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1.1.1.

Eje Estratégico Turístico y el Desarrollo Sostenible de comunidades


rurales

1.1.1.1. Turismo Sostenible


[ CITATION Bol92 \l 10250 ] "turismo sostenible es un estilo que busca en cada región
soluciones específicas a problemas concretos tomando en consideración el entorno
natural y cultural, atendiendo a las necesidades inmediatas y a las de largo plazo. Se
trata de encontrar los medios de amortizar el desarrollo socioeconómico con un manejo
adecuado de los recursos naturales y el medio ambiente".

[ CITATION RBu93 \l 10250 ]“Un desarrollo en el que el turismo es promovido y mantenido


en un área (comunidad y entorno) en una forma y a una escala tal que puede permanecer
siendo viable por un período indefinido, al mismo tiempo que no altera el medio
ambiente (humano y físico) en el cual se desenvuelve de modo que no impide el
desarrollo y bienestar de otras actividades y procesos.”

[ CITATION Con93 \l 10250 ] “El Turismo Sostenible atiende a las necesidades de los
turistas actuales y de las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las
oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía hacia la gestión de todos los
recursos de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales y
estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos
esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida".

[ CITATION Cap97 \l 10250 ]"la actividad económica productora de bienes y servicios que,
respetando los límites físicos del espacio en que se desarrolla y los psíquicos de los
habitantes y demás actores, son destinados a quienes deciden desplazarse temporal y
voluntariamente fuera del lugar de residencia habitual sin incorporarse al mercado de
trabajo del lugar de destino, con motivo o no de recreación.”

[ CITATION Org90 \l 10250 ] La Organización Mundial del Turismo define al turismo


sostenible como el que atiende las necesidades de los turistas actuales y de las regiones
receptoras y, al mismo tiempo, protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Se
concibe como una vía hacia a gestión de todos los recursos de forma que puedan
satisfacerse las necesidades: - Económicas - Sociales - Estéticas Respetando la
integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los
sistemas que sostienen la vida

El término turismo sostenible surge en los años 90 en el marco del 41 Congreso de la


Association Internationale d'Experts Scientifiques du Tourisme [ CITATION Aso90 \l
10250 ]Ya en estas fechas se alude a la triple dimensión de la sostenibilidad turística, y
se alude a un equilibrio (hace referencia al carácter dinámico de la sostenibilidad) entre
éstas para garantizar la sostenibilidad del destino.

[ CITATION RBu93 \l 10250 ] Poco después, de manera acertada, se añade el enfoque


al largo plazo que deben tener todas las iniciativas de turismo sostenible, hace énfasis en
la necesidad de que el turismo permita el desarrollo de otras actividades. De este modo
el autor incide sobre la necesidad de mantener la estructura y autenticidad del destino
mediante el mantenimiento de sus actividades, costumbres, modo de vida, etc.

Por otra parte, [ CITATION Cap971 \l 10250 \m Cap97], llega más lejos y añade que
un turismo sostenible, además de no sobrepasar los límites físico-naturales del destino,
tampoco debe sobrepasar los límites psíquicos de sus gentes.

El concepto del turismo sostenible ha ido adquiriendo un mayor protagonismo a partir


de la Agenda 21, el plan de acción acordado en la [ CITATION Con92 \l 10250 ]; y el
plan de implantación de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible [ CITATION
OMT02 \l 10250 ] (Johannesburgo, 2002). A partir de este momento, son numerosos los
autores que, preocupados por un bienestar global, relacionado con la actividad turística,
analizan y estudian las posibilidades de implantar un modelo turístico más sostenible.

Estas posibilidades van encaminadas a un objetivo común, conseguir un perfecto


equilibrio entre las tres dimensiones o “pilares” que conforman una correcta gestión del
turismo, así como mantenerlo en el largo plazo de manera que no comprometa las
posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
1.1.1.2. Sostenibilidad de la Política Pública de Desarrollo Turístico
[ CITATION Jua16 \l 10250 ] Es por ello que la sostenibilidad se debe proyectar como una
“política que permita involucrar en su caracterización a todos los sectores, niveles y ejes
rectores que participan en ella”.

De acuerdo con[ CITATION Voi08 \l 10250 ], la sostenibilidad es ahora una cuestión


más política que un concepto científico. De hecho, debe ser "una política que permita
involucrar en su caracterización a todos los sectores, niveles y ejes rectores que
participan en ella" [ CITATION Enr12 \l 10250 ]. En este contexto, la cadena de valor se
presenta como una herramienta tremendamente útil para que los policymakers y los
gestores de los destinos turísticos puedan orientar sus decisiones en la dirección más
adecuada, pues facilita el análisis, de forma independiente, de cada uno de los eslabones
de la cadena de valor del destino, en esta ocasión, en cuestiones vinculadas con la
sostenibilidad del modelo.

Así, el diagnóstico obtenido permite identificar las fortalezas y deficiencias de las


políticas públicas en materia de sostenibilidad.

[ CITATION Jua16 \l 10250 ], El caso seleccionado para este estudio es un destino


turístico representativo a nivel mundial: España. Aunque existe literatura sobre política
turística, la cuestión de la sostenibilidad en la política turística española solo se ha
tratado de forma parcial y con carácter tangencial. En este sentido ambos autores
indican que el tránsito del modelo turístico actual en España, agotado y obsoleto, hacia
un turismo más sostenible, se necesita de unas directrices generales cuyo objetivo sea
garantizar un progreso económico general que conozca los límites de explotación de sus
recursos. Para ello, es fundamental identificar los factores clave que aumentan la
generación de valor del destino y concentrar los esfuerzos en aquellas actividades en las
que esta generación de valor para el turista es mayor (…)”.

Para[ CITATION Elm06 \l 10250 ] “La sostenibilidad como modelo de desarrollo


propone encontrar equilibrio entre tres grandes áreas, la social, económica y la
ambiental, dentro de esta propuesta el turismo como actividad social ha pretendido
enlazar dicho modelo en sus propuestas, con éxito en casos puntuales. En Perú las
grandes cadenas han comenzado a implementar con éxito la eco eficiencia, pero en
aquellos proyectos de desarrollo en los que la comunidad y las autoridades son actores
activos dentro del proceso, los resultados aunque escasos, apuntan a que es posible en
función de la capacidad de organización y planificación de los actores involucrados”.

Para [ CITATION Sam10 \l 10250 ] El turismo rural surge como una alternativa turística
que esencialmente se caracteriza por desarrollarse en espacios rurales y basarse en
principios de tipo ambiental, social, cultural y económico. Estos principios exaltan el
turismo como una actividad de carácter territorial, que tiene relación directa con las
personas, su organización social y cultural, sus vínculos ínterinstitucionales y con el
medio ambiente. Una de las principales características de los nuevos territorios rurales
es su creciente heterogeneidad, impulsada por la diversificación en la demanda de la
sociedad sobre el campo y se expresa en lo que se ha denominado como
“multifuncionalidad”, término que amplía la visión productiva tradicional del sector
agropecuario y conlleva a la revalorización del territorio desde nuevas perspectivas
productivas. El turismo es una práctica social colectiva que se perfila como uno de los
principales proveedores de actividades económicas alternativas en espacios rurales, que
incluso involucra los sectores marginados del mercado laboral como jóvenes, mujeres y
adultos mayores. Por consiguiente, el turismo rural constituye una nueva alternativa de
diversificación de ingresos para las comunidades campesinas y un eje estratégico para el
Desarrollo Territorial Rural; sin embargo, también es preciso tener en cuenta las
restricciones que tiene la actividad, por las cuales no todo territorio tiene vocación
turística.

Por tanto la articulación entre una política pública de fomento sostenible del turismo en
áreas rurales son una herramienta innovadora y útil para identificar los factores que
impulsan o condicionan la generación de valor en un destino y adoptar posteriores
decisiones de carácter estratégico.

1.1.1.3. Política Pública de Turismo Sostenible en Perú


En este contexto, la ciudad debe contemplarse no únicamente como un espacio de
intercambio social, sino desde una perspectiva también ecológica. Por lo tanto la
sustentabilidad urbana debe afrontarse desde un marco local y regional, donde se
consigne el funcionamiento adecuado de las ciudades desde un punto de vista ecológico
y socioeconómico, de tal forma que conlleve a no utilizar los recursos naturales de
carácter renovable por arriba de sus límites de restablecimiento, así como otras medidas
ambientales.

Así también, en la ciudad existen espacios de sociabilización que, si bien podrían ser
sinónimos en otro contexto, en esta investigación son diferentes entre sí:
Para Raúl Molina (2010); indica que: “La descentralización también debe
implicar una redistribución de las oportunidades de desarrollo económico en el
territorio, lo que permitirá que cada vez sea menos relevante para la población el
lugar de nacimiento”.

Para Carlos Casas (2010), establece que: “La descentralización debe ser
entendida como un medio o proceso, no como un fin, que busca acercar el
Estado hacia las personas para atender de manera más eficiente las demandas de
los individuos”. (P.29).

Para Gonzales de Olarte (2009): “La descentralización es fundamental


pero es insuficiente, si la desconcentración económica se basa en la sola acción
del Estado, se requiere de una mayor participación del sector privado, y planes
de desarrollo regional sobre la base de una estrategia nacional de coordinación
entre niveles de gobierno (P. 18).

Según Iguiñiz (2009): “La descentralización basada en meras mejoras de


vías y medios de transporte puede fácilmente deteriorar la situación económica
de las regiones originalmente deprimidas. Si en esas regiones no hay suficientes
actividades productivas que las que hay en otras regiones comercialmente
cercanas el deterioro de las que son menos productivas no será contrarrestado; la
pobreza será mayor y la migración hacia lugares con más oportunidades tenderá
a aumentar. Las mejores carreteras pueden fácilmente aumentar las diferencias
de calidad de vida entre las regiones si es que no se acompañan con políticas de
inversión que abran otras opciones de trabajo a los productores que ya no pueden
competir. Esa política podría venir acompañada por incentivos especiales para
actividades que pueden reducir costos conforme aumenten el volumen producido
(P. 9).
Asimismo Smith (2002), indica que: “La descentralización de la
administración pública, al hacer cambios en la asignación de responsabilidades y
recursos entre los diferentes ámbitos y organismos del gobierno, se vincula
estrechamente al proceso de democratización política. Cuando los gobiernos son
elegidos libremente por la población se podría esperar que mientras más bajo sea
el ámbito de gobierno, más cercana será la relación de las personas en el poder
con su electorado. El debate político tiende a centrarse hacia los problemas
específicos del lugar y es mucho más accesible a los votantes (P. 16 - 24).
Para Schejtman y Ramírez (2004): “La Gestión Territorial Participativa que
aborda un proceso de apropiación social del espacio y corresponde a un abordaje
cada vez más interdisciplinario de las experiencias de planificación y desarrollo
territorial, así como a la creciente importancia de la participación ciudadana en
dichos procesos. El Desarrollo Territorial Rural (DTR) es la transformación
productiva e institucional de un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la
pobreza. La transformación productiva tiene por objetivo articular competitiva y
sustentablemente la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo
institucional tiene los propósitos de estimular y facilitar la interacción y la
concertación de los actores locales entre sí y los agentes externos relevantes y de
incrementar las oportunidades para que la población participe del proceso y sus
beneficios”.

Para Gimenez et al (2000): “El territorio es un espacio estratégico del


control, supervivencia o expansión de un estado nacional, o de una organización
multinacional, asimismo, el territorio es también objeto de operaciones
simbólicas y una especie de pantalla sobre la que los actores sociales
(individuales o colectivos) proyectan sus concepciones del mundo. Por eso el
territorio puede ser considerado como zona de refugio, como medio de
subsistencia, como fuente de recursos, como área geopolíticamente estratégica,
como circunscripción política-administrativa, etc.; pero también como paisaje,
como objeto de apego efectivo, como tierra natal, como lugar de inscripción de
un pasado histórico y de una memoria colectiva y, en fin, como “geosimbolo”.
(P: 93).
Para Leonardo Montes Cáceres (2013); indica que: “Por lo tanto, para el
desarrollo e intervenciones con las políticas públicas el territorio es considerado
como un espacio estratégico fundamental para los diferentes actores sociales y
políticos.” (P.16).
Mientras Alburquerque, Dine, Pérez (2008); establece que: “El desarrollo
local no es únicamente desarrollo municipal. El sistema productivo local incluye
el conjunto de relaciones y eslabonamientos productivos que explican la
eficiencia productiva y competitividad del mismo, razón por la cual no está
delimitado por las fronteras político-administrativas de un municipio o
provincia, sino que posee su propia delimitación socioeconómica, según las
vinculaciones productivas y de empleo, lo cual puede incluir, a veces, partes del
territorio de diferentes municipios o de distintas provincias, existiendo también
situaciones de carácter transfronterizo”. (P. 12).
Por otro lado, según Gonzales de Olarte (2009) las regiones en el marco
del proceso de descentralización, también, han mostrado tener problemas
macroeconómicos. Estos se caracterizan por: • Peso del Estado, en sus tres
niveles de gobierno no es suficiente para financiar una descentralización
desconcentradora. • Desigualdades en las fuentes de ingreso de los gobiernos
regionales y locales: los que tienen y no tienen canon. • La inversión pública no
es suficiente para romper con la tendencia a la divergencia. • Hay pérdidas de
eficiencia por la falta de conformación de regiones con tamaños “óptimos”. • El
tipo de cambio favorece la desconcentración económica.
Según Leonardo Montes Cáceres (2013); establece que: “La Red de
Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (REMURPE) se enmarca en los
procesos de democratización que se desarrollan en el país desde la década de los
50 del siglo pasado, lo que Sinesio López (2010) ha denominado las oleadas
democratizadoras. En esa perspectiva histórico-sociológica, la tercera oleada de
democratización se apertura en los 80 con el desarrollo de un proceso de
elecciones continuas en las municipalidades y lo más importante, el desarrollo
de ciudadanía de los pobladores del campo quienes, bajo el régimen de hacienda
imperante antes de la reforma agraria, vivían en condición de servidumbre. En
los años 80, con pleno ejercicio de sus derechos a elegir y ser elegidos, inician la
pugna por abrirse campo en la representación propia (REMURPE Memoria
Institucional 2010).” (P.21).

3.1.1.4. La articulación multidimensional de actores, en la gestión y desarrollo de


mancomunidades municipales:

En este sentido Illan (2006), establece que: “Puede esperarse que esta
relación más cercana entre políticos y ciudadanos, conjuntamente con un debate
más concreto, aumente la responsabilidad de los políticos frente a aquéllos que
los apoyan. Ello, a su vez, genera a) cambios en la estructura del gasto público
en términos del tipo de actividades que reciben apoyo de los ciudadanos, así
como en la distribución geográfica del gasto en el territorio nacional; b) aumento
en la transparencia del proceso de toma de decisiones; c) mejora en la cantidad y
calidad de los servicios prestados; d) aumento de la disposición, por parte de
quienes reciben un servicio mejor y más confiable y e) mejoras en la
recuperación de costos y en la recaudación de recursos de fuentes distintas al
gobierno central.
Según Gonzales Olarte (2003 - 2009): “La descentralización debe permitir
modernizar y permitir democratizar sociedades como la peruana y reformar el
Estado para reducir la desigualdad y divergencias económicas regionales y
locales. La descentralización debe contribuir a mejorar las estructuras
económicas, políticas, institucionales y culturales; con un esfuerzo de los
diferentes actores de desarrollo y que exista un claro liderazgo en los diferentes
niveles de gobierno. Asimismo, el autor sugiere algunas características de la
descentralización dependiendo del tipo de Estado que se tenga. Plantea que la
descentralización con un tipo de estado pequeño se caracteriza por la
descentralización con un estado pequeño. Las características de este Estado para
este autor son: presión tributaria 18% (se requiere 25%), gasto per cápita
insuficiente, no focalizado y transferencias “Hood Robin” y descentralización
con regiones desiguales. Se requiere de mecanismos de compensación: fondos
especiales de manejo centralizado y redistributivo, corrección de desigualdades
históricas con tensiones y conflictos, descentralización sin regionalización. Si las
regiones son los departamentos, hay una pérdida de economías de escala y de
externalidades positivas, es necesaria una base económica mínima con tamaños
“óptimos” de regiones (P. 12).
Para el PNUD (2006), establece que: “La descentralización para la
desconcentración económica, tiene como objetivos, promover la convergencia y
la articulación económica entre centro y periferia y entre las distintas regiones,
con la finalidad de promover el crecimiento más acelerado de los centros y
ciudades fuera de Lima. Por lo tanto, requiere promover la descentralización
económica para el desarrollo humano mediante una combinación de factores
que, en su conjunto, ataquen sus principales defectos: como la inversión en
capital humano y capital físico, tanto en la periferia urbana como en la rural de
las distintas regiones, seguidamente la búsqueda de complementariedades entre
la inversión pública y privada.”
Según Albuquerque, Dine Perez (2008), establece que: “la
descentralización implica la autonomía política, económica y administrativa de
los gobiernos regionales y locales para promover un desarrollo en los territorios.
Es decir, el desarrollo de las actividades económicas sociales y políticas; porque
el capital humano es el motor de los cambios en los territorios y por lo tanto es
necesario y fundamental la desconcentración económica para el Desarrollo
Territorial Rural (DTR), porque según la Secretaria de Descentralización de la
Presidencia de Consejo de Ministros, existen 1303 municipalidades son rurales a
nivel nacional. La descentralización no puede limitarse, pues, únicamente a
mejorar la capacidad de gestión eficiente de los recursos transferidos a los
gobiernos locales y a los programas de modernización de la gestión municipal.
Estas tareas son fundamentales, pero la modernización de las Administraciones
Locales debe incorporar también la capacitación en su nuevo papel como
animadores y promotores del desarrollo económico local, a fin de construir
conjuntamente con los actores privados y el resto de la sociedad civil local, los
necesarios entornos territoriales innovadores para el fomento productivo y
desarrollo del tejido local […]. Sólo así pueden las municipalidades colaborar en
la generación de riqueza y empleo productivo, superando su tradicional
actuación asistencial (P.6).
Por otro lado, para Gómez, García y Silvia de Larios (2003); “la gestión
territorial supone un proceso de ampliación del control, manejo y poder de
decisión del uso de los recursos que existen en un determinado espacio por parte
de sus actores (Rosa et al. 2003). Asimismo no basta delimitar administrativa o
geográficamente un territorio, es necesario también tomar en cuenta la capacidad
de influir y controlar […], instrumentos y recursos para la toma de decisiones
estratégicas sobre el uso de los recursos del espacio territorial”. (P. 6).

3.1.1.5. La Gobernanza territorial y la fragmentación entre lo urbano y lo rural:


Según Tanaka (2010): Ante la evidencia de que las desigualdades e
inequidades continúan en el Perú y que estas se evidencian de manera más
dramática en las regiones con mayor nivel de ruralidad. “La incursión de los
movimientos regionales hace más complejo el proceso, y que estos movimientos
han copado los espacios que los partidos nacionales no han sabido llenar, como
producto de su debilitamiento. Todo ello hace evidente una mayor
fragmentación”. (P.31).
Barzola (2010): “La gobernabilidad está ligada también a la construcción
de territorios viables y necesarios para reorientar el proceso de descentralización
desde los ámbitos locales, siendo esta una tarea urgente en la medida en que
existe una alta fragmentación del territorio nacional. En esta perspectiva, el
asociativismo municipal contribuye a una mejor gestión territorial mediante la
agregación de recursos naturales, económicos y sociales”.
Para Leonardo Montes Cáceres (2013): “La fragmentación de los
territorios es fundamentalmente por el incremento de la población, en otros
casos por conflictos entre comunidades y/o distritos que conlleva a constituir una
nueva entidad pública; es decir, creación de municipalidades distritales con
poblaciones mínimas (menor de 500 familias). Ello genera una fragmentación y
dispersión de recursos públicos; por ello se dejó de lado la creación de nuevas
municipalidades distritales. Por otro lado, las municipalidades de los centros
poblados también pretenden ser distritos principalmente por intereses personales
y/o políticos”. (P.25).
Para Guzmán (2010): “Los sistemas democráticos son por excelencia
sistemas políticos (institucionalidad débil y fragmentada) que más han avanzado
en crear mecanismos de resolución de conflictos que reconozcan los derechos de
todas las personas. Sin embargo existe un claro rezago en reconocer y enfrentar
las enormes desigualdades de condiciones, de recursos, de oportunidades, de
acceso y de capacidades. Aunado a ello, existen algunos procesos de corrupción
que carcomen la base de estos mecanismos de gestión”. Por lo que para L.
Montes Cáceres (2013); indica que: “La institucionalidad política está
fragmentada porque existe un sistema político y organizaciones políticas débiles,
por la existencia de nuevas organizaciones políticas coyunturales que no
permiten fortalecer la institucionalidad política del Estado”.
Para Constantino (2010): “El desarrollo institucional debe apoyarse en la
capacidad de la institución para inculcar normas, satisfacer necesidades y
desempeñar sus funciones originales. La institucionalización depende también
de factores externos a la institución; la dinámica del cambio institucional
incluye, pues, elementos de diseño, la selección competitiva y los impactos de
fricciones con el exterior. Se trata de una compleja interacción entre elementos
exógenos y endógenos; la institucionalidad democrática garantiza también
previsibilidad y seguridad, pues “las instituciones crean elementos de orden
predictibilidad en la acción de los actores políticos”. (P.22).
Por lo que L Montes Cáceres (2013) indica que: “La fragmentación del
territorio, asimismo, según Tanaka (2011) se da por desigualdades e
inequidades, los cuales son aprovechados por los movimientos políticos
regionales. Mientras para Guzmán (2011) es la desigualdad de condiciones de
recursos y oportunidades. Por otro lado, Constantino (2010) se basa en el
análisis de la interacción institucional tanto interno y externo. Por lo tanto
coincido al señalar que existen puntos de vista diferenciados pero existen
coincidencias en la desigualdad que genera la fragmentación territorial urbana y
rural. A continuación en el siguiente capítulo se analiza el estado de la cuestión
del presente trabajo de investigación.”
Para Leonardo Montes Cáceres (2010): “Las Mancomunidades
Municipales son formas asociativas municipales que pueden ser colindantes o
no, requieren con claridad los objetivos resultados que deben lograr, la
organización y sus órganos de gestión, el presupuesto, así como el conjunto de
elementos técnicos administrativos que tienen que ser propios pero diferenciados
entre las municipalidades que lo integran. Las mancomunidades tienen solo
autonomía administrativa para la disposición de los recursos y por lo tanto
surgen para atender necesidades y problemas territoriales que ya han sido
identificados por las municipalidades que lo conforman (Bastidas 2012).
Para la creación de las Mancomunidades Municipales en realidad las
normas peruanas señalan en efecto que pueden ser colindantes o no; pero que
tengan un objetivo y/o problema en común a resolver, asimismo una
municipalidad puede estar en dos mancomunidades municipales, siempre en
cuando sus objetos sean diferentes unas de otras para que pueda formar parte
integrante de otra Mancomunidad Municipal. “(P.27).
Mientras que para Rosales (2009); indica que: “La asociación voluntaria
de municipios como instrumento de cooperación interadministrativa a través de
la constitución de mancomunidades en América Latina y particularmente en
nuestro país, ha permitido la creación de entidades jurídicas públicas para la
prestación común de servicios de su competencia y proyectos mancomunados,
desarrollando y armonizando los principios de eficacia y democracia,
gobernabilidad y gobernanza, por cuanto aumenta la capacidad de gestión de los
gobiernos locales, a través del principio de las economías de escala y mantienen
la representatividad democrática de los mismos a través de un mayor
involucramiento de la sociedad”.
En tal sentido Molina, Dammert, Chiriboga y Ameller (2007); deducen
que: “Las mancomunidades tienen una diversidad de expresiones organizativas,
escalas y alcances, pero en todos los casos presentan potencialidades y desafíos a
los procesos de descentralización. De acuerdo a las sistematizaciones efectuadas,
es posible establecer las modalidades generales a través de las cuales se
manifiestan y el potencial escenario de gestión territorial que tienen por delante.
Si a ello le sumamos las lecciones básicas aprendidas, tendremos la posibilidad
de visualizar una estrategia de gestión de las mancomunidades, como un nuevo y
adecuado sujeto promotor del cambio en los territorios”.
Por tanto Leonardo Montes Caceres (2013), establece que:” En el caso
peruano las Mancomunidades Municipales son constituidas para la prestación de
servicios y ejecución de proyecto; la normatividad para las mancomunidades
está en proceso de formalización y adecuación. Por otro lado, las
Mancomunidades Municipales solo cuentan con las transferencias financieras de
los gobiernos locales (miembros de la mancomunidad) y de donaciones; su
organización está definida por un consejo directivo y un Gerente General, y su
población es mínima porque en su mayoría son municipalidades rurales que
cuentan desde 400 a 2000 familias. La población de la zona rural requiere
servicios básicos pero los gobiernos locales cuentan con limitados recursos para
la inversión pública en infraestructura, por ello, es necesario plantear propuestas
de sostenibilidad de las Mancomunidades. Ello implica un trabajo
multidisciplinario entre los diferentes niveles de gobierno y los actores como
protagonistas de desarrollo del territorio a nivel de la Mancomunidad
Municipal”. (P.28).
Las experiencias trans-comunitarias de países vecinos, establecen en
criterio de Bárbara et al (2003); sobre el caso de la Mancomunidad Municipal en
Bolivia, lo siguiente:” La planificación territorial no puede ser estrictamente
local. La continuidad del territorio y los efectos que las políticas -o su omisión-
siempre repercuten en conjuntos mayores, como problemas ambientales,
sanitarios y sociales, las inundaciones, la contaminación, las migraciones de
poblaciones son inter-locales, e incluso interregionales, por lo que requiere de
soluciones y políticas asociativas y coordinadas. En el ámbito político y del
poder, las asociaciones de municipio con identidad y con mayor presencia en el
territorio, otorgan a los representantes mayor capacidad de negociación ante los
gobiernos provinciales y nacionales. Así mismo, al interior de la asociación de
municipios, se genera importantes sinergias y economía de escala a partir de
procesos de comunicación, aprendizaje y transmisión de experiencias”.
1.1.2. Espacios urbanos
Para la investigación, es necesario reconocer espacios que podrían confundir su
delimitación con las áreas verdes, por lo que se define a éstos como espacios urbanos
que son espacios destinados al uso de la población dentro de la urbe. La delimitación del
caso de estudio se inicia con indicar que el espacio natural, espacio público, espacio
abierto y área verde son términos que aun cuando usualmente sean empleados como
sinónimo, su significado no es el mismo, como así lo demuestra el Plan Maestro de
Espacios Públicos Verde Urbanos de la Región Metropolitana del Valle de Alburra:
“El espacio natural es el origen del espacio público, del espacio abierto y de las áreas
verdes; no tiene límites, es infinito. Sin embargo, ha sido objeto de un uso y explotación
desmedida en los procesos de urbanización de la sociedad contemporánea, de forma que
las manchas urbanas desbordaron hoy sus límites, provocando el deterioro y
desequilibrio físico y ambiental del medio o espacio natural.
Así mismo, la sociedad contemporánea desarrolla un nuevo concepto de espacio
abierto, con diferentes valores determinados por la cultura, por su ubicación geográfica
y por su tiempo histórico. Este espacio es todo espacio público no cubierto, el cual
puede clasificarse por su diseño, su material de construcción, su derecho de propiedad,
su uso y su función. Por su diseño y material de construcción se clasifican como
espacios abiertos inertes o como áreas verdes. Entre los primeros se cuentan separadores
viales, andenes, parques, plazas y plazoletas sin presencia de vegetación, además de las
calzadas de las vías y las bahías de estacionamiento; en general los espacios abiertos
inertes son todos aquellos espacios públicos en los que el piso duro domina la totalidad
del paisaje.
(…) Por el derecho de propiedad, el espacio abierto es público o privado, conformando
en su relación espacios semipúblicos y semiprivados. Por consiguiente, el espacio
abierto no es un espacio abandonado, sobrante, perdido o sin uso, sino por el contrario,
es un espacio muy valioso que cumple una función social indispensable para el
desarrollo equilibrado del ser humano como individuo y de la sociedad en su conjunto,
ya que por excelencia es el lugar de encuentro y de recreación; es un espacio de
inclusión social, que proporciona una dimensión de equidad a la ciudad.
Por su uso, el espacio abierto no inerte se clasifica como área verde urbana,
cumpliendo principalmente una función ambiental como se explicará posteriormente
(…)
Como áreas verdes se reconocen los parques, plazas y plazoletas con presencia de
vegetación, las áreas verdes laterales de los corredores viales, las rondas o retiros de
cuerpos hídricos, las áreas de especial interés ecológico (bosques urbanos), los jardines
y antejardines; en general las áreas verdes responden a aquellos espacios en los que la
naturaleza, las coberturas vegetales o plantaciones intencionadas con fines ornamentales
predominan en el espacio público urbano.
De los términos anteriormente mencionados, es el espacio público el concepto universal
y desde donde radican las áreas verdes urbanas, permitiendo el estudio sobre sí mismo y
la ciudad, como se procede a explicar a continuación:
1.1.2.1. Espacio público y ciudad
El espacio público es un concepto que no aparece en nuestra legislación urbana,
ambiental y municipal; empero es un concepto que a nivel internacional cobra cada vez
mayor relevancia porque se le relaciona más estrechamente con el derecho ciudadano,
la construcción de la ciudadanía y la calidad de vida. [ CITATION Pla10 \l 10250 ].
A lo largo de la historia del proceso evolutivo social del hombre, se vio relacionado con
el ambiente: en primer instancia el hombre vio la manera de sacar provecho de la
naturaleza creando espacios compuestos que le brindaran confort, protegiéndose de los
peligros de los cambios climáticos; es así que, aun desconocedor del termino
sustentable, el hombre buscaba el equilibrio entre la conservación y lugar en el que
vivía, produciendo sus alimentos a partir del cuidado de semillas que planta en un suelo
adecuado y dando paso a la labranza de la tierra. En contra parte con el momento actual,
el hombre antiguo mantenía un respeto hacia la naturaleza ya que de ella proveían
muchos recursos que le ayudaba al desarrollo de su vida, convirtiendo muchas veces a
los elementos de la naturaleza como símbolos religiosos de veneración y reverencia.
Posteriormente surge la inquietud por mantener una correspondencia con la naturaleza
con el arquitecto romano Marcus Vitruvius Pollio quien centrara su objetivo en un
proceso de diseño que buscaba satisfacer las necesidades del hombre en relación
constante con la naturaleza. Como se percibe en el famoso dibujo hombre Vitruvio
hecho por Leonardo Davinci; el cuadro representa al hombre y el círculo la naturaleza,
parámetros de la geometría. El renacimiento persigue su sensibilidad humanística
invitando al goce humano.
La perspectiva de introducir los espacios verdes de orden público en las ciudades se
inicia en los países anglosajones del mismo modo que en los países más meridionales,
que participan en el deleite de apreciar la naturaleza dentro de la ciudad, afinadamente
complementada e integrada con las distintas actividades urbanas y en el afán por el
naturalismo, es decir integración ambiental, ha acercado a los habitantes de la ciudad
hacia su medio ambiente, y les ha animado a compartir el deseo de que estos espacios
naturales sean conservados.
De esta manera, se establecieron los espacios verdes públicos inaugurales en Inglaterra,
la cuna del desarrollo e industrialización como, por ejemplo: La ciudad de Liverpool
había visto desarrollar un nuevo núcleo de urbanización en los márgenes contrarios al
rio Mersey. Aún relacionándose de una comisión de gobierno que, dinámicamente,
comprendió la necesidad de urbanizar un parque de carácter público, del que escaseaban
las ciudades como la misma Liverpool, Leeds, Manchester Birmingham.
Es así que se inició nuevas tendencias haciendo que el medio ambiente se observe como
un componente substancial capaz de ser encaminado a manera de beneficiar al habitante
urbano, complacido de su entorno que se siente parte de él, pero sobre todo tratando de
hacer lo posible por conservar su permanencia. Por ello, es que nace el Primer Congreso
de Higiene y Problemas de Urbanismo, el cual se llevó a cabo en la ciudad de París con
el único fin, que las ciudades de Londres y París, dedicaran el 10% de superficies
urbanas a parques y jardines (Espacios verdes públicos).
Así pues, los causales de planificar espacios verdes se inclinaron por argumentos
higiénicos. Las circunstancias de insalubridad preponderantes se produjeron debido a la
inexistencia de redes de alcantarillado y la contaminación ocasionada por la revolución
industrial.
Asociado a esta necesidad, surge la utilidad de lugares de ocio. Así pues, los espacios
verdes, obtienen la función de higienizar las ciudades y de recrear al habitante urbano
consolidando el factor ambiental y público. Lo cual asienta un precedente para
establecer un porcentaje de espacios verdes públicos en la ciudad, a partir de dicho
congreso se llega a un acuerdo estableciendo que se corresponderá dotar de 15% de
espacios verdes urbanos y cinturones de reserva forestal de 10 km. de extensión (Varios
2006).
A mediados del siglo XX empiezan a realizarse proyectos y estudios en los que se
abordaban los aspectos paisajísticos, convirtiéndose así los espacios verdes no solo en
una necesidad de régimen higiénico para la organización de la ciudad, si no que se
convertirían por tanto en un aspecto imprescindible en la vertebración de la trama
urbana.
Finalmente, en la actualidad el espacio público tiene un carácter polifacético que
incluye desde los andenes, donde la socialización es aparentemente simple, hasta los
escenarios que concuerdan con lo que Marc Auge (1994), define como “lugares”:
“lugar de la identidad (en el sentido de que cierto número de individuos pueden
reconocerse en él y definirse en virtud de él), de la relación (en el sentido de que cierto
número de individuos, siempre los mismos, pueden entender en el la relación que los
une a los otros) y de historia (en el sentido de que los ocupantes del lugar pueden
encontrar en el los diversos trazos de antiguos edificios y establecimientos, el signo de
una filiación”.
Asimismo señala el documento que, “es el conjunto de áreas, bienes y elementos que
son patrimonio común y que se destinan a satisfacer las necesidades culturales, de
movilización, de acceso a un medio ambiente adecuado, de integración social y
recreación de la comunidad, en tanto su propiedad está en manos del estado, su uso y
acceso es un derecho de todos.”[ CITATION Def10 \l 10250 ]
1.2. Áreas verdes
Históricamente las ciudades han constituido espacios de separación con la naturaleza,
donde las aguas escurrientes se canalizaron y el suelo barroso y polvoriento se selló. Se
implementaron formas para disponer las basuras rápidamente fuera de los límites de la
ciudad y se trajo agua limpia desde sitios lejanos. Se quitaron, alejaron y/o confinaron
los animales nativos (y aparecieron otros, algunos traídos y otros llegados), se
incorporaron especies vegetales más lindas u onderas. Se calefaccionaron y
refrigeraron los espacios cerrados. Es así que se hizo una separación inmediata entre lo
urbano y lo ambiental; facilitando la convivencia, economía y educación, pero con
consecuencias ambientales negativas.
Entonces, se define a las áreas verdes como los espacios urbanos, o de periferia a éstos,
predominantemente ocupados con árboles, arbustos o plantas, que pueden tener
diferentes usos, ya sea cumplir funciones de esparcimiento, recreación, ecológicas,
ornamentación, protección, recuperación y rehabilitación del entorno, o similares
(MINVU, CONAMA, 1998) para la futura reglamentación y preservación de estos
espacios. [ CITATION Del09 \l 10250 ]

1.2.1. Proceso evolutivo


Para un análisis histórico – lógico de las Áreas verdes es necesario conocer aspectos
importantes que se van a orientar al mismo análisis, a través de la formación,
consolidación y tendencias de las diversas instancias que inciden en las áreas verdes del
Perú. Sin embargo, para este estudio, se hace una descripción resumida de tal proceso
de acuerdo a las etapas de la historia por las que paso el país.
1.2.1.1. Época Inca
En esta época, se sabe que los incas fueron los primeros paisajistas, debido a una fuerte
relación del pueblo indígena con la naturaleza y la vegetación, como lo explica
[ CITATION Gut18 \l 10250 ]: Las terrazas o andenes son conocidas por la mayoría de
nosotros como la forma que ideó el imperio Incaico para la producción de alimento. La
cordillera de los andes, que constituía gran parte del territorio Inca estaba formada por
escarpadas montañas y un relieve muy accidentado el cual no permitía realizar una
práctica adecuada de la agricultura, por lo que los andenes fueron la técnica de
ingeniería que permitió al imperio Inca dominar el difícil entorno de su territorio y fue
indudablemente, la razón por la que los Incas lograron asentarse en estas zonas.
Sin embargo, lo que poco sabemos de los andenes o terrazas, que además de contribuir
con la producción de alimentos, fue para los Incas la principal forma de arquitectura
paisajista que se desarrollaron en esos tiempos, creando andenes denominados como
“andenes de alto prestigio”, los cuales fueron usados para modificar el paisaje, estos
eran de menor dimensión que los andenes destinados a producción.
A menudo tenían escaleras y complejos sistemas de agua; con fuentes o “baños”, en
algunos casos. Estos andenes especiales buscaban moldear artificialmente las laderas de
los cerros en líneas rectas, curvas y en zigzag.
Una de las más grandes expresiones urbanísticas e ícono por excelencia de civilización
Inca es la ciudadela de “Machupicchu”, en la que apreciamos una colosal técnica
constructiva, un conocimiento de las propiedades geológicas y ambientales del lugar así
como un desarrollo extraordinario de la arquitectura y sobre todo una impresionante
noción de integración de las edificaciones con el entorno natural. El paisaje es
inseparable de la construcción, aunque suene paradójico, aquí los incas, con enorme
trabajo se adaptaron la naturaleza para imitar su perfección y armonía. Algunos muros y
construcciones se mimetizan con las rocas y accidentes originales, como si los incas
quisieran decir que el fin supremo de la creación humana es fundirse con el paisaje.

Ilustración 1: Ruinas de Huayanay, Cusco


Fuente: Extraído de Blogspot

1.2.1.2. Época Colonial


La vegetación y los árboles en particular no están presentes en el espacio público sino
que en el patio de las casas de los conventos. Son árboles frutales y huertos que proveen
de frutos, sombra y belleza puertas dentro.
En la segunda mitad del Siglo XVIII (1750 a 1800) aparecen los paseos en muchas
ciudades del país, así como arboledas de especies introducidas.

Ilustración 2: Catedral de Lima


Fuente: Extraído de Wikimedia

1.2.1.3. Época Republicana


“Posterior, a la llegada de los españoles y durante la época de la Colonia y la República,
se fueron introduciendo nuevas especies de árboles (…) muchos de ellos cultivados por
su valor como frutal y otros como ornamental en las primeras vías y lazas de la joven
Lima, y en las viejas casonas (…) por lo que eran colocados en las entradas o como
linderos de antiguas haciendas y chacras” (Salazar 2004:3).
“Alguien la llamo alguna vez “ciudad jardín” y no dejo de tener razón, pese a que
ciudad “chacra” hubiese sido más apropiado. El territorio era una inmensa sabana de
cultivos y floresta que empezaba cerca de los acantilados y desaparecía en los
contrafuertes andinos” (Bonilla 2009:53).
Con el crecimiento de la ciudad, “se produjo la desaparición de las chacras y haciendas,
y con ellas la mayoría de árboles frutales; convirtiendo muchos de los antiguos linderos
en nuevas vías de comunicación, confinando a los árboles a espacios cada vez más
reducidos […] pero nunca se contempló la posibilidad de crear como en otras ciudades
del mundo, los cinturones de amortiguamiento” (Salazar 2004:3).
En la mayoría de ciudades de América Latina, en el siglo XIX, se crean los primeros
grandes Parques Publicos y Privados así como la arborización de las calles principales.
Durante este mismo siglo se construye en Lima “una residencial con complementario
verde, llamada La Quinta Heeren, ubicada en Barrios Altos; dando valioso aporte a la
ambientación, donde el elemento vegetal estaba ausente” (Gastelumendi 1997:81). La
ciudad se fue expandiendo y modernizando mediante estas grandes obras de
infraestructura, estas transformaciones se dieron en base a un Plan Sanitario de la
Ciudad, para combatir la contaminación ambiental de esa época.

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