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EXPEDIENTE : 00344-2016-79-3101-JR-PE-02

JUEZ : LINDO YAJAMANCO CARLOS ENRIQUE


ESPECIALISTA : FACUNDO FACUNDO LIDER ERMELINDA
SOLICITANTE : DOMINGUEZ CHUMACERO, ORLANDO

INCIDENTE DE SEMILIBERTAD

RESOLUCIÓN N° CUATRO

Sullana, catorce de abril


De dos mil dieciséis.

VISTOS Y OÍDOS, con la solicitud de beneficios penitenciarios presentada por el


interno sentenciado ORLANDO DOMÍNGUEZ CHUMACERO, documentos adjuntos a
su solicitud, y oficio que antecede.

I. ANTECEDENTES
1.1. S tiene que por Oficio N° 027-2016-INPE-DIR-EP-PIURA-CTP, el director del
Establecimiento Penal de sentenciados de Piura [Ex Río Seco], eleva a folios setenta y
cuatro, y en calidad de apto, el cuadernillo o expediente de beneficio penitenciario –
semilibertad-, del sentenciado interno DOMÍNGUEZ CHUMACERO, quien se
encuentra privado de su libertad por el delito Robo Agravado.
1.2. El interno ORLANDO DOMÍNGUEZ CHUMACERO, conforme a la sentencia que
se tiene a la vista, fue procesado y condenado por el delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de Robo Agravado, en agravio de Efraín Ruiz Riofrío y como tal se le
impuso seis años de pena privativa de la libertad de carácter efectiva, que computada
desde el día de sus detención – veintiocho de noviembre de dos mil once-, vence
indefectiblemente el día veintisiete de noviembre de dos mil diecisiete. Sentencia que
tiene la calidad de cosa juzgada al quedar consentida por auto judicial de fecha quince
de marzo de d dos mil trece.
1.3. El interno solicitante ha presentado su solicitud de beneficio penitenciario de
semilibertad, y la autoridad del establecimiento penitenciario ha elevado el cuadernillo
correspondiente al Juzgado Penal Unipersonal de esta ciudad, conteniendo las
siguientes piezas procesales: a) acta final de consejo técnico penitenciario de folios
dos a tres; b) Informe 09-2016 -INPE/17.111, de folios cuatro a cinco; c) Informe
Jurídico Nº 008-2016 -INPE/17-111-AL/ELD, a folios seis a nueve; d) certificado de
conducta, obrante a folios diez; e) el certificado de no registrar proceso pendiente con
mandato de detención a nivel nacional, de folios once; f) el certificado de cómputo
labora N° 013-2016, de fecha ocho de febrero de dos mil dieciséis, obrante a folios
doce, acompañado de las respectivas planillas de control laboral; g) el certificado de
cómputo educativo N° 127-2015, de fecha seis de noviembre de dos mil quince ,
obrante a folios treinta y cuatro, acompañado de las respectivas planillas de control
educativo; h) Informe N° 0264-2015/Ps- INPE/DESC, de fecha dos de noviembre de
dos mil quince, obrante a folios cuarenta y seis a cuarenta y nueve de la presente
carpeta judicial; i) Informe social Nº 195-2015/INPE, de fecha seis de noviembre de
dos mil quince, obrante de folios cincuenta a cincuenta y uno; j) la copia certificada de
la sentencia del Juzgado Penal Colegiado de Sullana, de fecha diez de agosto de dos
mil doce, obrante de folios cincuenta y cuatro a cincuenta y ocho, con su respectiva
resolución que la declara consentida; k) copia del depósito judicial N° 2013607100072,
por la suma de trescientos nuevos soles; l) declaración jurada de oportunidad de
trabajo y contrato de trabajo anticipado, suscrito por Katherine Desire Custodio Aguirre,
en su calidad de empleador, obrante de folios sesenta y dos a sesenta y tres; m)
constancia de convivencia, de fecha diecinueve de octubre de dos mil quince, de folios
sesenta y cuatro ; n) constancia domiciliaria de fecha veinte de octubre de dos mil
quince, emitida por el Notario Púbico Tomas Camminati Oneto, obrante a folios sesenta
y seis; o) copias certificadas de los documentos de identidad de los menores hijos del
sentenciado, obrante de folios sesenta y ocho a sesenta; y p) copias certificadas y
certificado de los cursos e instrucciones de capacitación que ha recibido el interno
DOMINGUEZ CHUMACERO durante su permanencia en el recinto penitenciario.

II. ALEGATOS O FUNDAMENTOS INTRODUCTORIOS.


2.1. Estando que se trata de un beneficio penitenciario solicitado a instancia de parte
(interno), es que se concede en primer término el uso de la palabra al abogado
defensor del solicitante para que postule sus argumentos de inicio en relación al
beneficio penitenciario solicitado. Refiere que el beneficio penitenciario solicitado
cumple con las formalidades establecidas en el artículo 110.3 del Código de Ejecución
Penal; que su patrocinado cuenta con los informes profesionales del área social, del
área psicológica y del área jurídica, los mismos que tienen la calidad de favorables;
refiere que s ele impuso a su patrocinado una pena privativa de la libertad de seis años
efectiva y una reparación civil de trescientos con 00/100 nuevos soles. Que en cuanto a
la pena privativa de la libertad, la misma se viene cumpliendo en un total de cuarenta y
nueve mese calendarios, a la fecha de presentación de la solicitud de semilibertad,
pero que a la fecha de la audiencia cuanta con cincuenta y dos meses, que su
patrocinado ha realizado redención de pena equivalente a quinientos diecinueve días
de trabajo y ciento cincuenta y uno días de estudios, siendo un total de redención de
pena equivalente a cuatro meses con diecinueve días que deben sumarse a la pena
efectiva cumplida hasta la fecha, haciendo un total de 54 meses con 04 cuatros días en
total de condena, cuando se emitieron los informes. Que en cuanto a la reparación civil,
la misma ha sido cancelada en su integridad, conforme al certificado de depósito
judicial N° 201306710072, por la suma de trescientos con 00/100 nuevos soles.
Por último, afirma la defensa del solicitante (interno) que del expediente de semilibertad
también se tiene la constancia negativa de sanción disciplinaria durante la permanencia
del sentenciado en el penal, la constancia o certificado negativo de mandato judicial de
detención de nivel nacional y que existe propuesta alta positiva del Consejo Técnico
Penitenciario de reinserción social del sentenciado

2.2. La fiscalía, por su parte, desde ya opina que el Beneficio Penitenciario sea
desestimado, considera que el cumplimiento de los requisitos formales no es suficiente
para estimar fundada un pedio de esta naturaleza; toda vez que, en el presente caso,
no se tiene certeza de la readaptación social del sentenciado a la sociedad. Si bien
existen informes favorables, sin embargo, no existe un análisis previo o un trabajo de
aquellos aspectos que los conllevaron al sentenciado a cometer el delito. No existe el
análisis del antecedente y la pericia contendida en el informe psicológica que se hayan
analizados los disvalores que presentaba en su momento como son: la falta de respeto
a la propiedad ajena y a la integridad de física. Más aun, si en el hecho delictivo se
utilizó arma de fuego y fue en agravio de una menor de edad. En el hecho delictivo se
privó por cierto tiempo de la libertad de una persona, pues fue amarrada para llevarle la
bicicleta; estos disvalores no son analizados por el área psicológica, ni existe
información que se haya trabajado en dichos disvalores, con dicho informe no se
acredita que se haya readaptado a esta persona.

Considera que el caso es Delito de Robo agravado materia de juicio no existió


circunstancias atenuantes y que ya ha sido beneficiado con una pena privativa de la
libertad benigna de seis años como consecuencia de la conclusión anticipada del juicio
al que fue sometido, oponiéndose al beneficio.
III. MEDIOS PROBATORIOS ADMITIDOS
3.1. Conforme se ha dejado constancia en el registro de audio respectivo, en los
presentes actuados de ejecución de sentencia y conforme a las reglas penitenciarias
de la semilibertad que se regulan a partir del artículo 48°, 49° y 50° del Código de
ejecución penal, se tiene que partir de la entrada en vigencia de la Ley N° 30076, el
sistema de calificación, actuación de medios probatorios y de audiencia de semilibertad
ha quedado sentado sobre la base de la oralidad y la inmediación.
3.2. Bajo la premisa antes indicada tenemos que, en el decurso de las audiencias
convocadas por la judicatura para resolver la solicitud de semilibertad, la defensa
técnica del interno solicitante postuló como medios probatorios, las solas documentales
que integran el cuadernillo de semilibertad, tales como: i) informe social 195-2015, de
fecha seis de noviembre de dos mil dieciséis, la misma que ha sido suscrita por la Lic.
Juliana E. Terrones Rodríguez; ii) informe psicológico 264-2015, de fecha dos de
noviembre de dos mil quince, emitido por la Lic. Diana Saavedra Cumpa; iii) certificado
de antecedentes judicial N° 594-2015, de fecha diez de noviembre de dos mil diez; vi)
certificado de cómputo laboral N° 013-2016, donde se registra el pago del 10% de la
retención legal que al interno se le ha venido afectando durante los días de trabajo; v)
Certificado de cómputo educativo N 127-2015, que ha realizado el interno dentro del
CETPRO “Miguel Grau Seminario” CEBA N° 031, donde el interno está matriculado con
código N° 0004-2012, estudiando Ebanistería, con un total de 151 días; vi) Informe o
acta de final del Consejo Técnico Penitenciario N° 032016-INPE/17.111.CTP, en la cual
se certifican que el interno está con grado de inserción social a la sociedad; vii)
Certificado de conducta N° 06-2016, que acredita que el interno no registra sanción
disciplinaria en el penal; y viii) certificado de antecedentes judicial 367-2015-0006723,
sobre certificado negativo que el interno no registra proceso con mandato de detención
a nivel nacional.
3.3. Después del debate correspondiente, la judicatura admitió para la actuación
probatorio y contradictorio todas las documentales ofrecidas por la defensa técnica del
interno, a excepción de las documentales signadas con número iv) y v), en la medida
que la información contenidas en ellas estaban debidamente insertadas en el acta de
conejo técnico penitenciario.
3.4. Debe dejarse constancia que en el presente caso no se admitieron órganos de
prueba: testigos o peritos, o a las personas comprendidas con las actividades laborales
o de estudios, en la medida que estas no fueron solicitadas, o mejor
1 Principio relacionado directamente con la inmediación y consiste en el desahogo del
proceso de ejecución, a través de Audiencias con la presencia de las partes. [Derecho
de ejecución de pena; Sofía M. Cobo Téllez. P. 45].
2 Las audiencias, actos procesales y decisiones inherentes a la ejecución deberán
realizarse bajo la intervención directa del Juez de Ejecución, sin que se pueda delegar
a otra persona esta función. . [Derecho de ejecución de pena; Sofía M. Cobo Téllez, p.
46] dicho, ofrecidas por el solicitante, máxime, si como bien lo refiere la norma de
ejecución penal, la solicitud y medios de pruebas, se rige por el principio dispositivo,
esto es, a instancia de parte, debiendo informar o fundamentar las razones fácticas y
jurídicas de las mismas.
IV. ACTUACIÓN DE MEDIOS PROBATORIOS
4.1. Informe social N° 195-2015, concluye: el interno durante su reclusión no registra
sanciones disciplinarias, en el tratamiento social, viene asistiendo en las terapias
individuales, grupales, taller multidisciplinario, cuenta con apoyo moral y afectiva de
parte de la conviviente e hijos, mantienes buenas comunicaciones con los compañeros
de celda y familia, respeta a las autoridades, no guarda rencores ni resentimientos para
nadie, control las emociones e ira. De otro lado, para su reinserción social cuanta con
apoyo moral y soporte familiar de parte de la conviviente e hijos, la vivienda donde
retornará es de su propiedad, cuenta con propuesta laboral a trabara como obrero de
construcción en la empresa ROKKA ASOCIADOS SAC, su expectativa es velar por su
familia y trabajar con honestidad. El interno reúne condiciones favorable para su
reinserción social.
Sobre dicha documental, indica el solicitante, a través de su abogado defensor, que la
asistenta social, ha concluido que la permanencia en el penal le ha servido para
readaptarse y ser reinsertado a la sociedad y pide se tome en cuenta al momento de
emitir la resolución.
4.2. Informe psicológico N° 264-2015, se concluye que el interno a la fecha de emisión
del informe, reúne las condiciones psicológicas y conductuales favorables para su
reinserción social con un grado de readaptación alta, lo que hace merecedor que el
interno puede ser atendido en su solicitud de beneficio penitenciario; se recomienda, en
caso se le otorgue el beneficio, continuar con el apoyo psicológico a través de la unidad
de medios libre del INPE, donde se viene desarrollando el programa FOCOS
(Fortalecimiento de Competencias Sociales para la no reincidencia delictiva de
liberados, con el propósito de consolidar su proceso de resocialización en libertad.
Sobre dicha documental, indica el solicitante, a través de su abogado defensor, que el
interno durante sus 54 meses de privado de su libertad, ha cambiado, su actitud que
cometió con el alcohol, le ha permitido darse cuenta de estar lejos de su familia y sus
hijos, y el tiempo le ha permitido cambiar. Por su parte, refiere el Ministerio Público, que
estamos ante un sistema oral, se le imposibilita realizar la evaluación jurídica del
informe psicológico que se ha dado lectura, porque la perito o la titular del informe no
ha sido ofrecida.
En esta caso al haber existido disvalores del agente infractor al momento de cometer el
delito contra el patrimonio, este presentaba consecuencias negativas, siendo que la
superación de los disvalores deben ser informadas por la titular del informe a través del
contradictorio, por ello, no se genera certeza alguna de su reinserción social
sentenciado.
4.3. El certificado de antecedentes judicial N° 594-2015, de fecha diez de noviembre de
dos mil diez, que prueba que el interno solo está sentenciado por un delito y es el
mismo que viene cumpliendo y por el cual está solicitando su beneficio.
4.4. Informe laboral 013-2016, emitido de acuerdo a las planillas de pago; acredita que
éste laboró efectivamente y cumplió con el pago del 10% de sus haberes, habiendo
laborado un total de 519 días.
Para la defesan técnica del acusado, se comprueba que el interno ha cumplido con
trabajar, tal como lo suscribe el certificado, demostrando que tiene toda la intención
laboral.
4.5. Certificado de conducta N° 06-2016 que acredita que no registra sanción
disciplinaria en el penal. El director que suscribe que el interno ingresa al penal en
fecha tres de enero de dos mil once, en el libro de procesos disciplinario, no registra
sanción.
4.6. Informe o acta del Consejo Técnico Penitenciario, donde se apreciaría que el
sentenciado reúne los requisitos previstos en el artículo 53° del Código de Ejecución
Penal; el área de asistencia social: condiciones favorables; área psicológica: analizada
la personalidad y el tratamiento psicológico. Reúne condiciones psicológicas
conductuales; área laboral: laboró efectivamente y cumplió con aportar el 10% se sus
haberes; área educativa: desde su internamiento estudio cientos cincuenta y un días de
estudios; Certificado de conducta: el interno no registra sanción disciplinaria; certificado
de antecedentes judiciales: no registra proceso con mandato judicial.
Sobre dicha documental, indica el solicitante, a través de su abogado defensor, que en
esta acta final, el CTP analiza todos los informes hechos por las diferentes áreas y
concluyen que el sentenciado está rehabilitado con readaptación
V. ALEGATOS FINALES
5.1. Por parte de la defensa del sentenciado solicitante, considera que el interno al
momento de solicitar el beneficio y emitir los documentos en el establecimiento
Resolución Nro. de Río Seco, tanto sociales como de conducta, emiten dictámenes
favorables en favor del interno, esto es, para que se conceda el beneficio.
5.2. Por su Parte, el Ministerio Público, todo beneficio tiene una finalidad y está dirigida
a fines de trabajo, o fines reeducativos que se busque la salida del establecimiento
penal. En este caso no se acreditado ninguno de los fines, por tanto, debe declararse
improcedente el mismo.
5.3. Finalmente, el sentenciado refiere que lleva cuatro años y solicita que se le
conceda la oportunidad de regresar con su familia, que tiene cuatro hijos y que desea
estar con ellas; que se le dé una oportunidad.
VI. ANÁLISIS DEL CASO
PRIMERO: La concesión del Beneficio Penitenciario está condicionado al cumplimiento
de las formalidades previstas por la actual legislación [principio de legalidad], pero
también a la prognosis que debe realizar el juez respecto a considerar que el Beneficio
Penitenciario se concede: cuando la naturaleza del delito, la evolución de la
personalidad del sentenciado, las condiciones para el desarrollo de su vida futura y su
conducta dentro del establecimiento penitenciario, permitan suponer razonablemente
que o cometerá nueva infracción penal. Asimismo, el Tribunal constitucional ha
reconocido que en el pronunciamiento de la concesión de estos beneficios no solo
debe determinarse si corresponde o no otorgar a un interno, un determinado beneficio
penitenciario, por el mero cumplimiento de los supuestos formales que reconoce la
normatividad al respecto, sino que su concesión, en el caso de todos ellos, se
encuentra condicionada a un requisito adicional de carácter material, el cual se
encuentra referido a que el penado deba encontrarse rehabilitado, es decir, debe existir
certeza de que su puesta en libertad con antelación al cumplimiento total el quantum de
la pena impuesta, no representa de modo alguno una amenaza para la seguridad de la
población ni para ningún otro derecho fundamental3. Por lo que en el caso de autos,
que corresponde evaluar lo procedencia o no del beneficio de semilibertad, según lo
actuado en audiencia y documentos que se adjuntan a la solicitud.
SEGUNDO: Conforme lo establece el artículo 2 del Título Preliminar del Código de
Ejecución Penal4, la ejecución penal tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad; del mismo modo el artículo 4 del Título
Preliminar del mismo cuerpo legal5 establece que el tratamiento penitenciario se realiza
mediante el sistema progresivo.
TERCERO: El beneficio penitenciario de semilibertad permite al sentenciado egresar
del establecimiento penitenciario para efectos de trabajo o educación, cuando ha
cumplido la tercera parte de la pena y si no tiene proceso pendiente con mandato de
detención, conforme a lo dispuesto en el artículo 48° del Código de Ejecución Penal,
por lo que para efectos del beneficio de semilibertad, el juzgador deberá tener presente
lo establecido por los artículos 446, 457, 468 y 489 del Código de Ejecución Penal, en
virtud de encontrarse prohibidos la concesión de dicho beneficio para ciertos delitos
establecidos por ley.
Nuestro ordenamiento jurídico ha reconocido como principio general de carácter
constitucional que la ley no tiene efectos retroactivos, conforme lo proclama el ordinal
103° tercer párrafo de la Carta Fundamental; sin embargo, esta cláusula se encuentra
matizada por el principio de favorabilidad, que establece una importante excepción en
el caso que la nueve ley sea la más favorable al reo. Ello procesalmente porque la
prohibición de la retroactividad es un prohibición garantista, y establece una preferencia
a las leyes que despenalizan una conducta o que reducen la penalidad. De igual modo,
el alcance de este principio se manifiesta en la aplicación de la ley más favorable al
procesado en caso de conflicto o duda entre leyes penales, como así lo consagra el
artículo 139 inciso 11 de la Constitución 3 STC N° 012-2010-AI/TC, fundamento 80.
STC, Exp. N° 05439-2008-HC/TC, FJ N° 03. Al respecto hay que tener en cuenta que
el Tribunal Constitucional ha señalado que el otorgamiento de los beneficios no está
circunscrito a los requisitos que el legislador pudiera haber establecido como parte de
este proceso de ejecución sino que está subordinada a la evaluación del Juez quien
estimará los fines del régimen penitenciario establecidos, más aún si se considera que
en un estado Democrático de Derecho, el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad, principio que
también se encuentra contenido en nuestra Constitución Política, en el articulo 139
inciso 22 de la Constitución Política del Perú, que prevé se debe valorar si se han
cumplido de manera que corresponda reincorporar al penado a la sociedad, (…) si es
que este ha demostrado estar reeducado y rehabilitado 3, que, a su vez, es congruente
con el artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que señala
“el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y la readaptación social de los penados”3; su concesión está condicionada a
una evaluación judicial previa, consistente en analizar si el tratamiento penal brindado
al condenado durante la ejecución de la pena, permita prever que esté apto para ser
reincorporado a la sociedad, precisamente por haber dado muestras, evidentes y
razonables, de haberse reeducado y rehabilitado.
4 II del TP del CEP.-La ejecución penal tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad.
5 Artículo IV.-Sistema progresivo.-El tratamiento penitenciario se realiza mediante el
sistema progresivo
6 Artículo 44.-Redención de pena por el trabajo.-El interno redime la pena mediante el
trabajo, a razón de un día de pena por dos días de labor efectiva, bajo la dirección y
control de la Administración Penitenciaria, salvo lo dispuesto en el artículo 46.
7 Artículo 45.-Redención de pena por el estudio.-El interno que recibe educación en
sus diversas modalidades, bajo la dirección del órgano técnico del Establecimiento
Penitenciario, redime un día de pena por dos días de estudio, debiendo aprobar la
evaluación periódica de los estudios que realiza, salvo lo dispuesto en el artículo 46.
8 Artículo 46.-Casos especiales de redención.-En los casos de internos primarios que
hayan cometido los delitos previstos en los artículos 108, 121-A, 121-B, 189, 200, 325,
326, 327, 328, 329, 330, 331, 332 y 346 del Código Penal, la redención de la pena
mediante el trabajo o la educación se realiza a razón de un día de pena por cinco días
de labor efectiva o de estudio, en su caso. Los reincidentes y habituales en el delito
redimen la pena mediante el trabajo y la educación a razón de un día de pena por seis
días de labor efectiva o de estudio, según el caso. De conformidad con lo establecido
en el segundo párrafo del artículo 46-B y el primer párrafo del artículo 46-C del Código
Penal, en los casos previstos en los delitos señalados en los artículos 108, 121-A, 121-
B, 152, 153, 186, 189, 200, 325, 326, 327, 328, 329, 330, 331, 332 y 346, el interno
redime la pena mediante el trabajo o la educación a razón de un día de pena por siete
días de labor efectiva o de estudio, en su caso.
9 Artículo 48.-La semi-libertad permite al sentenciado egresar del Establecimiento
Penitenciario, para efectos de trabajo o educación, cuando ha cumplido la tercera parte
de la pena y si no tiene proceso pendiente con mandato de detención. En los casos del
artículo 46, la semi-libertad podrá concederse cuando se ha cumplido las dos terceras
partes de la pena y previo pago del íntegro de la cantidad fijada en la sentencia como
reparación civil y de la multa o, en el caso del interno insolvente, la correspondiente
fianza en la forma prevista en el artículo 183 del Código Procesal Penal. Este beneficio
no es aplicable a los agentes de los delitos tipificados en los artículos 296, 297, 301,
302 y 319 a 323 del Código Penal.
Si bien, durante los último años se ha venido siguiendo firmemente la postura del
Tribunal constitucional [STC 2196-2002-HC/TC], que reposa en el principio tempus
regit actum (la ley procesal aplicable en el tiempo, es la que se encuentra vigente al
momento de resolver el acto procesal). En ese sentido, los beneficios penitenciarios se
rigen por la ley vigente al momento de la solicitud del beneficio, incluso cuando dicha
norma sea menos favorable al reo que la legislación anterior. No es menos cierto que,
con la entrada en vigencia de la ley 30101, publicada en el diario oficial El Peruano el
02 de noviembre de 2013, se retoma el principio del derecho penal material tempus
delicti comissi, la ley aplicable es aquella que estuvo vigente al momento de cometerse
el delito, acorde con el artículo 2° Num. 24.d) de la constitución. Es así, que a partir de
la citada norma legal se retoma este principio de ley material, abandonándose así el
anterior criterio.
CUARTO: Si bien en el acto de postulación del beneficio penitenciario (semilibertad), al
cuadernillo respectivo deben agregarse las documentales numeradas en el artículo 49°
del Código de Ejecución Penal, que van desde la copia certificada de la sentencia, con
la constancia de haber quedado consentida hasta el certificado notarial, municipal o
judicial que acredite el domicilio o lugar de alojamiento del interno solicitante, no es
menos cierto que, dichos instrumentos cumplen una finalidad inmediata y otra de
carácter mediata. La primera, busca la admisibilidad del beneficio penitenciario, para
posteriormente ser sometida a la oralidad y contradictorio en audiencia, y la segunda el
pronunciamiento de fondo (procedencia o no) por parte de la autoridad judicial; sin
embargo, sobre esto último, también es verdad que solo puede ser objeto de valoración
respectiva aquellos que han sido admitidos bajo la condición de medios probatorios
(sean de naturaleza instrumental: documento, o de personas comprometidas: testigos o
peritos).
Sobre el particular, la naturaleza o propósito de la audiencia y el contradictorio, lo es la
inmediación, toda vez que esta permitirá recabar abundante información que puede ser
invocada como sustento de la “prognosis de resocialización”, como su perfil personal,
su perspectiva de vida en libertad, sus antecedentes laborales o educativos antes de ir
a prisión, su actitud frente la víctima, su vocación por cancelar la reparación civil, etc.
10. En consecuencia, se trata de un proceso de valoración que debe estar guiado por
criterios de racionalidad a través de un procedimiento inductivo, pues el resultado de
ese proceso, debería generar en el fiscal y el juez un grado de probabilidad suficiente,
de manera que se puedan formar convicción sobre un resultado probable: la
presunción de resocialización, y con ello, la de no reincidencia.
QUINTO: Al respecto hay que tener en cuenta que el Tribunal Constitucional ha
señalado que el otorgamiento de los beneficios no está circunscrito a los requisitos que
el legislador pudiera haber establecido como parte de este proceso de ejecución sino
que está subordinada a la evaluación del Juez quien estimará los fines del régimen
penitenciario establecidos, más aún si se considera que en un estado Democrático de
Derecho, el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad, principio que también se encuentra
contenido en nuestra Constitución Política, en el articulo 139 inciso 22 de la
Constitución Política del Perú, que prevé se debe valorar si se han cumplido de manera
que corresponda reincorporar al penado a la sociedad, (…) si es que este ha
demostrado estar reeducado y rehabilitado 11, que, a su vez, es congruente con el
Así mismo es necesario tener en cuenta lo establecido en el Acuerdo Plenario N° 8-
2011/CJ-116, que señala que “puede inferirse que los beneficios penitenciarios son
derechos subjetivos condicionados del penado, en el que el rol del Juez es central,
quien goza de un poder discrecional para modularlos en el caso concreto, en especial,
el entendimiento y aplicación de los requisitos subjetivos (…), el juicio de probabilidad
que se exige es una dosis de prudencia y un análisis de tal intensidad que conduzca
con seriedad a una convicción razonable de no reiteración delictiva: lo que se debe
estudiar, a no dudarlo, es la posibilidad de colocar a un sujeto en libertad, y no la
posibilidad de que continúe en un establecimiento penal (…) y, como tal, la decisión
jurisdiccional ha de tomar en cuenta la información contenida en el expediente
administrativo, pero ésta no es definitiva y, menos, la opinión de la autoridad
administrativa. Es más, el órgano jurisdiccional puede desarrollar en la audiencia
correspondiente líneas de entrevista que en base a la inmediación con el interno
solicitante y su relación con la evidencia acopiada le resulten idóneas para emitir una
mejor decisión en torno a la concesión o no del beneficio peticionado”, vale decir no se
debe perder de vista que el régimen penitenciario tiene como objeto garantizar que el
delincuente una vez liberado no solo quiera comportarse dentro de los márgenes de la
legalidad sino que, además se encuentre apto para satisfacer sus necesidades en
forma lícita.
SEXTO: Ahora bien, ingresando al análisis del caso concreto, cabe preguntarnos: ¿los
solo documentos que integra la solicitud de semilibertad, generan convicción suficiente
en el juez para suponer razonablemente que el solicitante (interno) no cometerá otra
infracción penal?. No olvidando que en la etapa de admisión probatoria, la defensa
técnica del solicitante solo ofreció documentales para sustentar su teoría del caso.
Bajo este contexto, corresponde ahora analizar cada presupuesto procesal exigido por
el artículo 50-A del Código de Ejecución Penal, así tenemos:
6.1. Analizados los actuado y observando las copias de las sentencias emitidas contra
el solicitante, en cuanto a la naturaleza del delito, que es materia de cumplimiento de
pena por parte del solicitante del Beneficio Penitenciario, Orlando Domínguez
Chumacero, tenemos que su gravedad objetiva (Robo agravado) debe indicarse que se
trata de un delito contra el patrimonio de alta incidencia en nuestro país y en particular
en la ciudad de Sullana; pluriofensivo, en le medida que no solo se afecte el patrimonio
de la víctima sino -muchas veces-la vida o integridad física y mental de la víctima, y en
cuanto a la trascendencia social, tenemos que este tipo de delito proyecta zozobra y
alarma en la población y, por consiguiente, generan inseguridad; en este caso
concreto, y dadas sus circunstancias y grado de realización, estimamos que su
trascendencia fue muy relevante en la medida que generó impacto social en el lugar de
los hechos y afecto ostensiblemente a la víctima
12 Sentencia recaída en el Exp. Nº 010-2002-AI/TC, fundamento 208, que los
propósitos de reeducación y rehabilitación del penado “[...] suponen, intrínsecamente,
la posibilidad de que el legislador pueda autorizar que los penados, antes de la
culminación de las penas que les fueron impuestas, puedan recobrar su libertad si los
propósitos de la pena hubieran sido atendidos. La justificación de las penas privativas
de la libertad es, en definitiva, proteger a la sociedad contra el delito”. del delito, al
haberse cometido el delito a mano armada, con el concurso de dos a más personas y
sobre vehículo automotor.

6.2. Con relación a la personalidad, tenemos que las características individuales del
interno en relación al delito cometido, se tiene que ha sido la única vez que ha
cometido un delito contra el patrimonio, en la modalidad de Robo Agravado, usando
arma de fuego, inutilizando cualquier forma de defensa por parte de la víctima, quien
para ser reducido y poderle sustraer le bien objeto del delito, fue amarrado de pies y
manos, y como única atenuante: bajo los efectos del alcohol. Existiendo –por ahora-el
riesgo de que vuelva a cometer, y pasar a otro nivel de peligrosidad y especialidad
delictiva, pues de los órganos de prueba, o mejor dicho, las personas que han
participado en la elaboración del informe psicológico y social, no fueron ofrecidos por el
abogado defensor del solicitante, a fin de ser sometidos al examen y contraexamen
respectivo, para que expliquen las forma, métodos y técnicas que se habrían utilizado
para arribar a las conclusiones de sus respectivos informes, y que si bien se ofrecieron
los mismos (Informe N° 0264-2015/PS y N° 195-2015/INPE), por si solos no generan la
más mínima convicción de que el interno haya alcanzado la rehabilitación esperada. Es
más, con la sola lectura del informe psicológico no es posible apreciar la evolución
conductual del interno desde su ingreso al recinto penitenciario y si su acción disvaliosa
contra el patrimonio o la propiedad ajena ha sido trabajada por parte del área
psicológica.
6.3. Respecto a su nivel de inserción, que si bien cuenta con opiniones favorables de
su reinserción en los informes emitidos por el equipo multidisciplinario, los mismos,
como ya se ha dicho, no generan convicción en el juzgador que el interno no volverá
acometer un ilícito una vez puesto en libertad, y que haya alcanzado un nivel adecuado
de reinserción en la sociedad, toda vez que, no se ofreció la actuación (examen) de las
personas o especialistas que los emitieron, máxime, al margen que el abogado
defensor sustente las razones por las cuales su patrocinado no reincidirá en la
comisión de un nuevo delito doloso, sobre la base de la información fáctica que obra en
el expediente, los antecedentes y perfil personal de su defendido, así como su historia
de vida dentro del establecimiento penal, pero, cuyo discurso sin contenido material
habrá sido una pérdida de oportunidad para explicar al juez los fundamentos de su
solicitud, pues queda claro ya que la prognosis de resocialización constituye el
fundamento más trascendente para conceder o denegar una semilibertad o liberación
condicional.
6.4. En lo relativo a las condiciones para el desarrollo de su vida futura del interno, se
aprecia que si bien en el cuadernillo de semilibertad se cuenta con el informe de
asistente social así como las otras documentales consistentes en: declaración jurada
de oportunidad de trabajo, contrato de trabajo anticipado, constancia de convivencia,
constancia domiciliaria y copia certifica de los documentos de identidad de la
conviviente e hijos del sentenciado. Se tiene que, en relación al informe social, que
tiene como fin ilustrar al juzgador sobre composición, carga y respaldo familiar del
interno, así como revisar su historia de vida, relacionado con el inicio de su actividad
delictiva, consumo de alcohol y de drogas, lo idóneo es examinar al titular o
especialista emisor del informe, a fin que se cumpla el propósito de la inmediación que
se prevé en la audiencia (artículo 50° el CEP), y como quiera que solo se ofreció el
informe como documental, esto no genera la convicción necesaria de esta requisito. De
otro lado, en cuanto a las documentales precitadas, no corresponde – hoy-hacer una
valoración de ellas porque no fueron ofrecidas por la parte solicitante del beneficio
penitenciario y tampoco corresponde a la judicatura su introducción de oficio. En
consecuencia, no existen en autos mayores referencias sobre el desarrollo conductual
del interno en relación a su vida futura.
6.5. Por último, en relación a la conducta del interno durante su reclusión, si bien se
acreditado que el sentenciado Orlando Domínguez Chumacero, acredita que durante
su reclusión no registra sanción disciplinaria alguna, no es menos cierto, que este
extremo de los presupuestos procesales, por sí solo, no es suficiente para amparar la
semilibertad solicitada.
SÉTIMO: Que, desarrollada las exigencias puntuales antes mencionadas, que no son
vinculantes para la decisión judicial, en la medida que no fueron ofrecidos los
profesionales del área social, psicológica y técnico penitenciaria, ni a la persona del
empleador (para una futura oportunidad laboral), ni tampoco las documentales
relacionadas a la vida futra del interno, una vez fuera del penal, es legítimo entender
que la sociedad no estaría segura de que el interno cumpla con las reglas de conducta
que lleva adherida la decisión de procedencia, razones por la que debe desestimarse
por improcedencia el pedido de conformidad a lo previsto en los artículos 48° y
siguientes del Código de Ejecución Penal.
VII. DECISIÓN
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo establecido en el artículo
139 de la Constitución, el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Sullana,
RESUELVE:
1. Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de SEMILIBERTAD formulada por el interno
ORLANDO DOMÍNGUEZ CHUMACERO, en consecuencia, consentida o ejecutoriada
que sea la presente archívese.
2. Notifíquese a los sujetos procesales con arreglo a ley, en sus casillas electrónicas
que han proporcionado en autos

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