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Universidad Rural de Guatemala

Carrera: Pedagogía
Semestre: 5to PEM
Sede: 019
Catedrático: Lic. Jorge Pelaez Lam
Código: FE173
Catedra: Principios Filosóficos

Tema: texto Paralelo 2do. Avance

Alumna: Lilian Aguilar García


Carne: 150190042

Tiquisate, Escuintla: Mayo 5


7ma. Semana
El Problema acerca del Origen, Naturaleza y Destino del Hombre

¿Qué es el hombre? (Sal 8:4)


La complejidad del ser humano ha precisado que su estudio se haya diversificado a través
de múltiples disciplinas científicas como la medicina, la psicología, la sociología… en sus
distintas especialidades. También la filosofía, desde la Grecia clásica hasta la actualidad, se
ha dedicado a reflexionar sobre la condición humana. Este es un texto de antropología
teológica. La palabra antropología procede de los términos griegos anthropos y logos y
tiene que ver con el conocimiento del hombre. Es la ciencia que estudia los aspectos
biológicos del individuo y su conducta como miembro de una determinada sociedad.
La antropología, como ciencia del hombre en general, se ha diversificado asimismo en
diferentes especialidades en función del ámbito de investigación, dando lugar a la:

o Antropología cultural. Su campo de investigación son las diferentes manifestaciones


culturales del ser humano en función de criterios etnológicos: razas, pueblos
costumbres…
o Antropología psicológica. Conocimiento del ser humano desde una orientación
individualista que incluye los aspectos biológicos y del medio ambiente que configuran
la personalidad.
o Antropología social. Estudio de la vertiente social del individuo: masas, grupos, ritos,
transmisión de valores, desempeño de roles…
o Antropología filosófica. Incluye los grandes temas que definen al hombre como el
propio proceso de humanización, la socialización, el lenguaje, la comunicación, la
ética…
La antropología teológica busca respuestas a las denominadas preguntas últimas que no
pueden desvelar el resto de las ciencias del hombre: ¿Por qué hay un mundo?, ¿por qué
vivimos?, ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?, ¿por qué estamos en el mundo?, ¿adónde
vamos? Es la humilde finalidad de este trabajo contribuir a la elaboración de res-puestas a
tales interrogantes.

Es posible que más de uno se pregunte el porqué de una nueva antropología teológica. La
respuesta es la voluntad de disponer de un texto fundamentado en una teología actualizada
y en las aportaciones objetivas de las ciencias, aun reconociendo que estas no siempre son
definitivas y que nuevos conocimientos vienen a sustituir a los precedentes. Este texto está
dirigido a quienes se sienten insatisfechos con aquellas respuestas tradicionales que parten
de una interpretación literal de los textos bíblicos y de una marginación de los presupuestos
científicos; a quienes no están dispuestos a renunciar al dictamen de su intelecto al analizar
las cosas de forma objetiva, y a cuantos están interesados en la relación entre los mundos de
la fe, la cultura y las ciencias.

La obra está dividida en tres partes: origen, naturaleza y destino del hombre. En la primera
parte, se presenta al ser humano como creación de Dios y se pretende superar el debate
entre creacionismo y evolucionismo a través del nuevo concepto de creación evolutiva que
permite continuar postulando a Dios como creador de un universo en expansión y asumir
los presupuestos científicos acerca del origen del cosmos y del proceso de humanización.

El segundo capítulo de la primera parte está dedicado al concepto de la imago dei y a sus
implicaciones prácticas como son la dignidad de toda persona, el respeto al ser humano en
cualquier situación existencial o momento cronológico y la atracción que la impronta de
Dios ejerce sobre el individuo, aun de forma inconsciente.
La segunda parte, dedicada a considerar la naturaleza del hombre, consta de tres capítulos.
En el primero, se presenta una tercera vía a lo que podríamos denominar monismo
materialista y dualismo de corte platónico, del que con dificultad se sustrae la visión
cristiana de la persona. En este nuevo modelo se postula la idea de una plural unidad más
en consonancia con la antropología bíblica y los actuales conocimientos científicos. El ser
humano como una única realidad manifestada en distintos niveles como son la corporalidad
y la conciencia que termina por emerger de esta base somática.

Le sigue un capítulo dedicado al tema del pecado, que incluye su universalidad y sus
trágicas consecuencias, en el que el relato bíblico de la caída deviene el símbolo de la
situación de la humanidad en todos los tiempos. El capítulo concluye con una aproximación
a la dimensión social del pecado; aquello que los teólogos denominan pecado estructural
que viene a complementar la visión individual y psicológica.

Un nuevo capítulo de esta segunda parte trata de la gracia y de su acción, hecho que
posibilita la esperanza cristiana acerca del ser humano y sus posibilidades más allá de los
optimismos antropológicos de signo humanista. La gracia es presentada también como
garante de la íntima libertad personal y requisito de superación de la rigidez legalista que
todavía hoy hallamos en más de un contexto religioso.

El último capítulo plantea el interrogante de si es posible experimentar el nuevo hombre, al


que con frecuencia hace referencia el Nuevo Testamento. Entendemos que el nuevo modelo
de humanidad, descrito especialmente por Pablo, no es tan solo un concepto escatológico.
Jesucristo es el fundamento que hace posible aquí y ahora el hombre nuevo en medio de los
condicionantes de la existencia.

La tercera y última parte está dedicada al destino del hombre. El primer capítulo de esta
sección trata de la muerte y de su significado; de la resurrección como entrada en el ámbito
de Dios y superación de las coordenadas espacio-temporales en las que nos desenvolvemos
y la esperanza de la vida eterna. Y todo ello no tan solo como consuelo futuro, sino como
compromiso ético en el presente.

El último capítulo, dedicado a tratar la eternidad


como destino último y definitivo del ser humano,
aborda el final del universo en clave teológica o
como juicio de Dios. De ello se derivan los temas
escatológicos de la condenación o infierno y de la
salvación o cielo de la fe. No consideramos que el
infierno sea el lugar de las descripciones mitológicas
propagadas a lo largo de los siglos por la iglesia, sino un estado de exclusión de la
presencia de Dios; ni que el lenguaje humano pueda expresar con precisión el cielo de la fe
cuando Dios será todo en todos. Cuando tratamos las realidades últimas nos movemos en
medio de símbolos e imágenes que siempre serán insuficientes para explicar aquello que
nos trasciende por no pertenecer ni al espacio ni al tiempo, sino a la eternidad. Pero ello no
nos da pie a generar un imaginario mítico que difícilmente puede asumir el hombre y la
mujer contemporáneos, creyentes o no creyentes.
8va. Semana
Filosofía de la Educación
“La Filosofía de la Educación es, para unos, una derivación conceptual, más o menos
sistemática, de una filosofía o sistema filosófico general, que se aplica a la educación. Para
especialistas, es un pensamiento orgánico y sistemático que trata de fundamentar desde la
misma educación, pero en un marco más amplio y profundo, las prácticas y las teorías
educativas” (Chávez.2011. p.28). Como se puede apreciar existe una gran diversidad de
definiciones referidas a la Filosofía de la Educación. Este autor la define como una ciencia
particular de integración de conocimientos o saberes, en las que participan las diversas
disciplinas que conforman las Ciencias de la Educación que mutuamente se enriquecen, y
contribuyen a la comprensión de la educación como un fenómeno social complejo en su
más alto grado de abstracción. La Filosofía de la Educación tiene la misión de estudiar el
comportamiento de la educación a la luz de las leyes filosóficas que regulan el desarrollo de
la sociedad; le brinda a las Ciencias de la Educación y demás disciplinas particulares que la
conforman, concepciones generales y abstractas acerca del fenómeno pedagógico y de su
aparato categorial.
La "Filosofía de la educación es el conocimiento contemplativo, sistemático, universal y
último de la educación, es decir, de los procesos de instrucción, personalización,
socialización y moralización"
Se relaciona con diversas disciplinas, especialmente con aquellas que son estudiadas bajo el
nombre de Hiperlink.

Orígenes y precursores
La filosofía de la educación tiene su origen remoto en el mundo antiguo, sobre todo en
autores como Platón y Aristóteles, que hablaron continuamente de la educación humana y
del modo ideal en el que debería ser formado el niño para entrar a formar parte de la vida
social. También el mundo cristiano y medieval cuenta con autores como Clemente de
Alejandría,

SÓCRATES PLATÓN ARISTÓTELES


1.-Cree en la existencia del 1.-Con él surge el sistema
1.-Nace la pedagogía filosófica mundo de las ideas
de la evolución.
propiamente dicha.
y dice que la única y mejor 2.-El sistema de evolución
2.-Su enseñanza se lleva a forma de pertenecer a él es nace porque Aristóteles
cabo mediante el diálogo. por medio de la educación. considera que todas las
3.-El método del diálogo es el 2.-El papel del educador cosas están en constante
siguiente: reside en promover en el cambio que obedece a
a) Introducción; trata de educando el proceso de cierto ritmo, es decir, un
interesar al interlocutor sobre interiorización. cambio ordenado.
el tema mediante una serie de 3.-El método de la dialéctica 3.-Principios del sistema de
preguntas que lo introducen a consiste en: la evolución:
un diálogo pedagógico.
a) Primero es un camino o a) Considera dos términos
b) Indagación; requiere del método mediante el cual importantes uno es el de
interlocutor las respuestas que gradualmente ascendemos potencia, cuando una cosa
éste considere correctas pero desde la opinión es susceptible a
que a menudo son (imaginación y creencias) transformarse en otra, y el
equivocadas. Aquí se hace hasta el verdadero otro es el de ACTO.
presente lo que se ha llamado conocimiento de la realidad. b)Ésta ley consta de cuatro
la ironía socrática que es el b) Posteriormente viene la principios:
método que éste utiliza para contemplación inmediata de
hacer notorio el error. las ideas cuyo logro no es  Causa material
4.-El fin de la educación es posible sin la renuncia de lo
formar hombres plenos y corporal y los sentidos.  Causa eficiente
virtuosos.
4.-El fin de la educación es
 Causa formal
5.-Ironía socrática: en griego formar hombres plenos y
ironía quiere decir virtuosos, pero se adelanta al
 Causa final
interrogación, así, el objetivo percibir en la educación
es el de conducir al educando a elementos interrelacionados 5.-El pensamiento
la sabiduría por medio de la tales como individuo y educativo de Aristóteles se
propia reflexión. sociedad o ciudadano y polis. basa principalmente en sus
6.-Sócrates da respuesta a los estudios de ÉTICA,
sofistas acerca de la POLÍTICA y LÓGICA.
comunicación docente.
7.-Sócrates crea el método a
partir del cual se descubren los
conceptos, principalmente en
la esfera de lo moral.

MAYÉUTICA DIALÉCTICA EVOLUCIÓN

Una de las grandes incógnitas de la filosofía


de la educación, es la indecisión entre la
educación como transmisión de
conocimientos en contraparte a la educación
de forma crítica, para trabajar como un
incentivo y cuestionar la capacidad
de aprendizaje que tiene el estudiante.
Como se conoce, y lo que significa saber,
también son temas abordados y
problematizan aún más la filosofía de la
educación. Uno de los filósofos
interventores, en la conceptualización de la técnica filosófica a seguir en el ámbito
educacional es Platon.
Platón en uno de sus escritos expone que, la educación clasificada como primaria debe
limitarse a la clase o tutorías por docentes especializados hasta que se cumpla la edad de 18
años, seguido de dos años de entrenamiento militar obligatorio sobre todo en hombres y la
educación superior luego para los individuos que estaban calificados académicamente.
Ahora bien, si la educación primaria forma el alma de responder a los estímulos del , la
educación superior ayudó al alma del hombre en la búsqueda de la verdad que ilustra. En la
época de platón, tanto los niños como las niñas recibieron el mismo tipo de educación, la
instrucción elementalmente consistió en manejar la música, a su vez en la práctica del
ejercicio, esto con el objetivo final de capacitar y mezclar cualidades suaves y fuertes en
las personas y crear una persona totalmente armoniosa.

Divisiones de la Filosofía

Las ramas más importantes de la Filosofía son:

Metafísica: Estudia al ser, las causas y principios últimos de la realidad, así como entender
qué es la existencia. Ejemplos: ¿por qué existe el ser y no la nada?, ¿que es lo que nos hace
mantenernos en la existencia? La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía,
como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad, el sentido y la finalidad última
de todo ser. La metafísica tiene dos temas principales: el primero es la ontología, que en
palabras de viene a ser la ciencia que estudia el ser en cuanto tal. El segundo es el de la
teleología, que es el estudio de los fines como causa última de la realidad. Existe, sin
embargo, un debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la
metafísica, sobre si sus enunciados tienen propiedades cognitivas. La metafísica estudia los
aspectos de la realidad que son
inaccesibles a la investigación
científica.
Filosofía de la Naturaleza: La filosofía de la naturaleza, a veces llamada filosofía natural o
cosmología es el nombre que recibió la rama de la ciencia que hoy conocemos como física
hasta mediados del siglo XIX. Explica los elementos fundamentales de la naturaleza. Estos
"filósofos de la naturaleza" se interesaron por el problema cosmológico, es decir por el
origen del mundo, y trataron de dar respuesta a sus interrogantes partiendo de objetos
concretos de la naturaleza a los que llamaron arjé (principio). Por ejemplo, Tales de Mileto
identificó el origen del cosmos en el agua. Los filósofos presocráticos se caracterizaron por
identificar el origen de la naturaleza en otras cosas naturales, como el agua, el aire, el
fuego, etc.

Filosofía del Hombre o Antropología Filosófica: Estudia al hombre en su integridad. El


tema general u objeto material de la antropología filosófica es el fenómeno humano, es
decir, la serie de manifestaciones que atestiguan la presencia del hombre. Interesan
especialmente aquellas manifestaciones que entrañan un cierto enigma o paradoja, tales
como el fenómeno del conocimiento científico, de los juicios de valor, de la libertad, de la
comunicación interpersonal y de la religión. La antropología filosófica marca un punto de
inflexión en la filosofía por medio de la crítica del idealismo y del dualismo cartesiano, con
una concepción del hombre como una unidad física y psíquica.
Epistemología: es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento. La
epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de problemas tales como las
circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del
conocimiento, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida, así como la definición
clara y precisa de los conceptos epistémicos más usuales, tales como verdad, objetividad,
realidad o justificación. La teoría del conocimiento es la disciplína filosófica que se ocupa
del conocimiento entendido como una relación entre sujeto y objeto. También se la
denomina "epistemología". El materialismo filosófico la distingue de la "gnoseología" al
girar ésta alrededor de la idea de verdad.

Lógica: estudia la estructura del pensamiento como una secuencia organizada, ¿es lo
mismo un pensamiento correcto que uno verdadero? Entendiendo por pensamiento a toda
representación mental de cualquier objeto. La lógica investiga los principios por los cuales
algunas inferencias son aceptables, y otras no. Cuando una inferencia es aceptable, lo es por
su estructura lógica, y no por el contenido específico del argumento o el lenguaje utilizado.
Por esta razón la lógica se considera una ciencia formal, como la matemática, en vez de una
ciencia empírica.
Filosofía de la Historia: Es la rama de la filosofía que estudia el desarrollo y las formas en
las cuales los seres humanos crean la historia. Puede, en algunos casos, especular con la
existencia de un fin u objetivo teleológico de la historia, o sea, preguntarse si hay un
diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de creación de la historia. Las
preguntas sobre las cuales trabaja la filosofía de la historia son diversas y complejas.
Algunas de ellas podrían ser: ¿Cuál es el sujeto propio del estudio del pasado humano? ¿Es
el individuo? ¿Son las organizaciones sociales, la cultura, o acaso la especie humana por
entero? Yendo aún más allá de estas preguntas clásicas, algunos filósofos modernos han
introducido un nuevo concepto, sosteniendo que la historia ha dejado de ser el estudio de
unidades, de hechos, pasando a ser el estudio de una compleja totalidad, que comprende no
sólo las acciones humanas pasadas y sus consecuencias visibles, sino que incluye un
sinnúmero de factores en su contexto, como las relaciones humanas, las corrientes de
pensamiento, las motivaciones particulares, y, tal vez el factor más recientemente
incorporado y que más ha revolucionado este campo de la filosofía, es el de los
pensamientos, acciones, relaciones y motivaciones de aquel individuo que escribe la
historia, esto es, del historiador.

La filosofía utiliza los conocimientos para resolver cuestiones de la vida diaria y se divide
en:
Ética: es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos.
Tiene como centro de atención las acciones humanas y aquellos aspectos de las mismas que
se relacionan con el bien, la virtud, el deber, la felicidad y la vida realizada. El estudio de la
ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su desarrollo
histórico ha sido amplio y variado. La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica
racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual
y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca
las razones que justifican la adopción de un sistema moral u otro.

Estética: En el lenguaje coloquial denota en general lo bello, y en la filosofía tiene diversas


definiciones: por un lado es la rama que tiene por objeto el estudio de la esencia y la
percepción de la belleza, por otro lado puede referirse al campo de la teoría del arte, y
finalmente puede significar el estudio de lapercepción en general, sea sensorial o entendida
de manera más amplia. Estos campos de investigación pueden coincidir, pero no es
necesario. Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los
problemas del arte.
Axiología: Es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios
valorativos. La reflexión explícita acerca de los valores, sin embargo, es anterior a la
noción de axiología y puede remontarse a Hume, quien se preocupa principalmente por los
valores morales y estéticos y elabora una teoría anti metafísica y nominalista de los valores.
La axiología no sólo trata abordar los valores positivos, sino también los negativos,
analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando
los fundamentos de tal juicio. De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden
ser objetivos o subjetivos.
9na. Semana
Relación entre la Filosofía de la Vida y la Filosofía de la Educación

Filosofía y Educación: la relación entre filosofía y educación

Para hablar de la filosofía, antes se tiene que mencionar el significado de ella. Filosofía se
divide en dos, Filos (se escucha igual como se escribe), que significa amor, y Sofía
(fonéticamente se dice “sofe”), que significa saber o sabiduría. Por lo tanto, filosofía es “el
amor por el saber, o amor por la sabiduría”.

Filosofía de la Educación es una división de la filosofía, la cual se dedica al estudio de las


teorías educativas. Reflexiona y analiza el quehacer de la educación. La filosofía de la
educación tiene una similitud con la filosofía porque utiliza sus métodos, es decir,
cuestiona, investiga y opina sobre las teorías generales de la educación, sin embargo, la
gran diferencia de una u otra, es que, la filosofía es teórica, por ello le llaman “parasito de
la teoría”[1], y la filosofía de la educación, es el huésped de la práctica, esta se basa en dos
funciones discutir lo dicho (teoría) y llevarlo con ejercicios a la realidad (practica). La
filosofía en general no tiene un solo objetivo, ella puede indagar de modo general en teorías
y conceptos de diferentes disciplinas, por ejemplo, la historia, la ciencia y la religión. En
tanto que; la filosofía de la educación se encargan de llegar a conclusiones para resolver los
problemas educativos. Mientras tanto, la filosofía en general, no existe un acuerdo general
para llegar a una sola verdad, algunos filósofos pueden estar de acuerdo sobre las hipótesis
establecidas, pero otros; no lo están. En consecuencia, se podría decir que la filosofía de la
educación toma los procedimientos de la filosofía en general, los cuales son: cuestionar los
objetivos en la teoría, para así poder llevarlos a la praxis.
Existen tres tipos de teorías en la filosofía de la educación, la primera de ellas es la teorías
descriptivas las cuales, busca hacer que los jóvenes sociabilicen o que exista una cohesión
social, las afirmaciones pueden ser falsas o verdaderas. Las teorías pedagógicas tiene como
función dar consejos a los profesores o aquellas personas que se dediquen a la práctica
educativa, es decir, les dicen que hacer y que no, estas teorías pueden tener poco alcance ya
que no se sabe si su desempeño es el adecuado. Por último, se encuentran las teorías
generales de la educación, y filósofos como Platón, Rousseau y Dewey han planteado, el
propósito de las teorías generales es que la educación tiene que tener mayor alcance a la
sociedad, asimismo deben de promover las potencialidades de las personas, es decir,
involucrar al individuo para que establezca un cambio dentro del contexto social el cual
habita. En esta última teoría los filósofos de la educación cuestionan los modos de cada
hipótesis. En conclusión, la filosofía con la educación se localizan diversas similitudes, sin
embargo, no del “todo” son iguales.
La importancia de la filosofía en la educación.
Actualmente vivimos en un contexto social (posmoderno) en donde la carencia de los
valores morales esta (como coloquialmente se dice) en los suelos, ahora la importancia de
un bienestar económico, social y político; es lo importante del ser humano. Los objetivos de
la modernidad o de aquel renacimiento fallido, se alejaron de la realidad escrita por esta
etapa histórica. “el hombre ocupante de un puesto central en la naturaleza, con un destino
dominador y transformador de esta, admitiendo, al mismo tiempo, su historicidad
progresiva en el tiempo, en ella se impondrá el criterio de la razón”[2]. Es por ello, que en
el presente se necesita la filosofía en la educación, principalmente para llevar al ser humano
a pensar, a razonar y a reflexionar y así llevar a lo que realmente necesita el ser humano, y
no lo que le hicieron creer que era necesario para él.
¿Por qué se ha perdido el filosofar en la educación? Una de las suposiciones por la cual
se ha olvidado el filosofar en la educación y en los ámbitos cotidianos del ser humano es
cuando está en busca de las respuestas, y al encontrarlas, ya no se pregunta más allá de lo
que se recibió como respuesta, es decir, se queda con el resultado de la búsqueda. Por lo
tanto, la rigurosidad filosófica se ha perdido, quizá es por la falta de ignorancia y el
conformismo de los que quieren obtener respuestas fáciles o inmediatas. La filosofía
constantemente está en búsqueda de los objetos, y al decir, objetos, nos referimos a la
búsqueda de ¿qué es?, ¿para qué sirven esas cosas, esos animales, esas teorías, esos seres
humanos, eso seres vivos? Ángel Xolocotzi Yáñez lo define perfectamente “no es que
vivamos estrictamente en un no saber, sino que vivimos en la experiencia del error. No es la
falta de conocimiento lo que conduce al saber, sino la experiencia del error que puede ser
corregida a partir del método adecuado”[3]. De tal manera que si corregimos los
procedimientos de las investigaciones, tal vez podamos encontrar objetos o teorías nuevas.
E incluso sistemas educativos mejores, y sistema políticos.

En la vida contemporánea la educación y la forma de educar a los estudiantes ha cambiado


demasiado, a lo que era antes. Ahora en lugar de educar a seres pensantes, comprometidos
con la vida social y política en donde viven, hoy en día, se educa a estudiantes para que
compitan por puestos laborales, y como resultado, estas formas de educar han llevado a los
estudiantes ( de cualquier grado educativo) al aburrimiento, al hartazgo del sistema
educativo, un ejemplo, claro de ello, lo muestra el documental: “ Esperando a Superman” el
cual revela que los alumnos no encuentran atractivo el sistema educativo de los Estados
Unidos, de igual manera existe muchos niños que se han quedado rezagados por la falta de
oportunidades que les ofrece su gobierno; y los efectos a largo plazo son: personas con
menor capacidad de pensamiento, personal laboral no apto para desempeñarse en puestos
que provienen de las ciencias, personas con problemas de drogadicción e insertados en la
vida delincuencial de su localidad. Sin embargo, este documental es resultado de un trabajo
periodístico, por ese motivo, uno no encontrara soluciones al problema educativo.

En conclusión, más que importante es prioritario y necesario que se involucre la filosofía en


el sistema educativo, pero, los modos educativos contemporáneos, la han excluido,
eliminando las materias de filosofía en los sistemas de bachillerato en México. Es
fundamental que la educación extraiga y retome las tácticas de la filosofía, primero
preguntarse ¿dónde está la falla en los sistemas, los maestros, los pedagogos y hasta los
filósofos de la educación? ¿Es el sistema el culpable? ¿El modelo económico y político?
¿Quién debe regir la educación, el banco mundial, o pedagogos y filósofos comprometidos
con la educación?

El filósofo Fernando Savater, en su libro el Valor de Educar, dice: “el educador debe
enseñar a pensar, y pensar en lo que se está pensando, es decir, el educador debe enseñarle
a sus discípulos pensar en una determinada idea, y que se vuelve a pensar lo que se pensó
de esa idea. Esta frase implica un método filosófico porque se piensa más allá de la
búsqueda. Por otra parte, no se trata de culpar, sino de resolver los rompecabezas de la
educación. Y cuando se llegue una solución, se verán reflejadas; las acciones en los
estudiantes del nivel básico hasta el nivel superior, ya que los males no persisten en la
educación inicial, también en la educación superior. Los maestros, los pedagogos, los
filósofos de la educación y todo aquel que este dentro de las cuestiones educativas tiene que
estar comprometido con la educación, puesto que, la educación llevará a los niños, a los
jóvenes y a los adultos cambien de cierta manera su contexto social, político y económico.
10ma. Semana
Definición Nominal y Real de la Educación

EL SIGNIFICADO DE ‘EDUCACIÓN’ COMO CONFLUENCIA DE CRITERIOS


DE DEFINICIÓN
Desde el conocimiento de la educación, el carácter y el sentido de la educación son los dos
elementos que integran el significado desde la perspectiva de la definición real de
‘educación’; el carácter determina el significado, el sentido lo cualifica. El concepto clásico
de naturaleza de la educación se identifica con el concepto de carácter que yo estoy
manejando, pero, en sentido amplio, de modo de ser o actuar de las cosas una vez
producidas o nacidas, el concepto de naturaleza de la educación implica el carácter y el
sentido, inherentes al significado de “educación”, que no se confunde con las materias
escolares de estudio derivadas de las áreas culturales consolidadas en cada momento
histórico.

El significado real de educación es confluencia de carácter y sentido. El carácter es el rasgo


distintivo o conjunto de características que determinan a algo como lo que es. El carácter de
la educación es su determinación, lo que la determina. El sentido de la educación es lo que
la cualifica; es la específica perspectiva de enfoque o cualificación, atendiendo a la
vinculación que se establece entre el yo, el otro y lo otro en cada acto educativo.
Desde esta perspectiva, la educación se configura como una tarea y un rendimiento
orientado a desarrollar experiencia valiosa y conseguir el uso de las formas de expresión
más adecuadas para ella, con objeto de imprimir en la educación, en cada intervención
pedagógica, el carácter que determina el significado de educación desde la complejidad
objetual propia de la actividad común interna y el sentido que cualifica el significado de la
educación, desde la vinculación que se establece entre el yo, el otro y lo otro en cada acto
educativo atendiendo a las categorías conceptuales de espacio, tiempo, género y diferencia
específica. Al yo, en tanto que singularidad individualizada, hay que formarlo en todos los
rasgos de carácter inherentes al significado de la educación. Al yo, en relación con el otro y
lo otro, hay que formarlo en los rasgos de sentido inherentes al significado de educación.

En el debate pedagógico hablamos de educación intelectual, afectiva, volitiva, operativa-


intencional, proyectiva-moral y creativa. Hablamos también de educación rítmica, verbal,
lingüística, matemática y audiovisual-virtual. Hablamos, además, de educación religiosa,
ambiental, científico-natural y socio-histórica. Cada uno de estos tres modos de hablar,
refleja en particular un modo distinto de abordar la educación: en el primer caso, hablamos
de la pedagogía de las dimensiones generales de intervención; en el segundo caso,
hablamos de la pedagogía de las formas de expresión; en el tercer caso, hablamos de la
pedagogía de las áreas de experiencia. Las formas de expresión y las áreas de experiencia
constituyen ámbitos de educación y son susceptibles de intervención pedagógica. Cada uno
de estos ámbitos puede ser desarrollado atendiendo a las dimensiones generales de
intervención, desde una determinada perspectiva de orientación o finalidad cualificadora.
La educación puede tener sentidos filosóficos diversos: puede ser humanista, localista,
globalista, nacionalista, comunitarista, asimilacionista, multiculturalista, interculturalista,
intelectualista, relativista, laicista, etcétera. Pero, cuando hablamos del sentido como
característica del significado de educación, queremos referirnos a una cualificación propia
del significado de educación, vinculada a la relación entre el yo, el otro y lo otro en cada
acto educativo, atendiendo a las categorías clasificatorias de espacio, tiempo, género y
diferencia específica. Desde esta perspectiva, cualquier acción educativa, sea humanista,
socialista, etc., tendrá sentido territorial, duradero, cultural y formativo; tendrá el sentido
inherente al significado de educación.

Cuando hablamos de sentido cultural, por ejemplo, no estamos hablando de una dimensión
general de intervención, ni de uno de los ámbitos de la educación (formas de expresión y
áreas experiencia), ni de uno de los sentidos filosóficos atribuibles a la educación desde la
perspectiva de las finalidades. Cuando hablamos de sentido cultural, estamos pensando en
un rasgo cualificador, que es propio del significado de educación y que se integra en la
orientación formativa temporal para la condición humana individual, social, histórica y de
especie. Toda educación tiene, por principio de significado, sentido cultural, territorial,
duradero y formativo.
Desde la perspectiva de la definición real, cualquier acto de significado educativo tiene que
realizarse ajustándose a las determinaciones y cualificaciones que corresponden al
significado real de educación. Toda educación debe ajustarse al carácter y al sentido. La
educación matemática, la educación química, la educación física, la educación literaria, la
educación artística, la educación moral, la educación ciudadana, etcétera, son educación
porque, primariamente, cumplen las condiciones de carácter y sentido propias del
significado de “educación”. Pero no toda educación tiene que ser matemática, para ser
educación.
Tiene sentido decir que toda educación tiene que ser personal (que es rasgo de carácter,
determinante, y derivado de la complejidad objetual de ‘educación’), pero no
necesariamente es de matemáticas o de física o de literatura o de artes y, al mismo tiempo,
tiene sentido decir que toda educación matemática, física, artística o literaria, atendiendo a
la vinculación que se establece entre el yo, el otro y lo otro en cada acto educativo, debe
pensarse como educación con sentido territorial, temporal, cultural y formativo.

De este modo, en cada intervención, se manifiesta el significado de la educación, como


confluencia de carácter y sentido, en tanto que definición real. Pero además, en cada
intervención se manifiesta el conjunto de condiciones derivadas de los criterios de uso y
actividad finalista que completan la definición, desde el punto de vista nominal. Así las
cosas, el significado de ‘educación’ exige la confluencia de definición nominal y real, de
manera que se ajuste cada actividad a criterios de uso, finalidad y de rasgos de carácter y
sentido propios del término ‘educación’.

Atendiendo a la definición nominal y real, podemos decir que educar es, en tanto que
actividad, una actividad especificada; no es cualquier actividad, si bien cualquier actividad
puede ser transformada en una actividad educativa, si conseguimos que cumpla los criterios
uso común, de finalidad y de significado real. La actividad educativa, para serlo, requiere el
cumplimiento de las condiciones de carácter de la educación (axiológico, personal,
patrimonial, integral, gnoseológico y espiritual) y las condiciones de sentido de la
educación.
11va. Semana
Teorías Metafísicas de la Esencia Humana
Las teorías filosóficas que se plantean no fueron ni serán nunca un producto de la
casualidad o hecho fortuito. Sino que debe entenderse, dependen del desarrollo histórico de
las fuerzas productivas y de las relaciones sociales, también de las concepciones filosóficas
generales del hombre, de su naturaleza y de su papel en la vida social.
En cuanto a la del hombre, la concepción Idealista se manifiesta básicamente en dos
formas:
a) Mediante el análisis de la denominada "Esencia Humana".
b) Mediante el análisis de la denominada "Existencia Humana".
El análisis de la "Esencia Humana" Esta teoría es la más antigua y la más utilizada. Se
caracteriza por ser metafísica e histórico con respecto a las ideas y definiciones. Señala que
la existencia humana es fija desde los tiempos primitivos. La pedagogía de la esencia,
dominante en el pasado, sobre todo en la antigüedad y la edad media, va desde Platón, hasta
los neotomistas de hoy. Aquí el hombre tiene una esencia o naturaleza inmutable y eterna,
por lo tanto son metafísicas e históricas.

Por mirar hacia el pasado se les llama también tradicionalistas. Si el hombre tiene una
esencia inmutable, los fines de la educación tienen que ser también inmutables, universales,
absolutos e iguales en todas partes. En sus consecuencias prácticas la educación será
repetitiva, autoritaria, pasiva, tendrá mucha importancia el conocimiento, los
planes de estudio serán fijos. Se rechaza el espíritu crítico, la iniciativa, la creación y
la rebeldía. Se busca imponer la verdad. Su método es la clase magistral. La obediencia se
transforma en temor. Sus principales exponentes modernos son: Jacques Maritaín y Roberto
Hutching.
El primero es un neotomista que ofrece mucho interés en nuestra América. En el marco de
esta concepción general hubo distinciones, sin embargo todas las concepciones
diferenciales mantienen la convicción de que existe para todo hombre un grupo de
elementos constitutivos que determinan su "llegar a ser", que se manifiestan de modo
distinto en su concreta existencia empírica. Sobre la base de esta concepción metafísica
surgieron las aspiraciones de determinar: Qué es el hombre en concreto y qué constituye su
"verdadera esencia"; es decir aspiraciones a juzgar al hombre concreto, según "su esencia".
Por ejemplo los racionalistas, afirmaban la invariabilidad de la naturaleza humana mediante
la enseñanza de las "ideas innatas" y por esto la educación sólo puede entenderse como una
ayuda a la especial disposición innata (Descartes). Con aparente antagonismo, los
sensualistas, señalaban que la idea del niño, constituía una "tabula rasa" de experiencias, no
comprendieron en absoluto el proceso evolutivo histórico del hombre. La suma de estas
experiencias era importantes para el proceso evolutivo individual, pero no variaba nada
fundamentalmente de la estructura del hombre. No tenía importancia para el "género", no
tenía pues historia tenía sólo una biografía (Jhon Locke).
Por otro lado, el pragmatismo se contrapuso al racionalismo, pero lo hicieron no por ser
históricos, sino por su "carácter abstracto" y por su rigidez.
El pragmatista negó la historia como proceso objetivo y no alcanzó tampoco a
comprenderla. Acepto el desarrollo de las capacidades individuales en la vida y no concibió
el desarrollo de la humanidad. Cuando habló de la historia, lo hizo sólo en las categorías de
la escuela del éxito individual. Por eso los pragmáticos no se distinguen de los
racionalistas, sino que se revelan propiamente corno un racionalismo extrovertido.
La filosofía de la cultura, arranca de la filosofía de Hegel. Su discípulo más
caracterizado en la educación fue Dilthey, quién en sus obras expone el proceso de
formación del "mundo histórico" y el proceso de desarrollo histórico del hombre. Sin
embargo constituyó sólo un resurgimiento de la concepción metafísica, aunque con un
disfraz histórico. El verdadero contenido de la filosofía de la cultura fue buscar eternas
constantes de la naturaleza humana, que se ocultan en el curso del desarrollo histórico.
El análisis de la existencia humana: Esta corriente se opone desde el renacimiento a la
teoría esencialista. El existencialismo trata de las corrientes filosóficas que se sitúan en el
periodo de la actuación del marxismo y cuyas fases de desarrollo más importantes están en
el siglo XX. Comprende todas aquellas corrientes que no quieren solventar el problema de
la enseñanza, sobre la base de las concepciones apriorísticas del hombre, sino en la
consideración del contenido existente de la vida humana.
Esta corriente señala también, que en el orden humano la existencia precede a la
esencia. Los valores humanos surgen, en el proceso histórico y. se enriquecen con el
desarrollo cultural y tienen un carácter cambiante. La filosofía educativa existencialista no
tiene un fin único y universal, sino una multiplicidad de fines cambiantes que varían según
las circunstancias históricas y geográficas y aún de un individuo a otro. Concibe la verdad
como un proceso en constante perfeccionamiento a lo largo de la historia. El proceso
educativo no tiene un fin más allá de si mismo, el es su propio fin.
Es importante el proceso educativo y todo lo que favorezca al crecimiento. Le interesa el
futuro y concibe a la educación en constante cambio y permanente experimento. A esta
concepción se les llama también experimentalistas, naturista, instrumentalistas, progresista,
etc. Sus antecedentes se encuentran en Rousseau, Froebel, Pestalozzi. A principios de este
siglo dieron origen a la Escuela Nueva y a la Escuela Activa, así como al pensamiento de
Montessori. Su aparición causó resistencia en todos los niveles, pues se creyó que venía a
destruir el sentido mismo de la educación y de sus fines y que ponía en peligro la moral
aceptada. Según Dewey los principios de continuidad e interacción no pueden
separarse, la unión de ambos criterio; de la medida del valor de una experiencia,
consecuencias prácticas, se toma en cuenta las peculiaridades individuales, flexibilidades
del plan de estudios, del horario, de los métodos, los contenidos educativos y el momento
en que se lee. No interesa tanto lo que se aprende sino la medida que se crece. Los cursos
son monográficos, la actividad dirigida por el intelecto.
Los planes y la evaluación serán hechas por los alumnos, etc.
La concepción idealista de la "esencia humana" se esforzó en oponerse a la concepción de
la existencia real del hombre. Este hecho llevó a una interesante evolución de la concepción
existencialista y al debilitamiento de la posición esencialista. La concepción existencialista
del hombre se manifiesta de modo cada vez más potente, en las diversas variaciones del
naturalismo pedagógico, en la pedagogía liberal, en la pedagogía funcional psicoanalítica
y en la pedagogía pedocéntrica. Conduce a veces a la liquidación de la actividad
educativa, a la pasiva indicación de una maduración irracional del niño.

En el siglo XX se llevó a cabo una lucha al interior del esencialismo entre los que
interpretan los conceptos de cultura personalidad como conceptos normativos, que extraen
sus fuerzas de la concepción del "hombre eterno" o de los "eternos valores Culturales" y
aquellos que creen en que, estos conceptos expresan exclusivamente el impulso creador de
la vida, que se manifiesta en la voluntad y en la inclinación del individuo. Esta lucha afectó
a los círculos cada vez más amplios y la tendencia existencialista logra realizar una escisión
en el campo esencialista. Es en este siglo se comenzó a desarrollar la pedagogía existencial
cristiana, especialmente protestante. Como consecuencia de lo mencionado, la concepción
tradicional de la esencia del hombre, es cada vez mas atacada por aquellos quieren
determinar al hombre sobre la base de su existencia. El modo de concebir esta existencia es
liquidando a la superestructura normativa, tal como quería la teoría tradicional de la
esencia del hombre.
Finalmente pese a la lucha constante de ambas concepciones, existen coincidencias en la
convicción de que la educación debe precaverse de revoluciones. Esta coincidencia de la
pedagogía existencialista con la pedagogía esencial tradicional expresa la profunda
coincidencia de las dos concepciones del hombre, que fueron formulados por el
pensamiento burgués y que debían fundar el orden social capitalista como justificado y
eterno. Así mismo, para ambas existe una oposición profunda entre la teoría y la
práctica. También ambas encuentran que la filosofía de la educación ejerce una casi
jurisdicción sobre la pedagogía.

En la teoría de la esencia por medio de un proceso síntesis o generalización, en la teoría de


la existencia, por un proceso de construcción pragmática.

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