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PRÁCTICAS

DIRECTIVAS
EFECTIVAS. LA
ESCUELA MUNICIPAL
LA ALBORADA

C OLU MN A D E : D AG M AR R AC Z YN SK I
JEFA DE PROYECTO "¿CÓMO SE ORGANIZAN Y FUNCIONAN LOS EQUIPOS
DIRECTIVOS PARA APOYAR LA LABOR DOCENTE? UN ESTUDIO EN LAS
ESCUELAS BÁSICAS DE LAS REGIONES DEL MAULE Y LA ARAUCANÍA".

Por Carolina Cuéllar y Dagmar Raczynski


En el marco del estudio “¿Cómo se organizan y funcionan los equipos
directivos para apoyar la labor docente?, que forma parte de la línea de
Investigación y Política del CEDLE, hemos visitado y estudiado en detalle
cómo es la organización, gestión y liderazgo directivo en
establecimientos municipales en los cuales los docentes perciben un
trabajo directivo positivo en el eje técnico-pedagógico. El propósito de
esta nota es tomar el caso de una de las escuelas estudiadas –la
Escuela Alborada (nombre ficticio)- e identificar cómo se constituye su
equipo directivo y las prácticas de liderazgo técnico-pedagógico que
despliega.
Características de la Escuela básica La Alborada
Establecimiento municipal urbano, ubicado en la región del Maule, que atiende a una población
estudiantil de nivel socioeconómico bajo cercana a los 400 estudiantes, matricula que ha ido
en aumento en los últimos 3 años. Está adscrita a la SEP y al PIE. Sus puntajes SIMCE son
superiores a su grupo comparativo, mostrando mejoras en lenguaje no así en matemáticas. La
escuela cuenta con 20 docentes de aula y con el apoyo de asistentes de aula, profesionales
psicólogos, educadores diferenciales, asistente social, entre otros.

¿Cómo se conforma y organiza el equipo directivo en la Escuela


Alborada?
El director actual asume en marzo de 2014 por el sistema de Alta Dirección
Pública y cuenta con formación para el cargo, que incluye diplomados y
magíster en gestión escolar y experiencia previa en posiciones directivas.
¿Cómo conformó su equipo? Al asumir “yo no traje personas de afuera
sino que fui conociendo a quienes estaban acá. En base a eso y consultas
pertinentes a conocidos, decidí con quien conformar el equipo directivo,
buscando para cada cargo el perfil que yo requería”. Es así como escogió
a la profesional que se desempeñaría como jefe UTP. Al momento en que
el director asumía su cargo, la actual jefa UTP ejercía como directora
subrogante de la Escuela Alborada. El director la conocía y valoraba sus
competencias, experiencia y motivación por el área técnico-pedagógica.
Entre ambos decidieron quién se haría cargo de la Inspectora General. La
elección de la persona se basó en el buen manejo que mostraba con los
estudiantes y porque “tenía cierto grado de autoridad frente a los
apoderados”.
Para el director y la jefa UTP los integrantes de un equipo directivo tienen
que poseer, de un lado, las competencias técnicas necesarias: “saber lo
que estamos hablando, estar al día, informarse, estudiar, empoderarse”; y
de otro, “tener pasta para el cargo”. Ello incluye: compromiso, búsqueda
de la excelencia, empatía, lealtad, respeto, no aprovecharse del otro,
cumplir con lo que se dice, ser honesto y transparente, “tener preocupación
por las personas”, sin confundir el plano profesional -que debe primar- con
el plano personal.
El equipo directivo cuenta con una clara división del trabajo entre sus
integrantes, a la vez que funciona muy unido en torno a un norte común.
Los asuntos técnicos-pedagógicos son 100% responsabilidad de la Jefa
UTP. Ella consulta e informa al director sobre sus decisiones, actividades,
necesidades, desafíos, etc. Por su parte, el director se encuentra al tanto
de qué hace la jefa UTP, cómo y por qué, pero no interfiere en sus
decisiones, “ella tiene toda la libertad porque es una tremenda profesional”
y a él no le alcanza el tiempo para trabajar más activamente en este tema.
Los asuntos de su responsabilidad abarcan: administración, relaciones
externas, gestión de recursos y la relación con los apoderados, este último
lo trabaja en conjunto con la inspectora general. Sin embargo, el director
no se desconecta de los temas pedagógicos porque: “La parte
administrativa es importante, pero más importante es la parte técnico-
pedagógica porque de ahí salen todos los lineamientos para lo que
queremos llevar a cabo y lo que queremos lograr como establecimiento”
En esta línea, el director conversa y revisa con la jefa UTP sus propias
ideas y acciones. En particular, discute con ella los protocolos y
reglamentos de la escuela, los perfiles profesionales requeridos, la
definición de las competencias que el colegio desea alcanzar con los
estudiantes, entre otros. Son una dupla que está en comunicación
permanente, siendo vistos por los docentes como los líderes de la escuela.
Presencia de una visión estratégica compartida
La responsabilidad clave que marca la gestión y el liderazgo en este
establecimiento es motivar al alumnado con el estudio y la actividad
escolar, plantear metas altas respecto al potencial de aprendizaje de cada
estudiante, responder a las necesidades particulares de apoyo de cada
uno. Así, el sello de la escuela, señalado por directivos y docentes, es “su
preocupación constante por los niños, no sólo en lo que se refiere al
curriculum y aprendizaje, sino más allá”, “que los niños salgan adelante y
se inserten en la sociedad”, y ser una escuela “cercana a los alumnos y
las familias”. En esta visión, el aprendizaje cognitivo es clave, pero no lo
único: “encaminarlos en las distintas áreas: deporte, conocimiento,
tecnología, inglés, lo cultural”.
El director es el responsable de “formar equipo en que todos participan y
vamos para el mismo lado”, así como de gestionar recursos de apoyo a
los estudiantes, que satisfagan no sólo sus necesidades académicas sino
también extracurriculares y sociales; promueve una cultura de puertas
abiertas, organiza y coordina la actuación de los agentes educativos, y
fomenta las relaciones con los estudiantes y apoderados. El director
informa con transparencia al personal y a los apoderados sobre todos los
proyectos y dificultades que enfrenta la escuela (así lo perciben los
docentes).
Liderazgo técnico-pedagógico: desarrollar capacidades
profesionales
Directivos y docentes en su conjunto se configuran como un equipo
consolidado que trabaja colaborativamente, liderados por la dupla director
– jefa UTP, así lo reconocen los docentes, al afirmar que “toda la
comunidad educativa es responsable de lo que pasa con tal o cual alumno”
y destacar que la escuela como colectivo aprende: “Somos una escuela
que aprende, que siempre trata de hacerlo mejor, porque cambian los
tiempos y los niños también”. Los docentes sienten que el liderazgo
directivo es horizontal, participativo, de decisiones compartidas e
informadas, que no impone, sino que apoya, convence, consulta sobre
necesidades y responde. El director señala que se trata de “ir adelante,
pero siempre estando atrás apoyando y direccionando”. Para la jefa UTP,
“los profesores están primero, nosotros [el director y ella] siempre detrás”.
En el plano de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la labor clave es
de la jefa UTP. El director entrega un apoyo indirecto pero esencial en el
sentido que hace posible el trabajo técnico-pedagógico, creando las
condiciones necesarias. La jefa UTP es quien trabaja directamente con los
docentes, apoyándolos en su trabajo de aula: planificación, diseño y
revisión evaluaciones de aprendizaje, entre otros. Mediante la observación
de aula y retroalimentación individual, hace ver a los profesores sus logros,
conversa sobre compromisos para seguir mejorando y monitorea los
avances, asistiéndolos directamente si es necesario. La jefa UTP es
también quien dirige los consejos técnicos semanales, preparando talleres
y actividades de reflexión, que en ocasiones desarrolla directamente y en
otras encarga a uno o varios docentes, enfocándose ella en estimular la
reflexión; además analiza los resultados SIMCE con todo el personal de la
escuela, segmentando por asignatura y por docente; promueve una
especialización de los profesores por nivel: 1°- 2°, 3°-4°, 5°-6°, 7°-8°,
trabajando con ellos la articulación con el nivel anterior y el siguiente; así
mismo trabaja para articular las asignaturas entre sí y con los talleres y
actividades extra-programáticas para los estudiantes. Los docentes
valoran positivamente la manera en que la jefa UTP conduce el ámbito
técnico-pedagógico, comprendiendo y sumándose a sus exigencias y
apreciando el apoyo que les presta. Ella lo caracteriza así: “conocer las
prácticas de aula de cada uno, identificar sus fortalezas y debilidades y
construir acciones de mejora a partir de las fortalezas … trasmitir una
actitud positiva, viendo siempre el vaso medio lleno y mostrando con
hechos concretos cómo se puede mejorar”.
El caso ilustra elementos claves de un liderazgo escolar efectivo: visión
estratégica compartida cuyo norte es la formación y aprendizaje de los
estudiantes; prioridad al apoyo técnico y trabajo de los docentes en el aula;
estímulo al desarrollo personal; organización de las tareas administrativas
de modo faciliten los procesos de enseñanza, en lugar de entorpecerlas.
El caso ilustra también que tan importante como las estrategias y acciones
que los directivos emprenden es el estilo con que lo hacen: comprender e
integrar otras visiones (no sólo imponer); consensuar las propias
intenciones y acciones (no sólo informar); potenciar la constitución de
equipo (no sólo designar quiénes lo integran); buscar la colaboración
genuina de los demás (no sólo delegar tareas); reconocer fortalezas y
confiar en las capacidades docentes (no sólo buscar debilidades);
promover la reflexión y el aprendizaje (no sólo proveer directrices). Estos
elementos convergen con lo que señala la literatura sobre liderazgo
directivo (Leithwood et al., 2006; Robinson, 2009; Bryk et al., 2010).
Referencias:
Bryk, A.S., Sebring, P., Allensworth, E., Luppescu, S., &
Easton, J.Q. (2010). Organizing schools for improvement:
Lessons from Chicago. Chicago: University of Chicago
Press.
Leithwood, K., Day, C., Sammons, P., Harris, A., & Hopkins,
D. (2006). Successful School Leadership. What it is and
how it influences pupil learning. Londres: National College
for School Leadership.
Robinson, V., Hohepa, M., & Lloyd, C. (2009). School
Leadership and Student Outcomes: Identifying what works
and why. Best Evidence Synthesis Iteration [BES].
Wellington: Ministry of Education.

http://cedle.cl/columna/practicas-directivas-efectivas-la-escuela-municipal-la-alborada-nombre-
ficticio/

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