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Sandro Sideri
H-ISTORif.\
DEL DESARROLLO
REGIONAL EN COLOMDif.\
·<+3
Fondo Editorial
CiDEr CEREC
Primera edición: 1985.
1S BN 958-9061-04-4
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ll
Fernando Cepeda Ulloa
Herencia Colonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Productos de Exportación y
Crecimiento Económico Regional . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Oro y Plata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Tabaco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Quina y otros Productos Menores Exportados . . . . . . . . . 48
Café . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Enclaves . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
SEGUNDA PAR TE
Industrialización , Concentración Regional
e Integración Nacional
7
De la Sustitución de Importaciones a la
Promoción de Exportaciones:
Emergencia del "Triángulo de Oro" . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
División Internacional y Regíonal del Trabajo ·
e Inversión Extranjera . . . ....... ... .. ...... . ..... 244
Papel .del Estado en el Proceso
de Industrialización ... .. .· . ...· , . . ....... . ... . . ... . 273
CONCLUSION ES . . . ..... .... . .............. . ... 31 1
APENDICE ....... . . ... . .. .. . . .. .. . . ... . . .. ... 319
BIBLIOG RAFIA . ..... .. ... . . . .. . ... .. . . ... .... 325
GLOSARIO DE SIGLAS . ... . . . ......... .. ...... . 337
8
AGRADECIMI ENTOS
9
Gracias a la dedicación y paciencia de las senoras Gleydis
Carrillo e Inés Swager el manuscrito tomó forma y pudo ser
presentado al /SS en _.gosto de 1983. A la Fundación Friedrich
Ebert de Colombia-FESCOL. nuestro reconocimiento por ha-
cer posible esta publicación. Con todos ellos y en particular
con el doctor Cepeda guardamos eterna gratitud.
LOS AUTORES
10
PRESENTACION
11
El empeño era bien ambicioso. Los resultados - que no se
pretenden definitivos- le darán al lector la oportunidad de
examinar el asunto en una visión de conjunto, documentada,
que, no obstante lo controverUble, se presta tanto para facili-
tar la enseñanza de una dimensión fundamental de nuestro
desarrollo histórico como para incitar otras interpretaciones y
estudios. La sencillez del estilo, su sobriedad, la econom(a de
palabras, la ausencia de retórica y e/ abundante aparato biblio-
gráfico y estadfstico hacen muy accesible esta in vestigación y
ponen a disposición de los interesados las herramientas para
ahondar en algunos temas o para poner en tela de juicio datos
y conclusiones. Ni la doctora Jiménez, ni el profesor Sideri,
son historiadores profesionales, pero hacen una revisión que
parece exhaustiva del materia/ de referencia más relevante, A
ellos -a los historiadores- les corresponderá la tarea de ofrecer
tesis e interpretaci()rzes alternativas. ·
· Esta enjundiosa investigación habla del .oro, de la plata, del
tabaco, la quina, los cueros, los sombreros de paja, el algodón,
el añil, eJ, banano· y el café. Y, también, de la marihuana, del
petróleo o del carbón. Ctaro está, no es un estudio sobre estos
productos. Lo que los autores se proponen .es examinar su pa-
pel en la construcción del Estado-Nación cplornbiano. Cosa
similar hacen con el proce~o· de ind¡.WrializaCtón.
En esencia -y eso es lo que registro en razón de mi defor-
mación profesional- lo . que Jim énez y Sideri se plantean es
una de las cuestiones eternas en el .campo de la ciencia p.olítica,
o sea, IÓ.del papeL del Estado en /a dirección de las estrategias
de desaáotlo. Dicho en otros términos, la capacidad del Estado
central para orientar, con mayor o menor autonomta, poUticas
de desarrollo md.s o m enos equilibradas o equitativas, en térmi-
nos de las.regiones y de los grupos sociales. ¿Cómo es que la
existencia de una determinada fuente de riqueza induce dese-
quilibrios en ese desarr9llo ?. ¿De qué manera factores externos
tales como la demanda de ciertos productos, o la orientación
de la inversión privada extranjera o los préstamos internaciona-
les ajéctan esa autonom(a? La conclusión de_ los autores es ro-
tunda. Ellos caracterizan el Estado colombiano como "estruc-
turalmente débil y fu ertemente condicionado por los compo-
nentes externos y ciertos intereses locales". El impacto de la
acción estatal sobre el desarrollo económico nacional y regio-
nal "ha tenido ·que ser limitado".
. Sería casi utópico imaginar un Estado ajeno a la influencia
de factores ·externos y locales. Lo que se discute es el grado de
dependencia con respecto a los ex ternos, y a la mayor o menor,
preponderancia de unos intereses regionales con respecto a
otros. El itinerario histórico de esta lucha de intereses aparece
aquz' en apretadas síntesis. Pienso que las conclusiones no van
a tener fdcil aceptación. Y eso está bien. El mérito de los inves-
tigadores será el de ha(Jer propiciado un debate que contribuya
al mejor entendimiento de lo que ha sido la construcción del
Estado colombÜJno y su papel en nuestro devenir histórico.
Alfonso López Michelsen, como Presidente de la República,
trazó en unas pocas líneas lo que ha sido este fenómeno en la
historia reciente de Colombia cuando al introducir el "Plan
para ..cerrar la brecha", dijo: "Desde los años treinta el país
ha tenido el mismo Plan de Desarrollo. Este consistió en un
apoyo decidido y una alta protección al sector moderno de la
economfa. Los mecarlismos para lograr esto iban desde la alta
protección aduanera de la industria y las prohibiciones de im-
portación de bienes producidos en el paz's, hasta la concentra-
ción de la inversión pública en servicios sociales en las grandes
ciudade,s. El último capftulo de ese esquema tradicional de de-
sarrollo fue la estrategia de concentrar la inversión nacional en
la construcción de vivienda en las grandes ciudades y en Bogo-
tá en particular".
"En el pasado ese esquema de desarrollo probablemente era
una necesidad. Se ten(a que iniciar la industrialización y lamo-
dernización de nuestra economía. Pero el tipo de desarrollo
que se logró a través de este esquema benefició poco a la gran
masa de trabajadores agrícolas sin tierra y a los minifundistas.
También fue dejando al margen de los beneficios del creci-
miento económico, y por fuera de la econom(a moderna, a un
numeroso grupo de personas en ciuckldes cuya población ha
aumentado a un ritmo inusitado ".
Le cabe a los autores del estudio y a sus patrocinadores aca-
démicos, el mérito de desatar un debate que tendrá además de
las aristas propiamente académicas otras -ineludibles- de ca-
rácter polz'tico.
Ast' no hubiera sido la finalidad de este trabajo, quiérase o
no, aquí nos tropezamos con una interpretación global de la
historia colombiana. De a/1( las reacciones que sus conclusiones
pueden y deben . suscitar. En todo caso creo que si el debate
tiene lugar, los autores se pueden dar por satisfechos con res-
pecto a la utilidad de.su esfuerzo.
14
PARTE 1
Exportación de Productos
Primarios y la Economía
Política en la Formación
del Estado-Nación
El objetivo de esta primera patte es mostrar que la regionali~
zación del país se erigió sobre la base de la exportación de pr'o-
ductos ·primarios - agrícolas y . minerales. Es· decir, que las re-
giones-centro llegaron a serlo porque verificaron un proceso
importante de integración al mercado externo ·a través de la
producción de un detenninadó bien· agrícola o miner.al y que el
proceso de desarrollo económico ha tenido lu gar mediante la
integraCión a la economía mundial de una tras otra región pri-
mario-exportadora y no de la economía " nacional" ·en su con-
jú nto . · · '
Se·. tr~ta por lo tanto de profundizar: en aquellos elementos
principales que explican el desarrollo económico de una Co-
lombia que rara vez se ha comportado como "nación integrada"
frente a la economía mundial.
HERENCIA COLONIAL
17
papel secundario"' . Hacia finales de la Colonia, la producción
anual de oro de Colombia llegó a ser de $ 3.1 millones, la más
alta desde Jos inicios de la producción del metal en el país. Se-
gún Restrepo " Colombia ocupa el primer puesto entre t odas
las antiguas colonias espai\olas y el segundo en América" en la
producción del metal y, para el mismo siglo XVIII, generó una
cuarta parte de la producción mundial 2 •
Una de las más completas descripciones de la manera como
estaba ocupado el territorio y de las actividades que tenían lu-
gar en la Colombia de finales del siglo XVlll se encuentra en
la obra clásica de Luis Ospina Vásquez 3 , de la que se han ex-
traído los datos relativos a la población (ver Cuadro No. I.l ).
De acuerdo con este autor, dentro del territorio colombiano se
podrían distinguir cuatro regiones principales caracterizadas
por un cierto grado de homogeneidad interna: La región Orien-
tal; la Caucana ; la Antioqueña; y la Cost eña.. .
Si bien es posible que los límites ·de algunas coinciden con
unos de los actuales departamentos, es necesario tener en cuen-
ta que por tratarse de regiones en formación, aquellos no han
sido fijos y .se han ido modificando de acuerdo a, los procesos
económicos que cada una experimentaba.
La región Oriental correspondía aproximadamente al terri-
torio delimitado hoy por los Departamentos de Jos dos Santan-
deres, Boyacá y Cundinamarca. Un 600/o de la 'población total
del país se asentaba en ella y constituía,junto con la Caucana,
la región-centro álrededoi de la cual girába la vida económica,
social"y política del país.
18
Cuadro No. 1.1
POBLACION POR REGIONES 1778·1870
~ S
ORIENTAL: Santander,
1778 0
/o 1851 o¡o 1870 0 /o
Boyacá, Cundinarnarca,
Tolima, Huila. 469.203 58.2 1.265.289 60.1 1.576.268 58 .2
CAUCANA: Narii\o,
Valle, Cauca, Chocó. 127.922 15.9 323.574 15 .4 435.078 16.1
..
ANTIOQUEÑA: An-
tioquia, Caldas, Risa~
ralda. Quind ío. 46.366 5.8 243.388 . 11.5 365.974 13.5
COSTEÑA: Córdoba,
Su ere, Bolívar, Atlán·
tico, Magdalena, Gua-
'Ira, Cesar. 162.165 20.1 273.371 13.0 330.632 12.2
19
Las cifras sobre el valor de la producción son escasas5 y
ésto hace difícil identificar qué actividad fue más importante
para la región. Con la excepción del cacao, que se exportaba a
México por Cartagena y Maracaibo, la agricultura producía casi
exclusivamente para el .consumo local: La actividad textil de
los distritos manufactureros era un elemento esencial de la vida
econóptica del país y estaba locaHzada en el extremo norte y
sur .de 'lli "faja oriental", siendo la zona del norte la más impor-
tante.
La r egión Caucana incluía los Departamentos de Huil,a , Te-
lima, Nari.fio, .Valle del Cauca, Cauca, parte del Chocó y parte
.del viejo Caldas. Su población representaba el 130/o del total
y ·las actividades más importantes erari la extracción de oro y
la cría de ganado, esta última actividad localizada principal-
mente en los valles del Huila y Tolima. ·
La producción de oro en ~sta región fue importante.princi7
palmente a coin·ienzos y mediados de la Colonia, mientras que;
hacia finales del siglo XVIII comenzó a decaer, en tanto que en
otras regiones -la Antioqueña principalmente- se incrementa-
ba. 'Los principales ·centros mineros de· la · región fueron : 'Mari-
quita, La Plata, lb agué y Pamplona para Ja; producción de la
plata; Anserma, Cartago. Cali, Almaguer y Miraflores para la
del oro.
La ciudad de Popayán era el núcleo principal de la región,
cumplía importantes funciones de tipo social y político y cons-
tituía, con Santa Fe de Bogotá, el centro. principal del Virrei-
nato. Honda era un centro comercial de men·or ·ord en pero im-
portante para su zona. ·
Vinculada a la meseta de Popayán y al Valle ·del Cauca se.en-
contraba la subregión del Chocó que era el asiento de campa-
mentos mineros, los cuales•nunca llegaron ·a ser económicamen-
te importantes debido a las difíciles condiciones de accesibilidad
de su territorio. ·
20
La región Antioqueña comprendía gran parte de l() que es
hoy el Departamento de An tioquia, y constituía la zona.it)enos
ocupada - 60/o del a población total- y la más aislada econó-
mica y físicamente . Hacia finales del siglo XVIII fue asiento de
fundaciones mineras que posteriormente dieron .lugar a un pro-
ceso de profundos cambios en el orden so,cial, económico y
espacial de la región -ver más adelante El Café.
La región Costeña que incluía las sabanas del litoral Athí~ti-.
co, con más de 180.000 habitantes, era una zona propicia para
el asiento de la actividad gan.adera y el desarrollo de importan~
tes puertos marítimos, como Cartagena y San(a Marta ; y fh,¡-
vi~tles como. Mompdx: c;artagena fue el puerto .mar.ítimo más
importante de la Corona es.Paftola .en el Virreina.to, con:w lo de-
muestra el hecho que entre 1784-93 a través de. él pasaron un
660/o def total· de exportaciones ·de la Nueva Granada6 • Ep
efecto la región se venía constituyendo en punto de conexión
entre ~as regiones productora$ de bienes de exportaciócy y el
exterior. ·
La actividad ganaqera empezó a establecers~ en la zona del
Cesar -Valle de Upar - y aún 111ás intensamente en las sabanas
de. Córqoba y Sucre.
6. Según datos del Virrey iosé de Ezpeleta citados por Ospina, Op. cit. , p. 63.
· 1.Íb;a.,p.ss.' · · ., · .· · ·· · ·
21
Con relación a la conformación física de la economía co-
lombiana, evidentemente el río Magdalena constituía la arteria
fluvial más importante y el eje del sistema de transportes de la
época. Las regiones se comunicaban entre sí mediante pasos
naturales por caminos de herradura o trochas, pero en épocas
de invierno o en zonas de alta pluviosidad , el transporte de las
mercancías se hacía en extremo difícil y las distancias - físicas
y económicas- se hacían mayores.
· Pasando a los aspectos propiamente económicos y sociales,
incluyendo la política de la Corona con respecto a sus Colo-
nias, el Virreinato, al final del siglo XVIII era "aún una socie-
dad muy tradicional, con todo lo que esto implicaba para el
funcionamiento de la economía. La mayoría de la gente pro-
ducía poco o nada para vender en un mercado local; había poca
movilidad demográfica o social; el mercado efectivo est aba res-
tringido por la limitada demanda local y por los altos costos de
transporte, y el Estado jugaba apenas un papel muy insignifi-
cante en la vida económica de la población"8 .
· El objetivo principal del sistema comercial impuesto por
Espafta a su imperio era la obtención del mayor volumen de
metal posible, oro en el caso de la Nueva Granada . En con-
secuencia las funciones de los otros sectores, básicamente el
agropecuario, fueron las de proveer al sector minero de bienes
de consumo, como alimen.tos y vestido, a bajos precios.
la .Progresiva extinción y eliminación de los grupos indíge-
nas y los altos costos que implicaba su sustitución por esclavos
negros, contribuyeron, hacia mediados del siglo XVlll, ·a una
fuerte reducción en la mano de obra, hecho que afectó negati-
vamente la producción de oro y produjo cambios sustanciales
en la utilización de los suelos. En efecto, grandes haciendas pa-
saron de ser utilizadas en labores agrícolas a una utilización
extensiva en actividades ganaderas. Dicho fenómeno fue espe-
cialmente notable en la región oriental - provincias de Santa
Fé y Tunja- y en la Caucana ~provincia de Neiva- donde exis-
22
tían grupos indígenas de alguna magnit~d que proveyeron la
necesaria fuerza de trabajo.
Las Reformas Borbónicas de 1778 fortalecieron las relacio-
nes m~rcantiles de Espafta con las Colonias, lo que hizo. aumen-
tar la producción aurífera y produjo una transferencia de pa-
pitales ha<(ia la Metrópoli a través de una mayor tributación,
especialmente.de las ventas de monopolio.
En relación con los -aspectos demográficos se observa que la
población de finales del siglo crece lentamente en una propor-
ción aproximada del 1.30/o anual y se localiza en·gran medida
en las zonas rurales 9 , característica esta última que va a perdu-
rar hasta bien entrado el. s.~glo XX, aunque naturalmente las
proporciones entre lo urbanQ y lo rural cambian.
Por su parte la conform;1ción del sector rural, durante los
siglos XVII y XVIII obedeció, de acuerd.o con Fajardo, a un
proceso según el cual "a los núcleos indígenas supervivientes se
les demarcaron tierras, con límit.es estrechos. y en su contorno
se asentó, de manera cada vez más definida, el monopolio dé la
tierra, ejercido por los .antiguos encomend~ros, afirmados ~o
bre una base amplia de poder económico y político" 10 •
Se fue formando así el latifundio que iba a predominar en la
región oriental-provincias de Tunja y Santa Fé-, en la Cauca-
na - provincia de Popayán- y eri la Costeña, la que fue asiento
de grandes haciendas ganaderas. Así que la importación de ma-
no de. obra esClava se hizo necesaria no sólo para las minas sino
también para estas haciendas y para las plantaciones de caña de
azúcar. Las grandes haciendas no constituyeron elemento fun-
damental en la región Andina nor-orien tal-provincia de Vélez-
Y en la de Antioquia en donde coexistieron con la pequefía y
mediana propiedad.
Respecto a la movilidad espacial de la población, aunque e~
casi imposible encontrar evidencias de su cuantía y dirección;
9. De acuerdo con las cifras que McGreevey trae sobre población urbana (Cua-
dro No. XV, !bid., p. 113) en 1973, ella representaba tan sólo un 2.2°/o del total de
la población del.país.
10. Darío Fajardo. Síntesis y evolución de algunos estudios sobre el sector rural
colombiano. Mimeo. Bogotá, CIDER-Uniandes, 1978.
23
todo parece indicar que hasta comienzos del siglo XIX, tal mo-
vilidad no fue muy alta y variaba de acuerdo con el grupo étnico
del que se tratara. Además las Reformas Borbónicas, al "retirar
su protección al resguardo como institución legal ", obligaron
a los indígenas a "establecers.e en espacios desocupados o en
otros tesguardos" 11 • En consecuencia, en la mayoría de los
casos los indígenas· debieron emplearse como trabaj adores asa-
lariados en las haciendas, mientras que en otros se vieron for-
zados a vagar. · No sólo Jos indígenas fueron afectados por las
Reformas, taro bién algunas capas de mestizos y criollos, prin-
cipalmente los estratos más bajos, se sumaron al fenómeno del
vagabundaje que en algunas regiones, como la antioquefla; fa -· ·
vorecería más tarde la ocupación de las tierras libres.· ·
Los inriligrantes espafíoles se habían asentado, desde las pri-
meras épocas de exploración del territorio de las Indias, en las
zonas de mesetas 12 • Tanto ellos como· los criollos eran nume-
rosos especialmente· en B.ogotá, asiento del poder coloniál en el
Virreinato; en Cartagéna, centro del poder militar; y, en menor
proporción, en Mompox , Popayán, Tunja y en algunos pueblos
de Antioquia. · '
· Al finalizar la época colonial, uno de lus rasgos que más se
destaca de la sociedad señorial neogranadina ·era su estructura
"fuertemente jerarqu~zada", aunque "a través de ella actuaba
como proceso dinámico el mestizaje disolviendo el viejo orden
social que ya no·podía mantener... La guerra de independencia
abriría huevas perspectivas a este grupo que estaría llamado a
ser el más activo agente de cambio social·en el peiíodÓ republi-
cano"13. Los mestizos ya se constituían como ~1 grupo más
11. WiUiam McGrecvey Op. cit... p. 59. Según este auto! "el término resguardo
usualmente se traduce al inglés como land rcservations, para darle un signÍficado pa-
recido al ·de.las reserv'aciofiOs en donde se situó a los indios de las praderas de Nor-
tcamérica ... Sin embargo, la palabra puede también significar "tierras reservadas" o
sea tierras específicamente destinadas a ser usadas por los indígenas. y dadas a los
encomenderos"./bid., pie de p. No. 8, p. 66. · ·
24
numeroso (450/o de la población t6tal) 14 , el de más acelerado
crecim iento, y el más interesado en romper las barreras castales
que 'iinpedíail su movilidad social. .
PRODUCTOS DE EXPORTACION· Y ··
CRECIMiENTO ECONOMICO 'REGIONAL
25
generar fuertes desventajas cort~petitivas para los productore~
colombianos"; ii) la presencia de formas de producción atrasa-
das; y iii) la tendencia de los ¡;apitalistas colombianos a com-
portarse como "productores especu lador~s". Este último punto
aclara en gran medida el comportamiento de la inversión en el
sector expor tador durante el pasado siglo. Según Ocampo, "la
inversión tendía a concentrarse en actividades comerciales,
usureras y especulativas, o a la compra de aquellos activos fijos
(tierra, ganado) que .. ~ tienden a adquirir algunas de las caracte-
rísticas de liquidez típicas del dinero. la inversión en activida-
des produ.ctivas sólo parecía atractiva en momentos de altísi-
mos precios mundiales, y sólo con el objetivo de apropiarse lo
que puede llamarse la 'ganancia especulativa' asociada a la gran
esc.asez". Consecuentémente, como él afíade, "la expansión
[del sector exportador ] sólo podría ocurrir durante períodos
de gran escasez, cuando casi cualquier producción sería acepta-
da en el mercado mundial". En consecuet:~cia, una relativa alta
movilidad de capital era . importante y necesaria para mante-
nerse en el negocio y obtener rentabilidad. Por lo tanto, el pro-
ductor-exportador no tenía muchos incentivos para mantener
una inversipn elevada en capital fijo y su papel tendía a ser más
el de un especulador.
Esta J.inJitante a la expansión del sector exportador no sólo
va a explicar la gran diversidad de las exportaciones sino aún,
lo que más nos interesa, la gran rotación de las regiones-<:entro
y su gran inestabilidad. De otra parte, el surgimiento de las dis-
tintas regiones-centro va a dependér en gran medida, de la pre-
sencia de condiciones naturales óptimas para la producción de.
aquel bien que tiene gran aceptación en el mercado mundial.
Esto contribuyó a modificar, aunque no sustancialmente, la
configuración regional descrita antes, es decir que cambiaron
los límites físicos de algunas áreas, algunas de las régiones-<:en-
tro dejaron de serlo al surgir nuevas al ap:arecer otras activida-
des exportadoras. Lo que se mantuvo fue la estructura econó-
mica basada sobre el 'dominio de la gran propiedad y, puesto
que el Estado no lograba realizar un papel dinamizador de la
economía, el panorama económico y político del país perma-
necía muy inestable.
26
En suma, solamente con la expansión del café, en los finales
del siglo XIX y comienzos de. éste, el país·, y más exactamente
algunas regiones, lograrán insertarse de !Jlanera más firme en el
mercado mundial.
ORO Y PLATA
·17 . El Cuadro No. 1.2A muestra como la produ cción de plata pasó de $ 9 .O mi-
ll~mes en el siglo XVII a $ 1.5 millones en el siglo XVIll.
27
N
00
Cuadro 12 .A
.PRODÚCCION DE ORO:Y PLATA POR REGIONES
iS3.7-1890
CA UCA
Valor (mill. $) 25.04 57 .0 90..0 1 80.0 252.0
OJo del valor total .42.0 3f.3 43.6 33.3 1 36.6
Tasa Crecimiento Anual 1.3 0.5 . -0.1
REST0 1
Valor (mill. $) 24.5 75.0 52.5 1 23.0 175 .o
OJo del valor total 41.2 41.2 -25 .4 9.6 1 25.4
Tasa Crecimiento Anual . 1.9 -0 .4 -0.2
PAIS
JI ala r (inill. $) 59.5- 182,0 206.5 1240.0 686 .0
Ofo del valor
., total 100.0 100.0 100.0 100.0 1 100.0
Tasa Crecimiento Anual 1 :9 . 0.1 0.2
ContinuaciÓn Cuadro No_, l.2.A.
PRODUCCION ORO
Valor (Ínill. $) 53.0 173 .0 205.0 222.0 . 653.06
OJo del vá"lor total 89.0 95.0 99.3 92.5 94.9
Tasa
·. Cr....e dmiento Anual 2:.0 0.2 0:1
PRODUCCION PIATA2
Valor (inilL $) 6.5 9.0 '1. .5 t8.0 35.0
oJo (jel valor total ú.o 5.0 0.7 ·7.5 5·.1
Ta~a Crecimiento Anual o.s :· - J.8 ' . 2.8
. _:_ L___. :___ _
l. Se incluyen: Panamá,:Tolima, Santander, B_ol{var, Cundinamaréa, Magdalena y Boyacá. Para estas regiones sólo eJ<;isten dato!
globales para el perío.do 1537-1890 así:.'Pa namá: 94 mili.; Tolinia: 56 mili.; Santander:l5 mili.; Bolívar: 7 mili.; Cundinamar·
ca 1.8 mill:; Boyacá: 0.1 mill. · · ·
2. IÍlcluye las.minas de Mariquita, Pamplona, l]?.agúé y La Plata. .
3. Inc1uye desde la segundi mitad del Siglo XVI cuando "la extracCión de oro fue considerable", según Restrepo.
4; Incluye Chocó. · · ·
5. Q:lmpiende !11 período. 1801-1890. .
6; De este tota,J "cerca de 500 millones provienen _d e l<;>s aluviones y el resto de los filon~s auríferos", ·según Restrepo.
23. Las principales compañ ías extranjeras eran. la Compaf\ía Minora del 01ocó
Pacífico S.A., la Compañía de Naritlo S.A., la Páto Consolidated Gold Dredgln¡¡
Umited, todas ollas subsidiarias de la Jnternational Mining Corp.
30
casi cualquier rincón del Virreinato era posible encontrar sm
mayor dificultad "unas cuantas pepitas del preciosó metal" 25 .
Hacia los siglos XVIIl y XIX las provincias de Cauca, primero 26
y de Antioquia, después, concentraron la produ cción (ver Cua-
dros Nos. 1.2A y I.2B) y ·de allí en adelante Antioquia fue la
principal productora de métalic() del país.
La producción de oro fue la actividad económica más im-
portante de la colonia neogranadina para la Corona Española
y aúri después de la Independencia hasta la mitad del siglo pa-
sado este metal contribuía con 3/4 élel valor de las exportacio-
nes. Luego empezó su rápida declinación que, salvo unos breves
períodos de auge, lo llevó a reducir sÜ participación a menos
de un 200/o para finales del siglo XIX, disminución que ha con-
tinuado hasta ahora (ver Cuadros Nos. 1.4A, 1.4B, 1.4C y 1.40).
2S. M. Gaspard. Recorrido por la tierra del oro en 1823, en M.Congrains, comp.,
1A1 Maravilkzs de Colombilz. Bogotá, Editorj¡¡l Forja, Tomo IV, 1979, p. 166.
26. De acuerdo con los datos de Restrepo (Op. cit.) la producción aurífera del
Clocó fue la responsable, en gran medida del auge del Cauca en el siglo XV lll.
31
. . . . Cua~o No. 1.2B . .
PRODUCCION DE ORO Y PLA.TA POR REGIONES
. . . 1.960·1972 .
· (Miles de onzas) .
ANT~OQUIA 1
Cantidad -187.6 166.3 105,.1
O/odel total 43.2 60.4 56.3
Tasa Creci.Iniento Anual - 2.0 - J.4
CHOC02
Cantidad 39.5 1'7 .9 16.6
Ofo del total 9 .1 6.5 8.9
Tasa Crecimiento Anual -12.3 - 1.2
NARIÑ0 3
Cantidad 26.0 9.3 8 .7
o¡ó del total 6.0 3.4 4.6
Tasa Crecimiento ~nual - 84.2 - 1.8· ..
OTROS~
Cantidad 180.8 . 81:8 56.4
Ofo .del total 41.7 . 29.7 ' 30.2
Tasa Crecimiento Anual · ...,. }2.4 - 6.0
TOTAL
Cantidad 433.9 ' 275 .3 ' 286.8
o¡Q ¡;lel .tot~l . 100.0 ioo.o 1op.o
Tasa Crecimiento. Anual - .7.3 - ·6.3 . ...:
32
Cuadro No. 1.3 . . . . . . ..
LOCALIZACION DE LA PRODUCCION DE ORO Y PLATA
.. :r ..
XX
" ·' . :
Narifio .. . .. Tel~mbL
Río . .. ' . .(. Barbacoas)
. .
~ . '' '
33
Continuación Cuadro No. 1.3.
Siglo Región Localización
XX Chocó Ríos Apogadó, Condoto y
San Juan.
34
Cu.ac!Io No. L4.A.
COMPOSICION PORCENTUAL DE LAS EXPORTACIONES SEGUN VALOR
1834 - 1910
1834/5 1840/ 1 1854/5 1864/5 1870/1 · 1815/6 1878/9 1881/2 1888-91 .1 894-7 1 1898 1905 1906-10
38/9 · · 44/5 51/8 · 69/70 74/5 77./8 80/81 .82/3
Oto 74.0 73.0 33.3 30.1 22.2 24.0 19.1 18.7 26.9 nd. 17.4 14.1 20.4
Plata 0.7 1.3 2.6 2.1· . -3.7 3.7 4.7 S .O 8.2 nd. 5.3 - ;u 3.2
cacé 0:8 1.8 4 .1 8.1 164 22.3 21.4 16.9 34.3 55.1 49.0 39.5 ' 37.2
Tabaco 2.7 3.6 27.8 3'l3 21.2 13.3 1.5 '1.2 6.9 nd. 8.3 3.3 3.0
·Quina • • 9.8 4 .7 . 14 .7 17.5 25..4 . . 30.9 03 . nd . • . 0.1
. 3.1 4.5 4.0 4 .6 5.1 7.0 7.8 7.1 . nd.
.
Cueros 1.5 5.5 11 .7 9.0
Aigodón 4.8 1.6 0.1 5.8 2.S 1.4 0.5 0.2 1.1 oo. O.+ 0.1 0.1
Añil • nd . • O.S 33 OA 0.1 • nd. 0.4 0 .1 0.1
·Sombreros 0.3 0 .8 9..5 . . 3.1 3.0 1.7 0 .5 0.6 0.5 nd. • 1.0 4 .0
Bananos • nd. 0 .4 1.4 6.3
Otros· 13.6 13.4 8.8 6.8 8.4 10.0 13.8 18.8 14.6 nd. 13.3 25.6 16.7
'Total (miles) ·3.261.6 3.306.5 6.353.0 7.394.0 9.988.2 10.105.5 13.689.1 15.430.5 1Ú65.1 16.5533 19.154.1 12.216.1 15.541.8
de$ oro) ..
nd.=no disporúble; • = menos de 0.05°/o ...
l . No aparecen datos sino úrúcamente para el café.
w
Vl
w
"'
.1910. 19.11 1912 Í913 1914. 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1 19211 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929
Oro' ·· 19.0 . 16.8 2<r.6 12.0 14 .6 '1'7.3 14.9 12.6 6.8 O..Y 10.0 7 .1 2.2 1.9 l.S 1.3 0.9 4.1
Café ··· 3'1.0 42:3 52.1 · 53.5 493 51.5 53.1 42.8 55.2 - 68.7 sis 2
- 66s 2 68.8 74.8 79.8 78.4
-
76.9 65 :1 66.0 60.6
Bananos 9.4 9 .8 _. 6.2 . 8.9 9.2 63 - . 4 .5 13 6.5 2.8 - 6.1 6.1 5.2 6.6 4.7 S .O 6.5 . 7.0
- - - - - - - -
Petróleo.
Sombreros
Tabaco-
-
CÚero · . · 103
5.5
2.1
8.0
4.9
-
8.3
3.6 .
1.4 . 1.4
-
93
2.8
2.7
4.2
1.2
-
.jl,3 11.6
3.1
11.1 16.8 8.0 10.9
2.4
1.1 .• 1.0
2.5
1.7
1.8 13
2'.6 2.2
--
-
-
--
-
4.7
O.S
O.S
-
4.4
0':6
0 .4
-
3.4
0.4
0.3
-
3.8
0.3
0.4
8.5 20.5 193
2.4
0.3
2.9
O.S 03 ..
2.7
0.4 . 0.2
21.9
3.0
0.1
0.2
otlÓS 22.7 16.8. 7.8 10.8 13.2 9.1. 12.4 16.3 19.1 13.6 - - 8.8 6·.6 8.1 8.6 5.2 4.5 . 4.4 3.1
rotal en
milones
de$ . 17.8 22.ll .32.2 343 32.6- 31.6 ' 36.0 . 36.7 37.4 79.0 71.0 63.0 52.7 603 86.2 84.8 11 1.7 109.0 133..6 126.9
---- --- --
Puente" . . . .. . . .
A: Jo$é Antonio Ocampo. la> Exportacionea 'ColombíaDas en el s¡gio XX. ,DeSilm>llt;y Sociedlld. No. 4, julio 1980, Bogotá, 0>-adro No. 7.
B: O. RodrÍguez y WillJam McGreevey, Colombia, Comercio Exterior 1835'·1962, en Compendio... , Op. ci¡.; Tabla IX. · ·
CUadro No. U .C
OOMPOSJCION PORCENTUAL DE LAS EXPORTACIONES SEGUN VALOR
1930-1949
1930 1931 1932 1933 19:H 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 194 2 1943 1944 1945 . 1946 1947 1948 1949
Oro · 8.0 6.1 1. 1 7.9 18.8 13.5 13.2 J7.S ll.S 22.9 25.0 24.2 11.0 0.1 0.1 - 0.2 79 9 .6 4 .3
Café 54.4 56.6 61.2 67.2 54.2 55.5 58.4 53.9 54.4 49 .2 44.2 4 7.4 15.5 80.6 12:5 74.1 76.6 105 70.7 72.3
Banano . 7.7 s.o
23.2 16.3
8 .6 6 .7
23.3 13.6
4.1 6.3 5.2 3.8 5.4 4.9 3.3 1.7 0.1 - 0.2 0.8 . 1.1 1.6 "1.9 2.7
lletrÓleo 18.6 20.5 18.0 19.1 22.8 18.1 23.9' ." 23.0 7.4 9.2 16 .4 159 11.9 13.5 14.2 17.4
Olero1 3.2 1.7 1.2 2.0 2 .0 1.9 2.3 "2.8 2.4 2.1 1.0 1.0 lJ 1.3 1.3 ·¡.o 1.2 l.S 1.1 O.S
OtrO$ · 3.5 14.3 4.6 2.6 2.3 2.3 2 .9 2.9 3.5 2.8 2.6 2.7 4.9 8.8 9.5 82 9.0 s.o2.5 2.8
Total
(mlll. S) · 1 13.3 97.7 70.2 73.4 152.4 147.8 157.6 184.2 163.2 177 .o 167.9 176.1 19 1.9 218.7 227.3 246.2 352.4 484 .7 ~58.1. 6~3.6
J . La participación de cada producto en el total de exportaciones es infedor al 1°/o.
w
-..)
Cuadro No: 1.4.D :
COMPOSICION DE LÁS EXPORTACIO.N ES SEGUN VALOR
: 1950-1979
(Millones de US$ corrientes)
38
permitió o bien la inversión en empresas comerciales28 y/o ma-
nufactureras, o bien la provisión de liquidez a "los terratenien-
tes de la Sabana, o de Boyacá o del Valle, [los cuales] no podían
crear crédi to a base de sus propiedades" 29 • Este período fman-
ciero de los antioquef'ios se extendió hasta los afios setenta del
siglo XVIII cuando comenzaron a establecerse los primeros
bancos en el-país.
Si bien es cierto, el oro contribuyó al desarrollo de otras ac-
tividades como la exportación de productos agrícolas, los que
llegaron más tarde a desplazarlo de su primer lugar, y al desa-
rrollo de la navegación por el Magdalena, las relaciones Metró-
poli-Colonia existentes para entonces impidieron la retención
del excedente económico por parte de los comerciantes .crio-
llos, quienes .debieron esperar hasta después de la lndependenc
cía para obtener,. un efectivo beneficio del tráfico ex terno . En
efécto el -volumen de .importaciones y por lo tanto el tráfico de
vuelt;1 por el Magdalenl,l era limitado y dadas las características
intrínsecas del oro, su exportación tampoco exigía un tráfico
fluvial de gran .magnitud.
TABACO
El ·cultivo de -~sta hoja ya era común en Colombia muchos
afios antes del auge en su exportación. Hacia 1776 el Gobierno
Español .estableció el monopolio 'del tabaco en el Virreinato y
si bien es cierto delimitaba cuatro áreas para su cultivo, la pro-
ducción se extendió hacia otras áreas, tal como se desprende
dd Cuadro No. 1.5' y 1.6 30 . Estas cuatro áreas - Amb'alema,
39
Palmira, Zapatoca y Po re~ siguieron concentrando la."produc-
ción de . la hoja, aún después de la abolición del monopolio
en .l850.
·'Durante .mucho tiem po este producto se destinó. principal-
ment-e a abastecer el consumo doméstico y los ingresos por con -
cepto del estanco del tabaco representaron -un 19.2°/o del total
de los ingresos del Virreinato en 18 10 31 y se utilizaban para el
sostenimiento· de la burocracia española y de las guerras que li-
braba la Metrópoli .
.Con el advenimiento de la República las condiciones de. pro -
ducción no ·se modi ficaron pues el monopolio se mantuvo -Ley
2a: de ·l821. Se añadieron nu evos distritos de sle·mbras durante
las décadas de 1820 y 1830 y se trasladó la sede de la facto-
ría3~: · de Zapatooa a San Gil. La producción-se mantuvo, con
pequefios .altibajos, en los mismos niveles hasta 1846, año en el
cual se ·in ició la exportación de la hoja (ver Cuadro No. l.4.A).
La ·apertura del monopolio del tabaco a la empresa privada
fue 'l a lógica consecuencia del hechb que el estanco sólo le per-
tenecía en teoría al Estado, pues lo había prácticamente· hipo-
tecado al sector privado a través de los su cesivos préstamos que
de éste había recibido. Adem ás la creciente influencia de la
ideología li brecambista abogaba por la abolición de las trabas
al .comercio, mientras que el Estado se mostraba cJarru.n~n te
incitpaz d.e controlar el COntr~bandO, que ya 'e ra Ut;la tradición
en e~ país. De otra pa,rte IÓs.comerciantés'estaban éada vez m ás
i nteresados eri actividades de exportación para prov.eerse de
las d(visas necesarias para la importación de prod UGt os europeos .
. En j~Iio de 184? s~ celebró el primer "con t rato de su~inis-.
tro" entre el Gobierno y la firma Montoya Sáenz y Cla para la
facto ría de Ambalema33 . A partir de en ton ces, las demás fac-
'. . .
. : :•
40
Cuadro No. 1.5
PRODUCCION TABACALERA POR DISTRITOS
1840/45·1875 (Miles de arrobas 1 )
1840/45
(promedio) 1855 1865 1875
34. Ellas son las de Tambo, para el consumo ·mtern9; Colombiana, Peiialisa, Pu·
rificación·y Flandes- en Tolima;Ocaña y San Gil-e n Santaílder; Carmen de Bolívar
.y Mompox- en la Costa Atlántica.
41
Cuadro No. 1.6
REGIONES PRODUCTORAS DE TABACO
1764 - 1850
42
revolución en Colombia y la cantidad de tabaco exportado, sí
existe bastante evidencia para señalar que la debilidad de la paz
en Europa durante el apogeo de la Pax Brittanica afectó todo
lo r elacionado con la industria del tabaco en Colombia".
Además, "el mercado europeo para el tabaco colombiano
era excelente debido en gran parte a la reducción en la produc-
ción en los Estados Unidos y al bloqueo naval de los Estados
Con federados efectuado por la Marina de los Estados Unidos.
Los ampliamente difundidos disturbios militares q ue Colombia
había experim entado no fueron suficientes para que los pro-
ductores colombianos desistieran de tomar ventaja de ese mer-
cado, y en 1863 la exportación de tabaco llegó a su punto más
alto " 35 •
El auge en las exportaciones (ver Cuadro No. 1.4.A) se ex-
tendió desde 1846-48 hasta 187 6, año a partir del cual Jas ven-
tas al exterior comenzaron definitivamente a declinar. Ya entre
1858-59 se presentó un brusco descenso explicable, en parte,
por la quiebra en 1857 de la casa Montoya, la cual daba cuenta
de más del 900/o de las exportaciones de tabaco a B¡;emen, eJ
principal comprador, y, en parte, por la recesión mundial de
1857-58, que vino a afectar Jos precios y la demanda externa
de la hoja.
Una vez superada la crisis, la demanda externa por tabaco
colombiano, resurge bajo el liderazgo de El Carmen de BoH-
var, "la única factoría que no se había desarrollado bajo el
monopolio". Su importancia se extiende hasta 1876 año en
el cual " .. .los compradores de Bremen le notificaron claramen-
te a los productores de Ambalema q ue su tabaco ya no llenaba
los requisitos mínimos del mercado" 36 . Al derrumbarse el mer-
cado externo para El Carmen "todas las áreas marginales de
producción tales como Mompox y Ocaña suspendieron el cul-
tivo del tabaco " 37 •
35. J. Harrison. The Colombian Tabacco ... Op. cit., pp. 234-236.
36. J. Harrison. La evolución de la comercialización del tabaco colombiano has-
ta 187 5, en Jesús A. Bejarano. (comp). El siglo XIX en .Colombia ~isto por historia-
dores norteamericanos, Bogotá, Editorial La Carreta, 1977, p. 80.
43
Sin embargo, el tabaco colombiano vuelve a aparecer en es-
cena hacia finales del siglo, cuando Europa se in teresa en la
manufactura en mayor escala de cigarros baratos. Este resurgi-
miento de la exportación de tabaco tuvo sólo importancia para
la región producto ra, pues ya el café estaba logrando el lideraz-
go de las exportaciones del país. Esta nueva aunque limitada
apertura de los mercados europeos, sumada a la mayor accesi-
bilidad de la región de Palmira - debido al establecimiento del
puerto de Buenaventura en la Costa Pacífica- hicieron posible
que la zona disfrutara de un pequeño y tardío auge entre 1876
y 1890.
38. Lugares donde se procesaba la hoja de tabaco. Según L. Sierra, (Op. cit) la
Casa de Aliños de Francisco Montoya que empezó a funcionar en l845 , 1lcgó a em-
plear más de 500 trabajadores, en su mayorÍa mujeres.
39.lbid.. p. 159.
44
fiebre y viruela que frecuentemente azotaban a las zonas de
clima cálido del país" 40 .
l.a actividad tabacalera también atrajo capitales de Antio-
q uia, Bogotá y aún extranjeros, pero los primeros fueron pre-
dominantes y de hecho "en 1852 tres compañías antioqueñas
co n trolaron más de las dos terceras partes de las exportaciones
de Ambalem a, el 180/o estuvo en manos de una compañía in-
glesa - Fruhling & Goschen- y tres compañías bogotanas que-
daron con los restos" 4 1 • Pero ya en 1857 las co mpañías más
pod erosas eran la inglesa Fruhling & Goschen, que práctica-
mente reemplazó a Montoya, Saénz & Cía, y algunas firmas an-
tioq uef'ias entre las cuales la más notable era Unión.
Como se había mencionado antes, la mayoría de los comer-
cian tes de ta baca estaban in te resadas en impulsar una activid ad
q ue les permitiera fmandar crecientes flujo s de importación .
Debido a los elevados cos tos del dinero 42 , los comerciantes
buscaban actividades de baja inversión que rindieran beneficios
en un tiempo relativamente corto. El tabaco llenaba estos re-
quisitos - al igual que otros productos de los cuales hablaremos
más adelante- y sólo necesit aba de un amplio mercado exter-
no para que estas ventajas se concretizaran.
Las oportunidades de exportación se presentaron por prime-
ra vez en 1/13940 cuando la producción cubana decayó afec-
tada por huracanes 43 ; más adelante en 1846-49 cuando la pro-
ducció n norteamericana no pudo abastecer la demanda de los
europeos, y luego, finalmente después de la recesión de 1857,
cuando, según datos de Harrison, las heladas dismin uye ron de
4 3. Esta primera experiencia, Ucvada a cabo por Guillermo Wills, si bien falló,
demostró que el tabaco colombiano no se ajustaba a Jos requerimien tos del merca-
do europeo y pennitió obtene r valiosa información para futuras incursiones.
45
nuevo la producción norteamericana. Así, bajo estas condicio-
nes Montoya & Sáenz "pudieron establecer un sistema centra-
lizado de curación, inspección y empaque , selección y control
de calidad" 44 , que les permitió conquistar el mercado europeo.
El auge de Am balema también hizo posible el impulso de la
navegación a vapor por la arteria fluvial más importante del
país, es decir, el río Magdalena. Aunque "el diseño general de
las vías de transporte no había cambiado" con relación al pe-
ríodo colonial, la exportación en gran escala del tabaco así co-
mo la retención del excedente por parte de empresarios locales
permitió un tráfico fluvial de mayores proporciones al contar
éste con carga de subida suficiente, caso contrario al del oro co-
mo se mencionó antes. De esta forma el río se consolidó coroo
el eje central del sistema de comunicaciones del país ; conse-
cuentemente las vías complementarias se hicieron obedeciendo
a éste patrón básico y Santa Marta resultó, "probablemente
por la ventaja en la conexión río-mar, el puerto principal du-
rante esa época" -1845-61 45 - cediendo a Barranquilla esta
posición algunos años más tarde.
Montoya, en compañía de otros comerciantes antioqueños
y samarios, controlaba no sólo el transporte por río sino tam-
bién el terrestre entre Honda y Bogotá 46 . Así, al reducir sensi-
blemente los costos, se hacía posible obviar una de las princi-
pales dificultades que en épocas anteriores habían obstaculizado
la integración de las provincias del interior con los mercados
externos.
Este logro fue parte del éxito de la exportación del tabaco,
la actividad que había hecho de Ambalema una región-centro.
Pero esa misma actividad era bastante inestable, dependiendo
en gran medida de las fluctuaciones del mercado externo. Así
46
que, al decaer esta actividad, la preponderancia de Arn balema
como centro también desapareció y, "después de 1870, iba en
camino de convertirse en un pueblo fantasma " 47 •
50. Según datos de Ospina pasó de una tasa anual de 4.4°/oentre 1807 y 1852
a una tasa de 6.5°/o entre 1852 y 1875 ; Op. cit., p. 297.
47
Igual cosa sucedía en la costa del Caribe, en donde además
de extenderse la siembra de pastos, se desarrollaba una gran ac-
tividad portuaria. Santa Marta fue el centro de esta actividad
entre 1845 y 1861 cuando Barranquilla la desplazó.Estaregión
aprovechó también la actividad exportadora de tabaco que tu-
vo lugar entre 1858 y 1876.
Finalmente, la región del Oriente -que comprendía los ac-
tuales departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santande-
res- experimentaba un proceso de transformación paulatina,
en tanto que se realizaban una serie de intentos para vincularla
al mercado externo. Casi todos estos intentos, con excepción
del café en las últimas décadas, fallaron por razones que se acla-
rarán posteriormente. Al mismo tiempo se abrieron nuevas
tierras para el cultivo y la población comenzó a movilizarse de
manera más activa que antes, aun cuando no en la misma pro-
porción que en la región de Occidente.
Santa Fe de Bogotá siguió siendo el centro administrativo
del país, aunque hacia mediados del siglo muchos escritores de
la época lamentaban el parasitismo y la miseria en que venía
sumiéndose la ciudad.
48
proveedores del mercado europeo y sus productos eran de me-
jor calidad que el de Colombia; sin embargo, la guerra civil de
Bolivia y sus conflictos limítrofes con el Perú, redujeron tem-
poralmente la oferta de la corteza e hicieron posible la primera
expansión del producto colombiano en el período 1854-58 52
(ver Cuadro 1.4A y 1.7) expansión que se detuvo en los años se-
senta. Un segundo período de auge tuvo lugar en la década de
los setentas cuando la demanda m un dial creció y " .. .la mejor
quina natural, la corteza roja del Ecuador, se había práctica-
roen te extinguido" 53 . A mediados de los ochenta la exportación
cayó definitivamente cuando India y Java empezaron a produ-
cir quina en gran escala y de mejor calidad. Además de la varia-
ble externa, esta caída de las exportaciones de quina fue tam-
bién causada por la rudimentaria tecnología empleada, la escasa
experimentación y los limitados conocimientos del proceso de
explotación, así como por Jos elevados riesgos que conllevaba
la inversión en este tipo de productos.
Como en el caso del tabaco, cada período de auge en la ex-
portación de la quina corresponde a la expansión de una zona
diferente, es decir, se produce una rotación de las áreas ligadas
al mercado externo. En este caso la primera expansión tuvo lu-
gar en los valles del Cauca, Fusagasugá y Alto Magdalena -en
la provincia de Neiva. Durante los años sesenta y setenta la
producción se desplazó hacia el Tolima -distrito de Ambale-
ma- y a Santander, particularmente en la región aledaña a
Bucaramanga.
Varios de los comerciantes ligados a la producción del taba-
co adquieren concesiones para explotar la quina, entre ellos se
1 cuenta la Compañía de Colombia -de la .cual es socio Monto-
ya & Sáenz- la que se convierte en "la mayor especuladora
1
1
52. Según Safford, Aspectos•.. , Op. cit., a la expansión de las exportaciones co-
lombianas contribuyó también el descubrimiento por parte de un químico holandés,
de un segundo alcaloide contenido en la quina producida en Colombia.
53 . Frank Safford, Commerce.. ., Op. cit., p. 280 .
49
Vl
o
Cuadro No. L7
VOLUMEN DE EXPORTACIONES
1834 - 1910
(toneladas)
1834/ 35· 1840/ 41- 185-4/53- 1864/65- 1870/71- 187 5f76- 1878/79- 1888-91 1898 1905-10
38/39 44/45 57/58" 69/70 74/75 77/78 80/81
Café 207.6 853.6 1.669.4 3.759.1 6.403.6 8.525.9 12.300.8 14.740.6 34.653.3 35.965.6
Tabaco 178.0 203.1 3.089.3 5.205.6 5.867.8 4 .090.6 3.217.9 3.637.7 6.226.2 4 .490.9
Quina 2.1 0.2 1.349.9 887.4 3.470.5 2.676.5 4.61 1.6 82.8 12.3 -
Cueros 594.3 988.7 780 .7 567.3 1.37 3.7 1.466.0 2.585.4 3.599 .1 .3 .856.9 4.531.0
Algodón 867.8 422.8 95.9 1.255.0 920:1 708.4 383.8 757.7 577.0 146.4
Añil
Sombreros
0.1
0.6
-
2.8 74.6
- 23.3
30.1
114.2
35.3
14.7
19.8
6.2
7.6
2.1
9.5
-
0.9 63.2
-
Banano - -
-
- - .
- - - - 240.4 5.767.9 53.811.7
---···-
Fuente: Jesús Antonio Ocampo. "Las Exportaciones..•" . Op. cit., Cuadro No.8, p.129.
que operaba en la cordillera oriental" 54 . la mayoría de tales ·
concesiones se hacen sobre terrenos baldíos, los cuales pasan a
manos de comerciantes o terratenientes.
Si bien es cierto que la expansión de la quina jugó un impor-
tante papel en la penetración de algunos territorios que hasta
ese momento permanecían al margen de la vida económica del
país, sin embargo, tal expansión no tuvo las mismas dimensio-
nes de la del tabaco, ni en términos de los recursos desplazados,
ni en términos de la organización del espacio.
54. Se encuentran también Fernando Nieto, Enrique Grice, la Casa Fruhling &
Goschen - todos ellos exportadores de tabaco - Saintc Rose Cía de París -que ob-
tiene una concesión de más de 30 millones de hectáreas- R. Santamaría de Antio-
quia, A. Vargas, P. Ospina e l. Cordovez, todos ellos comerciantes bogotanos y
algunos otros extranjeros.
51
e) del desconocim iento de procesos más adecuados pam su pro-
ducción.
iü) Los cortos períod os requerid os para su elabor ación per-
mitiero n a los ex po1tadores adaptarse rápidamente a las ma-
yores demandas de los países compradores, durante los perío-
dos de crisis de los otros países abastecedores .
iv) Debido al carácter temporal de la producción para la e x-
portación , la inversión en capital fijo fue mínima a la vez q ue
estas exportaciones aprovechaban ven tajas relativas tales como
la existencia de recursos silvestres en el caso de la q uina y la
palma, empleada como materia prima para la fabricación de
sombreros, o su fácil y rápida cosecha en el caso del ai'lil y el
algodón.
v) Al ser el exportador al mismo tiempo productor, la pro-
ducción permaneció supeditada a la actividad exportadora, la
cual siendo eminentemente especulativa, le imprimió de esta
forma una gran inestabilidad a la producción e impidió el esta-
blecimiento de un prod ucto q ue pudiera insertarse firme y de-
fin itivamente en el mercado mundial. Todo esto implicaba una
falta de interés de parte del exportador en una inversión fija
cuantiosa para desarrollar este tipo de productos.
vi) O tra implicación e m, naturalmente, la inestabilidad que
se generaba en las diversas regiones cuando las condiciones ex-
tem as requerían cierto producto. Este ajuste productivo tenía
lugar sin una gran contribución del exportador q uien aprove-
chaba al máximo la situación. lllego, cuando las condiciones
e xternas dejaban de ser favorables, el exportador tmtaba de
pasar rápidamente a otro producto, mientras que la región de-
bía hacerse cargo de los costos vinculados a este disminución .
La producción de estas e xportaciones menores se hallaba
localizada fundamentalmente en la región Oriental y el de la
Central, Huila y Tolima, aunque algunos productos como los
cueros y el algodón se encontmban también en la costa del Ca-
ribe (ver Cuadro No. 1.8).
Los sombreros de paja tuvieron su mayor auge hada fmales
de la década de los cincuenta (1854-58), mien tras q ue ]a ex-
portación de cueros Jo tuvo en la de los ochenta (ver Cuadro
No. I. 4A). La producción doméstica de cueros creció tanto por
52
la demanda externa como por la demanda interna relativa al
empaque del tabaco y de la quina para la exportación. Pero la
producción de las regiones del interior no era considerada muy
rentable porque "generalmente los comercian tes de Bogotá
preferían negociar con bienes que tuvieran un mayor valor por
unidad de peSo" 55 y que implicaban menores costos de trans-
porte. Caso contrario se presentaba con la producción de som-
breros, así que cuando la demanda externa de las Antillas,
especialmente la de Cuba, la del sur de los Estados Unidos y
la de Venezuela aumentó, su producción se vio estimulada 56 •
Aunque de menor calidad que los producidos en estos países,
los sombreros de Santander 57 , fueron los de mayor exporta-
ción hasta comienzos de los años sesenta, cuando la competen-
cia de Curayao los desplazó del mercado.
Una vez iniciada la caída de las exportaciones del tabaco de
Ambalema, algunos productos como el algodón y el índigo se
perfilaron como alternativas para el mercado externo. Talco-
mo lo han señalado varios autores, la Guerra de Secesión de los
Estados Unidos de América disminuyó notablemente la pro-
ducción de algodón para el mercado europeo y ello provocó
su expansión en algunas zonas de Colombia -valle alto del Mag-
dalena, costa del Caribe y región del Socorro- durante la dé-
cada de los sesenta. Naturalmente, el auge culminó cuando los
Estados Unidos, Egipto e India incrementaron sensiblemente
sus cosechas a comienzos de los setenta (ver Cuadro No. I.4A
y 1.7 .).
El caso del cultivo del añil para la producción del índigo es
muy similar al del algodón. Aquel atravesó un fugpz período
de expansión en la década de los setentas, contribuyendo con
casi un 60/o a las exportaciones en su año tope (1871-72) en
56. Los principales consumidores eran los esclavos y trabajadores de las planta-
ciones.
57. En Neiva se producían sombreros de superior calidad pero de mayor precio
lo cual restringía su demanda a las clases media y alta. Su producción fue siempre
menor a la de Santander.
53
.,.
VI
Cuadro No. 1.8
SINTESIS DE LAS PRINCIPALES EXPORTACIONES MENORES EN EL SIGLO XIX
Indigo Cúcuta, Nilo, Melgar, Cun- 1871 ·1872 India, Bengala. Gran Bretaña, Francia.
{Aftil) day, El Carmen, Cundina-
ca, Tollina, Tocairna.
Fuente: Elaborado en base a descripción de Frank Safford, Commerce ..• Op. cit.. Luis E. Nieto A., Economfoy OdtJroenlo
Hirtorio d~ Colombia, Bogotá, Ediciones Tiempo Presente , 1975.
tanto que productos como el café, la quina y el tabaco aporta-
ron entre 150/o y 18°/o (ver Cuadros Nos. 1.4A y 1.7). Su auge
obedeció a la disminución temporal de la producción por parte
de Bengala, el principal abastecedor del mercado inglés. Una
vez recuperado aquel, las exportaciones colombianas empeza-
ron a declinar, significando la ruina para muchos cultivadores 58 .
De todas maneras, en el caso del algodón y del índigo las
exportaciones colombianas se vieron afectadas negativamente
por la inestabilidad política del país, especialmente en las re-
giones oriental y central, durante las décadas de los sesenta y
setenta.
CAFE
58. La mayoría de estos cultivadores eran bogotanos. Al cultivo del añil se aso-
ciaron apellidos como Samper, Camacho Roldán, Abondano, Brigard, Ibañez, Piza-
no y Rivas, algunos de los cuales, luego de la ruina causada por la desafortunada
experiencia del añil, se dedicaron al cultivo del café.
59. Frank Safford, Commerce... , Op. cit., p. 297.
60 . /bid., p. 298.
55
i) era relativamente barata su comercialización", ü) "no se
dañaba fácilmente y podría almacenarse durante largo tiempo" ;
iü) como tenía "un altísimo valor por su peso, suponía costos
mínimos de transporte"; iv) "no requería tierra fértil, y, podía
sembrarse en las laderas, con lo cual el área quedaba bien pro-
vista"; v) "se producía entre 3.600 y 6.000 pies de altura en
un clima que peones y hacendados de tierra fría podrían so-
portar"; vi) "el problema persistente de la fiebre en la industria
del tabaco se evitaría" y finalmente, vii) "ya que el café se cul-
tivaría en las laderas a un día de distancia de Bogotá, existía la
posibilidad por parte de los hacendados-políticos de visitar
sus cultivos ocasionalmente".
Y así, desde hace más de un siglo, el café ha sido el principal
producto exportado por el país y su producción y exportación
han estad o asociadas a diversas etapas del desarrollo de la es-
tructura socio-económica de Colombia. Este producto resume
entonces gran parte de la historia nacional y por lo tanto ha
recibido gran atención por parte de los historiadores colombia-
nos y extranjeros 61 • Aquí se analiza la vinculación de las diver-
sas áreas cafeteras al mercado mundial, la evolución de esta
vinculación y sus efectos sobre el desarrollo regional así como
sobre el de la economía nacional. La periodización de este pro-
ceso se hace de acuerdo al comportamiento de los siguientes
elementos: el mercado mundial del café_y el sector exportador,
la producción regional y las formas de organización social co-
lombianas.
61. Entre los trabajos más importantes cabe enunciar: Luis E. Nieto, El Café en
la Sociedad Colombiana. Bogotá, Ediciones Tiempo Presente, 1975; Absalón Ma-
chado, El Café. De la Aparceda al Capitalismo. Bogotá, Edic . Punta de Lanza, 1977;
FEDESARROLLO, Economfa Cafetera Colombiana. Bogotá, Fondo Cultural Cafe-
tero, 1978; Mariano Arango, Café e Industria 1850-1930. Bogotá, Carlos Valencia
Editores, 1977; Robert Carlyle Beyer, The Colombian Coffee lndustry; Origins and
Major Trends, 1740-1940, Ph. D. Tesis, University of Minessota, 1947; Charles
Bergquist, Café y Conflicto en Colombia 1886-1910. Medellín, Edit. FAES, 1981.
El trabajo de tipo histórico más reciente es el de Marco Palacios, El café en Colom-
bia (185 0-1970). Una Historia Económica, Social y Política. Bogotá, Edit. Presencia,
1979. Además ver D. Monsalve, Colombia Cafetera. Barcelona, Artes Gráficas, 1927.
56
El primer período (1850-1910) abarca desde el surgimiento
del café como producto de exportación hasta el rompimiento
del modelo de desarrollo basado fundamentalmente en el siste-
ma de haciendas. El segundo período (1911-1929) correspon-
de al desarrollo de un nuevo modelo primario-exportador con
la emergencia del sistema de pequeña producción parcelaria.
El tercero (1930-1940) toca con la fase de apoyo del sector
exportador al desarrollo del proceso de industrialización y al
fortalecimiento de la producción parcelaria. El cuarto perío-
do (1941-1965) caracterizado por un desarrollo monoexporta-
dor, se refiere al intervencionismo estatal y a Jos intentos de
estabilización de la producción. El último período (1966-
1980) alude a la diversificación de mercados y a la moderni-
zación de la caficultura.
57
No cabe duda que la inserción de Colombia en el mercado
mundial del café "dependió casi siempre de las coyunturas ex-
cepcionales en los mercados mundiales de materias primas" 62 .
El mercado mundial del café en el siglo pasado se caracterizó
por un gran dinamismo del consumo -resultado de la popula-
rización de este producto y del aumento en los ingresos reales
promedio de los países más avanzados- y por una gran expan-
sión en la producción 63 . la primera expansión se produjo entre
1820 y 1840 cuando el cultivo se extendió de las Antillas fran-
cesas y las Guayanas hacia Brasil, Ceilán (ahora Sri lanka) y
las Indias Holandesas. A mediados del siglo las nuevas zonas
dominaban el mercado mundial, pero durante las décadas de
los años cincuenta el Brasil comenzó a tener serias dificultades
en su producción, debidas a la disponibilidad de fuerza de tra-
bajo y, en las décadas de los sesenta y setenta, los cafetos de
las colonias holandesas fueron atacados por la roya. De esta
forma la oferta se redujo y se produjo un crecimiento de los
precios. Este "movimiento ascendente de los precios mundia-
les hizo posible la extensión del cultivo del café en algunas
zonas productoras de América donde el café ya se había desa-
rrollado en cierta escala antes de 1850 -Venezuela, Haití, Cos-
ta Rica- y el desarrollo de nuevas zonas productoras -Guate-
mala, El Salvador, México y Colombia" 64 . Hacia 1905-09
América concentraba el 97°/o de la producción mundial, de
los cuales el 790/o correspondía al Brasil cuya producción entre
1895-99 y 1905-09 creció a una tasa del 7.2°/o anual, provo-
cando un sensible incremento de la oferta mundial (ver Cuadro
No. 1.9); y una baja del precio (ver Cuadro No. 1.1 0). Colo m-
62. José Antonio Ocampo. El mercado mundial del café y el surgimiento de Co-
lombia como un país cafetero, Desarrollo y Sociedad, Bogotá: CEDE No. 5, 1981.
Este mismo investigador ha presentado una de las series más completas y depuradas
sobre comercio exterior en el siglo XIX, la cual se utiliza en este trabajo, Las Expor-
taciones Colombianas en el Siglo XIX, Desarrollo y Sociedad, No. 4,julio 1980,
(Oiadro No . 7).
6 3. /bid., p . 155.
58
bia era en ese entonces el cuarto productor después del Brasil,
Centro América y Venezuela.
Desde el punto de vista de los países compradores, Europa
fue el principal importador de café colombiano hasta la Guerra
de los Mil Días, cuando los Estados Unidos comenzaron a vis-
lumbrarse como el principal mercado.
Condiciones de Producción y Comercialización. La produc-
ción, cultivo y comercialización del café durante el período
analizado se caracterizaba por : i) predominio de la hacienda
cafetera cuyas formas de organización de la producción mos-
traban la poca movilidad y disponibilidad de mano de obra;
ii) integración de los procesos de comercialización y produc-
ción de café que se manifestaba en la transformación del co-
merciante urbano en hacendado "movido principalmente por
la aspiración de exportar directamente café" 65 , puesto que él
ya poseía un gran control del mercado intemo;iíi) baja veloci-
dad de circulación del capital y relativa iliquidez que, según
Palacios, caracterizó este período y fue uno de los obstáculos
para establecer en las haciendas un sistema de trabajo basado
en un con trato salarial; a su vez esta si tu ación de ilíquidez co-
locaba al comerciante en p osicíón poco ventajosa en un mer-
cado mundial donde la especulación y los elevados riesgos eran
la norma y en el que la disponibilidad de dinero podía signifi-
car grandes pérdidas o ganancias en ciertas conyunturas; iv)
"diversificación indiscriminada de la inversión", es decir, siem-
pre según Palacios, la práctica bien común de los comerciantes
de operar en el mercado externo con varios productos y de in-
vertir no sólo en actividades exportadoras, sino también de
importación, financieras, de servicios de transporte, mineras,
de compra de tierra, etc., a tin de reducir los riesgos que con-
llevaba la especialización en aquellas actividades; v) elevados
costos de transporte, los cuales "variaban de un mínimo del
150/o -ruta de Cúcuta-Maracaibo- a un 240/o -ruta Bucara-
manga-Barranquilla- de los precios neoyorquinos al por ma-
65. Marco Palacios, Op. cit. , p. 110. Según este autor fueron pocos los "latifun-
distas tradicionales que se convirtieron en hacendados de café".
59
0\
o
1855·59 1860-64 1865-69 1870·74 1975·79 1880-84 1885-89 1890-94 1895-99 1900·04 1905..()9
Brasil 52.2 48.7 48 .3 47.5 49.8 55.8 57.6 58.3 74.5 76.8
Venezuela
Colombia
s:z 5.2
nd
5.3
1.0
6.0
1.4
6.3
1.9
7.2
2.3
7.2
2.4
7.9
2.4
65 .31
6.5
3.7
4.4
3.3
4.2
3.6
Centro América nd.J 1.4 2.5 3.7 3.8 4.2 7.2 9.2 7.2 7.9 8.7
Haití, Santo Domingo 3.4 4.6 3.4 4.0 5.7 5.4 4.7 4.8 3.3 2.4 2.3
México * * * * * 1.1 1.1 1.2 2.5 2.3 2.3
Indias Holandesas 25.2 22.7 19.5 19.1 17.3 17.0 12.3 8.5 6.0 3.7 2.0
Ceilán (Sri Lanka) 8.7 10.9 12 .9 10.9 8.4 3.9 1.6 * * * -
India 1.3 2.9 4.0 4.6 3.5 3.2 3.0 2.8 2.0 1.4 *
Producción mundial 5.248.4 5.268.4 6.187.8 6.838.2 7991.4 9.479.2 9.886.6 10.083.6 13.1749 16.392.1 17.051.3
{miles de sacos) 1
l. 1 saco= 60 kgs.
2 . * =menosde0 .05°/o
3. nd =no disponible
Fuente: José Antonio Ocampo, "El mercado mundial ... ", Op. cit., Cuadro No. 3, p.l37.
Cuadro No. 1.10
PRECIOS ANUALES PROMEDIO DE CAPE VERDE EN E.E.U.U., 1851-1977
(Centavos corrientes de dólar por libra)
Precios f.a.b.
Año c/lb. Año e/lb. Año c/lb. Año c/lb. Año c/lb.
1851 7.40 1876 16.20 1901 6.48 1926 21.60 1951 6053
185 2 7.70 1877 16 .80 1902 6.60 1927 18 .50 1952 51.28
1853 8.90 1878 1250 1903 7.00 1928 21.30 1953 52 .70
1854 8.70 1879 13.50 1904 8.10 1929 20.40 1954 65.63
1855 9.10 1880 12 .50 1905 8.60 1930 13 .10 1955 52 .18
1856 9.10 1881 10.00 1906 7.90 1931 10 .10 1956 51 .17
1857 9.60 1882 8 .20 1907 7.60 1932 9.10 1957 ' 49.82
1858 9.40 1883 9.30 1908 7.50 1933 7.90 1958 43.89
1859 10 .80 1884 8.20 1909 7.90 1934 8.80 1959 35.65
1860 11.10 1885 7.60 1910 10.30 1935 7.60 1960 34 .34
1861 11.30 1886 10.70 1911 13 .30 1936 7.70 1961 32 .44
1862 12.50 1887 14.00 1912 13.80 1937 8 .90 1962 30 .44
1863 12.00 1888 13 .00 1913 11.10 1938 6.90 1963 30.28
1864 11.50 1889 16 .00 1914 9.60 1939 6.90 1964 39.63
1865 11.20 1890 19.00 1915 9.60 1940 6.20 1965 37.56
1866 10.00 1891 20 .00 1916 10.10 1941 7.90 1966 36 .53
1867 10 .10 1892 14 .00 1917 9.00 1942 12 .00 1967 34 .15
1868 9.70 1893 16.40 1918 14.10 1943 12.40 1968 33.95
1869 10.30 1894 14.70 1919 19.50 1944 12.50 1969 33.40
1870 9.80 1895 14.60 1920 19.50 1945 12.70 1970 44.44
1871 12 .70 1896 11.10 1921 10.70 1946 17.20 1971 40.73
1872 15.00 1897 7.50 1922 12 .90 1947 24.00 1972 43.03
1873 19 .30 1898 6.50 1923 13.50 1948 25.10 1973 54.31
1874 15.80 . 1899 6.70 1924 1750 1949 27 .20 1974 59.08
1875 16.70 1900 7.40 1925 22 .30 1950 44.72 1975 58.19
1976 100.79
1977 201.84
61
las mulas; vi) altos jornales y costos de transporte que, durante
esta primera expansión, sin embargo no eran los principales
determinantes de la rentabilidad de las haciendas cafeteras la
que en realidad dependía en gran medida del comportamiento
de los precios interrtádonales del café. Tal rentabilidad (ver
Cuadro No. I.ll) alcanzó su nivel máximo del 300/o al 40°/o
anual durante el período 1895-97 pero " ... se esfumó con la
caída de los precios a fines del siglo " 67 .
Todas estas características del sector cafetero en este perío-
do muestran claramente la gran vulnerabilidad de la hacienda
a los vaivenes del mercado mundial. M. Palacios al resumir la
función que la hacienda cumple en la expansión del sector, ex-
plica que ella "no es la vía del desarrollo cafetero, no es la base
sino la precursora que crece atrofiada y sobrecargada por un
cúmulo de contradicciones económicas empresariales y sociales
que en algunas regiones del centro del país la llevarán a su caída
dramática en los treinta" 68 .
No obstante, es durante este período de predominio de la
hacienda cuando se extiende y difunde el cultivo del café en
todo el país. De acuerdo con el Cuadro No. I.l2A, la produc-
ción se estableció y expandió inicialmente en los territorios
que hoy abarcan los Departamentos de Santander -Norte y
Sur- Cundinamarca y Tolima, y solamente después se fue ex-
tendiendo a Antioquia, Caldas y Valle.
En los Santanderes se concentró la producción hasta comien-
zos de la última década del siglo XIX, cuando se logró una ma-
yor extensión espacial en el cultivo . Entre las razones aducidas
para la aparición y difusión inicial del cultivo en los Santan-
deres se mencionan: i) más fácil acceso a las vías de exportación
Cúcuta-Maracaibo y Cúcuta-Magdalena; ii) mayor disponibili-
dad de fuerza de trabajo que probablemente provenía de los
cultivos de tabaco y de la producción de sombreros de paja, los
62
Cuadro No. 1.11
COSTO, INVERSION Y GANANCIA DE LA PRODUCCION CAFEI'ERA AL FINAL DEL SIGLO XIX
Adquisición de animales y
semillas 12 9 Inversión 10
1. Se incluyen dos cotizaciones diferentes, la primera de ellas corresponde al cálculo Bergquist y la segunda al de Palacios. El cos-
to total incluye costos de producción y de transporte.
2. Todos los datos han sido calculados para la producción de 600.000 sacos de 60 kgs.
3. Relación entre la ganancia bruta y el capital circulante (costo total) más el costo de reposición.
Fuente: Componentes de la Inversión Cafetera: Marco Palacios, El Café ...• Op. cit., Cuadro No. 2. Valores totales de produc-
ción: José Antonio Ocampo, El mercado ... , Op. cit., pgs. 154-56.
0\
w
Cuadro No. 1.12.A
PRODUCCION CAFETERA POR DEPARTAMENTOS
1874 - 1932
(miles de sacos de 60 kgs.)
~:g~~~~:s
10.7 120 105 98 150
0.2 nd 25 13 21
Otras zonas 1.9 n.d . 38 44 5 184 6
l. Las cifras de los Santanderes fueron corregidas de acuerdo con los datosde José
Antonio Ocampo, El mercado ... , Op. cit., Cuadro No . 5,
2. Ocampo, incluye otras estimaciones basadas en los datos de López para 1913,
así: Antioquia 259.9 miles de sacos y Caldas 281.0 miles de sacos.
3. Incluye Jos actuales departamentos de Huila y Tolima.
4. Incluye Jos actuales departamentos de Magdalena, Guajira y Cesar.
5. De estos, 18 núl sacos corresponden al departamento del Cauca y otro tanto al
departamento del Huila.
6. De estos, 56 mil sacos corresponden al departamento del Cauca y 51 mil al de-
parta~ento del Huila.
64
Cuadro No. 1.12.B
PRODUCCION CAFETERA ~OR DEPARTAMENTOS
1943-1980.
(miles de sacos de 60 kilos)
Fuente: 1943: FEDECAFE, Boletín ... , Op. cit., p. 33. La información original
aparece en sacos de 62 1/2 kilos de café pergamino y se redujo a sacos
de 60 kilos.
1955-56: ONU (CEPAL-FAO), Op. cit., Cuadro No. 12, p. 26.
1970: FEDECAFE, Censo Cafétero.
1980: FEDECAFE, Censo Cafetero.
65
cuales habían entrado en decadencia en esta zona 69 ; y iii) ne-
cesidad de' invertir lucrativamente los recursos de capital que
los comerciantes cucuteños habían obtenido en las actividades
de in terca m bi o con Venezuela .
Dos nuevas áreas aparecen entre el final de la década de los
sesenta y comienzos de los noventa. La primera se localiza en
las regiones templadas de Cundinamarca donde "se operó un
gran cambio en el uso de la tierra consistente en el paso de la
ganadería extensiva al cultivo del café, que transformó la situa-
ción de abundancia relativa en una escasez de fuerza de trabajo
allí mismo y en las tierras frías" 70 • La mano de obra disponi-
ble la constituían los cosecheros y trabajadores de la región de
Ambalema y los indígenas expropiados de sus tierras. Muchos
capitales antes dedicados a la producción y exportación de ta-
baco, quina y añil se desplazaron hacia la apertura y fu 'n dación
de haciendas cafeteras en las tierras templadas en el occidente
de Cundinamarca 71 y en la región oriental del hoy departa-
mento del Tolima. A esta empresa se vincularon no sólo los
capitales de familias bogotanas sino también antioqueñas como
es el caso de los Ospina, Herrera Restrepo, Sáenz, Jaramillo y
otros 72 .
La segunda área es la de Antioquia donde el cultivo del café
con fines comerciales fue establecido a comienzos de los ochen-
ta (en la región de Fredonia, provincia del centro de Antioquia)
69. Ocampo discute las dificultades empíricas para mostrar esta relación -pro-
puesta por M. Arango- entre la producción tabacalera y la cafetera en cuanto a
la disponibilidad de fuerza de trabajo en la región de Santander; Reseña del libro
Café e Industria en Colombia 1850-1930 por Mariano Arango, Desarrollo y Sode-
dad; No . 3. Bogotá, CEDE, 1980.
70 . Mariano Arango, Café e... , Op. cit., p. 60.
72. Para una referencia más precisa ver Medardo Rivas, Los Trabajadores de Tie-
rra Caliente. Bogotá, Colección Banco Popular, 1922.
66
por un grupo de hacendados-comerciantes 73 , aprovechando
primero la mano de obra proveniente de las minas en decaden-
cia de Titiribí y Amagá y, segundo, la disponibilidad de tierras
previamente dedicadas a la ganadería. Al contrario del caso de
Cundinamarca, aquí los peones sin tierras migraron hacia los
departamentos del Viejo Caldas y Tolima -en lo que se cono-
ció como la colonización antioqueña- y sentaron la base de la
producción parcelaria la que habría de ser la responsable de la
expansión cafetera del siguiente período. De todas maneras, en
Antioquia el cultivo del café continuó abarcando nuevas áreas,
así que a finales del siglo éste se encontraba establecido en las
provincias de Oriente, Sopetrán, Sudoeste y sur de Antioquia y
el Viejo Caldas, pero la mayor producción se concentró en el
área cercana a Medellín, donde se había localizado inicialmen-
te74.
Organización Social del Sistema Hacendatario. Aparte de es-
tas diferencias temporales en el establecimiento y difusión del
cultivo entre las distintas regiones, la forma de organización so-
cial del sistema hacendatario tuvo características diferentes en
cada una de ellas 75 . Según el estudio de Palacios, quien' ha rea-
lizado una más extensa documentación en fuentes primarias,
las haciendas de café pueden clasificarse tal como aparece en el
Cuadro No. 1.13. De las diferencias señaladas en este Cuadro
interesa resaltar dos.
La primera es la diferencia relativa a los contrastes en el
patrón de asentamiento de la población residente en la ha-
cienda, contrastes que producen efectos diversos sobre la coh-
73. Según Palacios, "por Jos ochenta, Jos Ospina en asocio con una familia más
raizal de Antioquia, los Vásquez, abrieron en Amagá y Fredonia una docena de gran-
des haciendas de caña y café"; Op. cit., p. 47.
74. Mariano Arango, Café e... , Op. cit., p. 86. Alvaro López Toro Migración y
Cambio Social en Antioquia durante el siglo XIX, CEDE, Bogotá, 1976, pp. 11-21,
señala el importante papel jugado por Jos mineros independientes de Antioquia en
el proceso de ocupación de nuevos territorios.
75. Tanto el libro de Machado, Op. cit., como el de Mariano Arango, Op. cit.,
están dedicados básicamente a discutir estos tópicos.
67
formación de la estructura socio-económica. Así, en el caso de
Cundinamarca la unificación entre el sitio de trabajo con el de
vivienda fortalecieron la economía campesina, al alentar lapo-
sibilidad de independencia de los arrendatarios y aparceros de
la hacienda, para convertirlos en propietarios. Pero en Antio-
quia, la separación entre uno y otro sitio hicieron al agregado
más dependiente de la hacienda y, al desvincularlo de la pro-
piedad . territorial, facilitaron su posterior transformación en
trabajador "libre".
El segundo tipo de diferencia se refiere a los distintos gra-
dos de diversificación de los activos. En el caso antioqueño, la
mayor diversificación del portafolio de activos, hacía al propie-
tario de la hacienda más resistente a las crisis del sector expor-
tador; lo que no ocurría con los hacendados bogotanos, quienes
se vieron obligados a continuar cosechando, para amortizar sus
deudas, y consecuentemente tuvieron que reducir los salarios
nominales, provocando serios problemas sociales.
De .esta manera, las características propias del sistema hacen-
datado coadyuvaron a.su posterior crisis y a su disolución en
las primeras décadas del siglo XX.
Desde el punto de vista regional, la primera expansión del
café se caracterizó, al igual que en el caso deltabaco, por una
rotación en las zonas que concentraban la producción 76 , pero
a diferencia de él, la producción cafetera no desapareció con el
fin del primer auge y permaneció aunque bajo diferentes for-
mas de organización de la producción y tenencia de la tierra.
De todas maneras, "para fines del siglo XIX y comienzos del si-
glo XX, la producción cafetera de Colombia seguía concentra-
da en el oriente colombiano -Santanderes, Cundinamarca y
Tolima-.: aunque ya el occidente había comenzado a figurar de
manera importante en el panorama nacional" 77 •
77.ibid., p. 143 .
68
La Pequeña Producción Parcelaria y los Cambios en el
Patrón de Desarrollo Exportador: 1911-1929.
69
-...J Cuadro No. 1.13
o
TIPO LOGIA DE LAS HACIENDAS DE CAFE HACIA FINALES DEL SIGLO XIX
Otros
Período E.E.U.U. Europa Países'
1863-67 26 74
1873-77 40 60
1883-87 65 35
1893-97 44 56
1903-07 72 28
1915-19 91 7 2
1925-29 92 7 1
1935-39 77 19 4
1939-43 93 4 3
1946/47 1950/51 94 4 2
1951/52 1955/56 85 12 3
1956/57 1960/61 78 20 2
1961/62 1965/66 59 36 5
1966/67 1970/71 44 46 10
1971/72 1976/77 40 50 10
1977/78 1979/80 29 60 11
Fuente: 1863/67-1839/43: Marco Palacios, E/Café ... ,Op. cit., Cuadro No. 101.
1946/47-1976/77: FEDESARROLLO, Economfa ... , Op. cit., Cuadro
No. XXII-2.
1977/78-1979/80: FEDECAFE, Economza Cafetera, septiembre 1980
y septiembre 1981.
71
terno. Además, la protección de laproducción bajo coyunturas
externas adversas es m¡ís fácil a medida que se refuerza el mer-
cado interno.
Dicho proceso de escisión, característico del período anali-
zado, se relaciona con .dos hechos: el fortalecimiento del siste-
ma de pequeña producción parcelaria y el control de la comer-
cialización por parte de las casas extranjeras.
La producción parcelaria "eliminaba la inversión monetaria
en la producción cafetera por parte de los capitalistas y los
problemas de indisciplina implícitos en la organización de la
hacienda tradicional" 79 y así les permitía a aquellos especiali-
zarse en la comercialización del grano. Las firmas exportadoras
de café, tal como se vio, se habían formado de tiempo atrás y
correspondían a empresas familiares que en la mayoría de los
casos operaban invirtiendo en diversas actividades. Fue sola-
mente después de la Primera Guerra Mundial y con la aparición,
de acuerdo con Palacios, de la empresa exportadora exclusiva
de café cuando cambió la composición del portafolio de acti-
vos de las finnas involucradas en el negocio exportador, pasan-
do éstas de la "diversificación indiscriminada" a la "diversifica-
ción restringida", es decir a inversiones en diferentes actividades
de tipo urbano 80 .
Sin embargo dichas empresas sufrieron desde un comienzo
de una relativa iliquidez que, después de la crisis financiera de
finales de la década de 191 O, propició el ingreso y posterior
predominio de las casas extranjeras, sobre todo norteamerica-
nas. Las firmas nacionales controlaban las compras locales de
café, pero carecían del suficiente efectivo para almacenarlo en
las coyunturas depresivas del mercado externo. Esta falta de
liquidez las obligó a acudir a las firmas extranjeras comisionis-
tas, con el fin de obtener los fondos indispensables para la co-
mercialización del grano. Hacia finales del año 1920 la crisis fi-
nanciera del país llevó a la quiebra a varias firmas locales y
n
aquellas que sobrevivieron lo lograron gracias a la financiación
proporcionada por las compañías extranjeras, principalmente
norteamericanas 81 . El predominio de las firmas extranjeras se
mantuvo hasta comienzos de la década de los cuarenta, cuando
la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FEDECA-
FE) se consolidó como el gremio más importante en la comer-
cialización del grano. Al mismo tiempo, el continuo fortaleci-
miento de la producción parcelaria permitió, como se anotaba
antes, una mayor resistencia de la estructura productiva inter-
na a las fluctuaciones del sector externo y, en este sentido, se
pude hablar de un rompimiento en el patrón de desarrollo ex-
portador.
Expansión de la producción. Varias fueron las circunstancias
que se conjugaron para permitir la segunda fase expansionista
del café, basada en la producción parcelaria. Por un lado apare-
cieron, como se ha mencionado antes, las desventajas de la ha-
cienda cafetera, tales como los altos costos de operación, espec
cialmente salarios y transportes. De otro lado, hacia mediados
de la década de los veinte, la lucha de los arrendatarios por
romper la obligación con la hacienda y obtener la propiedad de
la tierra permitieron la paulatina disolución de las relaciones
semiserviles del sistema hacendatario. Este proceso se produjo
inicialmente en Cundinamarca y el oriente del Tolima, donde
este sistema era predominante, para después tomar dimensio-
nes nacionales en los treinta. Es probable que en el caso de las
haciendas cundinamarquesas el patrón de asentamiento disper-
so de su población residente, al generar un mayor vínculo en-
tre campesino y parcela, haya contribuido en gran medida -y
a diferencia con otras regiones donde el patrón fue distinto- a
provocar estos conflictos.
Por otra parte el sistema de producción parcelaria presenta-
ba notables ventajas para la expansión de la producción, pues
permitía obviar los conflictos generados en la comercialización
del excedente de las haciendas, a la vez que contribuía a "in-
81 . Para una mejor descripción del impacto de esta crisis sobre la economía cafe-
tera del país, se puede consultar Palacios, /bid., pp. 294-98.
73
corporar permanentemente la producción de tierras que de
otra manera permanecerían sin utilizar en la agricultura tradi-
cional''82 . Se trataba de zonas de ladera ocupadas durante las
etapas finales de la colonización antioqueña, zonas en las cua-
les "la influencia de las haciendas como centros de difusión y
dominio de la agricultura de café fue moderada. Los coloniza-
dores capitalistas se preocuparon inicialmente por acaparar las
tierras bajas y de fácil acceso, y dejaron a los colonos pobres,
los bosques escarpados y alejados que, con el tiempo, se trans-
formarían en las tierras más productivas y económicamente
más adecuadas para cultivar café" 83 .
La producción parcelaria era importante en el suroeste y sur
de Antioquia, en Caldas -principalmente en lo que hoy es
Quindío y Risaralda- en el norte del Valle del Cauca y en el
occidente y norte del Tolima. Pero la producción parcelaria
también fue importante a finales del siglo pasado y durante las
tres primeras décadas del siglo XX en regiones como Cauca y
Nariño, donde "las pequeñas fincas cafeteras fueron, sobre to-
do, los minifundios resultantes de la tarci(a partición de los res-
guardos''84 . Hacia 1925 este Sistema de producción concentra-
ba el 60.3°/o de la superficie cafetera cultivada del país. En
1932 esa participación llegó a ser del 70.2°/o (ver Cuadro No.
1.15).
La expansión cafetera basada en este sistema de producción
conllevaba importantes efectos sobre el proceso de desarrollo
económico del país, los que pueden resumirse en los siguientes:
i) desvinculación de la producción interna de las fluctuaciones
externas, gracias a la escisión entre el proceso productivo y el
de comercialización del grano ; ii) expansión del mercado na-
cional como resultado del desarrollo de la economía cafetera 85 ;
74
iii) desarrollo de un sistema de transporte en base a un nuevo
diseño que permitió vincular a las diferentes regiones para la
conformación de un mercado interno. En efecto, hasta ese en-
tonces "la función de las vías de comunicación, en particular
de los ferrocarriles, había sido exclusivamente la de integrar la
economía (es decir, las regiones-centro) al mercado mundial,
vinculando las áreas cafeteras a los puertos de embarque, bien
sobre el río Magdalena o bien sobre el mar. Pretender orientar
los ferrocarriles hacia el tráfico interno supondría un comercio
estable y de dimensiones significativas ... condiciones éstas que
sólo estarían relativamente completas hacia los años veinte" 86 ,
precisamente cuando la economía parcelaria se encontraba en
pJena expansión. Así que la extensión de la red ferroviaria y
vial que tuvo lugar entre 1925 y 1934 (ver Cuadro No. 1-16)
permitió bajar los costos de transporte de café, los cuales du-
rante las tres primeras décadas de este siglo continuaron repre-
sentando entre un 1QO/o y un 3 20/o del precio final del grano 87 •
tos tales como "la proletarización y urbanización de una parte creciente de la pobla-
ción que restringía en forma gradual la importancia de la producción de autoconsu-
mo" y, el desarrollo de un sistema de comunicaciones modernos; José Antonio
Ocampo, Comentarios a la ponencia sobre La creación de las condiciones iriiciales
para el desarrollo: el Café, en Edgar Reveiz, comp., La Cuestión Cafetera Bogotá,
CEDE , 1980, p. 77; Las discrepancias entre los distintos autores que se han intere-
sado en el tema se presentan al hablar de la distribución del ingreso y del destino
que se da a éste durante las primeras décadas del siglo XX y se resumen como sigue
(Reveiz, !bid.). Para A. Machado, "la economía campesina funcionaba inscrita en el
marco de un proceso de comercialización que implicaba necesariamente una con-
centración del ingreso a medida que el proceso avanzaba hacia el final de la cadena
de comercialización". Para Miguel Urrutia ''la distribución de los ingresos al produc-
tor fue mejor en el caso del café que en el promedio de la agricultura. Esa mejor dis-
tribución de ingresos generó una demanda de bienes industriales, especialmente en
el Occidente del país. Esa demanda facilitó el inicio del proceso de industrializa-
ción" . Marco Palacios y José A. Ocampo coinciden en que hubo una concentración
del ingreso en los grupos vinculados -directa o indirectamente- a la exportación
del grano quienes lo destinaron fundamentalmente a la importación de bienes de
consumo .
75
En suma, todo tiende a demostrar el importante papel que
el sistema de producción parcelaria jugó en el proceso de de~
sarrollo colombiano durante las primeras décadas del presente
siglo.
Efectos espaciales de la econom(a cafetera. Para analizar los
efectos diferenciales que la economía cafetera produjo sobre la
organización y transformación del espacio, es preciso recordar
que desde sus inicios el cultivo del café se difundió y expandió
espacialmente en una escala nunca antes alcanzada por otro
producto. La crisis de finales del siglo pasado y comienzos de
éste pareció poner en duda las posibilidades de una futura am-
pliación de dicho cultivo. Sin embargo la experiencia de las pri-
meras décadas puso de manifiesto su estabilidad, al tiempo que
venían surgiendo las que iban a ser las más importantes zonas
cafeteras del país en los años posteriores a la primera guerra
mundial.
La estabilidad -en el sentido de permanencia- del producto
en el mercado externo, así como el fortalecimiento de su pro-
ducción durante los dos auges expansionistas, demuestran có-
mo la nueva regionalización que se estableció tuvo un carácter
mucho más definitivo que las anteriores. Las regiones-centro
que entonces se configuraron, permanecieron a lo largo de este
siglo, reforzadas por el subsecuente desarrollo de sus respecti-
vos núcleos urb¡mos.
Las principales zonas productoras fueron Antioquia y Cal-
das, cuya contribución a la oferta colombiana de café entre
1913 y 1932 subió al470/o y, junto con el Valle, concentraron
más del 500/o de la producción total. Este cambio de liderazgo
que se ha mantenido hasta el presente, estuvo íntimamente li-
gado a las distintas formas de organización de la producción
que predominaron en cada una de estas zonas.
La pequeña parcela fue muy importante en los departamen-
tos del Valle, Caldas, Antioquia y Cauca donde las explotacio-
nes que producían menos de 20.000 cafeteros representaban
más del 600/o de la superficie cultivada en dichas zonas, pro-
porción que aumentó en 1932. Las grandes explotaciones fue-
ron más significativas en los departamentos de Cundinamarca,
Santander y, en menor medida, en el Tolima, aunque ellas
76
Cuadro No. 1.15
DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA SUPERFICIE CAFETERA SEGUN
REGIONES Y TAMAÑO DEL CAFETAL
1925 -1932
1925 1932
-.1 Fuente: Mariano Arango, Café e ... , Op. cit., Cuadros Nos. Il-5 y II-7.
-.1
Cuadro No. 1.16
RED FERROVIARIA
1898 - 1940
78
zado y cómo la región de occidente fue mucho más importante
para la economía del país. Mientras que en ésta última el siste-
ma parcelario era predominante, en la de oriente la gran hacien-
da permanecía como sistema básico.
Comercialización del café. Aunque la comercialización del
producto ya había empezado, la red de intermediarios que se
montó alrededor del cultivo del grano jugó un papel destacado
en la ampliación del mercado interno. El proceso de comercia-
lización también presentó diferencias espaciales por lo menos
hasta el momento en que se produjo la disolución del sistema
hacendatario.
Como bien lo señala Arango, en Cundinamarca y en el orien-
te del Tolima "hasta 1915, los hacendados exportaban el café
por su cuenta hasta el puerto del país comprador, donde se le
consignaba a una firma comisionista, que, una vez descontado
el importe de sus servicios y el del corredor de café, les giraba
el resto del precio de venta" 90 . Después de esta fecha se utilizó
el sistema de anticipos con bancos extranjeros y luego de la cri-
sis de 1920 el capital extranjero ingresó al país y llegó a con-
trolar los procesos de trilla y exportación del grano. La trilla
industrial, separada de la hacienda, vino a desplazar los anti-
guos métodos de procesamiento del grano en estas dos regiones.
Ello fue posible gracias al notable incremento de la producción
parcelaria que para 1932 representaba el 44°/o y el 62°/o del
total de la superficie cultivada en Cundinamarca y Tolima res-
pectivamente (ver Cuadro No. 1.18) 91 . La consecuencia directa
de estos cambios productivos fue una dinamización del proce-
so de comercialización.
De otra parte, en Antioquia y Caldas existía entre el produc-
tor parcelario y el destinatario extranjero, o sea la casa impor-
tadora, una amplia red de intermediarios que controlaban el
mercado colombiano. tal como lo ilustra Palacios con el nego-
91. Las luchas agrarias de los campesinos de estas zonas por la propiedad de la
tierra, que tuvieron lugar durante los años veinte y los treinta de este siglo, jugaron
un papel importante en dicho incremento.
79
Cuadro No. 1.17
PRODUCTIVIDAD DEPARTAMENTAL, 1922 - 1980
(Kilos café pergamino/hectárea)
Fuente: 1922-1970: Marco Palacios, El Café ... , Op. cit., Cuadro No. 11.1, p.
354.
1980: FEDECAFE, Censo Cafetero.
92. Marco Palacios, El café en .... Op. cit., pp. 226-232 y 299. El autor sintetiza
la evolución del proceso de comercialización entre 1960-1970 mediante una serie
de organigramas. El llamado negocio de X y Y (X= café; Y =cueros) fue estableci-
do ep. 1908 por algunas compañías antioqueñas para controlar el mercado interno
-mas no las exportaciones- de estos dos productos en su región. Sus objetivos prin-
cipales eran "eliminar la competencia entre compradores, e imponer precios unifor-
mes de compra".
80
la movilidad espacial de la población, las estadísticas existentes
al respecto no permiten evidenciar más que órdenes de magni-
tud o cifras aproximadas.
La evolución de la población urbana y rural en las décadas
de los veinte y treinta muestra, que si bien Colombia continua-
ba siendo un país eminentemente rural, pues más del 700/o de
su población se localizaba en el campo, el ritmo de crecimien-
to de su población urbana empezaba a acelerarse a partir de
1925, registrando tasas del 4.40/o anual hacia 1930 (ver Cua-
dro No. 1.19). Esta expansión parece ser mucho más acentuada
en las ciudades de Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali, que
se constituían entonces en los centros principales, con tasas de
crecimiento anual de 5.7°(o, durante ese mismo lapso . Entre las
causas de la aceleración del ritmo de urbanización desde la últi-
ma mitad de los veinte se pueden considerar las siguientes.
El recrudecimiento de la lucha por la tierra que se desató
entre arrendatarios y hacendados en la mitad de la década de
los veinte, provocó la expulsión masiva de los primeros, los
cuales optaron por emigrar a los centros urbanos donde el auge
de las obras públicas 93 , y de las actividades comerciales y finan-
cieras ofrecían nuevas oportunidades de ocupación. La confor-
mación de este amplio mercado laboral presentaba también di-
ferencias espaciales y temporales.
Según las cifras disponibles (ver Cuadro No. 1.20) hacia 1918
una alta proporción de la población se vinculó a la fuerza labo-
ral del país, principalmente en las zonas cafeteras. Para 1938
esa proporción disminuyó sensiblemente, comportamiento que
puede explicarse por razones diferentes de acuerdo a la región.
En el caso de Antioquia esa mayor disponibilidad de mano de
obra obedecía a la presencia de una gran cantidad de mujeres y
nifios que se ocupaban en oficios domésticos. En el período
1918-1938 el aumento de la mano de obra disponible en Valle
y Antioquia fue muy superior a la de Cundinamarca y los San-
tanderes, lo cual demuestra una mayor aceleración inicial en el
81
00
N
Cuadro No. 1.18
DISTRIBUCION REGIONAL DE LA SUPERFICIE CAFETERA
SEGUN TAMAÑO DE LAS EXPLOTACIONES
1932-1970
P = Pequeñas explotaciones que en 1932 se refieren a cafetales con menos de 20 .000 c:afetos;en 1955/56 y en 1970a cafetales
de menos de lO hectáreas.
M = Medianas explotaciones que en 1932 se refieren a cafetales entre 20.000 y 60.000 cafetos; en 1955/56 y en 1970 a cafeta-
les de 10 a 15 hectáre as.
H = Haciendas que en 1932 se refieren a cafetales de más de 60.000 cafetos; en 195 5/56 y en 1970 a cafetales de 50 y más has.
l. Se refiere úni camente a· hectáreas sembradas con cafetales adultos (es decir con más de 3 años de plantados).
2. Incluye Únicamente al actual departamento del Ma~alena.
Fuente: 1932: Mariano Aran go, Café e ... , Op. cit., Cuadro No . ll-2, p. 165.
1955/56: ONU (CEPAL·FAO), El Café en América Latina. Colombia y El Salvador, Vol. 1, México, D.F .; ONU, 1958 ,
Cuadro No. 20, p. 21.
1970: FEDECAFE. Censo Cafetero. Anexo No. 2.
Cuadro No. 1.19
D1STRIBUCION URBANO-RURAL DE LA POBLACION
1918- 1938
(en miles de habitantes}
83
00
.¡::.
94 . Según datos de Mariano Arango , El café en ... , O p. cit., p. 217, Cuadro No.
III-4 entre 1916 y 1923, las trilladoras de café ocupaban entre el 35°/o y el32°/o
del total de obreras de la industria fabril en el área urbana de Medellín .
85
Fortalecimiento de la Producción Parcelaria y .Apoyo del
Sector Exportador al Desarrollo Industrial: 1930-1940
86
samiento (beneficio) 97 del grano, particularmente la de la tri-
lla98 y a la expulsión de fuerza de trabajo desde las áreas rura-
les hacia las urbanas, tal como se explicó antes.
La tercera clase, quizás la más reconocida a través de toda la
literatura sobre café, se vincula con la ampliación de la deman-
da interna. No existiendo evidencia empírica de sus especifici-
dades regionales, su importancia resulta indirectamente del
análisis tanto del crecimiento de los sectores sobre los cuales
esta mayor demanda recayó, como de la expansión regional de
las redes de transporte.
Finalmente, se analiza el comportamiento del sector cafete-
ro en el mercado mundial y el papel del Estado en esta fase de
la expansión cafetera.
Firme inserción del café colombiano en el mercado mundial.
A pesar de ser un período caracterizado por un continuo des-
censo de los precios, la producción colombiana crece, aunque a
ritmos menores a los de la década anterior, y su posición en el
mercado internacional se fortalece (ver Cuadro No. 1.22). De
hecho Colombia llega a ser el segundo país cafetero más impor-
tante y el primero en la producción de café suave 99 .
97. Una vez recolectado el café -operación que en Colombia se hace manual-
mente, Y grano por grano, razón por la cual ocupa una buena proporción de mano
de obra- se procede al beneficio del café. Esta labor "se efectúa por lo general en
dos etapas. La primera tiene lugar en las propias fincas y consiste en el despulpado
de las cerezas para obtener el denominado café-pergamino. Posteriormente en plan-
tas de tipo industrial se realiza el trillado a fin de suprimir la cubierta apergaminada
que cubre los granos y dejarlos listos para la venta al consumidor o para la exporta-
ción". Las operaciones para obtener el café-pergamino son: el descerezado o despul-
pado, la fermentación, el lavado y finalmente el secado ; ONU (CEPAL-FAO) , Op.
cit., P. 69 .
· 98. Los trabajos de Luis Ospina Vásquez , Op. cit.; de Mariano Arango, Café e... ,
Op. cit.; y de Santiago Montenegro , La industria textil en Colombia : 1900-1945,
Desarrollo y Sociedad, No. 8, Bogotá: CEDE, 1982 ilustran ampliamente este tipo
de relaciones.
99 . Véase Cuadro No. 1.23 Robert Beyer, Op. cit., Cuadro No. 1.30 p. 234. Es-
to contrasta con la situación del Brasil principal productor y exportador, el cual
atraviesa por períodos de sobreproducción.
87
00
00 Cuadro No. I.21
DIVERSIFICACION DEL PATRIMONIO FAMILIAR, FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
. Región de Aiio
Familia Procedencia Negocio Firma Tipo de Sociedad Fundación Sede
Región de Año
Familia Procedencia Negoci o Firma Tipo de Sociedad Fundación Sede
Industria Trilladora
Los D olores Fa miliar Abejorral
In dustria Fábrica Nacional Medell ín, Perei-
de Galletas (NOEL) ra , Bogot á
Industria (Tostadora Hijo s de Diego
de ca fé) Escobar & Cía . Familia r 1904 Medell ín
Industria Funda ción Talleres
de Robledo S.A. Familiar 1900 Medellín
Indu stria Mosaicos Roca Asocio co n familia
Arango Medellín
Industria Trilladora Ayacucho Familiar Medell ín
Región de Año
Familia Procedencia Negocio Firma Tipo de Sociedad Fundación Sede
Región de Año
Familia Pro ceden cia Negocio Firma Tipo de Sociedad Fundación Sede
Mejía Jammillo Caldas Cultivo café Hacienda San Carlos Familiar Manizales
Exponación café José JesWi Robledo Socio Manizales
Banca Banco Ruiz 1916 Manizales
Industria Trilladoras El Porve-
nir y La Oriental Familiar Manizales
Pinzón Posada Caldas Exportaci ón café Carlos E. Pinzón Familiar 1893 Manizales
Industria Trilladora
La Adelina Fami.l iar Calarcá
Banca
Industria Mo lino San Carlos Fam iliar Sala mina
López Michelsen Bogotá Exportación café Pedro A.
López& Cía. Fa miliar Bogotá
Exportación café López & Michelsen Familiar Bogotá
Cultivo café Hacienda
las Monjas Familia Mi chelsen La Mesa (C\Jn-
dinamarca)
Banca llaneo López Familiar 1 ~1!:1 .llogotá
Cultivo café Ha cien da Co frer ía Familiar Cunday (Tolima)
Industria Trilladom San Pablo Familiar El · Líbano (To-
ma)
Kopp AJemán Industria Dusk Colornbiani- Fami.ü ar 1889 Bogotá
radicado che B rabuerie Co.
en Bogotá (Núcleo de Bavaria)
Banca Banco de Bogotá Familiar 1870 Bogotá
Cultivo café Hacienda Juanita Familiar La Vega
( C\Jn dina maiCa)
Continuación Cuadro No. 1.21
Región de Año
Familia Procedencia Negocio Firma Tipo de Sociedad Fundación Sede
Industria Fábrica de
Vidrios Fenicia Bogotá
Sáenz Montoya Antioquia Exportación café Sáenz Hermanos Familiar 1881 Bogotá
(radicados Cultivo café Hacienda Misiones Familiar El Colegio
en Bogotá) Hacienda Liberia
y Argelia Familiar Bogotá
101. Se arguyó "que la propuesta de Brasil no era más que un sofisma de distrac-
ción para engañar a los países productores de suaves y tratar de forzarlos a que res-
tringieran su producción, ayudándole así a resolver su problema interno de super-
producción de cafés inferiores, ya que de suaves no existía excedentes en relación a
su demanda; Absalón Machado, Política cafetera 1920·1962, Desarrollo y Sociedad.
No. 8. Bogotá: CEDE, mayo de 1982.
94
Cuadro No. 1.22
COLOMBIA EN EL MERCADO MUNDIAL DE CAFE
1908- 1980
(promedios anuales en
millones de sacos de 60 kilos)
Almacenamiento 2
1
Producción 1 Producción 1 PC Exportación 1 Consumo PC Exportación 1 PC PC
Años Colombiana Mundial (%) Colombiana Mundial (Ofo) Mundial (0/o) Países Exportadores (Ofo)
Colombia Total
1909/10 - 1913/14 0.9 20.7 4.3 0.8 20.8 3.8 18.3 4.4 nd nd
1914/15-1917/18 1.2e 22.9 5.2 1.1 25.0 4.4 17.7 6.2
1918/19 - 1923/24 2.oe 26.7 7.5 1.9 27.0 7.0 21.0 7.0
1924/25 -1928/29 2.7 30.1 9.0 2.5 31.0 8.1 23.4 10.7
1929/30 - 1933/34 3.6 39.2 9.2 3.2 41.0 7.8 25.6 12.5
1934/35 - 1938/39 4.2 37.8 11.1 3.9 38.6 10.1 27.8 14.0
1939/40 - 1943/44 5.1 32.4 15.7 4.4 29.4 15.0 21.0 21.0
1944/45 - 1948/49 5.9 33.7 17.5 4.5 32.9 13.7 30.1 15.0
1949/50 - 1953/54 6.0 40.0 15:0 5.3 40.5 13.1 31.4 16.9 " 6.0
1954/55 - 1958/59 7.0 51.0 13.7 5.5 45.3 12.1 37.2 14.8 " 20.7
1959/60 -1963/64 7.8 70.9 ll.O 6.1 58.8 10.4 45.6 13.4 1.8 68.6 2.6
1964/65 - 1968/69 7.9 64.5 12.2 6.1 67 .o 9.1 50.7 12.0 4.9 77.7 6.3
1969/70 -1973/74 8.4 67.4 12.5 6.7 77.0 8.7 56.2 11.9 4.8 54.5 8.8
1974/75 - 1978/79 9.3 71.5 13.0 8.0 74.9 10.7 56.4 14.2 3.4 37.0 9.2
1979/80 13.4 79.0 17 .o 11.7 78.4e 14.9 60.8 19.2 4.8 30.6 15.7
PC = participación colombiana.
Fuente: l. Con base en el Cuadro No. 1.23, 1.24 y 1.25.
2. FEDESARROLW, Economia Cafetera ... , Op. cit., Cuadro No. XII-I y FEDECAFE, Economía ... Op. cit., julio 1981.
'-0
(Jl
Cuadro No. 1.23
PRODUCCION MUNDIAL DE CAFE
1910 - 1980 (promedios anuales en
millones de sacos de 60 kilos)
Resto Asia y
Años Brasil Colombia América Africa Oceanía Total
1
1909/10-1913/14 14.2 0.9 4.2 0.3 1.1 20.7
1914/15 - 1917/18 15 .4e 1.2e 4.6e 0.4e 1.3e 22 .9
1918/19 - 1923/24 16.9e 2.0e 5.1e 0.6e 2.1e 26.7
1
1924/25 - 1928/29 18.6 2.7 5.6 0.9 2.3 30.1
1
1929/30-1933/34 26.1 3.6 5.7 1.4 2.4 39.2
1934/35-1938/39 22.5 4.2 6.5 2.1 2.5 37 .8
1939/40 - 1943/44 17 .2 5.1 6.0 2.9 1.2 32.4
1944/45-1948/49 16.8 5 .9 6.5 3.7 0.8 33 .7
1949/50 - 1953/54 19.3 6.0 7.8 5.3 1.6 40 .0
1954/55-1958/59 23.1 7.0 9.6 9.0 2.3 51.0
1959/60 - 1963/64 32.6 7.8 12.3 14.4 3.8 70.9
1964/65-1968/69 21.4 7.9 13.6 17.1 4.5 64.5
1969/70-1973/74 18.2 8.4 15.6 19.8 5 .4 67.4
1974/75 - 1978/79 19.5 9.3 17.7 18.8 6.2 71.5
13.4 2 7.5 2
2
1979/80 21.9 20.1 2 16.1 2 79.0
l. Las cifras aparecen originalmente en miles de libras. Se asumió que un saco equi-
vale a 132 .3 libras.
2. Calculado como la suma del consumo interno más las exportaciones
96
Cuadro No. 1.24
EXPORTACIONES MUNDIALES DEL CAFE
1909 - 80 (promedios anuales en
millones de sacos de 60 kilos)
Resto Asia y
Años Brasil Colombia América Africa Oceanía Total ·
97
Cuadro No. 1.25
EL CONSUMO MUNDIAL DE CAFE
1909 - 80 (promedio anual en
millones de sacos de 60 kilos)
e =estimado
l . Calculado para los años 1909-49 como el consumo de E.E.U.U . más las impor-
taciones de Europa, Resto de América, Africa, Asia y Oceanía.
2. Calculado para los años 1909-49 como producción total menos las exportacio-
nes de Colombia, Brasil, Centroamérica, Africa, Asia y Oceanía. La información
=
original viene en libras y se redujo a sacos de 60 kilos, así un saco 132.3libras.
98
l. La información se refiere a los municipios de Abejar,;¡, Argelia, Na riño y Sansón
en el sureste y a 'los municipios de las regiones del norte, nordeste, occidente,
oriente cercano y Valle de Aburrá (zona central).
2. Se refiere a los municipios de Fredonia, Támesis, Titiribí y Venecia donde la ha-
cienda predominaba.
3. Incluye el total de municipios del Viejo Caldas.
4. Incluye solamente la zona de Palrnira que era la región cafetera más antigu a. El
resto de la producción del Valle (Zona de Cali, la Cumbre y la regiÓn quindiana
del Valle) se incluyeron como regiones con predominio de pequeña producción.
5. Incluye las regiones de Chapa.rral, Oriente, zona de !bagué y el Líbano. El resto
se incluyó en la otra clasificación.
6. Incluye la región de Girardot-Tequendama . El resto (noreste de Guaduas y orien-
te) se incluyó en la otra clasificación .
7. Incluye la provincia de Cúcuta. El resto (Provincias de Ocaña y Pamplona) se
incluyó en la otra clasificación.
8. Incluye la provincia de Soto. El resto (provincias de Guanestá, Socorro y Vélez)
se incluyó en la otra clasificación.
Fuente: Con base en Mariano Arango, El Café en ... , Op. cit., Cuadro No . IV-2,
IV-4, IV-7, IV-8 y IV-9.
100
tos requisitos a las trilladoras que los hacendados consideraron
impracticables por una u otra razón. La legislación laboral ha
servido sin duda para concentrar en todas partes, el procesa-
miento del café en sus etapas finales" 104 .
En efecto, la mayoría de las fincas fueron adquiriendo su
propio equipo para beneficiar café, y así que, de un 60°/o de
~mpresas con despulpadoras en 1926 se pasó a un 89üJo en
.1955/56 (ver Cuadro No. 1-27). Paulatinamente la trilla fue
concentrándose en los principales centros de acopio y se con-
virtió en una actividad de tipo urbano e industrial. Los propie-
tarios de las trilladoras eran, por lo general, las grandes firmas
exportadoras de café, que en su mayoría pertenecían al capital
local y que tenían una cada· vez mayor injerencia del capital
extranjero, específicamente norteamericano, principalmente
en las operaciones de ventas en el exterior. Esta mayor presen-
pia del capital extranjero se derivaba, por una parte, de la ca-
rencia de los exportadores colombianos de una flot¡i propia
p~ra transportar el grano y, por otra, se debía al sistema de ex-
portación impuesto después de la crisis de los años veinte, sis-
tema que se basaba en la existencia de representantes de las fir-
mas extranjeras. Estos representantes eran en ocasiones firmas
locales y en otras dependencias directas de las compaí'íías ex-
tranjeras, co~o la American Coffee Corp., y ellos a su vez po-
seían toda una red de subagentes, aún en las localidades más
aisladas. .. . .
Por otra parte venía cambiando el orden de importancia de
los puertos de embarque que conectaban las diversas regiones
con los mercados externos. Hacia 1934, Buenaventura se c.on-
vírtió en el principal puerto exportador, y esto debió influir de
.manera definitiva en la producción y exportación del Valle del
Cauca y de Caldas, el primero de los cuales pasaba en. 1943 a
ser el tercer departamento cafetero del país, al tiempo que C<tl-
das continuaba siendo el primero (ver Cuadros Nos. I.l2A,
l.l2B y 1.28). Es decir que hasta cuahdo Barranquilla fue el
principal puerto de salida, las regiones cafeteras más beneficia-
101
das fueron las zonas ribereñas del río Magdalena y, cuando éste
cedió su importancia al de Buenaventura, las regiones del occi-
dente (Valle y Viejo Caldas) se vieron notablemente favoreci-
das. Aunque el Canal de Panamá había sido abierto desde co-
mienzos del siglo y el tramo de ferrocarril Cali-Buenaventura se
terminó en 1914, fue sólo con la expansión cafetera y los co-
mienzos de la industrialización en estas regiones, como se verá
más adelante, cuando se dio un impulso definitivo al puerto de
Buenaventura y se hizo más rentable la exportación por esta
vía (ver Cuadro No. 1.29) .
Los ingresos, la inversión y la rentabilidad de la caficultura
en las diversas regiones. Datos relativos a la participación del
sector cafetero en la generación del PIB nacional y a la evolu-
ción del ingreso per cápita en este sector comparados con los
demás de la economía colombiana únicamente existen a partir
de 19 50. Sólo puede registrarse que "mientras que el ingreso
per cápita en la agricultura se elevó sistemáticamente durante
todo el período posterior a 193 5, los salarios reales fueron más
bajos en 19 50 que en 193 5 (habiendo llegado a su punto más
bajo a comienzos de los años cuarenta) ... y el ingreso por tra-
bajo en la agricultura creció menos rápido que el ingreso por
capital en el sector (3. 70/o a 4. 2°/o para el período 193 5 a
1950-54)" 105 . Esta baja en los salarios reales, así como el dete-
rioro de éstos respecto al ingreso de los propietarios, se eviden-
cia también en la caficultura como bien lo señala Arango para
los casos de Caldas, Antioquia y Cundinamarca 106 , mostrando
además una relación inversa entre jornales y tasa de ganancia
durante el mismo período. No obstante lo que interesa desta-
car es la mayor rentabilidad de la caficultura respecto a las tasas
de interés vigentes para los préstamos hipotecarios, los cuales
fluctuaron entre 7°/o y 8°/o de 1930 a 193 5, en contraste con
106. Ver Mariano Arango,El Café en.,. , Op. cit., Cap. III.
102
un porcentaje de rentabilidad que oscilaba desde un 11.1 O/o en
Valle hasta un 44.2°/o en Santander para 1930 (ver Cuadro
No. 1.30). Pero las tasas de rentabilidad disminuyeron en los
principales departamentos cafeteros a lo largo del período 1930
a 1944, como puede observarse en el mismo cuadro, con dos
excepciones muy importantes.
La primera excepción se da en aquellas regiones donde pre-
dominaba el sistema hacendatario (Cundinamarca, Santander
y Tolima). Después de una drástica reducción de sus utilidades
y de su tasa de beneficio en 1930-38, provocada por la crisis
del sistema mismo ya comentada, se produjo una importante
recuperación, tanto que aquellos fueron' los únicos departamen-
tos que mostraron aumentos en sus tasas de rentabilidad de
1938 a 1944. Estos se debieron al rápido crecimiento de los in-
gresos cafeteros, particularmente en los casos de Santander y
Tolima, los que aumentaron a tasas de 14.4°/o y 13.1 O/o anual
respectivamente, mientras que los gastos subieron más lenta-
mente, aun cuando este último fenómeno caracterizó a todas
las zonas cafeteras durante el período de 1930 a 1944 (ver Cua-
dro No. 1.30). El mayor ritmo de crecimiento del ingreso ·en
estas zonas, comparativamente con aquellas donde la pequeña
explotación era predominante, podría explicarse por el mayor
conocimiento del mercado de los grandes productores, por sus
mayores facilidades para la comercialización del grano y su ac-
ceso preferencial al crédito. La mayor proporción del ingreso
cafetero tenía que ser compartida con los comerciantes locales
y las firmas extranjeras107 . Pero cuando la producción de café
era una de las muchas activida<fes desarrollada por sociedades
de tipo familiar esta participación resultaba ser sólo una opera-
ción contable.
107. Esto parece confirmarse al observar que, en relación con el precio externo,
el del 'café Manizales; (es decir el café producido en el Viejo Caldas donde prevale-
cía la producción parcelaria, y la comercialización la realizaban principalmente co-
misionistas extranjeros) era menor que el del 'café Girardot' y el del 'café Medellín'.
Dado que en estos últimos casos la comercialización estaba principalmente e~ ma-
nos de las compañías locales, aquí la retención del ingreso tendía a ser mayor que
en el Viejo Caldas; ver Mariano Arango, /bid. , CuadrosNos. I.4, 1.5 y !.6, pp. 124:
26.
103
Cuadro No. 1.27
PLANTAS DE BENEFICIO INSTALADAS
1926, 1955/56, 1971
l. Según el estudio ONU (CEPAL-FAO) para ese mismo año existían 150 trillado-
rasen el país pero no se conoce su localización .
2. DeJas cuales 8 se encuentran en el actual departamento de Caldas, 10 en el de
Risaralda y 10 en el de Quindío.
Fuente: 1926 : Datos de D. Monsalve, citados en José Chalarca, Op. cit., p. 162
y 167.
1955/56: ONU (CEPAL-FAO), Op. cit., Cuadro No. 56, p. 69.
1971 : José Chalarca,Op. •c it., p.169.
104
Cuadro No. 1.28
DISTRIBUCION PORCENTl)AL DE LAS
EXPORTA ClONES CAFETERAS POR DEPART AMENTúS,
1932 - 1944/45
Fuente: 1932 : FEDECAFE, Bolet{n de Información ... , Op. cit. , Vol. 11 , No. 9,
marzo 1934.
1943 y 1944/45: Mariano Arango, El Café en ... , Op. cit., Cuadro No.
11.2, p . 151.
105
OJadro No. 1.29
EXPORTACIONES DE CAFE DE COLOMBIA
PORPUERTOSDEEMBARQUE
1909 - 1980 (promedios anuales·en
núles de sacos de 60 kgs)
nd = no disponible
l. Incluye los siguientes puertos y aduanas : Arauca (1927, 1928),Cúcuta (1904 -
1905, 19 17 - 1919, 1927 - 1957), lpiales (1927 -1931), Orocué(1927), Enco·
miendas Postales (1972 y 1928), Aero puerto El dorado (1977 y 1978), Riohacha
(1927; 1929 a 1936; 1938 y 1939), Tu maco (1904 a 1905 ; 1917 a 1919; 1927 a
1941 ; 1943 a 1960; 1963 y 1966).
Fuen te: 1904 - 1927: Roben Beyer, Op. cit., Apéndice, Cuadro No. VII, p. 378.
1928 - 1978 : FEDECAFE, Boletín ... , Op. cit., No. 48, p. 133.
1979- 1980 : FEDECAFE, Economía... , Op. cit., mayo 1980.
106
Cuadro No. 1.30
INGRESOS GASJ'OS UTILIDADES INVERSION Y RENTABILIDAD EN LOS PRINCD'ALES
DEPARTAMENTOS CAFETEROS
1930 - 1955/56
Antioquia 154.6 172.3 223.1 2.115 2 83.5 99.8 141.0 441.1 71.1 72.5 82.1 1.674.1 228 264 375 3.'136 24.8 21.7 17.4 53.4
Viejo Caldas 144.5 1 234.9 273.2 2.535.4 87.7 1 111.9 166.6 6182 56.8 1 123.0 106.6 1.917.3 294 1 360 540 3.998 16.0 1 28.1 16.2 48.0
Valle 114.3 182.2 239.9 2.375.5 77.7 141.9 168.0 560.6 36.6 40.3 71.9 1.815.4 276 477 573 3.300 11.1 7.0 10.4 55.0
Cundinamarca 147.1 143.4 198 .1 12612 612 84.0 138.4 4132 80.4 59.4 59.7 788.5 126 ISO 252 3.722 46.4 28.4 17.1 21.2
Norte de Santander nd nd nd 1.346.5 nd nd nd 379.7 nd nd nd 966.8 nd nd nd 3.029 nd nd nd 31.9
Santander 145.4 96.4 216.1 1.824.3 67 .S 652 83.4 280.1 77.9 31.9 132.7 1.5442 129 120 156 2.587 44.2 18.8 61.9 59.7
Tolima llO.S 149.8 313.3 1.945.8 75.1 148 .3 177.4 474.8 35.4 15 135.9 1.471.1 132 252 303 2.075 192 0.4 31.8 70.9
Cauca 73.0 1092 144.6 1.567.9 100.0 94.3 153.0 3222 -27.0 14.9 -8.4 1.245.7 159 150 240 1.848 -11.8 6.9 -2.4 67.4
Huila 91.0 98.1 171.1 15322 36.0 48.6 71.4 457.1 55 .0 49.5 105.7 !.0752 114 120 225 2 .131 39.5 32.1 38.4 50.5
nd = no disponible
Fuente: Mariano Arango,E/ Café en .... Op. cit., Cuadros Nos. II-l,II-2, II-5. II-6, 11-8,11-9 y 11-10.
-
o-.l
merciantes vinculados al sector fueron , en parte, los que con-
tribuyeron al crecimiento de dicha demanda. Además estos co-
merciantes participaban en las sociedades de tipo fam iliar que,
desde finales de siglo pasado, venían configurándose en la eco-
nomía colombiana, como se señaló antes 108 .
El capital de la mayoría de las firmas exportadoras ligadas al
negocio del café pertenecía a algunas familias que estaban vincu-
ladas a una serie de actividades bastante diversificadas, tales
como la importación de mercancías, la construcción de vías de
transporte, el montaje y operación de plantas para el beneficio
del café (trilladoras), y la s primeras industrias instaladas en el
país. En el caso de regiones como Antioquia y Caldas se trata-
ba de miembros de familias numerosas109 que se asociaban
para invertir en diferentes actividades. Aún a pesar de haberse
generalizado, en la década de los veinte la constitución de em-
presas industriales en forma de sociedades anónimas, el peligro
de la eventual pérdida de control de la empresa por parte de las
familias propietarias fijaba un límite a la difusión de esta forma
de organización empresarial. De tal manera que, hacia finales
de la Segunda Guerra Mundial cuando se produjo una entrada
masiva de capital extranjero, la mayoría de las firmas existen-
tes eran de propiedad de inversionistas locales y más precisa-
mente de unidades familiares.
Dicho proceso de diversificación del patrimonio familiar ha-
cia actividades de tipo industrial no obedeció a "una política
industrialista deliberada ... (así que) la industria colombiana fue
resultado de la capacidad empresarial (local) para aprovechar
las coyunturas favorables e invertir donde la tasa de ganancia
es alta" 110 . Sin embargo la intervención estatal para apoyar al
sector que sostenía la economía nacional fue un elemento im-
108 . Marco Palacios también dedica varios capítulos de su obra a mostrar las re -
laciones entre hacendados y comerciantes. Ver especialmente capítulo Il, parte pri-
mera, El Café en ... , Op. cit.
109 . En la relación de José Chalarca y Héctor Hernández Op. cit., pp. 39-160,
sobre los pioneros del cultivo de café, se da cuenta de varios hacendados con 12 y
18 hijos en esos departamentos.
110./bid., p. 288.
108
portante en todo el proceso, como se verá en la siguiente sec-
ción.
Una parte del excedente obtenido en la esfera de la comer-
cialización del grano se había destinado al consumo de mercan-
cías importadas a comienzos de los años 20 cuando "cundió la
fiebre importadora de Caldas, Antioquia y el centro del país ...
Se compraba con verdadera extravagancia. La ola de consumo
snobista que se apodera de la haute bourgueoisie de Bogotá,
Medellín y Barranquilla, da al traste con el superávit comercial
que se mantenía con Estados Unidos y el peso se desploma'' 111 .
Una vez superada la crisis de 1920-21, las importaciones de
bienes continuaron creciendo, absorbiendo los bienes de con-
sumo más del 40°/o de ellas y llegando a representar el 520/o
en los años de la Gran Depresión. Para 1931, un arancel fue es-
tablecido para proteger la industria alimenticia local, en tanto
que el auge de la industrialización incentivaba la importación
de materias primas y productos intermedios así como la de bie-
nes de capital. De hecho entre 1930 y 1939 la demanda de los
primeros creció a la tasa anual del 11.1 °/o y la de los segundos
en 8. 7°/o 112 .
Pero la ampliación de la demanda interna no provino sola-
mente de los sectores ligados al comercio del café. La migra-
ción rural-urbana que se produjo en las primeras décadas del
siglo XX y que se aceleró después, permitió la configuración de
un vasto mercado laboral que se proveía de la fuerza de trabajo
indispensable para la expansión del sector manufacturero. Na-
turalmente, buena parte de ella estuvo ligada a las actividades
del beneficio del café 113 . Esta fuerza de trabajo se constituía a
113. "En 1918, de las 2.164 obreras empleadas en las pocas fábricas y talleres
existentes en Medellín, el 48°/o pertenecían a las trilladoras de café. En Manizales,
en 1923, existían 467 obreras, de las cuales 269 (el 57 .6°/o) trabajaban en las trilla-
doras. En 1925, el 41 °/o de los trabajadores empleados en los establecimientos in-
dustriales y talleres de Cali, pertenecían a las trilladoras de café" Santiago Montene-
gro, Op. cit., p. 119. Este autor. realiza un excelente trabajo de documentación sobre
la evolución de dicha industria.
109
su vez en un mercado potencial muy importante para la am-
pliación del mercado interno, sobre todo a partir de los años
30 cuando la industria tanto de las regiones cafeteras, como de
Bogotá y Barranquilla, entra en un período de acelerada ex-
pansión. Al mismo tiempo la reiniciación de las obras públicas,
después de una grave parálisis entre 1928 y 193 2, permite ocu-
par un gran número de trabajadores, los cuales entran también
a formar parte de esa demanda interna. Este hecho es particu-
larmente importante en Cundinamarca en donde la presión por
la propiedad de la tierra venía creando serios conflictos en las
áreas rurales.
De esta forma, es en las zonas vinculadas al cultivo del café
-pero principalmente en aquellas donde se había conformado
un fuerte grupo de exportadores, que con los excedentes gene-
rados en la actividad cafetera habían financiado otras activida-
des empresariales- donde se dan los elementos necesarios y las
condiciones más propicias para el desarrollo industrial 114 • Se-
rían por lo tanto los centros urbanos de Bogotá, Medellín y en
menor medida Cali y Barranquilla los núcleos de la vida econó-
mica del país en las siguientes décadas. Sin embargo las exp.or-
taciones de café continuaron siendo la base de tal proceso de
desarrollo.
Fortalecimiento del gremio cafetero y papel del Estado. En
este período se refuerza la cohesión del gremio cafetero y aun-
que no es propósito de esta investigación efectuar un análisis
de FEDECAFE, es conveniente sencillamente señalar los prin-
cipales logros de la organización v los mecanismos adoptados
para alcanzar sus objetivos.
Como era de esperarse, la iniciativa para crear una organiza-
ción gremial la tomaron hacendados y políticos bogotanos y
antioqueños principalmente 115 • Fundada en 1927, FEDECA-
114. Son también esta serie de elementos los que hacen a Marco Palacios afirmar
que: "históricamente la caficultura tiene or{genes urbanos: es una manifestación de
requerimientos y transformaciones del capital comercial", El Café en ... , Op. cit., p.
348.
115. Para mayor ilustración ver: Robert Beyer,Op. cit., Sección V y capítulo 27;
FEDESARROLLO, Op. cit., Parte III y IV; Marco Palacios, Op. cit., pp. 316-343 y
Absalón Machado, Política Cafetera ... , Op. cit.
110
FE se dirigió durante la siguiente década hacia el fortalecimien-
to de la posición colombiana en los mercados externos median-
te un programa que buscaba: i) organizar la comercialización
del grano, construyendo almacenes de depósito y estableciendo
trilladoras; ii) mejorar la calidad del grano mediante el control
y clasificación de marcas y calidades y iii) dotar al caficultor
de crédito a tasas de interés relativamente bajas, para lo cual se
impulsó la creación de la Caja de Crédito Agrario, Industrial y
Minero. De esta forma y con una agresiva campaña publicitaria
en los mercados externos, FEDECAFE logró aumentar las ex-
portaciones del grano y diversificar los mercados.
Aunque FEDECAFE "es una organización cerrada y contro-
lada desde arriba" 116 , y por ello mismo la injerencia de los pe-
queños caficultores en sus decisiones es mínima, no puede ne-
garse que como entidad gremial cumplió un papel fundamental
en varios frentes, es decir: i) liberó a los caficultores de agiotis-
tas y especuladores que venían reduciendo considerablemente
los ingresos del productor; ii) contribuyó al mejoramiento de
la producción, elevando la calidad del grano; iii) protegió a la
industria cafetera local de la progresiva inyección de capital ex-
tranjero, la cual contó, en muchos casos, con el respaldo de
exportadores locales; iv) permitió una más organizada y menos
inestable colocación del café en los mercados externos, sobre
todo después de los 40, reduciendo así los riesgos de desvalori-
zación del producto en épocas de crisis-del mercado mundial,
y diseñando mecanismos para aislar los efectos de dicha desva-
lorización sobre los productores 117 •
A pesar de las medidas tomadas durante este período por el
Estado 118 , la mayoría de las cuales fueron motivadas por la
118. Las principales medidas adoptadas tenían que ver con el manejo de la situa-
ción cambiaría del país, con la provisión de recursos crediticios y la reducción de las
tasas de interés para los caficultores.
111
presión del gremio cafetero, fue sólo a partir de 1940 cuando
el poder financiero de FEDECAFE se hizo tangible y pudo
efectivamente asumir el control de la producción y comerciali-
zación del grano. Hasta la creación del Fondo Nacional del Café
(FONAC) en 1940, los ingresos de FEDECAFE provinieron del
impuesto general de exportación y de un impuesto sobre los gi-
ros que se hicieron con dólares cafeteros y los cuales debía u ti-
lizarse para dar cumplimiento al contrato celebrado en tre la Fe-
deración y el Gobierno Nacional en 1927. Pero durante los
años 30 estos ingresos habían sido muy modestos y no habían
permitido un efectivo control del mercado interno por parte
de FEDECAFE.
Independientemente de la presión ejercida por el gremio, lo
cierto es que este período se caracterizó por una cada vez más
decidida intervención del gobierno en el manejo de la política
económica del país. Tal intervención fue el producto del ascen-
so del partido liberal al poder, el cual "empezó a desplegar su
filosofía intervencionista en los procesos económicos para lo-
grar equilibrios en el crecimiento y un manejo social y político
compatible con las nuevas corrientes intervencionistas que
venían de Europa y América" 119 • Dicha política permitió, al
menos en lo que respecta al sector cafetero, mejores condicio-
nes · de las que cabrían esperarse en ausencia de una organiza-
ción gremial y un estado interventor.
Es así como en 1940 Colombia -que junto con otros pro-
ductores latinoamericanos venía oponiéndose a las políticas de
retención de excedentes y suspensión de siembras propuestas
reiteradamente por Brasil- firmó el llamado "Pacto de Cuotas"
que comprometía a los gobiernos de los países productores del
grano, junto con Estados Unidos, el principal consumidor, a la
adopción de medidas tendientes a una distribución racional y
acorde con las dificultades del mercado mundial. Sin embargo
la motivación básica para la firma del acuerdo no radicaba en
la voluntad deliberada de los gobiernos para racionalizar el mer-
119. Absalón Machado, Op. cit., p. 185. Ver al respecto el excelente trabajo de
recopilación de Alvaro Tirado Mejía, Aspectos Po/fticos del primer Gobierno de Al-
fonso López Pumarejo 1934-38. Bogotá, Editorial Procultura, 1981.
ll2
cado, sino principalmente en el progresivo deterioro de los pre-
cios externos, el intempestivo cierre de los mercados europeos
que, aunado a una creciente oferta del producto, ponían en pe-
ligro la estabilidad económica de estos países 120 .
113
el sector privado y el sector público, con la consiguiente adop-
ción de parte de este último de polfticas de "corte i:nás inter-
vencionista".
La importancia adquirida por la caficultura en la vida econó-
mica del pafs se manifiesta en el hecho que toda la política
económica estuvo cada vez más condicionada por la política
cafet era.
Esto hizo que se multiplicaran los instrumentos instituciona-
les para el control y la regulación del sector cafetero y que su
manejo fuera más complicado. A esto último se suma la pecu-
liar naturaleza de FEDECAFE la que, a pesar de ser "institucio-
nalmente ... un ente semioficial y dependiente de las autoridades
monetarias (La Junta Monetaria) y del gobierno nacional (Pre-
sidente y Ministros de Hacienda, Relaciones y Agricultura)",
de hecho participa directa e independientemente en el merca-
do de café y en la empresa privada por medio de recursos fi-
nancieros de origen público 122 •
Dificultades e intentos de regulación del mercado externo.
Las primeras dificultades provocadas por el estallido de la Se-
gunda Guerra Mundial culminaron, como se mencionó antes,
con la firma del Pacto de Cuotas. La recuperación de los pre-
cios a partir de 1941, con su pu nto más alto en 1954 (ver Cua-
dro No. 1.1 0) incentivaron la producción en tal forma que esta
pasó de un promedio de 32.4 millones de sacos en 1939/40-
1943/44 a 70.9 millones en 1959/60-1963/64, provocando una
severa crisis de sobreproducción, dado que el consumo mundial
crecía más lentamente (ver Cuadros Nos. 1.23 y 1.25).
Alrededor de un 80°/o de esa producción se concentraba en
los países latinoamericanos y los Estados Unidos continuaban
siendo su principal comprador. Esto explica la proliferación de
pactos cafeteros, auspiciados por los Estados Unidos, que tu-
vieron lugar en estos años y que buscaban controlar la oferta
de los productores latinoamericanos y evitar el derrumbe de
los precios. Si bien estos pactos resultaron poco efectivos, mos-
122. Marco Palacios, E/ Café en. ... Op. cit.. pp. 339-40.
114
traron la necesidad y la posibilidad de suscribir acuerdos entre
productores y consumidores 123 •
La posición relativa de Colombia en el mercado mundial aun-
que menos inestable que la del principal productor, el Brasil,
mostró una creciente tendencia al deterioro, bien sea desde el
punto de vista de su participación en la producción y en el con-
sumo mundial, o bien desde el de las exportaciones (ver Cua-
dro No. 1.22). Dicha tendencia se extendió hasta mediados de
los años 70, cuando se observa una lenta recuperación.
Este deterioro obedeció básicamente al desplazamiento en
la demanda de café excelso por café soluble por parte del mer-
cado norteamericano. De esta forma las importaciones de café
suave colombiano disminuyeron al tiempo que aumentaron las
de café robusta, cuyos productores eran los países africanos.
Sin embargo, en términos absolutos las exportaciones colom-
bianas no disminuyeron -aunque el crecimiento fue mucho
más lento que el de períodos anteriores- y ello se debió a la
diversificación de mercados que se produjo en la década del 60
cuando los países europeos aumentaron sensiblemente el con-
sumo de café suave colombiano, pasando las exportaciones ha-
cia dichos países de un promedio de 40/o de 1946/50 al 360/o
en 1961/65 (ver Cuadro No. 1.14). Este cambio en la composi-
ción de las exportaciones colombianas se debió, en buena me-
dida, a la campaña de promoción adelantada por FEDECAFE
y al hecho de no estar tan extendido en estos países el consu-
mo de café soluble.
Aunque esta diversificación permitió una mayor estabilidad
en los ingresos por concepto de divisas, Colombia se venía con-
solidando como país monoexportador . La acción de un estado
marcadamente interventor se hacía necesaria para limitar el im-
pacto negativo de las severas fluctuaciones del mercado mun-
dial sobre la economía colombiana. El manejo estatal de lapo-
lítica cambiaria y comercial buscaba asegurar una mayor utilí-
zación de los ingresos por divisas y, durante el período de la
bonanza cafetera de comienzos de los 50, coadyuvó a la expan-
115
sión de las importaciones de bienes intermedios y de capital
necesarios para la industria local. Esta requería de una moder-
nización de su equipo y ampliación de sus plantas para conti-
nuar en su fase expansiva, después que se había visto obligada
a posponer la demanda por estos bienes durante la Gran Depre-
sión y la Segunda Guerra Mundial.
Una vez que en 1954 se inició la fase depresiva del mercado
cafetero, aparecieron las primeras dificultades en la balanza de
pagos y fue necesario recurrir de nuevo al control de cambios y
a la restricción de las importaciones. El inadecuado manejo de
la política económica durante el régimen militar (1953-1957),
sumado a la creciente tendencia a la superproducción, vinieron
a agravar la situación y pusieron en evidencia las limitaciones
del modelo de desarrollo adoptado.
El atraso de la caficultura colombiana y el envejecimiento
de los cafetales. Como ya se ha indicado, la producción interna
continuó creciendo, aunque a ritmos menores a los anteriores,
debido más al aumento del área cultivada y del tamafio prome-
dio del cafetal que a la explotación intensiva de las fincas. En
efecto, entre 1932 y 1955/56, la superficie dedicada al cultivo
del café creció más rápidamente que la fragmentación de la
propiedad para la mayoría de todos los departamentos cafete-
ros, a excepción de aquellas regiones sumamente afectadas por
la violencia desatada en el campo a partir de 1948, como fue-
ron Santander del Norte, Santander del Sur y Tolima. Dicha
subdivisión de la propiedad fue a su vez de menores proporcio-
nes que la observada entre 1925 y 1932, sobre todo en los de-
partamentos cafeteros donde la pequefia explotación era pre-
dominante como en Caldas, Antioquia y Valle (ver Cuadros
Nos. 1.15 y 1.31).
Los rendimientos continuaron disminuyendo de manera alar-
mante hasta 1965, según se observa en el Cuadro No. 1.17. De
hecho la escasa renovación de cafetales, junto con una mínima
aplicación de técnicas para el mejoramiento y mantenimiento
de los mismos, dieron como resultado el paulatino envejeci-
miento de las plantaciones al punto que en 1955/56 casi un
60°/o de la producción total 1955/56 provino de plantaciones
116
con más de 15 años 124 . Consecuentemente los aumentos en
productividad dependieron más de la localización de las fincas
en tierras fértiles que del uso de tecnología y/o procedimientos
más avanzados, característica que se mantuvo hasta mediados
de los años 60, pero con algunas variaciones regionales. Lo cier-
to es que las actividades de mantenimiento y mejoramiento del
cafetal fueron mínimas. Las zonas cosechadas donde ellas se
efectuaron no superaban el 270/o del área totaP 25 • Como era
de esperarse, los departamentos donde predominaba la gran
hacienda (Cundinamarca, Magdalena, Santander y Tolima) fue-
ron los que registraron los mayores porcentajes de poda, tanto
del sombrío como del cafeto, y de deschuponado, pues eran
estas las que contaban con recursos para invertir 126 . En contras-
te, la pequeña producción estaba prácticamente arruinada por
las deudas y fue la más afectada durante todo el período de la
violencia. De hecho, para 1955/56 aunque más del 900/o de las
fincas correspondían todavía a pequeños agricultores; estas
aportaron el 63°/o de la producción, participación que conti-
nuó disminuyendo hasta llegar a ser sólo del30°/o en 1970 (ver
Cuadro No . 1.32). Este cambio en la situación del pequeño ca-
ficultor lo resume Palacios diciendo que "el héroe de los trein-
ta es el villano de los sesenta" y se llega a responsabilizarlo "de
la inflación causada, se dice, por el bajo nivel de productividad
que obliga a subsidiarlo" 127 .
La crisis del sector cafetero estaba bastante relacionada con
la disminución de su productividad y ésta, aunque generalizada
en todas las regiones cafeteras, se hizo mucho más drástica y
125. El replante se redujo severamente entre 1950 y 1955, los años más críticos
de la época de la violencia, y aún en 1955/56 este sólo fue del1.5°/o del total de ca-
fetos productivos en 1955/56. Las operaciones de mantenimiento incluyen aplica-
ción afertilizantes y abonos orgánicos, combate de plagas y enfermedades, poda del
cafeto y deshierbe. Las de mejoramiento se refieren a : replante, desmusgado, com-
bate de la erosión, poda de siembra y deschuponado.
126. Ver ONU (CEPAL-FAO), Op. cit., p. 49, Cuadro No. I.37.
117
notoria en aquellas que sostenían el sector y donde predomina-
ba la pequefta explotación pero lo cierto es que las causas de la
crisis están más por fuera de la estructura misma del sector ca-
fetero y descansan en el agotamiento del modelo desarrollado
a partir de los ai'íos 20, el que había alcanzado su máxima ex-
presión en los años precedentes a la Segunda Guerra Mundial.
Este modelo se basaba en un sector monoexportador que cons-
tituía la fuen te de acumulación casi exclusiva para la expan-
sión de otros sectores, principalmente el industrial. Esto explica
cómo la acción estatal se concentró en provocar aumentos en
la productividad de la comercialización (es decir, construyendo
la infraestructura necesaria, reduciendo los costos de transpor-
te, abriendo nuevas posibilidades de mercados externos y unifi-
cando los mercados locales), dejando de lado la modernización
del sector productivo cafetero donde predominaba la pequei'ía
explotación.
Finalmente, hacia mediados de los cuarenta, en algunas zo-
nas como Antioquia, Valle, la Sabana de Bogotá y Santa Marta,
el sistema d~ comercialización existente comenzó a romperse
progresivamente, pues algunos agentes alcanzaron una cierta
independencia económica de las casas exportadoras extranjeras
y lograron establecer sus propias agencias. A esto contribuyó el
desarrollo de los sistemas de comunicación como el teléfono y
el telégrafo que permitían un mayor y más rápido conocimien-
to de las cond iciones del mercado, disminuyendo de esta forma
los riesgos del comerciante.
La paulat ina pérdida de importancia de las compañ.ías ex-
tranjeras en la comercialización del grano fue el resultado de la
decisiva intervención de FEDECAFE en el manejo del mercado
tant o interno como externo , al tiempo que el conflicto bélico
daba "oportunidad a algunas casas exportadoras nacionales de
ganar terreno frente a las compaftfas internacionales, que fue-
ron seriamente afectadas por los disturbios que produjo la gue-
rra en el mercado mundial, debiendo salir algunas de ellas del
negocio o cambiar sus actividades" 128 • Estas compañ.ías ex-
118
Cuadro No. 1.31
INDICADORES DE LA EVOLUCION HISTORICA DE LA CAFICULTURA POR DEPARTAMENTOS,
1932 - 1970
--
Superficie en
Tamaño prome- Tamaño prome- café del área
Departamento dio de fincas dí o de cafetales de las fincas Superficie en café Fincas cafeteras
(hectáreas) (hectáreas) (porcentajes) (miles de hectáreas) (miles de explotaciones)
1955/56 1970 1932 1955 /56 1970 1955/56 1970 1932 3 1955/56 1970 1932 3 1955 /56 1970
Antioquia 26.3 16.8 2.2 3.5 3.1 13.3 18 .4 63.7 115 .0 155.2 28.5 33.0 50.0
Viejo Caldas 10.2 10.5 2.0 4.1 4.7 40.2 44.8 78.4 187.2 212.5 40.2 46.0 45 .4
Valle 26.7 18 .9 1.9 3.9 7.4 14 .6 39.1 38.2 94.0 126.9 20.1 23.9 17.3
Cundinama rca 18.4 9.1 2.8 3.1 2.5 16.8 27.5 38.3 90.9 101.9 13.8 29.8 41.2
Tolima 17.4 22.7 4.7 4.3 5.7 24.7 25.1 59.8 115.7 136.3 12.8 27.5 23.6
Norte de Santander 26.8 24.1 3.1 4.7 4.9 17.5 20.3 25.0 29.5 45.6 8.0 6.1 9.7
2.2
:;:1~~:1
26.5 16.4 6.1 3.4 8.3 20.7 18 .7 24.9 63.0 3.0 11.5 18.5
76.4 51.0 8.0 8.3 11.0 10.9 21.6 5.5 17 .1 40.7 0.7 2.1 3.6
Ca uca 15.6 10.7 .9 1.4 1.9 9.0 17.7 10.9 24.1 79.3 12.5 17 .6 41.8
Huila 25.0 21.3 2.0 2.5 3.6 10.0 16.9 8.8 45.1 47.9 4.5 17.8 13.3
Colombia 2 20.1 14.8 2.4 3.3 3.5 16 .5 23.9 356.2 776.8 1.070.0 149.3 234.7 302.9
-
'D
Fuente: FEDESARROLLO , Op. cit., Cuadro No. II-2, p. 43.
Fuente: 1925 y 1932 : Ma riano Arango, El Café ~n ..., Op. cit., p. 163.
1955/56 : ONU (CEPAL-FAO), Op. cit.. p. 30.
1970 : Marco Palacios, El Café e11 ..., Op. cit., p. 373.
129 . Ver Mariano Arango, Café e.... Op. cit., Cuadro 11 1.8, p. 230.
120
que están interesados en desarrollar un manejo éonjunto de la
política cafet era. Y, por último , tenemos al Estado que como
ente regulador e interventor de la economía está interesado en
compatibilizar el manejo de la política cafetera con una ade-
cuada política de desarrollo. Pero los intereses de FEDECAFE
fácilmente prevalecieron sobre los del Estado, la mayoría de
cuyos m iembros provenían del gremio cafetero·. De hecho el
"privado" se impuso sobre el "público" o más precisamente,
las élites regionales cafeteras, es decir los grandes productores..
exportadores, se apoderaron del manejo de la política cafetera
con tod o el respaldo estatal, tanto que Jos mecanismos de polí-
tica adoptados tendieron a favorecer en mayor proporción a
dicha entidad y al sector que representaba.
La actividad de FEDECAFE estllvo dirigida básicamente a
fortalece r la posición financiera y comercial del gremio. Para
1955 FEDECAFE llegó a ser la entidad financiera más sólida,
pa rticipando como accionista principal de la F lota Mercante
Grancolombiana - aportando para su creación en 1946 el 4SO/o
del cap ital y convirtiéndola en la segunda empresa-transporta-
dora- , de la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero - apor-
tando el 33.50/o del capital- del Banco Cafetero -creado en
1953 y siendo el FONAC su único accionista-, de la Compa-
ñía Agrícola de Seguros, de la Compañía Nacional de Nave-
gación (NAVENAL) y del Instituto Nacional de Abastecimien-
to - INA, hoy IDE MA, encargado de la comercializac ión de
productos agr ícolas. Era tan sólida su posición que algunos
municipios y departamentos eran sus deudores lo mismo que el
gobierno central, al cual ayudó a cancelar su deuda comercial
externa por $ 12 .3 millones 130 • Estos mayores recursos le per-
mitieran de otra parte un mayor control del mercado interno y
de la producción exportable, así como un mayor poder d e ne-
gociación en los mercados mundiales. En efecto, para mediados
de los años 50, contaba con 45 almacenes de depósito , con una
capacidad de almacenamiento de algo más de 3 millones de sa·
cos de café; con once trilladoras, con capacidad para procesar
121
2.500 sacos diarios; era ya el principal exportador del país con
13.8°/o de la cosecha cafetera de 1955; y había suscrito 19
acu erdos de Pagos y de Compensación que le significaron u n
incremento importante de sus ventas al ex terior 131 .
La crisis del mercado cafetero provocada por la Segunda
Guerra Mund ial d io origen al primer acuerdo internacional pa-
ra la regulación del mercado a la vez que mot ivó la creación d e
la que más tarde. se convertiría en la herramienta más importan-
te para la consolidación de FEDECAFE y la fuente de una po-
lítica de concertación : el FONAC. Este se constituyó como una
cuenta especial abierta en la Tesorería General de la República
para cumplir con los compromisos adquiridos en el Pacto de
Cuotas en 1940 y el gobierno con trató con FEDECAFE la ad-
ministración de d icho Fondo. En principio , los recursos de éste
últ imo provin ieron de tres impuestos132 , pero con el correr del
tiempo y las dificultades del mercado internacional se fueron
adicionando nuevos im puestos y nuevos mecanismos 133 para
aumentar dichos recursos y proteger al Fondo de una virtual
descapitalización 134 . Para reducir esta descapital ización , el Es-
133. En 1951 se creó el "diferencial cafetero" que estuvo vigente hasta !967
- con una supresión ent re 195 7 y 1962 - cuando fue reemplazado por,ttn impuesto
ad a•alorem. En 1958 se estableció la re tención cafetera, princip~l mecanismo para
regular el mercado. . '
!22
tado se vio forzado, entre 1960 y 1963 , a "la contratación de
crédito ex terno (operaciones swap ), a financiamientos infla-
cionarios del Banco d e la República y aún a la desviación de
mayores recursos del d iferencial cambiaría con destino a dicha
entidad" 135 .
Habiéndose adoptado el modelo primario-exportador basa-
do en el monocultivo, no sólo la política fiscal y monetaria
debía orientarse a fortalecer y a apoyar, en los momentos de
crisis, al sector cafetero, sino que toda la politica macro-eco-
nómica dependía de las fluctua ciones de dicho sector y se con-
certaba entre este altimo y el gobierno. De todas maneras, la
estabilidad de los representantes del gremio frente a la gran
inestabilidad de los funcionarios públicos era una primera ven-
taja de aquel frente al Estado en sus negociaciones 136 •
Con la suscripción del contrato para la administración del
FONAC por parte de FEDECAFE y la delegación a éste último
de la representación oficial de Colombia en los convenios inter-
nacionales, se evidencian unas ele las caractt!rfsticas del modelo.
A ellas vinieron a sumarse otras relativas a la aprobación del
presupuesto de la Federación, al nombramiento del Gerente de
FEDECAFE y a la participación de represen tantes del gobierno
en el Comité Nacional de Cafeteros, máxima autoridad admi-
nistrativa dentro de la Federación , los cuales son una muestra
de la injerencia del Estado en las decisiones del gremio , al me-
nos en lo que respecta a los aspectos formales de dicha concer-
tación. Sin embargo el poder real de la Federación es mucho
mayor d ebido en primera instancia "al carácter técnico y su-
perespecializado de la política comercial ca fetera" 137 tanto in-
terna como externa, la que hace que sólo un organismo con la
136. Una anécdota q11e ii\IStra bastante esta diferencia es la que mencionada por
el propio Don Leonidas Londoño, importante cafetero y miembro del Comité Na-
'clonal, quien en una sesión de dicho comité y an te la decisión de retiro del ministro
de ha cien da de turno le respondió: "Bien pueda señor ministro que po r esa puerta
han salido 34 ministros más" .
123
debida experiencia en el manejo de tales asuntos tenga ventaja
comparativa en el momento de tomar decisiones. De otra parte,
el poder económico y financiero del gremio así como el control
institucional de la información estadística y su manejo refuer-
zan aquella ven taja.
124
De todas maneras; y desde la perspectiva regional, los cam-
cios más importantes tienen que ver con la creciente división
del trabajo y la especialización en bienes diferentes al café.
Fortalecimiento de la posición de Colombia en el mercado
mundial de café. Hacia mediados de los 60, Colombia empezó
a recobrar posición en la producción mund ial de café, pero no
sucedió igual ni con el consumo ni con las exportaciones. debi-
do principalmente a que el país, junto con Brasil, estaba practi-
cando políticas de retención de excedentes en cumplimiento
del convenio firmado en 1962 y renovado en 1968. De esta ma-
nera ellos soportaron los costos de estabilización qe los precios
internacionales 138 , precios que de 1964 hasta 1972 se mantu-
vieron, en promedio, relativamente estables, aunque a niveles
más bajos que Jos observados durante el período de bonanza
cafetera de los aflos 50. Los precios empezaron a recuperarse
considerablemente desde 1973, gracias a la política de manejo
del mercado adelantada por aquellos países.
La helada de 1975 que afectó la producción brasilera, espe-
cialmente la de los estados de Paraná y Sao Paulo, colaboró
positivamente en la recuperación de. la posición de Colombia
en los mercados internacionales, pues a partir de este año su
participación en las exportaciones y en el consumo mundial
aumentó, cambiando así la tendencia desfavorable que v,e nía
manifestándose desde 19 50. Esto parecería ser una repetición
de la situación de subordinación a la que, como se ha mostrado
antes, habían estado siempre sometidas las exportaciones co-
lombianas. Sin embargo, en este caso, a ·pesar de seguir siendo
Urasil el país de mayor producción cafetera, su dominio del
mercado es ahora mucho menor y Colombia ha entrado firme-
mente a dominar la producción de café suave de calidad excel-
sa mediante su política de promoción del producto y diversifi-
cación de los mercados. El resu ltado de esta última política ha
· 138. De acuerdo con Roberto Junguito y Diego Pizano "han sido siempre los
países de mayor producción, y en particular Brasil y Colombia, Jos que han alrnace-
nado café y realizado políticas de existencias y, por el contrario, los países centro-
americanos siempre han resultado ser los que menos esfuerzos de almacenamiento
han realizado". El mercado internacional del café y la política cafetera colombiana,
en: Lo Cuestión Cafetera, Op. cit., p. 282.
125
sido el cambio fundamental en los países compradores de las
exportaciones ca feteras, al punto que entre 1977/78 y 1979/80
un 600/o se dirige a los europeos y solo un 290/o a los Estados
Unidos (ver Cuadro No. 1. 14). Si bien no puede negarse que la
situación del mercado brasilcro aún afecta las exportaciones
colombianas, la relación entre los dos mercados es bastante di-
ferente a la de épocas anteriores.
Tecnificación de la caficultura. Como ya se ha m encionado,
uno de los grandes problemas de la caficul tura colombiana ha-
bía sido la progresiva disminución de los rendimientos, agrava-
da por la baja de los precios internacionales. Como muchos
produ ctores se hallaban al borde de la bancarrota pues sus in-
gresos eran cada vez menores, sus deudas no se cubrían y los
riesgos de reinversión eran muy altos, la p roducción segu fa
descansando en cafetales viejos. Al mismo tiempo, la política
de FEDECAFE se había dirigido básicam en te al fort alecimien-
to de su posición financ iera y a la modernización de los proce-
sos de comercialización, aplazando la de los procesos de pro-
ducción.
La mod ernización de la caficuJtura se hacía indispensable y
después de una serie de experimentos por parte de Cenica fé
- Centro experimental de FEDECAFE- se iniciaron , a media-
dos de los af'ios 60 , los primeros cultivos de importancia con la
variedad brasileña caturra, que presentaba muchas ventajas con
relación a las de arábigo t fp ico y barbón que se habían emplea-
do tradicionalmente. La nueva variedad exigía la utilización in-
tensiva de abonos qu fmicos y fertilizantes y "cuidadosas y
oportunas prácticas culturales" 139 . Todos estos factores hacían
que los costos de producción se elevaran y que, por lo tanto,
fueran los grandes y medianos caficultores los que estuvieran
en posibilidad de adoptar la nueva variedad. La modernización
126
de los sistemas de producción es un fenómeno de la década de
Jos 70 p ues como se desprende del censo de 1980 los rendi-
mien tos del pafs subieron de 54 1 kgs./ha en 1970a 1. 106. Es-
tos sustancia les aumentos de la pro ductividad por hectárea
provocaron un considerable aumento de la producción interna,
pasando as! de 9.5 millones de sacos en 1970 a 18.6 millones
en 1980, con una tasa de crec imiento anual de 6 .90/o la más al-
ta desde 1932. No obstante, bajo el sistema tradicional seguía
sembrándose un 660/o d el área total cafetera (ver Cuadros Nos.
1.1 2B y 1.33).
A nivel regio nal el cambio más importante fue la recupera-
ción, en 1980, de la posición del T olima con respecto al Valle,
pasando aquel a ser el tercer productor después de Antioquia
y Caldas. Aunque la información disponible del censo cafetero
de este año no pem1it e precisar mucho acerca de los cambios a
nivel regio nal, es posible inferir a través de los datos e~.istentes
cómo las mayores t-asas de crec imiento d e la producción entre
1970 y 1980 las han registrado los d epartamentos donde el
cultivo t ecnificado ha prevalecido, tal es el caso d e Antioquia,
con un 6 70/o de su área ded icada a este tipo de explotación, El
Viejo Caldas, Tolima , los dos Santanderes y el Huila (ver Cua-
dro No. 1.33).
Según el estudio de F EDESA RROLLO la fonn a más común
de difusión de la nueva tecnología ha sido la renovación de ca-
fetos en las áreas previamente dedicadas a sembrar café bajo
métodos tradicionales. aunque no descarta la utilizació n de
nuevas áreas. Adem~s, dados los altos costos de producción ba-
jo la nueva tec nología , han sido los grandes y med ianos pro-
ductores los que han podido adoptarla en mayor proporción y
espec ialm ente en los departamentos donde tradicio nalmente
había predominado la gran explotación (Santanderes, To lima y
algunas zonas de Antioquia), o donde sólo posteriormente se
había manifestado una tendencia hacia la concentrac ión de la
producción de este tipo de explotación , .como en Caldas y en
algunas zona s del Huila (ver Cuadro No. 1.18). Pero, este nuevo
auge de las haciendas tiene luga r bajo condiciones bien diferen-
tes a las de períodos anteriores.
127
-
IV
00
129
tabl~s entró en una crisis, agudizada aún más por Ja bonanza ca-
fet era de la segu nda mitad de los 70, que parecía restablecer el
viejo esquema basado en .la monoexportación. En efecto, du-
rante los 70 crece de nuevo la par ticipación del café en 'el to.tal
de expor taciones (de 54.40/o en 1969/71 a 60.80/o en 1977/
79) .mientras que la industria textilera, una de las más impor-
tantes del país, entró desde 1975 en una de sus peores crisis.
Sin embargo la estructura productiva interna había cambiado
significativamente con respecto a los períodos anteriores, dado
que había una mayor diversificación y además una más profun-
da división y especializa.ción del trabajo entre unas regio nes y
otras 140· •
Política cafetera y bonanza cafetera. La inestabilidad del
mercado internacional del café y los cambios verificados en la
estructura productiva interna en la economía mundial hacían
más complejo el manejo de la política cafetera y requerían de
nuevos instrumentos para lograr la regulación del mercado in-
terno de café y la redistribución de los excedentes cafeteros.
En términos muy generales la política cafetera tuvo las.siguien,
tes carac terfsticas.
En primer lugar, dicha política estuvo bastante mediatizada
por las presiones y los intereses del gremio cafetero y tendió a
beneficiar a éste último aún en detrimento de otros sectores
qu e habían adquirido una gran importancia dentro de la eco-
nomía nacional y que se vieron enfrentados a serias d ificu lta-
des durante los años de crisis de la economía mundiaL
En segundo lugar, el papel jugado por el Estado, dentro del
esquema d e concertación ya adoptado, mostró una vez más la
debilidad de .éste frente al gremio.
140. En efecto y aunque el sector agropecuario era el que tenía para 1975 una
mayor participación dentro del PIB nacional-, a nivel regional las situaciones varia-
ban considerablemente pues en el caso de Antioquia, Valle, Cundínamarca y Atlán-
tico el sector manufacturero era el renglón más importante. La producción de café
y de cllltivos comerciales prevalecía en Totima, el Viejo Caldas y Jos Santanderes.
En general estas cifras del PIB departamental permiten mostrar cómo entre unas re-
giones y otras se d~ba ya para los años 70 una fuerte especialización de la actividad
productiva, aunque ·n o es posible comparar esta situación con las existentes en Jos
años 30 ó 40 por no dispo.ner de la información respectiva.
130
En tercer lugar, las características de la estructura producti-
va descritas antes hacían aconsejable que ese esquema de con-
certación se ampliara vinculando a otros gremios, para que las
medidas adoptadas perdieran su carácter sectorial y adquirieran
una connotación macro-económ ica. Sin embargo ello no ocu-
rrió .Y "el propósito general de la polftica gubernamental con
respecto al greplio parece haberse resumido en la frase 'la bo-
nanza para los cafeteros' " 141 •
Los acuerdos cafeteros celebrados en tre el Gobierno y FE-
DECAPE a partir de 1969 "fueron suscritos después de una he-
lada en el Brasil y en consecuencia, cuando las perspectivas de
precios en el mercado externo eran al alza" 142 . Tales acuerdos
buscaba n establecer lineamientos generales para el manejo de
los excedentes cafeteros y para su asignación según una políti-
ca concertada en tre gremio y Estado y, finalmente, buscaba n
el saneamiento del FONAC para que este pudiera cumplir con
sus compromisos sin recurrir al Banco de la República. Como
resultado de este manejo se ob tuvo una capitalización d el FO-
NAC, cuyo patrimonio se incrementó entre 1970 y 1975 en un
300/o en pesos corrientes y l l O/o en términos reales. Las ma-
yores inversiones se relacionaron con la capitalización del Banco
Cafetero y la Flota Mercante Crancolombiana, pero a partir de
1975 la inversión en bonos creció considerablemente, pasando
de $ 4.1 millones en 1975 a$ 1.885.5 millones en 1977 143 • Si
bien hasta finales de 1977 una buena proporción de los recur-
sos (83 .2°/o) se había invertido en bonos y acciones, tal políli-
ca debió ser abandonada al necesitar FEDECAFE recursos para
adquirir y · almacenar la cosecha, es decir para retomar el con-
trol del mercado interno 144 . Una vez más la política adoptada
141. José Antonio Ocampo y Edgar Reveiz.. Bonanza Cafetera y economía con-
certada (1975-77), en: La Cuestíón Cafetera, Op. cit., p. 319.
131
tendfa a fortalecer la actividad financiera del gremio en detri-
mento de la de fomento inicialmente concertada.
A finales de la década de los 70 se produjo, tal como lo
muestra el último censo, un cambio apreciable en la estructura
productiva cafetera al difundirse los nuevos procesos tecnológi-
cos. Y aunque la situación difiere de acuerdo a cada región,
como se sefíaló antes,. lo cierto es que los programas de fomen-
to de FEDECAFE empezaron a mostrar los primeros resulta-
dos, aunque el proceso de transformación desde las técnicas de
tipo tradicional hacia el cultivo tecnificado se efectuó a ritmos
muy lentos como lo demuestra el hecho que, para 1980, sólo
un 34°/o de la superficie cafetera cultivada se encuentra bajo la
nueva tecnología.
Para analizar los efectos distributivos de la política cafetera
adoptada durante estos afios, cuestión que ha generado una
gran polémica sobre los verdaderos beneficiarios de la bonanza
de los afíos 70, se requiere como lo dice Ocampo, reconocer
que el gremio cafetero no es homogéneo e "incluye por lo me-
nos cuatro grupos sociales diferentes: Jos exportadores, los
empresarios, los sectores asalariados rurales y los campesinps
productores" 145 • Lo más factible, y como este mismo autor Jo
sefíala, es que los beneficiados hayan sido los dos primeros gru-
pos, aunque no se descarta que tanto el asalariado como el pe-
quefío caficultor percibieron mayores ingresos, pero no en la
magnitud de Jos anteriores.
En todo caso el período de bonanza cafetera coincidió con
una época de agudas crisis para el sector manufactu rero y para
la producción agrícola comercial distinta al café, mientras que
la apropiación de los beneficios de la bonanza, por parte del
sector cafetero, redujo el apoyo que éste tradicionalmente
había brindado al crecimiento de los demás sectores de la eco-
nom ía. La debilidad del estado frente al gremio cafetero hizo
difícil disefíar un conjunto de medidas más acordes con la gra-
ve situación económica del país, aunque la crisis de la econo-
mía mundial jugó también un papel important e.
132
Algunas Conclu siones Sobre el Comportamiento de la
Economía Cafetera Durante el Período 1930-1980
133
ENCLAVES
Ciertos productos primario-exportadores, por las caracterís-
ticas de su proceso de producción y por la forma de su inser-
ción en la economía nacional, llegan a constituir economías de
enclave. En consecuencia, las regiones que son su asiento al no
poder internalizar los efectos del crecimiento de la producción
se cdnvierten rápidamente en regiones marginadas cuando de-
caen la exportación y luego la producción. Generalmente, para
explotar estos productos primarios se requiere del montaje de
una compleja infraestructura - en razón de la frecuentemente
difícil localización del recurso- y de un acceso mínimo a los
mercados externos, todo lo cual implica elevados montos de
inversión y gran margen de riesgo. Esto significa que, en la gran
mayoría de los casos, el capital local no cuenta con los recur-
sos financieros ni puede asumir los riesgos, así que se hace ne-
cesario el ingreso de las grandes compañías extranjeras.
Banano
Durante las primeras décadas del presente siglo la produc-
ción bananera con fines dé exportación se localizó en e,l depar-
tamento del Magdalena bajo el control de la United Fruit Co.
(UFC) . La zona bananera del Magdalena constituye una llanura
de 40.000 hectáreas situadas entre la Sierra Nevada y la Ciéna-
ga Grande e incluye parte de los municipios d e Ciénaga, Araca-
taca, Puebloviejo y Fundación. Aunque esta zona abarca menos
del 2°/o del área total del departamento, sin embargo qicha
producción, llegó a representar, en 1922, el 950/o de las expor-
taciones del dcpartamento 147 .
Sin embargo, "a mediados del siglo XIX lo que comünmen te
se denomina Zona Bananera del Magdalena no era más que una
región montallosa y de bosques impenetrables" 148 . La comuni-
147. J. White. Histofia de una Ignominia: la United Fruit Co. en Colombia. Bo-
gotá, Ed. Presencia Ltda., 1978, p. 34.
134
cación de la región con el interior del país era bastante débil y
esta,situación se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX . Hacia
mediados del siglo pasado la ventaja natural de la bahía de San-
ta Marta la había convertido en el puerto principal sobre el
mar Caribe ; no obstante, las mejoras en el Canal de La Piña
- que une el río Magdalena con la bahía de Sabanilla-- y la
apertura en 1871 del tramo de ferrocarril que une a Puerto Co-
lom bia con Barranquilla, convirtieron a éste ültimo en el prin-
cipal puerto de conexión del país con el exterior. De este mo-
do San~a Marta pasó a ser un centro de menor importancia.
En líneas generales puede decirse que la regió n era autoabas-
tecedora, su comercio interregional era escaso 149 y su produc-
ción para el mercado externo muy pobre y esporádica . ·
La producción de banano en la región data de la década de
los cuarenta del siglo pasado, cuando algunos cultivadores loca-
les, samarios y barranquilleros, e inmigrantes ingleses comenza-
ron a comprar tierras y a sembrar banano en ellas. Los datos
indican que los primeros cultivos para la exportació n fueron
realizados en 1887 por José Manuel González, agricultor de
Ciénaga, y los primeros embarques se realizaron en 1889. Sin
embargo las numerosas dificultades que atravesaron los pro-
duc tores locales y las pérdidas sufridas por algunos de ellos
mostraron q ue la producción y comercialización del banano
exigía un gran desarrollo tecnológico y un alto volumen de
inversión y que, para disminuir los riesgos del negocio, era in-
dispensable lograr la integración vertical del mismo . A partir
de 1892 se realizaron embarques con alguna regularidad, pero
la consolidación del negocio de exportación em pezó a partir de
190 1, cuando la UFC se estableció definitivamente en Colom bia .
Hubo varios intentos de mejorar la conexión d e la región
con el interior del país, pero varios factores se conjugaron para
impedir su realización. En primer lugar, "poco capital había en
el Magdalena" 150 y la actividad agrícola que allí se desarrollaba
135
era tan reducida que no hacfa rentable la constiUcción de una
vía férrea, medio que en aquella época era considerado como
el más apropiado. En segundo lugar, el Estado no contaba con
recursos suficientes ni estaba en capacidad de emprender la
obra y, por lo tanto, tenía que emplear los servicios de compa-
iHas extranjeras a fin de llevar a cabo proyectos que requerían
altos niveles de inversión y capacidades tecnológicas no exis-
tentes en el país. Pero, para hacer lucrativas tales inversiones,
el Estado tenía que otorgar largos plazos en la concesión, ele-
vados precios de compra en caso que el ferrocarril revirtiera a
él y debía aceptar una baja participación en los beneficios de la
empresa 151 .
La presencia extranjera. Ya antes de finales del siglo pasado
dos firmas subsidiarias de la UFC se hab ían establecido en la
zo na. Para 1890, la Santa Marta Railway Company adquirió el
compromiso de construir el tramo de ferrocarril que uniera a
Santa Marta con el río Magdalena , pero su interés principal era
penetrar en la zona bananera y comunicarla con el puerto de
embarque, permitiendo así la producción del banano e n gran
escala. Con el primer tramo entre Santa Marta y Ciénaga, ya
terminado en 1887 p or los concesionarios De Mier y Joy, la
Santa Marta Raíl way Company en 1892 extendió la vía a Río-
frío , en 1894 a Sevilla y en 1912 a Ara ca taca y Fundación, sin
llegar a cumplir el compromiso de conectar la región con el
interior del p afs.
A comienzos de los 90 la misma compañía instaló el alum -
brado eléctrico y después celebró un contrato con el gobierno
nacio nal para construir y explotar un muelle en la bahía de
Sa nta Marta y para 1898 " habia construido cuatro grandes es-
taciones en Santa Marta, Ciénaga, Gaira y Riofrío con sus
respectivos acondicionamientos (depósito, tanques ele agua,
etc.)"¡sz .
!52. La Santa Marta Railway Co., también "había construido unos quince puen-
tes de hierro y más de cuarenta 'obras de arte' de menor magtút ud. En Santa Marta
la Co mpa iiía disponía de depósitos y talleres do mantenimiento que eran \1nicos en
su género en la ciudad. l'or lo demás la compañía hab ía instalado un telégmfo para-
136
Dada la magnitud de las obras adelantadas y el control de la
firma sobre las comunicaciones y el transporte su poder se ex-
tendía fácilmente hacia toda la vida económica de la región.
El ferrocarril permitió la colonización de las tierras aledañas
por parte de los cultivadores privados pero también por algu-
nas finnas extranj eras, como la Compagnie Immobiliere et
Agricole de Colombie (ClAC) y la Colombian Land Company,
subsidiaria de la UFC. La primera de ellas se había establecido
a comienzos de los setenta y la segunda poseía en 1875 algu-
nos terrenos - por algo más de 5.000 has.- en el distrito de
Riofrfo y poco a poco fue adquiriendo terrenos y explotándo-
los mediante el cultivo del banano. Algunos grandes producto-
res locales se asociaron con inmigrantes ingleses en una com-
pañía que se llamó la Santa Marta Fruit Co. que a la postre se
convirtió en otra subsidiaria de la UFC, cuando ésta adquirió
en 1917 sus terrenos.
La prosperidad del cul tivo del banano atrajo gran cantidad
de migrantes, los ct~ales aumentaron sin duda con las guerras
civiles de finales de siglo. Estos pasaron a engrosar la fuerza de
trabajo indispensable para la producción en gran escala de este
producto.
Pero las condiciones para el ingreso de la UFC en Colom-
bia 153 se dieron al comienzo de este siglo cuando la firma del
ferrocarril traspasó a aquella un terreno situado en San José de
Sevill a con el cual esta última comenzó a operar en el país.
Aunque la UFC inició sus operaciones en modesta escala, pron-
lelo a la línea del ferrocarril que era el único medio de comunicación inmediata en-
tre las ciudades y los pueblos de la zona''; Fernando Botero y Alvaro Guzmán, Op.
cit., P. 331 .
137
to logró un control casi absoluto sobre la actividad económica
de la zona, como pued e concluirse de los siguientes hechos.
a) Para 1915 el 420/o del área cu ltivada era de propiedad de
la UFC, el 170/o pertenecía a la ClAC y el restante 41·0/o se
distribu fa entre u na serie de productores particulares 154 • Para
1921 la UFC había adqu irido las tierras que estaban en poder
de la compañfa francesa, eliminando así la competencia de ésta
y consolidando su contror de la producción.
b) El control del transporte y de las comunicaciones permi-
tía a la UFC hacer una competencia desleal a los productores
independientes de la zona, los cuales se veían obligados a ven-
der a la compañía so pena de quedar fuera del negocio 155 •
e) La UFC era dueña de la gran mayoría de los canales de
riego y controlaba el uso de las aguas en la zona bananera con
la aquiescencia del gobierno nacional. En consecuencia la dis-
ponibilidad de riego para los cultivos de todo tipo en la zona
dependía de la misma.
d) Del total de propiedades de la compaftfa, sólo una peque-
ña proporción se destinaba al cultivo del banano propiamente
dicho 156 , pero dado que ella controlaba la propiedad del suelo,
determinaba toda la producción de la zona. De manera que la
compañía sometía a los productores particulares mediante el
manejo del mecanismo del precio de compra y a los arrendata-
rios mediante la directa prohibición de sembrar banano, bajo
pena de rescisión del contrato. Todo esto a más de las presio-
nes indirectas antes sefialadas como el control del transporte,
del riego, etc.
155. Botero y Guzmán relatan el caso del señor Ricardo Echavarría quien in ten·
tó varias veces colocar su producción con una firma competidora de la UFC pero la
carga demoraba tanto en llegar a su destino que la fruta se dal1aba, llevándolo a la
ruina.
156. Según los datos de May Stacey y Galo Plaza, La Empresa EsTadounidense
en el /;"xTranjero: La United Fruit Co. en América Latina, National Plannlng Asso·
ciation, México, 1958, citados por Fernando Botero y Alvaro Guzmán, Op. cit., p.
349 1 hasta 1955 , del total de la tierra de propiedad de la compañía algo más del
80°/o no estaba cultivada y sólo el 7°/o lo estaba con banano.
138
e) E l auge de la producción y exportación de banano hizo
que el capital ·local t endiera a desplazarse hacia és_ta· activi-
dad ' 57. Además, . este cultivo requería de mayor número de
trabajadores y los más altos salarios pagados por la UFC provo-
caron la mig.r.ación, hacia la producción de banano, de un gran
número de jornaleros provenientes de los cultivos de algodón,
<;afé y cafta de azúcar de la propia región y de los departamen-
tos vecinos de, Bolívar, Atlántico y Santanderes, Para los años
veinte, la_zona banan~ra concentraba el mayor número de tra-
. bajadores, comparativamente a los demás sectores productivos
del país, así q.ue mientras en los años de la pre-guerra la mano
de obra agrícola se calculaba en 5.000, para 1928 trabajaban
en la industrja. del banano por lo menos 30.000 personas o sea
uno de cada nueve habitantes de la zona·, y-50.000 personas vi-
vían dentro del área inmediata ·a la linea del ferrocarril 158 . El
salario era pagado parte en dinero y parte en vales, o cupones,
con los cuales se obligaba a los trabajadores a comprar los pro-
ductos de primera necesidad en Jos comisariatos establecidos
por la compañía desde 191 6 159 .
. f) Los comerciantes de la zona no vinculados al negocio del
banano, se veían asfixiados por las actividades de estos comisa-
riatos y por lo tanto estuvieron dispuestos a apoyar las huelgas
de trabajadores que comenzaron a sucederse desde 19 18 y
tenninaron en el enfrentamiento más grave y lamentable de
1928ló0.
157. Fue así como, en plena bonanza cafetera, solamente nueve haciendas del
departamento del Magdalena producían café y según datos de J . White, Op. cit.,
unos 12.000 sacos anuales para 1921. · ·
158.fbid., P. 43.
159. Los comisariatos vend ía·n a un precio menor al del mercado local y la com·
pañía importaba por intermedio de su flota los productos que aquellos distribuían.
Ello sigrlíficaba que la compañ{a, a la vez que qbten ía beneficios con el tráfico que
había establecido, deterioraba la posición de )O$ comerciantes de la región.
139
En suma, el control que la UFC ejercía sobre todas las acti-
vidades desarrolladas en la región le permitía racionalizar la
producción para el mercado externo y fortalecer su control so-
bre este último.
Al final de los afios veinte la gran fortaleza empezó a'tamba-
lear pues surgieron nuevas firmas competidoras como la Stan-
dard Fruit Company, la Atlantic y la CUyamil. Estas dos últi-
mas le disputaban a la UFC el mercado europeo, principalmente
el de Inglaterra, el cual había sido su más importante compra-
dor. En efecto, a finales de los veinte los Estados Unidos ya no
representaban el principal mercado para el banano colombiano
producido por la UFC. La lucha con sus competidoras se resol·
vió con la compra de las cosechas a mayor precio, con lo cual
se elevaron sensiblemente los gastos de la compañía. En 1929
la UFC absorbió a las firmas Cuyamil y Atlantic, pero de todas
maneras las utilidades habían comenzado a descender y sufrie-
ron una drástica disminución durante la depresión.
Mientras tanto, las ventajas que Santa Marta ofrecía a la di-
visión de la UFC com ienzan a desaparecer. En efecto los costos
de mano de obra y de transporte tendían a subir, los prime¡:os
por la demanda de mejoras salariales y los segundos por la exi-
gencia gubernamental de mayores impuestos161 . Además, la
presencia de fuertes huracanes y de plagas, como la sigatoca,
destruyeron en repetidas ocasiones las plantaciones y conlle-
cuento de los hechos se encuentra en el libro de J. White, O p. cit., y han sido varios
Jos escritos que los narran. Ver también F. Rlppy: l..a Penetración del Capital lmpe·
rialista en Colombia (The Capitalists and Colombia), primera edición, 1931, El An·
cora Editores, Bogotá, 1981, pp. 218·229; y Jorge E. Gaitán. Masacre en las Bana·
11eras, Ediciones Pepe, Bogotá (sin fecha).
161. Es necClsario señalar que la actividad del gobierno frente a la multinacional
fue la de favorecerla y en pocas ocasiones la de exigirte. Sin embargo los aconteci-
mientos de 1928 Jo presionaron para aumentar la tribl!bción de la compañfa que
siempre fue mfnirna en comparación con las utilidades obtenidas. "Los impuestos
que paga la United Fruit Company representan una escasa contribución al pa{s. En
cambio la nómina anual de esta compai\ía es del orden de cuatro millones"; F.
Rippy, Op, cit., p , 219. Para 1932, el Estado ''excluyó a la industria bananera de
todo impuesto que les afecte exclusivamente, ya sea sobre la producción, cultivo,
venta o transporte"; A. Concha. J;-a conces·ión Barco, Bogotá, El Ancora Editores,
1981, p. 53, pie de p. No. 46.
140
t' '- .
162. En 1942 la UFC suspendió operaciones y en 1947 las reanudó bajo el nom-
bre de Compañía Frutera de SeviUa.
163. AUí opera la United Fruit Co. entre otras fumas, y con una escala de opera-
ciones mucho menor, pues subsisten las dülcultades relativas a los fenómenos at-
14 1
Marta. El mayor mercado de este producto sigue siendo el de
Eu ropa. ·
Conclusiones. La fornia como la UFC se había establecido
en la zona y las cond iciones de sujeción que había impuesto
impidieron que esta región pudiera internalizar las ventajas de
la producción y exportación del banano.
De una parte, los capitalistas locales que estuvieron vincula-
dos al negocio debieron en ·todo momento supeditarse al gran
capital extranjero, de tal manera que los beneficios y el desa-
_rrollo tecnológico alcanzado por aquellos fue comparativamen-
te menor a los de la compañía y, después del retiro·de ella, no
estuvieron en capacidad de continuar la exportación y p roduc-
ción de la fruta en los niveles qUe la UFC había Iogrado 164 .
De otra parte; el Estado fue siempre débil en sus exigencias
a la compañ ía extranjera y su participación en las utilidades
fue irrisoria. Prueba de éllo es que la infraestructura desarro-
llada por ella en la zona, estuvo siempre a· su servicio y · no logró
cumplir con su cometido de vincular la región del Caribe cori el
interior del país. Tampoco proporcionó sustantivos ingresos al
gobierno nacional y local. De hecho la compa11ía estuvo exenta
del pago de impuestos departamentales por concepto de la ex-
portación de banano y el ferrocarril siempre evadió la cancela-
ción de tributos al fiscoi 6 s. Parece que la misma d ebilidad que
142
[~ -· .J
Petróleo
143
PET), la South American Gulf Oil Co., la Intercol, la British
Petroleum, la Shell y la Richmond , entre las principales. Ya en
1921 unas veinticuatro compañías petroleras norteamericanas
y cerca de diez inglesas tenían expertos en Colombia167 .
Durante las primeras décadas de la penetración del capital
ex traf\iero en este sector, el interés de las compañías se dirigió
hacia la obtenció n de inmensas áreas del territorio nacional
donde se adelantaron algunos trabajos de tipo exploratorio.
Pero en realidad para 1931 solamente existía el campo de Ba-
rrancabermeja produciendo en cantidades comerciales renta-
bles168. Este campo pert enecía a la TROCO , subsidiaria de la
Standard Oil of New Jersey, y habfa iniciado las exportaciones
en 1926.
Aunque la producción del país pasó de 13.5 millones d eba-
rriles en 1946/50 a 42.2 millones en 1961 /6 4 (ver Cuadro No.
1.3 4), los menores costos de la explotación ofrecidos por los
yacimientos de Venezuela y del Medio Oriente hicieron que,
en Colombia, las compañías extranj eras explotaran solamente
el petróleo más accesible y no realizaran nuevos esfuerzos ex-
ploratorios. Las razones de este comportamiento eran, natural-
ment e, los menores costos en que incurrían. Una vez que los
yacimientos superficiales se agotaban, las compañías estaban
dispuestas a negociar el traspaso de la concesión a la Nación.
Es así como la Empresa Colombiana d e Petróleos (ECOPE-
TROL) , compañía estatal que administra el recurso del país,
recibió en 1951 la concesión Barco 169 , conjuntamente con las
deudas que dichas compañías poseían con sus trabajadores.
168./bid., P. 161. En la nota No. 4 de pie de página el autor cita la lista que da
S. Winkler (lnvesrment of United States Capital in Latin America, 1929, sin lugar
de publicación) acerca de las compañías interesadas en Colombia. De acuerdo con
los datos allí referenciados hacia comienzos de la Meada de los veinte dichas com-
pañías poseían en concesión algo más de 13 millones de has., aproximadamente el
13°/o del territorio colombiano.
144
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145
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Ol(adr'o N_o.. J:-j4
PETROLEO {P.R;.Q,t;>-:o~IQN, :Yi\W~..Y.J>.!\.'RTIC1P¡\,C I0N,.ESU.'f.A1:
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~os ~ ~oftú.9:ión Vatoóle; b p~ucc.¡iOn Va1di PrOd ill:tos farÍicipa á Ón t:sta tal
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(J:riitt. d; ~riles) .,·· Ptq:;·coloÍiibiilto.~U'S A Refinados I otal -usS'/Bj,i-rit · 0/.o 1 OfO'l.
"<, :· ;! ·• -.::..
fú,ente; I;~rge'\[~~gas ;. Petróleo ... , Op~ <:cit:; <.:uadí"t> 'No:tV.U-o el AnexO:, p,:35.2
genam, l<!S: del suroeste de Barranquilla1 73 y él camp·o de·l3a-
rraricaberm.eja ..
''I:Je·neficiós dé;la ·expldtlicí'óti~ 'En' ~ el caso colorri bia:M la 'gran ·
rtlii'}Yórl'a 'd~·la ·prbpiédad ·'cfeHios yacimientos 'péfteñece ·a'la ·na~
eíón '}r.sólo exoei)ciorialtnénté 1l"particu'lates 174 • 'Caso co·n'trarto·
al él e ios OSA do:nde esta p_ropiet:lad est'á eli manos de parÜéú-
JareS' ·quiénes pue'deh ·ded!Jcit su valor af liquiifar el' fmpuesto
sobre ·ta: renta . Esta dlferbfcia h.a 'c ohtrib'u'ic'ío ·a ·compli'caHa's
ríe'gociaciones eritte 'ef Estátló ·coloro biatió Y' las comf,iafi (a·s·rtbr~
. Wtrrierieanas, a 1~ \>ez que ha cau!>'atló !argos )'itigion ntte aque-
llas' ertti'dades y h;á hechd inás difítil' el cáléMo d¿ ros· b'enefic'ibs
generados por. la explobicio n ~dei recursó' asl como e~ d~ :su· ~fs"
tribucion:
Lós· o·enefidos qué la naeión ha recitiido, en té.htl'lnó's mone1
táribs1, por la ex¡:Ho'ta·c io n de· pe,t ró'Ie'o pare'ce·n ser mínimost
colnparados con tiqu'éllos; obtenidos pot· las c·om)')añía~ éx tran·
jeta·s. Oe:acuerd·ó. co·n Hl's oifras 'cte·Vniegas;éhtré' f 921 y Jí96141
las· ganancia!: d ~· la§ tompáñ'fa:c: 'l~xtran:Jeras fuei•o't-l'·Slipe't'io're·s a'
mil ·rn·ilJorrés de dólares etr tant-o• ~u e; la~(tegarías ·obfenitia·s:·p<:W
el Esta'do .fueron del •Orden~·dé: los 19-5 millonésiJ5
i73. t:í'seguhda l!ond C)l.le comprende al¡¡o·ntás cto· 5'4.0'00 has. se localiza a unO'S'
54 kms. al swoestc· de Rllrranquilla. l.a concc~itSn le fue ot(>rgadll a' la firma local
AJmeJia,De. Mares quien la cedió a una firma canadlensé, pero en 1908 fueron sus-
pendidos ¡os.trabajo~ en razóri de la baja rentabilidad:
175. i.:os' beneficios netos para ¡a nació'n Se detenninan sumando Íos ingresos p'e r-
cibidás ¡:ror 'éonc<eptó 'de ·~eiaHasi C;ílteines 'de arren'tlamie'~to'e:·uii¡:sbe'sto's'··de' trahs..
pórt,e ¡¡dé.. cifeci'lf~~tb Y. 1de's~o'ntatldo_ Ja~iex~i'fciones ~torg~~~-s por el ·~.stado 1r'dichns
compañías. Segun Jorge Villeg~ ex1~h6 un saldo en contra del Estado del ord'Cn de·
los .US$ 26 'niillo'ñes' entre 'i 921' y. 1964, Únicamente adicionand'o loSimpuestos de
renta'y 'patriniotlio, que siiir'imptiestos generaies: se.Jbgta.hacet' po'sltiv<i lél-Sa18o:
MS!norea aún· fuerdri:-las:contribuc.iones per.cibidas·p.or ·tos.go-
biernos locales. Según la Ley 120 de 191 9, toda exploración y.
explotació.n. de los yacimientos o depósitos d.e petróleo e hidro-
garburos "qued¡¡n ,exento~. de toda_Ciase pe imRu.estos depar.ta-
rnentaies y muniCipales, directos e .indirectos .q_\Je puedan ,gra~
varlos" 1761• El .único. tr_ibu toque r.ec.i.bier.on.lps &obiyrnos locales
}f, q,_ue .se asociaba ca.n la ~explotación de . hidrocarburos..fl!e el
impuesto a .la ,gaso)Jna, .destinada a.,cu br-ir gastos r.elativ.os .a,Ja
cpnstrucc~ón.. y conservación. de las carreteras departamentales.
Sin emb.arso,. "para. tl ~e.r!o~o 19'}3.-7r7., los ingr~sos (por:im-
puestos a l~q~~solina) r~presentar.on menos del 15<?/o d.e.los gas7
tos . dep.ar.tatJJen.tale~ en carreteras" 1 J 7 .
Las regiones afee radas. Al estar localizado el recurso , ~f\,ál,'ea~
por. .lo .gen~ral deshabitadas y1 é\~ej_a.da.s, .,era, necesarip. ~o¡wo tar
los. J?OZOS cqn ) o$ puer~9s·.de. exP,or:~ación. l.)e. hecho, durante
l~s. . primeras décadas d.el. presente sig!q se. reforzó .la . in:v.ersió.n
en,:ferr.ocarrilés. ,c;on ,el fin de,r.educh: lo.s costoS: de, transporte y.
mejp,r.ar-. m 1 .é0Jl.e~jQJ1; l_)articularmente de. las regiones . e~gorta
dpr;t.s.~· L.a U.ama.da fieb.re' fer.rocarriler.a llegc;J ~ ,té!I pqritq qt:~,e !:in
i 928 los g_astos1de-. inversión por< este r.ub.ro. representaroh el
400/o del total de gastos de la NaciónT'78'. P'or fo que concierne
a la producción de petró)eo, se constn,¡yeron los.t.rarhos C(lcu-
ta~Pu edó.. Víllaxníza:t;,en .i 9'2-t..PMe.:t.o Infaf!te-B.ar,raMab~·rmej,a
y Pueúo. S¡mtos-Puerto Wilches, para .comünioar. los ·yacimien-:
tos C:oh el r'fo Magdaieria, ;lá v!a nu:vial · m~s _cercana y acc~síble'
a l.ci~: puertos.. Póst~r.ibm1ente tuvo i_uga¡;, al ,d'e~a'rró.ll.o. de una
infraestruchua más apropip.da paFa: la,producción .•y-exportación
en gran escala y se construyeron los oleodpctos Barfancaber:.
n:t~j,a;Cartagena •. Yc Tibií:-Covefias, c~mo . también .el j:>oliducto
Fettélea..Puer.to león~Gúcuta . entre l.9 40 y 1·95 3·•.
176 . Ley 120 de 1919, art. 35 y 36, citado por Jorge Viiicgas, Op. cit .. p. 193.
1:77_, Según informe final, ~e ia t.;iisjón B!rd, \V¡esn~:.r·. Las finanzas (n(e¡:gztbn'lla-
mentales en Colombia. Bpgotá,.De¡¡artamento Nacional de Plancació!.l. JQ8 f, p. 237.
pie d~ p ~ Nq, lié...
li48.
Durá'fite 'las ·primeras détildás del' s@o xx:las ·á reas ~etrole
'ras' dé 'lós s:antánderes ftihcú1, junto có'Íi 1~' Zona 'bananera 'dé
S~ntíl·;Mattii-;·.u.nlis 'cte Jas·pocas regio'nes ct'e-Coldrribiá ct'Qnde sé
hab'{~n iinpu~~to~ ·reJacjbne$.' de tlpo sala:ria'l?.1Er;i;ailí dÓrid·e ·se
c,:oncentral:hi' 'e~ ¡ih<ft6r núhierd d'e oh retos y '.d'dnde ~xist fafl. rha·-
·•y 0resip0.'si1Jilidatles cte· agre,ril iaéión: Petó-las menotesiopórfuni-
d~cte:s de: movilidad esp~cial(de bidá's en;buena ·parte)á; la nó' ge'-
1
180: Así por ·ejempto:en'•la' Co'ncesióti .Bárco, me'diañté' el' convenio Cha'lix-Fol'-
sotn de' 1931. la-Cól~et 'ádqúíiio'el dereciho de :utillzar efterterio de acuerdtl"c.órdús
'propíOs··.fequ~timienti>s ·y' p Üdó' ,usufructuaf' 'la'~o'na'~albdilña' al''oiémi~ci6~· Adelhás
de elegir llbre.mente el trazado 'de ·la ruta de dicfio oleoducto·, lit compañía 'pod(a
determinar las "áreas libres para colonización", con lo cual los colonos ..entre los
que se.
c'ontaban pedUéños grupós .de' iiid'ígen:ls-' pasarón'li 'de pe nder de la Cófpet y
snr~risformarón de pto~?ietários ~n · ~·usurpailbre's de
iq~ ilireclios'{·de·esta: ··
149
t~s. y .descat:tando ·f ilos priJ:neros ce..n.cestQJ:'!é\tiO~, no h1,1\:>0 em-
p¡e$arios .locales. disp.u~stos .a invertir en,:este .. n.egpcio. Con
excepción de .la familia.Barco,, que mantuv<;>'\in 3 .Sqfo ,de,parti-
cip~ci(>p, eil. la ,prodl,l~CjÓQ .. dy p.etrólf;o* , los .d.em ~s .conc.esio-
mir.ios .Y.endieron svs d,erechosx>or: cantidacl~s irrü¡oria.s181,
Durante la.d.éca.dii•d~ ·)Qs- seten~~~ eLEstado C:.olombianp,-por
.mtenn,C,d:!O. d~ Ecopetrol., .se;dedic6 ~ ;la . compra y a la ,iunplj~
:qj~n- Qe Y.~!tas refine~ía.s-, a .la, vez ,q~e·. adquir-ía nue.vas-zonas·de
explotación. ~.9 ob~tapté el fort¡llecimientp de Bc<;>petrpt,•.d~~
de · 1976 se inició la importación de petróleo crudo desde ,:el
.Golfo l?:ér~{co, .y ya P,~ra 19.78,la situación-financiera de la E~
p~,;esa. se. había YUeho deficitaria, J,odp: estg p,o.rque léls~ ~ornpa
.f\Jfas extr~l)j~r~s habf.an!ya d1widido .hacer ~e.Colombia un "pa{s·
de r.eserVa" y la co¡npafi~a e_~tatal ¡ de ñecho-,,·se hélb:ía ·dedióadp
principalmen te a. .administrar, los· v,\~jps. ya.cimientos;-,rri,ien.~ras
que la ,actMdad. ~~ploratoria· venía pec;ay:enqq, not.¡:¡ bl~menJQ,
en parte por las dificu~tádes (inanqieras. qe la ernp)l~sa .€J,Ue:.,J!l
.ba,q .oblig&d.o -~ P.rivjlegi<v; lp_s tqb.ajqs relativos l;ll inc;;re.meut.o
en la ~apacida~· de..r.e íinaciónm · y~ en parte·;· PP~ · lú.s :p.J:Opl·e ri1ás
jur.fdicos qu.e lé han i,mp.edido extendeÚ4-·activi.da.G:hacJa o.tr~.s
áreas~·~.
' • Wcijl'lJiieíjte:eSá pait\cipaciQ"~ alcan~ba al ·1-5% ' del•.produbto·· br.ut 0'1 pero
,en 1?32 se re11egq~i~\ Adif!onalm~nte, Jos ~~rc9 f ueron autorizados por la Ofi.~a •
de Cambios para recibu e~ equivalente de las regalías en Nueva York.
15.0
El· trasp·aso: ¡f Ecope troJ del .manejo ;de este:recurso 'tuvo :lu,;
gar bttjo· circunstancias·.desfavorabl es. En el· cas0 ide· la cohce...
·sióh B'arco, las :íh'Stalatiio·nes ha-bían sido . progresivamente ·des.:
man tel adá~ y la'¡'jr()'dücdón había 'declinad0 tantó que la ciudad;
de Cdcutíi' debfii ·abastecerse 'de gasolina venez0lana de contra . .
bando. Así que una región productora del recurso energético
se .halt,.-ansformado e'n·imJ)>0rtadora neta.
Ur1á süuacion .sim ilar,_se :presentó en Barrancabermeja-cuan•
do Eébpetrol ·asurnló la résp0nsabilid¡¡d ,de la; concesión· de De
Meres en 1:96!]. A..uriqüe él•u¡;aní btó eu Ja,.ctirección ·lmMa' supo~
nér; úríát·diSm inuoión·: ~ n , los frecuentes.conflictos labor.ales1 .sin
enibargo' :~ia, . a med:iadós· de 1963 estalló un .gran conflicto cu-,
yas:•causas ·se-ex'plican, en parte, .porqueda -organiiacióh de la
empresa ·. heredada . dt:!. la' corrrpa"ñfa norteamerica na. no• hab íá:
cambiado; y; en · p'aTt·e , ·porAa débil situació.n financi era, que ha
c-araeteriz.ado a Eoopetrol .desde•su>creació:n.
Tan'l bié.n-las· relaei0)ies eritre· E~opet rol , lá•oomunidád!lqea'l
·y la región ho ~ambi'árori sig:nificativametlte. ~Pues.to qu e·J3a rra'n~
:éabernú~ja emergió· c01ito centro ·urbano· como· resultado de. ·l a
expansión· de·la TROGO, se· " produjo una división: en· la respon-
~bil id ad dd-desa.Ifi'Óllo de' Já; ciudad ; Ja.mupieipalidad· debía dó,
tar de servicios ·al r.est0 de 1~ pobla'ción, en tanto que la empresa
oJr.eMa.s.etv.idiós a sus campamentas·'~ 184 • l?eta la débil e. inefi~
cien té ,adrni(l istrac ió'n' m ll n.ieipal.<iJU e depend ía,financíera meAte
de·· Ja::empresa,. ryu nca pudo <0.frecei' una .adecuada prestación de
servicios públioqs.. Esto ·ha provocado serios· pr.oblemas sociales
que han ~endido a mezclar.se ·con los confl ictos laborales de,la
compañía·, mostrando así la estrecha vinculación entre ella y el
na de. Bogotá, Bajo Magda lena, Atra to, Cesar, San Jorge, Bajo Cauca y G uajira. En
19,68¡eJ go,bi~r:I\~?,<:entr~l. 1~ ~~Jg~;~ó l¡.;l:O) •?5.4 h~$1 C¡l1 _I,~S: ~lanos Qrit;ntal.~S ¡Y. ,7 5!!.981
has. Cf/) la ~ol)a ,4e San Jotg~ _ P.~ra. ad~J~ntar t.r.a~a¡9s exP;IO!~·t<;>.rios. 1-!acia) 974,la
empreSa había ·reCibido apóttes 'pór cási· 22 millone~ 'dé has:;Y auiiqüe la intensidad
de los tra'bajo~'J10• tU. sido co"nsider~blt(..::.velille}poros por añ_o .entre l970 y 1978-
se han descubierto seis campos .ei los Llanos ('frin i~ad; ·chichimene ; Caño de Gar;
zas, Tocamá, Arauca y Api¡¡y); M. Galán, El Tiempo, (ebr~r?._28, 1982 .
151
desarrollo regional. Tanto ·así que "la actividad: ganadera dé la
región depende .directamente de lá einpre.sa" 185 ",que además
p.osee comisaria tos:a tra'y:és de los· cuales ahas.t e.c e:a l{ !Qcalida.d·
de .Jos productos inclisp.ensables· para .eJ. .c,onsqmo c.onvilif·iéndo,
se,· :en. algunos .caso s, en el med!o de comeréiaHzacion <te ~lo s
pwductos agrícolas de la.reg·ión. ·
Conclusiones. La econom fa ,de'·.esta¡ región sigué conce.ntrada-
eriiJa ·pr.oducdón. p.e trolera .y ,evidentemehte .no 'ha habid0 Una
diversificación• que: háya ;permitido ;de.sarrollar. 1.fuéntes· ¡tlternah
tiv~s· de . in~ersión y empleO, asr. como:tampoco han~ surgid.<'úns~
titllchmes menos d'é pendientes· de la c.ompañialpetrol'tira:;Existe
as·f ·el ,p eligro, ,coino en·lbs o tr.os casO.§,·d'e ul'la-com'p~eta· plargi.,
tia! izaGiÓh ·d<t1la: región al ágo.tarse el recursó.. P.e ro, a ·.diferehda
del .enolawe bananero¡ en'·la ~pr,o\fucción p.etrolera 'e l Esta·d.o, ha;.
suplantado la compañía ex'trlirijera. S\ bien · .es.te traspaso,· a1
impedir un'a situació n ·... de-.d.eserhpfeo . masivo , ha rédue.itio la·
ina·g¡,'lituo de:.la, crisis''déila!region ~ : también e.sicie.i:to q.Ue: ha dis.:
r.i1inuido· la 'eXp)G>raciÓ.n.i)Í••Ja , prod'ueéión de CfudO¡ICOr'l )á C0'rl~
siguiente, toriveFili<rm del• país' en-1un iinporta:der ·ne.to . ·Sin ern:;
bargo la n'atunileza·dd a ·produc~iph· peti'oléra .es sehsiblemerite
r1 diferente· a~ las ;otras1produ·céiohes· hasta. altora ¡::onsidt'lradaS'. ·ETI·
Pealidad sé trata ·de· un prodtic'to · que; verifica;un•_proceso d.e
tTá'nsforín 1ú:1ón; de ·típo irtdust¡¡iaJ, er:t donde-.se utiliza un ; proc~
dim ié·nto t eci-r1@lógjé0 ni·ás· rivánia~o y;.dbndeao's'téqüeriniientús
de ca'piÚrl son muchó· más; elevados; !prepesó que:·tiene que' set ~
reconsideradd bajo :otr:a -.pc rspeótiy a .~en ~ la1,segu'nda. :pa:x:te .del ¡
1 presente ~rlibajo ,
. Carbón
152
La ekistencili .-d.e, tos"'yaCirrÜeritos-:carbonífer.os de, Ceo;ejó.n;:
en el depar_tam~I'ltQ, l:le;L~Ji~h,tajiia,: s.e .conocía de.s.cle) 86.:4: c.ua.J1-.
el
do ingeniero riorteametica(lo .J 9hn, May .\' .:.descubr:ió Jos de-
pós.Üo.~1~e.~c~r,bón ,q.u~ Jo asomp~(\r(>.il no. sólo po_r, S).l ,cantida¡.l,y,
C,alidad~ sino P.ÓJ!.:(e.l.li.e~:;hÓ'.d.~ iencont¡;ars.e· el o<u:b~nipl)_ácticam.ert-'·
te. e.ni ·Ja,, S\lperfjc-j~.'· 1 86 , Eli :mismo'. MaY-! Propu~o su exportacjón·
en ..vistaitdi:t Jos. lb\le~<"{s !reriq:iiniento·s· qlle se .pcidí.¡¡n ·obtener ;Y.:
d~· Ht'.'c¡llidad.,del ,p:ro.d_\.¡etodbs;que ,JO: hacían compet:itivo:en•el
mercado. mundial'18·7 ·, Pero .dificultades ;<,ie.diversa ·indolé, obH~
g<;i-:o.n:.al :pobierno\{~ent-raLa;(ap.lazarjnd.efinidarilente :su: ex-plo~
tación188 .
En :.t949.:1a liRQG.O aHeali~at;.expJoraoi<ln~S. en ~hírea'de
CerreHm ;pata 1 in~agaí¡; so.b,-!e s 1¡:¡ pp;~jble";exi~tencja;;de. pe.tt'&leo~
cpnobo'ré>: hu de¡los ,yaciinientos .carbo.n í.feros~ Por ra docum'en:;
taoióri . h~r.&(iad_a, ;qe _. a<ni~Ha>C.orripañút:;.';eo., , acop.~trol también.
exis.U>úél~hit conociÍnieri'tü,acetcá:de'Jas minas; de:carbón .en La.
GlHijira ,:f!úe;.así;'COin0 ·en·l9.7r4 :est·a.empr.esa' inició. com~~r.sa,cio.:l
n~.s , :con l rep~sentan te-5~ de •.I:nt.ereoJ ,en •la"búsqueda· de.Jm .c o.nJ
trato para la explotación del mineral, sugiriendo una regalía
·del 200/o, "Cifra qUe c~indqe 'cori lbs'demás C()ntrato's de as~
-éiación d.e Ecopetról. Esta ,última, propuso también uria dui:a-
-~ión máxima de veinte años para el proyecto. Como las dife-
reri·eilis· entré lás' dds ·coinpañ'ías·en' éstos· dos· Búritos éran·;tan
lc5,3
grandes;' lnferaor suspendió la-s· éoñversaciones ·y·•préfirió cón-
gelárlo :·t odb liasta la iniciación .d'eJ: ·síguiént~ gó-t)·ietno·'·' 169 '.
;Convenie•· Iniercor-Ga'rbo'cól.' ;El , <ll.obierno :Nacional . eligiÓ,
médiahte r esoluciórt· No. •23 =de 1-1'976'; hi ptopues'ta 'de :l ntercor:
(lrttemational•Colembian;·R esources,o.sub'sidúiria: de la EXXON}•·
y ·en ··1976·-crM · la ·empresa~ comercial. e inÜÜStlfial': Carbones ·det
Golombfa ·S .A: (C.ARBOCOL), ·la :que deb(a· actuar ~omo --·con~~
traparte.en· eL contrato de asociacion .firmado :con l ntercor: eñ1·
dicicmb'Fé !de 'eSe mismo ·a:ña. ;La: dUf!l'CÍÓO,'.ctel .c'o ntrato :se . fijó•
·ent tre-inta· años·,, al cabo de:los-c1,.1ales los.yacimientos y lÚ pro~~·
piedades inmuebles pasarían a manos de CarbocoP 90 • •
)k partir de la-·,f irina ·del corttrato 1Y·1f }· l hlerco·r•estabá'·obligáda
a' realizar una·.se·rie-:de -esüid.fes que ·P.ermitief.an·.estableoer;si ·el
carbón ·de Cerrejón erirecc>hómicam'ente expl ótabl e¡ ·de· tal 'm~h; ·~
. nerai que €arbocoh tuviera :}á posibil ídad"de 1 Una·;renegociaci6nl·~
de' laS cond~Cío'nes d'e comercializ¡lciófl SUSCÍ'itas.en· et.pontrato:·
Eri: sep.tiembre de i 19801el~ Góbiernó! aceptó las·· condicion e~rdel
.com etcializadón presentadas por, In tércor, ·~ aunq4e · tal. de!Ji:/
. . . '
1$4
· .
s.~P.J¡l ,;g.e.nerq: un; ~~~~n:so y:,contl,G>.yert~ .
'do...,.
r1 b
_e at~19 Z,,.sm
• h ..
em.,.,a;rgo,
el ejecutivo no consideró necesario mOdificar riingún·pmtto. del
ppi\~~MP q¡¡tgin~F 93 •. ~A.Jg~,~;nos ~~Mo~~~ :POJlti9Q~ no b.fln(queda-
dq;9·p:nv~noi9os ·!-}ue,::el¡'Prjv:Uegto.de;e~t e. :.con
~!fJ1 ó.s.e.t~ mar.<J,C.()¡
loinPi<J .tan i'ben é fi~p i como: ,para thdnt~rcor', ·la ~c\l;tl· .fi~aJme:ritf!~
~?·~nr~l;~~~ :t;á,,~~Pl?f:a~ió~~.dé.i\;l'é~4rsq, .En..el.. de).1.at~,sf?,s~~nid<b
e.n. ,;C(h;Sen~<l9. . se .~s.tl;l:b l.e.~.l(> ql;J e;·,~Jip.n;w~otc¡> . podrJa-. ,g~o.e rar. un
p,rornedio :de ·; liS$ :2 :·;5.00;m·illon~~ á:n(iales, ,<;ifrP.1qÍJe Precios :a,
con.sta.rite~'! fiQ.. ii.n>era: !q~.> U:S$ 2;5.0: IJi:illºnes a.ri\.úlles·.~h)¡pró.~
medio.· ~J1¡ . e.ste· ,in.ism9 deb.á.~e ~e ~stabfed0. c.Ómo, dadas.;las
tdn<Íiciohes suscritas en et·conúato,,d ihgreso prO.veniente' del
eú
c~~bó.r} ~pehás bfírút Ull 2MHo He. ia bala nz~ d~ pagqs enyrgé-
:* ·al94.
,.A_ ~.s t!!; ppsiq~y; i.tWr,P,~9: ~e ,contr.aJ?one é).co.s.to. 4~ QPOttuni~
~aq, qoe(c:l, 1p r.<?x-:e.ct<;:>).t~;pl~c~ ·p,ata.Có·Iom bi.a ~ 95 iYt A~::~fe~.to·,n~M~
~h:'9: .~:m~ ~o l?re,\~ balanz~ ,~~.Rag,q's éili.rsará.el ~~~yi~~q .g e .~~,.-;1 <:;'!1~
'f94;: Para .el dcbaie en ei..Coiu;reso sohre el eonr~~i·n: dei. (\:iireji'>n,,vP.r : R·euiÚa
('timara de Comc•rcib de• Sí.ii:oró. VoCxll>No·.' 44.'. 13og6tá~ septieiítbre, J9.Sf..
'196~ SegúJI el rnfomte .rlel O!)IP sobre ' 'P'roy.ectos con financiaCión BIRF y BID"
(j uiio: J.979) la .contrap~rtida que debé aportar' Ca rbocol provendrá je un empré~t í,
In !1,\IC ~e estaba cnnl.ratíu1'dñ"éon e l BIRF por y¡¡Jnr de US$ 3 7Ó a US$ 500 millones.
1'97'. t a'' Gúajfra é~ ·unii ' pcníhsul¡~. cóh uná vasta ·área i:le ''e~harcaderos natura'.
Ies''.,~Huación bu~"há favdrecido'·el .conttabanilo' én la 'ioná; dicho chntrabandó há
ésti.tdi> preserlt~ ett'·~b·d~· su históiiá atl: lat 'Petlás durahté la conql! ista; ios: ~rodu(
tcis 'ágiopecúiitms,'éOnio'jlá)o él~' tirité, de llfota. dividlvi, quina; az6car; café, g~iládo
y sal, d'u~ánic el siglo·pasado'; y lidn'árihlli'n';neéieritl}meiite~ ver R. De lá Pedra) a,
Op. cit., ,P.P· 330-3~~ y.Nanc y Tira~o.' Impacto de 11.na nueva actividad sobre el dP--
'S'árrol1o Cli ruil7jegióli:'ei caso· de fa lruirihuaná; Bo~ota~;:c i D I\R·UrtiÁódc s, 'Monógra·
1
1'
Léi· Alta· Guajira es uha ·zona •sem i-desértica con ·serias dificul-
tades para.el ábást!!aimiento da agua dulce y con mu y. baja den·
sidad de po.blaeiórf;··siehdo,esta: úlHrria.mayoi-:rnenté.ind fgena! 9 " · ,
En la Baja ':1 Meclia. Guajira se lod'alizar.tlas·actividades comer.•
ciales·.y agrop'ecuarias .de1laL.r:egión ;;los do.s cen'troslurb.anos 1iiás
important~s (Riohacha '1 Ma·ic.ao.). 9. ·el 80.0 /o.,de los habitantes.
Los mayores problemas d.e esta··región .se.:relacionan co{l: la
deficiehtel pr:estacióh de lbs: serYicios públicos, incluy,cndo la
limitada yipobre red !.liai i•cón•lós,al:tos .costosque.implica ,Ja co"'
m·erciali~a'ción de. sus·.productos; y. con el diffcil a e? ceso al eré•
dito. iristitüciÓri.al p9r- parte de. agrjc~l tores y ganaperos que .los
obliga a recurrir a otras:formas de f.inanciación. no instituoi07
na les.
El prbyécta Certeió.n: El proy~cto CerreJón propiamente di-
cho dcupa' .ü'na ex fensiéírt de· casi l'OO.OOÓ ·nas. 'loca:liza'das entre'
et Munícip'io de' Ba rrartc~$' y patte del Municipio de M a lca·o~ En
efecto; en; élicha área sé'J!ld.elan'tan dos. prqy;ectós: el Cerrejó'n-
tO'na N·drte200 y el' ~etrejó'n-Z'óna· Cen'ttal. El priinet ó <ie ellos
está regofado por ·u·n·co·nven'ió de asociacion Uoirtt ventu re) P.'n~
tre c'a'r oocol e Intércor, que lnc'luyé la'dotaciÓn-de una serie de
óbta's 'dé infr}iestnrc turá Y é'f desarrollo tle dos asentamientos
urbanos y cuyo costó' süP'eta los US$ 700 rtlillones.
El proyecto Cerrejón-Zona Centraf· e·s ej'eéu'tado' por· una
compañfá exítanj'era m·edlante"Un convenio deserv'icibs firma-
dd··con Cath,o:col .I.:a ·. prO'oucci'ó n, que há comenzadb en 1982,
Se''ha' previsto· eh { 00' fJ'¡IjJ' fó'neladas al afió , 'alcanzan(J·o rapictá-
meñ'fe fas 6·50 mü en 1983; y·est'á' dest'inada pfi'ndpalm'ente al
aba:sfecmü:ehtt> 'de las plh'nta's 'termicas de la Costá Atlántica20 1 .
200. Al que 'corresponden unas 40.0PO has. que co ntienen el 60°/o de las reser-
vas totales d e la zona. Es est~¡: proyectp et que genera los mayores conflictos y me-
diante el ctial<tendría que,cometcializarse ehtecurso. . ·
15.7
El costo del proyecto de la Zona Central represeúta una cuarta
parte del costo total de la inversión en Cerrejón , la cual se esti-
ma en unos mil millones de dólares qu e serán financiad os con
crédito ex terno y recurs0s del presupuesto nacional 202 .
El desarrollo de este proyecto al menos . en su fase inicial,
presenta muchas características similares al de las economCas
de enclave atrás analizadas. En efecto, el recurso en cuestión se
localiza en una zona mqrginada en donde la acción del. Estado
ha sido casi nula; se negocia su explotación y comercialización
con una compaiHa extranjera en · condiciones no claramente
ven taj osas para la nación y ; por último, la compañfa instala
una importante infraestructu1:a que ·conecta los cen tros de pro-
ducción con el puerto de expo rtación. Además, el pasado com-
portamiento de la EXXON en el caso de la concesión de De
Mares .refuerza las dudas existé.ntes acerca.de la posible contri-
bución de ·;este proyecto .al des.~rrollo regional y/o nacional.
Natura lmente no se puede espe;rar .que la estrategi~_ de esta
multin.ac ional se modir'ique. (.lh,ora por tratar,se de carbón en lu-
gar .de petróleo. Lo que podría afectar se~iamente su es.t rategia
sería, además d~ la pr~Sf'! n((ia directa del Estado en el proyecto,
una precisa y articulada acc;ión de e~te .último para .modificar
los- ténninos .del contrato y para intern~li_zar gra.dualmente los
efectos positivos del proyec to. . . · . ··
Evidentemente, para que La 'c'uajira aprovechara. la s. ventajas
1 Co '
.. '. 1,.
202. DNP, Plan de lm•ersioues... : Op. dr .. p. 6·. ES!e tola! corresponde a estima-·
tivos de la contrapartida que debe aportar Carbocol, e l50°/o de la cual tendrfa que
ser financiado con un crédito de l BIRF.
158
Para ·este propósito el Departamento Nacional de Plan~ación
(DNP);;estuvo considerando la posible creación de un ente ad-
ministrativo , como una Corporación · Autónoma RegionaJ2° 3 .
Quedaría naturalmente· el problema de asegurar que esta nueva
entidad propuesta por el DNP no reproduzca las mismas inefi-
ciencias e irregularidades de.los organismos local existentes.
, · La explotación del carbón y el posible desarrollo industrial
previsto en -la región, tendrían que ofrecer alternativas ·para
desplazar como lo espéra el Estado las actividades· ilegales que
tienen lugar en la zona. Pero la realización de este ·objetivo no
depende exclusivamente de la localización de este proyecto ni
de los desarrollos conexos, sino de la mayor rentabilidad de las
actividades a desplazar. Además, y aunque no es posible preci-
sar el volumen de empleo generado por las nuevas actividades,
los requerimientos tecnológicos de la explotación del carbón
de ·cerrejón y· la tradición agrO:pecuada de la zóna rio hacen
prever un·' considerable aumento de la demanda por mano de
obra local. Ld más próbable es que la fueria 'de' trabajo_proven-
ga de centros urbarios comó Barrah·quilla y los del intefior' del
país: Tampoco se puede esperar que la mayor dema.nda de ali-
mentos generada por el proyecto incentive sustancialmente la
producción local. En primer lugar la composición de esta nue-
va demanda nó puede :ser fácilmente satisfecha con la produc-
ci6n y conlos ·insU'inos locé:!l'es disponibles. En segu ndo lugar,
muchos· de'! os recursos regionales están ya coinprometidos en
aCtividades 'rüás' ' reÍ1tábles, cómÓ el contrabando y la produc--
Ción 1de marihuana. Dé esta forma y dad'a.)a creciente demanda
de bienes de 'consumo, no es posible pronost\cár el desarrollo
de u na oferta local sin una crucial intervención del Estado. Por
otra parte, fa importa~lóh ilegal de estos bienes, por' ser muy
rentable,' ha tenido una larga tradición en la región; constiht-
yéndose así en un obstáculo para la implahtacióñ de induStrias
'159
locales. En todo caso se requeriría de una serie de incentivos
adicionales para disminuir los costos de transporte y c0mercia-
lización y ampliar la disponibilidad de crédito en la regió n.
En conclusión, de no existir una clara y decidida acción es-
tatal, que busque diversificar la estructura productiva regional
y generar su ficientes efectos de arrastre, el proyecto Cerrejón
podr ía rápidamente transformarse en otro enclave. Al mismo
tiempo, sino se mejoran las condicíones. de vida para el grueso
de la població n,. la tradicional marginalización de la región se
perpetuaría y los conflictos sociales que en ella se ·han venid o
gestando de tiempo atrás se agudizarían.
Marihuana
160
dos. Sin embargo las más recientes informaciones de los perió-
dicos --que han sido los que más. frecuentemente han hecho
alusión al asunto- han indicadq que la. producción colombiana
ha com e~zado a decaer en razón de ·los cultivos nu evos que
han surgido en el Caribe y en algunas zonas de los Estados Uni-
dos~06. ·
Según el estudio antes mencionado, ·e n.Colorribia se han pro-
ducido, en una extensión de 30.000 has. , unas 15.000 tonela-
das anuales ·de marihuana 207 , de las cuales dos terceras partes
se han exportado 208 , y de éstos un 850/o se ha dirigido hacia
los Estados Unidos (ver Cuadro No. 1.35). Del valor de estas
ventas alrededor de un ]40/o, y no más de un 200/o, han .entra-
do legalmente al pafs a través d.e la cuenta de servicios de turis-
mo. Las demáS divisas lo han hecho ilegalmente, fortaleciendo
la denominada "econon1ía subterránea". Pero "este dinero no
produce efectos de estfn)ulo a la economía regional ni afecta el
gasto agregado en el país - consumo o inversión . El estado por
otra parte ni percibe ·ingreso por la entrada de estas divisas, ni
tampoco puede ejercer control alguno sobre su destino"209 • .
208 . En Colombia sólo se consume un 3°/o de la producción, algo as{ como 500
toneladas anuales. t a diferencia entre las exportaciones, más el consumo nacional, y
la producción total constituye ias pérdidas -calculadas en un 20°/o de la produc.
ción- y las incautaciones realizadas por las autoridades de los diversos países - es.
timadas en· un 20°/o en el caso de las colombianas, en un 10°/o en el de las nor-
teamericanas y en un 5°/o en los demás pa(ses (ver Cuadro No. [.35) .
209. ANI F, Op. cic.; págs. 6 y 212, Véase también Roberto Junguito y Carlos
Caballero. La Otra Economía, Coyunwra Económica, Vol. VIII, No. 4, diciembre
1978. Existen varios mecanismos para lograr .la entrada de estas divisas al país: el ya
mencionadh registro de las operaciones en la. "cuenta de servicios"; la sobrefactura.
ci6n de exportación o subfac turación de i.mpor,tacíones; y finalmente el importante
mercado negro de divisas. Tanto el trabajo de AN IF como otros estudios con-
cuerdan eri que, dado el patrón de gastos de los grupos vinculados a la actividad de
la marihuana, es posible concluir que existe una "filtración de circulante hacia afue.
ra de la región"; Nancy Tirado, Op. cit., pp. 53-77.
161
,_.
0\
N
Cuadro No .-1.35
PRODUCCION Y COMERCIO DE MARIHUANA
1978
(en toneladas)
l. En total existen 30.000 has: sembradas distribuidas así: 19.000 has; en ~--Sierra Nevada y de Perijá y 11.000 has,_en el resto
del país. · ~
2: Los E.E.U.U. inlportan un total de ·12.000 ton/año, 3.600 ton. provienen de México, 1.200 de Hawai y las restarÚes 8.200 de
Coiombia. ·
3: Incluye a Suramérica , Centroamérica y Europa.. .
4 . De-ducidas las incautaciones en "Colombia y en el respectivo país importadOI.
S. Calculadas comoel20°/o de la producción bruta. · ·· . . _
6. Calculados ~n un 15°/o si se tra1a de las autoridades colombianas, en un 10°/o d.e los.norteamericanas y en un so/o si son las
~~~~~- . .
2 10. Las otras· zonas·productoras son "en orden de importancia: a) La región del
Atlántico (exceptuando la Sierra Nevada), o sea, partes de Atlántico, Bolívar, Cór-
doba (Valle del Río Sinú), Antióquia en el área cerca na al mar (Golfo de Urabá y
Valle del Río Atrato), Chocó (Valle del R{o Atrato y Serranía del Darién); b) La
región de los Llanos Orientales, posiblemente con énfasis en Arauca y Vichada; e) La
región';<\ndina que se extiende de hor1e a sur y abarca cultivos en los Santanderes,
Cundiñamarca: y·-Tolima, la 'región cafetera' y parte de ('.auca, Huila y Nariño ; d)
La región del Amazonas, en especial Vaupés"; ANIF, Op. cit. , p. 158.
163
(
"tanto de la Costa Atlántica c.o mo del interior del país -en es-
pecial de los Santanderes- y en su mayoría desempleado.s del
sector rural, incluyendo aq.uellos que regresan de Venezuela en
las repetidas expulsiones de colombianos indocumentados"211 .
Por lo general los pequefios productores después de haber acu-
mulado un cierto capital se han dedicado a otro cultivo, gene-
ralmente de café, y muy. rara vez han cultivado la "yerba" como
ónice producto.
Históricamente el Macizo de la ·Sierra Nevada de Santa Mar-
ta 212 ha sido ·la localización principal de esta producción. En
efecto, ya hacia 1920 se descubrieron aHílas primeras siembras
y "se cree que hacia 1965 era el único centro de cultivo y pro-
ducción a escala ~omerc ial en el pafs" 213 . Las condiciones na-
turales y económicas de la zona han coadyuvado a la ubicación
de los cultivos de marihuana, pues al encontrar dificultades pa-
ra la produ,cción de alimentos en su suelo214 , sus pobladores se
han visto obligados a desarrollar otras actividades, como la tra-
dicional práctica del contrabando de mercanc(as de todo tipo.
Pero sin duda Ja desvinculación de la región,de los procesos de
gesarrollo nacionales ha sido la principal razón por la cual .sus
habitantes se han dedicado a estas actividades, de tipo ilegal
casi siempre, pero necesarias para adquirir sus medios de sub-
sistencia. . .. .
En realidad "los guajiros asentados sobre un suelo que re-
quiere obras de adecuación para mejorar su productividad y re-
legados de la intervención .estatal optan por migrar a Venezuela
en busca de un trabajo asalariado", hasta el final de los afios se-
211./bid., p. 123.
212. Esta zona tiene una extensión de aproximadamente 1.200.000 has. de las
cuales un 40°/o corresponden al departamento del Magdalena, un 30°/o a La Guajira
y otro tanto al Cesar. Ella contiene elevaciones que llegan a los 5.800 metros; sobre
el nivel del mar.
164
Cuadro No . 1.36
EMPLEO E INGR ESOS GENERAD OS POR EXPORTACIO N DE MARIHUANA
. 1978
1. Incl uye primeros intermedia rios, dueños de pjs~a y de embarcaderos. ... i '
2. Precios de venta me~ os p~cio de_compra ; l}SS 1 = $ 40._
3 . No se tienen en cuenta los costos en que incurren.
se e
i 11.· Ei(ó .'se ·d~tii, . eritre O'tias taz.ories. a: ·qué' el E:s'tact'o colóínl>ia1io ha mpe-
-fiado ·cohju'n tanien'te .con-el'gobierno· hottcfilmeticano··eh'imá campaña ·contr:V61-mir.
éotráfico .desde i;91¡8·, .és\e.. último,· projj~blemepty,.- presionado ppr¡,~l', h_eclJ9 de:la
locaJización en dicha zona de inversión norteamericana. Independientemente del
éxito que haya tenido o no esta acción, lo que ella ~ignitica es que los Estados Uni-
. dos no son proclives a la legalización de la marihu¡1na, según lo confirman las pala-
bras ·d e su propío' 'e mbajador: '"to Jio ereo que ·los Estados Unidos, conio Nación,
se· estén · ablandando con respecto a Ia: ·maril1uana . .Creo· que ·estárr:hr.ciéndós'e: más
. duros, y .que ·)a -legalización de la substancia está descartada deL todo, por lo menos,
yo_diría, para las próximas décadas" .lbid., .p:;.-11. ·
167_
totalidad ·de la población involucrada en el negocio de la ·" yer-
.ba" ha sido asalariada (54°/o) o ha trabajado independiente
(380/o), pero sólo ha percibido un 200/o de los ingresos del ne-
gocio, mientras el restante 10/o, que puede clasificarse ·como
patrono, ha recibido algo· más del 7 1O/o de los ingresos.- Esto
significa que si · bien es cierto "los gru pos desplazados a la nu e-
va actividad· experimentan un mejoramiento con respecto a los
no .desplazados, que desempeñan 'el mismo ·papel en el proceso
productivo... , la -riueva actividad es altamente concentrada ·én
su disfribución"·218 • -- : ··
· •. Además debe anotarse cómo mientras un 190/o del ingreso
por marihuana lo han percibido los diferentes agentes vincula-
dos localmente :al " negocio", el 81 Ofo ha pasado a manos de los
agentes externos (ver Cuadro No. 1.37), lo cual permite·con-
cluir que ."la nueva actividad produce también un desarrollo re-
gresivo" ál aumentar las diferencias de ingresos no sólo·al inte-
rior de IQS grupos locales vinculados .a ella sino también entre
éstos y los agentes externos. · Adicionalmenté, el impacto !de
tales ingresos sobre la demanda ·efectiva de la región - tanto de
consumo como de invérsión- ha sido m·fnimo. La experiencia
muestra cómo los grupos de altos ingresos dentro del''negocio''
de. la marihuana: "demandan bienes y servicios:: más allá de los
límites regionales (bienes inmuebles en áreas urbanas; bienes
durables suntuarios, etc:) y una buena parte del capital tmafio-
so' se ha institucionalizado mediante su traslado· a actividades
urbanas coino la construcción y la inversión financiera, o· a la
explo ta.c ión agrícola y la cría de ganado" 219 •
Finalmente, el caso de La Guajira prueba lo esporádico de la
intervención del Estado en las zonas marginadas del desarrollo
nacional , hasta tanto la problemática regional no adquiere una
dimensión nacional. De hecho, el Estado actúa en forma deli-
berada para. promover el desarrollo de una. región, solament e
al encontrarse en eUa recurSos de interés nacional, como el car-
168
bón, o al presentarse un serio conflicto social, como en el caso
de la marihuana.
. CONCLUSIONES
169
jeras,' a· la incapacidad del Estado' colombiano para imponer
restriccio nes a dichas compañías y obtener una mayo!' partici-
pación en los beneficios de la explotación, y a la debilidad de
la clase empresarial para esta blecer acuerdos sobre su participa-
ción en la explotación dé r'e2oi-sos naturales. ·
El caso del café demuestra cómo cuanto más amplia ha sido
la· ba'se de la acumulac'ión locaJ2 20 , es decir, mayor el ·número
de l0s- capitalistas y el tamafío de los recursos generados por las
activí'da'des 'primario-exportadoras; mayores han sidó ·las posibi~
lidades de impulsar los procesos de ampliación del mercadó ·iri.-
ternó y de industrialización. Pero. evidentemente, para que es't os
dos, ¡itoce·sos se ·d ieran, se requirió de una ser·ie de condiciones
adicionales' ·con\ o la existencia de Liil. mercado labo ral aniplió,
t:m·a •infraestructura adecuada que pcrmitieta·vincular'las 'regi o~
nes entre sí•y con-loS mercados iiítcrnaciona:Jes~ y en fin ; la·vó-
luntatl pol'ftica del · Estado par~ asumir los··riesgos d~ ' algunas
inversiorres que el capital ·privado.·no podía adelan11u :
'El' modelo ·de corié·e rtacíón"que enmarca las i:ehitiOJiés'eritte
el EstMó' ·y· el gremi0 ·cafetero ·y' que aparentemen:té ·configÚí'a~
ría' üíüt ·acCión económica ·cdnjun ta entre estas d6s' entidades;
de 'h~oho demuestra cómo el 'poaet real ha descansado siempre
eh· FEDECAPE, ·que a·su ·vez·'ha:estadó doniiriada' por las élite·s
regionales y·'que ·ha=' controlado la cotnercialización: in ter·n~l"y·
ex terna del·producto . Hasta .mediados de los sese11 ta, lar¡lCclón
de REDECAFE .e sttivo dirigida al for.talecirnientd fin anciero del
gremio, y a ; la modernizac ión .de -los proc-ews de comercializa.:
ción .del. pr0ducto ,. aplazando la .de fomento :a• la•t.ecnificacíóri
de la· estl.'tictura productiva para las·últimas -déoadas-1
Si \bien el liderazgo cconóiliico 'Y ,poi í.t icol de-F.EDECAFE:se
fundamentaba · en la ··estructura monoe'Xportadora· coloinb·iana
220. ·m café .ha- sic.lo· el.·producto primario que ha tenido el. ma'yor lmpacto,'na-·
biendo invoiJ,Jcrado no sólo .vastas ~reas vacías Y,/o .aú arno especializadas en la pro,-
diicCión par'a ,!a 'é xportación; SÍ!lO 'taritj)ién' un 'grán nú.r;tero' de ¡)eqtÍcños·y in~~iarios
¡ltoaucto rtis,' especialmente ((orante 'la Uamadá' segunda· expansión, 'Adt:ritás' con el'
café fue posible ·separar las activid:rdes :de pr:oducción de las·de ·coriretcializaciónf,'
consecuentement.e, los. que, controlaban estas últimas pudieron-contribuir su stanti-.
vamente al proceso de formación interna de capital sobre el cual se íba aSentando la
base del desarioÜo indust'rilll éolórttb iwio ~ ·,
170
que prevaleció hasta mediados de los sesenta, una vez que se
dió inicio a la diversificación, es decir cuando se profundizó la
división interna del trabajo y se buscó pasar del modelo de sus-
titución de importaciones al de promoción de exportaciones (de
1968 a J 975), el Estado no logró establecer su supremac{a so-
bre el gremio cafetero. A pesar de requerirse una política ma-
cro-económica diversificada y de largo plazo, ésta continuó
siendo mucho más segmentada y de corto plazo, dado que la
expansión industrial continuó dependiendo en gran medida de
la estabilidad del sector exportador, el que se resumía en las
exportaciones de café.
En general las regiones-centro, creadas a partir de un fuerte
nexo con la economía mundial, no llegaron a desarrollar vincu-
laciones estrechas ni permanentes con las otras regiones. La
consecuente desarticulación del mercado interno impidió la
creación y expansión de producciones que no fueran la expor-
tación. Sólo cuando se produjo una clara diferenciación entre
la producción y la comercialización , se redujo el impacto de las
fluctuaciones externas sobre las regiones productoras aunque
ellas se mantuvieron dependientes de la exportación de sus pro-
ductos primarios. Si bien esta separación implicó tina rápida in-
tegración de estas regiones entre sí o con otras, sin embargo
ella sólo fue posible gracias a la ampliación de su base econó-
mica a la cual el café tanto había contribuido.
Las tentativas de articulación del mercado interno y de inte-
gración de las regiones más apartadas no tuvieron muchos al-
cances así que las regiones-centro continuaron creciendo estre-
chamente ligadas al mercado externo. Fue sólo con la clausura
de éste cuando se dieron las condiciones para acelerar el desa-
rrollo industrial, el cual necesitaba de un mercado nacional y
de una previa acumulación de capital que provino tanto del
sector cafetero como de fuentes ex ternas, dando paso a un pro-
ceso de expansión industrial vfa la sustitución de importaciones.
171
PARTE II
. Industrialización,
Concentración Regional
e Integración Nacional
. ...
.'
En la piirriera parte se ha investigado e~ proceso evolutivo
q~•.e.. na.<;aracterizad9 las regiones cuya base económica, se desa-
rrolló a par.tir de ·Ja prpduccióri' de, biene.s p r ima rio-expQt~tado~
res . .En esta segunda part~ se analiza el prpr;:eso a trav.és 'del ~u al
ll} il)dq st.ri'a lización verificada .durante J<is últimas décadas ha
produ.cido la transformación de.JQs centros hegemónicos tradi-
cionales, el sUrgimi_(~nto· de núeva~ regiones-centro y consecuen-
temente la r.eordenación de .la jerarquía regional. AdemáS;' se
busc:tdeterm inar aquellos factores que han provocado los. cam-
bios. en el proceso de conformación de. las regiones-centro y los
efectos de esta nueva jerarquía.
Más precisamente la temática considerada se refiere a: i) ~1
proceso Qe indt.!St,ria!ización y la emergencia del "triángulo de
oro" .con la pos ~e rior éonsolidación..de .Bogotá como el verda-
. de;·o centro nacion~I; ii) la ·división internacional y regional'd.el
tra~ajo y el papel de 1~ inversión extranjera; iii) el papel del E~
tado en la constitución de dichos centros; y, finalmente, iv) las
relac iones entre el proceso de industrialización y el desarrollo
agr ícola, particularmente el de las zonas cafeteras. El análisis
apunt.a a. precisar pritnero los aspectos globale.s y luego las es-
pecificidades regionales de los procesos. considerados; jul)to
con sus princ ipales actores y los distintos efectos sociq-econó-
"i • . . .
mitOS.
175
Aunque existen varios estudios de gran importancia sobre el
proceso de industrialización en Colombia, los análisis a nivel
regional son más bien escasos y, la mayoría de las veces, tocan
temas muy especfficos. En realidad, los aspectos regionales del
proceso de industrialización constituyen un tópico relativamen-
te nuevo en las investigaciones realizadas en Colombia.
Adicionalmente, se encontraron dificultades en la consecu-
ción de la información, particularmen te la relativa a niveles te-
rritoriales durante los primeros afios de la industrialización. Al
no ser prácticamente posible presentar evidencia empírica sis-
temática para esta época 221 , se utilizan datos parciales a mane-
ra de ilustración de algunos aspectos del proceso.
Hasta finales de los aftos och enta del siglo pasado la' escasa
industria existen·te en el país fue básicamente artesanal , poco .
desarrollada, concent rada en la producción de tejidos de batán,
loza, sombreros, clirtiembres, chocolates, velas, cerillas y cerve-
zasm y localizada principalmente en Bogotá.
Los primeros indicios d el montaje de plantas de· u na cierta
magnitud se remontan a Jos últimos afiós del Siglo pasado. En
Medellín se localizaron algunos .talleres textileros; en Bogotá,
la primera planta de cerveza de ·Bavaria, una -fábrica de vidrio
y una de locer!a; y por último, una fábrica de tejidos en Car-
tagena. ·
Fue sólo durante lós primeros años del · p'r esente siglo cuan-
do se inició la producción en escala de bienes fundamental-
mente de consumo, la cual se éoncentró en Med ellín y Bogotá
y con la que ·coex istieron los talleres artesanales, dispersos por
221. Para el período 1923-1929 ver J. Diot, Op. cit., que señala estos obstá40:u-
los y recopi13 la información existente. ; ·
176
todo el territorio nacional. Se venía asentando .así la base in-
dustrial del pafs 223 •
Aunque, como se mencionaba antes, rio hay datos sobre el·
valor de cada una de estas producciones, se ha afirmado que
"las industrias más importantes para el afio 30 eran la de teji-
dos, la cervecería y la de cigarrillos y cigarros, ya por el valor
de venta del producto, o ya por el de los agregados por el pro-
ceso fab ril ; pero no es posible decir cuál de ellas fuera masim-
portante"224 .
Mientras que las empresas textileras se fueron ·concentrando
espacialmente en Medellín y los pequeños centros del· Valle de
Aburrá, las plántas de cerveza, gaseosa y cigarrillos estaban dis-
persas en los centros urbanos más importantes. El factor que
más influyó en la localización de las plantas textiles fue la dis-
ponibilidad de caídas de agua para la producCión de fuerza éléc-
trica, disponibilidad que era mayor en Medellín que en Bogotá,
Cali o Barranquilla, donde. se tuvo que recurrir a otras fuentes
223. Las principales fábricas instala<ia's durante esta época de acuerdo con Luis
Ospina Y., eran: en Medellírt, la fábrica de Hilados y Tejidos del Hato (1923), la
Compañía Antioqueña de Hilados y Tejidos - ambas se fusionaron en 1939 para
fundar a Fabricato-, la·COJTJpañía C9lombia~a de Tejidos (1908) - posteriormente
Coltejer-, la Compañía de Tejidos 'Rosellón, Fábrica de Tejidos Antonio M. Her·
nández - absorbida por Rosellón en.1919, Fábrica de Fósforo Olano y Fósforos Ja·
ramillo, Calzado Rey Sol (1913), Curtiembres Itagüí, Compañía Industrial Unida de
Cigarrillos (1919)- núcleo de Coltabaco, Vidriera de Caldas, Dulces y Galletas Noel
(1913), Compañía Nacional de Chocolates (1923), Fe~~etería de Amagá, Cervece-
rías Unión (1930), Gaseosas Post(lbón (1904);en Barianquilla, Tapas Corona (1928),
Tejidos Obregón, una fábrica de aceites y grasas (1918);cuatro fábricas de zapatos,
una fábrica de muebles metálicos (subsidiaria de la exis¡ente en Palmira), fábricas de
cerveza y gaseosas; en Cartagena, Tejidos Merlano, una fábrica Qe cal~ado, de fósfo-
ros y ciganillos y la nacien-te refmería de petróleo; en Bogotá, Cervecería Bavaria;
Cervecerfa Germanía (1905), Vidrios Fenicia, Locería Faenza, Cementos Samper
(1909), Cementos Diam<~nte (1927), Calzado La Corona (19.10), FósfoJos Vidriella,
algunas pequeñas industrias de tejidos, de pastas alimentic~s, cerámica, jabones y
velas; en e l Valle, Tejidos La Garantía de Chli, Muebles Palmiia (1928) y los inge-
nios azucareros de Manuelita (1901), Providencia (1929) y Riopaila (1929); en Cal-
das muchas empresas. pequeñ_as dispersas;. Luis Ospina V., Op. cit., pp. 461-499;
consúltese también el clásico t rabajo de Gabriel Poveda, Historia de la Industria en
Colombia,Revis'taANDI, Medellín, No. 11,1971, pp. 5-52. '
177
energéticas como la · del carbón 225 . En lo que concierne a los
otros productos, la posibilidad de aprovechar la ~nfraestructu ra
existente y/o los mercados regionales de un cierto tamaño , de-
terminó la .dispersión espacial de las primeras plari tas.
178
sobre todo a las regiones exportadoras, una mayor inserción en
el sistema económico nacional. A su'vez, estas nuevas inversio-
nes hicieron posible el empleo de una parte de la mano de obra
desocupada 226 , aumentando de esta manera la capacidad de
compra y; consecu·entemente la demanda por alimentos y· por
bienes de consumo.: Pero , la afeita agrícola no respondió a la
creciente demanda por alimen tos 227 y fue necesario recurrir a
la importación de ellos (Ley .de emergencia de 1927).-Ad emás,
el crecimiento del sector exportador y el auge de las exporta-
cio nes cafeteras habían permitido un incremento notable en la
acu mulación de cap ital. d e todos aquellos involucrados en estas
actividades, empezando a delinearse así nuevas oportunidades
de inversión. ·
Otros dos eventos· de verdadera trascendencia durante la dé-
cada de los vein te fueron el "cambio fundamental en el estilo
de la vida polHica" producido-por las reformas llevadas a cabo
durante la administración de Pedro Nel Ospina ( 1922-27), y la
activación · del papel d el Es'tadó en la conducción de la ·.vida
económica del pa ís: La reorganización de las finanzas públicas
hizo posible un mayor acceso al crédito ex terno, mientras que
la creación de un banco central (Banco de la República), del
Banco Agrícola Hipo tecario y la o rganización de. la Bolsa de
Valores de Bogotá sentaban las bases para la formación de un
sistema ·monetario y un 1riercado de capitales m oderno 228 . Los
cfec.tos imnediatos .oe estas m~dida.s fueron la reducción de )as
tasas de interés y un mayor y más seguro acceso a · fu en tes de
financiación para nueva iiwersión, estimuladas también a' través
del mejoram iento d e la infraestructura física adelantada po r es-
ta mism a administ ración.
179
DE LA SUSTITUCION DE IMPORTACIONES A LA
PROMOCION DE EXPORTACIONES:
EMERGENCIA DEL "TRIANGULO DE ORO"
229 . Ver el ya mencionado trabajo de Gabriel Poveila, Historia ..., Op. cit. ; PoU-
ticas económicas... , Op. cit.; Antecedentes y perspectivas de la industria química en
Colombia, Revista A NDI, .No. 7, 19.68; La industria química en Colombia, Revista
ANDJ, No . ll, 1971; El comercio exterior colombiailo 1950-1978 y su incidencia
en la industrialil.ación del país. Revista Ciencia, Tecnologta y Des(úrollo, Vol. 3,
No. 1, 1979.;: y Algunos aspectos sobre descentralización industrial en Colombia,
R evista Cdmara d e Comercto de Bogotd, Vol. IX, No. 3Q-3 1, marzo-junio, 1978. A.
Corchuelo y e : Misas han realizado también un estudio sistemático de la evolución
de la industria en Colombia y entte sus trabajos vale la pena mencionar:
El proceso de industrialización colombiano l-945-1958, Revista Uno en
Dos, No. 4, Medellín: Ediciones Hombre Nuevo, marzo 1975. La internacionaliza-
cíón del capital y la ampliación del mercado interno en Colombia 1958-74, Prime-
ra Part e, Revista Uno en Do$, No. 8, Medell ín : Ed iciones Hombre Nuevo, diciembre
1977; La. Iritemacionalización: .. , Segunda Parte, R evista Teoda y ?táctica en Amé-
rica Latina, Nos. 12-13, Bogotá~ octubre 1978 . G . Misas, Contribución al b'studio
del grado de concentración en la industria colombiana, Bogotá: Ediciones T iempo
Presente, ·1975. C. González y L. Flórez, Industria y de5arrollo urbano en Colom-
bia, ReVisto ·de Planead6n y Desa"ollo, Vol. VITI, No. 2, Bogotá: DNI', mayo-
agosto 1976 y el nú mero especial. La Economía Colombiana, 1950-1975 de la
misma R evista de Planeación y Desarrollo, Vol. IX , No. 3, Bogo tá : DNP, octubre-
diciembre 1977 - citado en adelante como Porná.l.ldez, el editor- , particularmente
el ca.p ítulo .V y VI. Se puede también consultar el trabaj o de O. Rodríguez , Op. cit.
180
y surgimiento de nuevos centros industriales (1950-1958); 3)
integración horizontal y configuración del "triángulo de oro"
(1958-1968); 4) diferenciación del producto, exportación de
bieny.S manufacturados y surgimiento de Bogotá como el cen-
tro económico nacional (1968-1978).
En este trabajo el énfasis principal está puesto en verificar
cómo los cambios en la estructura productiva del sector indus-
trial entran a modificar la división interna del trabajo y el nivel
de especialización regional, que cada vez se identifica más con
el de los centros urbanos. Por lo tanto, de cada período se ana-
lizaran brevemente las características principales y los elemen-
tos determinantes del proceso de desarrollo industrial a nivel
sectorial, para precisar luego sus connotaciones espaciales.
181.
miento del PIB q ue pasó del 3 .1 O/o en el período 1925 -30 a l
21 .70/o e n tre 193Ó y 1939. para .continuar aume ntando en los
dos siguient es q uinquenios· hasta llegar. a l 300/o en tre 1945 y
1.95023 1 .
Aunque no se encuentra, información más desagregada sobre
el comportamiento del p r oducto indu strial durante los pr im e-
ros años d el período co11sid erado, se puede mostra r la impo r-
tancia relativa · de las diferentes ramas industriales y su concen-
tración en · Jos departamen tos de Cundinamarca, Antioquia ,
Valle y Atlántico 232 , tomando como indicad o r el valor de-los
act ivos de las socied ades anónimas y el nt'tmero·de plantas ex is-
tent es en Colombia e n 1938 (ver Cuadro No . II-1) 233 .
La producción industr ial se concentró en los bienes de co n-
sum o no duraderos, principalmente en las ramas de alimentos,
bebidas, tex tiles, c igarr illos y, por último, en la rama de mine-
rales no m etá licos, básicamente e n la del cemento. La .expan-
sión de la prodtfcción que tu.vo lugar dur ante los aiios 30 en
bue na me dida se apoyó e n la capacidad instalada ex istente,
aunqu e ha ya d iferenc ias según el tipo de industria. De h echo,
la evidencia parece indicar que mientras en el sector textil " la
mayor par te de la ampliación d e capacidad,.: ocurrió en la dé-
cada .del t.reinta ... en el:caso de la cer veza, el cemento y el azú-
car las inversio nes de fine s de los años veinte perm it ieron co-
m e nzar la década . siguie nte con ·un exceso de capacidad .. ·Sin
embargo en . estos ,tres sectores hubo aden'tás ampliaciones d e
capacidad · impo r tan tes ,en los años treinta, que perm itieron du -
233. J. Diot, Op. cil., pp. 14J.J 5 1, t ambién recopila la escasa y fragmentaria in-
formación q ue eüste pa ra la .indus tria con anter ioridad a 1945. Sin em bargo la no
homogeneidad de los datos· a nivel territorial desaconsejó su utilización en esta in-
vcst igaci6n.
182
plicar aproxi.trtada,nente la capacidad productiva de cada sec-
tor"234 . ,...
:Por lo que co·ncierne a la distribución regional; la · produc-
ción industrial sigu ió c.oncentrada en los centros · industriales
don.de p abfa tenido lugar ~1 montaje d e· las primeF.as plantas,.es
decu en Bogotá y Medellm y, en menor proporctón, en Cah y
rlarranquilla.' Utilizando · los indic;adores arriba ;mencionados
del .v alor d e los activos1de las soc iedades anóni.tnas y del.núme~
ro de p lantas, se pueden :í:elevar:algunas características· del 'pa-
trón espacial de la· actividad industriaL Un 79°/o de los esta-
bleci.tn ientos. manufactureros constituidos como sociedades
anónimas 7'-q'ue ~e p ueden asumir como los de. mayor tamaño,
y un 91 .4°/o. del total de activos registrados se; localizaron en
los departamentos de Cundinamarca, Antioqúia, Valle y. A~lán
tico, .!os do.s . primeros, absorbiendo el 660/o. de los ·estableci-
mientos .y ·.el ·72Q/o .d e , los. activos: . La concentración espacial
paree fa mayor· .én Cu ildinamarca puesto 'qUe ·con un: 420/o ·de
los esta blecimientos esta región poseía ti ir 400/o. de lós a~tivos,
en·tanto .qu'e.Antioqlj!•iaTegistraba u n '24°/o ·Y 320/o respectiva-
mente,. Pero·:algunas ramas .indust riales; cómo la de. hiladosr·Je-
jidos•y ciga.t'f.illos; ·estaban' localizadas mayoritaJ'iámentel ·e n An-
tioqu ia ~ 3.s 'y; pocel .aon'trario, el:éem:ento y la .cerveza· lo estaban
en Cundinamarca . .Dadas las condiciones:físicas yJa estructura
de tenencia .de-la tierra, la act.ivid:ad azúoat'era del país·selocali-
zó en ·el Valle (ver~ Cuadro Nct ll.JL Esoaso~ fue .el ·desarrollo
industrial" en, ebAtlánt·ic0, .donde· las , firinas registradas como
234. José Antonio Ocampo y Santiago Montenegro, Op. cir., p. 85 . Los autores
se apoyan en mio~ciosa evidencia empírica·para mostrar cómo ·"el secto~ externo
no fue una limitan te importante para la ampliación de capacidad productiva tluran~
te la década de los treinta", refutando asf la tesis muy sostenida en Colombia que
en los años. treinta no hubo aumentos en ·la inversión de capital físico· debido· prin-
cipaJmente a la. escasez· de.. divisas . Estll' última•.tesis se fundamenta eillos datos ela~
horados ·por la CEPAIJ Op . eir,; Cuadro· No . .6 ; que sicn4o.de1i1asiado 'agregados no
pueden·revelar los éambios intrasecter-iales. .
183
sociedades anónimas sólo se dedicaban a. la producción de tex-
tiles y cerveza.
Aun cuando la información utilizada se refiere únicamente a
aquellas agrupaciones industriales en las cuales se habían con-
formado sociedades anónimas, es posible inferir que se trata,
en la generalidad de los casos, de las unidades de mayor tama-
ño, relativo al promedio del pa.fs. Según Ospina y Poveda 236 es-
tas incorporaban procesos tecnológicos más avanzados y se
hallaban en una fase de expansión. Pued e inferirse además que
la producción no controlada por sociedades anónimas se reali-
zaba mediante numerosas unidades de tamaño mediano -y pe-
queño, con técnicas muy rudimentarias aunque, en conjunto,
el valor total de esta producción fuera aproximadamente igual
a aquel de las sociedades anónimas~ 37 .
Las cifras del Cuadro No. Il. l muestran cómo las empresas
de gran tamaf'lo se localizaron en aquellas ciudades donde ya se
habían sentado las bases para la industrialización, ptjncipalmen~
te Bogotá y Medell !n 2 ~ 8 • ·
De otra parte, cada una de -las .principales ciudades venían
especializándose en la producción de ciertos bienes:· textiles y
cigarrillos en Medellfn, cerveza .y cemento en Bogotá, y proce-
samiento del azúcar en Cali. Barranquilla no mostraba aún una
tendencia particular y continuaba siendo uh centro básicamen-
te comercial y exportador. Este proceso de especialización in-
dustrial se profundizó en los años siguientes cuando, como ve-
remos, Bogotá y Cali empezaron a diversificar sus estructuras
236. Luis Ospina V., Op, cit., y Gabriel Po veda, Polfticas.:., Op. cít .. e Historia ... ,
Op. cit.
184
CQadro No. D.l
VALO R DE LOSACfi VOSY NUMERO DESOCIEDADESANONIMAS
1938
Total
~
Antioquia Atlántico VaJie Cundina:marca Rama
Ramas
Hila.dos y tejidos
<;:igarros y cigarrillos
---------
Ramas
'Ingenios azucareros y trapiches
'rotal. ·Industr'ia
. . ..
. ......
. - Val or ~ctivos(miles $ corr) -47.175 . l.l.928 11$.243 58.967 146.891
Ofo total rama 32.1 8.1 11.1 40.1 100.0
Número de sociedades. . ·. 20 . • - 6 · .. 5· 36 85
Activos~ Número Soc. 2359 .1.988 3.249 1.638 1.728
Fuente: Elaborado en base O. Rodríguez, Op. cit., AJ1exo Estadístico, Cuadro No. 3 - 2.
productivas hacia bienes no solamente de consumo sino tam-
bién intermedios y de capital.
En cuanto a la propiedad de las empresas "no era muy co-
mún que estuvieran en manos de residentes en regiones dis-
tintas a las de su asiento. Las eh1Presas eran en geiíeral marca-
damente regionales por este aspecto, aún en aquellos casos en
que sus productos se vendían en todo el país, lo que•ya ocurría
para muchas. Las empresas textiles cuyas fábricas funcionaban
en Antioquia, por ejemplo, eran realmente. en forma casi com-
pleta, propiedad de personas que residían en Antioquia y se les
tenía por ed1presas exclusivamente antioqw;ñas" 239 . Tenden-
cia que se mantuvo hasta la llegada del capital extranjero en la
década de los años cuarenta 240 .
El primer censo industrial realizado en 1945 permite captar
una visión más completa y precisa a nivel sectorial y regional
del estado en que se encontraba la industria colombiana. Las
cifras del censo (ver Cuadro No. IL2) confirman las caracterís-
ticas de cada una de las industrias regionales expuestas antes y
muestran que para ese año Antioquia y Cundinamarca concen-
traban el 50°/o del valor agregado del sector industrial, valor
que sube al 76°/o si a ellas se suman Atlántico y Valle. La par-
ticipación de las dos primeras regiones siguió siendo muy simic
lar, aunque esta situación se fue modificando paulatinamente
hasta el final de los cincuenta cuando Cundinamarca llegó a
tomar el liderazgo. Desde el punto de vista de la estructura
productiva resalta el hecho del prevalecimiento de la produc-
ción de bienes de consumo, principalmente textiles y bebidas,
en todas las regiones; sólo Atlántico y Cundinamarca mostraban
una cierta diversificación, la que se iba a hacer más evidente en
estas últimas muchos años después. También en los departa·
mentas de Santander y Valle la producción de bienes interme-
dios alcanzó una participación significativa provocada, en 'el
239. Luis Ospina V, Op. cit, P. 480. Roger Bre\V, El nacimiento de la industrial
textil en el occidente c'olombiano, Coyuntura Económica, Vol. IX, No. 4. Bogotá,
Fedesarrollo, diciembre 197 9.
187
Cuodto No.ILl
EVOLUCION DEL VALOR ACRECADO (VA) INDUSTRIAL POR RECIONES
194S.J978 i
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T.C •. 25.9 22.3 26.3 21.7 ,\3.8 .. '22.8
Bolivu
Valor (mlll s ('ll)fl') . - 1~- 14.$ 399.4 4 . l.l1.~ 0 -3 lA 8.6 118.0
0/o Total N3tdonal 23 1.5 5 .7 5 .1 3.0 lA ' ó.8' 0.6
%Total Regl.cmaJ 27-9 16.6 68.6 12.9 6.3 2.1 1.5. 2,1
T.C. 21.9 39:3 26.3 17.l 13.6 •29.9' ·
Santander
VAlor (rclll$,~n) 3$ 88.8 586.5 6.436.3 02 5.9 30.9 l6S.I
0/o Total f'b.cWml 8!9 . 8.4 8.9 ¡Jj .. 3.S 2.1 . 1,4
8.8
Oto Tótal R.e;¡ioJUJ 45.~ 51.5 5$.8 63$ 2.6 3.4' . 2.9 H
'(.C. 2St.1 20~ .,
21.1 29.1 18.Q . 24.6
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V¡¡l0t (mW $ oorr)' · 0.4 42.6 . 2489 4.394.9 0.1 0.8 . 2:2 292.8
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'OJo To•~ Re.r..Ional l 'l.~ S? S. 59.9 74-4 3.1 · ),) 05 5.0
T.C. 43.2 19.3 '3J.3 11.3 10.6 63.1
1
VkjoÓI1du
Valot (mili$ con)
% Tolal N¡,cional
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1.7
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.. 1.9
1.1
713.8
3.7
1J
.T.C. l1.? 23.4 3).3 . ' 14.S • 21.9 • . 42.3'
Totsi'J)a(s
Val<>t (miU S con) 39.6 991.0 1,(XJ2J ' 72.525.4 10.() 167.1 1.121.0 19.215,9
0 /o ·rotal Nacklnl.l 100.0 ' 100.0 100.0 100.0
100.0 lOO..O 100.0 100.0
o¡., Toul Sec:todll 21.3 30.6 3S.2 38.9 6.9 ~.2 . . . 6.1 10~
T.C. 28.1 21.6 · 26-3 24.2 21b . 32.9
189
primer ·caso, por la presencia de la refinerfa de petróleo deBa-
rrancabermeja y, en el segundo, por la instalación de. una serie
de empresas importantes en las ramas de nüneraies nc)metáii-
cos (Eteri'lit Pa<>ífico, Cementos-Palii10Jive): ·en Ja del caucho y
sus productos (lcollantas) y la de papel y cartón (Cartón Co-
lombia S.A.). La única región que preset) taba una participa.~ión
importante ei1 la producción de bienes de capital era el Atlánt i-
co (ver Cuadro ·No. 1!.2) en donde en 1943 se había· organtza-
do la empresa Unión Nacional de Astilleros · S.A., la cuaf se
dedicó inicialmente a las actividades de reparación de equipo
naval. · ·
En el período 1945-50 comenzaron a producirse cambios sig-
nificativos en l.a. conformación de la estructura produ ctiva. Por
una parte, con el comienzo de la producción de alimé.ntos con-
servados (GiilJetas la Rosa, Cicolac, Fruco) y de fibras arti fi~
ciales (Pántex ;: :Tejicóndor), empezó la d iversificación de las
ramas de bienes de consumo tradicional241 . De otra parte, :se ·
produjo yna expansión significativa de las ramas de bienes in-
termedios p riné ipalmente d e las indust rias de caucho, química,
papel y meüll'urgia; que durante este lapso crecieron a tasas hO-
minales :del 36.90/o, 15.80/o, 12.4·0/o y 17.1O/o respec tivamen-
te. Se in iciaba ·' así . u n importante proceso de sustitución .de
importaciones el cual se iría acentuando en los años fu turos.
Para examirúr este proceso de sustitución 'de importacio-
nes24·2 es necesario distingu ir entre las industrias de consumo
tradicional, cuyo rápido desarrollo fue el resultado principal-
mente del incremen to del consumo individual y la expansión
de las industrias productoras de bienes intermed ios, cuyo creci-
miento ." ha de ser visto como resultado de una t ípica sustitu-
ción de importaciones, en el sentido que entraba a satisfacer
241. A las firmas anteriormente anotadas se suman las siguientes: Simesa y Pin-
tuco en MedeUín , Good Year y Shellman en Cali, Acerías Paz del Río en Nobsa y la
Comp~ñía Colombiana de Gas en Bogotá.
242 . El presente análisis está basado en los datos a precios corrientes, pues como
se explica en el Apéndice, al convertirlos en valores constantes de 1970, los r!llativos
a 1945 dejan de ser representativos, dada la no comparabilidad entre la estructura
de precios de este último ai\o con la del año base. ·
190
una demanda preexistente satisfecha anteriormente por la ofer-
ta externa, sin entrañar una modificación en los componentes
del consumo industrial, ya sea final o intermedio" 243 •
· ~ . Los efectos principales de la expansión industrial se manifes-
taron en la ampliación sustantiva del mercado interno y. en la
mayor integración vertical del proceso manufacturero. Lacre-
ciente generación de demandas derivadas hacía atractiva. la in-
versión en el sector y, a su vez, una más profunda división del
trabajo provocaba incrementos significativos en la productivi-
dad, creando así mejores condiciones para nuevos avances in-
dustriales.
· Tendencias a la concentración industrial y localización de
las unidades fapriles. Además de la concentración espacial an"
tes presentada, la estructura .industrial Golombiana se caracteri"
ZÓ por .su tendencia: hacia ' h~; concentts:u::ión ;Oligopplística de la
producción y :por el progresivo cüntiol ;de los mercados. Estas
tendencias se fueron acentuando 'on' el. paso a la producción
de bienes de éonsumo no tradicional e' intermedios cuya insta-
lación exigía elevados montos de inversión , complejos procesos
tecnológicos y grandes tamaños de planta 244 .
A4nque esta concentración . y oligopolización habrían .de
provocar después serias trabas tanto a la movilidad de la fuerza
de trabajo como a las nuevas inversiones; tales dificultades no
se evidenciaron duran~e los años considerados, pues se trató de
un período de creación de nuevas empresas y expansión de las
existentes.
Quizás el efecto más importante de la 'industrialización en
ese entonces fue la estratificación de los mercados, la cual ini-
cialmente representó un elemento dinámico para la ampliación
industrial y, posteriormente, un obstáculo al crecimiento de la
oferta de bienes de consumo ; proviniendo la demanda por este
tipo de bienes fundamentalmente de los estratos de ingresos al-
244. El estudio de Gabriel Misas (Contribución ..., Op. cit., ) muestra con datos
relativos a 1968 los que se pueden considerar como los resultados del desarrollo de
estas tendencias.
191
tos - exportadores, comercian tes, industriales, propietarios de
servicios financieros, rentistas y em pleados calificados- a me-
dida que ésta satisfacía, la propensión marginal a coñsumir se
reducía. La gran· mayoría de la poblac ión se encontraba en los
estratos de bajos ingresos - tanto en el sector ·urbano como en
el rural - así que, dados los niveles de precios de estos bienes,
el consumo de bienes fabriles de . estos estratos permanecía
muy bajo. De esta manera la expansión del mercado d e bienes
industriales necesariamente tuvo que apoyarse "más en la crea-
ción de nuevas demandas, nuevas necesidades, nuevos bienes,
que en la ampliación cuantitativa del consumo existente, ex-
cluyendo como apoyo bcisico la 'producción ·en masas para
productos de masas' ,; , quedando los estratos de bajos ingresos
tan sólo como mercados potenciales,45 .
Desde el punto de vista espacial, los centros urbanos que se
habían configurado en las décadas pasadas,· seguían presentan-
do una serie de ventaj as que re forzaban las tendencias oligópo-
lísticas y la concentración espacial de la industrial. Entre las
ven tajas ofrecidas por los centros principales ya conformad os
estaban : .
a) apropiada infraesttuctura para la instalación, el transporte
y la distribución de la producción tal como la dotación de fuen-
tes de energía, vías, ·servicios, etc.;
b) mercados. regio nales más o menos desarrollados y mayo-
res posibilidades de captación de Jos nuevos;
e) mercado laboral amplio y una mano de obra relativamen-
te mc1s calificada que la de aquellas regiones rezagadas del pro-
ceso de crecimiento económ ico; .
.d) mayor posibil idad de integración y/o diversificación de la
estructura productiva, que permitía la introducción de nuevos
productos, o u n;mayor grado de e.laboración·de los existentes:
e) facilidades de importación de insumas, reforzadas en es-
tas economías por el sistema de transporte que se había desa-
rrollado en función de la conexión con los mercados ex ternos.
Estas ventajas se iban acentuan,do .con el mon taje de nuevas
plantas y con la expansión de las existentes, produciendo in-
245. Albe rto Corchuelo y Gabriel Misas, L::/ proceso ... O p. cit., p. 86.
192
centivos adicionales para la concentración espacial de la pro-
ducció n. Ad emás, las economías de escala y de aglomeración
resu ltantes d e este proceso, asf como las mayores posibilidades
de ampliación , integración y control de los mercados ex tra-re-
gionalc::s inducían una mayor concentración en dichos centros.
A nivel u rbano y regional los principales efectos de dicha
conce ntración se resumen en:
i) progresiva diferenciación entre los centros urbanos y entre
las regiones, diferenciació n no sólo en térm inos de la participa-
ción o no en el proceso de desarrollo indu strial, sino también,
y principalmente, en términos de una mayor división del tra-
bajo246 ;
ii) apropiación de nuevas oportunidades industriales por par-
te de estos centros y la consiguiente imposición de serias barre-
ras a la entrada de nuevas' firmas247 ;
iii) tendencia creciente de la inversión extranjera a localizar-
se en los centros industriales m ás desarrollados, nforzando y
aéelera ndo el proceso de oligopol ización industrial y d iferen-
ciación regio nal. 'Es un hecho qu e el capital extranjero tiende a
localizarse en las regiones más desarrolladas, excepto en aque-
llos casos en que·la explotación de un recurso natural es el fac-
tor determ inante en la ubicación de la planta 248 .
La p reeminencia industrial de Medellfn y Bogo tá, apárte de
las razones hisfóricas ya consideradas, puede explicarse con el
papel d esempel'lado por el sector externo, el que también con-
tribuyó, aunque en form a diferente, a la emergencia de Barran-
quilla y Cali.
De hecho, el desa rro llo económico tanto de Antioquia como
de Cundinamarca, depend ió desde un comienzo de las posibili-
dades de exportación de los productos regio nales. Fue sobre
estas exportaciones que se fun damentó el proceso de acumula-
24 7 .fbid. ,_.
193
ción de capital de las zonas cafeteras. Además el desarrollo pri-
mario-exportador hizo posible la emergencia de élites regiona-
les, cuya capacidad empresarial y cuyos capitales pidieron, en
determinado momento dirigirse hacia otros sectores. De modo
que al contraerse los mercados externos en los treinta y al e~
rrarse durante la Segunda Guerra Mundial, fu e posible fortal~
cer las industrias existentes y crear nuevas, acelerándose así el
proceso de diversificación manufacturera. Unos de los princi-
paies obstáculos a la circulación interregional deJos productos
industriales lo constituía el sistema vial diseñado principalmen-
te para exportar el caJé y los otros productos primarios.
En el caso de Barranquilla y Cali las vinculaciones interna~
cionales aparecen también comq factores determinantes d.e su
~mergencia como centros industriales intermedios .. Barranquilla
era el puerto principal de la Costa Atlántica y Cali estaba muy
bien .conectado con Buenaventura que, _como ya .se mencionó,
desde mediados de los .treinta se h¡¡bía convertido en el mayor
puerto del país siendo la principal salida para las exp.ortaciones
de café. De esta manera, la ubicación geografica de estas dos
Ciudad_es ha<;:í~ que las importaciones de insu'm os !ndustriales
le~ resultép~an más l:!aratas a las plantas loc~lizaqas allí que a las
·del interior, reforzándose así el desarrollo de industrias con un
alto componente de insumos importados. En este proceso el
Estado jugó indirectamente un papel importante a trav;és de su
política arancelaria, haciendo rentable la instaJaci~n en es~os
centros de plantas industriales con e$tas características, como
se expondrá adelan.te. Por último, las originarias difere-nc-ias
funcionales entre estas dos ciudades - Barranquilla especializa-
da en. la actividad comercial-exportadora y Cali principalmente
en las de producción y acopio de bienes agrícolas como el café
y el azúcar- se 'acentuaron aún más cuando el capital extranje-
ro optó por localizarse pr eferencialmente en Cali. ·
194
Diversificación Industrial, Integración Econónfica y Surgi-
miento de Nuevos Centros Industriales: .1951-1958249
249. Para efectos de este análisis los centros urbanos se han agrupado de la si-
guiente manera: Bogotá, Medcllín, Cali y Barranquilla como "centros principales";
Cartagena, Bucaramanga; Manizales y Percira .:omo "centros menores" u "otros
centros"; tos demás 52 núcleos urbanos, es decir las demás capitales departamenta-
les y algunas cabeceras municipales, como "resto del país". Posteriormente tres de
los cuatro centros principales, a saber Bogotá, Medcll{n y Cati, se denominarán co-
mo el "triángulo de oro".
195
ción en el total de la industria manufacturera, cambios que se
concentraron en Valle, Atlántico, Santander y Boyacá. En es-
tos dos Lll tímos se manifestaba ya una fuerte tendencia hacia la
especialización en la producción de este tipo de bienes 250 •
Las ramas más dinámicas, es decir, aquellas cuya tasa de cre-
cimiento superaba a la del total de la industria manufacturera
fueron las de madera, papel, editoriales e imprentas, caucho,
química, de rivados del petróleo, met ~\licas básicas y maquina-
ria no eléctrica. De hecho Jos bienes intermedios constitu yeron
el motor de la expansión de los aftos 50. Sin embargo, la situa-
ción var ía en cada región dependiendo de la composición de su
estructura productiva y de las modificaciones en el grado de in-
tegración de la actividad fabril a esa estructura, modificaciones
provocadas por la instalación de nuevas unidades y la amplia-
ción de los mercados.
En Antioquia y el Viejo Caldas el crecim iento industrial si-
guió apoyándose en los bienes de consumo (790/o y 900/o res-
pectivamente), aún a pesar que la participación de éstos en el
prqducto total de las otras regiones manufacture ras venía d is-
minuyendo. En consecuencia, las estructuras productivas de
Antioquia y del Viejo Caldas empezaron a diferir sustancial-
mente de las de otras regiones, diferencias que ya señalaban la
futura especialización de estas dos regiones. Por el contrario en
el Valle, Santander, y Boyacá fuero n los bienes intermedios los
que más contribuyeron al crecimiento industrial regional regis-
trando tasas superiores a las del promedio del país. Sólo Cun-
dinamarca presentaba una gran dinámica en el sector de bienes
de consumo durable y d e capital, mostrando de esta manera la
dirección de su futura diversificación industrial. Tasas de creci-
miento menores a las del promedio de la industria nacional se
registrarqn en el Atlántico y en Bolívar, en éstos la participa-
ción de los bienes d e consumo dentro del total de la industria
250. Los bienes de consumo incluyen las rumas de alimentos, bebidas, tabaco,
tex tiles, confecciones, muebles y accesorios, cuero e industrias diversas;.Ios bienes
intermedios los de madera, papel, imprenlas y editoriales, caucho, químicos, deriva-
dos del petróleo, minerales no metálícos, metálicas básicas y productos metálicos
excepto la eléctrica; los bienes de capital las de maquinaria no eléctrica, apazatos
eléctricos, y equipo y material de transpone.
196
,J
regional era mayoritaria (600/o y 81 O/o respectivamente) y no
aparee ían _claramente las tendencias relativas a la evolución fu-
tura de sus estructuras product ivas. Por ú ltimo, el Va lle seguía
mostrando altas tasas de crecimiento en todos los sectores, lo
que Jo llevó a desplazar al Atlántico en la producción industrial.
Diversificación, mecanización y efectos de arrastre. La con-
centración de la propiedad y ele la producción industrial y la
tendencia hacia un mayor control d e Jos mercados continuaron
siendo los rasgos esenciales de la industria manufacturera ca-
Iom biana. La conquista de nuevos mercados regionales con tri-
bu yó a la ampliación de las escalas de produ cción a la integra-
ción regional y al mejoramiento de la infraestructura física.
Un fenómeno import ante duran t e este lapso fu e la progresi-
va diversificación de la estructura industrial a través de la intro-
ducción de nuevos productos. Esta diversificac ión respondfa a
la creciente demanda derivada fabril que se convirt ió en el mo-
tor de la expansión manufacturera durante est e perfodo 251 .
Puesto que los requerimientos de las nuevas plantas eran si-
milares a Jos de las precedentes, la localización S!! asemejó a
aquella del período anterior, reproduciendo así el fenómeno
de la conceiltración y favoreciendo, a nivel espacial, a Bogotá y
Medell ín. En efecto, en el primero se introdujeron nuevos pro-
cesos, principalmente en las ramas de maqu inaria eléct"rica y
equipo de transporte y, en el segundo, se profundizó la diversi-
ficación de la rama tex til. En Cali, a su ·vez la concen tración se
acentu ó con la expansión de las indust rías existentes y con la
diversificación e introducción de nuevos productos y p rocesos
en las ramas de ~ustancias qu fm icas.
251. De acuerdo con el DNP. ''durante ese período aparecieron entre otras em-
presas importantes; Ecopetrol, · Ceri1entos Cairo, Cementos Hércules, Cementos
Boyacá, Acider-Rayón, Ceb1a, Paz del Río, Facomec, Codiscos, Sherwin Williams,
Refinería de Cartagena, Alcon Collines e lcolápiz y comenzaron a fabricarse domés-
ticamen te productos como -papel kraft, pilas secas, soda .cáustica y cloro, carbona to
y bicarbonato de sodio, superfosfatos, acero en lingotes, sulfato de aluminio, ce-
mento blancó, l_ápices, acumuladores e1ec1ricos, conservas de carne y enlatados, ac-
cesorio-s de tubería galvanizada y conductores eléctricos. También se h icieron en·
san ches importantes en producciones ya establecidas. como cementos y textiles";
J. Fernández (ed.), Op. cit., p. 185.
197
....
'D
00
Cuadro No. 11.3
GRADOS DE MECANIZACION D E LA IND UST RIA
195.3 -:- 1968
(hp/ personas ocupadas)
~
Continuación Cuadro No. 1!.3
-·
Ramas 1953. 1853- 58 1958 1958- 63 1963 1963-68 1968 1958-68
T.C. T.C. · T.C. T.C.
Total bienes capital 1.4 4.0 L7 ...:.1.2 1.6 6.6 2.2 2.6
Fuente: F. Gaviria y otros, Contribución al Estudio del Desempleo en·col'ombia, Bogotá, Publicación DANE,junio 197 1, Cua-
dro No. IV - 14, p. 115·. La agrupación de bienes de consumo, intermedios y de capital adoptada por estos autores es
diferente a la utilizada en esta investigación. Además las tasas de crecimiento (T.C.) calculadas en este cuadro son gco-
métricas anuales.
-
\0
\0
El proceso de mecanización se aceleró fuertemente, sobre
todo en las ramas de bienes intermedios y par ticulannente en
las de refinaCión de pe tróleo, minerales no metálicos y metáli-
ca básica. Despu és de la del petróleo, la tasa de mecanización
en la fabricación de aparatos eléctricos fue la más dinámica.
Las demás agrupaciones que habían logrado una rápida expan-
sión en el período 1953-58, continuaron tecnificán dose pero a
ritmos más lentos, ritmos que carac terizaron también a la pro-
ducción de los bienes de consumo·, con la excepción de la in-
dustria del tabaco (ver Cuadro No. 11.3).
La expansión manufacturera de los años cincuenta se carac-
terizó por una tasa de crecimiento del empleo superior a la de
los períodos siguien tes, precisamente en las ramas de mayor
expansión y de más tecnificación. El crecimiento indus'trial en
este lapso no se hizo a expensas del empleo, puesto que la mis-
ma industria venía generando efec tos. de arrastre sobre los d e-
más sectores contribuyendo así a la an1pliación del mercado.
En efecto, se reconoce que, con respecto al sector agropecu a-
rio, "la rápida expansió n del mercado urbano, creó las condi-
ciones para el desarrollo de la agricultura cómercializada tanto
en los produ ctos alimenticios como en las materias primas in-
dustriales"252. Al m ismo tiempo, la ind ustria generó una serie
de demandas por bienes agrícolas para su producción industrial
como: algodón, ajonjolí, cebada, soya, m illo y caña dé azúcar,
provocando cambios funda mentales en la estructura producti-
va del agro y acentuando la d ivisión interna del trabajo. A su
vez la rápida mecanización del sector agropecuario en la d~ca
da de los 50, se. tradujo en una mayor demanda por bienes in-
dustriales como maqu inaria e insumes agroqu ím icos, reforzan-
do la e~pansi ón de este sector.
Estas transformaciones d el agro no se debieron exclusiva-
mente ~! . auge del sector industrial y a los efectos de arrast re
generados por éste. ~La acelerada m igración hacia los. ceqtros
urbanos, provocada en parte por la inestabilidad social en las
200
zonas campesinas253 y, en parte, por las mejores oportunidades
de empleo y cÓndiéiones de vida ofrecidas por ellos, creó en el
campo escasez de fuerza laboral que en muchas regiones aceleró
la mecanización de la agÍ-icultura tradicional. Esta acelerada
migra~ ión provocó una modificación en la distribución de la
población a favor de los centros urbanos, que así pasaron a
captar el 530/o de la población total en 1964 en comparación
con un 400/o en 19 51. En principio, esta nueva población ur-
bana se convertía en un mercado potencial para los bienes in-
dustriales. Sin tt.tnbargo, los incrementos d_el consumo indivi-
dual por los bienes manufacturados, dependían en gran medida
dd m ejoramiento en la distribución del ingreso el cual "co-
mienza en algún momento en los años cincuenta y continúa
hasta mediados cte los sesen ta", tal como "el peso de la eviden-
cia para las áreas urbanas sugiere"254 ·• Si bieri "los salarios de la
mayoría de las categorías de trabajadores se elevaron (en forma
dramática en el caso d~ los obreros de fábricas manufactureras,
considerablemente en el caso d e JÓs trabajadores de la construc-
ción y algunos otros grupos)'.' 255 ., las prá<.::ticas monopólicas y
la tendencia histórica mantuvieron la concentración del ingreso
en !os estratos medios y altos. Esta .concentración fue respon-
sable de la expansión y diversificación del consumo y puesto
que estos últimos estratos demandaban bie,nes con c ierto grado
Qe elaboración, como electrodomésticos y alimentos enlatados,
fue justo la producción de dichos bienes la que se elevó duran-
te estos años. ·
A nivel espacial el efecto más relevante fue el fortalecimien-
to ·de Jos dos centros urbanos principales de Bogotá y Medell fn,
con una gran expansión no sólo de sus sectores manufacture-
ros sino también de toda su estructura productiva . Adicional-
mente, se verificó el surgim iento de un nuevo centro de crecí-
253 . El períod,o que abarca de .1947 a 1957 es conocido como "la época de la
violencia", la que produjo el desalo_io de millares de campesinos d e sus parcelas.
20 1
mien to como el de Cali que iba a entrar a conformar, con los
dos anteriores, el núCleo industrial más importante del país en
los años 60. Aparecieron también otros centros industriales en
donde se concentraban ciertos procesos productivos pero que
al faltarl es posibilidades de expansión y difusión, se convirtie-
ron ; posteriorm ente, en simples enclaves industriales.
202
cleo indu strial conformado por Bogotá, Medell ín y Cali y una
nu1s p rofunda división interna del trabajo entre ellas. En con-
junto dichas ciudades en 1968 concentraban más del 680/o del
valor agregado nacio nal y más del 600/o del empleo industrial
(ver Cuadro No. II.4) mientras que se venía dando una crecien-
te tendencia hacia la concentración de los bienes de co nsumo
en Bogotá y Medellfn (530/o del valor agregado tot~l), de los
bienes intermed ios en Cali y Bogotá (460/o) y de los bienes de
capital en Bogotá (41 0/o) . Cada uno de los tres centros registró
tasas de crecimiento superior al promed io nacional en el sector
de bienes intermedios, y Bogotá en el de bienes de capita l. Me-
dell ín p resen tó aumentos relativamen.te pequeños en el de los
bienes interin ed ios y en el de los d ~ cap ital comparativamente
con los o tros centros, lo que revela una cierta diversificación
industrial.
En estas ciudades se generó la casi total idad del producto in-
dustrial de cada región. En 1968 el 840/o de la producc ión de
Cund inamarca tuvo Jugar en Bogotá, el 940/o de la de Antia-
quía eo Medellfn y el 74°/o de la del Valie en Cali (ver Cuadros
Nos. ll .2 y 11.4) . La menor concentra ció n en esta ú ltima se ex-
plica por la existencia de centros mt:nores como Palmira y Buga
que también coadyuvaron a diversifi car la estructura producti-
va de esta región.
Otros centros industriales. La industria barranquillera duran-
te este perfodo disminuyó su cuota en el producto nacional, al
tiempo que registró una mayor diversificación al reducir su
partic ipac"ión en la producción ele bienes de consumo y al
aum entar sensiblemente la de los bienes in termedios, pasa ndo
estos ú ltimos a representar en 1968 un 4 9°/o del valor agregado
de este centro urbano, en con traste con un 290/o en 1958156 .
De esta forma, el .ritmo de crecimiento del sector de bienes in-
tennedios resultó ser en Barranquilla uno de los más dinámicos
a nivel nacional. ·
203
Cuadro No. 1! .4
EVOLUCION DEL VALOR AGREGADO INDUSTRIAL
I'OR CENTROS URBANOS
1963·1978
Tot al lnhsCJI• Qon,rói Dlci\H d~ (.\uuumft
So~··
\'akw fóll S«ni 1.911.0 <JIU ll.SJ0.9 41.181.1 lOll.S 2.17U S-ll6.9 lOJI9.1
o o rocal NaC\(!11111 U. .f. ' lJ.O 24.6 ll.l l.l.l !J.) 21.0 11.4
"oTo., l ~go 100.0 100.0 100.0 100.0 $).1 SIS ..SJ 41-4
TC'. 16.1 ll.J 31.9 1>.6 19.7 106
MC'd*llí'
\':.l or (n•i ll S~o.'OI'rl 1.5 11:.& 4.J06 9 ll.JOl~ <Jn61.2 1.1!4.) ).26(1.9 8J7l.l 29A99.9
0 17.) l!.S 14.1 l).l 2J.l )1.9 l2.6
0 TotaiN•liol'l• ) ).!
0 0 Total C'ct111o 100 .0 100.0 100.0 100 0 l6,J 7!1-Z 73.2 68.5
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pan bs iiC"e.J mot10pl)lbnas.
204
Continuación Cuadro No. 11.4
Bienes Intermedios Bienes de Capital
Bogotá
Valor (mili S corr) 656.9 1.591.5 4.650.2 17.364.3 272.6 453.6 1.543.8 10.234.7
0 /o Total Nacional 20.7 22.7 26.0 24.0 45.3 40.5 43.3 53.1
0 /o Total Centro 33.i 37.7 40.3 36.2 13.8 10.8 13.4 21.4
T.C. 19.4 23.9 30.1 10.7 27.8 46.0
Medellín
Valor (mili $ corr) 284.3 837.5 2.218.7 9.600.6 74.2 208.5 810.8 3.960.7
0 /o Total Nacional 9.0 12.0 12.4 13.2 12.3 18.6 22.7 20.5
0 /o Total Centro 18.8 19.5 19.6 22.3 4.9 4.8 7.2 9.2
T.C. 24.1 21.5 34.0 23.0 31.2 37.3
Cali
Valor (mili$ corr) 421.3 1.635.9 4.008.9 14.493.6 76.7 250.9 674.4 2.434.4
0 /o Total Nacional 13.3 23.4 22.4 20.0 12.8 22.4 18.9 12.6
0 45.7 58.5. 57.2 55.3 8.3 9.0
/o Total Centro 9.6 9.3
T.C. 31.2 19.6 29.3 26.7 21.9 29.2
Barranquillil
Valor (miU S cbrr) 271.2 626.5 1.439.9 6.493.1 66.2 117.3 237.2 913.0
0 8.5 8.9 8.1 9.0 11.0 10.5 6.7 4.8
/o Total Nacional
0 /o Total Centro 39.0 48.5 40.1 50.7 9.5 9.1 6.6 7.1
T.C. 18.2 18.1 35.2 12.1 15.1 30.9
Cartagena
Valor (mili S corr) IOQ.6 399.0 1.388.9 4.127.3 5.7 8.2 96.4 118.0
0
/o Total Naciotlal 3.2 5.7 7.8 5.7 0.9 0.7 2.7 0.6
0 /o Total Centro 46.4 70.3 73.0 73.7 2.6 1.5 5.1 2.1
T.C. 31.7 28.3 24.3 7.5 63.7 4.1
Bucaramanga
Valor (mili$ corr) 23.9 43.9 124.0 807.0 15.5 30.3 43.8 258.6
0 /o Total Nacional 0.7 0.6 0.7 1.1 2.6 2.7 1.2 1.3
0 /o Total Centro 12.4 9.6 12.7 19.3 8.0 6.6 4.5 6.2
T.C. 12.9 23.1 45.4 14.3 7.6 ,42.6
Pereira 1
0 /o (mill $ con) nd 33.8 106.0 658.5 nd 3.7 41.5 308.4
0 0.5 0.6 0.9 0.3
/o Total Nacional 1.2 1.6
0 /o Total Centro 11.2 10.2 14.3 1.2 3.9 6.7
T.C. 25.7 44.1 62.2 49.3
Manizales
ValOr (mili$ corr) 25.9 62.9 238.4 893.7 8.9 12.6 53.6 360.9
0
/o Total Nacional 0.8 0.9 1.3 1.2 1.5 1.1 1.5 1.9
0
/o Total Centro 20.5 18.9 27.0 23.4 7.0 3.8 6.1 9.5
T.C. 19.4 30.5 30.2 7.2 33.6 46.4
Total Centros
Valor (mili $ corr) 1.784.1 5.231.0 14.175.0 54.438.1 519.8 1.085.1 3.501.5 18;588.7
0
/o Total Nacional 56.2 74.7 79.3 75.1 86.4 96.8 98.2 96.4
0
/o Total Sectorial 31.6 36.7. 37.1 36.7 9.2 H 9.2 12.5
T.C. 24.0 22.1 30.9 15.9 26.4 39.6
Resto del país
Valor (mili $ corr) 1.389.8 1.771.5 3.708.5 18.087.3 81.5 35.9 64.0 691.3
0
/o Total Nacional 43.8 25.3 20.7 24.9 13.6 3.2 1.8 3.6
0 /o Total Sectorial
44.5 43.6 43.0 47.1 2.6 0.9 0.7 1.8
T.C. 5.0 15.9 37.3 ·15.1 12.3 61.0
205
Igual cosa sucedió con Cartagena , siendo mucho más dramá-
tico el cambio pues los bienes intermedios pasaron de un 16.60/o
del producto manufac..:turero urbano en 1958 a un 68.60/o e n
1968, registrando o bviamente la tasa histórica de crecimiento
más alta del sector de bienes interm edios. Claramente, la indus-
tria de los centros urbanos de la Costa Atlántica se venía espe-
cializando en la ela boración de taks productos, como se con-
firmó durante el siguiente período. Además. la concen tración
en estos dos centros urbanos de la generación de valor agregado
departamental estaba muchísimo más acentuada que e n los ca-
sos anteriores, siendo en 1968 de un 99°/o pa ra el Atlántico y
de un 970/o para Bol fvar .
En el departamento de Santande r el producto industrial lo
generaban los dos ce ntros urbanos princjpales de Bucaramanga
y 13arrancabermeja. representando para 1968 el440/o y el 5?.0/o
del total regional respectivamente. El primer centro concentra-
ba el 890/o del va lor agregado depa rtamental de los bienes de
consumo y el 980/o ele los de capital , en tanto que el segundo
concentraba el 920/o de Jos bienes inter'ri1ed ios257 • Fue éste úl-
timo sector el m<ls dinámico a nivel regional (al contrario de lo
que sucedía a nivel nacional , especialmente a causa d.e l desa-
cele ramiento en la tasa de c rec imiento de los d erivados del
petróleo). subrayando . la tendencia del departamento hacia la
espec ialización que iba a ser la base de la expansión industrial
san tandereana en el per fodo siguiente .
Muy similar al anterior es el caso ele Boyacá que, durante
este período , fortaleció su tendencia hacia la espec ialización en
la producción de bienes intermed ios. fundamentalment e en la
industria de h ierro y acero localizada en Nobsa. En el mismo
período se produjo un desaceleramiento en el ritmo general de
expansión de la región , alcanzando apenas a mantener su cuota
en la producción industrial nacional.
Los que hoy en clfa constituyen los departamentos de Cal-
das, Risaralda y Quind ío conformaban la llamada región del
Viejo Caldas, la principal zona cafetera del país. La industria
206
de esta reg10n se encontraba ligeramente menos concentrada
en sus dos principales centros urbanos de Manizales y Pereira,
los que conjuntamente exportaban el 82°/o del valor agregado
regional. La región registraba una marcada tendencia hacia la
especialización en la producción de bienes de consumo. al mis-
mo tiempo que el ritmo de crecimiento del sector de bienes
intermedios y de capital superaba el del promedio nac ional,
comenzando asf a mostrar una cierta tendencia hacia la diver-
sificación de su estructura productiva. Esta tendencia iba a ser
mucho más marcada en el período siguiente, aunque de menor
intensidad a la de los demás c;entros analizados.
Aspectos espaciales del proceso de industrialización. E! im-
pacto del proceso ele industrialización sobre la estructura espa-
cial durante .este período resulta de una serie de consideracio-
nes que se puede11 resumir así:
a ) La creciente tendencia a la concentración de la produc-
ción y a la oligopolización de los mercados reforzaron la locali-
zación industrial en los centros mayores de Bogotá y Medellfn .
b) Las características propias de las industrias instaladas, los
requerimientos de planta, las ventajas locacionales ofrecidas
por la presencia de recursos naturales y por el mejor. acceso a
los mercados internacionales, det erminaron el surgimiento de
Cali como un nuevo centro industrial en la región occidental,
cuya estructura. productiva interna se fve integrando paulatina-
mente a la de los dos anteriores, conformando con ellos el eje
industrial del país, .
e) La localizac ión de recursos naturales que s.e constituían
en insumos básicos paru la producción manufacturera, determi-
nó el surgimiento de nuevos centros industrial es menores, los
cuales mantuvieron una escasa integración con sus respectivas
economías regionales. Con respecto a sus vinculaciones extra-
regionales, ellas se reali za ban o bien .en función de aquellas ciu-
da.cles donde se localizaba la demanda por sus productos (qso
de. Nobsa con Bogotá), o bien en función de. los puertos marí-
timos para la exportación (caso de Barrancabermeja con Carta-
gena y Coveñas) .
d) En Cartagena, por el contrario , la ex istencia de una base
industrial previa impidió .que la instalación de una planta qe
207
procesamiento quimtco se convirtiera en enclave industrial y
creó así las condiciones para el desarrollo posterior de la petra -
química con la consecuente especialización d el centro en la
producción de bienes intermed ios.
e) La ciudad de Barranquilla, aunque con alguna trad ición
indust riaL se había desempeñado más como puerto comercial
y de exportación que como un núcleo industrial. Sin embargo,
y gracias a las posibilidades de integración de su industria con
la existente en Cartagena, pudo modificar la conformación de
su estntctura productiva , de tal manera que se produjo una di-
versificación de la misma , con una creciente especial izació n en
la producción el e bienes interm ed ios. De toda s maneras su ori-
ginaria función comercial reforzó su nueva vocació n industrial ,
tanto q ue · algunas industrias aprovecha ron sus ventajas portua-
rias p ara localizar allf nuevas plantas, como la de construcción
de astilleros y embarcaciones y la de textiJes para la expo rta-
ción. No obstante esta dinámica en la producc ión de bit:nes in-
termedios, Barranquilla experimentó una d ism inución en la par-
ticipación de su industria dentro del total del pafs, al tien1po
qu e se producía la expansión de la producción caleña.
f) La industria de la región cafetera del Viejo Caldas se loca-
lizaba principalmente en sus dos centros urbanos más impor-
tantes de Manizales y Pereira, los cuales con tribu fan cada u no
solamente con el 20/o del producto industrial nacional, aunqu e
el sector cafetero hab ía sido el gene:rador de impulsos prima-
rios para el desarrollo indu strial. En un inten to por explicar
este fenómeno se puede hacer u na serie . de consideraciones
adicionales con respecto a ·las relaciones ,entre la industrializa-
ción y el desauollo agrícola en una región específica 258 .
Juntando ahora todos estos elemen tos es posible establecer
que el efecto más importante de l proceso de industrialización
colombian o sobre la estructura espacial fue probabl emente la
configuración de un núcleo industrial compu esto principalmen-
te por tres centros urbanos. La estructura económica no p rima-
258. Las investigaciones acerca de este tipo de relaciones y de las existentes en-
tre el campo y la ciudad son aún incipientes en el país.
208
da resultante de este proceso de industrialización representaba
una excepción a la marcada tendencia hacia la concentración
económica en la ciudad capital (estructura primada) prevale-
ciente en América Latina259 . Tres factores principales contri-
buyeron a configurar esta estructura espacial colombiana.
i) La expansión primario-exportadora que precedió a la in~
dustrialización y permitió a los comerciantes ligados a este sec-
tor constituir una base de acumulación suficiente para financiar
una incipiente industria doméstica en las regiones mismas don-
de tal expansión tenía lugar. En efecto, la región antioqueña y
la cundinamarquesa fueron las más activas en este proceso.
ii) La relativamente escasa integración de las regiones prima-
rio-exportadoras a la economía nacional con la consecuente li-
mitación de su oferta industrial al mercado local o intrarregio-
nal, más que a los mercados extrarregionales.
iii) La penetración de la inversión extranjera, que fue espe-
cialmente importante en la segunda post-guerra, tuvo un efecto
fundamental --como se analiza más adelante- sobre la amplia"
ción de los mercados regionales, la diversificación de la produc-
ción y la integración de la economía nacional, a la vez que
coadyuvó sensiblemente al surgimiento de Cali como el tercer
centro industrial del país.
Por último, la configuración de una estructura económica
no primada comporta muchos elementos que le imprimen ines-
tabilidad y, consecuentemente, genera tendencias hacia la cons-
titución de un centro hegemónico nacional, es decir de una es-
tructura primada, tal como se analiza más adelante.
Industrialización y desarrollo agrz'cola en el Viejo Caldas. Pa-
ra el análisis de la complejidad de los elementos que han mol-
259 . Gabriel Poveda , Algunos Aspectos ..., Op. cit., p. 85 y J. Lynn, Tendencias
de la Urbanización, Inversión de la Polarizacil?n y Política Espacial en Colombia,
Revista Cámara de Comercio de Bogotá, Vol. IX, No. 36, Bogotá, septiembre 1979,
P. 66 también sustentan la anterior tesis. Se define estructura económica no prima-
da aquella caracterizada por la existencia de varios centros en lo fundamental de
igual importancia ec.onómica y estrechamente integrados entre ellos. Estructura eco-
nómica primada es aquella dominada por un solo centro económicamentl;l mucho
más iinportante que los restantes.
209
deado las relaciones entre el proceso de industrialización y el
desarrollo agrícola, se puede recurrir al caso muy representati-
vo ofrecido por el Viejo Caldas. Aunque esta región se había
constituido en el foco de la expansión cafetera y por ende de
la acumulación de capital, su desarrollo industrial fue siempre
limitado. Las siguientes hipótesis se pueden avanzar para expli-
car este fenómeno.
1) A diferencia con otras regiones cafeteras como Antioquia,
en la comercialización y exportación del producto del Viejo
Caldas la participación de capital extranjero fue relativamente
importante durante la primera expansión de los años 20, impi-
diendo así que una buena parte de los excedentes generados
por el sector fueran apropiados por los comerciantes de la re-
gión y pudieran ser reinvertidos en . ella. Además, el excedente
estaba disperso entre numerosos productores, lo que impidió.la
creación de una base de acumulación lo suficientemente amplia
como para asumir y controlar las actividades exportadoras.
2) Ex iste alguna evidencia también de la importancia de .ca-
pitales ex trarregionales, particularmente de comerciantes an-
tioqueiios y cáleiíos, que estuvieron vinculados a las actividades
de comercialización y exportación del café proveniente de la
región caldense y que, obviamente, invirtieron parte de sus ex-
cedentes en la industria de sus respectivas regiones, por lo me-
nos durante los primeros anos de la industrialización , cuando
este fenómeno era común.
3) Sie ndo el Viejo Caldas una zona bastante montañosa, las
dificultades de acceso y los altos costos de transporte podrían
contri bu ir a explicar la resistencia a la localización de industrias
en esta región. Los elementos .involucrados en estas hipótesis se
conjugaron, en proporciones difíciles de establecer, para impe-
dü la expansión de la producción de bienes de consumo para
los cuales evidentemente existía una demanda en Ja región.
A estos elementos venían a sumarse las características del
prpceso d'e industrialización analizado antes (concentración de
la produ cción, requerimientos mínimos en el tamafio de planta,
mayores costos de las inversiones, compleja tecnología), de tal
manera que en la nueva etapa del proceso 'de sustitución de im-
portaciones se hizo aún más improbable una mayor diversifica-
210
cwn industrial en la zona. La necesidad de nuevos mercados
para la producción de los centros líderes y la progresiva inte-
gración físico-económica del país incorporaron cada vez más a
Manizales y Pereira a la corriente de circulación del país.
Sólo en la década de los setenta, estas ciudades empezaron a
mostrar una cierta dinámica industrial debido al rápido creci-
miento de algunas ramas de bienes intermedios y de capital. Lo
que fue probablemente el resultado de la penetración de aque-
llos capitales extrarregionales que encontraron rentable o bien
la absorción de algunas firmas existentes en la zona, o bien la
asociación con los capitales locales, o simplemente la realiza-
ción de convenios para subcontratar la producción de partes y
piezas, modalidad esta última muy .frecuente en la fabricación
de electrodomésticos, de maquinaria y de equipo de transporte.
La validez explicativa de estas hipótesis queda, sin embargo,
sujeta a la elaboración de estudios más particulares y específi-
cos que permitan una mayor comprensión de la evolución del
Viejo Caldas.
211
toma un vertiginoso impulso después de 1968"260 • En este
caso la int ervención del Estado ha sido fundamental en la me-
dida en que ha creado condiciones favorables para el establecí-
miento de las plantas de gran tamal1o que han venido dominan-
do la producción y las ventas.
Po r lb que concierne a la expansión .del mercado de bienes
industriale·s es necesario distinguir' entre mercado interno y ex-
terno. En el primero se encuentra que la expansión d e los bie-
nes de consumo· se ha apoyado en la continu a diferenciación
del produc to, facilitando así "el crecimiento de los oligopolios"
y permitiendo "explicar la expansión de ciertas industrias, fun-
damentalmente de consumo, una vez finalizado el proceso de
sustituc ión de import.aciones" 261 • En el segundo se observa
que los productos manufactureros habían tenido tradicional-
mente u na participación creciente pero muy modesta, dentro
del total d e las cx portacionescolombianas(del 2 .20/o en 1950/
52 al 15°/o en 1968/70), sin embargo; en el primer quinquenio
de los sesenta empezaron a crecer vertiginosamente a t¡na tasa
del 340/o anual , logrando una participación d el 40 .60/o en el
total de las exportaciones oficiales en 1975 (ver Cuadro No.
II.S). De esta manera, el sector externo se ha.venido convirtien-
do en una fuente adicional de expansión para el sector manu-
facturero. Las ramas más dinám icas habfan sido las d e alimen-
tos, textiles, sustancias y productos qu ímicos, refinación de
petróleo y minerales no metálicos, representado el 670/o de las
exportaciones manufactureras para 1968-70. Durante el primer
quinquenio de los años 70, las exportaciones de vestuario, pro-
ductos m etálicos y maquinaria no eléctrica han venido a su-
marse a las anteriores, así que todos estos produc tos en conjun-
to constituyeron el 720/o de las exportaciones manufactureras
de 19 77/79 . Las principales características de los sectores -ex-
portadores son una "a lta concentración, existencia de impor-
tantes invers¡ones ex tranjeras, alta dependencia de insumas im-
212
portados e n algunas, y utilización de técnicas intensivas en
capita l " 262 •
El terce r rasgo sobresaliente de este período ha sido el forta-
lec imie nto de la concentració n indu strial y fundamental mente
de todas aqu e llas actividades eco nómicas y financieras ligadas
al proceso de producción y de acumulació n 263 . Se ha consoli-
dado así la formación de conglomerados dándole al proceso ele
oligopolización nuevas dimensiones y provocando u na reagm-
pación dt! firmas y una mayor estabilidad para sus industria s.
En efecto. de las 3.102 sociedades anónimas consideradas en el
estudio de la Superintend e ncia, 300 co ntrolaban en 1975 el
180/o del capital total y el 200/o de la producción indu strial
nacional . Además, el 0 .40/o de los acc io nistas poseía el 600/o
del patrimonio 264 .
Aunqu e este fenómeno se inició en Colombia en la década
de los sese nta , es evidente que en la siguiente década se ha acen-
tuado la integración no sólo de las difer en tes fases del proceso
produ ct ivo, sino también y muy espec ialmente de las firmas
vinculadas a la comercialización del producto "incorporando o
creando e nt idades crediticias o interm edia rias propias, c on la
finalidad de lograr independenc ia financiera frente a otros con-
glomerados"265 .
El último rasgo a examinar es la mod ificación en la estructu-
ra espa c ial d el país, modificación que se ha manifestado princi-
palmente en el proceso de constit ució n de Bogotá como el ver-
263 . Alberto Corchuelo y Gabriel Misus, fnt ernacionalización.. ~ Op. cit., p. 24.
265 .lb id., p. 328. Según este estudio el "conglomerado" se d efine cc.mo "una
modal idad de organización empresarial, basada en la reunión de sociedades, unidas
entre sí por víncu los comunitarios a una soc iedad 'dominante' o centro de deci·
sión, en torno a objetivos comunes de tipo económico, financiero o (l'lixto" (p. 17).
213
N
......
""" Cuadro No. II.5
EXPORTACIONESMANUFACfURERAS
19 50 -1979-{promedios anuales en
miles dé US$ corrientes)
~
.. . ... . .. ··-· · .. . ....
, _:. .. ..
·
Continuación Cuadro II.5
Productos y Grupos 1950-52 1959-91 1968-70 1977 -79
Cuer9 78 1 597 4.280 27.059
PRT 7.2 3.4 4.2 3.5
T.C. - 29 245 22 .7
Imprentas y editoriales 26 46 1.841 28.957
PRT . . 0.2 0.3 1.8 3.7
T.C. ·' 6.5 50.7 35 .8
Industrias diversas _. 54 249 1914 26.859
PRT . 0.5 1.4 1.9 3.4
T.C. 185 25.4 34.1
Total bienes de consumo 7.895 3.557 47.713 417.418
PRT 72.4 20.3 465 S3 .2
T.C. -85 33.4 27.3
Madera 76 55 4.673 10.838
PRT 0.7 0.3 4.6 1.4
T.C. -3.5 63.8 9.8
Papel y sus productos -2 13 4.948 18.629
PRT * 0.1 4 .8 2.4
T.C. 23 .1 93.5 15.9
Product os de caucho 6 14 1.17 1 10 .93S
_ PRT "' 0.1 1.1 1.4
T.C. .. 9.9 63.5 282
Sustancias y productos químicos 318 1.238 7.428 SS .038
PRT -· 2.9 7.1 · 73 7.0
-
N
. V\ T.C. 16.3 22 .0 24.9
N
~
Continuación Cuadro No. JI.5
0\
PRT = porcentaje de cada rama en el Total Exportaciones Industr~es; TC = Tasa crecimiento anual; * =menos de 0.05°/o.
Fuente: 1950 - 1970: J. Fernández, (ed.), Op. cir., Cuadro No. 5.8, p . 221.
· 1977 - 1979: O.ANE, A nuariode Comercio Ex rerior Bogotá, varios años . .
....
tv
.....¡
dadero centro industrial, financiero y político del país. Este
proceso se ha venido concretizando en la evolución de la es-
tructura industrial y de la jerarqu ía urbana hacia una estructu-
ra primada .
.Se evidencia as! cómo las modificaciones de la estructura
económica, que han· acompañado el proceso. de concentración
en los ocho grandes centros, han ido pari passo con ur¡a progre-
siva especialización en la producción de cierto tipo de bienes
de consumo de aquellas ciu'dades que, ·por las c¡nacterísticas
propias de su desarrolio, han venido asumiendo un papel desta-
ca~o dentro de la ma lla urbana.
Las car acterísticas de las estructuras internas de los centros
urbanos incluidos en lo _.que se ha llamado " resto del país" di-
fieren significativamente de aquellas observadas en los ocho
centros pr incipales. Tales diferencias se relacio nan con su me-
nor capacidad para atraer actividades nuevas y población , y
con su más bajo multiplicador industrial respecto a las demás
actividades económ icas y a la generación de empleo. A pesar
de todo algunos de ellos han su rgido como polos alternativos,
no como consecuencia de una polftica espacial tendiente a
contrarrestar la 'dinámica de los centros principales, sino como
resultado de la creciente integración espacial y de la articula-
ción del sistema económico colombiano.
Concen tración espacial de la industria en ocho Centros prin-
cipales y caractertst¡cas del patrón de localización. El gradual
desarrollo del. proceso de sustitución de importaciones había
significado una mod ificación progresiva de la estructura indus-
trial, la que había pasado de la concentracióll en la producción
de bienes de consumo a una creciente expansió n del sector de
bienes intermedios y , durante la d'écada de los setenta, a la de
los bienes de capital. Al mismo tiempo, como el análisis prece-
dente ha mostrado, Bogotá, Cali y Medellín y, en meno·r medi-
da, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Pereira y Manizales
se habían venido constituyendo como los centros más dinámi-
cos y de mayor atracción dentro de la red urbana dei país, lle-
gando a concentrarse en eiÍos, en· 197,8, más del 70°/o del valor
agregado ind ustrial, :más del 50°/o .del empleo y más del 600/o
de la población urbana del país. ·
218
Al descomponer el valor agregado para 197 8 según destino
de la producción se destacan los siguientes hechos: a) aumento
de la cuota de bienes de consumo producidos por .el resto del
país; b) concentración en más de un 90°/o de la producción de
bienes de capital en los centros principales y menores, aun
cuando el resto del país registró un ritmo de crecimiento bas-
tante marcado entre 1973 y 1978 266 (ver Cuadros Nos. 11.4 y
11.6); e) . por último, concentración en la producción de bienes
intermedios en los centros principales, sector que fue el más
dinámico de dichos centros, aunque en algunas ramas de este
sector el resto del país registró tasas crecientes 267 .
-Al explicar estas diferencias de comportamiento de la activi-
dad industrial entre unos y otros centros y con el resto del país,
el .análisis de la localización y distribución de tal actividad den-
tro de la malla urbana evidencia varios elementos relevantes.
El primero de ellos se relaciona con las diferencias en el gra-
do de concentración espacial de la actividad industrial. En efec-
to resulta que entre 1973 y 1978, mientras la generación de
valor agregado .industrial iba aumentando ligeramente en Bogo-
tá del 25°/o al 26°/o, en Manizales, Pereira y Bucaramanga se
iba elevando del 6.2°/o al9.7°/o, y se iba reduciendo en Mede-
llín, Cali, Barranquilla y -Cartagena en 3.80/o. Es decir, que los
aumentos de Bogotá y los c'entros·:menores se han hecho a cos-
ta de las reducciones en los últimos cuatro. Al considerar el va-
lor. agregado industrial por sectores se encuentra que Bogotá ha
venido aumentando ·su -participación en la producción de bie-
nes de capital hasta llegar a concentrar un 53°/o de ésta en
267. Los Cuadros Nos, 11 .2 y 11 .4 . presen.tan ' los dató's relativos a este período a
precios corrientes y los Cu_adros .Nos. 11.6 y 11.7 los presenta a precios constantes.
Naturalmente .esta trasforrmiciqn no afecta el orden de importancia de los distintos
sectores en las diversas zonas, pero sí el de sus tasas de crecimiento, particularmen-
te en el caso de los bienes de consumo. Por_:loi tanto, en el -análisis que sigue seto-
man en con,s ideración los va,lores nonlinales,-acudiendo a lás tasas reales cuando las
diferencias entre las dosseriesafectan lasconclusiones. Ver tambi~npl apéndice pá-
glna323. · ' ·
219
1978; Bogotá y Cali concentran, en igual proporció n, más del
400/o de la de bienes' interm edios, aunque sus cuotas han sido
in estables; y por último, Medellín y Bogotá han generado más
del SOO/o d e la de bienes de consumo (ver Cuadro No. II.4). ·
El segundo se relaciona con las diferencias en la dinámica de
crecimiento de cada uno de los centros considerados, observán-
dose que, con excepción de Bogotá y Cartagena, las demás ciu-
dades han p resentado tasas de crecimiento de su valor agregado
industrial inferiores a la nacional. Sin embargo, al considerar el
ritmo de c recimiento según sectores, Bogotá , Cartagena, Ba-
rranquilla, Pereira y Manizales mu estran tasas· de crecim iento
de la producción de bienes intermedios superiores a la del país;
en el caso de lo s bienes de capital, Medell ín, Barranquilla, Bu-
caramanga , Cartagena, Pereira y Man ii ales presentan niveles su-
periores, d estacándose estos dos últimos con tasas anuales de
casi 500/o en términos nominales (200/o en términos reales)
entre 1973 y 1978. Bogo tá es la única ciudad que presenta ta-
sas de crecimiento mayores a la del país en el sector de bienes
de consumo - lo que no es completamente válido cuando se
consideran los datos a precios· constantes- y Cali es la única
que IJresenta tasas de crecimiento inferiores a las nacionales en
todos sus sectores, lo que no sigue siendo cierto para los bienes
de consumo al utilizar valores reales (ver Cuadros Nos. 11.5 y
ll.7). El m ayor dinamismo m ostrado por los sectores de bienes
intermedios y de capital en los ocho centros tiende a co nfirmar
la progresiva transform ación d e. la estructura productiva indus-
trial de Colombia, asf como la marGada d iferencia entre el com-
portamiento de la capital con respecto a los siete restantes y,
finalmente, el inesperado crecimien to de Cartagena, Manizal es,
Pereira y Bucaramanga durante la década de los setenta.
En lb relativo al resto de) país (ver Cuadros No s. JI .2· y II .5)
se destacan estos dos comportam ientos:
a) participación significativa-en la producción· d e bienes de
consumo, particularmente al.imentos y bebidas, con poca con-
centración; b) participación eli la pr9du cc ión de bie!les inter-
medios como artículos d e barro y loza, vidrio y sus p roductos,
minerales no metálicos, refinados y derivados del petróleo, hie-
rro y acero, m etales no ferrosos, au'nque esta producción co n:
220
excepción de los tres primeros rubros tiende a estar concentra-
da en uno o dos centros.
Ambos comportamientos confirman dos hechos obvios. El
primero consiste en · que la localización de industrias como la
de alimentos, la de bebidas y la de materiales para la construc-
ción, depende en lo fundamental de la existencia de un merca-
do local· de cierta magnitud y de bajos costos de transporte así
que ellas tienden a dispersarse espacialmente268 • El segundo
hecho se refiere a que la localización de ciertas actividades de
procesamiento in situ obedece exclusivamente a la ubicación
de su principal insumo, aunque dichas industrias a menudo só-
lo han generado economías de·enclave.
Dicho patrón de localización produjo efectos sobre la distri-
bución de la población y del empleo, en 1978.~ocho centros
concentraban alrededor del 700/o de la población urbana del
país y de este porcentaje los cuatro centros principales, es de-
cir Bogotá,Medellfn, Cali y Barranquilla, absorbían casi el900/o
(ver Cuadro No. 11.8). La participación de los inmigrantes re-
presentaba alrededor del SOO/o del total de la población de los
ocho centros. En los demás centros urbanos del resto del país
el radio de atracción de población era muy limitado, dado que
o tenían funciones fundamentalmente comerciales relaciona-
das con la actividad agropecuaria local - como Valledupar, Vi-
llavicencio, !bagué, .Santa Marta-. o poseían solamente alguna
actividad de tipo artesanal y de pequeña y mediana industria
-como. Bucararñanga; Sogamoso, Tumaco- o en fin eran prin-
cipalmente centros administrativos- como Tunja, Quibdó y
Popayán.
· Naturalmente las posibilidades de .absorción de población en
un . centro están relacionadas con el incremento en la genera-
y,
ción de empleo de hecho, Bogotá , Medellín, Cali, Barranqui-
221"
lla, Bucaramanga y Manizales 269 han llegado a captar más del
SOO/o del empleo generado en el país, pero presentan tasas de
desempleo y subempleo mayores a las del resto urbano, dada la
rápida expansión de su población económicamente activa
(PEA) (ver Cuadros Nos. 11.9 y 11.1 0).
Primac ta industrial y urbana de Bogotá y concentración de
la producción de bienes de capital. Esta ciudad se ha venido
destacando como el polo más dinámico tanto en términos de
su actividad económica como de absorción de población. Ella
presenta una estructura productiva diversificada y ha manteni-
do una tasa de ciecimiento de los bienes de capital superior al
promedio nacional (ver Cuadro No. Il.6).
Al comparar su dinámica de crecimiento y su participación
en la generación del valor agregado total con las demás ciuda-
des, se evidencia la magnitud del fenómeno de la concentra-
ción espacial y la tendencia hacia una primacía de esta ciudad
dentro del sistema económico nacio nal y de la malla urbana.
La evolu ción de su estructura indu strial durante la década de
los setenta es reveladora de este fenómeno, pues, mientras que
a comienzos de la década la participación de Bogotá en la ~
tividad ·industrial era bastante comparable con la de Medellfn y ..
Cali, al finalizar este período el liderazgo de la capital está ya
establecido; como lo revela el progresivo aumento de su parti-
cipación en el valor agregado nacional (ver-Cuadro No. 11.4 ).
El diferente ritmo de crecimiento de estas tres ciudades, tanto
· en términos nom inales como reales, hace suponer una mayor
acentuación de la brecha en los próximos años. Esta primacía
se fundamenta principalmente en el más alto grado de diversi-
ficación ind ust rial de Bogotá·, localizándose en ella sectores
que aportan alrededor del SOO/o del valor agregado nacional,
corno es el caso de la fabricación de muebles y accesorios, im-
pren tas y editoriales, productos metálicos y, lo que es más im-
portante, las tres ra mas que componen Jos bienes de capital.
222
'PWi!:~'ftcM·Ht(~·x..., _,.,.*' · '··-· ,,;, :-··-· '·_,)->,:., - ...... ff - - ~.:.\ · · ._,._ ,.,.. . __ ---" , .. _. ., . . ,. +
EMPLEO
Mede!lín .0689221 .1275430 .0705968 .0714293 .0409629 ..0834524 .0246894 .0365845 .0480055
Bogotá .0167063 .0659052 .0142527 .0831901 .0850905 .105 3212 .0491724 .0304193 .0707192
Cali -. 002786 .0062320 .0113696 . .0775810 .1548344 .0789862 .0334783 .0115952 .0590058
B/quilla .0019004 .0367440 .0984843 .0810608 .0246393 - . 001159 .0014404 .0356808 .0286223
Cartagena .0118865 -.0518409 -.093481 .0637012 ;1355112 .1947526 .0200136 .0244430 - .. 055679
B/manga .0104948 .0090560 -. 006559 .1403508 .0539677 - - 117810 .0099414 .0774735 .1309365
Pereira nd nd nd .1215921 .1395415 .2807468 .0645321 .0516614 .155 3503
Manizales .0547342 .0868214 -. 0343.52 .0629445 .1317984 .1258709 -. 8.5 3E-4 .0431152 .1690203
Subtotal .0387.J26 .0655 381 .0314120 .0812090 .0819101 .0815463 .0321416 .0298492 .0649126
Resto del país --069044 -.047337 -. 099293 .0250811 .0244511 - . 045051 .0400415 .0105113 - .1076829
Total país .0106274 .0239285 .0126334 .0708075 .0662912 ~0714045 .0334389 .0253322 .0674891
N
N
w
tv
tv Conrir.uación Cuadro No. 11.6
~
VALOR AGREGADO
Medellín .1159512 .178109 1 .1186939 .0834672 .0633483 .1470601 .0146164 .0821914 .0982026
Bo¡rotá .0462075 .084393 1 .0281367 .0686674 .1299756 .1038161 .046725 3 .0497598 .1753325
Cali .0578448 .2011936 .1628397 .0828908 .0879460 .0650736 .0493932 .0451173 .0467288
B/quilla -. 017584 .0672187 .0509968 .1438567 .0613714 -.010528 --003013 .0895066 .0531423
Cartagena - ·026753 .2092640· - .004220 .0855899 .1503854 .4261826 .0102169 -.015536 - . 229676
B/manga .0769258 .0186841 .0260610 .0413780 .1174992 - .059464 .050 1491 .. 1813821 .1480342
Pereira nd nd nd .1373712 .1465725 .4077463 .0503162 .1593002 .2049047
Manizales .1023 197 .0699187 -.01 5620 .0625166 .1960542 .1705236 .0657522 .0497448 .1958811
Subtotal .0749903 .1367204 .0693673 .0832787 .1004092 .0972763 .0308167 .0551101 .1231209
Resto del país - . 025906 -. 052381 - .209213 .0198976 .0521128 -. 040472 .0495324 .0852356 .3012320
-
Total país .0467761 .0653193 ·.0450277 .0703832 .0887401 .0935360 .0341985 . . 0619618 .1274885
Fuente: Ver Oladro No. 11.7
1 l. •
Cuadro No. 11.7
TASAS REALES DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO Y DEL
VÁLOR AGREGADO SEGUN REGIONES
1958 - 1978
EMPLEO
Antioquia .0361217 .0571173 .0231777 .0234614 .0454591 .0642762 .0484966 .03 78876 .0646776
Atlántico .0335082 .0496941 .0406336 -. 003176 .0513344 .0150220 .0403271 .0285037 .0138778
Bolívar -. 017749 ... 027 2960 .0031238 -. 019072 .0295052 CC• 017160 .0361832 .0732574 .0475018
Boya eá -. 042918 .1693436 .0226851 .0053327 -.043459 5.86 7E4 -. 034224 .1330117 .1874345
Caldas .0284384 .0077100 -.003651 .0140338 .0648190 .0455638 .0700910 .0818540 .1551567
C/marca .0619263 .0871688 .1181401 .0158082 .0365529 .0470957 .0641I07 .0506563 .0889473
Santander -. 005548 .0120754 .1611732 .0060767 .0234 798 .0080685 .04127'84 .0863154 -. 011681
Valle .0393775 .0970061 .0756674 .02302 82 .05 23495 .0443650 .0500848 .02849'89 .0504016
Subtotal .0348813 .0712697 .0680105 .0160117 .0397856 .0414260 .0529770 .0476672 .0708133
Resto .0066922 .0451734 .04 72420 .0128923 .Oi32092 -. 017626 .0364699 -. 024187 .0048848
Total .0325830 .0697587 .0668859 .0158026 .0386175 .0392217 .0519573 .0456111 .0694450
N
N
Vl
IV
IV
0\
Continuación Cuadro No. /[7
~ .-· .
VALOR AGREGADO
Bienes -Bienes ' Bienes Bienes - Bienes Bienes Bienes Bienes Bienes
Consumo In ter- capital Consumo In ter- Capital Consumo In ter- Capital
medios medios medios
Antioquia -. 015576 .1578001 .04 73357 .0789257 .1010135 .1214941 .0542546 .0733496 .1222211
Atlántico - . 068334 .1673493 .0700707 .1821412 .1963020 .1874405 .0683541 .0747708 .0210400
Bolívar - .0196848 .1937452 .0360690 .2197488? 3475767 .4509039 .0426229 .0625668 .0935560
Boyacá - . 106518 .3222704 .0297966 .2387300 .1747247 . .4955 701 .0459964 .1365312 .3341428
Caldas -. 042761 .0896294 .0098244 -. 082193 .2689386 .0042755 .0709036 .1233810 .1985748
C/marca - . 018052 .1727914 .14623.58 -. 122297 -. 258536 - 158762 .0563632 .0805918 .1388809
Santander -. 051981 .1496972 .1742827 .o2i9223 -. 168499 -. 139375 .0444345 .0455322 .0325596
Valle .0022314 .2146732 .1032567 -. 120985 :.:.. 195946 -. 162270 .0411681 .0668282 .0561594
Subtotal -. 025778 .1770691 .0923822 .0511402 .0806008 .1020405 .0537618 .0755532 .1108876
Resto -. 036328 .0965028 .0475746 .2045220 .4_330983 .1150050 .0322382 .0557111 .0496490
Total -. 026555 .1743366 .0905232 .0704105 .1110911 .1024627 .0521353 IJ752676 .1103825
Fuente: Elaborado con datos del DANE, Encuesta Anual Manufacturera, varios años; y con deflactores del "lndice de Precios
al Por Mayor del Comercio eii General", R evista del Bl:mco de la R epublica, varios números. Las tasas no están presen-
tadas en términos porcentuales.
"•\.;!_~~- - -~"
. ~~~"*~~%t~~.¡t~¡,.¡_~~*-!~~'é:~;.¿~~~~;
El dinamismo de la actividad económica de esta ciudad per-
mite, a pesar del alto ritmo de crecimiento de la PEA, una ele-
vada absórción .de la mano de. obra disponible, .comoJo mues-
tran las bajas .tasas de desempleo y subempleo, (ver Cuadro N0.
11.1 0). Sin embargo el subemplep presenta ,un alto ritmo de
crecimiento lo que hace presumir que, en el futuro, el relativo
mayor equilibrio en el mercado laboral pueda romperse (ver
Cuadro No. II.9). , ,, .
Especialización de Medellfn, ' Bucaramanga, Manizales .Y Pe-
reirá en la producción de bienes de consumo. La importancia
de estas ciudades a nivel nacional ha' venido descansando sobre
la producción de bienes de consumo y dentro de ellos en unas
pocas ramas -C.-específicamente textiles en Medellín, tabaco en
Bucaramanga, prendas de vestir en Pereira y alimentos enMani~
zales- en las cuales se han venido especializando y cuya impor-
tancia .como productos de exportación venía creciendo desde
1968 ; :Lil competencia de otros productores del Tercer Mundo,
dados los altos costos de la producción colombiana y la. rece'"
sión mundial; contribuyeron a reducir estas exportaciones.. Al
mismo tiempo· el cambio en la política nacional y el aumento
del contrabando de estas mercancías provocaron la inundación.
del mercado interno, El consiguiente desaceleram.ie,n~o ~ d~_ las
tasas de crecimiento de los .bit;nes. de copsumo ,explica la. linii~
ta,d a . expansión de _ estas , cjud~~es .._As,f,Ja,· mayor contri~ución
al crecimiento de los setenta se debe princip~lmente al impul-
so qeHector .de bienes de capital en sus ramas de equipo .y ma-
terial de transpqrte en Medellín y maquinaria eléc;trica y no
eléctrica en Bucaramanga, Pereira y Manizales (ver CuadroNo.
II.7)~ Todo lo cual indiCa un ü~nto proceso hacia la diversifica-
ción indusÚialde estos centros. ' . .
Si b'ien para Medellín y Bucararna,nga la elaboración d~ bie-
?es de capital aparece, e11 ~\ste período, como Ja actividad más
dinámica, Pa.ra Pereira y Maniz~les ~s la P,ro4ucción de bienes
intermedios la que señala ut:t marcado increment~, provocado
por la . expansión qe las ramas de. pa,pel y ·sus· produptos en !a
primera y .de productos químicos y metálicos ep la segunda (ver
Cuadro No. Il.4). ·· ·
227
Con estas estructuras industriaíes, las perspectivas de creci-
miento de estas ciudades son muy limitadas, puesto que las va-
riaciones en los volúmenes de producción van a estar supedita-
das a éambios en la demanda interna y a la incierta ampliación
de la demanda ·externa. Por lo tanto el fortalecimiento de estos
centros depende de los aumentos dé productividad -especial-
mente ;a través de la mecanización- y de la diferenciación de
los bienes de consumo en los cuales ya se han especializado. La
mayor cowp~ti,tividad resultant.e r equiere también de una clara
y coordinada acción estatal para controlar el contrabando y
promover las exportaciones hacia nuevos mercados. Natural-
mente esto:no resuelve y aún agrava más la situación de desem ~
pleQ ~n estas ..regiones, donde tradicionalmente dicha produc ~
ción :\la constituido una de las fu entes principales de trabajo ...
A este respecto el caso más sintomático es el :de Medellín que
presenta .las más altas tasas de desempleo y subempleo junto
con un.fuerte incremento de su PEA. Además Medellfn ha •sido
polo de atracción de fuertes corrientes migratorias intrarregio-
nales, inferiores sólo a las de Bogotá, tanto que los migrantes
representaban casi la rnitad de su poblaCión' en· 1973 :(ver Cua-
dro No. lid 1). .
·La .mfsft1a .· situacion se .rreseri ta en Bucaramanga', Pe re ira y
Mahizáles ·dortde el · problema del desempleo se ha acdituado
pbr la coritiriua: migración hacia dichos ceútros. No es probable
qiie 1'la débil' estructura industrial existente pueda· absorber es-
tos··exce·deiHes de fuerza de trabajo, como lo demuestra la ere~
cien te terc:ia:rización de sus ecbnomías (ver Cuadro No . :IL 12}.
Especialización de Call en laproducción de bienes inté'rnü~
es
dios. Cali ia ;segunda ciudad más importante~ d,espués de Bo-
gotá, en la producción de bienes interrn etiios 'yü terce'hl e.n la
de hielú~·s de· consurno . A pesar de rnantenér su 'p'osic'ión en
la: woduccióri total y en ·h genenición dé! valor· agte'gad'o', ·en
los setenta su ritmó 'de crecimiento 'general ha sido 'in'terior al
del prom·e dio naCional (ver Cuadro No : II.4) . Al mismo tíeinpo
C~li ha expefinh~ ntado un lento incremento en la producción
de bienes: de capital , sector que por el cOntrario se havenido
fortal eciendo en otros centros(ver Cuadros Nos. Il.4 yll.6). ·'
228
La ciudad ha aumentado su especialización en la producción
de bienes intermedios principalmente papel -en la cual man-
tiene una de las tasas de crecimiento más altas del país- pro-
ductos del caucho y plástiCos, sustancias y productos químicos.
Sin embargo, sólo los dos primeros han mantenido un ritmo de
cr~cimiento superior al del promedio nacional. Naturalmente
la pérdida de dinamismo en la producción de sustancias y
productos químicos ha afectado sensiblemente la tasa de cre-
cimiento de su sector de bienes intermedios. No obstante lo
anterior, el tipo de especialización de su industria, es decir pro-
ducción de gran escala con un alto componente de insumas
importados e intensiva en capital, y la mayor interacción que
ésta ha mantenido cori la actividad agrícola del Valle del Cauca
refuerzan sus posibilidades de crecimiento. Consecuentemente,
el crecimiento de cada una de las ramas del sector de bienes in-
termedios es función de este proceso de S)lstitución y del
aumento de sus exportaciones. Aparentemente la rama qUE] po-
dría profundizar el proceso de sustitución y además aumentar
las exportaciones, sería la de 'pulpa, papel y cartón'. ,
Al analizar la estructura del empleo se en'cuentra que, aun-
que Cali soporta altas tasas de desempleo, el ritmo de c¡:-e~i
mientq de su PEA es igual al del empleo,,dada la mayor dernan-
da de sus sectores de comercio y servidos (ver Cuadros,Nos.
11.9 y Il.12). . '
Finalmente, Cali es una ciudad con .una alta prbporción de
inmigrantes a la vez que es la tercera receptora. stls flujospro-
vienen principalmente de fuera del departamento, de t6da la re-
gión del occid~nte del país (ver Cuadro N,q.II.ll). ·
Reestructuración indu~trial de Barranquilla y espei;kllización
de Cartagena en la producción de bienes intermedios. Carta-
gena y Barran quilla ocupan el cuarto y quinto lu;gar: respecti-
vamente en cuanto a generación ·de valor agregado y de pro-
ducción industrüll del país. Sus .estructuras 'productivas son
bastante similares dado el acentuado crecinÜento cte la pro-
ducción de bienes intermediosyde capital y la tendencia hacia
la concentración en la producCión de lo~ primeros, iespecial-
mente en el caso de Cartagerta. Esta última se ha ven:ido espe-
cializando en actividades relacionadas eón la refinación del
229
tc
w · •Cuadro No . .II.8
o 1
EVOLUCION DE LA POBLACION_URBA.NA -
1938 - 197_8
1~673.370 3.403.701
Bogotá 1· ' 33i.997 664.506
33..2 36.4 39.3
Total urbanoJ 0 /o) .· 34.7 ...
"7 .25 5.59 4.35 .
T.C; apual ~0/o) C:: •_ • 5.5
Medellm .. . - _ -~ 15.4.979 .. 397>-738 948.025
·.,F
1.473.5i2 1.835.542
Total urbáho (Ü(ci) 1.6.2 -- " 19:8 20.6 20.7 . 21.2
6.80 4.91 4A9
Cali1.c. a._n~al (Ofo) 7.5
245.568 .. 633.485 998.011 L 165.460
90.837 13.4 ..
Total urbano ( 0 /o) 9.5 . 12.2 13.8 . 14. ..0
T:C. íinúal (0 /o) 8.0 7.44 5.01 3:.15
.. 161.895 296.357 5 30.651 75S.935 889.801
Barranqüillii 1 ·
14.8 11.5 10 .6 10.3
-Total urbano (Ofo) 16.9 ...
4.51 3'.88 Bl
LC. anual (0 /o) 4.8
45.641 107.317 224.876 - 366 .8R8 470.104
Bucaraman·ga 1
5.3 4.9 5 .2 5.4
Total urbano ( 0 /o) 4.8.
T.C. anual (0 /o) _ 6.8 5 .7-6 :·. 5.AO .. 5.08
76.45 7 ll L29l 2[ 7.910 - - 309.422 31iL416
Cartagenal
Total urbano (0 /o) 8.0 - 5.6 A.T 4.3 4.2
T.C. anual (0 /o) 2.9 5 .22 J :84: 3:16
92.030 195.542 213 . 18·5 ~ 38.855
Manizalesl 53.679
Total urbano-(0 /o) 5.6 4 :6 _4 .2 3.0 ' 2.7 :.
T.Canual (0 /o) 4.2 6 .0 LO 2.3 .
40.091 89.6 75 · 179 .133 259 .ü31 '304.421
Pereíra 1
3.9 3.6 3.5
Total urbano (0 /o) 4.3 4 .5
T.C. anual (0 /o) 6.3~ _5 .38 4 .05 3 .28
~-
-. :_~:_:, ~·<e_~::~~-1f~9ii~~:;_~i¡~;~i.?~~)J'}}~~~~k·JS:&;#~~~~-~%~:~ii~4t~~~~~;jfl~~i;;~f~~i~~.~~$s~~1,,
Continuación Cuadro No. Il.8
Fuente: En base a los Censos Nacionales de Poblacióny de ViPienda, de 1938, 19..51 , 1964 y 197 3: y DNP. Pro.Fecciones Quin-
quenales de Poblagión. 1978 - 2003, Bogotá , 1979.
N
w
Ñ .
w
N
Bogotá
Volumen 859 .5 62 1.422.211 779 .623 1.327.217 79.939 94 .994 99 .700 200.775
T. C. anual ·•. 7.2 7.6 25 10.0
Medellín
Cali
Volumen 270 .370 496.062 244.956 451.308 25.414 44 .754 42.448 53.017
T. C. anual 8.7 8.7 8.1 3.2
Barranquilla
Volumen 192.229 273.812 170 .50 7 254.810 21.722 19.002 13.071 25.118
T. C. anual 5.1 5.7 -1.9 9.3
~~~~~,,'f,8:'"~::.~~,úJé'·~.,r:i,;~-;c:p,;-e'is"'1<iF"4>·:!,\0 ;,~:.::~Ji ~"i;:~;o.~;?~·{·Yitt;,."t~!é-Ni~\[;~~1~ ·; A''~ 1i{':o..•·-;•:'. :, :::·~:: : ·,?;.:· · .'i';>, :: :·:.;L,•.; .,;; "">·· ··.' cJ{ljj$
Continuación Cuadro No. !1.9
Bucaramanga
Manizales
Total 6 ciudades 1.785.763 2.935.779 1.607.477 2.692.458 175.286 237.291 243.102 389.055
T. C. anual 7.4 7.6 4.4 5.4
Resto urbano 2.167.237 2.568.998 1.993.706 2.392.681 176.530 182.34 7 227.304 299.042
T. C. anual 7.5 2.6 0.4 4.0
Total urbano
Volumen 3.952.999 5.504.777 3.601.183 5.085.139 351.816 419.638 470.406 688.097
T. C. anual 4.7 4.9 2.5 5.4
N Fuente: Con base a datos del DANE, Encuesta de Hogares, Etapa No. 20, septiembre 1978; yDNP,Diagnóstico Urbano, do-
w cumento interno, Bogotá, 1978.
w
N
w
~
Tasas
Participación 1 Tasas Desempleo Tasas Subempleo Subempleo 7 Empleo
1971 1978 1971 1978 1971 1978 1971 1978
Fuente: Con base a datos del DA NE, Encuesta de Hogares,lbid; y DNP, Diagnóstico Urbano ,lb id.
il.~~:~&.l..~:~~~:;:\~. : ;':'".' ~ :~:,:_. :~:~. :_\·_~\l:_,~t~~;;.;,;-:f:.::i..:": -·:,, ·_J;·,~ <<~- : :,:·.:~_,; _e~:_,., _- ,_.:-1 ~::: : -'.\. • ~;_;<<_<:·f:--.-.' /;<··~;-_;.J,~dt~-r'-1 :~.;{:_:~~-7-~..>;:::_~i-..:¡ ·:·~- ~ . ,.· "'_. _ .-._,_...! -~ ::;,.~:E\~~~ ,:_.,_.__ - - ~ . -. ·.-_,.. ,_-.· ·{. · <·.e -_. · ::;-~\~k#l
petróleo y la producción de sustancias químicas con alta inten-
sidad de capital. A su vez, en Barranquilla la producción de
bienes de consumo, que constituía un rubro importante en la
composición de su estructura productiva, ha venido reducién-
dose paulatinamente, a tal punto que ha registrado el menor
ritmo de crecimiento de las ciudades consideradas. Esto, suma-
do al comportamiento de los otros dos sectores, confirma su
debilitamiento industrial con el consiguiente menor dinamismo
· de los últimos años (ver Cuadros Nos. 11.4 y II.6) .
Las industrias con mayor peso en la generación de valor
agregado nacional son las de madera en Barranquilla y las de
sustal)cias y productos químicos, refinación y derivados del pe-
tróleo en Cartagena. Aunque la actividad industrial de las dos
ciudades se concentra en estas mismas ramas, han empezado a
aparecer, con ritmos de crecimiento sqperiores a los del prome-
dio nacional; otros renglones importantes como sustancias y
productos químicos, maquinaria eléctrica y no eléctrica en Ba-
rranquilla, y maquinariano eléctrica, caucho y plásticos en Car-
tagena. Debe señalarse que tanto la industria de la madera en
Barranquilla como la de sustancias y productos químicos de
Carfagena son las más dinámicas de estas ciudades y parecen
ser las que tienen las mayores .perspectivas.
En lo referente al empleo, Barranquilla presenta un balance
similar al de Bogotá, es decir una tasa de crecimiento de la ocu-
pación superior a la de su población activa y uná tasa de sub-
empleo que, aunque relativamente baja, ha: tenido un ritmo de
crecimiento superior a la de Medellín y la de Cali. Los servicios
y . el comercio son los sectores con mayor participación en la
generación de empleo y, de igual forma que en Cartagena, es-
tos sectores absorben la mayor parte de la nueva demanda por
trabajo (ver Cuadro No. II.12).
En Barranquilla, el componente migratorio es bajo compara-
do con Bogotá, Medellín y Cali y aun cuando los flujos son
principalmente extradepartamentales su efecto polarizador se
circunscribe en lo fundamental a la región del Caribe, lo que
no sucede con Bogotá ni Cali, cuyas áreas de influencia son mu-
cho más amplias. En Cartagena la situación es semejante, cons-
235
IV
~ O.adro No. U.ll
MIGRAC I()N UR8ANA1NI'ERNA
1973
Proporción
Saldo neto IDmigtaotes del<ll ínmi· OPCD NES D E LOS E.MJGRA.'ll'ES
mÍ8I"Iorío (o.b) gnon110S de
lbbllción • ·fuera ad . frim~:r.~ oeción Sesunda 2fcK,n Te~etra OJ!:dón
utbaOI depto. O"!>Uta meo t o Volumen Oc:pu tame:nto Yotu.incn DeparCamento Volutoen
deorip deorCm deorip>
Bo¡;otá l.\ 98 .7 91 50.7 99.4 IM ia, T oUma. 1 ._187.708 . Bolíyar. Risa· 50.4 24 Ccoar,M>gda· 15.935
: C\mclinaNra. ralcla, Cauca lena, O.oeó.
Meta, Boy~; y~o.
·Santander-, Nor·
: u de Santa.n-
de:r, ''Adánbco.
MtioquUI,
... Calda!, Quindlo
• y Valle
MedeUin 350.482 48-2
.-
22.6 - - Bosorí. o. o-
e;ó._YaUo .
34.170 Caldas. Rioa -
ralda .
•2.079
Cali 326.070 55:.4 67.1 Bo1oiá, O.o·; ·. 160.747 Huila, Tolima, 155 .3S2 o;nillllll· '11 .42 4
.. có, Riuralda. Meu.Antio- .marca .
Cauca, Narillo . :._quia, Calda~
· Qum_dio.
Ba;.anquilla 16 9.244 41 .8 84.4 : Cesar, Na¡da· 153.601 Córdoba. 14.Ó09 ·S.ñtandér. 23.179
.. lena., Bolh·a.r, Norte de
.. Su ere. Santander.
~.a ·cuajlra.
Bucaram:tng;1 40.498 50.1 . 50.6 - - Boyaci:. Norte 20.948
euu...,.
-. • de Santal\der.
50.326 - 35.8 60.3 Córdot.. 17.595 Atlántico. 22.847
- Su ere.
Pereira -6.181 . 5 6.3 • 79.4 .- ~ - Antioqwa,
Quindio.y
. 42.806
VaDe. · :
Mmítoles 1.903 • 44.3 46 .4 - -
Fuonre: DNP, Mi$Tt>Cfonrslrrt<mas <rr Colombia: /97 J. Do<>~rnenro In ttm~, llosoui. ma:zo. 1978 .
- - Tollrna 9.?5.7
I!A NE.. 8olttln._... Op. cit.. No. 314 , Cuadro No.·18 y ..IS A, septiembre 1977 .
Cuadro No . Il.l 2
EMPLEO, DISTRIBUCION PORCENTUAL Y TASAS DE CRECIMIENTO SEGUN SECTORES Y
CENTROS URBANOS
1973- 1978
Bogotá
Volurren 174.272 336.640 141.484 274.124 278572 516096
PTC 20.0 25 .4 16.3 20 .7 32.1 38.9
T.C. 14.1 ,. 14.1 13 .1
Medellín
Vo!Úmen 73.975 140.329 47.225 99240 76.875 1605 38
PTC· 28.2 30.2 18 .0 21.4 29.3 34.6
T.C. 13.7 160 15 9
Cali
Volumen 66.025 129.977 59.925 104.86( 72500 147 2 14
PTC 23.9 28 .8 . 21.7 23.2 26 .2 32 .6
T.C. 145 11.8 15 2
Barranquilla
Volumen 34 .975 . 55.772 44500 71 .457 49.200 84.862
IV
w
PTC 20.6 21.9 - 19.8 28 .0 29.0 333
....:¡ T.C. 9.8 16.4 11 5
N
w Continuación Cuadro No. 11.12
00
T.C. 4 .2 9 .0 6 .4
PTC = porcentaje de empleo de cada sector en el empleo t otal; nd =no dispo nibl e; T .C . = ta sa de crecimiento anual.
1. In clu ye servicios person ale s y esta blecimien to s fin anci eros. ·
Fuente: DANE. XIV Censo Nacional de Población. Op. cit.: y
Encuesta Nacional de Hoga res, Op. ci r.
~>-~
tituyéndose ella en el centro alternativo receptor de población
de la Costa Atlántica (ver Cuadro No. 11.11 ).
Conclusiones
270. Alberto Corchuelo y Gabriel Misas, El proceso ... , Op. cit., p. 59.
239
vacaron la sucesiva sustitución de las importaciones de estos
bienes por la produCción doméstica. La producción industrial
pasaba así a apoyarse entonces en la expansión del sector de
bienes intennedios.
La localización de las nuevas plantas atendía a tres criterios
principales: a) posibilidad de integración a la estructura indus-
trial instalada, definida en función de las demandas derivadas
existentes y del tamaño de los mercados; b) facilidades para la
importación de insumas que no son producidos internamente;
y e) existencia de recursos naturales básicos para la producCión.
Es por esto que mientras se reforzaban los centros donde se ha-
bía localizado una cierta infraestructura industrial, empezaban
también a surgir nuevos centros industriales como Cali, Barran-
quilla, Barrancabermeja, .Nobsa y Cartagena. Dadas las caracte-
rísticas históricas de su desarrollo y las condiciones propias del
proceso de industrialización colombiano, Calí, Barran quilla y,
en menor medida, Cartagena se han convertido en polos de de-
sarrollo regional, en tanto que Barrancabermeja y Nobsa han
producido enclaves económicos.
El papel de la inversión extranjera - como se verá más a4e-
lante- adquirió especial importancia durante el período de la
segunda po'st-guerra y le imprimió característk~s pa'rticúhtres a
las unidades productivas en tétininós del tipo de productos,
ritmo de producción y requerimientos tecnológicos. Los nue-
vos flujos de inversión extranjera se dirigieron inicialmente ha-
cia la elaboración de bienes de consumo más sofisticados;
contribuyendo positivamente a la diversificación industrial y a
una mayor integración del sistema económico nacional. Peróla
penetración del •capital extranjero acentuó la concentración y
el poder oligopolfstico de las grandes firmas, imponiendo fuer-
tes barreras a la entrada de nuevos productores en las ramas
donde se localizaron y haciendo cada vez más dependiente a la
industria local de las innovaciones tecnológicas controladas por
las empresas multinacionales. Además la inversión extranjera
reforzó la concentración espácial al localiZarse preferencialmen-
te en áreas donde ya existía una infraestructura industrial y un
240
mercado cíe un cierto tamaño, aparte de la presencia de recur-
sos naturales 271 •
La expansión industrial permitió además una creciente inte-
gración de los mercados. regionales y la consiguiente amplia-
ción. del mercado interno, A diferencia con las regiones-centro
que se constituyeron antes de la industrialización gracias a su
vinculación con el mercado. externo y sin desarrollar un amplio
mercado interno, las nuevas regiones-centro surgieron y se con-
solidaron en virtud de un activo proceso de transformación y
diversificación de sus estructuras productivas y de una progre-
siva integración de Jos mercados intra e interregionales en un
mercado nacional.
. El proceso de sustitución de importaciones que ha tenido lu-
gar desde los años 30 ha estado acompañado de una creciente
división del trabajo no sólo entre .las dos dimensiones espacia-
les de lo urbano y lo rural sino también, y muy especialmente,
entre los diferentes centros urbanos comprendidos en dicho
proceso.
En el caso de Bogotá la tendencia hacia la diversificación de
su estructura .industrial vino manifestándose desde. finales de
los años 50. Sin embargo, su constitución como .el verdadero
centro económico nacional ha sido un fenómeno reciente, pues
por algún tiempo la industrialización estuvo asentada sobre el
"triángulo de oro". Sólo en la década de los setenta comenzó a
afirmarse la tendencia hacia la constitución de una estructura
espacial primada, colocando a la capital como .el principal cen"
tro industrial, financiero y. político del país, tanto que se han
adelantado .diversos programas tendientes a lograr una cierta
descentralización. Pero, de hecho la primacía de Bogotá se ha
fortalecido mientras que, por .diversas causas, Cali y Medellfn
se han venido debilitando dramáticamente.
Las· características de la especialización ·industrial de Mede-
llín, ciu,dad que compartió el liderazgo con Bogotá hasta lama-
271. Del estudio efectuado por J. Arango, Op. cit., p. 220, con base en una
muestra bastante representativa, resulta que más de la tercera parte del capital ex-
tranjero se invirti6 en industrias ubicadas ert Bogotá, el 19°/o en Cali, el 14°/o en
Medell(n, el 10°/o en Barranquilla y, por último, el 9°/o en Cartagena.
241
siva llegada de la inversión extranjera a: mediados de los 40, han
obstaculizado su diversificación hacia sectores diferentes al de
los bienes de consumo, básicamente textiles. Aún sus tentati-
vas de desconcentración no han tenido éxito y el incipiente nú-
cleo industrial de Rionegro reproduce el patrón que ha carac-
terizado no sólo a Medellfn sino a toda la región antioqueña.
· Por el contrario en el Valle del Cauca no se repite el mismo
patrón de producción de Cali, puesto que en este caso se han
venido desarrollando centros menores que han diversifícado la
estructura económica regional. Desafortunadamente esta mayor
integración ·no parece suficiente para contener la severa: crisis
económica de Cali que se evidencia en el menor crecimiento de
sus ramas más importantes y · en las altas tasas de desempleo
que viene registrando en los últimos años.
La aparente pérdida de dinamismo de Ba:rranquilla, durante
la segunda mitad ·de los setenta, podría ·estar indicando sola·
mente profundas transformaciones estructurales, así que mien-
tras la reducción de la producción de bienes de consumo afecta
sensiblemente su tasa de crecimiento, la especializaci6h en la
producción de·' bienes intermedios, principalmente maderas y
süstancias químicas, apenas comienza a:mostrar algunos resul~
tactos. Por otra parte, las inversiones realizadas por el Estado
para la adecuación de su infraestructura física y especialmente
para el mejoramiento de su conexión con Bogotá y con el exte-
rior, parecería mostrar que el eje del desarrollo industrial co~
lombiano empezaría a localizarse entre estas dos ciudades. La
explotación del Cerrejón contribuiría no sólo a mejorar la posi-
ción exportadora de la Costa Atlántica:, sino tambien a crear la
base energética para un más acelerado e integrado desarrollo
industrial de este eje (ver Cuadro No. 11.13). Aún más el debili-
tamiento industrial de Cali y Medellín ha venido avanzando
tanto ·que sí no es contrarrestado con una decidida política es-
tatal, la desintegraCión del "triángulo de oro" séría irreversible.
A su vez la expansión industrial de Cartagena, ciudad alta-
mente especializada en la producción de bienes intermedios co-
rno los petroqufmicos, dependería aún más de su· estrecha in te~
gración con la industria barranqüillera y, natlJ:'r almehte, dé la
exportación de bienes manufacturados:
242
Los centros de Barrancabermeja, en Santander, y Nobsa ·Y
Duitama, en Boyacá, donde existe una alta especialización en
la producción de bienes intennedios y de capital; representan
casos típicos de ''catedrales en el desierto'' o enclaves industria-
les debido a la naturaleza misma de la producción y a la falta
de una adecuada infraestructura, de un amplio mercado y de
una verdadera política regional.
Al comienzo de los años setenta, algunos centros interme-
dios como ' Bucaramanga, Manizales y Pereira, especializados en
la producción de bienes de consumo , empezaron a diversificar-
se registrando en la producción de bienes intermedios y de ca-
pital tasas de crecimiento superiores a la nacional y a las regio-
nales.
En el caso de Manizales y Pereira, principales núcleos indus-
triales del Viejo Caldas, el determinante de dicha expansión pa-
rece ser más la nueva inyección de capital extranjero -ver p.
160- que la "inversión de la polarización'\ puesto que la in-
dustria local ha surgido sin una vinculación precisa con los de-
sarrollos agrícolas de la región, y puesto que su función ha sido
tradicionalmente la de abastecer con bienes de consumo no
duradero a una región que se ha urbanizado muylentamente y
cuya. base económica se asienta en la producción de café para
la exportación. La falta de efectos de arrastre "hacia abajo", es
decir procesamiento de los productos agrícolas locales, parece
explicarse primero con las peculiaridades del proceso de acu-
mulación de capital que ha conducido a la inversión de los ex-
cedentes por fuera de la región y, segundo', con el control del
procesamiento industrial del café por parte de firmas exttanje-
ras como lnpa del grupo Nestlé que controla alrededor del 85d/o
de la producción de café soluble.
En Bucaramanga, la reciente expansión industrial se relacio-
na tariÍ.biéri con la inversión extranjera aunque en este caso el
proceso de industrialización ha estado tradicionalmente más
vinculado al sector agrícola de Santander, dando lugar a una
estmctura económica regional mucho más integrada que la an-
terior. Dada también su especialización en la producción de
bien~s de consumo, la explotación del Cerrejón con el previsible
243
aumento de la demanda por dichos bienes podría constituirse
un gran estímulo para el crecimiento de estos centros.
Finalmente, uno de los efectos más importantes del proceso
de industrialización ha sido la penetración e integración de los
mercados rurales. De esta forma, la industria se ha venido trans-
formando en "la fuerza motriz básica" del desarrollo agrícola,
el cual, una vez consolidado, ha conllevado · a "una industriali-
zación de la agricultura misma" 272 . Sin embargo, este proceso
no ha sido uniforme y no ha afectado por igual a totlas las área o;;
rurales, al depender de sus condiciones internas, particularmen-
te las relativas a la distribución y tenencia de la tierra y al ma-
yor o menor grado en que han sido afectadas por los conflictos
sociales. De todas maneras, "el verdadero despegue de la gricul-
tura capitalista del país tomó lugar a partir de 1945 " 273 y has-
ta 1960 su expansión se basó en la ampliación del mercado in-
terno, pero a partir de 1967, el dinamismo de este sector ha
venido dependiendo siempre y cada vez más de las posibilida-
des de colocación del excedente en los mercados externos 274 .•
244
Cuadro No. 11.13
EXPORTACIONES POR DEPARTAMENTOS
1950 -" 1979 (promedios anuales en
Millones de US$ corr)
Antioquia
Valor FOB 98.5 85.1 166.7 214.6
PTN ·- 12.2 18.6 24.6 7.4
T.C. -1 ;6 7.0 32
Va1le
Válor fOB. 272 10.6 57.4 137.7
PTN 6.1 2.3 8.5 4 .7
·r.c. -9.9 18.4 11.6
-···
Atlántico
Valor FOB 2.3 6.3 23.6 100.2
PTN o.s- lA 3.5 - - 3.4
N
.¡::.· T.C 11.8 14.1 19.8
Vl
N
·.j:>.
0\
Continuación Cuadro No. II.J3
Norte de Santander
Valor FOB 31.1 45 .0 18.8 45.4
PTN .. 7 ~0 9.8 2.8 1.6
T.C. 4.2 -8.4 11.7
Viejo Caldas
Valor FOB 1455 214.6 237 .7 23.2
PTN 32.8 46.9 35.0 0.8
T.C . 4.4 1.0 -25.2
Resto ...
Valor FOB 87.0 635- 90.7 126'.7
PTN 19.6 13.9 13.4 4.3
T.C. 3.4 3.6 43
-&~;;:¡~{\~·;, ;·.<-~f-.~! f:"'\:.¿-~~ -: ~' :·;~-. ;~:~-- .·">~~:' ~:-L ' ;-:· ·_ ;:·-~:~ > ·;=;-; ~ ~. e;:~.-~:~:. J} :!~g:-¿{ :i ? ~ ;;:) ~ - \~~~·t{tj~~.~~i<lléf.~ ;_ ¿v~~~.~;i-~ ~>jo: <13~'- v ~:-¡t -¿_.·::;·;:>t;~'::~~{ :· -~~-~~:} ;\·/:¿ ~§~: - ~·:. :. . -·
n": ·'!' J · .... :_- :':>~:_.: :~;.. . -~ . ( .:·.;. ·-'fu. ,'-,./~ ;· WB ~
Continuación Cuadro No. II.13
Total Nacional
Valor FOB 443.7 457.4 677.7 2.9155 2
PTN 100.0 100.0 100.0 100.0
T.C. 0.3 4.0 20.0
N
~
como Medellín, contribuyó a reactivar dicho proceso, el cual,
dadas las dificultades para asimilar nuevos procesos tecnológi-
cos, mostraba claros signos de debilitamiento .
Esta sección empieza con una síntesis de la evolución de la
IE en Colombia, continúa con el estudio de las principales ca-
racterísticas de dicha inversión en el sector manufacturero así
como sus efectos sobre 'el proceso de desarrollo y, finalmente ,
analiza el papel que ella ha. jugado en la configuración de los
principales centros urbanos del país. -
Aunque el tema de la IE en el país cuenta actualmente con
varios trabajos muy serios e importantes en lo que respecta a
su comportamientq sectorial y al papel jugado en el proceso de
industrialización 275 , sin 1 embargo la función desempeñada por
la IE en la configuración de los centros urbanos no ha sido su-
ficientemente investi~ada.
275. Entre Jos trabajos ploneros se encuentran :' F. Rippy, Op. cit.; G. Kalmanoff
Empresas mixtas ... , Op. cit.; G. Poveda, Algunos aspectos de las inversiol'les privadas
extranjeras en Colombia, Andi, Medellín,junio 1970. I;:ntre los trabajos más'recien-
tes·están: J.I. Arango, Op. cit.; 1 y II; F. Lombard, Th e for eign investment screening
process in LDCs: case of Colombia 1967-1975 Ph. D . Tesis, Univei:sity of pennsyl-
vania, 1977; D: Chudnovsky, Empresas mu/tiñacionales y ganancias monopólicas
en una economía latinoamericana, Buenos Aires: Ed . Siglo XXI , ,1974; G ; Misas,
Empresas Multinacionales y Pacto Andino, Bogotá : Fines-Editorial Oveja' Negra ,
1983; Corchuelo y Misas, Internacionalización ... , Op . cit.; K. Matter, Inversiones
Extranjeras en la EconomúrColoníbiana, Medellín : Ediciones Hombre Nuevo, 1977 ;
H. M el o, Observaciones sobre el papel del capital extranjero. y sus relaciones con los
grupos locales de capital en Colombia, Bogotá : Mimeo, 1973; H. Melo e l. Yost, El
Financiamiento del Imperio: la Estrategiá Multinacional, Revista Universidad Nacio-
nal, No : 9, Bogotá, septiembre 1971. ·
248
Los enclaves. Hasta comienzos de la segunda guerra mUndial,
la lE "fue en cierto sentido marginal para la economía colom-
biana en general y las empresas norteamericanas se considera-
ban enclaves, que no afectaban la verdadera vida económica
del pafs" 277 . Como se desprende del análisis de algunos de los
productos primarios analizados en la primera parte y del Cua•
dro No. IL14, la lE se concentró en los sectores de minería,
petróleo y servicios públicos, generalmente vinculados a dichos
enclaves. Naturalmente este tipo de inversión creó una actitud
de rechazo que empezó a modificarse cuando, hacia finales de
los 20, la lE se-vinculó a la construcción de vías, especialmente
ferrocarriles, ·para conectar las regiones productoras de café
con los mercados externos.·~-
Diferente actitud ·generó la lE en el sector industrial pues se
esperaba que, al estar este tipo de inversión basado en "benefi-
cios recíprocos para el país anfitrión y para la compañía ex-
tranjera", pudiera realizar "una contribución ·ünportante para
desarrollar el espíritu empresarial en Colombia" 278 • De modo
que desde sus comienzos esta inversión contó con una gran re-
ceptividad tanto de los empresarios locales como de los gobier-
nos, tal como lo demuestra Lombard en su estudio.
Hasta comienzos del presente siglo la lE que llegó a Colom-
bia¡ provino de Europa, principalmente de Inglaterra 279 , pero
"la cuantía de tales inversiones fue- siempre muy reducida, aún
para su. tiempo" 280 . A partir de la primera guerra mundial la
afluencia de capital norteamerícano ·creció sustancialmente, a
una tasa del 11.6°/o anual entre 1914 y 1929' dirigié'ndose
fundamentalmente a la exploración y explotación de petróleo
278.Ibid., p. 33.
a
279. La primacía de la inversión inglesa obedecía en gran medida "las conce-
siones que nuestros gobiernos [le] dieron como contraprestación de los préstamos
que esá potencia hlzo '¡)ara fi.Íl.ahciat la guerra de independencia''; Gabdel Poveda,
AlgunoS..., Op, cd., p. 5. · ·
280.lbid. Según el autór, para 19l4 eran de lOmillones de libras (49 .l millones
de dólares) y representaban el1.5°/o de toda la inversión inglesa en América Latina.
249
(45.20/o), a la· minería y a los servicios (51.6°/o) (ver Cuadro
No. ·Il.l4) 281 •
. Hasta 1929 la inversión existente en el :sector industrial fue
mínima (2.40/o de un total deJE de $ 124 millones) 282 con-
centrándose en el ingenio de Sincerín y el Packing-House de
Coveñas. Este comportamiento de la IE se mantuvo hasta fina-
jles de la década de los treinta (ver Cuadro No. Il.l4) y sólo a
partir de allí comenzó a presentarse un cambio significativo en
su distribución sectorial. ·
Las corporaciones transnacionales y la industria manufactu"
rera. Hasta los comienzos de la Segunda Guerra Mundial, la
industria manufacturera colombiana se había desarrollado fun-
damentalmente con ahorro interno, aunque el capital extran-
jero ya había comenzado a penetrar e.n algunos renglones im-
portantes como maquinaria eléctrica , sustancias y productos
químicos y papeL Sin embargo la industria seguía siendo el
sector menos preferido por los inversionistas.
Para este período .los Estados Unidos ya se habían consoli-
dado como el principal país inversionista en América Latina;
aunque Colombia no se encontraba entre los países preferidos
como era el caso de México, Brasil, Argentina y; en menor pro.
porción, Chile, Perú y Cuba. Así qu~ la participación de Co-
lombia en el total de la inversión norteamericana en América
Latina nunca ha alcanzado más del 5°/o (ver CuadroNo.. ll.l5).
El caso colombiano difiere del patrón latinoamericano pues
el petróleo continuó siendo el primer renglón de la distribuc
ción de la inversión norteamericana, aunque la participación de
la industria comenzó a incrementarse considerablemente a par•
tir de los años 40 (del 0.9°/oen 1940 pasó al6.3°/o en 1946),
llegando a constituir el segundo renglón y desplazando a los de
servicios y comercio (ver Cuadros Nos. 11.14 y II.l6).
2,50
Este aumento de la inversión norteamericana se acentuó pri-
mero con la política de sustitución de importaciones que se
implantó hacia comienzos de los años cincuenta, pues "en la
medida en que el gobierno aplicó exactamente la misma políti-
ca de protección al mercado local para los productores nacio-
nales y foráneos, las firmas extranjeras encontraron redituable
invertir para reemplazar por la producción local la importación
de bienes terminados" 283 ; y, segundo, con "el deseo de las fir-
mas internacionales de diversificar las ganancias sobre una base
geográfica más amplia y de maximizar el crecimiento de sus
ventas" 284 .
Las facilidades en cuanto a la obtención de materia prima y
disponibilidad de mano de obra así como lá existencia de un
mercado antes. abastecido por las exportaciones europeas favo-
recieron la penetración inicial de la lE en la industria manufac-
turera en renglones como la química y los alimentos 285 (ver
Cuadro No. II.l7). En la década de los cuarenta la lE penetró
nuevos sectores tales como textiles, papel,caucho, y minerales
no metálicos; y en los años cincuenta se dirigió a fortalecer la
inversión prpviamente realizada. A medida que se iba creando
un amplio mercado para cierto tipo de insumos que se venían
importando y a la vez. que la situación de la balanza de pagos
se agravaba, se hizo más rentable la producción local de ciertos
bienes como papel, caucho, derivados del petróleo, etc. Es así
como a partir de 1956 se aceleró el ingreso de corporaciones
transnacionales y ya en 'los sesenta Ú1 lE estaba presente en ~asi
todas las ramas industriales y especialmente en
renglones claves
para la producción de bienes intermedios y de capital.
De esta forma la inversión extranjera directa (IED) en la in-
dustria manufacturera se había convertido en un elemento fun-
damental en el proceso de sustitución de' importaciones, provo-
251
('.)
~-
Fuente: Elaborado con base en Gabriel Povéda ,Algunos .... Op . cit., Cuadró No. 1.3,p. 17.
~:j11~~~~-~:-·;.i_é~·-::: -·.-'J ·;~·: ·:·;.:~-, - -_.-,_::--.--:"· · --~ .. -":---: , .• _ ....·;_:. t-.-·-_::_~·:::(.::_: -~~--~ -~-:_. . ... :- -· :-~~ -·.·.- ·. .-. . _,_
·)Si
Cuadro No. 11.15
INVERSIONES DE LOS E.E.U.U. EN AMERICA LATINA Y COLOMBIA
1897-1970
(millones de $)
l. Los datos de 1968 y 1970 de América Latina fueron tomados de J. Arango Op.
cit., I, p. 123.
2. Los datos de Colombia para los mismos años se tomaron de F. Lombard Op.
cit., p. 42.
253
N
Vl
.¡::;.
Total (en mil de US$ córr) 1.275.8 3.462.0 2.696.0 4.445.0 13.027 .0 14.683.0
288. Según un informe realizado por el BIRF en 1955 (S. Pizer y F. Cutler,Jn-
versiones Norteamericanas en la Economta de la América Latina, referenciado por
Poveda, Algunos... , Op. cit., p. 19), las compañías norteamericanas que realizaban
operaciones en Colombia exportaban tan sólo un 18.1 °/o del total de sus ventas y
estaban casi exclusivamente dedicadas a la producción para el mercado interno.
255
divisas, las operaciones de las transnacionales y la frecuente
falta de control del Estado limitaban la disponibilidad de aque-
llas para la industria local, la cual tenía que reducir las impor-
taciones de los insumos necesarios para su desarrollo. ·En este
sentido la mayor libertad del capital extranjero hizo la coope~
ración con él muy atractiva para muchos empresarios colom-
bianos, lo que explica la escasa resistencia que estos opusieron
a la penetración de. la IED. Pero, la forma como tuvo lugar el
proceso de ..industrialización' en los centros principales "contri~
buyó a moldear. diferentes actitudes de la burguesía de Antia-
quía, que se caracterizó por unadara conciencia de sus intere-
ses y por su ·actitud ,de ·crft.ica. frente al capital extranjero" 290 .
En contraste con . ella se .destaca la gran receptividad con que
contó desde sus comienzos .Ja inversión extranjera por parte d~
los empresarios caleños y bo'gotanos. Diferencias que han ido'
desapareciendo conw se desprende de la actual distribución re-'
gional de la IED en el Cuadro No. 11.19.
· ; También el Estado tuvo generalmente una actitud bastaúte
rec,eptiva hacia ésta, tanto que fue sólo en 1967 cuando se ex"
pidió un estatuto cambiario menos liberal para enfrentar la:
dramática crisis eri la balanza de pagos que se venía acumulan-
do desde varios años atrás. Que la historia de la lEO en Colom-
bia haya sido la de la debilidad del Estado y de su incapacidad -
para regularla, lo expresa claramente Gabriel Poveda al afirmaP
que el-"gpbierno colombiano nunca ha estudiado en forma .cui-
dadosa y a fondo .este aspecto de nuestra ecónom ía, ni ha te ni,
do políticas estables •sobre ello. Su conducta alrespecto ha OS"
cilado caprichosamente entre la indiferencia, la complacencia
exagerada, los reclamos airados y pasajeros, el desentendimien-
to y la denuncia. Ni siquiera hay estadfsticas adecuadas sobre
el tema , aunque hoy hay una precalificación sobreestos capi-
tales y un control cam biario sobre sus operaciones financieras
en el ex terior" 291 ,
291. Gabriel •Po veda, Algunos.. . , Op. cit., p: 99 , Aunque este trabajo fue realiza-
do en 1970 y no podía tener en cuenta las modificaciones introducidas al tratamien-·
256
Aparte de esto, la entrada de la IED en Colombia tuvo lugar
al amparo del modelo de sustitución de importaciones. De esta
manera, la penetración de capital extranjero en el sector de
bienes de consumo además de estar vinculada a la existencia de
matetias primas, se beneficiÓ con todas las ventajas de la políti-
ca proteccionista de este período. Así que, las compañías trans-
nacionales se localizaron preferencialmente "en la producción
de bienes intermedios donde las barreras a la entrada son más
fuertes y /o en la producción de bienes de consumo donde gas-
tos elevados en investigación y desarrollo son necesarios para la
introducción de nuevos productos~~ 292 . En consecuencia, lapo-
lítica de sustitución de importaciones facilitó en gran medida
el proceso de penetración de la IED en el país.
La IED en América Latih,a y.en Colombia:· una comparación.
No obstante la diferencia mencionada antes, la IED en la eco-
nomía colOmbiana se ha comportado de manera bastante simi-
lar a la adoptada en el resto del mundo y ):Jart<icularí:nente en
América Latina. En Colombia su comportamiento puede resu-
mirse como sigue.
Existe preferencia de la IED a localizarse en los sectores de
mayor desarrollo relativo, en los cuales es posible tener grandes
escalas de producción y rápidas tasas de crecimiento. La inver-
sión en petróleo ha continuado siendo la más importante aun-
que ha tendido a disminuir, como en otras partes de América
La tina. También tendencias a la baja se han 'manifestado en los
sectores de los servicios públicos, la minería y la agricultura.
Por lo tanto, han sido los sectores manufactureros y de comercio
los que han aumentado sensiblemente tal p¡1rticipación (ver
Cuadros Nos. IL14 y 11.16). Dentro del sector manufacturero
257
N
Vl
00
r
Maderas - - - ·- - 28 ;6 · - -- -· .2 .050
Papel y derivados 558.8 15.304.5 - 19276.5 356.8 1 .991.5} -- 18.944
Editorial - - - 645.4 147 2 106 .8 . ·.
.Química 5.195.2 3.5 61.0 17.092.4 3.950 ,6 24.850.9 -·
'Labora torios. 2.280.7 440.3 4.723.0 13 .166.5 5 97 3.7 4 .0UB
3.4942 . 81 626
Caucho.' - 18 .6i8 2 1i.490.1 - .. - 1299.6 . .
Derivados del petróleo - - - 7 263.9 3.627 .1 7 906.5
Minerales no metálicos 1.141.9 _, 5 .057 .7 - ---' 1.857.9 2 248.5 10.553
Metálica básica - - - e·
- -. 12.021
23319}
-'
Productos metálicos ~
854.1 - - 6.6522 - 9.1572
Maquinaria no eléctrica
4
- - 418.7- - .o
59 58.865
Maquinaria eléctrica J2.627 .4 5042.3.8 - ;: 6.098.3 4.603.6 2.714.5 .
Material de transporte - - - - 352
Diversas - - 2.938.5 13.020.8 ·- 655.6 2.846
Fuente_: 1917- 1970 : DANE,Inversibn ... , Op. cit., ps. 70, 71 y 179 .
. 1971 - 1977 : M. Pérez. Efectos de la decisión 24 en Colombia: 1970-1977, Revista Planeación y Desarrollo, VoL
· XII, No.l, enero-abri11980, ps. 9 y 10.
N
(J¡
\0
colombiano la IED se ha dirigido hacia aquellos renglones r'nás
dinámicos, como la química y la metalmecánica, con un exten-
so mercado local con po~1bilidades de exportación, como los
alimentos y lós textiles. En términos espaciales, la IED tam-
bién buscó ubicarse en las regiones de mayor desarrollo, salvo
los casos que requerían recursos concentrados en cierta·s áreas,
como en el del petróleo, la madera, el cemento, o los casos cu-
ya localización fue dictada por el Estado. Preferencialrriente la
IED se ha establecido en Bogota y Cali, principalmente en. las
ramas de bienes intermedios; en segunda insta:Qcia en Medellín
en la de los textiles; y por último, en Bar¡:anquilla y Cartagena
en la petroquímica ..
En Colombia, así como en América Latina, después de la
Primera Guerra MundiallosE.E.U. U. desplazaron definitívanien-
te a los países europeos, y particulahnente al 'Reino Unido, co-
mo principales inversionistas (ver Cuadro No. It'20). Sin em-
bargo durante el período 1967-70 la participación de losE.E.U.
r, U. en Colombia empezó a disminuirsignificativamente pasando
de 71 °/o al 57°/o, a la vez que aunientó ligeramente la de Euro-
pa de 15 .50/o a 16.5°/o), la .de los "paraísos fiscales" (de 11.60/o
a 11.8°/o) y, fuertemente, la del resto del mundo (de 230/o a
14.70/o) 293 . Estas tendencias se h~mvenido pronunciando más
hacia 1977, cuando la participación de los países europeos ha
llegado al 22.4°/o~ 94 • ·· ~ ·. i
A pesar de las prerrogativas otorgadasal inversionista forá-
neo, Colombia no ha sido· particu1armente pq!ferido por ellos,
tanto en que entre 1960y 1969 ap~(_)rb'ió sóloel4.2°/o 'd elto-
tal de la IED en América Latina CVS$ 17.93 5 millones) 295 . ~ De
1957 a 1971 el porcentaje .de la IED norteamericana en Co- . ·
294. Banco de la República, Oficina de cambios. Es difícil saber hasta qué pup-
to las empresas europeas inversiqnistas S9n realmente filiales de, casas europeas ó 'si
lo son de compañías norteamericanas. ·
260
;
1974 (porcentajes)
l. Cada "región" incluye varias cü¡dades y depártamentos: Cundinainarca incluye Bo.gotá, Boyacá, Meta y Tolima; Antioquia in-
cluye Medellín, Chocó y Córdoba; Valle incluye Cali, Cauca y Nariño; Atlántico incluye Barranquilla, Cartagena, Bolívar, Su-
ere, Guajira, Magdalena y Cesar;Viejo Caldas incluye Manizales y Pereira; los Santanderes incluyen Bucaramanga. ·
2. J .Arango, Op. cit., n;-p. 111, llega a un total de 52 .6°/o, incluyendo 13 filiales !llás a las de la muestra.
. .-~
'
~
lombia había bajado ·ligeramente pasando de 0.9 a 0.6 de la
inversión total de este país y de 4.8 a 4.3 de la relativa a Amé-
rica .La tina.
Por otra parte, y de acuerdo con Chudnovsky ,'tanto en Co-
lombia como en América Latina, "la aciquisición de empresas
ha sido un método de ingreso bastante frecuente especialmente
entre las empresas de propiedad norteamericana" 296 • Sin em-
bargo, en los nuevos renglones de algunas ramas de bienes in-
termedios y de consumo duradero, la participación y el control
por parte de empresas transnacionales fue altamente signifi-
cativo, Además ha existido un marcado "interés de los inver-
sionistas extranjeros en ubicarse preferentemert'te, en 'empresas
totalmente control~das por ellos" 297 • De las 421 empresas es-
tudiadas por J. Arahgo, más del 70°/o de SU . valor agregado co-
rrespondía a· empresas controladas en más de IJn 50°/o por
inversionistas extranjeros, a la vez que conúnt'raban alrededor
del 60°/b ciel 'empleo!industrial generado pór las empresas con
IED . Sectbrialmente, .las 'ramas con más alta p,articipación del
capital ~xtranjero eran productos químicos, caucho, ma:quinac
ria eléctfiea y :no eléctrica, representando en conjunto el46.90/o
de empresas controladas en más de un 500/o por dicho capitaP 98 •
298. J. Arango, Op ..cit., Cuadfos No;. 6 y 4, .ps~ 164 y 185. Esta muestra es bas-
tante 'representativa pues los 421 estableciiniynto~ generaban el 95?/o del valor agre-
gado total de los establecimientos ·con IED en Coíombia . •
262
Cuadro No. 11.19
TOTAL IED SEGUN CENTROS URBANOS 1
1969-1978 (porcentajes)
Centro 1969 1970 l971 1972 1_9 73 1974 1975 Í976 1977 1978
Bogotá 46.9 "l22 68:4 73.2 73.9 74.3 728 822 44.0 26.3
Medellín . 24.0 15.7 17.7 10.8 17.1 15.7 12.7 42 - 55 A
Cali 25.7 2.0 8.6 9.2 "6.0 0.8 10.8 4.3 40.9 18.3
Subtotal -· 96.7 89.9 . 94.7 . 932 97.1 90.8 . 96.3 90.6 84.9 100:0
Total (en mill. de US$) 37.4 10.7. 13.0 19.6 9.8 22.6 19.0 16.9 11.5 5.4
..
l . La información:se refiere a Já. fecha de ejeéución y no a ]a· de. registro de la IED .
. .
Fuente: DNP_cQNU,Evaluación de la Norma sobre Localización de la Inversion Extranjera en el Sector Manufac,turero Nacio-
N na/, Bogota, H.. Garzón & Asocl.ados, octubre 1979, Anexo EStadístico, Cuadro No .10.
0\
w
en Bogotá, Cal i y Medell ín, ciudad es que ya habían desarrolla-
do una cierta infraestructura indus trial y· constituían el gn1eso
del mercado n~cional 299 . .
La I ED ,entró a diversificar la producción tex'tiléra, introdu-
ciendo la de fjbras sintébcas, pero las' firmas más importan tes
no se loca~izar'o n en Medellfn, el principal centro textilero de
tien1po atrás, probablemente en razón de la :fu erte resistencia
que en ese entonces existió por parte de los empresarios antio-
queños hacia la IED, y se localizaron en Cali (Celanese) y B a~
rranquilla Ond.urayón) en ~as cuales, a9emás, la importación de
in ~u mos rf:isultaba mas barata : Sin em]Jargo; en Mecl eJI (n logró
una participación minoritaria en l~s firmas de Satex co, Pantex ,
Berkshire Knitting Milis de Colom bia y T ejicónd oi . Además,
Hilos Cadena en Pereira constituyó el único caso en que una
firma extrarijera se localizó por fuera de Jos tres.centros princi-
pal es.
Así que; hasta ·J955 las firmas extranjeras se localizaron pre-
fe.rencia~m ~nte, en Bogotá y Cali, en las ramas de bienes inter-
medios ·')! d e bienes de consu.mo duradero. ,En Cah la IED se··si~
luó principalmente en las ramas de'caucho (Unir9yal Cróydol)),
papel (Cartón de Colombia y Pulpapel), sustanci.as y 'p roductos
fa nno-qu íl)1icos (Hoech st, leo, Sh erwin Willianis, C9lgate-Pal-
molive); Y., en segunda op-ción , en las ·ct~ apara~os eléct ricos
(})hilips y Sharp) y de minerales no.metálicos (E t~ rnit Pacífico).
En Bogot<i l os ·renglones de mayor interés resultaron ser los de
Slistáncias y productos qu íritico·s (Iciollan tas, Goodyea~, Ab bott,
Sidney ·Ross) , aparatos eléctricos (lcasa, Induacero) y, en me-
nor ·m'e dida, los minerales no metálicos (Eternit Colombiana).
Para com ienzos de la década· de lo.s sesenta, la IED se encon-
tra.ba presente :en casi todas las ramas industriales y en los prin-·
dpales centros del país. Sin em bargo conservaba el mismo pa-
tró'n . de localiZación sectorial y r+giohal que habfa 1mostrado
desde sus :comienzos, aunque con mayor d iversi fic~c ión. Fue
en .este per-fodo cuando se fundó e\ mayor número d ~ empresas.
con 'capital ex'tranjero, especialmente · en las ramas de su stan-
264
Cuadro No. 11.20
DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA lE EN AMER~CA LATINA
Y COLOMBIA SEGUN PAIS DE ORIGEN
1914 ...,-1967 '
Fuent~: J. Arango, Op. cit., l. Cuadros Nos. 2, p. 116; No. 9, p. 125 y No. 4
p .l 42 .
265
do en gran parte a la carencia de información y a la absoluta
libertad de movimiento de la que ha goiado dicha inversión , es
posible señalar el importante papel que· jugó en la configu ra-
ción de la estructura industrial en casi todos los principales
centros urbanos del país. Además, no hay duda que la IED
entró a determinar las líneas 'de diversificación de la produc-
ción y las ramas en las cuales han tendido a especializarse cada
uno de estos centros, salvo el caso de Medell.ín. En este, sí bien
la participación de la IED en la producción de textiles ha si-
do bastan te notable, no pudo modificar la vocación industrial
de Medellín, tanto, que la limitada d iversificación que la TED
ha logrado introduc ir ha tenido que ajustarse también al patrón
tradicional de la industria antioqueña. Durante los setenta ; la
IED ha empezado a interesarse en la industria de Pereira, Mani-
zales y Bucaramanga, particularmente en la producción de rmi-
quinaria y equipo en estas dos últimas y de textil ~s y P?Pel en
el caso de PÚeira. Este hecho muy probablemente expllca, co-
mo ya se mencionó, el reciente auge industrial de dichos cen-
tros. ·
En tenninos de la participación en el valor agregado indus-
trial de cada región la IED aportó sólo un 34.70/o en Bogotá,
porcentaje relativamente• bajo teniendo . en ctie"nta que es en
esta ciudad donde s~ concentraba el m ayor volumen de IED,
mientras que en las demá s ciudades donde dicha inversíón eia
menor el aporte fue de 58.8°/o en Cali, ~3 .SO/o ·en Barranquilla·,
40.40/ó en Pereira, 58.6°/o en Cartagena y 39°/o en Medellín
en 1973 (ver Cuadros Nos. ll.22 y 11.23).
También según otros indicadores (ver Cüadro No. 11.23 ), las
empresas con capital extranjero localizadas en Bogótá, Maniza!
les y Bucaramanga estaban por debajo del ·promedio nacional
en cuanto a productividad y salarios por trábajador, valor agre-
gado y tamaño promedio por p lantas. Las firmas ubicadas en
Cali, Barra nquilla y Cartagena, por el contrario estaban por en-
cirila de los promedios nacionales. La baj·a produ~tiviciad ·qüe
registraba Medellín· podría resu ltar del menor aporte de la IEÚ
al producto industrial de esta región. .,
La localización de la IED puede explicarse primero por la
existencia de una fu erza de trabajo entrenada y de una cierta
266
Cuadro No. Il.21
IED SEGUN CENTROS URBANOS Y SECTORES INDUSfRIALES
1971 -1978
(porcentajes) (porcentajes)
31. Alimentos 2 .7 Í9.2 93.2 30.4 6.9 21.1 88.1 85.5 22 202 ~ 1.6
12.
33.
Textiles
Madera ,
6.2
L1
10.6
2.7
- 7.7
0.1
7$
0 .6
11.8
0.9
-09 0.4
1.0
61.1
0 .1
48.8 -
0.7 -
55.1
2.3
34. Papel 3.1 6.3 32 LS 30 .7 17.1 - 0.6 6.4 3.9 83.6 2.8
35 . Sustanc . químicas 33.3 18.2 - 21.0 33.0 27 2 8.3 3.2 14.4 9.4 16.4 5.7
36. Minerales no metálicos s~o 4.0 3.6 3U) 1.4 4.2 - l.O 8.6 4.8 - 305
37 . Metálicas básicas -3,0 1.0 - 1.3 42 3.7 - 3.3 0.3 2.2 - 0 .9
38. Maquinaria y equipo 43.1 26.2 - 59 15.1 12.8 2.7 5.1 69 8.7
39. Industrias diversas 2.5 1.8 - Q;l 0.3 1.1 - - - 1-.2 - 1.2
Total (mili $.corr) 1094.1 6360.6 40.5 1079.5 573.0 3836.4 144.1 1256.6 413.6 5989.5 29.9 259.7
Participac. en total
industria 34.8 25.3 1.3 4.3 18.2 15.2 4.6 5.0 13.2 23.8 09 1.0
VA regional muestra
-;- V A TOTAL muestra ( 0 /o) 21.3 4 .3 219 3.6 23.4 5.4
Continuación Cuadro No. II.22
Resto de
Rama Barranq uilla Carta!l!na Pereira Manizales Bucaramanga Santander TotalPaís
IED VA lED VA IED VA liD VA IED VA IED VA lED VA
31. Alimentos 5.1 33.3 1.0 14.5 17.1 35.7 13.4 40.6 - 68.1 - 5.1 9.0 31.1
32 . Textiles 20.3 17.3 1.3 46.6 48.7 21.5 22.1 - 12,1 - 0.6 14.5 20.1
33. Madera 6.4 5.8 1.1 - 1.1 - 12 - 1.4 - 02 1.6 1.9
34. Papel * 3.3 1.4 36 .3 6.7 0 .9 3.9 - 2.0 - 02 8.5 . 5.8
35. Sustanc. químicas 589 10.9 99.0 7213- - 2.0 - 10.9 - 1.1 702 8913 38.0 17.4
36. Minerales no metálicos 3.1 9.1 1.0 ·- 1.2 28.-4 5.9 - 4.5
-
- 0.8 4.3 5.8
37 . Metálicas básicas 1.1 3.0 - - - - - - - 2.0 3.5
38 . Maquinaria y equipo 5.0 14.4 7.8 - 3.5 33.2 14.9 100.0 10.3 29.8 32 21.1 13.2
39. Industrias diversas. 0 .1 2 .9 - 0.1 0.1 2.7 0.5 0.4 - 1.0 1.1
Total (rnill $ corr)- 298.1 1804.0 282.6 776.6 59.0 500.8 44.8 441.7 7.5 601.2 6.3 525.7 3142.2 25166.3
Particip. en total
industria 9.5 72 9.0 3.1 19 2\.0 1.4 1.8 02 2.4 02 2.1 100.0 100.0
V A regional muestra
+ V A total muestra (0 /o) 8.3 5.9 2.2 0.9 0.3 02 100.0
Fuente: Con base en J. Arango, Op. cit:, I, Cuadro No. 1, ps. 155 y 219; y DANE,Encuesta Anual Manufacturera, 19iO.
N
0\
\0
N
.....¡
Cuadro No. 11.23
o CARACfERISTICAS PRINCIPALES DE LA IED INDUSTRIAL SEGUN REGIONES
1973
VA = Vator Agregado
Fuente: Con base en la muestra de 421 estableci mientos con IEDelaborada por J. Ara ngo ,Op. ci t., I, Cuadro No.22,p.223.
Pt@A~kfi\·~¡tp';,<.;~J: :.~.í:..r;,;; L~fH.z;; :;¡,;..sú ><~ . L éi:t . ·w>:.;; . .G;:LJ:¿l:;,L a ·.: "\ '. -· ** ,c,,e+ ·' .: 'íritO-w== -. ... · a· ...• - .- e ,,.~ . ··: w,;,
base industrial, como lo, comprueba su predilección por la ra-
ma textil en un centro de vieja tradición como Medellín, y por
las de bienes intermedios y de consumo duradero en Bogotá.
Un segundo factor se refiere a las facilidades de conexión con
los mercados externos, tanto para la importación de insumas
como ·para la exportación de bienes. finales. Este parece haber
sido el caso de Cali, el cual ya había logrado un gran desarrollo
comercial y estaba bastante bien conectado con Buenaventu-
ra301. Este factor también parece haber sido importante en el
caso de Barranquilla, al menos en un comienzo y para ciertas
industrias como los textiles y la madera. Más recientemente su
conexión con Cartagena, ciudad en la cual se sitúa el principal
complejo petroquímico del país, ha facilitado la especializa-
ción de Barranquilla en la producción de bienes intermedios.
En ambos casos la vinculación con dos mercados internaciona-
les junto con la disponibilídad de ciertos recursos naturales, ha
sido fundamental.
Entre los factores que efectivamente han influido sobre la
localización de la IED en los centros menores de Pereira, Mani-
zales y Bucaramanga, se destaca. la e;~S:istencia de un amplio mer-
cado local y de una infraestructura básica.
. Por último, queda el .factor ·político, es decir la influencia
del Estado para la localización de la IED , Sin embargo, el Esta-
do colombiano rara vez ha intervenido en este proceso salvo en
los casos de Forjas de Colombia en Bucaratnanga y de Sofasac
Renault en Duitama.
La IED y las exportaciones manufactureras regionales. Si es
difícil conocer la evolución de las exportaciones manufacture-
ras a nivel regional aún más lo es la contribución de la IED. De
acuerdo con Poveda, y tal como se señalaba anteriormente, en
un principio las empresas con ,capital extranjero exportaban
muy poco dedicándose en lo fundamental a abastecer el merca~
271
do interno. Pero en la década de los años sesenta las exporta-
ciones manufactureras del país comenzaron a crecer y en los
aflos setenta .han registrado la mayor tasa de crecimiento. In-
formación a nivel regional sólo existe para estos últimos ailos.
De acuerdo con el Cuadro No. II .18 las ramas de mayor pare
ticipación en el total de las exportaciones de la IED han sido
en su orden, textiles (34.4°/o), sustancias químicas (20.40/o) ..
alimentos ( 14.40/o) y maquinaria y equipo (13 .20/o). En An-
tioquia, donde se concentra la IED en textiles, el 73°/o de la
exportación de éstos ha sido realizada por la misma IED en
1974. Pero mientras que en Antioquia la IED ha contribuido
con un .61 °/o a las exportaciones manufactureras de su región
en Cundinamarca, donde se concentra dicha inversión. tal par-
ticipación ha sido sólo del4SO/o.
La segunda región exportadora ha sido el Valle, principal-
mente con las ramas de alimentos, ·es decir de azúcar refinado,
y la de sustancias y productos químicos. Las empresas extran~
jeras han sido las responsables de un 3 5°/o de las exportacio-
nes de esta ·región con participaciones de 78°/o a 99°/o en los
renglones de sustancias químicas, minerales no metálicos, me-
tálica básica y maquinaria y equipo, confirmando así el interés
que tiene la lE en las ramas ·donde existe una mayor ventaja
comparativa a nivel regional.
El Atlántico se encuentra en tercer lugar; exportando prin-
cipalmente sustancias y productos químicos, área líder en la
región, y minerales metálicos, particularmente cemento. Las
firmas extranjeras participan activamente, con un 420/o , en el
total de exportaciones de laTegión.
En la región cafetera del Viejo Caldas, las principales expor-
taciones han sido de alimentos, básicamente café trillado ·y, en
mucha menor proporción, maquinaria y equipo. Pero en gene-
ral es una zona · donde la exportación de bienes 'manufactura-
dos no ha llegado a ser importante, representando sólo el 70/o
de éstas. Igual cosa ha sucedido con los San tanderes, que prác-
ticamente sólo han exportado un 0.3°/o del total nacional.
Finalmente, en Cundinamarca, donde se ha localizado la ma-
yor proporción de la IED (ver Cuadro No . II .19), las principa-
les firmas exportadoras se encuentran en las ramas de' rnaqui-
272
naria y equipo y sustancias y productos químicos, que· son
exactamente los renglones donde se ha concentrado la IED y
los que prácticamente sostienen las exportaciones de estos ren-
glones. Pero la región ha contribuido sólo con un 15°/o a las
exportaciones manufactureras nacionales, demostrando la ím-
portancia que ella tiene para el mercado interno y el papel cru-
cial que juega en el proceso de integración de la economía na-
cional.
Concluyendo, la ramas manufactureras más importantes a
nivel regional han sido a la vez las que más han contribuido a la
actividad exportadora y las de mayor ~atracción para el capital
extranjero.
273
ción y al control sobre la inversión extranjera. Además, se ana-
lizan principalmente los efectos de esta política sobre el patrón
de localización espacial y sobre los diferentes procesos de in-
dustrialización de cada centro. ··
· La periodización utilizada obedece a dos criterios fundamen-
tales: el ··primero de ellos se relaciona con la acción, deliberada
o no, del Estado en la conducció n del proceso de industrializa-
ción y, el segundo, se refiere al grado de intervención del Esta-
do en el proceso de desarrollo regional.
· 1) El primero de estos períodos abarca hasta comienzos de
los 50, durante él no hubo una acción deliberada por parte del
Estado para promover el desarrollo industrial y éste fue más el
resultado de factores intrfnsecos al propio proceso, destacán-
dose entre ellos la gran expansión del mercado interno. En
consecuencia, la estructura industrial regional se configuró
obedeciendo a las condiciones propias de cada centro, como se
analizó en los capítulos anteriores. ,
2) Es sólo a partir de 1950, con la expedición de una nueva
reforma arancelaria 30,3 , cuando se instauró en el país una deli- ·
berada política proteccionista que, si bien tenfa como su obje-
tivo regu·Jar ll\s· recurrentes crisis cambiarías, produjo además
efectos· importantes sobre el · proceso industrial , al elevar las
tarifas arancelarias y ·discriminar a favor de los bienes de con-
·sumo industrial. Pero al mismo tiempo esta política ac~ntuaba
el patrón espacial de. desarrollo industrial, pues implicaba, de
una parte, la protección de las industrias previamente estableci-
das y, de otra, la promoción del desarrollo de nuevas, las cuales
por ·sus características propias, tend ían. a reforzar dicho patrón.
3) En 1967 se produjo un cambio sustancial tanto en lo ·que
toca a··ta política cambiaría y comercial como en lo relativo a
la política ind\.lstrial ·propiamente dicha y al patrón de locali-
zación industrial. En primer lugar Sé buscó poner freno a.Jas
continuas crisis cambiarías que afectaban seriamente el desa-
303. En 1905 y en 1931 se habfan establecido aranceles con carácter más fiscal
que proteccionista.
274
rrollo industrial; en segundo lugar se dio· inicio a una aativa po-
lítica de fomento a nuevas exportaciones de productos prima-
rios; en tercer lugar, se estatuyó por primera vez un régimen de
tratamiento a l<i lE concentrada en el sector manufacturero; y
en cuarto lugar, se inició una descentralización' industrial que
implicaba una reorientación en el patrón de concentración es-
pacial. ·
4) Para la administración que se inició en 1974 con A. Ló~
pez Michelsen, ·el modelo de sustitución de importaciones (SI)
resultaba "descontinuado'' e :irieficierite y, por lo tanto, tenía
que.ser reemplazado por un .. esquema neoliberal que"nos per-
mite desarrollamos de adentro hacia afuera'-' 304 , es decir por
uno basado en . una estrategia de promoción y desarrollo del
sector exportador y de descentralización industrial . ·: ' ·.
. ·.··. .· . .
304. Alfonso L6pez M. El Plan para Cerrar la Brecha como nu'evo rhodelo·de de-
sarrollo. Testimonio Final-Mensaje al Congreso Nacional. Bogotá, Congreso Nacio-
nal,1978, Vol. 1, p.195. · ·
275
.. En los treinta se expidió la " Ley Orgánica de Socied ades
Anónimas'' la cual, al institucionalizar esta forma de asocia-
ció n, pennitió "acopiar los cuantiosos recursos financieros re-
queridos para industrializar el pafs en momentos en que.at'ín se
hacían sentir los efectos de la gran depresión y cuando el nú-
mero de ah_orradotes era extremadamente pequei'lo"306 • Ade-
más, el gobierno de aquel entonces dictó drásticas medidas pa-
ra sortear la crisis cambiaria que afectaba particularmente a la
naciente industria al restringir las divisas para .la compra de in-
sumos y al .Ieducir )a competitividad de los bienes de consumo
locales, dados los menores precios relativos de lqs importados.
Se produjo entonces un aumento de los ·aranceles, se impu sie-
ron controles de cambio a las importaciones y se devaluó fuer-
tem ente. Pero de hecho, los aranceles que afectaban los pro-
ductos nort eamericanos se redu cian a la mitad debido al ti-atado
comercial d e 1922, dtmunciado sólo en 1948, que "retardó la
aparición de industrias fabricantes de maquinaria y equipo en
Colombia"307 • Además, con la reforma constitucio n¡li de i 936
se estableció la función interventora del Estado en la actividad ·
~.o nómica pero · dicha función no se hizo efectiva· sin"o varios
arios después, igual aconteció éon el Insútuto d~ Fomen'to In-
dustrial '(IFI); creádo 'e n i 941, para promover nu~V~s renglo-
nes itidustriales de alto riesgo para los empresarios phvados308 .
Pu esto. qu e esta§ fueron la·s pr incipales acc;:i.óne's tomadas por
el Estado para intervenir en el proceso económiCo, no es difícil
cÓncl~iJ.: q'ile, du.~;anté este período, ellas no impulsaron verda-
ciéram'enté el p ro2e.so de indust rialización. En consecuencia, éS-
t~ uitimci se fue· dando de acuerdo a la progresiva ampliación
del me~cado inte~no, se financió fundameritahnente qon ano-
.•
306. lbid., PP. 63-64.
307. !bid., p. 93. La tasa de cambio pasó de USS 1.05 en 1931 a $1.78 en 1935,
según datos de .Gabriel Poveda, El Comercio ..., Qp .. i::it., p. 58.
,.
308. Se trataba de industrias básicas de hierro y acero, refmados y derivados del
~tróleo, álcalis y fertilizantes, ensamblaje automotriz, algunos productos metalme-
dnicos y llantas. .· ,
276
rro locaP 09 ·y s.e concentró principalmente en cuatro centros,
con un reducido y secundario papel del Estado.
PoUtica arancelaria y sus efectos sobre el proceso de indus-
trialización. La reforma arancelaria de 19 50 .tuvo una clara
orientación proteccionista al elevar mucho más el arancel pro-
medio para los bienes de consumo final y para algunos inter-
medios, considerados como básicos, que el de los .bienes de ca-
pital y de los demás bienes intermedios, incrementando así la
dispersión entre unas y otras tarifas (ver C4adro No. 11.24A).
El manejo arancelario se complementó con un control selecti-
vo de las importaciones, la ampliación d~. las listas de prohibida
importación, el establecimiento de los depósitos previos (19 51),
una nueva devaluación que fijó el cambio en 2.51 pesos por
dólar310 . . , , .
Una nueva reforma, la de 1959 , elevó los aranceles exten-
diéndolos a otros bienes intermedios básicos311 para profundi~
zar el proceso de SI, aunque ambos fu eron principalmente una
"respuesta a crisis cambiarías.y el manejo ..de los aranceles no
estuvo exento de consideraciones fiscales" 312 . ,
En 1964 hubo otra reforma arancelaria siempre como res-
puesta a la crisis del se,c tor externo, cuyo, déficit c;omercial se
venía acumplando desde 1955. "La reforma buscó queJas divi-
sas se asignaran a las importaciones estrictamente indispensa-
311. Gabriel Poveda, El Comercio., .,. Op. cit., p. 13 . Los depósitos previos son
un mecljllismo por medio def cual el importador deberá constituir, previamente a.la
operación cte' importar, un depósitÓ en moneda naciona1 en el Banco Cerltr~ para
tener derecho al registro de la respectiva importación o al otorgamiento de la licen-
cia previa, según el caso. Este mecanismo operó hasta 1973 cuando fue sustituido
por las consignaciones anticipadas.
277
bles, al mismo tiempo que creó altos grados de protección para
la industria nacional en algunos renglones que se estaban ini-
ciando"313.
En general, para resolver las recurrentes crisis cambiarías se
acudió cada vez más al ·manejo arancelario y para-arancelario
hasta 1967 cuando se introdujeron cambios fundamentales en
la política comercial y cambiariadel país. ·
· Por lo que concierne a los' efectos que tales medidas produ-
jeron sobre el proceso de iii.dustrialización es necesario recor-
dar que la 'dispoiübilidad de divisas en el país estuvo siempre
estrechamente asociada al comportamiento de la exportación
de café y de su precio internacional. La gran inestabilidad de
los ingresos por ·este concepto, característica de este período ,
tendió a reducirse hacia finales· de la década de los sesenta,
cuando se establecíó el ·sistema de cuotas de exportación, co-
mo ya se expuso en la primera parte.
A pesar de elevarse y mostrar una creciente dispersión entre
regímenes (libre, previa y prohibida) y entre sectores (bienes
de consumo, intermedios y de capital), "la estructura de pro-
tección efectivapor sectores industriales no ha cambiado sus-
tancialmente en los últimos 50 años. Esta es una ciará muestra
que la protección relativa otorgada a diferentes sectores indus-
triales ha sido bastante estable a través del tiemp0" 314 . Tal es-
tabilidad ha favorecido el desarrollo de aquellas industrias más
protegidas como es el caso de las productoras de bienes de con-
sumo no duradero (prendas de vestir, textiles, muebles de ma-
dera, calzado y bebidas) y duradero (electrodomésticos), así
como también las de bienes intermedios básicos (papel, petro-
qufmica y sustancias químicas). ·
Por otra parte las industrias que recibieron una mayor pro-
tección se han caracterizact,o parser intensivas en capital, por
313. Gabriel Poveda, El Comercio ..., Op. cit., p. 19. Entre' estos renglones se
cuentan las fibras artificiales, hojalata, poi ímeros y plásticos.
314. J. Garcfa, La Industrialización, Op. cit., p.l34. De acuerdo con este autor
existe una alta correlación entre los distintos sectores ordenados según el nivel de
protección nominal y efectiva así que las conclusiones logradas en .base a la primera
siguen siendo "grosso modo" las mismas al emplear tarifas efectivas.
278
utilizar una mayor proporción de insumas importados, y por
tener una alta participación de capital extranjero 315 . De esta
forma, el patrón de protección llegó a ser un factor que efecti-
vamente contribuyó "al lento crecimiento del empleo y a la .es-
casez persistente de divisas" en la década de los sesenta 316 .
A pesar de existir una estrecha relación entre los cambios en
la estructura de la protección y los cambios en la estructura in-
dustrial, ciertamente los primeros no fueron el,factor determi-
nante del proceso de industrialización en este :período. pues,
como se mencionó en capítulos anteriores, la SI se desarrolló
sobre la base del patrón previamente establecido y según las
condiciones específicas del país y de cada región relativas a: i)
tamaño del mercado; ii) experiencia empresarial en el montaje
de nuevas industrias; üi) requerimientos de planta y; iv) dispo-
nibilidad de divisas. Probablemente fue este último factor el
que jugó el papel más importante pues, durante los períodos
de menor disponibilidad, se limitaba "en forma estricta el cre-
cimiento de industrias muy .dependientes de insumas importa-
dos, como las drogas, algunas alimenticias, algunas metalmecá-
nicas, la de ensamble, la electrónica, etc. " 317 . Durante los pe-
ríodos de abundancia relativa ,de divisas, generalmente atribuí-
bies a los rnayores precios del café, se hacía posible liberar las
importaciones, mejorando así el abastecimiento de insumas
pqra la inqustria y permitiendo •su rápida expansión. De esta
forma, los empresarios colombianos se· fueron acostumbrando
"a formarse un juicio sobre el futuro de.la economía teniendo
muy en cuenta las perspectivas inmediatas del sector externo y
en especial, lo sucedido con los precios internacionales del ca-
fé" de modo que, la disponibilidad de divisas se constituyó en
315. Ver Guillermo Perry, Op. cit., Anexo Estadístico Cuadros IX-17 y IX-23; y
también Carlos Díaz-Alejandro, Op. cit., Cap. 6.
279
uno de los principales determinantes de la inversión industrial
en el país 31 ~.
Parece· así que el Estado durante este periodo jugó un papel
un poco más activo en el proceso, independientemente de si
fue directa -o indirectamente, y realizó una serie de esfuerzos
para la implantación de nuevas industrias y procesos tecnológi-
cos. Tal es .el caso de la mayoría de empresas creadas por el IFI
y transferidas .h.1ego. al sector privado, las cuales se concentra-
ron partic1.llarmente en el sector petroqliímico y gozaron de
devados ~ niveles de prot~cción. De esta forma, "se sigue una
trayectoria de producción en la cual reciben prioridad los sec-
tores que tienen un mayor vínculo hacia adelante, es decir, los
bienes intermedios que contribuyen en un mayor grado a la
producción de bienes finales" 319 . Naturalmente, esta estrategia
fue criticada por algunos economistas y políticos pues se apar-
taba del criterio de las ventajas comparativas apoyando sectores
altamente ineficientes e intensivos en el uso de capüal y contric
huyendo así a los elevados niveles de desell1pleo que se regis-
traron· durante los años sesenta.
Pero de hecho y ti!l como se anotó antes, una de las caracte-
rísticas principales de la industrialización cdlombiana ha sido
la tendencia hacia la oligopolización y la internacionalización
del capital, la que le ha·irnpuesto ciertos requisitos a la instala~
ción de nuevas industrias. Además; ·existe evidencia acerca de
la eficiencia relativa de la industl'ia colombiana especialmente
de algunas ramas de bienes de consumo e intermedios que se
han: venido · consolidando a lo largo del proceso de SP 20 . La
280
mayor ineficiencia relativa (metálicas básicas, maquinaria eléc-
trica, automotriz y plásticos) se presenta en las ramas de desa-
rrollo reciente, ineficiencia que podría depender de una falta
de "maduración" y reducirse sustancialmente con el tiempo 321 .
Aunque evidentemente este proceso de aprendizaje hace parte
del problema, es quizás la estructura' oligopólica de los merca-
dos internacionales la que explica las dificultades para el acce-
so a procesos tecnológicos más avanzado.
Por último es necesario reiterar que la economía colombiana
en su conjunto venía mostrando un grado mínimo de apertura
hacialos mercados externos y era altamente dependiente .de las
exportaciones de café, pero durante los últimos años .de este
período se tomaron algunas medidas para favorecer las expor·
taciones menores 322 , aunque una decidida acción estatal a fa-
vor de una mayor apertura y diversificación del sector externo
sólo iba a concretizarse durante el siguiente período.
Efectos de la polftica sobre la configuración espacial de la
industria. El patrón de localización industrial no se modificó
sustancialmente durante este período y mostró una tendencia
a reforzar los cuatro centros mayores en los cuales se dio con
111ayor intensidad el proceso de SI. Si11 embargo, en esta conso-
lidación del patrón de localización espacial el Estado no jugó
ningún papel, de tal forma que el desarrollo regional se verificó
de manera espontánea como resultado de las características
intrínsecas del proceso, de las condiciones internas de mercado,
de la .dispqnibilidad de recursos y de la cada vez mayor especia-
lización y 9ivisión del trabajo al interior de la estructura y en-
tre unos .centros y otros, como se ex puso antes.
281
.Al proteger ciertas industrias como las de bienes de consu-
mo y algunas de bienes intermedios, el Estado reforzó el pa-
trón de localización que venía surgiendo y, por lo tanto, la
gran mayoría de industrias establecidas por el IFI se localiza-
ron en los cuatro centros mayores, excepción hecha de aque-
llas que necesitaban ,establecerse cerca de los insumas básicos,
como fue el caso de la petroquímica en Barrancabermeja y de
la Acería de Paz de Río en Nobsa. Pero aún . estos casos no se
enmarcaron dentro de una política explícita de desarrollo re-
gionaL
Sólo cuando se hicieron evidentes los profundos desequili-
brios regionales y especialmente cuando los grandes centros in-
dustriales empezaron a experimentar serias dificultades para
absorber la fuerza.laboral que a ellos acudía en busca de empleo,
el Estado consideró necesario tomar una acción deliberada pa-
ra la orientación de los flujos de población y la localización de
las actividades económicas, tal como ocurrió". hacia . finales de
los años 60.
j
j
La Política de Promoción y Diversifícadón de las Exporta- ,.~...~
ciones y los Primeros Intentos de PlanificaCión "Regional':
1967-1975 · ·'
282
divisas disponibles conforme a sus planes de desarrollo. Lapo-
lítica monetaria y de crédito, lo mismo que los reajustes cam-
biarios, son instrumentos útiles para neutralizar desequilibrios
accidentales y facilitar el manejo del desequilibrio estructural,
sin tener ellos solos poder.de corregirlos"n 3 . Así pues propuso
una agresiva política de promoción y diversificación de las ex-
portaciones que aun cuando se inscribía dentro del modelo de
SI, implicaba un cambio sustancial del mismo.
Como se decía al analizar el proceso de sustitución de im-
portaciones, los mayores crecimientos de las nuevas exporta-
ciones manufactureras habían tenido lugar en renglones que
habían consolidado su proceso de SI (textiles, alimentos, pren-
das de vestir, cueros, sustancias y productos químicos, deriva-
dos del petróleo y del carbón), aunque a comienzos de los se-
tenta las firmas locales en promedio no planeaban exportar
más del 10°/o de su producción 324 .
. El :plan de desarrollo de 1969 proponía una mayor profun-
dización en el proceso de sustitución en aquellas "áreas consi-
deradas como prioritarias:. papel, pulpa, química, acero y ce-
mento"325 , a la vez que ofrecía una serie de estímulos a todas
aquellas industrias que produjeran para el mercado externo.
La estrategia de una mayor apertura hacia los mercados ex-
ternos se reforzó en la siguiente administraCión a través de la
activa participación de Colombia en el Pacto Andino y median-
te la reforma arancelaria de ·1973 que permitió la liberación de
gravámenes arancelarios, mejorando las posibilidades de amplia-
ción del mercado· subregional andino. Eri efecto, gran parte de
323. Carlos Lleras R. Mensaje al Congreso, 1967, citado en "Diez años del decre-
to ley 444 de 1967". Documenros NueJ•a:Frontera . .No. 13, Bogotá, mar~o 19?7.
283
las exportaciones industriales colombianas se destinaron al Gru-
po Andino y a la ALALC (ver Cuadros Nos. 11.25 .y 11.26).
Por ot.ra parte, las reformas en el manejo cambiario que lle-
varon a una relativa estabilidad en la tasa gr~cias. al sistema de
minidevaluaciones graduales y continuas, contribuyendo posi-
tivamente al crecimiento de las exportaciones y al levantamien-
to de la restricción · sobre las importaciones que había sido ca-
racterístico del período precedente.
En general se observa a lo largo de este lapso, una mayor in-
tervención del Estado en la conducción de la vida económica
del país permitida por la Reforma Constitucional de 1968. Esta
última respondía a las crecientes necesidades de mod ernización
del aparato estatal y produjo un traspaso del poder del Congre-
so hacia el Ejecutivo, de tal manera que este último pudo parti-
cipar más adecuadamente en el desarrollo económico 326 .
Unos de los efectos provocados por estas medidas fue el cam-
bio . significativo en, lá composición de.las exportaciones colom-
bianas hacia finales de los 60 , disminuyendo la participación
del café y aumentando considerablemente la de las exportacio~
nes,menores. Sin embargo , en el caso de las·agrícolas su .creci-·
miento obedeció más a factores externos como las coyunturas
favorables de los precios internacionales y /o la producción de-
ficitaria de otros abastecedores de los mercados mundiales, . .'.
Esta expansión de las exportaciones menores reforzó lá ten-
dencia hacia 'la diferenciación de los mercados de destino entre
las exportaciones agrícolas y las manufactureras que ya se ven fa
manifestando d.esde 19 57/8-1967/9, cuando los mercados euro-
peos habían absorbido el 65.2°/o de las primeras, en tanto que
los mercados americanos habían sido los principales comprado-
res de las segundas con el 67.8°/o (ver Cuadro No / ll.27) .
Pero a pesar del gran dinamismo de las exportaCiones tna-
nufac;tureras colombianas durante los últimos años, éstas con-
tinuaron representando "una pequeña fracción tanto de la
¡, j .
284
producción de manufacturas nacionales como del comercio
mundial de bienes manufacturados" 327 .
Durante este período no sólo se realizó un. cambio en la con-
cepción global del modelo de desarrollo industrial, sino que se
formuló por primera vez la necesidad de diseñar una polítiGa
regional para encauzar el "anárquico proceso migmtorio'' y la
"desordenada configuración de la organización deLespacio ur-
bano". Se hizo. "necesario, por tanto, modificar la tendencia y
orientar al crecimiento económico hacia los 'centros de equili-
brio' -Medellín, Cali y Barranquilla~ en plazo corto ,e y a más
largo plazo hacia centros urbanos entre 30.000 y 200.000 ha-
bitantes"328 .
Sin embargo, el principal efecto dela política de· descentrali-
zación adoptada fue el fortalecimiento .del "triángulo de oro",
el G¡Ue .continuó siendo el eje del.proceso de industrialización.
Mal'lejo cambiario y, comercial. Con el decreto ley 444 de
1:967 se introdujerqn severas medidas de control cambiado y
comercial. a fin de redu'cir los serios desequilibrios de la balanza
de pagos. En prirnef' lugar se estableció la obligación de vender
al Banco de la República todas las divisas provenientes de ope-
raciones de cambio. En segundo lugar, se dispuso un estricto
controLsobre la importación de toda clase de bienes así que en
el.caso de licencia previa se obligó al registro ante la Superin-
tendencia. de Comercio Exterior (organismo máximo de vigic
~ancia .para' el sector) y, además; en el caso de libre importación
se le podía solicitar comprobación acerca de la no inclusión de
transferencia de capitales al exterior a través del ajuste .de .pre-
cios. En tercer lugar se produjo una elevación general de las
tarifas. que sin embargo no cambió .sustancialmentela estructu-
ra arancelaria, la cual continuó siendo altamente proteccionista
para los bienes de consumo. especialmente suntuarios, menor
para los intermedios y relativamente baja para los de capital
285
(ver Cuadro No. II.24B). También siguió existiendo una gran
dispersión arancelaria entre sectores.
La creciente disponibilídad de divisas y los compromisos ad-
quiridos dentro del · Grupo Andino provocaron en 1973 una
cierta rebaja de los aranceles, la que no modificó considerable-
mente la sítuaciótYeXistente .
. De todas ·maneras, se ha demostrado que los sectores efecti~
vamente protegidos (autoinotores, electrodomésticos, fibras
sintéticas y fanno-qu ímicos) eran aquellos en los cuales se con-
centraba la IED 329 , es pecir, que si bien la política comercial
favoreció a la IED no puede ser responsable de la estructura
oligopolista que la producción manufacturera colombiana venía'
presentando de tiempo atrás 330 .
Una pieza fundamental de la estrategia de desarrollo fue, en
este período, una mayor apertura de la economía colombiana
a través del fomento y diversificación de las exportaciones. Pa-
ra ellO se crearon una serie de incentivos y se.' trabajó afanosaL
mente en Un proyecto de integración de los mercados ''entre
uri grupo men0r •de países del área. andina, de forma que estos
tuvieron mayores compatibilidades en cuanto al grado de desa-
rrollo de su econotnfa" 331 . ... , ...,:..
Aunque durante el período anterior se habían tomado algu:J
nas medid¡1s ·tendientes a promover las exportaciones tales Có-
mo la exención tributaria (ley 81 de 1960) y el Plan Vallejo;
no existía realmente una política deliberada hacia la promoción
de exportaciones, Con el mencionado decreto 444 de· 1967 se
establecieron una serie de instrumentos tendientes al dogro de
este último objetivo.
La exención tributatia fue Teemplazada por un Stlbsidio di-
recto, el Certificado Tributario (CAT) un título canjeable, to~
talmente exento de impu'estos, aceptado como pago de estos,
286
y equivalente al 15°/o del valor FOB de mercancías exportadas,
diferentes a las llamadas mayores, es · decir café, petróleo y sus
derivados, bananos, cueros y metales preciosos. Al mismo tiem-
po se establecieron sistemas especiales de importación -expor-
tación para reestructurar los existentes y ampliarlos.
Por medio de este mismo decreto se creó el Fondo de Pro~
moción de Exportaciones (PROEXPO) con el objeto de fo-
mentar y diversificar las exportaciones mediante el otorgamien-
to de crédito para la financiación de actividades relativas a la
apertura de nuevos mercados, adquisición de materia prima y '
pago de mano de obra, así como también para la realización de
campañas de promoción de las exportaciones y para la ínter-
mediación en las operaciones crediticias con organismos inter~
nacionales.
Una evaluación realizada en 1971 muestra cómo este sis-
tema de promoción permitió una protección efectiva de las
exportaciones, reduciendo el diferencial entre las ventas domés-
ticas y las ventas al exterior, y además un aumento sin prece-
dentes de las exportaciones menores que llegaron a representar
un 340/o deL total durante el período 1970-72 332 (ver Cuadro
No. II~28). Pero 'es necesario distinguir dentro del grupo de ex-
portaciones menores aquellas de origen agrícola y aquellas de
origen manufacturero, ya que la expansión de las primeras obe-
deció más a factores externos que a la propia política de pro-
moción de exportaciones pues ''de hecho Colombia no incre-
n1entó especialmente su participación ert los mercados externos
respectivos", caso contrario ocurrió cori las exportaciones ma-
nufactureras pues dura·nte los años 60; "un 74°/o del aumento
obedeció a incrementos ·en participación en los diferentes mer-
cados"333 . ·
Sin embargo, y de acuerdo con la misma evaluación, "las
exportaciones de manufacturas colom biarias representan una
pequeña fracción de la pródticción manufacturera doméstica y
del comercio internacional de dichos bienes", a la vez que sr
287
Cuadro No. 11.24A
ARANCEL PROMEDIO NOMINAL
1927 - 1945
(porcentajes)
Textiles 28 81 .33
Papel 21 25 18
Caucho 11 14 12
Productos químicos .33 81 58
Productos del petróleo. 31 50 37
Minerales no metálicos 23 58 23
Metales básicos 10 13 6
Productos metálicos 25 17 5
Maquinaria no ,e léctrica ? 6 1
Maquinaria eléctric;:t. 3 2 1
equipo de transporte 2 7 6
288
Cuadro No. ll.24.B
ARANCEL PRO!\:fEDIO NOMINAL
1970 - 1979
311-312 Alimentos 79 33 25
313 Bebidas 75 60 49
314 Tabaco 143 55 27
1
321 Textiles 88 60 59
322 Prendas de vestir 'nd 79 72
323 01ero 86 46 29
324 Calzado nd 70 52
331 Madera 115 45 37
332 Muebles y accesorios 77 60 53
341 Papel 64 28 27
342 Imprentas e ind . conexas 52 39 31
351 Sustancias químicas 32 20 19
352 Otros productos químicos 32 21 17
35 3 Refinerías de petróleo -33 14 11
354 Productos de petróleo y carbón 33 22 14
355 Caucho 98 44 38
356 Plásticos n.e.p. 69 61 42
361 Barro ,loza y porcelana 72 63 46
362 Vidrio y sus productos 72 40 27
369 Otros minerales no metálicos 72 33 25
371 Industrias básicas de hierro y acero 31 21 20
372 Industrias básicas de metales no ferrosos 31 23 19
381 Productos metálicos · 56 51 36
382 Maq uinár ia; exc'epto eléctrica 35 27 22
383 Maquinaria eléctrica 40 34 32
384 Material de transporte 76 40 34
385 Equipo profesional.y cien tífico 69 27 23
390 Otras industrias rnanufacture.ras 69 48 35
289
N
\0
o
Fuente: 1957/ 58 y 1967/69: J. Fernándei, (ed.},op: clt., Cuadro No. 68, p. 247.
· 1977/79 : DANE, Anuario de Comerqio Exterior. Bogotá , varios años.
Oladro Nó. 11.26
EVOLUCION DE LAS EXPORTACIONES AL GRUPO ANDINO
1969 -1975
OladroNo. 11.27
DISfRffiUCION GEOGRAFICA DEL INCREMENTO PROMEDIO ANUAL
DE LAS EXPORTACIONES MENORES
1957/58 - 1967/69 '
Agrícolas 1 Manufactureras 2
0
/o 0
/o
E.E.U .U. 21.6 36.3
Canadá 0.9 3.7
Grán Bretáña 23.4 ' -1.7
Japón 5.8 2.0
Mercado Común Europeo 215 9.4
Otros países europeos 7.6 5.9
Mercado Común Andino 4.0 17.4
Otros países de ALALC 2.2 10.0
Mercado Común Centroamericano -0.1 3.8
Otros 7.2 131
Fuente: Elaborado con base en Carlos Día:t-AiejandrÓ, Op. cit., Cuadro No. 2-8,
p.50.
291
Estos cambios, la liberación de las importaciones, el fortale-
cimiento de PROEXPO y las demás medidas tomadas durante
la administración de Pastrana (1 970-74), se enmarcaron dentro
de .la misma estrategia exportadora, cuyos principales benefi-
ciarios fueron sin duda las grandes c0tnpañías 336 .
Integración andina. En 1969 se firmó al Acuerdo de Carta- ·
gena con el objetivo básico de obtener "un estadio superior e
integrado del desarrollo industrial y la mejora del poder nego-
ciador frente a terceros" 337 , es decir una estrategia de desarro-
llo industrial que se enmarcaba dentro de la política de SI pero
concediéndole una mayor atención a la apertura de los merca-
dos externos.
Los mecanismos principales propuestos fueron la progresiva
liberación arancelaria tendiente a la adopción de un Arancel
Externo Común, la programación sectorial industrial y la for-
mulación de un régimen común para el tratamiento de la lE.
Por lo que concierne a la liberación arancelaria, a pesar de
lassucesiv.as reducciones efectuadas a las tarifas en Colombia a
partir de 1970 (ver Cuadro No. Il.24) no se logró la meta del
Arancel Externo Común debido al incumplimiento de los com-
promisos por parte delos países signatarios del Pacto.
Por su parte, el rápido aumento de las exportaciones meno-
res colombianas hacia el Grupo Andino no puede atribuirse
simplemente a esta liberaCión dado que, como se registró 'ántes,
dichos países eran ya importantes compradores (ver Cuadro
No. II.27). A pesar del gran dinamismo observado en las expor-
taciones colombianas hacia el mercado andino, las ' empresás
con inversión extranjera no consideraron import'a:nt~ este m~r
cado, pues la participación de dichas empresas en las exporta-
ciones totales al Grupo Andino se mantuvo alrededor del 280/o
entre 1974 y 1976 338 • Al mismo tiempo Colombia ha conti-
· 336: Ver Guillermo Petry, Pol(tica ... , Op. cit., pp. 293-294 y Carlos Díaz-Aie-
jandro, Op. cit., p. 16. · · · ·
337. Doce años del Pacto Andino, Documentos Nueva Fronlera, Documento
No. 60, Bogotá, noviembre f981,p. 21. · ·
. ·' ·. . ~ .
292
nuado siendo abastecida más por mercados diferentes al del
Grupo Andino ,
Dentro de l<i estrategia de integración andina, basada en la
premisa de impulso al proceso de sustitución de importaciones,
los programas sectoriales de desarrollo industrial recibieron
gran atención. En 1972 se aprobó el primero de ellos, ditigido
al sector metalmecánico, el cual debió ser posteriormente ade-
cuado al ingresar Venezuela al Grupo en 1973. Así mismo en
1975 se aprobó la segunda programación, la del sector petro-
qufmico, y en 1977 la del sector automotor.
La evaluación realizada por el DNP 339 muestra cómo en los
dos últimos programas la presencia de las empresas con capital
extranjero fue predominante, mientra~ que en el primero, o sea
el metalmecánico, ésta se limitó a contratos de asistencia técni-
ca. En efecto,Jas empresas extranjeras partiCiparon en el pro-
grama petroqufmico con un 74.9°/o del volumen y un 66.40/o
del valor de la producción y en el automotriz las mismas em-
presa·s representaron el 100°/o de la actividád de ensamble y
aproximadamente el 48.5°/o de la producción de autopartes,
así como el67. 7°/o de la producción de componentes exigibles,
productos caracterizados por una tecnología relativamente so-
fisticada, y donde el control de las patentes y el "know how"
son de vital importancia· para la captura de nuevos mercados.
El establecimiento de un Régimen Común para el Tratamien~
to a los Capitales Extranjeros (decisión 24), aprobado en 1970
y puesto en vigencia en 1973 en Colombia, buscaba como ob-
jetivos: i) ofrecer iguales condiciones al capital extranjero, evi-
tando así la competenci¡;t regi~:mal para atraer dicha inversión;
ii). .limiF&r su participación en sectores considerados estratégi"
cos; y iii) buscar mayores beneficios para el inversionista nacio-
nal. en 'el proceso de integración regional.
. :La evaluación realizada por el DNP,.'para verificar el impacto
de la. dec\sión .24 revela que el . Régimen no produjo cambios
su.~tanciales e~ el comportamiento de la IEenColombia, al no
propucirse .una reducción del flujo de la lE xegistrada, excep-
293
CUa dro No. 11.28
PROTECCION EFECTIVA RESULTANTE DE LAS TARIFAS
Y DE LOS SISTEMAS DE PROM OCIO N DE EXPORTACIONES
197 0
294
la inversión extranjera registrada entre 1970 y 1977 consistió
en reinversiones en empresas existentes antes de 1970" 341 •
Por otra parte, las excepciones hechas al Régimen, es decir
la exclusión tanto de las empresas que explotan recursos na-
turales como de aquellas que producen más de un 80°/ o para
mercados externos diferentes al del Grupo Andino, lo han con-
vertido en un instrumento débil para el control a la lE.
Por último, aunque la integración andina ha sido relativamen-
te exitosa en la ampliación del mercado subregional,. su futuro
parece bastante incierto no sólo por las dificultades técnicas y
políticas com 0 .suele afirmarse, sino también por la estructura
oligopolística de los mercados, el creciente proceso de interna-
cionalización del capital y el papel que los países subdesarrolla-
dos tienen en el proceso de división internaciona) del trabajo.
En consecuencia, "bajo las condiciones imperantes en la econo-
mía rn~ndial, un esquema de desarrollo como el propuesto en
la estrategia implícita en e) acuerdo de Cartagena no puede lle-
varse a cabo en los.países. del Grupo Andino en una forma autó-
noma y no dependiente del exterior. Es más, resulta elato que
es ineludible el conc.urso del capital extranjero en la ejecución
de dicpa estrategia, en especial en sectores 'dinámicos', oligo-
pólicos internacionalmente" 342 .
Desc:entralización industrial. Dentro del esquema de desarro-
llo industrial propuesto en la segunda mitad de los años sesenta,
el logro de una utilización más racional y eficiente del espacio,
o sea la reorientación de los flujos migratorios y de capital ha-
cia "centros de equilibrio", se convirtió en uno de los objetivos
principales del Plan de Desarrollo 1969-72. Por supuesto, se
esperaba que los incentivos a la localización industrial en aque-
llos centros contribuirían a un mayor crecimiento industrial.
34l,lbid., P. 26.
295
Los mecanismos diseñados para esto fueron la creación de
dos fondos financieros 34 ~ con el objetivo de reorientar al cré-
dito hacia estos centros; una serie de medidas institucionales
incluidas en la reforma constitucional de 1968 y tendientes a
proveer de un marco legal para una eficiente administración
y ·planificación en el nivel territori'aJ ; y algunas·medidas de tipo
fiscal con el fin de .fortalecer ·tas ;finanzas departamentalés y
municipales344 .
El llamado Plan de las Cuatro Estrategias (1970•74)' no plan-
teó explícitamente una estrategia de desarrollo industrial y
continuó apoyando elmodelo de mayor apertura hacia los.mer-
cados externos, al tiempo que se propuso incentivar toda·s,aque-
llas industrias que contribuyeran positivamente a la generación
de empleo en las áreas úrbanas y en renglones cuya proélucción
se destinara a los mercados externos. Al tiempo que desaparece
la poHtica de descentralización, lográndose en la práctica úna
mayor cohesión del patrón de · di'stribucióh espacial previo, es
decir un fortalecimiento del '·'triángul<Y de oro " 345 . '
En realidad , las desigualdades· regiónales y ·la crisis urbana de
servicios se fueron agudizando, a ·la par que las crecientes pre-
siohes inflacionarias y los cada vez mayores desequilibrios so-
ciales planteaban una efectiva intervención del Estado.· Sobre
est a problem ática se da ·comienzo al nuevo período, caracteri-
zádo por un cambio sustancial en el manejo de la política eco-
nómica.
296
Hacia un Nuevo Modelo Exportador: 1975-1980
297
des en una magnitud que supera la capacidad de absorción de
mano de obra en el sector industrial" 347 •
2) Una gran dependencia de la industria por insumos impor-
tados, de modo que "cualquier reducción en la capacidad para
importar constituye una amenaza para la producción". Al mis-
mo tiempo dicha política constituyó un freno a las exportacio-
nes no tradicionales pues éstas no podían competir en los mer-
cados internacionales debido a sus altos costos de producción.
De modo que la capacidad de importación siguió dependiendo
de aquellas exportaciones tradicionales que poseían una cietta
ventaja compatativa 348 . •
El nuevo modelo económico 349 presentaba, de acuerdo con
la ideología 'liberal que lo sustentaba, las siguientes ventajas:
1) un aumento se·nsible de las exportaciones no tradicionales
ya que estas enfrentaban "un mercado externo donde las de-
mandas son bastante elásticas [y por lo tanto] el temor de un
fuerte deterioro en los términos de intercambio al aúmentar
esas exportaciones no se justifica" 350 ; y, 2) un aumento consi-
derable del empleo de mano de obra, puesto que generalmente
dichas exportaciones son intensivas en el uso de este factor,
eón el consiguiente incremento en los salarios y en la demanda
interna.
Estos argumentos se apoyaban en la experiencia de los paí-
ses del sureste Asiático (Corea y Taiwan), donde un modelo
similar estaba generando elevadas tasas de crecimiento.
347,1bid.
· .349, Entre lqs trabajos realizados sobre el tema vale la pena citar : Bejarano, Mo-.
deJo de apertura : Colombia o el Japón Latinoamericano. En: C. de la Torre, (comp.).
Modelos de DeSarrollo Económico: Colombia 1960-1982, Bogotá, Editorial Oveja
N~gra, 19.8 2; G. Perry, Política ... , Op. cit.; E. Sarmiento, Op. cit., Cap. VI; L. Flórez ,
El modelo neoliberal en Colombia , 1974-1978 . En: Modelos de Desarrollo.,. , Op.
cit.; y por último J. Echavarría, La Evolución de las Exportaciones Colombianas y
sus Determinantes: una análisis empírico; Revista del Banco de la República. Vol.
LVlll, No . 6 34, agosto 1980, en el cual se analiza la elasticidad de las exportaciones.
298
Si bien desde 1967 se venía ejecutando una política de pro-
moción y diversificación de las exportaciones, la adoptada a
partir de la administración López ha sido diferente pues ya
"no se trata de Diversificación de exportaciones que apoye la
industrialización interna, sino de la adopción de un 'modelo
exportador', esto es especializarse para aprovechar las ventajas
comparativas en recursos naturales y mano de obra. Ello su-
pone en consecuencia una reasignación masiva de recursos en
favor de las actividades exporta<:Ioras y en consecuencia un
desmonte (gradual o por 'tratamiento de choque') de la in-
dustrialización sustitutiva" 351 . Dentro de este esquema neoli-
beral las principales medidas adoptadas fueron: 1) la reducción
progresiva de los aranceles, junto con Ja reforma al régimen
arancelario para favorecer las industrias productoras de bienes
de capital; y 2) la descentralización industrial mediante el con-
trol a la localización de la lE, el establecimiento de tasas dife-
renciales de interés y la promoción de nuevos parques indus-
triales, que presentaran ventajas comparativas en términos de
dotación de recurso, particularmente de mano de obra.
La evidencia sobre el impacto, directo o indirecto de tales
medidas, muestran que: i) el régimen arancelario no se hamo-
dificado sustancialmente; ii) la configuración espacial de los
centros industriales ha cambiado, pero en la dirección opuesta
a la esperada, es decir se ha reforzado una estructura prilnada
donde Bogotá es el centro hegemónico y la importancia econó-
mica de Medellín yCali ha venido <ieclinando; iii) no se ha p.ro-
ducido un crecimiento considerable de los centros menores
(Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Pereira y Manizales) y
solo ha ttnido lugar una mayor especialización entre ellos; iv)
"el efecto de los subsidios a la exportación sobre la especializa-
ción industrial h(! sido mínimo" 352 ; y, por último, v) reorienta-
ción de recursos en favor de las actividades financieras y par-
299
ticularmente de las especulativas, provocando una reducción
sustancial en la inversión industrial y una nueva crisis de capi-
talización en dicho sector. Desafortunadamente un tratamiento
sistemático de este último punto rebasa los límites de esta in-
vestigación .
Liberación de importaciones e incentivos a las exportaciones.
De acuerdo con el nuevo modelo se requería una liberación de
importaciones para mejorar la eficiencia de la industria a través
de la disminución en el costo de los insumas importados e in~
centivar su competitividad mediante la reducCión de los aran-
celes sobre los productos finales. Se efectuó a partir de 1974
una disminución sensible en el arancel promedio nominal'para
la totalidad de las ramas industriales, afectando especialmente
a las materias primas y a los insumes importados. Pero la es-
tructura arancelaria en 1979 no presentaba aún cambios sus-
tanciales: las ramas productoras de bienes de consumo, par-
ticularmente las más tradicionales (textiles, prendas de vestir,
calzados y bebidas) continuaban siendo las más protegidas; los
bienes de capital, especialmente la rama de equipo de transpor-
te, habían alcanzado en promedio una mayor protección que
las de bienes intermedios; y, de estas últimas las que tradicio-
nalmente habfan sido las más protegidas (fabricación de obje-
tos de barro, loza y porcelana, productos plásticos y caUcho)
continuaban siéndolo.
En cuanto ·' al régimen arancelario sólo segufan existiendo
dos listas de p"toductos: la de libre importación y la de licencia
previa. A pesar de haber aumentado el núm'ero de los produc"
tos de' Ubre importaCiórt (67°/o del total de posiciones para
1979 contra 34°/o en '1975), el actual régimen "tiende a refor"
zar y no a contrarrestar la protección arancelaria" 353 de modo
que los biénes más 'protegidos estaban también sometidos al ré-
gimen dé licencia previa. ·~ ·· ··, ·
Se continuó con la política de incentivos a las exportaciones
menores, pero se redujo el subsidio otorgado a través de 'los
·300
CAT, como se observa en el Cuadro No. 11.29 , y se diferenció
entre productos agrícolas-mineros y manufactureros. La crisis
mundial de 1975 afectó considerablemente a las exportaciones
menores y obligó al gobierno a aumentar nuevamente el subsi-
dio, aunque éste no volvió a los niveles iniciales. De todas ma-
neras los subsidios a las exportaciones después de 1972 absor-
bieron alrededor del 20°/o de los ingresos gubernamentales 354
La disminución de los incentivos tributarios se vio compen-
sada con el fortalecimiento de PROEXPO, aumentando sus cu-
pos de crédito destinados a financiar las necesidades de capital
de trabajo de las empresás exportadoras distintas a café, petró-
leo, algodón, banano, tabaco, carne y textiles 355 . En general,
hubo una: tendencia a utilizar cada vez más la política de incen-
tivos financieros p'ara la promoción de las exportaciones y me-
nos la de incentivos fiscales, a la vez que se propugnaba por la
de liberación de las importaciones.
A partir de 1976, las exportaciones menores empezaron a
declinar, debido en parte a Jas .sucesivas bonanzas c.afeteras de
finales de los setenta y en .par.te a la .política de reducción de
los incentivos, de modo que Já diversificación de las exporta-.
ciones dejó de ser prioritaria. Tampoco hubo diversificación de
las importaciones, lo cual revela "un sector externo comple-
mentario, donde lamayoría de las importaciones son bienes
intermedios o de capital" 356 los que, en conjunto, han repre-
sentado alrededor del. 900/o de l¡¡s importaciones .desde 19 51
(ver Cuadrp .No. 11.30) 357 . Esta comp!ementariedad del sector
externo se evidencia también en el comportamiento de las ex-
portaciones menores, las cu.ales han dependido más de las co-
yunturas favorables del. mercado internacional, que de una es-
357. DANE, Anuario de Comercio E.'<terior, 1974 a 197 s; Bogotá, Cuadro No.
IV .2; y Carlos Díaz-Alejandro, Op. cit., Cuadró No. 3.6., p. 92.
301
Cuadro No. 11.29
PORCENTAJE DEL SUBSIDIO DEL CAT
1967 - 1978
Productos manufactureros 15 7 5 8 12
l. Para aqu ellos artículos esenciales que presenta oon escasez en los mercados m un-
diales se mantuvo en O.1 °/o.
2. Algunos productos como cames, ·pescado, legumbres, frutas y taooco se mantu-
vieron en 5°/o y los llamados artículos esenciales en 0.1 °/o.
302
Cuadro No. 11.30
OOMPOSICION PORCENTUAL DE LAS
IMPORTACIONES SEGUN DESTINO ECONOMICO
1925-1980
(promedios)
1925-30 44 31 25
1931-35 48 19 33
1936--40 39 25 36
1941-45 28 20 52
1946-50 23 37 40
1951-55 20 38 42
1956-60 9 37 54
1961-65 9 44 45
1966-,-70 10 42 48
1971-75 11 37 52
1976-80 14 33 53
Fuente: 1925-195 3: CEPAL, Op. cit., Cuadro No. 30. . .
· · 1954-1972 : Carlos Díaz-Alejandro, Op.cit., Cuadro 3-6, p. 92.
1972-1980: DANE, Anuario de Comercio Exterior, varios años.
359. DNP . Para Cerrar ld Brecha, Plan de Desarrollo Social, Económico y Regio-
na/1975-1978. Bogotá, 1975, p. 70.
303
"Sin embargo los resultados encontrados en cuatro años de
vigencia de dicha medida son relativamente pobres" 360 debido
principalmente á las características mismas y al patrón de com-
portamiento de la lEO. En primer lugar, un alto porcentaje
(76,8°/o entre 1967 y 1978) de la lE nueva, consistió en rein-
versiones en ~m presas ya existentes antes .de 1967, tendencia
que se acentuó en los centros menores después del estableci-
miento de la norma 361 . En segundo lugar, los únicos proyectos
nuevos que efectivamente se localizaron por fuera de los tres'
centros principales, lo hicieron de acuerdo a la especialización
industrial de cada centro, demostrando así la redundancia de la
norma misma 362 .
En cuanto, al origen de la lEO, el período 197 5-1978 contl~
nuó con el predominio de lo~ E.E.U.U. aunque la participación
de los p¡¡íses europeos y del resto del mundo aumentó. Los
E.E.U.U. continuaron prefiriendo las ramas de bienes interme-
dios en las ciudades especializadas en dicha producción, o sea
Cali y Caitagena. · . · .
En el mismo período las exportaciones de la IED tuvieron
un comportamiento bastante cíclico, probablemente más rela-
cionado con las coyuntt¡rasfavorables de los mercados externos
que con las medidas·de incentivos a las éxportaciones. Aoemás
las únicas nuevas firinas exportadoras, que' localizaron eri se
Bogotá, representaban una fracción mínima del total exporta-
. .1
304
Cuadro No. 11.31
EV ALUACION DE LA NORMA SOBRE LOCALIZACION DE LA lE
1975-1978
Total empresas 70 14 19 22 15
CE = Contrato de exportación.
l. Sólo 1 de ellas exportó más deiS 0°/o de la producción.
2. Ninguna exportó más.deL50°/o de la producción.
306
Pero, esta intervención contravenía la filosofía de la adminis-
tración al poder, según la cual la función del Estado debía ser
la de "orientar la acción del sector privado, mediante la fija-
ción de reglas dejuego claras" 365 pero no la de su participación
directa, siendo el mercado el mecanismo asignador por exce-
lencia.
Tampoco la evaluación del mecanismo de tasas diferenciales
de interés presenta resultados positivos. Con anterioridad a
1974 la participación del crédito de fomento industrial había
venido disminuyendo dentro del total de los recursos crediti-
cios, los cuales se habían dirigido cada vez más a otros sectores,
principalmente al de la construcción, al agropecuario y al eléc-
trico366 . Además, los recursos de los dos fondos dedicados a
financiar la industria, es decir el Fondo Financiero Industrial y
el Fondo de Inversiones Privadas, habían mostrado una ten-
dencia a concentrarse en las tres ciudades mayores y en general
a dirigirse hacia las grandes empresas y, en menor proporción,
hacia las medianas 367 . ·
En noviembre de 1974, la Junta Monetaria del Banco de la
República estableció el mecanismo de tasas diferenciales con el
fin de favorecer la asignación del crédito hacia aquellas indus-
trias localizadas en centros menores de 900 .000 habitantes. De
acuerdo con la evaluación realizada por el DNP , si se exceptúan
los primeros años. de vigencia de esta medida, ella no reorientó
el crédito hacia afuera del "triángulo de oro", salvo marginal y
temporalmente el de Cali. De hecho, a lo largo del período
1969-1978, estas tres ciudades siguieron concentrando el crédi-
to proveniente de,lFondo Financiero Industrial y del Fondo de
367 . Entre 1975 y 1978 Bogotá, Medellín y Cali concentraban el 59°/o de los
créditos asignados por estos dos fondos, de los cuales el 40°/o se dirigía a las gran-
des empresas;Ibid., Cuadro No. 9-A del Anexo Estadístico.
307
Inversiones Privadas (en algo más del 60°/o y 30°/o respectiva-
mente368.
Por otra parte, las ciudades más beneficiadas con la medida,
como Cartagena, Neiva, Ibagué y Sincelejo han sido, con ex-
cepción de la primera369 , centros donde la industrialización no
ha ocupado un lugar destacado y, por el contrario, en aquellas
ciudades como Barranquilla, Bucaramanga y Pereira donde tal
proceso ha sido significativo, la medida ha tenido muy poco
efecto.
Se puede concluir así que este mecanismo de incentivo a la
descentralización industrial sólo tuvo un efecto transitorio en
los primeros años a causa de la inicial incertidumbre, pero en
los años posteriores, dada la cada vez menor participación de
estos Fondos en la oferta de recursos crediticios y' el mayor
acceso de la gran industria a fuentes alternativas de crédito, la
medida provocó un desplazamiento de la demanda por crédito
de estas empresas hacia otras fuentes, contribuyendo en algu-
na forma al aumento de las tasas de interés a finales de la dé-
cada de los setenta.
En cuanto al empleo, la evaluación misma concluye "que, en
general, "los créditos no parecen haber coadyuvado a la crea-
ción de nuevas fuentes de trabajo" 370 y que los aumentosregig.;
trados en Neiva, Sincelejo e !bagué han sido más un resultado
obvio de la estructura industrial de estos centros, caracterizada
desde antes por el uso intensivo de mano de obra.
De nuevo, como en el caso anterior, el mecanismo propues-
to era demasiado débil para contrarrestar la manifiesta y pro-
gresiva consolidación de un proceso de centralización que se
había venido desarrollando desde hacía muchos años, como se
ha tratado de demostrar a lo largo de este trabajo. Además es-
tas medidas de descentralización, tanto como la mayoría de las
369. !bid., p. 62. En este caso el préstamo se dirigi,S a la gran industria para su
renovación tecnológica. En los demás se prestó a la pequeña y mediana industria
intensiva en mano de obra.
370.Ibid., p. 76.
308
otras políticas y estrategias analizadas anteriormente, deman-
daban una fuerte y planificada acción del Estado, todo lo con-
trario de lo que propugnaba el gobierno neoliberal, como tam-
bién los anteriores, aunque en forma diferente. Y si a nivel
general "el país se ha quedado con una política de apertura y
con un proceso de cierre" 371 , a nivel regional, Colombia se ha
quedado con una política de descentralización y con un proce-
so de concentración.
309
CONCLUSIONES
311
sarrollo, más determinantes las fuerzas externas y más difícil el
control de la economía del país.
Este control del Estado se concretiza, políticamente, en la
monopolización de la fuerza para reducir la violencia privada y
minimizar su utilización legal y, económicamente, en la inte-
gración de los mercados locales y regionales a través de la crea-
ción de un sistema de nodos y vinculaciones372 para maximar
las economías de escala. ·
En el caso colombiano, el peligro de la violencia ha hecho
del Estado el promotor de la integración nacional convirtién-
dolo en parte activa del proceso de desarrollo, a menudo en
contra de una u otra de las élites de las regiones-<:entro que ha-
bían emergido a través de las sucesivas exportaciones primarias
y que naturalmente necesitaban menos de un mercado interno
unificado, como sf ha 1sido el caso de los industriales. La evolu-
ción política y económica del país se resume en este esfuerzo
poi controlar los intereses meramente regionales y por armoni~
zarlos: en algo más generaP 73 • Esta armonización no es una
tarea tan sencilla y requiere de una región-centro que llegue ·he-
gemónicamente a definir los intereses "nacionales" mediante
una serie de ·alianzas internas y externas. ·De hecho Bogotá ha
logrado su liderazgo a través de acuerdos eón ótros centros, o
mejor con otras élites regionales y con fuerzas externas. El
"triángu lo de oro" representa el sistema de alianzas de la élite
bogotana con la de Mcdellín y de Cali, en donde la primera es-
tablece las condiciones para su posterior hegemonía, la cual
además, está estrechamen te vinculada a la llegada de la lE. Au n~
que esta úl tima nunca ha sido tan cuantiosa como en otros paí-
ses latinoamericanos, s! ha sido determinante en el lento proce-
so de emergencia de Bogotá como el centro nacional.
La reconstrucción de la evolución histórica del desarrollo
colombiano no sólo evidencia cómo éste ha Sido, desde la mi-
312
tad del siglo pasado, moldeado por las fuerzas externas sino
también cómo las características regionales han condicionado
el proceso de toma de decisiones· de1Estado 374 , explicando su
debilidad crónica.
El sistema de interacciones entre las fuerzas externas, Ias re-
gionales y el Estado, junto con el análisis de la evolución de es-
te sistema, es de vital importancia para una mejor comprensión
del proceso de desarn;>llo colombiano, a lo cual el presente tra-
bajo no pretende aportar más que unos primeros elementos.
Este sistema de interacciones, que tiene naturalmente una
dimensión espa:ciaP 75 muy importante en el caso colombiano,
pone de presente el problema de la difusión de la industrializa-
ción y el diferente grado y fo'rma en que cada región ha parti-
cipado en este último proceso. Simplificando, tal difusión se
realiza en una región o bien a través de la llegada del capital
yfo del empresario o bien mediante la utilización de sus pro-
pias condiciones económicas y socioculturales para empezar
un proceso de producción independientemente de los aportes
externos. En este último caso se requiere de un sustantivo .apor-
te local, tal como en el bien conocido ejemplo de Medellín en
el siglo pasado. El presente trabajo seflala una serie de elemen-
tos que demuestran la emergencia de una élite bogotana más o
menos contemporánea a la de Medellín, mediante un proceso
similar de acumulación de capital y caracterizada también por
una creciente capacidad empresarial.
De todas maneras y aunque en Colombia el proceso de difu-
sión espacial no puede fácilmente enmarcarse en uno u otro
tipo, el desarrollo económico del país ha ido pari passo con
una · acentuada desvinculación interregional y ha estado con-
313
centrado en unas pocas áreas, las cuales han dependido más del
mercado externo que del limitado mercado nacional para su
expansión inicial. Además, la estructura de la élite antioqueí'ía,
caracterizada por la existencia de familias numerosas, ha pro~
movido la migración de sus miembros a otras regiones donde la
receptividad ha sido siempre mayor que en Antioquia. Este es
el ejemplo que tradicionalmente se menciona como representa-
tivo del primer caso de difusión, lo que podría resultar sola- .
mente de la mayor atención que los historiadores, sobre todo
extranjeros, han dedicado al fenómeno antioqueño. Igualmen-
te, al caso del Viejo Caldas se recurre para ilustrar los efectos
del primer tipo de difusión, pues a pesar de ser esta región la
mayor productora de café, no ha logrado internalizar y conso-
lidar la incipiente industrialización que en ella se había asentado
bajo el liderazgo de Medellín.
Por otra parte, la industrialización consiste en una serie de
eventos que o están rezagados pero forman parte de un único
proceso, o son independientes los unos de los otros. En .este
segundo caso, que claramente se aplica a la industrialización
colombiana, el concepto de nación se refiere a un conjunto de
sistemas locales, semi-autónomos, con diferentes niveles de for-
mación y vinculados, en distinto grado, a otros o al todo. En
consecuencia, la:dimensión regional se impone como paso obli-
gado para analizar muchos fenómenos soeiales y, ciertamente,
el desarrollo económico.
Desde este punto de vista, en el proceso de desarrollo colom-
biano se pueden distinguir al menos las siguientes. cinco fases,
que no necesariamente constituyen una sucesión temporal.
i) Exportaciones de productos primarios que se alternan ba-
jo fuertes condicionamientos externos, generando una sucesión
de economías monopolares y configurando un sistema espacial
alrededor del río Magdalena.
ii) Afianzamiento del proceso primario exportador con el
café, consolidándose así la vocación monoexportadora del país
y modificándose la configuración espacial en la dirección Me-
dellín -Viejo Caldas- Buenaventura. Al estar esta producción
bajo el control de fuerzas internas, ha generado una serie de
314
efectos positivos sobre la expansión de las regiones involucra-
das.
iii) Los comienzos de la producción manufacturera, que se
dan paralelos con la fase anterior, se verifican principalmente
en Medellín y Bogotá, en donde encuentran las condiciones
sociales y económicas más favorables, y, en menor medida, en
otros centros regionales para servir a los mercados locales.
iv) El proceso de industrialización basado en la SI coadyuva
a la concentración en Bogotá y en Medellín y al surgimiento de
Cali. Con la llegada de la IED, Bogotá empieza a desplazar a
Medellín, al tiempo que se acentúa la especialización espacial
por ramas productoras hasta la consolidación del "triángulo de
oro'\
v) Con el paso a la promoción de exportaciones manufactu-
reras; Bogotá se fortalece como centro de concentración de la
producción de bienes de capital, de la IED manufacturera y de
una creciente proporción de los recursos financieros del país,
todo lo cual le asegura un mayor control de la economía nacio-
nal, una mayor expansión y, en consecuencia, su preeminencia
como centro nacional. Más recientemente la fácil y rápida acu-
mulación d.e capital, lograda a través del tráfico ilegal de la dro-
ga, ha dado lugar al surgimiento de una nueva "élite" barranqui-
llera que, dada la cantidad de recursos financieros que moviliza
empieza a exigir una participación económica y política en la
vida del país. Espacialmente estos desarrollos. comportan el
desplazamiento del "triángulo de oro" por el incipiente eje Bo-
gotá-Barranquilla, al tiempo que la componente externa sigue
condicionando al Estado.
Este condicionamiento es el resultado también de dos nue-
vos fenómenos que aún no han sido tratados sistemáticamente:
primero, la creciente vinculación entre esta nueva "élite" ba-
rranquillera y nuevos grupos antioqueños que han terminado
financiando la estancada industria de. Medellín; y, segundo, el
fortalecimiento de la autonomía financiera de estas nuevas élí-
tes que, al invertir en el extranjero, escapan al control por par-
te del Estado.
El análisis del proceso de desarrollo colombiano revela así
no sólo los orígenes históricos de los marcados rasgos regiona-
315
les que caracterizan al país y el reciente esfuerzo para hacer de
Bogotá el centro "nacional", sino también la otra característica,
menos aceptada, del sistema colombiano cual es la de su estre-
cha vinculación y dependencia externa. A la luz de este análisis
no parece correcto afirmar que Colombia ''haya logrado una
dependencia en cuanto a sus relaciones internacionales menor
que la alcanzada por los países vecinos 376 • Claramente este no
fue el caso durante el auge exportador de los productos prima-
rios ni lo ha sido más recientemente, como lo admite el mismo
autor al reconocer "el terreno ganado por el capital extranje-
ro ... durante el período de crecimiento de la sustitución deim-
portaciones"377, hecho éste que deja de ser "paradójico" al
considerar que Bogotá pudo empezar a establecer su hegemo-
nía económica gracias a la penetración de la IED. En otras
palabras, la regionalización, así como el proceso interno de
integración, han dependido, en gran medida, de las fuerzas ex-
ternas, algo que no se puede evidenciar solamente midiendo la
participación de las exportaciones en el PIB delpéiís, como lo
hace este autor.
Estas dos características explican la evolución del Estado co-
lombiano: de ser relativamente superfluo ha pasado a ser, con
la emergencia de Bogotá como centro económico nacional, in·
dispensable para armonizar los intereses regionales, aunque las
vinculaciones externas y las presiones internas continúan limi-
tando seriamente su acción,
Es en el campo financiero -desafortunadamente no estudia-
do en este trabajo~ donde, aparentemente, el Estado ha logra~
do ejercer lo que puede considerarse como su única política de
corte nacional, es decir una política dictada por el centro y de
aplicación general. Esto ha sido posible gracias a la ,forma co-
377. !bid. Tal. situación existió solamente antes de la independencia cuando "la
economía colonial se desarrolló así en condiciones de una 'autonom{a rehitiva' con
relación. a sus condiciones externas", dada "la ausencia de la dinámica expansiva tí-
pica de dichas economías (coloniales-exportad!)ras)',' ; José ·Antonio Oc¡¡mJ?o, Desa-
rrollo .. ., Op. cit., pp. 136-37. . . . .. . '
316
mo se ha venido consolidando el sector financiero en el país, la
que ha facilitado la integración de las diferentes élites, perdien-
do estas sus connotaciones regionales y apareciendo así el siste-
ma financiero como el único sistema nacional. Hasta qué punto
este proceso de integración financiera ha sido controlado por
una u otra élite regional y cuánto se ha beneficiado una de
ellas, aún no ha sido establecido.
Aunque "la política propiamente regional surge como un
problema en la economía nacional que está en transición hacia
la industrialízación" 378 , Colombia, por razones históricas y
estructurales, se ha encontrado ante la imposibilidad de diseñar
una planificación nacional o regional. En ausencia de esta últi-
ma, es decir en ausencia de una acción deliberada del Estado,
el desarrollo regional ha sido simplemente el resultado de los
impactos espaciales que provocan ciertas políticas sectoriales.
Aún más, cuando la estructura productiva de un sistema' eco-
nómico tiende a especializarse en un sector convirtiéndose éste
en el apoyo y la base del proceso de desarrollo de todo el sis-
tema, el Estado tiende a fortalecer, proteger e impulsar dicho
sector rrrás que a los restantes, y el impacto de la acción estatal
sobre aquel sector depende de una serie de factores entre los
cuales la naturaleza y el grado de incidencia de ese Estado es lo
fundamental. En la medida en que se trate de un Estado menos
intervencionista o más liberal, otros elementos entrarán a ser
más decisivos en el proceso de desarrollo.
Por el contrario, cuando una estructura económica tiende a
diversificarse y ya no es posible hablar de un único sector líder,
la acción del Estado para producir ciertos efectos. sectoriales
tiende a ser mucho más compleja y no puede girar alrededor de
"una" política sectorial, sino que debe diseñar e implementar
una política macro-económica cuyo impacto depende, de nue-
vo, de la ~apacidad interventora de ese Estado.
317
Habiendo ya caracterizado al Estado colombiano como es-
tructuralmente débil y fuertemente condicionado por las com-
ponentes externas y ciertos intereses locales, evidentemente su
impacto sobre el desarrollo económico regional y nacional ha
tenido que ser limitado. Pero estas limitaciones no han impe-
dido que Bogotá logre el liderazgo económico del país, al pun-
to que cuando este cambio es percibido como tal por las demás
regiones-centro, empieza la lucha por la descentralización del
po(ier y por una reforma constitucional que la sustente, redu-
ciendo el poder del ejecutivo, en el cual predominan los inte-
reses "nacionales" y aumentando el poder del Congreso, en el
cual los intereses propiamente regionales están mejor represen-
tados. Al mismo tiempo crece la presión en Cali y Medellín por
formas de desarrollo regional au.tónomo que revigoricen el
"triángulo de oro" para contrarrestar el creciente predominio
de Bogotá y de la élite que define los intereses nacionales. Esta
élite por el contrario, nunca ha tomado en cuenta la planifica-
ción regional, estando mucho más interesada, al menos en prin-
cipio, en la .nacional, es decir en la planificación centralizada,
aunque el Estado sigue siendo débil para llevarla a cabo , debi-
do al · poder -a menudo solamente de veto- que las. demás
élites regionales pueden ejercer. De esta form a la planificación
nacional y regional .en Colombia no ha superado el estadio de
la mera formulación y el país sigue desarrollándose! espontánea-
mente en m edio de una lucha por la .hegemonía de una élite
que aparezca como la representante de los intereses nacjonales,
lucha en la cual la participl;lción.del capital extranjerQ continúa
siendo decisiva.
318
APENDICE
319
w
N
o Cuadro No.l
SERIES ESTADISl'ICAS DE EXPORTACIONES PARA EL SIGLO XIX1
.,...,.,, J. !&do,ia Evoltlción EC<Í!lómica de Colombia 1830.1900, on MDrll•l dt Hist"'ill dt Colombi<r. lrutltoto Colombiano
deCidtun, Bogo!l, t979 . li.Cuadro No. S,p. ! 64.
J. O<ampo, ~~ ExPo<tadonos ..., Qp. cit.. Cuadro No. 1, p.l67.
1. Sc¡ún J. Meló " .. .las difeenCiol entro bs cifros tOn.muy EJIDCI<s y dil'icilos de ••plica!" (Op. dt., p . 164). Peso la cuyoría do
los historiadores que JC han ocu p¡dodel Si,glo XIX coinciden en arll'l"nllr que las cifrude McGreeve)' atán SObcevaluadas,puas
&1 hacer t.t..sO de ..la, cstadísticu ® -nuestros provted.ores.y COmprador<:$ extranjclOs.. se otvid6 de una ser.le de hechos en~
elloS que lu c:W:as bd.tínic:u. americanas y fr:anatur- lnduycn las transacá.onet de algun.u mercancías que Jt exportat.n puz
l'lnamó y .., ltallabon en uúsóto, como lo ,.ilala Alborto Unw (Problemu Estadínl001 "" d análisis del período lll>cr&l
1&45·188$, en InS-tituto de Enudíos Colombianos, Hiuodll Económic11 d~ Colombit:4 Un dtbtuttn Marcha. Biblioteca Banco
Popl1bi,Bogotá, 1979). · . .
2. ·~cifr a ele este periodo fue tomada de otro articulo del miJmo Oeompo, O<wloUo Exportador ... , Op. cú.. O:adro No. 1.
p. 139.
de Di Fulvio (1909/1 0-1933/34) haciéndolos así comparables
con la serie actualizada de FEDESARROLLO para el último
período.
El Cuadro No. 1.22 resume las series de producción (Cuadro
No. !.23), de exportaciones (Cuadro No. L24), y de consumo
(Cuadro No. 1.25) mundiales de café, que se construyeron va-
lorando con la misma unidad standar (sacos de 60 Kgs. de café
pergamino) diferentes fuentes.
Fue necesario elaborar una serie sobre importaciones mun-
diales de café según países compradores (ver Cuadro No. 2 ad-
junto) para calcular, junto con las series sobre producción y
Cuadro No. 2
IMPORTACIONES MUNDIALES DE CAFE
1909 - 80 (promedios <1nuales en
Millones de sacos de 60 kilos)
Asia y
Años USA Europa Africa Oceanía Resto 1 T~tal 2
1909-1913 6.9 12.2 0.5 05 0.6 20.7
1914-1918 8.7 7.8 0.6 0.2 0.7 18 .o
1919-1924 10.1 9,5 0.7 05 0.9 21.7
1925-1929 10.3 105 0.9 05 0.9 23.1
1930-1934 12.0 11.8 1.0 0.6 0.8 26.2
1935-i939 13.9 115 1.1 0.6 0.7 27.8
1940-1944 16.4 2.6 1::2 0.6 1.1 21.9
1945-1949 20.6 6.1 1.0 05 1.3 29.5
1950-1954 19.5 9.4 0.9 0.3 1.4 31.5
1955-1959 21.0 13.3 1.0 05 1.5 37.3
1960-1964 24.4 18.9 1.1 1.0 1.8 471
1965-1969 22.1 24.0 l.O 1.9 2.2 51.2
.1970-1974 20.6 28.9 1.2 2.8 2.2 55 .7
1975-1979 195 30 .9 1.3 3.4 2.0 57.1
1979/80 3 . 20.1 34.1 4.6 1.7 60.8
321
exportación , el consumo mundial durante el período 1909-49
dei Cuadro No. I.25. ' ·
La serie completa de la producción interna de café por re-
gio nes de 1874 a 1980 (Cuadros Nos. I.l 2 A y B) se logró tam -
bién con base en fu en tes diferentes, algunas de las cuales co-
rrespondía a Censos Cafeteros (1932, 1970 y 1980) y a otra s
fuentes basadas en muestras.
La inform ación del Cuadro No . 1.1 8 no es· estrictamente
comparable entre unos y otros años debido a las diferencias
existentes en tre las bases de datos ele 1932,1955/56 y 1970
pues en el primer caso el tamal1o de las explotaciones se deter-
minó de acu erdo con el núm ero de cafetos y, en los otros dos,
de acuerdo con la superficie cultivada. Además, la información
de 1955/56 corresponde a una muestra mientras que la de los
otros dos años se refiere a Censos. Siguiendo el criterio utiliza-
do por Palacios se presentan, en el Cuad ro No. 1.32, los datos
comparables para estos ai'ios.
322
Cuadro No. 3
323
Dado que las tasas de crecimiento de los bienes de capital
del Cu adro No . Jl .2. y No. II.4 eran muy altas de 1968 a 1978,
se deflactaro n los valores a precios corrientes, eligiendo a 1970
como ei itño base. · Los resultados de estos cálculos se resumen
en los Cuadros Nos. II.6 y ll .7. En efecto, al deflactar estos va-.
lores Las tasas de crecimiento de los bienes de capital se redu-
cen más que las de los otros bienes, dados los más'altos precios
de los prim eros en relación con los de los scg~mdos, como se
observa al comparar el Cuadro No . II.2 con el li.7. También el
VA de !<;>s bienes de consumo entre 1945 y 195:8 se reduce,
comparativamente al de los otros, puesto que los. qeflactores
refl ejan mejor la estructura de los precios de los bienes de 1968
y 1978 '- ver cuadro arriba- que la de Jos años anteriores. De
modo que en el Cuadro No. 11.7 aparece penalizado: el sector
de los bienes d e consumo que, como se observa en el Cuadro
No. II.2, era en ese entonces el más importante d~ la incipiente
industria. colombiana. ·
324
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335
GLOSARIO DE SIGLAS
337
FEDECAFE = Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
FEDESARROLLO = Fundación para la Educación Superior y el Desa-
rrollo.
FONAC = Fondo Nacional del Café.
lE= Inversión Extranjera.
IED = Inversión Extranjera Directa.
IFI = Instituto de Fomento Industrial.
INTERCOR = lnternational Colombian Resources Corporation.
ONU = Organización de las Naciones Unidas.
PEA= Población económicamente activa.
PIB = Producto Interno B.! u.to.
PROEXPO = Fondo de Promoción de Exportaciones.
SI = Sustitución de importaciones.
TROCO = Tropical Oil Company.
UFC = United fruit Company.
Uniandes = Universidad de los Andes.
VA = Valor agregado·.
338
OTRAS PUBLICACIONES
FONDO EDITORIAL CEREC
SERIE TEXTOS