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BOLILLA II: SISTEMA PREVENTIVO DE DON BOSCO

Campamentos, escuela de vida

1 – Naturaleza
¿Qué es el camping?
El habitante de la ciudad, obligado a vivir entre paredes que apenas dejan asomar el sol,
respirando de continuo el aire viciado por una población densa y una vivienda
escasamente ventilada, debe forzosamente sentir al convivir con la naturaleza, el placer
que experimentaría el pájaro prisionero a quien se le abriera de pronto la jaula, para
otorgarle la libertad de que gozará en otros tiempos.
Y es que, si bien la ciudad tiene encantos fascinantes a los cuales lo que en ella vivimos
ya no podríamos sustraernos, también es cierto que la vida urbana empobrece la salud,
disminuye la alegría de vivir y que en algunos casos, pone en abierta lucha al hombre
con el hombre.
Parecería que al dejar de contemplar la germinación de una semilla, la belleza de un
campo florido; la presencia de una montaña, el sonar de un río, la armonía de el cielo
estrellado; el hombre va perdiendo la natural simplicidad y la fe en una vida
trascendente; como si al apartarse de su origen se apartara también de Dios.
Pero ya que no nos es posible restablecer un vínculo íntimo con la naturaleza en una
forma permanente, hagámoslo aunque sólo sea de vez en cuando. El camping constituye
un modo de facilitar este retorno a la fuente, que es Dios, un aprendizaje a amar y a
admirar, y una especie de purificación de la vida ciudadana.

Que es un campamento.
Un Campamento es una comunidad que desenvuelve su vida en un lugar apacible, tanto
alejada del ruido habitual, a la vera de un río, al pie de una montaña, a la orilla de un
lago o en las cercanías del mar.
Es una comunidad que se aleja de la ciudad para encontrar en el seno de la naturaleza la
tranquilidad y el sosiego que la vida ciudadana le ha negado.
Es una comunidad que se propone pasar sus vacaciones en una forma económica,
saludable y alegre, restableciéndose al mismo tiempo de las fatigas de un año de trabajo.
Esta comunidad habita, sencillamente, en una casita de lona. Casas pequeñas, de uno o
dos cuartos, ubicadas en los claros de un bosque, en lugar seguro y pintoresco.
Vive una vida despreocupada y feliz.
No llegan a ella ni el rumor de la calle, ni los gases de los ómnibus, ni el humo de las
fábricas, ni los compromisos sociales ineludibles ni siquiera la preocupación del
negocio.
Ajena a todo lo que no sea gustar el encanto de la naturaleza, juega, ríe, se divierte, y al
mismo tiempo reflexiona sobre asuntos que jamás tal vez la preocuparon.
La más absoluta igualdad en la vivienda, en la comida, en los derechos y en los deberes,
hace que no existan allí ni oídos, ni envidias, ni ambiciones mezquinas de ningún
género.
El comerciante y el empleado, el profesional y el estudiante alternan como miembros de
una comunidad que solo exige para incorporarse a su seno la cultura indispensable a su
seno la cultura indispensable para la buena convivencia y el respeto a las normas de
orden y moral, que son fáciles de acatar por cuanto son las de toda persona bien
educada.

Qué no es un campamento

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Muchas veces se puede confundir el campamento con otro tipo de actividades. Si bien
pueden ser cosas muy buenas, pero no hay que confundir, y hay que respetar la esencia
de las cosas.
Ciertamente que el campamento es una realidad muy adaptable a las distintas personas,
los lugares, las culturas, las circunstancias, la cantidad de gente. No es lo mismo un
campamento en EEUU, que en Ucrania, o en Ecuador, o en Argentina. No es lo mismo
un campamento con chicos de una parroquia, o de un colegio, que ir con otros
reclutados en la visita de casas o por medio de la propaganda masiva. No es lo mismo
chicos que pertenecen a distintos niveles sociales, como pueden ser de un barrio de
clase media, o de un barrio marginal. Por eso es que decimos que debe ser una realidad
adaptable. Todo lo que decimos aquí debe ser aplicado por medio de la virtud de la
prudencia.
Pero ciertamente que hay cosas que se deben distinguir de un campamento, como son:
convivencias, encuentros de jóvenes, retiros, jornadas de reflexión, etc.
No es una convivencia simplemente. Aunque hay que decir que es muy parecido, o que
en una convivencia hay muchas actividades campamentísticas. La convivencia se puede
realizar en un lugar sin carpas, con actividades mas tranquilas, horarios que incluyan
tiempos de lectura, adoración eucarística, y sin competencias. Hay horarios más
flexibles, y no se está llenando todo el tiempo de juegos y otras cosas como: corridas,
formación, silbatos, puntos a favor, etc. Suelen ser más largas las convivencias,
justamente porque es otro el ritmo que se lleva. Tal vez se pueden tener más momentos
de descanso, reposo, y ocio intelectual.
Tampoco es un retiro, ni un encuentro de jóvenes, ni jornadas. Muchos a veces
abruman estas actividades de campamento con charlas y conferencias. Si se debe dar
instrucción religiosa, se deberá buscar algún momento indicado, y algo breve,
agradable. Pero hay que prestar atención que en los campamentos se debe dar mayor
importancia a las actividades religiosas, como la misa (allí sobre todo se puede dar
instrucción religiosa), o la preparación a la misma. A las buenas noches, o una charla al
caer la tarde, cuando los ánimos están mucho más calmados. Pero no es un campamento
lo mismo que un retiro o unas jornadas.
También se puede ver la diferencia en lo formativo de las actividades al aire libre, como
las caminatas, las escaladas. Cosas que nos ponen en contacto con la naturaleza, y que
deben ser ocasión de hacerles reflexionar sobre el Creador de todas ellas, sobre la
vanidad del mundo, la importancia de alcanzar a Dios. La práctica de virtudes como el
sacrificio, el renunciamiento, la generosidad, servicialidad y caridad.
Los campamentos de jóvenes pueden dar más oportunidades a actividades más
cercanas, u horarios, a los de una convivencia. Sobre todo si el campamento es largo.
Tal vez no convenga proponer competencias demasiado extensas.

2 – Finalidad
Nuestros campamentos son llamados “escuela de vida”. Esto debe dar la pauta para
afirmar que la finalidad del campamento es brindar unos días de sano esparcimiento, en
un clima de alegría y religiosidad, que ayude a cultivar virtudes humanas y cristianas,
buscando la doble finalidad que proponía Don Bosco en el sistema preventivo, de
“formar buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
El mismo papa Juan Pablo II, gran amante de las montañas, de la vida al aire libre, de
los deportes alpinos, decía: “La ardua majestuosidad de las cumbres estimula a poner
de manifiesto los valores de tenacidad y humildad, indispensables para afrontar la vida
de cada día y escalar con ardor la alta montaña de la santidad”.1 “Cada vez que tengo
1
Alocución, martes 26 de noviembre de 2002, al final de un concierto en la sala Pablo VI

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la posibilidad de venir a la montaña y contemplar estos paisajes, doy gracias a Dios


por la majestuosa belleza de la creación. Le doy gracias por su Belleza, de la que el
mundo es sólo un reflejo, capaz de fascinar a los hombres atentos y llevarlos a alabar
su grandeza. La montaña, en particular, no sólo constituye un magnífico escenario para
contemplar, sino también una escuela de vida. En ella se aprende a esforzarse por
alcanzar una meta, a ayudarse recíprocamente en los momentos difíciles, a gustar
juntos el silencio y a reconocer la propia pequeñez en un ambiente majestuoso y
solemne”2. Es así que entendemos que los campamentos, la vida al aire libre, debe
llegar a ser una escuela de vida, una escuela de virtudes humanas y cristianas.
Así también les hablaba a los dirigentes de los Scouts Católicos de Italia, diciéndoles
que la finalidad última de toda la actividad del escultismo, debe ser Cristo.
“Amadísimos jefes educadores y asistentes eclesiásticos, no tengáis miedo de proponer
a los jóvenes grandes ideales, puesto que el escultismo es gimnasio para el
entrenamiento en las virtudes difíciles. Ante los ojos de los muchachos y muchachas
con que tengáis contacto, poned la figura de Cristo: su heroísmo y su santidad. Y
vosotros, en calidad de jefes y responsables, jamás dejéis de ser ejemplo, apoyo y
valioso estímulo”3. También señala las cosas que no deben faltar para que no quede en
un simple amor a la naturaleza por sí misma, o en cultivar valores puramente humanos:
“Quisiera concluir exhortándoos a que a la fascinante actividad escultista no le falte el
alimento diario de la escucha de la palabra de Dios, de la oración y de una intensa
vida sacramental. Estas son las condiciones favorables para hacer de la existencia un
don para los demás y un itinerario seguro hacia la santidad”4.
Y podríamos decir que el resumen perfecto de lo que se debe intentar en los
campamentos, para no quedar en un vago “ecologismo”, lo traza con palabras bien
claras en el último discurso que les dirige a los Scouts Católicos de Italia: “Donde todo
habla del Creador y de su sabiduría, desde las majestuosas montañas hasta los
encantadores valles llenos de flores, aprendéis a contemplar la belleza de Dios, y
vuestra alma, por decirlo así, "respira", abriéndose a la alabanza, al silencio y a la
contemplación del misterio divino.
De este modo, el "campamento" en el que estáis participando, además de constituir
unas vacaciones llenas de aventuras, se convierte en un encuentro con Dios, consigo
mismo y con los demás; un encuentro favorecido por una profunda revisión de vida a la
luz de la palabra de Dios y de los principios de vuestro proyecto formativo.
Cuando Jesús llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan al monte Tabor, ciertamente pudo
admirar con ellos el panorama de Galilea que se disfruta desde allí. Pero, obviamente,
no era ese su objetivo principal. Quería hacer partícipes a sus discípulos de su oración
y mostrarles su rostro glorioso, para prepararlos a afrontar la dura prueba de la
pasión. Con las debidas proporciones, ¿no es este también el sentido de los
"campamentos" que la AGESCI propone a sus miembros? Se trata de momentos fuertes,
en los que, con la ayuda del ambiente natural, haréis una significativa experiencia de
Dios, de Jesús y de la comunión fraterna. Todo ello os prepara para la vida, para
fundar vuestros proyectos más importantes en la fe y para superar las crisis con la luz y
la fuerza que vienen de lo alto.
Queridos scouts, el camino del escultismo de la AGESCI pretende formar la
personalidad de los muchachos, de los jóvenes y de los adultos según el modelo
evangélico. Es una escuela de vida, en la que se aprende un "estilo" que, si se asimila
2
Ángelus, 11 de julio de 1999, Les Combes (Valle de Aosta)
3
Vaticano, Juan Pablo II a los dirigentes de la Agesci, 23 de abril de 1999.
4
Discurso de Juan Pablo II, Sábado 26 de abril de 2003, durante la audiencia concedida a varios grupos
en la sala Pablo VI.

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bien, se conserva durante toda la vida. Este estilo se resume en la palabra "servicio". Y
si esto vale para todo joven que participa en la experiencia escultista,
independientemente de su fe, con mayor razón vale para vosotros, que os llamáis y
queréis ser realmente "católicos". Vuestro servicio deberá ser aún más generoso y
desinteresado, conforme al modelo del de Jesús, que dijo: "Mayor felicidad hay en dar
que en recibir" (Hch 20, 35).
Amadísimos scouts y guías, os aseguro mi presencia espiritual, avalada por la oración,
para que María, Virgen fiel, os proteja y acompañe. Con estos pensamientos y
sentimientos, os bendigo de corazón a vosotros, a vuestros responsables y a toda la
familia de la AGESCI”5.

Este fin se alcanzará por medio de las distintas actividades del campamento:
 Religiosas: misa, rosario, adoración (en algunos casos), oraciones de la mañana
y de la noche, frecuencia de los sacramentos de la comunión y confesión,
dirección espiritual, catequesis.
 Deportivas: caminatas, escaladas, práctica de distintos deportes.
 Artísticas: representaciones teatrales, canciones, elaboración de estandartes
 Lúdicas: competencias, juegos de campamento.
 Sociales: trabajos comunitarios, servicio y cocina, limpieza, etc.
 Intelectuales: competencias de catecismo, exposición de la vida del santo, alguna
charla formativa (si es conveniente).

Sabemos que Don Bosco no realizaba lo que nosotros entendemos por “campamento”,
porque no era costumbre en aquél tiempo. Pero sí realizaba excursiones con sus
muchachos, una actividad que complementaba el oratorio. Entre ambos, oratorio y
excursiones, podríamos llegar a una aproximación bastante cercana a lo que nosotros
entendemos por “campamentos, escuela de vida”.
La base para fundamentar la realización de estas actividades, está en lo que se enuncia
en el Sistema Preventivo, de amar lo que aman los jóvenes para luego hacer que ellos
amen la virtud, lo que ama el educador.
Las excursiones que realizaba el santo de los jóvenes tenían un alcance educativo muy
grande, que se insertaban en la creación de un clima de alegría cristiana. Ya en el
Oratorio Festivo de Valdocco florecieron desde un principio las excursiones y
peregrinaciones, que se pueden llamar las precursoras de los campamentos. Buscaba
con estas excursiones premiar los muchachos que se destacaban en los trabajos y en las
notas. Eran muy numerosas, y clamorosas, acompañadas de revuelo de organización,
banda, teatro, funciones religiosas, cantos. Se cuenta en las Memorias Biográficas 6,
“formaba la marcha un centenar de muchachos, acompañados por algún seminarista,
que llevaba la alegría de la música y del teatro y la edificación de la piedad por los
pueblos por donde pasaban”.
Las excursiones tenían una verdadera función educativa: preservación de los jóvenes
durante las vacaciones., y su diversión amplia y generosa. Demostrarle aquello que el
mismo San Juan Bosco les decía que era un engaño del demonio, que nos quiere hacer
creer que el servicio de Dios conlleva una vida triste y melancólica7.
Afirma uno de los participantes de estas excursiones, Francesco Cerruti: “Don Bosco
pretendía con esto divertir a sus muchachos, y al mismo tiempo, mantenerlos alejados
5
Mensaje de Juan Pablo II a la Asociación de Scouts y Guías Católicos de Italia (AGESCI),
Castelgandolfo, 28 de julio de 2003.
6
MB, VI, 267ss. Citado por PIETRO BRAIDO, SDB, El Sistema Educativo de Don Bosco, Colección
Pedagogía Cristiana, Instituto Teológico Salesiano, Guatemala, 1984.
7
El joven instruido, dos engaños del demonio a los jóvenes.

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del pecado. Estoy convencido, por la experiencia de seis años consecutivos, del 1857 al
1862, en los que tuve la suerte de tomar parte de aquellas excursiones, que bastarían
ellas solas para probar el vivo interés que Don Bosco tenía por el bien espiritual y
material de sus muchachos. Eran increíbles los cuidados que se tomaba para que
estuviéramos alegres y satisfechos, enormes sus atenciones para que no existiera la
ofensa del Señor. Nunca se dejaban las oraciones, ni la misa diaria; la confesión y la
comunión eran tan frecuentes como en el Oratorio, en cualquier pueblo a donde
fuéramos…”8.
El fin último que se propone siempre Don Bosco de lograr con sus muchachos, también
está presente en estas excursiones. Él explícitamente lo declara en unas buenas noches
del 26 de marzo de 1876: “Iremos a visitar el Colegio de Lanzo y pasaremos allí todo el
día…Este recreo, mis queridos jóvenes, se hace para relajar y aliviar el cuerpo de las
fatigas del curso, pero no tiene que ser ésta solamente la finalidad de la excursión, no.
Todo lo que alegra y hace descansar el cuerpo debe tener la finalidad de poder
someterlo más fácilmente al espíritu, para que pueda servir mejor para gloria del
Señor y para que nunca suceda que el cuerpo esclavice al alma”9.
Las excursiones, la alegría, la familia, y la amabilidad, son siempre medios y métodos,
en función del fin supremos de todo el “sistema”: la madurez religiosa, moral, y cívica
del joven, la salvación del alma, y la gloria de Dios.10

3- Escuela de vida
Estamos en condiciones concretar un poco más, cómo lograremos que los campamentos
sean “escuelas de vida”. Por lo que decía Juan Pablo Magno, que es “una escuela de
vida. En ella se aprende a esforzarse por alcanzar una meta, a ayudarse
recíprocamente en los momentos difíciles, a gustar juntos el silencio y a reconocer la
propia pequeñez en un ambiente majestuoso y solemne”… Podemos decir que lo serán,
mientras sean una escuela de virtudes.
Podríamos enmarcarlo en el tema de la “educación integral”, buscada por Don Bosco
en su Sistema Preventivo. Allí se ven bien desarrolladas las virtudes humanas, y
elevadas por las virtudes cristianas.
A) La educación física
Las actividades del campamento deberán hacer del cuerpo un digno colaborador
del espíritu para la gloria de Dios y el bien del prójimo. Para esto de buscará que si bien
se exijan actividades deportivas, no se prive al cuerpo ni del suficiente nutrimiento ni
del conveniente reposo.
Alimento y reposo han de armonizarse con la mortificación cristiana, tendente al
dominio del espíritu sobre la materia. Habrá que buscar moderación y equilibrio en esto.
Hay que prestar atención a que no se le puede pedir a los niños y jóvenes la ascética de
los penitentes, de los ermitaños y de los santos adultos. El niño y el joven son
organismos en desarrollo. La mortificación y la penitencia nos son necesarias a todos,
también a los niños, y más a los jóvenes; pero deben ser las propias de su edad. Habrá
que buscar el cumplimiento exacto de sus deberes, frenar la fantasía, disciplinar la
inteligencia, enderezar rectamente la voluntad.
Como parte de esta educación física esta la higiene, y no solamente la de la
persona, sino también la de los locales, como dice Don Bosco. Por eso es que habrá que
procurar, en la medida de lo posible, el orden y la limpieza del campamento, del medio
ambiente, y de los mismos objetos personales. Hay que saber que muchos chicos no

8
MB, V, 729-730.
9
MB, XII, 143.
10
Pietro Braido, SDB, O.C., pag. 202-203.

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saben cumplir con este deber, ya que en sus hogares no se les enseña. Será un deber del
campamento el educar en esto.
Habrá que dejar lugar a los deportes y juegos organizados, y en la medida de lo
posible, que también puedan jugar libremente… “Ambas cosas son necesarias”, dice
Don Bosco.
También se intentará que no se dediquen a juegos sedentarios. Salvo en los casos
que las disposiciones del clima no permitan jugar al aire libre.
Hay que tener muy en cuenta en los campamentos aquella norma del santo para
los oratorios: “Debe prohibirse todo juego que incluya peligro de ofender a Dios,
causar daño al prójimo y hacerse mal a sí mismo”. Muchas veces se proponen juegos
peligrosos, no tanto a la moral, sino a la integridad física de los niños. Hay que evitar
los juegos nocturnos en lugares donde hayan peligro de accidentes, o que no esté bien
demarcado el terreno del mismo. También todo juego que impliquen golpes o destrezas
arriesgadas.

B) Música y espectáculos y paseos


Decía Juan Bosco: “Un centro cualquiera de educación sin música es un cuerpo
sin alma. La música educa, suaviza y eleva; es un medio eficacísimo para lograr
disciplina; contribuye a la moralidad”. Por eso se pueden procurar en el mismo
campamento, que gusten de otra música a la que no están acostumbrados, que aprendan
canciones folclóricas y de campamento.
Otro tanto puede decirse de los espectáculos teatrales, como dice nuestro santo
educador. Aquí podríamos incluir todo lo que se logra a partir de las representaciones
teatrales, que deben dejar alguna enseñanza moralizante.
Además de que recalca la importancia de los paseos y excursiones. La
importancia les viene de que “contribuyen a la educación física y a la educación
estética, intelectual y moral”. Muchas veces ante un paisaje majestuoso, un amanecer
o un atardecer, las montañas o los bosques, los ríos o los lagos, las aves y los
animales… se sienten llamados a pensar en la belleza divina, la belleza espiritual.

C) Educación estética11
Decía el padre de los jóvenes: “Deber del educador es también ayudar al
educando a perfeccionar el sentimiento de lo bello. Este sentimiento es natural; pero ha
de desarrollarse y perfeccionarse. Todo niño ha de capacitarse para apreciar las
bellezas de la naturaleza, del arte, de la religión. Recuerdo que, cuando era niño, mi
madre me enseñaba a levantar la mirada al cielo y a observar las maravillas del
campo”. Hay que capacitarlos para apreciar las bellezas de la naturaleza. Hay que
enseñarles a hacerlo. Para esto debemos estar atentos nosotros, los educadores, de las
maravillas que pasan ante nuestros ojos. De estas bellezas naturales, será más fácil
elevarlos a las sobrenaturales.
Para esta apreciación de lo bello, hay que promover “el esplendor del culto, un
buen clero juvenil, buena música y muy buen canto”. Buscar que las Misas sean bien
preparadas y vividas. Predicaciones bien preparadas y adecuadas.
El teatro y la música tienen su importancia en los campamentos. Hecho como se
sabe, tiene sus grandes ventajas; y aunque no fuera sino el hacer pasar a los chicos un
rato de honesta diversión, ya estaría justificado el trabajo que se le dedica. Pero es
que, además de esto, instruye y educa. Pero hay que recordar las normas para el teatro:
debe alegrar, instruir, educar.

11
MB III 321; IV 14; V 347; XIII 921; XV 57.

6
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D) Educación intelectual12
Si bien podríamos pasar de largo este aspecto, que corresponde mas propiamente
a la escuela, digamos algunas cosas en las que se puede colaborar.
Grande importancia tiene la memoria. Se pueden practicar juegos en los que
intervenga la memoria, hacer competencias de preguntas del catecismo, la exposición de
la vida del santo, y competencias de recitados. También se pueden llevar libros de vidas
de santos para entretener en los tiempos libres que puedan quedar.

E) La educación moral
La educación moral y religiosa es ciertamente el punto central de toda la obra
educativa. Siendo una, comprende varios sectores.

a) Formación de la conciencia. Todo debe tender a esto: las lecturas, las


conversaciones, los coloquios, las charlas, …han de mirar a insinuar en las
inteligencias el recto juicio acerca de las cosas y de las acciones de la vida. Deben
aprender a huir del mal y hacer el bien no por temor o miramiento al hombre, sino por
amor a Dios; no por el premio o castigo del superior, sino por deber de conciencia13.
Hay que enseñarles la gran verdad: ¡No puedo, tengo un alma sola!14 Por eso,
pureza de intención, hacer lo que agrada a Dios, obedecer a Dios. Hay que enseñar a
cumplir con diligencia todo deber15. Los pequeños oficios y responsabilidades.

b) Formación del sentido del deber. Hay que inculcarles que “Mucho hace el
que, aun haciendo poco, hace lo que debe por ser voluntad de Dios; y no hace nada el
que hace mucho, pero no lo que debe hacer”. Que lo que Dios quiere, y nos hace
santos, es cumplir sencillamente con lo que está mandado.
De esto también se deben convencer los mismos bedeles, dirigentes y asistentes:
Nadie rehúse el trabajo, por bajo que le parezca, siendo deber, y recuerde que Dios
pedirá cuenta del cumplimiento del propio deber, y no si hemos hecho acciones
brillantes o llenado cargos honoríficos16.

c) Formación del sentido de responsabilidad. Responsabilidad ante Dios y


ante los hombres, decía San Juan Bosco. Y continúa: “Diré a cada uno de mis
educandos aquello de San Bernardo: Ad quid venisti? Escribid al principio de vuestro
cuaderno de clase: Ad quid venisti? Y pensad: ¿A qué vine a este mundo? Para amar y
servir a Dios y ganarme el cielo. Si haces diversamente, estás fuera de línea. ¿Ad quid
venisti al Oratorio?”17. ¿A qué has venido al campamento? A crecer en la virtud y servir
a Dios.

d) Formación del corazón. La infancia, la adolescencia, la juventud, son


épocas de un extraordinario florecimiento de sentimientos y de afectos. Debemos
trabajar por transformar la sentimentalidad humana en amor fino y sublime; en caridad;
en caridad para con Dios y para con el prójimo. Refrenar la ira, ayudar al prójimo,
sujetar la sensibilidad a la razón, a las enseñanzas de la fe, al celo por la gloria de
Dios18.
12
MB I 319.
13
MB VII 447.
14
MB IVI 507.
15
MB VIII 869; IX 986.
16
MB VII 519.
17
MB VI 319.
18
MB VI 592.

7
8

Obstáculo grave para la formación del corazón pueden los afectos desordenados.
Hay que vigilar las amistades. Hay que evitar lo apasionante. Hay que evitar en
nosotros, los educadores los afectos a ciertos chicos. “Mucha parsimonia en las
alabanzas. Las alabanzas no reguladas suelen arruinar los mejores caracteres; hacen
nacer el preciosismo. Es un punto donde se puede trabajar en los ejercicios
espirituales”19.
Buscar de formar en el Santo amor fraterno. “Recordad el aviso de San Juan
Evangelista: Diligite alterutrum: amaos mutuamente. Este no es un consejo, es un
mandato, y por lo mismo peca el que no lo observa. Por tanto, jamás palabras
injuriosas, riñas, envidias, venganzas, burlas, malignidades”. No hay que permitir que
entre los chicos (y entre nosotros, mucho menos), existan altercados, peleas, y riñas.
Y recordar la advertencia: ¡Cuidado con las antipatías! Amarlos a todos; no
despreciar a ninguno20.

e) Formación de la voluntad. Este puede ser el punto más fuerte que se puede
trabajar en un campamento, fruto de las actividades, de los horarios, de la misma vida
sacrificada, de las excursiones y escaladas, etc. La educación de la voluntad consiste
ante todo en fortificarla, alejando de ella todos los impedimentos que puedan
obstaculizarla en su recto ejercicio y dándole ocasiones y motivos para ejercitarse
debidamente según su vida natural y sobrenatural21.
Es un error muy común en los educadores, el apuntar solamente al desarrollo de
la inteligencia de los niños. Se los elogia por su rapidez y brillantez. “Pero es una falta
de prudencia ésta- dice Don Bosco-, porque desconocen o fácilmente pierden de vista
la naturaleza humana y la recíproca dependencia de nuestras facultades. Dirigen todo
esfuerzo a desarrollar la facultad cognoscitiva y el sentimiento, que errónea y
dolorosamente confunden con la facultad de amar, y en cambio descuidan
completamente la facultad soberana, la voluntad, única fuente del verdadero y puro
amor, de la cual la sensibilidad no es más que una especie de apariencia. El niño hoy,
y, por desgracia, más tarde el joven, arrastrado por la prontitud de las concepciones,
no sabe pensar ni obrar con criterio, le falta el buen sentido, el tacto, la medida; en
una palabra, el espíritu práctico”.
La falta de voluntad hace que se deje llevar por el vaivén de las opiniones y de
los gustos. Se los relega a la más triste esclavitud. “La virtud lo seduce, pero como
repugna a la debilidad de su naturaleza, interpreta esta repugnancia como voluntad
contraria. Y cede”.
Por eso el campamento deberá completar lo que suele faltar en la instrucción
escolar y muchas veces, familiar. Deberá fortalecerlo, saber enfrentar las dificultades, y
abrazar las cosas que le repugnan a la sensibilidad, pero que son un bien para el alma. A
todo esto colabora el esfuerzo y la generosidad de los campamentos y excursiones. Dice
San Juan Bosco, habalndo de los jóvenes que no han trabajo en fortalecer la voluntad:
“Y si se presentan circunstancias difíciles en que deba dar prueba de carácter bien
templado, no aguardéis nada de él”.
“Precipitación e inconstancia, he aquí los rasgos principales de este carácter”.
“¿Cuál es la obligación del educador cristiano? Según el espíritu de Jesucristo y la
práctica de su moral, el educador, sea padre o maestro, evita dar a los niños que la
Providencia le ha confiado esa educación viciada; debe encaminarlo inmediatamente
por la senda de la santidad, cuyas guías son renuncia y generosidad. Para

19
MB XIV 847; XII 55.
20
MB VII, 801.
21
MB IX, 933.

8
9

comunicarles el espíritu de sacrificio debe dirigir sus cuidados, sobre todo, a cultivar
su razón y su voluntad, sin descuidar ninguna de las demás facultades”.

f) Medios de formación de la voluntad.


a) Fortificarla.
b) Vencer el respeto humano.
c) Refrenar la propia índole.
d) Sojuzgar las pasiones, mortificarse.
e) Pensar, hablar, obrar con rectitud, y para ello acostumbrarse a reflexionar.

F) Formación en la virtud22
Ahuyentar el vicio y cultivar la virtud es, en definitiva, el mayor cometido del
educador. “Nosotros, en la casa, lo soportamos todo, pasamos por todo; pero queremos
que no se ofenda a Dios”.
El ocio es vicio que trae consigo muchos otros. Hay que velar en los
campamentos porque no hayan momentos de ocio, ni jóvenes o niños que no quieran
participar en las actividades.
Para esto es necesario que todos vivan en gracia de Dios: Absolutamente
necesario es que tengamos lejos de nuestra casa el pecado y que todos nuestros
educandos se pongan y vivan en gracia de Dios; sin esto, las cosas no pueden marchar
bien.
Y hablándoles a los jóvenes: “Recordad, queridos jóvenes, que sois la delicia
del Señor. Feliz el que comienza desde pequeño a observar la ley de Dios. Las virtudes
que forma el mejor ornamento de un joven cristiano son la caridad, pureza, la
humildad y la obediencia”.

G) La educación religiosa
Sólo la religión es capaz de llevar a cabo la grande obra de una verdadera
educación completa. Razón y religión son los dos instrumentos de que debe usar
constantemente el educador, enseñarlos y practicarlos, si quiere tener éxito.
La enfermedad que arruina al mundo es la inmoralidad, la incredulidad y el
materialismo, que procura entrar en el corazón de la juventud. Para poner un dique a
tanto mal es necesario acercarse a los jóvenes, cultivarlos, darles una educación
verdaderamente cristiana23.
Recuérdese frecuentemente a los alumnos el pensamiento de Dios y del deber;
que se persuadan de que la bondad de costumbres y la práctica de la religión es
absolutamente necesaria a toda clase de personas. Os quede profundamente grabado
en la mente que religión ha sido y es en todo tiempo el sostén de la humana sociedad y
que donde no hay religión no existen sino inmoralidad y desorden.
Hay que catequizar a los niños, inculcad el despego de las cosas de la tierra, es
una de las obras más grandes que se pueden realizar. Para esto hay que gastar todo
nuestro ser. Hay que “Dar premios especiales a los que se distinguen en este examen”,
decía el santo hablando del catecismo24.

H) Educación social

22
MB II 607; RICALDONE, o.c., II 284ss.
23
MB X 586.
24
MB II 214 y 348; X 31 y 64.

9
10

Todo niño está destinado a la vida en sociedad. Deber es de todo educador


prepararlo para ella. La vida de colegio es vida de familia. Por eso tiene un gran valor
social.
¡Cuánto habrá que decir de un campamento!
Uno de los modos de educar en esto es buscar el bien común. La vida del
camping favorece la vida social, porque la compañía de muchos implica
necesariamente, además de los deberes y derechos propios, un conjunto también de
relaciones con los demás. Los actos de cada miembro colegial se coordenan al bien
común, y por lo mismo los regulan las leyes de la sociabilidad, a fin de que no sirva de
molestia y gravamen, sino, al contrario, de auxilio.
Es necesario educarlos en Decir siempre con franqueza la verdad. La mentira es
un pecado, y una vez descubierta, seremos tratados como mentirosos.
Característica del espíritu de familia es ese sentido de economía y ahorro que
hace tesoro de todo lo que puede servir a los comunes intereses. Todos los miembros de
una familia están interesados en cooperar directa e indirectamente al bienestar común.
Hay que enseñarles a cuidar las cosas y no derrochar. Con esto no quiero recomendaron
una economía exagerada; sólo que no se malgaste.
Los superiores son padres; todos los alumnos son hermanos entre sí. El padre no
necesita tomar un tono autoritario.
Hay que enseñarles a “Huir como de la peste de los malos compañeros, es decir,
de los que blasfeman o nombran en vano el santo nombre de Dios, de los que tienen
malas conversaciones, de los que hablan mal de la religión o sus ministros y, sobre
todo, del Romano Pontífice. No tengas por amigo tampoco al que te alaba en
demasía”25.
“A los amigos y compañeros escogedlos entre los buenos bien conocidos, y de
éstos, los mejores; y de los mejores imitad lo bueno y lo excelente, evitando sus
defectos, pues defectos los tenemos todos”.
No permitir las murmuraciones, las críticas, las burlas pesadas, las injurias y el
26
orgullo .
También el juego es un factor social, y no de los menores. Por eso aquí le
damos tanta importancia. El juego enseña a controlarse a sí mismo para no injuriar ni
molestar a los compañeros; desarrolla el sentido de sociabilidad, incrementa los
hábitos de cortesía, de afabilidad, de buena educación; fomenta el ejercicio de la
justicia y de la lealtad, condiciones indispensables no sólo para el juego, sino para
toda forma de actividad social27.
No hay que permitir actitudes descorteses o maleducadas. “La buena
educación. La buena educación [cortesía o distinción] representa un conjunto de dotes
y disposiciones que nos hacen habitualmente corteses, amables y aceptos”. Don Bosco
era modelo de cristiana compostura y dignidad amable, era muy ajeno a toda broma
pesada o de mal gusto; se mantenía muy limpio; sus vestidos podían ser muy pobres,
pero nunca, sucios. Y esto lo recomendaba continuamente28.
Hay que enseñar las normas de respeto, sobre todo en el buen trato. Fomentar los
saludos como corresponden, al inicio del día, al regresar de una excursión, al despedirse
a la noche. No permitirse en absoluto entre los dirigentes o bedeles, un trato descortés ni
juegos de manos con los chicos y jóvenes. “Si un alumno, pasando delante de vosotros,
25
MB XVII 175.
26
MB VII 292.
27
Cf. RICALDONE, o.c., II 231.
28
MB VI 216. Para hacer eficaces sus enseñanzas, escribió una comedia en tres actos sobre la urbanidad,
y se representó muchas veces dentro y fuera del Oratorio.

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no os saluda, quizá porque nadie se lo ha enseñado o porque en su ligereza no piensa,


saludadlo vosotros los primeros: será la mejor lección. Pero todo con afabilidad y buen
garbo y con naturalidad”29.

4- Clases de campamentos
a – Por edades:
 Niños
o Niños – Niñas - mixto
o 7 a 12 años.
 Jóvenes
o Varones – Mujeres - mixto
o 13 a 19 años
 Adultos
o Universitarios (19 en adelante)
o Varones – mujeres – mixto
o Familiar
b – Por número de participantes:
 Campamento colectivo
o Cruzados – scouts
o Monaguillos
o Colegios
o Grupo de jóvenes
o Parroquial
 Camping individual
 Campamento familiar
c – Por sus características
 Campamento volante
 Campamento fijo
 Campamento permanente
 Campamento base
d – Por su ubicación geográfica
 A orillas del mar
 En la montaña
 En el bosque
e – Por el medio de transporte
 Camping pedestre
 Camping en bicicleta

5 – Disposición del campamento


Según el lugar que se elija (cerca del mar, en la montaña, o en el bosque) variará la
disposición. También teniendo en cuenta el número de acampantes y el espacio
disponible. Pero habría que buscar como ideal, el sistema de las fundaciones coloniales,
o de las reducciones jesuíticas.
 Las carpas dispuestas en semicírculo, con las puertas para el centro (verificar el
recorrido del sol, y de dónde suelen correr los vientos). Fijarse que no sea en un
lugar donde corra agua cuando llueve.
 Mástil y cruz central.
29
MB 1081, Apunti di Pedagogía Sacra.

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 Lugar para la formación de cada carpa. Puede ser marcado con una piedra
grande.
 Capilla.
 Comedor. Preferiblemente que sea un gran círculo donde todos puedan comer
juntos. O un sector determinado.
 Cocina: separado por sogas. Carpa despensa.
 Carpa depósito: para las herramientas o elementos de camping.
 Baños: determinar el sector de los baños. Excavar letrinas.
 Lugar para los objetos y ropa perdida.

6 – Reglamento del campamento


Cada comunidad necesita un reglamento y autoridades. Por eso, es bueno, como
aconseja San Juan Bosco, dar a conocer el reglamento al inicio del campamento, con
reglas claras, precisas, pero es muy importante no abrumar de normativas. Que haya un
clima de orden y de libertad a la vez.
Se puede distinguir entre el reglamento que se dará a los padres de los chicos antes del
campamento, del que se dará en el mismo campamento. El que se debe dar a los padres,
deberá constar lo referente al dinero, música, celulares, horarios para llamar, números
de teléfono, visitas que se puedan realizar, informe sobre la salud, autorización, etc.
El reglamento que se lea a los chicos al inicio del campamento, deberá hacer hincapié
en los pormenores de las autoridades, permisos, y prohibiciones.

1) Autoridades
 Los sacerdotes
 Jefe de campamento
 Bedeles (seminaristas): se los puede dividir en oficios (liturgia, sacristía,
catequesis, cocina, despensa, compras, deportes, trabajo, fogón, náutica,
etc.).
 Dirigentes
 Asistentes (jóvenes que ayudan)
 Personal que trabaja: cocineras, chóferes, etc.

2) Reglamento del campamento.


Respetar las divisiones: si hay diversas edades.
No entrar en las carpas sin permiso: ni en la propia ni en las de los otros. Las carpas
son sólo para dormí y cambiarse.
No entrar en los sectores destinados a la cocina y a la despensa sin el permiso del
encargado.
No encerrarse en las carpas.
Respetar el silencio de la noche.
No hacer juegos de manos: peleas, piñas, patadas.
Cuidar el vocabulario.
No se puede tener dinero: hay que darlo al encargado.
No se puede tener celular, ni MP3, ni cualquier cosa para escuchar música. No se
puede hablar por teléfono sin permiso.
No se puede salir del campamento sin permiso.
El que rompe algo por no cumplir el reglamento o por descuido culpable, deberá
pagar los daños.

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Siempre deben quedar al menos dos para cuidar el campamento, y por la noche debe
haber un bedel (por lo menos) o dirigente que duerma en un sector cercano a las
carpas.

3) Reglamento de playa (o si hay lugares para bañarse).


Prohibido meterse antes de que los dirigentes den la autorización para ello. Para
meterse en el agua siempre tiene que estar uno de los superiores o bedeles mirando.
Totalmente prohibido jugar a hacerse el que se ahoga.
Prohibido sumergirse o jugar abajo del agua (por ejemplo: quien aguanta más abajo
del agua).
Que la profundidad no pase la altura del pecho.
Los que no saben nadar, que la profundidad del agua no pase la altura de la cintura.
Llevar gorra, y abrigo.
El encargado de deportes debe llevar los elementos necesarios para el fútbol, tejo,
voley, rugby, etc.
Si se trata de una pileta:
No correr por la orilla.
Prohibido empujar a otros.

4) Reglamento de náutica (si hay lanchas, botes, o canoas)


Sólo pueden manejar la lancha los sacerdotes y los bedeles autorizados por el jefe de
campamento. Lo mismo respecto del catamarán.
En la canoa siempre debe haber un bedel, dirigente, o asistente.
Todos los que suben a la lancha, catamarán, canoa u otra embarcación deben llevar
salvavidas, sin excepción.

5) Reglamento de las salidas


Se puede elaborar una serie de normas para las salidas en grupo, como:
No apartarse del grupo sin permiso.
No regresarse sin permiso.
No adelantarse al guía del grupo ni caminar por otro camino.
Prohibido bajar corriendo.
No arrojar basura no degradable en la montaña. Bajar con los residuos.
No arrojar piedras.

6) Actividades
- Caminatas.
- Escaladas.
- Cabalgatas.
- Raffting.
- Pesca.
- Paseos.
- Convivium – fogones.
- Competencias: deportivas, culturales, catequéticas.

7) Horario
Respecto a los horarios, son muy variables debido a las edades, o el clima, o los
lugares donde se realiza el camping. Simplemente propongo uno como ejemplo.

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Para campamento de niñas, en el verano, en el Nihuil. Un día del campamento sería


aproximadamente así:

8:00 hs Levantarse – Salir a trotar - Lavarse


8:45 hs Santa Misa
9:30 hs Acción de Gracias
9:45 hs Desayuno
10:15 hs Orden interno
10:40 hs Trabajos por patrulla
11:15 hs Competencias
12:30 hs Tiempo libre
13:00 hs Almuerzo
14:00 hs Trabajo por patrullas
16:00 hs Buenas Tardes
16:15 hs Lago - Competencias
17:00 hs Merienda en el lago
18:30 hs Regreso
19:00 hs Duchas
20:30 hs Rosario
21:15 hs Cena – Fogón – Juegos nocturnos
22:30 hs Buenas noches – Oraciones - Descanso

7 – Equipo general para campamentos


A – Carpa.
Completa con todos sus elementos: parantes, estacas, doble techo, trozo de nylon un
poco mayor que el tamaño del piso para poner debajo de la carpa en lugares húmedos,
sirve también para improvisar un refugio en casos de lluvia o temporal.

B – Elementos para dormir.


Colchoneta: de espuma de poliéster, goma espuma, inflable, almohada pequeña de las
mismas características.
Bolsa de dormir: de duvét, duvét sintético o similar, en caso de no tener armar una
bolsa con mantas.

C – Elementos de higiene.
Toalla,
Jabón,
Desodorante,
Capillo dental,
Dentífrico,
Maquina de afeitar,
Crema de afeitar,
Peine,
Papel higiénico,
Jabón de lavar ropa.

D – Elementos de comedor.
Plato hondo grande, plástico, enlozado,
Jarro mediano, plástico, enlozado,

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Tenedor,
Cuchara sopera,
Cuchillo chico,
Repasador.

E – Elementos para cocina (para 6 acampantes aproximadamente)


1 olla de 4 litros
1 olla de 2 litros
1 sarten mediana (0,30 cm diámetro)
1 jarro de 1 litro
1pava mediana 2 litros
1 parrilla
Cucharón
Espumadera
Bidón plástico de 10 litros
Abrelatas
Tirabuzón
Pelapapas
Colador café
Colador de alambre
Plancha de terciada de 0,40 x 0,40 para usar de mesada (sirve para picar carne,
verduras).

F – Elementos de higiene para la cocina


Detergente concentrado
Virulana
Trapo rejilla
Estropajo
Esponja

G – Comestibles Sugeridos
Sal fina, sal gruesa
Azúcar,
Leche en plovo, condensada,
Café, cacao, té
Aceite, vinagre
Pimienta, pimentón, orégano, ají picante, romero, ajo en plovo
Caldo en cubos
Sobres de sopa
Arroz, fideos, polenta, quaker, sémola, vitina, arvejas, lentejas, harina, royal,
salsas, salchichas de Viena, panceta ahumada, puré instantáneo, huevos
Queso fresco, queso de rallar,
Verduras: papas, batatas, ajos, cebolla, perejil, zapallo, zapallitos, cebolla de
verdeo, zanahoria, acelga, espinaca, rabanito, repollo, limones,
(en caso de necesidad se pueden utilizar verduras deshidratadas)
Frutas de estación
Fruta seca: orejones, pasas, higos, peras, ciruelas (livianas y de alto poder
nutritivo)
Pan,
Galletas,

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Chocolate en barras,
Dilce de batat, membrillo, mermeladass,
Fiambre, salamines, mortadela, bondiola, salchichón, paleta,
Galletitas dulces, saladas.

H – Vestimenta adecuada.
Gorra, boina, gorro tejido, gorro de piel (para abrigo),
Sombrero de paja u tela ala ancha, corra con vicera (para el sol)
2 Camisetas finas (para verano)
2 Camisetas gruesas (para invierno)
2 Camisas de grafa manga larga con dos bolsillos con tapa y botón (o similar)
2 Camisas gruesas manga larga de abrigo con bolsillos
2 Chombas, remeras manga corta (verano)
1 Pulóver de lana cuello alto
1 Campera de abrigo
1 Campera, saco impermeable (liviano que ocupe poco lugar al guardarlo)
2 Pantalones: vaquero, (jeans o grafa) o bombachas criollas.
1 Pantalón o buzo de abrigo para invierno (se puede usar debajo del vaquero o
bombacha criolla)
2 Mudas de ropa interior
4 Pares de medias gruesas (lana o algodón), largas de fútbol
2 Pares de medias finas
1 Par de botines, botas, borceguíes de cuero suela de goma tipo alta montaña o
goma crep (ya adaptadas al pie)
1 par de zapatillas de lona suela de goma
1 cinturón ancho de cuero o correa de tela o nylon
1 par de guantes de paño, lana, cuero
3 pañuelos de mano
1 pañuelo de seda para el cuello
1 short de baño
1 short de gimnasia
1 buzo de gimnasia
1 par de anteojos de sol

I – Elementos varios.
1 cuchillo de monte afilado (no muy grande)
1 cortaplumas multiuso
1 linterna (focos, pilas de repuestos)
1 larga vistas o catalejo
1 brújula
1 cámara fotográfica
1 soga de no menos de 6 metros y 10 milímetros de diámetro
1 instrumento musical: quena, guitarra, armónica, flauta dulce, acordeón, etc.
Bolsitas de nylon de distintos tamaños
1 equipo de reparación: agujas, hilos, parches autoadhesivos para tela de carpa
1 caja de fósforos (cubiertos de parafina para que no se mojen)
1 mochila pequeña para excursiones y caminatas (similar a las escolares)
1 cantimplora forrada en tela
1 silbato

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1 equipo de pesca: caña plegable o telescópica, reel, nylon- boya, anzuelos,


plomos, carnadas
1 calentador a gas o kerosene
1 farol a gas o kerosene: mechas, picos de repuestos, herramientas para desarme.

J – Elementos de desarme (distribuido por equipos)


1 pala de punta (por carpa)
1 hacha afilada (por carpa)
1 machete afilado (por carpa)
1 tenaza o pinza (por carpa)
1 martillo (por carpa)
1 serrucho (por carpa)
1 escofina o lima (por carpa)
1 puñado de clavos surtidos (por carpa)
1 rollo de alambre de fardo 5 metros (por carpa)
1 rollo de piolín (por carpa)
1 bidón plástico 10 litros (por carpa)

K – Materiales para las actividades estetico-expresivas (y religiosas)


Estampas – vidas de santos - patronos
6 fibras de colores variados
1 rolito de cinta scotch
1 frasco chico de goma de pegar
1 block hojas de borrador
6 revistas viejas variadas
6 diarios viejos
1 rollito de alambre galvanizado o de cobre (3 metros)
1 marcador grande
2 hojas de lija fina y gruesa
1 sierra chica
1 lima chica
1 pinza de puntas
1 taladro manual: mechas variadas
1 bolsita de vidrios blanco de ventana para rasquetear
1 kilo de yeso
1 bolsita con recortes de cuero o suela
6 trozos de hueso limpio y seco (caracú, canilla de vaca, etc)
1 bolsita con semillas, carozos, frutos, etc

L – Botiquín.
Elementos sugeridos:
Gasa esterilizada
Algodón hidrófilo
Rollo de cinta adhesiva ancha
Alcohol iodado, agua oxigenada, tintura de mentrolate
Gotas para oídos
Gotas para los ojos
Gotas nasales
Espadol D G 6 (desinfectante)
Laxantes, antiderreicos

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Bicarbonato
Pomada para quemaduras
Pomada cicatrizante
Aspirinas, cafiaspirinas
Antigripales
Antibióticos
Supositorios, analgésicos, antiespasmódicos, antitérmicos
Medicamentos contra picaduras de insectos
Repelente contra insectos en crema o aerosol
Antiofídico, bivalente, trivalente, polivalente misiones, (asesorarse cuando se
concurra a zonas de víboras)
Varias jeringas descartables
Decadrón inyectable, (medicamento indicado para prevenir reacciones alérgicas
al suero)
Crema protectora para el sol, lápiz de crema de cacao
Agujas, hilo, lupa, hojas de afeitar, espejo chico, fósforos, termómetro

Es conveniente que todos los acampantes tengan colocada la vacuna antitetánica (antes
de partir insistir sobre esta importante medida de precaución).
Cada acampante llevará los medicamentos que habitualmente utiliza.
Los acampantes que estuvieran en tratamiento o que tengan algún problema de salud lo
deberá informar al director y al medico del campamento.

M - Liturgia
Catecismos de comunión y confirmación
Material de apostolado (rosarios), escapularios.
Guión domingo y si hay alguna fiesta
Cancionero para niños, con algunos villancicos
Órgano - Alargue
Oraciones de la noche y la mañana
Misal, leccionario.
Visitas al Santísimo.
Llevar fixture para llenar allá.

N - Sacristía
Corporal
Manutergios
Purificadores
Palias
Anda y Virgen
Crucifijo
Vino
Hostias
Cáliz
Copón
Velas
Amito
Alba
Cíngulo
Casulla

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Roquete
Estola
Ritual de los Sacramentos
Plancha, jabón blanco, jabón en polvo

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