Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
)
Espiritualidad
y fortaleza femenina
Espiritualidad
y fortaleza femenina
Pilar de Miguel (Ed.)
Mª Josefa García Callado
Mª Isabel Matilla
Mª José Arana
Antje Röckemann
Anabella Barroso
Desclée De Brouwer
© Pilar de Miguel, Mª Josefa García Callado, Mª Isabel Matilla,
Mª José Arana, Antje Röckemann y Anabella Barroso, 2006
Pilar de Miguel 1
Introducción
Podemos considerar extraordinario el hecho de la resistencia a la
irresistible lógica nazi de destrucción. Así comienza, más o menos,
Rachel F. Brenner su libro sobre la Resistencia ante el holocausto de
Edith Stein, Simone Weil, Ana Frank y Etty Hillesun2.
Es sugerente constatar cómo estas mujeres resisten gracias a la
introspección y la escritura de cómo desafiaron al terror y a la catás-
trofe. Se da en ellas un trabajo de crecimiento personal humano a la
vez que una conciencia reflexiva de lo que estaba sucediendo y una
apuesta de carácter ético llamativa a favor del mundo y la humani-
dad a pesar de todo.
13
DECONSTRUCCIÓN-CONSTRUCCIÓN DE LA VIRTUD DE LA FORTALEZA
14
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
3. DULCE MARÍA LOYNAZ, Antología lírica, Colecc. Austral, Espasa Calpe, Madrid,1993.
4. RACHEL FELDHAY BRENNER, Resistencia ante el Holocausto. Edith Stein, Simone Weil, Ana
Frank y Etty Hillesun, Narcea, Madrid 2005 pp 14-22.
5. “Fortaleza (Kartería = firmeza, resistencia) es, por tanto, una disposición del alma que
responde a la ley suprema al afrontar las cosas o la conservación de un juicio estable al
soportar o repeler las cosas que parecen dignas de ser temidas o el conocimiento de las
cosas dignas de ser temidas y de sus contrarias o de las que deben ser absolutamente des-
preciadas, conservando un juicio estable con respecto a tales cosas... (Esfero, s. III a.C.), dis-
cípulo de Zenón y de Cleantes (Los estoicos antiguos, Gredos, Madrid, 1996). Agradezco
especialmente a mi colega Pedro Marcos de Cossio su ayuda en los temas relativos a los clá-
sicos y la informática.
15
DECONSTRUCCIÓN-CONSTRUCCIÓN DE LA VIRTUD DE LA FORTALEZA
16
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
¿Y su dimensión espiritual?
Tal vez la fortaleza femenina y su dimensión resistente y resiliente se
deba a esta sabiduría que ya Hildegarda de Bingen o el maestro
Eckhart experimentaron de “regar el alma para que crezca, se expan-
da y se mantenga”, esa espiritualidad impregnada y centrada en la
creación cuya comprensión del sufrimiento tiene que ver más con
los dolores del parto del universo preñados de vida y aspirando a
plenitud que a pago por el pecado, propio del esquema de la caída
que conlleva toda esa dimensión sacrificial abusiva, dolorista y
desastrosa para todos, especialmente para las mujeres.8 Seguramen-
te no es lo mismo acudir a la virtud de la fortaleza desde un esque-
ma teológico que desde otro y, sobre todo, los efectos que uno y otro
producen en las mujeres (y en todos los seres humanos) son consi-
derablemente distintos.
7. Citada al comienzo por M. JUDITH RESS, Lluvia para florecer, editado por Conspirando,
Chile, julio 2002.
8. Pueden verse MATTHEW FOX, La bendición original, Obelisco, Barcelona: 2002; DORO-
THEE SOELLE, The Silent Cry. Mysticism and Resistance, Fortress Press, Minneapolis, 2001 y
CAROLYN OSIEK: Beyond anger. On being a feminist in the Church (la paradoja de la cruz, pp
67ss), Paulist Press, Nueva York: 1986.
17
DECONSTRUCCIÓN-CONSTRUCCIÓN DE LA VIRTUD DE LA FORTALEZA
Presentación
Es fascinante observar cómo las primeras intuiciones, esquemas,
encargos sobre la estructura y los posibles contenidos del libro han
ido generándose unos a otros y cada una de las autoras ha captado
desde su experiencia, formación y destreza una pregunta, un deseo,
una necesidad del espectro tan amplio que sugiere el título: Espiri-
tualidad y fortaleza femenina.
Queda especialmente capturada esa ambigüedad de la virtud de la
fortaleza que casi brota sola como una experiencia común y com-
partida, enfóquese desde donde se haga, bien desde las distintas
18
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
19
DECONSTRUCCIÓN-CONSTRUCCIÓN DE LA VIRTUD DE LA FORTALEZA
20
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
21
DECONSTRUCCIÓN-CONSTRUCCIÓN DE LA VIRTUD DE LA FORTALEZA
22
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Para concluir
Agradezco de todo corazón a todas y cada una de las autoras de este
volumen su disponibilidad generosa, así como su deseo de ofrecer,
con su aportación reflexiva, mucho de lo mejor de sí mismas al ser-
vicio de un mundo más justo y misericordioso. Estoy segura que
ayudarán a quienes lo lean y mediten a encontrar brotes de la acción
de la Ruah (Espíritu) entre los pliegues de la realidad que nos toca
vivir ”paradójicamente felices, absolutamente valientes y siempre
en dificultades”, que son las características, según la tradición cuá-
quera, de esa Presencia actuante y generadora aquí y ahora de paz y
justicia.
Bendición
Que llegues a confiar suficientemente en tu propia fortaleza, enrai-
zada en tu Di*s12, de modo que no tengas miedo de afrontarla y dejar
que los otros lo vean. Que tengas la fortaleza de acogerte también
débil y vulnerable.
“Mi Dios me dijo, mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra per-
fecta en la flaqueza...” (2 Cor 12, 9-10).
23
2
Mujeres y resiliencia
Ubi Charitas ibi Deus
Mª Josefa García Callado
2
MUJERES Y RESILIENCIA
Ubi Charitas ibi Deus
Resiliencia
Conocí el fenómeno de la resiliencia cuando tuve la oportunidad de
leer la detallada descripción que de ella ofrecen los autores Melillo-
Suárez Ojeda y Rodríguez bajo el título “Descubriendo las propias forta-
lezas”, y también Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla bajo el título “Estado
de arte en resiliencia”.
Llama la atención este fenómeno porque describe como en un entor-
no no favorable, unas veces destruido y otras destructivo, podemos
encontrar personas –hablan generalmente de niños– dotados de un
sistema psicoinmunitario, libre de todas esas influencias negativas
que son de esperar en tales ambientes dada su pobreza de recursos
materiales, morales y afectivos. Se centran en su descripción sobre
27
MUJERES Y RESILIENCIA
28
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
29
MUJERES Y RESILIENCIA
30
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
31
MUJERES Y RESILIENCIA
32
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
33
MUJERES Y RESILIENCIA
34
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
35
MUJERES Y RESILIENCIA
36
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
37
MUJERES Y RESILIENCIA
38
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
39
MUJERES Y RESILIENCIA
A modo de conclusión
¿Cuidadoras y garantes de la conservación de lo que vive?
¿Endiablados poliedros afectivos?
¿Cuidadoras y neuróticas?
El “permiso” para hacer una neurosis sin que ello signifique que
pierde los papeles consiente a la mujer el que pueda acudir a pedir
ayuda (exceptuando los casos de acusado narcisismo o de acusado
masoquismo).
40
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
41
3
Desde el corazon
’ de la vida
Fortaleza femenina y desarrollo
Mª. Isabel Matilla
3
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
Fortaleza femenina y desarrollo
45
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
Introducción
La iconografía actual nos muestra la diversidad de mujeres que pue-
blan campos y ciudades en un mundo donde el sólo vivir se está
convirtiendo en privilegio. Sus vivencias, escasamente recogidas,
hablan de contradicciones, de violencias, y de insignificancias, pero
también de resistencias, de esperanzas y de ciudadanía activa. En el
tránsito se ofrecen a sí mismas, se desgastan para que otros vivan, en
una suerte de entrega espiritual que el pensamiento patriarcal visi-
ble en todas las religiones, recoge como fortaleza femenina.
Las dimensiones socioculturales y psicológicas de esta forma de
nombrar han tenido efectos perversos sobre la vida de las mujeres,
obligadas a considerarse haber sido construidas como seres-para-
otros y hasta seres-a través de-otros, lo que equivale a decir que exis-
ten y son a través de la presencia, el afecto y el respaldo de otros. Su
perspectiva es de inmersión en la realidad de los otros, no hay elec-
ción posible.
Desde esta asunción de responsabilidad a tiempo completo del cui-
dado de la vida y de la salud de la tierra, las mujeres de los países
empobrecidos intentan mostrar con sus estrategias de supervivencia
los deseos de superar las heridas y cicatrices que una economía
irresponsable y una democracia deficiente ocasionan “urbi et orbi”.
Sin embargo, para el moderno universalismo no es aceptable hablar
de debilidad. Los conceptos que se manejan son otros: calidad, éxito,
I+D... y no existe en el ámbito socioeconómico semántica que le dé
nombre a la gestión y experiencias de organización para la subsis-
tencia que realizan las mujeres de los sectores populares y campesi-
nos para que sus familias sobrevivan.
La estrecha vinculación existente entre lo concreto cotidiano y el
proyecto social global que orienta su quehacer no concilia volunta-
des políticas suficientes y termina siendo visto por todos como par-
ticularidades destacables. Dado que trabajan a nivel local, son invi-
sibles al poder, por lo que les es necesario tener capacidad de inter-
46
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
47
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
4. AMARTYA SEN, Desarrollo y Libertad, Planeta, Buenos Aires 2000 pp. 282. Él dice que la
pobreza es nuestra responsabilidad, aunque lo sea de alguien más.
48
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
49
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
apoyo personal, con un alto valor ético pero sin compromiso social.
La persona individual se ha convertido en el filtro con el que se criti-
ca o discute las realidades sociales. Se ha ganado un sentido de indi-
vidualidad que ha provocado devaluar y desgastar los grupos tradi-
cionales.
La ambigüedad con la que hoy se habla de la opción por los pobres
en el contexto latinoamericano, está llevando a los teólogos/as a
hablar abiertamente de crisis interna de la Iglesia. Sin prisa pero sin
pausa y completamente planificado, se está instalando el individua-
lismo religioso que habla de tolerancia y no de comunión10.
En cualquier caso, insisten en que si la fractura caracteriza el mo-
mento en que se vive, lo apremiante es volver a construir redes
comunitarias, reaprendiendo nuevas relaciones entre los géneros.
Sería suicida, por el contrario, poner el énfasis en la sumisión a dog-
mas y normas éticas clásicas claramente autoritarias que remiten
a clericalismo triunfante, machismo oscurantista y hegemonía del
pensamiento occidental.
En todo caso, y se diga lo que se diga, el reto principal en el seno de
la misma Iglesia es menos ideológico que ético. Porque lo que de
verdad está siendo mortífero, es la falta de coherencia ética con la
prioridad evangélica de una humanidad nueva, esa por la que tan-
tas mujeres se afanan y a la que la autoridad eclesial persiste en
ponerles límites. Ciertamente está siendo un reto a la autojustifica-
ción eclesial el que las mujeres se sientan parte y llamadas a la refun-
dación de la humanidad y que por lo tanto se nieguen a vivir con esa
ética de rebajas que plantea que a nadie se le quitan sus derechos
humanos, sino que son las víctimas mismas, quienes se los quitan11.
10. JÜNGER HABERMAS, “De la tolerancia religiosa a los derechos culturales” en Claves de
razón práctica, Nº 129, 2003; pp. 4-12.
11. FRANZ HINKELAMMERT,: “La inversión de los derechos humanos: el caso de John
Locke”, en F. HERRERA (Ed.) El vuelo de Anteo. Derechos Humanos y crítica de la razón liberal,
Desclée, Bilbao 2000 pp. 79-113.
50
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Son ellas las responsables de la suerte que sufren, así que no tienen
derecho a levantarse contra la injusticia.
Con la legitimación de las propias víctimas de la dominación que
sufren, se proclama el fin de las utopías para ir en contra de la ética
de resistencia esencialmente pragmática de las víctimas, que una y
otra vez confirman su convicción de que todo discurso es un en-
gaño.
Frente a toda esta ideología, las mujeres contraponen una ética donde
la noción de responsabilidad precede a la de libertad (Levinas), sien-
do espiritualidad y no fortaleza el encuentro entre ética y experiencia
sacrificial que se da en ese deseo infinito de vaciarse para los otros.
Son capaces de proporcionar y alimentar la existencia de espacios
tranquilos donde vivir y expresarse, que contrastan con la vida agi-
tada y en constante movimiento propio de los tiempos que corren y
de la necesidad de tener para ser.
Es la cultura de la vida que pugna por reforestar el corazón y que
cotidianamente inventa razones para la esperanza. Desde la adver-
sidad y el menosprecio, como decía J.M. Arguedas12, es donde se
encamina uno a la felicidad que pasa por construir una nueva rea-
lidad.
12. J.M. ARGUEDAS, Todas las sangres, Losada, Buenos Aires 1968.
13. En ningún contexto actual es más palmario el discurso lockeano como en el del mer-
cado actual del sexo: las propias víctimas han de pagar al victimario el que las victimice.
14. DEMETRIO VELASCO, “Propietarismo y exclusión socioeconómica y política” en Indi-
vidualismo propietarista y justicia social, Iglesia Viva, Nº 211, 2002.
51
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
52
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
17. FRANZ HINKELAMMERT, “La vuelta del sujeto humano reprimido frente a la estrategia
de la globalización”, en F. Herrera (Ed.) El vuelo de Anteo. Derechos Humanos y crítica de la
razón liberal,, Desclée, Bilbao 2000 pp. 203-214.
18. C. OFFE Y B. U. PREU, “Instituciones democráticas y recursos morales” en Isegoría (Nº
2, 1990, pp.45-74).
53
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
ciones y los gobiernos pero a las que les cuesta procesar experiencias
y articular avances hacia formas de expresión política que recojan el
descontento popular.
Es esta debilidad de los lazos comunitarios lo que no permite recom-
poner la vida política y trabajar por los problemas comunes y per-
sonales. A pesar de todo, en su ser sostenimiento de la vida, ven como
sus oportunidades para el empleo están sujetas a lo que se considera
su función “apropiada” dentro de la sociedad, es decir que se limi-
tan sus opciones a través de estereotipos negativos19. Sin duda, algo
relacionado con los condicionamientos culturales que tienden a
identificar la fuerza de trabajo femenina como secundaria y comple-
mentaria de la masculina, pero a las que se les hace responsables
ante la sociedad del bienestar familiar. La responsabilidad para con
la vida de los otros llega a ser incluso una cuestión que trasciende a
la propia fe religiosa.
Esta responsabilidad es utilizada por Instituciones, Gobiernos y
Microfinancieras en su afán de extender esa nueva panacea del desa-
rrollo, los microcréditos. Para algunas organizaciones, las potenciales
beneficiarias de estos pequeños préstamos son madres solteras, anal-
fabetas, con más de cinco hijos y con un familiar enfermo crónico, tal
como reza en sus folletos de propaganda. Así que objetivo consegui-
do, la manipulación social y política hace que sean las propias vícti-
mas del sistema de exclusiones y desigualdades las que tengan que
poner todos los medios para dejar de ser victimizadas. Entre lágrimas
y cinismo, la lucha por la sobrevivencia les urge a plantear proyectos
personales y colectivos aunque sólo sean a corto plazo.
Es cierto que las mujeres tradicionalmente se han endeudado para
todo lo relativo a la familia en el mercado informal del dinero y que
los mayores niveles de endeudamiento tenían como destino la edu-
cación de los hijos/as. Cierto, pero precisamente por eso no es acep-
19. En algunos países subsiste legislación que prohíbe trabajos nocturnos y “peligrosos”
para las mujeres, como que fuera necesario protegerlas, al igual que a los menores.
54
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
20. Para ahondar más, puede verse AAVV, I. MATILLA, Desvelando itinerarios compartidos.
Las mujeres y los planes de evangelización de las misiones de las diócesis vascas en la costa de
Ecuador. Folletos para la solidaridad, 4. Misiones diocesanas vascas, 2005.
55
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
56
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Algunos ejemplos:
57
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
22. Después de unos meses del tsunami que asoló el sudeste asiático, todas son pre-
guntas acerca de los porcentajes elevadísimos de muerte de mujeres en la tragedia.
Cínicamente no se quiere reflexionar sobre lo poco que importa la vida de una mujer en
algunas sociedades.
23. PEDRO TRIGO, “La cultura de los barrios” en Teología y Liberación III. Religión, cultu-
ra y ética. Ensayos en torno a la obra de G. Gutiérrez, (CEP, Lima 1991) pp. 115-118 y 131.
58
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
24. Según UNICEF, corresponden a casos de incesto el 43% del total de denuncias reci-
bidas en las Comisarías de la Mujer y la Familia de Quito y Guayaquil (Ecuador).
25. JOAN PRATS I CATALÀ,“Instituciones y desarrollo en América Latina. ¿Un rol para la
ética?” (Apuntes del Master Deusto sobre Política y gobernabilidad, 2004-2005).
26. B. CONSTANT, Escritos políticos, (Centro de estudios Constitucionales), Madrid 1989;
pp. 66
59
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
27. DANI RODRIK Y ARVIND SUBRAMANIAN, “La primacía de las instituciones”, Finanzas y
Desarrollo, Junio/2003).
60
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
61
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
62
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
32. AMARTYA SEN, “Beneconfusion”, en GAY MEEKS, (Ed.), Thoughtful Economic Man, Cam-
bridge University Press, R. Unido 1999 citado por JAVIER IGUÍÑIZ ECHEVERRÍA en Desarrollo,
Libertad y Liberación en la obra de AMARTYA SEN Y GUSTAVO GUTIÉRREZ (CEP, Lima 2003)
33. Se podrían citar múltiples ejemplos, pero uno de los más sangrantes en lo que corres-
ponde al Estado Español es la discusión en torno a la recientemente aprobada legislación
sobre violencia de género, en la que algunos partidos querían incluir la violencia contra
los menores.
34. VICTORIA SENDÓN,: “La quiebra del feminismo” (http://creatividad feminista.org;
2003).
35. La lucha por el reconocimiento...Ibid., pp.158.
63
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
64
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
65
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
66
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Para Axel Honneth, las enfermedades sociales como las que repre-
sentan el hambre, la desposesión de derechos y la indignidad deben
provocar en las víctimas instrumentos que les permitan comprender
que el menosprecio que ellas viven es también vivido por otros.
Históricamente, el sufrimiento pasivo de humillación y daño que
han vivido las mujeres era remitido una y otra vez a la dimensión
personal dada su reclusión en lo doméstico. Por eso, son interesan-
tes estas teorías actuales que establecen lazos entre lo personal y lo
colectivo dado que incorporan algo fundamental para las mujeres
en su análisis de los conflictos sociales como es el permitir integrar
la vida cotidiana y los sentimientos.
Para ellas, el reconocimiento de su diferencia es una necesidad en el
plano de la intimidad y en el plano de la igualdad social; de modo
que la denegación de ese reconocimiento es una forma de opresión
que perjudica no sólo el trato que se recibe sino hasta la idea de una
misma. A fin de cuentas, el objetivo propuesto por el desarrollo no
es la mera multiplicación de los bienes, sino la realización de seres
personales y protagonistas de su propia historia. Reconocer la soli-
daridad como virtud social es propio de quienes diariamente res-
ponden a necesidades urgentes, pero quienes a la vez quieren pro-
vocar un cambio en la misma estructura social.
Las comunidades valorativas actualmente plantean la denominada
solidaridad dinámica o mutualidad que empieza a expresarse en for-
mas de concertación social en pro del bien común (mesas de diálo-
go, lucha contra la pobreza, educación, leyes laborales, recomenda-
ciones contra la violencia...). Lo que falta es que estas normas se ins-
titucionalicen para estar al alcance de todos, algo difícil si las pro-
puestas alternativas provienen de los sectores sufrientes de la socie-
dad, de los que no cuentan.
Sólo desde una fuerte convicción espiritual es posible creer que la soli-
daridad como principio subversivo puede ser activada ante la visión
y el compartir el sufrimiento de los otros.
67
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
38. GUSTAVO GUTIÉRREZ: “El itinerario espiritual de un pueblo” en Beber en su propio pozo
(CEP, Lima 1983) pp. 164.
39. SIMÓN PEDRO ARNOLD, “Tantas Américas. Pinceladas sobre espiritualidad” (CEP, Lima
2002).
68
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
69
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
70
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
71
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
72
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
73
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
44. NACIONES UNIDAS (1989): Estudio mundial sobre el papel de las mujeres en el desa-
rrollo (N. York) pp. 5.
45. Actualmente hay más de 10.000 Microfinancieras que otorgan créditos a más de 68
millones de familias en todo el mundo, aunque sólo 234 de ellas acaparan el 87% de los
beneficiarios.
46. En este momento uno de los rasgos típicos de las grandes ciudades africanas es la
agricultura periurbana. Al norte de Douala (Camerún), en un sector planificado para nue-
vas residencias, se puede ver cómo se extienden surcos y surcos de maíz y mandioca.
74
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
47. Los cálculos ya están hechos, en el Estado Español resulta más rentable invertir 300 €
en un microcrédito que gastar 8.400 por persona y año.
48. T.W ADORNO, Mínima Moralia. Reflexiones desde la vida dañada, Taurus, Madrid 1987.
75
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
49. MARTA TAFALLA, “Recordar para no repetir: el nuevo imperativo categórico de Adorno”
en J. M. MARDONES y REYES MATE (eds.), La ética ante las víctimas, Anthropos, Barcelona 2003.
76
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Mujeres
“A todas y cada una de las mujeres
que en el país con sus manos,
vientre e ideas siembran sus esperanzas
les decimos:
que cada una vale,
que sus sonrisas y sus lágrimas, construyen
que cada palabra y cada silencio se transmite
que todas y cada una invocamos igualdad,
dignidad, justicia, pues no hay libertad sin igualdad.
50. VV.AA., Ser humanos y cristianos en el siglo XXI: una ética para el camino (CEP, Lima
2001).
77
DESDE EL CORAZÓN DE LA VIDA
51. NARDA HENRÍQUEZ, “Las Mujeres en el país de todas las sangres” en Mujeres, Violencia
y Derechos Humanos,IEPALA, Madrid 1991.
78
4
Mujeres y espiritualidad
de la resistencia
María José Arana
4
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD
DE LA RESISTENCIA
La espiritualidad de la resistencia
Cuando el Consejo Mundial de Iglesias2 pensó en su participación
en el Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil) 3, enfatizó la “espi-
ritualidad de la Resistencia” como eje de visión y caudal de aporte, y
81
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
82
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
6. CARMEN BEL ADELL, “La resistencia es una aventura espiritual” en SANTIAGO SÁNCHEZ
TORRADO, El Dinamismo de la Resistencia, PPC, Madrid, 2004, p. 151.
7. EL PAÍS, domingo 16 de enero 2005, p. 35.
83
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
84
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
85
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
86
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
87
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
88
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
12. Red de Salud de las mujeres latinoamericanas y del Caribe. 9º Encuentro Feminista:
Resistencia activa contra la globalización, 1-6 de diciembre, 2002.
89
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
13. ANIA FRANCOS, Il était des femmes dans la Résistance, Stock, Paris, 1978, ANDRÉ MICHEL,
Que sais je? Le Féminisme, Presses Universitaires de France, Paris, 1980.
90
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
91
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
Pero ellas, las mujeres han sido promotoras eficaces y actoras muy
especiales de estos movimientos. Las mujeres han tomado muchas
iniciativas en resistencias, en defensas, en desobediencias, y en
transgresiones de todo tipo, muy diversas, es cierto, pero además, el
feminismo –como tal– se ha gestado y ha crecido precisamente en
este ambiente, se ha desarrollado desde ese “humus” de protestas,
rebeldías y de resistencias personales y grupales; no fue fácil, pero
ahí ha ido tomando cuerpo, se ha desarrollado y ha crecido la con-
ciencia feminista... y, aunque interconectada con las demás concien-
cias y resistencias del mundo, sin embargo tiene sus peculiaridades
muy hondas, y es lógico que sea así, ya que también ha sido y es
especial la situación que ellas padecen.
Las mujeres buscaron y encontraron a veces en la resistencia la voz
y la visibilidad que se les negaba. Sin la resistencia de unas muje-
res que fueron capaces de sacrificarse por lo que veían allá, “a lo
lejos”, y detestaban “acá”, si ellas no se hubieran entregado con
toda generosidad a la causa, no hubiéramos podido llegar a cotas
que entonces parecían inalcanzables. Aunque todavía hoy en día la
violencia doméstica y no doméstica sobre ellas es continua, los
“techos de cristal” son muy bajos, las desigualdades amplias, las
oportunidades y posibilidades sutilmente escasas en unas culturas
y escasas o nulas a secas, en otras muchas culturas y situaciones. El
trabajo continúa –parece que hay para rato– y, desde luego es bien
arduo.
Y es que las mujeres, a lo largo y ancho del tiempo y del espacio han
vivido y viven en la actualidad una historia silenciosa y a veces
incluso imperceptible, aunque siempre intensa... que se ha desarro-
llado por dentro de la propia historia personal; una historia que se
llama resistencia activa en sus múltiples caras y posibilidades. Una
historia que además y como toda historia, es un proceso que pasa
por diversas etapas y tiene sus momentos de alza, de esperanza, y
sus tiempos de agotamiento, de baja; las mujeres han resistido con
coraje, desprovistas de ayudas, en largas inclemencias.
92
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Exigencias de la resistencia
Se “resiste” por opción ética, por solidaridad, por convicciones muy
profundas y/o por necesidades muy urgentes; también y especial-
mente por un cambio o para un cambio de mentalidad y de con-
ciencia humana... Sin embargo se resiste o se puede resistir además,
por amor o/y con amor, y entonces se amplían sus dimensiones y la
energía que irradia se torna enormemente positiva. El amor es trans-
formador y es salvífico; es el garante del bien, del buen hacer, y el
que nos indica que no hemos errado en nuestra opción.
Todo esto nos obliga a revisar los sentimientos, actitudes y valores
que hay que potenciar y también nos indica lo que habría que des-
terrar; necesitamos discernimiento para calibrar cuáles debemos
potenciar, fortificar, porque mejoran la auténtica resistencia, y cuáles
hemos de desterrar porque producen el desánimo, la frustración, la
violencia incontrolada... De esta forma hemos de promover los valo-
res y educar en vistas a una mayor sensibilidad y responsabilidad
ante el sufrimiento, la injusticia, la destrucción... eliminando todo lo
que manche al mundo y destruya al ser humano... Es decir, orien-
tando hacia una mejora del individuo, de cada corazón, pero tam-
bién de la humanidad en cuanto tal.
La protesta y la resistencia no pueden reducirse a una simple reac-
ción de defensa o reivindicación –aunque también lo sean– sino que
deben potenciar una conciencia crítica responsable. La solidaridad,
el dinamismo, la capacidad de colaboración, la de sacrificarse y tan-
tas otras, brotan, crecen y se fortifican en la resistencia... Es decir, hay
93
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
94
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
95
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
“Creando redes”
Hoy las mujeres comienzan a subrayar la importancia de trabajar,
relacionarse, estudiar, resistir en redes nacionales e internacionales,
de forma inclusiva, siempre cooperante, siempre sumando fuerzas;
aprenden a trabajar de forma transversal, incluyendo diversas líne-
as, el potencial humano en toda su riqueza..., cuidando la “casa” del
mundo en todas las facetas de la vida, desde posibilidades alterna-
tivas; las redes fortifican el trabajo y mejoran los resultados... Las
redes responden a una mentalidad sintética y una forma holística de
mirar la existencia.
Las mujeres afganas fueron conscientes de todo ello y durante el perí-
odo de los talibanes pensaron y actuaron en “redes de ayuda mutua para
resistir a la ignorancia, el hambre y el terror”15... Esta resistencia fue sote-
rrada, parecía que no pasaba nada, pero en realidad era comunicati-
va, incluso a larga distancia, porque entonces hubo mujeres de otros
Continentes que escucharon estas voces, se concienciaron e interpela-
ron a sus gobiernos respectivos... Pero estos –¡no es cosa rara!– hicie-
ron oídos sordos a sus peticiones...; las mujeres continuaron resistien-
do y creando redes; un esfuerzo inmenso que a pesar de todas las difi-
cultades y la escasa apariencia, no ha resultado baldío, aunque a decir
verdad, el sufrimiento de la violencia y el horror que produce no ha
podido ser evitado a causa de esa “sordera”.
No sólo las mujeres afganas; hay muchas en el mundo que actúan de
esta forma, pero también a todas ellas les cuesta ser escuchadas. Son
unos pocos ejemplos de una situación terrible y tristemente muy
96
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
16. AAVV, Memorias para armar, tres, Selección de testimonios coordinados por el Taller de
Género y Memoria-ex Presas Políticas, Senda, Uruguay, 2003, p. 188.
97
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
98
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
rrían al cargo de los partos de aquéllas; éstas, al dejar nacer con vida
a los niños hebreos, resistieron a la orden del Faraón que obligaba a
matarlos en caso de que fueran varones, desafiando su poder e
incluso arriesgando su vida, y así ayudaron a dar a luz a las mujeres
hebreas. Y la Biblia dice que lo hicieron porque “temían a Dios” (Ex.
1, 15-21). De hecho, “temían a Dios” más que al faraón, y el temor de
Dios las inspiraba y las mantenía... Estas mujeres eran auténticas
parteras, comadronas, que quiere decir, colaboradoras en la vida, ayu-
dadoras en la venida al mundo. Esta palabra se repite siete veces
–número perfecto, número de la creación– en estos siete versículos.
La complicidad solidaria de las mujeres es un acto valiente de piedad
salvadora que, saltando por encima de las diferencias, de las leyes
injustas, y arrostrando las dificultades, las amenazas y prohibiciones,
posibilita la vida y abre la puerta de la historia de la gran liberación
del pueblo judío, que reconocemos con el nombre de Éxodo. Estas
mujeres posibilitaron el futuro, porque sin este acto, el pueblo judío
hubiera sido totalmente suprimido y nunca se hubiera cantado ese
gran himno salvífico y liberador por excelencia que es el libro del
Éxodo; en realidad todo él es la expresión de la “resistencia” del
Pueblo y del apoyo liberador de Dios; ahí, en este apoyo, leyó y per-
cibió Israel con toda claridad, la acción poderosa y amorosa de Dios
liberando a su Pueblo y lo comunicó generación tras generación:
99
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
100
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
19. Y el texto continúa… “Empezamos por tener que comprar un esposo con el dispendio de
nuestras riquezas y tomar un amor de nuestro cuerpo, y este es el peor de los males”…
101
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
102
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
muy fuerte en la que, como nos dicen los textos, participaron eficaz-
mente las mujeres y demostraron con su unión que –a lo menos lite-
rariamente– se podía lograr la paz en Grecia.
Otra figura femenina fundamental es Antígona, que ha quedado
como símbolo universal de la resistencia a las leyes establecidas y de la
fidelidad a la ley no escrita, a la conciencia, a la ley que está grabada en
el corazón, la última instancia del ser humano; con ello hay que
resaltar la fidelidad a la persona; Antígona es la defensora de la ley
natural y del amor fraterno, por lo que, para ella, valía la pena inclu-
so morir.
He querido tomar estos dos aspectos de crítica y oposición de las
mujeres, porque los dos van a permanecer vivos a lo largo de la his-
toria y en ambos participaron abiertamente las mujeres. Los dos son
base que han provocado o/y sostenido importantes cambios socia-
les haciendo avanzar a la humanidad; los dos son y han querido ser
una aportación valiente y eficaz a la justicia del mundo: uno es el
feminismo y otro el que abarca las demás vertientes sociales a las
que las mujeres también acuden en colaboración con los varones.
Entre estos podemos encontrar los movimientos obreros, antirracis-
tas, pacifistas, ecologistas, las mejoras sociales de cualquier tipo, etc.,
todos ellos han sido y están siendo sostenidos por minorías lúcidas
en las que no han faltado las mujeres apoyando, colaborando y en
algunos casos también, promoviéndolos.
Esta idea se recoge con claridad en lo que escribió la histórica femi-
nista Flora Tristán (s. XIX): “Tengo a casi todo el mundo contra mi. Los
hombres porque pido la emancipación de la mujer, los propietarios porque
reclamo la emancipación de los asalariados”20: estos dos aspectos –el
feminista y el social o/y religioso– son los que hay que ir recogien-
do conjuntamente porque son inseparables; esto es algo que las
mujeres nunca han dejado de llevar a la par.
20. Citado por EDITH THOMAS, Les Femmes en 1848, PUF, Paris, 1848, p. 11.
103
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
21. Citado por ROMERO DE MAIO, Mujer y Renacimiento, Madrid, 1988, p. 95.
104
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
22. FÁTIMA MERNISSI, El Poder Olvidado. Las mujeres ante un Islam en cambio, Barcelona,
p. 194.
23. A. MICHEL, Le Féminisme, o.c., p. 32.
24. REGINE PERNOUD, La mujer en el tiempo de las catedrales, Granica, Barcelona 1987.
105
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
25. Ver Mª. JOSÉ ARANA, “Mujeres en la historia”, Documentación social, Revista de estu-
dios sociales y de sociología aplicada, nº 105, octubre-diciembre, 1996, pp.113-130.
106
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
26. REGINE PERNOUD, La Mujer en el tiempo de las Cruzadas, Rialp, Madrid, 1991.
27. AAVV, Historia de las Mujeres, del Renacimiento a la Edad Moderna, Taurus, Madrid,
1992, p. 506.
107
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
La clausura
Las mujeres nunca han deseado el encerramiento ni dentro ni fuera
de los conventos, es más, siempre lo han temido, considerándolo
una imposición que han tratado de esquivar una y otra vez: “el siem-
pre temido y rechazado encerramiento”28, pero de una forma u otra, los
varones de Iglesia y también los laicos siempre han tratado de impo-
nerla. Este rechazo universal y rotundo es pues, una de las resisten-
cias más serias que las mujeres han legado a la humanidad. Ellas no
estaban organizadas, pero resistieron de muchas formas aunque
muchas veces fracasaron. Hubo protestas, se pusieron serias dificul-
tades, nunca se les consultó; la voz de las religiosas no fue escucha-
da y la de las laicas menospreciada. El tiempo ha silenciado, olvida-
do y desprestigiado aún más esas voces; por eso es muy importante
que recojamos historia y resistencia.
Los historiadores varones siempre han situado la clausura de las
monjas en tiempos remotos procurando darle la mayor antigüedad
posible, pero la verdad es que hasta que Bonifacio VIII escribiera la
bula “Periculoso” (1298), no hubo ninguna ley general sobre ella,
ni las monjas la observaban tal y como hoy la entendemos; incluso,
a decir verdad, esta bula “fue resistida” y, en gran medida, ignora-
da, se trató de esquivar sus normas en todas las congregaciones y
latitudes.
28. Sobre este tema: María José Arana, La Clausura de las Mujeres, Una lectura teológica de
un proceso histórico, ed. Mensajero, Bilbao, 1992.
108
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
109
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
La revolución francesa
El año 1789, las mujeres expresaron desde muchos puntos de
Francia sus quejas en los “Cahiers de Dolèances”. Los puntos que
reclamaban eran diversos: desde poner en evidencia las necesidades
más elementales: “casi todas las mujeres del ‘tercer estado vienen al
mundo sin ningún medio de vida” hasta los referentes a su situación
de inferioridad por la falta de instrucción, peligros de caer en la
prostitución, falta de trabajo, condiciones para el matrimonio, etc.,
por lo tanto, decían: “exigimos que se nos permita acceder a la ilus-
tración y a los oficios”30; las mujeres vascas de San Juan de Luz, en
la misma ocasión, se quejaron del empobrecimiento que suponía el
29. A.H.N. Consejos, Leg. 5447, Consejo, nº 26 y 36 y otros en Mª. J. ARANA, La Clausura,
o.c. p. 190, 191 y otras muchas.
30. Citado por GISELA BOCK, La Mujer en la Historia de Europa, ed. Crítica, Madrid, 2001,
p. 49.
110
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
31. EUGENIO GOYENECHE, Le Pays Basque, Soul, Labourd, Basse Navarre, Pau, 1979, p. 401.
32. GISELA BOCK, o.c. p 52 y ss.
33. Citado por LOLA VALVERDE, “Olimpia Gouges”, Emakunde, 4 (1991), p. 45.
111
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
112
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
35. Libros citados y MONTSERRAT ROIG, El Feminismo, Aula abierta Salvat, Barcelona 1986,
Mª. J. ARANA, Rescatar lo femenino para re-animar la Tierra, Cristianismo y Justicia, Barcelona,
1997, n. 78.
113
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
114
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
36. A. M. KÄPPELI, “Escenarios del Feminismo”, Historia de las Mujeres, Madrid, 1993, t.
IV, p. 520.
37. ANDRÉ MICHEL, Le Féminisme, o.c., p. 77. Mme. Avril de la Sainte Croix en la Asamblea
de Washington, 1888, recogiendo el pensamiento de FLORA TRISTÁN y demás feministas de
la primera hora.
38. Lo propuso y se aceptó en el II Congreso Nacional de Mujeres Socialistas en
Copenhague, 1910.
115
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
116
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
39. C. PINKOLA ESTÉS, Mujeres que corren con los lobos, ed. B, SA, Barcelona, 1998, p. 404.
40. MONTSERRAT GALCERÁN HUGET, “Dolor y Guerra. Las mujeres”, Cuaderno de
Materiales, Filosofía y Ciencias Humanas, ISSN.: 1138-7734.
117
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
118
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
119
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
120
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
121
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
122
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Ellas nos han transmitido una vida que es necesario acoger y hacer
fructificar hoy; necesitamos recoger el dinamismo de su resistencia,
valorar sus logros e integrar sus lágrimas y su espiritualidad.
Cada vez entendemos menos la dicotomía entre espiritualidad-secu-
laridad, sagrado-profano, etc. porque la experiencia nos dice que lo
uno penetra a lo otro y crecen juntos porque son como las dos caras
de una misma realidad. Por eso, al recoger la Historia y el quehacer
resistente de las mujeres sabemos que con ello acogemos la espiri-
tualidad y la gracia que circulan por dentro y desde ahí se nos comu-
nican. Al acoger la historia de resistencia, acogemos la espiritualidad
porque como creyentes sabemos que el dolor, todo dolor, puede ser
transformado, pero para ello es necesaria una doble actitud ante él:
el sufrimiento debe ser profundamente aceptado y vigorosamente
combatido47. Si esto es así, el sufrimiento es el don de Dios para
nosotros, es camino de gracia y de conversión, fuerza espiritual
honda. Este dolor es el que hemos querido mostrar y ver en la situa-
ción precaria y la valiente resistencia de las mujeres, ese sufrimiento
es capaz de transformarnos si lo aceptamos comprometiéndonos en
el combate que exige.
En el sufrimiento se oculta, con una intensidad extrema, la fuerza
ascensional del mundo. Todo el problema radica en liberarla infun-
diéndole conciencia de lo que significa y de lo que se pierde. El dolor
establece también unos lazos de solidaridad mucho más intensos de
los que cualquier otra situación pueda crear; estos vínculos deben per-
durar, pero esto sólo será posible si parten no sólo de la mutua nece-
sidad a la que el sufrimiento expone, sino de una consciente acepta-
ción del mismo. El dolor compartido puede hacer brotar el amor, la
compasión y es a este nacimiento hacia el que debemos estar aten-
tos/as y receptivos/as, si no queremos dejar que la solidaridad desa-
parezca y se diluya entre el confort olvidadizo y la desidia apática.
123
MUJERES Y ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
124
5
Espiritualidad biblica
y mujeres fuertes
Antje Röckemann
5
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA
Y MUJERES FUERTES
Antje Röckemann1
127
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
128
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Hay que escuchar muy bien o leer muy atentamente para encontrar
en el texto, junto a María (v16) otras cuatro mujeres: Tamar (v 3),
Rajab, Rut (v 5), la “mujer de Urías”, o sea Betsabé (v 6). Es algo fran-
camente extraordinario de esta genealogía. La de Lucas es otra bien
distinta.
¿Por qué nombra Mateo a estas cuatro mujeres precisamente? ¿Qué
significan en este texto de predomino claramente masculino? Si se
ha de nombrar a las mujeres, ¿por qué no a Eva, la primera? Tamar,
Rajab, Rut y Betsabé no son precisamente de las más conocidas. Ni
en la misma Biblia, ni en la tradición cristiana parece que hayan ocu-
pado una posición relevante.
Ni siquiera en la tradición judía, en la que cada Shabbat (celebra-
ción litúrgica semanal de los judíos) se recuerda a las antepasadas,
cuando se bendice a las jóvenes de la familia al encender los cirios
sabáticos: “Que Dios te bendiga como a Sara, Raquel, Rebeca, Rahel
y Lía”.7
Primera cuestión: ¿Por qué se nombra a estas cuatro mujeres, y por
qué son precisamente ellas importantes para Mateo y no otras muje-
res más conocidas? Y ¿Por qué, a pesar de ser citadas en un texto cen-
tral, comienzo de un evangelio, comienzo del Nuevo Testamento,
estas cuatro mujeres son tan poco conocidas en nuestra tradición?
La segunda cuestión enlaza con el tema general de este libro, del que
es una consecuencia: ¿Qué pueden aprender las mujeres y los hom-
bres de hoy de estas cuatro mujeres? ¿Qué nos aporta la aproxima-
ción y el encuentro con estos personajes bíblicos femeninos, con los
textos que nos las presentan, para el desarrollo de nuestra espiritua-
lidad? ¿Puede nuestra relación con nuestras antepasadas femeninas
fortalecernos en la fe?, y si la respuesta es positiva, ¿cómo? Y tam-
bién ¿Hasta dónde podemos llegar?
7. Seder ha-Tefillot.-Libro judío de oraciones, Bd. I, Gütersloh 1997, S. 140f. A los jóve-
nes varones se les desea que sean bendecidos como Efraín y Manasés.
129
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
8. Las iglesias evangélicas en Alemania son iglesias locales. Hay 23 iglesias departa-
mentales. Pertenezco a la Iglesia Evangélica de Westfalia en el noroeste de Alemania Una
vicaría ( Kirchenkreis) consta de varias comunidades. La mía la componen 22 comunida-
des y cerca de 120.000 feligreses, en una zona en la que hay también casi el mismo núme-
ro de católicos y otros casi 80.000 habitantes que son musulmanes, judíos son unos 500 y
los hay que no pertenecen a ninguna confesión.
9. En febrero del 2004 salieron en la revista teológica-feminista “Schlangenbrut” dedi-
cada a la “teología mediterránea” una entrevista de Pilar de Miguel a Mercedes Navarro
y un artículo de Isabel Gómez Acebo. Schlangenbrut ha puesto pues a disposición de un
público más amplio la literatura teológica feminista española, puesto que no hay ni una
monografía traducida del español.
10. En aras de la sencillez, llamo “Mateo” al autor del evangelio, aunque se puede con-
siderar que como la mayoría de los escritos bíblicos hubo diversas personas y grupos que
los ordenaron y escribieron.
130
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
la Torá (Mt 5,17ss), que sirve como “Indicación para el camino“ para
la práctica de la justicia (Mt 6,33).11 Es un hecho que las comunida-
des, así como Jesús mismo están dentro de la tradición judía, recu-
rren a ella y están enraizadas en ella. En la genealogía se manifiesta
la reflexión de las comunidades “mateanas” sobre el origen de Jesús.
Reflejan aquí además, en mi opinión, también la historia de su pro-
pia procedencia.
Las cinco matriarcas que rompen la línea antropocéntrica-patriline-
al de la genealogía, son también las matriarcas de las comunidades
mateanas, que al comienzo de su evangelio recuerdan la presencia y
la vitalidad de estas mujeres. “Tamar, Rajab, Ruth, Betsabé y María
inspiran a tantas otras mujeres que aparecen en la propagación del
evangelio, y cada una a su manera fue signo de cuán presentes, vita-
les y fuertes, resistentes han sido las mujeres en las comunidades
mateanas”.12
Trataré pues a continuación el tema de la presencia y de la resisten-
cia de las mujeres en la Biblia hebrea.
131
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
Una historia con Tamar tiene que terminar bien, debe tener un final
feliz.13
Tamar casa con Er. Su marido muere y la deja sin hijos. Según la cos-
tumbre es casada con su cuñado, el siguiente hermano mayor de su
marido, Onán. Según la ley del levirato, los hijos de este matrimonio14
llevaban el nombre del fallecido y heredaban la parte que correspon-
día a este en los bienes patrimoniales. Esta obligación hacía que se
mantuviera el nombre del fallecido. Y además así quedaba declarado
quién era jurídica y socialmente el responsable por la viuda.
El Señor lo hizo morir. No aclara el texto por qué. Aunque luego
queda bien claro, por qué Onán, el segundo marido de Tamar debe
morir:15 “Onán se beneficia de la sexualidad de la mujer pero se
niega a darle la descendencia, que es lo único que puede integrar a
Tamar en la familia patriarcal del difunto y asegurarle su puesto
como madre del heredero principal”.16
Judá tendría que haber dado ahora como marido a su nuera, su ter-
cer hijo Sela. Pero él da por supuesto que Tamar fuera la responsa-
ble de la muerte de sus dos hijos. Y le da largas al asunto, para más
tarde, para cuando Sela sea mayor.
La devuelve a casa de su padre. Es colocada en una posición de
espera, tiene que seguir siendo viuda y no puede hacer nada para
defender su situación jurídica. Judá no osa en este momento excluir-
la de la obligación del matrimonio de levirato. Judá como jefe de la
13. No se refiere a la segunda Tamar de la Biblia: Tamar, la hija de David, es violada por su
hermano Amnón y luego es obligada al silencio por su otro hermano Absalom (2. Sam 13).
14. Del hebreo “levir” – cuñado
15. En alemán “onanieren” es la expresión de la masturbación masculina, aun cuando
en el texto se habla de la práctica del coitus interruptus. También es desde este versículo
del que se deduce que el onanismo desagrada a Dios. El texto sin embargo no valora nega-
tivamente ninguna práctica sexual como tal, sino el rechazo insolidario de engendrar por
y para su hermano.
16. IRMTRAUD FISCHER, “Genesis 12-50. La historia original de Israel como una historia de
mujeres” en: Kompendium Feministische Bibelauslegung, o.c., pp. 12-25, p. 22.
132
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
17. A veces se traduce “anillo”, pero es el anillo del sello, parecido a un anillo alargado. El
bastón se usaba para desenrollar, la cinta era llevada al cuello. Comparar el Tora en versión
judía Tomo 1, Bereschit – Genesis, hg. v. W. Gunther Plaut, Gütersloh 2. Aufl. 2004, p. 330.
133
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
134
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Gen 38, como todos los textos de la Torá, es leído en las lecturas del
sábado. Los pasajes presentados abarcan muchas veces varios capí-
tulos. No puedo responder sobre cómo en el contexto judío, las pre-
dicaciones se relacionan con la figura de Tamar. En la Iglesia, Gen 38,
22. La traducción frecuente, “tiene derecho contra mí” parece limitarse a un significado
puramente jurídico. Pero zedaqa en hebreo es más que derecho, es justicia de Dios. Se pro-
pone como traducción: “fidelidad a la comunidad” o espíritu de cuerpo. Buber/Rosenzweig
traducen: “Bewährung”.= protección o confirmación, aval, o verificación.
135
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
23. BETTINA und GABRIELE GUMMEL, en: Schlangenbrut 32 (1991), S. 35-37. Vuelto a publi-
car en: Mit Eva predigen. Ein anderes Periokopenbuch, hg. v. Mieke Korenhof, Düsseldorf
1996, S. 38-42.
24. SABINE ZOSKE, Predigt zu Genesis 38, in: Mit Eva predigen, o.c., p. 93.
136
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
25. DOROTHEE SÖLLE, Eine Frau unterwandert die Macht, in: Große Frauen der Bibel in Bild
und Text. Mit Beiträgen von Herbert Haag, Joe H. Kirchberger, Dorothee Sölle, Freiburg/
Basel/ Wien 1993, p. 91.
26. RAINER STUHLMANN, Predigt zu Genesis 38, in: Wenn Eva und Adam predigen. Ein
anderes Perikopenbuch. Neue Predigten von Frauen und Männern. Teil 1 Advent bis
Pfingsten, hg. v. Mieke Korenhof und Rainer Stuhlmann, Düsseldorf 1998, S. 127.
27. Dios no es masculino, ni femenino. Por eso utilizo aquí ambas formas.
137
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
28. PNINA NAVÈ LEVINSON, “¿Qué sucedió con las hijas de Sara?” Frauen im Judentum,
Gütersloh 3. Aufl. 1993, p 65.
138
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
29. Existen situaciones en las instituciones patriarcales eclesiales en las que está prohibi-
do ya en principio a las mujeres hablar abiertamente. Ahí pueden ser mejores otros com-
portamientos, otras estrategias.
30. Citado por KERSTIN ULRICH, Das Buch Josua. Tradition und Gerechtigkeit – Vom Erbteil
der Frauen, in: Kompendium Feministische Bibelauslegung, o.c., p. 80-89, aquí p. 82.
139
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
140
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
31. Escribo así por respeto a la tradición judía que no pronuncia el nombre de Dios.
Escribo solo el tetragrama, como es usual. En el judaísmo tradicional se dice en lugar de
Yhwh, “adonai” = Señor. En las traducciones judías, en alemán aparece “el eterno”. Buber
traduce “TU” o “EL”. Ninguna traducción tradicional soluciona la realidad de que Dios
no es masculino.
32. KERSTIN ULRICH, o.c., p. 85.
33. Heb 11,31 aquí cuenta a Rajab entre “la nube de testigos” (12,1).
141
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
34. BÄRBEL KRAH, Predigt zu Jos 2,1-14, in: Wenn Eva und Adam predigen. Ein anderes
Perikopenbuch. Neue Predigten von Frauen und Männern. Teil 2 Trinitatis bis
Ewigkeitssonntag, hg. v. Mieke Korenhof und Rainer Stuhlmann, Düsseldorf 1998, S. 131.
142
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
35. ULRIKE EICHLER, Josua 2,1-24; 6,22-25. La prostituta Rajab traiciona a su propio pueblo.
Una mujer inmoral se salva de la línea del frente de los hombres en: Los creó hombre y
mujer. (Una serie de pasajes sobre las realidades de la vida de los hombres y las mujeres
para los domingos y festivos del año litúrgico), hg. v. Sabine Ahrens u.a., Gütersloh 1995,
p. 324.
36. ULRIKE EICHLER, o.c., p 327.
37. Heb 11,31; St 2,25.
143
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
144
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
40. Por ejemplo “los pies” (Dual) pueden ser los órganos genitales masculinos y así suce-
sivamente
145
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
41. Independientemente de que estos versos puedan ser considerados originales, indi-
can en qué contexto fue leído por los judíos y luego por los cristianos.
146
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
147
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
148
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
48. BRITTA JÜNGST, ibid. p 224, en el original, las consonantes hebreas de näfäsch.
49. BRITTA JÜNGST, ibid. p 227. Halakka señala los escritos judíos que regulan el manteni-
miento de los mandamientos de forma concreta y para siempre. “¿Qué hacemos?” cita
Hch 2,37, que es la primera pregunta después de la predicación de Pentecostés. En el sen-
tido de: qué tenemos que hacer?
50. BRITTA JÜNGST, ibid. p 228.
149
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
150
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
51. Sigue el abuso de este relato por parte de los “intérpretes” de este relato. Para pinto-
res, escritores y exegetas es Betsabé “la seductora”.y el baño que toma tiene un significa-
do consecuente a este juicio. Bañándose cumple la norma de Mikwe, el baño ritual de
inmersión que está prescrito para hombres y mujeres en ciertos tiempos, p.ej. después de
la menstruación. Esto determina que el hijo tiene que ser de David sin lugar a dudas, pues
la relación sexual tiene lugar después de la menstruación (2 Sam 11,4).
52. ILSE MÜLLNER, Die Samuelbücher. Frauen im Zentrum der Geschichte Israels, in:
Kompendium Feministische Bibelauslegung, hg. v. Luise Schottroff und Marie-Theres
Wacker, Gütersloh 1998 (2. Auflage?), p120.
53. Vlg. Müllner, o c, p 121.
54. Vuelve otra vez, pero ahora sin éxito (1 Re 2,13ss).
151
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
152
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Y las palabras de la profetisa Miriam tras la exitosa huida del mar rojo
153
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
55. Es interesante observar que bastantes de los exegetas suponen en las cuatro mujeres
esta actividad sexual, aunque esto sólo se puede deducir expresamente de Tamar. La posi-
ble profesión como prostituta de Rajab carece de importancia en el texto. Rut hace ama-
gos de acercamiento pero deja la iniciativa a Boaz. Betsabé es una víctima de la violencia
sexual.
154
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
155
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
156
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
157
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
¿no me enfadaré?,
¿no me amargaré como Miriam,
que fue privada de su profecía?
Madre, pregunta la hija simple,
Si Miriam yace enterrada en la arena,
¿por qué tenemos que desenterrar sus huesos?,
¿por qué tenemos que apartarla del sol y de la piedra
a la que pertenece?
La que no sabe cómo preguntar
No tiene pasado
No tiene presente,
No puede tener ningún futuro
Sin conocer a sus madres,
Sin conocer sus iras,
Sin conocer sus preguntas.61
61. ESTHER M. BRONER, The Telling. A Women’s Haggadah, New York 1994, p 197f. Zitiert
im amerik. Original bei Marianne Wallach-Faller, Die Frau im Tallit. Judentum feministisch
gelesen, hg. v. Doris Brodbeck und Yvonne Domhardt, Zürich 2000, p 225f.
158
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
159
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
160
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
63. ASTRID LINDGREN, Ronja Räubertochter, Hammburg 1982, p 24 (castellano: Ronja, la hija
del bandolero (1981) y autora también de Pippi Calzaslargas.
64. Ibid. p 144.
161
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
65. MARIA BERGOM-LARSSON, cita a: VIVI EDSTRÖM, Astrid Lindgren und die Macht des
Märchens, Hamburg 2004, 224.
66. Ein Wortspiel: Eigensinn als Hartnäckigkeit, Dickköpfigkeit und Eigen-Sinne vers-
tanden als eigenes, selbstständiges Denken, Entscheiden. (Juego de palabras) Pensamiento
propio como tozudez, cabezonería e idea fija, entendidos como pensamiento y decisión
personal.
162
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
67. Citas en DOROTHEE SÖLLE, Mystik und Widerstand. ’Du stilles Geschrei’, München
2004, p 369.
68. DOROTHEE SÖLLE, ibíd., p 222. MARGARET FELL ha fundamentado bíblicamente la igual-
dad de sexos ya en los inicios del movimiento feminista en 1667 en el libro Women’s
Speaking Justifier.
163
ESPIRITUALIDAD BÍBLICA Y MUJERES FUERTES
“Ilimitadamente feliz
absolutamente valientes
siempre en dificultades”.69
164
6
Mujeres, resistencia
y vida cotidiana
Anabella Barroso
6
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
Anabella Barroso1
167
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
168
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
169
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
5. En este aspecto son atrayentes los tres volúmenes de GEORGE DUBY titulados Damas
del siglo XII, publicados por Alianza Editorial entre 1995 y 1998. También todo lo relativo
al movimiento de las beguinas está estudiado por MARÍA JESÚS MUÑOZ en el libro Mujeres
que se atrevieron, de la colección En Clave de Mujer. Bilbao, DDB, 1998, páginas 115-158.
Consultar también hhttp//www.nodo50.org/mujeresred/historia-beguinas.html [con-
sulta 17-02-2005] o http://www.transpersonalpsycho.com.ar/mujeresmediovales.htm
[consulta 17-02-2005].
6. MERCEDES NAVARRO, “Mujeres y religiones: visibilidad y convivencia en el Sur de
Europa”. Conferencia de clausura del II Sínodo de Mujeres celebrado en Barcelona en agos-
to de 2003. Consultado en http://www.synodalia.net [consulta 17-02-204]. Publicado en
PILAR DE MIGUEL y SEFA AMELL (eds) Atrevir-se a la Diversitat, Ed. Midterrània, Barcelona,
2004 (en castellano: Atreverse con la diversidad, Verbo divino, Estella, 2004).
170
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
7. PILAR DE MIGUEL; Los movimientos de mujeres y la teología feminista. Una visión panorá-
mica desde nuestro contexto. Colección Xirimiri de Pastoral, IDTP, DDB, Bilbao, 2002.
8. Como responsable, desde 1997, del programa de Fuentes Orales para la historia de
la diócesis de Bilbao, he ampliado el universo de informantes incluyendo a laicos y, espe-
cialmente a laicas, aunque en principio estaba destinado a recoger testimonios de sacer-
dotes. También he incluido el uso de técnicas cualitativas como las historias de vida y los
relatos biográficos, a fin de descubrir cómo es la vida cotidiana y las actividades eclesia-
171
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
les de muchos grupos del laicado diocesano. Esto ha permitido la clara convergencia
metodológica y la posibilidad de participar activamente en otros programas de investi-
gación del propio Instituto, en los que participan profesionales de la historia, la sociolo-
gía, la teología, la ciencia política, la filosofía, la economía, como por ejemplo en el semi-
nario permanente “Prácticas feministas de interpretación bíblica”. Otros programas y semi-
narios se han centrado en el estudio de la creencia y la increencia en Bizkaia, publicado en
el año 2001 y otros han versado sobre “La identidad y la experiencia cristiana de los creyentes
adultos en su vida cotidiana”(en prensa) y el de “Iglesia, medios de comunicación y vida coti-
diana” (actualmente en prensa).
9. CRISTINA BORDERÍAS, “La historia oral en España a mediados de los 80”, en Historia y
Fuente Oral, nº 13, pp 113-130.
10. MERCEDES VILANOVA, “El combate en España por una historia sin adjetivos con fuen-
tes orales”, en Revista Historia y Fuente Oral, número 14, Barcelona, 1995.
172
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
173
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
14. JOSEFINA CUESTA, Historia y memoria, Revista Ayer, nº 32, 1998 y “Campos y proble-
mas en el estudio de la memoria”, Seminario Teórico y Metodológico: El proyecto en his-
toria oral, Seminario de Fuentes Orales, Madrid, 1997.
174
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
15. CARMEN ALBORCH, Malas. Rivalidad y complicidad entre mujeres. Aguilar, Madrid, 2002.
175
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
Nussbaum, las define como instrumentos para los fines de otros. Las
mujeres, según esta autora, encajan en los quehaceres de la vida
social como reproductoras, como encargadas de los cuidados, como
puntos de descarga sexual y como agentes de prosperidad de las
familias, gestionando la economía doméstica y las trayectorias per-
sonales de sus familiares. No sólo no tienen habitación propia sino
que también prescinden de su propia calidad de vida.
Como señala Jean-Claude Kaufmann, se pide a las mujeres que acep-
ten su identidad, siempre reflejo de un rol, como antaño se nacía cam-
pesino, artesano o rey. Las mujeres, en general, aceptan el papel que
se les otorga por el peso de la memoria reciente, por las gratificacio-
nes reconfortantes y por la aridez de una perspectiva emancipadora.16
Rosa Cursach insiste en que son muchas las mujeres que, aunque la
feminidad se haya visto tocada por la modernidad, en su vida coti-
diana y en la comprensión de sí mismas como mujeres y como cre-
yentes siguen sin ocuparse de sí mismas e insiste en la necesidad de
superar lo que Marcela Lagarde define ser “seres para los otros” para
no perpetuar los roles que nos han asignado.17 Como señala Ela Baht,
las mujeres “no sólo queremos un trozo de pastel (es decir un mínimo eco-
nómico) también queremos elegir su sabor (es decir la libertad) y saber hacer-
lo nosotras mismas (es decir tener la capacidad).18
Afortunadamente, la socialización nunca es completa. Hay expe-
riencias que ayudan a que aflore el interrogante sobre el por qué de
las cosas, destacando entre ellas el contacto con otras realidades
sociales que permiten, al detectar y ser conscientes del pluralismo,
tomar distancia y relativizar. Para que la individualización llegue a
buen puerto se necesita por un lado una apropiación reflexiva de las
16. JEAN- CLAUDE KAUFMANN, L’invention du soi. Une théorie de l’identité, Armand Colin,
2004.
17. MERCEDES NAVARRO y PILAR DE MIGUEL, (eds.) 10 palabras clave en Teología Feminista,
Ed. Verbo Divino, Pamplona, 2004.
18. Citado en M.C NUSSBAUM, Las mujeres y el desarrollo humano. El enfoque de las capacida-
des. Herder, Barcelona, 2002
176
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
177
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
178
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
24. MERCEDES NAVARRO y, PILAR DE MIGUEL, (eds). 10 palabras clave en Teología Feminista,
Verbo Divino, Pamplona, 2004.
179
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
180
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
181
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
182
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
183
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
184
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
185
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
186
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
27. AMELIA VALCARCEL, Rebeldes. Hacia la paridad. Plaza Janés, Barcelona, 2000, p. 71.
28. MARÍA SALAS,, De la promoción de la mujer a la teología feminista, Sal Terrae, 1993.
187
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
188
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
29. Por poner un ejemplo podemos citar a Maena Juan que participó en la fundación del
primer sindicato de hostelería de Mallorca.
189
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
Para muchos y muchas, supuso una fuerte crisis de fe, porque su-
frieron la imposibilidad de seguir sintiéndose Iglesia mientras se
comprometía la libertad y aún la vida en la transformación de una
situación sociopolítica fuertemente legitimada por el compromiso
institucional de esta misma Iglesia. Por otro lado, provocaron en los
propios movimientos una fuerte reacción antijerárquica y, en algu-
nos casos, desembocaron en las comunidades de base. Además, la
dificultad de promover la reivindicación nacionalista y la justicia
social mediante unas agrupaciones católicas, obligó a muchos laicos
y también muchas laicas a elegir organizaciones estrictamente políti-
cas, abandonando, en muchas ocasiones, la Iglesia. La radicalidad
del compromiso lleva a un cristianismo sin Iglesia o incluso al aban-
dono de la comunidad de fe como residuo social anacrónico.
Esto provocó un vaciamiento de militantes y líderes en los movi-
mientos laicales sumiéndolos en una crisis de la que se fueron recu-
perando bajo otras formas en los años 80, pero muchos y muchas ya
fueron irrecuperables y esto explica las ausencias significativas de
muchas mujeres en acontecimientos eclesiales de gran importancia,
como por ejemplo pudo ser la Asamblea Diocesana en Bizkaia cele-
brada de 1984 a 1987 (donde un 70% de las participantes son muje-
res, apreciándose una calva en la franja de edad correspondiente a
30-40 años). También explica el éxodo de muchos exmilitantes –fun-
damentalmente hombres– a grupos políticos y su importancia en la
transición política y el traspaso de muchas mujeres que abandonan
su militancia eclesial para integrarse en organizaciones no guberna-
mentales y actividades solidarias.
Pero no siempre se produjo un abandono. Incluso en aquellas que
viven lo religioso desde presupuestos políticos contrapuestos a los
de la jerarquía y el régimen franquista, no se da un abandono de lo
religioso, aunque sí una fuerte crítica al uso y abuso de símbolos
franquistas en las celebraciones y a la utilización de muchos símbo-
los religiosos por el régimen. Con el paso de los años, cuando hablan
190
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
191
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
192
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
193
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
30. Para un estudio de las elites profesionales femeninas, es muy interesante el libro de
MARÍA ANTONIA GARCÍA DE LEÓN, “Herederas y heridas”, Cátedra, Madrid, 2002.
194
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
Muchas se han alejado en silencio, sin hacer ruido, sólo son nominal-
mente católicas, porque no han hecho apostasía de su fe ni han pedi-
do ser dadas de baja en la Iglesia. Algunas han buscado alternativas
y viven su fe de forma individual, sin la mediación institucional.
Forman parte de lo que se denomina éxodo interno31. Otras han sufri-
do desengaños y fuertes chascos de una Iglesia a la que dedicaron
muchas horas en régimen de voluntariado, cuando una segunda fase
de recepción conciliar parecía posible a mediados de los 80. Pero, en
un nuevo contexto, cambiaron las agujas y hasta la vía y, como dice el
anuncio, va a ser que no. En su momento, abrigaron expectativas
razonables de cambios profundos, porque algunas vivieron experien-
cias de fuerte corresponsabilidad, que les hicieron mantener la ilusión
y apostar por una Iglesia en la que creían y en la que, a pesar de todo,
siguen creyendo, sin embargo sufrieron un gran chasco. “Nos hicieron
creer que contaban con nosotras, pero mi primera desilusión fue cuando vi
que nada más terminar no importaban las conclusiones a las que se llegaba,
sino que lo importante era el proceso. Me dije, malo. Esto es como las asam-
bleas universitarias, cuando después de todo, siempre había alguien que pre-
guntaba si la votación era vinculante”. Muchas también forman parte de
lo que se ha denominado éxodo externo y se desengancharon fuerte-
mente desengañadas. “Yo no veía salida. La Iglesia me ha machacado. No
podía seguir. Abandoné y no quiero volver a saber nada más”.
Tras un período de reflexión, algunas volvieron para buscar una rela-
ción adulta con Dios en una Iglesia que “les alienta, les sostiene y defrau-
da”. Otras siguen perteneciendo a sus comunidades, porque siguen
creyendo en ellas. Algunas son conscientes de que las mujeres son la
base social de la Iglesia, en la que sin embargo no son tenidas en cuen-
ta y sienten el profundo enfado de saber que han interiorizado su
marginación y hacen todo esto “por amor, por vocación de servicio,
habiendo asumido hasta el tuétano de los huesos nuestro papel de hacedoras
195
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
196
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
197
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
198
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA
32. IZASKUN SAEZ DE LA FUENTE, Taller sobre democracia y culturas. II Sínodo Europeo de
Mujeres, Barcelona, 2003 y ROSA CURSACH, Para la que la Iglesia revele el verdadero ros-
tro de Dios, Bilbao, Febrero 2005. www.idtp.org [consulta 17-03-2005].
33. E. SHÜSSLER FIORENZA, Pero Ella dijo: prácticas feministas de interpretación bíblica, Trotta,
Madrid 1996.
199
MUJERES, RESISTENCIA Y VIDA COTIDIANA
34. CARMEN ALBORCH, Malas. Rivalidad y complicidad entre mujeres, Aguilar, Madrid, 2002.
200
Títulos de la Colección
EN CLAVE DE MUJER
Dirigida por: Isabel Gómez-Acebo
RELECTURA DEL GÉNESIS. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Dolores Aleixandre
- Carmen Bernabé - Elisa Estévez - Mercedes Navarro.
CINCO MUJERES ORAN CON LOS SENTIDOS. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) -
Alicia Fuertes - Trinidad León - Mercedes Navarro - Marta Zubía.
AMOR MALTRATADO. MATRIMONIO, SEXO Y VIOLENCIA EN LOS PROFETAS
HEBREOS. Renita J. Weems.
DIEZ MUJERES ORAN ANTE UN CUADRO. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Mª.
Josefa García Callado - Mª. Teresa Pandelet - Justa del Sol - Rosario García
- Beatriz Arescurrinaga - Rosa Carbonell - Inés Gramajo - Marifé Ramos -
Mª. Carmen Massé.
RELECTURA DE LUCAS. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Victoria Howell -
Xabier Pikaza - Nuria Calduch-Benages - Pilar de Miguel Fernández -
Mercedes Navarro.
MUJERES QUE SE ATREVIERON. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Mª. Jesús
Muñoz Mayor - Mª. Teresa Pandelet - María del Mar Graña - María de
Pablo-Romero - Victoria Howell - Diana de Vallescar.
DEL COSMOS A DIOS. ORAR CON LOS ELEMENTOS. Isabel Gómez-Acebo
(Ed.) - María José Arana - Toty de Naverán - Emma Martínez.
MARÍA. MUJER MEDITERRÁNEA. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Esperanza
Bautista - Mercedes Navarro - María del Pino Tejera - Demetria Ruiz López
MUJERES Y ¿SECTAS? AYER Y HOY. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Julio Trebolle
- Victoria Howell - Magdalena de Quiroga - Mª del Carmen Fernández -
Juan Bosch - Mª José López - Izaskun Sáez de la Fuente - Mercedes Navarro.
Y VOSOTRAS, ¿QUIÉN DECIS QUE SOY YO? Isabel Gómez-Acebo (Ed.) -
Mercedes Navarro - Dolores Aleixandre - Demetria Ruiz López - Nuria
Calduch - Irene Vega - Carmen Bernabé - Pilar de Miguel.
ASÍ VEMOS A DIOS. Isabel Gómez-Acebo (Ed.) - Felisa Elizondo - María
Claustre Sole - María del Carmen Aparicio - Trinidad León - Elisa Estévez.
¿QUÉ ESPERAMOS DE LA IGLESIA? LA RESPUESTA DE 30 MUJERES. Isabel
Gómez-Acebo (Ed.).
LAS MUJERES EN LA VIDA DEL NOVIO. UN ANÁLISIS HISTÓRICO-LITERA-
RIO FEMINISTA DE LOS PERSONAJES FEMENINOS EN EL CUARTO EVANGELIO.
Adeline Fehribach.
ORAR DESDE LAS RELACIONES HUMANAS. Isabel Gómez-Acebo (Ed.).
LA MUJER Y EL VALOR DEL SUFRIMIENTO. UN TREMENDO Y ASOMBROSO
REMAR HACIA DIOS. Kristine M. Rankka.
UNA COMPAÑERA PARA MATEO. Amy-Jill Levine con Marianne Blickenstaff.
UNA COMPAÑERA PARA MARCOS. Amy-Jill Levine con Marianne Blickenstaff.
LA MUJER EN LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO. Isabel Gómez-Acebo (Ed.).
ESPIRITUALIDAD Y FORTALEZA FEMENINA. Pilar de Miguel (Ed.).
Este libro se terminó
de imprimir
en los talleres de
RGM, S.A., en Bilbao,
el 5 de enero de 2006.