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Extensa gama de grupos sociales, no etnias, que por diversas razones, han sido excluidos o marginados del
núcleo mayoritario de la sociedad.
Este término permite significar las diversas situaciones por las que grupos y/o individuos pertenecientes a ellos no
participan plenamente de la sociedad global.
A la diversidad cultural, dentro de la escuela, se la puede ordenar de la siguiente manera, con respecto a la
valoración del otro:
1. La asimilación: responde a un modo jerárquico de considerar la diversidad, donde el “otro”, aquel que es
distinto a nosotros, no tiene consistencia, no tiene derecho a diferir o a ser “otro”, por lo tanto, debe
“hacerse semejante” para “ser”.
Esto ocurría en la escuela primaria, donde la cultura dominante se imponía como el único modelo posible.
Esta concepción fracaso en la tarea de integrar en la sociedad global a los “otros”.
2. La compensación: transforma la diferencia en deficiencia y por lo tanto relaciona la diversidad con
carencias.
El modo de atender a la diversidad es disminuyéndo las carencias, por medio de políticas educativas
compensatorias. Dichas carencias, no solo son interpretadas como materiales, sino que las mismas se
corresponden con las de orden cultural, afectivo, intelectual y moral. Éste alumno carenciado es visto
como un desposeído, al que la educación y la escuela deben darle todo, ignorando su capital cultural ya
adquirido.
Cuando la distancia entre el capital cultural del niño y de la escuela es tan amplia, ocasiona, junto con
otros factores, el Fracaso escolar.
Para estos niños se elaboró una “Pseudoadecuación”, en donde se constituyen grupo homogéneos según
su escolarización previa, disminución y simplificación de contenidos curriculares, menores exigencias
para la promoción, etc.
3. La educación multicultural: es la teoría ACTUAL SUPERADORA de las modalidades anteriores.
Responde a la idea de una sociedad multicultural con “integración pluralista”.
Una educación que respete la multiculturalidad es una herramienta para la convivencia. Ya no se puede pensar a la
educación como una adaptación a un medio homogéneo y coherente, culturalmente unitario.
Aprender a CONOCER.
Aprender a HACER.
Aprender a SER.
Aprender a COMPRENDER AL OTRO.
Una educación intercultural precisa de este pilar para llegar a su fin. Este modelo reconoce los antecedentes, y
constituye una alternativa que los integra y supera recogiendo los aportes de diversas corrientes.
Sin embargo, el modelo que mejor traduce el concepto y los fines de educación intercultural es el de
“INTEGRACION PLURALISTA” “la escuela prepara a los alumnos para vivir en una sociedad donde
la diversidad cultural se reconoce como legitima. Considera a la lengua materna como un punto de apoyo y
adquisición importante para el aprendizaje de la lengua oficial.
El tema del pluralismo culturista está presente, también, en los programas escolares y en el proyecto educativo
para desarrollar en el alumno la capacidad de construcción conjunta de una sociedad, donde las diferencias
culturales se consideran una riqueza común.
“La riqueza de la naturaleza humana es tal que requiere una pluralidad para expresarse: no caben
uniformismos”
“una educación respetuosa con la diversidad cultural que incluya la posibilidad de cultivar plenamente la cultura
propia como garantía de identificación personal para el sujeto y de continuidad cultural para el grupo”.