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Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica.

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UNIDAD 4
La racionalidad simbólica
La lógica
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1. Introducción: Una aproximación a la teoría de la información.


1.1. Concepto de comunicación.
1.2. La transmisión de la información.
1.3. El lenguaje como la forma más eficiente de la comunicación humana.

2. Los lenguajes humanos.


2.1. Definición de lenguaje natural.
2.2. Los elementos que componen un lenguaje natural.
2.3. ¿Qué es una oración?
2.4. ¿Qué es un enunciado o proposición?
2.5. Las insuficiencias del lenguaje natural y la forma superarlas.
2.6. Los lenguajes artificiales.
2.7. Elementos constitutivos de un lenguaje artificial.
2.8. Aplicaciones de los lenguajes artificiales.

3. Los razonamientos.
3.1. Definición.
3.2. Tipos básicos de razonamiento.
3.3. Razonamientos válidos y razonamientos inválidos.
3.4. Validez y verdad.
3.5. Los razonamientos engañosos.
3.6. Distorsiones psicológicas vinculadas a las falacias.

4. El lenguaje formal.
4.1. Definición de lenguaje formal.
4.2. Símbolos y reglas en un lenguaje formal.
4.3. El cálculo: definición y características.
4.4 ¿Qué es la lógica?

5. La lógica proposicional.

6. La lógica de proposiciones como lenguaje formal.


6.1 Definición.
6.2 Vocabulario, operadores y expresiones bien formadas.
6.3. Las reglas de formación de fórmulas.

7. La operativa en la lógica proposicional: Simbolización.


7.1. Definición.
7.2. Reglas de simbolización.
7.3. Normas para el uso de signos auxiliares.

8. La operativa en la lógica proposicional: el cálculo de deducción natural.

9. Apéndice: una introducción a la lógica de clases.

10. Actividades
A. Autoevaluación.
B. Tareas de síntesis.
C. Comentarios de texto
D. Ejercicios prácticos

1. Introducción: Una aproximación a la teoría de la


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información.
1.1. Concepto de comunicación.
La información es un ingrediente esencial para la vida; todas las especies
vivientes precisan información para sobrevivir. A través de sus facultades el hombre
capta datos del entorno, percibe el mundo exterior, su cerebro procesa, elabora esa
información y almacena en la memoria la relevante, por la voz y los gestos traslada,
comunica a los demás esos contenidos informativos.
Información y comunicación están íntimamente relacionadas pero tienden a
confundirse.
Simplificando: información es lo que se percibe del medio ambiente, el
contenido del mensaje enviado a, o recibido de otros, un contenido almacenado en la
memoria. Comunicación, en cambio, es transportar un mensaje, es un acto de
transmitir información. Esta puede obtenerse unilateralmente -el individuo ve que
llueve-, en tanto que la comunicación es siempre bilateral o multilateral -«A» transmite
a «B» que llueve-.
Así, comunicación es algo más amplio que información: comunicación es
movimiento de información.
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1.2. La transmisión de la información.


Consideremos la situación de comunicación en la cual estamos comprometidos
ahora: la lectura de este apartado.
En esta situación de comunicación en la que estamos ahora, los autores de lo
escrito hacen las veces de fuente. Los autores tenían un propósito al escribir este
documento, este mensaje. Sus mecanismos para escribir hicieron de encodificador
(claro está que los ordenadores, los programas ofimáticos y las impresoras también
sirvieron de encodificadores). El mensaje incluye las palabras de este texto y la forma
en que están dispuestas. Es transmitido por estos apuntes, por medio de ondas
luminosas (canal). Tu ojo es el decodificador; recibe el mensaje, lo decodifica, lo
retraduce en un impulso nervioso y lo envía finalmente a tu sistema nervioso central, al
receptor.

El lenguaje es un sistema de comunicación mediante signos arbitrarios, pero


¿Cuáles son los aspectos del mismo que lo configuran como algo específicamente
humano?
La comunicación animal es siempre restringida, y viene condicionada por la
existencia de un estímulo determinado que produce a su vez una respuesta
igualmente determinada. Solo la observación del vuelo de las abejas ha permitido
conocer un sistema de comunicación que contiene referencias fuera del tiempo y del
espacio concreto en que se produce el estímulo. Los loros y animales similares se
limitan, en cambio, a imitar sonidos, sin comunicación alguna.
Los chimpancés, por ejemplo, pese a ser los primates más cercanos al
hombre, no son capaces de hablar, tanto por su estructura cerebral como por la falta
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de adecuación de sus órganos de fonación1.


En un experimento llevado a cabo en la Universidad de Nevada con un
chimpancé denominado Washoe, solo se ha llegado a conseguir que aprendiese hasta
sesenta signos del lenguaje de los sordomudos y que los pudiese utilizar en contextos
muy controlados. A este respecto son también muy interesantes las experiencias
realizadas con delfines. Pero en cualquier caso se trata, sin embargo, de situaciones
muy concretas, en las que a un estímulo concreto se da una respuesta determinada,
esto es, predecible.
Por el contrario, la característica esencial del lenguaje humano es su gran
capacidad de creación, su creatividad. Los seres humanos no tienen restricciones en
los temas sobre los que puede versar su comunicación; pueden formar nuevas
expresiones que manifiesten nuevos pensamientos y que se ajusten a nuevas
situaciones. Es el suyo un lenguaje de alcance ilimitado y que, además, no precisa de
estímulo.
El cerebro humano dispone de unas zonas en las que se localiza el control del
habla y por ello es responsable de que el hombre sea un animal especializado en el
lenguaje, y por añadidura de que éste sea creador.
La facultad innata para la adquisición y uso del lenguaje es fácilmente
observable en el niño, que, a través de etapas progresivas y en escaso tiempo, llega a
dominar una serie muy compleja de habilidades que le permiten comunicarse con el
mundo que le rodea en el idioma al que ha estado expuesto durante unos pocos
meses.
Llegados a este punto se impone una explicación aún más técnica acerca de la
especificidad del lenguaje en el Homo Sapiens, por cuanto si toda persona normal
adquiere desde su infancia un sistema de signos arbitrarios, vocales, mediante los
cuales se comunica creativamente, no podemos por menos de preguntarnos cuál es el
proceso lingüístico que hace posible esa capacidad creadora.
Al analizar un código lingüístico, una lengua determinada, observaremos que
está construido en dos niveles o articulaciones que se pueden segmentar hasta llegar
a las unidades más elementales. La segmentación de la primera articulación divide
el enunciado en oraciones, sintagmas (esto es, grupos verbales o nominales),
palabras, y llega incluso a dividir a éstas en sus unidades mínimas significativas, los
morfemas, que tienen una forma fónica (el significante) y un sentido (el significado).
Ahora bien, estas unidades de significado no se pueden seguir dividiendo en el plano

1
Podemos revisar la ilustración que presentábamos en la unidad 2 y en la que comparábamos
la anatomía de un humano con la de un chimpancé.
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semántico, pero si en el fónico, hasta llegar a las unidades mínimas distintivas de la


segunda articulación, los fonemas, que constituyen una lista cerrada de sonidos en
cada lengua, a partir de los cuales se puede conseguir un número prácticamente
ilimitado de unidades de la primera articulación, y consiguientemente de enunciados.
De este modo la lengua, a partir de unos medios finitos, hace un uso infinito.
Esta explicación de la productividad o, mejor aún, de la creatividad del lenguaje
humano, sugerida ya por Saussure y analizada por Hjelmslev, ha sido también
desarrollada por el lingüista francés André Martinet.

1.3. El lenguaje como la forma más eficiente de la


comunicación humana.
Desde que nos despertamos por la mañana hasta que conciliamos el sueño
por la noche podemos encontrarnos con muchas y variadas situaciones en las que
tenemos necesidad de argumentar o razonar.
A veces de una forma consciente y otras no, de una manera obligada o
espontánea damos, y también exigimos, explicaciones sobre diversos temas, por
ejemplo, sobre nuestro comportamiento o el de otros, o quizás explicaciones de la
ocurrencia de ciertas cosas, próximas o lejanas a nosotros.
Imagínate un día de invierno en el que el cielo está todo cubierto de nubes oscuras y
hace un intenso frío; piensas que, como ayer, lloverá todo el día y te vistes de acuerdo
con el tiempo. Al salir de casa abres tu paraguas, y cuando llegas a tu destino ves a
un amigo en la calle con su paraguas cerrado, le saludas y comentas:
- ¡Qué despistada soy! Creí que hacía un día como ayer y cuando salí de casa
no miré si llovía o no!
Has dado tres motivos que contribuyen a explicar por qué llevabas el paraguas abierto.
Tu amigo contesta lo siguiente
- ¡Irías pensando en otra cosa!
Entre los dos habéis dado las cuatro razones que hacen posible pensar que tu
conducta no es la de una persona demente o no tiene un fin juguetón, como sería el de
engañar a los transeúntes. Entre los dos habéis argumentado o razonado sobre una
situación ocurrida.
Estas explicaciones las habríais dado en el lenguaje oral, y nosotros, al explicar
el caso, hemos utilizado el lenguaje escrito.
Es cierto que la comunicación entre las personas puede realizarse de diversas
maneras con el llamado lenguaje mímico, el lenguaje musical, arquitectónico, pictórico,
etc., y no debemos menospreciar el valor que estas formas de expresión tienen en la
cultura humana. Sin embargo, el lenguaje oral o escrito -la lengua- es el que
proporciona habitualmente una comunicación más rápida y directa, y, en suma, más
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eficiente. Por tanto, sin pretender minusvalorar la idea de que el lenguaje es una de las
muchas formas de comunicación que posee el hombre, aquí reservaremos la
expresión el lenguaje exclusivamente para el lenguaje oral o escrito.
Estamos tan acostumbrados a utilizar cotidianamente el lenguaje que no nos
damos cuenta de que es un instrumento de comunicación extremadamente refinado y
complejo. Parte del éxito del lenguaje se debe precisamente a esto.
Por ejemplo, una misma oración puede tener varios usos. Así,
(1) Esta habitación está muy cargada.
Puede pronunciarse con la intención de informar a las personas presentes en ella de
la existencia de gran cantidad de humo de tabaco. También se puede pronunciar para
expresar el deseo de que las personas que están fumando dejen de hacerlo, e incluso
con el propósito de impedir que se fume más.
El éxito de la comunicación radica en saber cuál es la función que desempeña
una oración en un momento dado, pues así nuestro comportamiento será distinto
según la función que le atribuyamos.
Supón que eres una persona no fumadora y que las reglas de la educación y
cortesía social te invitan a formular la oración para manifestar a tus compañeros tu
deseo de que paren un momento de fumar. No podremos decir que la comunicación
haya tenido éxito si tus compañeros piensan que sólo estás constatando el estado de
la habitación.
Conocer y llegar a identificar la variedad de tipos de mensajes que se pueden
transmitir con el lenguaje es, pues, algo preciso si queremos lograr una comunicación
con éxito; y es algo que nos ayudará también a la hora de analizar las
argumentaciones o razonamientos que demos o pidamos, en la medida en que se
realizan a través del lenguaje.
El objetivo de este apartado es entrenarte a distinguir entre las funciones del
lenguaje, entre lo que es la función y la forma de las oraciones. Estas distinciones
son requisitos previos para estudiar las diferentes formas de razonamientos, y en
especial el razonamiento científico.
Uno de los tres usos básicos del lenguajes es el de ofrecer información.
Cuando queremos describir el mundo que nos rodea o comunicar a otros cierto
conocimiento sobre el estado o situaciones en que se encuentran los objetos externos,
e incluso los que son internos al sujeto que habla, utilizamos el lenguaje en su función
informativa. Esto lo llevamos a cabo por medio de la enunciación de oraciones que
tienen un carácter o bien afirmativo, o bien negativo. Son ejemplos de este uso:
(1) Con las heladas de este invierno, todos mis geranios se han muerto.
(2) La novela que te presté no era de mi hermano.
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(3) Sentí una fuerte sacudida al desenroscar la bombilla.


El lenguaje también desempeña una función informativa cuando con él
presentamos una serie de pensamientos que constituyen un razonamiento acerca
del mundo o sobre nosotros mismos. He aquí una muestra de ellos:
(4) Cuando entré en la habitación encendí la luz y vi que no funcionaba.
Rápidamente comprobé si había saltado el automático a causa de la tormenta,
pues el día anterior, había estado el electricista revisando la instalación, de
modo que lo más probable era que ésta estuviera bien.
(5) Eso fue al caer rodando por las escaleras. Le advertí que eran peligrosas y
que más de uno se había roto ya un brazo; pero no me hizo caso y no tuvo
cuidado
La descripción que hacemos del mundo puede ser verdadera o falsa, y, de la
misma manera, nuestros razonamientos pueden ser correctos o incorrectos, pero, en
cualquier caso, estamos dando información o conocimiento, y por ello el lenguaje
cumple una función informativa.
Estos ejemplos muestran que en nuestra vida diaria usamos el lenguaje
informativamente. Ahora bien, si quieres pensar en un tipo de personas que usa el
lenguaje de una manera informativa no sólo en la vida cotidiana sino también por
exigencia de su profesión, piensa en los periodistas y en los científicos. Ellos se
dedican de una manera particular a informarnos sobre sucesos y procesos que
ocurren en el mundo, aunque cada grupo lo haga de manera muy distinta.
Otra manera de utilizar el lenguaje consiste en comunicar sentimientos,
emociones o estados de ánimo. Decimos entonces que el lenguaje desempeña una
función expresiva, porque nuestro interés no se centra tanto en informar sobre
procesos anímicos como en manifestar emociones o incluso también en provocarlas
en los demás. Veamos algunos ejemplos:
(6) ¡Qué asco! ¡Me dan ganas de vomitar: hay un perro destripado en la
carretera!
(7) Los suaves y fragantes pétalos de rosas perfumaban sus blancas manos
como los azahares inundaban de frescor aquel patio de mi juventud.
Por supuesto, cuando usamos el lenguaje de una manera expresiva estamos
informando también, en cierta medida, por ejemplo, de cuáles son nuestros recuerdos,
apetencias o desagrados. Pero entonces estamos tomando la palabra informar en un
sentido muy amplio. Es necesario ser más precisos y diferenciar las distintas
situaciones en que nos podemos encontrar, pues absolutamente todo lo que nos rodea
está informando de algo: la presencia del sol en el este nos suministra la información
de que ha amanecido, que comienza un nuevo día; un campo lleno de amapolas, de
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que estamos en primavera y un grito de un niño, de algo que sucede, que le duele la
mano que le examino.
Sin embargo, el sol y el campo están ahí y yo extraigo la información
mencionada aunque no haya ninguna intención informativa por su parte (en este caso,
la intención se excluye de antemano, pues el sol y el campo, como objetos inanimados
que son, no pueden tener intenciones). El grito del niño me informa de la existencia de
un daño en la medida en que es la expresión espontánea de un dolor, pero si el niño
no quiere atraer nuestra atención, no diremos que su grito pertenece a la función
informativa del lenguaje, sino a la expresiva.
No podemos juzgar el uso expresivo del lenguaje en términos de verdad o
falsedad, como hacemos con el que tiene una función informativa. Si lo que se desea
es comunicar estados de ánimo, hemos de ver si el lenguaje usado cumple esa
misión, es decir, si es el apropiado o no para llevar a cabo ese fin. Por ejemplo, decir:
(8) ¡Magnífico partido! ¡Enhorabuena!
No es la mejor manera de manifestar nuestra satisfacción por el resultado del
encuentro y, a la vez, nuestra decepción por la calidad del juego. Sería más apropiado
-y a la vez más sincero- decir:
(9) ¡Buen partido, pero a ver si la próxima vez jugáis mejor!
De la misma manera que el uso informativo del lenguaje se considera en
general típico del científico (aunque no sólo de éste), el expresivo se considera más
propio del poeta, ya que éste - según se piensa habitualmente- trabaja con el lenguaje
para dar a conocer sus sentimientos y estados de ánimo, o bien para despertarlos en
otros.
Otro tercer uso del lenguaje es el imperativo, se da cuando se pretende motivar
o causar una acción de un tipo determinado, es decir, cuando, sin desear ofrecer
información alguna, ni provocar o manifestar ningún sentimiento, se quiere lograr que
el oyente se comporte de una manera determinada.
(10) Quítate el abrigo.
(11) Por favor, pásame la sal.
(12) ¿Qué tiempo hace hoy?
Son ejemplos claves del uso directivo del lenguaje. Las órdenes, las
recomendaciones, los ruegos y las preguntas tienen como fin obtener ciertos
resultados: por eso decimos que desempeñan una función directiva. Con ellos se
requiere una forma de valoración distinta de la del lenguaje informativo y del expresivo.
Al uso directivo del lenguaje no cabe aplicarle tampoco las ideas de verdad o falsedad.
Lo que diremos es que es más o menos razonable o adecuado, siempre relativamente
a unas circunstancias dadas. Por ejemplo, (11) será un ruego inadecuado cuando no
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haya sal en la mesa en donde está comiendo la persona a la que uno se dirige.
Ahora bien, aunque hemos distinguido tres usos o funciones básicas del
lenguaje hemos de tener presente que en la comunicación efectiva se da una mezcla
de estas funciones. El silbido del tren, por ejemplo, es un ejemplo típico de interacción
entre la función informativa y directiva. El lenguaje que usan los científicos no es
meramente informativo, ni el poético simplemente expresivo, ni el lenguaje militar
solamente directivo. Un científico en su informe puede, además de exponer una teoría,
dar expresión a su entusiasmo por haber logrado explicar una serie de fenómenos,
pedir a otros investigadores que prosigan indagando en el tema para progresar en su
esclarecimiento. En (6) se expresa un sentimiento de repulsión o repugnancia, pero
también se nos informa sobre la causa de ese sentimiento. Si a (10) le añadimos.
(l0 a) ..., en esta habitación hace mucho calor.
Entonces, además de motivar una acción, constatamos un hecho. Y si decimos
(10 b) ..., aquí se asfixia uno.
No sólo informamos de un exceso de calor sino que también expresamos
nuestra incomodidad por este hecho.
Esta mezcla de funciones es lo que hace que el lenguaje sea instrumento de
comunicación tan rico y sutil como complejo. Es precisamente esta complejidad la que
nos obliga a diferenciar los distintos usos que del lenguaje hacemos todos aquellos
que trabajamos con él.
Nuestro interés en esta unidad está en instruirnos en las formas de
razonamiento a fin de poder detectar mejor cuáles son los correctos e incorrectos, y
estar así en condiciones de juzgar bien la situación en que se efectúen. Pero los
razonamientos tienen que ver con la función informativa del lenguaje, y, por tanto, es
preciso que sepamos distinguir esta función de las otras.
Buscaremos no confundir, por ejemplo una serie de órdenes con un
razonamiento, ni pretender que la expresión de un sentimiento forme parte de lo que
llamamos razonar (falacia ad misericordiam). Si bien en nuestra vida cotidiana el
lenguaje puede desempeñar varias funciones cuando trabajamos con él para dar o
exigir a otros explicaciones y argumentos, tenemos que saber valorar las posibilidades
y limitaciones del lenguaje que se requiere para este fin, el informativo, comparándolas
con las cualidades de los otros usos del lenguaje.
Esta tarea de diferenciación es harto difícil pues no existen reglas precisas
para llevarla a cabo, y está así supeditada a la experiencia y habilidad de los que
usamos el lenguaje.
Sería un error pretender identificar estas funciones por la forma gramatical en
que se presentan las oraciones.
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En efecto, podemos distinguir cuatro formas: declarativa, exclamativa,


imperativa e interrogativa, y podríamos pensar que la forma declarativa está
únicamente emparentada con la función informativa, así como la forma exclamativa
con la expresiva y las formas imperativas e interrogativas con la función directiva. Pero
esto no sería válido como regla general, pues jugamos con el lenguaje de muy
distintas maneras para manifestar nuestras intenciones.
Por ejemplo, la declarativa “No quiero ir a por el pan” no hace más que
expresar un deseo o intención, mientras que otra como “Has llegado tarde” puede muy
bien formularse para exigir una disculpa. A veces con una pregunta podemos no sólo
pedir una información sino también sugerir una acción, por ejemplo: “¿Has comprado
el periódico?”. En ciertos momentos elegimos una forma interrogativa para manifestar
un deseo nuestro y a la vez provocarlo en otro, como en “¿No te apetecería un helado
de coco bien fresquito en este día tan caluroso?” A los miembros de una reunión que
llevan horas encerrados discutiendo un problema les anunciamos la llegada imprevista
de una tormenta diciendo “¡cómo llueve!”; pero también, con la misma oración le
indicamos a nuestra compañera que tenga más cuidado con su paraguas si quiere
protegernos de la lluvia.
Por último, hemos de recordar que las poesías, canciones y, en general, todo
el género expresivo pueden encerrar una moraleja o enseñanza y muchas veces nos
ofrecen información histórica y político-social. Así, por ejemplo, los romances cantaban
las victorias recientes de algún señor.
Así pues, aunque muchas veces la forma gramatical nos sirva de señal para
determinar la función que tiene un determinado pasaje, no debemos confiar en ella
como el medio propio para valorarlo. Hemos visto que no hay una conexión estricta,
necesaria, entre función y forma.
La función de una expresión o de un texto depende exclusivamente de la intención de
la persona que hable o escriba, independientemente de si tal intención es reconocida o
no por otros. Muchas veces no sabremos a ciencia cierta cual es esa intención, ni por
tanto, cuál es la función de una expresión que alguien ha dicho o escrito.
Diversas personas pueden, pues, atribuir a lo dicho o escrito distintas
funciones. Así, por ejemplo, la oración declarativa “Sepan que la prueba anterior no ha
sido superada por ninguno de ustedes”, tiene una función informativa si es la intención
del profesor comunicar el resultado de un determinado examen a sus alumnos, pero
los alumnos pueden atribuir diversas intenciones al profesor y tener así distintas
opiniones sobre la función de lo dicho por él: unos lo interpretan informativamente,
otros como manifestación de su descontento por el resultado y aún otros como que el
profesor les ha exigido mayor atención y estudio.
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Determinar la función es algo que comporta cierta dificultad en la medida en


que es, como hemos dicho, relativa a las intenciones de la persona que habla y no hay
técnicas precisas que nos ayuden a detectarlas.
Tampoco existen técnicas para distinguir el discurso informativo que es el que
a nosotros nos interesa de los otros tipos de discurso. Sólo podemos ayudarnos de
nuestro saber y de la práctica con los distintos usos del lenguaje, que aparecen
habitualmente mezclados. Para lo que si tenemos una serie de técnicas es para
valorar el discurso informativo en la medida en que éste se presente como
razonamiento.
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2. Los lenguajes humanos.


2.1. Definición de lenguaje natural.
Por lenguaje natural se entiende la lengua utilizada por una comunidad
lingüística y que utilizamos para nombrar objetos, hacer preguntas expresar
emociones, describir sucesos, etc. El ruso, el catalán, el inglés o el castellano son
ejemplos de lenguajes naturales.

2.2. Los elementos que componen un lenguaje natural.


Un lenguaje natural consta de un conjunto finito de símbolos, las letras o signos
lingüísticos y un número determinado de reglas -morfosintaxis- para la formación de
oraciones.
Las reglas morfosintácticas permiten infinitas realizaciones expresivas. Por
ejemplo, en castellano siempre podremos añadir a un segmento lingüístico otras
palabras mediante la conjunción «y».

2.3. ¿Qué es una oración?


Una oración es una expresión lingüística gramaticalmente correcta y que posee
sentido completo. Por ejemplo, “El cuarzo es un mineral”, “¿Qué hora es?”, “Llueve” o
“Cierra la puerta” son oraciones. Por el contrario “vivir con” o “suyo papel sintiendo” no
son oraciones.
Desde el punto de vista de su significado, las oraciones se clasifican en:
enunciativas, desiderativas, de posibilidad, dubitativas, exhortativas, interrogativas y
exclamativas. Cada una de ellas puede, además, afirmar o negar la conformidad
objetiva del sujeto con el predicado.

2.4. ¿Qué es un enunciado o proposición?


Un enunciado es un segmento lingüístico que tiene sentido completo y que es
susceptible de ser verdadero o falso –se trata de una oración enunciativa- . De tal
forma que:
● Toda oración es una expresión, pero no al revés.
● Todo enunciado es una oración, pero no al revés.
Sólo podemos atribuir valor de verdad al contenido que expresan las oraciones
enunciativas o proposiciones. Por ejemplo, “El cuarzo es un mineral” es una oración
enunciativa que expresa un contenido verdadero.Asimismo el contenido de la oración
“Llueve” será verdadero o falso en función del momento en que se exprese.
Por el contrario las órdenes, los deseos, las exclamaciones o las preguntas, “
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¡Ojalá que llueva café en el campo!” por ejemplo, no tienen valor de verdad y carece
de sentido preguntarse si son verdaderos o falsos.

2.5. Las insuficiencias del lenguaje natural y la forma


superarlas.
El lenguaje natural resulta poco apropiado para las construcciones teóricas de
la ciencia o para la expresión de razonamientos complejos al estar necesitados de una
exactitud que el lenguaje ordinario no posee.
Estas insuficiencias son consecuencia de:
Imprecisiones semánticas.
● Hay palabras insuficientemente definidas (términos vagos), como “rápido”,
“difícil” o “agradable” que impiden la exacta comprensión del mensaje. Los
políticos, por ejemplo, hacen un uso constante de expresiones vagas. ¿Qué
quieren decir exactamente cuando anuncian que "se tomarán medidas"?
● Hay construcciones gramaticales que tienen más de un significado y que se
usan ambiguamente: en tales casos resulta imposible averiguar por el contexto
con cuál de sus significados se está usando. Por ejemplo, en la oración “Pedro
ha alquilado una casa” se expresan dos proposiciones: o la ha alquilado para
él, o ha alquilado una de las casas de su propiedad a otra persona.
Deficiencias sintácticas.
Las reglas morfosintácticas del lenguaje natural resultan, con frecuencia,
ineficaces porque:
● Carecen de criterios rigurosos y suficientes para evitar las oraciones sin
sentido. ¿Qué decir de un enunciado como “Los tambores demandan libertad”?
¿Pueden tener los tambores intencionalidad? ¿Es falso? ¿Carece de
significado y, consecuentemente, no puede ser ni verdadero ni falso?
● No permiten operar con exactitud y eficacia, de manera que un enunciado
como “Tras lanzar el salvavidas Ramón, se hundía en el lago” nos hace dudar
de su significado (¿Quién se hundía? ¿Ramón o el salvavidas?).

Preguntémonos ahora, ¿Podría la ciencia, por ejemplo, trabajar con enunciados


ambiguos?
En cuanto a la forma de superar estas deficiencias podemos apuntar lo siguiente:
● Las deficiencias que proceden de la vaguedad de las palabras o de sus usos
ambiguos, se superan mediante:
○ La redefinición de los conceptos ordinarios, y
○ La utilización de un simbolismo artificial basado en una correspondencia
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biunívoca -de uno a uno- entre símbolo y objeto representado.


La Física, por ejemplo, dispone de un extenso repertorio de términos ordinarios
redefinidos unívocamente (tales como “fuerza”, “masa” o “energía”) así como
de otros símbolos convencionales (“t”, “e”, “v”, etc.) que permiten a los
investigadores operar con fórmulas.
● Las deficiencias que resultan de la vaguedad de los enunciados (confusiones,
contrasentidos, etc.) se superan mediante la estipulación de unas reglas con
criterios técnicos suficientes para evitarlas. Ej.: precisión del significado de los
conceptos (en química, por ejemplo, “ butanona”). Y
● Las incongruencias de los razonamientos (sofismas, paradojas, aporías, etc.)
mediante la dotación de reglas operativas tan eficaces y rigurosas que hagan
imposible la demostración de contradicciones. Ej.: dentro de un mismo sistema
no se puede derivar una proposición y su contraria.

2.6. Los lenguajes artificiales.


Para superar las deficiencias del lenguaje natural y dotar a las ciencias de una
expresividad rigurosa y exacta, se construyen lenguajes artificiales, esto es, lenguajes
bien definidos que poseen una estructura operativa y eficaz (por ejemplo: los lenguajes
informáticos).
Los lenguajes artificiales permiten profundizar en la investigación matemática y
científica sin exponerse a caer en las imprecisiones del lenguaje ordinario.
En líneas generales puede decirse que todas las ciencias emplean lenguajes
artificiales y que ésta es una de las condiciones de su progreso.

2.7. Elementos constitutivos de un lenguaje artificial.


Básicamente consta de los mismos elementos que cualquier otro lenguaje, esto
es, signos y reglas sintácticas, pero se le exige además:
● Que los signos del vocabulario estén bien definidos.
● Que el conjunto de reglas para la formación de enunciados sea efectivo, es
decir, permita saber en cualquier momento si nos encontramos ante una
expresión bien formada del lenguaje artificial que se trate.
● Que el conjunto de reglas operativas permita pasar de unas expresiones a
otras construyendo cadenas deductivas rigurosas y exactas.
Desde el punto de vista expresivo, los lenguajes artificiales disponen de un
campo muy limitado. Sólo sirven para satisfacer las necesidades expresivas de
aquellos sectores del saber para los que fueron diseñados. Pero desde el punto de
vista de su aplicación a la ciencia, el uso de lenguajes artificiales resulta, en la
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actualidad, imprescindible.

2.8. Aplicaciones de los lenguajes artificiales.


La lógica formal y la matemática son prototipos de lenguajes artificiales. Su
aplicación al terreno científico ha sido la condición de su espectacular desarrollo: la
física, por ejemplo, inició su despegue a partir del momento en que Galileo (s. XVI)
matematizó sus enunciados y la sometió a la exactitud y rigor del método matemático.
El gran libro de la naturaleza está escrito en símbolos matemáticos.
Galileo Galilei
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3. Los razonamientos.
3.1. Definición.
Un razonamiento es un proceso mental (como lo son también la imaginación o
el recuerdo) que se caracteriza porque en él se produce un paso de uno o más
enunciados (las premisas) a otro posterior (la conclusión) que se deriva
necesariamente de aquéllos.
En el lenguaje natural, la conclusión de los razonamientos viene introducida por
expresiones como “por tanto”, “luego”, “en consecuencia”, “se deduce que”, etc.
Por ejemplo:
Le dije que si me prestaba un libro, me distraería durante el viaje, y él me lo prestó.
Puedes deducir que he tenido un viaje muy distraído.
Aunque todo razonamiento es una forma de pensamiento, todo pensamiento
no es razonamiento.
La lógica se ocupa de la estructura del razonamiento en vistas a que dicho
razonamiento sea formalmente válido, de ahí que prescinda de los contenidos y que
se diferencie claramente de otras disciplinas que, como la Psicología, se interesan
también por el razonamiento pero desde otra óptica.
El razonamiento del ejemplo anterior y el siguiente aunque poseen diferente
contenido, poseen la misma estructura:
Si las ballenas son una especie en extinción, las leyes deberían prohibir su busca y
captura. Todo el mundo sabe que las ballenas se están extinguiendo. Por tanto, las
leyes deberían prohibir que se las cace.
En ambos razonamientos, la primera premisa es un enunciado condicional (del
tipo, “Si X, entonces Y”). La segunda premisa no es más que la afirmación del
antecedente del condicional (siendo “X”, “prestar un libro” o “las ballenas son una
especie en extinción”). La conclusión inferida es el consecuente del condicional, o sea
“Y”.
Nos resulta sencillo observar que la estructura

Premisa: Si X entonces Y

Premisa: X

Conclusión: luego Y.

Así pues, resulta aplicable a una infinidad de razonamientos sean cuales


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quieran sus contenidos.

3.2. Tipos básicos de razonamiento.


Antes de pasar a otro asunto, vamos a hablar brevemente de una división que
se suele hacer entre los argumentos.
A éstos se los clasifica en argumentos deductivos y argumentos
inductivos. Las personas que dan un argumento deductivo pretenden que el apoyo
que sus premisas dan a su conclusión es tan completo que esta última es
necesariamente verdadera si las premisas lo son. Por el contrario, el apoyo que se
pretende en un argumento inductivo es más débil. Se quiere únicamente que la
conclusión sea más probable si las premisas son verdaderas.
Tanto en un argumento deductivo como en uno inductivo se saca o extrae una
conclusión a partir de las premisas. En el lenguaje especializado de la lógica se dice
que de las premisas se infiere una determinada conclusión. Por ello frecuentemente a
los argumentos se les llaman también inferencias, o bien se dice que en los
argumentos se hacen inferencias, lo que viene a ser lo mismo, pues lo que se quiere
decir, expresado en lenguaje común, es que de las premisas se extraen conclusiones.

También se dice que las premisas implican (lógicamente) la conclusión.

La diferencia entre los argumentos deductivos y los inductivos la expresamos


con esa terminología especializada diciendo que en los argumentos deductivos la
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inferencia es más fuerte que en los inductivos.

Se suele hacer una distinción entre varios tipos de argumentos inductivos.


En un argumento inductivo podemos encontrar una conclusión general a partir de
premisas sobre casos particulares que se estiman suficien-temente similares. Por
ejemplo:

Premisa: Los trozos de cobre c1,... cn se calientan al ser golpeados por una
piedra.

Premisa: Los trozos de cobre b1 ,..., bn se calientan al ser golpeados por un


martillo.

Conclusión: El cobre se calienta al ser golpeado por un objeto sólido.

También encontramos argumentos inductivos en los que la conclusión no es


una generalización. Las premisas presentan datos sobre casos similares que hacen
pensar que un determinado hecho es probable. Por ejemplo:

Premisa: En el parque los pájaros pían al atardecer

Premisa: En las tardes de primavera y verano los pájaros pían en las riberas.

Premisa: He oído cantar a los pájaros en las montañas por la tarde durante las
épocas templadas.

Conclusión: Durante el paseo de esta tarde otoñal oiremos piar a los pájaros.

Se distingue a veces un último tipo de argumento inductivo, cuando el


argumento se basa explícitamente en la probabilidad matemática. Un ejemplo de este
tipo es el siguiente:

Premisa: En la próxima tirada de los dados he de sacar dos seises para ganar la
partida.

Premisa: Los dados con que tiro no están trucados

Conclusión: No ganaré la partida.

La conexión entre las premisas y la conclusión, en todos los tipos de


argumentos inductivos, sólo permite suponer, en el mejor de los casos, que, si todas
las premisas son verdaderas, entonces es probable que la conclusión también lo sea.
El otro tipo de inferencia es la inferencia deductiva o deducción. Veamos un
ejemplo.

Premisa: Julia sólo sale con chicos boy-scouts.

Premisa: Martín no es boy-scout.


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Conclusión: Julia no sale con Martín.

Como decíamos antes, una inferencia deductiva es más fuerte que una
inductiva. La persona que da una argumentación deductiva pretende que la conclusión
es segura si las premisas son verdaderas. ¿A qué puede deberse esa garantía? A
que, de algún modo, el contenido informativo de la conclusión está ya en el de las
premisas La conclusión sólo pone de manifiesto algo que ya se dice en las premisas,
aunque de una manera oculta, implícita.
Tomemos el ejemplo dado antes:
Al afirmar que Martín no es boy-scout, éste no puede ser alguien elegido por Julia para
salir con ella, ya que a ésta sólo le gustan los chicos que son boy-scouts, y,
consecuente con ello, sólo sale con ese tipo de chicos.
Hemos de insistir una vez más en que, por supuesto, en nuestra vida cotidiana
no damos de modo habitual los argumentos en la forma bien estructurada y explícita
en que se presentan en nuestros ejemplos. El último argumento, por ejemplo, podría
perfectamente presentarse de la siguiente manera:
Martín no es boy-scout, así que Julia no lo tiene en cuenta.
Por eso, el modo en que se suelen presentar los argumentos en la vida
cotidiana hace a veces difícil reconocerlos, y a veces, aunque se los reconozca, podría
hacer difícil decir el tipo al que pertenecen.
Así que, mientras en los ejemplos dados de inferencias o argumentos, es
bastante claro cuándo tenemos un argumento inductivo y cuándo estamos ante uno
deductivo, en otros casos la cuestión puede no estar tan clara.
Hemos caracterizado la diferencia entre uno y otro tipo en términos de lo que
pretenden las personas al dar un argumento o hacer una inferencia. En términos, por
tanto, en los que hay un componente subjetivo. Realmente no existen criterios
precisos que sirvan para diferenciar siempre de un modo puramente objetivo cuándo
estamos ante un argumento inductivo o ante uno deductivo.
Pero la observación anterior no debe llevarnos a la precipitada conclusión de que en
ningún caso existan formas precisas y objetivas de diferenciación entre tipos de
argumentos. Ese criterio es la validez de la inferencia.

3.3. Razonamientos válidos y razonamientos inválidos.


Un razonamiento es formalmente válido posee una estructura correcta
cuando existe una conexión adecuada entre las premisas y la conclusión.
La validez formal de un razonamiento es relativa al sistema en el que estemos
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operando, como la corrección de una operación matemática, depende del sistema en


que calculemos. Así, por ejemplo:
24 + 1 = 1 (será correcto en el sistema aritmético que utilizamos para contar las horas
del día pero no en el de la suma de números naturales en base 10).
En líneas generales, un razonamiento es formalmente válido si:

● La conclusión se deriva de las premisas y/o de los axiomas2 del sistema, por
aplicación de las reglas de razonamiento establecidas en dicho sistema.
(Validez sintáctica).
● La conclusión es verdadera para todos los casos de interpretación de las
premisas si las premisas son verdaderas (Validez semántica).
En un razonamiento válido, la conclusión se deriva rigurosamente de las
premisas, de manera que es imposible que alguien mantenga las premisas y niegue la
conclusión sin contradecirse.
Veamos ahora cuándo una inferencia, sea de tipo inductivo o deductivo, tiene
la característica de ser válida, o, como también se dice muchas veces, correcta.

Comencemos por las inferencias deductivas.


La persona que hace una inferencia deductiva pretende que la conclusión es
necesariamente verdadera si las premisas son verdaderas, es decir, que en el caso de
que las premisas sean verdaderas, la conclusión no puede ser falsa. Ahora bien, esa
pretensión puede estar justificada o no. En el caso de que lo esté, es decir, de que
efectivamente la conclusión no pueda ser falsa si las premisas son verdaderas,
decimos que la inferencia es válida (deductivamente).
Un ejemplo de inferencia válida es la del apartado anterior referente a Julia, la chica
con una preferencia exclusiva por los boys scouts.
La validez es una propiedad objetiva de las inferencias. No depende de las
intenciones o pretensiones de nadie, sino de que se cumpla lo que hemos expresado
en la definición que se acaba de dar. Ahora bien, ¿De dónde proviene la validez
deductiva de una inferencia?, ¿Qué es o que hace que sea válida?, ¿Hay alguna
característica más o menos patente de las inferencias que nos lleve a reconocerlas
como válidas?

2
En los lenguajes formales (como la lógica o la matemática) se denomina «axioma» toda proposición que
se toma corno principio sea o no evidente. Los axiomas se establecen sin demostración y una vez
establecidos, su verdad es incuestionable en el sistema al que pertenecen. La serie de números naturales
y toda la aritmética elemental, por ejemplo, se fundamenta en los cinco axiomas establecidos por Peano
en 1889:
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Consideremos el siguiente ejemplo.

Premisa: Todos los zumbos son bumbos

Premisa: Colt es un zumbo.

Conclusión: Colt es un bumbo.

Si lo representamos graficamente mediante diagramas de Venn, quedaría:

Sin captar el significado del argumento -puesto que las palabras en cursiva no
tienen porqué pertenecer a ningún idioma conocido- podemos decir que la conclusión
debe ser verdadera en el caso de que las premisas sean verdaderas, y podemos
decirlo por la forma que éste tiene. Reconocemos que las inferencias de esta forma
han de ser todas ellas válidas He aquí esquemáticamente la forma del argumento
deductivo válido del ejemplo anterior

Premisa: Todos los A son B.

Premisa: x es un A.

Conclusión: x es un B.

Vamos ahora a usar este esquema con un ejemplo con sentido:


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Premisa: Todos los españoles son europeos.

Premisa: Martín es un español.

Conclusión: Luego Martín es un europeo.

Observa que, efectivamente, la inferencia es válida3.


La conclusión general que puede obtenerse de esto es que, al menos para
ciertas inferencias, su validez o no validez viene determinada por su forma. A la
investigación de esas formas de inferencia que dan inferencias válidas y de las formas
que no las dan se la llama lógica formal.
La validez o corrección de un argumento inductivo no viene determinada por la
forma que tenga. Un argumento inductivo es correcto, es válido, cuando sus premisas
aportan una buena base para afirmar que la conclusión puede ser verdadera. Dicho
con otras palabras, el argumento es válido si la conclusión es probable (al menos más
probable que no) suponiendo verdaderas las premisas.
De le que no cabe duda es de que la probabilidad es cuestión de grados. Por
ello, es razonable considerar que unos argumentos inductivos son más fuertes que
otros. Por ejemplo, recordemos que en el primer tipo de argumento inductivo de los
mencionados en el apartado anterior (el de los trozos de cobre), la conclusión es una
generalización hecha sobre una serie de datos o ejemplos. En principio hay que
considerar que cuantos más ejemplos sirvan de base a un argumento, más probable
es su conclusión, por tanto, más fuerte es el argumento.
La cuestión es, en realidad, algo más complicada, porque, como pone de
manifiesto nuestro ejemplo del apartado anterior (el del cobre que se calienta al ser
golpeado) es más importante para la probabilidad de la conclusión la variedad en los
materiales con que se golpea el cobre que la mera acumulación de casos con un
mismo objeto u objetos de un mismo material.

3
Puedes emplear el mismo sistema de representación gráfica mediante diagramas de Venn
para darte cuenta visualmente de lo que se propone en estos argumentos
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También en el segundo tipo de argumento inductivo, en el que la conclusión no


es una generalización (el de los pájaros que pían), tenemos unas inferencias más
fuertes que otras. Considera el siguiente ejemplo:

Premisa: Cada año se realizan 20 ejercicios en esta clase.

Premisa: Todos estos ejercicios son similares en grado de dificultad.

Premisa: De los 19 efectuados hasta ahora todos los alumnos han fallado al
menos una pregunta.

Conclusión: Este año no habrá un solo alumno que consiga sacar bien todo un
ejercicio.

Compara este argumento inductivo con el siguiente:

Premisa: Cada año se realizan 20 ejercicios en esta clase.

Premisa: Todos estos ejercicios son similares en grado de dificultad.

Premisa: De los 5 efectuados hasta ahora todos los alumnos han fallado al
menos una pregunta.

Conclusión: Este año no habrá un solo alumno que consiga sacar bien todo un
ejercicio.

Sin duda estarás de acuerdo con que el primero tiene una base más sólida (19
de 20) que el segundo (5 de 10) para sacar idéntica conclusión. El primer argumento
es válido, porque la cantidad de ejercicios hechos ya en relación con los que faltan es
lo suficientemente grande como para no esperar ningún cambio en el resultado
obtenido hasta el momento. No así el segundo, donde faltan más de la mitad de los
ejercicios.

3.4. Validez y verdad.


Validez y verdad son dos conceptos distintos que no debemos confundir, cosa
que no es poco frecuente. Por eso es preciso dedicar un momento a reflexionar sobre
ellos.
Es cierto que ambas palabras se utilizan muchas veces como equivalentes en
el habla cotidiana. A veces, por ejemplo, oímos a alguien decir “Tu argumento no es
verdad” o “Lo que afirmas no es válido”. Pero para clarificar los razonamientos hemos
de ser más rigurosos con nuestra terminología.
La verdad, y su contrapartida la falsedad, es una propiedad de enunciados
(afirmaciones o negaciones). Así, “Hoy llueve” será verdadero o falso dependiendo de
las condiciones atmosféricas que se dan en el día en que sea pronunciado; “El oro es
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un metal precioso” es un enunciado verdadero en todos aquellos lugares y épocas en


que dicho metal así se ha considerado y “Nerón no fue un emperador romano” es falso
para toda persona que tenga mínimos conocimientos de historia occidental.
La validez, por otra parte, es una propiedad de argumentos que, como hemos
dicho depende unas veces de la forma del argumento y otras de la mayor o menor
evidencia que aportan las premisas. La validez o no validez de un argumento es
independiente de la verdad o falsedad de las premisas excepto en un caso: un
argumento deductivo válido cuyas premisas sean todas verdaderas no puede
tener una conclusión falsa.
Veamos un ejemplo de argumentos válidos con premisas o conclusión falsas.

Premisa: Todas las aves son ovíparas, (V)4

Premisa: Los canguros son aves. (F)

Conclusión: Los canguros son ovíparos. (F)

Compara la forma del anterior ejemplo con el siguiente Se trata de un


argumento no válido aunque tengan premisas y conclusión verdaderas.

Premisa: Todas las aves son ovíparas. (V)

Premisa: Los patos son ovíparos. (V)

Conclusión: Los patos son aves. (V)

3.5. Los razonamientos engañosos.


Hay un tipo de razonamientos que tienen la apariencia de corrección, pero que
no son correctos porque esconden algún error. A este tipo de argumentaciones se les
denomina falacias. Existen dos clases de falacias: formales y materiales.

Falacias formales
Son razonamientos deductivos no válidos porque su forma no es válida, sin
embargo tiene una apariencia de validez. Hay varios. Aquí estudiaremos unos
cuantos.

Falacia de la afirmación del consecuente.


Presenta este esquema:

4
La V hace alusión a la verdad de la proposición y la F a su falsedad de acuerdo al los
conocimientos sobre los asuntos tratados en cada proposición.
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Premisa: Si X entonces Y

Premisa: Y

Conclusión: por tanto, X

La falacia o el error consiste en afirmar el antecedente del condicional (X) tan


sólo porque se afirma o se da el consecuente (Y), sin pensar que este se
puede dar con otras condiciones. Por ejemplo, el siguiente razonamiento es
falaz:

Premisa: Si llueve las calles se mojan,

Premisa: Las calles están, efectivamente, mojadas

Conclusión: Por tanto, ha llovido

Es obvio que del hecho que las calles estén efectivamente mojadas no se
desprende que haya llovido. Se pueden dar otras condiciones que lo expliquen,
como por ejemplo, que alguien haya tirado un cubo del agua o por la acción de
las operaciones del servicio de limpieza de nuestro ayuntamiento.
Así pues, este razonamiento no tiene una forma válida, aunque a primera vista
pueda parecerlo.
En un razonamiento deductivo válido, la conclusión se extrae necesariamente
de las premisas, y no es el caso del ejemplo.

Falacia de la negación del antecedente.


Presenta este esquema:

Premisa: Si X, entonces Y

Premisa: No X

Conclusión: Por tanto, no Y

La falacia o el error consiste en negar el consecuente (Y) del condicional tan


sólo porque no se da el antecedente (X), sin pensar que el consecuente
también se puede dar con otras condiciones.
Por ejemplo, el razonamiento que planteamos a continuación es una falacia de
negación del antecedente:

Premisa: Si como turrón, se me estropearán los dientes

Premisa: No como turrón


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Conclusión: Por tanto, no se me estropearán los dientes.

Y lo es ya que los dientes se pueden estropear por otras razones o condiciones


como por ejemplo a causa de haber recibido un golpe en los mismos. No
podemos concluir la negación del consecuente sólo a partir de la negación del
antecedente.

Falacia de petición de principio.


La cometemos cuando la conclusión del argumento se quiere probar a partir de
premisas que a su vez se prueban, o deberían probarse, con la misma
conclusión. Por ejemplo:

Premisa: La Biblia afirma que dios existe.

Premisa: El autor de la Biblia es dios.

Conclusión: Por tanto, dios existe.

La segunda premisa contiene implícitamente la conclusión, es decir, se


pretende probarla a partir de la misma conclusión.

Falacias no formales
Son razonamientos deductivos o inductivos no válidos, aunque no por la forma.
No son válidos porque la información que proporcionan las premisas no es pertinente
para la conclusión establecida, bien porque las premisas proporcionan un soporte nulo
o escaso a la conclusión porque, de una forma u otra, se comete algún error
lingüístico.

Falacia ad hominem.
Cometemos este tipo de falacia cuando, en lugar de analizar el razonamiento y
discutir las razones que presenta, atacamos a la persona que lo sostiene (ad
hominem significa, literalmente, «contra la persona»). Por ejemplo, podríamos
afirmar:
La crítica que realiza Freud de la religión no es verdadera, porque Freud es un judío
frustrado. O bien decir:
La política económica del PP es nefasta, simplemente porque es una política de
derechas. O bien:
El señor X cree que las botellas de PVC son perjudiciales para la salud, porque el
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señor X es fabricante de botellas de vidrio, etc.


La falacia consiste, en todos los casos, en desautorizar, desprestigiar o atacar
de algún modo a la persona en lugar de analizar si son suficientemente
pertinentes las razones que alega5.

Falacia ad ignorantiam
Este otro tipo de falacia consiste en afirmar que una proposición es verdadera
sólo porque desconocemos si es falsa, como por ejemplo, afirmar que la
proposición “dios existe” es verdadera porque no hay nada demostrado en
contra.
Obviamente, la falacia también puede funcionar a la inversa: es decir, afirmar
que una proposición es falsa porque no se ha demostrado que sea verdadera.
Así, por ejemplo, afirmar que “Es falso que el tabaco provoque impotencia sexual
porque hasta ahora no existe ninguna evidencia de lo contrario”.

Falacia ad populum
Un argumento ad pupulum o sofisma populista es una falacia que implica
responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta
opinión que de ello tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí
mismo.
El lenguaje, por tanto, se emplea como instrumento de manipulación, como
recurso para persuadir y vencer. Por ejemplo, muchos productos se publicitan
acompañados por datos estadísticos sobre el grado de aceptación entre
profesionales o consumidores del mismo.
Pero ya sabemos que incidir en que la popularidad de una idea no tiene
ninguna relación con su veracidad.
Falacia ad verecundiam
Consiste en apelar indebidamente a la autoridad intelectual de alguien para
justificar alguna proposición o creencia. Por ejemplo, “Marx afirma que la religión
es el opio del pueblo. Por tanto, es seguro que la religión es el opio del pueblo”.
Cuando nos basamos en la supuesta autoridad de alguien para argumentar
nuestras conclusiones, podemos incurrir en el error de creer que con ésta hay
suficiente para considerar verdadero aquello que dice.
La apelación a la autoridad no es, sin embargo, siempre falaz, sino que

5
“Que cuantos juran por las palabras del maestro sin atender a lo que se dice, sino a quién lo
dijo, sepan que las grandes sentencias son de todos pertenecen a todos”. Séneca, Ventajas de
la vejez en Cartas morales a Lucilio.
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dependerá de si la autoridad a quien apelamos está legitimada o no6.

Falacia ad misericordiam
Esta falacia consiste en apelar a los sentimientos del oponente para
persuadirlo. Así, por ejemplo, si un padre se negara a comprarle un ciclomotor
a su hijo, éste podría apelar a la compasión del padre diciendo que va a ser el
único de su pandilla sin moto y que se va a sentir inferior, marcado, marginado
por ello. Otra forma de expresarlo, más coloquial, sería decir que esta falacia
consiste en provocar o dar pena, en hacerse el mártir —ir de víctima o incluso
chantajear emocionalmente—. Con la pena se pretende ablandar y doblegar
por vía sentimental al contrincante, cuando no puede hacerse por vía lógica,
Otro ejemplo: el paciente que no cumple los consejos que le da su médico
puede utilizar también esta falacia: “Sé que me he pasado con los datos del
colesterol y no he bajado los tres kilos que debía, pero es que estoy pasando por una
delicada situación familiar”.

Falacia de la pista falsa


Esta falacia consiste en concentrar la atención sobre aspectos secundarios o
incorrectos y extraer, por tanto, de ellos una conclusión equivocada.
Ejemplo: supongamos que un determinado gobierno elimina el servicio militar
obligatorio. La oposición, para restar mérito a la medida, podría argumentar
diciendo que la pérdida de la mili es una lástima, pues contribuía a que los
habitantes de las diferentes regiones del país se conocieran, convivieran y así
se llevaran mejor.
El argumento es evidentemente falaz. La supuesta contribución de la mili a la
cohesión interregional es, además de sumamente discutible, es un dato
absolutamente secundario (los mozos de las diferentes regiones podrían
conocerse y convivir también mediante viajes subvencionados por el gobierno).
Una forma correcta de restar méritos a la medida sería insertarla en una
coyuntura internacional: no lo ha hecho el gobierno por propia iniciativa, sino
que viene impuesto desde fuera (por disposiciones comunitarias, por la actual
distribución de bloques estratégicos, etc.).
También comete esta falacia quien culpa a las mafias de la llegada de
inmigrantes en pateras y cayucos: el verdadero problema es la miseria y el fallo
de una verdadera justicia distributiva a escala mundial.

6
O resulta verdadera nuestra respuesta a una tarea solo por el hecho de que hemos buscado
la respuesta en Wikipedia.
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Falacia de la supresión de prueba


Se incurre en esta falacia cuando al argumentar se elimina la información que
no nos beneficia o se la ofrece sesgada, es decir, dándole la interpretación que
más nos interesa.
Ejemplos: esta falacia aparece con alguna frecuencia y con gran variedad de
formas.
Así se presenta a veces con la variante que podemos llamar estadística: «los
españoles somos los que disfrutamos de mayor calidad de vida». Es evidente
que si no se nos dice más, se nos ha dicho muy poco. Se supone que cuando
tal información aparece en un periódico, se basa en algún tipo de estudio
estadístico: pero, ¿Qué criterios se han empleado? A veces se nos dan incluso
cifras: pero no se suele aclarar si son absolutas o relativas.

Falacia de la generalización precipitada


La cometemos cuando, a partir de unos pocos datos -o claramente
insuficientes-o de casos no adecuados, establecemos una generalización. Por
ejemplo, podemos decir “Los catalanes son unos desconfiados” solo porque he
conocido a unas cuantas personas que lo eran y que, además, eran catalanas.
Pero de unos pocos casos no podemos llevar a cabo una generalización. Así
también ocurre en la mayoría de las encuestas que se nos presentan en
muchos programas televisivos.
Sin embargo, no siempre que generalizamos caemos en una falacia. La
generalización se puede justificar cuando tenemos suficientes datos o nuestras
informaciones tienen entidad suficiente para ampliar nuestras afirmaciones u
otros casos no comprobados. Por ejemplo, puedo concluir que “todos los
metales se dilatan con el calor”.
Las generalizaciones inductivas por enumeración simple son de este tipo. A
pesar de todo, ya sabemos que, tratándose de generalizaciones inductivas,
corremos el riesgo de equivocarnos, porque la verdad de las premisas sólo
hace probable la verdad de la conclusión7.

7
Estamos ante los casos del falso dilema o de la pregunta compleja. En el primero de ellos el
recurso consistente en plantear una cuestión desde dos únicas alternativas posibles, casi
siempre radicalmente antagónicas, y que en la mayoría de los casos expresan de modo tácito
las creencias de quien las propone. En este sentido, se observa un maniqueísmo exacerbado.
Ejemplo: en campaña electoral todos los partidos plantean el siguiente falso dilema: «unos
votáis, o con los otros llegará el caos».
En el segundo la falacia consiste en plantear cuestiones cuyo enunciado no da la oportunidad
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Falacia de la falsa causa o post hoc, ergo propter hoc


Esta otra falacia consiste en afirmar que un fenómeno es causa de otro
simplemente por el hecho de ser anterior a éste cronológicamente (después de
esto, por tanto, a causa de esto).
La falacia consiste en confundir la prioridad temporal con la causalidad. Por
ejemplo: “Después de tomar las pastillas para el dolor de cabeza, contraje la
hepatitis. Por tanto, las pastillas han sido la causa de la enfermedad”.
Podría ser que las pastillas en cuestión tuviesen un componente que causara
la hepatitis. Esto no lo debemos descartan pero no podemos afirmar que
hemos contraído la hepatitis sólo por el hecho de haber tomado antes las
pastillas8.

Falacia de la ambigüedad
Se trata de emplear términos que pueden tener más de un significado. Hay
muchas palabras que tienen más de un significado (polisémicas) y también hay
enunciados que se prestan a más de una interpretación. Cuando por el
contexto no es posible determinar el significado de una palabra o de una
oración, decimos que aquella palabra u oración se está empleando con
ambigüedad.
Por ejemplo, en la frase “No me gustan los bancos”, la palabra “banco” se está
usando ambiguamente. En el enunciado “El juez condenó a Perico Baranda por el
delito de haber estafado a su hermano ”, la ambigüedad afecta a toda la frase,
porque, por el contexto no sabemos si la persona estafada era hermana del
juez o del condenado.
La ambigüedad en el uso de las palabras y oraciones se puede evitar
ampliando el contexto lingüístico. Por ejemplo, en la frase “no me gustan los
bancos, prefiero las cajas de ahorro”, ha desaparecido la ambigüedad ampliando
el contexto lingüístico. La ambigüedad sintáctica del otro ejemplo se evita con
una nueva redacción: “Perico Baranda ha sido condenado por el delito de haber
estafado a la hermana del juez encargado del caso”.
Si trasladamos la ambigüedad de las palabras o de los enunciados al terreno

al interrogado de poder manifestar su punto de vista, pues éstas presuponen ya la solución —


que suele ser la que desea el que pregunta.
Ejemplo: ¿Sigue siendo tu hijo tan hiperactivo? Si se responde no, resulta que ya no lo es, pero
que lo fue. Si se responde sí, es que lo fue y lo sigue siendo.
8
Acuérdate de que correlación y causalidad no son términos sinónimos.
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de los argumentos, podemos llegar a conclusiones falsas partiendo de


premisas verdaderas, aunque empleemos un razonamiento formalmente
correcto. Por ejemplo: “Los hombres y las mujeres no son iguales. La justicia debe
respetar las diferencias. Por tanto, la justicia debe tratar de modo desigual a los
hombres y a las mujeres”. El razonamiento es formalmente correcto, pero caemos
en la trampa de la ambigüedad. La falacia se basa en confundir la desigualdad
biológica (que es innegable) con la desigualdad jurídica (que es injustificable).

Falacia de la vaguedad
Se trata de emplear términos con significado poco preciso o mal delimitado.
Muchas palabras se pueden usar con grandes dosis de imprecisión, lo que
produce un alto grado de indeterminación en la comunicación ordinaria. Por
ejemplo, decimos “Había mucha gente en el partido” o “Raúl va a poca velocidad”.
En estos enunciados las palabras mucha y poca se emplean vagamente y,
aunque ampliemos y precisemos el contexto lingüístico, el significado de estas
palabras difícilmente quedará delimitado con exactitud.
La imprecisión aplicada a los argumentos nos puede llevar a conclusiones
equivocadas. Esto puede suceder cuando, en las premisas alguna palabra se
usa vagamente. De este modo, si decimos que “Raúl va a poca velocidad y que
Concha va a muy poca velocidad”, sería lógico afirmar que “Raúl es más rápido que
Concha”.
Sin embargo, nos equivocamos, porque Raúl se desplaza a 30 km/h (y
decimos que va a poca velocidad porque ayer iba a 60 km/h) y Concha va a 40
km/h (y decimos que va a muy poca velocidad porque ayer iba a 120 km/h). De
hecho, pues, Concha va más rápido que Raúl.
Para concluir, reiteremos que las falacias, en definitiva, son errores que se
cometen al razonan. Su existencia nos demuestra que el uso de la razón
no implica necesariamente que la usemos correctamente, ni que la razón
sea ninguna garantía de conocimiento ni de la racionalidad de nuestras
creencias. Las falacias representan un uso erróneo o, mejor aún, un
abuso de la razón.

3.6. Distorsiones psicológicas vinculadas a las falacias.


La falacia constituye una distorsión de la realidad, ya que no presenta las
cosas como realmente son. La comisión continua de falacias hace perder el sentido de
la realidad. En Psicología, la pérdida del sentido de la realidad equivale a un
desequilibrio mental. La depresión, que los expertos consideran, por su extensión en
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 33 de 82

las sociedades modernas, una especie de resfriado psíquico, suele ser consecuencia
de una visión distorsionada de lo que nos rodea.
El hecho curioso, que vincula lógica con Psicología, es que este pensamiento
negativo consiste en distorsiones, en visiones deformadas de la realidad que son el
resultado de la aplicación inconsciente de numerosas falacias. Los psicólogos las
denominan distorsiones cognitivas, pero su naturaleza falaz es evidente, Veamos
algunas de ellas:
● Pensamiento todo-o-nada: se ve el mundo en blanco y negro, sin matices, sin
término medio: «triunfo o fracaso», «Me quieren o me odian», «lo hago muy
bien o muy mal», Esta distorsión encierra las dos modalidades básicas de la
falacia: la inducción temeraria o indebida y la información insuficiente. Se
detectan también rastros del falso dilema. La no matización, el pasar de un
extremo a otro no es mentalmente saludable,
● Generalización excesiva: como me ha salido una cosa mal, todo lo que venga
después me va a salir también mal. La inducción temeraria resulta aquí muy
clara.
● Filtro mental: me quedo con lo negativo y dejo pasar lo bueno, con frecuencia
lo negativo es anecdótico. No es importante haber sacado las mejores notas de
mi clase, lo verdaderamente importante es que Jenny no quiere venir conmigo
al cine. Se trata de una variante clara de pista falsa.
● Descalificación de lo positivo: en lo positivo sólo veo lo malo. Si me elogian,
no es que valga, es que me están adulando, Aquí se mezclan la pista falsa con
la supresión de prueba.
● Conclusiones apresuradas: del malhumor del compañero de trabajo, de su
trato abrupto hoy conmigo, deduzco que tiene algo contra mí y no lo que
realmente le pasa: que tiene un terrible dolor de cabeza. Estamos ante un
evidente non sequitur
● Magnificación y minimización: magnifico lo malo que me pasa y minimizo lo
bueno. Es gravísimo que el director haya sido hoy agrio conmigo y no tiene
importancia alguna que lleve todo el mes elogiando mi trabajo. Aquí se
mezclan la pista falsa con la supresión de prueba.
● Razonamiento emocional: la verdad está en los sentimientos, no cuenta la
razón, si me siento inútil es que soy inútil. No cuenta que mi sentimiento
proceda de que he tenido un mal día, de que estoy cansado, etc. Aquí
prepondera la falacia ad misericordiam auxiliada por un non sequitur
● Etiquetación: a las personas y las cosas hay que ponerles etiquetas,
normalmente negativas, para que todo esté claro: el vecino es un ruidoso, el
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 34 de 82

colega de trabajo un envidioso, mi mejor amigo un traidor. En todos estos


casos suprimo prueba, me quedo con la pista falsa y mi visión de la realidad
acaba siendo una caricatura.
● Falacia del reguero de pólvora: todo el mundo es igual, de manera que si
hago algo mal y alguien deja de quererme, se correrá rápido la voz y al final no
me querrá nadie, La inducción temeraria es aquí más que evidente.
● Falacia del foco: todo lo que hago de cara al público ocurre como en un
escenario, de manera que si no hago cosas absolutamente extraordinarias, no
gustaré y acabarán despreciándome. Mezcla de inducción temeraria, pista
falsa y supresión de prueba.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 35 de 82

4. El lenguaje formal.

4.1. Definición de lenguaje formal.


Se denomina Lenguaje formal al lenguaje artificial que utiliza una tabla de
símbolos formales- formas que carecen de significado fijo- y cuyas reglas sintácticas
poseen la operatividad y eficacia del cálculo. La lógica y la matemática son lenguajes
formales.

4.2. Símbolos y reglas en un lenguaje formal.


Una tabla de símbolos formales es el conjunto de signos - constantes y
variables- que utiliza un determinado lenguaje formal.
La tabla de símbolos formales se establece por convenio y contiene tantos
símbolos como sean necesarios para operar en el lenguaje artificial que se trate.
Las variables son signos que carecen de significado fijo - como su nom-bre
indica, su sentido es variable- y, en consecuencia, pueden recibir un sur-tido ilimitado
de contenidos: podemos establecer correspondencias entre tales símbolos, por una
parte, y objetos o procesos de la realidad, por otra.
En matemáticas, los números pueden utilizarse para contabilizar caballos,
conjuntos, ángulos o conceptos, pero jamás diremos del número “3” que se refiere
exclusivamente a los caballos, los globos, etc.
En lógica proposicional, el símbolo “p” puede traducir cualquier enunciado
afirma­tivo como “París es una ciudad” o “Cada día hace más calor”- pero siempre y
cuando aparezcan en procesos distintos de trabajo; de lo contrario, o sea, cuando
aparezcan en un mismo problema tendrán que representarse por variables distintas.
Es lo mismo que ocurre en matemáticas cuando se trabaja en un mismo problema con
varias incógnitas( “x”,”y”...)-.
Los símbolos variables constituyen el vocabulario primitivo del lenguaje formal.
Las constantes son signos con un sentido fijo que sirven para enlazar entre sí
los símbolos del vocabulario primitivo. En los lenguajes formales, los símbolos
constantes se llaman también operadores.
En matemáticas, los signos de sumar, restar o dividir son símbolos constantes
u operadores.

En lógica, el disyuntor “V” o el condicionador “→”, son signos operadores que

enlazan unas variables con otras.


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 36 de 82

Todo lenguaje formal se sirve de dos tipos de reglas: las reglas de formación
de fórmulas y las reglas de transformación de fórmulas.
Se denominan reglas de formación de fórmulas a las que establecen los
criterios para combinar correctamente los símbolos formales.
En matemáticas, la expresión “(3 + 4)* 7” es una fórmula bien formada en el
cálculo de los números naturales, pero es no ocurre con “(3 + *4)* +7”.

En lógica, la expresión “(p V q)→r” es también una fórmula bien formada; pero

no ocurre lo mismo con “(p V q)r”


Se denominan reglas de transformación de fórmulas a las que permiten
operar con fórmulas dentro del cálculo, esto es, pasar de una fórmula a otra.
En matemáticas, podemos transformar la expresión “(3 + 4)* 7” a otra que le
sea equivalente, por ejemplo “49” o “45 + 4” o “50 – 1” y que se utilizan según
convenga en cada caso.
En lógica también podemos pasar de unas expresiones a otras aplicando las
reglas de transformación que más adelante estudiaremos. Por ejemplo, podemos

transformar, si así nos interesa, la fórmula “A V B» en “¬(¬A ∧¬ B)” mediante una regla

de definición.

4.3. El cálculo: definición y características.


Calcular es realizar las operaciones necesarias para determinar un valor
conociendo su relación con otros ya dados.
Las reglas de un lenguaje formal son operativas y eficaces por tres razones
fundamentales:
● Porque mediante tales reglas siempre podemos saber si una fórmula pertenece
o no a su lenguaje.
● Porque mediante las reglas podemos obtener todas las fórmulas váli-das
dentro de un sistema formal determinado.
● Porque de su aplicación estricta es imposible deducir, en el lenguaje que se
trate una fórmula y su negación.

4.4 ¿Qué es la lógica?


La lógica puede definirse como la teoría de las condiciones del razonamiento
formalmente válido.
La lógica es un lenguaje formal porque dispone de una tabla de símbolos
formales -constantes y variables-, de unas reglas de formación de fórmulas que
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 37 de 82

legitiman la combinación de símbolos y de unas reglas de transformación de fórmulas


que permiten operar con ellas con la eficacia de un cálculo.
Dado que estas características también las posee la geometría, la aritmética,
las formalizaciones de la física, etc., conviene recordar de nuevo el objeto de la lógica,
con el fin de distinguirla de otros lenguajes formales: la lógica se ocupa de la validez
de los argumentos independientemente de su contenido. En consecuencia, serán
sistemas lógicos aquellos que son aplicables al razonamiento con independencia de
su contenido.

5. La lógica proposicional.
La lógica proposicional o de enunciados es el apartado más elemental y
básico de la lógica. Es el más elemental porque es el más sencillo; es el apartado
básico porque sirve de fundamento al resto del edificio de la lógica clásica.
La lógica proposicional trata de la validez formal de los razonamientos donde
las premisas y la conclusión son proposiciones -enunciados- tomados en bloque, esto
es, sin analizar.
Un enunciado es tomado en bloque cuando se prescinde de los elementos que
lo integran y pasa a ser considerado como un todo - una unidad lingüística-.
El enunciado “Todos los hombres son mortales”, desde el punto de vista de la lógica
de predicados sufriría la siguiente interpretación simbólica:

∀x (Px→Qx)

Que se leería: Para todos los casos de x, si x tiene la propiedad de ser un hombre (Px),
entonces x tiene la propiedad de ser mortal (Qx)).
Observa que la simbolización atiende a la estructura interna del enunciado.
En cambio, si tomamos el enunciado en bloque prescindimos de analizar su
estructura interna y lo simbolizamos con una consonante como “p”, “q”, etc. Así
tendríamos como ejemplos de proposiciones que aparecen en un mismo asunto a
resolver:
“Todos los hombres son mortales” sería p.
“Nadie conoce el verdadero significado de la vida” sería q.
“Camine la sana razón por la senda iniciada por los sentidos” sería r.
Que aparecen simbolizadas por tres diferentes consonantes porque resultan
tres enunciados diferentes (lo mismo ocurre cuando en un problema de matemáticas
tenemos que dar distintos nombres a las variables manejadas si hablamos, por
ejemplo, de un sistema de ecuaciones con dos incógnitas)
Frente a la ventaja de su sencillez, tenemos que la lógica proposicional se
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 38 de 82

limita a analizar y estudiar sistemáticamente aquellos razonamientos cuya validez no


depende de la estructura interna de sus enunciados.
La lógica proposicional establece las combinaciones válidas de enunciados
simples - atómicos - y compuestos –moleculares- en argumentos cuya validez queda
determinada por las reglas de deducción.
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6. La lógica de proposiciones como lenguaje formal.

6.1 Definición.
Formalizar un lenguaje es convertirlo en un cálculo, esto es, en un
procedimiento deductivo que consta de símbolos, fórmulas (combinaciones de
símbolos) y reglas operativas.
La lógica de proposiciones será un cálculo formal de las relaciones de
inferencia entre enunciados sin analizar, cuando:
● Se provea de un lenguaje artificial (vocabulario primitivo y operadores).
● Defina el uso o aplicación de los operadores con objeto de establecer la noción
de fórmula (enunciado bien formado o – de modo abreviado- ebf).
● Estipule las relaciones de deducción entre enunciados mediante reglas de
inferencia (razonamientos válidos).

6.2 Vocabulario, operadores y expresiones bien formadas.


La tabla de símbolos utilizada por la lógica proposicional consta de:
● Variables o letras enunciativas: se corresponden con las letras consonantes
del alfabeto, en minúscula, a partir de la “m”: “m”, “n”, “p”, “q”, “r”, etc., con un
subíndice si es preciso como, por ejemplo, “p1”, “p2”, “p3”9.
Se denominan letras enunciativas porque sirven para simbolizar enunciados.
Así, “Llueve” podría simbolizarse “p”.
Se denominan variables porque su contenido varía; por definición pueden
representar cualquier enunciado.
● Constantes u operadores: son signos que denotan relaciones u operaciones
lógicas y sirven para establecer conexiones -de ahí que se denominen también
conectores o conectivas- entre enunciados.
Se denominan constantes lógicas porque su sentido es fijo -no varía- al denotar
relaciones lógicas.
Las conectivas más comunes de la lógica proposicional son de dos tipos:
monádicas - porque se aplican a un solo enunciado- y diádicas -porque se
aplican a dos enunciados-.

9
Tenemos que advertir que el uso de la “v” genera confusiones por su parecido con el
disyuntor u operador disyuntivo. Por ello recomendamos que no se emplee esta consonante.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 40 de 82

De entre las conectivas monádicas, la más usual es el negador (¬) que

equivale a la negación del lenguaje natural.

De entre las conectivas diádicas, las más usuales son: el conjuntor (∧) que

se corresponde con la conjunción “y” del lenguaje natural; el disyuntor (V) que
se corresponde con el uso inclusivo de la disyunción “o” del lenguaje natural; el

condicionador (→) que equivale a la expresión “si... entonces” y el

bicondicionador (↔) que corresponde a la expresión “si y sólo si” del lenguaje

natural.
● Signos auxiliares: paréntesis, corchetes y llaves, usados para la formalización
de enunciados complejos y argumentos con varias premisas.

En el cálculo lógico, una fórmula es toda expresión bien hecha o ebf, esto es,
formada según reglas previamente establecidas.

Ejemplos de fórmulas del lenguaje de la lógica proposicional son: “p”, “r”, “¬r ∨

p”, “(p ∨ q) → (r V s)”.

Reglas de formación de fórmulas


Las reglas de formación de fórmulas determinan, en primer lugar, qué
símbolos sirven para representar los enunciados simples o fórmulas atómicas.
Además, y en relación con los enunciados compuestos o fórmulas moleculares,
determinan, mediante definiciones de uso o sintácticas, la forma de operar de las
conectivas.

Por ejemplo, establecen que si “A” y “B” son fórmulas y ««↔» un operador,

podemos relacionarlas en la expresión “A↔B”, que será, a su vez, una fórmula bien

formada del cálculo.

Definición sintáctica de las conectivas:

● Definición del negador (¬)


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 41 de 82

Es el símbolo conector que aplicado a una fórmula «A» da como resultado la

expresión «¬A».

Se lee: “no”, “no es cierto que”, “no es el caso que”, etc. Equivale al sentido
dado en el lenguaje natural a la conjunción negativa “no”.

● Definición del conjuntor (∧)

Es el conector que aplicado a dos fórmulas “A” y “B” da como resultado la

expresión “A ∧ B”.

Se lee: “y”. Equivale al sentido dado en el lenguaje natural a la conjunción


copulativa “y”, pero también se deben interpretar así nuestro “pero”, las
enumeraciones, las oraciones redactadas con separación de comas (“llegué,
ví, vencí”) y los puntos gramaticales.
● Definición del disyuntor (V)

Es el conector que aplicado a dos fórmulas “A” y “B” da como resultado la

expresión “A ∨ B”.

Se lee: “o”. El disyuntor equivale en el lenguaje natural al sentido inclusivo de la


disyunción “o”. Semejantes son las expresiones “o…o….”, “o bien… o bien…” y
similares.

● Definición del condicionador (→)

Es el conector que aplicado a dos fórmulas “A” y “B” da como resultado la

expresión “A→B”.

Se lee: “si. .... entonces…”. Se emplea para expresar condiciones suficientes10.


La expresión que antecede al condicionador se denomina antecedente, y la
que le sucede, consecuente o consiguiente.
Similares son expresiones donde la palabra “entonces” está implícita, del estilo
de “ si llueve, la ropa tendida se mojará”. Más convencional es su equivalencia
a expresiones del estilo “si…, por tanto…”, o “si .., en consecuencia…”.

● Definición del bicondicionador (↔)

Es el símbolo conector que aplicado a dos fórmulas “A” y “B” da como

resultado la expresión “A↔B”.

10
Para profundizar sobre condiciones suficientes:
http://jimenafilosofia.blogspot.com.es/2012/05/condicion-necesaria-y-
condicion.html
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 42 de 82

Se lee: “si y sólo si”, “cuando y solamente cuando”, “equivale”, etc. Suele
emplearse para establecer equivalencias y definiciones y para expresar
condiciones necesarias y suficientes11.

6.3. Las reglas de formación de fórmulas.


Para comprobar si una expresión es una fórmula bien formada o fbf o ebf
del cálculo basta que cumpla las condiciones estipuladas por las reglas de formación.
Para el cálculo proposicional son las siguientes:
1. Una letra enunciativa (con o sin subíndice) es una fórmula bien formada. Ej.
“p”, “r”, “q3”,

2. Si “A” es una fórmula, “¬A” también lo es. Ej. «¬p».

3. Si “A” y “B” son fórmulas, “A ∧ B”, “A ∨ B”, “A→B” y “A↔B” también lo son. Ej. “p

∧ q”, “p ∨q”, “¬p→ (r → s)”, “p ↔ q”.

4. Ninguna expresión es una fórmula del cálculo proposicional sino en virtud de


las anteriores.

11
El antecedente de un condicional expresa las condiciones suficientes para que suceda lo
afirmado en el consecuente: basta que ocurra el hecho indicado en el antecedente para que
tenga lugar lo descrito en el consecuente. Así, en el ejemplo “El hecho de que Argentina
exporta software implica que exporta tecnología Informática”, que Argentina exporte software
es condición suficiente para afirmar que exporta tecnología informática.
El consecuente de un condicional expresa condiciones necesarias del antecedente. Toda vez
que ocurra lo indicado en el antecedente, entonces necesariamente sucederá lo descrito en el
consecuente. En el ejemplo anterior, el hecho de que Argentina exporte tecnología informática
es condición necesaria para que exporte software.
De http://www.econ.uba.ar/www/departamentos/humanidades/plan97/logica/Legris/apuntes/APC-LL.pdf
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 43 de 82

7. La operativa en la lógica proposicional:


Simbolización.
7.1. Definición.
Simbolizar un lenguaje es una operación consistente en sustituir -traducir- los
signos de ese lenguaje por símbolos - esto es, por los símbolos del cálculo
proposicional, en nuestro caso- de tal modo que a cada objeto perteneciente al
universo del discurso de las relaciones de inferencia entre enunciados, corresponda
uno y sólo un símbolo lógico, y a cada símbolo lógico uno y sólo un objeto del discurso
(este tipo de correspondencia se denomina biunívoca y su uso viene a garantizar la
univocidad de la interpretación).

7.2. Reglas de simbolización.


Regla de simbolización I
Cada uno de los enunciados simples del lenguaje natural se sustituirá por
variables proposicionales simbolizadas mediante las letras minúsculas: “m”,
“n”, “o”, “p”, “q”, “r”, etc., con subíndices, si fuera preciso.
Así:
■ Ludovico es un buen estudiante sería: p.
■ 7 es un número primo sería: q
■ Quizá lo mejor sea ver todo esto con un ejemplo sería: r
■ Llueve sería: s

Regla de simbolización II

Las expresiones del lenguaje natural tales como «no», «no es cierto», «no es el

caso que», «es falso», “no es posible”, “es imposible”, etc., se sustituirán por el

símbolo “¬”.

Así:

■ No la volví a ver más sería: ¬p

■ No es cierto que Platón recibiera el premio Nobel sería: ¬q


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■ No es verdad que no te conozca sería: ¬¬r.

Regla de simbolización III

Las expresiones del lenguaje natural tales como “y”, “ni”, “pero”, “que”, “e”,

“mas”, etc., se sustituirán por el símbolo “∧”.

Así:

■ Pasaba arrolladora en su hermosura y el paso le deje sería: p ∧ q

■ Simónides juraba pero evitaba blasfemar sería: p ∧ ¬q

■ No es cierto que me escuches y no hables sería: ¬ (p ∧ ¬q)

Regla de simbolización IV

Las expresiones del lenguaje natural tales como “o”, “o...o...”, “bien...bien... “, “ya.

..ya...”, etc., se sustituirán por el símbolo “∨”.

Así,
■ O cierras la puerta o pillaré un resfriado sería: p V q

■ O te callas o no te escucho sería: p V ¬q

■ O no viene tu nombre en la guía telefónica o he olvidado el alfabeto

sería: ¬r V s

Regla de simbolización V

Las expresiones del lenguaje natural tales como: “si... entonces”, “...luego... . .”, “..

por tanto...”, “..., en consecuencia...”, “cuando”, “con tal que”, “...se infiere...”, “...se

deduce...”, “...se deriva...”, “...se demuestra...”, etc., se sustituirán por el símbolo

«→».

Así,

■ Si Juan pierde el autobús, llegará tarde sería: p →q

■ Como me inviten, iré sería: r→s

■ Si hoy no es lunes, mañana no será martes sería: ¬t→¬w.


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Regla de simbolización VI

Las expresiones del lenguaje natural tales como: “… si y sólo si...”, “...equivale a

...”, “...es igual a...”, “...vale por...”, “...es lo mismo que...”, etc., se sustituirán por el

símbolo «↔».

Así,

■ Un pueblo es democrático si y sólo si hay elecciones libres sería: p↔q

■ Sólo en el supuesto de que tú no la hayas matado, quedarás libre sería:

¬r↔s

■ Podrás entrar en la comunidad sólo si eres vegetariano y no practicas el

amor libre sería p↔ (m ∧ ¬n).

7.3. Normas para el uso de signos auxiliares.


En los ejemplos que hemos venido proponiendo con anterioridad ya hemos
manejado los signos auxiliares. Las normas que rigen su uso son:
● Norma 1. No se utilizará el paréntesis en aquellos casos en que los conectores
afecten a enunciados simples o atómicos.
Ej.:p
● Norma 2. Se utilizará el paréntesis cuando el conector afecte a toda una
conjunción, disyunción, condicional o bicondicional.
Ej.: ¬(p V q); p→(r ∧ s).

● Norma 3 Se utilizará el paréntesis en las expresiones conjuntivas y disyuntivas


precedidas o seguidas de un condicionador o bicondicionador.
Ej.: en lugar de p∧ q→r tendremos que poner (p∧ q)→r.

● Norma 4. Se utilizará el paréntesis en las expresiones en las que nos interese


precisar la dominancia del conector, o bien porque los conectores posean la
misma dominancia - como en el caso del conjuntor y del disyuntor que son
idempotentes - o bien porque el sentido de la expresión exige la alteración de
la dominancia de las conectivas fuertes -el condicionador y el bicondicionador
son las conectivas de mayor extensión o dominancia-.
Ej.: Ante la imprecisión de “m ∨ n ∧ p” con el uso de paréntesis podemos
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 46 de 82

obtener o una disyunción dominante “m ∨ (n ∧ p)” o una conjunción dominante

“(m V n) ∧ p”. Todo dependerá de lo que se quiera simbolizar; para el primer

caso sería “o bien como (m) o bien duermo (n) y descanso (p)”, mientras que
para el segundo la lectura sería “o como (m) o duermo(n) y descanso(p)”.

8. La operativa en la lógica proposicional: tablas de


verdad.
PARA ABRIR BOCA
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En la lógica proposicional es posible determinar los valores de verdad de una


fórmula dada mediante un procedimiento sencillo denominado cálculo de matrices o
tablas de verdad. La utilización de matrices o tablas sirve para hallar las
combinaciones posibles, y sus resultados, de los valores de verdad de cualquier
fórmula de la lógica proposicional.
Toda tabla de verdad consta de dos tipos de columnas: la(s) columna(s) de la
izquierda - la llamaremos de referencia- en donde se consignarán todas las posibles
combinaciones de los valores de verdad y falsedad de las letras o variables
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 48 de 82

proposiconales, y la(s) columna(s) de la derecha que contiene los valores de verdad


de las partes y del conjunto presentes en la fórmula.
Para los conectores que hemos contemplado los valores de sus combinaciones
serían:

Columnas de Columnas de las combinaciones


referencia

VARIABLES OPERADORES

p q negación conjunción disyunción condicional12 bicondicional

113 1 0 1 1 1 1

1 0 0 0 1 0 0

0 1 1 0 1 1 0

0 0 1 0 0 1 1

Normas para la elaboración de una tabla.


El número de combinaciones posibles a considerar es de 2 n donde “n” es
el número de variables que entran en juego (ej. si se tratara de tres, las
combinaciones posibles serían 8).
Para contemplar todas las posibles combinaciones de valores y no
olvidar ninguna, la técnica más útil es dar valores a las columnas de referencia
yendo de derecha a izquierda. En la más próxima a la derecha se alternará los
1 con los 0 , en la siguiente se duplicará esa alternancia, o sea, tendremos que
alternar dos 1 con dos 0; en la tercera se duplicará la anterior, así, se

12
Condición suficiente, pero no necesaria. “Si llueve, las calles estarán mojadas”
13
Los 1 representan el valor verdadero y los 0 el de falsedad. De ahí que puedan ser
sustituidos por V o F respectivamente.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 49 de 82

alternarán cuatro 1 con cuatro 0 y así sucesivamente (ver ejemplo tratado).


A la hora de realizar la tabla de cualquier fórmula, siempre hay que
proceder de lo más simple a lo más complejo, o sea, lo primero a realizar son
los valores de las conexiones cuyos operadores tengan menos extensión e ir
progresando hacía los que tienen más extensión (atendiendo simpre a los
signos auxiliares).

Por ejemplo, si tenemos la siguiente fórmula:

[(¬p V ¬q) ∧ (¬s →p) ∧ (¬q→¬s)] → p

El orden de construcción de la tabla sería (mirar recuadro inferior a medida que se leen los
pasos):
1. Realizar todas las combinaciones posibles de las variables: Para cualquier caso la
fórmula sería 2n, siendo “n” el número de variables.
2. Contemplar las negaciones de las variables simples
3. Realizar por separado cada uno de los tres bloques que constituyen el antecedente.
4. Realizar la de la conjunción que los une y
5. Hacer la del anterior resultado con el consecuente.
6. Nos encontraremos entonces con:
7. En la última columna de la derecha (sombreada) sale el resultado. Sólo puede haber
tres casos: tautología (todo 1: la fórmula siempre será verdadera). Contradicción
(todo 0: será siempre falsa). Indeterminación (0 y 1: a veces será verdad y otras no,
dependiendo de la combinación de valores).

8. Se dice que dos fórmulas, X e Y, son equivalentes cuando tienen la misma tabla de

verdad. Entonces, X ↔Y
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 50 de 82

Las tablas de verdad se usan como métodos para determinar la validez de un


razonamiento.
a. Aquellas expresiones bien formadas donde se de la siguiente estructura:
[ X ∧ Y ∧ Z…] → Z son razonamientos.

b. Donde X, Y… son las premisas y Z es la conclusión.


c. Un razonamiento es válido si es imposible que siendo las premisas
verdaderas, la conclusión sea falsa.
El procedimiento a seguir sería el de elaborar la tabla de verdad, una vez
considerados las combinaciones posibles de valores, considerando que el
razonamiento es una contradicción. Si viéramos que con tal exigencia no se cae en
ningún momento de la reconstrucción de la tabla en la necesidad de que una valor de
cualquier columna tuviera que ser al mismo tiempo verdadero y falso, entonces
estaríamos ante un razonamiento inválido. En caso contrario, sería válido.
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8. La operativa en la lógica proposicional: el cálculo de


deducción natural.
La deducción es una operación lógica que consiste en obtener un enunciado -
conclusión- a partir de otro(s) -premisa(s)- mediante la aplicación de reglas de
inferencia. (Decimos que alguien infiere -o deduce- “t” de “r” si acepta que si se da “r”,
entonces se da “t”).
Los humanos, en nuestra vida diaria, utilizamos constantemente el
razonamiento deductivo: partimos de enunciados empíricos -supuestamente
verdaderos- para concluir en otro enunciado que se deriva de aquellos.
En secciones anteriores hemos tratado de la simbolización de enunciados y de
la construcción de fórmulas. Ahora vamos a introducir las reglas de inferencia que nos
permiten operar con las fórmulas, organizando cadenas deductivas formalmente
válidas.
Una cadena deductiva es una secuencia finita de enunciados de los cuales
uno, la conclusión, se sigue necesariamente de los anteriores. Cada enunciado que
forma parte de una determinada cadena deductiva, constituye una línea de derivación.
Hay que advertir que antes de desarrollar el proceso de cálculo de deducción natural
resulta necesario establecer la validez de la argumentación que se nos presenta, o
sea, la coherencia existente entre premisas y conclusión a la que se ha de llegar.
Recordemos, el principio básico: si las premisas son verdaderas, la conclusión
necesariamente lo es o, lo que es lo mismo, no puede darse el caso de que el
antecedente en su conjunto sea cierto mientras que la conclusión sea falsa.
En la estructuración de estas líneas de estructuración tenemos que tener
presente que:
● Las distintas líneas de derivación se colocarán una debajo de otra, numeradas
correlativamente a partir del uno.
● Las líneas correspondientes a las premisas iniciales irán provistas de un guión
que precederá al número que tengan asignado. (o acompañadas de la letra p,
inicial de premisa)
● Si la línea corresponde a una fórmula inferida, se indicará a su derecha la regla
aplicada y las premisas utilizadas en la operación.
Por ejemplo:

┤ q
-1 p→q
-2
p
3
q MPP 1, 2
● Las líneas 1 y 2 van precedidas de un guión, lo cual indica que se se trata de
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 52 de 82

premisas iniciales.
● La línea 3, que es la conclusión inferida, se ha obtenido aplicando la regla
Modus Ponens sobre las fórmulas dadas en las líneas 1 y 2.

Pero ¿De qué manera puede obtenerse la conclusión?


La conclusión puede obtenerse directamente aplicando reglas de inferencia
sobre las premisas iniciales.
Por ejemplo:

┤ r V n
-1 p→(rVn)
-2
-3 m→p
4 m
5 p MPP 2, 3
r V n MPP 1, 4

Pero cuando en el desarrollo de la derivación es necesario utilizar premisas


adicionales (supuestos no contemplados en las premisas dadas), decimos que la
derivación es subordinada, esto es, la obtención de la conclusión se subordina a la
utilización de tales supuestos.
En este segundo caso tenemos que tener en cuenta que:

● Las líneas de derivación que introducen provisionalmente supuestos no

contemplados en las premisas iniciales, deberán llevar una señal en escuadra

mirando hacia abajo (⌈). Donde el significado de dicha señal es: supóngase por

el momento...
● Los supuestos provisionales deberán ser cancelados- cerrados- antes de
establecer la conclusión. Un supuesto provisional queda cancelado cuando, en
una línea posterior de dicha derivación, se obtiene una fórmula tal que permite
la deducción inmediata de otra fórmula que es independiente del referido

supuesto. La cancelación de un supuesto se expresa cerrando la escuadra (⌊).

En caso de que la conclusión no pueda obtenerse por los métodos ya


reseñados, recurriremos a la derivación indirecta o reducción al absurdo.

La reducción al absurdo consiste en suponer como premisa provisional la

negación de la fórmula que se pretende demostrar y obtener, mediante este supuesto,


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 53 de 82

una contradicción (A ∧ A). La consecuencia lógica será la negación del supuesto, esto

es, la afirmación de la conclusión deseada.

La reducción al absurdo se fundamenta en el principio lógico que excluye

aquellas hipótesis de las que pueda derivarse una contradicción. Si de un enunciado (m)

se sigue una contradicción (r ∧ r, por ejemplo), el enunciado debe ser rechazado.

En este sentido es importante tener presente que:


● Las líneas de derivación que introducen el supuesto (la negación de la
conclusión) y la contradicción obtenida, observarán las condiciones relativas a
los supuestos provisionales y a la cancelación de los mismos que ya hemos
comentado para el caso de la derivación subordinada.
● Todo supuesto provisional y toda fórmula que de aquél se derive y quede
incluida entre ambas escuadras una vez el supuesto se ha cancelado, no podrá
volver a utilizarse como elemento de nuevas inferencias.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 54 de 82

Las reglas de inferencias más comunes son las que te presentamos en este
cuadro

NOTA
Si la línea horizontal entre la fórmula inicial y la derivada es un trazo grueso
será que la operación es irreversible, sólo se da en el sentido descendente;
mientras que si son dos líneas paralelas la operación es reversible, o sea, la
operación puede realizarse de forma descendente o descendente según
convenga.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 55 de 82
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 56 de 82

9. Apéndice: una introducción a la lógica de clases.


“Clase” es el término que en lógica corresponde al término matemático
“conjunto’”. Una clase es una colección de objetos cualesquiera, aunque se prescinde
de la naturaleza concreta de esos objetos y de su existencia o inexistencia. Por el
contrario, la idea de conjunto implica la existencia de esos objetos. Tal como se
entiende generalmente la lógica de clases, no tiene demasiado interés distinguirla de
la teoría de conjuntos.
Una misma clase puede ser definida de dos maneras: 1) por intensión, que
consiste en expresar la propiedad o propiedades que poseen sus elementos: 2) por
extensión, que consiste en enumerar todos sus elementos.
Así, la clase A puede ser definida por intensión: A son números pares iguales o
menores que 11, y por extensión como A= { 2, 4, 6, 8, 10}. La definición extensional
obviamente no sirve para clases que incluyan un número infinito o ilimitado de
miembros.

El enunciado “’todos los hombres son mortales” puede ser simbolizado


mediante una sola letra: p, tal y como hemos visto en el cálculo de proposiciones si
consideramos el enunciado como un bloque y no entramos a analizar su estructura
interna. Sin embargo, si consideramos este enunciado no de manera global sino en
función de su estructura interna, podemos simbolizarlo de manera diferente.
Si empleamos las letras H (que representaría una clase) para designar al
conjunto formado por todos los hombres, y M para el conjunto formardo por todos los

mortales, el enunciado podría formalizarse de la siguiente manera: H ⊂ M, y se leería:

“la clase de los hombres está incluida en la clase de los mortales”, o “la clase de los
hombres es una subclase de la clase de los mortales” (decir lo contrario no sería
correcto).
Si en el cálculo de proposiciones nos referíamos a operaciones entre
proposiciones, ahora lo haríamos de operaciones entre clases. El álgebra o cálculo de
clases es, pues, una reinterpretación de la lógica de proposiciones.
Hay dos clases que merecen especial mención. Denominamos clase universal,
y la representarnos con la letra U, a la clase a la que pertenecen todas las cosas o
individuos que en un determinado momento consideremos. Siguiendo a Venn y Euler,
dentro del rectángulo “U” representaremos mediante círculos las clases a que se
refieren nuestras expresiones. Por ejemplo, dentro de la clase universal U
“estudiantes”, la clase A “estudiantes de 1” de Bachillerato” será el círculo de color
incluido en el rectángulo que representa a U. Mira la figura 1.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 57 de 82

De forma similar denominamos clase vacía, y la representarnos con el símbolo

∅ , a la clase a la que no pertenece ningún individuo.

Símbolos elementales constantes (conectivas)


Conectivas de clases: son las constantes que, al relacionar una clase con
otra, dan lugar a una clase nueva, distinta y más compleja. Estas conectivas son tres y
reciben el nombre de conectivas de clases:

● Complemento de. Su símbolo es “—“y corresponde a la negación (┐) del


cálculo de proposiciones. La expresión “—A” se lee “la clase complemento de
la clase A” o simplemente “complemento de A”, En la figura 2 se observa que
“—A” o “la clase complemento de A” es la formada por los miembros de la
clase universal U que no son miembros de la clase A. Si A es la clase de “los
españoles que creen que un libro al año no hace daño”, la clase complemento
de A (—A) estará formada por “los españoles que no creen que un libro al año
no hace daño”.

● Intersección, Su símbolo es ‘∩’ y corresponde a la conjunción (∧) del cálculo


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 58 de 82

de proposiciones. La expresión “A ∩ B” se lee “la clase intersección (o la clase

producto) de las clases A y B”, o “la intersección de A y B’, Si A es la clase de “los

futbolistas” y B, la clase de “campeones de Europa”, la clase “A ∩ B”, es decir “la

clase intersección de “A ∩ B”, estaría formada sólo por los futbolistas que son

campeones de Europa, Mira la figura 3, donde la clase “A ∩ B” corresponde a la

parte de color oscuro.

● Unión. Su símbolo es “∪” y corresponde a la disyunción incluyente (V) del

cálculo de proposiciones. La expresión “A ∪ B” se lee “la clase unión (o clase

suma) de las clases A y B” o “la unión de A y B”.Si A es la clase de “las mozas

altas” y B, la clase de “las mozas delgadas”, la clase “A ∪ B” estará formada por

las mozas altas o delgadas, y las que son ambas cosas a la vez. Mira la figura

4, donde la clase “A ∪ B” corresponde a la parte de color oscuro.


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 59 de 82

Conectivas de enunciados sobre clases: son constantes que relacionan una


clase con otra, pero no dan lugar a otra clase nueva. Simplemente son enunciados
que se hacen sobre las clases. “La clase A está incluida en la clase B” no da lugar a
otra clase nueva; solamente enuncia algo sobre (acerca de) la relación que existe
entre A y B, Reciben el nombre de conectivas de enunciados sobre clases y son las
siguientes:

● Inclusión, Su símbolo es “⊂” y corresponde al condicional (→) del cálculo de

proposiciones. La expresión “A ⊂ B” se lee “la clase A está incluida en la clase

B” o “la clase A es una subclase de la clase B”. Todos los miembros de la clase

A son, a la vez, miembros de la clase B, pero no a la inversa. Si A es la clase de

“los licenciados en paro” y B, la clase de “los licenciados”, entonces “A ⊂ B”, pero

no, afortunadamente, a la inversa. La relación de inclusión de una clase en otra

no da lugar a otra clase nueva como en los tres casos del apartado anterior.

Aquí solamente se hace un enunciado sobre las clases A y B. La relación de

inclusión sólo se da entre clases. La relación de un elemento con una clase se

define como relación de pertenencia o no pertenencia. Mira la figura 5.


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 60 de 82

● Igualdad. Su símbolo es “=” y corresponde al bicondicional (↔) del cálculo de

proposiciones. La expresión “A= B” se lee “la clase A es igual a la clase B” o “A

igual a B”. Dos clases son iguales cuando tienen los mismos miembros. Dos

clases son equivalentes cuando tienen el mismo número de miembros.


Dos clases iguales son equivalentes, pero no a la inversa. La clase formada
por “los Beatles” es equivalente a la formada por “los cuatro Profetas Mayores”,
pero no parece que sean dos clases iguales. Por el contrario, la clase formada
por “los Beatles” y la formada por “los autores de Yellow submarine” son
iguales.
Por otro lado, hay que afirmar de la igualdad lo mismo que decíamos de la
inclusión: no da lugar a otra clase nueva, solamente se hace un enunciado
sobre las clases A y B. Mira la figura 6.

Conectivas de enunciados “sobre” clases a partir de enunciados “sobre” clases


son la negación, conjunción, disyunción, condicional y bicondicional, del cálculo
de proposiciones, pero utilizadas ahora para componer enunciados sobre clases a
partir de otros enunciados sobre clases. Y su funcionamiento es similar al que ya
hemos visto en la lógica proposicional.
Así nos podríamos encontrar con expresiones como:
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 61 de 82

10. Actividades
A. Autoevaluación.
Verdadero o falso
Establece la verdad (V) o la falsedad(F) de la siguientes V F
sentencias.

1. La comunicación es algo más que información

2. Un lenguaje natural es un producto histórico

3. El japonés es un producto histórico.

4. La matemática es un lenguaje natural .

5. Palabras y oraciones son los elementos básicos que constituyen un


lenguaje natural .

6. Oración y Proposición son lo mismo .

7. Toda proposición es una oración pero no toda oración es una


proposición.

8. La frase: ¡Se tienen que tomar medidas! Es un buen reflejo de las


insuficiencias presentes en un lenguaje natural.

9. La lógica es un lenguaje artificial .

10. Decodificar consiste en traducir el mensaje para evitar que se


comprenda por el receptor .

11. La comunicación animal es siempre restringida, y viene condicionada


por la existencia de un estímulo determinado que produce a su vez
una respuesta igualmente determinada.

12. La característica esencial del lenguaje humano es su poca capacidad


creativa .

13. Parte del éxito de la comunicación radica en saber cuál es la función


que desempeña una oración en un momento dado, pues así nuestro
comportamiento será distinto según la función que le atribuyamos.

14. La función informativa es muy propia del saber científico.


Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 62 de 82

15. Podemos juzgar el uso expresivo del lenguaje en términos de verdad o


falsedad, como hacemos con el que tiene una función informativa

16. Las órdenes, las recomendaciones, los ruegos y las preguntas tienen
como fin obtener ciertos resultados: por eso decimos que desempeñan
una función directiva.

17. La función de una expresión o de un texto no depende


exclusivamente de la intención de la persona que hable o escriba,
independientemente de si tal intención es reconocida o no por otros.

18. Una oración es una expresión lingüística gramaticalmente correcta y


que posee sentido completo.

19. El argumento “La crítica que realiza Freud de la religión no es


verdadera, porque Freud es un judío frustrado es un ejemplo de
falacia de ambigüedad .

20. La verdad, y su contrapartida la falsedad, es una propiedad de


argumentos.

21. La validez es una propiedad de argumentos.

22. La lógica posee la estructura de un cálculo.

23. Las constantes poseen un significado fijo y único.

24. Las constantes no son los operadores.

25. Una EBF es una expresión buena y familiar.

26. Las reglas de formación de fórmulas permiten fundamentar el paso de


unas fórmulas a otras.

27. Las reglas de transformación de fórmulas permiten construir


expresiones bien formadas dentro de un cálculo

28. Las reglas de formación de fórmulas no abarcan a todas las posible


expresiones bien formadas construibles en un sistema.

29. Las reglas de transformación de fórmulas no deben permitir deducir


expresiones contradictorias dentro de un misma derivación.

30. En la lógica proposicional se tiene en cuenta la estructura interna de


las proposiciones.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 63 de 82

31. En la lógica de clases sí se tiene en cuenta la estructura interna, de


sujeto y predicado, característico de las proposiciones.

32. Los razonamientos son solo deductivos.

33. Los razonamientos inductivos son todos falaces.

34. En los razonamientos deductivos correctos podemos afirmar que la


conclusión está en las premisas.

35. Verdad y Validez son conceptos que no significan lo mismo.

36. La lógica no se preocupa de la estructura sino del contenido de los


razonamientos.

37. Inferir es lo mismo que argumentar.

38. Las reglas de formación de fórmulas sirven para lo mismo que las de
transformación de fórmulas.

Para completar.

Completa con las palabras adecuadas los siguientes fragmentos


Es necesario que respetes número, género, tildes y tiempos verbales
Cada segmento corresponde a una palabra

1. _____________ es algo más amplio que _____________: _____________ es


movimiento de _____________.

2. En esta situación de comunicación en la que estamos ahora, los autores de lo escrito


hacen las veces de _____________. Los autores tenían un propósito al escribir este
documento, este _____________. Sus mecanismos para escribir hicieron de
_____________ (claro está que los ordenadores y las impresoras también sirvieron
de _____________). El mensaje incluye las palabras de este texto y la forma en que
están dispuestas. Es transmitido por estos apuntes, por medio de ondas luminosas
(_____________). Tu ojo es el _____________; recibe el mensaje, lo decodifica, lo
retraduce en un impulso nervioso y lo envía finalmente a tu sistema nervioso central,
al _____________.

3. Al analizar un código lingüístico, una lengua determinada, observaremos que está


construido en dos niveles o _____________ La segmentación de la _____________
_____________ divide el enunciado en _____________, Estas unidades de
significado se pueden seguir dividiendo hasta llegar a las unidades mínimas
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 64 de 82

distintivas de la _____________ _____________, los _____________, que


constituyen una _____________ _____________ en cada lengua, a partir de los
cuales se puede conseguir un número prácticamente _____________ de unidades
de la primera articulación, y consiguientemente de enunciados.

4. Uno de los tres usos básicos del lenguajes es el de _____________


_____________. Cuando queremos _____________ el mundo que nos rodea o
_____________ a otros cierto _____________ sobre el estado o situaciones en que
se encuentran los objetos externos, e incluso los que son internos al sujeto que
habla, utilizamos el lenguaje en su función informativa. Esto lo llevamos a cabo por
medio de la enunciación de oraciones que tienen un _____________ o bien
_____________, o bien _____________.

5. . En la función _____________ nuestro interés no se centra tanto en informar sobre


procesos anímicos como en _____________ _____________ o incluso también en
_____________ en los demás..

6. De la misma manera que el uso _____________ del lenguaje se considera en


general típico del _____________, el _____________ se considera más propio del
_____________, ya que éste trabaja con el lenguaje para dar a conocer sus
sentimientos y estados de ánimo, o bien para _____________ en otros.

7. Un lenguaje _____________ consta de un conjunto finito de _____________, las


letras o signos lingüísticos y un número determinado de _____________-
morfosintaxis- para la formación de _____________.

8. Un _____________ es un proceso mental que se caracteriza porque en él se


produce un paso de uno o más _____________(las _____________) a
_____________ posterior (la _____________) que se deriva necesariamente de
aquéllos.

9. Las _____________ son _____________ con un _____________ _____________


que sirven para enlazar entre sí los símbolos del vocabulario primitivo. En los
lenguajes formales, los símbolos constantes se llaman también _____________.

10. La lógica _____________ trata de la ____________ formal de los _____________


donde las _____________ y la _____________ son _____________-enunciados-
_____________ en _____________, esto es, _____________ _____________.

B. Tareas de síntesis.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 65 de 82

Desarrolla una contestación adecuada para cada una de las preguntas

1. ¿Qué es la comunicación?
2. ¿Qué diferencias existen entre comunicación e información?
3. Realiza un catálogo de las operaciones y elementos que intervienen en la
comunicación. Define cada uno de los elementos establecidos anteriormente.
4. ¿Qué es el lenguaje? ¿En qué consiste la creatividad del lenguaje humano?
¿En qué consiste la doble articulación?
5. ¿Qué características posee el lenguaje conceptual o propiamente humano?
6. ¿En qué consiste dar una explicación? ¿Qué es un razonamiento? ¿Qué
medio empleamos para ello?
7. ¿Cuáles son las tres funciones del lenguaje y cuáles son sus características?
¿Cuál es la propia del lenguaje científico?
8. ¿Qué quiere decirse con que los enunciados u oraciones declarativas son las
únicas que pueden ser verdaderos o falsos?
9. ¿En qué sentido se dice que información e intención van unidas? ¿De qué
depende, en definitiva, la función de un texto o de una expresión?
10. Elabora un resumen en el que queden reflejadas las distintas funciones del
lenguaje y las formas lingüísticas posibles.
11. ¿Qué es el lenguaje natural?
12. ¿Qué diferencias hay entre una proposición y una oración?
13. ¿Qué es una imprecisión semántica? ¿Qué son las deficiencias sintácticas?
14. ¿Qué cuatro acciones hay que acometer para superar las insuficiencias del
lenguaje natural?
15. ¿Qué tres elementos constituyen un lenguaje artificial? ¿En qué consisten?
16. ¿Cómo se define un lenguaje formal?
17. ¿Qué es la Deducción? ¿Qué es la inducción?
18. ¿Qué es la lógica?
19. ¿Qué es un razonamiento?
20. ¿Cuándo un razonamiento es formalmente válido?
21. ¿Qué se entiende por verdad? ¿Qué se entiende por validez?
22. ¿Qué es una falacia?
23. Pon un ejemplo claro de falacía ad hominem.
24. Pon un ejemplo claro de falacía ad populum.
25. Pon un ejemplo claro de falacía ad verecudiam.
26. ¿En qué consiste una falacia de ambigüedad?
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 66 de 82

27. ¿En qué consiste una falacia de vaguedad?


28. ¿En qué consiste una falacia ad misericordiam?
29. ¿Qué son las reglas de formación de fórmulas?
30. ¿Por qué se dice que son operativas las reglas de un lenguaje formal?
31. ¿Qué es simbolizar un lenguaje?
32. ¿Qué es una cadena deductiva?
33. ¿Qué es una clase?

C. Comentarios de texto
Los textos A, B, y C son ya para trabajar con ellos.
Textos para comentar

Texto A.

“¿Qué es un símbolo? Es un signo que representa una idea, una emoción, un deseo, una
forma social. Y es un signo convencional, acordado por los miembros de lo sociedad
humana, no uno señal natural que indica la existencia de otra cosa como el humo señala
dónde hay fuego o las huellas de una fiera apuntan a lo fiera que ha pasado por allí. En los
símbolos los hombres se ponen de acuerdo para referirse o comunicar algo, por eso deben
ser aprendidos y por eso también cambian de un lugar o otro (lo que no ocurre con los
señales como el humo o los huellas). Las palabras o los números son los ejemplos más
claros de símbolos pero en modo alguno los únicos. También ciertos seres u objetos pueden
ser cargados por los hombres con un valor simbólico: el árbol de Gernika, por ejemplo, es
una planta como otras y además el símbolo de los fueros del pueblo vasco; la difunta lady Di
se ha convertido en símbolo paro muchos de diversos virtudes. Cualquier cosa, natural o
artificial, puede ser un símbolo si nosotros queremos que lo sea, aunque no haya ninguna
relación aparente ni parecido físico entre lo que materialmente simboliza y lo que es
simbolizado. De esta manera, nadie será capaz de adivinar por sí solo que el negro es el
color del luto (de hecho, en algunos países orientales es el blanco) o que «perro», «chien» y
«dog» son nombres poro lo mismo especie animal”.
Savater, Fernando. Las preguntas de la vida, Ariel

TAREAS
● Elabora un breve resumen del fragmento.
● ¿Cuáles son las características definitorias del lenguaje humano?
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 67 de 82

Texto B.

“Los símbolos se refieren solo indirectamente a la realidad física y sin embargo apuntan
directamente a uno realidad mental, pensada, imaginada, hecha de significados y de
sentidos, en lo que habitamos los humanas exclusivamente como humanos y no como
primates mejor o peor dotados. Los mitos, las religiones, la ciencia, el arte, la político, la
historia, desde luego también la filosofía… todo son sistemas simbólicas basados en el
sistema simbólico por excelencia que es el lenguaje. Lo vida misma, que tanto apreciamos, o
la muerte, que tanto tememos, no son solo sucesos fisiológicos sino también procesos
simbólicos: por ello, algunos están dispuestos o sacrificar su vida física en defensa de sus
símbolos vitales y hay muertes simbólicas o las que rememos aún más que al mero
fallecimiento de nuestro cuerpo, Como dijo el poeta Baudelaire, habitamos en bosques de
símbolos: las selvas humanos por las que vagamos están hechas de símbolos.
Savater, Fernando Las preguntas de la vida, Ariel

TAREAS
● Elabora un resumen del fragmento.
● Piensa en algún símbolo que te sea cotidiano: un tatuaje, unos zapatos, la
nota que has sacado en una asignatura. ¿Qué significa para ti? ¿Qué
significa para los que te rodean?
● ¿Cuáles son las características definitorias del lenguaje humano?14
● ¿Por qué la vida y la muerte no son meros procesos fisiológicos para el ser
humano?

Texto C.

“Los lógicos han comparado a menudo los cálculos con los juegos, sobre todo con el ajedrez.
En efecto: los símbolos primitivos corresponderían a las piezas del juego. Dado un objeto
cualquiera, podríamos decidir si se trata o no de una pieza de ajedrez: ante una máquina de
vapor, por ejemplo, diríamos que no. Las reglas de formación corresponderían a las
instrucciones sobre las posiciones que pueden ocupar las piezas: una pieza situada en la
palma de una de las manos de un Buda del siglo IX no es una pieza en juego. Las reglas de
transformación serían como las reglas sobre los movimientos que se pueden efectuar con las
piezas: asomarse a un amplio ventanal y arrojar desde él un alfil al mar Adriático no sería un

14
Para contestar esta tarea puedes acudir a lo visto en la unidad precedente.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 68 de 82

movimiento del ajedrez.”


Deaño, Alfredo. Introducción a la lógica formal

TAREAS
● Elabora un resumen del fragmento.
● ¿Qué es un cálculo?
● ¿Qué es un vocabulario? ¿Qué son las reglas de formación de fórmulas?
¿Qué son las reglas de transformación de fórmulas?

D. Ejercicios prácticos15
Ejercicio 1.-Trata de distinguir entre los siguientes argumentos cuáles son deductivos
y cuáles inductivos. (Si es deductivo márcalo con una D y si es inductivo con una I).
Razona la respuesta.
Ejercicio resuelto
● Todos los gatos son mamíferos. Los mamíferos amamantan a sus crías. Por
ello, cuando nazcan los gatitos que esperamos mi gata los amamantara.

Es una deducción. Se relacionan dos clases (gatos y mamíferos) y se


determina una propiedad de una de ellas (amamantar). Si observas la
representación no sería necesario saber ni siquiera el significado de los
términos para establecer su vinculación deductiva.
Ejercicios para resolver
1. El agua hierve a 100º C, porque siempre que la caliento y alcanza los 100º C

15
Ten en cuenta que en la edición de los ejercicios puede que se nos haya colado alguna errata.
Estamos en contínua revisión del material pero sí observas algún error te agradeceríamos que nos
lo comunicaras.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 69 de 82

hierve.
2. Siempre que he comido patés que estaban recubiertos de manteca de cerdo no
tenían conservantes químicos. Para que los patés de lata duren algún tiempo
necesitan algún tipo de conservante. La manteca de cerdo es un conservante.
3. Algunas personas son arquitectos. Los arquitectos son universitarios. Luego
algunas personas son universitarias.
4. Sé que sólo te gustan solo dos frutas, las peras y los plátanos. En la despensa
no había peras y no las has podido sacar de ningún otro sitio, así que, dado
que estás comiendo una fruta, lo que estás comiendo es un plátano.
5. Podemos dudar de que su próximo chiste provoque risa; hasta ahora no ha
habido ninguno de su repertorio que haya tenido éxito.

Ejercicio 2. Indica con una A cualquier enunciado atómico y con una M cada
enun-ciado molecular.
Ejercicio resuelto
● Hoy no se fía, mañana tampoco
Es un enunciado molecular (M). Lo es por varias razones. En primer lugar,
tenemos las expresiones negativas “no” y “tampoco”; por otro lado - eliminando
tales matices negativos-, tenemos dos enunciados afirmativos (“Hoy no se fía”
y “Mañana no se fía”).

Simbolización: ¬p ∧ ¬q

Ejercicios para resolver


1. Margarita lloraba con el rostro oculto entre las manos.
2. La felicidad es la suma de los bienes.
3. O te vas o me marcho.
4. Cuando lloro no me salen las lágrimas.
5. No puedo dormir pensando en los exámenes.
6. La vida cenobítica es esencial para cambiar el mundo.Una lectura alternativa
de la esta frase sería ( si se quiere cambiar el mundo…….)
7. Todavía no tienes edad para ser impertinente.
8. De haber tenido un tío en América me hubiera dedicado a cazar mariposas.

Ejercicio 3:Simbolizar las siguientes expresiones.


NEGACIONES
Ejercicio resuelto
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 70 de 82

● No es cierto que la lógica sea difícil.

Ejercicios para resolver


1. Pedro no es médico.
2. Todo lo que tú dices es falso.
3. No es verdad que todo lo que tu digas sea falso.
4. La cuadratura del círculo es imposible.
5. Es imposible que no sea cierto lo que dices
6. El sol no es una estrella.
7. No es verdad que el sol no sea una estrella.

CONJUNCIONES
Ejercicio resuelto
Estos problemas no son muy difíciles para mi, aunque he tardado en resolverlos.

Ejercicios para resolver


1. Los tejados son de pizarra y las puertas de madera.
2. Ella tiene la luz, tiene el perfume, el color y la línea.
3. Me van bien los estudios pero no apruebo.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 71 de 82

4. No es cierto que cantaran y bailaran.


5. No creo en lo que dices y, sin embargo, sigo confiando en ti.
6. Ni puedo prohibirlo ni puedo tolerarlo.
7. Llegó, vio y venció.
8. Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir.

DISYUNCIONES
Ejercicio resuelto
Demostrar esta proposición sea por el método directo sea por el indirecto.

Ejercicios para resolver


1. Ya sea por el estudio, ya sea por la suerte, aprobará las oposiciones.
2. Me entero de la situación política leyendo «El País» o «La Vanguardia».
3. O me eligen presidente o abandono la política.
4. O estudias y trabajas o serás un desgraciado.
5. No es posible que o no queden macarrones en la despensa o que el
super-mercado no esté abierto los domingos.
6. O se queda o se marcha: no es posible que se quede y se marche.

CONDICIONALES
Ejercicio resuelto
Hace frío, luego no es verano
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 72 de 82

Ejercicios para resolver


1. El hombre es un animal político, por tanto no es un salvaje.
2. Si hoy es lunes, mañana no será jueves.
3. Cuando hay abundancia, desaparece la miseria.
4. Si no crees en Dios pero blasfemas, te estás contradiciendo.
5. Tú dedícate a la electrónica y verás como ganas dinero.
6. Se convertirá en un demócrata con tal de que pueda ocupar un cargo.
7. Si eres licenciado, no es posible que no sepas leer ni escribir.

BICONDICIONALES
Ejercicio resuelto
Un mineral es metal si y sólo si es un buen conductor de la electricidad.

Ejercicios para resolver


1. La suma de los ángulos de un triángulo equivale a 180º.
2. Dejaré el tabaco si y sólo si tú dejas el alcohol.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 73 de 82

3. Tener malos pensamientos equivale a practicarlos.


4. Únicamente los esquimales atolondrados cazan las focas a pedradas.

COMPLEJAS
Ejercicio resuelto
Dos rectas son paralelas si tienen la misma dirección.Otra lectura de la frase sería (Si
tienen la misma dirección, entonces dos rectas son paralelas)

Ejercicios para resolver


1. Decir que la suma de sucesiones positivas es una sucesión positiva y el
producto de sucesiones positivas es una sucesión positiva equivale a decir que
la suma Y el producto de dos números reales positivos es un número real
positivo. Otra lectura de la frase sería16 (La suma de sucesiones positivas es
una sucesión positiva y el producto de sucesiones positivas es una sucesión
positiva si y sólo la suma de dos números reales positivos es un número real
positivo y el producto de dos números reales es un número real positivo).
2. Perseverando en tus decisiones y no cediendo al desaliento frente a los
obstáculos, comprobarás cómo el éxito te sonríe. Otra lectura de la frase sería
[Si perseveras en tus decisiones y no cedes al desaliento frente a los
obstáculos , entonces comprobarás cómo el éxito te sonríe ].
3. Si Frankestein cruza nuestras calles, ha de indicar que' y cuantos fines
persigue, y si miente, le daremos con las puertas en las na-rices, pero si dice la
verdad, le invitaremos a cenar. Otra lectura sería (Si Frankestein cruza
nuestras calles, entonces ha de indicar qué fines persigue y cuántos fines

16
Con “Otra lectura de la frase sería” nos referimos a una manera alternativa de leer el
enunciado sobre el que trabajamos, o sea, a otra manera de redactar lo mismo.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 74 de 82

persigue , y si miente (si no dice la verdad) , entonces le daremos con las


puertas en las narices y si dice la verdad, entonces le invitaremos a cenar ).
4. El hidróxido de aluminio es maleable y, a igualdad de peso, mejor conductor de
la electricidad que el cobre. Otra lectura sería (El hidróxido de aluminio es
maleable y si tiene el mismo peso que el cobre , entonces es mejor conductor
de la electricidad que éste ).
5. Si Hume rechaza la causalidad y pone en entredicho la existencia del mundo
exterior, entonces, si de alguna manera no recobrara dicho mundo, habría que
incluirle entre los escépticos.
6. O la Televisión modifica sus esquemas y renueva su programación o se
producirá una huida masiva de telespectadores y veremos las calles inundadas
de gente.
7. Si se ganan las elecciones y nuestros representantes acceden al poder,
confiaremos en ellos si y sólo si cumplen sus promesas y el poder no les
corrompe.
8. Las lluvias pueden volver o no, pero cuando nosotros estemos lejos del tiempo
y del espacio querremos volver a los años de juventud.
9. Si el objetivo de la guerra es destruir o doblegar a otro sistema suprapersonal,
entonces hay guerra si y sólo si existe violencia física y ruptura de relaciones
diplomáticas.
10. Si siembras temprano y podas tardío, cogerás pan y vino.
11. Lloraré, a menos que me apruebes. Otra lectura sería (Si no me apruebas,
lloraré o también (O lloro o me apruebas).
12. Si los elefantes se fugan, entonces el domador se quedará muy triste y los
payasos o los niños romperán el saxofón a menos que los elefantes vuelvan.
13. Si las partículas elementales del átomo se aceleran y se escinden, los “trozos"
resultantes no son ni más pequeños ni más ligeros que tales partículas. Si los
"trozos" resultantes no son ni más pequeños ni más ligeros, las partículas
elementales del átomo son las últimas unidades representativas de la materia.
Las partículas elementales se aceleran y se escinden. Por tanto, son las
últimas unidades re-presentativas de la materia.
14. Si se admite la teoría del eterno retorno, se debe admitir la exis-tencia de
entidades corpusculares identificables a través del tiempo y que se pueda
hablar de un estado del universo definido en cada instante individual. Ahora
bien, no es cierto que haya entidades corpusculares permanentes y estados
del universo definidos en cada instante. Por tanto, la teoría del eterno retorno
es inadmi-sible.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 75 de 82

15. Si la noche es clara, Drácula agitará sus alas y afilará sus dientes. Si agita sus
alas y encuentra mi ventana abierta, pasará, me des-pertará, pero le daré un
fuerte tirón de orejas. Si afila sus dientes y la encuentra cerrada montará en
cólera, romperá los cristales y le daré un fuerte tirón de orejas. Así pues, si la
noche es clara y Drá-cula encuentra la ventana abierta o cerrada, le daré un
fuerte tirón de orejas.
16. Si la pena de muerte antepone la defensa de 1a sociedad a la conservación de
la persona, entonces, si supone la destrucción total de la persona, imposibilita
la corrección del penado. Imposibilita la corrección del penado sólo si es
condenable éticamente. La pena de muerte antepone la defensa de la sociedad
a la conservación de la persona. Por tanto, si la pena de muerte supone la
destrucción total de la persona e imposibilita la corrección del penado, es
con-denable éticamente.
17. La física cuántica describe la naturaleza a base de observables clá-sicos o a
base de estados abstractos. Si describe la naturaleza a base de observables
clásicos, permite representarse las cosas intuitivamente, pero exige la renuncia
a la causalidad. Si describe la naturaleza a base de estados abstractos,
prohíbe la representación intuitiva pero permite conservar la causalidad. No es
cierto que la física cuántica prohíba la representación intuitiva y que conserve
la causalidad. Por tanto, no es cierto que si la física cuántica representa las
cosas intuitivamente, no renuncie a la causalidad.
18. Si los habitantes de Venus invaden la Tierra, entonces los hombres se pondrán
nerviosos o las mujeres se entusiasmarán. Si los hom-bres se ponen
nerviosos, las mujeres se entusiasmarán. Por tanto, si los habitantes de Venus
invaden la Tierra, las mujeres se entusiasmarán.
19. Si las autoridades prohíben fumar en pipa a los feos, entonces los guapos se
alzarán indignados porque no venden pipas. Silos gua-pos no venden pipas o
las autoridades crean nuevos puestos de trabajo, entonces la nación no saldrá
de la crisis económica. La nación sale de la crisis económica y los guapos no
venden pipas. Por lo tanto, las autoridades no prohibirán fumar en pipa a los
feos.
20. Si los filósofos callasen, la nieve quemaría y los círculos serían cuadrados. Si
los círculos fuesen cuadrados, entonces los matemáticos se dedicarían a cazar
brujas y las abejas a fabricar acero. Ni los matemáticos se dedican a cazar
brujas, ni las abejas a fabri-car acero. Por tanto, los filósofos no callarán.
21. Los apaches se verán obligados a desenterrar el hacha de guerra y dejarán sin
cabellera a los colonos si y sólo si el caballo de hierro cruza sus territorios o los
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 76 de 82

tirantes del general Custer no le llegan a los pantalones. Pero si el rostro pálido
deja en su casa el tubo de fuego o el caballo de hierro no cruza sus territorios,
los apaches únicamente bailarán la danza de la lluvia y, en caso de que el
rostro pálido les visite amistosamente, compartirá la pipa de la paz con el
apache. O es cierto que el rostro pálido les visita amis-tosamente o se
conservan todas las cabelleras en su sitio. Si el rostro pálido comparte la pipa
de la paz, el humo invadirá el Cañón del Colorado. No es cierto que se
conserven en su sitio todas las cabelleras o que el rostro pálido no deje en su
casa el tubo de fuego. Así pues, si los tirantes del general Custer no le llegan a
tos pantalones, los apaches se verán obligados a desente-rrar el hacha de
guerra y el humo invadirá el Cañón del Colorado.
22. Si existieran seres extraterrestres y tuviesen inteligencia, nos ha-brían enviado
algún mensaje de salutación o habrían venido a ha-cernos alguna visita. Si nos
hubiesen visitado, habrían presentado públicamente sus credenciales ante los
humanos. Si hubiesen pre-sentado públicamente sus credenciales ante los
humanos, entonces todos los humanos los describirían de modo similar. No es
cierto que todos los humanos describan a los seres extraterrestres de modo
similar o que éstos no tengan necesariamente figura antro-pomórfica. Los
seres extraterrestres no tienen figura antropomórfica y no nos han enviado
ningún mensaje de salutación. Por lo tanto, si existieran seres extraterrestres,
no tendrían inteligencia.
23. Si el toro tuviera sentido del humor o fuese un animal vengativo, se sentaría en
medio de la plaza y dormiría una plácida siesta. Si el toro se sentase en medio
de la plaza, entonces los espectadores se marcharían decepcionados o el
torero se sentiría ridículo. Ni el torero se siente ridículo, ni los espectadores se
marchan decepciona-dos. Así que el toro no tiene sentido del humor.
24. Sólo en casa me quedé y entre tinieblas apareció Drácula. Estaba sólo ante el
peligro, pero los intocables de Elliot Ness llegaron en mi ayuda. Se hizo el
silencio de los corderos y aquello pareció un duelo de titanes o la guerra de los
mundos. Y después de nueve semanas y media la batalla acabó. Al final, esta
casa era una ruina pero los gremmlins se habían ido.

Ejercicio 4:Realiza las siguientes tablas de verdad.


De tablas de verdad no te proponemos ningún caso resuelto porque ya hemos
desarrollado uno en el apartado correspondiente de la unidad.

1. [(p→q)∧ p] →p.
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 77 de 82

2. (p V ¬p) ∧ [q →p].

3. {(p →q) ∧ (¬q V p) ∧ [(p ∧p)→q] }→ [(q V p) →(p V q)].

4. {[p →( ¬p→q)] ∧ [(¬p V p) →¬q] ∧ (q ∧ ¬p)} →¬p.

5. p→(¬r →¬p).

6. {(p V q) ∧ (p→q)} V (q V ¬q).

7. [(r→s) ∧ (s→r)]↔ (r→s)

8. [(p∧q) V ¬q] ↔[(p V ¬q) ∧ (q V ¬p)].

9. [(¬p V ¬q) ∧ (¬q →p) ∧ (¬q →¬p)] →p.

10. [(p→q) ∧ (r→q) ∧ (p V r)] →q.

Ejercicio 5:Realiza las siguientes derivaciones deductivas.


VINCULADOS A LA LEY DEL MODO PONENDO PONENS.

Ejercicio A B C
resuelto ┤q ┤ p→q ┤r
┤p -1. p→q -1. p→q
-1. r→ (p→q)
-1.¬m→¬n -2. p -2. q→r
-2. r
-2. t→¬m -3. p
-3.¬n→p

-4.t
5. ¬m MPP 2,4.
6. ¬n MPP 5,1
7. p MPP 6,3

VINCULADOS A LA LEY DEL MODO TOLLENDO TOLLENS.

Ejercicio A B C
resuelto ┤ ¬p ┤ ¬m ┤ ¬p

┤ ¬(p∧q) -1. p→¬q -1. ¬t -1. n→(w∨m)


-2. n→s
-2. q
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 78 de 82

-1. (p∧q)→r -3. s→t -2. r→t

-2- ¬r -4. m→n -3. q→r


3. ¬(p∧q) MTT 1,2
-4. p→q

-5. t→n

-6. ¬( w∨m)

VINCULADOS A LA LEY DEL SILOGISMO DISYUNTIVO.

A. B C
┤r ┤q ┤s

- 1.r ∨ s - 1.¬t - 1. t ∨ s

-2. ¬s -2. (p→m) ∨ q -2. ¬t


-3.t ∨¬s

-4. (r ∨¬w) ∨¬(p→m)

-5. s∨ ¬(r ∨¬w)

VINCULADOS A LA LEY DE LA DOBLE NEGACIÓN.

A B C
┤q ┤¬p ┤p

-1. p→¬¬q -1. ¬¬r -1. ¬¬p∨¬¬q

-2.¬¬p -2. p→¬r -2.¬t


-3.¬¬r∨¬¬t

-4.q→¬r

VINCULADOS A LA LEYES DE INTRODUCCIÓN Y ELIMINACIÓN DEL


CONJUNTOR.

A B C D
┤t ┤ p∧¬q ┤p ┤ t
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 79 de 82

-1.(p∧s) →t -1.¬p→s -1.(p∧q) ∨ r -1.p→(m∧ t)

-2.r→s -2.q→s -2.r→t -2.q→p

-3.p∧ r -3.¬s -3.¬t -3.n→q

-4.n ∨ r

-5. ¬r

VINCULADOS A LA LEYES DE LA PROPIEDAD CONMUTATIVA.

A B C
┤m∧n ┤ ¬t ┤s

-1.¬m ∨ ¬s -1.¬n
-1.p→(n ∧ m)
-2.¬¬m ∨ ¬¬n
-2.¬s→(p∧q)
-2.p ∨ q
-3.t→¬¬q
-3.t→¬ (q∧p)
-3.¬q
-4.m→t
-4.r→m
-5.¬¬r
-5. r∧¬w
-6.¬q ∨ (¬r∨ s)

VINCULADOS A LA LEY DE INTRODUCCIÓN DEL DISYUNTOR.

A B C
┤q∨s ┤m∨n ┤p

-1.(m ∨¬n) → p
-1. p -1.m ∨ p
-2.p → q -2.¬¬m ∨ r
-2.¬r
-3. p → r -3. ¬r ∧ s

MIXTOS.
Ejercicio resuelto
┤ ¬p

-1.r∨s
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 80 de 82

-2. t
-3.p→q

-4.s→¬t

-5.q→¬r

6. ¬s MTT 2,5
7. r SD 1,6
8. ¬q MTT 5,7
9. ¬p MTT 2,7

Ejercicios para resolver

A B C D
┤ p ┤ ¬n ┤ t ∨¬m ┤m∨n
-1.w→s -1.p→¬q
-1.¬s ∧ n -1.¬s
-2.w ∨ t -2.¬q→¬t -2.¬q→ ¬r
-2.(p ∨ q) → (t∨s)
-3.r ∨ ¬t -3.¬t→¬n -3.r ∨ s
-3.(p ∨ q) ∧ r
-4.r→p -4.¬¬p -4.¬¬q→ (m ∨ n)
-5.¬s

E F G H
┤p ┤n∧w ┤m∧t ┤n

-1.¬t ∨ ¬s -1.s ∨ m
-1.n→ (n ∧ w) -1.¬¬w
-2.¬q→t -2.q →t -2.s→q
-2.p ∧ q
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 81 de 82

-3.¬¬s -3.m→t -3.m ∨ ¬n -3.w→¬r


-4.¬q ∨ p
-4.q→s -4.¬n→¬w -4.¬m
-5.q→r
-5.(r ∧ s)→¬t -5.q ∨ ¬m
-6.t→n
-6.m∨n -6.¬r→ ¬n
-7.w ∨ t
-7.p→r -7.n ∨ ¬r
Filosofía 1º. UNIDAD 4. La racionalidad simbólica. 82 de 82

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