TAREA 2 PLANTILLA DE INFORMACION

ADEL DE JESUS TORRES PACHECO

COD 19501730

CURSO 100001-17

Presentado a
JORGE ANTONIO ARMESTO

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES –ECSAH
PROGRAMA DE INGENIERIA INDUSTRIAL

CURSO ETICA PARA PREGRADO

VALLEDUPAR – MARZO DE 2018

 PLANTILLA DE INFORMACIÓN TAREA 2

Señale la
Señale los principales argumentos que Muestre de manera crítica las
problemática
sostienen la problemática principal del conclusiones a las que llega el
principal del
artículo autor en el artículo.
artículo
La autora nos recuerda “que la moral tiene Podemos concluir que la ética nos
algo que ver con no dañar, pero no siempre y transforma internamente mediante el
no sólo con eso; también con no defraudar la obrar bien, por eso la cosmética que
confianza”, porque el cumplimiento de las intenta maquillar los vicios, acaba
promesas se refiere también a ser moral. Las mostrándose antes o después,
decisiones que tomamos a lo largo de nuestra desvelando los verdaderos motivos de
vida nos permiten adquirir ciertos hábitos, que nuestro actuar. Así, la ética sirve para
Cortina, A. se tornan en virtudes o vicios según su forjarse un buen carácter, que cultive las
(2013). ¿Par naturaleza. La palabra ética, nacida del griego virtudes y aleje los vicios,
a qué sirve “ethos”, se refiere pues al carácter que permitiéndonos ser felices y justos.
realmente… Labrarse un
forjamos en nuestro madurar, para cumplir
la ética? buen
con el fin mismo de la vida humana. Mientras
(Spanish). carácter
que la moral, del latín “mos-moris”, se refiere
(2014). Rece al carácter, costumbres y usos, pero también
rca, 14. 143- a la morada en que habita el individuo.
148.
De este modo, podemos decir que la ética
trata de “la formación del carácter de las
personas, de las instituciones y de los
pueblos”. De esta manera, la ética tiene
sentido porque nos permite ser conscientes de
que tanto personas como instituciones
tenemos la capacidad de cambiar, desde
 nuestra libertad podemos escoger entre
diferentes cursos de acción. Forjarse un buen
carácter es uno de los fines mismos de la vida,
cultivar hábitos que sean positivos “a través de
la educación es lo que requeriría una
educación de calidad”
Nos proponemos examinar las relaciones
entre moral y política, sus encuentros y
desencuentros, atendiendo, sobre todo, a la
forma que adopta, o debiera adoptar, a
nuestro juicio, en lo que llamamos izquierda.
Y aquí topamos con una cuestión previa que
conviene precisar: la distinción derecha e
izquierda, ya que esta distinción no se
Sánchez
presenta en nuestros días con la nitidez que
Vásquez, tuvo en el pasado. Ciertamente, hay que
Adolfo, Ética reconocer que, en la actualidad, se pone en
y Política, La Izquierda
tela de juicio la identidad de esa franja del
“Moral y y derecha.
espectro político que, durante más de dos
política (I)”, siglos desde la Revolución francesa, se ha
pág. 10 – designado con el término “izquierda”, o más
18. exactamente en plural, las “izquierdas”, ya que
se habla de izquierda liberal, democrática, o
radical, así como de izquierda política y social.
Podemos concluir, por todo lo anterior,
que en la filosofía política de Rawls no
hay lugar para la verdadera práctica
política como acción colectiva que tiene
como referente el poder, y menos aun
cuando se trata de una política radical,
revolucionaria, encaminada a
transformar el sistema.
Lo que encontramos en Rawls, es en
definitiva, la disociación entre el aspecto
ideológico-valorativo, particularmente
moral y el aspecto práctico instrumental.
Esta disociación tiene dos
consecuencias para su filosofía política,
Por un lado, un moralismo en cuanto que
su concepto de la política es, en
sustancia, un concepto moral.
Ciertamente, esta práctica de conducta,
reducida a la desobediencia civil y a la
objeción de conciencia responde según
Rawls al deber del ciudadano de
obedecer o desobedecer la ley justa o la
ley injusta respectivamente. Se trata
pues, de un concepto moral y no del
propiamente político de la política como
acción colectiva para mantener, reformar
o transformar, según los casos, el poder
con vistas a realizar ciertos fines o
valores. Por otro lado, esta filosofía
moral y política tiene como consecuencia
su utopismo. En verdad, no hay en ella
ninguna referencia a las condiciones
reales necesarias, a los medios que han
de emplearse ni a los sujetos políticos y
sociales que han de realizar, o
aproximarse a, la sociedad ideal
diseñada. Lo cual exigiría no sólo una
teoría de la justicia que ha de dominar en
la sociedad ideal preocupación
fundamental de Rawls- sino también una
teoría de la injusticia en la sociedad
realmente existente que, por el contrario,
poco le preocupa. Se trataría de una
teoría que exigiría, a su vez, una teoría
de la práctica política necesaria o sea, de
la ‘acción militante’- que Rawls descarta,
tanto para combatir las injusticias de la
sociedad occidental realmente existente
como para transformar el sistema
capitalista que las genera.
 Si por humanismo se entiende toda actitud El cuadro que acabamos de trazar del ser
hacia el hombre o toda conducta humana en humano en la sociedad contemporánea
la que el ser humano debe ser tratado como no debe llevarnos a un pesimismo de la
un fin y no como un simple medio o voluntad o de la inteligencia, para
instrumento, y si por humanismo hay que valernos de expresiones conocidas de
entender también la elevación del hombre Gramsci.
como hombre; o sea, el desarrollo de sus
Sería caer en un fatalismo histórico de
facultades y posibilidades como ser
signo negativo, opuesto a otro de signo
consciente, libre y creador, así como las
positivo que también debe ser
relaciones entre los hombres en las que unos
rechazado: el progresismo lineal,
y otros se reconocen y afirman como seres
inexorable. La historia la hacen los
humanos, el humanismo no sólo hay que
hombres y en sus manos está tanto el
Sánchez buscarlo en el comportamiento de los
degradarse como el elevarse en ella.
Vásquez, individuos sino también en las instituciones,
El Hombre Lo que prueba que el anti humanismo
Adolfo, Ética sistemas o relaciones que lo hacen posible.
práctico, al que nos hemos referido, no
y Política, “El como centro y El anti humanismo podrá encontrarse cada
significa la derrota de todo proyecto
humanismo fin. vez que del hombre se hace un medio, un
humanista. Pero sí plantea, como una
hoy”, pág. 65 - instrumento o una mercancía; es decir, en
tarea vital y actual, la necesidad
71 todo aquello que lo rebaja o degrada o que
apremiante de rescatar, desarrollar y
detiene o limita el desarrollo de sus facultades
consolidar un humanismo que responda
y posibilidades como ser consciente, libre y
a las exigencias, posibilidades y
creador.
condiciones de nuestra época. Pero el
El anti humanismo, pues, es asunto teórico y
humanismo de hoy tiene que dejar a un
práctico; y la práctica nos dice que, en nuestro
lado una idea central del humanismo de
tiempo, no sólo sigue dándose en las formas
ayer: aquélla que viene de la Ilustración y
tradicionales de la persecución, la tortura y el
que Descartes formuló categóricamente:
crimen sino también en la vida cotidiana, en la
la del hombre como dueño y señor de la
que calladamente se imponen las exigencias
naturaleza. Una idea que incluso Marx
de instituciones, sistemas y relaciones anti
hace suya, aunque poniendo ese
humanistas.
dominio al servicio no de una clase, sino
de toda la sociedad.
El anti humanismo impregna el sistema
económico y social capitalista, en el que
impera como ley suprema el lucro y la
ganancia, en el que el trabajo humano se
convierte en mercancía, y en el que las
relaciones entre los hombres se cosifican o
deshumanizan. Este proceso
impersonalizarían o deshumanización se
extiende de la esfera del trabajo, de la
producción, al consumo e invade todas las
relaciones humanas. El universo kafkiano
cada vez más fielmente refleja la
deshumanización de la realidad social. El
capitalismo, estructuralmente, por llevar en su
entraña semejante cosificación
deshumanización, es hostil al humanismo.
Pero hoy sabemos muy bien que el
desarrollo ilimitado de las fuerzas
productivas, lejos de servir al hombre, se
vuelve contra él al destruir la base
natural, indispensable de su existencia.
El humanismo hoy exige, por todo ello, no
de sólo una nueva relación entre los
hombres, sino también una nueva
relación del hombre con la naturaleza. Ha
de ser, por tanto, no sólo social más
exactamente socialista, sino también
ecológico, o más precisamente
ecologista.
y