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VITAMINAS Y MINERALES

1. INTRODUCCIÓN
El desarrollo del trabajo busca comprender a detalle que son las vitaminas y minerales,
indagando sobre su origen, proporciones de consumo, efectos sobre la salud y
funciones que cumple cada uno de ellos, también se detallara sobre los oligoelementos
y las funciones que lo acompañan.
2. ANTECEDENTES
Las vitaminas forman parte de los micronutrientes. Son productos esenciales en nuestra
alimentación y su carencia produce temibles enfermedades que pueden llegar a ser
mortales. Las siguientes notas rinden un homenaje a los descubridores de estas
minúsculas sustancias, presentes en diferentes alimentos e indispensables para la vida.
Entre1906 y 1912 el bioquímico inglés Sir Frederick Hopkins (1861-1967) descubrió
que las ratas sometidas a una dieta de productos “purificados”, que contenía todas las
sustancias consideradas que hasta ese momento se consideraban necesarias para la
nutrición, detenían su proceso de crecimiento. Este se volvía a iniciar cuando a las
ratas se les suministraba a diario una pequeña cantidad de leche fresca. Este y otros
experimentos similares demostraron la existencia en los alimentos de ciertas sustancias
orgánicas, desconocidas hasta entonces, indispensables para el desarrollo animal. El
científico las denominó en ese entonces “factores accesorios de la alimentación”. Sus
aportes al conocimiento de estas sustancias, que posteriormente se denominarían
vitaminas, fueron motivo para obtener el premio nobel de fisiología y medicina en
1929. Por la misma época el bioquímico estadounidense de origen polaco Casimir
Funk (1884 – 1967) tenía la sospecha que había enfermedades que podían producirse
por una falta de nutrientes en el organismo. Para comprobar dicha hipótesis estudió a
los marineros, cuyo comportamiento alimentario y la actividad que llevan a cabo los
hacía sujetos ideales de investigación. Pasan períodos largos encerrados en un barco y
todos consumen sustancias muy similares. En 1911 pudo comprobar, trabajando con
un grupo de marineros japoneses, que la cascarilla del arroz contiene una sustancia que
previene el beriberi (enfermedad caracterizada entre otras cosas, por debilidad). La
sustancia que había descubierto sería denominada años después vitamina B1. Propuso
denominar estas sustancias vitaminas, cuya etimología es “vita”: vida y “amina”

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sustancia que contiene amoníaco. Funk se nacionalizó estadounidense y en ese
momento trabajaba en Cambridge, donde propuso que la palabra para la nueva
sustancia fuese “vitamine”. Su propuesta fue publicada en la revista “Journal of State
Medicine” (vol. 20 pag. 347). Posteriormente se descubrió que no todas las vitaminas
contienen aminas. Esto ocurrió particularmente cuando se descubrió la vitamina C. Por
tal motivo, científicos ingleses liderados por Sir Jack Cecil Drummond (1891 – 1952)
propusieron eliminar la letra “e” quedando “vitamin” como la palabra que en inglés se
utiliza para denominar dichas sustancias. En español no hay diferencia, puesto que
empleamos la palabra vitamina en todos los casos (5).
El Dr. Funk publicó, en 1912, el libro Teoría de las vitaminas. Mucho tiempo antes que
Funk, en 1747, James Lind (1716–1794) médico de la armada británica había
descubierto que marineros afectados de una temible enfermedad denominada escorbuto
(caracterizada por inflamación de las encías, pérdida de los dientes, hemorragias y
debilidad, entre otras cosas) mejoraban de manera espectacular al administrarles zumo
de limón o de naranja. Les administró diferentes sustancias, entre ellas vinagre, agua
de mar, ajo, y zumo de limón y de naranja. Los últimos demostraron ser el mejor
tratamiento y producir una rápida mejoría. La sustancia contenida en esas frutas y en
otros productos cítricos sería denominada más adelante vitamina C (4, 5,6). La
vitamina A fue descubierta por Elmer Verner Mc Collum (1879-1967) y Marguerite
Davis de la Universidad de Wisconsin – Madison, y Lafayette Mendel y Thomas Burr
Osborne de la Universidad de Yale, en 1917, mientras estudiaban el papel de las grasa
en la dieta. La llamaron “A” porque consideraron que era el primer factor (factor A),
que podrían tener las personas con sobrepeso y obesas. Inicialmente se le denominó
“sustancia liposoluble A”, pero se antecedió la palabra vitamina, siendo históricamente
la primera vez que se habló de una vitamina plenamente identificada. En 1919, Harry
Steenbock descubrió la asociación existente entre los pigmentos amarillos de algunas
plantas (beta caroteno) y la vitamina A. En 1947, la vitamina A fue sintetizada
químicamente por dos científicos suizos, David Adriaan van Dorp y Jozef Ferdinand
Arens (4, 7). La vitamina B también fue descubierta tres años después por Elmer Mc
Collum. La llamó factor hidrosoluble B, a diferencia del factor A que es soluble en
lípidos (4). Fue aislada en forma pura por el bioquímico holandés Barend Coenrad

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Petrus Jansen (1884–1962) y su colega W.F. Donath, en 1925. La denominaron
tiamina. Fue la primera vitamina que se logró obtener en forma pura (8, 9). El efecto
de la vitamina C fue descrito por el médico inglés Lind, pero la sustancia denominada
así se debe a los científicos noruegos Axel Holst y Theodor Brun Folich (4). Cristales
de vitamina C fueron aislados y fotografiados por Waugh y King en 1932 (10). las
sustancias consideradas que hasta ese momento se consideraban necesarias para la
nutrición, detenían su proceso de crecimiento. Este se volvía a iniciar cuando a las
ratas se les suministraba a diario una pequeña cantidad de leche fresca. Este y otros
experimentos similares demostraron la existencia en los alimentos de ciertas sustancias
orgánicas, desconocidas hasta entonces, indispensables para el desarrollo animal. El
científico las denominó en ese entonces “factores accesorios de la alimentación” (1,2).
Sus aportes al conocimiento de estas sustancias, que posteriormente se denominarían
vitaminas, fueron motivo para obtener el premio nobel de fisiología y medicina en
1929 (3). Por la misma época el bioquímico estadounidense de origen polaco Casimir
Funk (1884 – 1967) tenía la sospecha que había enfermedades que podían producirse
por una falta de nutrientes en el organismo. Para comprobar dicha hipótesis estudió a
los marineros, cuyo comportamiento alimentario y la actividad que llevan a cabo los
hacía sujetos ideales de investigación. Pasan períodos largos encerrados en un barco y
todos consumen sustancias muy similares. En 1911 pudo comprobar, trabajando con
un grupo de marineros japoneses, que la cascarilla del arroz contiene una sustancia que
previene el beriberi (enfermedad caracterizada entre otras cosas, por debilidad). La
sustancia que había descubierto sería denominada años después vitamina B1. Propuso
denominar estas sustancias vitaminas, cuya etimología es “vita”: vida y “amina”
sustancia que contiene amoníaco (4). Funk se nacionalizó estadounidense y en ese
momento trabajaba en Cambridge, donde propuso que la palabra para la nueva
sustancia fuese “vitamine”. Su propuesta fue publicada en la revista “Journal of State
Medicine” (vol. 20 pag. 347). Posteriormente se descubrió que no todas las vitaminas
contienen aminas. Esto ocurrió particularmente cuando se descubrió la vitamina C. Por
tal motivo, científicos ingleses liderados por Sir Jack Cecil Drummond (1891 – 1952)
propusieron eliminar la letra “e” quedando “vitamin” como la palabra que en inglés se

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utiliza para denominar dichas sustancias. En español no hay diferencia, puesto que
empleamos la palabra vitamina en todos los casos (5).
El Dr. Funk publicó, en 1912, el libro Teoría de las vitaminas. Mucho tiempo antes que
Funk, en 1747, James Lind (1716–1794) médico de la armada británica había
descubierto que marineros afectados de una temible enfermedad denominada escorbuto
(caracterizada por inflamación de las encías, pérdida de los dientes, hemorragias y
debilidad, entre otras cosas) mejoraban de manera espectacular al administrarles zumo
de limón o de naranja. Les administró diferentes sustancias, entre ellas vinagre, agua
de mar, ajo, y zumo de limón y de naranja. Los últimos demostraron ser el mejor
tratamiento y producir una rápida mejoría. La sustancia contenida en esas frutas y en
otros productos cítricos sería denominada más adelante vitamina C (4, 5,6). La
vitamina A fue descubierta por Elmer Verner Mc Collum (1879-1967) y Marguerite
Davis de la Universidad de Wisconsin – Madison, y Lafayette Mendel y Thomas Burr
Osborne de la Universidad de Yale, en 1917, mientras estudiaban el papel de las grasa
en la dieta. La llamaron “A” porque consideraron que era el primer factor (factor A),
que podrían tener las personas con sobrepeso y obesas. Inicialmente se le denominó
“sustancia liposoluble A”, pero se antecedió la palabra vitamina, siendo históricamente
la primera vez que se habló de una vitamina plenamente identificada. En 1919, Harry
Steenbock descubrió la asociación existente entre los pigmentos amarillos de algunas
plantas (beta caroteno) y la vitamina A. En 1947, la vitamina A fue sintetizada
químicamente por dos científicos suizos, David Adriaan van Dorp y Jozef Ferdinand
Arens (4, 7). La vitamina B también fue descubierta tres años después por Elmer Mc
Collum. La llamó factor hidrosoluble B, a diferencia del factor A que es soluble en
lípidos (4). Fue aislada en forma pura por el bioquímico holandés Barend Coenrad
Petrus Jansen (1884–1962) y su colega W.F. Donath, en 1925. La denominaron
tiamina. Fue la primera vitamina que se logró obtener en forma pura (8, 9). El efecto
de la vitamina C fue descrito por el médico inglés Lind, pero la sustancia denominada
así se debe a los científicos noruegos Axel Holst y Theodor Brun Folich (4). Cristales
de vitamina C fueron aislados y fotografiados por Waugh y King en 1932 (10).
La vitamina D fue descubierta por el médico británico Sir Edward Mellanby, en 1918,
experimentando con perros, induciéndoles raquitismo y luego curándolos

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administrándoles hígado de bacalao. En 1919, K. Huldschisnky curó el raquitismo de
niños utilizando luz ultravioleta producida artificialmente. En 1922, Elmer Mc Collum
destruyó la vitamina A presente en el hígado de bacalao y demostró que el efecto
antiraquitismo no desaparece. Propuso denominar la nueva sustancia vitamina D (11).
La vitamina E fue descubierta por los estadounidenses Herbert McLean Evans y
Katehrine Bishop, en 1922 (4). Los investigadores descubrieron que las ratas no
lograban reproducirse cuando su único alimento era manteca de cerdo. Les empezaron
a administrar germen de trigo y lechuga y se corrigió el problema. Consideraron que
había un producto que denominaron “factor antiesterilidad” en esos alimentos. En 1925
Evans propuso denominarlo vitamina E, ya que recientemente se había descubierto la
vitamina B y previamente la C. En 1938, fue sintetizada artificialmente por Paul Carrer
(1889–1971) y su equipo de trabajo (12). La vitamina K fue descubierta por el
bioquímico danés Carl Peter Henrik Dam, ganador del premio nobel en 1943. La
denominó “K” por la palabra Koagulation en danés, cuya traducción al castellano es
coagulación. Para descubrir los efectos de esta sustancia realizó investigaciones con
pollos, en 1929, administrándoles diferentes tipos de alimentos. Pudo comprobar que
ante la falta de ciertos nutrientes se producía en dichos animales hemorragias con
frecuencia. Logró aislar el componente a partir de la alfalfa, en 1939 (4). La médica
inglesa Lucy Wills (1888–1964) investigando la anemia macrocítica del embarazo en
mujeres india llevó a cabo experimentos con monos y ratas en la India. Sometió a ratas
embarazadas a una dieta igual a la que tenían mujeres pobres en Bombay y los
animales enfermaron y perdieron sus crías. Al suministrarles extractos de levadura
mejoraron por completo. Identificó una sustancia a la que denominó vitamina “M”
derivado de la palabra “Monkey”, mono en inglés. Al no saber exactamente que
sustancia era se le denominó “factor Wills”, en honor a su descubridora. También se le
denominó “ácido fólico” (de follium, hoja) por estar presente en las hojas de diferentes
vegetales. Hacia los años 40 del siglo pasado de descubrió que pertenece al grupo de
vitaminas “B”, siendo esta la B9. Falleció el 26 de abril de 1964. Su obituario en el
British Medical Journal el mes siguiente señala entre otras: “La excelencia de su
trabajo en la anemia megaloblástica tropical ha sido reconocido por los nutricionistas y
hematólogos. Cada estudiante de medicina ha oído hablar de su curación por su

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descubrimiento del factor de voluntades en el extracto de levadura, que allanó el
camino para el posterior trabajo sobre el ácido fólico. Fue una de las observaciones
sencillas pero grande, que son hitos en la historia y el tratamiento de las anemias
nutricionales” (4,13). Entre 1920 y 1940, se logró aislar y sintetizar todas las
vitaminas, lo cual constituye un gran aporte a la ciencia y a la medicina que permitió
explicar el origen y encontrar el tratamiento de un importante número de enfermedades
carenciales. Los descubrimientos y aportes de estos científicos durante esta reciente
etapa de la medicina tienen un significado muy importante y plena vigencia en la
actualidad.
3. OBJETIVOS
A continuación se hará la descripción del objetivo general y los objetivos específicos
para el desarrollo del presente trabajo.
3.1 OBJETIVO GENERAL
Describir las características principales, origen, aplicación y clasificación de
las vitaminas, minerales y oligoelementos.
3.2 OBJETIVO ESPECÍFICO
 Conocer las características, origen, obtención, proporciones de
consumo y efectos sobre la salud de las vitaminas.
 Conocer las funciones que cumplen los minerales.
 Conocer las funciones que cumplen los oligoelementos.
4. DESARROLLO
4.1 VITAMINAS

Las vitaminas son sustancias indispensables para los procesos metabólicos del
organismo.

Hay distintos tipos que cumplen funciones diferenciadas. Ingresan al organismo


mediante una dieta equilibrada y variada. El cuerpo no produce por sí mismo
estas sustancias, por lo que la carencia en la alimentación se traduce siempre en
una alteración en el metabolismo corporal.

Las vitaminas se dividen en dos grupos dependientes de su forma de absorción en


el organismo: las vitaminas hidrosolubles y liposolubles.
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Hidrosolubles:

Las hidrosolubles se disuelven en agua. Esta característica hace que el consumo


diario sea más estricto, ya que el lavado y la cocción de los alimentos produce la
pérdida de las vitaminas, siendo inferior la cantidad consumida de lo que
popularmente se cree.

Las vitaminas hidrosolubles son:

 Vitamina C

 Vitamina B1

 Vitamina B2

 Vitamina B3

 Vitamina B5

 Vitamina B6

 Vitamina B8

 Vitamina B9

 Vitamina B12

Las vitaminas hidrosolubles suelen estar en verduras, frutas, panes, huevos,


carnes, pescados, lácteos, cereales y vísceras. Las vitaminas B suelen encontrarse
en la mayoría de los alimentos, lo cual brinda una satisfacción constante de esta
necesidad vitamínica.

Las vitaminas liposolubles se encuentran en aceites, mantequillas, vísceras,


verduras, lácteos grasos, chocolates, cereales grasos y alimentos de soja.

Liposolubles:

Las liposolubles se disuelven en grasas y aceites. Suelen encontrarse en alimentos


grasos y son almacenados en los tejidos adiposos del cuerpo. También se
acumulan en el hígado, es decir que existe una reserva vitamínica corporal que
permite periodos de tiempo sin ingreso de las vitaminas.

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Las Vitaminas Liposolubles son:

 Vitamina A

 Vitamina D

 Vitamina E

 Vitamina K

Las funciones de las vitaminas en nuestro organismo son:

 La vitamina C produce colágeno, proteínas necesarias para la


cicatrización y formación de los tejidos.

 La vitamina B1 regula el sistema nervioso y las funciones cardíacas.


También contribuye al crecimiento.

 La vitamina B2 contribuye al mantenimiento de las membranas mucosas, la


piel y el transporte de oxígeno.

 La vitamina B3 mejora la circulación de la sangre y la producción de


neurotransmisores.

 La vitamina B5 contribuye a la desintoxicación del cuerpo.

 La vitamina B6 forma los glóbulos rojos indispensables para el transporte


de oxígeno por el cuerpo.

 La vitamina B8 interviene en la formación de glándulas que generan las


hormonas y en la formación de la dermis.

 La vitamina B9 permite la multiplicación celular, por lo que interviene en el


desarrollo del sistema nervioso.

 La vitamina B12 interviene en la síntesis de ADN y ARN, por lo que se


relaciona con el sistema nervioso y la genética.

 La vitamina A es antioxidante y participa en la formación de hormonas


entre las que se encuentran las segregadas por las glándulas suprarrenales.

 La vitamina D permite la absorción intestinal de proteínas y calcio.

 La vitamina E interviene en la formación de tejidos y en la fertilidad.

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 La vitamina K se relaciona, principalmente, con la regulación de la
coagulación sanguínea.

La carencia de vitaminas suele ocasionar problemas de decaimiento, anemias,


depresiones, estados de ánimo cambiantes, anorexia, amenorreas, problemas en
el sistema digestivo, etc.

Es importante consultar a un especialista que determine cuál es la vitamina


faltante y que recete la cantidad justa necesario para no cometer el error de pasar
de la carencia al exceso. El estudio principal que se realiza es un chequeo
sanguíneo para ver qué componentes orgánicos están alterados.

La carencia de vitaminas durante periodos de la vida como el crecimiento o el


embarazo son determinantes para toda la vida del niño, por lo que es muy
importante hacer consultas y chequeos periódicos para garantizar el buen
desarrollo del bebé y el crecimiento óseo y muscular de los niños.

En exceso las vitaminas liposolubles se convierten en sustancias tóxicas cuando


están en cantidades excesivas acumuladas en los tejidos adiposos y en el hígado.

Las vitaminas hidrosolubles no se acumulan en el organismo y se eliminan


rápidamente por la orina, por lo que no se suelen conocer problemas graves
debido al exceso de estas vitaminas. No obstante, se han registrado casos de
lesiones renales debido al exceso vitamínico y la consecuente sobre exigencia de
los riñones para eliminar esta abundancia.

Tabla 4.1 Propiedades vitamínicas

Vitaminas Propiedades

Ojos
Cabello
Dientes
Vitamina A (Retinol)
Huesos
Hígado
Sistema inmune
Membranas mucosas

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Protección y funciones de la piel
Embarazo y lactancia

Sistema nervioso
Daño hepático
Coordinación muscular
Ayuda con el estrés
Crecimiento constante en los niños
Vitamina B1 (Tiamina) Fertilidad y lactancia
Producción de energía
Función de las tiroides
Estabiliza apetito al mejorar la digestión y asimilación de nutrientes
Metabolismo de los carbohidratos
Actitud mental y concentración

Necesaria para el metabolismo de los alimentos y la liberación de energía a las células


Esencial para el funcionamiento de la vitamina B6 y niacina.
Piel
Ojos
Vitamina B2 (Riboflavina)
Glóbulos rojos y anticuerpos
Uñas
Transporte de oxígeno
Estrés

Necesaria en muchas enzimas que convierten los alimentos en energía


Reduce colesterol en dosis alta (siempre bajo control médico)
Vitamina B3 (Niacina)
Sueño
Tracto digestivo y sistema nervioso

Necesaria para fabricar las hormonas suprarrenales y sustancias químicas que regulan la función nerviosa
Pérdida de cabello
Cabello
Vitamina B5 (Ácido pantoténico)
Heridas
Glándulas suprarenales
Convierte alimentos en formas moleculares

Metabolismo de proteínas y carbohidratos


Mareo
Fórmación de glóbulos rojos
Daño hepático
Vitamina B6 (Piridoxina) Promueve la función de los nervios y el cerebro
Síndrome premenstrual
Digestión de la proteína
Desintoxicación
Embarazo

Metabolismo de la glucosa
Formación de ciertos ácidos grasos
Enfermedades de la piel
Vitamina B7, B8 o H (Biotina) Prevenir pérdida de cabello
Hígado dañado
Dolor muscular
Construcción de los factores de coagulación

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Daño hepático
División celular
Metabolismo proteico y formación de glóbulos rojos
Vitamina B9 (Ácido fólico)
Curación y crecimiento de músculos y células
Circulación
Funciones del cerebro

Piel
Dolor en los nervios
Inflamación de la mucosa
Construcción de cystoblast y eritrocitos
Vitamina B12 (Cianocobalamina)
Ayuda a la formación de glóbulos rojos
Energía
Crecimiento
Construye material genético

Inflamación
Ayuda defensas del cuerpo
Ayuda a las células a unir y fortalece las paredes de los vasos sanguíneos
Activa las enzimas
Protege células contra la destrucción química
Estructura del tejido conectivo
Vitamina C (Ácido ascórbico)
Esmalte dental
Encías más sanas
Laxante natural
Huesos
Curación más rápida de heridas
Formación de la adrenalina

Mejora la absorción de calcio, fósforo y minerales


Estructura de los huesos
Vitamina D (Calciferol)
Coagulación normal de la sangre
Estabiliza sistema nervioso y corazón

Anti-inflamatorio
Estabilización del sistema inmune
Protección radicales libres
Vitamina E (Tocoferol) Reemplazo de células
Ayuda a la formación de glóbulos rojos, músculos y tejidos
Control nivel de colesterol
Órganos de reproducción

Vitamina K (Fitomenadiona) Necesaria para la coagulación normal de la sangre

Fuente: https://vitaminas.mundoasistencial.com/

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Figura 4.1 Rol de las vitaminas en el organismo

Fuente: https://vitaminas.mundoasistencial.com/

4.2 MINERALES

Los minerales son sustancias inorgánicas distribuidas ampliamente por la


naturaleza y presentes también en los alimentos. Son componentes esenciales para
el ser humano, ya que no somos capaces de sintetizarlos en nuestro organismo a
partir de otros compuestos y debemos tomarlos del exterior a través de la
alimentación, con el objetivo de que nuestro organismo funcione correctamente.
Se encuentran en nuestro cuerpo formando parte de diversas estructuras como
dientes, huesos, sangre, etcétera.

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Los minerales que se consideran esenciales en nutrición suman un total de 26. En
los que mayor necesidad de consumo tienen y los mejor conocidos: calcio,
fósforo, magnesio, sodio, potasio, hierro, cinc, yodo, cobre, manganeso y flúor.

Además de estos, hay otros muchos como el cobalto o el estaño con importantes
acciones en la maduración de los glóbulos rojos; el vanadio, que contribuye al
metabolismo de las grasas; el níquel, relacionado con hormonas; o el silicio,
necesario para el crecimiento y renovación de los huesos.

Como resumen general se podría decir que los minerales poseen una función
reguladora. La mayor parte tienen relación con la obtención de energía a nivel
celular, formando parte de reacciones químicas. Muchos contribuyen al
metabolismo de los macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Asimismo forman parte de muchas moléculas: vitaminas, aminoácidos,
hormonas, células sanguíneas, etcétera.

También es importante la acción estructural que aportan algunos de los minerales:


calcio, fósforo, magnesio. Por el contrario, hay que remarcar que los minerales no
tienen función energética, por lo que no aportan ninguna caloría.

Los minerales por sus características y funciones se clasifican en:

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Macro minerales:

Figura 4.2 Fuentes de Macronutrientes

Fuente: https://mejorconsalud.com/10-minerales-esenciales-que-necesita-
tu-organismo/

Son lo minerales que requieren el organismo en una gran cantidad, en este grupo
se encuentran el fósforo, el calcio, el potasio, el magnesio, el cloro, el azufre y el
sodio. Estos minerales esenciales son determinantes para que nuestro cuerpo
desarrolle con normalidad sus funciones.

Oligoelmentos:

Son los minerales que el organismo necesita en pequeñas cantidades, tales como
el cobre, el hierro, el selenio, el manganeso, el cobalto, el yodo, el flúor y el zinc.
El exceso o falta de estos minerales pueden tener consecuencias importantes para
el organismo.

MINERALES ESCENCIALES PARA EL ORGANIMO

Los minerales esenciales son indispensables para los huesos, el equilibrio, digerir
los alimentos, pensar y tener energía.

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1. Calcio:

Este mineral se encuentra mayormente en el tejido óseo, asi como el liquido


extracelular y en la célula. Actúa en la contracción cardíaca y en la integridad
de los nervios y los músculos. Además, es un excelente mediador entre las
enzimas y las hormonas. Lo encontramos principalmente en la leche y sus
derivados.

2. Hierro:

El hierro nos aporta los nutrientes necesarios para la formación de los


glóbulos rojos, los principales componentes de la sangre. Sin los glóbulos
rojos, podemos desarrollar anemia, un afección altamente debilitante. El
hierro lo podemos encontrar en la carne roja, el hígado de res, los frijoles, las
legumbres, las frutas secas y en ciertos vegetales.

3. Fósforo

Este mineral se encuentra mayormente en el tejido óseo, así como en el


líquido extracelular y en la célula. Actúa en la contracción cardíaca y en la
integridad de los nervios y los músculos. Además, es un excelente mediador
entre las enzimas y las hormonas. Lo encontramos principalmente en la leche
y sus derivados.

4. Magnesio

Se encuentra en los huesos y en los liquidos intracelulares. Intervienen en la


actividad de muchas enzimas, en la síntesis de las proteínas, en la contración
muscular y en la transmición de influjo nervioso. El magnesio lo encontramos
en los pescados, los cereales integrales, las frutas secas y las verduras de hojas
verdes.

El magnesio, después del calcio, es el mineral más importante para la


conformación solida del esqueleto.
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5. Yodo

Es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula


tiroidea. Lo encontramos en alimentos como el pescado, las algas, los
mariscos, los lácteos, los cereales, la sal común y en algunas frutas y
vegetales.

6. Zinc

El zinc es un eficaz antioxidante. Ayuda al sistema inmunitario a funcionar


apropiadamente. Lo podemos encontrar en el pescado, la carne de cerdo y de
cordero, las frutas secas, las legumbres y las nueces.

7. Sodio

El sodio regula la cantidad de líquido que contiene el organismo. Mantiene la


permeabilidad de las paredes de las células y facilita los impulsos musculares
y nerviosos. Además, es excelente para combatir infecciones y necesario para
la producción de ácido clorhídrico en el estómago, el cual ayuda a una
correcta digestión.

El sodio lo encontramos en alimentos como las carnes, el queso, los mariscos,


embutidos, atún y el pan.

8. Potasio

El potasio ayuda a equilibrar los efectos que produce el sodio en la presión


arterial. También actúa sobre el sistema nervioso central para que funcione
normalmente. El potasio lo encontramos en variedad de alimentos como la
banana y los vegetales, así como en las carnes rojas y los pescados, tales como
las sardinas y el atún.

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9. Boro

Este mineral interviene en el metabolismo de los nutrientes. Es fundamental


para el pensamiento y a la coordinación muscular. El boro es un mineral poco
conocido, pero esencial para tener un cerebro lúcido. Lo podemos encontrar
en los espárragos, los frutos secos, la manzana, la miel y los tomates.

10. Cloruro de sodio

El cloruro de sodio (sal de mesa) desempeña un rol primordial en el


funcionamiento del sistema nervioso central y de los músculos. Tan solo una
pizca de sal es suficiente para satisfacer la necesidad diaria de cloruro de
sodio. El consumo excesivo de sal eleva la presión arterial.

4.3 OLIGOELEMENTOS

Los oligoelementos son bioelementos presentes en pequeñas cantidades en los seres


vivos pero indispensables para la vida. Gracias a ellos las reacciones metabólicas de
nuestro organismo funcionan correctamente. Los oligoelementos también intervienen en
numerosas reacciones químicas, favorecen el intercambio de tejidos, facilitan el trabajo
de las enzimas, la asimilación de los alimentos y su metabolismo, dinamizan las
reacciones defensivas contra las infecciones y contribuyen a disminuir las reacciones
alérgicas.

Gracias a los oligoelementos nuestro organismo se mantiene en equilibrio. Las


funciones de cada uno de ellos son muy amplias, de hecho, a día de hoy todavía
muchas de sus funciones se desconocen.
Nuestro organismo está constituido por cerca de unos 40
elementos, prácticamente la totalidad de los elementos estables que hay en la
Tierra, a excepción los gases nobles. Tanto la ausencia como las concentraciones
por encima de sus niveles característicos, pueden ser perjudiciales para la salud.
Además de los cuatro grandes elementos de los que se compone la vida en la
Tierra: oxígeno, hidrógeno, carbono y nitrógeno, existe una gran variedad de
elementos esenciales que podemos encontrar en muchos alimentos.
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Clasificación de los oligoelementos

Los oligoelementos se clasifican en seis grupos:


 Oligoelementos esenciales: Hierro, Yodo, Zinc y Magnesio.
 Los Oligoelementos importantes: Selenio, Cobre, Manganeso, Azufre,
Flúor, Cromo, Molibdeno y Cobalto.
 Oligoelementos en estudio: Níquel, Estaño, Vanadio y Silicio.
 Oligoelementos contaminantes ambientales: Cadmio, Plomo, Mercurio,
Arsénico, Boro, Litio y Aluminio.
 Los Oligoelementos tóxicos: Plomo, Mercurio, Aluminio.
 Electrolitos y minerales vitales: Potasio, Sodio, Fósforo y el Calcio

5. CONCLUSIONES
Se ha investigado el origen, composición, división, clasificación, funcionalidad e
importancia de las vitaminas, minerales y los oligoelementos en el organismo del ser
humano.
6. BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB:
http://www.unisanitas.edu.co/Revista/48/08brevehistoria.pdf
https://vitaminas.org.es/que-son-las-vitaminas
https://mejorconsalud.com/10-minerales-esenciales-que-necesita-tu-organismo/

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