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ADOLESCENTES Y REDES SOCIALES: ¿DEMASIADO EXPUESTOS?

Las redes sociales revolucionaron la comunicación, haciéndola más ágil, diversa y global. Pero
su uso también puede encerrar peligros, especialmente para los adolescentes, que suelen ser
más vulnerables a esos riesgos.

Debido a la exposición sin filtros que muchas veces significa postear información y fotos en redes
como Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram y otras, los más chicos corren el riesgo de quedar
‘desnudos' a los ojos de terceros, que a su vez pueden aprovechar esos datos de mala manera.

El psicólogo uruguayo Roberto Balaguer, magíster en Educación, docente universitario,


investigador y consultor de temas vinculados a las nuevas tecnologías, explica que los
adolescentes pueden estar conectados a internet entre 12 y 13 horas diarias, contando el uso
de todos los dispositivos y pantallas.

¿Saben manejarse mejor que los adultos en este terreno o son más vulnerables? "Depende de
la edad. De la generación de los llamados 'millenials' para abajo, hay un uso cotidiano, frecuente,
casi que permanente. Pasan prácticamente todo el día conectados. Y no es un uso que para ellos
se defina como problemático", indicó el especialista.

La alta conectividad no necesariamente es sinónimo de un posteo compulsivo en redes sociales.


Además de que los jóvenes pasan mucho tiempo en plataformas privadas o de acceso
restringido, como WhatsApp, Telegram o Snapchat.

La pregunta es qué sucede a la hora de subir información o postear datos personales en redes
abiertas y públicas, donde cualquiera puede leer lo que se escribe. ¿Los adolescentes toman
precauciones? ¿Son conscientes del nivel de exposición que tienen?

"La percepción del riesgo en esas edades está disminuida. No tienen muy claro una proyección
a mediano plazo de que esas cosas van a estar disponibles ahí. No hay una clara idea de que eso
puede mañana volverse en contra. Pero de vuelta, es en parte producto de la edad, donde lo
que se prioriza es el tiempo presente y no el futuro", dijo Balaguer.
© FLICKR/ SAM HOWZIT

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Sí tienen recaudos a la hora de publicar datos que los puedan hacer ubicables o accesibles para
cualquier persona, aclaró el psicólogo. "Pero por otro lado están diciendo mucho de sí mismos
que no lo consideran como datos. No dicen su dirección o su número de teléfono, pero capaz
que están diciendo mucho más a través de su navegación, lo que publican y su actividad. Ese clic
de unir que lo que ellos hacen está dando datos indirectamente, es una tarea más del adulto",
agregó.

Otro riesgo es el de entablar comunicación o comenzar relaciones con desconocidos. Esto puede
llevar a que adolescentes queden citados para encontrarse con alguien que nunca vieron, o bien
enviarle fotos o información a gente que solo conocen por las redes.

© REUTERS/ DADO RUVIC

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En general, lo que sucede es que el riesgo lo conocen y lo minimizan o niegan. Ahí dependerá
un poco de lo que son las vulnerabilidades de los chicos en ese momento. Por ejemplo, estar en
grupo y por eso animarse ingresar a chats donde se encuentran con extraños. Y luego está la
vulnerabilidad mayor, que son aquellos jóvenes que por distintas circunstancias, familiares,
sociales, están necesitados de encontrar algún otro vínculo que les dé mayor sensación de
seguridad. Esos son los más vulnerables a quedar atrapados en vínculos donde el otro les ofrece
valorarlos, quererlos y reconocerlos", explicó el psicólogo.
¿Qué precauciones se pueden tomar para minimizar los riesgos de la exposición en las redes
sociales? El psicólogo especializado en nuevas tecnologías no dudó en su respuesta. "La
herramienta principal es poder hablar de lo que sucede en internet. El gran problema es que es
muy bajo el porcentaje de chicos que recurren a un adulto a pedir ayuda. Generar diálogo es la
principal vacuna para ese mundo de las redes sociales de espaldas al mundo de los adultos",
indicó Balaguer.

CC0 / PIXABAY

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Esto no significa que los padres tengan que armarse una cuenta de cada red social. "Eso sería
disparatado. De hecho, hoy la gran mayoría de los padres —entre 50% y 60%— tienen cuentas
en Facebook y son amigos de sus hijos. Pero al mismo tiempo ahora Facebook no se está usando
como plataforma donde los adolescentes se muestran. Hoy eligen otras plataformas, como
Instagram o Snapchat. Lo que hay que hacer es generar diálogo para que estén conscientes de
los riesgos que implica contactarse con extraños, dar información, navegar por sitios que puedan
obtener información de ellos que se les pueda volver en contra. Fortalecerlos para que tomen
decisiones adecuadas cuando se enfrentan a esas situaciones", concluyó el especialista.

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