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CAPÍTULO 12
EL PRINCIPIO DE
NO DEVOLUCIÓN

DR © 2015. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. http://www.oas.org/es/cidh/


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EL PRINCIPIO DE NO DEVOLUCIÓN

A. Alcance y contenido

436. El principio de no devolución (non-refoulement) está establecido en la Convención


Americana en el artículo 22(8), según el cual “en ningún caso el extranjero puede
ser expulsado o devuelto a otro país, sea o no de origen, donde su derecho a la vida
o a la libertad personal está en riesgo de violación a causa de raza, nacionalidad,
religión, condición social o de sus opiniones políticas.” El principio de no
devolución implica que "Ningún Estado Contratante podrá expulsar ni devolver de
manera alguna a un refugiado a un territorio dentro de cuyas fronteras su vida o
libertad puedan correr peligro en virtud de su raza, religión, nacionalidad,
pertenencia a determinado grupo social u opinión política", de la manera
estipulada en el artículo 33(1) de la Convención de 1951.

437. Las dos normas, leídas en conjunto, implican que una persona no puede ser
rechazada en la frontera o expulsada de otro país sin un análisis adecuado e
individualizado de su petición. 589 Adicionalmente, antes de realizar una
devolución, los Estados deben asegurarse que la persona que solicita asilo se
encuentra en capacidad de acceder a una protección internacional apropiada
mediante procedimientos justos y eficientes de asilo en el país a donde se le estaría
expulsando. 590 Los Estados también tienen la obligación de no devolver o expulsar
a una persona que solicita asilo cuando hubiera posibilidad de que sufra algún
riesgo de persecución o bien a uno desde donde el cual pueda ser retornada al país
donde sufren dicho riesgo (“devolución indirecta”).

438. El principio de non-refoulement ha sido denominado la "piedra angular de la


protección de los refugiados" 591, la cual se aplica aun si éstos no hayan sido
admitidos legalmente en el Estado receptor, e independientemente de haber
llegado individual o masivamente. En virtud de la complementariedad entre el
Derecho Internacional de Refugiados y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, el principio de no devolución es aplicado de forma más amplia en ambos

589
CIDH, Informe sobre la situación de los derechos humanos de los solicitantes de asilo en el marco del sistema
canadiense de determinación de la condición de refugiado, párr. 111.
590
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Estado Plurinacional de Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones, y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, párr. 153.
591
El principio de la no devolución ha sido caracterizado también por el Comité Ejecutivo del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados como un “principio cardinal” de la protección de los refugiados,
lo cual “alienta a los Estados redoblar sus esfuerzos para proteger los derechos de los refugiados”. Ver
Conclusiones sobre la protección internacional de los refugiados aprobadas por el Comité Ejecutivo. 1991 (42
período de sesiones del Comité Ejecutivo) No. 65 (XLII) Conclusiones generales, párr. c.

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su sentido y alcance en el SIDH 592. No sólo constituye la “piedra angular de


protección” sino también una norma consuetudinaria de Derecho Internacional 593,
reforzado por el reconocimiento del derecho a buscar y recibir asilo.

439. En su Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos de los Solicitantes de Asilo
en el Marco del Sistema Canadiense de la Determinación de la Condición de
Refugiado, la Comisión Interamericana sostuvo que: “La prohibición de devolución
significa que cualquier persona reconocida como refugiado o que solicita
reconocimiento como tal puede acogerse a esta protección para evitar su
expulsión. Esto necesariamente implica que esas personas no pueden ser
rechazadas en la frontera o expulsadas sin un análisis adecuado e individualizado
de sus peticiones” 594.

440. La Comisión también ha determinado que el principio de no devolución se aplica


extraterritorialmente. Si bien la Declaración Americana no contiene una provisión
específica sobre la no devolución, la Comisión ha encontrado en varias
oportunidades que otros derechos fundamentales prohíben la devolución o
expulsión donde este acto puede conducir a la violación de estos derechos. En el
Caso Personas Haitianas (Estados Unidos) 595, la Comisión llegó a la conclusión de
que Estados Unidos había violado el principio de la no devolución tras basarse en
la segunda parte del artículo XXVII (“derecho a asilo”) de la Declaración Americana
(“... de acuerdo con los convenios internacionales”). La Comisión comenzó por
señalar que el artículo 22(7) de la Convención Americana, aprobada 21 años
después de la Declaración Americana, contiene una redacción similar a la del
artículo XXVII de la última. La Comisión luego hizo referencia a los convenios
internacionales pertinentes que son la Convención sobre el Estatuto de los
Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967. Estados Unidos es parte solamente del
Protocolo 596, pero éste ratifica las disposiciones contenidas en artículos 2 a 34 de
la Convención, y elimina la fecha límite que se habían legislado para el 1 de enero
de 1951 597. Dentro de la Convención de 1951 y de acuerdo a lo anteriormente
expuesto, artículo 33(1) de ella consagra el principio de no devolución (non-
refoulement).

441. La Comisión observó que las leyes de inmigración de Estados Unidos no


contravinieron los principios establecidos en los convenios internacionales; sin

592
En adición al numeral 8 en artículo 22 de la Convención, el principio de la no devolución también se ve
reesforzado y protegido bajo el artículo 5(2) (no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos, o degradantes) de la misma.
593
La Declaración de los Estados Partes de la Convención de 1951 y/o el Protocolo de 1967sobre el Estatuto de
los Refugiados en su párrafo 4 indica: “Aceptando la continua relevancia y adaptabilidad de este régimen
internacional de derechos y principios, centrado en el principio de no devolución (non-refoulement) cuya
aplicabilidad se inserta en el derecho consuetudinario internacional”.
594
CIDH, Informe sobre la situación de los derechos humanos de los solicitantes de asilo en el marco del sistema
canadiense de determinación de la condición de refugiado, párrafo 25 (28 de febrero de 2000).
595
CIDH, Informe de Fondo No. 51/96, Caso 10.675, Personas Haitianas -Haitian Boat People- (Estados Unidos),
13 de marzo de 1997.
596
ACNUR, Estados Partes de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y el Protocolo de 1967.
597
Véase la introducción y el artículo 1, Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados (“Protocolo de 1967”).

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embargo, la aplicación sumaria y sin un análisis individual constituyó una


violación, en la medida en que obstaculizó a los peticionarios el ejercicio de buscar
el derecho a asilo “en territorio extranjero” 598. Asimismo, la devolución de los
peticionarios a Haití constituyó violación de otros derechos humanos de los
peticionarios, como los derechos a la vida y a la seguridad personal. En cuanto al
derecho a la vida, la CIDH expresó lo siguiente:

La Comisión ha tomado nota del argumento de los peticionarios de


que al exponer a los refugiados haitianos a un peligro de muerte
auténtico y previsible, la política de interceptación del Gobierno de
Estados Unidos ha violado claramente su derecho a la vida,
protegido por el artículo I. La Comisión ha tomado nota asimismo de
la jurisprudencia internacional que prevé que si un Estado extradita
a una persona en su ámbito de jurisdicción y si, como consecuencia,
existe un peligro real, conforme al Convenio, de que sus derechos
vayan a verse violados en otra jurisdicción, el propio Estado puede
estar violando el Convenio 599.

442. Por otra parte, el derecho a la seguridad de la persona comprende "el goce legal e
ininterrumpido de la vida de una persona, de sus extremidades, su cuerpo, su salud
y su reputación" 600. En su informe de fondo sobre el referido caso, la CIDH expresó
que la evidencia presentada por los peticionarios era “apremiante” y “muestra que
la seguridad de las personas de los haitianos identificados, y de los no
identificados, que fueron repatriados a Haití contra su voluntad, fue violada
cuando regresaron al país” 601. Respecto a la violación de este derecho, la Comisión
concluyó que la acción del Gobierno de Estados Unidos al “interceptar haitianos en
alta mar, transbordarlos a embarcaciones de su jurisdicción y devolverlos a Haití,
exponiéndolos a actos de brutalidad en manos de los militares haitianos y sus

598
CIDH, Informe de Fondo No. 51/96, Caso 10.675, Personas Haitianas -Haitian Boat People- (Estados Unidos),
13 de marzo de 1997, párr. 163.
599
Véase Soering c. Reino Unido, 161 Eur. Ct. H.R. (ser.A) (1989). El Tribunal Europeo interpretaba el Artículo 3
del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, que
disponía que: "Nadie será sometido a tortura o a tratamiento o castigo inhumano o degradante." El Tribunal
sostuvo que "las partes firmantes [no están absueltas] de responsabilidad conforme al Artículo 3 en relación
con todas las consecuencias previsibles de la extradición que se sufran fuera de su jurisdicción. Id. en par. 83,
86 (énfasis añadido). Véase también N.g. contra Canadá, Comité de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, 1994, en 203, donde el Comité siguió el razonamiento del caso Soering al interpretar el Artículo 7
del Convenio de Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos. En ambos casos, buscaban la extradición
los estados peticionarios en los que los acusados estaban condenados a muerte por asesinato. En Soering, el
Tribunal Europeo decidió que el "fenómeno de la condena a muerte" en Estados Unidos violaba el Artículo 3,
y en el caso de N.g., la muerte por cámara de gas violaría el Artículo 7 del Convenio sobre Derechos Políticos
y Civiles, que es similar al Artículo 3.
600
CIDH, Informe de Fondo No. 51/96, Caso 10.675, Personas Haitianas -Haitian Boat People- (Estados Unidos),
13 de marzo de 1997, párr. 170 (citando Black's Law Dictionary, 1523. Véase también 1
BI.Comm.129. Sanderson v. Hunt, 7 S.W. 179, 25 Ky.L.Rep. 626).
601
CIDH, Informe de Fondo No. 51/96, Caso 10.675, Personas Haitianas -Haitian Boat People- (Estados Unidos),
13 de marzo de 1997, párr. 170.

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partidarios,” constituyó una violación del derecho a la seguridad de los refugiados


haitianos 602.

443. Otro caso importante en este ámbito es el Caso John Doe y otros (Canadá) que trata
los cambios a una política de inmigración conocida como devolución directa
(“direct-back policy”), según la cual los solicitantes de la condición de refugiado que
ingresaran a Canadá a través de un punto fronterizo con los Estados Unidos eran
devueltos de forma inmediata a Estados Unidos, si Canadá no podía procesar sus
solicitudes y sin ninguna otra consideración inmediata de sus pedidos.

444. Con base en las evidencias presentadas por las partes, la Comisión determinó que
la política de devolución directa tuvo un efecto en la expulsión de los John Does sin
ofrecerles el debido proceso para impugnar su expulsión, como lo requiere el
artículo XVIII de la Declaración Americana. Las devoluciones directas fueron
diseñadas para postergar el debido proceso de los John Does con el componente
adicional de expulsarlos del Canadá durante el período intermedio. Como el Estado
no obtuvo garantías de que se permitiría a los John Does retornar para su debido
proceso, su expulsión tuvo el efecto de denegarles la oportunidad a cualquier
procedimiento para ser oídos y defenderse su presencia continua en Canadá. 603

445. Por su parte, en el Caso de la Familia Pacheco Tineo, la Corte también destacó la
obligación estatal de no devolución indirecta, es decir que no deben devolver o
expulsar a una persona que solicita asilo donde exista la posibilidad de que sufra
algún riesgo de persecución o bien a un Estado desde donde el cual puedan ser
retornados al país donde sufren dicho riesgo 604.

446. Como señaló la Corte en este caso, “independientemente de la decisión


desfavorable respecto de la solicitud de asilo en Bolivia,” la autoridad migratoria
que dispuso la expulsión de la familia tenía la obligación de efectuar una
determinación motivada sobre la procedencia de la causal de expulsión, así como
del país al que correspondía trasladar a la familia, de acuerdo con las
particularidades del caso 605. En conclusión, la Corte concluyó que la manera y los
términos en que fue resuelta y ejecutada la expulsión al país de origen de los
miembros de la familia Pacheco Tineo “resulta incompatible con el derecho de
buscar y recibir asilo y con el principio de no devolución” bajo los artículos 22.7 y
22.8 de la Convención Americana 606.

602
Se encontró una violación al derecho a la seguridad de la persona para la mayoría de las víctimas pero no
todas. CIDH, Informe de Fondo No. 51/96, Caso 10.675, Personas Haitianas -Haitian Boat People- (Estados
Unidos), 13 de marzo de 1997, párr. 171.
603
CIDH, Informe de Fondo No. 78/11, Caso 12.586, John Doe (Canadá), 21 de julio de 2011, párr. 116.
604
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Estado Plurinacional de Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones, y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, párr. 153.
605
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Estado Plurinacional de Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones, y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, párr. 183.
606
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Estado Plurinacional de Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones, y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, párr. 189.

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B. Garantías diplomáticas en procedimientos


de extradición

447. En el Sistema Interamericano sólo hay un antecedente específicamente


relacionado con la recepción y valoración de garantías diplomáticas o de otra
índole sobre la no aplicación de la pena de muerte o tortura o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Se trata del Caso Wong Ho Wing vs. Perú, presentado por
la CIDH a la Corte el 30 de octubre de 2013, y decidido por ésta en junio de 2015,
en el que se alegó la violación en su perjuicio de derechos consagrados en la
Convención Americana por parte del Estado peruano, en el marco de su detención
en Perú desde octubre de 2008 y el proceso de extradición iniciado por la
República Popular China.

448. En el Caso Wong Ho Wing la Comisión Interamericana expresó que las garantías
relativas a uno u otro aspecto pueden tener distintas características, o los
elementos de análisis sobre su suficiencia pueden variar, debido a la diferencia
entre otorgar una garantía respecto de un hecho que en el Estado solicitante de la
extradición es legal (pena de muerte) pero que se compromete a no realizar, y
otorgar una garantía respecto de un hecho respecto del cual existe un consenso
internacional en cuanto a su prohibición absoluta y no tiene carácter legal en el
Estado solicitante (tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes). 607

449. Esta distinción fue caracterizada por parte de la Corte Suprema de Canadá en el
caso Manickavasagam Suresh v. The Minister of Citizenship and Immigration and the
Attorney General of Canada en los siguientes términos:

Debe efectuarse una distinción entre las garantías dadas por un


Estado en el sentido de que no aplicará la pena de muerte (mediante
un proceso legal), y las garantías dadas por un Estado en el sentido
de que no aplicará tortura (un proceso ilegal). Hacemos mención a la
dificultar de confiar fuertemente en las garantías de un Estado de
que no aplicará tortura, cuando ha incurrida en tortura o permitido
que otros cometan tortura en su territorio en el pasado. Esta
dificultad se agudiza en casos en los cuales la tortura es inflingida no
sólo con el apoyo sino además por la impotencia del Estado en
controlar el comportamiento de sus funcionarios. Por ende, la
necesidad de distinguir entre garantías relacionadas con la pena de
muerte, de las garantías relacionadas con la tortura. Las primeras
son más fáciles de monitorear y por lo general son más confiables
que las segundas 608.

450. La Comisión coincide, en principio, con esta distinción. Sin embargo, la misma no
implica que las garantías relacionadas con la no aplicación de la pena de muerte no

607
CIDH, Informe No. 78/13 Caso 12.794, Fondo, Wong Ho Wing (Perú). Fecha de remisión a la Corte: 30 de
octubre de 2013.
608
Supreme Court of Canada. Manickavasagam Suresh v. The Minister of Citizenship y Immigration y the
Attorney General of Canada (Suresh v. Canada), 2002, SCC 1. File No. 27790, de enero de 11, 2002, párr. 124.

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deban ser analizadas de manera individualizada y cumplir con unos requisitos


específicos a fin de que sean consideradas confiables. Además, en casos como el de
Wong Ho Wing, en que se presentan alegatos sobre la aplicación de la pena de
muerte de manera sumaria, secreta, arbitraria y sin acceso a la información o
perspectivas reales de monitoreo en el Estado solicitante, así como sobre la
aplicación de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, la Comisión
considera necesario efectuar el análisis tomando en cuenta los estándares
definidos por otros tribunales y organismos internacionales como relevantes en la
materia. Dichos estándares se recapitulan a continuación.

451. La Corte Interamericana se pronunció respecto al tema de las garantías


diplomáticas en la sentencia de fondo del Caso Wong Ho Wing vs. Perú en Junio de
2015 609, al hacer referencia a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, considerando que:

al evaluar las garantías diplomáticas se debe examinar la calidad de


dichas garantías y su confiabilidad. En el caso Othman (Abu Qatada)
c. Reino Unido, el Tribunal Europeo sistematizó algunos de los
factores que son relevantes al momento de evaluar la calidad y
confiabilidad de las garantías diplomáticas:

i. El hecho de que los términos de las garantías que le hayan sido


comunicados o no [a la Corte]

ii. El carácter, bien sea preciso, bien sea general y vago de las
garantías diplomáticas

iii. El autor de las garantías y su capacidad, o no, de comprometer


al Estado de acogida

iv. En los casos en que las garantías diplomáticas han sido


ofrecidas por el Gobierno central del Estado de acogida, la
probabilidad de que las autoridades locales las cumplan

v. El carácter legal o ilegal en el Estado de acogida de los


tratamientos respecto de los cuales las garantías diplomáticas
han sido dadas

vi. El hecho de que procedan, o no, de un Estado contratante

vii. La duración y la fuerza de las relaciones bilaterales entre el


Estado de envío y el Estado de acogida, incluida la actitud
anterior del Estado de acogida frente a garantías similares

609
Corte IDH. Caso Wong Ho Wing Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de junio de 2015.
Serie C No. 297, párr. 180.

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viii. La posibilidad, o no, de verificar objetivamente el


cumplimiento de las garantías ofrecidas mediante mecanismos
diplomáticos u otros mecanismos de control, incluida la
posibilidad ilimitada de reunirse con los abogados del
demandante

ix. La existencia, o no, de un verdadero sistema de protección


contra la tortura en el Estado de acogida y la voluntad de este
Estado de cooperar con los mecanismos internacionales de
control (entre las que se encuentran las organizaciones no
gubernamentales de defensa de los derechos humanos), de
investigar las denuncias de tortura y de sancionar a los autores
de tales actos

x. El hecho de que el autor haya, o no, sido maltratado en el


Estado de acogida

xi. El examen o la ausencia de examen por los Tribunales internos


del Estado de partida [y/o] del Estado contratante de la
fiabilidad de las garantías diplomáticas 610.

452. Citando el caso del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Nizomkhon Dzhurayev
c. Rusia, No. 31890/11, la Corte resaltó que “en los casos en que han sido otorgadas
garantías por el Estado requirente, esas garantías constituyen un factor relevante
adicional que el Tribunal debe considerar. Sin embargo, las garantías no son
suficientes en sí mismas para asegurar una protección adecuada contra el riesgo de
maltratos. Existe la obligación de determinar si esas garantías ofrecen, en su
aplicación práctica, seguridad suficiente de que el peticionario estaría protegido
contra el riesgo de maltrato” 611.

453. En el ámbito de las garantías relacionadas con la no aplicación de la pena de


muerte, en el caso Harkins and Edwards c. Reino Unido, el Tribunal Europeo reiteró
el estándar en el sentido de que las garantías diplomáticas deben ser claras,
suficientes e inequívocas para remover todo riesgo en el sentido de que los
peticionarios pueden ser sentenciados a muerte en caso de ser extraditados. Este
caso en particular fue declarado inadmisible porque el Tribunal Europeo encontró
que las garantías otorgadas por Estados Unidos cumplían con dichas garantías. En
ese sentido, el Tribunal Europeo indicó que dicho país tenía una larga historia de
respeto por la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho 612. En
palabras del Tribunal Europeo en este caso, citando el caso Ahmad and others c.
Reino Unido:

610
Corte IDH. Wong Ho Wing Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de junio de 2015. Serie C
No. 297, párr. 180.
611
Corte IDH. Wong Ho Wing Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de junio de 2015. Serie C
No. 297, párr. 178.
612
TEDH. Harkins y Edwards c. Reino Unido. Sentencia del 17 de enero de 2012.

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La Corte recuerda su pronunciamiento en el caso Ahmad y otros c.


Reino Unido (…) en el sentido de que, en casos de extradición, las
notas diplomáticas constituyen un medio estándar para que el
Estado requirente provea las garantías que el Estado requerido
considere necesarias para consentir la extradición. En el caso Ahmad
y otros, la Corte también reconoció que, en relaciones
internacionales, las notas diplomáticas cuentan con una presunción
de buena fe y que, en casos de extradición, es apropiado que dicha
presunción sea aplicada a un Estado solicitante que tenga una larga
historia de respecto por la democracia, los derechos humanos y el
Estado de Derecho, y que ha realizado extensamente arreglos de
extradición con otros Estados Partes 613. La Corte también recuerda
la particular importancia que le ha atribuido anteriormente a las
garantías por parte del Ministerio Pública respecto de la pena de
muerte 614.

Por las anteriores razones, la Corte considera que las garantías


otorgadas por el Gobierno de los Estados Unidos, el Fiscal de Florida
y el Juez (…) son claras e inequívocas 615.

454. Ahora bien, el tema de las garantías diplomáticas o de otra índole ha sido
desarrollado en más detalle en los casos relacionados con la no aplicación de
tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Así, en el caso Saadi c. Italia, el
Tribunal Europeo se refirió a cuestiones relacionadas con la determinación del
riesgo como primer paso de análisis, la carga de la prueba en esta materia y la
determinación caso por caso, aunque no profundizó en el tema de garantías
diplomáticas. Además, el Tribunal Europeo estableció pautas importantes para
evaluar el contexto en un país, incluyendo el tipo de evidencia que puede ser
considerar en la determinación.

455. Así, el Tribunal Europeo indicó en este caso que “corresponde al peticionario
aportar las pruebas que demuestren que existen motivos fundados para creer que,
si la medida impugnada se implementa, se vería expuesto a un riesgo real de ser
sometido a un trato contrario al artículo 3 616 y, en este caso, corresponde al Estado
disipar cualquier duda al respecto 617.

456. Ahora bien, específicamente en cuanto a la consideración de las circunstancias en


el Estado receptor, el Tribunal Europeo, citando su precedente en el caso
Vilvarajah y otros c. Reino Unido, indicó que “con el fin de determinar si existe
riesgo de malos tratos, el Tribunal debe examinar las consecuencias previsibles del

613
TEDH. Harkins y Edwards c. Reino Unido. Sentencia del 17 de enero de 2012, párr. 85.
614
TEDH. Harkins y Edwards c. Reino Unido. Sentencia del 17 de enero de 2012, para 85. Citando. (Nivette v.
France (dec.), No. 44190/08, 14 de diciembre de 2000).
615
TEDH. Harkins y Edwards c. Reino Unido. Sentencia del 17 de enero de 2012, párr. 86.
616
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008. Para 129. Citando. N. c. Finlandia, No. 38885/02, § 167, 26 de
julio de 2005.
617
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008, párr. 129.

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envío del solicitante al país receptor, teniendo en cuenta la situación general de


dicho país, así como las circunstancias personales del solicitante” 618. En cuanto a la
documentación que resulta relevante en esta determinación, en el caso Saadi c.
Italia el Tribunal Europeo recapituló lo indicado en casos anteriores en los
siguientes términos:

(…) en cuanto a la situación general de un país en particular, a


menudo la Corte ha concedido importancia a la información
contenida en los informes recientes de organizaciones
internacionales independientes de derechos humanos como
Amnistía Internacional o a fuentes gubernamentales, como el
Departamento de Estado de EE.UU. (véase, por ejemplo, Chahal,
antes citada, §§ 99-100; Müslim c. Turquía, no. 53566/99, §67, 26 de
abril de 2005; Said c. Países Bajos, no. 2345/02, §54, 5 de julio 2005,
y Al-Moayad c. Alemania (diciembre), no. 35865/03, § § 65-66, 20 de
febrero de 2007). Al mismo tiempo, la Corte ha sostenido que la
mera posibilidad de recibir malos tratos a causa de una situación
inestable en el país receptor no constituye, por sí sola, una violación
del artículo 3 (ver Vilvarajah y otros, antes citada, § 111, y Fatgan
Katani y otros c. Alemania (diciembre), no. 67679/01, 31 de mayo de
2001) y que cuando las fuentes disponibles describen una situación
general, las denuncias concretas del solicitante en el caso específico
requieren corroboración con otras pruebas (ver Mamatkulov y
Askarov, antes citada, § 73, y Müslim, antes citada, §68) 619
(traducción no oficial).

457. Respecto del marco temporal que debe evaluarse para determinar la presencia de
un riesgo, el Tribunal Europeo indicó en los casos Chahal c. Reino Unido y
Venkadajalasarma c. Países Bajos que “es necesario evaluar la existencia del riesgo
principalmente en relación con los hechos que se conocían o debían haber sido
conocidos por el Estado Parte al momento de la expulsión. Sin embargo, si el
solicitante aún no ha sido extraditado o deportado cuando el Tribunal examina su
caso, el momento relevante a tomar en consideración es el del procedimiento ante
el Tribunal” 620. El Tribunal precisó que en el caso Mamatkulov y Askarov c. Turquía
que “esta situación normalmente se presenta cuando, como en el presente caso, la
deportación o extradición se ha retrasado como consecuencia de una medida
cautelar ordenada por parte del Tribunal, con base en el artículo 39 del
Reglamento del Tribunal. En consecuencia, si bien es cierto que los hechos
históricos son de interés en la medida en que arrojan luz sobre la situación actual y
la forma en que probablemente ésta se desarrolle, las circunstancias actuales son
decisivas” 621.

618
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008, párr. 130.
619
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008, párr. 130.
620
TEDH. Chahal c. Reino Unido, párr. 85 y 86; y Venkadajalasarma c. Países Bajos. 17 de febrero de 2004,
párr. 63.
621
TEDH. Matatkulov y Askarov c. Turquía, párr. 69.

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458. Como se indicó arriba, aunque en el caso Saadi c. Italia, el Tribunal Europeo no
profundizó en la forma de analizar las garantías diplomáticas como sí lo ha hecho
en una multiplicidad de casos que se citan a continuación, en dicho caso reiteró lo
indicado en el caso Chahal c. Reino Unido, en el sentido de que el análisis de las
garantías debe efectuarse en “su aplicación práctica” 622. El punto fundamental que
estableció la Corte Europea en este caso, es que “el peso que se da a las garantías
ofrecidas por el Estado receptor depende, en cada caso, de las circunstancias
imperantes” 623.

459. De lo anterior, resulta entonces que la Comisión determinó en el caso Wong Ho


Wing que “es necesario analizar la situación de riesgo en el Estado receptor o
solicitante, incluyendo el alcance y la aplicación práctica de las garantías
otorgadas, caso por caso” 624.

460. El Tribunal Europeo ha indicado que en la determinación de la aplicación práctica


de las garantías, y el peso que se le debe atribuir a las mismas, la cuestión
preliminar es si la situación general de derechos humanos en el Estado receptor
excluye la aceptación de garantías en cualquier circunstancia. Sin embargo, sólo en
casos excepcionales la situación general de un país puede indicar en sí misma que
no es posible otorgar ningún peso a las garantías otorgadas 625.

461. El análisis que usualmente efectúa el Tribunal Europeo se basa en dos elementos
principales: la calidad de las garantías otorgadas, y la determinación de si, a la luz
de las prácticas en el Estado receptor, dichas garantías pueden ser confiables. Este
Tribunal ha conocido un importante número de casos que le han permitido
desarrollar una serie de factores relevantes en el análisis de estos dos aspectos
principales. Estos factores fueron recapitulados recientemente por el Tribunal
Europeo en el caso Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido 626. Dentro de estos
factores, la Comisión destacó los siguientes con las referencias de los casos
respectivos:

i. Si los términos de las garantías han sido revelados ante la


Corte 627.
ii. Si las garantías son específicas o son generales o vagas 628.

622
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008. Para 148. Citando Chahal c. Reino Unido, párr. 105.
623
TEDH. Saadi c. Italia. 28 de febrero de 2008. Para 148. Citando Chahal c. Reino Unido, párr. 105.
624
CIDH, Informe No. 78/13 Caso 12.794, Fondo, Wong Ho Wing (Perú). Fecha de remisión a la Corte: 30 de
octubre de 2013, párr. 246.
625
TEDH. Gaforov c. Rusia. Caso No. 25404/09, párr. 138, 21 de octubre de 2010; Sultanov c. Rusia, Caso No.
15303/09, párr. 73, 4 de noviembre de 2010; Yuldashev c. Rusia, No. 1248/09, párr. 85, 8 de julio de 2010.
626
TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9
de mayo de 2012, párr. 189.
627
TEDH. Ryabikin c. Rusia, No. 8320/04, pág. 119, 19 de junio de 2008); Muminov c. Rusia, No. 42502/06, pág.
97, 11 de diciembre de 2008). Citados en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09.
Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.

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iii. Quién ha dado las garantías y si dicha persona puede obligar al


Estado receptor 629.
iv. Si las garantías fueron emitidas por el gobierno central del
Estado receptor, y si es posible afirmar que las autoridades
locales asumirán la misma posición 630.
v. Si las garantías conciernen un tratamiento que es legal o ilegal
en el Estado receptor 631.
vi. Si las garantías han sido dadas por un Estado Parte 632.
vii. El tiempo y la fortaleza de las relaciones bilaterales entre los
Estados involucrados, incluyendo los antecedentes del Estado
receptor en cuanto al cumplimiento de garantías similares 633.
viii. Si el cumplimiento con las garantías puede ser objetivamente
verificado mediante mecanismos diplomáticos u otros
mecanismos de monitoreo, incluyendo acceso sin obstáculos a
los representantes legales del peticionario 634.
ix. Si existe un sistema efectivo de protección contra la tortura en
el Estado receptor, incluyendo si se trata de un Estado
dispuesto a cooperar con mecanismos internacionales de
monitoreo (incluyendo organizaciones internacionales de
derechos humanos) y si se trata de un Estado dispuesto a
investigar alegatos de tortura y castigar a los responsables 635.

628
TEDH. Klein c. Rusia, No. 24268/08, pág. 55, 1 de abril de 2010; Khaydarov c. Rusia, No. 21055/09, pág. 111,
20 de mayo de 2010. Citados en: TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia
del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
629
TEDH. Shamayev y Others c. Georgia y Rusia, No. 36378/02, pág. 344); Abu Salem c. Portugal, No. 26844/04,
9 de mayo de 2006; Garayev v. Azerbaijan, No. 53688/08, pág. 74, 10 de junio de 2010; Baysakov y Others c.
Ucrania, No. 54131/08, pág. 51, 18 de febrero de 2010; Soldatenko c. Ucrania, No. 2440/07, pág. 73, 23 de
octubre de 2008. Citados en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del
17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
630
TEDH. Chahal. pág. 105-107. Citado en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09.
Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
631
TEDH. Cipriani c. Italia, No. 221142/07, 30 de marzo de 2010; Youb Saoudi c. España, No. 22871/06, 18 de
septiembre de 2006; Ismaili c. Alemania, No. 58128/00, 15 de marzo de 2001; Nivette v. France, No.
44190/98. Citados en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del 17 de
enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
632
TEDH Chentiev y Ibragimov c. Eslovaquia, nos. 21022/08 y 51946/08, 14 de septiembre de 2010; Gasayev c.
España (No. 48514/06, 17 de febrero de 2009). Citados en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso
No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
633
TEDH Others, pág. 107 y 108; Al-Moayad c. Alemania, No. 35865/03, pág. 68, 20 de febrero de 2007. Citados
en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final
9 de mayo de 2012, párr. 189.
634
TEDH. Chentiev y Ibragimov c. Eslovaquia, nos. 21022/08 y 51946/08, 14 de septiembre de 2010; Gasayev c.
España (No. 48514/06, 17 de febrero de 2009). Citados en. TEDH. Othman (Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso
No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012, párr. 189.
635
TEDH Koktysh c. Ucrania, No. 43707/07, pág. 63, 10 de diciembre de 2009). Citado en. TEDH. Othman (Abu
Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de 2012,
párr. 189.

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x. Si la confiabilidad de las garantías ha sido examinada por


autoridades judiciales internas del Estado Parte 636.

462. Por su parte, en cuanto a la consideración del contexto y el peso que se debe
atribuir al mismo no obstante la expedición de garantías, el Comité contra la
Tortura de Naciones Unidas indicó en el caso Agiza c. Suecia que la rendición del
peticionario desde Suecia tras las garantías escritas presentadas por un
representante del Gobierno de Egipto violó el artículo 3 de la Convención contra la
Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Las garantías
en dicho caso indicaron que el peticionario no sería sometido a tortura u otro trato
inhumano, que no sería condenado a muerte ni ejecutado, y que la Embajada de
Suecia podría monitorear su juicio y visitarle antes y después de su condena. No
obstante lo anterior, el Comité encontró que las autoridades suecas sabían o
debieron saber el riesgo de tortura del peticionario en Egipto. El Comité precisó
que “la procura de garantías diplomáticas que no prevén un mecanismo para su
exigibilidad, no es suficiente para proteger en contra del riesgo manifiesto” 637.

463. Cabe mencionar que sobre el análisis de las garantías diplomáticas también hay
importantes precedentes en derecho comparado. Así por ejemplo, en el caso
Manickavasagam Suresh v. The Minister of Citizenship and Immigration and the
Attorney General of Canada, citado anteriormente, la Corte Suprema de dicho país
indicó:

En la evaluación de las garantías por parte de un gobierno


extranjero, debería tomar en consideración el record en derechos
humanos del Estado que está otorgando las garantías, el record del
Estado en el cumplimiento de dichas garantías, y la capacidad del
gobierno de cumplirlas, particularmente cuando existe duda sobre
la habilidad del gobierno de controlar sus propias fuerzas de
seguridad (…) 638

La autoridad debe proveer razones escritas para su decisión. Estas


razones deben articular y sostener razonablemente su
determinación de que no existen suficientes bases para creer que el
individuo (…) será sometido a tortura, ejecución u otros tratos
crueles, en la medida en que la persona bajo consideración ha
levantado tales argumentos (…). En adición, las razones deben
emanar de la persona que va a tomar la decisión y no tomar la forma
de consejo o sugerencia 639.

636
TEDH. Al-Moayad c. Alemania, No. 35865/03, pág. 66-69, 20 de febrero de 2007. Citado en. TEDH. Othman
(Abu Qatada) c. Reino Unido. Caso No. 8139/09. Sentencia del 17 de enero de 2012. Final 9 de mayo de
2012, párr. 189.
637
Comité contra la Tortura, caso Algiza c. Suecia.
638
Supreme Court of Canada. Manickavasagam Suresh v. The Minister of Citizenship y Immigration y the
Attorney General of Canada (Suresh v. Canada), 2002, SCC 1. File No. 27790, de enero de 11, 2002, párr. 125.
639
Supreme Court of Canada. Manickavasagam Suresh v. The Minister of Citizenship y Immigration y the
Attorney General of Canada (Suresh v. Canada), 2002, SCC 1. File No. 27790, de enero de 11, 2002, párr. 126.

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464. En conclusión, la Comisión determinó que los anteriores estándares en cuanto a las
características, alcance y contenido de las garantías diplomáticas o de otra índole
para asegurar que no se impondrá o aplicará la pena de muerte o que no se
infligirán torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, constituyen el marco
a partir del cual se debe analizar si un Estado cumplió con su obligación de solicitar
garantías y de valorarlas adecuadamente en cuanto a su suficiencia, claridad y
confiabilidad. En dicho análisis, es necesario examinar tanto las garantías
otorgadas, como el comportamiento del Estado bajo cuya jurisdicción se encuentra
la persona solicitada en la solicitud y valoración de dichas garantías 640.

465. La Comisión concluyó que el Estado peruano dio curso a la solicitud de extradición
sin tomar en cuenta que el Estado requirente incurrió en graves omisiones e
irregularidades en la solicitud inicial; y que tiene un contexto conocido a nivel
internacional respecto de la aplicación de la pena de muerte y denuncias del uso de
la tortura. En tal medida, sin indicar que es per se imposible conceder una
extradición en estas circunstancias, la Comisión destacó que el Estado peruano
debía tramitar la solicitud de extradición con especial diligencia y particular
seriedad, a fin de cumplir con su obligación de disipar toda duda que estas
circunstancias especiales pudieran generar y, de esa manera, cumplir con su
obligación de garantizar la vida y la integridad personal de una persona bajo su
jurisdicción 641.

640
CIDH, Informe No. 78/13 Caso 12.794, Fondo, Wong Ho Wing (Perú). Fecha de remisión a la Corte: 30 de
octubre de 2013, párr. 251.
641
CIDH, Informe No. 78/13 Caso 12.794, Fondo, Wong Ho Wing (Perú). Fecha de remisión a la Corte: 30 de
octubre de 2013, párr. 290.

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