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FACULTAD DE INGENIERÍA
INGENIERÍA QUÍMICA
TÍTULO DE LA EXPERIENCIA
El trabajo debe contar con: Resumen, introducción, marco teórico, objetivos (generales y
específicos), desarrollo experimental, datos, resultados y cálculos, análisis de los resultados,
conclusiones, recomendaciones específicas,
1. RESUMEN
La determinación del coeficiente adiabático ( ) para el aire, más específicamente la relación entre las
capacidades caloríficas del mismo, a presión y volumen constante (CP y CV), se llevó a cabo a partir
del método establecido por Clément y Desormes. Los datos obtenidos en el laboratorio, relacionados
con diferentes alturas medidas en el manómetro, permitieron determinar la razón entre CP y CV,
obteniendo un valor promedio de 1.291, proveniente de diez repeticiones para el proceso adiabático
e isocórico descrito por estos dos científicos. Asimismo, el coeficiente adiabático promedio calculado
de forma experimental, fue supeditado a una serie de pruebas y análisis estadísticos con el fin de
comprobar la exactitud y precisión de la ejecución del método empleado en el laboratorio al
compararlo con el valor encontrado en la bibliografía, correspondiente a 1.40 para el gas estudiado,
aire. Finalmente, se realizó el cálculo de las capacidades caloríficas de forma individual, teniendo en
cuenta las relaciones entre ellas. De esta manera, se corroboró la eficiencia del método empleado,
puesto que a pesar de ser considerado arcaico, proporciona resultados convenientes a partir de una
manipulación sencilla del montaje esbozado por Clément y Desormes en su idea original.
2
2. INTRODUCCIÓN
La cantidad de energía calorífica (C) que debe ser absorbida por una mol de un gas a volumen (o
presión) constante para aumentar la temperatura del mismo en un grado, es por definición, conocida
como Cv (o Cp). Esta energía calorífica absorbida provoca que las moléculas se muevan mas rápido
(aumento en la energía traslacional), roten con mayor velocidad (aumento en la energía rotacional),
que vibren con una rapidez superior (aumento en la energía vibratoria) e incluso provoca la excitación
de modos electrónicos o nucleares. Así pues, el conocimiento de estas capacidades constituye un
papel importante en la comprensión de la complejidad de las moléculas gaseosas.
Ahora bien, para medir la capacidad calorífica de un sistema gaseoso de manera directa se requieren
ciertos cuidados, debido a que necesariamente los datos experimentales del calor intercambiado deben
derivarse con respecto a la temperatura. Lo anterior proviene de la primera ley de la termodinámica,
a partir de la cual se define la capacidad calorífica a volumen constante, como la variación de la
energía interna del sistema con la temperatura: CV=( U/ T)V y de manera análoga, la capacidad
calorífica a presión constante se puede definir como la variación de la entalpía correspondiente:
Cp=( H/ T)p.
Por esta razón, en la práctica resulta más accesible en sistemas gaseosos medir el cociente de las
capacidades caloríficas a presión y a volumen constante, γ = CP⁄CV . Esta cantidad gamma , conocida
también como factor de expansión isentrópica, coeficiente de dilatación adiabático y razón de
3
capacidades caloríficas; conserva la información sobre la estructura interna de las moléculas que
componen el gas.
Cabe resaltar, que la medición de este cociente ( ) se puede llevar a cabo a partir de diversos métodos
entre los cuales se pueden destacar el método de Rüchardt, el método de la velocidad del sonido y
finalmente el empleado para la realización de esta práctica, correspondiente al planteado por Clement
y Désormes, el cual básicamente consiste en someter a un sistema, compuesto por una cierta cantidad
de gas, a transformaciones adiabáticas e isocóricas; con un nivel de exactitud final de
aproximadamente 95%.
3. MARCO TEÓRICO
a. Capacidad calorífica
La capacidad calorífica es una propiedad que indica la disposición o como su nombre lo sugiere la
capacidad de las sustancias o los materiales de absorber energía, en forma de calor, de su entorno.
Asimismo, representa la cantidad de calor necesario para aumentar la temperatura de un objeto en una
unidad (1ºC) [1]. En términos matemáticos, la capacidad calorífica C puede expresarse como [2]:
(1)
Asimismo, cuanto más grande es la muestra, mayor cantidad de energía térmica se requiere para
elevar la temperatura en una cantidad dada y por lo tanto su capacidad calorífica será mayor; esto
implica que se trata de una propiedad extensiva. En este sentido, es frecuente informar, ya sea la
capacidad calorífica específica, también conocida como calor específico, 𝐶𝑠, que corresponde a la
capacidad calorífica divida por la masa (𝐶𝑠 = 𝐶⁄𝑚), o la capacidad calorífica molar, 𝐶𝑚, expresada
como la capacidad calorífica dividida por la cantidad (en moles) de la muestra (𝐶𝑚 = 𝐶⁄𝑛) [3]; siendo
esta última la base de los análisis posteriores. Cabe aclarar que no se elucidará sobre esta notación
para capacidad calorífica molar (𝐶𝑚), sino simplemente se evidenciará el proceso que
[1]
W.D. Callister, Jr.,Introducción a la ciencia e ingeniería de los materiales 2. Barcelona, España:
Editorial Reverté, S.A., 1996, pp 668.
[2]
I. N, Levine. Fisicoquímica, volumen 1. Madrid, España: McGraw-Hill/Interamericana de España,
S.A., 2002, pp 61-62.
[3]
P.W. Atkins, L.L. Jones. Principios de Química: los caminos del descubrimiento. Tercera edición.
Buenos Aires, Argentina: Editorial médica Panamericana, S.A. 2006, pp. 205.
describa, es decir, a presión o volumen constante; no obstante se hace énfasis en su importante
consideración para el estudio del coeficiente entre capacidades.
El valor de la capacidad calorífica depende en gran medida de la temperatura, por ello resulta mejor
definir esta propiedad, específicamente para los gases, para cambios infinitesimales (procesos
reversibles) de temperatura que para cambios finitos de la misma (procesos irreversibles), puesto que
para estos últimos, se tendría una T indefinida (existe un gradiente de temperatura) y por consiguiente
la variación infinitesimal dT también lo será.
dU = δQ + dW (2)
Ahora bien, teniendo en cuenta que la energía interna es una función del volumen y la temperatura
[U(V,T)], se expresa su diferencial total como sigue:
(3)
Como se considera el proceso a volumen constante, la diferencial total para la energía interna, se
representa de la siguiente manera:
[4]
C.V. Callau, A.M Gracia. Termodinámica Técnica, Prensas Universitarias de Zaragoza, Primera edición
, pp. 108-109
(4)
De (4) se observa la relación entre el calor transferido desde el entorno dQv, y el aumento en la
temperatura dT del sistema a volumen constante.
δQv ∂U
Cv ≡ dT
= ( ∂T )
v (5)
Así pues, en la ecuación (5) se introduce el término Cv, correspondiente a la capacidad calorífica a
volumen constante, dado por la variación de energía interna que sufre un sistema, cuando varía su
temperatura en un proceso isométrico.
Para un cambio de estado a presión constante la formulación de la primera ley, dada en (1) se convierte
en:
dU = δQP − PdV (2.2)
Donde el subíndice de Q indica la naturaleza del proceso isobárico.
Con base en la consideración de la presión constante durante el proceso, al integrar la expresión (2.2)
resulta:
(6)
6
U2 − U1 = Qp − P(V2 − V1) (7)
Al reordenar la relación anterior y despejar para el calor a presión constante, QP, se obtiene:
Las expresiones entre paréntesis (U + PV), conciernen a una función definida por la combinación de
variables de estado, lo que implica que esta en sí misma es una variable de estado, la cual se conoce
como entalpía (H). En este sentido, esta se define como:
H = U + PV (9)
Utilizando la definición proporcionada en (9) es posible expresar el calor a presión constante dado en
(8) como: H2 − H1 = Qp; a partir de esto se obtiene que la diferencial de entalpía corresponde a la
energía térmica, en forma de calor; para un proceso isobárico.
dH = δQP (10)
[5] C.V.Callau, A.M Gracia. Termodinámica Técnica, Prensas Universitarias de Zaragoza, Primera edición
, pp. 108-109
Ahora bien, si se considera la entalpía como una función de la temperatura y la presión [H(T,P)], la
diferencial total de ésta, se encuentra determinada por:
(11)
En este caso, específico donde se considera una transformación a presión constante, la diferencial
total para la entalpía, se expresa de la siguiente manera:
(11.1)
(12)
δQP ∂H
CP ≡ dT
= ( ∂T )
P (13)
En este sentido, se incluye en (13) el término CP, correspondiente a la capacidad calorífica a presión
constante, definida como la variación de entalpía que sufre un sistema en un proceso isobárico, cuando
la temperatura cambia.
Para determinar esta relación en primera instancia, se despeja de la expresión de la primera ley dada
en (1), la diferencial energía interna (dU), teniendo en cuenta que el trabajo que se realiza, como se
aclaró, es –PdV; con lo cual se obtiene:
dU = dQ − PdV (2.3)
Ahora bien, considerando la derivada total de la energía interna expresada en (3) y la definición de
capacidad calorífica a volumen constante dada en (5); resulta:
(3.1)
Gilbert. Fisicoquímica, Segunda Edición. México: Editorial Pearson Educación. 1998, pp 121-129. [7] P.
[6]
Atkins, J. D. Paula. Química Física, octava edición. Buenos Aires, Argentina: Editorial médica Panamericana,
2008, pp. 69
(14)
(15)
Se divide la expresión (15) entre dT y se tiene en cuenta la definición de capacidad calorífica a presión
constante (Cp) dada en (13), con lo que resulta:
(16)
Como se observa, la ecuación (16) expresa la relación entre las capacidades caloríficas, Cp y Cv.
Generalmente, esta relación se reescribe de la forma:
∂U ∂V
Cp − Cv = [P + ( ∂ V ) ] ( ∂ T )
T P (17)
Se tiene entonces una relación general entre CP y Cv, en la cual la cantidad del segundo miembro es
siempre positiva; en consecuencia, para cualquier sustancia, CP es siempre mayor que Cv.
PdV producido por un aumento unitario de temperatura en un proceso a presión constante; el segundo
término, es la energía necesaria para mantener separadas las moléculas contra las fuerzas
intermoleculares de atracción.
8
Ahora bien, si un gas se expande, la distancia promedio entre las moléculas aumenta, por lo tanto se
debe suministrar una pequeña cantidad de energía para que el gas arrastre las moléculas a esta
separación mayor contra las fuerzas de atracción. Esta energía requerida por aumento unitario de
volumen está dada por la derivada .
De este modo, en un proceso a volumen constante no se produce trabajo y la distancia promedio entre
las moléculas permanece igual. Por tanto, la capacidad calorífica (Cv) es pequeña, todo el calor
transferido se traduce en un movimiento caótico y se manifiesta mediante un aumento de la
temperatura. Por su parte, en un proceso a presión constante, el sistema se expande contra la presión
externa y produce trabajo en el entorno; lo que implica que el calor transferido desde el entorno se
divide en tres porciones: la primera parte produce trabajo, la segunda proporciona la energía necesaria
para separar las moléculas a una distancia mayor y la tercera se traduce en un aumento de la energía
del movimiento desordenado. Sólo esta última parte se exterioriza mediante un aumento de la
temperatura.
Es así, como para lograr un aumento de la temperatura de un grado se necesita transferir más energía
térmica en forma de calor, en un proceso a presión constante que en uno a volumen constante. En
consecuencia, Cp es mayor que Cv.
Asimismo, existe otra manera de relacionar estas capacidades caloríficas como un factor gamma (γ),
determinante en el análisis de los procesos adiabáticos. Para esto, se considera una etapa en una
expansión adiabática reversible cuando la presión interna y externa es P. Ahora bien, se parte de la
relación de la primera ley dada en (2), teniendo en cuenta que el trabajo realizado cuando el gas se
expande en dV es W=-PdV, como ya se ha aclarado; así como también la naturaleza del proceso, es
decir no hay transferencia de calor, por consiguiente la primera ley queda expresada como sigue:
dU = −PdV (2.4)
Como se está haciendo el análisis para un gas ideal, es posible reemplazar a partir de la ecuación de
estado para gases ideales (PV = RT) la presión y obtener:
(19)
Con el fin de integrar esta expresión, se nota que T es igual a Ti cuando V es igual a Vi, y es igual a
Tf cuando V es igual a Vf al final de la expansión. Por consiguiente,
(20)
Como se observa CV ha salido de la integral, lo que implica que se esta considerando independiente
de la temperatura, para el intervalo considerado. Al integrar se obtiene:
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(20.1)
Teniendo en cuenta que ln(x⁄y) = − ln(y⁄x), la expresión (20.1) se reordena de la siguiente manera:
Aplicando la propiedad de los logaritmos (ln x)n = n(ln x) y tomando una constante ; se
obtiene:
Lo que implica que (Tf⁄Ti)c = (Vi⁄Vf); reorganizando esta expresión se tiene que:
(22)
Ahora bien, los estados inicial y final de un gas ideal satisfacen la ley del gas ideal sin tener en cuenta
cómo se lleva a cabo el cambio de estado, así pues se puede utilizar la ecuación de estado ya
mencionada para escribir:
Se introduce un factor gamma que relacione las capacidades caloríficas molares, dado por la ecuación
(24) además se tiene en cuenta el hecho que, para un gas ideal, CP − CV = R, donde R corresponde a
la constante de los gases (la demostración de esta última relación se realizará más adelante), con lo
que se demuestra que:
(24)
(25)
(26)
Ordenando la expresión (26) resulta PiViγ = PfVfγ, o lo que es lo mismo, PVγ = constante; relación de
gran importancia en el estudio de procesos adiabáticos reversibles; donde a su vez la consideración
de la relación entre las capacidades caloríficas juega un papel fundamental, no solo para el análisis
del comportamiento de los gases según el número de moléculas que contenga, sino también permite
describir las adiabatas que ilustran el proceso y por consiguiente la variación de las distintas variables
a considerar. Cabe aclarar que esta razón de capacidades caloríficas, gamma (γ), definida por γ =
CP⁄CV es siempre mayor que la unidad.
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El conocimiento del cociente de capacidades caloríficas, implica la obtención de éstas de manera
individual, lo que a su vez trae consigo la comprensión del comportamiento y estructura de las
moléculas de los gases. Por consiguiente, el establecimiento de métodos eficientes que favorezcan la
medición de este coeficiente, constituye una idea de investigación que se ha cultivado a lo largo de la
historia en el raciocinio de diversos científicos que han intentado satisfacer este interrogante de la
ciencia. Entre los métodos más destacados, se puede hacer mención de los siguientes:
El método más antiguo para hallar el valor de es el modelo diseñado por Clément y Desormes, a
comienzos del siglo XIX; caracterizado por un procedimiento de gran simplicidad. No obstante, a
[8]
A.M Collieu, D.J. Powney. Propiedades mecánicas y térmicas de los materiales. Editorial Reverte, S.A.,
1977, pp 225-226.
Departamento de Física, Facultad de Ciencias Exactas, UNPL, (2010). Termodinámica del aire: Medida del
cociente de calores específicos, pp. 3-4.
pesar que hoy en día, solo tiene interés histórico; en comparación con la instrumentación electrónica
moderna, la exactitud obtenida en los resultados es bastante satisfactoria; lo que justifica su utilidad
en los laboratorios de física y fisicoquímica actuales.
En general, el montaje a emplear (figura 1) está formado por un recipiente grande, aislado, el cual a
su vez cuenta con un tapón o cubierta con tres orificios ajustados a su boca. A través de estas aberturas
se conecta el gas del interior del recipiente a un manómetro, normalmente lleno con un aceite ligero
o ácido sulfúrico; la fuente del gas a investigar a una presión mayor que la atmosférica y por último
el orificio que va conectado a la atmósfera; este último puede cerrarse con un tapón.
Clément y Desormes plantearon las siguientes etapas para la consecución del método:
» Etapa 1: El gas a ensayar se bombea dentro del recipiente hasta que su presión es ligeramente mayor
que la atmosférica y se permite que alcance el equilibrio térmico con el entorno próximo (la
atmósfera).
» Etapa 2: Cuando se ha alcanzado este estado se quita el tapón del orificio que va conectado a la
atmósfera durante un tiempo breve y luego se vuelve a colocar. Así pues, la expansión que tiene lugar
cuando se retira el tapón es aproximadamente adiabática, puesto que existe poco tiempo para que
pueda fluir calor desde el recipiente y la atmósfera hacia el interior del gas. Como consecuencia del
trabajo realizado por el gas empujando la atmósfera cuando escapa, su temperatura disminuye.
» Etapa 3: Una vez el tapón ha sido vuelto a colocar, se deja otra vez que el gas alcance el equilibrio
térmico con su entorno próximo. Esta última transformación tiene lugar a volumen constante y este
proceso se dice que es isócoro.
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Con base en el procedimiento planteado en el método, las únicas lecturas que hay que tomar son: I.
La presión algo superior a la presión atmosférica (P1)
II. La presión atmosférica (P0)
III. La presión final después que el gas ha alcanzado el equilibrio térmico por segunda vez (P2)
Se nombran estas presiones P1, P0 y P2, respectivamente. Se supone, además que el volumen ocupado
por el gas en el recipiente antes de la expansión es V1 y el que ocupa la misma masa del gas después
de la expansión es V2 (es decir, se está considerando un volumen V1 de gas que se expande hasta un
volumen V2 que es el volumen del recipiente). Así como también, se considera T1 como la temperatura
inicial (del entorno) y T2 la temperatura inferior alcanzada luego de la expansión. Estas variaciones
se muestran en el diagrama P-V de la figura 2.
12
(26)
La transformación que se produce entre las etapas 1 y 3 está dada por la ley de Boyle (admitiendo que
la temperatura del medio ambiente permanece constante), y así:
(28)
(29)
(29.1)
Las presiones P1 y P2 pueden escribirse como la suma de la presión atmosférica más la presión que
marca el manómetro. Si es la densidad del líquido manométrico, en este caso el aceite; de la
ecuación fundamental de la estática de fluidos, dada por (30), se obtienen (30.1) y (30.2):
P = P0 + ρgh (30)
P1 = P0 + ρgh1 (30.1)
P2 = P0 + ρgh2 (30.2)
(31)
Como las presiones manométricas ρgh son muy pequeñas comparadas con la presión atmosférica P0,
se puede justificar la siguiente aproximación: ln(1+x) = x.
Se llega finalmente, a una expresión muy simplificada para el coeficiente adiabático, como sigue:
h1
γ=h
1 −h 2 (32)
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En este método se deposita una esfera dentro de un tubo y se deja circular una pequeña corriente de
gas por la parte inferior del equipo, de manera que se arrastre la bola hacia arriba y esta oscile
alrededor de un orificio situado en la parte lateral del tubo, cerca de la mitad, ver figura 3. La
oscilación realizada por la esfera se puede describir como un movimiento armónico. La bola oscila
debido a que la corriente de gas llena por completo el sistema manteniéndose cierta presión, la cual
hace el efecto de empuje hacia arriba sobre la bola. Justo cuando la bola supera la altura en la que se
encuentra el orificio escapa una cantidad de materia, por lo cual la presión se descompensa y el propio
peso de la bola hace que esta descienda. El flujo continuo de aire compensa de nuevo la presión y la
esfera sube, repitiéndose esto hasta que se cierre el suministro de gas.
El volumen del sistema es el conjunto del volumen del recipiente y el volumen dentro del tubo hasta
la posición en donde se ubique la esfera. Este volumen se considera constante debido a que el ocupado
por encima del orificio se iguala con el que está debajo en la trayectoria de las oscilaciones.
[10]
C. Paraguata, A. Muñoz., S. Pulido. Determinación del coeficiente adiabático del Aire y del Dióxido de
carbono A1. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Colombia, 2014, pp. 2-3.
Para realizar un análisis matemático del fenómeno debe asumirse que las oscilaciones ocurren en
ausencia de fricción, que la fuerza recuperadora es constante, y que las oscilaciones son simétricas
respecto al orificio. Teniendo en cuenta la condición de equilibrio, se tiene que la ecuación
fundamental usada en esta parte experimental se describe a continuación:
γ = 4π22mV2 (33)
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PA T
La relación de capacidades caloríficas en los gases γ = CP⁄CV se puede determinar con buena
aproximación mediante la medida de la velocidad del sonido, que a su vez, depende de la temperatura.
Para un gas ideal la relación de capacidades calorífica viene dada por:
M c2
γ= RT (34)
donde M es la masa molar del gas, c es la velocidad de propagación de la onda sonora
en el mismo, R es la constante de los gases y T la temperatura absoluta.
[11]P. Galera. Desarrollo de un instrumento para estudios termodinámicos de gases mediante el método de la
velocidad del sonido utilizando LabVIEW. Universidad Complutense de Madrid, Física II, Madrid, pp. 8-9.
La conducción de gas se realiza por un tubo conocido como tubo de Kundt, conectado a un pistón que
contiene un micrófono. La temperatura se mide con el termómetro digital conectado al ordenador
(Ver figura 4). Se mueve el pistón despacio desde la distancia máxima de separación con el altavoz,
se anota la distancia donde se producen antinodos, es decir, máximos en el espectro de frecuencia; la
separación de los mismos que se mide con un metro, indica un desplazamiento del émbolo una
distancia λ/2.
Figura 4. Esquema de tubo de Kundt utilizado para medir la velocidad del sonido.
Se utiliza un osciloscopio para determinar la fase entre la señal del altavoz y del micrófono de modo
que la señal del oscilador se encuentra conectada al barrido horizontal y la señal recibida por el
micrófono y amplificada al barrido vertical.
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de 0° (en fase), a una línea inclinada a la izquierda 45 ° indica un desfase de 180°, es decir tal cambio
indica un desplazamiento de λ/2 del émbolo que contiene el micrófono.
El teorema de equipartición aporta las bases para el concepto de la relaciones que existen en la
energía interna de un cuerpo y su temperatura, así como, basándose en la termodinámica estadística,
la relación que existe entre una velocidad promedio por cada mol de partículas y la temperatura del
compuesto que conforman las mismas y donde estás relaciones son el fundamento para el
conocimiento de las capacidades caloríficas, tanto a presión, como a volumen constante, para los
gases ideales.
[12]
R. A. Serway, J.W.Jewett,Jr. Física para ciencias e ingeniería, volumen 1, séptima edición. México,
D.F.:Cengage Learning Editores, S.A, 2008, pp 587-594.
El número de grados de libertad de una molécula, corresponde a la cantidad de coordenadas
independientes que deben ser especificadas, con el fin de delimitar la ubicación de la molécula y los
átomos que la componen.
Estos grados de libertad de las moléculas, están dados por su capacidad para trasladarse (el
movimiento de su centro de masa a través del espacio), para rotar alrededor de su centro de masa o
para vibrar (por el cambio en los ángulos y en las distancias de sus enlaces). Muchas propiedades
físicas y químicas dependen de la energía asociada con cada uno de sus modos de movimiento.
En primer lugar, una “contribución cuadrática” a la energía significa un aporte que puede ser
expresado como el cuadrado de una variable, como la posición o la velocidad. Por ejemplo, la energía
cinética de un átomo de masa que se mueve a través del espacio es:
(35)
Es decir, existen tres contribuciones cuadráticas a esta energía. Por la teoría cinética de los gases, se
conoce una relación entre la presión de un gas ideal con la energía cinética rotacional promedio de
sus moléculas y al número de moléculas, dada ésta por (36) como sigue.
A
Donde N hace referencia al número de moléculas, NA al número de Avogadro, y a la constante de
Boltzmann.
16
Igualando (36) y (37) se obtiene una relación entre la temperatura absoluta y la energía cinética
rotacional dada por:
El cuadrado de la rapidez total de las moléculas se relaciona mediante el teorema de Pitágoras por
(39)
Debido a la aleatoriedad del movimiento de las partículas dentro del recipiente donde se confinan, la
rapidez en las tres componentes puede considerarse aproximadamente igual y cuyo término se notara
como vc y con ello se establece la relación que:
La ecuación (41) fundamenta el teorema de equipartición. Por este teorema es posible reconocer cual
es el aporte energético que ejerce la velocidad cinética traslacional en cada componente , y como
generalización se extiende que este aporte energético es el mismo hecho por todos los grados de
libertad de la molécula.
Si se reemplaza (41) en (35) se establece una relación entre la energía cinética traslacional y la
temperatura; donde la energía media de los átomos es:
Por consiguiente, la energía cinética para N moléculas de gas, estaría dada por el producto de dicha
cantidad de moléculas multiplicada por la energía que cada una aporta tal como se muestra:
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Si se considera que la única forma de energía dentro del sistema es debido al movimiento traslacional,
entonces esta corresponderá a su energía interna. De esta manera se establece la exclusiva
dependencia, para un gas ideal, de su energía interna con la temperatura y cuya expresión está dada
por (35a).
Para un gas ideal diatómico, como aproximadamente se considera el aire, quien en mayor
proporción está conformado por N2 y O2, la deducción hecha en (43) se modifica, ya que este
tipo de gases posee 2 grados de libertad rotacional y 3 traslacionales. Como el aporte energético
es equitativo para todos los grados de libertad y es equivalente a por cada grado según la
ecuación (36), entonces es válido concluir que la energía interna para este tipo de gases es:
En un sistema donde solo exista transferencia de calor y no haya cambio de volumen que
provoque la generación de trabajo en ningún sentido, es decir, que W = 0; por la primera ley de
la termodinámica expresada en (2) se tiene que para este proceso:
ΔU = Q (2.1)
Como el proceso es isocórico, la cantidad de flujo de calor estará dada por (1.1)
Q = nCVΔT (1.1)
Dividiendo a ambos lados de la igualdad sobre nΔT y aplicando el límite para cuando este cambio en
la temperatura tiende a cero;
Si se compara el resultado obtenido en (46) y el de (5), se observa que son expresiones completamente
equivalentes en su significado físico aunque sus derivaciones partan desde dos puntos distintos, es
decir, ambas establecen la relación que existe entre el cambio de la energía interna de un sistema al
cambiar su temperatura, para un proceso que se lleva a cabo de manera isocórica, que por definición
a tal variación se le denota como capacidad calorífica a volumen constante.
18
De (36) se tiene una función la energía interna exclusiva de la temperatura, sustituyendo en (37) y
reemplazando el número de gases de libertad para un gas diatómico
(47)
Ahora bien, si consideramos otro proceso para un gas ideal que siga una trayectoria a presión
constante, y donde los estados inicial y final sean los mismos que los del efectuado por la trayectoria
a volumen constante. Para este cambio de estado, la primera ley queda escrita de la siguiente manera:
Δ𝑈 = 𝑄 + 𝑊 (2)
En un proceso isobárico habrá tanto transferencia de calor, como trabajo realizado, por ende ambos
términos permanecen en la expresión.
Al ser la energía interna una función de estado, independientemente de la trayectoria que se tome su
cambio solo se verá influenciado por las condiciones iniciales y finales, por ende, es viable considerar
que el cambio de energía interna para un proceso a presión constante es equivalente a un cambio de
energía interna a volumen constante por la ya asunción de que ambos inician y terminan en los mismos
estados. Para un proceso isobárico el flujo de calor está dado por la ecuación (1.2) y el trabajo como
ya se mencionó es igual –PdV. Sustituyendo las expresiones (1.2), el trabajo y (45) en (2) se tiene:
𝛿𝑄 = 𝑛𝐶𝑃𝑑𝑇 (1.2)
𝑛𝐶𝑉d𝑇 = 𝑛𝐶𝑃𝑑𝑇 − 𝑃𝑑𝑉 (48
Para una presión, y capacidades caloríficas, tanto a presión como a volumen constante, invariables se
encuentra la siguiente relación:
Por la ecuación de gas ideal, descrita en (37) es posible relacionar el cambio de volumen del gas con
su respectivo cambio de temperatura siendo la presión constante como sigue:
Donde (37.1) y (37.2) representan los estados 1 y 2 del proceso isobárico que se supuso. Como la
presión persiste durante todo el trayecto igual, 𝑃1 = 𝑃2 = 𝑃. Si se resta (37.2) menos (37.1) se obtiene
que:
𝑃(𝑉2 − 𝑉1) = 𝑛𝑅(𝑇2 − 𝑇1)
𝑃Δ𝑉 = 𝑛𝑅(Δ𝑇) (30.3)
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Reemplazando (30.3) en (48.1) y dividiendo toda la expresión entre (𝑛Δ𝑇) se halla la siguiente
relación:
𝐶 𝑉 = 𝐶𝑃 − 𝑅 (49)
Esta expresión demuestra que la capacidad calorífica a presión constante es mayor que su análoga a
volumen constante en un factor equivalente a la constante de los gases, para todos los gases que se
comporten idealmente.
4. OBJETIVOS
a. Objetivo General
Determinar a partir de prácticas experimentales la relación entre las capacidades caloríficas del aire,
a presión y volumen constante (CP y CV), a partir del método de Clement y Désormes
» Hallar el coeficiente de dilatación adiabática promedio del aire con un 95% de exactitud.
» Realizar una comparación estadística entre el promedio del cociente de capacidades caloríficas obtenido
con el valor teórico.
» Determinar a partir de la estadística si hay diferencias significativas entre el valor promedio de las
capacidades caloríficas para el aire y los valores encontrados en la bibliografía.
20
» Calcular las capacidades caloríficas a presión y volumen constante para el aire a partir de los datos
obtenidos.
5. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
a. Materiales
21
» Recipiente de vidrio con tapa metálica » Llave para control de flujo de ½in
22
» 1 racor o entronque metálico macho para » Bomba de vacío.
manguera de ½ in
» Manómetro en forma de “U” de dos ramas » Aceite mineral (ACEITE JOHNSON 300mL)
abiertas.
23
» 1 adaptador macho para tubo PVC de ½ in » 1 adaptador hembra para tubo PVC de ½in
» 1 acople para rosca, de hierro. 1 racor o entronque metálico con ajuste de tuerca
24
» Taladro con brocas.
Para la consecución del montaje usado en la práctica, en primera instancia, se acoplaron en la tapa del
recipiente, la cual se encontraba separada del mismo, el racor metálico y el acople para rosca; ambos
se insertaron a presión en un agujero hecho con un taladro, se ajustó la boquilla a su respectiva tuerca
reforzando con pegamento epóxico. En lo que respecta al acople, se incrementó su firmeza con el
mismo adhesivo empleado en la tuerca. Además de fortalecer la unión de las piezas, el pegamento
epóxico se usó para rellenar pequeños orificios que con el sólo ajuste a presión de las piezas no
quedaron completamente sellados. Se dejaron secar las adhesiones hasta que las mismas estuvieran
firmes y la goma completamente sólida.
Posteriormente, se ensambló la tapa al recipiente y se selló la unión con epóxi alrededor de la misma
para evitar fugas de aire y para afirmar la articulación hecha. Después que la consistencia del adhesivo
estuvo completamente sólida, se enroscó el adaptador hembra al acople de hierro, previamente forrado
con teflón para mejor cubrimiento y ajuste, y dentro de dicho adaptador se insertó un tubo de PVC,
de 15cm de altura y ½in de diámetro, cuya inserción estuvo antepuesta de una adición de soldadura
de PVC sobre las paredes del adaptador, y del tubo mismo, para lograr una firmeza en la inclusión y
prevenir cualquier tipo de escape de gases por allí, además del desprendimiento de la unión por la
manipulación progresiva que se le haría. En la parte superior del tubo se conectó un adaptador macho,
y al igual que para la unión del adaptador hembra, se fijó con soldadura para PVC. Ambas
adaptaciones se dejaron secar hasta un tiempo subjetivo que se estimó como idóneo. Luego del
secado, se forró con teflón la rosca del adaptador macho y se lió la llave en forma de “Y” a la que
previamente se humedeció con goma para PVC justó en la parte con que interaccionaría con el
adaptador mencionado y de esta manera aumentar la adhesión de los mismos.
Entretanto, en el entronque inicialmente insertado en la tapa, se hizo un forro con teflón y se enroscó
sobre ésta una llave de control metálica para flujos, la cual además venía acoplada a otro racor hembra
para manguera.
Para concluir se pintó el montaje y se adicionaron etiquetas con instrucciones de uso y demás detalles
importantes para el manejo del mismo.
25
c. Método de Clément y Desormes
En primer lugar, se midió la altura inicial (Ha) del aceite contenido en el manómetro, siendo esta la
medida de referencia con respecto a los datos subsiguientes a considerar correspondientes a las
elevaciones del mismo. Seguidamente, se abrió la llave de paso que conectaba el recipiente de vidrio
con uno de los extremos del manómetro, para aseverar las medidas de alturas requeridas luego de
suministrar el gas.
A continuación, se permitió el paso del aire proveniente del compresor hacia el recipiente de vidrio,
por la entrada de la llave de paso en forma de Y, que conectaba estos últimos. Esto, se realizó con
gran cautela, cuidando que el otro extremo de esta llave estuviera cerrada con el fin de evitar escape
de aire y por lo tanto medidas de altura erradas. Asimismo, como se requería una presión inicial mayor
a la presión atmosférica, se permitió que el aceite en el manómetro ascendiera alrededor de 20 cms
con respecto a la altura inicial (Ha); simultáneamente, la llave que permitía el paso del aire desde
compresor hasta el recipiente se cerró de manera progresiva. Luego, se esperó hasta que el aceite
alcanzara una altura constante (Hi) y se tomó nota de ésta; cabe resaltar, que la constancia en la altura
implicaba que el aire se encontraba a la temperatura ambiente del laboratorio.
Por último, se abrió mínimamente el extremo de la llave de paso en forma de Y, que comunicaba el
recipiente de vidrio con la atmósfera, permitiendo que el aire experimentara una expansión adiabática;
de forma casi inmediata se cerró este extremo y se anotó la altura del aceite en el manómetro (Hf), a
la cual el aire llegó nuevamente a la temperatura ambiente.
26
El procedimiento se repitió diez veces de la misma manera, con el objeto de promediar los resultados
y obtener un rango de error menor con respecto a la medida del cociente γ = CP⁄CV teórico.
27
6. DATOS, RESULTADOS Y CÁLCULOS
6.1 Medidas de alturas recopiladas durante la ejecución del método de Clément y Desormes:
Los datos contenidos en la Tabla 1 corresponden a las alturas, relacionadas directamente con la
presión dentro del recipiente mediante la ecuación (25), medidas en el manómetro en U como
consecuencia del desplazamiento de aceite contenido en el mismo a causa de los cambios de presión
y temperatura en el proceso de expansión adiabática de aire, un gas casi perfecto, en una serie de
10 repeticiones del proceso mencionado.
Todas las alturas consignadas en la Tabla 1 están tomadas a partir de una altura inicial de referencia
(Ha), en que se encontraba la concavidad del aceite y por consiguiente el valor real de la altura que
se desplazó dicho aceite estará dada por la diferencia de la altura total medida y la altura de
referencia, descrito esto por la ecuación (50). Las alturas reales se notaran con el supraíndice R
para diferenciarla de las aparentes, carentes del mismo.
HxR = Hx − Ha (50)
Donde x hace referencia a la notación dada inicialmente en la Tabla 1 para las alturas aparentes, es
decir, los subíndices i y f para ser más específicos.
Ahora bien, si se toman, por ejemplo, las alturas aparentes obtenidas en el ensayo 5, las alturas
reales correspondientes se calculan con la ecuación (50) como sigue:
HiR = Hi − Ha
HiR = 50cm − 31.7cm
HiR = 18.3cm
HfR = Hf − Ha
28
HfR = 33.8cm − 31.7cm
HfR = 2.1cm
De manera equivalente se calculan las alturas reales para cada repetición que se efectuó obteniendo
así los datos registrados en la Tabla 2.
Tabla 2. Datos de alturas reales calculadas a partir de los valores aparentes dados en la Tabla 1.
Número de Ensayo 𝐻𝑖𝑅 (cm) 𝐻𝑓𝑅 (cm)
1 19.80 4.50
2 13.30 3.05
3 19.10 5.80
4 16.80 3.85
5 18.30 2.10
6 21.90 4.60
7 18.70 4.50
8 14.70 3.50
9 18.90 4.50
10 17.40 3.50
Con base en la ecuación (25) se sabe que es posible relacionar las alturas contenidas en la Tabla 2,
de manera que éstas proporcionen el valor del coeficiente adiabático del gas estudiado, es decir, el
aire. Citando tal ecuación se tiene que:
Donde por analogía, la ecuación (25) se puede reescribir según la notación anteriormente dada
como:
Si como ejemplo representativo se estudian los datos obtenidos para el ensayo 3, el cálculo del
coeficiente adiabático para el aire, obtenido experimentalmente será:
De forma análoga es posible calcular los coeficientes gamma (γ) para el resto de ensayos los cuales
se presentan en la Tabla 3.
29
Número de Ensayo 𝛾
1 1.28
2 1.30
3 1.44
4 1.30
5 1.13
6 1.27
7 1.32
8 1.31
9 1.31
10 1.25
Con el coeficiente adiabático conocido, es posible usando la relación (40) obtener valores
experimentales para el Cp y CV del aire como gas ideal.
CP = Cv + R (49)
γCP − γR = CP
−γR = CP − γCP
30
Reemplazando para cada valor de encontrado experimentalmente, ejemplificado para el ensayo
8 se calcula:
Reemplazando esta capacidad calorífica a presión constante hallada, en (49) es posible conocer su
análoga a volumen constante.
Cp = CV + R
CV = Cp − R
CV = 26.82
J ⁄mol. K
7. ANÁLISIS DE RESULTADOS
31
Con el objeto de verificar la veracidad y analizar el comportamiento y significado de los resultados,
la estadística descriptiva aporta herramientas útiles para cumplir dicho objetivo, apoyados de la
inferencia e interpretación que se le dé a los datos que la misma suministra.
Según el parámetro que se desee estudiar, las pruebas estadísticas se pueden agrupar en: Test de
exactitud, y de dispersión o precisión. Los primeros hacen referencia al nivel de concordancia entre
los resultados de los distintos ensayos y el valor esperado; los segundos, evalúan el comportamiento
de todo el conjunto de datos en torno a un valor medio obtenido como un promedio de todos.
Además, otro tipo de pruebas que se pueden efectuar son las de hipótesis, las cuales se utilizan para
explicar observaciones, y juzgar el tipo de error causante de la discrepancia de los resultados
obtenidos con respecto al valor teórico esperado.
Si se calculan estos errores para valores obtenidos en la experiencia, utilizando para ejemplificar
el procedimiento, los valores del ensayo 7, cuyo valor de coeficiente adiabático se encuentra en la
Tabla 3. De tablas termodinámicas es posible conocer el valor teórico para el cociente CP⁄CV del
aire, cuyo valor es de 1.40 [13]. Reemplazando estos valores en las ecuaciones (50) y (51) se
obtiene que:
Para el ensayo 7:
» Error absoluto:
Ea = 1.32 − 1.40
Ea = −0.8
» Error relativo:
[13]P.
Atkins, J.D. Paula. Química Física. Octava edición. Buenos Aires, Argentina. Editorial médica
Panamericana, 2008, pp 797, Apéndice A (Tabla A10).
32
De manera correspondiente es posible conocer los errores, tanto absolutos como relativos, para
cada uno de los coeficientes obtenidos experimentalmente. Tales errores se encuentran consignados
en la Tabla 4.
En primera instancia dichos errores podrían considerarse altos, sin embargo, es importante citar las
múltiples aproximaciones hechas en la obtención de la expresión matemática usada para obtener
estos valores. Se consideró un proceso completamente adiabático, lo cual no sucede, puesto que,
como consecuencia del aumento de la presión del aire en el recipiente se da una elevación en la
temperatura por encima de la del entorno y como consecuencia de este gradiente de energía térmica,
se dará una transferencia mínima de calor desde el interior del tanque hacia los alrededores, debido
a la baja conductividad térmica que presenta el vidrio cuyo valor es de 1.7 𝐖⁄𝐦𝐊 [ 14 ] que si se
compara con otro tipo de materiales como los metales, cuyas conductividades son 100 veces mayor,
podría considerar despreciable el flujo térmico que por el mismo atraviese. Aunque es pequeña,
dicha transmisión influye directamente en la presión y la temperatura, por lo tanto, las magnitudes
asumidas con respecto a las reales difieren en un pequeño factor, que englobado con otras
suposiciones tales como el comportamiento del aire como gas ideal, la reversibilidad de la
expansión y los errores aleatorios que se pudieron presentar; constituyeron un papel determinante
en el nivel de exactitud alcanzado en la ejecución del método.
En lo que respecta a la idealidad del gas; puesto que el aire utilizado no es completamente seco,
sino una mezcla de aire seco y vapor de agua, el comportamiento de este conjunto presentará
[14]
J.L Mendoza. Propiedades térmicas de metales, cerámicas y polímeros. Universidad del País Vasco.
Extraído de: http://www.joseluismesarueda.com/documents/TEMA_10_001.pdf. Último ingreso (16 de
mayo del 2015)
33
discrepancias en comparación al aire sólo que a temperatura ambiente (300K) se estudia e
interacciona como gas ideal. Los vapores a diferencia de los gases, independientemente del peso
molecular, presentan mayor energía de interacción entre las moléculas y por consiguiente estas
deben tenerse en cuenta cualquiera sea el estudio de las propiedades fisicoquímicas que se desee
realizar, por consiguiente al encontrarse el gas en interacción con el ya mencionado vapor sería
pertinente tener en cuenta las interacciones para tener conocimiento del comportamiento real de la
mezcla.
Ahora bien, el entorno en que se efectuó el procedimiento experimental contaba con presencia de
un aire acondicionado, lo que favoreció la suposición de idealidad del gas; lo anterior debido a la
labor de este último que consiste en extraer y condensar vapor de agua para mantener la mayor
cantidad de aire seco posible en el espacio a refrigerar. De esta manera, se puede asumir que la
humedad del aire estudiado disminuye y la condición de idealidad se puede concebir veraz pero
aún así discrepa y provoca errores en los resultados.
Para el ensayo 5, se observa la mayor discrepancia y por consiguiente con ayuda de la estadística
se puede analizar si este dato es totalmente atípico, es decir, resultado de un error craso, y por
consiguiente es posible eliminarlo del grupo, o es un dato válido y pertinente como objeto del
estudio. Lo anterior se verifica usando la prueba Q de Dixón, donde por medio de la ecuación
[15]
A.M Collieu, D.J. Powney. Propiedades mecánicas y térmicas de los materiales. Editorial Reverte,
S.A., 1977, pp 226.
34
(53) es posible conocer un valor para Q experimental y este resultado debe ser estrictamente menor
a un estándar límite para que su inclusión en las pruebas estadísticas sea acertada[16].
(53)
Donde 𝑥𝑎 hace referencia al valor atípico objeto de la prueba, el subíndice indica la posición del
dato objeto de la prueba y es el rango de la muestra, más específicamente la diferencia entre el
valor mayor y el menor entre el conjunto de medidas a analizar. Es importante aclarar que los datos
deben estar ordenados de forma creciente para asignárseles la posición, la ubicación no es
dependiente del número de ensayo en que se haya llevado a cabo. Se sustituyen los valores
conocidos y se procede a calcular:
El máximo valor para Q para un nivel de confianza estándar del 95% y una muestra que incluye 10
términos, es de 0.466 [17], notando así que el resultado obtenido es menor el límite y por
consiguiente es totalmente válido continuar con este dato en la muestra estudiada.
Para corroborar que los errores obtenidos en el proceso se deben netamente a errores aleatorios se
usará una prueba estadística de hipótesis, más específicamente la prueba t-student en donde se
compara una media esperada con el valor experimentalmente obtenido. Para llevar a cabo la prueba
se plantean dos hipótesis; la primera hipótesis se llama hipótesis nula, la cual indica que la
discrepancia entre los valores experimentalmente medidos y el de referencia se deben netamente a
errores aleatorios. Por el contrario, si la diferencia entre los resultados prácticos se debe a errores
sistemáticos, ya sean de medición, ejecución o cualquier clase de error humano, la primera hipótesis
planteada no se cumple y por el contrario se incluye otra hipótesis notada como hipótesis alterna.
La variable estadística que nos indica qué hipótesis se cumple es la “t” de student, y la misma se
calcula mediante la ecuación (54); si la magnitud del resultado obtenido al calcular “t”, es mayor
que un factor de referencia limite tabulado se cumple la hipótesis alterna y por ende se demuestra
que además de los errores aleatorios ya mencionados, existieron durante la experiencia una serie
de errores sistemáticos. Si por el contrario tal magnitud es menor que el límite se asevera la
hipótesis nula y las discrepancias se deben netamente a errores aleatorios. Cabe aclarar que los
valores límites encontrados en las tablas se estiman para unos grados de libertad y nivel de
confianza dados.
edición. México: International Thomson Editores, S.A., 2005, pp. 171 (Tabla 7.5).
35
x̅ −μ
t=s (54)
⁄
√N
Donde 𝑥̅ hace referencia a la media experimental y cuyo valor se calcula por la ecuación (55),
indica el resultado teórico esperado, s denota la desviación estándar y se obtiene con la relación
(56), y N hace referencia al número de datos que hacen parte de la muestra estudiada.
(55)
∑Ni=1(xi − x)2
s=√
N−1
(56)
Siendo 𝑥𝑖 los diferentes valores obtenidos en la práctica, es decir, los coeficientes adiabáticos
obtenidos y contenidos en la Tabla 3.
𝑥̅ = 1.291
Se calcula el cuadrado de las respectivas diferencias entre los datos experimentales y su media
aritmética y se procede a sumar. Se ejemplifica el cálculo de la diferencia para el valor del ensayo
4 y de manera equivalente se obtienen los demás datos agrupados en la Tabla 6.
36
6.71 × 10−4
4.62 × 10−4
4.17 × 10−4
1.54 × 10−3
0.0509
𝟐
𝒙𝒊 (𝒙𝒊 − 𝒙)
1.28 7.28 × 10−5
1.30 4.30 × 10−5
1.44 2.10 × 10−2
1.30 8.10 × 10−5
1.13 2.60 × 10−2
1.27 6.30 × 10−4
1.32
1.31
1.31 1.25
𝑁
∑(𝑥𝑖 −𝑥̅)2 =
𝑖=1
Esta desviación estándar hace parte de los tests de precisión e indica qué tan próximos se encuentran
los datos en torno a su media. Cuanto menor es el valor obtenido para la misma, más agrupados se
encuentran los datos, es decir, indica qué tan precisa fueron las mediciones hechas
[18].
Ya con la desviación estándar conocida, al igual que la media aritmética, solo resta sustituir los
valores conocidos en (53) y obtener el valor de t.
37
Para conocer el valor límite se considerará un nivel de confianza estándar del 95% y los grados de
libertad son equivalentes al tamaño de la muestra menos uno. De la tabla de cuantiles de la
distribución de t de student [19] se encuentra que el valor frontera debe ser 2.262 y si comparamos
con el resultado obtenido para esta variable estadística notamos que la magnitud del mismo, 5.813,
es mayor que el máximo dado por la tabla. Por consiguiente, se asevera la hipótesis alterna y con
ello se demuestra la existencia de errores sistemáticos en la práctica.
Tales desaciertos aleatorios pueden ser consecuencia de errores de paralaje al tomar las medidas
así como la adhesión por viscosidad del aceite mineral en las paredes del manómetro lo que
[18]
D. C. Harris. Análisis químico cuantitativo, tercera edición. Barcelona: Editorial Reverté, S.A.,2007,
pp. 63.
[19]
D. A. Skoog, D. M. West, F. J. Holler, S. R. Crouch. Fundamentos de Química analítica, octava
edición. México: International Thomson Editores, S.A., 2005, pp. 150 (Tabla 7.3)
causaba disminución en el volumen de fluido contenido dentro del medidor de presión y por
consiguiente errores en las alturas medidas.
38
8. CONCLUSIONES
Luego de realizar la experiencia y promediar los resultados, se obtuvo una relación entre CP y CV,
dada por un coeficiente de dilatación medio (γ), de 1.291; valor expuesto al análisis estadístico,
por medio de dos pruebas, una de ellas, conocida como la prueba t-student, para la cual se obtuvo
la aprobación de la hipótesis alterna que plantea la existencia de errores aleatorios en la ejecución
del método de Clément y Desormes, probablemente productos de fallas como la manipulación
humana, específicamente en la medición de las alturas en el manómetro, y/o factores relacionados
con los instrumentos empleados; por otro lado, se realizaron las pruebas de exactitud, con el fin de
evaluar el nivel de error obtenido en la experiencia, resultando así un error absoluto de -0,8 y un
error relativo de 5,71%; siendo esta última, una cantidad muy cercana al valor de desacierto
inherente al método, referenciado en la literatura, lo que simultáneamente asevera la adecuada
ejecución del mismo en el laboratorio y por su puesto la elaboración del montaje empleado; así
como también, la incertidumbre que generan las consideraciones sobre las cuales se obtienen las
ecuaciones base para el cálculo del cociente γ = CP ⁄CV.
En general, a partir de lo expuesto, se puede destacar entre los métodos existentes, la idea planteada
por Clément y Desormes hace más de un siglo, como un método práctico y ágil, que cuenta con un
nivel de exactitud admisible en cuanto a los resultados proporcionados; lo que implica que a pesar
del avance en la ciencia y la tecnología de punta, las ideas de estos científicos seguirán siendo una
base fundamental para el estudio de las capacidades caloríficas para los gases en amplios ámbitos
donde este sea requerido.
9. RECOMENDACIONES
» Distribuir el procedimiento experimental de forma organizada, de tal forma que la práctica se
desarrolle más sistemática y estructurada para así garantizar una mayor eficiencia.
» Preparar con anterioridad el equipo a utilizar y así cerciorarse que no exista ninguna fuga de gas en
alguna manguera o válvula, puesto que esto puede ocasionar un error considerable en las
mediciones de alturas y posteriormente en los cálculos experimentales.
» El recipiente a emplear debe ser preferiblemente de vidrio, debido a su capacidad de aislamiento con
el aire, su dificultad para expandirse ante una presión efectuada, evitando perdida de energía por
trabajo y además, esto permite el control de la presión.
» Mantener el manómetro a utilizar con la cantidad de aceite adecuada para obtener una mejor
apreciación de las diferencias de presiones.
39
» Evitar errores de paralaje asociados a la lectura del manómetro. Utilizar una regla para tomar cada
medida y esperar un tiempo prudente para que si se llegase a adherir aceite en la paredes este baje
y de esta manera tomar mediciones más precisas.
» Al cerrar la llave que conecta al compresor, se debe hacer de manera progresiva hasta cerrarla
completamente y alcanzar la altura Hi (aproximadamente 20 cm). Si se cierra de inmediato el
líquido saldrá de los tubos del manómetro.
» Al abrir y cerrar la válvula que libera el gas hacia la atmosfera se debe hacer lo más rápido posible y
el espacio abierto debe ser tan pequeño que el aire al salir produzca un ligero sonido.
» Proporcionar mayor tiempo para la realización de la práctica, con el propósito de realizar los procesos
más paulatinamente a un intervalo de trabajo mejor distribuido.
» Considerar la utilización de otros gases con el fin de estudiar el comportamiento que representa
durante el desarrollo de la experiencia y determinar nuevos cálculos de relaciones entre capacidades
caloríficas (Cp/Cv). Para esto, utilizar llaves y adhesivos especiales para trabajar en recipientes al
vacío.
10. ANEXOS
10.1 Tabla de cuantiles de la distribución de t de student [20]
40
10.2 Tabla para cociente de rechazo, Q, de la prueba Dixón [21]
edición. México: International Thomson Editores, S.A., 2005, pp. 171 (Tabla 7.5).
10.3 FICHA DE SEGURIDAD
DESCRIPCION
SINONIMOS : ACEITE DE PARAFINA- ACEITE MINERAL BLANCO
USP
FORMULA QUIMICA : MEZCLA
CONCETRACION : MEZCLA
PESO MOLECULAR : EN PROMEDIO VARIA ENTRE 205-500 g/Mol
GRUPO QUIMICO :COMPUESTO ORGANICO
41
EBULLICION
TEMPERATURA DE FUSION :-24°C
DENSIDAD :0.80-0.90 Kg/L a 21°C
PRESION DE VAPOR :0.5 mmHg a 20°C
SOLUBILIDAD :INSOLUBLE EN AGUA , SOLUBLE EN BENCENO , ETER
DIETELICO Y ETER DE PETROLEO
DENSIDAD RELATIVA : 1.3 g/cm3
DENSIDAD RELATIVA DEL :133 KPa
VAPOR
PUNTO DE INFLAMACION :193°C
IDENTIFICACION DE RIESGOS
RIESGO PRINCIPAL : COMBUSTIBLE
RIESGOS SEGUNDARIOS :NOCIVO E IRRITABLES LEVES
ROTULO DE TRANSPORTE :NO DETERMINADO
42
CONTACTO CON LA PIEL : LAVAR CON ABUNDANTE AGUA, A LO MENOS POR 5
MINUTOS.
COMO MEDIDA GENERAL, UTILIZAR UNA DUCHA DE
EMERGENCIA SI ES NECESARIO.
SACARSE LA ROPA CONTAMINADA Y LUEGO LAVARLA.
DE MANTENERSE LA IRRITACIÓN, RECURRIR A UNA
ASISTENCIA MÉDICA.
CONTACTO CON LOS OJOS : LAVARSE CON ABUNDANTE Y RÁPIDA AGUA EN UN
LAVADERO DE OJOS, POR 5 M
INUTOS COMO MÍNIMO, SEPARANDO LOS PÁRPADOS.
DE CONTINUAR LA IRRITACIÓN, DERIVAR A UN
SERVICIO MÉDICO.
INDIGESTION : LAVAR LA BOCA CON BASTANTE AGUA.DAR A BEBER
AGUA.
NO INDUCIR AL VÓMITO.
ENVIAR A UN CENTRO DE ATENCIÓN MÉDICA, EN CASO
DE PERSISTIR ALGUNA MOLESTIA
RIESGO DE INCENDIO
CONDICIÓN DE : LIGERAMENTE COMBUSTIBLE.
INFLAMABILIDAD
TEMPERATURA DE : 193°C
INFLAMACIÓN
TEMPERATURA DE : 260 - 371°C
AUTOIGNICIÓN
LIMITES DE INFLAMABILIDAD : NO REPORTADO
PRODUCTOS DE COMBUSTIÓN : MONÓXIDO DE CARBONO Y DIÓXIDO DE CARBONO.
MEDIOS DE EXTINCIÓN : USO DE EXTINTORES DE POLVO QUÍMICO SECO,
ESPUMA QUÍMICA Y/O ANHÍDRIDO CAR
BÓNICO. APLICACIÓN DE AGUA EN FORMA DE
NEBLINA.
ESTABILIDAD QUIMICA : ESTABLE.
43
44