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El ensayo de Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, es su obra

más conocida. Se dice que este trabajo no debería ser visto como un estudio
detallado del protestantismo, sino como una introducción a obras posteriores de
Weber, en especial a sus estudios de la interacción entre varias ideologías
religiosas y comportamientos económicos, principalmente del capitalismo y su
espíritu.
En La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, Max Weber presenta la tesis
de que la ética protestante y sus ideaspuritanas influyeron en el desarrollo
del capitalismo. En general, la devoción religiosa está usualmente acompañada
por el rechazo a los asuntos mundanos, incluyendo el rechazo a la búsqueda de
una mejor posición económica. ¿Por qué no es éste el caso del protestantismo?
Weber intenta hacer comprensible esta paradoja entre la ética protestante y su
actitud como preparación para el desarrollo del espíritu capitalista.
Define al «espíritu del capitalismo» como las ideas y hábitos que favorecen la
búsqueda racional de ganancias económicas. Weber señala que tal espíritu no
existe en la cultura occidental, cuando lo consideramos como una actitud presente
en individuos. Ya que también hay que tomar en cuenta que estos individuos —
empresarios heroicos, como él los llama—no podrían, por sí solos, establecer un
nuevo orden económico (capitalismo). Para ello deben ser aceptadas socialmente
ciertas tendencias. Entre las tendencias propiciadoras estaban: a) la ambición de
ganancias con un mínimo esfuerzo, b) la estimación de que el trabajo es una
maldición divina y una carga que debe ser combatida. Se sabrá del éxito del
exorcismo del trabajo como maldición cuando se produzcan ganancias que
excedan lo que es necesario para una vida modesta. Escribió Weber: «Para que
una forma de vida bien adaptada a las peculiaridades del capitalismo, pueda
superar a otras, debe originarse en algún lugar, y no solo en individuos aislados,
sino como una forma de vida común a grupos enteros de personas».
Después de describir los rasgos del espíritu del capitalismo, Weber argumenta que
hay muchas razones para buscar sus orígenes en las ideas religiosas de
laReforma. Muchos otros observadores, tales como William
Petty, Montesquieu, Henry Thomas Buckle y John Keats, también han comentado
la afinidad entre el protestantismo y el desarrollo del espíritu comercial capitalista.
Weber mostró que algunos tipos de protestantismo favorecían la búsqueda
racional del beneficio económico. No era el objetivo de esas ideas religiosas, sino
más bien un producto de su espíritu, de la lógica inherente de dichas doctrinas.
Espíritu que, respecto de sus resultados derivados directa o indirectamente,
promovía la planificación y la búsqueda de beneficios económicos. La expresión
«ética del trabajo», utilizada en comentarios actuales se deriva de las ideas sobre
la «ética protestante» discutida por Weber.
Weber indicó que la razón del abandono de su investigación sobre el
protestantismo fue que su colega Ernst Troeltsch, un teólogo profesional, había
comenzado a trabajar en el libro Las enseñanzas sociales de las iglesias y sectas
cristianas. Otra causa de la decisión de Weber fue que ese ensayo proporcionaba
la perspectiva para una amplia comparación entre religión y sociedad.
Max Weber fue sin duda uno de los estudiosos que más se ha acercado a
comprender el espíritu del capitalismo desde sus raíces éticas en la religión. De
hecho, se ha logrado establecer que incluso la Mitología Germánica antigua ha
favorecido la formación de la ética --de las actitudes básicas del obrar humano--
del capitalismo.
Poder formal
Las empresas suelen tener un organigrama que muestra la relación y filas de
puestos dentro de la empresa. La tabla detalla las líneas de autoridad y
responsabilidades de las distintas posiciones y esboza la estructura de poder
formal de la empresa. El poder formal puede referirse a la posición en la escala
corporativa estructura corporativa o incluso la función de trabajo. El presidente de
la compañía, por ejemplo, tiene el poder de decisión en muchas áreas, y, en lo
que respecta a la generación de ingresos, el equipo de ventas puede ordenar los
poderes formales función de trabajo. Incluso si tienes un pequeño negocio y no
existe un organigrama oficial, los empleados pueden fácilmente reconocer el poder
formal dentro de la empresa debido a los roles de trabajo, títulos, funciones y
relaciones interdepartamentales.
Poder informal
La persona más poderosa en tu departamento no es necesariamente tu gerente.
En cambio, la persona con más influencia, que puede conducir a otros a alcanzar
un objetivo o realizar una tarea determinada, puede disfrutar de esa posición de
poder. El poder informal en una organización se refiere a la capacidad para
conducir, dirigir o lograr sin un título oficial de liderazgo. Se deriva de las
relaciones que los empleados construyen uno con el otro. Los individuos con
poder informal pueden ser los más experimentados o con conocimientos en una
determinada zona o los más respetados debido a nociones percibidas mostradas a
través de los rasgos de personalidad. Por ejemplo, el trabajador líder en su unidad
podría ser capaz de lograr que su equipo acepte o rechace un cambio de
procedimiento, porque el equipo respeta o tiene una alianza con esa persona.

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