Ingenieros del mundo y para el mundo 

 
Gerdau es una de las compañías brasileñas de aceros largos más importantes en
América y el mundo. Para Colombia, la compañía hace presencia con Gerdau Diaco
y tiene presencia en parte del territorio nacional: Muña, Yumbo, Tocancipá y Tuta
como plantas productivas y cuenta con otras plantas que prestan servicio ubicadas
en la costa pacífica, la región cafetera, el llano oriental y regiones a lo largo de la
cordillera oriental.

Según la ANDI (Asociación Nacional de Empresario de Colombia), en un informe

realizado en el año 2017, nombra a Gerdau Diaco como una de las tantas
siderúrgicas en Colombia que aportan al 39% del crecimiento de inversiones en el
país. Esta compañía logra situarse en este porcentaje dado que participa en el
mercado con materias para la construcción tales como barras corrugadas, mallas
electrosoldadas, entre otros.

Como cualquier otra compañía que pertenezca a la misma colada, aboga por la
seguridad industrial de sus visitantes y trabajadores -implementando el principio de
las cinco “S”-. Cuenta con cientos de trabajadores en áreas como mantenimiento y
logística, aparte de los especialistas por sección de la planta quienes ejercen su
labor como si fueran escritores en 1927: rápidos y certeros pero, lo más importante,
apasionados por su labor.

La visita quizá haya logrado despertar ese pequeño García Lorca interno
obsesionado por el amor y el deseo de su oficio. Gerdau Diaco pone a prueba el
deseo y la razón de nuestra profesión como futuros ingenieros mecánicos.

Todos deseamos alguna vez ejercer lo que aprendimos dentro de aquellas cajas de
colores que sin la atención adecuada se vuelven grises. Transferencia de calor,
hidraulica, mecanizados, diseño, estas son las artes del ingeniero que se evidencian
en la planta de Gerdau y su objetivo al enseñarnos cada una de las disciplinas, es
mostrarnos la versatilidad que podemos tener como ingenieros: Así como un artista
puede ser escritor, pintor, escultor, entre otros; el ingeniero puede dedicarse al
diseño, al cálculo, al mantenimiento, a la gestión, entre otros. Sin duda, lograron la
acometida de quitarnos la venda y poder vislumbrar el entorno que podemos
caminar.

Sin embargo, como el arte tiene su séptimo eslabón en el cine, la ingeniería guarda
su séptimo arte en la concepción del hombre. Gerdau Diaco ha venido cambiando
su entorno laboral para que la productividad de sus trabajadores aumentara; estas
acciones las realizaron teniendo en cuenta que están lidiando con personas, luego
todos sus espacios para trabajadores se han mejorado para que las cualidades de
las personas se mantengan vivas, y los ánimos de cada uno de ellos continúen
altos.

Ahora bien, la compañía entiende que cada una de las personas que laboran dentro
de sí, son como colores, cada uno es distinto del otro, y emana diferente energía;
entender esta realidad los ha llevado al éxito del que pueden dar cuenta.

Es en este punto cuando el título resalta, nosotros somos ingenieros del mundo por
la versatilidad y la adaptación al cambio que tenemos, Gerdau Diaco nos hizo caer
en cuenta que tenemos las capacidades intelectuales para poder laborar en
diferentes campos de la ingeniería mecánica. Pero también, somos ingenieros para
el mundo porque debemos ser conscientes de cada una de nuestras acciones
deben estar conducidas a la solución de un problema social, trabajamos para las
personas y somos personas, no podemos olvidar los colores de cada persona, caer
en la monotonía del gris, es fallarle a la gente. Es así, como esta visita técnica pudo
despertar los ánimos de nosotros en nuestra formación, así como ellos labran
nuestro futuro, nosotros estamos labrando el futuro de otras generaciones, hacer las
cosas bien ahora, significarán menos errores más adelante.