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Romance español (de fecha desconocida) que muestra a través de una curiosa historia lo engañosas y tramposas que pueden ser las viejas y por ello no hay que fiarnos de ellas.
Originaltitel
Nuevo y curioso romance del chasco del carbonero o El cambio de calzones por alforjas
Romance español (de fecha desconocida) que muestra a través de una curiosa historia lo engañosas y tramposas que pueden ser las viejas y por ello no hay que fiarnos de ellas.
Romance español (de fecha desconocida) que muestra a través de una curiosa historia lo engañosas y tramposas que pueden ser las viejas y por ello no hay que fiarnos de ellas.
NUEVO Y CURIOSO ROMANCE
DEL .
CHASCO DEL CARBONERO
6
EL CAMBIO DE CALZONES POR ALFORJAS.
En el cual se refiere el paso que le sucedié 4 un carbonero,
que por darle sus propias alforjas , le dieron un par de
calzones; y ademis por la industria de una vieja aun di6
Ia mitad del dinero que sacé del carbon;
con lo demas que verd el curioso.
Todo casado me esenche, _ni de Tas nifias pequeiias,
tolo vindo se suspenda, porque aquel que se flare
todos los mozos y nifios Je saldré may mal la cuentas
Tes suplico que me atiendan; _y si me dan atencion
que miren con quien se casan, _esplicaré con presteza
que no se fien de viejas, Jo que las mugeres son,
de mozas ni de casadas, manifestando sus tretas,
nide vindas zalameras, sus cbismes y sus entedos,
ni tampoco de beatas, sng marafias y cantelass
6015dando principio al asunto,
comenzaré por las Viejas.
Estas por lo regular
Ja mitad son uloahuetas,
llevando chismes y enredos,
poniendo donde hay paz guerra,
El argumento esta claro,
pues se ve por la espetienci
queen cualquier parte del mundo,
ciudad, villa, casaé venta,
que por desdicha 6 desgracia
Negare 4 entiar una viejay
melerd tanta cizana
como metié Anabolena
con el cardenal Bolsedo
cuando pordié d Inglaterra,
Al amo de casa dicen,
su esposa a usted se la pega,
pues pronto le har que lleve
de san Mareos la bundera,
y pasar por Carca-Buey,
@ ir al rastro por madera:
y tambien que 4 san Gornelio
mucha devocion le tenga.
El buen hombre le responde:
diga usted, senora vieja,
{qué ha visto usté en mi muger,
pues dice que me la pega?
¥ la espia del demonio
de la condenada vieja,
dice: el otro dia vi
que se entré an hombre con ella,
se encerraron en un cuarto,
se estavieron hora y media;
lo que hicieron, no lo sé,
ero bien se manifiesta,
que estindose alli cerrados,
no-harian obras de iglesia.
El marido, enfarecido,
dendo crédito 4 la vieja,
va, y le dice 4 sn muger,
picata, vil, mala hembra,
jcomo has tenido valor,
puas con los hombres te encierras,
quiténdome 4 mi el honor,
siendo tt vil adultera?
Sin aguurdar mas razones
una paliza le pega, a
La pobre muger Hlorando,
or ser cosa Lan incierta,
iets yqaién te ha contado
mentiras tan manifiestas?
El replica, quien le vid,
que fue la tia Lucrecia,
que esta es niuger de verdad,
pues tiene ya anos ochenta
yy me parece una santa,
pues siempre el rosario reza.
Y la muger le responde:
pues si yo a ella creyera,
{edmno estaria esta casa?
junes fallaria guerca:
el otro dia me dijo,
que le entraste con la Pepa
en su casa, y que alli
tuviste buena merienda,
¥ que despues de comer
tambien dormisteis la siesta;
que hicisteis un no sé qué,
entigndalo qnien lo entiendas
pero yo no lo cref,
porgiie sé bien quien es ella
y si hemos de tener pax
hnunea te creas de viejas,porque Jaque no es borracha,
4 lo menos alcahueta;
otras brojas rematadas,
y muy povas hay de buenas.
Y para que nadie ignore
Jas astucias de las viejas,
les voy 4 contar un chiste,
que es digno de que se sepa,
ue sucedio 4 un carbonero
ea el lugar de Bstibella,
cuatro leguas poco. mas
dela cindad de Valencia,
Este tal era casado
on una joven muy bella,
Ja tal tenia un cortejo,
que siempre que se iva fuera
tenia grande cuidado
ile vse & dormir con ella,
iwcedié que el carbonero
nia que ir a Valencia,
wes le era cosa precisa
ta despachar sn hacienda;
le dijo A su muger:
mada y querida prenda,
aiana por la maiana,
eso de la una y media
Ingo de cargar los machos
Ie carbon para Valencia,
tne lendris prevenida
alforja con diligencia
F cebaila, pan y vino,
algunas otras ‘cosuelas
ne me las quiero evar,
mue dentro de Valencia
4 may caro el comercio,
fuesta alguna moneda,
tuuger le respandio
x
haré cuanto La me ordenas;
y al misuo tiempo tambien
4 su amante le dié cuenta
como se iba so marido,
Y asi que el tiempo no pierda,
que sera ciuy de maiana,
Y por tanto que esté alerta.
Llegé la hora seitslada,
y la muger que esta en vela,
4 su marido le dijo:
miraque es la una y media,
ya le pnedes levantir
y marchar 4 toda priesa,
porque entre ir y venir
tienes hoy que andar die leguas:
con |i pris ba,
se fue, y la alforja se deja.
Dejemos al curbunero
andando pura Valencia,
y vamos 4 la muger
4 ver del modo que queda,
que luego vino el barbero
(el cual era el cortejo de ella)
y se subieron arriba,
cerrando muy bien la puerta.
Se desnuden de sus ropas,
yen la cama se acuestan,
hablandose con carino,
diciéndose mil ternezas:
estando en estos requicbros
oyen Hamar 4 la puerta
la muger se levants,
vistiéndose 4 toda priesa,
y se asomé a la ventana,
por ver y saber quien er
y respondis el carbonero,
corre, baja, abre Ia puerta
ne leva%
para subir 4 buscar
Tas alforjas, que me quedan
en este poyo, que esta
ai lado la chimenea;
y la moger asustada,
Je dice de esta manera:
no tienes ti que subir,
yo las sacaré all fuera;
y sin detenerse un punto,
ni encender la lug siquiera,
fue tentando por allis
(aqui pido que ine atiendan,
pues por cojer las alforjas,
unos calzones le entrega
del barbero, que en su cama
durmiendo estaba con ella)
se los entrego al murido,
y volvié cerrar la puerta,
Subigndose para arriba,
quedindose muy contenta,
al lado de su galan
ID segunda ver se acuesta,
Lo que pasd entre los dos
solo en silencio se quedas
pero bien se deja ver,
y asi sigamos la letra.
Volyamos al carbonero,
que siguiendo su carrera,
apenas habia andado
como cosa de tres leguas,
era ya de dia claro,
leg’ al lado de unas ventas
que se aman de Pazil,
que estan en la carretera;
dijo el buen hombre entre si,
voy 4 almorzar con presteza;
se fue a sacar las alforjas,
y unos calzones encuentra:
(aqui es cuando el carbonero
se le apuro la paciencia)
y dijo: vélgame Dios!
que aquesto 4 mi me suceda!
y «as cuando conocié
que aquellos calzones eran
del barbero del lugar;
escupe, araiia y patea,
y jura que ha de vengar
infamia tan clara y cierta;
y se queria volver,
pero luego considera
que vengaria su agravio
a la noche venidera:
y prosiguiendo su viaje
4 la ciudad de Valencia;
Jo que este hombre pasd
con sus sustos y sospechas,
y todos sus sobresaltos,
lo puede notar cualquier
Dejémoslo por ahora
hasta que suelva 4 Es
y vamos ala muger,
que apenas que se dispierta,
se levanté 4 encender Iunrbre,
y en las alforjas tropiez
aqui fueron los suspiros,
los lamentos y las penas
de aquella infeliz muger,
que casi hasta el cielo Negan:
con los gritos que ella daba
el barbero se dispierta,
dicigndola enternecido,
qué tienes, querida prenda!
dime, qué te ha sucedido!
comunicame tu pena:
ibellasy le respondié Morando:
ay, que seré descubierta!
jue esta majiana al marido,
cuando flamaba 4 la puerta,
pensé darle las alforjas,
tus calzones se lleva!
el barbero le responde,
ya la hemos hecho buenas
no podias conocer
(pues que bien se diferencian)
las alforjas de calzones;
como estaba tu cabeza?
Lo que mas siente el barbero,
le causa mayor pena,
al no haber Nevado capa,
y haber de sulir en piernas,
y tener que ir 4 afeitar
los parroquianos por fuerza,
y_no tener mas calzones,
ni alli, nien sn casa mesma,
que los que el carbonero
se le ha llevado 4 Valencia.
Aqui suspirando dice,
cuando mi muger lo sepa
que he perdido los calzones,
qué bnen dia se me espera!
y toda la culpa tiene
solo tu mala cabeza.
La mnger del carbonero
responde de esta manera:
bien la tienes mejor tus
asi no te conociera,
que no me veria ahora
tan oprimida y suspensa,
tan Hena de confusiones,
y tan cercada de penas,
Y lo que hasta entonces fue
alegria y complacencia,
se ha conyerlido en pesares,
sustos, discordias y penas,
tanto, que al barbero dijo
la sefiora carbonera,
sdlteme luego de casa,
vayase la puerta afucra;
Si no tiene calzones,
biisqueselos donde quier
entonces se fue el barbero,
ella Morando se queda.
ejemos 4 la muger
lamentindose en sus penas,
y vamos al Girujano,
que apenas sale 4 la puerta,
encontrése unos muchachos,
que estos iban a la escuela,
y al instante que lo vieron,
pensaron que loco era,
y hasta meterse en su casa
fueron tirdndole picdras,
y como iba sin calzones
no hablé palabra ni media,
sino escapar 4 correr,
porque no lo conociera
en fin, se metid en su casa
sin que su muger lo viera,
y acostandose en su cama
herido ‘de la cabeza,
de la grande tempestad,
y la abundancia de piedras
que le habian tirado
Jos muvhachos de la escuela,
A-este tiempo la muger
que venia de la iglesia,
cuando lo vié sin calzones,
presumigndose lo que era,6
en cuenta de consclerlo,
foe, y se le agarré A las g
creyd que para esquilarle
no erai gwnester tijeras,
porque le dejé sin pelo,
y le arrancé las melenas:
aqui si que eran de ver
Jos Hantos y las miserias
del infeliz cirujano,
pues tantos males le cereans
dejémoslo por ahora,
curdndose la cabeza,
y vamos é la moger
que desesperada queda,
ainargimente Horando,
no hay consuelo para ella;
a cuyo tiempo por lumbre
4 su casa entré una vieja,
y vigodola que loraba,
le dice de esta manera;
dine, {qué te ha sncedido
que Horas y te lamentas?
Y¥ la muger le responde,
cen un ay que al alma llega,
aunque yo a usted se lo diga,
no me aliviard mi pena;
por fiarme del barbero
me veo de esta manera,
miuy triste y desconsolada.
Enionces dijo la vieja
diwe, qué te ha sucedido?
no Jo calles por vergiienza,
comunivamelo todo;
az cuenta que te confiesas,
que te tengo de amparar,
eso corre por mi cuenta;
pues aun no sabes a
eas;
las astucias js.
Algun tanto consolada,
respovdid la carbonera:
en el supnesto que dice
de que corre por su cuenta
el que usted me ayudara,
Te contaré mi flaqneza.
‘Ayer dijo mi marido
que habia de ir 4 Valencia,
y tenia que madrugar
4 eso de Ia una y media,
al mismo tiempo me dijo,
ten las alforjas compnestas:
viendo tan buena ocasion
al barbero le di cuenta
como se iria el marido,
y asi que liempo no pierda,
que se iri muy de mutana,
¥ por tanto que esté alerta:
cuando esto supo el harbero,
yino como uns centella,
se metié dentro mi casa,
cerremos muy bien la puerta,
y nos fuimos & acostar,
4 cuyo tiempo que llega
mi marido apresurado,
dando golpes @ la puerta,
diciendo que le bajara
a alforja con diligencias
y yo medio apresurada
comencd 4 tentar por tierra,
y halléndome unos calzones,
que estos del barbero eran, ,
y se los saqué corriendo
pensando que alforjas eran,
y los llevé mi marido;
esta es ini fatal Lragedia,Alo que la muger dijo
estuvo atenta la vieja,
y con un grande suspiro
respondié de esta manera:
amiga ly mas aniiga,
no pensé que tanto era,
y asi es preciso tene
una consulta de viejas,
para aplicar el mejor
remedio que nos convenga.
Vamos a que se jantaron
seis 6 siete las mas viejas
que habia en to:to el lugar,
y consaltaron entre ellas
como que el mejor remedio
era ir y merear tela
para hacer unos calzones
y ponerselos la vieja,
dela misma calidad
que los del barbero eran:
esto es lo que salid
de la consulta de viejas.
Lsinaron al punto un sastre,
que viviera 4 toda priesa,
y que hiciera unos calzones
ide la referida tela,
Asi que estuvieron hechos
fue y se los puso la vieja,
fue 4 casa del carbonero,
lilando con una rueca,
se subid & la cocina,
jsenldse muy compuesta,
Biremaangose las suyas,
j toa su intencion era
ensetiar los calzones
pundo el carbonero venga:
vse turdé mucho rato,
z
cuando este buen hombre llega
con una cora peer
que aquellos que niegan deudass
y le dijo & la muge
picara, vil, muger nevia,
has de morir aqui
si el cielo nu lo remedia,
y vengaré yo wi agravio
de toda tu vil torpeza,
Ios calzones son testigos
como eres tan vil rauera,
pues siempre que yo we voy
el barbero me ta pega.
b agaarda mas rozones
se fue corriendo tras ella,
subiéndose 4 la cocina,
en donde estaba la vieja
con sus says remangadas
couo referide queda:
y viéndola el carbonero,
le dij3 de esta manera:
jeduio es que Heva culzones,
digame, seiura vieja?
y la vieja le responde
tu muger tambien los leva;
en un dia los hicimos
Tas dos de una misma tela,
y tambien el cirojano
We aquesto mismo los leva,
Cuando el carbonero oy6
Jo que le dijo la vieja,
peus6 que aquellas palabras
del santo Evangelio eran,
y arrepentido eutre si,
decia de esta manera:
san Abdon y san Senen
habran traido esta vieja,8
porque no permitiran
de que mi casa se pierda;
pues es cierto que si no
por aquesta buena vieja
‘o mataba 4 mi muger,
y al tal barbero con ella,
’s cierto, evidente y claro
que la habria hecho buena.
Entonces el carbonero
se volvié para la vieja,
}, le dijo, tome usted
Ja mitad de mi moneda
que he sacado del carbon;
perdone por la pobreza:
yal mismo tiempo tambien
Te dijo 4 su muger mesma,
que le pedia perdon
de aquella tan grande ofensa:
con que se cumplié el adagio,
tras de cuernos penitencia,
Con esto han visto, sefiores,
Tos enredos de las viejas;
jqné de perjuicios no causan
en las casas que ellas entran?
Y con esto el autor pide
4 todos cuantos lo lean,
que para ningun asunto
jamas se fien de viejas.
FIN
VALENCIA:
Imprenta de Laborda, calle de ta Bolseria, nism. 48, donde
hallardn otros diferentes.