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ANTRAQUINONAS

DEFINICIÓN:
Metabolitos secundarios vegetales con una funcionalidad p-quinoide en un núcleo
antracénico

CLASIFICACIÓN
Según su estado de oxidación:
 Antraquinonas
 Antronas
 Diantronas
 Antranoles
 Oxantronas
 Naftodiantronas
 Antrahidroquinonas

BIOGÉNESIS
 Las antraquinonas y demás compuestos antracénicos citados, son
biosintetizados por la ruta de la malonilCoenzima A en el caso de los hongos,
líquenes y plantas superiores de las familias Ramnáceas, Poligonáceas y
Leguminosas.
 Y las Rubiáceas, las Gesneriáceas, las Escrofulariáceas, las Verbenáceas y
las Bignoniáceas, se biosintetizan a partir de ácido shikímico y ácido
mevalónico.
a. Biogénesis vía MalonilCoA
Una molécula de AcetilCoA se condensa sucesivamente con 7 moléculas de
MalonilCoA para producir una cadena policetídica de 16 carbonos u
octacétido. Luego, el octacétido se pliega y se cicliza por condensaciones
entre los grupos metilenos y sus vecinos carbonilos para dar el triciclo
cetónico. Este intermedio enoliza para generar el núcleo de las antronas. El
núcleo de las antronas puede dimerizarse enzimáticamente para producir
diantronas, o puede oxidarse para dar antranoles y/o antraquinonas.
b. Biogénesis vía ácido shikímico + ácido mevalónico
Una molécula de ácido shikímico se condensa con una molécula de ácido
a-cetoglutárico (proveniente del ciclo de los ácidos cítricos). Posteriormente,
el anillo del ácido shikímico es deshidratado y aromatizado. Luego, ocurre
una condensación intramolecular entre el carbonilo proveniente del ácido
shikímico y el metileno a al grupo carbonilo proveniente del ácido a-
cetoglutárico, para formar el biciclo. Después, al biciclo se une una cadena
de 5 carbonos denominada isopentenilo (proveniente de AcetilCoA vía ácido
mevalónico). Esta cadena se cicliza al anterior anillo formado, y luego de
procesos de oxidación y aromatización se llega a las antraquinonas.

DISTRIBUCIÓN Y ESTADO NATURAL


 En microorganismos, plantas, equinodermos e insectos.
 Las familias vegetales : antracénicos son las rubiáceas, las ramnáceas y
las poligonáceas; y en una menor proporción las liliáceas, leguminosas,
bignoniáceas, melastomatáceas, droseráceas, vismiáceas, etc.
 En las plantas inferiores como los líquenes se conoce una gran variedad
de antraquinonas, incluyendo antraquinonas halogenadas como p.ej. la
7- cloroemodina.
 Pueden encontrarse en diferentes partes de la planta como: hojas, tallos,
madera y frutos.
 Principalmente en forma de glicósidos (por ejemplo las senidinas y la
barbaloína), y en menor proporción en forma libre o agliconas (por
ejemplo alizarina y crisofanol).
 Se han reportado compuestos antracénicos sulfatados.  Se las pueda
encontrar también en forma dimérica.
 Existen dudas del verdadero estado natural de estas sustancias, ya que
en ciertas plantas, las antraquinonas no se encuentran como tales en
ellas, sino que son productos de degradación enzimática de las
correspondientes formas reducidas (es decir, las antronas y los
antranoles). Según esto, las antraquinonas aisladas corresponden a
productos de oxidación o dimerización de antronas o antranoles.

HECHOS ESTRUCTÚRALES
 Tienen grupos hidroxilos en C-4 y C-5. Generalmente contienen un grupo
metilo, hidroximetileno o carboxilo sobre el carbono 2.
 Los carbohidratos ligados son principalmente glucosa, ramnosa y rutinosa.
 Los O-glicósidos tienen los carbohidratos ligados a través de C-6 o C-8.
 Los C-glicósidos tienen los carbohidratos ligados a través de C-10.

MÉTODOS DE EXTRACCIÓN Y PURIFICACIÓN


El aislamiento dependen del tipo de núcleo de interés, es decir si se desea
obtener las agliconas, los glicósidos, las formas reducidas, las formas
oxidadas, etc. Para aislar efectivamente las agliconas, la muestra vegetal se
extrae con solventes poco polares como éter etílico o benceno.
Los compuestos glicosídicos se extraen ya sea con etanol, agua o mezclas
de etanol-agua.
Cuando se desee extraer las formas reducidas, debe tenerse precaución, ya
que la sola presencia del oxígeno del aire produce la oxidación, en este
sentido es aconsejable trabajar en atmósferas inertes como por ejemplo, una
atmósfera de nitrógeno.
El proceso de oxidación es también bastante rápido en soluciones alcalinas,
y en estas condiciones se forman diantronas, poliantronas y por supuesto
antraquinonas.
Luego de la extracción, los glicósidos deben concentrarse bajo presión
reducida para obtener los cristales crudos. Estos cristales pueden purificarse
por recristalizaciones sucesivas en mezclas acetona-agua.
Los O-glicósidos se hidrolizan fácilmente al calentarlos con ácido acético o
clorhídrico alcohólico diluido (por ejemplo al 5%). La hidrólisis ocurre en una
hora calentando a 70°C. Luego de la hidrólisis se añade una mezcla 1:1 de
benceno-etanol, y se diluye con HCl al 0.5% acuoso. La capa bencénica que
contiene las agliconas, se separa.
Las agliconas obtenidas ya sea por hidrólisis o por extracción directa de la
planta, pueden purificarse por extracción del benceno con un álcali diluido,
seguido de precipitación con un ácido (las agliconas con grupos -COOH
libres pueden extraerse desde el benceno haciendo una primera extracción
con una solución de bicarbonato de sodio, y una segunda extracción con
solución de KOH o NaOH, para remover las sustancias menos ácidas). Este
precipitado crudo se cristaliza desde benceno o alcohol.
Las mezclas de compuestos antracénicos pueden separarse por métodos
cromatográficos como HPLC de fase reversa, utilizando un copolímero de
estireno- divinilbenceno, el cual produce buenos resultados, especialmente
para glicósidos, y para separar por grupos de compuestos.
En los trabajos iniciales con estas sustancias, se utilizó la cromatografía en
papel, tanto para los glicósidos como para las antraquinonas libres.
La cromatografía en capa fina con sílica gel G y varios eluentes, ha sido una
técnica muy útil especialmente en la valoración de drogas vegetales con
compuestos antracénicos. Aquí es importante mencionar que se obtienen
buenas separaciones de las antraquinonas con placas de sílica gel
preparadas en una suspensión de 28 g de sílica gel GF en 72 ml de solución
de ácido tartárico al 3.75% acuoso; y eluyendo con la mezcla Cloroformo-
Metanol 99:116.
Las antraquinonas se pueden detectar sobre las placas cromatográficas por
sus colores visibles y bajo luz Ultravioleta. Al rociar las placas con KOH al
10% metanólico, los colores amarillos y pardos originales cambian a rojos,
violetas, verdes o púrpuras.

VALORACIÓN DE COMPUESTOS ANTRACENICOS VEGETALES


a. Método fisico-químico
La muestra vegetal seca y pulverizada se extrae exhaustivamente con agua
o una mezcla etanol-agua.
El filtrado se lava con un solvente orgánico apolar e inmiscible con el solvente
de extracción.
La fase orgánica se desecha si no se van a cuantificar las agliconas. La fase
acuosa o acuoetanólica se somete a los siguientes tratamientos por reflujo: ›
Con cloruro férrico en medio ácido › Con un ácido mineral
El tratamiento con el cloruro férrico en medio ácido, tiene como fin romper las
uniones C-glicósido y ayudar a la oxidación de las formas reducidas hasta
antraquinonas.
El tratamiento con un ácido mineral es con el fin de hidrolizar todos los
glicósidos, y dejar libres las agliconas.
Luego de estos tratamientos, se recuperan las agliconas por extracción con
un solvente orgánico como el benceno.
La fase bencénica se separa y se elimina el solvente por evaporación bajo
presión reducida.
Las agliconas se redisuelven en una solución estándar de KOH o NaOH, y
se lee colorimétricamente a 500 nm contra una curva patrón.

ENSAYOS DE RECONOCIMIENTOS
a. Ensayo de Borntränger
El material vegetal se pone en ebullición con una solución de KOH
acuoso diluido, durante varios minutos.
Este tratamiento no solo hidroliza los glicósidos antracénicos, sino que
también oxida las antronas y antranoles hasta antraquinonas.
La solución alcalina se deja enfriar, se acidifica y se extrae con benceno.
Cuando la fase bencénica se separa y se pone en contacto con una
solución acuosa diluida de un álcali, la fase bencénica pierde su color
amarillo, y la fase acuosa se torna de color rojo si la muestra contiene
antraquinonas.
ANTOCIANINAS

Las antocianinas (del griego ἀνθός (anthos): ‘flor’ + κυανός (kyáneos): ‘azul’)
son pigmentos hidrosolubles que se hallan en las vacuolas de las células vegetales
y que otorgan el color rojo, púrpura o azul a las hojas, flores y frutos.1 Desde el
punto de vista químico, las antocianinas pertenecen al grupo de los flavonoides y
son glucósidos de las antocianidinas, es decir, están constituidas por una molécula
de antocianidina, que es la aglicona, a la que se le une un azúcar por medio de
un enlace glucosídico. Sus funciones en las plantas son múltiples, desde la de
protección de la radiación ultravioleta hasta la de atracción de insectos
polinizadores.

El término antocianina fue propuesto en 1927 por el farmacéutico alemán Adolf T.


Lewandoski (1804-1881) para describir el pigmento azul de la col
lombarda (Brassica oleracea). En realidad, las antocianinas no sólo incluyen a los
pigmentos azules de las plantas sino también a los rojos y violetas.

El interés por los pigmentos antociánicos se ha intensificado recientemente debido


a sus propiedades farmacológicas y terapéuticas. Por lo tanto, además de su papel
funcionan como colorantes alimenticios, las antocianinas son agentes potenciales
en la obtención de productos con valor agregado para el consumo humano.

ESTRUCTURA

Químicamente las antocianinas son glucósidos de las antocianidinas, es decir,


están constituidas por una molécula de antocianidina, que es la aglicona, a la que
se le une un azúcar por medio de un enlace glucosídico. La estructura química
básica de estas agliconas es el ion flavilio, también llamado 2-fenil-benzopirilio que
consta de dos grupos aromáticos: un benzopirilio y un anillo fenólico; el flavilio
normalmente funciona como un catión.

Las agliconas libres raramente existen en los alimentos, excepto posiblemente


como componentes traza de las reacciones de degradación.6 De todas las
antocianidinas que actualmente se conocen (aproximadamente 20), las más
importantes son la pelargonidina, la delfinidina, la cianidina, la petunidina,
la peonidina y la malvidina, nombres que derivan de la fuente vegetal de donde se
aislaron por primera vez; la combinación de éstas con los diferentes azúcares
genera aproximadamente 150 antocianinas. Los hidratos de carbono que
comúnmente se encuentran son la glucosa y la ramnosa, seguidos de la galactosa,
la xilosa y la arabinosa y, ocasionalmente, la gentiobiosa, la rutinosa y
la soforosa.4 Como se muestra en la siguiente tabla, el grupo fenilo en la posición 2
puede llevar diferentes sustituyentes.

ESTABILIDAD.

La estabilidad de las antocianinas está determinada por el grado de oxidación, la


temperatura, la fuerza iónica, la acidez y la interacción con otros radicales y
moléculas complejas.

El científico alemán Richard Willstätter (1872-1942) fue el primero en describir el


cambio de color de las antocianinas, moléculas en las que se produce el efecto
batocrómico, que consiste en que al cambiar la acidez, es decir el pH, se pasa del
rojo anaranjado en condiciones ácidas, como el de la pelargonidina, al rojo intenso-
violeta de la cianidina en condiciones neutras, y al rojo púrpura-azul de
la delfinidina, en condiciones alcalinas. El pH tiene efecto en la estructura y la
estabilidad de las antocianinas. La acidez tiene un efecto protector sobre la
molécula. En soluciones acuosas a valores de pH inferiores a 2, básicamente la
totalidad del pigmento se encuentra en su forma más estable de ion oxonio o catión
flavilio de color rojo intenso. A valores de pH más altos ocurre una pérdida del protón
y adición de agua en la posición 2, dando lugar a un equilibrio entre la pseudobase
carbinol o hemicetal y la forma chalcona, o de cadena abierta. Tanto el hemicetal
como la chalcona, son formas incoloras y bastante inestables. A valores de pH
superiores a 7 se presentan las formas quinoidales de color púrpura que se
degradan rápidamente por oxidación con el aire.

Los incrementos de la temperatura dan como resultado la pérdida del azúcar


glicosilante en la posición 3 de la molécula y la apertura de anillo con la consecuente
producción de chalconas incoloras.
Los efectos degradativos del oxígeno y de la presencia de ácido ascórbico sobre la
estabilidad de las antocianinas están relacionados entre sí. Las condiciones que
favorecen la oxidación aeróbica del ácido ascórbico en el jugo de fresa y en
sistemas modelo que contenían pelargonidina 3-glucósido proveniente de la fresa
causaban grandes pérdidas de antocianinas, pero cuando el oxígeno era excluido
del sistema no se observaba deterioro del color.10 De igual manera, se ha informado
que existe un efecto sinérgico entre el ácido ascórbico y el oxígeno sobre la
degradación de la pelargonidina 3-glucósido en solución.

DISTRIBUCIÓN

En las plantas superiores las antocianinas se encuentran en todos los tejidos,


incluyendo las hojas, los tallos, las raíces, las flores y los frutos. Las antocianinas
pueden confundirse con los carotenoides, que también le dan color a las flores y
hojas, aunque a diferencia de las antocianinas, éstos no son solubles en agua, sino
que están adosados a las proteínas de los cloroplastos. Los carotenoides dan
colores rojo-anaranjados o amarillos, mientras que las antocianinas dan un abanico
inmenso de colores: la malvidina da color purpúreo, las flavonas dan marfil o
amarillo, muy frecuente en las hojas de Agave, Erythrina
indica, Pandanus y Sanseviera; la delfinidina, azul; la cianidina, violeta;
la pelargonidina, rojo y salmón como en Pelargonium, Dahlia, o Papaver.22 Un
factor que contribuye a la variedad de colores en flores, hojas y frutas es la
coexistencia de varias antocianinas en un mismo tejido, por ejemplo en las flores de
la malva real (Althaea rosea) se puede encontrar malvidina y delfinidina.

Las antocianinas se encuentran en muchas frutas oscuras (como la frambuesa


azul y negra, zarzamora, cereza, ciruela,24mora azul, uva azul y negra) y
muchas verduras. Según el pH su color está dado por los grupos hidroxilos de
los anillos fenólicos y el benzopirilio, de modo tal que en medio ácido (con un pH
menor a 5) toma coloraciones rojizas, mientras que en un medio alcalino (con pH
mayor a 7) adquiere coloración púrpura.
FUNCIONES

Las antocianinas pueden encontrarse en las hojas, haciendo que las mismas
muestren un color rojizo. Esta coloración puede deberse a un mecanismo de
defensa, para proteger a las plantas, sus flores y sus frutas contra la luz
ultravioleta(UV) y, por su propiedad antioxidante, evitar la producción de radicales
libres. Las hojas de muchas especies muestran un color rojo bien diferenciado
durante el otoño, tales
como: Amherstia, Andira, Bombax, Brownea, Calophyllum, Cecropia, Ceiba, Cinna
momum, Coccoloba, Diospyrus, Eugenia, Gustavia, Lophira, Mangifera, Mesua, P
achira, Persea, Saraca, Triplaris. También se hallan altas concentraciones de
antocianinas en Acalypha y en muchas especies de las
familias Araceae, Bromeliaceae, Marantaceae, Liliaceae y Euphorbiaceae, que
atraen a los polinizadores a sus flores mediante los brillantes colores provistos por
estos compuestos. En algunos árboles, como el arce rojo Americano (Acer rubrum)
o el roble escarlata (Quercus coccinea), los flavonoles (un tipo de flavonoide)
incoloros se convierten en antocianinas rojas cuando la clorofila de sus hojas se
degrada.25 En otoño, cuando la clorofila se descompone, los flavonoides incoloros
se ven privados del átomo de oxígeno unido a su anillo central, lo que los convierte
en antocianinas, dando colores brillantes. Esta transformación química que consiste
sólo en la pérdida de un átomo de oxígeno es la responsable de nuestra percepción
de los colores del otoño. Las antocianinas que aparecen en el otoño probablemente
son las que protegen a las hojas del efecto de los rayos UV del Sol. Se especula
que esta protección de las hojas aumenta su efectividad para transportar nutrientes
durante su senescencia.

ANTOCIANINAS EN LA ALIMENTACIÓN

El interés por los pigmentos antociánicos se ha intensificado recientemente debido


a sus propiedades farmacológicas y terapéuticas. Debido a que durante el paso
desde el tracto digestivo al torrente sanguíneo de los mamíferos las antocianinas
permanecen intactas, su consumo puede tener un impacto directo sobre la salud
humana.
BENEFICIOS

Ejercen efectos terapéuticos conocidos que incluyen la reducción de la enfermedad


coronaria, efectos antitumorales, antiinflamatorios y antidiabéticos, además del
mejoramiento de la agudeza visual y del comportamiento cognitivo. Los efectos
terapéuticos de las antocianinas están relacionados con su actividad antioxidante.
Estudios con fracciones de antocianinas provenientes del vino han demostrado que
estas son efectivas en atrapar especies reactivas del oxígeno, además de inhibir la
oxidación de lipoproteínas y la agregación de plaquetas.

Obesidad

Un diverso grupo de compuestos fenólicos provenientes de los denominados frutos


rojos, tales como flavonoles, elagitaninos y antocianidinas, inhiben
las enzimas digestivas α-glucosidasa, α-amilasa, proteasa y lipasa, las cuales
son dianas terapéuticas para controlar la diabetes mellitus tipo 2 y la obesidad. Las
antocianinas restringen la actividad de la α-glucosidasa, lo que determina una
disminución de los niveles de glucosa en sangre. Además, junto con los
elagitaninos, actúan sinérgicamente para inhibir la actividad de la enzima α-amilasa.
Las pro-antocianidinas contribuyen principalmente en la inhibición de la lipasa
gastrointestinal y limitan la digestión de las grasas después de las comidas.30 Las
antocianinas de la uva, por otro lado, inhibirían el desarrollo de la obesidad ya que,
al menos in vitro, producen una disminución de la acumulación de lípidos en
los adipocitos maduros.

Funciones neurológicas

Una dieta de 2% de bayas de Vaccinium (arándanos) suministrada a ratas de la


cepa F344 durante 8 semanas fue efectiva para mejorar las deficiencias
relacionadas con la edad en el señalamiento neuronal y parámetros de
comportamiento.32 Se ha informado que varias antocianinas como el 3-galactósido
de cianidina, el 3-glucósido de cianidina, el 3-arabinosa cianidina, 3-el galactósido
de malvidina y el 3-galactósido de delfinidina, entre otros, pueden localizarse en
varias regiones del cerebro de las ratas tratadas de este modo. En otro estudio, los
mismos frutos, pero liofilizados, demostraron que mejoran la memoria a corto
plazo de las ratas a una dosis de 3,2 mg/día por 30 días.

Sistema inmunológico

La ingestión de frutos rojos también mejora el sistema inmune. Los jugos ricos en
antocianinas, como los de frutas de arándanos o de boysenberry (Rubus ursinus x
idaeus), cuando son suministrados como suplemento de la dieta a gente sana,
incrementan la proliferación de linfocitos, como así también la secreción
de citocininas (interleucina 2) por los linfocitos activados.

Colorantes alimenticios

El interés por los pigmentos antociánicos y su investigación científica se ha


incrementado en los últimos años, debido no solamente al color que confieren a los
productos que las contienen sino a su probable papel en la reducción de las
enfermedades coronarias, cáncer y diabetes; a sus efectos antiinflamatorios y al
mejoramiento de la agudeza visual y del comportamiento cognitivo. Por lo tanto,
además de su papel funcional como colorantes, las antocianinas son agentes
potenciales en la obtención de productos con valor agregado para el consumo
humano.

La demanda de antocinina a nivel mundial, obtenida a partir de fuentes naturales,


se calcula entre 1.200 y 1.300 toneladas anuales. Los principales países
consumidores son Japóny Estados Unidos y en menor
escala Francia, Inglaterra, Alemania, España, Bélgica y Venezuela. La producción
global de antocianinas está orientada a las empresas productoras de productos de
bebidas, saborizantes de yogur y golosinas.

Las políticas regulatorias en cuanto al uso de colorantes derivados de las


antocianinas varían según el país considerado. Estados Unidos es el país más
restrictivo en cuanto al empleo de las antocianinas como colorantes naturales. Allí,
solo cuatro de los 26 colorantes que están exentos de certificación y aprobados para
el uso en alimentos derivan de la cáscara de la uva, del extracto de la uva, del jugo
de vegetales y del jugo de frutas. Las fuentes más comunes de jugo de vegetales
son el repollo morado, los rábanos y diferentes variedades de bayas.
En contraste, en la Unión Europea, Chile, Colombia, Irán, Israel, Corea del
Sur, Malta, Perú, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes todos los colorantes
derivados de las antocianinas son reconocidos como naturales y no presentan
restricciones para su utilización.

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