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TEMA I – EL NOTARIO

1.1 PRIMERA LEY SOBRE EL NOTARIO EN REPÚBLICA

DOMINICANA

El 8 de noviembre de 1927 fue promulgada por el Presidente de la

República Don Horacio Vásquez la Ley no. 770 del Notariado, publicada

el 16 de noviembre de 1927 en la Gaceta Oficial No. 3914.

La Ley tenía 63 artículos divididos en cinco capítulos que recogen lo

relativo a los notarios y sus actos, así como las copias y lo referente al

protocolo y guarda y transmisión de los archivos notariales.

Esta ley No. 770, a pesar de que sufrió varias modificaciones, se

mantuvo regulando el ejercicio notarial por más de treinta y cinco años

hasta que fue completamente derogada y sustituida por la presente ley,

la No. 301, que derogó la Ley 770 y sus modificaciones, así como

cualquiera otra que le sea contraria.

1.2 CONCEPTO DE DERECHO NOTARIAL. NOTARIO


Conceptos del Derecho Notarial

Esta rama del saber jurídico ha sido objeto de numerosas definiciones.

La doctrina, la jurisprudencia y las legislaciones de diferentes países han

abordado el tema. De entre estos conceptos vamos analizar solo

algunos.

Derecho Notarial, Según el III Congreso Internacional del Notario Latino,

es un “Conjunto de disposiciones legislativas, reglamentarias, uso,

decisiones jurisprudenciales y doctrinas que rigen la función notarial y el

instrumento público notarial”

El Derecho Notarial es el ordenamiento jurídico de la función notarial,

así como también se puede definir como el estudio del conjunto de

normas jurídicas contenidas en las diversas leyes que regulan

obligaciones y modalidades a que deben ajustarse el ejercicio activo de

la función de Escribano.

El Derecho Notarial es el conjunto de normas jurídicas de fondo y forma

relacionados con la escrituración y que determinan a la vez las facultades

y deberes del notario en el ejercicio de su augusto ministerio público.


El Derecho Notarial es la conducta del Notario, o sea en cuanto autor de

la forma pública notarial.

El Derecho Notarial es aquella rama científica del Derecho Público que,

constituyendo un todo orgánico sanciona en forma fehaciente las

relaciones jurídicas voluntarias y extrajudiciales mediante la intervención

de un funcionamiento que obra por delegación del Poder Público.

El Derecho Notarial es un conjunto de doctrinas o de normas jurídicas

que regula la función del escribano y la teoría formal del instrumento

público.

El Derecho Notarial es parte del ordenamiento jurídico que, por conducto

de la autenticación y legalización de los hechos hace la vida normal de

los derechos.

Conceptos del Notario

El término Notario ha sido definido en múltiples y diversas ocasiones. En

el Primer Congreso del Notario Latino Celebrado en Buenos Aires,

Argentina, en 1948, se definió oficialmente el Notario de esta manera:

“El Notario latino es el profesional del Derecho encargado de una función

pública consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad


de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin y

confiriéndoles autenticidad, conservar los originales de estos y expedir

copias que den fe de su contenido.”

En esta definición descriptiva del quehacer del notario, están contenidos

todos los elementos esenciales de la función notarial.

La definición según la ley dominicana es como continúa: “el Notario es un

oficial publico instituido para recibir los actos a los cuales las partes

deban o quieran dar el carácter de autenticidad inherente a los actos de

la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos en depósito y

expedir copias de los mismos.”

Definiciones clásicas que sobre la labor del notario han formulado los

diversos tratadistas, como son las siguientes:

La profesión de Escribano es un oficio público establecido y autorizado

por la potestad correspondiente para recibir, conservar y dar testimonio

de las actas de las personas legitimas.

El Escribano es una persona autorizada para hacer constar en escrito

público y autentico los negocios de los hombres.


El Notario es una persona revestida de carácter oficial y público y

adornado de ciertas cualidades y en la que el poder social delega la

misión augusta de sellar con su autoridad suprema los actos privados.

Son Notarios, los funcionarios públicos que autorizan contratos y actos

jurídicos, así como actos de hechos que presencian y les constan en los

casos establecidos por las leyes sustantivas o procesales.

Son notarios, los funcionarios públicos que por delegación del poder del

Estado y con plena autoridad en sus funciones aplican científicamente el

derecho en su estado normal cuando a ello son requeridos por las

personas jurídicas.

Notario, es un profesional del Derecho que ejerce una función pública

para robustecer, con una presunción de verdad, los actos en que

interviene, para colaborar en la formación correcta del negocio jurídico y

para solemnizar y dar forma legal a los negocios jurídicos privados, y de

cuya competencia solo por razones históricas están sustraídas los actos

de la jurisdicción voluntaria.

1.3 CONCEPTO DE OFICIAL PÚBLICO


Nuestra ley actual dice que: los Notarios son Oficiales públicos”, no

“funcionarios públicos” como establecía en su artículo primero la antigua

Ley No. 770.

Los notarios están investidos por el Estado de fe pública para autenticar

hechos y actos que ante ellos pasan y se otorgan. De ese concepto

surge la interrogante de si los notarios son o no funcionarios públicos.

1.4 OBJETO DE ESTUDIO DEL DERECHO NOTARIAL

El objeto de estudio del derecho notarial no es único y depende de la

posición que se asuma dentro de las posiciones doctrinarias que se

disputan la supremacía de sus opiniones. Existen dos grupos: a) Los

Instrumentalistas y b) Los Teorizantes.

a) Los Instrumentalistas son quienes centran su preocupación en el

instrumento público notarial por considerar que el elemento esencial,

principal y final de estudio del derecho notarial es el documento o acta

notarial y,

b) Los Teorizantes, son denominados así quienes concentran el objeto

del derecho notarial en el notario y su conducta, aduciendo que todo

cuanto regula el derecho notarial se refiere al agente o protagonista de la


función notarial, a sus responsabilidades, sus obligaciones, al régimen de

la función y al procedimiento de ella.

Si se entiende que el derecho notarial es el conjunto sistemático de

normas, conceptos y principios que regulan todo lo referente a la

actividad notarial, entonces el objeto del mismo debe ser y es “la

institución notarial”.

Cuando se habla de institución notarial no sólo se hace referencia a la

organización como cuerpo, con sus leyes orgánicas, disposiciones,

cualidades, atribuciones, derechos, obligaciones e incompatibilidades del

notario, sino también a la función notarial íntimamente relacionada con

teoría general del documento público. Además, a los colegios

profesionales que agrupan los notarios y sus respectivos regímenes.

1.5 IMPORTANCIA DEL DERECHO NOTARIAL

Su importancia viene de regular toda la actividad de la sociedad

relacionada con los negocios jurídicos que tienen necesariamente que

encontrar la forma en el Derecho Notarial. En mejores expresiones, el

valor es por la necesidad social de la constatación

De hechos y deber de conservarlos.


1.6 PRINCIPIOS DEL DERECHO NOTARIAL

Los principios constituyen el punto intermedio entre la existencia y la

autonomía de una rama del derecho. En el caso del Derecho Notarial se

pueden indicar los siguientes:

a) Principio de Fe Pública o Principio de Seguridad Jurídica: Es la

presunción de veracidad en los actos autorizados por un notario. Es esa

certeza, eficacia, firmeza, verdad que tiene el poder público representado

por el notario cuando éste interviene en cada acto, documento o

contrato. Es la autoridad legítima para que otorgue autenticidad en la

relación de verdad entre lo dicho, lo ocurrido y lo documentado.

b) Principio de la Forma: Es la adecuación del acto a la forma jurídica

que mediante el instrumento público se está documentando. El notario

debe conocer con exactitud cómo se debe exteriorizar la expresión de

voluntad de las partes, teniendo especial cuidado en los requisitos de

validez de cada una de las figuras jurídicas.

c) Principio de Autenticidad: Mediante la firma y el sello se establece

que un hecho o acto ha sido comprobado y declarado por un Notario. El

instrumento auténtico es aquel que está garantizado en su certeza,

seguridad jurídica por haber intervenido el notario como delegado del


Estado, por lo que dicho documento tendrá presunción privilegiada de

veracidad y gozará de una credibilidad que hará prueba por sí mismo de

su contenido.

d) Principio de Inmediatez: Relación directa e inmediata del notario al

presenciar hechos u actos que tenga que documenta. Es la presencia

física en el mismo momento que ocurren los acontecimientos, y que el

notario constata y documenta. La función notarial demanda un contacto

entre el notario y las partes, y un acercamiento de ambos hacia el

instrumento público.

e) Principio de Rogación: La intervención del notario siempre es

solicitada, no puede actuar por sí mismo o de oficio. Dentro de las

funciones del notario está la de calificar el negocio o acto jurídico que las

partes quieren celebrar o el hecho que se dispusieron comprobar.

f) Principio de Unidad de Acto: Este principio se basa en que el

instrumento público de perfeccionarse en un solo acto. Establece la

simultaneidad en el tiempo respecto de las distintas etapas, y de los

testigos, es su caso, debe ser única y sin interrupción o suspensión al

momento de la lectura y posterior suscripción del documento o

instrumento público.
g) Principio de Registro o Protocolo: Es principio esencial del

notariado latino la conservación íntegra del documento para, llegado el

caso, expedir copias totales o parciales del mismo. Estas copias

autenticadas tienen el mismo valor que el original y gozan de una doble

presunción de legalidad y de exactitud. Exige el protocolo o libro de

registro foliado, numerado, firmado y sellado, en donde se encuentran

todas las escrituras ordenadas cronológicamente. Al considerarlo como

principio, se le tiene como un elemento de necesidad por las ventajas

que reporta a las garantías de seguridad jurídica, eficacia y fe pública.

h) Principio de Consentimiento: El consentimiento es un requisito

esencial y debe estar libre de vicios, si no hay consentimiento no puede

haber autorización notarial. La ratificación y aceptación, que queda

plasmada mediante la firma de o los otorgantes, expresa el

consentimiento.

i) Principio de Publicidad: Los actos que autoriza el Notario son

públicos; por medio de la autorización notarial se hace pública la voluntad

de la persona. Este principio de publicidad, tiene una excepción, y se

refiere a los actos de última voluntad, testamentos y donaciones por

causa de muerte.
j) Principio de Extraneidad: El notario no puede ser parte interesada

en el documento en que interviene, tampoco lo puede respecto de sus

parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad.

TEMA II - LA FUNCION NOTARIAL

2.1 REQUISITOS PARA SER NOTARIO.

Art. 5. Ley 301- Para ser nombrado Notario se requiere:

1º. Ser dominicano y estar en el pleno goce de los derechos civiles y

políticos;

2º. Tener por lo menos veinticinco años de edad;

3º. Poseer el título de Doctor o Licenciado en Derecho o de Notario;

4º. Ser de buenas costumbres lo cual se comprobará por medio de

certificación expedida por el Síndico del municipio donde el interesado

tenga su domicilio;
5º. Poseer capacidad física y mental para el desempeño de las

funciones notariales;

6º. No haber sido condenado judicialmente por crimen o delito contra la

propiedad o las buenas costumbres, lo cual se comprobará por

certificación expedida por la Secretaría de Estado de Justicia. (Actual

Procuraduría General de la República)

Art. 6. Ley 301- El Notariado se pierde:

1.- Por condenación judicial definitiva por crimen o delito contra la

propiedad o las buenas costumbres;

2.- Por incapacitarse el Notario física o mentalmente para el desempeño

de las funciones notariales, conforme certificación médico legal;

3.- Por destitución disciplinaria;

4.- Por renuncia. En los casos expresados en los incisos 1 y 4 de este

artículo, el Notariado se pierde de pleno derecho. Cuando el Notario

acepte un empleo o función judicial quedará suspendido de sus


funciones de Notario, las cuales recobrará tan pronto cese en el mismo,

previa participación a la Suprema Corte de Justicia.

2.2 LA JURISDICCIÓN NOTARIAL. COMPETENCIA.

Art. 10.- Los Notarios están obligados a residir en el lugar que le haya

sido señalado por la Suprema Corte de Justicia para ejercer sus

funciones, bajo pena de destitución. Pero podrán actuar en todo el radio

de la provincia a la cual pertenece dicho municipio, cuando sean

requeridos y debidamente autorizados por el Juzgado de Primera

Instancia del Distrito a que pertenezcan.

Los jueces de Primera Instancia podrán otorgar, por motivos atendibles,

extensión de jurisdicción a los notarios de los municipios de su

dependencia, para que estos puedan actuar en otro municipio fuera de

su Distrito.

Art. 11.- En los municipios donde no hubiere Notario, o si habiéndolo éste

se encontrare ausente o imposibilitado temporalmente para ejercer sus

funciones, el Juez de Paz lo sustituirá sujetándose a lo prescrito en la

presente Ley. Cuando en un municipio hubiere más de un Juez de Paz


las funciones del Notario serán ejercidas por aquel que designe el Juez

de Primera Instancia del Distrito Judicial correspondiente.

Art. 12.- El Notario que no hubiere abierto su estudio sesenta días (60)

después de haber sido nombrado o de haber sido autorizado a

trasladarse a otro municipio se considerará como renunciante.

Art. 13.- Los Notarios podrán trasladar su residencia para ocupar una

vacante en otro municipio, con autorización de la Suprema Corte de

Justicia.

2.3 LA FUNCIÓN NOTARIAL.

La definición que aporta la ley dominicana es como continua: “El Notario

es un oficial público instituido para recibir los actos a los cuales las partes

deban o quieran dar el carácter de autenticidad inherente a los actos de

la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos en depósito y

expedir copias de los mismos.”

El Notario es una persona revestida de carácter oficial y público y

adornado de ciertas cualidades y en la que el poder social delega la

misión augusta de sellar con su autoridad suprema los actos privados.


Son Notarios, los funcionarios públicos que autorizan contratos y actos

jurídicos, así como actos de hechos que presencian y les constan en los

casos establecidos por las leyes sustantivas o procesales.

La única función del Notario no es certificar las firmas dadas por las

partes en un acto privado que se supone manifiesta la voluntad, sino que

su labor se orienta también a darle forma legal a esa voluntad de las

partes mediante la instrumentación de los actos auténticos, pues se

entiende que el Notario es quien tiene los conocimientos legales o de

derecho que las partes desconocen, y por tal razón este debe servirle de

guía y darle forma a esa obligaciones que desean se manifieste y se

tenga una prueba por escrito. Además, al decir que debe darle forma

legal a la voluntad de las partes, se quiere hacer referencia a que el

notario con sus conocimientos legales, luego de que las partes le

manifiesten a qué desean obligarse y la manera en que desearían

hacerlo, debería orientarles en lo relativo a los instrumentos y figuras que

el derecho les ofrece para tales fines. Fungiría en este momento como un

consultor o asesor. Por lo que, si la parte contratante “inexperta“o “poco

versada” toma conciencia de la situación de hecho y de derecho gracias

a la información notarial, se traería a colación mayores beneficios de los

que se devengarían si solo se limitan a “certificar” unas firmas en un acto,

que tal vez en conjunto las partes no han ni leído conjuntamente.


Además, este tiene una función especial denominada por los doctrinarios

de prevención de los litigios. Esto así porque, según el alemán Dr. Rolf

Gaupp, el asesoramiento jurídico imparcial y la configuración jurídica que

realiza el Notario tienen la finalidad de evitar conflictos. En el plano del

consenso voluntario, se anticipa a la función judicial resolutoria de

conflictos. Como efecto un aligeramiento de los tribunales. También tiene

efectos preventivos, de antemano, al determinar preceptiva y

objetivamente el contenido del contrato.

2.4 INCOMPATIBILIDADES Y PROHIBICIONES DE LA FUNCIÓN

NOTARIAL.

Art. 15.- Las funciones de Notario son incompatibles con la de cualquier

cargo o empleo del orden judicial, salvo las de abogado de oficio, y las

indicadas en la ley de notario y en el incido a) del artículo 87 de la ley de

Organización Judicial.

Art. 16.- Se prohíbe a los Notarios, bajo pena de destitución:

a) Ejercer sus funciones fuera de su jurisdicción si no es en alguno de los

casos previstos en la Ley;


b) Escriturar actos y legalizar firmas o huellas digitales en que sean

partes ellos mismos o sus parientes y afines en línea directa, en

cualquier grado, y en línea colateral hasta el cuarto grado inclusive, o que

contengan disposiciones a favor del Notario o de cualquiera de las

personas especificadas más arriba;

c) Constituirse fiadores o garantes en los actos que escrituran, o de los

préstamos que se hubieren hecho por su mediación, o que ellos hayan

sido encargados de hacer constar en acta auténtica o bajo firma privada;

d) Interesarse en asuntos a propósito de los cuales ejerzan funciones;

e) Colocaren bajo su nombre personal y sin el consentimiento del dueño,

dineros que hayan recibido, aún bajo la condición de pagar intereses.

Párrafo I.- Igualmente, se prohíbe a los Notarios, también bajo pena de

destitución, escriturar actas auténticas o legalizar firmas o huellas

digitales de actas bajo firma privada, en las cuales sean partes las

personas públicas o privadas, físicas o morales o sus representantes, a

quienes presten servicios remunerados permanentes como empleados,

abogados, asesores o consultores retribuidos mediante el sistema de

igualas o de cualquier otro modo, o que contengan alguna disposición en

relación con las mencionadas personas físicas o morales.


Las disposiciones a favor de las personas físicas o morales indicadas,

contenidas en actas escrituras o legalizadas por los Notarios en violación

a las prohibiciones señaladas en este artículo serán anulables, pero la

nulidad no podrá ser invocada por la parte en cuyo favor el Notario preste

servicios remunerados permanentes.

Párrafo II.- (Agregado por la Ley número 195, del 10 de agosto de 1968,

G.O. 9241).Así también, se prohíbe a los Notarios, bajo pena de su

destitución por quien corresponda, escriturar actas auténticas o legalizar

firmas o huellas digitales en actos bajo firma privada, que autoricen

traspasos sobre derechos adquiridos bajo el sistema de ventas

condicionales de inmuebles correspondientes a apartamentos de los

edificios multifamiliares o unifamiliares, construidos por el Gobierno

Dominicano, o el Instituto Nacional de la Vivienda, e instituidos en "Bien

de Familia", sin que previamente comprueben que se han cumplido las

exigencias de las leyes que lo rigen, así como, igualmente en todos

aquellos casos en que existan cláusulas restrictivas para esos traspasos

en los correspondientes contratos, sin que se hubiere obtenido

previamente la debida autorización del Poder Ejecutivo o de la Dirección

General del Instituto Nacional de la Vivienda, según el caso, y hayan sido

satisfechos todos los requisitos exigidos en las señaladas cláusulas", ello

agregado por la Ley No.195, del 10 de Agosto del 1968.


Art. 17.- Los Notarios no podrán ejercer sus funciones sino después de

haber prestado ante el Juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de

su residencia, juramento de cumplir fielmente las obligaciones de su

ministerio.

2.5 NOMBRAMIENTO.

Los notarios son nombrados por la Suprema Corte de Justicia, de

manera vitalicia, cumpliendo previamente los requisitos establecidos en

la Ley No.301 sobre Notarios, salvo pérdida de investidura en los casos

establecidos en dicha ley.

El Notario una vez nombrado y dentro de los sesenta (60) días

posteriores a nombramiento está obligado a aperturar su estudio o

despacho, y quien no hubiere abierto su estudio sesenta días (60)

después de haber sido nombrado o de haber sido autorizado a

trasladarse a otro municipio se considerará como renunciante.

2.6 FORMALIDADES ANTERIORES A LA APERTURA DE LA NOTARÍA.

Art. 17.- Los Notarios no podrán ejercer sus funciones sino después de

haber prestado ante el Juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de


su residencia, juramento de cumplir fielmente las obligaciones de su

ministerio.

Art. 18.- Los Notarios depositarán en la Secretaría del Juzgado de

Primera Instancia su firma, la cual no podrán variar sin autorización de la

Suprema Corte de

Justicia.

Art. 19.- Los Notarios tendrán visible en su estudio un cuadro en el cual

inscriban los nombres, apellidos, calidades y residencia de las personas

interdictas y provistas de un CONSULTOR JUDICIAL en la extensión de

su jurisdicción, así como la mención de las sentencias relativas a la

incapacidad de dichas personas; todo, inmediatamente después de la

notificación que se les haya hecho, bajo pena de daños y perjuicios en

favor de las personas a quienes haya perjudicado su negligencia a este

respecto. Tanto la interdicción como la cesación de ésta deberán ser

notificadas a los Notarios por el Procurador Fiscal.

2.7 LAS FORMALIDADES POSTERIORES A LA LEGALIZACIÓN DE

FIRMAS.

Art. 33.- Los Notarios están obligados a conservar los originales de las

actas auténticas que escrituren y tendrán un protocolo de las mismas.


Cuando se trate de legalización de firma sólo deberá hacerse mención

del acta correspondiente en un registro que se llevará al efecto.

Contenido y Formalidades.

Deben de redactarse en papel sellado de protocolo y contener:

1.- Número de orden;

2.- El lugar y la fecha;

3.- El nombre y apellidos de los signatarios;

4.- Una descripción breve y sustancias del contenido del documento que

autoriza la firma o firmas que se legalizan, con indicación del papel en

que estén escritos, tanto el documento como el acta de auténtica y

5.- Firma del notario.

Art. 40.- Los Notarios serán responsables de la integridad y conservación

de los protocolos. Si se deterioran por falta de cuidado, deberán

reponerlos a sus expensas, incurriendo además en multa o sanción

disciplinaria, según se estimare conveniente.

Art. 41.- Los Notarios llevarán un libro índice de todas las actas

auténticas que escrituren. Este índice contendrá la fecha y naturaleza del

acta, los nombres de las partes y testigos y la relación del registro.


Art. 42.- El libro índice será firmado y sellado en la primera y última hoja

por el Presidente del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial a

que pertenezca el Notario, libre de derecho.

2.8 LAS LEGALIZACIONES, DIVERSOS TIPOS.

Existen 3 formas únicas de legalizar una firma, de certificar la probable

concertación de un consentimiento entre partes:

1.- Presencial; 2.- Declarada y 3.- De huellas / Ágrafa

Las legalizaciones tienen un principio de seguridad que es lógico. No se

puede hacer una legalización independientemente del acto cuya firma se

está legalizando. El acto y la legalización son un todo conjunto a pesar

de tener diferentes naturalezas. Solamente existen 3 formas de

legalización porque la ley lo dice.

Presencial: una legalización presencial supone:

Que el acto bajo firma privada llega en blanco. Esto significa que las

firmas no han sido puestas aún. Se procede a colocar las firmas y luego

a la identificación de los firmantes. La identificación supone el

mecanismo visual de la comparación de la cédula con las personas


firmantes. En la legalización presencial no se necesitan ninguna otras

generales. Tiene como característica que la fecha es de hoy. Es la única

fecha que tiene el notario (la de hoy). El notario puede conocer o no

conocer a las personas que firman.

Conocer supone que se ha visto a esa persona lo suficiente como para

poder prever sus conductas futuras.

Al final de los trazos de la firma se pone: “YO, lic. Xxx, notario de los del

número para el municipio de xxx certifico que las firmas que aparecen

más arriba (o al dorso) del acto escriturado han sido puestas libre y

voluntariamente por ante mí por los señores xxx y zzz, personas que he

identificado debidamente y a quienes doy fe conocer. En la ciudad de

xxx, municipio de xxx, provincia xxx, a los xx días del mes xxx del año

xxx. Fulano de Tal, Notario Público.

Declarada: Está en el art. 57, supone que el acto no vino en blanco, sino

que había sido firmado anteriormente a la visita de las personas a la

notaría. Supone una declaración de que los firmantes dicen por ante el

notario que esas firmas son las de ellos. Esto tiene también un proceso

de identidad: antes de tomar la declaratoria hay que identificar a las

personas. La fecha es de hoy, y el aspecto de conocer a las partes es

opcional.
Los firmantes del acto aparecen por ante el notario y le dicen al notario

que firmaron ese acto en tal fecha y que las firmas que aparecen en el

papel son las de ellos. El notario les pregunta quiénes son, confronta a

los individuos con las cédulas y luego procede a legalizar el acto. Si el

acto es de otra fecha el notario lo puede legalizar si la declaración de

todas las partes está presente. La declaratoria de una de las partes no

amerita una legalización respecto de otra de las partes. El notario dice

que “le han declarado que esa es la firma que utilizan en todos los actos

de su vida civil”, no se pone la declaratoria de “por ante mí”, sino que

simplemente le han declarado.

Nota: El notario puede no haber sido notario ni abogado cuando se

produjo el documento, si los firmantes están vivos y se presentan por

ante el notario y dicen que esas son sus firmas, la declaratoria suple su

presencia suscribiente. Esto tiene una gran peligrosidad, pero la ley lo

permite.

Las dos legalizaciones no pueden ser mezcladas, porque la ley las

dispone como alternativas (una u otra).

Nota: Los notarios no son calígrafos, no podrán certificar nunca que la

firma puesta por ante ellos es la única que tiene el sujeto, a menos que

parta de una declaratoria del firmante.


Si la declaratoria es falsa el problema es del firmante.

Si la certificación es falsa el problema es del notario.

En el art. 56 de la ley, se establece la legalización de huellas o ágrafa.

Lo que quiso decir el legislador era que las personas no supieran leer ni

escribir, pero en realidad lo que dijo en la ley fue que la persona no

pudiera firmar o que no supieran. Entonces esta figura parte de que la

persona declare que no sepa firmar. Pero hay gente que no sabe leer

ni escribir, pero saben firmar. Si una persona sabe poner una cruz, y dice

que esa es su firma, sabe firmar!

Nota: el notario debe determinar que existen dos testigos, y el

suscribiente debe poner las huellas (de los pulgares o los dedos

subsiguientes). Si no tiene manos no puede hacer actos bajo firma

privada.

Los testigos lo son de que vieron al tipo poner las huellas,

además lo son de la obligación del notario de haber leído íntegro

el acto (de ahí se desprende que lo que pretendía el legislador era

establecer que la persona no sabía leer).


Los testigos son del notario, no son testigos actuantes. Por eso si

una convención se va a realizar entre dos personas que no saben o que

no pueden firmar no podrán hacerlo, porque si cada huella necesita

dos testigos la ley dice que los testigos actuarios no pueden ser más

de dos. Quiere decir, que si las dos partes no saben firmar, tendrán que

recurrir a un mandato.

Los testigos actuarios se supone que deben saber leer y escribir,

deberán saber firmar.

Nota: Los testigos convocados a este efecto deben ser convocados por

el notario.

TEMA III - LOS ACTOS NOTARIALES

LOS ACTOS AUTENTICOS Y LOS ACTOS BAJO FIRMAS PRIVADAS

3.1 - Los Actos Auténticos. Concepto.


El acto auténtico es aquel que ha sido otorgado por ante oficiales

públicos, que tienen derecho de actuar en el lugar que se otorgó el acto,

y con las solemnidades requeridas por la ley.

Art. 1317 del C.C. Es acto auténtico el que ha sido otorgado por ante

oficiales públicos, que tienen derecho de actuar en el lugar donde se

otorgó el acto, y con las solemnidades requeridas por la ley.

Es el documento autorizado con las formalidades debida por un Notario u

otro funcionario con fe pública en el lugar de la celebración del acto.

Acta Notarial, es el instrumento original autorizado, en el que se relaciona

un hecho o acto jurídico a solicitud de parte interesada que el Notario

asienta en el protocolo bajo su fe con la obligación de conservar.

Doctrina. El acta notarial es el documento público autorizado por notario,

producido para probar hechos, solemnizar o dar forma a actos o

negocios jurídicos y asegurar la eficacia de sus efectos jurídicos.

3.2 – Condiciones de Autenticidad.

Para que exista el acto auténtico tal como habla la ley, se exige el

concurso de cinco elementos o condiciones:


a) Que exista un funcionario público, esto es, algunas de las personas

a quienes la ley otorga la facultad de conferir fe pública en virtud de su

intervención en determinados actos;

b) Que el acto autorizado por el funcionario público, es decir, que se

celebre con su intervención personal;

c) Que el acto que se autoriza sea de su competencia, esto es, que

esté comprendido en el número de aquellos a los cuales, según la ley,

puede atribuir fe pública;

d) Que se observen las formalidades establecidas por la ley, o sea,

que se redacten en español, sin abreviaturas, blanco, lagunas ni

intervalos, etc., y

e) Que el acto se autorice en el lugar en que el funcionario ejerce sus

atribuciones, es decir, que el Notario o el funcionario público actúe dentro

de su jurisdicción territorial.

3.3 – Los Requisitos de Forma y Fondo.


Para muchos doctrinarios la idea de actas auténticas como principio del

notariado latino supone la aceptación de que el derecho notarial es el

derecho de las formas, es decir, que se rige mucho más por formas que

por fondos. En realidad, la dualidad entre fondo y forma en los actos

auténticos supone justamente un intercambio entre unas y otras cosas.

Requisitos de Forma

Requisitos de forma que establece la ley 301:

1.- El papel: tiene condiciones de dimensión, resistibilidad y de color y de

formato.

Sólo existen dos tipos de papel notarial en R.D.: uno que se describe

como el papel notarial para originales mecanografiados y para compulsas

(tiene escudo y dos rayas a los costados) y otro que tiene características

similares pero que es para manuscribir notarías (sólo tiene las rayas) y

no sirve para las compulsas. Existe un tercero, derivado de la

precariedad de la R.D. que solamente tiene el escudo.

Las partes componentes de este papel:

1.- El escudo nacional


2.- El nombre y el título del sujeto que lo posee, el municipio y la mención

“República Dominicana”.

Toda otra mención que aparezca en el papel de mecanografiar y de la

compulsa resulta sobrante y por lo tanto legal.

Es evidente que del borde de la hoja al término de las menciones sólo

habrá 3 pulgadas. El papel completo medirá 13” o 14” de largo por 8.5”

de ancho. En la ley estas dimensiones están expresadas en centímetros.

La página tendrá dos marcas de márgenes que del lado izquierdo de la

parte frontal de la hoja tendrá dos bandas paralelas y de la parte derecha

de la página frontal tendrá una sola banda, las bandas pueden ser

utilizadas rojas o verdes, son bandas de advertencia. La razón de ser de

las dobles bandas tiene su utilidad, porque ambas bandas no tienen el

mismo uso. En la parte posterior de la hoja tendrá de la parte izquierda

una banda y del lado derecho dos bandas, esto es así porque las dos

bandas deben coincidir en el lomo del protocolo.

En el año 89 se reformó la 301 que determinó que el sello que se le

había quedado de determinar se incluyó en la ley del notariado, y el sello

dice que debe llevar en el centro el escudo nacional.


La última línea debe ser la número 22. Hay que salvar 3 pulgadas desde

el final del texto al fondo. Por detrás debe ser tratada igual que por

delante.

Nota: la hoja de las bandas y el escudo se usa para mecanografiar

notarías y para las compulsas.

La que se usa para manuscribir notarías, tiene 4 páginas, tiene dos fojas

dobles. Esta es más clásico que aparezca sin escudo, los notarios le

ponen a las primeras el nombre y la denominación notarial que

corresponda. Si se buscan en la librería, le llaman “hojas de testamento”.

Esto no quiere decir que estas hojas no son privativas para los actos de

testamento.

Las garantías de un acto manuscrito por un notario son indiscutibles.

El papel que sólo tiene el escudo nacional. Es más barato. Se utiliza

para actos mecanografiados. No se puede utilizar para actos bajo firma

privada. Hay notarios y abogados que dicen que eso es intrascendente.

Los márgenes: el margen izquierdo de la parte anterior (de la primera

página) sirve para las firmas o huellas o rúbricas. La ley actual no


distingue del uso de las rúbricas y las huellas, ni entre las rúbricas y las

firmas, y son cosas totalmente diferentes. La firma de los

comparecientes, testigos y notario es la grafía real del consentimiento

con el contenido. La firma representa el cruce de consentimiento, que

cada uno de los firmantes en un acto auténtico tendrá la posibilidad de

decir que estampando su firma está de acuerdo con el contenido del

acto.

Las rúbricas son más difíciles de encontrar hoy, sobre todo porque

rúbricas eran representaciones de anagramas personales.

Las rúbricas y firmas no tienen diferencia, pero se estila que quien

cargue las obligaciones haga firmas. En una compra-venta, entonces el

comprador pone firmas y el comprador, rúbricas. Los notarios ponen a

firmar a los vendedores y a rubricar a los compradores.

Nada obsta que en este margen se pongan todas las firmas de las

personas. Se estila también que el notario firme todas las hojas. Pero si

ha manuscrito el acto completo, para qué es necesario que el notario

firme todas las hojas.

En el margen va la firma, no el sello. Hay notarios que sellan todas las

hojas, y eso es incorrecto.


El margen derecho de la hoja y el izquierdo del anverso, está reservado

para tres figuras: el error, la enmienda y la corrección de texto.

Puede ocurrir que el acto tenga un error material, o que el compareciente

haya olvidado alguna cuestión o que simplemente haya la necesidad de

corregir un texto que fue interpretado por equívoco de la voluntad del

compareciente ante el notario.

Los errores pueden ser dos en una foja o tres en el acto, según la ley. Si

un acto tiene 4 errores, el acto se anula, si tiene 3 errores en la misma

foja, se anula.

Pero los errores no se enmiendan sino por el procedimiento permitido por

la ley. Hay errores insalvables, son aquellos que corresponden al objeto

mismo del acto.

Si se está haciendo un pagaré notarial (cuyo objeto es consignar una

suma de dinero debida) y el pequeño error fue que el pagaré era de un

millón y el notario le puso 10,000.


El error puede darse en el momento en que se está escriturando el acto

puede enmendarse el error en el mismo cuerpo del acto, sin utilizar el

margen

Ej.: “seis (8) vacas (E) seis (6) vacas”

Si se utiliza el margen, se pone una llamada en el margen “(E) seis (6)

vacas (E)” y luego la firma del notario y de las partes y luego un sello en

el margen, no en el lugar del acto que tiene el error”.

El error se debe enmendar en el momento actuario para que los

comparecientes le firmen, si se ha registrado el acto en el registro no

habrá ninguna mención de error y no quedará registrado el error y

aunque se arregle después el error no valdrá para fines de transcripción

de compulsas. La compulsa sale sin el error.

¿Qué es una enmienda? Una enmienda es cuando falta algo y se dan

cuenta después de que el acto se ha completado. Se hace un llamado

en el margen (EN) se agrega lo que se quedó y luego las firmas de las

partes y del notario.

La enmienda, cuando se transforma en compulsa debe ser insertada en

el cuerpo mismo del acto.


La corrección de texto es que usted oyó “seis vacas solamente” y lo que

le dijeron fue “seis casas solamente”. Si no se rehace el acto, se hace

una corrección del texto, se puede hacerse al margen igual que las

enmiendas. También puede ponerse luego del cierre colocando lo

siguiente: “después de leído el texto la compareciente decide corregir el

texto en lo siguiente ..., y luego de leído nuevamente el texto me permite

sustituir el texto con el anterior en las líneas xxx.”

La corrección del texto debe ser antes del registro y estar apadrinada por

la firma de los comparecientes y testigos.

Atributos del Acto

Debe ser escrito en español en un único y solo contexto, sin lagunas ni

interlíneas ni tachaduras, superposiciones. Los números cuánticos

deben ser escritos en letras y en números. Los números de datos no se

escriben en letras, sino en números (ej.: la cédula).

En los actos notariales no se pueden salvar errores con tachaduras de

ningún tipo, ni siquiera las tachaduras contables.


Deben ser escritos con tinta indeleble los que son a mano, y con tinta

que interese la solución de continuidad de las hojas aquellas que son

mecanografiadas, por lo tanto aquellas máquinas “ribbon tape” no son

usables para el derecho notarial, porque no interesa a la solución de

continuidad del papel.

Requisitos de Fondo.

La Introducción: Que se subdivide en Encabezamiento y Comparecencia.

El encabezamiento contiene: número de la escritura, lugar y fecha, hora

si se trata de testamento o donación por causa de muerte, las palabras

ante mí, nombre del notario autorizante y su calidad: Notario.

La comparecencia contiene: los nombres completos de los otorgantes,

edad, estado civil, nacionalidad, profesión, ocupación u oficio y domicilio.

La fe de conocimiento de las personas que intervienen o su

identificación. Razón de haber tenido a la vista los documentos

fehacientes que acrediten la representación en nombre de otro, si fuere

el caso. La intervención de interprete y testigos de ser necesario; la

declaración de los otorgantes de encontrarse en el libre ejercicio de sus

derechos civiles; y la nominación del acto o contrato.


b) El Cuerpo: que se subdivide en antecedentes o exposición y

estipulaciones:

En los antecedentes o exposición se consigna la descripción del objeto

que va a ser causa del negocio jurídico, elementos indispensables para

la contratación.

Por su parte en la estipulación o parte dispositiva, se formula la

declaración de voluntad de los otorgantes que da vida al acto o negocio

jurídico que desean celebrar, reconocer, modificar o extinguir.

Algunos autores a esta parte de la escritura (el cuerpo) le denominan de

Reservas y Advertencias.

Finaliza el cuerpo con la aceptación del acto o contrato.

c) Conclusión: Es cuando se da el cierre del instrumento y no debe de

aparecer en cláusulas, el notario debe de dar fe de todo lo expuesto y de

todos los documentos que se han mencionado, también se procede a

advertir de los efectos legales y de la obligación que tienen el sujeto

activo de presentar el testimonio al respectivo registro. En el

otorgamiento, parte de la conclusión, debe de darse lectura de

instrumento, en caso de tratarse de donación por causa de muerte o


testamento, esta debe de hacerla el testador o quien él designe, dentro

de los testigos y se concluye con la aceptación, ratificación y firma del

instrumento. Las palabras ANTE MI, luego la firma del notario.

3.4 – Escritura. Nulidades.

Art. 21.- Las actas serán elaboradas por los Notarios a mano con tinta

indeleble o a máquina, en un solo y mismo contexto, en el anverso y

reverso de la hoja de papel, en idioma español, sin abreviaturas, blancos,

lagunas ni intervalos.

Contendrán los nombres, apellidos nacionalidad, número de Cédula de

Identificación Personal, calidades, domicilio y residencia de las partes así

como de los testigos cuando la ley requiera la presencia de éstos. Las

fechas y las cantidades se expresarán en letras. Los poderes de los

comparecientes serán anexados a la escritura original; pero cuando sean

auténticos y contengan otras disposiciones, serán devueltos a las partes,

dejándose la debida constancia. En el acta deberá hacerse mención de

que la misma ha sido leída a las partes y cuando fuere necesaria la

asistencia de testigos, de que ha sido leída en su presencia. No se

derogan las disposiciones del artículo 972 del Código Civil.


Nulidad: es carencia de valor, falta de eficacia, incapacidad. Inexistencia

ilegalidad absoluta de un acto.

La nulidad constituye la incapacidad de un instrumento público para

producir efectos jurídicos, por mediar algún vicio en su contenido o en su

parte formal. Es, en otras palabras, un vicio que impide a un acto notarial

la producción de sus efectos como consecuencia de la falta de

condiciones necesarias y relativas, sea de calidades personales de las

partes; sea de la esencia del acto.

La ley entrega dos tipos de nulidades a las que hay que recurrir cuando

se trata de atacar un documento: la llamada Nulidad de Fondo, Absoluta

o completa y la conocida como Nulidad de Forma, Relativa o parcial.

Nulidad de Fondo, Absoluta o completa: Se produce cuando no se ha

cumplido con la ley al celebrar el negocio jurídico, es decir, que el

documento es ineficaz porque el acto o contrato que contiene está

afectado por un vicio que lo invalida.

Nulidad de Forma, Relativa o parcial: Es cuando la infracción de la ley es

con respecto a la forma del documento que contiene el negocio jurídico.

Por ejemplo, cuando existan adiciones entre renglonaduras y palabras

adicionadas que no se expliquen al margen del documento, cuando se


colocan números, etc. Es la que más interesa en el aspecto jurídico-

notarial porque afecta al documento considerando en sí mismo, y como

continente de un acto o negocio jurídico.

Regla General. Los actos hechos en contravención a las disposiciones

de los artículos 11,15,16,17,23,29, 31 y 47 de la Ley No. 301, sobre

Notariado, serán nulos si no están firmados por las partes y, si lo están,

su validez se reduce a la de los actos bajo firma privada.

Son apropiados para ser demandados por nulidad los instrumentos

notariales levantados en las subsiguientes situaciones:

1.- Si el notario no se encuentra en pleno ejercicio de sus funciones

porque tiene una sanción que lo obligue a suspender sus actividades en

forma temporal o definitiva en cuyo caso no puede autorizar ningún

instrumento. O en el caso de no haber prestado juramento ante la SCJ.

2.- Si el abogado realmente no es notario, si siendo notario, no está

autorizado a realizar el acto o intervenir en el mismo. El acta será nula en

los actos que no le correspondan por ley realizar y será válida respecto

de aquellos que si se encuentren es sus funciones.


3.- Hay nulidad total cuando el notario actúen forma ventajosa o parcial,

toda vez que al intervenir tenga interés por él, por su cónyuge, sus

parientes o los parientes de ambos hasta el cuarto grado inclusive.

4.- El documento tiene nulidad total si fuera firmado por las partes o

autorizado por el notario fuera de su demarcación territorial, excepto en

alguno de los casos previstos en la Ley. (Art. 10 de la Ley No. 301)

5.- Son anulables totalmente los instrumentos redactados en idioma

distinto al español. Lo mismo que si no están firmados por las personas

interesadas o no cuentan al menos con la huella digital como signos de

otorgamiento.

6.- Si el notario se constituye en fiador o garante en algún acto que

escriture, o de los préstamos que se hubieren hecho por su mediación, o

que ellos hayan sido encargados de hacer constar en acta auténtica o

bajo firma privada.

7.- Si el notario mostrara interés en asuntos a propósito de los cuales

ejerza sus funciones; o colocara su nombre personal y sin el

consentimiento del dueño, dineros que haya recibido, aún bajo la

condición de pagar intereses.


9.- Si el notario escritura actas auténticas o legaliza firmas o huellas

digitales en actos bajo firma privada, que autoricen traspasos sobre

derechos adquiridos bajo el sistema de ventas condicionales de

inmuebles correspondientes a apartamentos de los edificios

multifamiliares o unifamiliares, construidos por el ,Gobierno Dominicano,

o el Instituto Nacional de la Vivienda, e instituidos en “Bien de Familia”,

sin que previamente compruebe que se ha cumplido las exigencias de

las leyes que lo rige.

Son pasibles de demandarse incidentalmente en nulidad los actos que

incurren en violaciones a las formalidades relativas a, verbigracia, no

indicarla exactitud de haber identificado a las partes por la presentación

de la Cédula de Identidad u otro documento legalmente aceptado; la no

descripción de las generales de ley de las partes y de los testigos.

Otra oportunidad de obtener ganancia de causa en una demanda

incidental por nulidad es cuando se demuestra en el tribunal que en el

acta cuestionada aparecen testigos que no son dominicanos o que aun

siéndolos, no son mayores de edad o no están en pleno uso de sus

derechos civiles y políticos o que han sido condenados a penas aflictivas

o infamantes.
Sucede lo mismo cuando los testigos en el acta no estén en las

cantidades requeridas por la ley, o cuando no hablan la lengua del

compareciente, o cuando no residan en el municipio del notario. También,

si se da el caso de que los testigos sean marido y mujer o de ser

empleados en la oficina del Notario participante.

3.5 – Diferencias Entre el Acto Auténtico y el Acto Bajo Firmas Privadas.

La 1ra. condición de los actos auténticos es que tienen forma y fondo

determinados por la ley. Los actos bajo firma privada carecen de forma.

Los documentos auténticos pasan por ante notario (son hechos por

notarios). Los actos bajo firma privada son hechos por quien guste. Lo

importante es que el documento bajo firma privada revela la voluntad de

partes y el documento de carácter auténtico lo que pasó por ante notario.

En los actos auténticos el original es conservado por el notario siempre.

En los documentos bajo firma privada los originales son de las partes.

No existe ningún acto notarial que conste de dos originales, sólo hay un

original. En los actos bajo firma privada solamente existirá tantos

originales como partes haya.


El acto bajo firma privada carece de copias, y los actos notariales

siempre tienen copias.

En los actos bajo firma privada las partes tienen la custodia de los

originales, en los actos notariales es el notario quien conserva el original.

Los actos auténticos tienen fecha cierta siempre. No existe la menor

duda de que el documento existe en el mismo momento en que el notario

dice que pasó.

Los actos bajo firma privada tienen fecha cierta excepcional en tres

únicas oportunidades: cuando son registrados; cuando muere ...; cuando

son mencionados en un acto auténtico.

Hay un documento del 4 de enero del 2001, se registra el 24 de mayo del

2001. Ese documento tiene fecha 4 de enero a partir del 24 de mayo.

Antes del 24 de mayo no tenía fecha.

Los actos auténticos son oponibles a todo el mundo. Los actos bajo

firma privada son oponibles a todo el mundo sólo cuando son registrados

o cuando son contenidos en un acto auténtico.


Compra un carro el 4 de enero del 2001 por un acto bajo firma privada.

Su matrícula está bajo el nombre del antiguo propietario. El 2 de febrero

choca el que compró el carro y lo demandan. Si no se ha registrado el

acto. El 2 de febrero ese acto no es oponible y se puede demandar al

antiguo propietario

La oponibilidad de los actos bajo firma privada es absoluta respecto de

las personas contratantes.

Los actos auténticos son hechos por el notario, los actos bajo firma

privada pueden ser terminados por el notario. Un acto bajo firma privada

es legal sin la intervención del notario. Un acto bajo firma privada es

válido desde el momento en que las partes firman dando su

consentimiento con lo estipulado. Un acto bajo firma privada puede ser

registrado sin la necesidad de la instrumentación de un acto notarial final.

El registro y la legalización no tienen nada que ver.

El único efecto de la legalización de firmas es amarrar a los contratantes

en un vínculo auténtico, los contratantes no podrán negarse el uno al otro

la firma que hayan puesto.

3.6 – Los Actos Bajo Firma Privada. Concepto y Características.


Concepto: Se denomina Acto Bajo Firma Privada al acto escrito otorgado

por las partes mismas, con su sola firma y sin intervención de oficiales

públicos. Es cualquier documento formado en el ejercicio de una

actividad privada, o también, el documento privado que una persona

redacta por sí misma en su calidad de simple particular.

Características: Pueden indicarse como elementos distintivos del acto

privado los subsiguientes:

a) Pueden ser firmados en cualquier día, aunque sea feriados,

domingos o fiestas religiosas.

b) No es indispensable poner en el documento el lugar de celebración,

ni el nombre y el domicilio de los firmantes.

c) Las cantidades pueden ser escritas indistintamente en letras o en

números.

d) La escritura puede ser impresa, mecanografiada o manuscrita, salvo

la firma que tendrá que ser manuscrita.

3.7 – El Registro. Valor Agregado por el Registro de los Actos.


El Registro se encuentra dotado de una presunción de exactitud sobre

las actuaciones que publicita. La publicidad ha de ser observada desde

dos puntos de vista: la publicidad formal y la publicidad material.

Por un lado, se entiende por publicidad formal, los distintos medios de los

cuales se vale el Registro para poner en conocimiento la información

publicitada.

La publicidad material se refiere a los efectos que produce la inscripción

de la actuación en el registro, la cual otorga al mismo fecha cierta y

factibilidad de oposición frente a los terceros, de la información

publicitada por el Registro.

El original firmado, será registrado en la Oficina del Registro de Actos

Civiles, en cuyo lugar cobrará fecha cierta. En este registro se consignan

las generales de las partes, el objeto del acto, y las cantidades o

cualidades del mismo, todo de manera suscinta. Este requisito último del

acto notarial supone no la instauración simple de la datación cierta, sino

que implica la compaginación con varios controles de existencia del acto

mismo.
La fecha, la manuscriturabilidad, el número de orden, el índice, y

finalmente el registro suponen el círculo necesario de la seguridad de

existencia de los actos, que finalmente se cierran en el Protocolo y los

requerimientos de publicidad del artículo 38 de la Ley No. 301 del

Notariado que informa la obligación de comunicar el índice en la

Secretaría de la Suprema Corte de Justicia.

Los actos auténticos están gravados con impuestos que deben ser

pagados al Oficial de Registro Civil, que actualmente se colectan a través

de la Conservaduría de Hipotecas del Municipio correspondiente.

Calculo de los mismos.

Los impuestos a pagar se calculan de la siguiente manera: Un siete (7%)

por ciento por cada mil pesos (RD$1,000.00) y un doce (12%) por ciento

de esa suma, siendo el total

La suma de ambas.

TEMA IV - LOS TESTIGOS EN EL ACTO NOTARIAL

INTRODUCCIÓN
Los testigos han sido siempre elementos importantes en los negocios

jurídicos. Con la aparición de la escritura surge el documento, que se ha

hecho en ladrillo, piedra, hojas de palmera. Papiros, cueros de vaca y de

oveja, en pergaminos, o en tablillas de cera, constituyeron los nuevos

medios de prueba.

Más tarde, ante la mala fe humana, se hizo necesario que el documento

fuera emitido por medio de funcionarios autorizados al efecto (fedatarios)

y que daban fe del negocio jurídico. Es entonces cuando surge el

documento auténtico, es decir, que tiene fe pública y que se basta a sí

mismo como medio de prueba y hace plena fe.

Todo esto nos deja entender que, el documento ha sido de modo y

manera de que pudo valerse el ser humano para configurar la evolución

que a través de los años ha ido cumpliendo el desarrollo de la historia.

El hombre tuvo necesidad de perpetuar la ocurrencia de un hecho

cualquiera a los fines de servirse de prueba del mismo desde que actuó

frente a los demás, de conservar la prueba de cuanto había hecho en su

relación con los demás. Esto es una necesidad que preexiste al

documento y a la misma escritura.


Y es por eso que antes de que apareciera el documento, apareció el

testigo como forma de probar lo realizado por el hombre. El testigo fue el

primer medio de prueba de la humanidad en lo que se refiere a las

convenciones de los hombres.

Primero fue el documento y luego el notario. El documento fue un hecho

del natural vivir de la humanidad. EL notario es un advenimiento si se

quiere necesario para la redacción y valoración del documento.

La importancia del testigo en el documento notarial tiene una línea

disminuyente en el transcurrir de los tiempos.

Los testigos son importantes para que cuando sean llamados, rectifiquen

o certifiquen el negocio jurídico. Su firma no es necesaria.

En esa época las convenciones eran verbales y realizadas no ante la

presencia de un grupo determinado de testigos, sino ante toda la

población.

Era común que en las poblaciones amuralladas a la puerta de la ciudad

se anunciara en voz alta el hecho de que un habitante hubiese adquirid o

transferido su propiedad a otro. Posteriormente esa publicidad se torna

inapropiada y la presencia de la comunidad fue suplida por los testigos.


4.1 Los Testigos, Tipos.

Los testigos que interviene en el instrumento público pueden ser de tres

clases:

a) Testigos Instrumentales

b) Testigos Certificadores, de conocimientos o de Identidad

c) Testigos Corroborantes y

Hay un cuarto tipo que es el llamado Testigo de Moralidad que es en

esencia el mismo testigo certificador, de conocimiento o de identidad.

4.2 Los Testigos Instrumentales.

Son los que presencian el acto de la lectura, consentimiento, firma y

autorización de una escritura pública, asegurando con su firma la

veracidad del relato notarial. Son los coadyuvantes o colaboradores de la

fe pública notarial.

Asisten al Notario en la redacción de ciertos actos auténticos. Tienen por

función por afianzar y confirmar con su intervención y su firma la

veracidad y fe de un acto.
4.3 Cantidad Requerida.

Art. 32 de la Ley No. 301.

Art. 32.- En todos los casos en que la Ley requiera la concurrencia de

testigos, que no serán nunca más de dos, estos deberán ser

dominicanos, mayores de edad y domiciliados en el municipio donde

tiene Jurisdicción el Notario actuante.

Este artículo modifica en cuanto le sea contrario al artículo 971 del

Código Civil.

Las únicas excepciones son para el acta de notoriedad, que requiere la

declaración de siete testigos y para el acta de suscripción del testamento

místico o secreto, que se requieren seis testigos.

4.4 La Legalización de Firmas.

Es el proceso según el cual el notario certifica las firmas en documentos

privados, cuando le consta de modo indubitable su autenticidad.

Es la declaración escrita por la cual un funcionario público competente

certifica la autenticidad de la firma puesta en un acto público o privado,


con el fin de que éste pueda hacer fe en cualquier parte que se le

presente.

Para que surta efecto jurídico en nuestra legislación deben estar

presente seis elementos que son:

1.- Una declaración escrita.

2. Que actúe un funcionario competente.

3.- La voluntad del signatario de estampar su firma.

4.- La certificación de la autenticidad de la firma.

5.- Que la firma sea puesta en presencia del funcionario público.

6.- La fecha de la declaración escrita o acto.

4.5 Las Certificaciones.

La certificación o coletilla notarial, es una adición breve a lo escrito o

hablado que tiene por finalidad reforzar compendiosamente lo que antes

se ha dicho o escrito.

La certificación notarial de la firma es la aseveración que efectúa el

notario competente de que un requeriente capaz para ese acto, suscribe

en su presencia un instrumento privado, sin ningún tipo de coerción.


Es uso generalizado entre la mayoría de los actuarios la utilización de

una forma casi invariable al momento de ejecutar la legalización de

firmas en los actos privados. Más o menos en estos términos:

YO,…., Notario de los del Número para el Municipio de....., matriculado

en el Colegio Dominicano de Notarios bajo el número……, con estudio

profesional abierto en...., CERTIFICO Y DOY FE: Que las firmas que

aparecen más arriba, fueron puestas en mi presencia y estudio

profesional, libre y voluntariamente por la señora y el señor: …. cuyas

generales de ley constan en el acto precedentemente redactado,

quienes me aseguran bajo la fe del juramento que esa es la forma como

acostumbran hacerlo en todos los actos de sus vidas civiles.

En la ciudad d…., Municipio de…y Provincia de….., República

Dominicana, hoy día

( ) del mes de ... del año ……. ( ). –

4.6 Prohibiciones.

No pueden ser testigos instrumentales, ni de ninguna clase, aquellos que

son partes en el acto o que tengan un interés personal; los que tengan

vínculos de parentesco o afinidad con las partes o el Notario, en línea

directa en ningún grado o en línea colateral hasta el cuarto grado,


inclusive; los empleados ni los sirvientes del notario; las personas

condenadas a degradación cívica como pena principal o como pena

accesoria, pero solamente durante el tiempo fijado por la decisión; los

interdictos, los extranjeros, los locos, los ciegos, los sordomudos ni

ninguna persona que no tenga pleno uso de sus sentidos.

Al testigo, cuyo impedimento no fuere notorio al tiempo de su

intervención, se le tendrá como hábil si la opinión común así lo hubiere

considerado.

No podrán asistir como testigos, de un testamento hecho por instrumento

público, ni los legatarios por cualquier título que lo sean, ni sus parientes

o afines, hasta el cuarto grado inclusive, ni los oficiales de los notarios

que otorguen el documento, según dispone el Art. 975 del C.C.

CONCLUSION

Es testigo, la persona en cuya presencia, por voluntad o por azar, se

cumple un hecho que cae bajo sus sentidos, que puede comprobar y del

cual puede guardar memoria.

Independientemente del tipo de acto que redacte el Notario, es

costumbre hacer constar que actúa en presencia de “testigos


instrumentales”, sin tomar en cuenta que los testigos se diferencian

según el tipo de labor que realicen o el tipo de información que conozcan.

Los testigos son imprescindibles en los actos notariales porque, aunque

no debería ser así, la mayoría de los notarios son abogados en ejercicio

y lo cierto es que son muchos los que anteponen el valor a cobrar por la

redacción de un hecho a cualquier valoración ética y se prestan a todo

tipo de falsificaciones. El hecho de la presencia obligatoria de testigos

instrumentales no elimina las falsedades, pero las aminora.

Los testigos que interviene en el instrumento público pueden ser de tres

clases:

a) Testigos Instrumentales

b) Testigos Certificadores, de conocimientos o de Identidad

c) Testigos Corroborantes y

Hay un cuarto tipo que es el llamado Testigo de Moralidad que es en

esencia el mismo testigo certificador, de conocimiento o de identidad.

TEMA V - RESPONSABILIDAD DEL NOTARIO


5.1. Fundamento de la Responsabilidad Notarial.

La responsabilidad del notario se fundamenta en dos principios: 1) En

relación directa con el estricto y fiel cumplimiento del oficio notarial que

debe desempeñar el notario, cumpliendo con todos los deberes

generales que le impone la función y 2) en referencia a la

responsabilidad que debe tener el notario ante las personas que le

solicitan sus servicios, a quienes no puede defraudar la confianza que en

él hayan depositado; ya que en el caso de defraudarla, la consecuencia

es que se le hace responsable por los daños y perjuicios provocados.

Esta responsabilidad obedece al deber de obrar conforme a las normas

propias de la función notarial.

5.2. Clasificación de la Responsabilidad Notarial.

Civil, penal y disciplinaria

5.3. La Responsabilidad Civil.


La responsabilidad civil es la obligación de reparar y satisfacer por sí o

por otro, las consecuencias injustas de una conducta contraria a derecho,

o bien reparar un daño causado sin culpa, pero que la ley pone a cargo

del autor material de este daño.

También como la responsabilidad resultante de los daños y perjuicios

ocasionados a terceros por incumplimiento de la propia Ley del

Notariado, o la responsabilidad en que incurre el notario por el mal

desempeño de sus funciones, según dispongan las leyes generales.

Tipos de responsabilidades civiles del notario:

1.- Tipo contractual.

2.- Tipo extracontractual.

Para que se dé una o la otra se tiene que combinar estos tres elementos:

a) Que haya antijuricidad, es decir, la violación de un deber legal, por

acción u omisión del notario;

b) Que haya culpa o negligencia de parte del notario; y

c) Que se cause un perjuicio o daño.


Habrá responsabilidad civil cuando el notario, faltando a los deberes

propios de sus actividad incumpla obligaciones que tengan origen

convencional o legal, por acción u omisión, culposa o dolosa, y que la

misma produzca un daño que le sea imputable según las reglas de la

causalidad.

La responsabilidad civil en que incurre el notario, señala Pérez

Fernández del Castillo, nace de la abstención o actuación ilícita, con

culpa o no, que dé lugar a uno de los siguientes supuestos:

1.- Por causar daños y perjuicios al abstenerse, sin causa justa, de

autenticar por medio de un instrumento público un hecho o un acto

jurídico.

2.- Por provocar daños y perjuicios en virtud de una actuación notarial

morosa, negligente o falta de técnica notarial.

3.- Por causar daños y prejuicios por la declaración judicial de nulidad o

inexistencia de un acta o escritura pública.

4.- Por originar daños y perjuicios al no inscribir o inscribir tardíamente en

el Registro Público, una escritura pública o actas que sean inscribibles,


cuando haya recibido de su cliente para tal efecto, los gastos y

honorarios.

5.- Por el daño material o moral causado a la víctima o a su familia en la

comisión de un delito.

Los arts. 19, 20 y 59 de la Ley 301 del Notariado penalizan al notario por

los daños y perjuicios ocasionados por su violación, pudiéndose actuar

contra él por su incumplimiento del art. 9 de la misma ley y, así mismo,

de conformidad con la responsabilidad común dentro de los términos de

los arts. 1382 y siguientes del C.C.

5.4. La Responsabilidad Penal.

La responsabilidad penal es la que asume el notario al redactar los actos

notariales incurre en falsedad y otros delitos conexos, haciendo constar

situaciones de derecho y de hecho que en realidad no existen, o

aprovechándose de su función en beneficio propio o ajeno.

Este tipo de responsabilidad es la derivada de una actuación delictuosa

de parte del Notario durante el ejercicio propio de la función notarial,

puesto que, también, responderá a otras actuaciones delictuales en su

posición de simple ciudadano. Hay que entender que el hecho de ser


notario no entraña de por sí ningún tratamiento distinto del común de las

personas.

La responsabilidad penal está fundada en la necesidad de sancionar una

conducta contraria a derecho.

Las características de la responsabilidad penal de los notarios puede

tener una agravación especial en la penalidad, con derogación de la

regla “Non bis in idem”, pues además de la sanción penal puede ser

objeto de una penalidad corporativa, es decir una sanción disciplinaria

del Colegio de Notarios.

La razón de la agravación de la penalidad radica en que el Notario

delincuente, no sólo lesiona intereses públicos y particulares

directamente afectados, sino los de la institución que los agrupa o

Colegio de Notarios, que siempre quedan salvaguardados con castigo

penal, si el Notario condenado ha de seguir formando parte de aquella.

Por eso el gremio notarial reacciona, además, con su penalidad

disciplinaria llegando incluso a la expulsión o separación del delincuente.

Algunas infracciones:
- La falsedad en escritura pública o privada contemplada en los

arts. 145 y siguientes del Código Penal y 239 y 240 del Código de

Procedimiento Civil;

- La estafa o fraude sancionado por el art. 405 del Código Penal;

- El abuso de confianza que penaliza el art. 406 del Código Penal.

Además, quedan comprendidos dentro de las violaciones que la ley

castiga como crimen o delito, las actuaciones notariales que traspasen

los límites de los arts. 6, 20, 24, 29, 39, 40, 53, 59 y 60 de la Ley 301

sobre el Notariado.

5.5. La Responsabilidad Disciplinaria.

Es la responsabilidad derivada del incumplimiento de la Ley del

Notariado o disposiciones que regulen la actuación propia del notario y

de la función notarial, es decir, cuando se falta a los deberes de la

profesión, a la ética profesional o se atenta en contra del prestigio y

decoro del oficio.

La reglamentación disciplinaria s la descripción legal de la ética y los

principios que debe observar quien ejerce una actividad o profesión.


Cuando dichos postulados son infringidos, se incurre en responsabilidad

disciplinaria, sin perjuicio que tales comportamientos a la vez, pueden

comprometer a su autor en otras responsabilidades, como la penal y la

civil.

Algunas violaciones disciplinarias:

- Contravenir las prohibiciones e incompatibilidades de su ejercicio;

- Desconocer el derecho y se extralimita en sus funciones;

- Omitir el cumplimiento de los deberes ético-jurídicos establecidos

en la ley.

Según la intención del contraventor las faltas disciplinarias pueden ser de

dos tipos: dolosa o culposa.

Dolosa: Cuando se actúa con “una conducta deliberada, voluntaria,

intencional, para producir un resultado ilícito”.

Culposa: “La falta proviene de la imprudencia, la imprevisión, la

negligencia, la impericia o la violación de reglamentos e instrucciones,

por ejemplo, cuando el notario infractor omite el cumplimiento de los


requisitos formales o sustanciales previstos en las normas legales, presta

una asesoría descuidada o negligente, no cumple con sus obligaciones

civiles, comerciales, laborales o administrativas, abandona

injustificadamente el cargo, o viola normas sobre prohibiciones,

impedimentos o incompatibilidades.”

Sanción

Art. 8.- Los Notarios serán juzgados disciplinariamente por la Suprema

Corte de Justicia constituida en Cámara Disciplinaria, pudiendo aplicar

como penas, multas que no excedan de Quinientos pesos oro (RD$

500.00) y suspensión temporal que no pase de dos años o la destitución,

según la gravedad del caso. Se entiende por falta para los efectos del

presente artículo todo hecho, actuación o procedimiento que un Notario

realice en el ejercicio de sus funciones o con motivo de éste, o

prevaliéndose de su condición de Notario, no penados por ninguna otra

ley, y que a juicio de la Suprema Corte de Justicia y para la conservación

de la moralidad profesional, necesite ser corregida en interés del público.

Art. 61.- Los Notarios solo podrán ser destituidos por la Suprema Corte

de Justicia. La destitución se aplicará: 1ro. Por inconducta notoria; 2do.

Por faltas graves en el ejercicio de sus funciones que no estén previstas

en la presente Ley; 3ro. Cuando el Notario hubiere sido condenado más


de tres veces en un año, por infracciones a la presente ley; 4to. Cuando

la destitución es pronunciada por la Ley

Asimismo, en la parte final del art. 24 de la Ley del Notariado se previene

al notario sobre la posibilidad de ser destituido cuando ejecute en forma

incorrecta la salvedad de las enmiendas o por interlineados u otros

defectos en la redacción de actos auténticos, siempre que sean como

consecuencia de fraude; en caso contrario, la amenaza de una pena de

multa de cien pesos (RD$100.00) sería suficiente.

TEMA VI - EL PROTOCOLO NOTARIAL

6.1 Antecedentes Históricos.

El origen legal más remoto del protocolo parece estar en el derecho

Justiniano, ya que en el capítulo segundo de la Novella XLV, dada en

Constantinopla en el año 537, mandó que los notarios de oriente no

escribiesen los documentos en papel blanco, sino en el protocolo, esto

en el papel que arriba llevaba impresa la fecha de su entrega al notario,

el nombre del glorisísimo conde de las sacras liberalidades (sacrasrum


largitionum), y la fecha de su redacción, reputándose por falsas las que

no se escribiesen en el protocolo.

El papel no podía cortarse, sino mantenerse intacto; y el documento

debía contener, ante todo, el resumen abreviado del acto, vale decir, el

“protocollum”, que era la primera colación, escritura o apuntación como

encabezamiento de la carta. Ello servía de base para la extensión del

instrumento, que se entregaba “in totum”bajo de pena de no valer, razón

por la que el notario no conservaba en su poder el original o matriz.

El Fuero Real fue el primer cuerpo de leyes, de orden general y con

sentido histórico que el derecho español proporcionó con la noción de

“protocolo” . Concluido y publicado a fines de 1254 o a principios de

1255; pero la Novísima Recopilación, merced a la Pragmática de Alcalá,

es el antecedente más próximo del protocolo.

La Pragmática de Alcalá, dada el 7 de junio de 1503 por los Reyes

Católicos, se refiere a la institución del protocolo disponiendo que debía

ser un libro en el cual los escribanos fueran asentando por extenso las

notas de las escrituras otorgadas ante ellos y de ellas expidieran copias a

las partes.
Los españoles llevaban otro libro en el cual se escribían los aspectos

esenciales de los negocios jurídicos a celebrar, antes de la redacción

definitiva del documento, denominándose este libro como “El Minutario”.

Después que las partes interesadas, hubieren examinado, corregido y

puestos de acuerdo con el contenido del minutario, se redactaba el

instrumento público en forma definitiva, sin alteración ni cambio alguno.

La Pragmática del Alcalá, estableció el Protocolo Notarial y en sus

disposiciones ya preveía el caso de una persona que no pudiera firmar.

Con la formación del Sacro Imperio Romano-Germánico, su emperador

Maximiliano I, ordenó el dictado de la constitución “De notariis et

tabellionibus”que se promulgo en Colonia en 1512 y en la misma se

realiza una reforma y ordenación en pro del ejercicio del notariado.

El emperador mandó que “cada notario procure de todos modos tener y

conservar con gran cuidado, y dejar después de sí un protocolo”.

6.2 Disposiciones Legales Sobre el Protocolo.

Entre los artículos 33 al 40 y el artículo 52 de la Ley No. 301 se

encuentran las reglas referentes al protocolo notarial.


La obligatoriedad de tenerlo para los actos auténticos; volúmenes

anuales; numeración de las actas; foliado de todas las hojas de cada

volumen; márgenes de las hojas, tanto en ambos lados como en la parte

de abajo; apertura y cierre del volumen anual; la posibilidad de la división

del volumen anual en varios tomos; la obligación de protocolizar cada

año a más tardar el día 31 de marzo; la responsabilidad del Notario en

relación con la integridad y conservación de los protocolos.

Los artículos 41,42, y 63, tratan lo relativo al libro Índice de actos

auténticos, mientras que la expedición de Copias es regulada por los

artículos del 43 al 50 y lo relativo a las nulidades es tratado en el artículo

51.

Sobre el destino, custodia y/o uso de los archivos notariales hay que

estudiar los artículos 53 al 55, en donde se halla todo lo relativo a

licencias, suspensiones, cesación de funciones de Juez de Paz, muerte,

renuncia, destitución, inhabilitación.

6.3 Requisitos y Formalidades del Protocolo.

El protocolo se forma con todos los volúmenes de las actuaciones del

Notario, conteniendo cada uno todas las actas que se escrituren entre el

primer día de enero y el 31 de diciembre de cada año, ambas fechas


inclusive. Dichas actas deben llevar el número que les corresponda,

escrito en letras y por estricto orden de fecha. Las hojas deben ser

foliadas, es decir marcadas con el número que les pertenezca y

escribírsele en letras y guarismos o dígitos.

Todas las hojas de las escrituras matrices, tendrán un margen blanco de

cuatro centímetros por la parte en que haya de encuadernarse y uno de

dos centímetros por la opuesta. Además se dejará en las dos plantas de

la hoja, otro margen de cinco centímetros por la parte donde comienzan

a escribirse los renglones.

Todas las hojas del protocolo, serán firmadas por el Notario en el margen

de cinco centímetros, a excepción de aquellas que por el contenido del

documento se hallan llenas con notas debidamente firmadas por el

Notario, las partes y los testigos.

Otras formalidades exigidas:

a). Los instrumentos deben de redactarse en español, escribirse a

máquina o a mano de manera legible y sin abreviaturas;


b). Los instrumentos deben llevar numeración cardinal, escribiéndose

uno a continuación del orto, en orden riguroso de fechas, y entre cada

instrumento sólo debe quedar espacio para las firmas;

c). El protocolo debe llevar foliación cardinal escrita en cifras;

d). El cuerpo del Instrumento las fechas, números o cantidades se

expresarán con letras. En caso de discrepancia entre lo escrito en letras

y cifras, prevalece lo escrito en letras;

e). Los documentos que deban insertarse o las partes conducentes que

transcriban se copian de manera textual;

f). Los espacios en blanco que permitan intercalaciones se llenarán con

una línea antes de que sea firmado el instrumento.

6.4 Contenido del Protocolo.

En sentido estricto, el libro-protocolo del notario, tal como indica la ley,

contendrá los originales de las actas auténticas que escriture entre el

primero de enero y el 31 de diciembre de cada año, ambas fechas

inclusive. A seguida de cada acta se colocarán los documentos que se

anexen al mismo como comprobantes.


6.5 Apertura del Protocolo.

Es ordenado por la Ley del Notariado que desde el primer día de cada

año los notarios abran el volumen del protocolo correspondiente a ese

año.

El protocolo se abre cada año con la primera escritura que se hace, la

cual llevará siempre el número UNO y principiará en la línea del folio

inicial. La forma indicada en su artículo 38, para la apertura del protocolo

se hace extendiendo una nota que diga de esta manera:

“Volumen del Protocolo de los Instrumentos Públicos correspondientes al

año de...( )”.

En la ciudad de….., Municipio de…….., Provincia de……., al primer (1er.)

día del mes de enero del año… ( )”.

6.6 Cierre del Protocolo.

El protocolo debe cerrarse cada año, el último día del año natural, pero

también puede cerrarse en cualquier momento que el notario dejare de

ejercer la función.
El cierre debe contener: la fecha, el número total de instrumentos

autorizados, indicando cuantos de ellos son escrituras públicas y el

número de actas de protocolización, si las hubieren; así como el total de

folios utilizados; observaciones si fueren necesarias y la firma del notario.

Señala el segundo párrafo del artículo 38 de la Ley dominicana que debe

extenderse una nota análoga el último día del año para cerrar el volumen

que haga constar lo siguiente:

“Concluye el volumen del Protocolo de los Instrumentos Públicos

correspondientes al año…. ( ), que contiene…. ( ) Instrumentos y…. ( )

folios, escriturados durante el mismo por el infrascrito Notario”. En la

ciudad de ….., Municipio de …., Provincia de ……, a los treinta y un (31)

días del mes de diciembre del año…. ( ). A seguidas se coloca la fecha

en letras, la firma y el sello profesional del Notario.

6.7 ¿Qué son el libro Índice, los Folios y la Minuta?

Libro Índice

Por las disposiciones combinadas de los artículos 41 y 42 de la ley sobre

notariado es obligatorio tener un un libro índice con todas las actas

auténticas que se escrituren. Este índice contendrá la fecha y naturaleza


del acta, los nombres de las partes y nombres de testigos y la relación

del registro. Deberá ser firmado y sellado en la primera y última hoja por

el Presidente del Juzgado de Primera Instancia del Distrito \Instancia del

Distrito judicial a que pertenezca el notario y, porque la ley lo indica

expresamente, exonerado del pago de cualquier tipo de impuesto.

Para cumplir con el artículo 63 de la ley, una copia de este índice

redactado conforme al artículo 41 de la legislación notarial debe ser

enviada por los notarios a la Secretaría de la suprema Corte de Justicia

dentro del primer trimestre de cada año, es decir, hasta el día 31 de

marzo.

Los Folios

Los folios son las hojas numeradas, selladas y autorizadas que serán

cronológicamente utilizadas y ordenadas y sólidamente empastadas para

constituir los libros. Cada folio se utilizará por ambas caras,

constituyéndose por dos páginas.

Para asentar las escrituras y actas en los folios, deberán utilizarse

procedimientos de escritura o impresión que sean firme, indelebles y

legibles. La parte utilizable del folio deberá aprovecharse al máximo


posible, no deberán dejarse espacios en blanco y las líneas que se

impriman deberán estar a igual distancias unas de otras.

Minuta

Una minuta es un original de un acto auténtico, del que no puede

desprenderse el oficial público que es su depositario. Es, dicho de otra

manera, un acto original emanado de la autoridad administrativa o

judicial, o para nuestro caso específico, el acto entregado por notario que

la ley prescribe que debe conservarse.

CONCLUSION

Es obligatorio de tener los actos auténticos; volúmenes anuales;

numeración de las actas; foliado de todas las hojas de cada volumen;

márgenes de las hojas, tanto en ambos lados como en la parte de abajo;

apertura y cierre del volumen anual; la posibilidad de la división del

volumen anual en varios tomos; la obligación de protocolizar cada año a

más tardar el día 31 de marzo; la responsabilidad del Notario en relación

con la integridad y conservación de los protocolos.


El protocolo se forma con todos los volúmenes de las actuaciones del

Notario, conteniendo cada uno todas las actas que se escrituren entre el

primer día de enero y el 31 de diciembre de cada año, ambas fechas

inclusive. Dichas actas deben llevar el número que les corresponda,

escrito en letras y por estricto orden de fecha. Las hojas deben ser

foliadas, es decir marcadas con el número que les pertenezca y

escribírsele en letras y guarismos o dígitos.

En sentido estricto, el libro-protocolo del notario, tal como indica la ley,

contendrá los originales de las actas auténticas que escriture entre el

primero de enero y el 31 de diciembre de cada año, ambas fechas

inclusive. A seguida de cada acta se colocarán los documentos que se

anexen al mismo como comprobantes.

TEMA I

ORIGENES DEL DERECHO NOTARIAL. CONCEPTO, OBJETO E

IMPORTANCIA
INTRODUCCION

Desde mucho antes de la invención de la escritura, las necesidades de la

vida han llevado a los hombres a contratar entre ellos. Las personas

siempre han estado interesadas en poner testigos o poseer algún escrito

para dejar constancia de su negocio jurídico.

En los tiempos bíblicos la prueba era testimonial, era la única que podía

establecer las obligaciones recíprocas, las convenciones se hacían ante

numerosas personas presentes para que sirvieran de testigos de las

mismas. Esto afianzaba las negociaciones y a partir de allí siguió

evolucionándolos medios hasta llegar a la prueba escrita y perfeccionarla

hasta lo que hoy en día conocemos como actos notariales.

Los primeros escribanos de América están vinculados al descubrimiento.

Se trasladaron al nuevo mundo en los primeros viajes del Almirante

Colón, como parte de la expedición, teniendo como oficio dar fe y

testimonio de la hazaña.

Tenían que estar dispuesto a ejercer su profesión en el lugar donde ello

fuere necesario y para esto trasladaban su escribanía, que era un cofre


de cuero o caja de madera con cerradura en la que guardaba el papel,

las plumas, la tinta y el tintero con los que escribía. Además, la caja de

arenilla, usada como secante y las agujas e hilos para coser los papeles.

Nuestro Derecho Notarial desde sus primeros paso que dan lugar con el

descubrimiento de América sufre una serie de etapas, las cuales

comprenden el descubrimiento de nuestra isla en el 1492, pasando por

la ocupación haitiana de 1822, época republicana a partir de 1844,

hasta llegar a la ocupación norteamericana de 1916, y cuyas etapas

contribuyeron de una forma u otra con la formación y organización del

derecho notarial dominicano.

Civilizaciones Antiguas

Desde mucho antes de la invención de la escritura, las necesidades de la

vida han llamado a los hombres a contratar entre ellos, las personas

siempre han estado interesadas en poner testigos o poseer algún escrito

para dejar constancia de su negocio jurídico.

Eran los tiempos en que la prueba testimonial era la única que se podía

establecer las obligaciones reciprocas, pues en la antigüedad, las

convenciones se hacían ante numerosas personas presentes para que

sirvieran de testigos de las mismas.


Desde los tiempos Bíblicos, en el antiguo testamento de la Biblia, se

presentan algunos episodios que constituyen auténticos ejemplos, en el

libro de Génesis, capítulo 21, versículos 27 al 31 inclusive, se describe

una forma de convención testimonial, dicho capítulo registra lo siguiente:

Abraham tomó unas ovejas y unas vacas y se las dio a Abimalec e

hicieron los dos un pacto. Abraham apartó siete ovejitas de su rebaño y

Abimalec le pregunto: ¿qué significan estas siete ovejitas que has

apartado?, y él le respondió; estas siete ovejitas las recibirás de mi

mano como prueba de que yo he abierto este pozo. Por eso fue llamado

aquel lugar Berseba, o sea pozo del juramento, porque allí juraron

ambos, hicieron, pues, un pacto en Berseba.

Esto es un ejemplo de una prueba testimonial. Como esta existen

muchas otras pruebas en la Biblia, en los que los contratantes requerían

testigos o documentos para asegurarse de la validez de lo pactado.

Se les atribuye a los Fenicios haber organizado los signos gráficos y

señales existentes en esos tiempos hasta transformarlos en lo que es

hoy el alfabeto. Con la invención de la escritura las convenciones son

constatadas de manera más cierta y permanente, siendo reemplazada la

presencia del pueblo por la de un escriba, que era una persona que
podía leer y escribir, y que estaba autorizada por el Estado para realizar

dichas convenciones. Por razones de esa autorización estatal se les

llamó “público”, término que con el devenir del tiempo se ha aplicado a

los oficiales o funcionarios que ejercen al servicio del Estado.

Algunos destacados tratadistas del derecho notarial, consideran que en

las épocas primitivas la función, o más propiamente el oficio de

escribano, existía completamente en los ordenamientos, pero no se

había creado el funcionamiento que lo ejercería con autonomía y eficacia

como hoy en día corresponde a la función notarial.

En este punto traemos a colación una frase que es atinente al caso: “En

el principio fue el documento”. No hay que olvidarlo, el documento creo

al notario, aunque hoy el notario haga el documento.

Orígenes del Notario

La institución del notario como tal tiene su origen en la edad media y se

desarrolla en los países del derecho escrito, bajo la influencia del

Derecho Romano. En los inicios de la práctica notarial como función

regida por el Estado los nombramientos se hacían por influencias de tipo

político, social o religioso. La multiplicidad de notarios fue tal que hubo

de ser minuciosamente reglamentada por la autoridad real.


Las solicitudes para actuar como notarios en Francia eran de tal

magnitud que se les llego a considerar antes de la Era Napoleónica como

una plaga porque además de los notarios reales todas las jurisdicciones

señoriales tenían notarios especiales. Había notarios episcopales,

imperiales y apostólicos, todos ejercían sus funciones con brusquedad y

en virtud de una investidura a menudo dudosa.

Diferentes especialidades debido a la profusión de denominaciones con

que eran conocidos los escribanos, solo indicaremos un listado de ellos

y nos referiremos a los más importantes, según sus especialidades eran

llamados:

Actuarii, argentorii, cancellorii, censuales, cognitores, conciliarii,

cornicularii, chartularii, diastoleos, emanuensis, epistolares, exceptores,

grafarios, libelenses, libarii, logographii, notarii, numerarii, refrandaris,

scribae, scriniarii, tabellions, tabulari, etc.

De entre estos escribanos especializados solo algunos tenían

ascendencia en lo que es el Notario moderno, estos son Scribae,

Notarii, Los Tabularii y Tabelliones.

1.1 EL DERECHO NOTARIAL EN LA ÉPOCA COLONIAL


Vinculados al descubrimiento de América, se conocen algunos

escribanos o notarios que en alguna u otra forma intervinieron en el

magno acontecimiento del descubrimiento y en las primeras

manifestaciones de la conquista Española.

En el artículo “Los Notarios en el Descubrimiento de América”,

publicado en la Revista Internacional del Notario, el autor reconoce como

el primer hombre en ofrecerle su ayuda a Cristóbal Colon a Don Luís de

Santagel, funcionario de la Corona de Aragón, que desempeño en 1481

(once años antes del Descubrimiento), el cargo de escribano de ración o

jefe de la tesorería del rey Fernando Católico. Era amigo personal de

Colón y fue quien intercedió por él ante los Reyes para la firma de las

Capitulaciones de Santa Fe y que le financiaran el viaje a América.

A Don Diego Méndez se le reconoce como escribano y secretario de

Colón y se le atribuyen los relatos conocidos del Descubrimiento.

El Primer Notario de América fue Don Rodrigo de Escobedo, Escribano

de Cuadra y del Consulado del Mar, que era en esos tiempos la

institución encargada de regular las relaciones y las actividades

marítimas-comerciales en España, quien en ejercicio de sus funciones

acompaño a Colon en su primer viaje y levantó un acto que da cuenta de


la toma de posesión de la isla de Guanahaní, en nombre de los Reyes,

isla que el Almirante llamó San Salvador.

Con la llegada de Colón en 1942 fueron trasladadas a América muchas

instituciones jurídicas vigentes en la España de aquella época y, como en

la legislación española el oficio de escribano tenía gran importancia, así

también fue reconocida en la legislación indiana.

Hernán Cortes, Notario en Azua

El legendario conquistador de México, Don Hernán Cortes, ejerció la

escribanía en nuestra isla, había sido empleado de notarios en Valladolid

y Sevilla, antes de venir como expedicionario a las Ameritas recién

descubierta.

Nicolás de Ovando vino a la isla en 1502 y en 1504 solicita ser nombrado

escribano del Rey para la ciudad de Santo Domingo, pero no obtiene

éxito, posteriormente obtiene la

escribanía del Ayuntamiento de Azua, Cargo que ejerció hasta 1511.

En 1512 salió conjuntamente con Diego Velásquez y se establece en la

vecindad de Santiago de Baracoa, en Cuba, y allí es nombrado escribano


en recompensa a su valor en el campo de batalla y la ejerce hasta 1519,

cuando sale de Cuba y conquisto el imperio de los Aztecas.

El Primer Documento Notarial de América

El viernes 3 de agosto de 1492, cuando el futuro almirante de la Mar

Océana, parte desde el Puerto de Palos de Moguer, en la Carabela

“Santa María”, capitaneada por el propio Cristóbal Colón, viene con Don

Rodrigo de Escobedo, “Escribano de toda la Armada”, por ser el primero

en pisar tierras americanas y haber tenido el alto honor de levantar el

acta en la que requería a los indígenas que le manifestaran si tenían

alguna objeción contra la ocupación que hacían de esas tierras en

nombre de los reyes de España.

Al pisar por primera vez las tierras que Colón creyó eran las Indias dijo a

Rodrigo de Escobedo, Escribano de toda La Armada, y a Rodrigo

Sánchez de Segovia, así como a todos los cristianos que se encontraban

allí “que le diesen fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como

de hecho tomó, posesión de la isla, a la cual ponía nombre de Sant

Salvador, por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las

protestaciones que se requerían”.


Rodrigo de Escobedo, en cumplimiento de las funciones a su cargo, tuvo

que levantar documento auténtico del acto solemne del desembarco y

toma de posesión de la isla, ya que la costumbre de la época exigía este

tipo de documento; y Colón debía llevar ante los reyes documentos de su

hazaña.

1.2 HISTORIA DEL NOTARIADO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

La Independencia Efímera

Fue el período de tiempo transcurrido desde el golpe de Estado

encabezado por José Núñez de Cáceres el 30 de noviembre de 1821

hasta el 9 de febrero de 1822, fecha de inicio de los 22 años de

unificación de la isla Española bajo las leyes de la República de Haití.

Durante el resto del tiempo de la colonia la situación de nuestro notariado

no registro ningún cambio, hasta el 1821 con la independencia efímera,

y la consecuente ocupación del país en 1822 por los haitianos.”No

tenemos referencias sobre cómo se desarrolló el notariado en la época,

pero suponemos que fue común al notariado haitiano”. (Gómez, Manuel.

“Tratado de Derecho Notarial Dominicano”)


El Derecho Notarial Durante el Periodo de la Ocupación Haitiana

Tan sólo tres meses después de obtener la independencia de España en

1821, la parte oriental de la isla fue sometida al yugo haitiano por 22

años, terminando ésta con la proclamación de Independencia el 27 de

febrero de 1844.

En 1822 entraron a regir los códigos Franceses en el país y con ellos la

ley Francesa del 25 del ventoso, año XI del calendario de la Revolución

Francesa, o sea, el 16 de Marzo de 1803.

La administración Pública estaba dirigida, por aplicación de una Ley del

22 de marzo de 1819, por tres altos funcionarios: El secretario de Estado,

el Secretario General y el Gran Juez, a este último le correspondía, hasta

que su cargo fue suprimido por la Constitución haitiana de 1843, designar

los notarios luego de ser aprobados en un examen por una comisión de

tres colegas y estaban limitados a seis en la capital de la República,

cuatro por cada común cabecera y dos para cada una de las otras

comunas.
Estos notarios quedaban bajo la supervisión de los tribunales y debían

enviar al Gran Juez copia de todos los actos traslativos de propiedad

Inmobiliar y cada tres meses debían someter sus protocolos al examen

del comisario del gobierno.

Con la ocupación haitiana durante 22 años se afianzó el desarrollo de la

legislación Francesa en la parte oriental de la isla y cuando se proclama

la independencia de la República en 1844, ya la adopción de los códigos

Franceses iba a ser una realidad.

Época Republicana

Por el Manifiesto del 16 de enero de 1844, que unificaba todas las

tendencias y justificaba las causas para luchar por la Independencia de

Haití, se creó un gobierno provisional llamado Junta Central

Gubernamental con la facultad de emitir decretos hasta tanto se aprobara

la Constitución de la que sería una nueva República.

La Junta Central Gubernamental, por Decreto de fecha 17 de agosto de

1844 ordenó las impresión de papel sellado con el escudo nacional, para

sustituir el de Haití, disponiéndose que debían redactarse en papel


timbrado y ante notario “todos los actos y documentos civiles, judiciales,

extrajudiciales entre partes y bajo firma privada”, constituyendo este la

primera disposición propiamente nacional que se refiere expresamente a

la actuación escribanil.

Durante la Primera República, el 7 de junio de 1845, se encargó al

Secretario de Estado de Justicia e Instrucción Pública, a supervisar las

actuaciones de los notarios y legalizar los documentos oficiales

destinados al extranjero.

El Presidente Santana, mediante el decreto No. 108 del 23 de junio de

1847, ordena la traslación de los archivos de las antiguas escribanías

existentes hasta 1821 y que estuvieren depositados en los Tribunales de

Justicia Mayor de la Capital y demás provincias, a ser entregados a la

Suprema Corte de Justicia y los de los años siguientes al 1822 a los

escribanos que les sucedieron.

La Ley de Organización Judicial de 1852 dispuso que los Escribanos

fueran designados por el Poder Ejecutivo y posteriormente, cinco años

después volvió a ser la que designa a los notario

Durante la Anexión a España


En 1861 el país fue anexado nuevamente a España, recuperando

finalmente su independencia en 1865 con el Movimiento de la

Restauración.

No hay documentos sobre la incidencia que pudieron tener las leyes

españolas durante

el periodo de 1861 al 1863, tiempo que fuimos considerados una

provincia de ultramar de España, pero se cree que alguna aplicación

hubo ya que en nuestra “madre patria”, se promulgo la Ley del notariado

de fecha 28 de mayo del año de 1862 que fue considerada como la mejor

ley de Europa.

Derecho Notarial Después de la Restauración

El gobierno provisional del presidente José María Cabral y Báez derogó

la ley No. 472 y se promulgó el 31 de octubre de 1866 la Ley No. 966

que creó el Reglamento Orgánico Judicial. Esta ley hacía obligatorio para

los notarios remitir el índice de sus actuaciones a la Suprema Corte de

Justicia hasta el 31 de diciembre de 1866.

A partir de esa ley de 1866 y hasta finales del siglo XIX, algunas de las

leyes se refirieron tangencialmente al tema del régimen notarial para


tocar algunos puntos específicos, generalmente referentes a la

regulación de aspectos judiciales.

Durante el Siglo XX

En el inicio del siglo XX, el día 28 de julio de 1900, el Presidente Juan

Isidro Jiménez promulgó la Ley No. 4037, del Notariado, la que, al leerla

desde su artículo primero se comienza a evidenciar que se trata de una

simple copia de la ley francesa conocida como “Ley del 25 Ventoso” la

que contenía un estatuto completo sobre el notariado, con todas las

características actuales del notario latino, y cuyas disposiciones

fundamentales y principios básicos aparecen recogidos en la legislación

dominicana.

Con la promulgación de la ley de julio de 1900, se compendiaron varias

disposiciones dispersas sobre ejercicio notarial, se reglamento la

designación de Notarios que debería hacer la Suprema Corte de

Justicia, dictando normas sobre los actos notariales y los protocolos y

estableciendo una tarifa por las actuaciones de los notarios. Se mantuvo

vigente, con algunas modificaciones, hasta el año 1927.

Durante el Siglo XX
En el inicio del siglo XX, el día 28 de julio de 1900, el Presidente Juan

Isidro Jiménez promulgó la Ley No. 4037, del Notariado, la que, al leerla

desde su artículo primero se comienza a evidenciar que se trata de una

simple copia de la ley francesa conocida como “Ley del 25 Ventoso” la

que contenía un estatuto completo sobre el notariado, con todas las

características actuales del notario latino, y cuyas disposiciones

fundamentales y principios básicos aparecen recogidos en la legislación

dominicana.

Con la promulgación de la ley de julio de 1900, se compendiaron varias

disposiciones dispersas sobre ejercicio notarial, se reglamento la

designación de Notarios que debería hacer la Suprema Corte de

Justicia, dictando normas sobre los actos notariales y los protocolos y

estableciendo una tarifa por las actuaciones de los notarios. Se mantuvo

vigente, con algunas modificaciones, hasta el año 1927.

1.3 PRIMERA LEY SOBRE EL NOTARIO EN REPÚBLICA

DOMINICANA

El 8 de noviembre de 1927 fue promulgada por el Presidente de la

República Don Horacio Vásquez la Ley no. 770 del Notariado, publicada

el 16 de noviembre de 1927 en la Gaceta Oficial No. 3914.


La Ley tenía 63 artículos divididos en cinco capítulos que recogen lo

relativo a los notarios y sus actos, así como las copias y lo referente al

protocolo y guarda y transmisión de los archivos notariales.

Esta ley No. 770, a pesar de que sufrió varias modificaciones, se

mantuvo regulando el ejercicio notarial por más de treinta y cinco años

hasta que fue completamente derogada y sustituida por la presente ley,

la No. 301, que derogó la Ley 770 y sus modificaciones, así como

cualquiera otra que le sea contraria.

1.4 CONCEPTO DE DERECHO NOTARIAL. NOTARIO

Conceptos del Derecho Notarial

Esta rama del saber jurídico ha sido objeto de numerosas definiciones.

La doctrina, la jurisprudencia y las legislaciones de diferentes países han

abordado el tema. De entre estos conceptos vamos analizar solo

algunos.

Derecho Notarial, Según el III Congreso Internacional del Notario Latino,

es un “Conjunto de disposiciones legislativas, reglamentarias, uso,


decisiones jurisprudenciales y doctrinas que rigen la función notarial y el

instrumento público notarial”

El Derecho Notarial es el ordenamiento jurídico de la función notarial,

así como también se puede definir como el estudio del conjunto de

normas jurídicas contenidas en las diversas leyes que regulan

obligaciones y modalidades a que deben ajustarse el ejercicio activo de

la función de Escribano.

El Derecho Notarial es el conjunto de normas jurídicas de fondo y forma

relacionados con la escrituración y que determinan a la vez las facultades

y deberes del notario en el ejercicio de su augusto ministerio público.

El Derecho Notarial es la conducta del Notario, o sea en cuanto autor de

la forma pública notarial.

El Derecho Notarial es aquella rama científica del Derecho Público que,

constituyendo un todo orgánico sanciona en forma fehaciente las

relaciones jurídicas voluntarias y extrajudiciales mediante la intervención

de un funcionamiento que obra por delegación del Poder Público.


El Derecho Notarial es un conjunto de doctrinas o de normas jurídicas

que regula la función del escribano y la teoría formal del instrumento

público.

El Derecho Notarial es parte del ordenamiento jurídico que, por conducto

de la autenticación y legalización de los hechos hace la vida normal de

los derechos.

Conceptos del Notario

El término Notario ha sido definido en múltiples y diversas ocasiones. En

el Primer Congreso del Notario Latino Celebrado en Buenos Aires,

Argentina, en 1948, se definió oficialmente el Notario de esta manera:

“El Notario latino es el profesional del Derecho encargado de una función

pública consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad

de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin y

confiriéndoles autenticidad, conservar los originales de estos y expedir

copias que den fe de su contenido.”

En esta definición descriptiva del quehacer del notario, están contenidos

todos los elementos esenciales de la función notarial.


La definición según la ley dominicana es como continúa: “el Notario es un

oficial publico instituido para recibir los actos a los cuales las partes

deban o quieran dar el carácter de autenticidad inherente a los actos de

la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos en depósito y

expedir copias de los mismos.”

Definiciones clásicas que sobre la labor del notario han formulado los

diversos tratadistas, como son las siguientes:

La profesión de Escribano es un oficio público establecido y autorizado

por la potestad correspondiente para recibir, conservar y dar testimonio

de las actas de las personas legitimas.

El Escribano es una persona autorizada para hacer constar en escrito

público y autentico los negocios de los hombres.

El Notario es una persona revestida de carácter oficial y público y

adornado de ciertas cualidades y en la que el poder social delega la

misión augusta de sellar con su autoridad suprema los actos privados.

Son Notarios, los funcionarios públicos que autorizan contratos y actos

jurídicos, así como actos de hechos que presencian y les constan en los

casos establecidos por las leyes sustantivas o procesales.


Son notarios, los funcionarios públicos que por delegación del poder del

Estado y con plena autoridad en sus funciones aplican científicamente el

derecho en su estado normal cuando a ello son requeridos por las

personas jurídicas.

Notario, es un profesional del Derecho que ejerce una función pública

para robustecer, con una presunción de verdad, los actos en que

interviene, para colaborar en la formación correcta del negocio jurídico y

para solemnizar y dar forma legal a los negocios jurídicos privados, y de

cuya competencia solo por razones históricas están sustraídas los actos

de la jurisdicción voluntaria.

1.5 CONCEPTO DE OFICIAL PÚBLICO

Nuestra ley actual dice que: los Notarios son Oficiales públicos”, no

“funcionarios públicos” como establecía en su artículo primero la antigua

Ley No. 770.

Los notarios están investidos por el Estado de fe pública para autenticar

hechos y actos que ante ellos pasan y se otorgan. De ese concepto

surge la interrogante de si los notarios son o no funcionarios públicos.


1.6 OBJETO DE ESTUDIO DEL DERECHO NOTARIAL

El objeto de estudio del derecho notarial no es único y depende de la

posición que se asuma dentro de las posiciones doctrinarias que se

disputan la supremacía de sus opiniones. Existen dos grupos: a) Los

Instrumentalistas y b) Los Teorizantes.

a) Los Instrumentalistas son quienes centran su preocupación en el

instrumento público notarial por considerar que el elemento esencial,

principal y final de estudio del derecho notarial es el documento o acta

notarial y,

b) Los Teorizantes, son denominados así quienes concentran el objeto

del derecho notarial en el notario y su conducta, aduciendo que todo

cuanto regula el derecho notarial se refiere al agente o protagonista de la

función notarial, a sus responsabilidades, sus obligaciones, al régimen de

la función y al procedimiento de ella.

Si se entiende que el derecho notarial es el conjunto sistemático de

normas, conceptos y principios que regulan todo lo referente a la


actividad notarial, entonces el objeto del mismo debe ser y es “la

institución notarial”.

Cuando se habla de institución notarial no sólo se hace referencia a la

organización como cuerpo, con sus leyes orgánicas, disposiciones,

cualidades, atribuciones, derechos, obligaciones e incompatibilidades del

notario, sino también a la función notarial íntimamente relacionada con

teoría general del documento público. Además, a los colegios

profesionales que agrupan los notarios y sus respectivos regímenes.

1.7 IMPORTANCIA DEL DERECHO NOTARIAL

Su importancia viene de regular toda la actividad de la sociedad

relacionada con los negocios jurídicos que tienen necesariamente que

encontrar la forma en el Derecho Notarial. En mejores expresiones, el

valor es por la necesidad social de la constatación

De hechos y deber de conservarlos.

1.8 PRINCIPIOS DEL DERECHO NOTARIAL


Los principios constituyen el punto intermedio entre la existencia y la

autonomía de una rama del derecho. En el caso del Derecho Notarial se

pueden indicar los siguientes:

a) Principio de Fe Pública o Principio de Seguridad Jurídica: Es la

presunción de veracidad en los actos autorizados por un notario. Es esa

certeza, eficacia, firmeza, verdad que tiene el poder público representado

por el notario cuando éste interviene en cada acto, documento o

contrato. Es la autoridad legítima para que otorgue autenticidad en la

relación de verdad entre lo dicho, lo ocurrido y lo documentado.

b) Principio de la Forma: Es la adecuación del acto a la forma jurídica

que mediante el instrumento público se está documentando. El notario

debe conocer con exactitud cómo se debe exteriorizar la expresión de

voluntad de las partes, teniendo especial cuidado en los requisitos de

validez de cada una de las figuras jurídicas.

c) Principio de Autenticidad: Mediante la firma y el sello se establece

que un hecho o acto ha sido comprobado y declarado por un Notario. El

instrumento auténtico es aquel que está garantizado en su certeza,

seguridad jurídica por haber intervenido el notario como delegado del

Estado, por lo que dicho documento tendrá presunción privilegiada de

veracidad y gozará de una credibilidad que hará prueba por sí mismo de

su contenido.
d) Principio de Inmediatez: Relación directa e inmediata del notario al

presenciar hechos u actos que tenga que documenta. Es la presencia

física en el mismo momento que ocurren los acontecimientos, y que el

notario constata y documenta. La función notarial demanda un contacto

entre el notario y las partes, y un acercamiento de ambos hacia el

instrumento público.

e) Principio de Rogación: La intervención del notario siempre es

solicitada, no puede actuar por sí mismo o de oficio. Dentro de las

funciones del notario está la de calificar el negocio o acto jurídico que las

partes quieren celebrar o el hecho que se dispusieron comprobar.

f) Principio de Unidad de Acto: Este principio se basa en que el

instrumento público de perfeccionarse en un solo acto. Establece la

simultaneidad en el tiempo respecto de las distintas etapas, y de los

testigos, es su caso, debe ser única y sin interrupción o suspensión al

momento de la lectura y posterior suscripción del documento o

instrumento público.

g) Principio de Registro o Protocolo: Es principio esencial del

notariado latino la conservación íntegra del documento para, llegado el

caso, expedir copias totales o parciales del mismo. Estas copias


autenticadas tienen el mismo valor que el original y gozan de una doble

presunción de legalidad y de exactitud. Exige el protocolo o libro de

registro foliado, numerado, firmado y sellado, en donde se encuentran

todas las escrituras ordenadas cronológicamente. Al considerarlo como

principio, se le tiene como un elemento de necesidad por las ventajas

que reporta a las garantías de seguridad jurídica, eficacia y fe pública.

h) Principio de Consentimiento: El consentimiento es un requisito

esencial y debe estar libre de vicios, si no hay consentimiento no puede

haber autorización notarial. La ratificación y aceptación, que queda

plasmada mediante la firma de o los otorgantes, expresa el

consentimiento.

i) Principio de Publicidad: Los actos que autoriza el Notario son

públicos; por medio de la autorización notarial se hace pública la voluntad

de la persona. Este principio de publicidad, tiene una excepción, y se

refiere a los actos de última voluntad, testamentos y donaciones por

causa de muerte.

j) Principio de Extraneidad: El notario no puede ser parte interesada

en el documento en que interviene, tampoco lo puede respecto de sus

parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad.


CONCLUSIONES

En los tiempos bíblicos la prueba era testimonial, era la única que podía

establecer las obligaciones recíprocas, las convenciones se hacían ante

numerosas personas presentes para que sirvieran de testigos de las

mismas. Esto afianzaba las negociaciones y a partir de allí siguió

evolucionando los medios hasta llegar a la prueba escrita y

perfeccionarla hasta lo que hoy en día conocemos como actos notariales.

Se les atribuye a los Fenicios haber organizado los signos gráficos y

señales existentes en esos tiempos hasta transformarlos en lo que es

hoy el alfabeto. Con la invención de la escritura las convenciones son

constatadas de manera más cierta y permanente, siendo reemplazada la

presencia del pueblo por la de un escriba, que era una persona que

podía leer y escribir, y que estaba autorizada por el Estado para realizar

dichas convenciones. Por razones de esa autorización estatal se les

llamó “público”, término que con el devenir del tiempo se ha aplicado a

los oficiales o funcionarios que ejercen al servicio del Estado.

La institución del notario como tal tiene su origen en la edad media y se

desarrolla en los países del derecho escrito, bajo la influencia del

Derecho Romano. En los inicios de la práctica notarial como función


regida por el Estado los nombramientos se hacían por influencias de tipo

político, social o religioso. La multiplicidad de notarios fue tal que hubo

de ser minuciosamente reglamentada por la autoridad real.

Vinculados al descubrimiento de América, se conocen algunos

escribanos o notarios que en alguna u otra forma intervinieron en el

magno acontecimiento del descubrimiento y en las primeras

manifestaciones de la conquista Española.

El Primer Notario de América fue Don Rodrigo de Escobedo, Escribano

de Cuadra y del Consulado del Mar, que era en esos tiempos la

institución encargada de regular las relaciones y las actividades

marítimas-comerciales en España, quien en ejercicio de sus funciones

acompaño a Colon en su primer viaje y levantó un acto que da cuenta de

la toma de posesión de la isla de Guanahaní, en nombre de los Reyes,

isla que el Almirante llamó San Salvador.

Rodrigo de Escobedo, en cumplimiento de las funciones a su cargo, tuvo

que levantar documento auténtico del acto solemne del desembarco y

toma de posesión de la isla, ya que la costumbre de la época exigía este

tipo de documento; y Colón debía llevar ante los reyes documentos de su

hazaña.
Nuestro Derecho Notarial sufre una serie de etapas, las cuales

comprenden el descubrimiento de nuestra isla en el 1492, pasando por

la ocupación haitiana de 1822, época republicana a partir de 1844,

hasta llegar a la ocupación norteamericana de 1916, y cuyas etapas

contribuyeron de una forma u otra con la formación y organización del

derecho notarial dominicano.

El 8 de noviembre de 1927 fue promulgada por el Presidente de la

República Don Horacio Vásquez la Ley No. 770 del Notariado, publicada

el 16 de noviembre de 1927 en la Gaceta Oficial No. 3914.

Nuestra ley actual del Notario, No. 301 del 30 de junio de 1964, dice

que: los Notarios son Oficiales públicos”, no “funcionarios públicos” como

establecía en su artículo primero la antigua Ley No. 770.

Los notarios están investidos por el Estado de fe pública para autenticar

hechos y actos que ante ellos pasan y se otorgan. De ese concepto

surge la interrogante de si los notarios son o no funcionarios públicos.

DERECHO NOTARIAL -

TEMA I

Historia del Notariado.


1.1 La necesidad del documento en la vida del hombre, es decir, la razón

de ser del Derecho Notarial y su fundamento sociológico.

La constatación de hechos y la necesidad social de su perpetuación,

sentida desde los más remotos grupos sociales, constituyen los

elementos embrionarios donde ha de buscarse su origen mismo de la

función notarial, o si se quiere, del hecho notarial. Tanto "es así que,

suponiendo a cualquiera de dichos grupos completamente ayuno de todo

órgano al efecto, éste lo crea espontáneamente y en el acto, para

satisfacción de aquella necesidad constante".

No agotan los historiadores jurídicos notarialistas su apasionada

búsqueda por descubrir, en los grupos sociales más antiguos, el órgano

donde pudiese estar presente, actuante y fecunda, la función. La infinita

gama de las relaciones sociales ha creado una serie de usos y controles

que actúan dentro del grupo fijando las distintas funciones que requerían

para su proceso de organización.

Así los grupos primitivos, dados a la práctica de formas rituales, debieron

sentir la necesidad de realizar algunos actos llamativos o solemnes para

perpetuar, en tal forma, algún hecho tenido por trascendente por el

grupo. Para encontrar algún vestigio de lo que pudiera llamarse, a la

sazón, función notarial, en las más arcaicas agrupaciones sociales, habrá


que trabajar con elementos propios de la sociología y de la etnología. No

debe olvidarse que los hechos sociales repetidos y sensibles, han sido

los más propicios en exigir una regulación jurídica.

En todo caso, cualquiera que haya sido la antigüedad del grupo, la

perpetuación de ciertos hechos debió constituir imperiosa necesidad de

transmitirlos como dejar de ellos constancia notoria. Es en la historia del

comportamiento social del hombre donde deben buscarse las primeras

formas de la función notarial.

1.2 Historia del Derecho

Notarial.: Edad Antigua, Egipto, Babilonia, India, Grecia, Roma, Imperio

Bizantino, Medioevo y Universidad de Bolonia, España y Nueva España:

La Colonia.

El desarrollo histórico de la institución notarial ofrece, en todas las

épocas, situaciones comparativas de sumo interés.

En Cartago no era desconocida la institución notarial. Lo demuestra el

texto transmitido por Polibio, del tratado celebrado con Roma en el año

509 antes de Cristo, con la clausulado quienes fueran a efectuar

operaciones mercantiles en el territorio cartaginés, no podían concluir

contrato alguno sin la intervención del escribano.

La historia de Egipto afirma Pondé "atrae singularmente a los notarios en

lo que concierne a los ancestrales orígenes que pudiere tener su


profesión por la existencia de un personaje de muy marcados caracteres

como de trascendente importancia dentro de la sociedad egipcia, al que,

precisamente por valoración fonética, se le tiene como antepasado del

notario: es el escriba".

La organización social y religiosa de Egipto, hicieron de sus escribas

personajes de verdadera importancia intelectual dentro de aquel

engranaje administrativo. Por otra parte, estaba el escriba unido a la

divinidad de Thot, la fuerza creadora del pensamiento. Ünido a la deidad

"se explica que su menester en la Guerra compagine con el de su

protector y que fuera un erudito en jeroglíficos, geografía cosmografía y

corografía".En la historia antigua de Egipto se conocieron dos clases de

documentos, el "casero" y el "del escriba y testigo", el primero entre 3100

y 177 A. de C y el segundo en 1573 y 712 A. de C.

En el "casero" una persona contraía simplemente una obligación de

hacer, como lo era casi siempre la transmisión de la propiedad de un

objeto, lo que se hacía con tres testigos y la firma de un funcionario de

jerarquía.

En el caso conocido como "documento del escriba y testigo", lo era una

declaración de persona, la que firmaba el escriba y en forma tal que


resultaba casi imposible el que pudiera alterar el papiro sobre el cual los

egipcios fueron verdaderos maestros al grabarlos.

Este documento "despierta curiosidad en cuanto que, efectivamente,

describa pudo hacer sido un antecesor del notario".

En Babilonia la actividad de tipo civil como las manifestaciones religiosas

estaban íntimamente unidas, y la administración de justicia la impartían

los jueces con la colaboración de los escribas. Es conocido el Código de

Hammurabi; piedra grabada encontrada al realizar excavaciones en la

ciudad de Susa. Este código tiene un gran contenido de materias de

índole jurídico civil, administrativo y procesal. Pero, lo interesante en él

es la importancia que le da al testigo. Pareciera que todo contrato o

convenio debía hacerse en presencia de testigos.

El Código de Hammurabi es referencia de interés en cuanto a las formas

documentales que incipientemente comienzan a revelarse como textos

escritos, pero en los que predomina la prueba testimonial, adicional a las

influencias de las fuerzas naturales y a la intervención fortuita de factores

externos al entendimiento humano.

En los pueblos indios, lo jurídico y religioso también en estrecha relación,

y su regulación en la antigüedad, estaba consagrada por las célebres

Leyes de Manú, traducción popular de Manava Drama Sastra. También


en este conjunto de normas, el testigo aparece como la forma

fundamental y clásica de prueba aunado al documento.

Dentro de la organización social de los hebreos, habían varias clases de

escribas: el escriba del rey, que autenticaba todos los actos de

importancia de la actividad monárquica. El escriba del pueblo, redactor

de pactos y convenios entre los particulares. El escriba del Estado, de

funciones judiciales y como secretario de Consejo de estado. Y el más

importante de todos, el escriba de ley y que, justamente, se le tenía en

mucha autoridad e influencia, dada su misión de interpretar la ley. Sólo

ellos interpretaban la ley, y no admitían sino las explicaciones por ellos

manifestadas.

Ellos se creían los depositarios de la verdad contenida en la ley.

Hecho éste que "trae un nuevo elemento explicativo del choque que,

indefectiblemente, habría de producirse entre los fariseos y Jesús, en el

plano ideológico, ya que la interpretación de la ley hecha por Jesucristo

no coincidía con la interpretación clásica hecha por los fariseos".

En Roma hubo una serie de personas que redactaban documentos, y

según Fernández Casado, fueron conocidos come Notarii. scribal,

tabelione, tabularii. chartularii, actuari, librrari, amanuenses, logrographi,

refrandarii, cancelarii, diastoleos censuales libelenses, numerarii,

scriniarii. comicularii, exceptores, epistolares, consiliarri, congnitores.


Si bien es cierto que muchos notarialistas ven "esta gran gama de

personajes, a los antecesores del notario actual, es preciso, sin embargo,

analizar el criterio, pues con tal amplitud –afirma Pondé- "llegaríamos al

extremo absurdo de significar que todo aquel que supo escribir y fue

capaz de redactar un documento a petición de un tercero ha sido

antecesor del notario".

De un análisis metodológico de la naturaleza de la actividad ejercida por

tales funcionarios, se llega a la afirmación de que en Roma cuatro

funcionarios son los que verdaderamente pueden citarse de genuina

antelación del notario. Son el escriba, el notarii, el tabularii y el tabelión.

El escriba tiene funciones de depositario de documentos, y redactaba

decretos y mandatos del pretor. El notario era aquel funcionario que

trasladaba a la escritura las intervenciones orales de un tercero y debía

hacerlo con exactitud y celeridad.

El tabulario era el funcionario de hacer las listas de aquellos romanos

sujetos al pago de impuesto. El tabelión tenía la finalidad de redactar

actas jurídicas y los convenios entre los particulares.

Eduardo Durando, citado por Pondé, señala que el hábito de recurrir a

oficiales el censo para redactar actas jurídicas, y luego, archivarlas,

provocó un trabajo excesivo para éste, que dio origen a que aparecieran
especialistas en redacción de escrituras y testamentos, dándole la

formula legal.

En suma, "la especial condición de actuar en los negocios privados, de

tener una intervención netamente particular, completada por su aptitud

redactora; el conocimiento del derecho que les permitía actuar de

manera de asesor jurídico, y la posibilidad de que procurara la eficaz

conservación de los documentos, hacen que el "tabelion", quien, con más

legítimos derechos pudiera considerarse antecesor del notario dentro de

la interpretación caracterizante del notario de tipo latino".

1.3 Historia del Notariado en la República Dominicana.

Desde los comienzos de la civilización humana, el hombre siempre busco

la forma de darle carácter formal a sus contrataciones, para ellos desde

la antigüedad el hombre utilizo pruebas como la testimonial para afianzar

sus negociaciones, y a partir de allí siguió evolucionando los medios

hasta llegar a la prueba escrita y perfeccionarla hasta lo que hoy en día

conocemos los actos notariales.

Nuestro país no fue ajeno a ello, y es por eso que nuestro Derecho

Notarial desde sus primeros paso que dan lugar con el descubrimiento

de América sufre una serie de etapas, las cuales comprenden entre el

descubrimiento de nuestra isla en el 1492, pasando por la ocupación

haitiana de 1822, época republicana a partir de 1844, hasta llegar a la


ocupación norteamericana de 1916, y cuyas etapas contribuyeron de

una forma u otra con la formación y organización del derecho notarial

dominicano.

Varias leyes se promulgaron y se dictaron diversos decretos tendentes a

regular el ejercicio notarial en la Republica Dominicana, pero no fue sino

hasta el 11 de mayo de 1857, cuando el presidente de entonces

Buenaventura Báez, promulgo la ley no. 472 de escribanos públicos, que

constituye la primera ley sobre notariado en el país, ya que a mas de

regularlo, denomina por primera vez en nuestra legislación a los

escribanos con el nombre de Notarios

Desde los comienzos de la civilización humana, el hombre siempre busco

la forma de darle carácter formal a sus contrataciones, para ellos desde

la antigüedad el hombre utilizo pruebas como la testimonial para afianzar

sus negociaciones, y a partir de allí siguió evolucionando los medios

hasta llegar a la prueba escrita y perfeccionarla hasta lo que hoy en día

conocemos los actos notariales.

Nuestro país no fue ajeno a ello, y es por eso que nuestro Derecho

Notarial desde sus primeros paso que dan lugar con el descubrimiento

de América sufre una serie de etapas, las cuales comprenden entre el

descubrimiento de nuestra isla en el 1492, pasando por la ocupación


haitiana de 1822, época republicana a partir de 1844, hasta llegar a la

ocupación norteamericana de 1916, y cuyas etapas contribuyeron de

una forma u otra con la formación y organización del derecho notarial

dominicano.

Varias leyes se promulgaron y se dictaron diversos decretos tendentes a

regular el ejercicio notarial en la Republica Dominicana, pero no fue sino

hasta el 11 de mayo de 1857, cuando el presidente de entonces

Buenaventura Báez, promulgo la ley no. 472 de escribanos públicos, que

constituye la primera ley sobre notariado en el país, ya que a mas de

regularlo, denomina por primera vez en nuestra legislación a los

escribanos con el nombre de Notarios.

1.4 Conceptos del Derecho Notarial.

Esta rama del saber jurídico ha sido objeto de numerosas definiciones.

La doctrina, la jurisprudencia y las legislaciones de diferentes países han

abordado el tema. De entre estos conceptos vamos analizar solo

algunos.

Derecho Notarial, Según el III Congreso Internacional del Notario Latino,

es un "Conjunto de disposiciones legislativas, reglamentarias, uso,

decisiones jurisprudenciales y doctrinas que rigen la función notarial y el

instrumento público notarial"


El Derecho Notarial es el ordenamiento jurídico de la función notarial, así

como también se puede definir como el estudio del conjunto de normas

jurídicas contenidas en las diversas leyes que regulan obligaciones y

modalidades a que deben ajustarse el ejercicio activo de la función de

Escribano.

El Derecho Notarial es el conjunto de normas jurídicas de fondo y forma

relacionados con la escrituración y que determinan a la vez las facultades

y deberes del notario en el ejercicio de su augusto ministerio público. El

Derecho Notarial es la conducta del Notario, o sea en cuanto autor de la

forma publica notarial.

El Derecho Notarial es aquella rama científica del Derecho Publico que,

constituyendo un todo orgánico sanciona en forma fehaciente las

relaciones jurídicas voluntarias y extrajudiciales mediante la intervención

de un funcionamiento que obra por delegación del Poder Publico.

El Derecho Notarial es un conjunto de doctrinas o de normas jurídicas

que regula la función del escribano y la teoría formal del instrumento

público.

El Derecho Notarial es parte del ordenamiento jurídico que, por conducto

de la autenticación y legalización de los hechos hace la vida normal de

los derechos.
1.5 Conceptos del Notario.

De igual manera, el termino Notario ha sido definido en múltiples y

diversas ocasiones. En el primer congreso del Notario Latino Celebrado

en Buenos Aires, Argentina, en 1948, se definió oficialmente el Notario

con estas palabras:

"El Notario latino es el profesional del Derecho encargado de una función

publica consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad

de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin y

confiriéndoles autenticidad, conservar los originales de estos y expedir

copias que den fe de su contenido." En esta definición, quizás un tanto

descriptiva del quehacer del notario, es indiscutible que están contenidos

todos los elementos esenciales de la función notarial.

La definición que aporta la ley dominicana es como continua:

"el Notario es un oficial publico instituido para recibir los actos a los

cuales las partes deban o quieran dar el carácter de autenticidad

inherente a los actos de la autoridad publica y darles fecha cierta,

conservarlos en deposito y expedir copias de los mismos."

Con el objeto de completar la idea sobre la actuación y funciones del

notario en el ejercicio de su profesión, hemos creído oportuno reproducir

algunas de las más clásicas definiciones que sobre la labor del notario

han formulado los diversos tratadistas, como son las siguientes:


La profesión de Escribano es un oficio público establecido y autorizado

por la potestad correspondiente para recibir, conservar y dar testimonio

de las actas de las personas legitimas. El Escribano es una persona

autorizada para hacer constar en escrito público y autentico los negocios

de los hombres.

El Notario es una persona revestida de carácter oficial y público y

adornado de ciertas cualidades y en la que el poder social delega la

misión augusta de sellar con su autoridad suprema los actos privados,

puesto que, son Notarios, los funcionarios públicos que autorizan

contratos y actos jurídicos, así como actos de hechos que presencian y

les constan en los casos establecidos por las leyes sustantivas o

procesales.

Son notarios, los funcionarios públicos que por delegación del poder del

Estado y con plena autoridad en sus funciones aplican científicamente el

derecho en su estado normal cuando a ello son requeridos por las

personas jurídicas.

TEMA II

El Notario como Oficial Público

2.1 Concepto de Oficial Público.


Se considerará funcionario público todo el que por disposición inmediata

de la Ley o por elección o por nombramiento de autoridad competente

participe en el ejercicio de funciones públicas.

2.2 La Labor del Notario.

La labor del notario consiste en dar fe de que se ha llevado a cabo esta

operación dentro de la legalidad vigente. Hechas las pertinentes

comprobaciones, se encarga de elaborar las escrituras, documento que

acredita que la propiedad pertenece a su comprador.

Un notario no sólo es quien autoriza la escritura, ni mucho menos se

limita a firmar, como afirma una gran mayoría desconocedora de la

profesión.

El Notario, antes de realizar el acto de la firma, de la autorización, realiza

una labor previa que consiste en recibir por sí, al cliente. El interesado le

expone sus preocupaciones o necesidades, y son esas manifestaciones

las que se recogen en un documento que expone la voluntad real del

cliente. La redacción de ese documento obliga un estudio jurídico previo

del asunto, incluso a veces implica innovar soluciones jurídicas, sobre la

marcha. Una vez autorizada la escritura, el Notario expide copia y

conserva el original en su protocolo.

2.3 El lugar del Notario


Los Notarios están obligados a residir en el lugar que le haya sido

señalado por la Suprema Corte de Justicia para ejercer sus funciones,

Bajo pena de destitución. Pero podrán actuar en todo el radio de la

provincia a la cual pertenece dicho municipio, cuando sean requeridos y

debidamente autorizados por el Juzgado de Primera Instancia del Distrito

a que pertenezcan.

Los jueces de Primera Instancia podrán otorgar por motivos atendibles,

extensión de jurisdicción a los notarios de los municipios de su

dependencia, para que estos puedan actuar en otro municipio fuera de

su Distrito.

TEMA III

La labor Notarial

3.1.- Requisitos para ser Notario. Ley 301 art 5

Para ser nombrado Notario se requiere:

1ro. Ser dominicano y estar en el pleno goce de los derechos civiles y

políticos;

2do. Tener por lo menos veinticinco anos de edad;

3ro. Poseer el título de Doctor o Licenciado en Derecho o de Notario;


4to. Ser de buenas costumbres lo cual se comprobará por medio de

certificación expedida por el Síndico del municipio donde el interesado

tenga domicilio;

5to. Poseer capacidad física y mental para el desempeño de las

funciones notariales;

6to. No haber sido condenado judicialmente por crimen o delito contra la

propiedad o las buenas costumbres, lo cual se comprobará por

certificación expedida por la Secretaría de Estado de Justicia. Actual

Procuraduría General de la República.

3.2.- La jurisdicción Notarial, competencia.

Los Notarios están obligados a residir en el lugar que le haya sido

señalado por la Suprema Corte de Justicia para ejercer sus funciones,

Bajo pena de destitución. Pero podrán actuar en todo el radio de la

provincia a la cual pertenece dicho municipio, cuando sean requeridos y

debidamente autorizados por el Juzgado de Primera Instancia del Distrito

a que pertenezcan.

Los jueces de Primera Instancia podrán otorgar por motivos atendibles,

extensión de jurisdicción a los notarios de los municipios de su

dependencia, para que estos puedan actuar en otro municipio fuera de

su Distrito.
En los municipios donde no hubiere Notario, o si habiéndolo este se

encontrare ausente ó imposibilitado temporalmente para ejercer sus

funciones, el Juez de Paz lo sustituirá sujetándose a lo prescrito en la

presente Ley. Cuando en un municipio hubiere más de un Juez de Paz

las funciones del Notario serán ejercidas por aquel que designe el Juez

de Primera Instancia del Distrito Judicial correspondiente.

El Notario que no hubiere abierto su estudio sesenta días (60) después

de haber sido nombrado o de haber sido autorizado a trasladarse a otro

municipio se considerará como renunciante.

Los Notarios podrán trasladar su residencia para ocupar una vacante en

otro municipio, con autorización de la Suprema Corte de Justicia,

3.3.- Incompatibilidad y prohibiciones de la labor Notarial.

Las funciones de Notario son incompatibles con la de cualquier cargo o

empleo del orden judicial, salvo las de abogado de oficio, y las indicadas

en la ley de notario y en el incido a) del artículo 87 de la ley de

Organización Judicial.

Se prohíbe a los Notarios, bajo pena de destitución:

a) Ejercer sus funciones fuera de su jurisdicción si no es en alguno de los

casos previstos en la Ley;


b) Escriturar actos y legalizar firmas o huellas digitales en que sean

partes ellos mismos o sus parientes y afines en línea directa, en

cualquier grado, y en línea colateral hasta el cuarto grado inclusive, o que

contengan disposiciones a favor del Notario o de cualquiera de las

personas especificadas más arriba;

c) Constituirse fiadores o garantes en los actos que escrituran, o de los

préstamos que se hubieren hecho por su mediación, o que ellos hayan

sido encargados de hacer constar en acta auténtica o bajo firma privada;

d) Interesarse en asuntos a propósito de los cuales ejerzan funciones;

e) Colocaren bajo su nombre personal y sin el consentimiento del dueño,

dineros que hayan recibido, aún bajo la condición de pagar intereses.

Igualmente, se prohíbe a los Notarios, también bajo pena de destitución,

escriturar actas auténticas o legalizar firmas o huellas digitales de actas

bajo firma privada, en las cuales sean partes las personas públicas o

privadas, físicas o morales o sus representantes, a quienes presten

servicios remunerados permanentes como empleados, abogados,

asesores o consultores retribuidos mediante el sistema de igualas o de

cualquier otro modo, o que contengan alguna disposición en relación con

las mencionadas personas físicas o morales.

Las disposiciones a favor de las personas físicas o morales indicadas,

contenidas en actas escrituras o legalizadas por los Notarios en violación


a las prohibiciones señaladas en este artículo serán anulables, pero la

nulidad no podrá ser invocada por la parte en cuyo favor el Notario preste

servicios remunerados permanentes.

Así también, se prohíbe a los Notarios, bajo pena de su destitución por

quien corresponda, escriturar actas auténticas o legalizar firmas o huellas

digitales en actos bajo firma privada, que autoricen traspasos sobre

derechos adquiridos bajo el sistema de ventas condicionales de

inmuebles correspondientes a apartamentos de los edificios

multifamiliares o unifamiliares, construidos por el Gobierno Dominicano, o

el Instituto Nacional de la Vivienda, e instituidos en "Bien de Familia", sin

que previamente comprueben que se han cumplido las exigencias de las

leyes que lo rigen, así como, igualmente en todos aquellos casos en que

existan cláusulas restrictivas para esos traspasos en los

correspondientes contratos, sin que se hubiere obtenido previamente la

debida autorización del Poder Ejecutivo o de la Dirección General del

Instituto Nacional de la Vivienda, según el caso, y hayan sido satisfechos

todos los requisitos exigidos en las señaladas cláusulas", ello agregado

por la Ley No.195, del 10 de Agosto del 1968.

Los Notarios no podrán ejercer sus funciones sino después de haber

prestado ante el Juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de su

residencia, juramento de cumplir fielmente las obligaciones de su

ministerio.
TEMA IV

Requisitos previos al inicio de la función Notarial

1.- Nombramiento y despacho.

Los notarios son nombrados por la Suprema Corte de Justicia, de

manera vitalicia, cumpliendo previamente los requisitos establecidos en

la Ley No.301 sobre Notarios, salvo pérdida de investidura en los casos

establecidos en dicha ley.

El Notario una vez nombrado y dentro de los sesenta (60) días

posteriores a nombramiento está obligado a aperturar su estudio o

despacho, y quien no hubiere abierto su estudio sesenta días (60)

después de haber sido nombrado o de haber sido autorizado a

trasladarse a otro municipio se considerará como renunciante.

2.- Formalidades anteriores a la apertura del Notariado.

Una vez cumplidos los requisitos establecidos en el art.5 de la Ley

No.301sobre Notarios, los notarios están obligados a residir en el lugar

que les haya sido designado por la Suprema Corte de Justicia.

Los Notarios no podrán ejercer sus funciones sino después de haber

prestado ante el Juez de Primera Instancia del Distrito Judicial de su

residencia, juramento de cumplir fielmente las obligaciones de su

ministerio.
Los Notarios depositarán en la Secretaría del Juzgado de Primera

Instancia su firma, la cual no podrán variar sin autorización de la

Suprema Corte de Justicia.

TEMA V

Responsabilidad del Notario en la legalización de firmas

1.- Civil, Penal, Notarial o Disciplinaria.

Toda infracción a las disposiciones de la Ley de Notarios, que no esté

sancionada con otra pena, se castigará con multa de RD$20.00 (veinte

pesos oro) y en caso de reincidencia, con la suspensión de los Notarios,

por tres meses a los menos y seis a lo más.

Los Notarios solo podrán ser destituidos por la Suprema Corte de

Justicia. La destitución se aplicará:

1ro. Por in conducta notoria;

2do. Por faltas graves en el ejercicio de sus funciones que no estén

previstas en la presente Ley;

3ro. Cuando el Notario hubiere sido condenado más de tres veces en un

año, por infracciones a la presente ley;

4to. Cuando la destitución es pronunciada por la Ley.


Los Procuradores Fiscales visitarán una vez al año, por lo menos las

notarías de sus jurisdicciones para verificar el estado del Archivo, en

cuanto a orden y seguridad; y si incumplen las disposiciones de Ley

respecto al Protocolo. De éstas visitas darán cuenta al Procurador

General de la República.

TEMA VII

Introducción General a los Actos Auténticos.

1.- Diferencia de estos con la legalización de firmas.

La legalización es realizada para las firmas de los actos bajo firma

privada realizados por los particulares, mientras que los actos auténticos

son aquellos instrumentados y legalizados por el notario, donde él mismo

procede a redactar lo que las partes quieren hacer constar.

TEMA VIII

Actos Auténticos. Continuación.

1. Características.

Las mismas deben estar enumeradas con el número que les corresponda

en el protocolo del notario que las elabora, contener el día, mes y año de

su elaboración, los el nombre del notario actuante, su estudio profesional,

matrícula del Colegio Dominicano de Notarios, los datos de las partes


actuantes, es decir, nombres, apellidos, cédulas de identificación

personal, dirección, calidad.

Asimismo, debe constar el objeto del acto, la mención de que ese acto se

elabora libre voluntariamente, las firmas de las partes y del notario.

2. Partes.

Estas son las personas que contraen obligaciones con la elaboración del

acto auténtico, es decir, quienes se dirigen donde el notario para que

éste plasme sus voluntades.

3. Formalidades.

Estos actos deben ser registrados en el protocolo que tiene el notario a

esos fines, todas las actas protocolizadas llevarán el número que les

corresponda, escrito en letras y por orden de fecha.

El derecho a expedir copias pertenece solamente al Notario o funcionario

que posea legalmente el original.

4. Los requisitos de forma y de fondo.

Los actos auténticos deben cumplir todos lo requisitos de forma y de

fondo establecidos por la ley de notarios.


Dentro de los requisitos de forma podemos mencionar los márgenes de

las fojas escrituradas. Y como requisitos de fondo podemos enunciar los

nombres de las partes, el objeto del acto, entre otros.

5. Condiciones de validez.

Para que el acto auténtico tenga validez, debe cumplir a cabalidad los

requisitos establecidos en la ley de notarios. Pero si el requisito violado

es de forma simplemente, el mismo no quiere decir que carezca de

validez, en cambio, si el requisito faltante es de fondo si es nula su

validez.

6. Formalidades posteriores a la realización del acto.

Antes de la elaboración del acto, el notario debe identificar a las partes

por su identificación personal, constatar que el acto que se va a realizar

no esté en desacuerdo con las leyes vigentes, entre otros.

TEMA IX

El Registro del Acto, el Índice y la Protocolarizacion.

1. Importancia de las formalidades posteriores.

La importancia de las formalidades posteriores al protocolo reside en que

las mismas le permiten al notario llevar un control organizado de los


actos efectuados por el mismo, además que lo obliga a dar cabal

cumplimiento a lo establecido en la ley.

El notario esta obligado a conservar los originales de las actas auténticas

que escriture, las cuales llevaran el número que les corresponda.

2. Impuestos del acto autentico.

Los actos auténticos están gravados con impuestos que deben ser

pagados al Oficial de Registro Civil, que actualmente se colectan a través

de la Conservaduría de Hipotecas del Municipio correspondiente.

3. Calculo de los mismos.

Los impuestos a pagar se calculan de la siguiente manera: Un siete (7%)

por ciento por cada mil pesos (RD$1,000.00) y un doce (12%) por ciento

por cada fracción de cien pesos (RD$100.00)

TEMA X.

La Responsabilidad Civil, Penal y Disciplinaria.

Los actos auténticos que no cumplieren con los requisitos establecidos

por la ley serán tomados como actos bajo firma privada y no tendrán

validez como actos auténticos. Además, los notarios que incurran en esta

violación pueden ser destituidos de su cargo y soportar multas por dichas

actuaciones.
Por otra parte, los mismos son responsables civilmente ante las

personas afectadas por su actuación.

TEMA XI

Los Testigos, Los Anexos.

En todos los casos en que la Ley requiera la concurrencia de testigos,

que no serán nunca mas de dos, estos deberán ser dominicanos,

mayores de edad y domiciliados en el municipio donde tiene jurisdicción

el Notario actuante.

En lo referente a los anexos, las notas al margen deben ser firmadas por

los comparecientes y por el Notario, requisito sin el cual serán nulos.

Cuando hubiere que insertar párrafos, frases o palabras de otro idioma o

dialecto, se extenderá inmediatamente su traducción y se explicara lo

que el otorgante entiende por ellas.

2. La Compulsa Notarial.

Las compulsas notariales son las copias emitidas por los Notarios de los

actos auténticos, en las cuales debe figurar el número que le

corresponda según las copias ya expedidas, e igual dato hará constar en

la escritura original.

3. Las Certificaciones.
Las certificaciones son prerrogativas que tienen los notarios, sobre los

actos que los mismos realicen.

4.- A quien Pertenece el acto Notarial.

El acto notarial pertenece al notario, quien está obligado a preservar los

documentos de su archivo contra perdida y averías; de los que

responderá siempre que no probare que había tomado las precauciones

posibles para evitarlas


BIBLIOGRAFIA

Castillo Ogando, Dr. Nelson Rudys. Manual de Derecho Notarial

Dominicano. Editora Dalis, Moca, Republica Dominicana, Año 2000.

Reyes Ng Chong, Pedro Osvaldo - Derecho Notarial - Monografías

www.monografias.com/trabajos24/...notarial/derecho-notarial.shtml

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