et pericula anxiam senectam toleravisset, diu In eadem satyra, 90 :
mo, nunc Macroni, semper alicui potentium invi-
■m culpa, sed ut flagiliorum impatiens.» «ritimus autem,
Qui stetit absumto jam toto corpore, duetis
«aecae, Consolajio ad Martiam : «Nec quicquam Perterram digills, aliquidde sanguine gustat.»
í'irius existimo in fastigio collocatis, quám mul-
Los cántabros usaban de armas cortas. Lucano, li
■ rerum veniam daré, nullius petere.» bro vi, 259 :
¡>¡> en V) • Si tibí daros Hibcr , aut si tibi terga dedisset
Cantaber exiguis, aut longis Tentónos armis.»
DV-— Terentii, Eunuchus, act. iir, scena ív, 601. (Hoja en 16.*)
«Ego limis specto. »
s' ocu/jj, nam limis est transversus : unde' limen
XXfX.— Cicerón, libro vn de. sus Epístolas, & M.
tur quoque, qUod ingredientibus , exeuntibusque
Mario dice fué á la guerra de Farsalia, y que le pesó}
«versum est. Cumautem dissimulant nomines se
«Cujus me mei facti poenituit, non taiu propter peri-
w quod vident, et non recta facie, sed transversa culum meum, quam propter vitia mulla, quae ibi
l(Mur, limes dicuntur aspicere. Cum vero limi
offendi , quó veneram. Primüm ñeque magnas copias,
m obliqui generaliter ; hoc tamen proprié de ñeque bellicosas : deinde, extra ducem, paucosque
"'sdicitur. »
praeterea (deprincipibus loquor), reliqui primüm in
NiMH.') ipso bello rapaces : deinde in oratione ita crudeles, ut
ipsam victoriam horrerem: máximum autera aes alie-
^•—Lucanus, lib. ív: num amplissimorum virorum. Quid quaeris? nihil
• Ambiliosa fumes.» boni praeter causam. Quae quum vidissem ; despe
«a en la epístola cu lo niega : « Ambiliosa non est
«: contenta desinere est: quo desinat, non nímis
«•» Magis oposité, Virgilius, Aen. , vi : dí) La interpretación de umUlicut pertenece i Domlcio Calde-
rino, en sus notas sobre aquel epigrama de Marcial. Solo añadid
•Male suda fames.» Qüevedo la equivalencia castellana.
II minos eleganter Statius dixit : (¿) Este apuntamiento se biso para probar que era Ullses de
animo doblado y falaz. Quevedo reprehendió en la Perinolti
•Male saadus amor.» Monlalban por haber comparado i Cristo con Ullses, siendo este
engallador y falso, como asi le llamaba Homero. Respondieron i
^: «Ambiliosa famis ,» id est, luxuries prodiga la Perinola negando que en Homero se hallase tal. Para la ré
> «Ambiliosa famis,» id est famem, in ipsasa- plica pues debió de apuntar Quevedo la muy repelida palabra '
« quaerens ut ostendeiet famis famelicam non TióAtixaTÍa, tarii, el mulliplias aiiimj. Y el qne es de animo va
rio y multíplice, falaz es , engañador es, aun por confesión de ho
».u Mía.*) rnero, i Indigno de que a Crislo se le compare.
(c) Buscólo nuestro autor, contra el padre Nitseao.
50« OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
rans yictoriara , primüm coepi suadere pacem , cujus ! vel fama populi Romani parem, non posse proliíbere
fueram semper auctor ; deinde, quurn ab ea sentón- , reipublica diutiüs. Nollet hoc temporis potiüs esta
tia Pompejus valde abhorreret, suadere instituí , ut a'.iquando beneficium , quam jam suum. Dixi de Cae-
bellum duceret. Hoc interdum probabut, et in ea sen- sare.»
tentia videbatur fore, et fuisset fortasse, nisi quadam
ex pugna coepiiset suis militibus confidere. Ex eo tem- XXXI.— Job, cap. 26: «Cujus adjutores? Nnm-
poie vír ille summus, nullus imperator fuit. Signa quam imbecilis, et sustentas brachium ejus, qni non
tiroue et coilectitio exercitu cum legionibus robus- est fortis?» A esto el psalmo txvm, v. 26 y 27 : «Ful
tíssimis contulit. Victus, turpissimé, amissis etiam habitatio eorum deserta, et in tabernaculis eorum
castris, solus fugit. Hunc ego belli milii fiuein feci ; non sit, qui inhabítet. Quoniam quem tu percussisli,
nec pulavi, quum integri pares non fuissemus, ira ipsi perseculi sunt, et super dolorem vulnerum meo-
dos superiores fore. Discessi ab eo bello, in quo aut in iiim addiderunt.»
acie cadendura fuit, aut in aliquas insidias inciden-
dum, autdeveniendum in victoris manus, aut ad Ju- XXXII. — «Marcus Tullio Cicero S. D. Lucio Lueeejo
bara confugiendum, aut capiendus lanquam exilio lo- Q. Filio.»
cus, aul consciscenda mors voluntaria.» Pídele Cicerón que baga mención de él en sus es
Colígese estuvo Cicerón en el ejército de Pompeyo, critos, y que le alabe, y que falte á la verdad y rigor
y con él en Farsalia;y que no aguardó al dia de la de la historia por añadir sus alabanzas. Es rara y no
batalla, y se retiró. Escribió esta carta mañosamente table epístola : aCoram me tecum eadem haec age-
para obligar á César, y disculpar su miedo, y no des re saepe conantem delerruit pudor quídam pené sui-
amparar del todo el celo que tuvo de la patria. rusticus, quae nunc exprotnam absens audatius.
Aquel quídam ex pugna fué Crastíno; colíjolo de Epístola cnim non erubescit. Ardeo cupidítate ioerc-
Lucano, que en el libro vn dice que, estando los es dibili, ñeque, ut ego arbitror, reprehendendá, ña
cuadrones suspensos, este tiró una lanza y ocasionó la men ut noslrum scriptis illuslretur et celebreüir
batalla; y le maldice eleganlísitnamente : luis. Qitodelsi rnihi saepe ostendis teesse facturum,
• Totacque cohortes lamen ignoscas velitn litiic festinatíoni meae.»
Pili paráis diu lensis lenuere lacertis. Y otra clausula más abajo : o Ñeque eníni me sofon
Dii Ubi non muriera, quae cundís poena paratar, commemoratto posterítatis ad spem quamlam immvr-
Si-tl sensum post lata tuae deut, Cmsiine, moni,
Cujus tona mana com misil lancea bi'liuin,
taiilalis rapit: sed etíam illa ctipiditas, velwJaiieto-
I'rnnaque Thessaliam Romano sanguino tlnxit. ritate testiinonii tui , vel indicio benevolente!, vel
O praeceps rabies, quum Caesar ida leutrcl, suavitale ingenii , vivi perfruamur.»
Inventa cst prior ulla manas! Y más abajo: a Sed lamen, qui semel verecmiü»
(t hojas en 8.') Gnes transierit , eum bene et naviter oporlet esse im-
pudentem. ltaque te plané etiam .atque etiam mp,
XXX.— Para el apólogo, del Libro de los Jueces, de ut ct ornes ea vehementiüs etiam , quam fortasse sífi
los árboles que hacían rey, es el verso lOdelsalmo lvii: lis, et in eo leges historíae negligas.»
«Priusquam intelligant spinae vestrae rliamnum.» Y más abajo : « Ea si me tibi vehementiüs commetv
—La epístola de Marco Tulio Cicerón á Aulo Ceci dabit, ne aspernere: a'morique noslro plusculum etiam,
na, que empieza: «Vcreor, ne desideres oflicium quátn concedet verilas , laigiare.»
meuiii,» etc ; es en razón de estar Cecina desterrado Y al cabo: «Ac, ne forte mirere, cur, quam mihi
y preso por el arrojo de César, sentido de algo que saepe ostenderis te accuratissímé nostrorum teuipo-
decían había escrito. Consuélale Cicerón, y proností rum consilia atque eventus literis mandaturum, i ta
cale buen suceso, no por augurios ni por las estre id nunc tanto opere et tam mullís verbis pelamus : illa
llas, sino por estas causas que dice en medio de la noscupidítas incendit, de qua inilio scripsí , ieslina-
epístola: «Notantur autem mihi ad divinandum si lionrs, quód álacres animo sumus : ut caeleri viveuü-
gna duplici quadam vía : quarum alteram duco á Cae- bus nobis ex líbris tuís nos cognoscant, el nosmelípsi
sare ipso, alteram é temporum cívilium natura atque vivi glorióla nostrá perfruamur.»
rali'one. In Caesare hace sunt: milis cleménsque na Toda la epístola es rarísima, y digna de adverten
tura, qualis exprimitur praeclaro illo libro Querela- cia y consideración.
rum tuarum. Accedit, quód miríficé ingeniis excel- (4 hojas en 4.* esta J los dos números qne anteceden.)
lenlíbus, quale esttuum, deleetatur. Praeterea ce-
dit multorum justis et ofQcio incensis, non ¡nanibus XXXIII. — Que murió viejísimo y caduco, por el nú
aut ambitiosis, voluntatibus: inquo vehementereum mero de años, Séneca, no por la debilidad de la men
consentiens Etruria movebit. Cur haec igitur adbuc te ; y que pudo por esta razón oir á Cicerón , se colige
parum profecerunt? Quía non putat se sustinere cau de'su epístola xxvt: «Modo dicebam Ubi, ¡n conspeciu
sas posse multorum, si tibi, cui jusliits videtur ira- esse me senectutis : jam vereor, ne seneclu'em post
scí posse, concesserit. Quae ést igitur, inquies, spes me reliquerim. Aliudjam bis anuís, certé huíc cer
ab ¡rato? Ex eodem fonte se hauslurum intelligit laudes pón vocabulum convenit : quoniam quidem seneclus,
suas , e quo sit leviter adspersus. Postremó homo val- lassae aelalis , non fraclae nomen est. Ínter decrépi
de est acutus, et multüm providens : intelligit, te, ho- tos me numera, et extrema tangentes. Gratias lama
minem in parte ltaliae niinimé contemnenda facilé mihi apud te ago: non seutio in auituo aetatis ii(«-
omtiium nobilissimum, etin cotnmuni república cui- riam , quum senliam in corpore.»
vis summoruui tuae aetatis vel ingenio, vel gcatiá, (Hoja en 8.')
REBUSCO DE APUNTAMIENTOS AUTÓGRAFOS. 507
XXXIV.— M. Qnintilianus Deoratoribus, dialogus. —Séneca, vi, De Beneficiis, 32 : «Regalis ingenii
«Caeterum felix illud, et ut more nostro loquar, au- mos est, ¡n praesentíum contumeliam, amissa laudare,
reum seculura, etoratorum et criminum inops, poetis et bis virtutem daré vera dicendi, a quibus jam au-
et vatibns abundat, qni benefacta canerent, non qui . diendi periculum non est.n
maletadmissa dejonderent. —Trinummo, acto n, scena ti :
»Nam et Crispus et Marcellus ad quorum exempla «Folpudere, quam pigere praestat, totldcm litlcris;-
me vocas; quid habent in bae praescnti fortuna con-
cupiscendum? an quod titnent, an quod timentur? dicese en español: «Más vale vergüenza en cara qun
quod cumqnotidie aliquid rogentur, híqnibus prae- mancilla en corazón.»
stant indignantur? quod alligati cum adulatione, nec —■Dciira virlulc habernos.»
imperantibus unquara satis serví videptur, nec nobis — Scena ni :
satis liberi?» «S.ilillum animae: quiquum «templo amisiraus,
Más abajo: Laus Bruti. Arque mendicos, atque 111 e opulentlssimus ,
«Nam et Calvum et Asinium et ipsúm Ciceronem Censetur censo ad Acherontem mortuus.»
credo solitos et invidereet livere, etcaeteris liumanae Decimos que el alma sirve de sal solamente al inútil,
inlirmitatís vitiis alTíci. Solum ínter líos arbitrar Bru- que solo le conserva el cuerpo.
tuna non malignílate nec invidiá, sed s'mpliciler et (Hoja en 8.*)
ingenué jiidicium animi sui detexisse: an invideret Ci-
ceroni , qui mihi videtur ne Cacfari quietan invidisse? XXXVII.—De las corles originales que juntó en Valla-
(Uojaen8.') dolid el rey don Fernandoel cuarto, que tiene en su poder
el señor don Franciscode Augulo.su fecha en Vallado-
XXXV. —Severum sed verumjudicium deGn. Pom- lid, 26 días de junio, era de 1345 años. En este tiempo
pejo, C. Cornelii Tacili, Hisloriarum, lib. 11. los judíos, para sus pleitos y usuras, tenianjneces parti
. «Mox e plebe Ínfima C. Marius, et Snobilium saevis- culares; y porque exlragaban los reinos, se los quitó el
simus L. Sulla, viclam armis libertatero in dominatio- Rey y los remitió á sus j usticias y alcaldes.
nem verterunt. I'ost quos Gn. Pompejus oceultior, non Pidieron al Rey que si alguna mezcla ( puédese leer
melior.» mesda) le fuere dicha de alguno de sus reinos, que no
(Id.) pasase contra ellos sin oírlos. Otorgólo.
«Para estas cortes hubo su consejo con la reina doña
XXXVI. — ALCUÜAS PBASES latinas db Plauto, que Maria, su madre , é con el infante don Joan , su tio , y
LITERALMENTE SE USAN EN EL K-'SMO SENTIDO EN CASTE su adelantad mayar en la frontera, é con don Joan Nu-
LLANO. ñez, su mayordomo mayor, é con otros ricos homes y
—Menaechmi, i, scena u, 43 : caballeros.» Convocó por esta orden á los infantes, pre
• Hlínc comburamus diem. lados, ricos bornes, maestres, infanzones, caballeros,
Diesquidem jam ad umbiücam est dimidialus morlun*..
homes buenos, de todas sus villas y lugares.
Tercer acto, scena u, 6 : Dice que le propusieron los que vinieron de Castilla,
• Non, herele, is sum, quisum.i de León, de Toledo y de las Extremaduras, votase el
Así en español: «No seré yo quien soy. > nombrarlas en plural.
—Mctttllaria, u acto, escena ti, 44 : (W.)
•Capitalls caedis facta'st;»
por infesta. XXXVIII.—En tiempo de don Enrique el tercero, fué
— Defodit instpo Iluta. maestre de Alcántara don Martin Yañez de la Barbuda.
Derodere non est sepeliré ; sepultus dicitur qui so- Era sobrino suyo, y heredero por cognación, Vasco Ya
lemnibus inferís defoditur. ñez Chumacera ; era hijo de Valencia de Alcántara, la
—«Gottam haut hakeo sanjuinis.» cual tenia usurpada el Rey de Portugal. Defendíala por
lo mismo en español : «No me quedó gota de sangre. » él Atitonio Freiré, valentísimo portugués; este desafió
—Uenaechmi, acto ni, scena i, 16 : uno á uno á todos los castellanos, y que quedase la vi
•cum corona exit furas. lla por quien tuviese la victoria. Acetó el desafío Vasco
Subía tom «st convivium.» Chumacera ; y debiendo escoger las armas, como desa
Esta era la señal. fiado, le dio esa ventaja al contrario. Eligió, fiado en sus
—Afostellaria, acto n, scena n, 3 : fuerzas, mazas; acetó Vasco : hizo pedazos á Antonio
«Prandium mihi nxor perbonum dedit. Freiré ; libertó la villa. Dióle el Rey la alcaidía della.
None dormiium me jtibct iré minumé. (Id. Hizo este apuntamiento cuando escribía la dedicatoria de
Non boDiu somnus «tt de arandin : apaje. • la VUt de san Pablo.)

FIN DEL hEII OICO BE APUNTAMIENTOS ABTÓGHArOI,


EPISTOLARIO Y DOCUMENTOS

RELATIVOS

A LA VIDA DEL AUTOR.


• i
EPISTOLARIO. w

100*, Mea de Vestá quod legisse te scribis etprobasse, gau-


deo : mallem eadem vidéres atleta et nolis illustrata,
CARTA PRIMERA. qnae prope diem vulgabuntur. Suntenimin manibus
De Justo Lipsio. (í) typograplii: etefficiam ut vcl me mittente possis nan-
cisci. Nunc Séneca vesler me totum habet.ad quem
Domno Francisco Quevedo viro perilluslrl.— PlnclalU<
Stoicae doctrínete excerpta praemisj. Non enim cesso,
Dn Ubi dent animo», conlinuínlque luos. Vir perillustris, etsi témpora apud nos férrea, nec atti-
Patfere enim et me versu ordiri, et tuo illi itípijíSsw, busistissed Marti facía. Vos qtioque auditis: auditis;
¡ítem scitissimé ( sed cuín nimia laude mea) prueponis. an et sentitis? Contage enim mala nostra vos tangnnt,
u egn tibi ánimos istos opto perpetuos: ánimos, sic in et opes ac miles vester híc exliauriuntur aut consutnuu-
ne arfectos; ánimos, sic omni doctrina et virtute per tur. Scripsit ille olim , de Troja :
mitios, lta enim ab aliisaudio, qui et propiíis te norunt, Commune sepulchram
;t scripta varia viderunt: quod nobis non datum, ad Earopae, Asiaiaue.
}mos vestra aegré deferuntur, nec nisi ex destinato Ego de Bélgica dixerim , quae ab annis jam pené qua-
missa. Rarum in isla, nobilitate tuá decus, quod non draginta florem militiae ab Europa advocat et consu-
ubi inagis, quam patriae gratulor, quam is atque ibis ttiit. Medére tu LVus, et bunc novum inilii amicuia
(Uiu enim vive) illustratum. tuére. Lovunii, vi Idus Octobris m.dciv.

ia: Son inéditas en su mayor parte las carias ; y lleva una ' lo men de códices y manuscritos , y abriendo con llave de oro tas
jn.-j impreso, para distinguirse de lo que ya estaba en dominio misterios de la antigüedad pagana. Hubo de visitar después ia
el público. No van especificadas al pié, sino rara vez, las muchas Alemania, Francia y Austria, buscando a los doctos y enrique
di >ersas copias y algún autógrafo que han servido para depurar ciéndose con su doctrina ; pero al Gn se casó en Colonia. Obtuvo
lijar el texto , por darse de ello razón minuciosa en el Registro sucesivamente las cátedras de historia y elocuencia de Jena,
• Manuscrito» que precede a este tomo 11. Fácil es saber la pro- Leyde y Lovaina ; siendo luterano en la primera de estas ciuda
cencía de cada epístola y los traslados que lie podido haber á des, calvinista en la segunda; y después de trece años de vivir
s minos, estando, como están, numeradas aquí y allí todas, y res- sujeto al error, volviendo en la última al gremio de la Iglesia
>uiiirndu entre sí Belmente las séllales. católica , año de 1591 , por los sabios y piadosos esfuerzos de los
Las distribuyo por riguroso orden cronológico, sin perjuicio de jesuítas. Desde entonces muy devoto de la Santísima Virgen, al
le en el índice aparezcan por los sugetos que las dictaron ó a morir legó su pluma y sus ropas á la capilla de nuestra Señora de
Bienes fueron dirigidas. Hall. Casi todos los principes quisieron, después de esta conver
Sin la hidalga generosidad de los excelentísimos señores don sión, hacerle suyo : Clemente VIII en Roma , el senado de Ve-
postín Duran y don Seralin Estébanez Calderón, y sin la bizar- necia, Fernando de Médicis en Florencia, Enrique IV en Francia;
a de los hijos del iliistrisimo don Antonio Alonso y López No- mas los estados de Bravanle y el amor á la patria vencieron. Fe
:=, quienes en beneficio de las letras españolas se han despren lipe II de España le nombró su cronista ; el archiduque Alberto,
do de muchas joyas literarias que hoy salen i luz, no seria tan miembro del consejo ; y asi este príncipe como su esposa, la in
ipíoso e importante el Epistolario. fanta Isabel Clara Eugenia , fueron con toda la corte á oirle a su
{t>, Esta i.nCeHturiaquMa,misvel!antupostumo,AmBtres,imi) cátedra de Lovaiua. Los últimos quince años de su vida consagró
i sus Epístolas selectas. Lipsio a borrar los pasados yerros , modelo de piedad y devoción,
Jtsfto Lipsio. escritor polígrafo y sabio filólogo, nació en Isch, exasperando la intolerancia y el despecho de los protestantes.
irblo inmediato a Bruselas, el 18 de octubro de 1647. Empezó Murió a 21 de marzo de lfíOS.
escribir cuando otros niños comienzan á leer; en Allí hizo de Éntrelas obras que más le recomiendan, sobresalen sus Comen
lete aflos algunos poemas; de doce, en Colunia, diferentes tarios <t Tácito y Séneca; los Saturnales; un tratado de Milicia
i cursos, cuando con los jesuítas aprendió en esta ciudad Mo romana; otro de la Constancia, el mejor de sus escritos, según
fla y/ los idionus griego y latino. Vióse inclinado a entrar en la muchos doctos; aunque Lipsio daba la preferencia á los seis libros
rmuaiiu de Jesús; pero llevándole sus padres i Lovaina, de- de sus Políticas, o doctrina civil, compilación de sentencias de va
cose allí al estudio del derecho, y cambio de propósito. Iluér- rios autores, cngazidas con tan pocas palabras cnanto le pareció
no en la llorde la juventud, trasladóse a liorna; y el cardenal que era necesario para que solo hiciesen buen sentido. Mezclando
ranvcla, prendado de su ingenio, le nombró secretario suyo. opiniones contradictorias y alguna proposición absurda, extra
.iiuiulado en la ciudad eterna con el comercio de los sabios, vagante c impía, acabó de deslucir un libro á toda ley de no re
-rnbio i los diez y nueve años de edad sus Varias lecciones levante mérito. Lipsio le preferia, como las madres a les hijos con
. iire Cicerón, Van un y l'iopercio, consagrándose lo '.o al eii- quienes fue enemiga naturaleza.
612 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
1603, filósofo religioso, que evangelizó (si asi se puede de
cir) en medio de la gentilidad,— satisfagoel igmjt,
CARTA n. dedicándole con todas mis cosas, á vuecelencia, ticé
será su amparo quien con las armasen la man..
De Justo Lipsio. (a)
sido de su patria y religión. Recíbala vueceleucii;]
Jaitas Lipsius Domno Francisco Unevedo, nobllissima stirpe premiará en Focilides virtud que sola en la suya pi
et animo viro ,
diera hallar galardón igual, y á mí me animará ¡ei
S. H. I).
que en mayor volumen ocupe mis estudios, escribtsé
• O litteras tuas , et árnicas et sensibus argatas ! Utro- sus grandezas. Guarde Dios á vuecelencia, su boanri
que nomine me ceperunt: et verum vis? Subiit memo España, y su soldado ala fe. De mi celda, á l. Me/ :
ria veteris Hispaniae talium ingeniorum altricis prae- de 1609. — Don Francisco Gómez de Quevedo y t¡-
claram slirpem; jactet se, si intelligat: si non Marti llegas.
solüm , sed Musae et Minervae operatur. Atque utinam
feliciüs Marti! Sed est quoddicis, liunc quoqueener- 1612.
vant quae sileo, et unum, quod non pro vulgo effe-
ram, opes: CARTA IV.»
India capta fcrum victorem cepit.
Al médico del duque de Lerma. (c)
Et illas nos minuimus, fateor, et viros quoque vestros :
quid negem? Commune sepulchrum Europae sumus. Señor don Pedro Martin de Andueza.— El que!
Ó si Agamemnoni vestro Minerva cum suo Ulysse ad- sona de valor, no debe huir del riesgo, sino bss
sistat! Vestrutn, et nostrum sít bonum. Nunc: cuando la vergüenza va delante del. Creóme (ji
Eicussae procerum menta, turbatáque mussant samerced perdone si voy por camino torcido) p
Consilia. jarabes endulzaron á vuesamerced la sangre, yqat
Et quod sequitur: tarteras del hespí tal ó las escupideras del de L-:au
O qunula ütliacron atajaron el olfato antes de tiempo : por donde ¡«i
Fuñera sanguineisque tadis Ismene uotabis! (fimt : etc. cuentra entre Esculapio y Marte , ó como si dijera
Haec fien!, ¿u yáp aiziiprpoe, ¡*0WTe\>o-o¡.ia'. áXV eu etOü>; (1 ), entre el orinal y la espada. Decídase vuesamercsl|
Ou-iile, (túcenles, sub ttgmina currite fui. el primero, si tiene miedo; que con saberlo ¡¿ja
Ad te redeo Bernardini Mendocii versionem Politi- el mundo,- ganará mucho para la ciencia de In M
corum, de qua scribis; lile habeo, et doleo in morte güentos y en el favor del Señor. O afile sn cmipú
primatis, etiam ab animi dolibus, viri. se me acaba la paciencia, y habré de pre^aaM
Edere est atiimus, si typographi nostri non detre-
de Estado, sucedió al duque don Juan, su padre. EsrroasÉ
clant, Mercurio semper, ut seis, amici. lile mibi hoc con doüa Catalina Enrique: de Ribera, bija de im Fetal»/
nomine major est, quod te hortatur Homerum tueri et II duque de Alcalá , y de su mujer doüa Juana Cortes, a*M;
&itxpa;it¡£Eiv (2) : 6 fac, non potes digniús et sapien- bió el ser al inmortal conquistador de Méjico.
Atrevido, impetuoso y valiente, no conociendo tre» i Al
tibus gratiüs, argtimentum tractare. cesos, vidse en prisiones por julio de 1602 en uolsprtóí
Quid de viro, an Genio illo sentiam, nosti : et nuper destable. Rompiólas , buyo a Francia , de allí a Fílales,'
etiam publicavi in Manuductione Stoicá, quos libellos tercios españoles sentó plaza de soldado. Ascendiera i i
cum Physiologiá visos libi velim : et a me donum ba de caballería , señalóse por el arrojo, valor y apatti ti
Espalia en el invierno de 1608, capituló i so hijo prtefl
beas, si propiüs absis. Nam amo te, et hic animo intc- don Juan Telleí Girón, marqués de Peñafiel.'coa dala raU
rioriindui, Si p.¿Ya xüSoc í|3i¡p<úv (3). Vale, Lovanii 8 Sandoval y Padilla , hija del duque de Uceda y niela *ei fci
Cal. Feb. 160o. ma, valido de Felipe III; casamiento que vino a tenían
De Lucani versu consideravi , et sagaciter inquirís. inaudita pompa en 11 de diciembre de 1617.
Gobernó i Sicilia desde 1611 i 1616, y i Ñipóles Bisan
Nec de Mercurio rejiciam : ¿quid si et Charontem acci- dos de 1620. Acometió, siendo virey y capitán general ddid
pias, qui etsi portilor proprié, tamen et janitor dici ro de aquellos reinos, empresas de famoso capitán; y p»*
potest , quia transferendo admittit, et in Orci faucibus suya los bajeles confiados i su teniente don Octano ¿f K,
hicieron en las costas de Berbería y Levante presas rifisaB
servat? daños inolvidables. Mas, como en julio y agosto de 1615 P*J
siete galeras de fanal que Sinan Baji comandaba , tlanfj
libertad mil doscientos crisUanos puestos al remo, se ■*■
1609. por esclavos seiscientos turcos , y cayó prisionero Milis*
de Alejandría. El estandarte de so capitana , víbícbiio i «•
CARTA ID. don Octavio, fué remitido al rey Felipe III en 7 deoetaUt-
Tres años después, sobre el cabo de Celidonia,! U.í
Al duque de Osuna , dedicándole el Discurso de I* vida de julio, con cinco .galeones y un patache, desbarato iW
y tiempo de Focihdes. (*) mente cincuenta y cuatro galeras y la real del toreo, temr.'
panto del Adriático ; púsole en sujeción con sus Bares, !'
Ya, Señor, que en mis pocas letras, humilde tra la costa de África.
ductor y comentador, saqué de la griega lengua á este Echado de Ñipóles, fué perseguido y preso ea 1621, bu*
Sr la fortaleza de la Alameda , en 16ii i los CarasHBtW»'
huerta del Condestable, y por ülljmo á la casa de Gil M*
(a) En la versión que hizo Vicente Hariner con título de Ivliani Mota, en Madrid, junto al convento de franciscaoos,¿4»ia
Casaris m Regem Solcm ad Salustium Panegyricus, Madrid, 1625. cadenas murió i 25 de setiembre de ltjii. .
(li Non ineipertus vaUcinabor, sed nene id praevideus. Francisco de Lyra imprimió en Sevilla el «tísao ata "•
(4) Defenderé. curto de muchas cosas notables y de eitfictcin, pitit '
(3) O magnum decus Hispanorum. ¡a prisión y al tiempo de su muerte. ¿
(4) Don Pedro TeUei Girón , /// duque te Osuna , II marqués de (c) De copia franqueada al colector por doi Basilio bes*'
Pefiatel, VU conde de Ureia, caballero del Toisón, del consejo Castellanos , su amigo.
EPISTOLARIO. 513
in cobarde como mal caballero. El sitio, vuesamer- que en escribir lo que escribió, pues sabemos que de
ed le sabe, así como la hora y armas ; y solo le resta la abundancia del corazón habla la boca. A mucho se
risarme, para dar cabo á negocio que ya me enfada por atrevió, á querernos persuadir que era otro de lo que
i largo. Solo ana hora.— Quevedo. sus palabras decían ; y fió demasiado de la cortesía aje
na , pues quiso que creyesen que no fué malo en escri
bir lo malo, entendello, dallo á entender y aun imi
CARTA V. • tar, haciendo sabrosas á la memoria cosas desconocidas
A personaje desconocido. («)
para naturaleza, que aun sin delito no se pueden imagi
nar. Yo al revés, malo y lascivo, escribo cosas hones
Martinico : el no veros me aflige porque rae güele á tas; y lo que más siento es que han de perder por mí
fado, su crédito, y que la mala opinión que yo tengo mere
T i le, señor Licenciado, cida ha de hacer sospechosos mis escritos. Ya saben
Que os atufáis sin razón.
mis amigos que mientras lo fueren, han de tener en
por lo que sospecháis qucreisme juzgar de fado, mí qué defender y amparar; y no me deben poco en
aidá verme , que os dará con qué podáis chuparos, ocasionarlos ú mostrar quilates de amistad verdadera,
10 los dedos, y tan buena noticia de mí mismo, que cuando serán recibidos del mundo (que hoy vivimos)
oque yo no os la pudiera dar , á no ser el diablo, que por milagros.
¡leve si no venís. Vuesamerced vea algunos ratos, y con atención, esto
<o tengáis pena por Periquito Martin , y creed que que tiene novedad y podría ser de algún provecho ; que
«perderá el bastón de Galeno, y que pronto podrá lo que para mí tiene alguna estima , es saber á la li
sultar el orinal del Duque, á pesar de sus sueños y bertad de las academias antiguas, parecer algo á Epic-
mis Calaveras. Gran lastima ha sido que el torpe teto (bien que puede servir de introducion á su Ma
m tu hermanastro dejase en su caja lo que ha- nual), y seguir el parecer de los estoicos, en cuanto
salido de mi tintero; y para que lo digas á quien se da lugar la fe cristiana. Viva vuesamerced, etc. En la
nenie , decía así : « Un médico raastin , pensando en Torre de Juan Abad, á 12 de noviembre de 1612.—
■nnal, y descubriendo á punto investigaciones de Don Francisco Gomes de Villegas y Quevedo.
lo, si la caca de los duques ilustra y fortifica las na- Disciííquc ó miseri, el causas cognoscite rerum:
¡yaclara la vista....» Comenta tú la materia como Quid sumas , aut quid nam vkluri gigmmur , ordo
>rle parezca, y pásala por el crisol de tu lengua, Quis datus, autmetae quám mo ¡lis flezus , el undae.
asi saldrá más apurada la verdad. Y considera des- Quis modus argento, quid fas aviare, quid asper
Vtile nummus habet; patriae, charisque propinquis
i si el huele-orinales tendría razón de decirme Quantum elargiri deecat. quera te Ucusesse
illas cosas que le obligaron á ser Marte, sacándole lusii,et humana qua parte localus est in re.
íscasillaa; cayendo tal pulla sobre aquellas coplas (Persius,*at. iu,66-)
l«i sus bigotes le pinté cuál era él y todos los ma
mes de profesión, al Duque su amo.
i el de Lerma os pregunta por mi salud otra vez, 1613.
Be que Quevedo sigue amándole y deseando ser-
CARTA VII.
M que ya está en disposición dello, porque va
»rdel arañazo que le dio el gato de Hipócrates y De fray Benito Bernardo de Morales, (e)
no; pero que le perdone si por algunos días no He leido con atención las cartas que vuesamerced ha
a su cámara su dolorido dotor, que culpa suya fué compuesto del Caballero de la Tenaza, y las muchas
» al león siendo tímida la zorra, razones y diferentes medios que propone para que los
'hagáis caso si de estas rayas se os pasan algunas
1 inteligencia; que con ser yo su autor, á reparar-
no las sabría interpretar. Masa medias manos me uola. — «Mi vida es buena , Inscivos mis escritos», lo dijeron coa
lera bastan, y los zambos siempre escriben bien poca diferencia Ovidio y Marcial. Cantó el uno :
'"«amigos, que si son de ley, adivinarán por la y el otro : «Lascivo en letra, mas en vida honesto r:•
"t'on, que es la escritura de la amistad. No me de- •Buena es mi vida, escándalo mi pluma.»
wiana si no lo hacéis hoy, y ved que tengo ne- Quevedo se refiere al verso de Ovidio.
(e) Sin nombre del religioso la publicd el biógrafo Tarsia, i la
'« de consultaros cosa que importa á los dos ; y pág. 103 de su curioso libro.
Hice mí Hipócrates que aun no podré salir en esta Poseíala no hace muchos afios don Pedro de Castafieda , caba
«"• De mi cama.— Quevedo. llero profeso de Santiago, conventual de Uclés y prior que fué de
Santa Maria de Junqueras de Barcelona, quien facilitó al actual
anticuario de la Biblioteca Nacional, don Basilio Sebastian Cas
tellanos, copia de papeles curiosos, algunos de los archivos de
CARTA VI. * Uclés y de Villanueva de los Infantes.
Pero, ;cómo hay tanto parecido entre la chistosa epístola del
<on Toáis Tamayo de Vargas, remitiéndole el discurso oscuro monje gallego, y otra de un clarísimo religioso (clster-
intitulado La Cuna y la Sepultura. (*) densc también), abad y obispo, infatigable escritor y desenfada
do ingenio?
que dijo : « Lascivos son mis escritos, pero mi vida _ Memoria de ella aun debia conservarse entre los bernardos de
■i» mas desvergonzado fué en asegurar esto de sí Galicia , euando allí cursaba por segunda vei filosofía el iluslrl-
sinjo don Juan Caramuel('). Pasó i los veinte y un aflús de edad
"en Hí!.P,r°Ce(lcn,:li' 'ne '" Pre«<t«'«, con visos de ade- *
™ ri siglo anterior.
" Timayo ie Vargas doy ya noticia en las flotan 1 u ÍVri- (•) Don fray Juan Caramoel y Lobkowiti narló en Madrid a 13 de
mayo da iCOO, y en Álcali mitiit gramtUca y lilgiofla, Vlitló el habito
33
514 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
hombres se libren de las embestiduras de las mujeres; samerced el bumor y la salud largos y felices añns, i
pero no be bailado ninguno por donde vuesarnerced se mí me deje verlo. — Dolor fray Benito Bernarh
libre de pagar esos dos reales de porte. Afloje la bolsa, Morales.
y añada un remedio más á su Caballero; que de lo con Al margen: San Bernardo de Sauliagü de Gilí
trario se le quedará corta la tenaza. Dios guarde á vue- á 17 de enero de 1C13.

á estudiar sagrad) teología en el colegio de nuestra Sonora del


CARTA VIII.
Destierro de Salamanca ; donde como cierto amigo suyo le envia
se las Cartas del caballero de la Tenada, recién impresas, le pagó A dofía Margarita de Espinosa, sn tía, enviándole lis tt/á\
con una burla igual a la del buen fray Benito de Morales : rales y lagrimas de tui penitente , que están en la mea l'n
De Garrilaso es esle verso, Juana ; Esta confesión, que por ser tan tarde liasen-.
Todos hurtan: ¡paciencia!
vergüenza, invioá vuesarnerced para que se diti
Asi nos da noticia del suceso el propio Caramuel, i la pág. 60 algunos ratos; bien que empleándolos totlns, en -nr
del lomo n de su Trismegistus Thcologicus:
• Un discípulo de Qukvedo, que había hecho adelantamientos dez y retiramiento, con Dios, antes será hnrütfi
prodigiosos en la ciencia de no dar nada i ó se lo figuraba asi Solo pretendo, ya que la voz de mis mocedades b
por lo menos), con gran encarecimiento recomendaba á todos es do molesta á vuesarnerced y escandalosa á todos,
te libro de noN Francisco, prodigándole desmesurados elogios.
Porque nos era muy querido á los colegiales y monjes que en nozca por este papel mis diferentes propósitos, y «
Salamanca estábamos estudiando, ñus envió desde Madrid un gue á Dios nuestro Señor me dé su gracia. Tom
ejemplar de la obra , para que nos imbuyésemos en su erudición Juan Abad, á 3 de junio de 1613.—Don Frases»
y doctrina. Recibllc, quedé agradecido, y escribí a raí amigo el
siguiente papel ('): Quevedo.
• Con el patrocinio y aprobación de vuestra caria, señor mió,
• el Caballero de la Tenaza ha venido á servirme ; y aunque esta- 1615.
»ri ocioso en mi casa, donde no hay cosa que guardar, le recibí
• con gusto, por haber servido tan fielmente, en la vuestra. Que le CARTA IX.'
■ habéis decorado me escribís ("), y estáis ya en sus máximas y
• preceptos tan docto, que aunque vengan peticiones en tiple ni USn Perlro Telleí Girón, duqne de Osuna, tlffydíSft
• demandas en bajo, no habrá quien os pueda sacar un maravedí entre otras cosas, le dijo i 6 de noviembre ¡«
• de la bolsa. Habláis como estudiante de primer año : porque
• como un clérigo, en recibiendo la primera tonsura, se sueña Ya han dado al secretario Salazar una srta i
• papa ; y como un gramático, luego que tiñe sus ideas con colo- quinientos ducados; y si á vuesarnerced le [>na*
• res de liguras y tropos, sueña que á Demóstenes griego, i Ci-
• ceron latino y á otros muchos en elocuencia excede ; y pasan-
le dé una cadena de otros quinientos.
• do á hacer versos, á Homero y Virgilio (á quienes el orbe lite
rario tiene.sobre las niñas de sus ojos) les pone debajo de sus CARTA X.
• plantas, midiendo i pies las líneas que en el triunfo de la elo
cuencia (pues merecieron palma) con menos indecencia se mi- AI ti fique de Osuna ; desde Madrid , i 16 de dicta
• dieran i palmos; y como un filósofo, luego que entra en un
• general de teulugía, piensa que ignora nada, y cada dia des- Yo recibí la letra de los treinta mil ducados»;*
• pues se va más engolfando y conociendo cómo no sabe cosa; y reales, y la hice aceptar luego ; y como al descniJc
• como otros en otras facultades, porque duermen, sueñan que
• están muy adelante, y se hallan muy atrás cuando despiertan, —
• asi vos, señor mió, en esta nueva escuela de dar nada queréis • Consultad, pnes, vuestro Caballero de la Tensa, trarn
• administrar la cátedra de prima, siendo ella de sobrina ; pues • dos sus preceptos y reglas, y hallaréis que no bar et c. r
• en ella vuestra vanidad (hablando con toda moderación) dis • ó remedio alguno que os libre de pagar al comoflir ■:■•
acurre como le manda el anagrama. ¥ para que la veáis, cuau- • esta carta un real de porte.
• dovos me decis que tenéis tan eficaces y seguras reglas para • Esto os baste por advertencia j onnfosioa; y -r**"
• no dar nada, os quiero hacer demostración de que os engañáis, •años.» i
• y que son falaces vuestras máximas; y esto muy brevemente. No sé cómo leyó tales párrafos el juicioso padre Marfil SfJ
to, cuando en su opúsculo intitulado El por que si . i f*' !*,
afirma que la carta precedente, por confesión dfi pr>»l
del Chter en el monasterio de la Espina, j piló A Montederramo, «n muel, está dirigida i Quevedo: siendo elogio de at: -i
Galicia, donde volvió al estudio de tai artes; y aHrmado en ellas, hi riores ingenios, en uno acertar i hacer tan sabrosa bsraj
lo el de teología en el colegio de nuestra Señora del Destierro de Sala despierto de nuestros españoles; y en este recibiríais""
manca. Estuvo en Portugal , debió mayores conocimientos A la univer
sidad de Lovaina, y fué nombrado abad de Helrosa, en el Bravante; lúe. Caramuel, mancebo todavía ("').
go de San Disibodo, y por último de Monscrrat de Víena y Praga. Vié- El nombre respetable del padre Sarmiento alochi<i«'«*
ronle pastor suyo las diócesis de Rosas, lprés , Koningretz (en Alema critico, quien , no solo hizo suya con ligereza la opiatoi *'•
nia); pasó después de lt¡55 a la de Campauia, en el reino de Ñapóles, benedictino, sino que se apropió también sus pslabn-. J
cuya mitra cenia en 1C65 ; mas adelante a la arzobispal de Taranto, y en la) Consta de tos cargos hechos en ifi21 á Joan «V S"
fln, i la de Végeven, en el ducado de Hilan, donde murió, a 7 de setiem cretario del duque de llceda , según minuta orifiml «'
bre de I08S. En Vcgeven ( Viglevam ) esta Impreso el Trísmcglslus Titeo- luminoso proceso contra Uccda y Osuna, que sepa*™
logicus , año de 1679.
(') Tilias ejuM dtsclpulus , el quí in nlhil dandi facúltale Ingeniosa papeles del archivo reservado del suprimido consejo ¡>"
vrofeceral, aut salttm se multum profecisse putabat , hunc ü. Fiun- en el ministerio de Gracia y Justicia , donde se a«bj«
ciseí libcllum encomíts eximtis effeicbal, el immoderatis landibits pro- ladar para su mejor colocación y clasificación maso"*
seqaebatur. Quia eral noítris {Colicoli el Sociis) $pectaliter charas, (*l Inserta en el Memorial del pleuto qce elself^'-'"
exempla aliquod Salmanltcam misit ¡fadrito, u! nova illa doctñna ct macero y Sotomayor, Fiscal del Cornejo de fo« Urdan, t •' ■'
erudiltone imbueremur. Accepto ego libello, grallas habuí el hoc Ídem
eptstollum teriptt : ta, trata con el Duque de Yieda ; pliego o, folio i.
Tiene lacerta una apostilla al margen, qne dice: < El autor (Cara
El último parrallllo no se ha impreso nunca. Aparecfff-
muel ) recibe el libro de Qosvedo, que te enviaba un amigo» (Aulhor cargos hechos i Quevedo en el proceso que erist»»'-
ad se ab amico missum recipit Qobvedi librum ). Gracia y Justicia. De don Rodrigo Calderón, mi^'f* ¡'
(") Sí hubiera ido la carta dirigida ó don Fasncisco, no dlria jamas Iglesias, y del confesor de S. M., fray Luis de Allip, i"'-''1"
que este babia decorado el libro del Caballero de la Tenaza, siendo
obra de su Ingenio. Pero ¿a qué cansarse? La apostilla citada harto tas hay ya en mi primer tamo. ,
eipresa ique un amigo remflii) A Caramuel el libro, con presunción de
ser ya muy diestro en la ciencia de guardar, y que en burlas quiso dar
le Caramuel una lección , acordándose de lo que ya bacía catorce aüos (•••) Véase la pAg. 177 del tomo v del Se«iu«ri» *"i^t^R
hubo de sucedería A üoivido.b don Antonio Valladares de Sotomayor, rtloprealM <• •••«
EPISTOLARIO. 515
hecho sabidores de la misma letra á todos los que en ñas habia hecho grandes aspavientos sobre el negocio.
tienden desta manera de escribir. Ándase tras mí me Informáronse de mí qué hombre era el fiscal ; yo les
dia corte, y no hay hombre que no me haga mil ofre dije que el mayor bellaco y ladrón que habia en la isla,
cimientos en el servicio de vuecelencia; que aquí los y que merecía estar quemado vivo. Con que se escan
más hombres se han vuelto putas, que no las alcanza dalizaron Moutoya y don Felipe de suerte, que qui-
quien no da. riendo ordenar el Consejo que se le volviese el oficio,
Es cosa maravillosa : para los porterillos ha sido un ordenaron que vuecelencia se le volviese, ó diese ra
Attollite portas, para los oídos un encanto, para los zones por qué no lo hacia. Yo no conozco al fiscal, pero
ojos un hechizo, y para mí un temblor notable. ¥ ase hago como que le conozco, y creo que aun es peor de
guro á vuecelencia que, en lugar de alargarme, me he lo que digo.
arrugado con el dicho dinero, como pergamino al fue Jorge de Tovar está con grandes reconocimientos de
go. A todos los tengo con esperanzas, hágoles gestos de la plaza de Bolonia, y besa á vuecelencia los pies por
dádivas, hablo palabras con barriga preñadas; y sos el favor que allá y acá le ha hecho ; porque yo hablé, á
pecho que si vuecelencia me envió treinta mil, le he ruego de Jorge de Tovar , de parte de vuecelencia en
de enviar treinta mil y tantos. este caso a! duque de Uceda , que luego lo hizo, como
Señor, según veo , adelante ha de haber tiempo de las demás cosas en que oye el nombre de vuecelencia.
untar estos carros para que no rechinen , porque por El Padre confesor es segurísimo amigo de vuecelen
ahora están más untados que unas brujas. cia, y reconocidísimo á la oferta que vuecelencia le
A aquella persona daré la cadena, después que haya envió á hacer desde Peñafiel cuando murió Javíerre; y
visto cómo acude á lo que se ofreciere del servicio de á mi me lo ha dicho, y es valentísimo amigo. Y pienso
vuecelencia; que verdaderamente sirve y ha servido, que el duque de Uceda y él trabarán sobre cuál se ha
y así me lo ha asegurado don Andrés Velazquez, y en de mostrar más apasionado de vuecelencia, y no hay
lo del corso hizo la mayor parte , y lo tengo muy con cosa en que no lo sean.
tento. Juan de Salazar es particular criado de vuecelencia,
Juro á Dios que con solo amagar con los treinta mil y hoy es el todo en los negocios. Y asiguro á vuecelen
no me ha de quedar hombre en pié , y que he de andar cia que se le debe muy gran parte en lodos los buenos
como diestro: que he de señalar las heridas, y no las sucesos de iuUiigencia y diligencia ; y es la puerta para
he de dar, porque no me han hecho por qué. Gran cosa todo.
es, aunque no se dé, saber que lo haya. Juro á Dios que
parece que hay jubileo en mi casa, según la gente en CARTA Xin.
tra y sale; más séquito tengo yo que un consejo en
tero , y hame sido de grande autoridad y reputación el Al duque de Osuna. Citada en el proceso contra este y Uceda. le)
negociar. «.Don Francisco de Quevedo, habiéndosele mostra
* Pienso que se holgara con algún regalo para su do una carta para el duque de Osuna, de 13 de abril
camarín el de Siete Iglesias; y ha de ser bueno que al de 616, dijo : que reconoce la dicha caria por escrita
Confesor se le envíe alguna niñería para la celda, pues de su mano y letra, y firmada de su nombre.
de vuecelencia lo tomará. » Preguntado quién son el grande amigo y el reli
gioso , y que declare todo lo que le pasó cuando le en
viaron á llamar, y le ordenaron despachase correo, y
1616. escribiese con él al duque de Osuna : « que si era amigo
de ambos, como ellos lo eran suyos, se partiese luego á
CARTA XI. Ñapóles sin dar lugar al ínterin;»— dijo que el religioso
Di ana dirigida al duque de Osuna, virej de Sicilia, desde Madrid y el grande amigo son ios que tiene declarados en otras
á 12 de enero, dice asi un capitulo: (a) preguntas, que son el duque de Uceda y P. (el Padre
Hame dicho mi señora la duquesa doña Isabel tiene confesor Aliaga); que lo que le ordenaron ambos es
orden de vuecelencia de comprar un relicario para lo mismo, sin añadir ni quilar palabra de lo que dice
dar á aquel religioso; y el amigo grande, F., me lo ha la carta á que se refiere ; que el mandársele despachar
dicho, y que dé lo que costare. Y así lo haré, porque lo como le despachó el correo, sin sabiduría de nadie, fué
merece mucho é importa más. orden que le dio el duque de Uceda ; y que, lo que este
declarante sospecha, la causa del recato fué el haberse
ganado con su majestad el negocio del ínterin para él
CARTA XII. » duque de Osuna en lo de Ñapóles, contra toda la volun
tad y deseo del duque de Lerma : procurando asegu
Al duque de Osuna, desde Madrid, en 21 de febrero. —
Fragmentos, (*) rar con este secreto el que no contradijese el duque de
Lerma la orden que se habia dado, en favor de los con
Aquí reclamó, en el Consejo, un fiscal de Nicosia ; y des de Létnos y de Castro, cuyas partes haciau él y la
Montoya y don Felipe me dijeron que Quintana Due- camarera mayor, su hermana.»
■- o En el memorial recien citado, pliego * , ful. 4. Doña Isabel
de la Cueva fué segunda mujer del abuelo de nuestro gran duque sado. la plata de Bolonia qne Tovar agradeció, fué la de abo
de Osuna; el religioso i que alude es el padre fray Luis de Alia gado fiscal del patrimonio , y la de maestro racional : para una y
ga , confesor del Re; ; y el amigo grande, el duque de Uccda. otra, porcflcaí recomendación de aquel secretario, consultó el vl-
i*) Incrustados en los cargos hechos i Qiievedo, al confesor del rey de Sicilia a don Antonio de Bolonia.
Rey ( fray Luis de Aliaga), al secretario de su majestad, Jorge de i«) Extracto literal del Memorial referido , pliego D, til. 10
Xovar, j al del duque de Uccda , en el proceso original ya expre vuelto.
516 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEUO VILLEGAS.
ce que no sepau hacer otra provisiop que de mandar
1617. salir á la marina toda la gente mediterránea de sesenta
CARTA XIV. años abajo y de diez y ocho arriba , sin pensur á otro;
Discurso del capitán Camilo Calizon Sobre la buena traen de la de donde se han seguido dos inconviuienles : el uoa,
milicia úcilc reino. — Al seúor don Francisco de Quevedo. (a) del gasto que han hecho las universidades, sin pudeilt
Por el tiempo de diez y siete años que lie servido á excusar, del baslimiento y comida que lian enviad»
su majestad en la provincia de Calabria ultra, con mi cada una á tanto número desús naturales; demás del
compañía de infantería de la nueva milicia, no tan so interés que los moradores de la campaña han padecido,
lamente lie procurado de cumplir con mi obligación y dejando sus ejercicios. El otro, y muy grande, es, que
dar muy honrada cuenta de mí en todas las ocasiones, como la mayor parte que sale sea gente baja, inútil, su
mas aun estudiado de cómo se podría dar cierta riegla, armas y sin juicio, al solo nombre de turcos lian «lici
y fundar establecimientos, para que con menos gasto to las espaldas, y.trasella se ha visto huir también»
de los pueblos y del Rey, y con mayor seguridad se pu gente honrada y de servicio. Ni aprovecharía que la
diese defender este reino de cualquiera invasión y po orden dijese que salgan los más hábiles y que lieuto
tentísima armada del Turco , sin que hubiese menester armas : porque los hábiles, para excusarse, dirán que
socorro extranjero. También , cómo se podría alojar la no las tienen; y los que las tienen, demás de ser mu;
gente de armas y caballería sin destruir las tierras, co pocos, no serán Un hábiles; y si lo fueren, las enal
mo hacen hoy, que es la mayor lástima del mundo. Y barán para no salir, y la bulla sola de villanosciurcrii
aun, de lo que se podría ordenar, así por lo que toca á de miedo. Que los capitanes de las tierras no les iiugia
reducir en mejor estado lo déla milicia, como por la pagar la pena, como se ha visto en semejautesoca*-
recta administración de la justicia : que no siempre los nes, que no solo ellos, mas aun los capitanes á gue.ii
pueblos viven en paz, ni siempre están ocupados en han sacado mucho dinero por esto.
guerra, como cada día la experiencia nos enseña. Mas Para remediar á inconvlnientesde tanta importan
porque lo de la justicia consiste en la elección de bue cia, con mucha facilidad y menos trabajo y gasto Ja
nos ministros y tener cuidado con ellos, para frenar las universidades y pobres, y aun para asegurar luda
sus arbitrios y hacelles despachar las causas, demás las costas marítimas de cualquiera invasión, suau-
de perseguir y castigar con rigurosidad los monetarios, lencia podria mandar que se armasen las provinciases
Imitadores y otros delincuentes, y estose hace por el la manera que sigue. Y seria, que de cada ciento
señor Duque excelentísimo tan acertadamente, que no se escogiesen veinte y cinco hombres, los na «liles,
hay más que desear, — lie querido solo representar á y se armasen con espadas, arcabuces, mosquete! uus
vueseñoría, como á caballero de tan alto entendimiento sin corraletes, según la ordenanza que se qiúüereáa
y que está siempre á su lado, muy brevemente, por es- á esta gente ; no dejando en ninguna manera tas pitas, .
cripto y en manera de discurso, lo que me paresce que por la ventaja que tienen , asi dentro de una muralla
se podría hacer en lo de la milicia por servicio de su como en una campaña y en una playa. Estas armas lis
majestad y desgravio de sus vasallos, sin que se sintiese podria enviar la corte á cada provincia, y liacellas pa
falla ni desorden alguna. gar á las universidades, si no paresciere que laspapu
Ni se maraville vueseñoría que haya puesto mis pen los ciudadanos por razón de hacienda ; lo que liarán la
samientos en cosas tan arduas que no me apartenecen, muy buena gana por quedar libres y exemptosdeb
y atrevido de dirigirlos á quien no conozco sino por fa obligación de salir en tiempo de armada.
ma y por sola vista ; que todo lo han causado la fuerza La election dcsta gente por la primera vez, para que
de mi inclinación y deseo de darme á conocer á vuese no contradiga , se habría de encargar á los gobernado
ñoría con este medio por su criado y servidor, de mu res de las provincias, y que ellos mismos la ta;w J
cha .-ilición , sin otro disiño ; y por entender que no le reconozcan, y le den por cabos los maestre-juraoas de
hiciera tanta merced y honra un principe tan grande y las mismas tierras, para que desta honra gócentelas
de tan sublime espíritu como es el Duque, si no cono las personas beneméritas que á este oDcio fueren egi
ciera su gran merescimiento por su principal calidad y das cada año en parlamiento general; y ellos se pro*
virtud. rán de tener los alistados muy en orden , y guiarte»
Y aunque todo lo podria alcanzar su excelencia por sus banderas y sus cabos de escuadra ; y no seria íiw>
su divino ingenio, todavía la multitud de otros nego de propósito que una vez al año le vayan touiau*
cios, muy importantes y graves, quizá no deben per ni ii p*sl ríi
No se les habría de poner otra obligación sino tu
mitir que se pueda ocuparen ello; yes de creer que solamente de salir con sus armas en tiempo que parej
gradescerá el parescer de cada uno, más por entender ea armada enemiga, y acudir donde el capitán a guer
lo que se ha aprendido en tan excelente escuela como ra ó otro superior les mandare ; y que no gocen ningí
es la de su rarísimo gobierno , que por advertencia ni
género de franquicia sino el privilegio de traer las *;
recuerdo que haya menester para cuando tuviere lugar
de disponer todo lo que se fuere tocando en este discurso. mas, que no sea contra premática, que no costa»»
Primero he pensado cómo se podria remediar á la á nadie. .
desorden y confusión que se usa agora, con mucho gas En caso que faltaren algunos por muerte, por»»*
ciaó enfermedad incurable, las universidades uu
to de las universidades, en tiempo que llega armada
hayan de elegir otros, para que el número estés»
enemiga ; porque los capitanes a guerra entonces pare-
pre lleno, y los maestre-jurados los asienten ya»
la) Existe, y perteneció al propio Quevedo, en la Real Academia á los présides provinciales, los cuales habrán da '*
de la Historia (biblioteca de Salazar, códice N, 27). El estilo,
como de nn extranjero, es incorrectísimo. los roldes dellos.
EPISTOLARIO. 5H
Desta manera Ternd á ser armado todo el reino , co zo el señor conde de Lémos por parecer de algunos
mo le conviene por su gran fidelidad; y los finientes señores del consejo de Estado ; y como no era posible
generales y capitanes á guerra que se enviaren á las acertalla estando aquí tan lejos de las provincias, y por
provincias luego sabrán las fuerzas que tienen, y se po querer hacer los repartimientos por las cartas erróneas
drán aprovechar deltas, donde y como les paresciere, en de cosmografía, se veen por experiencia los muchos er
tiempo de armada , sin hacer tanto ruido ni tanlo da rores que hay en ella. Pero su excelencia habría de
ño, como arriba está dicho. mandar que se reformase de nuevo , y que hasta que so
A la ejecución desto (cuando á su excelencia pares acabe bien, las compañías estén como estaban antes.
ciere á propósito) se habría de dar la orden para aca En la provincia de Calabria ultra (adonde yo tengo la
bado con toda brevedad, porque hallándose el Turco mía) hicieron trece compañías, y los repartimientos
sentido por el daño que sus famosos y victoriosos galeo muy mal hechos; y se podían hacer catorce, y que ca
nes hicieron á su armada, es de creer que el año si da una pase el número de docientos soldados, siendo to
guiente armera muy temprano , y hará todo su esfuerzo dos 2,984 y los repartimientos muy recogidos; y á mí
para vengarse en este reino, mayormente por las guer basteria el ánimo de hacellos en quince dias, como los
ras de Italia. hice en tiempo del señor conde de Benavente por su
Tras esto, he pensado cómo se podría proveer al alo orden. Pero más acertadamente se podría encargar esta
jamiento de la gente de armas y caballería, que impor reforma á los gobernadores provinciales, que con la
ta más de lo que se puede imaginar, y las tierras lo su asistencia de los mismos capitanes, en muy breve tiem
fren con grandísimo trabajo y pesadumbre, por el de po la podrían acabar como conviene; aunque lo con
masiado gasto que hacen, sin poderlo excusar. Y siendo tradirán los que consultaron la primera reforma, por
cosa muy averiguada que deben alojar en las plazas ma sustentar sus paresceres y no volver atrás, como si fue
rítimas, porque en las mediterráneas no serian de pro ra mengua de su reputación mejorar las cosas del ser
vecho ni de servicio para las ocasiones ; y como en la vicio del Rey.
de Calabria hay muy pocas que puedan sustentar este Y paresciendo á su excelencia, para reducir á perfe-
peso, y no es bien ni posible que cada año lo tengan las cion esta milicia, se podrían dar nuevas órdenes por
mismas, sin socorro y ayuda de otras,— para remediar á razón del ejercicio militar, de las muestras, de la elec
negocio de tanta consideración con menos gasto de las ción de los soldados con intervento de los capitanes,
universidades y más satisfacion de los soldados, su de las inmunidades, con más declaración para quitar los
excelencia podría mandar que se repartan todas las com pleitos, y de otras cosas que parecieren á su excelen
pañías por las provincias más sujetas á invasión de cia, como tan famoso general y maestre de guerra. No
turcos. Como seria en la costa de Calabria ultra, seis; dejando de representalle cuánto conviene honrar los
en la de citra, cuatro, que las unas con las otras podrían capitanes beneméritos y volverles la facultad que les
socorrerse; en la de Otrento, cinco; y en la de Barí, tres, quitó el señor conde de Lémos de nombrar los alfére
que podrían hacer lo mesmo ; y en los puestos más có ces; que no por las fallas que hacen unos, se ha de rom
modos de la marina señalarles los presidios para siem per y mudar la ley de la milicia, mas se deben castigar
pre. Despueá, hacer cálculo de cuánto importa el gasto muy rigorosamente y quitalles las compañías.
que las uni versidades hacen cada dia en este alojamien No me paresceria fuera de propósito al cabo de ocho
to, así. de alquiler de casas y camas como de otras co años que se ha de hacer la nueva elección de los sol
sas necesarias ; y hacer contribuir todas las provincias dados (según las premáticas), que se hiciese de la mitad,
del reino por razón de fuegos, repartiendo el peso igual y un año después de la otra; para que ofresciéndose
mente por todas; dando orden á los perceptores deltas ocasión en aquel punto, no se hallen todos bisónos.
que con tiempo cobren esta contribución; y sin réplica Los sargentos mayores que el señor conde de Lémos
ni dilación la paguen, á las universidades de los presi destinó á cada provincia, á mi parescer no son necesa
dios, por Iodo el mes de abril; para que los síndicos rios ; porque en ocasión de armada no se juntan estas
hagan sus provisiones de cebada y otras cosas necesa compañías, mas se reparten en los presidios; y cuando
rias , en tiempo de la cosecha, y aun antes, con dinero su excelencia envía tinientes generales, ellos traen sus
anticipado; que á la corte no importa ningun interés, sargentos mayores, lo que subcede muy pocas veces.
pues lo pagan los pueblos; mandando también á los Mas desto se suelen repartir las provincias en tantas pa
présides de las provincias que así lo hagan ejecutar con nuiras, enviando en cada una un capitán á guerra ó con
toda puntualidad. Que de la manera que hoy se aloja, patente del Virey ó del préside, y ellos también tienen
las tierras quedan destruidas para siempre; porque, de sus sargentos. De manera que los de la reforma, no pu-
más de los otros gastosque hacen con tanto ruido y con diendo acudir á todas partes, no sirven sino para dar pe
fusión , forzosamente han de dar la cebada á los solda sadumbre y gasto á las universidades por el alojamiento,
dos al precio que valia ocho dias antes que entraron al y al Rey por el sueldo.
presidio ; y por no hahella comprado, no sabiendo que Ni tampoco son necesarios por la elección de los sol
habían de alojar, ó por no tener fuerzas de compralla dados; porque mejor la procurerán los capitanes que
antes de llegar la compañía, el precio sube tan alto, han de servir y honrarse con ellos; como se ha virto
que el interés d.'llo importa más que la contribución por lo pasado, que la gente del batallón era la más lu
que se les diere. Pero este expediéntese que no con cida que se pudia desear, al contrario de la que han
tentaría mucho á los de la escribanía de ración, por la hecho agora estos sargentos mayores.
facultad que se le quitaría de nombrar cada año las tier Muchas otras razones hubiera podido decir en confir
ras del alojamiento. mación de lo contenido en este discurso, mas por bre
C u i Jame de decir de la reforma del batallen qqe tu vedad las he dejado, y por saber que vueseñoría las en
818 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tiende mejor que nadie. Esto solo atrevo de añadir : las cosas de Levante, hice el presente discurso : en qué
pues ninguna duda hay de que reducir la cosa militará manera y por cuál camino más fácil y seguro se podé
buena orden y disciplina sea el mayor negocio que pue echar el Turco de Europa (cosa tan importante á tódak
da acabar un capitán general. Paresciendo á vueseñoría cristiandad ), y qué príncipes convenia se j untasen en !i
lo que he dicho aquí, de representallo al señor Duque ex liga, para que con más voluntad y poder, y sin quimeras
celentísimo; y a su excelencia de poner la mano en ello, de suspicion, hubiesen acudir da veras en esta ocasión;
como los pueblos y los soldados han menester, ganará y fuera de los nombrados, uo se había de confiar de ra
la mayor gloria que se pueda imaginar en esta y en la die, porque en esto hay mucho que decir. Enviólo i
otra vida; siendo, como es, claro que por la buena or vueseñoría para que pase los ojos por él, y como per
den de la milicia se conserva la justicia y las demás sona capaz y de tan buen entendimiento, juzgue en to
virtudes, auméntanse los reinos, los reyes se aseguran dos casos la importancia deste negocio. Y suplico i
y los vasallos viven en paz, gozando cada uno el suyo. vueseñoría, cuando hubiere lugar, comunicarlo á so
Pero en todo me remido al parecer de quien lo en excelencia ; porque en estas materias, los monarcas Uo
tiende mejor de mi, yá la corrección de vueseñoría, cu grandes como el Rey nuestro señor, en cuyas roanos
ya vida y estado guarde y prospere nuestro Señor, como está para efectuar esto, no se resolven si no í'es repre
desea. En Ñapóles, 8 de hebrero, 1617. sentado da ministro tan grave, y tan gran soldado co
mo es su excelencia ; asigurando á vueseñoría que por
ningún camino no se podría venir al intento desta im
CARTA XV. » presa sino por el que digo, si bien á los principes de h
lega seria necesario que su majestad socorriese con di
De Jeorge de Oliste. (a) nero. Y con todo esto, no creo que se gastara más díte
Los años pasados, con la ocasión de la elección deste que agora se hace en Lombardía sin ningún proveeos;
imperador, por la plática y enteligencia que tengo de al encuentro del que se trata se ve claramente gran
dísimo. Guarde Dios á vueseñoría , como puede. De
(a) En el mismo códice que la anterior existe original esta no casa,á28 de abril, 1617.—Jeorge de Oliste.
mis castiza ni elegante , y el proyecto a qne se refiere. De él no
pesará al lector oir algunos párrafos, para conocer el humor del
arbitrista :
«Todo lo que se ba de conquistar en la Europa es tierra de cris CARTA XVI. *
tianos , los cuales actualmente viven como tales , y desean salir de
la Urania con que son tractados ; de que siempre bao mostrado Al duque de Osuna , desde Madrid , en 12 de octtkre. (•)
un deseo interno, con tantas veras, que no han dejado ocasión
en que no se lo hayan representado a su majestad y á sus vireyes, Luego que llegué aquí, pedí á don Andrés nrade
que por tiempo han residido en Italia, y ser esta tierra que se ha los cincuenta mil ducados ; y en llegándome orden coa
de conquistar de gente católica y con este deseo. También esparte Francisco el correo, para que me los entregase, se tes
principal para hacer más fácil la empresa , porque ellos por su
parte, por salir de tan crudo y áspero cautiverio, no solo ayuda pedí. Y hasta hoy no he podido recibir el tal dinero, el
rán y saldrán en campaba i juntarse con los conquistadores, cual he remitido en esta manera.
pero acudirán á todo lo que fuere necesario con mantenimienlos Por esa cuenta que me dio don Andrés, y envío á
y refrescos, y servirán de gastadores en las ocasiones que se vuecelencia como me la dio original (añadida en dos
ofrecieren capítulos al cabo, de mi letra), es la del gasto. ciento
• Queda agora por discurrir la forma que se podría tener en la
ejecución ; y aunque no han sido practicadas por mi todas aque cuarenta y nueve mil nuevecientos sesenta y tres reales.
llas provincias , — todavía, por la comunicación de personas exper Los veintidós mil reales que dice se dieron á cierto
tas y pláticas en ellas, y por la noticia que he llegado á tener persona que pareció convenia por entonces, ni á mí me
por la curiosidad que he tenido cuando me crié, siendo natural
de una dellas, me ha parecido que su majestad con las veras pu-
siblcs tráete de hacer esta liga y confederación con el Emperador, entrar con dos ejércitos, el uno por mar y el otro por tierra, seria
con el rey de Polonia y con el archiduque Ferdinando, para que, muy á propósito para poderse comunicar mejor con los otros sos
bajando cada uno dellos por su lado la vuelta de Constantinopla reinos y sefioríos, y con más facilidad gobernarlos y defenderlos,
con un ejército formado, quede á cargo de su majestad el entrar el quedarse con todas las costas de marina, comenzando desde ::
con otro por la parle de Albania , y con una armada de mar por el Albania hasta Constantinopla, coronándose emperador della. •>
Archipiélago hasta llegar á Constantinopla; y esto con tan buena cluyendo toda la provincia de la misma Albania , cod todo <í
orden y concierto, que casi á un mismo tiempo se hállenlos ejér Epiro, que sigue hasla la Morca, y la Morca, yMacedonia cont-
citos en campaba, y comiencen sus progresos, caminando siem da la Grecia, hasta el mar Negro ; declarando los límites , é inels-
pre hacia la metrópoli del imperio yendo asimismo todas las islas y tierra firme del Archipiélago.»
«Una de las cosas i que primeramente se debe advertir cuando (b) Con esta se hizo cargos á don Andrés Velazquez , espía e*
se tractare esta liga y confederación , que servirá también para yorde Felipe III , porque mudaba en el efecto contrario las oilt-
facilitarla, es el cómo se ha de repartir lo que se ganare en esta gacíones y empleo de su oficio, de tanta fidelidad y eonSacii,
empresa; porque, presupuesto que se ganase al turco todo lo que constituyéndose en banco y depósito de los dineros del doqie tt
tiene en Europa, será bien primero saber cómo se ha de repartir, Osuna, é inquisidor suyo contra los ministros de su majestad, la
porque con tanto más ánimo cada uno acuda a sus obligaciones. carta se copia en la minuta original de Ules cargos, y existe es !«
Y por no dejar cosa que decir, aunque esto se puede dejar al ar causa , de que en la carta tx se ha hecho mérito.
bitrio de su majestad y á lo que parecerá más conveniente á su Del proceso resulta ser fray Luis de Aliaga, confesor del ■*-
servicio, se podría tractar que, en caso que fuese el de nuestro Se- narca é inquisidor general, el pertonaje á quien se regaló us p*e-
fior que se echase de la Europa al Turco, y- quedásemos señores tillcal de plata dorada.
dolía , el Emperador se podría quedar con todo lo que cobrase de El marqués de quien repetidamente se hace mención, es el *
Hungría, la Servia y la Bulgaria, que son dos tan grandes provin Pefiaflel, hijo primogénito de Osuna : mancebo que, preso es h-
cias como se saben. El rey de Polonia se podría quedar con la amores de cierta doña Julia, se negaba á casarse con hija te
Moldavia y la Valaquia. Y el archiduque Ferdinando con lo que duque de Uceda , á pesar de haberse criado desde nioo en cas
cobrase de la Crovacia y con el reino de Bosna ; aunque esto se de su futuro suegro y al lado de su novia. Costó á Qcevemv
podría dejar á su arbitrio, para que se acomodasen como mejor poco trabajo reducirle á Ul enlace, y á todos sacar de Madrid a j
les pareciese. seductora dama. Recuérdese loque sobre el particular acabe*
•Y presupuesto de que su majestad temía mucho mis gasto en decir á la página Slí, y la un del lomo i de esus obra*
EPISTOLARIO. 519
ha dicho la persona, más de que me ha enseñado una 1618.
letra Julios, acetada para fin de diciembre, de Gaspar
Rodríguez Cortés; digo, Señor, que sin dudase han CARTA XVH.
prestado, como lo demás, á algún conocido. Lo demás
es de la razón que vuecelencia verá por dicha cuenta- Del duque de Osuna , fecha en Ñipóles i 3 de enero. —
Fragmento, (o)
Yo lie gastado tres mil y trescientos reales del depó
sito, por el hábito de Juan de la Gamba ; y mil trescien A don Andrés Velazquez envío la carta que pide pa
tos que di , como digo , á doña Isabel de Coreos ; que ra su majestad, en conformidad de la minuta que ha
todos hacen cuatro mil seiscientos reales. enviado.
Hanse prestado, de que se remite letra á vuecelen
cia, en los cincuenta mil ducados del señor duque de
CARTA XVIII. *
Uceda, ciento noventa y ocho mil reales.
Hame entregado á mí con liarlo espacio y trabajo Al Duque, desde Madrid , 144 de Baño.
(más del que yo creyera, porque siempre me dijo que
lo tenia de manifiesto) ciento cuarenta y ocho mil rea Don Octavio de Aragón ha negociado como nn san
les : y la resta, há ocho días que me detiene, sin hallar Carlos ; así hubiera negociado vuecelencia, pluguiera ¿
quién se la preste. Dios. Entregóme la caravana con que venia, luego el
Con la carta de Quevedo hay esta nota, que pa día que le truje á mi casa, para reconocerla, como vue
rece ser la que don Andrés le dio : celencia me mandó, y aderezar lo que, viniese mal pa
Cuenta de lo que se ha gastado de los cincuenta mil rado. Todo llegó como salió de Ñapóles, sino fueron los
ducados. dos naranjos grandes y los pavos , que hasta hoy se es
4,000 ducados al duque do Uceda. tán aderezando, porque se quitaron hoja por hoja y
500 ducados á Juan de Salazar. pluma por pluma.
2,000 ducados del presente que se hizo á su majes La misma noche que me lo entregó don Octavio, me
tad por mano del duque de Uceda. ordenó el señor duque de Uceda lo llevase. Y así, en
1,500 ducados de un pontilicalde plata dorada que carros y en coches y á cuestas , á las once de la noche,
se dio por la mesma mano á cierto perso lo llevé de mi casa á la suya , y lo entregué todo co
naje. . mo vuecelencia me lo mandó. Dióme gran dolor en el
10,000 reales que se dieron al marqués (Je la Laguna. corazón ver los jaeces y cuchillos aquí, y que vuece
El Duque envió una libranza de mil du lencia se quedaba con los dolores, siendo los cuchillos
cados en los alimentos ; y no se cobró por insignia de dolores; y que sin ser más en mi mano ni
que se volvió á remitir á Ñapóles, habién tener culpa en ello, viéndose llevar al matadero el
dole satisfecho con ellos. oro por mano de la grandeza de vuecelencia, pidió
2,000 ducados que se dieron al Marqués para su misericordia como iglesia : «¡Atage á mí! [Abogue á
vuelta, estada en Andalucía y carruaje, y ini !» Y valióle la miseria ; ni vuelve allá. Me ha dicho :
sacar á doña Julia de Madrid. «Yo sali de la platería para andar al lado del duque de
300 ducados que se dieron al fraile^que se des Osuna, ¡y ahora tengo de volverme á la platería para
pachó al Andalucía. valerme por mi peso y andar á escuras en una bolsa I»
400 ducados que se dieron al correo que se des Enternecióme, y asi lo vuelvo acá. No ba hecho falta,
pachó á Ñapóles con la nueva de haber ve y á mí me ha hecho lástima , y á vuecelencia le hará
nido el Marqués á casa del d uque de Uceda, compañía. Déle vuecelencia buena acogida, y Dios sa
y su excelencia mandó se despachase. be si se me pegaban á la mano los jaeces.
2,000 ducados que se prestaron á un personaje que Los colchones vinieron tales, que dellos se hacen
pareció convenia en esta ocasión. ornamentos para el con ven tico nuevo (6). Vuecelencia,
Hay una letra acetada de Gaspar Rodrí si enviara ornamentos, ¿qué se hiciera detlos?
guez Cortés para fin de diciembre. Las cajas de madera en que venia todo, pensaron
263 reales de un correo que se despachó al An escaparse por sus deméritos; y descubriendo que eran
dalucía con carta del duque de Uceda pa de chopo, con gran fiesta se repartieron para palas de
ra el Marqués. pelota. Ni ha caído en desgracia el algodón, que se ha
Y más abajo, de letra de don Francisco de Queve acomodado á torcidas. Dios sea bendito.
do, dice: El barón de la Favarota es un grandísimo bellaco ; y
Más, me da por cuenta don Andrés Velazquez he entendido que lleva cartas y recados, que sin ruido,
18,000 ducados castellanos que ha prestado al señor llegado á Ñapóles, se le pudieran hurtar sin que se en
duque de Uceda, de que da letras á vuece tendiese. A lograrlo, se verían grandes cosas.
lencia, sobre el donativo. Desto ya yo ha
bía avisado á vuecelencia que me parecía (o) Esti noticia y la de las cartas uní, my ix se hallan entre
bien , porque se perdiera mucho en re- los cargos a Uceda, Quevedo y Velazquez, en el referido proceso
que guarda el ministerio de Gracia y Justicia.
milillos, y más en tenerlos aquí como es (¡>t El de lis ironjas del Sacramento de esta corte, que labraba
tán; pues si hubieran estado como era ra Uceda a la saion, junio a su casa, frontera i la parroquial de San
zón, hubieran hoy valido los cincuenta mil ta María.
ducados por cincuenta mil sin duda.
520 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
CARTA XIX. • ' Hará yo, debiendo á vuecelencia cuanto soy, si Tiendo
ío que pasa y lo que poco á poco vuecelencia va expe
rimentando, hubiera desentendídome! No importe
Al duque de Osuna , fecha en Madrid á 28 de jonio.—
Fragmentos. tampoco que no tenga librado en esto haber sabii
servir á vuecelencia con buena ley, como debo.
Vengo á don Andrés. Si vuecelencia lee mis cartas
del tiempo del casamiento y cuentas, verá empezados Y juro á Dios y á la santa cruz, que ocho mil ducados
nuestros disgustos por causa del dinero que no pare que el Consejo dio de la Hacienda para gastos del casa
ció. Hube de hacer fuerza con desabrimiento para co miento, que se gastaron del dinero de vuecelencia; y
brar lo que cobré aquí ; y el último fué porque los diez Otros tantos y más, há seis meses que no ha queiiJo
y ocho mil ducados que yo traje» cobrase vuecelencia darme el señor duque de Uceda poder para cobrarlos,
en el donativo ; quiriendo él y el señor duque de Uce- hasta hoy 29 de junio, que á pura fuerza me le han da
da que los seis rail que don Andrés no había entrega do , como saben todos los criados de vuecelencia y los
do aun á su excelencia, no se librasen en el donativo, del señor duque de Uceda. No he escrito á vuecelencia
sino que don Andrés me diese cédula dellos. Yo olí el nada, por no escribir esto
poste, y no quise, y lo revolví de modo que fueron to
dos diez y ocho ; y ahora el Duque no puede cobrar de
don Andrés, ni don Andrés pagar. El Duque no está 1691.
gustoso con él por esto ; y él (aunque me habla ), con CARTA XXI.
migo, porque quisiera más la deuda con vuecelencia,
que la paga con este señor. Al marqués de Villanueva del Fresno y Barearrota,
No he escrito á vuecelencia nada por no escribir es señor de Maguer. («)
to, y no tener otra cosa que escribirá vuecelencia de Excelentísimo Señor : Yo no soy tan escuro can»
don Andrés, á quien tengo por honrado caballero y se pensaba, puesto que un príncipe como vuecelencia me
guro criado de vuecelencia, y que ha sido desgracia trata de ilustre ; y ya debo reputarme por alguna cosa,
esto del dinero. Mas yo no le tengo culpa , ni he podi pues que desde lo alto de su grandeza hace bajar vue
do excusar esto : el no escribir él de mi nada. Si vuece celencia sus cuidados hasta los valles de mi aldea. Si
lencia se sirve de que le pregunte, dará don Andrés estoy mudo con la admiración de un favor tas seña
las razones que tuviere , á que me remito. lado, yo haifl señas á lo menos de que no soy ingrato;
y cuando hallare en el Fresno los buenos diasque vue
Pero digo yo, Señor: ¿pide todo un reino y ciudad celencia me permite vaya á buscar, le diré á lo meaos
por gracia la recusación del conde de Lémos? Hala en en mi corazón que vuecelencia y el sol son solamente
viado á pedir por justicia, por embajadores. Y siguien los que me los dan, ó sirviéndome de los versos de Vir
do yo esta causa, por orden del Confesor doy ese papel gilio, diré :
firmado, y saco un despacho que tenia Aguirre, que quitt mortalihu aegrá
envió esa ciudad. Inctpit, ttitM Divúm ¡ratissima serpil.
Los dioses, Señor (hablo con lengua de Virgilio), no
Por vida de Jesucristo , que si no lo he gritado, que podrían hacer otro más rico presente á los hombres que
no me han oido. Pues, ¡ cuerpo de Dios conmigo, Se eí descanso : ellos no se han reservado otra cosa mejor
ñor, y con estos bellacos ! que, porque no disimulo lo para si mismos; y de uno dellos se ha dicho que iel
que dejan de hacer por vuecelencia y le deben , me ocio era su negocio», y de otro, «que era su posesión.!
persiguen en la honra, ¿yo me habia de quedar? Si me Yo me retiré á esta Torre para vacar á este negocio
lmbiera pasado por la imaginación, me quemara. Pen del ocio, y por gozar á mi gusto desa feliz ociosidad.
sé callar esto, con otras cosas que callo; mas ya lo lie Pero no pude vivir oculto muchos días, ni lograr un
escrito. Harto se deja traslucir esta materia para otras. bien tan agradable ; fui luego descubierto, aunque este
pequeño rincón del mundo es ignorado de la antigua y
nueva geografía, y Mercátor no habla del más que To-
1619. lomeo. Mi destino ha querido que él esté en alguna re*

CARTA XX. ¥ (a) Don Alonso Portocarrcro, Vmarquésde YiUanueva delTrr.


no, señor del estado de Moguer, que comunmente era llatniii
Al d aque de Osuna , fecha en Madrid i 29 de junio. Barcarrota , se ufanaba el afid de 1621 con titulo de capitán jeoe-
ral de las galeras de Portugal. Casé con dona Isabel de la Caen,
A lo que yo he tirado es , á estar con descanso y sin hija de don Alvaro Bazan, primer marques de Santa Cruz, y de si
muchos disgusto?, y á que cuando vuecelencia lo de segunda mujer doña María Manuel de Renavides. Mario en 23 de
junio de 1642 , habiendo el día antes desposado a so hija dosi
jase, que se halle con lo que conviene ; y no gastarlo to Francisca Portocarrcro, de edad de doce silos, con el conde de
do en hacer servicios á quien ni los quiere ni se los Fnensalida. Su cuerpo fué llevado a Villanueva con gran osteata-
deja conocer, ni dar á quien todoes poco lo que se da cion de hachas y religiosos de todas órdenes á caballo con Bi
y lo que se tiene y puede tener : á eso he tirado. No lo chas luces. Acompañó el féretro don Martin, hermano del difonU).
que puso pleito despnes sobre el estado y mayorazgo, alepndt
he dicho tan claro, pero déjase entender ; y en esto re que en él no sucedían hembras, sino varones. {—Nobiliario ii
servo mucho, y siempre lo he hecho así para mi vuelta. Alonso López de Haro, lib. 10, cap. 18. — Avisos manuscritos tt
Bien pudiera yo haber callado y excusarme del des la Biblioteca Nacional.)
abrimiento que vuecelencia tiene conmigo por esta Publicóla el señor don Basilio SebasUan Castellanos, i la pí g. 111
del lomo vi de las Otras de Quaedo, impresas en Madrid aí«
carta que yo escribí desta manera ; pero ¡bueno me ha- de 1851. Yo sigo mejor texto.
ENSTOLAR10. 521
potación, después que yo vivo en él, y que haya per amo, aunque éste le aprisione lentamente con los gri
dido aquella dulce y tranquila escuridad en que repo llos de la gratitud, que para los bien nacidos son los
san las cosas desconocidas. Toda la prosa y todos los hierros que más sujetan. De mi prisión y Torre, 24 do
versos de la cristiandad han aprendido el camino : las mayo de 1621.— Quevedo.
paráfrasis y los comentarios , las arengas y los panegí
ricos arriban de todas partes. Se me hace mucho honor,
lo confieso; esta persecución me es muy gloriosa, pe 162*.
ro es persecución para un espíritu, y que no puede
más. Yo me enfado y murmuro inútilmente contra CARTA XXIII.
esta gloria, y no hallo otro modo de ampararme y de AI marqués de Velada y de San Román, dándole cuenta del viaje
fenderme della, que salvándome en algún lugar privi de Andalucía con el rey don Felipe IV; focha en Andújar, a 17
de febrero, (i)
legiado, donde no solo haya un portero que diga que
no estoy , sino también un capitán que lo diga con au Yo caí, san Pablo cayó; mayor fué la caída de Luz
toridad, y que estorbe que la curiosidad me busque. bel. Mis pies no han menester apetites para tropezar:
Vuecelencia me hace la honra de ofrecerme este refu soy tirtamudo de zancas y achacoso de portante. Vol
gio, donde pueda ponerme en seguridad; y yo sé que sin cóse el coche del Almirante (íbamos en él seis); des
necesidad de capitán ni de soldados, vuecelencia no tie calabróse don Enrique Enriquez; yo salí por el zaqui
ne casa que su solo nombre no fortifique. El es la salva zamí del coche, asiéndome uno de las quijadas ; y otro
guardia de las casas de otros, y la guerra misma lo res
(*) Don Antonio Sancho Davila y Toledo, III marquís de Velada
peta aun en la puerta de una cabana. ¿Qué puedo yo y primero de San Román, señor de la casa de Villa Toro y Villa-
temerenmi reposo, si una tan alta autoridad meló nueva de Gómez, comendador de Manzanares (por la orden de
asegura? üios premie á vuecelencia este De la Calatrava), y gentilhombre de la cámara de Felipe IV, casó con
Torre de Juan Abad.— Don Francisco de Quevedo Vi doña Constanza Osorio, hija del VIH marqués de Astorga, en la
cual tuvo larga sucesión. Fué padrino del de Toral á 14 de di
llegas. ciembre de 1622, cuando este recibid el hábito de Calatrava de
manos del Conde de Olivares. En las tiestas reales de toros que á i
de mayo de 1625 hubo en la plaza Mayor, entró con veinte y cuatro
CARTA XXI!. lacayos, de azul y plata yplumas azules y blancas; pero al romper
AI duque del Infantado , remitiéndole los Anales de quince el quinto rejón, lan furiosamente le embistió el toro, que con el
días, (a) un cuerno te hizo pedazos el estribo y con el otro le hirió el mus
lo derecho. Cobró el Marques el caballo sin caer; y herido y sin
Remito á vuecelencia ese proceso con visos de resi estribo partió tras el fiero animal, y le dio b zarras cuchilladas
hasta matarlo. Cómo pretendiese quedarse en la plaza , el Rey le
dencia, en contestación á su pregunta: ¿qué es lo que mando retirar y que se curase. A esto alude el soneto nu de
hago en esta Torre, en que me tienen embargado, no don Luis de Góngura.—Don Comez Davila, II marqnés de Velada,
mis culpas, á pesar de ser muchas, y sí las ajenas? padre del don Antonio, alcanzó pura si y para sus sucesores en 1U14
titulo de grandeza, por merced de Felipe III, de quien fué ayo;
Léale vuecelencia por pasatiempo , y masque sus ver pero disfrutó muy puco esta satisfacción, muriendo i 27 de julio
dades bien, para que no le causen indigestión ; que, co de 1616. Tuvo por esposa i doña Ana de Toledo Colona , hija del
mo son tan ¿aras y huesosas, bien necesitan molinete marqués de Villafranca, en la cual procreó, á más del sucesor en
para desmenuzarlas. Nada escribo de memoria ; que sus estados, á doña Anlonia de Toledo y Davila, segunda mujer
de don Juan Luis de la Cerda , VI duque de Mcdinaceli. Esta se
mis ojos vieron más que quisieron, y algo me tocó tan ñora enviudó en 1607 y falleció i 19 de octubre de 1625.
de cerca, que á ser más no me hallara encerrado, y sí 11.- aquí el itinerario de la regia comitiva, para la mejor inteli
sepultado. Si algo tocare á vuecelencia, perdone de ve gencia del desenfadado papel de QutvEDO.
ras , que conoce mi intención, y sabe que el bien na Jueves 8 de febrero. Durmió su majestad en Aranjnez , acom
pañado del infante don Carlos. Fué dia cruel de lluvia, y lo mis
cido supo ser siefnpre agradecido, y mi deber es serlo mo el siguiente, por lo cual el Rey se detuvo allí todo el viernes.
:on vuecelencia, á quien tanto debo. Le llamo Anales Sábado 10. Hizo el camino de Tembleque, Villaharta, la
ie quince días, porque tal parece el tiempo en que pa [Hembrilla y otros pueblos, siempre acosado de vientos y nieves.
Jueves 15. Jornada de Linares. Sobreviniendo con agua y re
saron tan estupendos sucesos; pues la vida vuela con cia ventisca la noche cu unos pantanos, atollóse la comitiva; la
;1 tiempo, y apenas amanece, cuando ya se asoman litera real salió de ellos con harta confusión y seguida de muy
las tinieblas. pocas personas, mientras las demás padecían gran borrasca. Los
Vea vuecelencia si algo puede perjudicar á mi liber coches se alancaion, carros y acémilas se hundieron, y pere
cieron muchas cargas, tardando en recobrarse largas horas la
ad, y táchelo deprisa antes que se trasluzga y me pre- gente.
eudan aumentar el peso del infortunio ; que si bien es Viernes 16. Casi solo el Principe tomó la vía de Andújar, lle
!e gloria el martirio, aun no deseo la palma. Y haga gando allí muy de noche; y se detuvo sábado y domingo, por ver
01 que vaya pronto á servirle, no sea que se quede sin si el tiempo serenaba y la servidumbre se rehacía.
Lunes 19. Entró en el Carpió, cuyo marqués hubo de hospe
riado ; porque de puro guardado se apolille, ó por- darle grandiosamente, festejándole con toros y cañas.
ne me aficione tanto á la clausura, que acabe en fraile Fueron en la jornada el nuncio del Puntillee, el cardenal Zapa
uieti nació para diablo. ta ; el patriarca de las Indias, capellán limosnero mayor; el con
fesor, y los padres Hortcnsio y Pedrosa, ambos predicadores rea
Confia solo en vuecelencia este triste pájaro, que les ; don Juan de Fonseca , sumiller de Cortina ; Garcí Pérez de
ral avenido con jaula propia, desea ir á acariciar á su Araciel , del consejo de Cámara y Justicia; los secretarios Cua
treras, Prada, don Antonio de Mendoza, Losa, Infausti, Alviz,
(<z> Pon Juan Hartado de Mendoza, tio segundo de doña Aoa Castillo, y otros diversos ayudantes de los oficios superiores ; los
; Mendoza , VI duquesa del Infantado, j su segando marido, gen- condes de Barajas y de la Puebla, mayordomos del Rey; el de
liombre de Felipe III, caballerizo mayor de Felipe IV, y de sus Alcaudcte, del Infante; el de Sanlisléban, Porlalcgre, marqueses
msejos de Estado y Guerra, duque de Mandas y marques de Ter-
nova, que murió á 1." de agosto de 1624.
Sacó á luz esta carta el seiior Castellanos, i la píg. 262 de la VtiuiTu:— H apetito (í.)
ilcccíoo antes telenda. 15. tn el teii deicalabradoi); yo lili (H.)
S22 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
me decía: «Don Francisco, déme la mano;» y yo le ¿i propósito y bien ejecutados. Su majestad de nn arca-
decía: «Don Fulano, déme el pié.» Salí de juicio y buzazo pasó un toro que no le pudieron desjarretar; y
del coche. Hallé al cochero hecho santiguador de ca apareciéndosenos en la mesa del Almirante, Bonifaz,
minos, diciendo no le había sucedido tal en su vida ; caballerizo de los chistes del Rey y guadaña de los gui
yo le dije : « Vuesamerced lo ha volcado tan bien, que sados , nos recogimos.
parece que lo ha hecho muchas veces.» El dia siguiente fuimos á" Madrilejos, donde Bonifaz
Llegué á Aranjuez, y aquella noche don Enrique y se nos apareció entre los platos y las tazas, diciendo:
yo tuvimos dos obleas por colchones, y sin almohadas. « Yo soy Bonifacio, que todas las cosas masco.» Sali
Dormí con pié de amigo ; soñó la cama, tal era ella. mos para la Hembrilla; y á ruego de los regidores de
Esta es la vida de que pudieron hacer relación á vue Manzanares, por consolar aquellos vasallos, pasó su
celencia, que para ser muy mala no necesitaba de otro majestad por su encomienda de vuecelencia, y á todos
achaque que de no estar sirviendo á vuecelencia co pareció muy bien el lugar (c).
mo cofrade del diente ; mas todos los duelos y los se Bajamos á la Membrilla , donde el sueño se midió
renos, con Almirante son menos (o). por azumbres, y hubo montería de jarros, donde los
Su majestad es tan alentado, que los más días se po gaznates corrieron zorras: hubo pendencias y descui
ne & caballo ; y ni la nieve ni el granizo le retiran» En dos de ropa.
Tembleque, aquel concejo recibió á su majestad con Concertóse el madrugar, y partimos para mi Torre
una liesta de toros, á dicho de alarifes de rejón, va de Juan Abad, donde para poder su majestad dormir
lentísimos toreadores de riesgo, y alguno acertado. Bo derribó la casa que le repartieron ; tal era, que fué <ie
nifaz lo miraba, y de nada se dolía (6). Tuvieron fuegos más provecho derribada. Aquí el Caballero de la Te
naza se recató de todos. Era de ver á don Miguel de
de Caslel Rodrigo, y Orani. hermano de Pastrana ; don Agustín Cárdenas con un hacha de paja en las manos, hed>)
Mi'jia, don Fernando Girón, don Diego Brochero, Juan de Te cometa barbinegro, andar por los caminos como alear-
dioso y Bartolomé de Anaya. Es ocioso recordar entre los prin
cipales de la comitiva al conde de Olivares, al Almirante de de en pena , dando gritos.
Castilla, al duque del Infantado y al marqués del Carpió : menos De la Torre fuimos á Santistéban, donde el Conde to-
del favorito y su sobrino, de todos estos se hace mención en vo al Rey muchas lamparillas, y por un cordel unos ki
la carta. Iban tres escuadras de las guardas de archeros, tudescos ries de cohetes, que venia uno, y respondía otro, y
y españoles, n cargo de don Fernando Verdugo ; y la caballeriza
al de don Francisco Zapata y don Gaspar de Bonifaz ; Don Joan de P-ego otro ; y luego salió un toro á chamuscarse. Hubo
Quiñones, teniente de Madrid, un alcalde de corte, alguaciles,
Dajes, monteros y ballesteros.
De tan preciosa carta hay traslado contcmpo.ráneo en la Real apellidaban 1/tatatons, entró i rejonear el alio precednie íefésj
Academia de la Historia (manuscritos de Salazar, F, 3, fdl. 138), i i de mavo, con seis lacayos, en la plaza Mayor, según urtUuas
asi como también de la respuesta del marqués de Velada. F.n la impresa de las magnificas fiestas reales con que se obf*<trt «1
primera solo se dice que fué dirigida á un grande de España ; principe de Inglaterra. Fué caballero del hábito de Santi»r.>, |a-
en la segunda se expresa terminantemente su nombre. — La Bi bernador de Aranjuez, y á 2 de marzo de 1646 juró por correptor
blioteca Nacional (códice M.276, MI. 291 vuelto) posee copia no de Córdoba. Mostráronsele las musas no mny propicias, e-ata*»
antigua de la contestación del Marques. prueba una composición que se ve entre los elogios á doii Asa
de Castro Egas, puestos eo los principios de su libro iulitaiaé*
Fué impresa por primera vez la epístola de don Francisco el
año de 1630, en la colección que hizo el librero Alfay con mate Eternidad del rey don Felipe lll {Í6Í9). Hela aquí :
riales que le facilitó el propio Qi'p.vsno, como parecerá de la caria
SONETO.
de 7 de febrero de 1613. Concluido el grueso tomo de mas de 5HO
páginas, después de la última plana y del colofón, añadiéronse Cipfeses, cedros, mármores, metales
tres hojas con Ínfulas de pegadizo, para que disfrutase el público A las más sabías manos remitidos,
Bien que los ojos dejen advertidos,
la Carla de las calidades de un casamiento, y la del viaje del ¡lev En lin padecen suerte de mortales.
vuestro señor d Andalucía. Desde entonces no ba faltado en co Los títulos y dones celestiales.
lección ninguna. El informar el tiempo á los oídos,
Quien primero descubrid á qué persona iba dirigida , fué el im El pasar la región de los sentidos
presor Pascual Bueno, en el Catálogo de las otras de Querello, que Lo sustituye al Tiempo en los anales.
Bien que corona por sn mano al justo,
puso al frente de la primera edición de la Providencia de Dios A Anarria se remite, y de su plectro
en 1700. Equivocóse, no obstante, imaginando que el rasgo de La glnria de Filipe el Santo fia.
nuestro don Francisco salió á luz en la colección de Bruselas Por ella es más que por imperio Anfruslo;
de 1660. Pues muestra con la pluma que su cetro
Por el manuscrito de la Academia y por el ejemplar de Alfay va Los reyes i mayores reinos guia.
ajustado mi texto. Lope cantó en la silva vítt de su Laurel de Apelo (1C30):
(a) Pon Juan Alonso Enriquez de Cabrera, [X almirante de
Castilla, V duque de Medina de Rioseco, conde de Módica, Con dulce emulación de Garrilaso,
Ossona, Melgar y Rueda, gentilhombre de "la cámara de Feli Será de las deidades del Parnaso,
Por conceptos sutiles,
pe IV, después su mayordomo mayor, de sus consejos de Estado Don Gaspar Bonifaz valiente Aqulles.
y Guerra, y virey de Ñapóles, habia casado á 28 de noviembre
Escribió en 1633 Del arte de andar á caballo. Estuvo tasado
de 161*2 con doña Luisa de Padilla , hija de don Cristóbal de San-
con la sevillana doña Ana Jerónima de Porres, en quien estrés-
doval y Rojas , primer duque de Uceda. Obtuvo el disfrute de sus
dróá don Diego Antonio, caballerizo de Felipe IV, del hábito
pingües mayorazgos desde 17 de agosto de 1600, y murió en Ma de Santiago, también gobernador de Aranjuez.
drid á 7 de febrero de 1647; sucediéndole su hijo don Juau Gas Quizá seria hermano ó pariente de este caballero el licencia
par Enriquez de Cabrera.
do Juan Francisco Bonifaz y Tobar, amigo de Salas Barbadíllo.
(o) Don Gaspar de Bonifaz, natural de la villa de Yépes, á quien (c) Esta expresión no dejaría la menor duda acerca de la per
sona á quien está enderezada la carta , si no constase ja de otra
irrecusables testimonios.
1 del juicio (F.)
3. coiliero Tocho, santiguador {Los impresot.)
4. No me ha sucedido lal en mi vida. Yo (f.) 8. que de todaí las cosas masco (F.)
10. a vuesamerced (Constante los impresos.) 81. ae retiró de lodos (Id.)
13. duelos con Almirante son buenos. (F.) f.0. lamparilla, (W.)
10, graniío le retiró 1 Tembleque. Aquí el concejo (M.) 17. cohetea : venia uno j respondía otro; luego talló (M.)
EPISTOLARIO. r;23
liirimía de acarreo, caballeros de Ubeda yBaeza, mu ((¿Han cenado? ¿Tienen cama?» Por él anda aquí la
lto linaje arredrado al tapiz, abundante refaicion, pre- cena movediza, y el estado fugitivo, y la cama en bo
enle numeroso por todo el estado, tiendas con pan, leta, pellizcando mantas; de tal suerte, que en esta tier
ueso y vino. Vasallo sonoro, llamando, exhortaba á ra para espantar los niños les dicen : «¡ la Bonimnnta!»
is pasajeros ; doliéndose, á los señores : «Por amor de como allá «¡ la Marimanta !» Grimaldos le acompaña. Y
i¡os (decía) tomen refresco del conde de Santisté- las más noches duerme de portante; asentado en una
an» (a). La gente acudía con facilidad, desataban el pe- silla, ronca á sueño de dar audiencia : este es el hijo
pjo, no tenian vaso; y por no beber en el sombrero, del hombre, que no tiene donde reclinar la cabeza.
sjalian el vino, y con él el queso y pan ; porque pan y Gome y cena de aparecimiento, y pierde el juicio.
no v queso son cbilindron legítimo. El Conde se mos- Don Francisco Morveli (c) viene en una puntería de
6 magnifico, ostentó séquito, logró el dia, faltaron ca- alquiler, con dale, Perico, y cochea, Juan de Araña. Al
as, sobraron cocberas. Mirad con quién y sin quién. estribo, Mendoza el negro en duda y mulato de contado.
Del condado pasamos á Linares, jornada para el ciclo Yo vengo sin pesadumbre y sin cama ; que há seis
camino de salvación, estrecbo y lleno de trabajos y dias que no sé de mi baúl. Dormimos á pares don Enri
¡serias. Aperciba vuecelencia la risa, hártese de ven- que y yo; hay cama de siete durmientes, y no está
iDin, logre sus profecías. Íbamos en el coche juntos segura de Bonifaz.
m Enrique y yo y Mateo Montero (6) y don Gaspar de Es-cosa de ver á su majestad con dos caballerizos, el
ibes, con diez muías; y en anocheciendo, en una cues- uno Zapatilla y el otro Zapatón. ¿ Y vernos ayer á Mateo
qne tienen los de Linares para cazar acémilas y co- Montero y á mí estar asistiendo de responso al eniierio
es, nos quedamos atollados. No hubo locura que fe-- de nuestro coche; venirnos de peregrinos.de media le
ero no ejecutase en nosotros ; mes fué siempre loco, gua, él riéndose de verme cojear, pidiendo bueyes para
ro entonces furioso : con menos causa están muchos sacar una pierna, y yo decirle á él, al bajar un cerrito,
ilos orates. No había remedio de salir : determinámo- llevase la panza en sus manos á la silla de laBeina?
sde dormir en el coche. Estaba la cuesta toda llena Llegamos tarde á Andújar anoche viernes, sin luz
hogueras y hachones de paja, que liabian puesto ni guia; donde hoy nos hemos detenido por la gran
'go á los olivares del lugar. Oíanse lamentos de arric crecientede Guadalquivir, y mañana porqueno se sabe
ien pena, azotes y gritos de cocheros, maldiciones de las acémilas y del carruaje. El duque del ihfantado
caminantes. Los de á pié sacaban la pierna de don- §e quedó en Linares, por haber caido su litera, y apor-
la metieron, sin media ni zapato; y hubo alguno reádose. El Patriarca no parece, y le andan pregonan
e dijo : «¿Quién descalza allá abajo?» Parecía un do por los pantanos (tí). Mis camisas me dicen se las
rpalorio de poquito. pone un barranco.
Desla suerte, haciendo la mortecina contra la cues Su majestad se ha mostrado con tal valentía y valor,
cos estuvimos cuatro horas hablando de memoria, arrastrando á todos , sin recelar los peores tempora
'Saque el Almirante invió gente que nos redimiese les del mundo : presagios son de grandes cosas, y su
'cautiverio en que estábamos: solo Vargas con pa- robustez puede ser amenaza de todas naciones. En esta
wtede Riclie podía librarnos. Llegamos á Linares incomodidad va afabilísimo con todos, granjeando
s¡"ies de haberse recogido el Almirante, y cenamos los vasallos que heredó. Es rey hecho de par en par á
que se pudo librar de Bonifaz. Fuíme á acostar, y sus reinos, y es consuelo tener rey que nos arrastre, y
Hé que Bonifaz me había llevado una frazada ; luego no nosotros al rey, y ver que nos lleva donde quiete.
i proveyeron de otra. Es cosa de ver á Bonifaz venir Las fiestas del Carpió se dilatan ; quiera Dios no se
noche, haciendo los matachines del cenar y tlor- malogren, que serán sin duda grandes.
t, cod una candelilla en las manos , preguntando :
(c) Don Francisco Morovelli de Puebla (de quien se h!> hablado
ya en la cuestión del Patronato de Santiago) í la sazón estaba en
•i Búrlase con lo de vasallo sonoro, de las frases culteranas que servicio del conde de Olivares.
n iiiiroduciénduse en el lenguaje corriente. {di Llamase don Diego de Guzman.
I'1» Francisco de Benavides y de la Cueva , Vil conde de San-
^««del Puerto, señor de las Navas y el Castellar y de la vi-
fe Solera, del habito de Santiago, y de la cámara de Fell- I. Porque él anda aquí con la cena (¿o» tmpretot.)
"i kabiale acompañado principe en la jornada de Francia 4. los litaos, dicen : [Id.)
i»Ji) las reales bodas. Estuvo casado con doña Urianda de lia- 7. ronca sueno (F.)
audiencia; que no tiene donde reclinar la cabera, y cenara
i í Beiavides , so prima hermana, dama de la reina Margarita apercibimientos (/d.)
V del famoso don Alvaro Bazao, marqués de Sauta Crux. 40. etaibellt (loa impretot.)
») Criado del Almirante. putería de alquiler, (F-)
(I. Perico, y cochero de Juan de ASara; a) estribo Vendí»? el necio
en duda {Id.)
*"u Prestóos, 'I1.) JO. coche, á prevenirnos de peregrinos, (Id.)
fslado, con uan (M.) II. cojear y pedir luces pora (1.1.)
iitmando con exhortación los pasajeros . diciendo : Ata , señorea, li. y yo lie verle i ¿1 bajar un cerrito llevarse la panm 'Id.)
«morile Oloi, que tomen refresco (/ti.) t8. eporreáilose; pero tan valiente con la caliera inauull.Mia.que tirara
■ el vino ; y como no tenían que beber, (lujaban el pan y el queso; de lo litera y de su gente si no lo estorbase su «randera. Mas ¡a <;ue a.-l
lo- ¡;j.) no lo hizo, dia da voi; y era ser sus lacayos hacer más que de mul..«,
<■ tfíibndron entero. (/*.) descansándolas, y reirse de tu aprensión del amo y de la (rasmulacron
¡. susleniú sequilo, (IJ.) desús dominguillos, que las dejaron caminar de descanso hasta p:..~r
* miraron colóles. Mira tld.) el mal camino. (-Varíenle que citó el ¡cñor Castellanos en el ya repe-
». BQQtbectendo bubo una cuesta... para catar. Acémilas (Las impre- ttdo tomo vi, pag. i»l.)
S9. entre los pantanos , y pareció entre, las acémilas. Mis camisas, me
*• Ueni de cocheras y hachones, (/i.) dicen, se las pune un cochero. Su majestad (f.)
'■ «olaioi if.) Si. mundo; ensayos son (Id.) ,,,„,_.
» i' memoria j aliento, hasta (Id.) S5. naciones, y nuestra incomodidad es su alábanla. Va «labilísimo
*■ P"«|)orle de Pieche lid.)
*• l'«aoa¡ (Id.) IT. hecho de par en par.fi caía aquí el mi.)
554 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Bonifaz lia hablado con el señor Araciel de los nego por el estribo, que entonces sirvía de albarda ; tan
cios de vuecelencia (o) ; y él y yo somos servidores de Congojado entre las ruedas, que el cochero se santi
vuecelencia y suyo, y á su disposición , y cofrades del guaba más de acordarse en semejante ocasión del dicho
diente. Vuecelencia, si me quisiere hacer mucha mer del conde de Lémus que del fracaso del vuelco: «Un
ced , me envié en un pliego (por via del Almirante) la socorro es considerable en lance tan apretado.» Vue
respuesta. Y á mandar cuanto fuere su gusto, que soy samerced le logró muy bien y á poca costa , pues no
hombre de bien, y lo haré todo. hay cochero que no lo vuelque, y aun vuesamerced no
Hase juntado hoy Hortensio ante esta cofradía, y lo vuelca mal.
vamos para los peligros con confesor, y para los gustos Lo de «¿quién descalza allá abajo?» ha parecí.!)
con compañía (b). bonicamente en esta corte ; si bien á un contemplativo
A don Andrés beso las manos y á don García. A fir le pareció que cuando vuesamerced lo decia, respon
mar, que es larga la carta. — Don Francisco de Que- dían debajo: «¿Quién le puede descalzar, que le ven
vedo. gan sus zapatos?» Aquí le fui amigo, y dije «qoe
don Francisco de Guzman», que es de la orden de sus-
CARTA XXIV. patas.
De que Bonifaz ande hecho arpía me pesia; y más
Respuesta del marqués de Velada a la caria precedente, (c) de que vuesamerced sienta tanto que coma , siendo á
Vuesamerced cayó, san Pablo cayó y Luzbel cayó ; y costa del Almirante. Déjele comer y beber, digoqne
de los tres solo uno cayó en la cuenta: mire de quién coma, que en dejarle beber no sé si admitirá mi con
viene á ser compañero. Haber caido no me admira ; de sejo ; y no se burle mucho con él, pues sabe que sien
lo que deja de caer me espauto ; porque quien está viz- do tan pródigo de pies, puede enterrar á uno de uu
co de pies, siempre anda en malos pasos. Paréceme es patada y dejarle la suela por losa.
toy viendo el coche volcado, y a vuesamerced gateando Si ahí anda un alcalde hecho cometa , aquí anda otro
acometiendo despensas y visitando despenseros; ñus
los alcaldes nuevos dicen son como los zapatos, que e!
(a) .\1 licenciado Garci Pcrez de Araciel , del consejo real de primero dia aprietan , y los demás vienen anchos
Caslilla, estando ya para morir y dada la unción, en 46 de setiem
bre de este propio año 1621, hizo el Rey de su consejo de Esta
Haber dado Santistéban pan y vino y queso con Un
do, habiéndole el dia antes conferido la vicecancillerla de Aragón ; ta abundancia, se ha tenido por largueza, como no
el dia antes, en que espiraba entre cadenas el gran duque de Osu fuese dia de caridad ; si bien la verdad es que su dueño
na. De Osuna, Uceda, Leroia y de todos los hombres del gobierno tiene cobrado crédito para mayores cosas. Dequepia,
de Felipe 111, blanco de sañuda venganza desde abril de 1621,
este licenciado había sido juez duro i implacable.
vino y queso sean cliilindron ligitimo no metópnto;
(il El maestro fray Horlemio Félix Paravicino y Arteaga (hijo porque iba tahúr en el coche, que empezando pottla
del milanos don Muclu, tesorero general de aquel estado, y de do- de copas, diera garatusa á otros tres, y si pudien.k
fia Maria de Arteaga) nació en Madrid a 12 de octubre de 1580. volvieran ádar mano. Aunque tal vez la suelen óa j
Hizo en Alcalá y Salamanca sus estudios ; tomó el hábito de tri
nitario calzado en esta última ciudad , y á los veinte y un años el aun pedir los destejuego, porque nose pueden valer de
grado de dador, dedicándose allí muy luego i la enseñanza de la los pies; con todo, no se burle con Bonifaz y deje i
teología. Cuatro años después, en la visita que don Felipe III y su Zapatilla ; que hay jornadas que han menester Zapa
esposa hicieron á la universidad, pronunció con grande aplauso
una oración gratulatoria, á que alude en I» Perinola (Jülveho. Vino tones.
á desempeñar altos destinos en su orden, y consagrándose ala La abstinencia de camas me parece trabajosa; mis
oraioria sagrada con ardor y celo, granjeóse merecida lama par su en lo de dormir con don Enrique, á él podemos tener
natural y adornada elocuencia. Nombróle su predicador Felipe III, lástima ; que vuesamerced ya dice duerme con pié de
y recibió grandes honras de Felipe IV. Murió en Madrid á 12 de
diciembre de 1633, asistiendo á su entierro toda la nobleza.— En amigo, mas él con pié de enemigo.
el siglo anterior se reimprimieron sus sermones , y al fin de ellos Que su majestad (Dios le guarde) sea Un alentado,
las poesías morales y sagradas que compuso. Acérrimo sectario de alienta los corazones de sus vasallos á empresas mar
la escuela gongorina, á veces menosquemediano poeta, padre del ciales ; para lo cual parece se dotrina con el ejercicio de
culteranismo del pulpito, y su corruptor insigne, mereció elogios
extremados á Lope de Vega en el Laurel de Apolo, y que I'ellicer, la cíiza, cuerda elección de sus floridos años. Nues
en la Aslrea sapea, llamase divina su elocuencia y superior á la tro Señor le dé lo que merece ; que de mí le sé decir
de griegos y latinos. Vivió y murió sin grande premio, y no se le soy tan aficionado, que en esta ocasión quisiera tener
sabe que le hizo incurrir en la indignación de los favoritos. Por
este olvidado varón, mientras tantos haladles ocupaban dignida todos los ayuntamientos del reino en mi voluntad, f
des muy altas, se dijo que de los obispados unos eran de latín y conceder los millones de oro á sus manos, y de años í
otros de romanee. su edad.
Sus poesías vieron postumas la luz en 1640 con nombre de Acá no hay más novedad que estar cercada la casa
don Félix de Arteaga ; y entre ellas hay un mal soneto A la jornada
del Rey a Andalucía, lloviendo mucho. De Paravicino es aquella del Tesoro, de plañidores que ponen los gemidos en las
afamada copla: nubes y las lágrimas en sus cimientos ; tan cercada esta
El mismo espíritu ardiente de agua, que parece otra Venecia, y los que viven eñ
Que me incitó á la batalla,
Me redujo á no acaballa; ella salen á nado y fuerza de brazos. Todo lo miraba
Cobarde ful, de valiente. Fiesco, y de nada se dolía. Dicen que estando una via
Quién dice que murió de haberse caido por una escalera, qnién da en el sitio que digo, pasaron dos soldados diciendo:
de sentimiento por cieñas palabras duras de su prelado, echándo
le, romo delito, en rostro la estimación que le daba toda la corte.
«Malo es cuando el turco baja;» y respondió la viuda
lO La Academia de la Historia (manuscritos de Salazar, F, 3, muy llorosa: «Peor es cuando un ginovésse levanta.'
fól. 112 1 posee una buena copia del mismo año. — Otra inferior Andrés, aquel anochecido de rostro, tan Meniloa
del de 1724 la Biblioteca Nacional, códice M, 276. por línia curva como mulato por línia recta , h;i en
Publicó rl señor Castellanos este último traslada en 1851, i la
pág. 231 del lomo vi de Oirás de Quevedo. viado aquí quejas de que vuesamerced escribe las nue
EPISTOLARIO. 623
vas sin su licencia. Por amor de Dios se vaya á la ma tar á servirle tiene. Todos los que tenemos crisma so
no ; que al pié no se le puede pedir. mos parte legítima, y como tal debemos ser oiilos; y
Marigrabiela besa á vuesamerced las manos, y yo las toca á vuecelencia el encaminarlo á mejor estado.
de mi señor.— Madrid, etc. Digo, Señor, que siempre tuve por inconveniente
político (confesando por más acertado lo que el Santo
Oficio ordenó) quemar vivo con solemnidad á Benito
CARTA XXV. * Ferrer, que murió por sus errores tan obstinado y te
Al reverendo obispo de Bona, don Juan de la Sal, coadjutor de naz, que del se cogieron semejantes escándalos ; y que
la mitra de Sevilla, remitiéndole Las dos aves y los dos anima á su imitación , otros ambiciosos de nombre y posteri
les fabulosos : la fénix y el pelicano, el unicornio y el basi
lisco, (o)
dad y rumor de los pueblos y nacioues, se pasarían
riendo por las llamas. Apresuróse, como se ve, más
Esas dos aves, tan introducidas en todo género de de lo que yo quisiera láimitacion de aquella porfía ; y
escriptores, y esos dos animales soñados, que andan cuatro días há padecemos, en el más sacrilego ultraje,
emboscándose las unas y los otros en los pulpitos y li el propio sacrilegio. Lo que más me aflige es la sos
bros, y de concepto en concepto, envió á vueseñoria para pecha de que los herejes, de quien hemos sido hospe
que divierta alguna ociosidad de las siestas. Enfadar daje, envían estos desesperados ( habiendo comunicado
me con mentiras tan autorizadas, crédito es, y algo dudosos) para confirmar los sectarios con su osadía : es
tienen de severo esas burlas. Vayan adelante, que yo fuerza esta parte el haber acuchillado imágenes, antes
volveré por mi melancolía con las Silvas, donde el que se fuesen, y haber desatúdose estas furias, después
sentimiento y el estudio Lacen algún esfuerzo por mi. de idos.
Y tenga vueseñoria larga vida con buena salud. Ma Los castigos todos son justos , y todos son pocos: en
drid á i7 de junio de 1624.— Don Francisco de Que- esto convenimos. Resta mirar con qué modo harán el
vedo Villegas. efecto que se desea ; siendo el principal extirpar y ex
tinguir con el ejemplo semejantes ofensas, y lo que es
CARTA XXVI. peor, la intención disimulada de establecer con las ce
nizas destos malditos sus errores, procurando copiar
Al presidente de Castilla don Francisco de Contreras ; 6 quiza mis esta diligencia de los tormentos de los santos mártires,
bien al conde de Olivares, gran canciller, don Gaspar de Cuz que por el cuchillo y la llama fortalecieron la verdad
ma n : sobre que se debe excusar la publicidad en los castigos de
los que por vanidad los apetecen. (í)
> apostólica romana. Y es cierto que estos tales herejes
temerarios, inducidos de la persuasión de los predi
Excelentísimo Señor : En materia de religión católi cantes, con el nombre y veneración de la posteridad
ca no se podrá llamar el celo entremetimiento; ni será que les prometen, ambiciosos de la adoración que
fuera de propósito hablar en caso tan apretado y tan niegan y de los altares que profanan, — dan por pasa
importante quien con esto solo puede mostrar su sen dos lósanos que les pueden quedar de vida, y tienen
timiento, y á vuecelencia parte del deseo que de acer por logro lo que pierden; y compran á precio de toda
el alma y de la mejor parte de su vida un ringlon en
ía) En un cuaderno manuscrito, que comprende y se titula los calendarios de Mompelier, Holanda é Inglaterra.
Poesías de dherenles autores, propio del señor don Jorge Diez, Y siendo esto ansí verdad, parece medicina sigura
director del real colegio de San Diego de Sevilla, se baila esta y descansada burlarles esta diligencia con que el
carta al frente de los cuatro romances a Las dos aves y dos ani
males fabulosos. Santo Oficio de la Inquisición á todo hombre que vi
Acerca de la persona i quien dirige su carta nuncupatoria vo é impertinente se deja quemar, le queme vivo con
Qt íykdo, baste decir que el septuagenario doctor don Juan de la el propio secreto que le prende. Y no será menos útil
Su/, obispo de Bona, en África, y auxiliar del metropolitano este silencio que aquel, pues el primero aseguró la
le Sevilla , su patria , era hombro de virtud y no nada ambicioso,
roe rebosó el obispado de Halaga ; murió poco después en la prisión, y el segundo el acierto del castigo; pues coi)
capital de Andalucía , y tuvo su entierro en la capilla interior del esto descaecerá su vanidad, y el arrepentimiento ten
Bo«iciado de la Compañía de Jesús, do que fué bienhechor In drá menos que vencer para reducirlos, y los novatores
signe. tendrán más corto blasón de los que, siendo demonios,
i *> La Academia de la Historia (biblioteca de Salazar, L, 69)
¡osee copia muy apreciable. Por otra no nada buena y muy In llaman mártires. Y es de considerar que se obviará no
completa publicó este papel el señor Castellanos y Losada, en menor inconveniente en no ocasionar á los ignorantes
u tomo ti ya citado, pág. 18, con una juiciosa nota i la 28i. hombres y mujeres del pueblo preguntas encogidas y
Domingo 21 de enero de 1624 hubo en la plaza Mayor de Ma-
nd auto de fe, en que sacaron a Benito Ferrer, catalán, natural admiraciones del sufrimiento; antecedentes que dis
e Camporedondo, hebreo por linea materna. Fingiéndose cléri- ponen conclusiones al error.
o. había arrebatado a un sacerdote que decia misa la hostia Tiene toda la gente baja en tanto precio la vida y sa
onsagrada y despedazádola, con asombro de los fieles. Era de lud, que cuando ven que uno la desprecia y busca la
narenta y tres años, hereje luterano y calvinista; y haciendo
larde de sn delito y pertinacia , fué quemado vivo el lunes por muerte animoso y resuelto, no saben llamarle loco ni
i urde faera de la puerta de Alcalá. temerario ; y al que no alaban le ponderan y encarecen.
Tan ejemplar castigo, lejos de producir saludable escarmiento, De aquí nace el andar diciendo unos: «¿Cómo no se le
imó de estimulo al buhonero francés Reinaldos de Peralta, de
ilad de cuarenta y dos años, quien pocos meses adelante, a 5
tragóla tierra?» Otros: «¡Que no hablase palabra ni se
e julio, en la iglesia de San Felipe, se arrojó sobre un sacerdote quejase!» Pregunta es la una, admiración la otra: no
oe celebraba el santo sacrificio, despedazó la hostia , y lanzó el culpables por heréticas, mas poco seguras por mali
jüi contra la pared; pero afortunadamente no estaba consagrado, ciosas.
i los nueve días salió en auto de fe a la plaza Mayor : en él pi
tó misericordia; pero declarado apóstata y hereje, pagó con la Señor, Nerón y todos los que degollaron cristianos
ida su delito. Después de agarrotado fué presa de las llamas. y los quemaron sin saber lo que se hacían, propagaron
526 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
nuestra fe. Así dice muchas veces la Iglesia que está trahentes. Ac nec eos honores qui martyribus haberi
fortalecida con la sangre de muchos mártires. La ma solent, consequeremur: Christianis homo egregiusinti-
yor persecución de la Iglesia (menos colorada, pero debat; prima illius fraus aut versulia haec fuit ,
más peligrosa que todas juntas ) fué la de Juliano Após qui Chrisli caussa excruciabantur , non ut Christúi-
tala; léese en el tomo ív de Baronio, ful. 12, núm. 22, ni, sed ut ¡acinorosi supplicio afficerentur. En so;
y á la margen la señala con estas palabras : Persccutio epístolas se conoce cuánto procuró (de envidia, no de
Juliani diversa abaliis, «Persecución de Juliano di piedad) excusar martirios á los cristianos. En la epísto
ferente de las otras.» Longé dispar haec persecutio fuit la á Elidido, prefecto de Egipto, dice así : Etsi nihilde
ab alus per ethnicos Imperatores illatis, cum illi, caelerisseribis, atlamen de illo Deorum hoste Athana-
chrislianitate vetita, adversus ejus cuitares sanctirent sioscribere ceríé debuisli. Testor magnum Seraphim,
ac promulgarent aedicta , quibus et (¡deles omnes Diis nisi ante calendas Decembris inimicus Deorum Atha-
sacra faceré, quemquam invüum cogebant, christia- nasius ex ea urbe, vel potiús ex universa A Egipto di¡-
nae ficlei desertorem. Quamobrcm, nec inler persecu- cesserit, centum auri pondo quae tibi parel multatum
tiones hanc recensendam esse, complures existimavére; iri. Repetidamente le llama enemigo de los dioses, y se
at vero sane tus Augustinus contrarium plañe sentit, desentiende del martirio por no darle esa gloria, ni
cum ait (de Civitate Dei , lib. 18, c. 52) : « Deinde quid ese triunfo á la Iglesia ; y habiendo con desprecio que
respondet etiam de Juliano, quem non numerant in- brantado ese destierro, y sabiéndolo Juliano, escribe
ter decem persecutores Ecclesiae?» en la carta cuyo título és AEdictum ad Alexandrinm :
San Auguslin, padre de las religiones, en cuyo con «Audio Athanasium audacissimum solitd audacia Ay
vento, con hijo suyo, sucedió el caso de que se trata, tum, Episcopalus sedem ut ipsi appellant iterum ussr-
dice que Juliano fué mayor perseguidor de la Iglesia pare; id vero non mediocriter Alexandrino pojiti
que todos, con modo diferente y más ingenioso, in- displicere, quare eum urbe jubemus excederé. » Y siem
vidiando la confirmación de los mártires con no ator pre , para apurar más la persecución , les excusaba el
mentar cristianos: máquina infernal y terrible, que mérito en los tormentos , por temer el crédito que da
debajo de clemencia mina todos los progresos de esta ba á la religión su paciencia y constancia en ellas.
blecer la verdad. Tanto puede el valor en las llamas y en el cuchillo, y
Confirma esta doctrina, excelentísimo Señor, el prin tanto se debe de rehusar el alimentar la ambición de
cipio de la bulla con que Julio 11 intimó el Concilio los obstinados, con los espectáculos.
general apud LateranuiK, que blasona así por toda la Y á mi ver, quitarles la publicidad y borrarles la no
Iglesia: Julius, Episcopus, servus servorum Dei, ad ticia con el silencio, es desarmar su intención. Estos
futuram reí memoriam : Sacrosanctae Romanae Ec autoriza con las palabras de Nahum profeta, cap.i.Vv-
clesiae martyrum sanguine consecratae. Cosa de que ros fortes illudentes in igne; de donde Teodoreto: Tentó
por los efetos se pone en primer lugar; y por la propia eral praedicti audacia , ut etiam ignem aggrtderttvr.
razón se les ha de descaminar á los herejes esta dili Señor, para encarecer el Profeta la suma valentía
gencia tan eficaz para establecer su engaño , y consi de los que han de destruir, dice que serán varón»
derado que las penas y establecimientos del Santo Ofi fuertes que se burlarán en el fuego. Mucho autoriza los
cio fueron, no solo para castigar los herejes, sino para errores con los ignorantes, el desatino que desprecia la
expeler y extinguir la inundación que entonces infesta vida. Lo que procuran los herejes es poder contar vidas
ba estos reinos. Ansí lo dice el rey don Fernando en la cudiciosas de la muerte, y muertes tan execrables, ape
cédula suya do las Ordenanzas y nueva insttucion del tecidas y buscadas por ultraje de nuestra sagrada reli
Santo Oficio: «Como nuestro muy santo Padre, que gión. Estos son castigados cuando arden sin testigos ; y
riendo proveer ó remediar en la total perdición que en gozan premio, cuando se dilata la voz y se crece el aplau
nuestros reinos había, por causa de la herejía y apos- so. Al que pecó y pide misericordia se debe sacar en
tasia,» etc. público con penitencia; que su arrepentimiento es el
Me parece (salvo lo que los inquisidores determina desengaño y oprobrio de los heresiarcas y sectarios;
ren , que será lo conveniente ) se podria variar el modo mas los pertinaces hasta la muerte, tengan castigo con
del castigo con los que, ambiciosos de morir, engaña silencio.
dos de la posteridad, vienen á hacer más daño quema A Cristo prendieron como á ladrón y facinoroso ; j
dos que vivos. Pues castigar al doméstico pertinaz en viendo san Pedro asido á Dios verdadero y manosea . ■
su error, tiene» alguna diferencia que al advenedizo y de los corchetes, cortó la oreja á uno ; y dice Tertu
enviado no á otra cosa, sino á negociar (con el escán liano : Palientia Domini in Malcho vulnérala est, j
dalo de sus sacrilegios, y la publicidad de su castigo, y sana al Fariseo , y amenaza á su valido. Obra de gres
la obstinación de su engaño) dudas en los ignorantes, legislador : padecer para que se establezca su ley, y
é ignorancias en los dudosos, y pompa á sus historias que en público no padezca quien se la contradice.
y mentiras. Y con recatarles el espectáculo sin remi Fueron á pedir alojamiento para Cristo, Juan y Die
tirles el fuego, padecen dos castigos : el de la herejía y go; no se le quisieron dar, respondieron con injuria:.
el de la intención ; y de esotra suerte solo uno, y ese le Dijeron á Cristo, celosos de su servicio, introduciéndo
desquita en su maldad la asistencia popular, y los erra se inquisidores: «Señor, deja que mandemos al fue;.'-
dos prometimientos de sus disinios y asechanzas. que baje y los queme. » Y respondió : «¿De qué espirita
Baronio, pág. 9, núm. 11: Verum clementiae obti- sois? Yo, que enseño la ley y la establezco, he deme-
net persecutionem , celant atque instar flexuosi illius rir, y esotros no,» los que la contradicen, que á es
serpentis qui ipsius animam obsidebat, ornni genere tos penas y castigos les estúu señalados, de que uo pin
machimrum ad baratrum suum miseros calidéper- dén huir.
EPISTOLARIO. 52;
Que estos malditos hercsiarcas y dogmatistas afec puitación de su santa y solamente verdadera doctrina:
ten el nombre de mártires , consta del concilio Laodi- .li ra equinimitatis fides , qui in hominis figura prupo-
cense, cap. 33, cuyo título es: De martyribus hae- suerat lalere, nihil de impatientia hornijas imitalus
reticorum : Quod omitem Christianum non oportcat esl. Hinc vel máxime, l'harisaei, Dorninum agnoscere
deserere martyres Christi et iré ad pseudomartyres , id debuiítis : patientiam hujusmodi nemo hominum ¡ier-
est haerelicorum, el Concilio previene y prohibe el sé petraret. Talia tanláque documenta quorum magnilu-
quito y el ruido que estos malditos afectan, á quien do penes «aliones quidem detreclatio fidet est, penes
llama á Deo alienatos. nos verocratio el instructio.
Y cuando no se les quiera dar el fuego (á los obstina Puede ser que yo proponga á vuecelencia- lo que en
dos y endurecidos) en secreto, no sea en la corte, don parte convenga, de tal manera, que me pese de que
de nunca ha sido, por la asistencia en ella de los emba los sucesos me acrediten. Lo conviniente será lo que
jadores de príncipes herejes, y el concurso de nacio mayores ministros ordenaren, y á lo que el entendi
nes; lo que no h;iy en Toledo. Y así menos se irritan miento y voluntad de vuecelencia didre consentimien
con el castigo, y menos se fortalecen en su error con to; pues tiene por tarea la atención á las mayores
el espectáculo; y cuando lo sepan es diferente la efica conveniencias de la corona de España y del estado de
cia <]'• la relación á la de la vista. nuestra sagrada religión, que nunca pueden ser dife
Esto es el medio que se ha observado, sospecho por rentes. Dé Dios á vuecelencia en todo los aciertos que
esta causa ; que, á mí, único ine parece el del castigo y desea para el servicio de su majestad , y larga vida con
fuego secreto : pues se excusa que su apatía ó su ente buena salud, como yo deseo, y hemos menester sus
reza ó su obstinación no desasosiegue á los ignorantes, criados. De Madrid, á 9 de julio de 1624.
y que los que les siguen no busquen sus cenizas, como
se vio en Benito Ferrer, y que los ladrones dijesen que
era el que habia resucitado, y otras cosas de gran ries CARTA XXVU.
go y desacato á la religión y al ejemplo.
Vulgar es el ejemplo de san Ambrosio y el Empera Don Lorenzo van der Ilamnicn y León, vicario de Jubiles, á don
Francisco de Quevedo Villegas, caballero de la orden de San
dor, en razón de haber entrado á oir misa dentro de tiago, señor de la villa de la Torre de Juan Abad, (a)
las rejas del altar y pisado las gradas. Sacóle el Pontífice
dellas , diciéndole que era diferente la púrpura impe Ese librillo, escrito con la brevedad que vuesamer-
rial que la vestidura del sacerdote; que le desembara ced sabe, le r#nito, para que me diga lo que siente del,
zase el altará él y á su ministro. Esto llamaron comu como aquelque tan acertada elección y censura lieneen
nión laica, cosa pocas veces examinada ; y en su de todo ; pues si aquellos qui in rebus singulis exercitali
claración trai don Francisco de Mendoza, en el Concilio sunt, ii veré de operibusjudicant, et quae quibus con-
¡Uiberilano, este caso de san Ambrosio y el emperador gruant, intelligunt (i), por parecer del Estagerites,
Teodosio: Ea (inquit illc) isthine videre Ubi non li- ¿quién como vuesamerced podrá hacerlo? Pocos; por
cel, habenl in Dei templo sacerdotes, habent et laici que son raros (cual y cual) á los que naturaleza enri
locum suum. Esto prohibió en España el concilio Bra- queció en ningún tiempo con tantos dotes y adorno de
carensc I, in 6 sínodo, can. 69 : Nulli omnium (ait) tan lucidas partes, y no muchos más los que las ade
qui sit in laicorum numero, liceat intra sacrum aliare lantan como vuesamerced; pues dé suerte es esto, quo
ingredi. más parecen del arte.
Por esto conviene mucho que no haya altar en que Quien como yo conociere á vuesamerced y le comu
se celebre, sin verjas, donde con gran prohibición en nicare, quien profesare su amistad, confesará ser esto
tren solo sacerdote y acólito ; que olvidando esta cere así; y se admirará cada dia más, hallándole tan uni
monia tan respetiva al sacrificio de la misa, ya se in versal en todas materias, y tan particular en cada cien
troduce en prerogativa de caballero el tropezar con el cia ó arte, que nadie juzga sino que nació solo para
retablo g el misal : de suerte que los más estorban con la que primero toma entre las manos, ó que fué criado
desacato lo que deben atender con devoción y humil para todas. Yo 5 lo menos así lo siento siempre que ha
dad. Y restituyendo esta clausura tan debida á tan go reflexión, ó revuelvo sus muchas y varias obras, ya
gran sacramento, se conseguirá que los herejes no políticas ó poéticas, ya históricas, morales ósagradas,
puedan llegar á los altares con manos violentas, ya ó cuando le comunico; hallando entonces por verdad
que no se puede estorbar (por las paces con ellos) que queunu¿ dies hominum eruditorum plus paret quám
no entren en la iglesia, como lo mandó el concilio imperiti longissima atlas (2): aforismo de Séneca, con
Laodicense, cap. 6: Quod haeretici non permittendi quedaré fin á este sentimiento, porque no piense vue
rint ingredi in domum Dei. samerced le lisonjeo , deseoso de que alabe ese traba
Las oraciones y los sacrificios , y la enmienda de los jo; cosa que sintiera mucho.
■>eeadosque nos negociaron tan grande castigo, muy Vuelvo pues á él, y digo que lo que lleva decasa (aun
lucida demostración hacen ; y esto no hace magnífica que vuesamerced lo conocerá mejor) es haber reduci
a desesperación enfurecida deste precito. Ni ha de do á pocos pliegos de papel lo mucho que de la vida de
ser el desconsuelo y el luto por el ultraje á Dios, que don Filipe escribieron sus historiadores. La disposición
an en salvo tiene su grandeza, y su persona no aventu y traza (si bien no nueva, pues Suetonio Tranquilo, Lu
rada á la violencia y malignidad de los herejes; que cio Floro y otros la usaron, pienso fundados eu la sus-
tntes este sufrimiento de Cristo, que no se cansa de
(a) Impresa en su Don Filipe el Prudente, boja 4-'*
wdecer ni se harta de afrentas, es, como dice Tertn- (1) Arist. , lib. 10, Elhicor.
iauo en el libro de Patientia, lo que más crece la rc- íi) Séneca, ex Possidonio.
528 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
taacia de aquellas palabras de Veleyo : (I) Cúm faciliús sese feré in ipsum Solem extollit, et Platonicam ma-
cujusque rei in unum contracta specics, quúm divisa jestatem tanto sibi assequitur ímpetu, utpené divi-
temporibus , oculis animisque inhaereat) es de Pedro ni eloquii venustatem et suavitalem illi praeripert
Mateo, algún tanto mejorada. Scguíla por la adverten procul dubio vídeatur. Ea est enímbujus argumenií
cia que va al principio, y porque entendí seria imposi felicitas, ut vix praeter ipsum alius tanto potnerit in-
ble poder por anales abreviar tantos años, tan llenos de genii acumine, tantis mentís lutninibus, tantis stuilii
acaecimientos y sucesos varios en tan breve espacio, conatibus illud deníque pertractare. Assurgunt equi
sin confundirlo todo. En otro fuera primor singular cu dem dulcía verborum lenocinia, argumentorum vires
tan pequeño lienzo pintar tan al vivo las virtudes y ac e!ucescunt,praeclaraeartismonumenta ipsam semper
ciones de un tan gran sugeto ; en mí no sé lo que será. prospectant iinmortalitatem, omnetn sibi subduntob-
Hice lo que pude, aunque pienso quedé corto; porque livionem , et omnem in se temporis semper retundunt
(como observó Aquíles Boccliio, hablando de Francisco potentiam.
el Primero, rey de Francia) virtus virtutem fingere so In bis enim hujus Princípis litteris praecipuus pbi
la polest (2) losopbiae cbaracterexprimitur, et abscondilus sapien-
Vuesamerced, con todo eso, le vea le suplico; y sí tiaetypuspalamprodit.Necerat equidem imbecillium
le bailare digno de darse á la estampa, le dé el retoque et minimarum virium taututu sibi aggredi onus, et in
y última mano, ya que animado de su parecer, y lleva tantamsese immittere provincíam, ne veluti Icarus ce-
do del deseo común, tomé la pluma y continué este reís pennis elatus superbam in Solem usque atlolleu
trabajo; género de felicidad en don Filipe, semejante cursas velocitatem, ipsíus Solis radiis liquescentibos
apetito ó inclinación en proprios y extraños. Así lo sin alis in spumiferas pelagi decidat undas, et ínter Ne
tió Plinio : Vi equidem arbitror nulium est felicilatis ptunios fluctus, volantes antea lacertos in monstrer ja
specimen, quám semper omnes scire cupere qualis fuerit Nereos aranis luclam experiatur. Evolat enim Lujos
aliquis (3). Nuestro Señor guarde á vuesamerced, etc. viri raens, et Arístotelicis evecla flatibus divinos aethe-
rís pertransit recessus, altámque Solis sedem percurnl,
ita ut flammanlibus currum Solis rotis, suis propenu-
1620. nibus pertingat, Solémque ipsum absque oculorum
palpitatione iutueatur, radios contrectet, luminacii-
CARTA XXVIII. cet, flammásque ipsasvivo mentís igne depellít, de-
leat , extinguat.
Ad D. Fr.wisrum de Quevedo áureo divi Jacob! ffrqae cohoncsla- Hoc igitur argumentum, charissime Quevede, tibí
tuui, Vincenlii .Marinera Valenlini Praefalio. (o)
offero, Principen! laudatorem Solis in magna tnaeytse-
Postquam, Quevede, in varias Musarum Graecarum clarae bibliotbeca escrinia emilto, has laudes in sub'í-
elucubraciones aniínum intenderam meum, totámque mem tuarum laudum sphaeram libentissimé defero.
mentís verteram sententiam, et meorum conatuum non Tuo equidem consilio hoc opus egregium aggressus fui,
tenues impenderam labores, praecipuo praesertim stu- tuo auspicio absolví, tuo nomine perfeci, et tuo dentina
dioin illudopusexarsi,quod Julianus Caesar, virqui- omine in ultimara mearum cogitationum metam peuí-
dem, meo judicio, ingeniosissímuseteloquentissímus, tus tradidi. Audax equidem hoc munus tibí sacrare stn-
in laudes Solis composuit, quas tanto arlis apparatu dui, non autem impudens, non improbus, non teme-
constituit, et tanta Graecae facundiae concinnitate il- rarius mentís meae tenuitatem, Ubi, tanto viro mani-
lustrat, ut pené omnes arcanos ántiquae pbilosopbiae festarem : nam cüm plañe existimem id quod in iota
exbauriat gurgites, et torrenti quodam ilumine cie mundi machina praecipuum est, nempe Solem, etab
gan tiae per varios doctrinae campos, et virídantia phi- totíus Imperii Principe laudatum, ad te, qui in Hispana
losopborum, et rbetorum prata illos derivet, illos im- orbe et ingeníi, et litterarum praestantia, et famae
mittat, illos effundat. Quodam enim naturae strepitu magnitudine, etsanguinis nobilitate primas tenes par
tes, emittere, nihil plané rae arbitror efficere absur-
(1) Vrllcj. Patero., lib. 1, pag. 16. dum, nihil non nirairum rationi consentaneurn , cüo¡
(2) Achiles Boccbius Bonon. Symliolicar. quaett., lib. 1. tantum et tam eximium opus ¡n te similem sibi babtit
(3) Plin.,lib. 35, cap. 2.
(o) Miani Caetaris in Regen Solem ad Saluttium Panegyricut; locum, aequalem nanciscatur sedem, et debilum pa-
traducción de Vicente Mariner, Madrid, 1623. rémque suscipiat terminura.
Vicente ilanner de Alagan, hombre de erudición pasmosa y cla Possum equidem controversíara alíquam consti-
ro ingenio, nació en Valencia y fué honor de aquella universidad. tuere inter rae, qui offero hoc opus ; ínter te, cui bot
Dueño de las lenguas griega y latina , y en esta ultima fecundo
hasta la maravilla, y felicísimo poeta, hacia trescientos versos, de opusofferlur ; inter Caesarem, qui ipsum composuit;
un rasgo, sin la menor fatiga. Profundo filosofo, insigne escritu et denique inter Solem, qui huic operi raateriam praa-
rario, elocuente orador, contaba por amigos i todos los doctos. buit. Si hanc etenim, sicuti dixi, controversiam con-
Prefecto de la real biblioteca del Kscorial. escribió tanto allf, que,
según él mismo, se acercaban sus borradores, de letra muy meti
stituo, quamvis variis disceptetur rationibus, et mul
da, a cuatrocientas manos de papel. Perdióle el mismo aprecio de to ferveat cerlamine quaestio, certa tamen omnium
los subios y la envidia que engendraban su talento y erudición. manet solutio, sitie ambiguilate veritas, sine dubt-
Quedaron estos sin recompensa á vista de la corte de España ; y tatione et cavillatione conclusio. Vis igitur id tacüé
lo más que pudo conseguir Mariner fué una corla dignidad de te
sorero en la colegial de Ampúrias, obispado de Gerona, con lo perspicere? perspice. Primüm, Sol est cui lioc opas
cual no pudo sacar i luz sus obras mis importantes. Este, que debetur: Solem, et Graeci et Latíni Apollinem vocauí:
puede llamarse el Tostado valenciano, murió en Madrid afio de Apollo equidem Musarum pater est : Musas, quis dubi-
1636, y se enterró en el convento de los Trinitarios descaíaos,
donde quedaron sus manuscritos. El Índice de sus obras conoci tatesse poétarura sórores? Quis ergo non fatebitur ü
das comprende sesenta y ocho artículos. Solis esse alumnuiu, cüm sis Apolüüis filius, aam ira
EPISTOLARIO. 849
Jlusarnm prorsus es, quas et carmine refers, et in
dio hnitaris, et litteris sequeris, et lepore manífes- CARTA XXIX.
. Rursus Juliani Cacsaris opus est istud, qui primüm
D. Franciseus de Qnevedo Villegas Vinccntio Marincrio
Imperio Romano et in totius orbis sceptro tenuil Valentino, S. P. D. («)
Hit: similietiam ratione inter poétarura principes,
Iwc Musarnm et litterarum imperio, in hoc equi- Cum in me politioris litteraturae affectus existat, ct
n tlivinariim cogitationum aetliere, tu solus es Sol, in te labore ¡nfatigabili et studio felici effectus repe-
solus Princeps, caput, lmperator, numen. Demum si rialur; qui solus Graecorum non rivulos eloquentiae,
meuin liunc conatum oculos vertis, omnia qnám sed immensum Oceanum exbauris, etebibis, ideó pla
íillima conspicies et Solis, et Caesaris, et tuae ína- né tu Hispaniae superbia, in quo uno doctissimorum
ludini. f virorum bujus saeculi, qui nunquam satis pro dipú
Ion autem me ita mine extollam, ut putem digi— tate laudati sunt, sine felle, sine fuco, calliolicam et
Solem atlingere, vel existimem cum Caesare me elegantem facundiam , et linguarum peritiam non
fnrre, vcl tándem audeam me tibi parem, aliísque aeqiíatam ; sed superatam, non sine invidia, et ideé
ililer aliquo pacto constituere. Sed audi magni non sine gloria conspicimus. Scripta tua numerare in
liAlexandriMaeedonum Regis et totius mundi Mo me labor bonestus, in te vero aeternum tui nominis
dule responsum, quando interrogatus, quid po- praeconium erit. Plus tibi se deberé fatetur Romani
i sibi eligere vellet, si tándem natura electianis nominis honor , quain plurimis praeterili saeculi prae-
luiii et mnnus saltem praebuerit : an ut fucrit slautissimis viris, gravissimísque poetis et pbilosopbis.
tiles, quem tuba Homeri per totum personuit mun- Hi enim aliquo carmine, imitatione, vel fábula, d¡-
1; aut Homerus, qui ingenii claritate, tanquam vitias Latinae linguae incremento quodum exornave-
;gio divinae Famae tubae praecone per totum ter- runt. Tu, mi Marineri, totos Graecae linguae thesau-
un orbem aeteinitatis quibusdam alisiniriücus sem- ros antiquitate venerabiles, mole et magnitudinc
ragalur. Dixit se fucilé principem esse eligere, si inaccessibiles, difGcullatum tenebris involntos, tam
iraesset conseqnuturus Famae tubam , quantam caeca noctis calígine submersos, et jam penéoblivio-
iles felicissimus et potentissimus in Homero elo- nis inertia et maliguitate sepultos, diserto cálamo
nlissimo et sapientissimo invenit. Nam in bis alius eruis, et
aeternitatem consequitur, alius alium in immorta- Ipse facis volitare per ora tiríim ,
nominismagnitudinem injecit. Vides jam tantum Hoc «pus, hic labor e¡l pauci, quo» aequus amavil
Juppiler, aut ardens exezit ad aethera virtut.
ci|iem, scriptorem laudum Acbilis summis in de-
habuisse, illíque tantum invidisse ingenii splen- Sed insidiosa bujus temporis quies, etpigrae vi tac
:m, utquasi se dignum , illum accipere tanquam oblivio meritas tibi laudes invidiae vorágine , quasi
wmem non erubesceret : et si boc consequi non tetro carcere occluserunt. Sed nibil miror cüm tam
sel, vatisillius saltem induisse personam.Jamnunc insolens sit humanarum rerum fastidium , ut bi qui
alconclnsio, quá tota baec controversia solvitur, plebejam animam servant, sepulcbris, non virtutibus
icontroversiam haecvocari poterant , dum tibi ita laudes trihuant. Viduo pede ambulant melioris notae
lia stint paria, ut Acliili Homerus, ut Soli Julianos, viri , et eruditorum omnis vita illaudata jacet. Ego non
Alexandro Fama. Si autem controversia ble dari pberetri postbumum encomium differam, pigro animo,
staliqua, in mesolumktaincidit, quidispariqui- infirmáque mente nec tburisdamnati panegyricamcom-
i robore totam Solis macbinam et fragilibus qui- mendationem, sed praeviam laudem ingenuo fatebor,
i liuineris volui suslinére. Non enim ita arroganti ut cuín noslro Martiale dicere possimus :
i animo, ut parem Soli, vel Caesari, vel tibi me Cineri gloria ¡era venit.
latorem adbibeam, nec ita tanto animi superbio Posl le vkturae, per te quoque tivere chartae
Incipiant.
iré, ut locum mibi asciscere studeam, quem pauci
!,vel nullus nunc implére probé, et oceupare possit. Et alibi: f
loe solurn autem facilé proíiteor, me primíim boc Quodque cinispaueis, hoc Ubi vita dedil,
islalinilate donasse, quod vel omnia adliuc deter- Sum autem ex bis qui mirer antiquos, non tamen ut
l ingenia, uli id plané Carolus Cantoclarus conce- quídam lemporiim nostrorum ingenia despicio , sume
, el doctissimus Dionysius Petavius non inficiatur. superbiam qnaesitam meritis, qui virHispauus es, et
enim librariorum vitio corruptissimum , typorum litterarum mystes religiosissímus, et qui in uno Duce
idisfoedum, et in aliquibus locis tanta in consequu- excellentissimo Lermae extremam etsacram, ut ajunt,
ie mutilum, ut ipso Solé bic opus sit, qui lucem bis anchoram tuae felícitatis fixisti. Quantus vir sit ille ju-
ebeatobscuritatibus, suámque bis addat mendis fa- venis, et qualis Princeps, quisexprimel? Audi calami-
1, et omnes prorsus vetustatis tenebras depellat. talum, curarum, et procellao vocem, quanta facundia
ied haec omnia tuo nomine, aeternam nominis clari- de illo loquuntur infnndae sortis clades. Spero equi-
sm facilé sument. Quare nibil quidem dubium est, dem, utqui suam vicit fortunan), et tuam vincet, et
bsque controversia aliqua manifestum tibi mérito tune Vincenti dabitur corona. Novitille tuus Princeps
>m opus, qnod ille, qui est Caesar composuit, cui doctorutn scripta veneran, et doctos amplecli, etfo-
. qui est astrorum princeps, est tota propositi ar- vere.
"lenti facultas, et quod ego tanquam tantae maje- Pausam fació. Scribe , scribe , nec me consilii, nec
lis praeco instrepenti vocum clamore, et clamanti te obsequii poenitebit. Detractorum dentes contC'
«rarum laude, et consona Musarum praedicatione in
dimitió, tibí voveo, tibi consecro. Dixi. (a) En el mismo libro que la carta precedente.
Q-n. 34
530 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QTJEVEDO VILLEGAS.
re etungues, ct privalns homo exiguo foco contcn- Noiinulli dialogi carmine elegiaco inlertexti.
tus FIlivíu Clnudio Juliano Impiratori mnjeslateni tri— Juliani Caesaris Panegyricus in encomium Solis.
hite, etsuuiii de Rpge Solelibellum ¡Ilustra. Sol omni- , Et alia quorum modo non memini. Si hibor igilar
bus lucet, lu soliis Soli et ómnibus, lauto mnjor, i improhus omnia vwicit , labor probus et improlnis pro-
qnuiiLo piaestantior. De Solé Maro ilivinus sic loqui- i bi et eruditi viri Vincenti quid non vincell lnsnr^n-
tur, et divino furore afflatus, toliseloqueiitiae suae vi- bilis conatus erit voliiminum tuorum molem oculoma
ribusin linee verba prompit : acie percui rere, mente perpendere, et cálamo exanr?,
Sol, qni terrarum /lamíais opera omitía lustrtt. quod tibí uní concessum est, qui sermonem liabes um
Tu, mi Marinen, opernm tuoruin voluinine parvo", et publici saporis, etquod rarissimum esl, amas bonasí
omninm minimo, opera omniaSolis lustras etdetegis. mentem. Vale nostri memor. ldibus Aprilis, Madiiú,
Et ad hoc ut innotescant labores tui ingenii, placel anno ¿625.
lúe ascribere studiorum tuornm parlns, in qno non
quae audivt refero, sed quae vidi profero. Sunt igitur 1626.
liiijiisinnili :
Mas Homeri carmine hexámetro versa, et ejus sclio- CAUTA XXX.
liasles Enstatbins. A don Juan Adán de la Parra, (s)
Odyssea Homeri, et Batrachomyomachia, et omnes
Hymni carmine hexámetro versi, etsimiliter Odysseae Mucho me extrañara, amigo Parra, de vuestra desnu
scholiastes Eustatliius. dez, si no se me acordara de que sois Adán. Mas, país-
Apollonii Rliodii Argonautica carmine hexámetro to que venis despojado y con las vergüenzas al aine,
versa, et ejus etiam scholiastes, quod opus nunc excu- que vale tanto como desvergonzado, á guisa de pta
ditur Antuerpiae.
Scholiastes Pindari. (o) Copia que me ha facilitado el sefior don Basilio Setesfa
Scholiastes Soplioi'lis. Castellanos, de una que me asegura hizo por el urigioaldoo Pe
dro de Castañeda , caballero de Santiago y prior de Santa í«m
Scholiastes Euripidis. de Junqueras, en Barcelona. Hallo, sin embargo, en eMt ¡u.-<l
Hesiodi opera omnia carmine hexámetro versa, cum tales visos de contrahecho, que sobremanera me drsplarr. li
suis scboliaslis. dio de él imprimió ya mi amigo en el tomo ti de so. Qcsviao, pa
Lycophronis Alexandra carmine hexámetro versa, et gina 594.
Vengamos a decir algo del sujeto a quien va dirigiJa liorta.
scholiastes ejus. Don Juan Adán de la Parra, natural de Madrid , atoí»i> ¿el
Tlieocriti, Mosclii, Bionis Eidyllia carmine hexáme consejo de Inquisición de Toledo, y después, porUsitói»
tro versa bucólico, eteorum scholiaslac. 1610, inquisidor ordinario en su patria, fué hombre mi-te? ¡e
genio desenfadado. Publicó, en los anos de 1G33 j 3i, i« listas
£/HsfofaeTheophylactiarchiep¡seopiBii!gariae, ver- de materia concerniente al Santo OBcio ; un papel a Suntt •.*■
sap, qnae excusae sunt Coloniae, tomo xv Bibliothe- viembre de 1640 respondiendo a la Proclamación catata de '.ss
cne Sanclorum Patrum. concelleres catalanes; en 1612 el Apologético contra elrtküti
Epistolae Philostrati. tirano Bergama ; y una obra intitulada Pro pace facieiii.
Entendió en la averiguación que hiio el tribunal de ia fe S4bt
Cosmojrop/u'a JohannisThomaeGazaei carmine he correspondencias de los judíos en Portugal con los de ludas j
xámetro versa. Holanda poco antes del levantamiento de aquel reino.
Panegyricus Graecus Georgii Prechthi carmine he Pero a fines de 164J, séase por haber hablado con impruiests
franqueza de algún secreto del Tribunal, séase por estar eD cs-
xámetro versus. municacion continua con QuEveno, fué llevado preso lambía i
Scholia Didymi in litada Homeri. León y no alcanzó libertad hasta junio de 1043, juntamente cea
Scholia Didymi in Odysseam Homeri. su amigo, entrando los dos unidos en la corte a mediados de
aquel mes. Enviáronle de inquisidor a Logroño, y cuando ten
Epistolae divi Isidori Pelusiotae. mayores esperanzas de volver i su antigua plaza de Madrid, fa
Opera Ausiae Marcbi carmine elegiaco versa 6 ver lleció por abril de 1644.
náculo Valentino eloquio. Es cuento sin apoyo ninguno lo que refiere Valladares n¡ el
Porphyrii Quaestiones Homericae. primer tomo de su Semanario erudito, de haber hecho el üredf-
Duque asesinar a este caballero una noche junto a San Felipe fl
Porpliyrii libellus de Antro Nympharum. Real, en la calle Mayor, vengándose de cierto romance que 4k«j
Johannis Curopalatae Historia Romanorum. escribió coatra él , y comienza :
Omnia opera Graeca Danielis Hcinsii. Un conde y una condesa
Juliani Caesaris opus de Regno. (A la que él esta sujeto.
Siendo asi que hace temblar
Varia epigiaminnta Anthologiae Graecae, inter quae . Su crueldad al universo]
opiisilluil cstPauli Silentiarii cíe Balncis calidis. Sin embargo, el propio Valladares publicó (en la misma obral
Ensebii Caesariensis opus de Martyribus. los Arisos de don José de Petlicer, donde bay puntuales y «pra
deras noticias sobre los últimos años y muerte de Adas d* ii
Epigrammala Graeca et Latina supra sex toille, quae Parra, que dejan en blanco la falsa y novelesca del primer toa-j.
facelissiina quidem sunt, et lepidissima. En el cual también se Ice que perecieron muchas obras de este
Elpgiae quamplurimae. caballero por un incendio, y que solo se conservan : Aeadrus
Hymni multi. de vicios—España difunta, y remedio para ene resucite, poema se-
róico.— Diálogo entre Teófilo y Aurelio, sobre la teneracun coa pf
Dissertationes philosophkae novem. íí debe asistir en los Umplos.-X los hechos del conde Blas j i
Panegytici ocio carmine hexámetro elaborati, quo condesa Tarima, sátira contra el privado.
rum tres sunt excusi tum soluta oratione quatuor. La que parece ocasionó su destierro y prisiones fué una tea-
Orationes Latinae variae. na vulgarizada cuanío fué admitido entre los inquisidores d
contador, receptor del consejo de Hacienda y cseribaBo m>'«
Bumachopaegnion, quod est, Tauriludium carmine del reino, Manuel Corlizos de Villasante. Era esta honra pira»
hexámetro compositiim. de haber prestado sin hipoteca aleuna a la reina gobernad.*
Fábula Phaeihontis carmine hexámetro congesta. Isabel de Boiben , por agoslo de 1642, ochocientos mil escasa
EPISTOLARIO. 531
con hambre 6 de cabra en hornillo , debo aconsejares Volviendo á vuestra carta, nnda me extraña del su
uséis de vos mismo para cubriros ; no sea que al salir ceso de los Fl.nnquines, que son coches ó cocheros de
del paraíso seáis azotado, no por ángeles, como aquel Venus de la villa ; y en cuanto á ellos, os diré que ayer
nuestro pariente, sino por diablos cortesanos de los que tropecé yo en ese pecado. Tomamos un coche del buen
en mortero de zánganos zumban á la oreja del amo ó Flanquin, tan flamenco como su amo, disfrazado con
de su bufón, que es lo mismo. camisa, armas de un gran señor fabuloso para mí y
Leí vuestra lilípica sin careta, y á fe que os explicáis para todos; y haciendo del grande, me dirigí A mi di
como un Séneca. Mas no os aconsejo la echéis á volar minuta persona, que me recibió como'á quien de coche
sin faldas, porque os habéis retratado en ella de tal bajaba. Decir cuanto allí pasó seria deleitarme y no sa
modo, que no habrá puta real que no os señale con el tisfaceros; y como no sea bien pasar el queso por las
dedo , ni galgo palaciego que no os olfatee. La verdad mientes sin dar un bocado, solóos diré (volviendo á mi
desnuda, amigo Parra, es pan y turrón para los buenos, propósito, si creí que le hice) que mi señora me pidió
pero se cambia en dogal para los malos; y así, que si coche para la calle Mayor, y no sé qué fregado decente,
los míos la buscan, los más Ja huyen, y afilan las pon y que yo no pude negarle menos á la que es maestra
zoñosas armas de la traición para asesinarla. Yo, que dellos. La ofrecí coche flamenco para sus antojos; que
no soy más cuerdo que vos cuando de verdades se tra para tales no hay cosa de mejor satisfacción que los ta
ta, me hallo mal parado con esta madrastra, que siem les barcos de Plulon. No podéis figuraros lo que rueda
pre paga mal á sus hijos, pues que da armas á sus ene el pecado en ellos : doncella sube por una ventana,
migos para que los asesinen. que con solo pasar por el carruaje sale madre en vís
Mirad bien, Parra, que el de es pájaro con alas peras por la otra : habiendo dejado caer la flor de su
de águila , y que puede comeros el fruto antes de ma capullo, cambíala por nueve meses de retortijones, al-
durar, para que os corten por el tronco; si es que no gunosdias deangustia y no pocas horas de alaridos, que
os guarda para que invernéis en la carbonera de San i esto da lugar la risa de un instante. Pero en retorno
to Domingo, que es santo á quien gustaron los chichar aquel coche da al César productos feraces, al mundo
rones. Y como os tome por su cuenta , habéis de ha pimpollos que produzcan frutos, verduras sin cuento,
cer la fiesta en la plaza Mayor, mártir de la verdad. y carne al infierno. Por este lado estos coches son tan
Se me alcanza, á pesar de mi corto brazo, que podrían útiles á la república como perjudicialesá la moral; más,
vestirmejor á la Condesa, aun cuando desnudasen más pues que son necesarios, dejemos rodar con su buena
al Conde, porque es señora; y aunque ella se descubre, ventura estos depósitos de placeres presentes y de pe
no es bueno que enseñe más por vos que por ella, no sares futuros, que acaso algún dia necesitemos acelerar
importando que él vaya en cueros, que al fin es más el paso de la vida en ellos; y máxime yo, que los tengo
conocido y no necesita para nada el embozo. tan de cerca, que no pasando ninguno en mi humilde
El de Lerma no os perdonará la búrlela , y yo tam carreta, soy mas envidioso de las escenas que algunas
poco, qne respeto á los amigos; y asi, os suplico que, si veces veo, que contentadizo de mi continencia.
no por él, por mí, pasen sus virtudes al de Olivar, que
al fin es árbol de fruto más aceitoso y manchadizo.
Baste de consejos, y perdonad si mi inocencia anda ex CARTA XXXI. *
traviada; que esta es fruta común y sueldo comente Del licenciado don Rodrigo Caro, (a)
de todos tiempos. Quisiera escribir á vuesamerced una cumplida y
diestra relación de la inundación desta ciudad, en que
para el Iley, que en Zaragoza estiba haciendo gnerr» a los cata- me hallo como testigo de vista al tiempo deste mise
lines. Dice asi el epigrama: rable suceso; y pienso que por otro camino tendrá
Por la monja al desafío vuesamerced noticia del. Deseo yo por mi parte cum
Salió el Justn-ia mayor
Con Conlrcras. ¡Qué valor. plir mis obligaciones, y en esta desconfio de poderlo
Digno de on morisco briol hacer; porque aunque há diez y ocho días que se pa
Uno y olro lo judío
Desmienten con esta acción; dece con el agua del rio y la del cielo, que por todas
No es muy grande el milagroo, parles combaten la miserable Sevilla, afligida con las
Pues con áureos bebedizos
Se han purgado los cortizos timosos sucesos,— todavía se continúan los misinos, y
En la santa Inquisición. segunda vez tiene el rio á las puertas; y así, no podrá
uega haciendo una especie de diminutivo de corlo; y los corthos, ser diestra la relación de tantos azares, ni cumplida la
uiere decir, los hombres miserables , haladles , gentes vulgares. que le fallan tantos por decir.
Pero algunos apasionados amigosdel adinerado escribano ecba-
on i volar esta respuesta: Comenzó á llover lunes 19 de enero,y fué prosiguien
Salga Adán del Parafso, do no con mucho rigor hasta el viernes 23, y en la no
Pues con lengua disoluta che, que llovió toda sin cesar con recio viento : con lo
Prca en la vedada fruta cual, y nieves derretidas de las sierras, creció Guadal
Que tanto ensalzar Dios quiso.
No es el castigo indeciso quivir; y dia sábado, 24, ya estaba en las murallas de
Con quien Unto se deslengua.
Que es de la justicia mengua ; (a) El borrador original existe al fól. 222 de nn códice en l.*
Pues es tan maldita, en suma,
Su lengua como su pluma, que se intitula Tratados de erudición, de varios autores, propio
Su pluma como su lengua. de mi amigo el señor don Serain Estébanez Calderón, a quien
debo haberle disfrutado.
CBtblioteea Nacional, M.1S2, fól.247; M, 145, fól. iOQ. -Coid*
En los tristes días que fueron asnnto de la carta del insigne
el Conde-Duque, de autor incierto.—Pellicer, Avisos.- non Nico- anticuario y gran poeta, autor verdadero de la oda A ¡asninas de
is Antonio. — Baena.ffiM de Madrid. — Valladares, Semanario Itálica, compuso Arguyo su magnllico soneto al Guadalquivir:
rudíto.— Castellanos, Otros de Quctcüo.)
Td, a quien ofrece el apartado polo.
532 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
la ciudad, y muy extendido fuera de sus riberas. Ya prados de Santa Justa; y juntándose con el arroto Ti
los husillos (que son los desaguaderos de la ciudad) garete, inundó toda la parroquia de San Hoqiii>»wi
esiaban tapados y prevenidos; cerráronse y calafetea- , muros, anegó el convento de S.in Agustín, barrad
ron se las pupilas que miran al rio, desde la del Alme la Calzada y parroquia de San Bernardo, en qneb
nilla hasta el postigo del Aceite y Carbón, junto á la más de seiscientas casas, hasta volverse á juntar ¡i
tone ilel Oro. puerta de Jerez; dejando anegados todos los ttiní
Nudebióde ser esto con la prevención y vigilancia que dos campos de Tablada, con el convento de San Dita
tan poderoso enemigo liabia menester : y así, el sábado San Sebastian y barrio de San Tolmo.
dicho , á media noche, creciendo soberbiamente, aco Por la otra banda del rio quedó Triana del todo»
metió á las murallas y puertas de la ciudad , y hallando gada, y en ella su gran parroquia de Santa Au,l
la del Arenal con flaco reparo, la rompió, y entró con cuya iglesia, que es lo más alto desta población,;^
gran Ímpetu en la ciudad ; y sin dar lugar á que nadie el agua hasta el altar mayor; y se anegaron elo«til
ó muy poca gente se pusiese en salvo, anegó cuanto i de la Inquisición, las monjas y frailes déla Vitoria, I
hay desde la puerta de Jerez hasta la de Macarena , en Remedios y otros hospitales é iglesias, con más tira
que se comprehenden las parroquias siguientes: la mil casas. No se vio tierra descubierta desde lis Uii
iglesia Mayor, la Madalena, San Miguel, San Andrés, del cerro deCaslilleja hasta la torre de diarios ma
S:in Martin, San Vicente, San Lorenzo, Oinnium San- de legua y media, en que se anegaron muclias I
clorum, San Juan de la Palma, con las comunidades y tas, casas de placer, quintas, heredades, corlijos.i
conventos de Mase Rodrigo, San Francisco, San Buena todo lo cual no se parecía más que las cumbre.
ventura, el Ángel de la Guarda, Niñas déla dotrina, hos Piscium et summa gemís haesit uta».
pital del Espíritu Sílnto, San Joscf, San Pablo, la Merced, Nota quae sedes fuera! columba ;
el Carmen, San Antonio, San Hermenegildo, Seminario Et supcrjeclo paviise nalanat
inglés, Seminario irlandés., colegio de la Concepción, áequore tácete.
la Asunción, monjas de Belén, Monte Sion, Santa Cla Llegó el agua por la parte del Almenilla, ion k*
ra, San Clemente, La Real, Santa Ana, la Pasión, San que en ella está , más de una vara de medir, de
ta María de Gracia , Concepción de San Migue) , las Re jamás se ha visto; y aquí dicen estuvo escrito ni
cogidas. Y con estas iglesias, parroquias y conventos, cinto: «Sevilla, ¡ayde tí, cuando el agua llegan a
más de ocho mil casas, con tanta abundancia de agua, Fué terrible la confusión que amaneció el k
que de ninguna se pudo salir sino en barco, porque la conversión de san Pablo, que fué el domingí .
que menos agua tenia pasaba de un estado, y en mu mes. Porque en las parroquias inundadas seces
chas llegaba hasta las ventanas. el Santísimo Sacramento, despojáronse los altes,
No es posible decir lo que esta noche pasó en Sevilla ; ampararon los religiosos sus conventos, safea
y todas las descripciones y encarecimientos serán muy monjas de sus clausuras, andaban cuadrillas d«
coitos, porque los que se escaparon huyendo iban dan por la parte de ciudad que quedó por anegar, b net
do voces por las calles : «¡Que se aniega la ciudad , que do los padres á los hijos, y las mujeres sus msnd-ii;
se aniega la ciudad ! » y los que quedaban en las casas, deudos, que con la turbación y tinieblas oo ra*
viéndose sin remedio, daban voces, sin haber quien Ya habian entrado muchos barcos en la ciudad, ;q
los oyese ó socorriese, porque cada uno entendía en ellos iban socorriendo á los que más dineros o m»(|
ver si se podía salvar. Sonaba el viento furiosamente ligro tenian; en lo cual se vio una bál'lwra .-;;
y el agua, y las campanas de las parroquias, que toca que sola la cudicía pudo cometer, y yo la referir^
ban llamando socorro ó plegaria; y redoblando el vien por cosa que se ha dicho públicamente en los p'A
to los alaridos de tanta gente que padecía, en la oscuri que algunos ministros de justicia, concertina f
dad y tristeza de la noche , todo junto formaba un los barqueros por cien reales en un dia, se
espantoso y confuso sonido, que parecía alguna pre ellos todo lo demás que se ganaba ó hurtaba; y »
vención del juicio final. dian cien reales por una persona, y por ana famtJ
No acometió solo el rio por la parte más vecina. Pero nientos; y en dejando solas los vecinos las «s*
sobrando el agua por cerca de San Jerónimo, acometió entraban á robar ; y que tes colchones que sacate
al hospital de la Sangre , anegó y derribó muchas ca tapar los husillos se los llevaron á sus caías, ¡ -
sas fuera de la puerta de Macarena, por la cual no en que eran menester veinte, hurtaron y sacaron i
tró por haberla los vecinos prevenido y calafeteado; cantidad. Y estos tales, que merecían toros de f"
pero entróse por la puerta Nueva, ayudan* á anegar pretenderán garnachas. Pero no querrá Dios, o¡u
muchos barrios de aquella parte; y encanalándose por justo y justiciero, que esto quede sin debido o¿
cerca de la muralla que mira al oriente, corrió furiosa sabida la verdad.
mente, y entrándose por algunos husillos y puertas Como el caso fué repentino, y tantas atahonas? I
mal prevenidas, anególas parroquias de San Julián y nos se anegaron, y no había pan preveuidoei)l>;
Santa Lucía, y la calle del Sol, con todas sus perte dad, llegó este dia á valer la hogaza i tres y cj
nencias, en que inundaría más de otras dos mil casas. reales, y no se hallaba. Cayeron con la contim*
Acometió á la puerta del Sol , que aquella hora la vela- del agua muchas casas, en más cantidad de *;.-
han los vecinos, y así no entró. Salieron los frailes de la tas, en las cuales perecieron muchas almas, ("'."
Santísima Trinidad en procesión con el Santísimo Sa mero no se sabe. Llevóse el rio y corrompió ¡j J
cramento, temiendo que se anegaba todo el mundo; y yor parte de la mercadería de las Indias, que &
rclieren los religiosos que respetó el agua á su Autor y tendida en el arenal , desde la torre del Oro 1
no entró en su conveulo. Mas inundó lodo¿ aquello! puente de Triana, corambre, palo de Brasil ju*
EPISTOLARIO. 633
peche, cajones de añil y azúcar, tablas de FUÍndes, ma cuatro ventanas déla torre; y esto ha sido por dos ve
dera de toda suerte, los almacenes de aceite, las bo ces: en la primera cesó el aire que furiosamente cor
degas de vino de Triana y su vega ; ahogó infinito ga ría, y bajó el río más de dos varas, y por luego serenó
nadlo, mayor y menor, de las dos islas; muchas cabal el tiempo; en la segunda vez que le sacaron á la mis
gaduras de servicio en las posadas y casas de la ciudad. ma torre, fué cosa también maravillosa, que estando
Viéronse casos muy lastimosos y extraordinarios : pa en una ventana exorcizando la tempestad según el ri
rieron dos mujeres, ó malparieron, en la santa iglesia tual romano antiguo, llegando el preste á decir aque
Mayor; y otras dos en el colegio de los frailes vitorios; llas palabras, Apjiareat arcus tuus in nubibus coeli, al
que allí se habían recogido. Pescáronse anguillas y al punto pareció el arco en el cíelo á la misma parte del
bures en algunas calles; viéronse los ratones y los ga exorcismo, y por luego serenó; aunque después acá
tos juntos en los tejados y azuleas, sin ofenderse unos ha vuelto lodos los diasá llover porfíadisimainente, y
á otros arrojábanse las doncellas y señoras á los bar salir segunda vez el rio , sin haberse desanegado la ciu
cos desde las ventanas y terrados, sin respeto á que dad, antes crece el agua cada día y la aflicción y las
les viesen sus carnes, y otras daban voces pidiendo de plegarias, y todos repiten : Salvum me fac, Deus, quo-
comer, llamando los barcos que las socorriesen.—Era niam intraverunt aquae usque ad animam meam. La
cosa lastimosísima mirar la ciudad inundada, desde la miserable plebe anda todavía desalojada, y no tiene más
muralla, viendo las casas solas y abiertas, aullando en refugio que los templos y la misericordia del pueblo.
ellas los perros tristemente, y otras caídas encima de Muchos echan maldiciones al Asistente y á los veinti
sus habitadores; por la ciudad temblando las que esta cuatros, parcciéndoles que su descuido ha causado tan
ban en pié, yamenazando ruina: yasí, no hay calle que to mal ; otros, más sufridos, acreditan con su pacien
no esté espesada de gruesos puntales, y no bastan los cia la fábula de Oeucalion, mostrando ser de piedra
materiales ni los oficiules á reparar las que se van ca después de tan gran diluvio. Hay quien aprecie el da
yendo. Los navios de la ribera de Guadalquivir vara ño en más de cinco millones; los que mej ir cuentan
ron lejos del rio en tierra, y allí están. dicen que no fuera muy grande si se pudiera contar.
En tan grande desventura ha habido algunos alivios, Los más mirados, y que alargan la vista á lo futuro , no
que la piedad del pueblo sevillano (que es ejemplo de sienten tanto este daño universal por castigo presento
los siglos en piedad y magnificencia) ha dado á la mi como por monstruo y prodigio de lo por venir. Han
serable plebe. Yasí, luego que amaneció el domingo, 25 desamparado muchas familias y casas á Sevilla, y cada
de enero, los señores prebendados de la santa Iglesia, día salen de la ciudad vecinos á otras partes, y todavía
repartidos en barcos, anduvieron á todas partes, sa se temen mayores daños. Dios nos mire con ojos de
cando gente, y dando pan á los que no podian salir; y piedad, y se acuerde de su pueblo, y á vucsainerced
esto continuaron muchos días, sustentando innumera dé la salud que deseo. Sevilla y febrero 10 de 1626.—
ble gente anegada y que se había recogido en la santa Licenciado Rodrigo Caro.
Iglesia. Y tras de estos señores, siguieron su ejemplo los
señorescondede la Puebla, conde de Palma, marqués
de Molina, marqués deVilla-Munrique, don Lúeas Pílle 1627.
lo, don Francisco de Lugo, don Fernando Melgarejo,
reiiiticualros; los padres del colegio de San Hermene- CARTA XXXII.
:¡l(Jo, los de la casa profesa de la Compañía de Jesns, A personaje desconocido. (<)
os señores Regente y oidores, y otros muchos caballe
as y mercaderes; y hubo uno que pidió que le diesen Como si ignorara cuan fuera está de su albedrío
loce Laicos, porque quería gastar treinta mil ducados quien tiene pleitos, ofrezco acompañarle en esa siena.
•n dar de comer al pueblo. Este se dice Tomás Manara, Yo padezco los milagros déla trampa, pues siendo la
|ne bien merece escribirse su nomine y saberse su
>¡etla<1. No fué menor la de los pueblos circunvecinos, («1 Escrita en octubre. Publicóse por vei primera, aBo de 1845,
pie sabido el aprieto y aflicción de la ciudad, enviaron en la edición ilustrada con grabados por artistas espafloles, que
liiiu don Vicente Caslclló, lomo iv, pág. 5iU. Un manu-cnto del
iiGnita cantidad de pan; y fué misericordia de nues- señor Duran, otro de los hijos del señor Alonso y López No-
ro Señor que quedase una puente descubierta que está vés y otro de la Biblioteca Nacional, Jl, i7tt, ful. 236, me han
la puerta de la Carne, para que por allí se socorriese sen ido para lijar el teito.
entrasen bastimentos: en que se señalaron Utrera, El cardenal don Gabriel de Trejo y Panlagua fué natural de
(.•novando su antigua panadería; y Alcalá yCarmoíia; Plasencia , tuvo por hermanos al margues de la Rosa y de la Mola
de Trejo, corregidor de Burgos y Malaga , y a don fray Antonio,
e modo que bajó el pan á real. Luego otro día si obispo de Cartagena, embajador al Padre Sanio para solicitar la
túente fué también de mucho consuelo para la gente detinicion del misterio de la inmaculada concepción de nuestra Sé-
Eligida, que á la misma hora que sucedió entrar el rio, flora. Don Gabriel , caballero de Alcántara , vistió la beca dejurisla
en el colegio mayor del Arzobispo en Salamanca, aflo de IGO».
;udieron á la santa Iglesia el señor Dean y muchos Rector de aquel instituto en Irj07, llscal de Vailadulid, oidor
rebendados, y descubrieron el Santísimo Sacramcn- de su cnancillería, pasó conscculivamenie.il consejo de Órdenes,
>. Lo mismo se hizo en muchas iglesias, tocando to al de la suprema Inquisición, al iteal de Castilla, y por ultimo
al de Estado. Creóle cardenal la santidad de Paulo V en IBIS; vino
as & plegaria, lo cual no ha cesado en más de veinte de Roma para favorecer a su pariente don Rodrigo Calderón en el
ias. Han sacado en Triana la imagen de señora santa tiempo de sus prisiones, mas no se le permitió entrar en Madrid ;
na ; en la colegial de San Salvador, nuestra Señora de mandóle el Rey en 1631 volver a la capital del orbe cristiano, y
s Aguas; en la sania Iglesia, la im'ágen de nuestra alü tuvo Siete votos en la elección de pontillce. Gobernó la ciudad
eterna en tiempodeGregorioXVydellrbano VIII, y se le presentó
eñora de los Reyes. Llevóse en procesión á la torre para la mitra de Malaüa en 16¿G. Al alio inmediato fué nombrado
ayor el precioso Lignum Crucis, y se mostró en las presidente y gobernador del consejo y cámara de Castilla, Entró
534 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cosa juzgada el postrer seguro de los procesos, es ya lia fenecido la más costosa parte de la porfía en el t*.
mi mayor desasosiego. Por ella lie acabado de enten gateo, y el tanto más cuanto del precio. Creosesegairá
der que de las dos plagas de la vida (que son pleitos y dos daños: uno, que el silencio forzoso enfermará si
pretensiones) , es la mejor y más honrada el pleito, con sombrereros, que vendían más lo que decian q¡i»i
ser de tales costumbres que se trae con el contrario la que daban, y á los demás oficiales en quien la i, j
menor parte y la más leve : porque la que se trae con prosa pasaba por bondad de la mercaduría, en ch
el letrado, no tiene duda que he ser condenado en ella, por largo, y en otros por peso. El otro quesehand;ís
pues la pago cada día, y la de los procuradores, cada esperar los que se vistieron anteayer, viendo b^j
hora; pues la parte del pleito con los jueces que lohan pudieran ahorrar hoy.
de juzgar es la peor, porque en ella es reo la paciencia Al fin , Señor, el Cardenal ha metido en paz í
y la comodidad, por la sumisión y la asistencia. Y necesidad y al socorro ; y en, su provisión á la prea
quien á estas tres partes va condenado, lo menos pierde deneia, podemos decir se cumplió aquel refrán, <
en el negocio si le pierde; ysi legana.esto, que es tanto andaba vagamundo sin entenderse: «ARomaporl %
más, queda perdido. Bien entendió esto Cristo nuestro pues lo hemos traido todo en traerle de Rom:. '
Señor, que nos mandó dejar la capa, pues si la quere cuando estuve en Italia , señas estudié en él de !a
mos defender, nos la llevarán, con los hombros y los esto.
brazos. Esto basta, que los pleitos son cansados aun Olvidábaseme otra cosa de lo presente, bien sostn
referidos. cial y más importante. Traia por la permisión y 4
Diceme vuesamerced que le escriba qué entiendo cuido de la justicia el homicidio mercancía, y la itai
desta pragmática de los precios, porque teme vuesa del padre era usura para el hijo, y la del uiariii ¡a
merced la malogre la maña de los regatones. Digo, la mujer; ellas descansaban y enriquecían, y talaj
Señor, que ella tiene larga vida, y que, á mi parecer, con las muertes de sus padres heredaban su ludía
dieron su voto para hacerla los ángeles de guarda de su vida. Y así , era á los hombres tanto más rria
España. El Cardenal Presidente tiene en su resolución su vida, cuanto más dinero podia valer su moer^ji
tiiaca para lo que ordena. Acertó su majestad (Dios le donaba la parte, y la horca veia hacer el oOcíoétS
guarde) la cura al tiempo, en condenarle á padecer los cordeles á los cerradores de los bolsas; pa<sbu
cuidados de la presidencia, en ocasión que, depuro muerte, y no el haberla hecho; no tocaban lo?sl
muerto, se pedia el cuerpo de la república para anoto- tocaba, la justicia ni el escarmiento. Vino el Cwa
mía , habiéndole sido más mortales los remedios que y en muertes á traición alevosas y seguras los fef»
los peligros. ticiado; cosa que ha hecho mudar de vereda l cí»
Cuando las monarquías para su salud acuden á sns [raidos y de confianza álos perdonados.
arbitrios, poco entretienen, nada sanan. ¡Qué de re Mucho ha hecho en pocosdias, pues se vire m
medios habrá experimentado el buen deseo, de que le y barato. Bien creo que á los principios faltiri!!s
hizo desdecir la ejecución! Llegó el cardenal de Trejo, regalo, mas en perseverando la orden, las propissa
y por el desorden adelante, adestrado de bien informada cadurías, si las escondieren, venderán álos meroJrt
noticia, se fué á dar con la enfermedad donde estaba di á menos precio. Todo lo ha intentado; maseiíe
simulada. Previno con el Supremo Consejo de Justicia castigo y la orden no cabe alguna negociación, v !s
cosas que se pueden preciar, antes de inscripciones puesta á los inconvenientes es aquella palabra rJ
que de consultas; y publicó esas recetas, esos precios, ta: «Ello ha de ser.»
esas pragmáticas; y donde no valió el yerro ni el fue Estos diasno había una gallina aun para nnsr*
go, pudo el ensalmo : sanó con palabras lo ya incurable, deneia ; ya sobran en la plaza, y asi será en lo feJ
y sin tomar el año de 24 en la boca, lo embocó por las Dos cosas quedan ahora por esforzar : la ejecncif*
tiendas sin que lo entendiese este año , ni lo pudiesen los ministros inferiores, y el acomodamiento de; tri
estoi bar las varas de medir. Yo aseguro que el Cardenal dé con ello, y des?
Es útil, y es descanso ya, el comprar y vender, que será fácil hacer en la moneda lo conveniente.
tanta prosa gastaban ; son gente de pocas palabras : el El punto de los alguaciles y escribanos es más*
comercio es cartujo, contrátase por señas, señalan la portante que parece, que es en la orden que nos*
ropa, enseñan el renglón, y pagan el dinero. Este año bien su oficio; son dispensación de delitos, y su cí***
cia puede revocar loque el Principe ordena.
i 10 da enero de 1627 en Madrid ; pero en igual mes de 1030 Es cierto que al celo que su majestad lia temfeta
obtuvo licencia para retirarse a su rebario, que le gozo veinte y ansioso de corregir las desórdenes, le lia enviado*
sirte días, habiendo fallecido i 11 de febrero, dicen quede sen
timiento. Dos obras se reconocen por suyas : la Historia genealó la persona de que necesitaba, con que se lian los™
gica de la casa de Crimaldo, y otra de la de Trejo. las mejoras deste reino. .
En 13 de setiembre de 1627 pregonóse pues la pragmática sobre Yo quedo acabando una Prefación a¡ cornal <
reformación de la carestía general y moderación de precios en mcr-
ctilcrias, mantenimientos, salarios y jornales, so graves penas.
León de Castro sobre los Profetas menor», toa fl
Pocos dias después elevaron petición al Consejo los mercaderes me ha fatigado mucho; quiera Dios sea á los est«»
para que se apreciasen mejor algunas cosas; y al letrado que or sos de alguna utilidad. Remitiré á vuesamertede >*
denó la petición se sacaron cien ducados y á cada uno de los fir monestóico, y avisaré de los semblantes del din jN
mantes cincuenta. Más, se dieron doscientos azotes, y usando do
piedad se echó á galeras , i un zapatero que dijo no dársele nada enmendado. Dé Diosa vuesamerced su gracia, J «1
de los carteles de las pragmáticas, ni de quien las Armó, ni del vida con buena salud.
Rey, y votó irse á Inglaterra ó Argel á vender sus zapatos.
En el ano anterior estuvieron presos ciento veinte mercaderes
por desobedecer otra pragmática de 20 de mayo, en que se man
dó se vendiese á los precios que lenian las cosas el año de 1624.
EPISTOLARIO. 535
Evanaelia similiter labpfaclare tenlavernnt, ait divus
CARTA XXXIII. * Cyrillus, archiepíscopus, catechesis iv. Scripseiunt
A Juan Jaeobo ChifUet, médico famoso, In) eniui Manichaei secuiiilum Tliomatn Evangelium; quo
Joanni Jaeobo Cliiulftio, patricio Cons'lari, orrliiatro civi roma evangélico nomine coluratutn animas simplicium cor-
no serenissimae Isabellae Clarae Eugemae Hispaniarum Infan- rumperet.
tis, el Philippi IV Uispaniarum Regís medico cubiculario, viro Nibil intentatnm reliqnit insania Judaeorum et hae-
docto, et amito. reticorum pravilas : suis enim commenlariis mentem
Domlnus Franciscos a Qucvedo Villegas, eques militae divi Jacobi Prophetarum et apertas Christi üomini promissinnes
d juiíiius villae quae vulgo vocalur de Juan Abad S. P. U. et sui adventos, vitae et morlis praedicliunes et signa
Q :am saepéadspiraverim, doctissimeChiflleti.ail te histórica, vana explicalione fleclere conali sunt in-
scribere, Lncam Torrium ainicutn nostrum testen) ca- soinniornm suorum deliria. 1(1 Rabbi Salomón, id Rab-
p\o. Adspirabam, sed occasio nunqitam fuit. Peregri- lii Aben Hezra, praecipui magistri suariim traditiouurn
nalionibiis distrahor, litibus quassalus jaceo; sed ani fecerunt; Kunlii, et auctor libri csSlV "l~D Seder
mo interiore mednllitiis, ut aít Plautus, amo viitutem Holam, quod interpietatur Sedes mundi. Sed ipsa pro
tuam, facundiam, eruditionem. I se veritas dimicavit, et militia Sanctomm Patrum
TQv érJ> militantis Ecclesiae acies ordinala pro veriUHe ipsá
dislricto cálamo praeliatur; et quia legitimé certavit,
jivaaOsW, !iraoTtT¡ff<ü xXutch»
coronatitr, et triumpho aeleino et tol inartyrum san-
^¡'pcoa tijacüc; (1).
guine asperso et stabilito, regnat it solis ortu usque ad
Mellis favos, coelestia dona ex Leonis ore morfui eru occasnm. Nunc, dnclissime Chiffluli, ad sei iem et me-
tos a doctissimonobilissimoqneviro ct araico meo Em- lliodumdundccim Prophetatum accedamus.
manuele Sarmiento 4 Mendoza, tibi dicare decrevi. En Prophetia non est babilus nec qualitas permanens,
tibí Leonis ungues in Rabinonim rabiem ; et si cogno- sed ut passio transiens; non est gralia gratum faciens,
seilur ex ungue Leo, ¿quanto meüus ex verbo et do- sed gratisdata; est divina inspiratio rerum futurarutu
ctrínae viribus? En tibi Castri inexpngnabiles et bene immobíli veritate deniiutians. Meo objéctum prophe-
munilas turres adversus liaeresim, adversus ignoran- tiae estillud quod est in cognilione divina supra facul-
tiae et amentiae propugnacula. Leonis stint fremitus, talein liumanam. Haec Augelicus Doctor, Tlieologiae
Emmanuelissunt dona, qtiód iVooiscumZJeusinlerpre- coiyphaeus, asserit anctorilate Apostolorum Prinei-
tatur Sn"CD1T Leo fuit í lie in Vallisoletana Ecclesia pis (2): «Non enim volúntate liumanáallala est aliquan-
canonicus sacrarum Litterarum interpres. Noster Em- do proplíelia; sed Spiritu Sánelo inspirali loquuLi sunt
manuel in Hispalensi Ecclesia canonicus est, divinarnm Sancti Dei lioinines.» Dixeiat vir ille Job, Deiamictis (3):
Scripturarum magister. Quae ¡lio scripsit, quae he- «InspiíatioOmnipolentis datintelligenliam.x Hinc.Mi.
redisinscilia contempsit, quae témpora nobis invide- chacas propheta Dei Onmipotenlis, clamal (ni Reg. 22):
bant, — divite mente largitur bic, amissa restituit, cor aVivit Dóminos, quia quodeumque dixerit tnilii Dómi
rupta instaurat, oblita revocat in pristinam lucem. nos, hoc loquar.» Spiritus Sanctus non teinporum suc-
Htbes, miCliiffleli, in duodecim Prophetarum vo- cessiones nec Regnorum vicissitudines praedixit, sed
lumina, Commentaria frugaliler elaborata : rem sané Filii adventum, incarnationem, vitain, mortem et re-
sacram et viro Christianovaldé necessariam , et melio- surrectionem, et Ecclesiae militantis incremenlum us
ris notae viris et politioris litteraturae studiosis jam diu que ad finem mundi praedixit: «Veni utadiinpleantur
efilagitatum opus ; arcana ubi fidei aperiuntur, dubia Scripturae, non veni solvere legem sed adimplere: haec
firmo stabilique seúsu asseruntur, et tenebrae veteres enim sunt lexetProphetae.» Augustinus (1): ln velen
lntnine Novi Testamenti illustrantur. Omnia nova et Testamento «per quosdam scientes per quosdam ne
velera bis Prophetarum scriptis pamluntur, futurorum scientes id quod ex adventu Christi usque nunc etdein-
praedictiotiem, praedictinnisadimpletionem invenies. cepsagitnr, praenunliaretur esse venturum.»
Judaeorum enim perfidia etobdurata cordis feritas, Sed accedamus ad duodecim Prophetarum seriem.
tnenlis incrédula ignorantia, oculorum caecitatis ca- Quorum sunt quatuor comminatorii : Oseas, Joel,
ligohasProplietarum voces, ne Evangeliorum veritati Amos, Michacas; et quatuor consolatorii, respectu Ju-
responderent, corrumpere et fabulisfoedare, et novis, daeorum^juiacoinminantur alus nationibus quae crant
et ase, et ab haereticis mendatio quaesitis Prophe- eis infestae: Abdias, Joñas, Nahum, et Habacuc; et
tis, conatisunt evertere, et suam noctem etcaliginem quatuor revocatoiii, qui revocan! populum á captivi-
adversus solis et diei radios tutari. Basilides, ille qui tate Babilónica: Sophonias, Aggaeus, Zacharias, Ma-
tacere aliosjubeb.il, utipse solus loquendo condemna- lachias. Aliler ordinantur haebraicá veritate, aliter
retur, scripsit in Evangelium viginti quatuor commen- Septuagiuta interpretum dispositione : natn apnd Se-
larios, finxitque proplietas quosdam , ut Barabam et ptuagiuta post Oseam, qui utrobique primus est, se-
Barcob, aliósque barbaris nominibus nuncupatos. quilín- Amos, tertié Michacas, quarlóJoel, quinté
Abdias, sexté Joñas, séptimo Nahum, octavé Habacuc,
noné Sophonias, deciuié Aggaeus, undécimo Zacha
(«) Posee la Biblioteca Nacional, códice R, 27, copia de esta
carta, becba por el amanuense de Queyedo. rias, duodécimo Malachias. Apud Haebraicam vei ilu
Juan Jaeobo Cltif/ltt, protomédico de la archiduquesa Isabel ten), ita ut nos habernos, ordinantur: Oseas, Joel,
Clara Eugenia, del Infante Cardenal luego, y también de Felipe IV, Amos, Abdias, Joñas, Michacas, Kalium, Habacuc,
nació en Besanzon a 21 de enero de loSS, y vivió 72 anos, habien
do publicado minutas obras. (ii II, Petrl, i.
(li i'indari, Nemed, oie u., 22: -Quorum ineniiouciB facicos, ia- ¡3) Job, mu.
dilis bonoribas exornabo beroem.» v*J De Civil. Dei, 11b. vil, cap. 32.
S36 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
Sophonios, Aggaeus, Zacliarias, Malacliias. Sed divns subdit : «Quasi diltictiltim praeparalus est egresas
Hieronymus (¡n Commentaria super cap. ¡Joelis) liu- ejus.» Et de temporali nativitate ex Matre, cura lil:
jttsdiversaentimerationis ullam expresse assignat ra- «Qttód veniet quasi imber nobis tetnporaueus.a-les
tionem, ctsi dicat eo ipso ordinc serviré ministerio. primus nominatur quia tottis est Propbeta evangelice,
Sed ex titulis eorum nominantibus Reges sub quibiis et Christi témpora praedicit, Christi verba nina,
prophetarunt, aut exantecedentibusProplietisqiiosse- Cbrisli adYcntum annunliat, Cbrisli nativitalem [,>-
quunliir.constatsiceosproplietasse: primum Abdiam, dicat, Christi Palrcm aeternum apcrlé ostendit, >
deinde Jonam, post Amos, consequenter Esaiam, Sanctíssíma Christi Matte loquilur, Cliristi resom-
Oseam, Joelem, Micbaeam, Nabum,Sophoni¡im, Je- ctionem exprimit. Ipse solus comminalur Evangei»; t
remiatn, Ezechielem, Danielem, Habacuc, Zachariam, ideo consolatur in ipsa comminalione, ct comunna* '
Malachiam. Conlrariam tenet sententiam Tlicodoretus revocal; ct in novo Osea comminatio et cousolaUa;
bis verbis: «Jam vero Abdias, ex gravissiniis casibus revocatio reperiuntur.
quos Judaeis pronuntiavit, apparet post Oseam muniis Joel comminatur Judeae devaslationem ; prorc^á
propbetiae recepisse. Potest Propbeta divino afnalus veniam. Amos comminatur genlibus Israe'i vkttffl
spiritu, gravissimos casus praedicere solutos ab omni ostendit idolatriam, ingratitudinem populi eNi*/-!
temporum necessitate.» Sed pace doctissimi et sanclis- diam , quibus poenis provocaret eos Deu,s ad poe;¡' J
simi Episcopi, liceat asserere Abdiam omnes sedecim tiam, quomodo afflicturus sil eos. Abdias uñólas!:,»
Propbetas praecessisse, siquidem propbetavit lempnre capite prophetat contra ldüniaeos propter eonwi *¡
Eliae in diebus Acbaz et impiae Jezabelis (m Reg. iS). perbiam, vanain scientiatn ct invidiatn; ct pr.iijj
Postea proplietavitJonasindiebusAmasiaefiliiJoas Re- Christum tribui Juda. Et sie in reliquis Pr^ia.
gis Juda, etJeroboam filii JoasRegis Israel (ív Reg. 14). Attamen rem dubiam asserere magis est propia»;
Amos in diebns Oziae Regis, ex titulo suo ostenditur quam Proplielurutn ordinem recensere. Et ulreraé»
propbetasse. Esaias autem et Oseas sub eisdeinqua- solvam, advertemluní critalios fuisse Ptuplietisfi
tuor succedentibus Regibus Ozias, Joatham, Achaz et tiumerat Alphonstis Zamorensis in arte sua Gr¡m¡«l
Ezechias, ut est vidére ex eorumdem titulis. Joel se- cae Hebraicae: Samuel (i Reg. n. 1, 2, 3), XA
quitur ipsum Oseam ; Micbaeas noscitur propbetasse (n Reg. 12), Semeias (ni Rcg. 12), Abias (infejl
in diebus Joatham, Acbaz et Ezecbiae. Nalium incoepit Jehu lilius Hanani (tu Reg. 10), Elias (tu Reg. I
propbetare jam decem tribubus in captivitatem ab- cbaeas lilius Jernla (ni Reg. 22), Eliseus (ivflfj.Sij
ductis per Assyrios,ad consolalionem eorumdem. Et in Debora (Judie, iv), Huida (iv Reg. 22). Asseriltáq
diebus Josiae Regis Juda, ante Joacbin transmigratio- siintis Zamorensis líos omnes non scripsisse «fM
nem, coeperunt propbetare Sopbonias et Jeremías. phetias; sed si non scripserunt suas prophetií,;t^J
Pauló post in transmigra tione Joacbin, vaticinatur Eze- modo citantur eorumdem opera in Libris saotíSi j
cbiel. Daniel coepit propbetare cum Joacbin trans de Saitiuelis, Nalban et Gad voluminibus conOat{f*l'i
latas Babyloncm, ante Tcmpli eversionem ac Jerusa- citantur i Paralip. et cap. 29) bis verbis: «Gtttél
lem, usqueadannum tertium Cyri. Habacuc, uti pntet tem David Regis priora et novissiina scripU suEi»f
exDanielisbistoriá, propbetavit jam duabus tribubus libro Samuelis Vidcntis, et in libro Natliau PropbeU
captivis. Aggacus , Zacliarias ct Malacbias post redi- atque in volumine Gad Videntis.» Valabli verstis j¡
tum Judaeorum dccaptivitaleChaldaica propbetarunt. Robertum Stephannrn : «In libro aiinalium S,-¡
Quare Minoribus praeponantur Majores, si volumina Videntis, in rebus Natliau Prophetae, et innb^ii*
eorum conspiciantur, in promptu est cognoscere. Quare Videntis.» Verba Haebraica sic inter se diflcruLüsj
crgo Abdiae praeponantur Oseas ct Joel, ipse divns Hie muel, rom; Gad, rvmn; Nathan, Nirn- Prcí,:^
ronymus edisserit. Haec sunt quae ad bistorialem Pro- enim appellantur «onera et visiones»; elprof»
pbetarum ordinem pertinent (a). Sed minimé mili i «videntes» : Azer Haza Habacuc Hanabi. Dicte
practermittenda videtur ratio qua Septuaginta Oseam za, quae «videre» sonat, affinitalein qitaitiJam ii
et Joelem et Amos Abdiae praetulerunt ; ordinem illum ad nomen Haroch, idest, «videutis.» David Mari
non sine causa inverterunt : id claré el aperté cogno- Nathan (in Concordantüs Hebraicis): Saúuah«f¡4
scetqttiOseaeprophcliamperlegcrit. Septuaginta nulla tia, aportatio seuallatio» significare asserit, qu*>i*
temporum habita ratione, spretá Judaeorum supersti- litsa, idest «interprelatio, aut divuum serum.»
tione, mentís ordinaveruut sensus ad divini Spirilus Sedadversusdoctissimi Hispani Pelri AotoniíB*
praedictiones. Valentini opinionem, in libro Annotationes itcwQ
Oseas Jtideae captivitatem temporalem ct Isracli per- Savram Scripíuram, potest defendí opinio A^"
peluam, Christi témpora, Cbrisli regna praedicit. Ver Zamorensis quia locus iste non dicitgesia DañdUsfl
ba Cbrisli referí dicens: «Vadens ravertar ad locura pta fuisse in libro propbetiarum Samuelis, N^»1
Gad, sed in libro annalium Samuelis, in rebus Xaíl'
meum, doñee deficiatis et quaeratis faciein meam.»
(Quae sunt verba Christi dicenlis: «Non me videbitis ct in rebus Gad. Nec de prophelia possunt ¡n^
amodó, doñee dicatis: Benedictus qni venit.») Agitde quia Davidis gesta scribere opus est bislorieuis t>
Christi resurrectione, cum ait : «Vivificabit nos post propheticum.
dúos dies.» Et de aeterna geueíatione a Patre, cum Ego hac in re quid putem, non quid contento" ÍJ
no: omnia suspensus profero, nihil supetbus^
(a) Algunos expositores modernos que han examinado con ma Vox onus, tam in Prophetis quam in CommenuW'
yor detenimiento el particular, forman asi la serie de los profetas est oneris, nec ut mihi videtur satis explican, v»
mayores y menores: Jonás, Oseas, Amos, Isaías, Miqueas, Na affirmaut onus, grave et acerbitni vaticinio» í'P>
lium, Sofnnlas, Jeremías, Joel, Habacuc, Daniel, Ecequiel, Ab care. Apud Esaiam : «Onus Babylüiiis, onus w
dias, Barucb, Ageo, Zacarías y Malaquias.
EPISTOLARIO. 537
onns Damasci, onus quod vidit üabacuc.» Vox ne?c» ! sacerdos dicens Quod esl onus Domini? dice* ad eos:
id est onus, Septuaginta ascensioncm, hoc est Xr^a, Vos estis onus: projiciam quippe vos, dicit Dominus.
dixerunt. Aquila á'paa interpretaos est, qiiüd Laliné — Elprophfla et sacerdos, et populus qui dicit : Onus
diceretur levatio. Cyprianus, raonachus Cisterciensis Domini: visitabo super virum illum , et super domum
in Complulensi accademia divinae Legis interpres, ia ejus.— Hace dicetis unusquisque ad proximum et ad
suo doctissimo in Nahum Commentario , sic nodnm fratrem suum: ¿Quidrespondit Dominus? ¿et, quid ¡o-
solvere conalur: «Mirandum niihi sané videlur, ciim quutus est Dominus?— Et onus Domini ultra non me-
ab orbe cóndilo prophetiae etrcriun fiitnnirum prae- morabitur : quia onus erit unicuique sermo suus : et
sensiones nunquam defuei int, noque graviores divinae perverlistis verba Dei viecntis, Domini exercituum
coiTiniinaliones ad cnercendam hominum perditorum Dei nostri. — Haec dices ad I'rnphetam : ¿Quid respon-
temeritalem et rcprimendos conatus, qnod fuertt can- dittibi Dominus? et quid loquutus est Dominus?— Si
sae quod ante seculum illud quo Esaias, Jeremías, aulem onus Domini di.reritis: proptir hoc haec dicit
celeríque vales máxime ¡Ilustres finniére, nulla u n— Dominus: Quiadixistissermoncm istum: Onus Domi
quam oneris facía fnerit mentio. ¿Praedíxit aliquan- ni: —propia ea eceeego tollam vos portans , et derelin-
do Deus sancto viro Noe, venturum totitis orbis exci- quam vos, ct Civitatem quam dedi vobis et patriLus
diüm, cuín igitur inter caderas praediclioncs milla vestrisinfacie mea. —Et dabo vos in opprobrium sem-
fuerit aut tristinr, aut infausta magis? Mirum sané vi- piternum, el in ignominiam aeternam, quac nunquam
deri debeat, nullam pennituseo loco fdctam fuisse de oblivionedelebitur. Liceat rem difficileui et necessa-
onere mentionera. Quid? quod Moyses Proplietanini riam, hádenos nunquam enodatam, interna mentís
praestantissimus, qiii frequentcr in AEgyptios ínft-li— acieperpemleie. Omi'iiiniPiophetarnm Esaias prtmus
cissima extulit vaticinia et inauditas nsque ad illud oneris mentiunem fácil; el ut diflicultas (ut ait Lyeo-
tempus Ciados et afflicliones denuntiahat, nunquam pbron) innotcscat,
oneris meminíl?» His admónitus exemplis ob ¡ndigna- apy7,{ db:' áxpr,;,
tionem et minas et sevcritalem, non sine irrísione Cy
prianus asserit a molestia et angustia, onus appellaii adverte qnod primé ab ipso Prnphdá onns nnmi-
omnis propbetia. natir: (cap. 13.) Onus Ii;ib;lonis; (cap. 15) onus
Sed mininié nobisirrisio baec arridet, si cum Leo- Moab; (cap. 17) onus Damasci; (cap. 19) onus
ne nostro Proplietarum scripta legamus. Omnesenim, AEgypti; (cap. 21) onusdeserti maris; (cap. 22) onus
sub Principum rcgnis, sub Babylonis nomine, sub vallis Visionis; (cap. 2o) onusTui. Nulla alia oneris
Regum tyrannide, sub justoruin calamitutibus, Christi lit mentio. ¿Quilinudo si propbetia ab ipsis Prophe-
Domini adveiitum, vitam, et passionein, etopprobiia tis onus nominatur, polest asseri hanc oneris appella-
dapbnifago ore (nt Graeciajunt) praedixcrunt. Onus tionem ab irrísione populi originen! siunere ? Si-
fuit Christo Messiae quid pro nobis passus est; onus quidem ante Esaiam nullus nec perirrisionem, nec
pcccata nostra, incredulitates et transgiessiones; onus alio modo propheliam onus appe'lavit, ¿quid enm ini-
civitalum ruinam videre et eversionem. Lucae, 19: sione commnne babet, in ore Prophetarum, onus de-
Cbristus Civitatem Jerusalem viilens, super illain fie— sertt maris? etonu> Habadle? ¿Q»is ante Esaiam oniu
vit, vicinamcladerah Romanisinferendam mente com- propheliam appcllavil? Nullus, inquam, nullus. l¿:ilur
plexus. ltáque calamitas illa onus fuit Christo non Je ab ipsis Prophetis propbetia adversa et tristis onus vo-
rusalem. Paiiter onus Ninive, est onus Christi pro Ni catur. Sic omnes anliqui Paires. ¿Quare ergo Esaias,
nive. In qu&civitate divinae vindictae clementiam et capitemí, onus propheliam nppellavit; nulla oneris
salutem,animarum suae ultionis et peccatorum con mentione facía, duodecim capilibus praecedentilms?
versiones post Christi adventum et resurrectionein, Et quare post caput xn incipit propheliam Babylo
considerare debemus. Ipse Joñas, Christi mortui et nis titulo oneris? Ipse nobis magnus Esaias Prophe-
resurrecti fuit symbolum; Joñas fuit signum, Hebraeis ta evangelicus rcm inexplicabilem divino illusiiabit
quaerentibus signum, datuin : igitur Joñas fuit si lumine.
gnum Christi, quia Ninive onus Christi fuit. Sic incac- Capite xi adventum Domini nostri Jesu Clirisii
teris prophetarum voluminibus. praedicit cüm ait: «El egredietur viiga de radico
Ideo Dominus Jesús Cbristus dixit: «Jugummcum Jesse.et (los de radice ejus ascendet.» Sic Scplua-
suave ,et onus meiim leve.» Ideo leve onus Christi, giuta; alii «de trunco» : y?j, Ghesah. -\s¡ estsur-
quia ipse onera, quae siint peccala nostra, bumeris culus et germen etl líos; est etiam Hebraeis urbis
suiS irnposuit. Ideo onus Ninive, onusHabacnc, id est nomen, ubi Cbristus esl educatus, quam Judaei Nétser
Chaldaeorum et Baltassaris ruina, onus fuit Christi, qui nos Nazareth vocainus, et ab ca Cbristus Nazarenus
pro redemptione oninium descendit de coelo. Quid- vocalur. Apellé eniín de Christi Domini advenid loqui-
quid Christuspatitur onus est Christi; unusquisque'qui tur. — «Et requiíscet super eum Spiritus Domini:
perit et condemnatur, onus est Christi : et ideo Prophe- spiritus sapienliao et intellectus, spiritus consilii et
tae qui de Christo loqiiuntur, onus proplieticnm appel- forlitudinis, spiritus scienliae ct pielatis. » Haec da
lant valicinationes suas. Quod minimé fecit Moyses; millo alio praedici potuerunt nisi de Christo: super
siquidem comminabatur excidium perfidis et incredu- illum requievit Spiritus Domini in Jordanis ripa ; ipse
lis, quod supplicinm est non onus. Ídem dicendum est dixit: «Hic est filius metis dilectus in quo mihi brné
in pr.icdictione diluvii. complacui.» Ideo requievit, quia complacuit, et quia
Sed urget difncillimus Jeremiae loens a. docto et in Christo requiescit spiritus scienliae, sapientiae,
erudito Cvpriano enodatus. Sic habetcapite xxm : Si consilii, doctrinaeet intellectus ; et quia requievit ait
ijitur interrogaverit tepopulus inte, velprophela , aut «descendente™ et manentem » : in ipso qui manel re-
538 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quiescit. Aliter Génesis, i : «Spiritus Domini fereba- capite Jomach, qui Purigi, id est, Dies expiationis
tur super aquas:» qui fertur non manet; manct in vocantur, et quae scribit David Gerundeusis.
Christo, sed quia requiescit super eum, et requies- Vereor, Cliiffleti, ne duin oneris íntimos sensus et
cit quia bcne complacuit. In baptismo ( ubi ipse dixit: arcana perpendo, onus studiosoruin fiam. Pausam fa
«Sie decet nos implere omnem justitium») spiri ció, et (ut ait ille meus poeta) salur conviva rece-
tns consilii, intellectús, sapientiae et scientiae et in- do(a), ne insaturabilis efficiar sicutnTisl hlNSJ <»)•
telligeutiae rcquievit super illum. Et in Tabor requie- 'Efujito-a toújxóv ñipo? (c) : accipe pignus auncitiae,
vit spiritus fortitudinis et pietatis, quando Moyses et oüSéva Scxaióxepóv crou tp.Xoi ((/).
Elias cura illo loquebantur de excessu, et Taborista- Testis est noster Lucas Torrius, juvenis UllerUet
bernacula relinquit ad lioc ut Calvarii monlis cru- virtute et pietate perpolitus
cem suo pretioso sanguino aspergat. Ideo addit in Bpaj^ú ¡xoc uápia návx' áva-
monte Tabor, ad verba illa: «Hic cst Olius meus dile- ■p¡aaa6' (\).
ctus,»— «ipsum audite;» quia in Christo audire debe-
mus spiritum consilii, non in Petro spiritum igno- Vale ut valeam, doctissime ChifQcti. Matriti die i
ranliae: in Clnisto spiritum fortitudinis, non in Petro mensis Octobiis m.dc.xxvu.
spiritum limoris: in Clnisto spiritum pietatis, non in
Petro spiritum fruilionis; et replevit eum spiritus CARTA XXXIV. »
timoris Domini. A don Juan Adán de la Parra, (e)
Minatur Christo onus; Cliristo praedicitur, non gen-
libus (capite xu) : «EeceDeus Salvator meus, fiduciali- Diceme vuesamerced se lia reido de mi gntonu-
leragam, etnon timebo.» Ipse enim onera purtahit:cgo quia ; y á fe que puede hacerlo bien , puesto que cuas-
l¡dm:¡alitciagam,et non timebo oncraProplietarum ipse ce al gato zurdo y al sabueso. Es cosa que no me (.«-
pro nobis factus obediens usqne ad inoitem, mortom dona Sandoval, y eso que le corlé las uñas, y quité ¿
aulein crucis.Non timebo, «quia fortitudo nieaet laus de doña Ramona, por su consejo.
mea Dominus.» ¿Quis absque fortituJine onera mea
portare valebit? Nullus : omues infirmi snraus. Ideo for 1638.
titudo noslra Dorainus. ¿Ut quid enim Cliristus (utait CARTA XXXV. {f)*
Paulus), cuín adliuc intirmiessemus, secundum tem-
pus pro nobis mortuus est? Ut quid? ne forlitudine De don Jorge de Orea lineo, prior de Uclés.
deslitiiti et viribus infirmi, subonere laberemur. Ma Estos dias estuve en esa corte con tanta prisa, qaei»
nifesté igitur sub aenigmate Babylonis, Romanoruin pude besar á vuesamerced las manos. Dejé en pote
caecitatem; etsub nomine A Egypti, Idumeaeet Dama- del padre N. Vázquez, secretario del provincial de 'a
sc¡,Judaeonimetgenlium duritieni; deserli mutis Mu- Merced, un tanto de la Villa del señor arzobispo don
meaeet vallis Yisioiiiset Tyri, Iiaereticorum períidiam, Martin de Avala, escrita de su mano, para que la en
et cíitlioücorum seductiones et peccata praedicuulur tregase á vuesamerced, á quien Dios tenia guardado la
«adversos Dominura, et adversusCluistum ejus,» ut exposición y escribir sobre ella. Vuesamerced lo baga
ait regius Vates. por su amor con la elocuencia que suele. Este don te
Audi igitur Jeremiam quam aperté loquatur de nia prometido á vuesamerced muchos dias üá, y lo be
Christi Domini passione, quám manifesté jubeatut cumplido lo más antes que puedo.
onus Domini non dicatur metu populorum et gen- El señor don Gonzalo Pérez Valenznela me dijo có
tium; quia onera Prophetarum gravissima Christo Do mo vuesamerced tiene escrito un papel valentísimo en
mino praedicuulur, et onus leve bominibus a Christo defensa del patronato de nuestro gran patrón Sautiago,
Domino promissione inefabili deslinatur : «Si igitur in- y que se mandará imprimir ; un tanto suplico a vuesa
terrogaverit te populus iste, vel propheta,aut sacerdos merced me encamine, si la impresión se difiriese. Esta
dicens : Quod est onus Domini? dices ad eos : Vos
estis onus. » Aperte ait : Non vobis onus ; et ideo indi- (0) Lucrecio, ut, 952 :
gnatur et ait: «Projiciam quippe vos, dicit Dominus. Et «Cur non, ut plenos vitae, conviva, recedis!»
proplieta et sacerdos et populus qui dicit: Onus Domi (í) Sepulchram et perdilio.
(c) Quidquid potui meditatus snm.
ni: visitabosupervirum illum, et super domum ejus.» (d\ Meos inlcr amicos nenio te jnstior.
Onus incarnationis, onus Inboris, onus contumeliae, (1) Pindari, tiemed, odc i, 35 : .Arclum est mihí os ad oatu
onus passionis, onus mortis , onus sepulcliri Cliristo mi- recensendum.» ....
nantur; non Judaeis nec gentibus. Onus grave Clnisto (e) De igual procedencia que el numero xxx; no dejaulome as.
praedicitur; onus leve á Christo hominibus praedica- poco satisfecho.
Alude al Cabildo de los gatos, romance que se publicó alón ¿i
tur. Et quiahaec omnia inveí tunt, projicit illos et visi- los Sueüos en la edición de Valencia de 16i7.
tabit super domos eorum.—«Et onus Domini ultra non i(\ Esta v las veinte j una cartas que siguen, concieraeo i !«
cuestiones del único patronato de Santiago, cuya defensa hus
memorabitur,» sed memorabitur onus Domino. Ipse QiiEvtDo valerosamente en aquel aüo.
Jeremías dixit supra: «Quia onus erit unicuique sermo Las hay de enhorabuenas, de quejas, de incidentes relatas
suus: et pervertistis verba Dei viventis.» ¿Quid est a la cuestión ; acerca de la cual deben recordarse mis notas ea j¡
verba Dei pervertere , nisi in contrarios sensus flectere? paginas 221 del tomo i, y 4i3, -»¿*. «5 y *59 de este it.
Mandadas encuadernar por Uos Fmncisco, foliadas de su ?;■
Vitlelicet quod Christo praedicitur, ipsi timore anxio 80, y originales, existen en la Real Academia de la Historia lü-
ct ignavo ingemiscere et subterfugere. Ideo praecipit: blioteca de Salaiar y Castro, códice N, 27). En 1676 perten«¿
«Nolite dicere onus Domini.» Vide Talmudistarum au- al marqués de MontealegVe, presidente de CasUUa, sejun coaJ
ctoritates de baptismo, in libro cognominato Jornia, del índice impreso de su Mutco.
EPISTOLARIO. BP.9
causa la tuve siempre por propia, y hoy con mejor ti si no supiéramos cuánto aborrece semejantes estímulos
tulo, que el convento de Uclés me ha electo por prior quien de suyo tiene por caudal más acreditado el des
de aquella santa casa. Este medio tengo de nuevo que velarse por Dios y su patria. Ofrecemos al afecto y cui
ofrecer al servicio de vuesamerced; á quien suplico dado de vuesamerced un perpetuo censo de nuestras
disfrute mi buena voluntad de servirle en cuantas oca voluntades, que experimentará dispuestas al servicio
siones se ofreciere. de vuesamerced; pues es cierto no se olvidará (ya que
El licenciado Gil González, coronisla de su majestad, llegó el aprieto y la sazón) de publicar al mundo el
escribió las vidas de algunos prelados de las míís iglesias agravio que se hace al Apóstol prevertiendo toda suer
de Castilla la Vieja, y me acuerdo, siendo colegial en te de hierarquía divina y humana. Y pues este san
Salamanca, que hacia diligencia con nosotros sobre la tuario está gozoso en la esperanza de victoria, tenien
delSi'ñor, siendo obispo de Segovia. Vuesamerced sa do á vuesamerced prevenido capitán para la batalla,
brá si imprimió; y no sé si fray Jerónimo Román trató justo es ejecute vuesamerced en la publicación de lo
en alguno de sus escritos deste gran prelado. estudiado loque tanto deseamos. Y crea que es materia
También tengo que dar á vuesamerced un tanto de bastantísima para inmortalar el nombre de su opinión
la Vida del señor prior don Pedro Alfonso Valdarácete, y valor; y volver por la honra de un apóstol cuya in
que lo fué de Uclés, y escribió el señor don Martin signia trae vuesamerced en el pecho, es libertar de
de Avala en muy buen latín ; y sé que causará á vue nuevo á España, que con ingratitud moderna quiere
samerced contento, porque fué muy apostólica y está desdorar la obligación antigua, debida á prodigiosos y
bien escrita. recebidos beneficios de el Apóstol.
La respuesta aguardo por el camino que va esta. Vuesamerced hará merced de avisarnos de todo, su
Guarde nuestro Señor á vuesamerced con los bienes plicándole consuele á España, y á nosotros mande lo
que puede. Aranjuez, 14de enero de 1628.— El Ucen- que fuere de su agrado. Guarde nuestro Señora vuesa
ciaio Don Jorge de Orea Tinto. merced felicísimos años, como puede y deseamos. San
tiago, en nuestro cabildo de enero, 16 de 1628. — El
licenciado Francisco de la Calle, presidente. — El licen
CARTA XXXVI. * ciado Lorenzo de Valencia y Cruz.— El dolor Francisco
Del cabildo de Santiago.
deVillafañe.
Por acuerdo de los señores deán y cabildo de la
¿Quién duda que en conocidas y multiplicadas órdi santa apostólica iglesia de señor Santiago, único, solo
ga tunes se desembarazara vuesamerced para acudir á y singular patrón de las Españas. — Don Jerónimo de
la defensa del apóstol Santiago y de su singular patro Córdoba. —Señor don Francisco de Quevedo.
nazgo de estos reinos, dudóle por boca del Espíritu
Santo en la partija apostólica , y conlirmádole por la
de la intemerata Virgen, en Zaragoza; del cual la saga CARTA XXXVII. •
cidad humana, ó la apresurada y poco acertada devo
ción de pocos, procuran despojarle, con conocido agra Del mismo.
vio de muchos y menoscabo de la posesión y tradición El acierto de la defensa de nuestro singular patrón
asentada por diez y seis siglos en los corazones de Santiago, que tiene á tan buen puerto el noble, devo
lodos! to y purísimo ingenio de vuesamerced, encierra tantos
Y si bien debiéramos considerar y echar mano de lo títulos para nuestra confianza, que quizá es el menor el
adquirido por -vuesamerced en virtud de su nobleza y del aplauso universal, de que tienen asentada y ejecu
alidad, como deuda debida á su religión militar, no toriada posesión (aun en provincias extrañas) los cu
alocamos; volviendo nuestro pensamiento, en tan riosos y macizos estudios de vuesamerced : que todo
;rave trance, & lo conocido de naturaleza, que puso en junto con la varia lecion, letras humanas y divinas,
il ingenio de vuesamerced (en tiempos tan calamito historia griega y latina, no pueden componer otro su-
sos) talento para restaurar con la pluma lo que los geto ó supuesto que al señor de la villa de la Torre de
carmelitas derribaron con artificio y alas de importu- Juan Abad , honra de este siglo, milagro y asombro do
la negociación. Y aunque bastará para consuelo saber los pasados.
a fuerza de la verdad, que poco á poco desvanece ó No es de maravillar, Señor, parezcamos casi adula
Miace lo que se opone á ella , es deuda forzosa atajar dores, donde nos faltan aun palabras para dará vue
3 que de suyo acarrea tan perniciosos intentos. Sale samerced las gracias debidas á los favores que nos hace
procura todo el mundo, ó lo mejor de él, á restituir en su carta de i ." de febrero ; poniéndonos con tantos
I Apóstol el título en el patrocinio de las Españas, de motivos y tan bien fundados, en seguro, no menos que
n ico y singular; ¿quién creerá que el que lo es en el fortificados, contra el aparato de tan insufrible nove
(Hendimiento y noticia tan universal, conocido por dad. Crece más esla confianza, pues tan en breve nos
il en las más extendidas y remotas provincias, se eli honrará vuesamerced con su papel, que á esta hora
de de lo que más se ha apreciado, con posesión asen- será acabada su impresión; podiendo justamente dar
ída de ofendido, por defender verdades? á vuesamerced por él anticipadas gracias, y en él re
Muy evidente es la que tenemos de lo mucho que posar nuestro lastimado corazón : tan lleno vendrá de
uesamerced ha trabajado y trabaja sobre este patu finezas y consuelo.
llar y defensa de su apóstol, no menos que las obli- Besamos á vuesamerced las manos, suplicándole se
icíones en que nos pone ocupación tan justificada; cu- sirva de creer estar esta santa Iglesia dispuesta á ser
i continuación pudiéramos suplicar ú vuesamerced. virle en el grado que se siente con la asistencia de vuo
640 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
samerced favorecida y honrada. Guarde Dios á vuesa- apóstol Santiago, deseando conservarle en la gloria lie
merced y le conceda toda felicidad, como puede y Único patrón; de que yo y esta iglesia estarnos muy
deseamos. Santiago , en nuestro cabildo, 13 de febre reconocidos y con deseos de que se ofrezca ocasión ea
ro de 1628.—Doctor Diego de Quiñones, presidente.— que mostrar nuestra voluntad : que solo el decirnos
Licenciado Lorenzo de Valencia. — Don Pedro Bullón que vuesamerced es su autor, basta para tener el justo
de Figueroa. crédito. No lo he visto, porque lo recibo agora y se n
Por acuerdo de los señores deán y cabildo de la santa luego el correo, y no quise diferir el dar á vuesamer
iglesia apostólica de señor Santiago, único, solo y sin ced estas gracias, remitiéndome á dárselas más cum
gular patrón de las Españas. — Don Jerónimo de Córdo plidas en viéndole. Y en el ínterin mire vuesamerced
ba.—'Señor don Francisco de Quevedo y Villegas. en qué le puedo servir, que accederé con mucho gus
to. Guarde nuestro Señor á vuesamerced felicísimo;
años. De Santiago y febrero 27 de 1628.
CARTA XXXVHI. * (De mano del Prelado) : En el poco tiempo qne he
tenido, he visto el Memorial antes de firmar esta, y
Del padre fray Francisco de la Concepción , prior del convento
de San Hermenegildo de Madrid.
está lleno de mil grandezas en todo género. Pienso
que le agravio en decirlo, pero aseguro á vuesamer
Jhs. Marta.—PaxJesu Christi, etc. Muy poca nece ced que nos tiene á lodos con singularísimo consuelo y
sidad tenia mi madre santa Teresa y mi religión, del pa no menor reconocimiento. El Santo es Gador de ba
tronato; que la una y la otra se están honradas sin ello, grandes obligaciones. —El arzobispoy señor deSatUu-
que no había menester nueva honra. Eso se hizo á ins go.—St. don Francisco de Quevedo,
tancia del reino y de nuestro rey, que Dios guarde, sin
haber inspiración ni petición de fray Luis de San Jeró
nimo (como vucsamerced dice); que si esa la hubo en CARTA XL. *
tiempo del rey pasado, en esta ocasión no hubo mus
que mera voluntad del Rey y del reino , como conslará De sor Deatriz d¿ Jesús, carmelita descalza y sobrina
de santa Teresa.
evidentemente en el decreto del reino, si vuesamerced
quisiera informarse bien. Que vuesamerced admire la Jhs. María. La gracia del Espíritu Santo sea siempre
virtud y méritos maravillosos de la Santa, á título de con vuesamerced, cuyo papel recibí ayer muy brit,
cristiano debe hacerlo, so pena de no serlo ; pues una que no pude responder. Háme dado mucha petu dqae
santa canonizada y de tan raras virtudes, las piedras la la hayan dado á vuesamerced con el papel que me ¡taba
alabaran. La Inquisición no recogió informaciones de dicho don Manuel Sarmiento (6) ; que aunque «es-
laSanta(que no se puede decir esa proposición), sino merced nos la dio primero coa el suyo, do son estes
lo que se escribía del patronato de una á la otra parte. cosas de venganzas, sino causa de Dios nuestro Señor;
No sé que hasta ahora se haya excedido en desaculo y la misma grundeza della da bien á entender qoe do
ninguno contra el glorioso Apóstol (que era una cosa fueran bastantes todas las criaturas del mundo pan
muy ajena de piedad y de cristiandad); siempre se ha moverla. Yeslé vuesamerced cierto, y todos los que lo
hecho del la estimación que es razón. Y el dar el Rey contradicen, que este breve de ahora (no trato del pa
un patrón y abogado más á su reino no contradice á la sado) no lo negoció ni pidió la religión ; que ahora, u
excelencia del Santo. El estilo de su Memorial de vuc- que está en este estado, deja que vaya adelante. Mu
tamerced bien descubre que va enojado; y así la turba chas personas graves y desapasionadas lo aconsejan;
ción no le dejó ver algunas cosas que estuvieran me mas esto, Señor, no es haciendo agravio á naide, ni
jor por decir, y informarse mejor de otras. era buena manera de obligar á Dios nuestro Señor el
Esta causa corre por cuenta de Dios principalmente, ofenderle.
y del Rey nuestro señor y su reino; ellos juzgarán lo Bien puedo afirmar, y jurar si fuera necesario, que
que más convenga. el papel que vuesamerced dice le han dado (e) do
A vuesamerced guarde nuestro Señor y dé su di es de ningún religioso de mi orden; que ayer me dije
vina gracia, etc. Deste convento de San Herminígildo, ron los que vinieron á confesar que con una cubieiU
hoy viernes (18 de febrero). — Fray Francisco de la y sin Drma les dieron uno. Esto crea vuesamerced co
Concepción.— A don Francisco de Quevedo y Villegas, mo el ser cristiano, que ansí me lo afirman. Y pues
caballero del hábito de Santiago. vuesamerced lo es, y tan desengañado como muestra
en sus palabras, deje este negocio á Dibs, que más quie
re su divina Majestad al glorioso Santiago que vuesa
CARTA XXXIX. * merced y todos los que traen su hábito ; y más pode
roso es que todos ellos, y podrá hacer lo que quisiere,
Del arzobispo de Santiago, don fray José González, relijioso
dominico. (<)
sin haberlos menester : y no creer esto ansí, es falta de
fe. Y también mira su majestad por la honra de la San
El arcediano Sanz del Castillo me remitió el Memo ta , que se lo prometió ; y yo á vuesamerced, que no
rial que vuesamerced hizo en defensa del glorioso deseo sino que se haga la voluntad de Dios. Y sabe este
señor que me entristeció este patronazgo, y es la Saau
(ai Nació en Villadlczma, aiio de 1566; obispo de Patencia á
los cincuenta; de Pamplona en 1625; al inmediato, arzobispo de {/') Don Manuel Sarmiento de Mendoza, canónigo magistral ¡í
Santiago, desplegó allí su ardiente y prodigiosa caridad. Por Sevilla, muy grato al conde-duque de Olivares.
enero de 1631 fué trasladado i Burgos, donde falleció en 28 de (c) Las liras de don Valerio Viccncio , impresas i la p -i¡. 42
marzo, llorado y bendecido de todo*. de este tomo.
EPISTOLARIO. Sil
mi madre y mi tía ; mas no habia menester esta honra, \ sible darle hoy una vista, por ser martes de Carnesto
que le ha dado nuestro Señor mucha ; y si quiere que ' lendas, y ocupado generalmente en dar culto á nuestro
esta vaya adelante, poco le impidiráu las criaturas, sino Señor para freno de las libertades del tiempo. Harélo
que le ofenderán en no lo dejar en sus manos. con mucho gusto por solo mi consuelo, sin presumir
Esto deseo yo que hagan todos, y que guarde su añadir ni advertir en cosa que vuesamerced ha puesto
Majestad á vuesamerced con los augmentos. que puede la mano ; que en todo género de estudios está tan aten
dar. Délas Descalzas Carmelitas , hoy 5 de marzo.— to como si en cualquiera dellos solo hubiera hecho su
Beatriz de Jesús.—A don Francisco de Quevedo, que empleo. Guarde Dios á vuesamerced muchos años. Se
nuestro Señor guarde, caballero del hábito de San villa, 7 de marzo 1*528. —Doctor Juan de Salinas.—
tiago. Señor don Francisco de Quevedo.

CARTA XLI. '


CARTA XLIV. »
De don Alvaro de Monsalve, canónigo de Toledo.
Don Francisco, mi señor: Yo me estoy todavía en la Del rector del colegio Mayor de San Ildefonso de Álcali
de Henares.
ama, aunque sin calentura, y siempre á servicio de
vuesamerced. Su carta y libros de vuesamerced di al Bien muestra el Memorial ser obra de las manos de
Cabildo, que lo estimó mucho ; la respuesta es esa. vuesamerced ,. de quien solo pudo salir cosa tan luci
No es creíble la demanda que tengo del libro ; y uno da, que con su brevedad tuviese junta singular vive
con que me quedé anda de mano en mano en todos es za y gravedad de razones, para que fácilmente con
tados de gente, dejando á todos con envidia y admira venza (como fio) á el más protervo contrario. Fio en
ción, de que estoy muy contento. Y lo estaría no menos este medio, £ él, cierto, que su santidad y el Rey han
de que cumpliese su palabra, viniéndose aquí unos de favorecer la causa de el único patrón, revocando lo
dias á hacer penitencia esta cuaresma. Guardo Liosa hecho á instancia de esta súplica, para mayor gloria
vuesamerced mil años, etc. Toledo y mar¿o 7 de 628. suya, España y desla universidad, por intervención de
—Don Alvaro de Monsalve. un hijo suyo que tanto estima. Doy á vuesamerced, en
su nombre, las gracias muy cumplidas, y certifico á
vuesamerced un singular gozo de el colegio. Oyendo
CARTA XLII. • el Memorial con la misma satisfacción que yo he refe
rido, ordenó que se pusiesen en la librería; y así se
Del cabildo de Toledo. ejecutará para que tengan el debido lugar. Y yo de ca
Muy honrada resolución tomó vuesamerced en opo pellán de vuesamerced, cuya persona nuestro Señor
nerse al prejuicio que se pretende hacer al glorioso guarde. Deste Mayor de San Ildefonso, á 13 mar
Sant-lago en diminuille el patronazgo de España, ha zo 628.—Doctor Rodrigo Gutiérrez, rector. — Señor
biéndole gozado entero por tantos siglos. ¡Pues cuando don Francisco de Quevedo,
pudieran ser mayores las obligaciones de vuesamerced
para la empresa, diera de ellas la buena cuenta que
ha dado, con tanta igualdad y perfección, que ni andu CARTA XLV. *
vo fallo ni sobrado! Y aunque es cierto que tendrá
vuesamerced muy gran premio del trabajo tan lucido De don Meado de Benavides, del hábito de Santiago.
que, por servirá Dios nuestro Señor y á su santo após Un religioso de nuestra orden, que ha llegado aquí á
tol, ha lomado, justo es que lodos nos demos por obli negocios della há tres dias , me dio la de vuesamerced
gados, como lo estamos en esta santa iglesia, á esti de los 24 del pasado, juntamente con la defensa de
marlo en lo que es razón. Dios guarde á vuesamerced nuestro santo y único patrón. Con ambas cosas me he
muchos años en su santo servicio. En nuestro cabildo, holgado mucho; y por la una y por la otra beso las ma
1 marzo 1628.— Don Alvaro de Monsalve.—El doctor nos á vuesamerced, á quien certifico que solo por ver
Pedro de Rosales. tal defensa pudiera yo holgarme, y aun todos, de la
Por mandado del deán y cabildo de la santa iglesia ofensa y coadjutoría pretendida. Guarde Dios á vuesa
de Toledo, primada de las Españas.—Licenciado Juan merced, que tan bien lo hace y sabe hacer todo, como
Dias, secrcUrio. deseo. Granada, 21 de marzo, 1628. — Don Mendo
de Benavides.— Señor don Francisco de Quevedo y
CARTA XLI1I. • Villegas,
Del doclnr Jnan de .Salinas, administrador del hospital de San CARTA XLVI. •
Cosme y Sjii UamUii de Sevilla, excelente poeta, (o)
Hallóme bastantemente favorecido con el Memorial De doña Jeránima de Caona, priora de las comendadoras de
que vuesamerced me remite por el patronato de San Santiago de Granada.
tiago; y por haberle descubierto el otro día en manos de Si el hijo sabio es alegría de su padre, ¡cuánta le
una gran confidente de vuesamerced (que no pudo por habrá augmentado vuesamerced con su libro á nuestro
entonces alargarle para que yo le pasase los ojos), puedo padre Santiago! (solo su primo Jesucristo lo podrá sa
afirmar le he comprado con deseos. No me ha sido po ber), principalmente habiéndole imitado en que, co
mo nuestro padre fué el primero que del sacro cole
la) De él hallara noticia el lector en ia pig. 470 de este tomo. gio de los apóstoles recibió martirio, así vuesamerced
542 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
es el primero hijo que, entre tantos dormidos, se lia j fe y de estos reinos contra todos los enemigos, visible;
opuesto á los que con celo indiscreto quieren comuni- I y invisibles, en que nadie hace punta al Apó>tol.
car, ó por mejor decir, disminuir, su patronato de Es Elegir patrón es acto voluntario, con que seeseo*í
paña. Para mí tengo que sin duda que si este punto se por ahogado uno de los santos ; y aunque sea el inens:
dejara al voto déla madre santa Teresa de Jesús, según de todos, á ningún otro se hace agravio : todos se ais-
fué de sí humilde, se tuviera por indigna de la compa gran, por la ardiente caridad ion que en Dios se arnsn.
ñía de nuestro padre el apóstol Santiago, cuanto más Puédele pedir todo el pueblo, y cada uno para si , y el
de disminuir su patronazgo. A mí, Señor, y á todo esto Rey para todos, como cabeza de este cuerpo. A e>ts
convento nos ha causado mucho contento, viendo las santo así ellegidodael Papa los privilegios del rezo; es
razones tan vivas que vuesamcrced en su libro pone ; y que tampoco hace agravio, como ni en mandar que-t
quedamos obligadas á rogar á Dios por la vida de vue rece de este, y no del otro, de este simple y del otro
samcrced, que para su santo servicio y de nuestro pa doble : y muchas veces sucederá que el simple sea el ma
dre Santiago sea tan larga como deseamos. De Grana yor en dignidad y méritos que el doble, como venus
da y Santiago, á 27 de marzo de 1628 años.—Doña Je que un papa y mártir es simple, otros inferiores son
rónimo de Gaona, priora. dobles ; y así otras mil ocurrencias que vemos que liar
en el rezó de los santos. Pero tampoco altercar sobr»
esto, más parece gana de disputar que de buscar la ver
CARTA XLVII. * dad. He dicho así á vuesamerced brevemente lo que
se me ofrece, y vuelvo á vuesamerced el pliego cem¿)
Del doctor Alvaro de Villegas, gobernador del arzobispado como me le envió. Nuestro Señor guarde á vuesamer
de Toledo.
ced. Mayo 18 de 628.—El doctor Alvaro de Yillcga.
¡Buena vida se goza vuesamerced en su aldea; mu
chas ganancias tiene, pues mejora su hacienda y tiene
ratos para los libros! y ahora será menester también CARTA XLIX. *
para la chimenea, si hace el tiempo que aquí, que es
de frió como por Navidad. Del padre Hernando de Salazar, de la compaüfa de Jt:a ,J¡
El Rey y sus hermanos se holgaron muy bien en Mucho he estimado la que vuesamerced me Inca
Aranjuez, porque estos dias largos y fríos eran á pro en la suya, y holgaré de valer para servirle. JVe me
pósito para los ejercicios de la pelota y caza, en que ha dicho hasta ahora nada de su Memorial (broea-
se han entretenido ; anoche vinieron no tan gustosos merced su excelencia. Yo quedo advertido para ha
de dejar el sitio como los demás cortesanos, que miran blarle y decirle cuánta razones que los trabajos de nn-
á Madrid de buena gana y se hallan mejor aquí. samercedno se malogren. Holgaré mucho tenga toúo
A mí me va mal de mis achaques, pero estoy muy el suceso que más convenga.
á servicio de vuesamerced, y le tengo grande invidia (Autógrafo:) El favor que vuesamerced hace i la
del buen tiempo y quietud que goza. Guarde nuestro Compañía en sus Memoriales, defendiéndola de las ca
Señor á vuesamerced, como deseo. Madrid y mayo 9 lumnias de sus contrarios, agradezco, y estimo su fru
de 628. to; que su ingenio de vuesamerced empleado en esto,
{Autógrafo) : Bien tomara yo algunos de los ratos que sin duda lo hizo como en lo demás. Guarde Dios i
á vuesamerced le sobran, y los empleara de buena gana vuesamerced muchos años. De Madrid y mayo 30
en ese retiro, que ni es de ermitaño en la soledad ni de de 1628.—Hernando Salazar.—Señor don Francisco
cortesano en la priesa con que aquí se vive.—El doctor Quevedo.
Alvaro de Villegas. (Al dorso , de mano de nuestro autor ) : Carta del pa
dre Hernando de Salazar, en que trata de mi seguada
defensa de Santiago.
CARTA XLVIH. *
Del mismo, devolviendo i Qoevedo con desabrimiento el papel de L. •
Su espada por Santiago, que le remitió para el conde-duque
de Olivares, (a) Párrafos de cartas de Morovelli y otros adversarios de QtTTE*.
Recibí la do vuesamerced ; y el pliego que venia con de que algunos oliciosos le dieron copia.
ella no conviene darle, porque ni el Conde está bien «Dice vuesamerced que sus padres coplean y libe-
en el caso, ni tienen razón los que le contradicen. Iean. Apenas hubo la Santa tomado su posesión, cuan
Cuanto yo alcanzo en el hecho, reciben engaño, por do comenzaron á llover por toda España papeles harto
que santa Teresa (por el breve de Urbano) no es pa
traña de España, sino de Castilla y León; de manera (i) Fué consejero de la Suprema, y en 1636 inventor del pspfí
queel patronazgo de Santiago general de España que sellado, establecido por pragmática de 15 de diciembre. AI (.ca
pis de algunas sucias poesías, con que el vulgo riesahogabí >•
da como de antes estaba. Ni con él hace ni puede ha queja por gavcla tan dura, un chusco rompió el rasgo contri fl
cer la Santa competencia, porque los apóstoles son de buen teatino con esta sazonada coplilla :
superior hierarquia, con quien no compiten los otros; El arbitrista cruel
ni en los beneficios, porque á Santiago debemos la pre Del dozavo y de la sal,
dicación del Evangelio, la titular protección de nuestra Por acabar de hacer mal,
EcbO el sello en el papel.
Bajo el nombre de Alkemlástos, es una de las figuras que ere."
(a) Véase la carta uv, de Juan Rali Calderos , íeclia 1,' de en la Hora de todot, de Quevedo, con aquellas de los moaofU>
agosto. que oprimían y desustanciaban los reinos de Castilla.
EPISTOLARIO. 543
mal porreados y llenos de siniestras relaciones; las sá leerlo ; por lo cual ningnn caso se hizo del en aquel ca
tiras de don Francisco de Quevedo, en prosa y en verso, bildo. A mí fuérame muy fácil descubrir debajo del
hasta en las gacetas anduvieron.» propel parlero de sus engañosas palabras la hilaza que
he descubierto en vuesamerced; mas el tesoro de in
En otra parte : genio y erudición dcste noble caballero es tal y tan
«En el particular de don Francisco de Quevedo, di grande, que ponérsele al lado no ha de servir de otra
go que mucho hizo vuesainerced en ponerlo úi capite cosa que de einbarazu.Uo y menguar la gloria de sus vic
catendarii; pues, á fuer de caballero del vencedor la- torias.
g.irto(comosu merced dice), siu preceder más concier lítete igiliir tirlule porens , mi sócenla nulliim
tos que su propia elección , Longo ferent, studiis clnnim el iniofiinibus.
Uusis et Apelline aullo, Te su/iim pavilanl hoslen, tu sola! arenam
Concute : io, sotaní plurima serta maneut.
se hizo capitán desta gloriosa expedición ; y fuó el pri Tunde viro¡ grapkio, ilenlésque retunde citelli,
mero que en verso, y luego en prosa, tocó al auna, ha Annixus obscui is, qui lalral in lalebris.
ciendo grandes estruendos y asonadas de guerra, con VI Al. i dios bello polis es prosternerc viles (c)
Archilocos, tanlum victibu* eximios:
singular ostentación de las lucientes y bien templadas Et Mauros bello, viles Cfítnmóque futida,
armas que le ofrecieron las abundantes atarazanas de Yeráque le ¡cutis nomen ad arma vocal.'
su teología , sagrada escritura, cánones, leyes de par
tida y la demás pulida erudición :
Crammaticut, rkelor, geómetra , pletor, oliptes, CARTA LI. •
Graecus senoenobates , medicus, letnel omitía novit.
De autor desronncldo, en alabanza de la defensa que bizo
Con todo, confieso á vuesamerced mi pecado (si hay pe dos Francisco del patronato de Santiago.
cado sin consentimiento), que cuando paro mientes en
SONETO.
este caudillo, y lo considero armado con tanto género
de municiones de su erudición contra la grandeza ro Estímulos de honor, de amor sedales,
mana (esto es, contra lo que el romano Pontífice tanto A noble erudición, á gloria excitan
Plumas que nombre al Lacio, i Crecía quitan.
alabó y fortaleció), y esto jineteando don Francisco De la fama en los brazos inmortales.
sobre el sapientísimo elefante de su gran ingenio, de A Quevedo bailado en los cristales
la manera que las historias nos proponen al cartaginés Mas de Aganippc, mas le solicitan
Temores, que a su patria precipitan
Aníbal cuando venia contra Roma,—me da mil bullidos A ingratitud finezas desleales.
la memoria con aquella patética exclamación del poeta Bien debe F.spaíia fe, templos, Vitorias
de Aquino, pintando á esta sazón al mismo cartaginés Al que patrón unánime saluda
Por luz divina y milagroso arero;
(sátira x, 158.): Mas generosas deba ejecutorias
O qualis facies, et quali digna totells, A quien defiende de tan torpe duda
Quilín Caelula ducem porlaret belua luseum! La propiedad hidalga de su fuero.
Que un culto convirtió en castellano desta suerte :
8. 3. Angustí cantare licet videaris avena ,
¡Oh qué lisura para ana pintara, D'.tm lúa multorum vinca! avena tubas.
Cuando at romano presentó pujante
8. 80. Debenlur quae sunt, quaeque fuere Ubi.
Aun tuerto capitán airo elefante!
7. 41. Tam mala cur igitur Jederim Ubi carmina quaerist
y no vienen mal los versos que se siguen al propósito: Alcinoo nullnm poma dedisse pulas?
Exihis ergo quls estt i gloria! vincitur ídem i. 14. Sie forsan tenet ausus est Catullus
Kempe, et in exsitium praeeep» fngi!;.... Magno millere passerem Maroni.
Vo le falta al poeta para decirlo todo, sino acabar el ver- 5, 4. Tu tanlum accipies : ego te legisse pulabo
o y proseguir: Et tumidut falsa credulitale (ruar.
Inie repulsum
Exeeplt proemio moerentem Joannis Abbattt (o),
Tunis moesta din.
CARTA 1,11.»
»En efecto, Señor, tráctent fabrilia fabri , y es lo
Del licenciado don Fernando de Mesa Carvajal.
nos seguro.»
Entre los muchos que veneran el grande ingenio y
Entra Morovelli : caudal de vuesamerced, yo soy uno, y de los másafi-
oDe la manera que agora ningnn cuerdo atribuye á cionados servidores suyos, y deseoso de ocuparme en
: santa iglesia de Santiago el papel que salió contra el su servicio; y asi, rae ofrezco á él dende ahora con mu
i nombrado caballero don Francisco de Morovelli y cho gusto, y suplico á vuesamerced rao favorezca con
uebla (¿>), papel de autor tan desalmado y furioso, que tenerme por muy suyo.
idos se persuaden que es hombre dejado de la mano Estos días escribí ese papel en derecho, en defensa
i Dios, y que por él dijo Santiago (cap. 3): Non est de la singularidad del patronato que goza nuestro pa
la sapientia desursum descendens; sed terrena, ani- trón Santiago. Y como vuesamerced tiene tanta parte
alis, diabólica. Yo he visto el papel dcste, formado en esta defensa , pues con su docto y curioso Memorial
s la cabeza de uno de los más grandes cabildos ecle- la ha adelantado tanto, es justo que este vaya á manos
ásticos de España, afirmando que es pecado mortal de vuesamerced pata que le honre con leerle, y á mí

<«) Al margen: ¡Buen terso! (d En el mírgen: Alludit ad gentilicum nomen de Morovelli, et


(bj La censura impresa 1 la pag. 459 de este tomo. viles bello superam.
544 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
con ailveífirme las faltas del ; porque á tan ingeniosa y
acertada censura como la de vtiesatnerced se deben CARTA LV. *
rendir las más bien cortadas plumas de España, cuanto
Del obispo de Coria.
y más la mia. Guarde nuestro Señor á vuesamerced
largos años para honra y lustre de los ingenios españo Heme holgado más de lo que podré significar por.
les. Cuenca y junio 24 de 1028. — Licenciado don carta, con haber recebido la de vuesamerced, muy lle
Fernando de Mesa Carvajal. — Señor don Francisco na de favores, sin haberlos merecido, si no es con el de
de Quevedo. seo y voluntad que siempre he tenido y tengo deserw
á vuesamerced por su nobleza y por el talento y vab:
CARTA Lili. • que Diosle ha dado para hacer bien ásu patria, yqw
reciba nueva luz con sus letras, tan estimadas de ura-
De don Jorge de Orea Tinco, prior de Uclés. e Ims; si bien son pocos los que pueden seguir seme
Un mes bá que tomé la posesión desta dignidad, y en jantes estudios.
este tiempo he procurado hacer esto, dando á vuesa- I Besoá vuesamerced las manos por esta merced,;
merced las gracias de mi parte y deste sacro convento suplicóla continúe en todas las ocasiones que se ofre
y capitulo, del trabajo que en servicio y defensa del | cieren de su gusto y servicio. Y perdone vuesamerced
Patrón vuesamerced ha tomado, defendiendo con tan no haber respondido antes; y aunque su fecha en'.eJ
ta erudición y afecto su preeminencia. El se lo pagará á de julio, no llegó á mis manos por la vía de SalamiD-
vuesamerced; que es gran señor y bien' emparentado. ca hasta los últimos de el dicho mes. Y no me hntbi
En Aranjuez recibí el librico que vuesamerced me poco de que vuesamerced prosiga lo comenzado; ; tpt
remitió: ha sido obra de mucho consuelo para los hijos el Cauterio de la verdad no quede en olvido, porc-
y devotos de Santiago, y hija de tal ingenio. A vuesa clio que hagan esos padres, que defienden á capa y ar
merced suplícoselo continúe lo comenzado; y si para pada que no salga á luz. Cuando llegare, ú mis maim?;
ayuda valiere algo mi persona y bienes, desde luego lo viniere de las de vuesamerced, le recebiré con machí
ofrezco todo, sin reservar nada , y el poder desta santa j agrado y veneración.
casa, que en oposición deste agravio gastará y aventu Y si en el ínterin fuere de algún provecho, me lo
rará cuanto tiene y las vidas de los subditos. Que todos podrá vuesamerced mandar, á quien nuestro Señor
juntos besamos las manos de vuesamerced muchas guarde y prospere y dé buen suceso en todo, conw ile-
veces, á quien guarde nuestro Señor. Uclés y julio 7 seo. Lacúnula, á 3 de agosto de 1628 años. —Elttítp
de 1 628. — El pr¡'or de Uclés. — Señor don Francisco de Coria.— Señor don Francisco de Quevedo.
Quevedo y Villegas.

CARTA L1V. • 1629.


De Juan Ruiz Calderón.
CARTA LVI. •
El ordinario pasado escrebí á vuesamerced ; y ansí, lo Del licenciado Avila de Vera, presidente de b magistral de Kaá
de Henares.
que agora se me ofrece es decir que vuesamerced esté
contento y muy consolado de hallarse fuera deste lugar, Grande ha sido la merced que con su carta de vue
porque en él no hay sino novedades y confusiones, sin samerced y Memorial he recibido, así por ser digne
hallarse pan ni otras cosas. uno y otro de este afecto, como por ver con ello rompi
El intento de echar á vuesamerced del no fué más do el injusto y largo silencio de nuestro conocimiento
de parecer que resolvieron el Conde y Villegas, pare- y amistad. Solo resta que vuesamerced lo lleve adelan
ciéndoles no había otro remedio para que vuesamerced te, mandándome cosas de su servicio y gusto; que el que
no escribiese, habiendo tantas ocasiones sobre qué. Y yo sacaré de acudir á ello, valdrá para solicitarlo y para
para esto armaron por causa decir que vuesamerced en paga de cualquiera diligencia que me costare : si bien
su libro h^bia hecho á los del Consejo Real tutores de achaques de la salud, y especialmente del oir (que s?
la ley, y que en el otro libro de Gobierno de Cristo solo me ha agravado mucho), no me dejarán lograr esta li
había querido decir mal del gobierno presente, y que cita como quisiera, teniéndome casi inútil para másqai
siempre había de hacerlo mismo. Y ansí, se resol vieron los libros y la iglesia.
á quitarle de aquí. No hay sino tomarlo como ello es, y Estos señores de ella y yo quedamos muy obligad
estar contento de que cuantos hay en la corte dicen á y reconocidos á la merced y favor que vuesamerre-U
voces la sinrazón que á vuesamerced se le ha hecho, y ella y á nosotros hace en su Memorial, especialmente
que puede estar muy gozoso dello. con la relación del privilegio de Cindasvindo, no mea*
Ahora, Señor, prosupuesto que entiendo durará esto glorioso que antiguo : si bien há algunos años que b
muchos días, es menester tomar resolución sobre lo tengo advertido y di noticia déT á fray Lúeas de Mv>a-
que ha de hacer en componer sus cosas. Para todo me toya, bien conocido en esa corte por su pulpito y le
tiene vuesamerced aquí para servirle. tras, para un sermón que hizo aquí un día de la fes
Las que van en esta han llegado por el correo. Vue tividad délos Santos Mártires ; y todos le debemos^
samerced me avise adonde le escribiré y al contador tanto á Ambrosio de Morales (que le refirió por lamí*
que le remita las cartas. Y guarde Dios á vuesamerced, antigua escritura de España), cnanto al erudito y ;a.
como puede y yo deseo. Madrid y agosto 1." de 1628. fray Antonio de Yépes en su Historia de san Bcniü
—Juan Ruis Calderón.—Señor don Francisco de Que que nos le dio copiado diligentemente.
vedo. Pero viniendo á su Memorial de vuesamerced fia
EPISTOLARIO. B45
»! con mucho gusto y atención), digo, Señor, que be
¡slo y tengo otros papeles en el mesmo argumento; y CARTA LVIII. *
tinque roe lian parecido bien, porque soy más inclina-
A don Joan Adán de la Parra, (J)
oá estimar que censurar trabajos ajenos, — con todo
•o, su Memorial de vuesamerced, en su prefación, El alguacilado don Diego Terrones sigue atufado;
impleerudita y precisamente conel asunto cuanto su- Dios le dé seso, y á mí me despierte, para no soñar más
e la materia; y es muy digno de estimación. Como se en sus uñas, que cada vez se asemejan más á las de su
i hecho por los que le han visto en esta universidad y maestro el rabilargo. Otro licenciado Calabrés tengo
ata iglesia ; sin necesitar diligencia mia como de ma- en ciernes, pero el original es más diminuto, y descon
ir servidor de vuesamerced, á quien nuestro Señor fío de que haya capigorrones y fulleros que me devanen
larde y acreciente, como merece y deseo. De Alcalá y los sesos para que salga bien hilado.
arzo 14 de 629.—El doctor Avila de Vera. Creo que Segovia le habrá ofrecido recuerdos míos,
{Al margen) : Otros escritos de vuesamerced impre- como dice en la suya, y siento que el pobre Cabreriza
i, especialmente la Política evangélica (que aun para se halle tan mal parado con los apuros; mas no se ría,
lo leerla no la be podido dar alcance), deseo tener; y que es espátula que llevó antes muchos adelante, cuan
o Un cortas las librerías de aquí, especialmente por do había encontrado el ungüento que le sostiene aun
e tiempo, en que todo falta, que no lia sido posible en vida.
tolos. Suplico á vuesamerced, si se halla con algu- No deje vuesamerced de visitar á mi María, que
; sobrados , me haga merced de ellos; que á su cuen- aunque vieja, todavía tendrá carne y buen caldo, que
j porque se embarace menos en escribirme, le ab- es condición de gallina flamenca; mas vayase sin blan
lvo del titulo de señoría, porque mi dignidad (aun - ca, que tiene imán en sus ojos y son gatillos sus dedos.
¡ de tanta calidad) no está en uso de ella fuera del Aun si puedo enderezar esta pata, que me hace más
flilo.—Señor don Francisco de Quevedo. mal que bien de presente, he de ir á rodar los man
teos hacia la calle del Fraile, para enseñar á vuesamer
ced bellezas ignoradas por lo perdidas, y diamantes
CARTA LV1I.» en bruto por lo pulidos.
El Conde aquí sigue condeando, y el Rey durmiendo,
De don Juan Adán de la Parra, (a)
que es su condición más análoga : hay, parece, nuevas
migo don Francisco: Ya me tenéis en Segovia, pa- odaliscas en el serrallo , y esto entretiene mucho á su
de vuestro Buscón y del frió, pues le hace tal, que majestad y alarga la condición del de Olivares, para pe
ie helaron las palabras al saludar á doña Lorenza, lar la bolsa en tanto que su amo lo hace de las pavas.
tsar del fuego con que me arrimé á ella. Decirte, Todos gruñen por esto y lo que vuesamerced sabe ; pero
morillo, cuánto me reí al visitar al dómine Cabre- los sabuesos se mean en los perrillos y siguen adelan
i, seria largo; porque, recordando tu Buscón, no pu- te. Dios nos asista con pan y paciencia, y ruede la bola,
íablar, de risa, á don Antonio en mucho tiempo, como no nos tope.
lio retratastes, pero ahora es infiel la pintura, por Habiendo sacado el alma de carnes , ó las carnes del
reí pobrete mucho peor, y tan vecino á la muerte, alma, que vale tanto, pintándome las narices del mo
da lástima. No puede llevar en calma tu nombre drego de Beiliuches, me recordáis al buen párroco
|oe le dijeron que él era el dómine de tu historia; del Fresno de Torote , hombre de tan descomunales
e dijo que fueras más caballero sin ser ingrato. Ya narices, que otras mayores jamás he visto. Las inias,
ibre Cabreriza ni tiene discípulos ni dice misa; es que no son pocas, pueden tenerse por narices mininas,
squeleto que se mantiene con los ahorros de sus comparadas con las del clerizonte, aquel de quien di
nos tiempos! je aquellas coplas en casa de la Condesa, en donde
ialcapitan Ribera, y me recibió bien, mandándome también se recordaron las del canónigo Berduguíllo.
» sus memorias; pero se negó á entregarme aque Por esta vez, amigo Parra, os llevo ganada la palma
josas para su sobrina, reservándolo el viejo para da en cuanto á narices, y me temo que no se den vues
awrle, que permita Dios no se dilate. El padre Be- tras narices por hijas de las mías.
' se halla embarazado, y, ó pare al Antecristo, ó
enta, pues está cual un dromedario barrigudo; mas CARTA LIX. •
w eso no deja de estrujar el pellejo de Baco y de
erse un carnero diario. Se rió mucho cuando le A don Alonso Messia de Leiva. (c)
dgunas de las vuestras, y me pidió copia. Escríbeme vuesamerced, señor don Alonso , quedc-
e volveré pronto , porque los fríos me tienen enco-
• J mohíno, y necesito más calor. ¡Si siquiera me lí) De igual procedencia que la anterior é infundiéndome la
iera traído á María ! pero fué muy sabia , y como misma desconfianza.
(c) Don Alonso Messia y Leiva escribió un soneto en elogio de
de la tierra, sabia cómo aquí se gasta. No me es- la Elocuencia española en arte, del maestro Bartolomé Giménez
ais ya ; que yo iré por la respuesta.— Adán. Patón (folio 15* vuelto de este libro, impreso en 1621). Alguna
ligera noticia dará de don Alonso i nuestros lectores la nota i la
dedicatoria del Cuento de cuentos.
Como el mim. m. Determínate en este papel el original Esta carta va cotejada , entre otras copias , por una del propio
'«ciado Cabra , figura de las mis graciosas que tiene la año, que posee mi amigo el excelentísimo señor don Serafín Esté-
'M Buscón. Pero ¿será legitima la carta? De ella dio algu banez Calderón , ex-senador del reino, y ministro togado que fué
ien noticia su dueño el señor Castellanos, i la pig. 355 del
del supremo tribunal de Guerra y Marina.
" de su edición de Quevedo. La diA a conocer ya, por nn traslado menos antiguo, el señor
Castellanos en 1851, i la plg. 1 15 de su Un repelido tomo vt.
Q-u. 35
548 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
sea saber cómo me sucedió el viaje ; debiera él conten tos; poco dije, se los persuadimos, y llegamos are»
tarse de haberme traído acá, y cuidadoso, siu tener á nocerle por deuda lo mismo que nos roba. ¿Que
vuesamerced con cuidado. hará quien agradece á sus pecados el deleite qnt
Vine en coche de alquiler, con más carga de años mienten? No he visto hombre malo amiento con u
que de trastos, un muchacho y otro viejo ; que es nom culpa, ni cansado con muchas. Ya que nuestro cu ¡
brar ú Morales. Por la Mancha, en Invierno (donde las sabe ser venta siempre, sepamos ser huéspedes iI¡m
nubes y los arroyos, como en otras partes producen vez ; si no supiéremos evitar los hurtos, riñámoste,»
alamedas, allí lodazales y pantanos), la agua que no quiera hagamos de nuestra alma el caso que liiioaqi
se bebe, aun sed rabiosa no la persuade. Fué la lluvia de un sombrero viejo; ad virtiendo que el can.;
prolija, y yo tecnia más el vino en el cochero que el está en la venta de paso, y nosotros de por vida.V.-
agua en el camino. Tul era, que me aseguraba antes mos como entre ladrones, pues sabemos que tifia
del albedrio de dos rentas falsas que de su gobierno. en venta , no cuando saldremos della.
Llegué á las ventas del Puerto Lápiche, no escogí Dé Dios á vuesamerced su gracia , larga ti.li r
en ellas; conténteme con una choza que llamaban apo buena salud , y le aparte de todo mal. Yitaert
sento, en la postrera. Fieme del vocablo, apenas pude los luíanles, 7 de diciembre de 1629.
entrar y apenas cabía; todo lo embarazaba una cama,
cuya manta era inquietud, mal espulgada, la almohada
1C30.
asco, las sabanas castigo; el jergón, amenaza al sue
ño y remedio á la modorra , mejor para despertar que CARTA LX. •
para dormir. Cené lo que la huéspeda quiso; de suerte
que eché menos no haberlo comido crudo. Arrójeme Del doctor don Antonio de Caroso, Flgueroa jííxa,
de la urden de Santiago.
devanado en la capa sobre mi hato ; debi de dormir al
go; no se lo digo á vuesamerced por verdad, sino por Las cosas de nuestro Santiago son tan afectas m
conjetura. Amaneció; bajeza me parece de la aurora los extraños, que no pueden desagradará vue-ss
acordarse de tal sitio. Habíanle faltado á otro huésped ced , hijo suyo por tantas causas. Ahí va ese riit
unas espuelas y unas alforjas y un sombrero, y des disparate (a); que en el regocijo. que nos a» a
pués de grandes voces vinieron á malas palabras y á nueva, la mayor necedad fuera mostrar cordura. ¡J
peores obras; oyóse ruido de espadas y golpes de pie beso valgo poco para poeta ; pero para criado étm
dras. Sacónos á todos el alboroto afuera, dividírnosle; merced me sobra voluntad y deseos de acerUri*?*
si bien no fué posible apaciguarle, por baber dos heri originados de la devoción que tengo á suíí."*
dos y un descalabrado. Guarde el cielo á vuesamerced muchosaik;^<
No quiso, señor don Alonso, perder el tiempo la con nos falta el sol de su ingenio, nosquedaréme: vjJ
sideración, que si atiende, en lodo halla doctrina y noches. De Santiago, i 16 de marzo. — Se
estudio. Oilasu voz; y yo se la doy ahora porque vue vuesamerced, que sus manos besa. Doctor fei*
samerced la oiga también y la logre mejor: «Mírame, Ionio de Gayoio y Figueroa.— Señor don Frii»*
decía la furiosa ignorancia del hombre, cuan desen Quevedo.
frenado sentimiento muestra por una miseria y dos
andrajos que le ha hurlado la venta donde con otros CARTA LXI. •
muchos ha sido huésped una noche. Y habiendo tan
tos años que de noche y de día es huésped de su cuerpo, Al duíjne de Mcdinaceli. (!>)
no siente los grandes robos que le hace cada hora cu Guarde Dios & vuecelencia muchos años, bw»*
los sentidos y potencias: su lujuria le ha robado los vela en hacerme honras y favores tan señalada J1
pies, y las manos no le sirven sino de verdugos; hale tibies, como esta del docto Francisco Martiju
acortado la vista, menos ve que llora; hale derribado Mesquila, portugués; el cual ha acudido á mi i ■'
las fuerzas de suerte, que el soplo no cuenta por haza veces ú la hora de comer y de reposar, y nk ; ■■■•
ña el trastornarle; la gula le ha desarmado las encías
y desempedrádole la boca, hale reducido á vientre em (a) Es una canción silva, qae imprimió' con titilo IfW
de la muy noble y leal ciudad de Santiago de ComptUt* t*
barazoso; el vino le quitó el seso, y le llevó la color y se sopo haber declarado Urbano VIH el único patrota jtii>
la lengua, aprisionándole la habla, haciéndole dar fia eu favor de Santiago Zebedeo.
traspiés con las razones , infamándole con el tufo el {Id Don Antonio Juan Luis de la Cerda , VlldmpeitM*
aliento. La ira le hurta el sosiego, algunas veces la /i, uno de los varones más sabios, valieutes, oaeiianiESs'í
rosos de su tiempo. Teólogo y escriturario, amó tuda mi*
honra , muchas veces la salud , y no menos la hacienda i los hombres señalados por sn virtud y ciencia. Beatas*'»
con los pleitos, y la vida con la venganza. virey de Valencia, y prudente como general Jel mar Orea-» I
Aquel hombre pareció luco, y fué lición: hizo cá- ta de Andalucía , supo llenar los deberes de recto citi- : '
plido caballero. Heredó i su padre, don Joan luiitt ■''<
treda el ventorrillo, enseñónos & sentir lo que nos hur en Í4 de noviembre de 1607, y mnrió en el Pnerlo de.*"'
tan. Tratemos al cuerpo como á compañero, y temá rfa á 7 de mano de 1871. Estovo casado coa dota i" '
mosle como venta en que somos huéspedes; hagamos Luisa Enriquez de Ribera I'ortocarrero y CirdeeaO "*
la cuenta, y paguemos lo que debiéremos en la posada, de Aírala de la Alameda, señora de Lobon, la cual fíl*<»
ven, por enero de 1615, en Andalucía.
y guardemos lo restante para la cuenta que debemos Tuvieron por hijos: 1.* a dona Antonia María d« Is C«*jj
dar. Alto letargo padece el seso humano: en más esti pitulada muy niila ron el primogénito de Infantado; K"
ma aquel sus espuelas, que nosotros la salud y la vida, esposa del marqués del Carpió, morid sin b'jos ; f * **'
y oso decir que la paz de la conciencia ; riñe con quien Francisco, VIII duque de Medinaoeli. que nario WlS^'J
desposorio fué tratado sin gusto suvo, a i .' ie norinak'í *• '
seks hurtó. Nosotros le agradecemos al cuerpo los hur coa Catalina, bija mayor del duque de Segorl.', y alias*
EPISTOLARIO. Ct7
«tosías leves nueva» y las dificultades. Cnn que quedo
amo se puede imaginar, y rogando á Dios por quien CARTA LX11I. *
mío bien me hace. ' De fray Agustín Duran, lector jubilado v de prima del convento
Lis leyes y las dificultades y los remedios he visto, de San Francisco de Salamanca. [c¡
es la cosa mejor del mundo, y platicados, no hay más
ue pedir, y son un tapa-boca de todas las trampas, Aunque no conozco á vuesamereed sino para ser
ueceleneía debe, en conciencia y en suficiencia, y virle, basta el conocimiento que tengo de las obras
inasistencia y vehemencia favorecer al autor con su de su lucido ingenio, para escribir estos renglones; soy
■andeza, apoyar esta milagrosa obra, y imprimirla muy aficionado á vuesamereed, y siempre he venera
ira que toda la cristiandad la goce, y sea gloria y do y estimado sus escritos. Llegó últimamente á mis
enwia de vuecelencia , á quien Dios nuestro Señor manos el de nuestro patrón, leíle con sumo gusto,
urde, como yo deseo. En esta casilla, á lo mejor de la porque en él (como en los demás) toca vuesamereed
«la, vispera de mañana y después de ayer, que son el punto con delgadeza , y prueba el intento sólidamen
kltt Sitias.—Don Francisco de Qucvctlo Villegas. te. Imprimía á la sazón ese borroncillo (d), y me aco
bardó para sacarlo á luz, deslumhrado de la mucha que
resplandece en el Afemoría/de vuesamereed. Mas co
CARTA LX11. • mo es de género diverso , proseguí la obra ; pero quíso
la autorizar mendigando de la de vuesamereed, como
Del duque de Medinaceli. (a)
lo verá en la pág. 22 , explicando la bendición de Jacob.
señor mió y amigo mió : Hoy he recibido una de Por haber parecido algo ese sermón en esta univer
sainerced, y por vida de la señora doña Antonia, sidad , y ser vuesamereed hijo y defensor del Apóstol,
i no me he holgado otro tanto con ninguna otra carta se le invio para que le vea y enmiende ; que no ha lle
«uantas he tenido ; en fin , es de quien más siento gado á ser tan grande mi temeridad, que diera lugar á
oledad, y si yo estuviera esculcando trastos y atis- poner en manos de vuesamereed cosa que no estuviera
do manchas , no echara menos nada. No respondo primero aprobada y recibida por estas Atenas; si bien
'ra, por la prisa. conozco que todo es favor. Y no lo será menos el tener
i don Sancho de la Cerda, mi primo , le ha parecido me vuesamereed por su siervo y discípulo, mandán
ir de cierto una mollina que tuvo su padre con un dome cosas de su servicio. Guarde nuestro Señor á
silero; no me he determinado á estorbárselo, por- vuesamereed. San Francisco de Salamanca y setiem
mc parece justo. Yo no estoy ahí, y sus años nc- bre 17 , 1630.— Fray Agustín Duran.
lan de consejo, y su resolución y deseos le merecen No va encuadernado uor la comodidad del pliego.
no; de nadie como de vuesamereed se le puedo
pirar. Y así, le he mandado que si se le ofreciere al-
comunique el suceso, dejando en la resolución que CARTA LXIV. •
amercea le diere, las advertencias que lleva mías,
isperoque no será menester, ó que si fuere, no lo Al duque de Medinaccli. (e)
ni (o). Guárdeme Dios á vuesamereed. De Medina, He dejado de escribir á vuecelencia, porque preten
de setiembre. — A. El duque de Medina. dí remitirle una relación con que so riese un ratotrl
señora la Duquesa; y no ha sido posible acabarla de
, con qoe se unieron tantos estados en la casa de la Cerda;
don Tomás, III marqués de la Laguna y XI conde de l'.i-
trasladar don Alonso aun , para remitirla hoy.
• ¡ J i' a doüa Ana Catalina, condesa de Melgar en 1671. ¿Cómo diré yo á vuecelencia el regocijo que me dio
orla que publico en este sitio, copiada del original, se rs- verá Alonso Toríbio hecho hombre de negocios dando
4 poragnsto de 1650, según autógrafo apuntamiento del Duque. letras? En mi vida he rcido tanto como cuando vi una
Traslado del original. La inicial que precede» la firma es
en letra del nombre de la duquesa dníia Ana María, corles
firma escrita con escarabajos despachurrados por le
> i«c introdujeron eu el estilo epistolar los Reyes Católicos tras. Vuecelencia haga que le confirme el obispo de los
Fernando y dona Isabel. ginoveses, y que de Alonso le haga Otavio, y del Toii-
HfioradoOa Antonia lMaría de la Cerda, por quien jnra el Duque, bio, Centurión. Yo fui á su casa, que vive en la calle del
xttiji única entonces , i la cual, (Te pocos afios, en el de ICH
'(mayo capituló con don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza,
Pozo, y cuando vi y olí la callejuela, dije: «Aquí no se
'it Saldaría, hijo del duque del Infantado. Medinaccli se obli- acetan letras, sino letrinas.» Salió la señora María Pa
dar de dote 100,000 ducados á la novia, óchenla mil de ellos lenque, y con muy buena gracia O 'jo :«Yo he gastado
'"a y los restantes en joyas y vestidos. Y enmo pensase íuii- en tomar puntos, el dinero que tenia (y eran los puntos
«vorazgn de segundogenitura en don Tomas, su hijo terec-
ijpusn que había de renunciar duüa Antonia su legitima; y al portal de la casa en una caballeriza que sirve de re
miau lo conveniente por si le llegaba i heredar sola esta sc- cibimiento). En cuanto á pedir estos cien ducados á
«Wmptiéronse Infantado y Saldaña á que la novia tuviese
rras 10,000 ducados, y afianzada una viudedad de 40,000, gundodel marques de la Adrada, tomó el habito de fraile francis
* disfrute de la ciudad ó villa que señalase, ejerciendo ju- cano en Alcalá de llenaros, con aelm. ración de toda la corte; y sir
ecion en ella. vió de estímulo, para entrar también en religión, al conde de Pa-
«izo el convenio cuando Infantado partía a desempeñar un raleda. Véanse los Avisos de Pcllicer \ 31 de mayo de 1 G?9>.
le de su majestad, y Medina á servir el vireinalo do Valencia. (<• Original, existe en la Academia de la Histeria, biblioteca
limita autentica existe en el códice E, 23 'Julios 26 y 27) de deSalazar.N, 27.
Mioicca Karional. (rfi Es el Sermón predicado en el real Monasterio de SanUspirt-
uno teniendo efecto las capitulaciones, por muerte del conde tvs ie Salamanca, en el tercer Domingo de Qearesma. En la ¡lenta
ildaüa, casó doña Antonia con el marques del Carpió, y murió que celebró del Patronato de Santiago.— SaUm.an.ca, cu casa de
lijos en edad lozana todavia. Antonia Ramírez, viuda. ADo de 1630.
Vicie aüos desvaes, este ion Sancho de la Cerda, hijo se- (<) Del original autógrafo.
548 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quien dice mi marido, yo se los pedí para esta obra, y Yo acudo á palacio á ver con Arricia si ha; ocas»
en ella los he gastado; y con esto vuesamereed busque para despachar el negocio de los acreedores, jeaej
retorno para la letra.» Yo y Juan Pavía, que fuimos jun parte no habrá descuido.
tos, nos volvimos muertos de risa. Y no tiene que des El dia que vuecelencia salió, habia ya salido de p¡¿
consolarse Alonso desto; que un Toribio harto seta que ció la señora doña Costanza de Orozco.
de tres, la una salga Estrata ú Escoizafigo (a). Y el coi reo que llegó de Italia trujo de nuera j
Yo voy ya juntando libros á vuecelencia; y si puedo muerte del marqués Spínola á 27 del pasado; qwj
asir unos que ha querido comprar Julio para el Almi peste andaba muy viva; que Genova se guardaba^
rante , será buena ocasión. Descuide vuecelencia, que extraordinario desvelo. Nada del Casal ; que el reyd
en lo que me mandare procuraré se conozca que es Francia estaba bueno.
don Francisco de Quevedo quien sirve á vuecelencia. Habían llegado cinco galeras á Barcelona, eo
Yo Ik'i dias que no he visto á aquel caballero. Voy pasará el duque de Feria, que aguardaba al «o.
acabando mis pleitos ; y si Dios quiere, be de estar sin la Roca, que ya está allá.
esta plaga antes de dos meses. Su majestad está en Balsain; entiéndese
El conde de la Roca ha estado malo y melencólico, Guisando. Aquí llueve y hace hambre y otras
y lo está y lo va ; creo será la jornada el lunes (6). Don peores: no hay de qué dar cuenta á vuecelencia; laj
Alonso va con él ; Dios le encamine. es plaga.
De Italia no hay nada de nuevo ; de Flándes se teme El marqués de Santa Crnz prendió á don H
mucho algún motin, y el enemigo tuvo casi en su po Spínola por las palabras que tuvo con don Ferta
der á Bredá otra vez por interpresa. Dícese que el mar de Guevara, porque se murmuraba en el ejéraiti
qués Espinóla no es muerto. Feria está público que va estuviese preso solamente don Fernando; donfí
á Milán , y Clistel Rodrigo á Roma ; y casi está público que no ha llegado.
que el infante Carlos va á Portugal. De todo esto haga Yo me estoy soltero todavía ; y como tal solteroH
vuecelencia el discurso que le pareciere. á vuecelencia la mano y al Almirante, y me encai
El conde de Villamor pidió que su majestad le hi do en las oraciones de vuestras excelencias, bm
ciese merced , y le respondieron haciéndosela ; él no la Dios á vuecelencia, como yo deseo y he menester I
dice, ni recibe la plática dello, ni anda contento, que drid, 20 de octubre de 1630.—Don Francisco ¿tí*
es cosa y cosa. Lo que yo sé es, que es muy reconocido vedo Villegas.
apasionado de vuecelencia.
La señora doña Costanza se casa ; creo será muy CARTA LXVI. •
aprisa.
Al mismo, (e)
Yo deseo sumamente hablar con vuecelencia y oir
hablará vuecelencia, y que me pidan albricias de un Lo mejor que á esta carta puede suceder es »Ui
hijo que dé Dios á mi señora la Duquesa, que está non á vuecelencia ahí, siendo la causa su vuelta cí:m
el conde de Melgar sin el marqués de Cogolludo. Ese y buenas nuevas; que á mi, aunque no quien»
dia entro en fiestas , y gasto y me pongo cadenitas. oidores, no se me escaparán en sabiendo está >■■
Guarde Dios á vuecelencia, como yo deseo y he me lencia donde yo le pueda besar la mano.
nester. A mi señora la Duquesa beso la mano, y que Yo soy desgraciado; que habiéndome encarpíH
yo remitiré á su excelencia la relación de las Gestas de negocio de los acreedores, he tenido dos di» Ut
Barajas que se hizo por orden de mi señora la condesa' del gobierno para poderlo despachar pintada ; pc^
de Olivares para inviar á la reina de Hungría (c). Ma faltó don Alonso de Cabrera y don Juan de Frías, f
drid, 25 de setiembre, 1630.— Don Francisco de Que que por más moderno le envió el señor Presideas t
vedo Villegas. sala de provincia , que por ausencia de Madera vá
ta de juez, y se trazó bien que él fuese. Esperofllj
CARTA LXV. * habrá otra ocasión ; que por estar malo Arriet) H
tengo á vuecelencia este despacho , que lo es*
Al mismo. (¿)
más que el otro mió.
Yo estoy con cuidado de saber el Camino quo vue Al Almirante beso la mano, y que no le escribof
celencia tuvo; que el recibimiento ya sede la manera no cansarle.
que habrá sido en casa del Almirante. A don Fernando y á don Sancho diga vnece'<£
que vengan, y traigan á vuecelencia ; y con esta *¡i
(a) Dos hombres de negocios (banqueros que hoy sí <fiíe liá
rnosos en Madrid, como Octavio Centurión, y genoveses, cuino de bien llegados y bien venidos.
costumbre. Y á don Sancho, que su buen amigo don Jorges*
(i) Iba de embajador i Venccia. vo conmigo y me dijo, habiéndole yo en él:«E-i£E
(d li mi,. María de Austria, hija de nuestro rey Felipe III, des
posóse en 1023 con el principe de Gales; pero, como no se efectua
lente perdona el Sancho ;» y esto con toda la soleos"
se el matrimonio, se trató su rasamicnto con Fernando, rey de de pucheríllos y candilejos de boquita. Tengas* *
Hungría , hijo del Emperador, y a 3 de setiembre de 1628 se fir nido de caballería y muy suyo , y casi casi panfl
maron las capitulaciones. Con poderes del húngaro se desposó Al señor don Fernando beso las manos, y que !!
Felipe IV con su hermana la Infanta en 25 de abril de 1629, la aguarda en casa mi Epitome de santo Tomás dt '■
(nal salió de Madrid a 46 de diciembre, acompasándola el Rey y
los infantes hasta Zaragoza. El duque de Alba la fué sirviendo nueva; y que hoy he visto al señor don FnncücM
basta entregarla 1 su marido, con quien casó en 1631 y tuvo su hijo, muy galán y muy lindo caballero.
cesión gloriosa. Fué madre de Mariana , reina de Espada , y mu
rió en Linz a 13 de mayo de 1646, en temprana edad.
\d¡ Por copia del original. (e) Copióse del original, que está en pliego.
EPISTOLARIO 849
Si vuecelencia viene con Cifuentes, alegraráse Ci- fantes y caballos. Si por ruegos lo vuelve á dejar, bue
¡ntes, como Medinaceli si viene sin Cifuentes. Me- na burla nos ha hecho; si lo conserva, buen concier
íaceli y yo nos alegraremos de ver á vuecelencia por to hicimos, y bien lo asistimos para el cumplimiento
; estado y por otros muchos. del. Por aquí dicen muchos que se abren zanjas para
Aquí no liay novedad ; de alguna parte buenos dias, otro año de 25. Lo que siento es el que mi señor lo tra
«que nadie los mete en casa, y así se andan por las baje y despene hasta poner los ejércitos del Rey supe
les. Guarde Dios á vuecelencia, como yo deseo y he riores á los de los enemigos, y luego den con todo
nester. Madrid, 23 de octubre de 1630.— Don en tierra. Nuestros pecados deben de ser; que yo no
mc¡«c de Quevedo Villegas. echo la culpa á otros. Guarde Dios á vuesamerced,
como deseo. Genova y noviembre 12, 1030.— Roca.
CARTA LXV1I. •
CARTA LXVIII. •
Del conde de la Roo. (a)
Al duque de Medinaceli. (c)
Jniero empeñar á vuesamerced en qne Jca buen
respondiente, escribiéndole de cuantas partes lie- Señor : Estése aquel hombre con quien escribí, ahí ;
de mí y de lo que corre de nuevo; veamos si los y con eso estaré descansado.
reos de España me traen tantas cartas de vuesa- Ya salió don Jusepe de la cárcel; yo dije un dicho
rced. que hiciera soltar á Barrabás : díjele con verdad, eso
)esde Barcelona di cuenta á vuesamerced de cómo es cierto.
embarcábamos á los 29 de octubre, aunque con mal Hablé en el negocio de los acreedores á don Juan de
npn. Este se fué aumentando; de forma que aque- Chaves, y respondióme como si h .lila ra á vuecelencia.
íoche en Palamós , dado fondo en el puerto , estuvo Hablé á don Juan de Frías, y argüímos una hora.
:alera del Duque (6) y cuantos en ella veníamos muy Tiene aquel caballero una conciencia sin salida, como
inaá perdernos, porque sobrevino un huracán tan callejuela; él es santo juez, mas no al propósito para
Mnpestivo, que rompió las gúmenas que aseguran el arbitrio y la gracia.
alera patrona de Sicilia, y cargó sobre la nuestra y Aquí no hay novedad alguna, todo es hablaren es
con ella en peña viva. La diligencia pudiera poco to del Casal al albedrío de lo que cada uno juzga. El
0 cesara el tiempo con la misma prisa que comen- Rey está en Aranjuez; yo soltero, vuecelencia bueno,
Desde allí, proejando siempre, llegamos ¿ ver la y mi señora la Duquesa. Esto importa, y un marqués
i del golfo ; y la prisa que el Duque dio al capitán deCogolludo, que no hay tal. Dios guarde á vuecelencia
ipa prevaleció contra su opinión. Y fué gran suet- muchos años. Madrid, I." de diciembre de 1630.—
war el golfo entonces, porque si esperamos ocho Don Francisco de Quevedo Villegas.
v, nos cogiera en medio del el tiem¡ju que des-
- hemos traído ; cuyo discurso ni fuera seguro ni
roso. CARTA LXIX,
•l Duque queda ya en Genova, cercado de ojos y Al mismo. \i)
:ursosde á qué vendrá; y yo, si hallare por donde
dejen pasar, partiré mañana (bien que por lugares Yo quedo con el cuidado que vuecelencia puede
■lulos) á Casal , en busca del marqués de Santa creer, hasta que. sepa está bueno vuecelencia y enmen
i\ y de allí á Turin , que todo es de lo llagado y de dado, pue< es mejor guardar la salud que guardar los
en se guarda Genova. conejos, y asistir vuecelencia á buena vida que á buen
Autógrafo) : Ha llegado aviso qne habiendo sacado desvío. Vuecelencia lea para entretenerse y cace co
franceses la guarnición de la ciudadela de Casal, y mo si fuera médico ; y el médico se dará al diablo y no
«arques de Santa Cruz del castillo y ciudad, y que- tendrá que hacer.
ido todo consignado al comisario que nombraron Yo di la carta de vuecelencia, que vino tal, que lo
f el Emperador,— nuestro ejército durmió aquellas que se ha hecho (de que avisa Santurce) se debe á su
.'lies ; y el francés una de ellas se volvió á apoderar buena nota de vuecelencia, y no á los agentes. Poco
ciudad, ciudadela y castillo , donde tiene 2,000 in- ha sido el tiempo que dieron, mas no se hizo poco en
que le diesen.
'I Por el original. Yo deseo poder ir á servir á vuecelencia, y haré
1 euremeSo don Juan Antonio de Vera y Zrifliga, caballero de
*n de Santiago, tenor de las villas de Torremayor, Sierra- cuanto pueda para que me den licencia ; que hoy me
" ) Sin Lorenzo, y últimamente conde de la ñoca por raer- tiene más asistente y ocupado, y cada día me dicen
de Felipe IV, fué ano de los varones mas insignes de su tiera- sale mi despacho, y ayer me dio Asperilla parabién,
'■' por la grande sagacidad de ingenio, como por sn exqui-
tradírton y prudencia extremada. Diez años desempeíó el sin saber yo de qué. Dios me encamine el irá Medina
lo de embajador en Venecia con no poca gloria soya y de Es- celi, que en ello le recibiré yo; aunque creo que en
' linia en sn conversación lo severo a lo cortesano ; y cuén- el acierto serviré de testigo, sea lo que fuere el ne
V't preguntó una vez al confesor del conde-duqne de 011-
*si era consagrada la hostia con que comulgaba el Ministro. gocio.
"tibió las tidas de nuestra Señora, de tanta Isabel, reina de Ya sabrá vuecelencia cómo sobre paces juradas y
,0Pl , del rey do» Pedro, de Carlos V y del iuqv.e de Alia; firmadas , los franceses , de corridos de lo mal que ha*
wo a que dio nombre de El embajador, muy bien recibido
ifKí' ' lfr,nti>; y murió en Madrid, de edad avanzada, ano
(e) Por copla del original.
>) de Feria. (íÓ Por as traslado del original.
5S0 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bian negociado con lns armas en las manos, se entra tan bien. Lo de Ingnlaterra me embarazó, rmr el estado
ron en el Casal de nuevo, luego que el marqués de que iba tomando la paz que se ha concluido; y asi, es
Santa Cruz se retiró : acá dio disgusto la nueva , no menester mudarlo. Y mi falta de tiempo ha dilatada
cuidado; envió afuera el aviso; aguárdase el de San esta, como otras cosas que importan, aunque esta es
ta Cruz, que iba al remedio y al castigo. sobre todas. Vuesamerccd no me tenga por designa!,
No hay otra cosa de que dar á vuecelencia cuenta; y asegúrese que le estimo mucho ; y pido ú vuesamer-
y solo aguardo nueva de la salud de vuecelencia, á ced que no se canse de darme priesa , porque en toda
quien dé Dios la que yo deseo y lie menester. Ma caso, quiero que trabaje en esto hasta ponerlo en per
drid, 7 de diciembre de 1630. — Don Francisco de fección. Dios guarde á vuesamerccd. Del Aposento:
Quevedo Villegas. viernes (20 de diciembre).
Esta caria me encargó Segovia mucho la encamina
se 1 vuecelencia.
CARTA LXXII. '
CARTA LJÍX. Al duque de Hedinaceli.
Al conde-duque de Olivaros, (o)
Dé Dios á vuecelencia eslas pascuas con la salud y
Excelentísimo señor : Ayer confirmó el Consejo la contento que yo deseo. Señor, la portuguesa llegó i
concordia que la Torre de Juan Abad y yo liemos lie mi casa con los gritos desde el Quemadero; entró alü
dlo, con que se lian acabado veinte y dos pleitos que á media hora con aquella cara que yo he visto en pié
tenia; y yo quedaré descansado en haciendo las cuen de cruz, rellanada sobre equis de dos huesos de inoer-
tas de lo que me debe la villa. Seré dichoso si lo que to. Diónte con una carta de vuecelencia buenas pas :. .
siempre lie deseado, que es servir á vuecelencia, se me y aguinaldo. Luego empezó abriendo los brazos, a tu
cumple en algo. nera de milano contra clueca, á correr por la sala di
Yo empecé ú escribir aquel libro por mandado de ciendo al rededor: «¡Oh qué duque, qué gran strkr!
vuecelencia; tengo sospechas que no di buena cuenta ¡Ten tanta tierra, tantos pueblos, tantas ciudadola j
de lo que se me encargó , pues há más de un año que de repente plegándose toda y hincada de rodillas, de
vuecelencia lo atajó. Confieso lia sido particular favor cía : «El Duque mi senhor, ó mor senhor do mondo.*
hacer vuecelencia que mo responda el silencio, por ex Y respingando, miniando la habla en chillido, v in
cusarme la reprensión y la censura. Y pues vuecelen censando con los brazos, decía: «Deime tanl»^,
cia (Diosle guarde) por su grandeza ha tomado este milito trigo, venho rica;» y mudando de trote, dtta:
medio tan suave con mi ignorancia , le suplico sea ser lAccvcdo (por Quevedo), por los montes amliUc*
vido de mandar que lo que escribí se me entregue, elle á caballo, á horcajaüa , á caza ; » y diciendo esU
para que delante de la persona que me lo diere lo rom y haciendo el caballito, trotó toda mi sala. Lnego hi
pa, y me asegure de que nadie lea mis disparates; que riendo un ovillo el varapalo de su talle, drcia : «¿Vea
certifico á vuecelencia (en cuanto más puedo) que mi a Casa do Campo, y as Larangeiras, y ese Dublo? ( yo
deseo y celo no pudo ser mejor, mas la falta de talen entendí el Pardo) tudo é merda en coniparazaou ¿el
to y estilo es mengua, y no culpa. Y porque me atrevo tilico y Curios , principe de la Gran Brotaría , las coales hubiera
á pedir á vuecelencia, y no ú porfiarle,— de no mandar de publicarse en Madrid i 15 de diciembre de este año.
lo vuecelencia, me daré pur respondido; y siempre Don Gaspar de Guarnan Acevedo y Zúñiga , III conde de O! in-
criado y hechura de vuecelencia, prevendré mi inca res, comendador de Viboras, en la orden de Calalrava, y alcaide
pacidad á la penitencia de sus afrentas. Dé Dios á vue de los alcázares de Sevilla ; nació en liorna en el palacio de Nerao,
i 6 de enero de 1587, siendo su padre embajador de la majestsJ
celencia larga vida con buena salud, como yo deseo. Católica. Estudió en Salamanca desde 1j99, y fué rector de atrai
— Excelentísimo señor.— Besa ¡i vuecelencia la mano lla universidad ; dejó los libros, ciñó espada , y cuando los casa
su criado Don Francisco de (Juacdo Villegas. mientos recíprocos de España y Francia acompañó » Felipe III.
Ilizole entonces el Rey gentilhombre de la casa del Principe, ei
cuya gracia se introdujo, con desdichada fortuna de la mooarq.h.
para que esta naufragase durante so gobierno. Grande de Es
■ CARTA I.XXI. paña en 12 de abril de 1621, primer ministro del rey poeta en s it
octubre de 1622; caballerizo mayor del Rey, en 30 de dictes*»
Del Conde Duque, (í) inmediato; gran canciller de las Indias, i 14 de julio de IS5,
marqués de Eliehc en 2." de agosto de 1611; dnqae de Sanlsc'
Vnesnmerced no me conoce bien, pues jurga lo que la Mayor en 1625, y de Medina de las Torres, conde de Aia¡lri-
me dice. Yo dijera á vucsatncrceil lo que siento y á llar, adelantado mayor de Guipúzcoa, comendador mayor dea
todos; y con verdad no puedo yo decir que vucsamer- orden de Alcántara, alcaide perpetuo de los alcázares de Senil),
Fuenterrabfa , Buen-Itetiro y Zarzuela , tesorero general de la ca
ced no escribe bien , ni que hay otro que escriba ni rona de Aragón, con privilegio de procuradora cortes por : «f-i
las ciudades y villas que tenían voto en ellas, concedido en 13 it
(a) He tenido i la vista una copla hecha por el bibliotecario don enero de 1640, — alcanzó en veinte y do* años de privanza res
Tomás Amonio Sánchez, que debo á mi amigo don Agustín Du Felipe IV, que fué reino suyo, las mayores mercedes y el poder
ran ; otra, moderna, también del propio señor; y la quo exitlo más grande que cabe imaginar. Cayó del valimiento i 17 de eanv
ea el códice M , 276 de la Biblioteca Nacional. de 1613 ; el viernes 23 salió para Loeches, mas 1 ti de jaría r»
Publicó esta carta y su recuesta don B.isilio Sebastian Caste trasladado i Toro, por decreto del Monarca. Hubo de otasi ti
llanos, en el torno ti de las Otirat de Queeeito, ano de 1851. esta medida el folleto que se intitula Nicandro, que con arada *>.
Los enemigos de do* Fn»scisco llevaban á mal que seimitulase Inquisidor pnela don Francisco de Rioja, y del padre ftipaii.
i caila triquete señor do vasallos, cuando la villa ó Torre de Juan compuso el Conde-Duque en sn defensa. En Toro morid 4 2! (•
Abad le desmentía pnr palabra y esrrilus en un diluvio de pleito». julio de 1643. Estuvo casado con su prima hermana doña luesí»
Véase la pág. 30 del Tribunal de la ¡usía venyana. Zúñiga y Vi-lasco i Véase la nota á la carta Lixvtt ), en quien pra-ro
(*) De su propio puño, y al margen de la anterior. i doña María de Guzman y Zúñiga, cuya temprana muerte, su *
Ajustaron»» a 1» de noviembre pace* perpetuas culro el Re; Ca- jar sucesión , vino 4 cortar en Uor alus esperanzas.
EPISTOLATíIO. 5j1
Jnnnjil.» Y de buen desvío, de tal suerte mudó to nn prebendado de mi ¡slesia. Sírvale vuesamerced de
los y desquició su cuerpo, que yo y dos amigos que verle y censurarle , y si es pusible qne llegue á manos
e hallaron allí quedamos desvanecidos de la vista y del señor Infante-Cardenal , seria gran cosa. Por estar
ilronados de los oidos, y ella ronca ; y como es, con es- veinte dias há en cama, de la gola que me dio en los
allido,se fué diciendo: «Escribid, Acevedo,para el sá- pies, no voy á besará vuesamerced sus manos por las
lailo, que be de enviar tudas as respuestas á aquelle rey obligaciones grandes que tengo de servirle. Guarde
leí mundo.» Dios á vuesamerced, como deseo.— Doctor don Tomás
Esta es, en suma, la letra de la portuguesa ; olvida— de Agüero.
táseme que embistió conmigo, diciendo : «O Duque
neu senlior me díó este abrazo que te diese ;» y cerró 1633.
onroigo ; y con una cesta que traia me aplastó las ña
tees, y con la cara me sahumó de rancio: acordóme CARTA LXXIV.
le los enfadosos que vuecelencia me solía zurcir. Sea A don Antonio de Mendoza, caba'lero del habito de Celatrava, ava
ueoelencia loado, amén. da de cámara de la majestad del rey don Felipe IV, nuestro se-
Yo doy gran prisa á este señor por ir á servir á vne- lloi .— A conseja en ello que el nombre sabio no urbe temer lo for-
Uto del morir ; antes ti despreciar tut míalos y horrara. ;»)
eleucia, y se la doy sin susto de loque hiciere úde-
ue de hacer; que estoy cierto que hará lo que me Asaltóme el otro día los gustos más conformes á la
un venga, y no estoy dndoso de lo que suele hacer, liviandad de mis deseos, el recuerdo de un amigoqne
i temeroso de lo que puede, ni desprevenido para lo vi llevará enterrar; y según añilamos divertidos, casi
iie quisiere. Vívame vuecelencia; que lo demás todo estamos enterrados, y no creemos que lo murtal del
s sueño y desacarreo. error nos tiene difuntos. Y á pesar de la opinión lasti
Por aquí andan relaciones del marqués de Santa mosa que, de parecer de Epicteto, hace fea y disna de
>uz, quejosas del duque de Lerma; y se dice el Duque lágrimas la muerte, con animoso corazón dije: Dichosa
e ha quejado (acerca del suceso de Casal) de Santa mente los justos desean ver su espíritu rescatado déla
jiiz. Vino nueva de Genova, en carta á Octavio Cen- vil prisión del cuerpo. ¡Oh,cómohabrásconocidoqiie
urion, que ya habían vuelto los franceses á salir de te fué muy cara compañía! Si en mar dificultoso na
-ísnl. .Mas si hubiera paz ú conciertos, desde que so vegaste, ya estás en el puerto; y cuanto fué más corto
visó, había de haber tenido correo por tierra; pues tu viaje, tantas menos borrascas sufriste. No por la
10 viene, mala señal. suma piedad le falle, porque te ves en salvo, lástima
Aquí se dice apretadamente la ida del Rey á Barcc- do los que dejas acá remando. Presto seré contigo; que
ona, á corles; de don Fernando, á Flúndes; que va si la vida es sola la que aparta los vivos de lus muertos,
wsumilier de corps don Gonzalo de Córdoba, y á Ca-
narasadan la presidencia de Ordeues; lioscoso, caba- (M La sacó i tut por voz primor», y con lagunas t erratas de
lleriio mayor. consideración, don Pablo Antonio deTirsia, en la plg. 163 de su
Aquella persona que nos vendió el galgo, dicen no so Vida de Quetedo.
Don Antonio Hurlado de Mendosa, con torios bienquisto, era
Jalla donde está, u¡ quiere estar allá, ni se pueden llamado el Din-reto de palacio. Nació en lus montañas de Burgos,
irerignir. Aquí están los ojus para testigos de lo quo de padres muy ilustres, y cultivó con felicidad las mesas. Impri
mhiere. miéronse por ver. primera postumos sus escritos rn Madrid, año
Dijome la portuguesa, llegándose al oído tanto, que de I7-2H, con titulo de Obras líricas y árnicas, divinal y humnn.it,
entre las cuales se Italia la Vi Ja de nuestra Señora, romance de
iidu valer por beso : «Acevedo, a Duquesa, minlia se- cerra de cuatro mil versos; y juntamente seis comedias, con loa
Iiora, está preñada ; nao o digáis á ningún.» Sí ella me títulos de Querer por tolo querer. No hay amor donde hay aara-
ijo verdad en esto, no pasa de aquí el alborozo de mí tio. El marido hace mujer y el trato muda coxlnmbre, Los empalas
del mentir. Más merece quien más ama , y Cada loco con su tema,
1 seo. A mi señora la Duquesa beso la mano, y que ya que en este siglo se ha solido ver con aplauso en las tablas.
¡"go un librillo y otras ensillas que enviar para que Hacia los años de 1GU ya debió Mendoza elogios a Cervantes
i excelencia se ría ; y dé Dios á vuecelencia muchos en el Viaje del Parnaso. A 22 de agosto de 1G23 le hizo Feli
bienaventurados años, como yo deseo y he menester. pe IV merced de hábito de Calatra»», para que con él y las lla
ves negras calilkasc su ollcio de ayuda y secretario de la cámara
Imlriil, 21 de diciembre de 1630.— Don l'ramisco de de su majestad , hábito que le vistió al mes siguiente el conde
Mvedo Villegas. de Olivares. Fué comcmlador ile Zurita eu aquella óidcn. Yasis-
tiéndolc constantemente propicia la toruna , obtuvo i 17 de mayó
de IGi"> ii. secretaria de la Inquisición.
1631. Para festejar los años de la Itetna se representó despees, en 9
de julio, una comedia en palacio, cuya primera jornada compuso
CAUTA LXXI1I. • Mendoza, la segumla Qiikvkoo y la tercera Mi leo Montero, criado
del Almirante, muy entretenida por los chistes en que rebosaba
(1 doctor don Tomas de Agüero , capitular de li mptropnlltan» 7 por las muchas sales de los bailes y entremeses que la adere
de Santiago, enviándole la Información que por el Dean y Va zaron. Otra escribid juntamente con Qfevkdo en I6">l.
hído de aquella iglesia Imprimió contra la religión de los car En noviembre de 1C1I alcanzó la plaza de secretarlo de rima
melitas desratzus el licenciado Aslorga de Castillo , a l." de se ra de Justicia , con retención de las otras dos secretarías que go
tiembre de 1631. (a) zaba; y estos cargos no fueron parle para que dejase de cultivar
con amor y conslauc» el Ualo de Us uiutas. alunó puf aelicm-
Como á tan gran soldado del Apóstol, tan honrarlo bre de luí i.
louiañés y aficionado del glorioso patrón de España,
'••; itu á vuesamerced ese papel que me llegó hoy de Vanims.— n. del Folie no IB/ ejemplar te T«ril«.)
bace tes Inilliiiii 'Ir lagrimal \US. de la Biblioteca Raciona!, H, iTG;
(«> Víase la nota de la pig. 421 en este tomo. Existe original y otro drt señor Duran.**
i carta, con el impreso que se cita , en la ttwl Academia de la ti. Dlcttoeameiile rtencanielí, esplrlli) rescatado del cuerpo, [ti.)
li&toiia , biblioteca de Salaiar, N, 47. t*. le fue uiás carga que cuuijiaú.1*! i/J.)
552 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
breve es la distancia del intervalo , si aun mientras te un otoño, y últimamente una muerte helada de untó
hablo , con estas postreras razones te sigo ; que, como invierno? Y pocos son los que no se quedan en lo tier
dice Job : «Nacimos de mujer flaca, llenos de miserias, no de la niñez. ¿Qué otra cosa es una flor, sino un re
á breves días de vida, como la flor, apenas florida trato de la vida del hombre, en cuya hermosura tie
cuando marchita.» nen poder todas las mudanzas del tiempo?
Esto dije yo á voces. Admiráronse los amigos que Dejó en la tierra campos que regar con sudores; po
lo oyeron, y preguntóme uno ¿cómo era posible que sesiones que (como dijo la epigrama griega) tienen por
ansí me consolase de la muerte de un hombre tan fami dueño fírmela sucesión. Dejó en la tierra muchos afi
liar mió, y que no mostrase alguna tristeza? Fué, se nes, que le debían de divertir de la paz de la concien
ñor don Antonio, lo que respondí : cia. Dejó una venta, que con su hermosura y regalóle
Confieso, señores, que si he pecado en algo ha sido detenia de llegar á la patria que buscaba. ¿Quién seri
solo en tener envidia á la buena suerte del amigo , que el necio que llame en un camino, benelicio la tardanza
primero veo descansar de las molestias de la que (no de su jornada? San Pablo dice que somos caminantes,
sin agravio de la muerte) llamamos vida; bien que y no moradores. Seg u n esto , razón tuve yo de ver á ni
primero busqué razones que acreditasen mis lágrimas. amigo que fuera de la venta tenia ya los pies en la pa
Mas volviéndome á todas las cosas que deja acá, hallé tria que buscó.— Juzgo ser de mi opinión lo que dice
forzosas ocasiones de alegría. Miré un alma, imagen de Job : «Mis dias pasaron más veloces que el correo, hu
Dios (de tanta estima á sus ojos, que por enmendar un yeron y no vieron el bien ; pasaron como las naves qoe
borrón en ella, no halló bajeza alguna indignado su llevan frutas, y como la águila á la comida;» porqués
grandeza), vila detenida en negocios vanos, aposenta decir que entre todos sus trabajos se consolaba conter
da en casa frágil ; y hallo que no la estima ni conoce que se habían pasado sus dias tan presto. Y advierto
quien no se lastima de verla tan mal entretenida en este en lo que dice que «no vieron el bien» ; no porque le
camino. Considero que la vida, á que nació, es tan hay, sino porque se detuvieron en los males de acá,
poca, que no sé qué pueda decir nadie : «Vivo;» pues teniéndolos por bienes. Y que él se alegrase con la
lo pasado ya está en poder de la muerte, tirando de lo muerte y la tuviese por descanso, en la primera lamen
por venir, que solo tarda en pasarse lo que tarda en tación suya lo dice, cuando se queja de q ue nació j mal
llegar; pues lo presente, que en un instante deja de dice el dia de su nacimiento. Y en el capitulo tu dice:
ser futuro, parte á pretérito; y mientras uno dice: «Guerra es la vida del hombre sobre la tierra, ] sis
«Vivo,» aguija á la muerte, y con las obras desdice y dias como los del jornalero; como el cieno deséala
desmiente las palabras. El mal que nos hizo naturaleza sombra y el jornalero el fin de su trabajo.» ¡Oh, có
en darnos vida trabajosa, flesquitóysatisGzo en dárnos mo esfuerza lo que yo he dicho , y todo en una pían
la corta. Estratagema fué suya quitarnos la razón cuan con una ilación! Guerra es la vida :sindudaesdescaia
do nacemos; porque á tenerla y conocer á qué venía la muerte. ¿A quién le pesó de ver descansar á so ami
mos, hiciéramos desesperadas diligencias por hacer un go? Los dias son como los del jornalero del trabajo;]
dolor el del nacer y el morir. Pues ¿cuál hombre (que por eso dice que desea el fin del los, porque en él está
sabe de qué generosa casta es el alma, que mal vestida el remate de sus penas. Tuque deseas vida á tu amigo,
la traemos, disfamada en los deleites del cuerpo) de ignorante, ¿qué otra cosa haces que pedir crnel plaío
jará de conocer cuánta lisonja le hace la muerte en á la tarea del que trabaja ?
apresurar los pasos con que por este camino va á la pa Laluzdel sol dejó, cosa por que los antigaos se en
tria? tristecían, como no aguardaban luego sino reinos de
Diránme que vuelva los ojos á la hermosura de la sombras, y oscuros y vacíos campos. Mas yo, que por
tierra, á la luz del sol, á los amigos, á los parientes, la fe creo que la muerte cierra los ojos en este dia, y
á los padres, á la hacienda, á los deleites y gustos; y me veo libre de ser arrastrado de horas fugitivas, Of
que sin duda lloraré por el que de enmedio destas co líciosas y inciertas, y abre los del alma á luz que no sa
sas, y de su edad, es arrebatado. Y lo primero que miré be dar lugar á noche ni tinieblas, ¿por qué no lie de ale
como consuelo, fué ver que salía libre destas mismas grarme con la mejoría del que bien quiero?
cosas: pues en la hermosura de la tierra no deja otra ¿Qué es el dia y el sol para nosotros? Séneca lo dijo
sino memorias de su fin. ¿Qué otra cosa dice la prima bien con estas palabras : «Cualquier dia nos rmiesM
vera hermosa que una niñez, áque después (por las cuan poco somos , y con algún nuevo argumento n*
vueltas del tiempo) sucede la juventud de un verano, y amonesta, viéndonos olvidados de nuestra fragilidad;
luego la consistencia de un estío, y tras él la vejez de
I. muerte clara (TariiM.) .
3. mlserlai, brete» loi di» de la «Ida, (Tania.) t. en la ternera de la nines; y so» pocos, pero dichosos. (t« ""
7. oyeron; preguntóme (Id.) 6. con su sudor ; (Id.)
9. y que antes mostrase alegría que tríllela? {Id.) ti. detenia llegar (Tartia.)
it. cu solo en tener (/d.) ¿Quién sera el ciego, que (Los mu.)
IC. lias volviendo i lodaí (Id.) 15. plés en la potada que busco. De mi opinión no se qoejJ I*
fu. vanos y en casa frágil ; (Id.) plinto 9, cuando dijo : (Id.)
19. «Vivo.» aqueja i la muerte, y con las obras desmienta (¡i) I». el águila (Tarsio.)
11 suya fué (Id.) comida;* antes fué deelr(£of mu.)
33. morir. El hombra (que sabe (Id.) í.6. maldecía (Id.)
17. Infamada (Id.) 31. palabra, con una comparición! (Id.)
43. güitos; que sin duda lloraré por el que en medio (/ti.) 34. de trabajo (Tanta.)
«3 miro (Id.) 39. De la lus del sol digo que loa antiguos se entristeefaa (It.)
47. dejd (Id.) , 41. ojos á esta vida breve, arrastrado (Lvs mu.)
M. del verano, (Id.) 34. ya maliciosas, ya Inciertas, (Id.)
varano, luego la mocedad da un ololio, luego la vejes da un etilo, 43. quiero, que es el dia (rorslo.)
y tras alia una muerta (les m»».J 49. algún buen argumento (Id.)
EPISTOLARIO. 553
pues meditando en las cosas eternas, nos fuerza á mi I propia (como dice Epicteto) es una comedia. Con-
rará la muerte.» Esto se entiende del sol y la luna, i viene á cada uno de nosotros hacer bien nuestro papel,
en cuyos defectos, ocasos y orientes nos vemos amo i sea el que fuere ; pero á Dios toca dárnosle. No es de
nestar que somos barro y polvo. i nuestro poder el escoger el del rey, ó el del pobre, ó
Amigos dejó, que al fin le dejarán; túvolos su felici el del ignorante, ó el del discreto ; que eso, y darle lar-
dad, no él. ¿De qué le sirvieron en el mundo? de la ! go ó corto, toca al autor de la farsa.» Solo nos ha de
drones del tiempo que le hurtaron con su compañía; i consolar ver que el ser rey, papa, pobre y humilde, du-
de facilitarle los atrevimientos de mozo, de traerle ! ra solo mientras hacemos las figuras en el tablado de la
siempre cuidadoso de conservarlos ; de ser enemigo de vida; que en entrando en el vestuario de la sepultura,
sí, por ser amigo dellos; y al fin, si fueron 'buenos, le todos somos igualmente representantes, y se conoce que
dio delor de apartarse dellos; y si malos, de no haber la diferencia estuvo solo en los vestidos. Hizo mi amigo
se apartado antes. Y si alguna cosa no dejan los hom ya su personaje : dióle Dios el papel corto; acabóle en
bres, es los amigos; que como todos caminan á la muer pocos años; desnúdesela ropa del cuerpo; dejóla en el
te, no hace el que acaba primero, sino adelantarse un vestuario de la tierra, y descansa ya del oficio trabajo
poco de los que le siguen: y así, hace mal el que se des so ; que así (como dice san Pablo) «pásala figura deste
pide del que corre tras él , pues ve que le va siguiendo, mundo». ¿Murió? No; pasó á mejor vida, trocó la vida
y que por la misma senda va adelante, y que le ha de por la muerte. ¿Murió? No; acabó de morir, que cuan
aguardar por fuerza. No ha de decir el que se muere do nació comenzó á morir. Y cuando muriera, ley es, y
al que vive: «Quedad con Dios, «sino: «Daos prisa;» no pena, el morir : tras todos va, y todos vienen tras él.
no ayo me parto», sino «allá os espero». Esto corre Ya sabe lo mucho que la muerte esconde; ¡qué dudas
con padres y parientes. le ha declarado el postrer suspiro ! , Oh qué ufana se
Vamos á la hacienda, que verdaderamente se deja, ó hallará, sin rudezas del cuerpo, el alma! Dejó el preso
por mejor decir se queda ; porque como ni es bien del la cárcel, el esclavo el captiverio ; salió el huésped de
cuerpo ni del alma (sin acompañar el cuerpo á la se la mala posada, el caminante de la venta: y ¿no queréis
pultura, ni el alma á su descanso), se queda con la for que se alegre? Desnudóse el vestido que no había me
tuna , cuya es, aguardando en codiciosa herencia nue nester, soltó los grillos para volar; que eso fué dejar el
vo dueño. Si esta hacienda pues se buscó con diligen cuerpo en la sepultura.
cia, se guardó con cuidado, se gastó con cuenta, y se Dirás que le comen gusanos, y que ves resueltos en
dejó con dolor, ¿qué bien y comodidad hizo al dueño podrición todos los miembros con que vivía. Y aun
para que sintiese apartarse della? Tuvo hacienda : tuvo eso á su alma y á mí nos consolará de que haya dejado
envidiosos, temió ladrones y sufrió aduladores, y dio cosa tan mala, que habia de*ser alimento de la tierra :
envidia y codicia de su muerte al sucesor; y muerto, por ahí conoceréis mejor su mucha calidad y belleza del
ella misma le enjugó las lágrimas y fué con su precio alma, pues bastó su presencia á disimular tanto horror
consuelo de su muerte. Mira si está descansado de buen y á hermosear un sepulcro tan feo.
peso, y si conocida esta ingratitud de los bienes tem Yo tengo por opinión que lo que acá llaman muerte
porales ; que solo se guardan para el cielo (según pala se ha de llamar resurrección , pues el cuerpo no es más
bra de Cristo) los que se dan al pobre, como dijo (aun que una sepultura, y el espirar es salir el alma deste
que con profana boca ) Marcial : « Parle toma el fuego sepulcro, donde estaba administrada por sentidos ter
abrasando la casa ; parte la mar, anegando las merca renos. Dice Platón que quien tiene cuidadode su cuer
durías y flotas; parte el amigo, parte el deudor des po, mira por cosa suya, pero no por sí; pero quien mi
conocido, y parte el campo estéril. Solo se hurta ú la ra por el dinero, ni mira porsi ni por cosa suya, sino
fortuna y hado la hacienda que se da al benemérito.» por lo que está lejos del. Y en confirmación de que es
Los deleites y gustos es mentira decir que los dejó, sepulcro, él mismo dice : «Nuestro cuerpo se llama
porque nunca hombre mortal los tuvo ; sombras sí apa «soma ó sima, que es sepulcro del alma.» Dice Mercu
rentes, figuras dellos si, que con el remate suyo con rio Trímegisto, antiguo teólogo (en el Pimandro), que
solaron al que los perdió ; sueños vanos, que entretu «el amor del cuerpo es causa de la muerte, y que quien
vieron mentirosos, y llegada la luz se desvanecieron. no aborreciere el cuerpo no se podrá amar así; porque
Esto si ; pero deleites y gustos que tuviesen de serlo es el cuerpo vestidura de ignorancia, fundamento de
más que el nombre, dígame alguno, ¿cuándo se usaron maldad, ligadura de corrupción, velo opaco, muerte
en el mundo?
Todo fué mentira y representación; «hasta la vida S. démosle; que no ea de (Tanta.)
4. pobre, ó el del necio ó (Los mu.)
7. consolar; ver que el hacer rey, pobre (Tarsia)
f . pan m meditando las ilm (Tanta.) 9. que, entrando [Id.)
S. no él; que le sirvieron en el mundo, de ladrones (ftf.) 13. pocos dias; desnudéee da la ropa (Id.)
9. enemigo de ser amigo de al mismo, por aer (id.) 44. trabajoso : como dice (/d->
di. le dieron dolor (/d.) 17. con la muerte (Loa mu.)
i 5. iodos van á la muerte (id., 16. comenzó A morir. Y cuando murió, acabó de morir: ley (TaiUa.)
40. del que aguija tras él, puea que It va (¿es mu.) SO. Ta se ve lo mucho (Lom mu.)
41. prisa; yo me parto; allá oa capero. Sato corre entra padre (Tarila.) II. |0h qué huérfana se hallará (Id.)
13. no ea bien ni del cuerpo (Id.) 11. rudeza (Tartia.)
14. acompañar al cuerpo como la sepultara , ni al alma como su des el alma docta en ana discursos! (tos mu.)
canso),... aguardando envidiosa herencia y nuevo dueño, (/ti.) 93. loa huesos y miembros con que vivía. (Id.)
SI. aoceser, y la miamale enjugó laa lagriman y encendió fuego en 50. consolaba (Tartia.)
eelimarla, conaoláudose de su muerte. (Id.) 51. y por abl conoceráa (Id.)
40. mercaderías [Id.) 35. aquí llaman (Id.)
41. fortuna la hacienda (/d.) 37. de una sepultura, y el espirar, salir (Id.)
44. sueños varios,. .. y llegando U luí (ti.) 44. suya, sino porque está lejos del conocimiento del fin. (Id.)
m. eso s¡ ;('<»•> 43. llama sepultura ó alma, (Id.)
534 OBRAS DE DON FIUNCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
viva, cadáver sensitivo, sepulcro portátil, y ladrón de llar el sepulcro abierto, que á los que cavan por rique
casa, que mientras halaga, aborrece; y mientras abor zas hallar el tesoro. Platón dice que es absurdo llorar
rece, envidia». Desta condición es la casa que traemos el hijo ó criado que se muere. Por que, como dice Sa-
con nosotros mismos. El nos lleva tras sí porque no luslio, para decir que uno murió, es mejor modo ii«
veamos el decoro de la verdad; él embota la vista de decir: «Pagó lo que debia á la naturaleza.» Y como dice
los sentidos exteriores, y la ciega y con la materia pe Lucrecio, libro m : «Si hablara la naturaleza, yo pien
sada los ahoga. Embriágalos con abominables defectos, so que reprehendieraansíá los hombres: ¿Por qué, mor
porque nunca oigamos ni veamos aquellas cosas que se tal, con tantos exiremos tiemblas, temes y lloras k
deben oír y mirar. Pero Auguslino, en la epístola xiv, muerte? ¿Por qué? Si la vida pasada tefuédulceyagra-
dice : «Confieso que naturalmente tenemos nacida con dable, que no te sucedió desgracia, ¿porqué, hartois
el alma caridad de nuestro cuerpo; confieso que tene vida, y enfadado della, no te apartas de buena gana, j
mos á caí go su tutela ; no niego que se le ha de perdo con ánimo igual no admites la quietud? Pero si tudo
nar. Pero niego que se le lia de servir, porque sirve á te fué azares, desdichas y trabajos, ¿porqué qnieres
muchos quien sirve al cuerpo; porque teme por él mu añadir más?» Asi que, alegre hade morir el dichoso
cho quien lo atribuye á él todo. Asi pues, nos hemos y el desdichado : aquel harto, y contento de que acabó
de gobernar, no como que debamos vivir por el cuer sin azar; y el otro de que acabóse lo que tenia.
po, sino como que no podemos vivir sin él. (¿I dema Demás desto, no es mi amigo este que llevancon tris
siado amor suyo nos inquieta, con solicitud nos carga, te pompa ádcposiiar en la tierra: este es el cuerpo qm
y con afrentas nos aflige.» Ved pues si, siendo tal el desechó el alma de mi amigo para pasará la eternidad.
cuerpo, hago conforme átoda razón, (migándome de Y ansí entendió esto Platón cuando dijo en el libre ie
ver á mi amigo desnudo del. ¡Ojalá me viera yo ya cer las Leyes : «El hombre no es otra cosa que el alma mis
ca de vivir sin ropa tan áspera y prestada! ¡Oh , cómo ma; que el cuerpo sigue al hombre como cosa imagi
.será, cuanto presta, más bien venida la muerte! Poco naria. »
la sintiéramos si usásemosdella como de cosa ajena, y De nada ha de cuidar un hombre menos que delse-
no nos ensoberbeciésemos con la posesión soñando pro pulcro. ¿Qué piensa el que suntuosamente le adorna, y
piedad. toda la vida anda solícito de su entierro? ¿Por ventura,
«¿Quién me darás, dijo Séneca (epístola i), que pon no de la misma suerte descansa en muda piedra el do
ga algún precio al tiempo; que estime el dia; que en conocido , que siete pies ocupa, que el que está dttiá
tienda que cada dia se muere? En esto nos engaña de bultos y epitafios? ¡Dichoso el plebeyo que mnerr? eo
mos: que aguardamos la muerte, estando ya pasada por Dios, que con la corrupción de su cuerpo fertiliali
nosotros la mayor parte della : todo lo que de nuestra yerba que piadosa le cubre !
edad pasó tiene la muerte. Haz pues, mi Lucilio, lo Aquí llevan lo que más le importó dejará don Die^o
que escribes que haces: abrazar todas las horas; y así para ser. Pues ¿porqué, si yo entiendo así cUascMJ
vendrá á ser que pendas menos del dia de mañana si y ellas son así, no he de mostrar alegría del buen su
aprovechas el de hoy. La vida se pasa mientras se di ceso de mi amigo? que infaliblemente tiene falla de fe
fiere. Todas las cosas , mi Lucilio, son ajenas; solo el quien, sabiendo que el alma es inmortal, y que el nom
tiempo es nuestro. » Y en la epístola xxxu dice el mis bre perfecto es el alma , no tiene contento de wb sin
mo Séneca : « Considera cómo aguijaras y corrieras embarazo nacer á la eterna vida, en el divorcinqne la
cuando, amenazándole, viniera á tus espaldas el enemi ce con el cuerpo. No solo no me pesa de que muriese
go. Esto pues te sucede : eres seguido y alcanzado; es mi amigo; mas alzando la voz, asi le digo á D'ws:
cápate, y ponte en salvo; y desde allí considera cuan
hermosa cosa es acabar la vida antes que venga la ORACIÓN.
muerte. » No es, según esto, bueno el vivir demasiado, « Señor , si piadoso ordenas favorecer mis detens,
sino el vivir bien ; por lo cual el sabio vive cuanto de pues criaste para ti mi alma á tn imagen y semejan»,
be, y no cuanto puede. Y pues es más humana cosa y después contigo mismo la reparaste, desálala de las
considerar la vida que llorarla, de parecer de Séneca, ligaduras, donde en república mortal se ve snjeü» !*■
yo quiero del mió hacerlo ansí, pues por breve no se yes de apetitos desordenados. Basta, Señor, el tiempo
puede : que nosotros breve la hicimos, que no la reci que, ciega con la nube del cuerpo, vaga y errante, es
bimos; ni somos del la pobres, sino largos. Y el £c2e> forzada á obedecer albedríos tiranos. Desnúdame, Se
siáitico dice no solo que no se llore el difunto; pero ñor, destas prisiones; y apresura el dia en que, siendo
en el capítulo xn añade que es mejor el dia de la muer el postrero, solo temeré la cuenta , y en ella lo mnebo
te que el del nacimiento. Y Job dice que descansará que descuidado y perezoso bode dar que suplirá tu
en la tierra con los cónsules y reyes; y más adelante, en sangre; tanto más malo, cuanto más necesidad tuviere
el primer capítulo, dice que á los tristes es lo mismo ha-
14. «al be de morir alegre «I dlrfcoso romo el desdiríais : (fanül
Id. y el otro que se arabo lo que temie. (Id.)
!. portátil, ladrón da can; es enemigo que traemoa con nosotrea 18 el cuerpo que dejd el alma (Id.) ...
mismos: 41 nra lleva asi y tras si, porque no veamos aquellas tosas que I», deseilid, que mi amigo por le eternidad ae patee, wtaenuis"
ae iiri.cn mirar o oír. Pero Agustino dice : (Tartia.) Platón... dijo en el ti de las Lcp-et : (Lo* mu.)
14. al cuerpo, y quien lo atribuye (Id.) ». epitelios, y el plebeyo que ferUliaa con su correpcle» la yerbs f»
15. nos bebemos de gobernar, no como que deblamoa vivir por al piadosa le cubre* [Id.) —
cuerpo, sino que no podemos vivir sin 41, porque el demasiado (id.) SI . la cubre, que su alma llevd lo que mas importa, dejando si se»»
19. aflige.» Nota pues, siendo tal el cuerpo, como bago [Id.) para ser. Pues ¿por qu4 (Tartia.T
«o. sera, cuanto aprieta mas, bien venida {Id.) ti. cosas, y ellas en la verdad lo son. no motttarí lltfrls (KJ
14. sentiríamos (id.) 48. vida eterna mediante el divorcio (Id.)
Si. Lucillo, ocupación tuya, y que lo que escribes i obras arnaco (Id.) tí. alma i tu seniejanu; y pues conUgoi'd.)
41. demasiado; por lo cual el saino (Id.) 10. temo (Id.)
EPISTOLARIO, 55 o
de tn nnyor misericordia. No onde mis tiempo tu ima El cíelo le dé tanta prosperidad como merece y le
gen mal acompañada; que si por destierro esta en el deseo, y le traiga prqnto á la corte, á ser centinela alerta
cuerpo, ya lia sido largo el castigo. Yo os prometo, Se contra las sabandijas cortesanas que roen el trono de un
ñor, que de aquí allá no ha de haber alegría en mi co rey tan bueno como vuecelencia ; que es á lo que pue
razón, pues solo lo pienso admitir con el postrer paso.» de llegar su alabanza. Su humilde siervo— Qucucdo.
Así acabé mi oración, señor don Antonio; y des
pués acá todo el tiempo que vivo, es en confianza de
CARTA LXXVI.
que no dejará Dios de oírme : pues, como el Profeta, pue
do decir que clamo á él desde el profundo. Y él (como Ala serenísima infanta sor Margarita de la Crní, religiosa en las
Descalzas reales de Madrid, (i)
dice David en el psalmo cixii) se dolerá de mí : porque,
como se lastima el padre de los hijos, así Dios de los Puesto a" los pies de vuestra alteza, señora mía, obe
que le temen; porque él conoció la fábrica de que so dezco susórdenes, mandándole ese romance de mis ma
mos compuestos, y porque se acordó que somos polvo. nos pecadoras; y la suplico pida á la Madre del Cruci
«Florecerá el hombre como la flor del campo, y serán ficado, á quien se dedica, iuterceda en el cielo por mi,
como el heno sus días.» Más lo encareció Job, que dijo y me perdone tantos pecados como me roen la concien-
que aeran nada»; y apretándolo más, y tratando do cía; que si vuestra alteza se lo suplica, no podrá mi
las horas, dijo un griego que «una misma hora era alma dejar de recibir mucho consuelo. Quedo en espe
madre y madrastra». Y al fin todo es mudanza; y loque ranza do uü deseo, y beso sus manos como esclavo.
vivimos, poco es vida; que lo más es tiempo que nos
lleva tras sí. Y por eso la Iglesia la postrera palabra que
nos dice es , que descansemos en paz, por ser cosa que 1633.
en sola muerte la podemos hacer.
CARTA LXXVII.
Esto escribo á vuesamerced, señor don Antonio,
para que con igual ánimo, despreciando los miedos de A doüalnísdeZiiíiiga yFonseca, condesa de Olivares, duquesa
l.i muerte amiga , los pase á los trabajos del vivir ; y fi d» Sanldcar, camarera mayor de la Reina, (c)
losofo, no deje vencer ni doblar el espíritu, de la opi La mujer buena, dice el Espíritu Santo que ¿quién
nión común y espantosa. la hallará? Esto, excelentísima Señora, nos advierte de
que podemos desearla, mas no bastamos á elegirla. Re
CAUTA LXXV. servó Dios esto para sí por la mejor dádiva de su mano
Aun magnate desconocido, (a) para esta vida, y la paz y contentodesle mundo; y así
algo tendrá de atrevimiento decir cómo la deseo. Acer
Dame vuecelencia la enhorabuena porque el Rey me
lia desagraviado de mis largos cuanto injustos padeci ií) Arcliidnqnesa de Austria, infanta de Hungría y Bohemia,
mientos, haciéndome su secretario sin secretos, ó como hija de la emperatriz Marfa ique en 2b' de febrero de 1605 falleció
monja en el propio convento) y de Maximiliano II de Alemania,
si dijéramos, de burlas; mas yo creo debiéraisla daros á niela del cesar Carlos V, hermana del emperador Rodolfo y lia de
\oí mismo, qiie pedisteis para mi este oropel y lo conse excelsos principes. Nació en enero de 1566; vino a Madrid con
guisteis. Es proverbio probado, señor mió, que ni per so madre la emperatriz viuda en 15S1 , y tomó el habito de santa
Clara, miércoles 25 de enero delb84; espectáculo lentísimo, que
ro de buen amo siempre le reluce el pellejo, y que esta arrancó lágrimas aun al mismo lío déla novicia, el impasible don
es honra suya ; y siendo yo, si no vuestro can, vuestro Felipe II Usté monasterio llegó a ser el asilo de insignes prince
criado muy humilde (que tanto vale), no podíais dejar sas, i quienes alguna vez la razón de estado, y muchas la ferviente
de honrarme con vuestras propias honras. Hojarascas piedad de aquellos tiempos, llevaba i ser esposas de Jesucristo.
La virtud y doctrina de sor Margarita les era alíenlo y modelo.
?on estas que vuecelencia conoce mejor que yo su va Allí entró en 1622 la nieta del celebre Carlos Emauuel, duque de
lor; mas porque con relumbrones se vive entre los re Saboya, dofia Catalina de Este, hija de la princesa de Mddena;
lumbrados, vengan, pues vuecelencia lo quiere; siem y allí en 1621 la marquesa de Austria dona Dorotea , de quien fué
padre el emperador Rodulfo, y cuyo viajeá España ofrece el in
pre que no arrastren tras sí gastos : que después de tan terés de romántica novela.
largos percances, ha quedado mi bolsa ética y falta de Habiendo hecho A un crucifijo execrables ignominias ciertos
sangre, y su convalecencia no lleva trazas de ser muy judíos que vivían en la calle de las Infantas de esta corte, y sien
corta. A bien que vuecelencia ya me ha sacado de aquel do por su delito castigados con fuego en i de julio de 1632, ilis
puso la infanta sor Margarita de la Crnz al dia siguiente comen
apurillo, y Dios se lo premie; que mi paga, si no será la tar un octavario a los desagravios de Cristo nuestro Seftor. Sirvió
del tramposo, será solo en agradecimiento, que es el esto de ejemplo y estímulo ó todas las iglesias, comunidades y
dinero más á mano que tienen los pobres para satisfa cofradías de la corte para grandes fiestas, certámenes poéticos y
cer á sus bienhechores. otras demostraciones devotas; en cuya ocasión compuso y dirigió
Quevedo a su alteza los versos y carta que promueve la presente
nota.
(») L» sacó i luz afin de 1S51 el selinr Castellanos, en el lo Una calentura maligna , y mis grave aun en la quebrantada sa
mo vi de so edición de Quevedo, pág. 579. lud de la Infanta, arrebatándola de los vivos el martes 5 de julio
de 1633, puso lin á larga carrera de señaladas virtudes. Yace junto
a la emperatriz María , en el coro alto de las.Descalzas reales.
En 1851 y á la pág. 501 del tomo vi de su edición de Quevedo,
1. <|i<e >l por desden eitA fío» ran.) publicó el seíior Castellanos el billete de nos Fmxcisco.
5. cou el poilrer plaso. {Id.) (c) Doña Inés de Zúüiga y Velasen fué hija de don Gaspar de
7. con confianza i Temía.)
8. oírme, siempre tendré en la memoria i)ne iimii polvo; mu flo Accvedo y Zúüiga , V conde de Montc-Ucy, y de doüa Inés de
recerá el hombre (/a*.) Vclasco, su mujer. Casó con don Gaspar de Guzman, Acevedo y
16. ¡r aparándolo mu, y tratando (/ti.)
18. mu, lama; j aquello que vhimoi poco te daoc llamar vida; que lo
demai |/d.) Voiahtm.— 49. Carta de tai alidada de un casamiento. Lo que de
Si. tolo en la muerte {Id,) bo detear en una mujer (A. B. G. L.)
556 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
taré si me remito á su voluntad , como lo hago. Mas no que lo parezco por descuido, y soy entre cojo y reve
excuso hacer esta diligencia rendida é su voluntad, de rencias, un cojo de apuesta, si es cojo ó no es cojo.
clarando mi deseo, por hacer de mi parte lo que pue Mi persona no es aborrecible ni enfadosa ;. y ya que
do*, que, como dice san Pedro Crisólogo, entre las di no solicita alabanzas, no acuerda de las maldiciones y
vinas virtudes pide Cristo el auxilio humano. Para esto la risa á los que me ven.
todo es menester, y solo Dios basta; lo que importa es Agora, que lie confesado quien soy y cuál, diré cómo
merecerlo para pedírselo ; que los hombres poco tie quiero que sea la mujer que Dios me diere en suerte.
nen que Gar en su elección, y nada de su deseo. Yo confieso que, á no mandármelo vuecelencia, que
Lo que debo desearen una mujer para mi quietud, fuera atrevimiento decir cómo quiere la mujer un hom-
honra y salvación es , que haya crecido sirviendo á b re tal, que no habrá mujer que le quiera como él es.
vuecelencia en su casa ; que si ha sabido obedecer á Desearé precisamente que sea noble y virtuosa y en
vuecelencia, no hay dote temporal ni espiritual que no tendida ; porque necia no sabrá conservar ni usar estas
traiga para mí en solo el nombre de criada de vuece dos cosas. En la nobleza quiero la igualdad. La virtud,
lencia. Y por si el mandato de vuecelencia se extien que sea de mujer casada, y no de ermitaño, ni de bea
de á más, quiero lograr mi obediencia diciendo las ta, ni religiosa : su coro y su oratorio ha de ser su obli
partes que deseo en la mujer que Dios, por merced de gación y su marido. Y si hubiese de ser entendida con
vuecelencia y del Conde-Duque mi seiiurme encami resabios de catredático , más la quiero necia ; que es
nare. Esto hago más por entretener que por informar más fácil sufrir lo que uno no sabe que padecer lo qua
á vuecelencia. presume.
Yo, Señora, no soy otra cosa sino lo que el Conde mi No la quiero fea ni hermosa : estos extremos pont
señor ha deshecho en mí, puesto que lo que yo me era en paz un semblante agradable ; medio que hace bien
me tenia sin crédito y acabado ; y si hoy soy algo, es por quisto lo lindo, y muestra seguro lo donairoso. Fea,
lo que he dejado de ser, gracias á Dios nuestro Señor y no es compañía, sino susto ; hermosa, no es regalo, sino
á su excelencia. cuidado. Mas si hubiere de ser una de las dos cosas,
He sido malo por muchos caminos ; y habiendo de la quiero hermosa, no fea; porque es mejor tener cui
jado de ser mato, no soy bueno, porque he dejado el dado que miedo, y tener que guardar que de quisa
mal de cansado, y no de arrepentido. Esto no tieneotra huir.
cosa buena sino asegurar que ningún género de trave No la quiero rica , ni pobre ; sino con hacienda, que
sura me engañará, -urque todas me tienen, ú escar ni ella me compre ámí, ni yo á ella. La hacienda don
mentado ú advertido. de hubiere nobleza y virtud, no se ha de echárme
Yo soy hombre bien nacido en la provincia : frásis nos; pues Uniéndolas, quien la deja por pobre es vil
que entenderá su excelencia. Soy señur de mi casa en mente rico; y no las teniendo, quien la codicia pern
la Montaña; hijo de padres que me honran con su me ea es civilmente pobre.
moria, ya que yo los mortifico con la mia. De alegre ó triste, más la quiero alegre; que en la
El caudal y los años siempre los referiré de manera cotidiano y en lo propio no nos faltará tristeza i los
que después la hacienda sea más, y la edad menos. dos , y eso templa la condición suave y regocijada con
Los que me quieren mal me llaman cojo, siendo ansí ocasión decente : porque tener una mujer-pesadumbre,
más arrinconada que telaraña, influyendo acelgas, es
Zdfiigí, su primo hermano, III conde de Olivares, duque de juntarme con un pésame de por vida.
Sanlücar, favorito de Felipe IV. Ha de ser galana para mi gusto ; no para el aplauso de
Con el epígrafe Carta de las calidades de un casamiento, salió al
público este ingeniosísimo rasgo, junio con la epístola al marqués
los ociosos; y ha de vestir lo que la fuere decente-, no
de Velada (xxui), en tres hojas añadidas al On de la colección que lo que la liviandad de otras mujeres inventare.
hizo Alfay, alio 1650, después de impresa y terminada la obra. No hade hacer loque algunas hacen, sino lo que to
Desde entonces la están reproduciendo los moldes sin cesar. das deben hacer.
Al pié saco, primero, las principales variantes de los siguientes
códices : Más la quiero miserable que pródiga; porque déte
G. Número 35, adiciones i los manuscritos de Salaiar (Acade uno se debe tener miedo, y de lo otro se puede esperar
mia de la Historia ). utilidad. Sumo bien seria hallarla liberal.
II. //, 43, Biblioteca Nacional.
I. Otro ejemplar en el propio legajo.
En que sea blanca ú morena, pelinegra 6 rubia, no
K. Una copia antigua, en la Academia de la Historia, papeles
de los jesuítas. t. al es cojo, no ei cojo. (H.)
4. solicita, no acuerda (ff . Jf. JV. 7".)
L. L, 31, librería de Salaiar, en la misma Academia. 5. a loe que me ven. Ni trago templo ni loa huyo, que 007 eriitiis*
M. M, 6, Biblioteca Nacional viejo de raza, no tengo nuda de camandulero : acueslome con Dioi 7 vi
N. Jf, Í78, Ídem. vo, ti no en él, al menoi con tu memoria. Ya que me he dado A comocef
T. T, 153, ídem. por la lengua, diré (C.)
Segundo, las de estas mis Importantes ediciones : 10. le quiera como yo aoy. (A. B. B. K. 1. Jf. N. Tj
A. Colección de Alfay, 1650. 15. coeas : que en la nobleza (A. B.)
U. ermilafta (I.)
B. Ucm.Ael» Bastida, 165». 15. rellgloeo.(4.)
C. ídem , de Castellanos , 1851. SO. ponen en paz (4.)
46. de quien huir. Ni la quiero beata ni deadloaada, porqae al de este
modo 00 rae gallaré la hacienda en roiarioa y en pitilla*. temeré qse rae
14. y para il el mandato (A. B.) la quite el diablo por abijada 7 que dé lo mió al que ec lo pidiere, > j
15. á mal, por lograr mi obediencia, diré (4. B. C. Í..J temor de Dlei. (C.)
45. informar a vuecelencia. Be -ido malo ,// Jf. N. T ) 50. virtud 7 noble» (A. B. L )
II ha hecho en mi (B. I.) 51. teniéndola, quien laa deja (4.)
70 era, me tenia (A.B.) St. la teniendo (4. B. L.)
44. advenido. El caudal y loa alisa (4f. Jf. /V. T.) 55. ea fácilmente pobre. (6. L.)
51. provincia de fmtli, que conoce eu excelencia (f.) 41. da laa ocloaaa; [II. Jf. JV.)
34. aunque jo loa munífico (A. B,¡ 47. con perfección liberal. (7.)
EPISTOLARIO. 857
on$o gasto ni estimación alguna : solo quiero que, que, mi señor, con la sucesión que su casa y grandeza
fuere morena, no se liaga blanca; que de la mentira ha menester y yo deseo.
¡ fuerza andar más sospechoso que enamorado.
En chica ó grande no reparo; que los chapines son 1634.
afeite de las estaturas y la muerte de los talles, que
ido lo igualan. CARTA LXXV1II. *
Gorda ó flaca, es de advertir que si no pudiere ser Al duque de Medinaceli. (a)
itreverada, la quiero flaca, y no gorda : más la quiero
ma en cañuto ú pellejo en pié, que doña mucha ó cu- Excelentísimo Señor : Ayer, día de la Cruz, entregó
i en zancos. don Jerónimo de Aguilar esa caja y tafetán y ese pliego.
No la quiero niña ni vieja, que son cuna y ataúd, Entendí, como me lodíjoel licenciado Bernárdez, envia
irque ya se me han olvidado los arrullos, y aun no he ra su mozo y su macho; y hoy me vino á decir no le
irendido los responsos. Bástame mujer hecha, y es- quería enviar porque se quería volver en él; que no co
ré muy contento que sea moza. braba de don Pedro González, y que aun nolinhia co
Desearía mucho que no tuviese con extremo lindas brado de Spinosa. He buscado quien lleve á vuecelen
anos y ojos y boca ; porque con estas tres cosas bue- cia estos talielícs, porque no hagan falta.
isen toda perfección, es fuerza que no la pueda su— Yo, como escribí á vuecelencia con el qtte llevó mi
ir nadie : pues las manotadas porque la vean las ma- haca, si no se ahogó, llegué tan aguado como si fue
«, y los visajes y dormiduras por aprovechar los ojos, ra contento deste mundo, siendo pesadumbre del. El
ifadarán al mundo. Pues ver una mujercon los dicn- dia de Santiago no fué dia de hablar á nadie, que fué
ide par en par porque se los vean, no es cosa sufrí- el lunes; el martes di la carta y papeles á Casanate, y
e. El cuidado borra las perfecciones, y el descuido le informé con claridad y despacio ; llamáronle para
simula las faltas. una junta, dijo lo vería luego y me despacharía con to
No la quiero huérfana, por ahorrar conmemoraciones da brevedad. Esta tarde he estado en su casa aguardan
difuntos, ni tampoco con parentela cabal. Padre y do saliese de una junta en que estaba con otros dos del
ídre deseo, porque no soy temeroso de suegros. Las consejo de Aragón ; y á dos horas que estuvieron cer
s tomaré en el purgatorio, y daré misas de más á más. rados , los envió á llamar el Presidente. Dijome me vie
Daría muchas gracias á Dios si fuese sorda y tarta- se con él mañana; yo lo haré así desde las once hasta
ida ; partes que amohinan las conversaciones y difi- que me despache, sin dejarle; que harto siento no re
Itan las visitas. mitir á vuecelencia la resolución, mas irá con el pri
Si tuviese mala condición .seria otro tanto oro; que mero que vaya. Sospecho es la junta de las cosas do
a mujer bien acondicionada, todo el año gasta en de- Aríscot (6).
r que si ella fuera como otras, y que el ser tan negro Va de Maderuela (quiera Dios le sepa imitar); y em
> buena tiene la culpa. piezo por el duque de Sésar. Cuatro noches há que en
V lo más importante seria si consintiese que en casa la plazuela de Barrionuevo, donde vive Alfonso Cardoso,
fiásemos sin dueña; y si más no se pudiese, que se saliendo de una casa ( que el cuento dirá la que era), al
atentase con que entre los dos tuviésemos media due- duque de Sesa le tiraron dos estocadas, viniendo con un
: una viejecita que empezase en tocas y acabase en criado. No le tocaron ; y él, como es sesa hembra, y no
aguas, porque la vista descansase de dueña antes de
(o) Por un traslado del original.
ir de su visión. Y lo mejor y más conforme á razón (*) La de los jueces que por aquellos días se nombraron para
na, pues las dueñas son viñaderos de los estrados, procesarle. A principios de diciembre del auo anterior, en que
e guardan los racimos de doncellas, que la vistiese murlO en FUndes la infanta Isabel Clara Eugenia, gobernadora
is de viñadero con montera, chuzo y alpargatas, y de los Países-Bajos, llegó i Madrid de embajador suyo Arisco!;
pero al comentar mayo de 1631 fué preso a titulo de sabidory
r monjil una capa gascona. (que en el pedir algo tie- encubridor de las traiciones del duque de Fritland; y llevado al
o de jaca), y que se llamase Guiñarte, como los ent castillo de la Alameda, y luego al de Pinto, basta que lo trajeron
radores Césares. i Madrid a la casa de las siete chimeneas, al Dn de la calle de las
Infantas, donde murió en prisiones. Hlzosele cargo de estar me
Y por acabar con veras y verdad, como empecé, digo tido en la conjuración y no haberla manifestado cuando con ins
vuecelencia que estimaré en mucho la mujer que tancia se lo pregunto su majestad. Véase lo que Pellicer (en los
ere como yo la deseo, y sabré sufrir la que fuere co- detestables versos de su Astrea tanca) dice de la alteración de los
o yo la merezco; porque yo bien puedo ser casado estados de Flándes :
3 dicha, pero no mal casado. Dé Dios á vuecelencia Forjábase en ellos aquel rebelión
Que poco falto en romper sedición :
ucüos y bienaventurados años en vida del Coode-Du- Muchos de sus nobles con péiüdo intento
Tramaban desleales su levantamiento;
Francia ayudaba con animo ingrato
• eilimieioo; soto (A. B.) Al buen efeto de aqueste mal trato.
1.0 II uil, ÍA B )
Súpose empero el desinio traidor,
a. il fuere moza. iC. l. M. (Y. T.) Y huyeron los reos a su valedor;
£. de surgí ai. ( B. Jf. /Y.) Pagaron algunos su infidelidad :
'•■ misas de ma» á ellas. (A.) Sogas y cuchillos pobló su maldad.
0. panel que abominan laa conversaciones (/.)
il. Y .i tuviese {A. B. S. T.) Tres anos después vino la mujer de Arisco! 1 solicitar en la cor
* una viejezuela (/.) te el perdón de su marido ; pero sus ruegos, y las instancias y pro
II «nadería (H. Jf. IV.) testas del preso, todo fué en vano.
■'- de la> doncellas , (H. /. ti. IV.)
*■ algo llenen de zaque) que (i.) — ... Jaque (L.)
B. llamasen Cuinanei (C. II. 1. K. Jf. ti. T. A. B. C.)
>■'■ porque no pudo (H. f. M.) t. bt menester y deseo.— Bictlíntlilmt Señora. — Be» 4 vuecelen
cia la mano, m criado, non Fuaciaco >■ I|kwm > Viuioae. (». IV.)
no ouedo ler cundo (il.)
558 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
seso macho, armó diálogo con el criado, diciendo: «¿Vis- j marqués de Rentin era de la conjura, yclhijoáeU»
te si me tiraron dos estocadas?» El respondió: «No lo de de Bucoy. El preso (d) no come sino huevos tlun
•vi.» El dijo: 0N0 me las debieron de tirar á mí; se me hechos un canto ; que tiene hastío de sorber.
antojaría.» ¡Lindo antojo! La noche siguiente se vino Para recién Maderuelo no lo bago muy mal.
con el criado y otro mo/.o de cámara á la propia pla Dios guarde á vuecelencia, como deseo y he mu»
zuela, potia callejuela délas casas de Tomás de Ángulo; ter. Madrid, 4 de mayo i 6*3 l. —Don Francisco di Qk-
á la esquina de la plazuela vio dos hombres arreboza vedo Villegas y Maderuelo.
dos, pasó adelante, y á la esquina de la casa de Barrio- No me dieron la memoria de los duplicados; cottts-
nuevo vio otros tres; aquí ya despertó: apercibióse; do, buscaré las republiquillas (e), y si las hay, las kn-
c rraron con él y sus dos criados los cinco, él se defen ré. Y en viniendo don Juan de Herrera tuUié ¿t,¿
dió hasta que le derribaron en el suelo. Un criado su güevos.
yo dicen se echó encima del para defenderle (cosa de
Tisbe); dejáronle por muerto. El, de mortecino, se fué CARTA LXX1X. *
á su casa ; echóse en la cama, y por prudencia admi
Al mismo.
rable y guardar la reputación de la señora, dice que
está con gota, enfermedad increíble en hombre tan es Excelentísimo Señor: El sábado, antes qnenatüt:
currido. La verdad es que le dieron una estocada en se la comisión contra losdeConquezuela, supe que üa
un lado, que le topó en una costilla; no le ha salido gota de Juan de Oña ; si el tenerla ahorrare el ejecutarla,»'
de sangre, y hoy dicen se siente mal dispuesto. Y por ría gran cosa.
que su fineza en el recato se lograse, amaneció en las Yo tengo escrito á Toledo por el clérigo, y á la en
monjas de Pinto, de zabullida, mi señora la marquesa de ea de si está en el canon de la misa mozárabe el ai
la Hinojosa, mujer de don Rodrigo Pimentel. ¡Buena Arzobispo; y sé en lo uno se hará lo posible, y eu lo :a
amia esta jerarquía (a)! se averiguará lo que hay.
Más Maderuelo. Hoy han publicado nuevas (de dos Para que vuecelencia vea que hay horas mengd^
correos que fueron á Aranjuez, de Alemania) que Galaso que pasan por los duques, le aviso que el duqw^
degolló gente al de Weymar, y que él murió de un mos Béjar (¿quién tal creyera?), de sus ahorros y rei%
quetazo. De Canaria : queel enemigo ha tomado una isla. pretende ser virey de Aragón con ansia rabie-a; ssf
Si Maderuelo no la ha nombrado, el sábado irá la rela es para conjurarle : es decir que me halle en ti <ü
ción de Maderuelo á Maderuelo, como de mar á mar (6). esta noticia; el señor don Pedro Pacheco me k é*,i
Yo no he salido de casa -ni he visto á nadie, ni á don con sentimiento absorto.
Pedro Pacheco ; aunque le envié el libro (c). La Reina dicen está preñada , y en esta confmM
Advierto á vuecelencia que yo me truje una docena fué al Retiro el jueves, víspera de la víspera ¡¡si»
de salchichas, y que están celestiales ; no las desacre Juan, ensilla.
dite el moho. Señor, yo no he visto gran señora tan imprea m
I Este lugar está el peor y más maldito del mundo, todos sus nombres y sobrenombres como mi sin,
pues en él la gente honrada es la solamente ruin. Llue en un libro que han impreso de las Antigüei¡¿a i
ve como alii, y con poco menos frió y mucho más lodo. Mérkla. Tratando de Lobon, nombra coa (bub)
El Rey viene el lunes. Y desde entonces, en hablando bisabuelos á mi señora; y es libro docto y de tses
al Protonotario, empezaré á atender á mi despacho; que noticias. Vuecelencia se sirva de que lo sepa su u*
deseo salir de aquí como de los inflemos. Y conforme lencia, ya que se leyó impresa en Amslerdan(/).
lo que don Miguel negociare en Cetina y con el Gober Aquí imprimieron doce dias lia los padres de la C^
nador, con la orden de vuecelencia y su licencia dis p.iñía unas conclusiones que han escandalizada aii^
pondré el ir ó no á pleitear á Zaragoza. sejo Real y á todos ; y se han recogido y maodadoal
Todos dicen aquí que Sástago no volverá. En llegan sustenten , y que no impriman conclusiones sin f»f
do el Rey avisaré de lo que pudiere saber. Dícese que el vean primero (g).

(ai El duque, de Sita, de Baena y de Soma, conde de Cabra, era (di Arisco!.
don Luis Feroandei de Córdoba , Cardona y Aragón , insigne me (el Se llama Las repúblicas i una preciosa colección ti 'H*
cenas del monstruo de la naturaleza frey Lope Félix de Vega Car en 12." que por entonces publicaron en Leyden los Klieiiri» »*
pió. Murió viernes II de noviembre de 1842, i los sesenta y tres historia y geografía, de las célebres repúblicas, imperios ífJ^
anos de su edad, siete después que el gran poeta. principados europeos, costumbres, leyes y ritos de todas ij!,"r
(>i La palabra Hádemela y Maderuelo, que tanto repite oos Fran Parle de tales trabajos sedebe a Cuneo, Grocio,Scrivrri«,i'Sfi
cisco, es de explicación difícil. ¿Habría en la corte alguien con tal dinl, Sprechcro.Ubbon, Rmmio, Donato Jannocio y Bortón '
apellido que se ocupase en escribir novedades ? Según el contexto (/'l lié aquí el rótulo del libro: Historia ie It otétUtl*
de la presente epístola, el mas diestro ed saberlas y comunicarlas da. Dedicada á la misma por Bernabé Moreno de Verga, '"
era Medinaccli, con quien dudaba poder competir Quevedo. Cier perpélvo delta. Año 1633. Con privilegio. En Madrid, por i
to que esta carta parece la primera en que forma nuestro autor el de Alonso Martin. Al rol. 293 reliere que vino la villa I* I"*
propósito de tener al Duque muy al comente de todas las noti a ser déla orden de Santiago, sujeta a Mérida desde qoü?P»
cias que circulaban por la capital de la monarquía. No creo de que Felipe II la hubo de vender a la condesa de la Pwtda. '" *
ningún modo que tuviese nada que ver por aquellos dias ni con el de ella hite mayorazgo en dan Gómez de Cárdenas, a li-v*
Duque ni do» Francisco la villa de Maderuelo, de que fui seflnr quien es bimiela dofia Ana María Luisa Portocanw y "*
ñas, marquesa de Alcalá de la Alameda, scuora de L¿» (■
el infortunado don Alvaro de Luna. Y mucho menos que en la
carta sea tal nombre equivalente de maridado, como be visto sen casó con el duque de Medina-Celi.» .
tir alguno, dejándose llevar de la circunstancia de estar por en {g\ El padre Aguslin de Castro las leyó en la cenpaía «'
tonces recien casado el escritor festivo y mordicante. sus. Intitulábanse ^^
(el Hacia los afios de 1648, don Pedro Pacheco Giran era del •Proemiales políticos, donde se agitan las siguiente! fin»*
Consejo de su majestad en los dos supremos do Castilla y de la • Si es mejor ningún gobierno que alguno. — Sí sea *1,"JJ
general Inquisición. bicino democrático que el muairqniso y atistoctaüe'-"'''
EPISTOLARIO. 559
De mi negocio, Señor, digo lo que vuecelencia : que ta. Ya con saber que vuecelencia viene, me parece que
>n largas del Gobernador, que pide lo imposible para oigo á vuecelencia, y me guardo para el jueves.
eg;ir lu fácil y justo. Veamos qué resulta de Zaragoza Guarde Dios á vuecelencia, como deseo y he menes
qué responde, porque mi mujer me escribe que ter. Madrid, t.° de julio de 1634.— Don Francisco de
n Juan Sánchez está en Zaragoza por el Consejo á Quevedo Villegas.
>o.
Pedro Mal I arte, que es quien tiene los libros que á
necelencia faltan, no quiere los duplicados, por ser li- 1633.
ros en romance (o). CARTA LXXXI. •
Tenia un escribiente admirable, y acordó de irse á Al mismo.
alladolid sin hablarme á mi ni a quien me le encomi
aba. Yo hago toda la diligencia posible para llevar Excelentísimo Señor : El portador es don Diego Ca
no, que veo cuan necesario es; y me holgaré de que ballero de Illescas, sargento mayor de vuecelencia;
: efectúe la ida del clérigo de Toledo. por su persona y sus servicios y calidad vuecelencia
No hay nueva de Alemania ni Flándes : aquí dan mu le conoce (c) ; lo que yo certifico á vuecelencia es, que
lla prisa á don Fadrique para que él y don Felipe de aqui ha sido sargento mayor y teniente de coronel,
ilva vayan al Brasil á restaurar á Pcrnanbuco. Guarde y que ha trabajado en el servicio de vuecelencia con
'ios á vuecelencia, como deseo y he menester. Dia de grandes demostraciones, deque resulta el lucimiento
an Juan, junio de 1 üü l.—Don Francisco de Quevedo deste regimiento de vuecelencia. Y espero que en las
'Megas, ocasiones que se ofrezcan, con sus alientos le desempe
ñará del nombre de vuecelencia, que le ha ilustrado.
CARTA LXXX. • Tales personas son recomendación de si propias, y na
die sabe tenerlas en el precio que vuecelencia, á quien
Al duque de Medinaccli. (i) guarde Dios, como deseo y he menester. Madrid, 27 de
Excelentísimo Señor : Casanate vio la concordia y julio de 1635.—Don Francisco de Qucvcdo Villegai.
K)der de vuecelencia y de mi señora; dice está muy
iueno , y en la forma que es necesario, y que él ha de
lacer la petición: creo lo facilitará todo vuecelencia. CARTA LXXXII. *
Extraño inventario de mis bienes ensartó vuecelcn-
Al mismo.
iaen esta carta, sin perdonar el vestidillo de jerguilla,
fueíelia vuelto en bienes raices. Vuecelencia ordene Excelentísimo Señor: Yo no sé de vuecelencia si ha
lela haca ásu disposición, loque fuere servido. Solo recibido ó no el pliego mió en respuesta de los despa
iento que vuecelencia no me dice si ha lucido el verde chos, ni otro en que envié ú vuecelencia las pascuas;
|iie ha tomado. que yo cuando envió es ln que se viene.
Yo aseguro que pnr muchos que son los negocios, No me olvidé este año de ser cocinero de vuecelen
|ue vuecelencia los dé lal prisa, que parezca que los cia; que hechas tengo las salchichas, que hubiera re
lesnacha, y no que los diligencia. mitido si aquel que fuéá Medina el año pasado estu
El hospedaje que vuecelencia ha escogido es el más viera aqui ; pero ha ido á la Andalucía á una herencia
propósito para vuecelencia y para el güésped , si bien de doce reales y un buey y tres cochinos de su suegra.
hora está muy lejos del Buen Retiro. Aunque creoque Mas cuanto primero pudiere, las iuviaré á Juan de Es
I jueves son las fiestas, y al otro dia dicen se vienen á pinosa para que las remita á vuecelencia.
«lacio, porque el calor se lo aconseja asi á sus majes- Yo quedo sumamente lastimado con la desdicha, en
ules, yo querría salir á besar á vuecelencia la mano el la vida irreparable, de don Juan de Herrera : es un caso
"éves lo más ponlifiealmcnte que ser pueda: harto nunca oido ni visto en el inundo, con ruina de tan
'horozado quedo ; permita Dios que sepa vestir bien tos (d).
¡1 nlborozo. Dios lo remedie y guarde á vuecelencia, como yo de
De Toledo tuve carta el miércoles , en que solo me seo y he menester. La Torre, postrero de dicient-
Ücen que el comisr.no no está allí y le aguardan, que bre de 1633. — Don Francisco de Quevedo Villegas.
ne avisarán; podrá ser mañana tenga aviso de todo.
Esta noche daré la carta al señor don Pedro, aunque (c) A linos de julio de 1613, siendo caballero del dnlen de San
emo estará en el Retiro, que hay esta noche gran Des tiago y gobernador general do la plaza y armas de llosas, por el
rey católico, tuvo un feliz suceso contra las enemigas de catala
nes y Iranceses.
rámenlos contra la monarquía. — Cual s<>a mas conveniente (rf¡ Don Juan de Herrera. — • Jueves en ta noche (20 de diciem
uno, rl electivo 6 el hereditario. — Si es licito excluir las heñi bre i, representando Prado a sus majestades en el saino grande
rás de la sucesión de los reinos. — Si es licito matar al tirano. de palacio, se ofreció cierto enfado entre el marqués del Águi
-Síes conveniente que se vendan los oficios de los magistrados.» la, hijo del marqués de Monteuiayor y yerno del conde di' Can»
He vi»to una copia contemporánea, y otra mas moderna, don- tillaría , con dun Juan de Herrera, caballero del hábito de San-
e se atribuyen al afta de 1659. ti (;o y caballerizo mayor del señor conde-duque de Sanlicar.
Con tal suceso y discursos , que escandalizaron i toda la corte Fué el caso que, hallándose don Juan a las espaldas del Marqués,
¡miaron al gobierno de Felipe IV, confundió don Francisco )la- pareciéndolo que el don Joan le apretaba demasiado, le dijo por
»fl de Meló la causa de la prisión de Quevbdo, en su apólogo dos veces que se tuviese ; a la tercera , pareciéndole que le apre
"logal Intilulado El hospital de las letras. tó mucho y poso la mano sobre las espaldas, le dijo con enfado
(«I Pedro Mallard, librero de Madrid, compró i nuestro Qne- que se tuviese, que no eran todos unos. A que respondió don Juan
loo, en 10 de febrero de este alio, la versión castellana que hizo que todos eran unos. A lo que (dicen1 replicó el Marqués que
e la introducción á la vida devota de san Francisco do Sales. li estaba borracho ; y el don Juan de Herrera le respondió i según
',-> I'or copia del original. te dice): «ti borracho es él, y míenle,» Y aunque ujc entonces
560 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

CARTA LXXXIII. 1636.

A persona desconocida, (o) CARTA LXXXIV.'


Al duque de Medinaceli. (*)
El Epicteto fué la obra que mejor se vendió en sus
días, la que pasó en más abundancia las altas barre Excelentísimo Señor: Remito á vuecelencia eos
ras del Pirineo, y la que primero se meció de las su escaparate sesenta salchiclias y dos liebres en etcia,
yas en las aguas del Mediterráneo y Océano. invención mia, pero bien sabrosa. Quiera Dios qui
vuecelencia le parezcan, las salchichas pocas y chai,
disimuló el Marqués, por la presencia real, hay pareceres con
que aunque son lo uno y lo otro , las será aprobad*
sultó el caso con el de Cantillana, su suegro, que estaba muy cerca y habrán cumplido con el gusto de vuecelencia y a
del. De que resultó que sobre caso pensado le dio una bofetada el el de mi mezquindad y laceria. Guarde Diosa tos»
Marqués al don Juan de Herrera, y echaron mano a US espadas, lencia, como yo deseo y he menester. La Torre, l.'i
con otros circunstantes. Los delincuentes tuvieron modo como
escaparse. Hanse llamado por editos, y ofrece su majestad 4,800
febrero de 1036.— Don Francisco de Quevcdo r,
ducados j quien se los diere a las manos. El uno fué en casa del llegas.
embajador de Alemania, y el otro en casa del de Ingalaterra.
Prendieron luego al conde de Cantillana , y le llevaron al castillo
de Monlánches; al marqués de Govea, mayordomo semanero, al CARTA LXXXV.»
de Arévalo; al de Sástago, capitán de la guarda tudesca, preso
Al mismo.
en su casa con guardas. Son jueces deste caso (sin ejemplar)
el licenciado Josef González , don Francisco Antonio de Alarcon Excelentísimo Señor: El tardar vuecelencia ni
y el licenciado Antonio de Contreras , los tres del supremo Conse Madrid , y yendo, el no tardar en volverse, lo la
jo de Castilla. Fueron condenados todos,por los jueces.» — (Rela
ción impresa de varios sucesos contemporáneos.)
siempre por buen acierto ; que está el lugar ietíü
Al año siguiente se publicó, sin fecha ni lugar, en diez y siete dicion , que á él hemos de ir por fuerza, y debemos i
hojas de a folio, un Disenso legal del licenciado D. Chrislo-
ual de Moscosso y Cardona , del Cósejo de su Majestad, y su Fis lir por voluntad.
cal del Consejo Real de Castilla. Contra el Marques del Agvila, Conde
El negocio ridículo me ha entretenido la ircaflí
de Canlillana, Marques de Gouea , Conde de Sástago, Marques de cion toda esta noche, andando á caza de quepa
Almacan, y don luán de Herrera. Por el desacato y delito que co ser. Derramóse por dos sendas á lo largo: una, s|»
metieron en Palacio, en presencia, y oyéndolo sus Majestades están ponían á vuecelencia alguna jornada ú ocupaciotc*
dose representando la Comedia, luenes en la noche veinte de Diciem-
tre, del año passado de 655. si le trataban de casamiento para mi señora ta*
Por él sabemos que se condenó en pena de muerte y diez mil tonia. De uno en otro anduve desvelado ;se.f i»
ducados al marqués del Águila ; 1 su suegro, el conde de Canti fuere, yo sé que vuecelencia es zahori y que •*
llana , en servir por su persona y i su costa con cuatro lanzas en
el presidio de Oran durante diez años , y luego destierro per Dios , v no en sí ni en los hombres.
petuo de la corte ; al marqués de Govea en seis años de destier Siempre he escrito á vuecelencia; creo tendría»
ro ; y al conde de Sástago, que en calidad de capitán de la guar carta , que esta estafetilla es bahúna y desvario,) *
da debiera impedir tamaño atentado, y se puso de parte de los tres len pasar por yerro los pliegos á Sevilla; mas na*»'
referidos agresores , en seis años de servir á su costa en el pre
sidio de Perpiñan , destierro perpetuo de la corte y dos mil du pierden, y vuelven.
cados. Y i todos cuatro en las costas y perdimiento de los ofi El factor del Puerto hace el negocio de vue««
cios y cargos que tenían del Monarca. y vale más recibir la concordia con que se ruta»
Impusiéronse á don Juan de Herrera diez años de presidio en pleitear la justicia que se contradice , y el abonT
la Mamora, destierro perpetuo y costas. Y al marqués de Alma-
zan ( que viéndole solo defendiéndose contra cuatro, sacó su es jueces y sentencias es siempre el parecer que*»
pada y se puso de parte del mas débil ) en que no entre por un con acierto, y más hoy con las cláusulas que t*
año en el palacio real, quinientos ducados y costas. lido en estas nuevas pragmáticas en razón de aiaa
Esta batalla delante de los reyes, «este enorme y escandaloso Véalas vuecelencia, que doce dias há que se pu>a
delito ( decia el Fiscal ), nuestros sucesores no lo creerán , y á los
aquí , y son de advertir para la pretensión dei»
presentes parece sueño.»
A 4 de febrero de 1656 publicóse un Manifiesto de lo sucedido a mstrador, y lo que negó el factor en las amm
don luán de Herrera con el Marques del Agtila, y después varios
otros papeles tan curiosos como raros hoy. Pero en junio de 1611
delante de don Juan de Castilla. Á
(según los Avisos de Pellicer) estaba libre en Madrid , y suplicaba
Yo estoy trabajando en la Tercera peste «• *"
al Papa le absolviese de las censuras en que habia incurrido, para que es la Soberbia; y en ella relucen con*o«F
cobrar ciertas pensiones eclesiásticas. Mientras, el marqués de vas las palabras de nuestro san Pedro Crisol^
Govea, después de ayudar i la rebelión de Portugal, era nombrado á vuecelencia le han de llenar y enriquecer »
mayordomo mayor del nuevo rey duque de Draganza.
Fué don Juan hijo del licenciado Pedro de Herrera é Illana, y la atención con oro bien razonado. Acabe u "f
oidor de la cnancillería de Valladolid, natural de Castrojeriz, y tüud, que fué la Segunda peste; y en ella tr
de doña Ángela de Oserin y Valcázar, su mujer, señora de la casa iante mucho la defensa de la opinión de la 1«M
de Errotacochea, en el valle de Arratia. Sirvió en la armada, y en nuestra Señora : yo me persuado que tuve su u.*-
Flindes de capitán de corazas; y siendo caballerizo del Infante-
Cardenal, hízole merced Felipe IV de hábito en la orden de San ra escribirlo, y luz de su Hijo en bailármete f
tiago, en Andújará 17 de febrero de 16S4. Cozando el favor del tados y colmados de su Majestad , al parece^ j
Talido, como su caballerizo mayor, por enero de 1654 dedicóle
Qceveoo su Epicteto y Focilides en consonantes castellanos.
bles. Vuecelencia lo verá primero q*to«¡"S
Es pues persona distinta de don Juan de Herrera y Leiva, que
nadie; que lo he de pasar por la cebrada»'
en 1644 concluyó un libro, no publicado, con este titulo : Dolnna dades. Fáltame la Avaricia, con que remattr.
moral de las Epistols qve Lucio AEneo Séneca escrivió d su amigo tratado moral, sin valerrae en ellos de otra w-r
Lvúlo, repartida en capitulas, tradveidos de latin en varios metros.
Existe el códice en esta universidad central.
(a) El señor Castellanos dijo en el tomo vi, pág. 575, de su Que- (») AI dorso de la carta original se lee ««»'"*' ***
«»o, que poseía esta carta ; pero instándole yo 4 que me 1> fran ti aott: « Dice envía unas salchichas , J no vüUenw
quéate, «Urina la n* traspapelado.
EPISTOLARIO. 561
ie las sagradas Escrituras y santos padres, y teología piedad por un primo tan esclarecido, tan grande y tan
iscolástica. Si algo hubiere bueno, de Dios es ; si tor valeroso, y tan suma y últimamente desdichado.
amente escrito, el yerro y la ignorancia son mi firma. Yo, como criado de vuecelencia y sumamente apa
Dé Dios á vuecelencia larga vida con buena salud, sionado del difunto ; y porque debo la vida á su abuela,
•orno deseo y he menester. Lá Torre, 4 de febrero tia de vuecelencia, y su padre me dio el hábito en su
le 1636.— Don Francisco de Quevedo Villegas. convento ; y porque en todas partes sepan su grandeza
y virtudes,—el jueves (b) le hago unas honras, y traigo
un buen predicador dominico, á quien he dado los
CARTA LXXXVI.» puntos de su alabanza para el sermón, en que no he
olvidado nada de buen afecto, deseando arribar á la
Al mismo.
verdad de todo lo glorioso de su memoria.
Excelentísimo Señor : Diez dias há que supe aquí de Y ya, Señor , que la desdicha plenariamente ha su
:ierto la certeza de la muerte del excelentísimo señor cedido, seria algún consuelo que heredase las dos ca
luque de Lerma, tan lastimosa como por todas partes sas el señor duque del Infantado, que es Sandoval de
a considera y siente vuecelencia y toda España, para varón , y nieto de su casa de vuecelencia. Quiera Dios
[ii ¡en es pérdida sin consuelo (a). encaminar algún ánimo á tan esclarecida sangre , si
Yo estoy con el corazón traspasado por haberme es quiera en la propia ruina; que verdaderamente tengo
rito en las cartas desta estafeta, que el fiscal pone acobardada la esperanza, y temo que aun no habrá
manda á Denia , y los pleitos en que todo se divide; descansado el enojo de la desventura y calamidad (c).
[lie parece, no ruina de aquella gran casa, sino aniqui- No considero á vuecelencia en estado de tal desaho
acion. go, que quien le hablare deate acontecimiento no le
También me escribieron lo que vuecelencia siempre aflija más que le sirva.
lace y calla : que vuecelencia le había hecho decir Dé Dios á vuecelencia larga vida y bienaventurada,
icho mil misas, acción de vuecelencia y de su celo y como yo deseo y he menester. La Torre , 25 de febrero
de 1636.— Don Francisco de Quevedo Villegas.
(») Don Francisco Gómez de Sandoval , conde de Ampudía,
'u¡u de Cea y // de Lerma, conde de Santa Gadea y adelantado
njor de Castilla , fué hijo del primer duque de Uceda y de doña
liriana de Padilla. Era pues nielo del gran valido de Felipe III CARTA LXXXVII. •
de doña Catalina de la Cerda, la cual tuvo por padre al IV da-
le de Medinaceli. Al mismo. •
Heredó al Duque-Cardenal, su abuelo, 1 17 de mayo de 102.';,
abiendo muerto Uceda preso en Álcali de Henares el último dia Excelentísimo Señor: Las salchichas y dos liebres
leí propio mes de mayo del año anterior. en cecina fueron. O yo no me di á entender, que será
En el de 1629, y cuando su edad florecía mas lozana, decidid
asar i lis guerras de. Italia con el marqués Ambrosio Espinóla,
lo cierto, ó Juan de Espinosa no reparó en mi carta. Yo
ganar renombre de valentísimo soldado y cristiano caballero. remití á las Carmelitas descalzas una sera con cien
umó aquel afio a Niza de la Palla, Ayquas y Ponzon, en el Mon- granadas agridulces, y á Juan de Espinosa un serón
erralo; socorrida Pifia rol, y ganó tres plazas más no despreciables. (en que iban un pernil de tocino y dos lomos, para uu
limó Espinóla en el sitio del Casal 1 17 de setiembre de 1650;
uceilióle el marques de Santa Crnz, con largas experiencias en las clérigo), y una sera con. las salchichas. Yo le escribí
Tinadas, 1 estrenarse sin alguna en los ejércitos y 1 deslucir con diese el pernil y los lomos al clérigo , y remitiese á vue
irruidas y descuidos los triunfos españoles, hasta que ie reem- celencia la serilla ; ya le he avisado tiesto, y escrito al
''azo el duque de Feria. El cual envió á Fundes diez mil lumi- ■
ires i cargo del de Lerma, que ya era maestro del campo gene- clérigo , y aguardo respuesta el martes.
•1, con la mira de no tener al lado suyo persona que pudiera En pliego de don Francisco de Unzueta , primo del
acerté sombra por sus servicios y grandeza. maestro del Príncipe, recibí hoy una copia de carta,
Don Francisco, sin puesto y desautorizado en Flandes , pidid que escribió don Francisco de Pedroso, de toda la en
obluvo licencia para volver á España y consolar a su mujer y
us dqs hijas; pero muy pronto, en 1651, mal avenido con el fermedad y muerte y acciones santas con que. espiró
«siego de los palacios, tomó la posta para Bruselas, y fué, con el duque de Lerma, que ya goza de Dios. Gran compa
,r"i Cómalo de Córdoba , y el marqués de Aituna, don Cirios sión tuviera del mal logro de sus dias, si uo hubiera
-oloma , uno de los cuatro maestros de campo general que go
rmaban 1 semanas : alternativo desacordado mando, que malo- leido con cuan fervorosa devoción y cuan cristiano
« lis mejores empresas, y fué causa de la pérdida de Mas- desengaño habia acubado de morir ; pues de verdad,
titht. en su abuelo y su padre caminó con el dolor grandes
Apoderóse el Duque de la provincia de Limburgo en 1635, y ree- jornadas de su muerte, porque de sus acontecimientos
iícó el fuerte de Genep, sobre el Ncers ; y asi pudo ganar en 28 de
alio la inexpugnable plaza del Schancke. Tantas fatigas rindieron heredó tantas enfermedades incurables como estados.
u salud : enfermo y acostado en una litera le llevaban 1 los es- Estos', Señor, no solo los ha desatado de aquella gran
uadrones y puestos ; con lo cual cada vez mas agravado, espiró deza el tiempo* sino derramádolos, y no grande tiem
1! de noviembre de 163S en Arnhéim , sobre la orilla derecha po; sino corto. Bien podemos recibir bienes de la pro
el Rin, 1 tres leguas de Nimega.
Estuvo casado con doña Fetiche Enriquez Colona , hija de don digalidad de la fortuna, empero no defenderlos de su
*is Enriquez de Cabrera , VIII almirante de Castilla , y de doña condición ; si no prevenimos el ánimo á estar más con
«oria Colona, su mujer. Y de este matrimonio procreó tres hijas: tentos con lo que Dios nos quita que con lo que el
"Ha María Ana, que casó con el duque de Segorbe y fué III du
dosa de Lerma ; doña Antonia ; y doña Felicbc, duquesa de mundo nos presta, llevaremos tarde y burlado nuestro
ceda. gozo. Dióle Dios al Duque gentileza muy apacible eu
<-°<no todos los españoles de aquel siglo, rendia culto 1 las toda su persona, grande valentía en el corazón, luz
wsas ; y entre los infinitos elogios con qne celebraron los inge-
Ws castellanos el libro de doña Ana de Castro Egas, impreso
0 •«•» é intitulado Eternidad del rey don filipe lll, se Ice del (l>) 28 de febrero.
'»1M un muy endeble soneto. (c) Véase la caria cixtn.

Q-u. 36
5C2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
viva en elentendimiento,ypiedadenel alma; todo lo y todos concuerdan en que no puede dejar de perderse.
empleó en el servicio de Dios nuestro Señor y de su El lunes dicen sale pragmática de las cortesías, ra
rey, y con el postrero conocimiento lo puso en cobro. pando á navaja las señorías á todos los consejeros,;!
Sea Dios bendito, que nos da en tan lloroso ejemplo los de guerra que no hubiesen sido maestros de cam
tan útil enseñanza. po generales, con grande rigor. Si sale el lunes, la lle
Yo, que le amaba, hoy le reverencio. Viendo tan sola varé. Guarde Diosa vuecelencia, como deseo y he me
su huerta del concurso de las personas reales, que po nester. Madrid, hoy sábado.
co há tanto la frecuentaron; y desierta del mismo Du Aquí se dice público que han hecho que el señor
que, por haberse ido á servir á la guerra, — há dias duque de Alcalá renuncie el ser vicario de Italia, por
que hice este soneto (a) ; escribile con más celo que apaciguar las quejas del de Monterey; y que se parte
ingenio, como quien le amaba y temia. luego á Ratisbona. — Don Francisco de Quevedo Vi
La dicha del obispo de Osma es y será servir á vue llegas.
celencia y estar en parte donde mis sobrinos merezcan Hanme prestado un libro muy antiguo latino, so
la honra de pajes de mi señora. Yo querría llegar á bre la escritura de un francés, con las mayores y mi-
Madrid á acompañarle cuando venga; que á mi her particulares alabanzas de la casa de Fox que se han vis-
mana he encargado me lo avise luego (6). to ; yo las he puesto en cobro.
Ya vuecelencia sabrá los generalatos del de Maqueda
y del Almirante; acuérdese vuecelencia cuánto há que
le escribí yo que reconociendo dificultad en el ser CARTA LXXX1X.
sumilier, pedia puesto para servir. Bien se está vuece Al mismo, (i)
lencia en Medina , sin otra ocupación que la de sus es
tados. Excelentísimo Señor: Después de escrito elpliep
Guarde Dios á vuecelencia, como yo deseo y he me me remitió don Sancho de la Cerda esta carta para vue
nester. La Torre, 4 de marzo de 1636.— Don Fran celencia. Anoche me dijo el estado que tiene su pre
cisco de Quevedo Villegas. tensión, con bien asegurada desesperación de todo so
corro casero. Guarde Dios á vuecelencia, como deseo
y he menester. Hoy sábado.— Don Francisco dtQst-
CARTA LXXXVIII.» vedo Villegas.
. Al mismo, (c)

Excelentísimo Señor : Ha salido do este lugar en seis CARTA XC. *


dias tanta gente con el marqués de Fuentes, con uña Al mismo.
te, con Mirabel, con el Almirante, y con su tio de
vuecelencia (aunque anoche estaba aquí y hoy no sé Anoche recibí la de vuecelencia ; esta mañana fui
si se ha ido), que me lie detenido por falta de muías; mos don Francisco y yo á buscar á Juan de Espinosa,
ya las tengo tomadas para el martes. que por orden del tribunal de la general está ocupad i-
Aquí llegó ocho dias há el marqués de Villanueva del simo en colgar la iglesia de santo Domingo el Real,
Rio, y estando yo en mi posada antenoche, se entró para la fiesta que la Inquisición hace para dar gracias
por la puerta solo y sin criado alguno ; es un muy no tiestas inmensas victorias (e). Juntámonos con él, ofre
table señor. Díjome ayer, que fui á verle , que el Almi ció con toda buena voluntad su plata, fuimos á la puer
rante hacia como que iba contento, siendo así que no ta de Guadalajara, y revolvimos todos los joyeros; no
lleva en su patente nada de lo que se ha dicho ; y de hallamos reloj de diamantes, uno de oro cosa muy ba
otra persona que yo diré á vuecelencia supe estaba da lad! ; el relicarillo se buscó, y no se halló cosa á ptop.-
do á los diablos. sito. Don Francisco me dijo que esta tarde le aguarda»,
Unos dicen que el Eschencke se perdió, otros que no, que me enviaría las joyas; no las han hallado; yo esa
tarde las he encomendado á Diego Benitez. El escapa
rate se halló excelente, y solo hay aquel en Madrui;
(a) Es el que comienza:
• Yo vi la grande y alta monarquía ; • no tiene la media vara de ancho , y es tan lindo, que,
y se cuenta el xiv de la musa ¿lio en las antiguas ediciones del á mi ver, fuera ensuciarle cubrirle de ámbar. Vimos
Patitas» de Quivedo. • esta mañana bolsillos y cajuelas en Santo Domingo. N¡>
(4) El ilustrisimo señor don Martin Carrillo de Aldrete, natural se dejará por diligencia, si bien el tiempo es cortísimo,
de Toledo, hijo de Rodrigo de Aldrete y dona María de Aguilar,
esludid artes en Avila, y ambos derechos en Salamanca. Nombra por no haber sino un dia de trabajo, que es el martes.
do inquisidor de Santiago en 1619, y de Valladólid dos aSos des Don Pedro de Castro me ha venido á perseguir aquí,
pués , en el de 1624 partió de España para Méjico, desempeñando y me tiene ensordecido : él escribe á vuecelencia.
el cargo de visitador de aquella audiencia, a la vez consejero de
la suprema Inquisición. A su vuelta, en 1628, fué electo obispo de Su majestad escribió al obispo de Osma , que ya es-
üsma, de cuya mitra pasd a la de Granada, haciendo su entrada
pública á 2 de febrero de 1612; pero vino a morir en 28 de junio
de 1646. Echeverría y los historiadores granadinos cometen el yer (rf) En la original hay esta nota de mano del duqoe de Xediea-
ro de lijar la muerte del Prelado en 1643, como también la del celi : 'Madrid, 23 de agosto de Wsú.—bun Francisco de Queocie st
sucostir suyo en enero de 1644. ore la pretensión de don Sancho de la Cerda, de ma cttapeilt i>
Su hermano, don Juan Aldrete y Sanpedro, del drdende San caballos: respondida en 27 de dicho.*
tiago y caballerizo de su majestad , estuvo casado con doüa Mar ío Las de Dola, en Borgoha, contra las armas francesas, nra
garita de Quevedo, hermana de nuestro don Francisco. plaza tuvo sitiada setenta y cinco dias el principe de Conde. 1-
te) En el dorso del original esta señalada con exactitud la fecha Ueslas de la corte de Espafia comenzaron el domingo íl de s^
de e»ic modo : • Madrid , 51 de mayo de 1636. » licuibrc M Atocha : al otro inmediato fué la de la Inquisición.
EPISTOLARIO. S63
tá en Osma , con un correo á las veinte ; y ahora me pagador, muy de adelantado mi persona y mi juicio.
acaba de avisar un capellán suyo, que está en esta cor Y aunque á principio me pareció contravenir á la mo
te, qoe el correo vuelve esta noche, y que le han dicho destia creyendo de ligero tal engaño en tal persona,
le envian por virey á Navarra : bien extraña cosa me agora creo que ya el detenerme fuera una templanca
parece. El me había pedido estos dias me viera con él reprehensible, como de aquellas que otros tiempos
en Osma ; empero si tarda , yo no detendré la ida á la condenó Platón á Diógenes.
Torre, que determino, quiriendo Dios, hacerla de hoy Voy, señor mió, á la presencia de vuesamerced con
en doce ó catorce dias. Guarde Dios á vuecelencia, co estas letras; no voy á rendirme, sino á ensoberbecer
mo yo deseo y he menester. me, cuándo yo me veo ser triunfo de su humanidad.
Señor: Por carta de don Miguel sabrá vuecelencia Deveréla de más serville los materiales, de que vuesa
cómo han promovido á su hermano á Catania. Certifi merced pueda (más bien informado) formar de mí un
co á vuecelencia que don Miguel está con el reconoci verdadero conceto, dilatando á esse fin la pluma al
miento que debe á vuecelencia, y que ha servido á su gunos renglones allá de lo que pide una caria familiar
hermano con infatigable diligencia y buena maña, y y primera.
que en la elección ha habido cosas sumamente gracio Yo, Señor, sobre ser moco y vivirlo entre los diver
sísimas. Madrid, 27 de setiembre de 1636. — Don timientos de las cortes, donde nací y me he criado,
Francisco de Quevcdo Villegas. llegué con tan corto caudal á las sciencias, que ni ten
go las letras por professipn, ni aun por mió el tiempo
que poder gastar en su conocimiento. Descubrílas an
CARTA XCI.» tes algún affecto; debo poco; porque desde los prime
Al mismo. ros años, con mi padre me faltó quien me dispu-
siesse á los empleos dignos de los hombres de bien. La
Ya vuecelencia habrá recibido todo lo que mandó livertade, mejor que otro respeto, me truxo más pres
se remitiese ; no tengo que añadir á lo que á vuecelen to á la vida de las armas (si tal inquietud se puede lla
cia escribí.^ mar vida) : de dizisiete fuy soldado; seguíla hasta aora.
Yo aguardo por si viniendo aquí, como dicen, el se Ni el premio tarda, ni mis esperanzas le han hallado
ñor Obispo , puedo ahorrarme el ir á Osma , que por menos. Aquel estruendo mal dexa domarse del reposo
una carta de 10 del pasado me lo pedia con encareci que apetecen los libros. Todavía yo hice mis robos,
miento; si tarda, me iré, porque me es forzoso. Y an mas no á la obligación , descansando con ellos las ho
tes escribiré á vuecelencia lo que hubiere en su veni ras del descanco. La falta podrá ser de sugetos grandes,
da (que yo no la deseo) , para que á la merced que ó lo que es más cierto, la cortesía, que jamás faltó;
me hace, acordándose de lo que lia dias dije á vuece los grandes sugetos fueron ocasión de que yo alcan-
lencia , añada la autoridad de su grandeza. casse entre algunos algún lugar del número de estos
Guarde Dios á vuecelencia, como deseo y he me- que llaman entendidos. Logróle harto mejor de lo que
lester. Madrid, 30 de setiembre de 1636.—Don Fran era justo. No se lo desagradeceré hasta que se lo des
cisco de Quevcdo Villegas. merezca.
A los versos di aquellos tiempos el mejor cuidado,
en cuyo empleo no tuvieron poca parte los cuidados de
CARTA XC1I. aquella edad. No sé si por ocasión *ó lisonja prové las
don Francisco de Quevedo.— Ao principio de sua amizade. (a)
Musas affables, no las austeras, cuyo favor me hacían
creer los amigos; tanto no, que aun contra los precetos
Hallar en voesamerced anticipada la nfflcion al cono- de Oracio, yo confiasse de mí más que medianamente.
imiento, me hace dudar en proseguir las diligencias La variedad de mis sucessos', sobre quienes jamás
ira que me conozca. No quisiera yo dexar contingen- pude afirmar el ánimo, me sacó algunas veces no solo
: su aplauso , esperándole más seguro regulándose por de mi patria y esludios, pero de mí mesmo. Dexemos
i cortesía que por mi mérito. En differentes bocas la hypocresia de la desgracia , que muchos vanamente
alio la misma voz, que me informa de las honras que so adjudican por convenir con los hombres grandes,
íesamerced me hace , acreditando, como boníssimo siempre della quexosos, y no sin razón alguna vez.
¿Quién duda que la infelicidad no save más filosofías;
[ni Don Francisco Manuel de Meló, ulisiponense, de noble es- que la prosperidad no ha visto la cara á las desdichas?
pe, caballero del orden de Cristo, dejando las artes liberales,
e estudiaba en Coimbra , pasó a las guerras de Fundes , y allí
Ellas negociaron más altos pensamientos, y con viva
ii w) el puesto de maese de campo. Llamóle i su patria el in luz del conocimiento de las cosas propias y agenas
sto grito de libertad que dieron los portugueses en 1640; ar (según la división de los estoicos), puse en olvido la
áronle por muchos anos en una cárcel las revueltas y divisio- mayor parte de lo que estimaba por. bueno. Encami
que trajo consigo aquella revolución ; y tuvo que padecer, por
rao, en el Brasil largo destierro. Pudo, en 1651, pasar a Roma né al discurso á otros assuntos más loables, ó por lo
el objeto de evacuar ciertos negocios que le confuí Catalina, menos forcejé porque se encaminasse á ellos. No pa
metida esposa de Carlos II, rey de Inglaterra; allí publicó y rezca lisonja. Mas ni porque lo perezca, dexaré de con-
ó de nuevo i luz muebas de sus obras, entre ellas la Primara fessar mucha deuda en esta mudanca á sus grandes
le das cartas familiares (en la imprenta de Felipe María Manci-
aOo 1661i. Nació en 23 de noviembre de 1611 , y también en escritos de vuesamerced,' donde no solo nos alumbra
boa falleció 4 13 de octubre de 1666. . con lo que nos enseña á obrar, mas nos hechiza con
a epístola ahora coleccionada por mi entre las de Quevkdo, es la gallardía del instrumento.
. de la centuria segunda, sujetándome á la edición ulisipo-
se de don Antonio Luis de Accvedo, año de 1752, imprenta Instituido de nuevo en este propósito, las horas que
os heredero* de Antonio Pedroio Galram. no lleva tías ú la lyrauía del líalo civil (cu las aciones
504 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
de una pretensión tan lícita, que es forcnsn), doy algu Este verano, en Madrid, inquirí con todo cnidadaí
nas á la consideración moral, algunas á la lecion va faciones y procedimientos del duque de Lema, 51
ria; no pocas á la pluma, que entre las differeules y está en el cielo, desde que salió de España liastaq
grandes materias á que la he atrevido, ossó bolar á murió. He escrito aquí su vida; creo se holgará vn»
este discurso, que offrezco á vuesamerced. Menor mo lencia de ella, y toda la posteridad. Hela escrito ea
tivo para escrivirle me dio la necessidad que la obliga ternura y conocimiento de sus partes (0).
ción ; bien que, la una de la otra animada, se fortifica Aquí hace tiempo ciego, que es menester Inca
ron entrambas, de suerte que yo no pude escusarme mediodía. Ni han sembrado, ni pueden ,'ni lia; fi
de' obedecellas. Y pues es cierto que para los hombres los más le comen de cebada y centeno; cada diasi
grandes no ay materia agena, téngoleá esta por más mos pobres muertos de los caminos , de hambre ; i
propia de vuesamerced, pues lo que ha visto, leido, nudez. La miseria es universal y ultimada.
escrito y manejado de negocios y empresas superio Beso á vuecelencia la mano por el favor y ms
res, le lian importado tales noticias, que de ningunas que lia hecho al conde Motezuma; que Juan de (m
manos saldrá mi libro más atinadamente castigado. so me escribió este ordinario (remitiéndome las es
Con esta certidumbre suplico á vuesamerced passe de vuecelencia) cómo habia hecho ya la diligencii
de rato en rato los ojos por este borrador, como juez, y que baria los recuerdos necesarios. Siempre lie 11
no como amigo (aunque si como amigo vuesamerced gado la persona del Conde por merecedora del asi
los passa, no hay más que sunlicalle). Yo embio á vue de vuecelencia , y todo lo que le estimo he mostró
samerced este primer trabajo, porque se sirva deem- encaminársele. Guarde Dios á vuecelencia, como ás
biármele de suerte, que no tema después de su en y he menester, en vida de mi señora, y de mi s
mienda la censura de otro; certificando á vuesamerced doña Antonia, que Dios guarde y bendiga. La Torre,
que no le tengo por la linea de Apeles, ni por el dedo de de noviembre de 1636.— Don Francisco ii(¡-...
Fidius: porque ni presumo tanto de los aciertos deste Villegas.
libro , que deje de entender tiene mucho que mejorar;
ni de mi con lio tan poco , que no entienda podré con 1638.
más seguridad emplearme en otros escritos.
Segunda vez suplico á vuesamerced se sirva de ver CARTA XC1V.
lo é avisarme de su sentimiento, en forma que su
Escribiendo don Diego de Pardo y Valcireel i j«w?ía
parecer de vuesamerced sea, ó vara que me castigue, Andrés de Figueroa , le dice : ie)
ó escudo que me defienda ; porque sobre el voto de tan
docto varón se affirmen mis desengaños ó mis esperan- «Que habia oido el panegírico de MonUlbakr1,
cas. Dios guarde á vuesamerced, como deseo. Madrid, 4 dre Niseno, el cual no era más que un discurso,
de otubredo WM. — Don Francisco Manuel. ingenioso contra Quevedo ; y que todos los oe »'
estaban lo creyeron así, no faltando quien a*£3¡
que se lo habia oido decir al mismo fray DiegoJ
CARTA XCIH. *
AI duque de Medimcell. 1639.
Por la que escribí á vuecelencia en llegando á este CARTA XCV.
lugar, verá vuecelencia el gran contento con que me A don Juan Adán de la Parra.
hallo del nuevo cabezón, en que vuecelencia ha obra
do con grande acierto y maña en todo ; y el de la ausen Decis que tenéis el hilo de la historia del tóS[
f-
cia de Castilla fué lance de todo primor. Vuecelencia precioso libro del Tribunal, quemeajusló li
sabe con eminencia el arte de gobernar y gobernarse, por lo del abubilla Montalban, y que ya me lo i
que es lo que después de lá salvación importa; y im modo qué os pueda creer. Yo os excuso del ¡'
porta para disponella.
trepitosamente una comedia suya : • Si quiere aplassci, «•"
Presto, me escribe don Alonso, remitirá á vuecelen
pinte.» g
cia la tercera jornada ; y creo todo lo enriquecerá vue Gran humanista , no pudo tolerar la estravaganeiJ it l**
celencia y lo mejorará, pues no siendo nada difícil sino daies de don Luis de Góngora, y escribió un Antiiato t"*"1"
el lugar de Job, vuecelencia lo tenia entendido como que fué contestado por el doctor don Francisco deAnan I*1
estampa en 16i4su excelente Disctrta pailita, pairen"'*1
yo lo llevaba respondido. Verá vuecelencia en esas dos desatinos de los cultos; y al aüo inmediato «na.i/tlfl*
jornadas segunda y tercera, cosas notables de la des verdad, en defensa del sermón predicado por el Mr' ei
vergonzada ignorancia de aquel hombre, y sin réplica Horionsio Paravicino en las honras de Felipe III. Sas *''"'
traducción del Aminta, su Lutano tspañol y si pota» «-•' "
ni respuesta alguna. Ni puede llegar la abominación al
le han valido un honroso lugar en nuestro Parnaso.
lugar donde hace decir á Aristóteles que Cristo fué su Mortificó no en una sola sátira i Quevxdo, y contra a »•
discípulo; mas apliquele uu lugar del Evangelio á la escribir con implacable saña \tComcMa dti Rtlrtiia, n< '■'-•
le ti a (a). do el precioso libro de nuestro filósofo Latma fina1*
De esto trata el párrafo sobre que llamo la anadón ts *»
lores. j
la) El sevillano dan Juan de Jt'mrtgvi , vasco de origen , caba Jáuregui murió en Madrid en la segunda semina >"""
llero riel habito de Calatrava , caballerizo de la reina Isabel de 1611,. Clemencin adelanta con error un aüo su mate-
Borbon, y hermano del señor de Gandul y Marclien illa , fué poeta (ij Queda publicada en el tomo 1, pág. í¡0. ^^
lírico excelente y extremado pintor, mas poco favorecido de las (c) Imprimió esta y las coatro siguientes el seJorCifif '
musas del teatro. Por esta su habilidad en los pinceles, se le Losada en el tomo vi de su Queeedo, páginas Í38, üV':
ocurrió exclamar i cierto mosquetero la noche que le silbaban es- gras las dos en que yo dejo pequcüas lagunas.
EPISTOLARIO. 505
pues hii tiempo qne descubrí el gato en la gazapera con brame mi vergüenza , colocándose entro ella y el mun
el hueso entre los dientes, y a buena cuenta que llevó do; que á fe que no siendo él como Dios, por más que
su merecido ; y si no, reparalde el chirlo de la oreja iz blasone de Argos, no verá. más que lo que quiera ense
quierda al reverendísimo Niseno, y preguntalde qué ñársele, y me dejará en mi buena opinión, inorando mis
vieja le besó en ella, que le dejó tan bien parado. De flaquezas. Dígole esto, no porque no tenga fiducía en
cierto. Parra amigo , que fray Diego os ha de contar su amistad, más porque las mujeres ofendidas tienen
un cuento ó historia edificante , sin ser la de su padre gancho al sacar para descubrir envoltorios, y vista de
san Basilio ni el panegírico de Montalban. Por aquí lince para escudriñar las conciencias de sus enamora
veréis que aunque callo, obro, y que á la fusta vengan- dos, y saber cuanto las conviene; y siendo su tórtola
so sope contestar con j ustiuia, y á estilo de claustro (a) . del nido de aquellas de que Dios me libre, pudiera
sonsacarle, para que aquella sacase y yo tuviera que
CARTA XCVI. meterme, que es cosa que no me gusta. Cuídese de las
confianzas de sábana, que son peligrosas siempre, por
A nanquín, belga, alquilador de coches, que tenia que pocas veces dejan de salir á plaza con zurrapas, y
su establecimiento en la calle de Francos.
ya ve que esta es cosa no muy limpia para quien de
He visto á sn enviado, buen Flanquin, y le agra tan pulcro blasona.
dezco su cuidado por mi salud. En cuanto al coche A Margarita, si pregunta por mi, qne me rece, pues
que doña Margarita le gastó á mi nombre , nada me que me doy por muerto ; y si entona el De profundü,
atañe; y confíese menos de gente de pluma suelta. termine vuesamerced con el Ne me recorderis: que así
Cóbresele, si puede, y si no, embarqúese en el suyo descansaré en paz, libre de tal sabandija*. Toledo, 16.
que tiene... —Quevedo

CAUTA XCVII.
De una dama ofendida. CARTA C.

Señor don Francisco: Si por lo agudo quisiere vne- Al mismo, escrita desde las prisiones de San Hircos de León,
a mediados de diciembre, (c)
samerced salirse de sus empeños, sepa el muy rufián
que para quien tal quedó, nada detendrá su lengua, Amigo mío: Veni, vidi, vici, dijo César con la
si cual debe no se da á razón.—Margar Ha. arrogancia propia de un romano; y yo puedo decir:
Me trajeron, hablé y vencí, cuando escoltado de los
CARTA XCVIIL corchetes de la injusticia y de los soplones malandri
A la misma, en contestación. nes de cofia, llegué á tomar clausura sin vocación á
este convento del evangelista de los cuernos.
Fuera menos... y ganara más, señora mia. Desate, Llegué pues, y vi las narices del padre Prior, que
si puede, más de lo que está su lengua; que si espera pueden servir de paraguas á toda la comunidad muy
mi ucencia, la tiene en cuanto más desee. — lo. reverenda (sin temor de qne les toque una gota, aun
cuando sobre ellas se enoje Neptuno), y que competi
CARTA XCK. * rían con mi narigudo de Sotana. Venían debajo deltas
A don Juan Adán de la Parra, (i) todos los modregos mirando de soslayo, y como te
merosos de ver una alimaña; y recibiéndolos yo con
Parra amigo : Pues que solo vuesamcrced sabe mi la cortesía del forzado ante la penca, — después que mi
lacado, cuide de que no salga del paraíso por él : cu ángel custodio le anunció la gracia que se me conce
día, de venir á hacer penitencia por mis culpas pasa
li) Los libros que se citan en ta presente carta son : das, conocí mi conveniencia, y los exhorté á manera
'.* El hiavnal de la jvsla venganca, erigido contra los Escritos de predicador barbudo. ¡Oh , y qué de cosas les dije,
U D. Francisco de Qucuedo , Maestro di Errores , Doctor en Des- encaminadas á mi bien! Fué de tal modo, que la caja
trinenfas. Licenciado en Bufonerías, Bachiller en Suciedades, Ca
tedrático de Vizios , y Proto-Diablo entre los Hombres, impreso en
del Guardian quedó vacia de sesos á puro devanarlos;
635, y cuyos autores fueron : el padre fray Diego Niseno, el doc- y todos al despedirse me apretaron la mano como en
ir Juan Petez de Montalban, y el diestro don Luis Pacheco de señal de quedar edificados y vencidos: por lo que creo
iarvaez , maestro de armas de Felipe IV ; amén de otros cuatro que he vencido , y que no lo deberé pasar mal el corto
mulos de oscuro nombre y de ninguna fama.
1' El fénix de la Grecia , san Basilio magno. plazo que me tengan en penitencia.
3.* Elogio evangélico ftneral: en el fallecimiento del Doctor La olla es buena; y si el compasivo Oviedo no me
ion Vera de Montalban , Clérigo Presbítero, Doctor en Sacra Teo- olvida, yo la aumentaré algún bocadillo : con que creo
igia, i Notario del Sanio Tribunal de ¡a Inquisición. — Por F. no lo pasaré tan bien como vuesamerced, pero si mejor
iego Niseno, tmilde Alumno de la ínclita i Esclarecida Familia
ti Gran Basilio, después de lesu Cristo i las Apostóles, Primer Pa- que el que se muere de hambre.
•e, i Legislador de la Monástica vida.— A Alonso Peret de Mon- Visítame otro exoicisla como el catabres Andreini de
Iban , Padre del Difunto i Utrero del Rei flf. S. Felipe IV el Gran-
t.— En Madrid. En la Inprenta del Reino, v.nc.um. Publicóse
) el otofio, jr es todo él dardos asestados contra el autor de la cha por él , de nn códice en qne originales estaban las cuatro
trisóla, queriéndole presentar a la execración publica como un anteriores carias, esta y lastres que siguen. Poseyóle don Antonio
uidioso, maldiciente y desalmado. Lástralas del padre Basilio, de Candamo, y hoy su sobrino don Luis María de Candamo y
su odio contra Qüeted*, allanaron el camino que oíros mas dies- Kunh , residente en Londres. Pero de tal códice di pormenores a
os intrigantes supieron aprovechar para perseguirle y arrojarle la página xei de mi tomo i.
>cos meses después en los calabozos de San Marcos de León. (el Vulgarizada esta y las dos subsiguientes, por Castellanos,
(4) Debo copla al señor don Basilio Sebastian Castellanos, he- en el repetido libro, páginas 307, 310 y 311.
868 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
San Pedro el Real, tan grande de cabeza ni más ni me sé qué memorial contra vuesamerced , que ha eolan-
nos, y tan vacío de sesos , que da compasión. Este y el cido al Rey, y dicen ha jurado ponerle un listón eni
Inquisidor General liarían un buen par de boliches en boca. Paréceme haría vuesamerced bien en escríag
el juego de las bombardas. templado á la sirena, para que cante bien. No Eáltaii
Estornudo hay aquí que volcaría una encina ; y así, vuesamerced recursos en el. magín para que la 3r»
ando con cuidado, no sea que yo , que soy ya roble vie- , se ablande y le devuelva en cariños los anuíalos. As
jo y quebradizo, á puro coqueras (a) caiga de manera lo cree María y yo también. De mi boardilla.—ia*
que no me pueda levantar. Por aquí hay muchos mos
quitos, y temo no haya también tábanos que me ator
menten ; tendré cuidado , y andaré á soplón en boca, 16*30.
ó espanta lenguas, que es lo mismo, como vuesamcr-
ced sabe. CARTA QI.
Si ve vuesamerced á don Juan, dígale mal de mí
para que le quiera bien ; que es mozo de garbo y puede Del mismo.
servirle de fuelle para que dirija bien el viento y suene Señor don Francisco : Chumacero no está tan d» li
el teclado á satisfacción de vuesamerced , y aun de nas corno le dicen (</). Cuide la lengua ante tostel
mí (6). Y como quien curiosea sin intención, vea de rendos, que se le harán amigos para venderle; yin
sacarle algo de mis pecados y de la penitencia que me del dolorido y del arrepentido, porque creo que*
deparan : ya sabe que como tan llegado á la Adonis del así podrá hallar misericordia en estos corazones.
Alcalde y á la Condesa, no puede ignorar y puede sa Ruégole me escriba por persona de las nueslríi
ber lo que de mí se trate, y bueno será estar de sobre- confianza, porque me temo que no solo vuesaonj
aviso (c). y yo vemos las cartas. Esla la lleva Martin, dejaj
A la pobre Haría , pan y esperanza , que es el alimen para su pueblo ; y dice que teme ver á vuesame a
to nutritivo; y que busque amo, por si se empeñan en porque siempre le quieren sacar lo que vuesaneio
hacerme fraile sin corona. Haga vuesamerced que la le dice y encarga.
socorra Oviedo de tiempo en tiempo, y dígale algo que No sé nada de la M ; y se dice que yití
la consuele. acomodo á su gusto. Dios lo haga, por bien den»
No será malo, antes muy bueno, que se interese merced.
vuesamerced con el Duque y con Ja Marquesa ; que En su casa no hay novedad. Adiós, y mandar.-Jái
cuantos más tiren del carro, mejor marchará el nego
cio. Dígales que nada me roe en la conciencia , y que
soy caballero; que, como esto ya es raro, puede que CARTA CIII
aguijonee su ánimo, si es que no lo ha cambiado la A un amigo.— Fragmento, te)
ropilla, como de costumbre en casos desta catadura.
Aprovecho la ocasión de la vuelta de un mozo que Así que llegué á esla ciudad , para no acordaras*
es de confianza, para darle á vuesamerced estas noli- mis desdichas y vivir con algún sosiego, lo pr¡sa
cías; y si no cortan las alas á mi pluma, allá irán cor que hice fué comprar un ingenio de canónigo.
reos que le informen de mi buena suerte; esperando
que no me olvide por verme enjaulado, que aun á los
pajarillas hace bien el recuerdo de los amigos que tu 1641.
vieron en libertad.
A Oviedo, que tenga precaución y que no me olvi CARTA CIV.
de. De San Marcos de León , y mi celda del de los A dolía Inés de ZúSiga y Fonseca , condesa de Olivares, he»
cuernos. de Sanlucar, camarera mayor. {/)
Señora Condesa : Si al que siempre fué su es*
CARTA O. de buena voluntad y obtuvo la honra de so api»*
que es la riqueza de los que bien la quieren, lees f*
De don Juan Adán de la Parra. mi.tido acudir á besar sus pies después de. lo «¡a'
Señor don Francisco: Gócese en hora buena con sus pasado con el Conde-Duque, su marido y mi se <
frailes, mas no olvide á Adán, que anda tan mal para — ruégola muy encarecidamente que aparte de ¡té
do en su paraíso, que no le fulla nada para que le echen propósito aquel corazón de que es reina y señora, *
del. gándole á ser más humano con el que nunca le oa
Margarita pienso ha de hacer á vuesamerced más dio, volviéndole ásu gracia, que es lo que más (te*
daño que el mismo Conde-Duque, al que presentó no Vuecelencia sabe , como buena y virtuosa , que sis H
cer mi conciencia y sin ofensa de Dios, no puedo*11
(a) A puros coros, gestos; quizá diría á puro cocarme: zar los dardos de mi pluma contra personas que, as*
(i| Véase enlre in Epístolas á imitación de Séneca la liiv, muy
Importante, a la pág-. 592 del presente volumen.
(c) Habla de don Francisco de Robles Villaíafia, alcalde de ra <d) Don Juan Chumacera , Carrillo y Sotomavor. WM F
ta y corte, que luego fué del consejo real de Casulla; el mismo chos títulos respetable. A su Informe debió Qrcviw I' '-v_
que acababa de prender i QuEveno en la noche del 7 de diciembre en 1643, cuando los méritos del célebre junsronssl» ** v
de 1639. galardonados con la presidencia del consejo de Castilla-
La Condesa es la de Olivares, mujer del favorito de Felipe IV, (e| Tarsia lo cila en la Vida de Qnevedo, pig. til.
J puede decirse por ello que reina de Espalia verdadera. (/) Publicóla el señor Castellanos y Losada, toawn.f*
EPISTOLARIO. 867
enemigos de la grandeza del Conde-Duque , vuestro perdón de alguna.» ¿Cuál delito pudiera yo cometer
marido (como cree su excelencia), lian sido mis patro mayor que persuadirme habían de ser orilla á la mag
nos y protectores en las pasadas desventuras mías para nanimidad de vuecelencia mis desdichas? Yo pido á
con vuecelencia misma y los suyos ; y no es justo , á fe vuecelencia tiempo para vengarme de mí mesmo. Ya
mia, volver ingratitud por beneficios, porque este es el mundo ha oído Contra mí á mis enemigos; lo que
cambio de mala ley, y solo propio de ánimos ruines y pretendo es que contra mí me oiga : más auténtica se
de malvados, á cuya cofradía no quiera Dios que per rá, por más exenta de odio, mi acusación.
tenezca nunca. Si tan necesario estima su excelencia el Yo protesto en Dios nuestro Señor, que en todo lo que
descrédito de sus émulos y enemigos, incline vuece de mí se ha dicho no tengo otra culpa sino es haber vi
lencia su encono, que no califico, á que busque otros vido con tan poco ejemplo, que pudiesen achacará mis
que sepan morder como la víbora el seno que la abri locuras tantas abominaciones. No digo,que es invidia
gó y dio vida; que á mí me faltan fuerzas para tanto, y la que me difama; aunque pudiera, pues hay invídio-
se me quedarían los dientes en la piel, como al lagarto, sos de más calamidades en el miserable , como de me
sin haber logrado la brecha. No me abandone vuece nos dichas en el fortunado : último ingenio de la ma
lencia en tal apuro; que sin su protección, después licia humana. Como yo debo perdonar á los que me
de naufragar mi esperanza, no podrá servirla toda aborrecen el que soliciten mi ruina , no debe la gran
mi vida; que es cuanto desea quien todo lo aguarda de deza de vuecelencia ni su 'generoso natural perdonarles
su virtud , como esclavo que pone en serlo íicl toda su el solicitar que no perdone. Los que me ven no me juz
voluntad. gan preso, sino con sumo rigor justiciado ; por esto no
espero la muerte, antes la trato: prolijidad suya es lo
CARTA CV. ' que vivo ; no me falta para muerto sino la sepultura,
por ser el descanso de los difuntos.
Al conde-duque de Olivares, (a) Todo lo he perdido. La hacienda, que siempre fué
Excelentísimo Señor : Así dé Dios á su majestad mu poca , hoy es ninguna entre la grande costa de mi pri
chos y bienaventurados años de vida, y á sus armas sión y de los que se han levantado con ella. Los amigos,
católicas los buenos sucesos que vuecelencia desea, mi adversidad los atemorizó. No me ha quedado sino la
que, acordándose vuecelencia de su grandeza y olvi confianza en vuecelencia. Ninguna clemencia puede
dando mi persona, lea este memorial. darme, ni quitarme muchos años algún rigor. No pido,
Sepor, este espacio (naturalmente corto) por vivir más,
MEMORIAL. sino por vivir bien algo, aunque poco, para que yo sea
Señor: Un año y diez meses hú que se ejecutó mi no pequeña porción de gloría al nombre de vuecelencia.
prisión, á 7 de diciembre, víspera de la Concepción La autoridad de vuecelencia ha de interceder con su
de nuestra Señora, á las diez y media de la noche. majestad, y su propia grandeza consigo. No deseo que
Fui traido en el rigor del invierno sin capa y sin una se acaben mis castigos, sino que se encomiende su
camisa, de sesenta y un años, á este convento real de prosecución ¿ mi arrepentimiento; pues no es más
San Marcos de León , donde he estado todo este tiempo blando artífice de tormentos la vergüenza propia que
en rigurosísima prisión, enfermo con tres heridas, que el rigor ajeno. A mí todo me lo debe negar vuecelen
con los fríos y la vecindad de un rio que tengo á la ca cia, á si nada. Si vuecelencia no se acordare de nada
becera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, que le olvide de sí, no me¡ fallará su protección.
no sin piedad me las han visto cauterizar con mis ma Si alguno en el puesto de valido, en las virtudes,
nos ; tan pobre , que de limosna me han abrigado, y en eminencia, estilo y doctrina se acerca decorosamente á
tretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espanta vuecelencia, es Plinio Segundo. Óigale vuecelencia por
do á todos. eslo benignamente para mi , libro vitt de sus Epístolas
No tengo sino una hermana, y esa monja en las Car á Geminio : «Empero yo juzgo por óptimo y enmen-
melitas descalzas, de quien no puedo pretender sino dadísimo á aquel quede tal manera perdona á los de
que me encomiende á Dios. Conozco (á persuasión de más, como si cada dia pecase; y de tal manera se abs
mis pecados) suma piedad en el rigor : yo propio soy tiene de pecar, como si no perdonase á alguno. Por
voz de mi conciencia, y acuso mi vida. Si vuecelen esto, en casa y fuera y en todo género de vida, observe
cia me hallara bueno, mia fuera la alabanza; hallar mos el ser implacables para nosotros, y exorables para
me malo y hacerme bueno, lo será de vuecelencia. los demás, aun para los que no saben perdonar sino á sí
Cuando yo sea indigno de piedad, vuecelencia es dig mismos.» Que vuecelencia es aquel varón óptimo y en-
nísimo de tenerla , propia virtud de tan gran señor y mendadísimo, las hazañas de su clemencia lo deponen,
ministro. «Ninguna cosa (dice Séneca, consolando a y la valentía de su paciencia ; á quien han sido carga
Marcia) juzgo por tan digna.de los que están en la tantos ingratos, y martirio tantos traidores como hoy
cumbre, como perdonar muchas cosas, y no pedir ha conjurado contra esta monarquía Francia. Para lle
gar á los oídos de vuecelencia , este será el último gri
to con que me socorre la memoria. Permita vuecelen
(■) Tarsia la eslampó a la plg. 134 de la Viáa de nuestro au
tor, falta del diurno párrafo. cia esté yo más cuidadoso del reconocimiento á su be
Maraes le bizo lugar en su colección, copiándola de esta bio neficio que del rigor ámi peligro; pues siempre será
grafía. más glo. ia á su esclarecida fama el acordarme de su
Mi texto va concordado con los manuscritos H, 43; M, 276; misericordia que de mi calamidad. Respondiendo el'
T, 1 53; y V, 19, de la Biblioteca Nacional ; con uno de los hijos de!
seflor don Antonio Alonso y López Noves ; y con otro muy apre. emperador Trajano á una consulta de Plinio Júnior, le
cíable del seflor don Cayetano Alberto de la Barrera. dice (libro x de sus Epístolas); «Pudiste, mi Secundo
568 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
muy amado, no dudar acerca de lo que determinaste ¡ no son mios los escritos que corren con mi nombre coi
consultarme, como sepas muy bien que mi intención los comienzos de
no es con el miedo y terror de los hombres adquirir
Arder y arder.'demonios;
la reverencia á mi nombre.* Estas palabras, que son El de Osuna fué un truhán ;
déla pluma de Trajano, ¿quién dudará que son de la Si quieres que te lo cuente;
boca de su majestad, y de la intención y nota'.de vuece El Rey es un majadero;
lencia? Los tiempos, no los méritos, adelantaron este Olivares y una puta;
emperador y este valido á tan glorioso monarca en su
ni el papel satírico Sueño de Pepe el de Lo-:ches; m
majestad, á privado tan desinteresadamente celoso
como vuecelencia. La toma de Valles Ronces;
Nuestro Seijor guarde á vuecelencia, como he me La gitana sonando;
nester. De León y este real convento de San Marcos, de El juez superior;
Descórnenla y querellosa;
la orden del glorioso apóstol Santiago , á 7 de octubre Colodron el de Olivenza.
de 1 641 .— Excelentísimo Señor. —Quien de vuecelen
cia espera nueva vida. — Don Francisco de Quevedo. Nada desto es mió; y á fe que me alegro, porque,
si bien escritor zambullo, no tan de vareta ; y ruego
que me hagan más justicia.
CARTA CV1. * Aquello del Güevo sí fué mió, y lo siento por lo ma
Al mismo, (o)
lo. Y lo propio sucede con lo de las Torres de Jon%,
y aquel malaventurado Pater noster. Mas vueceléMi
Mándame el Duque mi señor que le diga verdad en es cauto, y no dirá al juez lo que yo digo al amigo c
loque me pregunta. Y contestando á vuecelencia con Por lo que de mi pobre persona se diga, no me joi-
el respeto que le debe su humilde favorecido, comen gue vuecelencia; que si así lo hiciere, no le falUríc
zaré por decirle que jamás falté á ella ; y que por deci aduladores contra mi honra. No olvide aquel diebodt
lla me veo tan mal parado de mi fortuna, que de rico Polibio, de que « cortes y palacios son asiento propia
soy pobre, sin que me quede riqueza mayor que la de la lisonja». Y desprecie á los que quieran darle ca
honra, que se conserva sin préstamos vergonzosos , y á lentamiento con mi tormento: porque, como sissa
nadie paga pechos. Mas aun cuando mi ingenio encon Platón, Noli ¡tomines blando nimiutn sermone ptíe-
trase con qué disfrazar la verdad á lo que me pregun re. Vea que es verdad lo que dijo el Panormitai»,qitt
ta, — si me dañara (que no lleva este camino), me obli «los lisonjeros son peste de los príncipes».
ga tanto vuecelencia con su confianza , que no sabría No olvide vuecelencia, para sacarme de pesar, üb
desmentirla á sus pies. Y así , he de decirle la verdad en mucho que le debo, ni loque me distinguió endiü
todo , aun cuando sea en daño de vuecelencia y contra más funestos para mi : porque lo primero le recordará
mia, seguro deque, como dice Plinio: Licetfides, in que su generosidad fué hijadalgo; y lo segundo, q¡e
praesentia , quibus reshtit offendere videatur, deinde no le parecí tan mal un tiempo. Y pensar hoy de otro
illis ipsis suscipilur , laudaturque. modo seria tanto como declarar que no conoció el va-
Comenzaré por declarar mió el papel de Consejos á lor de la cosa por las muestras; y esto lleva aparejada
un señor duque distraído , en que ve vuecelencia su ignorancia, que no debe echarse encima.
retrato; y si así es, me alegro haber sido tan fiel pin Olvide vuecelencia todo, y acuérdese que lemperata
tor. Pero también ruego vea en el consejo, más que justitia facit perfectos. Viva vuecelencia para perüour
maliciosa sátira, buena intención de que despierte so y dar buenos consejos de perdón.
bre sus intereses, teniendo presente aquel Nondormiat
quicustodit, que con l,i vigilante grulla escogió el prín
cipe de Salemo por empresa. U6.
El romance de que vuecelencia me pregunta si fui
autor no es mió ; ni tampoco el que comienza CARTA CVII.
Entre los pliegues de un duque Al mismo. Borrador original, (d)
Se ba encontrado una duquesa; -
Ejtcelentisinto Señor: Si no es la esperanza en vues
no lo es el Apólogo de Olivares , tra excelencia , todo me falta: la salud, el sustento,
Carcomida Mariposa;

ni la farsa La tórtola Maricuela; ni el romaneo


Ir.i Lo del Güevo hace referencia a La Rebelión ie BareeJa's k
Felipe , si no eres toro. es por el gieto ni es por el ¡aero. Véase en él primer volitan, íf
gina 281.
Y para que sepa desmentir á bellacos, que á costa El romance que principia:
In mi piel y de mi honra quieren sacar de las brasas (b) Sun las torres de Joray
Calaveras de unos muros;
y el Pater noster glosado, irán con las Poesías.
(d) Escrita por febiero de este afio.
En el de 1843 vio la pública luz haciendo parte de la biografíi
(a) Existe original en el códice de Candaran, citado en la nota de Queveoo' que para el tomo v de la edición de don Vicente Cs>
i la carta xcix; y copia de ella he debido a mi amigo el señor Cas- tellii escribía don Benito Maestre.
irli.iini ■ y Losada. Yo me valgo del borrador original , fineza que debo i mi asís1
i* Aquí no se puede saber lo que dice el original por estar rota el consejero real don Scraiin Eslébanez Calderón ; y Un preciu-'
la hoja. documento pertenecía en el siglo anterior 4 don Benito Ilarut»
EPISTOLARIO. 869
'potación. Ciego del ojo izquierdo, tullido y cancera- mí, ó para que viva á sus pies, 6 para que acabe de
o, ya no es vida la mía, sino prolijidad de la muerte. Y morir. Pido mudanza de lugar: esta dice el Evangelio
e todo (según me avisó un religioso, que lo supo por que Cristo se la concedió á gran número de demonios
¡ría del arzobispo de Granada mi hermano) ha si- que se la pidieron. Cuando mis costumbres los imiten
ii causa un hombre exquisitamente malo , á quien á ellos, espero que la religión y misericordia de vues
eflende de padecer mi defensa justa el silencio de su tra excelencia le imitará á él conmigo. — Excelen
jmbre (a). Quien disimulándose con el de amigo mió, tísimo Señor.— Por don Francisco de Muévedo, El ca
jo de mí falsamente lo que no es creíble; ¿sin duda nónigo Barquero.
mió que yo con verdad dijese de él algo que no pu- Este se ha de trasladar de buena letra en un pliego
lese dejar de ser creído? Después que lo supe, no doblado por en medio, que la mitad sea margen. (Ta
mi poco razonable sospecha que me acreditan ahora chado después de otra mano y tinta.)
s acciones de alguno , me persuado fué cautela de
insciencía delincuente. No ha de permitir la magna- nion del mundo que i la seguridad de la conciencia ), sabiendo
midad de vuestra excelencia que embarace su cle- que, no solo al Conde, pero a otros muchos, se podría atribuir
encia una intención detestablemente ruin. Por mí también semejante generación.
Con este titulo de Julián de Valcarcel pasó á las Indias en 1619,
rara (aun cuando traigo arrastrando el cuerpo), de mi donde por varias travesuras fué, en Méjico, condenado á pena gra
rsonaá la del calumniador pusiera mi causa en el su ve ; pero porque aquel virey conde de Salvatierra era amigo del
so ; que de hombre semejante solo ha de temerse lo Alcalde, de quien decía ser hijo, obtuvo el perdón. Volvió á Madrid
ie sabe hacer, no lo que puede. No pido á vuestra ex- en 1636 , y no teniendo con qué pasar, fué i servir de soldado a
Flándes y a Italia ; de donde volvió i los veinte y nueve años de
lencia libertad , sino mudanza de tierra y prisión. su edad , en el de 1639. El ingenio era vivo, pero las costumbres
No es del tiempo de vuestra excelencia que la ham- malas.
8 y desnudez justicien. Más gozara de los alimentos Ya el Conde habia perdido la esperanza de tener hijos, malo
grados todos los artíllelos decentes y misteriosos que pudo ; y acor
la caridad en el calabozo de una cárcel pública que dándose que al tiempo que trató con mujeres, habia nacido Julián,
ai. Dos años y dos meses há que todos me ven pade- esparció por Madrid voz de ser prenda soya, aunque antes asi no
f, solo, lo que aun no pueden mirar. Señor, así , vea lo creía. Por tales nuevas, hallándose Julián en estrechos térmi
i-Ira excelencia del señor don Enrique Felipe de nos de casarse con dolía Leonor de L'nzueta , dama pública de la
corte, ella le protestó que por ser mujer de aquella nota, mirase
zman hijos y nietos, en quienes sea bendita de Dios bien lo que hacia (pues se hablaba algo de que era hijo del Con
esclarecida memoria de vuestra excelencia y de su de-Duque) para que no la empeñase en un matrimonio desconve
m padre (6), que vuestra excelencia se apiade de niente. Julián separó estas díllcultades ; y en casa de doña María
Gamboa , madre de doña Leonor j esposa que fué del secretario
Unzueta, se hizo el matrimonio.
loso, archivero del ministerio de Estado. También he tenido i En los primeros días pues del mes de noviembre de 1610, de im
lista dos copia» que posee el señor Duran , y la de la Biblio- proviso, con admiración del mundo, interviniendo la autoridad del
i Nacional , cddice M.276. rey don Felipe IV, declaró el Conde-Duque por hijo suyo á Julián,
¡I ¡ológrafo es de muy buena mano, salvo en la nota del pié, con auto público y auténtico ; en el cual le llama , no Julián ( por
*ta no puso esmero don Francisco. la memoria del Conde de este nomboj, que perdió i España i, sino
islas lineas, que no lograron mover el doro pecho deHavorito, don Enrique Felipe de Guzman , heredero del condado de Oliva
ece fueron las últimas razones que le dirigió Qoevedo. res y del ducado de Sanlúcar, cuando su majestad se sirviese,
acuérdese cuan maravillosamente ajusta ei espíritu de la pre- por sus servicios y méritos, mandarle cubrir. Úió parte el Conde
ie con el de la Epístola III á imitación de las de Séneca, publl- de esta declaración i los embajadores y grandes por medio de
i entre los opúsculos GlosóOcos, a la pág. 390 de este tomo. ios secretarios de Estado Andrés de Rozas y Antonio Carnero,
') lid arzobispo de Granada don Martin Carrillo de Aldrete, con enfado y mortiOcacion de sus deudos. Y al punto imaginó
eulado de nuestro don Francisco di Queveoo, se ha dicho bas casarle con una de las principales señoras de España, poniendo
te en la nota (*j á la carta lixxviii. los ojos en la primera dama de palacio, doña Juana Fernandez
> ti Conde-Duque de Olivares, considerando que le rallaba su. de Velasco, hija del condestable de Castilla. Y como para efectuar
or directo para el estado de Sanlúcar la Mayor i que en compe este matrimonio era necesario disolver el primero, se hicieron
tía de la casa de Hedina-Sidonia había erigido), discurrid el las diligencias en Roma, y su santidad cometió este negocio al
o mas extravagante y raro, que por serlo Unto es digno de re. obispo de Avila. En la primera semana de noviembre arrebataron
irse. á doña Leonor los satélites del valido, y la depositaron en el con
¡altándose en Mad rid, doce años antes de su privanza, en el vento de la Piedad de Guadalajara ; y don Julián quedó como re
1610, se enamoró de una dama que tenia el primer lugar en los cluso en casa de don Jerónimo de Legarda.
lúteos amorosos de la corte. Algunos escritores aseguran se La mujer reclamó y protestó todos aquellos actos jurídicos
fú duna Isabel de Aversa ; y aunque sellada con el carácter de que pulían confirmar por validísima su causa ; pero el Obispo
nobleza, no quedó libre de aquollas persecuciones que sin dis sentenció en contrario, no por otra razón que por no ser su pár
itó padecen las mujeres, de que se ba divulgado la ley de no roco quien la casó, pues se hizo el matrimonio en casa de la ma
« otra fuerza que la del oro. En aquel tiempo era estimado por dre, feligresa de parroquia diferente.
riqueza y autoridad don Francisco de Valcarcel, alcalde de ca- Disuello este vinculo, casaron i dolía Leonor de Unzueta con
! corte, que sustentaba la casa y persona de esta señora; y don Gaspar de Castro, natural de Burgos, caballero del hábito de
rimando dinero, joyas y regalos, fué su único poseedor. 011- Santiago Ká quien dieron plaza de oidor en la audiencia de Pa
". que en aquel tiempo no andaba libre de los tributos de la namá ; pero el clima de Indias y el sentimiento arrebataron muy
«na fragilidad, enamorándose de doña Isabel, halló entre las pronto á doña Leonor de entre los vivos.
m del Alcalde el privilegio de conde; y de tal comunicación Terminado este año de lucha y fatigas, se aplicó el Conde-Du
» un hijo, que se tuvo por de don Francisco. que 1 efectuar el casamiento de la hija del Condestable. Y resuel
■lamóse en el bautismo Julián , el cual de las ilícitas ganancias to ya , copia en sus Avisos Pellicer, y Vitorio Siri (en el segundo
> Aversa fué criado con malas costumbres ; pero habiendo lle- tomo de su Mercurio, fdl. 174) los papeles con que en 11 de ene
" a la edad de diez y ocho años, muerta ya la madre, se halló ro de 1642, el Conde-Duque y el Condestable, al dia siguiente de
iwcn sin padre. Y desesperado de la infelicidad de tu naci las capitulaciones, dieron cuenta 1 todos los grandes, deudos y
ste, pidió á don Francisco, de Valcarcel le declarase por b¡- señores titulados. El del Conde-Duque decia así : « Señor mío:
por no quedar en e! mundo sin padre y sin apellido ; protes ■ Las repetidas instancias de la Condesa mi mujer, con el afecto,
to que no quería herencia, sino con solo el nombre de Julián • ansia y amor ejemplar, y grande de mi memoria y de otros es-
ltJ'cel ganar con la espada lo que hubiese menester. No con > trechos parientes y amigos ; y sobre todo, la obediencia de los
ejunas el Alcalde en tal declaración, sino fué a la hora de • reyes nuestros señores (Dios los guarde), que repetidamente
fuerte ( a que le obligó el Conde, mas por satisfacer a la opí- •me lo han ordenado,— me han obligado á declarar y poner en
870 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
CARTA CVIII. CARTA CIX. •
A un magnate, acompañándole el memorial anterior. (*) De don Juan Adán de la Parra. (•)

Sois tan bueno como cristiano : y si vuecelencia no lo Amigo y señor : Vuesamerced extraña que no hn
loma á mal, le suplico que, sin dejar de hacerme bien contestado tan prontamente como parecía regtiU i
con el Rey, entregue el memorial que va con esta sus dos estimadísimas cartas; y no advirtió quena
carta al Conde-Duque, rogándole por mí con encare enseña san Pablo que «cuando falta el viento á la ta
cida recomendación. Si achaca de desconfianza, no se quilla es preciso bogan.
olvide de expresarle que un pobre viejo tan llagado y ca Aquí no ha faltado el viento de la maledicencia]:'
davérico como yo, no puede más que buscar su salud la asechanza. Todos saben que soy el mayor amiwi
eterna en la oración, en la que pido á vuecelencia me vuesamerced ; que pospondría mi bienestar por el *
tenga presente siempre. De mi encierro de San Marcos yo, y que cuando llega la ocasión declamo á favor i
de León, y con licencia del virtuoso prior.— Quevedo. su inocencia. Y esto mismo aviva los deseos de m
enemigos para inquirir y penetrar mis pasos; jsi le
fuera posible, quisieran también saber mis per*
» estado de casamiento con la sedara dofia Juana de Velasen, hija
• mayor del sefior condestable de Castilla, mi primo, i don Enri- mientos, no para celebrarlos, sino para destruir!*,
•que Felipe de Guzman, prenda de yerros pasados; que deseo re igualmente que á vuesamerced y á mí lo solicitan.
presente dignamente la memoria de mi gran padre, y disculpe Pero, como al paso que Dios nos envía las atura
■mis errores y poco digna memoria. Y por cumplir con la obli-
• gacion que debo a la casa de vuecelencia, le doy cuenta desla rc-
ras, nos dispensa los consuelos; pues como dice S»
• solución ; y de que cuanto hubiere en la mía estara siempre muy ca : « El bien y el mal se alcanzan sucesivamente,;»
• i la disposición de vuecelencia, a qnien guarde Dios.— Don Gu dioses que nos dan las mortificaciones son los i»
ipar de Guzman. • El billete del Condestable : • Sefior mió : Jua- mos que nos presentan las dichas,»—así también,»
>na, mi bija mayor, se casa con don Enrique Felipe de Guzman.
> Vuecelencia se huelgue conmigo, como es razón. Guárdeme Dios
medio de mis temores, tengo mis alegrías. Sen' u ■
• a vuecelencia mochos años, etc. — El Condestable.» contestar á vuesamerced, y celebrara que i los!*»
Luego que se publicaron estos billetes, los embajadores y mi que observaban mis acciones no faltasen rayos de ri
nistros públicos, los grandes, titulos y caballeros, pasaron á dar el ces que los cegase y convirtiese en topos, pan ¿m
parabién a don Enrique, tratándole de excelencia ; se le puso una
casa, en las del conde de Chinchón, tan rica y soberbia como no
lugar ;í solicitar su libertad ; que aunque la pernea
la tuvo ningún personaje de la mayor grandeza de España ; los escribirle era mucha , me la hacia olvidar la stac-
reinos y las provincias ultramarinas sujetas a la corona regal i- cion de estar empleado en conseguir sus alivie, f*
ron a don Enrique, y también los parientes y favorecidos del Con es lo que más que nada apetezco.
de-Duque; entre los cnales se reputo por el regalo mas excesivo
el de Ramiro Nufiez Felipe de Guzman , duque de Medina de las Por esto, abandonando la pluma hasta ntej»*
Torres, que llegó i quinientos y cincuenta mil escudos. sion, me aproveché de los pies para conseguirá ti
El nuevo enlacé verificóle i 28 de mayo, miércoles, en el orato las palabras para acreditarla, teniendo presente W-
rio de palacio. Catulo aconseja ; y es, que no hay mal que no jas
En Zaragoza el Rey hizo gterced a don Enrique del habito de
Calatrava, con la encomienda mayor de Alcafiizas en esta orden, remedio, menos la culpa que se hace á los dtose,
cincuenta mil escudos de otras encomiendas, y el empleo de porque aunque ellos, como infinitamente bueau.ki
gentilhombre de cámara , con promesa de presidencia de Indias, perdonen , siempre nos ha de acusar nuestra cok»
para hacerle después ayo del Principe.
Dio mucho que decir a los extranjeros este sueeso; en Ma cia de haber ofendido tan divinas deidades.
drid causó notable admiración , y aun el propio personaje nue Estas ofensas, nacidas del odio que á s» pr¿¡*
vamente elevado estaba atónito de ver una metamorfosis tan ra profesan los que á vuesamerced persiguen, lascóme
ra, y que decía el vulgo < era hijo de dos padres y de dos madres, nuestros enemigos, y vuesamerced y yo padeces»
que tenia dos nombres y dos mujeres»:
sus consecuencias tristes: vuesamerced siotiesdef
Tiene Enrique dos nombres, dos mujeres,
Dos padres y dos madres : todo a pares. yo llorando su situación; vuesamerced entre pris*
¡Olí, si a tener dos almas por ventura, sujeto, y yo libre en medio de sus enemigos; vs»
El diablo ambas a dos se las llevase!
merced padeciendo los excesos de verse sin lita*
Esta resolución del Conde-Duque fué preludio para que no se
extrañara tanto la que en abril de 1642 tomó el rey don Felipe IV,
y yo solicitando tenerle entre mis brazos; «est**
declarando por hijo suyo i don Juan de Austria. ced, en fin, echando menos mis cartas, y yo no b*
Don Enrique Felipe de Guzman, que se intituló; marqués de do en parte alguna aquel descanso que cncontrabí»8
Hairena a mediados de abril de 1642, tuvo en su mujer, dofia
Juana Fernandez de Velasco, a don Gaspar de Guzman y Velas- vista.
co (segundo duque de Sanldcar la Mayor, que falleció muy ni Y ¿qué remedio hay para esto? Que el que esl. -
ño. ; pero en la jornada que hizo el rey don Felipe IV al reino so suspire , y el que está libre trabaje ; que el que «•
de Aragón, el afio de 1CU, le mandó su majestad retirar de su los grillos lamente, y el que está sin cadenas M*
real cámara; y se volvida Madrid, donde falleció sin dejar suce
sión.
Pues vamos á ver si pueden igualar á los senta**
Stirling, en la Vida del célebre pintor don Diego Velatquei de de vuesamerced las diligencias mias.
Silva, cita romo existente en la galería de cuadros de lord Elles- Si hubiera pendido la libertad de vuesanertM'
mere( antes en el museo del conde de Altamira), uno de este au haberle escrito, aunque hubiera perdido la va,*
tor, que pasa por retrato de Julián Valcarcel ; pero es suposición
j superchería de traficantes en pinturas. la hubiera dado; pero no siendo esto posible, «* *
(Pcllicer, Avisos.— Autor incierto, Cofia del Conde-Duque de ponia, escribiéndole antes de ahora, á que voeas*
Olivares. — Meta , La Cueva de Mctiso.-l.coti Pinelo, Anales de ced padeciese más, y yo hubiera adelanUdo «e*
iladrid.— Memorias para la historia de Felipe III, rey de España,
recogidas por don Juan Yafiez ; Madrid, 1723: páginas 160 y si ('») De este papel inédito no he visto sino «ni wpl» *
guientes.) anterior, que posee, y me ba franqueado «uirrann"- (
(n) Original, es parte del precioso códice de Candamo citado
autor de Don Altara, el excelentísimo seaor W* « " '
en la nota i la epístola xcix.
amigo. ■
Castellanos la publicó en 1651, tomo vi, pág. 326.
EPISTOLARIO. 571
Hubiera perdido mi libertad ; y como en esta consiste ron ; cada uno procuraba exceder á todos en echarle
la de vuesamerced, quedaría para siempre destituido incienso , y él parece recibía aquellos humos con visos
de la esperanza de tenerla. de deidad.
Es gran cosa medir los accidentes de la fortuna con Llegó en efecto donde yo estaba , y me dijo que qué
las circunstancias del tiempo: díctalo así la experien quería. Respondíle con voz entera y semblante auste
cia , y lo enseña Quintiliano. Yo esperaba á que el ro : «Que vuecelencia haga lo justo quiero solamente.»
tiempo me diese ocasión para emplear la fuerza de mis A esta expresión se inmuto su rostro. No fué mu
razones en favor de su libertad. Hallaba inconvenien cho: el delito, siempre que se le recuerda al reo, le
tes, y observaba silencio. Veia á nuestro enemigo ele sobresalta; y la conciencia más obstinada, siempre
vado , arbitro del mal ó del bien de ambos, con un po acusa. Dijome: «Pues ¿en qué falto yo á lo justo?» Y
der interminable y una aversión increíble. Miraba al respondí con la misma fortaleza: «En tener preso áQue-
mismo tiempo cortas nuestras facultades, sin ellas vedo. Este grande hombre vive muriendo, y sus ene
nuestros amigos; y cerrados los oídos reales, que pu migos solemnizan esta pena. A vuecelencia engañan,
dieran y debieran oir y atender nuestras quejas : todo y le aumenta sus prisiones. La lisonja se le pinta á vue
cerrado á los gritos de los abatidos , y abierto ú las iras celencia de un semblante muy ajeno del que le dio la
de los poderosos. Con testigos de vista que observaban naturaleza; de un corazón pedido, habiéndosele dado
mi conducta, mis movimientos y mis acciones. Y en Dios generoso. Yo soy su amigo : ni engaño á vuece
fin, sin disposición para vencer, con ánimos para pe lencia , ni celebro sin razón á Quevcdo. Todo lo mere
lear , y sin arrimo para concluir. ce, menos el que le traten mal. Haga vuecelencia por
Todo este conjunto de oposiciones traian mi ánimo oir la voz de la verdad (que es la que ahora se le pre
inquieto, mi vida con peligro, mis deseos vivos para senta), y no las palabras de la maldad, que son lasque
emprender, pero sin esperanzas de lograr; el ánimo le han preocupado, y contra Quevcdo sin causa alguna
expuesto á los peligros, y el aliento arrimado á los enfurecido. En una palabra, Señor excelentísimo, Adán
riesgos. de la Parra, que soy yo, no sabe adular : este es un
Comprenda vuesamerced en una disposición seme camino ignorado para él ; pero tiene bien trillado el do
jante qué sustos, qué cuidados, qué vigilias angustio la pureza y la verdad , que son las que ahora oye vue
sas y qué penas desmedidas no traspasarían mi corazón. celencia. Y si á Quevcdo no saca de su prisión , vuece
Y en medio de todo , tenia presente la doctrina de Sé lencia padecerá eternamente.»
neca, que dice: «Más vale morir de animoso que vi Esto dije, y callé. Guardó algún espacio de tiempo
vir de cobarde. La pusilanimidad -es hija de los pe silencio el buen señor, y después, rompiéndole como
chos infames; y el atrevimiento, de los corazones quien sale de un pesado rapto, me dijo : «Hoy daré or
generosos. » den para que vuestro amigo sea puesto en libertad , y
Estas razones fueron la pauta y la regla que diri que venga á la corte. Escribídselo asi, y que seamos
gieron mis acciones. Conocia que la empresa era ardua, amigos.»
el empeño terrible, y la acción peligrosa. Pero al fin, Fuese con esto, y yo con toda la alegría que vuesa
pudo más mi amistad que el temor ; venció la voluntad merced puede discurrir, y que yo no acierto á expli
que á vuesamerced profeso, al rigor que podia experi car, pasé á mi casa, escribí esta, y corro á concluirla
mentar ; y repitiendo en mi corazón las voces de san para ponerla en el correo, deseando halle á vuesamer
Pablo: «Atrévete á una obra buena, aunque los ries ced bueno para que se ponga mejor con esta noticia,
gos sean muchos, que todos los vencerás;»— sin repa y que le vea prontamente entre sus brazos su amigo,
rar en peligros, ni acordarme de contingencias, el áni que ruega á Dios por la salud de vuesamerced,—Adán
mo dispuesto á todo, y solo en Dios la con lianza, salí de la Parra.
de mi casa con intención de perecer acompañando á
vuesamerced, ó de librarle de su lamentable prisión. CARTA CX.
Busqué en el instante; ¿á quién discurre vuesa Carta moral é instructiva , escrita por don Francisco de Qvetedo
merced que buscaría? ¿Podrá adivinarlo, por más que ¥illeias desde San Míreos de íleon i su amigo Adán de la
llegue á discurrirlo ? No es posible. Se admirará cuan Parra , en que le explica que la causa de su prisión no es la que
do lo lea; hará extremos espantosos, y dirá, en fin: le atribuyen, sino otra peor, (o)
a Se perdió el tiro por faltado destreza en el cazador.» Amigo y dueño : No siempre han de faltar los ami
Despacio, amigo mió. A veces debemos usar del ve gos en las desdichas, en las aflicciones y en las mise-
neno como de precioso lenitivo ; á veces la vibora sue
le ser remedio de su misma picada; y en ocasiones es
forzoso entregarse al peligro por huir de otro mayor. (a) Incomparables llamó esta y las tres cartas que siguen el pa
dre Sarmiento. Pudiera estimarse inédita sin duda : tan mutilada
Esto mismo hice yo. Busqué el veneno para que me y alterada la hubo de publicar Valladares en el tomo i, pig. 46
sirviese de narcótico; que esto se consigue, según el del Samanarto endita, acotando todo lo amargamente duro que es
uso que se hace del. Solicité hallar en la vibora efi tampó Quevedo contra el conde-duque de Olivares, despechado
de haberle hecho concebir esperamas de libertad para arrancarle
caz antídoto contra su venenosa mordedura. Y última secretos y extremar lo insoportable de su prisión.
mente, quise ver si el mismo peligro me producía el En la biblioteca particular de su majestad la Reina , y en la do
consuelo que me era imposible hallar en otro que en él. los seiiores duques de Rivas y de Medinaceli, se conservan copias
En efecto , fui á ver al mismo que causa la aflicción muy apreciables, del siglo pasado. Pero lo son mis todavía la
que eiiste en la Biblioteca Nacional, códice T, li3, fók 248, y
de vuesamerced , y por lo mismo mi repetido tormen una que guarda mi compañero y amigo don Francisco Cavedj,
to. Su antecámara estaba, como siempre, llena de pre oficial en el ministerio de Fomento, las cuales sigo en mi edición.
tendientes; esperé entre ellos. Salió, y todos le rodea Como tuviese noticia de este papel y de los dos «iguientes el
672 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
rías. Alguna vez se habían de mostrar unos con los que mea mi mismo con el enojo, 6 por faltará la caridad
respiran entre prisiones y alientan entre cadenas; y con la ira. «No ha de ser solo de mi la caridad, dice Dios,
alguna vez, en fin, se habian de hallar tan nobles en sino también de tus hermanos. «Y el que no les puede
las adversidades como lo fueron en las dichas; cu hacer otro bien que sufrirles lo que hacen padecer,
ya fineza, aunque poseída, poco tiempo experimenta ¿para qué quiere hacer mas?
da en los suyos , acaso causó á Job su más grande sen Es tan gran cosa tolerar una injuria, nn testimonio,
timiento. Nunca creí menos que lo que experimento una ofensa , que se debe preferir á cuantas asperezas
en la amistad de vuesamerced. ¡ Dichoso yo, una y mil se pueden hacer, aunque sean mayores que las délos
■veces , que sin el trabajo ridículo de Diógenes , encon grandes santos. Las penitencias se pueden dejar sin pe
tré con un hombre que sabe ser amigo en la infelici cado ; pero la im paciencia y la i ra jamás se perci ben sin
dad,' favoreciéndome en medio de mis trabajos con culpa. Y no es lícito hacer á Dios una ofensa , aunque
sus memorias, y sintiendo como propios mis quebran sea venial, por todos los bienes del mundo, aunque
tos ! Y ¡ dichoso el siglo que produce lealtad de amigo sean buenas obras ; porque siendo estos, coyundas fie
tan grande, pues según lo difícil que es el hallarla, ras que oprimen con lo que brindan ,—incitan á la codi
todo un siglo parece necesario para producirla! cia para que se aniquile la gracia. Y perdida esta, ¿á
Acúsame vuesamerced de omiso en contestar á las qué hemos de aspirar, si por unos perecederos bienes
suyas, y de muy parco cuando lo ejecuto; y por esta conseguimos unos eternos males?
vez he de soltar los vuelos á la pluma , tanto para com En no disculparme con eficacia de lo que me acu
placerle, como para argüirle que no hago tan mal mulan con malicia, piensa vuesamerced (según se es-
como vuesamerced discurre en el silencio de mi dis plica en su última) doy motivo para que verdadera
culpa, tolerando el castigo, como si lo hubiese come mente me tengan todos por culpado. Confieso no puedt
tido. También manifestaré á vuesamerced estoy ino llegar con el mió adonde vuesamerced alcanza con st
cente en lo que me atribuyen; pero que son de peor tálenlo; pero pienso , no obstante , de otro modo dife
naturaleza las causas que aquí me han puesto. Con esto rente, y me habrá de perdonar si digo le hago mejor
vuesamerced y todos conocerán que no me justifico, (por ahora) que vuesamerced. No todos nuestros re
antes bien me delato, pues no negaría haber hecho el franes, amigo mió , tienen adquirido el crédito de ver
delito que me fulminan , cuando voluntariamente con daderos', el que vuesamerced me apunta de que «el que
fieso otros que no saben , y que son mayores sin com calla concede», lo es menos que ninguno. Tal vezfisi
paración: délo que verdaderamente nace lo que pa llego á conceptuarlo) dirán muchos, con atención í él:
dezco , no de lo que me acumulan. «(Juevedo calla á lo que se le imputa, luego toco-
Para todos mediré el freno de la pluma con los pre- cede.»
cetos de la prudencia ; que es necesario tener gran No puede encontrarse apoyo legitimo para sosttaa
cuidado con la lengua , porque, como por la boca se va con nervio y perfecta consonancia la consecuencia que
el espíritu , es señal de que tiene poco quien habla produce esta doctrina. A la que no le falta .(me atrevo i
mucho. El corazón de los sabios está en su boca , y la decir) el mayor, y nada pondero, es á la que se sigue:
lengua de los sabios en su corazón; aun por eso las águi «Quevedo calla á lo que le imputan, luego no es ver
las reales son mudas, y las pequeñas avecillas tan par dad.» Que más se disculpa el que calla, que el que coa
leras. La propia precaución se necesita con los oídos, defenderse procura declarar su inocencia, nos lo enseña
porque por ellos logra el demonio hacer increíbles da nuestra vida, Cristo, con su misma práctica. Todas hs
ños con capa de virtud , pues batiéndolos con su blan operaciones de la sagrada vida, pasión y muerte de
da persuasión la lisonja, les aparenta realidad lo que nuestro Señor y Redentor amado, fueron para ense
dista mucho de lo verdadero. ñanza de los hombres. Pues en esta divina escuela he
Sobrados materiales produce el estado en que me aprendido aquel silogismo. ¿Qué disculpa dio aquelk
miro para justificar esta verdad, sin mendigar ejem divina inocencia á los cargos que le formó Pílate!
plos que la acrediten; mas, como estoy dispuesto á Ninguna. Pues, amigo, el gran concepto que el mis i
no quejarme, los remito á la comprensión de vuesa Pílalos hizo de lo que era Cristo, únicamente nació ¿e
merced, para que como á enigmas los descifre. Sabe que no se disculpaba. Vea vuesamerced ahora si puede
vuesamerced muy bien, por masque me advierta lo contradecirse esta doctrina, ó si no irá muy bien fas-
contrario , que muchas veces debe la razón no expli dado el que ansiosamente la sigue. Pero del pensar si
carse en quejas. Bien contemplo aquella de mi parte; niestro y antojadizo de los hombres, ni aun se libra
pero procuro no manifestarla con estas, ó porque sé los que quieren imitar á Cristo, siguiendo, no solo li
que entonces corrige Dios al pecador cuando lo casti santísima doctrina que predicó, sino algunas de las
ga, ó porque no ignoro que si, atendiendo á mi razón, gloriosísimas operaciones suyas.
prorumpiera en sentimientos, me exponía ágran pe Es constante que en estando disculpado para can
ligro de pecar, por cuatro cosas principales, que son: Dios, lo demás importa nada. Y debe advertirse qoe
ó por exceder de la queja con la fuerza de la razón, ó aquel á quien castigan por el delito que se le atribuye,
por desdorar al prójimo con la queja, ó por iliquietar- en que está inocente , tendrá precisamente otros ocul
tos que merecen aquella pena ; que los rodeos de la di
duque de Alba, don Fernando de Silva , que ni tirio en 1775, cobró vina justicia, para castigo del hombre (ó tal vez para
deseos vivísimos de verlos; yputlo satisfacerlos, bailando, parece merecer más), no son para que los penetre nuestra un
que los originales, don Felipe Varóla, escribano del consejo de
Ordenes. Sacáronse entonces varias copias, y por una del famoso
limitadísima comprensión.
conde del Águila hubo de publicarlos Valladares en el Semanario Sin embargo de lo dicho, y porque fiarlo todo á Dios
erudito. puede ser en algún modo querer ten tai lo, he puesH
EPISTOLARIO. 573
(de alguno sabe vuesamerced ) los medios que me pa usan : si pecan con ellos, ¡í mí no me compete el juz
recieron más conducentes para vindicar mi estimación, garlo; juez rigidisimo tienen, que en el día más tre
y acreditar la calumnia, y producir esta complacencia mendo manifestará á todos su rectitud , y las maldades
á mis amigos; pero todos han sido infructuosos y sin de los hombres. Para entonces remito la satisfacción
efecto; pues mal podía atenderlos la justicia, cuando de los que me lastiman, contentándome ahora con
se los quitaba á su vista la aversión. Ya se ve , aprove saber resistirlo para poder merecerlo.
cha poco aun criado trabajar mucho , si no es á gusto Tengo por constante que, según mi paciencia y con
de su amo , porque después de grande quebranto por formidad, con lo mismo que.aspiran á abatirme, han
el afun de complacerlo , estará en desgracia de su se llegado á ensalzarme; con lo propio que me destruyen,
ñor. Cou enemigos poderosos es el mejor partido el me afirman ; y con lo mismo que me maltratan , me
silencio; una vez que se probó que las palabras des adornan; comprendiéndose todo esto con mirar el me
agradan, antes es agitar más el fuego de la enemistad nosprecio como desengaño, y teniendo la calumnia co
con la porfía, que aplacarlo; porque al cruel jamás mo por aviso. Asi se disfruta en la misma injuria la hon
lo lisonjeó el ruego, antes lo exaspera más el gemido. ra, y en la propia calumnia la estimación. No produce
Además, que es locura porfiar en querer andar por el más el mundo que estas miserias. ¡Dichoso el que las
camino que nos cierra Dios. De lo que salta á los ojos tolera con atención á lo eterno ! Necio es, por más sabio
la contemplación tan provechosa que podemos hacer, que sea, el que no sabe que en despreciarse á sí mismo
de que no es otra cosa que favorecernos el no darnos consiste el no sentir ser despreciado ; porque mal po
lo que rendidamente le pedimos y no nos conviene. drá causar sentimiento lo que otro me haga, si estoy
San Pablo me enseña otro apoyo para no reiterar yo para mi beneficio ejecutando contra mí lo propio ;
mi disculpa: «Cuando te calumnien (dice el Apóstol) y es mucho más necio el que esto sabe y no lo ejecuta.
no repitas la disculpa para justificar tu inocencia; que Por esta parte me parece sé lo que hago, pues ha
llevado el injusto castigo con tolerancia, es un segurí go esto mismo que es lo que sé : luego si yo mismo me
simo camino para el cielo.» Crea vuesamerced que el desprecio, ¿cómo he de sentir me desprecien otros?
amor propio hace siempre parecer mayores las injusti ¿Cómo podré quejarme de que me agravien, cuando ha
cias ; y aun hace también que se juzgue lo que es dere cen solo lo que comprendo me sirve de mérito , si lo
cho de otro, por agravio propio : de que resulta la exal tolera la paciencia y lo sufre la constancia? ¿Cómo he de
tación de la ira, para frecuencia de la culpa. Yo quiero ir contra la expresa doctrina de nuestra vida , Cristo,
vencer á este propio amor, haciéndole creer son dichas que dice : « El que más te ofende te da mayor corona,
las persecuciones, si de ellas sabe aprovecharse. Las si sabiendo perdonarlo, alcanzas á resistirlo?» Y ¿cómo,
ofensas que nos hacen y los testimonios que nos fulmi en fin, he de tener por mis enemigos á los que hacién
nan, son preciosas escalas para la gloria, si las recibe la dome padecer injustamente, disfrutan que mi toleran
resignación, vinculándolas en el sufrimiento. ¿Qué cia se vincule con el merecimiento? Y vea vuesamerced
mayor bien, amigo mió, quehacer merecimientos de aqui cómo , cuasi sin querer, satisfago perfectamente á
los trabajos? Y ¿qué hombre no alcanzará hacer esto, lo que vuesamerced me dice, sobre que en mi silencio
cuando de yerbas amargas saben hacer miel las abejas? corre peligro mi estimación; siendo constante que re-
El almendro amargo se vuelve dulce agujerando el flexionándose con la prudencia que corresponde , dis
tronco, porque por él liquida aquella amarga sustan fruto con ella tan al contrario, que no labro menos que
cia que alimentaba : provecho me hará este castigo si lo mi mayor felicidad. Pero, no obstante la poderosa y
ejercito de modo que se purgue por él la alma. Aplique sagrada fuerza que ostenta y descubre la divina doc
la tierra que las quita, el que tuviere la mancha ; que trina que sigo, y queda expresada, pues se tocó el pun
por más que intenten oscurecer con sus tupidas lobre to de la estimación ó de la honra, que es lo mismo,—
gueces al sol las nubes, al Gn ha de salir .lleno de lu he de ver si puedo convencer á vuesamerced más con
ces, porqué la fuerza de sus poderosos rayos desbara el silogismo siguiente, que es tan sólido como indis
tan lamuchedumbrede aquellas amontonadas sombras. putable , á no ser con temeridad.
No puedo tolerar que vuesamerced dé nombre de La honra es debida .solo ú la virtud ; la virtud no
enemigos mios á los que motivan mi prisión, cuando busca la honra : luego el que pretende estimación,
son verdaderos apasionados. Quisiera que asi vuesa quiere le den lo que no le toca; y no le toca, solo por
merced como ellos alcanzaran perfectamente á com que la quiere.
prender lo mucho que me favorecen en lo mismo que A las luces desta verdad puede vuesamerced ver
me castigan, y lo mucho que me labran en lo propio qué aprecio haré de aquello que en el que lo alcanza
que me afligen. Y así ellos como vuesamerced conoce no pasa de una ostentación caduca, y de una cosa que
rían con esta prudentísima contemplación, que no me más satiriza que eleva á quien lo posee; porque como
recen ni aun remotamente el nombre de enemigos mios. fuera de su centro (como impropiamente fundado, por
Para esto es necesario saber que entonces se ejercita ilegítimamente adquirido), y en fin, como demasía de la
la verdadera amistad , cuando al amigóse le aparta del humana ambición, y no como vínculo de la grande
mundo para arrimarlo á Dios. Esto hacen verdadera obra á que debemos aspirar, está violenta. Y tener por
mente conmigo: luego ¿cómo los he de tener por mis violencia la honra, es mas efecto de la maldad que
contrarios? ¿Cómo podré mirarlos con horror, cuando de la perfección , yes más producto de la tiranía que
me favorecen con tan incesantes beneficios ? Ni ¿ có del heroísmo. Y el tirano que se apropria lo que no le
mo han de decir son mis enemigos en sus obras, cuan corresponde, ¿quées más que escándalo en lo que vi
do los contemplo mis mejores y mayores amigos por lo ve, insolencia en lo que logra , infamia en lo que adop
que tlcüas iuu resulta 1 Prescindo de los medios de quo ta, é irrisión incansable en la posteridad?
874 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
El buen nombre dista mucho de la honra : ocupa nos lo manda Cristo, nuestro bien, diciendo: «Súfrelo
cada uno su extremo, que aunque parecen iguales, que contra tí ejecute tu hermano ; que de cuantos él
siempre fueron distintos. Aquel se fabrica á impulsos te solicite trabajos, te sabré yo dar otros tantos galar
de la virtud; todo hombre debe ansiosamente solici dones.» Y san Pablo en otra parte nos aconseja que
tarlo, porque así será mas virtuoso. Pues cuanto más cuanto toleremos al prójimo , será disfrutar otros lau
fervoroso sea el deseo del buen nombre, tanto mayor tos grados de perfección para la eterna felicidad.
será su ejercicio en la virtud ; mas á los respetables No, amigo, no crea vuesamerced estoy tan apea-
canceles de la honra no debe llegar, que esta se ha de dumbrado como supone en la suya. Sé que para tener
quedar sulo para Dios. paz con todos es preciso hacerse guerra á si mismo,
La honra que á uno hagan, ó el bien que del di como nos lo dice Cristo por estas palabras: «Hazte
gan , siempre deben mirarse como sin razón y como guerra á ti propio, y tendrás paz con todos ; porquees
fuera de camino; porque aquel que procura ansiosa sabiendo vencer tus pasiones , todo lo demás lo tendrá
mente apartarse del todo, y dar de mano á las tran vencido.» De no estar mortificado el gusto , nace úni
sitorias honras y estimación deste mundo, ¿hace otra camente el disgustarse con el prójimo, que es la pe
cosa que llegar cuasi á unirse y enlazarse con las eter sadumbre más perversa; porque regularmente termina
nas? Esto mismo practicaron los santos, esto prac en el adusto rebelión , que altera la quietud y sosiego
tican los justos. No será mucho procuremos imitarlos del alma. El cual, como compuesto de nuestros morta
en esto ; que con tenernos y reputarnos enteramente les enemigos, como son la soberbia , la ira y la ven
por dignos de todo oprobrio y menosprecio, despren ganza, inseparables compañeros ó hijos propios de
diendo de nosotros las fuertes influencias de nuestra nuestra humana flaqueza , confunden la razón conU
propia ambición , como dirigida á nuestra ruina eter fuerza del delirio, y atosigan á la prudencia con ti
na, tenemos adelantado mucho para ser santos. Más impulso de la aversión. Si el hombre no toma la pesa
crédito sin comparación debemos dar á los que nos dumbre por su propio gusto, nadie tiene facultó
desprecian, nos ultrajan y nos persiguen, que á nos para causársela. Loco es el que da lugar para que se
otros mismos, que tanto nos estimamos y nos quere apodere del , sintiendo lo que no tiene remedio. Sé
mos ; porque con facilidad nos podemos engañar en neca , aunque gentil , lo aconseja como pudiera san Pa-
causa propia, donde la pasión conque nos miramos ha hlo: «Más es temeridad (dice) que virtud , entrearse
de hacer su oflcio, y el natural amor que nos tenemos á sentir lo que no tiene remedio ; porque entewjmte
ha de producir sus efectos; y serán muy lastimosos los casos, hacer cara á la desgracia y resistir d liltía»
que resulten dellos, como hijos de nuestras pasiones. golpe con valor, es acreditar de magnánimo el «siiri-
¿Con cuánta piedad no se aplicaría el cauterio el que tu.» Es constante que más parece efecto de la poto
á sí mismo se curase? Aquella propia voluntad con midad mal disimulada que del dolor bien manfeü-
que se quiere, y la misma lentitud en aplicarse un do, el entregarse un hombre á sentir una pesadumbre,
fuerte remedio para la curación de la enfermedad , y por grande que sea, de tal modo que sea el mismo qae
las instancias del dolor entre los preceptos del querer la padece el cruel verdugo de su vida. Esto más parece
se, darían motivo para que ni la medicina obrase , ni el desesperación que sentimiento, más desconfianza ile la
accidéntese extinguiese. Por lo mismo aplica aquella providencia que efecto de la pesadumbre; porque en
otro, que aunque conoce el efecto que causará en el las mayores resplandece el espíritu, manifestando sa
paciente, no experimenta el dolor, y sabe es impropia recomendable resistencia á los mayores esfuerzos de la
la compasión en unos actos donde tiene granjeado el desgracia, conociendo es harto infeliz, por más dicbt>-
crédito de perfección aquella que el mismo enfermo so que sea, aquel que en los caducos bienes desla vi
llama crueldad ; pues con esta consigue la extermina da, cuanto respira es felicidad, y cuanto alienta di
ción del accidente , que duplicaría en extremo la blan cha ; porque, como dice Séneca: «No hay otro ná
dura y la piedad. miserable que aquel que jamás vio el semblante i t¡
Desengañémonos, amigo, que para levantar buena miserias.»
virtud no han de ser los cimientos fabricados de hon Debe hacerse el corazón del hombre fuerte ala'»
ra ; que entonces será el edificio un Babel, y todo con pes grandes de las desdichas y de las infelicidades
fusión, y nada perfecto; todo apariencia, y nada reali para manifestar en ellos su magnanimidad, asi cornos
dad; todo engaño, todo ilusión y todo laberinto sin diamante sus brillos, que no resultan de otra cosa os*
salida , y nada fijo , susistente y seguro. Deben ser de mostrar sus resistencias á los impulsos formidable!
estos cimientos construidos indispensablemente de hu del martillo. Así se experimentan los grandes varones;
mildad y de resignación, de paciencia y de tolerancia : porque rendirse tanto al sentimiento, que todo sea des
con los cuales, ni temerá arder tan hermoso palacio en mayo, no se hizo para el hombre. Y el que esto no o>
las llamas de la impaciencia que pueden originar las serve, aunque lo sea, se dirá del que la naturaleza, pan
ofensas que del prójimo recibimos, ni caerá precipi manifestar sus monstruosidades, equivocó el seio,p«*
tado con el furioso viento de la venganza, para que to se lo dio masculino á quien en sus operaciones se*
mándola, experimente su ruina ; ni se registrará indu racteriza de mujer.
cido y violentado de las tiranas sugestiones de la cruel En atención á esta tan verdadera como importa!»
dad, de la ira, de la soberbia, de la avaricia y de las doctrina , ¿ cómo podrá vuesamereed con razón persua
demás monstruosas hidras que produce el vicio y la dirse á que me cause pesadumbre el culparme de foq*
separación de la virtud. Llévense las injurias que nos no hice, ni que por esto experimente lo que paso, se
hacen nuestros hermanos, con paciencia, si acaso no se me alteran las imposturas ni me mortifican las pm*
puede con entero gusto, que es lo más acertado. Así nes? El sosiego y la tranquilidad compleU delto*
EPISTOLARIO. 575
recibió á las primeras, y la paciencia y conformidad á tiempo que en ellos oyó ruido de quejas tristes y la
resiste á las segundas. Vive en mi pedio una resigna mentos compasivos. Llevóle la curiosidad adonde se
ción tan gigante, que ni me sobresalíanlas aflicciones, percibían los ecos; y halló, no tendido sobre la tierra,
ni me sobrecogen las adversidades. El mismo semblante sino cuasi anegado en su sangre, á Lisiante, que ha
recibe á las pesadumbres que á las felicidades; porque, biendo sido poco antes el asombro de Troya , le faltaba
como lia examinado la razón y enterádose la prudencia poco para ser pasto de fieras. Conmovióse á compasión
de que no es más que ilusión , sombra y fantasía lo que el ánimo de Ariarco, y trocando la ira en piedad, lo
esta vida produce (valle, en fin, de lágrimas), y que recogió la sangre que por dos heridas brotaba; y apli
cuanto más se padezca en ella, se irá más purificando cando á estas aquellos defensivos que le dictó la cle
á la eterna, ¿quién ha de ser tan simple, tan insensa mencia y le propuso la necesidad, lo condujo en sus
to , que posponga un bien momentáneo y aparente á hombros ala primera población, donde poniéndolo en
una felicidad eterna y constante? Vengúese el hombre cura, le dio la vida. Y se la perdonó otras tantas veces
del hombre; que si el lastimado sabe sacar mérito de como pudo; y su venganza le influía se la quitase. Y
la persecución, no logrará menos que ser bienaventu aunque después de estar sano determinó tomar del sa
rado. Y ¿habrá quien no resista el tormento que otro tisfacción en la campaña , le cobró tal amor, que decía
puede causarle, que dorará, por mucho que dure, un que si había un hermano perdido, había hallado otro. Y
soplo, por disfrutar de la bienaventuranza? Yo, ami fué asi, porque dejó eterno nombre en Grecia la amis
go , estoy resuelto á padecer para acertar á conseguir; tad de Ariarco y Lisiante. Destos tan contrarios efec
estoy determinado á no quejarme para saber pulirme ; tos ha producido muchos el tiempo ; puede ser llegue
y estoy, en (in , con esperanza de que no ine ha de fal para mí aquel felicísimo, en que reconociendo el que
tar paciencia para sufrir las más crueles venganzas que me castiga mi inocencia, termine su rencor en piedad
contra mi tome el odio, el rencor y el aborrecimiento : y su aborrecimiento en afecto.
que cuando experimente todo esto de los que me per Lo cierto es que las cosas desta vida no tienen nun
siguen, lograré de Dios el amor, el premio y la remu ca punto fijo, sino continuo movimiento. La voluntad
neración. no puede estar sin ejercicio: ó ha de amar, ó ha de
No crea vuesamerced es máxima esta que enseña aborrecer. DetJ mismo modo no puede siempre estar
una experimentada política, reducida á no mostrar amando ni estar aborreciendo. Todas las cosas tienen
nunca flaqueza delante del enemigo , por más que sean fin. Al que hoy ama, aborrece después; y lo que des
grandes los interiores temores. No, Señor, no es máxi pués aborrece ama á otro dia. Este es el modo de ejer
ma desta naturaleza la que acabo de decir; es, si, un citar la voluntad sus funciones , y este puede ser el ar
haberme congeniado en tanto extremo con los males, bitrio de mi fortuna; porque si el que es hoy amado,
que no echo menos los bienes ; es vivir de manera solo puede temer ser mañana aborrecido, siendo yo
que reconozco estoy siempre muriendo, porque el vi desta especie hoy, debo esperar, y con razón, ser do
vir no es otra cosa que una preparación para la muer la otra mañana.
te ; el caminar á la población, no es ¿ otro fin que el de El que subió más, está expuesto á caer más pronto:
llegar á ella , y á este modo , el caminar por la vida no luego el que no sube es preciso que el no subir lo ten
es sino para acercarse á la muerte. Es anticiparme yo ga en algún modo por bajar. Más debo alegrarme que
mismo las penas, para que cuando lleguen no me entristecerme, porque entonces está el hombre más
molesten por impensadas, teniéndolas ya como recibi inmediato y dispuesto á subir , cuando no tiene más
das. Y es, en fin , quererme purificar en el sufrimien que bajar. Hasta lo último me ha arrojado esta que lla
to, así como el oro en el crisol. Tomado el cuchillo man rueda de la fortuna ; con que con razón debo es
por la punta, saca sangre ; y el que quiere en esta vida perar que á pocas vueltas me toque el subir, como
todas las cosas á su gusto, tendrá muchos disgustos en que con las mismas baje el que está tan encumbrado y
su vida. me tiene tan oprimido.
¡Bueno sería que fuera yo más enemigo mío que •Crea vuesamerced, amigo mió, que éntrelos que me
mis propios enemigos (siguiendo este nombre co aborrecen, tampoco sentiré salir con daño, como salga
mo vuesamerced me los presenta), apesadumbrándo con provecho: son muchos y muy poderosos ; el prin
me con lo que debo complacerme! Si ellos aspiran á cipal no diré es nuestro Conde-Duque, aunque lo di
Jarme que sentir, por cuyo medio puedo merecer, ¿he gan. Por lo mismo que me llevan tanta ventaja, debo yo
je ser tan ignorante, que convierta en cáustico tan pre- sufrirlos con tanta paciencia. Lidien enhorabuena mi
:¡oso lenitivo? Cuando ellos intentan apretarme más la tolerancia y su tesón , que yo podré quedar sin alien
;uerda, tengo yo ya dispuesto el cuello para recibir— tos, pero ellos quedarán vencidos; aunque se acabe
a. Deste modo tal vez mi propia humildad los move- mi vida, no morirá mi razón. Pero á ellos, vivan ó mue
á á compasión, si antes no les acusa su conciencia; ran, siempre los ha de atormentar aquello que hicie
i lo que puede venir dirigido por odio, terminará en ron contra el prójimo. Con su poder y con su influjo
• .limitad : porque ¿cuántas veces se fabrica de una cul- pueden hacer permanezca mi tormento; pero ¿podrán
•;¡ un escarmiento? ¿Cuántas veces de loque se ordena acaso quitarme el mérito de mi innocencia, ni lo que
ba para la venganza resultó lamas notable amistad? me produzca mi constancia? ¿Podrán dejar de ejem
buscaba solícitamente Ariarco á Lisiante para quitarle plarizarse viendo que como insensible padezco el do
a vida, y vengar con su muerte la que aquel dio á Peri- lor, y como mudo no pronuncio la queja? ¿No les hará
eo, su hermano; enardecido el ánimo, ciego el espirita fuerza , cuando no lo heroico de mi razón , lo profundo
:on el enojo, y arrebatado el juicio con la ira, lo bus- de mi tolerancia? En estas poderosas como exquisitas
■ iba por todo el mundo. Pasaba los montes de Grecia virtudes fundo las armas para resistirlos y las razones
576 OBIUS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
para vencerlos. No con otras se vence siempre al común Teniendo á Dios, no se temen las penas, porque Dios j
enemigo, que es el mayor de todos. Bien hago en es trabajos es suma dicha ; pero grande dicha sin Dio?,
perar con ellas la victoria de aquellos, siendo de fuer es suma miseria. Y como no siempre da Dios los tnht-
zas y de sabiduría más inferiores sin comparación que jos por castigo, sino muchas veces para prueba, cuso-
este. Y crea vuesamerced que con ser el demonio , me do falta viento es indispensable remar; esto es, qse
sirve de mucho. Siempre que reflexiono este punto, cuando carezcamos de poderosos auxilios, débeme-
procuro apartar del el pensamiento con el esfuerzo posi animarnos ala oposición de los contrarios, seguros de
ble á mi nada ; pues inspirándome venganzas, iras y so que no faltarán aquellos cuando nuestra miseria m
berbias, y que dirija saetas de la pluma (si por las que pueda resistir más : porque Dios da el mal conforra»
no disparé me tratan así , ¿qué no harían si lo justifica las fuerzas ; y cuando estas faltan, permite que decliae
ran?), y que él me suministrará advertencias (supongo aquel.
que falsas , porque el padre de la mentira ¿cómo ha de Por mi parte sé decir á vuesamerced, y creo que ees
decir verdad? ) , abandono tan nocivas como fuertes per verdad, que solo temo á las culpas, no i laspenai
suasiones, detesto tan horrorosas como audaces y pe ¡ Infeliz de aquel que se desconsuela por lo que Dios
caminosas inducciones; y por todo ello lo dejo corrido gusta, y aborrece aquello que agrada á Dios! ¿Qué
por no verse vencedor en esta furiosa lucha. pueden hacer las penas, los castigos, los tormentos, ad
Y creo que esto me llega más á Dios ; porque disfrutar versidades y congojas desta vida, por mucho que hagan?
los adustos documentos que influye el padre del enga ¿Causar la muerte del cuerpo? Pues llevado con pacien
ño, despreciar los sutiles y torpísimos consejos con qu6 cia todo este furioso cúmulo de afanes y conflicto,
su imponderable maldad procura vencernos, ¿es otra tiene aptitud para darnos la vida eterna. ¿Qué pueda
cosa que lograr la victoria de tan mortal batalla , y por lograr los que motivan mi prisión, por más que atu
lo mismo adelantar en el camino de la virtud, para con sen, cavilen y ponderen? ¿Que padezca siempre ?Pue
ella merecer todo el favor de Dios? ¡Gracias á su infi de ese mismo padecer puede resultar mi vivir.
nita misericordia, que alumbra tanto al que quita los En caso de que no pudiera alegrarme, me consolari
momentáneos perecederos gustos desta vida; pues al la esperanza de mejor tiempo, porque después de li
que priva dellos, no es para menos que para unirlo á tormenta sucede indispensablemente la serenidad:
sí, haciéndole feliz con el goce de los eternos de la siempre siguió á lo adverso lo propicio, y á locruel te
gloria! Por esto se mostró Dios al evangelista san Juan piadoso. Ninguno destos extremos puede peraa»*'
ceñidos los pechos, pero con muchas luces en sus ma mucho; el buen hijo no so entristece cuando kasi¡§¡
nos : mostrando en ello que en el mismo instante que su padre, pues sabe que á otro dia, y tal vez ael mis
aflige, dando lugar á la atención ó á las persuasiones, en ino, le hará cariños. El que llega á perder esta ep»
el mismo instante alumbra con auxilios y consuelos. za, no está lejos de dar entrada á la desesperacioa.
Conoce nuestra miseria, y nos infunde fortaleza; por Aunque tuvo Judas pesar de su pecado, no le re*
que la nave del alma, que navega fluctuando siempre dio, porque le faltó la esperanza de ser perdonado; que
en el tempestuoso mar de las inclinaciones del cuerpo á tenerla con la disposición que debía, no le habrá
(siendo este el piloto, tan imprudente que huye del conducido su pecado (el más cruel , el más grande y
norte de la razón para dar lastimosamente en el bajío único en su especie) al trágico lamentable suceso k
de la culpa), no choque, precipitada por la inclinación muerte eterna.
y torpemente anegada por la voluntad, en el escollo las Si el hombre temiese toda culpa antes de hacerla,
timoso (por cruel) del injusto consentimiento; con el como si no tuviese perdón , ni habría tantos en el a-
que, desprendida de su alto solio la prudencia , y con fiemo, ni se harían tantas ; y por ello tal vez no esUria
fundido de sus grandes discursos el entendimiento, yo en este destino : que, aunque merezco más casti*»
queda arbitro para el riesgo el apetito, y pronto para el por mis pecados , no siento aquel , si el que cometen p»
peligro el gusto. Cuyas mortales circunstancias termi aborrecerme los que inclinan ó influyen para q**
nan en que, siendo la condescendencia la que lleva el me castigue.
paso del albedrío, tropieza este en la culpa, y queda el Más que la ignorancia misma seria yo ignorante»
alma sin la gracia. por esto tuviera por malos á los que me persim*
Aun en este conflicto tan triste está Dios iluminan pues seria dudar (en qué faltaba en superior c»'
do con inspiraciones, está dando nuevos alientos con á la caridad del prójimo, y al altísimo poder de la Pre
aquellos divinos auxilios, que al paso que contienen, videncia) que de una hora á otra pueden ser buen*-
iluminan ; y está, en fin, mirando por la criatura, como Cuando llegó Simón á decir de la Magdalena que en
criador, por más que se halle ofendido el Criador de mala, ya era santa, habiendo sido* poco antes loq»
la criatura. Cuando David le llama desde la tribula della juzgaba. El publicano á quien por pecadordes-
ción, le oye Dios desde la tempestad ; cuando está Job preció el fariseo, se justificó luego. Estas prontia»*
en una tormenta, le responde Dios desde un torbelli mutaciones obran los inescrutables arcanos de Dios, ut
no; que no es para sus cariños estarse solo en su gloría. distintos de nuestra torpe limitada humanacomprete*-
Cuando mira en las aflicciones á los suyos, con ellos ba sion, como lo es lo finito de lo infinito ; por cuyo Dadi
ja á los riesgos ; ni los desampara en las cadenas ni los. vo no se puede decir de uno con verdad que es nía*
olvida en los trabajos. puescuando esto se pronuncie, ya puedeser bueno. O*
«Vengan golpes. Señor, de mis enemigos, como ven lo han sido y lo serán los bienhechores que dieron cas-
gan alumbrados de vuestra luz,» decía David. No que sa para que obrase contra mí el Real enojo;y porto «^
ría los golpes solos, porque sin la luz divina, couocia mo, creo también habrán sentido, y sentirán luí"" aui.
— t

era exponerso al precipicio, según nuestra flaqueza. que yo, que hoy permanezca : porque imiiMP»*
EPISTOLARIO. 677
¡rvir de mérito, si se resigna al martirio la toleran- como debe ser servido, sin observarse la más mínima
¡a : y á ellos de mucho daño, pues nació mi padecer falta, solo se hace en el cielo ; y aun cu este hubo tiem
b sü malicia. A mí solo me toca callar, sufrir y obede- po .en que quiso la soberbia bruta y la ambición mons
>r; pero á ellos, ó desdecirse de la calumnia, para truosa disputarle la gloria de su infinita grandeza.
eshacer asi la Real indignación que motivaron, ó que- Es constante que no es gran victoria resistirnos á
¡r esclavos de la culpa que contra el prójimo inocen- unas pasiones, si nos rendimos con facilidad á otras;
! cometieron. pero si [queremos ser presto otros, no debemos ser
El príncipe libra en 'el informe de sus ministros el siempre los .mismos. Puede esto conseguirse solo con
iierlo de sus determinaciones ; los tiene elevados y atender á que no hay cosa que más pueda confun
instituidos en tan distinguidos empleos, para que en dirnos que aquello propio cou que nos perdemos.
unto sea de su inspección observen únicamente las Este es un punto tan perfecto , que solamente lo re
spiraciones y preceptos de la justicia y equidad. Si flexiona en los términos que debe, aquel que está
lian á estas en lo que informan , el príncipe no es tan libre de Do malo, que no solo ama lo bueno, sino
sponsable délo que determina, aunque no sea jus- lo mejor, y por lo mismo quiera más abstenerse para
; porque cree, como debe, no obran aquellos sino no criar malos humores, que tener necesidad de lim
n arreglo á lo que dicta la razón, para lo que única- piarse dellos. El que teme á Dios no se contenta con
eule los mantiene y hace de ellos aquella grande con- vivir bien, sino que quiere llegará vivir como se vive
nza que pide el cargo de un vasto gobierno. en el cielo. Huyendo siempre de la culpa , conserva in
Pero es el caso , bien que lastimoso, que conociendo tacta la gracia, y á todas horas está dispuesto para dar
;unos ministros y privados la satisfacción con que su cuenta, sin temer en los tremendos números del
reales oídos atienden sus dictámenes y consejos, cargo las fuertes resultas de la data.
i aquellos que les influye su venganza, no los que Con la contemplación destas hermosísimas contem
dicta la justicia; y deste modo truecan el orden de placiones ó meditaciones, espero lo que venga, sin que
tilud, y se observa solo el orgullo de la desolación, me altere el ánimo la contemplación de mayores traba
iendo ellos los que originan los perjuicios, es al Rey jos, ni me aflija para la desconsolación la memoria de
uien atribuyen la culpa. Haya privados, haya mi- golpes más sensibles por más crueles ; pues resignado
tros, que no puede el Monarca vivir sin ellos ; pero á padecerlo todo por Dio?, vivo siempre con la esperanza
n buenos, para que el pueblo no juzgue al Rey malo, de que su divina majestad ha de iluminar á los que me
lubiera de decir mucho en este asunto, pero no pue- persiguen, para que reconociendo su error, puedan
Vuesamerced no dejará de comprender bastante ; quedar perdonados. Cuya sola representación me cau
os advertirían todo si leyeran este papel, porque lee- sa interior alegría inmensa, pero sin pasar délos lí
aen él sus mismos corazones. Yo les viviré siempre mites de la razón ; que aun en esto se necesita mucho
idecidísimo por lo que me persiguen y injurian ; cuidado, porque asi como puede el demonio aumen
e asi me lo manda Dios por san Pablo : « Miremos á tar la tristeza sensible de manera que pare en des
que nos hacen daño como á instrumentos y oficiales pecho, así también puede avivarse la alegría de modo
os, para que nos labren y purifiquen.» que termine en hacer locuras. Documento es este de
i?radece el enfermo la destreza del cirujano que le los santos, aconsejando estos que sigamos siempre en
16 el brazo ó pierna para atajarle el cáncer, pues todos nuestros asuntos la mediocridad , porque esta
lepra vivir temporalmente; pues ¿porqué no habe- fué siempre el camino de la virtud. Aun la penitencia,
■s de estimar á los que sin tanta carnicería nos ayu siendo tan loable , tiene su término, pudiendo ser cul
nara vivir en las felicidades de la eternidad? ¿De pa el pasar de su coto. Debe usarse en tales modos,
5 serviría desear furiosas batallas (en las que, en- que consuma los vicios, y no la naturaleza ; porque sien
idido el espíritu, produce en sus triunfos glorias al do aquello siempre virtud , esto puede ser alguna vez
ior) con enemigos gigantes que no se encuentran, defecto. La destemplanza en toda materia es formida
d mismo tiempo nos dejamos voluntaria y indebi- ble; pero obrar cualesquiera con prudencia, nunca
nente vencer de mosquitos que nos rodean? No son, dejó de ser plausible.
ñgo, otra cosa los hombres que nos persiguen ; p¡- Aseguro á vuesamerced que vivo contentísimo en mis
i cruelmente donde sacan más sangre, para saciar trabajos, porque creo me convienen más que las feli
i ella sus hidrópicos deseos de la venganza-. Lue- cidades que antes gozaba. Estas, al paso que franquean
¡qué fuerzas serán las nuestras? ¿qué resistencias gustos en la apariencia,. proporcionan la espiritual rui
aremos á la perpetuidad , si no podemos resistir na en la realidad ; pero aquellos labran al cuerpo para
os nimios golpes de la aversión, ni tolerar tan lí que se purifique el alma. Mientras más obsequios y
os efectos de la enemistad? A mí me eslán enseñan- complacencias mundanas , más proporción para el per
á caminar por tropiezos ; y si aunque caiga en ai petuo llanto; pero mientras más aflicciones y trabajos,
ro, por lo mísero de mi ser, consigo no pararme, más motivo para la eterna alegría.
es sí continuar el camino sin volver la cara al ries- Los acasos encierran muchas veces misterios. Des
, — vea vuesamerced por qué raro modo me puedo prender al que estaba embelesado en las dichas tran
tiücar; pues entonces se levanta uno más constante sitorias, puede ser motivo para que mude las cos
indo cayó para levantarse. Y digo bien , por más que tumbres. Pecó Adán en el paraíso , y se salvó en el va
reponga por réplica la humana flaqueza de que está lle de lágrimas; ofendió David á Dios gravemente des
is adornados , y reconozco, ponderando que respec- de el balcón de su grandeza, viendo á Bersabé en el
della podemos caer fácilmente, y fácilmente detener baño , y se purificó en la soledad y recogimiento de su
la inclinación mal ordenada: porque servir ú Dios espiritu. Pues, ¿qué mucho será que io malo que hi

(Mu 87
878 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ce en mis gustos, en mis dichas y en mis felicidades, sus venganzas; que si los que las padecemos las sufri
quiera Dins que lo purgue en esta desdicha donde es mos, del mismo castigo que nos proporcionan loga
toy metido ? A lo menos yo así lo creo ; pues aquí don remos la felicidad, que no pueden quitarnos; queti
de, con fallarme la libertad, digo que me falla todo , y vez, y sin tal vez, no podrán conseguir ellos.
donde dicen mis contrarios que me tienen quitado el En otra parte dice el mismo Señor : a Con la nn
poder que antes tenia,—me consuelo con el mismo po que midas serás medido.» Lo mismo expresa esta qst
der poco, porque sin embargo puedo amar mucho á la otra sentencia, y quizá me detenga á explicar con»
Dios. se concretan, en otra ocasión. La lástima es , que síes-
Porque no me quejo, y porque & todo callo, juzgan do tan claros y patentes sus sentidos, ó se desviu
no tengo poder , y sí culpa. ¡ Simple y ignorantísi de su observancia los hombres, ó tergiversándolas en
mo discurrir! ¿Ignoran que aveces el callar mucho interpretaciones distintas, adopta cada uno aquel1]
puede dar más considerable valor; pues no es callar por que más se adapta á los delitos que ejecuta; buacas
no poder, sino una intermisión para discurrir? Además auxilios para ocultar sus maldades, huyendo del divi
que entonces salen más fuertes y violentas las aguas, no, que solo dirige á ejecutar las virtudes. jValieoU
cuando por represadas han estado algún tiempo quie simpleza sin duda, dejar el paso seguro del puente, j
tas. No es ceder por flaqueza el triunfo el dilatar el buscar en el rio furioso el peligro!
acometimiento para prevenirse; antes bien puede pro Ello es constante que á muchos da la fortuna toós
porcionar la victoria una prudente prevención, mejor su imperio , pero á pocos satisface todos sus de-c :-•
que una reflexionada embestida. Las obras grandes Sea única prueba desta verdad el que me castiga : t»-
quieren para ejecutarse dos cosas, que son: tiempo y dos lo conocen, porque sus obras lo lian hecho cono
talento; aquel para pensar, y este para proceder. Una cer de todos; por esto no le nombro, pues aun pu
sin otra no sirven ; y esto me sucede á mí, porque, decir su nombre hay que hacer un montón de craca.
¿qué importa que tenga tiempo tan dilatado para dis ¡ En qué altura no está ! ¡Qué despotismo no lien»!
currir, si me falta talento par ejecutar? Con lodo.no Parece no puede llegar á mayor. Pues aun ü¿ae(j
tardó mucho la dicha, si llegó al fin; y en todo caso, tendrá mientras viva) que desear. La libertad que D.s
y hablando á lo divino, ¿quién duda (á no tener tan me dio, llegó á discurrir era notable impedimento pa
embotada la inteligencia, que absolutamente no co ra disfrutar tranquilo sus felicidades; no gozaba estas
nozca la razón) que mi propio callar puede producir con desembarazo, en el intermedio que yo gozrade
mi merecer? Treinta años estuvo Cristo en silencio, y aquella : por lo mismo deseaba ansioso qsiu'naetL
no mereció menos que el dia que padeció tan rigurosos Aun el sueño le era cruel verdugo, pues coneseeesti-
tormentos, y los tres años que predicó. Más importa iiuo sobresalto no le tenia con sosiego. Producía la
castigará la voluntad que noufligir al cuerpo; esto úl dos de un ánimo vengativo y inhumano , efecto te
timo hacen conmigo. Pero si consigo lo primero, la misma culpa, de la traición con que vive. Paa
¿ para qué quiero más dicha?.Más á lo humano, ¿por ¿cómo ha de servir de impedimento el zagal al pa
qué, ó fallos de las leyes de la prudencia, ó preocu lor, si este no quisiese obrar mal , y temiese qae.á
pados en solo herirme, no han de conocer que una pe aquel lo resista, ó á lo menos lo haga público, cilia
queña remora es capaz de detener á un gran navio; do no pueda otra cosa ?
y menos que conviene muchas veces ser uno casti Determinó, en fin, descansar en tan tremenda lucha,
gado sin haber cometido delito para ello, para poder quitándome de la presencia de sus glorias (si mere
hacer cosas grandes contra los mismos que le persi cen este nombre las que en realidad son infierno), co
guen? No es doctrina mía; el mismo Cristo la enseña, mo el más duro estorbo dellas. Echó para esto mas»
diciendo : «Teme al que castigues sin justicia, por pe del poder, no de la justicia, porque esta impone la pe
queño que sea, pues de aquel mismo castigo haré pue na al culpado, dejando como corresponde al ¡nnocemt.
da el castigado buscarte tu ruina.» Sin embargo, aparentó no la había ejercido mejor ras
No sé verdaderamente cómo no confunde esta tre ca que entonces; y dijo bien, pues esto, solo fué ia
menda sentencia á los que obran contra ella ; pero re venganza contra un hombre honrado, y él solo ha be-
conozco que ignoran algunos que así proceden, todos cho en toda su vida traiciones y maldades contra lade
los preceptos de nuestra sagrada religión. No es mu el reino. Quedó últimamente libre deste embarazo, lu
cho no sepan las sentencias forlisimas de nuestra vida, ciéndome el triste objeto de sus furias. Y para mi¡
Cristo ; y aun pensarán que esta misma ignorancia les avivarlas, reflexionaba, y él mismo se ponía delasU
servirá de disculpa en el más tremendo tribunal. de su consideración , era yo el que más oscurecía se
¡Desdichados dellos, por más que acá se miren sobre triunfos, por haber sido el más constante en decla
el alto solio de la felicidad , que cuando esta acabe por mar contra sus vicios ; de cuya rabiosa conferencia, qas
faltar sus vidas , empezarán á experimentar las eternas él y su malicia tenían , salía más empouzoñado el áni
muertes de sus almas! Entonces verán Jo mal que hi mo y más pertinaz y cruel la intención.
cieron, en el bien que dejaron de hacer; verán que los Y ¿acaso porque haya quedado libre y desembara
que acá persiguieron los elevaron á la gloria, porque zado del impedimento que en mi persona se figuraba
son bienaventurados los perseguidos por la justicia ; y tener para el goce de sus dichas , diremos que ya b«
verán, en fin , que si tuvieron un rey que les toleró sus tendrá otro de semejante y aun de peor naturaleza*
excesos, hay allí un gran Dios que castiga sus malda No seré yo quien lo asegure , pero sí que cada mórce
des; conocerán lo mal que obraron, pero les servirá lo le producirá estos disgustos, porque cada insusfe
de mayor tormento ver que ya se fué el tiempo en tendrá materia donde ejecutar sus monstruosidades.
que pudieron enmendarse. Buen provecho les hagan No se debe esperar otra cosa del ánimo oobanb '
EPISTOLARIO. 570
idi justo : siendo lo primero recelar que el mis pe- na. ILiya vanidad de constantes, y presunción de in
ieño puede separarlo de la privanza, liacicndo públí- vencibles; que asi hasta los mismos enemigos tendrán
« sus defectos, ó de la vida, para quitar deste mo tanto que admirar como que aprender, porque la mis
ni!) mal ministro al reino; y siendo lo segundo trai- ma resistencia, ú le"s ha de apurar el enojo, ú les ha
oii ¿batalla, valiéndose de la autoridad que le dio de consumir las vidas. No hay cosa que más heroica
diclia, más que sus merecimientos. mente merezca repetidas alabanzas que la paciencia á
La satisfacción que toma el grande, siendo cobarde, los repetidos choques del contrario : porque este, vién
la ofensa que supone le hace el noble, nunca será dose despreciado en el poder, y mirándose sin respeto
n la espada , sino con la vileza ; no á fuerza de lo que en el rigor, toca en los limites de la desesperación, y
luye el espíritu al que lo tiene, sino con lo que dic viene á ser el verdugo de su vida.
ta villanía y la traición. Es hasta donde puede llegar Para que con más facilidad se consiga mi intención,
gnorancia y la cobardía : pues con aquello que pre- es indispensable se emplee vuesamerced con toda acti
me lo deja satisfecho, viene á quedar sin compara- vidad en lo que diré; porque, mientras más se quiere
i más desairado. Una de dos : ó no te des por en- conocer al tirano, está más lejos de conocerse ; pues es
idklo de que sabes el agravio, ó procura lavarlo por tal la tiranía, que,cada instante reproduce crueldades
arados medios con la sangre del que te ofendió ; que nuevas, con las que^desfigura el conceto que se había
anees quedarás con honor, cuando por volver por formado con las pasadas. El odio tiene tan poco recato,
juedes muerto en la campaña : pues más vale morir que se conoce á corto examen, porque siendo en reali
no valiente que vivir como pusilánime ; que aque- dad un efecto formidable de la venganza, no permite
es siempre crédito de la reputación, cuando esto no que sea tan cauto el que lo posee, que por más que
a de ser borrón de la honra. afecte, pueda disimularlo : como es fuego que está
¡onsejo es este que daba Petronío á su hijo Dentu- brotando llamas del espíritu, por los ojos arroja su
v es consejo que debían tomarlo todos los que se abrasado humor, encendido, en lo que mira; por la
cían de respirar solo honor. Pero es tan al conlra- boca sacude todo el material, irritado, en lo que habla;
, que aun tomando la determinación de satisfacerse y por las acciones se aviva más, en lo que hace. Y ac
sus manos el cobarde y temeroso, no lo hace en ciones y boca y ojos, así como aspiran con iraá cons
«líos términos , si no permisibles, á lo menos hon- truir un triste espectáculo de lo mismo que aborrecen,
», sino ú los infames precetos que influye la trai- así también manifiestan indeliberadamente lo más re
i, y más que como grande, como asesino. A estos cóndito de su aborrecimiento. Conocer este, y lu que
corrige ó vitupera (que es lo más cierto) Calulo di- declama y fabrica contra mí, es lo que pongo al cui
ido : a El morir no es delito, aunque es pena; lo que dado de vuesamerced ; pues estando tan inmediato á
lelilo es morir con culpas, dejando mal nombre en quien me lo profesa, y en él tan viva como secreta nues
niiudo de lo que en él se hubo vivido.» tra correspondencia, no es asunto cuyo logro merezca
inconsecuencia desta tan verdadera doctrina, ¿cómo el nombre de imposible. Su entendimiento de vuesa
Je dejar buen nombre en el mundo aquel á quien merced le administrará para entrar en la materia algu
buenos tienen por malo? Lo cierto es que sus pro- nas expresiones y voces referentes á mí, que parezcan
alabanzas serán siempre sus mayores vituperios, originadas del acaso, y sean verdaderamente nacidas de
]ue, como oídas en las bocas de los que son como la prevención.
solo se harán dignas del desprecio, Hecho esto en aquellos términos que á vuesamerced
n efecto, amigo mío; como vuesamerced loes tan dicte su alta prudencia y profunda comprensión, rae
en la realidad, masque en el nombre', no quiero comunicará inmediatamente sus resultas, por adversas
arle el consuelo que le ha de causar saber que espe- que sean ; en la seguridad de que ni alborotará el áni
costa de poco tiempo salir de aquí ; en esto dejo ya mo el sentimiento con la desazón, ni alucinará la vo
0 que con el honor que me corresponde, porque luntad al entendimiento con el deseo de la venganza,
1ro modo no saldría. Bien contemplo dirá vuesa- ni claudicará la razón á vista de la crueldad : porque,
ced es grande la batalla que me espera , poderoso como ya enseñado á vivir contra los adversos movi
lemigo que me aguarda, y por lo mismo dificulto- mientos de la fortuna, y á estar tan consolado entre
1 lauro que solicito. Pues sepa vuesamerced que las miserias de la desgracia, como pudiera entre las
nisma diOcultad, ese propio poder poco, y estos felicidades de la dicha, — sé que haciendo rostro á
tos de atrevido, vendrán á ser los elogios de mi los trabajos y congeniándose con ellos, no causan
encía, las glorias de mi inculpabilidad y las pro- novedad en el espíritu; antes bien parece tardan en
isas vísperas de mi triunfo; siendo todos estos ti- llegar, según la indiferencia con que á ellos y á las
¡ tan recomendables, que me darán más blasón dichas se reciben. Nada aflige y atormenta un pecho
solo comprender tanta victoria, que mi enerai- labrado ya con grandes golpes , del mismo modo se pre
) alcanzarla ; pues no es corona la que con facili senta para lo próspero como para lo adverso ; no hace
tó consigue. Entrar en la pelea con más premisas distinto semblante á los avisos felices que á las noticias
ictorioso que con dudas de vencido, por la pe- infaustas. Doctrina es esta de los sabios; y aunque yo
ez del contrario, no es varonil acción del que ven no lo sea , quiero á lo menos seguirlos en este docu
ino poquedad del que es vencido. Hasta lo débil mento, por la cuenta queme tiene; que no es menos
ia arista nos enseña á constancia : no se abate con que la de no procurar ser homicida de mí mismo, pues
de rendida á todo viento, es necesario lo experi- no es otra cosa aquel que se entrega tanto á sentir su
e furioso para que se sujete. Grande afrenta es desdicha, que da en la mayor, que es la desesperación.
ivito de un noble, darse por vencido de la fortu Ni esto es tampoco deseo de vivir mucho, sino incli
•¡80 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
nación á no morirme de miedo , ó cuando quieran los (nunca la hay para que lo sea un rey de sus vaa-
que me persiguen, sino cuando tenga el cielo decre líos) ; yo me veo sin causa atropellado y preso. Si er-
tado. perseguido de Achitofel y temía sus irritados comí-
Lo que más encargo á vuesamefced es, procure ha jos, ni es menos la aversión injusta que otro Achitofel
cer este escrutinio, no vindicándome en obras ni en me tiene, ni serán mejores sus influjos. Si aquel en
palabras, sino abultando hasta lo más alto misdelitos, grande y privado, grande es este y valido. Solo es
y dando por temerarias mis acciones. Desta manera se Chusi, su consejero, halló reparo, y solo en vuesa
puede fácilmente conseguir el fin , poique de nada gus merced, que es mi amigo, aguardo remedio. Seavue-
ta más el oído del enemigo, que de oir todo loque samerced esta vez Chusi, que quizá en decisiva te-
sea contra aquello que aborrece; insensiblemente se talla venceremos á ese Achitofel ; y cuando nada *
satisface, y sin reparo publica lo mismo que tiene es consiga, seria gran necedad, sino hiciera virtud deis
condido en su dañada intención. Por lo mismo, dice que ha de ser precisión , y mayor si temiese lo qc¡
Séneca, no hay cosa más fácil de descubrirse que lo no se puede evitar. Gran remedio puede ser para el is-
que medita el hombre contra el que quiere mal, si feliz, pensar siempre mal de la fortuna, porque is
deste nunca le hablan bien; porque en este mismo no le hallarán nunca desprevenido las desgracias; coi
hecho se persuade es también enemigo del que él es lo que se logra hacerlas menos sensibles, jaque»
contrario aquel que igualmente lo vitupera; y con esta remediables. Aprender en el libro de lo pasado ü¿
comprensión vierte la ponzoña de su pecho, sin re lecciones para lo presente, es adornarse de prevencio
parar en si puede ser engaño lo que oyó. nes para lo futuro ; y deste modo, ni las dichas sobre»
Este es un punto muy importante para la observación gen ni los pesares afligen: entonces sale más airosos
cumplida de lo que encargo á vuesamerced; porque, sol , cuando venció las nubes que á sus rayos se eph
de lo contrario ( esto es hablando vuesamerced de mí sieron. No es masque aprenderá ser dichoso «¡jb
como le dictase su amistad), después de no conseguir empieza á ser desgraciado, porque de aquella tm
se el fin, se exponía vuesamerced á darme más que desdicha recoge las experiencias y los sufrimientosqa
padecer, porque precisamente había de resultará vue en la prosperidad le faltaban, y le servirán de mis
samerced que sentir. grande felicidad cuando llegue á poseerla. ¥ en efe-
Hágase alguna vez triaca del veneno , ya que tan to, si cuanto bebemos en este mundo es amurra, j
tas se reduce por ánimos crueles y vengativos á vene cuanto tocamos adversidad , ¿quién podrá seria in
no la triaca. Ni será vuesamerced el primero que se sensato, que confie en las glorias, y tenga con» ro
introdujo tan oficiosa como cautelosamente al bando daderas sus aparentes dichas? No es mas que «a te-
del contrario de su amigo , dando lecciones contra es media cuanto nos representa : sus mutaciones ém
te, que producía el odio supuesto por la voz del ver á una persona en la primera jornada ; y á lasegniás
dadero amor, para descubrir á fondo los pensamientos ve abatida, para que en la tercera lleguen otras ¿
y las más pequeñas intenciones de aquel; ni yo tam verse encumbradas. Así va engañando á todos, si
poco seré el primero que lo persuada ejecutar. contentar á ninguno, y así llega el último plazo, enera*
No temió David que su hijo Absalon tomase contra la guadaña da el último y más cierto golpe, siendo las
61 las armas, hasta que supo lo dirigía y gobernaba timoso al que por estar, en el papel que le toco nacer,
Achitofel. Conoció muy bien el Profeta-Rey que las preocupado, se halla de la memoria de la cuenta d¿¡-
instrucciones que este le daría á aquel desgraciado prín prevenído.
cipe, no serían otras que las que le dictase el horror que Ningún nombre de cuantos al hombre han dadotf
. á su verdadero señor y legitimo rey profesaba; y unién antiguos y modernos filósofos me gusta tanto cornil»
dose á este su astucia , sus ardides y sus máximas, tan que le dio Epicteto; ó ya por lo mucho que dicen, ÍJj
conocidas como depravadas /se contemplaba en gran por lo poco que él habla, para decirlo: llámalo te
peligro. Mas, como Dios no deja en ellos á los suyos, y puesta al aire, fábula de calamidades y esclavo ¡¡¿a
no sin castigo á los insolentes y tiranos, dispuso hallase muerte.
David remedio en Chusi, su consejero, tan gran políti Gran volumen me atrevía á formar para come*1
co como buen vasallo, y tan entendido como animoso. estos tres ti tulos. No me entregaré á esta tarea, p*!í
Mandóle (si acaso no fué súplica, que hasta la majes ner otras más precisas en que emplearme; pues escu
tad mendiga el favor del vasallo cuando se ve en tor do preso, dicho se está lo mucho que tendré que •J"
menta) que, sin perder instante de tiempo, procurase cer; que no hay quien trabaje más á todas horas <?■
introducirse con Absalon, rebatir animosa y discreta aquel á quien sin razón ( ó ya sea con ella) tienen ff
mente los furiosos dictámenes, consejos y persuasio tada la libertad. Pero vea vuesamerced de pasoí*
nes de Achitofel (que era lo que más importaba, nombre tan propio del hombre: a ¡Luz puesta al aire '
por ser lo que David más temía), y darle prontos avi No solo debe entenderse al de este elemento, sino üc-
sos de cuanto ocurriese, para su gobierno. Todo lo eje bien al de los mismos prójimos. Unos quieren aviw-
cutó Chusi con tanto acuerdo, que persuadiendo á la , al paso que otros consumirla ; cuando unos la o"-"
Absalon contra su padre, dio á este la victoria en la recen , otros la persiguen ; unos solicitan verla ai*
decisiva batalla, muriendo aquel en ella desgraciada otros aspiran á quitarla su lucir; unos imposibiti»
mente. sus resplandores , otros dan nuevo aliento á sasra-
A no ser por la diferencia de las personas y de los Aquel la tira, este la levanta , el otro la precipita ;!'
asuntos, se podia formar arreglado cotejo entre este fin , siendo todo diferencias , todo opuestas inclín»"
y nuestro caso ; pero, no obstante, tienen pasajes su nes, todo extremos, y nada seguridades, entre !^
mamente parecidos. David se veía sin razón perseguido la consumen y la apagan. ¡Olisimbolo verdadera
EPISTOLARIO, 581
ida humana! ¡Oh jeroglifico precioso del hombre! no puedo distinguir, según lo olvidado qne estoy de ti , si
ido pantanos, todo adversidades, todo enemigos; y me han hecho dejarte, ó si te he dejado de mi propia vo
un iiasta en las mismas dichas, todo tropiezos, Insté luntad; y como es grande cordura perder la memoria de
is, desgracias, golpes y afanes. Por esto lo llama aquello quese perdió la afición , cada dia procuro abor
fábula de calamidades», porque todas lo son en esta recerte más, paraque cada instante no dejo deolvidarte
da, por más que vengan cubiertas con aparentes lu- menos. Ansiosamente solicito hacerme á mí mismo creer
sde felicidad , pues á todas consume al fin la mtier- que aquí donde puedo decir que vivo (por más que pu
; ya se ve, como « esclavo que es el hombre de ella», bliquen muchos es adonde muero), no tiene tu tiranía,
¿que siendo esta una verdad de las más conocidas, ¡oh mundo! dominio, ni tus asechanzas jurisdicción;
) quieran muchos hombres creerla ; que con tan infi- porque desta suerte, sordo á tus influjos, remiso á tus
to número de experiencias lleguen á acreditarlo? persuasiones , y constante en resistir tus llamamientos,
Pues crean, aunque no quieran creerlo, que han de aunque me tienes vencido, vendré á estar sobre tí ele
arir, y que solo sirve para lograr buena muerte no vado. Desprecio con horror tus glorias, aborrezco con
ber tenido mala vida ; pues siéndolo, aquella será enojo tus diversiones, y abomino con ansia tus delei
mi, sin que sirva de efugio aquel que buscan los tes, porque sé que todo es veneno disfrazado, traición
nerarios , los perdidos y los insólenles. Dicen estos en traje de beneficio, engaño sin parecerlo, muerte
e para todo da Oíos tiempo ; que los ardores y efectos con apariencias de vida, letargo del entendimiento,
la mocedad se lavan con un pequé mi la senectud. embarazo de la virtud , estrado del vicio, imperio de la
aposición escandalosa y mal sonante, pues no res- maldad, enfermedad del cuerpo, y en fin, lastimosa
a otra cosa que una necia confianza de coger sin ha- muerte del alma.
• sembrado. Sea la vida mala por ser todas sus opera* Para secar un arroyo so ha de quitar precisamente
nes pecaminosas ; qne no se niega que aquel pegué, el agua de la fuente que le alimenta ; y para que los
Tesado en todas las condiciones y requisitos que le vastagos no broten, es lo mejor arrancar la cepa. No
responde, es apto para limpiar todas las culpas; pero hay medio más poderoso y eficaz para librarse de las
ben los ignorantes que prorumpen en aquella desati- traiciones, engaños y maldades del mundo, como creer
ia proposición, si tendrán tiempo para decirlo? ¿Les que en él no se vive, como pensar que es nuestro ma
sta qne las muertes repentinas no pueden cogerlos? yor enemigo, como discurrir que sus caricias son para
ibensi, aunque mueran en sus lechos, estarán sus proporcionar nuestras mayores desgracias, y como re
indimientos tan despejados, que puedan conocer en flexionar que cuando nos convida con halagos , mata
eligro en que están sus vidas y sus almas, y pronun- con desventuras ; cuando nos incita á sus glorias, nos
' debidamente el pequé? Y ¿ saben últimamente si prepara sus precipicios ; cuando nos sube á sus digni
i cuando lo digan , será como se debe, y de modo dades , es para abatirnos en sus senos; y en fin, que
',yaque no sea contrición, llegue á ser atrición? cuando nos alaba, nos vitupera ; y cuando nos ensalza,
i simples, desviados enteramente del camino de la nos abate.
lección, y entregados en todo en los brutos brazos de Con estas contemplaciones se puede quitar de la hu
vicios ! San Pablo los aconseja, por más que no quie- mana afición la agua nociva que vierte , y arrancar del
observar sus avisos : «Vivid (dice el Apóstol) como pecho ol amor que se le tenga , por más que como an
siereis morir.» Y san Jerónimo dice « que se haga tigua cepa, hubiesen en él criado formidables raíces. No
la vida aquello que se quisiere hacer en la hora de está fuera de peligro quien está tan todo en el mundo,
nuerte». que no está nada en sí , y menos en Dios ; y el Espíri
¡stampo todas estas prudentes consideraciones para tu Santo nos intima que perecerá en el peligro el que
suadir á vuesamerced á que crea que lo presentes le ame.
¡ las tengo, me hace vivir tan entregado á ellas, que Reflexione vuesamerced, amigo mío, que no dice
a ser por mostrarme ingrato á los que me favorecen que el que está en el peligro, ó el que en él se po
'desean más que yo, no me acordara de mi liber- ne, sino el que quiere ponerse; que etto es amarle.
• porque me ha causado tanto provecho este golpe, Y confieso no sabria dar la solución verdadera á esta
¡me ha hecho conocer verdaderamente el mundo. duda, á no hallarla como suya en san Agustín, pues
í«e no disfruté en sus felicidades, he conseguido dice: «El que está en el peligro, ó en él se pone , puede
h)is miserias ; porque los abrojos abren los ojos, ser tal vez por no conocerlo; y si conocido no lo deja,
slas propias desdichas se recogen experiencias; pues
ya es amarle, y no tiene disculpa.» Que es hasta donde
como los golpes del martillo, cuando parece que puede llegar la torpeza de los hombres. ¡Buen modo es
'rayen el clavo es cuando más le afirman , así tam- este de observar lo que enseña san Pablo ! pues no solo
a los trabajos del mundo, cuando se discurre ma-
quiere huyamos del peligro de ser malos, sino que nos
. enseñan. Por este conocimiento, ni ha podido aquí guardemos de lo que no edifica, por licito que sea. Y
rarme la carencia de sus glorias, ni desmentirme
el melifluo Bernardo dice: «Los santos no solo se con
a experiencia tan completa de sus engaños; habien-
tentaron con hacer lo bueno , sino que siempre aspi
«"nseguido con aquella hacer del tanto aprecio co- raron á lo mejor.» ¡Oh infelice siglo el presente, donde
«I qne hizo él de Cristo, pues viniendo á redimirlo,
no lo mejor, no lo bueno, sino lo malo, lo malísimo y
-vo quietud ni aliento sin sobresalto hasta crucifi-
l0- El recibirlo en Jerusalen con palmas, fué vis- lo pésimo, ni causa horror ni se registra con tedio!
a <le prenderlo en Getsemaní con odio, de injuriar- A la Urania se llama espíritu ; á la ambición, gloria de
ln casa de Anas con rigor, y de ponerlo en el Calva- adquirir fama; al mal gobierno, benignidad del mi
euuna cruz con complacencia. ¡Oh enemigo tirano! nistro ; á la desolación de los pueblos con tantos im
puestos y donativos, soberanas providencias ; á la ani
582 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
quilacion de los vasallos, reputación de la corona ; y en Ya se ve: de poco sirve llamar al qne no ha de oír; á¡
fin, á la avaricia, necesidad; á la hipocresía, virtud; poco sirve el pozo, si el agua le falta; ydenocosim
á la estafa, precisión; y á la injuria, entretenimien el castigo, si está rebelado todocl pueblo contra surtí
to. Y esto ¿quién lo causa? Un privado. Y ¿quién lo Llamábame el conocimiento de mi culpa, y lo mis»
tolera? Un monarca. Infeliz siglo, repito, y infelicísimo que esta producía, era lo mismo que negaba; erar*
reino, si no llega la tan grande como real compren seco para la virtud, por estar tan lleno del vicio; tea
sión del Rey á penetrar, y manifestarlo con el reme lo mismo me via fortaleza á quien la traidora guar
dio, que es su verdugo su valido. nición de mis apetitos regia, negando la obedieucii i
Pero, llegando ya á lo que á vuesamerced tengo en el su Dios, Señor y Rey.
titulo desta prometido, y hasta aquí solo en bosquejo La amistad no tiene límites, ni sn duración término:
declarado, digo que la causa de mi prisión no es la que en siendo verdadera, pasa su imperio de las mural' si •
se me atribuye, sino otra de más mala naturaleza y de la muerte ; no observa leyes ni se aj usta á preceptos; la
peores circunstancias ; y por lo mismo, me hace acree do lo abandona por lo que eslima; aun el amorqnel»
dor á más severo castigo. No temo á este, pero siento neel hijo al padre se quebranta y se consume por el \¡m
haber dado motivo para merecerlo; siento solo haber de un amigo. Con ser Jonatás tan fiel á Saúl , so padre,
ofendido á quien es dignísimo de ser adorado ; siento tan respelador de sus mandatos y tan obediente i a
solo que haya podido más la destemplanza de mis ape gusto, en vez de obedecerlo en la ocasión que podóte
titos que la contemplación de mi Un. Con ella hubiera muerte á David, no solo no lo hizo, sino qoe, iri
conocido quién era el ofendido, y quién el ofensor; hu sándole de su inminente peligro, imposibilitó i Sal
biera tenido presente que contra la vida obra la mise la ejecución de sus furiosos deseos, que incesante?
ria, contra la verdad el engaño, y contra el camino la formidablemente conspiraban contra la inocente vü
confusión, que asi se llama Cristo, nuestra vida : «Yo del Profeta-Rey. ¿Qué mucho , dice una elewdar*
soy la vida, la verdad y el camino.» Hubiera encamina ma , si eran las amenazas de Saúl contra su bijo ta
do mis palabras á alabarlo, y mis obras á provecho tas, por ser contra su amigo David? Apoya este cal
del pajuno, que es no menos que el mismo mió; y ceto san Jerónimo, diciendo : «La amistad vente)*
últimamente hubiera' penetrado procedía contra el se reduce á quererse tanto á sí un hombre c«í¡j
Criador la criatura, contra el Señor el esclavo, contra amigo, de manera que en dos amigos solotayirn
el que lo es' todo el que no es nada ; y en fin, contra Dios alma, una voluntad y un sentimiento.» Lueejf«?i-
el hombre. Los recuerdos que me hace la memoria rar Saúl contra David, era haberse armado tottraio-
de mis delitos por las acusaciones de mi conciencia, natás, sn hijo, que eran los dos sujetos que efe» b
me enflaquecen el corazón con el pesar, al paso que amistad para su más autorizado símbolo.
fertilizan la voluntad con el arrepentimiento. ¡Oh qué Según estos dulces y santos vínculos con quetem»-
torpe, qué desbaratado y qué ciego ha sido mi viví:! gos se enlazan y se unen , vuesamerced es otro ;o ro
No atendía que los júbilos mundanos son parecidos al daderamente : luego mal pudiera ocultarle la verdad
aireen su poca sustancia; al fuego, en que cuando en todo asunto, cuando no es posible oculte el coruoo
más deleita, es cuando más abrasa; al agua, en que á su amigo aquello mismo que sabe; antes bien des
ahoga; y á la tierra, en que sepulta. Si mis ofensas falta cansa si es tristeza, ó se alegra más si es gusto, »
ran, no tuviera esta prisión. Viví resuelto á pecar, y comunicar á su amigo las noticias de todo cuanUí r=.r
pequé en no haber abominado lo mismo con que peca él pasa. En cuyo verdadero concepto, digo qoe mí1
ba. Caminé por tales pantanos, pero tan ciego de los hay en mí , amigo, de culpa en lo que suena, nadatec-
ojos del alma, que caminando caia, y no acertaba á go de delito en los que me atribuyen; en todo esto!
levantarme; á manera del elefante, que en dando el iuocente, y en estas verdades mías se agitarán W>
grande edificio de su cuerpo en tierra , no tiene aptitud lo inmenso las justas dudas de vuesamerced, ad»>
para moverse. Era tanto el peso de mis culpas, que no rando se me castigue con tanto rigor por lo qoe ni w
podía levantarme con él ; y en este mismo hecho le du de pensamiento he cometido. Pero suspenda ros-
plicaba por instantes, porque el que está con la culpa merced el curso de sn duda , que es mayor la cana
bien hallado, no puede verse desprendido della, y que aquí me ha puesto que aquella que no hice?*
en el mismo quererla, acredita el caso de duplicarla. publica.
Muchas veces me gritó el cielo; es constante que sus Mis pecados ocultos, mis reiteradas ofensas, mi c*
voces las advertía el corazón , pero ¿ de qué importaba, tinuo ofender á la Majestad divina, me han reducid»
si las despreciaba la voluntad? Reconocíalas cómoda al estado en que me veo ; esta es la verdadera caos
Dios, mas yo no podía dejar de ser pecador; conside del castigo que experimento, este el certísimo molí'9
raba mis culpas, y el dolor que debia tener de ellas lo de la prisión que sufro, y esta la razón qoe jo*
convertía en gusto mi maldad ; via claramente el ca ser de peor calidad estos delitos que los que roeaca-
mino de la vida, y con todo eso seguía pertinaz el de mulan ; en estos estoy inocente , en aquellos convicto-
la muerte , pareciéndome que en las delicias que en ¡Ojalá hubiese cometido los que me atribuyen, j»
este encontraba , aunque aparentes, podía respirar to jos que confieso! Seria sin duda mi castigo el ""*
das las libertades de aquella ; ciego , en Tin , en mis ini que ahora experimento, pero estaría más libre el alta
quidades, sordo en mis complacencias, insensible en de borrones; tendría estas prisiones, estas penal*
mis diversiones , y bruto en mis incidencias , yacia se des y estos tormentos corporales, mas el espirita «
pultado entre los tiranos brazos del mortal letargo de estaría embarazado con el negro horroroso labeni
los vicios, sin reconocer mi estado, registrando mi en donde tanta inponderable culpa lo lia enreda <
tendria que llorar estas penas que padeico, per" tv
maldad ; sin buscar el médico, advirtiendo mi dolencia.
EPISTOLARIO. 583
ne sentir tantos pecados que me agravan y aterran; sivas voces manifestó ó Otón la verdad de Aristarco y
»ria esto mérito en el alto y tremendo tribunal de Dios; la crueldad do Lísidas. Inmediatamente se le quitó á
ero ¿qué serán en él mis delitos contra su Majestad este la vida, y se premió á aquel; saludándole todos con
¡»¡na, sino más ansia y aun condenación eterna, de el nombre de libertador de la patria. ¡Ay, amigo! si
ge me bace tan acreedor mi relajadísima vida , mis hubiera muchos Otones como este, no faltarían los
erniciosas costumbres, mis horribles obras, mis viles públicos castigos de muchos Lísidas, porque habría
snsainientos y mis indignas palabras? algunos famosos ó animosos Aristarcos; como fallan
Hay mocha diferencia, querido amigo, de qne un los primeros, viven á su libertad los segundos, y ni
jmbre (sea enhorabuena de alto carácter) se contemple aun á respirar se atreven los postreros. Crea vuesa-
¡otro agraviado, 4 que por este mismo esté Dios ofen- merced que el que con rigor injusto gobierna, teme á
ido. Esto siempre es pecado, y aquello puede no ser los mismos que por él tiemblan , porque recae sobre su
ochas veces culpa, sino efecto de la caridad. Algu- causa este temor. Por lo mismo dice Séneca: a El malo
>s hombres quieren que los preceptos se sujeten á sus íi todos persigue y á todos teme.» Y da la razón Católo
das, no sujetar sus vidas á los preceptos ; aunque sus diciendo: a Porque el que no hizo bien á ninguno, ¿qué
tiones los caractericen de pésimos, se ofenden si los puede esperar sino mal de todos?»
unan malos. Pues por cierto que , si la intención del Aun más que como á juez, se mira como á padre al
i? así los nombra es la de corregirlos para que sus que loes bueno; pero del malo, todos son enemigos por
ovidencias injustas no aflijan tanto á aquellos sobre serlo él de todos. El primer esmalte del que gobierna
lienes tienen potestad , está tan lejos de ser culpa, es la humanidad en el trato y en las providencias, por
(ees virtud; dícelo asi el mismo Dios: «El que con que esta poderosa virtud roba los corazones de todos.
ro mando y con riguroso orgullo gobierna, será abor- I Qué humano fué Cristo con Tomé en su resurrec
:ido del pueblo ; y entre este habrá quien, inflamado ción ! Dejóse tocar como hombre, para hacerse recono
mi honor, lo apedree públicamente para derribar su cer como Dios. No hay cosa más atractiva que la afa
Kibiaen el abismo.» bilidad en los ministros, y en todos; pero en aquellos
Contra los ministros y privados crueles nunca faltó, con mucho más motivo. La aspereza y el rigor, des
quien declamase, ni monarca que los corrigiese, pués de ser públicos sus delitos, ¿qué han de procrear
an privado del emperador Otón fuéLfsidas, su minis- sino horror, aversión y deseos de ruina?
". enteramente le tenia entregado el gobierno del im- En efecto, amigo mió, por lo relajado de mi vida me
"¡o ; gemia el pueblo bajo su cruel dominio , al paso acusa hoy mi conciencia ; esta reconoce lo mucho que,
e Lísidas duplicaba contra él todo el fuego de su ri- á Dios he ofendido, al mismo tiempo que halla ningu
f. No faltó ánimo tan valiente y espíritu tan alentado, na la causa que he dado para que se me castigue por lo
e no se atreviese á escribir contra sus públicos deli- que se me imputa: luego debo verdaderamente creer
i, para que la noticia desto y de su imponderable ti que su infinita misericordia quiere por este medio mi
lia llegase i noticia de Otón: declamó con desemba enmienda, respecto de que por esta parte me castiga ;
lo, con fervor y claridad en un escrito Aristarco. Lie- pues es constante que al que castiga lo mejora. Prue
este por medio de sus parciales (que á la crueldad , bas hay relevantísimas quo así lo justifican. Por ser
la insolencia nunca faltan apasionados) ámanos de Manases mal Rey, lo castigó tan severamente, que lo
sidas, el que temblando de cólera, ciego de ira, des redujo á ser esclavo; pero supo serlo tan bien, y sacar
anido con la soberbia, y sin respirar con sosiego hasta de su merecido tormento tanto fruto, que volvió des
nar venganza, quiso que esta le satisfaciese por su pués ó ser buen rey. A Nabuco, de inhumano Cero lo
¡no , respecto de que estaba en ella el dar ó quitar la hizo fiera, y de fiera lo hizo humano. Estos rodeos de
la al qne quisiese. Empuñó la espada para matar á la divina justicia solo son comprensibles á aquel in
istarco, cuando reflexionando el lance, determinó finito entendimiento de donde dimana, que aun á los
r parte del caso á el Emperador, á fin de justificarse buenos los aflige con males para que sean mejores.
& con él, y de discurrir castigo más inhumano á el Bueno era Job, pero se purificó su paciencia con
ie llamaba infame detractor. En fin, puso el escrito de el crisol de sus trabajos. El mal que llegó á estable
istarco en manos del Emperador, pidiéndole rendida cerse y radicarse en lo interior, no se cura con suaves
hipócritamente vindicase su estimación con el castigo medicamentos, sino con todo el rigor de los vomi
¡ Aristarco. Leyó con cordura y gran despacio el papel, tivos y otros tan duros como angustiosos. Más quiere
después respondió á Lísidas con gravedad : «Aris- el padre al hijo cuando sus defectos castiga con rigor,
rcoteacusa y declama contra tí, refiriendo tantos de que cuando los tolera con alabarlos: con aquello quiere
as tuyos, que me horroriza el leerlos. Aunque á mí ponga en olvido lo malo, y con esto inteuta que jamás
• me nombra, me hace reo con el pueblo por haberte ejercite lo bueno.
lerado. En esta inteligencia, ó esto es ó no es cierto : Esto mismo está conmigo pasando : mis culpas se
bo lo es, experimentará Aristarco todo el castigo que repetían con la libertad; y Dios, que estima tatito la
impondrá mi justicia, que será cruelísima ; pero si lo enmienda del pecador, dispuso este castigo para que
» el mismo se ejecutará en tu persona, procurando con él y la memoria de mis excesos los conozca perfec
1 enmendar en él el descuido del personal gobierno tamente, para que si vuelvo ú tener libertad , no vuel
• nú imperio, para ser en lo sucesivo buen padre de va á amontonar pecados. Ninguno de los mortales es i
is vasallos, si hasta aquí fui para lo mismo mal em- todas horas cuerdo; y aunque es de todos el errar, so
irador.» En efecto, mandó prender á Lísidas y á Aris- lo es de los necios la perseverancia en el error conoci
rc<>, para ver y examinar quién tenia razón ; y sabi- do. No solo reconozco y confieso procede esta pena de
>«to por el pueblo, con repetidas lágrimas y compa haber ofendido á Dios, sino también que hoy me cus ti
584 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ga, para qne mañana acierte. Así seguramente lo creo, Dios, antes que se justifique esta es fuerza purificar».
porque como dimana de su santísima mano el premio Está muy á los principios mi mal, y no menos mi dolor,
para el bueno, de ella del mismo tenor se origina el cas para que aquel justísimo y terrible brazo levante m
tigo para el malo. No obsta lo impugnen los hombres, justiciera y tremenda espada ; quiero decir, no es tui
para que venga dirigido de Dios. Estos son modos y me grande mi pesar de haber cometido tanta mucheduit-
dios que toma su tremenda justicia para corregir á los bre de culpas que pueda aplacar su justo enojo ; pw-
delincuentes, merecedores de mayor rigor. que no basta para obi arpien obrar presto, porque sn*
Irritado en extremo, como debía, Abisal, hermano sirve para obrar presto obrar bien : el fuego que ros
de Joab, contra Semei, porque apedreaba y malde presto se enciende es la pólvora, pero también es el
cía a David, lo quiso severamente castigar; pero no que más presto se apaga. Después de la culpa se ágw
lo permitió el Rey-Profeta, diciendo las palabras si el arrepentimiento, y sobre este recae el perdón; pan
guientes, dignas por cierto de que , aun más que en cometer aquella, nunca faltó tiempo á nuestra huma
papel , se impriman en los corazones de todos : «Deja, na miseria, pero para ejercitar este suele faltar ocasi»
Ahisai, que me maldiga y apedree Semei , que aunque á nuestra torpísima confianza. Tan infinitamente justi
no le he dado causa para ello, lo merecen mis pecados; ciero es Dios, como infinitamente misericordioso. Y
y cuando él lo hace. Dios se lo manda, que muchas siendo esto tan cierto, ¿que sea tal nuestra incorregible
veces se vale destos instrumentos para castigar nues ignorancia, que confiamos tanto en su infinita miseri
tras culpas.» cordia, que perseverando en el pecado , remitimos pa
Ea, amigo, ya tiene vuesamerced aquí patente que ra después la enmienda sin atender á su justicia ? A h
es peor la causa de mi castigo que la que me atribu menos, pues las confieso, ya conozco mis culpas; y es
yen; al que lo ha hecho, Dios se lo habrá inspira llegando el pecador á conocerlas, no está lejos de Ho
do, porque siempre viene el mayor golpe de mayor radas: caer en el pantano, sirve de aviso para sai*;
poder, y más estando Dios ofendido. Por esta razón otra vez huirlo. Necio seria el piloto que habiendo ex
influye para que se conspiren los hombres contra el perimentado el peligro del escollo, volviese á dirigir í
malo ; y lo que á primera vista parece producto del él la nave. Si yo hubiera despertado antes del tiraoa
aborrecimiento destos, puede ser muchas veces enojo siieñ,o en que me tuvieron sepultado mis brutales ape-
del altísimo, terminante á nuestro único provecho y titos, sin duda sería otro, aunque mis contra ríos fue
beneficio : porque entonces conoce el hombre lo que ran los mismos. Gracias les doy porque me kjm
es, cuando sus desdichas le ponen presente, no solo lo reducido al estado presente, pues en él aprendo á
que ha sido, sino lo que puede ser; entonces se aplica vivir; siempre se consigue no viviendo mal, jara
con mayor cuidado la medicina, cuando le aflige más vivir bien . Sí es tormento esta prisión, sin ella entea-
la enfermedad ; entonces, en fin , hay más sed , cuando pestad mi vida ; y tan tremenda, que apenas mecoais-
está más lejos el agua. De modo que puede decirse con cian las olas del mar tempestuoso del mundo alas ori
verdad que cuando Dios dispone estos castigos al hom llas del conocimiento, me arrebataban las furiosas on
bre por lo que no cometió, lo hace dichosísimo; por das del vicio al abismo de sus entrañas, en las que está
que esto no es más que adelantarle el castigo de su propiamente figurada la culpa ; y siempre quedaba su
culpa, para que llorándola , entro otra vez en el cami mergido en el engaño, sin facultades por dejarme lle
no de la gracia. var ciegamente de mis apetitos, y sin fuerzas para abrir
Sépalo vuesamerced , y sepa el mundo mi inocen los ojos á las luces de la razón y del escarmiento. Aqni
cia en lo que se dice ; pero no ignoren al mismo tiem solo hay cadenas que pueden servir de preciosas esta
po mí maldad cuando la publico. Sepan todos no di las para el cielo; pero allí solamente hallaban miste-
causa para lo que padezco en lo que me atribuyen ; pero eos deseos (como inspirados de las brutas preocupa
conozcan merezco esto y mucho más, por las impon ciones de la torpeza) transitorias complacencias, qs¡
derables culpas que he cometido : que son tantas, que eran pasos para el infierno. Solo el que ha sido ins
ni las voces pueden referirlas, ni la pluma expresar trumento para que yo experimente esta prisión la
las, ni caben en el número, ni hay papel donde escri dra en medio de sus opulencias más zozobras, ras
birlas; y tan grandes, que juntas todas las de los pe sentimientos y más penalidades. La mayor corona
cadores, no componen una parte de las mías. Y en fin, siempre remata en cruz. No hay en esta vida quien de
quiero que todos sepan que esta pública confesión mía la suya se escape. Aun las bendiciones de un padre
no me causa rubor hacerla ; pero sí todo el dolor y no se dan sin cruz , y á más bendiciones más cruces.
sentimiento que cabe en la humana posibilidad, el ha No porque, se mire más inmediata al sol , está menos
ber dado motivo para tener tanto peso sobre mi con distante la águila del fuego; antes bien puede cono
ciencia , y tanlo tirano mortal yugo sobre mi alma. cerse que cuanto más empinada una torre , está más
Fulminóme la traición aquello que no cometí, y esto cerca de aquel mayor planeta, pero no más lejos del
fué propiamente recaer un castigo disfrazado sobre rayo ; y que lo que se halla más vecino á la luz hace
otros ocultos pecados cometidos. Aseguró la malicia lo más sombra. Necio es quien se asegura tanto de si
que no pensó mi inocencia, mas vino el golpe tan mismo, que sin temer su caída, á todos se presen
dirigido de Dios, como recibido del delincuente. En ta airado ; porque hasta llegar al puerto vive ex
fin , se me atribuyó una falsedad , porque en mí ya ha puesto á una tormenta el bajel. En no sabiendo regir
bía muchas ofensas : quien quiere tropezar, siempre con prudencia los bienes cuando se alcanzan , son nue
encuentra adonde ; y quien quiere hacer mal , poco le vos males, que como enemigos ofenden. Por esto
cuesta buscar el por qué. Si este viene de los hombres, aconseja Séneca que «nunca es más desdichado el
la razón descubre luego la calumnia ; mas viniendo de hombre que cuando está elevado sobre la columna de
EPISTOLARIO. 583
la dicha , y por su tiranía es aborrecido de todos ; cuan Para concluir, diré solo que en esta prisión se redu-
tos sintieron su gobierno como azote, harán experi ce*ni vida á lo que prometo decir á vuesamerced en
mente sus sentimientos como castigo». otra; pidiéndole solo en esta, no que disimule lo dila
Porque le relucen al mochuelo los ojos, vuelan las tado della, si acaso le molesta (que esto lo ejecuto á
ives a quitárselos como pueden, y porque se quiere instancias suyas, con harto trabajo mió), sino que no
idelantar á los otros árboles el almendro, parece que sienta lo que padezco , pues no es suficiente pena para
;ohechados contra él se conjuran los tiempos. Este vi- mis legítimos delitos. Que no se acongoje porque dure
jrio frágil de la fortuna (que parece en el concepto de mi prisión, pues así no me faltará tiempo para salir
ilgunos de bronce ) se quiebra, ó á lo menos se empa mejorado, porque más se mortifica el cuerpo con gol
ja, con un aliento; porque pendiendo el vivir de solo pes continuados, aunque pequeños, que con uno solo,
ilentar, si un aliento construye la organización de la aunque muy fuerte. Y últimamente, que no se ape
íida, otro nos arrima á la gran máquina de la muerte. sadumbre aunque nada se logre, reconociendo que
Y que el hombre que mereció á su dicha aquella emi- esto será solamente lo que me convenga ; porque, más
íente que goza, no medite (por estar enteramente im- que los hombres piensen de otro modo, á nadie da Dios
)uido en ella) que si á veces el hacer bien á uno origi- más que lo que merece. La lástima es si no saben usar
ia peligros, qué no podrá causar el hacer mal á tantos! de ello como deben , convirtiendo el precioso lenitivo
Hospedó Menclao á Páris ; y dejándole encomendado en horroroso cáustico, porque entonces lo que sería
i Elena su regalo en su ausencia, á poco tiempo descanso , vendría á ser tormento.
iella se halló sin honra y sin mujer : de que resultaron Con que vuesamerced dirija á Dios sus ruegos para
tantas tragedias á Grecia, y últimamenteüa destruc- que, como hasta aquí me hadado tolerancia, en lo su
;ion de Trova , que habiendo sido productora de rayos, cesivo me preste paciencia , y hará vuesamerced cuan
toé aniquilada con fuego. to puede por mí. No le pido no me olvide, porque esto
El bien que hizo Hircanoá Heródes, lo recompensó es imposible en la amistad verdadera. Quedo emplean
sste con darle muerte á él y á sus hijos para alzarse con do la in¡a en pedir á la divina Majestad libre á vuesa
si reino. Por lo mismo nos aconseja el Eclesiástico no merced de pecar, para que no tenga que padecer;
se haga bien á todos, porque en ello .puede causarse porque ejecutando aquello, en este y en el otro mun
uno mal á sí mismo. Las zorras, dice Plinio, no se fian do es preciso se experimente esto. Y pues nuestro
de los hielos de los rios de Tracia , sin haber primero fin está en Dios, procuremos con toda voluntad servir
parado la oreja, para escuchar si corre muy honda el lo, para merecer por toda una eternidad gozarlo.
agua , infiriendo de aquí la firmeza del hielo. Pues si Este Señor guarde á vuesamerced los felices años
al que obra bien, le son indispensables estas precau que le desea su fiel amigo — Quevcdo.
ciones prudentes, para mantenerse seguro en el estado
rjue tenga, ¿qué no deberá temer aquel dequien todos CARTA CXI.
dicen no obra bien , por más favorecido que se halle,
y por más que le patentice monarca su privanza con el Carla moral é instructiva de don Francisco de Qticvttlo Xilttgn*,
I 'lo lo es , y su despotismo, su ambición y su entereza escrita desde San Marcos de León á su amigo Ad.m ilc la IVirra,
pintándole por horas su prisión, vía vida que en ella hacia, (a)
;on todos? Ya veo que la intención es madre de las
icciones, y que siendo aquella mala, es imposible Amigo y dueño: Como es cierto que ningún enfermo
;ean estas buenas : luego mal puede obrar nunca bien llama al médico para que le hable, sino para que le
juien siempre tiene dispuesta su intención para hacer cure, tiene el altojuicio de vuesamerced tan presente
nal. No dijo mucho Eurípides cuando afirmó quesegun esta doctrina (por ser el médico en quien espera algún
;ra el pastor, tal era el cordero. Pero Cristo, nuestro alivióla enfermedad de mi prisión), que hace dias guar
)ien , dice que un árbol malo no puede producir buen da tan discreto silencio, que ni me ha contestado á
'ruto. Lo mismo significó Séneca cuando dijo: «Cual una bien larga que le dirigí , esperando sin duda á eje
>s el dueño de la ciudad , tales son los que la habi- cutarlo cuando, hablando poco, me pueda curar mu
:i. » En siendo la inclinación cruel, no pueden ser cho. .
as operaciones piadosas. Y en fin, digo con Catulo, Efecto es este de su verdadera amistad y de su ele
jue cital es grey cual es el Rey». vado talento, porque es calidad conocida de rele
Basta, amigo; que cuando se precipita la lengua, no vantes ingenios buscar en las voces la verdad , y no
i.i y remedio como morderla para atajarla. El fuego de en la verdad las voces , como Augustino lo enseña. No
a ira solo se consume con el agua de la paciencia; quiere vuesamerced verter el precioso raudal de sus
:uandoel espíritu se irrita, remediarlo con el contra- voces con promesas, sino con verdades; no con espe
io extremo; en llegándose á agitar el ánimo con el ranza, sino con posesión; porque, así como esta es el
conocimiento de la razón, poca le asistirá si se aparta complemento del deseo, así también suele ser aquella
leí conocimiento. Aun para quejarse quiere Dios que el verdugo de los confiados.
1 hombre no llegue á enfurecerse. No está lejos de ser Con esta verdadera comprensión, no me altera,
enemigo de su prójimo en las obras quien, por más aunque lo sienta, el carecer tanto tiempo hace de las
notivos que tenga, lo es en las palabras. Rara vez he de vuesamerced, porque sé no esotra la causa que la
altado alguna contra el que empecé en esta á decla
mar; y esto fué, no ciego de la cólera, sino con el ca- (o) Ipial concepto de inédita qne la anterior podin merecer la
;i.n conocimiento de ser con vuesamcrced con quien presente, coleccionada i la pág. 65 del lomo i del Semanario de
Valladares , por los tajos y reveses que el editor dio en ella.
hablo, porque si con mi amigo no me desahogo, ¿con Imprimóla sujetándome i un traslado del último siglo, que debo
-juién lo he de hacer? al sciiur duque de Itivas.
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de estar midiendo con su prudente pulso los ¡niñea enterado yo de todo esto, mal puede cansarme senti
dos asuntos de la mia ; y que mientras más tiempo gas miento el silencio de vuesamerced , cuando con éi m
te vuesamerced en ella, serán más favorables y pre manifiesta su verdadera amistad; pues ni quiere a-
ciosas sus resultas, pues con él hallará la perfecta peranzarme hasta la total felicidad, ni arrojarse tu
coyuntura para no malograr el lance. Por esto decia presto á lograrla, que por desprevenido pudieran
Licurgo «que con el tiempo tienen gran cuenta los conseguirla. Lo primero, acredita á vuesamerced «
sabios»; y por esto asegura el predicador sagrado amigo, no de adulador; y lo segundo, de prudente,»
«que ni la velocidad conduce para la carrera, ni la de temerario.
prontitud para el éxito feliz, ni la fortaleza para las Toda batalla es infausta aun en las glorias del tris»
Vitorias, ni para el sustento lo sabio, ni para lo rico fo, si le falta la prerogativa de justa. Siéndolo Ua
lo docto; ni, en fin, para lo primoroso el arte, si no les la que animado de vuesamerced estoy proporcionaD¡¿,
asiste el tiempo y la sazón. » parece consecuente el lauro; pero como laveogaouj
Siempre fué ciega, como poco cuerda, la prisa. Nin el odio saben una áulica teología, adornada de enrak-
guna cosa grande quiso la naturaleza que se hiciese sas imposturas y de viles sutilezas,— otro ánimo .-pj
presto. Ley puso de nacer más tarde á lo que había de mió temiera quedar vencido no ignorando esto mis
gozar mayor vida, pues dándosela tan fácil á una ma mo, y más comprendiendo que siempre busca hia
riposa , emplea tantos años en sacar á luz un elefante. lina seguridad en la bondad ajena. Linaje de ¡si
Una resolución repentina regularmente produce un lencia tan horrendo como practicado solamente de ai
océano de males ; pero á un prudente obrar en tiempo indignos y cobardes, pues aquello que por su u.r.
y en sazón poco se le frustra, porque hubo lugar de propensión es amable , lo hacen con sus nocivas pe-
meditar la prevención, para no malograr el intento, suasiones aborrecible.
y de disponer los asuntos de tal modo, que basta el Nada desto me quita la confianza del triunfo, ta
complemento del discurso no se penetrase el arcano. to por tener en vuesamerced un poderoso abrigo pin
Como es la prevención madre de la dicha, rara vez aplicar con tiempo según sus avisos el contra-re&a,
produce yerros. David nos da exquisita pauta para que como por saber que no se debe temer á los embola
estimemos como merece el prevenido discurso. Cuan ros ; pues, como asegura san Pablo, el que enrtá:»
do salió á la batalla con aquel torreón de carne filis Ira el prójimo no puede engañar mucho tieraj.ij
teo, aunque esperaba derribarle con el primer guijar que los mismos perniciosos arbitrios que meéfc^a
ro, quiso ir prevenido con cinco, por lo que podia encubrir sus maldades , no sean los efectivas»»
suceder. Ni aun se fió de los que hallaría en el cami que las descubran todas. Pásese enhorabuenas
no, sino que los aseguró en el zurrón, sin que ni la tiempo sin que yo consiga mi libertad (i oafe
casualidad le pusiera en contingencias, ni la despre reiteradas supuestas acusaciones, que la venguaifr
vención en peligros. Y sin embargo de que es la pre curra y la malicia fulmine), que al fin ha de desa
vención siempre amable, no ignorar la ocasión opor brirse mi inculpabilidad, para terror y castigo ¿ti
tuna en que debe lucir no es menos plausible. No calumnias y sus injustos productores. Y entonces a-
consiste en que transcurra mucho tiempo para hallar drá más airosadesde esta desgracia aquella dicha;?*-
esta, sino en saber conocerla, y no malograrla. Entre que se reputará como Vitoria, y amanecerá ea U sa
ella y el tiempo hay la diferencia de que este siempre bia de la infelicidad , si no madrugando, veneieaíí.
sigue su curso, pero aquella no siempre presenta su Por lo mismo nos pinta Séneca á la desgracia esnei
carrera. Si una vez se pierde la ocasión, es difícil en de la dicha, diciendo a que las lecciones que en*p*
contrarla otra; y muchas, imposible. Avisó el ángel á Ha se aprenden, hacen muy durables y exquisito la
los yernos de Lot que salvasen sus«vidas saliendo con productos desta cuando se disfrutan ». Y yo aiM
él fuera de Sodoma, refiriéndoles habían de perecer á que los que son siempre dichosos, nunca dejante*
las violencias del fuego, luciéronse desentendidos á tan desgraciados; porque el mismo ignorar las misa*
severa intimación, persuadidos á que después tendrían los hace miserables. Saber ser infelices no es otra 2-
tiempo; mas cuando pasado poco, vieron arder en lla sa que haber acertado á saber ser dichosos, pon*
mas el aire, y en fuego la ciudad, conocieron que se les ¿qué mayor dicha que saber convertir en bienes u
habia ido ya la preciosa ocasión de librarse del mísero mayores males?
fin que les ofrecía aquel irritado elemento, enviado por Acuerdóme de que en mi antecedente dijeá vaea-
el divino poder. - merced «que el Principe libra en los infórmelo* ns
El prudentísimo pensar de vuesamerced estará, sin ministros el acierto desús determinaciones, y qats
duda, observando los mínimos movimientos de los aquellos son perversos, por fuerza han de serinjuifl
contrarios para asegurar sus ideas. Contemplará sus estas; pero que el Príncipe no es responsable, pwr3
acciones y sus trazas, para poder acertar el tiro con lo ejecuta entendiendo obran aquellos con arregla i ti
el examen que á vuesamerced tengo encargado eje razón.» Ahora digo lo mismo ; mas añado qne 00 a-
cute, avisándome de sus resultas, por lastimosas que cuso de pecado al Principe que, antes de elevará sai
sean; que ya tengo á vuesamerced prevenido las re ministros y privados á tan alta dignidad, noliace»
cibirá el júbilo antes que las conozca la tristeza ; gran escrutinio de sus prendas y virtudes, reconax-ra-
pues ninguna desdicha hay tan grande , que no pueda do en lo posible hasta lo más recóndito de sus idea
hallar en ella consuelo la virtud. Para todo esto es ne ciones, para premiar con el ministerio y privar-» i
cesario tiempo y un perspicuo conocimiento de la me los buenos, y castigar con el rigor i los malas, ;i*
jor ocasión, porque es grande necedad aspirar al triun amigo, cuántos daños se evitaran si esto se Licia*'
fo, sin medir antes el entendimiento la distancia. Luego Resplandecería enlouces la virtud úa uúñá», l*f*
EPISTOLARIO. 587
ticia sin interés, y la misericordia sin soborno. Tres llamarían atrevimiento abominable y culpa inormísi-
puntos que, pendiendo en ellos todo el gran edificio ma. Con poco flanco que adviertan, nos acometen los
de la monarquía , por fuerza ha de verse esta sin ci enemigos; no quiero enfurecerlos más, para no tener
miento estando aquellos sin evidencia. más que sufrirlos , y nada menos que perdonarlos. Así
No , Señor ; no consiste el tener ministros y priva como el bueno anda siempre deseoso de hacer obras
dos en tenerlos, sino en saber elegirlos. Un buen vali buenas, pareciéndole muy pocas todas las que hace,
do puede hacer bueno aun mal rey; pero un mal pri por muchas que sean, así el malo se ejercita conti
vado, á un buen rey lo hará malísimo. Y siéndolo, es nuamente en el contrario extremo. Hambriento de
imposible esté ágil el cuerpo, hallándose enferma la obras malas, las solicita sin cesar, porque mientras
cabeza. Es imposible se observe la rectitud donde más ejecute, satisface mejor su inclinación perversa
vive la malicia, porque el pastor loco no puede diri y su gusto abominable. Aunque estos nos persigan
gir el ganado sino al precipicio. cruelmente, y consista el no experimentar sus rigores
En toda la casa del rico avariento no se halló uno en hacerse amigos suyos, de ningún modo se debe
que diese al pobre Lázaro las migajas que debajo de la hacer, porque entonces deja el bueno de serlo cuan
mesa se perdían ; porque en faltándole conducta al ge do se unió con el malo. Casos hay en que los perfetos
neral , todos los soldados yerran ; y en siendo malo el solicitaron la amistad y el trato de los malos, para ha
piloto, no faltarán escollos á la nave. ¡Desdichado el cerlos buenos, y últimamente lo lograron; pero bas
reino que tiene por privado de la mayor conlianza y tantes veces desla comunicación resultó que el bue
satisfacción del Rey á un inhumano, porque precisa no se hizo mucho peor que el malo. Ande tiznado por
mente ha de lograr que este sea implo. Si es bueno el cierto el carbonero , que eso es el efecto de su ejerci
ministro ó privado, sabe el Príncipe todos los delitos. cio; pero no se introduzca con él de ningún modo el
Pero le aconseja no los castigue todos , que el remedio lavandero, porque, por bien que libre, ha de sacar tiz
no ha de ser desolación ; y que sin faltar i la obliga nada la ropa. La culebra que el otro crió en su pecho,
ción de su altísima dignidad, no eche la humanidad le hizo por él que diese el último aliento. Desde pe
en olvido; haciéndole presente, para mayor esmalte de queños criaron Drutonio un lobo y Arísto un toro,
la real piedad, que Cristo era rey en la cruz, y discul tan domésticos, que á las amenazas de sus amos se
pó con la ignorancia la atrocidad más cruel. Esto pro humillaban y á los golpes se rendían; mas al Gn
duce el perfecto ; el malo solo puede influir malda Drutonio fué pasto del lobo, y Alisto triste víctima de
des. En uno ni en otro es extraño su obrar, porque las bastas de su toro. Y si se replica que estos eran ir-,
ni aquel puede hacer menos, ni este más. Por lo mis racionales, ¿qué mas irracional que el privado infiel,
mo necesita más el mundo de ejemplos que de prece- cuyo pecho es el centro de la tiranía, y cuyo brazo es
tos: aquellos educan, al paso que estos se olvidan. A verdugo de la justicia, padrastro de la razón , cuchillo
los primeros los siguen todos : los buenos por ser me de la inocencia y sangriento puñal de la verdad ?
jores, y los malos por no parecerlo ; mas los segundos, En este estado iba á cerrar esta ; pero acordándome
ni los buenos los necesitan, ni los malos los observan. de que en mi anterior prometí á vuesamerced pintar
Como los buenos guardan los del Decálogo, no faltan le la vida que paso en esta prisión (creyendo com
i ninguno ; pero como los malos no los guardan , fal placerle en ello), lo voy á ejecutar, y porque aquellas
tan á todos. mismas penas que se padecen , si no se destruyen en
Grande astrólogo ha habido, que al experimentar teramente , á lo menos se alivian comunicándolas con
las inhumanas operaciones de un privado , ó de un un amigo; pues todo aquel término que en esto se
monstruo, que conduce como del ramal al Rey por des emplea la pluma ó el acento, sirve de intermisión al
peñaderos y pantanos , hizo observación rigorosa de quebranto.
los influjos que en los astros se hallaban para dominar Aunque al principio de ella tuve mi prisión en una
lo; y halló tantas lastimosas conjunciones de trage torre desta santa casa , tan espaciosa como clara y
dias que había de producir en el tiempo de su regen abrigada para la presente estación, á poco tiempo,
cia, que, ó de compadecido ó de absorto, no quiso por orden superior (no diré nunca que por superior
continuar su observación, y murió dudando el fin de desorden), se me condujo á otra muchísimo más des
tan cruel basilisco. Y aunque es constante la invera- acomodada, que es donde permanezco. Redúcese á una
cidad de la astrologia judiciaria, es verdadero que los pieza subterránea, tan húmeda como un manantial,
astros inclinan con sus influjos, aunque no fuerzan. tan obscura, que en ella siempre es noche, y tan fría,
Pero si el espíritu de aquel hombre sobre quien tiene que nunca deja de parecer enero. Tiene, sin pondera
conexión el astro malo, está dispuesto para seguir sus ción, más traza de sepulcro que de cárcel. ¡Ya se ve; no
inspiraciones, ¿quién duda será tan pésimo como el podia esperarse menos de un ánimo vengativo ! porque
influjo 1 Pero no tendrá efecto este , por más poderoso en nada es más diligente y oficioso que en solicitar
que sea , si se dirige á quien , ó sabe por temer á Dios el castigo para conseguir la desolación de lo que abor
despreciarlo, ó no ignora por amar al prójimo, el modo rece; sin que para esto sea necesaria la concurrencia
de resistirlo. Ni á Dios teme, ni al prójimo ama, el pri de otra causa que la de no adaptarse el aborrecido á
vado de quien se habla. Luego ¿cómo no ha de ejecu las tiranas leyes de su insolencia. Modo es este que
tar los influjos de su astro, por inhumanos que sean? tiene por madre á la crueldad ; y ya se sabe que los que
Amigo mió, esta dotrina, que vuesamerced y todo profesan esta no se satisfacen con cortar de una vez
timorato tendrán porbuena, como lo es, seria, no solo lo que al fin han de cortar , sino con que la frecuencia
despreciada de otros, sino que harían della sacra- de los golpes haga más penoso y dilatado el marti
meuto, disponiendo le recibiese yo en castigo del que rio, porque así logran más tiempo sus satisfacciones :
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que como se alimentan solo, ó viendo tan tristes es ministros y privados en quienes deposita el Principela?
pectáculos, ó escuchando lastimosos lamentos, mien confianzas más grandes de su imperio, les censuran
tras más tiempo subsista el infeliz en el potro de sus los más pequeños delitos los hombres, como dice Plu
crueldades, disfrutan ellos más dilatadas complacen tarco. Luego, ¿qué no harán si los advierten crueles y
cias. Cuya durísima especie de impiedad, como dicta viciosos y vengativos? Estos pecan una vez , como lo
da desde el principio de su aversión, por esta, ni pue dos, porque pecan ; y porque abusan de su alto carác
den de sus ánimos desimprimirla, ni de sus pensa ter, otra vez. Por lo mismo dijo Séneca a que lo que
mientos borrarla. en unos hombres es apenas atendido , es en otros su
Ya dejo en esto expresado que hablo solo de aque mamente notado, porque en lo más grande siempre
lla casta de hombres que, después de ser enemigos, se reputó por mayor un leve exceso.» Pedro, Juan y
son crueles, que esto es ser dos veces contrarios. Diego dormían , pero solo cayó sobre Pedro la repre
Hay otros que, aunque sean rivales, no son impíos. hensión. Estaba elegido para piedra y cabeza de la
Estos, luego que se les pasa el primer Ímpetu de la Iglesia , y en quien habia de recaer tanta dignidad , era
ira (que les causó, no la aprehensión, como á los otros, preciso se tuviese el menor descuido por reprensible
sino la realidad de la ofensa ), ceden en los movimien defecto. Nunca causó novedad la ruina del endeble
tos que empezó á ejecutar la satisfacción del agravio : edificio, aunque fuese al impulso de corto viento;
que hasta en este nombre se diferencian de aquellos, mas siempre se notó mucho cayese la fortaleza aun al
pues solo la conocen con el de honrada venganza, sien repetido choque de los más furiosos. En ninguna ave
do en la realidad formidable malicia. Admiten que es cilla se repara que al sol no beba los rayos; pero si U
proprio de ánimos generosos los ruegos por satisfaccio águila no lo hiciera , seria gran defecto de su realce-
nes, conociendo que aquella docilidad en perdonar la razon. Fáltele agua con que ejercitar el curso de sa
injuria, es un elevarse á la virtud. Mas los primeros, corriente al arroyuelo por el estío, que no se echarí
tenaces siempre en la persecución y en el aborreci menos; pero el que goza privilegios de formidable rio,
miento , hasta en la última hora manifiestan este, y si téngala siempre de sobra ; porque de lo contrario, per
les es posible, ejercitan aquella. Acreditóse esto con derá su nombre la reputación.
Folciano, que fué gran privado del emperador Othon, Por más que los crueles se alaben de ser deeen-
y declarado enemigo de Lapsaco ,-porque declamó con dientes de grandes héroes, lo ajeno alaban úásas
tra su inimitable maldad. Púsolo una enfermedad pe pasados celebran. En mi jL'areo Bruto tengo dicho es
ligrosa en el último trance de su vida. Y acordán cada estatua de los mayores un consejo de broas por
dose en aquel momento de su rival (tonto era el odio lo eterno y eficaz de su persuasión; pues no Untoales-
que le tenia), aunque tantos años había que de man tigua lo que hizo el muerto , como lo que debe hat»t ti
dato suyo se hallaba rigorosamente preso Lapsaco, no vivo. Ahora añado que aquellasson tantos testigos o* li
quiso reconocer que estaba tan castigado como qui infamia del descendiente, cuantas imágenes goza di
siera; y escribió al Emperador un papel, en que le de su nobleza, si no corresponde á sus acciones ó si dese
cía : «Si los dioses se dignan llevarme á sí, nada os nera de sus virtudes. A este intento dijo Caluloique
«encargo más que el duro castigo de Lapsaco, por ninguno es sabio por lo que supo su padre , ni valien
»seios perjudicial, y al público enemigo. Pero sus- te por el brazo de su abuelo». Las recomendables glo
»penderéis el hacerlo hasta que yo espire; que si vivo, rias de los pasados son monstruosos lunares para los
»yo se lo impondré, como que sé á fondo todo el gran presentes que las heredaron, si corresponden á ellas
«reato de sus delitos.» Vivió Folciano, en fin; prosi degenerando de su grandeza, ó distrayéndose de la
guió en su persecución contra Lapsaco; pero descu obligación que al heredarlas le cargaron. Ajeno es de
brióse su traición por otra carta suya , en que con lodo crédito el que, habiendo tenido abuelos esclare
fesaba habia sido cuanto expuso al emperador Othon, cidos, obra como vil , pues esta es una de las infamias
horror que profesaba á Lapsaco. Esta cariase la remi indisculpables. Obre así el que adquirió en su naci
tió á un capitán, induciéndole á que matase á Lapsaco; miento la vileza, que esto es correspondiente asa
pero el capitán la puso en manos del Emperador, y le sangre ; pero debe ser más despreciado el que, tenién
informó de la tiranía de Folciano. El cual pagó con la dola buena, procede como villano. Y ¿que, siendo esto
muerte los excesos de su vida. tan evidente, ni quieran los hombres conocerlo, ni
Esta casta de hombres los compara un docto á la ma dejar de vivir más á expensas de su crueldad qne i
sa de los alfahareros, diciendo «que una vez de coci preceptos de la razón? Pues sepan, en fin, que este
da la figura que labraron della , si fué para demonio, mismo olvido de su progenie , y este abandono de sus
demonio es siempre.» Una vez de cocida y engendrada distinguidas dignidades, serán los testigos que origi
en el pecho la crueldad, solo la muerte tiene faculta nen sus ruinas, haciendo ver son ¡normes delincuen
des para arrancarla del; porque rara ó ninguna vez tes de su sangre y del estado.
pierde el arroyo el gusto que contrajo en la fuente. Es Bien conozco, amigo querido, que esto no es más
te es el mayor defecto de los hombres ; y mientras más que producir documentos sin otro fruto que el ningu
elevados, más defecto, porque donde es más sublime no de la material extensión. Delitos parecerían en mi
la dignidad, es más notable la culpa, excediendo la de pluma , en el concepto de algunos, los que en el dicta
la crueldad á todas. La mancha que en el sayal tosco men de otros (esto es, de los buenos) serian reputa
no se advierte, suele ser suma falla en el brocado. En dos por especiales ejemplos. Rara vez llego á morir
la más hermosa cara peca enormemente una peca. Y como rio el que nació arroyo, y ninguna dejó de pa
mientras más fuerte una muralla, es más notable su recer monstruoso el hombre que se crió entre fieras.
desolación al impulso de cualesquiera vientos. A los Vuesamerced entiende bien este sentido, porque en
EPISTOLARIO.
tiende; otros no lo comprenderán, porque no saben, no discurre mejor que el que piensa peor de sí , por
aunque sepan loque comprenden. Pero vuelvo ú nú que contemplando merece mucho más de lo que le
pintura; que el discurso ha sido largo. castigan-, lo tolera con prudencia, y aun reputa por
Tiene de latitud esta sepultura donde enterrado vi gran beneficio el que no le den mayor pena.»
vo, veinticuatro pies escasos, y diez y nueve de an Siendo tan breve esta estancia, no puede ser más
cho. Su techumbre y paredes están por muchas partes dilatada su pintura. Más campo ofrece la de la vida que
desmoronadas i fuerza de la humedad; y todo tan ne en ella paso; que sin duda ella sola lo es, si acaso pue
gro , que más parece recogimiento de ladrones fugi de alguna con propriedad llamarse vida en la dilatada
tivos que prisión de un hombre honrado. muerte deste mundo. Aquellas que respiran más di
Para entrar en ella hay que pasar por dos puertas chas del, son las que están cercadas de más infelici
que no se diferencian en lo fuerte ; una está al piso del dades; porque, como tengo dicho en otra parle, desdi
convento, y otra al de mi cárcel, después de veinte y cha es la dicha que se acaba; la que siempre dura es
siete escalones que tienen traza de despeñadero. Las dicha. Y aquí , cercado de trabajos, lleno de miserias y
dos están continuamente cerradas, á excepción de los constituido en lastimosos martirios y soledad y perse
ratos que diré, en que, más por cortesía que por con cución, puedo labrarme una felicidad eterna, tanto por
fianza, dejan la una abierta, pero la otra asegurada con mi sufrimiento como por estar separado del continuo
doble cuidado. . tropiezo que la libertad ofrece. Buena prenda es, y
En medio de la pieza está colocada una mesa, don prerogativa tan grande , que sol» la salud le excede ; pe
de escribo, que es tan grande, que admite sobre si ro con todo, no sé si me atreva á creer que muchos más
treinta ó más libros, de que me proveen estos mis ben se salvaran si no la tuvieran. Hombres ha habido tan
ditos hermanos. A la derecha, que mira al mediodía, observanlísimos de los divinos preceptos en prisiones,
tengo mi lecho, ni bien muy acomodado, ni bien su donde de la libertad se carece, que deificaban; y luego
mamente indecente. Cerca del está el de un criado que salieron de ellas fueron tan malos, que lo que en
que se me permite, de cuyo salario, que deberá gozar, una parte se admiró como santidad, en otra se abominó
aun no he formado concepto; creyendo no será ningu como parto del infierno.
no suficiente para satisfacerle el mérito de una tan vo Muy bien sé que la hipocresía caracteriza al malo de
luntaria como penosa prisión, que padece por el gusto bueno; no ignoro que un fingimiento repelido en
de servirme (o) : lo que hace con tales deseos de agra gaña al más avisado. Pero, con todo , un exacto ayuno,
darme, que confieso seria doble mi tormento si care una frecuente diciplina, una continua oración y me
ciera del ; porque al criado diligente y afecto á su amo, ditación, y una incesante vigilia, acompañado todo
más debe estimarle este por verle gustoso en su ser esto de un conocido desinterés , de una abominación á
vicio que por verse del bien servido, porque un siervo los vicios, y de una modestia y representación exte
mal contento á toda la casa enfada. rior respetable, es difícil sea parto, producto y efecto
Aunque regularmente estamos lo más del tiempo los de la hipocresía , sino de un ánimo enteramente incli
dos solos en esta triste habitación (cuyos aparatos se nado á la virtud. Todas estas circunstancias concurrie
componen de cuatro sillas, un brasero y un velón), no ron en el padre de quien aquí me tiene , cuando estuvo
falta bastante ruido, pues el que mis grillos causón tanto tiempo preso por los sacrilegos asuntos de Roma :
escede á otros mayores, si no en el estruendo, en lo salió á gozar los dulces desembarazos de su libertad; y
lastimoso. al que todos respetaban en la prisión como santo, abor
No hace muchos dias tenia dos pares, pero logró recieron en la libertad como á demonio. No digo que
orden para dejarme solo uno (pretendía se quitasen lo fuese, pero si atiendo á lo que produjo, no puedo
ambos) un gran religioso desta casa. Pesarán los que creer fuese otra cosa. Basta deste asunto , y vamos á
hoy tengo de ocho á nueve libras ; advirtiendo eran evacuar el principal que esta motiva.
mucho mayores los que me quitaron. V con ser tan Como este nuestro respirar, único indicio, aunque
grande el defecto de mi pierna, y mayor con el peso y tan delicado, de nuestro vivir.se va acabando por ins
sujeción de los grillos, ando con ellos como si no es tantes (por más que ignorantísimos disimulemos con
tuviera cojo. Dios ayuda al hombre perseguido como torpes ambiciones de inmortales el conocerlo), he de
con superior atención ; si da nieve, también da lana, pintará vuesamerced la vida que aquí paso, por horas,
para que lo que la una hiele, la otra abrigue. Para re refiriendo en cada una aquello en que la empleo; por
sistir mis trabajos me da su divina Majestad suficien que, además de que esto puede granjearme conti
tes fuerzas, poniéndome presente que más importa nua memoria de cuál será mi última, para estar en to
rendir el proprio querer y juicio, que lastimar la car das como si cualquiera dolías lo fuera , podré tam
ne con silicios y diciplinas , como enseña san Pablo; bién con tan perfecta contemplación hacerme otro,
pues aunque es buena la aspereza de la vida, es mejor aunque siempre sea el mismo. El proprio es el papa
la limpieza del afecto ; bien que aquella sirve mucho gayo que en el campo grazna que el que en la ciudad
para esta. saluda, y el mismo es el que fué en el monte duro tron
El hombre solo con su dolor es menos que su do co que la que en el pueblo es dulce lira. Esta gran
lor ; pero con Dios , es superior al dolor de que es ca diferencia pende únicamente en la cultura. Cultiván
paz. Y en efecto, para no errar en el sufrimiento, no dose el hombre en la perfección , poseerá altamente la
hay más que seguir á Séneca, pues dice a que ningu- virtud ; y así , pareciendo el proprio , no será el mismo
que fué en la culpa ; que al caminante no le hace otro,
(a) Esto destruye lo qae afirma el abad don Pablo Antonio de
Tárela en la Vida de Quevcdo, 4»»aber : «Qae un lego simóle le aunque lo parezca, el despojarse de la ropa pesada para
asistia, de lastima.» andar coa más desembarazo el camino. Caminantes
390 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
somos todos en este valle , cuya vereda, que debemos presente que podemos ser condenados ; y esta solí me
seguir, es aquella que se dirige á la patria. Nunca lle ditación basta para hacernos perfectos, ya que no po;
garemos a ella no despojándonos de la pesada carga de el de la contrición , por medio de la atricioa. No igno
nuestros pecados (viles efectos déla liumana flaque ro que este, por sorel mayor de todos, no es negocio
za); y entonces pareceremos otros, sin embargo de ser que en poco tiempo se facilita ; quiero decir, que 19
los mismos. Este es el motivo que rae asiste para seguir se logran tan fácilmente los muchos bienes que produ
tal método en esta pintura , porque con sus muertos ce. Pero no es tampoco menos evidente que lo que u
colores puedo vestir mi espíritu de vivísimas virtu se consigue en uno, puede lograrse en algunos días,
des. Y si poseyéndolas sé conservarlas, ellas me col siendo la aplicación la que debe; porque para ir r ■
marán de eternas dichas, que resultarán de mi tan in abajo no es menester querer, sino no hacer fuera
justo padecer; que este como sombra pasa, y puede para ir arriba. La misma incesante violencia de la cor
librarme mi paciencia en él, de aquel que por eterni riente tiene facultades para hacerlo; pero aunque lira
dades dura. Más vale entrar en el cielo con solo un ojo, no se vuelva , parece monstruosidad si no se pasa nie
que ser arrojado en el infierno con arabos; y última lante , porque el mismo no adelantar puede sermoúj
mente, es mucho más útil tolerar acá los tormentos para retroceder.
que las culpas merecen, muchos años, que estar su Muy tibio, no muy flaco (que hay grande diferencu
friendo los del purgatorio un solo instante. de uno á otro, como diré después), será, amigo, quita
A las siete de la mañana estoy ya vestido ; y sabien no adelante en la virtud con una contemplación, aun
do vuesamerced que aun en mi libertad no fui jamás in que sea muy corta, del último fin , si cada día la repile.
clinado á la superfluidad de las ropas, contentándome A lo menos se acordará de que no es eterno ; que a»
con aquellas que solo eran aseo, y no gala, solo decen que es una verdad tan patente, hay muchos que, sega:
cia propria, y no murmuración ajena,— estando preso, su olvido de la muerte y su entregamiento total a lt>
por fuerza he de tener mayor observancia en esto. Nun vicios, se juzgan por inmortales, ó á lo menos no tie
ca ignoré , querido amigo, que el hábito se hizo para nen nunca presente que han de morir, queeslomias»
cubrir los defectos del cuerpo, no para descubrir los para el caso. ¡Oh simples y desventurados muda; te
afectos del ánimo ; pero noté , con tanta frecuencia de ces, si no abandonáis esa que Ibmais vida feliz, y es
los que lo usan como sentimiento mió, que, con ser desdichada muerte, que os conduce insensiblemetlíí
hecho para ocultar nuestras flaquezas, en bastantes la eterna! Solo hay un Dios, y solo hay un día, poro*
descubría su ambición. No dice el vestido lo que es el que se difruten muchos ; y si este se pierde por íta
hombre, como sus obras. Aquello puede engañar, mas la» te, se pierde á Dios por una eternidad.
esto jamás puede mentir. Aquello representa solo al A las ocho me da mi criado el desayuno, que s ¿i
hombre un Narciso, pero sus acciones acreditan su mismo que vuesamerced sabe acostumbré siempre, j
virtud ó declaran su maldad. El que pretende que á su lo tomo en aquellos proprios términos que i w*
personase le dé estimación por el vestido, supone es merced causaba admiración el verlo. Este compuesto
más acreedor á ella el vestido que la persona. ¡Raro hace un todo muy ardiente, y de alguna parte de ü
pensar de los hombres : anteponer el indigno valor de ( por más que otra sea algo fresca) se puede formar «1
la ropa á la estimación de sus espíritus ! O sean ó no cáustico muy fino. Tomado hirviendo, causa mis pro
sean estos merecedores de la atención, siempre yerran. vecho que tibio y frió, porque no tiene tanto rigorsa
Si lo son, porque despreciándolos por cuidar más del fortaleza, por las razones que muchas veces dije áme-
traje que de ellos, se hacen dignos del común des samerced, las que hicieron fuerza á su alto talento.
precio ; y si no lo son , por la simpleza de querer sor Hecha esta diligencia , me pongo á escribir hasta Id
prender con lo mismo que han de desengañar : pues diez en varios asuntos que tengo principiados, y qw*
ni estos advierten que, por más que se vista de oveja el siera antes del fin de mis dias verlos concluidos. Cuan
lobo, presto lo ha de dar á conocer su inclinación si do uno me molesta , elijo otro ; con cuyo modo, &
se le pone delante la oveja; ni aquellos, que aunque mudar de tarea, me parece encuentro alivio en el pro-
se quiso disimular la mujer de Jeroboam con el vestido prio trabajo, á imitación de lo que acontece al cami
de labradora, en el sonido de sus pies llegó á conocerla nante , que con mudar de un hombro á otro las alfor
un ciego. jas, le parece muda de embarazo, sin aligerare! pes*
Una hora empleo en contemplar conforme pue Desde las diez á las once rezo algunas devociones,
do, si no como debo, no lo que soy, sino lo que tengo y desde esta hora á la de las doce leo en buenos y nu
de ser. Poco tiempo es para tanto asunto, corto espa los autores ; porque no hay ningún libro, por despre
cio para tanto empeño. Bien lo conozco, pero tam ciable que sea, que no tenga alguna cosa buena,»»
bién que un solo instante de meditación en la muer ni algún lunar el de mejor nota. Catulo tiene sus erro
te ha hecho infinitos santos; porque es el estímulo res, Quintiliano sus arrogancias, Cicerón algún absur
más aptísimo y poderoso para imprimir en el corazón do, Séneca bastante confusión ; y en fin, Homero ss>
un vivo deseo de querer vivir siempre (y en efecto, cegueras, y el satírico Juvenal sus desbarres; sin qee
practicarlo con los medios posibles ) como se quisiera le falten á Egecias algunos coucetos, á Sidonio media
haber vivido cuando se muere : pues reflexionando lo nas sutilezas, á Ennodio acierto en algunas compara
cierto de la muerte , su incierta hora , la nada de nues ciones, y á Aristarco, con ser tan insulsísimo, propne-
tro ser, lo grande de nuestras culpas , y lo recto y jus dad en bastantes ejemplos. De unos y de otros procos
ticiero de aquel divino Juez á quien se ha de dar es aprovecharme: de los malos para no seguirlos, J «
trechísima cuenta aun de los menores pensamientos, — los buenos para procurar imitarlos,
hace si acordarnos de que somos mortales, y nos pone a A los buenos y á los mSlos escritores, decía grao»"
EPISTOLARIO. S91
sámente Plutarco, es indispensable halagarlos; á los del cuerpo. Sentencia es de Séneca «que la sangría de
nalos para que lo dejen, y á los buenos para que lo los buenos es el ayuno». Además que por propia con
lomen.» veniencia, como dice Catulo, no debe cernerse mucho,
Dadas las doce, se oye el rnido que causa el abrir pues para no enfermar no hay cosa como la templan
a primera puerta de la prisión para bajar la comida, za. Y sigue san Pablo diciendo : « Porque la abstinencia
¡iie la conduce un criado de la casa, siguiendo á un conserva la salud mejor que el regalo.» Este solo sirve
eligioso benignísimo, el cual me hace compañía en de ensoberbecer á la carne, que es nuestro mayor
a mesa por disposición del Prelado, que me dispensa enemigo ; y es evidente que el que á su enemigo hala,-
-te y otros mayores beneficios, hijos de su religiosi- ga, á sus manos perece. No darle aquello que desee
bd y virtud. de la comida es grande mortificación. Esta es muy pa
Advierto ú vuesamerced que, así este como los do- recida á la muerte, porque la muerte no tiene partes,
nás alivios que experimento y diré , son originados de y la mortificación no se hade partir, porque está poco
i piedad del prelado desta santa casa ; pero se hacen aprovechado el que en un tiempo se hace violencias y
on todo cuidado, para que no los penetre el que fo- eu otro condeciende consigo. El pájaro que se ha es
aenta mi prisión, porque en el mismo instante que lo capado de muchos latos, si en uno le cogen, poco le
upiera se acabaran : porque, como su ánimo no es importa que de los demás esté suelto , porque este solo
itio que el de que el rigor del tormento sea el verdu- lo atormenta mas en la prisión que los demás en que
o de mi vida , por todas partes lo solicita para que estuvo inmediato á perder su libertad. No se debe tra
o por todos términos lo padezca. Mas, como nunca bajar solo en vencer el exterior, sino en sujetar los
illa Dios al que es perseguido de la crueldad, y no de afectos, que es lo primero; porque logrado esto, se
i justicia, además de la tolerancia que me inspira en consigue aquello. Cuma el cuerpo lo que le den, pero
.' k'S mis trabajos, infunde al mismo tiempo miseri- no le den todo lo que quiera comer; procurando ven
oidia en los que tienen mi prisión á su cuidado, para cerle en el deseo de querer más. Ninguna ley prohibe
ue, no siendo esta tan penosa, siga sin tropiezo mi que el hombre se alimente, porque es justo; pero la
«ciencia. Sabe Dios hasta dónde llegan los límites de de la razón que la da á todas, manila que no se harte;
is fuerzas humanas, y cuando estas pueden ceder porque, además de ser esto proprio de brutos, puede
goviadas con el peso de las desdichas, las alumbra no librarse de culpa.
on la luz de la fortaleza propia y piedad ajena, para Entre la comida y un rato de conversación con mi
|ue se recobre el ánimo y se disponga á sentir nuevos compañero de mesa y hermano de hábito, da la una.
[olpes de la persecución. Luego, si experimento tanto Retírase este y el criado que conduce la comida, cer
lien de su divina Majestad, ¿cómo han de consumir- rando tras si la puerta primera para subir, que dejan
ne todos los rigores que inventen contra mí mis con- siempre en estos actos abierta, por estar cerrada (y
rariosl bien, como tengo dicho) la primera para bajar.
La comida es muy decente, aunque penosa , por no Por más que quiera esmerarse la piedad y la confian
er la hora la mejor para mí , por estar acostumbrado za, estando observada del poder tirano, ejecuta loque
otra distinta , como vuesamerced sabe. Por esto me puede, no todo aquello que quisiera, porque teme que
cuerdo muchas veces de que, preguntando á Diógenes de un efecto de la caridad resulte contra sí un rayo
ue cuál era la mejor hora para comer, respondió «que de la aversión. Quiero decir, que aunque todos los in
ara el rico, cuando tuviese gana; y para el pobre, dividuos desta santa casa son asombro de la clemen
uando tuviese qué». Siendo yo rico en el particular cia y preciosos lustres de la conmiseración; aunque
e tener segura la comida , parecía regular usase de- usan conmigo de mucha, no es toda la que quisieran ;
a cuando tuviese gana; pero, por no repetir imper- porque como sabeu de dónde y de qué procede mi mar
uencias, la como cuando me la dan , aunque siempre tirio, temen que su misma misericordia sea para tor
0 más que lo preciso para mantenerme, no lo nece- mento suyo. Porque, como no aspira la crueldad á más
irio para matarme (a). gloria que á la de reducir á triste despojo y víctima
No entienda vuesamerced esta voz tan materíalmen- infeliz de su rigor á lo que aborrece, si aquellos á cu-
¡ como suena; que aunque la probaria en el mismo yo cuidado pone este castigo no cumplen á corres
sntido, tiene su objeto en otro más alto. pondencia de su vil deseo, mas que á miramientos de
Siendo muerte toda culpa, y muerte que puede serlo la justicia, descarga su tirano brazo sobre los mismos
erna, quiero decir, no como de modo que por la que nombró su maldad por ministros ó guardas de su
jla la cometa. Por ella perdió Esaú su mayorazgo, tiranía. Estos justos recelos hace que procedan con
indiéndolo por un plato de lentejas. Único símbolo tan cautas prevenciones estos mis hermanos religiosos
;l infeliz, que pierde por ella el mayorazgo ínestima- en mi custodia y cuidado; pero al mismo tiempo que
e de su alma, vendido por un plato tan vil como lo llegan á ejecutarlas, la misma violencia que impele
i el que apetece la glotonería. Los que esta profesan, para ello á sus piadosos pechos, les hace notablemen
do viven para comer; pero los templados, solo co- te sentirlas. Ya se ve ; como no es posible que la cle
en para vivir. De la comida se debe usar como por mencia nativa se asocie jamás con la tiranía natural,
¡nüdio y medicina de la hambre , no como por regalo obedece aquella á esta con tanta violencia, que en sus
mismas operaciones se distingue y observa, por temor
(o) «Si los frailes le hubieran alimentado de limosna , como se del poder , no por efecto de la propia crueldad.
ibreeotieode de la noticia bíogralka de Qditido que da el seuor
in Manuel José Quintana ala pag. 499 del tomo m de las Poettat Mi Juan (así se llama mi querido criado) me hace dar
Uctat cotidianas, lo bebiera expresado en esta carta.» (Don Ba- cuatro paseos, sosteniéndome algún tanto sobre sus
1 io Setasüan Castellanos, lomo iv, pag. 318.) hombros, para hacer menos molesto el embarazo de
392 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
los grillos , divirtiéndome media hora en esto , y en re al malo; que á este solo le parece superior lo malísimo.
ferirme ( porque no habla mal, aunque no escribe bien) y despreciable lo mejor. No solo no gusta de oir lo
algunos casos que le han pasado , pues aunque de po bueno, sino que abomina del que lo es, y del que lo
cos años, ha corrido bastante tierra. Otra media hora dice, y del que lo hace. Y estas tres diferencias no de
gasto en dar á Dios postradas y reverentes gracias por ben tenerse por molesta repetición, sentando que M
los muchos beneficios que me hace, manteniéndome bueno dice y hace lo mejor; porque, aunque esto es
con toda mi robustez en medio destos quebrantos ; en el que es así, no lo es mirado de otro modo. El que
los cuales resplandece tanto la divina Omnipotencia , parece bueno en sus obras, puede no serlo en sus pa
que siendo el menor dellos aptísimo para quitarme la labras; y el que lo fuese en estas, puede no serlo es
vida, me la deja gozar con tanta tranquilidad, que pue aquellas. Máxima es esta tan poderosa, que advirtieo-
do decir que jamás me sentí con más fuerzas ni más dola Séneca, dice : «No tengas por bueno al que losa
libre de achaques. Bien reconozco que esto es efecto en sus palabras, si no lo fuese en todas sus operacio
puro de la infinita misericordia de Dios, pues así como nes ; que la sirena para matar halaga. »
ha dispuesto padezca yo estas penalidades por castigar Lo que con toda pureza puedo asegurar á vuesamer-
mis delitos, así también quiere conozca esto mismo, ced es , que si todo el tiempo de mi prisión lo pasan
y apague con el agua de la contrición el adusto fuego con esta mi amable compañía, baria delito suficiente
de la culpa. Lo que me hace decir, en medio dé tanto para tenerla perpetua; porque aquí se registra á la sa
contrario poder como me persigue, lo que me enseña biduría tan en su punto, como á la verdad en su alta
David : «A mí y á Dios venga todo el mundo.» ra. Y siendo tan constante lo que dice Séneca, «que
A las dos me recojo en mi lecho , no tanto para dor de dos males que hay en la vida , que son ignorancia y
mir como para pensar, en donde estoy hasta las tres muerte, es más sensible la primera que la segunda,!
y media, que, si me quedo adormitado, me llama Juan parece no deben tener jurisdicción ni imperio los mie
y me levanto. dos della, alo menos en los ratos que voy refiriendo,
A esta hora, con corla diferencia, se vuelve á oir el pues todos están empleados en producir, en los que
ruido de la puerta primera, y baja el mismo religioso me festejan, los más peregrinos discursos y los mis
y el criado de la casa, no á otra cosa que á que este ad eminentes argumentos, metiendo yo alguna parte de!
ministre una buena porción de lumbre al brasero; la insuficiente caudal de mi entendimiento á ganancias
que recibo con tanto gusto como la comida, por el mu ciertas en tanto abismo de útilísimas agudezas /discre
cho frió que aquí se experimenta. Hecho esto, se retira ciones. Ya se ve; son doctísimos , y aunque ja o» se
el criado á cuidar de la puerta de arriba, para abrirla hace caso dellos, ó porque los ignoran, ó porqoe son
y cerrarla á algunos religiosos que les es permitido ba necios los que conociéndolos los desprecian, ó ponpe
jar á honrarme con sus visitas y á instruirme con sus la dicha del saber trae consigo el imperio de la despi
talentos. Regularmente son cuatro los que con fre da,— es seguro que más obran en un imperio los acier
cuencia concurren , aunque otras veces componen ma tos de un consejo, que las flechas ni la espada. Tengo
yor número; y aun tengo bastantes tardes la gran satis de emplear un rato en probar esto , para que sirva de
facción de que me favorezca con sus visitas el reverendo oculto castigo á los insensatos , que lo niegan con tal
padre Prior, sugeto verdaderamente recomendable tropel de confusas razones, que en esto mismo acredi
por su literatura, discreción, bondad y desembarazó tan su sinrazón.
para todo lo que sea dirigido al 'provecho y beneficio No admite duda que pueden más los discursos que
¿el prójimo; pues, porque este lo disfrute, es capaz de los brazos: porque aquellos, mientras más empleados,
despojarse enteramente del suyo. más agudos; y estos, mientras más luchan, más se rin
Sentados todos en mi frígido y tenebroso gabinete, den. Así lo entendieron los capitanes de Grecia, y por
que serán ya las cuatro , se tocan distintos asuntos ; lo mismo no fiaban solo del valor de Diomédes para re
ninguno pueril ni superficial, todos sí dignísimos de gistrar la campaña, sin que le acompañase la cordura de
ser oídos, tanto por las conferencias y disputas que Ulíses. Pudiera producir deslas pruebas infinitas; pe
sobre ellos se suscitan, por ser generalmente de los más ro , con otras de superior naturaleza, no tendrán q«
escabrosos y controvertidos , como por las altísimas ra responder sin temeridad los que á la sabiduría le qui
zones que cada uno produce en apoyo de lo que defien tan la preeminencia sobre el valor y las armas.
de. De modo que con verdad puedo decir que, aun Cuando quiso Dios darle compañero á Moisés en el
que compuesta de tan pocos sugetos , es esta una acade mando, escogió sesenta sabios para elegirlo.
mia tan grande , que de su inspección se ocultan pocas Solo pidió Salomón la sabiduría para ser gran re;,
ciencias y facultades ; pero tratadas todas con nervio, porque ella ha logrado más triunfos que las arma.-.
con elegancia, con juicio, penetración y sabiduría. ¿Qué pueden hacer estas, por mucho que hagan? ¿Su
Cada día me admiran más las nuevas doctrinas que jetar con violencia y oprimir con rigor ? Pues aqueiu
oigoá mis queridos hermanos; de lo que me resulta sujeta con discretas persuasiones de tal modo , que ro
aprender muchísimo que ignoraba. Ya se ve ; son todos ba ,los corazones y embelesa los espíritus. Una elegan
tan sabios, que, con saber tanto, presumen de no saber te oración, adornada con todos los suaves procelas de
nada; que es la única y más exquisita ciencia que pue la elocuencia, es una especie de embriaguez Un alta »
de y debe saber el docto ; porque la presunción , por tan poderosa, que no atrae con más nativo imperíuel
más que estribe sobre poderosos cimientos, siempre imán al acero, como ella á las voluntades más opuestas
pareció necedad. y á las almas más encontradas, a Esforzado serás, dice
Aunque se tocan bastantes materias, nose habla mu Dios en los Proverbios, si eres sabio y valiente y ii-
cho, poique lo bueno siempre pareció poco, menos duslrioso, porque sabrás guerrear con disposioiou ad
EPISTOLARIO. 893
rtíifíi.» Y últimamente, para más inexpugnable prue- tan detestable, qno se pn»de Humar el productor de
, por repelida en otra parte, y aun más al asun- todos»), — empleo la hora que hay hasta las cuatro y
, dice Dios «que es mejor la sabiduría que las ar media, en la que vuelvo á quedarme dormido, en leer;
as». Has, sin embargo, es documento de Pílágoras teniendo Juan muchas veces que levantarse á cnceu-»
acertado por cierto) que en todo ha de haber un dciúádcspavilarla luz.
ano de sal ; dando á entender que debe ser con « sa- Este género de estudio es el quemas me aprovecha,
¡ii: i» el saber». Y yo añado que ninguno debe usar pues el silencio de la hora, la aplicación con que lo
Ha como el rey don Alonso el Sabio, que, por alen— ejercito, y el ningún ruido ni alhoruto que pueda dis
rá las letras, se descuide del gobierno de lo que es- traer la atención dcsta subterránea habitación , dis
á su cargo. La sabiduría grande es aquella que con ponen se imprima tan fuertemente en la memoria cuan
discreción sazona las obras. Si se corre al camino to leo, que es como imposible se escape della en
la perfección sin ella, asiste poco deseo de llegar á muchos años lo que una vez recoge. Gracias á Dios,
Con una vez que se tropiece, es suficiente para li- que siempre me ha favorecido con esta alta potencia;
rse de modo que se quede sin provecho; porque que si fuera mi entendimiento igual , no produjera las
■i volver atrás basta no ir adelante. Si cada día públicas ignorancias que siempre en sus productos se
aduce menos agua el manantial, no está lejos de se experimentan. Ya veo que el ser en todo grande fue
rse. Si el espíritu se detiene, puede de modo res- ra grande monstruosidad. Contenióme con no ser tan
irse, que lo que empezó virtud termine en ini- pequeño en todo, que no pueda servir de algún prove
idad. cho en algo. Esto de tener mi paciencia y mi confor
A las seis administra mi criado el refresco, y signe midad desembarazadas para resistir las desdichas, y el
spues del la conversación hasta las siete, en cuya ningún júbilo que las felicidades me causan, no es
ra vuelvo á quedar en mi soledad y ¡encierro. Desde despreciable ; y últimamente , si el mayor discreto es
i hasta las ocho y media rezo ; empleándose en lo aquel que sabe labrarse el eterno bien, no soy muy
sino mi Juan, que es muy bien inclinado, y por ello necio , pues puede darme este el mismo sufrimiento
mí mucho más querido. A esta hora trae la cena el que para todo me asiste.
ado de la casa (y más lumbre para el brasero), En efecto, á la referida hora de las siete estoy ya
impañado de mi compañero de mesa. Cenamos, vestido, y empiezo á ejercitar el mismo genero de vi
odo yo en esto muy parco, como ú vuesamerced da expresado; pues, como aquí ni se muda de habita
consta, y tenemos después alguna conversación ción, ni se varia de sugelos con quien tratar, aun
tantemenle útil ; porque, aunque no hay potro que cuando sean diferentes las inclinaciones y distintos los
;a baldar roas que una mesa, aquí tienen poco lu- pensamientos, no pueden dejar de ser siempre unas
sus fuerzas. Apenas dan las nueve vuelven á ba- las operaciones, por más que se cambien en parte las
,si no todos , algunos de los mismos que me visitan palabras (a).
la tarde, y otros diferentes religiosos. Formamos Esta es, amigo mío, la puntual pinlura que á vue
re todos (siendo yo el lego en todas inteligencias) samerced prometí. Esta es la vida á que me tiene re
i general academia de las ciencias y artes, teniendo ducido el que , por no haber querido yo ser su privado,
cisión cada uno de resolver la duda que en cnales- es hoy mi enemigo con tanto tesón, que pareciendo ■
er materia y facultad á uno ó á todos se le ofrezca; cosa rara en sus años, es efecto proprio de sus inten
cuyos discretos y profundísimos aprietos (que se ciones.
can de intento) se oyen cosas muy preciosas, y al Lo que en la juventud se aprende, toda la vida du
ias que merecían esculpirse en bronce. ra; y el camino ó descamino della es la carrera para
I las diez y media se retiran todos , y me pongo ¡n- la vejez; y como dice Eurípides, a mal puede sazonar
díatamente á escribir hasta las doce. Gasto después el otoño lo que no floreció por mayo.» Por esto no
día hora en contemplar la grandeza de Dios y la na- llega para todos la vejez á un tiempo : algunas nacen
del hombre , asunto que ilustró siempre á mi tor- ya viejos, no porque sea en ellos breve la edad, sino
a, para reconocer á fondo mi miseria, porque se anticipan al tiempo en las virtudes. Por las
'resumo que es la cama mi sepultura, y procuro muchas morales suyas, mereció á los veinte años de su
i loda mi posibilidad tener un gran dolor de haber edad el consulado Valerio Corvino. Pero lo que admi
ndido á aquel Señor tantas veces. Pero sabiendo que ra más es, que siendo tan constante que á la ancia
divina Majestad recibe con su infinito amor al peca- nidad no le queda otra cosa que hacer que el arrepen
arrepentido, pongo todo mi esfuerzo para estarlo, timiento de lo que fué en la juventud, haya hombres
eniücndo es aquella la última noche de mi vida,
incluida esta admirable meditación, me desnuda (a) «De esta carta resulta una Inexactitud en el media que dice
fiida á entrarme en el lecho mi criado. Recógese es- y asegura Tarsia empico Qi'Kvt.no para alejar i los importunos
j" el suyo, y como están los dos tan ¡inmediatos, me de fuera , que supone le iban a divertir, con lo que expresa con
siguió librarse de sus visitas. Y si no dijese lo contrario Qucveuo,
■*;rle con su conversación hasta la una, en cuya hora aun deberia ponerse en duda, en atención i que en el estrecho
piezo á entregar mi vida á la' jurisdicción del sue- encierro en que se le tenia , no podia permitir el prior de San
, verdadera imagen de la muerte, Marcos visitas de personas extrañas, de las que se ve no habla
nueslrn autor. Rn vista de esto, permítasenos duilcmns también
tegulannenle duermo hasta las tres y media, en de que comiese Qitvedo en refectorio un dia de festividad con los
(a hora despierto; y siendo la ociosidad madre de frailes, como laminen dice Tarsia, y de todo lo que cuenta de se
«>s los vicios (lo que, habiéndolo conocido así, apoya mejante comida ; pues que, ó ileb ó suceder al salir de su prisión,
Mea , diciendo : «De ningún delito, por atroz y in- d no se concibe cómo pudo ser en la estrechez con que Se le
guardaba, y estando carpido de hierro por temor de que se esca
"" '¡"e sea, se librará el ocioso, pues este es uu vicio pase.! i Castellanos, Otra» Ut Qutittlii, tomo vi, pag. 321. )
Q-n.
594 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que, olvidados desto , ejerciten en su más que madu jardinero que quiere más fragante el rosal suele cer
ra edad las acciones vengativas de aquel formidable carle de la basura de más desapacible olor, así también
odio que en la mocedad engendraron. Ni quieren co- aquel Señor entonces quiere más al hombre cuan '•
• nocer que si el joven puede morir presto, el viejo no le ve en mayores persecuciones, manifestando su an-
puede vivir mucho; ni que de jóvenes escapan todos mildad en tolerarlas.
los que llegan á viejos, pero de viejos, ninguno. Claro Lo que hoy sufre el perseguido premia Dios m&üi-
es que no conocerá esto el que casi no conoce á Dios, na, disponiendo se descubra su inocencia y la uni
por aquella tibieza con que observa, ó no guarda, por dad de sus enemigos. No fien estos del secreta ni áá
mejor decir, sus precetos , y en particular el primero poder, porque nunca dejó de hacerse pública la cal-
y el quinto; aquel, porque mal puede amar i Dios pa que cometen algunos por cómplices, siguiendo il
quien á su prójimo aborrece; y este, porque su único que la ordena por cabeza. Aunque este y aquellos li
deseo es ofenderlo y arruinarlo. callen, los brutos la publicarán. Boca tendrán las pt-
Equivocan algunos ignorantes esta tibieza con la redes, lengua los mármoles, y ya se sabe que tiena
flaqueza, siendo asi que distan mucho, tanto como eco los techos , como dice J u venal. Sentencia es de
de uno al otro extremo. Esta puede ser virtud, pero Dios, en el Ecclesiaslés , «que las aves darán voces, j
aquella siempre es culpa. Gran dolor necesita el tibio, con'las plumas de sus alas escribirán la sentencia de
y solo mucha humildad el flaco. La tibieza es falta del los delincuentes.» Aunque gentil, habló Séneca coa»
ánimo, la flaqueza efecto de nuestra miseria. Al ti un san Pablo cuando dijo : a Necio es, por sabio qa:
bio aborrece Dios, y del flaco se compadece. De aquel, sea, el que cree que, por oculto y rebozado que esté $■
y no de este, se lee en el Apocalipsis que le vomita Dios. delito, no se ha de hacer público á todo el resto de te
A este Señor, de quien dice Isaías que no mata al li hombres; el mismo sigilo con que conserve sudel-
no que humea ni acaba de quebrar la caña cascada to ha de hacer reviente el pecho que lo guarda, ú ;..
(vivas representaciones del flaco), nos le pinta san Juan lo vomite.»
tan aborrecedor del tibio, que le lanza de si como vó Dio Fílidas la muerte á su hermano Artufo coa ti
mito. ansia de heredar á su padre Ritursio. Este fratrícidía
Mas dudando yo hubiese alguno que mirase más por fué tan secreto, como que aconteció estando Fílidas, il
otro que por sí, reflexiono agora que estos tibios en amar parecer, aunque después resultó lo contrario, marea-
á Dios, pero en perseguir al prójimo fuertes, lo hacen fermo. Y habiendo amanecido Artufo con áospuailt-
con propiedad : pues en el mismo injusto padecer que das en su cama, en nadie menos que en Fílidas poní*
á este motivan , miran más por él que por sí proprios, Ritursio la atención para indagar quién fué ú erad
pues lo que en ellos es culpa, será en aquel mérito si brazo que á su hijo primogénito dio cruel y Inüaa
lo lleva con paciencia. Esta es la llave prodigiosa la muerte. Mandó no dijesen nada desta á Fílidas, pw
brada con las moitiOcaciones (quecausala aversión con no duplicar con la pesadumbre el accidente Cogida,
que nos tratan y castigan los que mal nos quieren), que que el infeliz padre tenia por verdadero. Todas diligea-
abre las gloriosas puertas del cielo, donde nos asegura cias se hicieron ; pero no se descubría el agresor, por
una corona de dichas eternas, que se mereció toleran- más que discurría la cautela y el cuidado de descu
' do una vida de trabajos y asechanzas continuas. brirlo. Mejoró Fílidas , porque ya vio se iban resfrian
De todos mis contrarios puedo librarme, como no do las memorias de tan lastimosa tragedia. Pídele un
sea tibio en obrar bien, porque ú los desta especie ya dia á su padre le alargue las chinelas para salir un rato
los tiene respeto la crueldad, porque la exceden en de la cama. Tómalas el buen viejo para dárselas, y
todas sus operaciones. No es discurso mió, que el mis advierte que en la suela de la de la derecha estaba
mo Dios lo dice. Luego mal podré desembarazarme de pegada una sortija que siempre trajo consigo su que
mi enemigo cuando es todo aquello, y si cabe, mucho rido cuanto desgraciado hijo Artufo, y no se le h.-"-
más; que ni cabe en la voz para pronunciarlo, ni tie cuando se le encontró muerto. Recuerda este halb^
ne ámbitos el papel para escribirlo. Bastante lo siento, su sentimiento, y este prontamente avisa á su cuídak
no tanto por loque paso, cuanto por lo que él se'picr- Registra con todo el que pudo aquella y la otra chinela,
de; porque no es otra cosa para quien obra contra el y halla en esta dos gotas de sangre , que al instante in
prójimo, que labrarse su eterna perdición en el mismo flamaron la suya, por serlo aquella misma. Y en el mis
mal que á este motiva : pues del daño que le ocasione mo instante, atrepellándose los discursos anos 4 otros,
resultará la ruina que le precipite. juzga con verdad que el reo es su hijo, siendo otra
Yo sé muy bien que desde cualquier rinconcillo se Lijo el muerto. «Artufo traía siempre consigo esta sor
puede saltar al cielo, porque en la resignación consis tija (decía para sí Ritursio) : yo se la vi la noche de sa
te la bienaventuranza. Padezca yo enhorabuena su ri desgracia. No se le halló cuando cadáver , al paso que
gor, sienta su poder, castigúeme su brazo y aniquí Fílidas no pudo pisarla á no haber entrado en el cuarta
leme enteramente su crueldad; que, por más lastima de Artufo, porque este no entró nunca en el de aquel.
do y rendido que me deje su odio , más quiero, como Esta sangre de la otra chinela , ¿ quién duda es la mil,
me enseña Cristo, perder un ojo para entrar en el por ser la de mi Artufo? A este hijo mío mató Fí
cielo, que ser arrojado en el infierno con ambos. lidas , mi hijo, por avaricia. Pues sea instrumento de
Lo que creo y pienso es, que mientras más trazas la muerte de Fílidas su padre ; que en esto vengará cía
perniciosas y ardides depravados fabrique para du su sangre á su sangre , y hará recomendable esta ac
plicar mi tormento, de aquella misma punta con ción á la justicia.» Dióle las chinelas á Fílidas, y par
que me hiera nacerá la rosa que me corone. Dios es tió á referir el caso al Senado. Aseguróse áFilidas;y
eran consolador del tibie que lo busca; y así como el como el traidor siempre es cobarde, no tuvo otra ees
EPISTOLARIO. 593
qne responder sino confesar sn delito, y sufrir por él es el indispensable requisito para dar cursoy examen y
la pérdida de su vida , á que justamente lo sentencia sentencia definitiva al proceso.
ron. Avíseme vuesamerced de cuanto pueda descubrir en
Por estos 6 por otros semejantes inesperados trámi este asunto, y en los demás que le tengo encargados,
tes se descubren siempre las traiciones y las cruelda pues me precisa disponer un escrito para el Rey, que
des. Nada me lastiman , aunque con rigor me ofenden, creo me sirva de mucho , y lo dirigiré á las reales ma
los que conmigo las causan, porque no quiero ser de nos por las de vuesamerced ; y no puedo ejecutarlo sin
aquellos malos que solo temen la fama, sino de los po semejantes noticias.
tos que solo respetan sus conciencias. Y es evidente Quedo tan de vuesamerced como siempre, rogando
que sin gran trabajo no se compra una gran fama. á Dios guarde la vida de vuesamerced muchos y feli
Comprenda vuesamerced, amigo mió, por qué modo ces años, sin enemigos crueles y poderosos, que s^rá
tan raro espero la satisfacción del castigo que paso, suma complacencia para su verdadero amigo de vuesa
sin merecerlo por lo que me culpan, como larga merced. — Qvevedo.
mente expresé á vuesamerced en mi anterior. Lo que
ejecutan conmigo ha de pasar (y aun creo será peor)
con los que lo motivan. Preciso es que experimenten CARTA CXII.
en si el mismo mal que ocasionan á su prójimo, porque Carta moral t instructiva que i don Francisco de Qoevedo Vi
está muy mal con Dios quien con aquel no está bien. llegas dirigid Adán de la Parra, su grande amigo, en respuesta
de las dos antecedentes, («)
Cierto Licurgo quería vengarse de Hanlio, porque
era justo en su profesión , cortándole las cepas de una Amigo , dueño y señor : Satisfago á las dos elevadí-
viña; y del mismo airado impulso para ejecutarlo, re siinas de vuesamerced, en cuya primera me refiere la
sultó su castigo, pues él proprio se cortó un muslo. No causa cierta de la prisión que padece, y en la segunda
pueden faltar las sentencias de Dios, y tiene dicho me pinta la habitación que le sirve de cárcel , y la vida
esto mismo en distintas partes. que en ella pasa. Una y otra causaron en mi alma los
Así como espero la remuneración de mi tolerancia más poderosos efetos del júbilo y de la tristeza. Aquel
(que pido á Dios sea cu descuento de mis gravísimas por ver á vuesamerced , como racional abeja, sacando
ofensas contra su Majestad divina), así también aguar miel de lo amargo; porque entonces se aliña más el
do se mejore la enfermedad de mi tormento, aun en el alma, cuando con paciencia se resisten los trabajos que
tiempo en que menos lo solicite. No hay tempestad sin injustamente buscó la enemistad al cuerpo. Y esta,
bonanza, ni hambre sin satisfacerse. La rueda desta porque cuanto vuesamerced experimenta de tormento,
que llaman fortuna siempre está en movimiento con paso yode martirio.
tinuo. Los que están en la eminencia de su rueda, solo No siempre lo antiguo tiene ganado crédito de ver
deben temer, aunque no lo temen, el caer; el abatido dadero.
no lo puede estar más si tocó el último grado de la Qne no hay amor sin provecho,
infelicidad, como á mí me sucede. Por lo mismo solo Ni amistad sin benetteio,
aguardo de una á otra vuelta subir; porque si el di dice un antiquísimo lema; pero, ó es falso, ó no habla
choso ha de temer verse infeliz, el infeliz bien puede con aquellos, si difíciles de hallarse, estrechísimos y
esperar verse dichoso. inseparables vínculos (si se encuentran) con que une
Todo esto tiene más superior objeto que el que se á las almas la amistad. De la mia no sé decir más que
representa. No es esta dicha que digo las que en este lo que de la suya dijo Diógenes estando enfermo su
destierro se disfrutan , sino aquellas que en la patria so amigo Casio: «No estoy bueno, dice, porque mi amigo
gozan. Infeliz soy en extremo por haber ofendido á está malo.» Entonces tendré yo consuelo, cuando vue
Dios; pero si á este conocimiento acompaña el debido samerced no tenga penas. Por lo mismo, no es otro el
dolor, y el prometimiento constante de la enmienda, interés de mi amistad , que de buscar el bien de vue
es indispensable que llegaré á ser dichoso eterna samerced, quien no está obligado á agradecérmelo,
mente. porque todo el que trabaja para bien suyo, aunque de
Al poner este punto se oyó abrir la puerta primera él resulte conveniencia á otro, no está este obligado i
de mi prisión para bajar la comida , pues aunque en es agradecimiento , sin embargo de que goza del benefi
ta hora no acostumbro escribir, sino leer, como llevo cio ; pues aquel que se lo proporcionó , no lo hizo con
dicho, hoy quise concluir esta que principié ayer; lo atención ni miramiento al extraño, sino con referencia
que ejecuto, diciendo solo aplique vuesamerced todos á sí propio. A este modo, cuando yo solicito y deseo
»us esfuerzos, sus máximas y entereza para percibir y el total alivio de vuesamerced , es por propia conve
comprender clara y distintamente el orden que se niencia mia, pues pende en conseguirlo quedar yo li
guarda en mi causa; pues, como no se me ha oido en bre de congojas. Cuando vuesamerced lamenta, es
justicia, penetro no se han fabricado otros documentos cuando yo suspiro ; mas cuando se alegre , será cuando
1'ie justifiquen las culpas que me acumulan (tan vo me complazca. Aunque no sea masque por esto, me
ceadas como no cometidas), que aquellos que llevaron precisa desear no tenga vuesaiuerced.que padecer, puet
i los reales oídos el rencor, la malicia y el engaño y la así no tendré yo que sentir.
cautela. No siendo esto así , á lo menos se me había de
haber tomado confesión; porque sin esta circunstan (a) La inserid Valladares muy mutilada en el Semanario eruiit»,
cia, no es visto ni hay disposicioq legal que lo permi i la pac 91 del tomo i. Pero yo Ojo mi temo con ella y un manus
to, se imponga el castigo á quien presumen reo. Y aun crito de la biblioteca particular de su majestad la Reina, que tuvt
cuando esto esté justificado plenamente, la confesión ocasión de ver detenidamente en casa del seflor marqués de I'idal,
■utoriudo para disfrutar aquellos preciosos tesoros literarios.
596 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Sí pudiesen ver esta carta muchos, creo dirían al «Creedme, dice, que bajóla dulzura de las palabra
gunos que este ir.odn de explicarme no pasaba de hiper está escondido el veneno.» Muchos hay que llevan une
bólico y exaperativo, pero falto, á la verdad, de certi desta calidad en su lengua, y otro en su corazón. To
dumbre. Nada menos que no haber sabido nunca ser do lo que parece acarician con el primero, matan m
amigo fiel, supone el que ignore estos milagros de la el segundo. En otra parte confirma el santo por amate
amistad. Los corazones de los verdaderos amigos guar la entereza de las voces, pues dice : a En sus vocesco-
dan tan prodigiosa armonía , que mensajeros casi infa nocerás quién es tu amigo, porque entonces resplaa-
libles de tas dichas ó de las desgracias, dan aviso de dece más la amistad verdadera, cuando las palabra;
estas ó de aquellas con sus movimientos y inspiracio con que se explica son más para corregirte quepan
nes. Si sonde pena, se oprimen, influyendo y comu deleitarte; que aquellas por fieles descubren el amo
nicando al alma una especie de melancolía tan rara, verdadero, y estas por falsas maniGestan la verdaüen
que cnanto se respira es más zozobra que aliento. Si traición.» Y en una palabra, no es leal el que porque
son de júbilo, se dilatan, y con alegrísimos anuncios su amigo dice a calor tengo » , responde ( aunque bz
llenan el pecho de vehementísima alegría. Bien expe frió) «que está sudando »; que este, si tiene de amia
rimentaron esto Litarco en Atonas, y Arlilao en Troya. el trato, es lisonjero en el modo.
El primero estando preso Claudiano, su amigo, aunque Con las reglas desos preciosos documentos, cim
muy distante de su vista , exclamó diciendo un dia des imitación guardé siempre con los pocos amigos qno
pués de comer, siendo exequia de su sentimiento un tengo (que apenas llegan á dos, siendo vuesameml
profundísimo suspiro: «¡Ay infelice, que según la el uno entero), me precisa, si no corregir, á lo meas
opresión que en este instante padezco en el corazón , ó extrañar como no fundadas algunas proposiciones de
me avisa mi muerte, ó la de mi amigo Claudiano en su sus cartas, que deben pasar más por sutiles que p*
prisión; y mesera tan sensible una como otra!» Y se verdaderas; porque, aunque estas preciosas prodoi -
verificó la muerte desteen aquella misma hora. Y el nes descubren los talentos, ocultan las realidades, te
segundo, habiendo sido su amigo Plació desafiado, á que en todo caso deben ocupar el lugar primero. Rea
cuya palestra no pudo asistir Arfilao por estar enfermo; comprenderá vuesamerced que no es otro mi íoia»
á poco rato de la comenzada batalla, se incorporó in que el de no quererle tan cargado de paciencia, que se
trépidamente sobre el lecho , queriendo arrojarse del equivoque con la culpa ; y tan lleno de tolerara, roe
con alegrísimos extremos; y preguntada la causa, di la tengan muchos por delito. Lo que en unosesri/tai,
jo : «Sin duda ha vencido Plació , pues así me lo avisan puede ser pecado en otros. La cicuta, queesaofew-
los consuelos de mi corazón.» La inmediata vuelta de no tan activo, engorda á las gallinas que la coses. El
Plació con la cierta noticia de haber muerto á su con ver á disanto tan abstenido de todo comercio» el
trario , aseguró el vaticinio. otro sexo, no era virtud adquirida, sino insíosbilüii
Destos casos tan prodigiosos están llenas las histo heredada: como no le instaba ningún estímulo, no te
rias. No remito a ellas á quien dude su verdad, porque movía otra continencia que la que es propia de un troa-
esta en semejantes casos se acredita más con experien co. «Si se abstuviera (decian muchos, ycon razon)por
cias que con ejemplos. ¿Cómo dará crédito á estos el temor de Dios, no tendría tan poco cuidado con sí
aquel cuyo corazón están duro, que jamás le enseñó conciencia en otras materias.» Y el advertir á Aurelio
esta nobleza? Queden pues castigados los incrédulos tan parco en la comida y bebida, tampoco era templi*
con la misma deslealtad de sus corazones ; pues infieles za, sino falta de apetito. A este modo, ¿ qué imp-orU
á la amistad , proceden como insensibles. Sé decir que que quiera vuesamerced obrar como dice eu la soya, s,
el mió más de una vez me ha manifestado con sus avi á mi parecer, esas mismas obras carecen de reflexión?
sos esta evidencia. No hace muchos días que me llené La prudencia que no mide el fin desde el principio,
impensadamente deste género de gozo imponderable. más es delirio que prudencia. No soy inclinado á con
Carecían, al parecer, de motivo aquellos alegres movi fundir los conectes sin declarar los asuntos, porqoe
mientos con que el corazón inflamaba al pecho; y ahora entonces se explican mejor las voces, cuando se hato
reflexiono, y con razón, serian efetos de haber quitado declarados sus objetos.
á vuesamerced los grillos, que me cemunica en su se Aunque observaba profundo silencio en voesama-
gunda. A más extendiera este punto, pero hay otros ced para disculparse de lo que le atribuyen y molió®
importantes que evacuar. prisión, nunca creí fuera otra la causa que la deesa
Vuesamerced conoce mi corazón , y sabe todo el fon callando para irse previniendo. Por lo mismo le decii
do de la amistad que le profeso. La experiencia se lo en las mias, y alguna vez enojado, que ¿hasta cuán
ha acreditado, no mis palabras; que cuesta poco pon do había de durar su no defenderse? Poníale presen
derar mucho , y hacer nada. La misma fineza de mi te que algunos atribuían á verdadera culpa la que*
amistad es la que da motivo para que en esta carta vuesamerced fulminó el odio, acrecentándose aquella
obre con vuesamerced con toda la fuerza del cáustico, más por el silencio de vuesamerced que por la asete-
huyendo adrede de la blandura del lenitivo. No captaré racion de los contrarios. Esperaba, en fin, de tanto*
su atención con parsimonias, sino empeñaré su ánimo llar un gran golpe ; pero me le causó vuesamerwl
en lo más justo con entereza. La dulzura de las voces grande en el corazón , cuando clara y distintainento
oculta la ponzoña de la lisonja ; y el que ama á otro, no me dice en su primera larga (con cuyo nombre la di
lia de ser con él lisonjero, sino veraz y fuerte. Siendo ferencio de otras reducidas que la antecedieron) <¡»s
el hijo la prenda quemas estima el padre, tal vez pa está empeñado en no disculparse, por másquejuzj;»''11
ra remediar su salud le corta un brazo por su mano. los hombres lo que Quieran de su silencio, ipun)»'
San Jerónimo reprueba la dulzura de aquella especie : se disculpa más el que calla que el que con defendí*
EPISTOLARIO. 507
« procura acreditar su inocencia; apoyando asto con tregarle sublime al imperio de los futuros siglos? Si
|ue Ciisto nuestro bien no se disculpó á los cargos que las propias voces de vuesamerced le convencen, ¿cómo
•ilatos le hizo ; y el gran concepto que este formó de quiere atgüirme con ellas? San Pablo, para mayor
o que era Cristo, fué porque no se disculpaba.» prueba mía y confusión de vuesamerced, dice las si
Ciertamente, amigo mió, que no puedo discurrir guientes, que son terribles: «No calles cuando el tes
dónde tenia vuesamerced empleado su alto entendi- timonio que te levanten sea contra tu reputación ; que
niento cuando usó de una prueba que , siendo tan ad- en amar tu buen nombre no obras contra tu prójimo;
aiiable y prodigiosa en el Redentor del mundo, es en antes pecarás si no procuras llevarle á la tierra con la
uesamerced, si no ridicula, insulsa alo menos. ¿Quién misma ó mayor estimación.» Falta vuesamerced á los
iensa así? ¿Un Quevedo producir lo que aun Zoilo lo que tienen su apellido y su sangre, porque si sirven
eodria por simpleza? A un preso que callaba á los de timbre y blasón las heroicas acciones del pariente,
argos que el juez le hacia, dijo este: «Haces síibia- ¿por qué no han de servir de lunar los delitos que en
nentesieres necio, pero neciamente si eres sabio.» él se tengan por ciertos? Últimamente, falta vuesa
>¡n duda estaba vuesamerced preocupado de algún pe- merced á los extraños, porque da lugar á que todos
ado sueño, con el que embargada la razón y oprimida murmuren, y Dios dice «que aun las obras buenas
3 prudencia, fué arbitra la fantasía para semejante dis- no se deben hacer, si deltas resulta notable murmu
urrir, cuando produjo y se pagó tanto deste alucinado ración».
lensamiento. Así como de cuantas flores al árbol, de Pero es para el caso más su boca de vuesamerced
antas esperanzas de frutos corona al labrador la pri- que los argumentos mios. En una obra suya, y como tal
navera, así también en cuantas defensas hace aquel á elevadísima, que me remitió desde otra prisión, no es
|uien se repula reo, se corona de otras tantas espéran tando yo lejos de experimentarla también por los mis
os que justifiquen su inculpabilidad. mos incidentes, dice vuesamerced asi (o) : «No miraba
No es aquel gran ejemplo de Cristo, que vuesamerced el Duque (de Osuna, que igualmente estaba preso)
orna por efugio, de tanta fuerza como piensa pnra no estas cosas ; y erró en presumir que su conciencia valia
inculparse. El ejemplo no debe medirse por las perso por todos los testigos sus contrarios, y que su grandeza
nas, sino por las cosas. Si el acto es conocidamente de y servicios eran satisfacción de lodo; y asi , no hizo de
virtud , se ha de tomar el ejemplo, aunque lo ejecute fensa alguna, remitiéndose al desprecio que hacia de
un salteador; pero si es menos virtuoso, no se debe su prisión. Mas como las leyes ni los jueces se gobier
lomar, aunque sea de un ángel del cielo ú de un após nan por conciencias, vino el Duque á quedar desabri
tol de Jesucristo. Por lo tanto, dice san Pablo (como gado y fin respuestas para las acusaciones.» Esto es de
vuesamerced lo trae en su primera larga de que hablo) vuesamerced, como también, «que más se disculpa el
«que se huya de todo lo que no edifique, por licito que calla que el que con alegatos se defiende.» Mal se
quesea». compadece esta con aquella doctrina ; distan de extremo
Pero prescindiendo desto, y para convencer á vue á extremo. Afirmar aquí una cosa y negarla en otra
samerced en la parte de que trato,— aun de las obras parte, es torpeza del entendimiento, ó poco discerni
del Hijo de Dios, que fueron de solo condescension para miento del discurso, ú efecto de voluntaria fantasía.
alivio de nuestra naturaleza, dicen los santos padres Yo bien sé cuál debe seguirse destas dos opiniones,
que no fueron para imitarlas. Una destas es aquel san pero vuesamerced parece dudó cuál debia creerse. Mu
tísimo y adorable silencio de su divina Majestad en el cho defecto es este para quien tanto sabe, y defecto
aso de culparle Pilatos. No solo no debe imitarse en que, por padecerlo vuesamerced, es fuerza que le
ales eventos, sino que puede pecarse en hacerlo. Clara- sienta yo.
nente lo dice Dios : o Cuando te acuse tu enemigo de lo La primera proposición de vuesamerced, con la ra
|ue no has hecho, sufre con paciencia la persecución ; zón convence ; la segunda solo se sostendrá con sofis
«ro discúlpate, que en justificar tu inocencia libro yo terías. La razón es superior á todo; luego ¿por qué he
il castigo de aquel.» No tiene el texto otra interpreta mos de ser tan torpes, que abandonemos lo real por lo
ron que la que suena ; es un precepto que obliga á su sofístico ?
observancia. Luego comete culpa quien ejecuta lo con- A la defensa, amigo mió; que á mí poco me servi
rario. Indiscreta es la pasión que se arrastra á lo ¡in ría el ser fidelísimo Chusi (o), como vuesamerced me
terfecto ; y si no merece castigo (que rara vez se exime lo manda, para examinar las máximas deste Achitofel,
1*1), es digna de reprensión. Esto mismo estávuesa- si advirtiera á vuesamerced pertinaz en su sentir. Más
nerced practicando con callar. es esto pusilanimidad del alma que grandeza del cora
No solo falta vuesamerced en no disculparse á sí mis- zón. Salir á rostro firme á vindicar la reputación con
no, sino á los propios y á los extraños. Falta vuesamer- enemigos poderosos, no es otra cosa que granjear el
'■eJ á sí mismo, porque quiere, con no poner los me triunfo, despreciando su poder y confiando en la ra
nos que acrediten su inculpabilidad , que el falso deli- zón que se tiene. No siempre duran los crueles en un
0 que le atribuyen quede por verdadero á la posteridad; imperio; fin desastrado experimentan todos, y tal vez
[vuesamerced mismo dice en la suya á otro asunto que por medios muy ajenos de comprenderlos aquella
'iene derecho á este, «que el morir no es delito, aun- grandeza con que viven. Y ¿qué sabe vuesamerced si
|ue es pena ; lo que es delito es dejar mal nombre en su defensa seria el instrumento destinado para la jus
•1 mundo de lo que en él se hubo vivido.» Y ¿qué de- ta ruina deste azote de la patria , tergiversación de la
"o no comete vuesamerced cuando, en fuerza de una
«considerada aprensión, quiere oscurecer su nom-
Jfe, dejándolo sin crédito en el mundo, pudiemlo en («) En los Anales de guiñee áiat.
(«) Y case el cajillalo 18 del libro u de los Kegct,
598 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ley , verdugo de la corona , guia perversa del que la samerced (ya que muera á manos de sos enemigos)
tiene, y padrastro de los que dicen la verdad? Puede como víctima inocente de la tiranía, que así vmri
ser hicieran tal impresión las aflictivas voces de vue eterna su fama. Pero no como reo de los delitos que le
samerced en los reales oídos, que despertando de atribuyen sin causa; porque así , espirando el cuerpo,
aquel pesado y insensible letargo de la razón en que quedará muerto el honor. Virtud es defenderse de
la maldad le tiene constituido, conociera lo justo y se aquello que daña. El buen nombre de vuesamerced ■:
vistiera de lo recto contra quien lo primero tiene des quiera tolerar ese daño, pues será poner su nombre et
conocido. Mas si, no atendiendo á esta prudente con mala opinión. No tema vuesamerced la ira de sus con
templación, quiere subsistir vuesamerced en omisión trarios, que aunque son poderosos, lo es mis lama
tan reprensible, oiga á Séneca lo que dice sobre este y la justicia; pues, como aquellos caminan por los der-
particular: o Entonces dejan de tener remedio los vi mmbaderos de la malicia, no faltará tiempo en qw
cios, cuando pasan á costumbres, porque en este caso queden atollados en sus pantanosos tránsitos, descu
(adelanta Diógenes) es más fácil sanar á un muerto bierta su maldad. Por más que al sol se le opongan las
que curar á un incorregible.» nubes, poco dura la ocultación de sus rayos, y enton
Por más que el primer licor que so infunde en el ces sale más airoso, cuando logra vencer tales impedi
barro diga el gusto que tendrá cuando le quiebren , no mentos. Pocos han muerto por el rigor de sus contra
tengo á vuesamerced por tan porfiado, que quiera que rios , sin que se hiciese pública su inocencia, por m
diga el principio que ha tomado en su causa cómo será que ellos fulminasen delitos donde no había culpa.
el fin ; porque es de necios porfiar en el error conoci Dejo de pararme en la admiración sin tiempo qae
do, por más que sea propio de los hombres el errar. vuesamerced hace en la suya primera, porque di a
La mayor parte de la obra es el buen principio , según mi última nombre de enemigos.á sus contrarios. Nos/
el verdadero axioma de los juristas : Cujusque reí yo cómo se llaman , si enemigos no se nombran, ü
polissima pars principiwn est. Siendo el principio primera dotrina que nos enseñan es pedir á Dios r«
que vuesamerced tomó pernicioso, serian formidables libre dellos, cuando nos persignamos. ¥ el Espirita
los fines si ahora, que hay tiempo, no se enmendara. Santo dice: n Aunque no debes querer mal i tu ene
Sepa el Rey y todo el mundo que solicita la maldad migo, porque en esto se peca, guárdate del.» io
quiere atrepellar ú la justicia, por más que aquella se nio atendiendo á esto , dijo Eurípides « que no bajeo
quiera paliar con los rayos desta. La justicia de igualmente útil á los hombres , como una saspecii
vuesamerced es su inocencia en lo que le atribuyen; prudente entre malos»; porque no siendo segara dis
y la maldad conocida, es aquella que con colores infa currir como buenos entre ellos , preciso viene 1 ■ el
mes de justicia le apropian. sospechar como malos.
A documentos de lo visible, como dice san Pablo, Vuesamerced estaba de gracia cuando escribió a
quiso Dios convencernos de lo invisible y más divino. primera, pues aunque lo sabe mejor que yo, ai ■
De más estarían muchos tribunales , si los que se supo quiso atender á que la felicidad del sabio no estaea
nen reos no se disculparan. De más se verían las leyes, que todo le suceda prósperamente , sino en mitigar en
si hubiesen de castigar el acusado de otro, sin que la ciencia lo que sin ella le causaría la mayor ®m
aquel se defendiese y este no lo probase. Todo seria y pena. El saber sacar de la desdicha la fortuna, es a
confusión, escándalo y venganza, porque obraría el mayor habilidad ; y aun para esto se requiere la con
odio, y no la justicia. Aun esta tiene sus equidades con currencia de aquellas circunstancias que, siendo cis
cas para el alma, se hagan recomendables para el mia
fuerza de limites ó coto ; y siendo esto así , de más es
taría la misericordia , si todo lo hubiese de sentenciar do. Llévense enhorabuena los trabajos con paciencia
cuando no tienen remedio ; pero inténtese esteportó-
el rigor, porque todo seria en este caso desolación, y no
remedio. Por miedo de la pena del talion , más que por dos los arbitrios justos que la prudencia inspire, ai»
que la enfermedad carezca de medicina por radicada.
temor de sus conciencias, no acusan muchos impíos á
Ni deja de ser cruel verdugo de su vida y de su esti
sus prójimos de lo que no hicieron. ¿Cuánto no acusa
mación quien así no procede; ni deja de quedar repu
rían á sus prójimos de delitos falsos si faltasen las dis
culpas y las probanzas? Este género de venganza seria tado por reo de lo que no hizo, el mócente que cali» »
el más valido, por más usado ; y nuestra ley no seria que á su defensa conviene decir.
de cristianos, sino de brutos, si lo permitiera. Y ajeno Al mismo tiempo hallo á vuesamerced moyentre?»-
do ádistinta contemplación cuando dispuso su seguía
vuesamerced de tales reflexiones, y pagado tanto con
su dictamen, no ha acertado á conocer su falsedad, pues ya en ella (aunque supone que á instancias m*!
alucinado sin duda con que su callar era meritorio, está reducido á emprender la batalla de su defensa, ^
es lo'que nos importa más; poique dalla, no solo peieo
siendo tan culpable. La heroicidad de sufrirse desluce
resultar el salir mejorado, ó con crédito, que es lora
con callar aquello que puede lucirla más.
Defiéndase vuesamerced vivamente ; y si su inculpa mo, sino también que los que hayan dado ato»»
los supuestos delitos, y los confirmen con el siie»
bilidad no convenciere al juez, sufra entonces con va
lor; que á lo menos siendo todo el mundo teatro de su de vuesamerced, se desimpresionen dellos y w*»
justicia, la mayor parte del habrá de dársela, por más aquel gran concepto que merecen sus justas ope™
que el que debiera hacérsela se la niegue. En este caso nes. Igualmente disculpa vuesamerced en ella »
danza mia en contestar á la primera con altísima- -
solo padecerá el tormento el cuerpo, pero quedará ilus
zones, y las mismas circunstancias que penetra i
tre y acendrada la reputación. Mas procediendo como
vuesamerced piensa, la reputación estará padeciendo fundamento de mi omisión, fueron earealidaw
mientras al cuerpo estuvieren castigando. Muera vue- la motivaron. Esto es leerse las almas y los coi ^
EPISTOLARIO. 599
amigos; esto es penetrar el tino las intenciones y parece que se cincela en bronce , según so duración. Y
«del otro, estando ausentes. Y esto es, en fin, uno en fin, estando el ánimo inclinado y persuadido á una
os efetos admirables que produce la amistad , de cosa , es difícil que mude de parecer , por visibles que
cuales dejo ya algunos referidos. sean las ventajas de otra. Nunca dejó Saúl de creer que
¡I que á so amigo divierte en el conflicto con sus David conspiraba contra su vida por más que había
ibras, parece que está distante de hacerlo con las justificado en distintas ocasiones lo que por ella mira
as. De cuantos ofrecieron á Job sus bienes en el ba ; pues habiendo podido quitársela por sus manos, sa
icipiode sus trabajos, ninguno lo puso en ejecución contentó con dejar testimonio que acreditase esta posi
el medio ni en el fin de sus aflicciones. Mandóme bilidad , y de no haber querido llegar á la ejecución.
samerced que fuese Chusi; nada tenia que escri- Por todo esto, y porque pierde mucho quien al pri
hasta que, obedeciendo, le participase noticias que mer lance se pierde (porque no es quedar mal para sí
editasen la ejecución del encargo , pues todas las solo, sino para muchos que le sucedan después, como
nás se tendrían por no importantes, dice Séneca: «El suceso de la primera acción es pre
.uego, pues, que leí la primera de vuesamerced, sagio de las que se siguen»), empleé algún tiempo en
pecé á discurrir para dar principio á su mandato, consultar el modo de dar principio; y meditado este,
quise arrojarme de presto á su ejecución, por no gasté otro tanto en tentar el vado, como aconseja Ca
ar el golpe ; que es cosa indigna en casos grandes dar lillo: «Tiéntalo todo, dice, para ver si hay por alguna
• satisfacción el no lo pensé. «Piensa mucho lo que parte salida; y habiendo muchas, párate á conocer la
hade hacer una vez,» dice Publio Siró. No puede mejor.» Y Cicerón continúa diciendo: «En el mayor
¡arse que tiene mucho de airoso lo repentino ; pero aprieto, nada dejes por tentar; que á veces los que
¡le tener más de permanente lo pensado. Esto, bien parecen imposibles, los hacen fáciles el espíritu y el
ede ser que no se haga con dicha, pero es imposible ingenio.» Con estas prevenciones, puse en batería mis
e sea sin alabanza. En no atendiendo á los fines, son máximas; y como rara vez se oculta el odio, por más
mpre inconsiderados los principios. Querían los de que lince el que le abriga lo cautele, á poco examen co
bel huir de los rigores del cielo , y pai a ello fabricá nocí, no solo el daño experimentado, sino el mayor que
is torres donde se cebasen más sus rayos. Debe me- amenaza , y quiénes lo fomentan. No puse al riesgo por
rse la distancia del blanco con la valentía del pulso, entonces ningún reparo; porque, además de que nada
rano perder, con la reputación, el tiro. Seguro tiene lograría, me exponía sin duda á quedar descubierto, y
as el acierto de sus obras; pero todas las pensó pri- (por sospechoso) inútil para lo sucesivo. Valíme, con la
¡ro por toda una eternidad. Antes de empeñarse en cautela necesaria, de un privado del contrario, que,
cosas grandes, es necesario mirarlo bien; y en ba queriendo ser mí amigo, empezó á conquistarme con
sado consultado, obrar con valor. A lo consultado, una traición que hizo á aquel; de que inferí no seria
esteza ; pero para la consulta, flema. Más presto llega extraño la hiciese á poco tiempo conmigo. «Mira cómo
ibajo quien se arroja por la ventana que el que baja habla y lo hace en ausencia de su amigo, el que quiera
i la escalera ; pero obrará más el que bajó que el que serlo tuyo (dice el gran Basilio); y de ahí inferirás lo
arrojó. Tarde da el fruto la palma, pero son de pal- que dirá y hará contigo después.» Porque «es tan difícil
i sus frutos. Igualmente es gran cordura conocerlas hallar un amigo (añade Prudencio) como es fácil te
atajas del contrario. Lo que este tiene de más poder, ner el nombre». Y siendo mi amigo la mitad de mi
puede vencer con un mejor pensar, porque el arte alma (como enseña Augustino), ¿qué alma tendrá la "
uce al poder, no teniendo el poder arte. Si cara á ca amistad de aquel , cuando obraba con su amistad tan
se quieren registrar los rayos del sol, mientras más sin alma? La traición se estima al paso que al traidor
vos los ojos, quedarán más ciegos. Rodéese algo pa- se aborrece , porque lo que este hace con uno,- es ca
lograr la empresa , siendo superior el contrario , que paz de ejecutarlo con todos. Por lo mismo , y porque sé
) llega más tarde á la población el que va por lo más que no es solo el Judas del Evangelio el que tiene la
rgo, siendo mejor el camino, que el que arriba á ella mano en el plato y la traición en el pecho , procedí con
irla vereda, si más inmediata, menos segura. En él tan prevenido de cautelas como ocupado de sospe
si todos los elementos tiene dominio el fuego, por- chas ; porque en habiendo precisión de tratar con ma
ie en la tierra se ceba y con el aire se aviva; mas los, conviene mucho usar de la máxima deSidonio:
> se introduce con el agua, porque sin duda peie- «Piensa, dice, cómo pensará el malo cuando con él
era. trates, tanto para librarte de sus maldades, como para
Aunque careciera de todas estas preciosas dotrinas que no te haga peor ; porque entonces logra sus mejores
>ra pensar despacio , á fin de proceder deprisa, y aun- tiros la malicia , cuando los apunta á una perfecta ino
ie no las hallara tan bellas en la segunda de vuesa- cencia.» Hay hombres que, al paso que vierten ofertas
«ced , me bastaría para consultar mucho antes de á otros, los están vendiendo. Asócianse con unos para
npeñarme, el saber que lo primero que se oye toma su provecho, y se confrontan con otros, para que la
>sesion de los oídos, como de los ojos lo que primero observación de sus palabras y movimientos les declare
Te. Mucho tiempo es menester para que el Príncipe aquello que solicitan, para hacerlo público al que
1 desimpresione de lo que primero le informaron, manda. A estos los compara Catulo con las sirenas,
mque hubiese sido sin verdad ; y mucho cuidado en «que halagan para matar.» No hay enemigo peor que
|oel contra quien fué el informe , para justificarse en uno destos hombres, porque cogen al que van á ins
dictamen del Principe. El que se reputó por diablo, peccionar, desprevenido ; y como este ni aun tiene ar
iny santo ha de ser para que se le tenga por bueno, bitrio para precaver la liga que le traen armada, cae
"que el primer concepto que se imprime en el alma, en ella,' por más que sea su entendimiento grando. Por
COO ODIUS D2 DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
esto dice Séneca «que no nos fiemos de Ins que sin en su semblanle y mi atención en su respuesta ; ponroe
motivo nos lisonjean, porque estos son mentirosos ú aquel pocas veces oculta lo que el interior medita, y
traidores». Y es así, poique parece indignidad del más si se trata dcllo, á no ser con gran prevención;
sexo do hombre producir ante el que se halaga las y en esta tiene vinculado su crédito la verdad ó la
mismas expresiones que pudiera una mujer eslando cautela. No pude del ni della descubrir otra inten
sola con su amante. En erecto, el que es iníiel á su ción que la que sonaba. Hay hombres que disimulan
amigo antiguo, ¿cómo será leal al que le presenta un tan fuertemente, que aun ellos mismos creen lo que
acaso? «Mira cómo habla de su amigo el que lo quiera fingen; pero los fondos deste de que hablo son muy
ser luyo (aconseja Séneca), y de de ahí infernas lo reducidos para tanto empeño.
que podrá ser para lí.» Por esto me atreví á requerirle, cuasi sin preguntar
Sin olvidar ninguno destos documentos, estando le, qué medioera aquel de que debía usar vuesamer f■'.
nn dia con uno desteta amigos nuevos (que es sin para su alivio. Prontamente, y sin causarme níngooa
duda el que tiene más poder y proporción para mis sospecha, me contestó diciendo habia dos: uno el mis
intentos), le toqué el asunto de la prisión de vuesamcr- mo contrarío, y el otro el Rey. Que para su majestad se
ced de un modo que , siendo meditado, lo tuviese él por debía formar un memorial que llegase á sus reales ma
casual ; y que pareciéndole curiosidad mía, fuese exa nos por las que fuesen de toda la satisfacción de vuesa
men suyo. Informiíme, pues (pareciendo yo poco in merced, patentizando en él su inculpabilidad, y supli
teresado, ó escuchando como con descuido unas noti cando á su real clemencia ; en cuyo caso haría él un tía
ciasen que tenia puesto todo mi cuidado), diciéndomc buen papel, aunque muy secreto, que seria apto pan
que había oído al patrón (asi llama & quicu'foincnla su que lograse vuesamerced loque yo tanto deseo. No pa
padecer de vuesamerced) tenia Quevedo prisión para lle penetrar qué género de papel seria este, que remití:
muchos años, pues únicamente podia el Rey ó él (que á su cuidado, para sacar á vuesamerced y á mi del»
es un equivalente) sacarlo de ella; y que ni su majes nuestros; pero, como me importa tanto el descubrirá,
tad lo baria, poique para ello era necesario precediese no pararé hasta averiguarlo. Para el otro medio del coa-
su dictamen; ni él tampoco lo ejecutaria, ínterin que lrario,cxpnso que era asimismo preciso dirigiese vuesa
vucsamerced no se humíllase más, reconociendo por merced á este una carta llena de sumisiones y respetos;
superior á quien no habia querido por amigo. Y aun la misma que ofrecía él, no solo ponerla en sus ibiikk,
que la noticia tiene tan nial semblante , poniéndoselo sino lograr el efeto. Conténteme por entonces couhei-
bueno al que me la comunicó, no se lo puso malo á presado, sin querer escudriñar más su ¡lítenlo, porque
ella el cora/.on, porque es cierto género de triunfo sa si trajese algún veneno escondido, no llegase á la«
ber las intenciones del contrario; pues esto sirve para imposible su descubrimiento advirtíendo en mi cántate.
oponerles otros ardides distintos de los que se usa «Es preciso, dice Séneca, no intentar de una vez desa
ran si aquellos no se supieran. Conoccr]el camino que brir el pecho de quien no tengas entera confian», per
lleva y el que puedo llevar el enemigo, no es otra cosa más que te importe ; pues no sabes si este irá á hacer 1»
que tener vencida la mitad de la batalla. A ignorar el mismo con el tuyo, engañándote con que tú se lo pene
camino del vado, por más que el vado se sepa, no de tras áél.» Sin embargo, he determinado saber lo que
ja de ser peligroso arrojarse ú él, y aun necedad el tanto deseo, sin que este hombre comprenda que
ejecutarlo. Nq lo liará el que sepa las contigeneias lo procuro; para lo que me parece bastarán otras uue-
que tiene. Luego saber esto, no vale á veces menos vas precauciones : pues á la verdad puede, en mi con
que la vida. Además que en medio de las tinieblas sir cepto, hacer lo que dice , según su valimiento notabilí
ve de grande guia la más pequeña luz. Solo le respon simo, cuyo superlativo aun no lo expresa cabalmente.
dí que á vuesamerced le seria imposible facilitar su li Lecciones me dará el tiempo y la traza para que eo
bertad , respecto do la fuerza del contrario, o Difícil se malogre mi intento ; porque este hombre , no soto
es, imposible no (me respondió); y si vuesamerced nos puede servir para comunicarnos importantes noti
estuviese interesado en ello, la primer fineza que le cias, sino también para disponer ejecuciones.
tributaria mi amistad seria la de comunicarle cierto Así como vuesamerced dice, en la vida de su Marea
medio, que conseguiría sin duda su libertad. » Una Bruto, que todos los que Casio conmovía remitían la
promesa tan repentina como gustosa cual esta es, á facción al consentimiento de Bruto; y añade que obra
otro menos cuerdo que yo habría sobrecogido de ban en esto advertidos, pues para matar á César echa
modo que se abalanzase inmediatamente á aceptarla, ron mano del hombre que estimaba más ;—sabiendo ya
declarando loque pudiera producir mayor riesgo. que á este nuevo Bruto no estima menos el que i vue
Es constante que interiormente se llenó de júbilo el samerced persigne , asi también he de ver cómo remi
ánimo ; pero manifesté tanta entereza en lo exterior, tiré á su consentimiento y acción la salida de vuesa
que solo le satisfice con exponerle «no tenia empeño en merced do esa, que (según me instruye donde me la
que saliese vuesamerced ó no de su prisión, pues esto pinta), con el nombre de cárcel, es mazmorra; porque
para mi era totalmente indiferente ; pero que habiendo siempre se da el veneno en aquello que más se gusta,
profesad.o con vuesamerced amistad en otro tiempo, la y no hay mayor enemigo que aquel de quien se tiene
obligación de ella, y la principal de prójimo, me estimu más grande confianza, si se vuelve contrario. Bien co
laban á desearle todo bien, del que gozaría si estuviese noció esto Séneca , pues decia : «Continuamente pido
en mi mano ; pero que , como me contemplaba persona á los dioses que me libren de los que, con apariencia de
sin arbitrio para ello, registraba este asunto con com amigos, son mis émulos; porque siendo estos Un en
pasión natural». Estas fueron mis palabras. Y no bien cubiertos, no podré librarme de ellos tan bien coms
bube acabado de decirlas, cuando lijé todo mi cuidado de los que son declarados.» Con la misma propiedaJ
EPISTOLARIO COI
lo entendió Claudinno, pues dice: «Más fácil es al verdadero y la queja porjnsta, loque le movió á de
hombre libertarse de un ejército que le cerque por to terminar como cristiano. Como logró la captura de
das partes para cogerlo, que de un enemigo que como vuesamerced su enemigo, se olvidó de sustanciar el
itiiigo le asiste.» A esto aludió igualmente Diógenes, informe. Aquello era lo que deseaba, y conseguido,
jiciendo: «Mira bien quién es tu amigo, porque si tuvo por demás esto. Asi rodea los casos la calumnia
portal le tienes, y él no lo es, puede ser tu enemigo para no llegar al fin, donde á tiros de verdades so
Bayor.» manifiestan las traiciones. Esta noticia puede á vuesa
Todos estos'son unos agradables y gustosísimos pa- merced servir para lo que me la pide en su segunda.
Aitesis, que dan más esperanza á la Felicidad de vue- Lo cierto es, amigo, que el trato, así como concilia
araeiced; porque como en mi tiene otro igual suyo sin los ánimos, asi también los aparta por sus fines parti
liferencia, no debe tener tales recelos, sino peisua- culares. Por no haber querido vuesamerced ser priva
!irse á que haré cuanto penda de mi arbitrio para su do, se ve hoy tan perseguido; y es así también cons
¡en, como vuesaiucrced propio lo hiciera. Para cuyo tante «que cuanto mayor es la fama, tanto es mayor
fecto, sin perder instante, formará el memorial para el el peligro de quien la goza », como dice Salustio ; y da
ley, vindicando su estimación de lo que injustamente la razón Eurípides : «porque más celos da ú la mal
5 le imputa, y aun pidiendo satisfacción de la ca- dad la virtud que el vicio.» Entonces empezó Roma á
inmia, remitiéndomelo por la misma oculta via, á Dn experimentar su ruina, cuando llegó á su mayor gran
e tenerlo yode prevención por si descubriese motivo deza. Lo más grande siempre se acaba más presto,
or el que sea preciso ponerlo en las reales manos : como lo que sesazouó más temprano. La invidia nun
arque aunque el arbitrio de la carta para el contrario ca se ceba en cosas ligeras , sino en las más elevadas.
irecia más oportuno-, por ser más pronta su deter- Vuesamerced llegó á lo más alto de la fama; y la in
inacion, tengo por más acertado que se padezca algo vidia intentó derribarle, y lo consiguió, conociendo
aspara que dé á vuesamerced libertad la rectitud, que tanto saber era imposible que no descubriese su
le 110 que lo ejecute la vana presunción por tener obrar. La ignorancia, como no penetra el alma de la
te sentir algo menos. Además, que para esto siem- sabiduría, siente tener delante lo mismo que no en
re hay tiempo, y nunca dejó de ser más importante tiende , y lo que puede desvanecer su dicha ; pero es
"e el humilde, el decoroso recurso. Al Rey nuestro documento de Séneca , «que se procure ser de los per
iior hablará vuesamerced con aquel respeto y ver- seguidos por buenos, antes que de los encumbrados
d que á la majestad debe un noble vasallo ; y al ene- por malos.»
igo lo baria, teniendo que mendigar las lisonjas y Rara vez deja de rendirse lo que solicita una porfía
ie pervertir el orden de la misma nobleza : la que, constante y honrada, a Insta en el empeño con eficacia,
endo como debe, sabe antes entregarse á padecer dice Séneca ; que á una porfía prudente, se hacen los
eniamente que adular por un instante; porque reco- mármoles cera , y la cera se convierte en mármol.» Y
ice que esto último la quita muchas luces á sus ra- á este intento continuó Plutarco, a que era propio de
s. Y la de vuesamerced , como tan acrisolada, creo topos el volver airas, como de linces el proseguir el
i lialiia de consentir se lograse su libertad aventa camino;» «porque cuanto más dificultades tengas que
ndo uno de sus menores reflejos. vencer (prosigue Valerio Flaco), producirá más glo
Rodeé bastante con él para indagar igualmente que ria el triunfo.» Descrédito es del hombre grande prin
causa de vuesamerced se habia formado de un so- cipiar una cosa con viveza, y abandonarla por pusilá
', y por lo mismo que no hay nada escrito, y me- nime. Siempre temieron a Clises los griegos, porque
s probado. Sus trámites siguen á la oposición que les enseñaba la experiencia que lo que empezaba con
'< da término y dio principio. Aquella fulminó la espíritu lo concluía con valor. Caso puede darse en
eja, dióla al Rey, abultando de modo las venia- que parezca cordura ceder á la suerte ; pero esto no
ades, que se tuvieron por monstruosas. No obra debe entenderse asi mediando el honor, vida tan pre
otra manera la malicia, porque de lo contrario no ciosa que debe anteponerse á la misma vida.
liera su primer formidable Ímpetu penetrar do dolor Todo esto no es otra cosa que negarle á vuesamer
i inocencia : en consintiendo en perder lo que se ced por ahora aquellos consuelos que son propios de
rrece, cuanto se forma para la queja abulta con un amigo, para resistir los trabajos ; porque antes bien
asismos de insulto y desmayos de ofensa. Hace pre- le provoco á que ellos mismos sean la aguda espuela
te que las aras de su honor están manchadas, y que logre agitar y enfurecer el ánimo de vuesamerced.
■ no sacrificando en ellas á quien da por causante, Más le quiero ahora valiente que pacífico, pero siempre
darán siempre deslucidas. No advierte que no es tomando lecciones de la cordura, que es el robusto y
¡edor á otro sacrificio que al que dicta el desprecio, poderoso cimiento donde fundan los doctos sus justas
iel que ni aun respeta el simulacro. Hace fuerza y eficaces resoluciones. Obre el espíritu con valor, por
iu estimación, para que no se estime la fuerza de más que el cuerpo se lamente en el martirio. Contén
erdad ni tenga entrada la defensa. No hay arbi- tese con llorar sus penas, sin disponer medios para
, asi piensa el odio ; lo que comprueba Séneca , di- confundirlas y acabarlas, el que por falta de capaci
do: a El que tiene odio, solo se sustenta con lo dad hace solo en esta inacción todo cuanto puede, res
daña, solo piensa en lo que aborrece para am pecto de no alcanzar más con sus talentos ; pero esto
arlo , y solo muere de lo que no acaba.» no se debe entender con el sabio, porque este hará
ii efecto, oyó su majestad el informe que contra muy poco si no saca resplandores del humo. Al hom
•amerced se le dio, profanando la maldad del aser- bre hace ventaja el jabalí en el oído, en el tacto la ara
i veneración de los reales oídos. Tuvo el hecho por ña , en el olfato el buitre , en el gusto el mono, y el
602 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lince en la vista ; pero advertía Lentulo á Catilina, disculpa del que suponían reo, porque la faena éebs
«que sieudo el hombre superior á los brutos, y que razones obligaba á que los jueces no comprnidiest
siéndolo tan grande, su contrario en el obrar podia pro el delito. Prodigios semejantes ejecuta la sabiduría ac
meterse seguramente la victoria; pues á las mayores frecuencia.
fuerzas que en él encontraba, podia presentarle el ma Todo esto lo produzco para qne, haciendo vnesams-
yor entendimiento que tenia.» Los mismos documen ced alardedesabio.se empeñe en vencer lo ignont>
tos doy é vuesamerced, pues militan las propias cir to, aunque tirano. No es tan poco empeño coroo pare
cunstancias , y aun mayores ; pues Manlio , émulo de ce, porque una ignorancia invencible y un» oposicia
Catilina, era avisado, y el de vuesamerced es poco ad radicada tienen bastantes dificultades; pero estos re
vertido. Luego , si á la mayor razón para obrar acom paros deben posponerse, poniendo solo la atención a
paña la mayor ciencia para proceder, ¿cómo se lia de saber acreditarse. Máximas hay tan poderosas para re
dudar del vencimiento? A la razón tiene vuesamerced ducir al enemigo á que sea amigo, que no solo loca-
de su parte : con que solo resta que use de su ciencia siguen, sino que con ellas mismas se declara so jai
con viveza para defenderse , y para que el acusador obrar. Medítelas vuesamerced con su alto discurrir;
quede, como injusto, confundido, y como calumniador, que yo trabajaré en buscar otras que sean robustas pi
castigado. Ni esto es tampoco desear el mal del próji ra captar, y fáciles para proceder.
mo, sino manifestar la verdad , y que quede resplande Bien creo que será excusado decirle que estila n
ciente la honra de vuesamerced. Y en este caso esta vuesamerced solo; quiero decir, que no laconütl
mos obligados á hacer cualquier defensa para volver ninguno de sus familiares amigos religiosos, ni M
por ella, aun á costa de la vida propia, cuanto más al les comunique cosa alguna de nuestra corresposi!»-
castigo ajeno, de aquel que es delincuente. cia, ni el oculto medio por donde esta se disfruta, i
Aunque la sabiduría esté en tan poco valimiento, tampoco nada que pertenezca á la causa; porque as»-
que preguntándole é Simónides cuál era más estima que yo tengo por unos santos varones á todos tostó-
ble , la riqueza ó la sabiduría, respondió : « Perplejo es vidnos desa casa, sigo en este particular elaróJi
toy en decidir un punto de tanta dificultad; porque, Catulo, que dice: «No fies tus secretos á ninguno. jffl
aunque no tiene comparación lo sabio con lo rico, veo que consigas así que no lo sepan todos.» Espeta!»
concurrir con frecuencia á los doctos al cortejo de los te lo aconseja Séneca, diciendo: «Nadie juzguen
poderosos, y no veo que los poderosos cortejen á los ma por lo que de fuera se ve, que cuando se»*
sabios;»—todavía tienen en sí tantas preciosidades co halagüeñas las olas, ocultan mejor los bajíos.ii«*
mo las que conoce el que la posee, y no las admira el que la prudencia de vuesamerced no olvidará ei*
que la participa. Obre el poder contra lo sabio, que se de cautelas, pues por no usarlas con todo el rij*?»
será monstruosidad de lo sabio si no vence al poder. No debieran , se lian perdido muchos hombres. « O»**
digo que ella pueda reducir á verdadera amistad á un uno antes lo que noquiere que otro publique despean
enemigo declarado; porque aunque á veces se hace del aconseja Eurípides ; y siguiéndole en este asnillo, &>
Séneca: «Si lo que te importa descubres, ¡.potes*
mejor vino vinagre, nadie vio hacer del vinagre vino;
y aunque jamás se suelda con total seguridad una es quieres que otro á quien no le importa, lo calle!»*
pada, puede vencerse al enemigo haciendo desista de su pena es contemplar á vuesamerced en tan misero*
rencor, escarmentado. Es tan valiente la sabiduría, tado, que ni aun tiene arbitrio, según estas re*
para quejarse de lo mismo que padece. Especie ¿
que convierte los brutos en hombres ; y es tal su dura
ción, que dice san Jerónimo oque disminuyéndose to desahogo tan grande, que siendo con un amigo I?»
lo llamo así , ya sabe vuesamerced de cuáles habió).»
do lo demás en los viejos , solo va en aumento la sabidu
ría». No hay hasta ahora ejemplo arreglado á la justicia, aminora el sentimiento, y encuentra el tormento A"
que manifieste no necesitar más de la sabiduría el poder, Yo quedo empleado en prevenir y usar de tota»
que deste aquella. Presentóse el grande Alejandro á medios posibles para que vuesamerced salga con»"
Diógenes ; aquel era entonces dueño del orbe , cuando ñor de donde le ha puesto la calumnia, de tv®*
á este solo servia de abrigo y albergue una tinaja. Hizo sultas daré á vuesamerced aviso, cuando feo»1
el joven príncipe ostentación de su grandeza, al paso v oportunidad lo permitan. Entre tanto dirija vosa-
que publicaba la miseria de Diógenes. El filósofo, des merced á Dios parte de sus muchas meditaciones ti
pués de probarle que era más rico que él, respecto de zos que al dia tiene, como me pinta en su sepa
que despreciarlo todo le hacia apetecer nada, le dijo para que su divina Majestad ilumine la torpea des
«que el tiempo manifestaría quién á quién se necesi entendimiento, no solo á fin de que cnanto discn
taba más presto»: y se verificó á poco tiempo; pues sea de su santo servicio, sino también para qoí*
para usar Alejandro de su poder tuvo que pedir con nozca si este hombre de quien tengo que (¡ara» *
sejo á la sabiduría del filósofo. Neutunio, rey de pone sus ofertas para perderme. Al mismo tiffií''
los medos, ofendió públicamente á Biántes, filósofo ruego yo al mismo Señor dé á vuesamerced es a
consumado, diciéndole no necesitaba para nada sus trabajos paciencia , en sus discursos acierto, ffls
consejos. «No se pasará mucho tiempo, respondió Bián pensamientos pureza , en sus palabras eficacia,»*
tes, sin que ansioso me solicites.» Y en fin, conspi obras virtud, en su prisión libertad, y muchas fc^
rándose con tesón contra Neutunio sus vasallos, ne dades á su vida, para qne así sea lleno de ellas-
cesitó toda la persuasión y energía del filósofo para Su verdadero amigo, y no más (porque esto bW
sosegarlos. Siempre que oró Cicerón por alguno que todo) , que deja ya dicho su nombre y apellido» >V
se contemplaba delincuente, aunque fuese acusado y líos términos que vuesamerced sabe, y enseníi**
perseguido por un gran poder, logró con sus voces la ocasiones acostumbra. De Madrid, etc.
EPISTOLARIO. fi03
que juró acabar en España con la verdad y con nosotros»
CARTA CXm. por ser sus amigos. Prudencia, y no fiarse sino de vue-
A don Juan Adán de la Parra. («) samerced mismo, que es su mejor amigo, y después de
él, — Quevedo.
Acuérdaseme, amigo mió, al ver vuestro arrojo en
lomar la espada por la punta, y no por la cruz, aquel
cuento del ingenio de Traga-Sotanas, que dice que el CARTA «TV.
señor que coge el cuchillo por el filo cerca está de cor De don Francisco de Oviedo, 'b)
tarse; y como yo no dude desta verdad, no obstante
salir de boca sucia y de ruin pensamiento, encárgovos Señor don Francisco, mi amigo: Después de loque
no metáis en el fuego la mano para coger el ascua, que mandé á decir á vuesamerced por la vía del maestro
de fuerza habéis de quemaros antes de sacarla. Por mí fray Anselmo, nadaba sucedido, y las cosas de vuesa
sé deciros que jamás bebí caliente que no saliera es merced no adelantan un paso. Nadie sabe de su cansa
caldado. Y puesto que habéis visto pelar mis barbas, de vuesamerced, ni si existe más que en el ánimo de sus
remojad las vuestras, si seguís en tan buen camino; que enemigos; pues que se dice por los que lo saben, que
oo se os hará esperar el barbero. los papeles que le embargaron aun nadie los ha visto.
Otra cosa os diré por mí vida, si de tanta amistad me Con ocasión de visitar á una monja en el Carmen do
queréis blasonar, y yo os la agradezco, buen Parra : ña Matilde de Fonseca, que sabe vuesamerced es una
[imitadme ese vuestro afecto con dar treguas á vuestro de las que más quiere la mujer de Olivares, se empe
arrojo, apartándovos del peligro; que si perecéis en él, ñó su hermana de vuesamerced con ella para que ha
:omo acontece siempre al que le busca, á buen re- blase á la Condesa, y se lo prometió , encargándose de
ando no podréis dejar la amistad, sino que quedará una carta de recuerdo ; mas nada se sabe de si hizo el
tan llorosa y desabrigada como güérfana y falta de apo encargo ó si la escucharon. Yo creo debe vuesamerced
yo tan poderoso. No fiéis en que la fortuna os llevó en hacer un memorial presentando su estado , y este dará
¡us haldas hasta ahora , para que no os enjaulasen lugar á que se descubra algo , ó á la piedad del Rey. Si
como á mí ; que al diestro cazador se le escapa pocas algo descubro, se lo avisaré.
veces el pájaro que persigne, si este no le huye á La pobre María es socorrida con lo que necesita ; y
tiempo : pues que sí se le burla, da al traste con la for llorando por su amo, me encarga le diga pide á Dios
tuna, que tiene tanto de loca como de voluble; y lo todos los días porque salga de su encierro, lo que hace
'I ii i; fué risa y chacota se convierte en llanto y en también en sus oraciones su amigo, — Don Franciico
mortaja. de Oviedo.
El halcón que os persigue es poderoso de uñas, lar
go de oído y de fino olfato, y si se os acerca, os ha de CARTA CXV.
ilraer á sí cual la sirena con su canto, para mejor de-
Del reverendo obispo de León, (e)
foraros; sin que os valga aquello
De Caimán i Caimán,
El portador desta lleva áforeiro , que en donde va
señalado, en breves palabras comprende lo que en
]ne cantaba el ciego de la Ventosa. muchas dijeron Orígenes y san Juan Crisóstomo. No
Mejor sería que, echando un tapiz á la verdad, la
tejaseis reposar un poquito para que engordara; y á ¡Ai Escrita i 6 de junio de 1642.
Original parece se halla en el códice de Candamo. Castellanos
nejor ocasión sangiarla, pues que tan ética se halla la publicó en so tomo vi, pág. 325.
ioy, que necesita tetas de silencio y hisopillo de olvi- Don Francisco de Oviedo, secretario del Rey y hombre de cali
io , si no se ha de perder hasta su nombre. Y abrazán- dad y virtud , de todos estimado por sos prendas , quedó deposi
loos con la Mentira (matrona de buen porte, que no tario de la hacienda de Quevedo al tiempo de su prisión; y se la
volvió tan puntualmente, que al testar nuestro poeta no pndo me
;asta corona, porque siendo superior á los reyes, no nos de nombrarle su testamentario, habiendo con la más grande
|uiere parecer su igual), rogad á esta poderosa seño- prueba y en las mas tristes circunstancias averiguado los quilates
a os recomiende á su bija la Lisonja y á su hermana la del oro de sn amistad.
(e) Esta carta y las tres que signen fueron publicadas en 1713
adulación, que aunque baja, le aplace vivir con los altos al frente de los libros de Providncia de Moa, que van insertos
en los palacios. Y con el favor tiestas y el auxilio de ya en el presente tomo. Ibalos remitiendo Quevedo al Prelado
us fuelles, dedicaros á soplón de oreja y melero de conforme los atildaba y ponía en limpio.
iluina; y veréis cómo os festejan las abejorras yos de Don Bartolomé Santos de Rlssoba, hijo de Alonso de Risso-
ba y Catalina Santos, nació en Sant-Ervás, lugar de la Vega de
án de perseguir los zánganos. Saldafia, á 6 de marzo de 1382, é hizo sns estudios en Salaman
Talento tenéis, y con él podréis mudar bien el cami- ca. A 6 de enero de 1633 fui electo obispo de Almería .val.'
o sin vergüenza dello, que de prudentes y cuerdos de abril , de León , de cuya mitra se posesionó i 7 de enero
s mudar de consejo y de opinión; y al fin es moda y de 1634, entrando en su iglesia al mes siguiente. Tuvo sínodo y
dio excelentes constituciones, y desvivíase por mejorar el clero,
osa tan provechosa como acomodaticia. velando sobre su rebaño i toda hora. La reparación de templo»,
Y dejando este mi sermón, que vos no necesitáis, por su ornato y decencia, sn bnen servicio, la puntualidad de los
visado en demasía, solo os ruego, Parra amigo, no ministros, la observancia del concilio de Tronío, fueron cosas que
le ocuparon incesantemente. Declaró vacantes las prebendas pro
umenteis mis penas con una desgracia, que grande vistas en clérigos que luego se hablan casado; impidió que los
na la de saber, tras mis males, erais presa del tigre curas dejasen de residir sus beneficios, y dispuso que vivieran
'«■ Castellanos, tono ti, pan. 311. Pero, ;será legitima, ó su- dentro de sns feligresías. Desterró de las iglesias y conventos las
representaciones de comedias ; su hacienda fué de los pobres ; y
oesta en la corte, valiéndose de lai verdaderas que Pirra y Qoa- compuso una obra, que en 1644 aun no habla dado á la estampa,
oo se escribían? D» lu obligaciontt ¿e los obispos.
nm OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
lleva á Orígenes, porque casi todo lo que él dijo lo to Y para probar lo que vuesamerced tan galán temerá-
có san Juan Crisóstomo desde la homilía m sobre la pondera, de que las dignidades y puestos grandes dc
epístola i ad Corinthios, hasta la vil inclusive, en las son ciertos favores de Dios, sino castigos; ó por me]*-
digresiones morales que hace al fin de cada una dellas decir, que no son dichas, sino desdichas, podrá ayudsr
(que van rayadas para que vuesamerced no se canse el otro lugar del Eclcsiastés, verso 9, que lo dice cla
en buscar lo sustancial ) ; que , como Crisóstomo fué ramente. Y si vuesamerced en lo que tiene escrito ade
después de Orígenes, vio sin duda todo lo que acerca lante, no tiene ponderado lo que dijo el mismo Ecle-
deste punto habia dicho, y lo dilató con su acostum siastés en el lugar citado, verso 12, juzgo que no seri
brada elocuencia. Con todo eso, si vuesamerced gusta la razón menos fuerte ni de menos consuelo qne vue
re de ver á Orígenes , también lo enviaré. Guarde nues samerced pueda traer en la materia; ponderando el la
tro Señor á vuesamerced en su gracia. De casa , hoy gar con lo que sobre él dijeron Nicolao de Lira y Huís
sábado, 23 de agosto de 1 C 12.— El obispo de León. Cardenal, que, i mi juicio, son razones concluyentes;
y no podrán desayudar las que apunta la paráfrasis cal-
dáica, que trae sobre el mismo lugar el padre Pineda.
CARTA CXVI. Bien veo que todas estas advertencias ( si es que pa
ra vuesamerced puede haberlas, pues está tan en todo)
Dd mismo.
podrán ayudar poco ; pero consuélame que para la fa
Vuelvo á vuesamerced el primer cuaderno del tra brica del tabernáculo, pelos de cabra que ofrecióla
tado De la divina Providencia (que me hizo merced de pobreza de algunos, los estimó Moisés y aun Dios, eco
comunicarme), después de haberle leido una y otra vez tener junta tanta riqueza para él.
con sumo gusto; en que no solo no hallo qué advertir Nuestro Señor guarde á vuesamerced y le dé muela
á vuesamerced, sino antes mucho que alabar y pon salud, para que la emplee en tanto beneficio de su Igle
derar; porque el asunto que vuesamerced ha tomado, sia. De casa , hoy lunes 25 de agosto de 642. — El obit-
le prueba, no solo con erudición, sino con la energía po de León.
y fuerza de razones que el argumento pide. Y si vue Si acaso no acertare vuesamerced á leer los logares
samerced se resuelve á darlo á la eslampa, espero que que van con esta, por ir de mi letra ; si hacen al caso,
ha de ser de mucho fruto para convencer á muchos, yo los enviaré de otra mejor.
que aunque en la profesión son cristianos , en el corazón
y en las obras son ateístas ; pues ellos manifiestan clarí-
simamente que ni creen que hay Dios, ni otra vida mas CARTA CXVU.
que esta. Y para reducirlos al desengaño, de que tanto Del mismo.
necesitan , no hay otro medio que sea eficaz, si no es la
persuasión de que lo gobierna todo Dios con su alta y Ocupaciones forzosas no me han dado lugar pira
divina providencia, como lo pondera bien san Apuslin acabar de leer antes este segundo cuaderno , que es en
en el lugar y palabras que envió aparte con este, junio todo igual y muy hermano del primero.
con otros lugares de Escritura y de santos que yo tenia El lugar de san Agustín sobre el salmo xlvmi es ma
observados para el mismo propósito. Que aunque con ravilloso para el propósito; y aunque yo le tenia obser
fieso que el remitirlos á vuesamerced es enviar agua vado para otro , me he holgado verle ponderado para
al mar de su mucha erudición y infatigable lección un este, que vino para él nacido (c).
todo género de autores, con todo eso (por si acaso, El pensamiento de la higuera, que tanto ha dado
aunque vuesamerced los haya visto, se le han pasado que pensar y discurrirá todos los intérpretes, es, no
de la memoria), he querido hacerlo ; atendiendo que solo agudo y digna ponderación del ingenio de vuesa
también al mar, aunque le sobra todo, le tributan los merced, sino el más literal que yo he oido ni leido;
pequeños arroyuelos , y no por su abundancia deja de aunque he visto algunos, y ninguno deja tan quieto el
estimar la poquedad del agua que recibe. entendimiento como el que vuesamerced trae (d).
El testimonio de san Agustín podrá servir para que En la segunda hoja me parece fué yerro de plama
vuesamerced no se contente con probar su asunto con el poner impíos en lugar de pió* (e). Vuesamerced lo
razones, sino con ejemplos; que dicesan Agustín son volverá á ver ; que á mi juicio, diciendo impíos no hac«
los más eficaces para probar la divina Providencia, y el sentido que vuesamerced pretende. Guarde nues
en la Escritura los topará vuesamerced á cada paso. tro Señor á vuesamerced, como deseo. De casa, boy
El primer lugar del Eclcsiastés podrá servir para lo sábado, 30 de agosto de 612. — El obispo de León.
que dijo Claudiano del origen del ateísmo; para aque
llo del mismo Claudiano :
fl»r»iu Ittbtfaett caiebat CARTA CXVIII.
Btligio («),
Del mismo.
lo del salmo lixii, donde confiesa David que, aun
que estaba firme en la verdad de la divina Providen Remito á vuesamerced el último cuaderno, que he
cia , con todo eso, considerando la prosperidad de que leido con el mismo gusto que los demás, que, como
en esta vida con tanta seguridad gozan los malos, estu partos de un mismo ingenio, son muy hermanos en todo.
vo muy cerca de deslizarse y dar en el ateísmo (6).
¡c) Regístrese atrás, pag. 200.
(ot Recuérdese la pág. 194 de este tomo, (di Píig. 201.
(i) Quevedo utiliza esta indicación para su segundo cuaderno. («i ■ Reparte i los impíos calamidades.*— Reparte i los/ufev
Véase arriba, pag. 204. sustituyó el autor; pag. 199.
EPISTOLARIO.
El lugar de Foreiro está muy bien ponderado; que ia correspondencia en los dos; pero nunca en mí la
Hinque él era grande, vuesamerced le ha realzado (a). voluntad, que nació en tan tiernos años, que se aumen
£1 de san Crisóstomo, en que vuesamerced cifró en tó con el favor que vuesamerced siempre me ba hecho,
nenos palabras lo que él dijo en tantas homilías, es y con el conocimiento de sus méritos, y se ha probado
trande, y en que está recogido todo lo que se pudo con la lástima de sus desdichas ; que en sentirlas pien
leciren más dilatados discursos. Solo me ha parecido so que ninguno me ha igualado, con ser tantos los que
dvertir A vuesamerced que siendo tan grande el tes- se duelen de ellas.
imonio (quiero decir, tantas las palabras que vuesa- Suplico á vuesamerced me la haga, de ver con aten
nerced toma del), estuvieran mejor traducidas en nues- ción el libro que remito con esta , y me avise con toda
ro vulgar, como vuesamerced hizo en el testimonio familiaridad su sentimiento; que por él dispondré las
e Yaquinocio (o) , para que así le gocen todos los que vidas de los patriarcas fundadores de las religiones
o silben latín ; que quizá serán más los que lo leyeren que escribo. Y si con este mesmo estilo pareciere á
in saberlo , que no los que lo supieren ; y seria lásti vuesamerced que pueden ser para servicio de Dios y
ma que palabras tan de oro y de tan fuerte prueba utilidad de quien las leyere y crédito de su autor, las
mra lo que vuesamerced pretende, las vengan á en— publicaré; ó si no, me contentaré con haber empleado
ender los menos. Y lo misino siento de las demás an- en ellas honestamente el tiempo. Dios dé á vuesamer
üridades que vuesamerced trae en este cuaderno, y ced la vida y buenos sucesos que yo le suplico y vuesa
is demás á lo largo en latin ; y costándole á vuesamer- merced merece. Alcalá, 1.° de noviembre de 1642.—
ed tan poco el traducirlas, y sabiéndolo hacer con Don Fernando de Ballesteros y Saavedra.
anta gracia (cosa que aciertan pocos), debe vuesa
merced hacer este beneficio á los que leyeren este dis-
urso; que aun los que entienden latin gustarán más 1643.
e verle en romance (c).
También quiero advertir á vuesamerced que me lia CARTA CXX.
iecho novedad el modo de citar á san Jerónimo (cerca
A don Francisco de Oviedo. (/)
iel fin deste cuaderno), en el vn libro de sus epístolas;
pie en las obras deste santo que reconoció Erasmo, Hanme asegurado, amigo Oviedo, que mis papeles
i Marco Victorío, no he hallado que las epístolas de se lian pasado á examen del capellán Valdivielso y de don
an Jerónimo se dividan por libros, sino solo las de Lorenzo de lturrizarra ; y como el primero no sea tan
an Gregorio papa. Ni en la epístola 26 , que vuesa- avisado como el segundo, me temo algún dictamen de
nerced cita, lie hallado las palabras que vuesamerced celda que no me venga bien : por lo que si vuesamerced
efiere (d). con la astucia de zorro viejo pudiera brujulear si es co
La resolución que vuesamerced ha tomado de pro- mo me lo aseguran , que no le faltará medio, hallase el
»r con ejemplos la divina Providencia, ha sido muy de hacer caer la opinión del sotana en la balanza de mi
mpnrtante para convencer por todos caminos el fin ventura, será servicio que rendirá la gratitud á sus
leí discurso; que cuando no fuera documento de tan mayores oficios de quien tanto le debe. El Vicario me
;ran santo como san Agustín, la experiencia enseña merece confianza; es hombre de buen caletre y no muy
pie mueven más fuertemente los ejemplos que las ra dado á las brujas ; y así, no temo se asuste si asomase la
ines. Guarde nuestro Señor á vuesamerced con la sa cola de algún diablo por entre mis borrones, antes le
lid que yo deseo. De casa , hoy miércoles, 29 de oclu dará callejuela libre para que se oculte donde no le
iré de «42. — El obispo de León. vea quien me le pueda echar en conserva para regalar
con él á mis enemigos, y apesadumbrarme. De mi leo-
nerade San Marcos, 8 M. —Don Francisco de Quevedo-
CARTA CXIX. ' y Salazar, quien ponderando la erudición é Ingenio de don Fer
De don Femando de Ballesteros y Saavedra. (c) nando, y que tenia dispuestas para la estampa varias obras, cita
de ellas, como importante, Las vidas de ¡os patriarcas fundadora
Señor don Francisco de Qnevedo : Señor mío, no de religiones.
No queda pnes duda con esto de ser del abad mayor la carta
ludo sino que á vuesamerced le hará novedad ver car-
que da ocasión i la presente nota. Hiela lósanos de 1618 era
a mía , después de tan largo tiempo que ba faltado don Fernando vicario y visitador general de Ciudad-Real y sus
partidos por el Infante-Cardenal, y murió en 1635.
(«1 Pag. S07. Don Nicolás Antonio hizo del tio y del sobrino, en sn Biblle-
(*) Pag. Í05. theca nova, un solo escritor, atribuyéndole las obras de ambos, y
V1 Dcbid tomar este generoso consejo Quemo ,om¡Uendo el olvidando al militar por el sacerdote; y eso que recuerda los elo
tro troto latino de la pag. 209. gios tributados a Ballesteros en la Elocuencia española, del maes
(¿i NI yo tampoco. tro Bartolomé Jiménez Patón, donde hay alabanzas y memorias
(el Hubo dos caballeros del mismo nombre y apellido : i.' don distintas de ambos Fernandos, a los folios 46, 118, 177 y Í05.
'fritando «fe Ballesteros y Saavedra, qae también tenia los de lf\ Se finge escrita la carta en 8 de mayo de 1613. La saed a luz
Inflo! y Torres ; foé regidor de Villanueva de los Infantes y ca Castellanos, tomo vi , pac. 350.
llan de la infantería del campo de Montiel, natural de aquella Aprtcriflca, según lo publican los anacronismos siguientes .
"dilación. Inmediata a la Torre de Juan Abad, y de aquí amis- 1." El maestro José de Valdirirlso, capellán mozárabe de Toledo
osamente relacionado con Qüevedo ; inductor elegante do la (de quien hallara noticia el lector en las notas a la Perinola], habia
'¿medía Eufrosina, impresa en 1651, y elogiada por don Frax- muerto á ti de junio de 1658, en rasa propia , calle del Mesón de
isco. Y í.' su lio el abad mayor de la iglesia magistral de San Paredes, y sido enterrado en San Sebastian. Véanse los libros de
asín y Pastor de Alcalá de Henares, vicario y visitador del ilus- óbitos de San Justo.
rlsimo de Toledo en Caiorla y su distrito ; quien en este mismo i.' El licenciado don Lorenzo Iturríiarra, chantre de Álcali de
i de 161» publico la Vida de san Cdrlot Borromeo. En los prin- Henares, dejó de ser vicario general de Madrid por el infante-car
Ipios del libro se baila una censura del doctor Pedro de los Rios denal don Fernando de Austria, i Unes de noviembre de 1611.
co« OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
tud, del horror que da el malo para el escarmieolo, fil
CARTA CXXI. mo de la virtud del bueno para el crédito.
Hasta en el dejar vuesamerced de ser soldado i
Al cardenal Borja. (a)
muestra buen capitán. No deja el oficio , lógrale ; me
Mi venerado señor : Mucha alegría me han causado jórale. La guerra es de por vida en los hombres, pi
las esperanzas de vuecelencia con el cambio de cosas, que es guerra la vida , y vivir y militar es ana mku
aun cuando al dolorido que ve cerca de sí el sepulcro, cosa. Dejar la compañía propia por la de Jesús essest
le sirven ya poco para el alivio cuando tiene perdidas mejor bandera, asegurar el sueldo y la corona, que».
las suyas. Notad, Señor, en estas pocas líneas mal aper- se da al que legítimamente peleare ; merécese, j na*
geñadas, que la mano que las trazase halla tan helada, negocia. Da el premio el General por los trabajos cu
que apenas puede sujetar la pluma. que él nos le ganó; nada nos manda ni pide que «ri
El primo de mi querido sirviente, Juan, os dirá, al mero no lo padeciese por si; no por relaciones abi
liaros este papel, el miserable estado en que me encuen lo que cuesta; ni puede ser engañado ni engañar*.
tro y deja; es tal, que veo ya abierto el hoyo de mi Alta y descansada seguridad es esta para quien b
eterna prisión , y á cada momento me parece oir el padecido las invidias de los hombres y las trampas «
De profundis por mi alma, de boca deslos benditos la fortuna. El soldado que se vuelve i Dios, jdejai
en el Señor, mis buenos hermanos. los ejércitos por el Dios de los ejércitos, asesan d
Pues que tanto os interesáis por este pobre y llagado oficio , no le abandona. La mayor valentía es el hura'
viejo, haced cómo volver benigno hacia mí el corazón furor de las batallas.
del Rey, que me decís está apunto de hacerme justicia. A esta paz, contra mis enemigos belicosa, qwe
Entregúele vuecelencia con recomendación ese escri tan pobre como si hubiera vivido bien, y tan dea-
to, que le ruego lea y enmiende. Si mis calumniado cuente como si hubiera robado el mundo. Vitare
res no se hallan aun satisfechos con mi largo sufrir y este propio estipendio á los grandes señores**"
me tienen condenado á la muerte , haced como me lle mandar las armas; y á los que ensordecieron ew rt-
ven al suplicio, y pronto , para dar cima á su obra y á mor la tierra, y fueron amenaza de grandes pufes,
mi desdicha; ó me conduzcan adonde muera, si más les fué postrera cláusula de su vida cárcel deaw*
pronto, menos penado. De San Marcos de León lo su tada. Recorra vuesamerced su memoria, y bafcso-
plica á vuecelencia, — Don Francisco de Quevedo. menterios de ilustres cadáveres, y horribls»*
güesos y prisiones de los que acompañó jtü»
órdenes (c).
CARTA CXXH. Solo vuesamerced ha logrado estedesengaw.w
deja la compañía de que es capitán , por ser stsaJt
A don Diego de Villagoraez, caballero de la ciudad de León, su
frande amigo, qnc habiendo venido de Fundes, donde había de la compañía de Jesús, cuyo teniente es el gtais
sido capitán de caballos, y hecho a la corona real muchos y patriarca san Ignacio. Su bandera deben segair tri«
muy relevantes servicios, desengafiado ya del mundo , se entró los arrepentidos de la milicia del mundo; pase,
en la Compañía de Jesús, (í) siendo soldado tan hazañosamente valeroso, W ro
Señor don Diego: Yo, que soy el escándalo, escribo dador (digámoslo así) de la soldadesca reforma!
á vuesamerced, que es el ejemplo; y siendo tan diferen infatigable para las conquistas de Dios. Fondo *)*
tes, encaminamos á los otros á un mismo ün : yo en soberano cántabro una orden ó ejército, que owqe-
que nadie haga lo que yo he hecho ; y vuesamerced, ta con palabras en los pulpitos el conocimialo: •
en que todos hagan lo que hace. Tanto se sirve la vir- el oído, en los confesonarios, la enmienda; cool»'k
cion en las cátredas bate la ignorancia; con Usf*-
mas en los escritos , la herejía ; con la modestia? -
(oi De Idéntica procedencia, en todo que la precedente. Mas
por yerro se estampó en dicho libro que fué dirigida al cardenal cencía religiosa de sus pasos en público, la dests"
don Antonio Zapata , obispo de Cldií, de Pamplona y de Bur tura nial recatada.
gos, inquisidor general, cuando i la saion había ocho años que Hoy cuento , señor don Diego , catorce añosvns»
era muerto, pues Talleció octogenario, i 23 de abril de 1C3S.
Don Gaspar de Borja y Velasco, hijo de los duques de Gan de prisiones , y en la cárcel nueve heridas, a P
día , nació en Villalpando aiio de 1582 , y per devoción tuvo de cuento el jornal de mi perdición. Téngame vaes»*-
padrinos en la pila bautismal dos mendigos. Sacerdote en 1611, ced lástima, en paga de la invidia que le tengo. í p*
cardenal al ailo siguiente, virey interino de Ñipóles algún tiempo, Dios le da mejor compañía , gócese en ella sil as-
embajadorordinario en Roma, anoblspo de Sevilla en 1632, y pre
sentado para la iglesia de Toledo i 3 de enero de 1643, fué, por la ledad del amigo que en poder de la persecución ?»
entereza de su carácter, poco grato al pontífice Urbano VIH , que tan alcanzado de cuenta, que aun paga menos k*
le delirio las bulas dos años. Quevedo, con noticias de bailarse que debe. Y le dé Dios á vuesamerced so grata?»'
en Madrid y con el favor constante que siempre mereció al Mo
narca, de que eran sedales insignes el hacerle primado de las
Espafias, le debió de escribir, prometiéndose de sus oficios tér (c) Alude, entre otros, i don Fadriqne de Toledo Osen*.»»
mino venturoso a las crueles persecuciones que padecía. El Car qués de Villanueva de Valdueía y general de la amala ro!»
denal espiró i 28 de diciembre de 1645. Océano, que habiendo rehusado ir i la jornada ir "trusa**
(i) Tarsía la publicó en 1662 ; Mayans la reprodujo en 1734. fué preso, y al fin murió en Madrid entre cadenas, i 11 átájita-
Cuatro manuscritos, uno de ellos muy antiguo, he cotejado. bre de 1634.

Váituima.—K. i un mismo acierto : JO con que {Hanuícrita de la B¡-


l lióle a nacional, M, 6, fia. 179.) 13. ni engellar. (El manuicrüo de la Biblmltra.)
37. todn* tugan lo que lo veo coo tanto cristiano y heroico celo eje- «3. señores que hoy manden las armes ; (M.)
<mar. Tanto te sirve (««mujeril» del «flor don Cayetano Áleerle de la Si. en que es capitán {id.)
barrera ) 49. eo uago (Id.)
EPISTOLARIO. 607
bendiga. De la prisión, hoy 8 de junio de 1643.— Su allá para tener lugar. En fin, en vuecelencia se ven
uayor amigo , Don Francisco de Quevedo Villegas. dos cabezas, Mendozas y Sandovales; y gracias á Dios
que, con el pelo que en profecía juntó vuecelencia, nin
CARTA CXXI1I. guna será calva. Ándese vuecelencia de casa en casa
AI duque del Infantado, (u)
poniendo demandas, como otros demandando ; y con
cédale Dios justicia por sus puertas, cosa que pocos
Al cabo de los ajos mil piden. La mayor solemnidad deste suceso fué el con
Vuelve lo de Lermí por do solia ir.
tento de mi señora doña Antonia. Yo me estoy dando
Doy á vuecelencia el parabién tiesta sentencia ; que unos baños de pez y resina, y quedo en infusión de
o todo Séneca no he hallado otra tan buena como ella, cohete para introducirme en luminaria; que ya no ten
'uecelencia es duque del Infantado , duque de Lerma, go otro modo de lucir si no es quemándome. Guarde
uquedeCea y duque de Mandas; que siendo cuatro nuestro Señor á vuecelencia los mayores dilatados
ucados, hacen cuarenta y cuatro reales , y un real más años que deseo y he menester. Cogolludo, 29 de junio
onel de Manzanares. Paréceme que oigo al marque- de 1643 años.—Excelentísimo Señor.—De vuecelencia
ido de Denia, viendo que no caben de pies los esta más reconocido servidor, que le besa las manos,— Don
os en la casa de vuecelencia, decirlos que se hagan Francisco de Quevedo Villegas.
(a) Quevedo volvió de la prisión de San Marcos al mediar este
es de junio; y huhude irse á Cogolludo inmediatamente con el CARTA CXXIV. •
ique de Medinaceflr
Recuérdense sus deseos en la epístola lxixvi, y lo que allí dejé
otado. A don Francisco de Oviedo, (4)
i
Publicó Tarsia en la Vida de nuestro don Francisco esta carta,
o de 1662, por ver primera ; y en 1731 incluyóla Mayans entre Yo deseo infinito despacharme para Cogolludo, lo
■• ¡toriles, militares, civiles y literarias de varios autores espa que me dilata el cumplir con las visitas. Hoy mi güés-
les, que entonces dio i la estampa , aunque poniéndole un ró- ped ha prestado su coche para esta tarde ; suplico á
0 lleno de errores y absurdos. vuesamerced se sirva de inviarme el suyo, que me lle
Posee la Biblioteca Nacional un traslado muy apreciable, del
Sloivu |M,6, fól. 178), y otro de ningún mérito y escasísima vará á una estación, y si fuere menester, me dejará
lifiiedjd (T, 153, fól. 210); otro también he disfrutado del en ella, y podrá después volver por mí ; que por ha
flor don Cayetano Alberto de la Barrera. Y ajusfándolos lodos, berme señalado hora no excuso importunar á vuesa
1 el texto que me parece mejor. En la primera copia se halla la
u de estar escrilo el papel desde Cogolludo, lugar y habitación merced, á quien guarde Dios como deseo. En casa,
I duque de Medinaceli. hoy jueves, 9 de julio de 1643. — Don Francisco de
Digamos algo del magnate i quien dio tan desenfadada enhora- Quevedo Villegas. \
itna. {Sobre , autógrafo :) «Al señor don Francisco de
Don Bodrigo Diaz de Vivar y Mendoza de la Vega y Luna,
lauque del Infantado, marqués del Cénete, señor de Hita y Oviedo guarde Dios muchos años.»
dtrago, de la orden y caballería de Alcántara , nació á 3 de
ril de I6U. Fueron sus padres doña Luisa de Mendoza, con-
sa de Saldaba , y Diego Gómez de Sandoval , caballerizo mayor CARTA CXXV. •
I príncipe Felipe IV, comendador mayor de Calatrava en 22 de
;iembre de 1626, é hijo segundo del famoso duque de Lerma. Al mismo.
Perdió á su madre dota Luisa á 22 de agosto de 1619, la cual
> hija de doña Ana de Mendoza de la Vega y Luna, VI duquesa Mi señor; Anoche tuve carta del señor secretario
I Infantado y de su primer marido don Rodrigo de Mendoza,
suyo carnal. Doña Ana falleció en Cuadalajara i 11 de agosto Pedro de Colonia, en que me dice avisa á las dos se
ira. cretarías que hoy he de acudir al despacho y satisfa
En este dia pues, y á la edad de diez y nueve años, heredó tan cer la media annata ; y así , es forzoso acudir mañana
igües y famosos mayorazgos su nieto don Rodrigo, que se ¡mi á las dos secretarías, á pedir papeles en que avisen á
aba entonces duque del Cid, y estaba casado ya con doña María
Silva, hija de los duques de Pastrana. Don Rodrigo tuvo en esta Canencia de la merced, y ajustarlo con él (c).
lora nn hijo de su mismo nombre, i quien en 19 de mayo de Suplico á vuesamerced me envié el coche á la ma
II capituló, niño, con doña Antonia de la Cerda, hija del du- ñana, para pelear en tal aventura.
! de Medinaceli , cuya alegría por el buen resultado de los
¡los cortesanamente pondera Quevedo en esta carta. Por la carta de Pedro Coloma verá vuesamerced la
■uego que falleció el II duque de Lerma, don Francisco, de buena obra que hizo á su excelencia quien desvarió su
en ya se ha hecho mérito, á su hija mayor doña María Ana puso carta. Guarde nuestro Señor á vuesamerced como y
nanda este nuestro don Rodrigo Diaz de Vivar y Mendoza, duque cuanto deseo. Hoy viernes.— Don Francisco de Que
Infantado, sobrino carnal del difunto, como hijo del conde de
daña , pretendiendo, á fuer de varón, suceder en los mayoral- vedo Villegas.
de Lerma y Denia , que excluían las hembras. En efecto, ob-
o del Consejo sentencia de tcnuta á 23 de junio de 1613, re- CARTA CXXVI. •
iéndose el pleito de propiedad i la cnancillería de Valladolid;
ur esle suceso es la tal enhorabuena. Al mismo.
ué el Duque gentilhombre de la cámara de Felipe IV, general
la caballería de Cataluña, embajador en Roma y virey deSI- Este paje va por las espadas y dagas y armas de fue
a. A 1 de agosto de 1611 Qoevedo le dedicó su Karco Bruto, go; sírvase vuesamerced, señor don Francisco, de
añilóle asi las finezas que le debió en el tiempo de sus ñeras
secuclones; pero el Duque no apreció este obsequio en lo que mandar se le entreguen.
a. Esta mañana gasté toda en una visita muy notable,
HA Esta y las seis cartas siguientes copiáronse del original por
be la prisión, hoy de Junio 8 do (61t. {El manuscrita de la Btbliote- el bibliotecario don Tomás Antonio Sánchez.
-Deiu prisión y convento de San kte/coi de León, boy 8 de junio (c) El escribano Gil de Canencia fué quien imaginó la socali
Ui, til del stHor Barrera.) ña de las medias aúnalas.
608 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
de que daré cuenta á vuesamerced. Mi güésped y yo (Sobrescrito :) «Al señor don Francisco de Oviedo
estamos con mucho cuidado por no haber tenido carta guarde Dios como deseo.» (Y poco más abajo, tarnlia
del Duque mi señor; hoy le escribo me envié el co de mano (¿«Quevedo, lo siguiente :) «¡Ya están las epís
che. No puedo irme sin carta de vuesamerced , y darle tolas vergas en alto (6).»
cuenta de mis andanzas. Guarde nuestro Señora vue
samerced como deseo. En la posada, hoy sábado.— CARTA CXXX1. *
Don Francisco de Quevedo Villegas.
De persona desconocida. — Fragmento.
CARTA CXXVII. • Paréceme que vueseñoría para volverse á su can,
por no ser tramposo de visitas , andará pagante.
Al mismo. Persuúdome que paga muchas que no ilebe, y a,
Ayer á la mañana, á costa de buen frío y aguaron r, (sin escrúpulo) con inviar una rueda del coche, «•
hablé al señor secretario Juan Baptista de Orbea ; dijo cundum cardenales , se cumplía.
me la patente del mar Océano había de correr por él, Vueseñoría ha estado en León como el sol
y que él la solicitaría en viniendo orden del Rey (o).
Agustín Maldonado me dijo que la de las costas había 1644.
de correr por él ; y lo mismo quedé con él de verle esta
tarde, para informarme de todo el cargo, y del sueldo CARTA CXXXH.»
cómo ha de ser ahora, y en qué forma, por la media
annata. Del duque de Medinaceli. (?)
Vuesamerced se sirva de enviarme el coche esta Lo que ha dado de sí el negocio después decolo
tarde, quede todo le iré dando cuenta. Guarde nues rado con más tiempo, lo verá vuesamerced por esa co
tro Señor á vuesamerced como deseo. Hoy jueves.— pia de todo el despacho que va ; y yo le tengo tres di»
Don Francisco de Quevedo Villegas. lia sobre un bufete, aguardando á que estos señeres
ministros despachen algún correo. Y porque el de año
CARTA CXXVIH. ' ra dicen que va muy deprisa, no puedo alarg»rme¡
más que decir á vuesamerced que el ianto que le en
At mismo.
vié de las cartas que tenia escritas , con la pris ée h
Anoche supe había venido al oficio de Tapia remi estafeta le rasgué , y el que ahora le envío l( recale
tida la carta de la aceptación de su excelencia. Esta Ya que vuesamerced se ha detenido ahi, panps»
tarde querría ver al señor don Luís Ponce; si vuesa ha sido posible salir antes, me parece que se deltas
merced se sirviese de pasarse por aquí, acompañaréle. hasta sacar los despachos; y viéndose con el secretar»
Si no, le suplico me invie el coche; que no puede la Pedro Coloma (á quien escribo lo que vuesaraerteJ
carta haber venido sin orden para la junta de Guerra de verá), dándole esa carta, prevenga los lances que pue
España, de donde se repartirán á mar y tierra las pa dan ofrecerse. Y en cuanto adinero, proveerá por li
tentes. Guarde nuestro Señor á vuesamerced como de branza de vuesamerced Martin Ladrón de Guevara,
seo. Sábado. — Don Francisco de Quevedo Villegas. quien salió hoy de aquí para esa corte. Y con la estafe
ta enviaré á vuesamerced las dudas que se me ofre
CARTA CXXIX. • cen, porque preguntándolas ahí , me envié claridaJ
de todo. Dios guarde á vuesamerced muchos aite co
Al mismo. mo deseo. Sevilla, á 5 de febrero de 1644.— A. Biz
Mande vuesamerced, señor don Francisco, dar á es que de Medina y de Alcalá. —Señor don Francisco d¡
te criado el tintero con los trastos que tiene consigo de Quevedo.
escribir, y la bota y el martillo; y mañana irá á ser
saca-trapos de vuesamerced , pues yo se los introduje. CARTA CXXX1II. *
Del mismo.
CARTA CXXX. ' Ser pretendiente en causa propia tiene de malora-
AI mismo. decer á los secretarios yá sus oficiales; y voesamer-
ced, que huyendo deste inconveniente, apeteció»
Ayer me dijo el señor Canencia que mañana me dará sosiego, se halla por mí en los zaguanes de las p'»-
la resolución. Suplico á vuesamerced, si es posible, mas, y escuchando el cerrojo de Canencia, y agual
mañana me envíe el coche á las once, que sobrará para dando á que acabe de reposar. Bien conozco loque de
mal despacho. bo á vuesamercetl, y el esmalte que tienen en su con
Tres dias há, dijo anoche don Juan de Herrera que dición estas mortificaciones, y en sus zancas estó
fiabia venido orden para que se le pagasen al Conde-
Duque todos sus sueldos y lo que se le debía y otras pasos.
Recibí el título de los cargos y la obligación pan
cosíllas. Guarde nuestro Señor á vuesamerced como y
la media annata. Esta no puedo ototgalla yo «« »
cuanto deseo. En casa, hoy miércoles. — Don Fran Duquesa, porque en cogiéndonos debajo de escritura,
cisco de Quevedo Villegas.

(«) Era 1 la sazón Juan Biulliti de Orbea, y lo fué muchos aflos, (í) iYa están las cartas prontas para ir a su destino ? i «J> *
tan las Epístolas de Séneca listas para d.rse a la esu»pa»- Jí
secretario del consejo de Guerra. La patente de que se trata en
etta carta y en las siguientes, es la de capitán general del mar fácil determinar con Ujcza la alusión.
(c) Copiúsede la original , que toda esta demanodeHWí
Océano y costa de Andalucía, a favor del duque de Medinaceli.
EP1ST0L \R10. 009
declararán mayor cantidad por el cargo de la que se
debia. Y pues para ello no es menester recopilar el De CARTA CXXXIV.
recho, ni contar las leyes de la media annata, sino de Del mismo.
arbitrio, digan la que es , y páguela Martin Ladrón ; que
yo no be menester obligación ni fianzas para esta por Señof mío : perdone vuesamerced la casería de la
quería, ni tengo prisa por ser general ni capitán. mano ajena, por la mayor comodidad que tendrá en
También me dice vuesamerced que ajustó Espinosa leer la carta, que será más larga de lo que yo quisiera,
cim el secretario Canencia que la media annata de la y aun de lo que fuera razón ; pero la implicación de lo»
translineacion de la casa de Alcalá está suspendida has- negocios que atrae la naturaleza del tiempo, influye
tu la tenuta, y reconocieron el despacho. Si esto es asi, en todo.
¿por qué tengo de obligarme á pagalla con escritura y Beso á vuesamerced las manos por la advertencia
salarios desde luego, y ocasionar una vejación y un con que escribió al secretario Andrés de Rozas sobre mi
pleito en tribunal tan ridículo, y para allanar dificul asistencia este verano. Deseo mucho que estos seño
tad que en los cargos de Valencia se venció? Vuesa res resuelvan lo mejor, ganando algún tiempo del que
merced diga claro á estos señores ministros que estos han perdido; y no paso á decir á vuesamerced cómo
cargos no los he de comprar con nada ; que lo que se fuera posible haber embarazado la entrada que el re
debe según órdenes del Rey, liaré; que las incomodi belde ha hecho en el Montijo y Barcarrota, porque pa
dades que me quisieren añadir, podrán embarazar la ra el servicio del Rey siempre querría que precediesen
elección de su majestad, mas no obligarme á que pase fundamentos prácticos, y no especulativos ; y estos úl
por ellas yo. timos son los que hasta ahora he podido granjear.
El título he leído; y estimando como deboque su En la provisión de caballerizo mayor, Carpió va
majestad me tenga por persona de calidad, echo me premiado, y el Conde-Duque no queda desfavorecido;
nos que se le olvidase al escribiente la cláusula de pero á las interpresas de Cataluña no hace buen viso
nombrarme el Rey por capitán general , no siendo para este género de reservas.
otra cosa el privilegio. Veremos si el que viene por la Lo mismo es el recado y licencia que se dio á la de
secretaría de Mar está cabal ; y entre tanto recogeré el Carinan por el de Castañeda , que borrar de los des
Je Torrecusa y de Medina-Sidonia, y veré las cláusulas pachos la cláusula de «no reconociente señor en lo
que cada uno tiene, para avisar á la Junta ; porque con temporal». Persuádome que no era punto sobre que
■I título de ahora, ni en Sanlúcar ni en Cádiz me obe- se dejaran de ajustar las treguas, si los tratadores se
Jecerán los gobernadores, en regla de buena milicia. hallasen interesados en amparar la flaqueza de España;
También es menester que su majestad vea en qué y no se oponía al negociar por lástima conservar un
brma lie de estar (¡entro de mi jurisdicción, y qué poquito de honra.
■oinpañias han de hacer cuerpo de guardias; porque En el pleito que avisó á vuesamerced Valencia, sobre
.'cute pagada no la hay, y la demás son milicias, á los solares de los moriscos de Arcos, hay dos fiscales
juien no conviene obligallas á que pierdan el trabajo queme piden : uno el de la Inquisición , en cuyo tribu -
le sus labores y oficios. Medina-Sidonia en su lugar nal no tengo bien sustancia. la la causa, ni los inquisi
¡minaba el oficio, y estaba como señor de su casa, dores, con su acostumbrado saber, bien entendida, y
fo en el Puerto no puedo estar así á vista del cuerpo tengo sentencia en contra. Otro es el fiscal de Hacien
le guardia de galera ; y en Sanlúcar, si no estoy como da, adondeen mis días se siguió con más cuidado el
■a [litan general, no tengo donde estar. Este inconve- pleito, y tengo semencia en favor. La maña deste caso
lienle no tengo cómo vencelle yo, si de ahí no viene es segnille en el tribunal de Hacienda; para hacer fuerza
írden; y mientras no se resolvicre, me estaré en mi con lo sentenciado, en la Inquisición. Y así, conviene
:asa. Tara todo será necesario que vuesamerced hable que corra el pleito, porque la Inquisición me tiene des
i los de la junta de Guerra de España con esas cartas, pojado; y en causa común , donde no hubo delito par
|ue son : señores conde de Castrillo, Castañeda, don ticular, si venzo al fisco de la real Hacienda, no dejo
jUís Ponce, Santa Cruz y Montalvo; y vean cómo entrada al de la Inquisición. Este capítulo puede vue
,«■ lia de empezar este ejercicio, que en sustancia es samerced copialle para Espinosa, ó guardalle para
le puesto nuevo.. quien hubiere de defender el pleito.
Siempre que venga don Francisco Barrionuevo, y In verbo Juan de Espinosa. En la conformidad que
[ue abrevie su llegada, me holgaré mucho : suplico a vuesamerced me dice en su capítulo, enviará hecha la
'üesarncrced que lo esfuerce con su ilustrísima. obligación ; pero de la carta que Juan de Espinosa me
Las cartas para los señores de la Junta irán con la escribe no es respuesta ningún medio que yo tome en
stafeta que viene, cuando haya visto los títulos y este negocio : ahí va la copia. Yo he pesado todas las
justado las cláusulas que, según la voluntad de su ma- razones que vuesamerced me propone, y las tengo por
estad , lia de traer para mandar con forma lo mismo considerables ; y lo que más fuerza me hace , la falla de
ue quieren que mande sin ella. tiempo para disponer y establecer de nuevo esa agen-
Por acá no hay novedad. A la Junta respondo sobre cía. Empero nada es tan pesado como Juan de Espino
mas diligencias de bien poca sustancia. Dios guarde sa : una ó dos veces ha intentado despedirse ; y cuando
vuesamerced muchos años. Sevilla, á 5 de abril yo, menospreciando los fundamentos y la brevedad de
e 1644. — A. El duque de Medina y de Alcalá. sus acciones, lo he tolerado, veo que le he dado moti
Postdata. Escribí á vuesamerced esta carta de mi vo para que se arroje en peor ocasión y con más seguri
inuo, y de tan mala letra , que la híco copiar.—A. El dad. En nada pierden tanto los negocios como en ser
uque de Medina y de Alcalá. tratados por mano de quien piensa que se ha hecho ne
39
Ü10 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
cesario en ellos; y no gasta menos tiempo en el sufri llegué á esta villa con más señales de difunto que c-
miento quien lo consiente, que el que de una vez se vivo. Mas, con la vecindad de Sierra-Morena, que t
dispone u encomendados á otro. Y así, vuesamereed muy templada, y la quietud y el regalo de la caí,
lea á Juan de Espinosa este capítulo, en que lie hecho quedo hoy mucho mejor y más alentado, y sierra
materia do estado la claridad , para que, ó me pida la para servir á vuesamereed , á quien solo echo ma •
carta que me envió sin que se la responda, ó para que de todo lo que dejé allá. Y mire vuesamereed cuál ótt
le envié la respuesta de ella. de venir, pues cuando le digo que tengo mejoría, t
Las razones que vuesamereed me dice sobre el jui duele la habla y me pesa la sombra.
cio de Morales Ballesteros, son muy verdaderas; y en Lo que de nuevo hay por acá es que yo lie moen
cuanto á su poco seso, tengo yo otros fundamentos ma dos puercos; y entre chicharrones y morcillas y lon
yores que me confirman igual concepto al que vuesa ganizas, estoy preparando la mejor ortografía de lu
mereed tiene del. Pero la exterioridad de que quien ollas.
defendía al Marqués está por mi parle, siendo doctoral Nuestro Señor guarde á vuesamereed y i todos es
de Toledo, es laque busco; y así, vuesamereed me le señores; y le suplico diga al señor Bernardo de Ora
agasaje y le empeñe. do que yo le beso la mano con todo afecto. EnlaTao
Tursi salió en las galeras de España, dejando dos, de Juan Abad, 14 de noviembre de 164 i. — Doní-.
para que ni adonde va se hallen las fuerzas juntas, ni cisco de Quevedo Villegas.
acá queden las que basten para obrar, sino para formar
queja de lo que se perdiere. CARTA CXXXV1I. *
Porque un hijo del señor de Gandul desaCó á otro ca
Al mismo, (c)
ballero de aquí, sobre un casamiento, y errando el pa
pel, se supo el caso y se compuso luego, han preso los Señor don Francisco de Oviedo : La baela tra
alcaldes de aquí á este muchacho, que es alférez, y á su tad no sufre dilaciones; ya vuesamereed tendrá ctt
padre, que es capitán ; y ellos en cuerpo y con su jine en que le di cuenta del trabajoso camino mío.
ta y alabarda se dejaron prender de la justicia ordina Esta carta que de vuesamereed recibí noselisfi-
ria, y estiín en una de las torres desta ciudad, sin dezco, pues me escribe que solo viene porcubistií'
que el Asistente, que es maestre de campa general de la del señor marqués de Villanueva ; por si solo qtKT
ella, hable palabra ni forme competencia. Esto, cuando y estimo á vuesamereed, como debo.
se trata de sacar las milicias para Extremadura y fron Yo voy algo mejor, bendito sea Dios, y esperoíss
teras deste distrito, ya verá vuesamereed cuánto lo misericordia podré volver en mí. Duélase vueaBKM
adelanta. de mi desamparo, y sírvase de avisarme de lo qnp
En las casas del marqués de la Laguna se tomará allá corriere, que aquí no salimos de arar y qu
fama. Dios guarde á vuesamereed muchos años, como Sírvase vuesamereed de dar ese pliego al agetó rf
deseo. Sevilla, á 10 de mayo de 1644. señor marqués de Villanueva, que importa asa ¿ro
Cuide vuesamereed de ver al señor don Luis Ponce, ció; que yo le escribo lo que lia de hacer de él.
que es buen amigo y pariente. — A. El duque de Me Torrecusa se dice que ha entrado ya en Portoa!*
dina y de Alcalá.— Señor don Francisco de Quevedo diez y seis mil infantes y tres mil caballos; im*
Villegas, me parece mucha la gente, espero en Dios que ras»
que fuere será feliz la jornada.
CARTA CXXXV. * Guarde nuestro Señor á vuesamereed los anos P
yo deseo. En la Torre, y noviembre 21 de 1614.-!*
A don Francisca de Oviedo, (a)
Francisco de Quevedo Villegas.
Grande merced me hizo vuesamereed con el Me Después de escrita estaño le he podido escribí i
morial de Santiago; empero vuesamereed no está agente, porque no sé su nombre ; dígale vuesmfr^
liecho á hacerme chicas mercedes. quedó luego al secretario Carnero esa cart» delsew
Esta mañana vino Juan de Espinosa, leí le el capítu Marqués, que va para su majestad.
lo, enfurecióse y volvió á repetir cuanto le hemos oido.
Trabajó en reducirle á que pidiese su caroí y no res CARTA CXXXVDI. •
puesta de ella, que no hice poco.
Mañana creo saldré á unos enredos raios, y para ali Al mismo.
viarme de mi propio, procuraré buscar ú vuesamereed, Estoy tan cierto de la merced que vues>meiwl i?
ú quien guarde Dios, como deseo. En la posada, hoy hace, y de que yo se la procuro merecer, qm cu
máltCS-— Don Francisco de Quevedo Villegas. ello sucedió lo sospeché.
Luego que el señor Obispo habia venido, y vuesK-
CARTA CXXXVI. • ced justamente estaba embargado, echaba mocitos
nos las cartas de vuesamereed, empero uüKtiats-
Al mii- mo. (i) correspondencia. Esta que recibí hoy losatisücet-*
Señor don Francisco de Oviedo: Yo vine tal, que
en Toledo y Consuegra me tuvieron por muerto, y cisco. La liima esti hecha con mano trémula, que Mu ■id-'»1
lo grave de la enfermedad del dueño.- (—Aoí* a Uff^bf*
a Escrita á 17 de mayo. El segundo párrafo es relativo a asun he calido.)
tos de la anterior. le «También esta carta y las tres que van i coalutx»1 "'
i¡ii «Trasladóse de la original, la cnal es la primera que cncon- nen solo la Ornia de dos Francisco de (¡iludo, J Ittib ***"
ir.niios escrita de ajena mano, y ürmada solamente por do» 1'ka.v de amanuense.» ( Kola de la cofia.)
EPISTOLARIO. Gil
informándome de lo que no podía saber bien de otra muerte del señor Juan de Espinosa, que tenga Dios
pluma. en su santa gloria; el otro, no hallarme en ese lugar
Yo quedo contentísimo con la relación de las honras; para asistir á vuesamerced y servirla en la soledad y
que según está impresa la postrera copla con que aca desamparo que forzosamente se sigue á tan gran pér
ba, es lástima que ñola imprimiese el maldito Diego dida. Su buen entendimiento de vuesamerced ha de
Díaz de la Carrera (—yo le perdono las dos Declama hacer mucho para darle el consuelo de que necesita,
ciones porque Dios me perdone); y no estoy tan mal con con la resignación en la voluntad de Dios , y la espe
las recuas, que quiera brumarlas con ellas (a). ranza en sus misericordias. Su divina Majestad se lla
Grande lástima me ha hecho la brevedad de la muer ma padre de huérfanos y juez de viudas. Estas palabras
te de Juan de Espinosa. Dios le tenga en su santa glo se le prometen á vuesamerced clemente. Suplico á
ria ; que por las noticias que tenia de los negocios y vuesamerced con todo encarecimiento , que si en algo
pleitos, y particularmente este de Cifuentes (que por la puedo servir con su excelencia , que lo haré con en
muerte del Conde da paso á la justicia llana que su trañable afecto.
excelencia tuvo siempre), ha de hacer Taita, hasta Ahi dejé embarazando á vuesamerced el desván dos
que otra persona se instruya en todo; que, por otra par baúles y una arca, clavada la cerradura, que conoce
te, verdaderamente deslucía mucho la asistencia con su bien la madre de Juan. Suplico á vuesamerced se sir
condición ; y á su excelencia , liado en su hacienda, le va de mandar que se entreguen á la persona que el
era cada año molestamente descortés. Yo, Señor, he señor don Francisco de Oviedo ordenare, por cuya
pagado hoy cinco reales de portes de solamente cartas mano envió á vuesamerced este pésame ; que su ex
de pretendientes, uno menos á propósito 'que otro; y celencia me da gran prisa que me vaya á convalecer á
me he corrido de algunos que se han atrevido á opo Sanlúcar, y me es fuerza llevarlos conmigo; y si lo
nerse. Solo uno me ha escrito de ahí , hombre docto que yo tengo porfiado, y aun lo escribo á su excelencia,
y letrado y de grande habilidad y clarísimo ingenio, me sucede, espero hacer á vuesamerced y al difunto
que es don Gaspar Cortés, relator del consejo de Orde un gran servicio. Guarde nuestro Señor á vuesamer
nes en la de Santiago; pero el oficio de agente hoy ced y la dé el consuelo de que necesita y yo deseo.
apenas se contentará con todo un hombre grande, sin De la Torre, y diciembre 12 de 1644.—Don Francisco
otro oflcio ni ocupación. Yo descansaré en el juicio de Quevedo Villegas.
que vuesamerced hiciere, que conoce mejor los suge-
tos que yo.
Mire vuesamerced por dónde ha querido Dios que CARTA CXL. *
yo le vuelva á ensuciar la casa con mis trastos. Hago A don Francisco de Oviedo.
saber á vuesamerced que dejé en casa de Juan de Es
pinosa dos baúles y una arca de libros y papeles de Yo he pasado los Alpes muchas veces y los Pirineos,
precio y estimación: el uno cuadrado, de baqueta, con cuando ellos mismos no pueden sufrir la nieve ni el
dos cerraduras; el otro, de baqueta, viejo, con otras hielo, y no he padecido tan rabiosa destemplanza de
dos cerraduras, de tapa comba y largo ; la arca, clava frío como padezco en este lugar. Hanse hecho en los
da la cerradura por falta de llave. campos y en las calles, que todo es uno, unas rimas do
Hase de servir vuesamerced , pues es mi amparo en nieve sobre hielo, y de hielo sobre nieve, que tienen
todo, de hacer dar esa caria mia á su mujer de Juan la vida de los hombres aterida, y hacen tiritar á las
de Espinosa, en que la envió el pésame, y la pido mismas ascuas. Considere vuesamerced cuál estará es
mande entregar á quien vuesamerced dijere los dichos te esqueleto.
baúles y arca ; que presto iré de escolla, si Dios quie Aquí han llegado ya todos los carros y muías que
re, y barreré de la caballeriza de vuesamerced esa fueron de esta tierra para la jornada de Torrecusa , y
inmundicia. Están los baúles en el desván de la casa dicen que él queda ya retirado en Badajoz; no sé quo
de Juan de Espinosa, y ha tenido cuenta con ellos la esto pueda haber sido con buen aire, aunque no haya
madre de Juan, de aquel criado que fué mió, que lo podido ser menos, puesto que se hace cargo á la pru
sirve. dencia de lo que no se previene en lo contingente.
Aquí es el Invierno terrible de hielo, y á mí me Confieso á vuesamerced que me da gran cuidado, por
tiene aun sin aliento para tiritar, inútil para ningún que en el quinto año de la tiranía del duque de Ber-
ejercicio del mundo ; con todo, voy dictando la Segun ganza, haberse frustrado el mayor aparato nuestro, á
da parte de la vida de Marco Bruto, y he de procu él le ha de dar mucho orgullo , y á los enemigos nues
rar que no pierda por segunda. Guarde nuestro Señor tros que le asisten nuevos alientos.
á vuesamerced, como yo deseo. De la Torre, y diciem Señor don Francisco, nadie se conoce en el mundo;
bre 11 de 1644.— Don Francisco de Quevedo Villegas. Juan de Molina , menos que nadie : él es un buen hom
bre , y platico en pleitos del arrabal , como los míos y
CARTA «1XXX X. ♦ otros tales; no tiene sino lo que junta de salario de los
tres ú cuatro que se le damos. Escribióme animosísi-
A la viuda de Juan de Espinosa. itiamcnte ; en este envióme dos cartas de favor por sí
Sobre mis muchas enfermedades y trabajos, quedo para su excelencia, una de Arrieta , y otra de Ortega,
con dos sentimientos muy grandes : el mayor, de la escribanos de cámara del Consejo; y es tal su desaten
ción y falta de estilo, que me envió una firma suya en
in) ¿Scrin lasdos Htclumnátua, ¡apresas! continuación del
blanco para que la llenase y la enviase á su excelen
Vareo Bruto, traduciendo e imitando i Séneca el retórico? cia. Mire vuesamerced si el diablo ha intentado que
(i 1 2 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
un hombre como este, que pretende ser agente de su las noticias que tiene de las inteligencias de Joan de
excelencia , le escriba de mano ajena ; yo le volví la fir Espinosa y de los negocios), seria bueno enviar I dos
ma con alguna advertencia mal acondicionada. No ha Pedro de Figueroa, de quien siento y temo lo mhre
ijuedado hombre eu Madrid á quien no haya dicho que que vuesamerced. Pero, como se podía'remeátirtét!
pretende el oíicio y que ha de ser agente. Yo escribí dueño al olício buscando más despacio, no me parecí
¡i su excelencia de otros dos pretensores de buenas mal. Siempre he conocido y dicho que 9i Antonio L>
partes; empero le añadí qtie lo que mejor me parecía pez tuviera algo de más fuste y caudal, eramaií
era que su excelencia enviase persona de Sevilla, y propósito para todo, porque es muy virtuoso, nnt in
que me parecía que para el terremoto de ahora era á teligente, y está en las materias y se ha criado en (Se,
propósito don Pedro de Figueroa, del hábito de Al y siempre juzgará que importa muebo que con ale i
cántara, cuñado del mismo Juan de Espinosa , y que ha título sirva á su excelencia, y vuesamerced pueiesr-
andado con él eu los negocios y tiene noticia de todo. vírse dar autoridad á esto con su parecer.
Cuatro dias há que pasó por aquí el señor duque de Beso á vuesamerced su mano por el cuidado tp,
Lenua (o) para Lucena; y sirviendo á un criado suyo tiene de desayunar mi noticia con las nuevas dea
venía con él un muchacho que servia á Juan de Espinosa corte. Aquí he visto hoy una relación escrita por o
cuando murió, y me dijo tenían por cierto en su casa padre de Santo Domingo, que se halló en el ejérofe
que don Pedro Figueroa venia á él por la posta. Yo te en Badajoz, que, aunque es infamísima para lamo:?,
mo que su excelencia tiene grande y intrincada cuenta parece puntual y verdadera; y es dia por día, y Im
con el difunto, porque tenia á su cargo la paga de los por hora. Consuela al cabo con que á la primaren»
censos de la casa y otros acreedores, y entraban en su lia devolver por mar y tierra.
poder cada año infinitos ducados. Heme holgado muchísimo de que se haya voefc!
Confieso á vuesamerced que si vucsamcrced no es concertar el casamiento del señor marqués dePe&ü
tuviera ahí, que es el todo, y quien mejor lo puede con mi señora la duquesa de Uceda , porqoe ét a-
disponer y aconsejar, que sintiera hasta morir el no trambas casas soy criado de todo corazón , y siea[r
poder irá servir al Duque al i í eu lo que pudiere. me holgaré de ver que se unan en sí mismas (d
Yo beso á vuesamerced su mano, por el deseo que He hallado aquí un mozo muy virtuoso y doel,.■
tiene de encaminarme lo que saliere de nuevo de li me ha de ser de grande alivio y ayuda paral.:?
bros; yo no leo ni escribo, ni aquí hay arriero ni or quiero disponer que se imprima ; y ya empieza i S-
dinario; y si tuviera salud, me sobraba ricamente en bajar en algo, de que luego daré cuenta á tosjkí-
qué ocuparla para el estudio. ced, á quien me guarde Dios, como yo deseo. Vi i-
Si el tiempo me hubiera dado lugar, y la salud , ya nueva de los Infantes, y enero 8 de 6+5. — DoarV»
estuviera en buen estado la Segunda parte de Bruto, cisco de Quevedo Villegas.
porque estoy persuadido ha de preferirse al que s.ilió
primero. Nuestro Señor guarde á vuesamerced, como
deseo. De la Torre, y diciembre 19 de 164*.— Don CARTA CXLII. •
Francisco de Quevedo Villegas. Al mismo.
Mejor acogida he hallado en Vilianueva de tos te
1645. tes que en mi lugar, más compañía y mejor uta,1
un boticario amigo, docto y rico y buen cristo»», f«
CARTA CXLI. * son los tres liadores de la verdad de los botes. Bp
en Dios he de volver en mí presto.
Al mismo. I*)
Con este ordinario escribo á Pedro Cuello en p-
La porfía de mis enfermedades y lo riguroso de este del capellán de don Gabriel de Alarcon , qne es as-
invierno me obligaron á pasarme á Vilianueva de los ral deste lugar, y por eso acude á él el cirro «si
Infantes, donde quedo en busca de algún remedio de nario de aquí que va y viene á Madrid. Eoviofeápé
la botica y asistencia de amigos. Lo que lie hallado los cuatro Brutos de la segunda impresión, j le s*
muy á propósito á mi necesidad, con alojamiento muy que presto podré remitir algunas cosas ya «fe?»
abrigado, y voy sintiendo mucha mejoría, y espero en para que se impriman (<t).
Dios quo en desenojándose el año podré restituirme Aquí lia llegado orden de que se citen o en ffi
al uso desle miserable cuerpo. en lodo este partido; cosa que han oido cao deas-
En materia de la agencia, no he tenido respuesta suelo, pareciéndoles es para llevarlos.
de su excelencia á nada ; es verdad que yo le propuse
envíase persoua de allá, y si le parecía á propósito ( por (r) La duquesa deVceda doña Felicbe de Saudanltj-^
bija del valeroso don Francisco, II doque de Lertu, •'■" "
(al Don Luis de Aragón, VI duque de Segorbe, marques de marzo siguiente con el marqué» de Peiafiei don Gaspar I
Contares, casado con la /// duquesa de herma dona Haría Ana de Girón, que fué luego V duque de Osuna.
Sandoval y Rojas , biznieta del célebre favorito de Felipe III. (d) El mercader de libros Pedro Coett* sitia lab '"'
Karco Bruto en 1G-U; y al año siguiente hizo segunda »?<**■
\b) Todas las que siguen son de mano ajena, con la ilrma
muy temblorosa de Qüeveoo. que es a la que se refiere esta carta.
Huerto QutsvBoo.el mercader didiJt ettam|»c«kK>*"'''J
Al excelentísimo señor don Serafín Eslcbanez Calderón debo
traslado de estos veinte y nueve preciosos documentos, cuyos ori principales obras en prosa y en verso del gran estrila'. f '
ginales poseía casi a Unes del último siglo don Benito Martínez anos de 1GÍ8 y IG19 ^quizá dispuestas en parte por d rre?l*>'
Gómez Üayoso, archivero de la secretaria del despacito miversal Francisco, según se deduce de este y de los que •il*"*'*
de Estado, de cuyo escribiente son las copias. tautes documentos, desconocidos hasta boj.
EPISTOLARIO. 813
Yo temo que cargan muchas cosas de ocupación so De vuelta del carro remitiré á vuesamerced (en plie
bre vuesamerced, entre Perea y las cuentas de Espino go de Pedro Cuello, por el mismo camino) un pedazo
sa y el diluvio de desatinados pretensores; oinpero en limpio bien escrito y apuntado, que con otro trozo
vuesamerced no puede faltar á su excelencia, ni su que irá, creo será cosa de estimación; en tanto que,
excelencia tiene otra persona. Si Perea no se ha en á pesar de mi poca salud, doy fin á la Vida de Marco
mendado, harta flema gasta y bien retenido es en Bruto, sin olvidarme de mis Obras de verso, en que
obrar, con su poquito de confusión en el discurso. también se va trabajando.
Dios nuestro Señor me guarde á vuesamerced , co Guárdeme Dios á vuesamerced , como yo deseo. Vi
mo y cuanto deseo. Villanueva de los Infantes, y ene llanueva de los Infantes, y enero 22 de 645. — Don
ro 17 do 43. — Don Francisco de Quevedo Villegas. Francisco de Quevedo Villegas-.

CARTA CXLHI. • CARTA CXL1V. *


Al mismo. Al mismo.
Yo quedo con un emplasto en el cerebro y media Mucho contrasta el efecto de los remedios, con que
espalda, y vizmados los dos hombros por la falta del iba adelantándome , el rigor y variedad del tiempo que
movimiento de los brazos; hanme echado, dos noches hace aquí. Casi me tiene rendido el mal , y me pare
interpoladas , ventosas en las espaldas , sucas ; y con ce antes lucho con la muerte que con la enfermedad.
estos medicamentos hay ya cuatro noches que duermo El médico, que me quiere bien y es docto, me da bue
razonablemente ; y espero en Dios que, si puedo resis nas esperanzas para entrando el buen tiempo.
tirme á estos meses locos, que con el buen tiempo me Mucho me pesa que empiece á ser embarazoso y
restituiré , y cobraré fuerzas para poder pasar esta vi desabrido á su excelencia el cargo, en que no me pa
da al calor de la Andalucía. rece lo peor la competencia de los lugares, sino el
Con el carro ordinario de aquí para Madrid escribí, haber de salir de ella por los ministros de ahí. Triste
cuatro días há, á Pedro Cuello. Fué la carta en pliego cosa es oficio que no vale nada y es todo inquietud.
de un capellán de don Gabriel de Alarcon, y vive en su La justificación de su excelencia espero que le sacará
casa; y por ser natural deste lugar es todo el amparo con victoria de todo.
del carretero, que se llama Contreras. Hamo venido Parécetne que en Madrid habrán recibido bien á don
muy á propósito esta noticia, que me dio un amigo Felipe de Silva por sus méritos, que aprovechan más
aquí, de que podia ir enviando , y enviaría debajo de con el pueblo que multitud de caballos y coches y
carta suya en pliego para vuesamerced , todo lo que se recámara. Quiera Dios que con el marqués de Leganés
hubiere de imprimir, y la correspondencia será segu se desquite algo de las desgracias de Badajoz, si bien
rísima. yo no acierto í estar mal con Torrecusa , ni á dejar de
No me parece mal la materia de estado, que no de sentir que habrá hecho de su parte cuanto haya sido
jen hacer paso á ningún ministro de los que gobiernan posible.
reinos y ejércitos. Confieso que tienen sus inconve No me dice vuesamerced nadadeChiriboya ni de los
nientes, empero mayores irremediables han resultado dependientes del. Acá todo es nuevas órdenes de su
üe lo contrario. majestad para instituir nuevas milicias, pedir soldados
Muy acertada elección es la de enviar por embajador y donativos, y vender oficios. Quiera Dios baste para
y plenipotenciario al señor conde de Peñaranda, que lo que parece será necesario. Nadie escribe de quiénes
tengo por cierto prefiere en caudal de entendimiento quedará el gobierno en ausencia de su majestad y del
y ingenio á todos cuantos podían enviar á esto mis Príncipe nuestro señor. Mire vuesamerced qué cuida
mo, y que ha de dar buen cobro de todo, y sé de cier dos me matan á mí entre mis achaques, siu irme ni
to queva contento (a). venirme.
Heme alegrado mucho de que don Felipe de Silva De Pedro Cuello aguardo respuesta dentro de cuatro
vuelva á mandar las armas de Cataluña ; no tanto de dias, con los libros de la segunda impresión. Yo voy
que Canlelmo vaya á Galicia con título de virey de la disponiendo qué enviar luego, para que vuesamerced
Cortina; que es desabrido para nuestra nación, y allí lo disponga con él.
es fuerza que lo sea más. Dios lo encamine á lo que Guarde Dios á vuesamerced muchos años. Villanue
más convenga (6). va de los Infantes, y enero 31 de 1645. — Don Fran
cisco de Quevedo Villegas.
(oí Fueron plenipotenciarios para la paz do Munster, con el
conde de Peñaranda, el marqués de Castel-Rodrigo ; el canciller
ile Brabante, don Fernando Bercol; el famoso don Diego Saavedra, CARTA CXLV. •
consejero de Indias; don Amonio Bruno, consejero de Fundes;
) el conde don Gualtero Zapata. Al mismo.
■i) Rn 15 de mayo del año anterior ganó don Felipe ie Silva la
batalla de Lérida contra los franceses, mandados por monsieur
ilc la Mota. Después de la toma de esta ciudad, hallándose carga En esta carta no cabe otra Cosa sino el deiconsola-
do de achaques, licencióse y vino a Madrid a curarse. Su majes do sentimiento de la muerte de mi señora la Duquesa,
tad le (lió titulo de marqués y una encomienda. Fué nombrado qno está en gloria ; tengo por cierto que su excelencia
para surederle dan Andrea Canlelmo, napolitano, con nombie de pasó á mejor vida, y que el Duque, con su virtud y
virey y capitán general de Cataluña, el cual había estado en las
eucrras di' Funde* . y habo de dar principio a su uia.ido con las su amor ásus hijos , los será padre y madre, y que su
empresas de Balaguery de Agir. - excelencia la soledad en que queda la acompañará con
614 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
el agradecimiento é la voluntad de Dios. Empero cuan nierou trujieron al Rey nuestro señor la reducion óe
do advierto en aquella mocedad tan robusta, que pa Portugal y Cataluña, el llegar y volverse, como se vol
recía tener inhibitoria de la salud contra la enferme vieron , era el más grave delito y de peores sospecha
dad , y veo que en tan pocos días se acabó , y que yo, que se pudiera imaginar ; ni me persuado que i coa
habitado todo mi cuerpo de muerte, aun vivo ,—esto semejante irían solos sin grande escolta, por donde
me tiene con horror y lástima grande. Cuidados le que parece ser no averiguarse algo. Confieso a vuesamer
dan á su excelencia, y me parece que mi señora la ced que ansí me ha dado gran cuidado por lo que es
condesa de Saldaña habrá de esforzar su edad con su cribirán los embajadores de los principes (().
entendimiento y cuidados de madre (a). Yo escribo á Señor don Francisco, en tanto que en Cataluña que
su excelencia pocos renglones , y esos llenos de dolor dare algún solo catalán, y piedras en los campos de
y lágrimas. Nuestro Señor guarde á vuesamerced , co siertos, hemos de tener enemigo y guerra.
mo yo deseo. Villanueva de los Infantes, y febrero 7 Aquí se da gran prisa á sacar soldados, carros;
de 645. muías, y trigo, con que la tierra está afligida, siendo
La carta que vuesamerced me envió con la suya así que todo es menester y más.
no es de Pedro Cuello, sino de Alfai, á quien respon Yo, con las mudanzas del tiempo , no lo paso bien,
deré para la estafeta que viene (6). aunque estoy con algo más aliento. A Alfai le sobra
Ayer recibí con los carros los libros de Ja segunda para que yo le asista el ser criado de vuesamerced; j
impresión de Marco Bruto , que aun es de Diego Diaz así, procuraré enviarle alguna cosa (g).
de la Carrera la letra, y el papel es el mismo (c). La Envióme Pedro Cuello los Marco Brutos de la se
mejoría que he hallado hasta ahora son dos erratas gunda impresión, y un libro nuevo que Alfai ha im
emendadas; envióme cuatro bollos de muy buen cho preso Del gobierno más oportuno ; y muy excelentes
colate, y un papel muy grande de tabaco, de olor muy bollos de chocolate, y un papel grande de tabaco, .
excelentísimo. olor muy fino, que verdaderamente le he quedado muy
Con los carros, cuando vuelvan, remitiré en plie reconocido. Y así , me voy dando prisa, la que me con
go suyo para vuesamerced un papel que se imprima. cede mi poca salud, á la Segunda parte de Um
— Don Francisco de Quevedo Villegas. Bruto y á las Obras de versos. Guarde DiosáTuea-
merced como y cuanto yo deseo. Villanueva de te
Infantes, y febrero 12 de i64o. — Don Francistoit
CARTA CXLVI.» Quevedo Villegas.
Al mismo.
Su excelencia se sirvió de escribirme el sumo des CARTA CXLVI1.»
consuelo en que estaba, y cómo habla depositado el Al mismo.
cuerpo de mi señora, que está en gloria, en las Cue
vas, para traelle á su tiempo á su entierro real de Congojadisimo de mis enfermedades escribo esta i
Güerta (d). Muy bien hechas están todas las preven vuesamerced; y como la flaqueza es tau grande del
ciones de su excelencia- por parte del Marqués, ya du continuo padecer, cierto que me siento rendido al do
que (e) , y creo que su excelencia no se descuidará en lor. El tiempo mees tan contrario, que parece que
nada de lo que con humana providencia se pudiere con vientos y agua y nieve y granizo me combate con
antever. Hartas gracias doy á Dios de verle fuera de la variedad el tiempo. Si Dios no me da fuerza, scím
esc lugar eu tiempos tan revueltos. don Francisco, yo no sé de dónde la saque. Mucho me
La novedad de. los dos de á caballo han escrito aqui ha agravado la soledad y cuidados del Duque en la viu
todos conformes. No me parece que el cuarto de su dez, y no puedo apartar el discurso de sus cosas ;|W
majestad, Dios le guarde, tiene que ver con el de las muchas razones me parece buen consejo el de lote
damas; y la apariencia es tal, que cuando los que vi los que le escriben deje un oficio fantástico y tumul
tuoso y limitado, y se vaya á asistir á sus pleitos, qu<
tanto importa. Sus hijos fueron engendrados y nacie
ta) La eondeta de Saldaiíti. — Intitula asi á dolía Antonia Mirla
de la Cerda, hija mayor del duque de Medinaceli, desposada á la
ren y se criaron en tierra fria demasiadamente, j nun
sazón con el conde de Saldaña, don Rodrigo Diaz de Vivar y Men ca le puede ser seguro temperamento tan contrarv-
doza, primogénito de Infantado ; matrimonio que, por la temprana Harto deseo verlos fuera de aquella tierra, en edad U«
muerte del novio, no llegó á consumarse. floreciente y tierna. Quiera Dios encaminar á su exce
(4) Tomás Alfai. — Era otro mercader de libros, y el propio que
en 1G50 hizo en dos tomos la magnifica impresión (folio menor) lencia á lo que más convenga á su servicio yá la con
de Todas las obras en prosa de don Francisco de Quevedo Ville servación de su casa y estados.
gas, y El Parnaso español, colección muy rara y de mérito. Y ¿ fué verdad lo que se escribió de la entrada y
(c) Diego Diat de la Carrera. — Por las cartas anteriores se ve abertura de puertas del cuarto de su majestad, j la sa
cuín disgustado quedó nuestro do» Francisco de este impresor.
(d) El monasterio de Santa María la Real de Huerta, del orden lida huyendo? El haber mandado salir á Diego Goma
de San Bernardo, enterramiento de reyes y de los Cerdas, situa y á Palacio á servir al ejército, poco castigo parece o
do en la provincia de Soria, confines de Aragón y Castilla, i cua ninguno (h).
tro leguas de Medinaceli.
(«) Don Juan Francisco Tomas Lorenzo de la Cerda , Enriquez
de Ribera, primogénito de Medinaceli, titulábase marqués Ac Co- ífí Véase la carta siguiente y su nota.
golludo y de Alcalá délos Gazulcs; y ahora; por la muerte de su {(j) En efecto, le envió las dos cartas que séllalo con los n»se-
madre, fue 17 duque de Alcalá de la Alameda, señor de Lobon. ros iiut y uxnt.
Olvldóseme decir en la nota á la carta lv que sus padres casaron (A) «En 7 de febrero de 045 Invió orden sn majestad il pw
el ano de 1643. dente de Castilla para que ordenase al marqués de Palacio, ii t*
EPISTOLARIO. Cío
Harto deseo acabar de dar alguna cosa á Pedro Cue-
>v Alfai, mas esnie imposible hasta que el tiempo CARTA CL.
• dé algún descanso.
Al mismo.
Guarde nuestro Señor á vuesamerced. Villanueva de
i Infantes, y febrero 2i de 645. — Don Francisco de Pues yo no he respondido á vuesamerced , cierto i s
tevedo y Vilkgas. que he estado más muerto que vivo, porque me ha
apretado sumamente el mal del cerebro y de las cuer
CARTA CXLV11I. ♦ das del* pescuezo ; tres días há, sea Dios bendito, me
siento con tanta mejoría , que el médico que me cura
Al mismo.
dice que me ha de dar pronto sano.
El solo ejercicio que tiene aquel oficio de Sanlú- Que su excelencia envié persona á sus negocios,
r es los alojamientos, y en eso siempre hay contien- siempre será el cuidado de vuesamerced grande, por
s con el Asistente. Creo yo muy bien que su exce- que ú de su prudencia ha de pender la dirección del
ícia habrá procedido de manera que se le den gracias, que viniere, ú de su autoridad el logro de todo.
> él justa reprehensión. Dios sabe que me holgara de Dios lleve con salud á su majestad y alteza, y nos
r fuera de tierra tan caliente y con vientos de la mar le restituya con muchas victorias.
os hijos de su excelencia, que fueron engendrados Pedro Cuello me escribió ; sírvase vuesamerced de
criados en tierra tan opuesta y fria. Su excelencia cirle que me holgué mucho con su carta, y que para
rá lo que más convenga , y Dios nuestro Señor lo acabar esas cosas que están empezadas, no ha permi
camine á su mejor salud y seguridad. tido Dios que pueda valerme de mis sentidos. Si Dios
Yo, Señor, con la variedad del tiempo desta tier- quisiese que por mediado de abril pudiese yo poner
, y unos vientos solanos que corren, estoy totalmen- me en camino, podría ser que en Toledo con el amigo
rendido, sin fuerzas, y reducido á solo los huesos me rehiciese ; empero aun desto me ha dado muy
a piel ; que no sé en qué se detiene esta vida. malas nuevas el señor don Francisco Zapata , dicién-
Ese hombre que habló á vuesamerced en palacio se dome que teme que aunque me dé prisa no he de ha
ma Antonio de la Fuente, es natural de Sigüenza, llar vivo al señor don Alvaro (6).
i sido hombre muy travieso; persuádome que se ha- Despedí aquel paje que me escribía, por muchas
í recogido , porque, si no, el señor obispo de Si- justas razones, y aun me hubiera estado bien no ha
ienza, fray Pedro de Tapia, tendrá una oveja que re- berle traído conmigo.
icir. Mucho temo que la prisión que se ha hecho Siempre me persuadí que con esta carta que habia
se religioso deslustre algo á su iluslrísima, y que sea de responder la Cámara al señor marqués de Alcalá,
usa de lo que se ha dicho tanto , de que le quitaban tratándole de duque de Alcalá, habían de procurar
presidencia, lo acerque (a). de arrancar la media annata por que tanto ha gritado
Veremos con la ida de su majestad quiénes quedan al Canencia.
ibierno. Por las obligaciones que tengo á la casa de Osuna y
Nuestro Señor guarde á vuesamerced , como y cuan- á la de Uceda , me he alegrado infinito del desposorio.
deseo. Villanueva de los Infantes, y febrero 27 Guarde Dios á vuesamerced, como deseo. Villanueva
! 645. — Don Francisco de Quevedo Villegas. de los Infantes, marzo 21 de 1645. — Don Francisco
de Quevedo Villegas.
Postdata. Suplico ¿.vuesamerced me avise quién es
CARTA CXL1X. el desdichado que ocupa la jaula que se ha hecho en la
Al mismo. Orre de la cárcel de corte.

Yo quedo congojadísimo y postrado á los hielos y


eves de marzo; y tanto, que hablando con vuesa- CARTA CL!. *
erced habré de ser muy breve, remitiéndome en to-
> lo que toca á su excelencia á lo que vuesamerced Al mismo.
iple con su gran talento y juicio. Y temiendo algunas Por la merced que vuesamerced me hace, Dios me
jvedades en el pleito, no deje vuesamerced de es- le guarde. Estando ya arredrado el ataúd, vivo en Ma
ibirme ; que yo leo sus cartas y las quemo, y no ten- drid y en todas partes con las noticias que me da.
j otro consuelo. Guarde nuestro Señor á vuesamer- Siento las penales de los presos, como hombre hecho
;d, como deseo. Villanueva de los Infantes, marzo 7 á padecer, y deseo que Dios nuestro Señor prospere
o 045. — Don Francisco de Quevedo. las armas católicas y asista á su majestad, Dios le guar
de, con su gracia en su misericordia.
irdomo, y i Diego de Sandoval, hermano del duqnc del Infanta-
>, que dentro de veinticuatro horas saliesen de esta corte, j fuc-
De su excelencia no he tenido carta dos estafetas há,
a i servir al ejército de Badajoz, por haber querido entrar en porque yo no he podido escribir tampoco; que me
retrete de su majestad i deshora , estando recogido. Salieron i apretó tanto mi mal estos dias, que determiné llevar
Jni|ilir; y el Diego Gómez se volvió i la corte encubierto. Súpolo mi cuerpo al convento de Santo Domingo desta villa,
) majestad y dio Orden al presidente de Castilla para que le pren-
U'Sf luego, como lo hizo. Le llevaron á Monzón.» I— Diario de lo por la devoción que yo tengo á la religión , á su sanLo
etrrido en Madrid desde 1615 a 1648 : Biblioteca Nacional, ma- patriarca y al angélico doctor; pareciéndome que para
nscrito T, 19Í.1
(») Asi textualmente; el sentido parece ser : .y que esta pri-
¡nn sea causa de acercar lo que se ha dicho tanto , de quitarle ií) Don AUaro de Monsalve , canónigo de Toledo, i quien don
i presidencia.» Francisco dedicó La Hora de todos, y lit Fortuna con seso.
816 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
vivir ó morir era toda la buena disposición que podía carga de dar cincuenta ducados todos los años á Sóror
desear. En entrando en la casa parece que resucité, y Felipa de Jesús, su hermana. Deja por sus albaceas ti
diéronine los padres della uua celda admirable, y señor duque de Alcalá (c) y á vuesamerced y á mí, tí
todos doctos y religiosísimos me asisten ; de manera todos sus amigos legados de cosas particulares rar
qae tengo grandes esperanzas de breve convalecencia. memoria. Hame ordenado que diga á vuesamercal i
Si ya acabase su excelencia de enviar la persona que estado de su enfermedad, porque por cu flaqueza o¡
ha de asistir á sus negocios hoy, de mucho alivio se puede ; y espero en Dios que el ordinario que ria»
ria para vuesamerced. A quieh suplico dé un grande escribirá á vuesamerced.
recaudo mió á Pedro Cuello, y le diga cuan agradecido A quien suplico me tenga por su servidor, mas-
le estoy, y cuánto siento la enfermedad no me haya dándome muchas cosas de su servicio; que será obe
dejado enviarle muchas cosas; empero que con haber decido con toda voluntad. Guarde Diosávuesamereei,
obrado bien en la purga que he lomado, espero en como deseo. Villanueva de los Infantes, mato :
Dios de poder en breve desempeñarme. de 1645. — Don Florencio de Vera y Chaoo*{i).
Aquí han llegado cartas de Sevilla, en que avisan
que sus mismos soldados mataron á don Diego Caba
llero. Quiera Dios sea mentira ; que podría ser de mal CARTA CL1Y.»
efecto. Guarde Dios á vuesamerced , como deseo. De Al mismo.
Villanueva de los Infantes, abril S de 1645 años.—
Don Francisco de Quevedo Villegas. Ya vuesamerced tendrá relación , por carta del *•
ñor don Florencio de Vera y Chacón, de mi bife,
vicario deste partido del campo de Montiel, ea •
CARTA CL1I. * estado en que me hallé el dia de San Marcos, ccü
Santísimo Sacramento por viático y la extrema»
Al mismo. Sirvióse Dios de otorgarme la apelación, cada ds k
Yo, señor don Francisco, por último remedio que convalecencia mejor. Hoy quedo muy alentado eco
do condenado á que se me abra una fuente en un bra una fuente que me han abierto y puéslomehojp:-
zo; con mi edad y la gran flaqueza que tengo y males banzo. Espero en Dios que con esto he de poder acer
que paso, dudo que sea de provecho. Yo há días quo carme á los aires parientes de Madrid, yá verm-
estoy en una celda en el convento de Santo Domingo samerced , que es lo que más deseo. Todo corre lf.
desta villa. Todos los padres de casa, que tanta mer fin, y los hombres más velozmente que nada.
ced y caridad me hacen, se admiran de lo mucho que Las nuevas se mejoran en sus cartas de vsetvK-
padezco. ced, que mesón de gran consuelo. Quiera Dios fe
Dé Dios salud á su majestad y guarde á su exce buenos sucesos á su majestad. Dios me guarde i re-
lencia, como yo deseo y he menester. samerced , como deseo. Villanueva, mayo 9 de It4í
< Aquí ha estado el señor cardonal de Borja desde — Don Francisco de Quevedo.
el Miércoles Santo hasta el primer día de Pascua (o);
hízome grandes honras, que no pudo hacérmelas ma CARTA CLV. •
yores : yo no estoy para más.
Perdone vuesamerced y guárdele muchos años etc. Al mismo.
De Villanueva de los Infantes, abril 19 de 1645. — Señor don Francisco de Oviedo : Yo he estado etl*
Don Francisco. manos de nuestro Señor ; debió de servirse de rénte
me el juicio postrero á mayor arrepentimiento de ■
CARTA CLIII. * pecados. Él sea bendito : se sirvió de dejarme ei
vida. Mucho se ve, mucho se sabe en aquel confuto
Al mismo. breve.
Bien me persuadí el martes pasado (6) que este ordi Me lie holgado mucho con las nuevas que vuesaiKí-
nario habia de dar cuenta á vuesamerced déla muerte ced me envía, y más con los buenos y copiosos api*-
de nuestro amigo don Francisco de Quevedo, porque tos de su excelencia, á quien Dios tenga de soffi^
unos vómitos que le provocó la noche antes el tabaco y de su gracia.
en humo lo redujeron á tanta flaqueza, que no le daba Yo, Señor, quedo mucho mejor, y con esperaa»
el médico diez horas de vida. Recibió los sacramentos que en seis dias claros, benignos , podré despackt»
y dispuso de su alma muy aprisa. Hícele tomar una para Granada, en casa del señor Arzobispo, i ck*>
substancia, con que comenzó á repararse; y ha sido lecer este verano. Dios nuestro Señor por sn inás^
continuamente tanta cada dia su mejoría, que hoy misericordia lo disponga, y me guarde á vaesuKi-
queda muy alentado, y ha dispuesto de su hacienda ced , como yo deseo. Villanueva de los Infantes, ya*-
con más acuerdo ; y funda un mayorazgo de toda su yo 14 de 1641.— Don Francisco de Quetede y r<-
hacienda en don Pedro do Alderete, su sobrino, con llegas (e).— Señor don Francisco de Oviedo.

(*) Véase la caria r.xxi. Vengóse del Cardenal Borja el papa (í) El duque de Medioacell éralo también de Álcali ;!<'¡r '
Urbano VIII en no despacharle las bulas del arzobispado de Tole rio don Florencio lo cita por esle segundo lítalo.
do, para el cual fue presentado por el Re;. Muerto el Pontillce (d) Del habito de Santiago, juez ordinario , vicaria J «**
en 10H , Inocencio X las expidió al instante. Pero el cardenal mu- general del partido de Villanueva de los Infantes.
rió a 28 ilc diciembre de este mismo año de 1645. le) En la original ni ano la firma es de QcitUO, si» * *
li) 45 de abril, dia de San Marcos, i .jue alude en la carta clxiv. criado, Francisco Gómez.
EPISTOLARIO. 617
CARTA CLVI. pigados en un año: liase cumplido el primer plazo
este mayo; tengo el dinero aquí, y con mi trabajo tun
Al mismo.
grande, sucedido en este mismo mes, no pude enviar
Grande merced me hizo vuesamerced con la gaceta con unos carros el dinero, ni en todo el lugar hay
del Duque, mi señor; que cuanto es de mérito en su quien me dé letra dello. Suplico á vuesamerced re
excelencia, es para mí de salud y medicina. Dios le guar presente este aprieto al señor don Pedro Pacheco (c)
de y rae le dejo ver. y al señor secretario Calzadilla, para que se suspenda
Turbadas y dudosas veo las cosas del mundo, y es el enviarme ejecutor por solos veinte dias que me pa
ta campaña con algunos inconvenientes. No hay peor rece podré yo tardar en llegar á Toledo; y podrá ser
estado en las repúblicas que peligros vecinos y pro enviallos mucho antes, porque mi ansia no es otra
mesas y socorros apartados. Quiera Dios que Rosas sino pagar. Guarde Dios á vuesamerced. — üon Fran
se baya socorrido: importará todo lo que vuesamerced cisco.
dice, por todas partes. En toda esta tierra no queda Si á vuesamerced le llevare estos mil ciento y tres
liuiubre ninguno que (a) ; y se teme que nin reales (la paga del oficio) un criado de mi señora do
guno llegue. ña María de Zaldívar, que se llama Marcos de Figuero,
Suplico á vuesamerced, cuando viere al Duque, los recibirá y dará recibo dellos, porque yo los he do
mi señor, del Infantado, le bese la mano de mi parte pagar acá luego con el aviso; y se servirá decir al se
;ior la merced que me hizo de alegrarse de mi resur- cretario Calzadilla, que esa es la paga, y al señor don
eccion, qi;e así la llamo yo; y vuesamerced me pon- Pedro Pacheco, para que no me hagan costas: que
;a álos pies de su excelencia. esto ha de hacer vuesamerced por un hombre que has
A Pedro Cuello le dará vuesamerced muchos reca ta la propia vida le desampara. Y si Juan de Molina ha
los mios, y le diga cuan cerca estuve de acabaran- blare á vuesamerced en esto, le dirá, porque no des
es mi vida que la de Marco Bruto. confié, que ello ha venido por orden de un amigo do
Tras todos mis trabajos, un criado mió, de dos que vuesamerced, no pudiendo venir por otro.
ruje, que se llamaba Diego de Lugo, gallego de na-
'iii, viéndome en el estado miserable de mi salud,
iie robó casi cuanto tenia, y el dinero particularmen- CARTA CLVI1I. »
e, que había menester harto, y otras cosas; y así, Al mismo.
mvio á Juan de Molina una requisitoria para que le
irendan si le toparen en Madrid (6). Guarde Dios Entre alborozo y temor aguardo la nueva de Rosas,
vuesamerced, como deseo. Villanueva, mayo 22 siendo verdad que el temor siempre se adelanta á acre
le 1645.— Don Francisco. ditar sus conjeturas. Dios nos asista por su miseri
cordia.
Mucho me holgaré vuesamerced me avise quién es
CARTA CLVJI. * el agente nuevo del Duque, mi señor; que cosa que
Al mismo. su excelencia, con su gran juicio, ha premeditado
tanto, será una cosa muy escogida, y la que será con
El señor Vicario me leyó la carta que vuesamerced veniente ; y si le ha quedado alguna cosa al buen An
3 respondió al aviso de mis trabajos, en que conozco, tonio López.
orno en todo, cuánto debo á vuesamerced, Dios me Yo quedo mucho mejor con la fuente, aunque con
i guarde. La fuente que me he hecho en el brazo iz- unas dos apostemillas que se me han hecho, una so
uierdo me purga de manera, que es cosa de admira- bre el pecho derecho y otra en el otro lado, que van
ion y alivio de todos mis achaques, que ya le siento. madurando, la una con más prisa que la otra, cou lo
II médico que me cura, que es grande, me obliga á cual dicen no tengo peligro alguno; que no aguardo
ue deje el camino del Andalucía y vaya á Toledo, otra cosa sino que se abran para ponerme en camino
or ser más corto y más llano el camino ; y el cielo, para Toledo, porque del temple de Granada y hume
unque no tan regalado como el de Granada , de mejor dad de las aguas detestan los médicos y cirujanos , y
imple para mi natural, y lo juzga por aire de Madrid, aprueban mucho el temple y aires de Toledo.
onde nací. Y así, aguardo á poder alentar un poco No me escribe vuesamerced nada del venerable con
ara partir luego cou la mejor comodidad que pudiere de de la Roca, que me dicen há muchos meses está
más despacio. en ese lugar; suplico á vuesamerced me avise en qué
Cada estafeta espero el socorro de Rosas ; quiera figura de demonio anda , que lo deseo saber. Y guarde
i¡os que sea en breve. Bueno fué el chiste de la mujer Dios á vuesamerced, como deseo. Villanueva de los
el soldado, que dijo que las rosas tenían espinas. Dios Infantes, yjunio á 5 de 1645. — Don Francisco.
íe guarde á vuesamerced, como deseo. Villanueva Sírvase vuesamerced dar la que va con esta al secre
e los Infantes, y mayo 30 de 1645. tario del señor Nuncio, si le topare en las librerías ó
Señor, yo compré un oficio en la Torre, de escriba- en palacio.
o supernumerario perpetuo, en doscientos ducados,
(f) Dvn Pedro Pacheco Girón, del consejo de su majestad en
(<i) Esli roído el papel ; solo hay hueco para esta 6 semejante los dos supremos de Castilla y de la General Inquisición. Este ca
ipresion : que no saquen. ballero fué quien hubo de costear en ltlis el libro del Parnaso es
.*, Llamábase el criado Diego Gajoso; j por esta deslealtad, en pañol, esto es, de las seis primeras musas de Queveoo ; y por ello
eodicilo de QuevtDo se le revoca la manda hecha en el testamen- le dedicó el librero Pedro Cuello la colección, ya muy rara , que
) de 26 de abril. se intitula Enseñanza entretenida.
618 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDÓ VILLEGAS.
CARTA CL1X Yo, Señor, esloy mejor de la postema del pecho,
débilísimo por lo mucho que purga, aunque ya es me
Al mismo.
nos ; y creo podré presto ponerme en camino para To
Yo quedo con algún aliento más, y disponiendo ne ledo, y descansar allí para irá ese lugar, donde estaré
para irá Toledo, y desde allí á ese lugar, donde lodo despacio y besaré á vuesamerced su mano, qne es lo
mi alborozo es ver á vuesamerced y besarle su mano. que más deseo. Guarde Dios á vuesamerced, como
Pocas esperanzas tuve siempre del socorro de Rosas. deseo. Villanueva de los Infantes, y junio 20 de 1645.
Conozco muy bien al señor don Melchor de Borja (a), — Don Francisco.
gran caballero y gran soldado; y le conozco desde el año
de 12, en que el señor duque de Osuna llegó á Sici
lia y le quitó las galeras con que le halló, y se las dio CARTA CLXI. !
á don Octavio de Aragón. Al mismo.
No debe de haber podido más, pues no ha hecho
nada; y ve vuesamerced cuan ajeno estaría yo de que Grandes aprovechamientos espirituales se han de
mi carta la había de ver el señor duque del Infantado, seguir con la ida del señor Obispo á Sigüenza; es lo
para que le moviese á hacer conmigo otra cosa que la más necesario y importante , yá nuestro duque parti
que hizo cuando le dediqué el Marco Bruto y se le di; cularmente. Yo aseguro que se le puede dar á su eice-
que aun no me dijo que Dios me diese salud ni que le lencia el parabién de que haya llegado este dia.
había leido. Yo quiero al Duque bien, de balde, y le Tener las victorias en otros reinos distantes jra
deseo todo gusto que su grandeza merece. mano de extranjeros, y las pérdidas y ruinas en cas,
Gran cosa es el silencio de la prisión del Protono- sieni[ire me pareció ruina, y no desquite. Diosasi>to
tarío y el de la prisión del duque de Medina-Sido- ásu majestad y á su santo celo, pues de todas parte
nia (6) . Nuestro Señor guarde á vuesamerced , como nos combaten.
deseo. Villanueva, y junio 13 de 1643.—Don Fran Yo quedo de la apostema abierta muy mejorado y
cisco. sin ninguna materia que mane; la otra creémosse
resolverá y vendrá á purgar por la misma abertura.
Yo no deseo cosa como salir deste lugar. Dios me lo
CARTA CLX. '
conceda, y me guarde á vuesamerced, como deseo.
Al mismo.
Villanueva, y judío 27 de 1645. — Don Francisco.
Grandemente he sentido la pérdida de Rosas; y
siempre tuve por cierto no se socorrería, con lo que
sucedió el año de 11 y 12 en Sicilia» don Melchor de CARTA CLXII. •
Borja, que con cédula de su majestad gobernaba aque
Al mismo.
lla escuadra : á quien se la quitó el Virey, sien
do su primo hermano, y se la dio, sin aguardar or Consolóme del no haber tenido carta de vuesamer
den, á don Octavio de Aragón, á quien el Rey nuestro ced la estafeta pasada, persuadirme habia ido acom
señor confirmó el título de capitán general de la es pañando al señor obispo de Sigüenza á su ciudad ;
cuadra, por razones que el duque de Osuna dio á su lugar. Las nuevas desta estafeta, que faltó carta de
majestad. Dígale vuesamerced al señor don Pedro Pa vuesamerced, fueron las de más novedad que ha ha
checo (beso su mano) que esta fué la primera causa bido; como no lo he sabido de su pluma de Tuesa-
por la cual el señor cardenal Borja persiguió hasta la merced, no me aseguro de ninguna certeza.
muerte al Duque, mi señor, de Osuna. Lo que se se Yo quedo para servir á vuesamerced, congojado cor.
guirá de la pérdida de Rosas no se puede exprimir (c). la cura de la apostema abierta, pero con la esperann
de que ha de ser remedio mió. Dios me deje ver i
(«) Hermano del célebre Cardenal , y en 1611 general de las pa vuesamerced, que es el voto que más deseo se roo
leras de Espaüa. cumpla. Guarde Dios á vuesamerced, como deseo.
[Ii Del prolonolarío de Aragón, don Jerónimo de Villanueva, Villanueva de los Infantes, y julio 2 de 1645.
ya se ha dicho lo bastante en el lomo i, pág. 111; y allí está lo a Ll dinero de la paga del oficio lia más de veinte das
que hace referencia esta carta. Fué preso por la Inquisición a 31
de agosto de 1611 y conducido i Toledo. le tengo en poder de los carreteros, y por no haber
El '.V duque de Medma-Sidonia , don Gaspar Pérez de Guzman, acabado de segar no han querido ir. Yo estoy rabiando
Silva y Sandoval, era hermano do doiia Luisa María, esposa del
duque de Rraganza, Juan IV, ai|ucl que se intituló rey de Por
por cumplir con el señor don Pedro.
tugal en 1610. Cuando el levantamiento del reino, soliviantaron
revoltosos a la casa de Medina-Sidonta para que se alzase con el
Andalucía, y de ello esparcieron voces por toda la Península. En CARTA CLX1I1. *
vano quiso el Duque desmentirlas con gallardas demostraciones
de heredada fidelidad : vióse preso ; de milagro y por la prepoten Al mismo.
cia del conde-duque de Olivares salvó la vida; y el mantener la
reputación costóle la ciudad de Sanlúcarde Itarrameda, la capi Hoy , día de Santiago, mi patrón y único patrón de
tanía general del mar Océano, costas y ejércitos dv Andalucía, España, se ha determinado do abrirme la «postema
abandonar aquel hermoso territorio y retirarse á acabar de vivir del lado derecho del corazón ; en virtud del dia espero
en Castilla.
te) Se entregó la plaza i Í9 de mayo, siendo su gobernador por buen suceso , si bien mi flaqueza es grandísima. L«
el Hey Caiólíco el maestro de campo don Diego Caballero de
llléscas, de la orden de Santiago (de quien se hace mención en la
carta mu), el cual, dos anos antes, por julio de 1613, tuvo un y franceses. En cuanto rindió la fortaleza fué preso y wwrnl'
feliz encuentro allí mismo eoulra las armas enemigas de catalanes en la cárcel de corte de Madrid.
EPISTOLARIO. 619
sucesos déla guerra me parecen á los de mi convale ese pagamento rruo me hizo del oficio; en fin, solo
cencia; salgo de un mal y entro en otro. Dios lo reme vuesamerced sabe ser amigo, y puntual y verdadero.
die, señor don Francisco ; que verdaderamente estas Dios me dé lugar para que pueda servir á vuesamerced.
cosas grandes ni se sanan ni se autorizan variándolas El domingo pasado me abrí la apostema postrera;
en las relaciones. ¡ha sido tanta la materia que estos tres dias ha salido!
Hame caido en gracia lo de que parió una mujer y yosieutoqueal mismo paso voy descansando; y to
por la boca un hijo, como si todos los gaceteros y dos dicen que con esta última medicina he de quedar
mentirosos no pariesen por la boca ejércitos y sucesos bueno, y presto. Déme Dios salud para servir á vuesa
y cosas notables. Pocas cosas pueden ser ya prodigio. merced, y me le guarde muchos años. Villanueva, y
Guarde Diosa vuesamerced, como puede y he menester. agosto 1 de 1645.— Don Francisco.
Encomiéndeme á Dios. Del suceso de la apostema
le daré cuenta. Guarde Dios á vuesamerced , como
deseo. Villanueva, y julio á 2b de 1645.—Don Fran CARTA CLXV. •
cisco. Al mismo.
La segunda postema purga desde el dia de Santiago,
CARTA CLX1V. • que se abrió , horriblemente en la cantidad de las ma
Al mismo. terias y en la mala condición dellas. Como la evacua
ción es por cuatro partes tan grande, verdaderamenfe
Bien memorable día debe ser el de la Magdalena, he sentido grande flaqueza; hasta de cuatro dias á esta
en que acabaron con la vida del conde de Olivares tan parte, que se ha despertado mucho en mi la gana de
tas amenazas y venganzas y odios que se prometían eter comer, con los perdigones nuevos, y muchos regalos
nidad (a). Señor don Francisco, ¡secretos de Dios gran que el señor arzobispo de Granada, Dios le guarde, fué
des son! Yo, que estuve muerto día de San Marcos, servido de enviarme con Pedro, el otro sobrino mió,
viví para ver el fin de un hombre que decia habia de que vino á verme, y yo me hallé muy contento con
ver el mió en cadenas. Grandes cosas se han de ver verle, por ser tan lindo mozo y de tanta virtud; em
entre el señor don Luis, la Condesa y el duque de las pero embarazado con él y su gente, y con la que Juan
Torres, que todo está lleno de donaciones irrevoca tenia aquí (c). Y así, los envié á Granada á entrambos á
bles entre vivos que hizo el Conde (6). dos juntos, para que Pedro me aguarde allí, porque he
Beso á vuesamerced la mano por la que me hizo en determinado, en estando bueno, ir allá en la litera del
señor Arzobispo, sin ser posible excusarlo ; y desde allí
(a) AI conde-duque de Olivares dióle su última enfermedad en llegarme, antes que cierre el Invierno, á Sanlúcar, á
Toro, i 13 de julio, y dijeron fué la causa una carta que recibió besar la mano al Duque, mi señor. De todo daré cuenta
en 10 de este mes. Cuatro dias estuvo sin juicio, volvió en si, ad-
ministráronsele los sacramentos, mas apretando la calentura, es ú vuesamerced primero.
piró á las nueve de la mañana del sábado 22. En una carta de De ese lugar unos llenan depiedras, losas y guijarros
aquel tiempo se lee lo siguiente: las entrañas y lo interior del Conde- Duque, otros dicen
• Abriéronle al punto para embalsamarle, y por haber enviado
á Valladolid por lo necesario, le tuvieron asi hasta el domingo 23 :
que le hallaron culebras y serpientes en el buche,
sacáronle mas de un gran cántaro de agua que tenia en el buche. Kl otros agua, en todas las cavidades del cuerpo cal y
redaño, por dicho del médico, era el mas singular que ha vis arena muchísima ; y yo creo que habría de todo. Vue
to, pues pesó doce libras ; tenia la asadura dañada, y el coraion samerced tenga cuenta con que , por otro camino,
mayor que jamás se ha visto en hombre , y con algunas pintas ne
gras de sangre, que califican la sospecha del veneno. Tuviéronle muerto ha de meter tanta bulla como vivo, y dar tanto
a vista del pueblo el dia siguiente, lunes 44, en una sala no muy en que entender.
grande, y en ella tres altares y la cama donde estaba el cuerpo, Lo que en palacio temen, que vuelva d ser camarera
arrimada á la pared debajo de un dosel, que, asi como la cama , al mayor la Condesa, es la mayor locura que ha pasado
mohada y colgadura de la sala, era de una materia muy rica. En-
viósela habrá tres meses el duque de Medina de las Torres , su yer por la cabeza de nadie, porque nunca vino menos á pro
no y hechura , desde Ñapóles, donde era virey. Estaba sobre un pósito que ahora, que viene viuda.
paño brocado, con calzón y ropilla de tela nacarada y oro, bota El señor don Luis (d) hizo muy bien en irse adonde
blanca y espuela dorada, pero de armas muy lucientes, y guantes
bordados, sombrero blanco con cuatro plumas leonadas, manto pueda asistir á su justicia y á la razón que tiene.
capitular de Alcántara, y el bastón de general. Asi le tuvieron has. Alcur me parece que poco á poco hará lo que le con
la las doce de la noche , y le llevaron á la iglesia de San Ildefonso, viniere á él, aunque cieguen todos sus caballos; que
donde le pusieron en una caja de terciopelo negro con galones de
oro r clavazón dorado , metido en la misma tribuna en donde siem
pre oia misa. Descubrieron la telliza, y colgáronla de bayetas.
Asisten de dia y de noche , sin faltar un punto , dos criados con y plenipotenciario único para la paz de los Pirineos. Era sobrino
capuces y hachas amarillas en las manos , y cuatro religiosos por carnal del favorito, hijo de una hermana.
la parte de afuera; y en todos los altares incesantemente dicen El duque de Medina de las Torres, ocioso es recordar que estuvo
misas y responsos todas las religiones que hay en aquella casado con la hija única del valido , y que este le amó con mayor
ciudad , por su alma ; y también asiste el cabildo de la santa igle extremo que á un hijo propio.
sia colegiata. Estará asi hasta el sábado 29 de julio, que se espe (c) Don Pedro Aldrele Carrillo Qttevcdo y Ifillegas, colegial del
ra la orden de su majestad para poderle llevar á su entierro de la mayor del Arzobispo y segundo señor de la Torre de Juan Abad,
villa de I.ocches.i—En efecto, la Condesa vino con el cuerpo de y don Juan Carrillo y Aldrele, caballero del hábito de Santiago,
so marido a esta villa, y le depositó ea el convento de monjas de capitán de corazas en el ejército contra Portugal, eran hijos de
Santo Domingo, que habia fundado. doña Margarita , hermana de nuestro dos Francisco. Este quería
(*) Este señor don Luis que cita Quevedo, es don Luis Méndez mas al primero por literato y le dejó su hacienda ; pero al otro
de Haro y Sotomayor, marqués del Carpió, duque de Montoro, su armería.
I negó II conde-duque de Olivares, marqués de Eliche, gentilhom (o°) Don Luis Méndez de Haro, VI marqués del Carpió, sobñno
bre do Felipe IV, su primer ministro, generalísimo de sus armas y sucesor del conde-duque de Olivares.
620 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS,
él ha sido tan dichoso en nuestros descuidos, que se d ul anea á sus pies, y diga que no le escribo por so
puede temer esto y mucho más (a). cansarle ; que yo no he menester más de la honra que
¡Bien se acuerda vuesamerccd de la ansia con que me hace.
cada vez que le topaba en la calle Mayor á vuesamerced Señor, nunca he visto ni leido buen suceso entre
don Pedro de Neila, le daba gran prisa por las bullas dos capitanes generales de un ejército; y esta ha sido
del señor obispo de Sigüenza, y aquella hambre mi- invención de que usó mucho el conde de Olivares,
trina, como canina, con que á mí me escandaliza con que lo erró todo. Plegué á Dios que las cosas de
ba (6); y esto, habiendo yo visto que, habiendo adqui Cataluña y de Aragón sucedan con más felicidad que
rido toda la hacienda y puestos que tenia siendo fraile hasta ahora.
de su orden, ya hombre de setenta años pudo con él El haber su majestad , Dios le guarde, hecho mer
tanto la vanidad descaminada , que pidió y tomó hábi ced al señor don Luis del título de conde-duque (que
to de caballero! Mire vuesamerced ¡qué partes estas el de duque es de lo acrecentado), y de aquella gran
para persuadirme que seguirá las pisadas del señor deza de primera clase con tantas prerogativas , es se
obispo de Segovia (c)! ñal que su majestad va apartando de don Enrique (d),
Yo tuve carta de su excelencia , larga , pero no me á mi ver con suma justicia , todo cuanto el condede
dice nada de los casamientos; y me espantaría mucho Olivares quiso hacer en él. Yo confieso á vuesamerced
no hubiese dado cuenta á sus parientes eu Madrid, y que me he alegrado de ra merced que su majestad ha
puede ser la causa haberse descaminado el pliego, hecho al señor don Luis, porque le tengo por buen ca
porque esto de las estafetas anda de manera, que han ballero , y sirve al Rey en lo que le manda, y no pre
venido más de tres pliegos de esa corte para su exce tende que el Rey le sirva á él.
lencia en Sanlúcará esta casa, con que se han deteni Yo, Señor, desde el dia de Santiago, quemeabne-
do más de veinte dias. Nuestro Señor guarde á vuesa ron esta postema, hasta hoy, purga tanta matera,
merced, como deseo. Villanueva de los Infantes, 6 de que están admirados los médicos y cirujanos de que
agosto del 645. haya podido vivir. Ya, gloria á Dios, voy mejor, y
De nada estoy tan cierto como de la grande merced alentándome en la gana de comer y en todo. Quiera
y honra que el señor don Pedro Pacheco me hace y Dios darme salud para que pueda mostrarme recon»-
hará ; y asi , suplico á vuesamerced me conserve en su cido á tantas honras y mercedes como recibo de vuesa
memoria y en su gracia. — Don Francisco. merced, á quien me guarde Dios, como deseo. Villa-
nueva de los Infantes, 15 de agosto de *645.— Do«
Francisco.
CARTA CLXVI. ♦
Al mismo. CARTA CLXVU. •
¡ Qué cierto estoy yo de la merced que el señor Ber Al mismo.
nardo de Oviedo me hace y desea hacer! Por lo cual
suplico á vuesamerced me ponga con todo el afecto Bien justo fué que un rayo enseñase crianza ala ca
sa de Tejada, quitándole la montera de la torre al
(«1 Álcur escribe con rudeza el amanuense. Enrique de Lorena, alaud del Coude-Duque ; pero no es tiempo de que yo
conde de Hanourt, de 19 ¿unís, blzose ya notable en la famosa adjetive estas cosas ni discurra en ellas.
batalla de Praga en 1620; peleó contra los hugonotes en Pas-de- Muy malas nuevas escriben de todas partes, yniuy
Suze ; capitán de una lloüll.i, apoderóse de Oristani , en Ordeña,
arrebatando i los espadóles las islas de San Honorato y San'a rematadas; y lo peor es, que todos las esperaban asi.
Margarita. Dos ailos después, en el de 1639, sucede al cardenal Esto , señor don Francisco , ni sé si se va acabando ni
de la Valette eu el mando del ejército del Pianioutc; arrasa á Ca si se acabó. Dios lo sabe; que hay muchas cosas que,
sal , cae sobre veinte oiil españoles delante de Quicrs, estrecha á
Turin, y logra que aquella ciudad capitule. Su valor y fortuna im pareciendo que existen y tienen ser, ya no son nada
pulsaron á Luis XIII de Francia a confiarle en 1645 la guerra de sino un vocablo y una figura.
Cataluña, en reemplazo del mariscal de la Mota ; pero le venció el Hurto deseoso estoy de saber estos casamientos que
genetal cspaflol, marqués de Leganés, haciéndole huir delante de vuesamerced me escribe, qué fin tienen ; que ya se
Lérida y cogiéndole sus bagajes y callones. No fué más dichoso
el gran Conde, que vino por la posta á sucederley puso el pié en ve Cuánto me holgaré que sean felicísimos.
Barcelona á 15 de abril de 1617. Yo no sé qué le da cuidado al señor duque del In
D'tlarcourt, trasladado á Flándes, tuvo allí menos adversa la fantado de la impresión de mis obras, pues aun una
suerte; pero dividido el reino en parcialidades, cuando la menor que le dirigí razonable no la leyó ni me dijo nada, si
edad de Luis XIV, primero hostilizó la facción de los principes
ambiciosos, y luego Ja Itegencia. Derrotóle el mariscal de la Fer era buena ú mala ; cosa de que yo no me quejé ni roe
ie; obluvo el perdón y el gobierno de Anjou, pero en la abadía de quejaré.
Ilojaumonl espiró de una apoplejía, á 25 de julio do l(¡W¡. Suplico á vuesamerced me encomiende al señor
(*) Oviedo, como secretario de su majestad, tuvo que entender Bernardo de Oviedo, que es lo que me importa.
en tales bulas.
(<•) ¡ton l'nlro ilf Nrila, natural de Gallinero, jurisdicción de Guarde Dios á vuesamerced , como deseo y lie menes
Soria , doctor en cánones , fué catedrático de Salamanca , y en Si ter. Villanueva de los Infantes, 21 de agosto de 1643.
cilia tuvo cargos importantes. Presentado en 1643 para la mitra
de l'alermo, y no despachadas las bulas, al ano siguiente de 44 — Don Francisco.
se vio electo obispo de Segovia. Esta diócesis había vacado por
promoción á la de Sigüenza , del docto , .limosnero , y venerable (d) De ion Enrique Felipet ie Cumian harto hallatí el lecior
dominicano don fray Pedro de Tapia, insigne' catedralien de Al
en nota á la carta cvu.
calá de llenares.
Don Pedro de Neila, en efecto, pidió y tomó septuagenario el há
bito de caballero en la orden de Calatrava.
EPISTOLARIO. G2I
CARTA CLXVII1. La memoria de la ílo.a me la envió su excelencia
por mayor y menor; que mj parece que la parte que
Al mismo.
á su majestad toca tendrá en cada peso ocho mil
Remito á vuesamcrced la respuesta a la carta inclusa acreedores.
que á vuesamerced le dio don Francisco Chacón para Yo voy mucho mejor de la postema postrera, pero
que me la remitiese ; y así , me haga vuesamerced mer muy flaco. Espero en Dios y en su bendita Madre, que
ced de darle la respuesta para que la encamine. he de esforzarme muy presto para pasar á Granada, y
Extraña cosa se me hace creer que trescientos caba desde allí á Sanlúcar á ver á mi amo y á sus hijos.
lleros de Malta (aunque sean franceses, que no hay Plegué á Dios que su gran padre los vea en el estado
más que decir) se resolviesen á renegar de Jesucristo que merecen, y me guarde á vuesamerced para alivio
y á entregar al turco á Malta; cierto, Señor, que se me y consuelo mió. Villanueva de los Infantes, 29 de
hace cosa dura, pero entre franceses todo puede ser. agosto de 1645. — Don Francisco.
Mucho temo que Alcur acabe mejor la campaña que
la empezó ; plegué á Dios que él y los suyos sean con
fundidos. CARTA CLX1X. *
Por lo que vuesamerced me escribe de las sillas
Al mismo, ¡i)
del marqués de Villafranca y del señor don Luis de
Haro, y de lo que el señor marqués de Villafranca le Pocos renglones dictaré , por quedar muy afligido y
dijo, me persuado que es verdad una relación por ho flaco sumamente de una disenteria que me ha sobre
ras que vino de persona de mucha importancia, ver venido, y no la puedo atajar. Vuesamerced me ha de
dad y religión, en que dice de las causas de la muerte encomendar á Dios , que es el mejor oficio de los ami
del conde de Olivares; y la principal y única dice que gos ; y suplique de mi parte al señor Bernardo de Ovie
fué venirle una carta de Zaragoza, en que le certifica do me haga esta misma caridad y merced.
ban que al señor don Luis de Haro le apartaban del lado Perdóneme vuesamerced que no discnrra'en cosa
del Rey,y que en su lugar sticcdia el marqués de Villa- de las guerras ni de las paces; que pareciera ociosi
franca (a). En leyendo este nombre es certísimo que le dad, ajena del peligro en que me hallo. Dios me ayu
dio el parasismo con que acabó: porque se dio portan de y me mire en la cara de Jesucristo, y guarde á
acabado y perseguido sin orilla, como lo habia sido el vuesamerced, como deseo. Villanueva de los Infan
marqués de Villafranca suyo , y toda la casa de Toledo. tes, S de setiembre de 1643. — Don Francisco.

(a) Don Garda de Toledo Osorio, marqués de Villafranca y du


que de Fernamlina , hijo del renombrado gobernad^ de Milán ti' Léese al respaldo, de letra de don Francisco de Oviedo :
don Pedro de Toledo, fué en 1633 general de las galeras de Espa La última caria que escribí* , por haber muerto el día de Nuestra
la; easo con Doña María de Mendoza, de la casa de Infantado. Señora de setiembre .

n* nrt. EPISTOLARIO.
DOCUMENTOS. <0)

DOCUMENTO PRIMERO. * María de Villegas ; y (Jue por tales han sido y son ha
bidos y tenidos, y comunmente reputados. Y que así
Nobleza del linaje de Quevcdo-Y'illcgas. (í) unos como otros han sido y son vecinos y naturales
del dicho lugar de Barcena y del de Bexorís, en esto
Información. — En el lugar de San Vicente del va dicho valle : y lo sabe el testigo por haberlo visto en
lle de Thoranzo, á diez dias del mes de julio de mil el tiempo de su acordanza , oído y entendido á sus pa
setecientos y tres años, el dicho don Manuel de Que dres y mayores , además de haber conocido hasta sus
vedo, vecino del lugar de Barcena y villa de Madrid, abuelos , de vista , trato y comunicación. Y sabe que
para prueba y averiguación de lo contenido en el pe así unos como otros , por ambas lineas , han sido y son
dimento por su parte presentado, presentó por testigo cristianos viejos y limpios de toda raza infesta, ni pe
á don Antonio de Villegas, vecino de dicho lugar; del nitenciados por el santo olido de la Inquisición ni por
cual su merced de dicho señor Gobernador tomó y re otro tribunal, ni de los nuevamente convertidos á
cibió juramento por Dios nuestro Señor y una señal de nuestra santa fé católica ; caballeros hijosdalgo , noto
cruz, en forma íle derecho. Y habiéndole hecho bien rios de sangre, según fueros de España y descendien
y cumplidamente, como se requiere, prometió decir tes de las casas solariegas é infanzonas y conocidas (1)
verdad ; y siendo preguntado al tenor de dicho pedi de sus apellidos ; las cuales están sitas y fundadas
mento, que le fué leido, dijo : «Que conoce al dicho en este dicho valle y sus lugares, como lo es la casa
don Manuel que le presenta , y sabe es vecino y natu y solar de Zerceda, de guien fué señor y mayor don
ral del dicho lugar de Bárcvna , y como tal se halla ele Francisco de Quevedo-Villegas , caballero del arden
gido este presente año por alcalde de los caballeros de Santiago y señor de la Torre de Juan Abad, cuyas
hijosdalgo del, cuya tenencia sirve actualmente, por proezas son notorias en este reino por su grande eru
su nombramiento , don Diego Bernardo de Cevallos, dición y letras, dignas de eterna memoria; quien fué
vecino del dicho lugar. Y sabe es hijo legítimo de don sobrino carnal de don Juan Gómez de Queuedo, ter
Francisco de Quevedo y doña María Pacheco, difunta; cero abuelo del que le presenta , por haber sido herma
nieto legitimo de don Juan de Quevedo y doña Luisa de no entero de don Pedro Gómez de Quevedo, padre del
Busiatiiante, por línea paterna; y por la materna, de dicho don Francisco, y quien sabe el testigo dejó de
don l'edro Pacheco y doña Esperanza de Castañeda, limosna á la parroquial del lugar de Bexorís (2) , donde
ansí mismo vecinos y naturales del dicho lugar de era su nacimiento, grandísimas alhajas de plata de
Barcena. ¥ biznieto legitimo de don Juan de Quevedo muy costosos precios, y vestimentas para el culto divi
y doña Mencia de la Vega; y tercero nieto de don Juan no, como son lámparas, viriles, cálices, patenas, sal-
Gómez de Quevedo y doña María de Zevallos ; y cuarto
nieto legitimo de don Pedro Gómez de Quevedo y doña di que todas están sitas y fundadas en el dicho valle y lu
gares de Barcena y Dexorís ; como lo es la casa y solar de Queve
do, que esta fundada ni la eminencia del barrio de Zerzcda,
(a) Inéditos son casi todos y de nulidad sama para esclarecer que media entre los lugares referidos de la cual y sus mayo
la vida del insigne escritor y muchos sucesos de su tiempo. At razgos fué señor y mayor, etc. (—Bartolomé Fernanda de la ¡Ier
disponer y dirigir su publicación, he tonillo a l.i vista ya los mis ran, de ochenta y un años.)
mos documentos originales, ya esmeradísimas copias'dc los que la casa infanzona de Quevedo, de Zerceda, que media en
disten en Si:i:ancas Heno estas al celo y bizarría del digno ar tre los lugares dichos de Rárccna y Bejorls, etc. (—Don Fernando
chivero general don Manuel García González, y de los entendidos de Rueda Cevallos, de sesenta y seis años, i
otlctales del propio establecimiento don Francisco Díaz y Sánchez Vejorts, que distan medio cuarto de legua en este dicho
y don Juan Manuel Helio. Logré disfrutar aquellos en virtud de li valle de Torauzo.
cencia compéleme, bien como individuo de la real Academia de la La casa de Quevedo está en la eminencia del barrio de Zerce
Historia , bien como olicial de la secretaria de Gracia y Justicia, da , con sus escudos de armas. De cuyo mayorazgo , casa , seño
au:urizado para compulsarlos en los archivos del suprimido con río y reutas y demás prcheminencias fué seflor y mayor do»
sejo de Castilla , del tribunal especial de las Ordenes militares y Francisco de Quevedo-villegas, caballero del Orden de Santiago
del tribunal supremo de Justicia. Finalmente al pié se indicaba y sefior de vasallos de la villa de la Torre de Juan Abad , cuyas
procedencia de los papeles y datos que no pertenecen a ninguna memorias se deben escribir en láminas de bronce por su granito
de t-sl-s dos clases. calidad y letras, cuyos escritos permanecerán eternos en el mun
Una ' determina lo nunca impreso. do. ( —Don Francisco de Agüero, de setenta años.)
El documento que carece de epígrafe tiene por materia la mis (2) que está pecante al de Barcena, muchas alhajas de plata y
ma del anterior. ornamentos, lámparas y otras cosas que hoy permanecen para el
;*i Sacado del tanto de la información ad perpetúan , que prac culto divino en dicha iglesia , con el rotulo de su nombre , pendo
ticó por los afius de 1705 y 1101 don Manuel de Quevedo , y que nes, vestimentas y casullas de mucho coste. ¡— Uiyuel Calderón,
boy guarda auténtica don José licriberto García de Quevedo. vecino de barcena, de sesenta y ocho aiífs.)
Para ella presentáronse nueve testigos de mayor ecepcion ; re después de otras muchas obras piasy limosnas, grandísi
gistráronse con intervención judicial, a presencia délos regido ma cantidad de plata labrada de supremo valor y precio, como
res y procuradores generales, el archivo del valle de Torauzo, son lámparas para luminaria del Santisjmo Sacramento, blando
depositado en el lugar de Santlnrde; los libros parroquiales de nes, canileleros, copones, viriles, cálices y patenas, cruces, sal
Barcena y los oficios de escribano de Bejorls; y se compulsó villas y vinageras, incensarios y relicarios para administrar sa
■nna copia , sacada en iStii , del testamento y codicilo del famoso cramentos , pendones , mangas de damasco de seda de diferentes
DCH Fkaücisco ni Ql EVEDO». colores, casullas bordadas, vestimentas y otras muchas alhajas,
Al pié de la primera dechracion de testigos, pongo por variab con que hoy actualmente se sirve el culto divino. (—Don Francisco
le las diferencias mas notables de las oirás. de Agüero.)
624 OBRAS DE RON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
villas, vinagerns, incensarios, cruces, pendones de plata labrada, con que hoy se sirve el eulto divino con
damasco encarnado, mangas de lo mismo de diferentes mucho lu9tre y decencia; y todos sus antepasados, con
colores, casullas de mucho precio, con todo lo demás la no'ileza de la sangre, juntaron el celo de la religión
necesario , con que sabe el testigo que hoy actualmen cristiana.
te se está sirviendo la dicha iglesia parroquial de di Por los Villegas tuvo don Francisco por sus ascen
cho lugar. Y que todos los referirlos, como tales caba dientes á Pedro Ruiz de Villegas, adelantado mayor de
lleros , han obtenido y regentado todos los oficios y Castil'a y señor de Muñón y Caracena, que casó con
puestos honorosos que" se dan y distribuyen á los de¿ Teresa de Vega, luja única de Gonzalo Ruiz de la Ve
más caballeros hijosdalgo en este dicho valle y hipar ga el del Salado. ¥ también á Sancho Ruiz de Ville
referidos (1) , como descendientes de las casas solarie gas , comendador de la orden y caballería de Santiago,
gas. Todo lo cual sabe el testigo por haberlo visto, capitán de la guarda del rey don Juan el Segundo,
oido y entendido á sus padres , abuelos v mayores , y corregidor de la ciudad de Alcaraz; el cual estuvo ca
personas ancianas , además de ser todo público y noto sado con doña María Andino, é hizo muchos y muy
rio, pública razón y fama y común opinión, sin cosa señalados servicios á la corona de Castilla. Y asimismo
en contrario. Esto dijo ser la verdad y lo que sabe para lo fué don Alonso Ortiz de Villegas, caballero de Tole
el juramento que fecho tiene ; en el cual se afirmó y do, de quien descienden los marqueses del Villar, el
ratificó, y lo firmó junto con su merced, dicho dia, cual de su nobilísima mujer doña María de Silva tuvo
mes y año dichos , en presencia de mí el presente es por hijos á don Diego Ortiz de Villegas, que pasóá
cribano ; y dijo ser de edad de setenta y ocho años, Portugal por confesor de la princesa doña Juana; y el
poco mas S menos tienpo. — Licenciado don Jacinto rey don Juan el Segundo de aquel reino le hizo su ca
Saravia de Rueda. — Don Antonio de Villegas.—Ante pellán mayor y obispo de Ceuta, y lo fué después de
mí. — Francisco González de la Concha. Viseo. Y también á doña Mencía de Villegas, que caso
con Pedro Fernandez de Villanueva, descendiente de
DOCUMENTO II. * don Luis de Villanueva, muy nombrado en las histo
Blasones de osla familia, («) rias de España. Pasando después estos caballeros á
Portugal, llamados del obispo don Diego Orüz de Vi
Escudo trino, partido en pal de alto abajo. Llena la llegas, su hermano, asentaron casa en Moura, y el rey
mitad , ó sea el primer cuartel un pendón con su asta, don Manuel honró mucho á sus hijos. El año de 1536 el
parle blanco y parte rojo, en campo de plata. Kn la rey don Juan el Tercero, en remuueíacion de los ser
otra mitad tres Uses de oro en campo azul, puestas vicios que le hizo su nielo Pedro de Villanueva, le dio
en fautor, componen el segundo cuartel ; y el tercero, nuevas armas, que son una serpiente, llamada tiro, de
caldera en plata. La celada á la mano derecha. oro, con pintas negras en campo verde, y por timbre
medio tiro del mismo color, que están registradas en
DOCUMENTO III. el archivo real de aquel reino, que llaman Torre de
Padres y abuelos del escritor. (i) Tombo. Es su legítimo descendiente don Diego Bnri-
quez de Villegas, caballero y comendador en el orden
Su padre fué Pedro Gómez de Quevedo, secretario de Cristo, capitán de corazas, muy conocido por so
de la señora reina doña Ana , mujer del señor rey don calidad y escritos, y fué estimado de don Francisco
Felipe 11, en cuya ocupación dio singulares muestras por su pariente y amigo, y mucho mas por sus tetras
de su entendimiento, sazonándolas siempre con pie y erudición.
dad cristiana; y lo había sido antes de la señora empe La familia de su madre no fué menos ilustre, porque
ratriz Muría, en Alemania, con tanta salisfacion , que ol apellido de Santibañez es muy antiguo en el misa»
en abono de sus servicios y mérito, escribió una carta valle de Toranzo, donde fué su origen , aunque doña
al prudentísimo Rey, su yerno , desde Praga, á 29 de María nació en Madrid ; y fueron sus padres Juan Gomei
agosto de 1578, mostrando la mucha estimación en de Santibañez Cevallos, natural de San Vicente de To
que le tenia. Fué su madre doña María de Santibañez, ranzo, aposentador de palacio de la señora Emperatriz,
que asistiendo desde sus tiernos años 6. la cámara de á quien el año de 1566 le asentaron plaza de contino
la Reina, no le embarazaron las exterioridades de la de la real casa; y doña Felipa de Espiuosa y Rueda,
corle el intento de formar su interior con frecuentes n.itu-al de Madrid y azafata de la Reina , entrambos de
oraciones, ayunos y otras obras religiosas, haciendo noble prosapia y descendencia.
de su pecho una celda, y de palacio un convento. Tuvo don Francisco tres hermanas : la mayor se lla
Tomando después estado, no intermitió este modo de mó doña Margarita de Quevedo, que casó con don
vivir, antes lo acrisoló mayormente, haciéndose espejo Juan Aldrele y San Pedro, caballero del orden de San
de casadas, como lo bahía sido de doncellas, llevando tiago y caballerizo de su majestad ; de cuyo matrimo
el yugo del santo matrimonio con su marido muy con nio nacieron don Juan Carrillo y AJdrete, caballero <tó
corde, con los domésticos apacible, y con sus hijos hábito de Santiago, en quien igualmente se compilen
cuidadosa , mandólos con la leche del temor de Dios. prendas muy ventajosas de entendimiento y valor,
En ambos concurrieron prendas de muy antigua calidad como lo ha moslrado en todas ocasiones, y ahora sir-
y nobleza, pues el secretario Pedro Gómez de Queve riendo el puesto de capitán de corazas en el ejército
do fué hijo de Pedro Gómez de Quevedo y de doña conlra Portugal; y don Pedro Aldrete Carrillo Quevedo
María de Villegas, el uno natural de Bejorís, y la otra y Villegas, colegial del mayor del Arzobispo, y segun
de Villasevil, en el valle de Toranzo, donde los Queve do señor de la Torre de Juan Abad, por su virtud y
dos y los Villegas tienen sus antiguos y nobles solares. letras muy digno de sus mayores, y merecedor de
Juan Gómez de Quevedo, tío de don Francisco, deió cualquier puesto de su profesión.
& la iglesia parroquial de Bejorís gran cantidad de 1.a otra fué la madre sor Felipa de Jesús, monja
carmelita descalza en el convento de Santa Ana desta
(i) oemo unos de la primera nobleza dcsta montana y descen corte, religiosa de ejemplar y santa vida.
dientes de los ricos bornes de Castilla. {—Juan Comales Pacheco,
de ¡tríenla aitos.) La tercera y última tuvo por nombre doña Muría, y
<n Lindamente grabados en cobre, los osténtala portada del fué la primera que se cayó en flor del árbol de la viiia
P.tnrglrico ríe Juliano César, traducido al latín por Vicente Mari- perecedera, dando principio á la inmortal desde lo?
n-r, i-ilicion príncipe, de Madrid, por Pedro Tazo, ASÍS.
(í! Tavsia, Yiíla de don Francisco de Quevedo , impresa en 1GG3, primeros años de su edad y primer ensayo de su vir
l'jyina tí. tud.
DOCUMENTOS.— ANO 1599. 625
DOCUMENTO IV. * (o) «Sumulistae. Maestro Luis García.
»En 20 dias del mes de octubre... don (d) Francisco
Dox Francisco de Quevedo , natural de Madrid. Na- de Quevedo, de Madrid, t. d. (toletanae dioecesis)
:ió en Madrid. 16 (años. —Foja 14).»
Sus padres fueron Pedro Gómez de Qunvedo, nalu-
al de Bcjorís, en el valle de Toranzo, y doña María de
lanlibañez , natural de Madrid. Matrícula de la rectoría del señor doctor Guijarro,
Sus agüelos paternos fueron Pedro Gómez de Que desdi Sanct Lúeas del año de 97 en adelante, hasta
do el viejo, natural de Bejorís , y María Saenz de Vi- Sanct Lúeas venidero.
egas, natural de Villasevil, en el dicho valle. uLogici. Maestro Luis García.
Sus agüelos maternos fueron Juan Gómez de Santi- »En 20 dias del dicho mes de otubre... don Francisco
añez Ceballos, natural de San Vicente de Toranzo, y de Quevedo, de Madrid, d. t. 17 (—Foja 29).»
oua Felipa Despinosa y Rueda , natural de Madrid.—
ton Francisco de Quevedo.
1580. Matrícula de la rectoría del doctor Calvo. 1598.
«Physici. M. Ludovici García.
DOCUMENTO V. »En 20 dias del dicho mes de ottibre... don Fran
irtida de bautismo de don Francisco de Qnevedo-Villegas. (*]
cisco de Quevedo, de Madrid , t. d. 18 (—Foja 40).»

En 26 de se'.ienbre de 1580 5s (años) se baulico


■an", hijo de P1 de quebedo v de doña M1 de sauti-
sji (enmendado : Santibañez) fueron padrinos P'de Cuaderno de cursos de Artes, ansi para bachilleres
inicia y doñi margarita de Santibañez T°' P' sanchez como para licenciados, desde postrero dia del mes de
Sebastian min (Martin)— ticen*' Delgado. hebrerode 1599 hasta el de 1600.
«.Don Francisco de Quevedo. — Eadem die (25 de
1596 A 1600. marzo 1599) don Franeiscus de Quevedo, de Madrid,
dioecesis toletanae, approbatus vigore cedtiliie exami-
DOCUMENTO VI. * nis et approbalionis manu magistri Muez subscriptae.
as estudios en artes en la universidad de Alcalá de Henares. (r¡
de ceremonias y contador, y para las arcas del colegio de la fa
Matrícula desta universidad, de la rectoría del señor cultad y de la beatificación del gran Cisneros; siendo de cuenta
octordnn Alvaro Sanchez Lizarazu , desde San Lúeas de la segunda el pago de ministriles, trompetas y atabales.
En la licenciatura presentaba el Decano al Canciller todos los
el año lü!)6á 97. 3ue habían de hacerse licenciados, á fin de inscribirlos en el libro
e la facultad. Luego, para cada logar en el orden con que debían
(») Apuntamiento de él mismo, para su expediente sobre merced de ir en la lista, volaban por cédulas secretas los examinadores;
» habito en la orden de Santiago. Autógrafo se conserva en el echándose á la suerte los que tuvieron votos iguales, y pretiriendo
-chivo del tribunal especial de las Ordenes militares. al que primero salía. Sin embargo, en el registro se expresaba
(4) Libro vi ele bautismos, folio 169 vuelto, en la parroquial de asi: ¡sli quinqué (ó los que eran) renerunl sorle. Comunmente
in Cines de Madrid. se conferia la licencia eu el templo colegial de San Justo y Pastor:
(ci Como resultan de las notas déla universidad complutense, sentados los aspirantes, era potestativo en el Canciller suscitar
íe originales se guardan hoy en el archivo de la Central, j han una cuestión espectatoria, á que respondía el segundo de los ba
do escrupulosamente examinadas. chilleres. Y concluida , el primero á nombre de todos pronuncia
El estudio de Artes se hacia en cuatro años, y eran objeto suyo ba una elegante oración en alabanza de las artes liberales. Con
tosíame las obras del Ulósofo Estagirita. Sus cuestiones, que testábale con no menor esmero el Canciller, quien recibiéndoles
¡man los comentadores Lógica parva, ó súmulas, estudiábanse juramento, los hacia licenciados en virtud de facultad apostóli
omunmente por el libro de Pedro Hispano) en todo el primer ca. Dábanse gracias á Dios, un hacha de cera al Canciller; y pa
irso. Destinado el segundo á la Magna Ltgica de Aristóteles, gados ya los derechos, que no excedían, por estatuto, de nueve
ibian de leerse en 61 sus Antepredicamentos y Predicamentos, florines, terminaba aquel acto solemne, que solo podia tener lugar
s dos libros de Perihermenias , los de Posteriores, cuatro de Ti uoa vez en el año.
cos y los dos de Elencos, además de los de Predicables de Por- Quien deseare mas pormenores búsquelos en el libro de las
io.—Empleábase el tercer año en la Filosofía natural, ó sea los Coiistíttitiones insigáis collegii Sancti lldephonsi, ac per inde lotiut
ho libros de los Físicos del mismo Aristóteles.—Y á seis de los almae Complutensis Academiae; Alcalá, por Julián García Briones,
ilafisicos estaba dedicado el último curso. Este podia ganarse 1716. Y no deje de consultar la Reformación que por mandado del
i el tiempo que media desde San Lucas á la PuriOcacion de Rey nuestro señor se ha hecho en la universidad de Alcalá de He
íesira Señora, después de cuya tiesta comenzaban ya las tenlalí- nares, siendo visitador y reformador el señor doctor don García de
is y exámenes generales de todos los cuatro años. Aprobados los Medrana... año de mil y seiscientos y sesenta y cinco. Anda im
(Tridos, entraban entonces los escolares al grado de bachiller. presa.
I'ara el de lirenciado en Artes continuaban los bachilleres Cerremos esta nota mostrando á los curiosos cómo se abría la
pendo al mismo catedrático, hasta concluir la Filosofía natural y matricula general, y sirva para ello el encabezamiento de la del
Xetoftsica, y conocer seis de los libros de Filosofía moral. A año de 1596, por que damos principio :
Itimos de marzo teoian dos conclusiones públicas, á estilo de la •Esta es matrícula desta insigne universidad de Alcalá , que
aiversidad de París, y las decían magnas por seguir luego oirás pasa ante mi Luis de la Serna , secretario desta insigne universi
cnores. Los exámenes de licenciado principiaban en el día de dad de Alcalá, adonde se matriculan todos los estudiantes y gra
an Ambrosio. duados delta que se quieren matricular, y colegiales mayores y
Los profesores eran llamados regentes y maestros, y hablan de onciales; y juran ser obedientes al señor rector desta universidad
ir tres lecciones de á hora cada dia, y tener dos reparaciones y in reous licilis et honeslis, conforme á las constituciones delta. Y
inclusiones de media hora, estándose al poste oyendo las diD- yo, el dicho Luís de la Serna, secretario, doy fe que en la dicha
illades y preguntas que les hacían sus discípulos. villa de Alcalá de Henares, en 18 dias del mes de octubre de 1596,
I'ara obtener matricula en súmulas debía presentarse cédula de yo, el dicho secretario, hice dar edictos de un tenor Orinado del
lamen en gramática, firmada por los catedráticos de retórica y dicho señor Rector, y refrendado de mi el dicho secretario, en las
riego. dos puertas principales deste insigne colegio de Sanct lllefonso;
lié aquí la cédula de examen de aptitud para recibir el grado por los cuales el señor Rector mandaba y mandó á todos los estu
r bachiller: «Vuesamcrced, señor Serrctaiio, será servido de diantes graduados y á los que no lo son, desta universidad, que
andar aprobar los cursos de súmulas y lógica y física i..., natu- dentro de seis dias primeros siguientes desde hoy dicho día 18
ililc..., diócesis de... Fecho i...— El maestro Luis Fernandez, dias del mes de octubre del dicho año, se matricularen, so pena
ecanus Artium. » de no gozar de los previlegios desta universidad y de novalcrles
Véase la cédula para licenciado: «Vuesamcrccd, señor Secre- los cursos. Y fueron testigos á los ver lijar Pedro Sánchez de
rio.será servido de mandar aprobar los cursos de metafísica, y Castro, bedel, y Matias Ruiz Bravo, vecinos desta villa. En fe de
oral y matemáticas al bachiller »., etc. » Las Matemáticas se es- lo cual lo lirmo.»
idiaban por Euclidcs, Tolomeo, don Alonso el Sabio, Gema !•' ri (di F.s de notar que entre los estudiantes apenas se ve uno que
lo. Orondo, Curbaquio y Sacrobosco. tenga don, y que cuando el secretario se olvida de dar este trata
Los grados se conferían de noche. En ellos habla propinas para miento á Quevedo, se subsana poniéndolo de otra pluma y de otra
rector, catedrático, examinadores, secretario, bedeles, maestro letra, como en el presente caso.
Q.-H. 40
62C OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
sub dalis dic xvn octobris anni xcvi , probavit fecisse a Melaphysici D. Ludovici Garcia.
tres cursos in Sumulis , in Lógica et Pyhsicd , sub »En 16 dias del mes de noviembre... don Francisco
disciplina doctoris Ludovici Garcia a die Sancti Lucae de Quevedo, de Madrid, t. d. 20 (—Foja 42).»
anni xcvi visque ad diem Sancti Lucae anni xcvm, per
inajorem partetn duorum annorum ; cujuslibet eorum
dúos primos, et Tcrtium in Physica, a die Sancti Lucae
nnni xcvm usque ad praesentem diem , in praesenti Cuaderno de cursos de Artes, ansí para bachillera
Universitate Complulensi.mediantibus juramentis Joan como para licenciados , que empieza desde po-tier;
de Morales, de Bu trago, dioecesis toletanae, el Gil Cres dia del mes de febrero deste año de 1600 años, büii
po, del Pobo, dioecesis toletanae, sig.c* jurantium et el de 601.
firmantium quasi concursantium.— Gil Crespo.—Her-., «.Cuarto año parvas, don Francisco Quevtio.-
natido Mor ( —Folio o vuelto).-» Eadem die (17 de diciembre 1600) don Franciscas ¿
Sinetos de bachilleres en Artes, discípulos del doc Quevedo, de Madrid, probavit fecisse unum cursan i
tor Luis García (á) : Philosopliiá nalurali etMetaphysicá, sub disciplina tu-
«1.° Don Francisco de Quevedo, de Madrid (Al fin toris Ludovici Garcia , a die Sancti Lucae anni sen,
del cuaderno). » usque ad diem ultimum mensis februarii anni me: c
cursasse quatuor menses in Philosophiá morali «Ja
Alcalá.—Libro de actos y grados. 1582 á 1603. tempore, et fecisse responsiones parvas, praesente ¿x-
«En la villa de Alcalá de Henares, en 4 dias del mes tore Alderele, in praesenti Universitate , mediantila
de otubre del año de 1599 años, ante el señor doctor juramentis Vincentii Fernandez , de Madrid, fc
Calvo, rector dcsta universidad, el maestro Morales dioecesis, et Jusepe Bernardo, de Ontoria, diosas» s-
dijo haber examinado ciento y cincuenta y cuatro ba goviensis , jurantium de visu quasi concursanüw a
chilleros, decipulos del doctor Mansilla y del doctor firmantium (—Folio 40).»
Luis García; y los presentó, dijo, ante el doctor Váz Sinetos de licenciados de 1600 :
quez de Velasco, examinadores todos, todos de los di «54. Don Francisco de Quevedo, de Madrid.'
chos. bachilleres. Los dichos examinadores volaron por
votos secretos; y regulados los votos, aprobaron á los
dichos bachilleres. E luego en el dicho dia, mes y año,
en el tealro público de la dicha universidad se leyó el Alcalá.—Libro de actos y grados. 1582 á 1603.
rétulo de-Ios dichos bachilleres : los cincuenta y seis, «En la villa de Alcalá de Henares, en 31 diasdelK
discípulos del doctor Mansilla; y los ciento siete, dis de diciembre de 1600 años, estando juntos el «K
cípulos del doctor Luis García. Los cuales dieron el rector y examinadores de licenciando* en Arte de*
grado cada uno á sus discípulos, á los que se hallaron dicho año para votar las licencias y darlas de Arte;
presentes; y los que faltaron no rescibieron el dicho estando junios, conviene á saber el maestro don Pan
grado, y van señalados/" (faltó). — En el tealro, á las RtiizMalo, rector, y doctor Juan Baptista Neroni, Asi
seis horas después de medio dia, á la hora de las seis de Alcalá y cancelario desta universidad de Álcali *
después de mediodía, estando presentes el doctor Henares, y el doctor Ginés Martínez, teniente de cai-
■Pascual Calvo, rector, y dichos examinadores, y el celarios, doctor Fernando Vázquez de Sosa, miesti?
maestro Villaroel, decano de artes, y los doctores con Pedro Marin, maestro Ronda, examinadores de lifa-
siliarios, deán de teología y otros muchos doctores y cíandos en Artes ; estando ansí juntos, habiendo apt*-
maestros de la dicha universidad , y Diego de Agra- badoá los licenciandos que habían examinado, qoes*
monte, bedel, leyó el dicho rótulo. Y el rótulo que se noventa y dos , porque aunque habian examinado no
sigue es del tenor siguiente: venta y cinco, se salieron tres de las licencias; esüíi
»JVoí doctor Joannes de Velasco, et magisler Philip- ansí juntos para volar las dichas licencias, conoori-
pus de Morales examinatores baccalaureandomm in ron Je común consentimiento que seis de los licencia-
praeclara Artium facúltate in hac alma Universitate dos fuesen en primer lugar, como en el rotólo deab*-
Cotnplutensi , anno á nativitate Domini hdxcix, die jo se dirá y se contiene. Y ansí les señalaron porp-
vero iv mensis octobris, miltimus ad vos, sapientissimi meros y en primer lugar, y formaron el rótulo c*
magislri Mansilla, et Ludovice Garcia, discípulos se sigue:
vestros per nos examinatos et approbatos : quibus «Sequitur ordo licentiandorum in praeclara Artfc
precissé conferetis gradum. Et sunt qui sequuntur: facúltale in hac alma Universitate Complnlensi, tofc-
tauae dioecesis, hoc praesenti anno Domini une, die *
f.° 58 (faltó; era su número el 38). Don Franciscus ro xxxi et ultima mensis decerubris :
Quevedo, de Madrid. (Interlineado posteriormente de
otra letra: Recepit gradum a doctore Mansilla, die »lsti dúo baccalaurii sequentesveneruntsorte:
prima Junii 1600, praesentibus bedellis.) Numeras. Baccoburcus.
»Y ansí habiendo sido nombrados los dichos bachille 12 69 Andreas Ferrer de Ayala, deCnea»
res en el teatro de la dicha universidad de Alcalá, el 13 69 Don Franciscus de Quevedo, deMaon-
dicho dia 4 de otubre de 1599, á la hora de las cinco
después de mediodía , los que ansí se hallaron presen «Postea vero in Ecclesia Sancti Illefonsi ist¡osop¡»i
tes recibieron el grado de bachilleres en Artes, y se Complulensis, toletanae dioecesis, die, et roense, «
le dio á sus discípulos y á los discípulos del doctor anno, quibus supra, scilicet die xxxt et ultiml ws&
Mansilla , por eslar absenté el dicho doctor Mansilla, decembris anni mdc, praediclus doctorJoannes BawJ
estando presentes el doctor Calvo, rector, y el maestro Neroni, abbas complutenses el cancelarios l'D'nr^
Villaroel, deán de artes, y los dichos examinadores. — lis, dedit gradum Liccnliae in Arlibus et Pbitosopw
Pasó ante mí, Luis de la Serna, secretario ( —Folio praedictis xcn baccalaurcis contentis in dicto n**
407 vuelto).» et quod possint, servato dicto ordine, ascenderé «o f"
diiin Magislerii quando voluerint. Dicto die, meo.*, i
Matrícula de la rectoría del señor doctor don Juan anno, et hora xt cum dimidiá post meridiem. p"^"
Vázquez de Velasco. 1599. tibus praedicto Rectore, el praedictis eianiinator'-'
(a) Sitíelo, imperativo de tim, rale «dejad, permitid que Fu et Petro Sánchez de Castro et Alfonso de la rW*-
lano turne tal grado.i dellibus (—Folios 503 y 50*).»
DOCUMENTOS. — ANO 1608. 627
DOCUMENTO Vil. La cruz llegó a merecer?
¿Quién estuvo para ser
i estudio académico en li sagrada facultad de teología, hecho En Alcalá Sagitario
en Álcali de Henares. («)
1607.
Matricula de la rectoría del maestro Pedro Ruiz
alo Rector Doctor el maestro Ruiz Malo. 1600.— DOCUMENTO XII.
M años Joan García, Francisco Alderete.
«Theologi. Desafio. (/")
»En 8 dias del mes de noviembre... don Francisco de Hallándose mi tio en Madrid en el mes de enero de
levedo, de Madrid, t. d. 20 (—Foja 46).» 1607, tuvo un desafío con el capitán Rodríguez en la
calle Mayor, porque se atrevió esle á quitarle la acera.
DOCUMENTO VIII. * (6) Del desafío salió mi tio herido en la frente , y el capitán
con una estocada que le atravesó el brazo ; fué de noche,
Yo profesé en la universidad de Alcalá Teología y y aunque se juntó gente , no tuvo resultado. Andan
losofía, y estoy graduado ; fueron mis maestros el doc- do el tiempo fueron los dos muy amigos.
r Montesinos y el doctor Thenas y el padre Loica. No
go esto para la suficiencia, solo para que vuestra re- 1608.
ü-encia sepa que, aunque poco felizmente y muy mal
su parecer, hablo en lo que lie profesado. DOCUMENTO XIII. *
DOCUMENTO IX. * (c) Vivió una temporada en el Fresno de Torote. (y)
¿Quién quiso ser licenciado, Queridísima lia: De lo que me manda vuesamerced
Siendo uu vinagre legón, á pedir doy á Andrés lo que tenia, que aunque poco,
Y ya con mucha razón basta, paréceme, para satisfacerla. Yo iré á Alcalá ; si
La valona se ha encajado?... necesita mas, yo se lo pediré á don Antonio, y no me de
jará sin ello. Don Francisco de Quevedo es un diablillo;
DOCUMENTO X. ya está mejor de sus dolores y nos hace tan buena
Es procesado en Alcalá de Henares, id) compañía, que no nos vamos á encontrar bien sin esle
señor. Dice que se irá la semana que viene, y nosotros
Fué á Alcalá, y á un estudiante llamado don Diego estamos luciendo con su tio y primos porque pase aquí
irrillo (que le motejó de cobarde, porque le quitó una mas dias.
imasuya),lcdió una estocada, que el estudiante estuvo El capellán de la Virgen, don Pábulos, estacón
iuy malo de sus resultas. Tomó parte el Rector y se Quevedo á rabiar por unas coplas que le ha sacado con
i formó causa; en la que nada se sentenció contru él, tra sus grandes narices; las que lodos sabemos de coro.
arque le perdonó Carrillo y se interesó por él el duque Y como son de verdad tan grandes, basta cuando dice
!'■ Medinaceli.
misa nos reimos, sin poderlo remediar; y así quediceque
va á dar parte al Vicario, mas no lo hará porque nada
DOCUMENTO XI. * (e) remediaría. Como sabe vuesamerced que en el tejado
¡Oh musa! dime ¿quién es de Marcela... También ha compuesto un romance á los
La infamia de cuanto vive; maridos cornudos , á los que pretenden viejas y á las
Quien contra lodos escribe, mozas pedigüeñas ; y los leyó en casa del médico cuan
Escribiendo con los pies; do estábamos todos, y le celebramos mucho, así como
Y aquel que ofende , cuál es , un cuento en que hablan los condenados en el infierno,
A todo viviente, en suma,
. Con infame lengua y pluma , en el que no deja mozo, ni feo , ni mujer, ni á nadie
A quien nunca el agua moja?— que no pegue una zurra. En fin , tiene todo el pueblo
Pata-Coja. — revuelto el buen don Francisco, y hasta los muchachos
¿ Quién era picaro ayer, le piden coplas ; pero la lia Marta , la madre de don Pá
Y a¡:ora se ha puesto don; bulos, y otras viejas dicen que está condenado y que por
Y quiéj) por solo bufón eso sabe lo que pasa en los infiernos. Él se rié mucho
(«) Mi amigo, el paleógrafo y distinguido profesor de la escuela con ellas, y las cuenta tantas mentiras del diablo, que le
: diplomática, don Manuel de Goicoerhea, por quien logro copia hacen la cruz, y dicen que si no se va de aquí va á man
lelísima de los registros complutenses, no halla el nombre de darnos Dios un castigo.
i r.\ tu ii entre los estudiantes canonistas y teólogos de los aüos
:sde 1601 4 1612. Diga vuesamerced á mi hermana que me mande dos
Trasladado con la corte a Valladolid nuestro non Francisco en peines para las chicas y que yo puede que vaya unos
¡01, y permaneciendo allí hasta 1606, parecía iiniur.il que hubie- días , luego que se marche don Francisco.
' hecha en aquella universidad el estudio de Teología, en cuya
igrada ciencia sobresalid tanto; pero ¡rosa peregrina! después Quédese vuesamerced con Dios ; dé vuesamerced
: haber examinado los papeles del archivo , me aseguran los ac memorias á las tias , á don Anselmo , á Toño y á todos
ales digno rector don Manuel de la Cnesta y don Julián Samanic- lo que vuesamerced quiera; que siempre la quiere su
}, secretario, que en ninguna matricula ni documento hay noticia
■I famoso escritor i quien ya entonces se le admiraba en erudita sobrino.—Del Fresno, á 6 de marzo de 1608.—Andrés
irrespondeneia con Justo Lipsio, y mereciendo que este le 1 la— López.
e 'gloria la mas alta de los españoles*. DOCUMENTO XIV.
I*) ¡impuesta al docto ave adtirtit) : dada por Qcbvedo , en 8 de
wsto de 1626 al padre Juan de Pineda , de la compafila de Jesús; Viaje de la Torre de Juan Abad. (A)
■' cayo papel se refiere en uno de los prólogos de la Política de
ios y gobierno de Cristo. Del párrafo que arriba copio , acuérda- Volviendo Quevedo de la Torre, se le encojó la muía
• con torcida intención don Kranrisr o Morovelli de Puebla , en
i Drfcnsa del Patronato de tanta Teresa de Jesús; Malaga , 1622, y tuvo que quedarse á pernoctar en Argamansilla , en
.1. 20.
id Sátira contra don Francisco de Quevedo , escrita en 1632;
ibliuteca de Satazar, en la real Academia de la Historia , L 68. (/) Notas del sobrino de Quevedo, de qne se ha hecho mención
id | Apuntamientos de don Pedro Aldrele, sobrino de Quevedo, hace poco-.
ae original dice baber visto el sefior don Basilio Sebastian •g) Va en este sitio bajo la fe de mi amigo, el seflor don Basilio
astellanos, hoy director de la Escuela Normal, en el códice de Sebastian Castellanos, que dice vid autógrafa la carta, cuyo esti
aullara», citado i la página xei de mi tomo i. lo en verdad no parece de aquel tiempo.
[e) Oe la Sátira escrita cu 1632, antes citada. (A) Como el número X.
628 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
donde le alojó el cura ; y como las personas queje visi en letra, estando el de Uceda en Burgos con su ma
taron le rogasen hiciese coplas, improvisó un romance, jestad , viniendo el testigo á traer el parlamento : los
que es el Testamento de don Quijote, el cual fuéuiuy cuales le enlregóal dicho duque de Uceda con un plie
reído y celebrado. go del reino cerrado. Y que para hacerle este donativo
1611. no se hicieron diligencias algunas, sino que el reino
se le hizo por su prolector y para que favorec¡<-se sos
DOCUMENTO XV. parlamentos y negocios con >a majestad , y de pase
granjear al duque de Osuna. Y que el testigo le troje
Lance caballeresco en la iglesia de San Martin un Jueves Santo, asimismo al dicho duque de Uceda otros cincuenta
51 de marzo, (o)
mil ducados de otro donativo que le hizo el reino de
A su valentía debe Italia el haber conocido á varón Ñapóles en ocasión de otro parlamento y por la rob-
tan célebre; y á sí mismo debe don Francisco los sin ma razón (el año de 1617), según el testigo entendió,
gulares obsequios de liunor y aclamación que por su porque no se halló en él.
mérito alcanzó de los mayores ingenios della. Estan
do, pues, en la iglesia de San Martin de Madrid unjué- DOCUMENTO XVIII. (á)
ves de la Semana Sania asistiendo á las tinieblas, y
hallándose allí de rodillas una mujer, al parecer de por El año de lili:;, á linde agosto, fué nombrado don
te y ile lindo arte, un hombre, por debates que tuvo Francisco por embajador del reino de Sicilia, llevsnJo
con ella, con muy poca ó ninguna razón la dio una bo á la majestad de Felipe III el último servicio que le lu
fetada. Sintieron lodos, no tanto la afrenta de una mu irá hecho, confirmando todos los donativos ordinarios
jer honrada, cuanto el dosacatoal templo y al dia tan y extraordinarios, y concediendo por otros nueve años
santo , que debia basiar por seguro á culpas muy gra más el de trescientos mil ducados con que le habia ser
ves. Tomó don Francisco por su cuenta el sosegar al vido en el parlamento antecedente. Y porque con estos
hombre , que, llevado de ciego furor, intentaba demos llevaba también á su cargo otros despachos muy rele
tración mas sangrienta contra la mujer; y viendo que vantes , escribió el Duque desde Mesina á don Carlos d>
no se reportaba, le sacó fuera de la iglesia , donde ha Oria , con carta de 2 de setiembre del mismo año, por
biéndole afeado mucho el atrevimiento y desafuero, riñó que le proveyese de alguna galera para hacer su viaje
con él , de que resultó dejarle lan malamente herido, con la segundad y ostentación debida hasta Marsella.
que en pocas horas pagó con la muerte su osadía. Des-
te suceso, por ser el difunto personado porte , resol 1616.
vió don Francisco pasar á Italia , admitiendo las con
tinuadas instancias y ofrecimientos que por parte del DOCUMENTO XIX.
duque de Osuna, don Pedro Girón, le liabian hecho Diligencias de Quevedo en los negocios del duque de Osun j
porque fuese por su camarada al reino de Sicilia, para
cuyo gobierno le habia nombrado la majestad de Feli Don Francisco de Quevedo , reconociendo una carta
pe III. Y aunque el impulso de ausentarse, en la opinión
de algunos, fué calificado por desacierto acertado en el (la x de la página 514) que desde esta corle escribió a!
castigo de un desátenlo y amparo de una desvalida, la duque de Osuna, en 16 de diciembre de 615, y siendo
resolución, sin embargo , que del resultó fué de sumo preguntado, dice lo siguiente:
gusto al Duque y de gloria á don Francisco, pues la Preguntado lo que dice en el primer capitulo della,
recibió lan colmada en Italia , que quedará cortísima la que ha recibido la letra de los treinta mil ducados, y que
mas explayada elocuencia que quisiere describirla. la ha hecho aceptar, y que como al descuido ha hecho
sabidores della á todos los que entienden esta manen
1613. de escribir, y que se andan tras del , diga y declare
3ué personas eran , qué esperanza tenían de haber el
DOCUMENTO XVI. icho dinero, y por qué títulos y razones,—dijo : «que el
dio cuenta destos treinta milducados al secretario Juan
Administra los propios de la villa de Juan Abad. :/>) de Salazur , y á don Andrés Velazquez , y al Marqué
de Sieteiglesias , y también á Agustín de Villanueva,
Y el año pasado do 1613 se tomóla cuenta íi don protonotario de Aragón , y al P. (el^padre confesor di
Francisco de Quevedo, que habia administrado los di su majestad, fray Luisde Aliaga), y al duque de Uceda;
chos propios, y se le hizo cargo de las penas de orde y que en cuanto a tener esperanzas ellos en parle desu
nanzas (de cortas y talas y daños de los términos, dinero , no sabe las que eran ; pero que él se lo dijo,
igualas de ganados y registros) que aquel año habia como á personas que podían, y unos eran amigos del
habido. duque de Osuna y hacían sus negocios , y otros qw
1615. eran gente que recibían , y que asi , podía ser pensasen
que se lo habia de dar por dádiva ó paga; y él no hizo
DOCUMENTO XVII.
uno ni otro.»
Asiste al parlamento que se hizo en el reino de Sicilia, (<•) Preguntado declare lo que ha dicho en cada persona
de las que ha nombrado,—dijo : «que al duque de Uceda
Don Francisco de Quevedo dice que se halló présen y á P. , por hombres que podían , y al uno por amigo ;
le en el parlamento que se hizo en el reino de Sicilia , confidente, y al olro por amigo y pariente ; á Agustín
y que el dicho reino le hizo al de Uceda donativo de de Villanueva , porque era curador desle declarante , t
treinta ó cuarenta mil ducados, que el testigo le trujo también porque era amigo y confidente del dicho P.; »
(«) Tarsia , página 61.— A 2'1 de octubre de 1610 salid de Ma don Andrés Velazquez, por agente del dicho duque <k
drid el duque de Osuna para servir el vireinato ele Sicilia. Aguar Osuna , aunque sin salario ; á don Rodrigo Calderón j
dábanle en Barcelona las galeras de aquel reino, las cuales go á Juan de Salazar, porque habia oido y era voz coman
bernaba don Pedro de Leiva. Iba condecorado el Virey con el Toi
són y dos títulos de duque en Ñapóles, mercedes que le hizo que tomaban.» (I)
su majestad en el alio de 1608.
(¿i Al folio 28 del Memorial ajustado, que se cita en el ano de (rf) Tarsia , pagina di.
1621, pagina 661. (í i Declaración que non Francisco dio en la causa ramada cat
(c) Véase el pliego g, folio 13 en el Memorial del pleylo que el ira los duques de Osuna y de Uceda en 1621. Se baila en d
señor don luán Chumacera y Soíontayor, Fiscal del Consejo de las Or Memorial ya mencionado, pliego a, folio 1.
denes y de la lunta , trata con el Duque de Yzeda ; en el año 1621 . (1) «Esta carta, que reconoce Quevedo es del a5o de 615, ye! re-
DOCUMENTOS.-AÑO 1616. r.2fl
Preguntado si, supuesto que al duque de Uceda y P. dicho don Francisco de Quevedo declare el año que fué
los dio noticia de que este dinero había venido y que cuando so entregó el dinero, y á qué criado, y si dio
era para hacer diligencia en negocios del Duque/se les carta de pago, y si conocerá al criado : que estaba pres
daba cuenta de las que se hadan en los dichos negocios to de ponerle delante todos los criados que había teni
del Duque, así en las que miraban & dádivas como á do estos últimos años.» Y el dicho don Francisco do
otras,—dijo : «que lo que sabe es, que de todas las ma Quevedo respondió : «que decía lo que dicho tenia, y
terias y negocios que tocaban al dicho duque, la pri que no tenia mas que decir.» Y el dicho Juan de Sala-
mera cuenta se data siempre al duque de Uceda y P.; zar replicó«que pues el dicho don Francisco de Quevedo
pero que en lo que era dar dinero , no sabe se les co decía que se liabia hallado presente don Andrés Velaz-
municase.» quez, se remitía á lo que él dijese, que tendría mejor
Don Andrés Ve'azquez dice : «que recien llegado el memoria.» Y don Andrés dice «que como estaba tan de
duque de Osuna A Ñapóles, del cargo de Sicilia, le envió ordinario en casa de Juan de Salazar, pudo ser que se
al testigo unas letras de cincuenta mil ducados, y le man hallase presenteen la ocasión ; pero que no so acuerda,
dó que los cobrase y que los tuviese hasta que él le orde porque, según lo que declara el dicho don Francisco de
nase olru cosa; y que después se distribuyeron conforme a Quevedo, el principal con quien se trató fué el dicho
sus libranzas y órdenes. »Ypreguntado la salida que tuvo Juan de Salazar, que dio la cruz y recibió el dinero.» (I)
el dinero,— dice : «que de orden del de Osuna le entregó
á don Francisco de Quevedo, viniendo & esla corte á sus DOCUMENTO XXI. (6)
negocios, la mayor cantidad; y que otra gruesa cantidad
se volvió á remitir al Duque á Ñapóles, que la cobrase de El duque de Uceda responde á los cargos que le
César Aldiricio, que había cobrado cuarenta mil ducados hace el señor Fiscal, que, aunque reconoce qué por su
del de Uceda, de un donativo que su majestad le había mano se dio á un ministro un aderezo de altar de pla
mandado recibir, y por otros tantos que aqui se le ha ta sobredorado, que valia mil quinientos ducados, fué
bían entregado del dicho dinero; y que de nueve á diez en tiempo que el de Uceda no había llegado á ser mi
mil ducados se distribuyeron en partidas diferentes: cua nistro y el de Osuna estabacn Sicilia. Y que, aunque tam
tro mil ducados que mandó el de Osuna que se diesen bién depone don Francisco de Quevedo de una cruz de
al de Uceda ; diez mil reales al marqués de la Laguna, diamantes dada al ministro referido, y que en ello in
por la misma orden; quinientos ducados á Juan de Sa
(1) Desle careamiento faltan algunas cosas que bastan para
lazar, por la misma orden ; dos mil ducados íi Sebastian oscurecerle. Preguntóse á Juan de Salazar «siesta cruz era del
de Aguirre para el viaje del marqués de Peñafiel cuan Duque y valia escasos ochocientos ducados». Mucho sintió Queve
do vino & casarse; cuatrocientos ducados para un cor do esta pregunta , y con los ojos se quejó al juez que la hacia, de
reo del dicho duque; trescientos ducados á un fraile sar manera que le obligó i responder que no se había podido excu
para la averiguación desta verdad ; y ya se descubrirá aqui
agustino; diez y seis mil reales de un aderezo de altar, adonde se enderezaba toda la malicia deste dicho. Juan de Salazar
que el testigo entiende era para l\, que no se le vio en respondió «que no tuvo jamás joya del Duque, ni para tenerla ni
tregar , pero que se entregó en casa del duque de Uce- para venderla; y que si fué del Duque, se hallaría en su contaduría
quién la vendió y quién la tasó; que se buscase allí, y que siem
(i.i ; dos mil ducados de una celada y rodela de ataujía pre que se ven.lió joya ií olra cosa del Dnque, lo hacían sus con
de oro y plata, que se dio á su majestad. Y la resta se tadores y recibia el dinero su tesorero.
entregó á don Francisco de Quevedo en dinero , con dos,i que que pues Quevedo decia que habia pagado los dos mil duca
dijese dónde los contó y quién fos recibió.»— Respondió
una letra de trecientos ducados.» •que los pagó Juan Lúeas Palavesiná un criado de Juan de Salazar.»
—Y Juan de Salazar replicó : .El estilo de los hombres de negocios
es asentar la partida que pagan en sus libros, razonando por qué
DOCUMENTO XX. (a) y á quién, y juntamente toman carta de pago ; que se reviesen luego
estos libros, pnes allí se hallaría toda la luz que se buscaba.»— Don
Don Francisco de Quevedo, reconociendo esla carta Francisco de Quevedo dijo «que no habia ninguna luz». Con que
(la xi, página 515), y preguntado quién es el amigo se nudo ver cuan poco ajustado venia en este caso, y tomar de aqui
Indicación para los demás, en que habló con igual ponzoña. Ulii-
grande, y qué orden le dio al testigo en razón de lo mamente, para que quedase mas convencido este testigo, pidió
que la Duquesa le halda dicho, — dice : «que el amigo Juan de Salazar al juez en sn presencia que pues aflrmaba que
grande es el duque de Uceda; y que yéndole á decir estaba la cruz en poder del confesor, se le trújese ; que se obli
gaba á dar todas las manos por donde habia pasado , hasta llegar
lo que la Duquesa le había dicho al testigo, le respon á las del confesor, porque esto es muy fácil en la puerta de Hua-
dió que le avisaría con Juan de Salazar y don Andrés dalajara. No se le dio la dicha joya, y asi se quedó; pero también
aqui se vuelve á representar que obscurece mucho esta verdad
Yulazquez. Y que el dicho Salazar mostró una cruz de no ponerse el año en que se presupone que se dio esla cruz , por
oro y diamantes con reliquias, y le dijeron que hiciese que Quevedo estuvo en Madrid el año de 615, y no puede vori litar
ver la dicha cruz á plateros, y pagase lo que dijesen se que habiendo pasado esta plática con él , fuese después. De
que valia, de los treinia mil ducados del duque de Osu mos pues que haya sido; ¿qué ocupación tenia entonces el padre
confesor, fray Luis de Aliaga, ó qué dependencia tenia del el duque
na que el testigo tenía; y que la dicha cruz dijeron que de Osuna, para que este regalo se llame cohecho, ó se ponga
era para P. Y de camino le dijo el dicho Juan de Sa aquí como delito? Y también se considere que basta este tiempo,
lazar que valia la dicha cruz veinte mil reales ó dos mil no solo no habian venido quejas conlra el duque de Osuua de su
gobierno, sino antes eran extraordinarias las aclamaciones que
ducados, y que estos le hicieron pagar luego, y el testigo hacia Sicilia y toda llalla de sus acierlos.
los entregó al dicho Juau de Salazar; y no sabe si se Pero volviendo al primer iuteoto, porque qnede cerrado este
dio la cruz ó no , porque él y el dicho don Andrés to punto y la verdad con toda luz , se advierta que esta carta sobre
que cae este reconocimiento y careacion es de 12 de enero de
maron á su cargo el darla.» 616, y en él dice que pagó esta cruz de diamantes de los treinta mil
Careando i don Francisco de Quevedo con Salazar y ducados, y que el amigo grande que se la mandó dar es el duque
don Andrés Velizquez.se afirma don Francisco, y Juan de Uceda. Y como parece por otra carta suya de 16 de diciembre
de 615, que es la primera con que se comprueba la tercera parte de
Salazar dice: «que de ninguna manera se acuerda del esla querella, son estos los mismos treinta mil ducados qne re
caso ni de ninguna de las circunstancias-, y que el cibió allí , y en su reconocimiento dice que no dio nada dellos á
nadie , ni sabe qne al duque de Uceda se le comunicasen las dá
divas de dineros.
conocimiento es del año de 621: macho tiempo es el que pasó en Este es el fundamento de aquella gran cláusula de la acusación,
medio, pan 8a r tanto de la memoria de Quevedo, que conservaría 3ue dice asi : «Y lo que peor es , que no contento con emplear to-
en ella tas imágenes de aquellos delirios. o su favor en beneficio del dicho duque, le procuró y solicitó el de
•El año de 15 no tenia el duque de Uceda parte en las materias otros ministros por Indebidos medios, haciéndolos prendar con
públicas , ni Juan de Salazar lugar ni ministerio ; y asi, no solo no muy gran cantidad de dineros y presentes por mano de Juan de
pudo ser voi común entonces que recibía, pero ni pensar nadie Salazar, su secretario.» Habiendo visto la contradicción deste
en dalle, porque no tenia por qué.* (—Advertencias que hizo la par testigo, no le queda al Duque qué satisfacer. {—Advertencias de
le ¡leí arique de Veeda al alado Memorial de Chumacera.) la parte del duque de Uceda.)
l«) En el Memorial de Chumacera, pliego b, folio i. (>>) En el repetido Memorial de Chumacera , pliego c, folio 6.
630 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tervino el de Uceda , cuyo valor no llegaba á veinte na y el cardenal Doria , y al presente lo está conüoi»*
mil reales, no hay quien lo diga sino don Francisco, do en esta corte, procurando la conclusión yeipefe
porque los demás testigos á que se refiere, que son de los negocios de aquel reino y parlamentó. Atesto «
don Andrés Velazquez y Juan de Salazar, lo niegan, y cual , los servicios que ha referido de sus palios, i
Sebastian de Aguirre solamente dice que lo oyó á don cualidad de su persona, que se halla pobre, con etó-
Luis Bravo : de manera que viene á quedar don Fran gaciones y deseos de proseguir en el real servicio *
cisco por único testigo, que trata de su propio desear vuestra majestad, y á que siempre vuestra majestad lu
go y padece las excepciones que del mismo acto y dis tenido por bien de hacer merced á los que Inmun
curso resultan... do con los parlamentos de Ñafióles ó Sicilia ( annq«
Y lo que se opone de treinta mil ducados que vi ninguno ha sido de tanta cuantidad como el que aas*
nieron en letra dirigida á don Francisco de Quevedo, y ha hecho aquel reino, pues pasa de cuairo rnilloo*;
que él declara haber dicho al duque de Uceda que es medio) , suplica á vuestra majestad sea servido tw-
taban á su disposición, no es hecho verdadero; y que darle hacer merced de mil escudos de pensión eo Ití-
don Francisco, cuando s<? haya de considerar su dicho, lia, ó de un hábito de una de las tres ordenes y qai-
no especifica que el duque de Osuna los envió con nientos duendos de renta con que se pueda sosteMir.
prevención y calidad que dispusiese dellos el duque Parecer del Consejo. — Porque el virey deStói
de Uceda, el cual no lo supo ni los recibió; y viene á muestra desear mucho que se haga merced á don Fw-
concluir don Francisco que él mismo se movió á dar cisco de Quevedo, y- se entiende que es noble ; hw
le cuenta dello, sin añadir que el de Uceda lo acep nacido, con calidad y razonable comodidad de te
tase. da , y le ayudan también los servicios que reuereliis-
que el haber traído el parlamento no lo tiene el Cotí-
DOCUMENTO XXII. * jo por cosa de consideración), parece que podrá toj?
tra majestad , siendo servido , honrarle con un ttait
Memorial de Quevedo á la majestad de don Felipe III , para que
se le mande despachar por el consejo de Italia, («) de una de las tres órdenes militares de Castilli.fi
en su persona será muy empleado. En Madrid, i 23 a
Señor : Don Francisco de Quevedo , embajador del enero 1616.—(Siguen seis rúbricas.)
reino de Sicilia, dice que ha venido á esla corte con Real decreto. — Dénsele cuatrocientos ducados i
los negocios de aquel reino, y con el parlamento y pensión en Italia.— (Está rubricado )
servicio que ha hecho á su majestad ; y porque de la
detención destos despachos se le siguen al reino gran DOCUMENTO XXV. •
des dañóse inconvenientes, supliea á vuestra majes
Carta autógrafa de Quevedo á Lorenzo de Aguirre, skmuis*
tad ordene y mande al supremo consejo de Italia no Sicilia. (4
se ocupe primero en otra ninguna cosa que en despa
char el dicho parlamento y negocios de aquel su fide Por quedar acompañando á mi tia, quelu res»
lísimo reino de Sicilia: en que recibirá particular mer en un dolor de costado , no voy á suplicar á vwsin
ced de las reales manos de vuestra majestad. merced diga mañana en el Consejo cómo he «cafe*1
la pensión de los cuatrocientos ducados que su invi
DOCUMENTO XXIII. * tad me ha hecho merced en Italia. Puédeme «c«
Billete del duque de Lcrma al secretario Lorenzo de Aguirre. Ib) ser el oficio tan debido en una tia, y por si plato
Nuestro Señor guarde á vuestra merced. De csa.if
Su majestad ha visto el memorial incluso de don de marzo de 1616. — Don Francisco de Qmttii-
Francisco de Quevedo sobre lo que conviene despa Villegas.
char los negocios del parlamento del reino de Sicilia
con que ha venido; y manda que conforme la cualidad DOCUMENTO XXVI. *
que tuvieren estas cosas , trate el consejo de Italia de Billete del duque de Lerma al secretario Juan López de 2in* '
acabar con ellas con la brevedad que hubieren menes
ter. Dios guarde á vuestra merced. En palacio, 22 de Su majestad., en consulta del consejo d> Italia, k
enero 1616. servido de hacer merced á don Francisco de Own*-
Villegas (por las causas que en ella se le retírese*
DOCUMENTO XXIV. ' ron) de cuatrocientos ducados de pensión edesü*1
en Italia; y porque holgará su majestad que estolas
Consulta del consejo de Estado i su majestad sobre merced i don efecto con brevedad, es servido y manda que se fes-
Francisco de Quevedo-Villegas. (e)
túen en lo primero que se proveyere en primer ¡na
Señor : Dou Francisco de Quevedo-Villegas refiere y que se despache el dicho don Francisco. Dio* gwr*
que es hijo y nieto de padres y abuelos que murieron á vuestra merced. — De palacio, 26 de abril líU-
sirviendo á la real corona de vuestra majestad; y nieto El Duque. — Señor secretario, Juan López de Zarja
de doña Felipa de Espinosa, que sirvió á vuestra ma
jestad desde que nació hasta que pusieron casa á vues DOCUMENTO XXVII.
tra majestad, y después murió sirviendo asi mismo á
la señora infanta doña Isabel : por cuyos servicios , ni Servicios de Quevedo al duque de Osuna- \f)
los de sus padres y abuelos , no se le ha hecho ninguna
merced ; y que él lia venido á traer los despachos de las Preguntado el duque de Uceda si después de ti
oblaciones y servicios que el reino de Sicilia ha hecho á berio hecho su majestad merced al dicho doqia *
vuestra majestad en el parlamento pasado, en que él Osuna del dicho cargo de Ñapóles, le instó esltw-
sirvió á vuestra majestad desde que se empezó, con la fesanle , y el dicho P. también , é hizo que le instt*
satisfacción que lian informado elVirey duque de Osu Jorge de Tobar , Sebastian de Aguirre y don frac*
co de Quevedo se partiese luego i servir el dicte r"
do Archivo general de Simancas—Estado.— Libro número 1.585,
fól. 1*3 vuelto.—Secretarlas provinciales.—Sicilia. Id) Archivo general de Simancas. —Estado. — S*eríB'1,í'r'
(* Incluyendo el anterior.
(e) Archivo general de Simancas.=Estado.—Secretarías provin vinciales, legajo número 994.
ciales, legajo número 99*.—Sicilia. (el Como el anterior. m
Tarsla , pagina 61, dice que i i de marzo de 1616 se expidió tf) Número
como se baila 19 deMemorial
en el la confesión del Duqae pliega
de Chumacen, i U '«""¿.g
fi "■ B'
el decreto de su majestad.
DOCUMENTOS. — AÑO 1616. 631
¡erno, haciéndolo causa de reputación propia,—declare Mientras duraron semejantes discursos, fué de la
ué causa tuvo paia hacer esta diligencia, y causa de gente del señor Cardenal muy bien regalada con cola
.'(tulacion. Dijo «que se remite á lo que él escribió , y ciones la familia del Duque; y su eminencia acompañó
ne esla diligencia no nació do ocasión del servicio de al señor Virey hasta el coche.
u majestad ni de materias del , sino de otros respectos
articulares domésticos , que por no ser necesarios para DOCUMENTO XXX. * (c)
i materia de que se trata , no se escribe ; y lo dijo á
oca á su majestad.» Octubre 3, lunes.— Ha ocurrido un grave accidente
para el señor duque de Osuna; y es, que habiendo to
DOCUMENTO XXVIII. mado amistad con una cortesana cierto sacerdote parien
te de don Francisco de Quevedo [aquel hidalgo que di
iisdala de mano propia del duque de Osuna , en caria de 12 de se jimos habia hecho venir de España su excelencia y que
tiembre de 1610 al duque de tJceda , que se trajo al proceso Tul-
minado contra ambos en 1621. (a) era lodo suyo), tal mujer, quizá movida por sobrena
tural impulso, acaba de descubrir un grave secreto al
He entendido después que llegué á este reino gran don Juan, que así se llama el maucebo. Le ha mani
es censuras contra vuecelencia , y aun de allá las trujo festado haber ya muchos años que á su excelencia tie
ntreoidas don Francisco de Quevedo. No tengo qué ne dados hechizos la señora doña Vitoria de Mendoza,
frecer á vuecelencia , pues todo es suyo ; pero esté para que á ella y á su hija doña Eufrasia de Leiva y á
uecelencia cierto que , fuera de ser contra ini rey, po su yerno don Antonio Manrique no aparte nunca de
ro servirle con doce bajeles y ocho mil hombres en sn mas íntimo cariño. Gobernaba á Sicilia el señor Du
ualquicr acontecimiento , sin tocar á españoles, sino que cuando los primeros hechizos; y no solamenle
ilo naciones que seguirán mi partido , y que lo sabré enriqueció allí á toda esta familia su excelencia, sino
venturar todo por su gusto, y salir después dello. 3 iic en Ñapóles lo primero que hizo fué nombrar á
on Antonio regente de la vicaría y con suma auto
DOCUMENTO XXIX.' ridad, dejando que la señora doña Vitoria se entrome
Noticias de sn permanencia en Ñipóles, (í) tiese en casi todos los negocios lucrativos, arrastrado
su excelencia de aquella fuerza diabólica.
Setiembre 28, miércoles.— A la caida de la tarde su Luego que supo don Francisco de Quevedo este ma
icelencia el duque de Osuna, virey de Ñapóles, dis— leficio, sin detenerse un punto lo puso en noticia de
uesto para tales esparcimientos, subió en su carroza su excelencia, á las tres horas pasadas de la noche.
e un solo caballo, y con él un hidalgo español que Llamaron sin dilación al regente Fulvio de Constanzo,
abia hecho venir de' aquellos reinos por la posta , y al consultósele y se le encomendó averiguar el caso y
ual le unia extraordinario afecto y cariño, tales, que proceder criminalmente. Se le da por acompañado al
¡n él no se hallaba ; de donde se infiere que ha de ser juez don Ferrante de la Cuadra. Pero ardiendo con ra
ersona de clarísima sangre y por su virtud muy ilus- zón en ira y recelo su excelencia , se presentó á las
e , puesto que así acierta á satisfacer el delicado gusto seis horas de la noche en la misma casa de doña Vito
e su excelencia. Tomaron después la vuelta del pala- ria, y poniéndole una daga en los pechos, apremióle á
io arzobispal , con acompañamiento de alabarderos y decir la verdad de todo. De rodillas aquella señora, y
cayos, á fin de hacer visita á nuestro prelado, el señor por el apretado lance en que se via, pidió perdón,
irdenal Carrafa. Recibió á su excelencia aquel digno confesó con lágrimas su delito , manifestó era hijo del
istor vestido de roquete y mneeta, por ser pública la deseo de que el Virey no abandonase el medro de
isita , rodeado de gran numero de familiares. Entra aquella casa, temiendo que á su excelencia no faltarían
os en la cámara, se habló , entre otras cosas , de las en Ñapóles ocasiones de desampararla é inclinarse al
luchas cartas que el señor Arzobispo habia recibido engrandecimiento de otras. ¡Tanto puede la ambición
e algunos cardenales de Koma para que se les permita y á tanto llega la infame codicia del oro, que para co
jtraer caballos de estima del reino. Opúsose cortés- brar la gracia de un príncipe, ó por mejor decir, hacerse
íente á tal demanda el Virey , conociendo que no era dueño de él , se arroja el hombre á semejantes deli
intoel deseo y necesidad que de ellos tenían los pur- tos!
urados, como otras personas; comprometiéndose a ce- DOCUMENTO XXXI. • (d)
er los suyos propios á los cardenales si en efecto los
ubieran menester , pues de otro modo no consentiría Noviembre 2o. — El viernes, fiesta de sania Catali
ni; saliesen caballos del reino de Ñapóles. Con esta ac na, salió por la mañana á caballo su excelencia con
ión vino á demostrar que no prevalecía en su gobier- don Francisco de Quevedo, y el camarero de costumbre
0 favor alguno. y solos cuatro lacayos. Pasearon toda la ciudad , entra
ron por las salas de la vicaría , visitaron las cárceles;
(•) Memorial i( Chumacera, pliegos M, MI. 23 ruello; « 36.—
\>t el Drque de Vieda , Mayordomo mayor de Sv Magestad. en el el Virey oyó á lodos los presos , ofreciéndoles que se
testo con el señor Fiscal. Soore Los cargos y oposiciones que se Aa- rian despachadas sus causas antes de Navidad. Al efec
« al Duque. En Madrid, l'or la viuda de remando Correa. Año to ha mandado que ni en las fiestas de corte vaque la
dc.hu ; folio 29 vuelto. vicaría criminal : con cuya acción nunca vista está la
(í/ i.iornali di Francesco lanera, napolitano. Académico otioso,
ti felice gouerno delCEcemo. D. Pielro tiirone, Iluca d'Ossuna, Yi- ciudad llena de gozo , prometiéndose que en los tri
tre del Regno di Napoli, dalli 7 di Luglio 1616. Con il modo lenuto bunales no prevalecerán los malos ministros, y abri
el daré il posseso al Siqr. Cardinale Borgia, sao Succesore, dalli
Sri. Klelli di quexta Fideliss.' Cilla con intérnenlo del Consiglio gando la esperanza de ua próspero y 'justo gobierno
oltalerale. Fol. 18 vuelto. para Ñapóles.
llar de este diario una copia contemporánea en la biblioteca Después su excelencia indultó á un soldado. Y vien
el señor duque de Osuna , y otra mas moderna en la Nacional. do, al subir las escaleras de su palacio, en ellas senta
i]ui también, estante X, número 18, se conserva la traducción
uc casi al propio tiempo hizo Fabricio Carrafa , colaborador de da y dormida una pobre mujer con un memorial en el
mera en la empresa de aquellos Anales, y asimismo académico pecho, se lo quitó, lo despachó lue.o favorablemente
rioso. Cuyo liceo se hallaba establecido en el claustro del con-
ento de Santo Domiugo de Ñapóles, y pasó en el año de 1617 y puso dentro de él cuatro cequíes.
1 salón del paUo, donde era fama haber santo Tomás de Aqnino
cido De nalivitate liomini. (c) Diario de Zaizera , folio 20-
F.n vista del'original y de la referida traducción , doy i los lec- (d¡ Diario de Zazzera , folio 32 vuelto.
oreí una que no deidiga mucho en el lenguaje del nuestro cas-
i .Uno.
632 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
DOCUMENTO XXXII. * (a) dolé que tenia buena genle en sus guarniciones y que
los de la provincia eran leales. Pero él sabia que no tra
Diciembre 2, viernes. Han sido condenados á des taban de socorrelle. Perdióse I risa, y toda la gente rie
tierro en i'sia mañana algunos escribanos de cámara. Verdugo se deshizo, y hoy es de holandeses, sin que hs-
Por la tardo, escuadronadas las once compañías que ya esperanza de volver olía veza su majestad. Así será
hay en Ñapóles, hizo de ellas muestra el señor Virey, de todas las cosas que se esperare á remediallas cuando
discurriendo á caballo á todos lados v ejercitan olas en se esté con las armas en la mano ; pues cuanto tienen
muchas pruebas de guerra. En desfilando por delante de prevención gozan de seguridad. Y pensar que en el
de palacio la Iropa, se ha ido á pasear por la ciudad su mundo no ha de haber guerra es entender que no lis
excelencia con el señor duque de Madalon y don Fran de haber hombres; porque es muy grande, y hay mo
cisco de Quevedo. chos o ¡osos y pobres que viven della , y otros lieos
que enriquecen de revolvella ; y lo que boy tenemos i
DOCUMENTO XXX11I. * otro se lo quitamos, que ts fuerza estén con deseo de
Carta de su majestad al duque de Osuna , virey de Ñapóles , sobre cobrado.
la prisión del racional Juan Vicencio Sebastian, (*) Estas rartas que escribo á su majestad pienso dejar
á mis hijos ó por nueva hacienda, ó por resguardo «te
El Rey. — Ilustre Duque, primo, nuestro visorrey, la que tienen, y habré cumplido con lodo. Dios guante
lugarteniente y capitán general : por la carta que me á vuecelencia muchos años, como deseo y he menester.
escribíales á 9 del pasado, he entendido las causas Ñapóles, á 6 de marzo 1617.
que os movieron á mandar prender al racional Juan De mano del duque de Osuna. —Duéleme este caso,
Vicencio Sebastian , y á pasarle á vuestra casa por ma como la mayor herida que se puede dar á la reputación
yor seguridad, que lo uno y lo otro lia sido muy con de su majestad y de toda España, y así hablo en él, sia
veniente y acertado; y pues pensábades enviar tan poderme ir á la mano ; vuecelencia considere lo que
presto coti don Francisco de Quevedo el reasunto de importa, y válgase de su celo y valor, que esto bastará.
las particularidades que lian confesado y ofrecido po —C. El duque y conde de Ureña. — Señor duque de
ner en claro de otros oficiales,—venido que sea se os Lerma.
avisará de lo que después de vistas ocurriere y pare
ciere cerca dellas. Y entre tanto os agradezco mucho DOCUMENTO XXXV.
el celo y cuidado con que quedábades de averiguar Siguen las noticias sobre la permanencia de Quevedo en Ñipóles. 'í
las. De Madrid, á 24 de diciembre 1616.— Yo el Rey.
—López, s-ecrelario. Cuando mi lio estuvo en Ñapóles con el Duque, -
1617. enamoró de la mujer de un señor de la corte llatnailo
Menardini; el cual, luego que lo supo, llevó á Raga-a
á su mujer, y le mandó á decir ú Quevedo que otra vei
DOCUMENTO XXXIV. * respetase las mujeres casadas. Quevedo le contestó mal;
Carta del duque de Osuna al de Lerma. (c) v á no ser por el Duque , que medió en la controversia,
¡milicia un duelo.
Este despacho que ha venido de España , entenderá En Ñapóles tuvo michos lances amorosos, que n;e
vuecelencia por la carta que escribió á su majestad ; que sé yo y callo; pero en todos fué caballero.
poco mas de lo que escribió en ella puedo decir á
vuecelencia. No querría que todos entrásemos á la parte, DOCUMENTO XXXVI. * (e)
pues ya en Roma, no solo se hacen comedias, pero pin
turas; don Francisco de Quevedo las leerá á vuecelen Marzo i 3, lunes.— Con gran comitiva de á caballa
cia. y acompañado del Sindico, fué á San Lorenzo su ex
Ocasión es esta en que cuando su majestad pasara celencia para recibir allí el donativo de 1 .200,000 dota
á Italia hiciera loque debía; y si algunos dijeren no dos con que el reino sirve á su majestad , y además un
seria justo moverse por el duque de Saboya , mucho regalo de 10,000 ducados para el señor duque de Uceds,
mas perderá en rogallo con paces que en venir á to- y otro de 8,000 que se dan á don Francisco de Quevedo
malle su estado y quietar de una vez todos sus reinos : por llevar á España tal donativo, y conseguir del Sobe
que no es menos lo que se interesa de asentar bien ó rano diferentes gracias en muchas clases de pleitos, su
mal esla guerra , pues no la trac el Rey con el Duque, cesiones de feudos, fideicomisos, y otras que llegan al
sino con Francia , Vcnecia y Holanda y con todos sus número de cincuenta.
vasallos. Con Francia , pues se ve de la manera que Marzo 19, domingo do Ramos. —En el convenio da
socorre al Duque ; Veuecia , por asistir , aun falta á su Monte Olívete recibieron las palmas los señores vireyes.
misma guerra ; Holanda gente ha levantado en socorro Por la tai de su excelencia pascó solo con don Fran
de venecianos, que es lo propio que ayudar al Duque. cisco de Quevedo por toda la parte baja de la ciudad.
Los vasallos de su majestad ,¿ qué sangre ni valor les
puede criar si ven sus armas inferiores á las del du DOCUMENTO XXXVII. *
que de Saboya? ¿y qué no se podrá esperar de los poten Consulla del consejo de Estado i su majestad sobre lo escrito
tados, pues que otro fin particular tienen ni respetos, por el duque de Osuna, i/)
mas de acudir á lo que les estuviere mejor? Y hoy re
suélvase vuecelencia que la monarquía de España es Señor : El duque de Osuna escribe á vuestra ma
Italia, pues por Sicilia, Ñapóles y Milán es monarca; jestad , en carta de 19 de febrero, «que el dia antes ha
y en comenzando á desmoronarse un poco , acaba de bía convocado el Parlamento, y que después de haber
caerse con grandísima prisa. propuesto á aquella ci talad, baronaje y reino el estado tan
Del coronel Verdugo se rieron mucho en Flám'es apretado en que se halla el patrimonio do vuestra ma
porque escribía siempre « que se perdía Friía», vien jestad, confirmaron el donativo ordinario de \. 200,000
ta) Diario de Zizzera, folio 33 vuelto. (rfi Los apuntamientos del sobrino de nuestro aalor, atados
(i) Archivo general de Simancas, rr Estado. — Secrctirlas pro número X.
vinciales, libro número 734, folio 111 vuelto.—Ñapóles. iiri Diario de Zaztera, folios 50 y vuelto.
(c) Archivo general de Simaacas.=Estado.— Legajo 1,880.—Ñi ifi Archivo general de Simancas— Estado. — Legajo 1.880.—
póles. Ñipóles.
DOCUMENTOS. - AÑO 1617. 633
ducados. Dice el Duque la poca parte que lia tenido en biese de aquel reino con el estado eclesiástico; y que
este servicio, por liaber estado todos igualmente en si alguna cosa se le ofreciere que advertir, la comuni
hacerle, y que partirá con él y con las gracias que se case á don Francisco (persona de suma salisfacion y
pidón á vuestra majestad don Francisco de Quevedo. confianza), así en lo locante á su gobierno, como en las
Que la dicha ciudad , baronaje y ruino han resuello demás cosas de la monarquía de España, para donde
hacerle un donativo de 40,000 escudos y de escribir á partiría con toda brevedad á dar cuenta á su majestad
vuestra majestad le ordene que los acepte; y dice que del estado é intereses del reino.
ha querido prevenir con esta carta lo que escribió desde
Sicilia, y representar á vuestra majestad que es cosa DOCUMENTO XXXIX.
esta á que se debe cerrar la puerta por lautos respectos, Carta de su santidad al duque de Osuna, (o)
convenientes asi al bien público como al servicio de
vuestra majestad y buena administración de justicia. Dilecto filio , nobili viro, Duci Ossunae, Regni Nea-
Y que no dice esto porque ningún virey la ha de torcer polis Proregi : PAULUS PP. V.—Dilecte /¡ti, nobilis
por ningún interés; pero tiene por cierto que puede vir, saiulem , et Apostolicam benedictionem.
■■creste donativo violento, y no voluntad, pues no hay Rendiamo molte grazie a V. Ecc. di quanlo si é
ninguno que no tenga necesidad del Virey, y así no se compiaciuta di ordinare alli suoi Ministri per servi-
ha de atrever ninguno á contradecirle, habiéndose tio di questa Santa Sede, ct suo Stato,come abbiamo
puesto en costumbre. Que él no le recibió en Sicilia en visto dalle copie delle lctlere,che V. Ecc. ci ha mán
dos parlamentos , habiéndole renunciado con este justo date , rallegrandoci fra tanto che il sígnor Don Pietro
titulo; y que con él puede vuestra majestad ordenarse suo figlio cominci a truvagliare in servitio di sua
le envié otra carta como la que en aquel reino hizo Maes'.a.
ejecutoriar, mandando que el que propusiese donativo Abbiamo inteso con nostro molto gusto quanto Don
fiara el Virey pague al fisco otra tanta cantidad como Francesco di Quevedo ci ha rappresentalo in nome di
a que propone, y que esto juzga por conveniente.» V. Ecc, el avendoli risjn>sto quunto si oceurreva , non
Y habiendo visto el Consejo esta carta, le parece justo ci resta , se non di rimellerci a lui medesimo, et loda-
que se agradezca al duque de Osuna lo que ha hecho re, et commendar molto il desiderio, et pensiero , che
en esto de la concesión del donativo, y ordenarle que V. Ecc. tiene della buona corrispondenza di cotesto
dé muchas gracias dello al reino , y aprobarle lo que Regno con lo Stalo Ecclesiastico , et di sostentare in
dice en lo del donativo que le quieren hacer, pues por tulle l'occasioni l'ubbidienza , che sideve alia Santa
las causas que apunta, es muy conveniente que no le Sede Apostólica in che riconoscemo la sua pietá , et
reciba , y que se cierre la puerta para adelante á esto, zelo. Et per fine di nuovo con tulto Canimo la benc-
por ser tan mala introducion que los vireyes esperen dinamo. Data in Roma nel nostro Palazzo Apostólico,
premio de los vasallos, sino de vuestra majestad, por li \9a"Apri!e 1617.
su buen gobierno y servicio, pues de otra manera no
podrán acertar en esto, y resultarán dello los inconve DOCUMENTO XL. * (c)
nientes que se dejan considerar.
El marqués de la Laguna dijo, cuanto á esto del Abril 16, domingo. — En la semana que hoy concluye
donativo que quieren hacer al duque de Osuna, que ha partido para Roma don Francisco de Quevedo, para
será bien saber si se ha permitido á algunos vireyes; informar á su santidad sobre el apresto que hace su
y habiéndose hecho con otros, le parece se haga lo excelencia de galeones para entrar en el mar Adriá
mismo con el Duque. tico.
Vuestra majestad mandará lo que mas fuere servido.
En Madrid , á 22 de marzo de Í6I7. — (Siguen cuatro DOCUMENTO XLI. *
rúMcas. ) Billete de don Pedro de Leiva al duque de Osuna, (i)
Real decreto.— Lo que parece. — (Está rubricado. )
Ilustrísimo y excelentísimo señor : He visto el bi
DOCUMENTO XXXVIII. llete de vuecelencia; y á lo que me manda que res
Viaje i Roma, («) ponda luego en escrito, lo hago asi. En carta de 24 de
enero me escribe su majestad lo que verá vuecelencia
El duque de Osuna, apoyando su resolución con por esa copia , la cual envié á su secretaría desde Pa-
razones y pretextos, determinó enviar á España á don lerino , cuando le supliqué á vuecelencia enviase ga
Francisco para que informase á su majestad desle in leras por mí. Por ella verá vuecelencia cuan precisa
tento, disimulándole con la ocasión de llevar un dona mente me manda su majestad que venga á este cargo;
tivo considerable, que por su maña y disposición le ha que por obedecerle y acudir á servir á vuecelencia con
bía hecho el reino. Y' antes de hacer esta jornada , le brevedad, me resolví de meterme en una faluga, en la
despachó para Roma á la santidad de Paulo V, con car cual , certifico á vuecelencia con toda verdad (pie
tas de creencia para tratarlo con todo secreto ; y para estuve para ahogarme. Quiso Dios que llegase aquí á
seguridad y comodidad de su viaje, le acompañó con salvamento y que pudiese besar á vuecelencia las ma
muy honorífica patente, fecha en Ñapóles á 12 de abril nos y representarle la voluntad con que venia á ser
de 1 017, ordenando y mandando á los gobernadores, virle ; suplicándole que en lo que no acertase se sirviese
síndicos, electos y demás oficiales do las ciudades, tier de alumbrarme, pues en el reiterar sería la malicia,
ras y lugares del reino por donde habia de pasar, que pues no pretendía sino proceder con leal pecho en
asi á la ida como á la vuelta, le recibiesen y acogiesen, servir á vuecelencia ; y que con esta verdad me asigu-
suministrando á su persona y acompañamiento todo lo raba la fe católica que se alcanzaba la gracia de Dios,
necesario y lo que pidiere, sin réplica ni dilación, como con lo cual no tenia mas que decir.
si fuere el mismo Virey. A su santidad escribió que le en Vuecelencia, con su pecho generoso , me respondió,
viaba á don Fiancisco para representarle el cuidado que por consolarme y favorecerme, estaba siguro, pues yo
tenia de sustentar la obediencia debida á la Santa Sede en era el maestro cíe todos, no podría errar , mostrándome
lo que por el cardenal Borja le había hecho avisar, insi
nuándole la buena correspondencia que deseaba hu (i) Tarsia, página 70.
(c) /.'/ Diario de Zazzcra, folio 55.
(di Archivo general de Simancas. = Estado. -Legajo núme
ís) Tirela , Yula de ion Francisco ic Quncio , página 68. ro 1,880.— Ñipóles.
634 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO.
agradecimiento de mi voluntad y ofreciéndome su fa gar ni entender que en manera ninguna pueda con
vor. Otro día me mandó tomar mi cargo; y en las manos venir al servicio de su majestad ni reputación na
de vuecelencia, con los evangelios en ellas, le juré vaya ninguno á servir por mi el cargo que me mni
fidelidad del y de la plaza del Consejo. Mandóme luego el Rey eficazmente venir á servir, y esto Un apretad-
con gran priesa que se pusiesen en orden estas diez y mente como consta de su carta, que me obligó i :•-
nueve galeras para poner partir dentro de dos ó tres nerme al peligro que al principio dije. Y pues coa»i;
días, como lo eslán. Y lie dicho á vuecelencia que esta su majestad rr.e instaba á mi venida, no le falla!»
mañana me mandó vuecelencia llamar, y fué servido, estos intentos, no los debia de tener deque, viniera
en presencia de don Francisco de Quevedo, de mos yo, me quedase en la ocasión. Y asi, no pienso que p*-
trarme una carta del Rey, diciéndome que aunque drá haber ninguna que me excuse de no hallarme a
su majestad lo mandaha el secreto, le quería fiar de ella, por lo que toca al servicio del Rey y de vuecelen
mi : en la cual decia su majestad , si mal no me acuer cia y do mi reputación en caso tan importante. Y «a
do, «que aunque los venecianos mostraban desear la esto' respondo á lo que vuecelencia rae manda le ¿a
paz, creía que no la procuraban en sus acciones; y por escrito. Guarde nuestro Señor la iluslrismi «
que asi, pareciendo a vuecelencia, no seria malo pica- excelentísima persona de vuecelencia, comodem Na-
lles por acá; y al conde de Castro escribía para que poles, á 1.° de mayo de 1617.— Ilustrísimo y acéfa
ayudase con lo que pudiese. Pero que esto se entendiese lísimo señor. — Besa las manos de vuecelencia su ser
que no era con orden de su majestad.» Y para que esto vidor , Don Pedro de Gamboa y de Leiva.
se publicase asi , me dijo vuecelencia que era bien que
yo le representase los inronvenicnl.es para mi cautela, DOCUMENTO XLII. *
y que no se babia de llevar estandarte; y aun dijo don
Francisco de Quevedo que , para mas divulgarse, debia Billete riel duque de Osuna á don Pedro de Lein sofcrt U sk
se habló en presencia de Quevedo referente a las |i«ra l¡
hacer á vuecelencia un respetoso protesto, y vuece- Italia, (a)
leneía.me parece que lo aprobó, volviéndome á dar priesa
por el* despacho. Respondí á vuecelencia que yo estaba He visto el papel de vueseñoría y la carta de so rep
allí pronto para serville y obedecelle en lo que me tad en que manda venir á vueseñoría á servir estecr-
mandase , con esperanza en Dios de dalle buena cuenta go, y aun que le envié galeras ; no pude hacello, «ipt
dolió; y en cuanto á las cautelas públicas, fiaba de su estarse aderezando, como por esperar cada dia lasa-
valor y pecho tanto, que cuando á mi mo sucediese leras de Genova, y con todas juntas pasar infamen; i
cualquiera gran caso en materia de reputación lopodia Lombardia. Venir vueseñoría cu falucanofuéculpw
poner seguramente en sus manos, como tan gran ca sino de haber querido vueseñoría detenerse ocho w*
ballero, tan gran señor y tan gran soldado. Con esto en Sicilia al pleito que vueseñoría trae con donOdaii
me vine , y luego me escribió vuecelencia en que y acabar su bajel. Y tuvo vueseñoría en esletiemp'i
resolvía que fuesen estas diez y nueve galeras y yo mo pasaje de las cuatro galeras que fueron con seda i*
quedase. nova, á cargo de don Jerónimo de Aragón, el pN¡- *
Digo, Señor, que ya vuecelencia sabe cuántos años las ocho galeras de don Carlos de Oria , el nasa;* *
lia que su majestad ha fiado de mí su real servicio, y seis galeras de Florencia y el pasaje de las gata<:
no ignora la cuenta que del he dado, pues es tan pú Papa, que tantos dias estuvieron en Palermo.
blica y conocida. Y así, prosiguiendo en este tiempo De suerte. Señor, que con esto (salvo el Intap!
esta mesma confianza , encomendándome esta escuadra peligro que vueseñoría ha pasado en el camino), i«
y galeras, que son las mayores fuerzas que tiene en Ita lo que vueseñoría refiere me ha dicho y yo repondí'.
lia por la mar, yo la pagaría mal si en todas las oca lo aceto; y de la misma manera lo que esta mañaní f«-
siones de su servicio donde ellas se hallasen , yo no me en presencia de don Francisco de Quevedo; si b«"
hallase hasta perder la vida, que há tantos "años que le olvida á vueseñoría que cuando dijequenoliabü*
tengo ofrecida al servicio de mi rey, siguiendo las ir estandarte de su majestad, dije tambienque ni rW
pisadas y ejemplos de mis antepasados. Y así, suplico snyo, y que lo mismo escribía al señor conde de W'
á vuecelencia no me excuse de esta ocasión , porque no en cuanto lo que tocaba á aquella escuadra.
me parece conviene al servicio de su majestad ni de En todo este tiempo que vueseñoría ha estado ¡iW
vuecelencia. de aquí, he despachado á su majestad diferentes«w
Y supuesto el motivo que vuecelencia dice tiene para avisándole del estado que tenian las cos:is de Vswj-
mandarme quedar (es decir, que quiere que en nom Y no ignorando su majestad que vueseñoría tenis*'
bre suyo vayan estas galeras, para ocultar en la facion cargo, ni yo que su majestad le había hecho merced *■'
que han de hacer, el de su majestad}, no me parece me manda que el impidir el socorro de holanda*
que es bastante causa para obligarme a mí á quedarme, encargue á la persona que me pareciere, con f*";
por dos razones : no se entienda en su real nombre. Tongo dadoenm^
La primera , porque todo el mundo sabe que el ge modo como pienso ejecutallo; y aunque surrajf*''*
neral de las galeras tiene obligaciones de seguir con ne de vueseñoría la satisfacion que sus? servicie **
ellas las órdenes de vuecelencia, como las mismas del cen, ni me manda que se lo encargue ni que ^ I* J
Rey ; y así, sabiendo que sigo la de vuecelencia con mi munique : lo que he hecho por cortesía ycoocoaVu .-
escuadra, se satisfará bastantemente á que se va con servicio de su majestad.
sola ella á la ocasión que me encomendare, ó que nos Vueseñoría ha llegado á tiempo que lo halla N*^
culpe el Rey en este caso á entrambos, que me parece bajado y ordenado, y la guerra rota convenec»J*F
mejor. mis bajeles en mi nombre. Sí por ir sn nerso» «J*]
La segunda, que sabiendo que estas galeras son del señoría se dejare de hacer su real servicio jsc«*
Rey , no es de importancia , no siéndolo la primera , que crecieren algunos inconvenientes, ó de hacer '""^T
vaya el general aellas ó que no vaya; pues siendo las alguna invasión en este reino, represalias en W'if
fuerzas do su majestad, tanto mas lucirán cuanto fue vasallos del Hey, sobre protesto que vues*ñont n -
ren mas bien gobernadas. Y pues su majestad lia este estas galeras, — me protesto con vueseñoría '^
gobierno de mí , no cumpliré dejándole á nadie. majestad, y de que hasta agora no han quitó* '
Esto es cuanto á la satisfacion que debo dar á la
razón que vuecelencia dice le mueve á que mi persona (o) Archivo general de Simancas. = Estado, -tepi"
se quede. Eu cuanto á lo que á mi toca, no puodo juz ro 1,880.— Népoles.
DOCUMENTOS -AÑO 1617. 635
mcrcioá este reino ni hecho sentimiento de su majestad tador y de carcelero; y suplicando á su majestad que
ni de ministro suyo , sino es de mí. Que partamos la no le detuviese, por la falla que hacia su persona para
culpa entre entrambos como vueseñoria dice, si le estu el acierto de aquel gobierno, antes le despachase con
viera bien al Rey, á mi me estuviera mejor ; pero estas toda brevedad y con mercedes correspondientes á su
son culpas que toilas me las quiero echar á cuestas. mérito. Añade en su abono las palabras siguientes:
Pongo esto á vueseñoria en consideración , aeaule- «Suplico á vuestra majestad mande que con toda
lándome para todos los suhcesos, y advirliúmlole que si brevedad se despache don Francisco de Quevedo, pues
resuelve su partida, sea con toda la brevedad posible, hasta su vuelta lo masque puedo hacer es ir suspen
porque la infantería que ha de ir mandando mi hijo está diendo estos negocios , por la falla que tengo de per
en orden para ello, y él ni ella no ha de ir á la de vue sona de quien Nal los , y ser ellos de calidad, que mu
señoria, no locando á vueseñoria cu cosa su cargo. chos que hasta ahora habrán vivido muy bien, corren
Vueseñoria responda á esto luego , porque acabo de peligro en dejarse llevar de tanto dinero como ofrecen
tener un correo de Rivera, y avisa cómo queda en Brin tos que querrían rescatar lo mas que pudiesen ; pues
dis, y la armada de venecianos fuera. En estas cartas se es de suerte, que sé cierto que aun sin hacer cosa mal
habla de la cifra de su majestad; y lo que publicare será hecha , tuviera hoy don Francisco de Quevedo cincuen
por cuenta de vueseñoria, pues no se ha comunicado con ta mil ducados, con que me hubiera propuesto disi
otro. Dios guarde, etc. mulación ó flojedad.
«Vuestra majestad debe hacelle merced, pues cual
DOCUMENTO XLlll, ' quiera que se le haga , no trato de que la merece , sino
Site Qnevcdo para Espafia. (a) del beneficio que resulta al servicio de vuestra majes
tad y á su real patrimonio; pues si los que sirven con
Mayo 30, martes.—Hizo prender su excelencia toda fidelidad y limpieza no son premiados, pocos se halla
la gente de casa de Melchor Rouillon , secretario de la rán que no quieran hacer hacienda y comodidad de las
fábrica de San Pedro, vasallo y agente del duque de cosas que se les encargare , y ahorrar enemigos , pesa
Saboya , embargándole su hacienda. I lijoso por la ciu dumbre y trabajo, pues lo uno es muy fácil y lo otro
dad que habiendo apresado ciertos corsarios saboyardos muy dificultoso.
una barca de Anialli, quiso el Duquc-Virey tomar re »Yo estimaré en loquees justo que los que debajo
presalias en la hacienda de Rouillon. Mas la verdad de mi mano sirven á vuestra majestad , vea el mundo
parece ser que expiando este las acciones é intentos de que yo les ayudo , y vuestra majestad les premia.»
su excelencia, se los comunicaba al duque de Saboya, y Hasta aquí el Duque, cuya atestación dio nuevos
en sus empresas contra España le socorría secretamente realces á la opinión que el Rey y sus ministros tenian
con mucho dinero. de las finezas , cuidado y celo de don Francisco. Y por
Miércoles por la mañana, último dia de mayo , partió que, para estimarle su majestad servicios tan señalados
don Francisco de Quevedo para España en dos fragatas, con premio igual al mérito , no daba lugar la brevedad
llevando á su majestad el donativo del reino de Ñapó con que el Virey pedia le despachase (por la falta que
les. Dicese que tiene encargo de efectuar el ajustado hacia con su ausencia á las materias mas graves de aquel
casamiento del hijo do su excelencia con hija del Gobierno), fué preciso remitirlo al mismo, encargándolo
señor duque de Uceda; cuyo lazo está para romperse, tuviese particular cuenta de hacer merced A don Fran
por otros amores que tiene aquel mozo y haber dis cisco; á quien mandó que sin dilación volviese á Ña
cordias grandes entre los futuros suegro y yerno. póles, como parece por carta que escribió al Duque
por el consejo de Estado , cuyo traslado es el siguiente :
DOCUMENTO XLIV. « El Rey.— Ilustre duque de Osuna , primo, mi vi
Viaje de EspaAa. (4) rey, lugarteniente y capitán general del reino de Ñapó
les: He visto lo que me escribisteis en 27 de mayo acerca
Partió en 28 de mayo del mismo año de 1617 con del trabajo y desvelo con que don Francisco de Quevedo
seis falucas armadas; y prosiguiendo su viaje, fué avi anduvo en el descubrimiento de los fraudes que ahí se
sado por correo despachado á toda diligencia desde hallaron en la hacienda de mi real patrimonio, y la
Marsella , con carta del capitán Vincigucrra , de 4 de limpieza y cuidado con que ha procedido así en esto co
julio de aquel año, en que le decía que tres días des mo en todo lo demás que le habéis encomendado , de
pués de haber salido de aquella ciudad , le habían dado que me tengo por servido. Y pues decis que su asisten
noticia muy cierta que habían partido de Nisa seis ca cia ahí será de provecho, lo emplearéis y favoreceréis
balleros con su retrato y señas para matarle, juzgando en todo lo que se ofreciere de su comodidad y acrecen
que desembarcaría en aquel puerto para ir por tierra. tamiento, teniéndole por muy encomendado para esto
Otro tal aviso escribió este capitán al duque de Albur— en todas las ocasiones de mi servicio ; que yo holgaré de
1 1 Merque, entonces gobernador y capitán general en todo loque por él hiciéredes. De San Lorenzo, á 28 de
Cataluña ; el cual, llegan. !o don Francisco á Barcelona, julio de 1618 (c). — Yo el Rey.—Antonio de Aróstegui.»
porque no le sucediese algún desmán, le convoyó con
una tropa de caballos hasta Fraga de Aragón , sin que DOCUMENTO XLV.
en tantos sobresaltos de peligros y asechanzas, le vie
sen amilanarse, antes con mayor ánimo y coraje. Con Tiene una audiencia secreta con su majestad, (rf)
que llegó felizmente á la corte y cumplió con suma
agilidad todo lo que se le había encargado, dejando á Don Francisco de Quevedo dice que, «en cuanto á
los ministros reales muy satisfechos de su capacidad y los negocios del mar Adriático, le ordenó el duque de
prudencia. Habíale dado el Virey un despacho para su Uceda al testigo hablase á su majestad en audiencia se
majestad , en que le hacia relación de lo bien que don creta ; y que asi fué al Escurial , donde su majestad
Francisco le había servido en poner cobro á la real estaba; y le habló, y que lo mismo hizo en los dos par
hacienda, en la conformidad que arriba se ha tocado; lamentos de Sicilia y Ñapóles.
diciéndole, en carta de 27 de mayo de 1617, que ha »Y que asimismo le ordenaron el duque de Uceda
bía hecho oficio de racional, de presidente, de con y P. que el testigo hablase en los consejos de Estado
(el El ano esta errado en Tarsia ; el original diría 1617.
tal Diario de Zazzera , filio 61 vuelto. (di El ya tan repetido Memorial de Chumacero, pliegos G, fo
(i) Tarsia, pagina 71. lio 1S y q. 31 vuelto.
636 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
y Italia en razón de la recusación del conde de Lémos, su soldadesca y experiencia, como por la noticia q«
que la quisieron hacer las plazas del reino de Ñapóles, tiene de todos aquellos puntos desde Camliray a Paré,
Íiidiéndolo por gracia y concesión particular en el Par y haber tantas veces guerreado con franceses y cono
amento; y que también le ordenaron que hablase en cido el estilo y orden de su milicia. La caballería lieen
la con tradición del hilanzo del conde de Lémos, y que y hombres de armas de España puede también junUrst
el testigo lo hizo así; y que atento las causas que el en el servicio militar (que en tales ocasiones serrima
testigo dio, se hizo junta en casa de P., y que en cuanto todos á vuestra majestad), pues ninguna hay tan for
á estos dos puntos no tuvo efeto.» zosa como esta, y donde interesa tanto la reputaos
Preguntado el duque de Uceda sobre este particular, nuestra como el servicio de vuestra majestad; ; es
dijo: «Que lo que en esto pasees, que el dicho don Fran forzándose como es justo, seria número de coatroiuii
cisco de Quevedo dijo á este confesante que habia me caballos. Vizcaínos y navarros es la gente que nicfln
nester hablar á su majestad en audiencia secreta, por majestad sabe de valor y de confianza. Y arrimando ¡i
que lo pedían así las materias que traía ; y que así esté calor de la caballería diez mil hombres, que earaolí
confesante le dio cuenta dello á su majestad , el cual y cuatro horas se pueden juntar, seria puesto i propó
quiso dársela.» sito Pamplona, por lo que toca á Castilla. Ysiá tras-
Preguntado si es verdad que tratando las plazas Ira majestad le pareciese dividir dos mil caballos;
del reino de Ñapóles de recusar al conde de Lémos, poncllos en Perpiñan con seis ó ocho mil cataiaoei;
pidiéndolo á su majestad por gracia y concesión parti aragoneses, que con la misma facilidad se jonuríi,
cular del Parlamento que el dicho don Francisco de tiene vuestra majestad en rienda los motivos de Freí
Quevedo trajo , y trayendo asimismo á su cargo la con da y suspendidos los ánimos ; no mostrando mas inles-
tradicen del biíanzo del dicho conde de Lémos, dio el cion de la justa prevención en cualquiera accidente qo*
dicho don Francisco cuenta á este confesante y á P., y sucediese. Y al paso que caminasen en F rancia las st-
le ordenaron hablase á l>s del consejo de Kslado, y se tencias del duque de Saboya, podría vuestra majfciii
juntaron en casa de P. este confesante y él, para con ir apretándoles, supuesto que el Rey ya se laetitR-
ferir en los dichos dos puntos; declare lo que en esto gado á los ministros que hoy le gobiernan.
pasó y qué razones hubo para esta diligencia, y no dejar Bien pienso que los bien contentos de la Remasen:
correr la materia sin ella por los consejos donde había hoy mal contentos del Rey, y que por mucho que qaie-
de pasar,— dijo «que bien pudo ser que el dicho don ran echar la guerra fuera de sus casas, las> raices te
Francisco le diese cuenta á esto confesante destas pre quedarán dentro, y que bailará vuestra majestad, s¡«
tensiones del reino de Nánoles, y que le -remitiese que sabe guiar, la misma facilidad que otras veces para ¡e-
hablase á los del Consejo donde tocaba la materia, como vantalles los ánimos. No es mi intento de ninguna ut
lo hacia con los demás negociantes, como lo tiene dicho ilera, ni que aquella corona se inquiete, ni quemen
en otra pregunta; pero que juntarse con P. para esta majestad deje de asistir á su yerno, como temo lo li
materia , no se acuerda, ni le parece pudo ser, porque bra menester, pues sin estas obligaciones, juicaní;
siempre conoció en P. celo del servicio del Rey, y que propio por cosa debida ; sino que, comenzándomela
en todas estas materias le vio muy puntual en él ; y que se baile vuestra majestad de suerte que reciban lo [*»
para las particulares del de Osuna jamás se juntaron, Todo lo puede vuestra majestad si quiere, y tienen
sino para las del servicio de su majestad; y que así, si lustros que, sintiendo su real gusto, sabrán dispoaeik
alguna vez trataban deltas , era en orden á esto.» Yo no me descuido en lo que está á mi cargo, pw
ya lia llegado la caballería que llevó el príncipe de A"-
DOCUMENTO XLVI. (a) fino, y la que lleva el duque de Matalón camias»
toda priesa. Quedo levantando mil caballos alinee*
Viendo el duque de Osuna que la potentísima repú para lo que puede ofrecerse, y hálleme con cuatro t¡
blica de Venecia , confederada con el duque de Saboya, infantes, con que iré socorriendo á don Pedro de V-
había puesto en grande aprieto al archiduque Ferdinan- do, y levantaré olro tercio si fuere menester, sííb-
do, para divertir las fuerzas hizo armar á toda prisa ber echado gabela ninguna , ni vendido renta de w-
una escuadra de galeones, mandó tomasen puerto en tra majestad, ni tomado á cambio; pero cuando Iw
Brindis, mostrando apoderar e del mar Adriático, para menester locaré ;¡ todo, pues el servicio y repito*
dar cuidado á los venecianos, que por mas de mil y de vuestra majestad y conservación de sos reinos.«
docíentos años á esta paite son señores de aquel golfo. de estar en primer lugar que la comodidad y desoí*
de nadie.
DOCUMENTO XLVII. * Así entiendo se hará en España , y verá el rauíwí '
puede vuestra majestad loque quiere , si los que o*
Carta del duque de Osuna á su majestad, sobre la muerte del ocupamos en su real servicio cumplimos coo na*
mariscal de Aune. (í)
obligaciones, cuya culpa será cuando se dejare*
Señor : Por sí el tiempo detuviere i don Francisco hacer. , ,.
de Quevedo, envío á vuestra majestad el duplicado de Vuestra majestad nos lo dé á entender así alo.**
los negocios que requieren mas brevedad en su despa que en España y fuera della tenemos puestos y W
cho. Generalmente crece en Italia, según me avisan, la en los consejos, y crea de mi voluntad vuestra »»,*■
salisfacion de la muerte del mariscal de Ancre, pen tad que no fallaré á mis obligaciones y á li cobmw
sando en su Un que aquellas armas levantadas en Fran que vuestra majestad mueslra tener de mi peraw!
cia se convírlirán en servicio del duque de Saboya; y servicios. .
aun me escribe don Carlos Doria bajan ya con Lati Dios guarde la católica persona de vuestra n»,*-
guera algunos franceses. muchos años, como la cristiandad ha menester.- y-
Suplico á vuestra majestad no se pierda tiempo en las poles, 2de junio 1617.—C. El duque amdedtlK11
resoluciones que se hubieren de tomar; y ninguna ten
go por mas importante que mandar vuestra majestad
une todas las fuerzas que el Archiduque tiene en Flan—
des las junte enCambray don Luis de Velasco, así por
(o) Tarsia, pagina 67.
(¿> Archivo gcieral de Simancas. — Estado. — Legajo núme
ro 1,880.
DOCUMENTOS. — ANO 1617. 637
mayo resultaba contra él; y asimismo una carta del
DOCUMENTO XLVIH. doctor Julio César de Rossi , auditor de la regia au
[■irrito de carta de don Andrés Velaiquei, espía mayor, al duque diencia de Trani , de 13 de mayo, en que le da cuenta
de Osuna, fecha en Madrid, i 11 de junio de 1617. («) de lo que iba haciendo en ejecución de la comisión que
le dio para tomar información en aquellas provincias
Dia lia que se desean cartas de vuecelencia y que contra el dicho conde. Por la de los dichos jueces le
legue don Francisco de Quevedo , porque vuecelencia hacen cinco cargos : los tres, de extracción de moneda
•«ha remitido á él con su majestad y con los consejé y otras mercancías; y los dos, de haber tomado cesión de
is; y todo está para !o , esperando qué trae de plazas, libranzas de particulares acreedores de la regia corle,
lóminas y Miguel Vaez. y héchose pagar de preceptores de provincias una
gruesa suma de dinero, la mayor parte como ¡i procu
DOCUMENTO XLIX. ♦ rador y cesionario de dineros, y hecho el introito en la
Despacho de su majestad al duque de Osuna, {b) caja militar algunos meses después. Y por la carta de
dicho auditor Rossi avisa que , por las diligencias que
El Rey.—Ilustre Duque, primo nuestro, visoroy, lu iba haciendo, hallaba que en los años de 606 y 607 ha
garteniente y capitán general : Por vuestra carta de 18do bía remitido el dicho conde diversas sumas de dinero
ebrero entendí la prontitud y buen Animo con que el á Turquía para comprar trigo, y llenado de piezas de
parlamento general dése reino concurrió en el dona- artillería á Aleudo Facardino, rebelde de turcos, que
ivo ordinario de un millón y doscientos mil ducados señoreaba la Palestina, Galilea y Judea; y que un ga
■on que me suele servir. Y cuando se hayan visto los león de los que enviaba por trigo saqueó una nave de
Icspachos que sobre esto lia traído don Francisco de cristianos: como mas particularmente lo mandará ver
Juevedo, mandaré responder á la carta de los dipúta vuestra majestad por la relación y carta originales que
los; y entre tanto les podréis significar, en mi nom- irán con esta consulla. Y con esla ocasión ha sido ne
ire, íi satisfacion que tengo del celo y amor con que cesario ver algunas escrituras que por parle del dicho
isa mi lidelísima ciudad , baronaje y reino me sirven , y conde se han presentado aquí en su descargo, á fin de
|ue asi en las gracias por que me lian suplicado, como poder informar el ánimo de vuestra majestad , para
•ii todo lo demás que se ofreciere , tendré la cuenta que que tenga de lo uno y lo otro, y del fundamento que se
is razón de honrar y favorecer á tan buenos y fieles va puede hacer de los dichos cargos, la noticia que es ra
sallos. zón...
También lie visto lo que me decis cerca de las razó Párrafo 13. —Y demás de esto, se presenta por parle
les que os habian movido ;i no aceptar el donativo de de dicho conde de Mola una fe de don Gregorio Greco,
uarenla mil escudos que se os hizo en el dicho parla- sacerdote , en que declara, á presencia de testigos , que
nenio, y á tener por conveniente que se ordene en ese habiéndole hecho llamar á palacio, don Francisco de
■eino lo mismo que á vuestra instancia se proveyó en Quevedo le instruyó y persuadió, en presencia de Julio
Sicilia, prohibiendo semejantes donativos. Y siendo es- Vinccncio Sebastiano, que fuese á Benito Vaez, her
o conforme á la pragmática que sobre ello mandó lia— mano del Conde, á decirle cómo estaba llamado en pa
:or el Rey, mi señor y padre, que haya gloria, el año lacio para deponer contra el dicho conde; que había
le 1563, la he mandudo renovar en la forma y con las visto que cuando sus galeones iban en corso llevaban
«ñas que veréis, por el despacho que se os envía con armas, pólvora y otras municiones A los enemigos in
■sla; y así, seré muy servido la hagáis ejecutoriar y pu fieles; y porque temia que le hiciesen fuerza para de
blicar, para que por todos y en lodo tiempo se tenga poner sobre esle hecho, no queriendo hacer mal al di
inlicia de ella. Y á vos os agradezco mucho el celo de cho conde, le pedia una carta de favor para que le en
ni servicio y del bien público, con que os habéis mo caminase á cualquier parle, donde le luviese escondido
lido á proponer el remedio de los inconvenientes que, mientras pasaban estos rumores. Y que el dicho Benito
le lo contrario, podrían resultar, y el ejemplo que lia— Vaez le respondió que si era cristiano y sacerdote, de
icisdado con no aceptar el dicho donativo; que de lo pusiese la verdad ; que eso era lo que quería. Y que por
ino y de lo otro me he tenido por muy servido. — De descargo de su conciencia declaraba , con juramento,
iladrid, á 10 de setiembre de 1617. — Yo el Rey. — que todo lo que había dicho do haber visto llevar ar
lopez, secretario. mas , pólvora y otras municiones en los dichos galeo
nes fué máquina y mentira, y que lo hizo á instancia
DOCUMENTO L. • de dicho don Francisco de Quevedo.
Párrafo 14. — Demás de esto, ha presentado un bi
.diva Quevedo la causa contra el conde de Mola. — Párrafos de llete del cardenal Sforza para la condesa de Mola, en
consulta del Consejo, hecha i su majestad en i de octubre
de 1617. (e) que aprueba el haberse retirado su marido, diciendo
que su inocencia se vería mejor estando fuera que en la
Párrafo 3.° — Señor : Don Francisco de Quevedo cárcel ; tamo mas , que la coyuntura no era buena , por
la entregado al secretario Zarate, entre otros despa haber dicho el duque de Osuna , yendo en carroza con
chos del duque de Osuna para vuestra majestad, una algunos caballeros y con el mismo Cardenal, que Mucio
elación que los jueces que nombró para la causa de de Angelis halda nombrado al Conde y á otro ministro
liguel Vaez , conde de Mola , le hicieron , de lo que por que habian sido parle principal en las causas que Iraia
as informaciones que habian tomado hasta los 8 de á la corle contra el Duque. Y otro billete de don Al
varo de Riva de Neira para el conde de Mola, en que
(«) Cargos hechos i Velazqucz en la causa del duque de Osu- dice que habiendo ido á hablar al Duque , pidiéndole
ia : documento original. que diese los cabos y quejas que tenia coulra él , y que
tí) Archivo general de Simancas. = Estado. — Secretarlas pro- si no se le diese satisfacion á ellas con escrituras pú
Ínflales, libro 73Í, fdlio 73. — Ñipóles.
•o Archivo general de Simancas. := Estado. — Secretarla spro- blicas , en tal caso procediese con lodo rigor, después
inelalet, legajo número 14. — Ñipóles. de haber dado y tomado ; viendo que le apretaba con
Miguel Vaei , hombre famoso, que en pocos afios con el trauco la verdad, se resolvió diciendo que votaba á Dios que
leí mar y arrendamiento de las alcabalas (rano mas de tres mi-
Iones de oro, fue acusado por el delito de extracción de moneda, si vuestra majestad no ahorcaba al Conde, que no ba
' acometido de alguaciles dentro de su propio palacio, el viernes lda de dejar hombre á vida de su linaje , y que si sobre
> de mayo de 1617. Supo burlarlos, lomar asilo en la Asunción, y esto hacia resentimiento, se pasaría á Francia ó á otra
iuir i Espada el domingo 14, acogiéndose en una de las galeras
le Sicilia , que le condujo hasta Genova. parte, donde mejor le pareciese; hallándose á todo esto
638 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
presento don Francisco de Quevedo. El cual dijo al don atención , no os moveríades por este respecto á ejecu
Alvaro que el Duque estaba ofendido del Conde por ha ción ninguna sin que yo viese primero todas las par
ber tenido inteligencia en los cabos que Mucio de An- ticularidades de que este hombre tratalia ; de que trae
gelis traia contra él, y que le avisaba dello para que ría un reasunto don Francisco de Quevedo. Y á los H
viese la buena voluntad que le tenia, y acudiere al de diciembre os mandé responder que , venido don
remedio como mas le conviniese. Francisco y visto el dicho reasunto, se os avisaría de
Párrafo I 9. — El haber el duque de Osuna nombrado lo que cerca desto pareciese.
ya jueces en este negocio, bien se entendió al tiempo Después se recibió otra carta vuestra ele l i de... con
que se hizo aquella consulta, y por lo menos se pre la relación que el consejero Aldcrisio os hizo de lo qi e
supuso y tuvo por cierto que los habia de nombrar: hasta entonces había averiguado en este negocio : y en
de manera que el haberse después entendido que los ella decís que en acabando las informaciones, me" las
haya nombrado, no es cosa que altera la resolución que enviaríades , para que yo mandase nombrar jueces para
el Consejo propuso á vuestra majestad; porque aunque la conclusión del.
cntie estos jueces hay algunos inconfidentes y mal Y porque se ha entendido que babiades hecho la
afectos al conde de Mola, v en general por lo que toca gracia al dicho racional, y que andaba libre por esa
4 este negocio no tiene tfellos entera satisfacción el ciudad , negociando como antes que fuese inguisádo,
Consejo , todavía no es es i a la causa por qué el Consejo con escándalo público y desautoridad de la justicia,
se mueve para que vuestra majestad haya de hacer do y por todos respectos es bien saber lo que en esto bay
nuevo el nombramiento. La principal causa que el Con y las causas que os han movido ,í tomar esta resolu
sejo tiene para que vuestra majestad no apruebe la de ción sin avisármelo primero, y esperar orden mía de
legación de jueces que el duque d« Osuna hizo, es por lo que se había de hacer ,—os encargo y mando me lo
que en este caso no la nudo hacer, porque estas dele aviséis muy en particular; á fin que entendido , se pro
gaciones están prohibidas á los vireyes... vea lo que pareciere mas convenir á mi servicio.
Y aunque esta razón por sf sola basta , y por ella se De Lerma,á 7 de octubre 1617. — Yo el Rey.—Ló
ha resuello en otros casos, aun en este negocio corre pez , secretario.
otra mas particular y elicaz, y es el odio y mal afecto
que el Virey, desde que vino de Sicilia, ha mostrado DOCUMENTO LI1. *
contra el conde de Mola y sus cosas: porque, como en
aqu día consulta de 29 de julio se dijo á vuestra majes Consulla del consejo de Estado a sn majestad sobre lo estrilo
por don Francisco de Quevedo en nombre del duque de Osita.
tad , en esta corle hay dos testigos que le oyeron decir en materia de la guerra de Italia. (*)
públicamente en Sicilia que habia de ahorcar al conde
de Mola en llegando á Ñapóles , por agradar á la noble Señor : El Consejo ha visto, como vuestra majestad
za ; y en la consulta arriba se refieren dos b lletes , uno lo envió á mandar por billete del duque de Lerma, el
del cardenal Sfurza y otro de don Alvaro de Riva de papel incluso del duque de Osuna, que dio en su nom
Neira , por donde se puede colegir el ánimo que el Vi- bre don Francisco de Quevedo, que trata ea materia de
rey tiene en este negocio. la guerra de Italia; y ha parecido consultar á vuestra
También lineo al mismo proposito otra Te que la par majestad que él, como tan enterado de las cosas y coa
te presenta, de un testigo que habia depuesto á ins el celo que tiene del servicio de vuestra majestad, lo
tancia y persuasión de don Francisco de Quevedo; esto, dice todo muy bien, y merece que vuestra majestad
que se allega por el conde de Mola, bien se entiende le mande dar las gracias que se le deben por ello.—
de la consideración que es conforme á derecho... Vuestra majestad mandará lo que fuere servido. — E»
De manera que cuando el conde de Mola preten Madrid, á 14 de octubre de 1617. (Siguen cuatn
diese que su causa no se tratase en Ñapóles ni por jue rúbricas.)
ces de Ñapóles mientras estuviese allí el Virey, lo po Real decreto. —Así. — (Está rubricado )
dría pretender en este caso, pues se trata de dar vuestra
majestad delegados, y por cualquiera razonable causa DOCUMENTO lili. *
puede vuestra majestad elegir mas á unos que á otros.
Pero lo mas seguro seria enviar allá un ministro de El papel de don Francisco de Quevedo. (c)
Milán , como se hizo en la causa de los procesados en En el sobre: f Señor.' -Don Francisco de Queredo-
tiempo del conde de Lémos, para que haga el proceso, Villegas.
y hecho, lo envié acá con su voto, á fin que vuestra
majestad pueda después cometer la decisión á quien Señor : El duque de Osuna , viendo que el duque de
mas fuere servido; y cuando vuestra majestad viniere Saboya en esta guerra de Lombardia no ponía otra cosa
en esto, proponía el Consejo los sugetos que parecieren que la mala intención , y que la gente era de Francia
á propósito, y al que vuestra majestad eligiere se le y el dinero de Venecia; y considerando que en la
darán las instrucciones necesarias de lo que hubiere de guerra la gente seguía el dinero, y que á él se redu
hacer. A 2 de octubre de 1617. — (Siguen lasrúbricas.) cía todo,—como por remedio para acabar la guerra ea
Lombarilfa y desarmar al Duque, necesitar á los vene
DOCUMENTO Ll. '• cianos de lodas sus fuerzas y caudal para defensa
Despacho de tu majestad al duque de Osuna , vire; de Ñapóles, (a) del golfo y de la presunción y vanidad con' que le lla
man sny.o, consiguió esto inmediatamente : pues Ineeo
El Rey.— Ilustre Duque, primo, etc. : En enrta de 9 que los galeones del duque de Osuna costearon el mar
de noviembre del año pasado de ttílfi, me avisastes de Adriático, tuvieron necesidad venecianos de guarnecer
la prisión del racional Juan Viccncio Sebastiano por las marinas y armar bajeles , con que en el Frioli de
los hurtos y falsedades de que estaba convencido, y bilitaron el ejército y en Lombardia desacreditaron el
que no solamente lo confesaba lodo, pero que ofrecía socorro; y últimamente, confesaron con tres nuevas
poner en claro otros de gran suma defraudada á mi impusiciones , el mes de mayo, que aun para si no te
real hacienda por otros oficiales ; y que por ser la nían lo necesario.
máquina muy grande, y convenir caminar en ella con A un tiempo el Archiduque, ya rey de Bohemia,
lA) Archivo general de Simancas. = Negociado de Estado.— Le
la) Archivo general de Simancas. = Estado. —Secretarlas pro gajo número 1,880.— Ñapóles.
vinciales, libro 732, folio 1"8 vuelto.—Ñapóles. (r) Con la anterior consulta.
DOCUMENTOS.—AÑO 1617. 639
puso (le mejor condición la defensa de sus tierras, y cuando salieron no se sabia cosa do importancia de
el duque de Saboya (que esforzado con los buenos su los andamentos de la armada enemiga, y el duque de
cesos que babia lenido cobrando plazas de nuestro Osuna había inviado á tomar lengua della á la escua
ejército y tomando otras del Monferrato, amenazaba dra de Malta y Florencia.
grandes impresas ) fué forzado á dejar ir los franceses, Si sacaron las galeras en obediencia de la carta or
que luego que yieron á los venecianos falidos juzga dinaria de vuestra majestad, en que suele prevenireslo,
ron al duque de Snbnya por acabado , pidieron á don se debió tener consideración á la grande impresa que
Pedro de Toledo pasaportes , y unos con ello» y otros se tenia entre manos, y que para los sucesos que se
huido<;, dejaron al Duque tan desacompañado, que se esperaban no eran considerables los sucedidos, con
facilitó el poder tomar á Verceli , por no poder cam ser de tant.) peso.
pear el Duque. Estos efectos no pueden dilicultarlos en Lo que ha resultado de la ligereza con que se han
gloria del duque de Osuna nadie , sin gran corrimien movido las escuadras (adelantando su resolución á las
to, pues los aseguran los efectos en una y otra parle. órdenes que tienen de vuestra majestad , que siempre
Esto es cuanto á la guerra. Mas siendo el intento de se remiten á lo que en la ocasión mas convenga hacer
vuestra majestad la paz de Italia, — los galeones lian he en su real servicio), es lo que se sigue :
cho que se puede hablar en ella ; pues habiendo oca Lo primero haber desabrigado los galeones: con que
sionado la loma de Verceli, y hecho tan grao presa, des les ha sido forzoso , no sin gran nota, retirarse en Brin
pués de haber representado la batalla de venecianos,— dis , dando venganza á los venecianos y sus secuaces;
vuestra majestad hará paces porque quiere; y no como habiéndolos hecho retirar nuestras galeras , lo que no
ellos querían, dando ¡í entender al mundo que las ha lian podido las suyas , bajeles cairos y galeotas.
cia por no poder mas; lo que hoy les sucede á ellos: Haber con osla retirada de galeones y salida de las
lo que ha resultado desta facción del duque de Osuna, escuadras, dejado lugar á venecianos de repararse
en gran gloria de vuestra majeslad y reputación de sus con el comercio, y dejado que respiren contra el rey
armas y vasallos. de Bohemia, y que puedan ser asistidos con vituallas
Son todas estas cosas dignas de grande estimación: y municiones.
La primera haber desencantado las quimeras de Ve- Haber mal logrado acción tan gloriosa como se ha
necia y los miedos y fantasmas que con ella ponia Italia; bía empezado, contra la posesión de sus mares, pues
averiguado su caudal, y medido sus fuerzas, y desai re díceu que los echaron con sola la voz de quo bajaba el
bozado la hipocresía del tesoro. Turco.
Haber hecho un acto tan solene contra la posesión Haber imposibilitado la pretensión que se tenia de
que alegan del golfo, en perjuicio de las marinas y tomar plazas en Islria, lo que ya estaba en la mano,
pucrlos de vuestra majestad y otros principes. por haber el rey de Bohemia roto toda su caballería y
Haber hecho ver al mundo que la desorden de un pasado por lodo su ejército , y socorrido á Gradisca y
vasallo de vuestra majestad , vírey en Ñapóles, ha he estar tan infestada de enfermedad su armada, que des
cho con efecto lo que desde los ginoveses acá no ha armaban bajeles : cosas con que sentidísimamente me
habido monarca que lo haya osado pensar á solas. escribe el marqués de Basiliche , embajador extraordi
Haber el duque de Osuna hecho por fuerza confe nario que vino á vuestra majestad, del Emperador (que
sar ó los venecianos que contra él no pueden nada , y se vieron cosas no pensadas jamás ), lamentándose
venido á pedir á vuestra majestad carta primera y se grandemente en toda su carta dcsla retirada.
gunda para que sacase del golfo los galeones. ¡Cosa'muy Haber mostrado demasiado cuidado y recelo de la
para ponderada : necesitar á esto á los venecianos , que armada del Turco, sabiéndose que es tal y viene tan
siempre dando á entender soberano poderío con des mal en orden, que si baja, solo será para estarse cerrado
precio, han sido arbitros del mundo! en Navarino , por ver si con la apariencia y el nombro
Haberlos reducido á estado que pidiendo (como lo de que está allí numeroso de madera , detiene nues
han hecho) favor y ayuda al turco, hayan ignominio tras galeras de que le vayan á inquietar las islas: con
samente confesádole á él y á todo el mundo su fla esto se contentara. Y hoy, por nuestros pecados, ha
queza : cosa que les puede ser de gran daño y que nunca hecho no solo eso, sino puesto en libertad á los vene
se esperó , no haciéndoles la guerra otro que el virey cianos solo con el nombre.
de Ñapóles no asistido de nadie. Y digo. Señor, que bajará con galeras de corso, y no
Haber mostrado á los principes que desde los mo de armada y bien en orden , como vino el año pasado.
tivos de Enrique IV están atentos á la ruina desta En un año se puede creer que se habrán olvidado los
monarquía , no solo que no está impotente como la galeones de hacella pedazos y huir.
juzgan , mas poderosísima ; pues solo el virey de Ña Ni veo para qué fué conveniente salir del golfo;
póles ha inviado en un propio tiempo, sin pedir dinero pues la armada del Turco no había de venir á coger
ni olra cosa á vuestra majeslad ni á otro reino ni mi en medio á la de vuestra majestad en el golfo, con la
nistro suyo , mil caballos y seiscientas corazas paga de venecianos, viendo que quedaba él en medio de la
das, y tres mil hombres pagados á Milán , y hecho la del Duque y de las escuadras de potentados de Mesina.
guerra á venecianos tan prósperamente. Y al lin , Señor, todas las cosas que resultaron tan
Haber hecho un millón y mas de presa (que son mas en gloria de vuestra majestad, con admiración de las na
de diez de crédito), y dado á vuestra majestad que ciones , á que siempre precedieron sus reales órdenes,
pueda volver, si gusta, de las paces; y que pueda saber hoy son al revés, porque de los contrarios es una mis
de castigo, si no le supieren obligar para quo las haga. ma la razón.
Ei premio que el duque de Osuna pretendía de todas He propuesto á vuestra majestad estos inconvenien
estas cosas no fué nunca otro que licencia para conti tes, por ser cuellos interesada la reputación de sus ar
nuarlas con mayores acrecentamientos. mas, y para que con tiempo pueda poner el remedio
Hoy ha venido nueva que los generales de Ñapóles que mas fuere servido; con que se acertará en todo, y
y Sicilia han sacado sus escuadras del mar Adriático, el duque de Osuna podrá cada dia hacer mas señalados
ó llamados del virey de Sicilia, por prevención de la servicios á vuestra majestad.
armada turquesca, ó por orden que se les haya dado
de aquí p„ra acudir á Mesina.
Si salieron del mar Adriático llamados del virey de
Sicilia, fué anticipadamente; y se pudo excusar, porque
640 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
míe así conviene á mi servicio. — De Madrid, á 23 ¿
DOCUMENTO LIV. diciembre de 1617. — Yo el Rey. —Lopet, secretar»
En mínala de caria del duque de Osuna para e! de Uceda, fecha
4 de diciembre de 1617. (a) DOCUMENTO LVI1.
Mis sobre diligencias de Quevedo en los negocios ielisija
A don Francisco de Quevedo escribo pase en cuenta de Osuna, (rfj
el dinero que dio don Andrés Velazquez, pues todo es
de vuecelencia. Y de lo referido en el cargo precedente, re-ulu
comprobación á lo que don Francisco de Quevedo é¡-
DOCUMENTO LV. * clara, en razón de la orden que el dicho duquedet<-
da y el P. le dieron para que hablase á los del wwj?
El Consejo, en 20 de diciembre de 101 7, consulla i su majestad de Estado sobre la recusación del conde de Leí»;
sobre el resultado de la información que el vire; de Ñapóles
remitió contra los regentes de aquel reino. i/<> contradicion del vilanzo, habiéndose juntado para cíe-
ferir sobre esta resolución en casa del P. A que m-
Sénior : A la inclusa consulta que por este Consejo satisface con decir se resuelve este cargo en sola ia¿-
se hizoá vuestra majestad á 28 de setiembre, sobre la claracion de don Francisco de Quevedo, como tea-
prisión do los regentes Fulvio de Constanzo, marqués más que resultan de las cartas y declaraciones de v
de Córlelo; don Bernardino de Montalvo, marqués de bastiau de Aguirre y otras personas, (t las cuales [•
San Julián , lugarteniente de la Cámara; y el consejero ser singulares en bus deposiciones, no se les debe te
Diego López Juárez, que hace olicio de p:oregente, entera fe y crédito, principalmen e contra la persa
mandó vuestra majestad responder de su real mano lo del duque de Uceda; porque, demás de que el dicte Jr
que se sigue : que, reconociendo la buena fe, confiesa algunos can?
» He entendido que ya el duque de Osuna ha he de la acusación, y los mas dellos no los niega, ale
cho volver estos regentes una milla de Ñapóles, y que dice que algunas de las cosas que se le pregunto ¡ -
ha enviado los procesos do lo que resulta centra ellos; dieron pasar así, y que de otras no tiene memorare
y así, convendrá que el Consejo los vea luego, y sobre para que se condenase era menester fuese maj «r-
lodo me avise de lo que pareciere, para que pueda to sente y positiva.
mar la resolución que convenga. »
Después que se recibió en consejo esta respuesta de DOCUMENTO LVIII. (e)
vuestra majestad , presentó don Francisco de Quevedo
en manos del secretario Juan López de Zarate , sin car Don Francisco de Quevedo dice que la orden que i*-
ta del duque de Osuna, una copia de información con nia en la solicitud de los negocios del duque de Os?-
tra los dichos ministros tomada en la ciudad de Ña era , que en llegando daba cuenta lo primero al dsf
póles, á 23 de agosto deste año, por el consejero Palacio, de Uceda y la persona que la Junta sabe; j qvte£
con intervención de Juan Francisco San Felice, que hace lo hacia en conformidad del orden que del de Os*
oficio do fiscal de la Vicaría ,. autentizada con la subs tenia el testigo , para que todas las materias de sw»
cripción de los consejeros Pumponio Salvo, Gaspar Pa gocios se comunicasen con los susodichos, panqK*
lacio, Juan Bautista Millore, Scipion Rovito y Juan hiciese mas de loque ellos lo ordenasen. Y que»
Bautista de Valenzuela; y asimismo otra copia' de in- el testigo les comunicó lodo cuanto hizo en csue*"
formai'ion tomida por el dicho consejero Juan Bau en pretensiones d I duque de Osuna, y lomaba I»1*'
tista Millore, con la intervención del mismo Fis-al, deuesque ellos le daban , según las cosas se oírte*
contra don Juan de Castelulanco (que halda sido go porque el de Osuna confiaba de los susodichos so ¡eri
bernador de la ciudad do Tropea) de vicio... sus negocios. Y sabe el testigo que el duqnedefoli
y P. fueron en lodos los negocios del de Osuna i*
DOCUMENTO LVI. • amigos y auxiliadores y agentes con notoriedad ;¡q'
el testigo lo experimentó en la expedición delta, pi
Despacho de su majestad al duque de Osuna , virey de Ñipóles, (c)
que le encargaban al testigo el de Uceda y P. qneW*'
El Rey.— Ilustre Duque, etc.: Don Francisco de mase los consejeros , de manera que el negocie fu*
Quevedo ha presentado en vuestro nombre , en manos arriba bien.
de mi secretario infrascripto, una copia del proceso que DOCUMENTO LIX. (f)
ahí se iba fulminando contra don Juan Solís de Caslel-
blanco, inquisido de... Y porque encima del se ad Preguntado el duque de Uceda si losigenle-í-
vierte que, demás de lo que contiene , se estaban reci han servido eu esta corte al dicho duque de Osns.
biendo otras informaciones , por donde constará mas otras personas que lia enviado de aquellos reúwsíi»1
claro del delicio, y es bien que se vea lodo el proceso ó algunas otras que hayan acudido á sus negocies. -
cumplido con los autos que en él hubiere habido, os acudido á este confesante í darle cuenta dellos,»*-
encargo y mando me lo enviéis con toda brevedad; avi persona que los amparaba, y á pedir órde*s*\k
sándome del origen y fundamento que hubo para co que habían de hacer en ellos , modos con que se «*»
menzar esta inquisición. Y porque la parle dice que de encaminar, personas á quicu habían de InbUr,:
anlos se cometió al auditor Gazlelú el hacer informa tener esta orden del dicho duque de Osuna, vsi*"
ción deste delicio, será bien que vengan las diligen este confesante que la tenían, ó ellos se lo dijeron,-;':
cias que hizo, juntamente con lo demás, á fin que, que es verdad que los dichos ageutes venían i !*•
á este confesante algunas veces y darle coeoU da »■
visto y considerado todo, se ordene loque pareciere
mas convenir á la buena administración de la justicia, negocios del Duque ; y en particular se acuerda la*-
cieron Sebastian de Aguirre, don Francisco de y*]1"
(«i Cargos hechos i Velazquez en la causa del duque de Osu do, Luis de Córdoba, camarero de diebo duque.»
na; documento original. Olavio de Aragón y don Andrés Yelazquex. t¿* «*
(*i Archivo general de Simancas. = Estado. — Secretarlas pro
vinciales, legajo número ¿35.— Ñapóles. (rf) Replicato del sefior fiscal Chumacero en 1681 ■ í"^r'
Fueron presos los tres regentes martes, 22 de agosto de 1617,
y llevados i los castillos de Tronío, Hanfredonia y Cotron, sin descargo del sefior duque de Uceda. Véase el Jíe».*-"' ■
permitirles ni quitarse las togas. , folio 20 vuelto.
le) Archivo general de Simancas. = Estado. —Secretarlas pro (e) Memorial, pliego B, fdlio 5 vuelto y 6.
vinciales, libro 752, folio 1QO.— Ñapóles. (/) Memorial, pliego (t, folio 45 vuelto.
DOCUMENTOS. — ANO 1618. 641
confesante hacia juicio de que le hablaban como á DOCUMENTO LXII. (c)
persona que asistía cerca déla de su majestad y en su
servicio ; y que también por consuegro podría ser que Pero diganos Morovelli : si los hábitos se dan á quien
le hablasen. Que en cuanto á remitidos y darles órdenes los merece, ¿por qué no tiene él un hábito? Y si se le
es verdad lo que toca á remitirlos á ministros, y par pone el que no tiene servicios ni méritos, ¿porqué no le
tes adonde corrían los negocios del dicho duque ; y que trae puesto? Y respondiendo yo (aunque es excusado)
lo que es órdenes, nunca en el dictamen deste confe á la parle primera del hábito, para que se vea cómo se
sante fué dárselas. Y en esto de remitirlos, hacia con engañó y con cuánta razón su majestad le hizo merced
ellos lo que con todos los que le hablaban , porque del , digo que don Francisco de Quevedo-Villegas
siempre vivió y procuró tratar de las cosas con la es un caballero de las montañas de Burgos, señor de su
modestia que era justo, sin quererse atribuir que por casa, cuyos antecesores sirvieron valerosamente á
haberle hablado entendiesen que habían hecho diligen nuestros reyes ; y así merecían los servicios destos ha
cia efectiva , sino que habían de acudir á los consejos ber conseguido grandes premios para sus sucesores.
y tribunales , donde tocaban las materias; guardando el Y aunque estoes verdad, don Francisco ha servido por
decoro y respeto que se les debe , y cumpliendo con la sí mismo á su majestad lan honradamente , que mere
conciencia, para que no les faltase el acudir á las partes ció de justicia ser admitido á esta orden : porque sir
donde habían de negociar. vió en Italia con peligro y maña, mereció su diligen
cia el enojo de Saboya y Venecia, hicieron caso del
DOCUMENTO LX. (a) tan grandes enemigos de la corona de España ; fué de
Sicilia á Ñapóles con dos parlamentos, siendo en ellos
Don Francisco de Quevedo dice que sabe que don embajador y voto; augmentó el real patrimonio en mas
Otaviode Aragón , cuando se casó el marqués de Peña- de seiscientos mil ducados ; fué á Roma á tratar con su
liel y vino con dos galeras , trujo presentes para la mar santidad las empresas del golfo de Venecia ; hizo por
quesa de Peñafiely duque de Uceda. Y en particular se mar y tierra á toda diligencia nueve viajes á España,
acuerda el testigo que trujo para el de Uceda dos jae y en el postrero desde Marsella le siguieron seis ca
ces turquescos muy ricos, con muchas piedras de valor balleros franceses, do orden del duque de Saboya y
y cuchillos damasquinos , guarnecidos de oro y plata y venecianos, para matalle, de que le dio aviso en Barce
piedras de valor, y tiestos de plata con hutas, y otras lona el duque de Alburquerque y le convoyó con una
cosas. escuadra ue caballos. Puédese leer todo esto en carta
El dicho Sebastian de Aguirre dice que sabe que de su majestad (que está en el cielo), despachada por
por mano de don Francisco de Quevedo, á cuyo poder el consejo de Estado, y en carta de la santidad de Pau
venían , se dieron muchas cosas que enviaba el de Osu lo V y en otros papeles , cuyos traslados están en mi
na al de Uceda ; y que las dichas cosas son como piezas poder. Su ingenio es conocido por milagro de la natu
de plata , tiestos de limones y naranjas, alcachofas, y raleza : gran juicio, gran capacidad, muchas letras y
relicarios , y otras que el testigo no se acuerda. entero conocimiento de las lenguas italiana, francesa,
latina , griega y hebrea; graduado por Alcalá en teo
DOCUMENTO LXI. * logía. Su librería es de los libros mas preciosos que hay
Cédula de merced de hábito en la orden de Santiago, (í) en todas facultades, no mamotretos, como dice Moro
velli. Y sobre todo tiene grande experiencia en los afa
El Rey. —Presidente y los de mi consejo de las órde nes del mundo , que es la mejor sciencia de los hom
nes de Santiago , Calatrava y Alcántara, cuya adminis bres; y asi, Homero, cuando nos quiere proponer un
tración perpetua yo tengo por autoridad apostólica: perfelo varón en Ulíses, nos advierte que había visto
Sabed que yo he hecho merced, como por la presente mucho. Pue* ¿por qué no podremos sentir lo mismo de
la hago, á don Francisco de Quevedo del hábito de la quien ha visitado a toda Italia, Francia, España, y gran
orden de Santiago. Por ende, yo os mando que presen parte de Alemania? Mas yo creo que á Morovelli le
tándoseos esta mi cédula dentro de treinta dias , con movió la pluma su inclinación , no la devoción ni la
tados desde el de la fecha della en adelante, proveáis verdad.
y deis orden que se reciba la información que se acos
tumbra, para saber si concurren en él las calidades que 1618.
se requieren para tenerle, conforme á los estableci
mientos de la dicha orden ; y pareciendo por ella que DOCUMENTO LXUI. '
las tiene, le libraréis el título del dicho hábito para que.
yo le firme. Fecha en Madrid , á 29 de diciembre de Consulta del consejo de' Italia a su majestad sobre lo escrito por
el vire; de Ñapóles, acerca de la causa y restitución de los re
1617 años.— Yo el ftey.—Por mandado del Rey, nues gentes, (o*)
tro señor:—Alfonso Nuñez de Valdivia.
Vuestra majestad hace merced á don Francisco de Señor : El duque de Osuna escribe en carta para
Quevedo del hábito de la orden de Santiago, concur vuestra majestad, de 6 de diciembre del año próximo
riendo en su persona las calidades que se requieren para pasado, «que la causa que le movió á la carceracioh de
tenerle. los regentes se verá por las informaciones que envía
Al respaldo.—En Madrid , á 8 de enero de 1618 años, y por la carta de la monja y declaración do sus her
en el real consejo do las Ordenes de su majestad se manos ; sin que haya introducido novedad ninguna,
presentó esta cédula. — S. Ortega. pues el conde de Lénios, en tiempo de su gobierno, hizo
Despáchese el titulo para caballero del hábito de San lo propio con Juan Alonso Juárez y Fulvio de Coustan-
tiago que su majestad ha hecho merced á don Francis zo. Y juzga por más grave la culpa de ahora que la
co deJQuevedo, natural de Madrid, (lebrero 8 de 618 que cometieron entonces, pues se trata de revelar el
años. — (Rubrica del Presidente.) secreto del Collateral y tomar la protección de un ne-
Despachado en 8 de hebrero.
A don Francisco de Quevedo por cédula fecha en (<* Juan Pablo Mártir Rizo, et aiio de 1618, en su Defensa de ¡a
Madrid á 29 de diciembre del año pasado de 1617. verdad que escrivw D. Francisco de Quevedo Villegas , Contra los
errores , que imprimió don Francisco Morovelli de Puebla. Estimo
(n) Memorial de Chumacera, pliego J, folio 8 y mello. este párrafo dictado por Quevedo.
t») Documento original, que eiiste en el archivo del tribunal es k/i Archivo general de Simancas.=Eslado.—Secretarlas provin
pecial de las Ordenes militares. ciales, legajo número Í35.— Ñapóles.
Q.-n. 41
642 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
fando los hombres á quien él había señalado por jueces. que estando en esto la defensa del dicho conde, se !i
Y que digan y escriban á vuestra majestad lo que qui negase el poder tratar la dicha recusación. Perovuesn
sieren, que esla es verdad pura. Y vuestra majestad no majestad , entendida esta y lo que por las couso¡t*
se deje persuadir á piedad en este delicio, que lia lle precedentes se le ha represen lado, mandará lomar t
gado en aquel reino á tan miserable estado, que no se resolución que se juzgare más convenir.—A S de mi
puede castigar sin parecer injusticia, pues los jueces zo 1618.
son abogados de los reos ; y que el conde de Lomos sabe Real decreto. — Presentándose el conde de Mola es
la disolución cotí que esto ha pasado, pues á españoles las cárceles de Ñapóles, se mira por la autoridad de ¿
y de hartas obligaciones ha llegado ¡i tiznar. justicia que tanto importu; señalándole para preses-
»Y suplica á vuestra majestad perdone sus excesos en tarse tiempo competente, con declaración que si do h
esla materia, diciendo que él qué tiene con Fulvio de presentare, será declarado por contumaz; j el Consejj
Cnnstanzo, ni qué cartas ha escrito contra su persona; ordene la forma de hacer esto , según derecho. Y jo
pudiendo referir las del conde de Lémos y la informa tamente se mande al Virey que presentándose el Coa-
ción que del le hizo don Juan de Salamanca y que ¡i de, se le haga poner en prisión decente á su csl:¿ '.
Diego López envió en la nómina ; y del marqués de San considerando también á los delitos de que está indicii-
Julián ha hablado con mas templanza que él mismo. do; y que por ningún caso haga de nuevo ningún ¡«v-
Que su celo es bueno, y que vuestra majestad ordene ceilimiento contra su persona ni hacienda ni es la
lo que fuere servido. Que lo peor es que solo allí hallan causa, sino que avise luego de haberse presentada ei
amparo delictos semejantes ; y siempre que fuere me Conde y cómo le tiene preso, para que de acá se le ot-
nester, hablará á vuestra majestad con la claridad que dene lo que convenga. Y el Consejo me avisará de i.
acostumbra. Que de los regentes, quedan sirviendo sus que el Virey escribiere cerca tiesto, con su parecer. I
plazas, por haberse acabado ya las informaciones.» también se le escriba que si el Conde no se presento
La información que el Virey envió con esla carta es en la cárcel dentro del térra'no señalado, que, pa- .
la misma que presentó don Francisco de Quevedo, so avise con lo demás que hubiere en la materia.—Cua
bre que el Consejo ha consultado á vuestra majestad lo tro meses de término.—(/lúbrica de su majfslaL)
que se le ofrece ; y así, ahora solo tiene que añadir el
dar cuenta á vuestra majestad de lo que el Virey es DOCUMENTO LXV. *
cribe, y que con haber restituido á sus plazas a los Sobre las mercedes hecha» i Quevedo. (í)
regentes no queda que proveer en esto para lo presen
te, sino aprobarle la restitución y darle gracias del celo Marzo, 25.—En esta semana se ha dicho que el du
y término con que escribe; y para lo porvenir mandar que de Feria vendrá al gobierno de Milán j que t
resolver vuestra majestad lo que sobre esto ha consul príncipe de San Severo será castellano de Vestí, fon>
tado el Consejo, pues es lo que couviene á su real ser leza á propósito para su trauco. Igualmente core i
vicio y al decoro y autoridad de la justicia y de sus noticia de haberse señalado á don Octavio de Anf
ministros. — A 12 de enero de 1618. — (Siguen siete una pensión de docientos ducados al mes; yene»
riíbricas.) niicnda, olra igual á don Francisco de Quevedo, mu
Real decreto — Está bien lo que parece que se dándole que regrese á Ñapóles. El señor Vire; ti
apruebe al duque de Osuna la restitución que hizo des- dispuesto aspíllerar todos los castillos delAbroffi!
tos regentes y se le den gracias de su celo. Pero será proveerlos de artillería , no descuidándose en apreár
bien para lo de adelante se le prohiba á él y á los que una buena armada.
le sucedieren en aquel cargo , que no hagan semejan
tes procedimientos contra Tos regentes ni se valgan de DOCUMENTO LXVI.
consecuencias pasadas para ello. — {Está rubricado.)
Aviso De Parnaso En el qual se re/lere Lapobrtts I ■¡un»'*
DOCUMENTO LXIV. • lian llegado La República te Venena u el Duque ii SáteJ £
chito por un curioso Noeelista Español. Con uu ■*»**
Consulta del Consejo sobre el negocio del conde de Mola, (a) importantes sobre las cosas que en el se contienes hr'<i^
Fulvto Savouano Dirigidjs Al Serenas, e intitiss. <"*¡« J"
nnel Duque de Sabola , etc.— En Antopoh. ocmitui.-f"
Señor : Por otras consullas que se han enviado á Emprenta Regale, (c)
vuestra majestad, ha dicho el Consejo lo que se le ofre
ce cerca de los memoriales que ha dado el hermano Al serenísimo é invitísimo Carlos Emanoel, d»?
del conde de Mola sobre el proceso que contra él se de Saboya , etc. — Serenísimo señor : Es tan pm**
hacia en Ñapóles. Después se ha presentado por don odio de la nación española contra vuestra altea*'*
Francisco de Quevedo otra relación del proceso infor tra la república de Ye necia , que adonde no pne* ~
mativo, y por parte del dicho conde otros papeles de gar (como quisiera) á ofender con las armas, prw"
descargos; lo uno y lo otro más copioso y distinto que de acometer con la pluma y con la lengua. De aqti (R-
lo que so había dado antes. vino aquella falsa relación de lo sucedido en la pe*1
Y habiéndolo visto todo el Consejo con- particular de Asti el año de 1615. De aquí nació aquella dw-
atención, persiste en el parecer que dio á vuestra ma medida corta del duque de Osuna escrita al SuiwK-
jestad en la consulta que se le hizo á 2 de octubre del tílice. De aquí salió á luz la Relación, con titulo*:/-'
año pasado; y es, que vuestra majestad mande que dadera, llena de mil mentiras, sobre el negocio ae
vaya á Ñapóles un ministro de Mil. ni para que acabe el uscoques. Y de aquí lia tenido su origen este iw*'
proceso ofensivo y defensivo, y hecho, le envié acá con Parnaso, que tira, como i su blauco, á herir derew
su voto; á liu que vuestra majestad pueda después co
meter la decisión á quien más fui're servido... (b) Diario de Zancra, folio 105. ^^
(o En vano durante seis años había encargado ya ¡ r^j
No halla el Consejo medio más suave ni mejor que diligentes buscasen en las principales bibliotecas <f"*V
este para librarse' de no poner en plática ej conocer de cia , Inglaterra y Alemania los dos rarísimos oanttw "^J
la acusación que se ha p.opuesto por el conde de Mola tulos son Aviso de Parnaso y Castigo tueapkrt «V c**"JrJ.
en l;i persona del Virey, por ei inconveniente que tiene en que maltraía Castellani duramente i Qcsrroo. *e^LK
taba al seAor don Pascual de Cayancos ai adir a tíü'?¿Ii
el abrir esta puerta; y siendo así que seria cosa dura tomo n tales preciosos dalos para su mayor riajie»- ■•"^
últimamente adquirido el Museo Británico las to* *""£/]
cas, el docto académico, el verdadero literato \ on"ílSr
íol Archivo general de Simancas.=Eslado.- Secretarías provin parte las ba copiado de su puüo, parte eiweuJo, fia**
ciales, legajo número 13.—Ñapóles. mi deseo.
DOCUMENTOS — AÑO 1618. 643
lenle á la reputación de la República y juntamente á sion al verdadero dueño. ¡Disparates muy propios de
i de vuestra alteza. Este modo de pelear con palabras, vuestro poco juicio! Mas, ya que tocáis este punto de
artíceme á decir verdad cosa mujeril, indigna de born la posesión del mar Adriático, y vuestro amigo Ema-
íes que se precian de guerreros, y señal muy cierta de nuel de Tordesilla, en su falsa Relación verdadera, tra
anidad y flaqueza. Pero loque es flaqueza en elagresor, ta alguna cosa del dominio y señorío del, quiero con
neldefensor es virtud; que si aquel procura ofender breves razones mostraros el justo titulo con que la se
on la lengua, porque no puede mas con las armas, este ñoría de Venecia le domina...
esponde con la pluma , así bien como lo hizo con la Los uscoques son ladrones y cosarios , inquietan
spada, porque conozca el mundo que de cualquier la mar y la tierra : preguntadlo al vuestro Tordesilla...
[lanera puede y sabe defender su honra. Por esto me
ie determinado de hacer algunas anotaciones, que ser- DOCUMENTO LXVII. *
irán de respuesta á este Aviso de Parnaso, por donde
e echará de ver la malicia de quien le compuso , la Consulta del consejo de Italia á su majestad, en i de abril 1618, so
ilsedad de lo que contiene, y la verdad de las cosas, bre ct tanteo que el tiuque de Osuna, virey de Ñapóles, remitió
con don Francisco tle Quevedo, del dinero que entró y salió de
orno es razón que se entienda. Las envió á vuestra al- las cajas militar y de tesorería de aquel reino. (i)
eza , porque á nadie pueden ser mejor dirigidas queá
quel principe que con el propio valor ha defendido su Señor : El duque de Osuna escribió á vuestra ma
iberlad, y la reputación de toda Italia ; que es el mayor jestad, en 28 de mayo de 1617, la carta que se sigue :
migo que hoy dia tenga la República de Venecia ; que «Habiendo, ocho meses ha, dado orden al tribunal
onoce hasta en las entrañas la nación española ; que de la C ¡niara que con efecto y distinción hiciese el bi-
¡•-•iie particular noticia de las historias tl>'¡ mundo, y lanzo de la real hacienda de vuestra majestad (por
i quien yo debo , como humilde y muy obligado va cuanto Vicencio Sebastiano, racional del dicho tribu
dlo, cuanto yo tengo, cuanto yo valgo y cuanto nal, pretendía haber fraude en el último que á vuestra
o soy. Reciba vuestra alteza esta pequeña demostra majestad se presentó), no pude que lo acabasen de la
ron del grande obsequio de mi ánimo, con el cual su suerte que les pareciese, porque me fué forzoso dar or
plico á Dios, nuestro Señor, guarde la persona de vues- den que hasta que el bilanzo estuviese acabado, ni
ra alteza los años de mi deseo, como sus estados y saliesen de sus casas para otra cosa ni les corriese suel
oda Italia ha menester. do ; y en tocándoles en el interés , lo acabaron en dos
Ue Veiceli y de marzo á 30 de 1G18 años. —De vues- días. Don Francisco de Quevedo le presentará á vuestra
ra alteza serenísima vasallo y humilde criado, que sus majestad. Yo no asiguro si es puntual ó no, solo mo
íes besa , Valerio Fulvio Saboyano. atrevo á asegurar á vuestra majestad que si no le han
( — Sigue el Aviso de Parnaso ; y después las) hecho bien, uo es la vez primera; y si acaso va verda
dero, que no les ha sido posible hacer otra cosa : ma
Anotaciones y declaraciones sobre este Aviso de Parnaso. teria es de importancia, y de que va bien informado don
Francisco de Quevedo, para dar cuenta de todo á vues
Al autor de él. — Vuestro Aviso de Parnaso, en que tra majestad»...
i.iis cuenta de cómo llegó allá la Kepública de Véne Añade el Duque, en cuarto lugar, que don Francisco
ta en extrema miseria, y par orden de Apolo se mandó de Quevedo, •que presentará este bilanzo , viene bien
ecuger en el hospital de los príncipes falidos, ha lie- informado para dar cuenta de lodo; y habiéndosele he
lado á mis manos. Helo leido con curiosidad, por el lí cho entender de parle del Consejo que diga y advier
alo curioso que tiene; pero he hallado en él tantos en- ta todo lo que tuviere que decir en esta materia, en
edosy mentiras, que mu ha parecido la vuestra muy vió al Conde , á 23 de hebrero , un papel , de que abajo
rau maldad ó muy grande ignorancia. Por esto me se hará mención , con lo que cerca del se ofrece.
ie determinado de hacer unas Anotaciones y declara- Últimamente concluye el Duque que no se asegura
iones sobre la verdad de las cosas mas importantes que el dicho tanteo sea puntual ó no; y en eslose co
me en él vais apuntando. Si sois ignorante, haré obra noce el ingenio del Duque , que en cosa que no es de
e misericordia á enseñaros la verdad ; si sois malicio- su profesión , él mismo debe haber olido las dificulta
o, haréla también en procurar que no dañéis á los des referidas, y así habla con tanta circunspección muy
imples con vuestra malicia. Alas, porque creo que sois prudentemente.
i) uno y lo otro , confio que ganaré doblado el premio, El papel que ha dado de nuevo don Francisco de
'íes lo será también la buena obra. Porque veáis que Quevedo contiene una relación de los introitos que han
o hablo, como vos, sin fundamento, iré siempre con- menguado desde el año de 1612, que se hizo la con
imanilo lo que yo dijere con la autoridad de escrito- signación y se envió bilanzo á vuestra majestad, has
es graves y doctos. No os canséis de leerlos. Y á donde ta el año tie 1616, que se hizo el último bilanzo que
abre un propósito veréis alegados muchos autores, no trujo el conde de Lémos; y asimismo el crecimiento de
s contentéis de mirar tan solamente á uno, porque los éxitos del uno a| otro bilanzo, calculando que tie
odrá ser que aquel solo no lo diga todo, y que yo nen á ser en todo 520,432 ducados cada año, y en los
arlo de uno y parte de otro lo haya tomado ; pero cuatro años, 2.273,252. Esta cuenta viene errada en
'"Mi» á lodos, y as aseguro que todo lo hallaréis tan 191,524 ducados; y tiernas desto se advierte'que quita
útero y puutualinenle como yo lo escribo. Procuraré 163,000 ducados ai ano, que dice que crecieron las ron-
uanto yo mas pudiere la claridad; y espero de hablar tas en aquellos ruatro años...
i» claro, que entenderéis sin duda aun mas de lo, que Lo cual todo visto, el Consejo es de parecer que
aisiéredes. Poneos tos antojos y comenzad á leer. — • convenga mucho ni servicio de vuestra tnajeslad saber
alerto Fulvio Saboyano. seguramente la verdad puntual de la hacienda que tie-
(—Entre las anotaciones solo reparo en estas :) (b)
... Y que el duque de Osuna le torne la posesión del Fi.iscisco en el Linoe de Italia , pagina 237. Sn contexto se redu
iar Adriático, como si se la hubiera quitado cuasi que ce a probar con citas históricas lo contrario de lo que en aquel
a ladrón entrando á hurtar en una casa quite la póse papel se contiene , maltratando a España y á los españoles siem
pre que le viene a cuento.
En la advertencia número 18, sin embargo, hay una ligera alu
lo) En tales advertencias ó notas de Valerio Fulvio no hay nada sión á un tal Tordesillas , que creo ser el mismo que en 1615 pu
crsonal contra Quevedo, ni se halla tampoco expresión alguna por blicó una ¡¡elación de la guerra del Friul. { — El señor Gayánaos.)
"«'le se pueda colegir que este fui el autor de) Aviso, y que Vale- (»> Archivo general de Simancas.= Estado.— Secretarias pro
io Fulvio , ó sea Castcllani, lo sabia, como asegura, el mutuo dos vinciales , legajo número 13.
644 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
ne en el reino de Ñapóles , pues desto deben pender vieron con él, supo encubrirse con tal arte, que no
resoluciones de mucha importancia. Y que así debe or fué conocido, cayendo la desdicha sobre los dos com
denar vuestra majestad al Duque que envié el bilanzo pañeros, que quedaron presos, y después por mano
que hizo la Cámara en 3 de noviembre de 1 616, del verdugo fueron ajusticiados. Y siempre que entre
apuntando juntamente todas las dificultades, errores ó amigos hizo memoria deste suceso , usaba de tal pru
fraudes que conlra aquel ó contra el último que se tra dencia , que lo que mas se le oia decir era motejar á
jo á vuestra majestad le han dicho el dicho Sebastia los que le buscaron, de descuidados.
no ó cualquier otro, aplicándolas partida por partiJa
a las que se dificultaren, con mucha distinción y clari DOCUMENTO LXXI. *
dad ; oido primero sobre ellas á la Cámara , y recibiendo Carta del marqués de Bedmar, embajador en VeDecia. al raara,Bés
sus respuestas, dando sobre todas su parece'r con el Co- de Villafranca.goberaardor de Milán—2 de jnnio de 1618. \A'
llateral. Y venida esla relación , se podrá dar cuenta á
vuestra majestad con certeza de tono lo que en mate Con esta revolucionó conjuración, que así llaman,
ria tan importante y. digna de ser sabida se ofreciere. Suiere este vulgo que sea el autor el señor duque de
A í de abril 1618.— (Siguen siete rúbricas.) «una , y yo el ministro : que es cosa tan ajena de li
(— Real decreto.) Escríbase al duque de Osuna como verdad, á lo menos en cuanto á mí, que jamás ha habi
parece, señalándole término dentro del cual responda, do entre nosotros dos una sola palabra sobre ella; ni
enviando con efecto todos los papeles que se le pidie era plática para entrar en ella sin orden de su majes
ren y los demás que á él le pareciere que convienen tad , y mucho fundamento. Y asi, me hallo casi sin no
para mayor inteligencia de la verdad, y asimesmo una ticia dello, y con gran deseo de tenerla; y lo voy procu
relación de todo io que se ha cobrado y pagado por rando con toda la diligencia posible para dar cuenta
las cajas militar y de la tesorería los años de 6)6 y 617, dello á su majestad y á vuecelencia, y ya tengo recogi
y lo que va corriendo deste de 618 , y lo que se ha de dos muchos particulares , y algunos dellos irán en otro
jado de cobrar cada año, y por qué razón , con distin capítulo desla. Y entre tanto diré solamente qne de
ción y pormenor. Y bien será que de aquí adelante personas tan sospechosas y calumniosas y que no te
entiendan todos los vireyes de Ñapóles que han de men á Dios, se pueden y deben esperar cualesquiera
enviar cada año el bilanzo en la forma que se solia ha malos efectos ; y así lo temo yo y con muy justa cansa.
cer por lo pasado, y al cabo del año del otro que lla Y muchos prudentes y aficionados al servicio de so
man evacuación de bilanzo, con mucha declaración. Y majestad me advierten cada dia el peligro en que se
pues el Duque escribe tan sospechosamente de los mi está aquí de algún mal hecho popular, y mas si hu
nistros del tribunal de la Cámara , será bien ordenarle biese algún recuentro con la armada de Ñapóles , como
que avise de las cosas particulares que le hubieren di podría suceder fácilmente de una hora á otra ; y el mo
cho dellos; pero que esto sea sin poner mano en pro vimiento deste pueblo no podrá ser sin eran detrimento
ceder contra ningún ministro perpetuo, sino avisar de la reputación de su majestad. Y siendo notoria su real
solo délos excesos, para que vistos acá, se tome la re voluntad de que se excusen nuevas ocasiones, y que
solución que convenga.—(Está rubricado.) esta lo seria tan grande , que difícilmente se podría ba
ilar otra mayor , parece muy necesario apartarse delli
DOCUMENTO LXVIII. ¡V .. liasta que estos se desengañen de la impresión tan fala
en que agora se hallan. Y para darle color razonable
Conjuración de venecia. (o) tendría yo por conveniente que vuecelencia se sirviese
Junio 3 , domingo de pascua de Espíritu Santo. — de mandarme llamar por veinte dias ; y no seria mi ida
De Milán hubo esta semana aviso de que algunos sol solamente por esta causa , porque tamoien tengo algu
dados tudescos se habían amotinado por la paga, y que nas del servicio de su majestad que tratar con vuecelen
en recibiéndola se partieron. cia y requieren referirse en persona, y asi se hará de
Fué descubierta una traición en Venecia de algunos un camino dos mandados. Y por ser ambas cosas d«
franceses , los cuales decían querer pegar fuego al ar mucha consideración, suplico á vuecelencia se sirva de
senal. Ahorcaron de los pies á unos, echaron á gale mandarme responder con la brevedad posible, que será
ras á otros ; y de aquí han tomado ocasión los venecia cosa muy digna de vuecelencia, y de su grande celo del
nos para coger una de nuestras naves cargada de sal, servicio de su majestad y de la mucha merced que me
matar sesenta personas que dentro estaban , y dará su hace , como tan señor mío.
excelencia mucho dolor y pena con ello. Las consideraciones que hace vuecelencia sobre las
materias de Saboya son dignas de su gran prudencia
DOCUMENTO LXIX. (6) y celo del servicio de su majestad y del bien y seguri
dad de los negocios. Y el asegurar el duque de Saboya
Habiéndosele ofrecido al duque de Osuna el valerse de no ofender al de Mantua es punto muy necesario y
de su persona (de Quevsdo) para que fuese á Venecia, á contenido en la paz, y así no debe el Duque rehusarlo;
tratar algunas cosas acerca de componer las disensiones pero lo liará , asiéndose al perdón de los rebeldes, en ei
que aquel reino tenia con venecianos, conociendo que cual propone vuecelencia lo que conviene para excnsiT
esto cedía en utilidad del bien público, disfrazado hizo nuevos escándalos en el Monferrato, y consiguientemen
la diligencia con gran trabajo y riesgo de su vida. te en toda Italia; y yo tendría por conveniente que se
propusiese así á los interesados , para que, vista la ra
DOCUMENTO LXX. (c) zón tan clara, conozcan que vuecelencia mira á hacer
bien los negocios, y no á dilatarlos. Y en ellos y en coi-
Y habiendo ido don Francisco á Venecia con Ja lesquíera otras materias y ocasiones ofrezco á vuecek&;
ques Pierres.y otro caballero español genízaro, á ha cia lo poco que valgo, con pura y perfecta voluntad. V
cer una diligencia de grande riesgo, tuvo dicha de po yo he dicho algo desto al residente de Mantua , aunque
derse retirar sin daño de su persona; y en hábito de por vía de discurso mió particular.
Íiobre, todo andrajoso, se escapó de dos hombres que Aquí crece el rumor de alteración sobre el negocio
i: siguieron para matarle : de los cuales, aunque estu de los franceses y holandeses que be referido en mi
fa1! Diario de Zazzcr.1.
(») Don l'edru Aldrete, en el prólogo de las Tres ultimas musas. (d) Archivo general de Simancas.=Secret»ria de Estado, leji-
(<•) Tarsia, púg. 89. jo número 1,919.
DOCUMENTOS . — ANO 1618. 61b
antecedente, y se dice que quisieron quemar el arse
nal y saquear la casa de la Moneda , donde está el di DOCUMENTO LXX1H. *
nero de la República; y aun añaden otras cosas mayores, Otra carta del mismo al mismo, en igual fecha. (»)
según he entendido después de un borgoñon liarlo
ignorante, que me escribe muchos diashá y solía plati Conviene al servicio de su majestad que por quince
car con algunos del los; y asi han procurado sacarle de ó veinte dias (que en venida, vuelta y estada no se
mi ca-;i por engaños para prenderlo ; pero no sucedió detendrá vuestra señoría más) sea servido de venir
como pensaban y pudiera ser, porque había alunaos luego aquí, en recibiendo esta ; que si bien yo pienso de
dias que yo lo habia hecho detener en casa, porque no dar á vuestra señoría esta pesadumbre y descomodidad
recibiese mal ni fuese maltratado de algunos albaneses alguna, no es posible excusarse vuestra señoría del la,
con quien habia tenido pendencia. Pero el haberse di ni yo de suplicárselo. Guarde Dios á vuestra señoría,
vulgado, por imprudencia y malicia de los jueces , que como deseo. De Milán, 6 de junio 1618.
uno de mi casa tenia noticia ó parte en el hecho, y sa
ber que se están en Brindis los galeones de Nápoies y DOCUMENTO LXXIV. *
que se envían otros , y principalmente por el testimo
nio de la propia conciencia (no solo en lo general , sino El consejo de Estado consulta de oOcio , en I"> de junio de 1618,
sobre lo que habia dicho el embajador de Venecia i virtud de
por haber escuchado ellos otras proposiciones peores la carta de creencia que presentó, (c)
contra su majestad),— les parece que se lesquiere pagar
en la mesma moneda. Y asi han dado tales muestras Señor : El secretario Antonio de Aróstegui díó
contra su majestad y algunos ministros, que ha sido cuenta al Consejo do lo que el Cardenal-Duque le dijo
necesario acudir al reparo de cualquier accidente que acerca del oficio que este embajador de Veneciana he
se podía temer ; y mas con el ejemplo del año pasado, y cho con vuestra majestad (en virtud de la carta que le
en particular con la ocasión de las fiestas de la elección presentó de aquella República en su creencia, y tam
del nuevo (lux, que han durado muchísimo mas que bién con el Cardenal-Duque), sobre quese saque de allí
otras veces. Y asi se resolvieron á proveer de guarda, no al marqués de Bedmar ; sin declarar la causa , más d e
solo para mi casa en parte remota, sino para su propio que se excusará con esto grande inconveniente ; di
palacio y para todas las parles mas importantes desla ciendo que la ocasión es tal, que por el respecto que
ciudad; porque temieron que, alterándose el pueblo, aquella República tiene á vuestra majestad no se decla
daría también sobre ellos por las tiranías que usan con ra , y que vuestra majestad envié allí otro , el que fuere
él. Y agora espero con particular atención el paradero servido. Y aunque el Cardenal-Duque insistió en que
deste negocio tan extravagante, de que daré cuenta á rer saber la causa, no le pudo sacar más, porque dijo
vuecelencia, como debo. Dios guarde a vuecelencia, etc. no tenia orden para pasar desto. Y por tener mejor sa
lida en lo que conviniese hacer, dio á entender al Em
DOCUMENTO LXXII. * bajador que há muchos dias que se trata de mudar al
Margues. Y viendo que no podía hacerle declarar más,
Carta del marqués de VMlafranca al de Bedmar , fecha en Milán
a 6 de junio 1618 , miércoles, (a) le dijo quedo comunicaría á vuestra majestad y al Con
sejo, para respondelle : en que pidió el Embajador bre
Despacho este correo, para que con esta ocasión vedad, porque, con respuesta ó sin ella, despacharía
pueda vuestra señoría decir que yo le envié á llamar luego avisando á su república del oficio que ha hecho
y dar á su venida la color y causa "que mas convenien con vuestra majestad.
te le pareciere. Y si yo adelante tuviera que comunicar También refirió el dicho secretario lo que al señor
con vuestra señoría negocio preciso, á boca, del servicio príncipe Filiberto han avisado de Turin acerca de la
del Rey , ya estuviera en Venecia ; y muchas veces y en solevación que ha habido en Venecia , y que se ha he
muchas ocasiones liemos visto las mas importantes cho justicia de algunos.
embajadas convenir dejar en ellas un secretario, y con Y habiendo platicado el Consejo sobre lodo con la
ausentarse el embajador quítulle al Rey la ocasión de atención que pide la gravedad del caso , le parece que
grandes pesadumbres y obligaciones- y don Iñigo de por la mucha importancia del, conviniera que se ha
Mendoza en Zaragoza buen ejemplo dejó deste incon llaran presentes todos los del Consejo. Pero, por la bre
veniente, con que era casa propia, y no república com vedad que pide el mesmo negocio, dirá lo que se le
puesta de herejes , turcos, y todos juntos los malos hu ofrece : y es, que si el marqués de Bedmar es'.á culpado
mores y peores hombres que el mundo tiene. Y habien en algún trato que haya habido allí , con mucha razón
do vuestra señoría de venir, cumple que sea por la podrían venecianos hacer la demostración que vuestra
posta y luego, y que aquí se halle el sábado á lo mas majestad hiciera si este embajador de Venecia tratara
largo, pues para lo de acá también conviene la breve aquí de lo mesmo. Y aunque en sacar de allí al Mar
dad y que entrambos resolvamos todo lo que se hubie qués parece que se pierde alguna reputación , se de
re de hacer. Y esperando vuestra señoría, entretengo el ben considerar los grandes inconvenientes que se se
correo para España , y estoy contando las horas que guirían de que con justificación pudiesen mover vene
vuestra señoría se entretiene. Dios guarde á vuestra cianos á toaos los príncipes contra esta corona. Y si
señoría. De Milán, 6 de junio 1618. quitasen la vida al Marqués por algiin camino ó le
De mano propia. — Quien no está sobre el hecho no prendiesen, se dejan considerar las obligaciones con
Íiuede juzgar si se pierde el derecho de la inocencia con que quedaría vuestra majestad, que la menor seria
a ausencia, y si cumple (más que esta) excusarle al hacer otro tanto deste embajador de Venecia ; y con
Bey de la obligación en que le pondría un exarrulo esto se rompería la guerra , cosa que tanto conviene
muy posible. evitar.
Que el haber venido correo de Venecia á Turin , y de
la) Archivo general de Simancas— Secretaria de Estado, lega allí acá, seria por dar razón del caso allí y en Francia , y
jo número 1,919. de los oficios que aquí hace este embajador con vuestra
majestad; por dos cosas : la una justificarse, dando á en-

(A) Con el anterior.


(c) Archivo general de Simancas. = Secretarla da Estado, le
gajo nüm. 1,920.
646 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tender al mundo que con vuestra majestad se ha guardado pareciere, bien cerrados y sollado', al embajador* se
el decoro que se le debe ; y para si á venecianos les pa cretario del Emperador que hav allí; llevándole al Cole
reciere hacer algo contra el marqués de Bedmar, lener gio cuando se despida, y diciéndole cómo deja á íb car
prevenidos los príncipes. Y se puede pensar que ya los go los negocios en el ínterin. Pero si viere que pae<k
venecianos están resueltos á lo que han de haceren cual dejar á su secretario, esto es lo que mas conviene; ;
quier caso que subceda, ó mandando salir de allí al Mar no dejándole, sino al del Emperador, se veri deanes <¡
qués , ó no lo mandando; y para en este último caso convendrá enviar allí á Fermín "López mientras nd
harán de hecho lo que tuvieren pensado y consultado embajador que se habrá de nombrar. Que la partida
con Francia y Saboya, y entonces, junto con la demos del Marqués, de Venecia, podrá ser un dia despuesqtü
tración que harán contra el Marqués romperán la guer se haya despedido del Collegio.
ra. Y como el pretexto que tomarán contra él será tan Vuestra majestad se servirá de considerarlo todo,;
odioso, todos los principes darán por justificada su mandar lo que tuviere por mas conveniente. EdXh
causa en lo presente , y se confirmarán en que la di drid, á 23 de junio 16(8.
lación de la entrega de Verceli ha sido con desinio Por ganar tiempo no va esta consulta señalada del»
del suceso del trato que se dice han descubierto. Y lo del Consejo , y así lo acordó.
inesmo juzgarán de la detención de los galeones en el
mar Adriático, y la gente qne se levanta en Ñapóles : en DOCUMENTO LXXV. •
lo cual bien se echa de ver el grande inconveniente
que tiene para la reputación. Papel de mano de don Francisco de Qoevcdo sobre Itocimfen
Venecia. Hállase entre los documentos queacompaíaaiuni-
Y por excusar el de la demostración que podría ha sutta del Consejo del dia 2S. («)
cer la República contra el Marqués, y as obligaciones
en que vuestra majestad entraría en e^te caso, y el El papel de don Francisco de Quevedo.—Sw
cierto rompimiento de la guerra; y considerando tam ro 3. — Por orden de la república de Venecia, so ná
bién que la carta de la República , no solo es creden dente en Ñapóles compró con dineros y llevóásDfertBt
cial , pero que en ella afirma el Dux que «el caso por dos franceses que estaban en el del duque de Osuna :d
sí es de calidad que merece que vuestra majestad con uno se llamaba capitán Anglade, petardero, qne bate
descienda á su petición, y que, demás deso, lo recibi servido al Duque de capitán de la artillería en susgalw
rá por especial favor;»—se representa á vuestra majes en Sicilia, y venido á Ñapóles con su excelencia, tó5
tad si seria conveniente hacer por cortesía lo que ha estaba por su cuenta y costa ; si bien cuando »f«H
ciéndolo por oirá via podría ser mengua ; y sí por esta venecianos, bahía más de tres meses que tiraba suae-
consideración seria bien que vuestra majestad, á título do residiendo en Ñapóles.
de hacer favor á la República, mande luego al Marqués El otro francés es Jaques Pierre, llamado el bores,
que salga de Venecia, despachándole correo para esto, cosario, bandido con pena capital de la propia repú
y diciéndole á este embajador de allí (siguiendo lo que blica de Venecia. Estaba haciendo gente de lenfi
el Cardenal-Duque le apuntó tan prudentemente) que en Roma por dicho duque de Osuua; y desde R*
vuestra majestad há muchos dias que tenía pensado de inducido y perdonado y pagado de venecianos, se M
mudalle, y que ha tomado tal resolución en el negocio; del servicio de su majestad con cuatrocientos dnea-te
que la República quedará con satisfacion. Y parecién- que se le habían dado por dicha leva, ; se Mes
uole bien á vuestra majestad este medio, se habría de Venecia.
despachar por duplicado por Irun y Barcelona, por si Desta suerte empezaron sus estratagemas lew**-
50 perdiese alguno de los correos, y qne partan antes nos, de que el duque de Osuna hizo poca cuenta, «-
que se dé la respuesla á este embajador; y enviar dos pechando semejante modo de guerrear.
Carlas al Marqués para la República : una , en la forma Luego tuvo aviso de Venecia su excelencia qoe <«■
ordinaria para despedirse della , diciéndola qne tenien necianos enviaban dos franceses á quemarle e» <■
do necesidad del Marqués para cosas de su real servicio, puerto de Ñapóles los bajeles de su majestad ;»»•
le ha parecido mandalle venir (y asi da vuestra majestad dióse al aviso, y en comprobación del vinieron eiV-
parle dello á la República, para que lo tenga entendido poles Tal, vizconde francés, de la Provenía, CMW
como os razón) ; y la otra, respondiendo á lo que ha es francés petardero. Descubrió su mal trato el apir
crito á vuestra majestad la República sobre este caso, Roberto, un inglés, hombre que con sus patentes 'tí
y que vaya con palabras y términos generales , remi tas aprobó ni dicho Duque el rey de Bohemia pcf*«
tiéndose á este embajador. do consideración; conlimióseestocnnindiciosqiiíf'S
Que habiendo dicho el Cardenal-Duque á este emba dieron; tratóse de prenderlos, sintiéronlo, hojérw
jador de Venecia que ha dias que vuestra majestad te camino de Roma ; conocílos yo viniendo de Ra»
nia pensado do mudar al Marqués, se considera que llamado de su santidad; avisé al Duque , que as» *
(porque no parezca que esto fue acaso, y dar mejor co sabia que se hubiesen huido ; mandóles sesuir.ilf»1"
lor á su salida, pues es justo mirar por la reputación de zólos la justicia en Cápua ; fué don Diego Zapata, ff-
los ministros ) se le podria encargar la embajada en hernador de Cápua, á prenderlos; y por escapaM*
Flándes, de que se ha tratado dias ha ; pues sí hubiese arrojaron de unas ventanas altas abajo, y el tal w***
errado en la ocasión presente, dondequiera le alcan so quebró las dos piernas ; trujáronlos i Ñapóles, i*
zará la demostración que vuestra majestad fuere servi quedaron presos dichos franceses y descubierta la as
do de hacer. Pero á la salida de Venecia , parece conve intención de venecianos.
niente qne sea á otro puesto , y no por solo h.ibcllo Después, siguiendo el Duque la defensa d«losp#r'
pedido aquella república : con que se vienen á excusar los de vuestra majestad en aquel mar Adriático,* '
discursos, confirmando con el efeto loque el Cardenal- huyeron unos napolitanos, un capitán y otro o**
Duque dijo á este embajador. Y aunque haya de ir á dos, y se fueron como traidores fservir contra so A
Flándes, podrá salir á la parte del estado' de Milán Desto avisé yo , y de cómo estos en Nápute i*3*
quien les avisase de los andamientos de Ijs armas «*•■
que le pareciere; diciéndole que allí so le enviará or
den de lo que ha de hacer, y advirtiéndolo juntamente majestad y designios del Virey, há mas de tres"*';
(cuanto á quien habrá de quedar allí mientras vuestra Después vino aquí persona de que yo di cuenta I*":'
majestad manda enviar embajador) que si le pareciere,
según el estado de las cosas, que no podrá quedar su (a) Archivo general de Simaneas.^Secrelaria de EJBfc>l!f*
secretario, no lo intente. Y que deje los papeles que le número 1,9-20.
DOCUMENTOS — AÑO 1618. 647
que había comunicarlo con los dos franceses y con es cho y malcontentas, es de creer que acudirían al re
tos traidores , y daba razón de todo. curso solo que allí tienen, que es el embajador de Es
Parece que (según lie sabido y es cierto) dichos dos paña; y él, sin aconsejarlos ni inducirlos, podría haberlos
franceses, porque veuecianos les adelantasen el sueldo, guardado secreto, por la confianza que harían del y por
dijeron que aquellos traidores, tan sacados ó pagados no hallarse obligado á otra cosa. Y desto no le parece
por ellos, eran espias del duque de Osuna, que con ellos que puede haber pasado el marqués de Bedmar ni
lo trataban. otros ministros de vuestra majestad.
Este es el hecho y la verdad, á que no pueden res Parécele que á este embajador de Venecia se le po
ponder, porque lo que refiero arriba me consta y lo vi, dría responder en la conformidad que él le habló. Y
y es testigo el reino de Ñapóles y la República. que antes que despache, parlan correos de vuestra ma
Ellos han castigado, según dicen, estos ; y hacen que jestad con cartas para los ministros de Italia y para to
creen el trato por desacreditar las armas dé su majes dos sus embajadores , haciéndoles saber lo que ha di
tad y la intención de sus ministros ; y no dudo que glo cho esle de Venecia y en la forma en que habló á vues
sen que se diferia cautelosamente el restituir o Verceli, tra majestad con la caria de la República en su creencia,
hasta ver si esta mentira surtía efecto; y si no lo dicen, que ya ha visto el Consejo, para que estén prevenidos; y
lo dirán. mandándoles que avisen luego de lodo lo que enten
De manera que hasta ahora lo que es cierto es que dieren por allá , y que usen de la verdad con que pue
la bajeza de los medios, con que han querido ejecutar den hablar de que vuestra majestad no ha tenido parte
la mala intención, está de su parte; no habiendo tenido en ninguna novedad que haya habido, ni entendido nada
el duque de Osuna necesidad para romperlos, de otro hasta que este embajador ha hablado aquí; y que á vues
medio que los galeones y galeras con que lo ha hecho. tra majestad no le ha pesado de tener resuelto de pro
Pongo en consideración á vuestra majestad y al Con mover al marqués de Bedmar en la embajada en Flán-
sejo que si es verdad que, entre sus vasallos, han tratado des; adviniéndoles juntamente que si no les dijeren
de quemar todo el Consejo el dia de la Ascensión en el nada acerca desta materia , será lo mejor callar, pues
Bucenloro, que há pocos años que uno dellos lo tuvo en solo se les avisa lo que ha pasado por si conviniere ha
tan buen punto que á no descubrir el trato una gui- blar en ella.
raza, tuviera efecto; y el propio es hoy vivo; y que su Parécele se escriba al marqués de Bedmar, con fe
tiranía negocia esto en paz de sus subditos. cha algo antigua, diciéndole que vuestra majestad tiene
Que habiendo estos hecho con el Duque y intentado por bien de que pase á Flándes á servirle allí de su
todo lo referido, de que consta á ellos y al mundo, está embajador; y aparte, que vaya dando señales de que há
por ellos la sospecha. dias que él sabe esto, y el detenerse allí ha sido con
Que no habiéndose quejado el duque de Osuna de la motivo de aguardar á ver ejecutada la paz con el rey de
denionsti ación tan pueril con que el dia de San Pedro Bohemia, que debe de estar acabada ó cerca dello. Y
pasado le quemaron la estatua; ni don Alonso, marqués se le mande precisamenie que, en estando concluida y
ele Bedmar, de que le apedreaban y querían matar tan no antes , salga de Venecia y pase á Flándes con toda
civilmente ,— no es justo dar crédito a quejas de gente su casa; salvo á su secretario, si pudiese dejarle alli ; y
que antes se precia destas cosas, de que merecía cas si no, deje la negociación al que acude á los negocios
tigo v debían haber dado satisfacion. Y pues su ma del Emperador, como se apunta en la consulta inclusa.
jestad no se la lia pedido destas cosas, juslo es, y aun Y aunque se le ofrece que, hecho eslo, los venecianos
reputación, que no se la dé en esotras; y del crédito lian de sacar de aquí á esle su embajador, y que pudiera
que no les diere, ellos tienen la culpa. —Don Francisco convenir no nombrar vuestra majestad otro nuevo para
de Quevedo-Vütegas. Venecia basta que ellos hubiesen enviado al que ha de
subceder á este, le parece que será bien nombrar vues
DOCUMENTO LXXVI. ' tra majestad el suyo desde luego, para que con esto si
Consulla de oficio, en 2'1 de junio, el consejo de Estado sobre la
aseguren más de la verdad.
instancia del embajador de Venecia. (a) Que el modo en que este embajador de Venecia ha
bla , aunque él le da color de respecto, no lo es á su
Señor : La consulta inclusa de 23 deste sobre lo entender del Cardenal-Duque, sino traza : porque la
que agora ha tratado el embajador de Venecia , en que queja que significan del Marqués, no la perderán ellos
solo se hallaron don Agustin Mejía, el padre Confesor (s¡ es suficiente) con solo que salga de alli ; sino que la
y don Baltasar de Zúñiga, se ha visto hoy en consejo guardarán para ejecutar su rabia en dejando de ser
pleno, como vuestra majestad lo envió a mandar; y embajador de vuestra majestad allí , y no mandarán
también lo que el dicho embajador dijo al secretario salir antes al que tienen aquí ni harán' dcinonstracion
Antonio de Aróstegui ayer; y un papel que ha dado don con el Marqués hasta que tengan fuera á este; habién
Francisco de Quevedo. Y habiéndose platicado largo dose recatado para no nacerla de lo que aquí se podría
sobre la materia, ha parecido lo siguiente : hacer recíprocamente con estotro.
El Cardenal- Duque : Que hasta ver cartas de Italia no Que venecianos eslán sospechosos y recelosos del
se puede hablar sobre cosa cierta, sino solo discurrir, duque de Osuna; mas no se puede creer (según lo que
que es un modo dudoso y aun peligroso. este embajador ha dicho al secretario Antonio de Arós
Piensa que si en Venecia hubo solevación , seria de tegui ) que tengan causa substancial para ello , ni que
algunos naturales mal contentos y celosos del bien pú ministro de vuestra majestad se la haya dado sin orden
blico, que no suelen faltar en las comunidades ; y en suya.
aquella República han tenido gastos voluntarios, qué ha Parécele que al duque de Osuna se le escriba con
brán locado á todos, particularmente para los socorros correo yenle y viniente, avisándole con particularidad
que han dado á Saboya y para lo que les ha costado de lo que aquí ha pasado con este embajador de Vene
los que han traído de otras parles. cia, y lo que él ha apuntado al dicho secretario; para
Los berejes es de creer que habrán hecho algunos que el Duque avise de todo lo que hubiere, por si vene
estragos, no solo en las conciencias, pero en las casas cianos declararen su queja y fuere necesario darles sa
y haciendas de los venecianos; y los colosos que ha d¡- tisfacion á ellos y á otros principes , á quien se habrán
quejado de haberse faltado acá á la fe de la paz que so
f«) Archivo general de Simanca«.=Seerel*rl« de Estado, legajo lienc con ellos.
numero 1,9i0. Cuanto á sacar los galeones del mar Adriático, aun-
648 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
que se lia ordenado dos ó tres veces al Duque , será sea promovido, porque esto no les importa, sino que
bien volverlo á hacer, para que se les quite esla causa salga de allí por excusar inconvenientes.
de recelo , pues muestran desearlo Unto para que las Don Baltasar de Zúñiga : Que le parecen razones d«
cosas se acomoden. mucha consideración las que el Cardenal-Duque lia i ■
El duque del Infantado : Que el marqués de Bedmar presentado. Y en lo demás no tiene mucho que añadir
h¡í tantos años que está en Venecia , que tiene muy á la consulta inclusa, en que se halló; solo apunta qm
grandes inteligencias y conoce mas á venecianos que la salida del marqués de Bedmar de Venecia le pa
otro ningún embajador. Y entiende que si ellos hubie rece que habría de ser luego , porque la ejecución k
ran averiguado alguna conjuración grande, en que el la paz entre el rey de Bohemia y venecianos paira
Marqués hubiera entrado, echaran mano del, pues en ser que tirase á la larga : pues de parte del Rey, eoiiá-i*
negocio desta calidad no se rompe la fe pública; ni se en expeler los uscoques de todas aquellas marina-, ¡
extiende el derecho de las gentes á hacer en reino ex hasta agora no se sacie que hayan comenzado i salir, <
traño conjuración con que se pueda perder. de parle de venecianos se han de restituir cuarenta t
Que por lo que venecianos no dicen su queja, es por cincuenta puestos que tienen ocupados, y hasta agón
la flaqueza que estos dias han visto entre los suyos, y se entiende que no han vuelto mas de uno.
por el atrevimiento que tuvieron los nobles los meses Que no habiendo hablado este embajador i nesin
pasados á entrar en el Senado en mucho número jun majestad en la revuelta de Venecia, le parece bastan
tos á pedir lo que avisó el marqués de Bedmar; lo cual dar cuenta del oficio que lia hecho al cardenal de Bota
ellos remediaron luego para que no se entendiese la y á los embajadores de Francia y Inglaterra, porqués
descompostura que habían tenido. allá oyeren hablar en esla materia, estéu advertidos ik
Parécete bien que se escriba al marqués de Bedmar, lo que pasa.
con fecha anticipada de algunos dias, que vuestra ma El Cardenal-Duque volvió á hablar, ydijo : Qoesád
jestad tiene por Lien que pase á servirle en Flándes, de marqués de Bedmar no tiene duda de que pasarías
su embajador. Y por lo que aprietan y la instancia que Venecia por dejar allí su secretario, lo haga , oues sis
hacen sobre su salida de Venecia , le parece que seria será lo mas conveniente mientras va embajador; pero
bien, para dalles satisfacion, que se dijese en la caria y si esto no pudiere ser , y hubieren de quedar los ne
se presupusiese que las cosas de Alemana están aca gocios á cargo del ministro del Emperador, es depare
badas , y que así se podría salir luego. cer que no le deje papeles de importancia, aunque la
También le parece que no deje á su secretario ni á yan de quedar bien cerrados. Y cuanto á si la salida
persona suya en Venecia ni papeles ningunos, pues del marqués de Bedmar de Venecia ha de ser lue#,
brevemente se puede poner allí persona por vuestra ó hecha y concluida la paz con el rey de Bohemia, •-
majestad. remite á la gran prudencia de vuestra majestad, que l«
Vuelve á decir que tiene por justo y necesario dalles mirará y considerará como conviene, y tonará es
satisfacion á venecianos en sacar de allí al marqués de ello la resolución que más fuere servido.
Bedmar al cabo de tantos años , habiéndolo pedido por Platicóse también en consejo sobre las cosas ■ '-
favor y excusando por respeto el decir la causa. Lombardia. Y parece conveniente que, aunque el 4-
Don Agustín Alejia : Que le parece muy bien todo lo que de Feria tiene orden y todo lo nocesario para par
que ha dicho el Cardenal-Duque. Pero si el marqués de tir, se le despache luego correo dándole prisa, parí
Bedmar tuviese culpa , como este embajador de Vene que no pierda punto. En Madrid , á 25 de junio 1618-
cia lo da á entender, no hay mejor remedio que sa Por ganar tiempo no va esta consulta señalada de te
carle de allí; haciéndolo con reputación, como seria in- del Consejo.
vialle orden para que pase á Flandés y que salgu de
allí en recibiéndola , y carta para que se despida de la {—Decreto autógrafo del rey don Felipe III.) rüi
República y se vaya antes que llegue la respuesta que bien lo que parece en todo, y que salga de allí laeai'jti
se habrá de dar áeste embajador du la República. De marqués de Bedmar para la embajada de Flándes. Vp.>
manera que si tiene culpa el Marqués, conviene que póngaseme persona con brevedad para la de Véneta,
salga ; y si no, que también lo haga, por condescender para que pueda llevar este mismo correo á un \k®\*
con lo que piden tan apretadamente y con la salva y la promoción del de Bedmar á Flándes, y la dosua-
término que lo hacen. cesor para Venecia : al cual convendrá dar pria,a
Cuanto al duque de Osuna, no les falta causa de sos- nombrándole, para que parla. Y entre tanto que llep*
Íiecha , pues no saca los galeones del mar Adriático y vea el Consejo si se remitirá al marqués de Bedmar a
evanta caballería y infantería en el reino de Ñapóles, forma de cómo podrá quedar aquella negociación v se
sin orden de vuestra majestad ; y así tienen ocasiones guridad de los papeles sin que se puedan aveolnnr. V
grandes de estar sospechosos. Y es justo mirar mucho háganse luego ios despachos y instrucciones déla e*
en ello y dalles alguna satisfacción. V le parece lo bajada de Flándes para que se envíen al Marqués.— (^
mesmo que dijo anteayer en la consulta inclusa ; y que, tá rubricado.)
como apunta el Cardenal-Duque , se avise á todos los
ministros, para que tengan noticia del caso. DOCUMENTO LXXV1I. '
El marqués de la Laguna se conformó con el Car Copia de caria, descifrad», del marqués de Bedmar al Rfj, fe*
denal-Duque. Y cuanto al duque de Osuna, no se puede en Milán a 10 de julio de 1618. <;»}
persuadir á que se arrojase en caso tan grave sin orden
de vuestra majestad; y el levantar en Ñapóles caballe Señor : Habiendo hecho todas las diligencias posi
ría y infantería, además de la ordinaria, — con los avisos bles para averiguar el fundamento que han tenido la
que ba tenido de la armada del Turco y juntarse con castigos de franceses hechos en Venecia y la w« f*
la de venecianos, se habrá movido por la seguridad de corrió en ella de conjuraciones y tratados contra a¡j*
lo que tiene á cargo. Y en lo que toca á sacar los ga lia república, he hallado lo que referiré á vuestra na-
leones del mar Adriático , le parece se le vuelva á or jestad en esta ; pero para que se entienda mejor, ffi
denar que lo ejecute luego. parece necesario comenzar por el capitulo siguieotí-
El Padre confesor se conformó con el Cardenal-Du Habrá poco mas de un año que fué á servir» «o^
que. Y cuanto á la salida del marqués de Bedmar, pone cianos un capitán, Jaques Píerres, francés, tenido^
en consideración que, si no es luego, no se consigue (a) Archivo general de Simancas, r: Secretaria deBUií,^
lo que piden venecianos ; los cuales no tratan de que jo número 1,919.
DOCUMENTOS. — ANO 1618. 640
muy platico de las cosas de la mar y que servia en los venir ó remediar los inconvenientes que se veían á los
bajeles del duque deOsuna, y llevó consigo algunos de ojos, no podrían hacerlo.
pendientes suyos de la misma nación. Y el motivo que Y estando aquello en el mal término referido, á 2G
tuvo para ello fué, no solo la ligereza y infidelidad de mayo pareció puesto en el lugar público , como los
francesa, sino las persuasiones y diligencias del emba dos hermanos, otro francés, muy conocídoen todas par
jador veneciano que está en Roma , y del residente de les, y particularmente en la corle de vuestra majestad,
la República en Ñapóles, que, conforme á su uso anti que se llamaba Nicolás Rinaldo ó Renaut, afirmando
guo, le prometieron grandes cosas. Pero no fueron todos que era por la misma causa que los otros dos : con
iguales los efectos ; poique le dieron solamente cuarenta quo creció el alboroto de manera, que fué parecer de
ducados de entretenimiento al mes ,y lardaron en ocu todos los confidentes que se traíase de mi seguridad y
parlo, no liándose del, porque tenia su mujer y casa en de mi casa; porque los inconvenientes amenazaban ya
Sicilia; y yo les acrecenté la sospecha, escribiendo al muy de cerca y no convenia dar lugar á algún acci
conde de Castro que la detuviese, como lo hizo. Y así dente irremediable , y que pusiese a vuestra majestad
se hallaba el Jaques tan desesperado que interpuso per en obligación y necesidad de hacer alguna demostra
sonas conmigo para que le reconciliase con el duque ción de las que, según sus reales órdenes, se deben
de Osuna; á que yo di oídos, no por fiarme del, sino excusar cuanto fuere posible. Y así, me resolví á ir al
por hacerlo inútil pan venecianos : y avisé de lodo al Colegio, á i .' de junio , adonde les signifiqué el rumor
Duque. Y no teniendo respuesta, envió el Jaques al de su pueblo, de que eran autores los mismos nobles;
gunas personas á Ñapóles, diciendo que, demás del ne yque era tan falso, que yo no tenia más noticia dello que
gocio de su vuelta, proponía grandes empresas : de que la que corría por las plazas ; y que , presupuesto nue
yo no tuve noticia en particular, asi por la poca con cosas tales no se podían aceptar ni resolver sin orden
fianza que tenia de tal género de «ente, como por de los superiores absolutos, su venia á atribuir dere
esperar algún aviso ó respuesta del Duque, que nunca chamente á vuestra majestad lo que publicaba aquel
fué. vulgo, sin saber lo que se decían ni fundamento de
Y asi pasó mucho tiempo que no supe más dello, verdad; y que la República estaba obligada á no con
hasta que á II de mayo desle año me dijo un criado sentir pláticas tan escandalosas y que no podían produ
mió, borgoñon (que por serlo, platicaba con franceses), cir sino muy malos efelos; y que debiéndose temer
que dos de los de Jaques Pierres, hermanos, que te otros tales contra mí (según el ejemplo del año pasado,
nían sueldo de venecianos, se querían ir á Ñapóles; y y más con el alboroto y confusión de las fiestas del
que yo les diese alguna caria para el Virey y que me Dux), les pedíaque proveyesen de manera que se quítase
querían hablar. Yo les hice entrar, y conocí uno del los cualquiera ocasión de desacato, y consiguientemente
3 iu; algunos meses antes me había hablado una noche de los inconvenientes que resultarían dello. A que me
e parle del Jaques en la conformidad sobredicha. respondieron cortésmentn y que lo consultarían, segun
Díjome que ñor no haberles respondido el duque de su uso. Y habiendo pasado tíos dias sin respuesta, y
Osuna se habían perdido muy buenas ocasiones de em creciendo el rumor de las fiestas y sedición junta
presas grandes; y que hallándose disgustado de vene mente, les envié un papel con el secretario da la emba
cianos, quería irse á Ñapóles con su hermano, y que le jada , haciendo recuerdo de mi instancia y pidiendo
diese cartas para el Duque. Yo le hice dar una, cuya luego lu resolución ; pero fué la respuesta tan escura,
copia va inclusa, y la de lo que escribí al Duque al día que me obligó á ir luego en persona á pedirla más
siguiente con el ordinario. Y dentro de otros tres días clara. Y así lo hice , advirtiéndoles lo que convenía;
prendieron á los dos hermanos; y de allí á cinco, ama con que me respondieron más de lo que yo quería sa
necieron colgados cada uno de un pié en el lugar pú ber, diciendo que habían mandado llamar algunas com
blico, habiéndolos ahogado la noche antes en la cárcel. pañías de milicia, de los lugares comarcanos, para guarda
Y luego, por imprudencia y malicia de los jueces, se délos puestos más importantes de la ciudad, y que
publicó por toda la ciudad que «habían padecido por también tendrían cuenta de mi casa. Y asi se hizo,
haber tratado de quemar el arsenal y saquear la rasa porque temieron que, alterándose el pueblo, daría
de la Moneda de la República, y de hacer otros daños en también sobre ellos, por el odio que les tienen por sifs
la ciudad con orden del duque "de Osuna y participación tiranías y maldades. Y con aquella prevención se ase
mía; v que constaba dello por las confesiones de los guró lodo por entonces, pero quedando los ánimos
referidos y de otro*, y por una carta mia que llevaban peores que nunca, y tanto mas, hallándose en Rríndis
para el Duque ; y que para la ejecución del tratado es los galeones de Ñapóles; y así, se tenía por cierto que
taban prevenidos ochocientos franceses y holandeses, el estar allí y cualquiera rencuentro que tuviesen cou
parte dellos viandantes y parle del regimiento que vino la armada veneciana seria causa de algún otro movi
últimamente de Holanda.» Y esta voz se reforzó con la miento peor. Y pareciendo á todos que convenia apar-
autoridad de casi todos los nobles, que afirmaban públi tarse antes que llegase más cerca, — para que fuese con el
camente ser cierta, incitando el pueblo contra vuestra decoro conveniente, di parte dello á don Pedro de To
majestad y sus ministros y vasallos; con tan malas pa ledo , en consideración que también trataría algunas
labras y sediciosas, como se podia esperar de gente sin cosas del servicio de vuestra majestad que requerían
temor de Dios ni respeto del mundo, y que aborrece mí presencia personal por excusar réplicas y dilacio
capitalmente al nombre de España, y que ha tenido nes. Con lo cual me despachó correo con carta pública
siempre mira de hacerlo odiosoá sus vasallos, para qui de 6, para que me viese con él : con que se dio muy
tarles el deseo de serlo de vuestra majestad movidos buen color á mi venida; y no se sabe hasla ahora el mis
de afición antigua y de la fama de la gran justicia y terio , sino don Pedro y yo. Y á i 1 estuve en el Cole
religión que hay en los reinos y estados de vuestra gio ; y habiendo dado la norabuena al Dux de su elec
majestad. De que resultó tanta alteración en aquel ción, me despedí dellos en buena forma, diciendo que
pueblo, que no solamente estaba á peligro manifiesto quedaba allí el secretario de la embajada para loque se
mí persona y casa, sino todos los vasallos de vuestra ofreciese durante mi ausencia, que creia que seria
majestad que se hallaban en aquella ciudad; y particu breve, y que también podría negociar conmigo el re
larmente entonces, que por la elección y entrada del sidente que tienen aquí: y la respuesta fué muy cortés,
Dux estaban todos como fuera de st. Y había tanto ru encomendándome el buen encaminamiento de las ma
mor y confusión , que p .recia otra la ciudad; y que terias corrientes. —Y habiendo partido á 1 4, llegué á esta
aunque los pocos buenos que hay en ella quisiesen pre- ciudad á 19; y desde entonces me ocupo, no solo en
650 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEYEDO VILLEGAS.
lo tocante ala embajada, sino en los negocios que se alteraciones que hubo entre los nobles sobre la elec
ofrecen aquí del servicio de vuestra majestad, de que ción del nuevo senado que gobierna este año. Y es cosa
me da parte don Pedro; y yo le asisto con el cuidado y digna de mucha consideración que llegue la malicia y
buen deseo que debo, sin hacer Falta ¡i lo de Venecia, poco miramiento de venecianos á tal punto, que se que
adonde quedó el secretario sobredicho con las órdenes jen de loque no fué; y publiquen tales falsedades, sa
necesarias, y asentada y corriente la correspondencia biendo quesus obras, de tantas maneras, y particular
de avisos y negocios en buena forma, por el tiempo que mente en el mismo género , merecían que fuese cierto
durare mi ausencia. lo que saben ellos que es pura calumnia.
Poco antes que yo partiese, tuve aviso cierto de Y la opinión general de todos los buenos y prudentes
que estando Jaques Pierres en la galera capitana del es que aquellos castigos se hicieron para ganar gracias
armada de la República, una noche, después de ha con el Turco; y que por excusar el escándalo que resul
ber cenado con el general della, bajaron á su cámara taría de saberse que aquella República mata cristianos á
algunos ministros del General y ataron las manos al contemplación de turcos, y con tanta atrocidad, atribu
Jaques, diciótidole que había de morir luego; y habiendo yeron la causa á españoles, que son allí el blanco de
preguntado por qué, y pedido confesión y tiempo para todas las calumnias y invenciones. Conque, á su pare
encomendarse á Dios, no le dieron otra respuesta que cer, remediaban lo primero y ganaban en lo segundo por
echarlo en la mar con un peso al cuello. Y luego Hi los fines referidos. Y esta opinión se funda en la noticia
cieron lo mismo con un cnpitan Langlade, francés, del hecho y en otras cosas muy razonables : entre las
que se huyó con él de Ñapóles: que fué ejecución pro cuales es, haber ahogado los franceses en la cárcel pan
piamente turquesca, ó por mejor decir, veneciana. que no hablasen en público ; y que siendo personas que
Todo esto se hizo estando ausente el embajador de se podian guardar sin riesgo, fuera justo que los tuvieran
Francia que resille en Venecia, que había ido á Nues de manifiesto para que, tratando de poner culpa á prín
tra Señora de Loreto. Y habiendo vuelto y sabido lo cipes tan grandes y á personas de lauta calidad, y coa
que habia pasado, y que por orden del consejo de Diez quien la República no tiene que ver, pudiese mostrar
rompieron las puertas del aposento y escritorio del el fundamento de lo que han dicho y publicado á sa
maestro de postas del rey de Francia en aquella ciudad, biendas, para engañar al mundo como suelen.
para tomar los papeles de Nicolás Rinaldo , — mostró Y no es menor presunción de venecianos el mostrar
mucho sentimiento dello, afirmando «que el Rinaldo iba sentimiento de que yo les desviase de su servicio i los
ó Francia con un despacho de Jaques Pierres para su que ellos mismos habían desviado del de vuestra ma
Rey, avisándole de los desinios del duque de Osuna jestad; que es cosa muy suya y que há mucho tiempo
y proponiendo diversas empresas; y que él habia visto que la usan , sin algun respecto, para mostrar que no le
el despacho y dádole el pasaporte; y que lo que decían tienen á vuestra majestad ni temen el castigo que me
de la conjuración lo habia avisado a la República el recieran por ello.
Jaques cuando fué de Ñapóles; y que el castigo tan Cuando andaban en las averiguaciones de lo sobre
cruel de los franceses fué por ganar gracias con el Turco; dicho, mostraban mucho temor y cuidado, y mandaron
y que era cosa muy mal hecha y gran desacato el tomar hacer diligencia de casa en casa para saber los foras
despachos para su rey y matar al dueño y al que los teros que habia en la ciudad; y publicaron que en dos
llevaba y á sus dependientes , siendo todos franceses.» dias habían huido della más de seiscientos franceses
Y la república está con temor de alguna demonstracion que estaban prevenidos para ejecutar el tratado. Pero
rigurosa del rey de Francia; y el Pregadi (a) ó senado se tiene por cierto que no llegaron á sesenta los huidos,
quisiera que, por ser cosa que tocaba á príncipes, no y que fué por temor de ver que prendían á cuantos
se hubiera resuelto el consejo de Diez sin su parecer. Y veían de aquella nación.
tengo aviso de autor fidedigno, de que ha escrito el Y de todo esto se infiere la poca prudencia de vene
embajador francés á su rey todo lo sobredicho en buena cianos en mostrar que ochocientos hombres pudiesen
forma, para que conozca el proceder de venecianos. salir con tan gran hecho, y la malicia de culpar en ello
El criado mió borgoñon, referido en esto (que es á los españoles , y la impiedad tan abominable de matar
persona ligera y de poca substancia), me ha dicho des cristianos por gratificar al Turco. Y si entendiere al
pués, que lia muchos meses que el Jaques Pierres y los guna otra cosa en esta materia, daré cuenta della i
suyos enviaron á proponer al duque de Osuna la fnnna vue Ira majestad. Dios guarde, etc.
de una empresa contra Venecia, semejante á la sobre
dicha que han publicado venecianos; y que el Duque no DOCUMENTO LXXVI1I.
hizo caso de la proposición. Y según esto, sospecho que
los dos hermanos franceses dijeran algo de aquella pro Castigo Essemplare Be Calumnialon Attiso di Parnaso di Talerv
Futeio Sinoiano. Al Serenus. et Intiliss. Cario Emane I Dará é
puesta. Y aunque los jueces debieran agradecer el no Savoia, &c —/» Antopoli x i.dcxxi.—Helia Stamperia Regia. :>;■
haberla aceptado el Duque , pudo más en ellos la pasión
y aborrecimiento contra vuestra majestad; y el testi 11 Serenissimo Apollo fá castigare due triste /"«mi
monio de su propia consciencia dedos (que andan siem ne et un vigliacco Spagnolo, perche havendosi figúra
pre traillando contra la reputación y estados de vuestra lo per arte mágica d'essere la Regina d' Italia, la Re
majestad y de su casa); y particularmente de haber dado pública di Venetia, et il Duca di Savoia, haveano pro
oídos á la proposición tan perniciosa de Mos de Lausae, curato con infami calumie di denigrare la fama di
francés, contenida en un memorial que dio al embaja quei nobilissimi Potentali.
dor de la República que está en Paris, á 2 de hebrero Figura el autor que la República de Venecia se pre
deste año, de que tendrá vuestra majestad noticia por sentó en Parnaso, seguida solo de dos escuderos y del
carias del duque de Monteleon , por lo cual merecían Duque de Saboya, y que en lugar de hospedarse en el
cualquiera gran castigo; y la ejecución de lo que vues palacio de la República romana, que le estaba aparejado
tra majestad me ha mandado en sus reales cartas de 20 por Apolo, fué á alojarse á un mesón; lo cual cansó
de junio y 29 de noviembre del año pasado de 1617, grande extrañeza á las gentes. Decían algunos ignoran
á propósito del motin del primer regimiento de holan tes que lo hiciera por razón de estado, sin considerar
deses que fué á servir á aquella República y de las que por razón de estado debiera hacer lo contrario, «-
(«1 Por ser rogados para juntarse los senadores (segnn la cons tí) Extracto, becbo por el señor don Pascual de Gayinias, d<
titución veneciana), llamábanse Pregali, ¡i Pregadi en dialecto de este folleto en A.', con 9 hojas, en letra italiana ó bastardilla. La
aquella república. edición primera es del ato 1618.
DOCUMENTOS. ASO 1616. 631
indo la ragione insegnata in prattica da' moderni dal modo del suo pretendere, chiaramente si scopre
'rihcipi Spagnoli ch'hanno fonaata tülta la grandez- costei esser una persona finta, si che la Maestá Tua con
a loro nella opinione senza fondamento, e netle ap ollimo consigliot'ha falta trattenere la neWOspitale,
áreme prive di sostanza. Decían otros qué lo hacia per meglio vedere la sua causa : nella quale procedendo
or hipocresía, como si hubiese venido á pretender de con rigore e tormenti, come pensó, che sará conve
polo el dominio supremo de las Indias, soltó colore di niente e necessario, si scopriranno recondili secreli,
uro telo d'insegnar a quei barbari la luce della Santa de" quali non voglio mellermi a parlare per non fare
eiigioné, e del vero viver político; ma solo a fine di dell'indovino. Resta per solo dubbio da risolvere ció
Tare glistati a" Principi nalurali, privar quei popoli che si debba credere ai qucslo Duca di Savoia, che si
fila robba e dell'hottore , fare schiave le persone che poveramenle Vha acompagnata; e della Rgina d" Ita
idio ha crtate libere, dar a mangiare a' cani le lia che tanto acerbamente rha ripresa. Non sará
arhi humane, arroslir gli huomini vivi , vender yli difficile al parer mió, se noi consideriamo. »
ioii a chi vuol adoYarli, e far idoli a se stessi solo l' Aquí llegaba el Boccalini con su arenga, cuando se
ro eVnrgenlo; e in gomma scoprirsi lupn dopo enlrata hizo un gran movimiento entre los cortesanos, produ
itto pelle ii pécora fra quei miseri greggi semptici, el cido por la llegada de un correo, que se decía portador
vwcenti; non mostrando alcuri'altro atto di religione de buenas nuevas. Admitido á presencia de Apolo, le
t non di far impiccare quei meschini a tredici a fre entregó dos cartas, una de la República de Venecia y
íd itt honore di Christo e de' dodici Apostoli. otra del Duque de Saboya. Preguntado si traía alguna
De casa de la República de Genova salió voz que lo mas para otros príncipes de los que se hallaban reuni
acia por pura pobreza, habiéndolos pedido á los mer- dos en la corte, contestó que no, porque una que traia
aderes de dicha ciudad un millón de durados que les para la Reina de Italia se la había dado dos días antes
egoron (i la manera que España acostumbra á pedir en el camino de Italia, donde le encontró. Quedaron
ía, con mil bajezas y humillantes palabras, siendo co- Apolo y sus consejeros pasmados al oír esto; y abiertas
i notoria que sin este socorro dicha potencia se hu lascarlas por Claudio Tolomeo, gran canciller del Sena
lera muchas veces visto perdida); pero lodo el mundo do deifico , se vio -que la una tenia la fecha de Venecia
íhe que el tesoro de Venccia no necesita de auxilios y la otra de Turin ; reconociéronse escrupulosamente
itranjeros, por estar ahora más lleno que nunca. Y las firmas y los sellos, y se vio que eran auténticas las
icgo se averiguó que estas voces malignas las habían unas y verdaderos los otros. Decían las cartas cómn la
echo circular genoveses, traidores y usureros, enemi- paz halda sido ajustada entre España, Saboya y el Rey
;os de Venecia. de Bohemia y la República de Venecia con condicio
Viendo, pues, que ni la razón de estado, ni la hipo- nes muy justas y honrosas para todas las partes con
resia, ni la pobreza podían ser causa de la venida de tratantes, y principalmente para los principes italianos
i República al Parnaso con tanta humildad y con tan (á 26 de setiembre y 9 de octubre de 1617).
oco acompañamiento, los políticos y cuerdos se echa Descubierto asi el engaño, Apolo mandó llamar á la
ra á considerar cuál podría ser el móvil de su coñ fingida Reina de Italia y al falso Duque de Saboya, y
uda ; y todos convinieron en que encerraba algún despacito ¡í uno de sus ministros al hospital donde se
listerio. El serenísimo Apolo, sin embargo, sospe- alojaba la República de Venecia, para que se asegurase
íando loquepodia ser, mandó secretamente reunir su de su persona y la condujese á su presencia. Fué ha
msejo; y habiéndoles en tina extensa arenga expli'-a- llada la Reina de Italia en casa de la Monarquía de Es
o el iipgoció, les pidió su parecer acerca de la venida paña, y el Duque de Saboya en el hospital, donde habia
e la República de Venecia á su corte, y de las prcten- ido ú visitar íi la República de Venecia; y presos los tres,
ones que iraia. fueron conducidos á la corle de Apolo.
Habló primero- Tito Livio, y en seguida Trajano La primera á quien interrogó el juez nombrado por
occalini, el cual pretendió que no podia ser aquella la Apolo, fue la pretendida Reina de Italia. La cual se
¡pública dé Venecia. «Ufa (dijo) la Serenissima fíepUbli- obstinó en negar, hasta que puesta en el tormento, co-
i di Venetia una macstá cosí grave ne gli occhi e nella minció ella al principio a pianger e pur taceva ; ma
■onte chi ne anco velle sue maggiori turbulenze et sentendosi aggravar U dolore , con alte grida pregó
fflilioni la pub perderé giámmai : i suoi movimenlí, i che la scendessero abasso , che la veritá narrerebbe.
toi gesti sonó tutti Reati, tuttigrandí. Ben sai tu, üt- II che fatto, fu la prima cosa interrógala chi Vera;
?, che questi accidenti natura 1 1 malamanle si posstmo et ella rispóse : « lo sonó Don>a FrancEsca di Qi'E-
utare, e chela maestá Regia traluce negli alti anco- veoo, naturule di Spagna.n Comincióa ridere il giu-
i ddCeSercUió hutnile. Ma costei che vuol farsi cre dice e le dimandó come havesse havulo il titolo di
eré la República di Venetia mostra cosi nnturali Donna che solo a persone d'alto grado si suole conce
anietedibassezzaedi vUlü, che ben si vede che sonó deré. Et ella rispóse : « Signore giá in Ispagna non
te propie, ne da Principessa grave potrebberogiammai si guarda a questo; anzi si stima reputatione della
■ser con arte imítate , non che propiamente úsate. natione nostra che la maggior parte degli huomini e
'or che diró della voce? Uno dé'grandi miracoli del- delle donne si facciano credere cavalieri et dame
i natura éstimato che sia la diversitá delle faccie con un titolo di Don e Donjia, che non costa nulla.n
urnatte; Cislesso pare a me del suono del parlare; al Qul raddoppió il giudice la risa , onde il carne/ice lo
tale bens'accomoda queldetto : uParla se vuoí ch'io guardó con mal occhio. Era parimente costui di na
conosca;» et oltre al suono si considera laprovinaa, tione Spagnolo, di patria Castiyliano, di nome Gaife-
' considerano i voraboli, si considera la frase del ro; venúto poco avanliin Parnaso a questo ufficio,
iré. Non é, non é la República di Venetia costei che per non haversi tróvalo olcun'aliro nel mondo che
ile si fifiqe : tredilo a me, Sire , che moite volte l'ho spontaneamente volesse farlo. Intese il giudice nel suo
dita parlare. Costei, oltre al suono della voce aspe- mirar torio ció ch'ei voleva diré, e perche era faceto,
i, ha la pronuntia Spagnola, et ilsuo diré é misto a luí rivollo, disse : « Perche mi guardi tú bieco?
i vocaboli e frasi barbaresche. Jior come possono Pretendí tú ancora forse di essere chiamalo don Gai-
ueste cose confarsi con quelle a"una gentilissima fero?» Etcgli : «Señor, no haga vucsamerced burla de
rincipessa a" Italia ? nuestra nación ; que voto á Dios , basta decir español
» Concludo per tanto che da tulle le sue mañiete, dalla para decir hombre valeroso, hidalgo y noble. Y ha
ocei dá1 vocaboli, dalle frasi del suo diré, dalle tante blando de mí, entienda vuesamerced, si no lo sabe,
ugie, dalle tante sciochezsc, dalle me pretensioni, e que soy hombre honrado, hidalgo de la montaña, tan
652 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
bueno corno el Rey, y muchos hay ron el titulo de don lebrando con la voce, con le scritture e con le gtampr
que no son mejores que yo.» Si maravigliò molto il le sciagure successe alla República et al Duca dì Sa
giudice di così stolta arroganza della gente vile di voia , e le gloriosissime vittorie di Spagna, adulte
quei paesi. Ha seguitando il suo negotio, si rivoltò à rando le vere et aggiungendone di false. Cosi s'è pu
donna Kramcesca di Quevedo; la quale interrogata blicólo che Pannata di Napoli havea combattuto e vin
Mia qualità della sua persona, rispose: ulo nacqui ta quella di Venetia. Che quella República caricava il
di padri assai honor uti , ma poveri, onde per la popolo di si grossi tributi, che non havea robba che
povertà non potei sostentar l'honore. Nella mia gio bastasse a pagarli. Che sotto Gradisca haveano i Vene-
ventù fui stimata graiiosa et affabile »ì che molti si tiani perduto la campagna et i forti, si che s'erano ri
gnori si pigliavano gusto della mia conversai ione, per dotti a serrarsi dentro di Palma... »
sentirmi a dire motti e facctie , nel che valsi assai. Interrogata come s'havea persuaso di seminar tali
Con questo io mi procacciava il vitto alla giornata, inganni dove è il Monarca della sapienza , et i più
andando a mangiare hnggi in casa d'uno, domani intendenti huornini dell'universo, rispose che «fafc*en-
d'un altro. Io non fui iella per poter servire d'amica; z.a de la República di Venetia et del Duca di Savoia
seppi pero servir molto bene per mezzana e ministra da questa corte, e questa congiuntura della partita
d'umori. Nell'inventar menzogne e ordir inganni so della Regina d'Italia, le havea porto confidenza di
no stata sempre singolarissima. Per adornar mi di poter far credere ciò eh'havesse voluto... »
qualche virtù sopranaturale , attesi un poco di tempo Interrogata se la Serenissima Monarchia di Spagna
all'arte magica, e particolarmente volsi sapere il mo era consapevole di questi trattali, come era verissi-
do di far andare gli huornini invisibili; e quasi altra mile, poiché in suo favore si faceano, rispose che anón
Circe o Medea, trasformare tutte le creature. Nel che lo sapeva dicere; ma se n'era consapevole, che Cha
compiacendo più d'una volta a gli humori piacevoli vea sempre dissimulato , come e di sua natura in
di don Pedro di Giron, Duca d'Ossuna, mio signore casi tali.»
e mio iilolo, hora in forma di lupo, hora di porco, Interrogata come, sapendo tanto di magia, non
hora di tigre l'ho fatto andare nel regno di Sicilia s'era insieme co' suoi compaqni resa infusibile o al
e in quel di Napoli, et altre volle, mutando la sua for meno trasformata in qualche bestia per fuggire, rispo
ma in altra forma humana, l'ho saputo assomigliare se : *Assai bestie siamo siali tutti tre a metterci in
ad Amurat Rais, famoso corsaro, a Mahometto, Gran questa impresa.» (6)
Turco, e a Dionisio di Siracusa, tiranno. Con quest' Super generalia recle respóndil.
arie m'ho appresso di lui acquistato tal gratia, che Con questo esame , nel quale s'erano scoperte tan
ancora mi na fatto partecipe di que' tanti beni, de' te bugie e tanti inganni, con tante malitie, fu subito
quali ha la Sicilia spogliato e Napoli va spogliando. ricondotta avanti Apollo donna Francesca di Qieu-
E con la istessa arte me stessa nella Regina d'Italia et ii' i ; e vista la sua confessione , furono fatti venire
donna Urraca e don Beltran , die sono gli altri miei donna Urraca e don Beltran ; » quali posti afronte di
compagni presi, quella nella República di Venetia, donna Francesca , e veduta scoperta ogni casa, ra
questi nel Duca di Savoia ho trans/or malo. » tificarono di conformità la confessione di lei.
Interrogala chi fusscro questa donna Urraca e don Luego fueron los tres, llevados por orden de Apolo,
Bcllran, rispose che «quella era una povera giovane, á una oscurísima prisión bajo buena escolta, y en se
amica sua, che per guadagnarsi la vita teneva stan guida se comenzó á tratar del castigo que ün atroz
za nella casa publica di Madrid; e don Beltran era delito merecía. Algunos fueron de opinion que se leí
suo drudo.» condenase á pena capital ; pero Francisco Guicciardini
Interrogala chi l'havea indotto a fare queste tra- fué de contrario parecer, alegando que acón su muerte
sformalioni , rispose che « alcuni ministri principali se extinguiría la memoria de suceso tan grave y tras
della Serenissima Monarchia di Spagna le havevano cendental, y que convonia que los príncipes que acu
persuaso che per honore della sua patria conveniva che diesen á aquella corte tuviesen siempre delante el es
cosi facesse; ed ella havea indotto gli altri due, che carmiento.» Fué, pues, decretado:
in tutto dependevano dalla sua mano, a seguitarla, Che si facessero tre corone di carta : una in forma
et eseguire quanto da lei fusse loro commesso, con Imperiale, l'altra Reale, la terza Ducale. La prima ffr
promessa di grandissimi remwierationi.» (a) donna Francesca , Regina d'Italia ; la seconda per
Interrógala che pretendevano fare con queste in- donna l iraca, República di Venetia; la terza per aoa
ventioni, rispose : u Perche si vedevano tutte le cose Beltran, Duca di Savoia (e). Che con ire sigilli di ferro
della Serenissima nostra Monarchia andar in sinistro con l'armi della Regina , della República et del Duca,
sì, che la reputatione sua era già morta, parve a quei ben infocati, si dovessero segnare tulli tre, come s'usa
ministri che fusse prudente consiglio, già che non si le persone schiave, nella fronte e nelle guancie. Che
poteva con verità, al meno con finte apparenze, far con questi adornamenti fussero, all'uso di Spagna,
credere al mondo il contrario. E perche la reputazione posto ciascuno sopra un asino, passegiati per ¡e piaz
consiste nella stima et opinione che s'ha delle cose, e ze e strade principali di questa corte nell'hora di
l'opinione nasce della fama che nel volgo si va spar terza, e frustati con ducento sta filiale per ogn'uno.
gendo, giudicarono esser modo opportuno per questo Che fussero confinati in una perpetua carcere, la qua
inlento il far credere al volgo ignorante di Spagna et le dovesse haverc una gran fenestra con fortissime
a' Principi di questa Delfica corte che Venetia fusse ferrate sopra la piazza publica del Mercato, acciò
in somma miseria et il Duca di Savoia affatto in slessero sempre alla vista di tutti ; che per vitto loro
ruina, sottomessi e conculcali dal valore dell'armi non havessero mai altro che pane e acqua. E che sopra
nostre e che la Reginn d'Italia a noi amica, contra la delta fenestra della carcere fusse posta una pietra
di loro con molta ragione, con esser suoi naturali, si di marmo con l'inscrittione de' nomi loro, del loro
fusse sdegnata. Co'l volgo di Spagna s'è usato quest' delitto, e del castigo ricevuto.— In questa conformità
arte, che alcune persone, parte con nomi finti, come dunque hieri mattina fu eseguita la sentenzi con tanto
Emanuel Tordesiglia , Cristóbal Ramírez e Diego de
Juara , parie senza nome alcuno , sono andati ce (i) Castellani debió tener noticia de lo qoe se estampa en el
documento xxx.
le) Dice ser el Rey de llalla , don Pedro Giron , duque de Osisi;
la) Alusión harto clara i lo de haber salido de Venecia Quevedo Venecia , el marques de Vedmar, don Alfonso de la Coeva; ri «'-.-
en ballilo de meudigo. que de Sabota, el marqués de Villafranca, don Pedro de Toledo.
DOCUMENTOS. — ANO 1618. c:¡3
concorso dipopolo, che giammai sen'évcduto eguale.
E fu cosa di maraviglia che tutti i Principi di DOCUMENTO LXXX11.
questa corte, che sogliono, come é ragione, fuggiredi Carta de su majestad al duque de Osuna sobre el tanteo y re
trovarse a simiti speltacoli , concorsero non di meno lación que tocante al real patrimonio remitió con don Fran
a veder questo, come cosa rara. Solo la Serenissima cisco de Quevedo. (d)
JUonarchia di Spagna non si lasció vedere; la quale,
come sHntese da suoi cortigiani, era un poco indi- El Rey. — Ilustre Duque , primo nuestro, visorey,
sposta : non si sá se per displaceré che i suoi ministri lugarteniente y capitán general : Don Francisco de Que
senza sua saputa haobiano teníalo una cosa tanto in vedo me dio la carta que escribistes á 28 de mayo
decente, macchiando la candidezza el il decoro ch'ella del año pasado de 617, y el bilanzo ó tanteo quo hizo
publicamente professa , o se per dolore che Vinganno la Cámara de la Sumaria , de lo que había entrado en
non habbia sortito Veffelto che si desiderava. las cajas militar y tesorería general dése reino, y de
Hora se ne slanno i tre condennati rinchiusi nella lo que por ellas sé había gastado en el año de 161S;
carcere nel modo detlo, per infamia della loro na- y asimismo una relación de lo que han menguado y
tione , per esempio de' tristi e per ischerzo de' fanciul- crecido los introitos desde el año de 1612, que se hizo
li; i quali a tulle Vhore slanno facendo burla di loro, la consignación y se me envió bilanzo , hasta el año
chiamandoli Maestá , Serenitá et Altezza; e sonó cosi de 1616, que se'hizo el último que trujo el conde de
inquieti et importuni , guiando loro addosso pomi Lémos; y del crecimiento de los éxitos del uno al otro.
marci, fusli diversi, fango , e mill'altre porcherie, Y porque habiéndose visto todo con particular cui
e dicendo loro infinite ingiurie, che si crede al sicuro dado, hu parecido que para ajuslar con seguridad y
che gli habbiano a far impaszire. certeza la verdad puntual de la hacienda que tengo en
Quien tal hace, ansí lo pague. ese reino es necesario ver el bilanzo que la Cámara
hizo en 3 de noviembre de 616 , y que en él veDgan
DOCUMENTO LXXIX. * (o) apuntadas todas las dificultades , errores ó fraudes que
Más sóbrela conjunción de Venecia. Juan Vicencio Sebastiano ú otros os han dicho que
hay contra él ó contra el último que trujo el conde de
¿Y quién es aquel bergante Lémos, aplicándolas, partidas por partidas, atasque se
Que, heredero de alquiceles. dificultaren, con mucha distinción y claridad , oyendo
Los transformó en brocateles primero sobre ellas á la Cámara y recibiendo sus res
Y se los dio á su informante? puestas,— os encargo y mando proveáis que en término
¿Y quién es un ignorante preciso de seis meses se haga esta diligencia, sin alargar
Cuya estatua allá en Venecia,
Por una frialdad muy necia, lo más. Y hecha, me enviaréis todo lo que della resul
Calentaron con seroja?— tare, con vuestro pareceryel del Collateral y de la Cáma
Pata-Coja.— ra ; y asimismo una relación muy particular y distinta,
por menor, de todo lo que se ha cobrado y pagado por
DOCUMENTO LXXX. (6) las cajas militar y de la tesorería en los años pasados de
616 y 617 y en este presente de 618, y de lo que en
Y que, por lo que afirma que «todas las naciones le cada año se' ha dejado de cobrar, y por qué causa ; avi
estiman y veneran», se le dé traslado á la señoría de sándome sobre todo de vuestro parecer y el del Collate
Venecia, para que responda y envié (auténtico y verda ral y de la Cámara, á fin que habiéndolo visto y con
dero testimonio) la causa por qué el Senado mandó por siderado , yo pueda ordenar lo que juzgare más convenir
decreto que le quemasen en estatua : Como así constó á mi servicio y al beneficio y conservación de ese mi real
en España por libro impreso, que vieron y leyeron mu patrimonio. Y porque de no enviárseme cada año los
chos. bilanzos en la forma que se solía hacer por lo pasado,
Y que el mismo traslado se le mandaba dar a) reino uno por verisímil y otro evacuado al cabo del ano, re
de Ñapóles, para que con relación jurada dijese el abor sulla el no saberse el estado cierto y verdadero de mi
recimiento que le tiene por haberse fingido privado del real hacienda , y esto puede ser de mucho inconve
Virey, duque de Osuna, por cuanto por otros avisos niente,—seré muy servido que durante el tiempo do
Iiabia constado que solo hamu sido entre familiar y mo vuestro gobierno ordenéis que se hagan y se me en
zo de entretenimiento; y por haber vendido las cosas que víen con mucha puntualidad y distinción ; y que quede
su excelencia concedía de gracia , con que empobreció asenlado esto para adelante, de manera que se cumplan
á muchos y él vino cargado de dinero , que miserable y inmolablemente (sic) las órdenes que sobre ello tengo
avarientamente guarda. Y que todo esto se juntase con dadas.
el Raíjuallo del saboyano Valerio Fulvio, diligente y En la dicha vuestra carta de 28 de mayo, dais á enten
fiel historiador de su vida y costumbres der que no tenéis entera satisfacíon de los ministros de
En el folio 85, con el radical odio que tiene ¡i la se la Cámara , en materia de hacer los bilanzos con la
ñoría de Venecia (por lo que él se sabe y escribió el sa puntualidad y verdad que deben; lo cual si fuere cierlo,
boyano en el Raguallo del Parnaso), dice que «la da al seria digno de gran demostración y castigo. Y asi con
diablo, y que es república que mientras no tuviere vendrá que me aviséis en particular las causas que
conciencia durará ». en razón desto os hubiesen dicho, y el fundamento
que tuvieren; sin poner vos mano en proceder con
DOCUMENTO LXXX1. * (c) tra ellos ni contra ningún ministro perpetuo : pues
con avisarme de lo que contra ellos resultare, mandaré
Un tiempo delante de Apolo se hizo lambíen (Que- que se tome la resolución que convenga, para que se
vedo) señoría hembra : Venecia sabe lo que en esto atajen y remedien las faltas que hubiere. De Madrid,
hubo ; y mejor su plaza de San Marcos. á 23 de junio 1618.— Yo el Rey.—López , secretario.
(di Archivo general de Simancas.^; Estado.— Secretarias pro
(a) De la sátira escrita el ano de 1652, y citada á la página 627. vinciales, libro 754, Mió 207 vuello.— Ñapóles.
i» . Tribunal de la justa venga/na , página 28 ; y en la 172 , cen Víase el documento LXVII, en la página 613.
surando la Visita de los chistes.
le] Don Juan de Jáurcgui, en la jornada tercera de su sátira
dramática Et ttelraiio, comedia famosa de don Claudo; representó
la Villegas.
6o i OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
tra majestad que esto le ayude para tener cuenta con so
DOCUMENTO LXXX1II. * persona , pues él lo sabe tan mal hacer , que en ocho
Carla del duque de Osuna a su majestad, (o) años que lia servido debajo de mi mano no me ha ha
blado en particular suyo. Dios guarde la católica per
Señor: En algunas circunstancias del bilance que lle sona de vuestra majestad muchos años , como la cris
vó don Francisco de Quevedo lie entendido que se lia tiandad ha menester. Ñapóles, á 9 de agosto 16(8.—
reparado por la junta que vuestra majestad lia man C. El duque-conde de Ureña.
dado hacer. Y mi opinión ha sido siempre : que esta
materia de cuentas por la mayor parte so yerra ; así DOCUMENTO LXXX1V. ♦
por la dificultad dellas,como por la poca integridad
de los oficiales. Loque se ha podido sacar se envia á Tercera vez consulta á sn majestad el Consejo sobre la cansa it
don Juan de Castelblanco, en 16 de julio de 161R. (4)
vuestra majestad con la major claridad, según dicen
los que la han hecho. Suplico á vuestra majestad, si se Señor : Por otras dos consullas se ha dado cuenta i
reconociere algún yerro , mande al presidente del Con vuestra majestad del proceso que se iba haciendo es
sejo de Italia y al mismo Consejo ( pues en esta materia Ñapóles contra dan Juan C tstelblanco, inquisido de ;
tienen tanta experiencia y noticia) nombren las perso y por la última que se hizo en 23 de diciembre del
nas quejes pareciere más á propósito para ajustarlo. Lo año pasado, se dijo á vuestra majestad que en el proceso
cierto es, Señor, que el tiempo ha de decir las rentas que entonces presentó don Francisco de Quevedo en na
3 ue vuestra majestad tiene, y lo que se pudiere cobrar nos del secretario Juan López de Zarate, no constaba que
ellas; y las ocasiones, lo que se ha de gastar. Y en se hubiese guardado ningún término de derecho es la
tanta hacienda y monarquía no puede nunca esto ser forma de hacerlo; y que el Consejo suspendía el juicio
igual ; pues en cuatro dias que yo llegué á este reino, del por no ser entero , y decirse en la cubierta del
en la infantería española ha crecido cuatro mil hom que se iban recibiendo informaciones. — Después acá
bres, habiendo hallado mil solos; y en los gastos de el mismo don Francisco ha presentado otro, en el cual se
mar, una armada de veinte galeones sin lo que ha ido han examinado muchos testigos por un comisario que
fuera del reino. El conde de I. unios y el de Benaveuie fué á tomar la información en la ciudad de Tropea; el
dirán cuánto creció esto en diferentes tiempos de sus cual viene con más indicios de los que liabia en el pri
gobiernos , conforme á los socorros que se les man mero. Y hasta agora el comisario no ha dado cuenta déi
dó hacer; habiendo el conde de Lémos vendido de las á vuestra majestad , aguardando que se sirviese de
rentas de vuestra majestad un millón y setecientos mjl responder á las consultas referidas, y que el Virey infor
ducados, como consta por los papeles que envió , sien mase (conforme á la orden que vuestra majestad le man
do muchus nimios las ocasiones de gastos en su tiempo dó dar) de loque después liabia pasado. Y por la parte se
que en el mió. Lo que aseguro á vuestra majestad es, había dicho que los jueces le habían dado las defen
que no hay hacienda en España, conque sé hubiera siones , no obstante las menos indicios; y queel Duque,
sustentado la armada de alto bordo; y que se hubieran habiendo tenido noticia que uno de los principales cóm
hecho en ella ricos muchísimos hombres; y que en ma plices , examinado contra dicho don Juan , había dicho
teria de bastimentos y municiones (dundo siempre se que era falso lo que había depuesto contra él , y que
mete la mano) se ha procedido con singular limpieza, esto lo había dicho á instancia del escribano , los labia
así en la distribución como en la calidad : conócese bien hecho venir á ambos en su presencia , y en ella bahía
no habiendo muerto en los bajeles gente de enfermedad, confirmado lo mismo; y que por esto ¡labia mandado
sobre dos años de navegación y tanta aspereza de tiem que se procediese contra el dicho escribano : el cual,
pos. Merecen premio los oficiales y capitanes, que no por temor de la pena de muerte que se da á losquepre-
bastara ningún rigor mió si no fueran hombres de bien. senlau testigos falsos, por pragmática de aquel reino,
Ha sido de gran consideración no haber en cada bajel había procurado huirse de la cárcel de la Vicaría , ha
más de un capitán, que gobierna el bajel y la infantería, ciendo un agujero en la pared , por lo cual le había con
y así depende todo de una cabeza; y no es de menos denado á muerte
consideración al tiempo de pelear, pues se excusa (en
la falta que hubiere) que el capitán del bajel eche la DOCUMENTO LXXXV. •
culpa al de 1a infantería, y el de la infantería al del ba
jel. Y en este armamento el capitán me ha de dar Carta de su majestad al duque de Osuna sobre la cansa del ceiíí
de Nota, (c)
cuenta de la infantería , gente de cabo del bajel , mu
niciones y bastimentos ; si bien es verdad no digo esto El Rey. — Ilustre Duque, primo, visorey , lugarte
ávueslra majestad por regla general, pues en ninguna niente y capitán general : Habiendo visto los papeles;
otra parte se hallarán capilanes tan platico* en tierra sumario del proceso que por vuestra orden se iba ha
y mar como los que tengo aquí, pudiendo cualquiera ciendo contra el conde de Mola, y en vuestro nomine
Sellos ser piloto en esta armada y mandada toda. Y presentó don Francisco do Quevedo, y asimismo al
así, suplicaré á vuestra majestad á su tiempo se iiaga gunas escrituras que se han presentado por parte del
eslima de sus personas ; y agora me ha parecido en dicho conde; y considerado que para conservar la au
viar una nota al consejo do Estado y al de Italia , para toridad de la justicia, que tanto importa, v para qw
que vuestra majestad sepa los hombres que tiene de se pueda pasar adelante en esta causa, conviene queei
quien pod t echar mano para las cosas particulares que dicho Conde se presente en las cárceles desa ciudad,—
pueden ofrecerse; y yo me doy liarla priesa en sacar con he acordado que para esto se le señale término de cua
esta buena disciplina los más que puedo. — El almirante tro meses ; con declaración que si se presentare, le
Rivera me descuida de lodo, que en mi condición es haréis poner en prisión decente á su edad j cuali
hurto; y cierto, Señor, que este hombre merece cual dad, teniendo también consideración á los delicies de
quiera grande honra y merced de vuestra majestad, que está indiciado. Y así os encargo y mando lo bagáis
porque hoy hay falta de personas que sepan mandar y ejecutar, y que por ningún caso se naga, de nuevo, pro-
pelear.
Para nada de lo que be dicho me acuerdo que el (tí Archivo general de Suii;iurai.=Kslída.-TSecretarias paoiit-
almirante sea hechura mía , sino para suplicar á vucs- c hiles, legajo número 13.— Ñapóles.—Véanse los docuneiiloa IA,
I-Vi. LXUI, ea las paginas 610 y H\l.
(«i Allí, libro numero "Si, folio Siu, Véanse los docaataku l
(«) Archivo de Simancas. = Estado. Legajo 1,881.— Ñipóles. j LXIV de las páginas l»7 j 6M.
DOCUMENTOS. — ANO 16 1 8. 653
:edimiento alguno contra la persona ni hacienda del sirviéndoles y guardando sus personas. Y en cualquier
¡icho Conde ni en la causa. Y luego que se hubiere tierra deslas donde esto se hubiere de hacer , escri
> resé n lado en la forma dicha, me lo avisaréis y cómo le birá vuecelencia á sus amigos que, en cada lugar donde
eneis preso. Y si no se presentare en la cárcel dentro se hubiesen de poner los carteles , tengan apercebidos
iel término señalado , me lo avisaréis asimismo , con cuatro mil hombres de guerra á mandado destos se
o demás que hubiere en la materia, sin proceder en ñores , para lo que se les ofreciere. Y qu'esto será muy
día mas adelante , como arriba queda dicho ; á fin que fácil para vuecelencia , y se podrá hacer estándose su
risto y entendido lo uno y lo otro, yo ordene lo que excelencia despachando, dando á entender á todos que
:onvenga en esta causa. De San Lorenzo el Real, á 18 no sabe nada desto, antes mostrando pesarle dallo, dan
le agosto de 1618.— Yo el Rey.—López, secretario. do á entender que procura quietarlo.» Respondió que
«guardase Dios a vuecelencia, que tan bien estaba en to
DOCUMENTO LXXXVI. * das las cosas, que prevenía lo que podia suceder; que
!n carta del marqués de la Laguna . consejero de estado, para el
lo estima en mucho , y que tocia la merced que le ha
luque, virey de Ñapóles, Techa en Madrid a 20 de julio de 1618. («) cia vuecelencia se la debía á lo mucho que su exce
lencia le deseaba servir; que no era menester nada, que
Vuecelencia me tiene cada dia más obligado , que Dios les había castigado como merecían.» Mostróse tan
mnea se cansa de hacerme merced; que la cadena y agradecido desto y díjome tantas cosas, que no se las
ne Jalla y las dos piezas de gorgueráu que me trujo don sabré encarecer á vuecelencia. Dije que vuecelencia
' rancisco de Quevcdo (beso á vuecelencia muchas ve- me había dicho que dijese á su excelencia «que desto
es las manos), que todo escomo de su mano. Todo lo ni de ningunos negocios del reino , don Francisco de
¡ue tocare á vuecelencia que yo entendiere de cosas sit Quevedo no habia de saber nada; porque en cartas que
as, no tiene vuecelencia qué agradecermo, pues puede había escrito á vuecelencia se contradecía, escribiendo
star muy cierto que le he de servir de muy buena ga- unas veces que el señor duque de Lerma lo podia todo
ia ; y i emíteme á don Francisco de Quevedo si lo hago y que su excelencia no podia nada, y otras veces de
lo liaré siempre. Y suplico á vuecelencia se me mau cía que su excelencia lo podia todo y su padre no podia
le; y lo que se ofreciere de vuecelencia holgaré lo sepa nada.»
o antes que se sepa en el Consejo, porque no falte de Desto se rió mucho el duque de Uceda , y díjome
lallarme en' él. También he pedido un uegocio á don que «le tenia por hombre fácil ; y que á su excelen
'rancisco de Quevedo que suplique á vuecelencia de cia le subcedia con él lo mismo; y que eso nacia de su
ni parte, como él dirá, porque labro una casa y he me- facilidad, dando crédito á lo que ota decir por lasca-
lesler ser ayudado en lo que hubiere lugar. Vuece- lies.» Dije cómo habia escrito-vuecelencia que en cum
encia me hará merced. pliendo los tres años que no estaría más ahí ; y cómo
vuecelencia está determinado, en cumpliendo, á ve
DOCUMENTO LXXXVH. • nirse , aunque vuecelencia no tenga orden de su ma
Carta al duque de Osuna , de Luis de Córdoba, su camarero. (¿) jestad para ello ; porque vuecelencia no es de los hom
bres que han de estar atenidos á que picaros digan :
A 22 deste llegué aquí , y por el camino supe que su «¿Cómo no se va el duque de Osuna , que ya esta aca
n.ijeslad había ido á Guadalupe ; y sin salir del mesón bado su gobierno?» Respondióme que me viniese aquí,
londe me apeé, me partí para allá ; y á la vuelta que que su majestad había de ir un dia después de Todos
enia le encontré en Velada, donde di el pliego que Santos al Tardo ; que yo fuese allá, que hablaría largo
raía al señor duque de L'ceda , diciéudole que solo me conmigo.
miaba vuecelencia con ese despacho. Recibióme muy Dije cómo en su pliego enviaba vuecelencia carta
den , preguntóme cómo quedaba vuecelencia ; y des- y poderes al Marqués, mi señor, pata que gobernase
mes de haberle respondido, le dije «que si para su ser los estados de vuecelencia ; que si á su excelencia le
vicio convenía que vuecelencia se partiese á España, se parecía dárselos , y si no que hiciese lo que mejor
wrtirá al mismo punto que su excelencia avise ; y que le pareciese. Respondióme que hasta que me volvie
■n su pliego venia car La para su majestad , en que vue se á ver con su excelencia que no dijese nada al Mar
cencia pide licencia ; que si á su excelencia le pa- qués , mi señor. Díjele cómo vuecelencia me mandó
ece dársela y pedírsela, que al momento que vuece- que supiese de su excelencia qué gustaba que dijese á
encia la tenga se partirá ; y sin ella, como importe á su (¡ué habia venido, porque tenia orden de vuecelencia
ervicio.» Respondióme, mostrando mucha alegría: de no salir un punió de lo que me dijese. Díjome que
i ; No hay tal amigo como el duque de Osuna! y estimo dijese á los que me lo preguntasen, «que habia venido á
ñas tenerle por amigo que el puesto que tengo; sí, ú ver al Marqués, mi señor, y á mi señora la Marquesa,
e de caballero.» y á tratar si habia alguna orden del desempeño de vue
Dije, como vuecelencia me mandó, «que si es celencia;» y que lo mismo dijese al Marqués, mi señor.
os señores de Lémos tratasen de escrebír algo sobre Después desto fui á ver al Marqués , mi señor , y una
oque subcedió, que vuecelencia tiene por amigos los carta que traía de vuecelencia para su señoría no se la
un joros señores de Inglaterra , Alemania , Fláiules y di, por si en ella decía algo de los poderes que vue
■"rancia; donde podrá ir el Marqués, mi señor, y el Al- celencia le enviaba, ó de lo demás que vuecelencia
nirantey el duque de Cea, cada uno de ñor sí, y poner escribía al señor duque de Uceda. Preguntóme su se
mi todas estas parles carteles contra los qu ellos hicieren, ñoría si le traía cartas; díjele que por ser yo el men
Hilándoles como merecen , dieiéndoles que son unos sajero, por eso no había escrito vuecelencia! Preguntó
jellacos , infames, traidores á Dios y al Rey, desafián- me que á qué venia ; respondílo conforme á la orden
lolos; y que para esto tiene vuecelencia ahí cuatro- que me dio el señor duque de Uceda. Volvióme, á que
denlos hombres particulares, capitanes y alférez, y rer apretar, y yo siempre le respondí de la misma ma
entretenidos hombres, de quien se puede Dar que irán nera. Secóse su señoría conmigo, y volvióme las espal
das sin mirarme ni decirme nada.— A mi señora la Mar
(.«) Se copia en los careos hechos al Marqués en la causa del quesa di una carta que iraia de vuecelencia y otra de
loque de Osuna; acusándole la Junta de solicitar él mismo los re mi señora ; está su señoría muy linda , Dios la guarde.
íalos, y tomar en dinero lo que habia pedido en otras especies.— Al Almirante ni al duque de Cea no he dado las cartas
lucumento original.
¡4 Traslado auténtico hecho en 1621, que tengo 1 la vista, y se de vuecelencia, porque así me lo ha mandado el du
rajo a la causa del Duque. que de Uceda. A don Andrés Volazquez , y Luis Al
6o6 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
varez, y Sebastian de Aguirre, y contador Lubiatio di ocasión tan forzosa; que me hará muv gran merced
las cartas de vuecelencia, y les dije lo que vuecelencia vuecelencia, á quien Dios me guarde, paáre j señor nía,
me mandó; que deso y ríe lo que me ordenare el señor como deseo y he menester. Dé Madrid, á 8 dejulio 1650.
duque de Uceda no saldré un punto.— Después de ha —Su hijo de vuecelencia. — Y. El marqué» áttútfi
berme visto cu el Pardo con su excelencia, si me des
pachare me iré sin detenerme un punto; y si no, es 1621.
cribiré á vuecelencia dándole cuenta de lo que resul
tare. DOCUMENTO XC. *
Ya habrá sabido vuecelencia cómo el conde de Lé- Carla de Quevedo al duque de Osuna, (a1)
mos partió de la corte con su casa para Galicia. El
cardenal de Lenna eslá en Lerma : unos dicen que fué f Excelentísimo señor : Cuando parti de Napes
con su gusto, oíros que le hicieron ir; no sé qué se dije á vuecelencia cómo en mi poder estaban cica
puede creer. El señor duque de Uceda es solo el que mil ducados de los ocho que el Consejo dio pan la boúa
negocia, y muy á satisfacion de lodo* , como vuece del Marqués, mi señor, y ocho mil reales y cuatmu;:-
lencia debe saber. tos masque me quedaron de la cuenta que di en lie «■
Aquí ha venido nueva qu'es muerto don Alonso Ulia- taduría de vuecelencia, del gasto de la Duda. Vuecen
quez, y por su muerte ha vacado uua encomienda cia dijo que yo me los tuviese. I.nvió vuecelencia al ca
de ocho ó diez mil ducados. Luego que lo supo el marero de allí á año y medio con orden que cobrase ie
Marqués, mi señor, envió á Juan Ladrón (o) al se mf los cinco mil ducados ; díselos el propio dia- Ras
ñor duque de Uceda para que la pidiese á su ma quedado en mi poderlos ocho mil cuatrociento reales
jestad ; no sé lo que respondió , ni otra cosa de qué Y como estoy preso y desterrado, y con más rigor e¡fc
poder avisar A vuecelencia , á quien nuestro Señor ha estado caballero jamás, y cada dia se ve peor cola
guarde muchos años con mucha salud para honra de ción en mi carcelería, — lie querido traer esta deuda í i
Espaiia. De Madrid y octubre 30 de i 61 8. —Esclavo de memoria de vuecelencia para que yo acabe esta casi
vuecelencia , Luis de Córdoba Somonte. y dé satisfacion , como es justo y lo debo hacercow ¡
cuando vuecelencia mandare; certificándole que taé
DOCUMENTO LXXXVIH. * vivir y morirá sus pies en todo tiempo, confonneaii
obligación. Nuestro Señor guarde á vuecelencia, cat.
Parte dado por el regente don Felipe de Haro , i 10 de diciembre deseo y he menester. Uclés : 25 de febrero de Ifil.
de 1618. (*)
— Excelentísimo señor. — Besa á vuecelencia la dw
Este papel se envia á su majestad con consulta de su criado Don Francisco de Quevedo- Villegas.
10 de diciembre 618, donde se cita.— El regente don
Felipe de Haro dijo que anoche, 10 desle, le habia DOCUMENTO XCI. *
enseñado Sebastian de Aguirre uua carta de Ñapóles Párrafos de cartas del cardenal Zapata al conde de Bcuittüt, fe-
de i." de noviembre , y que el que la trajo le dijo que de Ñipóles, i W de mayo de «.11. <■]
era un criado del Duque, que partió deNii pules á las seis;
y que la carta dice que el Duque estaba indispuesto de Vuecelencia conoce del proceder de Osuna lo dmo¡¡p
una fuente que le habiati hecho aquella mañana. Y que se-puedefiarsi se escapase. Conviene, ya qneseresofe
asimismo el que la trajo referia que se habia hollado el detenerle , poner grande cuidado para que do a*
en Níípoles al tiempo del rumor que habia sucedido ya ; y por el servicio de Dios y del Rey nuestro tenor, k
en Ñapóles ; que habia sido cosa muy ligera y casual, aviso á vuecelencia. Y si fuere menester darme por ati»
tanto, que cuando el Duque llegó no tuvo qué hacer, dello, vuecelencia lo haré adonde fuere necesario-
porque estaba todo sosegado. Y que lasfalucas que sa Grandes poltronerías se descubren de los qw *r
lieron con gente armada, salieron á encontrará don han sido ocupados estos años. A don Francisca^!
Francisco de Quevedo, que iba desta corte. Por lo cual Quevedo quisiera tener por acá, y á algunos de los cia
el dicho Regente fué de parecer que se suspendiese el dos de Osuna. Dígame vuecelencia si se escribirá ¡¡
dar cuenta a vuestra majestad , hasta que haya correo que contra ellos se hallare. Aquí está nn padreCsb-
del Duque ó venga el ordinario ; de quien se sabrá por clérigo menor, que era el trujamante de mili coas as
muchas partes lo cierto de lo que en esto ha sucedido. hechas. Creo que fuera bien echarle mano con tute-
— Don Felipe de Haro. dad del Papa , y hacerle confesar ; que dirá muebasce-
sas. Y aun á es'e obispo de Urgento fuera razón ![*■
1620. tarle , que lo merece. Hágase justicia; que biencofc»
su majestad algunas partidas, que buena la llevó Ir-
DOCUMENTO LXXXIX. * be , y era bien aplicarla á gastos de guerra.
Carla del marqués de PeAaüel i su padre el duque de Osuna, (c)
DOCUMENTO XCH. *
Padre y señor mió : Don Francisco de Quevedo me Adquiere don Francisca de Quevedo el señorío de tti***
ha prestado docientos ducados para hacer un vestido Torre de Juan Abad.
pata ir á recibir á vuecelencia ; á quien suplico se los
mande pagar, y le agradezca haberme socorrido en En el antiguo camino real de Madrid á Andaliw
dos- leguas antes de llegar á Sierra-Morena j ra lK"
(«) Juan Ladrón de Guevara, criado del duque de Osuna, le sir
reno hacia ella inclinado, parte llano, parte "x*1**
vió desde su niñez y en Flandes; y al partir el Duque, para Italia, y todo de color bermejo , tiene asiento la Torre it'f
quedó ile camarero de su hijo. Abad. Contábase en el tiempo á que todas estas»'-*
(í; Archivo general de Simancas.=Estado. — Secretarlas pro cias se refieren, entre las poblaciones del reino Ji*
vinciales, legajo número 13.— Ñipóles. bispado de Toledo , provincia de Castilla, areediaM^
(c) Autógrafo y de pésima letra.
La junta que desde los primeros dias del reinado de Felipe IV de Alcaraz , partido del Campo de Montiel , cuja?**
procesaba ai duque de Osuna , halló entre sus papeles este docu nación residía en Villanueva de los tafanles. Coa»
mento ) el xc ; v con cüus formó pieza separada , anhelando apo
derarse de los ocho mil cuatrocientos reales á que la cédula de ¿5
de febrero de 16-21 se rellere. frf) Encabeza los autos de que se hace mencioa «l»l« *■ **
Originales tengo sobre mi mesa los autos que autoriza Lázaro mentó uiui. • _■ •jü
de los Ríos, del consejo de su majestad y su secretario y de la (e) Copia auténlica, que acompaña a in decreto «npu"*
junta de los duques de Uceda y Lerma. rey don Felipe IV.
DOCUMENTOS. — ANO 1621. «57
por el cierzo con los términos de Valdepeñas, Castellar quizamíes, aparadores y chimeneas; todo de linda tra
de Santiago, Cózar y Alcubillas-, por oriente con los de za y ricos adornos , robusto y de buen aire , como edi
Montiel , Almedina y Puebla del Príncipe ; por mediodía ficio del siglo xui , erigido por el valeroso Maestre á
con los de Villamanrique, Chichina de Segura y Sanlis- quien cupieron tantas riquezas en la conquista de Se
téban del Puerto; y se enlaza por occidente á los del Vi villa. Por último, allí se guardaban hacíalos años de 1575
so, Santa Cruz de Múdela y Torrenueva. A media legua no pocos pertrechos de guerra, en paveses, cascos, yel
hacia esta parle nace el rio que dicen la Cañada-Santa- mos, coseletes, ballestas , arcabuces y culebrinas.
María , dando movimiento a trece molinos harineros y Consistían las otras defensas del territorio en los
fertilizando algunas huertas de pocos árboles, destina castillejos de la Dehesa y de la Cabeza del Buey , en
das á producir linos, cáñamos y verduras , cuyo diez las dos atalayas de la sierra del Cabrón, que se decían
mo importaba sobre mil reales cada año. Cruzan el tér los Angadiles, y en la torre de la Higuera, media legua
mino , al occidente el seco Guadalén , que absorbe los hacia el sur, próxima á dos fuentes, una famosa por
veneros de la Cañada-Santa-María ; al sudeste el cau las excelentes sanguijuelas que cria.
daloso Guadarmena, y al norte el invernizo Jabalón, No conservaba en el siglo xvi la población vestigios
todos á mucha distancia de la villa ; en la cual y sus de sus muros y cerca ; las casas , en número trescien
alrededores no faltan abundosas fuentes, y pozos ya de tas, de otros tantos vecinos, cuales eran de tierra y
dulces, ya de*salobres aguas. Las dehesas de Zahora (1 ), escorias de fierro , cuales de piedra labrada y mam
Montizón , los Hitos (por donde pasaba la via romana do puesto, con portadas arquitectónicas. Buena iglesia
Mérida á Zaragoza), las Navas, Santa Gadea y otras dos parroquial , bajo la advocación de Santa María de los
más crecían cumplidamente , no los propios de aquellos Olmos (con un cura de la orden de Santiago y un ca
habitantes, sino las rentas de los comendadores de Chi- pellán del hábito de San Pedro); á media legua hacia
clana y Segura y del mayor de Castilla, de la mesa maes poniente la capaz y bien trazada ermita de nuestra
tral de Santiago y de varios pueblos convecinos. Era Señora de la Vega, en lo antiguo monasterio de frailes,
ocupación de aquellos moradores la labranza y crian donde puso un excelente retablo el famoso poeta Jor
za de ganados; los frutos de su trabajo y riqueza eran ge Manrique; y el edificio de la tercia— componían los
el trigo , la cebada , el ceiiieno y el vino ; de todo pan principales del lugar; el resto completaban dos hor
diezmábanseles tres mil fanegas, y subia en arrenda nos, dos tiendas, un hospital para recogimiento de
miento el diezmo del ganado á ciento cuarenta mil mara pobres pasajeros, y otras cuatro : ermitas de santa Bár
vedís; en fin, las personas ociosas é hidalgas recreában bara, san Pedro, san Miguel y Santiago. Junto á ella
se con el ejercicio de la caza de liebres , perdices , ja se descubrían muchas notables ruinas romanas de xoray-
balíes, coraos , venados y tal cual oso , no raros -por las ces ó lagares, silos, pozos de piedra, y los vestigios de
guájaras y fragosidades próximas á Sierra-Morena. Con la torre con sus ¡dos cavas y foso, cuyo fundador,
taba en su jurisdicción hasta ciento noventa y cinco dueño ú alcaide, el buen Johan Abbad, defendiéndola
quinterías ó casas de campo; y en el camino real de contra muchedumbre de enemigos , hubo de dar nom
los carros, la venta del Villar, muy frecuentada de Ira- bre á la villa. Tenia esta por armas y blasones una
ginantesde Granada y Sevilla, manchegos y castella torre con sendas encinas y hachas á los lados. Anti
nos, que proveían el pueblo de cuanto le faltaba, so gua , de mucha autoridad, de honrados vecinos (todos
bre todo de aceite, fruías y maderas de pino , lleván labradores, salvo algunos oficiales menestrales), con
dolo de Baeza, Jaén, Veas y de las sierras de Aleará/. once casas y familias hidalgas, sin que la envaneciesen
y de Segura. Algunos escoriales y pozos mostraban mayorazgos ni linajes ilustres, preciábase al comenzar
haberse neneficiado minas en otro tiempo; mientras el siglo xvn, de tener veinte leguas en contorno de tér
daban testimonio de cuan habitada estuvo aquella co mino y jurisdicion, seis de largo y cuatro de ancho,
marca grandes rastros de fortalezas, aldeas, monas valiendo cuarenta mil ducados su propiedad , y decían
terios y alquerías en las dehesas ya citadas , y cierta que mil quinientos la estimación de lo útil y honorífico.
manera de población en los sitios de Villalgiailo, Al- Si algún viajero gustase de conocer su historia, y
monecí , Fuente del Álamo y San Pedro del Sabinar. alguien entra en curiosidad de oír cómo vino, siendo
Pero las más famosas antiguallas del término eran las pueblo eclesiástico , á poder de Qcevedo, agradézcame
Torres de Xoray y el castillo de Montizón. el penoso trabajo que he puesto para reunir las siguien
Destruida, y á media legua de la Torre de Juan Abad, tes noticias, por más que el relato le parezca largo,
se ve aquella fuerza de moros, hecha con tierra , cal y descosido y minucioso.
arena, de tapiería , que por vecina ó por haberse fundado De aquel territorio ninguna se halla anterior al tiem
en el sitio de algún lagarejo , alcanzó semejante nom po en que le oprimían romanos y cartagineses, dispu
bre ; eso quiere decir xoray en lenguajo africano, tándose el dominio de España. Poseíale entonces la
jaraíz, quo decimos nosotros. —El hermoso castillo de poderosa tribu de los metanos, llamada así de Oreto,
Montizón, perteneciente á la encomienda de Chiclana, su primer capital, cuyas ruinas (por bajo de Granálula
álzase una legua hacia el sudoeste , en cierta sierre- y el rio Javalon , en la ermita de nuestra Señora de
zuela de peña viva, frontera de otra, que estrecha y Oreto) aun conservan el antiguo nombre. Ocupaban los
hace levantar mucho ruido al rio Guadalén. Sobre las oretanos cuanto hay desde Puertolápiche á Cazorla , y
ruinas del que los árabes llamarían Uontixón , y los la- desde el Zuja-hasta el rio Mundo, partidos en tres ca
linos Afons-mentesanits , fundóle el maestre de San pitanías, deque eran cabeza otras tantas grandes ciu
tiago don Pelay Pérez Correa por los años desde 1248 dades: á saber, la misma de Oreto, y las de Cástulo y
á 1270; casa fuerte ron su barbacana altísima, cerca Mentesa , adscritas en la división de Augusto á la pro
de cal y canto almenada, erguidas torres, y la del ho vincia Tarraconense y al convento jurídico de Cartage
menaje muy graciosamente labrada, puente levadiza, na , y después sillas episcopales cuando la santa luz del
puertas de hierro con pesados cerrojos, aljibes que Evangelio se difundió por las regiones españolas (2).
recogen el agua del cielo, cárcel, caballerizas y maz
morras, horno y tahona, iglesia donde parecen las I2i Confinando con los Celtíberos, extendíanse (en mi opinión)
los Óretenos. desde Minaia, por Villaroblcdo, Peilarova y Casti
imágenes del desenclavamiento de la cruz y nuestra llo de Cenen , hasta Villa-harta de San Juan. Partían lindes con
Señora del Rosario, estrechas escaleras , voladizos para los Carpetmo* en el sitio de las Labores, subiendo" luego cer
tomar el sol, grandes cuadras, sin que les falten za- ca de Urda y bajando por la orilla de los ríos Bullaque y Cua-
diana hasta la desembocadura del Zuja. Ya desde anuí vecina de
los Túrdulos la Orelnia, les dejaba i ellos las cumbres de Chi
(1) Tanto Tale Zakorak, en hebreo, como La blanca. llón, Almadén y Fuencaliente, la confluencia de los rios Guadali-
Q.-M. • 42
6S8 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Mentesa estuvo no lejos, y á la parte donde sale el Dos leguas de esto último, hacia el oriente, había
sol, de la actual Villanueva déla tuente (siele leguas otro muy antiguo y bien pertrechado pueblo, cuyo
al este asimismo de la Torre de Juan Abad), en el ca primitivo nombre se ignora. Los árabes, poniéndole el
mino hercúleo, que, partiendo de Cádiz, llegaba hasta
Roma ; colocada entre Mariana y Libisosa , hoy el des vale á 1800 varas. castellanas, y que en los cortijos de Callona, á
poblado de Mariena , inmediato á Puebla del Príncipe, la derecha del rio fiuadalimar, estuvo Cástulo , encentrar* la se
gunda mansión por bajo de las Navas de San Juan ; la tercera jucu
y la villa de Lezuza (1). Hé aquí los límites del obis i las Aldeas de Montizón, en el p3raje que nombran el '¿adoric.
pado de Mentesa, como aparecen de la lalación que donde parten términos las villas de Sanlistéban del Puerto, e)Vi*«
lleva el arbitrario titulo de Wamba, breve apunta v la Torre de Juan Abad; la cuarta en las ruinas, ermita y arroya
de ilurieiia, inmediatos á Puebla del Príncipe; la quinta « las
miento de persona curiosa, hecho en el siglo vil, y des cercanías y casi una locua al este de Villanueva de la Fuente, y la
pués aumentado, adobado y refundido en el xi por el postrera en la villa de Lauta.
fabulador obispo de Oviedo do:i Pelayo. Con la parro Según el ¡Iliterario de Antonino , en el camino de aterida a Zara
goza tenían los mentesanos tres mansiones, con la de Marión
quia de Baslra (Villa-harta de Sari Juan) tocaba al va conocida, no cabiendo la menor duda sobre dónde cstovirrua:
Oretano ; quedándole á este Pulixena , ó mejor dicho Carcubium.
Pólis-lena , ahora dehesa de Zaca-tena. Con Lila, tal Ad turres. . . . . . . XXVI
vez Casa de Lipa, al sur de Villarobledo, llegaba á la Mariana . . . XXIV
linde de la diócesis Ercavicb.nse; á la de Valeria, en Lauim . . . xxx-
. . . XL
Ninar, que puede ser Minaya ; y á la de Bigastro, por
las orillas del rio Mundo, no lejos de Serta, de quien Carcntiium es Caracuel ; Alces, Alcázar de San Juan.
En la carretera de Toledo a Laminio , á veinte y siete milla» il»
hace mención el geógrafo Al-Edrisi , y presumo debió esta población y veinte y ocho de Consuegra , también era propia
ile estar en Xártos, villar próximo á leste. Avecinábase de los menlcsaños Mursi; é igualmente Capdt flcmisis Asaz , a
á la iglesia de Acci, (rento de la bastitana Secura (Se siete millas de Laminio, en otro camino que iba desde esta ciscad
á Zaragoza.
gura de la Sierra); y por los términos de Cástulo (des —Por Ptolemeo se sabe dónde estuvieron Cervaria y Salic\.
pués trasladada á Beatia en el si^lo vu ) volvia á unirse viendo alzarse la primera sobre una linea que se imagine tirada
con la' de Oreto en Eciga, quizá Elyga lo mismo que minlum desde Lamínium i Litisoca; puesta la segunda entre Ltbinec*, U-
y Mentisa; y observando que tienen la misma colocacics
¡luga, que es Sanlistéban del Puerto : en una palabra, las dos muy antiguas fortalezas (le Cervera y Salidiello.
la silla de Mentesa abrazaba loque es ahora Campo de —En piedras escritas se leen los nombres de estas tres ciudades
Monliel y partido de Alcaraz. Colonia Limsdsanoru», Minicipii Lahinitani y Mcnicinr» U.r-
gonense. l'na inscripción inédita nos da también noticia de A»15-
Ademas de los de Libisosa , Mariana , Baslra, Lila, sexarca, mostrando lo corrompido del latin el tiempo en que ?e
Ninar y Eluga , eran pueblos suyos : Cervaria , que hizo, ó lo mal que se hablaba por aquellos contornos. La basa
aun subsiste en el castillo de Cervera, sobre el Gua donde calaba esculpida, se veia en el siglo xvi i la puerta de la
parroquial de Alhambra, sosteniendo la estatua romana ; y el le
diana y 4 la izquierda del rio Zanca ra ; Muro , entre trero decía así, tal romo le copiaron los vecinos, alio de 1575:
Argamasilla de Alba y Manzanares; Marmellaria, ac Alliae. Marci. Filie
tualmente La Membrilla ; Anensemarca ( voz de la baja Candide. Curarte
latinidad y, por aventura, sinónima de Anislórgis), Macaeuomca. hater
hoy el castillo de Alhambra; Laminio , que existió en collíchu. anenstmarcae
ClIENTIS. ET. LlBERTl. DONA
el ¿erro de la Mesa, junto á las lagunas de Ruidera; POSUEHE
Cáput (lúminis Anae, orillas del naciente rio Guadia «Esta memoria pusieron i Alia Cándida , hija de Mareo, procu
na, muy cerca y al occidente de la Osa de Monliel; ran dolo su madre Macedónica , el colegio (quizá de agrimensores)
Sálica ,'llamado en la edad media El Salidiello, entre de—Combinando
Anensemarca, y sus clientes y libertos.*
la Osa, Lezuza y Villanueva de la Fuente; Mont-Ello, con los que nos haiosconservado
limites de las actuales diócesis eelesiástKJs
la ya referida hitaciou de V-Viuiba.
Monliel ; Solaría , en las Aldeas de Montizón; v Turres, y con los que tuvieron las varias regiones oretanas. rsrpeuoss.
celtibéricas y bastitanas, según
á una legua de Santa Cruz de Múdela , y otea de Torre- Ptolemeo, he señalado el sitio muy se deducen de Estrabon , Plioi a y
probable de Rastra. Lila. Si
Nueva, en la ermita di nuestra Señora de las Virtudes. sar v Eciga á quieu tengo por la Elinga de Polibio. la iTuoa de
Estas quizá fueron las primeras de una serie de roma Tilo Livío y el ¡lugo de la inscripción de Sautisteban del Puerto!.
nas torres, deque formaban parle las que se llamaron ha—El Anónimo Ravenate nos da noticia de Marm tria sM arkellaiia
de leerse), describiendo el camino desde Consuegra a Nju-
después Castellar de la Mata ó de Santiago, Castillo de de San Juan. Son sus palabras : llem cicilaJt Consairp* , Jfírt't,
Monlízón, Torres de Xoray y Torre de Juan Abad (2). Lamim , Harmaria , Solaría, Morum. Las dos últimas notas ns<
sobre este pasaje propone don Miguel Corles y Lnnez , en la paji
na 382 del primer tomo de su Diccionario de la Esparta astigni.
mary Guadalquivir, y parte de los montes que se elevan al oriente van , como casi siempre , fuera de todo razonable discurso.
de Jaén. De allí arrancaba en sejruida la linea divisoria de la Ore- — Por el Biliario de la orden militar de Santiago de la Espada <>-
lama y Bastitania (región esta ultima de tribus fénicos i, siendo liemos el verdadero nombre, así de Marmullaría, despees MfS»-
frontera bastitana los pueblos que hoy conocemos ron los nombres bríella v ahora La Membrilla, como de Most-Ello, hoy Mnntitl.
de La Guardia (antes también Mentesa), Huesa [Ossamcnta) , Cas- A la jurisdicción de Monliel, y por consiguiente al obispid"
tril (Areátei), Segura de la Sierra (Secura), Cbíclana, Siles, leste Meutesano, según bulas y privilegios de la orden, pertenecían en el
(Serta) y Rogarra {Bigerra). siglo xiii además veinte y tres antiguos lugares, que importa n»
(1) Rl pretor Gayo Mario fundó Mariana mas de cien años an olvido el historiador. Helos aquí: la Torre Yejeiale,VM legua alié
tes del nacimiento de Cristo, para desde allí perseguir á los sal moste de Socuéllamos, junto al rio Záucara.-La Hoydcre, m la<
teadores que infestaban la comarca, y tener la llave de los que célebres lagunas del Guadiana. — La Aljcíira de Guadiana, en las
vinieron a llamarse Maules Varíanos y decimos Sierra-Morena. mismas; y es el castillo por antonomasia llamado de Rocliafrída.
(i) Diré los fundamentos con qnc 'lijo el sitio deest.isdicz y de quien cania el romance viejo que: «l'oragua tiene la entrada v
siete poblaciones antiguas, dando razón de otras" que existían en por agua la salida.» puesto sobre una isla que se hace en rao-ÍK
la edad media. Descubrí el verdadero de algunas estudiando, so de la laguna do la Colgada ; y allí parten términos Alhambra y I'
bre exactísimo plano geométrico de aquellos contornos, el Itine Osa de Monliel , por bajo de las ruinas de Laminio. Conqoist. sr
rario de Antonino Angosto y el <le los tres rasos Je plata hallados el en tiempo de! primer maestre don Pedro Fernandez, tiác.ia losair-s
ano ile. 1852 en Vicarello, donde fueron las Aguas Apolinares, á de 1180. — Sonlellnm, en la orilla del rio y en el distrito de A>
treinta y cuatro millas de Roma. hambra. — Alcabelas ó Alcobiella , Alcubillas. — l.arriiots. — Ttii
— En la vía hercúlea, descrita por ellos, que llegaba hasta Roma ¡ilmnix, la Fuente plana , Foenllana.— Moro/cía, mas adelante Jf«-
partiendo de Cádiz, las cuatro mansiones últimas de las siguien ralexa , Villanueva de los Infantes.— Jámila, despoblado á uaa le
tes eran mentcsanas : gua corta do allí .junto al J.ibalón.— Torres.— t.annamares.— Cas-
namarcio.—Tcrrinches.—Borralista , en la dehesa de RargelisU.i
Castulone. tres leguas de Monliel. — La Fuente del Maullo , abora del Maroi-
Ai Morum MP.XXIV llo , media legua de esta población , tomó el nombre Maí-EU*
An Solaría XIX (Agtias-de-Ello) dé un gran golpe de agua que allí nace y por arra-
. Mariana XX ducos encadado surtia en lo antiguo á Montlel (Ello). ; Cuánto ít-
Mesteía XX liró quien trajo aquí la Manda celtibérica ! — Caslelha* de Sttu
Libisosa XXIV lacoio , 6 sea de Sanllaque: el que, reconstruido por el maesirr
Aun fácilmente puede el viajero seguir por Cita parte los vesti don Pelay Pérez Correa , después se llamó de Montizón.— Crrat».
gios del famoso autiguo camino ; y sabiendo que cada milla equi esto es (Saturnina), tormlnillo perteneciente también á la Torre ét
DOCUMENTOS — AÑO 1621. 659
Honomástico de Al-medinat, establecieron en él la litares. Y como el poder y la ambición no sufren com
ipital del territorio mentesano cuando, como parece petencia ni freno, los claveros aspirando á las prime
risímil , fué juntamente con la de Oreto asolada e-la ras dignidades , y los maestres disputándose la posesión
Ha episcopal, durante el siglo vin.cn las primeras de un monte.de una aldea, de un castillo, para enri
ierras civiles de los invasores (I ). Arruinada pues ó quecer á sus familias ó contrastar el poder del Monarca,
iflaquecida Mentesa , prevaleció Almedina , hasta que pusieron infinitas veces sus estados en grave riesgo,
s caballeros de la orden de Santiago , siendo maestre empobreciéndolos siempreyhaciéndolos pasarpor loaos
>n Fernando Díaz, ganaron á Montiel, deputándola los trances de la guerra. Las sacrilegas de 1328. en que
>r su plaza de armas y punto el más á propósito para fué quemada la villa de Miguel-Turra; las de don Fa-
íseíiorearsc de aquel campo (11 84 á i i 86). Ya, como drique el Bastardo, hermano del rey don Pedro y maes
cutera, no hubo en él una hora de tregua ni reposo : tre de Santiago, cuando se rebeló en el fuerte de Se
¡rdíase hoy lo que ayer se conquistó , para volver á gurabas de Monlizón y Montiel, en 1422, por haber
¡cobrarlo mañana; las privaciones, terribles; los cui- sido preso el infante y maestre don Enrique de Aragón
i'los , grandes ; los males , sin cuento. Desde la loma en el castillo de Mora; y finalmente, las del intruso don
! Montiel, turdáronse veinte y seis años en domar las Rodrigo Manrique hacia el año de 1446, contra el maes
unbres de Sierra-Morena y de Segura ; y el dia en tre don Alvaro de Luna, en que fué entrada Alhatnhra
te con la felicísima batalla de las Navas de Tolosa, y á sangre y fuego devastados aquellos confines,— mos
lyendo los cristianos sobre Andalucía y trasladando traron cuan importante era unirá la corona real el maes
lí el teatro de la guerra , pudo esperarse que los auti- trazgo de las ordenes militares, si habían de vivir y
ios pueblos menlesanos se levantarían de sus ruinas prosperar los pueblos.
volverían á florecer á la sombra de la paz, impidie No hay que decir si en todas las revueltas y algaradas
ndo é imposibilitáronlo contiendas civiles y luchas padecería la Torre de Juan Abad , siendo frontera de los
icrílegas, asolando los lugares y dejando yerma la caballeros de Santiago con los de Calatrava, puesto
erra. avanzado al pié de Sierra-Morena, y tránsito para el
Por donaciones de los príncipes, y con autoridad Andalucía y para las de Alcaraz y Segura. Destruida á
)ostólica , hubieron de adquirir los caballeros de San- mediados del siglo xtv ; repoblada luego, según puede
ago y Calatrava, estos las principales parroquias de conjeturarse , por Juan González de Galarza , trece de la
extinguida diócesis de Oreto , aquellos las más 11o- orden y comendador de Montiel ; presa de las llamas,
¡cientos del obispado de Mentesa; viniendo en cierta que devoraron su rico archivo en los trastornos del siglo
lanera á dividirse la Mancha entre ambas órdenes mí siguiente , cuando tres magnates se disputaban el maes
trazgo de Santiago y estaban resolviendo las armas si
an Abad.— Odes, cnlrc esta, Montiel y MmeA\n3.—Tlcllmontejo había de ocupar el solio español doña Juana la Excelente
■ la Sierra, hov Villamanrique; mudó nombre ruando, en 1174,
hizo villa don ftodrigo Manrique , maestre de Santiago.— Castil ó doña Isabel la Católica; emancipadas sus aldeas de Tor
la de Paterno ó Paterna, Villar de la Casa Paterna , en la juris- re-Nueva y Villamanrique; y amenazado el lugar y sus
ccion itc Albaladejo de los Freires. Pudo en remotos siglos contornos de ser hecho dehesa por orden del maestre don
imarse Palerniana y ser quizá distinto pueblo del que Ptolemco
me en los carpetanos.— El h'inoio, cerca de Terrino lies.— Turra Rodrigo, mientras el insigne poeta Jorge Manrique, su
i.urgugí ó Gorgojí, entre Montiel, Villanucva de la Fuente y Al- hijo, comendador de Montizón , no cesaba de acomeier,
raz, i cuya ciudad pertenecen. robar y destruir á los iníseíos y mal aposentados morado
—Por último, el Campo laminitnno,que se llamo luego Campo de
onhel, no contaba ya en los tiempos de Felipe II sino veinte y res delan lamentables ruinas, — tuvo la Torre d» Juan
is poblaciones, todas villas, con excepción de cuatro, que eran Abad que abrir su término, cerrado antes, y hacerle
leas:— Montiel, donde fué muerto el justiciero rey don Pedro; común á los más poderosos pueblos del campo de Mon
■; aldeas de Torres, Cañamares y Santa Cru: de los Cánamos;
hiendo dejado de ser anejos suyos, con hacerse villas, la Osa, tiel y de la orden de Santiago, para que , en sus pleitos
pié de las sierras de Alcaraz, y en cuyo término esta la célebre y guerras, la ayudasen y favoreciesen. Y con posterio
e\a de Montesinos ; Vtllanueva de los Infantes ( don Enrique de ridad al año 1477 pidió á don Alonso de Cárdenas , úl
•igon y don Alfonso de Castilla, maestres de Santiago, el prl-
rrb de los cuales la hizo libre en 1121) , residencia del vicario y timo maestre, le supliese los antiguos y notorios privi
I gobemador de todo el distrito; Villahermosa , que antes se legios : el cual lo hizo así, declarando se quemaron con
tía Pozuelo , exenta en 1 111 y alabada por sus mujeres castas y la villa , que le constaba ser una de las tres cabeceras
ir la limpieza de sus linajes; Alcubillas; Cósar, que, al decir de
s natnrales. en arábigo suena «Labor del hoyo»; y Puebla del del Canino de Montiel; y tan antigua, que en las jumas
titeipc.— Alhamira (en lo antiguo Herrera de los Montes Negros, de partido tenia tercer voló Iras de Montiel y Alham-
le ponia en campaiía ciento de á caballo, todos en corcelesblan- bra , con preferencia á las demás del distrito. Merced á
l), siendo la segunda de las tres cabeceras del campo de Mon-
■I , hablaba tras esta villa en las juntas de partido : tenia á Car la larga era de paz y felicidad que inauguraron los Re
iosa por aldea ; y un tiempo le pertenecieron también la Solana, yes Católicos, vivieron de allí adelante los vecinos de
:a en batanes , y Fueullana, patria de santo Tomás de Villanueva. Juan Abad entregados á la agricultura y ganadería ;
f.a Torre de Juan Abad, última de tales tres cabeceras, había con-
¡lo por aldeas suyas los pueblos exentos de Torrenurea , fundado importábales un ardite ver cómo se iban desmoronando
el siglo xv con las ruinas del que hubo en Nuestra Sonora de las murallas; y ya tan solo, al festejar el dia de la in
• Virtudes, á cuya ermita , por agradecimiento de hijos, van sus vención de la 'Cruz y los de san Nicasio y santa Bárba
rinos en procesión cada Pascua Florida ; Castellar de la Hala de
HtcúHi, asi nombrado por la mucha que tiene de encinas, ro ra , cubría la gente cu alegre tropel los próximos co
es, jarales, monte pardo y mata rubia; y Villamanrique , lugar llados ; pidiendo á Dios, solicita de los frutos de la
sajero, como puerto de la Mancha para el Andalucía.— Final- tierra y de la salud del pueblo, no le afligiese con peste
:nte ignorábase que hubiesen jamás estado sujetas á otra pobla-
m las de La Hembrilla, renombrada por sus tinajas y por la ferti- ni langosta ni granizo. Poco á poco fueron aquellos
id de sus huertas;—Almedina ique conserva memoria de su'amor naturales olvidando los sucesos prósperos ó adversos de
emperador Antonino Pió , patria de ingenios sobresalientes sus mayores, confundiendo los tiempos y adulterando
teología, leyes, pintura y líiusica ;— Albaladejo ;—y Terrinches,
o se jactaba de no ser Mancha, ni serranía <de Alcaraz y Scgu- la tradición. Ya el labrador no empuñaba lo mismo la
, ni Sierra-Morena, estando de ellas cercada por todas partes. lanza que la podadera; ya no era libre de pechos y der
I) A mitad del siglo vm subsistía Mentí ;a. contándose entre las ramas reales y concejiles el vecino con armas y con ca
nopales ciudades de la provincia de Toláitola , según se ve en
división que bizn Jusuf el Febrl. Cuando la reconquista , Villa- ballo que valiera seis mil maravedís ; ya la administración
eva de la Fuente, en cuyo término estuvo Mentesa, fué aldea judicial y económica de la villa y sus mejoras materia
Alcaraz por merced de Alfonso VIII, el de las Navas; luego san les preocupaba únicamente á los habitantes de 1 1 Torre
mando la dio á la orden de Santiago en 1243 ; volvió despnes i
jurisdicción de Alcaraz; Enrique el Bastardo hizo merced de de Juan Abad (2). Veamos cómo vino su señorío á poder
a á lá misma orden y i su maestre don Gonzalo Mcjla en 1369: de don Francisco pe Quevedo-Villegas.
ornó i ser pueblo realengo (ann cuando algún tiempo presumió
behetría), con una célebre encomienda de la expresada orden, (2) ¡ Cuan desfigurada y envuelta en consejas y patrañas se en
e rentaba líquidos 29,113 reales. contraba ya la tradición en 15"5, cuando el severo y siempre obe-
660 OBRAS DE FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Desde tiempos remólos perteneció al maestrazgo de quedaban únicamente en lo espiritual sájelos al con
Santiago, con dependencia del priorato de Uelés; ejer sejo de Ordenes; volvian de nuevo í ejercer en pri
ciéndose por alcaldes ordinarios la jurisdicción civil y mera instancia la jurisdicción civil y criminal . ¿l
criminal en primera instancia, hasta que, reducidos á y baja, meromixto imperio eo todos los pleitos y cas-
gobernaciones los lugares de las órdenes por Felipe II sas, y les pertenecía el derecho de nombrar pira y
en 8 de febrero de 1566, quedó sujela á Villanueva de cargos, salvo en lo que locase al supremo y soberao.
los Infantes. Sintiéronlo grandemente los vecinos ; an señorío de la corona ; reservadas las apelaciones parae
siaban tornar á su primer estado, y á 9 de marzo de gobernador del partido de Montiel , y después al pns-
1H89 trataron, ante el Consejo de Hacienda , de exi c ipe en su chancillería de Granada , como antes estils
mirse de la jurisdicción en primera instancia, com y se hacia. Lícito, no obstante, era al Gobernador,!
prándola adinero, noticiosos de que, por bulas de Cle juez de residencia ó á su lugarteniente visitar una te
mente VII, Paulo III y Pió IV (I), se hallaban autori cada dos años la Torre de Juan Abad , su término, jo*
zados los monarcas españoles para desmembrar de las tieias y oficiales, no llevando más personas que ira es
mesas maestrales y encomiendas de las órdenes, y dis cribano y un alguacil , y no debiendo detenerse ¡í
poner libremente de ello , basta en cantidad de cuarenta mas de diez dias continuos ; durante cuyo corlo t limi
mil ducados de oro de renta, pudiendo á este efecto tado plazo podían conocer de todas causas y pleiiosc
vender lugares, fortalezas, vasallos, jurisdicciones, primera instancia, y á prevención con los alcaldes or
montes , prados y pastos. Hicieron asiento con su ma dinarios.
jestad de la forma en auc debia verificarse la exención; Pero ¿qué preeminencias y señales de vida pros
aprobóse aquel , monto el precio de esta dos millones, consiguió la villa con el tal privilegio? tuvo ds¿
quinientos noventa y ocho mil maravedís; fué satisfe luego horca y cuchillo , picola , cepo, cárcel y las ote
cho ; y tomada razón en los libros de la hacienda real insignias de justicia; elegía y nombraba libremecle .-
(que tenian por cabeza los rescriptos pontificios) , se da cinco años y por votos de los vecinos, los dos alfai
despachó privilegio á la villa en 16 de julio de 1597. des ordinarios, los dos de hermandad , los seis refe
Desde aquel dia , su concejo, justicia y regimiento res perpetuos, el alguacil mayor de la ordinaria y í
alguacil cuadrillero de la hermandad, y para los den*
decido Felipe II les pidió larga relación de los hombres famosos oficios menores; cobró gavelas sobre pastos, «ate
que nacieron allí , y de los hechos dignos de memoria acaecidos rozas y labranzas-, puso varasen manos de los ahí*
en el pncblo y en sus campos y montes! Dijeron que nunca luto rigiéndose en materia de elecciones por el sistema -1
personas señaladas ni en lo bueno ni en lo malo. Afirmaban que el
animoso maestre de Santiago don Pelar Pérez Correa puso una insaculaciou (2).
enramada de monte, al fundar el castillo de Montizón, para no Para conseguir semejantes franquicias, hubo Jet-
ser visto de cierto rey moro y cinco mil moros dueños de Xoray, mar í censo, en virtud de licencia real, ocuomilJ*-
•y hasta que estuvo fecho el castillo v quitada la enramada del
monte non se vidu.» Que las torres de Xoray se ganaron , puesta cientos cuarenta y siete ducados sobre sus propi»!
una emboscada en la Hoya de la Traición, y sorprendiendo i los bienes, con hipoteca especial de algunos y gepeniá
cinco mil, qne volvian con bastimentos de la ciudad de Alcarai. Y lodos, el año de 1589. De esla manera, allí donde uv
que el pizorro Malgrado asi se llamo por haber dicho el rey mo
ro , al tiempo de morir en la emboscada , que entregaba de mal ginó su remedio , autoridad é independencia, fcrjw
grado la fortaleza. Referían también que sus padres y abuelos pla los hierros para ulterior servidumbre; y soñántoffi
neaban haber tenido la Torre de Juan Abad mil docientos veci adelante pueblo realengo, vino forzosamente al ao '
nos, y nada menos que veinte y cuatro dueñas de manto, con trance de ser lugar de señorío. Cuatro eran lo> •."s-
preeminencia que si se iba á hacer justicia de algún hombre , en
llegando cualquiera deltas y echándole el manto encima era li sualistas, y como con salarios y costas desangra*: ¡
bre ; y que todo se perillo luego que unos herejes quemaron y des los vecinos, trataron estos de reducir los censos;-
poblaron la villa. Tero, sin embargo , por un medio singular (ana
dian) se salvo la memoria de sus franquicias y exenciones. Vino solo; obtuvieron facultad para ello, pusiéronla ?=
á morar entre las desiertas ruinas un Juan de Montiel , hombre va venta , y á 24 de noviembre de 1598 se subrog-i e.i •
leroso y comendador del habito de Santiago, quien solo con su derecho de todos doña María de Santibañez, '¡u¿-'
mujer, cuyo nombre era la Morcilla , celebraba cabildo y concejo, Pedro deQuevedo, secretario de cámara de la re
hacia escrituras y poderes, sustentaba las libertades patrias y ex-
ti n lia los acuerdos de esta manera : doña Ana, y madre de nuestro don Francisco.
Parece muy verosímil que, por compra n lnreJ*
En la villa de la Torre
De Johan A libad. esla señora luvíese bienes de mayor cuantía en lo I*
A (amos dial andados re de Juan Abad, donde el gran escritor pasaba h«*
Del mea (al ;
Jimios en ayuntamiento temporadas, afanado en las labores del campo ; í-
l.os muy honrados señores acrecenlar su patrimonio. Con efecto, se le wi«J»
Alraldes y regidores ,
. ('.abaneros y escuderos , en arrendamiento los propios de la villa el año del •">
Otk-iales y úoinbreí buenos
Desla villa, es A saber, y hacer también suyos tres, censos más, quepa"*
Juan de Montiel, brir deudas y habilitar el pósito había echado si"
Qne no hay mas vecino que él..., ete.
sí el concejo en los años 1583, 1584 y I3M.
Tuvo en su mujer tres hi;os y ocho hijas ; viuda la Morcilla, vid Pero como en abril de 1620 , los cuatro eensM
ríen nietos suyos, una pascua de Navidad , sentados a la mesa ; y juntos formaban un capital de once mil doscienist»
de lan patriarcal generación se cootaban en el lugar ciento y diez
vecinos el año 1575. renta y siete ducados, aparecieran por los c¿i>=
l.os tres hijos dü Juan de Montiel resistieron tenazmente al in el descubierto de ciento veinte mil reales. )'!,
truso maestre de Santiago don Rodrigo Manrique, empellado con
todo su poder en arrebatarles aquellas celebérrimas escriluras. Qüevedo al consejo real de Castilla, hiz" wív;
Dos de ellos, y juntamente un Juan Mcjia y otro Juan de la Sierra, propios no alcanzaban á extinguirla deuda, Jp
fueron hechos cautivos pur el Maestre, y puestos en las mazmor vendiesen para pago todos los ¿nenes y la jurrsdff
ras de Montizóo durante un año, donde morían de hambre y des
nudez. Solo el tercero de los hermanos, que decían Juan Morci de la villa, con carga de los censos; y q«í J" '']:
llo, pudo burlar la saña y persecución de don Rodrigo y don Jorge ditos se le diera satisfacción (3). Concluida U «¡
Manrique, poniendo á buen recaudo las escrituras. —
Kl fondo de tales consejas , verdadero ; pero ¿que es la histo
ria en la boca del vulgo? (2) Para elegir los alcaldes ordinarios, de cinco *" 'jt¡
Hasta aquí , en todo este breve discurso histúrico-geográlko, se tomaban votos de clérigos y legos, escribiendo* c?^^.,.
ofrezco á mis lectores utilizado cuanto contiene la relación que en cédulas los trece nombres quesaeaban mayoría. £•'*'* '»
1S de diciembre de 1j"'í hizo a Felipe II la Torre de Juan Abad, ra cada nna de estas, formando bola ; y pnesUs aB" c¡.\
cumplimentando la Inslruclion y memoria de las diligencias y rela madera con cuatro llaves, y el cántaro en un ,me>l'¿r¡', ¡ ■»
ciones que se han de hacer y entilará su Mugestad , parala des- auedaban deportadas en las casas de ayuntaoics!" ti' r
cripliim y historia de los pueblos de España , que manda se haga liguel se sacaban dos suertes , y aquellos eni te *¿ (K1g»i
por honrra y ennoblcscimienlo destos reynos. qne fueren menester, si los elegidos habían nuertooOf ,-^
(1) De los años de 1529, 1536, 1538 y 156». (3) Los propios de la Torre de Juan Abadwasisti"'.6"'
DOCUMENTOS. •ANO 1621. 661
10 de julio , y habiéndose dictado auto de revista á 14 signe, el fiscal de Ordenes en octubre de 1639 le po
de noviembre, se despachó provisión por los señores ne pleito sobre la posesión de la jurisdicción , y consi
del Consejo en 18 de marzo de 1621 para llevar á ca gue fácilmente que se le despoje de ella, que se quite
bo la ejecutoria. al alcalde mayor nombrado por don Francisco en virtud
Pregonóse lávenla; como testaferro hizo postura en de las ejecutorias del mismo consejo, y que se elijan
la jurisdicción , con lodo lo anejo y perteneciente á alcaldes ordinarios para ejercerla, ¿Cómo ser oída la
ella, don Alonso Mesía de Leivu (I) en un millón y voz del hombre á quien tenia fieramente aherrojado el
quinientos mil maravedís, que había de pagar á Que- favorito en los subterráneos de San Marcos de León?
veoo, con calidad de que original se le entregase el La fortuna suele también contar á la justicia entre sus
privilegio de la exención. Dio el acreedor por recibida aduladores y cortesanos. Por eso , cuando se mostró
aquella suma , hizose cobro además con trescienlas menos dura con el gran político, volviéndole la liber
diez y seis fanegas de trigo, á diez y seis reales, que tad en junio de < 643 , el consejo real de las Ordenes
tenia el pósito; y después de haber don Alonso nom á 23 de diciembre del propio año le amparó en la po
brado las justicias como tal dueño, cedió el remate en sesión que antes le disputaba, y quiso que se le resti
don Francisco dkQuevedo-Vili.ecas, el cual ya cons tuyeran los frutos; auto confirmado á 9 de junio
tantemente se intituló señor de vasallos desde el ve de 1644, de que se hubo de despachar ejecutoria en
rano de 1621. 13 del mes siguiente. Así, al compás de los sucesos po
Era propio del señorío nombrar los alcaldes mayores líticos, subía ó bajaba la inflexible balanza de Astrea.
y los oticiales del concejo , elegir alcaldes ordinarios á Asaltó la última enfermedad al escritor, hizo testa
propuesta de la villa , ir de ios vecinos acompañado á la mento, y en él, á favor de su sobrino don Pedro Al-
iglesia, y volver con el mismo aparato y autoridad ; te drete y Quevedo, fundó mayorazgo de diferentes bie
ner en el templo lugar de silla preeminente , como tam nes, entre ellos el censo y jurisdicción sobre la villa
bién en las procesiones y actos públicos; y en fin , go de la Torre de Juan Abad.
zar del pueblo, de sus términos, jurisdicción , domi El heredero pidió la posesiona 26 de octubre de 1645 ;
nio, y vasallaje , penas de ordenanza y demás frutos y contradijéronlo aquellos vecinos; y el fiscal de Ordenes
emolumentos; y todo esto útil y honorífico se eslimaba don Miguel Monsalve puso demanda de propiedad cu 31
allí en mil quinientos ducados anuales. de agosto del año siguiente. Secuestrada primero la ju
Muy pronto conocieron aquellos habitantes que por risdicción y constituida en depósito; amparado en ella
huir Je un escollo habían dado en otro peor, y trataron después el sobrino; opuesta por el fiscal y los vecinos,
de sacudir el nuevo yugo. Estacio Pérez y los que en 1657, como exención la concordia de 1631 ; formada
hasta enlonces habían sido regidores perpetuos resis competencia por don Pedro, y habiendo resuello la
ten las elecciones y nombramientos hechos por don junta general de Competencias que el pleito de tran
Alonso Mesía de Leíva , acuden al gobernador del cam sacción tocaba al real consejo de Castilla , pero el de
po de Montiel y al consejo de Ordenes ; y en 12 de mayo propiedad al de Ordenes, —era tal en 1 664 el embrollo
y 15 de setiembre del mismo año de 1621 logran que de los autos, que fué preciso mandar se hiciese me
aquellos jueces y tribunales, á quien de cuerpo entero morial ajustado. Sin embargo, antes de que este se
retrató el satírico en los Sueños, limiten las facultades concluyera tuvo tiempo de morirse el buen don Pedro,
del señor de la villa, permitiéndole únicamente nombrar sucedíéndole en el mayorazgo don Juan Carrillo y Al-
personarme ejerciese la jurisdicción, y elegir para cada derete Quevedo y Villegas, de quien, por demente é
oficio entre dos propuestas por el concejo. Una senten incapacitado, fué curador y administrador su hermano
cia de revista causa ejecutoria; Quevedo tiene que ce don Sancho Manuel desde 15 de setiembre de 168,'i. A
der, y en julio de 1627, por nombramiento suyo, era 20 de junio de 1697 vióse el litigio en lo principal , y
alcalde mayor de la Torre de Juan Abad el licenciado con fecha 14 de diciembre se dio á la estampa en Ma
Ruiz Noguérol. drid, sin nombre de impresor como era costumbre en
Animáronse aquellos naturales con el feliz éxito de estos casos , el
su primer acometida , y basta veinte y dos pleitos hu Memorial ajustado de el pleyto , que el Señor Duc
bieron de suscitar al caballero sauüagués, que, de can tor Don Diego de la Serna , Cavallero de la Orden de
sado y aburrido, celebrando concordia con la villa, Calatrava, Fiscal del Real Consejo de las Ordenes,
puso término á todos en los primeros días de enero litiga con Don Sancho Manuel Carrillo y Aldcrcte
de 1631. El pueblo parece se convino á pagarle en ca Quevedo, y Villegas , Alférez Mayor, y Regidor per
da un año trece mil quinientos sesenta y nueve reales, petuo déla Ciudad de Plasfncia, como Administrador
y don Francisco á devolverle la jurisdicción tan pronto judicial de los bienes de Don Juan Francisco Carri
como estuviese hecho pago de su crédito, conserván llo su hermano. Sobre la propiedad de la jurisdic
dola únicamente entre tanto como prenda pretoria. ción de laVilla de la Torre de Juan Abad , del Terri
Pero de improviso y aprovechándose de hallarse en torio de la Orden de Santiago, sus frutos , rentas , y
desgracia del conde-duque de Olivares el escritor in- emolumentos respectivos á lo útil, y honorífico de la
jurisdicción.
rn la mitad de las cortas , vareos y talas que se hadan en el terrai- (—El colector, Acbeluso Fmníkdez-Gueiwa. )
uo , y las penas de ello ; y, sacadas dos sesmas de juez , escribano
y mayordomo, rentaba esto ochenta mil maravedís anuales. Ade
mas una dehesa boyal, de un cuarto de legua de largo y la mitad DOCUMENTO XCIII. (a)
de ancho, y un egido y cotos de viña, que, en venta," rendirían
anualmente cuatrocientos ducados.— En lfiíO los propios no pro
ducían cinco mil reales. Y en cuanto á que el tal Quevedo es señor de va
(I) Grande amigo del satírico. Véanse del tomo i las páginas sallos, se le diese traslado ala villa ó torre de Juan
493 y Í95; y del u las 398 y 545.— Don Alomo UeMa de trica Abad,para que con lo que dijese demás de lo que tiene
escribid una octava latina elogiando las Concordancias que el
maestro Bartolomé Jiménez Patón compuso para los ProtcrUoa dicho y alegado (desmintiéndole por palabra y escrito,
murales de Alonso de Barros; Baeía, 1615— Hizo un soneto a y que solo se le mandó dar posesión por maravedís
la Elocuencia espolióla en arle , del propio maestro, dada a la es
tampa en aquella ciudad, año de 1621. — Qi'ivkdo le consagró que debía), se juntase con el proceso que eslá y pasa
en 17 de marzo de 1626 el Cuento de cítenlos. — Y en fin , con li en el oficio de Lázaro de los Rios y Ángulo , escribano
cencia del gran satírico, en liiiM don Alonso desembrozó, limó y de cámara , para que el supremo Consejo lo detcimine
atildó los Sueños, poniendo una adnerleneit al frente de la edi
ción de 1631 , en que justificaba aquel cntrometimíento en las
obras de don Frascisco. (o) £1 tribunal de la justa vengama, impreso en 1635, plg. 30.
862 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
confurme á los embelecos del que pretende señorío de denado escriba á vuestra merced que luego , dentro
lo que no es suyo, y se le mande que no se intitule de tercero dia de como reciba esla, se venga vuestra
señor de lo que no es , ni lo será en cuanto hubiere merced á esta corte, via recta; y que llegado á ella, sin
hombres en la villa de Juan Abad. ir á otra parte, me vea vuestra merced para que yo le
diga dónde son servidos que pare ; advirtiendo que esto
DOCUMENTO XCIV. * (a) ha de ser sin embargo de que esté vuestra merced
detenido ahí por mandado del consejo de las Ordenes,
Juan Abad. No sabéis lo mejor de esa nota , seño porque así conviene al servicio de su majestad. Y que
res oyentes y censores. Yo os advierto del que decís, también escriba lo mismo al señor don Fernando Paez
que es tan lisiado de gastar la palabra señor, que solo de Castillejo, gobernador de ese partido, para que lo
por su libre albedrío la quiere introducir en mi torre: envié á notificar á vuestra merced. Y que se le dé ts'i
Enes habiéndole librado en mí (á él y consortes) una carta y se cobre respuesta; y con esle correo, que no
revé partida de ochavos qnecrecieron con los corridos, va á otra cosa, me la envié, con testimonio de la noti
sobre que hizo ejecución y embargo al mísero pueblo, ficación. Vuestra merced lo cumplirá , y á mi me man
le parece suficiente causa para imprimir Señor de la dará lo que hubiere en que le pueda servir, á quien
Torre. Asi se da priesa á impresiones , y todas en vida, guarde Dios, nuestro señor, muchos años, como desto.
gozando del barato; porque después ningún desalmado De Madrid.
estampador querrá mentirle señoríos, y más siendo el •j- Al gobernador del Campo de Montiel. — Estos se
pueblo del Rey. ñores que por mandado de su majestad se juntan á trat.ir
de las causas tocantes al duque de Osuna, me han or
DOCUMENTO XCV. * denado que con este correo , que no va á otra coy,
La Junta de las causas tocantes al duque de Osuna consulta a
escriba á don Francisco de Quevedo, caballero de la
su majestad, en 20 de junio de 1621, subre las personas que re orden de Santiago (que por mandado del consejo de las
sultan culpadas por los papeles que se le secrestaron. (i) Ordenes está detenido en esa gobernación ), que dentro
de tercero dia de como reciba mi carta, vern aá esta «ir
Don Francisco de Quevedo , número 10; y don Car te via recia; y que llegado á ella, sin ir á otra parte, me
los de Arellano, número 11. — También resulta culpa vea para que yo le diga dónde son servidos que pare;
contra don Francisco de Quevedo y don Carlos de Are- advirtiendo que eslo ha de ser sin embargo de que por
llano, en los punios contenidos en los pliegos que les el dicho consejo de las Ordenes eslé detenido allí, por
locan, número 10 y número 1 1, que van con esta con que así conviene al servicio de su majestad. Y que es
sulla ; y no resuelve por agora la Juuta nada con ellos criba á vuestra merced le envié á notificar esto mismo,
hasta que hechas diligencias con los demás, vea par- mandando que la persona que fuere á ello le dé la carta
licularmcnte lo que resulla contra ellos y se pueda en mia que irá con esla , en que se lo aviso ; y que habién
tonces ver con mayor noticia y fundamento lo que con doselo notificado y cobrado respuesta della, me la envié
vendrá hacer. vuestra merced, con testimonio de la notificación.
DOCUMENTO XCVI. ♦ Vuestra merced hará que esto se cumpla y ejecute lue
go, y á mí me mandará lo que de su servicio hubiere
Diligencias para la prisión de Quevedo. (c) en que emplearme : á quien guarde Nuestro Señor
muchos años , como deseo. De , etc.
Don Francisco de Quívedo estuvo preso por man
dado de su majestad, que Dios tiene, en el convento de DOCUMENTO XCVHI. * (e)
Uclés; y de allí, por otra orden, se le permitió fuese á
la villa de la Tone de Juan Abad , que es del orden de + Vaya un correo á la villa do Villanueva de los In
Santiago, atener aquel lugar por cárcel hasta que se fantes, que es en el Campo de Montiel, con un plie
le ordenase otra cosa. Esla villa cae en el distrito d¡ gúete mío, que toca al servicio de su majestad, para don
Villanueva de los Infantes, que al presente gobierna don Fernando Paez de Castillejo, gobernador de aquella
Fernando Paez de Castillejo. Todo esto digo ú vuestra tierra , que le entregará y aguardará su respuesta el
merced en respuesta ríe su recado, y para que sepa tiempo que lo ordenare. Ha de ir y volver á las quin«
que esle caballero eslá detenido por el señor ('residen leguas. Parte de Madrid , viernes, á 9 de julio de 16í)
te , por comisión de su majestad. La divina guarde á años, al amanecer. — Alonso Nuñes de Valdivia y
vuestra merced muchos años, como deseo. De casa, á 8 Mendoza.
de julio 1621. —Juan Francisco de Ortega.
DOCUMENTO XC1X. *
DOCUMENTO XCVII. • Memoriales de Quevedo a la Junta que trata de las causas tocan
tes al seíor duque de Osuna , presentados en Madrid i 25 i is
de julio de 1621. \J)
Carta mia para el gobernador del Campo de Montiel, con otra para
don Francisco de Quevedo, en que se les escribe venga aquí don + Muy poderoso señor : Don Francisco de Quevedo-
Francisco ; fechas en 8 de julio 1621 años. Fué correu á las
quince, con que se despacho al dia siguiente 9 al amanecer, i.rfi Villegas, preso por orden de vuestra alteza , dice qiie
tiene en el real consejo de las Ordenes, en poder del
f A don Francisco de Quevedo. —Estos señores que relator Corles, un pleito en razón de la jurisdicion de
por mandado de su majestad se juntan á tratar de las la villa de Juan Abad , y otro en el supremo consejo do
causas tocantes al señor duque de Osuna, me han or- Justicia. Suplica á vuestra alteza se sirva de darle la
villa por cárcel, atento ha hecho su declaración, y en
(ni Jauregul, comedia del Retraído, jornada ni: por el autógrafo- consideración de que no tiene quien acuda á los dichos
ib) Original.— En pliego separado senálanse lascarlas de 21 de pleitos, en que le va todasu hacienda, y há seis meses
febrero de 1616, 11 de marzo y 28 de junio de 1618, para fundar
sobre su contenido los cargos i Quevedo, añadiendo después de que padece : en que recibirá particular merced de
la última lo siguiente : • liase de saber de Quevedo lo que le vuestia alteza. — Don Francisco de Quevedo-VUlegas.
dieron los reinos de Sicilia y de Ñipóles para venir a esta corte
y residir en ella con ocasión de los parlamentos con que le envid
el duque de Osuna , para moderar lo que recibió , como el mismo (<•) Como el anterior.
(/■; Este y el que sigue son los mismos originales autógrafas.
duque lo hizo en Sicilia con don Pedro Celeste, marqués de Santa
Cruz, hijo del regente Celeste.» En los papeles de esta época las más veces une Qcevebo con sa
tc> Esquela, original , dirigida á Lázaro de los Ríos. guión sus dos apellidos, aunque hay documento en que se baila
trf) Minuta y epígrafe originales de Lázaro de los Ríos. de ambas mancas.
DOCUMENTOS — AÑO 1622. 663
DOCUMENTO C. cilio, para que por lodo rigor de derecho y via ejecu
tiva me compelan al cumplimiento y paga de lo que
f Muy poderoso señor : Don Francisco de Quevedo dicho es, como por sentencia de juez competente, por
Villegas, caballero del hábito de Santiago, dice que. mí consentida y pasada en cosa juzgada: sobre que re
está preso quince dias há con una guarda por mandado nuncio todas las leyes , fueros y derechos de mi favor,
de vuestra alteza. Suplica á vuestra alteza, en consi en general y en especial , y la ley y regla del derecho
deración de haber seis meses que eslá preso con gran que prohibe la general renunciación. Y ansi lo otorgué
des gastos y incomodidades, y tener aquí dos pleitos en ante mí, como tal escribano, y los testigos yuso escrip-
razón de la jurisdicion de la villa de Juan Abad, y estar tos, en la villa de Madrid , á siete dias del mes de sep
á pique de perderlos con toda su hacienda , le mande tiembre de mili y seiscientos y veinte y un años; siendo
vuestra alteza dar esta villa por corcel para que pueda testigos el doctor Alonso Cortés y Juan Francisco de
remediarse; que recibirá particular merced y gracia Ortega y don Antonio de Hoyos, estantes en esta corte.
de vuestra alteza. — Don Francisco de Quevedo-Vi- Y fice mi signo en testimonio de verdad. — Juan Ruis
llegas. Calderón, secretario.
DOCUMENTO CI. * 1622.
Memorial á les sofiores de la Junta, presentado en 2 de agosto. («)
DOCUMENTO CIII.'
f Muy poderoso señor: Don Francisco de Quevedo Se le destierra, (c)
Villegas, caballero del hábito de Santiago, preso por
mandado de vuestra alteza veinte dias há con una guar f Don Fran.™ de Quebedo, persona de quien deue
da, dice que , en consideración de lo mucho que ha pa tener noticia la Junta, por los papeles que se an visto
decido y gastado seis meses há , y de tener en plenos en ella del duque de Osuna, y por otras vias, es persona
toda su hacienda en el real consejo de Castilla y en el que se puedo escusar en la corte , y assi la Junta como
de Ordenes, y estar á riesgo de perderlo todo por no de suyo sera bien que le ordene que se vaya a vn lugar
poder informar ni hacer diligencia alguna, suplica á que tiene, y une no salga de alli sin orden , sin dar lu
vuestra alteza le mande soltar ó dar la villa por cárcel, gar a que acuda á hacer negociación sobre esto.— (Está
ó como mejor á vuestra alteza pareciere; que será ha rubricado.)
cerle singularísima merced. — Don Francisco de Qnc- En M/ á 4 de Enero 1622.
vedo- Villegas. A Don Alonso de Cabrera.
(En la cubierta:) M.a f
DOCUMENTO CU. * El Rey n s.' A 4 de En.° 1622.
q. la Junta ordene que don fran.™ de quebedo sal
Pónesele en libertad. \IA ga de aqui y se vaya al lug.' de la torre de Ju.° abad
■J- Suéltese á don Francisco do Quevedo, esta corte y no salga del sin orden.
Executo'o luego la Junta por auto ante Laz.° do los
por cárcel, dando fianza de estará derecho y pasarlo rios.
juzgado y sentenciado. Los señores de la Junta de las
causas del duque de Osuna lo proveyeron en Madrid, á DOCUMENTO CIV. *
6 de setiembre 1C21 años. —Lázaro de Rios. —Esto es,
pagando los salarios de la guarda. Memorial i la Junta. (</)
Fianza.—Yo, JnanRuiz Calderón, escribano del Rey, + Muy poderoso señor : Esteban Tofiño , en nom
nuestro sen r, residente en su coito y solicitador en bre de don Francisco de Quevedo Villegas, caballero
ella de los tesoreros Múreos Fúcar y hermanos, otorgo del hábito de Santiago, digo que el dicho mi parte há
por esta caí la que (en conformidad del auto de suso muchos dias que eslá en la villa de la Torre de Juan
proveído por los señores de la Junta) recibo en liado, Abad por mandado de vuestra alteza , con orden que
preso y encarcelado, como carcelero comentariensis, no pueda salir delta, lo cual ha cumplido con mucha
á don Francisco de Quevedo, caballero do la orden de puntualidad ; y porque de presente eslá enfermo, y en
Santiago, preso, su casa por cárcel, por mandado de la dicha villa no hay médico ni botica, y él padece alli
los dichos señores de la Jimia. Y me obligo que el su muchas descomodidades (demás de hacer falta en esta
sodicho tendrá esta ca-a por cárcel, y no saldrá de ella corte á negocios de mucha importancia y á la admi
en sus pies ni en ajenos en manera alguna , sin licencia nistración de su casa y hacienda),— Suplica á vueslra
de los dichos señores. Y que estará á derecho sobre la alteza le dé licencia para venirse á curar á su casa
causa por que está preso , y pagará lo que contra él fuere en esta corte; y cuando esto no haya lugar, se le dé
juzgado y sentenciado por los señores de la dicha Junta para poder irse á curar á Villanueva de los Infantes , ó
en todas instancias. Donde no, yo como su fiador, ha á otro lugar de aquella comarca , donde haya médico y
ciendo como hago de deuda y fecho ajeno, mió propio; botica: en que recibirá merced. —Esteban Tofiño.
y sin que con!rá el dicho don Francisco de Quevedo ni
sus bienes sea necesario hacer diligencia ni excursión DOCUMENTO CV. *
judicial ni extrajudicialmente, — estaré por él á derecho
en esta causa, y pagaré todo lo que contra él fuere juz Consulta de la Junta que trata las causas del duque de Osuna, (e)
gado y sentenciado por los dichos señores en todas \ Señor : De 4 de enero deste año tuvo la junta
instancias ; llanamente y sin pleito algun ', so pena de una orden de vuestra majestad del tenor siguiente :
ejecución y costas. Para, cuyo cumplimiento obligo mi (— La del número CIII.)
persona y bienes Imbidos y por haber, y doy poder á los En cuvo cumplimiento se proveyó luego auto para
jueces de su majestad , en especial á los señores de la que sin detenimiento alguno saliese de Madrid, y se
Junta, á cuya jurisdicción me someto; renunciando, fuese á la villa de la Torre de Juan Abad (que es el
como renuncio, mi propio fuero, jurisdicción y domi- lugar que vuestra majestad apunté ), con orden que no
(a) Autógrafo, culos autos citados al número lx\xix , sóbrela pudiese salir della sin licencia; y se le puso guarda para
paga de ocho mil cuatrocientos reales que debía al duque de Osu
na : foja 13. »•) Decreto de Felipe IV, todo el de su puño y letra.
(A) El original; dice en la cubierta: «Fianza- de don Francisco (</) El mismo original.
de Quevedo, caballero de la orden de Santiago » (t) La misma original.
66 i OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
que las pocas horas que se detuviese en partir de Ma la villa de la Torre de Juan Abad, digo que la dicha vi
nuel no le dejase salir de su casa ni escrebir papel lla me debe más de doce mil ducados, en que está con
alguno. Y así salió á cumplir el auto y envió testimo denada por sentencia de vista y revista de los del
nio dentro del tiempo que se le mandó, de cómo que vuestro Consejo, como es notorio; y es ansí que vues
daba en la dicha villa. tra alteza nombró por administrador de los bienes pro-
Y agora se ha dado por su parte una petición en la pi ios y rentas de la dicha villa al bachiller Bernal Sán
Junta, en que dice que porque de presente está enfermo chez, el cual ha administrado los dichos bienes por es
y en aquella villa no hay médico ni botica, y padece pacio de tres años, y en ellos no ha pagado ni dádome
cu ella muchas descomodidades (demás de la falta que en todos ellos por cuenta de mi crédito más de solos
hace en esta corte á negocios de mucha importancia y cinco ó seis mil reales, siendo ansí que han proce
á la administración de su casa y hacienda), se le dé li dido de los frutos y rentas que tiene y pertenecen á
cencia para venirse á curar á la dicha su casa ; y cuan la dicha villa más de tres ó cuatro mil ducados. Y para
do esto no haya lugar, sea para irse á la villa de Villa- que conste y se me pague dellos mi crédito en la parle
nueva de los Infantes ó á otro lugar de aquella comar que alcanzare, pues es justo y no lo es retener en si
ca, donde haya médico y botica. los dichos maravedís, causando costas y daños á la
Y teniéndose consideración á que la villa de la Tor dicha villa, deque también á mí se me' siguen may
re de Juan Abad está cosa de dos ó tres leguas de la grandes ; y finalmente es justo que él dé cuenta y á mí
de Villanueva ; y que en ella asiste el gobernador de se me pague, pues soy acreedor de la dicha villa en
aquel partido, que loes don Fernando Paez de Castillejo; dicha suma de maravedís, y único por no haber otro
y que de mudarse allí el dicho don Francisco, no pare que pueda competir con mi derecho, como también es
ce puede haber inconveniente (antes se tiene por me notorio y por tal lo alego, — Pido y suplico á vuestra
jor que resida en ella, donde el dicho gobernador po alteza mande darme su real provisión para que el di
drá tener cuenta con él),— ha parecido que, sirviéndose cho bachiller Bernal Sánchez venga y parezca ante
vuestra majestad dcllo, se le podría dar licencia para vuestra alteza á dar cuenta con pago de lo procedido
ir á residir allí; escribiéndose de parte de la Junta al de la dicha administración. Pido justicia y para ello,
dicho don Fernando Paez quél se lo avise, haciéndole etc.; y juro á Dios y á esta i que no es de malicia.—
notificar que vía recta se vaya ú aquella villa y no sal El licenciado Manuel de Almeida. — Don Francivc
ga della sin expresa licencia de la Junta, y quél tenga de Quevedo-Villegas.
cuidado de que lo cumpla y de avisar de lo que se ofre
ciere de qué hacerlo. Vuestra majestad mandará lo que DOCUMENTO CVin.*
más fuere servido. — Madrid, á 9 de marzo 1622. —
(Hay cinco rúbricas.) Otro, (c)
(— Cubierta) f 1 622. Marzo 9. —La junta que trátalas
causas del duque de Osuna, sobre la licencia que don ■j- Muy poderoso señor : Don Francisco de Quevedo,
Francisco de Quevedo pide para venirse á curar a Madrid caballero del hábito de Santiago , señor de la jurisdícion
ó la villa de Villanueva de los Infantes. —Está bien. de la villa de la Torre de Juan Abad, digo que vuestra
(—De mano de su majestad.) — Don Alonso de Ca alteza me dio su real provisión para queel bachiller Ber
brera. nal Sánchez, administrador de los propios y rentas del
DOCUMENTO CVI. (a) concejo de la dicha villa, viniese á esta corte á darcuen-
ta de su oficio , atento que no la ha dado de más de tres
Tuvo unas tercianas , y pasó en la cura mayor peligro años ques tal administrador, y de que Uniendo en su
del que podía traerle el mal, por una sangría que le hi poder más de cincuenta mili reales de los propios de
zo un barbero gañan de aquel lugar. Se vio tan mal pa la dicha villa, y siendo yo el primero acreedor y solo, el
rado, que escribiendo al presidente de Castilla ponde dicho administrador no me ha querido ni quiere pagar,
rando la imposibilidad de medios que allí había para como lodo consta del requirimtento que longo presen
cobrar la salud, ¡c dijo «haber visto á muchos conde tado ante vuestra alteza. Y aunque la dicha real pro
nados á muerte ; pero á ninguno condenado á que se visión se le notificó, y el dicho administrador la ol><>-
muera». Los señores de la Junta, por abril del año deció , no ha querido ni quiere venir á dar la dicha
de 1622, le dieron licencia para irse á curar á Villanue cuenta y pretende dilatarla; de que se me sigue gran
va de los Infantes ; por diciembre le mandaron ir l.bre daño, por tener mis rentas situadas en la dicha villa y
por donde quisiese, con calidad que no entrase en la haber menester lo que se me debe para mi congrua
corte, ni se llegase á ella ñor diez leguas á la redonda; sustentación. —Por que pido y suplico á vuestra altea
Y por marzo del año siguiente le concedieron licencia mande darme su real provisión y sobrecarta para que
de entraren la corte, dándole por libre, sin habérsele dentro de un breve término el 'dicho administrador
hallado ni hecho cargo alguno. venga á esta corte á dar la dicha cuenta ; puniéndole
graves penas no lo haciendo , y condenándole en diei
DOCUMENTO CVII.' ducados que se me lia seguido de gasto en me venir i
querellar.
Pedimento al consejo de Castilla para que el administrador de Y porque el alcance del dicho administrador ha de
los propios de la Torre de Juan Abad pague lo que tiene co
brado, (i) ser mucho más que la hacienda del dicho administra
dor, y se ha de cobrar de sus fiadores, — Suplico á vues
f Muy poderoso señor : Don Francisco de Quevedo tra alteza mande se citen para la dicha cuenta, para
y Villegas, caballero del hábito de Santiago, señor de que les pare el perjuicio que hubiere lugar. Pido |us-
ticia y costas. — Don Francisco de Quevedo-Villegas.
(a) Tarsla, paginas 91 j 92. —Esteban Tofifio.
(*) Encábela los autos originales, cuya cubierta es la siguiente:
+ «Torre Ju.° Abad — l.eg* 578- Uon fr° de qucuedo Villegas
acreedora los propios de la v" de la torre Ju» abad — Con — El Con el número precedente , i la foja 6.* del rollo. — Se nao-
|J» be rnal sanchez adm"' de los dhos propios s' q' de quenta de isar al relator en 1 de junio de 1622.
do pasar
la dha adm ■ — Rm' Comerá — S * Rios.»
El presbítero Bernal Sanche! contaba i la saion mis de setenta
¡ tres ,ui f i-, y hallábase muy impedido ; por lo que hizo luego de
jación del cargo.
A 41 de marzo de 1622 se mando pasase al relator el papel que
arriba se estampa.
DOCUMENTOS. — ASO 1623. 605
Miguel , pues todas son partidas antes de que se trata
DOCUMENTO C1X. * se de prender al Duque. En que recibirá merced y jus
Otro, (a) ticia que pide. — f Don Francisco de Qtievedo-Vi-
llegas.
t Muy poderoso señor : Esteban ToGño, en nom
bre de don Francisco Quevedo Villegas , caballero de DOCUMENTO CXI. *
la orden de Santiago, digo que mi parle tiene lomada Traba y embargo de bienes contra Pedro de Lillo y Pedro
la posesión de la jurisdicion y délos propios y rentas de Uiaz. (c)
la villa de la Torre Juan Aliad , en virtud de ejecuto
ria de vuestra alteza, por los censos que le deben de -j- Yo, Pedro de Aguilar, escribano por el Rey nues
principal y réditos. Y es ansí que el bachiller Bernal tro señor, público desta villa de la Torre Juan Abad
Sánchez , clérigo, lia sido administrador de los propios y vecino della, certifico y doy fe á los que el presente
y rentas de la diclia villa , el cual ha hecho dejación de vieren cómo á pedimento de la parte de don Francisco
la dicha administración y por mandado de vuestra al de Quevedo y Villegas, caballero del hábito de Santia
teza está en esta corte , dando las cuentas della; de ma go, residente en corte de su majestad, — por virtud de
nera que de presente no hay administrador ni persona una real ejecutoria librada por los señores alcaldes de
que tenga cuidado de la cobranza y administración de su casa y corte, por ante la justicia ordinaria desta
los dichos propios , de que se sigue mucho daño á mi villa, á quien está cometida su ejecución con término
parle; para cuyo remedio — Suplico á vuestra alteza de cincuenta días, — á los diez y nueve días deste pre
mande nombrar persona que haga la dicha administra sente mes y año se hizo ejecución por bienes de Pe
ción, dándola comisión para que pueda cobrar y admi dro de Lillo y Pedro Diaz , vecinos desta villa, por un
nistrar los dichos propios y rentas, con vara de justicia cuento ducientos y cincuenta y cuatro mili y seiscien
y con inhibición de los demás jueces; y que no sea ve tos maravedís , en que están condenados por la dicha
cino ni natural de la dicha villa, porque en ella hay real ejecutoria; y se ha ido continuando y mejorando
pocos que sean abonados , y todos son deudores al Con hasta hoy día de la fecha en los bienes siguientes :
cejo y tienen pleitos y otras causas tales , que no harán Un par de muías y un carro. — Una silla de respaldar
la dicha administración y cobranza como conviene. de nogal. — Un vestido negro de refino, balones y ropi
Sobre que pido justicia y para ello, etc.—Esteban To~ lla, y ferreruelo de bayeta. — Otro vestido de raso ne
fino. gro, ropa y basquina. — Un arca grande. — Una cania
1623. con su ropa , que es un jergón , tres cabeceras , dos sá
banas , una manta y un paño de cama. — Uo paramento
DOCUMENTO CX. * pintado grande.—Dos cuadros , uno de la Virgen y otro
de la Madalena. — Un banco largo y un tendido de co
Memorial á los señores de la Junta. (í) lores.—Un montón de trigo trillado, que terna doce car
retadas de mies. —Otra parva de candeal, de dos carre
f Muy poderoso Señor : Don Francisco de Quevedo tadas de mies en greña. — Otra parva de trigo trnjillo,
Villegas dice que por mandado de vuestra alteza y de hasta siete carretadas de mies en greña. — Un polli
en virtud de una carta reconocida suya, se le notificó no pardo. — Una mesa de cuatro pies. — Una silla vieja
un auto para que dentro de cuatro días pagase y depo y otra de costillas. — Una arca mediada y tin caldero: —
sitase en el depositario general ocho mil y tantos rea Un almirez con su mano.— Una sartén y un cazo de
les que fué alcanzado en las cuentas para los gastos de arambre y tres asadores. — Más cuatro sillas de respal
la boda del marqués de Peñaficl. Y aunque es verdad dar de nogal. — Otra silla de costillas. — Un escabel de
tiene reconocido el alcance , es con declaración de lo pino. — Una mesa de goznes con sus tablas. —Otra silla
que pareciere haber recibido el duque de Osuna: como de costillas. — Un bufete de nogal y una mesa de pino.
es una joya de diamantes de trofeos que por dicha — Un arca grande con su cerradura. — Dos cofres pe
cuenta le dio de Ires mil reales de valor, y aquí en Ma queños. — Un arca encorada (d) y otra arca de pino. —
drid una banda bordada de plata con rapácejos y pun Otro cofre pequeño y dos almohadas de guadamací!. —
ta*, que valia dúdenlos ducados; y demás presenta Una almohada de alfombra.— Una cama de cordeles con
una carta del marqués de Peñaliel , de ducientos duca dos colchones y un paño de cama colorado.— Un mon
dos que le dio para vestirse yira recibir al Duque tón de trigo trillado, de nueve carretadas de mies. —
cuando vino ; y más por dicha cuenta y en gasto de Otra parva de candeal y trujillo revuelto, de dos carreta
dicha boda, dando cuenta en Ñapóles al Duque, en das en greña. — Un paño en jerga, bellorí entero.—
tregó á Juan Miguel Igun de la Lana cartas de pago Cuatro cabeceras pobladas. — Un capote de paño. —
de más cantidad de dos mil cuatrocientos realus, las Una manta blanca. — Dos poyales, digo tres.— Un paño
cuales tiene en su poder el dicho Juan Miguel. Y que de cama colorado y otro verde. — Una ropilla de esta
atento á tener el dicho dun Francisco pagada la dicha meña parda. — Olro paño de cama colorado,. con su
partida en tres años , que corrieron desde las dichas fiueco. — Dos cojines de guadamací! —Una ropa de
cuentas hasta que prendieron al Duque, aun ofre estameña verde. — Un tendido de colores. — Vara y me
ciendo él cuenta , no se le pidió ni dinero. Y asi por dia de paño frailesco. — Una almohada de alfombra. —
estar pobre y gastado , y habérsele alzado con su ha Otra manta blanca. — Una cama de campo encordelada.
cienda su administrador, — Suplica á vuestra alteza se —Cien fanegas de trigo y sesenta fanegas de cebada en
diga al Duque declare por las dos partidas referidas , y grano. — Un par de ínulas y un cano. — Una cama de
se le baje la partida del marqués de Peñaliel, y se le campo, de nogal, encordelada, con dos sábanas y un
dé término ultramarino para probar lo que toca á Juan cobertor azul, dos colchones y dos almohadas. — Dos
poyales dn colores. — Dos alfombras. — Dos sábanas de
(a) Con el número cvn , i la toja 19 del royo.— Se mando unir á cáñamo y una almohada de lienzo. — Ochenta fanegas
Ins autos y que pasase al relator en 10 de setiembre de liiü. de cebada y veinte fanegas de trigo en grano. -^Tres
(*) Original. A la foja 9 los autos citados al número lixxix, cientas y treinta cabezas de ganado de lana.
?¡ue tienen la siguiente cubierta: «Junta f Osuna— Contra don
i.i ir de quebedo billegas del auito de Stiago — S' La paga. De los cuales dichos bienes hay ciertos depositarios
detoWOR" quedeuc al duque de osuna — S° Laz° de Rios.«—
En 10 do jimio de U¡23 se decretó : • No ha lugar lo que pide don
Francisco de Quevedo ; pague como esta mandado, y en lo demás (c) El original.
(i) Forrada de cuero.
OBRAS DE DON -FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
y se lian fecho en la via ejecutiva las diligencias y au Por mi, yo los perdono fácilmente:
tos que constan del proceso ejecutorio, á que me re- Por nuestro amigo no, que es nuestro amige
liero. Y este estado tiene hoy la dicha via ejecutiva De iodos los ingenios difi rente.
hasta el segundo pregón de la dicha ejecución, y se va El peregrino vuestro es buen lesliso
De la eminencia con que al inundo admira,
prosiguiendo para hacer el dicho pago; como todo Cuyas vislumbres desde lejos sigo.
consta de los autos que quedan en mi poder, á que me Jamás hombre español templó la lira
remito. Y para que conste, de pedimento de Francisco Con mayor agudeza y hermosura ;
Gómez, procurador, en nomhre del dicho don Francis Párase Apolo si templar le mira. —
co Gómez de Quevedo, di el presente en la villa de la Sátiros, que vivis en la espesura
Torre Juan Abad, en 22 dias del mes de jullio de (623 Caliginosa del error que os tiene
años ; y en fe dello lo signé de mi signo y lirma de mi Con tal soberbia en lauta desventura:
r Áspides , que la fuenle de Ilipocrene
nombre, en testimonio de verdad. — Pedro de Aguilar. Veiiis á inficionar con vuestro aliento,—
Apolo sale ya, Francisco viene.
DOCUMENTO [CXH.*
Petición á los señores de la Junta, {a) i Oh tú, divino Principe, que impetras (i)
Del cielo tanta luz , que , coico Apolo,
.+ Muy poderoso señor: Don Francisco de Quevedo- Los más escuros báratros penetras,—
Villegas, caballero del hábito de Santiago, digo que Bese tus sacros pies, tu cetro solo
Nieve septentrional, líbica arena,
por mandado de vuestra alteza se me notificó pagase Y como el Tajo el índico Pactólo.
ocho mil y tantos reales por un reconocimiento mió y Siempre resulte de tu luz serena
á mi pedimiento. Vuestra alteza se sirvió de darme un Otro sol que le alivie el peso grave; le)
mes de plazo para depositar la dicha cantidad ; y ha Que el peso, aunque es glorioso, al fin es petu-
biendo este mes hecho las diligencias que deste testi Mas dejando este apostrofe suave
monio que presento constan, no mo ha sido posible A mi lealtad y amor agradecido,—
juntar la dicha cantidad, por haber de gozar los bienes Para que siempre su grandeza alabe,
embargados, del término de la ley.— A vuestra alteza su Conozca, si quisiere, el presumido
Que si fuere camello entre leones,
plico, en eon-ideracion de que hago la diligencia y de Con solo verle quedará rendido.
que deposito lo que he pagado , mande se me prorogue Aunque una vez (ó mienten relaciones
otro mes de término para cobrar y traer : lo que será Que no suelen mentir siendo morales.
merced y justicia. — Don Francisco de Quevedo-Vi- Para ejemplo de humanas presunciones)
llegas. Al rey de los silvestres animales
Topó la vil raposa, y los medrosos
DOCUMENTO CXIII. * Pasos paró, singultos dio mortales;
Helóse de mirar en los fogosos
Memorial á los señores de la Junta. (í) Ojos su muerte; y el león, templando
Los rayos de los orbes rigurosos ,
f Muy poderoso señor : Don Francisco de Quevedo, La estuvo por nobleza despreciando;
caballero del hábito de Santiago, digo que por man Y ella, cobrando el ya perdido aliento,
dado de vuestra alteza se me notificó nn auto, por el A la segunda vez le fue mirando.
cual se me manda que dentro de seis dias deposite en El león entonces (á si mismo atento),
Menos feroz, la permitió su lado;
el depositario general ocho mil y cuatrocientos reales. Con que le dio mayor atrevimiento.
Y por cumplir con el tenor del dicho auto, no obstante _ lilla, de lodo punto reportado
que tengo dada cuenta de dicha resta y que no debo El lemor concebido, habló atrevida
nada (como constará de los papelesqne tiene Juan Miguel Toda la margen del ameno prado ;
en su poder), — por no hallarme con dineros de presen Y en un peloso Ulíses convenida,
te, hago depósito destas dos joyas de diamantes, que Sin hablalla el león, de su fiereza
valen mucho más que la deuda : que son un cintillo de Por cosa vil se despulió con vida.
diamantes fondos con cincuenta tachones y más las tres Después con otros de su igual flaqueza
Dicen que se alabó, diciendo á voces
piezas, y en todos son ochenta y tres diamantes, asen Infamias de su fuerza y su nobleza.
tados en su caja ; y un hábito de Santiago en una vene t «¿Aquel era león, que tan feroces
ra de oro con su asa de diamantes , y tres órdenes de Nos pintan? (dijo) ¿á aquel los animales
diamantes fondos yperfetos.y en todos hay setenta Tiemblan las uñas hórridas y atroces?
y ocho diamantes fondos y perfetos. —Suplica á vuestra «¿Dónde están las insignias imperiales?
alteza mande se reciban en depósito hasta que se pue ¿Qué es de las presas, pues me tuvo miedo,
da socorrer de dinero ú aclaiarsu cuenta, escribiendo i fuimos por un verde prado iguales?
• Desde esta vez desengañada quedo
á Ñapóles : en que recibirá mucha merced.— Don Fran Que tratadas las cosas son menores :
cisco de Quevedo- Villegas. En ciencia, en armas y en valor le excedo <
Oesla manera son los detractores
DOCUMENTO CXIV. De leones magnánimos, que ban hecho
Desprecio de animales inferiores.
Invectiva de Lope contra los poetas enemigos de Quevedo, cu la Asi nuestro Francisco, asi sospecho
Epístola « ttou Lorenzo van iler Hiimmen de León, [o) Que perdona las miseras raposas,
Nunca el donaire en esta parte excluye Por no ensuciar de baja sangre el pecho.
El estilo cortés; mas sufre y siente Presumen estas lenguas venenosas
Quien de vengar sus detracciones huye. Derribar en los templos de la fama
Del sacro altar las opinioues diosas;
Mas, como nueza que en abril enrama,
(<i) La original autógrafa , en que recayó el siguiente decreto Caen del tronco en viendo la presencia
a 8 de agosto de 1623 : «Prorógueselc tod'o este mes de agosto, y Del claro sol que el Escorpión inflama.
no queda más término.»
(*) Autógrafo, en los autos de que se hace mérito, al núme
ro lmxix. — En 5 de diciembre de 1623 se decretó por los señores Epístola sexta. Véase al folio 183 de La Circe en tira 6»" I
de la Junta : «Que Gonzalo González, platero de uro, vea estas Prosas, Madrid , 1624, libro corriente para la estampa ito""!!r
dos jovas y las tase con juramento. » llízolo, v el depositario ge to de 1623.
neral don Jerónimo de Barrio nuevo dio recibo de al dia siguiente. (d) Habla con el rey Felipe IV.
(c) Lope de Vega Carpió : A don Loreruo Vander llamen de León. (C) Lisonja al ministro coa Je-duque de Olir ares.
DOCUMENTOS. — AÑO 1630. 667
A los de Efeso Heráclito sentencia del propietario del original, Duport, con la condición
A muerte en el destierro de Hermodoro, de que diese para el santo hospital de esta corle la
Priiicipe de las armas y la ciencia , mitad del importe en venia de los ejemplares que" se
Porque dijeron : «Hombre que en decoro,
En nobleza, en virtud y entendimiento aprendieron.
Nos vence 6 todos, como al plomo el uro,
» No viva entre nosotros; que su aumento DOCUMENTO CXVI I. (e)
Nos disminuye, humilla y ocasiona.»
¡Qué envidia! ¡qué villano pensamiento! La indisposición porfiada entre mi tio don Francisco
Asi niegan, Laurencio, la corona y Monlalban tuvo origen en una disputa que hubo en
Que se debe á Francisco estos ingratos, tre los dos en casa de don Jerónimo del Prado sobre
Y a»i la envidia bárbara blasona.
Ya conozco sus tretas y sus tratos : asuntos literarios , cuyo señor les contuvo para que no
Ellos quieren vivir como behetría; llegasen á pegarse. Esta enemistad fué fomentada por
Que, no se juntan bien cisnes y patos. — los malos amigos de ambos , que con poca caridad se
Vos, cuyas letras, como sol al dia , divirtieron mucho tiempo en obligarlos á denostarse;
Ilustran nuestro humilde Manzanares contándose que se aumentó el encono de mi tio , y es
Con tanta Humanidad y Teología, cribió la Perinola contra Monlalban, para vengarse de
Pues distes honra á nuestros patrios lares la burla y desprecio que le hizo este por su AnacreonU
Viendo en Madrid la luz del sol primera, en el siguiente soneto, que corrió mucho por Madrid :
Y agora honrando cátedras y altares;—
Tomad la pluma, y la canalla fiera Anacrconie español , no hay quien os tope.
De sátiros, de Faunos y silenos,
Del monte en que Francisco reverbera 1628.
Salga á los bosques de maleza llenos;
No enturbien su cristal vertiendo eu rabia DOCUMENTO CXVI1I.
Acónitos, cicutas y venenos ;
No vivan fieras entre gente sabia ; Carta del presidente de Castilla levantándole nuevo destierro. (!)
La tierra que los hizo los posea;
Que quien la ciencia con envidia agravia Su majestad (Dios le guarde) ha dado licencia A vues-
No ha de vivir donde preside Aslrea ; tramerced, para que pueda entrar en la corle. En llegan
Ni es justo que una diosa tan gallarda do á ella importa que me vea vuestramcrced luego; cuya
Consienta en Helicón musa tan fea. persona guarde nuestro Señor. Madrid, 29 de diciem
Tenga el sabio cristal defensa y guarda ; bre 1628. —El cardenal de Trejo.
No viva el coro de las nueve solo ,
Pues décima será Murcia Leonardo; (a)
Córidon, Marsias; y Francisco, Apolo. (¿>) 1629.

1626. DOCUMENTO CXIX.


Remiendos de plumas ajenas en las obras de don Francisco
DOCUMENTO CXV. de Quevedo. (y)
Guerra con la familia de Montalbau. (c) Y lo que es más intolerable, no ha faltado Aristarco
que ha osado poner la pluma en las demás obras deste
Y ¿qué culpa tienen los libreros del enojo que él autor tan aplaudido, añadiendo ó quitando lo que á su
(—Qi/evedo) tiene contra el que no les quiso comprar mal fundado juicio parecía; siendo así que un descui
sus libros por ser una sátira universal y un epílogo de do de la tinta do don Francisco de Quevedo, cuando
suciedades? le hubiera , prefiere á lo más discurrido destos carco
mas de libros , que llenos de su opinión , están huecos
DOCUMENTO CXVI. (d) de lo más estimable y sólido de la sabiduría. Dejo los
que para derribarle de lo alio de la opinión en que es
Salió á luz la primera vez esta novela en Zaragoza , taba , le prohijaron muchas obras odiosas y algunas in
el año 1626, con el título de Historia de la vida del decentes; pero quien las cotejare con la modestia y
Buscón llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos atención de don Francisco , conocerá que no son hijas
y espejo de tacaños. Como esta edición se arrebate en ■ do su ingenio : coino.del águila refiere Elíano, que opo
el momento de su publicación, que fué en el mes de niendo á los rayos solares sus pollos, hace experiencia
julio del dicho año, la codicia de la ganancia movió á si son suyos.
Alonso Pérez, mercader de libros de esta corle, á hacer 1630.
en la imprenta de Alonso Martin una impresión furtiva
con el mismo título, si bien disfrazada como si fuera la DOCUMENTO CXX. * (h)
misma edición de Zaragoza. Sabido este hurto literario
por Roberto Dtiport, librero de Zaragoza, á quien Que ¿Quién al de vergüenza poca
vedo había vendido el manuscrito (que aquel dedicó á Le ayudó p;ira el Chilon?,
don fray Juan Agustin de Funes, caballero san juanis- ¿Y quién compuso el Buscón
ta en la castellania de Amposta), demandó en juicio al Con tarábala tan loca?
librero Pérez; y por acuerdo de la sala de justicia del ¿Y quién siempre se desboca,
En la fucia del privado,
supremo consejo de Castilla, de 16 du mayo de 1627, A quien falsamente ha dado
se sentenció á la impresora viuda á pagar una mulla de A entender que es de la hoja ?—
cien ducados para penas de cámara , y al Pérez á otros Pala-Coja. —
ciento, con más la pérdida de todos los ejemplares que
se le aprendieron, los que se entregaron al procurador (el Apuntamientos del sobrino de Quevedo , citados á la pági
na 627 ; quien no estuvo nada bien enterado en este particular.
[f) Tarsia , página til.
i a) Dedicó á la sciíora Manía Leonarda las tres novelas que íg) Tarsia , página 78.
(«I De la Sátira escrita en 1G3J , y citada á la página H27. Se in
principian al folio 109 de la Circe. fiere de esta estrofa que el padre Hernando de Salazar dio á Que
(4) Góngora, Marsias ; j Francisco, Apolo. vedo los materiales para escribir el Cnitou de las tarabilla».
i£i Tribunal de la justa venganza, página 2o3.
(íí) Obras de don Francisco de Quevedo Villegas, edición ilustra
da por artistas cspaü«l»e; tomd n, Madrid, 1841, página 343.
668 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Junle pues á las dos lazo amoroso;
1631. Y perdone algún critico severo,
Si baila lo tragicómico monstroso.
DOCUMENTO CXXI. *
Y cuando de tu pena más lo esquivo
Memorial al consejo de Ordenes, (a) Te asalte, huir ¿ lícitos placeres
No será ser cobarde, sino altivo.
•i- Muy poderoso señor: Don Francisco de Quevedo En tu apacible condición, si quieres,
Villegas, caballero de la orden de Santiago, digo que Los medios hallarás de tu defensa.
por orden de vuestra alteza hice depósito de un hábito y Porque á ti mismo debas cuanto fueres.
venera de diamantes fondos y de un cintillo de oro y dia Has yo ¿qué advierto, si tu agrado visto
mantes fondos, por una resta de ocho mil y tantos rea Lo tiene ya , en el medio tan suave
les (¡lie tenia de alcance contra mí el duque de Osuna, Que le dejo en Hurguillas tan bienquisto?
de cuatro años antes que le prendiesen ; y con las di ¿Querrás saber acaso nueva alguna ,
chas joyas , que están en el poder del tesorero general, De cuanto acá dejaste? Pues disponte
presenté papeles de mi descargo contra dicha cantidad. A escuchar relación , aunque importuna.
—A vuestra alteza suplico que pues lasdichas joyas valen
más, dando yo fianzas de pagar la dicha cantidad den Algo crece el Retiro, que le asiste
Su Criador, aun curioso ; pero crece
tro del plazo que se me señalare (descontado lo que Siempre en griego la planta, y siempre triste, (i)
pareciere no deber), se rne entreguen para que las venda ¿Triste? ¡Oh qué dello el consonante ofrece!
c«n mi comodidad y pague mi alcance á quien vuestra Mas punto en boca : que elegía emprendo,
alteza mandare : que en ello recibiré, muy singular Y que me paso á sátira parece. -
merced.—Don Francisco de Quevedo- Villegas. De los amigos referir pretendo
La ocupación y el ocio; y si la pluma
1632. Traviesa fuere aqui , menos ofendo
¿Qué diré de Fernando, de la suma
De todo buen respeto , de la gloria?
DOCUMENTO CXX1I. (6) Mas ¿quién hay , que su ser copiar presuma?
Su majestad le honró con el título de su secretario,
á 17 de marzo de 1632. Hízole repelidas instancias el (— Píntale después la vida de Madrid :)
Conde-Duque para que entrase en el despacho de los Y á Bartolo Bando nuestros casos ,
negocios; siempre se excusó y retiró , conociendo muy O al montón de los coches nos subimos
bien el desasosiego que traen consigo semejantes mate O vamos á buscar los campos rasos.
rias. Esta razón también le movió á no acetar otros En bajeles tal vez nos dividimos
puestos que le ofrecieron , y particularmente la emba Terrestre flota; y unos de cosarios.
jada á la república de Genova , á quien su majestad te Otros solo de número servimos.
nia ya resuello de enviarle. Bajel no pasa, que por modos varios
No le examine alguno ó le entretenga,
1633. Si no descubren barbas los contrarios.
Uno aqui suelta la mestiza arenga
De dos lenguas compuesta ; otro á Madama
DOCUMENTO CXXII1. Con la acción y los ojos se derrenga.
¡Gran falta hace tu fuenie en esla llama,
Quevedo casado. M Por más que el buen Francisco nos socorra
Con raudal de pastillas que derrama!
Dulce Gaspar, mi retirada musa Al lin pasa la tarde, y niauo en gorra
¿En qué pudo ofenderle, que la obligas Unos la ociosidad conduce al juego,
A ver el sol para quedar confusa? Y otros lleva á su casa la modorra.
Francisco, en posesión de su sosiego,
Pero ¿cuál de las nueve á mi poesía De su Esperanza en los coloquios pasa,
Hoy. dará el vital soplo? ¿Melpoinene Si legas noches , cuerdamente lego.
Lúgubre y triste, ó la jovial Talla? Yo en el rincón de mí sucinta casa
Cada cual su derecho á tener viene : Mi Heráclilo y Demócrito examino,
One si llorar tus males me es forzoso , Y lloro y rio mi fortuna escasa.
También tus penas divertir conviene. Borro y enmiendo, y poco determino;
Que, como solo de ocuparme trato,
(a) De mano de don Francisco; foja 17 de los auto» referidos al No trato de llegar, amo el camino.
número lxxxix. El Consejo mandó a 18 de julio de 1651 que el
tesorero general devolviese las joyas siempre que en su poder se 1634.
depositasen los ocho mil cuatrocientos reales que debía Quevedo DOCUMENTO CXXIV. •
al duque de Osuna. Este documento cierra la pieza separada que se
formó en 1641 y que tengo sobre mi mesa.
[b) Tarsia, página 81. Cartas del excelentísimo señor duque de Medinaceli.ni uto.*
le) Carla, i Elegía Segunda , en respuesta á'e otra de un Amia» bre mi negocio en Aragón, y del gobernador de Angra ' " "
antéale. Véase á la págnia 207 de *El perfeto señor. Sveiío político celencia. Je)
con otros varios discursos, i tilintas poesías varias, Oe Antonio
López de Vega... Con licencia en Madrid En la Imprenta Real, Por haber estado ocho días dcsta primavera si Cw
Aiio 1652..
Heimprimióse allí á plana renglón en el alio siguiente, «á costa lludo.no he podido responder á vueseñoria hasta ibón
de Gabriel de León , mercader de Libros , y véndese en su casa diciéndole cómo, por haberse pasado la ocasión ¡fe »
en la calle Mayor.» leva de don Alonso (para cuyo efeto deseaba don Frw-
La epístola de que se copian estos versos fué dirigida , en mi
sentir , al contador don Gaspar de Barrionnevo ; y el riojano dou cisco de Quevedo la composición con los veciiw :;
Fernando de Zaratees i quien primero cita en ella López de Ve Cetina ), viene á ser ya fuera de tiempo la ida de <'*
ga, de sus amigos de la corte. Miguel , y por esta razón no va. Don Francisco an ¡a
Antonio López de Vega, portugués, vivió casi siempre en Madrid
y aquí falleció septuagenario después del año de 1658. F.n el de 1620
publicó su Lírica poesía; El perfecto señor, en 1626; en 1611 hacia (rf) Este
(el El real sitio delesBuen
epígrafe Retiro.que puso de stt n» e» " !r
el mismo
los primeros días de enero , su Hericlilo y Demócrito de nuestro
siglo. Vivió querido de lodos, admirada su destreza en el manejo bierla de las cuatro cartas que siguen don Francisco a O"11-'
de la lengua castellana , y eslimado como entendido filósofo. Copias que me ha facilitado el señor don Agustín Darla.
DOCUMENTOS. —ANO 1634. 669
¡scrito que está ya para volverse á su casa; que querría
aber de vueseñoria si viene consignada en algnn miem- DOCUMENTO CXXVIII.
iro de renta la paga de los réditos de su dote, mien-
ras el principal del le tiene su prima de vueseñoria ; Más sobre su casamiento, (a)
lorque conforme en la parte que esta consignación se
liciere, ha menester dejar dispuestas algunas cosas que Habiendo determinado don Francisco de tomar esta
e tocan en Madrid : y para conseguir de vueseñoria bre- do, para tener en sus trabajos el alivio de una noble
re respuesta, me pone por intercesor. Guarde nuestro compañera, casó el año de 1034 con doña Esperanza
leñor á vueseñoria. Medina y mayo 21 de 1634.—,4. de Aragón y la Cabra, señora de Cetina , hermana de
?i duque de Medina. — Señor don Juan Fernandez de don Bernardo de la Cabra y Aragón obispo de Balbas-
ieredia , gobernador de Aragón. tro, del padre Juan de la Cabra y Aragón de la com
pañía de Jesús , y de don Francisco de la Cabra y Ara
DOCUMENTO CXXV. * gón (caballero del orden de Santiago , que casó con
la sobrina del cardenal Zapata , hija del conde de Ba
Desde que escribí á vueseñoria ayer, me dice don rajas). Con esta señora de grande calidad y emparen
rrancisco de Quevedo en otra carta suya, que he recibi- tada con lo más alto de Castilla y Aragón , vivió don
lohoy, la descomodidad grande que pasa en Madrid por Francisco de Quevedo, aunque poco tiempo, tan con
10 poder di poner sus cosas, ignorando hasta ahora forme , que sulo en sus nobles prendas halló desquite
lónde tiene la consignación de su dote ; que yo vuelva á de las adversidades que habia padecido. Dejó, con ha
icordnr á vueseñoria lo haga, y le envié la respuesta; ber tomado estado, ochocientos ducados de renta que
>orque á el punto, efetuana allí el asiento de su h.i- gozaba por la Iglesia con caballerato. Dispuso natu
:¡enda, hora para estar en Castilla ó en Aragón, que la raleza (con bien ordena'da alusión) que como la fecun
liferencia de las monedas le hace no poder efetuarlo de didad de sus padres fué única en la sucesión varonil,
nía manera para entrambas cosas. así don Francisco no la tuviese', porque quedase sin
Yo estimo lo que vueseñoria sabe la persona de don gular, pues en el ingenio lo era. Y es observación de
'rancisco; y tanto, que no pude hacer más que gran Elio Sparciano, en la Vida del emperador Severo: que
earle á mi señora doña Experanza por mujer. Su- ninguno de los hombres grandes tuvo sucesión , pues
ilico á vueseñoria ahora me responda con este pro- casi todos murieron sin hijos, y si alguno los dejó,
io, para que yo le avise con el correo, porque ii todo fueron malos é indignos de sus padres. No tuvo dicha
iace falta la dilación. Guarde nuestro Señor, etc. Me- de asistir mucho tiempo en Cetina, como habia dis
ina y mayo 22 do 1634. — ^4. El duque de Medina.— puesto ; porque después de ocho meses le obligaron
«ñor don Juan Fernandez de Heredia, gobernador de unos negocios precisos á ir á la Torre de Juan Abad,
Iragon. de donde escribía frecuentemente á su mujer el senti
miento que le ocasionaba la ausencia. Pero le tuvo ma
DOCUMENTO CXXVI. ' yor con el aviso do haber pasado á vida inmortal su
consorte; pérdida que sintió sobre cuantas le aconte
Su majestad (Dios le guarde) me manda que suba á cieron en el discurso de sus días. Y con el conoci
revenir las fronteras de Francia y aquellas montañas. miento de las virtuosas prendas de tan noble señora,
' porque es fuerza haber de acudir luego á esto,—aun- se tuvo muy lejos de enlazarse con otra; que, por muy
ue muy mal convalecido, he querido venir á esta villa calificada que la hallase, no esperaba encontrar á otra
n cumplimiento de lo que tengo escrito á vuecelencia Esperanza.
ha sido servido mandarme. No he hallado aquí á don No puedo dejar de no hacer aquí reparo en lo que
liguel de Liñán ; y así me ha parecido despachar al el doctor don Jerónimo Pardo , medico de Valladolid,
unto este propio para suplicar á vuecelencia le mande escribió en el Tratado del Yino'aguado, número 92,
e ponga luego á caballo y venga aquí, porque es im- y 4 del capítulo n , motejando á don Francisco de ha
osible detenerme más de dos ó tresdias á lo sumo. Y berle ido mal con el casamiento , movido de lo que
orque con dicho don Miguel escribiré largo á vué- dejó escrito de las mujeres en la Vida de Marco Bruto,
elencia , no lo soy en esta. Guarde nuestro Señor á donde dijo que «la mujer es compañía forzosa , que se
uecelencia los muchos años que deseo. Cetina y ma- ha de guardar con recato, se lia de gozar con amor
o 30 de 1634. — Don Juan Fernandez de Beredia. — y se ha de comunicar con sospecha. Si las tra'.an bien,
eñor duque de Medina. algunas son malas; si las tratan mal, muchas son peo
res. Aquel es avisado que usa de sus caricias y no se fia
DOCUMENTO CXXVII. * dellas.» De aquí formó su juicio el doctor Pardo, pen
sando haber caído don Francisco en las infaustas ex
Mucho me huelgo siempre que sé que vueseñoria está periencias de los mal casados , y haberle tocado de los
ueno. excesos de las mujeres más parte que á los demás
Don Miguel de Liñán es la respuesta de sus cartas hombres ; añadiendo que «así lo dio á entender cuando
e vueseñoria y el mensajero dcsta, y lleva carta de don enredado en las acciones de su Bruto, cayó dando con
rancisco de Quevedo, la cual he visto. Y porque juzgo su cuerpo en la boca de un.león tan rugiente, que á
ue su venida de vueseñoria hará buen lugar á estas no hallarse entonces en cuarto y casa de misericor
isposiciones, no me alargo ; solo digo á vueseñoria que dia, le despedazara sin duda». Quisiera preguntarle
ie parece que como esto que pide don Francisco de dónde sacó estas noticias, procurando con embolis
•uevedo es la dote de mi señora doña Esperanza, — mo entrar á don Francisco en la leonera, sin haber
quella poca parte que trujo no hallo que d<be en- hecho reparo en su fisonomía leonina, á que correspon
■ar en número con los demás créditos, porque las dotes dían también sus acciones; que, á no hallarse muerto el
n ese reino entiendo tienen diferentes prerogalivns. Y león , no se le atreviera el pardo, que llevado de la
orque reconozco en don Francisco el mismo amor que opinión vulgar (con la paréntesis que podia excusar < n
o tengo á la casa de Cetina, no represento á vueseñoria el capítulo citado) quiso tirar de la barba al león muer
uán obligado me tiene en esta materia. Guarde nuestro to, según aquel refrán tan recibido : Barbam vellcre
«ñora vueseñoria muchos años. Medina y mayo 31 mortuo leoni. Juzgo no haberse hecho capaz de las
_e 1664.-j4. El duque de Medina. — Señor don Juan
ernandez de Heredia, gobernador de Aragón. (a) Tarsia , pajina 109.
670 ODRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ponderaciones de tan docta pluma , pues se espanta de Bien podemos creer y asegurar que si la desver
cosas que en todos los lluros de los Padres de la güenza y libertad deste hombre hubiera llegado i
Iglesia y de otros inlinilos autores se hallan regis noticia del Rey, nuestro señor, ó á la de sus consejos
tradas. Demás que si solo se escribiera lo que se ex de estado, ó justicia, que la hubieran hecho del, v
perimenta, de muy poros luiros gozara el mundo. Que que la harán luego que lo sepan , porque no entienda
oslas premisas de loque dejó escrito don Francisco de aquella república ( —la de Venecia) ui otra á quien se
las mujeres lleven á la liilacion que saca el doctor Par atreviere, que le da permisión á un vasallo para que la
do , serán jueces todos los Iónicos, y lo podrán ser injurie por escrito, ni que un hombre tan inferior, que
los que tienen noticia de la vida de don Francisco, y es puco más que la nada , puede lo que solo se les con
de la conformidad que tuvo con su nobilísima consor cede á los iguales en dignidad , y esto con la modestia
te : de quien, aunque se ausentó, fué por causas, co y decoro á que les obliga la soberanía que gozan.
mo se ha dicho muy precisas, y con ánimo de volver Los jueces acordaron que de los escritos de Que
cuanto antes, como se ve por la correspondencia que vedo se diese cuenta al supremo tribunal de la Sania
continuaron con caitas muy afectuosas, queá haberlas Inquisición y á cada uno de aquellos señores en par
leiilo el doctor Pardo, hubiera sin duda aguado su tin ticular , por lo que toca á la causa de Dios.
tero, y cscrilocou más templanza de autor tan venerado
y aplaudido de los mayores hombres y más doctos. DOCUMENTO CXXXL*
1635. Comodidades y reñías de que gozaba por este tiempo, (e)
DOCUMENTO.CXXIX. Tiene cuatro mil ducados de renta , adquiridos con
Aplauso que del vulgo lograban sus obras, (a) libertades mal dichas y bien pagadas, sin merecer su
donaire premio, ni su agudeza eslimaciou; parto de
El diligentísimo correo se entró en un bodegón , en los hierros de grandes señores. Y no es este el más
quien una inclusa puerta daba tránsiloá la taberna de culpable : que si su concepto es hacer sin principio,
mayen' aprobación y más asistida de los poco paniegos tanto será en ellos la obra más excelente , cuanto me
y con exceso vinosos: grave teatro, lan antiguo como nos fuere la materia; y así este aumento milagro es
proprio, i!onde los discursos deste infeliz autor ( — ros del poder, no justicia del mérito.
Fhancisco dk Quf.vedo) van siempre á parar y tienen Quiso hacer un poderoso una sátira á los hábitos, y
común y agradable acogida , y en quien los hombres dióle uno de Santiago : providencia ha sido su carmín,
más distraídos y con abominación desechados por vil que á ser otro el color, le hubiera teñido en él la ver
escoria de la república , celebran sus escritos , admi güenza de verse tan indignamente colocado; aunque
ran sus frialdades, hiperbolizan sus desvergüenzas, ya se me ofrece que pudo ser alhaja de su patrimonio,
ponderan sus viles y bufonescos gracejos , repiten con heredada entre los tranchetes y las hormas , que yo be
risadas bacanales sus malicias, hacen suma alabanza visto en semejantes oficinas ocupar uu lugar un há
de sus deshonestidades, califican sus atrevimientos bito y un calzador. Y' lo licencioso de su ejercicio ma
conlra lo divino y humano, y entre tahada y Uihada y yores facultades comprehende, más esmalte su capa y
el déjela vuizé vezir , lo vitorean por el más anti su sotana; y ríase de todos, como lo hace, que ei
guo congregante de la glotonería, y aclaman por oficial mundo es opiniones todas erradas, y las leyes del
insigne del trago... duelo las más injustas, y solo son afrentas las que due
Y veo (—con dolor) que nuestra república, más obli len, y honras las que dan comodidades.
gada que la de Lacedemonia, por ser católica, no solo
permite cuanto en su ofensa escribe Quevedo y la ins- DOCUMENTO CXXX1I. (d)
trucion que les da á'sns subditos para que la ofendan,
pero se celebra y aplaude, y llene cuanto ha dicho y El abogado alegó que aquello que escribió don
escrito por el más regalado plato de sus conversaciones, Francisco ( — lomo i, página 51 i, columna i."), solo
y con descompuestas risadas ( tales que le son inferio halda sido referir lo que sucede en las cárceles i los
res las de los patanes y gente bahúna) repiten lo que presos nuevos, á quien los antiguos piden la patente
habían de abominar. con nombre de limpieza; y no porque le hubiese suce
dido ni poderle suceder. Ni tampoco anda su persona
DOCUMENTO CXXX. tan mal adornada, que no represente ser hombre gra
Traían sus enemigos de irritar en conlra de el la opinión pública, (i) ve; pues tiene coche de suyo, en que anda siempre, y
pasea la calle Mayor y el Prado de Madrid, como los de
El es caso lastimoso qne oidiga á que lo sintamos, más señores y caballeros. — A este alegato replicó el
viendo que á este desdichado autor no le agrade ni Fiscal no ser dudable lo úllirno que decía; pero que
satisfaga el capitulo, la cláusula ni el renglón en que esto era de poco tiempo á esta parle, con el despojo
no asiente una proposición errónea , en que no diga que hizo en Ñapóles y con lo que se quedó de lo que
una blasfemia , en que no haga una injuria , en que no confió del el duque de Osuna, enviándolo por su agente
introduzca una afrenta, eji que no celebre una desver solicitador, en que lo fué más del dinero para si, quede
güenza y no graceje una deshonestidad... ¿Qué infeli los negocios que trajo á cargo ; que antes desto á su
cidad mayor, qué mas desventurada desventura que al miserable estado se le pudiera atrever la encarcelada
mismo tiempo que otros autores sacan á luz obras tan chusma picaril; y que no olvidando el antiguo hábito
heroicas , que se confunde la admiración por no poder tle su mendiguez' y estrechez* de bolsa, era tan tenue
igualarles, tomase él tan perverso asunto, por quien el sustento que les dabu á los caballos del coche, que en
lo inmortalizará la infamia de sus escritos , la bajeza quitándolos del, aunque fuese á hora de completas,
de sus conceptos, la vileza de sus costumbres, el tor ferraban las puertas todos sus vecinos, escarmentadas
pe y bestial distraimiento de su vida, semejante á lo de que se entraban hasta los aposentos y cocinas á
que escribe ; que todo eslá engendrando deseos de ver buscar algo con que desayunarse.
su desastrada cuanto merecida muerte?...
ir) En la Apología el Sueüo de la muerte ó Visita» de los ekisla
(«1 Confesión de sus propios enemigos en El tribunal de la que escribid ion Francisco de Quevedo, sátira inédita, sin nombre
justa véngame , páginas 3 y 126. de autor.
(4) El tribunal de la Justa veugatna, páginas 101 , S73 y 49». (</) El tribunal de ¡ajusté reiigama , página SI .
DOCUMENTOS. — ANO 1630. 671
1636. 1639.
DOCUMENTO CXXXI1I. • DOCUMENTO CXXXV.
irla de don Migue! de Uñan, desde Celina i 9 de agosto de lWfi Descompuestas alusiones de fray Diego Niseno , monje basilio,
en que escribe al duque de Mcdinaceli que el liceuciado Gui contra don Francisco de Quevedo , cu un escrito evangélico, (i)
jarro le había respondido j jurado no haber dicho cosa al
guna contra don Francisco Quevedo. (o) ASUNTO II.
Vine con lan gran cuidado de saber algo con verdad Que no hay más viva negociación para adquirir los
le la novela que á vuecelencia escribieron de Madrid, aplausos propios , que solicitarlos créditos ajenos;
|iie me detuve en Ariza á verme con el licenciado ni más cierto conjurar contra si las plumas de to
iuijarro; y al cabo de muchas pláticas le metí (como dos , que oponerse contra lo que todos han escrito.
•ara entre los dos ) en lo de don Francisco de Quevedo
lidio á don Francisco de Salazar. Respondióme, ¡uran Apareciéndose un ángel á la fugitiva Agar, y pro
io como sacerdote , que no se había visto, en seis me nosticándola las futuras acciones de su hijo Ismael , la
es ti siete que había estado en Madrid, ni con don dijo y predijo : Hic erit ferus homo, manus ejus contra
'rancisco de Salazar ni con don Francisco de Quevc- omnes, et manus omuium contra eum. ¡Triste de tí,
lo ; y que desde que el señor de Cetina se había ido á pobre mujer! ¡ qué lástima y compasión pueden tenerte
lalia no le ha visto ni hablado; y que por los pensa todos ! ¡ Oh qué prenda, oh qué hijo tan trabajoso y des
mientos tal cosa no le había pasado, ni dicho, ni aun venturado que tienes ! Ha de ser un hombre fiero, bár
maginado. baro, terco, protervo, y tan pertinaz, que ha de que
El señor de Cetina no está aquí, que eslá en Ca- rer chocar con todos, oponerse á todos, y sobre todos
ntayud; hele despachado un propio para que venga, verler la ponzoña de su malicia : Manus ejus contra
i'o sacaré esto bien en limpio, y daré razón á vue- orones.— l'ucs¿qué le hade suceder de oponerse á todos
elencia cuando bese su mano, quesera muy pivsto. y querer chocar con lodos?—Que si él ha de ser fiero y
íntre tanto suplico á vuecelencia se informo de Madrid bárbaro con lodos, todos se han de conjurar contra él,
|uién ha sido el autor desla mentira; porque es ra todos le han de perseguir, y procurar abatirle todos:
tón sacalla en limpio, para que nadie se atreva á os- Manus omnium contra eum; porque es justísimo cas
Tíbir ni decir lo que no sea verdad. Y sí el señor de tigo de Dios, que quien de todos dice mal, contra sí
tetina viene el martes, como lo creo, despacharé al conjure las plumas y lenguas de todos
mnlo su carta, y otra mia á vuecelencia, en que diré Así es justísimo juicio de Dios que todos se manco
o que yo del sé. Guárdeme Dios á vuecelencia los años munen contra aquel que maldiciente procura desdorar
me deseo y he menester. De Cetina y agosto á 9 los escritos de todos; y que todos conspiren á enterrar
le 1630. — Don Miguel de Liñán. la memoria y desenterrar los güesos del que* rompien
do los fueros de nombre de caballero y cristiano, in
DOCUMENTO CXXXIV. » tenta deslucir los sudores de las plumas de que la fa
ma se viste para volar más alta y entronizarse más
lira de don Alonso Fernandez de Liñán y Hercdia, desde Celina, i sublime: que el que tiene hecho hábito á decir mal de
16 de agosto de i<iofi, en que también escribe al duque de Me todos, ¿qué mucho es que algunos digan de su hábito!
dina que no ha dicho ni ha Imaginado cosa contra don Francisco
de Quevedo. (í) y el qué habla mal de los escritos ajenos , ¿qué hay que
maravillar que no sientan bien de sus obras?
Excelentísimo señor : Señor, á vuecelencia beso la ¡Oh cuánto , por ventura, se refrenaran estos cavi
nano por la merced que me lia hecho en no dar crédito losos exploradores de los ajenos esludios y desvelos, si
i lo que me escribe de don Francisco de Quevedo; pues con atención ponderaran aquella sentencia que en la
io lie hecho jamas ni haré cosa en que no parezca hijo sagrada historia del espejo de la constancia tan seve
le quien soy, y hechura de vuecelencia. Y así, Señor, ramente les amenaza! Tibi soü lacebunt homines? et
emito á don Miguel de Liñán lo que puedo decir en eum caeteros irriseris, a nullo confulaberis? ¿Piensas
ista, con quien lie hablado largo. Lo queá vuecelen- tú que has de ser el exento y privilegiado? ¿Has de lo
:ia puedo asegurar con verdad , es no haberme pasado marte desenfrenada licencia para tachar , burlar , es
wr el pensamiento semejante cosa. carnecer y mofar las tareas y fatigas de los otros , sin
También remito el pedir licencia á vuecelencia de que haya alguno que te responda, que te confunda?
ni parte para comenzar á tratar un casamiento que se Ño imagines tú que siendo el fiero Ismael de cuanto
ne ofrece ; que sin ella, ni en cosa que importe me- se escribe y estampa, que oponiéndote á cuanto se co
ios, no he de hacer jamás. Y porque así de la calidad menta y trabaja, que no ha de haber quien te argu
:oino de la hacienda dará el dicho don Miguel larga ya de maldiciente, y convenza de ignorante ; pues en
'elación de todo, á quien me remito, no quiero cañ gañaste torpe- y ciegamente. ¡Qué bien acudió aquí
ar ;i vuecelencia con carta larga. el integérrimo senador y Virgilio lusitano Juan Me
Mí madre ha vuelto á recaer en su enfermedad ; ló de Sousa con su elegante paiáfrasi :
)esa á vuecelencia sus manos, á quien me guarde
Jios los años que puede y deseo y he menester. DeCe- Forsitan salas eris, ctijus sapientia Cando
¡na, agosto 1 0 de 1 036.—Su menor criado de vuecelen- Comprimal os liominum ? soli tibi jure silebunl
:¡a.—Don Alfonso Fernandez de Liñán y Heredia.— Elingues alii? toluscum irriseris omnes,
Non tua doctus erit, qui verba redarguat allerT
U Duque, mi señor.
(el Véanse los folios 8, 9, 10, 13, 17 vuelto y!9, del Elogio nan-
W Trasladóse por la original. Y repani el copiante que la cor gelico (nitral: en el fallecimiento del Doctor han Peret de üonta-
ista de la cabeza de la carta ( en que regularmente dina exceten-
mmo señor) estaba quitada, habiendo arrancado nn pedazo del Aon (Sic, Clérigo Presbítero, Doctor en Sacra Teología, i Solarlo
iapel ; y que sucedía lo mismo en la cortesía de la llrma , la cual del Santo Tribunal de la Inquisición.— Por F. Diego Niseno, vniilde
"i larga y estaba bien rasgada. Alumno de la ínclita l Esclarecida Familia del Gran Basilio , des
W Como la anterior. pués de test Cristo i los Apostóles, Primer Padre, i Legislador de
la Monástica vida.— A Alonso Peret de Monlalban Padre del Difun
to i Librero del Rei ¡V. S. Felipe IV. el Grande.— En Madrid. En
la tnprenta del Ileino, M. DC. XXXIX. Fué pronunciado en las
honras de Montalban, celebradas por junio de 1659, como parece
de la censura del abad de S. Basilio fray Diego Pinedo.
672 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QÜEVEDO VILLEGAS.
La Biblia tigurina lee muy á nuestro intento : L't te, car , sacar sangre y morder; y á quienes vemos que no
Sannionem agentem, non confundat pudore? ¿Pien vuelan, á esos sentimos que pican. ¡Qué lindo símbolo
sas que no lia de haber quién le avergüence y haga sa de los censores de nuestro siglo, de los Aristarcos do
lir colores (si ya no sangre) al rostro, cuando tú, ma nuestra edad , de los que tienen horca y cuchillo solé
lévolo, disoluto, precipitado, eres Zoilo mordaz y con su autoridad contra las plumas de todos los que se
maldiciente Aristarco de las acciones y obras ajenas? emplean con acierto y descuellan con eminencia; que
Pero¿quées Sannionem agcre, «hacer papel de Sa- les vemos siempre herir, pero nunca volar : Quem vo
nion »?...— Sanion es lo mismo que acá deciiiios figu litantem videre quis non valeat, sentiet stimulantem;
rón , que perdida la vergüenza y miedo, tiene como por que nunca vemos obra suya salir á luz, cuando ellos,
olicio reiuedarcon gestos y visajes ridículos las acciones envueltos en caliginosas tinieblas , siempre murmuran
y costumbres de los otros; no hay de quien no diga, de de las que en puras luces esclarecen el orbe; nunca
quien no hable , fisgue y mofe. Pues á estos figurones imprimen, y siempre imprimen el calumnioso diente
que de todo burlan , ríen y escarnecen, se les dice ; Cum en los eruditos y elocuentes escritos que los doctos ve
caeleros irriseris, a nullo confutaberis? ¿Pensáis que neran , los bien intencionados aplauden , y los deseoso;
r.o lia de haber quien os avergüence y confunda? Es de saber con increíble alborozo recibeu! Pues ¿qué se
yerro, es ceguedad : que hay plumas , hay prensas, hay ha de hacer desta plaga , que tan común es en el orbe,
estudios para vuestra ignorancia; y braseros, si nece y de que está cubierta toda la tierra ? Lo que el sanio
sario fuese, pura vuestros escritos: que quien dice mal Moisén: no hacer caso del la...
de lodos , de todos ha de ser reido y confutado.
Pero como el doctor Juan Pérez de Montalbán si ASUNTO IV.
guió tan contrario camino , tan distinto rumbo , así le Que no hay cosa para invidiar como la invidia , ni
sucede tan al contrario... más pena ni gloria para el invidioso y el invidiado.
ASISTO III. Pero ¿qué? ¿De dónde podemos deducir el más ilustre
elogio de nuestro difunto, de nuestro insigne doctor Mi>n-
Que los invidiosos y apasionados son en el mundo como lalban, que deste valle de lágrimas fué trasladado (pia
si no fuesen, pues son más fieras que hombres; y que dosamente se puede creer) á mejor vida, triunfa agor,¡ en
cumo á bestias se les había de dar alojamiento entre eterno descanso gloriosamente hollando las calumnia;
ellas; y si no, dejallos para quien son. de los que inicuamente le persiguieron ya con el ve
neno de sus bnguas, ya con el tósigo de sus plumas?
El maldiciente , el ignorante , el émulo , el apasiona ¿Qué fueron sus cavilosas asechanzas, sino más he
do , el Zoilo, el Aristarco no se cuentan en el catálogo roicos créditos de sus elocuentes escritos, y más agu
de los hombres : allá se hallarán en el libro de las sier dos cuchillos que traspasaron los mesmos corazones di
pes, áspides, basiliscos, viboras y otras semejantes los que , sin haberle enojado , rabiosamente intentaron
bestias viles y asquerosas gusarapas. Que quien peca empañarle la luz de su crédito, y turbarle el candor
como serpiente, quien muerde como víbora, quien in puro de su plausible opinión ? Que mirado á la sincera
ficiona como basilisco , quien apesta como áspid , quien luz del desengaño, no hallo yo lugar que me solicite
tala como langosia, quien ensangrienta el fiero diente más copiosamente sus elogios, que cuando escucho
de calumnia como tigre y león, —allá se ha de buscar, que émulos le mordían sus escritos , apasionados acha
si hallarse quiere , entre los brutos , bestias y animales; caban defetos á sus obras, invidiosos buscaban dolen
pues en sus acciones tan vivamente los remeda , tan cias á sus libros, é ignorantes acumulaban calumnias
fieramente los imita... á sus aclamaciones. Ninguna cosa le podemos invidiar
Pues si aun en las cosas de verdad no se hace caso á nuestro difunto mejor que el haber sido invidiado;
de lo que dicen dos ciegos , porqus no hacen opinión de ninguna cosa tenerle invidia , como aun de la invi
ni tiene autoridad su dicho,¿cómosehade hacercuenta dia que aun hoy le tienen : que la invidia es mal, es
del dicho y voz de dos ciegos, tres cojos y cuatro man dolencia que más se embravece, cuanto se ensalza mas
cos (a), que si hablan es ignorancias , si dicen es ma la gloria del invidiado...
licias , si escriben es necedades , si eslampan es des Al paso que corren las felicidades de los hombres, i
varios , si imprimen es escándalos ; y de las más seve ese mesmo caminan las rabias y tormentos de los ému
ras iras de Dios, con blasfema perfidia, pretenden hacer los y apasionados. Nuestro difunto ha tenido y tiene
burla y escarnio, arrastrando á los ignorantes á las algunos : no le neguemos esta gloria; muchos pade
ciegas tinieblas de torpes errores con sus ignorancias cen con el dolor de verle tan aplaudido y aclamado de
y desatinos? Luego deste linaje de gente , desta suerte tantos. Las diversas obras que en provecho universal
que en apariencias de hombres , son viles gusarapas, ha estampado y hecho del común derecho , son la oca
asquerosas serpientes , sangrientos lobos y fieros tigres, sión y causa de la ojeriza que en su pecho recuew la
no hay que hacer caso ; porque son hombres más ó por invidia ; sobre esta basa se fundó su irreconciliable ra
demás en el mundo, pues son como si no fueran. Y, bia. De suerte que cuando falten sus obras , perezcan
como dijo Cristo á Judas , les fuera mucho mejor no sus desvelos y fallezcan sus escritos, entonces podre
haber sido ; pues su ser es para ser infames polillas de mos cobrar alguna esperanza de mejoría en los malé
los heroicos créditos de aquellos ilustres varones , que volos pechos que le acechan y calumnian. Esto no
con sus acciones edifican la iglesia, y con sus escritos parece que lia de ser posible : pues en nobles porfías,
emiendan y corrigen lo perverso de las costumbres y ya de parte del interés , ya á instancia de los universa
mejoran lo atento de la vida... les afectos con no se qué peregrino linaje de novedad,
Ésta suerte de gente que decimos que son los que, cuanto más se estampan sus escritos, tanto más clama
como mosquitos, hacen ruido, pican y muerden (que la necesidad de repelillos en las prensas ; y como celosas
son unos importunos anímale jos , de quien dice el gran las naciones todas de publicar tan lucidos partos, cada
de Adamando : Quem volitantem videre quis non va- una los quiere perpetuar en sus moldes y eternizaren
leal, sentiet stimulantem); estas viles béstezuelas no sus caracteres, para ser como nueva solicitadora de otra
sirven de otra cosa que hacer ruido y inquietar y pi vida y esfuerzo á tan lucidas fatigas. Francia lo atesti
güe, Inglaterra lo abone, Flándes lo publique, Italia
la) Qdevedo y bu grande amigo Juan Pablo Mártir Rizo, am lo clame, y no lo calle el Setentrion , pues aun la más
bos 1 un tiempo blanco siempre de unos mismos émulos, eran
cojos. ciega invidia mira sudando en las prensas de tandiver
DOCUMENTOS. — AÑO 1639. 673
sos reinos y provincias los eruditos monumentos que. DOCUMENTO CXXXVII1.
con tan general asombro de Europa, á |a posteridad
consagró nuestro difunto Consulta del arzobispo de Granada i su majestad sobre la prisión
de don Francisco de Quevedo. (c)
Señor : Para poner en ejecución lo que vuestra ma-
Que el que debe más, ese suele dar la mayor lanzada á jastad ha sido servido de mandarme esta mañana, to
su bienhechor. cante el negocio de don Francisco de Quevedo, es me
nester que vuestra majestad ordene al Protonotario que
Digo y escribo yo aqui , para que el orbe todo oiga y escriba al conde de Oñate, de orden de vuestra majes
atienda, la más villana cevilidad que en los anales del tad, para que dé una cédula mandando al prior de San
tiempo puede leerse , cómo boy resucita y revive á su Marcos reciba al caballero que por orden mia le entre
modo la maldad que exclamó Isaías en su profecía: gase un alcalde de corte, y guarde la instrucción que
que aquellos mismos á quien más alabó y engrande con el preso se le entregare Imitada de mi nombre;
ció, ó en sus conversaciones, ó en lo que nunca se para que en León no baya dificultad en recibirle. En
podrá negar, que es sus escritos , á quien levantó de Madrid, 6 de diciembre i 639. — {Sigue una rúbrica.)
lo íntimo de la tierra para que volase su nombre por (—Real decreto.) Así lo he mandado; sin decirle el
todo el inundo, á quien alentó á inmortal vida en la nombre del preso hasta ahora. — (Eslá rubricado.)
memoria de los hombres nuestro insigne doctor, á
quienes más que en láminas de diamante grabó sus DOCUMENTO CXXXIX.
nombres,—esos solos son los que, nubes pardas y negras Su prisión. (d>
le han pretendido eclipsar las luces, empuñar los res
plandores del crédito, y embargar los rayos de su fa Fué preso don Francisco , de orden de su majestad,
cundia y elocuencia. ¡Qué insulto tan grosero! ¡Oh á 7 de diciembre, por don Francisco de Robles Vüla-
qué crimen tan increíble ! faña, alcalde de su casa y corte, que después fué del
consejo real de Castilla. El cual llegó á la casa de un
DOCUMENTO CXXXVI. ' gran señor y de los mayores de España, donde don
Francisco estaba, á las diez y media de la noche, con
Don Lorenzo Ramírez de Prado y don José Pellicer de Tobar se-. tanta priesa que sin darle lugar de tomar su capa ni
Salan a Quevedo como autor de un Memorial satírico-político,
en verso, coutra el rey don Felipe IV. de hacerse traer de su casa una camisa , en el mayor
rigor del invierno, y siendo de sesenta y un años de
Míense los peces , no del pescador, edad, le llevó en una litera al convento real de San
Sino de que el diablo sea predicador... Marcos de León. Y diciéndole el alcalde, en el trata
•¿Qué importa mil bóreas (dice alguna vez). miento que le bacía como á preso : «Señor don Fran
Si ha sido piadoso conmigo el juez ? > cisco, perdone; que ya sabe cómo son estas cosas, » —
No es bien que repitan con tan viles modos :
t A mi me perdonan , pues hablemos todos...» respondió con su acostumbrada prontitud : «Sí, Señor;
Horcas y cuchillos compran los señores... yayo sé que estas cosas son como las demás.» Al mismo
No sobran castigos donde hay habladores, (a) tiempo entró en casa de don Francisco otro alcalde de
corte, para embargarle los libros y papeles y lo demás
DOCUMENTO CXXXVII. 3 ne tenia; como lo hizo, depositando la hacienda en
on Francisco de Oviedo, por su calidad y virtud, de
No murmures del Rey en tu imaginación , ni en el suma satisfacion y confianza, y de los mayores amigos
secreto de tu aposento maldigas al rico : porque las y que más quiso don Francisco de Quevedo.
aves del cielo llevarán tu voz , y quien tiene alas par
lará tu sentimiento... DOCUMENTO CXL. ' («)
Sea muerto aquel profeta ó fingidor de sueños,
porque habb'i para desviaros del amor y obediencia de El juebes pasado (f) fueron dos alcaldes de corte en
vuestro Señor y Dios... casa del duque de Medina Celi donde se ospedaba d.
fran/'de queuedo aliaron le acostado por ser ia tarde
Este monstro , ajeno del ser español , el vno fue hablar al duque de parte de su mag.J y el
Como ave bastarda, a lo puro del sol otro le prendió, hicieron le uestir atoda priesa requi-
Se quiso elevar, y con luces expurias
Voló sobre ofensas, trepó sobre injurias, riendole los vestidos p.* coxer le los papeles que lubie-
Dictadas en mengua de nuestro gobierno se : lo mismo se liieo en los escritorios y cofres y todos
Con tinta y estilo que halló en el Infierno... los q hallaron se lleburon al secret." declinara :'ael le-
Derrámase en tanto el vil Memorial lleban preso alas torres do león, nose sabe decierto la
Desde la choza al retrete real. causa aunq se sospecha debe de ser algo que ha dicho
Inquiérese el cómplice en tanta malicia, o escrito contra el gobierno.
bnipieza á fundar su razón Injusticia.
Entra el castigo de tal insolencia. DOCUMENTO CXLI.
Aunque moderado en la real clemencia;
Pues en el crimen de majestad lesa Pormenores que trae don José Pellicer de Tobar, en sus Avisos
La sospecha sola es convida y confesa. históricos, [g)
Asi la piedad detenida y tarda Avisos de 13 de diciembre de 1639.—La mayor no
Términos legales á la culpa aguarda ; vedad que agora corre es la prisión de don Francisco
Con que se aventura que digan que el reo
El autor no lia sido del libelo feo. (e) Archivo general de Siraancas.=Gracía y Justicia.— Legajo
Pero los vasallos buenos y leales 890.
Sufrir no queremos demasías tales, (rf) Tarsia. páK'nia 123.
Kn cuanto el suplicio de culpa tamaña. «i Carta del P. Sebastian González, de la CompaDla de Jesús
Visto el proceso, se escucha en España, {b) (deudo del licenciado José González, nscal del Consejo Real ), al
P. Rafael Pereiri, de la misma Compaüia en Sevilla : su fecba en
Madrid y diciembre 15 de 1639. Hállase en la Biblioteca de la Real
(al Ramíreí de Prado contestando al Memorial por los mismos Academia de la Historia : Palíeles varios de Jesuítas, lomo 149,
pantos. MS. déla Biblioteca Nacional. estante 15, grada 5."
(i! Pellicer: La Aslrea Safica , panegírico al (irá Monarca de lat tf] Fué 8 de diciembre.
Ksvaian, i Sueco Mundo... Caragoca: Por l'eilro Vcrgen, Aio do iji Los sacó a la estampa don Antonio Valladares de Sotomayor
Jf.0C.XU. en, el lomo mi del Semanario erudito.
Q.-n. 43
fi74 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
de Quevedo, que vivía en casn del señor duque de Me- Suma anterior. ... 8,uú¡
dinaceli. Entraron don Enrique de Salinas y don Fran meterlo en la casa, sin otros gastos que tengo
cisco de Robles, alcaldes de corte, y con gran silencio hechos por su mandado. . .....
y secreto, sin que nadie de la ca=a pudiese presumir Más, mil y cuatrocientos reales del arren
lo, se apoderaron del. Sacóle don Francisco de Robles damiento de la redonda de las Siete semanas,
en su coche hasta la puente Toledana, donde esperaba que el plazo cumple por San Martin deste año. I ,«0
oiro de camino y ministros. Llevóle á San Marcos de
Más, docientos reales de la bellota del
León. Don Enrique recogió todos sus papeles y mue Robredo, que cumple por San Martin deste
bles, y los llevó en casa de Josef González. El vulgo año. De todas estas cantidades se ha de pagar
habla con variedad : unos dicen era porque escribía medios diezmos, y á Villano la sexta parte de
sáliras contra la monarquía, otros porque hablaba mal lo que tocare á arbitrios ¡ft
del gobierno; y otros con más certeza, según me han
dicho, aseguran que adolecía del propio mal que el 9#0
señor Nuncio, y que entraba cierto francés, criado del
señor cardenal de Richiüeu, con gran frecuencia en su Monta el cargo nueve mil y seiscientos reales, lí
casa. Hasta ahora no hay mayor luz. tenla y cuatro fanegas de trigo , y docientas ; seissli
fanegas de cebada.
DATA.
DOCUMENTO CXL1I.
Del tiempo ¡i esta parte que prendieron á
Avisos de 20 de diciembre. — Estos dias ha corrido don Francisco, mi señor, he pagano por el con
voz que habían degollado ú don Francisco de Quevedo, cejo desta villa, como administrador de los
deduciéndolo de ejemplares en que habiendo salido al propios y rentas della, cuatro mil reales á la
caldes de corto con caballeros particulares, siempre ha villa de Villanueva de los Infantes, que se le
sido para semejantes acciones. Yo no me persuado á tal, debían por concierto que tiene hecho esta
ni lo afirmaré iiasta que se sepa muy de cierto. villa de pagarle la seita parte de lo que va
lieren los arbitrios que esta villa tiene por
DOCUMENTO CXLIII. facultad de su majestad
. Más, he pagado mil y docientos reales de
Avisos de 27 de diciembre. — Volvió do León don los medios diezmos l,i
Francisco de Robles, alcalde de corte, donde en el con Más, pagué por las causas que hizo á esta
vento de San Marcos deja preso á don Francisco de villa el alcalde entregador de la Mesla, mil y
Quevedo; cesando las hablillas de que le habían dego seiscientos reales ; y están apeladas á Grana
llado, porque hasta agora no hay más novedad de que da, y es fuerza de seguillas !,C-V

queda preso, ó á lo menos no se dice. Más , pagué al gobernador deste partido


y sus oficiales setecientos reales, porvenir
1640. á hacer las inseculaciones en virtud de pro
visión del Consejo
DOCUMENTO CXL1V. Más, docientos reales de la leva de un sol
dado que le tocó á esta villa
Avisos de 10 de enero de 1640. — Don Francisco de Ansi mesinu tengo pagados por el concejo
Quevedo está en San Marcos de León , preso con tres cien reales que le han repartido de alcabala
llaves; hánle quitado la jurisdicción de la villa de la deciento por uno, sin más de trescientos rea
Torre de Juan Abad, que tenia en empeño. No se ofrece les que tengo gastados en diligencieros que
otra cosa. han venido á esta villa en diferentes veces. .
DOUMENTO CXLV. » Más, diez ducados que pagué por llevar el
dinero de las bulas á Madrid ; y yo tenia seis
Cuenta de Francisco Gómez a don Francisco de Quevedo. [a) ó ocho dias antes que prendiesen á doa
Francisco, mi señor, entregados por orden de
Razón de las partidas que ha recibido y gastado
Francisco Gómez, de la hacienda del señor don Pedro de Escovedo dos mil reales. . . .
Y por cuenta de los seis mil reales deste
Francisco de Quevedo, como mayordomo della que la
año tengo entregada escriptura á Pedro de
tiene á cargo. Es lo siguiente :
Escovedo de los dos mil y quinientos para
Lo que este año de 1640 está arrendado que los dé á mi señor
de los pmpios, son los cinco cuartos de ras-
trogera del Javalón, que están puestos en
seis mil reales poco más ó menos (que el pla Y lo firmé en la Torro Juan Abad , en 20 dus '•'■■
zo cumple para el día de Sau Martin deste
mes de otubre de 1640.—Francisco Gomes.
presente año); porque los de invernadeio no
están puestos 6,000 Hácensele buenas ochenta y nueve fanegas de cete*
Tres cuartos de la dehesa de Nava-la-Gru- que importó el gasto del caballo , en los veinte y is
lla, en dosmil reales, y cumplen por San meses que refiere en la partida antecedente.
Juan del año de cuarenta y uno 2,000 Monta la data de maravedís los dichos dio
Tengo en mi poder, de don Francisco, mi mil y cuatrocientos y diez reales de arriba. . 1
señor, setenta y cuatro fanegas de trigo y Monta el cargo nueve mil y seiscientos
dúdenlas y setenta de cebada. Ha comido el os*
reales
caballo que he tenido de su merced, deltas
veinte y dos meses ; la demás tengo en mi Resta que , conforme este tanteo monta
poder. V para eso he pagado toda la costa de más la data, ochocientas y diez reales. . ■_ i.
barbechar y sembrar y segar, y gasto hasta
Es alcanzado Francisco Gómez en ciento y ortet*
Suma y sigue. . . . 8,000
y una fanegas de cebada, y setenta y cuatro taa*?'
(a) Por copia de la original. trigo deste cargo de trigo.
DOCUMENTOS. — ANO 4643. 67o
1642. Señor ; sin que las circunstancias de desconsuelo con
que le prendieron , y á lo que persuadían comunmente
DOCUMENTO CXLVI. * tales demonstraciones , le hayan turbado la quietud del
ánimo, por la seguridad con que en el servicio de vues
eticioit al seüor don Juan Esteban Nieto, prior del real convento tra majestad ha obrado siempre.
de San Marcos, extramuros de la mu; uoblc, leal y antigua ciu
dad de León, (o) Suplica á vuestra majestad que si estos motivos no
fueren bastantes para que vuestra majestad le mande
Don Fiancisco de Quevedo-Villegas , caballero pro- desagraviar (pues contra él no se hallará causa), y res
;so ilel hábilo de Santiago, digo que para la esclare- tituyéndole á su libertad y honra y hacienda y papeles,
ida memoria del doctísimo, eruditísimo y muy noble se le oiga en justicia, para que él dé la salivación
"olor Benedicto Arias Montano, religioso que fué debida a! servicio de vuestra majestad y ¡i quien es,—
este real convento de San Marcos de León y comenda- que el mundo conocerá temían sus enemigos más la
or perpetuo de la encomienda de Pelay Pérez Correa, defensa justa del suplicante, que aborrecían la culpa
ue goza por su donación el convento de Sevilla; y que inventaron para prendelle.
ara mayor gloria de toda esta ilustrísima orden, —tengo
ecesidad se me dé un traslado de lo que contienen las DOCUMENTO CXLVIIl.
iformaciones que de su limpieza y calidad se hicie—
w, en pública forma y en manera que haga fe. Para lo Otro, (c)
nal— Suplico á vueseñoría mande se abra el archivo en Señor: Perdone vuestra majestad sí un pobre preso,
i manera y con la solemnidad que se acostumbra, y al verse privado de la libertad y cercano al sepulcro,
i busquen dichas informaciones originales con la carta levanta tan repelidas veces sus quejas á los cielos para
el señorpiior que era á la sazón, para que el presen - ser oido de quien .puede remediar sus males y darle
: escribano pueda darme el traslado en la forma que consuelo. El Grande os apellidan, Señor; y más que ala
pido : en que recibiré merced de vueseñoría, y útil banza pienso sea justicia , porque os tengo por bueno,
importante á nuestra sagrada religión. Etc. — Don cualidad sin la cual aquel ditado es lisonja mentirosa. Y
rancisco de Queoedo- Villegas. siéndolo, Señor, no puedo menos de esperar se acorten
mis penas cuando sepa vuestra majestad que las padezco
1643. tan grandes, que la vida se dilata con trabajo, y que la
muerte se viene á mí tan apriesa que temo que el hilo
DOCUMENTO CXLVI1. de mi vida se quiebre al aire de su guadaña.
No olvidéis, Señor, aquel famoso dicho de Plutarco:
Memorial, en enero de 16-13, al rey don Felipe IV. (i) Al me major nequáquam est , nisi justior ac tempe-
Señor : Don Francisco de Quevedo há tres años y más rantior fuerit; advirtiendo que será una obra meritoria
íe está preso en San Marcos de León sin saber la causa, el librarme la vida que me queda, para poder emplear el
ibiendo pedido muchas veces á vuestra majestad, á ánimo caduco en pedir con libertad por mi salud, para
mayor ministro y tribunales se le oiga en justicia; que no me coja la muerte encarcelado tanto de espíritu
no ha tenido despacho. Y siendo la prisión larga como de cuerpo. Advertid, Señor, que en el libro i, al
ntencia de muchos delitos, habella padecido sin hablar de la ira, dice Séneca que lo grande es insepara
:\e es contra todo derecho, en agravio de su persona, ble de lo bueno : Non potest illud separan : aut ma-
putacion , vida y hacienda; con tan graves y doloro- gnum et bonum erit, aut nec magnum ; y que siendo
s circunstancias , como fueron sacalle de casa del du- así , no podéis ser tan bueno como os desea el pueblo,
e de Medina á las once de la noche dos alcaldes de permitiendo que sin culpa ó por cosas pequeñas que
rte: novedad que, por no usada con ningún grande traen asociadas rencor, ajeno de vuestra magestad, se me
stos reinos, daba á entender mayor gravedad en tenga tantos años hecho el penitente, penado, condena
delito, según la desigualdad de la persona. El uno, do por capricho á agusanarme en vida , ó porque no ful
ñor, le melió en el coche, que con desabrigo y des- tan sufrido como se quería, ó porque se creyó que no lo
dez le sacó hasta León. Y el otro, mirándole las fuese. Despreciad, rey mío, cuanto mis calumniadores
driqueras y tomándole las llaves de su hacienda y hagan y digan á vuestra magestad para hacerme indigno
peles, le despojó de lodo; —siendo don Francisco se de vuestra clemencia; y yaque por Grande os tenemos,
daño de vuestra majestad (puesto de loda estima) : haced que se os pueda aplicar el dicho de Plinio : Prae-
e solo le ha causado esta circunstancia de infidelidad clarior laus tua, quód nonminus constat esse oplimum,
mayor ignominia, intentada, de su persona. Con que quám máximum.
ha podido cobrar su hacienda, ni quedádole más Dice Tácito, en sus Anales, que el Príncipe debe so
"ensa que el bueno y notorio proceder de vasallo, de licitar fama y buena memoria: (Saetera principibus sta-
Cillero y de hombre honrado, y de que está seguro y tim adesse; unum insaliabiliter parandum , prospe-
rio su corazón : atestiguándolo su v.da, asi que natu- ram sui memoriam. ¿Y de qué mejor modo podrá
rnente le debiera faltar en tales y crueles aflicciones, alcanzar fama vuestra majestad que perdonando las in
ro en setenta años de edad (muchos del los en ser jurias personales , caso que las vea en mí por lo que
io de vuestra majestad), una pierna abierta y en la mis enemigos le digan ; siendo asi que si delitos tengo,
-ra más fría de España, se la ha conservado nuestro son en mi conciencia los de haberle amado como fiel
vasallo, procurando allegar á sus oidos la verdad? Si
>) fíe copia hecha por el original , que el excelentísimo señor vuestra majestad tiene á delito esto , delincuente soy,
Agustín Duran me ha franqueado.
n tí <le abril de 16-12 se accedió i esta instancia ; y el escribano y grande. Yo pienso no podré dejar de serlo, en tanto
ro de Espinosa y Conches sacó un traslado de la Información no me deje á mí la vida : que quien nació noble y cris
maestro Arias Montano , natural de Fregenal, ano 1S60, y de
arta del Prior, entrando en el archivo auténtico del convento tiano se aviene mal con el engaño y falsedad cuando de
los canónigos claveros Miguel de Castro Cortés y don Juan de su señor se trata.
s MuHoi. La verdad pudo hacerme, sin quererlo yo, enemigo
) Le imprimió el selor Castellanos de Losada, i U página 325 dequien tanto amo; mas si es ansí, vencido "me confieso.
tomo vi de las Obras de don Francisco de Quevedo Villegas;
irid, 1S51.
o tengo i la vista la copia que por el original hizo don Benito (c) Le publicó el señor Castellanos en el referido tomo vi , pági
oso en el siglo pasado (con el numero 16); la de don Juan Isidro na 331. Pero dudo mucho que tal papel sea de la pluma de Queve
irdo de 1T2Í, Biblioteca Nacional, N 276, folio 268 vuelto, y do; quiza correrla entonces de mano, borrajeado por alguna de
traslados mas del seüor Duran. las que usurpaban su nombre.
676 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Y como en cesando la pelea cesa la ira , espero que iracundo y enemigo mío, agraviando tanto la honra de
vuestra majestad tenga en cuenta que dice Séneca en vuestra majestad como la mía; y los culpables de mi
su primero libro üe clemenlia : Non decet Regem sana desdicha y de vuestro rigor nunca visto con grandes ni
nec inexorabilis ira; porque la pertinacia en el enco pequeños, se burlaráu de vuestra majestad y de mí, co
no no se aviene bien á la grandeza ilc quien se asemeja metiendo desacato á vuestra grandeza y escándalo á to
á Dios en la tierra, cuando como sienta Plutarco : Ñeque dos los tiempos.
enim veré victor est, qui iracundiae vindictam flagi- No pido á vuestra majestad desagravio ya ni justicia,
tanti fraenum nescit imponere. que me la hará el cielo ; y sí se apiade de un pobre viejo
Yo sé, Señor, que la lisonja tiene su silla en los pa que arrastra la vida entre el cieno de sí mismo y se
lacios , y que necesaria es mucha grandeza de alma halla agusanado antes de ser muerto, y le concedáis
para que los principes no sean seducidos de monstro morir en paz en su casa y ai lado de sus amigos : en
tan bello en la apariencia ; pero á quien es Grande lo que haréis, Señor, lo que estará bien á vuestra
como vuestra majestad , nada se resiste; y recordando real persona y lo que os suplica vuestro dolorido va
aquello del salmo 57: Sicul aspidis surdae, el obturan- sallo — Don Francisco de Quevedo Villegas.
lis aures sitas, quae non exaudiet voccm incanlan-
tium , no podra menos de conocer lo que importa á DOCUMENTO CXLIX.
su alma , al bien de su reino y al deste pobre va Otro, en febrero de 1613. (a)
sallo , que por no saber adularle se encuentra tan mal
parado como bien encerrado y llagado. Cierre vuestra Señor : Don Francisco de Quevédo-Villegas, caba
majestad sus oídos á los que quieran lisonjearle en mi llero del hábito de Santiago , preso en San Marcos de
perdición ; y advierta que dice Catón, al hablar de los León tres años há y tres meses dice que , ya que
aduladore:; y de los príncipes, que Noli homines blan vuestra majestad, para bien de toda su monarquía, y
do ttimium sermone probare; y que Laercio tuvo al castigo de sus rebeldes , y terror de sus enemigos, es
lisonjero por el animal más pernicioso; razón porque ministro de sí mismo, suplica á vuestra majestad con
el emperador Juliano decia que los lisonjeros hacian sidere el agravio que se le hace en decirque los papeles
malos á los Príncipes , que debían aborrecerlos como que le quilaron no se han visto; no siendo creíble
á sus mayores enemigos : Eos, qui simulatione áulica que, prendiéndole por sospecha dellos, en tres años y trts
laudant, majore odio prosequi , quám immicos. Con meses no los hayan vis'o; y no siendo menor agravio ha
fórmase esta opinión con el parecer de Tácito cuando berle preso y destruido en vida, honra y hacienda , por
dice en su Agrícola : Pessimum inimicorum gemís lau cosa que ni "se habia visto ni verificado que él fuese.
dantes ; y tiene razón, poique por su voz vive el prín Y siendo así que los ministros, por quien ha corrido,
cipe engañado. siempre dijeron otra causa, señaladamente de un testi-
Yo, Señor, dije ¡i vuestra majestad la verdad según go singular de oidas, sin nombrar sus papeles (en !«
mi conciencia me la dictaba, acordándome de que nos cuales, Señor, los más son del servicio de Dios y de
dejó Plutarco la lecion de que un príncipe debe tratar la Iglesia , y de vuestra majestad y de su monarquía,
con quien se la diga , con respeto sí , pero sin embara contra los enemigos della) ; pone á vuestra majestad
zarse en la majestad ni hacer distinciones para decir en consideración que desde que vuestra majestad reina
lo que sienta el corazón ; no pensando que esto mismo ha estado preso tres veces antes desta : dos por la pri
bullía de ser cuchillo de mi garganta , porque había de sión del duque de Osuna, y la tercera porque defendió
tener vuestra majestad quien quisiese ganar su gracia el patronato do Snnlingo, apóstol de España, siendo
excitando en su pecho enojos contra mí para sacar su caballero religioso porfeso de su orden; y que en nin
piovecbo propio, solicitando castigo para mí, víctima guna destas prisiones se le hizo cargo ni tomó confe
miserable de su invidía ú mal contentamiento. sión; y fué , después de cinco años que duraron, dado
Sea vuestra majestad Tito y Trajuno para esos ene por libre, habiéndole consumido la hacienda con guar
migos mios ; y asi como ellos supieron volver la tran das, y acabándole la salud con rigores terribles: de que
quilidad á los palacios y la quietud á los ciudadanos, podrá informar á vuestra majestad el secretario Lázaro
desterrando de sí á los aduladores y imposlores, para de los Rios, que lo fué en estas tres prisiones, y asi cons
que Roma no fuese el blanco de sus tiros (como se quejó ta de las cédulas de soltura, que de todas están de su
Marcial en sus epigramas), — aléjelos vuestra majestad letra y firma en los papeles que le tienen. Señor, desB
de si para que España sea mis honrada y sus subditos no ha tenido noticia vuestra majestad, hoy la tiene. Ss
m;is felices. Oiga, pues, vuestra majestad la verdad pide satisfacion de tantos agravios y ruina , sino que
agradablemente, que no fallará quien se la presente sin vuestra majestad no permita que le acabe el odio y li
rebozo, y no os contentéis con mandar que os la digan; pasión, no ocasionada por él : que en atajarlo hará vues
que si no dais el ejemplo (en el castigo de los que os tra majestad lo que debe á su real persona, y al suplicante
mientan), las órdenes que deis serán papeles que llevará gran bien y merced.
el aire á los soplones para aumentar el caudal de sus
desacatos. DOCUMENTO CL.
¡Con cuánta verdad exclamó Cicerón al hablar de la Consulta de don Junn de Chumacera y Sotomayor, presidente
verdad cuando dice: Saepe multorum improbitate de de Castilla , en 3 de maro de 1643. \l>:
pressa emergit , el innocentiae defensio in!erclusa re Señor : He recibido de la secretaría el memorial in
spiran Y ¡con qué justa razón se dice en los Proverbios cluso de don Francisco de Quevedo; y aunque la remi
que no puede tener buenos consejeros el príncipe que sión ordinaria no obliga á consulla , por haber veni
oye de buena gana la mentira : Princeps qui libenter
nudit verba mendacii, ornnes ministros habet impíos! (al Copia del siglo anterior, en la Biblioteca Nacional , códi
No olvidéis, Señor, estas verdades, porque en ello va la ce T li>3, folio 213. — I. e publico el señor Castellanos í la pá
gina 327.del referido tomo vi.
fama de vuestra majestad ; y atended á que en los Los originales de este y de la consulta que sigue han desapa
mismos Proverbios se recuerda el sabio aviso de Salo recido, habiéndolos arrancado de un tomo que se guarda en el Mi
nisterio de Estado, con el tejuelo de •chcüacero tom. i*.
món, de : Audiconsüium, el suscipe disciplinam, ut sis til Como el precedente. En el ínrficcdel lomo iva citado, se ve el
sapiens in novissimis tuis. registro en esta forma: «Consulta del mismo (—Presidente delC$*-
Repare vuestra majestad que al saberse que me han sejo) sobre el Memor.1 de D.» fran.™ de Quevedo Villegas, en qoe
pre^o sin que ni yo ni nadie sepa la causa , y que ni se suplicaba . se le liverlasc de la prisión , en que se hallaba en S.*
Marcos de León , por indicios , y sospechas que avia de alguna
me dice ni alcanza, — tendrán á vuestra majestad por papeles suios; y resoluz.™ de S. M., i fot. 13.»
DOCUMENTOS.— AÑO 1645. 677
do debajo de cubierta y con alabardero, sobre serla festejado y haciendo los oficios de regidor de aquella
causa de un preso de cuatro años,—me hallo obligado á ciudad, y visitando á las señoras de porte.
decir á vuestra majestad que en los papeles del obispo Vinieron don Francisco de Quevedo y el inquisidor
de Tarazona no se halla más que la instrucion que se Adán de la Parra, presos en León.
dio al alcalde don Francisco de Robles para que llevase
preso á don Francisco y se le secuestrasen suspapeles. DOCUMENTO CLII1.
Estos se entregaron al licenciado Josef González; y por A don Francisco de Quevedo Villegas, habiéndose lamentado de
su ocupación, los cometió á don Martin de A ruedo, habérsele perdido mnchos de sus escritos en las revueltas de int
oidor de Contaduría. Ninguno tiene noticia de culpa infortunios, (c)
particular contra el preso; y lo da á entender el no ha
bérsele hecho cargo ni tomádole la confesión en tanto Al varón grande no hay modo
De poderle defraudar :
tiempo. Su edad es mucha; y los achaques tan conti Si vos no os podéis fallar,
nuos, según he entendido, que no se levanta de la ¿Qué importa que os falte todo?
cama, y hoy dicen está enfermo de peligro. Si en los pa- Si lanío docto periodo
Íteles se hallare qué expurgar ó castigar, él no se ha de Os perdió el mundo , bien fundo
mir ni puede. Y así, tengo por de la piedad de vuestra Que de ese pesar profundo
majestad darle licencia de volver á su casa. Madrid , 3 Sobrados los duelos fueron.
de mayo 1643. — (Hay una rúbrica.) ¿Qué os quejáis? ¿No se perdieron?
í'ues vengado estáis del mundo.
(—Cubierta.) f Señor: — 3 de mayo 1643.— El
Presidente del Consejo, sobre la causa de D. Francisco DOCUMENTO CLIV. (d)
de Quevedo.
— ( Real Decreto. ) La prisión de don Francisco fué Conociendo lo que sentirán los doctos el perder cual
por causa grave. Decid á Josef González que se acabe de quier obra del autor, daré á la estampa algunas que
ajustnr lo que resulta de sus papeles, v os dé cuenta tengo en prosa , no acabadas, juntándolas con otros ori
de ello; y con eso se podrá lomar resoíucion. — (Está ginales que me han prometido. Y aunque he sacado dos
rubricado.) paulinas para que no Fe pierda rasgo suyo , no he po
DOCUMENTO CLI. * dido conseguir mi intento (espero con el tiempo se ma
nifestará) , pues el que tengo es solo de asist;r en esto
Otra consulta de Chumacero, en 7 de junio, (a) á la utilidad pública , como lo fué el autor en todas sus
•J- Señor : A consulta de 3 de maio, sobre vn memorial obras. Bien sé de algunas que están ocultas en poder
remitido de Don francisco de queuedo, fué V. M. ser- de los que las han usurpado, entre las cuales es una
uido de responder, canción que el autor intituló : la Oración que Cristo
«Decid á Joseph goncalez que se acaue de ajustar lo nuestro Señor hizo á su Padre en el Huerto ; otras que
que resulta de sus papeles, y os de quenla de ello, y no parecen se nombran en el libro de.su vida , la cual
con eso se podra tomar resolución,» se escribirá (siendo Dios servido) más por extenso y
El L¡cenJo Joseph Goncalez auia reconocido parte mejorada de noticias.
de estos papeles, y Don Martin de arnedo oidor de
Contaduría á quien los remitió. Yo también los he echo 1645.
ver todos , y reconocido por mí mesmo los manuescri-
tos, están en ellos Originales de sus obras, y otros mu DOCUMENTO CLV.
chos en verso a diferentes intentos conforme á su ge
nio. Hanos parecido sedeue retirar vna sátira, por ser Hace testamento, en Villanueva de los Infantes, á 25 de abril
de 1615. (<]
contra religiosos, y otros quadernos que intitula desen
gaños de la Historia : No se ha aliado cosa particular En el nombre de Dios nuestro Señor. Amen. Sepan
concerniente a la causa, por que se discurrió eu su Pri cuantos esta carta de testamento , última y postrimera
sión , antes supe en Roma, y con mas certera despue voluntad vieren , como yo don Francisco de Quevedo y
(sic) que llegue á esta Corle, no fué Don francisco el Villegas, caballero de la* orden de Santiago , estante en
autor de vn Romance , a cuia publicación se siguió el esla Villa nueva de los luíanles, estando enfermo, pero
prenderle: El Licen"1" Joseph goncalez no sabe de causa en mi buen juicio, memoria y entendimiento natural,
particular: el Preso lo esta mas ha de tres años, tiene tal cual Dios nuestro Señor fué servido de me dar; cre
mui cerca de setenta de edad , y tan lleno de acha yendo como liel y verdaderamente creo en el misterio
ques, que no se leuanta de la cama, y se duda de su de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu San
vida. Bastante es carmiento puede tener con lo pade to , tres personas y un solo Dios verdadero, y en todo
cido: Y siruiendose V. M. de darle soltura, se le po aquello que tiene, cree y conl'u sa la santa madre Igle
dría hacer alguna cominacion, y retenerlos papeles, sia romana; escogiendo por mi abogada é intercesoraá
que tubiese algún inconueniente el publicarlos. la bienaventurada siempre Virgen María, Madre de
V.M. ordenara lo quemas fuere seruido. Madrid 7 de Dios y Señora nuestra : ella ques Madre de misericor
junio 1643.— (Rúlrrica de Chumacero.) dia quieta rogar á su piccioso Hijo me perdone mis
(— Cubierta.) f Señor — 7 de junio 1643 — el Pre pecados y lleve mi ánima á su santa gloria; y con esta
sidente de el Consejo. divina creencia é invocación,— digo que hago mí testa
Sobre la causa de üon francisco de Queuedo. — (Real mento y última voluntad en la manera siguiente:
decreto.) hagassecomo parece.— (Está rubricado.)
(el 'Noekf de. Infierno. Conversación sin Xayves. En tartas Poe-
tins Castellanas, lie D. Gabriel fernandez de Rojas. Divididas en
DOCUMENTO CLII. dos Parles A Don Sehnstian Cortizos de Villasanlc, Couallrro
Vuelve i Madrid. (í) de la Orden de Calalraua , del Consejo ij Contaduría mayor de Ha-
zienda de su Mageslad, su Secretario n Falor General &c. Con
Avisos de t4 de julio de 1643. Antes había partido Privilegio. En Madrid. Por francisco Xielo. Ato 1602.» —*.' Pri
mera Parte. — Fól. 18.
el señor Conde-Duque, de Loeches á Toro; donde está «¡) Don Pedro Aldrete, en el prólogo i Las tres Musas Ultimas.
(í) Consérvase entre los protocolos de aquella población; pero
(«l Eilste original en el ministerio de Estado en el ya referido un traslado vid la luí pública en el Semanario pintoresco español,
tomo i de consultas del presidente del Consejo, don Juan Chuma- v en su núracio correspondiere al 12 de febrero de 185i, por di
cero y de Sotbmayor, folios 15 y 16. ligencia del distinguido catedrático de la universidad central don
(i) Pellicer de Tobar, Avisoí aislárteos, citados al número CXLI. Severo Catalina.
678 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
Primeramente encomiendo mi ánima á Dios nuestro general deste partido ; y á don Francisco de Oviedo, w-
Señor que la crió y redimió con su preciosa sangre y cino de la villa de Madrid. A los cuales, y atada w
pasión. dellos in solidum , doy poder cumplido par» que en
lien mando que mi cuerpo sea sepultado, por viade tren en lo mejor y más bien parado de mis bien«, i
depósito, en la capilla mayor del convento de Santo cumplan y paguen este mi testamento y mandas en r>
Domingo desta villa , en la sepultura en que está de contenidas, y dispongan se ajusten los bienes qned-jo
positada doña Pretolina de Velasco, viuda de don Je asi para la fundación del mayorazgo queiiistiinyo.ptn
rónimo de Medinilla , para que de allí se lleve mi cuerpo que se pongan en capital ; como lo demás tocante i el
á la iglesia de Santo Domingo el Real de Madrid , á la remanente, para que lo lleven á quien loca, conforme
sepoltura donde está enterrada mi hermana. mi disposición; y les encargo la conciencia.
Den mando acompañen mi cuerpo en su entierro las Y del remanente que quedare y fincare de Uxlc m:<
cofradías que hobiere en esta villa y los conventos de bienes muebles y raíces y semovientes , derechos? r.
frailes delta y el cabildo eclesiástico; y todo se pague ciones que tengo y me pertenecen y puedan pere
de mis bienes. cer en cualquiera manera, dejo y nombro por mi Wi-
Y mando que el día de mi entierro, si fuese hora, tiina y universal heredera de todos ellos á sóror Felipa
y si no otro siguiente, se diga por mi ánima una misa de Jesús , mi hermana , monja profesa descaía en el
de réquiem cantada , con sus diáconos y vigilia , como convento de Carmelitas descalza^ de la villa de Madrid.
es costumbre , y se pague de mis bienes. para que los haya y herede y disponga delloscowí'
Y mando que se digan por ini ánima y de mis difun cosa suya propia: porque así es mi voluntad.
tos y personas á quienes tuviere algún cargo, ocho Y revoco y anulo y doy por ninguno, de ningún ta
cientas misas rezadas. lar ni efeto , lodo otro cualquier testamento ó lestamea-
Y quiero y es mi voluntad questas ochocientas misas, tos, codicillo ó codicíllos, poderes para testar, maüdi
la cuarta parte deltas se digan en la iglesia del señor ó mandas por escrito ó de palabra , que quiero qoet
san Andrés, parroquial desta villa, y las demás se di valgan ni hagan fe en juicio ni fuera del; salvo esiea»
gan en los conventos desta villa, cada uno docientas á el presente hago ante el presente escribano, queq»
rezadas. ro que valga por mi testamento y codicillo y por ulna»
Den mando á las mandas forzosas lo que es costum y postrimera voluntad en aquella via que más y me*
bre. haya lugar en el derecho.
Den quiero y es mi voluntad se le dé á Juan de Ga- En testimonio de lo cual lo otorgué , en la ihmi
yoso, ini criado , un vestido de terciopelo negro con un que dicha es, ante el presente escribano y teso»,
herreruelo de paño fino , medias de seda , jubón y de en Villanueva de los Infantes, en veinte y ció» i
más necesario, y un luto; y se le pague lo que se le de abrill de mili y seiscientos y cuarenta y cinco año-: '*•
biere del tiempo que me lia servido. tigos Juan Rubio Morcillo, Fernando Navarro y G¡*.
Iten quiero y es mi voluntad de fundar, y por el pre y de Santa Cruz, vecinos desta villa. Y lo fin»«
sente fundo, un mayorazgo de todos los bienes mue en la cama, á quien yo el escribano doy fe a»
bles y raíces y semovientes que tengo mios propios en — Don Francisco de Quevedo-Villegas. — Ante a
la villa de la Torre de Juan Abad , que es del partido — Alonso Pérez.
del campo de Montiel , de que tengo la jurisdicion de la
dicha villa por los réditos del censo que con facultad
real tengo contra el concejo della. El cual y los dichos DOCUMENTO CLVI.
sus réditos, que constarán para dicho censo y que ha de Mandas del codicilo otorgado ante el mismo escribano jalt»
ser capital del dicho mayorazgo , y los demás bienes dia 4!> de abril de lti 15. («)
muebles' y semovientes y raíces y lo que se ajustare de-
llos, se ha de imponer en censos ó juros ó lo que más i.° A el hospital de nuestra Señora de los Remate
pareciese convenir, para que esté todo junto y no divi una cama de ropa, que se entiende tres colche*
dido. Todo lo cual ha de quedar y queda vinculado para dos sábanas y una frazada, y un cobertor y don-
el dicho mayorazgo , sin que se pueda vender ni ena mohadas.
jenar, trocar ni cambiar; y lávenla ó enajenación que Iten á Juan Ramírez , vecino desta villa , ro?»'-"
en otra manera se hiciese, sea en sí ninguna y de nin del oficio de platero, se le dé una escopeta cous
gún valor ni efeto. Y nombro por el primero sucesor y llave de rabo de alacrán , con sus herramientas, qm«
patrón del dicho mayorazgo á don Pedro de Alderete", entiende martillejo, burxaca y bolsa y frasco.
mi sobrino, vecino de la ciudad de Granalla, para que iten quiere y es su voluntad, y mandase re»*'
lo posea; y después de sus dias su hijo mayor varón; excelentísimo.señor duque de Alcalá una pieae*"
y á falta del suceda en los demás sus hijos, prefiriendo de damasquillo de la China, que tiene en sn baúl,*
el mayor al menor y el varón á la hembra ; y á falta de los cabos de oro; y un poco de hilo de León que baj<*
los dichos sus hijos y sus descendientes por lima reta, la dicha pieza. Y encarga á cualquiera de sos alba*
acabada su casta , suceda en su hermano mayor del di se lo remitan luego, porque esta es su voluntad.
cho don Pedro Alderete y sus hijos y descendientes, Iten manda se remita á don Francisco de 0™*'
prefiriendo como dicho es el mayor á el menor y el va- vecino de Madrid , un arcabuz de Leonardo que t«w
ron á la hembra ; y á falta de lodos suceda el dicho ma de presente.
yorazgo y sus bienes en el pariente mío más cercano y Iten manda se le dé al señor don Florencio de to
descendientes que se hallaren en la misma forma: guar y Chacón, del hábito de Santiago, vicario del| ps"-"
dándose en todo la que he dado y con las cláusulas que do , una cerradura que tiene las armas del rey don &
se fundan los demás mayorazgos Despuña , que desde dro el Justiciero.
luego quiero se esté y pase por ellas en esta fundación Iten declara que tiene una cuenta con el liwn&w
como las que quedan expresadas, para que tengan cum Juan Gallego, presbítero desta villa ; quiere J « a
plido efeto : por ser como es esta mi ultima determi voluntad se este y pase por lo que dijere.
nación y voluntad. Y con esto deja su testamento en su fuera y *
Iten dejo y nombro por mis albaceas y testamenta- gor, etc.
nos á los excelentísimos señores duques de Mcdinaceli
y Alcalá y duque de Güesca; y á el señor don Floren (ni Estampólas el referida seflor Catalina á contiaaatioi W ■
cio de Vera y Chacón , del hábito de Santiago, vicario terior documeuto.
DOCUMENTOS.— AÑO 164o. 679
DOCUMENTO CLVII. sus IteRamientas, que se entiende marlillejo y bru-
xaca, y bolsa y frasco (6).
Otro testamento, de 26 de abril, (a) lten quiero yes mi huluntad se Remita á el Excelen
tísimo sr. duque de medinacelí y alcalá, vna pieca
En el nombro de Dios, Amen : sePati quantos esta entera de damasquillo de la china, que tiene en vn
carta de testatn10, vltima y Postrimera voluntad vie baúl con loscauos de oro(— Tachado: y un poco de
ren, como yo don fr"\ de quebedo y Villegas, cav.° hilo de león queay con la dha pieca) ; y encargo á q nal-
de la borden de santiago, señor de La jurisdicion de la quiera de mis albaceas Lo Remitan luego, Porquesta
Uillade la Torre ju." abad, borden de santiago, en el es mi noluntad.
canpo de montiel, estante á el presente en esta villa lten má°. se le de á el s'. don florencio de Vera
nueva de los ynfantes, enfermo de la enfermedad que y Chacón, del avilo do santiago, vicario deste pd°.
dios nuestro señor fué servido de me dar, pero en mi vna ceRadura que tiene las armas del Rey don pedro
vuen juicio y entendimiento natural; creyendo como el justiciero.
firme y verdaderamente creoen el misterio de la santísi lten mdo. que un baúl cerrado que tengo en la
ma trinidad , padre , hijo y espíritusanto, tres personas Villa de la torre ju." abad, en la sala de las casas que
y un solu dios verdadero , y en todo lo demás que tiene tengo en ella, devajo de la ventana a el cierco, se de
cree y confiesa la santa madre Iglesia Romana; esco- como esta á su Excelencia de el duque de medinaceli y
jiendo, como escojo , por mi abogada é Intercesora á la alcalá ; y encargo a mis albaceas lo Remitan luego, Por
serenísima Reyna de los angeles, á la qual suplico yn- questa es mi voluntad.
terceda con su hijo precioso me perdone mis pecados lten mJ°. a el LJo. Ju." Gallego, Presvitero desta
y lleve mi anima á cuRera de saloacion; — y con esla v.", Un vestido nuevo de chamelote negro, de aguas,
fee y creencia otorgo que Hago mi testatrT é ultima negro, de seda , Ropilla y cale,one=, y mangas , (pie ten
voluntad en la forma sig" : go sin estrenar; y asimismo una haca que tengo en
Primeramente : Encomiendo my anima á dios nues esta villa, con su silla nueva y los demás aderemos
tro señor, que la crio y Redimió con su preciosa san della. = Y asimismo, un lienco de Pintura con la de
gre; y el cuerpo á la tierra, de que fue formado. san Jerónimo, con su marco de plata, questa en la to-
lten md°. que mi Cuerpo sea sepultado por via de Re Ju.0 abad, porque así es mi boluntad.
deposito en la capilla mayor de la Iglesia del convento ítem ind". y es mi boluntad se lo de á Di.0 de
de santo domingo desta villa , en la sepoltura en questa Gayoso, mi criado, que de presente me esta sirviendo,
depositada doña pretolina de velasco , viuda de don un vestido de terciopelo negro con feReruelo de patio
Jerónimo de medinilla, Para que de allí se lleve mi fino y medias de seda, y jubón; y lo demás necesario
cuerpo á la Iglesia de santo domingo el Real de ina- para Hacerlo ; y un luto de vayela ; y se le pague lo
drid , á la sepoltura donde está enterrada mi lier"". que se le debiere del tiempo que me a servido.
lten m'1". que llevando mi cuerpo á enteRar, Le lten ma". á andres, mi criado, que asiste en la
acompañen todas las cofradías desta villa y el cabildo Villa de la Torre Ju." abad, un vestido de paño canela
eclesiástico del señor san Pedro, y las Religiones de do que tengo , que se entiende calcon , Ropilla y casa
los conventos de frailes della; y se íes pague la limos ca, y feReruelo; y que el susodho Pueda vivir y vi
na acostumbrada. va todo el tiempo que quisiere en el quarto de la cocina
lten ma°. que el dia de mi enterram1", si fuere de las casas que tengo en la dha Villa, sin que nadie
ora , y si no otro dia siguiente, se diga por mi anima se lo ynpida : Porque assí es mi boluntad.
una misa de Requien cantada, con Diácono y subdia- lten declaro que tengo tina quenta con el l/°. Ju.°
cono; y asimismo, el mismo dia digan missa de Gallego, presVitero, de lo que a gastado y gasta en mi
cuerpo presente todos los sacerdotes que se hallaren enfermedad; quiero y es mi boluntad se este y pase
desocupados en esta v.a: y se les pague la limosna Por lo quel dijere.
acostumbrada. lien quiero Y es mi boluntad que todas Las deudas
lten md". se digan Por mi anima y de mis padres, que parecieren Yo dever, se paguen aviendo justifica
y difuntos y animas de purgatorio , y personas a quien ción para ello; Y lo que constare debérseme se me
tubiere algún cargo, ochocientas misas Recadas, de la pague.
feria que coRiere ; y se pague la Limosna acostum lten quiero y es mi boluntad, Y mando se don en
brada. cada un año, P'or lodos Los dias de su Vida, á sóror fe-
lten m '. que la miarla Parte de las misas se di lipa de jesús, monja descalza en el convenio del carmen
gan en la parroquial desta villa, y Las demás en Los tres de madrid, cínq". ducados para sus alimentos y Re
conventos de santo domingo, san fruir", y santísima galo , por el patrón que dejare nonhrado del mayorazgo
trinidad, Por iguales partes. que tengo de fundar de todos mis vienes, á qíie a de
lten ni1", á las mandas forcossas lo ques coslunbre. lener privilegio desta canld. en sus Rentas á lodos;
lten ni'1", á el ospital de nuestra señora de los Re sin que Por ninguna causa se ynpida el dar este socor
medios desta villa, para la curación de Los pobres ro en cada un año, por el fin de di" de el : Porque asi
tl.il una cama de Ropa, que se entiende tres colchones, es mi boluntad.
dos sauanas, una fracada, y un cobertor y dos almo lten declaro que en las cassas de la dha Villa de la
hadas. Torre ju." abad, ay dos baúles de moscobia, que
lien md". á ju.° Ramírez, Platero, v.° desta villa, son sobre los que se arma la ciima , que el uno esta lle
una escopeta con una llaue de Rabo de alacrán, con no de papeles de ymportancia: se Vacien en Una arca
questa ceRada, Y la llave esta en la messa de los tor
(a) Poseía el mismo registro original el señor conde de San Luis : nos (c); y se haga Inventario de todo con distinción , y
préstamelo durante algunos meses; pero devuelto por mí i su
daefio. i principios de julio de 1854, desapareció, cuando los sa
queos é incendios de la noche del 17. [i) Burjaca: bolsa de cuero grande que , colgando del hombro
De ¿I hice la esmerada copia por que va impreso en las presen derecho con alguna cinta ó correa, se lleva debajo del brazo iz
tes paginas; y lengo además i la vista: 1.*, una moderna de olro quierdo. Uicese también buljaca, bidgaca , bursaca ó hurraca,
que se estima el original , y en abril de 1851 existia en Manresa; de las palabras latinas bulga y baria, que significan bolsa.
i."', dos traslados auténticos, hechos en 16G2 y 1717; y 3.", un tes le) «Su sabiduría fué conocida de todos, asi antes como des
timonio legalizado en debida forma, que remitió a la Real Aca pués de su muerte. Y no solo se valió de la luz , capacidad y in
demia de la Hístorii, con fecha 10 de i»inlo de 183o, el doctor don genio que Dios le dio, sino de sumos trabajos: tenia una mesa
José Cándido de Pcüaflel, curapá. o de Alhambra y académico con ruedas para estudiar en la cama ; para el camino, libros muy
r orresponaal. pequeüos ; para mientras comía , mesa con dos taraos : de io cual
680 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
se traiga a esta villa , y se entregue a el sr . Vicario des- prosiga , para que se sepa con toda distinción, supuesto
te partido, para que la tenga en custodia; y asimismo que sobre el Remanente de todo e de fundar el 4j
La cama ancha de Los dhos baúles. mayorazgo.
Iten declaro que una bolsa de quero que tengo en Iten dejo y nombro Por mis albaceas y testaroenli-
cassa de el L1". ju." gallego tiene diez Reales de a ocho rios, cunplidores y ejecutores desle mi testam1", ale
y uno de a quatro cíe plata ; y otra bolsa ceRada con Excelentísimos señores duque de medinaceli y al
artificio, tiene veinle y cinco doblonesdea ocho y dos calá, y duque de guesca ; y á el señor don florenc»
escudos de oro y una venera sobre una esmeralda gran de Vera y chacón, del auito de santiago, Vicario jes'
de y Rica con una espada de Rubíes con cerco de dia deste p'1", y á don fr™. de obiedo, V.°de la Villa ¡i
mantes: atiesta pieca a de quedar Por fundamento ni * a los quales y a cada uno dellos ynsolidum, do;
principal del mayorazgo que e de fundar en este mi tes poder cunplido Para que entren y tomen Lo mejor j
tamento. mas bien parado de mis vienes , y los vendan y Rt-
Iten declaro que tengo el off.° de escriv.0 acrecen malen en pu" almoneda o fuera della; y cumpla
tado del nu." y juzgado de la dlia Villa de La Torre y paguen este mi leslin'", y mandas y legados en ti
ju.° abad , por me* . de su mag11 ., de que se deven do- contenidas; y dispongan y ajusten todos los vieoestjse
cientos ducados (a): mando que se pague de los dhos dejo para la fundación "del dho mayorazgo; jai-
doblones, y lo demás sea para cumplimiento mi tes tan á todo hasta que se aya impuesto su capital j qoe-
tamento. de coRienle: que para ello les doy tan cumplido y-
Iten mdo. que Un lienco de la madalena y un juan der como es necesario, y de dr° se Requiere.
andres de oria , y otro lienco de Xpto en la coluna Y Por el Presente, quiero y es mi voluntad dt
se traiga todo a esta v.', a el dho señor Vicario, para fundar y fundo vn mayorazgo sobre todos mis view
lo que mas convenga — Y las sillas y mesas queay en muebles y Raices , derechos y acciones quctengoyti-
la <Jha Villa de la Torre ju.° abad se ponga todo por biere , y me pertenecen y pueden pertenecer en «jul-
ynventario = y Unos libros qucslan en lo alto de los qurer manera, y sobre el Remanente de todos elle-
tomos se traigan a esta dha villa, en la misma for porque el dho mayorazgo y su poseedor y poseedor
ma ; haciendo ynventario Para que aya buena quenta y an de ser mis lejitimos y vniversales herederos. Ve:
Racon. primero lugar, señalo para su fundación el cena \ ■-•
Iten declaro que tengo dos Pares de cassas en la Vi rísdícion que tengo contra el concejo y Villa déla I«-
lla de madrid, en la calle del niño , con cochera y ca- re Ju." abad; y la benera sobre. Una esmeralda gra
ualleiicas, que de presente poseo, y do mi orden las de, Rica, con una espada de Rubíes con el cerco?
alquila Ju." de molina, ajenie de los R\ consexos; a diamantes;=El dho ofP de escriv' del n° y jas**
las quales tiene puesto pleito tomas de la Valiera, v.° de la dha Villa de la Torre Ju° abad, que es mío jr>
de la dha Villa de madiíd, sobre ciertas Pretensiones pío; =Y las dos pares de cassas que tengo en lia
de quentas: mando quel poseedor que fuere del mayo villa de madrid, en la calle del niño, con cocí»!
razgo que tengo de fundar, fenezca y acave el dho plei caua!lerica;=Y asimesmo, Las cassas que tengo a a
to , de manera que queden sin envaraco. dha Villa de La Torre ju" abad, á linde de Herró-
Iten declaro ay un baulillo como maleía en casa de ros de goncalo Cañete, Vo de la dha villa. —Y todos»»
el Ld". Ju." gallego , en que ay papeles de ynportan- demás vienes se an de vender en su juslo valor. Lis
cia, así de mis servicios, como de mi calidad: mando quides y lo que se me deve do Redilos del dio ta
se ponga cuydado en él. so en la dha Villa , que contra ella tengo con (Mi
¡ten declaro tengo en poder de el dho Ju.° de mo- tad R', todo sea de ynponer en censos o en jures*:
Lina, ajenie délos R'. concejos, una espada de mas yntervencion de qualqtiiera do mis albaceas, Pand
de marca, y una babilonia pintada, que todo baldra dho mayorazgo. Y los vienes sobre que lo fundo,?*
Hasta mili R\, poco mas o menos: Lo qual a de tener que se compraren del dho Remanente, como va*-
en su poder hasta que se aya ajustado la quenta de la clarado, an de andar juntos y no divididos Paras*
agencia que a tenido en Los negocios de la torre Ju." pie jamas; y no se an do poder vender, trocar»
abad, la qual se a de justificar ; y pagado lo que se le canviar, ni en otra manera enajenar; y el posa»
deviere Lo a de entregar. Y asi mismo, tiene el suso- que. lo Hiciere, luego que conste, sea privado, y desá
dho un baúl mió con liencos y otras niñerías y libros. luego le escluyo del dho mayorazgo y pase á el s-
Iten declaro que en Poder de don Fr™ de Oviedo, guíente en grado =Y nonbro por Primero sucesor e
V." de madrid , están dos baúles y un arca ceRados, el dho mayorazgo á don Pedro de alderele, mi st-
en los quales ay libros , y una cama pequeña de tela de brino, Vo de la Villa de madrid; y después de ®
ñapóles, de poco valor : mando se cobre. dias suceda en su Hijo mayor varón; y á talla, eo I»
Iten declaro que en poder del canónigo gueRero, demás sus hijos, prefiriendo el mayor a el menor jé
Residente en corte, ájente del señor arzobispo de gra varón a la henbra; y a falta de ios susorilios y ¡*
nada , tengo un cofre muy grande , nuevo , con vestí- hijos y descendientes Por línia Reta, acavadasuciss,
dos y algunos libros ; y una espada muy linda , de To suceda en el hermano mayor del dho don Pedro*
mas de ayala : mando se cobre. alderete, y en sus Hijos y descendientes. Prefines*
Iten quiero y es mi boluntad, que luego que yo sea como dho es, el mayor al menor y el varón ata B*
muerto y pasado desta presente vida, se Haga ymbenta- bra; y á falta de todos Los referidos, suceda eU»
rio de todos los vienes que dejo , muebles y Raices y mayorazgo y sus vienes en el Pariente mío mas cerca
semovientes, así en la Villa de la Torre Ju." abad, co nos , y descendientes que se hallaren de mi linia; P&-
mo en esta y en la de madrid y otras partes, puniendo dándose en todo la qucsló dada , y con las demás clau
por caueca el censo que tengo contra la dha Villa , y sulas y llamamientos con que se fundan los mayoral
como soy señor de Ja jurisdicion; y en esta forma se despaña, que e aquí Por expresas c incorporadas.!
para que tengan cunplido effeto: lo qual manda»
aquella vía y forma que mejor aya lugar de dr."='
son buenos testigos los mesmos instrumentos , que están hoy en dejo por mi lejftimo Heredero en todos mis vienes**
mi casa en la villa de la Torre de Juan Abad.»— (Uon Pedro Al'dre-
te, en el prólogo de Las tres Musas últimas.) dho mayorazgo y sucesores , como va declarado: pe.'1
(a) «La escribanía pública desta villa era del concejo della y la que así es mi ultima y determinada Voluntad.
tenia y gozaba ; y babra noventa afios, poco más d menos (— ;«n Y Reboco y anulo, y doy por ninguno y de ninje
1485?), que el Rey se la tomó paca si como maestre.»—[Relación de
los vecinos de Juan Abad á Felipe U.) valor ni effeto otro quaíquier testamento ó teslanieotó.
DOCUMENTOS. -AÑO 1645. 681
codicilloo codicillos, poder o poderes que antes deste cho nombramiento y succesion, como si no fueran nom
aya fho y otorgado ante el presente scriv0 y otros brados ni llamados ; y pase á el siguiente en grado, y
qnalesquier scrivanos, asi en juicio como fuera del; quien mejor derecho tuviere , con la dicha calidad de
porque solo quiero valga este que á el presente otor tener los dichos apellidos.
go Por ser, como es, mi ultima y final voluntad en lien : quiere y es su voluntad que si en algún tiem
aquella via y forma que aya lugar de derecho. En tes po se redimieren los censos que tiene contra la villa de
timonio de lo qual otorgue esta caria en la manera que la Torre de Juan Abad, tomados con facultad real, en
dha es, ante el prs" scriv" y testigos, en Villa nueva que está hipotecada la jurisdicción y propios de que
de los infantes, en veinte y seis de abrill de mili y tiene posesión, — se hayan de volverá imponer junta
seise"'* yquarentay cinco a", siendo testigos gabriel mente con todos los demás censos que se redimieren
López, Juan Ramírez, y Ju° de baeca, y Ju." de min- procedidos de los bienes que deja snellos ; en que manda
teguiaga y Ju.c Ruvio morcyllo, Vecinos desta villa. Y se impongan todos contra concejos de toda seguridad
lo tirmo el otorgante, á q" yo el escriv" doy fee conoz y satisfacion. Y no los habiendo, darlos á personas
co. — TVl°=Unpoco de Hilo de león queay con la dha particulares con hipotecas bástanles, vistas y aproba
pieza = no vale. — Don Francisco de Quevedo-Ville- das y examinadas por el real consejo de Cámara. Y
gas. — Ante mí: f — Alonso Peres. cuando llegue el caso de las dichas redenciones ó cual
Doss quatro RrV : doy fee no mas. quiera dellas, no ha de ser capaz el poseedor del di
( — En el margen y al principio del protocolo: ) cho mayorazgo para recibir sus principales. Ni sea re
Testam" dención legítima la que se hiciere, si no fuere con li
ay codicillo adelante «= otorgado en 24 de mayo. cencia del real consejo de la Cámara para que lo mande
Sacóse este testamento y codicillo questa en este Re depositar, y desde alií se vuelva á imponer con la mis
gistro otorgado en v" y quatro de mayo del dhoaño, en ma prevención. Y en los censos que se impusieren , se
diez de sep'* del ; en Prim" sello, Primero pliego ; de- ponga esta cláusula; para que les conste á los obligados
mas, común: doy fee. con la calidad que han de redimir, y les pare el per
Saque otro traslado en veinte de sept' deste año con juicio que hubiere lugar de derecho. Y asimismo se
el c idicillo ; Prim" pliego , sello prim"; lo demás, co le haga notoria á la dicha villa de la Torre de Juan
mún. Abad , y demás personas á quien tocare.
Sacóse otro ti''° con el codicillo en diez de ot° deste Iten : dijo que por cuanto los censos que tiene con
año; Prim0 Pliego, sello Prim"; y los intermedios , de tra la dicha villa de la Torre de Juan Abad y los demás
papel común : doy fee. que se impusieren, así délos réditos corridos de los di
Saque IV' con el codicilio; el prim0 pliego, del sello chos censos como de lo que procediere del remanente de
prim0; y lo demás, común : a siete de Octu" de 1662 p" todos sus bienes, sobre que queda fundado el dicho ma
la v" de la Torre. yorazgo (según lo deja dispuesto), lo tiene por de buena
Saque otro traslado en Doze de Octubre de mili calidad , — quiere y es su voluntad que en ningún tiem
setez" y trece a* en sello Primero y el yntermedio co po se puedan subrogar en otros bienes ni censos, aun
mún, en el qual fueyncluso el Cobdicilo" de 24 de mayo que para ello se alegue utilidad ; porque siempre han de
q' esta en este protocolo. Doy fee. estar, en su imposición, de la parte y lugar adonde se
asentare, para gozar de su renta el poseedor; sin poder
los dividir ni dar ni cambiar, aunque para ello preceda
DOCUMENTO CLVI1I.* facultad real. Porque su voluntad es, que estén en la
Codicilo otorgado en 21 de mayo, (a) forma que de presente están impuestos y se impusie
ren en todo tiempo, así redimiéndolos como en otra
En Villa nueva de los Infantes , en veinte y cuatro cualquiera forma. Y el poseedor que lo hiciere ó in
dias del mes de mayo de mili y seiscientos y cuarenta y tentare, luego que conste, lo excluye del dicho mayo
cinco años, ante mí el escribano y testigos pareció el razgo como si no hubiera sido llamado ni tomado la
señor don Francisco deQuevedo Villegas, caballero de posesión del , y pase á el siguiente en grado. Y lo
la orden de Santiago, señor de la jurisdicción de la mismo se ha de guardar con todos los demás poseedo
Torre de Juan Abad , y dijo : Que por cuanto otorgó su res para siempre jamás, porque en este caso quiere
testamento y última voluntad por ante el presente es- que sea cláusula expresa y que se ejecute, porque esta
:ribano en esta Villa nueva de los Infantes, en veinte y es su voluntad.
;eis dias del mes de abrill pasado deste año, — el cual Iten : por el dicho su testamento mandó á Diego
[uiere se guarde , cumpla y ejecute en todo y por todo, Gayoso, su criado , un vestido de terciopelo negro con
;omo en él se contiene con las declaraciones siguientes. ferreruelo de paño fino , y medias de seda y jubón , y
Que por cuanto por el dicho su testamento deja fun- lo demás necesario , y un luto de bayeta ; revoca la di
lado un mayorazgo sobre el remanente de todos sus cha manda en todo y por todo , como en ella se con
tienes muebles y raíces, derechos y acciones, que tiene tiene.
pueden pertenecerle en cualquiera manera, y algu- Iten : quiere y es su voluntad , y manda á don Juan
os van expresados en la dicha fundación ; y nombra Carrillo de Alderete , su sobrino, un relicario que se
or primer» sucesor en el dicho mayorazgo á don Pe cierra con seis láminas y se abre por en medio; y un
ro Carrillo de Alderete, su sobrino , y con las demás jubón de tela de oro, nuevo, con mangas de lo mismo,
I, ínsulas de fundación y llamamientos que en él se que está en un baúl ; y ansimismo todas las armas de
ace mención, á que se remitió: — ahora quiere, y es espadas y escopetas , alcabuces y ballestas , y demás
u voluntad, que el sucesor ó sucesores que fueren en armas que hay en la villa de la Torre de Juan Abad y es
I dicho mayorazgo, para siempre jamás sean obligados tán ; excepto una escopeta que mandó á don Francisco
llamarse con el nombre y apellido de Quevedo y Vi- de Oviedo, vecino de Madrid, que es con una llave de
egas. Y no lo haciendo, desde luego los excluyedel di- cola de alacrán, escripto en la cámara Leonardo mehizo
en Zaragoza. Y esta es la que se puso en la manda de
(a) Dos copias: una testimoniada por García Yaflez, escribano Juan Ramirez ; y fué yerro , porque es para el dicho
•I Rey y del ayuntamiento de Villanneva de los Infantes, á 7 de
;tnbre de 166Í, que guarda don José Heriberto García de Que- don Francisco de Oviedo, y así es su voluntad. Y la
rdo. que dice en el dicho su testamento manda al dicho don
Otra , por Mipne! de Moya Carnicero , notario apostólico , i 3 Francisco de Oviedo , es para el dicho Juan Ramírez:
■ febrero de 1747, que poseen los bijos del señor Alonso y Lopei-
>vé». que es una escopeta corta, con una llave ordinaria de
682 OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
patilla de roble de Toledo , que se alarga por la culata Pedro su viaje; dejando con su tio al licenciado Juan
con un hierro, y tiene gancho para llevarla en la pretina. López, criado suyo muy antiguo, y tan ejemplar y vir
Y con las dichas declaraciones quiere que el dicho su tuoso que hoy es' beneficiado de lá villa de Agreda : el
testamento se guarde en todo y por todo, como en él se cual le asistió con grande puntualidad, así en escri
contiene. birle como en todo lo que se le ofreció en su enferme
Y así lo otorgó , siendo testigos Juan Rubio Morci dad , hallando en él don Francisco muy particular des
llo, el licenciado Juan Gallego, presbítero, y el licen canso y consuelo. Desde que recibió el Viático basta el
ciado Josef Navarro , vecinos desta villa. Y lo firmó último de su vida cada dia se quedaba á solas tres y cua
el otorgante, á quien yo el escribano doy fe conozco. tro horas, previniéndose á la muerte con fervorosos
— Don Francisco de Quevedo-Vüleyas. — Ante mí: actos de amor de Dios; y con la asidua contemplación
Alonso Pérez. suavizaba paso tan terrible , que ha dado grande cuidado
á los mayores santos de la Iglesia. V andaba despejar so
DOCUMENTO CL1X. cuarto ; y si alguno se asomaba para ver lo que hacia
Su muerte i 8 de setiembre de 1615. (a)
ó si había menester alguna cosa, sentía casi con impa
ciencia que le estorbasen su recogimiento. Tres dias
Premióle Dios en su muerte con tan larga mano, antes de morir, llevándole el licenciado Juan López al
que parece imitó en ella á los mayores santos de la gunas cartas á que las firmase , dijo públicamente á los
Iglesia. Habiendo después de su última prisión de León que allí estaban presentes: «Estasson las últimas car
vuelto ú la Torre de Juan Abad, antes de irse á Villa- tas que tengo de firmar.» Y el día de su muerte , tres
nueva de los Infantes á curar de las apostemas que horas antes de cerrar el periodo de la vida , mandó lla
desde la prisión se le habían hecho en los pechos,—ocho mar al médico, y, dándole el pulso, le preguntó «qué
meses antes de su muerte, compúsola primera Canción tiempo, según su parecer, podria vivir». Rehusaba el
que va impresa en este libro; en donde parece predice médico decirlo; y don Francisco diversas veces le instó
su muerte, publica su desengaño, y da documentos á que hablara con libertad , pues no le causaría horror
para que todos le tengamos : puede servirle de ins ninguno trance que tenia tan á la vista, que aun cuando
cripción sepulcral. Cuatro meses antes de su muerte más lejos estaba de su noticia, habia procurado hacér
le mandaron las médicos dar los sacramentos ; reci sele presente , ensayándose con la prevención á no te
biólos, pero el de la unción dijo se difiriese para cuando merle. Entonces el médico le dijo que « le parecía vivi
avisase. Tres días antes de su muerte dijo á un criado ría aun tres dias»; pero don Francisco, que tenia hecho
que le escribía las cartas (delante de otras muchas per más acertado juicio del estado en que se hallaba , re
sonas), que aquellas habían de ser las últimas que ha plicó «que no viviría tres horas»; y luego pidió le traje
bía de firmar. El dia de la Natividad de nuestra Seño sen la santa unción, que muchos dias antes habia di
ra , 8 de setiembre , célebre por el nacimiento de la ferido para aquel punto. Habiéndola recibido con sumí
Reina de los Angeles y muerte de santo Tomás de devoción , pagó el tributo común , dando el espíritu á
Villanueva (do quienes había sido muy devoto), envió su Criador aun antes de cumplirse las tres horas qoe
á llamar el médico por la mañana , y le pidió le tomase habia dicho; quedando con mejor semblante que cuan
el pulso y le dijese cuánto le parecía podria vivir: do vivia, de suerte que parecía haberse dormido. Su
aunque lo rehusó el médico, respondió «que tres dias»; cedió su muerte el año de 1645 , á 8 de setiembre, dia
á que replicó que «no habia de vivir tres horas». Pidió célebre por el nacimiento de nuestra Señora y dicho
la unción, recibióla , murió antes de cumplirse las tres sa muerte de santo Tomás de Villanueva, su abogado
horas ; quedó con mejor semblante que vivo. Después y protector; habiendo antes repetido muchas veces
de diez años de enterrado se vio su cuerpo entero. que su mayor consuelo era morir en dia tan seña
lado : prenda muy cierta del patrocinio que hallaría en
DOCUMENTO CLX. (6) la intercesión de la Madre de Dios y del Santo, de quie
nes fué muy devoto. Y no carece de misterio el haber
Viendo los médicos que por la fuerza del mal iba fenecido el curso de su vida en dia tan célebre por
don Francisco desfalleciendo cada dia, mandáronle dar muerte y nacimiento; pues por lo que se vio en su
los santos sacramentos , así del viático como de la ex buena disposición , se puede tener por constante que
trema-unción. Lleváronle la sacrosanta Eucaristía con murió á la vida perecedera para nacer á la inmortal de
Ímblico y lucido acompañamiento de la parroquia , y los bienaventurados. Fué tan grande y general el sen
a recibió con reverente ternura é intensa devoción, timiento que causó, como lo era la perdida de varón
fortaleciéndose con el Pan de la vida eterna para pe tan grande, que ilustró la república literaria con aplauso
lear con la»miierte y vencer en el último conflicto al universal.
común adversario del género humano. Quisiéronle traer Compuesto el cuerpo con la diligencia acostumbrada,
juntamente la santa unción, y mandó diferirla, pare- y vestido con el manto de caballero y botas y espuelas
ciérulole no corría tanta prisa. Sintióse después algo doradas , tratóse de sus exequias y entierro. Y porque
aliviado do sus males; pero no pasó muy adelante la en su testamento habia ordenado que le enterrasen por
mejoría, pues volvieron con tanta violencia que obli via de depósito en la capilla mayor de la iglesia y con
garon á venir desde Granada, para asistirle, á su so vento de Santo Domingo de Villanueva, en la bóveda
brino don Pedro Aldrete y Carrillo , que , siguiendo en en que estaba enterrada doña Petronila de Velaste.
tonces el curso de sus estudios en la famosa universidad viuda de don Jerónimo de Medinilla , y que de allí le
de Salamanca, solia los veranos irse con su tio don transfiriesen á la iglesia y convento real de Santo Do
Martin Carrillo, arzobispo de aquella ciudad , varón ex mingo de Madrid , en la sepultura de su hermana doña
celso y verdadero dechado de prelados. Alegróse suma Margarita de Quevedo ; — previniéndose los frailes para
mente don Francisco de ver á don Pedro , á quien que el depósito, no quisieron venir en ello el vicario y clé
ría entrañablemente por sus prendas de virtud y letras; rigos de la parroquia, deseando tener esta prenda en
y después de haber estado con él algunos dias quiso su iglesia , á la cual finalmente le llevaron con grande
que volviese á Granada , pidiéndole tan solamente le lucimiento y concurso, y le hicieron suntuosas exe
dejase persona que le sirviese de secretario. Ejecutó don quias , depositándole en la bóveda de la capilla de los
Bustos, caballeros muy antiguos de aquella tierra, (c)
(a) Don Pedro Aldrele, en el prólogo de Las tres Musas últimas. (el En 1575 dijeron á Felipe 11 ¡os vecinos de Vülnuev* de tos
(») Tarsia , pagina 145. Infame * : » .18. Hay ana iglesia parroquial, coya Tocación es ii
DOCUMENTOS. — AÑO 1790. 683
DOCUMENTO CLXI. Domingo, si los patrones le daban licencia , en la bó
veda ; no la dieron , y ansí se enterró etrSan Andrés,
Su entierro en la parroquial de Villanueva de los Infantes, con vigilia y" misa cantada. Y mandó que digan todos
a 9 de setiembre de 1645. (a)
los sacerdotes misa de cuerpo présenle, y más otras
Don Francisco Quevedo Villegas, del hábito de San ochocientas misas para su ánima, por cuartas partes,
tiago: murió en nueve días del mes de setiembre de en San Andrés y tres convenios de frailes desla villa.
mil y seiscientos y cuarenta y ciñen años ; hizo testa Y dejó por sus albaceas al señor don Florencio de Vera
mento ante Alonso Pérez ; y se mandó enterrar en Santo y Chacón, del hábito de Santiago, vicario deste par
tido, y á don Juan Morante, gobernador desta villa.
santo Andrés; hay un altar de los herederos de Hernando Diez de
Rodrigo-Diez ; hay una capilla que poseen los Bustos, con tres
misas cada semana , dotada pobremente; otro altar de los here 1796.
deros de Francisco Gallego , con una misa cada dia con un real de
limosna de cada misa ; otro altar de Juan de Milla , con otra dota DOCUMENTO CLX11.
ción pequeña.»
(a) Partida de sepelio. Libro primero de colecturía, folio 20 Restos mortales de Quevedo. (i)
vuelto. La tengo testimoniada por el licenciado don José López
de Luzuriaga, del habito de Santiago, vicario, juez eclesiástico A los diez años de sepultado, ofreciéndose abrir la
ordinario, visitador de la villa de Infantes y su territorio, y párro
co de la misma : fineza que debí hace años á mi amigo don Ma bóveda para otro sepelio , fué hallado entero y sin cor
nuel de Góngora , hoy catedrático de la universidad de Granada. rupción; pasados ciento cincuenta y un años vino la
En dos que pudieran ser errores, imagino hubo de incurrir quien capilla y bóveda á posesión del cabildo eclesiástico, por
extendió esta partida : en suponer al Gobernador de Villanueva de
los Infantes ( cuando no ha constado jamás que lo fuese ) albacca lo que dispuso este ordenarla en forma más acomodada
de don Francisco ; y en fijar el 9 de setiembre como dia del falle al entierro de sus individuos. Por carecer los comisio
cimiento. nados é interventores du la obra, de estas noticias, el
Don Francisco de Oviedo, el más constante y afectuoso amigo de
nnestro autor (véase la página 6Í1) ; su sobrino y heredero don Pe sepulturero extrajo cuantos huesos en ella había, y
dro de Aldrete ; Tarsia, su biógrafo, todos tres afirman que murió reunió los de Quevedo con los restos de los demás di
Quevedo el k iic setiembre , con se fias y pormenores que no de funtos. Yo, que era sabedor de ser aquella bóveda el
jan lugar á la duda , que no convienen ni pueden convenir á nin- depósito de nuestro Quevedo, procuré informarme de
Kim otro dia del año.
Más crédito doy yo al testimonio de estas personas , tan intere él acerca de la disposición en que los había hallado, á
sadas en la verdad del caso, que al documento parroquial, sabien loque me contestó haber encontrado en un ataúd un
do por experiencia el descuido con que solían extenderse. , Q n esqueleto, y que, disuelto á los primeros toques, lo
por las partidas de defunción y sepelio de don Agustín Storeto pue
de saber con evidencia cuándo aquel ingenio sazonadísimo fue ar mezcló con los de los otros difuntos.
rebatado i la vida ? Al historiarla mi hermano don Luis Fernandez-
Guerra , con noticias de todo el mundo ignoradas ; y al publicar, (*) Testimonio de don Manuel Francisco Gallego , capellán del
en esta Biblioteca df. Actores Españoles, emulando la conciencia convento de religiosas Franciscas de Villanueva de los Infantes, en
y el esmero de llartzcnbusch , los mejores poemas del gran dra su libro manuscrito de Antigfiedades de esta villa y campo de Mon-
mático,— acaba de hacer manifiesta la falibilidad de esta clase de tiel ; refiriéndose á la capilla de los Bustos, hoy dedicada á santa
documentos. Cruz y entonces i san Juan Bautista.
Tengo para mí pues que ese 9 de setiembre fué precisamente Le publicó mi amigo el señor Catalina en el número del Sema
cuando recibió la tierra el cadáver de don Francisco de Quevedo. nario pintoresco antes citado.

FIN DEL TOMO SEGUNDO DE LAS OBRAS DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
ÍNDICE.

Pág.

DlSCOltSO PRELIMINAR. V Las cuatro pestes del mundo t las cuatro fantasmas di la
APROBACIONES Á LAS OBRAS DE OOK FRANCISCO SI QCEVIDO. XXV vida. — Invidia 101
Etocios DI LIS HISSAS XXXI Ingratitud 107
Ricistro de los MANUSCRITOS que se han confrontado Soberbia 118
para la impresión de este tomo segundo xxxvii Avaricia 1Í9

Virtud militante contra las cuatro fantasmas di la vida. —


DISCURSOS ASCÉTICOS Y FILOSÓFICOS. — Muerte 157
Pobreza 140
Vida de san Pablo apóstol. — Dedicatoria 3 Desprecio 149
Advertencia muy importante para informar al que leyere. . 5 Enfermedad 154
Vida de san Pablo apóstol 7 Afecto fervoroso del alma agonizante , con las siete palabras
que dijo Cristo en la cruz. . . . • 162
Vida de fray Tomás de Villanueva.— Dedicatoria 55
A quien leyere.. 57 Providencia de Dios. — Dedicatoria 165
Vida de fray Tomas de Villanueva.— Capitulo primero. . . 58 Providencia de Dios 167
Cap. n.— Cómo supo ser subdito, y enseñói ser superiores.
De sus milagros y predicaciones 60 Constancia y paciencia del santo Job. — Discurso previo,
Cap. ni. — De cómo renunció un arzobispado y aceptó otro : teológico, ético y político 213
cómo fué arzobispo sin dejar de ser fraile , y cómo fué Introducción á la vida devota. — Dedicatoria 249
pobre, y padre de pobres 61 Introducción i la vida devota. Parte primera. — Capitulo
Cap. iv. — Déla disposición délas limosnas, con que previ primero. — Descripción de la verdadera devoción. . . 256
no la cuenta que dio a Dios nuestro Señor en su glorio Cap. n. — Propiedades y excelencia de la devoción. . . . 257
so y bienaventurado lin 65 Cap. ni.— Que la devoción es necesaria a toda suerte de
Cap. v. — De los hijos espirituales que tuvo , y de sus virtu estados y profesiones id.
des en general , y de su beatificación 67 Cap. iv.—De la necesidad de un conductor para entrar y ha
cer progreso en la devoción 258
El martirio del mártir padre Marcelo Francisco Hastrilli. Cap. v. — Que es necesario comenzar por la purificación del
—A la sagrada religión de la Compañía de Jesús. . . 71 alma 259
A la nobilísima y fidelísima ciudad de Ñapóles 73 Cap. vi.— Déla primera purificación, que es la de los pecados
Fragmento 74 mortales id.
Cap. vil.— De la segunda purificación, que es la de las aficio
L.A Cuna t la Sepultura. — Dedicatoria 75 nes del pecado 260
Cusa t Vida. — Capitulo primero. — Informa el juicio de la Cap. viii. — Del medio para hacer esta segunda purificación id.
opinión que ha de tener de todas las cosas; alumbra el Cap. ix.—Meditación primera.— De la creación id.
conocimiento propio, y amanece con el desengaño la Cap. x.—Meditación n.— Del fin para el cual somos criados. 261
noche de la presunción 79 Cap. xi.—Meditación m.— De los beneficios de Dios. . . . 262
Cap. ii. — Ordena el tribunal de las potencias del alma , para Cap. xii.— Meditación iv.— De los pecados id.
que preceda en todas las acciones su consulta. Desarre Cap. xiu. —Meditación v.— De la muerte 263
boza los disfraces con que la hipocresía introduce en Cap. xiv.—Meditación vi.—Del juicio id.
mascarados los vicios 81 Cap. xv.—Meditación vil.—Del infierno 264
Cap. ni. — Descifra los miedos de la opinión vulgar y desar Cap. xn.— Meditación vni. — Del paraíso id.
ma las amenazas de la credulidad ignorante. Mortifica y Cap. \\\i.—Meditación ix.—Amanera de elección del paraíso. 265
dotrina la estimación propia. Desembaraza de espantos Cap. vm\.— Meditación x.—A manera de elección que el alma
la muerte: no solo prueba que no es fea , sino que es her hace de la vida devota 266
mosa. Y afirma la paz interior encaminando los afectos. 84 Cap. xix.—Cómo se ba de hacer la confesión general. . . Id.
Cap. iv. — Cura el seso mal informado , con el desengaño de Cap. xx.—Protestación auténtica para grabar en el alma la re
su ignorancia ; dispónele a ser sabio eon enseñarle que solución de servir a Dios y concluir los actos de peni
no lo es. Adviértele cual estudio le conviene , y en qué tencia 267
lección le asegura, y cual debe ser la lección 88 Cap. xxi.— Conclusión para esta primera purgación. ... td.
Cap. v. — Pcrfleiona los cuatro capítulos precedentes de la Cap. xxii.— Que es menester purgarse de las aficiones que
filosofía estoica con la verdad cristiana , acompasándo se tienen á los pecados veniales 268
los con tres oraciones a Jesucristo nuestro Señor. . . 91 Cap. xxiii.— Que se ha de purgar de la afición que se tiene
Dotrina para morir. — Muerte y Sepultura 94 a las cosas inútiles y peligrosas id.
tNDICE.
Png. Pág.

Cap. miv. —Que se ha de purgar de las malas inclinaciones. ■dvj Cap. ni.—Algunos otros avisos tocantes al hablar. ... 511
Segunda parte. — Capitulo primero. — De la necesidad de la Cap. un.— De los pasatiempos y recreaciones, y primera
oración id. mente de los lícitos y loables 512
Cap. 11.— Breve método para la meditación , y en primer lu Cap. xxni.—De los bailes y pasatiempos , lícitos , pero peli
gar de la presencia de Dios. Primer punto de la prepa grosos *•*
•2:1) Cap. muí.—Cuándo se puede jugar y danzar id.
ración
Cap. 111. —De la invocación. Segundo punto de la preparación. •171 Cap. xxnv.— Que es necesaria la fidelidad en las grandes y
Cap. iv —De la proposición del misterio. Tercero punto de la pequeñas ocasiones 314
preparación id. Cap. iiiv.—Que se ha de tener el espíritu justo y racional. . 513
Cap. v.— De las consideraciones. Segunda parte de la medi Cap. xxxvi.— De los deseos j*-
tación id. Cap. xxxvii.—Aviso para los casados 316
Cap. iiiviii.-De la honestidad de la cama nupcial. . 3IS
Cap. vi. — De las aficiones y resoluciones. Tercera parte de .->; •
la meditación 272 Cap. xxxix.—Aviso para las viudas
Cap. il.—Una palabra alas vírgenes 321
Cap. vil— De la conclusión , y ramillete espiritual id.
Cap. viii. —Algunos avisos muy provechosos sobre el sujeto Cuarta parte.—Capitulo primero.— Que no nos debemos
de la meditación id. bebecer con las palabras de los hijos del mundo. . il.

Cap. 11.— Para los desabrimientos que suceden en la medita Cap. 11.— Que debemos tener buen ánimo 3C
Cap. 111.— De la naturaleza de las tentaciones, y de la diferen
ción 273
Cap. x.—Ejercicios para la nía ua 11.-1 id. cia que hay entre el sentir la tentación y consentir en
ella 323
Cap. u. — Del ejercicio de la noche , y el examen de la con
Cap.iv.— Dos ejemplos importantes cerca deste sujeto. . . 324
ciencia 274
Cap. xii.— Del retrete espiritual id. Cap. v.— Dase ánimo y esfuerzo al alma que se halla en las
Cap. xiii.—De las aspiraciones, oraciones jaculatorias y tentaciones •' id.
Cap. vi.—Cómo la tentación y deleite pueden ser pecado. .
buenos pensamientos 27;
Cap. xiv.— De la santísima misa y cómo se ha de oir. . Cap. vil.—Remediospara las grandes tentaciones U.
Cap. xv.—De los otros ejercicios públicos y comunes. . '277 Cap. viii.— Que se debe resistir á las pequefias tentaciones. 346
Cap. xvi.— Que se han de honrar y invocar los santos. . . id.
Cap. ix. -Cómo se han de remediar las pequefias tentaciones, id.
Cap. xvii.—Cómo se fca de oír y leerla palabra de Dios. •27S Cap. 1.—Cómo debemos fortificar nuestro corazón contra las
Cap. xviii.—Cómo se han de recibir las inspiraciones.. . id. tentaciones ™
Cap. xii.— De la santa confesión 279 Cap. xi.—De la inquietud id
Cap. II.—Déla frecuente comunión 280 Cap. ni.— De la tristeza 3*
Cap. 111 Cómo se ha de comulgar 281 Cap. mi. —De los cunsuelos espirituales y sensibles y eó-
Tercera parle.— Capitulo primero.— De la elección que se de mo debemos gobernarnos en ellos
be hacer cuanto al ejercicio de las virtudes 282 Cap. nv. —De las sequedades y esterilidades espi rituales. . Si
Cap. 11 Progreso del mismo discurso de la elección de las Cap. xv.—Confirmación y aclaración de lo que se ha dicho,
virtudes 285 por un ejemplo Aotable
Cap. 111.— De la paciencia 2x4 Quinta parte. — Capitulo primero. — Qne debemos cada afio
Cap. iv.— De la humildad para lo interior 286 renovar los buenos propósitos por los ejercicios si
Cap. v.—De la humildad mas interior 287 guientes 334
Cap. vi.—Que la humildad nos hace amar nuestro propio des Cap. 11.— Consideración sobre el beneficio que Dios nos hace
precio 288 llamándonos á su servicio, según la protestación arri
Cap. vil—Cómo se ha de conservar la buena fama practican ba dicha •*.
do la humildad 289 Cap. 111.— Del examen de nuestra alma sobre el adelantamien
Cap. viii.— De la mansedumbre para con el prójimo, y reme to en la vida devota 335

dio contra la ira ?9l Cap. iv.—Examen del estado de nuestra alma para con Dios. 3.T6

Cap. 11.— De la suavidad para con nosotros mismos. . . . 292 Cap. v.—Examen de nuestro estado para con nosotros mis
Cap. 1.— Que se ha de tratar de los negocios con cuenta, mos .J.

pero sin congoja y cuidado 295 Cap. vi.— Eiámen del estado de nuestra alma para con nues
Cap. xi.—De la obediencia id. tro prójimo 33"
Cap. 111.— De la necesidad de la castidad 294 Cap. vil.—Examen sobre las aficiones de nuestra alma. . . id.

Cap. 1111.—Aviso para conservar la castidad 295 Cap. viii.—Aficiones que debemos tener después del eiámen.
Cap. 11 v,—De ia pobreza de espíritu observada entre las ri Cap. 11. — Consideraciones propias para renovar nuestros
quezas 29G buenos propósitos id
Cap. xv.—Cómo se ha de practicar la pobreza real, quedando Cap. 1.—Consideración primera.— De la excelencia de nues
con lodo eso realmente ricos 297 tras almas 35)
Cap. xvi.— Para practicar la pobreza de espíritu en medio Cap. m.— Segunda consideración.— Déla excelencia de las vir
la pobreza real 298 tudes iíl
Cap. xvii.— De la amistad, y primeramente de la mala y fri Cap. xii.—Tercera consideración.— Sobre el ejemplo de los
santos id.
vola 299
Cap. xviii. —De los amores vanos Id. Cap. mi.—Cuarta consideración. — Del amor que Jesucristo
Cap ni.— De las verdaderas amistades 301 nos tiene 339
Cap. H.—De la diferencia que hay entre las verdaderas y Cap. xiv.—Quinfa consideración. — Del amor eterno de Dios
vanas amistades id. para con nosotros id.
Cap. xv.—Aficiones generales sobre las consideraciones pre
Cap. ni.—Aviso y remedios contra lasmalas amistades. . . 302
Cap. xxii. — Algunos otros avisos sobre este sujeto de cedentes, y conclusión del ejercicio id.
Cap. xvi.— De los resentimientos que se deben tener después
amistad 303
Cap. xxiii. — De los ejercicios de la mortificación exterior. . 304 deste ejercicio 541)
Cap. iiiv. — De las conversaciones y de la soledad. . . . 30G Cap. xvii.— Respuesta á dos objeciones que puedea ponerse
Cap. xxv.—De la decencia de los vestidos 307 sobre esta introducción i'.
Cap. xxvi.—Del hablar, y primeramente cómo hemos de ha Cap. xviii.—Tres últimos y principales avisos para esta In
blar de Dios id. troducción id.
Cap. xivii.— De la honestidad de las palabras y del respeto
que se debe a las personas 508 LO QUE PRETENDIÓ IL ESPÍRtTD SANTO CO» EL LIBRO DE U SA

Cap. xiYiii.—De los juicios temerarios id. BIDURÍA 5i5


Cap. xxix.—De la murmuración 510
ÍNDICE. 687
Pág. Pág.
Sobre ui palabras que dijo Cristo a so San tisis a Madre ex De Quevedo. A la serenísima infanta sor Margarita de la
US bodas di Casa de Galilea 345 Cruz 555
— — Mariner 529
Homilía de la Santísima Trinidad 549 — — Médico del duque de Lerma 512
— — Duque de Mcdinaceli. 546, 547, 548, 549, 550, 557,
Declamación de Jesucristo, Hijo de Dios, á su eterno Pa 558, 559, 5G0, 561, 562, 563, 564, 608.
dre, EN EL HUERTO. :>?>') — — Don Antonio de Mendoza 551
— — Don Alonso Messia de Leiva 515
La primera t xas disimulada persecución de los judíos CON — — Conde-duque de Olivares. . . . 550, 567, 568.
TRA Cristo Jesús t contra la Iglesia, en favor de la — — La condesa de Olivares 555, 566
Sinagoga. . 365 — — Duque de Osuna. . 512, 514, 515, 518, 519, 520
— — Don Francisco de Oviedo. 605, 607, 608, 610,
De los remedios de cualquier fortuna.— Dedicatoria. . . 369 611, 612, 613, 614, 615, 616, 617, 618, 119, 620,
Los remedios de cualquier fortuna.—Desdichas que eonsuela 621.
Lucio Aneo Séneca 371 — — Personas desconocidas. 513, 533, 555, 560, 566,
570.
Noventa epístolas de Séneca, traducidas t anotadas.—Frag — — Tamayo de Vargas 513
mento 381 — — Marqués de Velada 521
Epístolas de don Francisco de Quevedo a imitación de las de — — Don Diego de Vitlagomes 606
Séneca 390 — — Marqués de Yillanueva del Fresno y Barcar-
rota 520
A Quevedo. De don Juan Adán de la Parra. 545, 566, 570, 595.
DISCURSOS CRÍTICO-LITERARIOS.
— — Don Tomás de Agüero ... 551
Cuento de cuentos.— Dedicatoria 397 — — Rector del Colegio mayor de San Ildefonso de
Cuento de cuentos 404 Alcalá de Henares 541
— — Licenciado Avila de Vera 544
La Culta Latiniparla.— Dedicatoria 418 — — Don Fernando de Ballesteros y Saavedra. . 605
Sigúese el disparatarlo 420 — — Don Mendo de Benavides 541
— — Rodrigo Caro 531
Su espada por Santiago.— Dedicatoria 423 — — Camilo Catiitm 516
Su espada por Santiago.— Primero tratado.— Protestación. . 426 — — Fray Francisco de la Concepción 510
Segundo tratado. — Confesión délos soberanos méritos de — — Obispo de Coria 544
santa Teresa -428 — — Fray Agustín Duran 547
Tercero tratado. —Responde el dolor Balboa del alio pasado — — Doüa Jerdnima de Caona, priora de las co
al dotor Balboa oeste ario 4i9 mendadoras de Santiago de Granada.. . 541
Cuarto tratado. — Desengaño de suposiciones aparentes y — — Doctor don Antonio de Gayoso, Figneroa y
causas políticas y piadosas 433 Moscoso 546
Quinto tratado.—La irrefragable única verdad deste hecho. . 412 — — Sor Beatriz Ae Jesús, sobrina de santa Teresa. 540
Sexto y último tratado.— De las razones, argumentos y dis — — Reverendo obispo de León 603, 601
cursos con que se delende la pretensión del compatro — — Lipsio 511 , 512
nato 447 — — Margarita - 565
— — Mariner 528
Censura contra Horovelli 459 — — Duque de Mcdinaceli 547,608,609
— — Don Francisco Manuel de Meló 563
Perinola Al doctor Juan Pérez de Monlalvau 463 — — Licenciado don Fernando de Mesa Carvajal. 543
Juicios , prólogos t advertencias en libros ajenos. . . . 479 — — Don Alvaro de Monsalve 511
— — Fray Benito Bernardo de Morales 513
Censuras y aprobaciones 495 — — Morovelli 542
— — Jorje de Oliste 518
Rebusco de apuntamientos autógrafos COI — — Conde-duque de Olivares 550
— — Don Jorje de Orea Tineo 538, 54j
EPISTOLARIO Y DOCUMENTOS RELATIVOS A LA VIDA — — Duque de Osuna 519
— — Don Francisco de Oviedo 603
DEL AUTOR.
— — Don Diego de Pardo y Valclrcel 564
Epistolario 511 — — Persona desconocida 513,608
De Quevedo. A Alian de la Parra. 530, 538, 545, 564, 563, 571 , 5-5, — — Conde de la Roca 549
603. — — Juan fin/'; Calderón 544
— Al obispo de fíimn .'¡25 — — Padre Hernando de Solazar 542
— — Cardenal Borja 606 — — Don Juan de Salinas 541
— — Don Francisco de Contrerat , presidente de — — Arzobispo de Santiago 540
Castilla 5i5 — — Cabildo de Santiago 539
— - Chi/let 533 — — Cabildo de Toledo 541
— — A la viuda de Juan de Espían»* 611 — — Don Lorenzo Vúnder Hámmen de León. . . 527
— — Flangum !¡65 — — Marqués de Velada 524
— — Duque clc'l Infantado 321,607 — — Doctor Alvaro de Villegas 542
— — Margarita 565 Documentos 623
— — Dona Margarita de Espinosa , su tía. ... 514
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