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Usted ha sido contratado para gestionar el Hotel de Montaña “Refugio”, con sede en un
pueblito con un gran paisaje y a pocos kilómetros de capital del estado, pero para poder
cumplir bien con sus labores usted se residenció en el Hotel y se ha levantado temprano
y con gran entusiasmo, pero algo preocupado, para cumplir con sus labores diarias, ya
que en su pensamiento está el iniciar con un buen paso su nuevo trabajo como Gerente
General del Hotel Refugio, nombramiento otorgado el día de ayer.
Mientras se prepara para iniciar sus labores piensa que a lo mejor su decisión de aceptar
el trabajo fue algo prematura, pero que debía realizarla una excelente gestión, no hacer
lo mejor posible.
El caso.
El Cobre.
El Cobre es, turísticamente hablando, una tierra con un enorme potencial que debe ser
desarrollado con la finalidad de recibir a turistas nacionales y extranjeros, y de esta
manera elevar la calidad de vida mediante el fortalecimiento de la economía que gira en
torno a la agricultura, la artesanía y los servicios menores que ofrecen. En la actualidad
no tienen en esa población hoteles que tengan las características de este Hotel de
Montaña, pero si tienen posadas que en su mayoría son de construcciones mixtas,
madera, concreto, tierra pisada y otros materiales. Estas posadas junto con el Hotel de
Montaña, son considerados como elementos turísticos para la recreación y descanso de
los turistas nacionales y existen dos categorías, dependiendo si tienen o no baño dentro
de la habitación. La habitación con baño está considerada como de categoría “A” y tiene
un costo de 150 BsF., la que no tiene baño, categoría “B”, tiene un costo de 75 BsF. Los
hoteles que hay en la zona, tienen servicio de restaurant, donde se sirven las tres
comidas. Las posadas solo dan el servicio de restaurant para el desayuno. Los
restaurantes de los hoteles le dan el servicio no solo a los huéspedes del hotel, también
les brinda el servicio a los turistas.
Llego al Hotel Montaña Refugio, con el Lcdo. Chavarro, un fin de semana. Soy
presentado a los empleados como el posible reemplazo de Doña Solivia, y sugiero que
la mejor forma de conocer el negocio es quedándose en el hotel cerca de Doña Solivia y
así poder observarla mientras trabajaba y conversar con ella en los momentos libres. Se
da cuenta de la atención caótica en que se encontraba el restaurant, por la atención que
estaban prestando, entraban y salían de la cocina apresuradamente y hasta se tropezaban
entre ellos, vi protestas de los clientes del hotel, huéspedes, por haber estado más de
media hora esperando por que le tomen su pedido. Doña Solivia, de manera airada,
llamó la atención a los trabajadores, camareras de habitación que estaban ayudando, y
les calificó de ineptos. Pensé que se estaba en presencia de una situación de Alicia en el
País de las Maravillas, en la fiesta del Sombrerero y el Conejo. A medida que pasaba el
tiempo me doy cuenta del desgano y la falta de cuidado al atender a los huéspedes del
hotel y parecía que su actitud era adrede (una actitud negativa), para que no
permanecieran tanto tiempo en el restaurant. Esta actitud dio resultados en varias
oportunidades y los clientes se iban del restaurant sin consumir algo o se iban sin pedir
el café o el postre.
No es nada fácil, nosotros tenemos, aparte del hotel, grandes haciendas y esto significa
tener gran cantidad de empleados. En el hotel es lo mismo, la diferencia está en que
estos empleados, los del hotel, son más ociosos y perezosos y sobre todo estos, los de
esta época. En mis tiempos no era así, es por eso que estoy todo el día como un arriero
con ellos para que hagan sus oficios y no en balde se ganen el dinero que les damos, que
mi Orlando les da. Igual pasa en el restaurant, hay que andar con mucho cuidado con la
comida. Si no tengo cuidado lo único que hacen es comer y comer, y después a dormir y
se olvidan de sus trabajos. Si bien es cierto que entre semana hay poco trabajo, ellos
deben buscar qué hacer y no dormirse en los laureles, se olvidan por completo de
trabajar. Yo creo que tú no puedes cuidarle el negocio a Orlandito, si a mí, con el
tiempo que tengo me cuesta mucho, le decía esto con una mezcla de consideración y de
molestia. Observó también como era el trato de Doña Solivia con el personal, a uno de
ellos se le cayó una bandeja con dos o tres platos y lo despidió en el acto, indicándole
que no volvería a trabajar con ella ni siquiera en la finca. De igual forma el trato dado a
un trabajador al solicitarle un adelanto para llevar al hijo al médico, le dijo que lo
llevara al Dr. Raúl López y que él le cobrara la consulta a ella junto con las medicinas.
En la recepción Anita Blanco, una educadora que estaba ayudando en la administración,
igual fue tratado mal ya que le preguntó cuánto había sido el ingreso por restaurant
durante ese sábado y como no tenía el dato a la mano, o mejor dicho, con la que habían
hecho hasta las 7 y 45 de la noche, le dijo que se fuera para su casa, y que cobraría
solamente el 50 % de su salario del día.
Me di cuenta que los trabajadores tenían miedo y que estos no protestaban por temor a
ser despedidos, el trato de Doña Solivia no era el más adecuad; igualmente pensé que mi
amigo Orlando estaba dejando de ganar dinero con el Hotel Montaña por la forma
errada en que estaba siendo dirigido, ya que el mal trato que le daban a los trabajadores,
ellos lo trasmitían con una mala atención a los huéspedes y clientes del restaurant. Al
analizar esto y otras cosas más, llegué a la conclusión que era necesario conocer más del
negocio y que la mejor forma era cambiar de estatus, en vez de ser observador ser
ejecutor de la dirección del hotel. A la mañana siguiente, con educación le solicitó a
Doña Solivia que le permitiese trabajar en la Dirección del hotel y que la observara y si
quería podía argumentar sobre su desempeño. Doña Solivia se resistió a esta solicitud,
pero el plan fue puesto en práctica, y durante todo el día estuve a cargo de la recepción
y la caja, tiempo que fue suficiente para darme cuenta de la total falta de control que
existía en todos los ingresos, tanto por habitaciones como por el restaurant, estas eran
anotadas en hojitas sueltas que se podían perder fácilmente. Otra delas cosas que
observé, fue que la lista de precios que tenían las cartas no estaban actualizados, lo que
ocasionaba molestias al huésped y clientes del restaurant, además no había suficientes
cartas de menús para poder atender con agilidad a los clientes.