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Copyright 1998 © Papeles del Psicólogo

Noviembre , nº 71 , 1998
ISSN 0214 – 7823

RELACIONES Y APORTACIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA EDUCACIÓN

Alfonso Barca Lozano

Universidad de A Coruña

En este trabajo se exponen con brevedad las relaciones existentes entre Psicología y
Educación y, a su vez, se analizan las aportaciones más importantes que la Psicología
proporciona a la Educación. En concreto, se estudian aquellas aportaciones que tienen
que ver directamente con los procesos de enseñanza y aprendizaje en situaciones
educativas formales. Se concluye, a la vista de las últimas investigaciones en el área,
señalando las funciones que los psicólogos escolares deberán realizar en los centros de
enseñanza.

In this paper we explain to make a short review the relations between Psychology and
Education and on analize the most important contributions that the Education take from
the Psychology. Particulary, we study the contributions directly related with the learning
and teaching procesess in the formal educative situations. We finish with a review of the
lost researches in the area remarking the functions that scholar psychologists will have to
do in the scholar centers.

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Correspondencia: Alfonso Barca Lozano. Universidad de la Coruña. Facultad de Ciencias


de la Educación. Campus de Elviña, s/n. 15071 La Coruña. España. E_mail: barca@udc.es

En las últimas décadas se han dedicado no pocos esfuerzos a delimitar el concepto y el


objeto de estudio de la Psicología de la educación. Es importante señalar que no siempre
estos esfuerzos dieron los resultados esperados, de modo que ha sido notoria la
dispersión, todavía patente en la actualidad, tanto en lo que atañe al propio marco
conceptual de esta disciplina como a su objeto de estudio y método de investigación.

Sin embargo, esta inconsistencia responde casi siempre a las exigencias de las distintas
etapas sociohistóricas por las que ha discurrido el desarrollo de una determinada materia
científica, en nuestro caso, un área de conocimiento científico, y a las diferentes
vertientes que a través de la historia de la Psicología se han sucedido.

De la misma forma que en las décadas de los años 40 y 50 la Psicología de la educación


era una psicología del aprendizaje aplicada a la educación, pasando posteriormente por
entender que se trataba de una psicología evolutiva aplicada a la educación y que en la
actualidad participa con claridad de los conocimientos aportados por los diferentes
enfoques dentro de la psicología cognitiva y cultural con claros nexos ecológicos y
contextuales, necesarios por otra parte, para poder comprender en profundidad el hecho
educativo y su relación con las bases epistemológicas que explican este hecho y que no
son otras que las psicológicas y, simultáneamente, las educativas que provienen, a su
vez, desde diferentes ámbitos de la pedagogía y psicología y desde un ángulo
marcadamente interaccionista.

Para ordenar el análisis que a continuación haremos y que tiene por objeto clarificar las
diferentes aportaciones con las que la Psicología ha contribuído a los procesos
educativos, básicamente formales, permítasenos partir de la perspectiva interaccionista y
sistémica haciendo inicialmente referencia a aquellas cuestiones que Ausubel (1969;
1976), en su texto Educational Psychology: a cognitive view, señalaba como criterios
fundamentales a resolver para una aproximación realista al concepto, objeto y método
de la Psicología de la educación. Ausubel planteaba lo siguiente:

"¿Qué es lo que puede aportar la Psicología de la Educación o de qué modos


pueden aplicarse los principios de esta ciencia a la práctica educativa? (...), o ¿qué
hay referente a la estrategia de investigación en el campo de la Psicología
Educativa?. ¿Es la Psicología Educativa un área genuinamente delimitada, con su
propia teoría, problemas de investigación y metodología básicos, o es tan sólo la
aplicación directa de principios y métodos de la Psicología General a problemas
educativos? (...) ¿Los investigadores que trabajan en el campo de la Psicología
Educativa deben ajustarse a una "ciencia básica" o a "un enfoque aplicado"? (...)
(Ausubel, 1976, p. 17).

Como podrá el lector observar, se trata de cuestiones altamente complejas para poder
dar una respuesta definitiva a los temas planteados. No es nuestra intención hacerlo. Sin
embargo podemos ofrecer unas reflexiones sobre algunos aspectos que nos parecen de
especial interés y que, sabemos hoy, son importantes para explicar algunos fenómenos
que ocurren con regularidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje en situaciones
educativas básicamente estructuradas…

NUCLEOS CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN Y APORTACIONES


BÁSICAS DE LA PSICOLOGÍA A LA EDUCACIÓN

Una concepción sistémica de la Psicología de la Educación tal como ya explicábamos en


otro lugar (Barca, 1992, 1996, 1997) nos lleva a dar un paso importante en el intento de
la comprensión del concepto de la disciplina: en concreto, es necesario contemplar los
tres componentes que integran el concepto y objeto de esta disciplina (núcleo teórico-
conceptual, procedimientos de ajuste y prácticas educativas) en su dimensión teórica y
aplicada y en este sentido afirmamos que la Psicología de la educación considera como
objeto de estudio propio a los procesos de cambio comportamental provocados e
inducidos por las situaciones de enseñanza/aprendizaje (Coll, 1989). Así, la Psicología de
la educación será la disciplina que se propone como objetivo último la descripción,
comprensión, predicción y control de dos tipos de variables:

- las variables de naturaleza psicológica y educativa que intervienen en las


situaciones educativas de enseñanza/aprendizaje y,

- las variables que dicen referencia al comportamiento que se pretende instaurar o


modificar en el alumno y, en general, en los sujetos de aprendizaje.

En resumen, hay tres núcleos que consideramos esenciales a la hora de comprender el


concepto de esta disciplina, que consideramos fundamentales para explicar el núcleo
básico conceptual de esta disciplina y que consiste en afirmar que la Psicología de la
educación es aquella ciencia que trata,

(a) por una parte, del estudio del sujeto que aprende, del proceso de aprendizaje y de las
estrategias instruccionales necesarias para que se cumpla el proceso educativo;

(b) por otra parte, es su cometido el análisis sistémico de la dinámica del


comportamiento del alumno, de las características propias de una enseñanza efectiva y
del medio ambiente que constituye el clima de aprendizaje y,

(c) por último, en función de estas dos premisas que anteceden, la Psicología de la
educación tiene como objetivos la utilización del propio núcleo y cuerpo de
conocimientos psicoeducativos que posee para la mejora de los procesos de
enseñanza/aprendizaje formales y los menos estructurados así como el de ir creando y
ampliando este cuerpo de conocimientos propio de cara a desarrollar nuevas teorías y
modelos psicoeducativos y nuevas tecnologías que sirvan para la optimización del
proceso educativo.

Pero volviendo a lo que se preguntaba Ausubel, diremos que en la actualidad podemos


dar algunas respuestas que arrojan una mayor claridad a lo que realmente ha ido
aportando la Psicología a la Educación.

Coll (1987), desde hace algo más de una década, señalaba una serie de ideas-fuerza o
principios que la Psicología ha ido aportando a una mayor clarificación de los procesos
educativos, en concreto al curriculum escolar. Específicamente, se hace una relación de
estos principios, desde enfoques básicamente cognitivos e interaccionistas, entre los que
sobresalen los siguientes:

- La teoría genética de J. Piaget y sus colaboradores ofrece una base importante


para comprender el desarrollo operatorio infantil y que nos parecen
particularmente necesarios para poder planificar con rigor las secuencias de
aprendizaje y los procedimientos de resolución de tareas.

- Otro principio fundamental se ofrece a través de los postulados de Vygotsky con


su planteamiento de la teoría de la actividad y la zona de desarrollo próximo,
sobre todo a la hora de entender las relaciones entre el aprendizaje y el
desarrollo, un tema nuclear en los análisis que se hagan de toda práctica
educativa.

- Los planteamientos que hace la Psicología Cultural en el sentido de que nos ha


posibilitado una mejor comprensión de los conceptos de cultura, educación,
aprendizaje, desarrollo y escolarización.

- Las aportaciones que ha proporcionado toda la teoría de Ausubel sobre el


aprendizaje escolar y, en concreto, sobre el aprendizaje verbal significativo.

- Por otra parte debemos destacar las aportaciones realizadas a cambiar el


concepto de memoria como un mero recipiente de información pasivo y pasar a
otro concepto más dinámico de la misma. Éste es otro punto fundamental de
cambio que es preciso abordar. Muy ligado a estos cambios hay que hablar de las
aportaciones que han proporcioinado la teoría de esquemas inspirada en los
principios del procesamiento humano de la información en el que se enfantiza la
importancia que poseen los conocimientos previos que, en general, están
organizados en unidades organizativas y funcionales, lo que significa que dichos
conocimientos vienen a ser la piedra en enganche y un factor esencial en la
realización de nuevos aprendizajes.

- La llamada teoría de la elaboración que nos proprocionan Merrill y Reigeluth han


aportando un serio intento de construir una teoría global de la instrucción muy
útil para el diseño curricular.

En definitiva se concluye que todas estas aportaciones que la Psicología ha ido


proporcionado a una mejor comprensión del curriculum escolar y, en consecuencia de la
educación, desembocan en la idea que educar es, básicamente en una línea
constructivista, ayudar a que el alumno aprenda a aprender.

Si bien se pueden considerar estos principios como fundamentales y que han contribuído
sobremanera a entender y explicar mejor el fenómeno y hecho educativos, en la
actualidad y diez años más tarde, podemos ampliar estos principios a otros que nos
parecen complementarios a los anteriores citados por Coll pero no por ello menos
importantes. A continuación haremos una breve relación de otras aportaciones de la
Psicología a la Educación.
A mi juicio hay que partir de la consideración de que uno de los núcleos fundamentales y
objetivo básico de la educación es ayudar a aprender al alumno, tal como afirma y se
concluye al final de la relación de los principios citados anteriormente. Pues bien, en esta
línea la Psicología va descubriendo a lo largo de los últimos años que en el proceso de
aprendizaje en situaciones educativas intervienen una serie de variables que yo he
llamado por una parte, externas, internas/cognitivas del sujeto que aprende y, por otra,
variables contextuales. No se trata de nada nuevo, pero es posible que sirva como un
intento, sin duda incompleto, de ordenar las principales aportaciones que la Psicología ha
hecho a la Educación en el campo del aprendizaje y enseñanza (Barca, 1997: 285-342).

Con brevedad señalaremos aquellas variables, de entre las externas, internas/cognitivas


y contextuales, que más han influído en la comprensión del aprendizaje en situaciones
educativas. Denominamos variables externas del aprendizaje porque provienen del
medio exterior al sujeto que aprende, es decir al sujeto que incorpora y atribuye
significados a los contenidos que deberá asimilar y comprender. Son variables que no
dependen directamente del propio sujeto, sino que más bien la procedencia y la
responsabilidad está en los agentes educacionales como corresponsables últimos del
proceso en su conjunto. Son variables que necesariamente deberán tenerse en cuenta
como factores incidentes importantes para que el proceso de aprendizaje discurra con
normalidad en toda situación educativa. Estas variables de que hablamos, de entre las
más importantes, destacamos las siguientes:

- la cultura en cuanto objeto de aprendizaje

- tener en cuenta la planificación del proceso de enseñanza/aprendizaje puesto


que se trata siempre de algo planificado e intencional

- tener en cuenta las condiciones del estudio en el proceso de aprendizaje

- la provisión al alumno de técnicas y estrategias de aprendizaje

- la estructuración y organización relacionante de los contenidos/tareas de


aprendizaje

- la disposición motivacional del alumno que depende básicamente de agentes


externos al sujeto que aprende

- la competencia del profesor y el feed-back de profesor/alumno

- tener en cuenta la curva de aprendizaje y la curva del olvido

- hay que pensar siempre que en toda situación educativa se generan expectativas
y atribuciones del profesor y alumno en el aula.

En lo que se refiere a las variables internas/cognitivas se les denominan así porque, a


diferencia de las anteriores, dependen directamente del propio sujeto que aprende,
forman parte de lo que podríamos llamar, en términos computacionales, variables
propias del procesador. Es decir, configuran el sistema estructural del proceso de
aprendizaje. Como ocurría con las variables externas, es imprescindible su conocimiento
y tratamiento durante el proceso de aprendizaje, tanto por parte del alumno que
aprende como de los agentes educativos (profesores y tutores). Destacamos de este tipo
de variables las siguientes:

- Utilización de mecanismos cognitivos básicos: percepción, atención, memoria

- Esquemas de conocimiento previos y existentes y creación de nuevos esquemas

- Actividad intrapsicólogica y zona de desarrollo próximo

- Interés/motivación del alumno para crear desequilibrios de esquemas

- Enfoques, estilos y estrategias de aprendizaje del alumno

- Atribución de sentido/significado a lo que se aprende y construcción, formación


de autoconcepto/autoestima

- Metacognición: capacidad de planificación, regulación y evaluación de la


actividad de aprendizaje que toda persona realiza.

Por último hay otro grupo de variables que denominamos contextuales del aprendizaje.
Se trata de elementos básicos que debemos tener en cuenta en el momento en el que
tiene lugar el hecho del aprendizaje. Aquí destacamos las siguientes:

- La práctica/uso en la situación del aprendizaje

- La disposición/preparación de materiales y recursos de enseñanza necesarios


para el aprendizaje

- Los estilos/modelos instruccionales del profesor

- Tratamiento de procesos de grupo por parte del profesor en relación con el grupo
de aprendizaje.

Confirmamos que la Psicología aporta todos estos datos que acabamos de exponer a la
Educación de modo que nos dice que, de cara a la optimización de los procesos
educativos, es preciso tener en cuenta estos tres tipos de variables simultáneamente en
los procesos de aprendizaje escolares. Para una mayor amplitud en el tratamiento de
este tema puede verse Barca (1997: 284-342). Afirmar aquí tan sólo que el aprendizaje en
contextos educativos se planifica intencionadamente, se regula, se hace secuenciado y de
forma interactiva y, por lo tanto, es preciso tener presente de modo sistémico todas estas
variables externas, internas y contextuales.

Por otra parte debemos destacar otro núcleo de aportaciones de la Psicología a la


Educación que gira en torno a lo que podemos llamar las teorías contextualistas del
aprendizaje en situaciones educativas que proponen Strauss (1993), Derry, (1992),
Rogoff y Chavajay, (1995), teorías y principios muy próximos a la psicología cultural
propuesta por M. Cole. Se parte de que el desarrollo humano, en concreto el desarrollo
de las capacidades cognitivas, está siempre implicado en su participación en la
actividades socioculturales comprometiéndose de una manera directa en las actividades
reales en las que los sujetos de diferentes grupos sociales se implican. Por lo tanto, el
devenir de cada sujeto en su proceso educativo va a depender tanto de sus propias
capacidades como de los contextos de desarrollo y de aprendizaje en las que se halla
inmerso.

Éste es un punto de vista muy interesante, y en cierto modo nuevo, puesto que el énfasis
que se pone en la causalidad de los resultados de aprendizaje escolar ya no dependerá
tanto de la capacidad de los sujetos sino de la riqueza mayor o menor de su propio
contexto tanto a nivel personal, físico, cultural, familiar, escolar o social. Lo importante
aquí está en destacar que estos niveles a los que nos referimos son inseparables, definen
y configuran al sujeto como persona de modo que la finalidad aquí radica en tratar de
comprender los procesos de desarrollo propios de cada sujeto implicados en aquéllos
que suponen relaciones interpersonales, sociofamiliares e interculturales. Por eso en esta
dirección debemos entender el proceso de aprendizaje como fruto del desarrollo social y
cultural.

Por otra parte, hemos de hacer referencia a otros constructos psicológicos que inciden en
el aprendizaje, aunque ya están señalados entre las variables externas e internas de
aprendizaje en situaciones educativas, como son la motivación extrínseca, intrínseca, de
logro y el afecto en cuanto elementos imprescindibles para poder comprender el
fenómeno del aprendizaje como núcleo central de la educación.

Es preciso señalar que uno de los aspectos clave por los que discurren las investigaciones
(véanse Pintrich, 1994; Gallagher, 1994, Borkowski y Muthukrishna, 1992) en Psicología
de la Educación pasa por considerar la cognición, la motivación y afecto y las variables
contextuales de los sujetos que aprenden como un todo sistémico y que podrían explicar
una buena parte de los logros en el aprendizaje y, en consecuencia, de los alumnos en su
proceso educativo.
Finalmente, temas como el autoconcepto, metas académicas, expectativas, insistencia en
variables personales de los alumnos, el descubrimiento de técnicas que posibilitan la
mejora de la transferencia del aprendizaje, los enfoques y estilos de aprendizaje, las
estrategias y técnicas de aprendizaje, las inteligencias múltiples y mejora de la
inteligencia, aulas inteligentes, etc. (véanse Beltrán, 1998; Biggs, 1991, 1993, 1994;
Entwistle y Marton, 1989; Entwistle, 1991; Porto, 1994; Selmes, 1988; Sternberg, 1993;
Gardner, 1995; Núñez y González-Pienda, 1994) son otros tantos constructos que la
Psicología y la Psicología de la Educación en estrecha relación con otras áreas de la
Pedagogía y la Didáctica nos están aportando cada día más datos que nos permiten
comprender con mayor profundidad y eficacia el hecho educativo.

PSICOLOGÍA ESCOLAR Y PSICOPEDAGOGÍA: SU FUNCIONALIDAD EN LAS PRÁCTICAS


EDUCATIVAS

Nos planteamos por último cuál es la funcionalidad y operatividad que deberá aportar la
Psicología Escolar y Psicopedagogía al campo educativo. Es bien conocida, porque es un
hecho muy positivo, la tendencia actual en el sistema educativo español de incorporar
psicólogos y psicopedagogos al propio sistema, básicamente en la Enseñanza Secundaria,
creando los departamentos de Orientación Psicopedagógica en la mayoría de los Centros
Escolares de Secundaria.

Pensamos que, en la actualidad, la Psicología escolar/Psicopedagogía pasa por la


incorporación de profesionales de la Psicología y Psicopedagogía que estén muy cerca de
las prácticas educativas, pero que participen activamente en los siguientes tareas y
funciones a desarrollar que pasamos a enumerar de acuerdo con Comoley y Gutkin
(1995):

a) Los psicólogos escolares/psicopedagogos necesitan pensar y actuar como


profesionales muy vinculados a la práctica diaria escolar, son
psicopedagogos/psicólogos aplicados; es decir son científicos prácticos y
aplicados; deberán siempre proporcionar servicios de evaluación de la
intervención directa que incorporen evaluaciones multidimensionales y
factoriales y en consecuencia un seguimiento que facilite intervenciones efectivas
en constante colaboración con el profesorado, tutores y familia de los alumnos;

b) Los psicopedagogos o psicólogos escolares son científicos sociales porque están


inmersos en una organización social y en un sistema social; en este sentido es de
esperar que se impliquen activamente en la investigación, planificación de planes
educativos y de formación. Por ello es muy importante que piensen que deberán
ser un recurso personal al servicio de las prácticas educativas, de la escuela, de las
familias de los niños posibilitando nuevas formas de prevención y de intervención
psicoeducativas.
c) Deberán tender siempre hacia una prestación de servicios frente a la atención
de las necesidades individuales de los alumnos, teniendo presente que estas
necesidades tienen su origen en múltiples contextos: personales, familiares, de
iguales, escolares, de cambio de valores, etc.

d) Deberán estar siempre abiertos al cambio, pensando que están desarrollando


su actividad profesional dentro de un sistema: las estrategias de cambio deben
aplicarse a todo el sistema si es preciso y no a una parte del mismo como puede
ser el alumno. Pensemos que la psicología escolar/psicopedagogía tiene como
gran objetivo la promoción del desarrollo y del aprendizaje de los niños en sus
procesos educativos y éstos ocurren en los contextos de la familia, la escuela y el
grupo de iguales siempre en relación con los contextos culturales imperantes. En
este sentido ya afirmaba Cristenson (1995) que es evidente que se deben implicar
en fomentar la colaboración familia-escuela y no como un fin en sí mismo, sino
como una actitud que supone el establecimiento de objetivos comunes entre los
educadores profesionales y las familias de los alumnos.

e) En consecuencia, debemos atender prioritariamente a las variables que


integran el sistema escolar: curriculum, organización de la clase, modelos
instruccionales, estrategias de aprendizaje, evaluación, etc. Esta orientación a
nivel de sistema será siempre más efectiva en un contexto de colaboración e
implicación de todas las partes en el que el proceso de intervención
psicoeducativa deberá contemplarse desde la óptica de la interdisciplinariedad

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