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ANÁLISIS DEL JUICIO DE TOM ROBINSON EN “MATAR A UN RUISEÑOR”

La obra de Harper Lee se desarrolla en una época oscura de los Estados Unidos donde el
racismo y la intolerancia son el pan de cada día, el ejemplo que se le da a los menores y la
palabra bajo la cual se desarrollan los juicios “impartiendo justicia”. Tom Robinson es, en este
caso, la víctima de esa intolerancia siendo acusado de haber violado a una mujer blanca
(cualidad que resulta ser importante a la hora del juicio, cosa que es completamente absurda.)
El juicio se toma cuatro capítulos de esta obra, desde el diecisiete hasta el veintiuno; supongo
que su extensión es debido a que, hasta cierto punto, la obra en general tiene su idea principal
en este segmento.

En el juicio, Mayella Ewell, el sheriff Heck Tate, Robert Ewell (el padre de Mayella) y Tom
Robinson (el acusado) participaron como testigos dando dos puntos de vista generales, y uno
que subyace de otro. Me explico, Mayella y Robert sostienen que Tom Robinson violentó a
Mayella, y el Sheriff sostiene que Robert Ewell le dijo que fue Tom Robinson quien la violentó.
Entonces, el testimonio de Robert es además de cómo valoró a Mayella, lo que le contó Robert.
Existen lo hechos, Mayella agredida, pero, ¿fue en realidad Tom Robinson quien cometió el
delito? Por otro lado, Tom Robinson sostiene que él no la violentó, solo acudió a un llamado de
auxilio de la mujer y que esta se le insinuó de manera seductora, pero Tom, quien respeta a su
esposa la rechazó. Entre tanto, el padre de Mayella logró ver el acto y Tom huyó, porque sabía
que no era bien visto una mujer blanca sobre un hombre negro (estaba en teoría encima de él
porque se cayó de una silla a la que ella misma le había pedido que se subiera), y cualquier
persona, fuera de contexto, desaprobaría esta escena inmediatamente. Después del testimonio
de Tom siguen las incógnitas: ¿Quién está diciendo la verdad? ¿Tom Robinson violentó a
Mayella Ewell? ¿De qué sirve el juramento ante la biblia, el jurado, el juez y el público si al
menos uno de ellos está mintiendo?

El abogado de Tom, Atticus Finch plantea una defensa clara y muy sólida. Era imposible que
Tom fuese quien causó la heridas en el cuello de Mayella, que tenía todo el cuello con marcas
de ahorcamiento (porque Tom solo puede usar una mano, la derecha, y las pruebas indicaban
que Mayella fue agredida casi exclusivamente con una mano izquierda), además, si las heridas
eran tan graves, ¿cómo es posible que el padre de Mayella corriese a todo lado “La gente corrió
mucho aquella noche, corrió hacia la ventana, entró a la casa corriendo, corrió hasta Mayella y
corrió a buscar al señor Tate (el sheriff)” y no corriese ante un doctor? Además de estas
incongruencias debemos sumar el testimonio de Mayella, un testimonio pobre de realismo y de
claridad, no relataba bien los hechos, incluso se contradecía en algunas cosas con el de su
padre…. En conclusión, los testimonios en contra de Tom (e incluso las preguntas que casi que
hacían testimonio del fiscal) eran pobres de consistencia ¡y se contradecían! Mientras que el
testimonio a favor de Tom (su propio testimonio y las preguntas de Atticus) sí que tenía
muchísimo más sentido. Sin embargo, esto no fue suficiente para que el jurado fallase a favor
del acusado, sino que lo condenaron…

¿De qué sirve un jurado “que busca hacer justicia” si una sociedad está arraigada a
sentimentalismos y prejuicios discriminatorios? Este sistema de “justicia” en los Estados Unidos
es pobre e incoherente con su promesa de “impartir justicia de la misma manera para todo
hombre pues es considerado igual”. ¿Tom Robinson merecía la pena impuesta por un jurado
sumamente injusto? ¿Cuál es el fin y la función de la pena en este sistema de Derecho?
¿Resocializar? ¿proteger a quién, al condenado o a la “víctima”? Claramente, al aplicar las
medidas cautelares sobre Tom se le está protegiendo de una sociedad frívola y retrógrada, pero
a Mayella, ¿se le está protegiendo de Tom?

Miles de inquietudes nacen con base en este juicio, un juicio sumamente injusto (y que si bien,
es meramente ficticio, en la realidad, en esa época, ocurría bastante.) Juicios de esa manera
ponen en duda la efectividad del sistema penal americano con sus jurados. Si bien la justicia
nos concierne a todos, es muy difícil que ciudadanos comunes, carecientes de objetividad y que
desconocen las leyes efectúen de manera completa la justicia que requiere un estado. Al final
y al cabo, en ese juicio (y quizás en este sistema), se están pasando “por el rabo” todo fin
coherente de la pena; porque ¿para qué una pena a alguien que no cometió un delito? ¿solo
por el capricho de un jurado racista? Me parece absurdo, ¡y sumamente injusto! que un sistema
de Derecho se base en discriminaciones raciales solo para satisfacer, de alguna manera, la sed
de venganza de unos burdos.

No bastó con que todo apuntara a que Tom Robinson era inocente para que se le declarase
como tal, entonces ¿qué se requería para que se cometiera la justicia en este caso? ¿Una
sociedad completamente diferente? ¿Una estructura de Derecho Penal alterna a la que tienen
los Estados Unidos de América? La sociedad es la que hace el Derecho Penal, pero, si
afirmamos que este Derecho Penal es (al menos en su momento) injusto ¿estamos diciendo
que aquella sociedad es injusta? Una reflexión nos deja esta maravillosa obra de Harper Lee y
para solucionar estas dudas habría que examinar más a fondo el funcionamiento del Derecho
Penal en los Estados Unidos de América.

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