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La sustentabilidad y la resiliencia se logran por medio de la diversidad y la complejidad de los

sistemas agrícolas a través de policultivos, rotaciones, agrosilvicultura, uso de semillas nativas


y de razas locales de ganado, control natural de plagas, uso de composta y abono verde y un
aumento de la materia orgánica del suelo, lo que mejora la actividad biológica y la capacidad
de retención de agua. Basada en los conocimientos y técnicas que se desarrollan a partir de los
agriculturoes y sus procesos de experimentación, enfatiza las capacidades de las comunidades
locales.

El agroecosistema: unidad de estudio de la Agroecología

Es importante tener claro el concepto ecosistema agrícola. Los ecosistemas agrícolas son
sistemas cuyo orígen y mantenimiento se asocian directamente a la actividad del hombre, cuya
acción ha ido transformando la naturaleza para obtener alimentos de ella. El manejo
sustentable de los agroecosistemas, requiere abordarlos como un tipo especial de ecosistema,
teniendo en cuenta las interacciones de todos sus componentes físicos, biológicos y
socioeconómicos y el impacto ambiental que éstos producen.

Los agroecosistemas son la unidad de trabajo de la Agroecología y principalmente consisten en


sistemas agroalimentarios sostenibles basados en los siguientes principios vitales:

eciclaje de nutrientes.

Diversidad.

Sinergias.

Integración entre los diferentes cultivos, animales y el suelo.

Regeneración y conservación de los ecosistemas.

Los agroecosistemas presentan una serie de características que se encuentran relacionadas


con su estructura y su función:

Es la unidad ecológica principal. Tiene componentes abióticos y bióticos que interactúan


entre sí.

Su función se relaciona con el flujo de energía y con los ciclos de los nutrientes.

La unidad funcional principal del agroecosistema es la población de cultivo.

Si una población alcanza los límites del agroecosistema se debe estabilizar su número.

La dive En un agroecosistema se pueden encontrar los siguientes recursos rsidad de un


agroecosistema estará relacionada con el ambiente físico.

Recursos humanos, es decir, personas que viven y trabajan en el terreno.

Recursos naturales: elementos que provienen del clima, la tierra, la vegetación, etc.

Recursos de capital: bienes y servicios que requieren las personas para facilitar la
explotación de los recursos naturales anteriores.
Recursos de producción: se refieren a la producción agrícola y pecuaria de la parcela o
terreno.

Es necesario entonces, un nuevo paradigma que intente dar soluciones novedosas partiendo
de la consideración de las interacciones de todos los componentes físicos, biológicos y
socioeconómicos de los sistemas agropecuarios integrando este conocimiento en el ámbito
regional para una producción sustentable.

El tipo de agricultura que se va a realizar en un agroecosistema estará determinada por una


serie de determinantes, que son:

En la agricultura hay una serie de factores que pueden influir en el ecosistema, siendo estos de
naturaleza física, biológicos, socioeconómicos y culturales.

Para que un agroecosistema se considere sostenible debe seguir unos criterios básicos:

Conservación de los recursos naturales renovables.

Adaptación de los cultivos al medio ambiente.

Mantenimiento del nivel de productividad elevado pero sostenible.

Por lo tanto, con el fin de garantizar la sostenibilidad de un agroecosistema, éste deberá:

Reducir el uso de energía y recursos.

Promover la producción local de alimentos.

Emplear métodos de producción que optimicen el intercambio y reciclaje de materia y


nutrientes.

Reducir costos y aumentar la eficiencia y viabilidad de las parcelas pequeñas.

Para Establecer el tipo de agroecosistema en función de la asociación existente entre el cultivo


y la ganadería.

Tipo de agroecosistema según los métodos y técnicas de cultivo y crianza.

Tipos de agroecosistemas en función de la intensidad de trabajo, capital, organización y


producción final.

Tipos de agroecosistemas según la disponibilidad de productos para el consumo o para ser


vendidos.

Tipos de agroecosistemas en función de las estructura clasificar un agroecosistema, existen


una serie de criterios:
Establecer el tipo de agroecosistema en función de la asociación existente entre el cultivo y
la ganadería.

Tipo de agroecosistema según los métodos y técnicas de cultivo y crianza.

Tipos de agroecosistemas en función de la intensidad de trabajo, capital, organización y


producción final.

Tipos de agroecosistemas según la disponibilidad de productos para el consumo o para ser


vendidos.

Tipos de agroecosistemas en función de las estructuras utilizadas para facilitar las labores en
la parcela o terreno.

Agricultura ecológica y sostenible

La Agricultura ecológica, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se


puede definir como el conjunto de técnicas agrarias que excluya el uso, normalmente, tanto en
agricultura como en ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes,
antibióticos, plaguicidas, etc., a fin de preservar el medio ambiente, mantener y aumentar la
fertilidad del suelo y proporcionar alimentos que contengan todas sus propiedades naturales.

La Agricultura ecológica está regulada en España desde 1989. Actualmente la producción


ecológica está regulada por el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo sobre producción y
etiquetado de los productos ecológicos, definiendo la producción ecológica como el sistema
general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas
ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la
aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las
preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y
procesos naturales. Así pues, los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel
social doble, aportando, por un lado, productos ecológicos a un mercado específico que
responde a la demanda de los consumidores y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la
protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.

Además de no permitir el uso de productos químicos sintéticos, en agr icultura ecológica


también está prohibido el uso de organismos genéticamente modificados. La agricultura
ecológica permite obtener alimentos orgánicos, fertilizar la tierra y respetar el medio
ambiente, siempre de forma sostenible y equilibrada.

En España, la agricultura ecológica se encuentra controlada por las Comunidades Autónomas,


principalmente por autoridades de control públicas, a través de Consejos o Comités de
Agricultura Ecológica.

El término Agricultura sostenible se refiere a un tipo de agricultura que busca


proporcionar un rendimiento sostenido a largo plazo. Los objetivos de este tipo de agricultura
son proporcionar una producción estable y eficiente, la seguridad y autosuficiencia
alimentaria, usar prácticas agroecológicas o tradicionales de manejo, preservar la cultura local,
asistir a los más pobres gracias a la autogestión, conservar y regenerar recursos naturales, etc.

En un agroecosistema se pueden encontrar cuatro tipos de recursos: humanos, naturales, de


capital y de producción.

Para producir alimentos sin el uso de productos no autorizados (pesticidas, herbicidas,


fertilizantes...) se hace necesario recurrir a técnicas de producción que suelen estar
caracterizadas por dos enfoques:

1.- Hay que sustituir los productos químicos prohibidos por otros que no lo estén, y estén
recogidos por la normativa al respecto. Hay muchos productos capaces de hacer funciones de
herbicida, plaguicida, control de plagas... y que sí están regulados y autorizados en agricultura
ecológica.

2.- Intentar recuperar el equilibrio natural entre el suelo y el entorno. Para ello, prácticas como
respetar los ciclos naturales de los nutrientes, mantener constante el nivel de fauna auxiliar
beneficiosa para el control de enfermedades y/o plagas, rotaciones, asociaciones de cultivos y
otras muchas otras, serán necesarias y primordiales.

La producción ecológica, por sí sola, ya supone un elemento diferenciador, muy valorado en


los mercados actuales, frente a otro tipo de productos producidos de manera más
convencional. Es por ello, que someterse de manera voluntaria a este tipo de producción y
normativas, va a ocasionar, en la mayoría de los casos, un incremento en las ventas de la
empresa así como en la percepción del consumidor final. A día de hoy, son los mercados
exteriores los más demandantes de esta producción, por lo que la exportación es cada vez
mayor.

Ecología: Es la ciencia que estudia la relación que hay entre los seres vivos y el medio
ambiente, incluido en él tanto la parte viva como la no viva. Un ecosistema engloba el
conjunto formado por todas las comunidades naturales o conjunto de organismos que viven e
interaccionan entre sí, estando a su vez relacionados íntimamente con su ambiente. La
agroecología podríamos definirla como la disciplina, cuyo nacimiento lo podemos localizar en
Latinoamérica, surgiendo como un movimiento social basado en una agricultura más "natural"
y respetuosa con el medio ambiente, binomio de la agronomía y la ecología.

La Agroecología consiste en un método de agricultura alternativo frente a las prácticas


convencionales. Intenta llevar a cabo un manejo ecológico del ecosistema, aportando
alternativas a la crisis actual.

En España, la agricultura ecológica se encuentra controlada por las Comunidades Autónomas,


principalmente por autoridades de control públicas, a través de Consejos o Comités de
Agricultura Ecológica.

Las tecnologías agroecológicas hacen hincapié en la diversidad, la sinergia, el reciclaje e


integración, y los procesos sociales que valoren la participación de la comunidad (Gliessman,
1998). La Agroecología actúa en base a unos principios agroecológicos fundamentales, los
cuales son:
Reducir el uso de insumos dañinos para el medio ambiente, aumentando el uso de insumos
naturales y locales.

Disminuir el uso de sustancias tóxicas o contaminantes que se emiten al medio ambiente.

Manejar eficazmente los nutrientes, reciclar la biomasa y utilizando restos vegetales,


estiércol animal y fertilizantes orgánicos.

Aumentar la capa vegetal del suelo.

Promover la actividad biológica del suelo, mantener y mejorar su fertilidad.

Mantener la biodiversidad.

La Agroecología presenta unos fundamentos económicos, sociales y culturales,


basándose en las siguientes premisas:

Socialmente justa.

Ambientalmente sostenible.

Económicamente viable.

Respetuosa con las culturas.

Es un sistema participativo.

Las técnicas agroecológicas empleadas para la conservación y manejo del suelo son las
siguientes:

Diques, barreras de contención de suelos, terrazas, bancales, etc.

Labranza ecológica. Éste tipo de labranza tiene las siguientes características:

Ejerce baja presión sobre el suelo.

Corta duración.

Activa las propiedades físico-químicas del suelo para favorecer la germinación y el


desarrollo de las plantas.

Requiere poca energía.

Labranza ecológica. Éste tipo de labranza tiene las siguientes características: Ejerce baja
presión sobre el suelo, corta duración, activa las propiedades físico-químicas del suelo para
favorecer la germinación y el desarrollo de las plantas y requiere poca energía.

ORIGEN Y PREVENCIÓN DE LAS PLAGAS Y ENFERMEDADES

Módulo 2
La fitopatología es la ciencia del diagnóstico y control de las enfermedades de las
plantas. Se encarga del estudio de los agentes infecciosos que atacan plantas y desórdenes
abióticos o enfermedades fisiológicas, pero no incluye el estudio de daños causados por
herbívoros como insectos o mamíferos. Se calcula que en el mundo se pierden alrededor del
diez por ciento de la producción de los alimentos debido a las enfermedades de las plantas.

Se pueden hacer muchas clasificaciones de las enfermedades de las plantas. En ocasiones, las
enfermedades de las plantas se clasifican según los síntomas que ocasionan, como pudriciones
de la raíz, cancros, marchitamientos, manchas foliares, sarnas, tizones, amarillamientos, etc.
También pueden clasificarse en función del órgano afectado: enfermedades de la raíz, tallo,
hojas o frutos. Sin embargo, el criterio más útil de clasificación es según el tipo de agente
patógeno que ocasiona la enfermedad.

Las causas determinantes de las enfermedades son de dos tipos: abióticas y bióticas.
Esta clasificación tiene la ventaja de que indica la causa de la enfermedad, lo cual permite
prever su probable desarrollo y diseminación, así como las posibles medidas de control. Los
daños ocasionados como acabamos de explicar, según el agente se puede clasificar en daños
parasitarios y no parasitarios. Siendo los daños parasitarios, producidos por la acción de un
organismo vivo: animal, vegetal, hongo, bacteria o virus, mientras que si el daño es no
parasitario las causas serán fisiológicas por meteorología (lluvias, heladas, granizo...), por
exceso o falta de un nutriente o bien, por una mala praxis en las prácticas agrícolas usadas.

De acuerdo con esto, las enfermedades se clasifican en:

Tipos de enfermedades

Las enfermedades más frecuentes que se producen en las plantas son producidas por:

Hongos.

Bacterias.

Virus.

Nematodos

Protozoos

Plantas parásitas

Los hongos son organismos filamentosos simples. No poseen clorofila, por lo que no
realizan la fotosíntesis, y dependen de una planta hospedadora para conseguir su alimento.
Son más grandes que las bacterias y además se localizan más fácilmente. Algunas de las
estructuras que producen se pueden observar a simple vista y sirven en su identificación. Las
esporas fácilmente se diseminan a través del viento y del agua o, por medios mecánicos. En
adición, los hongos se trasladan cómodamente en tiestos con suelo contaminado y en plantas
o partes de éstas que tienen el patógeno. Es importante mencionar que para que la
enfermedad se manifieste, debe producirse a la vez: que haya una planta huésped, que haya
un hongo patógeno y que las condiciones para el desarrollo sean las necesarias.

La enfermedad criptogámica es producida por hongos de tamaño microscópico. Se propagan


durante la primavera, verano y a principios del otoño.

Es difícil combatir las enfermedades criptogámicas que se han apoderado de la planta,


pues los venenos eficaces contra ellas podrían ser perjudiciales para la planta. El método más
efectivo en jardinería, es la prevención.

Entre las enfermedades producidas por hongos se encuentran las siguientes:

Mildiu. Producen manchas amarillentas en las hojas que después se oscurecen a un tono
grisáceo, secan las hojas. Se trata con un fungicida mineral a base de cobre.

Oídio. También conocido como mal blanco, es una de las enfermedades más comunes del
mundo vegetal. A diferencia de otros hongos, no necesita humedad para desarrollarse. La
enfermedad del oídio se manifiesta a través de las hojas, ramas y frutos, presentándose en
forma de manchas blancas de aspecto algodonoso, hasta que finalmente las hojas comienzan a
amarillear, para posteriormente secarse y caer, muriendo de este modo la planta.

Roya. Son manchas de tono blanquecino que se encuentran en el envés de las hojas, se
propagan velozmente formando abultamientos de tono rojizo. Se trata con fungicidas
autorizados en producción ecológica. El tratamiento general es a base de aplicaciones de
sulfato de cobre y azufre. Existen productos en el mercado que se disuelven en agua, se
aplican La prevención es un punto esencial para evitar el desarrollo de hongos. Por eso, una
semana antes de sembrar cualquier especie o de colocar cultivos en la tierra, es necesario
desinfectar el suelo.

En la lucha contra la presencia de los hongos, es importante la utilización de métodos


preventivos y culturales como por ejemplo: con pulverizador, tanto en el anverso como en el
reverso de las hojas.

Utilización de sustratos desinfectados y autorizados para uso ecológico.

Eliminar restos de cosechas anteriores, sobre todo cuello y raíces.

Mantener las balsas de riesgo aisladas.

Evitar un riego en exceso.

Que haya una ventilación adecuada.

Técnicas adecuadas de poda o retirada de hojas para favorecer la aireación.

Son problemas que pueden causar graves consecuencias en los cultivos, y además, en
agricultura ecológica está muy restringidos los fungicidas, quedando casi restringido al uso de
cobre o azufre, aceites vegetales y permanganato de potasio.
Mildiu. Producen manchas amarillentas en las hojas que después se oscurecen a un tono
grisáceo, secan las hojas. Se trata con un fungicida mineral a base de cobre. Oídio. También
conocido como mal blanco, es una de las enfermedades más comunes del mundo vegetal. A
diferencia de otros hongos, no necesita humedad para desarrollarse. Roya. Son manchas de
tono blanquecino que se encuentran en el envés de las hojas, se propagan velozmente
formando abultamientos de tono rojizo. Se trata con fungicidas autorizados en producción
ecológica.

La bacteria es el organismo más abundante y simple actualmente. Puede permanecer


en el agua, en la tierra, animales, plantas, o materia orgánica, su estructura es muy simple. Su
núcleo lo forma un único cromosoma y no dispone de membrana nuclear. Las bacterias
asociadas a las plantas pueden ser beneficiosas o dañinas.

Los géneros de bacterias más comunes que causan enfermedades en las plantas:

Agrobacterium. Es un género de bacterias que producen tumores en las plantas. Esta cabida
tumorigénica viene dada por su capacidad natural para transferir ADN a las células vegetales.
La que más destaca de este grupo es Agrobacterium tumefaciens, que es una bacteria que
causa en las plantas dicotiledóneas unos tumores conocidos como “agallas” o “tumores del
cuello”, que crecen en la zona donde se unen la raíz y el tallo (cuello).

Corynebacterium. Causa una enfermedad de agallas foliares caracterizada por la proliferación,


normalmente a nivel de cuello, de tallos cortos, que a menudo se deforman o engrosan. Es
frecuente y afecta a una amplia gama de huéspedes herbáceos, que incluyen muchas
ornamentales, pero rara vez causa daños de importancia económica. Se transmite por el suelo,
por semilla, y es contagiosa, dispersándose principalmente por manos y herramientas o por
salpicaduras de agua durante la propagación.

Erwinia carotovora. Es una especie de bacterias de la familia Enterobacteriaceae. La principal


enfermedad que produce en las plantas es la llamada “pierna negra” en las plantas de papa y
la “pudrición blanda” en sus tubérculos, que son enfermedades ampliamente diseminadas y
especialmente dañinas en los climas húmedos. Todas las especies del género Erwinia son
patógenas de plantas. Presenta tres subespecies:

Erwinia carotovora: ocurre generalmente en climas calurosos.

Erwinia carotovora atrospetica: en climas fríos.

Erwinia chrysanthemi: sólo en climas calientes.

Pseudomonas. Produce la enfermedad del nudo del olivo y la agalla o chancro bacterianos del
adelfo. Induce la formación de agallas, producen la desintegración de células y la formación de
cavidades en las agallas.

Xanthomonas campestres. Es una bacteria patógena de los órganos aéreos, capaz de


desarrollarse ante las hojas de los vegetales que parasita. Está considerada de cuarentena por
la Unión Europea. Los síntomas aparecen primero en las hojas y después pueden hacerlo en
frutos y ramas. Los daños varían en función de la especie, variedad y condiciones
meteorológicas. La sintomatología sobre las ramas se denomina chancros. Existen dos:

Chancros de primavera: pequeñas ampollas acuosas oscuras cuando salen las hojas y con
un lado verdoso, que pueden rodear la rama produciendo la muerte.

Chancros de verano: se ven como manchas rojizas más o menos oscurecidas en la base de
las inserciones foliares que se necrosan.

Tanto las Agrobacterium y Corynebacterium persisten siempre en los espacios intercelulares y


jamás afrentan a las células ni producen la formación de cavidades. Normalmente la mayoría
de las enfermedades en plantas son causadas por las tres últimas.

Las enfermedades que producen son llamadas bacteriosis y los síntomas se detectan
fácilmente por manchas oleosas, infecciones o formación de tumores y agallas si hay un
desarrollo excesivo (ejemplo de la tuberculosis en olivo). Cuando la planta exuda, produce
diseminación por la lluvia, el viento, otras plantas o insectos o bien, mediante las labores
culturales. Es por ello, de especial interés las siguientes estrategias:

1.- Partir de material vegetal sano.

2.- Evitar heridas en tallos y órganos, evitar roces, caídas de frutos, daños por insectos.

3.- Realizar un abonado adecuado.

4.- Eliminar cualquier parte infectada (tallo, fruto, hojas).

5.- Desinfectar las herramientas y así, evitaremos

Virus. Enfermedades relacionadas

Los virus son los organismos más pequeños conocidos como patógenos de plantas. Tienen una
estructura muy simple y consisten en una hebra de ARN (ácido ribonucleico) o ADN (ácido
deoxirribonucleico) con una cubierta, diferente para cada especie, de proteína.

No son capaces de desarrollarse fuera de la planta hospedadora para poder multiplicarse y


proceden interfiriendo con la producción normal de materiales en el núcleo de las células de la
hospedadora, sustituyéndolas por las que los virus necesitan. Los virus causan gran cantidad
de enfermedades en las plantas y severos daños en los cultivos. Las más frecuentes se originan
por el virus X de la patata, virus del mosaico amarillo del nabo, y el virus del mosaico del
tabaco.
Los vegetales tienen paredes celulares fuertes y rígidas que los virus no pueden
atravesar, de modo que la vía principal para su propagación la facilitan los animales que se
nutren de ellos. Con frecuencia los insectos contagian a plantas sanas los virus que transportan
en su aparato bucal, que tienen origen en otras plantas infectadas. También los nematodos,
gusanos filamentosos, pueden transmitir la infección cuando se alimenta de las raíces.

Los virus vegetales se acumulan en grandes cantidades en el interior de la célula infectada,


claro ejemplo de ello es, el virus del mosaico del tabaco puede representar hasta el 10% del
peso en seco de la planta. Suelen ser causantes de enfermedades sistémicas, afectando a toda
la planta. En los tallos u hojas afectadas se comienzan a apreciar manchas verdes brillantes o
bien, amarillentas. Los primeros puntos por donde entra el virus, forman normalmente
patrones característicos de mosaico.

Independientemente del tipo de planta afectada, los síntomas suelen ser más o menos
genéricos, produciendo deformaciones en órganos, necrosis y destrucción de tejidos. Por ello,
algunas de las medidas de control a considerar serían:

-Partir de plantas resistentes o tolerantes a los virus.

-Evitar la presencia de organismos vectores.

-Eliminar plantas afectadas.

-Correcta desinfección de herramientas y manos para evitar la transmisión del virus.

Agrobacterium. Es un género de bacterias que producen tumores en las plantas. Esta


capacidad tumorigénica viene dada por su capacidad natural para transferir ADN a las células
vegetales. Pseudomonas. Produce la enfermedad del nudo del olivo y la agalla o chancro
bacterianos del adelfo. Induce la formación de agallas, producen la desintegración de células y
la formación de cavidades en las agallas. Xanthomonas campestres. Es una bacteria patógena
de los órganos aéreos, capaz de desarrollarse ante las hojas de los vegetales que parasita. Está
considerada de cuarentena por la Unión Europea. Los síntomas aparecen primero en las hojas
y después pueden hacerlo en frutos y ramas.

Nematodos.

Los nematodos están dentro del reino Animalia y son considerados como vermes (gusanos)
que suelen vivir en el suelo, motivo por el que, su daño a la planta, suele realizarlo en la raíz.
Entre la sintomatología que produce el daño a la planta por nematodos estarían:

- Retraso en su ciclo vegetativo.


- Crecimiento irregular y relentizado.

- Raíces con un desarrollo irregular.

- Manchas foliares.

Su tratamiento suele ser muy complicado por lo que los tratamientos preventivos de control
de suelos tipo solirización, suelen ser efectivos. Se pueden alimentar sobre todo de restos de
otros animales y materia fecal, incluyendo algas, hongos, animales pequeños. Tienen un papel
importante en procesos de descomposición. Además, su ciclo de vida dependerá si se
encuentran de manera parasitaria con la planta, situación muy común.

Protozoos.

Son organismos unicelulares con capacidad parasitaria que pueden producir enfermedades y
además son muy abundantes y se encuentran en todos los lugares de la tierra, en especial, en
los sitios húmedos. Son, frecuentemente, parásitos sobre animales, plantas y sobre el hombre.

Aunque algunos de éstos produzcan enfermedades, los Protozoos tienene una función
importante de mineralizar nutrientes haciéndolos disponibles para su uso por las plantas y
otros organismos del suelo y además, son capaces de regular la presencia de bacterias, ya que
se alimentan de ellas, entre otros teniendo por ello una gran capacidad ecológica, aunque
también puede reducir el número de bacterias beneficiosas y su consiguiente limitación en la
producción de nitratos. Algunos ejemplos de grupos representativos serían Phylum
Sarcomastigophora o Phylum Acetospora.

Plantas parasitarias.

A veces, la enfermedad no tiene que ser causada por un animal, sino que hay plantas con esta
capacidad. Se trata de plantas que van a obtener sus nutrientes (todos, o sólo alguno de ellos)
de otra planta a la que previamente han parasitado. El parasitismo puede realizarse por las
raices o tallo. Algunos ejemplos de estas son por ejemplo Cassytha, Cuscuta o Rhinanthus.

Los protozoos reducen el número de esas bacterias beneficiosas y de este modo limitan la
producción de nitratos que son esenciales a la vida de las plantas cultivadas.

Descripción de los puntos que vamos a ver en la unidad Orígen y Prevención de las plagas y
enfermedades
Plagas específicas y polífagas más importantes

Organismos patógenos que ocasionan enfermedades en las plantas

Síntomas y diagnóstico de enfermedades

Interacciones de patógenos y plantas

Procesos fisiológicos, bioquímicos y moleculares mediante los cuales esos organismos


producen enfermedades en las plantas

Plagas específicas y polífagas más importantes

Tras definir a una plaga en la página anterior como la presencia excesiva de determinados
organismos vivos que provocan efectos negativos en los cultivos, por encima de un umbral de
daños conisederables económicamente hablando, hay que comentar que este concepto está
fuertemente relacionado al efecto nocivo que ciertos organismos provocan en la actividad
humana y se debe encuadrar dentro de la agricultura, que es el ámbito que nos concierne,
como la capacidad de producir un daño al cultivo llegando a mermar su productividad, siendo
por ello, un criterio estrictamente económico, pues reduce el valor de la cosecha y/o
incrementa los costes de producción.

El umbral de tolerancia se puede definir como “el nivel de incidencia a partir de cual la
existencia de una plaga se convierte en un peligro para la salud, higiene, el confort y la
seguridad de las personas, así como para el rendimiento económico positivo de un cultivo”. El
umbral de tolerancia va a depender de diferentes variables: su localización, su peligrosidad y
su número.

Las plagas pueden clasificarse en tres grupos:

1. Plagas permanentes

Hace referencia a aquellas que están presentes de forma continua, como la persistencia de las
condiciones ambientales en las que se desarrollan. Un ejemplo claro es la cucaracha o la
hormiga.

2. Plagas ocasionales

3. Plagas potenciales

A continuación se van a describir algunas de las plagas más frecuentes que afectan a las
plantas.

Mosca Blanca.
Son pequeñas moscas blancas de 3 milímetros que, al igual que Pulgones y Cochinillas, clavan
un pico en las hojas y chupan la savia.

Hay varias especies de Mosca blanca, las más frecuentes son:

Aleurothrixus floccosus: Mosca blanca de los agrios (naranjo).

Trialeurodes vaporiorum: Mosca blanca de los invernaderos (también se da al aire libre en


climas cálidos).

Aleyrodes proletella: Mosca blanca de las coles (Crucíferas).

Bemisia tabaci: la de los demás cultivos herbáceos.

Tienen como mínimo 4 generaciones al año según el clima y en invernadero pueden tener más
de 10 (1 generación por mes) de ahí su mayor peligrosidad bajo cubierto. Una generación es el
tiempo que dura todo el ciclo vital del insecto, es decir, desde que se pone un huevo hasta que
muere el adulto.

Los adultos hacen la puesta de huevos en el envés de las hojas; de ellos salen las larvas
y se quedan a vivir allí, en el envés. Cuando se agitan las plantas se puede ver volar una
nubecilla de pequeñas mosquitas blancas. Les favorecen las temperaturas altas y el ambiente
húmedo. Es una plaga que se produce sobre todo en verano.

Síntomas

Los primeros síntomas consisten en el amarilleamiento de las hojas, se decoloran y más


adelante, se secan y se caen. Así mismo tiempo, se recubren con una sustacia pegajosa y
brillante que es la melaza que excretan los propios insectos. Además sobre esta melaza se
asienta el hongo llamado Negrilla.

Daños

El daño lo producen tanto las larvas como los adultos chupando savia. Esto origina una pérdida
de vigor de la planta, puesto que está sufriendo daños en sus hojas.

El otro daño, consiste en el hongo Negrilla o Mangla. La melaza que segregan (un jugo
azucarado) es asiento para este hongo, dando mal aspecto estético a las hojas que quedan
ennegrecidas y disminuida su función fotosintética.

Araña Roja
Es un ácaro de tono rojizo o amarillento muy pequeño con un tamaño que ronda el medio
milímetro de longitud, pero aunque sea de pequeño tamaño, es muy dañino para nuestras
plantas.

Tiene un aparato chupador, ataca en los veranos cálidos y a la vez secos, cuando la humedad
ambiental no es muy elevada, pues es muy sensible a ésta. Su agresión se muestra por unas
manchas rojizo-amarillentas y una delicada tela de araña en el envés de las hojas.

Causa un daño tanto a las plantas de interior, como hortícolas, así como plantas de jardín.
Ataca a las ornamentales, perennes y anuales, pero de forma preferente a aspidistra,
poinsetia, geranio, zinnia, anturios, planta de tomate y pimiento, orquídea, helechos, petunia,
clavel, etc. El principal síntoma son puntas decoloradas y mates, así como manchas amarillas,
que luego se abarquillan, y se caen. Hojas con clorosis y puntitos amarillentos o pardos.

Araña roja

En las hojas aquejadas se puede diferenciar una zona amarillenta donde se alojan las colonias.
Cuando hay muchas atacando, las diferentes manchas se unen y llegan a afectar a toda la hoja,
la cual termina secándose y cayendo, sobre todo en tiempo seco y con calor, que es momento
en el que se suceden las generaciones de estas arañas. Es conveniente pulverizar con agua si
hay posibilidad y la extensión es pequeña (ejemplo: un jardín particular) ya que no les gusta la
humedad.

La aplicación de productos químicos es dificultosa y además, muy limitada, pues sólo alguno de
ellos están permitidos en producción ecológica. Al ocultarse en la cara posterior de la hora,
dificulta mucho el contacto con el tratamiento. Algunos aceites vegetales, como por ejemplo el
de menta, pino o alcaravea, sí están permitidos y tienen capacidad insecticida, acaricida e
incluso capaz de inhibir la germinación de sus huevos. También se puede aplicar purín de
ortigas, aceites minerales o azadiractina.

Técnicas mucho más ecológicas y preventivas como retirar de forma anticipada las telarañas
que le sirven de seguridad, de las hojas más afectadas y eliminación de malas hierbas pueden
ser suficientes para reducir la presencia de estos insectos. El azufre es menos eficiente pero
también las ataca y está permitido en producción ecológica, además, al ser en espolvoreo,
puede salvar los problemas de aplicación.

Pulgón

Por lo general tienen un tamaño entre 1-4 mm, de color negro, verde, amarillo, rojo o pardo.
Viven en colonias y cuentan con antenas y un par de pequeños sifones en su parte trasera por
los que segregan el jugo azucarado para atraer a las hormigas. Cuando el tiempo es favorable
forman colonias junto a las yemas terminales o bajo las hojas.
Chupan la savia para nutrirse, lo que produce debilidad en la planta, ya que por un lado
amarillean la hoja impidiendo una correcta fotosíntesis y por el otro, la picadura, puede
suponer una puerta de entrada a virus y bacterias. Las hojas están abarquilladas, los tallos
retorcidos y las hojas cubiertas de melaza. Esta melaza segregada por el pulgón suele ser
atracción directa de hormigas y otros insectos, por lo que suelen aparecer uno detrás de otro.
Esta plaga suele aparecer en primavera y verano, y le ayuda a proliferar el ambiente seco.

Pulgón chupando sabia

Para el tratamiento preventivo de estos insectos, hay algunas plantas aromáticas que se suelen
colocar de manera aleatoria por la repulsión que le provocan, la ruda, manzanilla y albahaca,
han demostrado sus efectos contra el pulgón. También se pueden utilizar el purín de ortigas,
extracto de ajo, rotenona, jabón potásico, aceites y aceite de Neem (todos ellos, autorizados

Las plantas trepadoras como la hiedra y madreselva son víctimas de éstos, al igual que
rosales, leguminosas y hortícolas en general. Se combate con tratamientos quincenales con
insecticidas adecuados y permitidos en agricultura ecológica. Destaca el pulgón del algodón,
que tiene un cuerpo redondo con reflejos variables que van del amarillo claro al negro y se
distinguen de otros por los sifones cortos y negros.

Otros ejemplos son: el pulgón verde del melocotonero con cuerpo pequeño oval de color
verde amarillento a verde, y otras veces rojo; el pulgón del tabaco muy similar al pulgón verde
del melocotonero y que solo se diferencia mirándolo en el microscopio, hay una variedad de
éste que se le denomina rojo por su color; el pulgón verde del tomate es alargado, con patas
largas y ojos rojos y de color verde, aunque a veces es amarillento o rosado, tiene las antenas
más largas que el cuerpo.

Hay que considerar que los ácaros y pulgones tienen una capacidad reproductiva asombrosa,
capaces de producir entre 100 y 200 huevos cada 2 días y además, pese a preferir la
primavera, si las condiciones atmosféricas son favorables, puede hacerlo todo el año. Como
plaga agrícola más importante de este tipo de insectos, tenemos la araña roja, la araña
amarilla, la araña blanca y el vasates.

Thrips

Es uno de los insectos más peligrosos y extendidos en los cultivos de ornamentales, hortalizas
y pequeños frutos ya que se adaptan muy bien. Los insectos adultos son pequeños, alargados,
con un color grisáceo o amarillo/marrón y con alas ribeteadas.

Morfología de un thrips

En las plantas ornamentales a menudo hay daños en la flor por decoloración o deformación. La
hembra deposita los huevos, de donde surgen las larvas que empiezan muy pronto a
alimentarse, succionando las células de los tejidos superficiales. Éstas, vacías se llenan con
aire, dando un aspecto de gris plateado con puntos negros, que son los excrementos. En
cultivos hortícolas, sobre todo pimiento y pepino, es un daño muy común, que afecta al fruto y
también a la planta por picadura. A la planta la debilita, pues al picar y alimentarse de savia,
leresta vigorosidad y además, dificulta la fotosíntesis, produciendo además, en la picadura, una
puerta de entrada a otros insectos, hongos, virus y bacterias. Les favorecen ambientes muy
secos y cálidos, por lo que en invernaderos, es una típica plaga a controlar. Entre las medidas
de producción que podríamos aplicar, está el mantener el ambiente húmedo, con un buen
riego, aunque hay que recordar que un ambiente húmedo favorecerá otras plagas como los
hongos. También hay que reducir las malas hierbas, pues suelen usarlas como refugio.

En agricultura ecológica, el control de estas plagas se realiza con piretrinas (producto natural),
rotenona, jabón potásico y con técnicas como la colocación de trampas adhesivas de colores y
mallas específicas llamas antitrips, así como el uso de aromáticas como romero, olivarda o
blugosa.

Hay diversas especies de insectos a los que llamamos cochinillas. Se caracterizan por
tener una especie de escudo protector, de diferentes colores y firmezas, en función de la
especie de que se trate.

Casi todas las especies a excepción de los diaspinos, clavan su pico sobre hojas, tallos y frutos y
chupan la savia de la planta. Parte de esta savia la emiten como líquido azucarado, llamado
melaza. Para el tratamiento preventivo de estos insectos, en agricultura ecológica, se suelen
usar plantas aromáticas que son repelentes naturales de estos. Es típico colocar lavanda,
salvia, orégano, romero, albahaca u tomillo y orégano entre otras. Igualmente, se pueden
aplicar algunos aceites naturales, siempre que estén autorizados en ecológico, que mezclados
a veces, con jabones, pueden tener un efecto beneficioso pues bloquean los poros del insecto
y produce su asfixia, aceites minerales y polisulfuro de cal.

cochinilla

Hay muchas especies, entre las que caben destacar: cochinilla de los agrios, la cochinilla de la
tizne o cochinilla del olivo, cochinilla blanca, cochinilla algodonosa y cochinilla acanalada. Es
una plaga que se ve favorecida por el ambiente seco y cálido. Son insectos difíciles de combatir
porque tienen un caparazón que les protege.

Como técnicas preventivas conviene aumentar la humedad, y en lugares abiertos, colocar


setos con flores que atraerán a depredadores naturales como por ejemplo las avispas.

Una planta está saludable cuando cuenta con una buena condición física y ejerce todas
sus funciones con normalidad. Por el contrario, si sus estructuras no son capaces de cumplir
todas sus funciones, la planta acabará enfermando.

Es evidente que desde tiempos remotos, ya existían enfermedades y plagas de las plantas. Al
modificar las tierras cultivándolas, los agentes causantes de dichas alteraciones comenzaron a
cobrar una notable importancia, incidiendo negativamente en la producción.

Uno de los principales síntomas de una planta enferma es el manchado de sus hojas, con
pérdida evidente de capacidad fotosintética.
El ser humano, en su afán de obtener una gran variedad de productos vegetales con fines
diversos, ha introducido en sus lugares de asentamiento numerosas especies exóticas y, con
ellas, sus plagas y enfermedades en muchos casos.

Pueden observarse una serie de síntomas comunes a la mayoría de enfermedades:

A continuación se muestran algunas características físicas externas o internas de


enfermedades expresadas por la planta huésped:

Agalla: una hinchazón local anormal en las hojas, ramas o tejidos de las raíces.

Baldozado: la pérdida de rigidez y la caída de las plantas típicamente después de una sequía.

Bermejo: el tejido amarillento marrón o cafrojizo de la cicatriz en la superficie de una fruta.

Clorosis: un color anormal de una planta, resultado de la destrucción incompleta de la


clorofila.

Enanismo: la falta de desarrollo de cualquier órgano de la planta.

Enhacino: los crecimientos epidérmicos en las hojas o tallos.

Epinastia: un crecimiento anormal hacia abajo de una hoja o tallo.

Escobilla: el crecimiento anormal de ramas muy débiles en forma de cepillo.

Etiolación: el amarillento de la planta, así como el crecimiento alargado debido a la falta de luz.

Moteado: unos patrones irregulares oscuros y claros.

Necrosis: la muerte del tejido de la planta.

Pillodia: el cambio de estructuras florales normales a estructuras de hojas.

Podredumbre, pudrición: la descomposición y destrucción general del tejido.

Remojamiento: las lesiones que parecen oscuras y mojadas y que típicamente son
transparentes o está un hundidas.

Roya: una lesión de enfermedad parecida a una costra.

Rugoso: arrugado.

Tizón: la decoloración rápida y extensa, marchitez, y muerte de los tejidos de la planta.

Daños producidos por animales vertebrados.

De los cinco grupos de vertebrados, cuatro de ellos: peces, reptiles, aves y mamíferos, pueden
causar daños a la vegetación, si bien su importancia es casi siempre pequeña y, por supuesto,
depende de cada grupo y de las circunstancias de cada ataque. Los daños suelen ser fácilmente
localizables, casi siempre externos y de destrucción física de las partes vegetales, bien por
alimentación directa, bien por construcción de refugios.

Daños producidos por insectos.

Los principales daños son producidos por los insectos, causando daños en los cultivos y en los
productos. El perjuicio que causan los insectos puede ser:

Directo: mediante la alimentación.

Indirecto: mediante la inoculación de algún agente patógeno.

El perjuicio que causan ciertos insectos es más bien el deterioro o corrupción del producto que
al consumo que hace de él. Por ejemplo, muchos pulgones segregan melazas que son causa de
aparición de ciertos hongos que desprecian el producto. Son muy peligrosos aquellos insectos
chupadores que transmiten enfermedades de una planta a otra, por lo general la bacteriana o
vírica.

Daños producidos por bacterias.

Las bacterias se encuentran en los microorganismos que colonizan a las plantas en forma
sucesiva a medida que éstas maduran. Las células bacterianas individuales no se pueden
observar sin un microscopio, sin embargo, poblaciones grandes de bacterias se vuelven visibles
en forma de agregados en medio líquido, como biofilms en plantas, suspensiones viscosas
taponando los vasos de las plantas. Algunas de las bacterias que más afectación produce en los
cultivos agrícolas son:

1.-Pseudomonas y Xanthomonas: Conocidas de manera más vulgar como necrosis bacteriana,


grasa o peca. Se caracterizan por manchas muy angulares, manchas necróticas con halo y
producción de amarillamiento en las hojas más jóvenes.

2.-Clavibacter michiganensis y Ralstonia solanacearum: Afecta sobre todo a solanáceas como


el tomate y el pimiento produciendo marchitamiento, manchas, podredumbres en un típico
anillo y enanismo.

3.- Pectobacterium spp. y Dickeya spp: Mucho más conocida como podredumbre blanda,
afecta a hortícolas y patatas produciendo podredumbres típicas.
4.-Rhodococcus fascians: Su nombre común es fasciaciones y produce tumores en raíces y
tallos de hortícolas.

5.- Actinomicetes y Streptomyces: Vulgarmente llamada sarna, produce necrosis rugosas en


hortícolas y patatas.

Síntomas de enfermedades producidas por virus

Los síntomas de enfermedades se caracterizan por ser manifestaciones de la fisiología anormal


de la planta, permiten que se puedan ver las variaciones producidas por la infección viral,
tanto en plantas de cultivo como en plantas indicadoras.

La vegetación contagiada con virus pueden presentar síntomas locales que, generalmente,
causan reducciones agronómicas, como también síntomas sistémicos que son más
importantes. Destacan las deformaciones en todos o en alguno de los órganos, las anomalías
en el metabolismo, y las necrosis o destrucción de los tejidos.

El síntoma más común causado por una infección viral es la reducción de la tasa de
crecimiento, produciendo diferentes grados de enanismos y acaparamiento de la planta.
Asimismo, causan diferentes grados de reducción del rendimiento total.

Los síntomas que presentan se observan en determinadas estructuras como tallos, frutos y
raíces. Cuando el síntoma se presenta sólo en alguna de estas estructuras es denominado
infección localizada. En el momento en el que los síntomas de la planta se evidencian, se
denomina infección sistémica. Por otra parte, muchos virus pueden infectar ciertas plantas sin
desarrollar síntomas visibles.

Algunas de las enfermedades y los síntomas víricos más comunes son:

Enanismo: consiste en la disminución del tamaño de la planta, llegando a afectar a cualquier


estructura.

Mosaico: se caracteriza por la alternancia de tono verde natural con áreas cloróticas o verde
claro en las hojas o frutos.

Mancha de anillo: manchas anilladas completas o incompletas producidas principalmente


por virus que son transmitidos por nematodos.

Necrosis: es la muerte del tejido, producido generalmente por infecciones sistemáticas. Los
más comunes son estrías en los tallos, en los pecíolos, nervaduras y hojas.

Anormalidades del crecimiento: se trata de pérdidas del área foliar, distorsiones de las hojas,
hojas filiformes así como tumores o hinchamientos de los tallos.

Formas ahusadas: formas no comunes que aparecen en ciertas partes de la estructura de la


planta.
Como podemos observar, dependiendo del virus originario de la enfermedad, el color,
estructura y textura de las manchas ocasionadas serán diferentes

La mayoría de los virus causan síntomas evidentes en las plantas infectadas, lo que constituye
una ayuda en el diagnóstico de la enfermedad. En cambio, la evidencia de síntomas dependerá
de factores como la variante del virus o el genotipo de cultivo, pero principalmente depende
de las condiciones ambientales.

En hortícolas, los virus más comunes y causantes de graves daños son:

1.-CMV (Cucumber Mosaic Virus): Suele afectar a melón, sandía, calabaza, etc. Se producen
deformaciones foliares. Los frutos se arrugan de manera repentina.

2.- Pep MV (Pepino Mosaic Virus): De máxima incidencia en épocas frías y poca luz. En las
hojas maduras, comienza una necrosis, que acabará afectando al fruto y al tallo.

3.- ToMV (Tomato Mosaic Virus): Afecta sobre sobre a tomate y pimiento. Igualmente,
produce necrosis en tallos, frutos y hojas.

4.-TYLC-Sar (Tomato Yellow Leaf Curley Virus): Sobre todo incide en tomate, al que le ralentiza
el crecimiento, con amarilleo en las horas y el fruto acaba por caerse o directamente no
formarse.

Los patógenos, debido a que necesitan de las sustancias de las plantas para vivir,
atacarán a las plantas y, para que puedan nutrirse de éstas, hay que tener en cuenta los
siguientes aspectos:

Primero, el patógeno deberá penetrar en la planta, atravesando sus barreras externas


(ceras, cutículas, paredes celulares, etc.).

En ocasiones, para que el patógeno pueda nutrirse de los contenidos celulares deberá
convertir las sustancias en formas asimilables para el patógeno.

La planta reaccionará a la presencia del patógeno, produciendo sustancias químicas o


desarrollando estructuras morfológicas que interfieran en el avance y existencia del patógeno.

Para que un patógeno pueda infectar a una planta, tendrá que ser capaz de atravesar las
barreras externas que presenta la planta, avanzar dentro de los tejidos de la planta, obtener
los nutrientes asimilables y neutralizar las defensas que la planta ha desarrollado frente a él.

Los patógenos presentan una serie de estrategias para realizar su ataque contra las
plantas. Tienen una serie de mecanismos de penetración en los tejidos vegetales, que son los
siguientes:
Presión mecánica. Algunos hongos, plantas parásitas y nematodos aplican una presión
mecánica sobre la superficie para penetrar en la planta.

Digestión enzimática. Las enzimas desintegran la estructura de las células de la planta.

Entrada por aberturas naturales de la planta.

Invasión del tejido previamente dañado. Entrada a través de heridas previas.

Dentro de la planta, los patógenos pueden ocasionar:

Necrotrofia

Biotrofia

Hemibiotrofia

Los organismos necrotróficos producen la muerte celular de la planta, presentan una gran
capacidad de colonización y su rango de hospedantes es amplio. Se alimentan de las partes
muertas de la planta.

Dentro de la planta, los patógenos pueden ocasionar:

Necrotrofia

Biotrofia

Hemibiotrofia

Estos organismos producen un mínimo daño en la planta, crecen en su interior y su rango de


hospedantes es estrecho.

Dentro de la planta, los patógenos pueden ocasionar:

Necrotrofia

Biotrofia

Hemibiotrofia

Los patógenos hemibiotróficos presentan características intermedias entre los necrotróficos y


los biotróficos.

Mecanismos de defensa preexistentes.


Necrotrofia: Los organismos necrotróficos producen la muerte celular de la planta, presentan
una gran capacidad de colonización y su rango de hospedantes es amplio. Se alimentan de las
partes muertas de la planta. Biotrofia: Estos organismos producen un mínimo daño en la
planta, crecen en su interior y su rango de hospedantes es estrecho. Hemibiotrofia: Los
patógenos hemibiotróficos presentan características intermedias entre los necrotróficos y los
biotróficos.

Las plantas se encuentran en continuo contacto con otros organismos que encuentra a su
alrededor. A veces, se mantienen sanas por ser capaces de manifestar algunos mecanismos de
defensa, algunos previos y que por su propia naturaleza ya posee la planta, como los
comentados anteriormente, y otros que mediante reacciones bioquimicas formará y estos
mecanimos se verán en el apartado siguiente. La interacción planta y microorganismo se
puede realizar de diferentes maneras, que van, desde una interacción muy perjudicial para la
planta, hasta aquellas en las que no es que no haya perjucio, sino que se realizará un beneficio.
Por tanto, hay microorganismos que sólo desarrollan su efecto patógeno si les es
estrictamente necesario, normalmente en situación de estrés o carencias y sólo en un ámbito
limitado de plantas Cuando el microorganismo es un patógeno parásito está obligado a
obtener sus nutrientes necesarios de la planta, llegando a adapatarse perfectamente al tejido
vegetal. Cuando éste necesita que la planta hospedadora esté viva al igual que sus tejidos,
estaríamos hablando de un tipo de patógeno biotrofo. Cuando el patógeno obtiene los
nutrientes de plantas muertas serían denominadas necrotróficos.

El punto de interacción entre planta-patógeno va a depender del genotipo de la planta y


también del que tiene el patógeno y para saber si un patógeno va a ser más o menos grave en
sus efectos, deberíamos conocer su grado de virulencia ya que éste nos va a indicar la
capacidad del microorganismos a superar la resistencia de la planta. Desde el punto de vista
genético, la virulencia nos ayudará a definir si un patógeno puede o no causar la enfermedad
en un tipo de planta.

Activación de la defensa.

La activación de la defensa en la planta va a suponer la existencia de mecanismos que le


permitirán saber si está presente o no el microoganismo. Para ello, algunas sustancias como
los hidratos de carbono, protínas y/o otras pequeñas moléculas, serán las inductoras de la
defensa. Si estos "inductores" son no específicos esta sustancia puede ser cualquiera y como
ejemplo, nos serviría los azúcares de la pared celular tanto de hongos como de especies
vegetales y además, podrían ser incluso activados pro situaciones somo sequía. Estos
inductores abióticos, producen heridas y daños físicos en los tejidos.

Cuando los inductores de la reacción de defensa son específicos, se verá influenciado por la
variedad tento del cultiivo como del agente patógeno y además, este proceso estará
desencadenado por genes específicos tanto del huesped como del hospedador.

Hay algunos términos que van enlazados a la interacción planta-patógeno o bien a su


efecto. Algunos de ellos pueden ser:
Intensidad como el porcentaje de plantas infectadas por la plaga y la enfermedad dentro de la
superficie contagiada que previamente hemos calculado.

Gravedad de la incidencia. Es cierto que no existe un método determinado para calcular el


nivel de incidencia de determinadas plagas, pero puede hacerse a través de métodos
observacionales, como por ejemplo, contar el número de huevos larvas o insectos, o bien, si
fuera posible, el porcentaje de hojas infectadas.

La primera barrera que encontrará el agente patógeno es la superficie de la planta, la cual


deberá penetrar si queire causar infección. Por su parte, las plantas van a desarrollar una serie
de defensas para evitar que los patógenos entren en ellas. Aquí se combinan tanto
mecanismos de defensa estructurales como mecanismos de defensa químicos. Esto dependerá
del tipo de interacción entre el patógeno y la planta, así como de la edad, el tipo, el órgano o
tejido afectado y la condición nutricional de la planta.

La primera barrera con la que se encuentran los patógenos es la superficie de la planta. En ella
se pueden encontrar algunas defensas estructurales que impiden la penetración:

Ceras: forman superficies resistentes al agua, previniendo el establecimiento y germinación


de las esporas de muchos hongos.

Tricomas: también son repelentes del agua.

Cutícula: si es gruesa, va a aumentar la resistencia de la planta a la penetración de


patógenos.

Pared celular.

Estomas: algunas variedades resistentes cierran sus estomas cuando germinan las esporas
de los hongos que entran a las plantas cuando los estomas están abiertos.

También existen defensas estructurales inducidas por la presencia del patógeno, que ha
conseguido atravesar las defensas anteriores.

Dentro de las defensas inducidas destacan:

Reacciones de defensa citoplásmicas.


Estructura de defensa de la pared celular.

Estructura de defensa histológica: capas de corcho, depósitos de gomas, etc.

Reacciones de defensa necrótica: respuesta de hipersensibilidad.

Las plantas también pueden responder al ataque de los patógenos desarrollando defensas
bioquímicas, que bien pueden ser preexistentes o inducidas. Destacan las inducidas, como es
el caso de la respuesta hipersensible que se detallará más en el apartado siguiente.

Rendimiento.

Llamamos rendimiento a la medida del producto obtenido de un cultivo. Este, puede ser de
tres tipos diferentes:

Rendimiento obtenible. Se define como un rendimiento alto de calidad óptima que resulta
de cultivar un producto en condiciones favorables, empleando la tecnología moderna
disponible. En este no se tienen en cuenta los aspectos económicos.

Rendimiento económico. Se define como aquel ingreso obtenido a cambio de la producción


del cultivo, siempre y cuando este ingreso sea superior, o al menos igual, al costo de los medio
utilizados para conseguir dicho producto (prácticas de cultivo, mano de obra, etc.….). En
ocasiones, el rendimiento económico puede ser igual o menor que el rendimiento obtenible.

Rendimiento real. Es el obtenido cuando los cultivos se desarrollan en condiciones de


campo. El rendimiento real es inferior al rendimiento obtenible, aunque en los países
desarrollados la diferencia entre los dos es casi imperceptible. Sin embargo, puesto que en los
países en desarrollo existe una gran diferencia, la FAO está intentando reducirla elevando el
nivel del rendimiento real.

Pérdidas.

A pesar de que las pérdidas pueden darse en otros momentos de la cosecha, aquí se
especifican aquellas perdidas que son producidas por los daños que las plagas y enfermedades
generan en los cultivos:

Pérdida económica. Se define como la diferencia entre el rendimiento real y el rendimiento


económico. Es decir, cuando el ingreso obtenido por el producto es menor que el ingreso
invertido en el rendimiento real.

Pérdida potencial. Se define como la diferencia existente entre el rendimiento obtenible y el


rendimiento económico.

Pérdida evitable. Es la diferencia del rendimiento que existe entre un cultivo protegido y
otro sin proteger. La protección que se adopte en un cultivo puede incidir en la incidencia de
plagas y enfermedades, afectando esto a su rendimiento.
Pérdida de cultivo. Se trata de la reducción del rendimiento del cultivo, ya sea en cuando a
cantidad o a calidad. Pérdida económica. Se define como la diferencia entre el rendimiento
real y el rendimiento económico. Pérdida potencial. Se define como la diferencia existente
entre el rendimiento obtenible y el rendimiento económico. Pérdida evitable. Es la diferencia
del rendimiento que existe entre un cultivo protegido y otro sin proteger.

Actualmente, la enfermedad se puede definir también como una alteración no


deseada, integrada como instrumento esencial de regulación en el propio proceso
homeostático que regula un sistema. En otras palabras: cuando se produce una enfermedad,
esta estará caracterizada por unos síntomas que pueden ser morfológicos, fisiológicos o
histológicos, y que pueden manifestarse externa o internamente. Estos síntomas serán la
consecuencia observable de un proceso biológico en el que estarán integrados planta y
patógeno.

Pero para que pueda darse la enfermedad, además de estos dos factores necesarios, será
imprescindible un tercero, el ambiente. A continuación se va a estudiar cómo influyen
conjuntamente estos tres factores en el desarrollo del proceso de la enfermedad, y cómo
queda reflejado gráficamente en lo que se conoce como el triángulo de la enfermedad.

Como representa la figura de la página anterior, para que se lleve a cabo el proceso de
la enfermedad, se tienen que dar simultáneamente las siguientes condiciones:

Que el huésped se encuentre en un estado que lo haga susceptible de ser parasitado.

Que el inóculo del parásito sea suficiente para producir la infección.

Que las condiciones ambientales sean las adecuadas para el desarrollo del proceso.

Cuando se dan estas tres premisas, la enfermedad se produce y la planta sufre las
consecuencias de esa situación.

Por lo tanto, los síntomas diferirán en función del parásito; en aquellos casos en los que el
diagnóstico sea complicado, será necesario pruebas de laboratorio para averiguar cuál es el
patógeno involucrado y de qué enfermedad se trata.

Como representa la figura de la página anterior, para que se lleve a cabo el proceso de
la enfermedad, se tienen que dar simultáneamente las siguientes condiciones:

Que el huésped se encuentre en un estado que lo haga susceptible de ser parasitado.

Que el inóculo del parásito sea suficiente para producir la infección.

Que las condiciones ambientales sean las adecuadas para el desarrollo del proceso.
Cuando se dan estas tres premisas, la enfermedad se produce y la planta sufre las
consecuencias de esa situación.

Por lo tanto, los síntomas diferirán en función del parásito; en aquellos casos en los que el
diagnóstico sea complicado, será necesario pruebas de laboratorio para averiguar cuál es el
patógeno involucrado y de qué enfermedad se trata.

Hay ambientes favorables al desarrollo de la enfermedad. Llegados a este punto se pueden


destacar las condiciones atmosféricas y las condiciones del suelo, la influencia de estos y sus
conexiones en todo el proceso de la patología. Se hace referencia aquí, entre otros, al estrés
hídrico, al causado por la acumulación de sales, al ocasionado por exceso o déficit lumínico, a
la presencia de fotooxidantes atmosféricos en cantidades excesivas, al aumento de las
radiaciones UV-B, a altas concentraciones de CO2, etc. Por poner un ejemplo, la presencia de
ozono en cantidades demasiado grandes está asociada con sintomatologías del tipo clorosis,
moteados, necrosis, etc.

Las plantas se mantienen sanas o normales cuando llevan a cabo sus funciones fisiológicas
hasta donde les permite su potencial genético.

Las plantas presentarán una enfermedad cuando una o varias de las funciones que
desempeñan sean alteradas por condiciones del medio o por organismos patógenos. Las
causas fundamentales de patologías en las plantas son debidas principalmente a factores
medioambientales así como a los organismos patógenos. Los procesos específicos que
caracterizan las enfermedades, irán en función del agente causal y en determinadas ocasiones
según la planta.

El primer proceso que presenta la planta es ante el agente que ocasiona su enfermedad,
siendo éste de naturaleza química e invisible. En cambio, trascurrido un corto periodo de
tiempo de la reacción, ésta se difunde, produciendo cambios histológicos que se van haciendo
notables y van constituyendo los síntomas de la enfermedad.

Los tejidos y las células afectados de las plantas enfermas comúnmente se debilitan o
destruyen a causa de los agentes que producen la enfermedad.

Los tipos de tejidos o células que son infectados van a determinar qué función
fisiológica de la planta se va a ver afectada:

La infección de la raíz dificulta la absorción del agua y de los nutrientes del suelo.

La infección de los vasos xilemáticos interfiere en la translocación del agua y de los


minerales hasta la parte superior de la planta.

La infección del follaje afecta a la fotosíntesis.

La infección de las zonas más cercanas a la corteza (floema) obstaculiza la translocación,


hasta la parte inferior de la planta, de los productos fotosintéticos.
Las infecciones florales interfieren con la reproducción.

Las infecciones del fruto entorpecen la reproducción o el almacenamiento de reservas


alimenticias para la nueva planta.

Los patógenos causan enfermedades en las plantas mediante:

Debilitamiento del hospedador a causa de la absorción continua del alimento de sus células
para su propio uso.

La alteración o inhibición del metabolismo de las células hospedadoras debido a la secreción


de toxinas, enzimas o sustancias reguladoras del crecimiento.

El bloqueo de la translocación del agua, alimentos y nutrientes vegetales a través de tejidos


conductores.

El consumo del contenido de las células del hospedador, con las que entran en contacto.

Alteraciones fisiológicas

Debido a las enfermedades que se han desarrollado anteriormente, una serie de procesos
fisiológicos se ven alterados en las plantas. Esos procesos pueden ser los siguientes:

1.- Germinación y establecimiento temprano: algunos hongos y bacterias reducen la


germinación, bien sea destruyendo la semilla o bien disminuyendo su viabilidad. Otras causan
muerte de plántulas.

2.- Absorción de agua y nutrientes: muchas enfermedades afectan a las raíces, interfiriendo
con la función de ellas.

3.- Transporte de agua y nutrientes: existen enfermedades que afectan el xilema, lo cual
impide su funcionamiento adecuado en el transporte de agua y sustancias no elaboradas.

4.- Fotosíntesis: los patógenos foliares, que constituyen el grupo más diverso de fitopatógenos,
disminuyen la capacidad fotosintética de la planta, principalmente por medio de la reducción
de área foliar disponible para dicho proceso.

5.- Respiración: el ataque de enfermedades a menudo causa un aumento en la tasa


respiratoria, la cual se da a expensas de reservas de fotosintatos, con la consecuente
disminución de la productividad neta de la planta.

6.- Transporte de fotoasimilados: este proceso se ve alterado por daño directo al floema, o por
cambios en las relaciones fuente-sumidero de la planta, ambos causados por patógenos.

7.- Formación y conservación de estructuras reproductoras: numerosos patógenos atacan


flores y frutos, lo que disminuye el potencial reproductor de la planta y causa podredumbres
de frutos y otros órganos en almacenamiento.

Procesos bioquímicos de defensa


Bioquímicamente hay plantas con algunos mecanismos de defensa que son inducidos por el
ataque del patógeno:

A) Reacción de hipersensilidad. Es el mecanismo de defensa más importante del que


dispone una planta y ocurre en combinaciones incompatibles entre huésped y
patógeno como hongos, bacterias, virus y nematodos. En los procesos que se sufren,
hay una pérdida de permeabilidad en las membranas celulares, con un aumento de la
respiración, acumulación y oxidación de compuestos fenólicos y producción de
fitoalexinas. Todos estos procesos van a producir la muerte y colapso de la s células
infectas y también las que le rodean. Las células de los hongos y bacterias
participantes, mueren rápidamente, en los virus hay más posibilidad de supervivencia,
auqnue la diseminación sí que se detiene. Por tanto, la reacción de hipersensibilidad es
considerada la máxima expresión de resistencia al ataque que un patógeno realiza a la
planta.

B) Compuestos fenólicos. La producción de compuestos fenólicos la podríamos diferenciar


entre compuestos fenólicos comunes y fitoalexinas. Los primeros aumentan su
concentración cuando el patógeno entra al vegetal y lo protegen. Los segundos, las
fitoalexinas, se producen tras el daño causado por algún agente químico o mecánico y
serán tóxicas para hongos y a veces, también para bacterias y nematodos. En algunos
casos parece ser que la producción de fitoalexinas es inhibida por unas sustancias
(llamadas supresores) producidas por el patógeno

C) Resistencia inducida. Este tipo de resistencia aparece en la planta después cuando han
sido preinoculadas con varios agentes químicos o físicos. La peculiaridad de esta
resistencia inducida es que no es específica, y su nivel de resistencia aumentará para más
de un patógeno. Esta resistencia podría inducirse si previamente inoculamos la planta con
una de las razas incompatibles del patógeno en une stado temprano, cuando la planta aún
no es susceptible.

Mecanismos de defensa: Genética de la resistencia.

Realizada la interacción de patógeno y planta se pueden producir los mecanismos de defensa


de la planta, que consistirán en la restricción del agente patógeno evitando su diseminación en
el resto de órganos del vegetal. Esta resistencia, también llamada reacción hipersensible (HR)
se produce, como se ha indicado, cuando hay una restricción de la invasión del agente
patógeno a los lugares de infección. La resistencia vegetal es un concepto amplio y que abarca
hasta 4 mecanismos:

1.- Antixenosis, no aceptación o no preferencia. Es el mecanismo cuando la planta


hospedadora no es la iódena o no es atractiva a un agente patógeno en concreto. Por ejemplo,
el repollo 2.- Antibiosis. Consiste en la capacidad de la planta de afectar al ciclo o eficacia
biológica del agente patógeno.
3.- Tolerancia. En este caso, la planta no se ve afectada por el patógeno.

4.- Evitación. En este caso, se podría evitar la infestación si no coincide el estado de la planta
capaz de ser infectado con el estado infectante del agente patógeno.

Muchos estudiosos, nombran a la hipersensibilidad como el quinco estado o caso de


resistencia, y aquí, la planta manifiesta una reacción necrótica al ataque y así reduce o evita
que la plaga se establezca en ella. Esta sintomatología puede ser no deseable en variedades
comerciales. Un ejemplo real de este tipo de mecanismo sería la especie de Malus y su
reacción de hipersensiblidad ante el pulgón.

Las plantas son resistentes a ciertos patógenos por:

. - Pertenecer a gurpos taxonómicos que son inumes a esos patógenos, también llamada
resistencia de planta no huésped.

- Por contener gener que ya proporcionan esa resitencia directa, es la típica y llamada por ello
restencia verdadera.

- Cuando por diversos motivos la planta tolera la infección que le causa el agente patógeno,
resistencia aparente.

Los cinco principios básicos o estrategias de control de enfermedades y plagas en las


plantas suelen ser:

1.- La exclusión: este método incluye las cuarentenas, las inspecciones y la certificación. Estas
técnicas previenen el movimiento de plantas enfermas a países, estados o áreas geográficas
donde la enfermedad no existe.

2.- La prevención: en el caso en el que la enfermedad se produjera en su área, existen


diferentes técnicas para evitar el avance de la enfermedad por todo el área.

3.- La erradicación: técnicas aplicar cuando la planta ya está afectada. La limpieza de residuos
de plantas, la rotación, la eliminación de huéspedes alternativos, el tratamiento a base de
calor y ciertas sustancias químicas pueden ser utilizados para reducir o eliminar enfermedades.

4.- La limpieza: es importante para evitar que los patógenos tengan un lugar donde
protegerse: restos de hojas, fruta podrida, enredaderas viejas etc.

5.- La protección: significa tratar una planta sana antes de que enferme. Existen para ello
métodos químicos y biológicos.

Los cinco principios básicos del control de enfermedades y plagas en las plantas son: Exclusión,
prevención, erradicación, limpieza y protección.
Control de plagas Es la regulación y el manejo de algunos seres vivos que atacan a plantas
cultivadas.

La mayoría de los agricultores se ven obligados a luchar contra las plagas agrícolas ya
que no solo les ocasionan pérdidas en los cultivos sino que influyen enormemente en los
costes y en la comercialización de los productos, ya que disminuyen el valor comercial de éstos
debido a que no cumplen los requisitos de calidad.

Por este motivo, en la actualidad se está teniendo muy en cuenta el control integrado de
plagas. A lo largo de la presente unidad didáctica conoceremos los métodos de control de
plagas y enfermedades en la agricultura ecológica.

Analizar los métodos más actuales para prevenir o curar las enfermedades.

Identificar los principios fundamentales en el control de plagas.

Conocer las estrategias de lucha para combatir las plagas en los cultivos.

Descripción de los puntos que vamos a ver en la unidad Métodos de control de plagas y
Enfermedades en la agricultura ecológica.

Métodos más actuales para prevenir o curar las enfermedades

Principios fundamentales en el control de plagas

Estrategias de lucha

Mane Métodos más actuales para prevenir o curar las enfermedades

El control de plagas es la regulación y el manejo de algunos seres vivos que atacan a plantas
cultivadas.jo integrado de plagas

Por este motivo, en la actualidad se está teniendo muy en cuenta el control integrado
de plagas. Anteriormente se utilizaban principalmente productos químicos para combatir las
plagas agrícolas, abusando de los plaguicidas, pero en los últimos años está teniendo una
enorme relevancia el uso de alternativas a estos productos químicos. Esto puede verse en el
auge del manejo de las plagas integrando diferentes prácticas, tanto preventivas como
curativas, eliminando así el uso de una sola técnica. A esto se le conoce con el nombre de
Manejo Integrado de Plagas.

Los métodos de control existentes para controlar los agentes patógenos capaces de atacar a
las plantas, se puede clasificar en dos grandes grupos dependiendo de que sea un método
Directo o Indirecto. Los primeros estarán formados por los físicos, químicos y biológicos
mientras que los segundos por legislativos, genéticos y culturales.

Métodos de control:
A. Métodos Directos: Físicos. Químicos. Biológicos.
B. B. Métodos Indirectos:

Métodos culturales

C. Dentro de los métodos de control directo se van a englobar todas las técnicas que de
manera directa actúan sobre el patógeno. Se basan, principalmente, en la aplicación de
calor como método de desinfección de suelos. Existen varias técnicas, entre las que
destacan la solarización y la desinfección con vapor de agua. Estos métodos
proporcionan buenos resultados, pero debido a su elevado coste y dedicación, hace que
su uso no sea muy frecuente.
D. A. Métodos físicos.
E.
F. Los métodos físicos son aquellos que dificultan el contacto entre el organismo patógeno
y la planta, evitando la plaga o la enfermedad. En este grupo se incluyen las barreras, las
trampas, el vapor de agua, la solarización, la biofumigación, ultrasonidos etc.
G. A.1. Barreras.
H.
I. Son elementos físicos de diversos materiales que protegen a las plantas del ataque.
Tenemos, por ejemplo, las mallas, las dobles puertas en invernaderos, el acolchado del
suelo, los plásticos, etc.
J.

Hay diferents métodos de control que consistirán en la implementación de acciones concretas


dentro de la estrategia. Estos métodos pueden ser previos (si actuan de manera preventiva) o
bien, curativos (si ya se ha producido el daño):

Control Cultural: Estaríamos hablando de prácticas de cultivo encaminadas a dificultar el


desarrollo de la plaga así como mejorar el desarrrollo de nuestro cultivo. Algunos ejemplos
encaminados a ello podrían ser la preparación del suelo, elegir bien la fecha de siembra,
rotación de cultivos, eliminación de maleza...

Control Mecánico: Sería posible con una gran cantidad de mano de obra por lo que además, al
no ser muy selectiva, no se aconseja en agricultura ecológica.

Control físico: Van a influir algunos factores en el control de las plagas, como por ejmplo, el
frio, la humedad, la energía... Ejemplo de éstos, sería la solarizaicón por ejemplo, que se verá
en otros apartados del curso.

Control biológico: Consistirá en la introducción o favorecimiento de la introducción de fauna


auxiliar, enemigos naturales de las plagas y malas hierbas. Se verán ejemplos concretos de
insectos introducidos a propósito en los cultivos para erradicar plagas y las caracterísiticas de
estos enemigos más adelante.
Control químico: Muy restringido en agricultura ecológica, pues la intención es que no se actúe
ni modifique el medio si no es estrictamente necesario. Además, hay productos totalmente
prohibidos (de síntesis química) en este tipo de producción agrícola.

Manejo integrales de plaga: Estaríamos hablando de la combinación de métodos de control


con la intención de cumplir con la filosofía de la agriculta ecológica, es decir, causando el
mínimo daño al entorno.

Las barreras agrícolas son elementos físicos de diversos materiales que protegen a las plantas
del ataque, no solo de las plagas e insectos, sino también de otros elementos físicos como el
viento, la humedad, la radiación solar, etc.

Mallas. Destinadas para proteger a los cultivos de plagas e insectos o incluso, de la


depredación de frutos por parte de las aves. Las mallas permiten producciones agrícolas de
excelente calidad sanitaria de acuerdo a los estándares más exigentes de exportación; frutos
de notable uniformidad y un mayor rendimiento por hectárea cultivada. Entre las mallas
utilizadas en la agricultura encontramos:

Malla mosquitera: se usa en agricultura como elemento de protección de insectos de mayor


tamaño que los trips y como barrera protectora contra la climatología.

Malla anti-trip: especialmente diseñada para evitar la entrada de insectos nocivos como los
trips, minador, mosca blanca, escarabajos…, que pudieran amenazar la producción del cultivo.

Acolchado. El acolchado de suelos es una técnica muy antigua que consiste en colocar
materiales como paja, papel o plástico, cubriendo el suelo, con la finalidad de proteger al
cultivo y al suelo de los parásitos e insectos, así como de los agentes atmosféricos. Las
películas de polietileno, fundamentalmente por su bajo costo relativo y su fácil mecanización
de su instalación, es el material más utilizado en acolchado de suelos a nivel mundial. Es
flexible, impermeable al agua y no se pudre ni es atacado por los microorganismos.

A.2. Trampas

Estos mecanismos atraen a los insectos, que quedan atrapados en ellas. Según su modo de
atracción tenemos:

1. Trampas cromotrópicas

Placas adhesivas imprescindibles para la detección y el monitoreo de plagas en cultivos


hortícolas y ornamentales. Están fabricadas de un plástico rígido y resistente, cubierto por
ambas caras de una cola seca de buena calidad, repelente al agua, que no contiene sustancias
tóxicas. Las placas adhesivas se entregan cubiertas con un papel parafinado para una fácil
colocación.

De igual funcionamiento al de las alimenticias, pero en estas el alimento se sustituye por


feromonas (compuestos químicos que usan para comunicarse los insectos). Hay feromonas
sexuales, de alarma, de agregación y de dispersión.
Las trampas cromotrópicas son placas adhesivas imprescindibles para la detección y el
monitoreo de plagas en cultivos hortícolas y ornamentales. Están fabricadas de un plástico
rígido y resistente, cubierto por ambas caras de una cola seca de buena calidad, repelente al
agua, que no contiene sustancias tóxicas. Las placas adhesivas se entregan cubiertas con un
papel parafinado para una fácil colocación.

De igual funcionamiento al de las alimenticias, pero en estas el alimento se sustituye por


feromonas (compuestos químicos que usan para comunicarse los insectos). Hay feromonas
sexuales, de alarma, de agregación y de dispersión.

Este método es muy utilizado no solo en el trampeo de insectos, sino también para el conteo o
monitorización de insectos (seguimiento de un número de insectos durante un tiempo) y
también para la técnica de la confusión sexual, técnica mediante la cual se liberan al medio
feromonas sexuales que confunden al macho, haciendo que sea incapaz de encontrar a la
hembra.

A.3. Desinfección con vapor de agua

La utilización de la desinfección con vapor de agua es buen sistema de desinfección utilizado


para eliminar cualquier tipo de patógeno. Se basa en la excelente capacidad del agua para
transmitir calor.

Las ventajas de la desinfección por vapor de agua son:

Es fácil de aplicar.

No presenta efectos secundarios.

No deja residuos.

Mejora la estructura del suelo.

Además, también presenta algunos inconvenientes:

El equipo necesario es caro y el consumo energético es elevado.

No es aconsejable en terrenos arcillosos.

Tras la desinfección hay que esperar 15 días para poder plantar.

Puede ser necesario aplicar un riego de lavado para evitar acumulación de sales.

No es un tratamiento selectivo, por lo que destruirá la diversidad de microorganismos


patógenos o no, que en él vivan.

A.4. Solarización
Mediante la colocación de una lámina de plástico transparente sobre el suelo, y debido a la
energía aportada por el sol, consigue aumentar la temperatura del suelo. Este proceso suele
realizarse en verano, para así aprovechar el calor.

Las ventajas de la solarización son:

El coste es relativamente bajo.

No presenta riesgos para personas, animales o medio ambiente.

No causa residuos.

No altera las propiedades del suelo.

Acrecienta los rendimientos.

La solarización también presenta algunos inconvenientes:

Solo se puede aplicar en zonas de clima cálido y elevada radiación solar.

La eficacia disminuye con la profundidad.

Se necesita que el suelo esté libre de cultivos entre 4 y 6 semanas.

Las grandes superficies presentan problemas de manejo.

En zonas de vientos es difícil colocar correctamente los plásticos.

La presencia de animales puede provocar roturas en el plástico, lo que resta eficacia al


método.

No es un método de desinfección totalmente eficaz.

No es un tratamiento selectivo, por lo que destruirá la diversidad de microorganismos


patógenos o no, que en él vivan.

A5. Otros.

Dentro de los métodos de control directo para el control de plagas y enfermedades, como
comentamos, se encuadran los que su acción repercute de manera directa en el patógeno, por
tanto, también encontraremos el uso de agua a presión o los ultrasonidos entre ellos. En el
caso de los segundos, los roedores por ejemplo son muy sensibles a dichos sonidos y por
tanto, servirían como técnica para ahuyentarlos. La recogida manual, aunque mucho menos
utilzado por la dificultad en la mano de obra, sería la retirada de manera manual del patógeno.
Puede ocurrir en el caso de gusanos, que por su tamaño, es fácilmente visible en las hojas u
otras partes aéreas.
Para un correcto control de platas y enfermedades es necesario también la eliminación de
fuentes de patógenos como pueden ser restos de cosechas, órganos de plantas afectados o si
es necesario, la eliminación de la planta entera. Como es lógico, estas prácticas serán simples
de realizar en pequeños huertos cuando la mano de obra no sea un factor limitante.

Métodos directos: Químicos.

En agricultura ecológica hay muy pocos productos químicos autorizados, ya que la máxima en
este tipo de producción, es evitar producir un daño al medio. Se recomiendan técnicas de
control inocuas como rotación de cultivos, asociaciones, control biológico... Hay productos
químicos que sí se pueden utilizar como último recurso pero deben estar autorizados para la
agricultura ecológica.

Métodos directos: Biológicos.

Los métodos de lucha biológica consisten en combatir las plagas y enfermedades con fauna
auxiliar viva (insectos, hongos, bacterias...) que se alimentarán de los insectos causantes de las
plagas manteniendo así el equilibrio. Esta fauna puede ser autóctona o bien, incorporada de
manera artificial e intencionada. La veremos más en detalle en los próximos temas.

B. Métodos Indirectos o culturales. Dentro de este tipo de control indirecto, se encuadran las
medidas que no van a incidir de manera directa sobre el causante de la enfermedad, sino que,
más bien, están encaminadas a prevenir y evitar los daños ocasionados por dicho patógeno.
Las buenas prácticas culturales y la utilización de ciertas labores van a permitir que haya una
prevención activa. Algunas de ellas podrían ser: técnicas preparatorias del suelo, correcta
eliminación de restos de cultivos anteriores, instalaciones de riego adecuadas, prácticas
adecuadas (como deshojado, talado, eliminación de partes o plantas infectadas...). Las labores
culturales se orientarán principalmente a la destrucción de la fuente de infección, mediante
una interrupción de los ciclos de su desarrrollo o simplemente vigorizando la planta.

Partiendo de la premisa que un suelo sano y activo nos ayudará a evitar problemas ligados con
las plagas y enfermedades, habrá que dar la importancia que requiere el equilibrio de este
medio, manteniendo la fertilización de éste. El abono con productos solubles nitrogenados,
ayuda a la planta a crecer con exubertancia y por tanto, ser más susceptible al ataque.
Igualmente, una falta de materia orgánica también producirá problemas, ésta vez, por más
posibilidad de desarrollo de hongos y nematodos. De ahí que sea tan importante el equilibrio
en el suelo. Con las enmiendas orgánicas se va a proporcionar una mejora en la estructura del
suelo y por tanto, un mejor control de nematodos, hongos y malas hierbas.

Otro aspecto importante, es mantener las condiciones climáticas óptimas. Temperaturas


extremas y falta de humedad pueden ayudar a la aparición de plagas y enfermedades,
condiciones que se podrían dar por ejemplo con una alta dosis de siembra.
Operaciones agronómicas como la realización de marcos de plantación amplios, correctas
densidades de siembra, poda adecuada, etc., ayudarán a la aireación y ventilación con el
consiguiente beneficio para la no germinación y propagación de plagas.

Por otro lado, el empleo de un material vegetal adecuado como punto de partida es
primordial. Se debe seleccionar variedades resistentes y adaptadas a la zona. En agricultura
ecológica, se recomienda precisamente por ésto, el uso de variedades autóctonas o locales
que están perfectamente acostumbradas a la climatología de la zona, aunque también cabe la
posibilidad de tener que buscar variedades comerciales resistentes.

Otra operación importante podría ser la planificación de la época de siembra o plantación, ya


que por ejemplo, adelantarnos al ciclo de vida del patógeno más habitual de la zona nos puede
ayudar a su no presencia o simplemente no coincidencia en el tiempo con etapas cruciales en
el desarrollo de la planta

Asociación y rotación de cultivos.

Las asociaciones de cultivos, cultivo múltiple o sistemas de policultivo son sistemas en los
cuales dos o más especies de vegetales se plantan con suficiente proximidad espacial para dar
como resultado una competencia interespecífica o complementación. Sólo presenta
inconvenientes de tipo funcional, pero sin embargo las ventajas son varias:

-Mejor utilización de la tierrra, del espacio y del agua que en monocultivos.

-Menores problemas de hierbas adventicias al quedar más suelo cubierto.

-Beneficios mutuos.

Ejemplos de asociaciones de cultivos hay muchos. Las más conocidas son las de cereal +
leguminosa, practicada desde muy antiguo en casi todas las culturas; pero son posibles otras
asociaciones, combinando hortalizas de crecimiento lento con otras de crecimiento rápido,
rastreras y erguidas, o bien de porte y crecimiento parecido pero que ejercen un efecto de
mutuo beneficio. Son ejemplos Lechugas con zanahorias, zanahorias con rábanos, coles y
lechuga, zanahorias y puerros...

La rotación es la asociación de cultivos en una misma parcela. La alternancia es la división de la


tierra cultivada en parcelas consagradas cada una a un cultivo diferente de la rotación. Así,
alternaremos cultivos que tengan tipos de vegetación, sistemas radiculares y necesidades
nutritivas diferentes y de este modo se podrán explorar todas las capas de tierra y utilizar en
proporciones equilibradas todos los elementos que ésta contiene.

Potenciación de la fauna útil.

En Producción Ecológica, la biodiversidad es un aspecto primordial a considerar, por un lado


las funciones y por el otro, por el mantenimiento de equilibrios necesarios en cuanto a la
sostenibilidad de la producción agraria, haciendo uso de la filosofía de una producción de
calidad sin afectar de manera negativa a los ciclos naturales del propio ecosistema. El
mantenimiento de esta biodiversidad nos proporcionará ventajas como:

-Prevenir que haya erosión en el suelo.

-Un mayor rendimiento en cuanto al uso del agua.

-Fomentar la fauna útil.

-Mejorar el manejo de las malas hierbas.

-Optimización del paisaje.

La asociación de cultivos, mencionada con anterioridad además de los beneficios al suelo ya


citados, tiene otros con respecto a la fauna auxiliar, pues al crearse diferentes microclimas
según la flora presente va a facilitar el alimento, el refugio y los lugares de reproducción de
nuestra fauna útil. Con ello, va a dificultar la propagación de cualquier plaga por el cultivo al
mentenerse en "equilibrio".

El objetivo principal es ayudar y fomentar la presencia de la fauna auxiliar que de manera


natural ya vive en la zona. Por ello, la intención de conservación debe estar presente cuando
vayamos a definir las prácticas culturales que vamos a realizar. Para el buen
acondicionamiento de las especies autóctonas hay algunos consejos como mantener las
cubiertas vegetales, que van a ayudar a la proliferación de la fauna auxiliar beneficiosa ya que
le van a servir de refugio y alimento; los setos en los entornos de la parcela, así como las
plantas refugio. A parte de la asociación, la rotación de cultivos, otra técnica ya mencionada
por su valor medioambiental, pretende potenciar la fauna útil o beneficiosa mediante el
control de plagas y enfermedades. Al estar asociadas normalmente las plagas a unos cultivos,
la rotación, va a interrumpir sus ciclos con el consiguiente aporte positivo para la auxiliar.

Evasión de plagas o de sus efectos

Para evitar la presencia de ciertas plagas, se pueden elegir lugares para establecer los cultivos
que presenten condiciones desfavorables para el desarrollo y la proliferación de esas plagas.

En la evasión de los efectos de las plagas es necesaria una adecuada utilización de la cosecha
para evitar el posible efecto económico ocasionado por el daño de la plaga. Si por ejemplo hay
una plaga que afecta al fruto estéticamente, se aconseja destinar la producción a la
elaboración de conservas o zumos.
También se puede cambiar la época del cultivo para evitar las posibles plagas.

Eliminar las características que hacen al cultivo susceptible al ataque de las plagas

Aquí destaca la explotación de variedades de plantas tolerantes o resistentes a los ataques de


ciertas plagas.

También se incluye aquí, la modificación de las características físicas y fisiológicas de las


plantas mediante el manejo del riego y la fertilización.

Manipulaciones genéticas para suprimir las características que hacen a las plagas perjudiciales
para las plantas (no permitidas en Agricultura ecológica).

Esta estrategia se está desarrollando en la actualidad. Aquí se incluyen técnicas para hacer a
los insectos estériles, por ejemplo. Mediante ingeniería genética, se pretende cambiar algunas
características de los insectos que formarían una plaga. En agricultura ecológica está
estrictamente prohibido el uso de estas técnicas, ya que una de las premisas fundamentales de
este tipo de producción es la mínima modificación del medio ambiente.

Manipulacion genética Reducir el número de individuos por población de insectos

Aquí se incluyen los métodos de control químico (muy restringido en uso ecológico, por lo que
sólo se podrán utilizar los productos autorizados) y biológico para reducir las densidades de las
poblaciones de insectos.

Setos herbáceos y leñosos.

Los setos son hileras de árboles y arbustos (donde también crecen hierbas silvestres),
generalmente situados en los bordes de las parcelas de cultivo, en los terraplenes y/o
siguiendo los cursos de agua.

Han sido eliminados principalmente a causa de la mecanización agrícola y la especialización


creciente de las empresas agrarias. Esta simplificación del paisaje agrícola es reconocida hoy
como una de las principales causas del agravamiento del problema de las plagas en la
agricultura.

La presencia de esos setos o de vegetación silvestre (monte) alrededor de las parcelas de


cultivo permite el desarrollo de enemigos naturales de las plagas, que luego se desplazan hacia
los cultivos para seguir creciendo.
Los beneficios de estos setos podríamos clasificarlos como:

En las fincas con setos los enemigos naturales polífagos o generalistas encuentran en las
plantas de los setos otros insectos de los que se pueden alimentar cuando la plaga no está
presente. De esta manera sobreviven, y cuando aparece el insecto plaga pueden controlarlo.

Las poblaciones de depredadores y parasitoides también sobreviven mejor porque los setos
permiten escapar y refugiarse a insectos plaga, de los que los depredadores y parasitoides se
van alimentando poco a poco. Así, se mantienen en la finca pequeñas poblaciones de
enemigos naturales que empezarán a aumentar si la población de la plaga crece,
controlándola. Al contrario, en los sistemas de monocultivo sin setos, los enemigos naturales
especialistas o monáfagos desaparecen cuando la plaga es exterminada.

También en los setos encuentran otras fuentes de comida (polen y néctar) que permiten
sobrevivir a aquellos parasitoides y depredadores que, en estado adulto necesitan estos
alimentos.

Los setos proporcionan a parásitos y depredadores refugios para pasar el invierno,


reproducirse y protegerse del viento y de las condiciones climáticas adversas. Así, por ejemplo,
los setos son reservorios de carábidos, pues suelen refugiarse en lugares protegidos, bajos las
piedras, entre la hojarasca o en agujeros en el suelo, donde encuentran mayor humedad y no
son eliminados por el laboreo. Desde estos setos muchos de ellos se desplazan hacia el cultivo
cuando éste es establecido.

Debido a estas razones, es importante la plantación de setos en aquellas parcelas donde no


están presentes. No obstante, dado que esto exige una cierta inversión, que suele llevarse a
cabo poco a poco, y que los setos leñosos tardan algún tiempo en desarrollarse, pueden
complementarse al inicio con la plantación de setos herbáceos.

Estas plantaciones lineales de plantas herbáceas anuales o perennes tienen la misma


función de estimular la presencia de enemigos naturales. No obstante, dado que son menos
estables en el tiempo y más vulnerables, no deben considerarse como sustitutos de los setos
leñosos.

Las especies vegetales que se emplean como setos herbáceos suelen ser plantas
silvestres (hierbas, aromáticas, medicinales...) u otros cultivos. Las familias de las umbelíferas
(hinojo, anís, cilantro, apio, perejil, eneldo, etc.), las compuestas (manzanillas, margaritas,
achicoria, cardos, etc.) y las leguminosas, son especialmente exitosas para estimular la
presencia de enemigos naturales.

Algunos de los setos herbáceos más utilizados y sus efectos sobre las plagas se muestran en la
siguiente tabla:

Lechuga

Habas

Áfidos
Depredadores como mariquitas y sirfidos

Maíz

Moco de pavo, bledo

Heliothis zea

Aumento de la eficacia de la avispa.

Patata

Borraja

Polilla

Incremento de parasitismo

Coliflor

Cenizo

Orugas de la col

Parasitoides taquínidos

Algodón

Maíz

Heliothis zea

Aumento de depredadores CULTIVO BENEFICIADO


SETO HERBÁCEO

PLAGA CONTROLADA

ENEMIGOS NATURALES FAVORECIDOS

Fresón

Habas, hierbas compuestas como la manzanilla

Trips

Depredador

La distancia entre filas de setos para que el control de insectos plaga sea eficaz en toda
la parcela es variable. Depende, por ejemplo, de los enemigos naturales implicados y su
capacidad de dispersión, que es mayor en los que son voladores.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que aunque los setos mejoran el control de las plagas,
hay ocasiones en que también pueden favorecer la presencia de alguna plaga, sobre todo
cuando el seto es poco variado y está compuesto de plantas que son hospederas de dicha
plaga. Por ello, el agricultor ecológico debe observar periódicamente lo que ocurre en el seto
y, en su caso, buscar asesoramiento en especialistas que le ayuden en la elección de las plantas
a instalar.

Esta estrategia se está desarrollando en la actualidad. Aquí se incluyen técnicas para hacer a
los insectos estériles, por ejemplo. Mediante ingeniería genética, se pretende cambiar algunas
características de los insectos que formarían una plaga. En agricultura ecológica está
estrictamente prohibido es uso de estas técnicas, ya que una de las premisas fundamentales
de este tipo de producción es la mínima modificación del medio ambiente.

La rotación es la asociación de cultivos en una misma parcela.

Los métodos basados en el uso de productos químicos, están muy controlados y restringidos
en este tipo de producción, ya que sólo se puede hacer uso de productos autorizados (como el
cobre, etileno, potasio, aceites minerales como el sulfato potásico o polvo de roca, aceites
vegetales, piretrinas...). Por motivos de seguridad y para evitar riesgos para las personas y el
medio ambiente, la Unión Europea en los últimos años, ha retirado del mercado más de 800
materias activas.

Las ventajas que éste método de control tiene son:

Los productos son fáciles de adquirir en cualquier establecimiento autorizado.


Son fáciles de aplicar gracias a los equipos existentes.

Presentan poca toxicidad al ser productos la mayoría de origen mineral y/o vegetal.

Tienen generalmente una elevada eficacia, que además se observa muy rápidamente.

En cuanto a los inconvenientes que presenta este método, destacan:

Casi todos los plaguicidas presentan problemas de toxicidad para las personas (en agricultura
ecológica los autorizados son de origen natural por lo que presentan muy poca o ninguna
toxicidad).

A dosis incorrectas pueden producir daños sobre las plantas cultivadas.

El uso indiscriminado de un determinado producto da lugar a la aparición de resistencias.

Producen contaminación del suelo, agua y aire, de manera que afecta a todos los seres vivos
del entorno más próximo.

Generan residuos, que suponen un riesgo para la salud de los consumidores. Los productos
autorizados en este tipo de producción no generan apenas residuos, ya que se pretende que
haya una incidencia negativa en el medio ambiente mínima, por lo que suele resultar inocuo
también la persona aplicadora.

Entre los productos utilizados destacan:

Insecticidas: para combatir insectos.

Acaricidas: contra ácaros (Araña roja, Araña amarilla), Eriófidos...

Fungicidas: contra las enfermedades causadas por hongos.

Desinfectantes de suelo: elimina hongos, bacterias, insectos y Nematodos que viven en el


suelo.

Rodenticidas: roedores.

Topicidas: topos y topillos.

Técnicas utilizadas en la lucha química contra plagas en agricultura ecológica

Insecticidas

Los insecticidas son aquellas sustancias químicas que tienen un origen orgánico o mineral y
que son capaces de producir la muerte de los insectos. Sólo se podrán usar los que estén
autorizados en la agricultura ecológica, como por ejemplo la sal de potasio, polisulfuro de
calcio, aceites de parafina, aceites minerales, sustancias de origen vegetal o animal como por
ejemplo la azadiractina y piretrinas. Son un grupo de productos de muy restringido uso en este
tipo de producción.
Insecticidas contra las plagas

Los insecticidas polivalentes son aquellos insecticidas capaces de destruir un numeroso grupo
de especies, siendo una gran ventaja en agricultura convencional, pero al mismo tiempo un
posible inconveniente en agricultura ecológica, ya que pueden provocar la pérdida de algunos
tipos de insectos y además ocasionar un desequilibrio biológico, pudiendo dar lugar al
desarrollo de otras plagas, que previamente estaban controladas. Precisamente por esa falta
de especificidad es capaz de destruir también fauna auxiliar positiva, debiéndose evitar este
tipo de insecticidas, y hacer uso sólo de los autorizados para este tipo de producción, por
ejemplo, los formados por piretrinas.

Los llamados insecticidas específicos actúan solo contra una o pocas especies y
respetan más a la fauna útil.

Se encuentran los siguientes tipos de insecticidas:

Insecticidas de origen vegetal:

Piretrinas: para aumentar su estabilidad y eficacia contra pulgones, trips y moscas blancas.

Insecticidas de origen mineral: aceites minerales. Actúan contra cochinillas, ácaros adultos,
larvas y huevos, moscas blancas y pulgones, provocando asfixia por recubrimiento.

Acaricidas

Son productos destinados a combatir las plagas producidas por ácaros y arañas.

Se clasifican en:

Acaricidas específicos: destruyen sólo ácaros, respetando a los insectos útiles.

Acaricidas no específicos: son insecticidas o fungicidas que tienen una acción secundaria
contra ácaros.

Acaricidas no específicos: son insecticidas o fungicidas que tienen una acción secundaria
contra ácaros.

Fungicidas

Constituyen el principal grupo de productos químicos utilizados para la el manejo de las


enfermedades de las plantas. Se aplican mediante rodado, pulverizado, por revestimiento, por
fumigación de locales.
Según por su posición respeto a la planta pueden ser:

De contacto:

Se asperjan sobre el vegetal y forma una película protectora externa.

Actúan evitando la infección, al impedir la germinación de esporas, la formación del tubo


germinativo, del apresorio de la hifa de penetración.

No tienen efecto si la infección ya se estableció.

Suelen tener entre 7 a 10 días de efecto residual.

Sistémicos (no permitido su uso en agricultura ecológica)

Penetrantes: tienden a moverse hacia los bordes y extremos de las hojas.

Para poder controlar enfermedades de hongos en agricultura ecológica, se debe de mantener


más bien una tarea preventiva ya que no se puede no hay en el mercado fungicidas eficaces ni
sistémicos, complicando por ello mucho su control. Aquí radica la importancia de conocer de
manera previa las condiciones ambientales que propiciarán el ataque del hongo, ya que
atacando la plaga en un estado inicial, los fungicidas permitidos en agricultura ecológica sí
podría llegar a erradicarse. Haciendo un barrido simplista, podríamos decir que para el control
de enfermedades fúngicas, disponemos de cobre y azufre, otros tipos de productos como
secantes y algunos fortificantes como por ejemplo el extracto de cola de caballo, aceites
vegetales (como menta, pino o alcaravea), polisulfato de calcio, así como aceites minerales.

Las principales estrategias de los fungicidas son:

Preventiva: consiste en aplicar los fungicidas antes de que ocurran las infecciones.

Curativa: el objetivo es curar infecciones ya establecidas.

Nematicidas

Son sustancias químicas utilizadas para controlar nematodos, además algunos de ellos tienen
una acción secundaria contra insectos, hongos y malas hierbas. Sólo se podrán usar los
autorizados para la producción ecológica (de extractos vegetales como el ajo) pudiendo ser
compaginados con técnicas como la solarización (a ser posible en tiempos largos de no menos
de un mes).

Se clasifican en:
Fumigantes de suelos: deben de aplicarse al terreno desnudo, normalmente un mes antes e
implantar el cultivo. Técnicas como el acolchado, permiten conseguir un buen estado del suelo
sin uso de químicos.

Nematicidas que pueden aplicarse con el cultivo establecido y en las condiciones de


ecológico: en forma de gránulos, pulverización o líquido incorporado al agua de riego.

Herbicidas

Los herbicidas son productos químicos de síntesis u origen animal, los cuales controlan las
malas hierbas, así como las hierbas no deseadas. El inconveniente que presentan muchos
herbicidas es que igual que afectan a la planta no deseada, puede provocarle daños a la
cultivada. Uno de los pilares de la producción ecológica es permitir el incremento y
mantenimiento de diversa flora y fauna para que haya un mantenimiento del sistema agrícola
mucho más equilibrado, motivo por el que los herbicidas de síntesis no están permitidos en
este tipo de producción. Por ello, la erradicación de "malas hierbas", "maleza" o "flora
adventicia" sólo se hará cuando esta suponga un problema en la producción, ya que tiene
también ventajas su presencia. Entre estas ventajas podemos detallar:

Refugio de insectos auxiliares.

Proporción de materia orgánica al suelo.

Protección ante posible erosión.

Conservación del paisaje.

Al no estar permitido ningún tipo de herbicida (pues todos son de síntesis), se realizará el
control de ésta mediante prácticas de laboreo, un control mecánico, realización de escardas,
control térmico o bien, integración de ganado y solarización. El que haya un control
equilibrado de la flora adventicia para que no se produzcan pérdidas significativas del
rendimiento económico es un pilar fundamental que se pretende cumplir.

Pese a no utilizarse herbicidas en agricultura ecológica, vamos a clasificarlos de la


siguiente manera:

Según la vegetación afectada:

Herbicidas totales: destruyen toda la vegetación sobre la que se aplican.

Herbicidas selectivos: destruyen un determinado tipo de vegetación.

Según el momento de aplicación:

Herbicidas de presiembra: el tratamiento se realiza antes de la plantación del cultivo o de


la siembra.

Herbicidas de preemergencia: se trata antes de que las hierbas sean visibles. Poseen
acción residual.
Herbicidas de postemergencia: se trata después de la emergencia de las hierbas no
deseadas.

Según su modo de acción:

Herbicidas remanentes, persistentes o residuales: actúan durante varios meses al ser


incorporados al suelo.

Herbicidas de contacto: destruyen los tejidos de las hierbas mojadas.

Herbicidas hormonales o sistemáticos o de traslocación interna: actúan en


postemergencia. Absorbidos por la planta se mueven por la savia hasta la raíz.

Helicidas y rodenticidas o raticidas

Los helicidas son productos empleados para controlar caracoles y babosas. Se aplican en forma
de cebos, en los márgenes de las parcelas o en la zona de cultivo. Sólo se podrán usar los
aceptados para la agricultura ecológica. Ejemplo, un triturado de cáscara de huevo puede
hacer el efecto helicida que buscamos.

Los rodenticidas son productos que se emplean para la lucha contra ratas, ratones y topillos.
En agricultura ecológica, el sistema de control se basa en una lucha integrada entre medidas
preventivas, trampas y eliminación de posibles refugios (cunetas, ribazos, pastizales, etc.)
hasta conseguir unas poblaciones a niveles ecológicamente aceptables. Las medidas de lucha
contra estos roedores, se deben adecuar a las medidas de restricciones y exigencias según
agricultura ecológica.

Realización de transplante. Así nos aseguramos que cuando la planta llega al suelo, ya tiene
cierta fuerza para competir por los recursos del suelo (agua, nutrientes, luz...). El transplante
debe hacerse en el momento adecuado y con el terreno previamente tratado. Asociación de
cultivos. Cultivar varias plantaciones diferentes nos puede ayudar a evitar la aparición de esta
molesta vegetación, habrá más competencia y menos superficie. Control biológico. Consiste en
favorecer el crecimiento y desarrollo de fauna auxiliar que nos puede ayudar a controlar la
vegetación si por ejemplo, la parasita.

Los helicidas son productos empleados para controlar caracoles y babosas.

Los métodos de control biológico consisten en utilizar organismos vivos (insectos beneficiosos)
con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo.

El concepto de control biológico debe ser diferenciado del control natural, ya que éste es el
control que sucede sin intervención humana en las poblaciones de organismos.

Es por ello que se debe entender el control biológico como un método artificial que presenta
restricciones en cuanto al conocimiento de los organismos afectados, lo que conlleva una serie
de ventajas e inconvenientes donde es aplicado, sobre todo cuando se relaciona con
diferentes métodos químicos de control.
Para el control biológico de plagas se utilizan medios biológicos, veamos que son:

Ocultar descripción alternativa

El presente vídeo muestra las características que presenta el control biológico con la intención
de combatir las plagas sin uso de fitoquímicos para evitar su afectación al medio ambiente. Por
ello, la gran característica de ese control, es el uso de insectos "positivos" que se alimentarán
de los insectos que provocan daños en los cultivos.

Control biológico (lucha biológica). Características generales

Los progrmas de control biológico están basados sobre todo en la aparición o presencia
espontánea de los enemigos naturales dentro del cutltivo. Por ello, es vital conocer las
características de nuestra plaga, la sintomatología, así como qué insectos puedes actuar como
deprededaroes o parasitoides de la plaga aparecida, denominados como indicamos
anteriormente como insectos auxiliares. El control biológico presenta unas características
propias que lo distinguen de otras formas de control de plagas, particularmente del control
químico El control biológico, por lo general, tiende a ser permanente, aunque con variaciones
propias de las interacciones entre parasitoides y hospedadores, y los efectos de las variaciones
físicas propias del medioambiente.

Los efectos represivos del control biológico son lentos en contraste con la acción inmediata de
los insecticidas.

La acción del control biológico se ejerce sobre grandes áreas, de acuerdo a condiciones
climáticas y biológicas predominantes.

El control biológico no llega a eliminar por completo todos los insectos que provocan las
plagas, pero sí controla su número para que no sean un problema.

Ventajas e inconvenientes

A estas características principales se añaden otras que pueden dividirse en favorables y


desfavorables.

Entre las ventajas se encuentran las siguientes:

Tanto parásitos como predadores, buscan a sus hospederos y presas en aquellos lugares
donde estos se encuentran.

A diferencia de los pesticidas, los enemigos biológicos no dejan residuos tóxicos, ni


contaminan el medioambiente.

Hay que tener en cuenta que los enemigos biológicos no provocan desequilibrios en el
ecosistema agrícola.

Las acciones de los enemigos biológicos tiende a intensificarse cuando las gradaciones de las
plagas son más altas. Las plagas no desarrollan resistencia frente a sus enemigos biológicos.

Análisis de las distintas biodiversidades a mantener


Tal y como hemos mencionado, McNeely, define la biodiversidad como el conjunto de todas
las especies de plantas, animales y microorganismos que forman un ecosistema ya que viven
en un espacio conjunto determinado, añadiendo a la definición el abarque de su variabilidad
genética, así como al paisaje donde se ubican.

Una vez determinado este punto, habrá que determinar las mejores prácticas que favorezcan a
los componentes de biodiversidad necesarios, es decir, crear un sitio para los enemigos
naturales.

Los enemigos naturales de las plantas pueden ser: depredadores (A), es decir aquellos que se
alimentan de otros organismos; parasitoides (B), insecto que en su estado larvario parasita a
otro artrópodo utilizándolo para desarrollarse dentro o fuera de él y entomopatógenos (C), es
decir, microorganismos parásitos que matan frecuentemente al insecto huésped.

Análisis de las distintas biodiversidades a mantener

Tal y como hemos mencionado, McNeely, define la biodiversidad como el conjunto de todas
las especies de plantas, animales y microorganismos que forman un ecosistema ya que viven
en un espacio conjunto determinado, añadiendo a la definición el abarque de su variabilidad
genética, así como al paisaje donde se ubican.

Una vez determinado este punto, habrá que determinar las mejores prácticas que favorezcan a
los componentes de biodiversidad necesarios, es decir, crear un sitio para los enemigos
naturales.

Los enemigos naturales de las plantas pueden ser: depredadores (A), es decir aquellos que se
alimentan de otros organismos; parasitoides (B), insecto que en su estado larvario parasita a
otro artrópodo utilizándolo para desarrollarse dentro o fuera de él y entomopatógenos (C), es
decir, microorganismos parásitos que matan frecuentemente al insecto huésped.

A.- Depredadores. Los depredadores, son los individuos que se sustentan de otros.

Avispa depredadora

Son individuos que se alimentan de otros organismos durante su vida y activamente buscan su
alimento, este se encuentra basado en varias especies presa. Los depredadores pueden
clasificarse en:

Polifagos

Oligófagos

Monófagos
Aquellos depredadores que se alimentan de varios huéspedes, comen variedad de cosas.

Son aquellos depredadores que comen poca variedad de alimentos.

Son depredadores que únicamente pueden vivir a expensas de una especie.

Coccinélidos

Presentan actividad depredadora frente a pulgones y cochinillas. Algunos cultivos se ven


favorecidos por la presencia de esta fauna auxiliar. Como ejemplos de estos cultivos destacan:
los cítricos, las habas, cultivos de algodón, cultivos de trigo y cebada, etc.

Cantáridos

Pertenecen al Orden Coleóptera y son conocidos como escarabajos "soldados". En cuanto a su


fisiología, se caracterizan por su cuerpo alargado, de hasta unos 7 mm con élitros blandos.
Tienen actividad depredadora principalmente hacia insectos blandos como pulgones, trips,
caracoles, chinches, moscas, etc. Si se encuentra en su estado larvario, tamibén puede ejercer
la función depredadora pero esta vez a nivel terreste.

Los cultivos que se ven favorecidos por la presencia de los cantáridos son: cítricos, habas,
algodón, colza, manzano, peral, pistacho, etc.

Carábidos (Orden Coleóptera)

Debido a que viven en el suelo presentan gran sensibilidad al manejo del suelo, por lo que se
utilizan como bioindicadores del agroecosistema. Presentan actividad depredadora contra
gusanos, grillos, larvas de escarabajos, etc. Los cultivos que se ven favorecidos por su presencia
son: algodón, cultivos hortícolas, olivos y cítricos Carábidos

Sírfidos (Orden Díptera)

Son insectos que comprenden más de 300 especies que se alimentan en su fase adulta de
polen y néctar cumpliendo una función indirecta de polinizadores. Juegan un papel muy
importante en el control biológico de pulgones en numerosos cultivos. Tres de las especies
más abundantes, son Eupeodes corollae, Episyrphus balteatus y Sphaerophorioa rueppellii. Sus
larvas se alimentan de homópteros de cuerpo blando, sobre todo pulgones. Son tan voraces
que pueden llegar a consumir hasta mil pulgones durante su ciclo larvario, siendo por ello, una
de las familias más interesantes en cuanto a fauna auxiliar. A veces se confunden con el orden
Himenóptera, pero debemos observar que poseen dos alas, por lo que por su capacidad de
vuelo, les proporciona función polinizadora.

Las larvas de los sírfidos son depredadoras de otros insectos, por lo que presentan
gran interés como fauna auxiliar. A continuación se muestran algunos ejemplos de estos
insectos:

CecimónidosTambién llamados mosquitos depredadores, se alimentan fundamentalmente de


pulgones. Los cultivos que se ven favorecidos por la presencia de cecimónidos son: cítricos,
habas, algodón, colza, trigo, cebada, etc.
Clorópidos

Presentan actividad depredadora sobre pulgones de las raíces, por lo que los cultivos que se
ven favorecidos son el trigo y la cebada Taquínidos

Presentan gran actividad depredadora en estado larvario, fundamentalmente sobre polillas,


gorgojos, chinches, saltamontes, procesionarias, etc.

Múscidos

Tienen actividad depredadora contra otras moscas en estado adulto y favorece los cultivos
hortícolas, de cítricos y otros frutales en general.

Miridos (Orden Hemiptera)

Estos, en ausencia de presas, pueden producir daños. Favorecen cultivos hortícolas, cítricos,
etc., gracias a su actividad depredadora contra la mosca blanca, ácaros, trips, minadores, etc.

Nabidos (Orden Himinoptera)

Se les conoce por el nombre común de Chinches Damisela, por poseer una apariencia frágil,
aunque lejos de la realidad, pues son unos depredadores muy eficientes, que ejercen un fuerte
control sobre otros insectos, muchos de los cuales constituyen plagas para la agricultura y, por
tanto, son considerados beneficiosos para el hombre. A nivel fisiológico, se caracterizan por
unas patas delanteras muy desarrolladas que le ayudarán a atrapar a sus presas (pulgones,
mosca blanca, larvas de lepidópteros).

Crisópidos (Orden Neuroptera)

Depredadores polifagos de insectos fitógafos, de gran voracidad son muy comunes en control
biólogico. Poseen hábitos nocturnos y el género más estudiado ha sido la conocida Chrysoperla
y, aunque en menor grado, la subfamilia Chrysopinae.

Esfécidos (Orden Himinoptera)

Presentan actividad depredadora en fase larvaria y adulta. Favorece cultivos hortícolas y


frutales, olivos y cítricos.

Dentro del Orden Himenoptera destacan otros grupos de insectos por su actividad
depredadora, tales como los véspidos, los escólidos. Por su actividad parasiotoide destacan:
los bracónidos, los icneumónidos, etc.

B.- Parasitoides. Recordemos que los parasitoides serán aquellos insectos que se aprovecharán
de los recursos de otro organismo, al que parasitan, causándoles un daño y casi siempre en el
caso agrícola, la muerte.

Bracónidos (Orden Himinoptera)


La familia Braconidae es la segunda más grande del Orden Hymenoptera, formado por entre
10.000 a 40.000 especies conocidas (Sharkey, 1993; Godfray, 1994) algunas de las cuales han
sido utilizadas en programas de control biológico, sobre todo las avispas. Hay pocas especies
con capacidad fitófaga, la mayoría son parasitoides con predilecicón por formas jóvenes de
lepidopteros, coleopteros y dípteros, de la más conocida, la larva de la Ceratitis capitata. Las
hembras de avispas parasitoides, incluyendo los bracónidos, inyectan veneno a sus
hospedadores para paralizarlos ya sea temporal o de forma permanente.

Aphelinido (Orden Himinoptera)

Sus individuos son de un tamaño entre 1-2 mm, son oscuros, negros, o bien amarillos. Son
capaces de parasitar homópteros, especialmente cóccidos y aleyródidos. Algunas especies son:
Encarsia formosa y otras especies del mismo género (parasitan a aleyródidos y cóccidos),
Eretmocerus mundus y otras especies del mismo género (parasitan a aleyródidos y cóccidos),
Aphytis spp. (generalmente parasitoides de cóccidos),Encarsia perniciosi (parasitoide del piojo
de San José), Cales noacki (parasitoide de Aleurothrixus floccosus). Un ejemplo característico
es Eretmocerus mundus, que coloca el huevo bajo la ninfa, no dentro del hospedador, para
que una vez nazca, la larva penetre en el cuerpo de la mosca.

Tomisídos (Orden Aranae)

Son arañas, 100% depredadoras, con gran capacidad de camuflaje. Como cualquier arácnido,
son unos grandes bioindicadores, pues su presencia será sinónimo de una buena calidad del
agroecosistema donde se encuentran. Si se facilitan lugares con cubiertas vegetales así como
el adecuando manejo del suelo con un laboreo moderado, podemos contribuir con la
permanencia de estos artrópodos en el agroecosistema, ya que suelen refugiarse y criar en
grietas o bajo la hojarasca.

C.- Entomopatógenos. Son microorganimos causantes de enfermedades (bacterias, protozoos,


hongos).

En el caso de los hongos, la muerte del insecto puede ser provocada por la producción de
toxinas, pero también por restarle nutrientes o por la invasión física.

En el caso de las bacterias, producirán enfermedades a los insectos. En el caso de Bacillus


thuringiensis, la toxina que produce, se activa unicamente en el tracto digestivo de algunos
insectos en su estado larvario y por tanto, como beneficio, no presentará perjuicio en otras
especies. Su ciclo de vida es corta y si no es ingerido por una larva, en el plazo de pocos días
pierde su capacidad infectiva. La toxina es por tanto inocua para todos salvo las larvas objetivo
y a diferencia de muchos otros plaguicidas químicos y biológicos no daña directamente a las
orugas e insectos carnívoros que normalmente controlan las poblaciones de larvas fitófagas.

En cuanto a los nematodos, la especie con mayor eficacia para el control de larvas de
esciáridos es Steinernema feltiae, aunque otras especies como Steinernema carpocapsae y
Heterorhabditis bacteriophora, todas, con inmensa capacidad parasitaria.
Si hablamos de los virus, ejemplos de familias serán, Polydnavirus, Ascovirus, Iridovirus,
Cypovirus o Baculovirus. Cuando el insecto ingiera el virus, queda infectado. aunque podría
haber otras rutas infectivas menos probables.

Cecimónidos: También llamados mosquitos depredadores, se alimentan fundamentalmente de


pulgones. Los cultivos que se ven favorecidos por la presencia de cecimónidos son: cítricos,
habas, algodón, colza, trigo, cebada, etc. Clorópidos: Presentan actividad depredadora sobre
pulgones de las raíces, por lo que los cultivos que se ven favorecidos son el trigo y la cebada.
Taquínidos: Presentan gran actividad depredadora en estado larvario, fundamentalmente
sobre polillas, gorgojos, chinches, saltamontes, procesionarias, etc.

Las Tomisídos, son arañas, 100% depredadoras, con gran capacidad de camuflaje.

Polifagos, son aquellos depredadores que se alimentan de varios huéspedes, comen variedad
de cosas. Los oligófagos son aquellos depredadores que comen poca variedad de alimentos.
Los monófagos son depredadores que únicamente pueden vivir a expensas de una especie.

Hay que dejar muy claro que el Manejo integrado de plagas y la producción de
agricultura ecológica, son dos términos completamente diferentes, cada uno de ellos con su
regulación específica, con su normativa y con sus obligaciones y características. Son sistemas
de producción diferentes. Ambos sistemas están enfocados a conseguir alimentos de máxima
calidad nutritiva y organoléptica, haciendo un uso razonado de los recursos. Pese a esto,
también tienen diferencias, mientras que la agricultura ecológica tiene un ámbito
agropecuario, regulando y abarcando también a la ganadería, en producción integrada sólo
regula aspectos de producción vegetal.

La lucha integrada o el control integrado es considerado un sistema de gestión, que tiene en


cuenta las especies dañinas y las útiles, para el control de plagas, respetando el medio
ambiente.

Pretende compatibilizar todos los sistemas conocidos (control químico, biológico,


prácticas culturales…) de un modo racional, al coste más efectivo y respetuosos con el medio
ambiente, por lo que suele ser socialmente más aceptable.

Este sistema permite ofrecer al consumidor un producto de buena calidad comercial (calibre,
color…) y de buena calidad sanitaria, dando una gran importancia al medio ambiente. Los
problemas provocados por el uso desproporcionado y abusivo de los productos químicos como
plaguicidas y fertilizantes, los problemas que derivan de ellos para el medio ambiente, así
como los riesgos para la salud, han obligado a producir alimentos de una manera distinta, más
segura y más sostenible. Teniendo todo esto en cuenta, surgió la Producción Integrada.

Aunque es cierto que a nivel internacional, no hay un concepto único de producción integrada,
la definición más común y aceptada por la Organización Internacional de la Lucha Biológica
sería la de un sistema de explotación agraria que produce alimentos y otros productos de alta
calidad, mediante el uso de recursos naturales y de mecanismos reguladores, para reemplazar
los insumos contaminantes y para asegurar una producción agraria sostenible.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el control de las plagas ha de
reemplazarse, de forma gradual, la exclusiva dependencia de los agentes químicos (los
insecticidas) por estrategias de lucha integral que incorporen medidas de orden al medio como
la lucha biológica y otras metodologías innovadoras y sencillas.

El manejo integrado de plagas tiene una serie de ventajas, las cuales son:

Se reduce el impacto ambiental negativo, manteniéndose el equilibrio ecológico.

Ofrece una buena garantía sanitaria tanto a los agricultores como a los consumidores.

La Unión Europea y los Estados Miembros a través de medios económicos, ayudas o


subvenciones favorecen este tipo de lucha.

Se mejoran las producciones en cantidad y calidad.

Suelen reducirse los tratamientos químicos, y con ellos sus inconvenientes.

Pero también presenta inconvenientes, entre los que destacan los siguientes:

Se necesitan mallas, trampas, aparatos de medición, etc.

Es necesario un adecuado asesoramiento técnico, el cual, mediante tomas y muestreos de


datos de forma frecuente, pueda determinar el momento adecuado para realizar los
tratamientos.

La lucha química ha perdido efectividad, pues solo pueden utilizarse aquellos productos que
sean de baja toxicidad.

La lucha biológica aún carece de enemigos para todas las plagas.

Es difícil de determinar con exactitud la aparición de plagas y enfermedades.

Metodología empleada por el Manejo Integrado de plagas

Es un sistema de protección de cultivos, el cual está encaminado a conservar las plagas en


niveles que no causen perjuicio económico usando factores naturales que resulten adversos
para el desarrollo de plagas.

Control de plagas

Entre estos factores están:

Las variedades resistentes.

Agentes de control biológico.

Prácticas agronómicas.
Medidas físicas y mecánicas.

Además de aplicar la rotación de cultivos, tratamientos en mosaico y el uso de mezclas como


métodos de retrasar la aparición de resistencia, se impone (si conviene y es factible) emplear
cualquier otro instrumento disponible que, aunque él solo no controle mucho las poblaciones
de parásitos, combinados unos con otros y con los productos químicos autorizados, sí se
mejoran el control y hacen posible reducir la cantidad de parasiticidas empleados. Con ello se
disminuye el daño al medio ambiente y a los insectos beneficiosos.

Y sobre todo, disminuyen el riesgo de desarrollo de resistencia: porque los métodos no


químicos no ejercen presión de selección o porque atacan al parásito de modo totalmente
diferente a los productos químicos.

Técnicas utilizadas

Las técnicas a utilizar en la lucha integrada o control integrado son:

Métodos culturales: que son operaciones de cultivo habituales destinadas a destruir las
plagas nocivas, como por ejemplo la destrucción o conservación de las malas hierbas, según se
quiera destruir el hábitat de las plagas nocivas o conservar el de los insectos beneficiosos.

Métodos biológicos: dentro de las cuales pueden distinguirse:

La lucha microbiana: aplicación de ciertos microorganismos o productos derivados de ellos


(bacterias, hongos y virus) capaces de destruir las plagas nocivas.

Los métodos genéticos: aumento de la resistencia de la planta a determinadas plagas.

La lucha biotécnica: uso de hormonas sexuales (feromonas), para desorientar a los machos y
evitar la reproducción de las plagas nocivas.

La lucha asociada: liberación masiva de machos de una plaga a los que previamente se ha
esterilizado.

Entre los factores en Control Integrado de plagas podemos mencionar: variedades resistentes,
agentes de control biológio, prácticas agronómicas y medidas físicas y químicas.

Productos autorizados en el Manejo Integrado de Plagas

En función de la situación, se consideran varias opciones:

Los controles mecánicos: encargados de recoger los insectos de forma manual o en usar
redes u otros medios para poder excluir a diferentes plagas como pueden ser roedores o aves.

Los controles culturales: incluyen mantener el lugar libre de las condiciones que favorecen a
las plagas, por ejemplo, usar cuidadosa limpieza en lugares de almacenaje.

Los controles biológicos: pueden servir de soporte por medio de conservación de los
predadores naturales o por acrecentamiento de los mismos.
Control por incremento: consisten en la introducción de predadores naturales, ya sea por
inundación o por inoculación

Control por inundación: busca inundar el local con una población alta del depredador de la
plaga.

Control por inoculación: usa un número menor de predadores de la plaga para suplementar a
una población ya existente.

Los controles químicos: incluyen aceites o la aplicación de pesticidas, ya sean insecticidas o


herbicidas. Los programas de control integrado usarían, preferentemente, pesticidas derivados
de plantas o de otros materiales naturales.

La agricultura ecológica al igual que la producción integrada tiene como uno de sus principios
respetar el suelo para no restarle fertilidad. Por ello, hay diferencias significativas. En el caso
de PI está permitido el uso de todo tipo de fertilizantes (aunque se recomienda su uso muy
restringido y casi nulo si tenemos fauna auxiliar incorporada de manera intencionada),
mientras que la AE solo se podrán usar los productos autorizados. Es por esto, que en AE la
fertilización del suelo se realice con leguminosas, estiércol ecológico, abonos verdes y de
manera excepcional con algún producto contemplado en el anexo II del reglamento. Mientras
que la AE limita el uso de nitrógeno, en PI se obliga a programas y documentar los programas
de fertilización. Mientras que la AE no regula ninguna práctica agrícola excepto tratamientos y
fertilizantes, la PI obliga a la realización de determinadas prácticas agronómicas y la
prohibición de otras.

En cuanto a los fitosanitarios, mientras que la AE no permite el uso de fitosanitarios y fomenta


las medidas de rotación, selección de variedades, etc., salvo que haya una peligro grave de
plaga que se podrían usar de manera excepcional los productos autorizados, en PI sí se
permite el uso de fitosanitarios, igualmente regulados y si se ha superado el umbral de
tolerancia mínima (umbral de plaga o enfermedad).

Agrupaciones para el Tratamiento Integrado en Agricultura (ATRIAS)

Las Agrupaciones para el Tratamiento Integrado en Agricultura (ATRIAS) reciben aquellas


recomendaciones que son necesarias sobre cómo se debe actuar contra las enfermedades y
plagas de las plantas en el momento exacto del ciclo de cultivo. Los productores tienen que
agruparse en estas ATRIAS y además, tener un técnico responsable.

Son las personas jurídicas instituidas por agricultores cuya finalidad es desarrollar el respeto y
cuidado del medio ambiente así como la seguridad del consumidor y el fomento de la lucha
integrada contra las plagas de los diferentes cultivos.

Los requisitos a cumplir son:

Tener personalidad jurídica propia y capacidad de contratar.

Agrupar a un mínimo de 10 agricultores titulares de explotaciones.

Disponer de un servicio técnico de asesoramiento según indica la orden.

Disponer de Estatutos de funcionamiento.


Agrupaciones para la Producción Integrada en Agricultura (APIs)

Las Agrupaciones para la Producción Integrada en Agricultura (APIs) reciben ayudas dirigidas a
la promoción y fomento de las agrupaciones de productores.

Tener personalidad jurídica propia y capacidad de contratar.

Agrupar a un mínimo de 10 agricultores titulares de explotaciones.

Disponer de un servicio técnico de asesoramiento según indica la orden.

Disponer de Estatutos de funcionamiento.

Agrupaciones para la Producción Integrada en Agricultura (APIs)

Las Agrupaciones para la Producción Integrada en Agricultura (APIs) reciben ayudas dirigidas a
la promoción y fomento de las agrupaciones de productores.

Los controles culturales: incluyen mantener el lugar libre de las condiciones que favorecen a
las plagas, por ejemplo, usar cuidadosa limpieza en lugares de almacenaje.

Biotipo Es la forma típica que posee la planta y que se considera como modelo de su especie o
variedad. También se considera biotipo a la forma de desarrollo que manifiesta adaptaciones
ecológicas acusadas.

Según la clasificación realizada por Raunkjaer, en el año 1934, se pueden clasificar las malezas
en los siguientes biotipos atendiendo a la posición de las yemas que perduran tras producir las
semillas:

Terófitos. Son plantas anuales, que se caracterizan porque su parte vegetativa muere tras
producir las semillas. Completa su ciclo de vida en un año y el periodo desfavorable lo pasan
en forma de semillas. Existen varios subtipos: cespitosos, escapíferos, repentes, rosulados o
suculentos.

Geófitos. A este grupo pertenecen una serie de plantas perennes, cuya parte aérea muere en
condiciones desfavorables, quedando sólo el órgano subterráneo (bulbos, rizomas, raíces
engrosadas, etc.).

Hemicriptófitos. Incluye plantas perennes, cuyas partes aéreas se reducen considerablemente


en el periodo desfavorable. En este periodo se pueden observar yemas de reemplazo a ras de
suelo. Se clasifican en: rosulados, cespitosos, erguidos o ascendentes.

Caméfitos. Plantas leñosas o herbáceas, perennes, con yemas de resistencia. Altura inferior a
0,5 m por encima del suelo. Dentro de ellos se pueden clasificar en: caméfitos, fruticosos,
sufruticosos, pulviniformes, rastreros, suculentos y graminoides.

Fanerófitos. Son plantas leñosas o herbáceas que presentan yemas de reemplazo en el periodo
desfavorable a una altura superior a 0,5 m por encima del suelo.

Megafanerófitos: yemas a más de 30 m del suelo.


Macrofanerófitos: yemas a una distancia de entre 8 y 30 m del suelo.

Mesofanerófitos: yemas a una distancia de entre 2 y 8 m del suelo.

Nanofanerófitos: yemas situadas entre 0,5 y 2 m del suelo.

Fanerófitos lianoides: plantas trepadoras que utilizan otro fanerófito como soporte.

Fanerófitos suculentos. plantas normalmente leñosas que viven varios años, con las yemas a
más de 25 cm de distancia del suelo.

Lianas. Incluyen especies de plantas que germinan en el suelo pero requieren de otros
vegetales u objetos inertes para alcanzar la luz.

Epifitos. Son plantas que germinan sobre otras plantas sin parasitarlas.

Terófitos. Son plantas anuales, que se caracterizan porque su parte vegetativa muere tras
producir las semillas. Completa su ciclo de vida en un año y el periodo desfavorable lo pasan
en forma de semillas. Caméfitos. Plantas leñosas o herbáceas, perennes, con yemas de
resistencia. Altura inferior a 0,5 m por encima del suelo. Dentro de ellos se pueden clasificar
en: caméfitos, fruticosos, sufruticosos, pulviniformes, rastreros, suculentos y graminoides.
Lianas. Incluyen especies de plantas que germinan en el suelo pero requieren de otros
vegetales u objetos inertes para alcanzar la luz.

Además, la mayoría son plantas hospedadoras de insectos y patógenos que resultan


dañinos para las plantas de los cultivos. Debido a la enorme cantidad de malas hierbas que
existen y a la práctica imposibilidad de catalogar dichas plantas, ha surgido una ciencia hace
relativamente poco tiempo, que se conoce con el nombre de Malherbología.

Las malas hierbas pueden ser clasificadas de diversas formas:

Atendiendo a su ciclo de vida pueden ser:

Anuales: completando el ciclo en un año.

Bianuales: completando el ciclo en dos años.

Perennes: permaneciendo en el suelo varios años.

Atendiendo a su biología y forma de reproducirse:

Las que sólo tienen reproducción por semillas.

Las hierbas perennes, cuya reproducción es por semillas y por brotación de yemas.

Las hierbas perennes, cuya reproducción es solo por órganos vegetativos.

Dependiendo de su comportamiento ante los herbicidas:

De hoja estrecha, con las yemas cubiertas por una vaina.


De hoja ancha, con las yemas no cubiertas.

Técnicas de control de hierbas adventicias.

Para reducir al máximo el uso de los herbicidas, se proponen varios métodos preventivos de
control:

1.- Utilización de acolchado. Entendiendo por acolchado a la cubierta que se puede colocar
sobre el terreno con la intención de controlar el desarrollo de las malas hierbas. Esto impediría
que incida la luz sobre esta vegetación, repercutiendo de manera negativa en su germinación y
crecimiento. Esta técnica, tiene una serie de ventajas e inconvenientes que podrían
determinarse en:

Ventajas:

Ahorro de agua.

Mejora de la estructura del suelo.

Mejora las técnicas de laboreo.

Inconvenientes:

Método caro.

Uso de material contaminante como plásticos.

Resistencia.

Pueden ser refugio de plagas.

Más problemas con hongos por favorecer la humedad.

2.- Utilización de variedades adaptadas. Hay variedades locales que resisten muy bien la
competencia de la flora adventicia y además, puede ayudarse también con distintos tipos de
poda o variando los marcos de plantación. Ejemplo, los cereales de caña larga, proporcionan
más sobra que los de caña corta, ayudando a impedir la germanización de las malas hierbas.

3.- Realización de trasplante. Así nos aseguramos que cuando la planta llega al suelo, ya tiene
cierta fuerza para competir por los recursos del suelo (agua, nutrientes, luz...). El trasplante
debe hacerse en el momento adecuado y con el terreno previamente tratado.

4.- Realización de rotaciones. Realizando rotaciones evitamos que la flora adventicia se


especialice y así, de manera indirecta evitamos plagas asociadas. Podemos jugar con las alturas
y características del cultivo, además, intentando romper los ciclos de esta flora. Se recomienda
que en las rotaciones se incorpore abonado verde que nos haga recuperar en el suelo las
características iniciales.
5.- Asociación de cultivos. Cultivar varias plantaciones diferentes nos puede ayudar a evitar la
aparición de esta molesta vegetación, habrá más competencia y menos superficie. Además
podemos ir proporcionando al suelo por un lado, lo que le restamos por otro. Ejemplo, las
leguminosas mezcladas con cultivos herbáceos, pueden proporcionar al suelo el nitrógeno que
este cultivo le resta.

6.- Prácticas de siembra. Si por ejemplo, se aumenta la densidad de siembra, quedará menos
superficie libre y si además, disminuimos las distancias entre líneas, se pueden favorecer las
labores. También se pueden realizar siembras tardías o tempranas, evitando así que las
primeras etapas del cultivo coincidan con la eclosión de las adventicias.

7.- Control biológico. Consiste en favorecer el crecimiento y desarrollo de fauna auxiliar que
nos puede ayudar a controlar la vegetación si por ejemplo, la parasita.

Se conocen, comúnmente, como mala hierba y es cualquier especie vegetal que crezca
de forma silvestre en una zona cultivada, es decir, en cultivos agrícolas o en jardines.

Estas plantas interfieren con la actividad humana en áreas cultivadas y no cultivadas. Son
consideradas por los agricultores y jardineros como molestas y pueden llegar a impedir el
crecimiento de otras especies. Esto se debe a que compiten con las demás especies,
generalmente con los cultivos, por los nutrientes del suelo, el agua y la luz. En agricultura
ecológica estas plantas podrían llegar a ser beneficiosas y sólo se trataran cuando supongan un
problema de rendimiento en la producción.

A lo largo de la presente unidad didáctica, conoceremos las principales características de la


flora arvense, así como su manejo.

Objetivos

Analizar el término planta arvense, así como su origen, dispersión y variabilidad.

Conocer el término biotipo, así como sus principales características.

Identificar los aspectos de la biología reproductiva.

Descripción de los puntos que vamos a ver en la unidad La Flora Arvensa y su manejo.

Concepto, orígen, dispersión y variabilidad.

Biotipos.

Aspectos de su biología reproductiva.

Planta arvense o maleza (comúnmente mala hierba) a cualquier especie vegetal que crece de
forma silvestre en una zona cultivada, es decir, en cultivos agrícolas o en jardines.

Estas plantas interfieren con la actividad humana en áreas cultivadas y no cultivadas.


Prácticamente se considera mala hierba a cualquier especie vegetal que crezca y prolifere en
un lugar donde no es deseable. Tal es el caso de la menta, que aunque es una planta aromática
se considera mala hierba o planta arvense por ejemplo en praderas de césped.
mala hierba Generalmente crecen con especial vigor ya que en la mayoría de los casos son
especies endémicas muy adaptadas al medio y con gran capacidad de proliferación y
dispersión. Son consideradas por los agricultores y jardineros como molestias y pueden llegar a
impedir el crecimiento de otras especies. Esto se debe a que compiten con las demás especies,
generalmente con los cultivos, por los nutrientes del suelo, el agua y la luz. Al período de
tiempo en el que las malezas suponen un problema grave con pérdidas económicas por la
disminución en los rendimientos se le denomina, período crítico de competencia. En estos
casos,

Las malas hierbas crean, principalmente, los siguientes daños en los cultivos y cosechas:

Disminuyen parte del agua, luz y alimentos o nutrientes del cultivo.

Transmiten plagas y enfermedades.

Impiden la realización de algunas labores agrícolas.

Disminuyen la calidad y rendimiento del cultivo.

Por otro lado, hay ocasiones en las que las malas hierbas pueden ser beneficiosas:

Porque son huéspedes de insectos, bacterias y hongos que pueden controlar algunos
patógenos.

Por favorecer la infiltración de agua, al hacer canales en el suelo, disminuir las escorrentías y
evitar la erosión del suelo.

Por convertirse en nutrientes para el suelo cuando mueren.En un cultivo pueden aparecer
las malas hierbas en cualquier época del año.Hay algunas que tienen la posibilidad de producir
una gran cantidad de semillas, por lo que invaden rápidamente la zona de cultivo. Son las
llamadas malas hierbas oportunistas.

Otras, en cambio, producen poca cantidad de semillas, pero éstas son latentes (capaces de
permanecer en el suelo un tiempo antes de germinar), y además lo hacen de manera
escalonada en el tiempo, por lo que su persistencia en el cultivo es larga. Estas malas hierbas
se conocen como persistentes.

Plantas adventiciasEn las distintas zonas geográficas y climáticas, las malas hierbas se
distribuyen según el tipo de cultivo, dependiendo de las características que tenga la zona de
cultivo, como el pH del suelo, la textura, la humedad, etc. Por tanto, en una misma zona
geográfica las malas hierbas más abundantes de un cultivo serán siempre de la/s misma/s
especie/s. Esto no significa que no existan otras especies distintas, sino que las que más
abundan son siempre las mismas.Para combatir las malas hierbas se pueden usar varios
métodos, agrupados según su finalidad concreta o forma de combatirlas:

Métodos preventivos Son acciones llevadas a cabo para evitar que las semillas de malas
hierbas se propaguen por la zona de cultivo.

Métodos agronómico También conocidos como métodos culturales, son la rotación de


cultivos, densidad de plantación, fertilización, etc.
Método físico Son métodos que impiden la propagación de las malas hierbas, debido a
barreras físicas en aquellos factores que las potencian. Entre ellos destacan el laboreo o el
acolchado.

Métodos químicos Al no estar permitidos los herbicidas de síntesis, la intención es que se


pueda convivir con ellas, por lo que sólo se actúa cuando el rendimiento de nuestra
producción se ve afectado por su presencia a nivel económico. Siendo el tratamiento mediante
técnicas de sola rización, tratamientos térmicos o control mecánico entre otros.

Las malas hierbas están caracterizadas por su persistencia, por su elevada capacidad
de dispersión, y por ser muy competitivas. Disminuyen el rendimiento del cultivo, interfieren
con estructuras agrarias, como canalizaciones de agua, o en los procesos de cosechado y
comercialización.

En todo sistema de cultivo se realizan operaciones para el control de las malezas, como por
ejemplo las técnicas de preparación de la tierra y el cultivo en hileras. En agricultura ecológica
se requieren de otros medios ya que, por ejemplo, el uso de químicos no está permitido y
además se limitan mucho las operaciones de labranza.

Esta flora espontánea puede actuar como refugio de fauna auxiliar, aportar materia orgánica al
suelo, favorecer que el suelo no sufra erosión e, incluso, ayudar a la conservación del paisaje.
Por todo esto, no debe verse a este tipo de flora como una amenaza a erradicar por completo,
pues la intención en agricultura ecológica, es tratarla sólo cuando pueda suponer pérdidas
significativas en el rendimiento del cultivo.

El manejo integrado de malezas constituye un sistema sostenible que utiliza diferentes


estrategias para reducir el impacto de las malezas a un nivel aceptable económicamente. Se
está llevando a cabo desde hace relativamente poco tiempo, ya que se utilizaban,
principalmente, herbicidas que eran bastante efectivos. La principal meta de este manejo de
las malezas es reducir el movimiento de las semillas en el suelo.

Para ello hay dos enfoques predominantes:

Métodos preventivos: utilizar semillas limpias y libres de semillas de malezas. Evitar la entrada
de maquinaria que venga de campos con alta presencia a campos con baja presencia, etc.

Técnicas de control de presiembra y postsiembra de cultivos: rotación de cultivos,


intercalado de cultivos, control manual de la maleza, control mecánico y uso de herbicidas.

Estas plantas interfieren con la actividad humana en áreas cultivadas y no cultivadas.


Prácticamente se considera mala hierba a cualquier especie vegetal que crezca y prolifere en
un lugar donde no es deseable. Tal es el caso de la menta, que aunque es una planta aromática
se considera mala hierba o planta arvense por ejemplo en praderas de césped.

El manejo integrado de malezas constituye un sistema sostenible que utiliza diferentes


estrategias para reducir el impacto de las malezas a un nivel aceptable económicamente.

Algunas de las llamadas malas hierbas son capaces de reproducirse de manera vegetativa, de
manera complementaria a la reproducción por semillas, haciéndoles esta característica
especialmente difíciles de controlar. Algunas de las más típicas serían Cyperus rotundus
(juncia), Sorghum halepense (cañota), y Cynodon dactylon (grama). Estas hierbas con sistema
"doble" de reproducción pese a tener una gran capacidad reproductiva, también presentan
una gran vulnerabilidad en los primeros estados fenológicos, por lo que debería ser ahí cuando
los sistemas de erradicación, serían más efectivos. Por ello, el laboreo realizado de manera
incorrecta, puede acabar favoreciendo la proliferación de éstas incluso, si los métodos de
control se realizaran tras el laboreo, reducirá considerablemente el número de plantas.

Lo más utilizado en Agricultura ecológica para el control de malezas es el manejo integrado y


para ello es necesario conocer bien la biología y el comportamiento de estas plantas. Para ello
hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

Hay que identificar las malezas y su nivel de presencia.

Conocer la biología y ecología de las especies de plantas arvenses predominantes.

Conocer los efectos competitivos de dichas plantas.

Utilizar un control efectivo, viable económicamente y seguro para el medio ambiente.

El éxito de las malezas se debe principalmente a las siguientes características que


presentan:

1.- Largo periodo de latencia.

2.- Alta capacidad dispersiva.

3.- Gran diversidad genética.

4.- Elevada velocidad reproductiva.

5.- Crecimiento rápido.

6.- Gran capacidad para sobrevivir y reproducirse en condiciones hostiles.

7.- Enorme capacidad colonizadora e invasora.

Las fases del desarrollo de las malezas o plantas arvenses se conocen con el nombre de “ciclo
ontogénico” y consta de dos estadios: el estadio vegetativo y el reproductivo. El estado
vegetativo corresponde a la parte del desarrollo del individuo, es decir, se refiere a la
formación de los órganos especializados de la planta. El estado reproductivo corresponde a la
fase del ciclo que presenta como función básica asegurar la preservación de la especie.

A continuación se describen con mayor detalle cada fase o estadio:

El vegetativo a su vez se divide en las siguientes fases:

Fase de embriogenia: consiste en la formación del embrión tras la fecundación. El embrión


se encuentra formado por dos cotiledones y el eje embrionario.

Fase seminal: procesos que conllevan a la formación y diferenciación de la semilla.

Fase de germinación: consiste en la germinación de la semilla (cuando encuentra


condiciones favorables).

Fase de plántula: tras la germinación se inicia el desarrollo del individuo, nombrado aquí
como plántula.

El estadio reproductivo comprende las fases que se citan a continuación:


Fase adulta: esta fase comprende el desarrollo reproductivo, incluyendo la floración y
fructificación.

Fase de senectud: procesos de disminución del poder de productividad de la planta.

En cuanto a la reproducción de las malezas, éstas pueden llevarla a cabo mediante dos
mecanismos diferentes. La reproducción sexual es la más común y se producen un gran
número de semillas viables en función de la especie, tamaño y condiciones del crecimiento de
la planta.

En la reproducción asexual tienen gran importancia la presencia de yemas, que consisten en


un acumulo de células meristemáticas en el ápice de las ramas o a lo largo del eje caulinar.

En cuanto a la reproducción de las malezas, éstas pueden llevarla a cabo mediante dos
mecanismos diferentes. La reproducción sexual es la más común y se producen un gran
número de semillas viables en función de la especie, tamaño y condiciones del crecimiento de
la planta.

En Producción Ecológica, la biodiversidad es un aspecto primordial a considerar, por un lado


las funciones y por el otro, por el mantenimiento de equilibrios necesarios en cuanto a la
sostenibilidad de la producción agraria, haciendo uso de la filosofía de una producción de
calidad sin afectar de manera negativa a los ciclos naturales del propio ecosistema. El
mantenimiento de esta biodiversidad nos proporcionará ventajas como:

-Prevenir que haya erosión en el suelo.

-Un mayor rendimiento en cuanto al uso del agua.

-Fomentar la fauna útil.

-Mejorar el manejo de las malas hierbas.

-Optimización del paisaje.

La asociación de cultivos, mencionada con anterioridad además de los beneficios al suelo ya


citados, tiene otros con respecto a la fauna auxiliar, pues al crearse diferentes microclimas
según la flora presente va a facilitar el alimento, el refugio y los lugares de reproducción de
nuestra fauna útil. Con ello, va a dificultar la propagación de cualquier plaga por el cultivo al
mentenerse en "equilibrio".

El objetivo principal es ayudar y fomentar la presencia de la fauna auxiliar que de manera


natural ya vive en la zona. Por ello, la intención de conservación debe estar presente cuando
vayamos a definir las prácticas culturales que vamos a realizar. Para el buen
acondicionamiento de las especies autóctonas hay algunos consejos como mantener las
cubiertas vegetales, que van a ayudar a la proliferación de la fauna auxiliar beneficiosa ya que
le van a servir de refugio y alimento; los setos en los entornos de la parcela, así como las
plantas refugio.

A parte de la asociación, la rotación de cultivos, otra técnica ya mencionada por su valor


medioambiental, pretende potenciar la fauna útil o beneficiosa mediante el control de plagas y
enfermedades. Al estar asociadas normalmente las plagas a unos cultivos, la rotación, va a
interrumpir sus ciclos con el consiguiente aporte positivo para la auxiliar.

El control biológico va a estar basado en el uso de enemigos naturales de las plagas para
erradicarlas. Los programas de control biológico están basados, fundamentalmente, en la
presencia espontánea de los enemigos naturales dentro del cultivo. Para realizar un adecuado
control biológico es importante identificar las plagas y sus síntomas, así como a los otros
insectos que pueden ser depredadores o parasitoides de las plagas, denominados insectos
auxiliares, y conocer métodos para conservarlos o introducirlos.

Los enemigos naturales más efectivos son aquellos capaces de regular y controlar la
densidad de población de una plaga por debajo del umbral económico establecido para cada
cultivo. Pueden ser autóctonos o introducidos artificialmente.

Se pueden clasificar en tres grandes grupos :

Depredadores Son en su mayoría insectos que, en su estado de larva o de adulto, se alimentan


de otros insectos de distinta especie, atacando a varias presas a lo largo de su vida. Entre ellos
se encuentran los dípteros, heterópteros, ácaros….

Parasitoides Son organismos que se desarrollan en su estado de larva dentro o sobre otro
insecto, como por ejemplo los himenópteros. Otro grupo muy importante lo constituyen los
nematodos. También hay numerosos microorganismos que causan enfermedades a los
insectos (bacterias, protozoos, hongos).

Estomopatogeno Son organismos tales como virus, protozoos, bacterias, nematodos u hongos
capaces de producir enfermedad al insecto plaga.

Además de los insectos auxiliares, el ganado avícola o aves de corral como gallinas, ocas y
patos, pueden servir como aliados para controlar las plagas de los cultivos. También se podrá
facilitar la presencia de pájaros insectívoros, manejándolos de forma adecuada para evitar que
causen daños en el propio cultivo. Estos animales pueden controlar de forma natural las larvas
y adultos de insectos, caracoles, etc.

Otro factor que favorece el control biológico es la implantación de setos vivos, los
cuales fomentan la fauna beneficiosa ofreciendo refugio y alimento a la fauna auxiliar,
favoreciendo por tanto el control biológico natural, siendo más importante cuanto mayor sea
el número de especies de plantas que intervengan en el seto.

En definitiva, se puede decir que el control biológico en las explotaciones ecológicas es un


punto crucial ya que, al no usar biocidas en dichas explotaciones, el suelo cuenta con una gran
biodiversidad que va a proteger contra las agresiones externas que puedan sufrir tanto los
animales de ganado como sus alimentos.

Depredadores: Son en su mayoría insectos que, en su estado de larva o de adulto, se


alimentan de otros insectos de distinta especie, atacando a varias presas a lo largo de su vida.
Entre ellos se encuentran los dípteros, heterópteros, ácaros…. Parasitoides: Son organismos
que se desarrollan en su estado de larva dentro o sobre otro insecto, como por ejemplo los
himenópteros. Entomopatógenos: Se trata de microorganismos que causan enfermedades a
los insectos (bacterias, protozoos, hongos). El grupo más importante lo constituyen los
nematodos.
La lucha biológica Consiste en la utilización de organismos vivos, su comportamiento
natural, o ciertos productos derivados de ellos, para evitar o reducir los daños causados por
plagas a los cultivos. En resumen, una plaga que ataca a un cultivo será atacada, a su vez, por
un depredador.

El control biológico se está llevando a cabo recientemente, aunque está en pleno crecimiento.
Tiene gran importancia en el control de plagas dentro de invernaderos.

A lo largo de la presente unidad didáctica conoceremos la importancia de la lucha biológica, así


como sus principales características.

Objetivos

Conocer el término “lucha biológica”, así como sus ciclos y fases.

Analizar las diferentes estrategias de control.

Identificar los principales métodos de lucha biológica.

Descripción de los puntos que vamos a ver en la unidad La Lucha Biológica.

Ciclos y fases biológicas

Estrategias de control

Métodos de lucha biológica

esumen, una plaga que ataca a un cultivo será atacada, a su vez, por un depredador.

El control biológico se está llevando a cabo recientemente, aunque está en pleno


crecimiento. Tiene gran importancia en el control de plagas dentro de invernaderos.

Las especies que van a tener mayor potencial de uso en programas de control biológico serán
aquellas en las que otros insectos constituyan una parte fundamental de su dieta. Aquí se
incluyen los insectos entomófagos, que pueden clasificarse en depredadores y parasitoides.

Los adultos y las fases inmaduras de entomófagos depredadores son de vida libre y consumen
las mismas presas. Por el contrario, los inmaduros de parasitoides se desarrollan a expensas de
los huéspedes mientras que los adultos son de vida libre.

Los insectos forman la clase zoológica de mayor número, causantes del mayor número de
plagas y por tanto, las que tienen más capacidad de daño en los cultivos. Suelen clasificarse en
órdenes tal y como se detalla a continuación:

1.- Ortópteros (ejemplo: saltamontes y grillos).

2.- Coleópteros (ejemplo: gorgojos y escarabajo).

3.- Himenópteros (ejemplo: gusano del peral, barrenadores).

4.- Lepidópteros (ejemplo: procesionaria del pino y gusano gris).

5.- Dípteros (ejemplo: mosca de la fruta o del olivo).

6.- Heterópteros (ejemplo: chinche verde).

7.- Homópteros (ejemplo: pulgones y mosca blanca).


8.- Tisanópteros (ejemplo: trips).

9.- Neurópteros (ejemplo: crisopa).

Los órdenes de insecos más utilizados para control biológico son los Himenópteros y los
Dípteros.

Reproducción y desarrollo de Himenópteros

Se pueden encontrar diferentes tipos de especies en función de su forma de reproducción:

Teloitocas: especies exclusivamente partenogénicas. La progenie está formada únicamente por


hembras.

Deuterotocas. Son especies partenogénicas que ocasionalmente producen machos.

Arrenotocas. Facultativamente partenogénicas. Los huevos fertilizados originan hembras y


los no fertilizados originan machos.

Teloitocas: especies exclusivamente partenogénicas. La progenie está formada únicamente por


hembras. Deuterotocas. Son especies partenogénicas que ocasionalmente producen machos.
Arrenotocas. Facultativamente partenogénicas. Los huevos fertilizados originan hembras y los
no fertilizados originan machos.

La puesta de huevos y el desarrollo de los parasitoides pueden iniciarse desde la etapa del
huevo del huésped y terminar en la misma o cualquier etapa posterior. De este modo, existen
parasitoides de huevos; parasitoides huevo-larva o huevo-ninfa;

parasitoides de larva; parasitoides larva-pupa; parasitoides de pupa y parasitoides de adulto.

Los parásitos pasan por varias fases antes de convertirse en adulto con la particularidad,
además, de que en cada fase, puede no parecerse a las anteriores. Además hay ciclos distintos
en función de los estadíos por los que pase.

Existen unos factores o parámetros a tener en cuenta en cuanto a la biología de los insectos y
que van a determinar cómo y cuándo se debe tratar una plaga. Algunos de ellos son:

1.- Fase biológica. Se puede mencionar aquí el ejemplo de las cochinillas que deben combatirse
en su estado de fase favaria, impidiendo que lleguen a estados adultos, ya que la hembra
adulta resulta muy difícil de erradicar por su resistencia.

2.- Hábitos y lugar en el que pasa cada una de las fases de su vida. En este caso, el barrenillo
nos sirve de ejemplo, ya que es un insecto que pone los huevos en maleza como ramas caídas,
leña o madera.

3.- Voracidad y hábitos alimenticios. El escarabajo picudo por sus características de


nocturnidad, durante el día se mantiene oculto en el suelo, siendo útil el tratamiento al
atardecer.

Una particularidad común de los insectos es su gran capacidad de multiplicación, sobre todo
aquellos con varias generaciones al año. Esta capacidad puede estar condicionada por la
temperatura, humedad, luz, parásitos... variando mucho la incidencia de una plaga según la
zona. Otros casos necesitan mucho más tiempo para la reproducción, como podría ser el caso
de los gusanos blancos, que necesitan hasta 3 años para conseguir su estado adulto.

Ciclos biológicos de las avispas parásitas.


Las avispas constituyen el grupo más numeroso de parásitos de plagas.

Las superfamilias Ichneumonoidea y Chalcidoidea abarcan el mayor número de especies. Con


menor importancia figuran las superfamilias Proctotrupoidea, Bethyloidea, Cynipoidea,
Chrysidoidea, Scolioidea y Sphecoidea. Las avispas adultas se alimentan de néctar y
exudaciones de plantas. Pero también hay especies cuyas hembras se alimentan de los líquidos
que salen de las heridas del hospedero. Estas heridas las causa el parásito con el ovipositor
para ovipositar o simplemente para alimentarse.

Superfamilia Ichneumonoidea

1 Aphidius.

2 Larva de Trioxys en cuerpo de pulgón.

3 Lysiphlebus en proceso de parasitación.

4 Cuerpo de pulgón con perforación y salida de Aphidius.

5 Colonia de pulgones parasitados.

6 Adulto de Aphelinus emergido del cuerpo del pulgón.

Superfamilia Chalcidoidea

Los chalcidoideos constituyen el grupo más numeroso de avispas parásitas muchas de las
cuales tienen gran importancia económica. La mayoría son avispas de tamaño pequeño a muy
pequeño, oscuras, con reflejos metálicos amarillos, algunas especies con variaciones
estacionales de color; son parásitos de huevos, larvas o pupas; ocasionalmente de adultos; sus
hospederos son principalmente lepidópteros, homópteros, dípteros, coleópteros e
himenópteros.

1 Apanteles, parasitoide del gusano de la col y otras orugas.

2 Campoletis, parasitoide del gusano bellotero del algodonero.

3 Macrocentrus en acto de parasitación.

4 Leurinion primum parasitoide del gusano perforador de la hoja del algodonero.

5 Ophion parásitos de orugas de noctuidos.

6 Habrocytus cercealellae parasitoide de huvos de la polilla de los cereales.

7 Brachymeria, parasitoide de lipidópteros.

8 Iphaulax, parasitoide del barreno de la caña.

9 Apsilophrys oeceticola, parasitoide del gusano minador y pegador de la hoja de camote.

10-11 Euplectrus adulto y larvas ectoparásitas de gusanos noctuidos.

12 Rogas gossypii, pupa dentro del gusano de hoja del algodonero.

1 Trichogramma brasiliensis, parasitoide de huevos de Heliothis.


2 Telenomus remus, parasitoide de huevos de cogollero y otro noctuidos.

3 Tetrastichus, parasitoide de huevos de escarabajos.

Ciclo biológico de arañas predadoras.

Las arañas constituyen una clase de insectos predadores muy general. Algunas especies cazan
sus presas directamente, mientras que otras lo hacen por medio de sus telarañas. La
importancia práctica de las arañas no está bien definida. Es posible que las telarañas atrapen
un mayor número de insectos benéficos debido a su mayor movilidad, y que los cazadores
directos destruyen más insectos fitófagos, precisamente por que éstos son más lentos. En la
actualidad, hay una tendencia a atribuirle un rol más importante que en el pasado.

1 Anyphaenidae.

2 Gnaphosidae.

3-4 Salticidae o araña saltadora.

5 Clubionidae.

6 Lycosidae o araña lobo.

7 Oxyopidae.

8 Thomisidae o araña cangrejo.

9 Tetragnathidae.

10 Therdiiae (telearaña asimétrica).

11 Araneidae (telearaña asimétrica).

12 Linyphiidae (tejedoras diminutas).

El Control Biológico podemos definirlo como el uso de organismos vivos por el ser humano
para reducir la presencia de una plaga por debajo del umbral de daño. Este umbral, una vez
superado, es necesario reducirlo pues se están produciendo pérdidas económicas. Dicho
umbral puede afectar en función de:

- Características propias del cultivo como la variedad, edad, estado fisiológico, etc.

- El clima, suelo u otras características geográficas.

- Técnicas de cultivo (densidad, poda, rotación).

- Plagas.

- Algunos factores socioeconómicos como el precio de las cosechas.

El control biológico de plagas, va a ser, en función del tipo de organismo que combata la plaga:
lucha macrobiológica (depredadores y parasitoides) o bien, lucha microbiológica (virus,
bacterias, hongos).
La naturaleza es la fuente principal de éstos, de ahí que se conozcan con el nombre de
enemigos naturales. Aparecen de manera espontánea en cultivos de exterior donde no se
utilizan pesticidas.

Las explotaciones administradas por las normas de agricultura ecológica, suelen ser las más
beneficiadas en cuando a enemigos naturales se refiere, favoreciendo los reservorios para su
asentamiento.

Entre las ventajas del empleo de enemigos naturales, destaca el ciclo vital de estos animales, el
cual suele ser más rápido, así como su reproducción, la cual suele ser más abundante. No
obstante, cuando la población de plaga es muy elevada, los deterioros en las plantas se hacen
inevitables, y la eficacia de la lucha disminuirá. Por eso, es de vital importancia el momento en
el cual se realiza la suelta. Nunca se debe esperar a la superpoblación para actuar.

A continuación se van a explicar algunas de las técnicas o métodos de lucha biológica más
empleados. Hay tres estrategias en cuanto a la utilización de esta fauna auxiliar positiva:
control clásico, por aumento y por conservación.

A. Control biológico clásico.

También llamado por importación, consistiría en la posibilidad de regular una plaga exótica (es
decir, que no es originaria del lugar donde se encuentra) mediante la introducción de
enemigos naturales del mismo lugar de origen que la plaga detectada. Es muy importante
compensar los beneficios o perjuicios que pueda acarrear la introducción de estos enemigos
naturales, por lo que se hace muy necesarios estudios ecológicos previos para evaluar posibles
problemas que ocasionara.

B. Control Biológico por aumento.

Consiste en aumentar la población de esta fauna natural, de manera artificial. La introducción


suele ser inoculativa o inundativa. En el primero caso, la suelta se realiza con una periodicidad
establecida y va a durar todo el cultivo, para que consigan su multiplicación y consiguiente
control de la plaga que está causando el daño. Este control será durante un tiempo
determinado, pero no permanente. En invernadero, por ejemplo, suele ser el método más
utilizado.

Si la liberación es masiva desde el primer momento, para que ellos mismos ya como adultos,
controlen la plaga, sería el caso de control biológico inundativo.

C. Control Biológico por conservación.

En este caso, el objetivo principal es ayudar y fomentar la presencia de la fauna auxiliar que de
manera natural ya vive en la zona. Por ello, la intención de conservación debe estar presente
cuando vayamos a definir las prácticas culturales que vamos a realizar. Para el buen
acondicionamiento de las especies autóctonas hay algunos consejos como mantener las
cubiertas vegetales, que van a ayudar a la proliferación de la fauna auxiliar beneficiosa ya que
le van a servir de refugio y alimento; los setos en los entornos de la parcela, así como las
plantas refugio.

Por las características comentadas, ésta es la técnica más respetuosa con el medio ambiente
de las tres, pero podría ser más costosa y necesita más duración el tiempo.

Control Biológico por conservación: En este caso, el objetivo principal es ayudar y fomentar la
presencia de la fauna auxiliar que de manera natural ya vive en la zona. Por ello, la intención
de conservación debe estar presente cuando vayamos a definir las prácitcas culturales que
vamos a realizar.

Al margen de la técnica utilizada, la suelta siempre se deberá realizar en cuanto se


observen los primeros síntomas. En el caso de encontrarnos con una plaga significativa en la
cual queramos introducir enemigos naturales, es aconsejable disminuir dicha población
fitófaga antes de realizar sueltas. Como prácticas más usuales podemos citar: la eliminación de
órganos infectados, el lavado con agua a presión, o que sirvan de cobijo para las plagas y
enfermedades, inclusive se pueden realizar tratamientos con insecticidas respetuosos.

En cambio, en los cultivos de interior, raramente los enemigos naturales aparecen de forma
espontánea. Por tanto, las plagas que se desarrollan aquí, no encuentran competidores ni
enemigos que puedan frenar su desarrollo, aumentando sus poblaciones de forma
exponencial. Para frenar la evolución de las plagas en los interiores, se debe recurrir siempre a
las sueltas comerciales, más eficaces y seguras que las recogidas directamente de la
naturaleza.

En la lucha cabe la posibilidad de realizar sueltas mezcla de depredadores y parásitos; éstos


normalmente afectan a distintos estadios vitales de las plagas, aumentando así las garantías de
control. Antes de realizar este tipo de sueltas hay que asimilar la relación de dichos enemigos
naturales.

En la lucha cabe la posibilidad de realizar sueltas mezcla de depredadores y parásitos; éstos


normalmente afectan a distintos estadios vitales de las plagas, aumentando así las garantías de
control. Antes de realizar este tipo de sueltas hay que asimilar la relación de dichos enemigos
naturales.

Este método presenta una serie de ventajas e inconvenientes que son los siguientes:

Ventajas

No hay riesgo de toxicidad ni para las personas, ni para los animales, ni las plantas.

No contaminan el medio ambiente.

No se generan residuos.

No hay que respetar plazos de seguridad.

Los productos obtenidos bajo criterios biológicos pueden alcanzar mejores precios finales en
los mercados.

Inconvenientes

No existen todavía productos biológicos para controlar todas las plagas.


La eficacia del control depende de las condiciones climáticas.

Requiere asesoramiento técnico para ser realizada correctamente.

Formulaciones biológicas

Son preparados para la defensa vegetal cuyo principio activo son microorganismos, o alguno
de sus productos, que causan la muerte de las plagas o enfermedades a tratar.

Uso de feromonas en el control biológico

Una feromona es una sustancia sutil y determinada que, emitida al medio ambiente por un
individuo, puede provocar algún tipo de reacción en los otros individuos de la misma especie.

Las feromonas pueden clasificarse en sexuales, de rastro, de alarma, disuasorias, etc. siendo
las más indicadas para el seguimiento y control biológico de plagas, las feromonas sexuales.
Estas feromonas son emitidas por las hembras para atraer al macho al apareamiento.

Es este apartado, es conveniente recordar algunos métodos actuales que se mencionaron en el


tema de métodos de control, como podría ser las trampas y barreras entre otros.

Barreras.

Son elementos físicos de diversos materiales que protegen a las plantas del ataque. Tenemos,
por ejemplo, las mallas, las dobles puertas en invernaderos, el acolchado del suelo, los
plásticos, etc.

Trampas cromotropicas Placas adhesivas imprescindibles para la detección y el monitoreo de


plagas en cultivos hortícolas y ornamentales. Están fabricadas de un plástico rígido y
resistente, cubierto por ambas caras de una cola seca de buena calidad, repelente al agua, que
no contiene sustancias tóxicas. Las placas adhesivas se entregan cubiertas con un papel
parafinado para una fácil colocación.

Trampas con atrayentes alimenticios Desprenden determinados olores que atraen a los
insectos, harinas de pescado, extractos de plantas, frutas maduras y trituradas, etc.

Trampas de feromonas

Con el uso de trampas y feromonas podemos reducir la población de plagas en cultivos, y


por tanto el daño causado por las larvas de estos insectos-plaga.

Se puede evitar al menos el daño del 10% causado por insectos-plaga.

Se puede mejorar la calidad de la producción de varios cultivos.

Este método es muy utilizado no solo en el trampeo de insectos, sino también para el conteo o
monitorización de insectos (seguimiento de un número de insectos durante un tiempo) y
también para la técnica de la confusión sexual, técnica mediante la cual se liberan al medio
feromonas sexuales que confunden al macho, haciendo que sea incapaz de encontrar a la
hembra.

Las trampas con cromotrópicas, son placas adhesivas imprescindibles para la detección y el
monitoreo de plagas en cultivos hortícolas y ornamentales. Las trampas con atrayentes
alimenticios desprenden determinados olores que atraen a los insectos, harinas de pescado,
extractos de plantas, frutas maduras y trituradas, etc. Las trampas de feromonas son de igual
funcionamiento al de las alimenticias, pero en estas el alimento se sustituye por compuestos
químicos que usan para comunicarse los insectos.

Modulo 5

Enemigos naturales Son aquellos capaces de regular y controlar la densidad de población de


una plaga por debajo del umbral económico establecido para cada cultivo. Pueden ser
autóctonos o introducidos artificialmente.

Se pueden clasificar en tres grandes grupos:

Depredadores. Son en su mayoría insectos que, en su estado de larva o de adulto, se


alimentan de otros insectos de distinta especie, atacando a varias presas a lo largo de su vida.
Entre ellos se encuentran los dípteros, heterópteros, ácaros….

Parasitoides. Son organismos que se desarrollan en su estado de larva dentro o sobre otro
insecto, como por ejemplo los himenópteros. Por lo tanto podrán ser endoparásitos, cuando
parasitan desde el interior del huésped, o ectoparásitos, cuando parasitan desde el exterior. En
estado adulto son libres.

Entomopatógenos. Se trata de microorganismos que causan enfermedades a los insectos


(bacterias, protozoos, hongos). El grupo más importante lo constituyen los nematodos.

A continuación se van a explicar más detalladamente cada uno de los grupos de enemigos
naturales de las plagas.

Depredadores

Los depredadores, son los individuos que se sustentan de otros: Son individuos que se
alimentan de otros organismos durante su vida y buscan activamente su alimento. Éste se
encuentra basado en varias especies. Los depredadores pueden clasificarse en:

Polífagos Aquellos depredadores que se alimentan de varios huéspedes: comen variedad de


cosas.

Oligofagos Son aquellos depredadores que comen poca variedad de alimentos.

Monofagos Son depredadores que únicamente pueden vivir a expensas de una especie.

Otra clasificación que se puede tomar como referencia dentro de los depredadores y
parasitoides es la siguiente:

Fitoseidos: son los ácaros más importantes depredadores de ácaros tetraníquidos, sobre todo
de la araña roja. Los adultos son de pequeño tamaño, transparentes y de color blanquecino
brillante, aunque el color puede variar según el tipo de alimentación. Las larvas son
semejantes a los adultos pero de tamaño más pequeño. Aunque en la mayoría de los casos, se
alimentan de ácaros tetraníquidos, la mayoría de las especies son polífagas, siendo capaces de
alimentarse de hogos y polen, e incluso de pequeños insectos.

Stigmeidos: son considerados depredadores secundarios debido a su menor poder de


depredación debido a su escasa movilidad. Zetzailla mali es la especie más destacable en
plantaciones de manzano. Generalmente, se alimenta de arañas rojas, aunque posee otras
fuentes de alimento.
Trombídidos: suelen encontrarse entre los troncos y ramas de manzano y en el suelo.
Principalmente ataca a pulgones, ácaros tetraníquidos, etc. La especie más común es
Allothrombium fuliginosum. Una de las características principales que presenta este
depredador es la funcionalidad diversa en función de su propio desarrollo, de modo que,
cuando es adulto actúa como depredador mientras que, cuando es larva su función es de
parásito. En ambas situaciones, las víctimas suelen ser pulgones, cochinillas, etc.

Fitoseidos: son los ácaros más importantes depredadores de ácaros tetraníquidos, sobre todo
de la araña roja. Los adultos son de pequeño tamaño, transparentes y de color blanquecino
brillante, aunque el color puede variar según el tipo de alimentación. Stigmeidos: son
considerados depredadores secundarios debido a su menor poder de depredación debido a su
escasa movilidad. Zetzailla mali es la especie más destacable en plantaciones de manzano.
Trombídidos: suelen encontrarse entre los troncos y ramas de manzano y en el suelo.
Principalmente ataca a pulgones, ácaros tetraníquidos, etc.

Parasitoides Son utilizados como el principal enemigo natural frente a plagas. Los
parasitoides causan la muerte de sus hospedadores (que son otros insectos). Pertenecen a los
órdenes Hymenoptera y Diptera. Los más utilizados como control biológico pertenecen a los
bracónidos, icneumónidos, eulófidos, y taquínidos.

Entomopatógenos

Aquí se incluyen una serie de microorganismos causantes de enfermedades en los insectos.

Las enfermedades que les producen pueden ser infecciosas o no infecciosas. Dentro de las
infecciosas destacan las producidas por virus, bacterias, protozoos, hongos. Las no infecciosas
pueden ser originadas por daños mecánicos, agentes químicos, deficiencias y alteraciones
nutricionales, etc. Dentro de los entomopatógenos destacan:

Bacterias: son microorganismos unicelulares que se presentan en distintos tamaños y formas.


Generalmente, existen tres tipos de bacterias: bacterias en forma de bastoncillo (bacilos);
bacterias en forma helicoidales (espiroquetas, espirilos y vibrios) y, bacterias de forma esférica
(diplococos, estreptococos, estafilococos y tetracocos). Destacan las bacterias del Género
Bacillus. Un ejemplo típico es Bacillus thuringiensis, que forma cristales o cuerpos
parasporales.

Virus: son agentes infecciosos microscópicos que sólo pueden multiplicarse dentro de las
células de otros organismos. Las infecciones causadas por los virus en los insectos se producen
al ingerir un alimento contaminado. Los virus más importantes que afectan a los insectos
pertenecen a las siguientes familias:

Fam. Baculoviridae.

Fam. Poxvirida.

Fam. Reovirida.

Hongos: se designa a un grupo de organismos eucariotas entre los que se encuentran los
mohos, levaduras y setas. Son los entomopatógenos mejor conocidos y destacan por su acción
frente a langostas y saltamontes, a los que les produce micosis.
Protozoos: también llamados protozoarios. Son organismos microscópicos, unicelulares
eucariotas, heterótrofos, fagótrofos, depredadores o detritívoros. La reproducción puede ser
sexual por isogametos, o asexual por bipartición o por conjugación intercambiando material
genético.

Nematodos: uno de los más importantes entomopatógenos pertenece a la especie


Steinernema feltiae, muy eficaz contra las larvas de esciáridos.

Según McNeely, la biodiversidad es el conjunto de todas las especies de plantas,


animales y microorganismos que viven e interactúan en un ecosistema ya que éstos cuentan
con unas condiciones que permiten que se desarrollen unas especies u otras.

A la hora de llevar a cabo un control biológico de las plagas, un aspecto clave es identificar el
tipo de biodiversidad que se quiere mantener en el cultivo.

A lo largo de la presente unidad didáctica analizaremos las principales repercusiones de la


fauna auxiliar en la lucha biológica.

Analizar las distintas biodiversidades que se deben de mantener en los cultivos.

Conocer los enemigos naturales, tales como depredadores, parasitoides y


entomopatógenos.

Breve encuadre de la fauna auxiliar utilizada para el control biológico en la erradicación de


plagas.

Análisis de las distintas biodiversidades a mantener

Depredadores, parasitoides y entomopatógenos.

Análisis de las distintas biodiversidades a mantener

La biodiversidad va mucho más allá de la fauna visible, pues se refiere a la vida a todos los
niveles posibles, tanto la diversidad en cuanto a las especies, la diversidad de los hábitats,
genética y de los distintos ecosistemas. Los pájaros, los insectos del ambiente, los del suelo, la
flora silvestre, la impuesta... todo será responsable de la biodiversidad concreta de esa zona y
la agricultura ecológica pretende llegar a producir alimentos sanos realizando el mínimo
cambio en la biodiversidad existente. Un suelo con gran cantidad de fauna y flora es una de las
características más diferenciadoras de la agricultura ecológica con respecto a la tradicional.
Hay ciertos factores, que aplicándose, nos ayudarán a aumentar y mantener estos
agrosistemas, como por ejemplo:

-No uso de herbicidas ni fitosanitarios de síntesis química.

-Rotación de cultivos, ya mencionados por ejemplo, con leguminosas para favorecer el aporte
al suelo de nitrógeno. +

-No uso de productos transgénicos.

-Uso de enemigos naturales para el control de plagas (Fomento de la fauna auxiliar-control


biológico).
-Mayor uso de variedades locales y razas autóctonas para aprovechar las resistencias creadas a
lo largo del tiempo con respecto a las posibles plagas de la zona, así como evitar la pérdida de
esas variedades.

Los enemigos naturales de las plantas pueden ser, aunque los veremos más
profundamente en el siguiente apartado: depredadores, es decir aquellos que se alimentan de
otros organismos; parasitoides, insecto que en su estado larvario parasita a otro artrópodo
utilizándolo para desarrollarse dentro o fuera de él y entomopatógenos, es decir,
microorganismos parásitos que matan frecuentemente al insecto huésped

Los efectos positivos que va a producir la agricultura ecológica sobre la mencionada


biodiversidad se ven aumentadas con técnicas culturales, alguna de ellas, como las siguientes:

Los márgenes de caminos es conveniente mantenerlos. Son zonas normalemente donde se


encuentran matorrales, árboles o hiervas adventicias. Si se dificulta la utilización de los
caminos, se puede reducir la carga, pero nunca es conveniente eliminarlos en su totalidad,
pues pueden ser zonas de refugio para fauna auxiliar.

Lo mismo va a pasar en zonas empedradas, entre ellas, puede haber refugios de fauna que nos
será positiva, además, favoreciendo la retención del suelo.

Intentar mantener zonas húmedas y puntos de agua naturales si los hubiera.

Siempre que se pueda, si se trabaja en parcelas pequeñas, habrá un mejor aprovechamiento


del agua de escorrentía.

Técnicas de mantenimiento en cuanto a las cubiertas vegetales en cultivos perennes.

Hacer un uso mínimo de maquinaria pesada para las labores.

Como ya se ha mencionado en temas anteriores, las flora arvense, sólo será retirada cuando
haya una disminución considerable de la producción.

Otro aspecto que debemos cuidar en el mantenimiento de la biodiversidad, es el suelo, pues


forma parte activa y principal de todo el sistema. Los elementos esenciales que encontramos
en el suelo los podriamos clasificar como macronutrientes y micronutrienes en función de su
cantidad:

-Macronutrientes: serán los encontrados en mayores cantidades. Estaríamos hablando de


Carbono (C), Hidrógeno (H), Oxígeno (O), Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K), Calcio (Ca),
Magnesio (Mg), Azufre (S).

-Micronutrientes: Se requieren cantidades de ellos menores. La presencia insuficiente de ellos,


suele dar lugar a carencias mientras que un exceso, puede producir toxicidad. Incluimos en
este apartado al Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Boro (B), Molibdeno, Cobre (Cu), Zinc (Zn) y
Cloro (Cl).

Entre las propiedades del suelo, tenemos tanto las físicas como las químicas:

Propiedades físicas. Los pH óptimos para las correctas propiedades físicas de los suelos son
los neutros. Ya que a pH altamente ácidos hay una gran alteración de minerales, con la
consiguiente desestabilización de la estructura y a pH alcalino, la arcilla se dispersa, la
estructura se destruye y se dan malas condiciones desde el punto de vista físico.
Propiedades químicas y fertilidad. La asimilación de nutrientes del suelo está influenciada
por el pH, debido a que determinados nutrientes se pueden bloquear en determinadas
condiciones de pH y no son asimilable para las plantas.

Los biopreparados pueden presentar diversos efectos sobre los insectos, hongos, bacterias y
nematodos.

Biopreparados

A continuación se muestra una lista de los efectos más comunes de los biopreparados:

Algunos biopreparados repelen a los insectos por irritación o bloqueo de su sistema


nervioso.

Otros disminuyen las poblaciones de insectos, bacterias, hongos y nematodos.

Impiden o disminuyen el daño en los cultivos.

Impiden la alimentación de los insectos de las partes de la planta.

Destruyen los huevos o inhiben su eclosión.

Algunos biopreparados producen la muerte de los insectos.

Otros impiden el desarrollo de bacterias, hongos y nematodos.

Algunos inhiben el desarrollo biológico, inhibiendo la formación de larva-pupa, por ejemplo.

Inhiben el crecimiento de los insectos y pueden reducir la emergencia de adultos en la primera


generación.

Según el modo de acción se clasifican en:

Bioestimulante o bioenraizador. Son biopreparados a base de vegetales cuyas sustancias


promueven el desarrollo de la planta. Otorgan a la planta un suplemento nutritivo, ayudando a
la absorción y traslado de nutrientes. También estimulan el desarrollo de las raíces.

Biofertilizante. Se producen por la descomposición o fermentación de materia orgánica


disuelta en el agua (como es el caso del estiércol o los minerales). Ayudan a que la planta,
gracias a una mejor nutrición, aumente su resistencia frente al ataque de plagas y
enfermedades.

Biofungicida. Se elaboran a base de elementos minerales o partes de la planta que tienen


propiedades para evitar el crecimiento de hongos y para eliminarlos. Se aplican con
pulverizadores. Pueden ser protectores (actuando como barrera) o sistémicos (creando
defensas en la planta, desde el interior).

Bioinsecticida o biorrepelente. Son biopreparados elaborados a partir de sustancias naturales


con propiedades para la regulación, control o eliminación de plagas. Uno de los tipos más
importantes son los bioinsecticidas microbiales, desarrollados a partir de bacterias, hongos,
etc. Los biorrepelentes se elaboran gracias a las plantas aromáticas y actúan alejando a los
insectos de las plantas.
Entre los efectos que pueden producir los biopreparados, estaría el bloqueo del sistema
nervioso, destrucción de huevos o impedir su eclosión, impedir la alimentación...

Los biopreparados por su forma de actuar pueden ser:

a) Protectores. Van a actuar como una barrera natural frente a agentes externos una vez
pulverizada la planta.

b) Sistémicos. El biopreparado será absorbido por la planta por hojas o raíces, y así podrá ser
transportado, junto a la sabia, por toda la planta.

Como biofertilizantes se pueden utilizar el humus líquido, el extracto de ortiga, etc. Por su
acción biofungicida, podemos utilizar por ejemplo el caldo bordelés (a base de cal viva y
sulfato de cobre) y que nos ayudarán contra el mildiu, el oídio y la roya, entre otras. Un
preparado con cola de caballo, será igualmente activo frente a mildiu, oídio y roya. Un
preparado natural a base de manzanilla, también se puede utilizar frente a los mismos hongos.

Por su acción bioinsecticida, se suelen usar las diluciones de jabón, diluciones a base de
extractos de ajo (muy útiles para el control de pulgones, ácaros y minadores). Aunque menos
usados, hay preparados a base de hojas de tabaco para repeler la mosca blanca del tomate,
por ejemplo. También de ruda, salvia o cebolla.Como desinfectantes de suelos, hay
biofumigadores para el control de nematodos y hongos (algunos a base de repollo, ruda).

Se utiliza el nombre de biopreparado para nombrar al producto comercial de origen


animal, vegetal o mineral, que ayuda a reducir el efecto negativo de las plagas y
enfermedades.

Son productos fabricados a partir de materiales simples, sustancias o elementos que se


obtienen de la naturaleza y que se utilizan para corregir los desequilibrios producidos por el
ataque de plagas y enfermedades en los cultivos.

Presentan propiedades nutritivas para las plantas o bien actúan como repelentes o atrayentes
de insectos para el control de las plagas y/o enfermedades.

A lo largo de la presente unidad didáctica, conoceremos los diferentes productos vegetales en


la lucha biológica.

Objetivos

Conocer el término biopreparado o plaguistático vegetal.

Analizar el efecto de los biopreparados sobre insectos, hongos, bacterias y nematodos.

Identificar los plaguistáticos más comunes, sustancias activas y los modos de actuación.

Breve descripción de los productos vegetales que podemos usar en la lucha biológica.

Productos Vegetales en la lucha biológica.

Efecto de los Biopreparados sobre los insectos, hongos, bacterias y nematodos.

Plaguistáticos más comunes, sustancias activas y modos de acción.

Otras plantas con efectos insectistáticos, fungistáticos y bacteriostáticos.


Biopreparado Para nombrar al producto comercial de origen animal, vegetal o mineral, que
ayuda a reducir el efecto negativo de las plagas y enfermedades.

Son productos fabricados a partir de materiales simples, sustancias o elementos que se


obtienen de la naturaleza y que se utilizan para corregir los desequilibrios producidos por el
ataque de plagas y enfermedades en los cultivos.

Presentan propiedades nutritivas para las plantas o bien actúan como repelentes o
atrayentes de insectos para el control de las plagas y/o enfermedades. La preparación de estos
biopreparados suele ser muy fácil y presentan baja toxicidad, aunque hay que evitar la
ingestión y el contacto de éstos con la piel.

Existen varios tipos de almacenar

en función de su modo de preparación:

Macerado acuoso

Infusión

Polvos

Se obtiene dejando reposar la planta, fruto o raíz que previamente ha sido molida, durante un
tiempo determinado. Después se cuela y el líquido se pulveriza sobre el cultivo.

Los biopreparados presentan una serie de ventajas:

Gracias a que son preparados por los propios agricultores se reduce la dependencia de
técnicos y empresas.

Los recursos de los que se obtienen se encuentran disponibles en las comunidades, por lo
que reduce el costo de la producción agrícola.

Apenas requieren de energía a base de combustibles fósiles.

Se degradan rápidamente, lo que disminuye el riesgo de quedar residuos en los alimentos.

Desarrollan resistencias más tarde que los insecticidas sintéticos.

A pesar de esta gran cantidad de ventajas, los biopreparados también constan de algunos
inconvenientes que hay que tener en cuenta:

Los agricultores necesitan tener algunos conocimientos necesarios para la elaboración de


estos biopreparados.

A menudo los ingredientes para la elaboración no están disponibles y el preparado de estos


productos conlleva cierto tiempo.
A veces no pueden almacenarse para ser reutilizados.

Se degradan rápidamente.

Algunos requieren de precauciones a la hora de su elaboración, como es el caso de los


biopreparado de tabaco o barbasco.

Debido a que su uso se basa en la práctica y que no hay una dosis exacta, hay que tener
presente que esto puede acarrear cambios en las condiciones ecológicas o de producción.

Hay que minimizar los riesgos de ingestión y el contacto con la piel, por lo que se requieren
ciertos cuidados.

Existen multitud de biopreparados o plaguistáticos utilizados en agricultura ecológica


hoy en día.

Pueden obtenerse de diferentes especies de plantas, siendo las más utilizadas especies como
el ajo, la cebolla, y los cítricos, debido a su acción repelente frente a insectos y demás plagas
predominantes en los cultivos.

Hay plantas que por sus características pueden tener cierta capacidad repelente frente a los
insectos, normalmente por el olor que desprenden. Algunos ejemplos de estas, sería el ajo,
anona e higuerilla.

En la siguiente tabla se incluyen algunos de los plaguistáticos más comunes, así como las
sustancias activas que presentan y la forma de actuar frente a insectos, bacterias, hongos o
nematodos que lleva a cabo cada uno:

Como indicábamos anteriormente, hay plantas que por la sustancia activa que contienen,
pueden presentarán unos u otros modos de defenderse frente a insectos, bacterias o cualquier
otro agente. En la presente tabla se comentan los principales modos de acción de las plantas
más típicas que actúan como plaguistáticos.

Algunos ejemplos de Insecticidas Ecológicos:

1.- Aceite de Neem (Azadiracta indica). Su materias activas son azadirachtín, solanín, ácidos
grasos y azadirachtionol entre otras. Este producto sería eficaz si queremos controlar insectos
en su estado larvario o en pupa. Normalmente, se ha demostrado su eficacia en dípteros,
hemípteros, lepidópteros, ortópteros y también en nemátodos. Algunos ejemplos de ellos
serían contra el thrip, minadores, mosca doméstica o pulgón del manzano.

2.- Aceite de verano. Su único material activo insecticida serían los aceites parafínicos. Su
eficacia se debe a una capa que producen sobre el insecto, acabando por asfixiarlo. Como en el
caso anterior, es efectivo contra cochinilla y mosca blanca, además de pulgón o araña roja.

3.- Ajo. Conocida su capacidad repelente, nos ayudará a controlar pájaros, pulgones,
escarabajo de la patata, gorgojos... Debemos considerar que no es compatible con soluciones
muy ácidas.

4.- Beauveria Bassiana. En este caso sería un bioinsecticida a base de esporas de un hongo
estomopatógeno. No deja residuos en la planta y por tanto, no hay ningún plazo de seguridad
a cumplir. Precisamente por ello, es compatible con insecticidas, jabones, cobre u otros
fungicidas.
5.- Jabón potásico. Posee un altísima eficacia en el control de la mosca blanca, araña roja, trips,
cochinilla y pulgón. Suele ser de los más conocidos y utilizados por los agricultores
tradicionales, al no producir residuos tóxicos no tiene ningún tiempo de seguridad. Su modo
de aplicación suele ser en equipos de presión alto, debe entrar en contacto con el insecto para
su eficacia, por lo que se suele biofumigar la planta en su totalidad.

6.- Piretrinas. Es un insecticida natural de extracto de pelitre. Es conocido por su rápida acción
por contacto, y produce una parálisis que acaba matanto a pulgones, moscas y ácaros sobre
todo. A penas hay riesgo de toxicidad y tampoco de crear resistencias siendo además, muy
biodegradable por la acción solar. Dónde más se utiliza es en la erradicación de pulgones,
cochinillas, trips, mosca blanca y algunos.

Existen plantas que por sí mismas presentan efectos insectistáticos, fungistáticos y


bacteriostáticos y que se pueden utilizar para combatir plagas de insectos, y enfermedades
producidas por hongos y bacterias. Esto se debe a que algunas plantas presentan propiedades
repelentes frente a insectos y otras plagas.

Cuando se van a utilizar tales plantas en cultivos agrícolas, se puede:

Cultivar las plantas repelentes asociadas en camellones o a modo de barreras en cultivos de


hortalizas.

Utilizar las plantas o algunas de sus partes, como las hojas, frutos o semillas para hacer
maceraciones y rociarlas al follaje de los cultivos.

A continuación se muestra una lista de las especies más importantes de plantas con tales
efectos:

Ajenjo.

Albahaca.

Cebolla.

Manzanilla.

Salvia.

Etc.

Cola de caballo: Contiene una sustancia llamada Equisetonina y también ácido silísico que
puede ser tóxica para los hongos. También presentan flavonoides. Por todos estos, incluso,
puede peresentar acción insecticida contra pulgones y araña roja. La preparación
normalmente suele ser 1 kg de cola de caballo por cada 4 L. de agua y su aplicación vía foliar.
Se recomienda un gran mojado en la planta y no es conveniente que se mezcle con cobre o
azufre o el jabón potásico comentado anteriormente. Como ya dijimos, tiene función fungicida
contra mildiu, oidio, moteado o phythopthora sp.

Lecitina de Soja. Tiene funciones fitotortificante y antioxidante. Se puede encontrar en forma


granular y ayuda a la defensa de cítricos y otros cultivos por su función contra hongos como
royas y mildius. Al ser un producto fosensible, se aconseja que su aplicación no sea en las
horas más fuertes de sol.
Propóleo. Conocido fungicida ecológico de naturaleza natural por ser producido por las abejas.
Controla microorganismos patógenos modificando su reproducción. Se ha demostrado su
eficacia en el Oidio, Fusarium, Phitoptora o Botrytis entre otros. Se podría recomendar en
cualquier cultivo.

Purín de Ortiga. De conocidas propiedades repelentes, actúa contra pulgón y ácaros. Se aplica
como bioestimulante en situaciones de estres prolongado (sequía o calor extremo por
ejemplo), así como para la prevención de enfermedades de hongos y bacterias. Evita clorosis
férrica y es preventivo contra hongos foliares.

Tomillo rojo. Su principio activo es el timol. Sus feromonas naturales actuan como atrayente y
favorecen la polinización de abejas, abejorros y mariquitas, siendo no tóxico e inocuo para el
resto de insectos. Tiene acción preventiva y también curativa en cultivos que han sido
afectados por hongos y bacterias. No

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