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I. Si bien parecería extraño al derecho del trabajo los delitos, contravenciones y faltas,
máxime si pensamos en aquellos –los delitos- no debemos olvidar que este tipo de figuras
protegen bienes jurídicos que en muchos casos estos se encuentran o pueden estar
íntimamente ligados al derecho del trabajo y/o de la seguridad social y se encuentran
tipificados en distintas normas jurídicas de tipo penal que trataré de sistematizar en estas
líneas.-
Obviamente no me voy a referir a delitos como las amenazas, extorsión, lesiones, hurto,
robo, defraudaciones, o cualquier otro tipo de delitos que en este trabajo refiero como
“comunes” para diferenciarlos de alguna manera de los que nos interesan en este ocasión a
pesar de que puedan cometerse en el ámbito del trabajo, como en cualquier otro, en los
cuales el bien jurídico protegido puede ser la libertad, la vida, o los bienes de una persona,
sino que centraremos el estudio en aquellos que como ya dije el bien jurídico protegido
tiene íntima vinculación con el derecho del trabajo y/o de la seguridad social.-
II. Previamente al desarrollo del tema en análisis, y teniendo en cuenta que me referiré
exclusivamente a los delitos, contravenciones y faltas de derecho penal, resulta
conveniente recordar que los delitos no solo son de derecho penal sino también de
derecho civil.-
El acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la persona o los derechos de
otro, se llama en este Código delito (art. 1072 código civil).-
El delito puede se un hecho negativo o de omisión, o un hecho positivo (art. 1073 cód.
civil).-
El código civil asigna responsabilidad civil por los delitos en atención a un factor de
atribución de índole subjetiva: el dolo. El factor de atribución subjetivo (dolo) es,
precisamente el elemento que diferencia a los delitos del os cuasidelitos, cuyos restantes
elementos son comunes, la transgresión legal, el daño causado, y la adecuada relación
causal (conf. Alterini; Ámela; López Cabana; Derecho de Obligaciones Civiles y
Comerciales; Editorial Lexis Nexos; Abeledo Perrot; Pág. 727 t sgtes.).-
Los delitos penales son claramente diferenciables de los delitos civiles. En el delito civil
es inexcusable la presencia del dolo, esto, es la intención nociva: el delito criminal, en
cambio, puede ser cometido dolosa o culposamente. El delito civil –para configurarse como
tal- tiene que causar un daño a otro: en el delito criminal tal recaudo es innecesario, lo cual
sucede en los delitos de peligro (tenencia de explosivos, abuso de armas) y en los que
quedan en grado de tentativa. Es diferente la sanción que recae sobre uno y otro. Es
resarcitoria para el delito civil, y represiva para el delito criminal, en consonancia con la
finalidad perseguida por cada ordenamiento.-
El delito penal está tipificado. Solo el Estado produce hoy Derecho Penal. Según nuestra
organización constitucional, el Estado Nacional es la única fuente de Derecho Penal, ya que
el art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional, faculta al Congreso de la Nación a dictar el
Código penal. Aún así sería erado pensar que el Estado Nacional retiene en términos
absolutos esa potestad, ya que en virtud del art. 121 de la Ley Fundamental, las provincias
se reservan para sí todo el poder no delegado. Por tal motivo, la materia contravencional
y el Derecho Penal adjetivo (procesal) son objeto de regulación exclusivamente provincial.
Además, en virtud de la reserva que han ejercido las provincias en el art. 2 de la
Constitución Nacional, el Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de
imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal. (conf. Esteban Righi y Alberto A.
Fernández; Derecho Penal; La ley. El delito. El proceso y la penal; Editorial Hammurabi,
pág. 87).-
Podemos decir entonces que el derecho penal es la rama del derecho público que tipifica
ciertas y determinadas conductas como delitos, tutelando bienes jurídicos e imponiendo
penas y/o medidas de seguridad. Es formativo, valorativo y finalista. (conf. Kiper; Manuel
de Derecho Penal Parte General, Editorial Losada; pág. 37).-
Sus normas prohíben conductas en los delitos de comisión y establece preceptos en los
delitos de omisión. El contenido de las normas se estructura en la ley penal, la que mediante
tipos penales describe la conducta prohibida (comisión) o debida (omisiva). –
III. La Dra. Estela M. Ferreiros sostiene que hoy entendemos por Derecho Penal del
Trabajo aquél que se ocupa de conductas criminales que, sin dejar de afectar, en ciertos
casos a bienes jurídicos colectivos, tiene más acotado el campote perjudicados directos. La
diferencias es fundamental. El autor no tiene enfrente a víctimas que sean sus iguales, sino
que, de un modo u otro, están respecto de aquel en una situación subordinada (El Derecho
Penal de Trabajo; Errepar; DEL nº 216 Agosto/03, pág. 721 y stes).-
IV. Pues bien, como ya lo he anticipado trataré de sistematizar en estas líneas los delitos
penales por supuesto, como así también las contravenciones y faltas que reúnen las mismas
características de aquellos, cuyo bien jurídico protegido se encuentre o pueda estar
íntimamente ligado al derecho del trabajo y/o de la seguridad social.-
Para ello, y como el lector se imaginará debemos referirnos a distintos tipos de normas
que no se encuentran incluidas dentro de un mismo cuerpo orgánico, de ahí la necesidad de
su sistematización.-
Pero tales normas resultan insuficientes en la actualidad para tutelar los derechos
establecidos en el art. 14 bis de la CN, tales como la libertad de trabajar, a la igualdad y
dignificad del trabajador, a la salud, a la vivienda digna, a la seguridad social etc.-
Por ejemplo en el derecho argentino no existe una norma expresa que reprima el acoso
moral ni sexual, y menos aún en el ámbito laboral.-
El acoso sexual es casi una forma de acoso moral, aunque los objetivos concretos y
puntuales de cada figura son distintos. En Europa, la Comisión Europea, a través de la
recomendación (CEE) 92/131, distingue dos tipos de acoso, distinción que, a su vez, ha
sido asumida por la práctica jurisprudencial, en el sentido de la existencia de “chantaje
sexual”, cuando el trabajador es requerido sexualmente con la promesa de experimentar
una mejora, y “el acoso sexual ambiental”, que se produce cuando el sujeto activo
conforma un ambiente laboral intimidatorio (Conf. Ferreiros, en obra citada).-
a) El art. 140 del código penal establece que serán reprimidos con reclusión o prisión de
tres a quince años, el que redujere a una persona a servidumbre o a otra condición análoga y
el que la recibiere en tal condición para mantenerla en ella.
No debemos olvidar tampoco al art. 141, que reprime con prisión o reclusión de seis meses
a tres años, el que ilegalmente privare a otro de su libertad personal, como así tampoco de
las figuras agravadas que prevé el art. 142.-
También debemos recodar que el art. 142 bis dispone que se impondrá prisión o reclusión
de cinco (5) a quince (15) años al que sustrajere, retuviere u ocultare a un persona con el fin
de obligar a la víctima o a un tercero, a hacer, no hacer, o tolerar algo contra su voluntad. Si
el autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho (8) años. Mientras que
la norma agrava la pena para ciertos casos en particular, tales como si la víctima fuese una
mujer embarazada, un menor de dieciocho años de edad; o un mayor de setenta (70) años
de edad.-
Si bien de la lectura de esas normas penales parecerían no tener relación con el derecho del
trabajo, o que difícilmente se cometerían en la actualidad como podríamos pensar con la
reducción a la servidumbre, no han sido pocos los casos que nos sorprendieron
recientemente, por ejemplo con los talleres textiles clandestinos, que en algunos casos ya
han sido objeto de procesos penales.-
En efecto en la causa “Cancari Nina, Amalia”, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional, Sala II, con fecha 01/11/07 avaló el procesamiento dictado en
contra de la imputada, dado que existían en autos las constancias probatorias necesarias
para responsabilizarla a priori en orden a los delitos de reducción a la servidumbre y
felicitación de permanencia de extranjeros ilegales agravada.-
Sostuvo que existían elementos para suponer, en primer lugar, que en el domicilio
funcionaba un taller textil a cargo de la imputada en el que, en condiciones indignas,
personas se desempeñaban laboralmente, muchas de las cuales a su vez, allí también
vivían.-
b) Por su parte, el art. 158 del código penal dispone que será reprimido con prisión de un
mes a un año, el obrero que ejerciere violencia sobre otro para compelerlo a tomar parte en
una huelga o boicot. La misma pena sufrirá el patrón, empresario o empleado que, por sí o
por cuenta de alguien, ejerciere coacción para obligar a otro a tomar parte en un “lock out”
y a abandonar o ingresar a una sociedad obrera o patronal determinada.-
c) Mientras que el art. 159 del mismo cuerpo legal establece será reprimido con multa de
dos mil quinientos pesos como mínimo y en treinta mil pesos como máximo, el que, por
maquinaciones fraudulentas, sospechas malévolas o cualquier medio de propaganda
desleal, tratare de desviar, en su provecho, la clientela de un establecimiento comercial o
industrial.-
d) Conforme lo dispone el art. 160 será reprimido con prisión de quince días a tres meses,
el que impidiere materialmente o turbare una reunión lícita, con insultos o amenazas al
orador o a la institución organizadora del acto.-
Esta reciente ley, publicada en el Boletín Oficial el 30/4/08 y que no podemos negar que
tiene íntima relación con algunas de los tipos penales a los que nos referíamos en el punto
1) del presente, establece que la misma tiene por objeto implementar medidas
destinadas a prevenir y sancionar la trata de personas, asistir y proteger a sus víctimas
(art. 1).-
Esta ley establece que se entiende por trata de mayores la captación, el transporte y/o
traslado —ya sea dentro del país, desde o hacia el exterior—, la acogida o la recepción de
personas mayores de DIECIOCHO (18) años de edad, con fines de explotación, cuando
mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de intimidación o coerción,
abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la
víctima, aun cuando existiere asentimiento de ésta (art. 2).-
Existe trata de menores aun cuando no mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o
cualquier medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de
vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
Las víctimas de la trata de personas no son punibles por la comisión de cualquier delito que
sea el resultado directo de haber sido objeto de trata.
La ley establece además derechos de las víctimas, entre los cuales merece destacarse la
protección frente a toda posible represalia contra su persona o su familia, pudiéndose
incorporar al programa nacional de protección de testigos en las condiciones previstas en la
Ley Nº 25.764; permanecer en el país, de conformidad con la legislación vigente, y a
recibir la documentación o constancia que acredite tal circunstancia; que se les facilite el
retorno al lugar en el que estuviera asentado su domicilio (art. 6).-
En su art. 10, incorpora como artículo 145 bis del Código Penal, un tipo penal por el que
se sanciona al que captare, transportare o trasladare, dentro del país o desde o hacia el
exterior, acogiere o recibiere personas mayores de dieciocho años de edad, cuando mediare
engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción,
abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la
víctima, con fines de explotación, será reprimido con prisión de TRES (3) a SEIS (6) años,
con sus figuras agravadas.-
También en el art. 11 incorpora como artículo 145 ter del Código Penal, el siguiente:
El que ofreciere, captare, transportare o trasladare, dentro del país o desde o hacia el
exterior, acogiere o recibiere personas menores de DIECIOCHO (18) años de edad, con
fines de explotación, será reprimido con prisión de CUATRO (4) a DIEZ (10) años.
La pena será de SEIS (6) a QUINCE (15) años de prisión cuando la víctima fuere menor de
TRECE (13) años.
Por último deroga los artículos 127 bis y 127 ter del Código Penal (art. 17).-
Si bien es cierto que hay quienes discuten la vigencia de esta ley en el Derecho del Trabajo
en razón de que la LCT contiene normas referidas a la discriminación (arts. 17, 35, 70,73,
75, 77, 78, 81, 115, 172, 176, 177, 178, 180, 187, 189, 191 y 200), aquella resulta
indispensable para proteger a los trabajadores frente a la ausencia de otras normas penales
que protejan al trabajador en caso de discriminación arbitraria.-
La ley 23592 (ref. por ley 24728) establece que quien arbitrariamente impida, obstruya,
restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los
derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional, será obligado,
a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización
y a reparar el daño moral y material ocasionados. A los efectos del presente artículo se
considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por
motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo,
posición económica, condición social o caracteres físicos (art. 1).-
Pero más allá de la aplicación práctica que tiene esa norma en el Derecho del Trabajo para
el trabajador pueda lograr que se deje sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su
realización y su derecho a que se le repare el daño moral y material ocasionados, también
eleva en un tercio el mínimo y en un medio el máximo de la escala penal de todo delito
reprimido por el Código Penal o Leyes complementarias cuando sea cometido por
persecución u odio a una raza, religión o nacionalidad, o con el objeto de destruir en todo o
en parte a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. En ningún caso se podrá exceder del
máximo legal de la especie de pena de que se trate (art. 2).
Además reprime con prisión de un mes a tres años a los que participaren en una
organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza
o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por
objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier
forma. En igual pena incurrirán quienes por cualquier medio alentaren o iniciaren a la
persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión,
nacionalidad o ideas políticas (art. 3).-
Las prácticas desleales, cuyo origen lo encontramos en las leyes norteamericanas Wagner y
Taft-Hartley, se configuran a través de toda conducta del empleador que directa o
indirectamente esté dirigida a menoscabar perturbar, u obstruir la formación, la acción y el
desarrollo de las asociaciones profesionales, de sus representantes, así como de los
derechos que en su consecuencia se reconocen a los individuos (conf. Fernández Madrid;
Tratado Práctico de Derecho del Trabajo; Editorial La Ley; Tomo III, pag- 321 y sgtes).-
El art. 53 de la ley 23.551 establece las conductas que serán consideradas prácticas
desleales y contrarias a la ética de las relaciones profesionales del trabajo por parte de los
empleadores, o en su caso, de las asociaciones profesionales que los representen.-
j) Practicar trato discriminatorio, cualquiera sea su forma, en razón del ejercicio de los
derechos sindicales tutelados por este régimen;
Vale la pena recordar que la ley 18694 ha sido modificada por la ley 25212 (pacto
federal del trabajo) a la que me referiré más adelante por ser aplicable a otras situaciones
además de la tratada en este punto.-
Cuando la práctica desleal fuese reparada mediante el cese de los actos motivantes, dentro
del plazo que al efecto establezca la decisión judicial, el importe de la sanción podrá
reducirse hasta el cincuenta por ciento.-
En el anexo II del Pacto Federal del Trabajo ratificado por la ley 25212, se establecen las
acciones u omisiones violatorias de las leyes y reglamentos del trabajo, salud, higiene y
seguridad en el trabajo, así como de las cláusulas normativas de los convenios colectivos,
las sanciones y el procedimiento aplicable.-
La ley 25212 clasifica en el artículo 4º del anexo II. distintos tipos de infracciones en leves,
graves y muy graves.-
a) El pago de las remuneraciones fuera del plazo legal, cuando el atraso fuere de hasta
cuatro (4) días hábiles si el período de pago fuera mensual, y de hasta dos (2) días hábiles si
el período fuera menor.
d) Cualquiera otra que viole obligaciones meramente formales o documentales, salvo las
tipificadas como graves o muy graves.
e) Las acciones u omisiones violatorias de las normas de higiene y seguridad en el trabajo
que afecten exigencias de carácter formal o documental, siempre que no fueren calificadas
como graves o muy graves.
a) La falta, en los libros de registro de los trabajadores, de alguno de los datos esenciales
del contrato o relación de trabajo.
c) La violación de las normas relativas en cuanto a monto, lugar, tiempo y modo, del pago
de las remuneraciones, así como la falta de entrega de copia firmada por el empleador de
los recibos correspondientes, salvo lo dispuesto en el artículo 2º, inciso a)
c) La falta de inscripción del trabajador en los libros de registro de los trabajadores, salvo
que se haya denunciado su alta a todos los organismos de seguridad social, incluidas las
obras sociales, en la oportunidad que corresponda, en cuyo caso se considerará incluida en
las infracciones previstas en el artículo 3º, inciso a).
d) La cesión de personal efectuada en violación de los requisitos legales.
f) La violación por cualquiera de las partes de las resoluciones dictadas con motivo de los
procedimientos de conciliación obligatoria y arbitraje en conflictos colectivos.
g) Las acciones u omisiones del artículo 3º, inciso h) que deriven en riesgo grave e
inminente para la salud de los trabajadores.
Más adelante, en su artículo 5º la ley 25212 establece las sanciones que se aplicarán para
cada tipo de infracción y que van desde el apercibimiento para la primera infracción leve
hasta la clausura el establecimiento hasta un máximo de diez (10) días, manteniéndose entre
tanto el derecho de los trabajadores al cobro de las remuneraciones. En caso de tratarse de
servicios públicos esenciales, deberán garantizarse los servicios mínimos, y la
inhabilitación del empleador por un año para acceder a licitaciones públicas y suspendido
de los registros de proveedores o aseguradores de los estados nacional y provinciales y de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en los supuestos de reincidencia en infracciones muy
graves.-
La Dirección Nacional de Migraciones mediando petición del infractor que acredite falta de
medios suficientes podrá excepcionalmente, mediante disposición fundada, disponer para el
caso concreto una disminución del monto de la multa a imponer o autorizar su pago en
cuotas. A tal efecto se merituará la capacidad económica del infractor y la posible
reincidencia que pudiera registrar en la materia. En ningún caso la multa que se imponga
será inferior a dos (2) Salarios Mínimos Vital y Móvil.-
Por su parte, el artículo 117 de esta ley que reprime con prisión o reclusión de uno (1) a
seis (6) años el que promoviere o facilitare la permanencia ilegal de extranjeros en el
Territorio de la República Argentina con el fin de obtener directa o indirectamente un
beneficio (art. 117).-
Resta por señalar que los arts. 15 y 16 de la ley 26364 hace aplicable las sanciones
establecidas en los arts. 119 y 121 a todas las conductas descriptas en ese capítulo (delitos
contra el orden migratorio).-
La ley contiene una gran cantidad de tipos penales, al establecer infracciones al deber de
información (art. 132); al deber de actuación como agente de retención o percepción, al
deber de depósito y evasión de aportes y contribuciones (art. 133); infracción al deber de
actuar como agente de retención o de percepción (art. 134); delitos contra la libertad de
elección de la AFJP (art. 135); delitos contra el deber de suministrar información (art.
136); información falsa (art. 137).-
Cuando el delito se hubiera cometido a través de una persona de existencia ideal, pública o
privada, la pena de prisión se aplicará a los funcionarios públicos, directores, gerentes,
síndicos, miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios o
representantes, que hubiesen intervenido en el hecho, o que por imprudencia, negligencia o
inobservancia de los deberes a su cargo hubiesen dado lugar a que el hecho se produjera
(art. 144);
A tono con lo expuesto hemos de agregar que existe “todo un círculo de infracciones (al
que podríamos llamar derecho penal administrativo ) de las que suelen conocer los
organismos administrativos con recursos jurisdiccionales, que nada tienen que ver con las
contravenciones penales o de policía, porque están referidas primariamente a intereses de la
administración misma, como lo son las de derecho fiscal, aduanero, etc. (conf. Autor citado
que cita a Zaffaroni, pág 246).-
Por su parte, el art. 28 dispone que las violaciones a las disposiciones legales y
reglamentarias o las que establezca el órgano de aplicación harán pasibles a las obras
sociales de las siguientes sanciones, sin perjuicio de las que pudieren corresponder por otras
leyes: el apercibimiento; la multa; la intervención.
Podemos afirmar pues, que las obras sociales sindicales son sujetos de derecho sin
individualidad jurídica, cuya voluntad está en cabeza de otra persona jurídica: el sindicato
de la actividad.-
La ley 17250 establece los requisitos que deberán cumplir los obligados con las cajas
nacionales de previsión y sanciones que se aplicarán a las violaciones de tales normas, ley
que no ha sido derogada por la ley 24241.-
Establece sanciones penales para empleadores y trabajadores (art. 2 y sgtes); para los
profesionales en Ciencias Económicas que certifiquen balances de cualquier naturaleza,
así como manifestaciones de bienes, estados financieros u otra documentación (art. 10).-
Para prevenir y contrarrestar los abusos que pudiere haber respecto de los aportes y
contribuciones al sistema integrado de jubilaciones y pensiones con alcance nacional,
que cubre las contingencias de la vejez, invalidez y muerte, hay que evitar los fraudes al
sistema, ya sea por la inobservancia del marco legal, por la evasión y defraudación dolosa,
con el consiguiente deterioro, tanto del régimen provisional público de reparto, como del
privado, basado en la capitalización individual. En el orden personal, para el caso de los
trabajadores en relación de dependencia o mediante la contribución de los empleadores, y
por último los aportes personales de los trabajadores autónomos (conf. Ferreirós; Olavaria y
Aguinaga; López Palomero; Vázquez, El fraude y sus consecuencias jurídicas; Ediciones
La Rocca, pág. 305 y sgtes).-
Falsear las cifras de los trabajadores en relación de dependencia y sujetos a los aportes y
contribuciones la sistema único de seguridad social; modificar y falsear el rubro contable de
la cuenta de jornales y de remuneraciones en las planillas y/o soportes magnéticos
respectivos, que contengan los registros de los trabajadores; el fraude en los aportes sobre
los haberes y remuneraciones cargando anticipos o adelantos ficticios a cuenta de ellos para
después omitir, mediante este ardid o engaño, el pago real del depósito respectivo, de los
aportes y contribuciones. La consumación del fraude se realiza con mayor viabilidad en las
empresas o talleres pequeños, donde el sistema contable es rudimentario o inadecuado a la
actualidad de nuestros tiempos. Estos pequeños talleres o cuevas de trabajo en negro,
mantienen un sistema de trabajo indocumentado, con bajos salarios, sin aportes, sin obras
sociales de cobertura para el trabajador, sin entrega de recibos, sin registros de ninguna
naturaleza, con horarios que exceden el marco legal, en situaciones infrahumanas,
ocupando edificios o lugares de trabajo contrarios a las disposiciones legales de higiene y
seguridad en la materia (conf. Autores y obras citados).-
Pero el concepto se desdibuja, por cuanto la sanción de la ley 24241, cambia el sujeto
activo de la previsión social. Los aportes no son ya a favor de organismos estatales, y la
noción de recaudación de índole fiscal o parafiscal, queda diluida. Así, Zaffaroni opina que
el bien jurídico tutelado, es la relación de disponibilidad de una persona con un ente,
protegida por el Estado que revela su interés mediante normas.-
De todas formas se sostiene que se sigue tutelando los fondos de la previsión social
independientemente de la valoración que se haga del administrador de los mismos, o de la
oportunidad o conveniencia de cambio de sistema.-
La ley penal tributaria 24769 contempla diferentes figuras legales, consideradas según la
forma de la acción y el resultado de la conducta del sujeto o de los sujetos que formen parte
del hecho antijurídico. Podemos distinguir los denominados delitos simples, cuando el
hecho que los constituye es único y uno solo el derecho que se encuentra violado. De estos
se distinguen los delitos compuestos o complejos, y los que por un mismo hecho o acción
violan un conjunto de derechos.-
Del régimen legal indicado surgen delitos que veremos más adelante y cuyo estudio es
denominado fraude a los recursos de la seguridad social, requiriendo para que se tipifique la
figura delictiva la intención de violar las normas. Esa violación a las normas de la ley penal
tributaria, mediante maniobras delictivas, afecta seriamente, como y hemos visto el sistema
de la seguridad social, que no es otro que el bien jurídico tutelado.-
La ley entonces prevé la evasión simple (art. 7); la agravada (art. 8); la apropiación
indebida de recursos de la seguridad social (art. 9); la insolvencia fiscal fraudulenta
(art. 10); la simulación dolosa de pago (art. 11; alteración dolosa de registros (art. 12).-
Las escalas penales se incrementarán en un tercio del mínimo y del máximo, para el
funcionario o empleado público que, en ejercicio o en ocasión de sus funciones, tomase
parte de los delitos previstos en la presente ley .
Cuando alguno de los hechos previstos en esta ley hubiere sido ejecutado en nombre, con la
ayuda o en beneficio de una persona de existencia ideal, una mera asociación de hecho o
un ente que a pesar de no tener calidad de sujeto de derecho las normas le atribuyan
condición de obligado, la pena de prisión se aplicará a los directores, gerentes, síndicos,
miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios, representantes o
autorizados que hubiesen intervenido en el hecho punible inclusive cuando el acto que
hubiera servido de fundamento a la representación sea ineficaz (art. 14).-
El que a sabiendas:
a) Dictaminare, informare, diere fe, autorizare o certificare actos jurídicos, balances,
estados contables o documentación para facilitar la comisión de los delitos previstos en esta
ley, será pasible, además de las penas correspondientes por su participación criminal en el
hecho, de la pena de inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena.
b) Concurriere con dos o más personas para la comisión de alguno de los delitos tipificados
en esta ley, será reprimido con un mínimo de CUATRO (4) años de prisión.
c) Formare parte de una organización o asociación compuesta por tres o más personas que
habitualmente esté destinada a cometer cualquiera de los delitos tipificados en la presente
ley, será reprimido con prisión de TRES (3) años y SEIS (6) meses a DIEZ (10) años. Si
resultare ser jefe u organizador, la pena mínima se elevará a CINCO (5) años de prisión
(art. 15).-
En los casos previstos en los artículos 1° y 7° de esta ley, la acción penal se extinguirá si el
obligado, acepta la liquidación o en su caso la determinación realizada por el organismo
recaudador, regulariza y paga el monto de la misma en forma incondicional y total, antes de
formularse el requerimiento fiscal de elevación a juicio. Este beneficio se otorgará por
única vez por cada persona física o de existencia ideal obligada.
La resolución que declare extinguida la acción penal, será comunicada a la Procuración del
Tesoro de la Nación y al Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal y
Carcelaria (art. 16).-
Al infractor en materia previsional, también se le aplicarán las normas que contiene la ley
citada, no sólo en las infracciones materiales, sino también en las formales (art. 17).-
Puede clasificarse como huelga todas las medidas que impliquen la suspensión colectiva y
provisoria del trabajo o su cumplimiento irregular, dispuestas por la organización sindical
con o sin personería gremial, o por grupos de trabajadores, para secundar la reclamación
planteada ante los empleadores, o ante el Estado, con el objeto de obtener su
reconocimiento (conf. Autor y otra citados pág. 548).-
Pero la titularidad del ejercicio del derecho de huelga ha sido asignada en nuestro país
exclusivamente al sindicato con personería gremial por la jurisprudencia y doctrina
prevalecientes (conf. Autor y obra citados, pág. 508).-
Las consecuencias que produce la declaración de ilegalidad es que cada trabajador que
participe de la huelga puede ser puesto en mora e intimado por el empleador a dejar sin
efecto la medida y retomar el trabajo bajo apercibimiento en caso de persistir en esta
tesitura de considerar su actitud grave injuria y despedirlo con justa causa.-
La ley 25877, en su art. 24 dispone que se considerarán esenciales los servicios sanitarios
y hospitalarios, la producción y distribución de agua potable, energía eléctrica y gas, y el
control del tráfico aéreo, y que una actividad no comprendida en el párrafo anterior podrá
ser calificada excepcionalmente como servicio esencial, por una comisión independiente
integrada según establezca la reglamentación (dec. 272/06) en los supuestos que ella
establece.-
Dicha norma dispone que cuando por un conflicto de trabajo alguna de las partes decidiera
la adopción de medidas legítimas de acción directa que involucren actividades que puedan
ser consideradas servicios esenciales, deberá garantizar la prestación de servicios
mínimos para evitar su interrupción.-
El art. 14 del decreto 272/06, determina que la comisión prevista en el tercer párrafo del
art. 24 de la ley 25877 se denominará Comisión de Garantías (art. 2); el preaviso entre las
partes de cinco días (art. 7); la determinación de los servicios mínimos (arts. 8 a 10); la
calificación del servicio por la Comisión de Garantías (art. 11); el aviso a los usuarios de 48
hs. (art. 12); y las sanciones (arts. 13 y 14).-
Esa última norma dispone que la inobservancia por alguna de las partes de los
procedimientos conciliatorios establecidos en la legislación vigente y las previsiones de la
presente reglamentación, o el incumplimiento de las resoluciones dictadas por la Autoridad
de Aplicación o de los pronunciamientos emitidos por la Comisión de Garantías en
ejercicio de sus facultades, dará lugar a la aplicación de las sanciones establecidas por
las leyes 14786; 23551 y 25212, sus modificatorias y sus normas reglamentarias y
complementarias, según corresponda. La falta de cumplimiento del deber de trabajar por las
personas obligadas a la ejecución de los servicios mínimos, dará lugar a las
responsabilidades previstas en las disposiciones legales, estatutarias o convencionales
que les resultaren aplicables.-
El cierre patronal o lock out es una medida de acción directa dispuesta por el
empleador, que consiste en el cierre temporal del establecimiento a fin de impedir el
ingreso a los trabajadores. Su objeto puede ser imponer determinadas condiciones de
trabajo, responder a huelgas u otros medios de presión, razones de solidaridad, o
circunstancias políticas.
En la Argentina no hay norma constitucional ni legal que regule tal derecho. Tampoco
en los convenios de la OIT. Algunos autores sostienen que con el reconocimiento del
derecho de asociación empresarial se podría interpretar la atribución implícita del
derecho de llevar a cabo esta medida. Para otros al no estar regulado como libertad o
derecho en la Constitución Nacional, constituye un hecho que genera ilicitud contractual
que viola el art. 78 de la LCT. La jurisprudencia excepcionalmente reconoció el lock out
defensivo, pero solo para oponerlo a demandas injustas de los huelguistas, y no para
imponer a estos condiciones distintas de las preexistente (conf Grisolía, obra citada, pág.
822).-