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2 de mayo de 2018
Los árboles que habitan el parque son diversos, pero los que se encuentran a la orilla de
los caminos donde se ubica la feria en su mayoría eran del tipo liquidámbar, de hojas
estrelladas que varían, por estas fechas, entre colores café, verde y rojizo, estos árboles
son de troncos sin corteza expuesta que cada pasar del viento botaban algunos de sus
frutos con forma de esférica y hojas que caían sobre los productos de los vendedores. Otros
eran del tipo pino, más cercanos por su forma a abetos, un tipo de árbol que mantiene su
verdor perenne. Ambos tipos de planta estaban ordenados en hileras que se distribuían a
lo largo de la primera etapa del parque en paralelo con luminarias, basureros y bancas,
todos estos elementos crean un efecto de pasillo hasta llegar a los espacios más abiertos,
por ejemplo, el lugar de juegos para niños.
La observación comenzó a las 13:20 y había pocos puestos instalados, más adelante,
llegaron más personas con variados artículos a la venta, había aproximadamente 401
puestos hasta antes de irme a las 15:35. Para llegar al parque se puede tomar micro y
bajarse a la altura de la pasarela de metal que se ubica al final de la feria o tomar metro
hasta Metro Cal y Canto, salir por el centro cultural Estación Mapocho y luego caminar
aproximadamente 900 metros con dirección al noroeste siguiendo la calle Presidente
Balmaceda o por el lado derecho del centro cultural donde continúa una ciclovía que bordea
el río Mapocho. Tomé la segunda alternativa, para encontrar el punto exacto del inicio de la
feria del día de hoy (el cual varía según la cantidad de gente que haya y de elecciones
personales de los feriantes), además de reconocer los distintos espacios y la distribución
del mismo.
1Alhablar con algunos feriantes indicaron que los domingos llega una mayor cantidad de gente tanto
a mirar artículos en la feria como a vender, dado que se trataba de un día feriado había menor
cantidad de personas en el parque que lo usual de los fines de semana.
La feria comenzó a operar a raíz de que otra feria menguó su actividad a partir de la
apropiación del espacio por parte de la Municipalidad de Santiago ubicada en Parque
Almagro, estableciendo requisitos económicos y materiales en los que se debía pagar cuota
dominical de inscripción a un (o una) encargado (a), además de la instalación de un mesón
y un toldo con medidas exactas de máximo un metro2 de longitud. Muchas personas se
transportaron e instalaron en el parque de Los Reyes producto de la fuerte presencia de
efectivos policiales enviados por encargo de la Municipalidad de Santiago quienes multan
a las personas que se instalan a practicar la venta informal de artículos variados sin cumplir
los requisitos mentados con anterioridad y a detener a quienes se resisten. Por lo que el
parque se convirtió, para muchos, en una oportunidad de continuar con sus actividades
comerciales sin necesidad de requisito alguno, entonces, esta feria puntual figuraría como
una alternativa de resistencia frente a la prohibición o restricción del uso del espacio por
parte de las instituciones que ostentan el poder sobre los espacios urbanos y la “vía
pública”.
Hablando con distintos feriantes me comentaron que el horario fuerte, donde llegaba una
mayor cantidad de gente a instalar sus puestos, era desde las 14:00 hrs. al preguntar por
qué no lo hacían antes, la totalidad de personas consultadas (5) indicaba directamente
hacia el riesgo que implicaba establecerse en un sitio con artículos y productos antes por
la represión policial a la venta informal, por las multas. Decían no estar dispuestos a pagar
En relación con esto último, a lo largo del relato se pueden identificar diferentes conceptos,
explícitos o implícitos en cada párrafo, tales como espacio, lugar, territorio y paisaje. Éstos
términos no son causales ni gratuitos, ya que cada cual tiene sentido ya sea simbólico o
geográfico en lo cotidiano, tanto para mí como observadora, como para quienes
rutinariamente visitan el parque, como espacio con árboles y pasto, como lugar de
descanso, juegos o trabajo, como territorio de disputa por el derecho a utilizar y la
apropiación de los terrenos más allá de los delimitados (y permitidos) por las instituciones
para el comercio y finalmente un paisaje que conjuga todo aquello, incluyendo sentimientos,
arraigo, significados y símbolos diferentes para cada cual en sus prácticas cotidianas.
Pero, ¿de qué se trata cada término? ¿con qué base se distinguen y contienen unos a
otros? ¿cómo superan su categoría conceptual y se manifiestan en la realidad?. Para
responder a estos cuestionamientos, que surgen desde una aparente simpleza, se debe
acoger la complejidad de cada término, que muchas veces, de acuerdo con el autor que se
lea, se pueden convertir en sinónimos o al menos confundir las barreras de las distinciones
propuestas por unos y otros entreverándose sus características centrales, porque, como se
indica en el título, estos se conjugan e intrincan entre sí.
3Así se expresó J, una señora, de aproximadamente 50 años que vende ropa usada y también,
chalecos y bufandas fabricados por ella.
la actividad, origen oculto y sin embargo implicado por el inevitable
empirismo de los que se sirven de sus manos y de sus útiles, que componen o
combinan sus gestos al emplear sus energías en tareas específicas. (Lefebvre,
año:128).
Lugar
Territorio: en este caso particular tiene mayor relación con los territorios normados, la
disciplina y la soberanía de la que habla Foucault (2005) en su texto sobre seguridad,
territorio y población. De hecho, el ejemplo que el autor utiliza es, justamente, la constitución
de la ciudad, como espacios de control militar y productivo
las ciudades. Aún en el siglo XVII y también a principios del siglo XVIII, la ciudad se
caracterizaba en esencia por una especificidad jurídica y administrativa que la aislaba o la
marcaba de una manera muy singular con respecto a las demás extensiones y espacios
del territorio. En segundo lugar, la ciudad se destacaba por el encierro dentro de un espacio
amurallado y estrecho, en el cual la función militar distaba de ser la única. Y para terminar,
se caracterizaba por una heterogeneidad económica y social muy pronunciada en
comparación con el campo. (p.28)
Paisaje:
el paisaje debe ser considerado, ante todo, como un producto cultural, por lo que,
la lectura se realiza a partir del paisaje cultura, el cual refiere a una construcción
social “resultado de una transformación colectiva [y en algunos casos individual] de
la naturaleza y como una proyección cultural de una sociedad en un espacio
determinado” (Nogué, AÑO: 11-12). De acuerdo con lo anterior, se debe entender
el paisaje como la conjugación de dos factores primordiales, la materialidad
(naturaleza ya transformada, por ejemplo, tipos de construcciones, formas de
cultivar y modos de distribución de distintos elementos dentro del espacio) y los
valores, sentimientos, ideologías, aspiraciones, experiencias, sentidos y
significados impresos en la materialidad. Nogué, indica que ninguno de estos
factores es casual ni gratuito, sino que se emparentan muy de cerca con formas de
ver el mundo y de presentarlo, según el autor, estas concepciones “son construídas
y responden a una ideología que busca transmitir una determinada formad e
apropiación del espacio” (Nogué, AÑO:12)
La topofilia, terminología emparentada con la noción de paisaje expresada en el punto
anterior se manifiesta a partir de las emociones, las percepciones, las sensaciones y los
valores en torno al mundo vivido, refiere a adscripción ante lugares, territorios, paisajes,
todos englobados en este concepto que, frente a esto es total.
Anexo 1: Fotografías4
Fotografía 1. Liquidámbar
4La intención de las fotografías presentadas a continuación es referencial para conectar con el relato
al inicio del documento. Por respeto a los feriantes y evitar ser invasiva me limité a fotos distantes.
Imagen 2. Inicio de la feria (13:20 hrs).