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Escalante Díaz de León

Dione Desireé

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MOVIMIENTO FERROCARRILERO:

1958

Febrero 4: Un grupo de telegrafistas, independiente del sindicato oficial inicia una


serie de protestas para obtener un alumno de salarios solicitado en septiembre de
1957. Lo Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicos (SCOP) traslada a los
empleados más activos en el movimiento y con ello desencadena un paro total
que estalla dos días más tarde. Los telegrafistas desconocen al secretario del
sindicato de trabajadores de la SCOP, lo acusan de robo y piden una central libre
de líderes espurios.

Febrero 13: Banqueros y cámaras nacionales de comercio y de industria piden la


intervención del Estado pues consideran que “la actitud de los telegrafistas no
tiene justificación legal y que tolerar tal actitud equivaldría a sentar un precedente
que pudiera repetirse y provocar lo anarquía general.

Febrero 22: Confiando en el ejecutivo que ofrece satisfacer las demandas sin
ejercer represalias, los telegrafistas vuelven a sus labores.

Marzo 7: Se interrumpen las pláticas para revisar el contrato de trabajo entre la


Compañía de Luz y el Sindicato Mexicano de Electricistas. Estos exigen treinta por
ciento de aumento, semana de 40 horas, vacaciones pagadas y fondo de ahorro
para jubilados. Cuatro días más tarde se resuelve el contrato con un aumento
salarial del 18 por ciento.

Abril 8: Durante una asamblea varios trabajadores de Petróleos Mexicanos se


niegan o prorrogar el contrato colectivo en oposición o la empresa y o Felipe
Mortera Prieto líder del sindicato oficial. Petróleos Mexicanos declara no estar en
posibilidad de satisfacer las demandas de sus empleados.

Abril 10: Se acuerda un año de prórroga para el contrato de Petróleos Mexicanos.

Abril 12: En una violenta acción represiva, la policía del Distrito Federal desaloja
del Zócalo o maestros de primaria integrantes del Movimiento Revolucionario del
Magisterio (MRM), encabezado por Otón Salazar. El MRM había intentado primero
efectuar un mitin ante la Secretaría de Educación Pública y después en el Zócalo,
para insistir en un aumento de 40 por ciento a los salarios, solicitado veinte meses
antes, y discutir la posibilidad de ir a la huelga.

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Abril 19: El MRM marcha del Monumento de la Revolución al Zócalo exigiendo
castigo para los responsables por “la violación de garantías constitucionales”
durante la agresión del día 12.

Abril 27: Ante la demanda de aumento por parte del MRM, Educación Pública
desconoce el organismo y afirma que “no se puede ni se debe tratar de resolver
los problemas con organismos que no sean los legalmente reconocidos”.

Abril 30: Al término de una manifestación, los maestros del MRM deciden
permanecer en la Secretaría de Educación Pública hasta la solución de sus
demandas.

Mayo 2: Una comisión del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la


República Mexicana integrada por representantes de cada sección, se reúne en la
ciudad de México para discutir con el comité ejecutivo general lo iniciativa de un
aumento de sueldo. Samuel Ortega Hernández secretario general del sindicato,
reconoce la legalidad de lo comisión y sus gastos son cubiertos, según anuncia,
por el propio organismo. También afirma que facilitará los informes necesarios
para elaborar el estudio correspondiente.

Mayo 9: El secretario del sindicato de ferrocarrileros se presenta ante los


comisionados “acompañado de porras, los insulta y los intimida para que no den
información a la prensa. Asienta que el aumento de sueldos debe tratarse hasta el
mes de agosto, aunque el acuerdo definitivo, señala, se tomará en la reunión de
los secretarios de las secciones, el 12 del mes en curso.

Mayo 11: Los miembros del Movimiento Revolucionario del Magisterio


permanecen en la Secretaría de Educación. Durante los últimos días se han
multiplicado las muestras de apoyo a su causa, a través de manifestaciones y
mítines en los que han intervenido obreros, estudiantes y padres de familia.

Mayo 12: En lugar de los 350 pesos propuestos por los delegados ferrocarrileros
de la república, los secretarios locales solicitan 200 pesos de aumento. El
secretario general pide a los trabajadores una conducta “patriótica” que elimine el
recurso de la fuerza, la agitación o la demagogia. Asegura que el aumento no sólo
es uno necesidad de los ferrocarrileros sino también un problema para la empresa,
que pertenece a los mexicanos.

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Mayo 15: De uno u otro modo lo información que difunde parte de la prensa
(Excélsior, Novedades) indica que las peticiones de los maestros disidentes deben
gestionarse o través del Sindicato de Trabajadores de la Educación, oficialmente
reconocido. El presidente Ruiz Cortines promete que se darán los aumentos pero
que eso ocurrirá a partir de julio, en tanto se realizan los ajustes necesarios.

Mayo 21: El gerente de Ferrocarriles Nacionales acude a una asamblea del


sindicato y pide un plazo de sesenta días para resolver las peticiones de la
dirección sindical. La proposición es aceptada.

Mayo 24: Tiene lugar un mitin de ferrocarrileros, en el que expresan descontento


hacia los líderes sindicales a quienes acusan de no defender sus intereses. La
respuesta es mucho más violenta en los secciones del sureste y se consolida con
rapidez en el Plan del Sureste que rechazó los 200 pesos de aumento promovido
por los secretarios locales, así como los dos meses de plazo concedido a lo
empresa; reitera que el aumento debe ser de 350 pesos, desconoce a los
representantes locales por pactar a espaldas de los trabajadores; emplaza al
comité ejecutivo general para reconocer a los nuevos representantes y anuncia
paros escalonados hasta suspender en su totalidad las actividades de la empresa
si no se llega a una solución satisfactoria.

Junio 1: Se inician pláticas con los maestros del MRM que finalizarán con un
aumento que concede el ejecutivo: 150 pesos mensuales para todo el sistema; sin
embargo los maestros de zonas urbanas recibirán mil pesos y los rurales 600.

Junio 6: El Movimiento Revolucionario Magisterial realiza una manifestación en


agradecimiento a la ayuda que recibieron de diversos sectores. El presidente Ruiz
Cortines los recibe en Palacio Nacional. En la SEP pasean un ataúd con el
nombre de W. Sánchez, líder del Sindicato de Trabajadores de la Educación por
entonces candidato a diputado, y declaran que el triunfo de los maestros significa
“la muerte para los líderes que venden los derechos de los trabajadores por una
curul”.

Junio 19: A una semana de que den inicio los paros escalonados que anunció el
Plan del Sureste, la prensa prácticamente no informa de este movimiento, aunque
reproduce la postura de la empresa: resolver las demandas “de acuerdo al plazo
de 6O días que se le había concedido el mes pasado”. Del mismo modo la
gerencia informa “que algunas secciones aisladas pretenden exigir al margen del
sindicato un aumento de 350 pesos, pero se atiene a la ley para tratar los
problemas de los ferrocarrileros con los dirigentes de éstos”.

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Junio 26: Se inician los paros en Ferrocarriles Nacionales. Un miembro del Comité
Ejecutivo del sindicato acusa a Valentín Campa, Juan Colín y Francisco Gómez
como los promotores del conflicto, orientado a “crear agitación” y preparado “por
elementos comunistas contrarios al actual Comité Ejecutivo. En una asamblea se
acusa a estos líderes de entreguismo y se designó a Demetrio Vallejo, Roberto
Gómez Godínez, Juan Antonio Meza, Juan Velázquez y Francisco Contreras
como integrantes del Comité Ejecutivo de la Comisión Pro Aumento de Salarios.
Diez secciones locales han revocado para entonces a los comités ejecutivos
correspondientes.

Junio 27: La empresa llama a los miembros de la nueva comisión para tratar con
ellos el problema. Continúan las revocaciones a los líderes de las secciones
locales y el movimiento ferrocarrilero es apoyado por el MRM, los electricistas y
las secciones 34 y 35 del sindicato de petroleros.

Junio 28: Después de una manifestación en la que intervienen petroleros,


maestros otonistas y estudiantes, doce horas de inactividad en los paros
escalonados y unos tres y medio millones de pesos en pérdidas del sistema
ferroviario, las cámaras de comercio e industria declaran: “se ha llegado al punto
crítico del problema, ya que los graves perjuicios que causan los paros a la
economía del país exigen que se llegue a una solución de fondo en el menor
tiempo posible”.

Julio 1: El presidente Ruiz Cortines propone un aumento de 215 pesos, en un


acuerdo que los ferrocarrileros interpretan como un triunfo de su movimiento. A
continuación desconocen al ejecutivo general de su sindicato y lo acusan de
actuar en contra del interés de los trabajadores.

Julio 8: El Comité Ejecutivo del sindicato ferrocarrilero se ve obligado a renunciar y


los suplentes toman la dirección incorporando las demandas más importantes del
sector disidente.

Julio 9: Aprovechando un altercado entre el PAN y las autoridades electorales de


Jalisco a raíz de las elecciones federales del 5 de julio, la Secretaría de
Gobernación advierte que el Estado “reprimiría sin contemplación toda agitación
pues existían organismos y autoridades competentes a quienes corresponde
conocer y resolver legalmente las cuestiones que se presenten; en lo sucesivo no
se permitirá la celebración de mítines manifestaciones u otros actos que tiendan a
perturbar la paz pública”.

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Julio 12: Se inicia la VI Convención Extraordinaria del Sindicato Ferrocarrilero y su
primer paso es la elección del comité ejecutivo general. Dos días después se
conocen los resultados: Demetrio Vallejo es designado secretario general.

Julio 14: Salvador Quezada Cortés, de la tendencia recién expulsada del sindicato
ferrocarrilero acusa a Vallejo y otros dirigentes elegidos en la VI Convención
“como usurpadores que no permiten la entrada a las secciones 15, 16, 17 y 18” y
afirma que “Vallejo y socios se introdujeron en los locales de modo violento y
furtivo y violaron lo caja de caudales obteniendo treinta mil pesos”, por lo cual
demanda que los desaloje la policía judicial.

Agosto 1: Tras dos semanas de pugnas en las que tanto Quezada Cortés como
Vallejo se declaran dirigentes legítimos de los ferrocarrileros buscando el
reconocimiento de la empresa, el comité vallejista recurre nuevamente a los paros
escalonados, que se inician este día al mismo tiempo que el Estado declara ilegal
la elección de los convencionistas. Miembros de la iniciativa privada solicitan “la
represión de los paros ilegales”, que califican de insolencia, desafío y provocación.
Salvador Quezada convoca o nuevas elecciones antes de cuarenta días.

Agosto 2: Se inicia la represión contra los ferrocarrileros. Atendiendo lo denuncia


de Quezada son “devueltos” los locales sindicales ocupados por los vallejistas.
Hay violencia y arrestos; en el despliegue intervienen agentes secretos, judiciales
y policías uniformados. Según Excélsior los “rebeldes” estaban armados “con
carabinas, pistolas, gran cantidad de cartuchos, piedras y bombas ‘molotov'”.
Vallejo no es aprehendido y recomiendo al resto de las secciones un paro total de
actividades que estalla esa misma noche y suspende todo el sistema ferroviario.

Agosto 3: Las cámaras nacionales de industria de hierro, acero y cemento


estimulan los actos represivos: “Nunca un conflicto intergremial puede exceder los
límites obreros y menos traducirse como aconteció, en un ataque a la estabilidad
económica del país (…) Se atentó contra los intereses generales de la nación y los
industriales no encontramos justificación legal, ni humana ni lógica a esta
conducta (…) Ojalá el gobierno proceda con toda energía”.

Agosto 4: Manifestaciones de apoyo a Vallejo. Se declaran en huelga maestros y


telegrafistas. Las secciones 34 y 35 del sindicato de petroleros efectúan paros
parciales y los electricistas publican un manifiesto donde piden la libertad de los
detenidos y el cese de las represalias.

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Agosto 5: El gobierno federal llama a nuevas elecciones de ferrocarrileros a
efectuarse entre el 7 y el 22 de agosto. Algunos ferrocarrileros reunidos bajo el
Monumento a la Revolución son golpeados a macanazos por la policía. Nuevas
aprehensiones.

Agosto 27: Hay choques violentos, heridos, incendios de vehículos y vandalismo


en varios puntos de la ciudad. Los estudiantes se oponen al alza de tarifas en los
transportes y se enfrentan o camioneros y grupos de choque. La policía
metropolitana está acuartelada, dispuesta a tomar cualquier medid. En este clima
de tensión se difunden los resultados electorales del sindicato ferrocarrilero: 59 mil
759 votos para Vallejo y nueve para su opositor.

Agosto 28: Los líderes petroleros de las secciones 34 y 35 del sindicato, no


reconocidos oficialmente comienzan una huelga de hambre como presión para
obtener el reconocimiento. Granaderos, policías y ejército irrumpen causando
numerosos lesionados e intoxicados con gases lacrimógenos.

Agosto 29: Virtual estado de emergencia en la ciudad. Elementos de la fuerza


pública ocupan centros de reunión popular y recorren las calles para evitar
concentraciones. Como el día anterior, los enfrentamientos comienzan en las
oficinas de Petróleos Mexicanos en Avenida Juárez. Petroleros, ferrocarrileros,
estudiantes y curiosos se reúnen en el Monumento a la Revolución donde es
incendiado un vehículo de transporte público. Durante unas cinco horas se
suceden enfrentamientos y escaramuzas. “La Plaza de la República, informa La
Prensa, se convirtió prácticamente en cuartel general de granaderos”. Los
reunidos acometen oficinas de la Policía Judicial varias veces, siendo rechazados
en todas ellas a balazos.

Septiembre 1: En su último informe de gobierno, Ruiz Cortines afirma: “Cuando la


fuerza es menester para mantener el derecho, el gobierno está obligado a
emplearla, como en el caso de la provocación sistemática de ciertas agitaciones
que, por concurrentes y eslabonadas, compelen a la autoridad a desempeñar un
papel al que no puede renunciar por ningún concepto: el de mantenedora del
orden, necesario para el progreso y la libertad”. Ese mismo día, el Movimiento
Revolucionario del Magisterio realiza un congreso, y por su parte W. Sánchez, el
líder oficial realiza otro; ambos reclaman su reconocimiento legal ante la
Secretaría de Trabajo.

Septiembre 3: Algunos diarios consignan que los vallejistas están ejerciendo


represalias contra los derrotados en las elecciones. Más tarde se comprueba que
los agresores no son ferrocarrileros.

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Septiembre 6: Ante la advertencia del presidente de la República el MRM
suspende una manifestación y en lugar de ello organiza un mitin; Otón Salazar
líder del movimiento es arrestado con otros dirigentes antes de que ocurra el
evento. En la avenida Juárez, los maestros son atacados a golpes y con gases
lacrimógenos. Un comandante de granaderos ordenó que se dispare contra la
multitud.

Octubre 16: Las autoridades niegan el permiso para un mitin en el que


intervendrían entre otros los sindicatos de ferrocarrileros, maestros y petroleros
(secciones 34 y 35).

Noviembre 11: En un intento por recobrar el control del movimiento obrero, a


nombre de la CTM Fidel Velázquez emplaza a huelga y pide un aumento del 25
por ciento a los salarios de los trabajadores. El gobierno federal solicita un plazo
de treinta días.

Diciembre 6: A cinco días de haber iniciado su gestión presidencial Adolfo López


Mateos ordena que Otón Salazar y otros activistas recobren su libertad.

1959

Enero 16: Nuevo emplazamiento a huelga por parte de los ferrocarrileros en


demanda de revisión del contrato colectivo. En caso de no proceder a ello iniciarán
una huelga a partir del 25 de febrero.

Febrero 14: Excélsior difunde algunas demandas que los ferrocarrileras hacen al
presidente de lo República: “1) Supresión de los 868 puestos de confianza
incluidos la policía especial y el departamento de Vargas Bravo. 2) Eliminación de
las consolidadoras de flete y documentadoras de express y establecimiento de
oficinas recolectoras y de distribución de flete. 3) Eliminación de toda erogación
que haga la empresa por concepto de sostenimiento de camarillas y grupos
sindicales. 4) Supresión de toda propaganda que no sea verdaderamente
indispensable. Estricto control y comprobación de los contratos que otorga la
empresa.”

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Febrero 22: A tres días de que estalle la huelga en declaraciones difundidas por
Excélsior los diputados Manuel Moreno Cárdenas, Heriberto Béjar e Ignacio
Aguinaga afirman: “Denunciamos a Vallejo como instrumento para llevar a la
ejecución el torpe programa inspirado en los directivos de una embajada
extranjera para derrocar al gobierno de México

(…) Denunciamos ante toda la nación la subversión armada que estérilmente


prepara Demetrio Vallejo pretendiendo el derrocamiento del régimen
gubernamental.”

Febrero 24: Las cámaras nacionales de industria afirman que la táctica de la


agitación obrerista ha rebozado los límites de la cordura tanto el gobierno como la
iniciativa privada han estado prudentísimas ante lo grave amenaza lanzada por
Vallejo y socios contenido en la frase siguiente: “Está próxima la revolución
obrera”. De su parte los ferrocarrileras de mandan el 16.66 por ciento sobre los
215 pesos de aumento, atención médica para familiares de los trabajadores, 10
por ciento como fondo de ahorro sobre todos los prestaciones y construcción de
casas habitación a diez pesos diarios por concepto de renta. La empresa señala
que no está en posibilidades de satisfacer estos requerimientos. El Bloque de
Unidad Obrera asienta que Vallejo debe “ser considerado como reo de disolución
social”.

Febrero 25: La Junta de Conciliación decidiera ilegal la huelga de Ferrocarriles


Nacionales y da un plazo de 24 horas para reanudar las labores. Los amparas que
solicita el sindicato son negados. En estas condiciones los vallejistas levantan el
para y acceden a una nueva solución mediante la que reciben prestaciones ya
ofrecidas por la empresa.

Febrero 26: López Mateos afirma que el gobierno no tolerará ningún “desorden”.

Febrero 27: La empresa pide que se ejerza acción penal contra los “exaltados”. La
CTM difunde un desplegado contra “las actividades subversivas que realizan los
comunistas” y exige “sentido de responsabilidad” a los dirigentes obreras.

Marzo 7: El sindicato de ferrocarrileras publica en un manifiesto que el reciente


conflicto significa que fortalece al movimiento independiente. Vallejo vuelve a
demandar el 16.66 por ciento de aumento sobre los 215 pesos y lo reparación de
las violaciones al contrato. La gerencia insiste en que no hay arreglo posible y que
no pagará el aumento requerido. El sindicato emplaza a una huelga que estallará
el 25 de marzo.

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Marzo 25: Se inicia otra huelga ferrocarrilera que, como la anterior es declarada
inexistente por lo Junta de Conciliación y Arbitraje.

Marzo 27: La empresa comienza a despedir ferrocarrileras.

Marzo 28: Los sindicalistas se entrevistan con el secretario de Trabajo y acuerdan


continuar las pláticas durante la tarde de este mismo día. Antes de que tenga lugar
la segunda entrevista, Demetrio Vallejo, Hugo Ponce de León y Alejandro Pérez
Enríquez son aprehendidos. La ofensiva es total y la represión que se desata en
una de las más violentas que se recuerden: miles de trabajadores (ferrocarrileras,
petroleras y maestros) así como algunos estudiantes, son objeto de la furia
policiaca, cuyos elementos intervienen y ocupan también locales sindicales. Nueve
mil ferrocarrileras pierden su trabajo a partir de este día.

Marzo 30: La Procuraduría General de la República declara que el gobierno no


permitió a “un grupo minoritario de trabajadores, violando todo derecha, (que)
causaran con antipatrióticos procedimientos graves daños a la nación,
atemorizando a la mayoría de los trabajadores ferrocarrileras, para obligarlos a
seguir un movimiento que bajo ninguna circunstancia entraña el ejercicio de un
derecha”. Afirma que en todos estos casos se procederá enérgicamente y que esa
dependencia ordenará la detención de todos los que hayan incurrido en “hechas
delictuosos”.

Marzo 31: La Procuraduría justificó la brutalidad de la represión afirmando que


todas las víctimas participaban de un plan para derrocar al gobierno “Se trata de
uno conspiración en toda forma de un plan general para quebrantar el orden y
hacer factible la realización de planes Ideados y organizados por un país extraño
en contra de México y de todos los países de América Latina. Vallejo ha incurrido
en el delito de traición a la patria.”

Abril 2: La Comisión Permanente del Congreso de la Unión entiende que la


solución represiva “ha sido una medida de salud pública obligada y exigida por las
circunstancias.”

Abril 3: Ante la represión el secretario de organización del sindicato ferrocarrilera


Gilberto Rojo Robles (arrestado poco después) pide que se levante la huelga,
anunciando que con ello serán liberados los detenidos y recuperados los locales
en poder de la fuerza pública.

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Abril 15: En sustitución de Vallejo Alfredo A. Fabela es nombrado secretario
general del sindicato ferrocarrilero; del mismo modo, hay nuevos representantes,
no “exaltados”, para las secciones locales. Varios líderes independientes
permanecerán encarcelados durante años a raíz de su intervención en estos
sucesos. (R.D.O.).

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MOVIMIENTOS GUERRILLEROS URBANOS:
El mundo en los años sesentas era un mundo en movimiento, en movimiento
principalmente por las ideas de libertad, revolución y las minorías que se
revelaban en Estados Unidos. El modelo de vida americano, se imponía en los
jóvenes, relativamente hacía poco que había acabado la segunda guerra mundial,
y en Oriente se vivían varios conflictos bélicos, la Revolución cubana había salido
airosa y se comenzaba a alzar como bandera libertadora en América latina. El
progresismo no le sería indiferente a la Iglesia católica quién a mediados de los
sesentas había proclamado el concilio vaticano segundo, que en pocas palabras
encaminaba la labor eclesiástica a favor de los pobres, en el año de 1965 en
Medellín, se hacían debates acalorados sobre cristianismo y marxismo, nacería
una nueva corriente en la iglesia que proclamaría a Jesús como el primer
revolucionario, se daría pauta a la Teología de la liberación. La Teología de la
Liberación que tanto influiría en movimientos sociales a partir de su creación, se
encontraría presente en casi todos los movimientos de corte revolucionario en
América latina.

Ernesto Guevara de la Serna había mandado la consigna de crear muchos


Vietnam, antes de embarcarse en su viaje sin retorno a Bolivia, su voz haría
rápidamente eco en muchos jóvenes que veían a Cuba como un ejemplo a seguir.
El fantasma del Comunismo sería usado a principios de los setentas como la
excusa perfecta de Estados Unidos para tener controlada la región. Miles se
alzarían con la bandera de Vencer o Morir, no quedaría de otra, las formas
extremas de hacer política se arraigaban en el imaginario colectivo.

En Estados Unidos, habría fuertes movimientos sociales, principalmente por parte


de las minorías, el Black Power, resuena en el país de las barras y las estrellas.

En Francia, en el año del 68, se vive el Mayo Francés, un movimiento estudiantil,


que buscaba obtener más libertades en todos los aspectos, salían multitudes de
jóvenes a protestar a las calles, el gobierno les pagaría con represión.

Así se vive a nivel mundial una época convulsionada, que contagiaría a nuestro
país rápidamente. Una época que políticamente es muy rica en cuanto
acontecimientos a nivel mundial, muchas de las ideas que nacen en los sesentas
se impregnarían en grupos progresistas, Cuba era el ejemplo estaba claro, si Fidel
Castro y compañía pudieron quitarse el yugo Yanki, por que otros no habrían de
hacerlo.

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Lamentablemente los muertos se contarían por miles, tal parece que la libertad era
una palabra que para pronunciarse era necesario depositar una cuota de sangre.

Después de un breve contexto a Nivel mundial, es preciso aterrizar en México. El


México de los sesentas era un país en el que había una gran movilidad
poblacional del campo a la ciudad, las clases media vivían una época de
estabilidad o como se diría en círculos de izquierda, vivían el sueño del pequeño
Burgués. Oficialmente se vivía una época de estabilidad, de grandes cambios para
bien, una época modernizadora.

Esta especie de tranquilidad pronto se vería interrumpida, en el año de 1965, se


da lo que se conoce como el primer levantamiento guerrillero de la época
moderna. Un grupo de jóvenes del poblado de Madera de Chihuahua crearían un
foco guerrillero en la sierra, para exigir al gobierno que se diera un buen reparto de
tierra y que se dejara de reprimir a los campesinos e indígenas.

Se alzaban pues, jóvenes lugareños apoyados de otros jóvenes maestros


provenientes del Partido Popular Socialista (PPS) y crean un grupo guerrillero al
que nombrarían Grupo Popular Guerrillero, encabezados por Arturo Gamíz García
y Pablo Gómez. Tratando de imitar el asalto al cuartel de Moncada, que realizara
Fidel Castro en el comienzo de la revolución cubana, los jóvenes planearon un
asalto único, un asalto al Cuartel del poblado de Madera, para abastecerse de
medicamentos, municiones y volver rápidamente a la sierra. Pero muchas cosas
no saldrían como estaban planeadas y el asalto al cuartel terminaría en masacre,
más de la mitad de los dieciséis guerrilleros que realizaron el asalto, quedaron
muertos en el lugar. El Gobierno estatal de Chihuahua minimizaría el asunto
categorizando a los jóvenes guerrilleros como una bola de locos. El gobierno de la
república, en ese entonces representado por Gustavo Díaz Ordaz, enviaría
inmediatamente tropas para aplastar el foco guerrillero. Y durante cuatro años se
da una cacería a los guerrilleros, varios son encontrados y muertos en manos de
militares, otros más empezarían algo que dejaría repercusiones hasta nuestros
días, me refiero a la Guerrilla recurrente.

La Guerrilla no muere en Chihuahua, sus ideas se expenderían por casi toda la


República, podrían haber matado a la mayoría de los militantes del Grupo Popular
Guerrillero, pero las ideas se expenderían entre jóvenes sedientos de cambio, de
libertad y de mejoras en el estado de las cosas.

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Otro hecho que marcó una pauta en el surgimiento de los grupos guerrilleros es la
matanza de Tlatelolco. Año del 68, jóvenes realizan manifestaciones en contra del
gobierno de la república y a favor de más libertades, el gobierno había respondido
a esas manifestaciones de libertad con represión en todas sus formas. El 2 de
Octubre ocurre la masacre de jóvenes en Tlatelolco, cientos de jóvenes caen por
disparos certeros de militares y un grupo paramilitar que se hacía llamar el
batallón Olimpia. Se dice que el gobierno no quería ver arruinados los juegos
olímpicos que se avecinaban y que tanto había pujado por conseguirlos.

El acontecimiento trágico del 68 solo radicalizaría todo movimiento social. A partir


de este momento coyuntural, muchos jóvenes pensaron que el gobierno no iba a
entender con marchas y por métodos pacíficos.

El primer grupo que sale a flote, es MAR (Movimiento de Acción Revolucionaria),


entrenados en Corea del Norte, en 1971, la sociedad mexicana los conocería por
que el gobierno de Echeverría los aprendería. MAR tuvo escuelas de
entrenamiento principalmente en la región del Bajío. Los militantes de MAR que no
son aprendidos, rápidamente buscan unirse a otros grupos.

El 10 de Junio, otro hecho sangriento marcaría la juventud del país, el Jueves de


Corpus. Una manifestación pacífica se dirigía al monumento a la revolución, para
manifestarse a favor de una huelga de estudiantes en Monterrey, en el camino son
interceptados por un grupo paramilitar llamado los Halcones, quienes comienzan a
disparar y a golpear a la multitud. La juventud pacífica estaba llegando a su fin, el
gobierno mismo estaba dando paso a la radicalización, radicalización que traería a
futuro, muertos, desaparecidos, secuestros, torturas. Al mismo tiempo que sucedía
esto el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, pretendía obtener el premio
Nobel de la paz, pretendía erigirse como el más notables estadista del Tercer
mundo, y por el país proclamaba su llamada Apertura democrática, que no era
otra cosa que populismo para hacer que su imagen se vendiera a nivel
internacional y de esta manera ser un mejor candidato al tan ansiado nobel.

Hecatombe, el 71 marcó la pauta, aparecerían grupos armados por todo el país, la


radicalización de la política había llegado para instalarse en el país, más de una
veintena de grupos armados aparecen por todo México, el gobierno de inmediato
emprende campañas de detención a través de la Dirección Federal de Seguridad.
Comienza la Guerra sucia, se disparan los secuestros por ambos bandos, unos,
los guerrilleros, utilizan el secuestro como medio para financiarse y los otros, los
de parte del gobierno, emplean el secuestro para capturar clandestinamente a los
guerrillero, sacarles información a través de la tortura para poder desintegrar a los
grupos armados.
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Los primeros grupos guerrilleros que aparecen en los setentas, exceptuando MAR,
carecen de formación en el manejo de armas, sus armas son escasas y tienden a
fragmentarse rápidamente.

El manual de los guerrilleros de aquella época ya no será la Guerra de Guerrillas


del Che, lo cambiarán por un manual que era contemporáneo a su época, se
trataba del Mini-manual del Guerrillero Urbano del Brasileño Carlos Marighela. En
el manual de Marighela, se explican tácticas de cómo realizar expropiaciones y
como sustentarse a través de secuestros, así como diversos métodos
subversivos.

No hay que olvidar que la Guerrilla en la sierra también estaba muy fuerte en
aquella época principalmente en la sierra de Atoyac, Guerrero. Genaro Vázquez
Rojas y Lucio Cabañas, principales dirigentes de la guerrilla rural en Guerrero
habían tenido en jaque al gobierno durante varios años, primero Genaro Vázquez
con la Asociación Cívica Guerrerense y luego Lucio Cabañas con su Partido de los
Pobres (PdlP). El primero, Genaro, moriría en 1972, su lucha la seguiría Lucio
Cabañas. Lucio y Genaro agotaron, como muchos movimientos armados, todos
los medios pacíficos para hacerse escuchar y obtuvieron muertes y represión, ven
en la lucha armada un medio para hacerse sentir, hacerse escuchar y emprender
una lucha contra el Gobierno establecido y su forma de gobernar.

La Guerrilla ya sea urbana o rural se mantiene durante todo el año de 1972, con
bajas para todos los bandos implicados en esta guerra.

En el año de 1973 nacería la Guerrilla Urbana más importante en la historia de la


Guerra Sucia, la Liga Comunista 23 de septiembre. Que es la confluencia de
varios grupos guerrilleros, la unión los haría fuertes, tan fuertes que serían el
grupo urbano guerrillero que más problemas le causarían al gobierno y sería hasta
1981 hasta que oficialmente la liga comunista 23 de septiembre sería por fin
derrotada.

Mientras la mayoría de los grupos guerrilleros se daban a conocer por


expropiaciones, secuestros, asaltos y demás acciones subversivas, dos se
mantenían en la clandestinidad, el Partido Revolucionario Obrero Campesino
Unión del Pueblo (PROCUP) y las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN). Estos
dos grupos habían nacido a principios de los setentas, se mantenían en la
clandestinidad de la clandestinidad, puesto que prácticamente no eran conocidos
en el escenario nacional. Se dedicaban a realizar activismo político en las
escuelas y a crear células por todo el país.
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Más allá de algunos asaltos, prácticamente nadie los conocía. La mayor célula de
las FLN fue encontrada de manera fortuita en 1974 en una casa de seguridad en
Nepantla, Estado de México.

Para principios de los años Ochentas casi todos los grupos habían sido
exterminados o habían desaparecido, la guerra sucia había acabado, o eso era lo
que la opinión pública creía. Sobrevivía el PROCUP que se había hecho más
fuerte porque lo que quedó del Partido de los Pobres se había unido a este grupo
armado; también quedaban las FLN que habían sido golpeadas y no se habían
recuperado, continuaban en la clandestinidad.

A principios de los Ochentas las FLN, por la necesidad de mantenerse recuperar


su fuerza, hacen una incursión a Chiapas. Las FLN buscaban llevar la conciencia
revolucionaria a los pueblos indígenas de Chiapas, se establecen en la selva
chiapaneca pero serían rastreados por militares la mayoría de los integrantes de
las FLN son asesinados en la selva chiapaneca. Los que quedan formarían la
base de lo que será el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El PROCUP por su parte seguiría haciendo la guerrilla prolongada al ejército


mexicano en las sierras de Guerrero y de Oaxaca. En 1994 apoyarían el
levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y realizarían acciones
armadas en Chiapas. Su desaparición se da hasta 1996, cuando deciden unirse a
un grupo que estaba por surgir en el año de 1996, el Ejército Popular
Revolucionario (EPR), quién hace su aparición en el aniversario de la matanza de
Aguas Blancas, 1 proclamándose como un ejército del pueblo que buscaba como
fin último derrocar el actuar gobierno e implantar el socialismo y esto lo haría a
través de la lucha armada prolongada.

Así pues llegamos hasta los dos grupos armados contemporáneos más
importantes el EPR y el EZLN, quienes heredan de la guerrillas de los setentas
sus estructuras de base más no su actuar, el EPR sigue en la clandestinidad,
efectuando muy pocas veces actos subversivos que repercutan a nivel nacional,
su actuar es enfrentar al ejército en la selva mientras acumula más fuerza; el
EZLN por su parte sigue en el camino de la autonomía de las comunidades
zapatistas y construyendo sus espacios, solo emplean su poder de fuego a
manera de defensa de grupos paramilitares. Así que como se puede ver los
grupos guerrilleros actuales tienen otra manera de actuar, se adecuan a las
circunstancias actuales y muy pocas veces son conocidas sus acciones.

16
MOVIMIENTO MÉDICO:
El 26 de noviembre de 1964, después de un largo tiempo en que las condiciones
de los médicos e internos de todo el sistema de salud del país no mejoraban, 2 se
decidió realizar un paro en el Hospital 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), debido a que no
recibirían tres meses de sueldo como aguinaldo. Los médicos residentes e
internos del Hospital Juárez de la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia
(SSA); Hospital Colonia, Servicio Médico de los Ferrocarrileros; Hospital San
Fernando del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Hospital General de
México, SSA, decidieron adherirse en apoyo al movimiento. Los paristas,
constituidos en sesión permanente, constituyeron la AMMRI, Asociación Mexicana
de Médicos Residentes e Internos, independiente de todas las organizaciones
sindicales. La AMMRI elaboró un pliego petitorio con tres puntos básicos: mejorar
el nivel económico, seguridad en el empleo y participación activa en los programas
de enseñanza. La satisfacción total era necesaria para el levantamiento del paro.
El 29 de noviembre, el director del Hospital 20 de Noviembre, José Ángel
Gutiérrez, informó a la prensa que llamaría a médicos de otros sanatorios para no
paralizar los servicios. Paralelamente, Gustavo Díaz Ordaz toma posesión como
Presidente de la República y los médicos le envían su pliego petitorio; Rafael
Moreno, titular de la SSA, en entrevista con los médicos, indicó que buscaría
soluciones prácticas para los problemas.3 La Comisión de Prensa de la AMMRI,
informó el 3 de diciembre, que ya eran 20 hospitales del interior y 23 de la ciudad
de México los que estaban en paro. Además publicaron una carta dirigida al
Presidente de la República dando a conocer los nombres de sus dirigentes:
Guillermo Calderón, Abel Archundia, Roberto Pedrosa Montes de Oca, Fernando
Herrera, Roberto Sepúlveda y Oralia León. El 8 de diciembre después de una
serie de entrevistas con Joaquín Cisneros, secretario privado del Presidente,
acordaron una primera entrevista con Díaz Ordaz, que al realizarse puso de
manifiesto su posición ante el conflicto: no resolver personalmente el problema,
sino dejarlo en manos de autoridades menores. Entre la entrevista y el
levantamiento del paro hubo una campaña de ataques y desprestigio por parte de
la Federación Médica del Distrito Federal, grupo de presión conformado por
profesionales empleados del Estado.4 El 15 de diciembre médicos residentes e
internos publicaron un desplegado acusando a los doctores Sergio Novelo y
Francisco Gómez, autoridades del IMSS, de ataques a los becarios.5 En
contraste, los médicos residentes e internos recibieron el favor de varios
organismos: la Asociación Médica de la República Mexicana, la Federación de
Colegios de la Profesión Médica y la Federación Obrera Revolucionaria, esta
última fue la única agrupación no médica que los apoyó.

17
6 Los representantes de la AMMRI en entrevista con el Director de la Facultad de
Medicina de la UNAM, doctor Donato G. Alarcón, obtuvieron simpatía por sus
demandas.7 Para el 18 de diciembre los médicos residentes e internos, cinco mil,
decidieron levantar el paro de 22 días, esto obedeció a la confianza que abrigaban
de resolver sus problemas. Dos días después, la AMMRI agradeció públicamente
al Presidente por escucharlos y tratar de solucionar el conflicto adecuadamente.8
Entre el primero y segundo paro de labores trascurrió casi un mes, intervalo en el
cual autoridades y sindicatos fijaron posiciones y formularon propuestas políticas.

9 Los primeros sindicatos que atacaron a los médicos, después de levantado el


paro, fueron el de Trabajadores del Distrito Federal y el Nacional de Trabajadores
del ISSSTE, por lo que negaron la viabilidad de las organizaciones sociales
existentes como mecanismos legítimos para plantear sus demandas a las
autoridades. Los resultados de las negociaciones fueron publicados en una carta
abierta, dirigida al Presidente de la República10 el 24 de diciembre de 1964. Pero
el 13 de enero de 1965 inició el segundo paro, la AMMRI informó que lo
reanudaban debido a que la autoridad no había respetado los acuerdos.11 Los
directivos del Departamento del Distrito Federal levantaron actas por abandono de
empleo y fijaron un plazo de 24 horas para poner fin al paro.12 El doctor Ismael
Cosío Villegas y todos los médicos del Hospital Huipulco, sanatorio para
tuberculosos, hoy Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Ismael
Cosío Villegas”, presentaron su renuncia en apoyo al movimiento.13 El doctor
Cosío renunció el 16 de enero de 1965 frente al H. Consejo Técnico de Huipulco,
antes de acatar la orden de las autoridades. A esta renuncia siguió una reacción
en cadena con Norberto Treviño Zapata, Guillermo Montaño, Salazar Mayén, Irene
Talamás, Francisco Hernández Orozco, Velasco Arce, Schutlz Romero Olivares,
Mario Rápaga, Felipe Mota, Castro Villagrana, Alfaro de la Vega, Mainers, Chimal,
Rustrían, Rivas Solís, Raúl Contreras y muchos más, fueron cesados,
consignados y reprimidos. Además, en apoyo, hubo renuncias individuales de
especialistas y médicos de planta que conformaban las sociedades médicas de los
hospitales: 20 Noviembre del ISSSTE, General, Instituto Nacional de Cardiología,
Infantil de México, Nutrición y Traumatología del DDF.14 La Sociedad Médica del
Hospital General designó varias comisiones y redactaron una declaración de
principios para invitar a las diversas sociedades médicas a formar una alianza y
aunado a la renuncia masiva de médicos especialistas, fue creada una gran
asociación, que albergó a todas las sociedades médicas, surgiendo así la Alianza
de Médicos Mexicanos,15 AMM, que conservó su estatus de superioridad frente a
becarios de la AMMRI, AC. La prensa nacional fue informada del logro de unificar
a todos los médicos del país en la AMM.

18
16 Directivos de los hospitales del IMSS, ISSSTE y SSA, donde había residentes
e internos miembros de la AMMRI, señalaron las ocho de la mañana del día 16 de
enero para regresar a sus labores.17 Como respuesta a esta presión, se
solidarizaron residentes e internos del Hospital de Traumatología del DDF, 800
médicos de la SSA y de los hospitales de Nutrición e Infantil de México, en total 66
nosocomios.18 El 22 de enero de 1965 los dirigentes de la AMM, en entrevista con
el Presidente de la República, firmaron algunos acuerdos para la resolución del
pliego petitorio. Ambas partes quedaron conformes con los resultados.19 La
AMMRI en sesión plenaria, concedió un voto de confianza y apoyo a la AMM, y a
favor de la unidad médica para levantar el segundo paro.20 El 30 de enero,
médicos residentes e internos de 130 hospitales de toda la República regresaron a
sus labores sin haber obtenido solución alguna a su pliego petitorio.21 Entre
febrero y abril, la actividad política entre los médicos residentes e internos y la
autoridad giró en torno a dos ejes: el acuerdo presidencial y las repercusiones
institucionales. El 18 de febrero mediante un acuerdo presidencial, que fue bien
acogido por la AMMR y como un avance sin precedentes, por parte de las
autoridades y de la sociedad, fueron reconocidas las labores médicas como
insustituibles servicios.22 El presidente Díaz Ordaz manifestó su deseo de
satisfacer las necesidades económicas de los médicos, además fue dictado un
acuerdo en relación a los médicos becarios y residentes, ya que plantearon el
aumento de becas por el Consejo Técnico del IMSS.

Posteriormente, en una serie de sesiones de la AMMRI y la AMM para estudiar los


aspectos legales y repudiar a los líderes sindicales, idearon la forma de
desafiliarse de los sindicatos. El 19 de abril de 1965, la Comisión de Prensa de la
AMMRI anunció que los 5,000 médicos residentes e internos, efectuarían un paro
de labores por no haberse cumplido el acuerdo presidencial;23 por lo que el 20 de
abril iniciaron el tercer paro.24 Al día siguiente, representantes de los hospitales
infantiles de zona y de emergencias del DDF, en entrevista con el regente
capitalino Ernesto Uruchurtu firmaron acuerdos y conciliaron diferencias para
finiquitar el conflicto.25 El 24 abril fue constituida legalmente la Alianza de Médicos
Mexicanos con la aprobación de sus estatutos generales, conformados por 76
artículos ordinarios y 7 transitorios. El 2 de mayo la comisión de prensa de la
AMMRI informó que sólo restaban dos puntos para la total solución del conflicto y
poder levantar el paro: 26 que todos los médicos fueran beneficiados por el
decreto presidencial otorgado y el no a la afiliación sindical por parte de los
médicos de la AMMRI. Además, para levantar el paro, los médicos residentes e
internos del ISSSTE exigieron el pago del 16.66% de sueldo mensual,
correspondiente al fondo de ahorro, sin descontarlo del sueldo.

19
27 Dos días después, presentaron ante el director del ISSSTE, Rómulo Sánchez
Mireles, a la recién formada Comisión Coordinadora de la Rama Médica de la
burocracia nacional, quienes fueron los portavoces de las demandas de los
médicos residentes e internos ante las dependencias oficiales. El 6 de mayo la
junta directiva del ISSSTE decidió someter la petición demandada por la AMMRI,
sobre sueldos fijados en el acuerdo presidencial del 18 de febrero, a la
consideración de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del
Estado, FSTSE.28 Para esa semana la situación en los hospitales ya era crítica, la
Cruz Roja hizo un exhorto a reanudar las labores. El 14 de mayo fue dictado un
ultimátum por el Gobierno Federal, firmado por los secretarios de salubridad y
comunicaciones; directores del ISSSTE, IMSS y por el regente capitalino, el que
indicaba que de no presentarse a laborar el día 17 de mayo serían cesados. La
FSTSE apoyó esta exigencia y solicitó la clausura del Hospital 20 de Noviembre
para ese mismo día.29 Un día antes de cumplirse la fecha hubo una asamblea
nacional extraordinaria de la AMM a la que asistieron 200 delegados de todo el
país, donde dieron su apoyo total para que la AMMRI procediera libremente y
solicitaron una entrevista con el presidente Díaz Ordaz.30 Una vez concluido el
plazo acordado por las autoridades, fueron aplicadas medidas en contra, tales
como la suspensión de sueldos, sostener la postura de no reanudar ninguna
conversación conciliatoria, abrir plazas para suplir médicos faltistas. Al mismo
tiempo, levantaron actas por abandono de empleo: 31 Ferrocarriles Nacionales
informó del cese de 49 médicos en las ciudades de México, Monterrey, ISSSTE de
San Luís Potosí; en Veracruz la SSA cesó a 33; el IMSS comunicó que 131
médicos presentaron solicitud de empleo para suplir a los despedidos.32 El
Presidente de la República Díaz Ordaz, declaró su negativa de recibir a los
médicos hasta que reanudaran labores. El 17 de mayo hubo manifestaciones de
protesta de estudiantes de medicina de los años tercero, cuarto y quinto de la
UNAM, en apoyo al movimiento y acordaron no tomar clases hasta que el conflicto
fuera resuelto. En la Alameda Central con dirección al Zócalo, fueron atacados los
paristas por trabajadores del Servicio de Limpia y Transporte del DF.33 El 20 de
mayo la Alianza Mexicana de Enfermeras, Parteras y Auxiliares de Enfermería, A.
C., publicó un desplegado manifestando su apoyo al paro.34 Paralelamente,
existió una campaña en contra por un grupo fantasma autodenominado Comité
Pro Defensa de la Dignificación de la Clase Médica.

La AMMRI decidió suspender el paro con una votación de 1,370 a favor y 870 en
contra, pero aún existían puntos pendientes de resolución.35 En una asamblea de
esta misma asociación, se plantearon quejas sobre varios hospitales, donde los
médicos estaban siendo objeto de represalias por parte de las autoridades.

20
36 El 21 de junio la Asamblea Nacional de la Alianza de la AMMRI, solicitó una
entrevista con el Presidente, para abordar problemas surgidos por la reanudación
de labores y el 25 fueron discutidos los puntos básicos del conflicto.37 Como
resultado de la entrevista, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó
tabulaciones para los médicos titulados y sanitarios graduados.38 En sesión con la
Asamblea Nacional de la AMMRI, para acordar puntos sobre el acuerdo
presidencial del 9 de julio, quedaron al descubierto una serie de desacuerdos, ya
que el beneficio sólo era para los de planta, siendo que el 80% de ellos, al servicio
del Estado, no tenían plaza.39 El 24 de julio la Alianza nuevamente solicitó una
entrevista con el Presidente, pero le fue negada y la Junta Directiva del ISSSTE
aprobó el nuevo tabulador de sueldos para los médicos y los especialistas o
adscritos.40 Ante la inconformidad surgida en la asamblea de la AMMRI, el 14 de
agosto, los hospitales de la Cruz Verde y los infantiles del DDF, excepto el de
traumatología, Rubén Leñero, suspendieron actividades argumentando que los
acuerdos de julio pasado no habían sido respetados.41 El Hospital 20 de
Noviembre también entró en paro de labores, aunado a esto el 21 de agosto
médicos de base decidieron convocar a un paro nacional para el 23 de ese mismo
mes.42 A tres días del paro, 26 de agosto, la fuerza pública con cinco capitanes y
100 granaderos desalojaron a residentes e internos de los hospitales 20 de
Noviembre y Colonia,43 autorizados por el Director del ISSSTE Rómulo Sánchez
Mireles y utilizaron médicos militares como esquiroles.44 La Secretaría de la
Defensa Nacional informó que médicos y enfermeras darían servicio en el Hospital
20 de Noviembre, el Ministerio Público levantó 70 actas y el dirigente de la FSTSE
apoyó la medida, más hospitales fueron desalojados con la fuerza pública. Unos
200 médicos paristas reunidos en la explanada del Hospital Centro Médico,
protestaron e incitaron al paro. Hubo manifestaciones de estudiantes de
odontología y además paros en la Facultad de Medicina y otras dependencias de
la UNAM.45 Pero la prensa nacional pública emitió declaraciones en apoyo a las
decisiones y actuación de las autoridades del DDF, la SSA y el IMSS. Con una
asamblea nacional de la AMM, el 30 de agosto fue levantado el paro en Pachuca,
Hidalgo, pero detuvieron a los doctores Alberto Hernández y Alfredo Ortega,
acusados de asociación delictuosa, abandono de empleo y otros hechos punibles.

El 1 de septiembre el presidente Díaz Ordaz en su informe anual, refiriéndose al


conflicto médico, declaró enérgicamente la necesidad de sancionar a los
responsables de los graves daños ocasionados a la sociedad y al país. En sesión
extraordinaria del 5 de septiembre la AMM decidió levantar el paro47 y el 7 de
septiembre los que reanudaron labores fueron objeto de medidas de represión.

21
En el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE, 260 médicos residentes e internos no
pudieron reintegrarse por estar sujetos a investigación; en el IMSS 30 contaban
con investigación; en la SSA seis fueron cesados; en el sector DDF los hospitales
de traumatología La Villa, Xoco y Balbuena fueron clausurados, además 100
médicos cesados y en el Hospital Colonia un médico y un interno. La AMM
comunicó que más de 500 médicos residentes e internos fueron cesados y que los
defenderían jurídicamente, pero el amparo les fue negado por inconsistencias
legales.

Tres de los principales líderes de la AMM fueron perseguidos, contaban con


órdenes de aprehensión y salieron del país: Norberto Treviño, José Castro
Villagrana y Faustino Pérez Tinajero.48 Finalmente, al regresar los médicos
internos y residentes a sus hospitales continuó el problema del contrato beca, ya
que contenía las mismas características de noviembre del 1964,49 pero ahora con
la experiencia de casi un año de conflicto y con vías de negociación cooptadas por
parte de las autoridades.

22
MOVIMIENTO CIUDADANO EN SAN LUIS POTOSÍ:
La historia Contemporánea de San Luis Potosí no se puede entender sin uno de
los capítulos más importantes de este estado, el que marco un parte aguas en la
democracia no solo potosina sino nacional: El movimiento Navista, a pesar de la
importancia de este, se ha intentado ignorar y borrar de la memoria colectiva de
los potosinos, principalmente en el período de 1958 a 1963, el único medio
de comunicación que mantuvo la objetividad en el tema fue el diario nacional La
Jornada, pero solo en el año de 1992, en los años sesenta la historia era muy
diferente.
El movimiento navista se puede identificar en tres períodos muy específico, en
donde su líder el Dr. Salvador Nava Martínez tuvo su máxima participación
política en 1958,
1961-63, 1982-83, 85-86 y 90-92. El período intermedio de 19 años en el cual se
mantuvo separado del activismo político fue a causa de un escarmiento por parte
del gobierno en 1963 contra él y los líderes de su movimiento.
La lucha de los navistas siempre fue inspirada por un solo objetivo, la democracia
(entendida como la participación política del pueblo en el estado), la justicia de
esta, el respeto al voto y el repudio por quien supuestamente electo, ostentaba
el poder de la manera más ruin.
Sin embargo el navismo en ningún momento planteo un cambio radical en
la estructura del país, como lo dice Monsivais "El movimiento Navista nunca fue
ideológico sino cívico" (Caballero: 1992,11) lo que a su vez le dio más que
credibilidad entre sus simpatizantes.
Uno de los puntos más importantes que dejó el movimiento Navista, fue el civismo
ciudadano que siempre demostró Nava y sus simpatizantes, nunca dejaron de
protestar contra las injusticias que se cometieron, pero no de forma violenta,
usando la resistencia civil como su arma, a pesar de que el estado central y sus
aliados locales ejercieron contra ellos. Además de este último, otros puntos en los
que se sustentó el movimiento navista; fue el sostener que el acceso al poder es
solamente una vía para el servicio público, no al revés, la participación
ciudadana como una necesidad de la democracia y la administración pública al
servicio de la comunidad.

La lucha contra el cacicazgo


Desde la caída del cacique revolucionario Saturnino Cedillo a causa del
levantamiento armado que él dirigía, contra el entonces presidente Lázaro
Cárdenas; se consolido como el nuevo cacique de San Luis Potosí Gonzalo N.
Santos, un representante del antiguo régimen callista, el dominio que ejercía sobre
el estado era total, y no era para menos su conocida percepción de moral y
su ley de los tres "ierros" (encierro, entierro y destierro) lo respaldaban, esto

23
provoco que desde su estadía como gobernador no soltaría el poder en el estado
hasta la llegada de Nava, fue poniendo su gusto una serie de gobernadores
peleles, que maneja desde su natal huasteca.
Santos tenía el control de las fuerzas políticas del estado: el gobernador, los
diputados locales, alcaldes, sindicatos afiliados a la CTM y por supuesto la prensa;
Santos pagaba doscientos mil pesos al mes para que el periódico local El Heraldo
publicara lo que le convenía al cacique, para el año 1950 el único grupo disidente
era uno de la Universidad encabezado por Manuel Nava (hermano de Salvador),
rector de la Universidad en ese entonces.
La primera fricción que tuvieron los universitarios con Santos fue que el
gobernador santista aceptara la autonomía Universitaria aunque hacía años que el
gobierno la había aceptado, el hecho al parecer tan insignificante tenía un
trasfondo muy diferente, ya que al obtener su autonomía Santos perdía toda
injerencia sobre la Universidad.
Durante el período de rectoría de Manuel Nava (1952-1958) la Universidad fue
castigada por parte del gobierno federal al restringirle el presupuesto de manera
importante ya que se catalogaba a esta una de las Universidades problemáticas
del país por el gobierno federal, Santos ofreció su ayuda a la Universidad la cual
recibiría dinero del estado a cambio de entregarle al cacique el control
Universitario, esto provocó la indignación del grupo en el que estaba en rectoría y
la fractura definitiva con Santos-
El grupo que apoyaba a Manuel Nava como rector era principalmente gente
de Medicina e Ingeniería que hasta entonces se había mantenido al margen de la
política, el apoyo universitario del que gozaba los llevo a formar en 1958 la
Federación de Profesionistas e Intelectuales del Estado (FPIP) encabezada por
Salvador Nava, para finales de ese año Salvador Nava y su gente vieron la
posibilidad de presentar una candidatura para la alcaldía de San Luis como
candidato del PRI. El momento era idóneo para Nava, ya que contaba con el
apoyo de la mayoría de la capital potosina y de diferentes grupos políticos del
Estado pero principalmente la coyuntura nacional se lo permitía; el año de 1958
era de intensa movilización política en el país encabezándolo el movimiento
Ferrocarrilero.
A la candidatura de Nava se le unió gente del PRI que estaba en contra de Santos
pero este último movió sus influencias para descartarlo como candidato del partido
oficial (cabe decir que Nava en ese momento no tenía ningún problema con la
dirigencia nacional del PRI), la Asamblea de Comerciantes e Industriales de San
Luis además de uno de los grupos más importantes de San Luis: la Unión
Nacional Sinarquista (UNS), simpatizaban con Nava, también se unió el grupo de
los miembros del Partido Comunista Mexicano (PCM) de la capital potosina,
dirigidos por la fábrica Atlas (comuna obrera) la importancia de estos últimos no es
el número de votos que aportaron (que relativamente eran muy pocos) sino lo
24
simbólico de unir a dos grupos completamente extraños como son Sinarquistas y
Comunistas por un solo objetivo, vencer al cacique.
Otro importante contingente que estaba con Nava eran algunos sindicatos obreros
afiliados a la CTM, Salvador Nava y sus hermanos habían ganado la simpatía de
los obreros al dar consulta en algunos casos gratuita a la gente de estos
Sindicatos, en la época donde el IMSS apenas aparecía (Calvillo, 1986:21).
El resultado de toda esta fusión de fuerzas políticas fue la creación de la Unión
Cívica Potosina (UCP) que el primero de Enero de 1958 presentó la candidatura
independiente de Salvador Nava, su campaña se extendió por todo el municipio, y
su base política era sencilla; quitar del poder a Santos, que se respetara el voto y
desaparecieran los poderes estatales controlados por los Santistas.

El 7 de ese mes se realizaron elecciones municipales, el triunfo favoreció a


Salvador Nava frente al candidato del PRI Gutiérrez Castellanos, sin embargo los
candidatos de la USP que también habían competido en los distintos municipios
solo habían logrado dieciocho alcaldías, solo quedaba un elemento importante en
el aparato Santista el gobernador Manuel Álvarez.
Las protestas en contra del gobernador y las amenazas de una huelga general de
labores y otra de pago de impuestos, se habían lanzado desde que Nava se
encontraba en campaña y se mantuvieron días después de la victoria de Nava, la
comunidad exigía la desaparición de los poderes estatales, la renuncia del
gobernador y el reconocimiento del triunfo de Nava, de lo contrario se cumplirían
las amenazas.
Ante las fuertes presiones que ejercían la ciudadanía antes de la elección, el 21 de
Noviembre el gobernador huyó a la capital del país para recibir órdenes del centro,
posteriormente el jueves 27 estallaba la huelga en San Luis que ya se anticipaba,
la paralización de todas las actividades económicas por parte de la industria y
del comercio organizado, en los días posteriores la ciudad estaba desierta, el
único movimiento que se registraba era el de las manifestaciones contra Santos y
el movimiento del ejército.
Desde que había comenzado las manifestaciones antes de la fecha de las
elecciones, el ejército de la doceava zona militar se había situado cerca de las
manifestaciones, de manera vigilante por si se perdía el control, estuvieron
presentes en las elecciones pero no tuvieron otro papel que el de resguardarlas,
posteriormente durante los días de huelga se limitaron a ser meros espectadores.
Los navistas temían la presencia del ejército por una posible represión si las
manifestaciones se tornaban violentas, pero temían más el control que ejercía
Santos sobre el general encargado de la zona militar.
El movimiento llegó a su clímax, a principios de Diciembre, cuando un niño fue
asesinado por un policía en el momento en que este se encontraba en una
manifestación a favor de la liberación de personas que se oponían a Santos. Para
25
estas fechas la huelga se había extendido a 30 municipios del Estado, el gobierno
federal no tuvo más opción que negociar con Nava y dar un golpe importante al
cacicazgo.
Unos días más tarde se alcanzaba el éxito se anunciaba que Álvarez pedía
licencia para abandonar su cargo y el gobierno federal prometía poner un
gobernador interino que se encargaría de limpiar toda influencia santista. El
encargado de negociar era el reciente Secretario de Gobernación de Adolfo López
Mateos, Gustavo Díaz Ordaz (cabe señalar que el movimiento navista siempre
simpatizó con López Mateos, desde la campaña de la UCP mostró el apoyo al
candidato del PRI) quién buscaba que Nava levantará la huelga y tranquilizara el
movimiento; ya que cada día que pasaba se volvía una amenaza para el control
del gobierno, en propias palabras el Secretario de Gobernación "para poder
controlar era necesario canalizar el movimiento a través
de instituciones otorgándoles lo que exigían para posteriormente sin
tanta presión recuperar el control de los mecanismos del poder local con los
opositores o sin ellos " (Calvillo,1986:46).

Las negociaciones fructificaron, la huelga se detuvo, los habitantes potosinos


podían regresar con normalidad a sus trabajos como se reactivaría la industria y el
comercio. Se reconoció el triunfo navista y se eliminaron los restos del gobierno de
Santos, otras instituciones que tuvieron que eliminar a santistas fueron el ejército,
en donde fue removido de su cargo el comandante de la doceava zona militar y
sustituido por el Gral. Alberto Zunho Hernández, el grupo que también cayó con la
transición fue el de los líderes sindicales pagados por Santos, la CTM escogió
nuevos dirigentes antes que perdiera fuerza en el estado.
El ayuntamiento navista (1959-1961) comenzó labores al año siguiente, rápido se
vieron reflejadas acciones que ningún otro político santista había logrado, se
comenzaron proyectos de infraestructura en todos los barrios y colonias de San
Luis, en buena parte por la Administración Navista y la liberación de cuotas como
lo comenta Calvillo "Se dejó de pagar cien mil pesos mensuales a Gonzalo N.
Santos lo que libero mucho presupuesto" ese tipo de cuotas era para que la
alcaldía tuviera el respaldo del cacique, Nava no lo necesitaba.
Otro importante acierto en el período navista fue publicar diariamente el balance
de los recursos locales y su distribución, además de señalar los avances de
la Administración a través de un programa de radio semanal, cabe señalar que
esta era l primera vez que se realizaba algo parecido, lo que provoco el apoyo
generalizado a Nava y el aumento de la popularidad del mismo. Los grupos que
ahora apoyaban a Nava no eran sinarquistas o comunistas sino la mayoría de
la población.

26
Después de la caída del gobernador Álvarez, el gobierno tuvo que tomar
importantes decisiones, por un lado UNC exigía que el nuevo gobernador interino
debía ser un hombre de comprobada moral y preferentemente de extracción
navista, estaba claro que esto era lo idóneo para ellos, por su parte los partidarios
del PCM propusieron a Martínez de la Vega quien mantenía ideas más cercanas a
las suyas, la UCP no tuvo problemas en aceptar a de la Vega como nuevo
gobernador interino e inclusive le mostraron su apoyo.
Al comenzar su mandato Martínez de la Vega intentó sacar la influencia de Santos
del gobierno pero después se vio rodeado de un grupo de santistas en su equipo
de trabajo. Para finales de 1960 Nava había adelantado su informe de gobierno
donde anunciaba que sería el último porque se retiraría de su cargo, el 10 de
enero de 1961 declara públicamente sus intenciones por competir para la
gubernatura postulándose como precandidato del PRI, el primero en ponerse en
su contra fue de la Vega, algunos consideran esta acción un producto de los celos
de este por la incapacidad de gobernar frente a la figura de Nava, quien contaba
con el respaldo de la población, otra posible causa del descontento con Nava, era
la crítica que realizaba el gobernador bajo el argumento que Nava simpatizaba con
corrientes tradicionalmente enemigas de la revolución.
La lucha contra el centro
Desde que principió la carrera política de Nava, nunca dejó de pertenecer al
partido oficial, las circunstancias lo habían llevado a conseguir la alcaldía con un
partido independiente, y sin embargo confiaba en que el sistema de elección
interna del PRI le diera la candidatura por San Luis.
A Nava lo habían propuesto por algunos amigos que tenía en el PRI, y contaba
con todo el respaldo que logró durante su estancia en la presidencia municipal. Sin
embargo las noticias que le dio el general Alfonso Corona del Rosal eran claras.
Después de la entrevista que sostuvo Salvador Nava con el presidente del Comité
Ejecutivo Nacional de PRI, quedó muy claro para el doctor, que las formas con las
que se escogía a los candidatos al interior del partido no se basaban en preceptos
democráticos, como Nava pensaba, la democratización al interior del PRI no era
una opción, tendría que luchar por la gubernatura por sus propios medios como lo
había hecho años atrás.
Las cúpulas del partido oficial decidieron lanzar en contraposición a Nava, como
candidato a la gubernatura de San Luis Potosí al profesor Manuel López Dávila,
de quien poco se sabía por el periodo de ausencia en el estado, López Dávila
había hecho carrera política en Chihuahua y no en San Luis.
Nava por su cuenta tuvo que registrarse como candidato independiente, su
candidatura no recibió de la UNS y PCM organismos que lo habían apoyado en la
campaña del 58, desde que Nava se encontraba en la alcaldía varios de los
grupos que lo habían llevado al poder no le reiteraron su apoyo para la
gubernatura, sin embargo las bases de estas agrupaciones políticas si estaban
27
con Nava además de importantes sectores como: obreros, campesinos,
profesionistas, industriales, amas de casa, comerciantes, etc.
Estos grupos se le habían unido durante su estadía como alcalde y su popularidad
se extendía por todo el estado. Así se estaba conformando el movimiento Navista,
un grupo heterogéneo de diversas corrientes políticas y de los distintos sectores.
El ejército había llegado de nueva cuenta a la capital potosina días atrás de las
elecciones, para supuestamente mantener la paz; el verdadero objetivo del ejército
era proteger al candidato del PRI contra los intentos de agresión en su contra, ya
que el repudio por el nuevo candidato del PRI no se dejó esperar a días de
comenzada su campaña, era irónico que el ejército tuviera que proteger al
candidato de los propios votantes y aun así tener la elección asegurada.
En julio de 1961 se realizaron las elecciones para gobernador, y los resultados
parecían claros, una victoria para Nava como había ocurrido en el 58, sin embargo
no fue así, más del sesenta por ciento de la población votantes
registraba sufragio por López Dávila, solamente en la capital de San Luis se había
reconocido una mayoría de votos para Nava pero en los demás municipios no, se
había registrado un fraude electoral más en los anales de PRI, las noticias de
quema de boletas y la desaparición ánforas electorales corroboraban lo anterior,
en algunos casos el mismo ejército ayudó a la desaparición de los votos, todo
indicó que el poder central no permitiría el ascenso de Nava a la gubernatura.
Las manifestaciones a favor de Nava comenzaron días posteriores a los
resultados de la elección, un nuevo movimiento de resistencia civil había
comenzado, el movimiento navista ya no peleaba contra el cacicazgo en el estado
sino frente a la imposición que ejercía el gobierno central en el estado y en todo el
país.
Durante los meses siguientes la ciudad fue sido literalmente sitiada por el ejército;
soldados y tanques llegaban con la orden de mantener la paz, en comunicado de
prensa el ejército prohibía estrictamente cualquier tipo de manifestación, a lo que
Nava contestó desde el periódico disidente "Tribuna" como una afrenta contra
la libertad de expresión.
Días antes de la toma de poderes del nuevo gobernador, el 15 de septiembre se
celebraban paralelamente dos fiestas populares por la conmemoración de
la independencia de México, en la jardín público de Tequisquiapan se encontraba
la gente de Nava y en la plaza pública de armas se encontraba la fiesta oficial del
gobierno, las dos resguardadas por el ejército, cerca de la media noche comenzó
una balacera en plaza de armas, personas disparaban desde una cafetería a la
multitud y el ejército contesto el fuego.
El gobierno federal responsabilizó a los navistas de la provocación, los verdaderos
responsables de comenzar la refriega fueron hombres de exgobernador de la
Vega quienes intentaban desprestigiar a Nava y su gente.

28
Al día siguiente se aprehendieron cerca de 50 líderes de la oposición además de
ser destruido el periódico Tribuna por el ejército, entre los últimos detenidos del
día se encontraba el doctor Nava, todos los hombres arrestados fueron mandados
inmediatamente al campo número 1 del ejército en la ciudad de México, y
semanas después a la cárcel federal de Lecumberri. Nava regresaría a San Luis
Potosí hasta el día 15 de octubre después de ser liberado por la falta de pruebas,
durante las siguientes dos años las manifestaciones y la resistencia civil continuó,
así como las aprehensiones de navistas.
En febrero de 1963 Nava volvió a ser detenido junto con otros líderes, pero en
esta ocasión fueron golpeados y torturados, esta vez la resistencia pacífica no
pudo contra la imposición de un gobierno central a través de la fuerza.
El navismo no volvería a tomar fuerza durante los siguientes 19 años, hasta la
reaparición de Nava como líder de la oposición, la historia se volvería a repetir,
primero Nava obtendría la alcaldía de San Luis y después sería candidato a la
gubernatura de una alianza entre todos los partidos políticos contra el PRI, al final
de las elecciones comenzaría la resistencia civil a causa de un presunto fraude,
pero esta vez no detuvo a Nava el ejército sino un cárcel terminal.

29
MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL:
Dada la confluencia orgánica de los cardenistas, los comunistas y otras fuerzas de
izquierda, en 1961 se fundó en México el Movimiento de Liberación Nacional, que
representó --hasta antes del Frente Democrático Nacional en 1987-1988--, el
esfuerzo más importante en la lucha por la unidad de las corrientes y
personalidades interesadas en un desarrollo nacional independiente y
democrático.
Nacido bajo la influencia de la Revolución cubana, el MLN estuvo precedido de
manera directa por la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la
Emancipación Económica y la Paz, que desarrolló sus trabajos del 5 al 8 de marzo
de 1961 en la capital de la República Mexicana, con la presidencia colectiva de
Lázaro Cárdenas, Alberto T. Casella (Argentina) y Domingos Vellasco (Brasil).

Para facilitar su funcionamiento, la conferencia dividió sus labores en cuatro


comisiones de trabajo, a saber: la de Soberanía Nacional, presidida por Vicente
Lombardo Toledano; la de Emancipación Económica, dirigida por David Turner, de
Panamá; la de América y la Paz, encabezada por José Venturelli, de Chile; y la de
Acciones Comunes, presidida por Luis Figueroa, líder sindical chileno.
La reunión aprobó una declaración, que afirmaba con precisión:

La fuerza fundamental que bloquea el desarrollo de América Latina es el


imperialismo norteamericano. Su estrecha alianza con las oligarquías nacionales,
los ruinosos efectos de su penetración económica y cultural, lo señalan como
causa principal del estancamiento general que prevalece en la realidad
latinoamericana.

La derrota del imperialismo es condición fundamental de cualquier plan de


desarrollo para nuestros países. (1)
Más adelante, indicaba el documento:

Rechazamos la doctrina Monroe y la política de pretendida seguridad y defensa


hemisférica que menoscaba nuestra soberanía. Oponemos al panamericanismo
opresor, un latinoamericanismo que libere nuestras fuerzas productivas, amplíe
nuestras posibilidades de desarrollo, fortalezca la solidaridad y cooperación entre
nuestros pueblos y contribuya eficazmente a la paz en el hemisferio y en el
mundo. (2)

La delegación mexicana era muy representativa, ya que asistían líderes sindicales


y agrarios, dirigentes políticos, artistas e intelectuales, entre quienes se hallaban
Arturo Orona, Lázaro Rubio Félix, Ramón Danzós Palomino, Tomás Cueva,
Samuel Ruiz Mora, Armando Castillejos, Fernando Carmona, Enrique González

30
Pedrero, Luis Rivera Terrazas, Javier Campos Ponce, Francisco Ortiz Mendoza,
Reyes Fuentes García, Arturo García Bustos, Carlos Fuentes, Roberto Jaramillo,
Blas Vergara, Eliezer Morales Aragón, Adelina Zendejas, Enrique Ramírez y
Ramírez, Ángel Bassols, Augusto Velasco, Cuauhtémoc Cárdenas, Angélica
Arenal, Víctor Flores Olea, Adriana Lombardo, Cándido Jaramillo, Othón Salazar,
Miguel Arroyo de la Parra, Heriberto Jara, José Chávez Morado, Vicente
Lombardo Toledano, Alejandro Martínez Camberos, Paula Gómez Alonso, Eli de
Gortari, Alonso Aguilar, Jorge Carrión, José Guadalupe Zuno, Mateo A. Sáenz e
Isidoro Gómez Gámez, con el general Lázaro Cárdenas como principal dirigente.

Enviaron saludos a la conferencia, además de organizaciones y personalidades de


América, África, Europa y Asia, el Consejo Nacional Ferrocarrilero, el Comité
Ejecutivo de la Sección 18 (Michoacán) y la Sección 12 (Durango) del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación, el Sindicato de Trabajadores de la
Industria Militar, la Federación Nacional de Cañeros, comisariados ejidales,
organizaciones estudiantiles y logias masónicas.

Entre las resoluciones de la asamblea, destacaron las de exigir la anulación de


todos los tratados, convenios y acuerdos que menoscabaran la soberanía
nacional; luchar organizada y constantemente por la liberación del subcontinente
del imperialismo de Estados Unidos; rechazar toda forma de colonialismo;
promover la solidaridad con la lucha del pueblo puertorriqueño por la
independencia nacional; rescatar los recursos básicos que se encontraban en
poder de monopolios internacionales y recurrir a su nacionalización; proclamar la
necesidad de implantar una reforma agraria integral; pugnar por la nacionalización
de las empresas monopolistas extranjeras; oponerse a la guerra fría; defender a
Cuba; apoyar las luchas contra las bases norteamericanas, y llamar a la unidad
del movimiento sindical de América Latina.

Para la izquierda mexicana, la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía


Nacional, la Emancipación Económica y la Paz representó un paso decisivo en la
lucha por la unidad. Gracias a ella, en cuestión de meses quedaría constituido el
MLN, que aglutinaría a los cardenistas, a los comunistas y a otros grupos de
orientación socialista y antimperialista. La unidad, por cierto, no excluía la
polémica ni la lucha ideológica.
La unidad

La realización de la multicitada reunión aceleró el proceso de unidad de las


fuerzas del nacionalismo revolucionario, el lombardismo y el comunismo en
México. El 13 de abril de 1961, los más activos participantes en ese foro se
reunieron para elaborar un plan de actividades, en mayo constituyeron el Comité

31
(provisional) por la Soberanía Nacional y la Emancipación y acordaron convocar a
una asamblea nacional para el mes de agosto.

Paralelamente a las actividades organizativas de carácter político, se empezaron a


dar pasos para reorganizar el movimiento de los pobres del campo. En la segunda
quincena de abril se efectuó una reunión campesina en Zamora, Michoacán, con
la asistencia de cerca de 300 delegados provenientes de Guanajuato, Baja
California, Jalisco, Sonora, Veracruz, Nuevo León, Nayarit, Coahuila y Michoacán.
En mayo una asamblea de 600 representantes celebrada en Torreón, Coahuila,
dio nacimiento al Comité Regional de Unificación Campesina Independiente de la
Comarca Lagunera. Por ello, para el mes de julio el Partido Comunista pudo
afirmar: “Las condiciones han madurado plenamente para la creación de una
nueva organización campesina...” (3)

El triunfo de la Revolución cubana generó, como respuesta, una mayor


beligerancia de la derecha y una mayor agresividad de Estados Unidos. Luego de
la fracasada invasión de Bahía de Cochinos, en México se desencadenó por el
alto clero, la iniciativa privada y la reacción, una intensa campaña anticubana,
anticomunista y anti cardenista. El Partido Acción Nacional, la Unión Nacional
Sinarquista y el llamado Partido Anticomunista pidieron que fueran investigadas
las actividades del general Lázaro Cárdenas, seguramente debido a la capacidad
de convocatoria y al prestigio en la población trabajadora y nacionalista del
divisionario michoacano.
Pero las tendencias unitarias de la izquierda, impulsadas por la radicalización de la
Revolución cubana, eran muy fuertes y los días 4 y 5 de agosto de 1961 se
desarrollaron con gran entusiasmo los trabajos de la Asamblea Nacional de las
Fuerzas Democráticas, con la presencia de 182 delegados de 24 entidades
federativas de la República. La declaración de apertura corrió a cargo del general
Heriberto Jara, prominente representante del ala jacobina e izquierdista de la
Revolución mexicana.

En su discurso, Lázaro Cárdenas planteó: “...Ni en la lucha por la Independencia ni


en la Reforma ni en la Revolución de 1910 se habían confabulado las fuerzas de
las oligarquías dominantes, las del clero político y del imperialismo
norteamericano, como sucede hoy”.

Y agregaba: “...México, como todos los demás pueblos de América Latina, tiene
que organizarse, unirse para la defensa conjunta de sus intereses; y a esto tiende
la asamblea que ustedes celebran”. (4)

Así nació el Movimiento de Liberación Nacional. En su fundación intervinieron las


expresiones principales de la amplia izquierda mexicana. En su primer Comité
Nacional, integrado por 26 miembros, había dirigentes del nacionalismo
32
revolucionario como Alonso Aguilar, Alberto Bremauntz, Guillermo Calderón,
Cuauhtémoc Cárdenas, Fernando Carmona, Heberto Castillo, Ignacio García
Téllez, Braulio Maldonado y José Siurob; comunistas como Martha Bórquez, José
Chávez Morado, Eli de Gortari, Arturo Orona, Manuel Terrazas, Mario H.
Hernández y Adelina Zendejas; de la intelectualidad progresista como Carlos
Fuentes, Enrique González Pedrero y Manuel Marcué Pardiñas; del Partido
Popular Socialista, Jacinto López, y del Partido Obrero-Campesino Mexicano,
Carlos Sánchez Cárdenas.

En las delegaciones estatales, las fuerzas anteriores también estaban


representadas. Destacaban entre los nacional-revolucionarios Janitzio Múgica,
José Zuno Arce y Heriberto Jara; de los comunistas, Gerardo Unzueta, Arnoldo
Martínez Verdugo y Alfonso Partida Labra; de la intelectualidad progresista, Víctor
Flores Olea y Eulalia Guzmán; del PPS, Vicente Lombardo Toledano, y del POCM,
Miguel A. Velasco y Alejandro Martínez Camberos.

Participaron en la asamblea constituyente del MLN delegados de organizaciones


sociales como la Unión de Sociedades Ejidales de la Comarca Lagunera, el CNF,
el Movimiento Revolucionario del Magisterio, las sociedades de alumnos de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia, de la Facultad de Filosofía y Letras y
de la Escuela Nacional de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de
México y el Círculo de Estudios Mexicanos. De los representantes de estas
organizaciones, sobresaldrían años después Rubelio Fernández, Roger Bartra,
Carlos Pereyra y Eliezer Morales.

Con la creación del MLN, la izquierda mexicana haría una gran experiencia
unitaria; sin embargo, sería muy transitoria y no resistiría la prueba de las
elecciones presidenciales.
Un programa avanzado

Al calor de la descolonización de África, el ascenso nacional-liberador en Asia y,


sobre todo, del triunfo y radicalización de la Revolución cubana y de las luchas
obreras y sindicales de 1958-1959, la asamblea constitutiva del MLN aprobó e
hizo público un Programa y un Llamamiento que representaron su diagnóstico de
la sociedad mexicana, sus propuestas de cambio y sus cartas de presentación
ante el pueblo de México.

El Programa del MLN era claramente democrático: se proponía el cumplimiento


absoluto de la Constitución General de la República, el respeto efectivo a la
soberanía de los estados integrantes de la Federación, una auténtica autonomía
municipal, la eliminación de la centralización política y el caciquismo, la efectividad
de los poderes de la Unión y la lucha contra la corrupción en todos los sectores de
la vida política y administrativa, así como en la aplicación de la justicia.
33
Sin mencionar el concepto de reforma política, el MLN buscaba algo similar al
formular la siguiente propuesta:

1. Exigir la expedición de una nueva Ley Electoral, de acuerdo con las condiciones
políticas del país, que estableciendo la representación proporcional, garantice el
respeto al sufragio y termine con las limitaciones al registro de los partidos
políticos y con el monopolio electoral del partido oficial. (5)

Con sustento en la Constitución Política de la nación, el movimiento demandaba


que fueran inviolables los derechos de asociación, de reunión, de pensamiento, de
contratación colectiva, de afiliación política de los miembros de los sindicatos y de
huelga.
El MLN consideraba que el pueblo mexicano debía:
1. Luchar organizadamente y en forma sistemática por la liberación del país del
imperialismo norteamericano.

2. Rescatar, de acuerdo con el artículo 27 constitucional, las riquezas nacionales


que se encuentran en manos de monopolios extranjeros.

3. Luchar por la anulación de los tratados, convenios y pactos bilaterales o


multilaterales... que intentan revivir la ‘Doctrina Monroe’.

4. Exigir la supresión de la ‘rastreadora’ norteamericana de satélites instalada en


Guaymas, Sonora.

5. Oponerse terminantemente a la Junta Interamericana de Defensa y a la


Comisión Militar México Americana de Defensa Conjunta, y reclamar la
desaparición y la salida de México de estos organismos destinados a encadenar a
nuestro pueblo a los fines bélicos del gobierno norteamericano. (6)

El MLN incluía en su Programa la lucha contra el colonialismo, por la libertad de


los presos políticos, la derogación del artículo 145 del Código Penal para el Distrito
y Territorios Federales en materia de fuero común, y para toda la República en
materia federal, así como de aquellos preceptos análogos existentes en las leyes
estatales, y, de manera muy destacada, la solidaridad amplia y militante con la
Revolución cubana.

La nueva organización luchaba porque el Estado adoptara una activa política de


promoción del desarrollo económico, porque formulara programas de desarrollo a
corto y largo plazo, porque interviniera en todos aquellos campos en que su
participación fuera útil o necesaria, porque regulara, orientara y definiera los
cauces generales de inversión privada y porque la política económica del Estado
fuera democrática; además, el MLN se pronunciaba por una política de
nacionalizaciones, la reforma agraria integral, la aceleración de la industrialización,
34
la diversificación del comercio exterior, la implantación del control de cambios, una
educación con orientación nacional, el impulso a la investigación científica, la
defensa de la soberanía nacional y la cooperación internacional.

En el Llamamiento al pueblo mexicano, el MLN exhortaba a los sectores


democráticos a cerrar filas, a sumar sus fuerzas, a superar las diferencias y a
participar en una lucha diaria, amplia y democrática en bien de México.

En los puntos reseñados se resumían los objetivos, demandas y tareas del


Movimiento de Liberación Nacional. Su justeza y pertinencia que las juzgue el
lector.
Polarización

Para contrarrestar la capacidad de convocatoria del general Lázaro Cárdenas y


para fortalecer sus posiciones, el gobierno de Adolfo López Mateos organizó una
respuesta al MLN que cubría los dos flancos del espectro político: desde la
derecha, los representantes callistas, avilacamachistas y alemanistas, bajo la
dirección de los ex presidentes Miguel Alemán y Abelardo L. Rodríguez, y desde la
izquierda, los dirigentes y funcionarios del sexenio cardenista, organizados por la
propia presidencia de la República. De esta manera, la administración
lopezmateísta aparecía ente la opinión pública como una administración con un
amplio consenso.

En efecto, la jugada salió a la perfección. El 24 de agosto de 1961, los diarios de


la capital federal publicaban dos desplegados en los cuales se apoyaba --a diestra
y siniestra-- al gobierno del licenciado López Mateos, que aparentaba así contar
con el respaldo de las fuerzas políticas decisivas de diverso signo.

El manifiesto derechista, dirigido “a la ciudadanía de México”, era suscrito por


Melchor Ortega, Antonio Díaz Soto y Gama, Luis L. León, Ignacio Asúnsolo,
Ezequiel Padilla, Alejandro Gómez Maganda, Rodrigo García Treviño, Alfredo
Breceda, Camerino Arrieta y otros connotados anticomunistas y multimillonarios.
En dicho remitido se planteaba:
El mexicano está consciente de esta hora y se da cuenta del peligro que corre
nuestra nacionalidad por la infiltración de doctrinas extrañas a nuestra
idiosincrasia, que disfrazadas de un falso radicalismo pretenden precisamente
suprimir las instituciones democráticas, para sustituirlas por un régimen totalitario
que acabaría con nuestras libertades y que, al destruir patria, hogar y familia,
terminaría para siempre con las formas tradicionales de la vida mexicana. No
creemos que para resolver nuestros problemas sea necesaria la hecatombe
sangrienta de una nueva revolución de tintes comunistas, destruyendo vidas y
riquezas, para terminar viviendo bajo una dictadura totalitaria... (7)
35
Al amparo de tales señalamientos surgió el Frente Cívico Mexicano de Afirmación
Revolucionaria, que estaba integrado por miembros destacados del Partido
Revolucionario Institucional.

De contenido distinto, el documento de los cardenistas --que iba dirigido “al sector
revolucionario de México”-- era firmado, entre otros, por Francisco Arellano Belloc,
Silvano Barba González, Juan de Dios Bátiz, Efraín Buenrrostro, Raúl Castellano,
Antonio García Moreno, Ignacio García Téllez, Enrique González Casanova,
Heriberto Jara, José Domingo Lavín, Wenceslao Labra, César Martino, Antonio
Mayés Navarro, Vicente Méndez Rostro, Javier Rojo Gómez y Gonzalo Vázquez
Vela.

En el manifiesto de los cardenistas, se exponía un programa de 12 puntos:


problema agrario, cuestión obrera, educación y cultura nacional, previsión social,
disolución social, ley de responsabilidades, planificación, sufragio y política
internacional, que eran abordados desde una perspectiva moderada, distinta a la
forma en que los tocaba el MLN. (8)

La versión original de la inserción de los cardenistas criticaba y denunciaba al


imperialismo norteamericano, demandaba la libertad de los presos políticos y
mencionaba otros tópicos, pero Francisco Martínez de la Vega, entonces
gobernador de San Luis Potosí, sugirió y logró que fueran eliminados de la
redacción final.

La maniobra gubernamental resultó un éxito: se dio la impresión de apoyo


nacional de todos los sectores a López Mateos y su política, se amortiguó el
impacto del llamamiento del MLN y se inició el largo proceso de división de las
fuerzas nacionalistas y de izquierda.
Por esos años, el régimen presidencialista aún no iniciaba su declive. Al contrario,
su solidez era evidente.

Con personalidades de la talla de Demetrio Vallejo, David Alfaro Siqueiros,


Valentín Campa y Dionisio Encina en la cárcel, el Movimiento de Liberación
Nacional privilegió la lucha por la libertad de los presos políticos, y debido a las
agresiones y amenazas bélicas de Estados Unidos en contra de Cuba, Corea,
Vietnam, Laos y otros países, el MLN llevó adelante una clara acción cotidiana en
favor de paz y en contra del armamentismo y el militarismo.

El MLN incursionó, asimismo, en un frente de masas bien definido: el movimiento


de los pobres del campo. Desde la realización de la Conferencia Latinoamericana
por la Soberanía Nacional, la Emancipación Económica y la Paz, se celebró una
reunión de delegados agraristas para impulsar la reforma agraria y avanzar en la
unidad del movimiento campesino. En abril de 1961, se efectuó una asamblea

36
campesina en Zamora, Michoacán, y en mayo de ese año surgió el Comité
Regional de Unificación Campesina Independiente de la Comarca Lagunera. (9)

Después de agosto de 1961, sobre la base del Programa del MLN --que incluía el
objetivo de la reforma agraria radical--, se realizaron asambleas campesinas en
Michoacán, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Puebla, Morelos, Veracruz, Guerrero,
Guanajuato y Jalisco, que sentaron las bases para reunir en Torreón, Coahuila, a
delegados de La Laguna y de varios estados de la República, que aprovecharon el
Congreso de la Unión de Sociedades de Crédito Colectivo Ejidal de la Comarca
Lagunera, a mediados de agosto de 1962. Allí discutieron los problemas del
campo y se pronunciaron por la unidad de los campesinos en una central
independiente.

En octubre de 1962, fue lanzada en la ciudad de México la convocatoria al


Congreso Constituyente de la Central Campesina Independiente, que avalaban
firmas de dirigentes agrarios como Manuel Granados Chirino, Arturo Orona,
Graciano G. Benítez, Blas Vergara y Ramón Danzós Palomino.

La posibilidad de organizar a masas campesinas fuera del control oficial, concitó


una intensa campaña anti-MLN y anticomunista de agrupaciones de la
Confederación Nacional Campesina y la prensa nacional; Jacinto López, líder de
la Unión General de Obreros y Campesinos de México, y Vicente Lombardo
Toledano, dirigente del PPS, manifestaron su oposición a la nueva central y
acusaron al MLN de divisionista.

A pesar de la campaña, el Congreso Constituyente de la CCI tuvo lugar del 6 al 8


de enero de 1963. En la Declaración de Principios de dicha organización se señaló
con claridad:
...Esta central campesina es independiente del poder público, de los terratenientes
y de la burguesía agraria, declarándose autónoma y libre frente a sus enemigos de
clase, además de fuerzas y personas que confunden y frenan las luchas en
servicio de los intereses de los viejos y nuevos ricos del campo y la ciudad. (10)

El congreso eligió a un Comité Ejecutivo Nacional, que incluía a tres secretarios


generales: Arturo Orona, Alfonso Garzón y Ramón Danzós Palomino.
Las resoluciones de la CCI, planteaban:

1. Denunciar la política de “guerra fría”, con la campaña anticomunista que le es


inherente, realizada por las potencias occidentales, principalmente por los EU,
política que pone en peligro la paz del mundo y origina constantemente conflictos
entre los estados, inclusive el estallido de guerras locales. (11)

37
En torno a la situación política del estado de Guerrero, demandó: “La libertad del
Lic. José María Suárez Téllez y de los demás encarcelados en el estado, y el cese
de la persecución contra Genaro Vázquez, dirigente cívico del pueblo de Guerrero,
y contra otros líderes del movimiento popular guerrerense”. (12)
Acerca del MLN, especificó:

El programa y los fines de las Central Campesina Independiente coinciden con el


programa y los objetivos del Movimiento de Liberación Nacional.

La Central Campesina Independiente tiene un vivo interés, por lo que se ha dicho,


en que el Movimiento de Liberación Nacional crezca, se desarrolle y se amplíe, en
que logre las finalidades unitarias y su carácter de frente único; en que el MLN
contribuya al máximo a unir en la acción democrática y patriótica a todos los
sectores organizados y fuerzas progresistas y antiimperialistas de nuestro país.
(13)

La constitución de la CCI le dolió a la reacción. De inmediato, dio comienzo una


campaña de declaraciones anticomunistas y antiagraristas. Antonio Díaz Soto y
Gama, Juan Gil Preciado, el Partido Acción Nacional, el Frente Cívico Mexicano
de Afirmación Revolucionario y la Unión Nacional Sinarquista se lanzaron con furia
en contra de la nueva central.

Si en la cuestión agraria el MLN actuó con corrección, no ocurrió lo mismo en el


problema de las elecciones federales.

Durante la campaña electoral de 1963-1964, el Partido Comunista Mexicano


participó activamente, aunque sin registro, por conducto del Frente Electoral del
Pueblo y se fortaleció al llegar a grupos generalmente fuera de su radio de acción.
Por el contrario, el Movimiento de Liberación Nacional definió la orientación
errónea de que cada militante actuara de acuerdo con su afiliación partidaria, y
resolvió: “El MLN no lanzará candidatos propios a puestos de elección popular ni
apoyará, como organización, a ninguno de los grupos a él afiliados que decidan
participar directamente en la campaña electoral”. (14)

Con la resolución anterior, el MLN firmó su sentencia de muerte: con ella daría
inicio una crisis que, a la larga, lo llevaría a su inevitable disolución. Sin exagerar,
la futura desaparición estaba en marcha.

La unidad en el Movimiento de Liberación Nacional no duró mucho: el 16 de junio


de 1962, el Partido Popular Socialista --con el pretexto de que el Comité Mexicano
por la Paz aparecía como brazo del MLN-- en un comunicado se propuso aclarar
de una vez por todas, que el PPS no era miembro del movimiento, prohibir a sus
afiliados la militancia en el MLN y considerar a éste como un grupo político nuevo.
(15) La UGOCM asumió, asimismo, una posición similar.
38
En realidad, el PPS se retiraba del MLN porque tenía conocimiento de que la
reforma electoral en marcha le permitiría alcanzar algunas curules en la Cámara
de Diputados, y, además, porque Vicente Lombardo Toledano había fracasado en
su intento de ser el líder principal de la organización frentista.

Desde antes el PPS había tenido problemas con los comunistas y otras fuerzas
que confluían en el MLN. Así, en marzo de 1961 este partido denunció que los
trotskistas:
...en la Conferencia Latinoamericana hicieron causa común con los elementos del
Partido Comunista y del Movimiento Revolucionario del Magisterio, fracción
anarquizante de la Sección IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación. En esa alianza, como cosa realmente curiosa, pudo observarse que
los elementos del PC no influyeron en los trotskistas, sino al revés, exhibiéndose
todos como verdaderos provocadores. (16)
El PCM respondió a las calumnias lombardistas:
Según la nota editorial que Avante dedica a comentar los resultados de la
Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la Emancipación
Económica y la Paz, el Partido Comunista Mexicano intentó, sin éxito y en alianza
increíble con los provocadores ligados al espionaje norteamericano, con los
trotskistas y francotiradores de toda laya, hacer fracasar la histórica asamblea de
los pueblos latinoamericanos celebrada en nuestro país.

...la reunión es, así lo estima nuestro partido, el acontecimiento político más
importante en la América Latina, después de la Revolución cubana... (17)

La división del PPS debilitó al MLN y creó dificultades a la unidad de la izquierda.


Por eso, en noviembre de 1963 el PCM señalaba:

Lombardo ha atacado al Movimiento de Liberación Nacional, a la Central


Campesina Independiente, al Frente Electoral del Pueblo, al Comité Mexicano por
la Paz. Ha descendido incluso al ínfimo nivel de turbios menesteres policíacos en
su ardor contra una publicación como Política...
Sólo ante una fuerza ha mantenido tercamente Lombardo una posición de apoyo,
de sumisa fidelidad: ante el gobierno y sus instrumentos políticos. (18)

Acerca del carácter de la militancia en las filas del MLN y el papel de éste como
organización, existían distintas concepciones como justamente explicaba en una
carta Alberto Lumbreras:

Quienes controlan e imprimen dirección al MLN, a excepción de Manuel Terrazas


que es dirigente nacional del PCM, tienen el concepto de que el MLN es un nuevo

39
organismo, en tanto que nosotros --POCM, PPS y PCM-- lo concebimos como un
movimiento, aglutinador de organizaciones y de personas... (19)

Después vino otra escisión. Con fecha 26 de julio de 1964, Fernando Benítez,
Víctor Flores Olea, Carlos Fuentes, Enrique González Pedrero y Francisco López
Cámara, renunciaron a Política, por considerarla --según decían-- de la siguiente
manera:

Convertida en una publicación marginal y abstracta, Política sólo funciona como


un tribunal de Inquisición para --aunque no de-- la izquierda. No posee verdadera
dirección, ni enfoques críticos válidos, ni estudios objetivos de la realidad, ni
pensamiento dialéctico alguno. Es la expresión de los berrinches singulares de
quienes la hacen, y con estados de ánimo se podrán hacer fiestas y entierros,
pero no revista de orientación. (20)
Como lo probaría el futuro político de esos intelectuales, los motivos de su
renuncia eran obvios: colocarse en mayor o menor medida al servicio del régimen
del PRI y separarse de una izquierda nacional en vías de radicalización. El marco
socio-político era claro: el retiro de los colaboradores de Política se dio a escasos
meses del cambio sexenal en la presidencia de la República y luego de que los
firmantes de la renuncia suscribieran textos en que alababan la tranquilidad en las
elecciones, la “madurez cívica del pueblo”, la democracia mexicana, la “unidad
revolucionaria” y la personalidad de Gustavo Díaz Ordaz. Un caso, pues, de
oportunismo evidente.

La renuncia a Política, de hecho significó la separación de dichos intelectuales del


seno del MLN.

Posteriormente, en septiembre de 1965 renunciaron al Movimiento de Liberación


Nacional Alonso Aguilar Monteverde, Fernando Carmona, Guillermo Montaño,
Ignacio Aguirre y Clementina E. de Bassols. Con la salida de esta importante
corriente de la izquierda --nucleada años después en la revista Estrategia-- y la
separación práctica del general Lázaro Cárdenas, ya no se justificaba la
permanencia de los comunistas en las filas del MLN, y en consecuencia se
retiraron del mismo.

En la última etapa de su vida, el MLN se convirtió en un pequeño grupo político


que había dejado atrás su carácter de frente amplio y unitario, a la sazón
jefaturado por el ingeniero Heberto Castillo. A mediados de 1967, el Movimiento
de Liberación Nacional participó en la Conferencia Latinoamericana de
Solidaridad, celebrada en La Habana, Cuba. Con la desaparición del MLN terminó
una etapa de la historia de la lucha por la unidad de la izquierda mexicana.

40
MOVIMIENTO DE PILOTO DE AVIADORES:
ASPA se creó el 4 de agosto de 1958, luego de un intenso movimiento de lucha
sindical que buscaba mejorar las condiciones de trabajo de los pilotos mexicanos
en las empresas de aviación.

Somos la organización gremial pionera en la profesión y refrendamos a través del


tiempo nuestro compromiso con la defensa de los derechos laborales y con la
seguridad aérea a través de un modelo sindical democrático y transparente al
interior, consciente y abierto al diálogo con las empresas.

Hoy en día, tenemos más de 2500 pilotos activos y mantenemos contratación


colectiva con las empresas Aeroméxico, Aeroméxico Connect, Aeromar, Mexicana
de Aviación y Aerocaribe, lo que representa a más de la mitad de pilotos activos
que trabajan actualmente en la aviación regular mexicana.
En ASPA todos tenemos el mismo valor y, a pesar de pertenecer a diferentes
aerolíneas, confiamos en nuestra capacidad de unión cuando se trata de defender
a nuestros compañeros.
Profesionales especializados

Una larga historia da cuenta de nuestra presencia especializada, y es que los


pilotos hemos desplegado esta característica más allá del ámbito laboral.
Participamos activamente en IFALPA, Federación Internacional de Asociaciones
de Pilotos de Línea Aérea, la cual agrupa a 110,000 pilotos de más de 100 países:
uno de nuestros agremiados es Vicepresidente Ejecutivo para América Latina y el
Caribe; uno más es Vicepresidente Regional para el Caribe Oeste, que incluye a
México y Centroamérica; y otro es Vicepresidente del Comité Técnico de
Aeropuertos.

Asimismo, ASPA de México es el único sindicato en el mundo que organiza


anualmente un Seminario de Seguridad junto con la Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI), al cual asisten especialistas de todo el mundo.
Sindicato abierto y transparente

En ASPA tenemos un compromiso permanente con nuestra profesión, con la


seguridad aérea y con las empresas en que laboramos. A través del ejercicio
responsable de nuestra actividad, mantenemos el prestigio de las aerolíneas en
que trabajamos, además de coadyuvar a su fortalecimiento.

ASPA se creó el 4 de agosto de 1958, luego de un intenso movimiento de lucha


sindical que buscaba mejorar las condiciones de trabajo de los pilotos mexicanos
en las empresas de aviación.

41
Somos la organización gremial pionera en la profesión y refrendamos a través del
tiempo nuestro compromiso con la defensa de los derechos laborales y con la
seguridad aérea a través de un modelo sindical democrático y transparente al
interior, consciente y abierto al diálogo con las empresas.

Hoy en día, tenemos más de 2500 pilotos activos y mantenemos contratación


colectiva con las empresas Aeroméxico, Aeroméxico Connect, Aeromar, Mexicana
de Aviación y Aerocaribe, lo que representa a más de la mitad de pilotos activos
que trabajan actualmente en la aviación regular mexicana.

En ASPA todos tenemos el mismo valor y, a pesar de pertenecer a diferentes


aerolíneas, confiamos en nuestra capacidad de unión cuando se trata de defender
a nuestros compañeros.
Profesionales especializados

Una larga historia da cuenta de nuestra presencia especializada, y es que los


pilotos hemos desplegado esta característica más allá del ámbito laboral.
Participamos activamente en IFALPA, Federación Internacional de Asociaciones
de Pilotos de Línea Aérea, la cual agrupa a 110,000 pilotos de más de 100 países:
uno de nuestros agremiados es Vicepresidente Ejecutivo para América Latina y el
Caribe; uno más es Vicepresidente Regional para el Caribe Oeste, que incluye a
México y Centroamérica; y otro es Vicepresidente del Comité Técnico de
Aeropuertos.

Asimismo, ASPA de México es el único sindicato en el mundo que organiza


anualmente un Seminario de Seguridad junto con la Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI), al cual asisten especialistas de todo el mundo.
Sindicato abierto y transparente

En ASPA tenemos un compromiso permanente con nuestra profesión, con la


seguridad aérea y con las empresas en que laboramos. A través del ejercicio
responsable de nuestra actividad, mantenemos el prestigio de las aerolíneas en
que trabajamos, además de coadyuvar a su fortalecimiento.

42
MOVIMIENTO ESTUDIANTIL:
Julio.

El 22 y 23 de julio de 1968, ocurren una serie de enfrentamientos entre alumnos


las Vocacionales 2 y 5 del IPN y la preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a
la UNAM. El cuerpo policiaco de granaderos es quien disuelve a la turba,
deteniendo a varios estudiantes y entrando a las instalaciones de dicha
vocacional.19

Entre el 26 al 29 de julio de 1968, varias escuelas entran en un paro de labores,


los granaderos y el ejército entran a varias de las escuelas. El 26, se llevan a cabo
dos manifestaciones autorizadas por el Departamento del Distrito Federal. Cada
una de ellas es convocada por diferentes agrupaciones y tienen itinerarios y
horarios distintos. Una es convocada por los estudiantes del IPN en protesta por la
intervención de los granaderos en la Escuela Vocacional 5 y en demanda de la
desaparición del cuerpo de granaderos y la destitución de los jefes de la policía
preventiva del DF, Luis Cueto y Raúl Mendiolea. La otra manifestación es
convocada por la CNED, la Juventud Comunista y las sociedades de alumnos de
diversas escuelas del IPN y de la UNAM, la cual es denominada «Marcha Juvenil
por el 26 de Julio», en conmemoración del XV aniversario del asalto al cuartel
Moncada y en solidaridad con la Revolución Cubana. Los organizadores de esta
marcha conocen el problema de los estudiantes de la Vocacional 5, por lo que
incluyen en sus mantas lemas de apoyo a sus reclamos. Esta marcha parte a las
18 horas del Salto del Agua, continúa por San Juan de Letrán, hoy Eje Central
Lázaro Cárdenas, y concluye con un mitin en el Hemiciclo a Juárez.

La manifestación de los estudiantes del IPN sale a las 16 horas de la Plaza de la


Ciudadela. La marcha continúa su ruta en orden y concluye con un mitin en la
Plaza del Carrillón del Casco de Santo Tomás, cerca de las 19:30 horas. En ese
momento, un grupo de estudiantes opositores a la FNET se apodera del sonido
para invitar a los manifestantes a ir al Zócalo. La invitación es aceptada por
cientos de estudiantes, quienes se organizan y emprenden el camino; toman
varios autobuses, se bajan en el Panteón de San Fernando y desde aquí inician la
marcha en dirección al Zócalo. A la altura de la Torre Latinoamericana, coinciden
con la manifestación de apoyo a la Revolución Cubana. Ahí se marca una línea
para que ésta continúe su ruta hacia el Hemiciclo a Juárez y los del Politécnico
hacia el Zócalo por la calle de Madero. En la esquina de Madero y Palma, son
atacados por granaderos y obligados a retroceder hasta la Alameda Central. Los
estudiantes se dirigen al mitin que se lleva a cabo en el Hemiciclo, donde informan
de la golpiza que han sufrido y piden apoyo. De inmediato, se organiza una
marcha conjunta que avanza hacia la Plaza de la Constitución, vitoreando a la

43
UNAM y al IPN y lanzando consignas a favor de la unidad estudiantil y contra los
jefes policíacos y la represión.

En las calles de Palma y Cinco de Mayo, los estudiantes se encuentran de nuevo


con los granaderos y la policía, bajo el mando del subjefe de la Policía Preventiva
del DF, general Raúl Mendiolea Cerecero. Éste se aproxima a los manifestantes
para ordenarles que se retiren «recibiendo en respuesta una lluvia de piedras». De
inmediato el general citado da una orden a las fuerzas policiacas. Estas se lanzan
contra los manifestantes, correteándolos y golpeándolos con brutalidad «sin
distinguir entre manifestantes y simples transeúntes, lo que obliga a todo el público
a replegarse hasta la glorieta del Caballito».

Como resultado de la represión policiaca, hay más de 500 heridos y decenas de


detenidos, entre ellos algunos extranjeros.
El procurador general de la República, Julio Sánchez Vargas, gira órdenes de
aprehensión contra «personas ligadas a los desórdenes», entre los cuales se
encuentran varios miembros del Partido Comunista Mexicano.

A partir de las 21:30 horas, agentes de la Dirección Federal de Seguridad, con el


apoyo de elementos del Servicio Secreto y de otras policías, ocupan las oficinas
del Comité Central del Partido Comunista y los talleres gráficos de la Voz de
México, órgano del PCM, y aprehenden a las personas que se encuentran en las
instalaciones. En otros sitios, se toman presos, sin orden judicial, a miembros del
PCM, de la Juventud Comunista y de la CNED.19

El 30 de julio de 1968, la Preparatoria 1 y 3 es atacada y su puerta labrada del


siglo xviii es destruida mediante un tiro de bazuca.
Agosto

El 1 de agosto de 1968, el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra en Ciudad


Universitaria, condenaría públicamente los hechos, izando la bandera mexicana a
media asta y con un emotivo discurso se pronunciaría a favor de la autonomía
universitaria y exigiría la libertad de los presos políticos, refiriéndose a los
estudiantes detenidos de la Prepa 1. Ese mismo día encabezaría la marcha por la
avenida de los Insurgentes, donde surgió un lema muy común utilizado por el
movimiento estudiantil, « ¡Únete pueblo!».19

El 2 de agosto de 1968, los universitarios descontentos por el cambio de itinerario


de la manifestación del día anterior realizan dos mítines frente a la Torre de
Rectoría de la Ciudad Universitaria. En el primer mitin, los oradores piden que el
rector Barros Sierra suscriba el pliego petitorio estudiantil. Dos horas después, se
realiza el segundo mitin, luego de una marcha por el circuito de la Ciudad
Universitaria. En este mitin, se califica de «farsa oficialista» la manifestación
44
encabezada por el ingeniero Barros Sierra. Se dice que la masa universitaria
había sido presa de las «maniobras de la rectoría para canalizar el movimiento
nada más hacia la protesta por la violación de la autonomía universitaria, pero no
hacia la solución de los problemas estudiantiles contenidos en el pliego». Los
oradores califican de poco combativo el discurso del rector de la UNAM y
denuncian el control que se ejerció sobre los participantes, a quienes no se
permitió exponer su opinión sobre el conflicto. Se constituye el Consejo Nacional
de Huelga (CNH).
El CNH se forma sobre tres principios:
Solo estarán representadas las escuelas en huelga, no en paro activo
Habrá tres representantes por escuela, elegidos en asamblea
No se admite la representación de federaciones, confederaciones, partidos o ligas,
solo de escuelas. En el CNH llegan a estar representadas 75 escuelas con un total
de 250 estudiantes miembros cuyas decisiones se hacían por mayoría de votos,
representaba por igual a alumnas, y reducía la animosidad entre las instituciones
rivales.20

La Procuraduría General de la República informa que se solicitó al juez girar


«orden de aprehensión contra dirigentes del PCM y de varias organizaciones
filiales» y que ha consignado a siete personas relacionadas con el conflicto
estudiantil por los delitos de asociación delictuosa, sedición, daño en propiedad
ajena y ataques a las vías generales de comunicación. El Partido Comunista
Mexicano publica un manifiesto: rechaza las acusaciones en su contra; declara
que hace suyas las demandas estudiantiles y denuncia a la CIA de difundir
documentos apócrifos, como el titulado «La Juventud al Poder», que se presenta
bajo la firma de la Juventud Comunista de México. Víctor Manuel Sánchez,
fundador del MURO, critica al rector de la UNAM en una estación de radio.19

El 3 de agosto de 1968, aparecen en los periódicos desplegados en pro y en


contra del movimiento estudiantil. La FNET, mostrando su lealtad al régimen,
manifiesta que el gobierno de México es víctima de una conspiración nacional e
internacional «por parte de los provocadores tradicionales organizados en las
corrientes del maoísmo, y del trotskismo», quienes, dice, desde hace tiempo
estaban ya preparados para el estallido de violencia, «si no en estos días, sí en las
épocas en las que México ofrecerá su corazón a la juventud del mundo en la XIX
Olimpiada». La CNED declara en un manifiesto público que las «organizaciones
revolucionarias de la juventud están sufriendo la furia irracional de los cuerpos
policiacos». Y afirma: «el movimiento estudiantil se proyecta para derrotar la
violencia y abrir nuevos cauces a la democracia». El director general del IPN, en
presencia del Comité Coordinador de Huelga del IPN, acepta encabezar la
45
manifestación que estudiantes, maestros y autoridades de esa institución tienen
programada para el lunes 5 de agosto, en protesta por la represión gubernamental
y el allanamiento a centros escolares por las fuerzas policiacas y del ejército. Pero
advierte que su participación está condicionada a que ninguna organización
estudiantil aparezca como patrocinadora, y que solo participen estudiantes y
profesores del IPN. Tales condiciones son consideradas por los estudiantes como
pretextos para no participar, pues la manifestación ha sido proyectada no solo por
los Comités de Lucha del IPN, sino también por estudiantes y profesores de la
UNAM, de Chapingo y de la Normal, cuyos representantes han formado una
Comisión Organizadora de la Manifestación del 5 de agosto. La FNET acuerda no
participar en la manifestación; pretende levantar la huelga del IPN y acusa a los
«provocadores comunistas» de ser los responsables del conflicto. La FNET,
tratando de limpiar su imagen, censura al general Luis Cueto Ramírez, jefe de la
Policía Preventiva del DF, por haber declarado que dirigentes de su organización
solicitaron la intervención de la policía el 26 de julio. El general Cueto Ramírez
dirige un oficio a los alumnos del IPN, a petición del presidente de la FNET, José
R. Cebreros, afirmando «que en ningún momento el mencionado representante
estudiantil solicitó a esta jefatura la intervención de la policía en los actos que se
desarrollaron durante el 26 de julio».19

El 4 de agosto de 1968, el movimiento estudiantil elabora un pliego petitorio que


invalida el de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), y contiene
los siguientes puntos:
Libertad a los presos políticos;

Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal –los cuales
instituían el delito de disolución: social y sirvieron de instrumento jurídico para la
agresión sufrida por los estudiantes–;
Desaparición del Cuerpo de Granaderos;
Destitución de los jefes policíacos;

Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del
conflicto;

Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos


sangrientos.

El 27 de agosto de 1968 una multitudinaria marcha se dirigió al zócalo capitalino a


las 15:20 horas. Fue la primera ocasión en que se insulta públicamente al
presidente mexicano, Gustavo Díaz Ordaz. Asisten aproximadamente 30 mil
personas, las cuales marcharon desde el Museo de Antropología. Aún no había
salido la retaguardia de la marcha a las 19 horas cuando fue izada en la
46
astabandera del Zócalo un banderín rojinegro. Al finalizar la manifestación, uno de
sus líderes, Sócrates Campos Lemus, quien años más tarde sería identificado
como un infiltrado en el movimiento por parte del gobierno, 21 se pronuncia a favor
de quedarse a esperar una respuesta del gobierno, a escasos días del informe
presidencial. En respuesta, 3500 estudiantes permanecen en guardia.17

La madrugada del 28 de agosto de 1968, varias tanquetas –las cuales destruyeron


los campamentos estudiantiles–, soldados con bayoneta calada, granaderos, así
como camiones de bomberos, salieron desde las calles de Pino Suárez, Seminario
y Moneda. Los estudiantes gritan: « ¡México, libertad!, ¡México, libertad!»,
retirándose por Madero siendo aproximadamente mil 500 personas, otros trataron
inútilmente de detener la marcha de los tanques ligeros tirándose a su paso o
subiéndose a ellos. Al final todos fueron desalojados del Zócalo. Los estudiantes
no solo fueron desalojados, sino perseguidos y golpeados a lo largo de las calles
del Centro Histórico hasta la Torre Latinoamericana, donde el Ejército corta
cartucho. En El Caballito, en las inmediaciones de Bucareli y Reforma, arremete a
culatazos contra los estudiantes. En el operativo participaron el 43º y el 44º
Batallón de Infantería y 1º de Fusileros Paracaidistas, al mando del general
Benjamín Reyes García; así como 12 carros blindados de la guardia presidencial,
cuatro carros de bomberos, alrededor de 200 patrullas de la policía preventiva,
cuatro batallones de tránsito y unos diez motociclistas de la Dirección General de
Tránsito. Durante la madrugada, empleados del Departamento del Distrito Federal
(DDF), ahora Gobierno del Distrito Federal, izaron nuevamente el banderín
rojinegro antes del amanecer.2119 Ese mismo día, varios burócratas del DDF
fueron llevados en camiones al Zócalo. Súbitamente, los propios empleados
gubernamentales comienzan a corear « ¡Somos borregos!», « ¡Somos
acarreados!» y « ¡No vamos! ¡Nos llevan!». Durante este «acto de desagravio» a
la Bandera Nacional, se abren las puertas del Palacio Nacional, de donde salieron
tanquetas del ejército para dispersar a los manifestantes.17
En las horas subsecuentes, varios tiradores abren fuego contra estudiantes y
soldados desde el tercer piso del Hotel Majestic, el edificio ubicado en Madero
#68, en la esquina de Madero y Palma y desde algunos edificios de la avenida
Pino Suárez. Posteriormente, dos sospechosos de haber disparado desde los
edificios son detenidos y se les decomisan una subametralladora y un rifle M-2, sin
embargo, los sospechosos fueron liberados. Investigaciones posteriores señalan
que los presuntos tiradores trabajaban para las esferas más altas del gobierno al
observarse un disparo que sale desde la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.21

47
Septiembre

El 7 de septiembre de 1968, se lleva a cabo un mítin en Tlatelolco, denominado


«la Manifestación de las Antorchas».
El 13 de septiembre de 1968, tiene lugar «La marcha del silencio», donde los
manifestantes marcharon con pañuelos en la boca.1917

El 14 de septiembre de 1968, en un hecho aislado, cuatro trabajadores de la


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla son linchados en el pueblo de San
Miguel Canoa debido a los disturbios estudiantiles en la capital.

El 18 de septiembre de 1968, el ejército invade la Ciudad Universitaria de la


UNAM.17

El 23 de septiembre de 1968, el rector Barros Sierra presenta su renuncia a la


Junta de Gobierno de la UNAM:

Sin necesidad de profundizar en la ciencia jurídica, es obvio que la autonomía ha


sido violada [...] Me parece importante añadir que, de las ocupaciones militares de
nuestros edificios y terrenos, no recibí notificación oficial alguna, ni antes ni
después de que se efectuaron [...] Los problemas de los jóvenes solo pueden
resolverse por la vía de la educación, jamás por la fuerza, la violencia o la
corrupción [...] Estoy siendo objeto de toda una campaña de ataques personales,
de calumnias, de injurias y de difamación. Es bien cierto que hasta hoy proceden
de gentes menores, sin autoridad moral; pero en México todos sabemos a qué
dictados obedecen. La conclusión inescapable es que, quienes no entienden el
conflicto, ni han logrado solucionarlo, decidieron a toda costa señalar supuestos
culpables de lo que pasa, y entre ellos me han escogido a mí [...] Por ello es
insostenible mi posición como rector, ante el enfrentamiento agresivo y abierto de
un grupo gubernamental. [...] En virtud de las consideraciones anteriores, me veo
en la imperiosa necesidad de presentar mi renuncia irrevocable.

El edificio de la Vocacional 5 es ametrallado por comandos policíacos vestidos de


civil, ocasionando grandes destrozos.
En las primeras horas de la noche se inician una serie de choques violentos entre
estudiantes y granaderos en las zonas del Casco de Santo Tomás, de la Unidad
Nonoalco Tlatelolco y de la Unidad Profesional de Zacatenco. En el Casco de
Santo Tomás los estudiantes secuestran autobuses y los colocan en forma
estratégica alrededor de las escuelas; abren zanjas y derriban postes «con el fin
de impedir el paso de los vehículos policíacos». A las 19 horas arriban al lugar
alrededor de mil 500 granaderos en autobuses de pasajeros, y de inmediato
rodean las instalaciones del Casco. Los politécnicos incendian los camiones con
los que habían bloqueado las calles aledañas al Casco, y desde las escuelas y
48
algunas casas comienzan a arrojar bombas molotov a los policías y a los
autobuses en que éstos habían llegado. Los granaderos lanzan en varias
ocasiones gases lacrimógenos, pero se repliegan para evadir las bombas molotov
que les lanzan. La lucha se extiende hasta la avenida Instituto Técnico, donde los
estudiantes queman varios autobuses. En la madrugada del día 24, «cientos de
granaderos y soldados, apoyados con tiros de fusil», toman todas las escuelas del
Casco de Santo Tomás. Se detienen a 350 estudiantes, hombres y mujeres.
Todos ellos son trasladados a las cárceles en autobuses urbanos y vehículos
policíacos. En la Unidad Profesional de Zacatenco, los estudiantes también se
enfrentan a las fuerzas policíacas.19
Las batallas por tomar el Casco de Santo Tomás y la Unidad Profesional
Zacatento duran más de doce horas.22 Los estudiantes politécnicos defienden sus
escuelas a sangre y fuego en contra de los granaderos; así que debe intervenir el
ejército. En los primeros minutos del día 24 de septiembre, el general Gustavo
Castillo salió con mil soldados de su cuartel general y se dirigió a la Unidad
Profesional Zacatenco, en donde ya llevaban tres días de enfrentamientos contra
los granaderos. El general Carrillo tomó la Unidad Profesional con el apoyo de mil
soldados, 15 carros blindados, rifles M-1, lanzagranadas y 150 judiciales.22 El
saldo oficial fue de 33 heridos y un muerto. A las tres de la mañana, el general
Castillo dejó a 400 soldados custodiando la Unidad Profesional Zacatenco, y con
15 carros blindados y los 600 soldados restantes se dirigió a Santo Tomás. De la
batalla por tomar Santo Tomás da cuenta la revista francesa L'Express al informar
que en los combates se dispararon más de mil balas y que al final hubo 15
muertos; la información oficial del día redujo el marcador a tres muertos y 45
lesionados. El Doctor Justo Igor de León Loyola (testigo presencial) escribió en su
libro, La Noche de Santo Tomás:

Hoy he visto choques sangrientos; enfrentamientos desiguales: ambos (bandos)


están armados... ¡Pero, qué diferencia de armas! Pistolas calibre 22 contra rifles
M-1. ¡Bazucas contra bombas Molotov! De un lado están elementos capacitados
para el uso de armas; son técnicos. En cambio, en el otro, apenas si saben
usarlas…23

Mientras eso sucede, en la zona de la Unidad Nonoalco Tlatelolco se registran


choques entre estudiantes y granaderos. Los granaderos recurren a las armas de
fuego. Después de un intenso tiroteo, toman la Vocacional 7, y detienen a los
estudiantes que se encuentran en el área.
Durante las ocupaciones de la Ciudad Universitaria y del Casco de Santo Tomás,
varios informes mencionan la participación de un agrupamiento denominado
«Batallón Olimpia», el cual originalmente estaba destinado a cuidar las
instalaciones olímpicas y pasó a ser un grupo de choque, y fue responsable de
49
varios enfrentamientos callejeros con los estudiantes de varias vocacionales y
preparatorias.21

El 27 de septiembre cinco sospechosos son detenidos en Tlatelolco cuando se


descubrió que transportaban armas y municiones en esa unidad habitacional.21
El 1 de octubre de 1968, el ejército se retira de la UNAM y el IPN.17
El 2 de octubre de 1968

Matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco


La tarde del 2 de octubre de 1968, un día después de la salida del ejército del
campus de la UNAM miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres
Culturas en Tlatelolco.

Mientras tanto, el ejército vigilaba, como en todas las manifestaciones anteriores,


que no hubiera disturbios, principalmente porque el gobierno tenía temor de que
fuera asaltada la Torre de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Asimismo,
contaban con el apoyo de dos helicópteros: uno de la policía y otro del ejército.
Por su parte, miembros del Batallón Olimpia, cuyos integrantes iban vestidos de
civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda, se infiltraban en la
manifestación hasta llegar al tercer piso del edificio Chihuahua donde se
encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.

Cerca de las 5:55 de la tarde, dos bengalas rojas fueron disparadas desde la torre
de Tlatelolco. A las 6:10, sobrevoló la plaza un helicóptero del cual dispararon
bengalas, la primera verde y la segunda roja, presumiblemente, como señal para
que los francotiradores del Batallón Olimpia apostados en los edificios Chihuahua,
2 de Abril, 15 de Septiembre, I.S.S.S.T.E. 11, Revolución de 1910 y la Iglesia de
Santiago,21 así como varios miembros del Batallón Olimpia parapetados en los
departamentos del Chihuahua y en el corredor del tercer piso, abrieran fuego en
contra de los manifestantes y militares que resguardaban el lugar, para hacerles
creer a estos últimos que los estudiantes eran los agresores.24 Los militares, en
su intento de defenderse, repelieron «la agresión de los estudiantes», pero ante la
confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la
multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco.

Muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en algunos


departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo a los miembros del
ejército, que -sin orden judicial- irrumpieron en algunos de los departamentos de
los edificios de la Unidad Tlatelolco, para capturar a los manifestantes. Horas
después, la plaza estaba llena de cadáveres y personas heridas. Los estudiantes
fueron llevados a culatazos a dos lugares: las puertas de los elevadores del

50
edificio Chihuahua, donde fueron desvestidos quedando solamente en ropa
interior y golpeados, y al ex convento situado al lado de la Iglesia de Santiago-
Tlatelolco, donde reunieron a aproximadamente 3000 detenidos.25 Otros fueron
desnudados en las paredes del convento, donde un mes después aún podían ser
vistas manchas de sangre en los muros –entonces– blancos de la construcción.
Los periodistas fueron registrados y confiscados sus rollos usados y vírgenes,
algunos incluso fueron desvestidos y otros, como Oriana Fallaci, resultaron
heridos. La Plaza fue limpiada por el cuerpo de bomberos y la tropa de soldados
se mantuvo ahí hasta el 9 de octubre.21 Varios testigos aseguran que durante
este lapso, el Batallón Olimpia se disfrazó de empleados de luz y agua para poder
buscar estudiantes fácilmente. Los detenidos, por su parte, fueron enviados a
distintas cárceles de la Ciudad de México; los cabecillas fueron enviados al
Campo Militar número uno o al «Palacio Negro» de Lecumberri así como al
Campo Militar Nº 1.
Aún se desconoce la cifra exacta de los muertos y heridos.26 El gobierno
mexicano manifestó en 1968 que fueron solo 20 muertos; tres años más tarde, la
escritora Elena Poniatowska, en su libro La noche de Tlatelolco, publicó la
entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a su hijo y reveló que por
lo menos había contado 65 cadáveres en un solo lugar.27 El periodista inglés
John Rodda, en sus investigaciones independientes, durante las que entrevistó
sobrevivientes y testigos de los sucesos en los hospitales, calculó que el saldo fue
de 325.2829 Años más tarde, en una segunda investigación, el número se
rebajaría a 250.3031

Algunos autores, como Jorge Castañeda, creen que todo uso de la fuerza pública
comenzó a ser magnificado por la población luego de la operación contra los
estudiantes en Tlatelolco. Este autor sostiene que los estudiantes asesinados
fueron 68, y que también murió 1 soldado.32
Sin embargo, la BBC de Londres, en una acotación hecha en el 2005 al despacho
informativo original del 2 de octubre de 1968, y luego de conocerse las
implicaciones de la CIA en los hechos, sostiene que el número de víctimas oscila
entre 200 y 300, y que los cuerpos rápidamente fueron retirados en camiones de
transporte de basura.33

En general las estimaciones calculan el número de muertos en un rango que va de


los 200 hasta los 1500.34 Testigos afirman que hubo grúas recogiendo centenares
de cadáveres que había a su paso para luego ser arrojados e incinerados.

51
MOVIMIENTOS GUERRILLEROS RURALES:
Un movimiento armado rural tiene su razón de ser en las circunstancias de la
región en que nace, independientemente de que una parte de su núcleo armado
pudiera provenir de otra zona, otra ciudad o incluso otro país La aceptación de las
comunidades para encubrir los núcleos armados expresa su naturaleza regional
Una guerrilla rural no puede reproducirse en otras zonas en cuanto movimiento
inicial Podría coordinarse con grupos armados de otras regiones y sólo de esta
manera convertirse en un movimiento distinto, aunque aún sí arraigado a las
regiones a que cada grupo pertenezca Por otra parte, las expectativas de
expansión territorial están latentes en distintas etapas de los movimientos
armados rurales, pero sólo se tornan posibles dentro de la misma zona cuando se
supera la estrategia militar que se propone contenerlos y sofocarlos
En otras palabras: las medidas militares de contrainsurgencia se pueden proponer
limitar la expansión de los núcleos armados y de sus bases sociales dentro de su
región, pero no su reproducción en diferentes regiones, puesto que eso no ocurre

La aparente limitación territorial de los movimientos armados rurales induce a


adoptar como opción más efectiva para frenarlos la represión militar y policiaca,
sin prestar atención a las circunstancias sociales de que se fueron nutriendo Las
autoridades gubernamentales se proponen primero, pues, acorralar y reducir las
condiciones de movilidad y comunicación de los núcleos armados La aparente
facilidad de su localización y el alto grado de control que se puede tener sobre
ellos mediante un cerco militar —que cada vez se cierre más en torno de los
territorios por los que esos núcleos se desplazan y obtienen víveres, equipo,
municiones o información—, se convierte de manera natural en el único y primer
objetivo visualizarla en las operaciones contrainsurgentes En otras palabras, las
medidas gubernamentales a menudo confunden la limitación propiamente regional
de los núcleos armados con la inexistencia de los procesos de polarización social
de la zona Puesto que la guerrilla rural no sale de su territorio, puede pensarse
que ahí se le sofocará tarde o temprano Esto conduce a graves errores,
particularmente para otra relevante dimensión de estos conflictos: la recurrencia
de las guerrillas rurales

La recurrencia de los movimientos armados en zonas rurales debe entenderse de


manera distinta a la recurrencia de la guerrilla urbana Es posible distinguir varios
elementos concomitantes en el caso de la recurrencia de la guerrilla rural en
regiones específicas: lazos complejos y firmes de parentesco a través de
poblaciones numerosas en selvas, montañas o costas; lazos también profundos y
complejos de idioma, cultura o religión en el caso de comunidades indígenas;
lazos naturales que la producción económica ejidal o comunal puede establecer

52
en las comunidades de que emanen los grupos armados; lazos profundos entre
las élites que ejerzan la hegemonía económica o política en esas regiones

La perspectiva oficial tiende a reducir el movimiento guerrillero a solamente el


núcleo armado mismo y hace abstracción de estos otros elementos
concomitantes, que en la zona de conflicto representan los lazos sociales,
culturales y políticos Pero reducir la causalidad de la guerrilla rural a un grupo
armado específico es insuficiente ante la recurrencia misma de los movimientos
armados rurales

El EZLN, en Chiapas, y el EPR, en cuatro o cinco estados de la República, son


una muestra de la recurrencia y supervivencia de cuadros guerrilleros rurales y
urbanos que nacieron y actuaron varias décadas atrás Ambas organizaciones
recalcan además su doble naturaleza: la política y la militar El EZLN es el brazo
armado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) y el EPR el brazo
armado del Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) Las bases
sociales o políticas no equivalen a los núcleos armados ni tienen un mismo origen
Sí, parte de la estructura militar del EZLN proviene de una guerrilla urbana surgida
en estados del norte del país a principios de la década de los años setenta Sí,
parte de la estructura militar del EPR proviene de cuadros guerrilleros rurales y
urbanos que han permanecido activos desde 1971 en varios estados del sur del
país Pero el EZLN y el EPR son, con sus bases políticas y sociales, una
demostración contundente no sólo de la recurrencia de los movimientos
guerrilleros en México, sino de la ineficiencia, insisto, de las medidas militares y
policiacas que el gobierno mexicano decidió tomar como única opción en la
década de los setenta

En otras palabras, para entender con mayor objetividad la génesis y las soluciones
posibles de un movimiento armado rural, debe aceptarse que en él concurren al
menos dos dinámicas diferentes: la polarización social que se desarrolla y se
ahonda en una región, y la dinámica que se desarrolla y se expresa en la
conformación de los núcleos armados de la guerrilla De la claridad o confusión con
que se entiende un planteamiento así, se derivarán múltiples acciones para
solucionar o agravar un conflicto como el de Chiapas.

53
MOVIMIENTO CAMPESINO DE RUBEN JARAMILLO:
Hace 42 años, el 23 de mayo de 1962 el prestigioso líder campesino de Morelos,
Rubén Jaramillo fue bárbaramente asesinado en Tetecala, junto con su esposa
embarazada y tres de sus hijos, hecho que manchó de sangre el gobierno de
Adolfo López Mateos, ocurrido después de la masacre del 30 de diciembre de
1960 en Chilpancingo y antes de la matanza de los cívicos de Genaro Vázquez
Rojas en Iguala en diciembre de 1962.
Enrique Krauze en su libro La Presidencia Imperial. Ascenso y caída del sistema
político mexicano (1940-1996), pp. 238-40, describe la imagen de Rubén Jaramillo
como un incorruptible líder campesino cuyo asesinato dejó la huella “más profunda
en la oposición a lo largo de los años sesenta”.

El movimiento jaramillista ha sido definido como un zapatismo de los años 40,


cuyos rasgos principales pueden definirse a partir de triunfos parciales en el
reparto agrario, pero ajenas y divorciadas de formas de poder institucional. De
esta manera el campesinado morelense si bien construyó un tejido de redes
locales de poder quedó “fuera” de las redes de poder institucionales que
instituyeron los grupos que sí accedieron al poder.

Rubén Jaramillo nace a la vida social en los movimientos campesinos arroceros y


posteriormente cañeros que apoyaron la candidatura presidencial de Lázaro
Cárdenas, que tuvo como uno de sus triunfos la puesta en marcha del ingenio de
Zacatepec inaugurado en 1938. A su regreso de la inauguración, el general
Cárdenas cuenta en sus memorias que le encomendó al secretario de Comercio
Francisco J. Mújica, el proyecto de manifiesto a la nación para anunciar la
expropiación petrolera.

El monumental ingenio Emiliano Zapata fue el orgullo de Rubén Jaramillo y


representó su etapa de ascenso y consolidación. Con la llegada de Ávila Camacho
y a pesar de haberle regalado en su campaña electoral un caballo apodado El
Agrarista, comenzaron los problemas. Fue hostigado, bloqueado, asesinadas sus
bases campesinas, por lo que el 19 de febrero de 1943 “ensilló su caballo El
Agrarista, puso su sarape en su anca”, se despidió de su esposa y se levantó en
armas. El levantamiento duró un año. Apenas un año antes, México había
decidido participar en el eje anti nazi en la segunda guerra mundial.

Rubén Jaramillo acepta en 1944 ofertas de los enviados de Ávila Camacho para
hacer una tregua y acepta un cargo muy menor: administrador de un mercado en
el DF, al mismo tiempo que continuaba sus vínculos con sus compañeros de
lucha. En la capital del país continuó el hostigamiento a su persona, ya que

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continuaron los juicios por “asalto, homicidio, rebelión, lesiones y traición a la
patria…”.

Jaramillo transita en su búsqueda de aliados y toca las puertas del cardenismo,


del lombardismo, posteriormente se inserta en el movimiento henriquista de los
años 50 y finalmente forma su propio organización política, el Partido Agrario
Obrero Morelense (POAM) que posteriormente se transforma en Partido Agrario
Obrero Mexicano, que llega a tener afiliados en Puebla y Guerrero, con el cual
incursiona de manera desafortunada en el terreno electoral, ya que los caciques le
arrebataron el triunfo en las elecciones locales del 21 de abril de 1946.

En 1954 vuelve a organizar a un grupo armado de autodefensa y en el pueblo de


Ticumán ejecuta a los responsables de las muertes y torturas de algunos
jaramillistas en una cárcel clandestina de ese pueblo. En 1956 al frente de un
centenar de hombres armados tomó Tlaquiltenango, sacó de su casa al regidor
Barbieri, funcionario del ingenio de Zacatepec, y en la plaza pública lo fusiló por
ser un hombre sanguinario.

Rubén Jaramillo no pudo en ese contexto mantener una estructura política y


militar, más allá de la autodefensa y su relación con el movimiento agrario y
campesino legal y con los procesos electorales. A finales de los años 50, Jaramillo
decidió apostar a una negociación con el gobierno de López Mateos e incluso lo
visitó en su casa de San Jerónimo.

López Mateos inauguró su sexenio con la represión al movimiento ferrocarrilero y


magisterial y asistió pasmado a la masacre del 30 de diciembre en Chilpancingo.
Jaramillo todavía tuvo tiempo de participar en los preparativos de la fundación de
la Central Campesina Independiente y de empezar a tender puentes con el PCM.
Pero ya era demasiado tarde.
“Rubén se sentía entre dos aguas. Por un lado, la rebeldía, lanzándose a tomar
las tierras, y por otro, la esperanza de que López Mateos no se echara para atrás”,
le relata un jaramillista a Renato Ravelo, (Los Jaramillistas, Edit. Nuestro Tiempo,
1978). La trampa estaba tendida. A pesar de los repetidos llamados de sus viejos
compañeros de lucha por retomar el camino del monte, Jaramillo regresó a su
casa en Tlaquiltenango donde fue asesinado.

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