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Colegio Santa Familia

Coquimbo

NOMBRE: Jonny Cuello


CURSO: 4 Medio C
FECHA DE ENTREGA: 17-10-2016
PROFESORA: Nancy Valle
ASIGNATURA: Historia
Índice

Pág.

I. Introducción………………………………………………………………………..1
II. Antiguo sistema previsional.……… …………………………………………….3
2. Descripción del antiguo sistema
2.2 Principales características
2.3 Como se calculaban las pensiones
2.4 Porque se cambió el antiguo sistema por las AFP
III. Actual sistema previsional……………………………………………………......7
3. En que consiste el sistema
3.2 Características del sistema
3.3 Cuáles son las pensiones que otorga el sistema
3.4 ¿Qué beneficios otorga?
3.5 ¿Cómo se financia la administración del sistema?
IV. Pilares del sistema previsional……….………………………………………...10
4. Pilar contributivo
4.2 Pilar voluntario
4.3 Pilar solidario
V. Formas de ahorro………………………………………………………………..14
5. Tipos de cotización
VI. Multifondos……………………………………………..………………………...18
6. Los 5 multifondos
6.2 Características de los fondos
6.3 Consideraciones para una buena elección
6.4 Excepciones en la libertad de elección
6.5 Asignación residual y cambio de fondos
6.6 La renta fija y la renta variable
VII. ¿Qué es una AFP?.................................…………………………………,….20
7. ¿Quién fiscaliza a las AFP?
7.2 ¿Me puedo cambiar de AFP?
7.3 ¿Cómo cotizar en una AFP?
7.4 ¿Cuándo debo cotizar en la AFP?
7.5 ¿Cómo se pagan las cotizaciones?
7.6 Afiliación voluntaria
7.7 ¿Por qué los trabajadores independientes estarán obligados a
cotizar?
VIII. Trabajador independiente…………….. ……………..………………………..24
IX. Conclusión…………... ………………………………………………………….27
Webgrafía…………………………………………………………………………29
Introducción

En algunas ocasiones no hemos preguntado qué significa “ir a cobrar la pensión” o


por qué muchas personas ya mayores van a cobrar la pensión o hemos oído
hablar sobre el “mutualismo” o los “multifondos”. Todo ello tiene un origen, y por
supuesto, una explicación.

Todo ello tiene que ver con un sistema previsional que hoy tenemos como
derecho, y que a mediados del siglo XIX (1850 en adelante) prácticamente no
existía. El origen del sistema previsional de hoy, fue fruto de innumerables luchas
políticas y sociales de los trabajadores chilenos desde mediados del siglo XIX, por
obtener ciertos derechos que se consideraran como “naturales”, y que
antiguamente eran todo un logro: tener derecho a salario mientras estabas
enfermo, dejar la pensión del marido a su esposa cuando éste fallecía, tener
derecho a ser atendido en un hospital cuando estabas enfermo o a tener
medicamentos, son todos pequeños hitos pero grandes logros que los
trabajadores se fueron ganando a punta de enormes sacrificios y fruto de su
organización.

Nuestro país fue el primero de América Latina que creó un Sistema de Seguridad
Social, a comienzos del siglo XX. A lo largo de los años se fueron creando
diversos regímenes de pensiones, diferenciados por el tipo de actividad o grupos
ocupacionales, con reglas y beneficios distintos.

Chile ha estado a la vanguardia de las reformas previsionales, al cambiar a un


sistema privado de capitalización individual. Se describen en ellos un sistema en
que todos los trabajadores están obligados a aportar parte de su ingreso a una
cuenta de pensiones gestionada por un administrador del fondo, ya sea una
empresa de propiedad estatal o una empresa privada. De acuerdo a los planes
propuestos y también de acuerdo así sistema chileno actual, el estado actúa como
un garante de ultimo instancia que completa el ingreso previsional en caso que los
ahorros previsionales no sean sufrientes, ya sea debido a bajos ingresos o baja
rentabilidad de los fondos de pensión.

El sistema de fondos de pensiones chileno, conocido como administradoras de


fondos de pensiones o AFP, ya ha servido como modelo para reformas
previsionales en muchos países de Latinoamérica. Cuando se introdujo en 180 el
sistema de AFP, este remplazo un heterogéneo sistema de reparto compuesto por
numerosas instituciones diferentes denominadas “cajas de previsión”, que cubrían
diferentes profesiones y subconjuntos de la población. En sus comienzos, se les
ofreció las personas que estaban en el sistema de pensiones antiguo cambiarse al
nuevo sistema basado en la capitalización individual, o permanecer en el sistema

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antiguo que se estandarizo al menos parciamente y paso a llamarse INP. Para
fomentar el cambio de sistema a los trabajadores que optaban por el sistema
nuevo se les ofrecía una menor tasa de cotización y los beneficios que habían
acumulado en el sistema antiguo eran reconocidos emitiendo un bono de
reconocimiento pagadero al momento de la jubilación. A la fuerza laboral que se
incorporó después de 1980 se le exigió afilarse al nuevo sistema.

El diseño básico del nuevo sistema contempla la existencia de tres pilares. En


efecto, desde sus inicios es posible distinguir un pilar no contributivo o solidario, un
pilar contributivo basado principalmente en la capitalización individual y un tercer
pilar voluntario compuesto por distintas fórmulas de ahorro complementario
destinadas a mejorar la pensión de vejez.

Este esquema, recomendado especialmente por el Banco Mundial a partir de la


década de los 90, permite estructurar un sistema de pensiones con un
componente fiscal importante focalizado especialmente en aquel segmento de la
población que, por diversas circunstancias, no presenta aportes en el sistema
contributivo o su densidad de cotizaciones es tan baja que no le permitiría
financiar una pensión mínima o de subsistencia. Este pilar es básico y sustancial
al nuevo sistema de pensiones y ha sido reforzado en el tiempo estableciendo
correcciones basadas en la equidad del género o en la mejoría de quienes
presentan períodos prolongados de cesantía o bajos aportes al sistema. El
segundo pilar, denominado contributivo, contempla contribuciones definidas y
prestaciones indefinidas. Su objetivo principal es otorgar a quienes han concluido
su etapa laboral activa un estándar de vida que se acerque razonablemente al que
se gozaban durante su vida activa. Dentro de este pilar se incluye también un
pequeño porcentaje de adscritos al antiguo sistema de reparto. Por último, el
tercer pilar contempla la existencia de un sistema de ahorro complementario para
la veje

Las modificaciones legales que se refieren a la materia han avanzado en la


profundización de estos pilares, pero sin afectar su esencia. Vale la pena
consignar como una de las mayores reformas al sistema la introducida por la Ley
Nº 20.255 a los tres pilares que conforman el sistema de pensiones.

Objetivo general:

 Describir el funcionamiento del modelo del sistema previsional chileno, el


impacto que genera en las pensiones y jubilaciones que obtienen los
cotizantes, los principales beneficios, sus dificultades.

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Antiguo Sistema Previsional Chileno

Chile fue el primer país de América Latina que creó un Sistema de Seguridad
Social, a comienzos del siglo XX. A lo largo de los años se fueron creando
diversos regímenes de pensiones, diferenciados por el tipo de actividad o grupos
ocupacionales, con reglas y beneficios distintos.

En 1924 estableció el primer programa de seguridad social en Latinoamérica.es


decir, la privatización del sistema de pensiones impacto al mundo con resultados
que superaron todas las expectativas y se transformó en producto chileno, sistema
de reparto que contemplaba pensiones de amplia cobertura para vejez,
incapacidad y muerte más subsidios, más subsidios de enfermedad y beneficios
de salud. La cobertura del sistema no era de alcance nacional, sino que se dividía
por tres tipos de empleo. Había tres grandes sistemas: para
trabajadores manuales, empleados asalariados y empleados públicos y cerca de
50 subsistemas más pequeños para categorías particulares de empleados. El
resultado: beneficios muy diferentes, más generosos para algunos grupos con
mayor poder político y económico.

Es así como llegan a coexistir 52 “Cajas” o Instituciones de Previsión, las que


operaban bajo el esquema de reparto. Esto significa que los aportes de los
afiliados activos financiaban las pensiones de los pasivos y, por tanto, la
subsistencia del sistema estaba supeditada a la relación “trabajador/pensionado”
existente en la población en cada momento del tiempo. Durante los primeros años
de existencia del sistema, la proporción de trabajadores fue suficiente para
financiar los beneficios de los pensionados. Sin embargo, los cambios
demográficos -que fueron reflejando una permanente disminución de la natalidad y
un aumento en las expectativas de vida- revirtieron esta relación, provocando un
fuerte desfinanciamiento del sistema. Mientras que en el año 1955 por cada 12,2
trabajadores cotizantes había 1 pensionado, en 1980 por cada 2,5 trabajadores
cotizantes había 1 pensionado. Es decir, sólo en 25 años el costo de los
trabajadores cotizantes se incrementó casi 5 veces.

Descripción del antiguo sistema:

El antiguo régimen provisional correspondía a lo que se conoce genéricamente


como sistema con financiamiento sobre la marcha, en términos que las pensiones
que se pagaban a las personas que ya se habían retirado de
la fuerza de trabajo sean financiadas con los aportes que realizaban los
trabajadores activos, sus empleadores y el fisco, es decir, se trataba de un

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esquema que tenía elementos de un sistema de reparto, por cuanto la
acumulación de reservas no era necesaria, pero, complementado con aportes
estatales.

El nivel de pensiones que obtenían los asegurados tomaba como base


la historia previsional de cada uno, de acuerdo a lo que señalaba la ley orgánica
que regulaba el régimen provisional correspondiente. El nivel de las pensiones que
recibían las personas al momento de jubilar tenia escasa relación con los aportes
que se habían efectuado al sistema durante la vida laboral activa.

Con todo, la forma como opero el sistema se tradujo en la práctica en que el fisco
debió realizar aportes crecientes para que se pudieran pagar las pensiones
comprometidas.

Desde el punto de vista administrativo, el antiguo régimen previsional operaba a


base de las cajas de previsión, que eran las entidades encargadas de recolectar
las cotizaciones que debían cancelar los trabajadores activos y sus empleadores,
y de pagar los beneficios que otorgaba el sistema.

Principales características

Antes de las AFP, Chile se regía por otra estructura muy diferente
llamada Sistema de Reparto. Éste consistía en que todas las cotizaciones de los
trabajadores activos y los aportes del Estado (el Fisco contribuía con cerca del
30% del total de recursos) iban a un fondo común, y dicho dinero se utilizaba para
pagar las pensiones a los trabajadores pasivos, es decir, a los jubilados.

Los montos de las pensiones que recibía cada persona no dependían del dinero
que ésta hubiese aportado durante su vida laboral activa, sino que se relacionaban
con la caja de previsión a la que perteneciera y con el cumplimiento de ciertos
requisitos previamente establecidos.

Desde hacía mucho tiempo en nuestro país se presentaba la necesidad de


introducir cambios al sistema de Seguridad Social. Ya en la década de 1960 se
elaboraron diversos informes sobre las falencias del antiguo sistema de Seguridad
Social Chileno, en los que se proponían cambios profundos. En 1968, el
Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva, y su Ministro de Hacienda,
Andrés Zaldívar Larraín, trataron de reformar el antiguo sistema, enviando un
proyecto de ley al Congreso Nacional, el cual finalmente no fue aprobado.

El desfinanciamiento y la inequidad del esquema de reparto dieron origen a una


reforma previsional que creo, mediante el D.L. 3.500 de 1980, un nuevo sistema
de pensiones basado en la Capitalización Individual y administrado por entidades
privadas denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). El

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Antiguo Sistema continuó funcionando, principalmente a través de un ente único
denominado Instituto de Normalización Previsional (INP), hoy Instituto de Previsión
Social (IPS), el cual fusionó a las principales Cajas de Previsión.

El Estado se hizo responsable del financiamiento de las cotizaciones pagadas en


el Antiguo Sistema por aquellas personas que se cambiaron al Nuevo Sistema.
Ello se materializa a través de unos instrumentos financieros denominados Bonos
de Reconocimiento, los cuales son representativos de dichos períodos de
cotizaciones y que el trabajador hace efectivo al instante de cumplir la edad legal
para pensionarse por vejez, al pensionarse por invalidez o fallecer.

El Bono de Reconocimiento se reajusta de acuerdo a la variación de la inflación y


devenga un interés del 4% real anual, el cual se capitaliza cada año.

• Sistema de Reparto: El componente principal de los fondos estaba


constituido por las cotizaciones de los afiliados, las que ingresaban al
patrimonio de la institución (a un fondo común) para financiar los beneficios
establecidos en la Ley

• No existe propiedad individual de los fondos: Los imponentes no tienen


derecho a los fondos, sólo a impetrar los beneficios legalmente establecidos

• Prestaciones están en función de remuneraciones y años de


imposiciones: El mecanismo de cálculo de las pensiones está
determinado en base a las remuneraciones que conforman el sueldo base y
los años de imposiciones que haya enterado. No tiene incidencia el monto
total de aporte previsional

• Financiamiento de las prestaciones en base a cotizaciones del Sector


Activo: Las prestaciones (pensiones e indemnizaciones) otorgadas en un
período debían ser financiadas con los ingresos, fundamentalmente
cotizaciones recaudadas de los imponentes que estaban trabajando

Como se calculaban las pensiones:

En el antiguo Sistema de Reparto, el cálculo de las pensiones se hacía, como


regla general, sobre la base del promedio de las remuneraciones imponibles
registradas durante cierto lapso (12, 24, 36 o 60 meses) en relación con el tiempo
de cotizaciones”.

No obstante, existía un grupo de trabajadores del sector público y otros grupos


minoritarios, cuyas pensiones se reajustaban igual que los sueldos que percibían
los trabajadores en actividad.

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Asimismo, había otras pensiones que se calculaban sobre la base de la última
remuneración percibida en actividad, a la fecha de cese de funciones.

Los requisitos para acceder a las pensiones variaban en todas las cajas. Por
ejemplo, algunas exigían ser imponente al momento de cumplir la edad para
solicitar el beneficio o pedían un número mínimo de años cotizados.

Por qué se cambió el antiguo sistema por las AFP:

El principal problema habría sido que el antiguo sistema comenzó a quedarse sin
financiamiento, porque llegó un momento en que había muy pocos trabajadores
activos para costear todas las pensiones de los jubilados.

Las causas de este conflicto habrían sido la permanente disminución de la


natalidad y el aumento en las expectativas de vida.

Mientras que en el año 1955 por cada 12,2 trabajadores cotizantes había 1
pensionado, en 1980 por cada 2,5 trabajadores cotizantes había 1 pensionado. Es
decir, sólo en 25 años el costo de los trabajadores cotizantes se incrementó casi 5
veces, detalla la organización.

En el siguiente gráfico, realizado por la Asociación de AFP, se puede ver la


disminución que se habría dado en la cantidad de trabajadores activos versus el
número de pensionados, de acuerdo a cifras:

Otra razón que cita la asociación para justificar el cambio es que habría existido
una alta evasión previsional, lo que habría contribuido al desfinanciamiento del
sistema.

A trabajadores y empleadores les resultaba más económico hacer imposiciones


por el mínimo legal, preocupándose sólo de imponer por valores reales los últimos
años de la vida activa del trabajador, cuando las imposiciones eran consideradas
para la jubilación. Esta situación obligaba al Estado a elevar las imposiciones, lo
que a su vez incentivaba una mayor evasión previsional y así sucesivamente.

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Actual sistema previsional chileno

El sistema de pensiones en nuestro país otorga una pensión al afiliado en caso de


vejez e invalidez, y a su familia, pensiones de sobrevivencia. Al estar basado en la
capitalización, el sistema incorpora el concepto de propiedad del ahorro que
realiza el trabajador afiliado, teniendo una estrecha relación entre el esfuerzo
realizado a lo largo de la vida activa y los beneficios recibidos.

La administración de los ahorros es realizada por instituciones llamadas AFP


(Administradoras de Fondos de Pensiones), que tienen como rol gestionar los
aportes, para otorgar las prestaciones previsionales. La Superintendencia de
Pensiones es la entidad encargada de regular y fiscalizar el funcionamiento del
sistema, y de las instituciones gestoras.

¿En qué consiste el sistema?

El objetivo del Sistema de Pensiones es proveer ingresos de reemplazo para los


trabajadores que dejan la vida activa o laboral y cubrir los riesgos de invalidez
(total o parcial) y de muerte del trabajador (sobrevivencia), de manera de proteger
al afiliado y a su grupo familiar.

El actual sistema de pensiones se basa en la capitalización individual. Esto


significa que cada trabajador afiliado efectúa mensualmente un aporte previsional
del 10% de su sueldo. Dinero que es acumulado en una Cuenta de Capitalización
Individual, que aumenta de acuerdo a los aportes que realiza el trabajador y a la
rentabilidad obtenida con la inversión de sus fondos.

El dinero acumulado en la cuenta es de propiedad de cada trabajador afiliado y


opera como patrimonio independiente de la AFP.

Características del sistema

 Pluralidad de instituciones, todas privadas y con el objeto exclusivo,


administran los fondos de pensiones y compiten en rentabilidad de
las inversiones y servicios.
 La pensión es el resultado de los aportes del mismo individuo y la
rentabilidad.
 Un sistema de reparto complementa el financiamiento para las pensiones
de invalidez y sobrevivencia.
 Libre elección: el trabajador elige libremente en cual institución cotizar.
 Igualdad de requerimiento para todos los participantes.
 El estado no participa en la gestión, pero fija las reglas, las hace cumplir y
garantiza las pensiones mínimas y la rentabilidad mínima.

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Se basa en el ahorro y la capitalización individual de los trabajadores,
quienes cotizan en las AFP en forma obligatoria y también voluntariamente, esto
último dependiendo de factores como el interés en incrementar la pensión, la
necesidad de jubilar anticipadamente o por las llamadas “lagunas previsionales”,
que corresponden a los períodos no cotizados en la vida laboral, por cesantía u
otros motivos.

En el sistema de pensiones los trabajadores son dueños de su ahorro previsional y


en ellos recae la responsabilidad de preocuparse de su pensión, sin perjuicio que
el Estado garantice un aporte previsional solidario. El sistema otorga libertad de
elección a los afiliados, de tal forma que el trabajador puede elegir la
administradora que gestione sus ahorros previsionales y cambiarse cuando lo
desee, así como la edad a la que quiere pensionarse (jubilación por vejez o
anticipada) y la modalidad de pago de su pensión (retiro programado, renta
vitalicia, renta temporal con renta vitalicia diferida y retiro programado con renta
vitalicia). Asimismo, puede elegir el Tipo de Fondo en donde invertir sus ahorros.

El sistema de pensiones chileno es uniforme en la aplicación de las normas para


todos los afiliados y establece directa relación entre las contribuciones de los
trabajadores y los beneficios obtenidos.

La administración de los fondos es privada y está a cargo de sociedades


anónimas especializadas, denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones
(AFP), que están destinadas a crear condiciones de competencia y
responsabilidad para mejorar la calidad del servicio.

Actualmente, las AFP administran cinco fondos conformados por las cotizaciones
de los trabajadores, las que se depositan en la cuenta individual de cada uno de
ellos, constituyendo así el Sistema de Fondo de Pensiones. En el sistema de
pensiones existe una total separación entre la sociedad administradora y los
fondos que administra. De esta forma, la contabilidad de los fondos se lleva por
separado de aquella de las AFP, de modo que el dinero acumulado en la cuenta
de capitalización individual es de propiedad de cada trabajador afiliado y opera
como patrimonio independiente al de la Administradora.

El Estado cumple un rol subsidiario (garante) y contralor del sistema, valiéndose


de organismos como las Superintendencias de Pensiones y de Valores y Seguros.

En marzo de 2008 fue promulgada y publicada en el Diario Oficial la ley de la


Reforma Previsional, uno de los cambios más profundos que ha tenido el sistema
de pensiones chileno en muchos años, reforzado por el esquema de Tres Pilares.
El primero, conocido como Pilar Solidario, apunta a proteger a aquellas personas
que no ahorraron para su vejez en ningún sistema de pensiones o lo hicieron en

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magnitud insuficiente, financiado con recursos públicos; el segundo, conocido
como Pilar Contributivo, de ahorro obligatorio y capitalización individual; y el Pilar
Voluntario, donde los cotizantes pueden realizar ahorro de forma planificada y
voluntaria, de acuerdo a las necesidades de pensión o de anticipación de la
jubilación que tengan.

La ley estableció una secuencia en el tiempo para la vigencia plena de la


normativa, partiendo con las disposiciones contempladas para el Pilar Solidario -
que comenzó a regir en julio de 2008-, con el pago de la Pensión Básica Solidaria
para todas aquellas personas que, por algún motivo, no cotizaron en ningún
sistema de pensiones. En 2012, y en forma gradual, comenzaron a incorporarse
los trabajadores independientes al sistema de pensiones, integrándose al Pilar
Contributivo o de ahorro obligatorio y capitalización.

¿Cuáles son las pensiones que otorga el sistema?

De Vejez: Para el afiliado que cumple la edad legal, esto es 60 años para las
mujeres y 65 para los hombres, o antes de esas edades si cumple con
determinados requisitos.

De Invalidez: Al afiliado que sea declarado inválido por una Comisión Médica
designada por la Superintendencia de Pensiones.

De Sobrevivencia: Que se otorga al cónyuge del afiliado fallecido, al cónyuge


inválido de una afiliada fallecida o a la madre y a los hijos del afiliado fallecido. En
ausencia de los anteriores, a los padres que sean carga familiar reconocida.

¿Qué beneficios otorga?

El sistema de pensiones protege al afiliado ante la vejez y los riesgos de invalidez


y muerte. La protección se efectúa mediante el otorgamiento de pensiones, que
son pagadas directamente al afiliado por las AFP o una compañía de seguros, o
bien, a los componentes del grupo familiar, si éste fallece. Las pensiones se
reajustan mensualmente de acuerdo a la variación del Índice de Precios al
Consumidor (IPC) y, por lo tanto, están protegidas de la inflación.

¿Cómo se financia la administración del sistema?

A través del cobro de Comisiones que determinan libremente las Administradoras


sobre la base de criterios objetivos, con carácter uniforme para todos los afiliados,
debiendo ser anunciadas públicamente. Las comisiones son de cargo del
trabajador y se descuentan de las respectivas Cotizaciones Adicionales.

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Pilares del sistema previsional

El Sistema de Pensiones en Chile está integrado por tres pilares, que funcionan en
forma coordinada e interrelacionada: el Contributivo u Obligatorio, el Voluntario y
el Solidario.

Pilar contributivo:

El Pilar de Ahorro Contributivo u Obligatorio en el Sistema de Capitalización


Individual es administrado por las AFP. Los trabajadores aportan mensualmente el
10% de su remuneración imponible, la que va de manera íntegra a una cuenta a
su nombre en el Fondo de Pensiones. Esa plata es invertida por las AFP a través
de distintos instrumentos, de renta fija y variable, tanto en Chile como en el
extranjero, obteniendo rentabilidad o ganancias que se suman a los aportes de los
afiliados al sistema.

Tras la Reforma Previsional y a partir de 2012, los trabajadores independientes,


que reciben rentas a través de boletas de honorarios o boletas de servicios a
terceros, también se incorporan al sistema de ahorro obligatorio. Cabe recordar
que en Chile los trabajadores independientes no estaban obligados a ahorrar en el
sistema de pensiones. Así, entre 2012 y 2014, estos trabajadores cotizarán
voluntariamente por el 40%, 70% y 100% de sus rentas a honorarios,
respectivamente, y a partir de 2015 todos ellos se integrarán al sistema de
pensiones, con sus derechos y obligaciones.

La reforma estableció la excepción de cotizar a los trabajadores independientes


que así lo manifiesten ante el Servicio de Impuestos Internos, entre los años 2012
y 2014; a aquellos con renta imponible anual menor al ingreso mínimo; a los
dependientes que cotizan todos los meses por el tope imponible; y a los
independientes hombres que al 1° de enero de 2012 tenían 55 años o más y a las
mujeres que, a esa misma fecha, tenían 50 años o más.

A las excepciones anteriores también se suman los afiliados al Instituto de


Previsión Social, a Dipreca o Capredena. A pleno régimen de la ley, los
trabajadores independientes impondrán, anualmente, por el 80% del conjunto de
las rentas brutas del año anterior, gravado de acuerdo al Art. 42 N° 2 de la Ley de
la Renta.

Por otra parte, la reforma también estableció un beneficio para los jóvenes que
aportan para su pensión: el subsidio previsional destinado. Este busca incrementar
los ahorrados en edades tempranas de los afiliados considerando que estos son
más importantes en el aumento de las pensiones que aquellos aportados en
edades más adultas.

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Los Trabajadores que pueden Beneficiarse son:

 Tengan entre 18 y 35 años.

 Tengan una remuneración igual o inferior a 1,5 veces el ingreso mínimo


mensual.

 Estén dentro de los primeros 24 meses de cotizaciones, continuas o


discontinuas desde la afiliación al Sistema de Pensiones.

 Para las mujeres, la reforma creo el bono por hijo, beneficio que incrementa
el monto de la pensión de la mujer a través del otorgamiento de un bono
por cada hijo nacido vivo o adoptado. Todas las mujeres tienen derecho a
recibirlo, siempre y cuando cumplan con los requisitos legales.

Pilar voluntario:

El Pilar Voluntario es aquel que permite al trabajador hacer un aporte adicional al


obligatorio con el fin de aumentar su ahorro previsional, con beneficios del Estado.
Hay distintas alternativas, entre ellas el Ahorro Voluntario Previsional (APV), el
Ahorro Previsional Voluntario Colectivo (APVC), los Depósitos Convenidos (DC) y
la Cuenta 2. El Estado entrega una serie de beneficios como una forma de
incentivar el ahorro adicional.

El objetivo del Pilar Voluntario es incentivar al afiliado que realice ahorro adicional
al 10% obligatorio, con el propósito de incrementar la pensión autofinanciada del
Pilar Contributivo.

También esta acumulación de fondos adicional permite reunir los fondos


necesarios para adelantar la edad de jubilación y disminuir los efectos de períodos
de no cotización.

A los incentivos ya existentes, la Reforma Previsional en el 2008 introdujo cambios


en materia de ahorro previsional voluntario, entregando por parte del Estado un
bono para fomentar el ahorro en los sectores de ingresos medios y bajos de la
población, cuyos sueldos no están afectos al impuesto a la renta o tienen una tasa
de impuesto baja. Asimismo, se incorporó el APVC o Ahorro Previsional Voluntario
Colectivo.

Pilar solidario:

El Pilar Solidario está pensado para evitar la pobreza en la vejez. A través de


financiamiento estatal, ayuda a quienes se encuentran en el 60% más vulnerable
de la población, entregando pensiones y/o aportes a aquellas personas que tienen
nula o escasa participación en el sistema y por lo tanto no pueden autofinanciar
una pensión o esta es insuficiente. Entre los beneficios que entrega el Estado

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están la Pensión Básica Solidaria, el Aporte Previsional Solidario, el Bono por hijo
y los subsidios a la cotización y contratación de jóvenes.

Este pilar se financia con los impuestos generales de la Nación y los beneficios
rigen a partir de los 65 años. Quienes cumplan con los requisitos deben postular a
través de la AFP o del Instituto de Previsión Social (IPS).

Las pensiones básicas solidarias de vejez e invalidez conforman una parte del
“pilar solidario” de la reforma de pensiones, cubriendo a las personas que no
efectuaron ahorros para financiar su pensión. El sistema solidario considera
además el Aporte Previsional Solidario (APS) de vejez e invalidez. El sistema de
pensiones solidarias también incluye casos de pensión de sobrevivencia.
Estas nuevas fórmulas reemplazaron a las pensiones asistenciales y la garantía
estatal de pensión mínima, mecanismos a través de los cuales se daba cobertura
a quienes no podían financiar su pensión o ésta era inferior a la pensión mínima.

Pensión Básica Solidaria (PBS) de Vejez e Invalidez:

 Está dirigida a aquellas personas que no tengan derecho a pensión en


algún régimen previsional y que cumplan determinados requisitos. La ley
establece el pago de la Pensión Básica Solidaria (PBS) para las personas
que no ahorraron para obtener una pensión.

Requisitos para Obtener una PBS:

De Vejez:

 Tener 65 años o más.

 No recibir pensión de una AFP o del IPS.

 Tener 20 años de residencia en Chile a partir de los 20 años de edad.

 Haber vivido en Chile 4 de los últimos 5 años antes de la solicitud de


pensión.

 Integrar un grupo familiar perteneciente al 60% de menores ingresos de la


población.

De Invalidez:

 Estar declarado como inválido por la Comisión Médica de Invalidez.

 No tener derecho a pensión en algún régimen previsional.

 Tener entre 18 años y menos de 65 años.

 Haber vivido en Chile 5 de los últimos 6 años antes de la solicitud de


pensión.

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 Integrar un grupo familiar perteneciente al 60% más pobre de la población.

 Para calificar entre el 60% más pobre se requiere tener un puntaje igual o
menor a 1206 puntos en el Puntaje de Focalización Previsional. La PBS se
inició con $ 60 mil mensuales, en julio de 2008, y luego pasó a $ 75 mil en
julio del año 2009. En julio de 2012 alcanzó los $80.528 y actualmente está
en $93.543.

Aporte Previsional Solidario (APS) de Vejez e Invalidez.

APS de Vejez:

 Está destinada a las personas que tengan derecho a una o más pensiones
regidas por el DL N°3.500, y cuya pensión base sea inferior a la Pensión
Máxima con Aporte Solidario (PMAS), cuyo monto alcanza actualmente los
$291.778.

APS de Invalidez:

 Está destinada a personas declaradas como inválidas, que no reciben


pensiones de otros regímenes previsionales y cuya pensión de invalidez,
más alguna otra del mismo régimen, sea inferior a la PBS de Invalidez.

Requisitos para Obtener un APS:

De Vejez:

 Tener 65 años de edad.

 Tener derecho a alguna pensión en algún régimen previsional.

 Que la pensión autofinanciada o la suma de las pensiones que reciba sea


inferior a la PMAS vigente.

 Durante el primer año de aplicación de la reforma el pensionado debía ser


parte de un grupo familiar perteneciente al 40% más pobre de población,
porcentaje que en 2012 subió al 60% de la población más pobre.

 Tener 20 años de residencia en Chile, desde los 20 años de edad, y 4 de


los últimos 5 años en Chile. Con 20 años de aportes en sistemas de
pensiones en el país se cumple este requisito.

De Invalidez:

 Tener entre 18 y 65 años de edad.

 Haber sido declarado inválido por las Comisiones Médicas de la


Superintendencia de Pensiones.

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 Durante el primer año de aplicación de la reforma el pensionado debía ser
parte de un grupo familiar perteneciente al 40% más pobre de población,
porcentaje que en 2012 subió al 60% de la población más pobre.

 Acreditar residencia en Chile en 5 de los últimos 6 años desde que se


solicita el beneficio.

 Que la suma de la Pensión de Invalidez, más cualquier otra pensión que


reciba del Sistema de AFP, sea inferior a la Pensión Básica Solidaria de
Invalidez ($82.058 desde julio 2012).

Rentabilidad de los Fondos de Pensiones:

 Las administradoras pueden gestionar 5 fondos de pensiones, labor que


comprende la recaudación de las cotizaciones de los afiliados, su abono a
las respectivas cuentas individuales, la inversión de los recursos generados
por dicha recaudación, entre otras funciones.

Formas de ahorro

En el sistema de pensiones cada afiliado posee una cuenta individual donde se


depositan sus cotizaciones previsionales, las cuales ganan la rentabilidad por las
inversiones que las administradoras realizan con los recursos de los fondos. Al
término de la vida activa, este capital es devuelto al afiliado, en la forma de alguna
modalidad de pensión, o a sus beneficiarios sobrevivientes, en el caso que el
afiliado fallezca.

Tipos de cotización

Las Formas de Ahorro que contempla el Sistema de Capitalización Chileno se


dividen en Obligatorias y Voluntarias:

Cotización obligatoria del 10% de las remuneraciones y rentas imponibles


mensuales con un tope de 74,3 UF (El tope imponible es reajustado anualmente
según la variación que experimente el Índice de Remuneraciones Reales).

Cotización voluntaria de la remuneración y renta imponible mensual (hasta un


máximo de 50 U.F., para acogerse a la excepción tributaria, de acuerdo a lo
establecido en el inciso tercero del artículo 20 del D.L. 3.500).

A su vez, la Cotización Voluntaria posee cinco Mecanismos de Ahorro:

Ahorro Voluntario: El Ahorro Previsional Voluntario o APV está compuesto por


Cotizaciones Voluntarias, Depósitos de Ahorro Previsional Voluntario y Depósitos
Convenidos. La Reforma Previsional incorporó además el Ahorro Previsional
Voluntario Colectivo o APVC y creó la figura de Afiliado Voluntario. El Sistema

14
también ofrece al afiliado la posibilidad de realizar en la AFP Ahorro Voluntario en
la Cuenta Dos.

El ahorro previsional voluntario existe en las AFP desde hace muchos años y se
puede realizar mediante “cotizaciones voluntarias” del afiliado o mediante
“depósitos convenidos” con el empleador. El objetivo de esta acumulación de
fondos es elevar el monto de las pensiones, reunir los fondos necesarios para
adelantar la edad de jubilación o disminuir los efectos de períodos de no
cotización.

La Ley 19.768 permitió, a contar del 1° de marzo de 2002, retirar el total o parte de
las cotizaciones voluntarias, entendiéndose como tales a aquellas que se pueden
realizar por sobre el 10% de la cotización obligatoria. Este retiro puede efectuarse
en cualquier momento de la vida laboral, sujeto a un cargo tributario, si
corresponde.

La Reforma Previsional produjo un cambio importante en materia de ahorro


previsional voluntario, con la introducción del bono que entrega el Estado para
fomentar el ahorro en los sectores de ingresos medios y bajos de la población,
cuyos sueldos no están afectos al impuesto a la renta o tienen una tasa de
impuesto baja y con la incorporación del Ahorro Previsional Voluntario Colectivo.

 APV o Ahorro Previsional Voluntario

El Ahorro Previsional Voluntario o APV es un mecanismo de ahorro que permite a


las personas dependientes e independientes, ahorrar por sobre lo cotizado
obligatoriamente en su AFP, con la finalidad de anticipar la edad de jubilación,
cubrir periodos no cotizados o para aumentar el monto de la pensión. El APV
considera las cotizaciones voluntarias que se realizan en una AFP, los depósitos
de ahorro previsional voluntario que se realizan en entidades distintas a las AFP y
los depósitos convenidos. Pueden realizar APV todos los trabajadores
dependientes afiliados a una AFP, los trabajadores independientes que estén
efectuando las cotizaciones obligatorias, y los imponentes de alguno de los
regímenes previsionales administrados por el Instituto de Previsión Social (IPS),
ex INP. Modalidades Tributarias del APV y APVC Para estimular el hábito del
ahorro para la vejez y mejorar las pensiones futuras de las personas, la ley
contempla dos opciones (a) y (b), que incentivan al trabajador a ahorrar para la
vejez más allá del 10% obligatorio y acogerse a los beneficios tributarios. El
trabajador puede rebajar mensualmente de la remuneración bruta el monto
destinado al Ahorro Previsional Voluntario, individual (APV) o colectivo (APVC),
efecto que repercute en la determinación de un menor impuesto único de segunda

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categoría o al derecho a una bonificación por parte del Estado. Regímenes
Tributarios:

 a) Tributar al momento de realizar el ahorro y retirar posteriormente dichos


dineros para pensión u otros fines sin pagar impuestos, ni castigos o, b)
Rebajar de la remuneración afecta a impuesto el monto destinado a APV o
APVC, es decir, no pagar impuestos por estos ahorros al momento de
efectuarlos y postergar el pago del impuesto hasta el momento de retirarlos
(pensión u otros fines).

 La letra a) es una nueva modalidad, incorporada en el 2008, que da


derecho a recibir la bonificación del Estado. En este caso la rentabilidad
obtenida por estos ahorros deberá pagar impuesto al momento del retiro.

Bonificación Estatal por APV y APVC:

 A la Bonificación Estatal tienen derecho las personas que realizan APV


individual o colectivo y optan por la letra a) para realizar dicho ahorro. La
bonificación del Estado es equivalente al 15% del monto ahorrado en forma
voluntaria por el afiliado en un año calendario, siempre que dichos fondos
se destinen a pensión.

 La bonificación considera dos límites: En cada año calendario no podrá


sobrepasará seis Unidades Tributarias Mensuales (6 UTM), lo que equivale
a un total de $271.896. Otra condición es que este ahorro voluntario no
puede ser mayor a 10 veces las cotizaciones obligatorias realizadas por el
trabajador dentro del año calendario.

Depósitos Convenidos: Son aportes que el empleador realiza a la cuenta de


capitalización del trabajador en forma periódica u ocasional, previo acuerdo entre
ambas partes, y cuya finalidad es aumentar el caudal de ahorro para la pensión de
vejez o para anticipar la edad de jubilación. Los depósitos pueden ser un monto
fijo y de una vez, un monto mensual o un porcentaje de la remuneración del
trabajador. Los depósitos convenidos no se consideran renta para fines tributarios
por la parte que no exceda de un monto máximo anual de 900 UF por cada
trabajador. Los fondos acumulados como depósitos convenidos no pueden ser
retirados antes de pensionarse.

 APVC o Ahorro Previsional Voluntario Colectivo

Otro mecanismo para fomentar el ahorro previsional es la modalidad de Ahorro


Previsional Voluntario Colectivo (APVC). Esta fórmula consiste en que el ahorro
realizado por los trabajadores es complementado por el aporte de sus respectivos
empleadores, con beneficios tributarios equivalentes al ahorro previsional

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voluntario individual. Modalidades Tributarias del APV y APVC Para estimular el
hábito del ahorro para la vejez y mejorar las pensiones futuras de las personas, la
ley contempla dos opciones (a) y (b), que incentivan al trabajador a ahorrar para la
vejez más allá del 10% obligatorio y acogerse a los beneficios tributarios. El
trabajador puede rebajar mensualmente de la remuneración bruta el monto
destinado al Ahorro Previsional Voluntario, individual (APV) o colectivo (APVC),
efecto que repercute en la determinación de un menor impuesto único de segunda
categoría o al derecho a una bonificación por parte del Estado. Regímenes
Tributarios:

 a) Tributar al momento de realizar el ahorro y retirar posteriormente dichos


dineros para pensión u otros fines sin pagar impuestos, ni castigos o, b)
Rebajar de la remuneración afecta a impuesto el monto destinado a APV o
APVC, es decir, no pagar impuestos por estos ahorros al momento de
efectuarlos y postergar el pago del impuesto hasta el momento de retirarlos
(pensión u otros fines).

 La letra a) es una nueva modalidad, incorporada en el 2008, que da


derecho a recibir la bonificación del Estado. En este caso la rentabilidad
obtenida por estos ahorros deberá pagar impuesto al momento del retiro.

Bonificación Estatal por APV y APVC:

 A la Bonificación Estatal tienen derecho las personas que realizan APV


individual o colectivo y optan por la letra a) para realizar dicho ahorro. La
bonificación del Estado es equivalente al 15% del monto ahorrado en forma
voluntaria por el afiliado en un año calendario, siempre que dichos fondos
se destinen a pensión.

 La bonificación considera dos límites: En cada año calendario no podrá


sobrepasará seis Unidades Tributarias Mensuales (6 UTM), lo que equivale
a un total de $271.896. Otra condición es que este ahorro voluntario no
puede ser mayor a 10 veces las cotizaciones obligatorias realizadas por el
trabajador dentro del año calendario.

 Ahorro Voluntario en Cuenta Dos

La cuenta de Ahorro Voluntario Cuenta Dos se creó como complemento de la


cuenta de capitalización individual obligatoria, entregando una nueva fuente de
ahorro de libre disponibilidad a los afiliados. Esta cuenta voluntaria es
independiente de todos los demás ahorros que el afiliado pudiese mantener en la
administradora de fondos de pensiones y en ella el afiliado puede realizar
depósitos con la regularidad que él lo disponga. El afiliado puede realizar

17
depósitos en forma regular o esporádica, los ahorros acumulados son de libre
disposición, sin embargo, posee un máximo de seis retiros anuales.

De acuerdo a las normas que rigen el actual Sistema de Pensiones, las sumas
depositadas en las cuentas de capitalización individual están destinadas
únicamente al financiamiento de pensiones de vejez, invalidez y sobrevivencia, sin
perjuicio del otorgamiento de otras prestaciones, como los retiros de excedentes
de libre disposición, en el caso que lo solicite el afiliado al pensionarse y le asista
el derecho; el pago de cuota mortuoria; o el pago de los fondos bajo la forma de
herencia.

La ley permite retirar el total o parte de las cotizaciones voluntarias, entendiéndose


como tales a aquellas que se pueden realizar por sobre el 10% de la cotización
obligatoria y son descontadas mensualmente de la renta imponible del trabajador.
Este retiro puede efectuarse en cualquier momento de la vida laboral, sujeto a un
cargo tributario.

Multifondos

Por Ley, el Sistema de Pensiones da la posibilidad a los cotizantes de involucrarse


en algunas decisiones que tendrán impacto en el monto de su futura pensión,
entre ellas la elección de la forma en que es invertido su ahorro.

Existen 5 alternativas de inversión, que se conocen como Multifondos: Fondo A


(más riesgoso), Fondo B (riesgoso), Fondo C (intermedio), Fondo D (conservador)
y Fondo E (más conservador).

A través de estos Multifondos, las AFP invierten el ahorro previsional en distintos


instrumentos de renta fija y variable, tanto en Chile como en el extranjero.
Posteriormente, reintegran de manera íntegra tanto el aporte de los afiliados,
como las ganancias generadas por sus inversiones.

La plata que está en el Fondo de Pensiones te pertenece y las AFP sólo la


administran, por eso es importante que ejerzas tu derecho a escoger.

Los 5 multifondos:

El Fondo A invierte en un mayor porcentaje en instrumentos de renta variable


tanto en el mercado nacional como en el extranjero (en un mayor porcentaje), por
lo tanto, es el que asume más riesgos, pero en el largo plazo podría obtener una
mejor rentabilidad.

El Fondo E es el más estable y conservador, ya que tiene principalmente


inversiones en instrumentos de renta fija en el mercado nacional y extranjero en
un menor porcentaje, por ende, el que podría obtener una ganancia menor.

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Los fondos B, C y D son intermedios, y la elección de éstos va a depender de
varios factores. Primero, la edad del trabajador, ya que mientras más joven más
riesgos podría asumir. En cambio, una persona que está cerca de la edad de
jubilar, debería optar por fondos más conservadores.

No es necesario que sepas economía para escoger Multifondos. Es importante


que estés informado de acuerdo con tu edad y tus preferencias. Si no eliges, el
sistema te asigna un Fondo según tu edad.

Características de los fondos:

Los fondos de pensiones se diferencian por el porcentaje de recursos que podrán


destinar a la compra de instrumentos de renta variable. Las opciones van desde el
Fondo E, que prácticamente sólo invierte en Renta Fija (límite máximo 5% en
renta variable), hasta el Fondo A, que puede tener hasta un 80% invertido en
títulos de renta variable.

Consideraciones para una buena elección:

Un factor importante a considerar es la edad. Una persona joven, que tiene por
delante un extenso período de ahorro antes de jubilar, puede invertir su ahorro
previsional en un fondo con una mayor proporción en renta variable ya que en el
largo plazo es muy probable que se recuperen pérdidas puntuales, obteniendo al
final una mayor rentabilidad y una mayor pensión.

Por el contrario, si se está próximo a pensionarse, es importante que su ahorro


previsional no experimente marcadas variaciones y, lo más razonable en este
caso, es seleccionar un fondo de pensiones con una mayor proporción de
inversión en renta fija.

Otro factor son las preferencias personales. El afiliado debe considerar si está
dispuesto a asumir periodos donde se presenten volatilidades en los precios de los
instrumentos e incluso una menor valorización, transitoria, de sus fondos. Las
personas que no toleran riesgos deberían elegir fondos con más renta fija.

Excepciones en la libertad de elección

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En general, cualquier persona puede elegir uno de los cinco fondos, salvo los
hombres mayores de 55 años de edad y las mujeres mayores de 50 años, no
pensionados. Las personas bajo esta condición pueden optar solo por cuatro de
los cinco fondos, excluyéndose del Fondo A, que invierte más en renta variable.
Asimismo, los pensionados por retiro programado solo pueden elegir entre los tres
fondos con menos inversión en renta variable (C, D y E).

Las restricciones de edad solo son aplicables para los ahorros de la cuenta de
capitalización individual obligatoria.

Los afiliados al sistema de pensiones se pueden cambiar de fondo hasta dos


veces en el año, sin costo, y las comisiones de cada fondo son todas iguales. En
la actualidad ninguna AFP cobra por los cambios que realicen los afiliados entre
Multifondos, por sobre los dos establecidos como límite.

Asignación Residual y Cambio de Fondo:

Los afiliados que, al adscribirse al Sistema o al cambiar de Tramo Etáreo, no elijan


un fondo serán asignados por Ley a un fondo según su edad, de la siguiente
forma.

La asignación de los fondos será gradual: traspasando un 20% al cumplir la edad


de cambio de tramo etáreo y 20% de sus saldos por año, en un período de 4 años.

El afiliado puede ejercer su derecho de optar por el tipo de fondo que prefiera en
cualquier momento, independiente de haber sido asignado a uno de ellos por no
haber elegido. De igual forma, podrá dividir el saldo de su ahorro en hasta dos
tipos de fondos, en la proporción que le parezca conveniente para cada uno de
ellos.

¿Qué es una AFP?

Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) son entidades privadas,


constituidas por Sociedades Anónimas que tienen como giro único administrar los
ahorros previsionales que realizan los trabajadores y otorgar las prestaciones que
establece la Ley.

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Estas instituciones cobran una comisión a sus afiliados por administrar sus
ahorros. Esta comisión es un porcentaje del sueldo imponible y varía de acuerdo a
cada AFP. El patrimonio de las AFP es independiente al patrimonio del Fondo de
Pensiones de los trabajadores.

¿Quién fiscaliza a las AFP?

La Superintendencia de Pensiones vigila y controla el Sistema de Pensiones, a


través del DL 3500, además de otras disposiciones, como reglamentos, circulares
y normas asociadas que regulan distintos aspectos como las inversiones, los
beneficios, cobranzas, cotizaciones, entre otras.

Este organismo se relaciona con el Estado a través del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social. A su vez, la Superintendencia de Valores y Seguros fiscaliza a
las AFP en su calidad de sociedades anónimas.

Existen otras entidades públicas que observan otras áreas del Sistema de
Pensiones, tales como el Banco Central de Chile, el Ministerio de Hacienda, el
Consejo Técnico de Inversiones, Consejo Consultivo Previsional, la Comisión
Clasificadora de Riesgo, la Comisión de Usuarios, entre otros.

¿Me puedo cambiar de AFP?

Sí, el trámite para cambiarse de AFP es muy simple, se puede hacer a través de la
página web o en las sucursales. Si lo realizas por la web, debes tener una clave
de acceso y otra de seguridad que te permitirá realizar el cambio. Ambas claves
se solicitan a través de la página web de tu AFP.

La decisión de pertenecer a una u otra AFP depende de cada trabajador, quien es


libre de elegir la que más le convenga. Solo quienes ingresan por primera vez al
sistema quedarán automáticamente afiliados a la AFP que ofrece la menor
comisión, en la que deberán permanecer durante 24 meses.

¿Cómo cotizar en una AFP?

Los trabajadores dependientes están obligados por Ley a cotizar en el Sistema de


Pensiones, con el fin de ahorrar para la pensión de vejez. En este caso es el
empleador el que descuenta el 10% de la renta imponible, el que va de manera
íntegra a la cuenta de Capitalización Individual. A esto se suma la comisión que
cobra la AFP por administrar los fondos, más el valor del Seguro de Invalidez y
Sobrevivencia.

El sistema da la posibilidad de cotizar también a trabajadores independientes y a


aquellas personas que no reciben ingresos, como es el caso de jóvenes, dueñas

21
de casa o mujeres que deseen recibir el Bono por Hijo. Es lo que se conoce como
Afiliación Voluntaria.

Las cotizaciones de los trabajadores dependientes son pagadas mensualmente


por el empleador, mientras que las cotizaciones de trabajadores independientes y
de afiliados voluntarios las debe pagar el cotizante o un tercero (cónyuge, padres,
hijos). En ambos casos se pueden pagar en las sucursales de las AFP, bancos,
instituciones financieras o Cajas de Compensación con las que éstas tengan
convenio, o por vía electrónica.

¿Cuánto debo cotizar en la AFP?

Los trabajadores dependientes deben aportar el 10% de su renta imponible, más


la comisión que cobra la AFP por administrar ese ahorro (que va a depender de
cada administradora).

Tanto el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia como el de Seguridad Laboral y de


Cesantía corren por cuenta del empleador.

En el caso de los trabajadores independientes y de los afiliados voluntarios,


pueden cotizar de manera voluntaria el 10% del ingreso que declaren, a lo que
deben sumar los costos de:

Comisión de la AFP (depende de cada administradora).

 1,15% correspondiente al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia.


 0,95% Seguro de accidentes del trabajo y enfermedades + una tasa
adicional según cual sea la actividad desarrollada. (Mutualidad)

¿Cómo se pagan las cotizaciones?

Las cotizaciones previsionales se pagan mensualmente y este trámite puede


realizare en las sucursales de las AFP, bancos, instituciones financieras o Cajas
de Compensación con las que éstas tengan convenio, o a través del sitio web
(modalidad full electrónico o pago mixto).

Se debe completar la Planilla de Pago de Cotizaciones Previsionales, identificando


correctamente al o los trabajadores, su remuneración imponible, el período al que
corresponde y el monto cotizado.

Por transferencia bancaria, se puede pagar hasta el último día del mes calendario
(incluyendo fines de semana y festivos) y con otras formas de pago, el último día
hábil del mes.

 importante: Las cotizaciones se deben pagar al mes siguiente de haber


percibido tus ingresos.

22
Afiliación voluntaria

Puedes cotizar en una AFP, aunque no seas un trabajador dependiente. Es lo que


se conoce como Afiliación Voluntaria, cuyo objetivo es el ahorro para la vejez y la
protección en caso de invalidez y sobrevivencia. A esta figura pueden acceder
quienes no generen ingresos, como jóvenes, dueñas de casa o mujeres que
quieran beneficiarse del bono por hijo, por ejemplo. No existe un mínimo de edad
para hacerlo. Los cotizantes voluntarios tienen los mismos derechos y
obligaciones que los cotizantes de una cuenta obligatoria.

Para poder cotizar, la base de los aportes no debe ser inferior a un ingreso
mínimo, a lo que debe sumarse la comisión que cobra la AFP por administrar tus
aportes y el aporte correspondiente al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia que te
protege siempre que estés cotizando.

La cotización puede ser pagada por el mismo afiliado o por terceras personas
como tus padres, hijos o cónyuge. Recuerda que, al cotizar, tu ahorro es invertido
para que crezca, por lo que puedes elegir hasta dos multifondos para distribuir tu
fondo de pensiones.

Al ser afiliado voluntario, no existe ninguna obligación de aportar todos los meses,
ni de aportar siempre el mismo monto. Puedes cotizar regularmente, o cada vez
que lo desees.

¿Por qué los trabajadores independientes estarán obligados a cotizar?

El año 2012 comenzó el ingreso al Sistema Previsional de los trabajadores


independientes que emiten boletas de honorarios, con el objetivo de generar
ahorro para la futura pensión de vejez, a excepción de aquellas personas que
expresaron su voluntad de no cotizar a través una declaración jurada.

Hace poco, el Congreso aprobó la postergación de esta obligación hasta el año


2018 (Operación Renta de 2019). El proyecto de Ley se encuentra a la espera de
ser promulgado.

¿Qué es la evasión y elusión previsional?

Uno de los principales problemas que impacta de manera negativa el ahorro para
la vejez de los trabajadores chilenos es el NO pago de las cotizaciones
previsionales por parte de sus empleadores. Es lo que se conoce como evasión
previsional, que en nuestro país alcanza a un 18%.

Las razones del no pago de cotizaciones pueden ser dos: que el empleador
descuente las cotizaciones de la remuneración y no cotice en la AFP o que
mantenga al trabajador como dependiente, pero sin contrato formal.

23
Junto con constituir una infracción a la Ley, esto genera un alto impacto en las
pensiones futuras de los trabajadores, ya que al reducirse el ahorro previsional
disminuye el monto de sus pensiones en el momento de su jubilación.

Trabajador Independiente

A partir del 2018, los trabajadores independientes que emiten boletas de


honorarios comenzarán a ahorrar para su vejez obligatoriamente y durante su vida
laboral disfrutarán de los mismos beneficios que otorga el sistema de pensiones a
los trabajadores dependientes.

A partir de la Reforma realizada en el 2008 al Sistema de Pensiones, una de las


medidas tomadas fue la obligatoriedad de realizar cotizaciones previsionales para
pensiones, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales y salud, por parte
de los trabajadores independientes que emiten boletas de honorarios.

La Ley planteaba que los independientes fueran cotizando de manera gradual


entre los años 2012 al 2015 un porcentaje del imponible anual, a excepción de los
que manifestaran cada año su voluntad de no cotizar.

Los independientes que decidieron cotizar pueden hacerlo mensualmente o, de lo


contrario, el valor correspondiente es descontado de la devolución de impuestos
(Declaración Anual de Impuesto a la Renta del respectivo año).

El principal beneficio que tienes al cotizar en el sistema de pensiones es que estás


ahorrando para tu vejez y protegiéndote a ti y a tu familia ante riesgos que ocurren
en la vida laboral.

Participando en el sistema de pensiones estarás cubierto con el Seguro de


Invalidez y Sobrevivencia, puedes tener acceso a atención médica, tendrás
derecho a Asignación Familiar y a los subsidios por incapacidad laboral, y podrás
acceder a los beneficios de las cajas de compensación y al Pilar Solidario,
protegiendo tus ingresos y a tu familia.

Todos los trabajadores independientes que emiten boletas de honorarios, los que
reciben boletas de prestación de servicios a terceros o los que pertenecen a una
sociedad de profesionales deberán cotizar a partir del año 2018.

Mientras se pone completamente en marcha el sistema de cotización para


independientes, entre los años 2012 y 2017, los trabajadores podrán abstenerse
de ahorrar durante este período manifestando su voluntad por escrito ante el
Servicio de Impuestos Internos. A partir del año 2018, la cotización de los
trabajadores independientes a honorarios será obligatoria.

24
En los siguientes casos, los independientes no están obligados a cotizar en el
sistema de pensiones:

 Los que al 1° de enero de 2012 tenga 55 años o más, si es hombre, o 50


años o más, en el caso de las mujeres.

 Los trabajadores que pertenecen a la Dirección de Previsión de


Carabineros, a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional o al Instituto de
Previsión Social (ex INP).

 Los trabajadores independientes con una renta anual por debajo del ingreso
mínimo vigente.

Los independientes deben cotizar obligatoriamente a partir del año calendario


2018, Operación Renta 2019, la que se realiza en abril de 2019.

Gradualidad Incorporación de Independientes a Honorarios

A partir del año 2018, los trabajadores independientes deberán cotizar por el 80%
de sus ingresos a honorarios. Esta cotización corresponde al 10% de esos
ingresos, con un tope de 74,3UF.

La renta imponible se calculará en forma anual y corresponderá al 80% de las


rentas brutas a honorarios, obtenidas en el año calendario anterior a la declaración
de impuesto a la renta.

• Puedes efectuar pagos mensuales en tu AFP

• Anualmente, se practicará la reliquidación para determinar diferencias

• En caso de no pago directo o si existieren rentas sobre las cuales no se ha


cotizado, el SII retiene devolución

• Las AFP certificarán en febrero de cada año el monto de los pagos provisionales
realizados por el independiente en el año calendario, e informará al trabajador y al
SII.

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• El SII verificará monto que le corresponde pagar a cada independiente y lo
informará a la TGR y a la AFP.

26
Conclusión

Actualmente el sistema previsional chileno es cuestionado, debido a que no se


estarían cumpliendo las expectativas respecto al nivel de las jubilaciones. Sin
embargo, un análisis más a fondo permite mostrar que el drama de las pensiones
no se explica por una falla del sistema previsional en sí, sino por la informalidad
del mercado laboral, siendo un insumo primordial para explicar el nivel de las
pensiones ligado a la insatisfacción de afiliados, el motivo; el aumento en la
expectativa de vida y el crecimiento de las remuneraciones reales en los últimos
años y la irregularidad de sus aportes.

Las AFP han obtenido un rendimiento sobre la inversión del 8,7% anual promedio
desde 1981 y el sistema ha acumulado un total de US$168.000 millones -
equivalente a dos tercios del PIB de Chile- a nombre de cerca de 5 millones de
chilenos. Mientras los sistemas estatales de pensiones han arrastrado a los países
en Europa y otras zonas a la ruina financiera, el sistema de Chile ha hecho lo
contrario al ayudar a impulsar el desarrollo económico del país. Ciertamente un
buen acierto de lo que es organización como país, pero poco efectivo para lo que
se vive hoy, fallando en un aspecto de igual importancia: no está generando el
tamaño de pensiones que se esperaba en un principio. Según cifras de la
Superintendencia, la pensión promedio recibida en enero por cerca de un millón
de chilenos bajo el nuevo sistema fue de poco menos de 179.000 pesos chilenos,
lo que es levemente inferior al salario mínimo.

Se han hecho algunos cambios. El Gobierno anterior de la presidenta Michelle


Bachelet hizo de la reforma de pensiones una prioridad y, en el 2008, promulgó
una reforma basada en las propuestas donde se intentó fortalecer el pilar de
solidaridad del sistema de pensiones e incrementar los subsidios estatales para
las pensiones de grupos vulnerables tales como las mujeres y los trabajadores de
bajos ingresos en la cual a todos los chilenos se les garantiza una pensión mínima
de US$160 al mes. Las mujeres también pueden acceder a una pensión
subsidiada por el Estado, conocida como bono por hijo, que se entrega según la
cantidad de hijos que hayan tenido. Asimismo, la reforma introdujo un subsidio
para equiparar las cotizaciones de pensiones de los trabajadores de bajos
ingresos.

Sin embargo, los jóvenes y las mujeres son particularmente vulnerables debido a
su precaria situación de empleo y, aunque la reforma del 2008 ha ayudado, se
necesitan más reformas. Otra forma de hacer que los trabajadores coticen más es
subiendo la edad de jubilación, que en la actualidad es de 60 para las mujeres y
65 para los hombres, lo cual la transforma en humanamente imposible ya que,

27
además, muchos chilenos siguen trabajando pasada su edad de jubilación para
complementar su pensión y a la vez, el trabajo para la tercera edad es escaso.

Más de 30 años de operación desde su creación en 1981, una rentabilidad


promedio anual sobre el 8% y ningún peso desviado hacia otros fines, son
argumentos que no convencen del todo a la población que actualmente exige un
cambio con mayor fuerza. Más, ha habido propuestas de reformas que incluso
atentan contra la lógica de un modelo que premia el ahorro y responsabilidad de
cada trabajador en relación con su futuro previsional, no es un tema del cual
puedan rendir cambios al azar, sino algo delicado que pone en juego el futuro de
las personas. El cálculo limpió algunas situaciones que distorsionan las cifras
hasta ahora conocidas, como las mujeres que se pensionaron sólo por el bono por
hijo, lo cual resulta indispensable al momento de considerar eventuales reformas
al sistema sobre las bases de la actual situación. Porque, a fin de cuentas, el
mensaje es simple: toda propuesta de cambio debe estar sustentada en datos
comprobables.

El sistema chileno de tres pilares enfrenta 6 grandes retos hoy:

1. Evitar malas reformas


2. Mejorar las pensiones y las tasas de remplazo
3. Mejorar la eficiencia del sistema privado
4. Mejorar el pilar solidario
5. Mejorar la institucionalidad laboral
6. Adoptar reformas laborales y de mercados para reducir la
informalidad laboral y productiva, y disminuir la evasión de las
obligaciones previsionales

El sistema de pensiones de Chile requiere de un ajuste y cambios certeros, pero a


pesar de esto ha desempeñado un papel valioso en el crecimiento económico del
país. Con una administración más eficiente y cambios regulatorios para cerrar los
escapes que aún existen en el sistema, la mayoría de los chilenos pueden esperar
con ansias una jubilación dorada o digna. Lo cierto es que el actual sistema
previsional es insostenible y se presenta como uno de los temas país urgente por
resolver. Todo indica que ya dejó de ser un tema técnico y responde más bien a la
convicción y decisión que muestre el gobierno de turno, de poner fin a un
experimento diseñado en dictadura y que pesa sobre todos los chilenos.

Por un sistema previsional de reparto solidario


No + AFP
Ni Privada, Ni Estatal

28
Webgrafía

http://www.aafp.cl/el-sistema/
http://s3.gomedia.us/wp-content/uploads/2008/06/vector-freebie-
http://www.monografias.com/trabajos90/sistema-previsional-
https://www.spensiones.cl/portal/orientacion/580/w3-propertyvalue-
http://www.uchile.cl/documentos/antiguo-sistema-previsional
https://www.jubilacionypension.com/planes-fondos/planes-pensiones/como-
se-calcula-la-pension-de-jubilacion/

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