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INCIDENTE DE SEMILIBERTAD
RESOLUCIÓN N° CUATRO
I. ANTECEDENTES
1.1. S tiene que por Oficio N° 027-2016-INPE-DIR-EP-PIURA-CTP, el director del
Establecimiento Penal de sentenciados de Piura [Ex Río Seco], eleva a folios setenta y
cuatro, y en calidad de apto, el cuadernillo o expediente de beneficio penitenciario –
semilibertad-, del sentenciado interno DOMÍNGUEZ CHUMACERO, quien se
encuentra privado de su libertad por el delito Robo Agravado.
1.2. El interno ORLANDO DOMÍNGUEZ CHUMACERO, conforme a la sentencia que
se tiene a la vista, fue procesado y condenado por el delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de Robo Agravado, en agravio de Efraín Ruiz Riofrío y como tal se le
impuso seis años de pena privativa de la libertad de carácter efectiva, que computada
desde el día de sus detención – veintiocho de noviembre de dos mil once-, vence
indefectiblemente el día veintisiete de noviembre de dos mil diecisiete. Sentencia que
tiene la calidad de cosa juzgada al quedar consentida por auto judicial de fecha quince
de marzo de d dos mil trece.
1.3. El interno solicitante ha presentado su solicitud de beneficio penitenciario de
semilibertad, y la autoridad del establecimiento penitenciario ha elevado el cuadernillo
correspondiente al Juzgado Penal Unipersonal de esta ciudad, conteniendo las
siguientes piezas procesales: a) acta final de consejo técnico penitenciario de folios
dos a tres; b) Informe 09-2016 -INPE/17.111, de folios cuatro a cinco; c) Informe
Jurídico Nº 008-2016 -INPE/17-111-AL/ELD, a folios seis a nueve; d) certificado de
conducta, obrante a folios diez; e) el certificado de no registrar proceso pendiente con
mandato de detención a nivel nacional, de folios once; f) el certificado de cómputo
labora N° 013-2016, de fecha ocho de febrero de dos mil dieciséis, obrante a folios
doce, acompañado de las respectivas planillas de control laboral; g) el certificado de
cómputo educativo N° 127-2015, de fecha seis de noviembre de dos mil quince ,
obrante a folios treinta y cuatro, acompañado de las respectivas planillas de control
educativo; h) Informe N° 0264-2015/Ps- INPE/DESC, de fecha dos de noviembre de
dos mil quince, obrante a folios cuarenta y seis a cuarenta y nueve de la presente
carpeta judicial; i) Informe social Nº 195-2015/INPE, de fecha seis de noviembre de
dos mil quince, obrante de folios cincuenta a cincuenta y uno; j) la copia certificada de
la sentencia del Juzgado Penal Colegiado de Sullana, de fecha diez de agosto de dos
mil doce, obrante de folios cincuenta y cuatro a cincuenta y ocho, con su respectiva
resolución que la declara consentida; k) copia del depósito judicial N° 2013607100072,
por la suma de trescientos nuevos soles; l) declaración jurada de oportunidad de
trabajo y contrato de trabajo anticipado, suscrito por Katherine Desire Custodio Aguirre,
en su calidad de empleador, obrante de folios sesenta y dos a sesenta y tres; m)
constancia de convivencia, de fecha diecinueve de octubre de dos mil quince, de folios
sesenta y cuatro ; n) constancia domiciliaria de fecha veinte de octubre de dos mil
quince, emitida por el Notario Púbico Tomas Camminati Oneto, obrante a folios sesenta
y seis; o) copias certificadas de los documentos de identidad de los menores hijos del
sentenciado, obrante de folios sesenta y ocho a sesenta; y p) copias certificadas y
certificado de los cursos e instrucciones de capacitación que ha recibido el interno
DOMINGUEZ CHUMACERO durante su permanencia en el recinto penitenciario.
2.2. La fiscalía, por su parte, desde ya opina que el Beneficio Penitenciario sea
desestimado, considera que el cumplimiento de los requisitos formales no es suficiente
para estimar fundada un pedio de esta naturaleza; toda vez que, en el presente caso,
no se tiene certeza de la readaptación social del sentenciado a la sociedad. Si bien
existen informes favorables, sin embargo, no existe un análisis previo o un trabajo de
aquellos aspectos que los conllevaron al sentenciado a cometer el delito. No existe el
análisis del antecedente y la pericia contendida en el informe psicológica que se hayan
analizados los disvalores que presentaba en su momento como son: la falta de respeto
a la propiedad ajena y a la integridad de física. Más aun, si en el hecho delictivo se
utilizó arma de fuego y fue en agravio de una menor de edad. En el hecho delictivo se
privó por cierto tiempo de la libertad de una persona, pues fue amarrada para llevarle la
bicicleta; estos disvalores no son analizados por el área psicológica, ni existe
información que se haya trabajado en dichos disvalores, con dicho informe no se
acredita que se haya readaptado a esta persona.
6.2. Con relación a la personalidad, tenemos que las características individuales del
interno en relación al delito cometido, se tiene que ha sido la única vez que ha
cometido un delito contra el patrimonio, en la modalidad de Robo Agravado, usando
arma de fuego, inutilizando cualquier forma de defensa por parte de la víctima, quien
para ser reducido y poderle sustraer le bien objeto del delito, fue amarrado de pies y
manos, y como única atenuante: bajo los efectos del alcohol. Existiendo –por ahora-el
riesgo de que vuelva a cometer, y pasar a otro nivel de peligrosidad y especialidad
delictiva, pues de los órganos de prueba, o mejor dicho, las personas que han
participado en la elaboración del informe psicológico y social, no fueron ofrecidos por el
abogado defensor del solicitante, a fin de ser sometidos al examen y contraexamen
respectivo, para que expliquen las forma, métodos y técnicas que se habrían utilizado
para arribar a las conclusiones de sus respectivos informes, y que si bien se ofrecieron
los mismos (Informe N° 0264-2015/PS y N° 195-2015/INPE), por si solos no generan la
más mínima convicción de que el interno haya alcanzado la rehabilitación esperada. Es
más, con la sola lectura del informe psicológico no es posible apreciar la evolución
conductual del interno desde su ingreso al recinto penitenciario y si su acción disvaliosa
contra el patrimonio o la propiedad ajena ha sido trabajada por parte del área
psicológica.
6.3. Respecto a su nivel de inserción, que si bien cuenta con opiniones favorables de
su reinserción en los informes emitidos por el equipo multidisciplinario, los mismos,
como ya se ha dicho, no generan convicción en el juzgador que el interno no volverá
acometer un ilícito una vez puesto en libertad, y que haya alcanzado un nivel adecuado
de reinserción en la sociedad, toda vez que, no se ofreció la actuación (examen) de las
personas o especialistas que los emitieron, máxime, al margen que el abogado
defensor sustente las razones por las cuales su patrocinado no reincidirá en la
comisión de un nuevo delito doloso, sobre la base de la información fáctica que obra en
el expediente, los antecedentes y perfil personal de su defendido, así como su historia
de vida dentro del establecimiento penal, pero, cuyo discurso sin contenido material
habrá sido una pérdida de oportunidad para explicar al juez los fundamentos de su
solicitud, pues queda claro ya que la prognosis de resocialización constituye el
fundamento más trascendente para conceder o denegar una semilibertad o liberación
condicional.
6.4. En lo relativo a las condiciones para el desarrollo de su vida futura del interno, se
aprecia que si bien en el cuadernillo de semilibertad se cuenta con el informe de
asistente social así como las otras documentales consistentes en: declaración jurada
de oportunidad de trabajo, contrato de trabajo anticipado, constancia de convivencia,
constancia domiciliaria y copia certifica de los documentos de identidad de la
conviviente e hijos del sentenciado. Se tiene que, en relación al informe social, que
tiene como fin ilustrar al juzgador sobre composición, carga y respaldo familiar del
interno, así como revisar su historia de vida, relacionado con el inicio de su actividad
delictiva, consumo de alcohol y de drogas, lo idóneo es examinar al titular o
especialista emisor del informe, a fin que se cumpla el propósito de la inmediación que
se prevé en la audiencia (artículo 50° el CEP), y como quiera que solo se ofreció el
informe como documental, esto no genera la convicción necesaria de esta requisito. De
otro lado, en cuanto a las documentales precitadas, no corresponde – hoy-hacer una
valoración de ellas porque no fueron ofrecidas por la parte solicitante del beneficio
penitenciario y tampoco corresponde a la judicatura su introducción de oficio. En
consecuencia, no existen en autos mayores referencias sobre el desarrollo conductual
del interno en relación a su vida futura.
6.5. Por último, en relación a la conducta del interno durante su reclusión, si bien se
acreditado que el sentenciado Orlando Domínguez Chumacero, acredita que durante
su reclusión no registra sanción disciplinaria alguna, no es menos cierto, que este
extremo de los presupuestos procesales, por sí solo, no es suficiente para amparar la
semilibertad solicitada.
SÉTIMO: Que, desarrollada las exigencias puntuales antes mencionadas, que no son
vinculantes para la decisión judicial, en la medida que no fueron ofrecidos los
profesionales del área social, psicológica y técnico penitenciaria, ni a la persona del
empleador (para una futura oportunidad laboral), ni tampoco las documentales
relacionadas a la vida futra del interno, una vez fuera del penal, es legítimo entender
que la sociedad no estaría segura de que el interno cumpla con las reglas de conducta
que lleva adherida la decisión de procedencia, razones por la que debe desestimarse
por improcedencia el pedido de conformidad a lo previsto en los artículos 48° y
siguientes del Código de Ejecución Penal.
VII. DECISIÓN
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo establecido en el artículo
139 de la Constitución, el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Sullana,
RESUELVE:
1. Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de SEMILIBERTAD formulada por el interno
ORLANDO DOMÍNGUEZ CHUMACERO, en consecuencia, consentida o ejecutoriada
que sea la presente archívese.
2. Notifíquese a los sujetos procesales con arreglo a ley, en sus casillas electrónicas
que han proporcionado en autos