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HABILIDADES SOCIALES

DEFINICIÓN
Existen diversos autores que definen las habilidades sociales. Así tenemos a Bornstein,
Hersen y Bellack (1977) quienes afirman que las habilidades sociales son las competencias
de poder manifestar a los demás sentimientos positivos y negativos sin que dé como
resultado, una pérdida de reforzamiento social. En tanto que Monjas (1999) las define
como “las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los iguales y con los
adultos de forma efectiva y mutuamente satisfactoria”. A su vez, Caballo (2007) define las
habilidades sociales como una agrupación de conductas que hacen posible el desarrollo de
la persona en distintos contextos, pudiendo expresar emociones, sentimientos, opiniones
y derechos de un modo que no entre en conflictos con las demás personas.

En cambio, Rosales, Caparrós, Molina y Alonso (2013) lo consideran como las conductas o
destrezas sociales específicas que se necesitan para realizar un trabajo con los demás, esto
quiere decir que son los comportamientos que un individuo adopta en un determinado
espacio y con un cierto número de individuos.

CARACTERÍSTICAS DE LAS HABILIDADES SOCIALES


Caballo y Verdugo (2005) sostienen que entre las características de las habilidades sociales
se pueden destacar las siguientes:
a. Son conductas y repertorios de conducta adquiridos a través del aprendizaje. No son
rasgos de personalidad, se adquieren a través del aprendizaje y, por tanto, se pueden
cambiar, enseñar o mejorar mediante los mecanismos del aprendizaje.
b. Constituyen habilidades que ponemos en marcha en contextos interpersonales, esto
es, requieren que se produzca una interacción. No incluyen otras habilidades de
adaptación social como las habilidades de autocuidado (lavarse, vestirse), de vida en
el hogar (limpiar, planchar, cocinar) o de vida en la comunidad (orientación,
desplazarse, utilizar el transporte), sino que, al igual que estas, constituyen una de las
áreas del comportamiento adaptativo.
c. Son recíprocas y dependientes de la conducta de las otras personas que se
encuentren en el contexto. Por ello, requieren la puesta en marcha de habilidades de
iniciación y de respuestas interdependientes dentro de una reciprocidad e influencia
mutuas. Así, la persona se ve influida por los demás y también influye sobre los otros
para que modifiquen sus conductas.
d. Contienen componentes manifiestos observables, verbales (preguntas,
autoafirmaciones, alabanzas, peticiones) y no verbales (mirada, gestos, sonrisa,
orientación, expresión facial, expresión corporal, distancia-proximidad), y otros
componentes cognitivos y emocionales (conocimiento social, capacidad de ponerse en
el lugar de otras personas, capacidad de solucionar problemas sociales, constructos
personales, expectativas, planes y sistemas de autorregulación) y fisiológicos (tasa
cardiaca, respiración, presión sanguínea, respuestas electrodermales).
e. Aumentan el refuerzo social y la satisfacción mutua. Disponer y manifestar un
repertorio adecuado de habilidades sociales hace que la persona obtenga más refuerzo
de su ambiente, y permite también que la interacción proporcione satisfacción a
quienes forman parte de esta.
f. Las habilidades sociales son específicas de la situación. Para que una conducta sea
socialmente hábil, es necesario que la persona, tenga capacidad de percibir la
información básica del contexto o situación donde se encuentra. Debe también ser
capaz de procesar esa información en base a la experiencia, la observación, el
aprendizaje y la maduración. Asimismo, ha de actuar sobre ella poniendo en acción
secuencias adecuadamente ordenadas de conductas verbales y no verbales
apropiadas. Por último, ha de evaluar, controlar y regular su conducta a través del
feedback externo y de la evaluación interna.
g. Es importante la existencia de metas, propósitos o motivación social para desarrollar
un adecuado repertorio de habilidades sociales.

FUNCIONES DE LAS HABILIDADES SOCIALES


Monjas (1993), cita las siguientes funciones que cumplen las habilidades sociales:
 Aprendizaje de la reciprocidad: En la interacción con los pares es relevante la
reciprocidad entre lo que se da y se recibe.
 Adopción de roles: Se aprende a asumir el rol que corresponde en la interacción, la
empatía, el ponerse en el lugar del otro, etc.
 Control de situaciones: que se da tanto en la posición de líder como en el seguimiento
de instrucciones.
 Comportamientos de cooperación: la interacción en grupo fomenta el aprendizaje de
destrezas de colaboración, trabajo en equipo, establecimiento de reglas, expresión de
opiniones, etc.
 Apoyo emocional de los iguales: Permite la expresión de afectos, ayuda, apoyo,
aumento de valor, alianza, etc.
 Aprendizaje del rol sexual: se desarrolla el sistema de valores y los criterios morales.

MECANISMO DE APRENDIZAJE DE LAS HABILIDADES SOCIALES


En la mayoría de las personas, el desarrollo de las habilidades sociales depende
principalmente de la maduración y de las experiencias de aprendizaje, y no es una
manifestación de rasgos internos y estables de personalidad. Monjas (1992), sostiene que
es posible distinguir cuatro mecanismos de aprendizaje principales:
a. El aprendizaje por experiencia. La habilidad social que una persona muestra en una
situación determinada está relacionada con la maduración y las experiencias que el
individuo haya tenido en situaciones similares. Los niños, en sus interacciones con sus
iguales y con los adultos, reciben refuerzos o consecuencias aversivas del entorno, y
de este modo van incluyendo en su repertorio de habilidades y poniendo en práctica
aquellas conductas sociales con las que obtienen consecuencias reforzantes, y tienden
a no realizar conductas que les suponen consecuencias aversivas (Caballo, 1993).
b. El aprendizaje por modelado. De acuerdo con la teoría del aprendizaje social (Bandura,
1987), muchas conductas se aprenden principalmente a través de la observación e
imitación de otras personas. Entre estas conductas se encuentran también las
habilidades sociales. A lo largo de la vida, las personas estamos expuestas a diferentes
modelos gracias a los cuales adquirimos determinadas conductas sociales (verbales y
no verbales) o inhibimos otras.
c. La instrucción directa. Mediante las instrucciones verbales informales o sistemáticas
de los otros aprendemos a llevar a cabo determinadas habilidades sociales y a
reconocer conductas inadecuadas.
d. El feedback de otras personas. La información que los demás nos dan sobre nuestras
conductas es otro de los mecanismos que influyen en el aprendizaje de las habilidades
sociales. En las interacciones sociales manifestamos, directa o indirectamente, de
forma verbal o no verbal, nuestra consideración del comportamiento de la otra
persona.

COMPONENTES DE LAS HABILIDADES SOCIALES


Caballo (1993), considera los siguientes componentes: conductuales, cognitivos y
fisiológicos.
A. Componentes conductuales
Son de dos tipos: comunicación no-verbal y comunicación verbal.
a. Comunicación no verbal: Diversas investigaciones han concluido que las señales
visuales son interpretadas de modo más fiable y preciso que las auditivas.
1. La mirada. Una de las funciones de la mirada es sincronizar, acompañar o comentar
la palabra hablada. Las personas que miran más son vistas, generalmente, como
más agradables, aunque la forma extrema de mirada fija es vista como hostil y/o
dominante.
2. La dilatación pupilar. Los cambios emocionales, afectan al tamaño de las pupilas.
Cuando observamos algo que nos interesa nuestras pupilas se dilatan más de lo que
correspondería a la iluminación ambiental del momento. Por el contrario, las
pupilas se contraen cuando observamos algo que rechazamos.
3. La expresión facial. La cara es el principal sistema de señales para mostrar las
emociones. Las expresiones faciales que solo duran un momento, brindan un
cuadro completo de la emoción que se pretende ocultar.
4. La sonrisa. La sonrisa es la emoción más habitualmente utilizada para ocultar otra.
Actúa como lo contrario a todas las emociones negativas. El elemento sonrisa,
dentro de las habilidades sociales, así como en el campo de la comunicación no
verbal, ha sido poco estudiado, y, aunque se conoce su importancia, no hay datos
concluyentes que puedan ser utilizados con seguridad.
5. La postura corporal. Los seres humanos muestran tres posturas principales: De pie.
Sentado, agachado o arrodillado. Echado. Los estudios demuestran que
habitualmente cuando dos personas comparten un mismo punto de vista, suelen
compartir también una misma postura. Según Mehrabian (1972) existen cuatro
categorías posturales: Acercamiento (postura atenta), retirada (postura negativa,
de rechazo o repulsa), expansión (postura orgullosa, engreída, arrogante o de
desprecio) y contracción (postura depresiva, cabizbaja o abatida).
6. La orientación corporal. La orientación corporal se refiere al grado en que los
hombros y las piernas de un sujeto se dirigen hacia, o se desvían de, la persona con
quien se está comunicando. El grado de orientación corporal señala el estatus o el
agrado hacia la otra persona.
7. Los gestos. Un gesto es cualquier acción que envía un estímulo visual a un
observador. Los gestos son básicamente culturales. Muchos gestos tienen un
significado aceptado generalmente en una cultura.
8. Movimientos de las piernas y pies. Numerosas veces, en una relación social las
tensiones se expresan por los movimientos de las piernas y los pies. Las oscilaciones
rítmicas del pie o apretar fuertemente las piernas, o el cambio continuo de postura
son formas de expresar tensiones en una conversación de manera no consciente.
9. Movimientos de cabeza. Los movimientos de cabeza son muy visibles, pero la
cantidad de información que pueden transmitir es limitada. Estos movimientos de
la cabeza significan cosas totalmente distintas en diferentes culturas y tienen que
aprenderse.
10. Distancia / proximidad. Existe una presencia de normas implícitas dentro de
cualquier cultura que se refieren al campo de la distancia permitida entre las
personas que hablan. Se ha hecho una clasificación de la distancia en cuatro zonas:
Íntima (en relaciones íntimas), personal (en relaciones cercanas), social y pública.
11. El contacto físico. Constituye la forma biológica básica de expresar actitudes
interpersonales. No obstante, algunas formas de contacto se usan como señales
para la interacción y no comunican principalmente actitudes interpersonales. Estas
formas son las siguientes: Saludos y despedidas, felicitaciones, señales de atención
y la guía del cuerpo.
12. La apariencia personal. Se refiere al aspecto exterior de una persona. La mayoría
de las veces la apariencia es manejada y manipulada deliberadamente, para que los
demás vean en nosotros lo que queramos que vean.
13. El atractivo físico. Investigaciones realizadas, encuentran que las personas
físicamente atractivas son percibidas por las demás con elevados niveles de
características positivas tales como la inteligencia, la competencia y el calor
humano.

b. Comunicación verbal
1. Componentes paralingüísticos. Los elementos paralingüísticos raramente se
emplean de forma aislada. El significado transmitido es normalmente el resultado
de una combinación de señales vocales y conducta verbal y es evaluado dentro de
un contexto o una situación determinados
 La latencia. Es el intervalo temporal de silencio que transcurre entre la
terminación de una oración por un individuo y la iniciación de otra oración por
un segundo individuo que es su interlocutor.
 El volumen. La función más básica del volumen consiste en hacer que un
mensaje llegue hasta un posible oyente. El déficit común, es un nivel de
volumen demasiado bajo para servir a esa función, haciendo, por ejemplo,
que el que habla sea ignorado o que el oyente se irrite.
 El timbre. Es la resonancia o calidad vocal de la voz, producida principalmente,
como resultado de la forma de las cavidades orales.
 El tono y la inflexión. Sirven para comunicar sentimientos y emociones. El
tono de voz contribuye algo menos que la expresión facial, pero mucho más
que el contenido de la conversación, a las impresiones de las actitudes
interpersonales.
 La fluidez / Perturbación del habla. Las perturbaciones excesivas del habla
pueden causar una impresión de inseguridad, incompetencia, poco interés o
ansiedad. Pueden considerarse tres clases de perturbaciones del habla:
Presencia de muchos periodos de silencio. Empleo excesivo de “palabras de
relleno” durante las pausas. Repeticiones, tartamudeos, pronunciaciones
erróneas, omisiones y palabras sin sentido.
 El tiempo de habla. La cantidad de habla contribuye de manera muy
significativa a la impresión general de la habilidad social y, casi con seguridad,
más que cualquier otro elemento tomado por separado.
 Claridad. Algunas personas farfullan las palabras, hablan arrastrándolas,
chapurrean o hablan a borbotones, o tienen acento excesivo. Estos patrones
del habla pueden ser desagradables para un oyente.
 Velocidad. Si se habla muy lentamente, los que escuchan podrían
impacientarse y aburrirse. Por otra parte, si se habla muy rápidamente, la
gente podría tener dificultades para entender.

2. Componentes verbales. El habla se emplea para una variedad de propósitos, por


ejemplo, comunicar ideas, describir sentimientos, razonar y argumentar. Las
palabras empleadas dependerán de la situación en que se encuentre una persona,
su papel en esa situación y el objetivo que pretenda alcanzar.
 Elementos del habla.
Habla egocéntrica (hacia uno mismo), instrucciones (para influir en los
demás), preguntas (para provocar respuestas apropiadas), comentarios,
sugerencias e información factual (como respuesta o comentario), charla
informal (establecer, mantener y disfrutar las relaciones sociales),
expresiones ejecutivas (tienen consecuencias sociales inmediatas que
constituyen su significado), costumbres sociales (saludos, despedidas),
expresión de estados emocionales o de actitudes hacia otras personas (por la
expresión facial, tono de voz), mensajes laterales (mensajes implícitos).
 La conversación. Elementos de la conversación. Implica una integración
compleja y cuidadosa regulada por señales verbales y no verbales. Dentro de
las características de la conversación se encuentran factores cognitivos en un
grado bastante notable. La conversación se compone de una serie de
elementos:
 Retroalimentación: Necesita saber si los que escuchan le comprenden, le
creen o no le creen, están sorprendidos o aburridos, de acuerdo o en
desacuerdo, les agrada o les molesta.
 Preguntas: Son esenciales para mantener la conversación, obtener
información, mostrar interés en los demás e influir en la conducta de los
otros; y el no utilizarlas puede producir déficits en todas estas áreas.
 Habilidades del habla: Las conversaciones a menudo comienzan con
información de hechos y afirmaciones generales que son seguidas de
verbalizaciones específicas, que dan detalles de lo que se hizo, se vio…
para luego seguir incluyendo la expresión de sentimientos, actitudes y
opiniones sobre lo que se está describiendo.
 Los elementos ambientales. Fernández Ballesteros (1986), propone diversos
tipos de variables ambientales: físicas, sociodemográficas, organizativas,
interpersonales o psicosociales y conductuales.

B. Componentes cognitivos
Las situaciones y los ambientes influyen de manera evidente en los pensamientos,
sentimientos y acciones de los individuos, que no son objetos pasivos para las fuerzas
ambientales.
a. Percepciones del ambiente comunicativo. Cada ambiente posee una
configuración particular de rasgos que hace que lo percibamos de una manera
determinada. Algunas clases de percepciones son: De formalidad, de un ambiente
cálido, de ambiente privado, de familiaridad, de restricción y de la distancia.
b. Variables cognitivas del individuo. Los procesos cognitivos en la interacción del
individuo con el ambiente, deberían discutirse en términos de: Competencias
cognitivas, estrategias de codificación y constructor personales, expectativas,
valores subjetivos de los estímulos y planes y sistemas de autorregulación.

C. Componentes fisiológicos
a. La tasa cardiaca: Ésta es la principal variable fisiológica que se ha empleado en los
estudios sobre habilidades sociales. Frecuentemente se ha medido por medio del
pulso, consistente en la detección indirecta de los cambios de volumen que tienen
lugar encada latido del corazón en los órganos periféricos.
b. La presión sanguínea: Una de sus mediciones indirectas se realiza por medio del,
conocido popularmente como el instrumento empleado para medir la “tensión
arterial”. Este elemento fisiológico puede ser de interés para investigar algunas
hipótesis que señalan a los hipertensos como menos asertivos (Keane y cols.,
1982).
c. El flujo sanguíneo: La medición del flujo sanguíneo representa la afluencia o
circulación de la sangre a través de un determinado tejido, circulación producida
por las contracciones del corazón. Existen dos tipos de medición: el volumen de
sangre y el pulso del volumen de sangre o volumen del pulso. Esta última
respuesta representa los cambios en la afluencia de sangre a un miembro por
efecto de las contracciones cardíacas.
d. La respuesta electromiográfica: Es el registro obtenido de la actividad eléctrica
asociada, que precede a la actividad muscular. El registro de esta respuesta en el
músculo frontal podría darnos una idea de la relajación/activación de un sujeto.
e. Las respuestas electrodermales: Estas medidas reflejan la actividad de las
glándulas sudoríparas. De las posibles medidas de las respuestas electrodermales,
la que parece más adecuada para la investigación dentro del campo de las
habilidades sociales es la conductancia de la piel, teniendo en cuenta que esta es
un método de medida mejor que la resistencia y que se puede obtener
exosomáticamente
f. La tasa respiratoria: La medida de la respiración se compone fundamentalmente
por dos parámetros: la profundidad de la respiración y la tasa respiratoria,
combinadas en ocasiones para obtener el volumen de aire inspirado por minuto.
La función respiratoria está controlada por el sistema nervioso central a través de
la médula y de los núcleos del tronco del encéfalo, siendo igualmente alterada por
los estados emocionales.

CONDUCTAS OBSERVADAS EN LAS HABILIDADES SOCIALES


A. CONDUCTA PASIVA
Es un estilo de huida. Implica la violación de los propios derechos al no ser capaz de
expresar honestamente sentimientos, pensamientos y opiniones y, por consiguiente,
permitiendo a los demás que violen nuestros sentimientos, o expresando los
pensamientos y sentimientos propios de una manera autoderrotista, con disculpas,
con falta de confianza, de tal modo que los demás puedan fácilmente no hacer caso.

La conducta pasiva implica transgresión de los propios derechos al no ser capaz de


expresar abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones o al expresarlos de
una manera autoderrotista, con disculpas, falta de confianza, de tal modo que los
demás puedan hacerle caso. Comportarse de este
modo en una situación puede dar como resultado
una serie de consecuencias no deseables tanto
para la persona que está comportándose de
manera no asertiva como con la persona con la
que está interactuando. La probabilidad de que la
persona no asertiva satisfaga sus necesidades se
encuentra reducida debido a la falta de
comunicación o a la comunicación indirecta o
incompleta. La persona que actúa así se puede
sentir a menudo incomprendida, no tomada en
cuenta y manipulada (Llacuna y Pujol, 2004).

La persona pasiva, tiene sus derechos violados, es inhibida, introvertida, reservada, no


consigue sus objetivos, se encuentra frustrada, infeliz y ansiosa, ya que permite a los
otros elegir por ella. Hay algunas personas que no defienden sus derechos, a fin de no
deteriorar las relaciones con la/s otra/s persona/s y adoptan conductas de sumisión
esperando que la otra persona capte sus necesidades, deseos y objetivos; éstas son
personas pasivas. Lega, Caballo y Ellis (1997) apuntan que el objetivo de la conducta
pasiva es apaciguar a los demás y evitar conflictos.
a. Conducta no verbal: Ojos que miran hacia abajo; voz baja; vacilaciones; gestos
desvalidos; negando importancia a la situación; postura hundida; puede evitar
totalmente la situación; se retuerce las manos; tono vacilante o de queja; risitas
falsas.
b. Conducta verbal: “Quizás”, “Supongo”, “Me pregunto si podríamos”, “Te
importaría mucho”, “Solamente”, “No crees que”, “Ehh”, “Bueno”, “Realmente no
es importante”, “No te molestes”.
c. Efectos: Conflictos interpersonales, depresión, desamparo, imagen pobre de uno
mismo, se hace daño a sí mismo, pierde oportunidades, tensión, se siente sin
control, soledad, no se gusta a sí mismo ni gusta a los demás, se siente enfadado
(a).

B. CONDUCTA ASERTIVA
La conducta asertiva implica la expresión directa de los propios sentimientos,
necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin
violar los derechos de esas personas. La persona asertiva elige por ella misma, protege
sus propios derechos y respeta los derechos de los otros, consigue sus objetivos sin
herir a los demás, es expresiva socialmente y emocionalmente, se siente bien con ella
misma y tiene confianza en sí misma.
De acuerdo con Llacuna y Pujol (2004), la conducta asertiva, implica firmeza para
utilizar los derechos, expresar los pensamientos, sentimientos y creencias de un modo
directo, honesto y apropiado sin violar los derechos de los demás. Es la expresión
directa de los propios sentimientos, deseos,
derechos legítimos y opiniones sin amenazar o
castigar a los demás y sin violar los derechos de esas
personas. La aserción implica respeto hacia uno
mismo al expresar necesidades propias y defender
los propios derechos y respeto hacia los derechos y
necesidades de las otras personas. La conducta
asertiva no tiene siempre como resultado la
ausencia de conflicto entre las dos partes, pero su
objetivo es la potenciación de las consecuencias favorables.

En el caso del niño que defiende y hace valer sus derechos asertivamente, se valora a
sí mismo y hace que los demás le valoren, le tengan en cuenta y le respeten sus deseos,
gustos y opiniones.
a. Conducta no verbal: Contacto ocular directo; nivel de voz conversacional; habla
fluida; gestos firmes; postura erecta; mensajes en primera persona; honesto/a;
verbalizaciones positivas; respuestas directas a la situación; manos sueltas.
b. Conducta verbal: “Pienso”, “Siento”, “Quiero”, “Hagamos”, “¿Cómo podemos
resolver esto?”, “¿Qué piensas?”, “¿Qué te parece?”
c. Efectos: Resuelve los problemas, se siente a gusto con los demás, se siente
satisfecho, se siente a gusto consigo mismo, relajado, se siente con control, crea y
fabrica la mayoría de las oportunidades, se gusta a sí mismo y a los demás, es
bueno para sí y para los demás.

C. CONDUCTA AGRESIVA
Es un estilo de lucha. Implica la defensa de los derechos personales y la expresión de
los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera tal que a menudo es
deshonesta, normalmente inapropiada, y siempre viola los derechos de la otra
persona. a persona agresiva viola los derechos de los otros, se mete en las elecciones
de los demás, es beligerante, humilla y desprecia a los otros,
es explosiva, impredictiblemente hostil y autoritaria.

A decir de Llacuna y Pujol (2004), la conducta agresiva en una


situación puede expresarse de manera directa o indirecta. La
agresión verbal directa incluye ofensas verbales, insultos,
amenazas y comentarios hostiles o humillantes. La agresión
verbal indirecta incluye comentarios sarcásticos y rencorosos
y murmuraciones. Las víctimas de las personas agresivas
acaban, más tarde o más temprano, por sentir resentimiento
y por evitarlas. El objetivo habitual de la agresión es la
dominación de las otras personas. La victoria se asegura por
medio de la humillación y la degradación. Se trata en último término de que los demás
se hagan más débiles y menos capaces de expresar y defender sus derechos y
necesidades. La conducta agresiva es reflejo a menudo de una conducta ambiciosa,
que intenta conseguir los objetivos a cualquier precio, incluso si eso supone transgredir
las normas éticas y vulnerar los derechos de los demás. La conducta agresiva puede
traer como resultado consecuencias favorables, como una expresión emocional
satisfactoria, un sentimiento de poder y la consecución de los objetivos deseados.

El niño que defiende sus derechos y opiniones de forma agresiva, autoritaria,


imponiéndose sobre los demás, utilizando descalificaciones, en definitiva, haciendo
que el otro se sienta mal, se hace desagradable a los demás y será rechazado por ellos.
a. Conducta no verbal: Mirada fija; voz alta; habla fluida/rápida; enfrentamiento;
gestos de amenaza; postura intimidatoria; deshonesto/a; mensajes impersonales
b. Conducta verbal: “Haría mejor en”, “Haz”, “Ten cuidado”, “Debes estar
bromeando”, “Si no lo haces”, “No sabes”, “Deberías”, “Mal”
c. Efectos: Conflictos interpersonales, culpa, frustración, imagen pobre de sí mismo,
hace daño a los demás, pierde oportunidades, tensión, se siente sin control,
soledad, no le gustan los demás, se siente enfadado.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Llacuna, J. y Pujol, L. (2004). La conducta asertiva como habilidad social. Madrid: Instituto
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Monjas, M.I. (1993). Programa de entrenamiento en habilidades de interacción social.
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Monjas, M.I. (1992). La competencia social en la edad escolar. Diseño, aplicación y
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publicada, Universidad de Salamanca, Salamanca.
Rosales, J.J.; Caparrós, B.M.; Molina, I. y Alonso. S.H. (2013) Habilidades sociales. Madrid:
McGraw-Hill.

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